ABRIR 3. 3.5. - Universidad Complutense

236 1. Sastre Prats. Formaciones Sociales y Organización Tenitorial en Asturia
En el caso de los investigadores celtistas, Galicia pertenece plenamente al mundo
céltico atlántico y es comprensibleúnicamente dentro de esa realidad que sirve, por
lo tanto, de punto de referencia ineludible. Pero ambas interpretaciones parten de
la consideración del “área de las D” como el reflejo epigráfico de formas de
organización social peculiares y directamente atribuibles al mundo galaico, punto de
partida que puede falsear en gran medida la realidad.
36.1.1. Toponimia y organización indígena.
La teoría toponímica de Albertos partió del análisis de ciertas inscripciones
de galaicos encontradas en Huelva. Aquí, según esta autora, las origines se
mencionaban de tres maneras, por ejemplo: cwaeilo BereÑ (cu.A 1, 49), D
lálabríca (ullA 1, 24), Thíabrigensís (CHA ~, 33 y 40). La deducción Ñeque
designaba un topónimo, en concreto, el nombre de un a¿~Ielium en ablativo, y esta
hipótesis fije apuntalada por ~a comparación entre nombres de las supuestas
centurias y topónimos actuales. Además AJbertos detectó que muchos de los
ablativos que acompafian al signo ID poseen una estructura claramente toponímica,
con elementos como -briga y -acchan que aparecen en topónimos citados por las
fUentes. Un último argumento fue el hecho de que algunas divinidades tengan
epítetos claramente relacionables con topónimos, algunos de ellos vinculados con
los castros, como el Bandua Lans’brica del castro de San Cibrán de Lás, o el Latí
(‘ireviehaeca Proenelaeco, divinidad de Orense en su primer epíteto relacionable,
según Albertos, con el ID (¿‘¡re¡nc de los Coekrní (AI.I3FRTOS, 1977, 20- 21).
Pereiraha reforzado esta teoría toponímica con el anáiisis de las menciones
de ~ fuera de la onomástica, que supuestamente hacen referencia a comunidades
territoriales (PEREIRX, 1983). Pueden servir como ejemplo las siguientes
inscripciones:
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