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ÍNDICE<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4<br />

PATOGÉNESIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7<br />

TRATAMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .8<br />

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .10<br />

Nº: 17<br />

Dra. Andrea Sanz López<br />

Dr. Marco Sales Sanz<br />

VISSUM- Hospital Oftalmológico de Madrid<br />

El síndrome del Párpado Laxo fue descrito por Cubertson y Osler 1 en 1981 en 11 varones obesos, de mediana<br />

edad con laxitud de párpados superiores, que eran evertidos con facilidad, conjuntivitis papilar crónica y síntomas<br />

irritativos oculares inespecíficos.<br />

Todos los pacientes dormían con la cara hacia abajo, y tenían eversión espontánea de párpados superiores, rozando<br />

la conjuntiva sobre la almohada. En todos los casos los síntomas eran claramente más acusados en el lado hacia<br />

el que dormían. En los casos bilaterales dormían hacia abajo.<br />

Desde entonces hasta el momento actual se han ido añadiendo algunos hallazgos clínicos más, tanto a nivel local<br />

como sistémico, y se han ido comprendiendo más datos sobre la fisiopatología de este cuadro.<br />

Actualmente, definimos el síndrome de Párpado Laxo como una hiperlaxitud de párpados superiores, que se<br />

evierten con gran facilidad al elevar el párpado superior traccionando levemente del mismo (fig 1) en algunas<br />

ocasiones, simplemente con la oclusión forzada de los párpados (fig 2), con un tarso blando y fácilmente plegable,<br />

acompañado de una conjuntivitis papilar crónica de conjuntiva palpebral superior, y que siempre va<br />

acompañado de contacto de los párpados con la almohada durante el sueño, o frotes violentos y repetidos<br />

durante el día.<br />

INNOVACIÓN


Figura 1<br />

Haciendo el paciente<br />

tracción de ambos<br />

párpados superiores con la<br />

misma fuerza, véase la<br />

diferencia entre la eversión<br />

de ambos párpados.<br />

Figura 2<br />

Eversión párpado superior<br />

en la oclusión forzada.<br />

Además presentan, en casi todos los casos, una verticalización de pestañas 2 , una queratitis<br />

punctata con mayor afectación en 1/3 superior corneal 3 , una blefaroptosis por desinserción<br />

aponeurótica y lesiones múltiples de queratosis seborreica 4 (fig 3). Otros hallazgos<br />

frecuentes, aunque menos constantes, son queratocono 5 , úlceras con cicatrices corneales 6 ,<br />

blefarocalasia y dermatocalasia 7 , alteración en la película lacrimal y disfunción de las glándulas<br />

de Meibomio 8 , hiperglicinemia 9 , hiperglucemia, hiperextensibilidad cutánea 10 , diabetes,<br />

retraso mental 11 , hipertensión arterial, apnea obstructiva del sueño y fuertes ronquidos<br />

al dormir 6 .<br />

Figura 3<br />

Síndrome de Párpado Laxo<br />

izqdo. en el que puede<br />

apreciarse ptosis por<br />

desinserción aponeurótica,<br />

verticalización de pestañas<br />

en párpado superior,<br />

numerosas lesiones de<br />

queratosis seborreica.<br />

3


4<br />

Se produce con más frecuencia en personas de mediana edad, aunque hay casos descritos<br />

en gente muy joven, incluso en niños 12 .<br />

El motivo de consulta, generalmente, es un enrojecimiento y edema palpebral y conjuntival,<br />

molestias oculares inespecíficas con dolor y sensación de cuerpo extraño más intensas<br />

al levantarse que les produce, generalmente, epífora, secreción mucosa y tendencia a frotarse<br />

los párpados. Con frecuencia, cuentan los familiares que se les evierte el párpado<br />

espontáneamente durante el sueño.<br />

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />

Debemos hacer el diagnóstico diferencial con otros cuadros en los que aparece también<br />

laxitud palpebral, especialmente con blefarocalasia, Cutis Laxa 13 y síndrome de laxitud<br />

palpebral adquirida 14 .<br />

En la blefarocalasia (fig 4) hay antecedentes de edema palpebral intenso, sin causa aparente,<br />

que no responde a ningún tratamiento y que desaparece espontáneamente en unos<br />

3 días, que suele desaparecer pasada la pubertad, y que como consecuencia suele ocasionar<br />

una ptosis aponeurótica y una redundancia de piel palpebral con signos de atrofia y envejecimiento.<br />

No hay antecedentes de frote continuo de los párpados ni roce de los mismos<br />

mantenido durante el sueño, la ptosis palpebral no va acompañada de verticalización de<br />

pestañas y no tiene porqué haber conjuntivitis ni queratitis. Hay algún caso descrito en el<br />

que se producen ambos cuadros clínicos, pero es un paciente que, habiendo padecido una<br />

blefarocalasia, tenía una postura de sueño que frotaba el ojo sobre la almohada, por lo que<br />

a su patología previa se añadió un Párpado Laxo.<br />

En el Cutis Laxa (fig 5), los hallazgos clínicos a nivel palpebral son similares a la Blefarocalasia,<br />

pero en el cuadro generalizado pueden apreciarse alteraciones cutáneas en todo<br />

el organismo.<br />

El diagnóstico diferencial hay que hacerlo, sobre todo, con el síndrome de laxitud palpebral<br />

adquirida. Son pacientes de mediana edad, en los que se puede apreciar una laxitud<br />

marcada de los 4 párpados (fig 6), que generalmente va acompañado de una conjuntivocalasia<br />

y que acuden a consulta por presentar irritación ocular inespecífica, lagrimeo y,<br />

con frecuencia, queratitis punctata superficial. Frecuentemente esta laxitud va acompañada<br />

de una dermatocalasia y una ptosis aponeurótica, pero sin la verticalización de pestañas<br />

característica del Párpado Laxo. En estos pacientes no existe una relación tan directa<br />

con el sobrepeso y no refieren postura durante el sueño que produzca roce del párpado<br />

mantenido. Este cuadro está en relación directa con cambios degenerativos por la<br />

edad, características personales y cualquier factor que favorezca el frotado frecuente de<br />

los párpados.<br />

El tratamiento en estos casos es la realización de una blefaroplastia, extirpando la piel<br />

redundante para conseguir una mejoría estética, reinserción de la aponeurosis del elevador<br />

para corregir la ptosis y realizar una tira tarsal superior e inferior para mejorar la tensión<br />

horizontal de ambos párpados (fig 7), con lo que se consiguen eliminar los síntomas irritativos,<br />

desapareciendo la conjuntivitis y la queratitis. Burkat et al 14 , en un estudio sobre<br />

80 pacientes (320 párpados), obtiene con este tratamiento la desaparición de síntoma y<br />

signos en un 91 % de los casos.


A<br />

B<br />

Figura 4<br />

Paciente con<br />

Blefarocalasia en la que<br />

puede apreciarse una piel<br />

redundante en párpados<br />

superiores y una luxación<br />

de glándulas lacrimales.<br />

Figura 5<br />

Cutis Laxa. Signos de<br />

envejecimiento precoz<br />

con hiperextensibilidad<br />

de la piel.<br />

Figura 6<br />

A: Laxitud palpebral<br />

generalizada que acude<br />

a consulta por irritación<br />

inespecífica y epífora.<br />

B: Después de traccionar<br />

hacia abajo la piel de<br />

ambos párpados<br />

inferiores, tarda en volver<br />

a contactar con el globo.<br />

5


6<br />

Figura 7<br />

Tira tarsal de párpado<br />

superior e inferior, con<br />

anclaje de ambos tarsos<br />

en parte interna del<br />

reborde orbitario.


PATOGÉNESIS<br />

El mecanismo por el que se produce el cuadro está claro que está en relación con un traumatismo<br />

palpebral mantenido, generalmente por una posición que produce roce de los<br />

párpados durante el sueño con la almohada, o frote de los párpados frecuente e intenso<br />

durante el día. Sin embargo el mecanismo exacto por el que este traumatismo crónico produce<br />

la laxitud ha sido muy discutido.<br />

En numerosos estudios anatomopatológicos sólo se han encontrado signos de inflamación<br />

crónica inespecífica. Netland et al 15 fueron los primeros en hablar de alteraciones en las<br />

fibras elásticas, encontrando una disminución en el valor de la elastina tarsal.<br />

Schlötzer-Schrehardt et al 16 hacen un estudio anatomopatológico de 11 resecciones pentagonales<br />

de pacientes con Párpado Laxo y encuentran signos inespecíficos de inflamación<br />

crónica, una disminución de la cantidad de elastina en la placa tarsal y en la piel, con alteración<br />

estructural de las fibras elásticas restantes. Estas alteraciones en las fibras elásticas<br />

serían las responsables de la pérdida de elasticidad tarsal y serían consecuencia de un<br />

aumento de proteasas elastolíticas, particularmente de MMP-7 y MMP-9 y MMP-2.<br />

Este aumento de MMP-2 puede ser la respuesta a un mecanismo de irritación crónica,<br />

procesos de inflamación local o isquemia seguida de reperfusión, como se ha demostrado<br />

en otros tejidos, por ejemplo corazón, y es inducida principalmente por neutrófilos, mientras<br />

que el aumento de MMP-7 y MMP-9 ha sido observada en áreas sin infiltrado inflamatorio<br />

y, por lo tanto, parece inducida por el trauma mecánico repetido.<br />

Así pues, todo sugiere que el traumatismo mecánico repetido causado por frote frecuente<br />

de los párpados o por hábitos de sueño que produzcan roce de los párpados con la almohada<br />

estimula la secreción de enzimas elastolíticas, las cuales participan en la degradación<br />

de las fibras elásticas, conduciendo a una reducción de la elasticidad tarsal con alteración<br />

en la estabilidad palpebral. La eversión palpebral nocturna y el mal contacto durante el día<br />

del Párpado Laxo con el globo ocular, añadido a la mala función de las glándulas de<br />

Meibomio y la mala película lacrimal contribuyen, además, a la aparición de la queratoconjuntivitis<br />

que presentan estos pacientes.<br />

La verticalización de las pestañas hasta ahora se pensaba era debida a que la eversión palpebral<br />

nocturna favorecía que el orbicular y la piel montaran sobre el borde libre alterando<br />

la posición de los folículos pilosos. Pero los hallazgos de Schlötzer-Schrehardt parecen<br />

demostrar que esta alteración en la dirección de las pestañas es el resultado de una alteración<br />

del soporte estructural de las raíces ciliares por alteración de la elastina que las rodea,<br />

lo que se confirma por un aumento de MMPs en esta localización.<br />

La apnea del sueño añadiría al traumatismo repetido el síndrome de isquemia-reperfusión<br />

con aumento de MMPsm, que aumentan más la elastólisis.<br />

El queratocono, que con frecuencia está asociado al Párpado Laxo, no es una asociación,<br />

sino más bien una consecuencia de los traumatismos de repetición que producen el<br />

Párpado Laxo, al ejercerse sobre la córnea, como se ha demostrado en numerosos trabajos,<br />

que el frote continuo sobre los párpados favorece la aparición del queratocono (dermatitis<br />

atópicas, uso de lentes de contacto, frote intenso y frecuente en pacientes con trastornos<br />

mentales) 16, 17 .<br />

7


8<br />

TRATAMIENTO<br />

El tratamiento de elección es quirúrgico, mediante un acortamiento horizontal del párpado<br />

18, 19 .<br />

En los casos que no tengan una sintomatología muy intensa o que no quieran someterse a<br />

tratamiento quirúrgico, puede comenzarse un tratamiento lubricante con lágrimas artificiales<br />

durante el día y una lubricación en pomada durante la noche, oclusión nocturna<br />

para evitar la eversión espontánea y modificar la postura de sueño que lo produce, lo cual,<br />

en la mayoría de los pacientes, es imposible, excepto en los que se instaura un tratamiento<br />

de la apnea de sueño mediante una mascarilla de oxígeno a presión positiva, esto les<br />

obliga a dormir boca arriba y, habitualmente, produce mucha mejoría clínica.<br />

Tradicionalmente está descrita la resección pentagonal de la parte externa del párpado<br />

superior como tratamiento quirúrgico adecuado, pero en 2002, Periman et al 20 describieron<br />

una modificación a la técnica habitual de resección pentagonal simple, con la que se<br />

obtiene muy buen resultado y elimina algún inconveniente de la primera.<br />

Técnica quirúrgica<br />

Bajo anestesia local, se hace un corte de espesor total palpebral en el canto externo de unos<br />

3 mm de altura. A continuación se coge el párpado superior con una pinza con dientes y<br />

se tracciona del mismo lateralmente hasta conseguir una tensión moderada, se marca el<br />

punto del párpado que coincide con el canto externo, y ésa será la cantidad de párpado<br />

que vamos a resecar. Se hace a este nivel un nuevo corte perpendicular al borde libre de<br />

unos 3 mm de altura como el anterior, y unimos los extremos superiores de ambos cortes,<br />

mediante 2 líneas curvas dirigidas hacia la parte media, haciéndolas converger en el pliegue<br />

palpebral superior. Resecamos el párpado superior que queda dentro de estas líneas<br />

que hemos dibujado.<br />

Si existe desinserción de aponeurosis se localiza fácilmente la aponeurosis en la parte central<br />

del labio superior de la herida y se ancla al borde superior del tarso en la zona que va<br />

a quedar en el centro del párpado.<br />

El borde nasal de la herida es avanzado temporalmente y suturado. El margen palpebral y<br />

el canto externo son reformados suturando el borde inferior de la parte lateral del tarso a<br />

la parte superior del tendón cantal externo con sutura reabsorbible de 5/0. El resto de la herida<br />

se sutura con puntos sueltos reabsorvibles entre el borde temporal del tarso y la parte<br />

temporal del orbicular. Piel y músculo superficial son suturados juntos con puntos sueltos<br />

de 6/0 (fig 8).<br />

Esta técnica tiene varias ventajas sobre la resección pentagonal. En primer lugar la incisión<br />

más larga sigue la dirección de los pliegues palpebrales, dejando una cicatriz inapreciable,<br />

mientras que la resección pentagonal deja una cicatriz perpendicular al borde<br />

libre del párpado en contra de todas las reglas de la cirugía cosmética. La herida en la<br />

resección pentagonal queda a algunos milímetros del canto externo, no justo en el canto<br />

como la técnica descrita, y es frecuente que en la cicatriz quede una zona sin pestañas<br />

que puede no resultar muy estética. Y, por último, la parte superior de la herida permite<br />

acceder fácilmente a la aponeurosis del elevador y reinsertarla al borde superior del<br />

tarso, si fuera necesario.


Figura 8<br />

A: La superficie de<br />

párpado marcada es lo<br />

que se va a extirpar<br />

(comprobando<br />

previamente, una vez<br />

hecho el corte externo<br />

vertical, y traccionando<br />

lateralmente del borde<br />

medial de la herida, que<br />

queda el párpado a una<br />

tensión adecuada).<br />

B: Una vez extirpado el<br />

fragmento palpebral de<br />

espesor total, en el borde<br />

superior de la herida,<br />

puede localizarse el<br />

elevador y anclarlo al<br />

borde superior del tarso.<br />

C: Una vez suturado por<br />

planos.<br />

A<br />

B<br />

C<br />

9


10<br />

Así pues, el síndrome de Párpado Laxo es un cuadro que con frecuencia pasa desapercibido,<br />

y que siempre hay que pensar en él ante pacientes que acuden a consulta por signos de<br />

irritación ocular inespecíficos, más acentuados al levantarse. Debemos buscar todos los síntomas<br />

y signos clínicos que hemos descrito, siendo probablemente el que con más frecuencia<br />

nos ponga sobre la pista de este cuadro, la verticalización de pestañas, sobre todo<br />

en casos unilaterales que es cuando más llama la atención. Su búsqueda nos permitirá<br />

hacer un diagnóstico correcto en muchas ocasiones, que si no nos pasaría desapercibido, y<br />

podremos indicar el tratamiento adecuado que habitualmente ofrece muy buenos resultados<br />

(figs. 9 y 10).<br />

Figura 9<br />

A: Aspecto prequirúrgico.<br />

B: Aspecto postquirúrgico<br />

al mes de la intervención,<br />

con desaparición de toda<br />

la sintomatología.<br />

A<br />

B<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. Cubertson WW, Osler HB. The floppy eyelid syndrome. Am J Ophthalmol 1981; 92:568-75.<br />

2. Langford JD, Linberg JV. A new physical finding in floppy eyelid syndrome. Ophthalmology 1998; 105:165-69.<br />

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4. Observación personal del autor, pendiente de publicación.<br />

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10. Lee WJ, Kim JC, Shyn KH. Clinical evaluation of corneal diseases associated with floppy eyelid syndrome. Korean J<br />

Ophthalmol 1996; 10:116-21.


A<br />

B<br />

Figura 10<br />

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tarsal elastin. Ophthalmology 1994; 101:174-81.<br />

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20. Periman LM, Sires BS. Floppy eyelid syndrome. A modified surgical technique. Ophthal Plast Reconstr Surg 2002;<br />

18:370-72.<br />

A: Aspecto prequirúrgico.<br />

B: Aspecto postquirúrgico<br />

a los 7 días de la<br />

intervención (aún no se ha<br />

retirado la sutura), y puede<br />

apreciarse que, en tan<br />

pocos días, ya han<br />

desaparecido los síntomas<br />

inflamatorios.<br />

11

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