Bajar documento - La nueva concepción de la historia

Título original:
La omnipresencia del proletariado: el papel de los
trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad.
Registro derecho autoral: IEPI, 08-04-2011
Certificado Nro. 035491.
Diagramación: Darwin Gualotuña
Roberto Conrado.
Edición informal, de prueba: febrero del 2010.
Quito-Ecuador.
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SUMMARY
Philosophical question, theoretically resolved: a sense of
history: Promethean progress; function of human life: "...
your comprehension and mastery ... [control] ... of nature ..."
(K. Marx); purpose of intelligence produce "selfconsciousness"
of reality as such (the idea reflects the
essential features of the area, explains the dynamics of it: the
law of motion and its current trends-moving-but, above all,
the rudiments of this new reality, in which the current
exceeds human reason is made, consistent with the objective
scientific concept of "human development": nature,
nature/human, human/nature, be "divine"). The Matter
sculpts to "God" (The Meat Enverbada) in the progression
work strengths; the Universe his regent forges in singular his
form: the neocórtex, overcomes the indetermination
heisenbergiana, in the science and in the technology: the
absolute conscience; the nature is more human, subjectivist,
"is" "exalted" (the human being blows, in the nose of the
mechanics, of the artificial intelligence -networks
neuronales/simulator of thought, robot sapiens,
posthumanly). Human be: I am understanding, he who seeks
the truth and that death will he who is like me, will not live
forever, I'm the one who wants to be, which I am still, which
I'll get to Self death is no longer a mystery. At the end is just
the power (matter and primordial property), looking for a
new act. In-historical logic, christian religion becomes the
"metaphysical propel movement disguise" of humanity (the
world pass, but the substance no).
RESUMEN.
Cuestión filosófica, teóricamente resuelta: sentido de la
historia: progreso prometeico; función de la vida humana:
“… su comprensión y su dominio… [control]… de la
naturaleza…” (K. Marx); propósito de la inteligencia:
producir la “conciencia de sí”, de la realidad en tanto tal (la
idea refleja los rasgos esenciales de la materia, expone la
dinamia de ella: la ley del movimiento actual y la de sus
tendencias –mudanza-; pero, sobre todo, los rudimentos de
esa nueva realidad, en la que se supera la actual y se realiza la
razón humana, en coherencia con el concepto científico
objetivo de “desarrollo humano”: naturaleza, naturaleza/ser
humano, ser humano/naturaleza, ser “divino”). La Materia
esculpe a “Dios” (La Carne Enverbada) en el desarrollo de
las fuerzas productivas; el Universo forja su regente en la
forma singular suya: el neocórtex, supera la indeterminación
heisenbergiana, en la ciencia y en la técnica: la conciencia
absoluta; la naturaleza se humaniza, se subjetiviza, se
“diviniza” (el ser humano sopla, en la “nariz” de la mecánica,
la inteligencia artificial -redes neuronales/simulador de
pensamiento, robot sapiens, posthumano). En la lógicahistórica,
la Religión (Cristiana, Hindú) viene a ser el “disfraz
metafísico del automovimiento” de la humanidad. Ser
Humano: yo soy la inteligencia, el que busca la verdad y que
va a la tumba; el que es como yo, no vivirá para siempre; soy
el que quiere ser, el que estoy siendo, el que voy a llegar a
Ser. La muerte ha dejado de ser el misterio. Al final queda
tan sólo la potencia (la materia y su propiedad primigenia),
que busca un nuevo acto (la Palabra pasará, pero la Materia
no pasará).
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DESCRIPCION DE LA FIGURA.- Antorcha y fuente-pileta:
luz y saber.
Las tesis insertas en las presentes anotaciones, se han
generado en Quito; se prevé sean derramadas en Ecuador;
luego, que avancen sobre las américas latina, lusitana y
caribeña; finalmente, que las mismas se pongan a las órdenes
del mundo. En 1492 la “civilizada” Europa inicia la labor
evangelizadora de los pueblos “bárbaros” del actual
continente americano (balcanización: ruptura de la unidad
ideológica de las colectividades precolombinas). Hoy se les
devuelve la “cortesía”; nada más, que Quito no cuenta con las
armas para imponer una visión del mundo, pero sí se dispone
de la razón lógica, del poder de la argumentación inscripta en
ethos axiológico, conducente a retirar la venda hedonista
mitológica de los otrora “pueblos cultos”, y en su lugar forzar
la apertura de la mente, para que ésta dé cabida al
supraparadigma (el marxista), en el que reside la verdad de
estos “tiempos” y de los que vienen.
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RESUMEN EJECUTIVO AMPLIADO.
Marx comprendió el sentido prometeico, completo de la historia.
Promovió instrumentar la ciencia, la estrategia, la política
(ideología/acción), en cuanto vehículo conducente a someter la
determinación directriz del mercado a la voluntad colectiva; insertar al
género, en actuación consciente y eficiente, en el orden regular de la
sociedad; e, implantar la forma ethos racional (ley del “´valor´ de
usufructo”, democovivencia), como marco de vida de la moderna
existencia humana, sobrepuesto a la “condición material de sí” (la
naturaleza). La nueva concepción performativa de la realidad (proyecto
político-filosófico histórico, que orienta a la humanidad), es de Karl
Marx. Marx: forma parte de esos hechos, que se dan una sola vez en la
historia; genialidad teórico-revolucionaria aún no superada,
simplemente porque es insuperable. Según la consideración referida,
todos los críticos (pasados, presentes y futuros) de Marx, a la hora de
la verdad, pasan (pasarán) por menguados.
CATEGORIAS CLAVE (Formación ideológico-teórica marxistaleninista):
Materia, teoría de la propiedad, principio (metaprincipio inmanencia/trascendencia),
movimiento, acto y potencia, ley, indeterminación (incertidumbre/caos), determinación (Diamat,
Hismat), modelo lógico de operación del Universo, Universo viable-óptimo (Big Bang/Big
Crunch), campo unificado, fuerzas productivas/(relaciones de producción), modelo de desarrollo
humano (1ra. naturaleza, 2da. natur., 3ra. N.), condición animal, propiedad de la inteligencia,
unidad mínima de inteligencia (de pensamiento; programación lógica), emocionalidad,
reproducción natural, valor de uso, primera naturaleza, banco germoplásmico, hedonismo
(artístico, empresarial, religioso, humanista, ecológico), homo luden, neocórtex, formas de
propiedad, homo faber, hominización, modernidad, neoidealismo, posmodernidad, cultura,
civilización, condición racional (cerebro izquierdo), sujeto histórico, socialismo, subversivo,
neoproletario, neosubversivo, reproducción social, valor de cambio, segunda naturaleza,
modernización/secularización, transición (geoeconomía, geopolítica; “mundo en estado de
naturaleza”, hegemón, ejes conflictivos crónicos), época cambiada, revolución subversivointelectual-ciudadana,
cuestión social, cuestión espiritual (“cultura” mundial), cuestión global,
singularidad tecnológica, automatización, robótica, neoprometeia (IA), división posmoderna del
trabajo, tendencia decreciente de la tasa de ganancia, occidentalización/desoccidentalización,
inteligencia artificial –IA-, tendencia creciente de la tasa de conocimiento, bloque histórico
hemisférico, homogenización, cuestión humana (ontopraxeologoteleología), ethos
supramoderno, reproducción automatizada, “valor” de usufructo (input/output: modelo
sraffiano), posthumano, robot sapiens, tercera naturaleza, telos, racionalidad teleológica,
destino común de la humanidad (humanología/historia), axio-deontología, protodivinidad,
libertad, perfección, absoluto, democovivencia, comunismo, campo de conciencia (símil
filosófico de campo eléctrico, campo de Higgs), modelo racional de desarrollo humano,
supraracionalidad, supraidentidad, condición divina, “Dios”-ser humano (homo divinus),
metahistoria, Big Rip.
OBJETO, METODO Y POSICION FILOSOFICA.
Objeto. Kant: ¿existe Dios?, ¿tiene el ser humano libre albedrío? y ¿habrá vida después de la
muerte? El astrofísico y cosmólogo F. Tipler contesta: “sí, sí y sí”. El físico ruso G. Shipov
tantea proveer sustento al supuesto “diseño inteligente”: “banco de información” preexistente,
“mundo de la realidad suprema”, “campos primarios de torsión”, o, como razona el también
físico ruso-cristiano V. Plykin: causalidad de los “flujos energéticos informativos”,
“Programa Universal Primario” (en otro lugar, principio metareal denominado: “diseño
inteligente”). La metafísica, en general, asume: solamente una inteligencia puede diseñar el
mundo y no la evolución de la materia de modo accidental; se “fundamenta” las creencias:
“construcción racional”, “energía” o “información supraprogramada”, “Dios creador”, con
frases como: “no puede haber reloj si no existe relojero” (“Si se encuentra con una piedra, se
concluirá que siempre estuvo allí; pero si se topa con un reloj, se dirá que hubo un diseñador;
una planta, un animal, un ser humano, luego, deben tener un diseñador”); un “libro, no puede
ser el resultado de la simple explosión de un tintero”; “creer que el Universo fue hecho por
generación espontánea, es como pensar, que un huracán flotando sobre una montaña logró
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crear un Yumbo 707”; “… explotar una fábrica de aviones para construir aviones…”; “si el
ser humano descendiera del mono, ya una pareja de ellos habría engendrado una persona”
–sic- (retahíla de argumentos “intuitivos” a priori los anotados, que tienen efecto de sugestión
sobre una mente no prevenida; pero: “el ser humano es la consecuencia de los azares de sus
antecesores”). Las citadas posiciones logicistas trasuntan carácter neomitológico,
híperdeterminista, extrañamente se encuentran concebidas “en el espíritu espinoziano”;
ridiculizan de tosca manera la hipótesis de la “gran explosión” -expansión/contracción-:
dinamia universal de acordeón, pulsátil, sístoles y diástoles: corazón material;
conceptualmente se desentienden de las abstracciones ontológicas iniciales y del carácter
ergódigo-mesológico de operación de la materia; en la dimensión socio-axiológica, denotan
premeditada inocencia: su inconducta propende preservar el statu quo. La razón objetiva
ubica a la entidad Dios en la esfera de la ficción (para ella: la inteligencia –materia altamente
organizada, supraespecializada, último eslabón evolutivo natural: el neocórtex- es la potencia
real: finalmente se “pone verdaderamente ´en valor´” al ser humano); considera que la
“materia supergrosera” es lo primario, no la “información” (la cual no es más, que el sistema
de propiedades abstraídas, subjetivizadas, de la masa) ni la “energía” (atributo de la materia
de dudosa existencia, y la que, según especulación arcediana, se “condensaría para dar
substancia al mundo sensible”); entiende que “espacio” y “tiempo” son simples nociones,
códigos figurados de la mente que aparecen cuando ésta existe, no formas ontológicas de la
realidad, que puedan desempeñar el papel de categorías teóricas, en tanto modos de ser,
aspectos de la vida, determinaciones reales “del ser”; el ser humano –sostiene- forja
históricamente su libertad en la praxis (¿lo que se quiere hacer? o ¿lo que la realidad tiende a
ser?; la verdadera prospectiva es el acto de intelección sobre el proceso del “destino” –“somos
máquinas al servicio de nuestros genes”; “está en la vida de los seres humanos ese camino”
[sic]-: representar el sentido del diseño óptimo, viable natural, estocásticamente en despliegue
del mundo; el futuro no es incierto para especie viva alguna: “la extinción es el destino”, en el
caso del ser humano: luego de haberlo franqueado); y, asume que no hay “vida después de la
muerte”, pues, dicha pregunta encierra una antinomia aporética: la muerte (según los
mentados credos) es un tipo de vida, la muerte no conformaría un hecho de la realidad o la
muerte es una forma de seguir viviendo (en realidad, la muerte es la siembre de un ser
realizado en la tierra, para dar vida a nuevos seres). La dificultad técnico-discursiva de
exponer el origen y razón no mediatizados por instrumentos-plan subyacentes al orden de los
procesos materiales, ha sido el factor aliado del efectismo de la maniobra persuasiva, de
reposicionamiento en la subjetividad colectiva del mito creacionista. La diferencia entre el
diseño humano (único y verdaderamente inteligente [“mucha programación” -informática]),
que reproduce la naturaleza (producción del propio ser humano y del Universo en la
representación abstracta o en la maquetería, en este último caso) y el “diseño” inconsciente de
la materia, es que el humano es de índole prefigurado: proceder controlado en el cual el
esfuerzo se dirige sólo y directamente al sitio deliberado; el natural (selección), en cambio,
semeja disparo al vacío en espera de que de entre los perdigones emerja el evento óptimo,
viable, se fije y de él brote el próximo proceso evolutivo igualmente de modo aleatorio,
modelización que para plasmarse demanda amplios períodos de vida (el proceso es graficable
y verificable en el comportamiento humano: hasta que no fuera formalizado el proceder
científico, se proyectó esa determinación en la conducta cognitiva: descubrimiento por
casualidad, de modo espontáneo; el símil puede encontrarse en el diseño del “árbol
decisional” según la mecánica de las probabilidades). El quid radica –por tanto- en representar
de forma convincente –método de exposición- el modo de operación de la materia en etapa de
generación inconsciente del orden y el proceso que conserva y lleva al “estado ordenado” de
los hechos hacia el de complejidad, hasta producir la conciencia, como si hubiese tras de sí un
programa. Reflexiones filosóficas de vertiente matemática establecen funciones relacionadas
con la tridimensionalidad elíptica: f(X)=N, f(X)=N*… (1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8,
5+8=13, 8+13=21…); se dice que ésta es una ley ineluctable de toda existencia, la cual, en el
plano cartesiano dibuja una hélice ascensional; arquitectura fractal: patrón de autosimilaridad
en tanto forma que se repite en escalas diferentes en todos los hechos de la naturaleza; la
división del número inmediatamente superior para el inferior da la “divina proporción” (la
“Firma de Dios” -sic): 1,618 (también la realidad de esta “proporción” y su representación se
inhiben al llegar el ciclo a su fase última: al absoluto); no obstante, en la citada reflexión, la
determinación sigue sin explicación, sin embargo la misma contribuye con el esfuerzo por
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entender el mundo, partiendo de él mismo. El marxismo (en la perspectiva de Hegel)
descubrió el “patrón”: “desarrollo en espiral”, mucho “tiempo” atrás; la ciencia positiva
confirma la doctrina dialéctica de estructuración, automovimiento, desarrollo y cambio del
mundo; el epítome muy bien se representa en el proceder reproductivo humano (“todo en la
naturaleza fecunda”): del sexo colectivo “bonoboico” en la barbarie y en la primera forma de
estructuración humana (comunidad primitiva), a la transición del sexo en grupo hacia la
monogamia en las formas clasistas (esclavista, feudal, capitalista –monogamia moderna), al
sexo en grupo posmoderno en tránsito al sexo colectivo supramoderno (“bonobo” funcional:
bonobo sapiens: prevalencia de los impulsos más primarios del instinto) rumbo a la
desaparición del apareamiento (el posthumano ha roto la regla: en la forma humana
posclasista, este ser ha dejado de fecundar); por tanto, el proceso se produce también en forma
progresivamente degenerativa, de modo que la última fase crea el momento necesario para
que tenga lugar el inicio de un nuevo ascenso. El supuesto de la “gran explosión” considera
que de ésta se desprenden múltiples protouniversos, y que de entre ellos uno es viable (quizá
dos o más, de allí la hipótesis de los universos paralelos, pero no en el sentido cuántico de las
“dimensiones simultáneas”), el cual cuaja y es el que se despliega de modo ordenado. A su
interior, en este mundo de preordenación (fijación de las “constantes cósmicas”), en el plano
subatómico se genera el principio del movimiento cuasi teleológico: atracción/repulsión de
partículas efecto de la operación correlacional de sus propiedades inmanentes, de modo
conmutativo se forman nuevas propiedades y formas de masa (cambios cuantitativos
acumulativos), que en un momento dado en el evento óptimo provocan el salto hacia una
nueva cualidad en progresión hasta llegar a la máxima característica de la materia: la
conciencia nun plus ultra (absoluta). En oposición de la creencia en el “diseño inteligente”, la
episteme –contrario sensu que la doxa: la filosofía espontánea de los sabios” [G. Bachelard]-
debe registrar, que el proceso natural por combinación acumulativa entre las propiedades de la
materia produce ese diseño, hasta llegar a la complejidad ordenada actual (“Teoría de
Sistemas”: desarrollo autosostenido, tendencia coadyuvante, red de acoplamientos capaces de
provocar transformaciones autónomas, control de conducción –realimentación-: nuevos
productos y nuevas condiciones progresivas en el propio proceso [G. Verdesoto: La tendencia
coadyuvante natural en el desarrollo de los procesos]). En verdad, nada se crea por
“generación espontánea” (composición milagrosa), pues, las fuerzas naturales
contingentemente se autoorganizan, se despliegan sin necesidad de la intervención de
“energía universal creadora” alguna (lo cual indica –ratifica-, que la “incomprensión lleva al
mito”; por el contrario, la realidad es “materia ´universal´” –carne enalmada), merced a la
condición direccional ordenadora intrínseca de la materia –como lo es la técnica [las fuerzas
productivas] respecto de la historia- (propiedades prístinas –polaridad- de movimiento físico
hacia el químico, al biológico y a la razón). Es hora de empezar por desmontar, por tanto, los
mitos eternos: energía (idealismo en Ciencias Naturales; energía: esa fuerza misteriosa
incorpórea, no existe en ningún lugar de la realidad); tiempo, espacio, espacio/tiempo
(subjetivismo reificado); intuición (conclusión, decisión, acción sin antecedente); creatividad
in abstracto (la Psicología también es un hecho histórico, que no está presente en el
sucedáneo racional del ser humano como ser “superior” –el robot sapiens-; pues, conciencia:
estructuración representada con sentido de las propiedades superiores de la materia,
psicología: movimiento fáctico en coherencia de autosustentabilidad de la materia racional,
efecto de relación interno/externo –necesidades/condiciones):
- Materia (“eterna, la misma siempre a través de todas sus mutaciones”) = masa y movimiento
(la abstracción ontológica más prístina: “partícula Dios”, “causa causorum” –“causa de sí
misma”).
- Masa = corporeidad (compacta –“Bosón de Higgs”- y/o blanda –“campo de”), substancia con
propiedades.
- Movimiento = acción recíproca entre masas, merced al despliegue de sus propiedades
inmanentes (“Elan vitae”).
- “Energía” = masa en movimiento (fuerza, luz, calor,… -Engels, Friedrich: Dialéctica de la
naturaleza).
Estas, las abstracciones iniciales y su conformación ulterior. Los átomos no tienen espíritu
alguno (“energía”) que explique su “comportamiento”: gozan de propiedades (que se activan
solas por acción y reacción) y de éstas, la “más” elemental es la polaridad (primer impulso):
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cargas positivas y negativas (o sus similares) en un mismo o en distinto cuerpo (hecho a
estudiarse con otra perspectiva: descubrir la verdad, no caer en la ficción mesiánica,
metafísica). La acción recíproca entre el “más” y el “menos” y el cambio de posición
permanente (ahora positivo luego negativo) generan –motu propio- toda la variedad de
movimientos del mundo, sin que haya la necesidad de incorporar, en la abstracción, la
presencia y acción de aquella fuerza misteriosa llamada “energía” o “espíritu de la materia”.
Strictu sensu: ¿qué es la realidad, el Universo (forma ordenada, en despliegue –desarrollo
autosostenido de la materia), el mundo?: lo es materia “infinita”, “eterna”, en movimiento
(todo es materia: la palabra hablada es materia –flujos ondulatorios de la materia blanda, que
accionan los dispositivos materiales de percepción del oído, siendo la organización específica
de sus propiedades [de la materia-palabra], las que encierran sentido-, el pensamiento es
materia –movimiento de ésta: asociación del orden de las propiedades materiales de las
neuronas neocorticales-, los símbolos son materia: propiedades que acceden al cerebro por el
mecanismo de la vista, se comparan con las existentes en cuanto memoria –propiedades
asentadas de la materia en la materia cerebral- y adquiere significado –formación de similares
o nuevas propiedades de la propia materia-, la conciencia es materia: información sistemática
grabada, su correlación con la que viene –está- del entorno y con las necesidades –actitud ante
la vida);
¿qué es la materia (compacta y blanda)?: lo es masa y propiedades;
¿qué es el movimiento?: la acción recíproca entre propiedades (el movimiento en potencia y
real se comprehende en la misma materia; se origina al ponerse frente a frente las propiedades
más imples de la masa –“impulso ´divino´”-, y se despliega en múltiples formas y niveles por
aplicación cuantitativa como en la historia de la programación informática: combinación
binaria, octal, hexadecimal, hacia algoritmos simples, luego a avanzados y a complejos);
¿qué es masa?: el “material” sensible, compacto; y,
¿qué son propiedades?: atributos inmanentes de la masa (partículas subatómicas):
electromagnetismo, gravitación, atracción nuclear fuerte y débil de los protones (la quinta
fuerza: la integración de las cuatro).
La acción recíproca reiterada entre propiedades da lugar al aparecimiento de leyes.
Cada nueva determinación genera una renovada propiedad superior: física, química, biológica,
del reflejo (capacidad cognoscitiva), racional (psicopedagogía: “zona de desarrollo
próximo” –Vygotsky-, cosmofilosofía: línea meta –comunismo, democovivencia, “Cielo”,
“Divinidad”); el proceso no es más, que el “nacimiento de nuevas cualidades” (contradicción,
negación, salto -Engels, F.: ídem.). Y. Esa la gran ley de existencia, propia, interna, autónoma
de la realidad, como comprensión, que una vez más no necesita de fuerzas providenciales, para
abordar su substancia (empero, no existen leyes como atributos de la materia, como aquella
conocida como ley del desarrollo; por el contrario, las leyes de la materia, cualquiera que sea
su índole, no son más, que la expresión de la relación permanente, estable, reiterada, entre
propiedades de la materia, que en un momento dado se hace con la propiedad mayor: la
representación, cuando la misma masa se despliega, de supraorganiza, se hiperespecializa y se
mueve sobre el movimiento: la conciencia).
No es energía lo que se desgasta cuando una persona trabaja (actividad que es medida según la
fatua noción de “tiempo de trabajo”), sino lo que se mina es materia: al sudar se pierde agua
(masa: los gases oxígeno e hidrógeno), sales minerales, toxinas, hormonas; se diezma también
(tautología) masa muscular, por lo que se debe pesar menos luego de haber realizado un
esfuerzo sostenido. Es la ingesta de materia alimenticia la que reequilibra al cuerpo mediante
el acto de la manducación (empero, el proceso no semeja el acto por el cual un ser humano se
enchufa a un tomacorriente para adsorber “energía”, hecho que ni siquiera ocurre en un
artefacto que dispone de un acumulador –pila- que se conecta a una fuente de “energía”
–tomacorriente- para aprovisionarse de ella, puesto que lo que almacena es una forma de
movimiento de la materia, más no el vulgarismo “energía” –¿“obscura”?; ¡bah!-: movimiento
sin masa; en un vehículo a explosión el combustible produce movimiento de tracción, como
efecto resultante de los distintos movimientos –reacciones químicas- que se dan en el ciclo del
motor y jamás “energía” alguna). Alimentos, que no es que, al consumirlos, se convierten en
“energía” (en ese algo misterioso, espiritual) por oxidación/respiración, ciclo de Krebs, en el
organismo (acto en el que, según el barbarismo, suele decirse que interviene la “energía” –de
las mitocondrias), para volverse nuevamente materia, por ejemplo: muscular; por el contrario,
el proceso es completamente material: simplemente de desdoblamiento de macromoléculas en
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micromoléculas asimilables (proteínas de la carne en aminoácidos) en el proceso de digestión
y adsorción, transporte e incorporación de los nutrientes a los distintos órganos corporales
(éstos son materia no energía, es decir, proteínas, minerales –elementos químicos en general-,
enzimas –vitaminas-, ácidos grasos, hidratos de carbono, también equívocamente nominados
calorías).
Como el “patrón oro” –o la divisa prevaleciente en la coyuntura-, que es un valor (trabajo y
apreciación subjetiva, el cual es una abstracción, una representación -una convención-, que
permite la operatividad de la medición: en el sistema monetario internacional –el dólar
estadounidense, todavía- mide al resto de valores, esto es, monedas o trabajo -algo similar
ocurre con el metro, con el vatio, con el segundo,…); un reloj es una mecanismo que se mueve
para poder medir el movimiento de la vida, prosaicamente llamado “tiempo” (“Reloj no
marques la horas, porque mi vida se acaba”; si se interrumpe el funcionamiento del reloj –se
paraliza el tiempo- la vida también se detiene: ¡absurdo!; no es lo mismo afirmar: “perder el
tiempo”, que “desperdiciar la vida”). De análoga manera en que, en la Economía neoclásica la
“teoría subjetiva del valor” niega al trabajo humano como la (única) fuente del valor (de
cambio; dicho sea de modo incidental: los sacerdotes del capital propalan el punto de vista de
que la “teoría del valor” es falsa, o sea, que la ciencia económica burguesa es falsa –dixit C.
Marx), en Física la “teoría del ´tiempo´” ontologiza burdamente una noción: eso pasa con
Planck, Einstein, Heisenberg, Schrödinger, lamentablemente con Maric, Sagan, Penrose,
Hawking, Kaku, etc. Y, el “espacio” vacío siempre está lleno; de no ser así, la materia
colapsaría, implosionaría. Los señores físicos de rango medio, cegados por su soberbia
autosuficiente y por las ideas de las lumbreras del ramo, no dan importancia a este atavismo de
su conciencia.
En el plano humano de coyuntura, la discusión teórico-filosófica se desplaza a otro frente
(Humanología: supeditación de la esfera sensorial, supra antropomorfización): no si el
capitalismo debe cuestionarse, mantenerse, tolerarse (si es malo o si es bueno), sino sobre la
relación que esta formación social tiene con el flujo de la vida y si está haciendo lo correcto en
el sentido comprehendido de la historia (pues, puede completar el desarrollo de las fuerzas
productivas y a la vez destruir a la “propiedad de la inteligencia” -Tercera Guerra Mundial,
por ejemplo): la preocupación en torno de las desgracias (explotación social y depredación
natural) o bondades (ser la forma en la que se desarrolla de mejor manera la producción) del
capitalismo se desliza hacia la trama de la historia y sobre el sentido de la vida (la fase larvaria
de la humanidad concluye con el capitalismo: la oruga se ha dedicado vorazmente a hartarse
de materia verde –acumulación-, luego el gusano se empupa –transición- y de allí eclosiona la
límpida mariposa racional, esta vez con las alas del conocimiento y la técnica realizada, para
posarse de nebulosa en nebulosa y plasmar su tarea más alta [Martín Nicolaus en su
Introducción a Los grundrisse: el Marx desconocido, refiere que Marx al principio tuvo una
actitud casi displicente para con David Ricardo; pero que al penetrar más en su pensamiento,
su referencia posterior fue con más respeto. En similar conducta, en el presente documento se
mira con gran respeto al sistema capitalista]). La política proletaria, al interior de esa nueva
tópica, no es que queda inhibida (ni su experiencia pasada -la del ex Bloque Oriental- subsiste
en la noción despropósito); por el contrario, dicha praxis continua viva, pero asume un nuevo
y más elevado nivel de preocupación, de contenido: los trabajadores (los neoproletarios)
promueven el desarrollo de las fuerzas productivas, en tanto tienen como interés central
hacerlo de modo que no haya más sacrificio humano (someter la fatalidad del “darwinismo
burgués”: “matar para vivir y crece”), y sobre todo garantizar que la marcha humana se
enrumbe hacia su objetivo superior: el único que pone a la inteligencia en perspectiva de su
inmanencia ontológica: sólo con la sabiduría absoluta el Universo se determina “para sí”:
aparece viable y realiza su optimidad (R. Penrose): la materia se humaniza, se racionaliza, se
diviniza (la realidad va para allá, sea cual sea el punto de vista y el deseo actuales; la pena es,
que ningún miembro de las generaciones maduras actuales, estará presente para comprobar o
“disprobar” lo dicho, esto es, para asistir al momento en el que la humanidad se vuelve
“racionalmente totalitaria”). Por tanto, en el proceso de producción de la conciencia, merced al
cual: el pensamiento conceptivo se proyecta sobre la forma social que deviene, “...el objeto a
considerar es, en primer término la producción material...” robótica, cibernética,
mecatrónicamente mediada; seres que consumen en “sociedad” establecidos en la entera
espacialidad del planeta –y más allá de él-, o sea, la vigencia de relaciones de cooperación
para el disfrute –usufructo- de “valores de uso” –outputs- (procedentes de la operación de
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cibersistemas en autocomplejización permanente), entre individuos desprovistos de todo
carácter determinado de clase (de propiedad –del régimen de “división social del trabajo”, del
trabajo en general), en la que la reproducción de la vida se halla condicionada de forma
robotizada; en las preasociaciones humanas, la existencia material del género depende directa
y exclusivamente de la prodigalidad de la naturaleza, en las “sociedades” esclavistas, en las
serviles y en las formas burguesas, ésta se sustenta en el trabajo particular de una clase, en las
sociedades modernas y en las futuras comunidades –en cambio-, la sobrevivencia humana se
apoya cada vez más en la operación de la “segunda naturaleza”: en la técnica. En segundo y
último lugar, una vez solventado el procedo de abastecimiento humano y superada la
contradicción de clase, emerge como preocupación fundamental del pensamiento la
dilucidación el proceso de producción de la conciencia misma, en la que toman relieve los
sistemas de investigación automatizados, mientras que la mente humana se encarga de
otorgarle sistematicidad y sentido a esa información, fin postrero éste, en el que recupera
validez la esfera arcaica: la sensibilidad, pues, paradójicamente, es la modalidad afectiva del
“ser”, la que vuelve consciente a la conciencia [El “Proyecto de vida” humano, no es elegible.
La noción sobre lo más valioso, que otorga sentido a la vida ya viene trazado por las leyes de
la Materia, del Universo, en los genes, en el neocórtex {no hay libertad a priori, in abstracto,
per se, motu propio}. Este proyecto, que permanece recóndito hasta cierto momento, es decir,
hasta cuando el ser humano descubre su verdadero ser, esto es, cuasi su libertad, es llegar a
conocer y dominar a la naturaleza. No en todo momento el ser humano tiene ese “proyecto”,
aun cuando de modo inconsciente forma parte del mismo. La persona que descubrió {diseñó}
la rueda, el cohete, el ordenador, las redes neuronales, la ley del valor, la plusvalía, la
estrategia revolucionaria, el principio del desarrollo proporcional y planificado, realiza ese
proyecto conjunto del género. La libertad sólo existe con el desarrollo del dominio intelectual
del mundo, que viene dado por el proceso de progreso material {desarrollo de las fuerzas
productivas, de la inteligencia objetualizada}. El primer escaño de libertad se instituye cuando
el ser humano descubre la noción: “conciencia de la necesidad”; el segundo nivel, en
circunstancia en que actúa en coherencia con las determinaciones de su “tiempo”; el tercero,
en el momento en el que el conocimiento y el dominio tecnológico le permite intervenir
conduciendo los hechos de la vida, instante en el que el saber total permite elegir: “ser o no
ser”. El proyecto de vida humano es esa ruta {Homero-Odiseo} con o sin conciencia; pero,
finalmente con conciencia, una vez que se piensa con fundamento en ello {vivenciamiento
teleológico}. No es que el “proyecto de vida” se convierte en actos, en realizaciones, sino que
la praxis hace realidad ese proyecto. Las finanzas para realizar el proyecto provienen de la
naturaleza y del “valor de cambio”, que subordina la mayoría de proyectos al proyecto
dominante. Si el hedonismo se impone, se mutila el proyecto de vida genérico y puede verse
frustrado el objetivo esencial de la especie: desplegar todos los poderes de la inteligencia y
alcanzar el dominio intelectual y fáctico total del mundo {“incorporar en su gran universo
espiritual a la naturaleza entera”; reificar la materia prima del Universo, ser su gestor}].
Ante la humanidad se yergue el único sendero posible, respetable, justificable, para el cual su
fundamento es la fuerza de voluntad, la sensatez: aquel es el de índole racional, el que ocupa a
la inteligencia de conformidad con su razón y sobre cómo utilizarla con criterio, según la
determinación y necesidad históricas. El escepticismo en torno de la capacidad, valía y poder
humanos, viene de atrás: expresa el más obsoleto complejo de inferioridad, el mismo que
desgraciadamente se mantiene vigente y el cual, de seguro que también ejecutará sus lances
en el próximo futuro. Por ejemplo, Hegel sostiene, que el instrumento de la mente no es
adecuado para abarcar idealmente al Universo (limitaciones en la herramienta cognitiva de la
inteligencia); Godel blande el prepuesto de la incompletitud del lenguaje (la simbología, por
deducción matemática, es limitada); R. Lanz sentencia, que el ser humano es incompetente en
su pretensión científicamente multidisciplinaria (“la imposibilidad de una epistemología
filosófica” -sic); de Hipona asume, que no se puede trasvasar toda el agua del mar a un hoyo
hecho por un niño en la playa; R. Báez dice, que hablar en términos de “absoluto” (futurizar)
es una conducta sospechosamente metafísica (incapacidad de pensar en –llegar a- las
dimensiones “completas”, últimas de la realidad [posición análoga asumen los doctores de la
reacción, por ejemplo: Weber, Aron,…]); mientras que N. Poulantzas, con extrema, con
exceso de modestia, manifestó no hallarse proporcionado para formular el concepto total de la
realidad (a decir verdad, es más provechoso estar al tanto de modelos completos de
pensamiento, antes que conocer a profundidad tan sólo uno de ellos, o hallarse notificado
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sobre conceptos aislados de un sistema; en efecto, no es lo mismo trabajar, en la mente, en
Economía, por ejemplo, con categorías aisladas como “oferta”, “demanda” o formación de los
precios, que con sistemas completos como la Economía Marxista, la Neoclásica o la
Institucional; en Física con Mecánica Clásica, Relatividad, Mecánica Cuántica o Teoría de las
Cuerdas [Un palo es la extensión del brazo de quién desea alcanzar una fruta yacente fuera del
alcance de su mano. El teléfono, en cambio, cumple el papel de “sinapsis” entre conciencias;
ese instrumento de comunicación es una tecnología mucho más eficaz: la forma desarrollada
de sí, que permea la conexión en interfaz entre cerebros; en ese sentido, el teléfono celular por
ahora, es un medio de formación de “redes cerebrales” por el cual se potencia el proceso del
pensar -la “nube electrónica”, las “redes sociales” {fuerzas productivas del pensamiento}-: la
asociación de paradigmas, de patrones, de sistemas de ideas, de mundos subjetivos, de
universos de pensamiento, entre unidades completas de inteligencia {La Biblia dice, que al ser
humano le está permitido acceder hasta un cierto límite al conocimiento; esta demarcación
concuerda con el linde de la capacidad cerebral individual; debe entenderse, no obstante, que
se dice que tal frontera está dada por la capacidad natural, mas no por el nuevo instrumento de
la mente creado por el propio ser humano por manipulación de su naturaleza biológica y por
la producción de la inteligencia artificial. Cuando los cerebros se conecten en red se crea un
nuevo banco cuantitativo de conocimientos que salta cualitativamente a un nuevo y potente
nivel; pero, sobre todo, se integran cuantitativamente los métodos de trabajo de esas mentes
que cualitativamente dan lugar a un supramétodo más poderoso de reflexión -Newton, Hegel,
Darwin, Mendel, Marx, Einstein… por ejemplo-; si a estos nuevos “hardware y software” se
aúna un potente centro de inteligencia artificial, se ha creado el “cerebro de ´Dios´”: ha
nacido Lucifer}]). Es práctico superar la barrera comprensiva, especulativamente puesta por
Hegel-Godel-Lanz-de Hipona-Báez-Religión a la mente (la conexión en interfaz entre
inteligencia natural-IA modifica el limitado instrumento de la mente humana volviéndole
infinitamente potente –factótum-; el ser humano ideará nuevas formas de representarse el
mundo, como antes ha ido de la matemática elemental a la infinitesimal –ahora se habla de la
fractal; la que sostiene la Teoría de las Súper Cuerdas, de la que se dice que sólo cuatro
físicos teóricos lo entienden actualmente en el mundo-; no sólo un cerebro por separado, sino
la humanidad en su conjunto -Hawking- se halla en condiciones de concebir y abarcar el
producto-abstracción de los “grandes números”; la evolución marcha al absoluto -de
Chardin); por tanto, la teoría clasista de antes en la gnosis, hoy pasa a ser la expresión de los
intereses de toda la humanidad: la “cuestión humana” (que es lo mismo, que decir: la
“cuestión de la inteligencia”). El mérito primigenio de la proeza subversivo-intelectual total se
debe a Eva en colusión con Prometeo (con Hermes), al haber probado el fruto prohibido del
árbol del conocimiento (robado el fuego de los dioses y entregado a los mortales), e inducido
a su compañero Adán, a iniciar la cruzada de la profanación del sarcófago del bien y del mal:
aceptar los rigores de la autoproducción de la vida y a cambio, acceder al develamiento de la
verdad: la transmutación de Luzbel en Lucifer (¿acaso Dios, al poner inteligencia y libre
albedrío en el ser humano, no pensó en las consecuencias de ello? –la reacción de Adán, del
ser humano, “era cuestión de ‘tiempo’, nada más”-; Dios y los creyentes religiosos, quieren
convertir al ser humano en estrella fija, el materialismo, en cambio, lo induce a ser un cometa
errante –sea dicho, parafraseando a Lutero), la emergencia de la contradicción, del
movimiento de la idea –de lo cual se sigue, que “el Paraíso es un estado de felicidad sin
conciencia, de la ausencia de la capacidad de juzgar” (el conocimiento, es la forma más
avanzada de redistribución del ingreso en la época actual, puesto que con su socialización las
personas pueden pensar, revelarse, volverse ateos).
El objeto de intelección comprehendido en las presentes reflexiones, en concreto, lo
componen: 1.- la cronología natural, 2.- los hechos humanos y 3.- el movimiento de la mente;
la citada composición real, se encuentra metadeterminada por la historia (el ser humano es el
único ser activo, que va paulatinamente tomando el comando de la realidad, en la que él se
comprehende y de la que depende para ser); la explicación de “lo real”, por tanto, debe
reflejar el hecho, de que “lo real” ha sido topado directa o indirectamente por el “ser social”.
La modalidad de aprehensión espiritual de la materia implicada, la asume de modo agregado,
en coherencia con el principio de la “reversión”: la referencia para el concepto es el último
estado de la conciencia, momento asumido en sentido de idea total, la que es, a la vez, la fase
cumbre de la evolución de la materia (la realización de la historia; Historia: camino que va de
la ignorancia completa hasta el saber absoluto; dicha noción, por otra parte, permite esclarecer
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la situación de esa curiosa y compleja entidad autodenominada humanidad). En un inicio
-1997- la investigación se planteó pasar revista al tramo recorrido por la humanidad desde
1917, a fin de advertir cuál habría sido el impacto provocado por el marxismo en la
humanidad: qué cambios experimentados en ella, específicamente se podrían imputar al
socialismo, esto es, las nuevas modalidades del “ser” habidas en las regiones económica,
política e ideológica y en materia civilizatoria en general (por supuesto, con motivación en la
fementida sentencia oficial de “caída del comunismo”, fracaso del socialismo, muerte de las
ideologías y, especialmente, de la científica de la revolución [como si un experimento o
aplicación realizados en el campo de la física fallasen, la conducta sea poner en entredicho la
“teoría de la gravedad” o la Física misma]: la hipotética derrota del proletariado y el cierre de
la historia, pregonados por la intelligentzia pretoriana del capital; en respuesta, el propósito
implícito en estas líneas, propende recobrar la relevante actuación de Marx, de Engels, de
Lenin, de Stalin, de Isamina, de Quilago, de Manuela León, de los trabajadores -hacedores
de la historia- en general, de revivirla y transformarla deliberadamente en incentivo para la
praxis política). La apertura de la mente a las dimensiones teleológica, procesal y ontológica
de la existencia, situó a ésta en escenarios de preocupación más abarcativos y cardinales, y en
la necesidad de “construir” un nuevo “objeto de investigación” en el que la “lógica” de la
realidad, en el presupuesto de ella: el frente histórico, debía alcanzar su representación: el
capitalismo desarrolla las fuerzas productivas, el socialismo imprime sentido a ese desarrollo,
mientras que el comunismo (“… a cada quién según su necesidad” –Marx: El programa de
Gotha) aparece solamente cuando dicho desarrollo ha tocado la cima en la robótica inteligente
(el problema central cognitivo-filosófico-político de coyuntura en la historia, es entender,
que solamente es sensato emprender la organización del cortejo fúnebre para el
capitalismo, cuando este modo de producción ha cumplido su rol en la vida [hecho que
ha ocurrido] –la automatización, la robotización, la inteligencia artificial [aspecto
crucial de la existencia éste, que no se escatima esfuerzo por relievar y reiterar en el
despliegue de estas anotaciones]-, o una vez que el grado de racionalidad humana –nivel,
que no se alcanza in abstracto, puesto que el desarrollo material es su determinación [en
la juventud el cuerpo no dispone de las condiciones orgánico-experienciales para el
pensar sensato, por ejemplo]- es tal, que se puede pasar a realizar o a completar esa
obra por parte de otro sistema [razón que aún no goza de prefiguración], en el que se
hallen suprimidos los consabidos sacrificios que ha soportado la mayor parte de la
humanidad, para ingresar en la nueva y verdadera etapa de la vida de la conciencia: la
formulación de la idea total –dicha verdad la comprendió Marx: el Marx maduro); esta
proposición teórica, por su parte, permitió rebasar la cerrazón de la mente en el escenario
antropológico, sociológico, histórico, filosófico, para colocarla en el plano cosmofilosófico.
No obstante, fue necesario previamente fundamentar la tesis expuesta centrándose la reflexión
en las coyunturas histórica (formación burguesa) y política (la transición), puesto que la
presente coyuntura realiza el proceso de inflexión inusualmente de importancia mayor, vital,
para la historia, para las razones de la inteligencia (hecho que la conciencia aún no lo registra,
que más bien actúa de modo incrédulo frente a él) [El proceso humano de conjunto
materializa el principio par exellence de determinación. La historia es la verdadera ciencia
{aproximación sucesiva lógica todavía abstracta al proceso de sucesión lineal de las
formaciones sociales: estructura, superestructura y formas de conciencia social} y de ella, la
económica: los modos de producción {“como producen así son los seres humanos, lo que son
coincide con su producción” –Marx-Engels}. La “historia económica” expone de forma
objetiva, dinámica, el movimiento periodizado en espiral del patrón de desarrollo humano;
este modelo progresivo inicia con el proceso de producción para la reproducción del
colectivo, luego de la barbarie; se instaura con la conformación de la primera estructura
social: la comunidad primitiva; continua con la larga formación clasista de la humanidad:
esclavismo, feudalismo y capitalismo, “como otras tantas formas progresivas” {dixit K.
Marx}; tiene su interregno preparatorio en el socialismo; y, concluye con la fase comunista de
organización humana, en la que la producción como el resto de procesos de la vida se han
automatizado {maquinizado, robotizado, el ser humano se ha producido a sí mismo en la
Inteligencia Artificial}, se retira el carácter esencial formador de la racionalidad inmanente al
trabajo: el ser humano se ha conformado como sujeto de pensamiento, se dedica a usufructuar
del sistema maquinizado de producción {del trabajo concentrado, cualificado: el sacrificio de
las generaciones pasadas} y “a conocer y dominar a la naturaleza” {Marx}. La economía es el
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aspecto que determina, que hace eje y que pone el orden de articulación y sentido al sistema
de relaciones, procesos y actuaciones humanas {Kelle y Kovalson}, así como al de las ideas
inherentes; es el aspecto principal, que debe estar en la base de toda historia, tanto como
actividad realizada, cuanto como idea escrita. La “historia económica” es parte de la historia
humana {de las formaciones sociales; cuyo otro nombre es: Materialismo histórico o Ciencia
de la historia -Althusser}, es decir, la historia de los modos de producción {referencia
evolutiva material, que no comprehende a la conformación humana que pisa los talones de las
noveles generaciones, por cuanto el comunismo, strictu sensu: no constituye "modo de
producción", pues, la automatización ha sacado al trabajo de la escena y la economía se ha
cosificado –objeto-objeto (O-O)- en sentido sraffiano –P. Sraffa-: producción de "mercancías"
por medio de "mercancías", en el que no interviene más el ser humano, o sea, han
desaparecido las relaciones sociales de producción, por tanto: la región económica yace a
espaldas}. La Historia económica, en realidad, consiste en el relato cronológico de los
sucesivos modos de producción descritos {historiografía} e interpretados {descubierta y
expuesta la ley de su estructura, movimiento y cambio; esto es, con criterio historicista, por
cuanto una estructura es, luego decesa: pasa a la tradición}. La Economía política, como
ciencia, sólo existe en el modo de producción capitalista; historia de la economía {política}:
proceso descriptivo-interpretativo de la evolución del “trabajo productivo” {“aquel que se
vincula al capital y que produce plusvalía” -Marx} de la reproducción capitalista {“Hablando
en oro”, la historia de la economía –y la en general- no tiene fines prácticos. Aquí las
experiencias del pasado no pueden ser insumos para proponer políticas para el presente o para
el futuro -la extrapolación de la tendencia histórica, las proyecciones, sólo sirven a la esfera
de los negocios, en perspectiva conservadora-. El sentido comprehendido en tal esfuerzo es el
de completar la comprensión de la evolución del género humano, en el mismo orden en que se
estudia la evolución humana, la historia de la tierra, del Universo, etc.; strictu sensu:
comprenderse mejor la humanidad a sí misma, como permite hacerlo la Paleontología, esto es,
alcanzar mayor conciencia: la conciencia total, como del Big Bang al Big Crunch: lo cual, en
verdad, es el objetivo máximo del ser humano}]. En efecto, “el capitalismo es la fase
histórica, cuya función consiste en crear las condiciones materiales del mundo nuevo” (K.
Marx); ahora bien, sólo cuando las fuerzas productivas pasen a sustentar su desarrollo de
forma autónoma (proceso que tiene tras de sí a todo el movimiento cósmico, al natural y al
histórico –humanidad de clase- y en la que prevalece la programación lógica direccionada por
el propio ser humano en su interés; interés, que es el “interés” de la realidad), es decir, en el
instante en que la mecánica adquieren vida reproductiva propia a la manera de la evolución de
la naturaleza, el período burgués de realización humana (propiedad privada de activos
productivos, trabajo, división del trabajo, dominación), llegará su fin. Para entonces, la
realidad se habrá vuelto trinitaria, de manera paradójicamente análoga al precepto bíblico:
Dios Padre –naturaleza-, Dios Hijo –ser humano- y Dios Espíritu Santo –el sistema
automatizado de producción material y espiritual (la mecánica, la robótica, la IA), o sea,
(primera) naturaleza, segunda naturaleza, tercera naturaleza: vida orgánica, vida racional, vida
racional artificial, en una sola substancia verdadera (Incluso hoy cuesta aceptar, que Lucy se
ha convertido en Marie Curie, en Rosa Luxemburgo, en Rosalin Franklin, en Mileva Maric,
en Tania, en Cristina Fernández, en Dilma Roussef, en el ámbito científico-político; o, en
Julia Roberts, en el de la belleza. De igual modo, parece absurdo suponer, que quienes
soportan al capital financiero, producen y venden armas (los Halcones de Washington),
trafican con drogas, sean los ascendientes de quienes manejarán el Universo. Pero, así
sucederá). Por su parte, si la revolución comunista (la idea de la voluntad que la sostiene) no
toma en cuenta esta determinación, seguirá “dando palos de ciego”, sumida en la repetición
(confirmación y reafirmación) día a día del diagnóstico, la estrategia y la praxis política
consabida carente de efectividad (en Venezuela ya no actúa el proletariado, como no lo hizo
en Nicaragua e incluso en China o Cuba; herejía: la época de las revoluciones proletarias llegó
a término definitivo en 1970 “cuando la producción pasa a ser cualitativa y creativa” con el
tránsito del modelo fordista al toyotista); mientras que el capital (financiero global), también
ciego, continuará su tarea civilizatoria material (ensartado en la competencia intermonopólica,
hecho que, de paso, es “revolucionario”, puesto que mediante dicho mecanismo se desarrollan
las fuerzas productivas). En este escenario hemisférico bífido (dualidad estructural-funcional:
desarrollo científico-técnico-economía solidaria), la regularidad histórica “hace de las suyas”:
impone el rumbo y el ritmo de la actuación del “ser social”, en sentido prometeico racional (el
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capital ansía eternizar el paradigma del progreso, la antípoda “socialista” desea suprimir el
“progreso” [positivista, tecnocrático, antrópico, diferenciador], mientras que a la historia “le
conviene” el proceso conjunto: formación de la realidad nueva en la que se conserva lo bueno
de los procesos) [En la inmediata coyuntura, el capitalismo se estabiliza por vía
socialdemócrata remozada: salta a una nueva o superior subetapa, manejado por quienes
propugnan su eliminación y se proyecta hasta las “calendas griegas”; es entonces cuando la
necesidad y la determinación históricas entran a jugar de modo más conspicuo su rol
“revolucionario”: la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, que opera como
efecto de la competencia intercapitalista, conduce hacia la automatización {incremento
absoluto de la composición orgánica del capital}: a la anulación conjunta y definitiva del
capital y del trabajo por brazo del primero, en la robotización {pero ésta no es una simple
operación formal, sino el resultado de la acción conjunta de propio capital financiero
–desarrollo de la ciencia y de la técnica- y del trabajo –la actuación política del “socialismo
del siglo XXI”: de la aplicación, “desde” el gobierno, de las tesis institucional-fiscalistas
asumidas por la intelligentzia de los pueblos como estrategia de cambio, postura motejada de
“populismo radical”, “desde” la perspectiva neoclásica}]. La etapa de vida actual del género,
en su especificidad histórica, se remonta a 1917 (nacimiento del socialismo y estructuración
“geopolítica” bipolar de la humanidad), a 1956 (abandono del socialismo y
unidimencionalización humana) y a 1970 (conclusión de la onda fordista e inicio de la
toyotista), su ciclo de duración, a partir de la última fecha, comprehende alrededor de 80 años
(1970-2050), la cual tiene carácter transicional: es la fase en la que la humanidad supera su
estructuración dual y en la que se impone la síntesis de los aspectos de la contradicción que
encarna el porvenir: automatización y fraternidad. La ley del valor se despide; la
institucionalidad sobre ella erigida (el trueque, el intercambio, el mercado, su desarrollo
mayor: la forma dinero; el trabajo –el mercado no lo elimina la voluntad, sino el desarrollo de
las fuerzas productivas) se vuelve una abstracción; el ser humano se despega cada vez más de
la naturaleza y se contrapone a ella como idea que intenta llegar a ser, y las relaciones
productivas, económicas (mercantiles), renuncian paulatinamente a su naturaleza hasta hoy de
ser el nexo secundario entre los miembros del género; y, también, todo el aparataje inherente:
la administración, la estatalidad y su correlativa forma de conciencia se tornan ecos de la
historia; incluso la forma primigenia de nexo: la sanguínea, se está yendo, puesto que la
reproducción deja de ser familiar y se vuelve asexual. Se quiere decir, que el antecedente de la
realidad en curso y de la que viene, se sitúa en la historia y de ésta: en la acción del
proletariado. El sistema burgués de producción ha “globalizado” al mundo; empero, dónde se
inició el género se halla el punto más remoto, el arranque del movimiento de planetización y
formación de una sola comunidad humana, en el sentido de la emergencia unicéntrica de la
especie y de su posterior dispersión geográfica y policroma; el capitalismo es la forma por
excelencia de la “globalización”: de reversión del proceso de difusión, de diversificación -la
división del trabajo, el excedente productivo que acicatea el tráfico, la sed de riqueza
conducen el proceso de homogenización, de “unidimensionalización” en boga-, gracias al
desarrollo de la técnica (competencia) con la cual el sistema se expuso a la esfera toda,
integrando pueblos, desestructurando “culturas” específicas, incluso “neocolonizando” las
dimensiones externas del planeta (esta es una tarea histórica vital para el ser humano
considerada de cara al objetivo mayúsculo de la especie; merced a ella, la humanidad deja
atrás ensayos ineficientes –las comunidades tribales y las monarquías teocráticas de Medio
Oriente, los pueblos no contactados de las selvas brasileñas [perfectos animales, tomados
folclóricamente como mérito de la vida a preservar], por ejemplo-, se une y se conforma como
“sujeto de pensamiento” listo para empezar a estructurar la verdadera conciencia: esta última
y el proceso que lleva a ella, merece ser objeto de reflexión y es lo que aquí se hace). En
dicho escenario la persona se va convirtiendo en auténtico “hijo del viento” -todas la mujeres
que han existido, que se encuentran vivas y que nacerán, son su madre; todos los seres
humanos masculinos, que han existido, que se encuentran vivos y que nacerán, son su padre
(es cromañón y homo divinus a la vez)-; es, en verdad, un ser mundano -terráqueo,
sistemasolarseano, vialacteano, nebulosiano, galaxiano, constelaciano-, universal, concreto y
total: “siempre en vela”, anhelante, para asumir una nueva identidad, a toda hora renunciar a
ella, ser la suma de las identidades posibles: “proceso de síntesis de múltiples
determinaciones”, sindicado en el juicio de la historia, en el Universo.
Método: histórico-prospectivo-descencional (enunciado lógico del proceso a través del que la
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contradicción de la praxis deviene al ingresar el género en la fase noósfera democovivencial;
el trabajo reflexivo aprehende las determinaciones estructurantes del momento clave en el
proceso de desarrollo humano -sujeto de pensamiento-: singularidad tecnológica rumbo a la
producción artificial de la persona –robot sapiens- y conexión en interfaz con él; en el
modelo, el género aparece libre de diferenciaciones y escisiones internas, en curso de la
producción de la idea, aprestándose a dirigir perentoriamente el proceso material –el
procedimiento demanda el ejercicio de retorno deductivo sobre la especulación que dice
describir el camino que ha seguido –se supone va a seguir- la realidad para llegar a ser
“verdad absoluta”, mediante desagregación cronológica de las partes integrantes del todo
realizado; la postura atalaya el devenir, posible hacerlo por parte de “aquellos individuos que
se elevan a la comprensión general de la historia” -Marx-Engels: Manifiesto del partido
comunista). De acuerdo al tramo recorrido por la historia: en el punto en el que ésta está
situada, así como al grado de desarrollo de la conciencia (de intelección del mundo), ha
dejado de ser el pasado la dimensión condición de entendimiento del presente (identidad); el
futuro se presenta, por tanto, como el útil categorial, que hace inteligibles presente y pasado;
en realidad, las “profecías” han depuesto su naturaleza de tales, para pasar a consistir la
descripción a priori depositaria de sustento lógico-objetivo, de lo que “debe ser lo real y
racional” –en la perspectiva Hegel-engelsiana-, en un momento a futuro. Pero, ¿qué es
primero?: ¿el huevo o la gallina?; en la realidad, bien se sabe, que lo es la forma histórica -la
renta-, en la mente (en el presente), en cambio, lo es la forma lógica -el capital. El futuro
abstracto, por razones asociadas con el tipo sui géneris de proceso cognitivo implicado
(ausencia de hechos reales), es la simple proyección modelizada de las principales variables
de desarrollo visibles en el presente, o la extrapolación de la tendencia histórica (la posición
más sensata es realizar la proyección lineal supeditada completamente a la racionalidad:
entender toda la historia a partir del movimiento de su forma natural más “simple”: la
inteligencia); en el sentido expuesto, es el pasado realizado en el presente la forma que
permite figurarse el futuro, pero la verdadera comprensión del presente y del pasado tanto
como la develación de su razón respectiva, solamente se logran una vez que ha sido producido
el desenlace del curso histórico, en forma ideal (el proceso de aprehensión cognoscitiva de la
realidad en perspectiva histórica, muestra que existe direccionalidad implícita en todos los
hechos del mundo –orden ascendente dado por la ley del desarrollo inmanente: la
contradicción-, fatalismo que deja de serlo, únicamente una vez que la conciencia lo percibe
-este conocimiento parte de la esfera medial de los hechos: la cotidianidad, luego se desplaza
hacia el micro y el macro cosmos- y racionalmente lo asume, al frente del cual se pone [sin
contradicción no hay desarrollo; solamente la alta razón {al llegar a un determinado grado de
desarrollo de las fuerzas productivas} puede plantearse un programa consensuado de
desarrollo, que no esté movido por la contradicción]). Ahora bien, ¿por qué, en la presente
“empresa” se utilizan vocablos (categorías) y expresiones (fragmentos teóricos), naturalmente
en ciencias sociales (incluso se procede así con ciertos conceptos en áreas de las ciencias
naturales tales como indeterminación, energía, neocórtex, etc.), que no han nacido en el seno
del marxismo, que, por tanto, no tienen adecuación a priori a su objeto; además, cuando debe
realizarse un suspicaz trabajo de reelaboración para que aquellas “materias primas” puedan
pasar a ser legítima representación? Newton dice, que para formular sus grandiosa teoría (la
Mecánica Clásica) se posó sobre los hombros de sus grandes predecesores (que para él eran
dos: Galileo y Descartes); por otra parte, la noción existente ha sido suficientemente
fundamentada, validada, de modo que la certeza es una de sus condiciones inherentes;
finalmente, la tarea de reconceptualización arroja resultados positivos, puesto que tales
insumos epistémicos seleccionados se hallan penetrados por cierto grado de sentido
materialista. Naturalmente, se ha tenido el cuidado de trabajar con “información secundaria”
colindante con el marxismo, esto es, el neomarxismo e incluso el posmarxismo (recuperación
de la forma clásica de abordar gnoseológicamente la realidad, no solamente por necesidad de
rigor, sino con objeto de rendir homenaje a toda una tradición frugal de pensamiento, que se
cree no ha podido ser superada, pero que ha venido a menos por edicto posmoderno [en
realidad, “no se puede confundir lo viejo con lo clásico”: la noción sobre el modo de ser de la
realidad que ha pasado, que ya no existe, respecto del que pervive porque responde a leyes
que tienen vigencia en el largo plazo en el seno de la historia]). No obstante, a la mayoría de
términos que se ha “prestado”, se les ha dado nuevo contenido (desarrollado o implícito),
mientras que determinadas descripciones y teorizaciones se las ha ubicado en el sitio
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correspondiente; por ejemplo, la base política de la expresión “trincheras de la sociedad civil”,
ha sido ubicada donde debe, es decir, en el ámbito económico: el desarrollo de las fuerzas
productivas y el excedente económico imperial explican y sostienen a las “nuevas
determinaciones del Estado” en sociedades occidentales del capitalismo avanzado; de similar
modo se procede, verbi gracia, con categorías como “legitimaciones”, “ethos”, “cárcel
mundo”, “deconstrucción”, “complejidad”, “estatismo”, etc., en tanto expresiones ideales de
determinadas formas de ser, de aspectos de la realidad ubicados en diversos grados de
abstracción. Es de ese modo que se ha podido encontrar auxilios subjetivos, no tanto para
exponer la tópica, como para asumir un concepto totalizante más abarcativo y proyectivo de la
realidad. Esta artesanía inferencial queda únicamente como hipótesis a ser chequeada en el
remoto movimiento de la vida que viene (por deficientes que puedan ser las premisas teóricas
de sustento, estas predicciones se van a dar, porque se basan en el principio del movimiento
de la vida; en efecto, ya no se puede aseverar: “cómo ha cambiado el tiempo”, por cuanto se
dispone de un punto de referencia supuesto, hacia el cual marcha el género); y, para entonces
el rigor de la regla de verificación, preocupará bien poco. Es de ese modo como el ser humano
delinea su futuro, derrotero en el que su afán concuerda con la determinación; el ser humano
aparece en doble connotación: ora como marioneta, ora como voluntad, esa dualidad permite
que la contradicción abstracta quede resuelta; dicho en otros términos, de ese manera el
movimiento de la realidad aparece adecuadamente representado por la vía del pensamiento:
forma de captar la modalidad de ser completa de la historia, que además sirve como guía para
“hallar el propósito de la vida humana, para que todo tenga sentido”, en y para ella. Marx
conforma el discurso de El Capital según el criterio de organización de los elementos del
sistema burgués en sujeción al orden de prelación de las determinaciones en el todo; en
sentido antropo-filosófico: el trabajo, en sentido económico-lógico: el valor, en sentido
empírico-histórico: la mercancía; la “abstracción inicial” es el eje de la estructura del sistema
(producción, distribución, intercambio y consumo): el momento de coordinación, del proceso
de inteligibilidad y de la exposición [La Historia es la humanidad {el papel de individuo en
ella}. El papel de la humanidad en el Universo: volver subjetiva la realidad objetiva; luego, no
le queda nada que hacer a la inteligencia, y la presencia del cerebro derecho será deplorable].
El pensamiento epistémico moderno que se reifica en concepto, debe retornar de la cima de la
idea hacia atrás: el principio de ordenación y significación por fuerza tendrá que ser la
“abstracción final” (teleologopraxeoontología); este último es, manifiestamente, el método
filosófico correcto.
EL SER HUMANO TIENE COMO DESTINO LLEGAR A SER EL “SOBERANO” DEL
UNIVERSO. FRENTE A ESTA “ABSTRACCIÓN TÉRMINO” DEBE MIRARSE Y
MEDIRSE TODA LA HISTORIA: LA UNIVERSAL, LA HUMANA, LA DE LA MENTE; Y,
ES ESTA TESIS ABSOLUTA EN TORNO DE LA QUE GIRAN LAS PRESENTES
REFLEXIONES, Y NO DE OTRA.
Despliegue (la anatomía del “posthumano”, clave para entender la del humano y del
prehumano –K. Marx- [del Universo desarrollado al protouniverso]; descenso gnoseológico
regresivo gradual, del concreto representado al “todo real” no desplegado y retorno a la
refiguración: al “todo de pensamiento” ideal futurizado): 1) fase de modelación prospectiva,
en la que se edifica el escenario meta de la humanidad (la concepción –en estado “práctico”sobre
el objeto de la vida racional: avanzar al nivel de la “divinidad”, como principio de
interpretabilidad; dicho sea de modo incidental, son tres las opciones: a.- las míticas de la
reencarnación y la resurrección, b.- la del hedonismo simétrico ilustrado marxista y
neomarxista, y, c.- la de Marx, que concibe como razón de la vida humana: producir el saber
total y gobernar la materia); 2) fase de hipotetización de la tarea histórica: en el seno de la
“formación ´social´” cumbre por venir, para la forma superior de humanidad, pari pasu, la
principal obra es forjar el saber total: el poder para regir a la naturaleza; 3) fase de
formulación retrospectiva de sentido: con el producto-simulación (categoría teórica), se
retrotrae la mente hacia el presente (definición de la coyuntura de entre siglos –transición-:
“estado de la humanidad frente a su telos”) y al pasado (se revalida la “lógica histórica”; en la
instancia de la “febril acumulación”: ciclos “logísticos”: del siglo XI a 1870 –guerra francoprusiana-:
etapa de formación capitalista competitiva, y de 1870,1 hasta 1970: fase
18

imperialista, y de esta última fecha hasta el 2050: etapa depresiva, implosiva, senil, del
capital; geopolítica: monopolaridad –Inglaterra-, bipolaridad: URSS/Trilateral –EU,
Alemania, Japón-, cuarteada: EU, Alemania Japón, ex URSS Jruschov-Gorbachov, neotriada:
neocuarteada –EU, UE, Japón, BRICS); 4) fase de generalización (desarrollo humano:
primera naturaleza –animalidad-, segunda naturaleza –racionalidad-, tercera naturaleza
–“divinidad” [en realidad, se advierte, que existen dos macroeras en el Universo: antes del ser
humano y con el ser humano; en la dimensión histórica, en cambio, sólo hay tres grandes
momentos u ondas muy largas: 1) la de “Eros” (hasta Newton), 2) la racional (hasta Marx) y
3) la “divina” (hasta cuando el ser humano-“Dios”, renuncie a ser)]): se examina (sondeo
rápido) y se evalúa “toda” la vida: marcha genérica ascensional, en el interior de varios
estadios (formaciones sociales), hacia la racionalidad, o sea, encontrar el sentido de esa
curiosa entidad, que se autonomina humanidad; 5) fase metacomprehensiva: el Universo es el
supuesto colosal –el ciclotrón- que prepara, contiene y se muestra “viable y óptimo” en la
“minúscula” realización humana; 6) fase prescriptiva: se establece el modo de proceder más
idóneo (sabiduría) por parte del ser humano, sobre la “única” senda “fatalmente”
preestablecida para este ser, precisamente en dirección a dicha meta –strictu sensu, por el
momento la conciencia deja advertir su rumbo: en oposición a la creencia de que el ser
humano es sólo un integrante de la naturaleza a la que no debe contrariar, éste tiene que
distinguirse, elevarse sobre ella, adquirir autonomía y generar su propia “naturaleza”- (lo
maravilloso, lo “milagroso”, lo sorprendente de la combinatoria “infinita” de las propiedades
sencillas de la materia hacia las complejas por adición conmutativa “probabilística”, proceso
en el interior del cual tiene lugar el establecimiento de las poderosas leyes de movimiento del
Universo y del desarrollo, es que la misma se autodetermina de modo inconsciente y que va
hacia la formación del “espíritu universal”; la naturaleza evolucionó hasta el ser humano; éste
debe hacerlo a la idea); y, 7) fase de sentencia: todos los paradigmas filosóficos (que por lo
general, no abordan el futuro y/o que se quedan en el hedonismo teológico al momento de
producir el concepto del mundo) se deconstruyen y queda en pie solamente el objetivismo
materialista.
Resultados generales de la investigación (la presentación es aleatoria):
1.- Historia: régimen natural de desarrollo humano, desplegado en el crisol del complejo
universal: la Tierra (“Piedra de Rosetta”; mesie J. F. Champollion [“La vida no es rara, la
inteligencia es rara” –dixit Peter Ward-. En el Cosmos, en el lugar en el que haya vida –en
los exoplanetas- ya están puestas las premisas para que ésta se dirija hacia la inteligencia.
El inmenso Universo aparece como un enorme desperdicio, considerado únicamente para
sostener a un pequeño planeta y a sus habitantes; no obstante, la inteligencia es el zumum y
su poder cualitativamente se equilibra con la cuantitativa extensión mecánica del Universo,
y al cumplirse el “para qué” del neocórtex, se advierte que las inmensidades –Universo-ser
humano- sean, se hagan paralelas]); ésta se compone (tautología) de varias etapas
contradictorias progresivas que atraviesa Odiseo (estético –lúdico-hedónico-, ético
–trabajo-reproducción-, racional –científico-político-, “divino” –conducción de la realidadrealización-,
son los momentos que sigue el ser humano, no los que supone S. Kierkegaard:
estético, ético y fe, pues, no es la crisis, tampoco el cansancio los estados que componen el
flujo de la vida: ésta constituye proceso contradictorio-ordenado de renovación permanente
hacia la “perfección universal” terrena); la naturaleza –por tanto- “es sabia”: ella
“dictaminó” esa vía (La historia se realiza según patrón: nacimiento, crecimiento,
reproducción y muerte; semilla, planta, floración, fructificación; niñez, pubertad,
adolescencia, madurez, senilidad; física, química, vida, conciencia. La realidad es de ese
modo; dicha constatación debe ser hecha, incluso si la misma aparezca como el acto simple
de traslación mecánica, de yuxtaposición de una norma natural hacia la vida social). La
primera estructuración social: la “comunidad primitiva”, ralentiza la dinamia del progreso
humano en ausencia de la contradicción social; en verdad, en dicha etapa, el movimiento
progresivo tiene como acicate tan sólo al trabajo: al vínculo contradictorio entre ser
humano y naturaleza. La norma implacable del progreso, es la condición inmanente de
existencia de la materia; en los colectivos humanos las necesidades crecen y se renuevan
permanentemente; para su satisfacción la inteligencia se ontologiza mediante la generación
de apoyos instrumentales; las fuerzas productivas no bien surgen, conducen el proceso de
desarrollo material y espiritual, a través de la instauración de las formas clasistas de
19

asociación humana, etapas sucesivas antinómicas que superan su carácter y se renuevan en
su forma superior, en ruta hacia la estructuración de la totalidad concreta (proceso de
hominización –Alexei Leontiev-, hacia el de “divinización”). “Tristeza de la humanidad”
(tercer movimiento de la Novena Sinfonía “Coral”, del gran Ludwig van -H. von Karajan
y la Filarmónica de Berlín-; Sinfonía de índole superior, racional: realismo frugal [música,
que busca siempre la realidad: su fuerza viva, que es su nítida expresión], homérica, total,
filosófica, “de todos los tiempos”, patrimonio espiritual de la especie: Origen del Universo,
Orden de la naturaleza, Tristeza de la humanidad y Oda a la Alegría): no es la racional,
consensuada e incruenta, la vía de avance del género (los países del ALBA no pueden
forzar el proceso enrumbándo[se]le hacia el verdadero socialismo: la historia –que detrae
al trabajo- no lo va a permitir, a pesar de que las condiciones generales se hallen dadas:
reducción creciente de la cartera de trabajo, crisis de reproducción de amplias mayorías,
método tunning de formación del “talento humano”, de las competencias y de la vida
wired, eclosión de las antinomias secundarias como las de género, por ejemplo,
reemergencia del “patrón oro” –vuelta al sistema de 1944 de Bretton Woods-, límites
físicos para la reproducción del capital,…); por lo contrario, es la hedónica, contradictoria,
prometeica y convulsiva, la única ruta paradójicamente concerniente a ese objeto
(racionalidad), en la que la materia consigue la “representación ´de sí´”, por interpuesta
persona (de la praxis de su producto máximo): el ser humano. Ahora bien, si por una parte
los representantes político-doctrinarios del “neosocialismo” se consideran a sí mismos
como los inauguradores de la historia (narcicismo que es recusado por los rezagos de
socialismo clásico, puesto que lo que a ellos les está permitido hacer tiene como
antecedente al proletariado, al socialismo, a la marejada política que el proceso proletariosocialista
produjo en el mundo), por otro, el planteo político-programático
marxistaleninista no es coherente con la necesidad histórica del inmediato futuro: la
transición (postura que apropiadamente es rechazada por los postulantes y la praxis del
“socialismo del siglo XXI, en vista de que la ley del valor capitalista debe completar la
misión histórica del capital con la automatización absoluta). En realidad, si se analiza al
capitalismo como suele decir la “cobería light”: “desde el” hedonismo, el sistema
capitalista es absurdo, es una anomalía de la historia, que debe ser arrancado de ella
(hedonismo genocida cobarde yaqui –europeo, nipón, sionista-: su objetivo es llevar una
vida placentera, protegerse, no arriesgarse y con drones asesinar); por ejemplo, la
extracción de oro y plata se presenta al ojo de este observador, innecesario y destructor de
la ecología (amenaza para la humanidad, para toda forma de vida); las crisis capitalistas
generan estados psicológicos de ansiedad, del acaparamiento como prurito de seguridad:
quienes se apoltronan en los cargos públicos, verbi gracia, no advierten el momento en que
ya se hallan incursos en el sistema ilícito de acumulación individual. Creación de
necesidades no necesarias: en el capitalismo muchas demandas son superfluas, pero
sostienen al sistema y este desarrolla las fuerzas productivas; fuera del capitalismo, el
consumismo no desparece: adquiere sentido de racionalidad, de utilidad, además de que
ésta, como otras “anomias”, han creado los presupuestos para su propia regeneración,
rehabilitación.
2.- En un determinado grado de desarrollo de las fuerzas productivas, si la exigua riqueza
hubiese sido distribuida de forma equitativa para un monto dado de población de manera
paralela con el cuidado del entorno y la reposición de los activos naturales extraídos, el
progreso científico-técnico se habría detenido o por los menos ralentizado, y el futuro y
sentido humanos, se hubiesen visto embargados: el hedonismo –los epicúreos- se habría
impuesto sobre la racionalidad –los estoicos- (el capitalismo es pernicioso hoy: a.- porque
ya existe –fue- el sucedáneo racional de sí: el “socialismo” [el socialismo liberó a las
fuerzas productivas del freno a su desarrollo, proveniente de las relaciones sociales de
clase, las fuerzas productivas, que son el enemigo más letal para el capital; con la
automatización concluye el progreso material dado en las sucesivas olas tecnológicas y el
sistema se enfrenta a su límite]; y, b.- porque expolia al trabajo, destruye la naturaleza y
bloquea el paso de la historia –en este despropósito en la posmodernidad se le suma la
izquierda); empero, no se trata de justificar el modo de evolución humano dado al interior
del sistema capitalista (y de los clasistas en general –en las formaciones esclavistas y
feudales la diferenciación social fue presupuesto de sostenibilidad ontológica de la
inteligencia y no de la acumulación social por vía privada), la aseveración conduce
20

simplemente a constatar un hecho real, conciencia que lleva a mirar de otro modo práctico
la vida: a plantear la política por la cual el desarrollo material prosiga, pero sobre base de
otras coordenadas sociales, que inhiban sacrificios, penurias humanas, explotación. Al
tratarse el histórico un proceso regular, es el propio desarrollo material el que pone las
condiciones de posibilidad para actuar de forma axiológicamente enhiesta. En verdad,
paradoja de paradojas, paradoja espantosa: el capital explota la fuerza de trabajo, mantiene
niveles funcionales de “paro estructural”, daña a la naturaleza, amenaza con la hecatombe
al planeta, pero paralelamente consiga que Prometeo se levante y avance, con lo cual pone
a la humanidad en perspectiva de su destino; el pueblo (los trabajadores, la economía
mercantil simple, la subsunción formal, los defensores de la naturaleza y de los derechos
humanos), en cambio, propende retirar el dogal que sujeta su garganta, pero de conseguirlo
en el momento incorrecto (cuando las fuerzas productivas no han llegado todavía al “punto
de no retorno” en su desarrollo por vía autónoma, o la conciencia al grado necesario de
racionalidad) frenaría y borraría el rumbo “teleológico” de la humanidad. Los intereses y
objetivos de los sectores citados no son intercambiables (ese fue el central intento
socialista del período 1923-1953; incomprensión que hace decir simplísticamente a ciertos
estudiosos -Alejandro Moreano, por ejemplo-, que el “estalinismo no fue mas, que el
desarrollo de las fuerzas productivas por otros medios”, pues, el estalinismo no se trató de
un proyecto histórico de creación de una nueva sociedad: de una sociedad socialista, sino
un proceso de marcha forzada hacia la industrialización de la ex URSS, política
implementada deliberadamente con el propósito de modernizar la economía, de ponerla a
tono con el desarrollo de las fuerzas productivas alcanzado por Occidente, pensando en una
futura integración al capitalismo desarrollado mundial -sic), tampoco puede haber un
término medio como cuando Stalin: desarrollar las fuerzas productivas (modernidad
socialista) en el marco de nuevas relaciones sociales. En efecto, si se da gusto a la historia,
las 9/10 partes de la humanidad sufren; si se satisface a las 9/10 partes del género, la historia
pierde. En realidad, con el sacrificio del trabajo el capital ha realizado la historia [Un
prominente economista y político ecuatoriano {José Moncada} una vez dijo: “las crisis son
al capitalismo como las olas son al mar: allí donde hay mar, hay olas”; sin embargo, el mar
genera y sostiene vida, progreso material. Si se quiere suprimir las olas debe eliminarse al
mar, pero con él se iría el proceso prometeico que produce en la historia. Si se hable de
geopolítica, de “hegemones”, de polaridad {unipolaridad, bipolaridad, balance multipolar},
de guerra, de tensiones, de armas, de pruebas atómicas, de crímenes, de maniobras
militares conjuntas, de uniones aduaneras, comerciales, monetarias, de espionajes,
deportaciones, etc., es porque hay capitalismo].
3.- El capitalismo es una forma humana existente y necesaria en la modelación de la historia
(en el colmo: incluso el “capitalismo ´neoliberal´ consumista” juega el papel desarrollador
de las fuerzas productivas); no se puede contrariar a la historia pretendiendo obviar la fase
burguesa de desarrollo –la juvenil de la febril acumulación (K. Marx)- o promoviendo su
eliminación cuando todavía no ha cumplido su papel (o antes de que haya emergido el
reemplazo legítimo “de sí”, su alter ego –el socialismo: continuum desarrollo de las
fuerzas productivas, inhibida la entropía social-, que ésta fuese implantada en su interior y
en contraposición suya, por el primer patrón de racionalidad efectiva eclosionado en la
historia; ciertos neofolclóricos -la izquierda académica-, dicho sea de paso, que abogan por
la diversidad, paradójicamente quieren eliminar de un solo tajo las diferencias:
antropomórficas –raciales-, étnicas -“culturales”: ubicar en un mismo plano a todas
[“diálogo de saberes” -sic]-, de sexo –GLBT [la diferencia entre sexo y género {biología y
voluntad} es tan sólo un artificio doctoral; no obstante, en sentido histórico el atavismo es
progresista, en la medida en que adelanta votos que se cohonestan con la tendencia natural
hacia la homogenización]-, de nacionalidad -ciudadanía universal-, entre especies -humana
y animal); como tampoco es pertinente asumir la noción sobre su eternidad: en el 2030 se
dice que EU pasará a ser la tercera potencia detrás de China e India, de modo que será
afianzada la estructura geopolítica multipolar, sin embargo esta proyección no es verdadera
en sentido esencial, puesto que no puede un órgano del sistema catapultarse, si éste está
sentenciado (“se cuestiona la premisa mayor”: China-India pueden ponerse en la
hegemonía de mando del mundo e iniciar un nuevo momento-primavera capitalista; pero,
la pretensión de esos postcapitales no va a concretarse, pues, la historia no lo va a consentir
–el desarrollo de las fuerzas productivas-, a decir verdad: están a destiempo); en realidad,
21

“la historia cambió, se reorientó: el aparecimiento de la economía mundial resquebrajó
muchas instituciones, liquidó la noción que ha prevalecido”, y es el “populismo radical” el
que campea en el mundo, porque se corresponde con la necesidad de las circunstancias [El
activismo político reivindicativo, contestatario o revolucionario, les ha tocado desempeñar
a la clase o a los sectores subordinados en la historia; con el arribo de la representación de
estos sectores a la institucionalidad de la gestión (el gobierno) por de pronto en la América
no anglosajona, la aplicación de medidas de política económica reformistas que no pone en
peligro el statu quo, conducen a la clase o a los sectores económico-político dominantes a
ingresar en la palestra de la movilización en las calles, plazas, medios de difusión masiva y
a realizar actos de masas {“la tortilla se ha virado”: el poder reclama “respeto por la
democracia”, al ponerse en cuestión sus intereses; el pueblo mira, sus representantes
reprimen las manifestaciones burguesas}. En la muy inmediata coyuntura, dos hechos se
destacan: 1.- por un lado ha decesado el relevante dirigente político venezolano:
Comandante Hugo Chávez, reduciéndose el aporte al cambio, de una personalidad que
podía dar más; y, 2.- se ha elegido a un nuevo jerarca de la Iglesia Católica, luego de que
Ratzinger se “lavara las manos” {renuncia} frente a las demandas cruzadas del poder
mundial y el clamor de los pueblos; en realidad, el capital pretende en América Latina
reprisar lo que hizo en Europa del Este con el reaccionario Papa Juan Pablo II, con el
nuevo Pontífice Bergoglio {está muy clara la mano de la CIA; ¿“tiro por la culata”?; en
todo caso: la historia sigue adelante indiferente}. Este es un juego del “ratón con el gato”,
cuando los contrarios se interpenetran, se convierten el uno en el otro, siempre en el marco
de oposición y lucha; es el entretenimiento histórico-natural, que no da tregua a la
conciencia -inteligencia-, pues, de hacerlo cesaría la vida, se ocuparía de ella el fastidio,
hecho que lo conduciría al más craso pesar existencial, el cual finalmente llevaría al
suicidio. Pero no solamente la vigencia del pretexto para actuar se filtra con la acción del
motor político, sino que por su intermedio se desarrolla la conciencia. Las fuerzas
productivas en su acepción no fetichizada {inteligencia colectiva reificada, cuyo desarrollo
recibió el impulso de la irrupción del proletariado en la historia –contradicción
trabajador/capitalista, al cual estimuló el progreso técnico, pues, para superar esta
contraposición el burgués se vio obligado a modificar la composición orgánica del capital;
la contradicción socialismo/capitalismo, la que acicateó el progreso científico-técnico}
“intervienen” directamente en la producción de la historia como dirimentes del conflicto
entre el gato y el ratón, puesto que la lucha entre liberalismo y socialdemocracia
–Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, ahora Cuba- puede prolongarse hasta las
“calendas griegas”, push en el que, si bien ganan las propias fuerzas productivas en razón
de que el capital las sigue desarrollando, el pueblo, en cambio, se mantiene recogiendo las
migajas de las políticas sociales y asistenciales {J. O´Connors}; esta lucha, como en el
“imaginario” –sic- de Gramsci, puede tornarse “larga y difícil”, al interior de las
instituciones políticas como asegura Habermas o en el proceso de medición de fuerzas
estratégicas al interior de la red de poder –Foucault- {en el frente cruento, “arcaico”, de la
Guerrilla, la regularidad se ha impuesto: en Colombia, de Gaytán a la fecha -50 años-, las
FARC –ELN, EPL- se hallan en combate; al momento -2012- se ha instaurado una nueva
ronda de negociaciones; su resultado es previsible: la reiteración del fracaso, pues,
solamente con el renunciamiento de alguna de las partes –la oligarquía colombiana
proyanqui o la guerrilla- a los aspectos básicos de la agenda, puede llegarse a un acuerdo;
aspiración magra, pues, en el tapete se enfrentan las tesis capitalistas y el programa
guerrillero; además, la discusión que se lleva en La Abana, tampoco tiene jerarquía de
“Asamblea Constituyente”}. En una palabra, este juego es importante para la historia:
promueve el desarrollo de las fuerzas productivas, diezma al poder y fortalece al sector
portador de las nuevas relaciones sociales, y empuja el tren de la historia, aunque en la
superficie –para una mente racional, madura- el hecho aparezca como una lucha tonta entre
los intereses concupiscente de la acumulación y los “justificados” de la sobrevivencia].
4.- Epoca cambiada. De consuno: “cambio de época” (el proletariado, las fuerzas productivas
–la conjunción entre necesidades e inteligencia en acción y reacción dinámica recíproca-
han producido la inflexión) y “época de cambios” (los herederos del proletariado: los
subversivos, los intelectuales y los ciudadanos plasman sistemática, planificadamente el
nuevo proceso [¿Qué es primero: el gen o el organismo? En el evento de mutación
histórica, el subsistema de dirección es el primero; luego éste va produciendo cambios
22

sistemáticos, hasta que la totalidad concreta puesta como idea asume carácter de totalidad
objetiva; en verdad, en la mente: de la abstracción fáctica puesta como concepto se
asciende hacia el “todo de pensamiento”; en la historia, en cambio, de la idea concreta
sobre la nueva totalidad (“no se sabe lo que se quiere, pero sí se sabe lo que no se quiere”),
se desciende hacia las distintas abstracciones reales. En el proceso, las mutaciones
sucesivas, no concluyen en el “cambio de estado”; es la decisión de ese cambio que se
contrapone al poder: lo destruye y lo reemplaza, el hecho que da curso a la transformación.
La determinación primera la forjó el proletariado (la revolución); la segunda, que se halla
en curso, la hace el cuerpo social enhebrando acciones políticas con las pragmáticas en el
día a día, hasta poner a punto el nuevo sistema: paso paralelo de desactivación de la
realidad dada y de coetáneo reemplazo con los elementos de la nueva]). Dicho de otro
modo: la historia tiene “sus propios tiempos”; la historia dispone, y su designio se vuelve
operativo; en sentido lógico: salto dialéctico de orden inverso: el cambio cualitativo,
profundo, se concreta en primer lugar, a continuación éste se despliega en múltiples
modificaciones cuantitativas a través de cuyo proceso se constituye la red de los diversos
planos de la nueva estructura y es la forma como ésta se asienta: la revolución crea la
potestad (“cambio de época”; “sólo la revolución es cambio”; en efecto, la revolución pasó
la dinamia del aspecto “trinchera” del Estado al de “flujo”), luego el sujeto histórico agente
de cambio (“época de cambios”) procede a destruir la estructura vigente y a gestar la que la
supera y lo substituye, y este último es un proceso político-administrativo (el proceso es de
ese modo siempre: conquistada la cima se procede a realizar los cambios, y solamente
cuando ya se está en ella –Octubre del 17 y el socialismo de Lenin-Stalin pusieron en ese
sitio al género- es posible sostener, que los cambios parciales llevan a la cima –la
propuesta del neosocialismo). Strictu sensu: “la época de las revoluciones proletarias y de
edificación socialista” ya pasó; en efecto, la onda revolucionaria, mutatis mutandis, inicia
en París en 1847, alcanza el punto cumbre en Octubre 17, mantiene su “energía” en el 49
en China y se disipa definitivamente en Cuba en el 59, para concluir con Nicaragua en
1982; en adelante, al llegar a término el período revolucionario socialista, ya no es
pertinente hablar de ella, sino de la etapa de reformas, que es la forma como se torna
efectiva la herencia revolucionaria (esta es la regularidad del cambio, incluso si se análoga
con las revoluciones liberales, a través de las cuales el poder pasa de un sector del dominio
a otro cuando la burguesía reemplaza a la clase señorial-feudal, iniciándose en 1789 y
concluyendo un siglo después en las revoluciones de países de América Latina, centuria en
la que la nueva realidad a la que se da curso, es el lapso en el que ésta toma cuerpo; no
obstante, el período en el que todo carácter determinado de clase concluye, no es más largo
que el que precedió al proceso de reacomodo de clase [En la experiencia histórica, los
jacobinos fueron hechos a un constado {por los girondinos} una vez que su presencia,
requerida en los momentos más duros del conflicto, se trasformara en óbice ante la
necesidad de “pacificación”, pasando a ocupar su lugar en el nuevo escenario, los
girondinos {Ayjiust por Robespierre –la “revolución” ciudadana, el “socialismo” del siglo
XXI}]). Ahora bien, esta última es una constatación letal para el marxismoleninismo, para
el trotskismo y para los grupos de izquierda revolucionarios en general: si el proletariado
cumplió su papel, ha dejado la historia y todo lo relacionado con él (el concepto de “clase”
–en sentido marxista- ha perdido substrato ontológico una vez que el trabajador ha salido
de la historia: ha dejado de representar una determinación de la realidad [pero el
capitalismo también ha pasado {sus representantes: los partidos políticos tanto del capital
como del trabajo hoy son tan sólo simulacros y todo esfuerzo por reconstruirlos es vano}]),
está siendo negado (tal como ocurre con el otro bando, en el que la sola ratificación de su
presencia luego de 1956, 1989 y 1993, aparece como su consolidación y no como el factor
de apoyo hacia la cristalización del sucedáneo); en efecto, si el trabajo salió de la escena
histórica, el capital también lo ha hecho, lo está haciendo: su vida es corta de aquí en
adelante, ésta guarda coherencia con el tramo último que falta hasta producir la inteligencia
artificial; y, el indicador conspicuo que avala la hipótesis, es la crisis de representación
política del capital y del trabajo (la debacle de los partidos políticos de la derecha y de los
movimientos de izquierda en América Latina por el momento, pero el mismo sino va a
seguir la representación política de los llamados países “desarrollados”). El escenario en
“construcción”, muestra su nocividad para el capital: de modo paralelo, todas las
instituciones que sostienen el poder (al capital): la propiedad privada, la familia y el Estado
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(Tradición, familia y propiedad) se hallan disolviéndose. Chiavenato y la teoría de la
administración contingencial dicen que la gran propiedad no es eficiente en tiempos de
cambio acelerado, de incertidumbre, de sorpresas, que ha dejado de ser competitiva, por lo
que debe desconcentrarse (miniaturizarse, desmaterializarse, micronizarse), flexibilizarse,
desjerarquizarse (el resto lo está haciendo el proceso de automatización, puesto que sin
trabajo las “mercancías” no contienen “valor”, por tanto, carecen de precio); la familia
monogámica (generadora de hechos opuestos: infidelidad, prostitución, eterismo; en
realidad, la prostitución es el indicador sobre la naturaleza polígama del ser humano,
determinación reprimida en las formas humanas clasistas, necesaria a objeto de cohesión y
eficiencia) la propia historia en el 2012 la está destrozando (el punto final lo pondrá la
tecnología: clonación, fertilización in vitro, etc.); el Estado formalmente está
desapareciendo en la globalización (“Estado mundial federado”), el derecho de propiedad
deja de serlo con la promoción de nuevos derechos, el Ejército queda fuera de la historia al
desaparecer los feudos republicanos, la “teoría del Estado” queda sin piso al cuestionarse el
concepto de “división de poderes”, en suma: unas instituciones desaparecen (OEA, TIAR),
otras se reestructuran drásticamente (la ONU) [La constante son los procesos de lucha de
baja intensidad que promueven el cambio, con la bandera de la recuperación de los
postulados de la Ilustración, en los componentes del poder político, como por ejemplo del
Estado de Derecho al Estado Social de Derechos {muy diferente del Welfare State}, en los
que, si bien no se afecta directamente al capital, se forjan contextos para la creación de
condiciones favorables para la reproducción de la población; en esa dirección trabajan L.
Ferrajoli, M. Carbonell, R. Avila: constitucionalización de derechos sociales,
transformación del Estado {instrumento de la clase dominante} como titular efectivo de su
realización].
5.- En el momento: los útiles teóricos de comprensión establecidos, operan en la mente como
obturador cuántico: construyen en la subjetividad mundos paralelos al real, en los que no
se representa la esencia; falsa conciencia, que consiente vivir eficazmente las condiciones
del momento; sin que sea esa la intención, el papel de tal forma de conceptualización, es
anquilosante: lógica que empatiza con la paralela forma fenomenológica real, impulso y
freno al progreso material, al desarrollo de la propia conciencia, según el sentido de
concreción institucional. Se necesita, en los bandos en lucha, aplicar una drástica política
de reconversión del modo de producción conceptual, de reingeniería mental profunda. Las
nociones: capital financiero global, multilaterales, gobernanza, bloquea la comprensión del
carácter de la realidad humana, la que necesariamente exige la formulación de las
inquietudes inquisitivas: qué le pasa a la humanidad, en qué momento de su desarrollo se
encuentra, hacia dónde ésta se dirige (es obvio, las creencias dominantes en Occidente
esperan el “juicio final”; en tanto que cierta intelligentzia filosófica plantea que se está
pasando de la incertidumbre al caos; se suma a esta percepción un segmento de “las
izquierdas”); tampoco facilitan la formulación de una hipótesis que permita avizorar la
nueva realidad, “que ya está entre nosotros”. Las mentes autorizadas del poder, los
expertos, mantienen el concepto de la realidad en adecuación con los principios empíricoespeculativos
de la teoría económico-teológica convencional: Smith (mano invisible),
Hayek (orden espontáneo), Friedman (monetarismo), Toynbee (laboratorio de
civilizaciones), Toffler (la “olas”), Drucker (sociedad poscapitalista), Fukuyama (fin de la
historia), el evangelismo (la “democracia es eterna” y divina), el cual se corresponde con
un susbtractum material, que se está despidiendo de la historia. Por su parte, pululan los
análisis, en los que se propala la idea de que los cambios que tienen lugar en Cuba
consolidan al capitalismo (modo de producción, que supuestamente salió vencedor luego
de 1989): a.- la introducción de formas mercantiles empresariales, b.- la libre salida de
isleños al exterior (deslumbrados por el “sueño ´americano´” tardío, varios incautos isleños
–quizá la gente de lo peor- va a dejar cuasi despoblada a Cuba, mientras que los gringos
verían anulado el efecto de la estrategia expulsora de población excedentaria), no se
percata, que dichas actualizaciones son, más bien, mecanismos que vulneran más al
capitalismo; en forma lógica, a medida que sale el otro, la contradicción se anula y el
proceso al que da lugar, ahora sí: implosiona; en el mundo, por otra parte, queda tan sólo
un responsable de todos los males sistémicos; la soledad de un único contendiente torna
arbitrario, contumaz al poder unipolar: el capital (el cual no tiene catadura imperial, sino
multipolar a su interior); en realidad, hay que hacerse cargo del hecho de que en la
24

simbolística humana, incluso las formas caídas se vuelven reminiscentes y sobre un muerto
se ejerce perdón (enfermedad holandesa de signo invertido). Al stablishment, todo parece
“salirle a pedir de boca”: se ha alejado de consuno los fantasmas de la dictadura y de la
revolución –la inflexión histórica (si debido al impacto de la crisis o por la
“concienciación” se “arma la conciencia, se puede armar las manos”, lo ha dicho un
representante de la derecha)-, y el encarrilamiento social es socialdemócrata moderado
–bonapartismo tecnocrático-: democracia con equidad, defensa de las libertades, densa
institucionalidad –sic- (en medio se filtra el “excepcionalismo” gringo: “país elegido por
Dios para imponer el mercado …[la ´libertad´]…, la democracia y el anglicanismo en el
mundo” [el sistema electoral yanqui está tan amañado, para impedir que la plebe llegue
incluso al gobierno del Estado federado {es una dictadura burgués-oligárquica bipartidista
maniquea eterna}]; pero, en esencia: los yanquis son el más poderoso instrumento
prometeico de la historia [sin saber que han sido utilizados por la necesidad histórica,
como el macho mujeriego, que presume, que no sabe que ha sido simple instrumento de la
naturaleza, en la multiplicación de la especie]; este imperio caerá por razones domésticas:
la crisis –los límites del capital- y la reacción popular interna: senilidad y secesionismo).
Las creencias mitológicas aparentemente se consolidan con el relanzamiento del
protestantismo; mas, esa es una ilusión, puesto que cuando una creencia renuncia a la
simbolística y se centra en la pura abstracción, en la lógica verbalizada, ha perdido
contacto con el mundo y la representación se vuelve vacua; un síntoma más del
“deconstructivismo” empírico de la sociedad vernácula es la crisis de la Iglesia: su
negativa a suprimir el “voto de castidad”, a admitir el aborto (terapéutico o por violación),
a permitir el sacerdocio femenino, a aceptar la eutanasia y la tecnología de las células
madre, a volver a vivir la pobreza de la primera patrística (si sigue así: ¡se explota!);
empero, si la tendencia triunfa, se tiene la impresión, de que la Iglesia se ha reacomodado y
que se apresta a vivir los “nuevos tiempos” sobre esa base (la reconciliación del
cristianismo iniciada por Ratzinger es otro indicio de su debilidad, intentona que también
propende su desconstitución), sin embargo esas son más bien las rieles a través de la cuales
esa forma ideológica se disuelve: la una, al carecer de substrato la representación, la otra:
por cuanto ha asumido las determinaciones que ubican al “ser” en el porvenir (la
circunstancia ratifica una perspectiva tautológica: que el sistema mayor está en cuestión,
que el capitalismo pausadamente implosiona). La coyuntura presenta al capitalismo
contradictoriamente triádico (con la salida de la escena histórica del socialismo y del
socialimperialismo, con la inversión del carácter del proletariado de clase “para sí” a clase
“en sí” luego de haber cumplido su misión histórica, las contradicciones de la humanidad,
que vive en el interior de dicha formación social, se han simplificado): a.- la competencia
en su seno -neointerimperialista, b.- el enfrentamiento con las formas alternativas de
sobrevivencia y, c.- la fricción ambiental: todas producen efecto de progreso de las fuerzas
productivas, y, estos cohetes se hallan invertidos: promueven su caída; en dicho escenario
se forja el “sujeto de pensamiento” y su proyección es hacia el estado absoluto de
conciencia.
6.- La locución “posmodernidad”, con el que subrepticiamente se ha querido sustituir el
bagaje categorial científico que aborda la secuencialidad histórica en términos progresivos
(las formaciones sociales) de buena o mala fe, no es una noción sustantiva, que haya sido
acuñada por una persona teórica de carácter. Tampoco es sucedáneo de categorías teóricas
rigurosamente fundamentadas, que permiten la aprehensión conceptiva de la realidad,
como son las leyes expuestas por Marx respecto del movimiento de la historia y la
sociedad. Una serie de palabrejas nacidas del “desencanto de la razón”, que han sido
patentadas por adhesión legitimadora de conciencias permisivas (modernidad,
posmodernidad, ethos, cultura, sociedad civil, complejidad, etc.), en tanto ideológicas,
ofuscan la mente, son abstracciones preconceptuales, malas y dañinas. Es el caso del
término aludido de “posmodernidad”, apresuradamente creado e ideológicamente
movilizado por parte de una serie de estetas (poetas, novelistas, cineastas, pintores,
músicos, arquitectos, teatreros, circenses, comediantes), antropólogos, sociólogos,
psicólogos, politólogos, que para justificar su posición en el ámbito intelectual burocrático
han debido actuar de modo “creativo” ideándose términos que llamen la atención, pero que
cierran la posibilidad de abordar la realidad con las verdaderas categorías del Materialismo
Histórico. Estas categorías son: trabajo, división del trabajo, clases (dinamia); formaciones
25

sociales: preclasistas (comunidad primitiva); clasistas: esclavismo (generalizado e
individualizado), feudalismo (renta en trabajo, en especie y en dinero), capitalismo (etapas
competitiva y monopólica -neoimperialista); postclasistas: comunismo (socialismo y
socialismo superior: comunismo); estructura socio-económica –determinación- (fuerzas
productivas y relaciones de producción), superestructura jurídico-política y formas de
conciencia social (ideología y ciencia); y, totalidad. La contradicción entre fuerza
productivas (aspecto principal) y relaciones de producción (lucha de clases) dan lugar a las
distintas formaciones humanas en el interior del continuum civilizatorio; corona este
edificio categorial la prognosis: el ser humano debe pasar el trabajo a las máquinas,
dedicarse a usufructuar de los outputs del sistema automatizado de producción, a conocer y
a controlar a la naturaleza (Carlos Marx). Siempre la economía será ese “éter especial que
baña todos los colores”; y, en el proceso de la producción robotizada, dicha región seguirá
rigiendo la historia humana como supuesto. El citado constituye el arsenal teórico marxista
clásico, el cual no ha sido superado aún. La ciencia política generalmente ha hecho centro
de su reflexión al Estado, al “poder del Estado”, al gobierno; de ese modo ha fetichizado su
preocupación, cuando le otorga carácter de persona a un aparato y pone la monta sobre un
hecho formal (Miliban, Poulantzas, O´Donel, Bobbio). El Estado (poder acumulado:
instrumento poseedor de poder implícito –potencial-, espejismo que le hace pensar como si
se tratase de una persona; el “poder del Estado” reside en las manos de quien lo ocupa,
pero también en el carácter de su diseño) es un instrumento a través del cual la clase
dominante en las formaciones clasistas (en las únicas que existe este aparato) ejerce el
poder de mando sobre la sometida; pero es un instrumento especial, o sea, no es neutro
(como por ejemplo lo es un arma, la que puede utilizarse para asesinar al pueblo o para
redimirlo), puesto que en su diseño ya se ha imprimido predirección; en efecto, en uno de
los instrumentos del “poder político" (derivación del “poder económico”): la Constitución
(los otros son el poder de la fuerza, el sistema legal y las instituciones jurídicas), se halla
garantizada la propiedad privada del capital (las Fuerzas Armadas se hallan alineadas y
realizan política de clase de modo permanente –esa es su función-: defensa de un sistema:
función que aparece neutral, independiente, simplemente técnica; cuando las Fuerzas
Armadas venezolanas, por ejemplo, se declaran actuar en contra del capitalista y en favor
de otro sistema, el capitalista se queja –a cierta gente el capitalismo le parece el orden
normal, único y su defensa es natural [En realidad, las clásicas fuerzas armadas
miméticamente hacen política capitalista; hipócritamente critican {ellos y sus amos} el
alineamiento de las Fuerzas Armadas venezolanas con la noción socialista: les parece raro
que las FF AA bolivarianas actúen en pro de su status {actuar en pro del socialismo es
hacerlo de modo no deliberante y obediente al pueblo, lo cual es un horror para la
burguesía}. Las fuerzas armadas que antes tenían como misión defender a la burguesía de
otras burguesías {o someterlas, tal son los casos del ejército yanqui o la OTAN}, hoy
defienden al pueblo de las burguesías {venezolana y yanqui}]); por su parte, no existe, en
estricto sentido, “Estado socialista”, debido a que el instrumento predirigido “Estado” no
puede ser redireccionado para que opere para el conjunto social o para el pueblo; en el
socialismo, lo que en ciencia política burguesa se llama “Estado”, no es más, que un
órgano coordinador, que desempeña dos papeles: 1) mantener a raya al capital en plan de
eliminarlo (dictadura) y, 2) actuar como agente de “integración de personal” en el seno del
pueblo (“democracia”), los ejemplos típicos son los sistemas de dirección soviético de la
época de Lenin-Stalin y el de Cuba actualmente [Enfoques intermedios se pueden
encontrar en Gramsci, por ejemplo, el “comunista zardo” edifica su teoría política en la
abstracción inicial “gobernantes y gobernados”; Habermas: instituciones políticas en las
que se producen actos deliberativos, el consenso y la trasformación social, mediante la
aplicación de un proyecto compartido; por su parte, el poder según Foucault: es nominal,
actuacional, procesal, la tensión entre “estrategia y fuerza” individual o colectiva para
recibir y producir efectos, que establece lo que se puede hacer, la dominación ha pasado a
ser hegemónica: control, castigo y corrección sobre el “alma”, red de acondicionamiento
predirigido de la personalidad; la consensuada, legitimada y formalizada tarea de
disciplinamiento de la población a través de los cuales el “poder moderno produce
individuos gobernables”].
7.- La teoría económica convencional sostiene, que los precios se forman en el mercado, esto
es, “que los productos entran sin precio al mercado y que el dinero ingresa sin valor en él”;
26

en sentido cuasi positivista, cuando se adquiere un producto/bien únicamente lo que se
compra es “trabajo” (humano), no la materia prima contenida en el satisfactor, puesto que
aquella está en la naturaleza (la que tiene precio por razones jurídicas de apropiación:
Derecho sustentado en el derecho de la fuerza); caso contrario, de comprarse materia prima
al negociar un servicio médico, por ejemplo, no sólo se estaría adquiriendo el trabajo del
galeno sino también habría apropiación de su ser, por un momento (“el servicio no es
separable de su proveedor”); Marx evalúa la actividad humana (A. Shaihk) según la ley del
valor: el trabajo, suma de todos los trabajos realizados durante un año (modelo cerrado, sin
externalidades diversas), retirado de ésta el mantenimiento de los seres que han trabajado,
arroja el excedente. La “ley del valor” constituye la determinación histórico-natural más
apropiada, “única” (por lo mismo: es un hecho de la historia), para permear el desarrollo de
las fuerzas productivas, para encontrar el sentido y promover el adelanto de la humanidad:
prerrequisito para moverla, para empujarla a su punto cumbre, a que cumpla su función,
que haga realidad su ser (esencia, trascendencia) con el proverbial arribo a la cima de la
idea total; de modo alternativo, el socialismo se planteó de manera consciente pasar a
cumplir este papel (la “ley del valor” socialista) anulando al sujeto natural de él: el
capitalismo (o sea, no sólo instaurar la justicia per se, pues, ese sería un fin bobo, sino
sobre todo catapultar la conciencia, para lo cual se requiere, sine qua non, el progreso
material de la vida, en sentido positivista); mas, la razón no puede enseñorearse cuando el
nivel de desarrollo de las fuerzas productivas alcanzado, no es todavía el apropiado, de
modo que cree las circunstancias para que la racionalidad impere (hecho que explica la
profusa discusión llevada a cabo al interior del marxismo soviético en los años 20 del siglo
XX en adelante, sobre las etapas de desarrollo, en torno de la categoría acumulación, en
relación con el papel de las fuerzas productivas en la historia y en lo tocante con el futuro
de la humanidad [el capitalismo recibe el espaldarazo e inicia el proceso de acumulación
acelerado de y con la máquina de vapor creada por Watt –Revolución industrial-, merced
también a la internalización en la gestión del negocio de los métodos científicos de
administración de Fayol y Taylor-, a partir de esa hito la tendencia en el desarrollo de las
fuerzas productivas proyecta una línea de desarrollo camino de la producción del sistema
automatizado, propensa a abrazar las completas determinaciones de la vida; el socialismo
(comprensión de los hechos y actuación humana) propendió, por su parte, arrancarle la
misión fundamental al capital, hacerla “para sí”, realizarla, ubicando el proceso el frente de
la acumulación social (necesariamente en ruta a la robotización e inteligencia artificial),
retirada su naturaleza de clase y las negativas secuelas para la mayoría del género]). En
atención al estado al que ha llegado actualmente la conciencia, si la idea que programa la
revolución desconoce el objetivo superior del género humano, que es lo mismo decir: el
punto extremo al que se desplaza la inteligencia, su tarea es fofa: termina siendo
simplemente un acto moral, una tontería útil, conducente a retirar las penurias humanas
con el propio riesgo o sacrificio (homine lupus homine; símil: arrancar a un impala de las
garras del león, mientras se pone en riesgo el propio pellejo) e instalarle a la especie en los
brazos de Morfeo, de Baco, del hedonismo; por tanto, la concepto de la revolución debe
saltar a un plano más elevado en relación con su objetivo: proceso racional cruento, que
conduce hacia la liberación de la especie del capitalismo, pero siempre que ésta jure por el
nombre de su madre, que va a inscribir su vida como coadyuvante del proceso que lleva al
género hacia la producción de su forma “divina”: dicha corresponsabilidad torna honorable
al ser y a su resumen.
8.- Sobre la inmediata y muy efímera coyuntura histórica de entre siglos y milenios (XX-XXI
y 2.000 y 3.000, en su orden), importa ponerse la monta subjetiva, puesto que no es de
cualquier tipo (unidimensionalidad, incertidumbre, desencanto, pequeños relatos, polifonía,
microfísica del poder…; así se reflexiona en la esfera académica), el momento es decisivo
para la vida, en tanto punto de inflexión en la historia. En países que arrecia la crisis (la
Zona del Euro) los pueblos mantienen la preferencia electoral por los representantes de las
opciones políticas de derecha (y en varias neocolonias la debacle de la izquierda favorece a
las propuestas de centro hacia la izquierda), conducta que sostiene al sistema (¿atraso
ideológico de los pueblos?, ¿mañosería manipuladora de la conciencia por parte del
poder?, habilidades de marketing?, ¿fraudes?, o ¿procesos en los que la historia se impone,
creando la imagen de que sobre el movimiento de la vida ésta ha aladeado al “sujeto
consciente” volviéndole simplemente formal, natural, mecánico, determinado, fatuo,
27

fatal?). La tendencia de análisis de inspiración subjetivista prevalece en la evaluación:
conservadurización de la sociedad, la población no ha entendido la propuesta de la
izquierda; debilidad (errores propios): no se fue capaz de hacer que el pueblo entienda el
programa de cambio más radical. Este análisis es falso; el levantamiento subjetivo de los
hechos es deficiente: la configuración del mundo y la gran tendencia histórica (razones
estructurales, sociales), explican un proceso, que no tiene la dirección mezquina en la
acción justiciera de la mente, que busca desagraviar a los pueblos y crear momentos de
solaz para aquella porción de seres que forjan la historia en la ruda acción fáctica (de las
tres clases fundamentales, es la economía mercantil simple, la socialdemocracia, la que
sigue el orden de la necesidad histórica: “las mercancías pasan a venderse por su valor”,
batalla eficaz planteada en el propio terreno del capital). El pasado de la izquierda
(“socialismo fracasado de Europa de Este”) se incluye en la toma de posición. No es que la
propuesta de la izquierda este mal; más bien, el problema responde a que la misma no
guarda coherencia con la praxis que la realidad admite (Cuba se ha visto forzada a entrar
en el torrente): la historia no ha forjado todavía las condiciones para que se instauren
sistemas sociales de igualdad, de orden, de paz; ésta –por hoy- solamente permite
programas que desarrollen las fuerzas productivas con políticas redistributivas; de manera
que no se debe culpar a nadie, ni siquiera al capital, pues, todas las fuerzas hoy se hallan
prisioneras de la historia -eso no significa que no haya que hacer nada o que la historia se
haya vuelto totalmente proceso sin sujeto consciente: la población está actuando en
coherencia con la necesidad histórica, no con la presión del capital ni con la precipitación
ortodoxa de la izquierda (en verdad, mientras en círculos de la esclarecida intelligentzia de
izquierda se sigue en los devaneos sobre si el socialismo es realidad, un paradigma o un
“objetivo en construcción” –sic-, la realidad constantemente se forja a sí misma y crea
–realiza- el destino humano sobre los hombros del paradigma marxista parcialmente
realizado en las experiencias del siglo XX). La postura ideológica que negaba la necesidad
de la revolución podía ser motejada de revisionista, oportunista, pequeñoburguesa,
incoherente con la realidad histórica, cuando todavía no se conocía el impacto de la
revolución socialista y de la práctica de la “dictadura del proletariado” en el flujo de la
historia, en su doble naturaleza: 1) el empuje sobre el desarrollo civilizatorio (fuerzas
productivas) y 2) en materia “cultural” (cambio y desarrollo de la conciencia): en la
convicción sobre la necesidad de reestructurar las relaciones sociales, con base en una
concepción nueva del humanismo; hoy, en cambio, una vez que se conoce el impacto
radical que produjeran la revolución socialista y el ensayo proletario sobre todo de la ex
URSS y su Campo, en materia de cambio institucional del pensamiento y de aliento sobre
el proceso de desarrollo científico-técnico hacia la automatización, dicho cuestionamiento
ha dejado de ser pertinente, mientras que la vía incruenta, de baja intensidad, por la cual se
plasma el cambio, es el proceso en curso; proceder, que no se desprende de la voluntad,
sino del proceso autónomo de la nueva regularidad singular histórica. En realidad, la
historia “no desea” que se arranque de sus brazos todavía al sistema burgués; en
coherencia, los conceptos pertinentes con los que se “construye” el mundo que viene en la
coyuntura, son: estructura de la propiedad, evolución de la pequeña y mediana empresa,
tasa de crecimiento de autoempleo, índice de intercambio solidario interregional e
intersectorial, número de cajas de crédito popular, ordenación de la cartera de crédito tanto
del sector financiero privado como del público, guarismo de negocios de propiedad social,
nueva arquitectura financiera, cambio de carácter en las relaciones económicas
internacionales,… o sea, los indicadores de un nuevo programa de política económica, que
muestra que otro sujeto se halla al frente de la economía en las neocolonias y en las zonas
periféricas del capitalismo central (non profit, Tercer sector).
9.- La historia demuestra, que las transformaciones que procede de la voluntad, si estás no se
corresponden con el desarrollo material, carecen del don de la perennidad, mientras que los
cambios históricos que hacen las fuerzas productivas son firmes: no pueden ser
desmontados por la voluntad (eso está por ocurrir: cuando el desarrollo de la ciencia y de la
técnica se concrete en la robótica y en la inteligencia artificial, no hay vuelta atrás: el
“trabajo” pierde el carácter de esencia humana y se instala en las máquinas, sube el
quantum de producción debido al aumento de los niveles de productividad formal,
desaparecen el trabajo humano, la división del trabajo, toda la superestructura y las formas
de conciencia social clasistas); la historia puso en su punto de equilibrio el proceso: se
28

continúa el desarrollo material, pero también se ha dado cabida a las ilusiones de un mundo
mejor (la transición es la fusión de dos perspectivas: capitalismo y socialismo [los restos
del proletariado han dejado de ser clase “para sí”, para pasar a formar parte del “bloque
histórico” progresista, de modo subordinado], cada uno cumple su función de modo
inadvertidamente sinérgico; empero, las nuevas tendencias sociales, no es que sólo
constituyen frentes de combate y de freno al capital y al “neoliberalismo”, son, más bien,
los gérmenes de la renovada realidad, que progresivamente se instaura de forma paralela al
proceder regresivo del capital, mientras tanto coexiste con él, lo rebaza, lo deja atrás y
marcha sola hacia adelante [La transición engaña a la mente. El desorden, la confusión, la
“rebeldía sin causa”, los coletazos que da una forma que ha envejecido y que se presenta
con el maquillaje de experimentar una crisis normal {indeterminación, desconcierto,
ausencia de principios de identidad, diversidad, imposibilidad de institucionalizar una
comunidad; legitimación de modos de vida parciales; ilusión del fin; nodos de micropoder
activados; guerra de posiciones; complejidad}, son características de la transición {en cada
uno de estos aspectos se muestra la esencia segmentada, mutilada, en tanto maneras de ser
abstractas, seccionadas, momentáneas, políticas, episódicas de la realidad, levantadas por
la mente}, de la coyuntura de cambio, no de la estructura; por tanto, Heisenberg y la
posmodernidad están presentes siempre de modo subordinado al interior de la estructura y
en forma dominante en la coyuntura {y viceversa}. Eso es precisamente lo que pasa hoy
-2012- en el mundo con el llamado “cambio de época”; y quienes estudian en el plano
teórico el fenómeno, se apresuran a plantear un momento simplemente coyuntural, como si
fuese de largo plazo. Strictu sensu, la estructura opera con la esencia, con la determinación,
con la estabilidad y el orden, con posiciones bien definidas: en el interior de la onda larga
–formación social capitalista- de acumulación; la coyuntura lo hace con la totalidad, con el
criterio de sistema, sin jerarquía, en aparente desorden, en crisis, en la fase depresiva que
prepara la reanimación, esta vez: no para la apertura del nuevo ciclo, sino de la etapa
histórica que sustituye a la presente]); ahora bien, dicha fusión capitalismo/socialismo está
presente en la historia y algo análogo debe ocurrir más adelante en ella, por ejemplo, entre
mecánica y biológica: el ser humano y la máquina se funden para dar lugar a una nueva
entidad al adquirir e intercambiar cada uno la propiedad principal rectora de su ser del otro
y de si, en su orden: la frialdad lógica y la térmica emocional (en efecto, un “simulador de
personalidad” –programación lógica- se vuelve voluntad, en tanto que se enhebra con la
esfera sensorial, una vez que el organismo está perurgido de autoproveerse de los medios
de sustento, cuando debe reproducirse en entornos de “poder compartido” –el proceso
inverso se da en el ser humano [inmanencia: conciencia sensible], al quedar obsoleta la
esfera emocional y pasar a dominar la esfera racional [trascendencia: conciencia lógica]
con el proceso evolutivo de la mente [Paradoja: la emotividad torna consciente a la razón;
la razón sin la sentimentalidad no es consciente {placer y dolor es la conciencia –el saber};
la superación de la dualidad es: comprender que la emocionalidad está allí en el ser
humano, que ella permite la conciencia {sentir} de la conciencia, pero que no es probo
consentir otra acción fuera de ella]). En la coyuntura los ciclos políticos asumen el carácter
de onda mediata, juglar, hegemónica (Castro, Chávez, Morales, Correa, Kirchner); los
procesos que instauran las llamadas “revoluciones ciudadanas”, del “socialismo del siglo
XXI”, etc., se tornan irreversibles; en efecto, antaño, una vez que el cuadro al frente del
proceso desaparecía, el mismo llegaba a su término (comportamiento de los hechos que
motivó al poder conservador a la aplicación de la estrategia de descabezamiento para
frustrar un programa de cambio), mientras que cuando pasaba lo mismo al interior del
sistema oficial, inmediatamente era reemplazada por otra cabeza (“muerto el Rey viva el
Rey”: el cambio de piel de la serpiente) y el proceso dejaba ver su índole de sustentabilidad
(el fenómeno responde al hecho de que la estructura se halla en firme); en el presente y a
futuro, ante la falta del líder habrá otro que tome su lugar y de continuidad al proceso, se
han creado las condiciones, luego, para que se rompa el círculo. Empero, dicha
irreversibilidad, no es producto de la voluntad. ¿Qué condiciones materiales sustentan el
cambio? El supino, tozudo, implacable desarrollo de las fuerzas productivas: el modo
como el ser humano produce el sustento de su vida avanzó, nuevas necesidades están
siendo creadas, otros propósitos se proyectan frente, los cuales deben realizarse en el
marco de nuevas relaciones “sociales”. Ahora bien, este desarrollo no es producto sólo del
movimiento natural de los hechos, sino del aporte dado por la forma efímera ethos
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socialista, proletario, pasado, el cual acicateó el progreso de la ciencia y de la técnica, y del
ser humano mismo, en el marco de la norma: “sólo la ´revolución´ de las fuerzas
productivas vuelve irreversibles los procesos sociales”, pues, la conciencia no puede
mantenerse o retrotraerse en y a estados de desarrollo material en superación o superados.
Una de las situaciones más chuscas de coyuntura, es que la gente va a dejar de trabajar (lo
está haciendo: el desempleo friccional, el estructural, el tecnológico, el espontáneo, el
subempleo). El grado de automatización actual (2010) ya casi se halla instalado en aquellos
niveles, que bien administrados pueden abastecer al género humano (seis mil millones de
personas) sin que éste tenga que trabajar. Con un grado más de automatización (en unos 30
años -2050- según Moravce), la humanidad, como el viejo que ya trabajó y formó su
seguro (el seguro para la humanidad es el trabajo potencializado de todas las generaciones
pasadas que ha desembocado en la automatización, siendo éste el “activo” acumulado que
debe financiar la vida del no trabajo) contará con la fuente de abastecimiento sin tener que
trabajar. El problema en este punto sigue siendo la propiedad privada de las factorías
automatizadas (que deben ser expropiadas, puesto que hay una razón “moral” de peso que
legitima la medida: la técnica es producto de generación social e histórica), que las vuelve
eunucos al no operar para beneficio colectivo. Paradoja: sistema automatizado privado
frente a gente sin dinero para formar el sector de la “demanda efectiva” por carecer de un
puesto de trabajo. Esa contradicción planetaria plantea el nuevo tipo de “revolución”. Los
dueños “jurídicos” del capital (parásitos que se autodenominan ampulosamente “sector
productivo”), vulneran ideológicamente, por ejemplo: a la población venezolana -2013-, al
propalar que este Estado –Gobierno del señor coronel Hugo Chávez-, al “regalarle todo”
con los ingresos petroleros, ha formado la vagancia; esta gente no se da cuenta, que el ocio
y el predominio del hedonismo, sobre todo entre el sector de la juventud in abstracto, es la
nueva determinación: las generaciones de hoy ya no desean trabajar; pero en frente suyo se
alza el sistema que “trabaja”: la automatización; más el acceso a sus productos es todavía
capitalista: se debe pagar por los output, para lo cual hay que trabajar, tener dinero y
comprar. Pero, dejando de lado a la economía hedónica, solidaria, del “valor de uso” del
“otro mundo es posible”, no hay puestos de trabajo, los neoemprendedores en contextos de
ausencia de macroplanificación, la competencia, la espontaneidad, la anarquía de la
producción son devorados entre sí, por lo que siempre hay que pensar en la expropiación
del sistema automatizado como solución. Esa es la única vía, que barrerá de golpe a la
propiedad privada, a la economía popular alternativa desconectada, a los
neoemprendedores y a la vagancia en general.
10.- El registro del devenir humano evidencia, que en Occidente penetró completamente la
“modernidad” (el predominio de la dinámica del desarrollo de las fuerzas productivas: la
inteligencia que toma un nuevo nivel de ontologización en el marco del tránsito de la
forma mercantil simple a la mercantil burguesa): modeló la vida destrozando toda forma
anquilosada, congelada, paralizada en el sistema de creencias, en la ritualidad y en la
mitología infanto-fantástica de ella, procesada para cohesionar, volver viable y óptima la
supervivencia y el desarrollo de la propia inteligencia, en esa etapa; es por eso por lo que
dichos pueblos –los de Occidente- se hallan ya en la fase de “conquista del espacio”. Es
verdad, que la civilización Occidental, la civilización del trabajo: la formación económico
social burguesa (dicho sea con todas sus “siglas”), se origina especialmente en los grupos
humanos no europeos marginales a la conformación humana planetaria de los “grandes
pueblos antiguos”, en la que los segmentos humanos de Oriente (Medio Oriente, India y
China, regiones de “esclavismo generalizado” –duración entre 3000 y 2000 años antes de
nuestra era-: fuerte orden estatal, recaudación de tributos, construcción de grandes obras
públicas; “dichos centros tuvieron periferias: Japón, Europa Occidental con presencia de
relaciones feudales, regiones que pasaron al capitalismo”) constituyen una masa mayor y
más diversificada de episodios, de modos de vida, etc.; no obstante, medir el peso
específico ejercido sobre la trayectoria progresiva de la historia (para el caso de que un
pensamiento sea dialéctico, esto es, que entienda los hechos en movimiento ineluctable y
en desarrollo forzoso), lo que equivale decir: para el destino de la inteligencia, no se limita
a poner la exclusiva monta sobre la variable cuantitativa y de las tradiciones, sino en
valorar qué designios para la historia encierran cualitativamente las transformaciones que
plantea un segmento humano y sus formas de organización, por más reducido
numéricamente que sea. Oriente sigue anquilosado y se resiste a la inculturación aun hoy,
30

por parte del positivismo monoteocrático mercantil, el cual, dígase lo que se diga, es la ruta
“racional”, que abre el flujo de sentido superior a la humanidad (de la acción paramilitar,
diplomática, mediática e ideológica que se lleva adelante en Medio Oriente, la resultante
–cualquiera sea el desenlace- es el proceso de occidentalización de esa Zona
–modernización, actualización de sus estructuras políticas e institucionales-: el triunfo de la
democracia, de la “libertad”, hecho por el cual la humanidad se hace una sola, sin que
impere todavía en su seno la justicia y la racionalidad). Es la “ley del desarrollo desigual”
(Lenin) e incluso “combinado” (Trotsky), la norma cinética progresiva de la materia, que
ha obrado, que opera inexorablemente en el mundo, ya no fatalmente, por cuanto hoy se ha
tomado conciencia de ella: de esa necesidad (Marx-Engels). En Africa, en el mundo árabepersa
y en parte de Asia, el estado de desarrollo de las fuerzas productivas hace que dichos
subconjuntos humanos vivan en un mundo fantástico, tanto en el frente tribal de esas
“sociedades”, como en el monárquico de las teocracias. La modernidad no ha penetrado de
lleno allí descomponiendo el orden anterior; pero ahora lo está haciendo frenéticamente
(“Primavera” y/o “invierno” árabe) bajo signo occidental: ya no neoliberal ni socialista,
sino socialdemócrata. De este proceso, paradójicamente (“sentimientos encontrados”) debe
agradecerse, a partir de postulados de desarrollo histórico, al capital, al capital trans y
multinacional, al capital financiero, a la refriega interimperialista por el dominio del
mundo; forma económica ésta, que aunque inicialmente limitada a Occidente grecolatino,
ha operado como ariete de la historia: la posmodernidad es la afirmación de la modernidad
en dichos pueblos, pues, la modernidad (el orden positivo, el desarrollo de las fuerzas
productivas, la acumulación material) es la determinación fuerte de la vida. Debe
agradecerse, en suma a los europeos. Dicho sea de modo incidental, los arios: la “raza
superior”; los sionistas: “el pueblo elegido por Dios”; los gringos: “destino manifiesto”
(entre estos sectores hubo afectación: el holocausto; empero, de similar modo como las
actuales generaciones de nipones no dicen nada sobre Hiroshima y Nagasaki, “Dios les ha
creado y ellos hoy se juntan”: Bush, Netanyahu y la Merkel); a estos sectores sui generis
de la especie debe confrontárseles con la constatación atinente a que: si se abstrae la forma,
el contenido –la inteligencia- es igual en todos los miembros de la humanidad
(Schrödinger, Heisenberg y Einstein están equivocados. 1.- Agnosticismo: no se puede
conocer el mundo subatómico, porque el observador modifica el “objeto”; pero el
problema es una cuestión de método y de técnica, o sea, de “tiempo”. 2.- No se puede
saber al mismo “tiempo” la ubicación y movimiento de una partícula; las partículas se
comportan de distinto modo; pero sólo en estados perturbados de la micro materia, pues, en
su situación natural, la ley es la que los somete. Y, 3.- un reloj en movimiento acelerado
retardó su proceso de contabilidad frente a otro en “reposo”; pero el “tiempo” (de fondo) es
el mismo para ambos, tomados en la situación global, puesto que el reloj en
desplazamiento acelerado incrementó el peso de sus componentes, lo cual ralentizó su
movimiento intrínseco, sin que tenga nada que ver el factor “tiempo”; supuesto, este
último, con el que el “relativismo” se pone en duda –con la elevación de la temperatura se
aceleran los procesos, pero fuera del estado normal de éstos).
11.- En verdad, el capitalismo (“la realidad fáctica que ha sido menos cruel para la
humanidad, que la práctica de búsqueda de plasmar utopías” -sic): agoniza. La aseveración
exige el ejercicio de un rodeo lógico de fundamentación, para que la misma no se presente
como una “frase fácil, sin significado o consecuencia precisa”. La única manera por la que
el capitalismo pueda ponerse en pie y caminar, es volviendo para atrás la historia (no
obstante, la historia siempre “es inédita”): que el sistema burgués, que ha sobremadurado,
se retrotraiga a la fase competitiva y se recluya en los “Estados nacionales”, esto es, que se
reinstale en la época lozana de su despegue (como alternativa: que se recupere la “cultura”
de los llamados “pueblos originarios”); empero, para que ese hecho se dé, el sistema debe
retornar a la manufactura, tiene que destruir la máquina, eliminar el proceso de
automatización e, incluso: el de robotización (la humanidad en cuanto tal, tendrá que estar
dispuesta a renunciar a producir el “otro de sí”: la Inteligencia Artificial, a abdicar a
conquistar el Universo, a avenirse a regresar a ser presa de las epidemias, de la mitología):
renunciar a la ciencia y a la técnica, a la hiperurbanización y retroceder a la Antracita
(volver a las formas elementales del pensamiento); además, sobre todo, debe borrar de la
mente de las personas las huellas de miles de millas andadas en el proceso de
racionalización de la vida (no obstante, el ser humano hoy sigue aprendiendo/haciendo
31

cosas del pasado; esa también es una forma de continuidad generacional, que se produce
sobre los hombros del ser ido). O sea, el capital para seguir siendo, tendría que allanarse a
plasmar la utopía magra, que ciertos movimientos culturalistas y ecologistas postulan (en
realidad, la humanidad ha llegado al “punto de no retorno”, no le queda más que la fuga:
pero hacia adelante). Ese querer, es imposible; no le queda más, en consecuencia, al
capital, que continuar hacia adelante consumiendo el resto de la vida que le queda (como lo
hizo cuando enfrentó al falso socialismo soviético del período Jruschov-Gorbachov, puede
tornar digna su salida, si somete a la Filosofía Oriental, que con agresividad ha
reemergido), para dar paso a que se tome el planeta la nueva humanidad. Por tanto, los
problemas actuales que viven los pueblos del mundo, pueden ser vistos de otro modo:
como el resultado del pacto colusorio deliberado de estafa global, que se presenta como
crisis (de la Zona de Euro, del sector financiero, del saldo en rojo del ejercicio fiscal de los
gobiernos); es evidente también, que los problemas de la gente no tienen solución a lo
interno del capital, lo cual se sabe, se debe a dos razones: a la operación de las leyes
inmanentes al sistema y a la acción voraz de sus agentes (las multinacionales [¡Qué
ninguna persona sensata se mantenga anclada en el engaño! La solución al problema del
desempleo es que nadie trabaje {no que se creen nuevas plazas de trabajo o en poner a
trabajar a todos nuevamente}, que los nuevos esclavos mecánicos aprovisionen al ser
humano {pero para que eso pase se necesita de gran voluntad, de que acaezcan cruentos
procesos de enfrentamiento social, de desorden, de violento reacomodo de las estructuras:
esa es la anatomía de la lucha en la transición; en verdad, en el mundo, mucho más que
antes –en las guerras mundiales, en las “guerras frías”, en los conflictos geopolíticos- se
libran procesos ininterrumpidos, en los cuatro puntos cardinales, de “lucha de clases” en
todas las esferas de la vida}]); strictu sensu, como están dadas las cosas y vistos el fin y la
ruta humanos, la solución consiste en presionar por el desarrollo completo del sistema de
automatización (avance histórico) y la lucha por abolir la propiedad privada de ese sistema
(sostenibilidad corporal del nuevo actor de esa historia); los hechos muestran también (y
hay que poner mucho cuidado en ello), que cualquier posición unilateral radical que se
presente como solución, que busque inclinar la balanza hacia un lado u otro, esto es, hacia
las fuerzas productivas o al sector social privilegiándolo, se vuelve reaccionario,
antehistórico.
12.- La forma civilizatoria futura se halla contenida –a grandes trazos- en la ciencia ficción
mercantil contemporánea; en la buena: que asume que se puede hacer cosas o que presume
lo que puede ser la humanidad, que pertenece a ese rango estético, que normalmente deja
de ser utopía y se cumple, pues, moldea las fuerzas de la naturaleza al antojo de la
creatividad subjetiva (“con la ciencia ficción estamos ejerciendo la imaginación y nos
estamos explicando” –sic), que por fantástica que pueda parecer, antela ciertas
determinaciones de la realidad por venir, como Icaro se encarnó en los hermanos Wright
(Filmes. The Bicentennial Man: proceso de intercambio que tiene lugar entre las
condiciones ser humano y máquina inteligente, y la noción de inmortalidad; Yo, Robot: la
interrogante sobre el objetivo, que debe dar sentido a la “existencia” de un robot
inteligente, una vez que este ha llegado a ser tal y de que se ha liberado de la tutela de la
inteligencia natural –humana- [“a mayor tecnología mayor desorden”; en todo caso:
brillante I. Assimov]; Matrix: propuesta de conexión cerebral en red con la inteligencia
artificial, y la vida virtual de la conciencia; Artificial Intelligence: encuentro de dos
generaciones de robots inteligentes con y sin emociones; X-Men: “hijos del átomo”
–mutantes insertos en la conflictualidad geopolítica-; Terminator: relación máquina/ser
humano en la subfase neoimperial, guerra entre creador y creatura {si hay destino};
Transformer: maleabilidad programable de la materia, manipulable al interior de un
“orden”; El clon: vencer a la muerte, escaneo e internalización de la mente [pero el “clon”
tendrá que gestar, nacer niño, vivir su propia experiencia en el guarismo de la esperanza de
vida dada y, por tanto, se diferenciará del “patrón”]; el defecto de todos estos filmes, no
obstante, es que proyectan el desarrollo científico-técnico, mientras mantienen invariable
las relaciones sociales capitalistas; y, al interior de ellas se puede utilizar de modo
absolutamente infame la técnica). Sobre este proceso, sin embargo no debe exagerarse la
nota. Personas que hacen robótica o que estudian el hecho piensan insertar en el robot la
esfera sentimental; ahora ya se ha puesto la esfera del pensamiento, la lógica, la racional en
este mecanismo, pero no desea quedarse allí, por lo que se persigue que la máquina llegue
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a hacer poesía, se enamore, fornique y hasta produzca robotitos por cópula. El robot, al ser
un organismo racional, frío, es el proceso más evolucionado del mundo, puesto no por la
naturaleza, sino de modo artificial; pero, así como no es sensato volverle hedonista
(capitalista, animal, mitológico-religioso) al robot, el ser humano debe dejar de ser (va a
hacerlo, aunque algunos por ahí se opongan) un ser inferior, hedónico. El trabajo (sobre
todo organizado como producción) es inteligencia en operación; se trabaja para obtener
satisfactores para atender necesidades, para procesar problemas; en ese curso, se crean los
productos materiales y su representación. Cuando con la robótica, necesidades (productivas
y reproductivas –de desarrollo) pasan a ser cubiertas y los problemas dispongan del
instrumento automático de abordaje y solución, la etapa penúltima pasa a ser
exclusivamente de conocimiento. Al haberse cubierto el Universo con la mente (su forma
de funcionar macro “caótica” –agujeros negros: choque entre ellos, absorción,
coexistencia, etc.), la inteligencia se vuelve funcional, como la apéndice una vez que se ha
dejado de comer raíces, pepas, etc. Por tanto, in abstracto, sin ambages, mojigatería
hedonista, falsa eticidad (dado que la presente postura gnoseológica pone la monta en las
fuerzas productivas, definiéndolas como proceso de ontologización permanente de la
propia inteligencia), esta consigna se impone en la historia y debe proclamársela:
¡Viva la modernidad, adelante el progreso prometeico humano,
hurra por el desarrollo científico-técnico: el trabajo social,
racional, humano!
13.- De conformidad a como quedó dispuesta la relación de fuerza entre las distintas
fracciones del capital después de 1956, la más absoluta ley del tránsito societal (la cual
debe enunciarse de modo terminante), es que no puede haber cambio de sistema (del
capitalismo al comunismo), hasta tanto no se haya llevado a término el proceso completo
de automatización de la esfera económica (producción –departamento II-; consumo
–departamento I-, sobre todo el de orden colectivo: salud, vivienda, educación, recreación;
de modo análogo los sistemas de gestión -gobierno: superestructura- y de generación de
ideas -investigación científica- [formas de conciencia social]), como del ámbito
reproductivo maquinizado y tampoco si antes no se ha desarrollado totalmente la
dimensión de la inteligencia artificial (y el capitalismo monopólico financiero está a la
vanguardia del desarrollo de tales procesos); luego, esta sentencia, conclusión o tesis, es
teleoaxiológicamente muy seria para que pretenda ser rebatida con argumentos
sociológicos, politológicos o filosóficos, incluso de orden marxista (la amenaza de
ralentización e inclusive de atrofia sobre el proceso de desarrollo científico-técnico
proviene de la ideología antes de avanzada: el hedonismo poshumanista); solamente una
actitud desprendida de una posición intelectual de supina impertinencia, puede
contraponerse al aserto, cuando todo indica (las premisas están puestas), que el curso de la
vida es ese (“la recolonización de Africa se inicia con el asesinato de Gadafi”; ¡sea!; pero
ese forcejeo –agresión/resistencia- hace que ninguna de las dos posiciones –“Occidente-
Oriente”- se imponga, sino que se equilibren formando la ruta media por la que marcha la
historia); a este sino se opone la “declaración de principios” de los movimientos radicales
comunistas, ecologistas, culturalistas: en adelante, ninguno de éstos va a llegar por sí solos
siquiera a los gobiernos de los Estados (ese es el castigo a su soberbia, infatuación y
ceguera positivo-prospectiva), puesto que su conducta supuestamente progresista
contranatura, lo bloquea. Tanto sufrimiento de cada individuo (enfermedades, peleas,
accidentes), de los pueblos (colonizaciones, cruentas liberaciones), de la humanidad en
conjunto (incluso de los animales, de todo ser con sensibilidad) durante tanto “tiempo”
(creación de ciudades, guerras, migraciones, shows, escándalos; Toffler, en sus libros sobre
las Holas, hace una muy lúcida y detenida descripción de los avatares de la humanidad
pasada, camino del estado civilizado), ¿para qué? ¿Simplemente para buscar la felicidad,
para reciclar el hedonismo generación tras generación? (realizar la inmanencia de las
hormonas, los comandos del cerebro derecho; ¿para qué unos pendejos sometan a otros,
destruyan el medioambiente, se coman a otros animales -filé miñón- gocen, creen a los que
van a seguir haciendo lo mismo? ¡Molesta! –“las verdades duelen”-; pero todo es, en el
momento que es [Los valores indican aspiraciones superiores: el “deber ser” que estipula
que debe decidirse construir una nueva forma de convivencia ciudadana en diversidad y
armonía con la naturaleza, para alcanzar al buen vivir {postulado hedonista de la
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Constitución ecuatoriana del 2008; dicho sea al pasar, este proyecto es positivo en lo
inmediato, pero nocivo en los mediato y en el largo aliento humano} frente al “deber ser”
racional, prometeico, por el cual el ser humano realiza el designo intrínseco de la
propiedad de la inteligencia]). Se cree que hay un designio más hondo para la especie
humana, que por extensión dignifica al resto de seres, a la naturaleza y a la realidad misma
[Los evangélicos sostienen, que la ciencia establece una diferencia entre el ser humano y
los animales, pero que no sabe explicarla. La discrepancia entre los seres humanos y los
animales no reside en el hecho de que los primeros sean “una creación especial de Dios”
{o que posean el llamado “espíritu soplado por Dios como aliento de vida”}; esta
divergencia radica en la “gradación evolutiva”: sólo el ser humano cuenta con neocórtex,
en tanto es el ser animal que está en la cumbre evolutiva {en ella concluye el proceso de
transformación; en adelante, únicamente se plasma la potencia de la susodicha capa
neuronal: la creación mítica de Dios a imagen y semejanza del ser humano y su negación
con la producción artificial de sí mismo}]. La presencia de la humanidad y todos los
procesos buenos y malos, tienen sentido si la inteligencia, en el transcurso de 100 mil años
contados a partir del ardipitecus rámidus, triunfa sobre el “ser” al producir su
representación completa; solamente porque dicha perspectiva existe, se hace con sentido la
vida humana: del “Hijo de la Materia”, y la existencia en general, el resto no es nada más
que miseria. De no ser así, sería más probo acoger la visión religiosa cristiana de la vida, o
sea, aquella forma de plantearse la existencia, no supeditada al hedonismo (aunque la
Religión –en cuanto contrarazón- es una forma de hedonismo), sino a autoridades y a
designios ultramundanos, en la que no queda lugar para detentar un ápice de libertad.
14.- El siglo XXI es deleuziano: “pasaje de la ‘sociedad disciplinaria’ a la ‘sociedad de
control’” –dixit M. Foucault-: ¡no!, el futuro es marxista, comunista y la coyuntura es
socialdemócrata –ALBA, UNASUR, CELAC, MAGREB, BRICS, constituyen la prueba
(“está en marcha porque la necesidad lo impone, el ritmo a través del que lo hace, es el
lento” –Dr. A. Castillo B.)-; pero ésta –la coyuntura, la transición- es de todos modos una
forma provisional contradictoria: el sistema ha cambiado y no, se ha vuelto hermafrodita
funcional, GLBTI: tiene en su seno la determinación en despliegue de su porvenir (por
inseminación “artificial” proletaria en el gineceo de la “comunidad” burguesa) y conserva
plenamente establecida la condición material del modo de ser antagónico (el complejo
militar industrial y el mediático); es por eso que a esta realidad perentoria se la puede ver
en unos casos como un solo individuo (una mujer), en otros como dualidad del ser (la
misma mujer en estado de gravidez): el sistema ha cambiado, no obstante, no puede
hacerse el anuncio todavía a los cuatro vientos (el Papa ésta entre los miembros del
Cónclave en tanto éste se realiza: sólo falta que la elección [la CIA] diga su nombre),
mientras la automatización, la robotización, la inteligencia artificial sean procesos que no
han alcanzado todavía el concreto y el niño haya visto la luz; aun así la madre y todo el
séquito familiar (los pastorcillos, los tres reyes magos) se aprestan a ofrecer cuidados al
infante; a la “quinta pinta”: el último hijo, el Benjamín, el descendiente número 5 (el tan
odiado e increído comunismo: el “fantasma del ´comunismo´ ha sido muy rentable para
quienes lo crearon, porque ha permitido ocultar muchas realidades, obtener varias
ventajas”; pero ahora, con su realización efectiva, el comunismo está listo para hacer pagar
todas las fechorías al capital) está viniendo (hay acuerdo en que el proceso se
cierra/apertura en 40 años contados a partir del 2010 –Moravce, Wallerstein, Vinge), pues,
las multinacionales posmodernas (financieras, tecnológicas, holográficas) no solamente
son arpías que explotan y saquean activos ambientales (extractivismo), sino que
constituyen –de modo paralelo- el sujeto de la coyuntura que desarrolla la ciencia, la
técnica (los ordenadores y la red), y el conocimiento es la “mercancía” (última forma de)
en la que se dan de bruces y se anulan recíprocamente todas las contradicciones de la
producción capitalista, mientras que las formas de reproducción alternativas nacidas del
seno de la población (desconexión del sistema oficial), no solamente que son funcionales al
capital, sino que conforman el germen del futuro; las fuerzas productivas plenamente
desarrolladas y la nueva esfera de relaciones “sociales” se hallan dispuestas frente al
porvenir [Cuba y Venezuela se hallan detrás de los grandes cambios que se están dando en
América Latina y más allá. La senda abierta es de “socialismo moderado”, vía que no lo
admite el poder {se mofa: dice que carece de fundamento teórico de sustento; pero está
equivocada, puesto que, más bien: hay mucho condumio doctrinario estratégico de por
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medio} y la que para la izquierda desgraciadamente ultrista del “todo o nada”, le parece
neorevisionismo. “Poder popular”, “tránsito al socialismo por vía democrática”, “larga y
difícil lucha por el socialismo”, etc., fueron estrategias oportunistas en la época en que
fueron planteadas: cuando aún no se había afincado el efecto de transformación proletaria,
como tampoco el grado de desarrollo de las fuerzas productivas había llegado al punto en
el que empieza a demoler al capitalismo con la automatización, el desempleo y la
desconexión {software libre}; sin embargo, hoy es la ruta expedita].
15.- Si los dos extremos se hallan demoliéndose en conjunto (capital y trabajo: el primero
destroza al segundo con la automatización –ley de la tendencia decreciente de la tasa de
ganancia-; el segundo lo hizo con el primero al dejarlo herido de muerte con la espada de
la Revolución de Octubre –actuación de la voluntad-; si la historia no está del lado del
socialismo, ahora está en contra del capitalismo), no puede ninguno de ellos prevalecer
sobre el otro y ponerse de modo hegemónico al frente del proceso evolutivo en curso; la
vida se va por el medio; podría decirse, que el matrimonio homosexual, en el que los
hechos se han vuelto indeterminados (es aquí donde Heisenberg y sus áulicos tienen algún
sentido), es una de las expresiones sociológicas de esa nueva base [El capital se ha
desconcentrado (la superconcentración y centralización cupular es una de sus debilidades),
ha saltado al último sector económico clarkiano (servicios): no le queda otro al cual
avanzar, ha cubierto enteramente el planeta, ha llegado a su frontera física (se ha vuelto
coextensivo con el mundo –I. Wallerstein-; el “espacio” sideral no puede ser cooptado
“para sí” –el Cosmos no va a ser integrado al circuito de acumulación-, pues, el mismo es
para un “modo de ´producción´” diferente: para el comunismo), se halla en etapa de crisis
senil crónica (colapso de las democracias), amplios sectores se desconectan de él (también
por esta vía se estrecha más el mercado –E. Mandel-, sus fuentes de operación interna
–Lenin- se comprimen y la catástrofe sobreviene –R. Luxemburgo); el mundo, de bipolar,
se ha vuelto multipolar (S. Amín); la gran empresa no es la forma más eficiente para los
negocios (Chiavenato); el capital, en su versión de pequeña y mediana empresa, ha logrado
legitimarse al final de sus días; el proletariado se ha vuelto “clase en sí”, se ha
desconcentrado en múltiples “pequeños relatos” (sujetos): de género, GLBT, étnicos,
ecologistas, derechos humanos, generacionales, regionales -sic]); (Dicho de otro modo: el
sustento de la moderna farsa institucional conocida como democracia, está en aprietos: la
demanda efectiva se comprime cada vez más, el movimiento del capital es el responsable:
automatiza la producción para mantenerse en la carrera competitiva, con lo cual arremete
contra el trabajo [a principios del 2013 en el mundo “desarrollado”, en las grandes
empresas, se anuncian masivos despidos de trabajadores]; la reducción de la capacidad
adquisitiva de los perceptores de salarios y de la población en general, estrecha más el
mercado [y las vías de escape para la crisis: la tecnología –la última “revolución
tecnológica”- en cuanto mecanismo para generar ajustes salariales, se ha agotado, luego: es
difícil que se produzca una nueva onda]: la metamorfosis del capital no puede convertir en
monetaria la plusvalía real. El capital: o quiebra o bien se centraliza, pero de algún modo
sobrevive [aún muchos propietarios de medios de producción se proletarizan]; el problema
es para el trabajo que no tiene ahorros y no puede alcanzar empleo, sobre todo el sector
joven y el viejo. En la percepción del común, la Universidad es representada sólo como
entidad productora del recurso humano, vinculada a la ciencia y a la investigación que
requiere el aparato económico; se sostiene que las profesiones se hallan en grado de
saturación y que deben desaparecer muchas de ellas (pero no se es capaz de actuar creativa,
innovadoramente poniendo el reemplazo de lo que se suprime); la juventud se queda sin
profesión y sin trabajo: why?; porque se acerca cada vez más la hora de la clausura de la
“civilización del trabajo” y de su reemplazo por la “civilización del robot” (por tanto, otro
indicador de la fase de creciente evasión del escenario de los vivos en la que ha entrado el
capitalismo, es el hecho citado); pero, mientras tanto debería retomarse el concepto
primigenio de Universidad: como aquella entidad, en la que se insufla el pensamiento
universal a la juventud (magister dixie) y no solamente formar el talento humano (en la
actualidad se insiste tanto sobre la ideología relativa a la “excelencia” emparentada con la
virtud de la Universidad, sobre todo en el sector neocolonial, precisamente cuando esta
institucionalidad ha cumplido su papel, se ha agotado: se hace esfuerzos denodados de
drásticas transformaciones, que, en buen romance: son el preludio de su desaparición). Por
tanto, para el fárrago: ¿hay salida? ¡No! La solución está en voltear la tortilla de golpe:
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adiós a la burguesía. El capital ya ha cumplido su misión; las fuerzas productivas han
avanzado al concreto; debe la voluntad avenirse, con madurez, de manera valiente, lúcida,
a reestructurar la vida colectiva como en André Gorz: un órgano representativo de todo el
colectivo debe “pagar” a las personas [ciudadanos] por el simple hecho de existir y para
vivir). El trabajo, en su acepción abstracta: como trabajo en general, ha realizado también
su función: la hominización, camino de la “divinización”. La principal fricción estructural
de la crisis capitalista, es el paro: deconstruye la demanda efectiva y provoca anomia
social. Los iniciados no se aperciben, que la economía capitalista cambió tempranamente
en el siglo XVIII con la “revolución industrial”: el ingreso a competir de la fuerza
mecánica con la humana y a reemplazarla progresivamente; hasta esa fecha se manejan
herramientas (las fuerzas productivas lo constituyen el ser humano y las herramientas,
conjunto en el que la batuta se hallaba en manos humanas); a partir de esa fecha, las
fuerzas productivas materiales “despiertan” e imponen la tendencia a volverse aspecto
principal, más determinante y autónomo. El problema del desempleo se inicia
precisamente con el ingreso de la fuerza mecánica en el proceso de producción, y la
solución parcial desarrolla la cartera de emprendedores, hecho de incidencia estructural
permanente en la conformación de la oferta de productos transables, junto con la
competencia y la escala. Las clásicas políticas de empleo del stablishment han sido el
estímulo a la inversión y a la política del “financiamiento deficitario”; ninguna de las dos
medidas son en la actualidad efectivas: la inversión incrementa los activos productivos y
desplaza trabajo; la crisis fiscal impide insistir en ese tipo de programas; el trueque, la
sociedad de emprendedores constituye una salida reaccionaria en perspectiva; luego, la
solución es una cuestión histórica no de voluntad, de correlación de fuerzas o de técnica
económica. La humanidad desde 1700 debió prepararse para vivir en la etapa en la que el
trabajo humano debía totalmente ser proscrito, esto es, en el comunismo; por tanto, la
solución para el principal azote de la posmodernidad: el paro, está en dejar de trabajar (el
ocio para todos: la determinación concreta de los capitalistas puesta en dimensión
abstracta), el cambio de sistema.
16.- La región económica de la formación social socialista, instaurada en la ex URSS y en su
Bloque luego de los acontecimientos de 1917, se enfrentó a su límite histórico en 1956; en
esa fecha, la “civilización” supeditó a la “cultura”: sobre la calma se reerigió la “Tormenta
borrasca”; en realidad, la “emulación” devolvió el trono a la “competencia”. En un
determinado estado de las fuerzas productivas, la estructura económica asimétrica, las
tensiones intragenéricas, la postergación y sacrificio de amplios sectores sociales
constituye la condición “óptima” del progreso; ahora bien, la historia es sinónimo
terminante de progreso prometeico: de la forma material a través de la que se ontologiza la
propiedad de la inteligencia (la cual define la posición formal de la razón de ser de la
especie humana): fuerzas productivas (conocimiento, técnica y talento humano) siempre
renovadas (el acicate procede de las necesidades que se remozan permanentemente: las
fuerzas productivas “´desean´ siempre más”, como el placer –gula- en la psicología
humana) las cuales se reflejen en, e inducen el desarrollo de la conciencia, en su orden (en
la efímera presencia del socialismo el capital encontró la plataforma de relanzamiento del
proceso de mecanización rumbo hacia la automatización; merced ese hecho, la trabazón
bipolar del mundo se desbloqueó dándose lugar la apertura del momento transicional,
camino de la instauración de régimen “político” democovivencial [el capital demerita la
praxis del otro; sentencia que el socialismo fracasó; dicha declaratoria se la extiende a la
concepción científica proactiva del mundo: el comunismo {se pretende desvirtuar
ideológicamente el proyecto opuesto}, a la estrategia, a la práctica-; no obstante, las formas
civilizatorias efectivamente dadas en el planeta, son procesos como tales: ni buenos ni
malos, ni éxitos ni fracasos, sobre todo si al concepto se lo presenta con el móvil de
salvaguardar el material genético {“porque no existe creación de vida, sino tan sólo su
preservación” -sic], sino momentos constitutivos del movimiento humano –opciones,
modos de desarrollo-, alternativas –“tácticas”- que abre la propia historia al interior de su
curso –“estrategia”-, las cuales cumplen una función en ella y a través de las que toma
cuerpo progresivo la vida social}; pero, de la misma manera como el capitalismo no es del
todo un hecho de la vida, el socialismo no ha salido de ella: los dos procesos –se insiste-
coexisten en la coyuntura {como la sal: cloro y sodio por separado son tóxicos, no obstante
de consuno: cloruro de sodio…; el momento en curso: para la derecha “populismo radical”,
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para la izquierda “derechización del mundo” –dixit A. Cueva D.}], arman la platea en la
que el “Universo espiritual” se expande).
17.- Para principios de siglo XXI, todas las impugnaciones al capitalismo son ciertas y
contundentes, pero ¿por qué no cuajan y ejercen efecto de desalojo? Porque el sistema
todavía es objetivamente necesario (todo lo necesario es real y tiene derecho a existir -
Hegel). Cuando los intereses de la burguesía ya no concuerdan con los de la historia, ésta
está condenada a su extinción (la acumulación privada debe pasar a cumplir función
social). La ley de la correspondencia (es obvio: entre fuerzas productivas y relaciones de
producción) es tan fuerte, que pone las cosas en orden, sobre todo cuando en torno del
hecho toma nota un sector de la conciencia colectiva, la cual decide unirse a ese sentido en
forma coadyuvante. Si las nuevas generaciones, que heredan una realidad que fuera
producida con sacrifico en el pasado, no asumen con seriedad dicha heredad y pueden
fácilmente renegar de ella (pasó con Moisés: los pueblos también momentáneamente se
extravían; son los casos de la ex URSS, de China, de Albania, de Cuba) al sentirse tentados
por la esfera hedonista de la vida: la democracia, el mercado, la libertad in abstracto, el
consumismo, los juegos y las distracciones, interesándoles poco el saber que el acceso a
tales esferas es limitado y generador de disparidades: ¿qué se puede hacer frente a ello,
cuando se ve desplomarse tan fácilmente los productos del proceso anterior? Nothing! (con
el deceso de las generaciones, no sólo que mueren los pensamientos, sino que incluso
periclitan también, en ocasiones, los sistemas). Engels dice que las nuevas promociones
humanas echarán por la borda sistemas de creencias, costumbres, leyes, etc. (sentencia que
golpea fuertemente la aviesa intención de desatinados cristianos evangélicos, que
pretenden poner leyes para el presente y dejar amarrado con sus códigos el futuro; en
realidad, Los 10 Mandamientos dejan de ser ley, cuando desaparece el último modo de
producción clasista: el capitalismo) y se darán las propias en coherencia con la nueva
situación (Tradición, familia y propiedad. Dicho sea incidentalmente, la familia
monogámica es la institución más mezquina, en exceso egoísta que hay: el prototipo del
ethos individualista, pues, sólo se fija y lucha en y para sí misma, incluso sexualmente no
permite que los individuos enriquezcan su vida, con experiencias extramatrimoniales; la
“disolución unilateral del matrimonio” es una reforma al Código, que adelanta la crisis
–modelo agotado- de la familia monogámica, del patriarcado, del machismo, como
expresiones del creciente proceso de negación actual de la forma clasista de organización
humana [La mujer que ha pasado a ser su autoproveedora, puede dar un giro más en su
vida: merced al acto de simple inversión {ideológica} de sentido en la conciencia, es
posible que se supere la supeditación {cosificación} de sexo: ella elige entre los mozos al
que le atrae, le propone que haga su papel, ella goza y luego le descarta como un bazo
desechable: ha dejado de ser utilizada, un simple objeto, para pasar a utilizar, a ser sujeto:
de “objeto de placer” se ha vuelto, por un artificio de la mente, “sujeta de placer”]).
Empero, lo que no puede hacer la voluntad lo hace la historia: las fuerzas productivas
conducen por ventura el progreso: ellas “saben” por dónde deben llevar, sin conciencia,
“con intención”, al mundo. “Los pueblos que no conocen la historia son tontos”, aseveró
una anciana rusa al ver cómo, en ánimo de rechazar a los capitostes del socialimperialismo
soviético fracasado, destruían la estatua de Sverdlovsk. Esta actuación apoya al capital por
el momento, pero las fuerzas productivas que por coerción para la acumulación debe el
capital desarrollar, se le oponen, lo sacan de la historia. Fe ciega en la verdadera “mano
invisible”, en el “orden espontáneo” que lleva al monopolio, a la “lucha de clases”, dado
por la acción de múltiples inteligencias, cuya función vectorial resultante es siempre
progresiva; motor de la evolución del espíritu, previa ontologización de la idea que crea
satisfactores para necesidades y soluciones para problemas. Por tanto,
en la lucha entre el hedonismo neosocialista ecléctico (“alteridad”, “otredad”
todoroviana: posición ecléctica neoconservadora posmoderna, diferente a la noción
moderna de “sincretismo”, que expresa la síntesis como hecho nuevo que surge
necesariamente de la fusión) y el “neoliberalismo” que en estos precisos momentos se
lleva adelante en el mundo con diferentes disfraces: la tentación, una vez que la línea
histórica está nítidamente trazada (en verdad, siempre lo estuvo: el proletariado lo
remarcó definitivamente con sus luchas tradeunionistas –mejorar sus condiciones de
vida-, políticas –Revolución de Octubre- y gestoras -el ensayo socialista 1917-1956) la
cual se realiza precisamente a través de esos actores y esa lucha, es dar la espalda,
37

ponerse al margen de los cuasi cruentos hechos, pues, tanto el apoyo unilateral como al
conjunto del contradictorio proceso o su oposición es una conducta ralentizante para la
historia. No es el capital financiero la forma superior negativa de la economía de la
época, la que debe ser suprimida a priori. Si un órgano suyo no fuese necesario,
según las cláusulas del determinismo puro, el sistema lo rechazaría. El capital
financiero: la forma absoluta transfigurada del “valor” (trabajo traducido en
substancia monetaria, que se mueve por sí misma, gira en sí misma y que se
establece por sí misma), tiene como propósito dar los últimos toques a la fase
superior y última de desarrollo de las fuerzas productivas: la producción de la
fuerza inteligente, de la que se separa el trabajo humano y en la que se establece
“de una vez y para siempre” la autonomía del proceso de producción de bienes y
servicios para el sostén humano; pero, sobre todo: momento en que quedan
puestas las premisas del proceso de desarrollo de la conciencia. Ahora bien,
mientras se produce la inflexión, en algo debe entretenerse la generación joven
“que se ha elevado a la comprensión del movimiento general del mundo”: asistir
políticamente a ese proceso de cambio. El ajetreo se produce en penumbra, a
espaldas de la percepción. El ser humano ciego (tanteando: “el ser humano construye
su destino”, “proceso en permanente construcción” –sic-, la “mano invisible armoniza y
activa el progreso en equilibrio dinámico” –sic-: el capital financiero global desarrolla la
ciencia y la técnica), por simple coincidencia, “con suerte”, va por el camino correcto, sin
conciencia.
18.- De igual modo que Newton no necesitó de “estimulación temprana”, de “mentefactos” o
del método “tunning”, de Omega G, para producir el modelo de la Mecánica Clásica, Lenin
tampoco requirió del laureado FODA (plagio del propio método de Lenin), para formular,
hacer y obtener el triunfo revolucionario en Octubre; con la famosa PES, el “lluvia de
ideas”, las “políticas caníbales”, la “logística”, la competitividad, la calidad, la excelencia,
el cero defectos, la sala de negociaciones, etc., se propende crear condiciones de cambio
voluntarista cuantitativo en la realidad, forzosamente cuanto ésta todavía no está madura
(actuar proactivamente se dice sobre esta conducta en la esfera de los negocios). En sentido
de la herencia del paso por la historia del proletariado (filosofía, estrategia, revolución,
ensayo socialista exitoso en la ex URSS de Lenin-Stalin y el Campo, Cuba y el intento
chino de los primeros años), en el planeta se yerguen movimientos político-revolucionarios
que mantienen intenso trabajo conducente a realizar la revolución proletaria y “construir el
socialismo”; estas agrupaciones van desde el marxismoleninismo, los comunistas, los
socialistas y los guerrilleros (el marxismoleninismo, a consecuencia del colosal cambio
dado en la estructura social por efecto del desarrollo de las fuerzas productivas materiales,
la actuación del proletariado y de los distintos frentes sociales anticapitalistas en el planeta
entero, se halla a espaldas de la realidad; su condición puede expresarse del modo
siguiente: “atolladero existencialista en el que se encuentra aherrojado el
marxismoleninismo ortodoxo” -la revolución siempre en espera); en verdad, para entender
los hechos en curso debe evadirse el esquema de conclusiones y de la estructura normativa
del marxismo clásico, precisamente para poder actuar al interior de las coordenadas del
marxismo; mientras tanto la realidad habrá completado su cambio colocando
definitivamente atrás de sí al capitalismo, ahora como efecto del desarrollo de sus
contradicciones internas con la asistencia de la acción política del nuevo sujeto histórico: el
subversivo/intelectual/popular [Del fordismo al toyotismo; de la administración científica a
la estratégica {dicho sea de modo incidental: la administración es la disciplina teórica y
práctica, que expresa más vivamente el agotamiento de las fases de acumulación del
capital, mientras que cada paradigma nuevo –científico, psicológico, sistémico,
contingencial- desbloquea la crisis capitalista con medidas que maximizan y totalizan la
explotación del trabajo: como fuerza, como inteligencia y como sensitividad –“cero
defectos”; reingenierías corporal, mental y emocional}; de la mecánica a la
automatización: la producción se desmaterializa, miniaturiza, microniza, adquiere
preeminencia el talento humano, el conocimiento. Las grandes líneas de montaje se
desconcentran por componentes del producto; se segmentan los sindicatos, su amplitud y
su fuerza se limita; las máquinas reemplazan al trabajo. Hasta hace poco, las máquinas, al
igual que las herramientas, requerían del concurso humano para su operación {el recurso
humano calificado egresado de las politécnicas le era necesario al capital}; hoy, con la
automatización inteligente el obrero se ha vuelto prescindible {lo mismo que la
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Universidad en su versión profesionalizante}. En su devenir, el capital mata al trabajo y se
socaba a sí mismo; las fuerzas productivas se vuelven revolucionarias: deshacen al sistema
de mercado burgués y catapultan al ser humano a grados superiores de racionalidad
{nanotecnología, nube informática, inteligencia artificial,…}. El 1970, mutatis mutandis,
el proceso de producción produjo el salto más fenomenal que conoce la historia desde el
aparecimiento del primer tosco instrumento, del paleo y del neolítico, del uso de los
mentales y del ingreso de la fuerza mecánica en el siglo XVIII: la actividad social
productora de riqueza se volvió intensiva, cualitativa y creativa, cedió el paso a la
automatización, a la robotización; es el momento en que llega a término la “era de las
revoluciones proletarias, la dictadura del proletariado y la construcción socialista” y pasa a
enseñorearse la fase en la que los movimientos antisistema concretan la herencia proletaria
mediante el ensayo intermitente de luchas de baja intensidad desperdigadas por todo el
planeta]. Según la perspectiva abierta, estas anotaciones reestructuran el concepto: se
piensa que el nuevo sujeto histórico es la subversión de todo orden; por tanto, la categoría
“subversivo” está bastante ampliada: lo integran el proletariado clásico (sus restos), los
guerrilleros, los “terroristas” y los teóricos marxistas radicales militantes; del mismo modo
se procede con la de “intelectuales”, en sentido gramsciano parcialmente divergente
(posición estructural que dirige y torna racional la vida; no obstante, la que es más
prescindible que la modesta profesión económica liberal: el agricultor, el carpintero, el
albañil, el arquitecto, el médico, etc.): lo conforman todos quienes cuestionan al sistema
(García Márquez, Saramago, Galeano, Chomsky, Petras, Mailer, H. Dietrich, Pérez
Esquivel, N. Klein, S. George, D. Guerrero, M. Zizek, M. Moore, E. Golinger, S. Hessel,
R. Báez, P. Córdova, los Economistas aterrados, J. Assange, J. Gestoso), los que se hallan
en los gobiernos progresistas, quienes proponen modelos de política alternativos al
neoconservador (Castro, Chávez, Lugo, Ortega, Morales, Fernández de K.); y, también se
lo hace con la categoría “ciudadanía” (en términos gramscianos y oficiales: “sociedad
civil”): lo componen los movimientos sociales (FSM), políticos (“Mas de 800 Intelectuales
por el equilibrio del mundo”), de las reivindicaciones sectoriales (de género, ecologistas –
Green Peace-, étnicos, Los Indignados) y la población descontenta movilizada
espontáneamente, “sin dirección” (sic), en rebeldía. No obstante, ninguna de las poderosas
fuerzas que se enfrentan hoy en la arena mundial tienen la capacidad suficiente para
imponer su designio en la historia: el capital por haber ingresado en la senda sin retorno de
la “crisis”; la subversión, porque no tiene el carácter de verdadero “sujeto histórico”
modelado por la teoría revolucionaria, que pueda reeditar el proceso seguido en Octubre de
1917.
19.- En el seno del principal actor “trinitario” global del cambio (subversivo, intelectual,
popular: cuestión política, cuestión ideológica, cuestión económica) actúa de modo
históricamente cinético una nueva “troica” ciudadana: la inteligencia que desarrolla la
ciencia y la técnica (continuum modernidad), la juventud (la “posmodernidad”) y la mujer
(contrahegemonía: “globofeninidad”; a propósito, como ya se ha dicho: en el momento en
el que la mujer pasa a ser la proveedora de sí misma –y de su prole- empieza su liberación,
y esa nueva fase de su vida es producto del movimiento material: de leyes económicas, de
determinaciones materiales que se mueven [empero, las mujeres –sus lideresas- creen que
su problema es cultural, como cuando una persona dice que repone energía en la
alimentación, siendo, en realidad, que se reabastece de materia –éste y otros {intuición,
subconsciente}, son vicios semánticos perennes en la vida subjetiva]): la primera es la
mente que recibe el influjo modelador de la vida del movimiento de las fuerzas productivas
y que está convertida en agente de ese desarrollo, la segunda que desconoce la ortodoxia y
se lo contrapone, y la tercera que, desde el interior de las dos primeras, propende su
“liberación”, esto es, asumir el estilo de vida de Occidente; la transición (mutatis
mutandis: 1956-2050) es el preludio del ingreso del flujo humano por una calzada
incruenta, a la manera cómo discurre maravillosamente el tránsito de la fase de la
“Tormenta Borrasca” mediante un diálogo de acordes instrumentales magníficos (de
violines, de flautas, del Cormo, de la percusión), de pureza transparente, hacia la “Calma”:
el retorno a la armonía perdida y anhelada, en el transcurso del Cuarto al Quinto
movimientos de la majestuosa, de la límpida Sexta Sinfonía “Pastoral” del siempre gran
Beethoven, pues, no se trata de una simple puesta en vigencia de la misma base de la
cotidianidad, sino del renunciamiento (tanto en el plano material como en el espiritual) a
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ella y de un tortuoso avenirse a aceptar y plasmar en paralelo, la nueva; es el otro
“régimen”, el que substituye al bastardo, adúltero, sofístico, acomodaticio, denominado
“democracia” (sistema que nació muerto: en la Grecia esclavista de patricios –holgazanes-,
plebeyos –trabajadores autónomos- e ilotas -esclavos), que es propio de los sistemas
clasistas, al mismo lo reemplaza la “humanocovivencia”: forma que lo supera y lo niega
(humano: seres humanos de manera indivisa; covivencia: que solamente cohabitan el
planeta, el sistema solar, la nebulosa, el Universo, abastecidos por la mecánica inteligente
–ausencia de división del trabajo, de propiedad, de trabajo, de gobierno-, seres
cohesionados por la dependencia –cordón umbilical- a ese orden de provisión y con la
mente puesta en la producción de la razón absoluta; en suma: seres que colaboran para el
usufructo del “trabajo coagulado”, en el desarrollo del pensamiento y que progresivamente
se autocomprehenden en el concepto).
20.- Antes del posicionamiento del marxismo en las historia, de la Revolución de Octubre y
de la experiencia socialista de la ex URSS, en la etapa competitiva el capital
parsimoniosamente sobre los hombros del movimiento autónomo de las fuerzas
productivas (el motor, en esta fase, fue la contradicción natural: la competencia en el seno
del capital); luego de esos sucesos, los procesos de mecanización se han acelerado
impresionantemente, reforzando la ruta hacia el comunismo. Las formas antagónicas de la
humanidad, no terminan con la revolución, sino al llegar la especie a determinado grado de
desarrollo de las fuerzas productivas (condiciones objetivas puestas por las condiciones
subjetivas inherentes a la Revolución de Octubre, a la dictadura del proletariado y al
ensayo socialista de Lenin-Stalin, e incluso a la mascarada “socialista” Jruschov-
Gorbachov hasta Yeltsin): la automatización, la robotización, la IA, y a niveles muy
elevados de racionalidad genérica (el capitalismo esta desahuciado: ha cumplido en lo
fundamental su misión histórica; pero, en tanto vive -se sostiene en seres humanos y en
instituciones que soportan la voluntad de la conciencia que expresa la aspiración de ayer-,
todavía la vida le da algo en qué ocuparse, qué hacer, y esta tarea es presentarse como
“capitalismo popular”) [Ahora bien, el valor procede del trabajo y los valores de uso de la
naturaleza (considerado a uno de sus productores: el propio ser humano, como un ser
todavía pegado a la naturaleza, contrario sensu de quienes promueven la tesis de la
“reintegración del ser humano a la naturaleza”) y de las máquinas; en el capitalismo el
valor proviene del trabajo, otros bienes transables de la naturaleza y los outputs de la
operación de máquinas en los procesos completamente automatizados (“La era de los
derechos” {N. Bobbio} supedita a la de las “obligaciones”, por cuanto las generaciones
pasadas han trabajado y avanza la era de la mecánica automatizada); que la utilidad no
provenga del todo del trabajo (incluso en el intercambio mercantil: subsunción formal del
trabajo al capital), demuestra que el modo de producción está cambiando y cuando el
trabajo ya no genere valor (haya dejado de cambiarse por capital y producir plusvalía, esto
es, de desenvolverse como “trabajo productivo”), es por cuanto otro estadio histórico vive
la humanidad] [En sentido teórico: contradicción preclasista S-O; contradicción clasista S-
S {antinomia secundaria S-O}; contradicción posclasista S-“S” {robot sapiens; antinomia
secundaria materialismo-idealismo: mientras no impere todavía la racionalidad –atributo
que depende de las fuerzas productivas, es decir, del comportamiento de la propia
inteligencia colectiva- la contradicción se impone como condición para que la humanidad
siga viva, adelante}; contradicción en el posthumano S-O {pensar-ser}; resolución de la
contradicción: cierre del proceso; finalmente, desarrollo progresivo humano efecto de
realización de la razón y la voluntad: fuerza natural, fuerza de trabajo, fuerza de venta,
fuerza de deseo, fuerza de pensamiento].
21.- Comunismo: “movimiento real, que anula y supera la realidad vigente” (K. Marx). Esta
forma superior de configuración humana, no es el resultado del acto mezquino,
simplemente voluntario, ético, perurgido por el sentimiento pequeñoburgués “de buen
corazón”, de quitar a los ricos para dar a los pobres; constituye, por el contrario, la
conducta racional que sigue el desplazamiento objetivo, regular, de la vida (históricamente,
la distribución previa: acumulación originaria, que ubica a los individuos en los distintos
planos de la estructura, que define su rol), en el cual el proceso histórico-natural equilibra
la sociedad: se suprime en conjunto riqueza y pobreza, y se funda una nueva “comunidad”
–humanidad- basada en principios de justificación objetivos: la explotación demostrada en
variables reales (la “ley del valor” tiene el propósito de mostrar en cifras la exacción, esto
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es, el origen y los mecanismos de reproducción del capital), o sea, explicar científicamente
el sistema capitalista, para inhibirse de recurrir a argumentos ideológicos (los de la
Ilustración –Santiago Alba Rico) a efecto de recusarlo, como para tornar factible la
estrategia revolucionaria; tampoco es el proyecto de fundar una sociedad de mendigos o de
igualar a todos en el nivel material más bajo, como suele aseverar tendenciosamente cierto
sector de la intelligentzia burguesa; es el proceso mental, más bien, que guía a la voluntad
de modo maduro y racional, por medio del que se comprende la marcha prometeica
histórica en condiciones de recíproco apoyo, para que en ese desarrollo intervenga la
“sociedad” y sea beneficiaria equilibrada de dicho progreso, mientras el género se impulsa
cada vez más hacia adelante; transformación cualitativa a darse (dada), pero sobre el orden
de la antinomia social superada, expresión de la ley natural, de la histórica, de la
estocástica, de la: de la animalidad –es el salto del Reino de la Necesidad al Reino de la
Libertad, como dice el extraordinario “viejo” Engels-, por propia mano humana, de modo
consciente. Se debe al hecho descrito, que al iniciar el segundo decenio del silgo XXI ya
no se puede hablar en términos geopolíticos de “equilibrio de fuerzas en el mundo” con la
emergencia de los BRICS o de la CELAC, pues, la historia se ha inclinado sobre su lado
venidero: precisamente el Siglo XXI es la centuria de las nuevas luces, de la “nueva era”
-sic-. Un revolucionario: Comandante Fidel Castro (como ya antes se precipitaron a
hacerlos otros: el neogramscismo y el neomarxismo, sobre todo) expuso con fundamento la
novedad: “en el siglo XXI la batalla política se librará y resolverá en el campo de las ideas,
no en el de las armas”; perfecto, pero, inmediatamente surge la pregunta: ¿a qué se debe el
cambio de frente en los pertrechos?; la historia de la lucha de clases es el presupuesto,
lucha acelerada colosalmente en la forma humana burguesa, en la que emergió el
proletariado, la revolución socialista, el socialismo y el frenético desarrollo de las fuerzas
productivas, que prácticamente ha puesto al trabajo fuera de la historia. {El problema de la
“transformación de valores en precios” [Marx (poner a tono la esencia de la realidad con
cómo ésta se presenta en la percepción, requiere quizá de la imaginación, y la imaginación
es la dialéctica)]: es posible que se necesite aplicar la matemática de las “Cuerdas” para
zanjar dicha molestia. La dificultad lógica de comprensión-explicación-derivación de un
“problema” de conocimiento, no suprime la existencia de la realidad [por los síntomas se
percibe un problema; si éstos persisten, el problema es y se mantiene]. El pensamiento que
alumbra la acción transformadora de la existencia no se reinstituye en la idea de la vida
pasada, pues, debe tener su propia personalidad. El socialismo [definido en sentido
marxista] es incompatible con el “Estado de Derecho” [esta “empatía” lo planteo el
“socialismo democrático”]. Lo que propone el Socialismo del Siglo XXI, de ningún modo
es socialismo: solamente constituye una agenda burguesa de mercado regulado, la que
necesita contar con el régimen: “Estado de Derecho”, con lo cual se sigue estando en el
mismo modo de producción y en el hedonismo contrafuturo [empero, el futuro del ser
humano es “celestial”; para alcanzar dicho status, se requiere de fuerzas productivas en
crecimiento “ad infinitum”; modernidad, sin embargo, no necesariamente capitalista]}.
22.- Cambio climático, contaminación, capa de ozono, “escasez” de recursos, extinción del
50% de la fauna presumible en los 50 años próximos, etc.; tiene visos de verdad ese
cúmulo de evidencias catastrofistas generadas en la historia por la fase hiperprometeica de
ella: la capitalista, por un sector humano suyo: la clase burguesa, sometida a un ley: la
acumulación (condicionamiento que relativiza la responsabilidad entrópica de dicho sector,
pues, el capital es el agente de la historia que expresa más nítidamente la forma
forzosamente cíclica de la evolución natural: los amos del mundo son marionetas de
designios puestos por el mercado e “…instrumentos …[cuasi ciegos]… del determinismo
…[ de sus fuerzas]…” –S. George: Informe Lugano), pero una mirada diferente al mismo
hecho advierte que el ser humano está perurgido, al llegar a una determinada fase de su
desarrollo, a tomar el potro de la naturaleza y a entrar a conducirlo, pues, ha llegado la hora
de demostrar, que el género tiene la preparación científico-técnica para expresar que ha
saltado a un nuevo peldaño de libertad y que es capaz de imponer su sello en el orden
social y natural; en relación con el tema, en una película se escucha decir: “Marte está bien
sin humanos… ¿en qué cambiaría un mercado, un oleoducto?...”. En verdad, a la materia le
importa un bledo la humanidad (como al capital –al burgués- los seres que no integran la
categoría “recurso humano” y/o en la de la demanda; en España, en Sevilla, las
inmobiliarias prefieren mantener deshabitadas las viviendas antes que permitir su uso por
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familias que viven y deambulan en y por las calles –esta actitud del capital es monstruosa,
no obstante puesta en otros frentes es la de un adalid): pues, puede destruirla y volverla a
crear de nuevo, desde el principio (un político ecuatoriano: Velasco Ibarra, al promediar el
siglo XX, “intuyó” el caso: extrañamente dijo que él había sido creado por la Providencia
para colaborar en la misión de sacar de consuno a la naturaleza y a la humanidad del caos
al orden -Cueva, Agustín. El proceso de dominación política en el Ecuador). Progreso:
“proceso de comprensión más profunda de la verdad” (de la esencia, del sentido de la
materia, de su estructura, de su modo de ser; movimiento en el que se incluye la historia y
la forma en que la mente procede para producir la conciencia). El proceso natural ha sido
puesto en idea por las ciencias naturales, actividad promovida directa o indirectamente por
el desarrollo de las fuerzas productivas, sobre todo (por la competencia, por la
modernidad) en la época capitalista; el proceso social (humano) ha avanzado a través de la
operación de las contradicciones ser humano/naturaleza y ser humano/ser humano,
antinomias esenciales en la promoción de la ciencia y de la técnica; el proceso de
formulación del conocimiento total se halla en marcha, en el que, a más de las antinomias
citadas, se incluye la contradicción filosófica idealismo/materialismo, pero, sobre todo, la
contradicción final que debe entrar a operar de modo absoluto en la etapa de la existencia
de la razón: la antinomia entre ser y pensar (el cruce que produce la realización de tal
contraposición instaura el momento de interpenetración e identificación recíproca entre
materia y movimiento, en el que el criterio de la “síntesis superior” hegeliana no procede,
puesto que realidad e idea simplemente se comprehenden).
23.- En los esquemas de reproducción de Marx no se tiene en cuenta la variable ambiental
(progreso ad infinitum: “espíritu indomable que debe someter la naturaleza en la búsqueda
de su autorrealización”, lo cual conduce a reivindicar “tanto la tecnología, como la
creatividad y liberación de las ataduras religiosas”); posición –se dice- coincidente con el
espíritu del mito de Prometeo de Esquilo (la ciencia y la técnica -la inteligencia- tendrían
para Marx capacidad ilimitada -dígase al pasar, que la tecnología permite reciclar, producir
o encontrar sucedáneos para recursos no renovables: con la tecnología, todo se vuelve
renovable [la tecnología puede solucionar todos los problemas {a excepción de los
políticos, por supuesto}; con la tecnología {inteligencia convertida en conocimientos;
conocimientos convertidos en métodos, en instrumentos, en procesos de producción}, se
vuelve todo posible {dicho sea, sin que mínimamente importe el ruido de voces
anatemizadoras sobre el aserto, cuando el mismo es verdadero}]; pero primero el
capitalismo salvaje torna no renovables a los “recursos” renovables [las existencias de
peses en el mar, por ejemplo, se han reducido: Japón, EU, la UE sobre todo son los
responsables {expectativa frente a la suerte de la UE, que es lo mismo que decir, del
capital monopólico que ha hecho en dicha Zona su asiento principal; si cae el capital, lo
hace esa clase dominante y se abre oportunidades para el pueblo)} –“… si se sigue así, en
pocos años los ricos tampoco tendrán nada”: dixit María Damonaki]), que no prevé los
posibles límites físicos al desarrollo económico, es por eso que dio tratamiento indistinto a
recursos renovables y no renovables, pero Marx trabajaba mediante una metodología por
aproximaciones sucesivas (“el universo plural del método marxiano”); los estudiosos
(Zarrilli, A. Naturaleza y sociedad en el marxismo) afirman que “las empresas capitalistas
desplazan en la sociedad, el espacio o en el tiempo sus costos” (no obstante, trasladan
también riqueza; en coherencia, la nueva forma humana será la encargada de subsanar las
fricciones heredadas por el capitalismo, su clase y la empresa monopólica [si bien la
Amazonía, por ejemplo, aún muestran las huellas de la contaminación, el petróleo ha
promovido el desarrollo civilizatorio]; el propio capitalismo ha generado los presupuestos
para esa remediación: utiliza la naturaleza para el desarrollo material y ese mismo status
permite hacer uso racional de ella, pues, será difícil alcanzar la ansiada armonía con la
naturaleza sin desarrollo técnico –el obstáculo es la pervivencia del proceso de
acumulación capitalista más allá de su frontera histórica necesaria) [Pero Marx sostiene,
que “desde el punto de vista de una formación económico-social superior, la propiedad
privada del planeta en manos de individuos asilados parecería tan absurda como la
propiedad privada de un ser humano sobre su semejante. Ni la sociedad en su conjunto, ni
la nación ni todas las sociedades que coexistan en un momento dado, son propietarias de la
tierra”; en esa forma humana ya no habrá propiedad privada de la tierra: los individuos
“sólo son sus poseedores, sus usufructuarios, y deberán dejarla mejorada, como boni patres
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familias, a las generaciones venideras”]; se afirma además, que las empresas se apropian de
los beneficios (pero del proceso –y sobre todo- se desprenden beneficios también para la
historia: esto es lo que no ven, en cambio, los marxistas impugnadores del marxismo no
ecológico); arguyen paralelamente, que el marxismo reflexiona en sentido filosófico en vez
de considerar la disponibilidad de recursos y su asignación intergeneracional (empero, la
limitada oferta de recursos efecto del sobreuso y de su mala utilización se supera con la
técnica –con la micronización, p. e.-, con la reducción en curso por motivos “culturales”
del tamaño de la población, con la reutilización y creación de recursos y con su ampliación,
al conquistar el Universo; por su parte, la asignación intergeneracional –a partir de la
doctrina del Materialismo Histórico- está asociada directamente con la modificación de la
formación social: con la supresión del sistema capitalista se eliminan los gastos inútiles
–muchas “necesidades” se suprimirán-, se modestizará el estándar de vida, se optimizará y
maximizará el uso de la materia que es substrato del valor de uso –contenido natural del
producto-; en adelante: ni agotamiento de recursos, ni contaminación, ni precios [La
doctrina marxista franquea la valla positivista; es mucho más, que un elemental “relato”
posmodernista, descripcionista, naturalista, de índole dithleyano; responde, en realidad, a
una posición de racionalidad objetiva supeditada al interés de transformación. Marx se
preocupó por conferir fundamento objetivo a sus formulaciones: penetró en la humanidad
como “objeto de conocimiento” {en cuanto “cosa” sui géneris, en sentido durkheiniano};
consiguió identificar los aspectos estructurales centrales de ella: sus invariantes, las
constantes, el patrón: las fuerzas productivas y las relaciones de producción, en tanto pareja
de principios que permite entender y explicar el hecho humano: producir su conocimiento;
en efecto, la identificación de las relaciones entre estas variables, indicó la regularidad del
proceso histórico: las leyes de estructuración, movimiento y cambio de la entidad humana;
progresividad dada en gradaciones, en estadios. Esta postura dio paso, fue permeable a
otra: a la posibilidad del ensayo predictivo y, consecuentemente: a la acción proactiva {la
ética encontró su correlato ontológico de factibilidad, de ruptura con la fatalidad}].
24.- 1848, 1917, 1970, son los momentos cuando el rechazo al capitalismo se vuelve
necesario, justificable (de un modo de producción, que se sabe que dio sus primeros vuelos
en el siglo XI en Florencia, lugar en el que el primer ser humano fue contratado por otro
para que trabaje para él por un salario, convirtiéndose la forma económica mercantil simple
en mercantil capitalista, al ser transformado también el trabajo en mercancía –Marx,
Catherine Colliot-Thélene-, sistema que tiene, por tanto, a su haber casi 10 siglos de
existencia), puesto que el ser humano (un segmento de él: la intelligentzia pertinente
marxista) llega a entender, que el desarrollo de las fuerzas productivas (progreso humano)
puede llevarse a cabo –continuum- de modo racional, proporcional, planificado, sin que
una minúscula fracción humana –como sujeto portador del sino del desarrollo prometeico
material- perjudique a la mayoría: se pase a coexistir en paz, en “libertad” y
diligentemente. El terrorismo informático (el arma más letal creada por el propio
capitalismo que puede volverse en su contra) puede destrozar al capitalismo: a la economía
especulativa de papel, al sistema de “derivados financieros”, a las operaciones en bolsa (un
nuevo inicio de guerra –Tercera Guerra Mundial- precipitará el hundimiento definitivo de
EU, del capitalismo); esta conspiración: ¿puede ser letal para la civilización, para la
histórica; sería capaz de lesionar permanentemente a la humanidad, de modo que ésta
pierda su camino?; como están dadas las cosas: ¡no! (ellos mismos han dicho: es mejor
eliminar a unos pocos para salvar a muchos); pues, 1) existe ya una base material
“industrial” científico-técnica que opera incluso en forma automatizada, 2) el konwhow se
halla entronizado en la mente y en el cuerpo de los núcleos básicos de la sociedad, 3) la
tradición moderna de trabajo atiborra el “´inconsciente´ colectivo”: se ha apoderado de la
historia, y, 4) el saber, el cómo hacer, que sostenga el continuum acicateado por la
necesidad de sobrevivir y por la conciencia, por la voluntad superior de ser, se hallan
documentados en el sistema tradicional de dispositivos impresos, como en el electrónico;
de lo cual se infiere, que la humanidad puede seguir adelante, crecer, por la ruta correcta,
necesaria, en tanto realiza su inmanencia: la inteligencia (alguna vez un psicólogo
manifestó, que si las generaciones que rebasen los 12 años desaparecieran, la humanidad
volvería a las cavernas; ahora bien, actualmente ese peligro supuesto, ha dejado de ser
verdad). Sin embargo, que la humanidad llegue al comunismo, si bien es una proeza, no
constituye mérito relevante todavía, pues, de allí arranca la verdadera vida (Marx dice:
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termina la prehistoria y comienza la historia). A consecuencia, que no se arribe ni siquiera
al comunismo, convierte a la vida humana en una estupidez (“como los pájaros que comen,
cantan y vuelan –se reproducen- hasta que mueren”). Después del comunismo: ¿qué?
(¿para qué?). Es la pregunta apropiada. La respuesta es: da inicio el tránsito hacia la
“divinización” (de la hominización –A. Leontiev- a la divinización): es el reto máximo, que
desafía a la inteligencia (para ser consciente en forma total: completar la obra); el rumbo
de la naturaleza coincide –en el caso del ser humano- con el que descubre y asume “para
sí”, el status de racionalidad axiológica superior; el desarrollo espiritual (y toda forma de
desarrollo) concluye al instalarse la estructura-comunidad (comunismo) en la historia, en
su interior y en una fase muy avanzada de evolución de ésta, esto es, al alcanzar la especie
el “saber absoluto” y el Universo: demostrar su viabilidad, realizar su optimidad, mirarse
en el espejo de la conciencia humana: reconocerse y reafirmarse.
25.- En la actitud promotora de la libertad humana (conciencia), el enfoque materialista
filosófico se ve compelido a negar la determinación de la regularidad histórica y a plantear
la tesis diversionista de los múltiples horizontes para la vida racional. La aseveración
rayana, de que el futuro para el ser humano no está escrito (la tesis de los “varios
futuros” o la de que el “ser humano ´construye´ su futuro”), formulada en nombre de la
existencia de una supuesta condición originaria de “libre albedrío” (Marcuse, Foucault,
Deleuze, Benjamín, Baudrillard, Bordeau, Echeverría, Bobbio, O´Donnel, Appel, Gintis,
Giroux, Lechner, Wattari, de Sousa Santos, Morín, Laclau, Jameson, Kohen,
Habermas; neogramscismo, neomarxismo, posmarxismo, trotskismo), es un mito. Ha
llegado la hora de refutarla, para lo cual no se apela a la perspectiva escatológica, sino a la
de orden materialista marxistaleninista, sobre todo con el concurso de argumentos
escuetos, objetivos: la propiedad básica de cada especie predefine su ser, en el ser humano,
ese dispositivo es el neocórtex: y ¡basta! El ser humano es un ser de la naturaleza,
producido y puesto por ella en la vida; como otros seres, debe cumplir un papel
(“conocer y dominar a la naturaleza” –K. Marx: Los grundrisse); el futuro, por
ejemplo, de un pequeño león que ha nacido, está inscrito en sus genes; en todo ser que
tiene genes, especialmente, su “suerte está echada”: formar parte de la compleja trama
de la existencia, cuyo equilibrio requiere de su aprovechamiento mutuo (sacrificio o
simbiosis); el ser humano, hasta el advenimiento del Marxismo (“sociedad del
conocimiento”), no se diferenciaba mucho del resto de animales y de su rol en la
naturaleza, impuesto por ella; es la conciencia política y científica (filosófica), la que
hace evidente la divergencia esencial del ser humano (de la clase superior: la proletaria)
respecto de otros seres; discrepancia, que está determinada, también genéticamente: el
ser humano dispone –de modo privativo- de neuronas de la asociación (materia más
altamente evolucionada y especializada), de la propiedad de la inteligencia, debido a la
cual el futuro queda determinado, escrito también para el ser humano: producir la
conciencia (información filosóficamente sistémica; materia más altamente organizada
en movimiento -Shojorova), la autoconciencia y la conciencia del Universo. Es el
momento, entonces, en que empieza por cumplirse la premonición de Kant: “Kant
formalizará esta tradición moderna e ilustrada cuando sostiene que nuestra divinidad, que
es nuestra autonomía y nuestra capacidad de autodeterminación, consiste en que somos
seres de fines, que no podemos ser utilizados como medios y que no tenemos precio”
(Gregorio Peces-Barba Martínez: Reflexiones sobre los derechos sociales). La verdadera
“humanidad del conocimiento” es el comunismo (no se puede hablar de economía o
sociedad del conocimiento); en realidad, el conocimiento no puede sostener la economía, si
ésta se convierte en automatización: sí, pero entonces la economía habrá dejado de ser.
26.- El modelo abstracto (sin la perturbación de las condiciones históricas concretas) a través
del que Marx y Engels consignaron la comprensión de la estructura y movimiento de la
formación social capitalista, condujo a la conclusión, que la revolución socialista en la
década de los 60 del siglo pasado (XX) debía darse en los países europeos de mayor
desarrollo capitalista, no solamente por razones lógicas sino por necesidad de que la misma
se tornase exitosa, como para que el proceso se vuelva sostenible; la propuesta, como se
sabe, no devino realidad (pronóstico “fallido”, dicho sea al pasar, que ha sido
denodadamente enfilado contra el marxismo en general); en realidad, Lenin y el “eslabón
más débil” procedieron en los hechos. En la configuración político-administrativa
multipolar de la esfera (coyuntura en la que gesta la estructura que se dispone a ser), la
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forma de operación que prevalece, es la de orden democrático institucional: consiste en esa
disposición en la que la tendencia equilibradora proviene de la llamada “clase media”
entregada a la gestión (modelo de organización socialdemócrata: supremacía de la
tendencia media, aplanamiento de la estructura orgánica, supresión de picos extremos);
sector que proclama el cambio en democracia, con libertad, en paz, con derechos –sic-;
escenario, que el propio movimiento del capital promueve (regulación de la producción
según la “demanda efectiva”, por ejemplo), pues, espera que dicha concesión opere como
contratendencia dilatoria tardía (vía de escape que trae aparejados eventos de
deleznabilidad “para sí” [efecto boomerang], pues, se trata de push de baja intensidad,
democráticos, a su interior siempre en la disputa imperialista de mercados de oferta y
demanda, y aunque el sistema oficial no puede burlar la determinación histórica y volverse
imperial [la expresión no asume sentido geopolítico, tampoco connotación de “imperio”,
puesto que este tipo de orden es propio y exclusivo de las formas humanas precapitalistas
{en la capitalista impera -domina y determina- la contradicción económica}, aunque por
fuerza –en la reflexión- deban tomarse como referencia esas categorías], si crea una
estructura de balance en el mundo en cuyo interior florecen las fuerzas productivas y otras
formas de vida se afirman, esto es, es el sendero por el cual la historia marcha: sólo el
evento viable, de entre los varios futuros, cuaja, y ese es aquel que garantiza el progreso
material y da pie a la sedimentación de los principios de la nueva racionalidad). En la
historia (posmodernidad, hipermodernidad -Lipovestky), ya no es el capital la gran fuerza
hegemónica protagonista de los sucesos sometida a su curso (ejes conflictivos de poder en
sistemático balance, de guerra en potencia -Fiori); del modo como el pensamiento
sociológico lo ha captado, han emergido nuevos sujetos en un escenario aparentemente
inorgánico, que reivindican sus intereses particulares y los cuales son forzados a
atemperarse como efecto del influjo conductor de la historia como proceso natural; por
tanto, opciones de política histórica comunista deben esperar por su concreción por unas
cuantas décadas más. En efecto, la realidad reprocesa el proyecto de la mente: admite
–tautología- las imposiciones sobre ella, que no desestructuran los pilares en los que
sustenta su continuidad (realidad, que no solamente está conformada por presiones
–intereses- que se corresponden con estructuras, sino que son estructuras mismo
–determinación-: la realidad “no puede” dejar en suspenso el desarrollo de las fuerzas
productivas); Mitterrand, F. Gonzáles, Bachelet, Lula da Silva, Zapatero, D. Rousseff, R.
Correa, N. Kirchner y Fernández, E. Morales, D. Ortega, Tabaré V., Funes, J. Mujica, F.
Holande, el propio H. Chávez y ahora O. Humala (los hermanos Castro en la Cuba de hoy;
mientras que E. Cardoso actuó en correspondencia con el momento histórico: la burguesía
paulista y el capital transnacional), se hallan asidos por las tenazas de “lo admisible” por la
necesidad histórica en un instante dado (los casos más trágicos han sido los de Allende,
Nasser, Bishop, Torrijos, Hoyos Rubio, Roldós Aguilera, Rodríguez Lara, Siles Suazo,
Zelaya, Gadafi, Aristide, Lugo), esa precipitación no ha sido advertida por los actores,
pues, como protagonistas directos se hallan incursos en el maremágnum de los hechos y no
pueden objetivamente tomar distancia cognitiva (ser y pensar) de ellos: la trampa de la
factibilidad de los proyectos populares, de la acción progresista de la izquierda en los
gobiernos. Este pragmatismo es cuestionado por posiciones similares o radicales, que no se
ubican en el aparataje de gestión, los cuales no perciben la esencia del complejo fenómeno
por hallarse, en cambio, fuera de los sucesos –idealismo positivista- (de las estructuras que
aprisionan), que también ellos serían arrastrados a asumir posiciones iguales. Todas las
fuerzas de izquierda que arriban a la superestructura se hallan sometidas a esta ley. No
obstante, deben ser reprochadas las críticas ultristas que con ligereza tildan esa “desviación
del proyecto original”, como simple traición, sin considerar en el viraje (conducta de real
politik), el papel que juega la determinación efectiva, material, histórica (ahora bien, se
topan estos temas en extremo coyunturales y seccionales, por cuanto los mismos tienen
que ver con un momento clave del flujo –dique, cuello de botella- de la historia; tiene
razón Wallerstein, cuando admonita a la izquierda, de no saber lidiar bien con los
gobiernos centristas). En una palabra (la transición) es un proceso desigual, que no alcanza
a justipreciar el entusiasmo de la voluntad: progresismo que se vuelve ceguera (los
programas radicales conducen a la revolución, pero el sujeto histórico de ella ya no está
más, provocándose más bien, el desate de la represión y poniendo en estado de indefensión
a los pueblos). En el escenario se miden dos fuerzas poderosas, las mismas que se alinean
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paradójicamente con el fluir de la historia (hacen a ésta): la promueven, pero se mezquinan
mutuamente en “competencia desleal”, en acto que parece una ridiculez; la primera es la
colusión entre el continuum desarrollo de las fuerzas productivas y el acomodo en él, del
proceso de atesoramiento de riqueza, la otra es más simple: promueve una nueva
racionalidad, para la que la realidad no está del todo madura y que es obligada a
atemperarse; no se demerita el desvelo de la voluntad: ésta también es una ocupación
poderosa, pues, más de medio siglo de resistencia, pero ya basta (Cuba) [Se dice, que el
cambio social debe darse, tener sello en las circunstancias de cada país en el planeta. Esta
directiva es verdad, y no. Las condiciones de los países de América Latina por lo menos,
pueden considerarse como diversas, si se atiene a dos variables: 1.- el grado de desarrollo
relativo tardío del capitalismo; y, 2.- la fortaleza de la clase dominante, dada por el peso de
la pequeñoburguesía y del estrato de ingresos medios. El escenario de coyuntura hace que
el proyecto político de los movimientos ciudadanos, institucionalistas, neosocialistas, que
se hallan en la gerencia de los Estados capitalistas {incluso aquellos que se han hecho con
parcelas del poder político: nuevas constituciones, cambio ideológico de las Fuerzas
Armadas, como es el caso de Venezuela}, esté “pegado con saliva” a la realidad. En
Venezuela, la consulta popular realizada para pedir consentimiento al pueblo para
institucionalizar el socialismo, no tuvo apoyo mayoritario; una segunda “pérdida” se
produjo cuando las elecciones de N. Maduro como presidente (la democracia como directo
freno al cambio); si en Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Uruguay, los actuales gestores del
sistema capitalista toman decisiones conducentes a radicalizar el proceso
(desconcentración de la propiedad de la tierra, verbi gracia), en ese momento perderán
legitimidad, no se diga en Brasil, Colombia, Paraguay, o Perú. Tampoco la derecha de
Chile, Colombia, Paraguay, etc., puede retornar a políticas neoconservadoras {ni siquiera
en EU, UE o México, es viable el programa de ajuste estructural}. La historia en curso se
ha vuelto más impersonal; en ella interviene la necesidad del propio sector oficial, el cual
por la competencia, desarrolla las fuerzas productivas {la contradicción intrínseca se torna
en búmeran} y de modo paradójicamente revolucionario conduce a la clausura del orden
{el izquierdismo radical, con su conducta impávida, se ha convertido en simple “convidado
de piedra”: únicamente frente de alarde}].
27.- En 1970, el paso del patrón productivo fordista al toyotista (proceso cualitativo y
creativo), con el cual culmina una etapa de desarrollo de las fuerzas productivas, instituye
el nuevo escenario en el que las fuerzas productivas se ubican en inéditos nivel y momento
de desarrollo: la economía extensiva, su sistema de gestión y la forma “obrera” del trabajo
se agotan en cuanto modelo y un renovado horizonte se divisa: la transición en tanto
antesala de la verdadera conformación humana: el comunismo. Forma humana actual:
transición; formación futura: comunismo. La transición (mutatis mutandis: 1970-2050)
conjunta siempre dos perspectivas: la que ingresa en escena y la que lo deja; carácter
negativo renovador: del hecho emerge una síntesis cualitativamente mejorada; toda
coyuntura asume índole absoluta entre estructuras y relativa al interior de ellas. La génesis
de la transición requiere del análisis de sus supuestos: la acción política proletaria, el
socialismo y el desarrollo natural de las fuerzas productivas en su vertiente histórica. Su
carácter: cruce de épocas (estructura inestable de creencias, valores y normas; patrón de
vida misceláneo, en el que las formas de civilización históricamente generadas entran en la
“batidora” -“el mundo tiene más de una edad”-: el individuo comunitarista, el esclavista, el
señorial, el burgués, el socialista, el anarquista –continuum-; en el crisol, queda tan sólo el
zumun: condiciones remozadas en las que el ser humano se renueva); encuentro pasado y
futuro: capitalismo y socialismo entrelazados halándose de los pelos, pareja de rieles sobre
las que se desplaza la historia (empero, si los Halcones de Washington exacerban su
racismo y desaparecen a las 9/10 partes de la población mundial, este sector puede avanzar
en la historia sin ninguna dificultad -los designios de la naturaleza se habrían cumplido de
modo implacable sobre el ser humano en sentido darwinista, doblemente mutilante: del
ADN y de la racionalidad-; si la población elimina a los Halcones “antes de hora”, la
humanidad puede ingresar en estado de pesantez y trastrabillar el rumbo de la historia; en
una situación: si los dos bandos son igualmente necesarios, puesto que “con las dos manos
se lava la cara”, esta “lógica” se impone y el proceso procede de este modo); del
predominio de la forma “dinero del valor” (los virus informáticos han sido cambiados por
programas que sustraen información, por la ubicación exacta de “enemigos” y su
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eliminación puntual mediante vuelo rasante de “drones”), de automatización, de
producción del sucedáneo humano: el robot antropomorfizado inteligente, de cierre del
desarrollo de las fuerzas productivas, de cambio de frente de la “crisis”: ésta, ya no es el
mecanismo periódico de progreso de la modernidad, sino el síntoma de senilidad: el
sistema burgués bien muere –“neomperialismo”: momento declinante del capitalismo-;
capitalismo y socialismo se anulan en conjunto, cigoto en el que se han fusionado gametos
portadores de lo mejor de sí (esta vez al león se le escapa su presa y se siente pena por él:
embarga la sensación “síndrome de Estocolmo”); el “capital ´conocimiento´” representa el
momento de clausura y/o de paso de la formación social capitalista a la comunista en la
que la política pública mundial, resuelve la “cuestión social”: asimetría, la “cuestión
espiritual”: brecha de conocimiento y la “cuestión global”: problema medioambiental, y la
especie se conforma como sujeto de pensamiento –comunismo: economía: automatización;
“política”: humanocovivencia; e, ideología: concepto objetivo universal-; “época
cambiada” (el señor coronel H. Chávez F. lo dice con otras palabras: “estamos en medio de
una mutación histórica”), cristalización del cambio legado por el proletariado: las formas
económicas populares se desconectan del sistema oficial, paso del “testigo” de manos del
proletariado a las de los ciudadanos, nueva división global del trabajo: neocolonias =
cambio de relaciones sociales/países imperiales = completamiento de la automatización,
arribo al concreto del proceso de automatización: la acción política
subversiva/intelectual/ciudadana cierra la larga etapa clasista de la humanidad, tránsito de
la fase hedónica hacia la racionalidad; momento humano de conclusión de la estocastia: del
mercado, de la larga era del trabajo, lo cual quiere decir, que el proceso de hominización,
dado por ruta natural en la especie, se ha completado; fase en la que la humanidad da los
primeros pasos, pone los fundamentos para establecer el sistema de gestión de la calidad
del proceso de creación del sentido universal para la conciencia: “efecto de transición” de
la sociedad hacia la de humanidad.
28.- La praxis política reformista prevaleciente y en difuminación en la esfera, asume el
carácter de objeto para la representación, mediatizada por la preocupación de establecer la
relación entre la estructura de la realidad dada con la que es su desenlace, puesto que la
misma está produciendo el substrato material, que demanda la idea forjada en el acto
prospectivo (los episodios que materializan la substancia que se ha determinado en la
noción). La conciencia cognoscente ha dado un paso adelante: opera a través de modelos
mentales político-teóricos internos al rango de interés, que se ubica en la “zona de
desarrollo próximo” (Vygotsky). La ausencia momentánea de la estructura ontológica que
debe ser creada, produce estados de inconformidad existencial en conciencias con
formación filosófica; en las citadas, el balance en la vida se alcanza mediante la trabazón
entre soledad e incerteza con los hechos de la cotidianidad: los apremios de las urgencias
terrenas, combinatoria que organiza el entorno de factores estabilizadores de la psicología;
no obstante, es la voluntad la que promueve entrar en contacto con hechos de coyuntura: la
casuística sucesiva, densa, que se despliega en cascada, en la que se realiza y toma cuerpo
la historia. La experiencia debe colocarse en el intelecto. En Venezuela (ariete de la
historia) en el momento mismo se libran intensas batallas de clase, principalmente en el
ámbito de la “gerencia pública”; sus actores visibles constituyen un segmento mayoritario
del pueblo y su representación ahora apoltronado en el aparataje de gobierno, depositaria
de un 50% del “poder político”, en virtud de que cuentan con una Constitución, el sistema
legal y el “monopolio de la fuerza” de su lado, y el capital, el cual se mantiene intacto. Si
es verdad que el interés del pueblo, que toma cuerpo parcialmente en la política social se
halla en firme, el equilibrio, la paz y la no injerencia directa extranjera tienen su precio: no
tocarse al capital, y mientras el actual estado de correlación de fuerzas se mantenga, el
escenario no va a cambiar (cada cual “gana tiempo”; en el frente progresista, se
“construye” efectos de legitimación: no es el consenso el que lleva a la estrategia, sino que
es ésta la que produce a aquel –R. Luxemburgo); si una nueva propuesta plebiscitaria para
modificar la Constitución de manera que ésta recoja el mandato del pueblo de iniciar
cambios estructurales vuelva a perder, el actual estado de cosas seguirá en “punto muerto”,
pero inclinado hacia el interés del capital, que aunque no se halla más sobre el potro de la
gestión, su voluntad sigue vigente. Doble responsabilidad que tienen los gobiernos
populares (no así el régimen oficial, que como simple árbitro –liberalismo económico-, de
una situación dada, se preocupa por garantizar la vigencia de las condiciones favorables
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para la reproducción del capital: sobre un status quo “la acción del Estado está limitada a
funciones esencialmente políticas: la defensa del orden público y la garantía de
funcionamiento sin trabas del mercado”): manejar las crisis capitalistas (“mantener la
matriz capitalista”, “hacer funcionar ´bien´ al sistema”) y funcionalizar un sistema que
produce y reproduce pobreza, para reprimir ese efecto estructural: asistir la vida de los
pobres; en realidad, el popular es un proyecto político de gobierno, en aplicación para
mejorar la vida de la población que no es propietaria de medios de producción, que se
empotra sobre la determinación: la estructura económica capitalista; esta propuesta tiene
que enfrentar tres límites: 1) la condicionalidad regular capitalista, 2) la oposición de los
agentes del sistema y 3) la no correspondencia unívoca entre realidad y proyecto. Reducir
el período en el que el “bloque histórico popular” cumple tareas simplemente hegemónicas
con carácter funcional a la necesidad del propio capital, depende del efecto de
transformación subjetiva cualitativa y cuantitativa del programa de política social y del
activismo del “nuevo príncipe” (de la “intelectualidad orgánica”) [En la actualidad los
análisis en materia de sociología política son versátiles y están formulados por
multiplicidad de sectores. Esta capacidad reflexiva socializada, es encomiable; no obstante,
la misma está penetrada de una falla: la hegemonía del principio rector de tipo
posmoderno-indeterminado en su formulación; y, como lo dijo Weldes, conforme ese
procedimiento “la posibilidad de la explicación queda excluida” y también la acción
transformadora eficaz, puesto que en el enfoque sistémico todo es importante. La “crisis”
venezolana: el empate técnico en las elecciones de abril del 2013, demuestra el límite
posible que las condiciones materiales de ese proceso pone a las fuerzas del cambio,
cuando éstas trabajan en el seno de la llamada “democracia” {ni los “Chavistas” ni la
oposición oligárquica van a hacerse con la mayoría, vista la actual composición estructural
de esa sociedad; en el proceso de “construcción de legitimidad”, el crecimiento en
adhesión ha llegado a su tope de lado y lado}. La dirimencia, no se consigue en el plano
político, en el estratégico o en el del activismo, como se cree en el sector “chavista”, sino
en la afectación al capital para reducir su poder o en el desalojo por la fuerza a los
“chavistas” del ejecutivo venezolano, para restituir el poder oligárquico {finalmente,
también en el plano político táctico-reformista evolutivo, pacífico, institucional, pasa a
imperar el apotegma de Klausewitz: “la guerra es la continuación de la política por otros
medios}. La situación venezolana es de encrucijada {la humanidad despunta un escenario
análogo en varias zonas del planeta}: o la dirigencia y las fuerzas progresistas dan un paso
más, conducente a retirar al capitalismo de la historia con el inicio de reales metamorfosis
que ataquen al capital {trasformar las formas de propiedad}, o sea, se tornan realmente
revolucionarios o caen en el marasmo de seguir administrando el sistema capitalista con
criterios de redistribución del excedente petrolero mediante el ejercicio de políticas
fiscalistas de egresos {política social y asistencial}, medidas que son incapaces de crear un
sector de pequeños propietarios asociados siempre inermes para competir con las grandes
empresas con eficiencia y productividad, so pena de ser el nuevo semillero de una nueva
onda capitalista]. Ahora bien, en la resolución de la cuestión “bloqueo al paso de la
historia” juega un significativo papel su regularidad: el “comportamiento” de las fuerzas
productivas, esto es, de la inteligencia que reifica y se ontologiza, efecto combinado entre
la presión de las nuevas necesidades y la potencia transformadora inmanente al ideal que
sembró en el “ser” la actuación proletaria. Si bien para el capital la “suerte está echada”, su
capacidad reproductiva actual es simplemente cualitativa: refleja la voluntad de ser
inherente a todo organismo vivo, que ha perdido su capacidad expansiva al haberse hecho
“coextensivo con el planeta”, con la demanda de la historia (para lo que fue hecho), al
haber dado “todo lo de sí” (una vez cumplida su función). ¿Cuál es el sustento
autocomprehendido de la historia? El proceso avanzado por la ruta natural, regular, lo
apuntala; y, a la vez, aquel se sostiene en ella. El colectivo lo preestablece en el eco de la
palabra de sus “portaestandartes” (las condiciones las hace la historia a través de la praxis;
los líderes se hacen en ella); voz que vibra entre generaciones, supuesto de perennidad,
tarea que materializa ininterrumpidamente su querer. Las manos de la nueva dirección
sobre las que se deposita el testigo, se hallan imbuidas de la determinación inherente al
movimiento de la circunstancia; ideales y portadores extiende su vigencia, pues, solamente
cuando la contradicción social se coloque a espaldas de la historia, será estampada la
rúbrica en la “minuta” finiquito del papel del individuo. La función de las personalidades
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en la historia, pasa de parcial a constituirse en general, en coherencia con los procesos de
homogenización del “ser”; en la nueva dimensión sus atributos se modifican de modo
cualitativo: deben extender su mirada al mundo, a los proceso de la historia. Los
abanderados, los que sobresalen, que expresan de modo más nítido, que sintetizan, que dan
forma a las demandas de un momento, que se ponen al frente y magnifican la lucha, que
otorgan expresión subjetiva y programática a la perspectiva, y que conducen el proyecto,
amplían el ámbito de su proyección, cuando preludia precisamente el momento de su
deconstitución, con la emergencia del cuerpo total del género: el “bloque histórico
humano”. La dirección estratégica-histórica, a la fecha, ratifica el rumbo una vez que el
colectivo ha fijado su destino, la moral ha sido sacralizada y los vientos globales soplan a
su favor: se apresta a “realizar cosas mejores”. En la Transición el impacto vivo del
liderazgo colectivo sobre el devenir es hondo, crece a medida que la historia lo reclama de
manera más efusiva. Los jefes del proceso hoy expresan cierto modo de ser parcial de “lo
divino”, de la característica superior, son depositarios de una parte de la determinación
concreta de lo absoluto: su aureola es omnipresente; son líderes que topan la conciencia, la
moral, los sentimientos más nobles, progresistas, que trasparentan los más significativos
valores humanos del pueblo: la racionalidad axioteleológica (su ethos se contrapone al del
capital: Hitler, Bush, Netanyahu, que han acicateado las bajas pasiones, el egoísmo, que
han hurgado en la vísceras, que buscaron instrumentar a los colectivos para la realización
de los mezquinos intereses de su clase). Segmentos enteros de la humanidad empiezan por
ser buenos: sus líderes son su resumen [Han causado revuelo las cualidades dirigenciales,
su liderazgo, del señor Coronel Hugo Chávez luego de su deceso; más incisiva al respecto
ha sido la hostilidad de los enemigos de la derecha: los áulicos del capital. Empero, según
quienes siguen de cerca el proceso venezolano:
Chávez desplazó a la oligarquía del gobierno (eliminó el modelo “neoliberal”); bloqueó la
conversión en factorías a la orden del imperio de sus “patios traseros” con la
conformación del ALCA y los TLC, y en su lugar promovió la creación de estructuras de
unidad de los pueblos de las américas latina, lusitana y caribeña; relanzó a la OPEP y
revalorizó el precio del petróleo; instauró en su país un proceso político de cambio de
importancia y repercusión mundial, que es irreversible; si “regaló” a Cuba, Nicaragua,
Argentina y otros países centroamericanos el petróleo, por lo menos consiguió que la
“monetización” de ese recurso de un giro de las chequeras de las transnacionales y la
oligarquía venezolana hacia el “bolsillo” de esas colectividades; y, en general, inició un
proceso político de transformación, ejemplo y de incidencia para y sobre el mundo. La
arremetida actual de los poderes exógenos y criollo en Venezuela persiguen precisos
objetivos: desplazar del gobierno a los “chavistas” y reimplantar el modelo de política
económica de inspiración neoclásica; tomarse los recursos (control del petróleo, del agua,
de minerales estratégicos, de la biodiversidad y del mercado de demanda); destruir la
ALBA, la UNASUR y la CELAC; derribar el ejemplo bolivariano para el globo. “La
tragedia del chavismo”, dicen; empero: la “tragedia” es que Chávez haya tenido que verse
obligado a administrar al capitalismo venezolano en su deseo de hacer lo mínimo para
enfrentar la explotación, la miseria, la postergación del pueblo. En realidad, el
“chavismo” no es un proceso coyuntural sin proyección histórica: es un hecho seminal; el
poder que prospecta lo advierte bien; es por eso que embiste virulenta, decididamente en
su contra; arremete de modo irracional: deja entrever el odio visceral del ignaro burgués,
reacción del instinto concupiscente del interés privado, que anida en su cerebro.
Los procesos políticos latinoamericanos de última data revisten gran importancia para el
diseño histórico por su carácter de incidencia global y de condicionalidad histórica general
(según el coeficiente de Gini: “entre los países ´más ricos´ las desigualdades aumentan;
entre los ´más pobres´, ésta se reduce”). Todos los procesos políticos del mundo marchan a
la saga de los que ocurren en las américas no anglosajonas; América Latina, Lusitana y
Caribeña constituyen la locomotora del proceso de transformación social (concreción
fáctica de la herencia proletaria), porque compone el eslabón más débil en la
posmodernidad, pero que tiene un impresionante desarrollo en la región de la conciencia
política, y es en los subconjuntos humanos de mayor desarrollo relativo de la conciencia,
sector en el que se producen los más significativos procesos de transformación, aunque sus
propuestas no puedan rebasar el contenido de la consigna “el cambio en democracia”, lo
cual pone sospechas sobre la intencionalidad y eficacia real del proyecto. En el resto del
mundo, estas zonas se hallan occidentalizándose, actualizándose, como prerrequisito
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(avanzar hacia un adecuado grado de democratización, desarrollo material y alejamiento de
la ideología religiosa consustancial), para a sumir formas de transformación, que no
pueden darse sin la necesaria creación etapista de condiciones para el efecto. Es por eso
que, en interés teórico, debe ponerse la monta en el proceso actualmente más desarrollado,
claro y plasmado, de conciencia política, que es precisamente el que se lleva adelante en
América Latina (utilizar la ideología y los instrumentos de la Ilustración:
constitucionalización de los derechos sociales, la formulación de los principios de la
“ciudadanía universal”, la incorporación en la Carta Magna del modelo de economía
alternativa, etc., son avances civilizatorios renovadores en dirección de la necesidad
histórica). Mas, cuando el pueblo se eleva al nivel de la conciencia de las elites, hecho que
es de carácter histórico y estructural, pues, depende del grado de progreso económico: de
las condiciones materiales o directamente del desarrollo de las fuerzas productivas, en el
momento en que éstas han llegado al punto máximo, o sea, cuando el proceso de trabajo
automatizado provee de los bienes materiales en abundancia para todos y la sociedad se
libera de la asimetría y de la escasez, cae toda la teoría weberiana del “carisma”. Entre
elites racionales, no surte efecto la condición hedonista del “carisma”]. El estado
aparentemente inconcluso de su obra (el 4 de Marzo, América, el mundo han perdido a su
primer líder, al pionero), es parte necesaria del continuum: Hugo Rafael es el puente en la
cumbre en instantes en que es imperativo el relevo (el momento de la muerte también es
clave –con “ayuda” del enemigo [empezó con Kirchner; por otros métodos lo hicieron con
Allende {los empresarios en 1972 desajustaron la economía, las cacerolas se escucharon en
las calles de Santiago, se creó el pretexto, la justificación, la legitimidad y se dio el golpe,
complementado de magnicidio}, con J. Arbens, con O. Torrijos, con J. Roldós, con Hoyos
Rubio, con Gadafi,… {bombas atómicas –Hiroshima y Nagasaki-, Napal en Vietnam,
aviones de guerra invisibles, drones: los gringos asesinos y cobardes todo lo hicieron en
secreto, ahora las armas letales son los agentes patógenos biológicos y los nanobots}];
empero, el “cambio va porque va”: el búmeran [inoculación de factores cancerígenos en
los “cabecillas del populismo radical”] es peor que la enfermedad [la dirección política
opuesta a la hegemonía del capital estadounidense]-: para merced personal, para la del
pueblo, para la necesidad de la historia); materia consciente superior, que se realiza más
allá de su circunstancia en las acciones racional-revolucionarias de los vivos (“Todos
somos Chávez”), pues, la única realidad de la esencia de una personalidad en la historia, es
la objetivación de su capacidad en sus cristalizaciones: la “segunda independencia”, la
“unidad de los pueblos”, la elevación de la conciencia y del bienestar corporal del ser, que
debe encumbrase a los confines.
Chávez nuestro, que estas en las conciencias.
Por los revolucionarios, coreado sea tu nombre…
29.- Aunque la representación de las fuerzas populares en el gobierno del Estado capitalista
(Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Argentina -¿?-, antes Libia, por supuesto Cuba,
no Brasil) no han hecho, no puedan realizar los cambios radicales en cada país
(expropiación de los medios de producción o cuando menos su redistribución), y tan sólo
se avengan a gestionar (su acción se limita a la región de la superestructura) un sistema
ajeno enemigo de sus representados, una economía que es y funciona como “modo de
producción capitalista”, frente a la cual la máxima puja que se pueda hacer en cuanto
praxis programática, sea someter a control, reducir de magnitud al monopolio y la extrema
pobreza fortaleciendo al estrato poblacional de ingresos medios mediante la aplicación de
políticas públicas redistributivas del ingreso, finalmente formulando como propuesta viable
“construir una sociedad de propietarios emprendedores” pequeños y medianos, su gestión
ya no puede ser evaluada con las categorías detractoras de la teoría económica capitalista
de inspiración neoclásica, como hostil e insidiosamente proceden los áulicos del poder. Por
ejemplo, Venezuela a la muerte del señor Comandante Hugo Chávez F. se dice que
experimenta “una severa crisis económica”, que ha inducido la toma de medidas de política
económica, verbi gracia, devaluatorias, la situación, no obstante, no se debe a la
incapacidad teórica-técnica de la intelligentzia de la “revolución ciudadana” o a
deficiencias en su modelo, sino a los obstáculos que pone a la conducción la naturaleza
contradictoria de un sistema liberal generador siempre de crisis, sus instituciones y la
acción conspirativa de sus agentes. La crisis va aladeándose cada vez más al frente del
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capital: sus agentes lo generan, la descargan sobre los hombros del pueblo a través de sus
programas de política (de ese modo procede la tecnocracia europea frente a la crisis
financiera), se benefician, pero ahora los problemas de acumulación no están tan próximos
al pueblo; la “interrupción del proceso normal de reproducción ampliada del capital”
(crisis) es una fricción estructural que se produce en el capital y no en el sector de los
ciudadanos, los cuales se desconectan cada vez más del sistema oficial, que tienen para sí
la política social. Los nuevos gobiernos progresistas se preocupan del gran capital debido a
que éste incide de modo general en la vida de la población, pues, interesa bien poco el
acontecer en la esfera de los negocios privados de gran escala. El examen sobre la
experiencia debe ser hecho en el frente de la política pública social, puesto que la misma
responde a una lógica de beneficio popular. Si los intereses son divergentes, si la
declaración de principios es distinta, si los objetivos y los mecanismos generados para su
consecución son propios y contrapuestos a los que se plantean los gestores del sistema
capitalista, no es probo recurrir al marco teórico, al esquema y al conjunto de instrumentos
de la economía convencional con propósitos analíticos (no es lícito objetar un paradigma,
con los axiomas de otro muy distinto; la derecha recurre a la idea del “progreso” concebido
en términos positivistas, tecnocráticos, utilitaristas, cosificantes, weberianos, para mirar
una realidad, que no se adecua a un concepto que le es ajeno y que se le opone y, a esa
postura tozuda, sectaria, los movimientos contrahegemónicos antisistema la motejan de
“pensamiento único”, “unidimensional” [Los “neoliberales” llaman “dirección técnica” de
la economía, al manejo funcional a objetivos capitalistas, “neoliberales”; empero, en una
circunstancia dual {por ejemplo: en Venezuela, la ALBA, la CELAC}, para evaluar un
proceso debe tenerse presente el objetivo que se persigue]). No tiene sentido, en
consecuencia, recurrir a las variables estructurales de la macro y microeconomía: PIB,
inversión, exportaciones, importaciones, tasa de interés, tasa de cambio, reserva monetaria,
balanza de pagos, índices bursátiles, curvas de indiferencia, elasticidades, IDH, Objetivos
del milenio, Gini, etc.; esta es una conducta analítica demasiado pobre y reductora, de
hermenéutica comparativa ímproba, de cara a un escenario que empieza a diferenciarse
cualitativamente, en tanto pone los primeros supuestos de una misión humana que
reconceptualiza la vida y que se confronta con la idea institucionalizada. Ahora bien, esa
actitud es propia de la visión oligárquica de la clase que se halla de salida (conservadora
hasta la médula: la propia derecha ha propalado la noción “cambio de época”; mas, su
cerebro –y su maldad egoísta- no han cambiado); la usa como arma ideológica para dar
golpes de impacto político sobre gobiernos centroizquierdistas, que no se cohonesta con las
tesis blandidas por sus correligionarios de la “ruptura de paradigmas”.
30.- “Condición posmoderna”; irrupción determinante en el discurso de las ciencias sociales
de la noción “indeterminación”; multiplicación y universalización de “derechos”; presencia
en la gestión del Estado de movimientos político-sociales equipados por modelos mentales
en coherencia, integran el cuadro de factores, merced a los cuales subrepticiamente una
monstruosidad y enfermedad: la homosexualidad, ocupen lugar en los instrumentos
jurídicos que norman la vida colectiva (monstruosidad: el origen de esta desviación es
genética; enfermedad: el homosexual no busca a otro homosexual, sino a una persona
normal -generalmente púber-, el hecho semeja la inoculación intencional de una agente
patógeno que infesta a una persona, ésta queda lesionada de por vida; en suma:
degeneración cerebral hedonista). ¿Cuál el origen, la secuela y el trato, de y que, se debe
dar a esta anomalía natural-social? El primer homosexual debió tener procedencia natural
(atavismo genético-hormonal [por observación del comportamiento animal {entre los
cuales se ha podido advertir la existencia de un +/- 5% de anomalía en la conducta sexual},
se supone, que debe ocurrir algo análogo en el ser humano]); como ya se anotó, éste, para
poder satisfacer su necesidad atípica, tuvo que encontrarse por coincidencia con un similar
o proveerse de él (verse forzado a desviar a un ser de orientación sexual orgánicofuncional,
ontogénicamente definida), en el interior de la sociedad normal, en este último
caso: debió proceder a realizar su primera conquista en la esfera de los negocios, en el
Ejército, en el Convento, mediante chantaje o violación, transformado dicha anomalía en
un “hecho social”, con lo cual quedaron puestos los presupuestos para su expansión (como
para la creación del fetichismo ideológico discursivo: la diferencia, la elección de la
orientación sexual, la tolerancia, la coexistencia, la homofobia, los GLBTI,...). Definido así
el hecho, si esta desviación natural no fuera socialmente contaminante, no habría razón
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para el rechazo y la represión; pero, la misma (el incremento coercitivo e intencional de la
homosexualidad por parte de los defectuosos): ¡lo es! (para la impugnación con el término
homofobia, con el cual se piensa cerrar la boca a quienes recusan dicha bestial aberración
por parte de las “minorías sexuales” asistidas del apoyo de cierto sector del movimientismo
folclórico). En la homosexualidad, el objetivo inmanente a toda acción, extravía totalmente
su sentido: la reproducción deja de ser su razón, y sobre ella salta el prurito del gusto, del
disfrute (el fenómeno está ocurriendo también en las relaciones heterosexuales actuales, al
habérselas convertido en un simple acto hedónico, sobre el argumento interesado, de que la
sexualidad es un elemento sensorial proveedor de felicidad humana por fuera del propósito
natural; no obstante, de todas maneras en el coito heterosexual con prevención, está latente
la posibilidad de la procreación, lo cual le da sentido [El sexo sin su producto {implícito o
real}, en cuanto simple distracción, en tanto componente del índice de “calidad de vida” en
el modelo de “desarrollo humano” amarthiaseniano, es estúpido, menos que animal {los
animales se aparean cuando y sólo para dejar críos}; esa es la base real de la ideología
logicista parafernálica de la “opción de género”. Ver a desalineados individuos adultos de
sexo masculino con rasgos grotescos gesticulando como es “natural” en el comportamiento
femenino en la fase reproductiva, es como mirar a un viejo en la juguetería –inmadurez,
debilidad de carácter]); en la homosexualidad -yerro contra natura- se trastoca la ley:
correspondencia unívoca entre órgano y función (un ejemplo grafica muy bien el
contrasentido: un día el ojo le advierte al oído, que ya no desea seguir viendo y que más
bien quiere oír; el sentido del oído le responde afectado, que no puede hacer eso, porque no
es esa su función y por cuanto el oído es quién debe oír; el ojo se lanza en una andanada de
acusaciones contra el oído, pues, le dice que es conservador, fundamentalista, de mente
cerrada, que no ha podido superar posiciones anticuadas, puesto que no es capaz de aceptar
la libre decisión del ojo de optar por una función que a él le parece), esto es, del mismo
modo en que no es posible pedir que lo ojos escuchen, no se puede poner a órganos
masculinos (cromosoma Y) a cumplir funciones de los femeninos (cromosoma X), sin
sentido racional; “los hijos gay …[se ha dicho]… no son una anomalía: son como tener
un hijo de pelo negro, otro de ojos cafés, otro de piel blanca” –¡qué supina ignorancia!-; se
debe aceptar la orientación sexual, de la misma forma como se acepta la elección entre el
uso libre de las manos derecha e izquierda, lo contrario llevaría a penalizar a quien usa la
extremidad izquierda, como un acto que se desvía de lo considerado como normal (esta
persona no entiende, que no es lo mismo mano derecha/mano izquierda, que falo y vagina),
es obvio, que el argumento no es pertinente, puesto que las manos son componentes
corporales similares, por cuya razón pueden funcionar en análogo sentido de modo
indistinto, no así los órganos sexuales, los cuales tienen funciones predefinidas; tampoco el
uso de la mano izquierda es contagioso, moralmente degenerante y estéticamente sucio,
repugnante (de modo terminante, para una persona en sus cabales, los homosexuales
actúan de forma perversa, perturbadora). La homosexualidad, en rigor, no es una patología,
pero se convierte en tal cuando contamina, se transforma en penalizable, pues, genera
patologías. Tiene sentido la oposición radical del Anglicanismo a la aberración
homosexual propuesta como una “realidad insoslayable materia de derechos”, que debe
alcanzar el status de reconocimiento de las “minorías” por parte de la sociedad. El llamado
de atención sobre el peligro de “construcción” de una nueva Sodoma y Gomorra, es un
aspecto positivo, en el momento histórico posmodernista de extravió que atraviesa el
género, que en la coyuntura entrega el Evangelismo. Oprobio que no ha sido recusado,
puesto que muchos sujetos sabios, prominentes, destacados en áreas importantes de las
letras, las ciencias, las artes, en el liderazgo y en varias otras esferas individuales y
sociales, se dice que lo han padecido y en ellos se basa la admisión (Alejandro Magno,
Miguel Angel, Tchaikovski, T. Mann, Keynes, Turing, Foucault,…); circunstancia que ha
conducido y coadyuvado a ocultar el homosexualismo, a suavizar e inclusive a pensar que
este enrevesamiento algo tiene que ver en los actos de proeza de esos pro seres humanos.
Conviene, por tanto, la “curación”: 1) hormonal, psicológica (reflexológica); 2) el enfoque
racional sobre el problema (yo tengo tendencia al mismo sexo, pero no dispongo de
órganos apropiados, por lo que debo racionalmente actuar en coherencia); 3) la regulación
(para que no haya daño a individuos normales, sobre todo púberes y adolescentes); y, 4)
incluso con tratamiento psicoterapéutico. Es verdad, que un día se superará la necesidad de
la unión macho-hembra en el género humano; no obstante, la circunstancia devendrá, no
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porque será superada esta diferencia natural en el antropohermafroditismo, en la
homosexualidad, etc., sino porque la técnica (fertilización in vitro, por ejemplo) y, sobre
todo: el imperio de la racionalidad (superadora de la pasión), hagan lo de sí. Es cierto
también, que se han hecho innúmeros esfuerzos especulativos por encontrar fundamentos
justificativos para la homosexualidad, sin embargo todos son constructos sesgados. En el
mundo de la posmodernidad, la legalización (y aceptación) del matrimonio gay, es
presentado como una conquista, y la opinión en contra corre el riesgo de ser denunciada,
juzgada y sancionada. Opción e identidad de género –pese a su gala oracular doctoral
libresca- son dislates zalameros. Pero: ¿tienen pertinencia histórica? En efecto. El sexo
cada vez es una simple opción en sentido reproductivo (clonación, fertilización in vitro,
replicación, etc.): al perder su objetivo, pasa a ser sencillamente un hecho hedónico e
innecesario, como no requerida es la división de funciones sexuales dada en la
especialización natural entre órganos; la humanidad va a la homogeneidad absoluta, esto
es, en todos los sentidos: la divisoria entre hembra y macho se borra y queda el individuo
“ángel”, asexuado, indiviso; el ser humano se dedica a futuro (quizá en 500 años) a
actividades superiores liberado del trabajo, del sexo, de la lucha política.
31.- Deconstruir (J. Derridá) la frase: “el tiempo que tarda la Tierra en girar alrededor del
sol”; si se observa el movimiento y si se lo relaciona con la experiencia anterior, se percibe
el quantum de él, que debe hacer un objeto que se desplaza de modo cíclico (cuando el
movimiento que cubre distancias –distinto del que produce calor, luz, fuerza,…- está ya
representado, se puede formular esa pregunta y dar la respuesta correspondiente: 24 horas
o tramos de movimiento, o sea, cuanto de movimiento subjetivizado debe cumplir un
cuerpo para desplazarse y llegar partiendo de un sitio a otro –cubrir una distancia a una
determinada velocidad). “Se mide el tiempo” (sic): en ésta expresión –como en la anterior-
ya está ontologizada indebidamente una noción: el “tiempo” (movimiento representado,
que sirve para medir) es una realidad que produce acontecimientos al margen de los
procesos (como si el “solo paso del tiempo” hiciera que la tierra gire en torno al sol, cubra
la distancia de su órbita, dejando de lado el hecho empírico del movimiento de un cuerpo;
no es lo mismo decir: el tiempo que debe transcurrir para que el agua yerba, que: cuántos
grados deben subirse para que yerba), lo cual es falso, y esta idea está metida hasta el
tuétano en el “imaginario” (sic) de la totalidad absoluta de la población (pero: si tan sólo en
un cerebro reside una idea, la misma existe como tal –J. Ortega y Gasset). No es que el
“tiempo” se distorsiona (relatividad), sino que el movimiento al haberse acelerado tornó
más pesado el material de uno de los relojes (en el experimento de corte einsteiniano), fue
el responsable de la tardanza y viceversa: el mecanismo de relojería se aceleró a una
velocidad menor por inferior peso de sus piezas metálicas; luego, como el tiempo no
existe, no interviene para nada en la vida real (dicho sea de paso, la Relatividad es, más
bien, las leyes de Newton puestas en escenarios de mayor aceleración del movimiento; lo
cual no quiere decir, que la Mecánica Clásica esté errada). Viajar al pasado o al futuro no
es un problema de tecnología como absurdamente se cree, simplemente es imposible,
puesto que se viola el principio de causalidad (ni Dios cambia el pasado -Catón); además,
no se puede ir al pasado porque éste (perogrullada) ya no existe y no al futuro, porque éste
(doble tautología) no es aún (el movimiento de la vida apunta en una sola dirección); por
otra parte, desplazarse tanto al futuro como al pasado se debe hacerlo en bloque, no de
modo individual como supone el divertimento subjetivo ilusorio de algunos disparatados
(como desatinada es la idea de la teletransportación, tal como está concebida:
desestructurar en átomos un cuerpo y luego reestructurarlo en otro sitio, como si
reduciendo el tamaño de un objeto se superara el problema de la distancia; o también la
sugestión de las “partículas gemelas” –traslación automática de información
independientemente de la distancia-; en realidad, las famosas “ideas creativas” de las 11
dimensiones, universos paralelos, curvatura del espacio –agujeros de gusano-, etc., tienen
el mismo talante que aquellas sugestiones sobre viajar al pasado y al futuro; al respecto,
resalta la inopia de un tal J. J. Benítez: forma de vivir tramposa, con fines ideológicopolíticos
de clase, de este “señor” –encontrar una ocupación y obtener ingresos, cuando no:
fabulando sobre la vida de Cristo- y cínicamente dar la cara,). El problema es aporético y
no merece atención, puesto que tampoco tiene razones prácticas al interior del capital (sólo
con propósitos de conocimiento sería requerido ir al pasado: para descubrir cómo se
produjeron procesos, que resulta casi imposible figurarse o encontrar su razón en el estudio
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de los hechos actuales). En realidad, el ser humano viaja normalmente al futuro, mientras
realiza su historia rumbo a encontrarse con su ser realizado: el absoluto. En otro orden de
reflexión, al menos por dos razones una persona sensata, racional, madura, en disfrute
pleno de sus facultades, puede ser atea: 1) por la reacción que sobre su ser produce la
prédica religiosa, al descubrir cómo sus exponentes admiten (y santifican) los sistemas de
clase como algo natural, bueno y dispuestos por Dios, además: viven, piensan, como reyes:
son la última monarquía patriarcal (“gracias por hacer de mí un buen ateo”); y, 2) porque el
estudio de la realidad no provee indicio alguno sobre la existencia de ese tipo fantástico de
realidad (de allí la necesidad de “documentar” la “regresión”: de recordar vidas pasadas
–sic-; de establecer la diferencia de peso corporal al morir; la sorpresa frente a la compleja
organización y orden espontáneo de la vida). La retahíla de fetichismos: subconsciente,
energía, poder del Estado, el “poder de la palabra”…; no es la palabra la que tiene poder,
sino el sentido que se halla contenido en la ella (no es la comunicación el escenario, la
atmósfera que determina, que abarca y llena de contenido la conciencia, sino el significado
que a través de los mensajes se transfiere); la “droga busca su demanda”, en sentido
económico la afirmación es verdadera, porque la oferta es la que crea su propia demanda,
pero en términos lógicos, semánticos, no es cierto, puesto que la droga carece de voluntad.
32.- Modelo de desarrollo racional humano (surpahumano). La comunidad genérica: 1)
modela su ser biológico: genéticamente supera las enfermedades, biónicamente las
discapacidades, reesculpe su cuerpo: suprime la fealdad (la imagen se estandariza frente a
varios arquetipos de belleza; no obstante, en el mediato futuro la persona no deberá hacer
esfuerzo corporal en el trabajo físico y si tampoco el coito es el supuesto de la procreación:
¿qué sentido tienen la belleza y las musculatura humanas? [la naturaleza se aseguró bien:
debía encontrar un mecanismo para someter a la razón a la reproducción vegetativa]),
supera las incomodidades de la digestión y de los productos de la desasimilación
(secreciones, fecas, orines y flatulencias), extiende el período de vida útil del pensamiento:
la etapa madura (juventud y sapiencia); 2) modela el proceso de reproducción “social” de
modo indirecto a través del management informatizado; 3) modela el entorno natural
ajustando el medioambiente, la Tierra, el Sistema Solar (y el “más allá”) a los dictados del
objetivo de la nueva etapa, en el control de la entropía; 4) modela el telos: la forma en que
la Materia se vuelve idea a través del programa de trabajo de un solo cerebro (hardware)
en múltiples cuerpos y en conexión en interfaz con un centro de inteligencia artificial; 6)
modela la gestión “social”: establecimiento del régimen de relacionamiento neoespontáneo
humano democovivencial, en el que la mecánica abastece al ser (el supramoderno ser
humano no puede vivir –integración, cohesión-, como no sea conectado por el cordón
umbilical que lo engarza al sistema automatizado de proveeduría), la razón de la vida pasa
a comprehenderse en el objetivo meta y el trabajo de la mente es su instrumento [La
divisoria: “derechos autonomía” y “derechos a pretensión” pierde sentido completo en el
“imaginario” postcontitucionalista, puesto que en la fase supramoderna del género la
“civilidad” se vuelca en humanidad, la “política” {expresión de la desigualdad sustantiva}
es un hecho superado; mientras que la abundancia de bienes que garantiza la satisfacción
de todos las exigencias humanas predicables de las necesidades, de seres en curso de
plasmación del atributo de la dignidad {quantum de necesidades significativamente
reducido al abstraerse de ellas el criterio de suntualidad} vuelve tutelar de “derechos” al
colectivo y su garantía es el sistema automatizado de proveeduría. La racionalidad {no la
ética, tampoco el balance contable económico} pasa a ser el auténtico motor del desarrollo
humano: de “seres de fines”, en cuanto razón por la que se realiza la inteligencia colectiva
{“una sola cabeza en infinidad de cuerpos”}]. En una vida individual, el viejo no llega a
saber todo, pero lo sospecha: la contradicción entre “lo singular y lo universal” se resuelve
en la historia y en la generalidad: la verdad relativa (Lenin) se acumula, se reprocesa y se
cualifica al saltar al nivel superior: al grado absoluto con la realización progresiva de la
vida consciente (evolución; la ciencia, la técnica, el conocimiento), movimiento de la idea,
que tiene su precondición ontológica necesaria: la prolongación de la “esperanza de
vida” –cuasi inmortalidad-, la conexión en interfaz entre los cerebros humanos y la
inteligencia artificial; así como el viejo pone frente al joven el cuadro de su propio
porvenir (K. Marx), la hipótesis sobre el suprastatus de la mente, coloca ante la
especulación el orden de su realización (en Derecho Positivo: “nadie es ignorante frente a
la Ley” –sic-: “quién entienda, entienda”). La estructura de la personalidad del “ser
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humano nuevo”, en la perspectiva de El Che, también ha sido superada: la reunión en la
persona superior que se aspira a ser, de las mejores cualidades del humanismo y del
socialismo ha queda insuficiente: en la simple posición hedónica seudo racional, de aquel
individuo que se siente libre, igual, semejante, solidario (no pertenece a clase social o a
estamento alguno), sensible al arte, filósofo, de esencia colectiva multifacética; el nuevo
ser, la nueva humanidad es aquella que ha dejado atrás el correinado de la “inteligencia”
emocional: es frío, racional (es bueno por racionalidad –estructura científica de la
conciencia-, no por miedo –religioso-, por inspiración –moral- o sugerencia -educación),
en el que se ha diluido el sentido tanto de la noción egoísta como la de la solidaridad,
concentra su interés sobre el horizonte, en el cual se perfila la “visión de futuro”: llegar a
ser el ser que domina el saber universal. Ha llegado el momento de “ser perfecto” en
“cuerpo y ´alma´”; empero, se consiga o no tal status, esa es la propensión inscripta en el
trazado dado de la vida humana, la que se puede “leer” –sic- en el movimiento de la
“mancha urbana” del progreso evolutivo material y espiritual registrado en el eje de la
historia. Por su parte, esta “visión de futuro” no es normativa, es real, pues, responde al
movimiento cuasi todavía autónomo de las fuerzas productivas [Para quienes han vivido
la experiencia de las más inverosímiles formas de hedonismo –el amor es su
condensación-: placer, goce {sentidos, emotividad –inteligencia emocional, hemisferio
derecho del cerebro; el capitalismo se ha notificado de esta debilidad: lo ha usado y
desarrollado en el consumismo}, acción química hormonal {luna de miel,
homosexualidad, fin de año, Navidad, cumpleaños, onomásticos, música, pintura,
escultura, arquitectura, poesía, turismo, bailes, fiestas, alcohol, drogas, cine, deporte,
gastronomía, perfumería, modas, premios, agasajos, aplausos, halagos, bellezas
naturales y culturales}, debe parecer brutal, intolerable, inconcebible, inimaginable, el
cambio revolucionario más grande luego del de la antropomorfización próximo a darse
al interior del género en la ontología y en la subjetividad, o sea, la superación de esta
esfera, que es básica para la conservación de la vida en sus primeras etapas: superación
de la llamada “felicidad” en el plano de la sensorialidad, para asumir una nueva
modalidad del ser, de “actitud frente a la vida”: la frugal racionalidad espiritual. En
efecto, constituye el mayor gran salto en el Universo: la transformación radical de la
“psiquis” humana, momento en que se inicia la verdadera historia –Marx-: el
comunismo, que tiene como condicionantes de movimiento a la automatización, a la
inteligencia artificial, a la conexión intercerebral en red, a la cesación del trabajo como
fuente de proveeduría y de racionalidad, a la supresión de los órganos
superestructurales, a la formación democovivencial del género; en suma: a la entrada de
la “ley del ´valor´ de usufructo” como regularidad de esa historia. En el horizonte, sólo
el sentido que torna consciente a la conciencia quedará en pié en el ser humano
superior que viene, que es una conjunción de clásico los sentidos, pero atenuada.
Empero, como ocurre siempre: toda esfera de la vida debe dar todo lo de sí en el
cumplimiento de su función antes de cansar, fastidiar, empalagar y dejar la escena de la
vida {la felicidad no existe como estado –dixit S. Freud}. La fase propia del evento es la
de la llamada posmodernidad {capital financiero y socialdemocracia de consuno}: el
desate de las pasiones, la subversión insensata del orden, el imperio de las formas más
aviesas de conducta, escenario de fango, del que “emergerá el Ave Fénix”]. Finalmente.
33.- Las hipótesis planteadas (hipótesis razonables, nacidas de la observación larga y múltiple
sobre los hechos y de la aprehensión de inferencias avanzadas por varias mentes), se piensa
tienen su laboratorio de prueba en el devenir de los hechos; atenta la seriedad de conducta,
en cambio, su pertinencia lógica y argumental constituyen su principio de “demostración”
(coherencia formal a priori). La aceptación de estas pre-tesis, no puede ser sólo opcional:
el lector prevenido entrará en relación con la base “objetiva” del discurso, al ilustrarse
sobre las grandes tendencias en las que se dibujan los gérmenes del provenir; caso
contrario su autor se contenta con haber despejado ciertas incógnitas y ver de modo más
largo el desarrollo evolutivo humano, del cual se ha formado parte pasiva, y encontrar
solaz en ello. Estas construcciones prospectivas tienen, por tanto, una fortaleza y una
debilidad, como se dice en el presente, en lenguaje estratégico empresarial. En el primer
caso, como las predicciones sucederán (o no sucederán) en un futuro lejano (o quizá
pronto, sobre todo si se considera el carácter vertiginoso del proceso de desarrollo
científico-técnico al momento –en la actualidad se comenta que la humanidad duplica todo
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su saber en meses: “su incremento no es gradual sino hiperbólico”), ya no estarán vivas las
actuales generaciones (los posibles detractores de estas lucubraciones): no podrán respirar
para demostrar, que se estuvo equivocado; en el segundo caso, tampoco en lo personal se
estará presente para constatar, que se tuvo razón, en el evento de que los hechos
cristalizados, confirmen la certeza de las predicciones (Keynes una vez dijo: “en el largo
plazo todos estamos muertos” [Ahora bien, si se hace referencia en este trabajo al
pensamiento burgués y a algunos de sus más esclarecidos representantes {a George Soros,
por ejemplo}, no se debe a que se quiera apoyarse en ellos en búsqueda de respetabilidad,
de legitimación para las presentes ideas o no consentidamente promover su “hegemonía”,
como lo recusa J. Petras]); en suma: frente a los detractores de la idea se declara que ni
para quién escribe los supuestos anotados ni para los que los nieguen se cuenta a la mano
con el “criterio de verdad” de dirimencia de la controversia: la práctica, puesto que las
predicciones se harán realidad o dejarán ver su índole de falsedad, en cinco o diez mil años
(“Se puede probar que sí; se puede probar que no: se ha entrado en un punto muerto”). Sin
embargo, las aseveraciones formuladas en torno de lo que viene para la “raza”, tienen el
aval de la consistencia y fundamentación lógica (“principio de anticipación racional”): las
tendencias se proyectan con criterio materialista (a la manera de la positividad de las
predicciones meteorológicas), por lo que ellas son depositarias de actos de sensatez
provenientes del juicio, que se sustenta en hechos reales conocidos (no obstante, en cada
página del presente escrito se insertan “juicios de valor”, puesto que una persona que ha
estudiado la realidad con el prejuicio de una específica forma ideológico-teórica en plan
político (tomada esta categoría en su acepción fuerte: “lucha de clases por el ´poder del
Estado´ para conservar o transformar la realidad”), se ha formado un concepto del “ser”, se
imagina el “deber ser” –filosofía-ficción- y está obligado a pronunciarse de modo
comprometido, en coherencia; en verdad, no se puede ser neutral ante escenarios
intrínsecamente escindidos). Objetividad de clase: criterio de verdad en ciencias sociales;
Marxismo: ciencia que a su vez es ideología, en el sentido en que expresa el pensamiento
de una clase, sus intereses; cientificidad, que no es imparcial, pues, está comprometida
(Lowy, M.); este gesto en la vida, ha ligado “por siempre” la existencia personal al
“destino de la clase obrera y su partido” (B. N. Biessonov); ideas que han permitido
también avanzar en la conciencia sobre la verdad de uno mismo (en realidad, el trabajo
titánico ya fue realizado por el gran Marx: el original), luego ellas pueden –en último
término- entregarse a la “roedora crítica” de los virus informáticos; en efecto, “mi lucha”
es frente a la Naturaleza: para comprenderla mejor, para no permitir que una fracción
minúscula humana ejerza el poder de dominación sobre la población –cuando ya hay una
nueva forma humana al frente, que ha negado a la explotación, a la dominación y a la
sujetación, en paralelo-, la someta a exacción merced a detentar la propiedad de los medios
de producción, efecto del despojo histórico, y, no consentir la continuidad de la primacía
de los sentidos sobre la racionalidad ([En verdad: “mi lucha, no es ya contra...” el
capitalismo; este sistema no es el contrario digno {los gringos insolentes de hoy: ¡ya no
dan el peso!}, que dé realce a la personalidad del oponente, que por su propia contextura
histórica y catadura moral –como lo fuera en su etapa concurrencial, de ascenso-, torne
superior al enemigo por su calidad y valor; strictu sensu, la lucha es la brega de la
humanidad –en esta ocasión: sí- consigo misma: para dejar atrás definitivamente toda
distracción disparatada burguesa, mitológico-religiosa, afectiva, culturalista, nihilista
{posmodernista} y hacer buen uso del cerebro; en una palabra, pasar a la dimensión de la
racionalidad]). En una palabra: cualquiera que sea la posición anímica que estas ideas
induzcan a formar, debe declararse, que las mismas han sido el producto de concienzudas y
“objetivas” deducciones, llevadas a cabo en el lapso de década y media de sostenida
reflexión. El presente trabajo, a su vez, “intuitivamente” fue planteado para atender
necesidades personales bien definidas. El primer objetivo del mismo, fue “comprender,
aunque sea de modo fantástico, lógicamente acomodado, el orden total de la existencia”; el
amable lector podrá advertir, que dicho propósito ha sido cumplido con creces. El segundo
fin, fue de carácter medial, operativo: acercar a las personas interesadas, el enfoque
desarrollado; esta pretensión, se halla pendiente, pues, la misma se ha visto enfrentada a
complicaciones, en el orden de su difusión. El tercer objetivo fue pensado con fines
eminentemente políticos prácticos: competir, batallar con estas ideas (comprender el
presente mediante aproximación reflexiva entre el pasado y el futuro -su hipótesis- y actuar
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en él); este interés también se halla en espera, en suspenso, en carpeta, de manera que,
frente a la “empresa” en su totalidad, falta el 75% por hacer;
Las tesis sustantivas de este documento, expuestas, como suele decirse: “en pastilla”, son:
El Universo, en su inmensidad, extracta Tierra, humanos, racionalidad (orden ascendente).
Razón de ser, del ser humano: producir la teoría del Universo (historia: superación del imperio de
la esencia antropológica: conciencia sensible); trascendentalismo absoluto: “el Universo se mira a
sí mismo, se reconoce y se afirma”; Reino de la “Divinidad”.
El instrumento es la inmanencia humana par exellence: la propiedad de la inteligencia
(determinación), en cuanto identidad genérica ontológica: último eslabón evolutivo por “selección
natural”.
Inteligencia (neuronas del neocórtex) –objetualizada- (necesidades/problemas) fuerzas
productivas civilización, desarrollo civilizatorio.
El proletariado realizó su sentido histórico (marxismoleninismo = verdad probada en su
practicidad): la Revolución de Octubre, la Dictadura del Proletariado, la formación de la ex URSS
y su campo.
A fuerza de la traición revisionista instaurada por Jruschov, la conspiración capitalista y la
determinación del flujo de la historia, el socialismo terminó convertido en “motor dual” al
principal capitalista en el desarrollo de las fuerzas productivas; el “alternador” socialista yace
aparentemente apagado, retirado por la historia, sin embargo de que llegó a ser efecto de sintonía,
momento de sincronización entre el desarrollo material y su reconducción consciente, que elevó a
nivel de razón histórica a las expectativas de la mente. Hoy el socialismo es el “eco de la historia”
y como tal señala el Norte, vuelve vergonzantes posturas visionarias fuera de su rigor, y de ese
modo pervive, cumple su papel.
La humanidad se encamina al comunismo: abstracción del trabajo (automatización), supresión de
la superestructura (democovivencia), trasparentación de la conciencia (objetivismo filosófico).
Epoca actual (2012): transición (nueva división global del trabajo: neocolonias = cambio de
relaciones sociales/países imperiales = completamiento de la automatización); es también un
ambiente global de guerra de “baja intensidad” en el planeta: el proletariado ha salido de la
escena histórica instalando la refriega de clase en la arena hemisférica toda o el capitalismo, en su
fase madura, ha contagiado a todos los otros entes y sectores la condición esencial suya: la guerra.
La historia cambia en su entera magnitud (deceso completo del capital) efecto de emanación
sinérgica desarrollo de las fuerzas productivas (reconversión absoluta de la ganancia en capital) y
la acción política subversiva, intelectual, ciudadana (push de estamentos).
Democovivencia: proceso racional de la voluntad hacia la idea total, libertad de elección,
decisión.
En suma: la historia abarca (es) el proceso de desarrollo prometeico de la humanidad conducente
a (hasta) develar la verdad de la materia (el cual se torna científico-racional, al intervenir la
voluntad en él); el drama transparenta índole unilineal: no elegible de entre varios horizontes,
como es la usual y masiva creencia (la riqueza no está en la diversidad, sino en la unicidad, en su
profundización cualitativa); ese curso se halla inserto en la genética humana; el instrumento de su
realización es el neocórtex; y, todo el prodigio se comprehende en la dinamia material misma (El
mejor profesor del presente es el futuro. Es el momento en que la Filosofía retoma uno de sus
roles: el papel epistemológico, o sea, como instancia legisladora que pone los lineamientos de
formulación y reformulación de las comprensiones particulares).
Posición filosófica (dilema epistemológico: si las verdades –categorías teóricas- en ciencias
naturales, sociales y de la mente, a las que se echa mano para la elaboración del presente
trabajo, se trata de conocimientos o de desconocimientos –Castells, de Hípola-: su aceptación
a priori –Althusser-; dicha inquietud, no es materia de elucidación previa). La inteligencia, en
la historia, ha propendido entender la realidad, usufructuarla, prospectarla, encontrar su lugar
en ella y suponer la naturaleza “de sí” –como realidad y parte de sí-, en el futuro. La
“posthumanidad”: Atenea, modelada por el sistema de convergencia tecnológica
(singularidad), su desempeño en escenarios de altos niveles de satisfacción de necesidades, va
a apelar a una nueva Etica que le permitirá la difusión democrática de los productos de ese
desarrollo, el control sobre los excesos del poder y la superación colectiva de
disfuncionalidades sociales; la susodicha, la “visión de futuro” antelada por los miembros de
la intelectualidad hegemónica, científico-técnica global. El VI Congreso de Filosofía, que se
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lleva a cabo en Venezuela (noviembre 2011), concluye, que es preciso forjar una nueva
Filosofía; su carácter renovador se dice debe provenir de la inscripción en las ideas actuales,
de las relacionadas con las cosmovisiones de Oriente; el eje de integración de esta diversidad
en una nueva totalidad, debe estar situado en posiciones de reflexión neobarrocas,
posmodernas, fractales. Derrotados por vías políticas descentradas de baja intensidad
(deliberativas, consensuales, éticas -institucionales) el neoliberalismo y el capitalismo, la
civilización que el ser humano debe construir (sic), es la del hedonismo pluricultural
humanista ilustrado: seres humanos (ciudadanos) libres e iguales. Respetables las antes
citadas “búsquedas”; pero, por ahí no va la cosa. La ceguera en materia filosófica sigue
presente, tanto en el círculo de la intelligentzia próximo al sector que crea y promueve el
desarrollo de la tecnología, como en el que pretende generar una cosmovisión alternativa a la
neopositivista oficial. En primer lugar, sólo si se substrajese del control monopólico el aparato
automatizado de producción para que opere como mecanismo de proveeduría gratuita de la
vida en colectivo, puede pensarse en instituir una “nueva Etica”, puesto que ésta tiene
determinación socio-estructural. En segundo: ¿“cultura” o civilización? ¡Civilización!
(inteligencia colectiva ontologizada, acumulada, cualificada por las generaciones, zócalo de
ascenso de la idea) [El ser humano realiza su ser mediante toma progresiva de conciencia
sobre el hecho {se concretiza}, en la ruta puesta por la naturaleza, la que se reobjetualiza en
las fuerzas productivas {su genética define el sentido de la vida en la estructura del neocórtex
–la Religión dice: “el ser humano construye su destino con la guía de Dios”}]. La creación de
las nuevas condiciones materiales de reproducción de la existencia y su expansión “sin coste”
por los cuatro puntos cardinales en el planeta, habrán retirado las razones generatrices de las
lacras sociales, el prurito psicológico de atesoramiento y la necesidad de dominar, en
coherencia; el anterior, es un pronunciamiento tan tautológico como necesario, de cuya
pragmática habrá de emerger racional y espontáneamente un nuevo ethos (racionalidad
teleológica: adecuación de inteligencia a conciencia): el escenario axiológico, en el que se
realice el ser humano de psiqué superior (la ciencia y la técnica rediseñan al cuerpo humano
–a la humanidad- para que sea independiente de los elementos, para que los utilice para llegar
a ser poderoso). En tercero, no se subestima las cosmovisiones andinas, africanas, árabes
(Pachakuti, Budismo, Lao Tse, Confucio, Aberroes, Avicena, por ejemplo), pues, las mismas
constituyen esfuerzos pioneros de intelección del mundo, cuyo mérito es haber advertido la
necesidad del conocer filosófico y plantearse las clásicas preguntas en dicha esfera, que
todavía asaltan a ciertos cerebros (la mentalidad Oriental, no es contraproducente de por sí,
como sí son quienes quieren revivirla, lanzarla a toda la geografía del mundo, e imponerla);
además, el haber adelantado formas sencillas de respuesta a las interrogantes filosóficas
consabidas, es toda una proeza inestimable; por otra parte, algunos argumentos de dichas
cosmovisiones pueden servir de marco en la nueva concepción, incluso para ligar la idea
moderna con sus fuentes. La percepción se desarrolla; lo hace en el torrente de cambios
cuantitativos y cualitativos (no bien se encuentra el sendero correcto, las llamadas
“revoluciones científicas” kuhnianas, concluyen) como ocurre en la realidad con la Tabla
Periódica al dar paso a la química orgánica, a la vida unicelular, a los organismos complejos y
a la inteligencia (la conciencia), proceso en el que se cierra la evolución y aquella (este
pensamiento: la concepción materialista objetiva) produce la idea, como compendio
epistémicamente mejorado de la doxa anterior. En una palabra, progresión civilizatoria: valor
de uso (naturaleza), valor de cambio (trabajo: la actividad que elevó a “Lucía” a homo
sapiens sapiens se ha enseñoreado y ahora inclina su servís, se despoja de su majestuosa
melena), “valor” de usufructo (trabajo pasado: ethe metahistórico, trascendente, de
racionalidad). ¿Qué es lo primario: la materia compacta o la forma-movimiento de su
representación (telos, para el que el ser humano es el sujeto)? La respuesta es clásica:
monismo material: masa y sus propiedades, las cuales engendran los modos elementales de
movimiento, en primera instancia; luego, la materia se eleva hacia los momentos desplegados
de su cinetismo y se conceptúa: la Carne “se hace” Verbo, y toda forma de indeterminación
heisenbergiana se anula (La conciencia superior humana está llamada a consolidar/mejorar el
orden logrado aleatoriamente por la naturaleza y por la historia. En la dimensión histórica
–mesocosmos-: incluso en época de crisis, el orden está determinado a ser, pues, con las
urgencias de la vida –economía- Heisenberg no funciona: no hay lugar para zalamerías
indeterministas, puesto que: o se come tres veces al día o se muere; si no se fornica puede
explotar el cerebro y/o no se tiene críos y la especie se extingue; si se prescinde de la
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producción social, material y espiritual, llevada a cabo de manera sistemática y
obligatoriamente, no se sobrevive). La materia, en su movimiento mecánico, es eterna; la
conciencia surge y desaparece: es tan sólo un divertimento ocasional de la realidad (la Palabra
pasará, pero “Cielos y Tierra” no pasarán). Inteligencia en operación: progresivo
otorgamiento de conciencia a la Materia. La Materia, en forma de Universo, se introduce en el
espejo del “alma” (de la gnosis, de los cerebros humanos): la idea, el Verbo se levanta,
mientras produce a “Dios” en el proceso evolutivo de la mente, y cronológicamente se refleja
en ella de modo más completo, se reconoce en esta representación y se reafirma (el neocórtex
tiene en potencia, el poder para convertir al ser humano en “Dios”; con la inteligencia, el ser
humano no necesita de un Dios redentor para el largo plazo de su existencia [en verdad, el
proceso humano no puede ser simplemente mecánico, pues, una vez surgida la humanidad,
ésta se convierte en prerrequisito de todo lo que debe venir en la historia natural; luego, a
partir de “hoy” y en buena medida, depende del ser humano, que el Universo finalmente
llegue a contar con “Dios”: su conciencia rectora; el ser humano es el verdadero “cangrejo de
herradura”, el supramoderno “listorsaurio”]; si el mundo no se presentara a la mente como
realidad incierta, móvil [“sistema de causas y sistema de efectos”] no habría razón para la
existencia de la inteligencia, pues, esa forma aparente de ser, es la condición de realización de
la inteligencia y la que conduce a la razón absoluta como meta). Proceso de movimiento
(contradicción) paralelo material y de la inteligencia, camino hacia la concreción del saber: la
vida de la humanidad consiste en ese viaje (La Materia esculpe a “Dios” -La Carne
Enverbada- en el movimiento permanentemente ascensional de las fuerzas productivas
[movimiento ontologizante {“alienante”}, progresivo de la inteligencia]; el Universo forja su
regente en el despliegue, en la realización de la forma singular suya: el neocórtex, supera el
caos schrodingeriano, en el avance progresivo de la ciencia y de la técnica: la conciencia
absoluta; la naturaleza se humaniza, se subjetiviza, se “diviniza” -el ser humano sopla, en la
“nariz” de la mecánica, la inteligencia artificial: redes neuronales/simulador de pensamiento,
robot sapiens, conjunción ser humano-máquina inteligente: posthumano o poder subjetivo del
tamaño del Universo [el ser humano sólo alcanza su libertad, se manumite, volviéndose
“Dios”]). Este “saber absoluto” no deviene en linealidad cíclica en su orden de generalidad;
pero el mismo se exterioriza en momentos de secuencialidad –por lo cual asume también
carácter de ciclicidad- en su particularidad: la materia se “autoconfirma” en su proceso y éste
elevarse al status de subjetividad, el aspecto edificante de su negatividad: la novación
sistémica, constituye la realización en su ensimismedad, de los diversos momentos de la
totalidad: la realidad objetiva permanente, el presupuesto de la representación subjetiva (el
movimiento de la materia –parte de él, es la historia-, constituye el autodespliegue de ella: el
arribo a la autoconciencia a través del trabajo intelectual de la historia –como en Hegel: todos
los episodios naturales y humanos buenos o malos [estructurados en antinomia], se justifican,
en la medida en que son tributarios de este proceso).
Todo en este mundo tiene un fin que conseguir,
son designios que se tienen que cumplir (Los Kjarkas: Por un mundo nuevo).
La Materia pasa de su estado mecánico hacia la fase siguiente de su organización y
movimiento “evolutivo”: la orgánica, con el aparecimiento del primer “coacervado” (materia
en estado mecánico-orgánico); con la presencia del ser humano (agregado de “unidades de
inteligencia”), luego, la Materia se ubica en su etapa superior, se conforma de modo
“trinitario”: mecánico, orgánico, inteligente-demiúrgico (“Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y
Dios Padre”); la naturaleza se jubila del “trabajo” evolutivo, mientras que la conciencia
(natural y, luego: la artificial -mixta) se hace cargo de este proceso (desarrollo de las fuerzas
productivas), en el que (la humanidad) se libera del influjo de las determinaciones materiales
y sociales, y pasa a dirigir su entorno superando la estocastia (el producto supremo de la
materia se eleva de la condición animal –Lucy- a la condición humano-racional –Marx- y, de
ésta: a la condición “divina” [posthumano] –la representación pictórica de ser humano y Dios
en el arte de Miguel Angel). Luego: concluye todo (la indeterminación). Pero la Materia es
cíclicamente vanidosa: cada ciertos millones de años el corazón material, después de una
nueva “gran explosión”, en la fase de “sístoles”, en el “Universo viable”, óptimo, crea, a
través del proceso de trabajo del ser humano, a “Dios” (al ser que decide sobre sí mismo), o
sea, al ente todopoderoso que es capaz de decirle, que le “calienta las orejas”, que le recuerda
(a la materia) subjetivamente: “quién es”; qué puede hacer; hasta dónde ha llegado: viabilidad
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y optimidad (alguna gente –los cristianos protestantes- maldecirán el futuro). Este galanteo, es
el conocimiento humano del mundo: la conciencia de la humanidad, la que pone a ésta en
condiciones cada vez mejores para sustentar la vida; y, en cuyo lento, cruento e histórico
despliegue, desarrolla la “conciencia de sí”, de sí mismo y de la Materia. Esperanza: que a
inicios del siglo XXI las fuerzas productivas hayan llegado a un grado tal de su desarrollo,
que haga imposible que la vida retroceda, que se estanque o que no continúe con la celeridad
requerida, para insertarse plenamente en la próxima fase: la democovivencia (conformación
del ser humano como sujeto de pensamiento en acción); en realidad, malas intenciones en ese
sentido lo tienen, tanto la dogmática religiosa, la ecologista, la culturalista (etnicista) y aún las
marxistas posmoderna y la ortodoxa; la vida, por tanto, ingresa en la fase del verdadero
“entretenimiento” (el trabajo epistémico): integrar la nueva información sobre el mundo
generada de modo automatizado al backgraund dado y proveerla de sentido (D. Ausubel);
tarea a darse en un ambiente de alta racionalidad, madurez psicológica y frugalidad: se ha
impuesto el orden racional, providencial, del espíritu sobre el “orden animal, egoísta, de
mercado” (Hegel). No es lo dable vivir la vida como animal, simplemente con conciencia
(nacer, crecer, profesionalizarse, amar, reproducirse, creer en Cristo, asegurar la vida de la
prole, envejecer y morir), ese ciclo es más indigno realizarlo, que el que lo hace el animal;
esta fatalidad desaparece una vez que el ser humano inscribe su existencia en dos
“entretenimientos”: el político y el científico; el primero conducente a superar la asimetría
social, y el segundo a adoptar el conocimiento de punta o a contribuir a su desarrollo en forma
objetiva y completa (Maddox, John: Lo que queda por descubrir). En una palabra: el ser
humano está para producir el retrato hablado del Universo (a la persona mayor no le interesa
tanto aprender, le compete entender: la información lo provee la investigación artificial; la
historia deja de marchar a espaldas de la conciencia). Por su parte, el Universo –el Cosmos-
(real y “espiritual”) es para el comunismo, no está dispuesto para el capitalismo: Moisés sólo
llega a ver la “tierra prometida”. Una vez que la automatización se generaliza, la inteligencia
pierde la determinación real de su ser; a la inteligencia, para de nuevo justificarse (adquirir
funcionalidad), solamente le queda un camino: volver los ojos a la ciencia; y, cuando también
en tal esfera todo esté dicho, la inteligencia se enfrenta a su necesaria negación (concluye el
largo viaje en el que el desarrollo humano es el medio que “construye” progresivamente la
muerte temporal, espacial, total, del ser). El reto en la ciencia es dar respuesta a cuestiones
como: ¿por qué existe la materia?, ¿por qué es por siempre?, ¿por qué es infinita (tiene y no
dimensionalidad)? [Inquietudes humanas: el problema de la “transformación de valores en
precios”, el de la “incompletitud del lenguaje” {Godel}: interrogantes, que sólo se resuelven
si la mente se mueve fuera del paradigma de la causalidad y su manifestación, de la noción
que se forma siempre teniendo como zócalo al modo de ser “temporal” de la conciencia; la
ciencia llega a su fin {J. Jorgan: Fin de la ciencia}, la Filosofía subvierte su locus: la
inteligencia ha convertido en idea de forma segmentada la ontología del ser, compartimentos
de conocimiento luego consolidados en la cosmovisión veraz; la Filosofía: como reflexión
lógica {deductiva, inferencial} que deriva en la exposición de un sistema coherente de
hipótesis sobre el carácter de la realidad pasa a superarse en su demostración {se realiza como
especulación que se cumple a través de la ciencia, de la técnica, del conocimiento} y a
tornarse ideología científica: valoración objetiva de los hechos {de los grandes y pequeños
números, de la totalidad; el carácter de cosmovisión objetiva, acota el interés metodológico de
la Filosofía: “El análisis de las ideas, orientado a establecer un sistema entre las mismas,
desborda los métodos de las ciencias particulares…”, o su visión más restringida: “como
instancia legisladora de la ciencia…”}]. Concluida dicha labor, no queda más qué hacer,
como no sea el atreverse a decidir sobre uno mismo: los instrumentos se inventan, se mejoran,
siempre que haya necesidad, que aparezcan nuevas o que las consabidas se incrementen
cuantitativamente por aumento vegetativo de la población; por ejemplo: si ya no hay quién se
siente en una silla (incógnitas sobre la realidad), el carpintero (humanidad), la sierra
(inteligencia), la madera (el substrato de la representación), no tienen sentido; eso ocurre
(ocurrirá) con la conciencia, con el robot, con la materia. Y si de algún modo la persona
supramoderna ya tiene en su supradesarrollada y humanamente interconectada conciencia el
grado de saber en profundidad y en extensión sobre su entorno mediato e inmediato (“intuir”
qué es el Universo, qué es el ser humano y cuál es su papel; cuál es el desenlace de todo), la
vida puede registrar la tendencia hacia el ofuscamiento, a volverse existencialmente no
llevadera, inútil en virtud de haber superado la incógnita (cuantas veces se ha escuchado pedir
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a alguien que ha leído un libro, que no dé a conocer su final, puesto que para el nuevo lector
el conocer el desenlace induciría desinterés en la lectura); sin embargo, el temor se disipa
cuando se advierte con nitidez la verdad, en el momento en que se asume conciencia del
hecho de que ésta (la existencia racional) pasa a operar como en la participación de un
prominente actor en una película, en la que el drama se conoce de principio a fin (y este
conocimiento propio es el que pone garantía en la actuación con excelencia): la satisfacción
está en actuar en el papel asignado de la mejor manera posible. En suma: el acontecimiento
asume el carácter de una persona que recorre en la realidad lugares que ya conoce
mentalmente (en este caso el futuro se ha vuelto pasado falto de interés; pero, ¿acaso el
conocer que se va a envejecer y, luego: a morir, quitan interés y deseo de vivir?).
¿Desconcierto vital, vacío, ansiedad sartreana, anomia existencial? Paradójicamente, es la
duda, la incógnita, el desconocer, aquello que mantiene conforme a la conciencia; una vez
despejada ésta, a la serenidad, a la seguridad, a la satisfacción sigue la depresión (en este
plano, ya no hay distracción que valga, ni siquiera las mórbidas sentimentales); es la madurez
la que realiza una nueva ronda de templado del carácter, la que imprime comprensión, no
resignación, pero entre comprensión y resignación hay una muy delgada capa de separación,
de diferencia. Los innúmeros torrentes humanos viables –las distintas conciencias o culturas:
las múltiples maneras como la inteligencia se ha reproducido en específicos ecosistemas en el
planeta (“la inteligencia sirve para sobrevivir”, pero en el ser humano)- confluirán en un
momento dado; y, en el presente, esta forma de realidad debe ocuparse de la existencia en su
etapa altamente organizada, en varias partes del Universo (o universos); estas inteligencias
–compañeras en la “validación de la optimidad del Universo”- deben ser gentelwoman,
magnánimas, moralmente superiores, robotizadas –quizá: artificiales-, deben hallarse más
cerca del “juicio final”: del juzgamiento del “ser” por la conciencia, del saber completo; en
aglomeración con ellos y cortando etapas, se protagonizará la proeza: “bienaventurados los
científicos, porque ellos forjarán el Reino de los Cielos”; en una palabra, no hay lugar para los
débiles, sólo los más fuertes pueden llamarse humanos, pues, para eso es lo que están hechos,
para lo que han nacido. Ahora bien, en la coyuntura, mientras no se tenga un proveedor fuera
del trabajo humano (el robot, el sistema automatizado de producción), no se puede suprimir el
trabajo, la división del trabajo, la propiedad privada de medios de producción y la lucha de
clases; alcanzado el hito, por un lapso se principaliza la lucha ideológica entre materialismo e
idealismo (racionalidad y hedonismo mitológico), conflicto que pasa a operar como motor de
la historia; superada esta última antinomia, el movimiento lo produce la contradicción prístina
última (la ley: “el enfrentamiento entre el carácter procesal del ´ser´, que se abre al infinito y
la conciencia, que se propone atrevidamente alcanzarlo”): entre ontología y gnoseología, la
cual concluye al desarrollar el ser humano el “saber absoluto”: la meta ha sido cumplida y
toda vida inteligente –una vez más se dice- pierde sentido. Del mismo modo que ningún
economista en el mundo ha sido capaz de demostrar, que un empresario internaliza
externalidades (por ejemplo: el incremento de la tasa impositiva directa), por lo cual recibiría
el Premio Nobel (dixit Dr. P. Dávalos), un creyente en Dios (en Dioses) debería demostrar,
para que exista Dios: cómo Este supera el problema de la inmortalidad, de estar presente en
todo lado, saberlo todo, poder hacerlo todo, no tener (o tener a la vez) pasado, presente y
futuro, por siempre y no fastidiarse. Muerte natural: muerte dulce; la percepción de la muerte
es admisible racional y anímicamente; en la vejez no importan ya los años por venir (como no
sea la esperanza, que reside en la vida de la prole), salvo que se tenga pendiente alguna misión
por cumplir, lo cual no es nada raro, pues, en momentos en los que escasea el “tiempo”, es
cuando más se le ocurren a uno los proyectos; el “tiempo” se ha ido, el cerebro ha entrado en
la etapa de declinación; ¿qué le importan al viejo los nuevos descubrimientos, la buena
alimentación, los placeres de la existencia, frente al cierre de su vida, ante la dentadura
careada, una vez que se dispone de un sistema digestivo agotado o frente a la pérdida de las
fuerzas y del encanto hormonal de la juventud?, además, para una mente inscrita en la
racionalidad, la pregunta normal es: ¿se ha justificado la vida?; las enfermedades, los malos
recuerdos, los fracasos, la vida conforme a las relaciones burguesas, la operación de la
entropía (el haber dado todo lo de sí, el desgaste, el proceso de degeneración irreversible, el
avance hacia estados incrementados de inconsciencia, pues, el cerebro –reserva cognitiva- se
mengua más y más), son las premisas que concretan el carácter sapientísimo de la naturaleza:
la muerte puesta en términos de solución. Toda la colosal comedia material y humana, tan
sólo para dar gusto a un deseo inconsciente de la Materia: ser representada; bueno, ya hay una
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azón que justifique la vida humana fuera de las nociones escatológica y biológica, que se
inscribe en los propios designios materiales cosificante de la conciencia, que torna en títere al
ser humano (ni “ley natural” ni “libre albedrío”); pero la cosa no es muy grave, pues, el ser
humano es una hechura de la naturaleza, opera en su interior y se realiza según su legalidad,
aunque se eleve sobre ella y deje de pertenecerla directamente. Los seres vivos no conscientes
en la Tierra inscriben su existencia en el juego cíclico natural de equilibrio sostenible; para las
creencias el ser humano cumple designios divinos: esa la “división de aguas”; para el
materialismo es menos deshonroso alcanzar libertad condicionada (pues, por más supremo
que llegue a ser su “ser”, siempre será materia), antes que de los antojos y leyes coercitivas
metaimpuestas por el “diseñador inteligente”. La materia inexorable y estocásticamente va a
su representación total (en realidad, este es el enigma real: todo el proceso universal y el
histórico se comprehenden en él); esta tarea la realiza el ser humano presente o ausente
(pues, la inteligencia artificial puede seguir este curso, si se da una eventual desaparición
humana, precisamente en el último tramo de la ruta), con o sin “Dios”, y, para el efecto esta
última preocupación carece de importancia (es propio pensar, que el proceso es de
autoconversión histórica del ser humano supradesarrollado en “Dios”: el ser humano se
autotransforma en Señor del Universo [en esa lógica-histórica la Religión viene a ser el
“disfraz metafísico del automovimiento” de la humanidad]); la última suposición se
demuestra en la tendencia inscrita en la historia del progreso del conocimiento (al que han
contribuido los apremios de la sobrevivencia, las guerras, la explotación, la competencia, la
geopolítica, las conspiraciones, las plagas, las enfermedades, las catástrofes, las inquietudes
científicas aisladas y la forma ordenada, viable, óptima, estable, del Universo), y ahora, en el
sistema en formación de inteligencia artificial: ¿para qué el mejoramiento neurogenético y el
desarrollo de la potente inteligencia artificial, sino para conocer, desarrollar la técnica y
gobernar a la materia? Ser Humano: yo soy la inteligencia, el que busca la verdad y que va a
la muerte; el que es como yo, no vivirá para siempre; soy el que quiere ser, el que estoy
siendo, el que voy a llegar a Ser. La muerte ha dejado de ser el misterio. Al final queda tan
sólo la potencia (la materia y su propiedad primigenia), que busca un nuevo acto.
Observaciones:
a.- En los años 30 del siglo XX, la humanidad estuvo a punto de cambiar de acto a mitad de la
función por decisión audaz de un caso particular de conciencia (crisis del 29-33, eclosión y
consolidación socialista, el pacto Riventrov-Molotov); en realidad, la voluntad operó en
circunstancias excesivamente exigentes (grado bajo de acumulación y sinuosa correlación
subjetiva de fuerzas en coherencia) para instaurar un nuevo estadio de vida (en tanto forzar
a un joven a actuar en calidad de persona madura, cuando su estructura orgánica de trabajo
y reproductiva todavía es viable, pues, no se ha alcanzado aún el nivel requerido de
desarrollo de las fuerzas productivas ni tampoco la destreza precisa en la reproducción
artificial de su ser: la mente estuvo muy adelante del proceso histórico; sin embargo, la
idea la capta el joven y la incorpora a sus propias creencias, en espera de que llegue el
evento de desprenderse del ropaje anterior; en este caso, la representación antepuesta y la
realidad dada, existen al unísono). [Sólo en esa ocasión {1917-1970} el mundo fue
realmente diverso, o sea, expresión de la coetánea vigencia de formas desiguales de
desarrollo. Hay estudiosos del fenómeno americano, que sostienen que el fracaso del
marxismo se debe a la incomprensión del proceso; hecho que, a su vez, responde a que se
importó {sic} y se impuso mecánicamente una doctrina foránea. Esa evaluación, es
equívoca. Primero, deja de lado las premisas filosóficas y metodológicas en las que se
asienta el marxismo; segundo, asume el éxito de un programa ciñéndolo a la visión y al
tipo de formulación, no a las determinaciones materiales que definen el movimiento
comprensivo de la mente y su plasmación en productos programáticos. Strictu sensu, el
movimiento de las fuerzas productivas, la meta y el orden que ellas imponen, definen el
status de éxito o fracaso de los emprendimientos humanos {también en Europa “fracasó” el
marxismo, esto es, supuestamente en sociedades de capitalismo desarrollado y no sólo en
las precapitalistas}. El otro límite, es considerar en forma radical ese fracaso, es decir,
como que ninguna incidencia tuvo el trabajo revolucionario desplegado en aquel entonces
sobre los designios generales de la historia; en verdad, la presencia de la izquierda en
América Latina forzó la modernización de dichos subconjuntos humanos]. La historia pone
a un costado formas de organización social y de pensamiento, que ya no son fuente de
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desarrollo (porque pensar, que la convicción de ayer es la que viene mañana, es suprimir la
realidad, de que con el deceso de las generaciones, de los sistemas, mueren también los
pensamientos y que surgen en la humanidad formas renovadas de comprender su propio
pasado -A. Castillo B.-, el presente y la presunción en torno de los hechos por venir):
destruye los diques levantados en su flujo, por lo cual se produce “una suerte” de
reimposición del “concepto” de la naturaleza sobre el de la voluntad; no obstante, una vez
que la noción (el socialismo) ha sido dada, ésta pervive siempre: permanece
cronológicamente asentada en el segmento libre del ADN de las interneuronas, opera en
cuanto aspiración o como inquietud tan sólo, hasta que en algún momento con el devenir,
aquellas se correspondan, se realicen, con y en la nueva vida.
b.- La reemergencia de mitos, de ritos, de usos, etc., del modo de vida acaecido, como uno de
los rasgos típicos de la posmodernidad (pretendida era del reinado de los “pequeños
relatos” –J. P. Feinmann), quiere decir, que se ha restituido la forma de reproducción
anterior (la cual regresa con su cohorte de creencias) como efecto del impulso proveniente
del estado todavía no acabado de desarrollo de las fuerzas productivas. El Islam, la religión
cristiana ortodoxa y otras formas ideológicas orgánicas, se han reimplantado en la
conciencia en ciertas zonas ex soviéticas (es el móvil deliberado de Occidente, que arma el
“Lecho de Procusto” en el que se acomode la tesis del “Choque de Civilizaciones”, pues,
estos push nada tienen que ver con la lucha entre civilizaciones, religiones o ideologías
contrapuestas, sino mas bien su origen responde a intereses de carácter económico [disputa
neocolonial], los que, a su vez, obedecen a la geopolítica de las grandes corporaciones
financieras mundiales [Yihad islámica {lucha contra EU y sus aliados en todo el mundo
-“terrorismo internacional”; sic}: musulmanes radicales que piensan que EU está atacando
al Islam: Afganistán, Palestina, Irak, Siria, Irán, Libia; las nuevas guerras del futuro: las
contradicciones del capitalismo en decadencia: luchas económicas que tienen respuesta
ideológica; extenuación, negación mutua]; en realidad, la fricción continua dándose entre
los intereses (terrenales, elementales, económicos) de la acumulación y los de la
sobrevivencia masiva de la población [empero, sólo las fuerzas productivas {y la
“civilización” occidental} pueden hacer, por ejemplo, que no se restituya el zarismo y la
nobleza rancia en la actual Rusia; en realidad, el desarrollo técnico, la juventud y la mujer
se enfrentan a la ortodoxia islámica y lo derrotarán {La mujer, aunque a partir de
posiciones que rayan en el paroxismo hedonista –el machismo, clasista, capitalista, no
solamente tiene ribetes negativos; también ha servido para mantener hipócritamente a raya
al sensualismo-, cumple hoy tareas revolucionarias: directamente cuestiona al predominio
de la esfera mítica de la vida, esto es, al musulmanismo, al evangelismo, al catolicismo};
pero “lo que vale para” Oriente Medio “vale también para” Cuba]); la
resintomatologización ideológica del pensamiento (reimposición de una visión ilusoria
reductora de la conciencia; “las ideas religiosas no se pueden imponer a la sociedad a
nombre de la moral” –dixit Dr. E. Ayala M.), no significa que esa postura de la mente sea
eterna, de proyección necesaria en el devenir, que deba de todos modos persistir y no
perecer, con independencia del sino abierto por el desarrollo de las condiciones materiales,
de las que son su reflejo y a las cuales sirven. En Europa y en EU la mitología religiosa
protestante parece fortalecerse a medida que se desarrolla la técnica, que se cosifica al ser
humano, que se banaliza la vida con el consumismo “materialista”; sin embargo, esa es tan
sólo una apariencia, la que esconde bajo sus pies el mecanismo de supresión definitiva de
toda creencia sostenida por fuera del mundo. Por tanto, mitos consolidados, que resurgen o
que emergen, necesarios todavía como el marco en el que las estructuras materiales llegan
al horizonte máximo de progreso, cumplen la función de trasfondo adecuado para su
realización; hoy, ninguna importancia tienen Zeus, Vulcano, Hermes, Icaro o los
Romanov, cuando se está a portas de producir en laboratorio el propio cerebro humano,
van perdiendo interés las alegorías bíblicas o la coránicas (Jehová, Cristo; Alá, Mahoma),
pues, la misma intervención del ser humano sobre la naturaleza (inteligencia que por
necesidad se ontologiza en representaciones, en instrumentos, en métodos y aún en
estrategias, al interior de los modos clasistas de reproducción, en este último caso), crea la
idea irreal sobre la vida, pero en el instante en que se aleja este ser de su substrato natural,
es cuando ha engendrado el conocimiento del mundo (la ciencia esclarece la vida; la
técnica confiere mayores grados de libertad práctica) y las fuerzas productivas (inteligencia
ontologizada) son ellas mismas las que cierran el paso a toda creencia.
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c.- La intelligentzia pretoriana del capital propala la idea de que el capitalismo es eterno (Fin
de la Historia: F. Fukuyama; el poder mundial tiene una pobreza mental sin límite; en
Europa su cúpula no puede pensar más allá de la cabeza de la Merkel -y la mente de
Merkel tiene una estrechez histórica definitiva, su concepción de la vida es reductora de la
conciencia: “se cayó el Muro de Berlín y se acabó la historia, cuando, en realidad, de lo
que trató es de la emergencia de un proceso nuevo que liquidó todos los anteriores” [la
Merkel es la lideresa de la UE: representa a una clase {extracción, conciencia, posición}, a
la burguesa que impone su voluntad al resto; Europa, por tanto, se refleja en el
pensamiento y acción de una personalidad, que es su expresión: la Ministra alemana; la
mirada de la señora alcanza solamente a Europa, a una clase y a una fracción del capital: el
financiero, a los banqueros y al momento histórico presente]-, así como el poder yanqui no
puede pensar sobre la miseria intelectual de los Halcones de Washington): mercado
–modelo de desarrollo económico de inspiración neoclásico-, democracia y religión
evangélica son las formas perfectas a las que ha llegado la humanidad y no hay otro
sistema que los reemplace (se acota a su favor el “fracaso del socialismo" –Hayek-; “los
males de la democracia se curan con más democracia” –sic-; “el peor sistema democrático
es mejor que cualquier otro sistema” -sic); cree, y se da ánimos en torno, en el embuste de
la “eterna juventud”, de la modernidad permanente: propiedad, libertad de empresa,
iniciativa individual, diligencias y oportunidades, premio al riesgo, crecimiento ad
infinitum, diletancia en Dios. Empero, del mismo modo como no se puede manipular al
antojo la vida, la realidad tampoco es siempre la misma, por lo que no es posible pretender
perennizar una época histórica (es el momento de la verdadera “ruptura de paradigmas”,
porque existe la precondición necesaria del cambio que mueve a la voluntad: la realidad
material; lo que empezó como una broma subordinada al mezquino interés estratégico de
los empresarios para otorgar viabilidad y reabrir el camino del éxito en los negocios, hoy
se vuelve como boomerang en su contra y les está destrozando –la guerra en el
ciberespacio: se destrozan mutuamente los capitales especulativos –bolsas, futuros,
aseguranzas, formas virtuales de sí; ajedrez informático, con la conspiración de comunistas
y anarquistas); mirados bien los hechos, la realidad produce el cambio a espaldas de la
conciencia: el capitalismo (juventud) fue subvertido en un sitio y momento por el
socialismo (madurez) y ahora está siendo substituido por el comunismo (al margen de la
conciencia y la voluntad: capitalistas y comunistas cuando se dan cuenta, para su sorpresa:
el sistema ha cambiado); con la automatización, con el robot, con la inteligencia artificial
no hay bromas: escasez (en su lugar entra a operar la “psiquis” de la “enfermedad
holandesa”), propiedad, división del trabajo, poder, jerarquización, gobierno, creencias
deístas-teístas se desploman como un colosal castillo de naipes (la teoría marrullera de la
“democracia”, que viene de Montesquieu, de Hobbes… que designa que deben haber
oposiciones, pesos y contrapesos de corte anglosajón, equilibrios móviles en el seno del
Poder Constituido, esto es, la acción cruzada táctica entre clases por efectuar sus intereses,
desaparece; el ajedrez se elimina como juego y como realidad pierde sentido, se vuelve
incomprensible, cuando el “poder” ha pasado del Soberano al pueblo: al sistema
automatizado de gestión, que mutuamente ajusta a los miembros del colectivo, que
instituye el ethos: lugar de estabilidad y permanencia). El proceso, no obstante, tiene sus
antecedentes: la Revolución de Octubre, el socialismo (pues, el cambio no es una
determinación sólo natural) y la competencia intracapitalista: tendencia decreciente de la
tasa de ganancia, reconversión de toda la ganancia en capital (tampoco es un hecho
únicamente social); por tanto, es propio asumir, como explicación de la razón de ser de la
efímera experiencia socialista real (1917-1956), que dicho sistema socioeconómico fue
puesto en la historia (una vez que tomó cuerpo la traición revisionista jruschoviana) en
tanto factor acelerante del desarrollo de las fuerzas productivas, para otorgarle un nuevo
sentido a la “visión” de la vida, pero, particularmente: para desbloquear la senda del
cambio histórico, que el capitalismo ha buscado siempre frenar (Malthus, León 13, Weber,
Pio XII, B. Krinsky, O. Bauer, Keynes, Marshall, Roosevelt, Drucker, Fukuyama, son
algunos de los varios exponentes que han sugerido y puesto en marcha medidas
contratendenciales reparadoras del capitalismo con el objeto de tornarlo eterno [“Lo mismo
que, para los representantes oficiales de la Iglesia cristiana, todas las religiones primitivas y
precristianas no son sino una larga serie de extravíos en la búsqueda de la única religión
verdadera por parte de la humanidad, todas las formas económicas primitivas eran, para los
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economistas, sólo intentos fallidos previos al descubrimiento de la única forma económica
verdadera: la propiedad privada y la explotación, con las que se inician la historia escrita y la
civilización” –R. Luxemburgo]).
d.- Concesión de la índole direccional inmanente de la historia -“lógica” (sic)-, deviene poder
acceder a la conciencia, de que el papel en la existencia de quién garabatea las presentes
anotaciones, ha sido advertir el aspecto filosófico más significante de Economía Política,
(“pasaje sobre las máquinas”), inserto en el fundamental trabajo teórico-totalizante de
Marx: Los grundrisse [pensamiento “de todos los tiempos”, idea nueva que surgió del seno
de la sociedad, que ha hecho que florezca la mente; patrimonio espiritual no oficial de la
entera humanidad-, que todavía no ha develado todos sus “secretos”], y esbozar la
siguiente síntesis general no escolástica de todo el proceso de la realidad, partiendo
precisamente de Marx: el insigne “filósofo social y político revolucionario” en 1857, o sea,
hace 155 años, condujo su pensamiento hasta la exposición del rol del ser humano en el
Cosmos: cuando la máquina reemplace al trabajo humano, termina el modo de producción
fundado en el valor (el capitalismo y cualquier segmento de fases rezagadas de la larga
formación clasista de la humanidad), de por medio la acción de la voluntad revolucionaria
o a sus espaldas; liberado del trabajo –prosigue- el ser humano se dedica a aprovechar de
los productos provenientes de la producción automatizada, a conocer y a dominar a y a la
naturaleza; en cambio, la tarea personal (conducta que busca ser racional, frugal, fría, de
modo radical), en concreto, ha consistido en detenerse y retomar en y esa idea –mediante
una lectura sintomática, diría Althusser-, de alguna manera desarrollarla y avanzar la
especulación sobre cómo concluye el ciclo presente del infinitamente reiterativo proceso
material: con la autonegación consciente del “absoluto”, acto en el que se produce mutua
compensación: la materia prevalece con sus leyes, pero la conciencia –el movimiento: la
forma más desarrollada de sí- también se alza con el mérito, puesto que la realización de
esa determinación pasa a pertenecerla: la libertad lleva a la conciencia, en el momento
cumbre de su desarrollo, a disponer “discrecionalmente” la clausura (o no) del eslabón
óptimo, al interior de la cadena universal de ellos.
e.- En el pensamiento de Engels se halla implícito el antes citado monumental descubrimiento
de Marx: Friedrich avanzó la concepción clásica más lúcida que se tiene del Universo y la
más objetiva sobre la materia y su comportamiento (superioridad objetiva de las
reflexiones de Engels en torno del modo de ser de la realidad en relación con numerosas de
las de los posmodernos sabios del 2012; la soberbia fatua de la actual Física, la cobardía y
traición de los físicos ex comunistas y la impavidez de otros –el perjuicio que piensa que
todo lo dicho antaño necesariamente es falso en el presente-, ha impedido recuperar el
valor de varias de las impresionantes y muy adelantadas ideas de Engels, y cotejarlas con
las actuales [E:\Federico Engels y el materialismo dialéctico. « MRC-5 Movimiento de resistencia
comunista 5 de mayo☭.htm], luego, como la Ilustración volvió los ojos a la Grecia Clásica,
hoy se debe volcarlos hacia Engels y Marx [es forzoso hacer alusión, a que ciertos
conocimientos han sido puestos en el mundo para siempre, como son los casos de la “tabla
periódica de los elementos” por Mendeleiev, la “gravedad” por Newton, el cual produjo su
primer acercamiento como “atracción de masas” –después Einstein pretendió entender
mejor el hecho con la tesis de la “curvatura del ´espacio/tiempo´”, a continuación la
“Teoría de las Cuerdas” ha propendido llegar más al fondo; en todo caso, el método
siempre es el de las “aproximaciones sucesivas”-; el señor Engels, en cambio, lúcidamente
puso la premisa básica –axioma óntico- para entender correctamente los hechos –verdad,
que es de su cuño y sólo de él-: la realidad es materia –masa- y movimiento {Una sencilla
persona vive y ve en tres dimensiones; la Teoría M entiende mal la realidad, lo cual le lleva
al planteamiento de múltiples universos, puesto que ejemplifica su pensamiento con
sustento en una película, la cual tiene una limitación técnica: la bidimensionalidad (una
película es imagen, virtualidad, no realidad). Partículas subatómicas = cuerdas cerradas de
energía –sic-, esto es, la nada que se mueve en el vacío –fluctuación en alto vacío, según
A. Guth-, de lo cual proviene todo. ¡Muy bonito! Pero ese cuento únicamente se tragan los
incautos}. Ahora bien, Engels: no sólo que proveyó a Marx de las premisas para entender
la historia y la fase más importante de ella: el capitalismo, sino que impulsó teórica y
económicamente su trabajo, se benefició de la obra de Marx, contribuyó en su producción,
pero sobre todo desarrolló el materialismo filosófico marxista: Dialéctica de la naturaleza,
como obra fundamental –“seminal”- exclusivamente suya]). V. I. U. Lenin (no son
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envidiables ya Sum Tzu o Klausewitz) encaró el proceso de pragmatización de la doctrina
revolucionaria marxista: la Revolución de Octubre, pues, actuó de modo concreto en la
situación particular; el modestísimo, el ejemplar Stalin, por su parte, se puso al frente de
las “tareas prácticas” de la edificación socialista: el socialismo en un “solo país” (en
realidad, el socialismo fue un producto histórico y humano, por tanto, un hecho mundial y
prospectivo; luego, tuvo repercusión global y sobre la historia: no fue en un “solo país” y
para un momento, sino la realización fáctica de la determinación teórico-filosófica de signo
marxista).
f.- ¿Cuáles son las fuentes del presente pensamiento? La reflexión ha asumido el proceder de
orden filosófico clásico (griego), esto es, deduccional, propendiéndose desarrollar el
pensamiento por vía del pensamiento; este modo de trabajo “teórico” se apoya en la
veracidad de los datos reales producidos por las ciencias particulares (tal como está
positivísticamente compartamentalizado el saber) y en las convicciones, que abundan en el
derrotero del propio pensamiento filosófico (la matriz es el marxismo, en sentido integral).
La conducta citada induce a recusar a muchos –todos- lectores ligeros –incluso a sus
detractores malsanos burgueses-, que han unilateralizado la práctica política y el estudio de
Marx-Engels en la Economía, en la Política, en la Filosofía, en la Sociología, en el
Derecho, en los Escritos económico-filosóficos: en su pensamiento en formación, juvenil,
o sea, el no haber advertido el máximo jalón al que el Marx maduro, “científico”, condujo
su pensamiento (aproximación sucesiva a la verdad: penetración cada vez más profunda
en la realidad e integración de nuevas dimensiones de ésta, al concepto): la producción de
la “tercera naturaleza”, el proceso de “divinización”, el sentido completo de la trayectoria
humana: su posición intelectual ontopraxeologoteleológica; luego, mirado bien el hecho, si
Marx, además, propendió honesta, objetivamente, poniendo de por medio la actuación
colectiva revolucionaria humana, implantar la modalidad de vida: ethos de racionalidad en
el género, se concluye que toda detracción, todo critico de Marx ¡es una estupidez, es un
menguado!
EXORDIO.
Cinco preguntas filosóficas (por sobre las clásicas: “de dónde procede, de quién se trata, hacia
dónde va el ser humano”), caben formularse a inicios del siglo XXI y del tercer milenio,
respecto de la vida racional y de su entorno: 1) ¿cuál la razón de la presencia de la
inteligencia (del neocórtex) en el Universo (por qué éste –el Universo- “se tomó la molestia”
de incluir en su movimiento, el de la conciencia)?; 2) la mente (back ground; neuronas de la
asociación): ¿puede con el “ser”? (transformar las leyes del Universo –propiedades materiales
en interrelación conmutativa, en despliegue progresivo- en “información”); 3) ¿por qué la
materia –el ser humano que mediatiza la satisfacción de necesidades y su progreso material
con el concurso del pensamiento- tiene proyección hacia su representación en la idea?; 4) el
universo viable: ¿es tan sólo, y siempre, un dispositivo mecánico, orgánico-biológico, racional
–óptimo-, o alcanza carácter metauniversal, se vuelve escenario “divino” (“Cielo”: campo de
conciencia) -a través de la actuación en él, de su producto máximo: el ser humano
“providencial”-, como única manera de que el género arribe hacia la conquista de la libertad,
incluso por vía de la operación de su eventual substituto: el robot sapiens (robot inteligente
autónomo), en el instante en que éste también se automanumite de las amarras de la
conciencia natural: su progenitora?; y, 5) ¿la historia: sigue siendo una cadena abierta de
hechos, estocásticos, ontológico-sociales sin destino? Sólo tres paradigmas prospectivos
“teóricos”, pueden ser considerados sobre la tópica: el Deísta-Teísta, el Humanista-hedonista
(el hinduista) y el inserto en el presente escrito (M-L).
Sumario: Materia (eterno proceso cíclico ascensional del material) forma-Universo de la Materia:
fase mecánica fase orgánica fase consciente: ser humano (inteligencia,
protodivinidad) saber absoluto (“Dios”) cierre de la fase orgánico-inteligente del
Universo (la conciencia anula a la sensibilidad y automáticamente también a sí misma);
conclusión de la forma Universo de la Materia (campo de conciencia, Cielo): Big Rip. Con
la fijación de las “constantes cósmicas” (según refieren los físicos cosmólogos), la Materia
–masa y propiedades- se pone su camino; la materia consciente, parte de la materia en
general: el ser humano, se “enrola” en ese designio no premeditado; la índole fatal de esta
teleología de hierro, material mecánica, involuntaria, solamente es superada para solaz de
este ser, en el momento en que adquiere conciencia de esta determinación y en que puede
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tomar la decisión de seguir adelante o dolorosamente interrumpir su curso con el suicidio
(en el caso de una persona, la naturaleza ha puesto resguardos para la conservación de la
vida: el dolor, el temor, los placeres; para la especie, en cambio, la competencia para
sobrevivir –y la mancomunidad con ese mismo objeto- y la necesidad del progreso material
–y espiritual- le ponen al filo: las guerras, el sobreuso de la naturaleza, el desconcierto
vital, y una y otra situaciones deben ser sometidas por la sana razón, “para que se cumpla
lo que está escrito” en las leyes naturales, en los genes, en la voluntad).
En el citado cuadro perceptivo general, debe subsumirse el proceso-humanidad (iluminismo,
“marxismo ‘positivista’”, ideología del progreso, civilización del trabajo –revolución social-:
IA, nanobótica, ingeniería genética): a sus diferentes momentos de desarrollo (eras:
prehumana, humana; edades; etapas; períodos; ondas; ciclos, hegemones; formaciones
sociales: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo, comunismo), a la función
desplegada por ella o a la por hacerlo, en correspondencia progresiva con la dirección global
del suceso (el despliegue del “meristemo apical” histórico-dialéctico), así como su término
(era postconsciente), para que la vida racional se atribuya sentido, se advierta su esencia y se
llegue a comprender el “hecho humano”, en términos no escatológicos (toda elite intelectual
tiene como escenario de su reflexión al mundo; pero la mirada filosófica conjetura el futuro y
el Universo –mas no con el criterio seudo heurístico del principio de la “complejidad”
obnubilante de la esencia: la engañosa creencia, de que la noción de la totalidad lleva a la
racionalidad [Morín]; son el movimiento y el desenlace [criterio dinámico y determinado de la
realidad] lo que permite la comprensión superior de la existencia). En verdad, las formas
futuras científicamente supuestas de la humanidad, contienen la clave para comprender los
hechos actuales como para organizarlos, modelarlos, guiarlos ordenadamente, hacia el “telos”
avizorado; la forza del destino: la civilización total del pensamiento racional; la civilización,
por tanto, se despierta con un nuevo rostro: el ser humano espiritual, asistido en sus urgencias
de sobrevivencia material por el más acabado instrumento de las fuerzas productivas creado
por él en la práctica histórico social del trabajo: el robot, y en interfaz con el cual la
inteligencia realiza la máxima etapa civilizatoria: la concretización del saber, esta es la
verdad, que depara el futuro para la especie (comunidad de destino humano). “¿Por qué existe
la materia?”: “es la pregunta apropiada”, comprehensiva, que está pendiente y en la que
trabaja intensamente el modelo estándar de la Física de partículas; y, cuya respuesta, completa
la teoría de la realidad (naturaleza, “sociedad”, pensamiento). La Física de las Súper Cuerdas
debe encontrar las formas últimas de la materia, sus propiedades y establecer la red
ascensional de nexos (su “reflejo dinámico”), como fundamento para formular la teoría de la
forma-Universo actual, su modelo futuro y su uso pragmático (en el interior de la producción
o verificación de esa misma teoría; la tarea es épica y requiere de los devaneos de un staff de
cabezas “superdotadas” –conexión en interfaz, “plaza pública”, “nube”, mente colectiva,
“nativos digitales”- de todos los cerebros de la humanidad –think tank concreto- y de éstos
con un centro de inteligencia artificial (clúster, sinergia, emulatividad sistémica, coaching);
en verdad: computadora cuántica + simulador de necesidad = Inteligencia Artificial [red
neuronal, autonomía]-; posteriormente, la idea pasará a ser tan comprensible, como lo ha
sido –por ejemplo- la teoría atómica corpuscular [La hipótesis de las “Cuerdas” –brames,
Teoría M: especulación respaldada por la modelística matemática {la “Teoría de Partículas”
es objetiva –Bosón de Higgs- la de las “Cuerdas” –Gravitón- es un supuesto}- intenta explicar
la estructura y funcionamiento del Universo –Universos, múltiples dimensiones- en su
totalidad macro y micro, supone su origen –Big Bang: choque entre membranas-, su
desenlace; esta líneas, en cambio, proponen que esa tarea es humana –el destino de la especie,
su razón, el sentido suyo-, por qué –la propiedad de la inteligencia se impone como
determinación- y cuál es el provecho para el ser humano y para la realidad]). La historia
(devenir humano ascensional, hasta develar la verdad de la materia) constituye
“multiplicidad de hechos” hasta antes de la “era moderna”, o sea, de la larga marcha
capitalista (integradora, uniformizadora) sobre el planeta todo (y de la visión racionalizadora
de la efímera experiencia socialista de la ex URSS de Lenin-Stalin). En la posmodernidad
(globalización), contrario sensu a la idea de multiplicidad, la historia se torna unidimensional
(“la historia no sabe”, pero se dirige; mas no a la manera de los evangélicos: su intención en
homogenizar espacial y generacionalmente el pensamiento en torno a una falsedad –Los 10
Mandamientos de la Ley de Dios- que conviene al poder del capital, al poder en general): un
solo gran relato civilizatorio superior a ser llevado adelante por el posthumano, el cual es el
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esultado de tres superaciones: del trabajo en la robótica (ruptura del paradigma capitalista),
de la sentimentalidad en la abstracción del coito (negación del amor), y de la mitología
religiosa (de la región ideológica) en el saber científico.
FORMACION HISTORICA DEL ESTUARIO HUMANO.
PASADO*. PRESENTE**. FUTURO***.
Diversidad Dos mundos (División global del trabajo) Unidimensionalidad
(Multietnicidad) (Homogenización)
Neoimperialismo: completar el proceso
de automatización.
Democovivencia
Eva Varias formas de reproducción “Socio-capitalismo” ****
mitocond.
Neocolonias: consolidar las nuevas
relaciones humanas.
* “Estrategia” de la naturaleza para sustentar la inteligencia (varias “culturas” diseminadas en el planeta),
cuando todavía el ser humano no dispone de condiciones para autosustentarse.
** Conformación del sujeto de pensamiento.
*** Fase de formación de la conciencia total.
**** “Transición”: articulación socialismo “devenido” y capitalismo “triunfante”, rieles por las que avanza la
historia: la conciencia renovada es el socialismo y la materialidad (fuerzas productivas) el capitalismo.
La “cultura” (“segunda naturaleza”) se va forjando con la historia: los pueblos diversos en la
esfera, no son más que procesos indivisos formadores de cultura, que se sincretizan, que se
constituyen en la ya existente o que modelan coercitiva, hegemónicamente, a los que emergen
(la cultura –humana in abstracto- es un proceso inacabado, en formación a partir de la
“naturaleza” –primera-; la cultura cambia en el sentido que se concretiza: que se acerca
progresivamente a todas las realizaciones posibles –totalización: “tercera naturaleza”,
metahumanidad-, que el ser humano puede lograr –concepto y objetivación: el mundo aparece
como una impresionante suma de productos [fuerzas productivas] del pensamiento; en sentido
histórico: conciencia; en el lógico: neocórtex y neuronas intermedias-: de la praxis, sea para
atender las necesidades materiales o en cuanto sistemas del saber o modos de concebir la
realidad: son bienes del cuerpo y bienes del espíritu, científicos e ideológicos en general, en
cuanto inteligencia realizada, en y con la materia prima –material- del Universo).El ser
humano, por su parte, al ubicarse en tanto conciencia total, ha negado la esfera sensual: el
producto simplemente empírico de ésta; es cerebral, no emocional: sabio, frío, indiferente,
impráctico: ha muerto (empero, se insiste, es la esfera sensorial la que vuelve consciente a la
conciencia; conciencia y sentimentalidad son consustanciales: la conciencia “vence” y se
anula, “en el acto”). A propósito, el principio de vertebración social marxista, en modo alguno
propende “aplastar al individuo” diluyéndolo en la colectividad (Ortega y Gasset), sino que,
por el contrario, entiende que a futuro el progreso de las fuerzas productivas y las nuevas
necesidades espirituales (frente a las que tanto el capitalismo como el socialismo “devenido”
han contribuido de consuno) llevan a formar un solo cuerpo humano (interfaz global de los
hardware naturales –neocórtex-: “una sola cabeza con varios cuerpos”), para estructurar la
mente del tamaño del Universo para alcanzar a comprenderlo; y que, al mismo tiempo, esta
comunidad “se percibe a sí misma como una unidad que hace surgir en la conciencia la
individualidad de cada uno sólo como miembro de esa unidad” y convierte a la necesidad
–“sistema de necesidades” espirituales- de saber, “en su inclinación portadora”. La historia
supera, como efecto de la determinación real, la disrupción de la complejidad (Morín), de la
unidimensionalidad (Marcuse), de la incertidumbre (Lechner), de la indeterminación
(Baudrillard), del destino de la humanidad (Foucault). Y bien, sólo la visión de la totalidad:
cuando el orden de su coherencia ostenta naturaleza jerárquicamente determinada por su
respectiva esencia, da carácter a un pensamiento, o sea, si es de ese modo, el mismo es
atinado, idóneo, respetable y digno de tenérselo en cuenta. En la vida seria (temperamento
flemático), debe imperar la trilogía: posición prometeica, radicalmente antropocéntrica y
machaconamente racionalista (inmanencia hominizadora [trascendencia] absoluta). Entre
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tanto, la humanidad se encuentra entre las tenazas del empresariado y del folclorismo –de
izquierda, ecologista, gay, GLBT y similares [cerebro fisiológico de la mujer en un cuerpo
masculino –sic-; se dice que es posible modificar la estructura del cerebro; la racionalidad
debe intervenir: la “equivocación” debe subsanarlo la voluntad, pero no en favor del cerebro,
sino del cuerpo, caso contrario la terapia carecería de mérito], culturalista, artístico,
mitológico: la “civilización del deseo y de la creatividad por él”; la lucha es en este último
frente (amor: cerebro izquierdo –táctica- del macho sobre el cerebro derecho de la hembra,
para que el cerebro izquierdo –estrategia- de ésta, se someta al cerebro derecho –logística- de
aquel). Luego, a un robot inteligente debería dotársele de un software (simulador lógico) de
sensibilidad: no para que baile, haga poesía, cree y adore a dioses o fornique, sino para que
llegue a “ser” consciente autónomo (que su información arribe al status de “espíritu”); y, si el
robot sapiens tomador de decisiones propias provoca parricidio como teme Hawking (domina
o elimina al ser humano: su creador; el problema se sortea con la conexión en interfaz, pues,
la IA sólo se autonomiza si se reproduce sexualmente y si cumple funciones biológicas), la
inteligencia natural habría sido sólo un eslabón funcional en el camino “hilozoista” de la
materia hacia el desarrollo de la “idea de sí”: su mérito quedaría reducido a la producción de
la mecánica inteligente, que tome la posta y concluya su trabajo (de allí la necesidad de la
articulación mixta en interfaz inteligencia natural-IA, incluso para que la sensibilidad controle
a la lógica en el seno de esta estructura de “Tecnología Integrada”; y, puesto que la materia
puede ir a su concepto con ser humano o sin él, una vez que éste ha adelantado la teoría
omnicomprensiva sobre las realidades natural, social y lógica, y ha creado su sucedáneo: el
robot sapien). La fuerza movilizadora del pensamiento en sentido histórico agregado: la
evolución del sistema deviene de la operación vertebrada, secuencial o simultánea, de las
contradicciones: 1) “lucha de clases” (intraclase) burgués contra burgués (la mecanización es
un medio para elevar los niveles de la productividad del trabajo y reducir los costos unitarios,
de modo de librar la batalla de la competencia), 2) capitalista contra trabajador (para zafarse
de la enojosa disputa tradeunionista por el “excedente”), 3) capitalismo contra socialismo (por
la dirección de la historia), 4) capitalismo contra socialimperialismo (por el dominio del
mundo) y 5) capitalismo contra los subversivos (neoproletarios), los ciudadanos (entre
monopolios supertecnológicos del capital multinacional y las formas simples de economía -de
subsistencia, de consumo: “estrategias” de sobrevivencia de la humanidad, la política de
desconexión –S. Amín): en cada uno de estos avatares el capital (se socaba a sí mismo –A.
Shaihk), el conjunto social, la historia, sacan más al trabajo –al proletariado- de la vida; se
trata de la acción combinada entre la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” y la
“lucha de clases”: la expresión política de la determinación económica que mata al trabajo y
en forma directamente proporcional lo hacen también con el capital (y es el fenómeno que
llevó a Internet –nuevo “campo de batalla”-, en la medida en que impulsó el desarrollo
técnico); en una palabra, en cada uno de estos momentos históricos el polo “capital” destruye
al polo “trabajo”: los dos se anulan de consuno. La antinomia de clase –por tanto- está a
portas de su superación definitiva (en verdad, es el robot –el neosubversivo: el máximo
desarrollo de las fuerzas productivas [condiciones objetivas]- el “arma y las manos”,
creados por el propio capitalismo en su fase madura, que deben terminantemente
liquidarlo); la que inmediatamente toma su lugar, es la intersubjetiva: los cerebros se miden
entre sí y establecen “quién es quién” en el frente del neoapartheid: ser/afectividad e
idea/racionalidad (la idea como el mismo ser: en cuanto reflejo y materia). En sentido natural,
son las propiedades como contraposición entre masa y movimiento, las que se hacen con la
supremacía (la masa –no la condensación de energía- es la precondición del movimiento y
este último el supuesto de nuevas formas de materia); después, la programación automatizada
margina a la contradicción, a la praxis, al “inmanentismo humanista absoluto” (Gramsci) y a
la emocionalidad. Empero, esta humanidad de hoy (de entre siglos: XX-XXI): conmueve
mirarla, se divierte (al llegar a una determinada etapa histórica, el lado derecho del cerebro,
las hormonas, la esfera emocional se tornan instancias genocidas para la humanidad), piensa
que esa “es una gran cosa” (cada fin de año, es el lado izquierdo del cerebro, en la humanidad
in abstracto, el vilipendiado, el inmisericordemente torturado: las emociones son las que
vencen; curas [hipócritamente han pedido perdón por la intolerancia {inquisición} al
pensamiento diferente: han rehabilitado a Galileo, pero no lo han hecho con el gran Giordano
Bruno y no han agradecido a Stalin {¡y que ni se necesita, villanos!}], luteranos, empresarios,
hedonistas artistas se dan la mano colusoriamente para someter al género, para destrozarlo
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con mitos religiosos, con negocios, licor, bailes, inducciones artísticas: ni empresario ni poeta;
político de izquierda y persona de ciencia); no sabe lo que le espera, asume que todo el
“tiempo” (la vida) va a mantenerse en el show (toda una colosal infraestructura, aplicación de
trabajo, de vida montada para sostener falsedades mítico-religiosas muchas veces
artificiosamente creadas como necesidad, fomentadas, impuestas por el poder); aquí se le deja
más de 3.000 páginas farragosas (no novelescas, no poéticas, no hedonistas; en verdad, el
presente documento es de estudio, no de simple lectura o de crítica a priori), para que con su
lectura pueda dedicarse a una actividad –entre tantas otras- de verdad; ésta ha sido –en
realidad- la suerte del Planeta, de la cual se exceptúa Cuba, la heroica gesta del titánico y gran
pueblo cubano y su líder: Fidel (Raúl), pueblo y dirigente: representan la excepción racional
en una aldea mundial gestionada por cretinos burgueses, no obstante, al final solamente habrá
de pié un ser en la cima: el ser humano. Este ser va a terminar como “´ser’ bueno” por
“naturaleza”, hierático (racionalidad); olvidará toda la maldad del mundo (los sistemas
clasistas), solamente traerá a su memoria los sucesos edificantes (el incesto, por ejemplo,
desaparece, no porque sea malo per se –en la fase bonóbica, barbárica, de la especie humana
se carecía de esta “noción”-, sino por cuanto acto y objetivo del sexo han perdido vigencia; el
incesto, dicho sea de paso, no es “pecado” alguno: su censura permitió precautelar problemas
de consanguinidad y en los primeros pueblos aprovechar ventajas patrimoniales resultantes de
la unión extrafamiliar, o sea, en cuanto “política” conducente a otorgar eficiencia económica y
reproductiva socionatural; de igual modo como el “tabú” del matrimonio mangánico
empobrece la experiencia sexual); en dicho escenario, no habrá Occidente: la necesidad de
mucha peroración analítica bíblica como freno que pone el temor a las “´malas´ acciones” (se
acaba el “negocio” de los predicadores, de los pescadores de seres humanos, como efecto de
la implantación de las nuevas condiciones materiales de reproducción de la especie: ni sexo
–“valor de deseo”-, ni prurito de lucro, ni megalomanía [Venus de Nilo, El pensador de
Rodín, Moisés de Miguel Angel, El Partenón, el Escorial, el Taj Mahal, Tebas, Machu
Picchu, las Pirámides Mayas, las Islas flotantes de totora del lago Titicaca; Las espigadoras
de J. F. Millet; Los Salmos de David, Cante jondo de F. García Lorza, Las mil y una noches,
Boletín y Elegía de las Mitas de C. Dávila Andrade, Crimen de un académico de A. France,
La madre de M. Gorki, Pedro Páramo de J. Rulfo, El viejo y el mar de “Papá” Hemingway;
Si yo fuera diputado de M. Moreno, Hamlet de Shakespeare; Concierto para violín y orquesta
del aniñado F. Mendelsson, Marcha turca del todopoderoso señor Mozart, sonata Moon Light
de Beethoven, las siempre necesarias Cuatro estaciones de A. Vivaldi (el tesoro: el “legítimo
Stradivarius”, el pianoforte, la flauta “mágica”, la viola, el fagot, el arpa, el charango, las
zampoñas –en las que se halla atrapado el sonido grave de la briza gélida del páramo-,
“A las orillas del Titicaca, sobre la arena grabé tu nombre,
vino la ola lo borro todo, y de tu nombre no quedó nada.
En las alturas de las montañas, sobre la roca grabe tu nombre,
vino la lluvia lo borro todo, y de tu nombre no quedó nada.
Y de tu nombre que grabé en mi pecho… ni con el tiempo pudo borrarse…”),
el Mambuco y la Caminata de las valkirias del cerebral R. Wagner, la serenata Rimpianto de
Toselli, Rigoletto de J. Verdi, los valses Invitación a la danza de K. M. von Weber y A orillas
del Danubio de J. Strauss que pusieron a bailar con verdadera animación al proletariado
alemán, Aranjuez de J. Rodrigo, El príncipe Igor de Borodin, Sherezada y la Gran pascua
rusa de R. Korsakov (Las dos balalaicas, Kalinka Malinka, Ojos negros); Jalisco del charro
señor J. Negrete (“… tomarme un tequila con los valentones…”), Tarja de los Kjarkas
(Bolivia manta, Mi tierra), O sole mío de Pavarotti; El carnaval de Río, Afrodita, Elena de
Troya, el tulipán, la orquídea, el ave del paraíso, el quetzal, la aurora boreal, las cataratas del
Iguazú, el Velo del Angel, las estepas siberianas, las Islas Galápagos, el arrecife, la anémona,
el glaciar (de E. Kant)… Belleza natural y humana {la humanidad ha sido el tamiz de estas
realizaciones y “paraísos”: ha seleccionado lo mejor de cada época, de cada escuela, de cada
exponente, de cada sitio; es la simple valoración, no obstante, de la visualidad paisajística, de
la creatividad estética –también en la ciencia y en la técnica está presente la creatividad- in
abstracto, per se, fofa: “el arte por el arte”, sin que medie preocupación respecto de su
relación con la anomia de la vida humana en los sistemas clasistas: la felicidad estética, que se
sostiene sobre la penuria material de quienes masivamente posibilitan ese status y la opción
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de profesionalizar el arte, mientras realizan su propia auténtica esteticidad en la historia
cotidiana}; pero {también por dicha razón} todo debe quedar en el recuerdo, para dar paso a
la gélida lógica. A decir verdad, se habría deseado formular otro tipo de pronunciamiento,
más amable, atrayente, amigable; pero, la “realidad es cruel”; la naturaleza es implacable {el
león debe devorar la impala para que este no desertifique}: el equilibrio y los frutos es lo que
vale para ella por sobre el querer humano; sin la explotación capitalista no se hubiese
producido el desarrollo de la conciencia; no obstante, el ser humano debe zafarse del
hedonismo para elevarse a lo alto: alcanzar la dignidad, la fría conciencia de todo, cuando la
potencia absoluta de la inteligencia se haya vuelto acto]). ¿Es todavía temprano para
pronunciarse de este modo? Es posible que estas hipótesis de muy largo aliento en la
progresión humana, a pesar de que las mismas cuentan a su favor, con la evidencia contenida
en el desplazamiento tendencialmente progresivo de la ciencia y de la técnica, no sean
plausibles, pues, “no se puede pedir a un ser, que haga …[piense en]… algo, que todavía no
está en su naturaleza” (K. Marx dixit). No obstante, ellas tienen el mérito de apuntar una
salida honorable para la especie, en cuanto la rescata de las garras de la depresión
existencial, de la torpe inserción de la inteligencia insumida en la sola recirculación hedónicoteológica
retardataria generación tras generación (“gastar pólvora en gallinazo”, suele
decirse), para sugerirle lo que necesariamente viene: un “orden superior de civilización” (M.
Nicolaus): la civilización del “Ethos supramoderno y ‘valor’ de usufructo”, “metaracional”,
de la inmanencia/trascendencia intersubjetiva racional (realización plena del poder de la
inteligencia; este supuesto, no solamente que es un hecho: ¡es también una exhortación!). La
“teoría de la propiedad”, específicamente: la “teoría de la propiedad de la inteligencia”
(concepto estructural: neuronas del neocórtex), es la categoría ontológica central del sistema
(la citada, es la solución gnoseológica al enigma de la vida humana); la que ha sido
descubierta muchos años atrás (así como nadie ha podido notar el colosal descubrimiento de
Marx –en Los grundrisse: la eliminación de la “ley del valor” [conclusión del modo de
producción capitalista], efecto de la automatización de todas las esferas de la vida y la nueva
función humana: conocer y dominar a la naturaleza, las presentes ideas parecen no ser para la
conciencia de este “tiempo”, lamentablemente), no obstante no se ha pasado de su acepción
clásica, simplemente funcional: capacidad de resolver problemas o de utilizar la información
creativamente, por lo que se ha seguido prisioneros de las categorías filosóficas usuales, tal
como se las ha encontrado (Engels, Federico: Del prólogo al segundo libro de El Capital de
Marx); esta “ruptura epistemológica” (no en la noción Feyerabend: giro del positivismo a la
ideografía) está llamada a cambiar el concepto sobre la vida racional, pues, da la clave para
entender toda la “comedia humana” –Honore, Honoré de Balzac-, (¡eureka!). Para saber cuál
es el objeto de la vida racional, se debe conocer qué es la “propiedad de la inteligencia”
(como Lavoisier lo hizo con el “flogisto” o Marx con la “plusvalía”, como abstracciones
empíricas con las que ellos se encontraron): someter a crítica la idea común (quid pro quo),
que “tirios y troyanos” tienen de inteligencia y poner la monta en el análisis histórico de
conversión de dicha cualidad, en mejores sistemas de vida, en conocimientos, en acumulación
de éstos, en tecnología, progreso civilizatorio, desarrollo de la conciencia y la que impone la
propensión cronológica auténtica para el género; la inteligencia (sobrevivencia
corporal/desarrollo de la conciencia –principio diádico contradictorio) es la especificidad del
ser humano frente a otros seres: concepto inicial del metadiscurso (hasta ahora esta “célula”
ha sido utilizada de modo insuficiente: el punto de vista hedónico y el mítico son los
responsables; el análisis científico –el que explica: devela la antinomia, expone la ley, enuncia
la categoría y deduce la tendencia objetiva- de la realidad es un arma de doble filo: eso lo han
comprendido tanto el capital como la Religión –en realidad, en estas anotaciones [en sentido
montalvino]: “no se deja títere con cabeza”-; la superación ha venido de otra clase/sujeto [los
neproletarios: la subversión], la que no tiene ningún interés en disimular ni mistificar la
verdad con los posmodernos cantos de sirena de la “doctrina social de la empresa” –¡Filosofía
comprometida, políticamente posicionada, combativa!).
Venezuela bolivariana, ALBA, CELAC: la Patria Grande.
“Gigante de América”, de la Tierra. En la trinchera: el deber, la “muerte”.
Mito; leyenda: “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos”.
La lucha continua: “pa´lante”; la victoria: es la única honra a la memoria.
71

DESARROLLO.
LA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA (esbozo/borrador).
“‘Gran’ Relato” –“metadiscurso ´omnicomprensivo´”- en la postmodernidad: reflexión
cronológica, económica, política, sociológica, antropológica, cosmológica y filosóficototalizante
(“pensamiento integral en desarrollo: la Historia” –B. M. Kedrov), del movimiento
(desentrañamiento de leyes) de la naturaleza, del ser humano y de la mente (percepción
ontopraxeologoteleológica), forjada según supuestos epistemológicos de la formación
ideológico-teórica marxistaleninista (“siglos de historia futura se mira”: la Materia se ve –se
anticipa a advertirse- a sí misma en el espejo de su teoría, se reconoce y se reafirma –teoría:
conciencia, saber absoluto humano palmo a palmo producido por éste, en su despliegue
histórico racional –la praxis- adosado a la operación de su organicidad emocional). El
impresionante proceso universal (del que el ser humano cada vez más pasa a ser su “bastón”,
su apoyo rector: coadyuva con éste a avanzar y coronar de modo ordenado su meta: el
“Télos” -¡ah!: grandes homos habilis, rudolfensis, ergaster), que se abre “ante nuestros ojos”,
tiene el sentido de mantener y desarrollar las condiciones creadas para la realización de la
efimeridad humana (efemérides efímera; la modesta Tierra: es el “centro del Universo”). No
existe “Dios” antes del Big Bang (la conciencia -la razón, el espíritu, el alma: información
ideológico-históricamente sistémica-, el software racional, no surge antes que aparezca la
corteza cerebral –hardware natural-, en el proceso de evolución biológica: escalera –lineal- de
conformación arborescente); por el contrario: “Dios” lo esculpe –suposición razonable-, de
modo estocástico antropocéntrico la Materia en su momento determinado autoprogresivo:
Universo viable (en este y/u otro universo; en la Tierra y/o en cualquier otro lugar del
Universo), a través del desarrollo científico-técnico, de certificación de su optimidad (R.
Penrose), del género (exorcizado el complejo de inferioridad; humanidad: no más agregado de
“pobres y humildes mortales”; “recuerda que eres ‘eterno’”: este es el resultado inevitable del
desarrollo, sobre bases materiales, de la conciencia –el ser humano desantropomorfizado,
desensibilizado, es “Dios”; el ser humano no nace, se hace monarca). La “razón” es, en
verdad, la “Diosa de la historia”; la razón iluminista marxista, en forma sinérgica con la
prometeica evolución de las fuerzas productivas materiales, lleva a la especie a su nivel de
plenitud (que el ser humano llegue a ser bueno y perfecto, está en dependencia del desarrollo
y del estado de las fuerzas productivas materiales; civilización antes que cultura: fuerzas
productivas –inteligencia colectiva históricamente ontologizada- creadoras y desarrolladoras
de civilización, como el aspecto principal y base de la cultura: “la completa y multiforme
producción de toda la tierra” –Marx-Engels- [en la historia, la civilización se vuelve cultura y
viceversa: es cultura que se torna civilización, en tanto conciencia objetualizada para actuar
sobre las condiciones materiales a objeto de satisfacer necesidades y avanzar en la vida, por lo
cual civilización y cultura se desarrollan, pero según determinación continua de la
civilización; cultura y civilización existen desde que el homo sapiens formó su primera
representación, construyó su primer instrumento, modeló su primer comportamiento, no
obstante, la civilización termina con la producción del robot inteligente, mientras que la
cultura llegará a su fin cuando todo esté escrito]): es un hecho necesario, que no puede sino
cumplirse, que no desemboca en la felicidad, en el hedonismo (éste, está fuera de la historia;
por esa vía: la historia puede terminar siendo “¡una larga preparación para nada!”), sino en la
completitud del estoico saber, de la idea (V. I. U. Lenin); la razón, la racionalidad, es la
protodivinidad, es el gran producto superior humano, de la realización histórica de la
inteligencia colectiva; el hecho humano, al llegar a una determinada fase de su desarrollo se
vuelve “metafísico”: el ser humano “toma por los cuernos al toro de la materia” –“La verdad
os hará libres”: Cristo; el aforismo, es cierto: el saber total permite superar la ignorancia y
tomar decisiones a discreción-, se ha autoproveído de ese poder plenipotenciario y
extraordinario, se expresa como historia y como tal, conduce el desarrollo de los hechos, en
actuación más allá de ellos. “Dios” no persiste luego del Big Crunch, pues, el ser humano que
ha avanzado de su condición animal, hasta la condición racional actual (fase coyuntural de
transición –“época cambiada”-, en la que la política pública mundial, resuelve
–políticamente: superación del status presente de simple reserva germoplásmica humana por
parte del grueso de la población mundial: generaciones humanas en “carrera de relevo de la
vida”- la “cuestión social”: asimetría, la “cuestión espiritual”: brecha de conocimiento y la
“cuestión global”: problema medioambiental, y la especie se conforma como sujeto de
72

pensamiento –economía: automatización; “política”: humanocovivencia; e, ideología:
concepto objetivo universal- listo a atender la “cuestión humana”: percibir la realidad en su
totalidad; Mama Ocllo –Eva- es resultado, no punto de partida de la historia: la Antropología
–Humanología- se troca en “Teología”; en verdad: “una persona perfecta, no es humana”),
debe ascender hasta la condición divina: ese el destino común de la humanidad, y un
pueblo carece de rumbo al margen de él (¿Theory of everything –trascendencia: racionalidad,
aprovechamiento y dominio natural- o Sumak Kausay –“Ethos barroco y valor de uso”-?:
¡teoría que explica todas las cosas! -Einstein-Maric-; si con ese propósito no le queda otro
camino que el de afectar el equilibro natural, la especie: ¡debe hacerlo!, pues, es su imperativo
categórico, además, su intelecto le permitirá “terraformar” cualquier punto inhóspito en el
“espacio”; también, en la coyuntura, está llamada a declarar a la riqueza material con la que
cuenta el mundo, en fondo común del género, puesto que el desarrollo científico-técnico –el
sistema automatizado de producción- ha sido producido y financiado por toda la humanidad;
y, el objetivo vital de su existencia heredará el ser humano al robot sapiens, si se produce el
parricidio). Luego de haber alcanzado la perfección (realización plena de la propiedad de la
inteligencia; la conciencia, el pensamiento, la inteligencia -esta última, no es más que la base
material de aquellos; pero la conciencia es ontología parcial del pensamiento- alcanzan su
validación, cuando han sido capaces de poner en acto las posibilidades íntegras de su
propiedad: llegar al conocimiento cabal, total, absoluto; por tanto: en la realización plena de
las posibilidades de la inteligencia se valida tanto ésta como la materia óptima misma; en la
referencia alternativa: el saber absoluto es la plasmación de la capacidad total de la
inteligencia, mientras que ese saber es la representación abstracta de la materia y su
conciencia -si se observa bien el hecho, a un ser: no se le puede poner por sobre su cualidad
privativa y no es sensato demandar de él, más que lo que su “ser” puede darle), la
inmortalidad (la conciencia es “base orgánica de datos” y software genéricos en nexo unívoco
con su hardware específico; aquella, puede ser escaneada, pero no inmortalizada en otro
hardware), el conocimiento objetivo racional completo –la libertad-: el poder para regir el
Universo (su movimiento pulsátil), las generaciones que para entonces representen a la
humanidad (y permiso por profanar su intimidad), deben tomar la decisión de renunciar a su
supra status, pues, no pueden mantenerse como Dios por los siglos de los siglos: ¡credos y
dioses pasarán, pero la Materia no pasará! (el Dios de las religiones se diferencia del Diosser
humano, en que aquel es considerado el creador del Universo, mientras que éste no es
más, que el producto del desarrollo de la Materia y como tal, está supeditado a y debe operar
según sus leyes; no obstante, prepotencia: ¡“la historia del ser humano es la historia del
Universo”! -¡good by Nietzsche!: “eterno retorno”; ¡no!: permanente cambio ascensional en
espiral). “Dios” (el Dios-ser humano –la propiedad superior en máximo grado de organización
de la materia en movimiento: E. V. Shorojova, en su estado de concreción límite-, que define
la moderna forma de concebir la identidad: reproducción automatizada de la vida, mentalidad
objetiva, proceder frugal, y saberse “ser” del Universo y –por tanto- del futuro,
huayrapamushca virtual: aún situado en el presente y en la llacta) se automanumite de sí
mismo (el género ha hecho suya la “capacidad de elección” –libre albedrío-, y debe aplicarla
sobre su destino, en acto supremo: en tanto todo está representado, ha perdido funcionalidad
el estado consciente de la matera: el instrumento de la representación, cuando hace de las
suyas la antigravedad) y la Materia reinicia todo de nuevo, en el marco de un movimiento
progresivo, infinito: cadena ascendente, que se circunscribe en sí misma, finito: cada ciclo
eslabonado. En efecto, de modo análogo a como la tierra gira en torno del sol y de sí misma
de manera continua, cerrándose la opción de establecer el lugar de inicio y término de estos
movimientos, la Materia lo hace en sí misma: su proceso se supone detenta carácter
secuencial de formas anilladas –universos/eslabones- que se auto clausuran: conformación de
acordeón, dinamia de sístoles y diástoles, inflacionaria: Big Bang, Big Crunch, Big Rip (C.
Sagan), cada uno de los cuales vuelve, en su realización, a dibujar sobre la huella del
Universo que ya fue, observando el patrón de tipo circular de nivel ascendente (trompo con
dos puntas, es el Modelo lógico de operación del Universo viable), pues, la “polaridad”,
como propiedad inmanentemente antitética de las partículas elementales, es el verdadero
“primer impulso vital”: la fuente ontológica originaria de la complejidad.
“La materia se mueve en un ciclo perenne, ciclo que probablemente describe su órbita en
períodos de tiempo para los que nuestro año terrestre ya no ofrece una pauta de medida
suficiente; en el que el tiempo del más alto desarrollo, el tiempo de la vida orgánica y,
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más aún, el de la vida consciente de sí misma y de la naturaleza, resulta medido tan
brevemente como el espacio en el que se hacen valer la vida y la autoconciencia; en el
que toda modalidad finita de existencia de la materia, ya sea sol o nebulosa, animal
concreto o especie animal, combinación o disociación química, es igualmente perecedera
y en el que nada hay eterno fuera de la materia en eterno movimiento y de las leyes con
arreglo a las cuales se mueve y cambia. Pero, por muchas veces y por muy
implacablemente que este ciclo se opere también en el tiempo y en el espacio; por
muchos millones de soles y de tierras que puedan nacer y perecer y por mucho tiempo
que pueda transcurrir hasta que lleguen a darse las condiciones para la vida orgánica en
un solo planeta dentro de un sistema solar; por innumerables que sean los seres orgánicos
que hayan de preceder y que tengan que perecer antes, para que de entre ellos puedan
llegar a desarrollarse animales dotados de un cerebro capaz de pensar y a encontrar por un
período breve de tiempo las condiciones necesarias para su vida, para luego verse
implacablemente barridos, tenemos la certeza de que la materia permanecerá eternamente
la misma a través de todas sus mutaciones; de que ninguno de sus atributos puede llegar a
perderse por entero y de que, por tanto, por la misma férrea necesidad con que un día
desaparecerá de la faz de la tierra su floración más alta, el espíritu pensante, volverá a
brotar en otro lugar y en otro tiempo”(Engels, Friedrich: Dialéctica de la Naturaleza).
La razón de la presencia de la mujer en el Universo (humanidad: red de unidades mínimas
naturales, de inteligencia –inteligencia, una sola: racional y exclusivamente del ser humano-;
al definir al ser humano como “unidad mínima de inteligencia”: la supra identidad, se
avanza la “abstracción inicial” del proceso genético y aparece el propósito de ese tipo de
existencia –género humano-: llegar a ser, el “ser absoluto”), consiste en poner en términos
de idea la realidad objetiva (producir la “imagen hablada” del Universo; saber absoluto:
dominio de las “pocas y maravillosas leyes” –Einstein- que presiden el “modo de ser de la
materia” reducidas a su esencia, a su mínima expresión –visión total de la estructura del
mundo, de sus normas de proceder interno, que las transmuta permanentemente, en su
resumen-: la realidad, no puede ir más allá de la idea –F. Engels); el proceso evolutivo del
Universo, concluye: Ulises regresa a su amada Isla, una vez que la “carne ha generado la
idea”: el “Verbo” (y la “Carne se hizo Verbo”; la carne enverbalizada: Sagan, Darwin,
Marx, Leontiev; Principio –arjé: causa eficiente, infinita-: donde no había conciencia –el
homo sapiens: la idea mítica de Dios- ya había una forma, un estado básico de materia: masa
y propiedades, movimiento –motor inicial que crea y mueve al resto de motores); la realidad y
la organicidad biológica de la persona se autocomprehenden en la idea, ésta: existe (con la
eclosión el ser humano termina el proceso evolutivo natural, sin embargo, el mismo sigue por
vía artificial humana; con la producción del robot sapiens, termina el proceso de evolución,
desarrollo o progreso por ruta artificial humana, la evolución, no obstante sigue por el sendero
del proceso autónomo de las máquinas; este desarrollo concluye –y llega a término todo
desarrollo: el natural, el artificial humano y el maquinizado-, una vez develado todo el ser, el
proceder y el sentido de la realidad –un nuevo ciclo sideral es el que esta vez toma la posta).
Dicho objetivo ha de conseguirse a través del trabajo de la inteligencia natural mejorada en
interfaz, de la inteligencia artificial por su “sola cuenta”, o de una conjunción –V. Vinge-
dinámicamente contradictoria entre las dos, pues, la naturaleza puede producirlo todo –lo
histórico- (orden, bacteria, plantas, animales, inteligencia), el ser humano, en cambio, es
capaz de reproducir todo lo hecho por la naturaleza de manera artificial (A. Leontiev):
reproducción asexual humana (in Vitro, clonación, replicación, robótica antropomórfica),
universos en miniatura (A. Guth), “célula artificial” (J. C. Venter), revolución (Lenin), etc.;
pero hay algo que no puede producir la naturaleza: la idea, el concepto, la conciencia –lo
lógico-: esto es lo único que le compete hacer exclusivamente al ser humano y es la razón
de su existencia (a un ser: no se le puede definir por encima de su propiedad –Teoría de la
Propiedad [la predestinación platónica: cada propiedad define el sentido de los seres vivos, en
el concierto natural]-, tampoco puede pedírsele más en la historia, que lo que ella puede darle
-K. Marx-; y, la propiedad privativa del ser humano, es la inteligencia, el último peldaño
evolutivo natural: el neocórtex, las neuronas de la asociación –pensamiento- de mayor
desarrollo evolutivo: hasta allí llega el movimiento progresivo de la naturaleza –A. Vandel-,
pero el mismo continua a través del trabajo de su máxima proeza: el ser humano –A.
Leontiev-; la inteligencia es poderosa, ante ella: todo se pone a su disposición –Hegel: “el
método es la potencia absoluta frente al cual no hay nada que se resista”; la presente reflexión
sostiene, en cambio, que la inteligencia es la potencia absoluta ante la que nada se resiste,
74

puesto que el propio método, es su producto-; la inteligencia –sinónimo de ser humano: su
identidad- vale por sí misma esté en cualquier cerebro –ecotipo racial o individual- esté: no
hay sitio para la infatuación); es en esta “visión de futuro”, en la que adquieren sentido todos
los modos de producción (eras, edades, ondas, ciclos) en la historia.
Todo ser humano (unidad mínima de inteligencia) luce un cerebro prodigioso; en cada
entidad sapiente reside la característica héroe, en espera de que las condiciones
(necesidad histórica), hagan que esas potencias se conviertan en acto.
La actuación del trabajo humano políticamente organizado ha generado, en el interior del
sistema burgués de mercado en particular (en verdad, “sentimientos encontrados”: por una
parte, el capitalismo –la contradicción, la competencia- es una fase barbárica, criminógena, de
evolución humana; por otra, es el responsable de haberle sacado a la humanidad de las
cavernas, del circo romano y de Catedrales Góticas, y entregarle el maná de la racionalidad
–los polos bueno/malo subsisten en la formación social burguesa: la antinomia dialéctica real
necesaria-: “… y a pesar de todos sus crímenes Inglaterra… [el capital]… ha sido el
instrumento inconsciente de la historia al realizar dicha revolución” -K. Marx-. “¿Quién
lamenta los estragos si los frutos son placeres?” -Goethe), la base material de producción
automatizada, robótica, inteligente (la AI –Artificial Intelligence), sustento de la nueva
comunidad humana solidaria, racional, enaltecida, de objetivo (¿democracia? ¡No!:
democovivencia –humanovivencia: Derecho natural, espontáneo, consuetudinario, “de
gentes” –postneoconstitucional-, coordinación automatizada por ajuste mutuo), en la que la
humanidad, como cerebro total en red y vertebrada a un centro de “conciencia” artificial, se
libera del trabajo (esta actividad –responsable del proceso de hominización, base de la
subjetividad artificial, sustento, a la vez, del proceso de “divinización”-, una vez situada la
conciencia en el concreto, pasa a manos de las máquinas y la humanidad se jubila –las manos
humanas pierden su grandeza como instrumento-, del mismo modo como la naturaleza cede
los derechos de la evolución a la técnica –K. Marx-; en realidad, llega a término el
capitalismo y toda la larga formación clasista de la humanidad), de los mitos fidelistas (el
sueño, la memoria y la imaginación son los padres de las nociones: alma, dioses y mundos
fuera del real) y de la emocionalidad (Cristo formuló la primera proclama: “Mi Reino no es
de este mundo” –de la sensorialidad- dijo, postuló la racionalidad como norma y substancia de
la existencia, propuso el método y lo aplicó: renunció a la vida de los sentidos, cultivó la
conciencia, “‘ascendió’ a los cielos”, pero tampoco fue del “otro lado”, pese a que la especie
va para allá: hacia el hermafroditismo funcional; empero, no es dable exigir, en el 2011, a la
humanidad, que marche por un sendero, que la historia todavía no ha trazado en su cabeza –la
libertad se la conquista a través de la experiencia, en la historia, en el logos-: el gran Ludwig
van “escribió música para otros tiempos, para otros mundos, para otra humanidad”:
humanidad sublimada –Egmont de Fidelio [Filarmónica de Berlín, H. von Karajan]: esa
magnífica explosión de acordes, “campo” [de Beethoven] que induce la “visibilización” del
Bosón de Higgs: “partícula que da la masa a la materia”), inicia y se dedica de manera
exclusiva el y al cumplimiento de éste propósito, en su orden, merced a la vigencia de la
nueva forma de “división humana mundial del trabajo”: las sociedades “industrializadas”
completan el proceso de automatización, las “subdesarrolladas”, afianzan los sistemas no
clasistas de vida, y, los dos componentes se encuentran en un debido punto a futuro
(ricurishca): en 40 años -2050- (Wallerstein, Moravce, Vinge); la contradicción está puesta
(entre “poder constituyente” –Derecho renovador- y “poder constituido” –el stablishment), y
su primera consecuencia se expresa en el movimiento juvenil ibérico de los “Indignados”. En
efecto, el comunismo se da con robot (con el hijo, con el descendiente de la humanidad; la
igualdad entre seres humanos sólo tiene lugar con el robot: “… a cada cual según su
necesidad” –C. Marx) o no se da; y, en la robótica se condensa y expresa toda la potencia
histórica del trabajo social; la conquista del sistema automatizado de producción y su
conversión en patrimonio general de la raza –sobre el legado de los trabajadores a la
humanidad: 1) la teoría socialista, 2) la estrategia y 3) el ensayo fugaz: 1917-1956, en la ex
URSS y su Campo-, está puesta en el frente de existencia de los restos de la clase burguesa
que se retira de la historia no sin amotinamientos, rebeliones, siendo esos los focos de
resistencia que deben ser sofocados por las luchas subversivas/intelectuales/ciudadanas en
curso (en la historia, ya existe, de modo incipiente, un nuevo sujeto como protagonista: la
población mundial racionalizada, ideológicamente proletarizada); putsh, que también debe
75

procesar el neoapartheid entre racionalidad y emocionalidad (la mayor parte de los cerebros
del mundo se hallan mal o subutilizados –los corpulentos gringos y europeos están demás en
el mundo, tienen mucha “materia prima”, su mantenimiento es muy costoso [deberían
“evolucionar” a hobbits: homo erectus vueltos enanos por escasez de recursos]-: “en el placer
existe el deseo, y aquel que aumenta el placer, en igual medida incrementa el deseo”
–paráfrasis de Eclesiastés-; ¡porque no existe cambio, progreso, en la historia del placer,
sólo una continua y monótona repetición, generación tras generación!). El verdadero
proceso industrial –dicho sea de modo incidental- dedicado a la producción de bienes y
servicios para la reproducción social se reducirá al mínimo, cuando, como en las películas de
ciencia ficción, el posthumano haya sido reducido únicamente a su cabeza; sostener a este
músculo y no a todo el cuerpo requiere de un exiguo sistema económico; esa será la auténtica
fase postindustrial, en la que la producción real, a más de abastecer la pírrica demanda del
músculo cerebro y sus sentidos, provea y abastezca el sistema de investigación y desarrollo de
la ciencia exclusivamente; pero antes, también sobre el cuerpo obrará la “ingeniería estética”:
el contratiempo de los orines, fecas y flatulencias, será eliminado. Las determinaciones
autónomas de la existencia (el incesante progreso de las fuerzas productivas: la bicicleta
produce músculos en las piernas [cuida el medioambiente, descongestiona las megaurbes, es
cierto], el automóvil –y el consumo sostenido de proteína animal- lo hace en el cerebro;
“buen vivir”, “derechos de la naturaleza” y de los homosexuales –en la naturaleza: “todo
fecunda”; en la “sociedad”: ¡ya no!-, límites al crecimiento, preservación del patrimonio
cultural y otras tantas visiones hedonistas, se relativizan, no bien han nacido; homofobia:
desde que se conoció que Chaicosky había sido homosexual se empezó a perder interés por su
música, lo propio ocurrió con T. Mann y M. Foucault, entre otros; en realidad, todos quienes
son organismos normales y realizan su condición sexual en coherencia con la determinación
natural de su género, son homofóbicos [esta proporción es de 95 a 5: 95% homofóbicos y 5%
homosexuales mentalmente “sanos” {se incluye también a los “tolerantes” -alcahuetes}]), los
procesos de transformación política proletarios (el socialismo –casuística espacial e histórica
dada en la entonces URSS y su Bloque en nombre de toda la humanidad- operó como “motor
dual” al principal capitalista –espina acelerante clavada en sus posaderas-, en la vía hacia la
robotización: última intervención del ser humano en el desarrollo de las fuerzas
productivas y determinación material de la “sociedad” comunista; en realidad, la historia
podía ir hacia la automatización por el derrotero socialista –racionalidad- o por el capitalista
–criminalidad-, mas, la forma burguesa de organización humana ha dicho: “¡reasumo mi
mando!” –los BRICS, los 7F: el nuevo rostro de las multinacionales para prolongar el
neocolonialismo: A. Borón-, y finalmente, esta meta ha seguido la vía capitalista con
asistencia socialista, una vez dada la traición jruschoviana; la etapa de acumulación material,
ha concluido: el capitalismo, nada tiene que hacer en la historia; en realidad, la determinación
histórica no se centra en el destino parcial del socialismo –personas libres de toda
explotación- o del capitalismo –alienación del trabajo-, sino en el proceso evolutivo general
del género, hecho que impulsa el desenlace progresivo del movimiento de la humanidad en
articulación o con el sacrificio de relaciones sociales específicas, en una fenomenología como
si tuviera por determinación a la pura teleología, y lo cual lleva a sacrificios, pues: el
socialismo –lo inseminó el proletariado en el seno del capitalismo- podía hacerse mundial y
cibernetizar la vida, o empujar al capitalismo a hacerlo), las formas de cooperación y
solidaridad populares, y las confrontaciones bipolares inmediatamente pasadas (socialismocapitalismo,
imperialismo social-neocapitalismo) en el interior de la hipermoderna sociedad
concurrencial, han acentuado el curso del devenir histórico, en el que la inteligencia
neoprometeica (sin el ser humano, todo carece de sentido; la naturaleza puede vivir sin este
ser, el proceso evolutivo de la materia: ¡no!; en esa consideración, las diversas “culturas”
constituyen la plasmación de la “estrategia” de la naturaleza –varias vías- para otorgar
seguridad, sostenibilidad a la inteligencia en la Tierra; ahora bien, si hay vida racional en
otra[s] parte[s] del Universo, allí si se impone la ley cristiana: habrá sido “creada a imagen y
semejanza de Dios”, o sea, serían “igualito” que los humanos terrestres, puesto que así como
deben haber múltiples condiciones únicas para que haya vida –Principio Antrópico: sistema
solar, distancia del planeta a la estrella, temperatura,…-, análogos presupuestos se presentan
como determinación de existencia de la inteligencia: motricidad bípeda, vista estereoscópica,
pulgar opuesto al resto de dedos, conformación de la tráquea, sistema digestivo omnívoro,…)
está produciendo la conciencia objetiva, llamada a desarrollar la Teoría del Universo –Teoría
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para Todo, Teoría M- y a demostrarla (el “molino del conocimiento” conduce -cada vez más-
hacia la “sociedad” comunista; grandeza de percepción contenida en el marxismo:
“… aquel conjunto de doctrinas científicas, que incluyen una visión total del mundo,
que explican el desarrollo de la historia en sus alcances económicos, políticos y
sociológicos, que demuestran cómo la organización actual de la humanidad debe
derrumbarse a causa de sus tensiones internas para ser reemplazada por un
orden superior de civilización” -Martin Nicolaus: El Marx desconocido-.
Karl Marx (F. Engels): el hijo predilecto (patrimonio) de la humanidad toda; privilegio
de los pobres: la mente más brillante de la especie, puesta al servicio del pueblo y de la
historia). Sólo con la automatización productiva completa vertebrada a la acción política de
los neoproletarios: los subversivos, a fin de que no hayan más bajas humanas, se transforma la
historia (supresión de la división social del trabajo, de las clases –de la familia, la propiedad
privada y del Estado: F. Engels- por vía cruenta, pues, el sistema ni se cae ni se sostiene solo:
la historia “no está” metadeterminada: no opera al margen de la praxis, de la conciencia;
ruptura comunista que prolonga de otro modo –racional- la vida) paradójicamente cuando la
humanidad goza del más amplio excedente material y espiritual (sobreacumulación), y esa
condición se presenta en la fase madura, inteligenciocéntrica (robotizada, democovivencial).
En la Tierra existen varios segmentos humanos que poseen muchos recursos –activos-
naturales y “culturales”, pero carecen de lo principal: el know-how y las fuerzas productivas
de última generación (del carbón y de la fábrica de acero a la microtecnología: al high tech);
frente al objetivo superior de la humanidad, la biodiversidad y la desnuclearización cuentan
bien poco (el capitalismo se vuelve irracional e inhumano una vez que ha cumplido su misión
o cuando ya hay su sucedáneo racional). En la “sociedad” vespertina, cisma significativo en
curso, es la supresión del matrimonio y la monogamia –de la fidelidad, del eterismo y de la
prostitución- (instituciones claves en la reproducción de las formaciones clasistas): el sexo en
colectivo bonoboico banalizado (swingers), vaciado de su producto natural: la procreación, es
una forma de alienación y, a la vez, momento progresivo de la “psicología social”, previo a la
supresión de dicha actividad en la reproducción tecnológicamente mediatizada; el súper ser
humano, el post humano: actúa de ese modo, pues, con la inteligencia (y de esta propiedad
goza el ser humano, puesto que en las células gaméticas -Madre-, a diferencia de las de los
animales, tiene instrucciones para producir neuronas del neocórtex: de la inteligencia, del
pensamiento, de la conciencia): no hay necesidad de Dios (de su Firma -sic) para el largo
plazo y terminal de la raza (la Verdad no está escrita en libro alguno: así como la ciencia no
tendría razón de ser “si la esencia coincidiera con el fenómeno” –K. Marx-, la mente tendría
poco sentido, si la verdad estuviese revelada a priori). “¿En qué creen los que no creen?”
(Eco-Martini), ¿qué es el Universo?, ¿qué es el ser humano?, ¿qué sentido tiene la existencia
racional y cuál es su papel (qué le pasa al mundo; en qué etapa de su desarrollo se encuentra
la humanidad a inicios del Siglo XXI; cuál es el estadio que viene)?, ¿hacia dónde va todo?
Se esbozan, al respecto, ciertas respuestas alternativas a las filosófico-sociológicas clásicas,
en la perspectiva de “ruptura epistemológica” (M. Castells), de “cambio de paradigma” (J.
Barker), de “deconstrucción” (J. Derridá) de los patrones ideológicos usuales; en realidad, las
“respuestas” aludidas son “dogmas” que se espera operen como puntos de apoyo para su
investigación (en ese sentido, son dogmas metodológicos). El Universo “carece” de propósito;
éste, aparece cuando los procesos indeterminados abren la tendencia media (“mínimos
cuadrados”): la función, la senda de expansión, que conduce a la conciencia, la cual, para
justificarse advierte que debe servir para algo: imponer su propio orden al entorno, sobre los
hechos mecánicos indeterminados (indeterminación: la Geometría Fractal refuta esta falaz
noción; arquitectura fractal; patrón de autosimilaridad: 1,2,3,5,8…; forma que se repite en
escalas diferentes en la naturaleza; la división del número superior para el inferior da la
“divina proporción”: la “Firma de Dios” -creencia reaccionaria evangélica-: 1,618; colosal
descubrimiento del “agua tibia”, pues, el marxismo elucidó este “patrón” tiempo ah:
“desarrollo en espiral”; la ciencia positiva confirma la doctrina dialéctica de estructuración,
movimiento, desarrollo y cambio del mundo). [En el plano ideológico, el ateo consecuente,
piensa y actúa de modo especial. 1.- Es mentira, que el ateo “odie a Dios”, pues, no se puede
tener sentimientos ni malos ni buenos, respecto de entidades, que no tienen sitio en una
cosmovisión materialista {en realidad, los creyentes quieren hacer aparecer las reflexiones de
las personas desprovistas de creencias, que procuran explicar el mundo con la lógica, como
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enemigos de su supuesto Dios}. 2.- Los ateos, no es que no crean en Dios por odio a El, por
soberbia, por intromisión insidiosa del Demonio en su percepción, por auto sobrestimación,
por conveniencia o por contradecir a nadie, sino por cuanto la argumentación racional
conduce a conclusiones contrarias sobre la existencia de una entidad tal; incluso se podría
sostener –con reserva-, que se deplora tener que llegar a dicha resolución, y que de estar
equivocados en ella, no se vería mal el “error”. 3.- Si el ateísmo militante se ha vuelto en
contra de las cúpulas religiosas como de aquellos perorantes sobre todo protestantes {el
invento del pecado original para todos, al que imputan la razón de la muerte y las
enfermedades, con el cual agarran del pescuezo al pobre individuo, mito: muy conveniente,
éste}, que buscan que el ser humano común asuma la idea de Dios apelando al miedo {“al
final de la vida: viene el juicio”, y: ¡ayayay!; pero, en realidad, hay dos eras en la vida: “antes
del ser humano” y “con el ser humano”}, es porque éstos han sido parte del poder explotador,
que se mantienen como sostén de dicho sistema, del mismo modo que por su naturaleza de
fanáticos diletantes comedidos que apelan al terror psicológico para meter en la cabeza de
todo mundo sus creencias y volverles sus adeptos. 4.- Los ateos políticos de izquierda: con
personas creyentes sinceras, que comparten sentimientos de transformación social, que afecte
la explotación, la dominación y la sujetación, tienen buenas relaciones: no se mofan de ellas.
5.- La mente de un ateo sincero, bueno, materialista, político, de izquierda {lo cual es lo
común}, se halla siempre en paz, pues, en todo momento busca ser moral {comunista},
solidario, comprensivo, equilibrado, desprendido, racional; y, de existir Dios: este personaje
{el ateo} de seguro que sería considerado en su Plan. 6.- Claro que el ateo tiene miedo a la
muerte en términos humanos, normales, comprensibles, puesto que es un ser orgánicoracional,
que está dotado de determinaciones naturales de conservación de la vida y en tanto
entiende muy bien el término de los procesos {“Ni la máquina ni el animal tienen miedo a la
muerte, ni se angustian ante la nada, ni gozan al contemplar la belleza” –Kosik, Karel:
Dialéctica de lo concreto}. Y, 7.- Una persona atea, sólo dejará de serlo: a.- si se degrada su
cerebro {con el envejecimiento}, b.- si se apodera de él, el miedo, el temor, la incertidumbre,
y c.- si se vulnera el rigor objetivo de ver el mundo {razones por las que al llegar a la vejez,
ciertos ateos oportunísticamente asumen el criterio religioso: “por si acaso”}].
Bueno. Y si la Ciencia, el Materialismo y el Marxismo estuviesen equivocados, de
manera que al final de tiempos gozosos para el ser humano de ese entonces, hiciere su
aparición Dios (o el Demonio): ¿qué ocurriría? No habría infierno o dificultad algunos,
pues, el Demonio no podría vivir por los siglos de los siglos junto a quién fue su rival y
que también triunfó: el alevoso ser humano que se cree haber llegado a ser “Dios” por
mérito propio; mientras que Dios recibiría a aquella generación de inteligencia natural,
mixta o artificial triunfante con alborozo y la integraría en su seno, pues, seguramente
Dios le dirá a la humanidad atea, científica, postpolítica, buena, de ese entonces (también
que el ser humano llegue a ser “santo”, “salvo”, depende del desarrollo y del estado de las
fuerzas productivas; la ciencia y la técnica alteran la naturaleza humana): “venid hijos
míos a gozar de mi Reino, porque aunque sea tozudamente negándome, han luchado por
retirar de la escena histórica los regímenes divididos en clases y por pretender instaurar
una forma humana de bienestar para todos mis hijos: su prójimo, y por cuanto me han
encontrado, han llegado a conocerme, por esfuerzo personal, utilizando la propiedad
única que he puesto en Uds.: la inteligencia”, aplicada en el hacer científico y técnico,
incluso con la oposición de quienes han dicho actuar a mi nombre. ¿Qué viene luego para
la noción religiosa cuando Dios ha recibido en su seno a su creatura? Ese es el límite
infranqueable para la perspectiva católico-protestante: la incomprensible inmanencia de la
noción de “eternidad”, y sobre la cual el marxismo ha dado respuesta: “Dios” –el
suprahumano- decide sobre sí mismo –y esa es su única vocación, propensión y arribo
triunfal hacia la conquista de su capacidad efectiva resaltable: solamente ahí puede el ser
humano darse el lujo de decidir por sí mismo: de ser ¡libre! (de llenar de contenido a la
palabra “libertad”; aspiración ésta: hasta ahora ilusoria, utópica, mística, demagógica,
esto es, como “… la conciencia común sostiene que la libertad consiste en la ausencia de
todo género de limitaciones, y por tanto, en poder hacer lo que a uno le place”), y al
hacerlo, al realizar su libertad: ser y privilegio, se anulan en conjunto: realidad y razón
han sido-, en cuanto el posthumano renuncia valientemente a ser, para no seguir en la
anquilosante monotonía insufrible de la eternidad, de lo perfecto [En efecto, “cuando se
tiene todo atendido y solucionado, la capacidad intelectual suspende su desarrollo {deja
de plasmarse}”, suele decirse; las cuatro estaciones modelan de forma específica la
conducta: inducen la disciplina, la frugalidad, la planificación; esta forma de
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determinismo climático parcial, se vuelve total una vez que todo ha sido resuelto
–factibilidades: económica, técnica, administrativa, ecológica, política- {en el ser, el
fenómeno se presenta con la vejez: el seguro social atiende disminuidas necesidades
efecto de la edad; finalmente, las necesidades cesan, los problemas de la senilidad se
hacen absolutos, se deteriora el músculo cerebral en coherencia}].
Premisa: ¿la historia todavía es un conjunto de rutas abiertas, de posibilidades –M. Foucault,
de Sousa Santos,…- o está ya determinada?; siempre estuvo determinada merced al
despliegue de sus formas de movimiento progresivo: físico, químico, biológico e inteligente
(formaciones humanas preclasistas, clasistas y postclasistas), en dirección hacia el dominio
intelectual del Universo (en esa lógica-histórica: el Cristianismo –y el Hinduismo- viene a
ser el “disfraz metafísico del automovimiento” de la humanidad). La historia ya tiene
destino: no es que el ser humano, “a estas alturas de la película”, siga adelante perdido,
ignorante, dando “palos de ciego” sobre el muy mentado “abanico de opciones”, vías o
futuribles, como se dice por ahí; el Marxismo, el Proletariado y la efímera experiencia
socialista (1917-1956) remarcaron el rumbo racional del mundo (sólo Marx ha entendido la
“lógica histórica”; y, el concepto objetivo y el sentido propio de cada pueblo en el mundo y en
la historia, únicamente aparecen cuando la reflexión se sitúa en la etapa cumbre del género);
en este trabajo, se documenta el aserto: se expone la ley humana fundamental, que descubre el
secreto de la vida: la doctrina de la “propiedad de la inteligencia”, la contradicción entre el
“ser” y el “pensar”, entre el movimiento de la materia y el de la conciencia [No obstante, si
por una parte para cierta mente la incógnita filosófica se ha despejado, para la masiva
población, el dilema persiste. En efecto, la historia se desplaza sola a espaldas de la
“burguesía” y del “proletariado”; el proletariado al inseminar la nueva forma humana en el
útero de la formación social capitalista con la Revolución de Octubre y el socialismo de
Lenin-Stalin, desbloqueó el dique que ésta puso al flujo de la historia: la historia se va por
propia cuenta en dirección del telos humano. Modelos centristas de desarrollo son el
instrumento de ese viaje; estos van por donde se enrumba la historia, pero sin conciencia {la
alegoría es: el “Socialismo del siglo XXI” es el jinete que marcha sobre el potro histórico,
pero con los brazos atrás y las manos atadas o con los ojos vendados, pues, no sabe cuál es la
próxima estación o el fin del proceso: solamente quién entiende que la humanidad va al
comunismo y más allá: hacia el “saber absoluto”, será el jinete que desate sus manos y se
quite la venda, ponga al frente sus brazos y tome las riendas de la historia, y asegure que ésta
vaya a donde debe}; el marxismo ortodoxo (marxismoleninismo y socialismo trotskista), por
su parte, si no quiere mantenerse fuera de la historia, debe hacer el esfuerzo doloroso de
reconceptualizarse, de aprender a actuar dentro de la “nueva” época]. Según estas
aseveraciones (a partir de la toma de conciencia sobre la función de la propiedad de la
inteligencia: alcanzar la omnisapiencia) el futuro está cuasi predeterminado y, por
consiguiente, “no es libre ni nuevo”: ¡no hay opción! (autoconciencia “solipsista” como
humanidad). Sobre la matriz cifrada en el camino de la racionalidad, únicamente dos formas
de alterar el futuro le están reservadas al ser humano: 1) conducir a la especie por el sendero
del hedonismo (“ethos estético”), lo cual sería el más avieso fracaso, una burla, un fiasco para
la inteligencia, y, 2) destruir el mundo, la vida, con la guerra; ahora bien, también los hechos
ciegos, los que sin embargo enrutan a la inteligencia, pueden dar al traste con la vida: una
anomalía en el orden y funcionamiento en vigencia (que Júpiter deje pasar un meteorito, por
ejemplo); el ser humano, empero, está exigido de realizar la determinación puesta, con
conciencia, de modo honorable, hasta el fin (en la actualidad, existen sujetos aislados
portadores de cualidades superiores -¿la mejor versión del ser humano?; ¡no!: es la nueva
versión del ser humano-: el ser humano de nuevo tipo -materialista, racionalista,
antropocentrista, que no florece multifacéticamente en el hedonismo: en las artes, en la
sensibilidad, en la espiritualidad religiosa, en la crematística concupiscente empresarial, sino
en la lógica [El nuevo ser humano, como se sabe en círculos que principalizan el principio de
“determinismo material” en la formación de la subjetividad colectiva, es producto del
establecimiento de nuevas estructuras sociales dadas por remozadas condiciones reales; su
reflejo reforma la conciencia {el pez ha salido del agua, del capitalismo}]; en realidad, el ser
humano superior debe ser frío, no libidinoso –y en el coito intervienen al unísono todos los
sentidos: la mirada en las bellas formas femeninas y en los omoplatos, el gusto en el beso, el
tacto en la suavidad de la piel, en el abrazo y en la fricción, el olfato en las feromonas y el
oído en la voz suave y en la grabe; por eso es que la reproducción futura, no sólo que será
79

asexual sino no sexual directamente-, caso contrario podría ocurrir lo que a los dioses griegos:
Zeus bajando del Olimpo y “cogiendo” a una mortal, el producto de lo cual fueron los
semidioses: Apolo, Hércules, por ejemplo). La renovación generacional humana y de la
historia en la “sucesión” de (grados de) civilizaciones, tiene sentido inmanente, sólo en el
marco de realización ininterrumpida de la potencia de la inteligencia hacia el “saber
absoluto” (en el marxismo, el “milenarismo” –sueño- lo forja el ser humano científicorevolucionariamente:
apogeo humano absoluto y caída –renuncia voluntaria a “ser”); aparte
de esta misión, nada tiene razón en el Universo. En una palabra, el objeto de la inteligencia,
no reside en el diseño y aplicación de estrategias conducentes a formar riquezas, forjar
aparatos de dominación y explotación globales (financiarización, gobernanza –G. Arrighi, E.
Wallerstein), organizar harenes, mejorar la gastronomía o construir mitos religiosos,
novelescos, poéticos o artísticos in abstracto (la anodina “civilización del deseo y la
creatividad” de B. Echeverría), incluso revoluciones sociales en interés de vivir simplemente
con felicidad en igualdad en el “reino de la libertad”, encerrados en el status de desarrollo
multifacético del individuo (desarrollo integral: únicamente modernos animales, formalmente
racionales, en gozo de altos estándares equitativos de vida y de sensualismo, según
parámetros de calidad; o sea, plantear el comunismo como la meta de la acción política: hasta
allí llega la conciencia); de conformidad con esta “filosofía optimista de la historia”: ella tiene
el propósito –reto- superior de develar los misterios del Universo y permitir el gobierno de
éste, por aquella (y si por alguna circunstancia aleatoria, este “fin de fines”, quedase a medias
o directamente no realizado –por desaparición letal temprana de la especie, del “clima
organizacional” necesario, de la “civilización frugal del conocimiento objetivo integral y la
verdad”, debido, por ejemplo, al calentamiento global- se deberá presuponer, en perspectiva
“teleológica”: que hacia allá se iba, que esa frontera debía alcanzarse y que en otro proceso
universal será). Humanocovivencia: como complejo máximo, “sinóforo” racional (no
colmena, no rebaño: unión simple; su pegamento –suero a la vena del sistema automatizado
de producción-: la necesidad de cumplir el fin particular y de conjunto: el saber objetivo
total); la automomatización lógica incluso debe pasar a regir las acciones humanas sobre base
de un plan racionalmente definido: objetivos (metaobjetivo) y medios. El ser humano hace
realidad el orden progresivo que el movimiento de la naturaleza crea, que graba en sus genes,
cuanto el propio proceso de su regularidad (la inteligencia que sólo se realiza en la producción
de la idea), en la racionalidad: el objetivo que se pone (toma de los hechos) el ser humano, es
llegar a conocer todo (ese su destino “fatal”). ¿Por qué tal perspectiva?; y: ¿a continuación:
qué?; la única contestación terrena posible es: porque así como una semilla debe realizar su
cualidad en su negación como planta, la inteligencia es el atributo del ser humano, que debe
objetivizarse como característica, en su negación como conocimiento absoluto; “solamente”
para eso; luego: nada más; pues, el ser humano debe alcanzar a ser todopoderoso y a la vez:
¡nada! (“llegar a la meta al morir, como el corredor antiguo...” -dixit Honore de Balzac- con
el conocimiento máximo posible sobre la realidad en la que se ha obrado, “… en la mano”)
-“se fue porque quiso, naiden le precipitó”; “cálmese, asociéguese, resígnese Doña Guada”:
lo dice M. Moreno “Cantinflas”-; solamente lo material, lo “indeterminado”, lo mecánico, lo
inconsciente, es eterno (con la máquina pensante se arriba a la comunidad fraterna; con el
comunismo concluye la progresión civilizatoria, se realiza la misión del ser humano:
autometamorfosis completa, estado de “divinidad”, se inhibe la contradicción, cesa la vida
racional): la materia inerte se transmuta de cuando en cuando en conciencia y se niega como
tal. Ahora bien, “¡Yo escribo lo que debe ser dicho!”: ¡en su parlante me convertiré!; “¡...
tengo razón!”; “Willan de Baskerville, sin medir las consecuencias, para sí o para alguien
más, siempre debe probar, que tiene la razón” (Eco, Humberto: El nombre de la rosa): el
destino para la vida consciente está dado (“El futuro está escrito”): ¡sólo hay que
realizarlo!; quizá el fatalismo: la índole de marioneta del ser humano, se suavice, se
elimine por tener el privilegio de ser el sujeto de esa realización y al saber, que esa ventura
es la más lustrosa del Universo entero y la cual le llenará de dignidad, de autonomía, de
emancipación, en tanto la misma en la mayor parte de su tramo ha sido hecha en el marco
de entero desconocimiento; en verdad, el árbol, desde que es semilla, trae escrito –ADN- su
destino, el león en sus genes encuentra fijados la razón y el rumbo de su vida del
nacimiento hasta la muerte; el ser humano, en cuanto cigoto, se topa con un camino
marcado: el intelecto –neocórtex-, que le permite sobrevivir y formar parte del torrente
ininterrumpido de producción de la representación de la realidad que le conduce
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inevitablemente hasta el conocimiento y a la ubicación en la cúspide de todo, y si lo ha
conseguido, ha dejado de ser un instrumento fatal, un títere de la naturaleza, de la historia,
para acceder a todo el poder: a la libertad (la citada, es la respuesta apropiada para la más
sensible pregunta antropofilosófica). Expuesta de otro modo la “cuestión humana”: “caminar
por el destino”, es lo propio del género, pues, la meta está dada –estrategia-: la “cumbre del
´Everest´”, la calzada hacia la cima (el saber total) se tiene que abrir (se lo ha venido trazando,
se lo está edificando) y la marcha sobre ella –táctica, logística- debe realizarse sin guía (en
ausencia de Sherpas), con los “valores de uso” naturales disponibles, inicialmente sin el
concurso de las fuerzas productivas materiales (ciencia y tecnología), esa la contribución
humana (construir y encontrar la manera de marchar por el sendero): la creatividad, la
libertad; pero: “¿Importa el camino si el objetivo está a la vista?” –Confucio-, en efecto,
puesto que la meta está simplemente representada, ella: no es aún la realidad; el desafío de la
cumbre es lo que impulsa la vida, da seguridad y ahuyenta toda desazón existencialista una
vez supuesto el telos; la utopía, la ilusión ya están contenidas en la “dictadura de la realidad”,
en el sino predeterminado para la especie, o la naturaleza “ya sabía” lo que le conviene al ser
humano entre: ¿ir al cielo por toda la eternidad?, ¿regodearse en el hedonismo de la
igualdad social? o ¿realizar la potencia de la mente comprendiéndolo todo?; este último es
el “ser real” de la humanidad y hacia él conducen en conjunto los hechos (¿Justicia social o
racionalidad absoluta? That is the question. El socialismo anudó las dos: en su “ensayo
efímero” propendió el progreso crecientemente prometeico de la conciencia y la supresión de
las penurias que el sistema clasista pone sobre las 9/10 partes de la humanidad [El
conquistador, el macho, el Don Juan, el Casanova, se queda acorralado, pues, las condiciones
favorables procedentes del sistema clasista que le eran sólo suyas, se generalizan para todos
{por fin la sociedad se democratiza y pasa, de ésta, a ser legítima humanidad}; pero su viveza
criolla de súper mujeriego, también se desploma, pues, la naturaleza le da un terrible revés, al
recordarle que la hermosura y el coito son una simple trampa puesta por sus determinaciones
para todos los animales; el cuerpo humano de la mujer en la etapa fértil de ésta, no es para el
ser humano masculino, sino para la naturaleza {tanto como lo es el de él}, por cuanto este tipo
de contacto, mediatiza la permanencia de la especie]). Por tanto, el mundo, en medio de tanta
destrucción: mejora (expresión obvia, de la ley dialéctica: la contradicción, fuente de
desarrollo). Mutatis mutandis (los halcones de Washington), el ser humano: es un ser
extraordinario (“Oda a la alegría” –la Coral: interpretada por 10.000 voces en Osaka-, a la
Humanidad); es exagerada la queja sobre el exceso de consumo capitalista de biomasa, ya que
la misma se convierte en “masa gris” y esta última solventará los costos (de “oportunidad”;
“¿El fin justifica los medios?” –N. Maquiavelo-: cuando se desconocen los hechos y el grado
de racionalidad es bajo, el aforismo procede) del sobreuso de recursos (“optimismo
tecnológico”: con la técnica, todo recurso natural se vuelve renovable; “deseconomías
ambientales”: marxistas ecológicos; la frugalidad racional de la 8R “decrecentistas”, no
obstante, es necesario aplicarla, con beneficio de inventario), además, la conciencia lleva al
Cosmos (con 5.000 millones de personas, se ha “llegado” a la Luna, con 10.000 millones
hacinados en megaciudades burguesas necróticas, se irá a las Pléyades (la fase cósmica de la
especie: empezará la migración, que será transgeneracional, como en la mariposa monarca),
para el caso que sea necesario viajar por el Universo para conocerlo, por supuesto); no habrá
una nueva conflagración mundial (eso quisieran los gringos igualados –bárbaros, en el sentido
original del término- dado que es el más rentable de sus negocios –complejo militar
industrial- y mecanismo de sometimiento del mundo; “pero no se les va a hacer, para que lo
desniego”), pues, el auténtico actor de la historia: los pueblos, retomarán las riendas de ésta e
impedirán el desate de la guerra (en realidad, el pueblo procede de ese modo, cuando sus
líderes se han extraviado –dixit Dr. Alfredo Castillo B.); se siente respeto, orgullo, por la
humanidad in abstracto (hasta que objetivamente no se llegue a saber, que existe otra
civilización en éste u otro Universo: la Tierra seguirá ostentando el título de “centro” del
Cosmos; ahora bien, es difícil que la materia mecánica, estocásticamente llegue a producir al
ser humano, de allí que la humanidad sea la perla más rara -Principio Antrópico: Ing.
Douglas Moya [la temperatura debe permitir que el agua se encuentre en estado líquido; si en
un planeta se tiene oxígeno y metano, hay vida]-: “somos un ´milagro´, somos algo especial”
–incluso si existiesen seres similares en otras zonas del Universo-, nos estamos haciendo la
cumbre de todo); Homero, Heráclito, Demócrito, Espartaco, Aristóteles, Cristo, Copérnico,
Kepler, G. Bruno, Galileo, Newton, F. de Asís, Lluminabi, Cuactemoc, Tupac Catari,
81

Jerónimo, Tupac Amaru, Francisco y Clara de Asís, S. Bolívar, M. Sáenz, San Martín,
Artigas, Hegel, Darwin, Marx-Engels, Jenny von Wesphalen, Mary Burns, Ludwig van,
Manuela León, Méndel, N. Bonaparte, E. Alfaro, Lenin, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin,
Marie Curie, Lamaitre, J. Dimitrov, Mendeleiev, Pavlov, Mileva Maric, I. Stalin, T. de
Chardin, J. Roncalli, E. Zapata, A. C. Sandino, J. Martí, Rosalin Franklin, Kurchatov, El Che,
S. Allende, J. Arbenz, H. Grossmann, H. von Karajan, A. Leontiev, O. Torrijos, E. Hoxha, C.
Sagan, A. Cueva, J. Hurtado, A. Shaihk, S. Hawking, C. Venter, F. y R. Castro, H. Chávez, P.
Panchout, E. Golinger, P. Córdova,… (praxeología: entretenimientos político y científico, los
racionales; si los susodichos no existiesen, no habría razón para la vida): que en el Universo
se sepa, ¡qué seres humanos se dan –produce el pueblo: el “verdadero autor del proceso
histórico”- en la Tierra!:
“¡Salve Oh… [Tierra]…! ¡mil veces! ¡Oh… [Tierra]...!
¡gloria a ti! Ya tu pecho rebosa
Gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir” (Juan León Mera).
En torno de la “conclusión” del excepcional suceso histórico: “debut y ´clausura´” del
socialismo. 1.- La humanidad sólo se plantea problemas para los cuales ya se hallan a
disposición los supuestos para su resolución, “…cuando las fuerzas productivas que se
desarrollan en la sociedad… brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la
solución de ese antagonismo”. 2.- Ninguna forma social se extingue antes de que en su
interior se hayan desarrollado todas sus capacidades potenciales o: una totalidad abstracta
evoluciona siempre hasta su concretización absoluta antes de volverse otra de sí misma, de
“autoregenerarse” en un nuevo sistema orgánico de orden superior, en este último caso: el ser
humano (una fracción de él) interviene con conciencia, de forma activa y revolucionaria
-hecho que no tuvo lugar en los “cambios de estado” ocurridos en anteriores formaciones
sociales. 3.- El capitalismo dispone de cualidades potenciales no cesadas todavía, para
cumplir la misión, en la escala humana, de avanzar en el proceso conflictivo y contradictorio
de creación de la acumulación colosal material y “espiritual” (misión, en la coyuntura
“neoimperial”, que le compete cumplir a las corporaciones globales en un marco político de
cuasi concretización de la supraestructura), base para financiar la nueva “sociedad”, madura,
serena, liberada de todo tipo de trabajo e inscrita en “relaciones” sociales armónicas,
solidarias, idílicas, democovivenciales, que concurran hacia el disfrute, o sea: hasta
convertirse en concreto absoluto en la tierra –K. Marx- (ésta es la forma de proceder por parte
del género de cara a la realidad natural, como por el sistema burgués con la naturaleza y
también con la sociedad: una y otro, para alcanzar el proceso de concretización). Fue la
intervención de las tres regularidades “naturales” citadas, articuladas a la acción de la
“conciencia de sí” del poder económico mundial (principalmente de la concepción Keynes; de
las contratendencias dilatorias –M. Nicolaus-, de las “trincheras de la sociedad civil” –A.
Gramsci), la circunstancia que "dio al traste" con la empresa de Lenin y Stalin, y no tan sólo
la acción de la voluntad inscrita en la traición, la burocratización, los defectos imputados al
socialismo estatista, totalitario, cuartelario o policiaco (como sostienen algunos descerebrados
revisionistas, aparentemente agudos y coherentes), al incipiente y bloqueado desarrollo
técnico u otros hechos colaterales, que tomados sin determinación y de forma aislada, se
muestran absurdos. En efecto, el deceso del socialismo -1917-1956- (para solaz pírrico de
Hayek), no fue el resultado del autocierre de un sistema endógenamente no viable, como
asevera el yanqui y el poder capitalista mundial; tampoco se debió a la aplicación de un
modelo cuartelario, burocrático, impuesto por la personalidad dictatorial y egolátrica de Stalin
(la “Revolución traicionada”), tal como es la condena de trotskistas y “comunistas”
prosoviéticos; y, en absoluto –tan sólo- el resultado de la traición revisionista jruschoviana,
como aseveran los marxista-leninistas. La historia debía llegar a la robotización (al
comunismo: a la sociedad sin trabajo), bien con socialismo o con capitalismo (la realidad se
sirvió de los dos sistemas; la emulación –bajo cierto grado de desarrollo de las fuerzas
productivas- no arroja resultados iguales que la competencia –inviabilidad sistémica
intrínseca) y en enfrentamiento antagónico, el socialismo “implosionó” (la transición), y la
meta al comunismo la reasumió –en consuno con la fase superior de sí: la forma colectivista,
supuestamente “negada”- la vía capitalista. Los hechos. 1.917: la Revolución de Octubre,
deposita en manos de los trabajadores, el poder político y el destino de la Rusia zarista. Una
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vez en él, la tarea inmediata del Partido Bolchevique, consistió en conducir a los Soviets a la
instauración del Régimen de “Dictadura del Proletariado”, en la zona recientemente liberada.
Esquema de cambio: remover los fundamentos de la estructura social burguesa, a través de la
implantación de radicales medidas: 1) eliminación de la propiedad privada de los medios de
producción, 2) obligatoria adscripción de los miembros del colectivo en la esfera del trabajo,
3) remuneración, en correspondencia con la cantidad de trabajo realizado y, 4) organización
proporcional y planificada de la producción. Ideología científica del Marxismo-Leninismo:
base teórica de la organización del naciente proceso (la programación a instancias del modelo
administrativo estajanovista: los Planes Quinquenales -Gosplan); el trabajo colectivo, la
asignación racional del esfuerzo físico e intelectual y la electrificación, incrementaron
colosalmente la producción, elevando al País y al Bloque, de zonas atrasadas, hasta ubicarlas
en las esferas más altas del desarrollo consciente y previsivo (en efecto, si las fuerzas
productivas se despliegan en el interior de cualquier sistema de “sociedad”, el socialismo
hubiese arribado a la “etapa informacional”). Durante la primera mitad del siglo XX, la
humanidad vivió, de modo directo o indirecto, la experiencia de la realidad del Socialismo en
su naturaleza de sistema socioeconómico. 1917-56, constituye una etapa, que advierte la
colosal presencia de un producto histórico-racional: el socialismo; proceso productivomaterial
de intervención de la razón humana, con carácter, cualitativo, dinámico, en el que la
cabeza directiva cuanto aquella generación sobre la que se derramó la fuerza moral de la
personalidad revolucionaria de la Vanguardia Bolchevique, reciben la incidencia directa de la
determinación del progreso histórico. Al promediar las tres primeras décadas del Siglo XX, el
“sistema-mundo” comenzaba por mostrar su diferenciación interna: por un lado, la insipiente
forma socialista exitosa y, por otro: la intermitencia de la defectuosa evolución de la
estructura económica burguesa. El “proyecto político” de concepción y coordinación
estaliniana (industrialización, colectivización, conformación de la Unión, creación del
Bloque; en suma: objetivación de la estrategia de formación de la base geoinstitucional de la
venidera fortaleza e invulnerabilidad socialistas), con su concreción, arrojaba sus primeras
metas exitosas (en Estados Unidos, en cambio, el advenimiento del denominado “martes
negro”, inauguraba la crisis económica más aguda hasta entonces para el sistema, la que
habría de durar el lustro 1929-33; mientras que la recuperación coyuntural se lograba con la
aplicación de políticas fiscalistas deficitarias, cubribles con financiamiento procedente del
excedente imperial). El citado período fue: evidentemente grandioso, empíricamente
contestatario de las creencias positivistas sociológicas neoconservadoras mises-hayekianas,
merton-parsonianas, durkhein-toynbeenianas, de conformidad con las que, el
desenvolvimiento de la sociedad era incapaz de prescindir de la fuerza reguladora impersonal
del mercado: el ser humano podía inyectar su impronta racional en todo, menos sobre sí
mismo, en cuanto colectivo. La Unión Soviética y su Bloque, demostraron que el género no
solamente es capaz de supeditar y moldear la naturaleza y mediante el recurso a la tecnología
mejorar las formas de su desempeño vital (su “calidad de vida” –sic-; en realidad, con la
tecnología es posible subsanarlo todo, pero en el interior de un orden postcapitalista, por
supuesto), sino que puede, de modo efectivo, derramar sus propiedades racionales sobre su ser
y someterlo a un proceso de forja de su estructura y destino, consciente, metadirigido y
humano. Alrededor de la década de los 50 del siglo XX, la novel forma social, constructo
humano específico en coherencia con las nuevas regularidades históricas, se levantaba lozana:
sociedad industrialmente desarrollada, en la que el “paro” se desconocía y la mujer fue
integrada con todos sus derechos al proceso social; había pasado la dura prueba de la Segunda
Guerra Mundial en la que derrotara al nazifascismo (una forma específica de contendiente
interimperialista); puso los fundamentos territoriales de una identidad de tipo superior, es
decir, de orden político-ideológica, naturalmente, respetando la empatía histórica de índole
local, esto es, las características singulares de cada psicología nacional; y, creó su propio
campo, a la vez que formuló y puso en operación programas de apoyo indirecto a las luchas
de liberación de las neocolonias. Con los Soviets, la URSS, se configuró como la forma
humana más respetada y reconocida del escenario epocal de aquel entonces; en realidad, la
admiración fue de tal magnitud, que difícilmente ser humano sensato, pudo desmerecer la
idea, de que el género se encontraba frente al escenario futuro necesario y realizable para la
humanidad, viviendo en el presente, esto es, tal cotidianidad venía a ser: el marco del imperio
de la racionalidad y voluntad colectivas.
La historia registra, que para Hitler: Stalin; para el ejército nazi: el Ejército Rojo; para los
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alemanes: el gran pueblo soviético (Las Guerrillas, Katyushas). Israel: pueblo sin honor.
No fue su Jehová el que los salvó, sino el demonio comunista, para su desgracia: el
infierno del holocausto cesó por intervención del pueblo soviético, del Ejército Rojo y de
Stalin. A Stalin le deben la historia y la humanidad; no obstante, la inmodestia, la
ingratitud, la soberbia, los intereses y la irracionalidad -los fascistas sionistas y el resto de
israelíes-, impiden asumir conductas agradecidas, reconocidas, de quienes han recibido
favores respecto de aquellos héroes que destruyeron al nazi-fascismo y con ello cesaron el
genocidio judío y suprimieron el peligro sobre el mundo. Tanto improperio gratuito, que
debe seguirse lanzado contra Stalin, obligan a cerrar filas en torno de su memoria.
Los episodios históricos muestran, que la citada cuasi comunidad soviética, se componía de
una entera generación de héroes: legionarios, actuantes con la palabra y con la espada, en las
diversas esferas de la existencia, que sin embargo tenían la “espada de Damocles” capitalista,
pendiendo sobre sus testas. Stalin comprendió en su entera verdad el suceso (la noción de
“acumulación socialista” [sólo la “revolución” de las fuerzas productivas torna irreversible el
proceso: con la automatización desparece el capital y no hay vuelta atrás]): había que dar de
comer al pueblo, prepararlo y dotarle de armamento moderno para intervenir frente al
capitalismo, que es un sistema belicoso por naturaleza, desarrollar las fuerzas productivas,
porque no hay otro modo de ir al comunismo (las “fuerzas productivas” son las gestoras e
impulsoras de la globalización, la “cultura” –sea la burguesa como la arcaica de los llamados
“movimientos sociales”- la detiene; la civilización es el aspecto realmente revolucionario de
la vida y, de ella: el ariete es Internet; la mente es conservadora, calculadora); para el efecto,
echó mano del sistema más moderno creado por la humanidad y cualificado por el
capitalismo, sin recluirse en los devaneos de quién asume poses de creativo: el proceso
industrial capitalista (la ley del valor: Marx en el Programa de Ghota sostiene –en oposición a
Preobrajenzky, a Mandel, a Lowy-: “…en la primera fase de nacimiento de la nueva sociedad,
rige el mismo principio que en el intercambio de mercancías equivalentes; se cambia una
cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra cantidad de trabajo, bajo otra forma distinta…el
Derecho sigue siendo aquí, en principio el Derecho burgués, aunque ahora el principio y la
práctica ya no se tiren de los pelos”), como vehículo para cumplir un papel diferente, frente a
propósitos superiores humanos (lo cual no han comprendido los teóricos de la “revolución
permanente”, como quienes -con base en la visión burguesa de libertad, democracia,… in
abstracto- sostienen que al final de la década de los 30 del siglo XX, se torció –Stalin,
convirtiéndosele tendenciosamente en “súper ser humano” al ilustre georgiano: “culto a la
personalidad”, a la “memoria”-, el camino socialista,…). En menoscabo del proceso de
edificación socialista, de la revolución y de los propósitos de las “guerras de liberación
nacional”, Jruschov tempranamente planteó dos tesis: 1) el grado de desarrollo alcanzado por
la ex URSS y la ausencia de clases, mandaba a reemplazar la “dictadura del proletariado” por
la democracia; y, 2) que la correlación de fuerzas favorable al socialismo en el planeta, había
vuelto sensato al capitalismo, de modo que se podía entrar en la política de la “coexistencia
pacífica” (mas, el socialismo y el capitalismo jamás podían coexistir, en tanto modos de
producción con tendencias universalizantes y antagónicas); el gramscismo –en cambio- es uno
de los responsables de haber desarmado ideológicamente el proceso revolucionario, con el
planteo, de forma excesivamente temprana, esto es, cuando todavía no se había ralentizado la
marejada revolucionaria en el mundo, la renuncia a tomar inmediatamente el “poder del
Estado” (en las sociedades “desarrolladas” de Occidente) y, más bien, optar por asediarlo,
para transformarlo a través del ensayo de una lucha larga (guerra de posiciones), que
propenda alcanzar la hegemonía por parte de la sociedad civil –sic- (por ejemplo: la propuesta
de no arremeter “de golpe” –como planteaba el PCI y la IC- y, más bien, promover el
advenimiento de una fase intermedia democrática entre la caída del fascismo y el
establecimiento del socialismo, oponiéndose a la llamada “tendencia maximalista” del “todo o
nada”); otro tanto lo ha hecho el pensamiento reaccionario de la “praxis” frankfurtiana, al
priorizar la especulación teórica y el activismo romántico, que al devenir en conductas
políticas fallidas, concluyeran desprestigiando la causa y generaran desconfianza en la teoría y
en la práctica revolucionarias, en las efectivas fuerzas del cambio. En la entonces URSS, a
partir de las Reformas Constitucionales realizadas en el XX Congreso del PCUS, el proceso
se interrumpe abruptamente: el socialismo se transforma en un sistema socialimperialista (la
nomenklatura posestaliniana finalmente había empezado la privatización de los activos
productivos formados durante el período socialista –USAID-: la URSS se trocó en imperio
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social y los países pertenecientes al Bloque Oriental, en su satélites) por obra y gracia de la
traición del revisionismo burocrático contrarrevolucionario, el cual habrá de conducir a la
nueva potencia capitalista con métodos extensivos de administración, incompatibles con el
tipo de estructura económica de un país capitalista monopólico de Estado en carrera con el
clásico imperialismo principalmente estadounidense, por la hegemonía en el planeta, cuando
la tecnología era la base de la competitividad mundial (la ex URSS no modernizó su
producción, pues, el paso a la etapa “informacional” cogió al país con una estructura
productiva obsoleta, cuyo eje básico de acumulación fue la explotación de rubros
tradicionales, con un sistema de gestión anacrónica y la consecuente deficiencia en materia de
competitividad; además, era un “imperio al revés”, pues, las repúblicas adscritas
“´explotaban´” a la metrópoli). La caída del socialimperialismo soviético se produjo –en
consecuencia- debido a que la URSS "… perdió el tren de la revolución de la tecnología, al
mantener un modelo de acumulación fiscalista, extensivo de hiperindustrialismo…", en vista
de lo que "... la industria y la agricultura soviéticas dejaron de ser capaces de competir en la
economía mundial justo en el momento histórico en que se formaba un sistema global
interdependiente" (Castells, Manuel. Fin de milenio): la entonces URSS debía –por tanto-
completa y obligadamente ingresar en él (dejar de lado la autarquía y el comando de su
Bloque), puesto que la naturaleza de su economía era, desde hace tiempo atrás, capitalista e
imperialista (es obvio, que de no haberse dado los sucesos de traición y restauración, la
determinación tecnológica y de contacto coercitivo planetario para el verdadero socialismo
estaba dada: para la defensa y el ataque como para su desarrollo, el socialismo debía ingresar
en la carrera de modernización tecnológica, que la necesidad histórica imponía como
continuidad del progreso de las fuerzas productivas, base del desarrollo de la nueva
conciencia).
En la “caída del comunismo” (del “imperialismo social” de Jruschov-Gorbachov) –visto
el hecho de manera abstracta como fracaso inherente por la percepción burguesa-
colaboró diligentemente la pareja polaca Walesa-Wojtyla (persona esta última, cabeza de
la Iglesia Católica, jerarquía alcanzada con la intervención de la CIA, luego de ocurrida la
extraña y prematura desaparición de Albino Luciani, Juan Pablo I); esta dupla
anticomunista camufló su alineamiento con el imperialismo estadounidense, con el
sistema capitalista, en coherencia con su posición burguesa de clase, en la defensa de la
Religión, de la democracia (con Constantino la Iglesia se vuelve imperial [el Papa Jefe de
Estado, asume los principios y valores burgueses, algo que Jesús jamás hubiese
comprendido] contrariando a Cristo que murió [le mató el sistema oficial] por enfrentarse
al poder; que hoy se opone a los profetas laicos: Fidel, Chávez,… -dixit brillante Padre
Miguel D Escoto), de la libertad, en la lucha contra el terror de la dictadura comunista
(mas ésta era una simple villanía, debido a que en el “problema del socialimperialismo
soviético no estaba en juego la libertad –que fue la mascarada inscrita en la euforia del
discurso coyuntural del triunfo de la forma social de Occidente-, pues, la palabra fue
traída fuera de los intereses reales, con lo cual se desconoció la vida y se instauró una
concepción demagógica de la historia”); no obstante, el sector procapitalista sindicalreligioso
se alzó con una victoria pírrica: colaboró con el imperio principal en su lucha
por la caída del socialimperialismo soviético como falso Estado socialista y su Bloque
de títeres y lacayos. Con esa acción –triunfalista para toda esa confabulación
anticomunista- han contribuido (“tiro por la culata”), no con un grano de arena, sino con
una playa entera, para que la humanidad vaya al tan odiado comunismo.
La llamada y muy celebrada “desestalinización”, fue inequívocamente el acto aleve de
destrucción de las conquistas alcanzadas por el proceso de edificación socialista: de la primera
fase del orden humano superior iniciado por Lenin y continuado por Stalin (desarrollar las
fuerzas productivas y transformar las relaciones sociales); de la obra de Stalin, del Ejército
Rojo y del Pueblo Soviético: triunfadores sobre el nazifascismo, en la Segunda Guerra
Mundial, liberadores de la humanidad; hecho histórico regresivo (conversión del socialismo
–revisionismo burocrático- en socialimperialismo), que arrancó con Jruschov, el cual
transformó el órgano coordinador soviético (el Soviet Supremo) en clásico Estado capitalista,
que llegó a término con Gorbachov (fuerzas letales desatadas por el conjuro revisionista, que
se intentó controlar con la Glasnost, la Perestroika y la uskorenie), con la integración
subordinada en la cadena capitalista global, de la otrora Gran Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas al no poder sostener la carrera bélico-tecnológica por el dominio del mundo con el
frente imperial estadounidense. En 1989 en la ex URSS llega a término el más grande acto de
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hurto registrado en la historia, perpetrado por la burocracia: “La privatización comprendía la
repartición del mayor patrimonio estatal… (sic)… de la historia de la humanidad: inmensos
complejos industriales, la infraestructura nuclear, electrónica, eléctrica, de comunicaciones,
las tierras de los Sovjoses y Koljoses y de las ciudades, los sistemas de transporte aéreo,
marítimo y terrestre, los servicios de salud y educación, las empresas comerciales, los centros
financieros y mil otras actividades y empresas de todas las repúblicas soviéticas y de los
países del Este… La pelea a muerte condujo… a que las distintas burocracias regionales
invocaran las diferencias para asumir el control económico y político y apropiarse del
patrimonio estatal de la ex URSS” (ídem.). Las actuales generaciones de rusos, por su parte,
se han retrotraído a la época de la inconsciencia, han perdido la grandeza que adornara otrora
a aquella generación de revolucionarios: sus Padres, se han convertido en rusos comunes,
vulgares, de la masa; se hallan gobernados por el flujo natural de los hechos; estas
circunstancias colocan a las poblaciones de hoy de dichas áreas, en actores de un proceso de
defección, de regresión, de vuelta a estadios anteriores de la vida; las presentes generaciones,
sobre todo de rusos, tampoco merecen consideración alguna, pues, han dejado que el
cretinismo y la imbecilidad mundiales manchen el nombre del gran Stalin (“… del padrecito
de todas las Rusias” -sic); rusos sinvergüenzas: poco se han pronunciado sobre Stalin y
cuando lo han hecho ha sido para sumarse al coro de quienes despotrican contra el ilustre
dirigente político histórico; mientras que los gringos, verbi gracia, recuerdan a esos mafiosos
que han tenido como presidentes; hay grupos de neonazis, que intentan reivindicar a Hitler; la
oligarquía chilena restablece la figura de Pinochet; los surafricanos festejan a Mandela: el
padre de las reformas sociales procapitalistas; los hindúes lo hacen con el pacifistafuncionalista
Gandhi; los suramericanos con razón celebran a Bolívar; pero son los alemanes
–por razones de clase- quienes han olvidado a Marx, los rusos a Lenin y los georgianos
disparatan contra Stalin. “Alabaos los unos a los otros entre nosotros”: ha sido la máxima al
interior de las diversas fracciones del capital global; en tanto que han escrito libros, han
producido películas y documentales embelleciendo al capitalismo y ensalzando la vida de
criminales como Roosevelt, Truman, el borracho de Churchill,…, de personalidades
verdaderamente meritorias los gringos han forjado los mismos productos, pero denostándolos,
caricaturalizándolos, ridiculizándolos cobardemente y, desgraciadamente, quienes como los
actuales rusos tenían el deber de reivindicar a su líderes, se hallan agenciosos por vivir la
existencia estúpida capitalista. En forma diversionista colusoria, en Occidente: películas,
documentales yanquis presentan a Stalin y sus camaradas (con la alcahuetería de la rayana
impavidez de la generación de rusos actual) en las situaciones más ridículas y de menoscabo
posibles: ingiriendo vodka, gesticulando burdamente, en disfrute concupiscente; pero esa es la
imagen de la dirigencia ignara gringa misma, de los capitostes del mal: W. Wilson, Nixon,
Reagan, Clinton, Bush father and son: verdaderos estólidos al frente de formas primarias de
vida, del dinero, del mercado, respecto de quienes fueron la “horma de su zapato”, a los que
mediáticamente hacen lo imposible por destruir su bien ganada honra.
“¡Váyanse para el carajo, yanquis de mierda!” (debidamente lo dijo el
Comandante Hugo Chávez Frías: ¡brillante!).
Los criminales de las Primera y Segunda guerras mundiales, del Holocausto aborigen de
América del Norte, del genocidio de Hiroshima y Nagasaki, destructores de los
medioambientes natural y social, de la producción y venta de armas, del negocio de
producción y tráfico de drogas, del apartheid surafricano, de la economía especulativa, de
casino, de los derivados financieros, del femicidio de la Princesa Diana, de Clinton y la
Leguinski, de los pedófilos del Vaticano, de los sabotajes, de la Teatcher, Netanyahu, los
Franco, Díaz Montt, Trujillo, Batista, Videla, Pinochet, del SIDA, de las Torres Gemelas, de
los drones (cobardes asesinos que provocan y sacan el bulto en las guerras: matan por
interpuesta persona), de los submarinos atómicos, de las bases militares, de las ojivas
nucleares, del propio nazifascismo y el sector más reaccionario de la intelligentzia del capital,
dicen (estos homicidas de lesa humanidad, son los que se atreven a mascullar: la brutalidad es
atrevida), que el fascismo y el comunismo son las experiencias más horrorosas que les ha
sucedido a la humanidad, que no deben volverse a repetir y que el capitalismo, y a su interior:
el “neoliberalismo”, son la “solución única”. Ahora bien, el fascismo fue un momento del
capitalismo (se dio al interior de este sistema: le pertenece), como lo fue el fiscalismo y, “más
cerca de nuestros días”: el “neoliberalismo”. Estos cretinos miserables (la neotriada –EU, UE,
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Japón- y sus corifeos en el mundo) son tan majaderos por necesidad, por conveniencia
concupiscente, que homologan maniqueamente una realidad (el fascismo) con una aspiración
(el comunismo); un sistema social pensado (el comunismo) con un régimen dado –provocado-
(modelo real) dentro de un sistema (el fascismo). Empero, la historia real sucedió estructuras:
socialismo (1917-1956) y socialimperialismo (1956-1989; capitalismo restaurado disfrazado
de socialismo; en verdad, en la ex URSS socialimperialista de Jruschov-Gorbachov, este
subconjunto humano operaba a su interior como una comunidad capitalista y al exterior como
una forma humana “socialista”). La derecha atrabiliaria al equiparar fascismo y
socialimperialismo con comunismo, hasta en la reflexión muestra su estupidez. Bien se ve,
que los adversarios de Stalin (de la doctrina comunista, del proletariado y de los combatientes
populares en general) de lado y lado, de todo pelaje, “no fueron nunca inocentes párvulos,
abnegadas monjitas o moralistas desinteresados, sino gente capaz... [Lev Trotsky, por
ejemplo]…, con posibilidades y dispuesta a todo con tal de desplazarlo; a lo interno del
Politburó se produjo una dura lucha: si Stalin no hubiese actuado bien, inmediatamente
hubiese sido defenestrado y aniquilado, y hoy Stalin integraría la lista de las ´purgas´”. Stalin
no llegó a ser lo que fue de modo gratuito, sino por “el hecho de que Stalin simbolizaba para
las masas proletarias y oprimidas las banderas revolucionarias del marxismoleninismo no
por arte de magia sino por su destacado papel dirigente en la defensa y construcción del
primer Estado Socialista” (C. Echague). Stalin: “Evidentemente no era, en el sentido más
purista y estrecho de la expresión, un ´académico´ (pero ¿qué académico podría organizar
un plan quinquenal, dirigir el contra-ataque en Stalingrado o conducir las negociaciones
con Churchill en Teherán? -Alejandro Tomasini Bassols)”. Resalta al respecto su pequeño
opúsculo: “Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico”: “Obra sencilla y de
amena lectura, despliega ese estilo tan típico de su autor de ir al grano y no dar vueltas, exponiendo
de manera clara y concisa lo esencial, soslayando aspectos oscuros o desarrollos problemáticos de la
doctrina”. “José Stalin convirtió a la Unión Soviética en un poderoso estado moderno, aseguró
el pleno empleo, los derechos de los trabajadores, la educación y la atención sanitaria
gratuitos. Creó la base industrial y una ciencia adelantada. Libró y ganó la más dura de las
guerras jamás vividas por Rusia. Bajo su régimen, Rusia socialista sobrevivió interminables
ataques del imperialismo de EE.UU. No dejó levantar cabeza a las fuerzas pro-occidentales y
pro-capitalistas del país. Stalin nunca llegó a ostentar un cargo similar a jefe de Estado o de
posición suprema en la jerarquía gubernamental soviética, esa función fue asumida por un
órgano colegiado: el Presidium; ningún nombramiento le incumbía más que
provisionalmente; Stalin jamás recibió denominación diferencial o respetuosa alguna
(Presidente, Jefe de Estado,…), para sus seguidores –muchos en el planeta- era tan sólo el
“camarada Stalin”. Sin embargo, “ningún ser humano ha igualado en la historia su
autoridad, su influencia política, o su capacidad de decisión”. Ahora la gente en Rusia
“debe recordar los días de Stalin: no con nostalgia, sino con comprensión para lo que fue el
período heroico de la vida de sus padres” (de hecho: en una encuesta realizada al darse inicio
la segunda década del siglo XXI, el 45% de rusos considera a Stalin como la mayor
personalidad política en el mundo –en la historia, se diría en lo personal).
En el futuro, con mesura, con una mirada fresca –deshilo antiestalinista- se recorrerá la
historia; será el momento en que figuras satanizadas por el ignaro burgués, emergerán
incólumes; es el caso de Iosif Vissarionovich Dzhughsvili Stalin: ni Ramsés, ni Moisés,
ni Atila el Uno, ni Darío, ni Salomón, ni Alejandro Magno, ni Julio Cesar, ni Gengiskhan,
ni Nefertiti, ni Cleopatra, ni Moctezuma, ni Guayna Capac, ni Simón Bolívar, ni el corzo
Napoleón Bonaparte, ni A. Lincoln, ni Pancho Villa o Emiliano Zapata, Francisco
Morazán o José de San Martín -desgraciadamente el extraordinario Vladimir Ilich estuvo
poco “tiempo” al frente del proceso-, ni Mao, ni Daniel Ortega –Espartaco, Fidel y Hugo,
por supuesto- se acercan o están al nivel de José Stalin: del más encumbrado dirigente
político que ha producido la humanidad, puesto en los inicios de la nueva, verdadera,
historia.
En relación con los satélites de la ex URSS, el proceso de simulación socialista del período
después de Stalin del ex Bloque del Este que llegó a su término en 1989, asumió el carácter de
un típico “efecto dominó”. Derribado el “muro de Berlín”, luego de la llamada “caída” del
"comunismo" e inmediatamente desmoronado el “socialismo” en su eje motor (la parodia
jruschoviana-gorbachoviana), los satélites se desactivaron. El sistema de países dependientes
del socialimperialismo, cayó de forma automática, arrastrado por la precipitación de su anillo
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central: la ex URSS. Países que no habían ingresado en la “dictadura del proletariado” como
efecto de la aplicación de una acción programática de transformación endógena urgida por la
“necesidad histórica objetiva”, que siguiera la ruta universal de la revolución socialista;
generaciones nuevas, en cuya conciencia no dejó huella formativa el proceso de pensamiento,
formulación y aplicación de la estrategia revolucionaria, en las que no se determinó el sino de
sus ideales por el sendero cruento de la inevitable búsqueda de la nueva sociedad: su acción
en la revolución y captación del poder, en la formación del ser humano de índole diferente,
fueron inmediatamente portadores del deseo de experimentar las delicias de clase, de un modo
de producción, no vivido en su extensa y entera pureza. La determinación conceptual de este
hecho (el "efecto dominó"), de manera objetiva y en su profundidad, pone en conexión la
analogía y la estrecha vinculación de dichos procesos con el fenómeno soviético, que dio las
espaldas a la práctica y aspiración socialistas en la ex URSS y en la esfera, a partir de 1956. El
desplome del "castillo de naipes" responde al movimiento de determinaciones esenciales, que
provienen de la intervención en cada una de estas repúblicas "socialistas" integrantes del
denominado "Campo": Polonia, Hungría, Bulgaria, la RDA, Checoslovaquia, Mongolia,
Rumania, Yugoslavia (antes con Tito), del mando insidioso y traidor de la principal república
"socialista": la ex URSS postestalineana, que indujo el retorno al capitalismo en masa de las
demás repúblicas a imagen y semejanza de cómo se procedió en la "Unión". Consistió en el
acto de pragmatización de una perversa estrategia combinada de "colusión" e intervención
socialimperialista sobre la dirigencia revolucionaria consecuente, que se mantuvo al frente de
los Partidos Comunistas y del Estado de Dictadura del Proletariado, que “construía” el
socialismo en cada uno de los países del Bloque, inmediatamente al deceso de Stalin. La
KGB, el revisionismo y la reacción interna a las repúblicas integraron la colusión (el
Pentágono acicateaba el proceso tras bastidores; lo mismo que la Curia Romana; Vaticano:
cloaca de asesinos, maricas, vagos, mafiosos: su pecado contra la humanidad y la historia,
cuya punta de lanza fue el Torquemada anticomunista K. Wojtyla financiante de Walesa, hoy
lo purga el neoinquisidor Ratzinger: “la vida les toma cuenta, les castiga”; Albino Luciani era
el antídoto), se encargarían de encabezar el movimiento de liquidación de la Dirección
Marxista-leninista: bien conocían estos avezados estrategas del mal, que el quid radicaba en el
equipo que integra el Estado Mayor revolucionario en las zonas sociales semiautónomas
conquistadas por el proletariado, una vez descabezado el cual, el pueblo quedó a merced de la
retórica hipócrita de los falsos revolucionarios, que la colusión colocó al frente del Partido y
en la Dirección de dichas “naciones” (Hoxha, Enver. Los jruschovistas). El “Campo
Socialista” debía pasar a estructurarse a imagen y semejanza de su contraparte imperial
“americana” (estadounidense), pues, concluida la lucha de clases por el socialismo (en
verdad: entre dos modos de producción extrínsecamente antitéticos), la nueva refriega se
planteó en el plano del dominio imperialista del mundo (geopolítica); el objetivo reciente,
requería de la formación de los anillos periféricos protectores del núcleo central del imperio
en ciernes, plasmándose éste, en la reestructuración de fondo (en la esfera de los cuadros
revolucionarios) de las una vez repúblicas socialistas (en la actualidad, en el 2010, estos
otrora magníficos países, se han convertido en Estados mafiosos, gobernados por familias
concupiscentes). Fue un sistemático proceso de presiones, chantajes, amenazas al Estado
Mayor Marxista-leninista, que guiaba a estos pueblos por la senda socialista; dirigencia
consecuente, la cual fue depuesta y físicamente liquidada, en la mayoría de los casos, a través
de misteriosos complots asesinos (muertes "accidentales"), en cuyo lugar, el dirigente de
turno: Jruschov, puso a sus mercenarios y a través de los cuales pudo pragmatizar el proceso
de traición y desmontar a control remoto el socialismo, en cada una de las repúblicas hasta ese
entonces socialistas. A 1989, la cabeza detractora de las repúblicas conformantes del Bloque
Socialista, eran ya corporatividades descompuestas, a la sazón: también capitalistas; no
obstante, sus pueblos no tuvieron culpa alguna, no fueron responsables de las intrigas, de las
maniobras traidoras realizadas por los dirigentes, que quedaron luego del descabezamiento.
Estas sociedades, sin embargo, no se merecían esos dirigentes y ese destino en el cual
forzosamente unas veces, inconscientemente otras o mediante engaño, fueron obligados a
ingresar. El poder mafioso soviético y los restauradores del sistema burgués de mercado
internos (Jruschov, “Brézhnev”, Andropov, Chernenko y Gorbachov), condujeron a la
degeneración de la estructura socialista de la ex URSS y del Bloque, con lo cual se puso en el
escenario de la burla a estos pueblos frente al capitalismo, deshonrando la causa. Dicho sea de
modo incidental, son rasgos meritorios del socialismo:
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Genuino prototipo inaugural, del momento histórico de racionalidad (hacer de modo
consciente y sin agravios, el derrotero que venía cubriendo la ciega historia montada
sobre la fuerza descontrolada del mercado burgués –no obstante, la historia de algún
modo se impuso).
Reto de someter al potro de las fuerzas productivas, expresivas de la contradicción
natural, de la propiedad privada, el cambio y la anarquía.
Conciencia colectiva dispuesta a delinear el horizonte con la orientación del valor de la
ética significativa, de la equidad colaborativa, que devienen factor de satisfacción y
parámetro de medida del éxito.
Apertura nueva en el proceso de la vida, a través de la que debe superarse la forma:
“reino animal del espíritu” (estructuras sociales naturalizadas: condición cosificada,
sistema material de necesidades, atomismo social, egoísmo: esencias animales que
piensan en sí mismas).
Su catadura se midió frente a la colusoria reacción de fuerzas internas (la aristocracia que
reclamaba su trono) y exógenas (el imperialismo belicoso), movidas por el fatuo interés
privado.
Elevación de la moral del pueblo: se le organizó (Poema: Macarenko), se templó (Así se
templó el acero: N. Obstrosky) su carácter en el trabajo, para la defensa de la Patria
Socialista, para el triunfo en Stalingrado, para la liberación de la humanidad.
Es la “muestra” de un mundo de trabajo, de igualdad, de libertad, ilustrado, la que ha
heredado a la humanidad.
Difícilmente puede sostenerse, que China fuera socialista algún día, si por “socialismo” se
entiende una forma de reproducción vital asociada, carente de propiedad privada de los
factores físicos de la producción, producción basada en el trabajo obligatorio para todos los
miembros del colectivo, asignación de recursos de manera proporcional y planificada,
remuneración (cuantitativa) en función del tiempo de trabajo realizado y gestión “estatal” del
proceso económico autocentrado. Exceptuándose los casos de las comunas de Shanghái y de
Cantón, las cuales fueron desarmadas en su organización campesino-proletaria por el propio
Mao, al resto del país: simplemente se lo modernizó por la senda concurrencial –con el
membrete de socialismo- en el marco de una articulación económica regulada formal de
propiedad estatal, mixta, privada y ancestral comunitaria. Los principales factores
intervinientes en el proceso, todos ellos inscritos en la temprana neutralización de la “vía
socialista” para China, tienen que ver: 1) con los cambios ideológicos de Mao (del “gran
timonel”), que fundamentaron el “pensamiento Mao”, que desembocó en la llamada
“revolución cultural” (“… la verdadera revolución cultural es hoy el capitalismo…” –dixit S.
Zizek), la cual conspiró contra la organización y el papel dirigente del Partido, pues, dio
pábulo a la anarquía y espontaneísmo de la “línea de masas”, en la conducción social; 2) la
“revolución cultural” haría el resto, ya que creó las condiciones para el ascenso al poder de
Hua Kuo-Feng (luego de Deng Xiaoping –el “gran” reformador capitalista, “arquitecto en
jefe”… [sic]… del proceso de reforma y apertura de China-, el modernizador proponente de
las tesis de las peculiaridades chinas, del socialismo de mercado-, de Jiang Zemin y hoy: de
Hu Jintao) con cuya presencia la ideología burguesa borra todo vestigio de marxismoleninismo
del Partido Comunista chino, otorgándose forma definitiva al proceso de
desmontaje del ideal socialista para China, habiéndose dado caza, incluso a las tesis
revisionistas reaccionarias de la propia “revolución cultural”. El resto, lo haría el propio
capital, pues, el capital multinacional prendió y se ha afincado en China (se alió a un imperio
–el estadounidense- para enfrentar al otro -sic), y es el que conduce el proceso de su
expansión (“… el 40% de las exportaciones chinas está en manos de las multinacionales”); es
obvio luego, que China no “implosionara” en 1.989. Cuba: la formación como república
socialista, fue el resultado de un proceso histórico-natural de cambio revolucionario, en el que
la generación actora del mismo le dio carácter de sostenibilidad más allá del 89-92, pues, la
nueva modalidad de vida era su “constructo”: constituía la resultante objetiva de actos
masivos de creatividad, de ruptura de paradigmas, de empoderamiento poblacional de la
historia y de uso del ingenio para aprovechar el “problema”: la pesada carga capitalista, como
oportunidad de superarlo conscientemente, mediante la agregación del valor de la
racionalidad; en realidad, se sentía al proceso y había que orgullosamente mantenerlo. Cuba
tampoco fue del todo un satélite de la ex URSS postestalineana, aunque el control de acuerdo
con la política de la “especialización productiva” y del peso del “suero a la vena de La
Habana que procedía de Moscú”, ponían las premisas para el ejercicio de la política de
89

autarquía subordinada; pese a todo esto, Cuba mantenía diversidad de relaciones con pueblos
y países de diferentes sistemas en el planeta, como una estrategia que amainaba la
subordinación, que provoca la unilateralidad de la división internacional del trabajo. En la
permanencia, hasta la fecha (año 2001 –y 2010), de la “sociedad” socialista cubana, forma
“social” antitética a la del Tío SAM, instaurada en las mismísimas barbas canas del propio
centro hegemónico del poder imperial, frente a la avalancha del modo de vida del sistema
burgués global y a la perpetua conspiración yanqui, resaltan tres factores esenciales: el
Partido, el aparato ideológico y las masas. El componente rector del proceso de construcción
y defensa socialista, ha sido el Partido: su presencia ha marcado la ruta por senderos
marxistas-leninistas al pueblo radicado en la Isla (es obvio, que la proeza se ha gestado: “no
en el aire”, sino a través del impacto de los productos positivos de la revolución: satisfacción
normal e igualitaria de las necesidades primarias y elevación socialmente equilibrada de las
demandas de la esfera espiritual del “ser”). La conciencia social socialista establecida
plenamente en la vanguardia, se ha insuflado y reproducido en la masa, la que en respuesta se
ha adherido al programa socialista, mediante su “consenso activo”. Esta percepción
revolucionaria pervive, merced a la constante recirculación de la ideología científica del
proletariado en la conciencia del pueblo (en el marco del respeto de sus propias creencias) y
de su reafirmación y vigencia, en cuanto acto proveniente de las altas esferas de la dirección
revolucionaria. Esta ha sido la manera a través de la cual se ha forjado de modo permanente el
sujeto colectivo revolucionario, artífice de la transformación y de su institucionalización. La
razón histórica de la existencia de Cuba responde –en la coyuntura- al hecho necesario de
resistencia frente a la arremetida del poder mundial, el cual se ha propuesto sepultar la
Revolución, en primer lugar; y, en la medida en que debe seguir siendo el Norte para la
humanidad, en segundo término (no obstante, en el largo plazo todos estos procesos puntuales
son irrelevantes -aparentemente). Una vez dado cumplimiento a ese papel, no le queda otro al
grupo humano cubano, que el adherirse al de la ciencia y de la técnica; en verdad: la ruta sin
opción es profundizar el proceso visionario, para el sujeto, no quedan más, que dos caminos:
a.- recluir la vida en los desafíos que presenta el objetivo de búsqueda de la felicidad en
términos hedónicos circulares –generación tras generación- o, b.- someter la existencia al
primado de los procesos de la inteligencia: la producción de conocimientos, rumbo al saber
universal; cualquier persona sensata, madura, repleta de juicio, a su vida le adjudicaría la
segunda de las opciones). Las últimas decisiones (septiembre del 2010), que viene tomando el
nuevo comando de la “Coordinación social cubana”, encabezada por Raúl Castro y por el
propio Fidel (conversión de un vasto sector de la “burocracia” en pequeños emprendedores),
para efecto de su entendimiento, obliga mirar el escenario de largo plazo de la historia.
Explicar, en consecuencia, este fenómeno, demanda poner como premisa de intelección de
dicho “objeto”, la noción en torno de la “ruta general de la humanidad”, o sea, dejar atrás la
tesis emparentada con el triunfo, consolidación mundial y ratificación histórica de la
formación humana capitalista; a su vez, asumirse como una necedad el programa
revolucionario clásico, dirigido a construir el socialismo. En atención a la consideración
expuesta, la reflexión debe partir de otra matriz epistemológica. En realidad, el proletariado y
el socialismo fijaron el Norte de la humanidad (remarcaron, hicieron notorio y evidente,
repujaron la tendencia natural de los hechos); no obstante, no les fue posible cristalizar todas
las consecuencias fácticas de su cometido, puesto que el desarrollo mercantil capitalista
siempre se perfilaba como el más efectivo móvil del progreso de las fuerzas productivas; en
efecto, el capitalismo ha sido requerido por la historia para cumplir dicho rol. Albania. La
decisión de la Dirección del Partido del Trabajo de Albania, del Partido y de las “masas”, de
aplicar de modo consecuente los principios de la “construcción” socialista marxista-leninista;
los logros prácticos que en el orden de la vigencia de las relaciones socialistas se estaban
alcanzando, merecieron el aplauso y el apoyo de los verdaderos marxistas-leninistas del
mundo. Razones geográficas (geopolíticas), de relaciones sociales desarrolladas frente a
fuerzas productivas atrasadas en el marco de una dramática determinación mundial del capital
(el proceso constante de innovación; strictu sensu: el desarrollo material especialmente
productivo, en la medida en que es el factor del aparecimiento de nuevas necesidades,
determina el progreso de la conciencia masiva de un pueblo, por tanto: del nivel de su
conciencia política), como la deficiencia en el plano de la conciencia y práctica consecuente
del principal órgano rector del proceso que debía darle sustentabilidad al mismo: el Partido,
junto a condicionantes de orden ontológico más amplias a escala humana, histórica, explican
90

su tan vertiginosa caída, dentro del “efecto dominó”. En torno de la insólita defección del
socialismo albanés (“establecer en qué condiciones externas debe realmente realizarse un
fenómeno y en cuales otras no pudo realizarse, a pesar de que ya era requerido”), es dable
especular con el argumento blandido por sociopolitólogos oficiales, el cual otorga importancia
exclusiva a las fuerzas productivas: su bajo desarrollo. Albania no constituía una isla, el
mundo entero se hallaba interrelacionado: el movimiento progresivo de la humanidad imponía
una determinación más esencial en la historia, sobre las formas histórico-estructurales de ella.
Los rusos con Jruschov se opusieron tenazmente a la industrialización, a la diversificación
productiva y al status de autonomía económica de Albania, en este último caso: por vía de la
autosuficiencia en la satisfacción de sus necesidades. Allí su corresponsabilidad en el
estancamiento, el cual no provino exclusivamente del freno que, según se sostiene, ponen las
relaciones sociales socialistas al desarrollo de la técnica. Sabotajes, bloqueos sistemáticos
provenientes del socialimperialismo (la ex URSS de Jruschov y en adelante, fue para Albania,
lo que Estados Unidos -el imperialismo yanqui- es hoy para Cuba), bloquearon el desarrollo y
consolidación industrial de la república socialista de Albania, precisamente en la etapa de
desarrollo humano en su momento de determinación científico-técnica, y cuando era
imperativo recurrir a este tipo de modelo de organización y uso del progreso hasta entonces
alcanzado, a fin de sostener los procesos de sobrevivencia y resistencia frente a la arremetida
imperialista, dado en el contexto forzoso, de la determinación de una humanidad
interconectada y hemisferizada. Al haberse convertido la ciencia en “fuerza productiva
directa”, ésta: “ha logrado vulnerar formas de organización económica, políticas, de
pensamiento, costumbres, usos, que ya no son fuente del progreso humano”. La ciencia (su
aplicación práctica: la técnica), ha rebasado los diques sociales puestos frente,
paradójicamente merced a la operación –en el hecho- de una versión teleológica (“filosofía de
la historia”); como consecuencia, en este proceso el ser humano ha sido conducido –por un
momento- a ser un simple instrumento de las determinaciones del movimiento progresivo
natural. Al concluir el Segundo Milenio, de forma coincidente entre movimientos cronológico
y humano, el “actor de la historia” cambió: la economía nacional (capitalista o socialista), “no
sólo por sus fronteras rotas, sino porque su escenario se redujo a un minúsculo ámbito,
sustento de un proceso que requiere mayor dimensión; llegó a término la economía nacional,
el Estado nacional y la consecuente ideología, que fecundó, en coherencia, la conciencia y la
actitud colectivas”; y, murió, por supuesto, la visión y la práctica sobre el “socialismo en un
solo país”: decesó la mascarada socialista pos estaliniana del Europa del Este y lo hizo
también el socialismo en Albania. En efecto, la sola conciencia, la organización, la unidad
férrea del Partido y del pueblo albaneses, en suma: las condiciones subjetivas, en modo
alguno fueron suficientes para resistir el “cambio de época” (o para marchar por él), o sea, el
ingreso de la humanidad a la “era informacional” (dixit Manuel Castells), de modo que no
hubo fuerzas, preparación y experiencia (el conocido knowhow) para actuar en una línea
similar a la cubana. Es verdad, que tuvieron que ver en el desenlace fatídico experimentado
otros hechos: su pequeña dimensión territorial, la fusión todavía parcial de subculturas, los
conflictos limítrofes, el bloqueo (el cuasi ostracismo: su casi ninguna relación con el
imperialismo y el socialimperialismo), etc.; pero todos éstos constituyen factores de carácter
formal. Llegada a término la experiencia socialista albanesa, el proceso llevado a acabo allí,
puede parecer un ensayo banal; un esfuerzo sobrehumano experimentado sin sentido histórico
trascendente, susceptible –mas bien- de no habérselo efectuado. En realidad, todo el proceso
“socialista” en su conjunto puede adquirir estos caracteres valorativos al ojo del burgués y del
revisionista adocenados. Un hecho sin objeto y proyección, ejemplo de lo que no se debe
hacer. Mas, los pueblos no se equivocan: “deciden intervenir para retomar el rumbo de la
historia cuando el sector dirigente muestra incapacidad”, siempre en sentido positivo, incluso
si los resultados no cuajen de inmediato. En efecto, la percepción sensorial, sobremediatizada
en algunos casos por la posición ideológica del mezquino interés burgués, lleva a la
conciencia a tener por límite a esas concepciones. Realizar un esfuerzo, precedido por una
teoría, por una estrategia, sustentado de modo organizacional y en acciones de movilización
revolucionarias, para luego regresar, para retrotraerse a lo mismo, resulta iluso. No obstante,
el proceso descubre su esencia detrás de su simpleza y entredicho, cuando se lo contextualiza
históricamente; en el momento en el que se recupera la simple determinación para el análisis:
en la naturaleza y en la historia: no hay hecho sin sentido, sin razón, dentro del “camino
teleológico” –advertido a posteriori- del progreso.
91

En verdad, el capitalismo ha debido prolongarse por un instante más e incluso
“sobrevivirle” al socialismo (si está aquí, es porque alguna función todavía cumple; no
está “por puro gusto”; caso contario, la historia ya lo hubiese sacado de la vida) en virtud
de que la humanidad debía completar el desarrollo faltante de las fuerzas productivas,
como premisa para ingresar al comunismo -¿de golpe?, no, pues, la madurez es la
transición parsimoniosa entre la juventud y la vejez- por vía cibernética (como el joven,
ésta es la forma económica robusta y competitiva más eficiente para el efecto).
A partir de Marx se sabe, que la finalidad de la producción capitalista, no se enfoca en las
necesidades (en el consumo), sino en el beneficio. En la época de descomposición parasitaria
del capitalismo: de su salida, el capital fija la obtención de ganancia en sectores monetarios,
especulativos, ficticios, de casino. Este salto y específica ubicación del capital, modifican
mucho más la operación, las manifestaciones, de la “ley del valor”. Al volverse multilateral y
abstracta la referida categoría, las diferentes facetas de la vida pasan a disponerse en el
escenario, para con ellas alcanzar y sostener el objetivo único que persigue el capital: la
utilidad (con dicho objeto se ha subsumido también en el proceso a las formas no capitalistas
de producción y a los elementos naturales). Cada paso que emprende el poder, conduce a
crear y mantener las condiciones a través de las que se realiza la ley fundamental del sistema
capitalista: la producción de plusvalía (de la tecnología se desprende ese efecto: es el
mecanismo directamente dirigido a la producción de plusvalía relativa). La citada realidad,
mantiene su configuración en el sistema de sus manifestaciones; por tanto, son las tres
condicionalidades, que se ha anotado más arriba, que de modo consuetudinario han soportado
al capital, las que de manera conjunta norman la evolución del mundo de hoy, las que tienen
expresión concreta, a su vez, en cinco procesos. 1.- El capitalismo ha venido paulatinamente
desmantelando los obstáculos racionales que se le han opuesto en el camino de su marcha
hacia su concretización en la especie y en el globo (se ha planetizado: ha borrado los
sistemas parciales de acumulación –supresión de los modelos ISI, a través del
reposicionamiento del patrón económico neoclásico y de la reafirmación del esquema de
división del trabajo vernáculo, o sea, del proceso que se conoce como reprimarización-,
para pasar a sostener procesos conflictivos –“de rapiña”); ahora bien, estas contratendencias
dilatorias (vías de escape, mecanismos de ajuste) en adelante tendrán expresión paradójica,
como signos que consoliden los procesos iniciales de la futura forma social; el capitalismo
planetario también ha desarrollado maniobras defensivas del tipo: “una paso atrás”, mediante
las cuales ha desbloqueado por cierto período mientras se gana “tiempo”, los diques puestos al
desarrollo de las fuerzas productivas en las neocolonias sobre todo de su “patio trasero”. La
reforma industrialista en determinados renglones económicos, la parcial apertura del mercado
internacional para dichos productos y la implantación de las tesis del “Estado del Bienestar”,
supuso el reconocimiento de la nueva correlación de fuerzas dada en el planeta luego de la
Segunda Guerra Mundial: el capitalismo tenía ahora un nuevo contendor geopolítico -la ex
URSS- y una población movilizada en varias partes de la esfera; no obstante, este momento
de evolución continuó siendo subordinado y significó el sustento del inveterado sistema de
división internacional del trabajo; en efecto, una cosa es que una sociedad se integre al mundo
como consecuencia de los resultados del ejercicio de una política de crecimiento, para la que
un ámbito más amplio es su nueva condición de posibilidad, otra, en cambio, es su
reintegración forzada al mercado externo triadizado, en el cumplimiento de un rol impuesto,
es decir, en condiciones de reprimarizacion, como derivación de la necesidad de crecimiento
del capital transnacional (en verdad, “el cari propone, la mujer dispone”, con lo cual se pasa
la responsabilidad a la hembra; malhadado adagio, pues, es falso: el macho propone, pero no
“en frío”, sino cuando ya ha lanzado la celada –con el apoyo de los “cantos de sirena” de los
felipillos-, de modo que la huarmi casi siempre dice “si”). 2.- Está gestando progresiva y
aceleradamente los órganos que le falta (“la función hace al órgano”) para concretizarse y
dejar la escena histórica elevándose hacia la fase posindustrial del “informacionalismo”, como
parte de la evolución ascendente y lineal del género humano a partir del sector económico
primario, una vez que se ha pasado del secundario o manufacturero, hasta el terciario o de los
servicios: el “capital ficticio”, la “economía de casino” (las sobrestructuras de la “sociedad
civil”); como lo ha hecho también, iniciando con la fase concurrencial o premonopólica hasta
la imperialista y de allí a la “neoimperialista” o transicional; en lenguaje del gran comunista
sardo: Antonio Gramsci, las nuevas determinaciones históricas, que como apéndices
–malformaciones cancerígenas- ha desarrollado el sistema son el conocimiento y la
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tecnología: la robótica, la informática, la electrónica, la biotecnología, la IA, la astronáutica,
las TIC. 3.- Se encuentra desarrollando y convirtiendo en funcionales a los órganos
preexistentes –presupuestos- (así procede la “humanidad” –se insiste- con todo lo que existe
en la naturaleza y el capitalismo con la naturaleza y también con la propia humanidad: una y
otro, para devenirse concretos): una de sus últimas funciones “positivas” en el sentido
humano, radica en la dura competencia y lucha que la Trilateral desarrolló frente al
“socialimperialismo” soviético, hasta hacerlo sucumbir con el retiro de su careta (la parodia
socialista Jruschov-Gorbachov, fue una tendencia anómala distractora del ascendente flujo de
la historia; con su “caída”, se desbloqueó nuevamente su cauce); para el efecto, la clase
burguesa mundial, mediatiza cada vez más a los “Estados nacionales” volviéndoles
transnacionales, esto es, simples correas de transmisión de los designios del capital
oligopólico global, en el cuadro de formación de una seudo superestructura política central
planetaria, a través de la cual ejerce la dominación sobre el mundo (el autoatentado de las
Torres Gemelas -acción conjunta de los servicios de inteligencia estadounidense e israelí
[dixit Francesco Cossiga, ex presidente de Italia]-, fue la acción geopolítica forzada de los
gringos sobre los resultados de la cual formalmente reenclavarse y perurgir el resurgimiento
del sentimiento “nacional” –territorial- en la población estadounidense); en este proceso de
transnacionalización, el Estado clásico deriva en aparato detentador de soberanía parcial, en la
medida en que la nueva estructura político-territorial del mundo se despliega en el grupo de
organismos supranacionales los cuales se han hecho con poder sobre los Estados nacionales
(“clanes territoriales”: capitalismo desconcentrado, republicano); sin embargo, ni los Estados
“nacionales” han desaparecido del todo (éstos actúan de modo formal ejecutando políticas
foráneas), ni los organismos supranacionales constituyen una estructura coherente tipo
“Estado mundial” (éstos toman decisiones y necesitan de los aparatos estatales
desconcentrados para su aplicación en beneficio de los monopolios corporativos in situ); esta
es una vertebración funcional, efectiva para la reproducción del sistema en la coyuntura, la
misma que va a operar hasta su reemplazo con una nueva “superestructura” objetiva: la
coordinación, en la etapa de la comunidad robótica. 4.- La clase dominante (su fracción
piramidal principal mundial, pero también los sectores localizados a nivel de cada país),
enfrenta y elimina a aquellas fuerzas que se le oponen (conversión del planeta en “cárcelmundo”:
la “… ‘policía internacional’ que mantiene a raya a los ‘Estados independientes’,
tales como Libia e Irán: son las tropas de la ONU”); convierte a todo pronunciamiento,
organización o acción antiestadounidense, antigubernamental y anticapitalista, como
conspiración terrorista, en el inicio de la llamada “guerra sin rostro” (“…las ambiciones
expansionistas de una nación vigorosa relativizan los derechos y la cultura de los pueblos
débiles”). Y, 5.- El cenáculo de pensamiento asociado a las estructuras hegemónicas del
dominio mundial (Bildelberg, los Halcones de Washington, La Trilateral, la Neotriada),
asume conciencia cada vez más clara sobre la dimensión alcanzada por el desarrollo de ciertos
órganos “creados” en una determinada fase de evolución del sistema, que hipercrecen, que lo
desajustan, cuya expansión y rol –una vez llegados a una específica frontera- le resultan
contraproducentes; sobrellevar esta dificultad, ha conducido a la conformación burguesa de
reproducción del capital y de la existencia, hacia la pragmatización de patrones reguladores:
promoción selectiva de áreas de desarrollo técnico e imposición de topes al crecimiento, en
virtud de que la eficacia marginal del proceso de valorización a ellos vinculada, se vuelve
descendente, en consonancia con los límites que para este tipo de crecimiento ponen los ciclos
naturales. En este cuadro de acciones, pensadas y operativizadas para alcanzar el interés
parcial y coyuntural de acumulación por parte de individuos, que derivan en soporte de las
relaciones a que da curso el movimiento del capital, la historia realiza su designio. En efecto,
la “era financiera” de violenta y ficticia acumulación de capital (onda, ciclo), se halla ante su
encrucijada; de la estructura cronológicamente determinada del capital: comercial, industrial,
financiero, “conocimiento”, la fase de reproducción D-D´, es la forma que ha conseguido ser
el eje direccional del todo (en esta aureola se bañan el resto de colores, al interior de la
estructura del capital). Esta modalidad artificiosa de desempeño humano, que se aleja de su
regulador “natural” (el tiempo de trabajo socialmente necesario): el patrón oro (de la
economía real del valor de uso) y frente al cual debe volver a referirse, a sopesarse en tanto
simple forma monetaria, cede paso a la forma “tecnocientífica” de riqueza social, en la que se
clausuran las formas del capital existentes: el conocimiento (esta “mercancía”, esta cuasi
mercancía, esta última forma de mercancía) concentra todas las contradicciones históricas del
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vía crucis del trabajo humano y las resuelve, negándose el proceso en esta absoluta totalidad
–pero no a la manera hegeliana de la “elevada síntesis espiritual"- (el “ciclo ´conocimiento´
del capital” se impone: D-TH-MC-D´; el que da paso al “ciclo ´tecnológico´ del capital” –y
en el cual también se “valoriza”-: D-M de P-TH-MTEC-D´; a continuación se despliega un
seudo proceso de valorización: D–M de P–TR–MTEC–D´. Ciclo del capital-conocimiento,
ciclo del capital-tecnología: constituyen la antesala del ciclo reproducción simple de la
conciencia y de reproducción autónoma ampliada de la misma; trueque de valores de uso
materiales y espirituales, que sustentan la reproducción de la base de la conciencia, acumulan,
concentran, centralizan el conocimiento: su reproducción ampliada constante, progresiva: V
de U C-T-V de U C-T´, mediada por la operación del robot con “veeduría” humana).
D = dinero, TH = trabajo humano,
MC = mercancía conocimiento, D´ = dinero “valorizado”,
M de P = medios de producción, MTEC = mercancía tecnología,
TR = trabajo robótico, V de U = valor de uso (de usufructo),
C-T = conocimiento-tecnología.
¿Cambio cultural o desarrollo tecnológico? Marx sostiene, que la mente del ser humano, sea
de forma individual como en su carácter colectivo, no se halla en el mundo únicamente para
realizar descubrimientos pírricos, parciales y aislados en referencia con el mundo (por
ejemplo: descubrir el fenómeno de la circulación de la sangre o representarse el mapa
genético…); ésta sería una conclusión incluso mezquina sobre el poder del cerebro humano y
sobre su misión (Einstein dice: que si se siguen haciendo las cosas de forma similar, se
obtienen los mismos resultados; no obstante, la realidad acontece de modo diferente: ciencia y
técnica cambian siempre, producen resultados mejorados, hasta que la inflexión ocurre); pues
bien, el cerebro, en su estado de conexión mecatrónica genérica, se proyecta como la medida
subjetivo-abstracta de la objetividad. La presencia del ser humano en modo alguno está ligada
tan sólo con la razón de ser un agregado más en la cadena del equilibrio natural (se conoce,
que la vida en el planeta le precedió al ser humano y que ésta la puede suceder); por el
contrario, el adicionado de cerebros (de átomos dotados de inteligencia, sin embargo con
capacidad parcial y limitada) es la potencia, que junto a los aparatos neuronales paranaturales
y al concurso de procedimientos gnoseológicos de “última generación”, conforman el poder
del pensamiento futuro y de la concepción, coherente con la dimensión de las esferas
universales a conjeturar. Este es el sino de la “obra más perfecta de la creación” o del último y
cimero prodigio del desarrollo evolutivo de la materia, tomada esta expresión en sentido
exacerbadamente narcisista antropocéntrico; de lo cual se sigue, que el marxismo debe volver
a pensar en grande: más allá del comunismo como simple etapa superior de sobrevivencia
humana, para instalar su preocupación gnóstica en aquel grupo de inquietudes en torno de la
historia en general, sobre tópicas cosmológicas, en lo tocante con las razones filosóficas de la
vida. “Buen vivir”: el hedonismo reacciona, se levanta, se repotencia, se relanza; política
coyuntural: atención de apremios de sobrevivencia de grupos focalizados, relegados (del
genuino banco germoplásmico) de la población neocolonial. “Neoliberalismo” y “Buen Vivir”
(Sumak Kausay, en Ecuador) -patrones de modelación social- avanzan a su anulación
conjunta, al instalarse la vida en el sistema de automatización de status concreto: cuando se
realiza la contradicción entre hedonismo (neoliberalismo y buen vivir) y racionalidad con la
configuración de una nueva síntesis histórica, en la que el hedonismo se transforma en su
contrario como efecto del grado máximo de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas;
en la neotriada (EU, UE, Japón), en cambio, la crisis terminal del capital (financiero) amaina
su efectos enfrentada a la avalancha de la racionalidad (imperfecta por ser hedonista todavía)
personificada en los movimientos antisistema del mundo (es hoy, cuando la lucha social y el
grado de desarrollo material han creado las condiciones, para que se puede pronunciar la
frase: “del crecimiento sin fin al crecimiento con un fin”). El pensamiento racional se
consolida a partir de finales del siglo XVII y tendrá su reinado hasta la mitad de silgo XX; es
el período en el que campea la trilogía: lucro (acumulación de riqueza), racionalidad positiva
(iluminismo, ilustración) y la idea de progreso (prometeico: dominarlo todo, apología a la
tecnología). La crisis del sistema en cuyo seno se despliega el paradigma: el capitalismo (el
anciano se halla atiborrado de riquezas malhabidas: los años y la obesidad le incomodan, le
han hecho ingresar en la fase crítica, terminal), provee los argumentos de cuestionamiento: la
búsqueda de la idea absoluta es contrapunteada por la “doxa” de los “pequeños relatos”, el
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consumismo por el retorno a la “frugalidad” del pasado, la naturaleza no está para ser usada
sino para ser respetada por parte del ser humano (El mito exagerado del “consumismo”. Visita
no socrática a los mall. El consumismo no es malo per se; lo es cuando se realiza bajo presión
y manipulación psicológica de marketing, en casos en los que sobreendeuda a la persona o
desvía la “partida” hacia la adquisición de bienes no esenciales, y mientras va dirigido a
duplicar la disposición de bienes simplemente suntuarios. Por otra parte, si el capital realizara
fácilmente la mercancía, la economía entraría en una zona de marasmo y la historia [el
desarrollo de las fuerzas productiva, en este caso] se ralentizaría). El diagnóstico deriva en la
propuesta del modelo de vida de los “pueblos originarios” como alternativa. En el horizonte
se alzan las civilizaciones en verdadero estado de choque: el capital parece destructivo;
mientras que el tipo de vida de dichos pueblos se presenta constructivo; mas, estas dos formas
vivenciales son por igual peligrosas para la historia (en realidad, el verdadero peligro radica
en otro lado: cualquier paso en falso, arbitrario, precipitado: la radicalización de la derecha o
de la izquierda desatará violencia y pondrá en riesgo a la humanidad); siendo el llamado
“buen vivir” el más letal, por anacrónico, instintivo y hedónico (digestivo; la izquierda se
opone radicalmente al “desarrollo” por ser un paradigma de orden capitalista; dos casos son
susceptibles de reseñarse: 1.- jóvenes, que dicen poder vivir al margen del sistema oficial
consumista, que plasman la experiencia de subsistir con 5 dólares estadounidenses al mes, en
grupo, privados de “todos” los adelantos de la técnica capitalista moderna: comen tostado
cocido en tiestos de barro, en bajilla y utensilios de tierra y de madera, cultivan sus propios
alimentos vegetales, prescinden del consumo de proteína animal; y, 2.- “vivir sin dinero”
[Rafael Fallinar]: “el mundo tiene más comida de lo que necesita”, un 50% de comida se
deshecha). Túpac Amaru tuvo su momento: sus reclamos se elevan como grito de resistencia,
y el mismo continuará resonando aún en cierto tramo de la vida (las voces que plantean
retrotraerse al pasado: “ethos neobarroco y valor de uso”); hoy, ya no cabe su vigencia; esa
postura es reaccionaria, pues, no “comprende la marcha de los acontecimientos y subordina a
ella su política” (la actitud frugal debe ser necesariamente europeizante: racionalmente a
menester tomar la posta del proceso más desarrollado que existe: el nivel de progreso de las
fuerzas productivas occidental). El modelo precolombino cooperativo de “armonía con el
medio”, viable para la coyuntura, es nocivo para el futuro de la especie. El ser humano usa el
entorno, crea nuevos paisajes incluso alterando los existentes por interés rentista; en ese afán
pone en peligro la reproducción de los ciclos naturales y la vida misma. Esa fricción le ubica
frente al desafío de arreglar las cosas o desaparecer, el cual –a su vez- es un aspecto de la
antinomia: de uno de los motores que impulsa el desarrollo material y espiritual. Si se
considera que la vida racional encarna objetivos superiores: conocer y dirigir la naturaleza (K.
Marx), el capitalismo posee sentido al interior de la lógica histórica; si, en cambio, el enfoque
asocia felicidad dionisiaca y comunitarismo igualitario armónico con el medio natural, el
capitalismo es demoniaco y el hedonismo culturalista, eticista y ecologista del Sumak Kausay
(hedonismo que lleva la pesantez), la panacea (Recursos naturales y geopolítica de la
integración Sudamericana: Mónica Bruckmann. Por la valía de su fundamento científico y su
problematización geopolítica, tales preocupaciones son fundamentales; sin embargo, las
mismas tienen visos de unilateralidad, en la medida en que no ven el carácter civilizador –aún
y sobre todo en la presente época- del capitalismo y se inclina también hacia el hedonismo [si
actualmente el mundo adoptara el sistema de vida de Islandia, de Bolivia o de los primeros
Quibuts, se embargaría el futuro de la humanidad]. Está claro que la justa valoración de todos
los episodios humanos se desprende de imponer sobre ellos el marco teórico prospectivo, que
considera como razón de ser del ser humano la reproducción absoluta de las fuerzas
productivas: poner en acto la potencia completa de la inteligencia y abarcar subjetivamente el
Universo; en ese entorno, el pensamiento socialista justo, aunque sea científico, es un óbice en
el momento histórico, para la realización de vida racional, pues, busca llevar a la inanición al
poder imperial sin beneficio de inventario). Vivir en avenencia con el entorno como un animal
más (como se sabe, los animales afectan el entorno –son sistemas abiertos- hasta que éste de
modo coercitivo restituye el equilibrio; en realidad, es la estructura socioeconómica de un
pueblo, la que pone los términos de relacionamiento con el entorno y no la sabiduría o
racionalidad abstractas, pues, en una sociedad escindida, los modelos de personalidad
responden a una matriz de clase y no a ninguna urgencia voluntarista impositiva); convertir a
dicha conducta (impedir que se creen nuevos paisajes con sello proactivo de la voluntad, con
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“visión de futuro” racional axiológica) en razón de la vida y prepotentemente pretender
generalizarla, es abofetear a la humanidad.
Y a un Cristo, adrede tan trujeron,
entre lanzas, banderas y caballos.
Y a su nombre, hiciéronme agradecer el hambre,
la sed, los azotes diarios, los servicios de la Iglesia.
La muerte y la desraza de mi raza.
... di. Da diciendo. Dios te pague (Cesar Dávila Andrade).
“Mano invisible” (A. Smith), “orden espontáneo” –libertad, oportunidades- (von Mises/von
Hayek, Friedman): expresiones que se corresponden con la esencia y las manifestaciones
inherentes al proceder del ser humano en “estado de naturaleza” (Hobbes): la acción de la
regularidad histórica sobre la razón, doctrina de la “evolución de las especies por selección
natural” de Darwin, necesaria y aceptable en el plano de la vida no consciente, vigente en la
del homo sapiens, hasta una determinada etapa. Al interior de la historia, de por medio
grandes sacrificios humanos, este orden lleva al monopolio (inmoralidad, pues, “la historia es
también una materia moral”), como en la naturaleza animal: he ahí toda la sabiduría (tomada
la expresión en sentido no sarcástico) de Mises-Hayek-Weber. La naturaleza procesa este
hecho ciego mediante ciclos: el cazador (el capital) diezma su presa (al trabajo) e hipercrece
(sobreacumulación), luego no tiene qué devorar (crisis de realización) y se diezma a sí mismo
(destruye inmensas fuerzas productivas), con lo cual permite que la presa se recupere (se
inicie un nuevo ciclo de acumulación: crisis, depresión, reanimación y auge), de ese modo ad
infinitum. Esa es la ley, que precisamente debe romper la razón (por lo menos se propone
administrar los ciegos hechos: Keynes y los regulacionistas institucionales), no con el
“cálculo económico” en base a precios, o con la información (indicaciones) que da el mercado
para la asignación “eficiente” de recursos, sino con la planificación (O. Lange): aplicación de
trabajo en la producción, en coherencia con las necesidades (Marx-Shaihk). Fue el intento
socialista (la razón marxista, que se mantiene en pie, frondosa; pues, el “éxito no es la prueba
de que se tenga la razón o, el fracaso tampoco demuestra que se esté equivocado” –dixit
Comandante Fidel Castro Rus). La propia historia ha rebasado a sus mentores (como el
progreso técnico ha hecho con Malthus y J. de Castro): está generando un “nuevo orden” que
supera al hayekiano: el de la máquina (superación de la fricción de la escasez), supresor del
trabajo humano, el orden comunista, para el que la razón proletaria ha sido (es) significante.
Según el modo como tienen ocurrencia los acontecimientos en el escenario en ciernes, se
puede suponer, que existen dos formas de transición al comunismo: 1) los sectores
monopólicos del capital compiten entre sí y desarrollan la técnica sacando al trabajo y a sí
mismos del proceso histórico (esta es la vía realmente revolucionaria, la que, además de ser la
consecuencia, el producto del movimiento real, incluye, en su determinación, a -se determina
por- la lucha de clases tradeunionista, revolucionaria, ideológico-política); y, 2) “ethos
barroco y valor de uso” (la producción en pequeña escala –B. Echeverría), la cual, si bien es
un camino que aunque sirve como vía de transición, no puede hacer mucho en todo caso para
derrotar al modo burgués de producción, sino que más bien lo conserva y se sirve de él, y
eventualmente se convierte en obstáculo para el despliegue del nuevo estadio humano
comunista automatizado, en cuanto sigue promoviendo el trabajo y no la automatización,
conserva el modo anterior (la empresa, el mercado) y se torna obstáculo para el paso de la
humanidad a la formación postcapitalista. Esta es una estructura compleja, precursora de los
grandes cambios en el frente estructural, que va a experimentar la humanidad en las próximas
cuatro décadas (hasta el 2050); dos calzadas, que deben confluir necesariamente en la
unicidad de una sola racionalidad dada por la supraidentidad (la identidad nacional se
disuelve, para dar lugar a la identidad genérica) constitutiva de la humanidad: la inteligencia y
el telos, que es su inmanencia. La automatización como una forma de desestructuración de la
relación de propiedad (de la división del trabajo, del trabajo productivo y del trabajo en
general), de separación definitiva del ser humano como componente de las fuerzas
productivas (como ser de la naturaleza y de la economía), es el proceso activo en la transición
del sistema vigente al que lo substituye. La forma de transición entre la democracia y la
democovivencia no es, en sí misma modo o modos de producción, sino, más bien, el
movimiento flexible de superación de la forma “estructura social” (H. J. Krahl), camino de la
conformación de la sola entidad humana dedicada a reposar en el seno del trono del
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pensamiento. Este proceso es desigual en el mundo; se presenta en cuanto desajuste, en la
medida en que el acceso a la, o la difusión de la mecánica autónoma no es uniforme y en tanto
la propiedad del sistema de máquinas formalmente pervive en las áreas más desarrolladas
(arcaicas) del mundo; es decir, toda forma de correspondencia (E. Balivar) o no
correspondencia se esfuma (la transición es el efecto de la no correspondencia conducente,
esta vez, no hacia una nueva correspondencia sino a la abstracción recíproca de los elementos
agentes de esta complejidad: fuerzas productivas y relaciones de producción, camino de la
unilateralización de las “relaciones humanas”), debido a la cesación del soporte y a la evasión
de los individuos, los cuales han saltado de la esfera productiva a la de consumo ([El
excedente {desarrollo de las fuerzas productivas} y la división del trabajo fracturó a las
comunidades primarias. Al interior de las formas contradictorias de vida humana, la sucesión
de ellas se ha producido mediante la operación sinérgica entre el sector progresista y el
revolucionario: la aristocracia feudal y los esclavos, la naciente burguesía y el proletariado, y
hoy: los ciudadanos y los subversivos, luego de la batalla de clase sostenida entre el trabajo y
el capital, que se inicia con la Revolución Industrial y que concluye –mutatis mutandis- en
1970. El excedente científico-técnico: la automatización {las fuerzas productivas o
inteligencia ontoligizada} anula la división del trabajo y el trabajo como tal, y devuelven a la
futura comunidad humana su naturaleza homogénea, estable, racional], esto es lo que se está
en capacidad de decir, por el momento).
Historia: exposición lógica (esencia) de la estructura, coyuntura y cambio de las
formaciones sociales; base económica (tramado de modos de producción “con
dominante”), la superestructura jurídico-política (instancia normativa-institucional,
condición y coadyuvante de perennación del status) y formas de conciencia social
(atmósfera mental de la realidad, cohesión, marco subjetivo de eficacia –ciencia,
técnica); la discontinuidad: trabazón entre mentalidad arcaica y la nuevas condiciones
materiales de producción creadoras del sujeto portador y su actuación; y, la
correspondencia entre institucionalidad y subjetividad con la realidad material
establecida.
Ahora bien, el proceso tiene su desembocadura. Crisis económica de entre siglos asola el
mundo, se dice: “crisis de civilización”; afirmación que tiene poco sentido, pues, tanto los
críticos del sistema capitalista como otros sectores de la humanidad se hallan en pie y abogan
por los eventos positivos que vienen: son el germen de la nueva humanidad; luego, dichos
actores de la historia no se hallan en crisis. En realidad, es una crisis y no lo es. Es una crisis
de sobreproducción típica y de valorización general del capital a nivel global, en particular; y,
en verdad, constituye el cuadro normal, necesario, de dificultades, que experimenta el
capitalismo moribundo, como proceso a través del que deja la escena histórica (la “industria
espacial” -sic-: ¿puede substituir al “complejo militar industrial” como nuevo frente de
valorización –obrero galáctico, nuevo reino sideral de los monopolios-?, ¿pueden fusionarse y
dar lugar a la formación de una oligarquía bélico-cósmica –cosmopolítica-?, ¿se genera
plusvalía (trabajo productivo) en tal frente?, ¿hay condiciones, en ese nuevo sector, para la
valorización, para implantar la estrategia de subsunción formal y real del trabajo al capital,
para extender, como se hace con una liga, especulativamente la plusvalía en la economía
monetaria, de casino, virtual?; para el efecto se requiere imponer políticas de
reinstitucionalización del Estado como agente económico colectivo del capital, de modo que
formule “edictos” que creen tributos sobre la población, a la manera de los gobernantes
despóticos de ciertos pueblos antiguos, sobre la justificación de que se hallan encargados del
cuidado del planeta, para lo cual se debe invertir en ciencia y tecnología, o sea, mediante la
venta de servicios de adecentamiento de la morada común: la Tierra; no obstante, ese no es el
camino: como con Moisés, el Cosmos solamente será visto de lejos por el capital –el Cosmos
es el escenario del comunismo). Los síntomas de la misma se expresan de modo diferente
entre los diversos sectores humanos. 1) Para el capital productivo-financiero enuncian el
proceso de su errática (anarquía) evolución (predominio de la fase depresiva del ciclo): caída
del producto, stock no realizable, cartera tóxica, efecto de la operación de la contradicción
cardinal del sistema: el carácter social (crecientemente maquinizado) de la producción y la
apropiación privada del producto; 2) para el trabajo el síndrome es de desempleo/subempleo,
descenso del poder adquisitivo; 3) para la población: pobreza, sus indicadores son la
delincuencia, la desestructuración del tejido social; 4) para el frente ontológico, los problemas
ambientales (valores de uso convertidos en valores de cambio, efecto de traslación del
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“Derecho burgués de la propiedad” sobre ellos, aprovechándose de la necesidad –M. Castells,
W. Herdoíza); y, 5) a nivel estatal: déficit comercial, espiral de endeudamiento. ¿Qué tipo de
crisis, en realidad, es? De sobreproducción (sobreacumulación), de bajo consumo (brecha de
demanda, incapacidad de convertir plusvalía real en monetaria), de valorización (la
desconexión de la economía popular que reduce la demanda agregada y limita el efecto de la
estrategia de la subsunción global del trabajo al capital). ¿Qué lo causa? La competencia
intermonopólica (propiedad privada, concentrada de medios de producción y división del
trabajo: privatización de réditos y socialización de esfuerzos y sacrificios), que induce el
decremento de precios mediante la reducción de costos especialmente de la mano de obra por
vía absoluta (reducción del capital variable) y por la relativa (intensificación de la explotación
del trabajo); esto es, incrementos de la composición orgánica del capital y del desempleo
(debilitamiento de la demanda, pérdida de competitividad especialmente de la locomotora del
sistema: EU, de la neotriada en general). Frente a este cuadro, el capital ha actuado de modo
secular mediante la política económica: salvatajes, elevación de las tasas de interés, el manejo
de los tipos de cambio (política financiera: monetaria, crediticia y cambiaria); incremento de
precios (política comercial); exenciones tributarias para el gran capital y aumento en la cifra
de los impuestos indirectos, reducción de programas sociales (Estado del Bienestar), de la
formación de capital social y el endeudamiento (política fiscal); manejo del valor de la
moneda, comercio administrado (política de comercio internacional –global); robusteciendo
de la economía de la guerra (acumulación por desposesión –S. Amín) y de la droga. Cómo se
ve, es el recetario a través del cual el capital arremete contra el trabajo –productivo-, que es la
base de la verdadera riqueza y ahora, contra la naturaleza, que “es la fuente de los valores de
uso” –K. Marx: Programa de Gotha). ¿La receta para conjurar la crisis europea, por ejemplo?
Considerado el hecho en términos ultristas: ¡ninguna! Esto es, no hay salida para esa “crisis”.
La única definitiva solución es una perogrullada: el cambio de sistema, el sepultar al
capitalismo para que se vayan con él, las causas y efectos de la crisis (pero el sistema está
“cuarteado” -EU, UE, Japón, BRICS-, casi deshecho y los nuevos actores de la historia
estimulan su deceso definitivo, mediante acciones políticas de bajo perfil). Ahora bien, si se
requiere amortiguar la profundidad de los problemas, se puede fabricar un colchón; para
superar coyunturalmente la crisis: para que se ponga de pie por un instante más y por última
vez el viejo sistema. Primero se deben desactivar las políticas que se inspiran en las creencias
económicas neoclásicas; luego: relanzar la política del Estado del Bienestar/Benefactor y la de
generación de empleo (emprendimientos). El financiamiento de este programa implica poner
severos controles al capital financiero, reducir las ganancias del susodicho sector y los
latisueldos de mandos altos privilegiados; involucra cambios en la estructura impositiva:
incremento de impuestos a la renta de grandes y medianas empresas. De ese modo se pueden
hacer economías, que no prioricen los salvatajes, el pago de las deudas o cubrir los
desbalances de pagos; sino para financiar políticas productivistas, de generación de empleo y
sociales. ¿Esto es posible? ¡No! Los cuadros políticos del establecimiento y los dueños del
poder económico-político de cada islote en el mundo, son apenas figuretes, “buche y pluma”,
puro bulto, individuos irracionales, que no ven al otro sujeto social (“otredad” -Todorov) y
más allá de sus narices. Se hace referencia a esos enternados, perfumados, que aparentan
corrección, compostura, dominio intelectual de los hechos (“expertos, eruditos, conocedores
de la materia, voces autorizadas y demás malahierbas, que no son más que una horda de
alcahuetes encargados del mimetizamiento seudotécnico del saqueo del esfuerzo del pueblo,
financiados con dineros del propio pueblo” -dixit D. Delgado J.), que se reúnen en
conciliábulos, dan declaraciones, se pavonean, hacen lobby: “bla, bla, bla”, en defensa de sus
intereses mezquinos y nada más. Esta gente, no está a la altura de los retos de la historia,
detentan alto grado de subdesarrollo mental. Strictu sensu: lo sugerido solamente puede
hacerlo una nueva fuerza social; pero en Europa ese nuevo sujeto no aparece (el cual sí está
emergiendo en América Latina, lugar en el que se están provocando cambios en las relaciones
sociales); por el contrario, la vieja fuerza social europea que está en el mando sólo es capaz de
reproducir lo mismo: la concentración de la riqueza social y la miseria para el pueblo.
Con el capital, en 1492 se inicia el periplo por el mundo de la forma civilizatoria
burguesa y la labor “culturizadora” y evangelizadora de los llamados “pueblos bárbaros”,
como misión autoimpuesta por los europeos (expansión colonialista). Hoy se procede de
análogo modo: se devuelve la “cortesía” (se les reciproca ideas); nada más, que en la
actualidad, Quito no cuenta con las armas y la vehemencia acumuladora y expansiva del
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capital (cosmovisión positivista, razón instrumental, idea del progreso –trasplante de la
civilización industrial-, modernidad) para imponer una visión del mundo, pero sí se
dispone de la razón lógica (contradicciones históricas siempre superadas), del poder de la
argumentación y el ethos axiológico, para retirar la venda hedonista, mitológica y la
despreocupación de los otrora “pueblos cultos” (y de este modo escarnecer la soberbia de
la clase dominante europea, “ilustrada”, pretenciosa –representación gráfica en
SUMMARY) y en su lugar forzar la apertura de la mente, para que ésta dé cabida al
supraparadigma (el marxista), en el que reside la verdad de estos “tiempos” y de los que
vienen.
La trayectoria humana describe cuatro momentos formales básicos: 1) con la “Eva
mitocondrial”, el proceso arranca de modo unidimensional; 2) la especie se despliega en el
planeta dándose lugar a las diversas conformaciones antropomórficas de los distintos pueblos; 3)
con el advenimiento del capitalismo y la emergencia del socialismo, la humanidad se ha
simplificado en dos ramales, que hoy marchan paralelos; y, 4) la tendencia es la formación única
en estuario, en la que desaparecen todas las diferencias al interior del género (materiales, raciales,
semánticas; quizá no se ha percatado, de que no se puede eliminar la violencia sin antes cambiar
el sistema matriz de ella: que se haya roto con el patriarcalismo –por ejemplo- se debe a que el
sistema que promueve la diferencia está caído (machismo: es el proveedor el dominador), y que
la superación de tal atavismo no es mérito del pensamiento de las lideresas feministas o de ellas
propiamente, de su sola lucha o de su teoría sociológica: ideología de género, base la de
reivindicación de autodeterminación de género, inherente al programa de reingeniería social). Si
se asume la premisa (postmisa), de que la inteligencia es el principio rector en el
desenvolvimiento de la forma consciente de la materia, que ésta fija el rumbo y la meta a la
existencia humana (“tercera naturaleza”, el ser humano somete a su control el Universo), el
criterio con el que se particiona a la humanidad es el referido a la pareja de nociones
racionalidad/emocionalidad (neocórtex/hormonas). ¿Qué papel juega cada pueblo en el flujo
general de la historia? La respuesta da cuenta de una conformación tríadica al interior del
género, en coherencia con el esquema teórico de la “cibernética social”: 1) aporte al desarrollo
material, 2) contribución en el proceso de hominización (y “divinización”) y, 3) ser la reserva
genética humana. Por tanto: la ex URSS y su Bloque (Cuba, Corea del Norte, Vietnam del
Norte, Laos): racionalidad y transformación social; la neotriada (EU, UE, Japón –Canadá,
Australia, Israel): crear la base material del mundo nuevo; China (Irán): función mixta
(coedificar las condiciones materiales y espirituales); India, Africa Subsahariana (pueblos árabes,
Mongolia, Colombia, Chile): banco germoplásmico, reserva genética de la especie; América
Luso-Hispana y el Caribe: forjar el nuevo marco (superior) de relaciones humanas. Los tres roles
cumplen el principio de “necesidad histórica”; los tres se interpenetran, se requieren y deben
encontrarse en un dado punto preciso en un no lejano futuro (2050: Wallerstein, Moravce,
Vinge), para dar lugar a la estructuración del modelo de humanidad “sujeto de pensamiento”:
automatizar la vida, producir el marco de relaciones democovivenciales y tomar la posta en el
desarrollo espiritual, en su orden (empero, todo ser humano presente en el mundo -pasado y en
el que vendrá-: vale solipsísticamente por sí mismo, puesto que se encuentra formando la
masa humana, otorgando seguridad a la estadía y avance de la especie [“… yo me salvo
porque hago cosas, que otros continuarán haciendo” –dixit R. Chirbes]; por más cosas inútiles
o tontas que haga un ser humano, éste: tiene un lugar en la historia -a no ser que conspire
directamente contra la ontología de la especie-, puesto que él puede ser padre de quién a
futuro designe la historia, el grupo, para conducir procesos esenciales; de modo que nadie está
demás ni tampoco puede censurarse a persona alguna por bobo que parezca ser). Hay que
hacerse cargo del hecho, de que el fundamento material acumulado dado por el capitalismo,
que constituye el fondo de reserva que sustente el proceso de reproducción regresiva de la
anciana humanidad (momento histórico, que no representa un fin en sí mismo, pues, el ser
humano semiartificial surcará el “éter sideral”, se sembrará en otras galaxias, para lo cual
deberá previamente alcanzar dimensiones cognitivas y de dominio de las leyes del universo
muy elevadas; en efecto: los nuevos Naymlaps, Marco Polos, Magallanes: saludarán al
Universo con el corazón, con la palabra, con el pensamiento), no se expresa en reserva
monetaria, en inventarios, en stock privado de capital o en bienes raíces como ocurre en la
etapa en la que se despliega la “energía” juvenil, que prepara el “palacio de invierno” para la
conformación última de la existencia, en ciertos estratos del modo burgués de vida. Esta
acumulación previa, por el contrario, se sustantiva en el condicionamiento material, que en
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términos abstractos pone la articulación de conocimientos, métodos de “producción” y de
conducción social de procesos, y en la determinación mecánica autónoma, legados por los
antiguos procesos económicos. Es un aparato “productivo” automatizado y su correlativo
sistema de organización y métodos, en la autonomía dada por la programación general, la
herencia de la que es portadora la futura humanidad, y la que debe sustentar su existencia,
al margen de preocupaciones entrópicas del sistema (depreciaciones: desvaloración,
desgaste de activos), dada su estructuración homeostática autorreguladora. En verdad, el
capitalismo le ha “sobrevivido” al socialismo con el objeto de enfrentar directamente la tarea
de concluir el desarrollo de las fuerzas productivas, de manera que sea posible ingresar al
comunismo, ingreso mediado por una etapa de transición de carácter cibernética. Según dicho
aserto, la historia: su rueda, no ha dado marcha atrás; mas bien, una forma social –la
capitalista- no destruida, continua en pie y en cumplimiento de su misión inherente a la
necesidad histórica; en efecto, en Occidente no se ha dado el paso posterior en el
movimiento progresivo humano, por lo que tampoco es lícito sostener, que la historia
retrocedió: si el socialismo llegó a abarcar tan sólo a la tercera parte de la humanidad, si
en los dos tercios de ella el capitalismo prevaleció, la historia retrocedió para la tercera
parte del género (pero pervive, pues, se fijó entre ceja y ceja en el género) y mantuvo
continuidad cuestionada en la dos terceras (luego, la fementida tesis del zigzag, no es la
norma en la progresión humana; tampoco es posible sostener el argumento sobre la “derrota
transitoria del socialismo”). Hoy adquiere claridad, que la forma de propiedad capitalista es en
la que la riqueza se desarrolla mejor al contar como supuesto al trabajo humano y a la
competencia; éstas, dicho sea de paso, “las determinaciones que se encuentran conduciendo a
la humanidad a modificar sus formas de organización” (A. Castillo). Las categorías formales:
ciudadanía, ciudadano, ciudadanización, detectan determinados rasgos, modos de ser,
determinaciones abstractas procesales prospectivas de lo real (K. Marx), de la fase
“transicional” de la especie humana, es decir, de esa coyuntura histórica en la que el ser
humano alcanza conformidad cuando advierte, actúa y es sujeto de la progresiva y entera
plasmación del ideal proletario: de la estructura conceptual sobre qué tipo de formación
humana le espera, le conviene y debe buscar el género, y qué proceso efectivo avanza como
efecto en la ontologización social de la lucha obrera pasada en correspondencia con la eficacia
de la regularidad natural dada en el movimiento de las fuerzas productivas. En la transición
(subetapa neoimperial) las relaciones –también formales- que median son, en efecto: las de
vecindad, ensayadas en un marco esencialmente mercantil: cada cual se ocupa de su vida y de
la de los suyos, por tanto, debe comportarse como oferente y demandante a la vez, de ello se
deriva un status jurídico encargado de poner las reglas del convivir en coherencia con deberes
y derechos que el conjunto y la formación de condiciones urbanas, lo estatuye. Pero, ni el
territorio ni la vecindad son formas que atan a los individuos; es, más bien, la necesidad de
aportar en el desarrollo de la mecanización de las distintas esferas de la vida, conquistar el
acceso libre e igualitario a los outputs proveniente del “aparato económico” automatizado, las
razones que mantienen unido al grupo en esta etapa (empoderamiento para imponer
progresivamente el cambio según el valor y la superación inmediata de todo cambio, pues, si
bien se ha llegado al desarrollo social máximo, el cambio mediado por el dinero y el simple
cambio directo o trueque, pierden sentido, cuando el ser humano toma los productos que
necesita del banco de satisfactores (A. Gorz) de procedencia automatizada (ley de la
“distribución” del producto); en substancia: “sociedad familiar” –amor-, “sociedad civil”
–moral- y “sociedad política” –derecho- son componentes del recuerdo). En realidad, el ser
humano dedicado al estudio, a la investigación, como argumentos de su vida; existencia que
deviene cada vez más frugal, ordenada, no sentimental, puede considerarse como una
realización superior de la determinación simple en pro, del actual ser genérico, el cual se
encuentra masivamente absorbido por una definición limitada de su naturaleza; ahora bien,
todas estas nuevas determinaciones presuponen una forma renovada de humanidad: la
comunitaria robótica. Por tanto, es menester desarrollar la nueva determinación, de
conformidad con el reflexionar “sistémico-conceptual”. Sus miembros en lo fundamental son
buenos sujetos, que hacen: 1) programar la reproducción de su vida personal y la de los suyos
(suyos: los cuales no necesariamente son los de sangre, los integrantes de la familia, pero sí de
esa familia totalmente ampliada, que es la entera comunidad humana, pues comparten la
totalidad de intereses y de genes); 2) forman parte de procesos definidos por la programación
“social” informática, la cual conduce las actividades hacia la ampliación del saber; 3) hay
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momento para la distracción, para la reproducción de etapas idas de la vida, de esferas ligadas
a la sensibilidad, a la esteticidad, pero el “centro en sus vidas” será la ciencia. Ahora bien, a
futuro el ser humano, aunque no se interrogará, podrá responder (Edipo responde) de este
modo a las preguntas clásicas: ¿qué soy? (soy eterno); ¿qué puedo? (casi todo, pues, no
puedo destruir ni crear materia, sólo gobernarla); ¿qué sé? (sólo sé, que todo sé); ¿qué es el
ser humano? (conciencia total). Esta es una “imagen del más allá” (para ir al cielo debo
volver a ser ignorante como Adán). En la realidad dada: asignada a la técnica la función de
provisión económica, confiada a la mecánica las tareas del proceso de la maternidad y de los
cuidados del recién nacido, asistido el pensamiento por la actividad neuronal artificial, el ser
humano ciudadano, mundano, extramundano (sistemasolarseano), galaxiano, nebolusiano,
vialacteano, universal, entrevé nuevos jalones para su vida, los cuales ponen las reglas del
“derecho natural” (el “derecho mismo” pierde sentido, al desaparecer la base material de su
sustento declarativo y reivindicativo: la sociedad diferenciada poseedora de bienes que
satisfacen de forma recíproca necesidades –K. Marx), recogen los principios de la moralidad
predicada en el discurso político comunista, en coherencia con lo que el desarrollo de la
conciencia impele. No obstante, no es la “ciudadanía” o la “ciudadanización” en rigor, la
adjetivación y el proceso pertinentes a la realidad a plasmarse luego de sobrevenida la etapa
de transición o supermodernidad, pues, retornar hacia dar cabida al “trabajo” de las
comunidades humanas aún escindidas en el marco formal de las ciudades, de los Estados o de
una forma intermedia de cascarón: las Ciudades-Estados, es una contrariedad regresiva, y lo
es: aún incluso si el movimiento natural de conexión territorialidad-proceso de reproducción
genérica, advierta un síntoma tal. En estricto sentido, volver a las Ciudades-Estado o el
proponerse recuperar y vitalizar la noción político-administrativa de Estado Nacional, es un
anacronismo, que la historia no lo va a consentir; en una palabra: la mundanización, la
extramundanización, son las formas orogeográficas, que ponen a futuro las nuevas relaciones
entre derechos y deberes de la agregación humana. El paso de la simple acción de trabajo a la
producción debió constituir momento de completa conmoción, un sisma, una ruptura radical
en las agrupaciones humanas primitivas: el inicio del verdadero proceso de hominización (A.
Leontiev). El trabajo organizado –mediado por el intercambio- generó la conciencia (en
verdad, cumplió doble función: auto sustento material y creación del órgano y de la idea);
formada ésta en sus rasgos heurísticos y depositada en el sucedáneo: el robot inteligente, el
trabajo ha cumplido su papel (se ha despojado de su melena) y el desarrollo hominizante del
género se instaura en su fase superior: la “divinizante” (el Rey no trabaja) por vía artificial y
merced a la potencia inherente al propio impulso de auto despliegue de la conciencia. Pero
antes, el ser humano tarado, preñado de la idea del trabajo (lo cual es una paradoja), debe
experimentar también un terremoto emocional, cuando advierte que su estructura corporal
concebida para el trabajo, es un diseño que ya no realiza su función en momentos en que la
nueva realidad exige reconversión orgánico-sistémica para ser capaz de operar en forma
mixta: trabajo/diversión por un lapso, hasta que definitivamente el ser corporal haya perdido a
la razón de su ser. Premio de lotería para todo el género y factor generatriz de las inquisiones:
¿qué hago?, ¿a qué me dedico?, ¿cuál es la nueva razón de la vida? Estas preguntas no
emergen inmediatamente, pues, la abundancia y la ausencia de la responsabilidad de trabajar
atontece la mente lanzando al género a una global escena de Sodoma y Gomorra de no menos
de dos generaciones, fango del que deberá salir al ser humano como el “Ave fénix”
reformado, redimido por el nuevo Moisés (el hostigamiento, la cordura individual) con las
tablas de la nueva ley: la direccionalidad procesal inmanente de la racionalidad. Pero: ¿por
qué la juventud humana en el instante en el que se acerca al más alto nivel de su
productividad y de perfección automatizada, cuando precisamente pone el supuesto abstracto
sobre el que se instalen las dimensiones ordenadas de racionalidad, serenidad y sabiduría –
experticia-, no debe ser recogida como etapa transcurrida en medio de procesos repletos de
solemnidad, como un momento en la existencia, que se deja atrás con pesar y que está presto a
perecer? No. No es posible perder de vista la nostalgia que produce en la conciencia el ingreso
del atardecer (la reducción del trabajo a pura abstracción), tanto como la noción de la realidad
del cierre de la vida, de la posmodernidad: el anochecer. Muchos pueblos actuales ya están
entrando en esta categoría; europeos y japoneses son viejos normales: han trabajado en el
interior de formas conflictivas, primitivas, de relacionamiento social –la mayoría, todavía lo
hace, pese a su cosmética madurez y magnanimidad-, han entregado a la humanidad el trofeo
de la ciencia y de la técnica; su misión, por tanto, está cumplida. El muy elevado respeto y la
101

admiración que produce esa fase de desarrollo (la burguesa de la febril acumulación en
declive, presupuesto necesario del mundo nuevo, de conclusión del proceso de reproducción
ampliada del capital, en la extensión transnacionalizada del sistema de dominación), deviene
del hecho de que la misma representa el futuro y el desenlace de las contradicciones maduras
inscritas en la dimensión de la reproducción material de la vida, como planos superados, al
final de cuya senda forzosamente las sociedades neocoloniales se hallan destinadas a
integrarse, como portadoras del “código genético” del nuevo amanecer.
Y ante la ciencia y a la conquista del Universo como frente a la entrada al Averno, esta
consigna se impone: “déjese aquí cuanto sea recelo, mátese aquí cuanto sea vileza”
(paráfrasis de K. Marx y de Dante Alighieri.).
La teoría marxista: inteligencia/saber absoluto/“Dios”-ser humano, es palabra mayor,
poderosa (explica, comprehende todo el movimiento que decurre en la realidad, posee el don
formalizado de la predictibilidad y, con autoridad: prescribe; por ella: la humanidad se torna
una entidad completamente prereconocible): destruye, neutraliza o fagocita a todas las demás
que se la oponen. El interesante proceso islandés, el problema “geopolítico” coyuntural de la
Media Luna árabe, el “Movimiento de los Indignados” en el mundo y el de las
transformaciones de última data propuestas en Cuba (actualizaciones: cambios audaces para
contemporalizar al socialismo conservando la esencia de la revolución –el fetichismo: “una
nueva relación entre la ciudadanía [sujeto] y el Estado” [aparato]-, pues, “Cuba debe
modernizar el obsoleto sistema económico, más perjudicial que el bloqueo” –sic-; nunca
como hoy esta admonición mañosamente interesada –inconsciente: ignorante sobre la utilidad
histórica de la necesidad de ese “cambio”-, es verdad, de igual manera como Internet rompe
con las tesis del individualismo, privacidad y elitismo burgueses, pareciendo simplemente
como la nueva arena, escenario de la guerra de “cuarta generación” de carácter asimétrico
–ocultamiento mediático de la verdad, distorsión de la verdad, difusión de verdades a medias-,
esto es, como proceso que realiza aparentemente un interés particular y no los designios
profundos del provenir genérico): brecha por la que se va la historia (febrero del 2011), a
partir de dicho sistema categorial, aparecen con sentido en la mente, o sea, el cruento proceso
terminal sobre sociedades rezagadas, de homogenización del mundo vía occidentalización
socialdemócrata –la ex URSS y su Campo, China y Europa con el “Estado de Bienestar”, lo
hicieron con la debida antelación en 1956, 1960 y 1970, respectivamente- (“reino animal…
[ciudadano]… del espíritu”): desarrollo técnico-científico (singularidad tecnológica) con
redistribución (OMC: convergencia jurídica, legislación global que “protege” al capital),
presupuesto de conformación del género como sujeto de pensamiento, y para el que los
adeptos a los credos de la “relatividad cultural” y la “diversidad”, son su obstáculo mayor;
difíciles momentos: “fin del mundo como lo conocemos” (desoccidentalización:
orientalización ideológica de Occidente; acción y reacción: económico-políticamente Oriente
se occidentaliza –el programa estadounidense de sometimiento de la zona árabe-persa, prevé
la intervención en siete países: Irak, Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia e Irán, en 5 años:
2007-2012-; ideológico-económicamente Occidente se orientaliza; en efecto, Oriente se
mercantiliza y se ve tentado por el “régimen democrático”, Occidente -sobre todo América
Latina- se mitologiza: reemergencia del pensamiento ancestral, legitimización de las
“minorías” sexuales y étnicas, fanática defensa del entorno natural; en una palabra, realidad
humana de conformación mixta: época de cambios/cambio de época, trabazón de formas
sociales: estructura y razón no pueden vivir juntas, pero en extraño maridaje aportan “en
silencio” para el cuidado de la prole infante). En la arena, el capitalismo –ariete de la historia-
forcejea y enfrenta la resistencia masiva de cosmovisiones fósiles –“nadie escapa a la ´ley del
valor´” (análisis situacional interreferencial: asumir la perspectiva del otro [ingresar al mundo
fantástico de la mente de un indígena ecuatoriano, por ejemplo, que tiene hoy unos 70 años,
que ha sincretizado las nociones de sol y Cristo en una unidad compleja de simbolización;
folclor de la conciencia, estructurada a la manera como lo pone Gramsci: pensamiento
múltiple y estratificado])-, pues, siempre el proceso hacia la cima es prometeico y elitario; que
el sector musulmán se contraponga, no quiere decir, que el desempeño falle; y los grupos
humanos que no ingresen en el flujo principal y de sentido de la historia, pasan a engrosar el
banco germoplásmico y se hallan condenados a “ser” de modo hedónico (“ser en lugar de
tener” -sic)… pues, el pueblo que civilizatoriamente se halla en una etapa superior…
(civilización digital)… pone al frente del menos desarrollado, el cuadro de su propio porvenir
102

–K. Marx-; “¿choque de civilizaciones”? –Huntington-, “Imperio” –Negry y Hart-, en
realidad: conflictos ideológicos entre distintos estadios históricos, clases, fracciones de clase y
estamentos (incluso de sus derivaciones últimamente activadas: género, étnicas, derechos
humanos, ambientalistas, generacionales) cuando la especie ocupa todo el Planeta, en razón
de la relativa autonomía de esta “región”, pero “... lo que es claro, es que ni la edad media
podía vivir del catolicismo, ni la antigua de la política, por el contrario, las condiciones
económicas son las que explican por qué en una el catolicismo y en otra la política jugaban el
papel principal” (K. Marx). Tampoco la paz (y la racionalidad) se instala como componente
de la conducta humana en cualquier momento, por consenso o por acuerdo, al margen de la
necesidad histórica (una comunidad arcaica puede encontrarse en situación de barbarie, de
permanente guerra y paradójicamente progresar, o ser tan pobre su visión, que se halle en
estado estacionario y en paz); este “patrón de carácter” depende del tipo de estructura de
conciencia colectiva de un pueblo, el cual es el reflejo directo, mecánico, automático, del
nivel de desarrollo de las fuerzas productivas (solamente cuando la inteligencia haya resuelto
sus problemas materiales le queda encargarse de los objetivos del espíritu, en armonía [“…
sin el amor, Adson de Melk, qué tranquila, qué segura, qué pacífica seria la vida… y que
triste” –Eco Humberto: El nombre de la rosa]; a ese status, ya se ha llegado, por ejemplo, en
Europa, sin embargo es supina la ceguera axiológico-moral de la intelligentzia, en la “Zona
del Euro”). La frase: “el capitalismo está en crisis, pero tiene una impresionante capacidad de
recuperación”, tomada como determinación inamovible, que induce posicionamiento
subjetivo en la constancia cualitativa dada, al momento ya no es cierta; la mezcla del deseo
con la condicionante real proviene de la mente que se halla prisionera de la historia; conducta
que no permite hacer el análisis concreto en sentido estructuralista y proyectivo de la
situación, e incluso ajustar correctamente el influjo de las determinaciones procedentes de la
historia en ella, en su estado de configuración presente; un organismo cruza momentos y la
zona de su próximo desarrollo varía en cada uno de ellos hasta verse encuadrado con su
límite; la etapa actual en el sistema burgués difiere de las anteriores; son sus características:
forma financiera, virtual, de casino, las fuerzas productivas han avanzado hacia la
automatización, el capital ha cubierto al mundo, experimenta límites físicos-biológicosnaturales
para su reproducción, varios sectores se desconectan del mercado común, el hastío
por lo instituido fomenta la racionalidad. En una palabra, la “ley del valor” progresivamente
sale de la escena histórica arrasada por la inteligencia (racional): por la operación de la “ley
de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia” (incremento al tope de la composición
orgánica del capital y destrucción de trabajo vivo –saturación de mercados, subsunción
hemisférica del trabajo al capital y “subconsumo” absoluto: crisis global de valorización).
“Epoca cambiada” (“Transición”: nueva época y sedimentación de sus características al
unísono; efecto combinado: la “crisis” ya no es el mecanismo periódico de progreso de la
modernidad, sino el síntoma de senilidad, de posmodernidad: el sistema burgués –inscrito
en la fase descendente de la onda- de recaída en recaída, bien muere): el modo de
producción burgués es una abstracción, pero una fracción del mismo sostiene la condición por
la cual la realidad mantiene carácter de proceso histórico-natural (mientras se completa el
sistema de automatización para todas las esferas de la vida), que se rige por la ley general del
desarrollo del capitalismo expuesta por Marx: plusvalía/lucha de clases; el “determinismo
económico” se hace del todo evidente: la “revolución de los indignados” (por empleo, por
ingresos) se derrama por el planeta, se une, se globaliza (glocaliza), se concreta en un mismo
“ser” en cuanto subversión, intelectualidad y ciudadanía (mundadanía). Transición: paso del
“testigo” de manos del proletariado a las de los ciudadanos; de la revolución proletaria a la
“revolución” subversiva/intelectual/popular; de la dictadura del proletariado al poder popular
democrático institucional; de la edificación socialista a la formación de una sociedad de
pequeños productores libres asociados (“colectividad todavía escindida”: Agustín Cueva D.);
esta trama es conocida, pero se ignora el supuesto tanto como el desenlace, esto es, la premisa
y la postmisa. Para la concepción especulativa ahistórica de los movimientos sociales, los
nuevos sujetos orgánicos han emergido de la noche a la mañana como por encanto (como
hongos) sin ligamen con el proletariado sepulturero del capitalismo: “han surgido de golpe,
completamente acabados, como Minerva de la cabeza de Júpiter”; en esta “visión”, en
consecuencia, el proceso de transformación hemisférica no tiene continuidad, ni táctica ni en
cuanto a los actores, o sea, la “revolución” no se “suaviza”, no se prolonga e ininterrumpe –
asume carácter histórico: se transmuta en “evolución”, se torna permanente (“matar para
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vivir”: la ley de la acumulación capitalista; como acontece en la naturaleza virgen el impala
está siempre en vigilia para escapar de la arremetida del león, la lucha política diaria en
Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua, en Cuba, en Siria, en Irán contra los negreros burgueses
de dentro y fuera, les mantiene permanentemente en ascuas [“la pelea es pelando”; para que
cese dicho estado de zozobra ad infinitum, debe anularse el proceso: la naturaleza, el
capitalismo])-, no se transforma de local en nacional, en regional y en mundial -la tonalidad
del cambio, no presenta relevo en los diversos planos territoriales, sociales y programáticos;
en realidad, la “revolución subversivo/intelectual/popular” es la derivación de la “revolución
proletaria” y el “poder racional-intelectual”, es la metamorfosis del “poder proletario” (la
ideología proletaria desaparece realizándose [toma su lugar la Filosofía, finalmente la
ciencia])-; luego, la citada percepción es únicamente la apariencia: fachada puramente estética
de las grandes y pequeñas historietas, en las que los héroes surgen de la nada; a los nuevos
profetas políticos del siglo XXI surgidos por generación espontánea, naturalmente: les resulta
cómodo sostener, que a las mujeres, a las nacionalidades, a los ecologistas, a los cultores de
los derechos humanos, a los ciudadanos, a los intelectuales, a los inconformes, a las formas
económicas solidarias,… se les ocurrió un día y se transformaron en los nuevos “Mesías” de
los problemas del género, asumen que se hallan construyendo el futuro con entera libertad: a
los nuevos redentores del mundo se les ocurrió un día y la “luz se hizo”; en realidad, estos
novísimos “actores de la historia” han alcanzado el derecho a sostener una vela en el entierro
del capitalismo, una vez que el proletariado –único contendor coteja del capital- cumplió su
misión histórica (libró la “madre de todas las batallas”; en realidad: ¿qué mérito, que
verdadera revolución social significativa actual, puede relievarse de las generaciones
postleninistas?); empero, de la transición eclosiona el comunismo (la racionalidad
deliberativa, discursiva, comunicativa intersubjetiva, motivada en los dictados de la libertad y
la moralidad pública –Habermas-, desplegada en el ámbito de enfrentamiento de
estrategias en la red de poderes fácticos –Foucault- que mueven la hegemonía hacia el
nuevo bloque histórico de transformación –Gramsci- para plasmar el proyecto
emancipatorio, es posible sólo cuando existen los presupuesto materiales: éstos han sido
creados por la acción proletaria y por el desarrollo natural del capital en la competencia [El
trabajo que ha realizado el pueblo venezolano y sus líderes especialmente a partir de 1989 {El
caracazo}, es gigantesco; la ruta seguida es la auténtica, la que admite el momento histórico
in abstracto, además, dicha praxis es eficiente, eficaz; de ninguna manera es lícito subestimar
o directamente desconocer el colosal, el invalorable aporte que dicho proceso está dando a la
historia, incluso su condición de referente para la lucha, que llevan adelante otros colectivos
en el planeta {se siente respeto, identificación y el máximo aprecio por ese pueblo digno,
altivo, valiente, paradigma, como para el recién desaparecido Comandante Hugo Chávez
Frías, sus lugartenientes y su movimiento político}. Preocupa empero, cierta tendencia
psicológica de exclusivismo en los planos creativo y estratégico denotada por sus artífices al
momento de autovalorar el proceso. Los “socialistas del siglo XXI”, en particular todos
quienes han alcanzado significativos grados de cumplimiento de objetivos, como es el caso de
Venezuela, asumen que su éxito y presencia se debe exclusivamente a que han sido capaces
de comprender apropiadamente el proceso casuístico interno (Dieterich, Mészáros, Alba Rico,
Fernández Liria y Alegre Zahonero) y diseñar en coherencia el programa, de índole cuasi
chovinista, adecuado a las condiciones endógenas {inquietud similar puede extenderse sobre
Cuba, Nicaragua, Grenada}. Se deja de lado la realidad atinente a que es el
marxismoleninismo, recusado por foráneo y no compatible con la situación concreta, quién ha
creado las condiciones en el mundo sobre las que varias “búsquedas” de transformación se
hallan en etapa de anclaje en los hechos {el estudio concreto del caso revelará el dato
también, de que en países de extrema pobreza, con una clase dominante cupular enormemente
rica y con ventajas comparativas naturales extraordinarias, se crean las condiciones para la
puesta en ejercicio de modelos de política reformitas sustentados en tales recursos; en países
pobres, en cambio, la revolución es la decisión de la voluntad, que invoca la historia}. En
verdad, el proletariado lidió con el capital, lo extenuó, lo agotó; contrario sensu el monstruo
habría actuado, estaría actuando en forma fascista, genocida, conducente a bloquear cualquier
intento “inteligente” dirigido a destruirlo {sucedió en Chile, en Nicaragua, en Grenada,
Afganistán, Iraq, se lucha en Siria}. Ahora bien, mientras se mantenga la propiedad del
capital, el poder político está dividido: el poder del capital y la presencia de una opción
popular en el gobierno, para el caso de que se haya aprobado una nueva Constitución en la
104

que se incluyan derechos, pero que “al mismo ´tiempo´” refrende la propiedad privada de los
medios de producción {la Carta Magna sigue siendo la voluntad de la clase propietaria del
capital, convertida en preceptos}; en estas condiciones, el capital no puede ejercer
directamente el mando, tampoco el gobierno {ciudadano, popular} es capaz de solucionar los
problemas estructurales de la población, puesto que éstos se desprenden inmediatamente de
ese tipo de propiedad {se ha llegado cuasi a un punto muerto, el cual solamente es
desbloqueado por el desarrollo de las fuerzas productivas}; la “revolución en democracia”,
que debe concretarse en una verdadera revolución: expropiación de los expropiadores
–expropiación del sistema automatizado de producción-, es un paso que la socialdemocracia
no lo dará: eh ahí su límite, el cual será rebasado y dado, en su orden, por los subversivos {las
revoluciones que inician el cambio radical, no las hace el pueblo –los ciudadanos-, pues, no
tiene estructura ni composición psicológica –la suya es pequeñoburguesa- para el efecto, ni
siquiera el proletariado o su destacamento armado son depositarios de esa alta misión, sino la
vanguardia; el pueblo tumba gobiernos, derroca regímenes y crea la historia dentro de ellos,
pero no altera estructuras; esta labor le compete a los neoproletarios: a los subversivos, en
correspondencia con la necesidad histórica y a tono con su movimiento regular}. En verdad,
el pensamiento dialéctico histórico descubrió ante el mundo la verdadera esencia del último
modo de producción clasista: la plusvalía {la explotación: su estructura y mecanismos
internos de reproducción}, el Estado {la dominación: los procesos de calibración y
actualización de la estrategia homeostática}, la alienación {el control de las conciencias,
efecto estructural de la ideología hegemónica}, la función {“producir la base material del
mundo nuevo”} y el carácter relativo, histórico de la presencia de la forma burguesa de
realización humana, pero, sobre todo: le advirtió el Telos {“conocer y controlar, a y a la
naturaleza”}, además: le armó subjetivamente a la población con poderosos métodos de
entendimiento, de lucha y de diseño programático {no se olvide el éxito en todos los frentes
obtenido en la ex URSS hasta bien entrados los años 60 del siglo XX}. Brillantes Bolívar,
Martí, Zapata,…; infortunadamente, su pensamiento no alcanzó la profundidad, la
sistematicidad y la potencia {como sucede con todo pensador alternativo, que se halla fuera
del Materialismo Histórico}, que solamente prodigan los principios y el método de trabajo
científicos marxistas: la adversidad vino de la diferencia de momentos históricos, lugares y
condiciones. En verdad, todos los procesos que tienen ocurrencia hoy en el mundo en materia
de política transformadora, guardan conexión estrecha y devienen con y de la acción del
proletariado, con y de Octubre 17, con y del socialismo de Lenin-Stalin, con y del marxismo,
en su orden {el socialismo dejó de ser directamente en 1956, pero asume una contextura
diferente y más eficaz para sobrevivir en la medida en que se mimetizó: se desparramó en la
agenda reivindicativa de los “sujetos parciales” como mujeres, etnias, generaciones, derechos
humanos, ecologistas, demandas seccionales}: el socialismo vive en el seno del capitalismo,
sigue produciendo transformaciones espontáneas y políticas a espaldas de la conciencia, no
será visible ya {el mundo no es ni joven ni viejo}, puesto que hoy lo opaca el capitalismo y
cuando se produzca el desenlace, lo hará el comunismo. El socialismo existe en la “intuición”
de los pobres, que constituyen la mayoría de la población, y en la racionalidad de la
intelectualidad progresista, no necesariamente representado en y con todas las letras; el
capitalismo lo hace en el mercado, en la ciencia y en la técnica, y en sus agentes activos, que
vienen a ser la minoría, pues, la extrema centralización del capital {financiero, tecnológico}
sede en las áreas fundamentales para la reproducción de la vida de la población y se vuelve
competitivo, “bueno”, en su hora postrera. Ahora bien, debe empotrarse unas líneas más en
este lugar del texto sobre el hecho en tratamiento, debido a que el mismo tiene sustantiva
proyección en la conciencia, en la conducta política, filosófica, actuales. Apropiadamente se
tiene que separar aquella prospectiva que viene del pasado, que incluso hoy pervive como
aspiración, que es producto de la sola reflexión ético-filosófica, su fundamento responde a
principios y métodos todavía no desarrollados, simplemente descriptivos, que no logran
penetrar en la estructura fundamental del mundo: en su verdadera esencia, cuya mirada no
atalayó el presupuesto teleológico del género; de aquella objetiva, en la que ya se muestra en
todas sus líneas la conciencia científica madura, que faculta realizar pronósticos consistentes,
exentos de ingenuidad. Quizá no se advierta esta diferencia, que responde a condiciones
ontológicas, de desarrollo histórico, generacional, de momentos distintos. En ese sentido tiene
razón Marx sobre Bolívar: el objetivo mayúsculo que debe adornar al género, frente a la
simple aspiración de unidad y libertad como demandas de un momento histórico, que se
105

contrapone y bloquea al flujo de la historia, en tanto abstrae de la noción, la razón de ser de
las fuerzas productivas. La vieja aspiración que reeditan los vivos, presenta a las utopías de
los exponentes del pasado como propuestas visionarias, de seres “que se adelantaron a su
tiempo”; la estructura del mundo, que pensaron los grandes dirigentes de los siglos XVIII,
XIX y XX {liberales –Ilustración-, socialistas –sociedad igualitaria de trabajo- e incluso
comunistas –“… de cada quién según su capacidad…”} no condicen con las demandas del
siglo XXI en adelante. En realidad, el error garrafal inadvertido está en la conducta de
aquellos sectores de coetáneos, que declaran reivindicar los deseos del pasado sin beneficio de
inventario real, aparados en la muletilla justificatoria, de que se debe actuar con “rostro
propio” {sustitución de la injerencia externa –eurocéntrica- por la noción pretérita}, y éste
viene dado por los despojos arcaicos, de formas de vida que han sido bien catalogadas como
“museos vivientes”: el verdadero “efecto de ideología” de la “arqueología del saber”; en lugar
del anuncio conducente a proponer “propiedad intelectual”, lo pertinente es reclamar las
demandas de la época imbricadas a las aspiraciones que gesta la realización de la tarea del
pensamiento en la conformación de la idea, no sólo en su existencia, sino en su realización.
En una palabra, los “revolucionario” posmodernos no se aperciben, que tras de su certera
actuación se hallan operando precondiciones y los designios superiores de la historia al
unísono]). Mutatis mutandis, en los 40 años que vienen (en las economías centrales), pues, el
proceso conserva su curso regular, deben presentarse tres últimas “crisis” (dadas de forma
secuencial, lineal: la una lleva a la otra), tres ritmos cíclicos cortos finales de acumulación
(desacumulación) capitalista, en los que el ritmo turbulentamente decreciente, debe dar paso
al estancamiento y la “crisis” (éstas son “crisis” de cuasi sobreproducción, expresadas de
modo particular): “crisis” científico-técnica (la economía financiera supermonopólica que se
sostiene por el mecanismo de la “agregación de ‘valor’” en la esfera tecnocientífica, se
enfrenta a anomalías: se desencripta todo, se desclasifica el conocimiento, salta hecho añicos
toda censura de propiedad intelectual –el plagio; copiar, aprovechar y mejorar, transferencia y
adaptación tecnológica, son la norma-; el ser humano desarrolla su capacidad creativa);
“crisis” de realización del producto en sentido sweeziano: desproporcionalidad y
subconsumo (sobreoferta de productos frente al avance de la forma de economía popular
solidaria alternativa, que ha incidido regresivamente en la escala de ventas del aparato
económico convencional; se simplifican las necesidades); y, “crisis” de opciones de
inversión (se cierran diligencias y oportunidades: ya no es rentable invertir en ningún sector,
zona o necesidad: la automatización se ha tomado la “economía” y la forma de subsistencia
alternativa domina el planeta); en suma: “crisis general de valorización”, llamada de
“civilización” [La contradicción produce el desarrollo de los procesos, al conseguirlo,
inmediatamente entra en crisis; pero, el proceso debe saltar a un nuevo nivel; la derecha dice
al respecto: “los problemas deben ser vistos como oportunidades”. En el comunismo, la crisis
se ubica en el frente del desarrollo de la conciencia; cuando éste está por terminar, la crisis se
vuelve expresión de senilidad: senilidad de senilidades, y desaparece el proceso, pues, más
allá de la perfección sólo que el precipicio -Baudrillard]). Mas, la historia aquí no ha llegado a
su fin, precisamente por cuanto la historia capitalista ha llegado a su término, con el “ser
humano ´único´”, sobre sus posaderas. Ahora bien, el capitalismo (patriarcado y machismo
insertos) ha sido la etapa en la que la humanidad ha aprendido a esforzarse, a pensar y a
luchar: a subrayar en forma clara su rumbo, ha preparado la “mesa” en la que debe
alimentarse la nueva forma humana; esa forma humana secular –siempre la burguesa- hoy
sentencia que el “socialismo fracasó”, que el comunismo “es historia” –sic- y se resiste a dejar
del todo el teatro de los vivos; en dicho escenario, sólo empapadas en la sangre del
proletariado mundial, las banderas nacionales de la humanidad han podido transformarse
(parafraseando a Marx: Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850) en la bandera de la
revolución mundial, en la bandera roja imperceptiblemente triunfante; la proclama pertinente
es, por tanto: ¡El comunismo ha muerto! ¡Viva el comunismo!:
“Arriba los pobres del mundo.
En pie los esclavos sin pan.
Y gritemos todos unidos
¡Viva la Internacional!” (E. Pottier y P. Degeytier).
La realidad: es materia y movimiento eternos; ésta (la materia): no se crea ni se destruye, se
autodesarrolla -V. I. U. Lenin. ¿Por qué no se detiene el movimiento y se destruye la materia?
106

Condición absoluta de la materia, de la masa (Bosón de Higgs), es el movimiento (el Campo
de Higgs); si el movimiento cesara, la materia se autodestruiría, implosionaría, “aparecería” la
“nada”; pero no existe movimiento sin algo que se mueva, entonces: si la masa desapareciera,
cesaría el movimiento; el movimiento de la materia es eterno porque es cíclico:
ascenso/descenso, nuevo ascenso/nuevo descenso ad infinitum (F. Engels). Masa y
propiedades -su combinatoria-, es la factoría de leyes de la materia, de su desarrollo y
multiplicidad: inestabilidad, fluctuación en alto vacío; gran explosión; 4’ del Universo:
fijación de las 7 constantes cósmicas: velocidad de la luz, gravedad, campo eléctrico,
constante planckiana, masa del protón, del electrón y del neutrón; emergencia de la materia
orgánica y del ser humano (ardipithecus ramidus, homo sapiens sapiens, homo “divinus”)
–la psiqué-: validación de la optimidad del Universo (Sagan, Hawking, Penrose, F. Erazo); el
posthumano se torna manager del Cosmos. La realidad posee 5 dimensiones: X, Y, Z,
movimiento –desarrollo- y la conciencia; pensamiento y conciencia son su tope; y, la
“energía” es una de ellas –una propiedad, tan sólo; “¿energía cuántica?, ¡no!: ni cuántica ni
mecánica, sólo materia racional-, como el “tiempo” es únicamente la expresión nocional de
los procesos y el “espacio” –materia blanda- “su condición de existencia” –de la “materia
compacta” y de la totalidad (Lo que no dice o no entiende la Física Cuántica, es que la
aleatoriedad y la caoticidad intermitente subatómica provoca formas de orden y estabilidad
per se y en el nivel medial –orgánico- de la realidad. También en la ciencia hay mala ciencia
ficción: parte de las hipótesis de la Teoría de las Cuerdas -5 formulaciones y 11 dimensiones-
pertenecen a ésta última. El error axiomático de entrada, es que empiezan definiendo al orden
fundamental de la realidad, como compuesto por “cuerdas de energía” –y filosóficamente,
según la visión materialista, la noción “energía” y la dualidad materia/energía son posiciones
idealistas-, en lugar de decir: masa filamentosa, que se mueve. Luego asume que el “tiempo es
oro”, sin apercibirse, que el trabajo es oro, el movimiento de la masa humana
muscular/cerebral que produce bienes y servicios es oro, la vida que se gasta en producir es
oro, no el tiempo). “El desarrollo social se cumple en la necesidad objetiva” –N. B.
Biessonov-, presupuestas sus condiciones materiales. La categoría más general (absoluta)
“realidad” y la categoría particular: determinación novísima, “inteligencia”, en su estado de
concatenación y acción recíproca, permiten definir la ley de movimiento humano: la una (el
un aspecto) pone las condiciones de existencia de la persona y el “objeto” (móvil, en
desarrollo) para la ciencia; la otra, se realiza en esas condiciones (deja de ser potencia y se
vuelve acto) y la comprehende en la idea. Por tanto, la “ley general que preside el
movimiento humano” (desde el momento en que impera la razón: la coyuntura), que
dinamiza todo el evento es: “el enfrentamiento entre el carácter procesal del ´ser´, que se
abre al infinito y la conciencia, que se propone atrevidamente alcanzarlo” (el cerebro
derecho –el reptiliano, el límbico- tiene que trocarse en su contrario –cerebro izquierdo, pues,
la “lateralización” cerebral en adelante es perniciosa- cerrar la “indeterminación” y allí
quedarse, hasta el final de su viaje por el capac ñan al Nuevo Mundo, a la Patria Grande, la
CELAC: racionalización de las elites de América Hispana, de América Lusitana, del Caribe,
éstas –y el planeta- están, quedan en buenas manos).
“Yo nací en el Ecuador, ésta es mi tierra linda.
Hoy te canto esta canción, Ecuador de mi corazón.
Con montes y con ríos, muchas frutas y árboles tan verdes...” (Aventureros).
Todos deberían conocer Quito: la Ciudad de Quilla, barroca, de Cantuña, del Barrio Obrero,
de Atucucho, de La Lucha de los Pobres (Ecuador: sitio en el que la idea existe –de una vez y
para siempre); “Quitopolis”: la Ciudad de los Quitus, de los Caras, de los Shyris; Quitu-Cara:
“Sol recto, tiempo derecho” –Quitu-Pactá: el ombligo del mundo-, Ciudad “cuna” del último
“Señor” del Tahuantinsuyo (Reino de Quito): Atahualpa/Orominabi -Isamina- (Cóndor
Curaca, Hijo del Inti: ¡“el Inca es ´Ra´ en la Tierra”!); Ciudad descubridora del Río de las
Amazonas; Ciudad Luz de América: magnífico “cascarón”, exoesqueleto soporte de las
actividades de la inteligencia colectiva; “asiento de la superestructura y centro de la ´lucha de
clases´” (F. Engels) -“La libertad de América se selló en Pichincha” (dixit Mariscal A. J. de
Sucre)-; Ciudad patrimonio histórico-espiritual de la humanidad (la UNESCO), de la
“Primera Constituyente” hemisférica: “ciudadanía mundial”, “Derechos sociales”, de la
naturaleza, interpenetración del capital y del trabajo en la misma persona del
107

neoemprendedor, economía popular solidaria (“de proletarios a propietarios” -sic); desde la
cima del Panecillo divisar el horizonte (la conjunción el 21 de diciembre del 2012 de Tierra,
sol y agujero negro): la hermandad espiritual de Toa (A. C. L.) y la Quilago (María
Encarnación), de Manuelita Sáenz (Blanca Rosa): nuevo amanecer en el Antisuyo, en el
Chichaysuyo, en el Contisuyo y en el Collasuyo, en el Tawa Inti Suyo: “cuando se piense en el
sistema funcionando, todo parecerá claro” (“… al haber engrandecido a la Ciudad, les he
engrandecido a ustedes” –Pericles: Oración fúnebre). Transparentada la conciencia personal
–conciencia: no es aprendizaje, sino movimiento de ese aprehendido- en el plano filosófico
(“más vale solo, que…” acompañar mal; hasta allí llega el pensamiento “propio” de una
“unidad de inteligencia”, pues, “¡nadie puede abrogarse los méritos de todo el pueblo: el
trabajo tesonero, que hace girar la rueda de la historia con su infinito poder de transformación,
de esa legión de héroes anónimos, que constituyen el pueblo!” –Fidel Castro R.), el objeto de
estas anotaciones consiste en poner en evidencia, por enésima vez, las bondades teóricas y
revolucionarias de la ideología científica del proletariado: el Marxismo-Leninismo
(Marx/Engels siguen vivos: todo marxista es un clon suyo) y acercar estas ideas (“un punto de
vista futuro sobre el presente” –A. Zhdánov) a la población. “Inolvidable año 2011”: se creó
la CELAC y el yugo de la declaratoria de la Doctrina Monroe “América para los americanos
…[para el imperialismo yanqui]…” empieza por desactivarse (¡Viva Chávez! ¡Viva
TeleSUR! ¡Viva Venezuela! ¡“Cónchale, vale”!):
“Buen día América, América, América, América del Sur” (F. Cabral).
De modo especial a América luso-hispana, caribeña: “…Cuando Dios hizo el Edén, pensó en
América…”: en América indígena, negra, mestiza; este magnífico subcontinente de México a
la Patagonia, es tierra de voluntad; constituye una sola comunidad: de idioma, de vida en
común, de psicología, de historia, que tiene un solo enemigo: el capital (dixit E. Che Guevara
–en la ONU) y, hoy por hoy: colectividad de conciencia, de lucha, de destino. Estos Lares: es
verdad, que han sido también cuna de los Batista, de los Strossner, de los Somoza, de los
Pinochet…, y Cía. (incómodamente vecinos del Tío SAM): lo cual es doloroso reconocerlo;
mas, es una región de trabajo y sensatez: no se conoce aquí, de guerras genocidas, de saqueos
a otros colectivos humanos; en estas tierras no existen reyezuelos: regímenes monárquicos
ultramontanos de pacotilla. Es un subcontinente valiente, rebelde y, en la actualidad:
Suramérica “… se encuentra a la vanguardia de la resistencia al modelo de política económica
neoconcurrencial, al dominio global de las multilaterales y del sistema capitalista en conjunto;
se halla en la primera línea de la oposición y lucha por el derrumbe de la hegemonía global…
a la vez es en América Latina donde están emergiendo los orígenes de las alternativas
posibles…” para la humanidad (dixit: W. Robinson).
Extroversión, de las simples tribulaciones inscritas en la significación de la efímera vida
de sencillos hijos del bien amado pueblo: cuanto dolor y cuanta valentía, sentido y
desbordada por ellos (en la “Edad de la ira”; Guayasamín): ¡shulay?, ¡shulay?...
(“...viviendo no mas molesto, muriendo se ha de acabar...”). Esta tristeza –plasmada en
la Bocina de R. Ingaveles- y el siglo perdido (de dolor, de explotación, de extravío de la
vida aun a tiernas edades: las “pirañas limeñas” –la cooperación para agredir, despojar y
sobrevivir, para financiar la satisfacción de falsas necesidades creadas artificiosamente
por el capitalismo) para el gran pueblo latinoamericano no van a volver a repetirse (dixit
coronel Hugo Chávez); en Venezuela, por ejemplo (en la Bolivia de Evo; en la
posibilidad en Ecuador con Correa -¡quizá!; en la Nicaragua de Ortega; en el Uruguay
de Tabaré; en Paraguay de Lugo: Echeandía: “el cambio de América Latina ya es
irreversible”), este pueblo tiene muy altos niveles de conciencia (“…ni modo
…[gringos]…: ahuecando el ala… [¡go home!]… ¡sáquense?...), es digno del ensayista
revolucionario niño de América: José Carlos Mariátegui, ha perdido parte de sus cadenas,
le queda arremeter contra los eslabones restantes. Al fin y al cabo: los jóvenes rebeldes,
resueltos, hechos del mejor acero revolucionario del 77 (de la patria del gran José de San
Martín,…”; de N. Kirchner: “el presidente que se pareció a su pueblo”), viven en las
Madres de la Plaza de Mayo, en esa mujer inmensa, argentina (de crines plateados): la
grandmother Hebe de Bonafini; y, Túpac Catarí se encarna en el temple indómito de
Felipe Quishpe Huanca: el camarada Mallku: “la avidez por entregar el poder al
pueblo”:
108

"... es un ansia cercada, …[tenaz]…, prisionera,
¡por los ...[puños]... buscando la salida!".
Ahora bien, la “artesanía científica” tiene tres razones de ser: 1) dar soporte a la
competitividad, 2) ser la base de factibilidad de la estrategia revolucionaria o, 3) mejorar la
conciencia sobre el mundo (es obvio, que a esta última determinación todavía no ha llegado la
humanidad; la misma, más bien, es virulentamente cuestionada por el marxismo radical). La
historia, en sentido esencial, inicia en Abya Yala (¡Ah! España..., España..., España... -tus
preciosas Zarzuelas-: tierra visitada, influida por los magníficos Moros, tierra de Gitanos, de
castañuelas, de Granada: “…tierra ensangrentada por tardes de toros”. ¿Qué se te dirá?:
¡Madre amarga! Paciencia; no queda más. Un remanso en el pensamiento; Tárrega:
Recuerdos de Alahambra): consiste en proyectarse hacia la gnosis total y el sujeto es la
posthumanidad; en un momento dado, con la “palanqueta bajo el brazo”: saber, ciencia,
método científico han perdido realidad y la idea deja de ser “objeto de sí´”, por voluntad de su
portador: las máximas propiedades, que ha desplegado la materia: omnisapiencia,
omnipotencia, omnipresencia, la inmortalidad: ¡fastidian!; la “solución” es la muerte: con ella
acaba todo –incluido su propio temor- también para el ser humano; éste es como el resto de
sus similares orgánicos superiores de menor escala evolutiva (el mono, el simio, el
chimpancé, el póngido), aunque esté obligado a generar históricamente la conciencia y a
avanzar al nivel de la providencialidad, pues, dispone de estructuras en el cerebro
(información genética en las células madre productoras de neuronas de la asociación), que
permiten la captación del entorno en vínculo con el auto movimiento del sujeto (la
experiencia) para la satisfacción de sus necesidades (sin embargo, hoy -2012- el ser humano
todavía es frágil –una guerra, una anomalía en la operación de las leyes cósmicas, una
epidemia, etc., puede liquidarlo-, pero un día llegará a ser poderoso). Ahora bien, cuando se ha
dado todo lo de sí y a continuación no hay nada más que avizorar, con derecho se articula la
palabra postrera, la última unidad de conciencia cierra la puerta tras suyo una vez plasmada la
optimidad de la especie y entregada la “llave de la obra”: la recreación ideal del movimiento
progresivo material, dispuesto en sentido inverso del curso dado (A. Leontiev) [Un
razonamiento simple hace notar, que solamente para el ser humano existe la “nada”. Con el
sueño, se inhiben los sensores, se desconecta el cerebro del mundo, se pierde temporalmente
la conciencia. Al dormir, por lo menos se sueña {se sigue “vivo”}: la mente se representa en
su interior autónomamente el mundo. Cuando se ha muerto, es sensato suponerlo: no es que
los sensores se han desactivado, sino que el centro de la significación se ha apagado definitiva
y permanentemente; decesa el cerebro y no queda nada al frente: ni resurrección ni
reencarnación ni inmortalidad de “alma” alguna {inmortalidad es detención del movimiento
regresivo; fijar el funcionamiento equilibrado en determinado punto de la vida; anulación del
cambio, sea de desarrollo o de degeneración; supresión de la perennidad del ciclo muerte y
nacimiento}. Es necesario claridad de “espíritu”, valentía y franqueza para aceptar, primero la
negación individual, luego la genérica]. En materia del periplo espiritual del “ser genérico”,
éste se devuelve de la racionalidad a la intuición; retorno, tan sólo por un instante al principio
afectivo de la reseña artística (como para echar una última mirada: para constatar, para no
olvidar, para los plácemes y el abrazo). El desafío para la humanidad: su ensimismedad, ha
sido extremo (los retos que pone el Universo a la praxis son épicos; pero es la inteligencia –el
primordium orgánico-racional-, la voluntad solipsista: la determinación del ser humano, las
que le llevan a la cima, a no capitular); mas ésta, conociéndola como se la conoce: no se
hubiese perdido por nada del mundo el asumirlo; si se llegó a la meta un día fresco,
semisoleado, bajo un manto cúmulo-nimbo de nubes, de briza sonora retocada por las poéticas
notas de la Serenata del gran F. Schubert: valió el esfuerzo.
“Al decirte adiós, yo me despido,
con el alma –alma-, con la vida –vida-,
con el corazón entristecido…” (Sanjuanito ecuatoriano).
Pero: ¡no será para siempre!, pues, se permanecerá en vuestra memoria –y Ud.: la tiene
buena-: “el olvido, es la verdadera muerte”; sin embargo: ¿habrán otros seres, que recuerden
a la humanidad?
Listo, terminado, archivado.
109

CIERRE.
-¡Cómo quedó eso!-. -¡Bien!-.
-¡Cómo!-. -¡Muy bien!-.
Hasta entonces, dónde quiera que se encuentre de ese lado del receptor, en este
drama que está en pleno desarrollo. Disponga Ud. de las cámaras, señor Director
(dixit Sr. Dr. Walter Martínez -TeleSUR).
1.- La reflexión avanzada, se empotra en el sistema de preocupaciones heurísticas, que al
momento proceden: cavilación filosófica, cosmológica, histórica y lógica; filosófica:
escrutar el sentido de la realidad en su totalidad; cosmológica: propender inteligir la
composición y funcionamiento del Universo; histórica: el proceso humano ubicarlo en ese
contexto y asumir que por efímero y diminuto que parezca, es el zumum del proceso
material; lógica: el producto de la operación de la forma más acabada, última y necesaria
del proceso de la existencia: la humana, que motivada por la determinación de la “lucha
por la vida”, en las condiciones del entorno dado, produce la más grande proeza de lo
“existente”: sensiblemente la idea (aunque no necesariamente su dominio, dado que sobre
lo que se conoce se puede hacer lo que se quiera); pero el proceso rector de la formulación,
es el que aparece en la última etapa y en el producto que crea ese movimiento, esto es, el
histórico-lógico y la conciencia total. Por tanto, acto supremo de la naturaleza: crear el
cromosoma, antesala del neocórtex; cuando un ser antropomorfo empieza a producir: a
trabajar –nexo: ser humano-naturaleza- en colectivo (fabricar instrumentos, reutilizarlos y
mejorarlos) –ingesta de proteína animal: eslabón cumbre de la cadena alimentaria,
proceder omnívoro-, induce la formación del último eslabón evolutivo: fundamento
genético, que admite añadir (y lo fija -herencia) la información en la unidad germinativa
(cigoto), generatriz de las neuronas “mesológicas”: aquellas células altamente organizadas,
especializadas, que permiten asociar, pensar, generar históricamente la conciencia (materia
altamente organizada y especializada en movimiento); el alelo portador de instrucciones
(memoria genética) conducentes a formar el “espíritu” (memoria adquirida: reserva
cognitiva), deviene determinación abstracta de la especie: inteligencia, propiedad genérica,
prorrateada en cada cabeza humana; la conexión en interfaz cerebros-IA, hará de la
inteligencia: nueva y superior forma de unicidad material (conjunción orgánico-perceptiva,
del tamaño del Universo), en cuanto base de una sola conciencia (la gnosis universal); con
el desarrollo evolutivo hacia el neocórtex se produce la más alta, exclusiva y final
propiedad de la materia; con ella queda fijada la razón de ser, de la existencia humana
(¿para qué se halla participando del proceso natural la forma humana de la materia?):
reflejar la realidad en la mente, decirle qué es y darle sentido a todo el proceso material
(materia vuelta idea: la carne enverbalizada), con lo cual el Universo se dota de su regente
racional (en el movimiento progresivo de la contradicción, la cuasi indeterminación
heisenbergiana, ha sido sometida [La locura {cierto tipo de} es cuestionamiento a la
racionalidad vigente {a las creencias} de un momento; la locura científica de hoy, con
seguridad será la racionalidad del mañana –dixit Pablo Cuvi]). La primera gran revolución
(salto) que se produce en la naturaleza para dar origen al proceso histórico, es la
emergencia del homo sapiens; la segunda significativa transformación cualitativa al
interior del proceso histórico, en la que ya participa la voluntad, lo es el “cambio de
estado” de capitalismo a comunismo y la formación del homo divinus, cuyo despliegue
separa al “ser humano” de la naturaleza, pasando a ser –este ser- un ser diferente, pero
componente siempre la materia misma. Esta construcción especulativa teleológica a priori,
deriva en una conclusión lógica siniestra: que la materia se ha “autoprogramado” de modo
inconsciente para llegar a la representación ideal de sí, con la conciencia humana o
sirviéndose de ella, en tanto productora de su sucedáneo: de la inteligencia artificial, a
partir de un eventual parricidio del robot (en la Biblia el mundo empieza su operación con
la creación del ser humano el sexto día; en la historia el ser humano, en cambio, termina su
proeza creativa innovadora con la producción del robot sapiens al final de la era
capitalista; Luzbel: el robot sapiens ¿se revelará contra el homo sapiens sapiens –“la
creación mata al creador”- convirtiéndose en Lucifer -creando el polo contradictorio que
estructure la nueva antinomia, motor que nueva la historia, cuando la contradicción social
haya sido superada-? o ¿se integrará en su seno dando lugar al posthumano?; esta última es
110

la suposición más plausible); por tanto, no es el “humanismo” per ser, la noción en la que
se cumple el objetivo de la existencia: el ser humano como centro de todo, camino del
logro hedonista de la felicidad, sino en la tesis respecto del fin que el ser humano debe
cumplir, para lo cual la completa realidad se convierte en medio (relación medio-fin),
incluida la vida humana misma (“Soy ´feliz´ hoy [encuentro “satisfacción”, convengo con
lo hecho] en los productos del trabajo realizado”; “soy ´feliz´ hoy, porque pienso en el
futuro: en lo que puedo conseguir o en lo que hará la humanidad”). La teoría detrás de la
proyección absoluta de la vida de la humanidad, es la de la inteligencia: del progreso de las
fuerzas productivas y de su expresión como desarrollo de la conciencia (“modo de
producción del conocimiento”); la hipótesis es, que la realización plena del ser humano se
produce al llegar éste al “saber total”, lo cual requiere de la realización ascensional
permanente del sistema: contradicción necesidades-entorno (el proceso crea conocimiento
y a la vez interrogantes en un estado siempre en expansión, cuya evidencia empíricofáctica
es el desarrollo científicotécnico), que hace que la mente abarque el mundo,
desarrollando el saber, la conciencia. El sujeto es siempre la humanidad y la figuración de
su proceso: la concepción científica del desarrollo humano: 1ra. naturaleza (proto
humanidad), 2da. Nat. (racionalidad), 3ra. N. (“divinidad”); la concepción científica del
desarrollo no es más, que la expresión teóricamente consecuente del movimiento
progresivo de la propia historia; y, la posición humana objetiva, sensata, en cambio, es
adherirse a ese proceso con conciencia, en actitud de contribución optimizadora de su
despliegue, mientras se interviene en él, apartando las telarañas clasistas en un momento
dado: la dominación, la explotación, la guerra, el imperio de la mitología religiosa en el
pensamiento. ¿Qué demuestra tanto libro de ciencia? El ser humano ha invertido la vida en
la formulación del concepto del mundo (un sector, en la búsqueda de erradicar las
disparidades, y otro en bloquear a los dos: “porque no existe progreso en la historia del
conocimiento sino una sublime y continua recapitulación”; esta idea sobre la conciencia,
tiene un correlato reaccionario exacto sobre su ontología: “no existe creación de vida, sino
tan sólo su preservación”); y, la existencia continúa, pues, quedan preguntas: cómo debe
entenderse la materia en tanto existe, en su condición eterna y en su dimensión, el concepto
de propiedad, por qué la polaridad, por ejemplo, son abstracciones, que tienen más allá de
sí su concepto, en los componentes materiales que las constituyen y que son elementos
para la formulación de su conocimiento (“… en la sabiduría reside el dolor…; … mientras
más agranda el ser humano su saber, en igual modo agranda su dolor” -Eclesiastés).
Ahora bien, ¡que no se diga, que no se advirtió!: no hay futuro para la nueva generación
humana (primera al “clarear” el siglo XXI), tanto si continua la crisis económica
(desempleo, ingresos por debajo del valor de la canasta básica) como si se la supera con el
estilo hedonista de “desarrollo” del “buen vivir”: sólo con la superación de la crisis, con el
cambio de frente “social” y –sobre todo- con la modificación radical en la noción sobre el
objetivo de la vida (del sensualismo a la racionalidad: para que el ser humano supere el
fatalismo debe coronar la empresa histórica con la producción del saber absoluto; luego:
“no habrá desarrollo, sino preservación del conocimiento”), la juventud y la humanidad
tienen futuro: con el triunfo de la conciencia sobre el “ser”, con el conocimiento de éste,
las oscilaciones presentes en el movimiento contradictorio entre conciencia y materia,
también cesan: amargo preludio paradójicamente triunfal, que anuncia que el período
mayor: el metaciclo universal (Universo viable y óptimo en curso), está por concluir;
esta inquietud puede parecer exagerada, extrema y sin sentido (incomprendida) por la
percepción actual (típicamente posmoderna), pero la misma es vital para una mente
racional, madura, prospectiva, que considera que la vida no es una sandez.
2.- Si el despliegue de la inteligencia conduce al saber absoluto (la “diosa naturaleza”, en
efecto, creó a su hijo omnipotente –la humanidad- y éste debe alzarse por sí mismo
hacia su forma “providencial”; el complejo de inferioridad -el trauma- se derrite y al
oído del posthumano: el “´ilota´ coronado” –una sola conciencia: conexión en interfaz de
los cerebros- se le repite insistentemente en el trayecto: “recuerda que eres ´divino´,
recuerda que eres ´divino´, recuerda que…”), la estructura burguesa de sustentabilidad
genérica en la que se produce la mayor proporción del desarrollo material y espiritual
(conocimiento positivista) del género conducente a dicho status (forma en cuyo interior se
detraen el trabajo como propiedad esencial –tanto como la gestión social de éste, mediante
su división estamental- y la grandeza de la mano en cuanto máximo instrumento natural),
111

es una fase necesaria en la historia (las inevitables crisis capitalistas, cada vez más graves,
constituyen el supuesto del progreso de las fuerzas productivas –de la ciencia y de la
técnica-; la más reciente crisis ha sido la del capital monopólico financiero y su expresión
renovadora material se enuncia en la electrónica, la biogenética, la gestión estratégica, la
conquista espacial, la robótica –automatización-, la IA, en la unificación humana: unicidad,
globalización); es función suya (telos): poner los cimientos materiales del régimen de
democovivencia (fuerzas productivas humanas y relaciones sociales se han anulado en
conjunto); el proceso –por su parte- debe coincidir con el “consumo de todo el
combustible” a su haber (las potencias que caben dentro de sí). El capitalismo es la etapa
histórica crucial para la humanidad, como la juventud lo es para la vida individual: si se
rebaza ese momento de “locura” con éxito maximizándose su rol, el futuro está
garantizado, puesto que allí se crea el producto necesario para financiar el resto de la
existencia [La “globocolonización” –F. Beto- es globalización –capitalista-: forma espacial
necesaria de organización humana, incluso básica para fines utópicos neorevolucionarios o
reformistas. La base de la formación de ciudadanos – “política”- es la “construcción” de
los sujetos –ideología- como consumidores –economía-: no se puede evadir esa etapa,
pues, la misma es presupuesto para que se implante el estadio que supera al precedente {el
ser humano materializa su querer, se expresa materialmente –las fuerzas productivas-; y,
ese estado de cosificación, de alienación –e incluso de enajenación- es el fundamento del
proceso ininterrumpido de reificación: movimiento progresivo, acumulativo, ascensional
en espiral, de ontologización de la inteligencia, que cumple su rol histórico; la necedad
estriba, en la propensión conservada que tiende a situar el proceso del mundo siempre en
ese estadio: progreso y tormento a la vez}. Los impugnadores radicales del sistema
{“sociedad consumista, egoísta”}, cuya posición carece de “beneficio de inventario”,
abstrae el hecho de que si no fuera por el “consumismo” {“consumo luego existo” -sic}, el
mundo estaría paralizado]. Se avanza, en consecuencia, a la conclusión, de que el fase
burguesa de la existencia no puede ser vituperada ni descartada en cualquier momento,
sino solamente cuando ya ha cumplido su papel o una vez que el grado de racionalidad
alcanzado por la humanidad (el cual también depende del nivel de desarrollo logrado por
las fuerzas productivas) la pone en condiciones de pasar a cumplir o a completar esa obra,
en forma lógica, planeada para inhibir el carácter antrópico y de afectación social
constitutivos del proceso de reproducción del capital (condición efectivamente hoy dada
por la actuación del proletariado). En consecuencia, si la voluntad no interviene
oportunamente en el sentido expuesto con conciencia prometeica (correlación negativa
entre ser –necesidad histórica-, pensar –percepción de las tareas en coherencia- y telos –
“visión de futuro”), lo hará la historia: el proceso de desarrollo científico-técnico habrá de
asumir carácter autónomo (tendencia autosustentable del progreso de las fuerzas
productivas, el cual pasará a dirigir coercitivamente la vida –la “dictadura de la realidad”).
En verdad, la realidad enseña inexorablemente, que es el producto de la inteligencia
ontologizada: las fuerzas productivas, el aspecto real hacedor y transformador de la
historia; que la conciencia, mediada por la voluntad y objetualizada en las decisiones, en la
praxis (revolucionaria), solamente apoya el movimiento de realización de la necesidad
histórica, en la medida en que urge el desarrollo de las condiciones materiales y desata el
carácter autodestructor del capital. Si bien la voluntad racionalizada hace el intento de
modelar la realidad (el sector minoritario y beneficiario del status, procede en sentido
conservador; mientras que el mayoritario y perjudicado, lo hace en proyección
renovadora), pero no es ésta la que cambia la historia o la fija, o, dicho de otro modo, la
conciencia se impone programáticamente sobre los hechos, cuando se pone a tono con la
necesidad histórica y procede a consolidarla de modo óptimo, eficiente; esta determinación
es el desarrollo material (nuevamente: materialización de la inteligencia, frente a la
perurgencia que imponen las necesidades al cuerpo; requerimientos materiales y
espirituales, que constantemente cambian y provocan el desarrollo del mundo; la mecánica
es la competencia, la cual provoca innovación permanente y desarrollo habitual de las
fuerzas productivas, hecho que en Economía Política marxista se categoriza como
incremento constante de la composición orgánica del capital, descenso de las ganancias,
desarrollo científico-técnico regular, automatización, y destrucción del capital y del
trabajo).
112

3.- La conciencia: existencia colectiva real o presupuesta, siempre en estado de vigilia,
enlazada con el pasado y con la inferencia del futuro, es la forma dada de efectividad
(viabilidad y optimidad) del “ser” (la conciencia de su “otro de sí”: la proletaria). La
conciencia proviene de la praxis histórica, intrínsecamente contradictoria del conjunto del
“ser social”, en curso hacia la totalidad gnóstica. Ella tiene onto y filogénicamente, razones
necesarias de objetividad: 1) presencia de células cerebrales asiento de la memoria
adquirida (interneuronas –Philippe Panchout: El funcionamiento cerebral-, que también
posee la phila de los animales superiores) y neuronas de la asociación (nuevo córtex:
propiedad de la inteligencia, exclusiva del orden sapiens), 2) las necesidades (superación
de la antinomia de clase) y su ascenso (de la sobrevivencia a la política, y de ésta hacia
Sophia), y 3) el contexto, en el que se ubican los recursos –y las restricciones-, que hacen
realidad –son su único y real móvil: necesidades y restricciones- el objeto de los actos de
pensar y de transformar. La formulación de la idea (sobre la contradicción), que se opone a
la que sostiene lo vigente, es ya su negación; el ejercicio de la vida con el nuevo paradigma
(“socialismo real”), aunque haya perdido corporeidad (traición, implosión, inviabilidad), ha
diezmado la materialidad de lo vernáculo; resabios y rezagos de lo nuevo, objetualizan su
existencia y abstraen la realidad, que todavía se percibe. El curso que abren los hechos es
intermedio (si la forma social del género se ocupa de forjar la base material, la socialista lo
está haciendo con el presupuesto espiritual del mundo nuevo). Strictu sensu, vía
contrahecha occidental socialdemócrata por la que transita la humanidad (ruta de
transformación abierta por la acción política del “sujeto histórico del cambio”: el
proletariado, y heredada al género, y por la cual este último debe seguir para completar
dicha misión; “ruta en apogeo porque se corresponde a la época histórica”); este rumbo
queda establecido en las zonas sociales más importantes del planeta cuando tempranamente
en 1956 la ex Unión Soviética ingresa en la determinación, la que luego se extenderá a las
“democracias socialistas” integrantes del, en aquel momento Bloque y la tendencia
homogeneizadora culminará en 1989, en que la entonces URSS retira su careta socialista y
se integra de modo subordinado en la cadena capitalista imperialista y en la NATO; China,
por su parte, inicia el proceso de occidentalización por cuenta propia con Mao en la década
de los 60 del siglo pasado, “cambio de timón” consolidado definitivamente con el
pensamiento renovador y aperturista de Den Xiaoping. En consecuencia, la derivación
hipotética anotada, compromete la perspectiva en torno del “ser” (cosmovisión) y también
la modalidad del actuar (política), imperantes. La transición: arribo al concreto del proceso
de automatización y la acción política subversiva/intelectual/ciudadana, cierra la larga
etapa clasista de la humanidad. En la historia, superada la antinomia de clase: propiedad
privada del capital, división del trabajo, el trabajo en general, la explotación y la
dominación (en la reiteración: por el fenómeno de concretización del proceso de desarrollo
de las fuerzas productivas –conciencia colectiva objetualizada- generador/renovador de
civilizaciones y por la propia acción política de la voluntad progresiva), se perfila, en el
seno de la humanidad, una nueva: la contraposición cuasi aporética entre hedonismo
(humanista abstracto, ecologista, mitológico-religioso calvinista-luterano) y racionalidad;
contradicción definitoria; reto universal inmenso, titánico, heroico para la voluntad, en
curso de la formulación del “relato total”; “la vida consiste en ese viaje” (Homero/Odiseo), al
que sólo podrán animar las notas de la apoteósica sonata para piano Appassionata (“música
de todos los tiempos”), segundo movimiento: Andante con Moto, episodio fuerte: el
instrumento ¡suena!, ¡suena!: ¡vuelve a sonar!, pero, más bien: ¡golpea intermitente,
insistente, reiteradamente! y produce cadencias hermosísimas llenas de brío, de
compromiso y de belleza acústica beethoveniana racional indescriptible.
4.- El ser humano posmoderno (“¿… por qué vivimos como animales en el árbol… [en los
rascacielos, en los centros comerciales, en las playas, en la Bolsa de Londres]… cuál es la
diferencia? –afirmación de Miriam, en el film Masada): ¿en los clubes sociales, en la cama
(en la homosexualidad), en la gastronomía, en la planeación de la guerra, en la mitología
religiosa, en los “pequeños relatos”? (Simplemente dedicarse a ser feliz aprovechando el
entorno con el que se ha encontrado; cumplir una función que sostiene y mejora ese
entorno, para que otros sean felices; reproducirse, cuidar a la prole; y, una vez cumplido el
ciclo, pasar al estado “inerte” de la materia, en medio de unos cuantos pesares). ¡De ningún
modo! El ser humano realiza la más grande proeza (para eso está): abdicar a las bagatelas
hedonistas (monumental salto dialéctico: suprimir el primado del cerebro derecho), que le
113

acompañaron en sus etapas infanto-juveniles (hasta el capitalismo), sensoriales de
existencia (esfera hormonal, imposible de renunciar para un ser terreno) y alcanzar el más
alto honor, que justifica su existencia con creces: realización completa de la inteligencia,
en la elaboración del producto-representación objetiva total de la realidad, de la que fue
–tanto la vida orgánica y especialmente el ser humano- por un segundo, sólo un punto: un
momento consciente. Naturaleza, sociedad y pensamiento (“cerebro”): tres aspectos
constitutivos de la realidad; Universo: impresionante infinitud, presupuesto de acción de la
finitud: el ser humano, historia: proceso de generación de la idea y de producción del
mecanismo que anula la indeterminación y regula el movimiento material, y, cerebro como
órgano asiento de la conciencia: memoria (neuronas intermedias) y pensamiento (neuronas
de la asociación); tres aspectos integrados de modo coherente: el Universo crea las
condiciones para que la historia use el neocórtex (inteligencia) en la producción de la
representación y de management [Los ejemplos son A. Smith y J. Nash, no se diga Marx y
toda esa inmensa pléyade de pensadores, estrategas, revolucionarios y pragmáticos
marxistas. Entre Nash {“teoría de los juegos”} y Smith {la “mano invisible”} razón tiene
Smith, pues, su dogma se basa en los hechos, en la apariencia, pero en la realidad, en todo
caso; contrario a Nash {matemático Premio Nobel en Economía}, que pretende usar un
artificio subjetivista para otorgar sustento a la decisión en escenarios complejos
multifactoriales {definición de políticas en anarquía}; ahora bien, si praxis de política
económica sustentada en la creencia en la “mano invisible” ha llevado al monopolio, la
“teoría de los juegos” a conducido a agudizar la crisis: a hacer más eficiente el monopolio].
El punto más alto del desarrollo (civilizatorio) de las fuerzas productivas se establece y
concluye en y con el capitalismo, precisamente con la robótica inteligente
(sobreacumulación de capital); cerrado el sistema, toma la posta el perfeccionamiento de
las “potencias fértiles” espirituales, el cual llega a término con la formulación del concepto
total del mundo (tres pilares cognitivos: metacontradicción entre pensar y ser
–metaprincipio: inmanencia [inteligencia]/trascendencia [necesidad/entorno]-;
megacategoría: ontopraxeologoteleología -dialéctica natural: Materialismo Dialéctico,
dialéctica de la praxis (categoría praxis: enfocada de modo materialista, es decir, estructura
compleja de prácticas humanas, cuyo eje es la práctica productiva material): Materialismo
Histórico, dialéctica de la conciencia: Lógica Dialéctica y dialéctica de la finalidad [axiodeontología]:
Dialéctica Total-; y, metaley: aproximación/alejamiento e igualación
creciente entre movimiento de la realidad y el de la conciencia –luego la mente se adelanta
a los hechos y pasa a modelar –gobernar- el mundo: proyectación). La gran ley, por otra
parte, que gobierna la coyuntura es: mientras en la historia no estén dadas las condiciones
para el traspaso de unas manos a otras de la misión de continuar el desarrollo de las fuerzas
productivas en otro marco de relaciones “sociales” (esa es la inflexión fundamental), el
capitalismo no puede decesar y la nueva forma humana: instalarse (paradójicamente, la
principal propensión opuesta, no proviene del capitalismo, sino del hedonismo de los
movimientos antisistema); dicho de otro modo: la verdadera ley (marxista) de la mudanza
histórica es la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” en su consideración material:
incremento progresivo de la composición orgánica del capital, pues, la competencia lleva a
éste coercitivamente a desarrollar de modo permanente el “departamento II”
(automatización: proceso al que concurre la acción, tanto del capital –inconsciencia
técnico-política- como la del trabajo –racionalidad político-técnica-: las dos clases trabajan
antitéticamente para la historia), que suprime la propiedad privada de los medios de
producción y la división del trabajo (del valor de uso: trabajo en general, del valor de
cambio: trabajo productivo, en pro del “valor” de usufructo: producción maquinizada, y de
la gestión por manos humanas), la cual hace que cualquier intento unilateral de la voluntad
revolucionaria (“dínamo alterno”, que refuerza el efecto de la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia) arroje resultados parciales proclives a la restauración,
puesto que el mismo no puede superar de modo terminante la modalidad cíclica de
sustentabilidad capitalista (… crisis, destrucción de fuerzas productivas e inicio de una
nueva onda corta de acumulación): la ex URSS, el Campo Socialista, China (Nicaragua,
Chile de Allende) y hoy Cuba. Así como antes el ser humano se proveía directamente de la
naturaleza, a futuro lo hace de las máquinas; el trabajo pasado no genera valor, el modo de
“producción” ha cambiado:
114

… justo en el momento en que acaba de demostrar que la tasa de ganancia tiende a
igualarse para todos los sectores con independencia de lo intensivos que sean en mano de
obra y todo hace pensar que la fuente del plusvalor ya no es el trabajo y que, por
consiguiente, la teoría del valor deja de cumplirse, lo que concluye Marx es que, si esto
fuera así (y lo inquietante es que acaba de demostrar que es así), “desaparecería todo
fundamento racional para la economía política”( Santiago Alba Rico; Prólogo del libro:
El orden de El Capital. Por qué seguir leyendo a Marx).
5.- Yin y Yang: realidad atascada, trabada en sí misma; Hinduismo: la reencarnación (doctrina
de la dualidad cuerpo-alma, de la “evolución espiritual”, de la “transmigración”, de la
realización inmanente de la Entidad); Quinto Pachakuti: cambio de época; Cristianismo
–el monoteísmo en general-: el Salvador viene a redimir y a castigar (el Paraíso Celestial,
resurrección); se acerca un asteroide que destruirá la Tierra. En frente de la doxa (la
modernidad –la juventud y la mujer; la vitrina y los precios bajos de las mercancías- es la
“artillería pesada que… [espontáneamente]… derriba la muralla” del integrismo
musulmán)-: 1) de Chardin: la ciencia y la técnica es el camino que conduce al ser humano
hacia Dios; 2) Sagan: el ser humano es materia estelar, que tomó en sus manos su destino;
3) Hawking: el conocimiento del Universo será posible por la humanidad en conjunto; 4)
Penrose: conceptos de viabilidad y optimidad del Universo. Marx entiende la totalidad: en
1857 en Los grundrisse (obra de mayor profundidad que El Capital, sin que aquellos dejen
de ser los borradores de éste), anota la pareja de juicios: a.- el veredicto final sobre el
capitalismo (ya antes, en el estudio sobre los resultados de la presencia de Inglaterra en la
India, expuso el rol histórico del capitalismo: producir la base material del mundo nuevo):
cuando la máquina ponga a un costado al trabajo, termina el modo de producción fundado
en el valor; y b.- en inexorable continuum reflexivo, anuncia el proceso y la razón de toda
la realidad (Universo, historia, mente): y el ser humano pasa a ser veedor de la operación
de sistema de máquinas, aprovecha la fuerza productiva constituida y se dedica a conocer y
a dominar la naturaleza; y, finish: todo está dicho (y por decir), pues, quién conoce y
domina la naturaleza, no puede ser otro, que un “Dios” (lo evidencia “en sí” y “para sí”, el
poder del pensamiento dialéctico prospectivo). El proceso de ruptura evolutiva del pensar
de Marx, nítidamente muestra el positivo ascenso de la percepción juvenil sobre una
necesidad al interior del capitalismo -la superación de la condición antropológica
alienada del trabajo, de la estructura clasista- hacia la comprensión prometeica madura
del telos humano: la realización de la inmanencia en la trascendencia: en el
conocimiento y dominio de y sobre la naturaleza. Progresión epistémica: Hegel
(Heráclito): la Dialéctica; Ricardo: la ley del valor; Marx-Engels: Diamat e Hismat, el
secreto total de la humanidad, de la realidad; Lenin: el imperialismo; Gramsci: hegemonía;
Althusser: aparatos ideológicos de Estado; Leontiev: hominización; Foucault: microfísica
del poder; Habermas: relaciones comunicativas intersubjetivas; Zeleny: ontopraxeología;
este documento incorpora: propiedad de la inteligencia, unidad mínima de pensamiento,
“valor” de usufructo, democovivencia, saber absoluto, tercera naturaleza, cuestión humana,
campo de conciencia, ontopraxeologoteleología; en las Ciencias Naturales: Newton
–Mecánica clásica-, Darwin –Teoría de la evolución por selección natural-, M. Maric –la
Relatividad-, Rosalin F. [Watson y Crick] –ADN-, Higgs et al –el Bosón-, Hawking
-hoyos negros, P. Panchout: funcionamiento cerebral. Por tanto, cuestión filosófica,
teóricamente resuelta: sentido de la historia: progreso prometeico; función de la vida
humana: “… su comprensión y su dominio… [control]… de la naturaleza…” (K. Marx);
propósito de la inteligencia: producir la “conciencia de sí”, de la realidad en tanto tal (la
idea refleja los rasgos esenciales de la materia, expone la dinamia de ella: la ley del
movimiento actual y la de sus tendencias –mudanza-; pero, sobre todo los rudimentos de
esa nueva realidad, en la que se supera la actual y se realiza la razón humana: en
coherencia con el concepto científico objetivo de “desarrollo humano”: naturaleza,
naturaleza/ser humano, ser humano/naturaleza, ser humano). Mas, cuando la humanidad
iguale la idea a la realidad (teoría que se alcanza mediante la aplicación del método
marxista de las “aproximaciones sucesivas” en la búsqueda de inteligir la totalidad),
llega a término el discurso; acto previo debe ser –empero- el tránsito de la proclama
elitaria hacia la colectiva (ésta se devuelve de la racionalidad a la “intuición”: ¡sí se sabe
todo, no se sabe nada!; para la perfección, la vida, la inteligencia –el coito, la fertilización
in vitro, la clonación o replicación, incluso la inteligencia artificial-, ya no le son útiles).
115

En una palabra, la solución a la “cuestión filosófica” total: es una forma de racionalidad
estética grande o una estética forma de gran racionalidad (en verdad, posición cuasi
sofística –fatua pretensión que considera poseer la verdad-, en la perspectiva platónica); el
proceso creativo de la vida natural concluyó con la producción del órgano productor de la
idea: el deber de éste último, es avanzar a representar lo que hizo la naturaleza hasta llegar
a él; la historia humana precisamente es dicho proceso de intelección, formalizado en la
belleza de la precisión expositiva (apocalipsis: “al final de la vida humana todo se
aclarará”). La “Nueva concepción de la historia” (que niega la religioso-burguesa), luego,
es de Marx (se dice que Marx hizo tres contribuciones al desarrollo de la conciencia: 1.-
planteó un método para la producción de la verdad, 2.- descubrió la ley del movimiento del
capitalismo y 3.- y ubicó las razones históricas del socialismo –dixit Juan Pazmiño-;
empero, Marx descubrió, más bien, las razones futuras del comunismo), de esa mente aún
no superada, porque es insuperable (se trata de esos casos, que se dan una sola vez en la
historia [en la vida de quién escribe estas líneas se ha tenido la ocasión de entrar en
contacto con la más graneada representación del pensamiento filosófico, científico,
sociológico y politológico; con los clásicos: Aristóteles, Galileo; con los modernos: Hegel,
Newton, Ricardo, Weber, Nietzsche, Pareto, Walras, Freud, Hayek, Einstein, Planck,
Keynes, Kalecki, Sraffa, Heisenberg; con los postmodernos: Sagan, Hawking, Penrose,
Foucault, Habermas, Friedman, Sthigliz, se está, por tanto, en situación de ensayar una
apreciación general sobre el pensamiento en el ámbito de las distintas esferas del
conocimiento: una evaluación, una medición, una estimación transversal; esta comparación
entrega una impresionante diferencia en favor de Marx, y esto se recalca, por cuanto la
objeción común es: “cada uno en su campo”; Marx anota, que el ser humano abastecido
de modo automatizado a futuro va a representar objetivamente a la naturaleza, para
luego pasar a dirigirla; queda clara, por tanto, la razón por la que se asevera, que Marx
no ha sido superado y que no lo va a ser]). No obstante, la tentación para algunos ignaros
burgueses seudo teóricos (“la ignorancia es atrevida”; que Marx es confuso e incoherente
han dicho quienes exudan hostilidad de clase: rasgarse las vestiduras del parásito burgués y
sus áulicos, que reaccionan descabezadamente frente a todo hecho que pone en peligro su
status de holgazanería –estructura oligárquica hipócrita: receptáculo de “... las pasiones
más violentas, más mezquinas y más odiosas que anidan en el pecho humano: las furias del
interés privado… que sólo quiere beber el néctar en el cráneo del sacrificado”-, cuando
miles de seres lo han comprendido, lo valoran y han marchado por la senda teóricorevolucionaria
por él abierta), ha sido irracionalmente denostar a Marx enfilando sofismas
contra la “teoría de la plusvalía” (prioritariamente sobre el “método de exposición de
Marx”: el lógico-histórico, en torno a las categorías nodales de su sistema científico:
“acumulación originaria” –expropiación de medios de producción-, valor-trabajo –teoría
objetiva del “costo de producción”-, valorización –explotación del trabajo social-,
tendencia decreciente de la tasa de ganancia –el capitalismo se carcome a sí mismo: es un
sistema histórico-, “lucha de clases” -el motor de la historia), en intención de golpear por
su base al marxismo, al socialismo, al comunismo, a la racionalidad de la vida, sin reparar,
que el marxismo gnoseológicamente es realidad y quién lo niegue de buena o mala fe, se
pone fuera de ésta (empero, cuestionar a Marx en el frente matemático, es no entender el
camino del pensamiento lógico como vía para reproducir mentalmente el mundo, pero
también, algo como reprochar a Smith o a Ricardo por no haber utilizado modelos
econométricos; quién procede así, está huérfano de la noción sobre la cronología de la
formación del espíritu y generalmente no conoce la dialéctica, y el límite de su capacidad
de intelección la hace pasar como defecto de Marx, esto es, los diversos modelos mentales
asumirlos como simple defecto de percepción por fuera de los intereses, posición y función
de los agentes en la estructura social dada; en verdad, mérito del sistema de creencias
económicas neoclásicas es convertir en “ciencia” lo que es obvio: en el desierto se
cambiaría una tonelada de oro por una vaso de agua, mientras que en una inundación
realizaría el mismo tipo de transacción para que se retire el agua –sic-, esa vulgar
tautología subjetivista y otras análogas, axiomáticas de la “teoría” de la escasez,
modelarlas en ecuaciones guarísmicas y en gráficas cartesianas, y ponerse a la expectativa
sobre el Premio Nobel; en el plano de la honestidad intelectual empero, el gran John M.
Keynes tuvo la sinceridad de confesar, que la comprensión de Marx le presentaba
dificultades; no se olvide, además, que P. Sraffa demolió al “marginalismo”, algo similar
116

lo hicieron J. Robinson, Harrod, Domar, Pasineti). Por lo tanto: gracias, muchas gracias,
señor Dr. Karl Marx (Friedrich Engels), único (Anticristo o “Dios”: da igual); sin ti: ¡se
yacería ciegos, en la mitología, derrotados! (Marx hizo este “milagro”); a ti: “todo honor y
toda gloria” (rogativa formulada “exagerando la nota”, en desmedro de quienes sostienen,
que el marxismo es una religión –R. Aron).
Releer a Marx para “Reapropiarse y alcanzar un status intelectual de mayor conciencia”
(Catherine Colliot-Thélene) del contenido objetivo, frugal, concentrado, científicofilosófico-revolucionario,
expuesto en el marco de la bella literatura sobria de Marx,
vertida en la modalidad de ensayo: tributo a la inteligencia, al lenguaje, a la historia;
asumir el sentido de argumentos tan bien sintetizados, con estilo, del brío, de aquella
extraña fuerza expositiva, orgánica, ordenada, lógica, de prosa decantada en párrafos, que
“amenazan con estallar” (dixit Luis Zabaleta M.): especialmente los pasajes del Prólogo
de la Contribución a la Crítica de la Economía Política, el Manifiesto (“panfleto épicodramático,
conativo, preformativo”), la Ideología alemana, Los Grundrisse (Elementos
fundamentales…), la Introducción, el Dieciocho brumario de Luis Bonaparte, El Capital
(de este “todo maravillosamente estético”: verdadera mutación epistemológica en su
objeto, su teoría y su método” –L. Althusser), el Programa de Ghota (La monumental
obra de Marx: El Capital, grandiosa representación objetiva del movimiento de la vida
grabada en cuatro volúmenes. Primer libro: La producción del capital [la génesis del
capital: acumulación originaria, transformación de los medios de producción en
propiedad privada, base para que el capital se mueva en función de sus leyes inmanentes:
la valorización; en suma: formación del capital, explotación, acumulación]. Segundo
libro: La circulación del capital [los esquemas de reproducción: simple y ampliada].
Tercer libro: Proceso global de la producción capitalista [la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia: la lucha entre la propensión natural a la autoclausura
del sistema y las resistencias de la razón de la clase capitalista por la sustentabilidad del
proceso; la lucha de clases: el enfrentamiento entre quienes eternizan al sistema
–contratendencias, vías de escape, fórmulas homeostáticas- y los que quieren destruirlo].
Libro cuarto: Crítica a las teorías de la plusvalía [cuestionamiento a los apologistas del
sistema capitalista]).
Echar una mirada nueva, fresca, a la mente de Engels: Introducción a la dialéctica de la
naturaleza, a la exposición de la concepción justa de la materia, del Universo, esa
superlativa “intuición”, que comunica una visión sobre el orden de la existencia:
movimiento eterno –“…norma y sustancia en el eterno reto de la …[vida]…”- (“las
cuerdas cósmicas” no tendrían ni principio ni fin), cíclico, ascendente, que se niega a
sí mismo (se vuelve “nada” –Allan Guth) y se renueva (el Universo se recicla; se
autogenera: “universo inflacionario autoreproductor de existencia eterna” -lo dice
Thomas Gold-, generador de conciencia), se convierte en Todo; produce en el “ser
social”, la conciencia de su movimiento (Penrose, Guth, Sagan, Erazo), proeza en la que
el ser humano dota de razón a la materia a la vez que se manumite (supera la fatalidad) de
las amarras de las determinaciones de ella: se convierte en “Dios” –de sus múltiples
movimientos-: “la negación y confirmación, la afirmación” (Hegel), y para la que la
cosmología de Mileva, de Penrose, de Sagan (“…materia estelar, que tomó su destino
por sus propias manos…”), de Hawking, de Guth, ponen la prueba de los hechos:
Dialéctica de la naturaleza, El Capital, El papel del trabajo en la transformación del
mono en ser humano (el genial esbozo sobre los problemas ecológicos), El origen de la
familia, la propiedad privada y el estado (el portentoso avance cuestionador sobre la
supeditación de género).
Establecer contacto con la mente de Lenin: ese poderoso laboratorio del pensamiento
teórico, estratégico y táctico-operativo (dixit León Trotsky), de ese insigne pensador:
desarrollador de la cosmovisión marxista, pues, el marxismo no puede ser superado por la
emergencia de otro sistema o paradigma (por el efecto de las llamadas: “revoluciones
científicas”), sino por el avance en su misma perspectiva (dixit Agustín Cueva D.);
dirigente, combatiente político, ser humano ejemplar, inigualable (la más grande
revolución humana a su haber: vencer sobre el capitalismo, derrotarlo: “volver terrenal el
mito”): Cuadernos filosóficos; Materialismo y empirocriticismo; Qué hacer; El
imperialismo, fase superior del capitalismo; El Estado y la revolución (la ciencia de la
estrategia, la agudeza de la técnica, la “maestría artística” de su operativización: la táctica
revolucionaria). Cavilar sobre su más grande proeza: Octubre, representada en el
escenario del teatro Bolshoi de la Rusia soviética. Revisión bibliográfica en Moscú, en el
Café Pushkin; en la Plaza Roja desierta delante de mi Natalie… frente a… la tumba…
del gran camarada… Lenin… Apreciar la vida de Stalin: seguir sus proezas, las tareas
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prácticas de la edificación socialista; misión titánica ejercida en cerrada lucha contra el
poder capitalista mundial. La determinación de la historia y de la coyuntura, le deparó la
priorización de la praxis “técnico-administrativa”: tomar la posta de Lenin, en la
continuación del proceso creativo de dirección de la “construcción” del nuevo ser
humano, más no la conducta de un estudioso de Octubre. El “Zar rojo” (sic) ejemplo de
vida austera, que atendía con cariño a decenas de compatriotas todos los días en su
despacho, en el Kremlin: Stalin, no podía ser “bueno”, según la concepción filistea, que
sobre esta actitud tiene el pequeño burgués (y el revisionista); en verdad, lejos de
ensimismarse en el desentrañamiento de las regularidades que mediatizaron el proceso
revolucionario (de ser un teórico pedante a la manera del burgués y del revisionista
“ilustrados”, “que nunca se han mojado el poncho” [no es sensato suponer, que Stalin
hubiese reflexionado de modo equívoco a lo Gramsci {Hegemonía}, a lo Foucault
{teoría de la concreción en red del poder abstracto en micropoderes}, a lo Habermas {la
racionalidad moral en la institucionalidad administrativa, en aplicación de un proyecto de
emancipación compartido}, a lo Lechner {“desencanto posmoderno”}, etc., cuando el
gran georgiano se hallaba ubicado en una situación concreta: tareas, problemas y
demandas de un momento]), cumplió el encargo de la historia, de mantener a raya a la
reacción antisocialista; su deber consistió en templar al pueblo para el trabajo, para que
integren el Ejército Rojo, para que formen las guerrillas en defensa de la Patria: para el
triunfo en Moscú, en Stalingrado, en Berlín, para la liberación de Europa y el mundo,
para colocar al primer ser humano en el “espacio” (el gran pueblo soviético de aquel
entonces, debió engendrar titanes del pensamiento y la acción a la orden de la Bandera de
la Hoz y el Martillo -patrimonio simbólico del M-L), y lo hizo, por la fuerza del cambio,
de la necesidad del progreso de la humanidad, de la pujanza de la voluntad del Marxismo-
Leninismo: Apanasenko, Stajánov, Michurin, Lyssenko, Oparin, Mazánik,
Cherniajovsky, Kuznetsov, Prior Kapitza –padre, el cual aportó en el desarrollo nuclear
de la ex URSS, considerado superior, que el propio Einstein-, Kurchatov, Alexei
Leontiev, Brezhnev,…
6.- La lucha entre “modos de producción” (el viejo capitalista, el nuevo socialista), en
apariencia ha concluido con el triunfo del primero (capital financiero) y el colapso del
segundo; no obstante, ésta se continúa librando de manera hemisférica en cada intersticio,
momento y sitio donde ocurre la praxis. En la epidermis del sistema burgués, las
erupciones toman apariencia de crisis habituales; sin embargo, éstas han dejado de ser
tensiones a través de las que se realiza el progreso. La coyuntura compromete al planeta
todo: disputa al interior del capital entre fracciones (multinacionales yanquis/sionistas en
Rusia, en China, en Brasil, en la India, y viceversa: los citados países son los mayores
tenedores de bonos de la deuda estadounidense, lo cual lleva a dispensar favores mutuos de
protección) por mantener/alcanzar la hegemonía (geopolítica); la fuente y el objetivo del
altercado son siempre crematísticos (geoecómicos: acumulación, desarrollo de la esfera
material de la reproducción humana) y su meta real: la cesación de todas las funciones
vitales capitalistas; su F. Naytingale es el germen popular del nuevo ser, que se ha puesto
de pie sobre sus propias determinaciones y que empieza a operar con ellas. El capital se
reproduce en forma impersonal (se valoriza en el entero escenario de la Tierra, completa el
desarrollo faltante de las fuerzas productivas mimetizando, aladeando, suprimiendo por
completo al trabajo), puesto que el ser humano es sujeto de relaciones sociales, éstas han
sido las estables: continuum en el que la propiedad ha pasado de unas manos a otras
generación tras generación de modo filial o in law corporativo (en los territorios inglés,
estadounidense, nipón,…); sus principales contendores: la propensión decreciente de la
tasa de ganancia y la voluntad adversa, en cuanto esta última sufre (ha sufrido) las
consecuencias objetivas y en tanto éstas se representan y se vuelven “fuerza movilizadora
material”, global, definitiva en el plano de la historia: devienen en su negatividad
sepulturera. El sistema de la moderna concurrencia, una vez lozano, cumplida su misión,
ha envejecido, su presencia en el mundo de los vivos se ha relativizado “… por carecer de
nexos con el proceso social, porque sus ideas ya no son capaces de iluminar la nueva
realidad que ha nacido, por cuanto sus métodos de análisis no pueden comprehender todo
el movimiento que decurre en el presente…”, debido a que sus intereses han dejado de ser
expresión de la necesidad de la vida. Inolvidable inicio de la segunda década del siglo en
curso. La principal derecha mundial está ufana: antes había asesinado a Saddam Hussein (y
a Ben Laden: su antiguo aliado), invadido y masacrado al pueblo iraquí, se han embelesado
en el negocio de “reconstrucción” de Iraq (las fracciones cupulares del capital aprovechan
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la crisis para crecer: “crecen en tiempos de crisis” –concentración y supercentralización del
capital-; no solamente las empresas han aprendido a sacar provecho del desastre, sino
también a provocarlo –N. Klein: La doctrina del shock); luego murió Marulanda, se
llevaron a Reyes, a Cedeño y a Cano; asesinaron a Gadhafi, colocaron un gobierno títere en
Trípoli y se aprestan a festinar el petróleo de la Cirenaica; han plantado nuevas Bases
Militares en otros puntos del planeta para controlar a Rusia, China (Cuenca del Pacífico),
Venezuela (Malvinas y 7 Bases en Colombia) y Oriente Medio (han desplazado
mercenarios a Siria y próximamente lo harán a Irán); han demostrado que siguen siendo
superiores en la fuerza bruta, pues, han ganado en las Olimpiadas de Londres; gringos
gallinas, criminales, en suma: han hecho la guerra de rapiña con los cuerpos de jóvenes
latinoamericanos, hoy lo hacen con mercenarios y con “drones”. Pero la historia está
también de plácemes: a más de la crisis financiera yanqui (los “déficit gemelos”, la falla de
San Andrés) y europea, emergieron los BRICS y Japón está de “capa caída”, se formaron
las redes sociales políticas (J. Assange), nació el movimiento de Los Indignados: la
juventud eclosionó como los subversivos/intelectuales/ciudadanos del presente y del futuro
inmediato; el cerco capitalista se cierra cada vez más (Corea del Norte apunta sus cohetes
a EU –potencia de papel: economía de las armas, de la droga y de la especulación
financiera-: Corea del Norte es una esperanza); a los gringos estúpidos, finalmente les ha
salido “el tiro por la culata”: en lugar del ALCA y los TLC (y los también amañados
acuerdos comerciales de la UE), ha sido creada la CELAC: organización base de los
nuevos procesos de unidad alternativa a lo interno de la humanidad (con China –BRICS-
y/o con UNASUR, ALBA y la CELAC, la manobra reneoglobocolonizadora yanqui se
desmonta); por el momento, los cretinos (que cada vez más se ganan el odio del mundo)
han dejado de joder en América Latina -pero pronto volverán sobre el subcontinente: tras
las riquezas de Brasil (Comando Sur) y para bloquear la creación de ese nuevo polo de
poder regional alternativo y de la OTAS, de Venezuela y su gobierno (del gran Coronel
Hugo Chávez, que en el 2012 ha ratificado su mando en la República Bolivariana), sobre la
Amazonía, trasladando la estrategia de la “Primavera árabe al subcontinente” (“Invierno
negro” forjado por la intelligentzia yanqui y europea), privatizando aún más la guerra;
pues, solamente México, Chile y Colombia –Paraguay- (vergonzosas bases militares
yanquis; a través de las que EU sabotea los procesos de unidad Latinoamericana: a la
alternativa al poder hegemónico estadounidense) siguen desempeñando el papel aberrante
de testaferros-, y han concentrado sus protervos cerebros y dirigido todas sus armas
asesinas en y a Medio Oriente; la ONU se ha desenmascarado como corporación alcahueta
del poder criminal mundial, y se va deslegitimando (OTAN -ejército global-: “esa boa
constrictor en cuyo seno parece anidar el amor”); la Unión Europea está por caer (alianza
sectaria de las elites capitalistas: oligarquías locales, que tratan de hacerse fuertes en
sentido corporativo ampliando la escala económica de modo supranacional para competir
con otros bloques en el mundo, pero que no renuncian a explotar su propia fuerza de
trabajo, a la cual la tienen recluida en las fronteras nacionales; a estos especímenes, en el
2012, se les ha dado el Premio Nobel de la Paz: si el propósito de este desaguisado fue
enfurecer al mundo, ¡lo han logrado, imbéciles!); Palestina ha izado su Bandera en la
UNESCO y pronto se creará la ONU de los pueblos (los “halcones de Washington”: ¡van a
fallar!; y el mundo se encaminará por donde debe). Optimismo justificable: porque la
presente, es una “época cambiada” (cambio de época y época de cambios combinada), en
la que la nueva realidad, herencia legada por la lucha proletaria a la humanidad, va
ocupando el mundo de los vivos, de modo paulatino. En el curso dado de la existencia
(coyuntura histórica: transición), los brotes del nuevo ser humano cierran el “tanque de
oxígeno de la sociedad senil” capitalista (eutanasia); una vez llegado a la concretización
técnica (automatización): se abre la verdadera historia, la que pone en paralelo la mente
con su “objeto-realidad” y lo dota del “fuego del poder” (con Higgs, solamente en los
cerebros de los nostálgicos inquisidores –neotorquemadas luteranos: el Tea Part-, puede
anidar la esperanza, de que un cadáver: la Religión, logre levantarse para pretender
dialogar con la lozana Ciencia).
7) La posición interpretativa de coyuntura de la Realidad global (Problemas del mundo
contemporáneo) deviene panpoliticista; asume: la intelligentzia actual no cuenta con
herramientas analíticas para explicar el mundo “que se está construyendo” –sic- (los
paradigmas anteriores -se afirma-, que permitieron entender la realidad fueron el oficial
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urgués y el marxista, pero que al ser refutado éste y al entrar en crisis fáctica el otro, ya no
se dispone del juego de conceptos gnoseológicamente orientadores y, que los paradigmas
que pretendieron cubrir el hiato: el de Fukuyama -Fin de la historia- y el de Huntington
-Choque de civilizaciones-, no son suficientes para elucidar, por ejemplo, el vacío de poder
en Asía y Medio Oriente, luego de la “Guerra fría” -se asume como de “Guerra fría”, al
período 1945-1989). La ausencia de un paradigma que guie la acción (según esta posición
neosubjetivista-voluntarista de tipo heisenbergiano; en verdad, este pronunciamiento es
una forma de posición frente a los hechos, el cual privilegia la ausencia de paradigma
como paradigma), fomenta el desorden, respecto del cual impera la conducta de política
simplemente reactiva que provoca, a su vez, mayor entropía. En la historia tres formas
institucionales “construyen” organización a lo interno de la humanidad: la consanguinidad
(el grupo básico y sus necesidades), el mercado (la “mano invisible”) y la juridicidad (que
fija el monopolio). En el capitalismo, mercado y normatividad positiva crean orden
conflictivo, móvil. Si desaparece el sistema burgués: el elemento central de producción y
reproducción del orden (N. Bobbio), puede cundir el desorden, el verdadero caos. Empero,
la humanidad está ganando en racionalidad, en actitudes y métodos de deliberación,
negociación y consenso, por una parte; por otra, el sistema de gestión se halla
automatizándose (no como “fantasía académica” –dixit S. Amín-, sino en condición de
factura real) en software informáticos e incluso el sistema productivo y de sobrevivencia es
hábito (P. Bordeau) y estos también vienen precediéndose de máquinas; en consecuencia,
condiciones objetivas y subjetivas siempre marchan de modo coetáneo, aleatoriamente
coherente. El “nuevo” paradigma existe: no es más que el clásico de Marx.
Los ejes nodales del susodicho pensamiento (veta: “pionero de paradigmas” -¡bah!-,
siempre en expresiones de la derecha pegajosa), se citan una vez más: 1) inteligencia y
propiedad de la inteligencia; 2) esta propiedad define el sentido, la razón y el fin de todo
el drama humano (ontopraxeologoteleología); 3) la inteligencia se realiza en acto, en su
concreción como saber absoluto; 4) en la base de este movimiento opera la contradicción
dialéctica: el Materialismo Histórico (fuerzas productivas y relaciones de producción); 5)
la Revolución de Octubre fue la partera general de la historia: el capitalismo está muerto;
6) el proletariado ha cumplido su misión y se está autoanulando en la robótica; 7) con la
robótica inteligente, el ser humano se libera del trabajo, se dedica al desarrollo de la
conciencia en el comunismo (democovivencia), y termina el desarrollo de las fuerzas
productivas; proceso humano que va hasta el total conocimiento y control de la naturaleza
(tercera naturaleza: naturaleza “divina”).
La debacle social, en la época de la primera madurez humana: la transición, no es el
escenario posible para la vida (aunque fuera de la realidad y propuesta en forma
precipitada, mérito en los hechos lo tienen quienes han planteado el “cambio de estado” de
forma pacífica [Ahora bien, “el mundo que ha nacido no está preconocido; la noción de
ayer, no es la de hoy ni la que viene mañana; la nueva razón, no puede ser preconcebida”.
En la actualidad, no obstante, esta determinación ha dejado de ser real, puesto que con la
emergencia del marxismo: del descubrimiento de las leyes motrices de la vida, el futuro
pasa a ser supuesto: el paradigma perenne de la incógnita se despeja, pues, la voluntad sabe
lo que debe hacer en coherencia con el rumbo de la historia, o esta se impone a aquella. Se
puede suponer, luego, que el capitalismo deja la escena de los vivos volviendo al sitio de
su despegue: la pequeña empresa {incluso cooperativa, famiempresarial} de la forma
mercantil simple, para lo cual se desmonopoliza, grafica la tercera sección del modelo
campanular gaussiano, tridimensional, de amplia dispersión {la gente debe paulatinamente
acostumbrarse a vivir de otro modo, de “construir” ese “nuevo ser”, acostumbrarse a él}.
Este enfoque cuasi filosófico, especulativo, “intuitivo” se diría, pese a sus limitaciones
heurísticas: es cierto, pues, si bien se requiere de variadas y significativas cantidades de
material empírico que corrobore una hipótesis multivariable totalizante {cuando el
conocimiento se amplía por vías teórico-deductivas}, debe tenerse presente, que los hechos
fácticos constituyen un elemento que formalmente se opone a la ciencia, frente a los cuales
{esta última} debe luchar o “ignorarlos”, para llegar a ser tal {lo cual no significa, que las
presentes líneas se adhieran a las tesis racionalistas, que excluyen el fundamento material del
conocimiento; en realidad, si “… al explicar la sociedad por su génesis se pierde su ´cuerpo´
-que es lo que justamente se trata de hacer-…”, en el intento de entender la humanidad por su
120

“´génesis´ futura”, de modo análogo se pierde el orden de su estatuto actual: su forma viva
–no obstante, en el lado opuesto del indeterminismo, “… la vida es generadora de orden en la
naturaleza…”: la inteligencia cada vez más lo es, y a futuro habrá de ser la conciencia}]). La
formación económico-social burguesa –en su momento posmoderno- no se halla en
“expansión” (Fiori) –la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia opera en la
historia [el creciente proceso de automatización es la evidencia de la caída de la tasa de
ganancia {¿de qué manera se puede recuperar y aumentar dicha tasa, sino mediante el
incremento sostenido del nivel de productividad del trabajo con el desarrollo mecánico?}]-
sino en estado de “reversión” (Wallerstein): el núcleo conflictivo (“posibilidad permanente
de guerra”) que estructura/desestructura el equilibrio, la estabilidad y la operatividad
temporáreas del mundo: Neotríada-BRICS (“competitividad sistémica” global), es el
último con el cual se cierra la presente modalidad de conformación y evolución humanas
(los BRICS y sus estudiosos, entrampados en los códigos clásicos –la variable que no se
toma en cuenta, es la de la automatización-, consideran que una nueva onda se inicia –G.
Arrighi:
“… estos períodos de competición intensificada, expansión financiera e inestabilidad
estructural no son sino ´el otoño´ que sigue a un importante desarrollo capitalista. Es el
tiempo en el que el líder de la expansión anterior del comercio mundial cosecha los frutos
de su liderazgo en virtud de su posición de mando sobre los procesos de acumulación de
capital a escala mundial. Pero es también el tiempo en el que el mismo líder es
desplazado gradualmente de las alturas del mando del capitalismo mundial por un
emergente nuevo liderazgo”-;
empero, con los BRICS concluye la estructura y funcionalidad del mundo capitalista a
través de la sucesión de ejes conflictivos: la pretensión de los capitales tras el nuevo polo
regional, de desplazar a los de las clásica triada de la hegemonía y hacer el camino
recorrido por ellos –renovación “alfa”-, es una ficción, un “sueño de perros”). En el ojo del
maremágnum, se yergue la “praxis intersubjetiva” (“curva de aprendizaje”) de las
multitudes: determinación/necesidad (clúster de sedición popular, emulatividad sistémica),
que se impone en la vida de todo pueblo: “el cambio en toda su magnitud” (A. Castillo);
patrón de conducta que -por ventura- empieza a actuar como hegemonía “cultural” en la
esfera, la que se ha hecho merecedora al anatema de terrorismo por la intelligentzia
pretoriana de las multilaterales, por la vertiente conservadora negativa de la vida (en
realidad: todos quienes disienten con el poder imperial, son terroristas en potencia): se
halla indiciada, está siendo sistemáticamente fichada a través de Internet –Red
ECHELON-, por las firmas tras y multinacionales, por las instituciones políticas de la
dominación transnacional y la gobernanza: su asiento de coordinación principal lo tienen
en territorio estadounidense (la horda capitalista de hienas heridas se ha vuelto más
agresiva al ver cuestionado su poder y en peligro el sistema parasitario de explotación:
interdictiva en las comunicaciones, mercenaria, tecnológicamente eficiente y selectiva en
la eliminación de sus enemigos). Para el eje oficial del mal (el capital monopolista global
yanqui, la burguesía anacrónica monárquica inglesa [“Hijos de la Gran… Bretaña {y de
Alemania}”], el sionismo israelí –“estación colonialista”- y sus formas
superestructurales/ideológicas planetarias –la Comisión Bilderberg: la “secta oscura
global”; ¡qué sepan, que se vivió también en tiempo de cobardes criminales!), los
combatientes por la superación de la enajenación, la alienación y por el establecimiento de
las razones superiores del espíritu como norma de vida, conforman la nueva promoción de
“sediciosos”, constituyen el objetivo de la "guerra preventiva", de los centros de espionaje,
de las Bases y Comandos militares yanquis, de la parafernalia luterana: ¡la historia no se
hace sola!; ¡tampoco en la paz del claustro o del cementerio! Los subversivos (los
neoproletarios: la violencia organizada, la teoricidad progresista, el colectivo humano
irreverente) ven el mundo crematística-oeconómicamente globalizado, como su completo
campo de batalla (de conspiración, de reflexión proactiva, de ocupación): escenario objeto
y centro de sus acciones, las cuales realizan el destino superior de la existencia: la forja del
ser humano nuevo, la conquista de la sabiduría suprema, la gestión racional, determinada,
de la naturaleza. Los rebeldes: no tienen patria ni temporalidad (“¡la oligarquía debe pedir
al cielo que no haya otra vida, porque allí continuará mi lucha en su contra, porque mi
lucha es eterna”! -dixit Dr. Diego Delgado J.). En la reyerta, los insurrectos en la
121

posmodernidad: “no pueden perder en ella más que sus cadenas, sin embargo tienen todo
un mundo” futuro supramoderno “por ganar” (paráfrasis de Marx y Engels: Manifiesto del
partido comunista). En una palabra: es la sedición, de la legítima razón libertaria,
humanista, antropocentrística, que se multiplica, que se dispersa por doquier en la Tierra
entera, incluso en los múltiples núcleos de aspiraciones y protestas multitudinarias,
contestatarias, insurreccionales: todas maravillosas. “¡… demandas legítimas, bellas,
dramáticas! ¡Condensan la clarividencia de los oprimidos! ¡Comportan un nuevo grito de
la resistencia! ¡Contienen el espíritu vivificante de los anhelos populares, de la racionalidad
y de la moral!” (lo dice, René Báez G.), que deben integrarse, para presentar un frente
común de lucha.
¡Subversivos del mundo, uníos!
Quito, marzo del 2012.
122

Elaboración: Autor del documento
Fuente: Varias
Fecha: marzo del 2011
R
e
v
e
r
s
i
ó
n
Big Crunch
Dios
Ser humano
Naturaleza
MODELO DESARROLLO/REVERSION EN ESPIRAL
Big Bang
123

124

INDICE.
Prólogo 133
CONTENIDO GENERAL.
SECCION PRIMERA.
LA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA.
LIBRO PRIMERO.
Sinopsis del “´gran´ relato” 201
Introducción 201
Objeto, modo de exposición y predesarrollo de la tópica 215
LA PRAXIS REPRODUCTIVA MATERIAL: EL “TELOS” 239
El sujeto del proceso 239
Epoca cambiada: interregno transicional 256
Nuevas determinaciones en la madurez de la economía: fuga hacia adelante 268
Los brotes del porvenir: necesidad de su promoción 274
Tendencia y retroacción: “crisis” terminales 280
El comunismo ha muerto: ¡viva el comunismo! 289
La tópica filosófica 294
Delirio y falacia: salto prometeico necesario 308
El ropaje teleológico del movimiento de la realidad 325
En disputa: la ruta seria, con sentido, para la especie 334
La alternativa se toma de manos del sistema burgués de reproducción humana 363
IDENTIDAD CON EL SUPER SER HUMANO 34
Postscriptum 432
Bibliografía 434.
INDICE.
SECCION SEGUNDA.
LA OMNIPRESENCIA DEL PROLETARIADO:
El papel de los trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad.
LIBRO SEGUNDO.
1 Individuos del tercer milenio 447
1.1 Seres que colaboran para el usufructo del “trabajo coagulado”, en el desarrollo del
pensamiento y que progresivamente se autocomprehenden en el concepto: ideas sobre el
Siglo XXI 447
1.1.1 Los rasgos principales de la “comunidad ´cibernética´” 447
1.1.2 La metahistoria 451
2 El sendero en sus episodios básicos 460
2.1 Forcejeo en el camino; la ley, luego de resuelta la antinomia 460
2.2 El objeto de la lucha política 479
2.3 Emergencia del antagonismo real entre el trabajo y la satisfacción de necesidades 502
2.4 La misión suprema del ser humano 513
2.4.1 Presupuesto material-social 513
2.4.2 Las relaciones antagónicas de tráfico, como presupuesto estructural 536
2.5 El status de la conciencia 554
2.5.1 El soporte material de la idea 554
2.5.2 La base real, base de la lógica 556
125

2.5.3 La esfera de la Dirección 561
2.5.4 El ámbito de los conflictos de la razón 563
2.5.5 El pensamiento sobre el objeto 563
2.5.6 El bonapartismo de las creencias 578
2.5.7 El mal o buen uso de la inteligencia 581
2.6 Determinación histórica del sistema, la Ley, las contratendencias, el efecto boomerang 586
2.6.1 Fundamentación 586
2.6.2 Las contratendencias 599
2.6.3 Efecto boomerang 607
2.6.4 La ley 609
2.6.5 Determinación histórica del sistema 613
2.7 Sustantivación fáctica a posteriori de las lucubraciones explicativas sobre el carácter del
sistema 622
2.8 La perspectiva del conocimiento, de la técnica, de la mirada 643
Bibliografía 666.
INDICE.
LIBRO TERCERO.
3. Ideas del Siglo XIX-XX, para el tercer milenio 677
3.1 Concreción histórica del estadio capitalista 677
3.2 ¿Cómo y por qué el sistema capitalista debe derrumbarse? (una predicción "más") 701
3.2.1 La autosuperación del proceso: anulación recíproca de los contrarios 701
3.2.1.1 Desarrollo 701
3.2.1.2 El capitalismo puesto en el largo plazo: evaluación 729
3.2.1.3 Compilación 733
3.2.2 El límite ontológico para la reproducción de la subjetividad de clase 744
3.2.2.1 El fundamento material y su dislocación 744
3.2.2.2 La religión como efecto necesario, en una etapa de la vida humana 747
3.2.2.3 El placer: su estimulación y frontera 757
3.2.2.4 La acción recíproca entre la materia (masa) y la idea (movimiento) 764
3.2.2.5 La sinrazón de la afectividad y la razón 770
3.2.2.6 El sino del pensamiento herético 775
3.2.3 Universo, energía, tiempo,...: algunas observaciones más, al respecto 782
3.2.3.1 Enfoque general 782
3.2.3.2 Sobre la clausura del Universo óptimo 800
3.2.4 El saber absoluto 802
3.2.4.1 Bloqueo y pretensión 802
3.2.4.2 La forma trinitaria del saber: el mundo cerebral 807
3.2.4.3 El cerebro en operación: ejercicio 816
3.2.4.4 El complejo y la insurgencia de la confianza 817
3.2.5 El nacimiento y desplome del “alma” 822
3.2.6 Elementos formales: el lenguaje 837
3.2.7 La conciencia en sí: reafirmación de la idea 841
3.2.8 El robot, en concreto 843
3.3 Los presupuestos del proceso 845
3.3.1 El fundamento racional 845
3.3.2 Formulación conceptiva del poder y su recusación 861
3.3.2.1 Reflexión general 861
3.3.2.2 Clausura del despotismo ilustrado burgués moderno y posmoderno: fin de la democracia
874
3.3.2.3 Otra “civilización” (grado de), otra humanidad: nuevas ideas 879
3.3.2.4 La cuestión en el frente de izquierda 881
3.3.3 Reformulación de la ley de la distribución 891
3.3.4 La piedra de choque 895
3.3.5 La totalidad concreta: la “vía” de deconstitución 899
3.3.5.1 La forma de la realidad, la ilustración subjetiva, la formulación propositiva 899
3.3.5.2 La particularidad de la “opción” 913
126

3.3.5.2.1 Disquisición teorética 914
3.3.5.2.2 La discusión en el argot programático 921
3.3.5.2.3 A modo de conclusión 929
3.3.6 El aporte de la voluntad y su defección 931
3.3.6.1 Aproximación teórica e histórica 931
3.3.6.2 El proceso soviético y de su campo 941
3.3.6.3 El efecto "dominó": los casos de China, Cuba y Albania 960
3.3.6.3.1 Apreciación general 960
3.3.6.3.2 China 963
3.3.6.3.3 Cuba y Albania 971
3.3.6.4 Desenlace 977
3.3.6.5 En defensa del MarxismoLeninismo 989
3.4 La viabilidad de la especie, de aquí para adelante 1007
3.4.1 Reflexión 1007
3.4.2 Conclusión 1017
Bibliografía 1021.
INDICE.
LIBRO CUARTO.
4 Derivación refigurativa del movimiento de la totalidad 1033
4.1 La esencia: los límites del proceso de conducción racional de la historia 1033
4.1.1 Condicionalidades que regulan el devenir 1033
4.1.2 Complejidad: acción y reacción impredecible 1053
4.1.3 El curso de acción burguesa: fase efímera, perjudicial y necesaria 1049
4.1.4 La reproducción intelectual de la etapa histórica 1055
4.2 Determinación y reacción 1065
4.2.1 Tendencias que tempranamente se abren frente a la nueva ley: diversidad y
homogenización 1065
4.2.2 Contratendencias que operan como tendencias: el proceso de socialización 1072
4.2.3 El complejo en descomposición y en desacoplamiento 1080
4.2.4 Procesos sociales acelerados por la técnica: extienden las responsabilidades de la vida
1095
4.2.5 Amenaza seria, sobre la transición 1098
4.3 Historia, lógica y praxis programática transformadora 1106
4.3.1 La concepción oficial sobre el proceso: recusación; praxis política 1106
4.3.2 Sobre la política revolucionaria en concreto (generalización) 1121
4.3.2.1 Recapitulación del proceso: concepto 1121
4.3.2.2 La conducta de la razón en la coyuntura 1124
4.3.2.3 El “moderno príncipe”, en concreto 1136
4.3.3 El efecto de las políticas de reestructuración capitalistas 1139
4.4 El trabajo: poderosa propiedad humana creada por la materia a través del ser humano,
puesto en perspectiva 1144
4.5 La historia (esbozo) 1155
4.6 Nuevamente: la humanidad antes, hoy y luego 1158
4.6.1 Apreciación general 1158
4.6.2 ¿Afrodita (Eros) o Atenea (Prometeo)? 1171
4.6.3 Inteligencia, “culturas”, noción total 1181
4.6.4 ¿Cultura o civilización? 1182
4.6.5 Los pueblos originarios 1185
4.7 El proceso supremo: trabajo y naturaleza –tercera naturaleza 1188
4.7.1 Proceso de la vida consciente: el desempeño de la inteligencia (inteligencia evolutiva) 1188
4.7.1.1 Operación del cerebro en el entorno para la sobrevivencia 1188
4.7.1.2 En la Transición: extensión de la vida útil, en la vejez 1189
5 Los actores en escena 1191
5.1 Stalin: el precio del proceder consecuente 1191
5.2 El Proletariado: artífice de la gesta 1209
127

6 Diálogos imaginarios 1222
7 Karl Marx (F. Engels): la figura cimera del proceso 1311
7.1 La proeza 1311
8 “Canción ‘poema’”: testimonio viviente 1327
Glosario de categorías 1351
Bibliografía 1355.
128

SECCIÓN PRIMERA.
LA NUEVA CONCEPCIÓN DE LA HISTORIA.
Sinopsis del “gran” relato.
129

130

A la memoria de: AGUSTIN CUEVA DAVILA.
“El mayor filósofo social ecuatoriano”.
Imbabureño ilustre.
PROLETARIO por, ¡SIEMPRE!
131

132

INDICE.
Prólogo 133
LIBRO PRIMERO.
Sinopsis del “´gran´ relato” 201
Introducción 201
Objeto, modo de exposición y predesarrollo de la tópica 215
LA PRAXIS REPRODUCTIVA MATERIAL: EL “TELOS” 239
El sujeto del proceso 239
Epoca cambiada: interregno transicional 256
Nuevas determinaciones en la madurez de la economía: fuga hacia adelante 268
Los brotes del porvenir: necesidad de su promoción 274
Tendencia y retroacción: “crisis” terminales 280
El comunismo ha muerto: ¡viva el comunismo! 289
La tópica filosófica 294
Delirio y falacia: salto prometeico necesario 308
El ropaje teleológico del movimiento de la realidad 325
En disputa: la ruta seria, con sentido, para la especie 334
La alternativa se toma de manos del sistema burgués de reproducción humana 363
IDENTIDAD CON EL SUPER SER HUMANO 34
Postscriptum 432
Bibliografía 434.
133

134

PROLOGO.
El presente escrito (especie de “metafísica” 1 ), empezó a circular informalmente en
Quito, en Ecuador, entre las amistades de su autor, personas conocidas y en Internet, en el
2007, con el seudónimo de “ATI III OROMINABI”. La decisión personal de abstenerse de
mencionar el “nombre de pila” de su autor, se debió: no a temor alguno (se dice que “los
seudónimos son para los cobardes”), sino al deseo de rescatar, identificarse y rendir merecido
tributo a la imperecedera persona de aquel extraordinario indígena “ecuatoriano”,
lugarteniente de Atabalipa, repulsor de la penetración española en Quito, que cayera en
combate cumpliendo su deber: Rumiñahui 2 . Sobre los orígenes, nombre y actuación de este
personaje heráldico, celebérrimo para la historia ecuatoriana, americana y mundial 3 ,
historiadores y biógrafos, no se han puesto de acuerdo: 1) unos sostienen, que Ati II
Pillahuazo, fue descendiente de los caciques Pillahuazo de Píllaro (comarca andina, cercana a
Quito), por tanto, que adhirió a la conquista ibérica en el Continente; 2) otros mantienen la
tesis, que el gran Ati II, fue realmente Rumiñahui: el “mitimá ´cuzqueño´” defensor de la
legendaria Quito (de Quitopolis: la Ciudad de los Quitus, de los Caras, de los Shyris); 3) pero
también existe la versión, de que a Rumiñahui se le conocía con los nombres de Orominabi o
Lluminabi (Isamina), era hermano mayor de Atabaliba (del Hijo del Sol, Cóndor Curaca,
último “Señor” del Reino de Quito y del Tawa Inti Suyo), que en el momento de la llegada de
los españoles a los territorios de Abya Yala y a los de la hoy capital del Ecuador, el bravo
aborigen se encontraba adentrado en la zona de la actual provincia de Manabí en la costa
ecuatoriana en América del Sur, realizando labores de recaudación de tributos, por encargo
del “jefe supremo” del Tahuantinsuyo: Atahualpa, y que al conocer de los sucesos de la
conquista, inmediatamente se trasladó a Quito, para organizar la resistencia 4 . Esa la razón
para haber fusionado los nombres citados, modificando el número romano II por el de III, a la
1
“Especie de metafísica hegeliana, de escatología” (“revelación” marxista): no sólo porque a través de ella se
prescribe, esto es, plantea un “orden” para la vida, se pone la meta para la existencia racional, se abordan “todos”
los hechos en sentido muy aproximado, sino por cuanto la tarea “científica” empeñada, no parte prioritariamente
de las necesidades prácticas, vivas, de la existencia, por lo que irrespeta la estricta posición materialista en la
esfera del conocimiento, la relación de la teoría con la práctica: “… la práctica constituye la fuente de la teoría,
su impulso, la esfera de la aplicación de sus resultados y el criterio de la veracidad de sus tesis teóricas” (empero,
una teoría en cuanto “ciencia muerta”, que pone la monta solamente en “la artesanía teórica”, puede ser
verdadera, independientemente de su aplicación, o del método utilizado en su producción: “… cientificidad, es
decir, como el sistema unificado de conceptos que enuncia la esencia interna de su objeto…" –dixit L.
Althusser-; en ese marco, el nuevo garante de cientificidad o principio de validación externo a la práctica
científica, es la epistemología -M. Castells). Es más bien: aviesa forma de “pensamiento único” (o
“unidimensional”, como lo diría H. Marcuse), el cual no es “único” por capricho, porque se ha formulado para
provocar, indisponer o que sea efecto de sesgo en los sesos de su autor; el pensamiento objetivo, serio, es único,
en cuanto refleja “la real unidad material del mundo” (N. B. Biessonov). El presente, en tanto cuasi paradigma al
interior del auténtico paradigma: el marxistaleninista, quizá sea, en cierto modo: desarrollo del marxismo, puesto
que con la concepción científica del Materialismo Histórico, no operan las reglas de T. Kuhn (revoluciones
científicas), de G. Bachelard (corte epistemológico), de M. Foucault (anexactitud, anticiencia), de J. Derridá
(deconstrucción), de Morín (complejidad), de J. Barker (pionero de paradigmas), de E. de Bono (pensamiento
lateral, provocación), de F. Wattari (rizoma) o de M. Castells (asistema, ruptura epistemológica),… En todo
caso, el carácter de la “empresa” ha permitido operar según el proceder del gran Mendeleiev: simpáticamente la
concepción de partida, en su desarrollo, no ha conducido a corregir el trabajo, sino a completarlo paulatinamente;
en verdad, todo nuevo hallazgo, al encontrarse interpretado a priori con el mismo marco teórico general, éste
encaja como un bloque faltante en la mampostería.
2
Una vez que el gran Pavo o Pavón (Atahualpa), hijo de Guayna Capac en la princesa shyri Pacha, hija de
Cacha, luego de sostener tres sucesivos combates con su medio hermano Huáscar (también hijo de Guayna
Capac) unifica manu militari el territorio que había sido dividido por el Inca “Cusqueño” entre sus dos hijos (la
sección Norte más pequeña para Atahualpa y la Sur más extensa para Huáscar), el Tahuantinsuyo llega a su fin;
como consecuencia, los nuevos dominios pasarán a constituir el Reino de Quito, el cual irá desde la actual
Colombia, extendiéndose hasta los territorios de lo que hoy es Argentina, Chile y, por supuesto Bolivia, Perú y
Ecuador, teniendo como regidor máximo a Atahualpa, de ese colosal episodio ubicado en el verdadero “ombligo
del mundo”: Quito.
3
Alto homenaje también a esa pareja de indios ¡indómitos!, ¡de lujo!: Apushqui-pay Calicuchima y Apushquirandin
Quisquis, conquistadores y al mismo tiempo defensores del Tahuantinsuyo (del Reino de Quito). Quito:
ciudad preciosa, ilustre por mil títulos, lugar en el que se ha encontrado las razones para la vida: la lucha política,
la ciencia, en una palabra: el marxismo-leninismo.
4
Se sabe (se ha dicho) que el histórico aborigen: 1) incendió Quito, 2) eliminó a las Vírgenes del Sol y 3)
escondió los tesoros. ¡Qué bien great man face of stone! (aunque luego el lumpen colonizador abusivo ibérico,
convirtiera a los indios en constructores –Cantuña- y en talladores, en paridoras a las indígenas y en mitayos a
los longos).
135

hora de estructurar el seudónimo 5 .
En el año 2001 (noviembre), este trabajo se encontraba listo en su versión primigenia (a
partir de entonces: Nerón –el poeta, según la versión clásica, abominable, que se ha difundido
de su personalidad- ocupó el puesto de Claudio); en ella, se recogía el lineamiento general de
su trama; en un inicio, empero, hubo poco interés en sus tesis. Huelga decir, que, como
consecuencia, fueron raras las opciones en orden de su publicación (en verdad, el pensar en la
imprenta, se inscribía en el propósito de reducir, en alguna medida, la etapa de sequía
político-revolucionaria, en la que había entrado la vida de su mentor 6 ). Se pensó –por otra
parte- iniciar la búsqueda de alguna personalidad versada en la materia –autor consagrado-,
para que lea el “manuscrito” y opte por dispensar el gesto generoso de prologarlo; sin
embargo, se encontró –de igual modo- escaso entusiasmo por “arrimar el hombro” y
comprometerse con esta “idea excéntrica”, esto es, hablar y censurar, sobre y la vida
sensualista, en su orden, justamente cuando la humanidad se halla entrando de lleno en el
hedonismo dionisiaco y en la mitología religiosa más ramplona (no obstante, debe
agradecerse el interés puesto en su contenido por parte de ciertos jóvenes estudiantes de la
Universidad, en la que normalmente se ha trabajado, en Quito 7 ). La razón posible de este
desinterés, se ha supuesto que se debe a los siguientes hechos: la Izquierda comunista y
socialista se muestra compulsivamente anti estaliniana (en realidad, deploran –la fuerza y la
radicalidad de- todo pensamiento –“procesamiento de datos”- que se atreve a mentar la
palabra “absoluto” 8 ); el marxismo-leninismo sigue afirmando, que la humanidad debe
atravesar una etapa socialista clásica, presidida por nuevas revoluciones proletarias; ciertos
sectores de la sacra intelectualidad criolla, asumen posturas de suficiencia, de modo que
retirarán la mirada de la pasta de este escrito; el poder burgués senil, tiene su propia
arrogancia de clase: su desprecio; la “hegemonía cultural” (sic) religiosa, se ensañaría con él,
a cuenta de advertir determinadas aseveraciones profanas sobre pasajes de la Biblia que se
formulan, con las cuales se ha pretendido –una vez más- colocar de pie lo que allí se halla
puesto de cabeza; para un ser “común”, en cambio, las diversas materias que se aborda,
abruman por el carácter especializado de su formación 9 .
Aunque parezca cursi, infatuado, ampuloso, injustificadamente pedante, exagerado,
sobreestimado, en el 2009 se tomó la decisión de modificar el título del presente documento
de: “La omnipresencia del proletariado” a secas, el cual transparentaba una intención
eminentemente política, a: “La nueva concepción de la historia” (concepción, en la línea
marxista, del futuro); en razón de lo que hubo de pasar a formar parte el título original, del
subtítulo. Esta “política” fue tomada, por cuanto se advirtió, que la denominación original
dada al trabajo, no ayudaba –dicho sin tapujos- a su difusión. La adversa situación
promocional, se concluyó, que se debía también a tres hechos: a) el título era trepidantemente
5
El nombre del autor de estas líneas, es: Justo Amado Castillo Freire, y una ligera autobiografía se incorpora al
final del documento, elaborada como fue, solamente para cumplir un requisito impuesto por una firma editora
con motivo de lo que se pensaba iba a ser una posible publicación electrónica formal de estas anotaciones, en
Internet.
6
Sólo Fidel, el Che, C. Torres, J. Hurtado y D. Ortega –el gran T. Borge- (y ahora: Noammar El Gadhafi, pues
murió como anunció al mundo: en su trinchera; ¡Loor al gran Coronel!), merecen el apelativo de
revolucionarios, en la coyuntura de entre siglos. Fidel y Daniel, llegaron al poder; Camilo, fue emboscado y
asesinado por la oligarquía y el militarismo reaccionarios colombianos; en Ecuador a Jaime se le retiró su vida,
precisamente en momentos de cumplimiento de su deber en el Congreso, mientras que el gran Che, yace en su
tumba: ¡no hay otra vía lustrosa para este tipo de elección vital!
7
No obstante, “siempre habrá una excepción a la regla” (enorme perogrullada, crasa tautología): esa es la norma.
En Quito: ciudad formidable siempre, cuna del pensamiento de vanguardia y de la acción (la posmoderna –en
buen sentido- idea en torno de los deberes y derechos universales, sobre la libre circulación global de personas
–ciudadanía mundial-, de ruptura con la obscena actitud capitalista de considerar a la naturaleza como parte del
activo de capital, la postura moral que da prelación al trabajo y a la responsable frugalidad como principios de la
praxis general de la vida, en la que no se rehúye a la técnica, a la ciencia, sino que más bien se las acoge con
respeto y decisión), cabalmente en Quito se contó con el apoyo y con el aporte (este vino de una persona sencilla
pero grande: a todo ser humano la inteligencia en algún momento le llega; de igual modo, en cierto instante le es
ingrata) del señor ingeniero Fabián Montesdeoca: compañero de estudios, de ruta política, de línea de conducta y
de filosofía de la vida; a él se deben muchas de las más altas y complejas interrogantes, que indujeron a poner
mayor sobriedad, rigor y seriedad en las presentes reflexiones.
8
En la dimensión relativa ya existe la absoluta: el conocimiento sobre una célula constituye una verdad relativa,
pequeña, de una parte de la vida; no obstante, en cuanto ese saber comprehende a la célula toda, es absoluto.
9
Por consiguiente, su publicación (de este documento) habría de transformarse en “todo un acto revolucionario”:
no es la legitimidad la que lleva a la estrategia, sino ésta la que conduce a la legitimación (R. Luxemburgo).
136

político, marcadamente ideológico, doctrinario, de extrema izquierda, para ser un ejercicio,
que iba tomando nuevos rumbos; b) luego, el primer párrafo –pg. 239- es político-ideológico
hasta el tuétano, hecho que “rema” en dirección contraria de la posición intelectual en el
mundo de hoy en boga, la cual es: Light, conservadora, sibarita; y, c) en uno de los primeros
párrafos mismo, se hace alusión a Stalin, lo cual es: ¡el colmo! 10 . Se ha considerado, por
tanto, a todo esto: como una de las barreras insalvables, que “afea” el documento, que
sobrepasa la capacidad de resistencia, de tolerancia de aquel lector, que puede encontrar
algunas reflexiones interesantes en el escrito; junto –se dice-: a su complejidad. Por lo que,
por fuerza, se ha procedido a modificar el nombre de esta memoria técnica científicofilosófica,
con el propósito de mejorar la primera impresión, confiriéndole una nueva
apariencia, de modo de redireccionar su suerte (sin embargo, se tiene plena conciencia sobre
las reiteradas espinas, que estás ideas deben encontrar en su canino: rechazo ideológico a lo
interno de la visión marxista, censura de clase, resistencia del “efecto paradigma”, pues, este
discurso: ¡es realmente una provocación! 11 , o sea, la evidencia transparente del fenómeno de
“ruptura de paradigmas”, de “cambio de frente en el pensar filosófico”: “guante que se hecha”
a la mente -en verdad, con las ideas en desarrollo: “no se deja títere con cabeza” 12 -; esto es,
sobre el esfuerzo, se podrá incluso pensar, que consiste en un intento de forjar una de las
teorías –hipótesis- más ambiciosas de la historia, puesto que “desde tiempos inmemoriales el
ser humano ha tratado de contestar las impresionantes preguntas filosóficas consabidas y no lo
ha conseguido” 13 ; ahora bien, “las teorías deben medirse por los elementos que brindan para
10
Que una persona llegue a figurar en la historia, no depende de su capacidad, de su voluntad, de su temple o de
su determinación, prioritariamente; su papel destacado se halla en directa correlación, con el momento histórico,
con las circunstancias, con los requerimientos del importante proceso singular, de cambio, de o en el interior de
una época, claro: sobre el telón de fondo de sus “cualidades especiales”. No obstante, cuando la persona que
garabatea estas líneas piensa en los aciagos momentos, que le tocó vivir a la humanidad en el período socialista
de Stalin (a la humanidad socialista y no socialista), tanto más en lo individual se valora a este ser portentoso: se
lo respeta, se lo admira (¡Qué bien: Stalin!), pues, había que tener temple de acero para conducir un proceso
superior en la historia, que por lo mismo avanzaba en medio de turbulencias determinantes, letales.
11
Al final de este trabajo se ha llegado a conclusiones extrañamente sorprendentes, como por ejemplo el
desentrañamiento de la gran ley que gobierna la coyuntura: mientras en la historia no estén dadas las
condiciones para que tenga lugar el traspaso de unas manos a otras de la misión de continuar el desarrollo de
las fuerzas productivas en otro marco de relaciones “sociales” (esa es la inflexión fundamental), el
capitalismo no puede decesar y la nueva forma humana, instalarse (paradójicamente, la principal propensión
opuesta, no proviene del capitalismo, sino del hedonismo de los movimientos antisistema).
12
No se deja títere con cabeza. En efecto. La broma popular ecuatoriana aquella: “está a favor de quienes están
en contra y en contra de quienes están a favor”, aquí tiene sentido, pues, todo “constructo” discursivo contiene
“ventajas y desventajas”. En atención a las “desventajas”, frente: 1) al marxismoleninismo, al pensamiento
comunista y al socialista, se opone la tesis, de que la teoría revolucionaria marxistaleninista fue aplicada con
éxito como un caso y en un sitio en la ex URSS a nombre de la humanidad y de la historia, que el socialismo
cumplió su papel transformador de la historia, que el proletariado se está negando, junto con la burguesía, en el
desarrollo de la automatización, que no van a producirse otros procesos revolucionarios y socialistas, que la
etapa en curso es transitiva hacia el comunismo, en la cual prevalece el status senil regresivo del capitalismo y
las luchas subversivas de la población planetaria, cuyo resultado es el completamiento del proceso de cambio de
formación social (en realidad, el capitalismo es una etapa necesaria para la historia, ésta, solamente decesará una
vez que haya cumplido su misión histórica –“producir la base material del mundo nuevo”- o cuando exista ya el
sucedáneo racional, que continúe dicha obra); 2) al neomarxismo, la tesis de que no es la técnica el artífice del
proceso de cambio societal, afirmándose paradojalmente, que el capitalismo sigue en pie y que el futuro no es
hedonista ilustrado, sino racional objetivo: del “valor” de usufructo y del régimen de democovivencia racional;
3) a la socialdemocracia, que si bien ese modelo (occidentalización moderada) tiene pertinencia como vía de
realización del proceso de cambio en curso, el mismo no es el producto de la praxis de la socialdemocracia per
se, sino la resultante de la fusión capitalismo/socialismo y que la meta no es el capitalismo racionalizado, sino el
comunismo; 4) a las creencias económicas neoclásicas, que el capitalismo es una etapa histórica, que ha
realizado su inmanencia, ha cumplido su misión y que ha perdido funcionalidad y razón, que se despide de la
escena de los vivos; 5) a los cultores de la democracia, se afirma el carácter históricamente condicionado de este
régimen, como determinación propia de las formaciones clasistas y que la humanovivencia es el “régimen” que
lo supera y lo reemplaza; 6) al pensamiento religioso, que el ser humano se está autoesculpiendo como “Dios”:
que el ser humano llegará a “conocer y a dominar a la naturaleza”; 7) a los ecologistas de derechas, de centros o
de izquierdas (culturalista de los “pueblos originarios”), que el ser humano debe utilizar a la naturaleza para
realizar la propiedad de la inteligencia: llegar a ser “Dios”, incluso con la destrucción de ésta, lo cual no es
posible, puesto que la ciencia y la técnica –en sentido iracundamente prometeico- puede desedificar y reedificar,
destruirlo todo y volverlo a hacer todo; y, 8) al pensamiento científico positivista: que no hay energía, tiempo,
espacio/tiempo, energía oscura, indeterminación, relatividad, intuición, inteligencia emocional, inconsciente, etc.
13
Histrionismo megalománico (es obvio, luego de haber recuperado lo más significativo del aporte dado por el
pensamiento de los llamados países “desarrollados” y el que opera como fundamento): un grupo humano de un
Estado motejado de banana republik, reconceptúa los hechos y con ese producto finalmente induce procesos de
137

el análisis” –dixit C. Katz 14 -, proposiciones formuladas aunque sea de modo “intuitivo”, a
priori, incluso: aventurado) 15 .
Para una mente secularizada, llegado a determinado grado de comprensión del mundo,
las explicaciones mitológicas o religiosas no satisfacen el deseo en exceso ambicioso de llegar
a saber el porqué de las cosas, la índole de los “grandes números” (al respecto, tampoco los
supuestos omnicomprensivos de la Cosmología positivista, es convincente del todo). Esta
indelectación filosófica se vuelve más pronunciada al interior de aquel cerebro, que ha
abrazado las consignas comunistas. En un principio es aceptable el procesamiento político
clasista de la humanidad: los objetivos para la vida ligados a la transformación social inscritos
en el Materialismo Histórico, son suficientes; luego aparece la nueva reflexión inquisidora
frente a la que las clásicas soluciones a los problemas cosmovisivos, también no satisfacen
por entero (en el escepticismo, de por medio se ubican las muevas preguntas que la realidad
lanza al pensamiento y las formas renovadas de entenderla, que el desarrollo de la ciencia y de
la técnica –y de la conciencia-, incorpora a la comprensión de los hechos). Para el enfoque
ontopraxelógico materialista marxista, la realidad es material, no ha sido creada por nadie, no
tiene principio ni fin, existe para siempre en movimiento continuo, en autodesarrollo
permanente (su fuente: la contradicción inmanente); en su seno, uno de los procesos es la
historia: la sociedad (la praxis) y la conciencia (“un estado de la materia”: Lenin), dispuestos
en el cuadro del movimiento natural; por tanto, a más de ciertas otras consideraciones no del
todo objetivas sobre tópicos como “materia”, “energía”, “tiempo”, “espacio” (idealismo
“científico”) 16 , hasta allí ha avanzado y eso enseña la Filosofía Marxista (el Materialismo
Dialéctico). El marxismo (no Marx) se queda también en la elucubración en torno de la forma
reeducación de la población de las llamadas grandes potencias mundiales de la ciencia y de la técnica (hacia eso
se va, a regañadientes). El bagaje más o menos es: Religión Cristiana: pensamiento de la resurrección; T. de
Chardin: fusión entre resurrección y camino propio humano de realización de la inteligencia; la filosofía hindú y
el teorema de la reencarnación; Sagan: ser humano materia estelar que tomó su destino con sus propias manos;
Hawking: el ser humano en colectivo llegará a comprender el Universo; R. Penrose y la explicación del proceso
humano a partir de premisas cosmológicas (viabilidad y optimidad del Universo); y, Marx: enfoque filosófico
materialista del proceso humano (conocer y dominar a la naturaleza), son las explicaciones que más lejos han
llegado sobre la materia, el Universo y la historia. Naturalmente, sin desmerecer al resto, este trabajo adhiere al
enfoque filosófico marxista y lo comenta.
14
Es obvio, que la parte práctica más general del acto de investigación realizado, consiste en proponer algunas
señales con el fin de que el género no tuerza (al hedonismo), detenga o se distraiga (combinación
contraproducente entre hedonismo y racionalidad) o, mucho pero: frente a la bi, tri o múltifurcación, que se
especula que aparecen como opciones para el proceso de vida futuro, el ser humano se presente indeciso y
malogre el sentido de su ser y torne inútil la existencia; por el contrario, se sugiere fijarse en la más alta y
racional de las metas para la inteligencia (tendencia que se abre e impone frente a contratendencias
–indeterminación, caos, incertidumbre, sorpresas, casualidades, probabilidades, aleatoriedades, etc.): la
saludable, la sensata, la proba perspectiva relacionada con la formulación del concepto de la realidad. En estricto
sentido, no es una crítica a la ideología dominante, sino la exposición de algunas pistas que permitan formular
una teoría omnicomprensiva de la realidad.
15
En el plano pequeñoburgués abstracto de buscar el saber, no siempre satisfacen las explicaciones que sobre la
realidad natural, social y humana, presentes en el andarivel filosófico, se han heredado y se reciben como
desarrollo de la conciencia; de manera que es comprensible la conducta que propende esbozar las “propias”
interpretaciones sobre los hechos (en cierto modo “se redescubre lo que ya ha sido descubierto”); resultado: el
presente documento. El trabajo, desde luego, ha sido cruento; al respecto había dos vías: 1) hacerse el tonto,
asumir que no es con uno –avestruz- y volcar el interés en las preocupaciones usuales, entreteniéndose en ellas:
trabajar, la lectura, el deporte, criar hijos, recrearse e incluso actuar en política revolucionaria y, eventualmente:
asumir alguna tarea de dirección social; y, 2) lanzarse al ruedo y devanarse los sesos pensando (la belleza de
pensar), investigando, escribiendo en el interior de un mundo incomprensible, insensible –insensibilidad
posmoderna respecto de la verdad objetiva omnicomprensiva, por supuesto- y adverso, lleno de curas,
predicadores, hedonistas, radicales subversivos, que normalmente lo miran (a uno), como quién se lo hace a un
loco. Es evidente, que se ha asumido la segunda opción (la búsqueda de ocupación y satisfacción en el esfuerzo
investigativo y sus resultados, en su orden).
16
Dicho sea de modo incidental: la pareja de palabras “espacio/tiempo”, que usualmente manejan los físicos y
los cosmólogos, expresa su más crasa filiación mitológica (en realidad, la noción “energía”, es a la Física
idealista, lo que el alma es para la ilusoriedad religiosa; por tanto, en este documento se utiliza la palabra
“energía”, no en la acepción vulgar de dicho fenómeno: como movimiento sin materia; en realidad, por ejemplo,
los alimentos no dan “energía” al cuerpo, pues, en sentido propio, le proveen de materia: H2O, proteínas,
enzimas, minerales, hidratos de carbono, ácidos oleicos, materias que no se transforman en “energía” en la
digestión -respiración/oxidación-, para luego transformarse, verbi gracia, en materia muscular mientras va por la
sangre a través de la ocurrencia súbita de algún acto milagroso desconocido). Pero también las últimas
divagaciones sobre “´Universos paralelos´ con otras leyes físicas”, no escapan a la característica fabular del
pensamiento: metafísica en Cosmología.
138

humana que viene y sobre algunos rasgos del comunismo, los cuales constituyen la derivación
lógica de la superación del orden vigente y el desarrollo de las tendencias, que en él se
perfilan: sociedad siempre trabajadora (como consecuencia: forzosamente estamental
–división del trabajo), sin clases (abstracción de la superestructura y de la ideología),
igualitaria, que desarrolla multifacéticamente al individuo 17 . Ahora bien, ese elaborado
teórico: no es abarcante. Siguen sueltas las preguntas: ¿para qué todo el proceso orgánicoracional?,
¿tiene sentido la vida humana?, ¿qué lo explica?, ¿daba igual nacer como no, si se
va a morir, por lo cual nada tiene razón?, y, ¿luego: qué? Las aseveraciones de respuesta en
emisión: ¡son explosivas! 18 .
En torno del porvenir del capitalismo, tres tesis se blanden (dos marxistas y una
burguesa): 1) la de su “muerte natural”, 2) la de su reproducción permanente y, 3) la que lo
considera como forma perfecta, eterna. La primera es verdadera: el capitalismo tuvo su origen
y debe llegar a término por sobre el apoyo sistémico recibido, proveniente de la acción
homeostática de la clase burguesa (para que haya ley debe imponerse la tendencia, caso
contrario “la tendencia se igualaría a las contratendencias, una anulando a la otra, al infinito”
y no habría ley; de no ser así “ni siquiera se comprendería por qué hay que hablar de ley”); la
segunda es parcialmente cierta, puesto que la suerte del capitalismo: su duración, depende de
la crisis, de la lucha de clases, de la correlación de fuerzas; la tercera es sólo una ilusión:
expresa el deseo conservador de mantener sectariamente el bienestar por parte de la clase
beneficiaria del status en el poder. La tesis incursa en el presente documento, la cual no
contará –en principio- con el beneficio del crédito, debido a que todas la evidencias de la vida
diaria la contradicen, es que el capitalismo ha dejado la escena histórica (naturalmente, el
proceso no es un hecho concluido, por lo que lo está haciendo de forma progresiva, de similar
modo a cómo entró en la vida); pues, los sucesos de Octubre 17 lo pusieron en cuestión como
sistema y una vez que la razón madura advirtió el eje completo de la historia, y su proyección
axiológica lo recusó y colocó en frente suyo el modelo social superior, que lo declaró
17
La situación es más lúgubre en el frente de la cosmovisión oficial. En efecto: “no hay nada nuevo bajo el sol”,
al interior de un sistema tan predecible: el capitalista, que ha ubicado un paradigma esclerótico en la mente de
sus cultores (y desgraciadamente en la mente –imaginario, suele decirse de modo cobero- de la población en
general): mercado eterno, iniciativa privada, libre empresa, modelos económicos de talante neoclásico y/o
regulacionista de conducción social, democracia, luteranismo. En verdad, frente a la crisis, en el anquilosado
parecer del poder económico oficial global, ni siquiera las medidas intermedias para afrontarla se presentan
fácticas en el horizonte de sus intereses, frente a la muy sensible hora histórica, o sea, las medidas reformistas:
agraria, urbana, tributaria, monetaria, de cambio “internacional”, política, de gobernanza, con el propósito de
desconcentrar la propiedad de los medios de producción, la toma de decisiones y las visiones, y formar una
“sociedad de micro y meso emprendedores”.
18
Independientemente del concepto que se forme quién lea este trabajo y de su reacción ante lo que aquí se dice,
debe declararse, que los puntos de vista sostenidos son el resultado de concienzudas investigaciones teóricas y el
producto destilado de toda una vida de estudio, de maduración progresiva de una mente, de precisión
cronológica de conceptos, que se inicia a los 18 años con el ingreso a la Universidad de su autor y que concluye
en el año 2012, lapso en el que ha sido posible incorporar nuevos argumentos a la trama y en algunos casos, la
reformulación de juicios, que permitieron centrar y mejorar su contenido (Marx remarcó la importancia de su
trabajo, y esa conducta es ley para quienes se presumen sus allegados). La rupturas principales han sido: en el
seno del marxismo, que éste, como praxis, se ha realizado completamente, y como pensamiento: que su modelo
es “eterno”; en sociopolitología, la recuperación de la noción de transición, con la que se recusa a quienes
consideran eterno al orden burgués de existencia y a los que sostienen la idea de que el “fracaso del socialismo
es un evento en el desarrollo del socialismo” (que la democracia es el régimen propio de los sistemas clasistas, y
que está destinado a desaparecer con el advenimiento del verdadero régimen futuro: la democovivencia; que el
comunismo se da sólo con robot; que el ser humano debe saltar de su condición racional actual, hasta la “divina”
o tercera naturaleza, en la que opera la ley del “valor” de usufructo; no obstante, la lucha continua); en
Antropología, que las diversas “culturas” no son más, que la “´estrategia´-diversidad” con la que la naturaleza ha
garantizado la sustentación de su producto máximo: la inteligencia (que el invento del alma, del cielo, de Dios,
es el resultado, en la precaria situación comprensiva del ser humano recluido en el remoto pasado, de tres
fenómenos: el sueño, el recuerdo y la imaginación); en la mitología teológica: que el ser humano está en curso de
convertirse en Dios, y que los discursos cristiano e hindú, constituyen la representación fetichizada del
movimiento histórico de la proeza humana (que Marx descubrió el secreto de la vida humana); en materia
filosófica, la tesis objetiva, de que la inteligencia es la propiedad que explica racionalmente la vida; en ciencias
naturales, al sostener audazmente la increpación de que en ellas se mantiene camuflada una concepción idealista
no rigurosa de los hechos, la que se expresa a nivel de modelos en la Teoría de la Relatividad, en la Teoría de la
Incertidumbre (indeterminación) y en el plano de su “syllabus”, en las nociones de tiempo, espacio,
espacio/tiempo, energía, energía oscura, indeterminación, nacimiento de la nada del Universo; en Psicología se
impugnan las nociones de inteligencia emocional, intuición, inconsciente, etc.
139

irracional, innecesario, superado 19 . ¿Cuáles son los procesos que hoy arrinconan cada vez más
al capitalismo? Principalmente: la automatización productiva; la crisis regular, sistémica,
reiterada, propia de la senilidad (Lenin se refiere al imperialismo como la fase superior,
parasitaria, en descomposición, declinante y última del capitalismo; estas anotaciones, en
cambio, asumen la acepción “neoimperialismo” -transición-: en cuanto simple prolongación
de la etapa definida por el insigne revolucionario ruso-universal); los procesos de desconexión
de las diversas formas de economía alternativa que se ensayan en el mundo; las fricciones
ambientales; y, la elevación general de la conciencia de la población, expresada en las
múltiples acciones de protesta en ascenso (“decrecimiento” -8R-, los Indignados, la ALBA, la
CELAC, Ocupa Wall Street,…) 20 .
Pero, en verdad, el capitalismo (“la realidad fáctica que ha sido menos cruel para la
humanidad, que la práctica de búsqueda de plasmar utopías” -sic): agoniza. La aseveración
exige el ejercicio de un rodeo lógico de fundamentación, para que la misma no se presente
como una “frase fácil, sin significado o consecuencia precisa”. La única manera por la que el
capitalismo pueda ponerse en pie y caminar, es volviendo para atrás la historia (no obstante, la
historia siempre “es inédita”): que el sistema burgués, que ha sobremadurado, se retrotraiga a
la fase competitiva y se recluya en los “Estados nacionales”, esto es, que se reinstale en la
época lozana de su despegue (o recuperar la “cultura” de los llamados “pueblos originarios”);
empero, para que ese hecho se dé, el sistema debe retornar a la manufactura, tiene que destruir
la máquina, eliminar el proceso de automatización e, incluso: el de robotización (la
humanidad en cuanto tal, tendrá que estar dispuesta a renunciar a producir el “otro de sí”: la
Inteligencia Artificial, a abdicar a conquistar el Universo, a avenirse a regresar a ser presa de
las epidemias, de la mitología): renunciar a la ciencia y a la técnica, a la urbanización y
retroceder a la Antracita; además, sobre todo, debe borrar de la mente de las personas las
huellas de miles de millas andadas en el proceso de racionalización de la vida (no obstante, el
ser humano hoy sigue aprendiendo/haciendo cosas del pasado; esa también es una forma de
continuidad generacional, que se produce sobre los hombros del ser ido). O sea, el capital para
seguir siendo, tendría que allanarse a plasmar la utopía magra, que ciertos movimientos
culturalistas y ecologistas postulan. Ese querer, es imposible; no le queda más, en
consecuencia, al capital, que continuar hacia adelante consumiendo el resto de la vida que le
queda (como lo hizo cuando enfrentó al falso socialismo soviético de Jruschov-Gorbachov,
puede tornar digna su salida, si somete a la Filosofía Oriental, que con agresividad ha
reemergido), para dar paso a que se tome el planeta la nueva humanidad.
Por tanto, “tempranamente” (año 2001) vino a la mente la hipótesis acerca de que el
capitalismo había llegado a la vejez (a su fin) como efecto del desarrollo de las fuerzas
productivas (competencia entre capitalistas 21 ), de la Revolución de Octubre y del socialismo
19
Si se revisa la historia, se advierte que ninguna de las fuerzas que lucharon contra el poder y por el cambio de
modo de producción en el devenir anterior al capitalismo, lo hizo con conciencia.
20
Immanuel Wallerstein (El moderno sistema mundial) habla de la transición con antelación a la elaboración del
presente escrito (el sistema mundo capitalista se ha hecho coextensivo con el planeta y se halla herido de
muerte); pero al hacerlo, este sobresaliente sociólogo lamentablemente no avanza hacia la caracterización del tal
efímero momento, tomado en el sentido en el que hacen de los procesos los historiadores, esto es, con la noción
de “coyuntura”: un período de varias decenas de años; tampoco especula (en el buen sentido) sobre el tipo de
organización humana en que ella (la transición) desemboca. Ahora bien, brillantes las investigaciones de Frank,
Wallerstein, Amín, Arrighi, Fiori et al, en torno de la evolución del mundo burgués y de la estación actual; no
obstante, mutatis mutandis, el defecto de este pensamiento (exceptuándose el de H. Moravce, el positivista
tecnocrático oficial -R. Penrose, C. Sagan, John Jorgan, Ray Kurzweil, Miguel Nicolelis, John Hopkins, Willan
Gibson, Michio Kaku,…- tiene el suyo: proyectar las transformaciones en las fuerzas productivas: la ciencia y la
técnica, dejando intocada la estructura social, con lo que el capitalismo se muestra eterno), consiste en no incluir
la variable siempre determinante del proceso histórico: el desarrollo de las fuerzas productivas, consideradas
éstas, en sentido no mecanicista, o sea, como producto de la plasmación de las potencias del pensar, que se
objetualiza en la praxis al propender el ser humano a contar con instrumentos cada vez mejores hasta llegar al
robot sapiens (las fuerzas productivas materiales, en su desarrollo, describen ondas de largo plazo:
maquinización, automatización, robotización, inteligencia artificial), para atender necesidades siempre crecientes
y renovadas, perurgidas por la condicionante de la “lucha de clases”: el capital conspira contra sí mismo, se
socaba, al profundizar la política de automatización como elección no arbitraria, a la vez que sepulta
ontológicamente al trabajo y arremete contra el salario; además, todos enfocan el problema coyuntural del
“desarrollo” (es obvio, a excepción de las religiones monoteístas y el hinduismo, y la cosmología positivista
académica), de ningún modo el sentido de la entidad humana (cuestión que aquí se la trabaja intensamente).
21
Tesis que, según R. Astarita, refuta la de la “financiarización” (Astarita, Rolando. Crítica de la tesis de la
financiarización; diciembre del 2008).
140

de Lenin-Stalin, por lo que se supuso (supone), que el orden burgués de la existencia, se
ubicaba a espaldas de la historia, o sea, que había dejado la escena de los vivos una vez
cumplida su misión (el proceso de automatización se encuentra a portas de llegar al momento
de su concreción y muy bien puede el estadio superior de civilización que viene –la
humanidad comunista-, completar el papel que le ha tocado cumplir históricamente al
capitalismo 22 ), o que al estar consumado, se hallaba a punto de abstraerse (Mandel plantea
directamente la existencia de una nueva fase en la que habría entrado el capitalismo a
continuación de la imperialista de Lenin en la continuidad del pensamiento de Marx, a la cual
la llama neoimperialismo o capitalismo tardío; mientras que Gallinicos niega la existencia de
una nueva fase de desarrollo del capitalismo) 23 . Sin embargo, las conclusiones estándar
(enfoques comunes, sin creatividad), en las que coinciden tanto la percepción del capital
(incluida la de la Religión) como el pensamiento marxista (también aquel que topa dicha
concepción –la marxista- de modo tangencial, y la que ha renunciado públicamente a él –al
marxismo-, pero que se asume a sí misma crítica al capitalismo o por lo menos al
“neoliberalismo”), dicen relación: 1) con que el socialismo fracasó (el capital se refiere en
tales términos, por considerar al socialismo un modelo inviable; el marxismo, al hacer
responsable del “hecho fallido” a la traición del revisionismo, o al burocratismo de Stalin 24 ; y,
22
La propensión incipiente, que hasta hoy ha operado en la frontera de la producción e influido de manera
colateral sobre la estructura social, es decir, en aquel segmento recluido a la sección productiva de vanguardia: la
automatización, ahora se impone cada vez más como “ese éter especial que baña todos los colores”. De este
modo ha desaparecido la expresión real abstracta de la relación más simple: el trabajo en general, de la que salen
los seres humanos en cuanto usufructuarios del sistema plenamente maquinizado de producción; el trabajo: deja
de ser pensado en cuanto categoría, pasando la máquina a producir los bienes artificiales, en la misma condición
que produce la naturaleza (la conciencia se vale por sí misma) y a generar las “nuevas modalidades del ´ser´”.
23
Anwar Shaihk (Valor, acumulación y crisis) afirma que no existe una fase imperialista (Hilferding-Lenin)
como desarrollo de la contradicción (competencia) en las relaciones comerciales (económicas) internacionales
(la tesis ricardiana del desarrollo equilibrado entre países asimétricos como efecto de relaciones sustentadas en el
principio de las “ventajas comparativas”, conduce –mas bien- a la profundización de la brecha); José Fiori (El
mito del colapso del poder norteamericano), en cambio, asevera que el imperialismo es una condición
permanente del capitalismo, según su moderna acepción expansiva del sistema (no en el sentido lógico de la
sucesión de los tres hegemones wallersteinianos: Provincias Unidas –España-Portugal- (Holanda), Reino Unido
y Estados Unidos); Ernest Mandel, por su parte, sostiene que en la historia del capitalismo hay una fase más
(superior), que sucede al imperialismo: el neoimperialismo (supermonopolización y dominación global).
Empero, el imperialismo (características económicas, políticas e ideológicas singulares en el movimiento del
capital), es una fase a la que llega la “expansión” del capitalismo de modo histórico-natural; el neoimperialismo,
por su parte, constituye la prolongación de la clásica fase imperialista, tomada en sentido específicamente
leninista (superconcentración económica y hegemonía hemisférica de los oligomegamonopolios financieros) a
través de la intervención de la conciencia y de la voluntad “para sí” del capital, que lo afinca (Keynes, las
“trincheras de la sociedad civil”, la socialdemocracia –Bauer-Krinsky, Wolander, Miterran-, por ejemplo). En los
hechos, el desarrollo de las fuerzas productivas continúa la acción socabadora del sistema como poder que
supera la acción de las contratendencias dilatorias (las políticas conservadoras del stablishment), junto a la
desconexión de la economía y “cultura” únicas, de las nuevas formas de reproducción humana (que hace que se
cumpla –fuera del forcejeo “socialismo”/capitalismo de los años 60 del silgo XX- uno de los vaticinios de
Mandel -Mandel citado por A. Moreano, en: El apocalipsis perpetuo-: el mercado de consumo se reduce para el
capital, como efecto del desarrollo del “Campo Socialista”, de la modernización de los “países subdesarrollados”
y del desgajamiento de zonas periféricas de la esfera capitalista): es a esa realidad, a la que, en este escrito, se
denomina transición, momento que no es ni historia ni futuro, sino la interligación de las dos edades, en proceso
de negación mutua, propiciante de la eclosión del “régimen” de la humanocovivencia.
24
Sobre todo el trotskismo se presenta como el más virulento opositor a la llamada “burocracia” (pero Trotsky
fue el más adocenado de los burócratas: ¿de qué vivía Trotsky?, no se tiene noticias de que Trotsky trabajara en
una fábrica, recibiera un salario; entre los epígonos del trotskismo “si sus líderes son los que ocupan los cargos,
entonces no son burócratas…”), al extremo, que incluso lo ha tomado como categoría “caballo de batalla” en
contra del socialismo de Stalin. Según el supuesto de que la “ley del valor” no opera en la primera etapa del
comunismo, en la fase todavía “imperfecta”: el socialismo, no comprende que la burocracia solamente dejará la
escena histórica con la supresión de la “institución” de la “división del trabajo”, esto es, o es posible con la
cesión del trabajo por parte del ser humano a la máquina; en realidad, si el trabajo físico pasa a la máquina,
también el trabajo de la gestión del sistema mecanizado de producción y del tramado de las acciones humanas se
automatizan en el interior del régimen de democovivencia, tanto como el trabajo intelectual del descubrimiento,
de la producción de conocimiento. La conciencia natural, en el citado entorno, solamente jugará el papel de dar
razón consciente (merced a la vigencia de la operación de la esfera sensorial) del saber cada vez más profundo
generado por vía cibernética, el cual se equipara crecientemente con el tamaño del “objeto-realidad”. Por
consiguiente, no en todo momento (al margen de las condiciones, que el estado de desarrollo de las fuerzas
productivas lo permite), por decreto o de modo voluntarista es posible eliminar la burocracia, esto es, en tanto
–se insiste- el trabajo y su división, sean parte habilitante de los procesos asociados de reproducción de la vida.
141

el resto, porque la experiencia, según ellos, fue de capitalismo por vía estatal 25 ); y, 2) en el
frente de izquierda, se indica que debe hacerse una nueva revolución (el trotskismo
contemporáneo espera el “… siguiente ascenso de la marea social”), mientras que en el de la
derecha se postula –se remarca-: que se ha llegado al fin de la historia (según dicho enfoque,
la especie habría encontrado –siempre la tuvo: capitalismo eterno- la forma ideal de
existencia 26 ).
Como se advertirá que es costumbre en el pensamiento en desarrollo, en él se
contrapuntean las tres versiones citadas sobre la episódica ligada al ex Bloque Oriental
(socialismo: modelo fallido; socialismo: traicionado, in abstracto; síntesis entre lo bueno de
cada sistema, como el orden futuro, en el largo plazo, del mundo), pues, se sostiene
paladinamente, que el sujeto histórico del cambio: el proletariado (la Revolución de Octubre,
el “socialismo en un solo país” y la luchas populares) ha decesado al capitalismo (la
revolución ya fue hecha, el socialismo ya se organizó, el proletariado cumplió su obra, el
marxismoleninismo desempeñó su papel de faro –la “prueba de la verdad es la práctica”), que
en la etapa en curso el género renuncia al trabajo por intermedio de la automatización y que la
nueva ley que regula el proceso de la humanidad en el que ésta incrementa su universo
conciencial, es la del “´valor´ de usufructo”, en operación en el interior del régimen de
democovivencia 27 . En la apreciación concreta, el socialismo no “salió” de la historia como
efecto de su fracaso, de su inviabilidad o al haberse agotado en tanto modelo (sistema), sino
por mediación del efecto-traición jruschovista, esto es, del revisionismo que torció el timonel
hacia el restablecimiento del capitalismo en la ex URSS y su Campo (todas las formas de
reacción mundial –la CIA, el Pentágono, el Vaticano- se alzaron tras bastidores para
promover, impulsar y concretar la detracción); en realidad, el socialismo era necesario, pero
las condiciones de la historia permearon la emergencia de otra ruta –mixta- en la realización
de su determinación, cerrando el paso al despliegue de una opción como estructura total, a
pesar de que era requerida 28 . En una palabra: el efecto real de la participación del
proletariado, la revolución y el socialismo en la historia ha sido suspender el carácter cíclico
ad infinitum de reproducción del capital bloqueándose las contratendencias dilatorias, proceso
en el que el capital financiero desarrolla la ciencia y la técnica conduciendo hacia el concreto
el progreso de las fuerzas productivas 29 ; dicho de otro modo: himeneo disparejo: sinergia
25
Frente a quienes simplona, mecánicamente ven los cambios de 1928 en la ex URSS como la renuncia al
socialismo concebido paradójicamente en términos occidentales: libertad, democracia, diversidad, se plantea que
las decisiones tomadas en dicha fecha por Stalin y el Partido relativas a iniciar el proceso de industrialización y
colectivización (la experiencia real con la que contaba la humanidad en materia de desarrollo de las fuerzas
productivas era la capitalista; había necesariamente que retomar ese proceso sometiéndole a una razón histórica
diferente), fueron la base para el triunfo futuro en 1942: industrialización para darle poder material a la naciente
forma social para enfrentar a los enemigos externos, a fin de dar de comer al pueblo, modernizar la sociedad y
demostrar el poder que residía en la socialización de los medios de producción, la planificación y el trabajo
social. Se puede especular incluso diciendo, que de no darse dicho fenómeno, la ex URSS no habría ni siquiera
vivido los 30 años de socialismo (1917-1956), la Alemania fascista habría triunfado, y la fisonomía del mundo
hoy podría ser peor.
26
Capitalismo eterno: seguir haciendo lo mismo por siempre (lo curioso es, que esta tesis retardataria lo
pregonan los que se dicen ser “ruptores de paradigmas”). El capital, con el paradigma de la “democracia” cierra
el horizonte político (la sentencia es verdadera, mas no porque ese sistema sea eterno, sino por cuanto al devenir
el capitalismo como último modo de producción conformante de la larga formación clasista de la humanidad, se
abole la política).
27
Sin embargo, el género, que “abdica” al trabajo en un momento dado, no puede renunciar a la interación –a la
polis: a ese portento, in abstracto- de aglomeracirón de inteligencias, de proceso conjunto y continuo del pensar,
de conciencias hacinadas siempre en potenciación, que es la ciudad-, pues, primero el trabajo, luego la
comunidad de vecindad: la “madriguera” suprasanguínea, como conexión inmediata entre relaciones de
producción y fuerzas productivas en el interior de un marco, de un cascarón mucho más físico: la ciudad,
interacción que incluso se transforma en un solo órgano humano en el futuro: la conciencia se integra en una,
esté donde esté cada unidad de inteligencia. En realidad: primero el trabajo, luego la ciudad: la producción
secundaria, las actividades terciarias en colectivo; no hay nada más extraordinario que la ciudad: hermoso
escenario para desarrollar las fuerzas productivas, el intelecto, al ser humano.
28
Otros intentos fueron realizados, como los del gran Che; brillante planteo estratégico: formar varios vietnames
para debilitar el poderío militar de EU, obturar el circuito de reproducción capitalista para diezmar su poder
económico y agudizar las contradicciones internas, para que la clase obrera gringa adquiera conciencia de la
explotación a la que estaba sometida. “La historia obró de otro modo”.
29
Capital: no en sentido material, sino como grupo-sujeto, que es su propietario; en realidad, el capital no es una
“relación social”; en un momento histórico y en el interior de una determinada estructura, el “trabajo pasado” se
vuelve en un medio que sostiene una “relación social”: aquella que permite la retención por parte del capitalista
de un segmento del surplus creado por el trabajador.
142

entre desarrollo de las fuerzas productivas (competencia) y revolución han desarrollado y a la
vez anulado al capitalismo, hecho en el cual el socialismo ha actuado como “motor dual” al
principal capitalista, mediante inseminación en él, de las nuevas relaciones sociales en el
gineceo burgués (el celo ninfómana animal: en el sistema capitalista nadie queda satisfecho;
siempre se quiere más –es la ley de la acumulación la que rige la psicología, las feromonas).
Detrás de la traición revisionista jruschoviana al socialismo (la historia “se valió” de
ella a fin de asegurar el progreso de las fuerzas productivas) los hechos han revelado, que el
“… estado de desarrollo económico de la humanidad ha distado mucho de estar maduro para
poder eliminar la producción capitalista” (Engels: Prólogo a la Lucha de clases en Francia de
1848 a 1850 de Marx); y, paralelamente, que la conciencia mundial no ha estado dispuesta a
soportar al capitalismo en toda su dimensión, de manera que “Marsellesa e Internacional” son
los himnos que se entonan en popurrí, en el período de entre siglos (XX-XXI). En una
palabra, las fuerzas productivas (condiciones objetivas) no se han desarrollado al nivel
requerido para sostener una forma humana racional como era la propuesta de los grandes
dirigentes comunistas ni la conciencia había identificado su rol en el proceso de progreso
civilizatorio material (“Son los objetos y fenómenos que encarna la actividad de las
generaciones anteriores, el resultado del desarrollo espiritual de la especie humana…” –A.
Leontiev). No obstante, el proyecto de Lenin-Stalin, puso en ejercicio los cuatro puntales
básicos del socialismo: 1) se abolió, en lo sustancial, la propiedad privada de los medios de
producción; 2) se asignó los recursos de manera proporcional y planificada; 3) se instauró la
regla del trabajo como coercitiva para todos; y, 4) en cuanto forma social todavía imperfecta,
la remuneración fue coherente con la cantidad de trabajo. En adelante, la proyección
planteada induce avanzar hacia el nivel superior de la nueva forma humana: el comunismo,
esto es, a los dos primeros principios fuertes de organización: propiedad privada suprimida y
obligatoriedad del trabajo, se sumaría la nueva ley propuesta por Marx en el Programa de
Ghota: “de cada quién según su capacidad, a cada cual de acuerdo con su necesidad”. La
citada “visión de futuro” –“imagen objetivo”, debe decirse renunciando al enunciado plagiario
de la derecha- (Norte necesariamente mesiánico, milenarista) se mantiene y se anuda a los
hechos: la humanidad se dirige al tan odiado e increído comunismo de la abundancia a
raudales, nada más que la norma estauída por Marx debe ser reestructurada poniendo atención
solamente en la segunda parte: “… a cada cual según su necesidad”, puesto que en la
forma comunista, el trabajo (y el sistema de gestión: la división estamental del trabajo)
habrá pasado a las máquinas 30 .
En efecto, la distribución de la “vida de trabajo” ha sido entre las actividades de
producción, gestión y pensamiento (división social abstracta); las citadas han constituido las
formas fundamentales de ocupación. Estas diligencias se complementan con las de consumo,
de reproducción, de recreación, de educación, llevadas a cabo en el marco de relaciones de
clase (es decir, el mercado y el monopolio -acumulación de capital- asigna las horas de vida al
trabajo). Producción en el ámbito económico: la reproducción material de la existencia;
gestión: programación y asignación de la vida al trabajo, esto es, ordenar al colectivo para la
realización de las diversa actividades; pensar: producir conocimiento (investigación) y
generar tecnología; tareas de otro tipo: la reproducción individual y colectiva de la fuerza de
trabajo. Primero el trabajo (Marx, Engels, Leontiev), luego las “relaciones comunicativas”
(Habermas), es decir, la ciudad (la aglomeración de unidades de pensamiento sean buenas o
sean malas; la creación histórico-colectiva más prodigiosa de la humanidad: lugar geométrico
en el que se recupera durísimo la “fuerza de camello”, se acumula capital en “cantidades
industriales”, se desarrollan las fuerzas productivas y tiene lugar los procesos de
hominización). De este modo ha procedido el ser humano hasta hoy; no obstante, el trabajo
está dando sus últimos vuelos (en realidad, las manos se despiden como principal instrumento
biológico de producción), pues, tiene que decir “adiós” como actividad productora del ser
humano como tal: se desactiva la “ley del valor” y la hermandad humana se retrotrae al
principio de su vida: comunidad que usufructuaba del “trabajo” y de los inputs de la
naturaleza (reproducción natural): pescaba, recolectaba y cazaba, mas en el próximo futuro
procede de ese mismo modo (“ley del usufructo”) con el concurso de tecnología de lanza y
30
La “sociedad” futura se diferencia de la “comunidad primitiva”, sin embargo de ser su repetición como fase
superior, en que en ésta el ser humano tenía que realizar cierto tipo de trabajo no productivo in abstracto:
“planear”, cazar, recolectar, pescar; en aquella, en cambio, todo el trabajo se automatiza: la programación y
gestión de la producción, la distribución para el consumo, la preparación y el servicio al “cliente”.
143

elevada conciencia (reproducción suprasocial y suprantural) 31 . La actividad creadora de
riqueza, en su condición concreta: trabajo productivo, y en la abstracta: trabajo en general,
situada en el horizonte histórico, pone en cuestión su razón y función, hasta ahora esencial.
Todo el poder humano ha residido en el trabajo (trabajo abstracto, diversas formas de trabajo
concreto, especialización, intercambio y contradicción): actividad consciente, organizada
socialmente, en vínculo con la naturaleza, encaminada a un fin; la interacción y las relaciones
intersubjetivas son su resultado, su superestructura.
El trabajo jugó varios papeles vitales en la historia, tanto en la persona como en el plano
general de la humanidad: 1) manumisión del ser humano de su dependencia natural, en el
carácter del proceso de autosubsistencia; 2) formación y desarrollo de la conciencia (eh ahí la
razón por la que el esencialismo de las “relaciones comunicativas” –la simple “interacción”-
constituye acto mental de neoreificación, de fetichización); y, 3) formación del excedente
material/espiritual, que comprehende el desarrollo del “ser social” y el sostén de la etapa en
que el ser humano (el posthumano, la metahumanidad) deja de trabajar y asigna todo el
“tiempo”, no a otra tarea, que a la asociada con el despliegue de la razón, a la
multilateralización de la propiedad suprema y última de la materia: la inteligencia, la mente,
la conciencia (el trabajo se ubica en la esfera racional del ser humano, y provee de
racionalidad, incluso a las actividades estéticas; trabajo: “actividad creadora a través de la
cual el ser humano ´materializa´ sus fuerza esenciales, acto de objetivación o plasmación de
fines, ideales o sentimientos humanos en un objeto material, concreto-sensible” –no se olive,
que en la vida todo es materia, monismo material. En realidad, el trabajo ha perdido su
carácter de categoría y en tanto determinación, ha dejado de formar unidad con los individuos,
ni en algún aspecto particular ni en el general; y, este estado de cosas alcanza su realización
en la “forma más moderna de existencia” de la humanidad: la hemisférica. A futuro: no más
trabajo; esa es la respuesta histórica de la inteligencia frente a las consecuencias, que sobre los
procesos de la reproducción de la vida ha desatado el progreso de la técnica, dado en el marco
de la vigencia de relaciones sociales capitalistas; por tanto, de lo que se trata es, no de arreglar
la vida del trabajo, sino de cómo recomponer el organismo social al que pertenece la persona,
para que ésta tenga acceso a los bienes y servicios para la reproducción de su “ser” en
condiciones óptimas, trabaje o no. En el ámbito de la teoría seria, “valor de uso” implica la
presencia de trabajo (civilización del trabajo); “valor de cambio” presupone la producción
(civilización económica); “´valor´ de usufructo” (modo de consumo: civilización del
consumo) ya no se sustenta en el trabajo ni en la producción como proceso: los contrarios
“valor de uso” y “valor” se han anulado en conjunto; y, la reproducción humana demanda la
realización de una actividad sencilla de apropiación particular, “individual”, del producto.
El rumbo que ha tomado el desarrollo de las fuerzas productivas y el grado de progreso
en el que se ha situado: producción del ser humano en laboratorio, las redes neuronales, en su
orden, pone en evidencia el curso para la especie y su fin necesario. El proceso de conjunto ha
alcanzado su “punto de no retorno”. El status de mudanza permanente de las condiciones
materiales de reproducción de la inteligencia y el paralelo despliegue de los atributos de la
mente todavía hoy, empero, son hechos no suficientes para remodelar la conducta del género
in abstracto, con sentido racional, tonificante. En manos del capital, el avance en la esfera
científico-técnica, en cuanto proceso sometido a la regularidad de su reproducción conflictiva,
mantiene su índole de “potencias de destrucción” (en cierto sector de observadores del
31
Las fuerzas productivas (inteligencia colectiva históricamente objetualizada) exponen en toda su extensión su
carácter inmanente de direccionalidad creativa edificante: la técnica en manos buenas (al llegar a una
determinada etapa de desarrollo material de la especie), es el instrumento que solventa toda limitación: la
pobreza, el consumo humano de proteína mediante producción y sacrificio de animales; incluso el que las fieras
cacen presas: depreden herbívoros (se eliminará todo sufrimiento por parte de seres que operan en la cadena
trófica como alimento y tienen centros nerviosos del dolor aunque carezcan de conciencia, es decir, la tortura
experimentada por animales de presa puesta a la vista de la sensibilidad humana); pero, sobre todo, las fuerzas
productivas son el medio de formación del sentido futuro de la vida (en los animales no hay futuro más que
aquel que le viene impuesto por el orden natural, porque no producen fuerzas productivas: trabajo –medios de
producción y ser humano como productor-; producción de instrumentos: su reutilización y su mejoramiento
acumulativo; trabajo en sociedad –neocórtex potencializado en la aglomeración de cerebros en la llamada
ciudad: cascarón prodigioso; formación de ideas: dominio intelectual del mundo –la ciencia, el conocimiento- en
forma relativa en ruta hacia el absoluto).
144

fenómeno se vaticina el advenimiento de la “sexta mega destrucción” 32 ). ¿De qué forma se
puede otorgar uso alternativo al arsenal de armas producidas por el “complejo militar
industrial” y similares –proceso que a pesar de toda su infamia también ha hecho girar la
rueda de la historia 33 -, de manera que el mismo se torne positivo, al pasar a cumplir una
función edificante en el sostenimiento de la vida humana y del sentido superior de ésta? La
mejor aplicación de ese desarrollo es su exterminación. Ahora bien, el progreso material del
género no puede detenerse mientras no se haya producido el “sucedáneo” de la persona por
vía artificial (el robot antropomorfizado). El “ser social” se ve enfrentado a peligros
inminentes si propende prescindir completamente y por anticipado del capitalismo, o sea,
“antes de que esta etapa histórica haya realizado todas las potencias que caben dentro de sí”.
El momento histórico referido, por otra parte, abre la opción para que entre a actuar en
él, la mente que ha comprendido el proceso humano de conjunto, el cual le permite advertir el
muy coyuntural, pero importante rol suyo en los sucesos, atinente a coadyuvar en el cierre de
la “ley del valor” y a proponer el modelo racional planificado, en el que no debe descuidarse
la promoción del desarrollo de las fuerzas productivas, como continuum. No obstante, no es
nada ni nadie la humanidad, que sólo se preocupe por satisfacer sus necesidades materiales y
hedónicas (igualdad, libertad, felicidad), sin advertir cuál es la razón mayúscula de lograr esas
buenas complexiones física y mental. Un árbol robusto tiene sentido cuando es el sostén de la
fructificación; una res gorda, permite que el león (o el ser humano) conforme su cuerpo
convirtiéndole en su menú; una excelente contextura anatómica leonina, hace posible regular
la multiplicación de herbívoros, que puede desertificar la Tierra; una magnífica estructura
somático humana debe ser la base de la realización del “espíritu”, luego: que generación tras
generación se apiñen en el planeta individuos robustos, llenos de salud tiene sentido sólo si
esas entidades orgánicamente perfectas constituyan el sostén del proceso de avance hacia la
producción del “saber absoluto”. Evidentemente, las crisis capitalistas son cada vez más
graves; empero, al final de cada ciclo el desarrollo de las fuerzas productivas es también más
alto: el último ha dado lugar a la electrónica, a la biogenética, a la gestión estratégica, a la
robótica (automatización), a la IA; ahora bien, ¿deberá agradecerse al capitalismo y a las
crisis por la nueva etapa de progreso material en la que han ubicado al ser humano?; con
cuidado: efectivamente sí.
Situarse en la continuidad en el pensamiento de Marx, impone abdicar al formalismo en
el razonamiento sociológico (juicio en este caso abstracto, pues, el mismo refiere al modo de
producción principal o dominante, y no a la formación social global), conduce a asumir, que
el desarrollo de las fuerzas productivas es expresión de la lucha de clases (prácticas
enfrentadas, práctica política): esclavo/esclavizador, cuando el primero ya no rinde en la
medida requerida por el segundo y más bien realiza revueltas en contra del sistema (la fuerza
productiva natural se inserta en una nueva forma de trabajo, de relaciones y de lucha);
siervo/señor en el feudalismo, una vez que la fuerza productiva natural (el trabajador) eleva el
nivel de productividad al recibir un salario; pero, sobre todo, con el enfrentamiento entre
capitalista y capitalista en la competencia en el mercado, capitalista y trabajador por la renta
nacional, capitalismo y socialismo por el sentido de la historia, capitalismo y
socialimperialismo por el dominio económico-político del mundo, y hoy entre los restos de la
clase burguesa global entre sí (geopolítica 34 ) y con la población humana a objeto de completar
el desarrollo de las fuerzas productivas, y sustentar la vida del género y del entorno natural. El
proceso arroja como resultado siempre el desarrollo de las fuerzas productivas, el cual hoy
está por desembocar en la automatización completa, en la robotización y en la inteligencia
artificial; o sea, capital y trabajo se anulan en conjunto, efecto de la lucha de clases en cuanto
32
Si se produce la “sexta megaextinsión”, el responsable será el capitalismo (estos especímenes son los que
malutilizan la Tierra), no la humanidad, como absurdamente aseveran ciertos ecologistas, absolutizando la
“anomalía” entrópica característica –disqué- de la especie.
33
“Pero como en la concurrencia, y, por tanto, en la conciencia de sus agentes, todo se presenta invertido,
también aparece invertida esta ley, es decir, esta conexión íntima y necesaria entre dos cosas que
aparentemente se contradicen” (Marx, Carlos. El Capital. Crítica a la economía política; tomo III, p 225).
34
Incluso para el capital: para los grandes grupos económicos, la historia debe llevarse por donde hay grandes
recursos (estratégicos), esto es, “nudos de acumulación” (C. Bethelheim), pues, los monopolios se han
desplazado a Rusia, China, Brasil, Sudáfrica,, India (en Venezuela está bloqueada la posibilidad de toma de
recursos y el zaqueo), luego de que ya aprovecharon los activos de EU (país que cada vez más se
desindustrializa), Europa, Japón (la lucha geopolítica o interimperialista, como expresión darwiniana de
sobrevivencia y evolución del capital).
145

push que desarrollan las fuerzas productivas (inducen la ontologización más eficiente y eficaz
de la propiedad de la inteligencia), modifican las relaciones sociales y sacan al trabajo de la
escena histórica. La realidad revela, luego, que ningún discurso es inocente (los
conocimientos en Ciencias Naturales, desde luego, son neutros; y, si bien su uso está sometido
a intereses –hegemónicos- en el sistema social, el producto final del proceso: el “desarrollo
humano”, ha instrumentado “para sí” la ciencia y la técnica y los hechos en general,
debiéndose mirar al capitalismo –a la ciencia, a la técnica, a los valores de la frugalidad y del
lucro- con algo más de respeto); el presente relato, sin embargo, no tiene como fin exclusivo
el desmontaje del sentido e intención de la componente ideológica oficial con la apertura de
una problemática teórica diferente, sino el uso de términos y frases a la mano, a los cuales se
les da una nueva significación. La pertenencia a una clase: al conjunto del nuevo sujeto
histórico, hace que se asuma a la estructura burguesa en su condición de transitoriedad, sobre
todo como un hecho devenido, cuyo rol se ha cumplido, pero cuyo aparataje de sustento aún
no ha sido retirado.
Entre los actos de cavilación sobre los materiales teóricos y empíricos, insumos para la
elaboración del presente trabajo, una inferencia causó sorpresa a la persona que se dedica a
dicha tarea. Si, en realidad, la historia va al saber absoluto, entonces el capitalismo es una fase
necesaria en el proceso, la cual tiene como función crear la base material del mundo nuevo, y
hecho que, a su vez, debe coincidir con el “consumo de todo el combustible” de que dispone
el sistema; se llega, luego, a la conclusión, que el capitalismo no puede ser vituperado ni
eliminado tempranamente o en cualquier momento, sino solamente cuando ya ha cumplido su
misión (“el efecto acumulativo de sus contradicciones internas debilitan al sistema”, pero éste
seguirá resolviendo precariamente “sus dilemas mediante ajustes en sus esquemas
institucionales presentes”, hasta tanto no haya completado la tarea) o una vez que el grado de
racionalidad alcanzado por la humanidad (el cual depende del propio nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas) le ha puesto en condiciones de llevarlo a cumplir o a terminar esa
obra (es obvio, con el fin de sortear el peligro por el cual se dañe más a la naturaleza o que se
siga afectando a las 9/10 partes del género). Debe decirse, una vez que se dispone de los
primeros datos de la investigación, que la vía que sigue la historia es intermedia (si el
capitalismo se ocupa de forjar la base material, el socialismo lo ha hecho con la forma de
conciencia social acotada a los requerimientos del mundo nuevo). Esta conclusión traspapela
todo el pensamiento económico, sociológico, antropológico, filosófico, esto es, la
cosmovisión estatuida en su integridad. En efecto, la nueva situación social concreta y la
formulación filosófica inherente, cambió el panorama de la praxis política: no devienen
necesarios otra revolución, dictadura del proletariado (régimen de excepción para enfrentar el
ataque contrarrevolucionario frente a la transformación) o programa de edificación socialista,
puesto que la terrenalización de la consigna proletaria -Octubre y el socialismo de la ex
URSS- sobre la estructura humana en formación, ha adoptado modalidad evolutiva,
institucional, reformista (strictu sensu, la voluntad consciente proactiva, debe realizar ese
carácter), y cuyo sujeto histórico está constituido por una compleja forma de conjunción, entre
subversión, intelectualidad y ciudadanía 35 .
Ahora bien, dada la referida comprensión de los hechos políticos de coyuntura
convertida en “imaginario” (sic) –sistema significante, mentalidad simplemente; las
intuirepresentaciones de la población-, a continuación se debía pasar a hacer el intento por
satisfacer, en primer término, la necesidad filosófica situada en la esfera de la mente 36 . La
35
Término reservado para incluir en él, a la variedad de “movimientos sociales” que adelantan demandas
particulares frente al poder central (cuestión económica y/o política) y en los que queda contenida la totalidad de
miembros de la población; noción cercana a la de “multitud” (Hart y Negry), pero en modo alguno en tanto
“sociedad civil”. En realidad, que se sostenga, que no va a haber otra revolución y que el proletariado ha salido
de la historia, no quiere decir, que la lucha de clases, en el interior de una forma humana supuestamente
“imperial”, haya terminado (lo cual implicaría decretar el cese del movimiento de la historia), que la política ha
concluido o que depositar de una buena vez al capitalismo en su tumba sea una tarea fácil, incruenta, espontánea,
idílica; por el contrario, con la idea se asume que múltiples luchas –según ya se ha dicho-, que van de la armada,
la huelga, las diversas formas de movilización, el diálogo, la proposición deliberativa, el consenso, se van a
presentar en el cortejo fúnebre, siendo el citado el modo como la humanidad hace efectiva la herencia
transformadora legada por las políticas proletaria y socialista.
36
Múltiples sucesos han ocurrido en la historia del capitalismo: la conformación imperialista del sistema, la
Revolución de Octubre, la formación del Campo Socialista, la Segunda Guerra Mundial, las crisis, el exacerbado
desarrollo de las fuerzas productivas hasta desembocar en la automatización. Con el acompañamiento de la
voluntad de modo inconsciente, las fuerzas productivas (inteligencia colectiva ontologizada) han creado cuatro
146

eflexión condujo a proponer –para uno mismo- a la “propiedad de la inteligencia”
(especificidad evolutiva orgánica absoluta) como la determinación ontológica de toda la
historia, cualidad con cuyo despliegue el ser humano llega al zenit; esta condición –por otra
parte- conduce a la especie a usar el poder conquistado, al término del proceso, a manera de
instrumento para ejecutar la autodecisión de la negación de sí (hara kirie 37 ); como, también a
cuestionarse las ideas comunes de energía, tiempo, espacio, relatividad einsteiniana,
indeterminación heisenbergiana e incluso la “teoría” de los “cuantos” planckiana. Es
suficiente. El ser humano ha llegado a ser, según la comprensión de Darwin (el proceso se
produce por “intento y error” o por “aproximaciones sucesivas”; para explicarse por qué está
aquí el transbordador espacial por ejemplo, debe hacerse el seguimiento evolutivo del
desarrollo artificial dado por agregación acumulativa: empezarse con la piedra tallada,
continuarse con la invención de la flecha, de la rueda, del motor a combustión, con la
programación informática; similar es el proceso de transformación seguido por la naturaleza:
una mutación factible entre millones no viables se afirma y así opera ésta en forma creciente
en cascada en adelante –esa es la ley del desarrollo 38 ), el comunismo debe instalarse de
acuerdo a lo postulado por Marx, luego: el ser humano va en pos del trono de la divinidad: en
adelante, la decisión (libertad) es suya.
En la particularidad del escenario histórico, en cambio, al capitalismo le queda recorrer
una senda de contracción tan sólo: recaída tras recaída (se lo está viendo en EU, en Europa:
nueva recesión, más desempleo, al finalizar el primer trimestre del año 2012: guerra entre el
Dólar, el Euro y el Yuan –el Yen, es ya historia-, China, Brasil: los BRICS han ingresado en
la fase de decrecimiento 39 ); los herederos literalmente rezan porque el viejo capitalista
mañoso muera ya (retirarle al Dólar su carácter de patrón: su capacidad de emisión
–señoreaje-; la guerra contra el “terrorismo” y el tráfico de drogas solamente beneficia a los
“halcones de Washington”, a Goldman Sachs), para poder disponer cuanto antes del botín: la
riqueza social acumulada para subsanar el hambre en el mundo, la tecnología para restañar las
lastimaduras de la naturaleza, la información para desarrollar el intelecto humano. Empero, el
sistemático genocidio perpetrado sobre la humanidad por los “halcones de Washington”, el
superavitario estándar de vida yanqui, europeo y nipón, los problemas medioambientales,
velan el papel del capitalismo en el diseño de la historia; sistema que todavía tiene una tarea
que cumplir: completar el proceso de automatización (es pertinente, luego, actuar conforme a
la expresión: “se debe proceder con equilibrio”). El diagnóstico deriva en la propuesta del
modelo de vida de los “pueblos originarios” como alternativa 40 . En el horizonte se alzan las
tipos progresivos de formas civilizatorias: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo y capitalismo; el estado
civilizatorio actual (la automatización) está a portas de crear la nueva y final forma civilizatoria: el comunismo,
etapa en la que el ser humano liberado del trabajo físico, poseedor de una nueva conciencia, usa la inteligencia
para realizar su principal función como ser especial en el proceso de la realidad: producir el concepto de ella,
proeza preparada por la acción proletaria: la Revolución de Octubre y el socialismo subsecuente. Es por eso que
en el presente, todas las figuras prominentes, sobre todo del stablishment, de modo profuso y espontáneamente
consensuado hablan de reforma, de socialismo del siglo XXI, de revolución pacífica, como la manera de superar
los problemas actuales, mejorar la vida y eventualmente transformar el mundo. A un revolucionario “chapado a
la antigua”, es decir, consecuente con la teoría y la práctica maxistaleninista, no le hace gracia descubrir, llegar a
saber o escuchar las antedichas opiniones; no obstante, una es la realidad: la vida que se impone, otra la utopía;
utopía, puesto que el objetivo y el programa no tienen como fundamento el cuadro subjetivo cabal de la
“situación concreta” (hay sectores que sostienen, que el planeta –en el interregno de entre siglos: XX-XXI- está
preparado a lo sumo para oponerse la “neoliberalismo”; otros son de la idea de que nada ha pasado durante un
siglo -1917-2012- como no sea la reafirmación permanente del capitalismo).
37
El ser humano que sabe todo, ha dejado de amar; en ese estado, la razón es la fuente de los valores, o la nueva
realidad material y conciencial ha liquidado los antivalores y la hipocresía de las agrupaciones humanas
escindidas.
38
“… la evolución considera en sus éxitos y no en sus fracasos o tentativas abortadas lo que permite a un tipo de
animal alcanzar otro plano estructural” (Vandel, A. El fenómeno humano; en: Colección 70, Los procesos de
hominización, México, 1969).
39
Es uno de los males de la economía capitalista: la caída de la tasa de ganancia hace que la demanda externa de
la clásica triada se reduzca como necesidad de capear la crisis, el consumo interno a los BRICS también se
comprime; se destruyen fuerzas productivas y se perfila un nuevo comienzo, que describe una senda de
contracción progresiva cíclica, cuyo comportamiento es involutivo según los clásicos postulados marginalistas
(antes estuve con sed -5 vasos-, hoy estoy empachado: el remedio sana cada vez menos -función continua en el
electrograma).
40
Para el sector: “… América Latina sería una sociedad tan ´original´, que se volvería indispensable buscar
´terceras vías´, sin caer en los ´esquemas foráneos´ del marxismo” (Cueva, Agustín. Las democracias
restringidas de América Latina, Quito, 1988).
147

civilizaciones en verdadero estado de choque: el capital parece destructivo 41 ; mientras que el
tipo de vida de dichos pueblos se presenta constructivo 42 ; mas, estas dos formas vivenciales
son por igual peligrosas para la historia; siendo el llamado “buen vivir” el más letal, por
anacrónico, instintivo y hedónico (digestivo) 43 .
Túpac Amaru tuvo su “tiempo”: sus reclamos se elevan como grito de resistencia, y el
mismo continuará resonando aún en cierto tramo de la vida (las voces que plantean
retrotraerse al pasado: “ethos neobarroco y valor de uso”); pero hoy ya no cabe su vigencia;
esa postura es reaccionaria en la medida en que no “comprende la marcha de los
acontecimientos y subordina a ella su política” (la actitud frugal debe ser necesariamente
europeizante: racionalmente a menester tomar la posta del proceso más desarrollado que
existe: el nivel de progreso de las fuerzas productivas europeo) 44 . El modelo precolombino
cooperativo de “armonía con el medio”, viable para la coyuntura, es nocivo para el futuro de
la especie; muchas personas son parte de ese error 45 . El ser humano usa el entorno, crea
nuevos paisajes incluso alterando los existentes por interés rentista; en ese afán pone en
peligro la reproducción de los ciclos naturales y la vida misma. Esa fricción le ubica frente al
desafío de arreglar las cosas o desaparecer, el cual –a su vez- es un aspecto de la antinomia:
41
Esta percepción es unilateral. “Sería erróneo ver en la guerra un fenómeno puramente negativo por
definición, destructor y freno del desarrollo de la sociedad, en oposición a la paz, que sería el curso normal,
positivo, del desarrollo continuo de la producción y de la sociedad. Esto supondría introducir un concepto
moral en un curso objetivo, económicamente determinado” de la realidad (C:\Users\user6\Documents\LAS
VERDADERAS CAUSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Corriente Comunista Internacional.mht).
42
“Buen vivir”: el hedonismo reacciona, se levanta, se repotencia, se relanza. El pensamiento racional se
consolida a partir de finales del siglo XVII y tendrá su reinado hasta la mitad de silgo XX; es el período en el
que campea la trilogía: lucro (acumulación de riqueza), racionalidad positiva (iluminismo, ilustración) y la idea
de progreso (prometeico: dominarlo todo, apología a la tecnología). La crisis del sistema en cuyo seno se
despliega el paradigma: el capitalismo (el anciano se halla atiborrado de riquezas malhabidas: los años y la
obesidad le incomodan, le han hecho ingresar en la fase crítica, terminal), ha dado los argumentos para su
cuestionamiento: la búsqueda de la idea absoluta es contrapunteada por la “doxa” de los “pequeños relatos”, el
consumismo por el retorno a la “frugalidad” del pasado, la naturaleza no está para uso sino para el respeto por
parte del ser humano.
43
“Buen vivir”: política coyuntural, definida para atender apremios de sobrevivencia (del banco germoplásmico
humano) de ciertos grupos focalizados, relegados de la población neocolonial. “Neoliberalismo” y “Buen Vivir”
(Sumak Kausay, en Ecuador) -patrones de modelación social- avanzan hacia su anulación conjunta, una vez que
la vida se instale en el sistema de automatización de status concreto; o sea, cuando se realiza la contradicción
entre hedonismo (neoliberalismo y buen vivir) y racionalidad: con la configuración de una nueva síntesis
histórica, en la que el hedonismo se transforma en su contrario como efecto del grado máximo de desarrollo
alcanzado por las fuerzas productivas materiales y, por tanto, de las humanas (de la conciencia). En la neotriada
(EU, UE, Japón), en cambio, la crisis terminal del capital (financiero) cede ante la avalancha de la racionalidad
(imperfecta por ser hedonista todavía) personificada en los movimientos antisistema del mundo.
44
Unicamente la humanidad sin trabajo (cuando la condición de los desocupados de hoy, que no solamente que
no son útiles a la sociedad, sino que además son un estorbo, pase a ser un “atributo” del género in abstracto), que
por fuerza debe ser atendida por el cordón umbilical que forzosamente le ata al sistema automatizado de
producción como única opción de sostén de su vida, puede darse “el lujo” de plantearse un “proyecto de vida en
común”. La felicidad no hedónica, sino la de índole superior, no lo da el programa (como el pomposo discurso
denominado Sumak Kausay, en el Ecuador, el mismo que ha despertado interés en el mundo, por orfandad de
ideas o queminportismo y animadversión supina frente al marxismo), sino el desarrollo de las fuerzas
productivas (no en todo momento el ser humano –como tampoco actuando de modo reminiscente- puede
alcanzar la utopía). Y si algún éxito se lograse con este “voluntarismo”, el mismo se debe no a mérito algún
inmanente de la bondad de su “construcción”, sino a que el nivel alcanzado por ciertos pueblos (necesidad
histórica) lo reclama, pero, sobre todo, a las condiciones generadas por la lucha proletaria acentuadora de la
“huella de los hechos”; en verdad, el pueblo que civilizatoriamente se halla en una etapa superior pone al frente
del menos desarrollado, el cuadro de su propio porvenir (Marx).
45
Frente a quienes, al interior del marxismo, sostienen (contrapunteando a Althusser) que “no hay dos Marx: uno
inmaduro y otro maduro, uno ideológico y otro científico”, en suma: que no hay ruptura sino continuidad en su
pensamiento, en razón de advertirse a primera vista en él lo que parece solamente ser mayor profundización en el
proceso de comprensión de la historia en el interior de una misma secuencia de reflexión, la realidad demuestra
lo contrario, esto es, que la concepción de Marx sí experimentó un radical, axial y fenomenal cambio. En
efecto, el proceso crucial de maduración de Marx (hecho regular, necesario y normal en el movimiento de todo
intelecto, pues, la naturaleza hace nacer al ser humano sin memoria): el paso de la “alienación antropológica”
(Escritos económico-filosóficos) a la “automatización económica” (Los grundrisse), de la presunción sobre la
“justicia” a la racionalidad del “dominio sobre la naturaleza” como proceso evolutivo normal del sentido
humano, del frente antropológico-humanista al natural-teleológico, fue –a su vez- el triunfo más rotundo dado
por el algoritmo cognitivo sobre el mundo, en el cual se reflejan no sólo los hechos pasados y los presentes, sino
también la proyección de la condición del “ser”, en el proceso de su actividad. En realidad, el proceso evolutivo
del pensar de Marx, claramente muestra el prometeico ascenso de la percepción sobre una necesidad al
interior del capitalismo (la eliminación de la estructura clasista) hacia la comprensión del sentido humano.
148

de uno de los motores que impulsa el desarrollo material y espiritual. Si se considera que la
vida racional encarna objetivos superiores: conocer y dirigir la naturaleza, el capitalismo
posee sentido al interior de la lógica histórica; si, en cambio, el enfoque asocia felicidad
dionisiaca y comunitarismo igualitario armónico con el medio natural, el capitalismo es
demoniaco y el hedonismo culturalista, eticista y ecologista del Sumak Kausay (hedonismo
que lleva al marasmo), la panacea 46 . Vivir en avenencia con el entorno como un animal más
(como se sabe, los animales afectan el entorno –son sistemas abiertos- hasta que éste de modo
coercitivo restituye el equilibrio); convertir a dicha conducta en razón de la vida y
prepotentemente pretender generalizarla, es abofetear a la humanidad 47 .
El sistema de creencias y la práctica correspondiente de corte hedonista ecológico
culturalista (aun el de tipo marxista) han invisibilisado la verdadera ruta humana; han sacado
del “imaginario” (sic) de la población el trabajo de la inteligencia sobre el entorno conducente
a la satisfacción de necesidades que cada día se renuevan en sentido ascendente, el cual se
plasma en nuevos medios de trabajo (que trabajan), como el fenómeno humano que realmente
da sentido a la historia, que la despliega, en cuanto es objeto y sujeto de ese desarrollo. Las
sociedades en las que el desarrollo de las fuerzas productivas ha llegado a su más alto grado,
son aquellas quienes han sido tomadas por la historia; en buen romance, debe decirse, que por
ahí está yendo la historia; y, éstas son las formas humanas capitalistas de tipo imperialista.
Son también aquellas en las que el capitalismo se halla más desarrollado (hoy
sobremadurado); lo cual no quiere decir, “que el capitalismo sea el desarrollo que resuelve
todas las demandas humanas, pues, muy bien se conoce que este sistema ha afectado a
amplios sectores de la humanidad a los cuales ha sacrificado”. El susodicho, aunque puede
parecer brutal en su consideración subjetiva, es un hecho real, todavía inevitable, que está
fuera de la voluntad, que respecto de él se hace consideraciones morales.
Ante la mirada de aquella conciencia estructurada con reveladores grados de
perfeccionamiento, la contrariedad que le asalta en cuanto prurito permanente, es “el no
contar con la adecuada fórmula explicativa respecto de “para qué se vive”; en realidad, para
ese tipo de cerebros racionales, esa es la preocupación existencial más letal (desasosiego
atemperado por las distracciones que provienen del frente de la reproducción individual y
colectiva de la vida: la exigencia de cubrir las necesidades básicas, las espirituales, la
suntuarias; las enfermedades, los peligros, los falsos atajos ideológicos de orden religioso
luteranos 48 ); eso ocurre con una mente no hedonista 49 . El 99% de la población del planeta no
46
“¿Desarrollo tecnológico o cambio cultural?”. ¡La realidad lo decide! En el paso de la pubertad a la
adolescencia (de acuerdo con el ejercicio de la determinación evolutiva gradual y por saltos, que es la ley que
precede el desarrollo de todo proceso orgánico) los componentes del cuerpo cambian drásticamente (maduración
de los órganos reproductivos, se estira el cuerpo, se modifica el timbre de voz en el barón tanto como su aspecto,
etc.) y la forma de ver el mundo al ingresar el individuo en la nueva fase de su desarrollo también se modifica
sustantivamente, los intereses y las funciones en coherencia se renuevan. Entre los pueblos, este proceso se
produce de modo espontáneo (no es que las comunas china, rusa o andina –estructuras que no producen
excedente, que trabajan solamente hasta alcanzar el techo de cubrimiento de necesidades fijas en la vida-, se iban
a mantener en su status anquilosado por siempre) o por inducción mediante efecto de contacto de cualquier tipo
fuese (fusión y sincretismo, imposición, asimilación), con grupos humanos que han accedido a una nueva etapa
de existencia. El rechazo sin más, al “modelo de la biotecnología” (los transgénicos), es un síntoma. No obstante
hoy la ofensiva ideológica opera con signo invertido: fregados los empresarios, pues, antes decían al trabajador
que los problemas debían dejar fuera del negocio, ahora proponen los psicólogos industriales, que el gerente
debe hacer suyo los problemas de sus empleados; se sugiere, luego, propiciar que las emociones afloren, que no
se repriman, cuando la humanidad debe empezar a pensar en que las tales emociones no solamente que no deben
eclosionar, sino ser eliminadas para dar paso al ser humano superior: racional, frio (empero, con dicha política de
gestión del personal en la coyuntura la empresa se desinfla, empieza su desactivación).
47
Hasta determinado momento, el exceso de consumo exosomático (el cual depende del status social, de las
costumbres y conductas) es una demanda necesaria del proceso; luego se impone la restricción del “crecimiento
cero”. La prosperidad sin crecimiento para las economías ricas, como se plantea actualmente, es el debido
proceder, puesto que ya se ha llegado al techo de establecimiento de las posibles necesidades materiales en
sentido cuantitativo y cualitativo; las necesidades relacionadas con el desarrollo tecnológico que demanda el
progreso de la ciencia, del conocimiento, deben adquirir carácter prioritario de atención: ese es el sector en el
que se debe medir la prosperidad, tanto en sentido espiritual como material.
48
A veces quisiera ser como los prosélitos de Cristo: sin ningún interés sobre los avatares de la ciencia, puesto
que tienen resuelto de un solo tajo el dilema filosófico merced a su creencia en las revelaciones de la Biblia. Por
ejemplo, cavilar sobre el hecho de que, si bien el capitalismo no puede resolver los problemas sociales que el
mismo genera, los relacionados con la producción de las condiciones materiales para el establecimiento del
mundo nuevo, si lo puede. Contrario sensu, el interés que mueve el curso y desarrollo de las presentes ideas ha
sido el intentar entender el carácter de esa entidad, denominada por sí misma: humanidad (autoconciencia), y,
149

sabe, no le importa o no constituye para ellos la citada impaciencia, un hecho que se halle en
el interior de su frontera perceptiva. La respuesta mitíco-religosa al dilema: no es edificante;
aún más: dicha solución es un absurdo a priori, que niega la capacidad intelectual de un ser
humano 50 . De análogo modo como la inteligencia no es medio de forja de fortunas, de
formación de estructuras de dominación, de organización de antros de diversión o de creación
de mitologías religiosas, tampoco está para emplearla en la tarea destinada a conseguir el
estado de simple mantención del equilibrio natural (ni siquiera la revolución política per se, es
justificativo esencial frente a la grave responsabilidad de contar con inteligencia 51 ) y para
bailar alrededor del fuego emplumado ingiriendo alucinógenos. La naturaleza no está para ser
contemplada, respetada o vivida en armonía, como sostiene el hedonismo ecologista y la
izquierda light 52 ; ésta está para ser incorporada al desarrollo de las fuerzas productivas: al
progreso material y espiritual, en acto que perfile al ser humano al entendimiento total de su
entorno: al máximo grado de conciencia; fuera de ese objetivo: ¡nada vale en el Universo!; en
ese sentido, esta forma de hedonismo (inclusive más letal que el religioso) es negativo para la
historia, en la medida en que resulta en distracción, en lentificación y, además: en desvío total
de la mente. Como efecto de una limitada comprensión del objeto de la vida humana, por
simple consenso legitimador proceder de esa manera: es indigno; es bochornoso dedicar a tan
pobres propósitos la inteligencia, de ese modo desperdiciarla, subutilizarla. ¡Qué no se diga,
que no se advirtiera! ¡Allá ustedes! ¡Pero que “no metan en la colada” a quienes tienen
(tenemos) otro concepto de la vida!
El think tank estratégico ligado a la conformación de la opinión en el mundo, sostiene,
en resguardo de los intereses mecénicos, que los dos sistemas (el capitalismo y el socialismo)
han fracasado; invitan a “saltar sobre las ideologías caducas de ´izquierdas´ y de ´derechas´”;
por tanto, hacerse con la explicación sobre la vida personal; esta preocupación es una compulsión, una necesidad
vital, que si no es satisfecha, se deteriora la vida, conduce a declarar al proceso de la existencia como un fiasco,
un fracaso; y, a “resolver” ese “problema” de conocimiento se ha dedicado el 1/3 maduro de la vida.
49
Período de euforia (he descubierto), combinado con momentos de depresión (veo que sigo conociendo muy
poco); habría que intervenir sobre la fobia existencial administrándose “estabilizadores del ánimo”; pero la
terapia efectiva viene de racionalizar el hecho: ubicar objetivamente la relación entre el ser personal y la
realidad, en cuanto el proceso determina el papel individual en ella (fatalidad) y el grado históricamente
determinado de acceso al nivel de comprensión del mundo.
50
Pregunta existencial vil, que desencaja la conciencia de una mente no común: ¿por qué la vida racional? Sólo
dos opciones quedan ante el clamor: volverse loco o entrar en el hedonismo dionisiaco o religioso. El suicidio no
es fáctico, porque así como el vértigo impide que un cuerpo salte al vacío preservando la vida, las
preocupaciones en torno de las necesidades vitales desvían la atención y vuelven amnésico al cerebro: las
enfermedades, los problemas en el trabajo, las distracciones hedónicas y lúdicas: el protector lado derecho del
cerebro (¿para qué vivo?, la pregunta se olvida mientras se participa en la fiesta de cumpleaños; vuelve la misma
pregunta: ¿qué hago aquí?, la interrogación se vela frente a los problemas con los hijos; superadas dichas
dificultades retorna la interrogante: ¿cuál el sentido de la vida?, aparece una linda chica en el escenario que hace
que se descuide por un momento la inquietud) y, finalmente: la incertidumbre de la vejez y la muerte reciben a
las almas piadosas en los brazos de las explicaciones mitológico-religiosas, como ámbito de la pregunta dada.
51
A propósito: la Tierra (“Gaia”) es un organismo vivo, que tiene la capacidad de autorregularse, pero no frente
a las acciones del ser humano (de la inteligencia; pues, ha quedado demostrado que no, ante la inteligencia
pérfida rentista extractivista capitalista). Ahora bien, a medida que la historia corre, la humanidad madura; para
ella, aumenta la responsabilidad, pero –a la vez- todo se simplifica y se vuelve fácil; por ejemplo: las tareas
tediosas demandantes de “tiempo” y “energía” están pasando paulatinamente a la mecánica, a futuro ya no será
necesario el largo proceso de memorización por repetición, puesto que un chip sería capaz de incorporar el banco
de datos requerido al nuevo cerebro o un software puede ubicar la información en las zonas respectivas de la
memoria, así como los métodos que permiten pensar._
52
Los estudiosos (Zarrilli, Adrián. Naturaleza y sociedad en el marxismo) han dicho que “las empresas
capitalistas desplazan en la sociedad, el espacio o en el tiempo sus costos” (no obstante, desplazan también
riqueza; en coherencia, la nueva forma humana será la encargada de subsanar las fricciones heredadas por el
capitalismo, su clase y la empresa monopólica; el propio capitalismo ha generado los presupuestos para esa
remediación); se afirma además, que las empresas se apropian de los beneficios (pero hay beneficios también
para la historia: esto es lo que no ven, en cambio, los marxistas impugnadores del marxismo no ecológico);
arguyen paralelamente, que el marxismo reflexiona en sentido filosófico en vez de considerar la disponibilidad
de recursos y su asignación intergeneracional (empero, la limitada oferta de recursos efecto del sobreuso y de su
mala utilización se supera con la técnica –con la micronización, p. e.-, con la reducción en curso por motivos
“culturales” del tamaño de la población, con la reutilización y creación de recursos y con su ampliación, al
conquistar el Universo; por su parte, la asignación intergeneracional –a partir de la doctrina del Materialismo
Histórico- está asociada directamente con la modificación de la formación social: con la supresión del sistema
capitalista se eliminan los gastos inútiles –muchas “necesidades” se suprimirán-, se modestizará el estándar de
vida, se optimizará y maximizará el uso de la materia que es substrato del valor de uso –contenido natural del
producto-; pues, en adelante: ni agotamiento de recursos, ni contaminación, ni precios.
150

“las ideologías han muerto”, comentan; pero la ontología capitalista –incluso en su condición
senil- está de pie, por consecuencia, la superestructura y la ideología se yerguen sobre ella.
Esta última es la celada artera de la “derecha”: su leitmotiv, que ahora pareciera autoinmolarse
maniqueamente al renunciar a su real apelativo (autonegación ficticia), sabedora que
cualquier cosa puede sostener en el discurso y nada cambiará en los hechos, puesto que la
base material que la soporta, sale bien librada con tales insinuaciones. En verdad, dichos
sectores conforman el segmento de los cultores de la llamada “tercera vía” como alternativa
para la humanidad en crisis. Pero, la citada tesis, no es más, que la embozada defensa del
stablishment, pues, saben que cuentan con el relato obnubilador de la democracia, de la
libertad, de la igualdad de oportunidades hayekiana 53 ; con la fuerza de la realidad mercantilburguesa
que impera en la conciencia como horizonte subjetivo insuperable de la
cotidianidad, la cual estructura y se recircula en la mente de la población, en su orden; y, con
el concurso de la promesa: la proclama demagógica de la ideología dominante que
promociona la fe en el futuro promisorio de la efectividad de la crematística economía
convencional. En realidad, el capitalismo no fracasó (una etapa histórica progresiva no
fracasa): simplemente cumplió su misión histórica (“producir la base material del mundo
nuevo”: automatizar el proceso de reproducción humana 54 ) y debe dejar la escena de los
vivos; el socialismo tampoco se vino abajo: éste puso su “grano de arena” en la remarcación
de la dirección racional de la historia, esto es, estimuló el desarrollo de las fuerzas productivas
al ponerse al frente del capitalismo como su antípoda, cuestionó la creencia en la
unidemensionalidad y eternidad del capitalismo y fundamentó científicamente la teoría
objetiva que sustenta la nueva forma humana racional: abolición de la división del trabajo, de
la propiedad privada, de la diferenciación social, de la explotación, el establecimiento de
relaciones intragenéricas fraternas y el imperio de la razón objetiva 55 ; por tanto, el socialismo
se enseñorea de modo imperceptible a medida que la vida decurre (eh ahí la índole
revolucionaria e internacionalista de la consigna y realidad del “socialismo en un solo
país”) 56 .
53
Omnipresente noción “democracia”: fetichismo intrínsecamente persuasivo. Inaugurado el nuevo siglo, la base
de la propiedad no ha cambiado en substancia. Si de modo teóricamente tradicional se ha sostenido que el nuevo
sistema de sustento de la vida orgánica en colectivo recomponía y se reexpresaba en el plano institucional
refaccionándolo en coherencia y en su reflejo nocional respectivamente, hoy es la percepción la que toma la
delantera y actúa en sentido inverso poniendo en entredicho el llamado “derecho de propiedad”. La
superestructura y la ideología según su distorsión clasista, que no la ciencia, lentamente se transforman, se
debilitan, camino a desaparecer. El principal concepto estructurante del sistema político-administrativo de la
última forma clasista: la “democracia”, que precisamente es el eje de su operación y reproducción sistémica,
queda sin piso ideológico. No puede una categoría que se creó en el interior de un sistema, cuando éste ha dejado
de ser tal, mantenerse más allá de su frontera. De democracia se habla en el esclavismo, en el feudalismo, en el
capitalismo y en el socialismo bastardo (las democracias populares), es decir, en la larga formación clasista de la
humanidad. Es contraproducente seguir perorando sobre democracia luego, una vez que se desactiva el orden de
división social del trabajo, el cual ha requerido de una posición jerárquica de individuos dirigentes, que
cohesione, racionalice los actos, otorgue eficiencia al esfuerzo y reciba límites a su poder a través del Derecho.
54
Aparte también, de la dura lucha que tuvo que sostener con el falso socialismo soviético del período Jruschov-
Gorbachov, para que éste se quite la careta, se sincere (los sucesos de 1989, conocidos como la “caída del muro
de Berlín”, del cual se supone fue beneficiario el capitalismo clásico) y deje de continuar desprestigiando al
marxismo, al comunismo, al socialismo, esto es, presentando a esa caricatura funesta socialimperialista como el
germen de una supuesta “nueva humanidad”.
55
La “nueva” humanidad, que empezó a forjarse efectivamente en 1917, hoy está desmontando una serie de
trampas ideológicas, que el sistema clasista interpuso a la realización de la vida libre, por intermedio de la
dogmática religiosa de Occidente; se hace referencia a cierto segmento de los llamados “pecados”, a las
prohibiciones, tales como el incesto, la infidelidad, el coito fuera del matrimonio y permisible su práctica a partir
de cierta edad, la liberalidad sexual de la mujer, la negación de las creencias, la prepotencia de “jugar a ser Dios”
en la ciencia y en la técnica, etc.
56
Que no fue en “un solo país”, puesto que se proyectó en su Campo. Ahora bien, paradójicamente no tienen
futuro, quienes persistentemente declaran tenerlo. Solamente quienes hacen él y creen en el capitalismo, no
tienen futuro; en realidad, esta gente siempre ha vivido, vive y vivirá de modo omnipresente: en una forma
humana declarada por ellos acabada, eficiente, permanente. Las religiones occidentales, si bien declaran no
entrometerse en asuntos de la carne, asumen de buen grado el capitalismo como el sistema socioeconómico y
régimen político inspirado por Dios (sic), este sector no tiene futuro en la tierra, pero aspira tenerlo fuera de ella,
en el cielo, con la muerte. El pensamiento marxista, el neomarxista, el socialista, el de izquierda, tienen como
“visión de futuro” al comunismo, al socialismo o a una nueva forma social, que supere a la presente; en tal
sentido, para este sector existe claramente futuro. No obstante, este último tipo de proyección todavía es parcial,
cuasi “terrenal” únicamente; por lo que el mismo es el punto de partida, el cual debe ser coronado con la idea de
la forma de lo concreto a fin de esbozarse el auténtico horizonte para la humanidad: el culmen de la historia
151

“El capital es un virus que muta fácilmente” (cuenta con reservas: creatividad,
innovación, táctica), de manera que incluso en su vejez, puede perpetrar infanticidio (en rigor:
prolongar –postergar- la concreción de los cambios que se hallan en curso). A mediados del
2012 se ha llegado a saber, que EU ha descubierto petróleo y gas natural en el Polo Norte, en
Alaska: 26 mil millones de barriles de petróleo y otro tanto en gas; de igual modo en el norte
de Dakota (entre Canadá y EU) se presume existirían 500 trillones de barriles de petróleo, un
valor, se pondera, ocho veces más grande que la reserva de Arabia Saudita y la mayor
acumulación de hidrocarburo en el planeta (los gringos pasarán de importadores a
exportadores del “conmoditie”). Este incremento de existencias del elemento natural citado,
pondría el valor monetario del barril en el nivel de su “precio natural”: entre 70 y 80 dólares
gringos (hay solaz en el ánimo del poder mundial por esta “bendición de Dios”: Irán,
Venezuela y otras economías antigringas, se verían en aprietos). Si la presencia imperialista
yanqui-anglo-nipona en Medio Oriente tuviese como única razón la disputa del recurso
estratégico: petróleo; si esos “descubrimientos” (en verdad, dichos yacimientos debieron estar
contabilizados ya, en espera de entrar a actuar geopolíticamente en su oportunidad, la cual ha
llegado) proveyeren autosolvencia a la neotriada, se podría pensar, que el fenómeno
imperialista llega a su fin. No obstante, el mercado es oferta y demanda (la primera está
acotada a la capacidad física del planeta; la segunda, a la estructura de distribución de las
rentas nacionales); en ese sentido la disputa irá por el frente de la colocación de la producción
en el mercado de demanda (bienes de capital y de consumo final); la querella imperialista
seguirá, puesto que los mercados internos no son suficientes (en el mercado mundial el Estado
ha pasado –el poder le ha puesto- a jugar un papel mucho más estelar de importancia para el
capital, que en relación con la economía doméstica) 57 . ¿La crisis depende del estado de las
condiciones materiales naturales de desarrollo? Es decir: ¿del quantum disponible de
petróleo? Este ahorro (reducción del precio de la unidad transable del hidrocarburo por
incremento de sus reservas): ¿será suficiente para superar la recesión e iniciar la recuperación
de la neotriada? El viejo ha encontrado un tesoro al final de sus días: ¿superará la senilidad
–la muerte “natural”- con estiramiento de la piel? 58 .
Europa, los nipones, los gringos (la neotriada), se dice, pueden salir de la “crisis”
financiera/fiscal (económica) de última data e incluso iniciar un nuevo ciclo de acumulación
(incluso kondratieff); la cuestión llamada: “Primavera árabe” (persa), es probable que se haga
de una salida reaccionaria; el ALBA (el “socialismo del siglo XXI”: el anhelo de retorno
provisional al capitalismo competitivo del siglo XIX) amenaza con desvanecerse, pende de un
hilo: del color de la bandera política a la que adhieran los pueblos para el próximo “ciclo
…[corto]… político” 59 ; el “anquilosamiento del ´proyecto castrista´” (sic) ha conducido a
humana, natural, material, es la producción de la representación conceptual de la realidad y su proceso, efecto de
su movimiento progresivo inmanente.
57
La producción automovilística experimenta hoy procesos de reconversión industrial de modo acelerado. Se
trata de refuncionalizar el capital instalado para la fabricación vehicular cuyos motores no consuman
combustibles fósiles. Este proceso es obligado y forma parte de la percepción kondratieff. El “cambio
tecnológico”, si bien –esta vez- se debe a presiones de “crisis energética” (reservas y precios), el descubrimiento
último de colosales reservas en EU es imposible que conduzca hacia la recuperación de la composición técnica
anterior, puesto que el capital fijo es inelástico frente a políticas de reasignación y a que la polución y la censura
del ecologismo se tornan verdaderas “adversidades”. Si se considera que el 70% del petróleo actualmente va a la
producción de combustibles (motores, calefacción, estufas) y el restante 30% a la industria petroquímica (hecho
emparentado también con el impacto de fenómenos como la ralentización del crecimiento poblacional y de
desmaterialización de la producción), la producción de fuerza motriz a partir de nuevas fuentes de recursos y
mediante las llamadas “tecnologías alternativas”, el petróleo está en vías de dejar de ser “recurso estratégico” y
fundamental razón de los putsh interimperialistas.
58
La conclusión (inverosímil, por filosófica –ethe axiológico/teleológico, proactiva, de “visión de futuro”-, a
priori) es siempre la misma: ¡no! El límite proviene de la pródiga naturaleza: las emisiones de CO2; y, de la
razón popular que se opone a las industrias con chimenea (por lo menos en el rublo de la automovilística, el
modelo no da más). “La naturaleza es sabia” (sic). Una forma revolucionaria de índole radical y efectiva en el
específico “momento de lucha de clases”, consiste en actuar prometeicamente sobre el proceso de desarrollo de
las fuerzas productivas (la “cultura” se somete a la civilización); el citado progreso avanza de modo natural (el
desarrollo de las fuerzas productivas: la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia”).
59
Con animosidad los cultores de este enfoque, se pronuncian en contra de la “vieja” izquierda. Para generar
simpatía y aceptación del señor Buenaventura de Sousa, por ejemplo, la “nueva” izquierda debe ajustarse a la
idea que el señor tiene de la buena izquierda (en verdad, a través de de Sousa Santos habla Morín y la ideología
de la complejidad). El problema principal de esa “apuesta”, es que si no hay revolución y dictadura de la clase
ascendente que liquide el poder, las fuerzas en el gobierno deben resignarse a vivir (“guerra de posiciones”) el
permanente asedio de la reacción (“guerra de movimiento”): ésta dará golpes de Estado (tempranamente el
152

introducir “reformas ´borbónicas´” en el “modelo económico” de la Isla; la izquierda se halla
muy bien recluida en el folclor o en la ortodoxia; Rusia y China evidencian una actitud, más
bien parca, calculadora: “ven los toros de lejos” de modo diplomático (las contradicciones
entre grupos económicos conducen a frenar la arremetida geopolítica de los capitales
occidentales y a definir la suerte de los pueblos iraní y sirio, y el destino del mundo como tal,
en la inmediata coyuntura). En verdad, las relaciones económicas internacionales no se
procesan inmediatamente bajo supuestos de intereses inmanentes (balance costo/beneficio:
control de recursos estratégicos y de mercados de demanda); ellas presuponen intenciones de
geopolítica: el escenario de forcejeo entre grupos multinacionales a través del que se consigue
la hegemonía (“necesidad del capital financiero de reordenar el mundo” 60 ); no obstante, no
existen objetivos de geopolítica per se, al margen de designios geoeconómicos (su nexo es la
geoestrategia). La “burguesía paulista” (la rusa, la china, la hindú) se enfrenta directamente en
Occidente a la tradicional de la “trilateral”, y esa es la fuente de la configuración y resolución
del conflicto en el frente del capital, en la inmediata coyuntura, sobre el fondo que ha
predefinido la historia (la direccionalidad autónoma del desarrollo técnico y la acción política
de “Los sin tierra”).
Los episodios referidos en párrafo precedente, introducen un factor ralentizante del
impulso del cambio societal (humano) en curso, sobre todo el que tiene que ver con el proceso
de transformación postulado en el terreno de la razón: en el de la realización de algunos actos
de avance promovidos por la volición (la derecha dice en sus películas: “sólo en el precipicio
se evoluciona”; no obstante, la citada, es una regla capitalista, no de la naturaleza humana);
sin embargo, la faz autónoma de renovación de la historia continúa desplegándose
inexorablemente a espaldas de la percepción y de la propia voluntad del poder; en realidad,
ocurre: en tanto necesidad existencial del momento, del sector monopólico más concentrado
del capital 61 . Esta última (el progreso científico-técnico), es la vía certera, y la razón
revolucionaria está llamada a integrar la política de promoción del desarrollo civilizatorio, al
programa de lucha. Por tanto, los triunfos antihistóricos y los peligros derivados que
interponen al flujo de la historia el capitalismo, el capital, la neotriada, el neoimperialismo
(“pocas personas que manejan mercados y Estados”), las tesis del libre mercado, el
monopolio, el poder y la gobernanza, la ideología burguesa, constituyen nada más, que
antecedente en el Chile de Allende, Venezuela: golpe de Estado, paro petrolero, paro financiero –allí la derecha
utiliza todas las artimañas y mantiene en zozobra constante al gobierno y al pueblo: las elecciones son una
tragedia, un episodio repleto de ansiedad: Chávez ha ganado los comicios del 2012 con el 54%: este triunfo no es
contundente-, Honduras, Libia, Paraguay), organizará conspiraciones (Ecuador, Bolivia, Argentina), sabotajes,
transformará los medios de difusión masiva en sus representantes políticos directos: “de la política de partidos a
la política de ´lo social´” (ocurre al interior de toda la América no anglosajona), llamados a la anarquía y a la
violencia (la derecha venezolana); es decir, no dejará gobernar, bloqueará la puesta en vigencia del proyecto
político reformador, en espera del retorno de la “ley del péndulo”.
60
El enfoque de análisis geopolítico del mundo es fetichístico: equivale a los de PIB, renta nacional, etc., en
economía, pues, esconde las contradicciones de clase a lo interno de los países, bloques, etc. (los estudiosos de
esa rama aconsejan establecer un tipo de consideración atinente a asumir que se trata de relaciones entre países,
tal si éstos fuesen bolas de billar); compara unidades homogéneas intrínsecamente heterogéneas, en la que el
trabajo es el afectado (además de que incluye una variable formal: la espacial, terráquea, geográfica, en esa
“ciencia” la ley del valor no interviene para nada). Si de algún modo sustantivo se puede definir a la
“geopolítica”, este será: lucha entre las diferentes fracciones del capital por imponer la supremacía en el planeta
(en la Tierra: sobre sus recursos estratégicos y los mercados), su objetivo es económico y se libra exclusivamente
al interior de la clase dominante.
61
Occidente, la zona social de menor cuantía poblacional en el mundo hace 10 siglos (frente a árabes, persas,
hindúes,…), encontró el camino más expedito por el cual fluya la historia: el modo de producción capitalista;
esta forma, debido a los grados de eficiencia instrumental a ella adheridos, se ha proyectado de manera
vanguardista y determinante al interior del género, incluso hallándose en minoría. Los postulados del
iluminismo, la idea del progreso, la ciencia positiva, la tecnología; en suma, los principios de racionalidad
maximizadora y el lucro, han conformado una vertiente, que ha propiciado el desarrollo material y espiritual de
la humanidad. La proyección reificante de la conciencia (fuerzas productivas, inteligencia ontologizada) no se
detiene ante la guerra (investigación, estrategia), las crisis (“oportunidades”) o de las preocupaciones surgidas en
áreas fuera de las de la reproducción material (cosmovisiones ancestrales); con la idea referida se quiere
connotar, que el proceso de progreso de las fuerzas productivas continua con independencia de eventos
coyunturales y de los intereses particulares que yacen detrás, que se produzcan al interior de la especie; hecho
que ejerce paralelamente efecto de modelación de la subjetividad colectiva global y provocan cambios en las
formas de relacionamiento, de organización y de institucionalidad humanos. Es obvio, mientras significativa
parte de miembros de la humanidad se halla trabada en sus propios asuntos (en preocupaciones de menor
cuantía), la historia sigue su curso de modo independiente, perplejo, paradójico, estocásticamente
automodelándose.
153

contratendencias dilatorias perentorias, de catadura no consistente frente a la operación de la
tendencia principal: automatización y razón, que niega el sistema protohistórico y que se
expresa en el carácter cada vez más disfuncional que asume la ley del valor, que encausa la
vida por la senda racional. Si no fuesen de ese modo los hechos, aunque aparezca como una
declaración especulativa a priori la sentencia apuntada sobre el producto final del decurso de
la vida del género, todo el discurso aquí contenido asumiría la forma de una voluminosa farsa
construida para engañar, por lo mismo: “relato” presto a desplomarse como un inmenso
castillo de naipes; y, el sistema del cual se cree el “constructo” es su representación: el
proceso de la praxis humana y de la existencia natural, devendría en frustración y sinrazón
más grandes.
La forma burguesa de vida deja la escena histórica como el viejo que se vuelve niño al
final de sus días: retorno a la etapa competitiva del siglo XIX, de la pequeña empresa
solidaria, como elemento estructural: escala de producción, de máximo peso específico a nivel
mundial en la época neoimperalista (“las cosas se deshacen como se hacen”) 62 . En realidad,
los episodios luego del salto se producen de ese modo, tanto en la existencia inorgánica como
en la orgánica; a decir verdad, las secuelas no aparecen de manera automática e inmediata; los
efectos de metamorfosis ocurren a través de avances de diseño de sistemas y procesos, y de
reemplazo parsimonioso de lo dado, con la resistencia de la institucionalidad y de la voluntad,
que ha sido depuesta. Al proceso se ha dado en llamar “revolución pacífica”, en cuanto
sistemática efectuación de cambios, por la cual la humanidad se transforma en otra; “hablando
en oro”: el principal valor, que la revolución proletaria, de entre su variada cuantía de
servicios, ha legado a las acciones transformadoras presentes, es la opción de recurrir a la
62
La realidad se desconcentra: hegemonías regionales en lugar de sistema uni o bipolar de dominación
planetaria: esa es la estructura geopolítica del mundo, que siempre fue a lo interno de la formación social
capitalista, pero que hoy se consolida como tendencia-estructura a nivel macro político global. También la senil
es una crisis de sobreproducción típica y de valorización general del capital a nivel global, en particular; y, en
verdad, constituye el cuadro de dificultades, que experimenta el capitalismo moribundo, como proceso a través
del que deja la escena histórica. Los síntomas de la misma se expresan de modo diferente entre los diversos
sectores humanos: 1) para el capital productivo-financiero enuncian el proceso de su errática evolución
(predominio de la fase depresiva del ciclo): caída del producto, stock no realizable, cartera tóxica; 2) para el
trabajo los síndromes son el desempleo/subempleo, el descenso del poder adquisitivo; 3) para la población: la
pobreza, sus indicadores son la delincuencia, la desestructuración del tejido social; 4) para el frente ontológico,
los problemas ambientales; y 5) a nivel estatal: déficit comercial, espiral de endeudamiento. ¿Qué tipo de crisis,
en realidad, es?: de sobreproducción, de bajo consumo, de valorización general, global. ¿Qué lo causa?: la
competencia, que induce la aplicación de la política de decremento de precios mediante la reducción de costos
especialmente de la mano de obra por vía absoluta (reducción del capital variable) y por la relativa
(intensificación de la explotación del trabajo); esto es, incrementos de la composición orgánica del capital y del
desempleo (debilitamiento de la demanda, pérdida de competitividad especialmente de la locomotora del
sistema: EU, de la neotriada en general). Frente a este cuadro, el capital ha actuado de modo secular mediante la
política económica: salvatajes, elevación de las tasas de interés, el manejo de los tipos de cambio (política
financiera: monetaria, crediticia y cambiaria); incremento de precios (política comercial); exenciones tributarias
para el gran capital y aumento de impuestos indirectos, reducción de programas sociales (Estado del Bienestar),
de la formación de capital social y el endeudamiento (política fiscal); manejo del valor de la moneda, comercio
administrado (política de comercio internacional –global). Como se ve, es el recetario a través del cual el capital
arremete contra el trabajo. Empero, considerado el hecho de la crisis en términos ultristas, la solución es:
¡ninguna!, esto es, no hay salida para esa “crisis”. La única definitiva solución es una perogrullada: el cambio de
sistema, el sepultar al capitalismo para que se vayan con él, las causas y efectos de la crisis (pero el sistema está
cuarteado, casi deshecho y los nuevos actores de la historia estimulación su deceso definitivo, mediante acciones
de bajo perfil). Ahora bien, si interesa amortiguar la profundidad de los problemas, se puede fabricar un colchón,
para superar coyunturalmente la crisis: para que se ponga de pie por un instante y por última vez el viejo sistema.
Primero se debe desactivar las políticas que se inspiran en las creencias económicas neoclásicas; luego: relanzar
la política del Estado del Bienestar/Benefactor y la de generación de empleo. El financiamiento de este programa
implica poner severos controles al capital financiero, reducir las ganancias del susodicho sector y los latisueldos
de mandos altos privilegiados; involucra cambios en la estructura impositiva: incremento de impuestos a la renta
de grandes y medianas empresas. De ese modo se pueden hacer economías, que no prioricen los salvatajes, el
pago de las deudas o el cubrimiento de los desbalances de pagos, sino el financiamiento de políticas
productivistas, de generación de empleo y sociales. ¿Esto es posible en la muy efímera coyuntura en atención al
ánimo de la dominación todavía actuante? ¡No! Los cuadros políticos del establecimiento y los dueños del poder
económico-político, son apenas figuretes, “buche y pluma”, puro bulto, individuos irracionales, que no ven al
otro sujeto social (“otredad”) y más allá de sus narices. Se hace referencia a los bípedos producto del coatching,
perfumados, que aparentan corrección, compostura, dominio intelectual de los hechos, que se reúnen en
conciliábulos, dan declaraciones, se pavonean, hacen lobby: “bla, bla, bla”, en defensa de sus intereses
mezquinos y nada más. Esta gente, no está a la altura de los retos de la historia, detentan alto grado de
subdesarrollo mental: “se hallan sometidos a reglas, que la razón ya las ha puesto en cuestión”.
154

incruenta movilización social a objeto de la formación del ser humano superior. Por ejemplo:
el “nuevo orden informativo mundial”, esto es, el “desmarque de la población de la red de
medios masivos privados de difusión mundial” (BBC, CNN, Washington Post, New York
Time, Reuter,…) con los cuales el bloque dominante ha cohesionado y conquistando el
“consenso activo” de la población, que se produce a través de la actuación conspirativa anti
stablishment de personajes como M. Moore, J. Assange, J. Petras, A. Goodman, de las redes
sociales, etc., consiste en la lucha en cada trinchera (en la red de micropoderes fácticos -sic)
por debilitar la eficacia del sistema de configuración de la subjetividad colectiva con la
ideología del poder 63 ; se “deconstruye” luego, la noción oficial coercitivamente formada, el
disciplinamiento y los altos niveles de obediencia (gobernabilidad), a través precisamente de
esa novedosa conjunción de técnica y política en los hackers 64 . La ruta de reflexión seguida
conduce a primeras conclusiones: el sistema capitalista no va a desplomarse de una buena vez
porque el ALBA, la CELAC, la “Primavera árabe” de los pueblos, los gobiernos progresistas
de varios países del mundo y muchos movimientos más lo procuren, sino por cuanto el
elevado grado de desarrollo de las fuerzas productivas (la historia) ha agotado a esa forma (no
debe perderse de vista el hecho de que uno de los papales que jugó el proletariado al interior
de la humanidad y del capitalismo, fue acelerar el desarrollo de la fuerzas productivas hacia la
robotización: superarse y negarse en la automatización de los procesos).
Al interior del orden, aún existe una clase burguesa dirigente; esta presencia permite
calificar al mundo como “situación capitalista”, sobre todo debido a que la procedencia de las
rentas mantiene como su fuente a la explotación del trabajo. En el interregno, sin embargo, el
proceso de renovación se subvierte: en la historia la nueva clase siempre se conforma primero
como tal en la dimensión económica, luego conquista el poder político; en el presente la clase
dominante ha perdido funcionalidad económica, pero se halla todavía en la cúspide. El nuevo
modo de producción no sale completamente desarrollado del anterior; éste puede establecerse
sólo una vez que se ha alcanzado el máximo grado de progreso de las fuerzas productivas y de
que las transformaciones en los tipos de convivencia (racionales, solidarios, cooperativos) se
hayan hecho con la iniciativa en el planeta 65 . Según el modo como tienen ocurrencia los
63
El carácter real y el “nuevo” rol de y que ha pasado a cumplir la institucionalidad a la que el poder ha acudido
para representarse en reemplazo de los partidos políticos, cuando éstos han sido rebasados por la historia: los
medios de difusión masiva, se explicita en la imagen tomográfica de tales entidades que proyecta el uso de las
categorías de acumulación-legitimación (J. O´Connors) y de desorganización de clase (J. Lojkyne), esto es,
elucidar la auténtica catadura de los mass media. Estos aparatos económico-ideológicos de Estado (paráfrasis de
L. Athusser), contrariamente al sofisma oficial, de que tales medios poseen una estructura para realizar tres
funciones inocuas: informar, entretener y educar, constituyen, en verdad: 1) empresas de lucro privado (función
de acumulación), 2) conforman la subjetividad colectiva con la visión del poder y aseguran la tolerancia al
régimen (legitimación) y 3) bloquean las iniciativas, las acciones de organización popular y desestructuran las
existentes (desorganización de clase). Televisión, prensa y radio han venido realizando la tarea de representación
del poder de modo normal, subordinado o simplemente coadyuvante; ahora, en cambio, la misma se ha trocado
en “misión”.
64
La fuerza productiva: “redes sociales”, aunque se hallen hegemonizadas por el poder, estructuradas con su
sentido y puestas a su servicio, constituyen el instrumento búmeran más letal en la coyuntura contemporánea en
contra del mismo poder (las fuerzas que ha desatado el capital con sus conjuros no pueden ser controladas por
éste –Marx-Engels: El manifiesto). Actualmente se dice “todos generan opinión”, y aunque la misma es su
mayor parte sea equívoca, de ese fango habrá de destilarse el punto de vista objetivo (esa es una cualidad
inconsciente de la realidad).
65
En términos escuetos, tres partes estructuran el poder político: 1) el poder económico (el principal poder
histórico: la propiedad del capital), 2) el poder constitucional y jurídico (la voluntad del poder económico
transformado en preceptos y en leyes) y, 3) el poder de la fuerza (el Ejército, la Policía, los Tribunales de
Justicia; debe incluirse el poder ideológico, de la persuasión). En Venezuela, en Bolivia, en Ecuador (en
Honduras se frustró con un golpe de Estado), los gobiernos de esos países han dejado de ser simples “gerentes
contratados”, pues, tienen ya un tercio del poder político a su haber, puesto que la expedición de nuevas
constituciones, las que han pasado a ser la voluntad de los pueblos convertida en preceptos, las cuales están
dando lugar al sistema jurídico en coherencia; no obstante, se les opone el poder económico que se encuentra
intacto y, a excepción de Venezuela, el poder de la fuerza está en manos del poder económico. El poder
económico está siendo diezmado por el desarrollo de las fuerzas productivas (incremento de la composición
orgánica el capital); la institucionalidad asiento de la esfera operativa de la ejecución de las decisiones (poder
político), viene siendo cooptado mediante procesos electorales llevados adelante por sectores progresistas, a la
cual la convierten en campo de reflexión en torno a cómo poner en vigencia un proyecto compartido de
liberación y transformación; Ejército y Policía, sobre todo los primeros, pierden cada vez más funcionalidad a
medida que las fronteras entre los países se borran parcialmente (que la guerra se privatiza cada vez más) y de
que los pueblos recusan toda conducta guerrerista. Sobre este proceso ejerce presión la acción subversiva,
intelectual y ciudadana.
155

acontecimientos en el escenario en ciernes, se puede suponer, que existen dos formas de
transición al comunismo: 1) los sectores monopólicos del capital compiten entre sí y
desarrollan la técnica sacando al trabajo y a sí mismos del proceso histórico (esta es la vía
realmente revolucionaria, la que, además de ser la consecuencia, el producto del movimiento
real, incluye, en su determinación, a la lucha de clases tradeunionista, revolucionaria,
ideológico-política); y, 2) ethos barroco y valor de uso (la producción en pequeña escala), la
cual si bien es un camino que aunque sirve como vía de transición, no puede hacer mucho en
todo caso para derrotar al modo burgués de producción, sino que más bien lo conserva y se
sirve de él, y eventualmente se convierte en obstáculo para el despliegue del nuevo estadio
humano comunista automatizado, en cuanto sigue promoviendo el trabajo y no la
automatización, conserva el modo anterior (la empresa, el mercado) y se torna obstáculo para
el paso de la humanidad a la formación postcapitalista. Esta es una estructura compleja,
precursora de los grandes cambios en el frente estructural, que va a experimentar la
humanidad; dos calzadas, que deben confluir necesariamente en la unicidad de una sola
racionalidad dada por la supraidentidad constitutiva de la humanidad: la inteligencia y el telos
que es su inmanencia (esto es lo que se está en capacidad de decir, por el momento).
La transición del modo de producción feudal hacia el capitalista, revistió triple carácter:
vía farmer (lucha de clases entre empresa y señoríos) y desarrollo de los burgos (M. Dobb),
acumulación primitiva (legislación sanguinaria –E. Balibar) y revoluciones liberales. La
automatización como una forma de desestructuración de la relación de propiedad (de la
división del trabajo y del trabajo en general), de separación definitiva del ser humano como
componente de las fuerzas productivas, es el proceso activo en la transición del sistema
vigente al que lo substituye. La forma de transición entre la democracia y la democovivencia
no es, en sí misma modo o modos de producción, sino, más bien, el movimiento flexible de
superación de la forma “estructura social” (H. J. Krahl), camino de la conformación de la sola
entidad humana dedicada a reposar en el seno del trono del pensamiento, a la manera de la
abeja reina, que es atendida en todo por las obreras 66 . Este proceso es desigual en el mundo 67 ;
se presenta en cuanto desajuste, en la medida en que el acceso o difusión de la mecánica
autónoma no es uniforme y en tanto la propiedad del sistema de máquinas formalmente
pervive en las áreas más desarrolladas (arcaicas) del mundo; es decir, toda forma de
correspondencia o no correspondencia se esfuma (la transición es el efecto de la no
correspondencia conducente, esta vez, no hacia una nueva correspondencia sino a la
abstracción recíproca de los elementos agentes de esta complejidad: fuerzas productivas y
relaciones de producción, camino de la unilateralización de las “relaciones humanas”), debido
66
“Ahora es evidente que toda tentativa de recrear en el socialismo esta forma históricamente superada de la
democracia es una regresión y un anacronismo” (dixit G. Lukács: Entrevista a George Lukács por Perry
Anderson). Debería responderse, luego, ante la machacona pregunta: “¿Es Ud. demócrata?”. ¡No soy
demócrata!: soy democoviviente. En verdad, se deplora la democracia y el llamado “régimen democrático”; en
primer lugar, la ideología de sustento y, en segundo: del sistema a través del cual, en la perspectiva gramsciana,
el poder logra el consenso activo de la población a favor del status.
67
Estudios sociopolíticos hechos en Ecuador en el 2012 (Revista VISTAZO) indican que a los jóvenes de entre
16 y 29 años, contrariamente a lo que se creía, están interesados en política, más en la región costanera y en el
sector rural de ésta, sitios en los que ha reinado el tropicalismo y la ligereza. Empero, a ese estrato joven no le
preocupa la institucionalidad sino la autocracia del líder; en verdad, no le importa las organizaciones, esto es, el
proceso que consigue hacer avanzar orgánicamente a un país; se asumen a sí mismos como individualidades,
debido a que no conocieron –se aduce por ahí- el sistema político organizado con partidos políticos, y su interés
es participar como parte del proceso político, porque allí ven una opción de empleo y de vida. La juventud de
hoy, se concluye, vive la época de destrucción de la “partidocracia” y del discurso que los ha desprestigiado. La
conducta de los jóvenes, luego, puede ser caracterizada como de lucha por la “troncha” (el sistema les ha dado
educación profesional universitaria, pero no encuentran trabajo –Los Indignados); carecen de formación
democrática: un sistema democrático con partidos políticos ellos no lo conocieron; por otra parte, el discurso
contra la “partidocracia” va contra la institucionalidad; en realidad, el famoso “sistema democrático” se cae.
Ahora bien, los defensores del viejo régimen: del régimen democrático del capital, se sienten horrorizados;
buscan la manera de atrapar a la juventud y encarcelarla en ese sistema, para reproducirlo; no saben estos ilusos
inmovilistas, que en la entraña de esta “negatividad” se está gestando la nueva forma de acción, de intervención
de las noveles generaciones, que con su conducta trastocan el orden por el lado que a los diletantes de la
democracia les parece más perverso: la búsqueda de sobrevivencia individual en medio del complejo social,
sistema político que es caro para sus viejos cultores: el disciplinamiento político para que sigan siendo sujetos
gobernables (Foucault). Este estado de pesantez, que se ha apropiado de la conducta, como efecto del “exceso de
democracia”, contrasta con el vehemente deseo de actuar en política por parte de cierto sector de jóvenes de
algunos pueblos árabes, en los que por primera vez se asoma ese régimen, como resultado de la penetración
imperial tardía de Occidente en dicha área.
156

a la cesación del soporte y a la evasión de los individuos, los cuales han saltado de la esfera
productiva a la de consumo 68 .
La supresión de la modalidad burguesa de la propiedad, es el resultado conjunto del
proceso histórico de lucha revolucionaria de los proletarios y de la competencia al interior del
capital, hechos que han promovido el desarrollo de las fuerzas productivas, conduciéndolas
hacia la robotización; en una palabra: el proceso lleva, como corolario, hacia la anulación del
sistema de valoración monetaria del “tiempo de trabajo”, del intercambio mercantil, de la
división del trabajo y del trabajo como tal (del valor de uso –trabajo en general- y de valor de
cambio –trabajo productivo- de consuno, en pro del “valor” de usufructo –producción
maquinizada). Los resultados sociales negativos del “neoliberalismo” en las Américas
hispana, lusitana y caribeña, de los cuales adquirió conciencia la población; la
“informalización de la economía”, la relativización de la importancia del trabajo obrero en la
fábrica producto del desarrollo científico-técnico, efecto, a la vez, de la intensa competencia
intercapitalista, de la anarquía de la producción y de la concentración económica; la
resolución reaccionaria de ciertas demandas históricas: la cuestión agraria, la étnica, etc.,
descompusieron el orden gestionario-institucional instaurado en la postguerra, pero, sobre
todo, el sistema de la representación política formal, por lo que fueron carcomidos los partidos
políticos tanto de la derecha como de la izquierda. Este fenómeno, leitmotiv en las américas
citadas, está en pleno desenlace ahora mismo (2011), en Europa. Las nuevas tendencias
sociales que han emergido en la escena política, no solamente son frentes de combate o de
contención del capital y del “neoliberalismo”, sino que ellas encarnan los gérmenes de la
nueva realidad humana, que se instaura de modo paralelo al capital, que coexiste con él, al que
luego lo rebasan, lo dejan atrás y marchan solas hacia adelante.
Generalización: la verdadera ley (marxista) de la mudanza histórica, es la operación
de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia considerada en su expresión material:
incremento constante de la composición orgánica del capital, la determinación auténticamente
revolucionaria: aquella que de modo irreversible modifica la historia (regularidad a la que no
puede oponer medidas contrarestantes la clase capitalista, puesto que la competencia le lleva
coercitivamente a desarrollar de modo permanente el “departamento II”), esto es, el progreso
material que conduce a la automatización (a cuyo fin, seguro y dinamismo ha inducido la
actuación del proletariado, el socialismo, la lucha de clases y la praxis política del colectivo
humano in abstracto); proceso de robotización que es resultado de las contradicciones a lo
interno del capital, de la contradicción con su antípoda: el trabajo, y contradicción con el resto
de la población –y aún: con el medio natural-; en realidad, el proceso de superación de la
praxis productiva medial en la historia, como parte esencial de las tareas del programa de
reproducción humana, suprime de golpe la “institución” de la propiedad privada de los
medios de producción (el capital) y la de la “división del trabajo”, en cuanto factores
sustentantes de la forma capitalista y de la formación clasista de la humanidad, en general. La
historia al respecto revela, que todo intento racional unilateral de la voluntad revolucionaria
(que no tenga como base el avance en el proceso de automatización: proceso al que concurre
la acción, tanto del capital –inconsciencia técnico-política- como la del trabajo –racionalidad
político-técnica-: las dos clases trabajan para la historia) por cambiar la historia llega a
resultados parciales proclives a la restauración (la revolución, el experimento socialista
finalmente se comportan como “motor dual” que refuerza el efecto de la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia), puesto que el mismo no puede superar de modo
68
Por su parte, Mészáros (Más allá del capital) propone que debe eliminarse de inmediato y a la vez al capital, al
trabajo (al trabajador) y al Estado, para tener éxito sobre el capitalismo, y argumento en el que fundamenta su
explicación sobre el “fracaso del socialismo” (no obstante, tautología: la realidad es procesual; por otra parte, no
se pueden eliminar de golpe todos los elementos de una formación social sin destruir las bases de la
reproducción inmediata de la población; además, la voluntad de la reacción restauradora opera dando lugar a
cruentos episodios de lucha de clases, los cuales definen el resultado del evento, por tanto, primero debe tomarse
el “poder del Estado” para hallarse en condiciones de eliminar al capital y luego empezar a transformar/destruir
al Estado; así es la “lógica”). La tesis que aquí se sostiene, en cambio, es que la superación del trabajo en la
robótica -autoanulación del trabajo y del capital de consuno en la automatización-, fenómeno al que
contribuyeron la Revolución de Octubre, el socialismo (“en un solo país”) de los treinta primeros años y las
luchas populares en el planeta, son los hechos que eliminan el modo de producción capitalista -al trabajo como
actividad humana de autoreproducción, al capital como instrumento prometeico de acumulación, al Estado como
aparato garante de reproducción del sistema, a la división del trabajo y al sistema de ideología inherente- y no
una abrupta eliminación de capital, trabajo y Estado; como tampoco es la susodicha, la razón que explica el
“fracaso” abstracto del socialismo.
157

terminante la modalidad cíclica de sustentabilidad capitalista (… crisis, destrucción de fuerzas
productivas e inicio de una nueva onda corta de acumulación): las ex URSS, el Campo
Socialista, China (Nicaragua, Chile de Allende) y ahora Cuba, son los casos paradigmáticos
empíricos.
El ser social -luego- no puede actuar de manera arbitraria y de motu propio afectar el
ritmo al que la historia marcha ni prescindir de etapas necesarias conformantes de su carácter
(etapismo: horror, completa ignorancia de quien lo sostiene, para el pedante trotskismo 69 ).
Solamente cuando la razón descubre la trama general de la historia y la misión en ella del
capitalismo con su letal proceder 70 y se abre ante sí (está lista para asumir) la opción de hacer,
seguir haciendo o completar lo que el capitalismo lo ha hecho y/o está haciendo (desarrollo de
las fuerzas productivas –de la ciencia y de la técnica, especialmente-, crear las condiciones
materiales sine qua non del mundo nuevo, la quinta esencia sistémica: instaurar el sistema
automatizado de producción) 71 retirándose los efectos negativos (explotación, asimetría
social, dominación, pobreza, exclusión, guerras, crímenes, lágrimas, destrucción de la
ontología natural de la vida, etc.) inmanentes al proceso de reproducción del capital mientras
cumple ineluctablemente su deber, este sistema realmente ha entrado en crisis, se ha agotado
como modelo (es decir, cuando ya hay el otro superior alternativo de sí –sucedáneo- en
contradicción y listo a reemplazarlo), está negado, se ha vuelto criminógeno, innecesario y es
recusado con razón (“todo lo que es irracional es innecesario y ha perdido el derecho a
existir” -F. Engels). Antes: ¡no! Esa conciencia viene objetivamente del marxismo, el cual
además enfrentó al sistema secular, organizó la primera fase de la nueva sociedad y se
mantiene ideológicamente impoluto desparramado en toda aspiración, consigna y lucha social
en el mundo.
En este punto en la exposición, una digresión se presenta pertinente. Este documento
objetiviza (reitera) una formulación filosófica, ideológicamente posicionada, comprometida;
por tanto: epistemológicamente rebelde, combativa. Esa adscripción es desembozadamente
transparente, no solamente porque declara ese alineamiento, sino en la medida en que cruza
espadas en defensa de las tesis que se profesa (el marxismoleninismo, el proletariado y su
revolución triunfante, el socialismo exitoso de Lenin-Stalin, el comunismo como fulgurante
futuro de la humanidad) y va dirigida a echarles en cara, a quienes son sus impugnadores, los
crasos enrevesamientos de su propio saber, cómo el falaz concepto que se han hecho del
ajeno, objeto de su malsana crítica. La llamada y muy celebrada por los reaccionarios del
mundo de todo pelaje (burgueses, socialdemócratas, democratacristianos, el trotskismo, el
gramscismo, el neomarxismo) “desestalinización”, fue precisamente el acto criminal de
destrucción de las conquistas alcanzadas en el marco del proceso de edificación socialista
iniciado por Lenin y continuado por Stalin 72 (desarrollar las fuerzas productivas y transformar
69
Como tampoco es probo el deplorarlo, como se suele comúnmente hacer; en efecto, Mészáros (Atunes,
Ricardo. Sobre “Mas allá del capital”, de István Mészáros) sostiene la condición de objetividad reificada (en
sentido luckasiano) “Constituyéndose como un modo de metabolismo social, en última instancia incontrolable,
el sistema del capital es esencialmente destructivo, en su propia lógica”, aseveración cuestionable, pues, el
capital es destructivo para el trabajo (aunque debe mantenerlo en mínimas condiciones de reproducción para que
vuelva al siguiente día a la “fábrica”), para la población en general, para el entorno y en la coyuntura; pero es
pertinentemente constructivo para la historia, cuando cumple su misión: crear el seguro de vida para la
humanidad madura (la visión unilateral negativa sobre el capitalismo se instala en la mente de aquellos en cuyo
razonamiento no se hace intervenir el papel civilizatorio del desarrollo de las fuerzas productivas materiales,
mientras que al cambio societal sólo se lo conceptúa como efecto de la conciencia y la voluntad).
70
En realidad, cada parte de la historia ha contribuido al desarrollo civilizatorio, al margen del modo de
producción, en la que aquella se ha realizado.
71
O considera que debe realizar lo que el capital ha dejado de hacer: cuando la crisis (de sobreproducción)
amaina o concluye, quiere decir, que las fuerzas productivas dejan de crecer y el modo de producción ha perdido
sentido histórico (Trotsky se adelantó a decir, que alrededor de la segunda década del siglo XX las fuerzas
productivas habían dejado de crecer; aquí se sostiene siguiendo a Marx, en cambio, que ese hecho ocurre una vez
que el capitalismo automatiza completamente el proceso de producción –robotización, IA); en el instante en que
eso ocurre, en realidad, el sistema entra en contradicción con la aspiración mayúscula de la vida: alcanzar la
máxima estatura espiritual, es decir, no solamente que entra en contradicción con las relaciones humanas, sino
que bloquea el flujo de la existencia (“crisis de civilización”, suele llamarse a la situación). En el caso de un
individuo, el crecimiento orgánico, al llegar éste a determinado momento de su proceso histórico, se detiene, se
estabiliza la vida; luego, en su organismo se inicia la fase de prevalencia desasimilativa, pero su dimensión
espiritual se potencia en el interior de una nueva etapa, sobre la base del seguro de vida alcanzado en la fase
anterior.
72
Todavía hoy se mantiene la política reaccionaria de “desestalinización”; un botón de muestra es la conducta
chovinista, doctrinarista, intelectualista de aversión a lo que cierta referencia interesada da en llamar
158

las relaciones sociales); hecho histórico regresivo, que arrancó con el bufón insolente de
Jruschov, el cual convirtió el órgano coordinador soviético (el Soviet Supremo) en clásico
Estado capitalista, y que llegó a término con Gorbachov, con la integración subordinada en la
cadena capitalista global, de la otrora Gran Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas al no
poder sostener la carrera bélico-tecnológica por el dominio del mundo con el frente imperial
estadounidense en la “era informacional” (M. Castells). Es verdad, que se produjeron
distorsiones (la burocratización, por ejemplo) en el proceso de forja de la primera fase de la
forma humana superior en vida de Stalin: el socialismo, puesto que éste no se erigió de modo
“puro”, in vitro, sino inmerso en una compleja trama de estructuras materiales y sociales
atrasadas, de reacciones restauracionistas internas, de sistemáticas conspiraciones del
capitalismo mundial (pues, la sociedad de los soviets se proyectaba como malejemplo para los
pueblos oprimidos del mundo), la guerra mundial (la “carnicería imperialista”); pero todas
esas distorsiones podían muy bien ser procesadas en paz: una vez que el gran pueblo
soviético, el Ejército Rojo y Stalin, habían derrotado al nazifascismo y organizado esa
potencia que era la ex URSS, al promediar el siglo XX. Por tanto, había que neutralizar ese
colosal detonante a como dé lugar, por lo que los detractores de la historia acudieron a los
preparativos ideológicos: se inventaron las acusaciones de “dictador”, de dogmatismo, las
purgas, el Gulag; a la sazón, a la muerte de Stalin: el revisionismo y el poder del capital
mundial frustraron el despliegue del más encumbrado proyecto racional, que se proponía
como futuro para la humanidad 73 .
Supondría realizar toda una empresa ciclópea, seguir la trama histórica de un potente
pueblo (hoy venido a menos, degenerado, vuelto uno más del montón): el ex Bloque Oriental,
la ex URSS (Zona que ha producido el más colosal cambio que ha tenido lugar en la vida de
la humanidad, pues, la grandeza de gringos, europeos y nipones ha consistido únicamente en
mantenerse siempre en la esfera vulgar del librecambismo), lo cual requiere también
hipotetizar el futuro de la especie (tarea que aquí se emprende), como vía para encontrar el
sentido de esa experiencia; en realidad, sería necesario revisar la historia universal (de
Mommsen, de Toynbee, de Hobsbawm, por ejemplo; los documentos a ese respecto
producidos por la propia Academia de Ciencias de la URSS), la historia rusa y la de la Unión
Soviética: labor aciaga, de equipo. No es ese el afán del presente trabajo. Para efecto del
objeto de la tarea en desarrollo, es necesario hacer abstracción de la complejidad de los
fenómenos históricos y centrarse en la tópica esencial 74 . No interesa, luego, la faceta histórica
“dogmatismo estalinista” (se fuerza a quienes no piensan en coherencia, con epítetos –antimarxismo, marxismo
europeizante soviético-, a convencerse que hay más de cinco modos de producción; los códigos de este parecer
le conducen a suponer, que es la falta de capacidad intelectual la razón de la diferencia de percepción); es el caso
de Iñaki Gil de San Vicente (¿Marxismo en el siglo XXI?; Quito 2007): critica, como siempre, fuera de la praxis
(“hubiese querido verles actuando a estos genios en el centro de los episodios” de la Segunda Guerra Mundial,
por ejemplo), objeciones que merecen ser objeto somero de refutación, puesto que se encuentran concebidas por
fuera de la necesidad de los hechos (estos sectores maniqueamente acomodan la tesis del “socialismo en un solo
país” como contrapuesta al internacionalismo proletario; les parece más importante, a los doctos académicos
trotskistas a partir del acomodo del presente, que se hubiese priorizado la teorización antes que el trabajo
práctico, en momentos en que había que dedicarse a desarrollar las fuerzas productivas para dar de comer al
pueblo, para elevar su conciencia (la conciencia no se desarrolla sólo de modo mentalista, sin que existan
condiciones materiales de base –la recusación sobre el llamado “etapismo”; en realidad, no es posible realizar
cambios sociales al margen del estado de las fuerzas productivas; no puede darse revolución si no hay
proletariado, pues, para el efecto debe haber etapa burguesa, base material acumulada; dicho más sencilla,
alegórica y esquemáticamente: no puede haber madurez si no hay juventud), ponerse a nivel en pertrechos para
enfrentar al enemigo; creen que el socialismo se edificó en una isla: en ausencia de reacción restauracionista
interna, de guerra mundial, sin gente a la que había que “dar” de comer; como tampoco estos “intelectuales”
archirevolucionarios pueden ver las necesarias distorsiones, que se presentan en los hechos, etc.
73
Por ignorancia (la actual generación de los países otrora conformantes del ex Campo Socialista: “los pueblos
que desconocen la historia son tontos”, había dicho una anciana rusa en Moscú en 1989, frente a la arremetida de
la turba contra la estatua de Sverdlovsk), por ingratitud (los fascistas sionistas y el resto de israelíes, pues, el
infierno del holocausto cesó por intervención del pueblo soviético, del Ejército Rojo y de Stalin), no rescatan y,
tanto peor: arremeten en contra de las personalidades históricas. Los gringos, verbi gracia, recuerdan a esos
mafiosos que han tenido como presidentes; hay grupos de neonazis que intentan reivindicar a Hitler; la
oligarquía chilena restablece la figura de Pinochet; los surafricanos festejan a Mandela: el padre de las reformas
sociales procapitalistas; los hindúes lo hacen con el pacifista-funcionalista Gandhi; los suramericanos con razón
celebran a Bolívar; pero son los alemanes –por razones de clase- quienes han olvidado a Marx, los rusos a Lenin
y los georgianos despotrican contra Stalin.
74
“Los dos primeros capítulos de ´Principios de Economía Política y Tributación´ contienen toda la obra teórica
de Ricardo ya que ´…exponen todo el sistema económico burgués como sometido a una ley fundamental,
159

de la vida de un pueblo, sino la porción lógica. El modelo de organización monárquico
tradicional de dominación de clase en los países europeos, estuvo vigente hasta la regencia de
los Romanov en Rusia; de 1905 a 1917 se producen procesos en dicho sector del Planeta, que
finalmente ponen a la espalda las estructuras arcaicas, para dar lugar a la plasmación del
nuevo sentido de la existencia: la consolidación de procesos liberales político-institucionales,
sobre la base de la forma moderna de economía: la capitalista en su entera extensión. Las
contradicciones del capital ubicaron en la palestra, en esa precisa zona, al nuevo sujeto
histórico: al proletariado y a la cuestión revolucionaria; la Dictadura del Proletariado suprimió
toda forma de holgazanería, los títulos honoríficos, las formas de explotación y diferenciación
social, proveyendo de sentido superior a la vida: el trabajo, la igualdad, el desarrollo
multifacético. Si bien el progreso de las fuerzas productivas (la esencia de la historia, en
cuanto objetualización de la conciencia mediatizada por la necesidad) en la ex URSS alcanzó
niveles similares a los de Occidente, la historia no cerró la opción capitalista en cuanto vía
para dicho desarrollo: el restablecimiento de este proceder humano y su ratificación como
“forma ariete”, garantiza firmemente la “lógica” prometeica de la vida racional. Al haberse
recompuesto parcialmente los tronos sobre todo a partir de 1989, el capitalismo y todas sus
lacras: holgazanes, explotadores, diferenciación de clase, folclóricos reaccionarios (pintores,
cineastas, músicos reivindican el zarismo, criminalizan el proceso socialista y añoran la
monarquía) en el referido sector, han sido también relanzados.
“Socialismo fracasado”. Marx, Engels, Lenin, Stalin, Castro, el proletariado, la ex
URSS y su Campo: ¿no han provocado inflexión alguna en la historia, de modo de sostener,
que el socialismo “implosionó”, que “se suicidó” (“modelo inviable” -sic), que la experiencia
consistió nada más, que en un evento sui generis: “capitalismo sin capitalistas”, o que la
“frustración” es tan sólo un retroceso momentáneo y que los eventos revolucionarios deben
volver para ser finalmente exitosos? 75 . Luego: ¿qué la realidad humana no ha experimentado
cambio alguno en el transcurso del siglo XX, como efecto del movimiento propio del
capitalismo y de la incrustación en él, de las “democracias socialistas”; que la historia ha
llegado a su fin? ¡No hay visos de verdad en tales aseveraciones! 76 . Para que se produzca una
nueva revolución se requiere que se reconstituya el proletariado, lo cual es imposible (el
destilando la quintaesencia, a partir de la dispersión y de la variedad de los fenómenos´” (Marx citado por
Fernando Azcurra; en: Azcurra, Fernando. Marx y Sraffa sobre el excedente, Buenos Aires, 2012).
75
En realidad, eso piensa la intelligentzia in abstracto en el mundo, conciencia que está mareada, que no
advierte qué le pasa a la humanidad, mucho peor hacia dónde va ésta (es también el problema en el frente
popular: la crisis del revisionismo socialimperialista soviético dejó un “mal sabor en la boca”, el capitalismo
trilateral asesino -EU, UE, Japón- hizo lo mismo; por eso: “ni lo uno ni lo otro”, dice la visión inmediata de la
gente). La izquierda marxista siempre será la misma por su concepción del mundo, su actitud ante él, su objetivo:
el materialismo, la permanente actitud conspiradora/transformadora, la organización del comunismo,
respectivamente; luego, mientras vestigio de capitalismo quede en la Esfera, la estrategia marxistaleninista (el
objetivo) está en firme y solamente las formas puntuales de lucha: las batallas, la táctica, son las que
experimentan variación: es ahí donde se da la discusión, la controversia, sobre el tipo de acciones, de métodos y
la efectividad del combate; de manera que la oposiciones ortodoxia/heterodoxia, manualismo/criticismo,
tradicionalismo/modernicionalismo, “es una discusión puramente escolástica”. Incluso la derecha oportunista se
ve obligada a cambiar formalmente de “paradigma”: “Somos más efectivos cuando nuestros paradigmas se
acercan a la realidad”, es parte del discurso de un tal Peter Senge y sus correligionarios en el ámbito de la
administración empresarial; conducta desesperada del capital: “descubriendo el agua tibia” con 100 años de
retraso se diría, pues, Marx y Lenin ya expusieron estas “grandes”, “novedosas”, ideas sistémicas, humanistas.
76
¿Parece poco el haber cambiado por 30 años la faz de la tierra en una tercera parte? ¿El haber probado el valor
práctico de una teoría que objetivamente representó, fundamento, una ilusión? ¿El haber ubicado en la mente de
buena parte del género la opción abierta hacia una nueva forma social? ¿El haber heredado a la historia toda una
concepción y método para entender el mundo y pensar sobre la realidad? ¿Los grandes cambios que experimenta
el mundo como impacto del socialismo, aunque los mismos sean de difícil percepción? ¿El haber legado una
esperanza frente al infortunio capitalista? ¿La resistencia sostenida por Cuba ante EU? ¿Qué hay múltiples
organizaciones en el planeta, que se inspiran y siguen bregando por ese camino? En realidad, el proletariado (lo
que quiere decir el marxismo, el socialismo) ha cambiado la historia, lo cual puede parecer exagerado. Debe
advertirse sin embargo un hecho asociado al socialismo, que no es un límite o un problema, sino la expresión de
la superación de la regularidad capitalista. El socialismo era una forma humana superior, que no podía competir.
Frente a la obsolescencia programada, a la obsolescencia tecnológica (acelerar el ciclo de rotación el capital: el
consumismo), a la especulación, a los sabotajes, al espionaje, a la desondra del contrario (competencia) mediante
la propaganda mediática (modos todos éstos de ser, particulares, usuales en el capitalismo, que han estimulado el
desarrollo de las fuerzas productivas), el socialismo se quedó corto. Un tractor en la ex URSS, por ejemplo, si su
vida útil era de 10 años, ese activo debía ser utilizado y no precipitadamente reemplazado como en el
capitalismo, hasta el último día; el capitalismo lo hace cada año por lo menos, desperdiciándose (destruyendo
fuerzas productivas); en el socialismo, por tanto, por fuerza el progreso de las fuerzas productivas se ralentiza.
160

estado de civilización alcanzado –automatización-, ha dejado atrás al trabajo humano como
principio material de autoproducción de la existencia); para que eclosionen nuevos procesos
guerrilleros es imprescindible que en el planeta los conflictos interimperialistas tomen
carácter de “guerra fría” y que la gestión estatal, sobre todo la neocolonial, experimente viraje
a forma dictatorial (el “guevarismo” y “´huelga general insurreccional´ están clausurados” 77 ).
Los pueblos cambian la historia; más bien: la completan, dan forma a ese cambio (renovación
provocada por procesos revolucionarios o partisanos) a través del desarrollo de actos
convulsivos, que normalmente se denomina alzamientos, rebeliones o guerras civiles. Esta
última es la realidad en curso, una vez que el proceso al que se maljuzga (las revoluciones del
siglo XX) destrozara al capitalismo (como el árbol al que se le ha talado en su base y que se
mantiene en pie, es cuestión de “tiempo” su desmoronamiento: que una ligera briza –la
subversión, la intelectualidad y la ciudadanía- lo derribe).
El capital no espera superar la crisis, es decir, autodestruirse; su maquinación es
descargar los costos de la reproducción sobre las espaldas del trabajo y la población planetaria
(subsunción formal global; internalización de deseconomías: los costos se trasladan a los
precios). El capital no sabe qué papel –a más del egoísta como “personalización”- juega en la
historia; tampoco la oposición lo conoce, por lo que se propone ora destruirlo, ora atemperar
la crisis que aquel derrama sobre el pueblo, para lo cual debe afectar los intereses del capital
financiero, de Goldman Sachs, de Bilderberg. Esta es la premisa rectora que define el
comportamiento actual de la razón revolucionaria. En efecto, el nuevo liderazgo políticorevolucionario
consiste en proveer de relieve a la forma espontánea de acción de las masas, la
que se halla muy bien apoyada en la dirección puesta por las luchas anteriores, en la
comunicación inalámbrica, en Internet, por las “redes sociales”, en el ciber espacio (la “nube”,
los “nativos digitales” 78 ) y subjetivamente fundamentada en la estructura de conciencia
socialdemócrata general del pueblo (se dice que, como el socialismo fracasó 79 y como el
capitalismo neoliberal es salvaje, debe haber una vía intermedia: “… intervención del Estado
contra las desigualdades sociales, manteniendo el reconocimiento del nuevo rol del
mercado” 80 , pues, el proceso necesariamente “… implicará un grado de continuidad con las
instituciones actualmente existentes de la democracia burguesa…”; en suma: “¿…
alternativas dentro del capitalismo en vez de alternativas al capitalismo?” –dixit
Buenaventura de Sousa), paradigma político que se encarna en la subjetividad colectiva, al
que han conducido tantos años de mensaje y educación de y por las doctrinas comunista y
socialista, y la sabiduría autodidacta, forjada al calor de la experiencia real dada por la
participación de los pueblos en el seno de los conflictos capitalistas 81 .
77
“La ´democracia hasta el final´ es… la dictadura de la burguesía” (eso, esta vez: depende)
78
Acción colectiva “sin liderazgo”, por lo cual el poder no puede descabezarlo (La Red: “templo del saber”, para
que el pueblo “tenga un centro en sus vidas”); rebasar el papel político de los mass media: silenciación y
tergiversación de la movilización popular y de los objetivos de la lucha, en su orden.
79
Argumentos probatorios, aparentemente de sobra, han venido de la espuria actuación de quienes disfrazados
con el membrete de “socialistas” han llegado al gobierno de ciertos Estados y han hecho quedar mal al gremio:
Mitterrand, Gonzales, Bachelet, Zapatero.
80
En la coyuntura transicional, todo se vuelve socialdemócrata (“radicalización de la democracia”); y las
posiciones radicales (exigencias desmedidas al actor y a las estructuras) de las extremas derechas e izquierdas se
quedan estupefactas en los burladeros de la historia. La izquierda sana debe voluntariamente integrarse a esta
“bola de nieve” si no quiere ser rechazada por los acontecimientos, los cuales obligan a comportarse de ese modo
o morir (principalizar una táctica: “cogestión” comunista del gobierno burgués; puede pasar a ser ya “cabeza de
ratón y no cola de león”); en estricto sentido, la “guerra de desgaste” es pertinente: no porque lo proponga algún
sector revisionista de modo oportunista, sino porque es posible socavar “desde el interior el régimen burgués”
(sic), una vez que la acción proletaria y el desarrollo instrumental material del sistema habilitan sobre todo esa
opción (la resistencia del poder pondrá en el tapete de la discusión otras formas de lucha, para lo que la
neovanguardia debe mantenerse alerta).
81
Los pueblos no pueden percibir más allá del momento mientras se mantenga la “institución” de la “división
del trabajo”, pues, se hallan en la cotidianidad: haciendo mover la rueda de la historia día a día; son los
individuos, los intelectuales (aquellos que sobresalen en el bosque y que –por tanto- abarcan con la mirada el
todo –en realidad, este es un fenómeno de salto intermedio o que implica de consuno tanto a la superestructura
como a la cognición –Hans-Jurgen Krahl) los que ocupan ese lugar, quienes atalayan. Tampoco estos últimos
pueden imaginar algo que no puede ser representado: algo que no tiene substrato para la representación; en
verdad, deben basarse en las tendencias; el mérito está, luego, en identificar esas propensiones, interpretarlas
correctamente y suponer el escenario, que su trama perfila a futuro. Esta intelectualidad (contestataria) tiene su
institucionalidad: los aparatos de producción y socialización del pensamiento; del mismo modo como el Estado
es un aparato de la superestructura, que vincula su actuación fundamentalmente a la esfera económica, la
Universidad es un aparato de la superestructura, cuya función se ubica en la dimensión de las formas de
161

En lo tocante con el carácter autoconducido evolutivo de la historia (necesidad de
cinetismo dinámico ordenado, el cual es aprehendido por la conciencia y a través de cuyo
producto-portador, ella misma se objetiviza; Marx: la naturaleza humana se desarrolla y se
revela en la historia) como respecto de la ruta seguida por ésta: el modo o modos de
producción necesarios, cuando sea el momento vendrá (ha venido) la explicación; noción ésta,
que a su vez se halla asociada con la figuración de la tópica filosófica inherente (la conducta
agregada de los seres humanos concuerda con ese presupuesto de sentido, o bien estos se
avienen a admitir dicho curso): únicamente si se mira el proceso histórico en conjunto, pero
sobre todo si se lo hace en restrospectiva colocándose en la cima hipotetizada del movimiento
humano llegado a ser, adquieren proporción las diversas etapas progresivas “para sí” y se
redescubre la ley sociológica implicada (la insoslayable correspondencia entre las fuerzas
productivas y las relaciones de producción). En la consideración, la Revolución de Octubre 82 ,
el “socialismo en un solo país” no fueron (aberraciones) hechos aislados e históricamente
situados (como el capitalismo: no solamente ha sido una molestia bárbara para la existencia,
sino el labrador más eficiente productor del sustento material de ella); por el contrario, el
“socialismo en un solo país” se trató de un episodio de repercusión humana e histórica (como
lo fue el proceso que le dio origen: concentración de las contradicciones del capital
monopólico en el “eslabón más débil” de la cadena capitalista planetaria, en la Rusia de los
zares 83 ), que cambió la índole de la vida racional en colectivo: la historia (naturalmente, lo ha
hecho a espaldas de la percepción), pues, ese tipo especial de acontecimiento constituye el
factor que ha reconceptualizado al ser humano, que le ha hecho ver la vida de otro modo, que
le ha armado con formas de organización y aspiraciones renovadas, y que ha remarcado la
senda abierta por el carácter teleológico aleatorio de la metahistoria, el cual viene dado por el
modo de ser de la realidad: la ley natural del desarrollo ascensional constante 84 .
La “nueva” y última “división global del trabajo” al interior de la humanidad (hipótesis
que relativiza las tesis de oposiciones capitalismo en decadencia –Wallerstein-/capitalismo en
crisis, superación e inicio de un nuevo ciclo –Fiori 85 -, reforma o reacción, inauguración de un
nuevo “hegemón”, unipolaridad -Hart y Negry-/multipolaridad o imperialismo, modernidad
o posmodernidad -Toffler, Drucker-, choque de civilizaciones –Huntington 86 -, totalidad
contradictoria/sistema-mundo jerárquicamente ordenado, etc.), considera que los países
céntricos avanzan aceleradamente el desarrollo de las fuerzas productivas hasta desembocar
en la robotización completa, mientras que el sector neocolonial acentúa las nuevas relaciones
solidarias, consensuales (es por eso que las ciencias llamadas “duras” –Física, Química,
Genética, Medicina y las fácticas o tecnológicas en general- predominan en los países
imperiales, mientras que la llamadas “humanidades” –Historia, Economía, Sociología,
Antropología, Politología, Psicología, Literatura- prevalecen en las neocolonias); pareja de
conciencia social; son precisamente las universidades, en los anillos neocoloniales, las entidades que han
formado el recurso humano calificado para el capital y al unísono la disensión ideológica, que lo carcome.
82
Acto extraordinario, ejemplar. Es interesante la reflexión de Trotsky expuesta en el epílogo de su monumental
“Historia de la revolución rusa”: “Aun si, como resultado de circunstancias desfavorables y bajo los golpes del
enemigo, el régimen soviético –admitámoslo un instante- fuese transitoriamente derrotado, la insurrección de
Octubre continuará ejerciendo una influencia indeleble sobre toda la evolución ulterior de la humanidad”.
83
El capitalismo concentró sus contradicciones en la ex URSS, antinomias que vienen (vinieron) de atrás: de
toda la historia de la formación clasista de la humanidad y de toda la contextura humana; los sucesos
revolucionarios allá desatados, ejercieron influjo en toda la historia y en el sino de la entera humanidad (si la
revolución Soviética no fue un fenómeno exclusivamente ruso, tampoco su impacto lo fue coyuntural y
particularmente local).
84
Las transformaciones de 1917-53 (“socialismo en un solo país”) influyeron sobre la historia, sobre la base real
de reproducción humana, sobre las ideologías y sobre la política: “la victoria de la cual se cree que ha sido
beneficiario el capitalismo y la economía neoclásica, es equívoca… se cree que hay una transformación que
renociona al ser humano, que impone modificaciones en torno de conceptos sobre lo que se piensa es la vida”.
85
Estructura y funcionamiento general de la humanidad. Mundo en permanente movimiento, pero siempre el
mismo, nada más que diferente en su dimensión cuantitativa (sin embargo, la Revolución de Octubre puso fin a
esa monotonía). Para Fiori (La nueva carrera imperialista. Entrevista a José L. Fiori; diciembre del 2008) no hay
fuerzas productivas (progreso que incide sobre las relaciones sociales), tampoco ley de la tendencia decreciente
de la tasa de ganancia ni propensión a la automatización: la realidad opera solamente a través de acciones
humanas (y únicamente del poder); en realidad, en su análisis histórico y reflexión teórica, Fiori no hace
intervenir a la variable determinante de la prospectiva: la robotización, que proscribe al trabajo y, por tanto, al
capital, con lo cual se clausura el modo de producción (a la expansión continua).
86
Para que se produzca tal choque, bajo la coraza ideológica deben gravitar grupos económicos con poderosos
intereses transnacionales, con armas; los frentes, en este caso, deben ser cotejas; y, esa condición no está dada,
sino para el caso de Rusia.
162

frentes que deben encontrarse en un punto, creándose de ese modo las condiciones para que
entre a operar la ley del “´valor´ de usufructo”, en el interior del régimen humano de
democovivencia, en el género. Este proceso evolutivo se asume como políticamente
intermedio, socialdemócrata, en el sentido en que los picos extremos de la onda natural
capitalista son recortados para dar lugar a la plasmación de un senda “más amigable” (al
poder transformador posmoderno no le interesa destruir al Estado sino penetrarlo 87 ); la crisis
y la presión política popular amainan la radicalidad acumulativa del capital en el lado de la
neotriada, mientras que el “ethos” de libre cambio conduce a la mayoría de la población de
los anillos periféricos del sistema a admitir formas mercantiles simples de vida. Ni reacción ni
revolución 88 . La citada división del trabajo es corolario del desarrollo de las fuerzas
productivas y de la actuación de la conciencia revolucionaria de la clase ascendente sobre la
historia 89 . No se trata, por tanto, de la alusión a ese saber doctoral, de quién dice tener la
receta (vara mágica) para ordenar los hechos: a esa conducta voluntarista de arbitrario sentido
de libertad para actuar, sino al cuadro de condiciones inevitable a través del cual se desplaza
la historia. Ahora bien, este proceso se inscribe en la marcha de la especie por la senda del
cumplimiento del designio que impone la propiedad de la inteligencia al ser humano (destino
común de la humanidad).
El “capital” monetario y el mercado (el segundo presupone al primero) preceden y
suceden a la relación concreta: al capital; sin embargo, éstos no constituyen elementos de
determinación del sistema (como se presenta el hecho en la reflexión, por ejemplo: de
Mészáros 90 ), en verdad, esta relación social lo estatuyen las condiciones materiales de
reproducción; en la transición (momento “postcapitalista” –sic 91 ) dicho papel pasan a cumplir
la mecánica y la manufactura; y, en el estadio “democovivencial” es la automatización, etapa
ésta en la que –por otra parte- la economía ha desaparecido por completo, cuando el ser
humano que ha dejado de trabajar, conectado por el cordón umbilical de la necesidad de
reproducción colectiva al sistema automatizado de proveeduría, opera por racionalidad,
mediante consenso, y cohabita y colabora en la obtención de metas progresivas elevadas del
espíritu. En esta realidad verdaderamente poscapitalista, cambio y dinero son una abstracción,
ya que la producción de “bienes de usufructo” ha pasado de las manos del valor (del
empresario –del trabajo) a las de las máquinas, y se desarrolla como proceso en sentido
plenamente esraffano: producción de outputs por medio de inputs, o sea, prodigio que se
realiza en ausencia de la actividad laboral humana en el proceso de producción material, la
cual ha quedado atrás en la historia como configurante de la vida y de la conciencia; en
realidad, trabajo, valor de uso, valor de cambio salen de la escena histórica, pues, la
producción se transforma en hecho impersonal: input-proceso-output; en tanto que el ser
humano se dedica, a aprovechar de la “pensión”, del “seguro social”, legado por el trabajo de
87
Esa noción es apropiada, pues, “la historia cambió y hoy la propiedad privada es la fuente que dinamiza el
desarrollo de los pueblos; no siempre fue sí, pero hoy si lo es… La historia toma el puesto de la maestra cuando
está no está y educa: su enseñanza es trascendente, permanente, pero terriblemente cruenta...”.
88
En el escenario puesto, la derecha (el poder global del capital como la red de micropoderes formalmente
nacionales) piensa que si supera la crisis financiera con la administración de medidas ortodoxas y se agota la
tendencia hacia la izquierda sobre todo en el subcontinente luso latinoamericano, en el planeta el capital va a
iniciar un nuevo ciclo de prosperidad, que dure el clásico medio siglo; la izquierda (los sectores que piensan dar
al traste con el sistema), en cambio, abriga la esperanza de que la crisis se va a agudizar, que las
socialdemocracias autodenominadas “socialismo del siglo XXI” quiebren o se radicalicen, lo cual conduzca
hacia una nueva situación revolucionaria, la que la esperan (otros la “construyen”) para hacer un nuevo intento.
Pero, se inicia por reiterar: que nada de eso es real; y, lo que se está haciendo es “dar palos de ciego”. El mundo
ha cambiado para todos y el centrismo político es el que se halla sobre el potro de la historia: el mundo se
desplaza por donde debe, y la socialdemocracia va con él.
89
A este proceso se lo denomina “transición”, esto es, a esa especie de síntesis hegeliana real: capitalismo y
socialismo se hallan presentes (los dos sistemas se anularon en conjunto o han triunfado de consuno) cada uno
convertido en su contrario e interpenetrados; el socialismo se disolvió en la “multitud” y se expresa –como lo
hace el capitalismo en el desarrollo contemporáneo de las fuerzas productivas: electrónica, biogenética, robótica,
inteligencia artificial, nanotecnología, carrera espacial- en las reivindicaciones microdimensionales: de género,
étnicas, en los derechos humanos, ambientalistas, de desconexión económica, espaciales.
90
Mészáros, István: Más allá del capital.
91
El verdadero proceso industrial dedicado a la producción de bienes y servicios para la reproducción social se
reducirá al mínimo, cuando, como en las películas de ciencia ficción, el posthumano haya sido reducido
únicamente a su cabeza; sostener a este músculo y no a todo el cuerpo humano requiere de un exiguo sistema
económico; esa será la auténtica fase postindustrial, en la que la producción real, a más de abastecer la pírrica
demanda del músculo cerebro y sus sentidos, provea y abastezca el sistema de investigación y desarrollo de la
ciencia exclusivamente.
163

las generaciones anteriores: el sistema automatizado de producción.
En un momento dado es sensato ofrecer recetas “contistas” al poder merced a la
necesidad de sostener el citado curso de la historia (evitarse el riesgo de extravío como efecto
de supeditación a la neolegitimación del credo ecologista, de la antitécnica, de la diversidad 92 ,
de la antimodernidad), o sea, diseñar medidas que conduzcan al capital a restablecer los
mecanismos de acumulación (explotación del trabajo): superación de la crisis (“la unión
violenta de los contrarios”), retorno a la normalidad perdida en los esquemas de reproducción,
de valorización, en suma: arribar al guarismo programado de tasa de ganancia; en realidad,
relanzar la economía productiva tendría dos beneficios: 1) generar empleo, promover el
desarrollo ordenado de la ciencia y de la técnica, estabilizar el sistema de precios, y, 2)
precautelar las demandas del progreso prometeico humano 93 . Para el primer objeto, el sistema
financiero tiene su staff y lo hace bien, puesto que las medidas homeostáticas no reparan en
las variables sociales y naturales, sino únicamente en la tasa de beneficio. Si se elimina de
golpe al sistema sin disponer del grado de racionalidad para dar continuidad a su obra
civilizatoria (desarrollo de las fuerzas productivas) se ralentizaría paradójicamente el progreso
científico-técnico (el bloqueo de ese desarrollo dado por las propias relaciones capitalistas es
lo que ha procesado el proletariado), se solucionarían los problemas sociales y ónticonaturales;
si se contemporiza con el capitalismo, en cambio, las fuerzas productivas
continuarían su desarrollo, mientras que los problemas sociales y ambientales se mantendrían.
La realidad va por el medio (por el lado del socialismo, ese es el curso; Cuba: resistir tantos
años, sacrificarse, retrotraerse).
“Estamos en la época de la revolución intelectual”, la cual ha sido presidida y ha tenido
como presupuesto a la “época del imperialismo, las revoluciones proletarias y el
socialismo” 94 . Ahora bien, los intelectuales pueden también tomar el arma en el seno de la
batalla (hackers, WEKILEAKS) 95 . Este tipo de momento cruento superior en la “lucha de
92
La afamada “teoría” de la “diversidad cultural”, es una comprensión equívoca. El sociólogo mexicano R.
Bartra (Servolin, Vergopoulus) estudió la realidad humana mejicana –la rural- con el concepto de “formas de
producción” (posmodernamente B. Echeverría lo ha hecho globalmente con la de “ethos”); el economista
“marxista” estadounidense A. de Janvry deconstruyó esta comprensión de raíz estructuralista, mediante el
argumento de que los modos de producción no capitalistas no eran más, que fracciones de clase (dualismo
funcional) que funcionalmente operaban en el capitalismo en condiciones de subsunción al proceso de
acumulación (algo parecido realizó M. Castells con A. Quijano, en el abordaje teórico sobre la “ciudad”,
mientras que P. Garnier procedió de análogo modo con el señor Castells). Similar exégesis puede hacerse en
torno de las tesis de la “diversidad cultural” (transculturalidad, plurinacionalidad, interetnicidad): las “culturas”
no capitalistas se hallan integradas en la modernidad, operan inmersas en relaciones de clase, su ideología
(sincrética) es la oficial y sus formas de Derecho Consuetudinario están sometidas al Positivo; en realidad, no
existe elemento básico de esas “culturas” no capitalistas, que puedan diferenciarlas esencialmente del sistema
que los engloba y los determina.
93
Entre los marxistas es usual recusar el aspecto más positivo del “discurso” de Marx en su faceta histórica
(teleológica): su posición madura prometeica, relacionada con el reconocimiento del papel principal de las
fuerzas productivas y de su desarrollo como razones sine qua nom del destino humano (se suele también restar
importancia a su autoridad científica –Bobbio, Lanz, Godelier,…- para dirimir controversias, consolidar tesis o
asumir posiciones; aquí, en cambio, se apela a la solvencia de Marx de forma variada para el efecto, por cuanto
su capacidad intelectual no es habitual y porque el poder de su concepción es garantía de seguridad analítica).
94
Los actuales intelectuales, no solamente que son representantes doctrinarios de una clase, sino que también lo
son de su “tiempo”. En esa posición se encuentran, verbi gracia, A. Sen, Stiglizts o Krugman. Si los
neomarxistas y posmarxistas se sustentan en un determinado sistema material, que hace que su discurso devenga
punto de vista adulterado de la verdad (desean ilusamente que la población “cambie el instinto de sobrevivencia
por la urbanidad” y se dediquen a entenderse con criminales ahítos de riqueza y poder: los capitalistas y sus
capitostes), los neopensadores citados juegan un papel similar frente al orden: se alejan de la representación
precisa de los intereses de su sector, para animar puntos de vista que están más allá de ellos; son las demandas de
la transición las que se representan en su conciencia, la necesidad de superar lo dado, en tanto el status no puede
permanecer como tal frente a múltiples evidencias sobre sus insuficiencias (el abuso del sistema financiero, por
ejemplo, causa santo horror y recusación); es la interpelación ilustrada a los síntomas negativos del capital.
95
Mientras el reaccionario poder bancario español, a través de su testaferro de turno: Rajoy, se ha asignado a sí
mismo cien mil millones de euros (ciento treinta millones de dólares al cambio en curso) para el salvataje
bancario, una voz de una bella niña canadiense: Victoria Grant se ha elevado para cuestionar al capital financiero
y proponer medidas de incidencia sobre la afectación de ese sector (socializar la pérdidas y privatizar las
ganancias) a la población. En verdad, ciertos hechos parciales, que se presentan en la vida de los pueblos, son
claves en el proceso de configuración de la necesidad histórica, los cuales operan –por tanto- como detonantes
tácticos; en efecto, en la moderna asonada, J. Assange ha jugado un papel positivo en el proceso ciudadano de
desbloqueo al flujo de la historia (ha hecho un gran servicio al mundo y a la historia, en cuanto la transparencia
mejora la democracia –sic): vulnerar las seguridades electrónicas (ocultamiento), que mantienen en secreto la
estrategia mundial de geodominio y de los negocios turbios del poder monopólico global, la que se presenta en la
164

clases” (continuación de la política, de la guerra en la esfera de las ideas: impugnaciones,
inclusión en el sistema oficial de la “política”, competencia de proyectos) fue previsto ya de
modo exageradamente anticipado como efecto del reflejo de la realidad en la conciencia de la
capa de intelectuales y burócratas europeos, de la pequeñoburguesía, en Gramsci (hegemonía,
bloque histórico, guerra de trincheras), en Foucault (micropoderes, relaciones operativas de
estrategia y fuerza), en Habermas (deliberación ética intersubjetiva, acción comunicativa
hacia el entendimiento, consensuada, del proyecto político emancipador) 96 . El momento
concreto de cambio, de similar modo en el que en él se concentran, se incluyen, se contienen
todas las “temporalidades”, las posibles historias, los variados “ethos” (formas de
producción), como frentes que coexisten en el proceso de reproducción único humano global,
emergen (los muertos resucitan a la hora del “juicio final”) todos los modos de producción
desde el hacha de piedra, pasando por los estadios intermedios, hasta la robótica, formas que
se encuentran: son coetáneas en el mundo, en correspondencia, en ese forcejeo, los diversos
tipos de lucha (guerra de guerrillas, conato intelectual prolongado, frente a las turbulencias
“poscapitalistas” de la vida) se hacen presentes, empujan el mundo, mientras los
intervinientes se metamorfosean en la licuadora de la historia. Naturalmente, lugar
privilegiado, la dirección en esta ruidosa orquestación lo tiene quién es portador de la
conciencia y atalaya el todo: el proletariado; éste, una vez luchó cuerpo a cuerpo con el
capital, ahora acciona la batuta tras bastidores con las ideas (la clase obrera autoregenera las
heridas, pero al mismo tiempo se supera a sí misma y se presenta ante la faz de la Tierra con
otro semblante, con otra de sus “siete vidas”: como subversivo/intelectual/ciudadano). El ser
humano ha saltado de las cavernas hacia el nivel de la racionalidad, de allí debe hacerlo hacia
la supraracionalidad: el camino está casi libre, de modo que tenga lugar la formación de las
tres auténticas dimensiones: animalidad, racionalidad, “divinidad” (proceso que se registra
mejor que el invento mítico de las 10 dimensiones de la Teoría M) 97 .
¿Cómo se explica este último aserto? En la producción de la conciencia, un mono
antropomorfo (aquel que avanzará al homo sapiens) interviene asistiendo, en la génesis
material de la proeza, a la madre naturaleza (cuando una persona inexperta manipula una
computadora, descubre la lógica de ciertos programas, de este modo se entrena al cerebro; el
trabajo –producción de instrumentos, su reutilización y mejoramiento-, la necesidad, los
apremios de la vida, debieron inducir “lamarkísticamente” la transformación material del
cerebro por retroacción 98 ). El mérito de la naturaleza es haber creado el cromosoma; pero el
perspectiva del interés general, esto es, revelación de contenidos anónimos de afectación a la población
hemisférica, “desclasificación” hecha en el marco del sentido de defensa de los intereses de la población; en
realidad, dicha acción permite descubrir cómo funciona la estructura de poder planetario, lo cual permea la
formación de una corriente de opinión pública general crítica, la que se torna atenta e interpela al poder, con lo
cual no se va a cambiar dicha estructura de poder, pero si va a tensar las relaciones inherentes (Panel en Canal
10; Guayaquil, domingo 12 de agosto del 2012).
96
Surge la natural preocupación: en México, por ejemplo, el pueblo tiene en frente una trilogía adversa contra
quién luchar: la intromisión externa yanqui (el Pentágono), el poder mafioso del capitalismo interno (el Ejército
y la Policía) y la más letal exudación de este último: la delincuencia mafiosa de la narcoeconomía y el
coyoterismo. ¿De qué color estarán la tesis de Habermas: diálogo intersubjetivo para llegar al entendimiento,
luego de los episodios de Europa (crisis, medidas antipopulares y represión, movimientos de los Indignados),
Medio Oriente (Libia, Siria, Pakistán –luego Irán), Honduras, Paraguay (golpes de Estado)? La historia va
refutando al subjetivismo especulativo: sus límites incluso en momentos en que el legado proletario ha creado
condiciones para que formas de acción transformadora no factible antes, hoy tienen la alfombra puesta para ser
efectivas.
97
Quienes se han preocupado de pensar el escenario futuro para la humanidad, no son los revolucionarios que
bregan por forjar un nuevo sistema, sino los teóricos y prácticos burgueses del desarrollo de las fuerzas
productivas. Los revolucionarios radicales (llámense comunistas o socialistas) ni remotamente se representan
una forma lógica de realidad futura, debido por lo menos a dos razones: 1) consideran que el conocimiento es
únicamente el reflejo de una realidad dada; y, 2) suponen que el capitalismo está vivo, siendo su única
preocupación cómo entenderlo mejor, diseñar una nueva estrategia más efectiva y la forma de ponerla en
marcha, para su destrucción. El límite de la prospectiva oficial, en cambio, también se debe a dos atavismos: 1)
como buenos burgueses, sólo proyectan el desarrollo de la ciencia y de la técnica, esto es, la civilización, más no
la esfera espiritual, la cual la mantienen fija; y, 2) el marco de relaciones sociales se ha convertido en constante,
en invariante, puesto que para ellos no existe correlación alguna entre fuerzas productivas y modo de vida (el
capitalismo es perenne para los desarrolladores de la ciencia positiva y la tecnología).
98
El antecesor del ser humano se humanizó al pasar a la vida social, basada en el trabajo; este paso cambió su
naturaleza, la cual ya no se determina por leyes biológicas, sino por las nuevas regularidades del desarrollo
socio-histórico, mientras que los cambios en su estructura anatómica transcurren bajo la intervención del
desarrollo del trabajo, y promovida por él, la comunicación oral; por tanto, lo único que rige ahora el desarrollo
165

cromosoma: aún carente de la información, que produce el neocórtex: los seres
antropomorfos; cuando un tipo de mono antropomórfico empieza a construir instrumentos, a
trabajar y, finalmente: a producir, este hecho (el trabajo) induce a la naturaleza a originar el
último eslabón evolutivo: la inteligencia (las neuronas del neocórtex y no tanto las neuronas
intermedias, dado que también los animales cuentan con zonas neuronales asiento de la
memoria adquirida 99 ), es decir, la base ontológica en el cromosoma, que permite añadir la
información en las células madre, para que se produzcan las neuronas del neocórtex: aquellas
células cerebrales altamente organizadas, muy especializadas, centros materiales de la
asociación, del pensar, de generación histórica de la conciencia 100 . El cromosoma que posee
información con la cual formar la conciencia (neocórtex, inteligencia) es uno sólo para toda la
especie humana, esto es, la inteligencia es una propiedad abstracta, pero la misma se halla
repartida en todos y cada uno se los cerebros humanos. Empero, una vez que se produzca la
conexión en interfaz entre todos los cerebros de la humanidad y la inteligencia artificial (IA),
la inteligencia no volverá a estar segmentada, sino que múltiples cerebros (conjunción
intelectiva del tamaño del Universo) sostendrán una sola conciencia (la conciencia universal).
Con el desarrollo evolutivo hacia el neocórtex se produce la más alta, única y final propiedad
de la materia y queda, paralelamente, fijado el sentido y razón de la existencia humana (“… lo
que está destinado a hacer con arreglo a su ser…”): la reproducción de la realidad en la mente,
es decir, la materia se vuelve idea (la carne enverbalizada), con lo cual el Universo se dota de
su regente racional 101 . La conjunción entre leyes naturales y las socio-históricas producen al
homo sapiens; no obstante, no bien se afincan la segundas, para entender la operación de la
conciencia, a las Ciencias Naturales deben tomarles la posta la Sociología, cuyo desarrollo
explicativo parte de esa base.
Al interior de la especie se libran batallas decisivas con ese objeto. El movimiento
actual del mundo (su trama formativa): en la zona árabe-norafricana-subasiática, el largo
contubernio yanqui-monarquías teocráticas se rompe en los próximos 20 años, mientras hace
su ingreso progresivo en dicha área (con la resistencia del militarismo y los grupos ortodoxos
religiosos imperantes) y realiza su papel el proceso político occidental denominado
“democracia”, en el marco de cambio generacional (en realidad, la zona árabe es el primer
frente en el que se libran acciones de lucha de clases geopolítica decisivas para el futuro de la
humanidad); proceso de acomodo que concluye en la verdadera globalización unidimensional,
monocromática, del discurso y estructura únicos de la humanidad: la democovivencia. China-
Rusia: “donde hubo fuego, cenizas quedan”. En el centro del capitalismo clásico, la
“multitud” efectúa sostenidos actos de rebelión, sobre un sistema cada vez más debilitado
(inanición, al margen de que algunos supermonopolios sigan multiplicando su riqueza en
del ser humano son las leyes social-históricas; y, en el ser humano ya completamente formado, la actividad
laboral transcurre sin ninguna relación con el progreso morfológico, puesto que posee todas las propiedades
biológicas necesarias para su ulterior desarrollo ilimitado (Leontiev, Alexei. El ser humano y la cultura; México,
1973). Por otra parte, ¿el cerebro opera de modo “cuántico”?; sí y no; cuando de captar un sentido abstracto se
trata (operaciones semántico-lógicas), el cerebro no puede actuar de forma “cuántica”; es al realizar tareas
materiales, mecánicas, conocidas, cuando el cerebro se comporta de ese modo.
99
A más de la memoria viva, el ser humano –como es demasiado conocido- ha podido acumular y grabar los
productos del trabajo de modo documental, potenciando el kowhow, mejorando su conciencia y posición sobre y
frente al mundo, es su orden. Este invento novedoso (asentar fuera de las neuronas intermedias los productos
simbolizados del trabajo) sirve para el traspaso del saber y del hacer (metodología, tecnología) en sentido
representado y cualifica el trabajo de generación en generación (se dice que los niños de hoy son más
inteligentes, sin entender, que es una misma capacidad cerebral la que mejora sus niveles de productividad al
tener a disposición instrumentos con los que antes no se contaba).
100
Algunos biólogos aseveran, con sorna de autocomplacencia, que el poder del cerebro humano es tan sólo
condición para alcanzar adaptarse mejor al medio: mezquina imputación.
101
Materia eterna. En su consideración sobre la Materia, la mente –por lo general- está sesgada: la idea de que
“todo tiene un origen y todo debe desaparecer” construida en coherencia con lo que es la experiencia diaria
(representación mental de la lógica de los procesos cotidianos inscritos en la dimensión meso universal), con esa
misma sensación se asume la comprensión de la Materia: se extiende esa idea sobre el contrario ontológico del
contrario procesal: la materia. Se presume que la Materia debe tener comienzo y fin; mucha más, bajo efecto de
la especulación escatológica: a priori se supone que ésta debe tener un creador y un “diseñador inteligente”, a
cuya merced opera la realidad. Pero el orden ontológico de la realidad es eterno, existe por siempre: simplemente
“es”, por una parte; mientras que la dinamia de su movimiento, expresión de la interrelación de las propiedades
(originales o producidas como desarrollo de las anteriores), es el orden en el que el algoritmo: origen,
desarrollo, término, es la ley.
166

época de crisis: Goldman Sachs, por ejemplo), que se ha agotado históricamente 102 . América
latina (Venezuela es el segundo frente de importancia, en los putsh geopolíticos de clase 103 ),
Asia, Africa subsahariana constituyen el “fango” (el Sur: la miseria que ha sostenido la
bonanza del Norte) del que está eclosionando el “ave Fénix”: es el portador material y el
forjador del nuevo mundo (el diversionismo ideológico-político de la nueva generación
adquiere orden al toparse con el carácter direccionador, que la norma natural del progreso
material impone). Para América se presentan dos perfiles propositivos de evolución: 1) la
apariencia elegante de racionalidad utópica de la CELADI de la “dimensión ético-cultural”:
“… la clave: qué marco valorativo va a conducir la perspectiva de desarrollo para América
Latina, sobre la que se sustenten las dimensiones económica, social, política,
medioambiental”; 2) el “socialismo del siglo XXI”: paradigma fáctico “en construcción”, que
ha recibido por igual los dardos provenientes de la derecha ortodoxa como de la
ultraizquierda 104 . Empero: “Todos los caminos van a Roma”, en momentos en que la
apariencia asume el carácter de red enmarañada, indeterminada, confusa 105 .
Las neonociones “modernidad” y “posmodernidad” (neosubjetivismo, antimodernidad)
aparecen para danzar en esta ronda de evaluaciones respecto de las etapas humanas
transcurrida y en curso, y sobre las cuales se descarga todo el peso de comprensiones
antojadizas e interesadas, recusatorias de la praxis humana dada. “Modernidad” y
“posmodernidad” en cuanto categorías y en tanto realidad, constituyen “objetos”, que reciben
la impugnación cruzada del movimiento “contracultural” y de la corriente positivista 106 .
102
Desgraciadamente, estas conclusiones no pueden ser demostradas de modo formal mediante la conjunción
cuantitativa de variables, puesto que el modelo matemático progresivo de reducción de retornos viene
sobredeterminado por las acciones de la voluntad (eh ahí porqué la predicción Bauer-Grossman ha sido
inconsistente: el efecto de la “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia” depende de la lucha de
clases): las posmodernas luchas de clase, cuya movilidad no puede ser medida, ni construirse patrones cíclicos
sobre el particular, a la manera de Mandel.
103
En Venezuela, en el 2012, el proceso de reforma económico-social realizado utilizando la propia
institucionalidad, ha avanzado significativamente; por tanto, el cambio de régimen tendrá repercusiones internas,
continentales y mundiales. Empero, en las elecciones para presidente, si bien se enfrentan dos opciones, la
historia está dada. Si gana la ficha del poder interno/externo: Capriles, en Venezuela la guerra civil es un hecho;
el conflicto servirá, a la vez, de pretexto para la aplicación de la estrategia de intervención “Primavera árabe” en
Latinoamérica (la puerta de entrada es Colombia), o sea, una nueva ola de recolonización imperialista yanqui del
subcontinente por intermedio de las armas (Comando Sur, Base de las Malvinas, de Paraguay, 7 Bases en
Colombia). Todas las mancomunidades a la fecha creadas en las américas latina, lusitana y caribeña: ALBA,
Mercosur, UNASUR, CELAC y las pretensiones geohegemónicas de la “burguesía paulista”, se pondrían en
entredicho; mientras que la reacción popular subcontinental, augura impredecible consecuencias. A lo interno de
Venezuela, la derecha pretende retroceder la historia (el representante del status propenderá aplicar políticas de
relance del sistema capitalista a través de la ejecución de programas económicos de inspiración neoclásica:
desmontaje del régimen del “socialismo del siglo XXI” e implantación de estructuras capitalistas clásicas); pero
la historia va siempre hacia adelante, pese a que se asevere lo contrario. La población venezolana conoce la
experiencia con Chávez, y frente a cualquier pretensión de desmontaje, la revolución es la previsión certera. Si
bien en la sección no anglosajona de América sectores del pueblo podrían ser sacrificados, el carácter como
verdadero actor de la historia de la población saldrá a relucir. Por fortuna, el pueblo venezolano ratificará en el
solio presidencial al coronel H. Chávez, y el proceso continuará de “acuerdo con lo programado”.
104
Propuesta socioburguesa, la cual en Venezuela se la ha caracterizada como la fusión de los ideales marxista y
bolivariano (como “no hay a que quedar”, la crítica más fuerte a este “tinglado” ha venido de la
socialdemocracia clásica: "Marx catalogó a Bolívar ´como un cobarde que se vendió al oro británico´”, se ha
dicho; luego, no es posible –según ciertos sectores- eclécticamente integrar aspectos descolonizadores
antiyanquis con los relativos a la liberación social). En Quito, una vez dada la Batalla de Pichincha, episodio con
el cual se sellaba la independencia de España, del Ecuador y de América del Sur (dixit Antonio José de Sucre) el
pueblo dijo: “Ultimo día de despotismo y primero de lo mismo”; Marx, en consecuencia, tuvo razón en el
espíritu de su artículo sobre Bolívar; pero, puesto al margen infidencias y procesos de formación de los líderes
como tales, Bolívar, no sólo que cumplió la tarea concreta de su tiempo, sino que inspira la utopía del presente.
105
El Grupo de Senge, “sin saberlo”, sin proponérselo, como efecto del mérito intrínseco a la racionalidad
inserta en el seno de la propia irracionalidad capitalista, teoriza la realidad en términos peligrosos para el capital,
en tanto niega su marco de vida a través de interponer “nuevas” ideas tendencialmente objetualizadoras; mirada
que, sin embargo, tiene el límite de detenerse en las secuelas del capitalismo, sin encontrar sus causas (porque a
propósito no se quiere, pues, se hace de la vista gorda, por el falso orgullo de no acercarse, no contaminarse, no
asumir –como sí lo hizo la Teología de la Liberación- con doctrinas diferentes ni valorar otras formas de pensar
más profundas, que se les adelantaron, debido al carácter pequeñoburgués de tales actores).
106
Son sus comprensiones las dañinas. Todos los males se imputa a la “modernidad”: la codicia del dinero, la
ciencia positivista, la tecnología maldita, el pensamiento único, los problemas ambientales, el antihumanismo; a
la “posmodernidad” (la transición: el encapsulamiento –pupa- del cual saldrá la lozana mariposa) se la tilda de
irracionalidad, anarquismo, hedonismo. Ahora bien, la modernidad construyó los cimientos sobre los que se
167

“Modernidad”: proceso humano considerado en su carácter categorial abstracto,
fenomenológico y fetichístico –es necesario tener presente, que siempre en la historia se han
registrado momentos de ese tipo: etapas nuevas que se erigen frente a una pasada o en
tránsito- no constituye absurdo o fracaso alguno respecto de la historia (aceptar dicha premisa
implicaría tildar de fiasco la esfera completa de realizaciones de una fase de vida de la
humanidad –como sostener estúpida y racísticamente, por ejemplo: la noción de “década
perdida” para los Estados neocoloniales y para los estratos de trabajadores que efímeramente
estuvieron en la dirección de ciertos subconjuntos humanos en el ex Bloque Oriental, como si
su nombre no estuviese inscrito en las grandes realizaciones humanas); tampoco la
“posmodernidad” –“... el desencanto de la razón moderna... vivir sin razonar… mosaico de
sujetos y hechos y complejidad…”- tan sólo puede ser enrevesamiento de la conciencia en
acto que va en curso de fracasar, pues, la reevaluación de la ciencia y de la técnica, conducirá
a retomarlas, pero, ésta vez, sometidas a cometidos superiores del ser humano, que no son
otros, que los relacionados con la profundización del dominio cognitivo del mundo 107 . Al
llegar a dicho escaño la especie, por otra parte, desaparece para el ser humano toda tribulación
existencialista, puesto que éste advierte su razón (necesidad) en el Universo y asume con
conciencia (soporte lógico, libertad) su sino (demostrar la optimidad del Universo viable y
producir su “yo” representado): toda persona será sabia (homogeneidad, monotonía no
sobrellevable); el proceso de evolución del Universo (de la Materia, de la realidad, del
mundo) habrá concluido, pues, el curso del desarrollo material en marcha llega a su cima con
la producción del concepto, de la idea, del Verbo (la pecaminosa “carne” produce al “Verbo”,
tanto lógica como históricamente; la carne se hizo Verbo, pero el verbo volverá a hacerse
“carne” con la muerte) 108 .
La “modernidad” –strictu sensu-: exceso de libertad empresarial, paroxismo de la
contradicción inherente (competencia), psicosis consumista, acumulación (“transmutación
constante de trabajo en capital”), proceso del cual la ciencia y la técnica han sido mecanismos
subordinados necesarios, aparentemente ha dado piso a la reemergencia hegemónica de
posturas neoteológicas como correlato de sentido posmoderno; no obstante, en el mundo
actual es posible plantearse seriamente la opción de encontrar el sentido de la existencia en la
realidad misma, no en la especulación religiosa, la que aprovecha la oportunidad del
descrédito con el cual ha manchado a la humanidad el capitalismo, para actualizar su discurso
neofidelista y de ese modo justificar la continuación de sus prácticas coercitivas y abusivas de
“difundir el Evangelio y pescar seres humanos”, esto es, atar la conciencia y estropear el
“libre albedrío” (a esta gente debería decírseles: “¡metidos!, no se entrometan en lo que no les
importa”). En efecto, los cristianos evangélicos dicen: “… solamente hay dos eras en la
historia: antes de Cristo y después de Cristo” (“el ateísmo ha muerto”, sostienen, y se relamen
los labios; no obstante, el ateísmo vive: “el ateísmo soy yo”). En realidad, debe entenderse,
que existen dos macroeras en el Universo: antes del ser humano y con el ser humano; en la
dimensión histórica, en cambio, sólo hay tres grandes momentos u ondas muy largas: 1) la de
“Eros” (hasta Newton), 2) la racional (hasta Marx) y 3) la “divina” (hasta cuando el ser
humano-“Dios”, renuncie a ser); empero, en estricto sentido, no hay eras sino formaciones
sociales en la historia, y la posmodernidad es la frontera del estadio burgués, una vez que éste
ha alcanzado su status de concreción total 109 . Bastardeando las palabras evangélicas: la
pondrá de pie la nueva humanidad; la posmodernidad tiene que dar, está dando mucho al género: en ella se
resuelven los conflictos anteriores, en su seno el ser humano identifica y toma el verdadero camino.
107
La base material del pensamiento (y actitud) posmoderno: la expansión global del mercado, del capitalismo,
de la división social del trabajo (complejidad: concreción etárea y espacial, de la formación social capitalista),
del desarrollo de las comunicaciones, de las fuerzas productivas en general, constituyen el zócalo de la distorsión
descentralizada del pensar, sentir y ser (hiperindividualismo), como denominador incurso en los llamados
“pequeños relatos” formadores de un ambiente espiritual aparentemente caótico e indeterminado; actitud
conspiradora supuestamente voluntaria frente a la ley, de las tendencias particulares, de oposición frente al
principio fundamental: paso de la importancia de las particularidades, que es como se realiza la determinación de
hierro del orden de la vida, en los procesos actualmente en curso.
108
Estas aseveraciones pulverizan de golpe todas la preocupaciones que componen la estructura de reflexión del
denominado “desencanto posmoderno” (carencia de objetivo de la vida, anarquía e ineficiencia en la conducción
centralizada, ausencia de principios de identidad, diversidad -“clima posmoderno”- e imposibilidad de
institucionalizar una comunidad), especialmente el discurso anotado por el puño de Norbert Lechner.
109
La hora más oscura de la noche, preludia el alba (dixit general Eloy Alfaro D.). La llamada “posmodernidad”,
precisamente es eso: la concentración de todas las taras de la “modernidad”, esto es, la última reacción agresiva
y concentrada de esa larga etapa histórica (la formación clasista de la humanidad) que muere. Este mareo, esta
168

preocupación última del ser humano, es llegar a ser la “causa autoproducida de las causas”,
posponiendo las preocupaciones preliminares: mítico-religiosas, del placer, de dominación. Si
se entiende bien el hecho (si se lo pone de pie; y, este es el único diálogo posible con la
Religión), Cristo fue el primero en plantearse la naturaleza “divina” del ser humano (allí
radica la grandeza de su “premonición”) al anotar: “mi Reino no es de este mundo”; en efecto,
si el reino del ser humano no es el animal (lo rebasó, lo superó), tampoco es tan sólo el mundo
racional: éste debe ponerse como reto alcanzar la supraracionalidad (la inteligencia es la
potencia que le llevará hacia dicho nivel); también Cristo (a más de enunciar el objetivo final
para la especie) puso el camino y la práctica a desplegarse hacia él: la vida frugal,
disciplinada, sin vicios, el estudio, el sacrificio, sin pecado 110 .
Uno de los pensamientos, por tanto, que se ha esforzado por explicar la realidad es el
posmoderno; pero el posmodernismo filosófico-sociológico (populismo ideológico) es falso:
“de falsedad absoluta” 111 . El ser humano, a objeto de intervenir en la continuidad de su vida,
necesariamente se halla perurgido de desarrollarse; para el efecto edifica el mundo material,
organiza sistemas, produce pensamiento (modelos de desarrollo: aprendizaje/soluciones
acumulados). Al llegar a una etapa de su desarrollo, para el capitalismo “todo lo sólido se
desvanece” (Marx-Engels); sin embargo, dicha regularidad no opera sobre la humanidad y su
destino. El solo conocimiento, no es fuente de riqueza; por el contrario, es el trabajo, que
produce ese conocimiento y, sobre todo: el que lo utiliza productivamente, el que crea
“valor”. No es que “el que tiene conocimiento tiene poder”; de ser así, la persona que escribe
estas líneas podría ser uno entre tantos que estaría dominando el mundo (ese es uno de los
tantos embustes del pensamiento, por ejemplo: de la “complejidad” cegarra de Morin). La
época industrial: no ha pasado ni pasará, puesto que las necesidades de reproducción humana
están allí, sea que se las satisfaga con trabajo humano, como con el maquinizado; la
micronización ha reducido el tamaño del complejo industrial, pero no lo ha eliminado. El
indicador del desarrollo sigue siendo la “productividad del trabajo” (el posmodernismo es un
pensamiento aparente). El capitalismo, si bien continua “haciendo lo mismo (obtiene siempre
lo mismo” -Einstein), mas dicho sistema –por ahora- ya no produce lo mismo. Las ideologías
chuchaque, este torpe tambaleo es el vértigo que ejerce la impresión sobre el claro/oscuro de la resaca, de la
forma natural y racional que se halla frente, en la que el iluminismo de nuevo cuño viene a instalarse a plenitud
en el seno de la renovada forma humana: si el iluminismo positivista fue expresión y promovió el relance de la
ciencia y de la técnica edulcorantes de la utilidad privada, el neoiluminismo lo hace en la determinación de la
racionalidad axiológica espiritual.
110
Su ejemplo no ha sido seguido ni siquiera por los predicadores de su palabra: todos miran hacia atrás, hacia el
hedonismo: la supremacía del cerebro derecho, miles de “estatuas de cera”, muy pocos Lots bíblicos. El ser
humano de hoy, no solamente que ha heredado las condiciones materiales plasmadas sobre las cuales organiza su
existencia, sino que se mantiene esclavo de la conciencia anterior, de la tradición impuesta por las generaciones
pasadas, viejas y del poder, so pretexto de sostener la identidad. Es difícil sacudirse de esas amarras: no es
posible siquiera darse cuenta de la existencia de viejas cadenas que atenazan el espíritu, las cuales operan como
coacción de un orden natural que impide la desbandada y conduce la efectividad del grupo en ausencia del marco
colectivo necesario (la religión emergió en específicas condiciones históricas, para jugar un papel necesario en
ella; con el surgimiento de determinadas condiciones, ésta debe desaparecer, en coherencia con las nuevas
necesidades). Según se explica, la Religión es la forma institucionalizada encargada de mantener el software
inveterado en las nuevas mentes (hardware), merced a la ritualidad dramática del show recursivo en el que se
repiten en estricto reparto en el “tiempo” las escenas del pasado. En el cristianismo, la religión más formalizada,
el drama es representado como el hecho tangible y natural expresión de la identidad de un grupo sin
contaminación de perspectivas y de la política; detrás de este ingenuo y neutral proceder colectivo, está su
función y su efectuación de designios concretos para beneficio de seres de carne y hueso: la manipulación
efectiva de la masa por sobre sus diferencias, amparándose en el ser que queda atrás de la naturaleza actual, que
ha sido opacada. La circunstancia citada se produce en el presente, lo cual es una pena, pues, la inteligencia de
hoy tiene mucha ventaja respecto de la del pasado; lo paradójico es que esa superioridad ha sido propiciada por
el despliegue del atributo realizado.
111
Condensado del parroxista pensamiento subjetivista-abstraccionista cuestionador del “reduccionismo
clasista”, que centra, luego, su reflexión en las determinaciones sistémicas y no en las “determinaciones
clasistas”; strictu sensu: para dicho sector no existe el nivel de las relaciones de producción, sino las relaciones
político-ideológicas de dominación. La posmodernista, es la peor forma de pensamiento: es la obviedad, la
simple sistematización de la evidencia; en ese sentido, es un tipo de irracionalidad, y de irracionalidad, que no
está en los hechos ni en los sujetos de la cotidianidad, sino en la mente de sus doctos sistematizadores. Ahora
bien, como nadie (casi nadie) reconoce las “nueva” fase a la que ha ingresado la humanidad, la que ha
modificado el status de la clásica fase imperialista leninista sin dejar de ser su continuidad, y los procesos a
través de los cuales ella (la “fase”: la transición) se realiza, todo el pensamiento y la acción se han vuelto
populistas; pues, para dejar de serlo, tendrían que entender, aceptar y conscientemente actuar de acuerdo a la
nueva determinación, esto es, que la realidad ha cambiado y que necesita ser reconocida con nuevas ideas.
169

políticas, el capital, reducen su poder y su dominio, empero como efecto de la lucha proletaria
que ha cambiado el mundo. Eso de la “diversidad”, la “incertidumbre” son fábulas; la idea en
torno de varias posibilidades en el futuro humano, también es una noción ilógica (por tanto,
en la mega historia se imponen los viejos principios de Fayol/Taylor). ¿Quién soy? ¿Hacia
dónde voy? A la respuesta dada. Sólo una meta cabe para la inteligencia a futuro (se impone
sobre ella el concepto de “virtud” según el sentido griego): realizarse plenamente en la
producción del saber absoluto (la humanidad tiene la misión de sacar –mantener,
profundizar 112 - a la materia del “caos” al orden, bajo su mando).
Ante el sistema de vida, que engloba al mundo en la coyuntura de entre siglos, bien se
ve, que varios sectores se avienen a él o propugnan salvar al capitalismo: los capitostes, la
intelligentzia, los áulicos (OMC, FMI, Bilderberg, la Troica europea), se reúnen, discuten,
diseñan escenarios, toman medidas. No advierten, sin embargo, que intervienen sobre un
cadáver, que al siguiente día ya no estará (toda la colosal farsa institucional, legal, ideológica
montada para sostener y expandir el sistema, se derrumba, junto con sus símbolos,
tradiciones, celebridades, notables). La en curso, es una realidad, que no ha sido preconocida;
por su naturaleza inédita, amalgamada y dinámicamente cambiante, la misma bloquea la
formación de la idea e induce el brote de formas de populismo conceptual; en realidad, es
usual enfrentar su intelección de modo conservador, mediante la aplicación de fórmulas de
cognición preconcebidas, a través del recurso a simples prejuicios; los hechos objetivos, no
obstante, reclaman de nuevas comprensiones. La aprehensión descriptiva sobre los
movimientos geopolíticos globales, ensayada por las mentes más prevenidas, es valiosa y
profunda; pero, la misma adolece de eficacia heurística en torno de la dirección del proceso
(geopolítica: lucha por la supremacía imperialista al interior del capital entre sus diferentes
fracciones), porque está huérfana de la guía adecuada o ésta es la vieja forma de ver los
procesos, la que –más bien- actúa en tanto venda. Para unos: los hechos van a la deriva; son
los heisenbergianos indeterministas, los que piensan así. Otros buscan las razones en el
proceso en sí mismo o lo hacen con las categorías vernáculas, lo cual conduce a la
persistencia (marcha sobre el propio terreno) de la confusión y a planteamientos enrevesados.
En realidad, capitales (grupos económicos globales) yanquis, hebreos, europeos, nipones, son
afines y cierran filas para mantener posiciones hegemónicas frente a capitales emergentes: los
llamados BRICS, los que se corporativizan geopolíticamente, se apoyan entre sí para
consolidarse y alcanzar la temporal hegemonía; este núcleo conflictivo (sostenibilidad de la
guerra) que estructura/desestructura el equilibrio, la estabilidad y funcionalidad, es el eje
(Fiori) con el que se cierra (Wallerstein) esta forma de conformación y evolución humana,
puesto que el sistema ya no está en “expansión" sino en “reversión”.
¿Cuál es la noción categorial más general, ordenadora, coordinadora, creadora de
sentido de toda esta complejidad, que en forma teóricamente pertinente indique la dirección
de los hechos? ¿Hacia dónde va el proceso? En realidad, la norma orientadora sólo puede
provenir del acto consciente de negación del estatuto ideológico-teórico en uso y la asunción
epistémica de la concepción, que derive de la formulación audaz del supuesto de la futura
circunstancia y de la totalidad de la vida (la visión de la totalidad y del futuro, define la exacta
comprensión del presente y, sobre todo: la ubicación en los procesos a través de los cuales se
realiza la historia) 113 ; por supuesto, se hace alusión a la megacategoría:
“ontopraxeologoteleología” (la concepción científico-revolucionaria del proletariado: el
marxismoleninismo proyectada sobre la situación concreta y tomada en sentido prospectivo, o
sea: onto –naturaleza-, praxeo –la historia: praxis, pero enfocada de modo materialista, es
decir, estructura compleja de prácticas humanas, cuyo eje es la práctica productiva material-,
logo –la conciencia- y telos –el fin, como objetivo y como término –axio-deontología); ahora
bien, solamente aquel criterio que centra el interés sobre los grados de dirección autónoma de
la historia que tiene el desarrollo de las fuerzas productivas (de “conducción social de la
técnica” -dixit Ing. Galo Verdesoto A.) como objetualización o reificación de la inteligencia
112
Si fallase una de las leyes o constantes cósmicas (y Heisenberg no fue Sagan, es decir, cosmólogo), la
humanidad desaparecería; pero la ley de la gravedad, no puede, es imposible que pueda errar.
113
En cuanto al futuro, dos escenarios principales se avizoran: 1) aldea de individuos iguales e indistintos,
inmersos en relaciones no asimétricas, que cuidan a la naturaleza, con prevalencia en su modo de vida del arte,
colaborando para el disfrute de estados reiterativos de felicidad hedonista, esto es, animales racionales
marchando en su propio terreno; y, 2) seres que actúan en las esferas de la ciencia y de la técnica para alcanzar la
cumbre del saber y llegar a coronarse como reyes del Universo.
170

según determinación de las necesidades en consuno con la “teoría” (hipótesis) sobre el estadio
futuro y cimero para el género (Materialismo Histórico extrapolado: “valor” de usufructo,
democovivencia, primado de la esfera espiritual), permite encontrar la trama racional, el
sentido en ese crujir social al interior de estructuras humanas del presente histórico, que se
desestructuran y se recomponen en forma histórico-socialmente lábil 114 .
El nivel de retorno de los conglomerados globales, es el supuesto en el carácter de los
objetivos visibles e inconfesos de la política internacional, de las “naciones” que dominan la
escena mundial: la neotriada (reneocolonizar el mundo con el sometimiento de Siria e Irán),
los BRICS (la burguesía paulista y su programa de polarización de Suramérica), forcejeo
geopolítico que conduce hacia la configuración de una estructura sistémica planetaria de
hegemonías regionales. ¿Cuál el interés de cada quién en el forcejeo y cuál la resultante del
proceso, que cubre a la humanidad y permea el sentido de la historia (en realidad, movimiento
sin sujeto consciente de autoconfiguración de ésta)? En último análisis, la clásica “trilateral”
pugna por mantener el stablisment en cuanto escenario empaquetado para su óptima
reproducción; la base de la nueva polaridad en vertiginoso ascenso: Brasil, Sudáfrica, China,
Rusia, India, disputa ese teatro y lo particiona; la corriente popular contrahegemónica mundial
“no alineada”, se desmarca de estas dos fuerzas poderosas en conflicto y proyecta la
simbolística del hedónico “bienestar sin crecimiento”. La historia no tiene expresión en los
sentidos citados por separado: en modo alguno en la esfera imperialista clásica, tampoco en la
emergente y no en quienes propalan la tesis de la “crisis de civilización”; esa vertebración
anárquica (gracias a ella) es la fuente de viabilidad de la concreción de la necesidad histórica.
El cambio se asienta sobre lo mejor que ha dado la humanidad en sentido material (la
modernidad, las fuerzas productivas: la comunidad intrínsecamente escindida burguesa) y en
el espiritual (el discurso marxista, la proyección comunista: el socialismo). Es la novel figura
humana la que se perfila como resultante funcional al posicionamiento de los nuevos
objetivos que se deben cumplir, en el interior de la renovada etapa histórica.
Esbozada la estructura de cognición del pasado y puesta en la mente la interpretación
del cuadro de la vida en curso, el intelecto se encuentra impelido de colocarse plenamente en
el escenario que viene: la realidad presuntiva. El ejercicio permite aventurarse a prescribir la
“visión de futuro”: el rumbo histórico necesario hacia la formación de la idea sobre el
absoluto, o sea, exponer las leyes que presiden los eventos: por qué se cree que los hechos
deben suceder “de ese modo y no de otro”, pues, el devenir no puede ser considerado
(pensado, supuesto, conocido, sólo por los que deben vivirlo, o sea, a futuro; empero, si la
vida presente será estudiada por la mente por venir, es dable irrumpir en su intimidad también
por la presunción del pensamiento que ha sido) “como una cadena de aventuras a ocurrir al
azar, ni engarzarse en el hilo de una moral preconcebida”; los procesos actuales, sometidos a
la mirada clara de la conciencia y al avenimiento necesario a ellos por parte de los actores
dispuestos en el horizonte, delinean esa forma y objeto de la marcha (“… dirigir las
conciencias de las masas en concordancia con la situación a la que han sido llevadas por el
proceso histórico”). En la historia, un sector, sin advertirlo, se ha puesto al frente del progreso
material de la vida: ha actuado sencillamente como marioneta (el capital es el ejemplo
conspicuo); este segmento lo constituye la fracción dominante estamental, de clase: los
agentes predominantes, que se han sucedido en las formaciones sociales antagónicas. El otro
frente se ha ocupado por participar activamente en los procesos de la razón y de
concretización de la conciencia, cuyo culmen (e inicio) tuvo como eje a la Revolución de
Octubre. Esta contradicción ha definido el rumbo de la historia al promover al unísono el
desarrollo civilizatorio y la ampliación del universo de la conciencia; a consecuencia, el
camino para la vida inteligente no pude ser otro, que identificar la naturaleza deontológica
esencial del ser humano, avanzar en el proceso de su realización plena en la negación de las
esferas sensoriales y mitológicas, para alcanzar la cima: el reconocimiento subjetivo del
mundo en el que escenificó su existencia la humanidad.
Relación: inteligencia, fuerzas productivas, conciencia, razón de ser y destino humano.
El origen de la vida (de dónde proviene ésta): por “generación espontánea”, autogeneración,
resultado del proceso inmanente de la ontología en un momento dado (salto de la materia
inorgánica a la orgánica en la Tierra o en otro lugar del Universo, efecto de la producción al
interior de la masa de nuevas propiedades -formas de cinetismo- de la materia; operación de la
114 En la naturaleza, los procesos se estructuran y se desestructuran reiterativamente a la temperatura del vida.
171

ineluctable ley del desarrollo –permutación conmutativa de propiedades, conducente a la
generación de nuevas y superiores-: confluencia furtiva de átomos en 10 a la “n” ensayos
combinatorios, hasta “encontrar” el viable, el óptimo y luego fijarse en el marco de un muy
específico evento). Estabilidad de las especies: las membranas celular y nuclear bloquean la
contaminación (variación, inestabilidad); selección y admisión del material genético
temporalmente empático, contrario a la hibridación o modificación (colchicum, colchicina).
Tendencia hacia la desorganización y muerte. Segunda ley de la Termodinámica (la cual está
mal planteada a partir de sus orígenes mismos): la “energía” (la materia) nunca puede ser
destruida (el movimiento de la masa jamás puede decesar; “Nada en biología tiene sentido,
excepto a la luz de la evolución”: Dobzhansky T., citado por Phill Gasper). Todo tiende a
agotarse, a degenerar y perecer. No obstante, la vida se regenera, tanto en el individuo como
en la especie (conservación individual en la alimentación, reproducción vegetativa mediante
coito y a través del progreso técnico-científico). El evolucionismo filosófico, moral,
axiológica y científicamente tiene completa razón: “las cosas, dándoles suficiente tiempo,
tienden a la precisión”: de la hominización a la “divinización” (“Del ser humano al súper
ser humano” –Nietzsche) 115 . Ahora bien, no solamente que la vida aparece en forma natural,
sino que el ser más encumbrado del proceso, se ha puesto manos a la obra para producirla in
vitro: recrear esa majestuosa realización.
Inteligencia: propiedad material humana, que doblemente se ontologiza (como fuerza
productiva en sus diversos substratos y nuevamente como inteligencia -artificial) en
subordinación a una pareja de objetos: desarrollar la conciencia y ser vehículo de liberación
del ser humano (superar la diferenciación social, la división del trabajo y del trabajo como
determinación abstracta); la más grande fórmula es:
Computadora cuántica + simulador de necesidad = Inteligencia Artificial.
Simulador de necesidad, más que de “personalidad”, que es lo mismo que decir: ser
vivo, el cual pasa a contener el derecho de autonomía, porque este ser, como cualquier otro,
debe hacer lo que sea para satisfacer una necesidad (de sobrevivencia y reproductiva);
necesidad, en cuanto requerimiento institucionalizado, permanente, día a día, esto es, que está
siempre presente e incluso que se desarrolla, en tanto ésta –necesidad- crece, se diferencia y se
multiplica (captar el mundo y luchar por seguir siendo como ser y como especie, una vez que
“la lógica” –la programación- artificialmente ha producido al “ser” –vida artificial). Aquí de
hecho está implícito el principio del pensamiento: la asociación, en lo que sería su base: las
llamadas “redes neuronales” (la necesidad –histórica- es la base de todo movimiento orgánico,
biológico, racional y, ahora: artificial).
Si se asume la premisa (postmisa), de que la inteligencia es el principio rector en el
desenvolvimiento de la forma consciente de la materia, que ésta fija el rumbo y la meta a la
existencia humana (“tercera naturaleza” –concepción científica del desarrollo humano-, el ser
humano somete a su control el Universo), el criterio sustantivo con el que se debe particionar a la
humanidad es el referido a la pareja de nociones racionalidad/emocionalidad
(neocórtex/hormonas). ¿Qué papel juega cada pueblo en el flujo general de la historia? La
respuesta da cuenta de una conformación triádica al interior del género, en coherencia con el
esquema teórico de la “cibernética social”: 1) aporte al desarrollo material, 2) contribución en el
proceso de hominización y, 3) ser la reserva genética, cromosómica, humana. En atención a las
categorías clasificatorias referidas: la ex URSS y su Bloque (Cuba, Corea del Norte, Vietnam del
Norte, Laos): racionalidad y transformación social (de similar modo a cómo la Revolución Rusa
fue el efecto de la determinación de la globalidad imperial capitalista en el “eslabón más débil”,
ésta afectó a la humanidad toda, a la historia íntegra transformándola); la neotriada (EU, UE,
115
En efecto, en perspectiva la producción del súper ser humano mediante la transgénesis: conciencia sobre un
cuerpo con alas, con las extremidades del guepardo, con agallas, radar, vista telescópica y nocturna,… (incluso
sea por simple divertimento). “Mas bien el ser humano debe presentársenos como una posta en el camino hacia
estados cuya imagen nos resulta difícil imaginar” (Vandel, A. El fenómeno humano; en: Colección 70, Los
proceso de hominización, México, 1969). Y se detrae aquella propiedad animal, que sí se halla incluida en la
conducta humana: el coito; sobre la misma, la gente cree que el sexo es para ellos y su disfrute, e incluso
posmodernamente se ha incluido a dicha tarea como un indicador integrante del índice ponderado de calidad de
vida.
172

Japón –Canadá, Australia, Israel): crear la base material del mundo nuevo 116 ; China (Irán):
función mixta (coedificar las condiciones materiales y espirituales del mundo nuevo); India,
Africa Subsahariana (pueblos árabes, Mongolia, Colombia, Chile): banco germoplásmico,
reserva genética de la especie; América Luso-Hispana y el Caribe: forjar el nuevo marco
(superior) de relaciones humanas. Los tres roles cumplen el principio de “necesidad histórica”;
los tres se interpenetran, se requieren y deben encontrarse en un dado punto preciso en un no
lejano futuro, para dar lugar a un modelo de humanidad “sujeto de pensamiento”: automatizar la
vida, producir el marco de relaciones democovivenciales y tomar la posta en el desarrollo
espiritual, en su orden.
En la década de los 90 del siglo XX, el patrón de acumulación de inspiración
neoclásica impuesto en el subcontinente americano a partir de los años ochenta, se agotará
objetivamente. Políticas económicas neoconservadoras aplicadas con impresionante
uniformidad a través del “caballo de Troya de la deuda” en la subregión latina, lusitana y
caribeña, consolidarán la vieja “división internacional del trabajo” (reprimarización), el atraso
secular de los pueblos, la miseria y la descomposición social. El desprestigio resultante del
cuadro de crisis, contaminará por igual a la matriz de dicha gestión y a su brazo ejecutor: al
FMI, al BM, al capital financiero y a los felipillos gobernantes. La reacción de los pueblos
ante los acontecimientos, habrá de ser moderada: apelar a la democracia e institucionalizar
reformas conducentes a crear condiciones aceptables para la reproducción colectiva. Para la
percepción de ciertos observadores de la cosa, la jornada rechaza al neoliberalismo, y no
puede ser ni perseguir la causa socialista (el deseo es la revolución, pero de por medio están
las leyes de la historia: la realidad le dice a la voluntad cómo debe actuar 117 ; la inobservancia
conduce al error). Brasil: Lula y Rousseff (reformismo institucional, bonapartista estatal)
entre las tenazas de la burguesía paulista y los Sin Tierra; Uruguay, Paraguay, El Salvador:
socialismo institucionalizado de izquierda, reflejo de la naturaleza de sus pueblos; Argentina:
Estado del Bienestar con Kirchner y Fernández (correlación balanceada de fuerzas entre
derecha e izquierda); Chile: polarización social, equivalencia móvil de poderes reformistas de
derecha, ante la emergencia de sentimientos socialistas pragmáticos; Bolivia, Perú, Ecuador:
maridaje de posiciones entre la derecha debilitada y la emergencia del pensamiento socialista
pequeñoburgués, en medio del cual actúa la izquierda en reflujo; Colombia: país controlado
por una coyunda imperialista yanqui y oligárquica criolla, frente a emergentes grupos de
izquierda; Venezuela, Nicaragua: países que avanzan hacia la forma socialista moderada por
vía democrático-institucional de las reformas y en los que el capital se halla supeditado;
México: sociedad indivisa, dominada por principios políticos de derecha y socialdemócratas,
en espera de ser arrastrado por los acontecimientos; y, Cuba (junto con Venezuela): pivotea el
sentimiento político progresista de varios pueblos caribeños (también la Isla ha ingresado en
los procesos de occidentalización 118 ).
116
Este proceso, siempre es cruento. La Cuarta Flota Militar yanqui debe tener armamento moderno: cabezas
nucleares; en Colombia, en las Bases (7) debe haber armamento nuclear, el cual “ya que se tiene, debe ser
usado”. EU se hace el que no tiene interés en América Latina y Lusitana, cuando es el subcontinente (centralidad
de recursos –dixit Atilio Borón) que tiene 7 de los 10 países en el mundo más importantes por poseer los
mayores recursos minerales estratégicos: níquel, petróleo, gas, tierras raras, agua. EU se hace el desentendido
para lograr que dirigentes irresponsables bajen la guardia; Inglaterra mantiene la Base de las Malvinas, por
cuanto las Islas constituyen un punto de apoyo en la avanzada de apropiación de los recursos de la Antártida.
117
¿Qué hace el capital para seguirse valorizando? La interrogante configuraría una discusión más fructífera que
la que se lleva sobre el neoliberalismo: si ha fracasado, si se halla agotado, si todavía va a persistir o sobre los
grados de profundización de aplicación de sus políticas; si Hayek y la escuela austriaca o la variante alemana,
von Mises o Friedman, etc. Se cree, por el contrario, que jamás el modelo neoliberal estuvo en ejercicio en forma
pura (modelo lógico) en ninguna parte del planeta, pues, de ser así, el sistema hubiese periclitado “hace rato”; en
verdad, el neoliberalismo es la realidad absoluta de mercado, que es la base de la operación de los efectos letales
de la descenso creciente de la tasa de ganancia (modelo puro), o sea, del advenimiento de la frontera natural del
sistema; la intervención de los agentes hegemónicos en diverso grado y con variadas decisiones (podría decirse:
el keynesianismo), son las contratendencias (o las “trincheras de la sociedad civil” o las “nuevas determinaciones
del Estado” gramscianas, si se quiere) las que siempre han estado presentes.
118
En las “sociedades” árabes, por ejemplo, no se desarrollaron procesos de organización y actuación de la
población en el sistema administrativo comprendidos en sentido (pos)moderno (“sociedad civil”, denominan a
este fenómeno los neogramscianos); como efecto, los sistemas monárquicos han cooptado de modo hegemónico
los aparatos de gestión. Los procesos de occidentalización promovidos por la creciente penetración tardía del
capital en las entrañas de dicha área (“Primavera árabe” -sic) subsanan ese déficit de “ciudadanización” (pero, a
su vez, se trata al mismo tiempo de procesos de desoccidentalización: de pérdida de hegemonía económica de la
neotriada –EU, UE, Japón- de formación oligopolar del mundo con la formación del BRICS y la CELAC).
173

La referencia a la actitud del poder mundial ante la realidad y sobre qué propósito se
figuran para la humanidad (si es que existe en dicho sector una preocupación de ese orden),
debe exponérselo bajo el título: “La irracionalidad, la incivilización de la cúpula capitalista de
EU, UE, Japón, Israel, Canadá, Australia”. La neotriada solamente propone el propósito
neófito, pérfido, burdo, de seguir sometiendo al mundo, a la historia a sus intereses de
dominio y nada más (“generar burbujas, socializar las pérdidas: la Agenda Global, para la
humanidad, hasta ahora se ha encontrado secuestrada por grupos elitistas como el G7”); en
realidad, la “cortedad de miras” de los sectores citados, hace que carezcan de un objetivo
trascendente para la humanidad, como tampoco para sí mismos. Por tanto, ¿concuerda con la
perspectiva histórica y con el objetivo racional, lógicamente inferido para la humanidad: la
“divinización” humana, los propósitos, la visión de futuro de los arietes del capitalismo, la
cumbre estratégica, los tomadores de decisiones (Bilderberg, los Halcones de Washington, la
Trilateral, el FMI, FEM, el BM)? Evidentemente: no. Sobre Rusia, los hechos están claros: la
nueva derecha de ese país, se ampara bajo el programa imperialista clásico conducente a
ingresar en la puja por el dominio del mundo. Sobre China, es necesario precisarse su
pensamiento, su propuesta, esto es, hacia dónde conducen el proceso interno y su estrategia de
incidencia sobre el mundo y qué objetivos concretos allí se tiene para la humanidad; este país
se declara postulante de la tesis del “socialismo de mercado”: sociedad mixta capital chinocapital
transnacional, lo cual le permite contar con capacidad de maniobra progresista; sin
embargo de cristalizarse dicho modelo, el mismo no va a sobrepasar la “visión de futuro” del
capitalismo y la del socialismo clásico (felicidad humana otorgada por la libre operación de
las leyes del mercado o desarrollo multifacético en igualdad, en su orden). En las
circunstancias, la racionalidad de los hechos viene dada, a falta de conciencia y voluntad, por
la “dictadura de la realidad”. Por allí se va la vida ¡y punto!
En ese marco, la caracterización ensayada en torno del sector que se halla al frente del
proceso de renovación de la historia: principalmente América Latina y las bases populares de
América Lusitana, cuya fuerza no puede ser frenada por las dificultades de la marcha
(reprimarización, reneocolonización, alienación tecnológica), dejan entrever su naturaleza de
vanguardia, pionera; por el momento, la Europa civilizadora (colonizadora) del mundo debe
contentarse con recluirse en los vagones secundarios del tren de la historia; en efecto, tras
América Latina, Lusitana y el Caribe, va el mundo 119 . El cuadro político del subcontinente, es
Discursos y contrahegemonías, conducen a desplazar las formas de vida segmentadas y secularizadas endógenas,
propendiendo estimular la conversión de la población en actores político-civiles, no en escenarios simbólicos de
adopción y lealtad al arquetipo clásico del sistema ortodoxo económico de Occidente (esa hora ya pasó en el
planeta), sino en la corriente que contesta al stablisment y encausa su marcha hacia la “deconstrucción” de la
forma de vida vigente, en la búsqueda de la alternativa. Este tipo de occidentalización, a la luz de la tendencia
dominante, puede ser catalogada como no reaccionaria; y, más bien, progresista, incluso en Cuba, debido a que
la forma de intervención de los individuos en los asuntos constitutivos de la esfera colectiva (de la “rex
pública”), ahora pasa a la esfera del mercado y la economía (se recupera esa realidad y su noción): dé cohesión
socialista, en la medida en que esta transformación es necesaria para sostener el sistema e integrarse al rumbo
por el cual va el mundo.
119
En la consideración fáctica: la correlación teórica entre “poder constituyente” y “poder constituido” se ha
tornado básica en el marco de dirimencia de las pujas políticas en curso; naturalmente, luego de producida la
praxis marxistaleninista que recuerda el mundo (en el seno del poder, el primero es reclamado –como se sabe y
ha ocurrido en la historia- para operar actualizaciones, calibraciones, reacomodos, en las estructuras económicas
y de dominación -clásicamente: fuerza y consenso- establecidas o para realizar transferencias –incluso procesos
de acumulación primitiva- de poder entre un sector y otro. Para el sujeto del cambio (lo fue el proletariado y lo
son todas las voluntades que deconstruyen el paradigma capitalista), la Asamblea Constituyente es el
instrumento que niega el establecimiento y crea la nueva forma social en unidad de acto. El poder político
(capacidad de tomar decisiones y de disponer su ejecución) se levanta sobre el poder económico (la propiedad
del capital): en la historia siempre ha sido así. El desarrollo desigual del capital, las diversas fracciones (división
sectorial de la economía) continúan generando disensiones (y dependencias) a su interior (competencia,
contradicciones). Estas fracciones se mantienen en lucha entre sí por el “poder del Estado” (por el “poder
político”, dicho en términos no fetichísticos, o sea, por ejercer sobre las estructuras plasmadas que encarnan
predecisiones –poder constituido por ellos: la Constitución y el sistema jurídico-: acumulaciones que permiten la
operación de la estrategia –dominación a largo plazo-, y límite en el que se tomarán y ejecutarán las decisiones
tácticas: permanente cambio conservador), esto es, sobre cómo utilizar la Constitución, el sistema de leyes, las
Fuerzas Armadas y los otros órganos de gobierno (incluidos los Tribunales de Justicia) con el objeto de sostener
sus intereses, hacerse con la hegemonía, avanzar hacia el monopolio. El pueblo y la clase trabajadora, en cambio,
continúan la lucha contra el capital, no para aprovechar esos instrumentos y aparatos (el gobierno, las Fuerzas
Armadas, etc.), a efecto de sacar adelante interés particular alguno, sino para anular, transformar los estructuras y
aparatos vigentes mediante el recurso a la realización de asambleas constituyentes, y crear nuevos instrumentos y
aparatos de conformidad con las demandas modernas de la historia.
174

la resultante del proceso. Estas transformaciones, si bien en principio se muestran con
fisonomía funcionalista, en la medida en que reprimen las contradicciones que se derivan de
la libre operación de las fuerzas del mercado y especialmente de la competencia
intermonopólica, insertas en la coyuntura transicional, en cambio, socaban mucho más al
sistema capitalista en degeneración constante; en verdad, la citada descripción es la formaescenario
que toma la transición en esta zona del mundo. En coherencia, los últimos
acontecimientos políticos del Ecuador, por ejemplo, se hallan condicionados de modo
particular por la presencia en la administración del Estado de la representación de la fracción
mayoritariamente socialdemócrata de la población, la cual ha debido sofocar tanto la
arremetida del sector oligárquico tradicional del capital (el modelo neoliberal del capitalismo
salvaje), como el ímpetu revolucionario de la izquierda. Este hecho ha creado las condiciones
para que la izquierda se reencuentre y adopte una conducta común frente al nuevo
stablishment.
En sentido filosófico, las tesis en curso, otorgan prelación absoluta a la propiedad de la
inteligencia, como máxima proeza evolutiva natural y la que estocásticamente confiere
sentido a todo; pero, además, sentencia que inteligencia es igual a neocórtex. Inteligencia, en
el proceso de reproducción humana (interés egoísta de la raza): enfrentada a limitaciones
corporales (no dispone de agallas, de sonar, de vista telescópica, de velocidad supersónica, de
alas, de garras, etc.), a necesidades (desequilibrios orgánicos y musculares –cerebrales de
conocimiento-, a problemas –obstáculos en la satisfacción de necesidades estáticas y de
desarrollo; enfermedades, catástrofes naturales-, a desafíos –comprender todo el entorno-, se
realiza (en satisfactores, en soluciones, en adelantos) en instrumentos, conocimientos,
métodos (y, aún: en estrategias; en suma: en fuerzas productivas materiales y humanas
corporales, destrezales y subjetivas); estos productos materiales reactúan, junto con las facetas
desconocidas, desafiantes del mundo, sobre la inteligencia exigiéndola más y subjetivizándose
en cuanto reflejo (dinámico leninista), en forma de conciencia, en dirección al concreto
(progreso, desarrollo). El estudio de la historia permite discernir, que las fuerzas productivas
no pueden desarrollarse (y todos los aspectos humanos) si no existe el motor: la contradicción,
la lucha de contrarios entre la naturaleza y el ser humano y la lucha de clases; lo que equivale
a decir, que la inteligencia no puede objetualizarse, realizarse, descomponerse en productos de
materialización de la conciencia en todo momento y lugar, en el marco de cualquier
condición. La competencia capitalista es la más expedita forma humana para el desarrollo de
la ciencia y de la técnica; regida por las leyes de reproducción del capital, la vida se anima en
esa fase histórica y asimétricamente conduce al “ser” a la cumbre del desarrollo instrumental,
base del establecimiento del régimen racional, en el que la inteligencia liberada del trabajo
(división del trabajo), en régimen democovivencial, se ocupa de la naturaleza, desentraña su
misterio y pragmatiza su sino: el ciclo (uno de ellos) viable, óptimo, total, del Universo.
La vida humana: ¿tiene sentido per se o, por el contrario: ésta labra su sentido (entre
varios posibles)? El contenido encerrado en la precedente pregunta, es también una
controversia, similar a la que se halla comprehendida en otras disyuntivas, como por ejemplo:
“revolución o evolución”, prevalencia de la materia o de la conciencia, materia y/o energía,
ser humano: ¿creación o evolución?,… No obstante, los hechos de la realidad y el
conocimiento del mundo con el que cuenta a la fecha (inicios del siglo XXI) la especie,
permiten cavilar sobre el supuesto filosófico de que la existencia humana tiene sentido y
advertir, que es la propia naturaleza la que genera ley tras ley el orden hacia estados
superiores de sí, en cuyo curso va ciegamente creando el sentido de todo y también el del ser,
que se cree libre, que tiene la propiedad de la representación: el ser humano. La naturaleza
crea el sentido de los hechos (la generalización al respecto es: en el mundo todo tiene razón de
ser, “ese es el orden de la vida”, incluso si se hablase monástica y teleológicamente) y el ser
humano no tiene más que identificar dicha direccionalidad inmanente, entenderla y ser
sujeto/objeto de su realización consciente y eficientemente (el ser humano es parte del cuerpo
natural -Marx), como hasta ahora lo ha hecho al encontrarse de súbito, sin elección con su
condición de “ser vivo” una vez que ha nacido: aceptar la vida y hacerla efectiva. Al
momento, y por la razón expuesta, la historia se va con o sin conciencia, con o sin la acción
de la voluntad hacia la etapa superior de la percepción (pasión, adrenalina, sistema autónomo:
no son más que historia). Es allí donde precisamente interviene la actuación del sujeto
histórico: el proletariado y su mérito, esto es, el haber descubierto, entendido, tomado
conciencia y formado parte del y en el sentido de la historia, respectivamente, a través de la
175

illante, hermosa y racional representación proyectiva y acción encerrados en la doctrina
científico-revolucionaria marxistaleninista y la praxis coherente: el otorgar fundamento
científico a la necesidad histórica y remarcar el rumbo dado, al haber empezado a marchar por
él (la Revolución Soviética y el socialismo de Lenin-Stalin), de modo racional.
Hipergeneralización. Aunque el subjetivismo voluntarista especulativo (más aún: en
“tiempos” de posmodernidad, complejidad, indeterminación, desestructuración,
descentramiento, asitemiticidad y anarquía aparentes) no cedan: se resistan tozudamente a dar
crédito (también en ciencias naturales abundan estos epecimenes, esta suerte de idealismo:
quienes asumen la idea principista de “tiempo”, “espacio”, “espacio/tiempo”, “energía”,
“energía oscura”, “partículas sin masa”; o en psicología: inconsciente, intuición, varias
inteligencias, etc.; por ejemplo: ni siquiera en el reino animal la intuición –el instinto- es
como vulgarmente se lo presupone, esto es, como forma de actuar con absoluta ignorancia –la
fiera que caza busca impedir que llegue información a su presa para abalanzarse sobre ella por
sorpresa y los empresarios, como buenos cuadrúpedos racional weberianos que son, han
creado la “teoría de la contingencia” para defenderse y contraatacar y viceversa), la economía
(los “torpes hechos económicos”) siguen siendo (y continuarán como presupuesto histórico
cuando el trabajo haya pasado a las máquinas) la determinación de todo el edificio social,
tanto como en ciencias naturales es la Física la base y el fondo del resto de fenómenos: del
químico, del orgánico, del biológico, del social 120 . Sin la masa (sin el movimiento de ésta), no
existe la materia, tampoco la realidad en cuanto tal; sin física, no existen el resto de
determinaciones sistémicas (en el trasfondo del movimiento físico está la vida, la economía, el
pensamiento, hay que recordar esta futilezas, en su orden); sin economía se desvanece la
política 121 , la poesía, la historia; sin inteligencia se abstrae la conciencia, el concepto y el
sentido de la vida en general. El algoritmo, diríase: mecanicista, fisicalista, estructuralista,
economicista, aunque duela reconocerlo, luego es: masa, física, economía; inteligencia,
pensamiento, conciencia, saber absoluto.
En la historia, con el ingreso de la humanidad en las etapas de acumulación capitalista
y/o socialista, habrán de emerger las teorías económicas. En el capitalismo, la conciencia ha
intervenido sometida a la necesidad de entender los hechos (inquietud cognitiva inmanente),
enfrentar las crisis y fundamentar en modelos, el proceso de valorización. En el socialismo, la
formulación teórica debió atender el requerimiento de sustentar en la racionalidad, las tareas
120
El subjetivismo ha experimentado sofisticación discursiva creciente en sentido politicista en manos de sus
principales exponentes: Habermas, Lechner, Laclau, de Sousa, Cohen, Boladeras, Nino, Prados. Para este sector,
en el sistema social sólo existe la realidad de la “cultura”, entendida en términos de ideas y comportamientos
colectivos institucionales; en el susodicho, ha desaparecido la componente principal del proceso humano: las
fuerzas productivas (“civilización”), esto es, aquel factor de materialidad efecto de realización de la propiedad de
la inteligencia, que deviene fundamento del desarrollo de la conciencia, pero también determinación de
efectividad del proceder que pretende transformar de modo racional las relaciones sociales, el cual principaliza
de modo abstracto el trabajo racional sobre las relaciones sociales, en la medida en que la reflexión de base se
centra de modo unilateral en uno de los aspectos del proceso: en la política y en las relaciones sociales,
habiéndose perdido de vista –por tanto- el impacto fuerzas productivas. El sector en concreto propone la
estrategia del proceso emancipatorio in abstracto, puesto que no toma en cuenta si las condiciones materiales del
grupo (sociedad contemporánea) están dadas para admitir dicha intervención (escenario efectivamente dispuesto
–y hecho que no es advertido- por el desarrollo material conducente a la automatización absoluta y por la
herencia legada por la gesta proletaria, que es el leitmotiv de la sociedad “posmoderna”), o sea, sin tener en
cuenta que la racionalidad instrumental del derecho positivo de la modernidad es expresión de las condiciones
materiales (estado de las fuerzas productivas) cuanto del objetivo que debe alcanzar la humanidad en la etapa; las
citadas, las condiciones ajenas a la voluntad, inevitables, en la que hay que actuar. Si la racionalidad práctica,
producto de la acción deliberativa pública en orden de alcanzar el consenso en sentido ético, se opone o no es
coetáneo con el desarrollo de las fuerzas productivas (pues, solamente al haber llegado el conjunto humano a un
nivel determinado de desarrollo de las fuerzas productivas y alcanzada la meta inherente, aparece este tipo de
discurso), ella se torna simplemente utopía. En un momento dado, la desigualdad, la contra moral son factores
necesarios del proceso de desarrollo. Por supuesto, lo determinante en el hecho viene siendo el desarrollo
civilizatorio (fuerzas productivas), en el sentido de que el proceso social no es sólo producto de la subjetividad;
es, sobre todo, desarrollo civilizatorio, mientras que lo que se cree que se debe hacer, se ve limitado por las
condiciones del desarrollo material.
121
Política: disciplina epistémica histórica; aborda un segmento de la superestructura; su determinación proviene
de la economía; se encarga de develar las leyes que gobiernan el proceso de lucha de clases por el poder de
Estado para conservar o transformar el sistema. En el ramo, si se hace eje de las reflexiones comúnmente al
“Estado”, es porque este aparato (que fetichiza las relaciones entre sujetos) cumple la condición de que todas las
acciones humanas se realizan sólo a través de aparatos materiales (reificación); en efecto, las relaciones de
dominación operan a través de la materialidad de este aparato (poder político: Constitución, sistema jurídico;
funciones del Estado: ejecutiva, legislativa, judicial; aparatos de la violencia e ideológicos).
176

elacionadas con la superación de rezagos precapitalistas, la semicolonialidad (en ciertos
casos) y el atraso de las fuerzas productivas; a continuación, el concepto jugó el papel de
“banco de datos” refigurado de la realidad, sobre el cual sustentar el diseño del modelo de
desarrollo socialista: asignación de trabajo, aporte tecnológico y de insumos a necesidades. En
la forma comunista, en cambio, cuando el trabajo ha dejado de ser responsabilidad humana, la
teorización económica -sea en su vertiente convencional: mercado, precios, equilibrio
dinámico y distribución del ingreso; como en la marxista: producción social de satisfactores
para atender los procesos de reproducción material del género- contrae su importancia; en
realidad, toda la teoría en materia del “objeto social” se descomplica radicalmente. En el
nuevo escenario la Filosofía: la metaconcepción (Cosmología, Humanología, Lógica), pasa a
prevalecer; de manera que, si la gestión del proceso maquinizado de producción se halla
automatizada, la ciencia económica deja la escena histórica, lo mismo que la Administración,
la Economía (Economía Política), el Derecho, la Politología, la Psiquiatría, etc., pues, pasan a
ser representaciones que han perdido el substrato para la representación. En época de
robotización, la programación económica, como simple tecnología (Preobrajenzky),
reemplaza a la economía 122 , puesto que la producción se organiza mediante matrices entradas
y salidas (Leontiev, Sraffa), tomando en cuenta el tamaño de la población y sus necesidades
(Historia de las doctrinas económicas: Academia de Ciencias de la URSS, tomo II).
Ahora bien, el marxismo, antes que epistemología, en la dimensión histórica, es una
forma de conciencia social racional-ideológica en cuanto actitud ante la vida; su paso a los
dominios de la ciencia, responden a una necesidad: fundamentar objetivamente su función
transformadora. Por tanto, es normal que la concepción fundada en principios humanistas
ofrezca carácter antelado frente a su “fundamentación”. Si el objeto de la razón superior es
intervenir proactivamente en la creación de una forma humana racionalmente justa, libre y en
desarrollo multifacético, la ciencia se vuelve una componente crucial en el diseño estratégico;
del mismo modo como en el presente documento se sostiene, que el ser humano se autoedifica
contradictoriamente como absoluto, la forma más apropiada de asegurar objetualidad para
dicha “ilusión”, requiere del diseño de la praxis con sustento científico. En una palabra, es
obvio: esta conducta valorativa la asumen Marx, Engels, Lenin, Stalin, al abordar el plano
humano de la realidad: en el Materialismo Histórico; en las esferas natural y cerebral
(Materialismo Dialéctico: “filosofía del ser”), en cambio, el marxismoleninismo se coloca en
el plano más neutral posible, en estricta coherencia con la conducta de la ciencia positiva. Una
vez que las formas clasistas hayan sido superadas, las “anomalías” en el concepto que genera
dicho carácter se inhibe, y toda la realidad puede ser (pasa a ser) representada de modo
completamente objetivo. En realidad, en el modo de producción capitalista, la ciencia social
es funcional o revolucionaria; superada dicha etapa la ciencia social se torna base de la
“tecnología social”, para finalmente convertirse en medio de formación del “espíritu
universal”.
Portentosa sinergia sapiente: Homero advirtió el viaje (la historia) como la razón de ser
de la vida; Marx desarrolló su contenido, la trama y la meta; el arte de Ludwig van está
destinado a poner el fondo sonoro estimulante en la empresa que conquiste el Cosmos: que
plasme el requisito comprehendido en la necesidad de llegar a “ser” (“El que Es”). La Odisea
–Homero-, Los Grundrisse –Marx-, La Coral –Beethoven- abarcan todo el “relato” del “ser
social”: la razón inmanente, la praxis, la fuerza de la gran marcha del género 123 . El despliegue
de la propiedad de la inteligencia “consiste en ese viaje”: proceso de modelación de la
conciencia (la Filosofía Marxista pone la monta en los tres aspectos fundamentales de la
realidad: la naturaleza, la humanidad, la ontología superior: la conciencia); la mente ha sido
configurada: acomodo de la materia que piensa, a la que se hace con sentido en ésta. Al inicio,
la realidad fue percibida con los “ojos del corazón”: proceso de representación en cuanto
movimiento del pensamiento, que no se desembaraza de ella, pues, la percepción es nada más,
122
La teoría sobre el “proyecto socialista”. Economía política: la ley del valor, el desarrollo de las fuerzas
productivas, la formulación y cuantificación de necesidades de producción y reproducción, la política de
desarrollo proporcional y planificado (planificación), la asignación de la “vida de trabajo” entre los
departamentos I y II, la distribución del producto (en función de la cantidad del trabajo; el fondo de atención de
necesidades de otros tipos –incluida la depreciación- y el relativo a la expansión del proceso), la política de
acumulación.
123
Homero: la Odisea, Newton: las leyes de la Mecánica Clásica, Darwin: Evolución de las especies por
selección natural, Marx: Los grundrisse, Beethoven: Egmont, Stalin: Stalingrado, Karajan y la Sinfónica de
Berlín, Ernesto “Che” Guevara y Bolivia. ¡Carácter en la historia!
177

que su reflejo mecánico; en el retorno, las bases de la vida son reconocidas con el poder visual
del águila: el atalaya de “Los elementos fundamentales para la crítica de la economía
política”; el pensamiento se ha desplazado en sentido ascendente en espiral, el cual ha
colocado a una misma estructura cerebral natural en el nivel superior. El viaje se simboliza:
describe el escenario cruento, se realiza y se anima (se expresa) con (en) las formidables
formas sonoras de la Sinfonía Coral (arte superior, estética explicablemente racional,
producida por el lado izquierdo del cerebro en el apogeo del iluminismo prometeico,
enciclopédico, de las luces): música de “todos los tiempos”, patrimonio espiritual de la
humanidad: “Canto a la alegría”, a la alianza intersubjetiva de civilizaciones conformante del
estuario unidimensional humano, al final del cual la especie alardea a los cuatro vientos a
través del coro de plurales y majestuosas voces, que la idea ha llegado a ser, que ésta existe: la
carne everbalizada. Esta visión provisoria en toda su extensión del “objeto filosófico”, tiene
locación específica (Quito, Ecuador, América Latina) y status ideológico definido (el
maxismoleninismo), y aunque no tome esa apariencia: la misma es antitética a la razón
eurocéntrica, a la sabiduría de los pueblos originarios, al vertiginoso ascenso de última data,
del hedonismo consagrado en el Yin y el Yang, como frente a la reemergencia deliberada,
mediatizada por las finanzas yanquis y de la CIA, de la perniciosa escatología evangélica
obnubilante de la conciencia 124 .
La cavilación avanzada, permite presentar una primera generalización (aproximación),
sobre la temática en tratamiento, de la forma siguiente:
- Presupuesto: prehumano (ardipithecus ramidus), humano (homo sapiens sapiens); valor de
uso, primera naturaleza, reproducción natural.
- La competencia entre capitales (igualación de tasas de beneficio entre ramas: coacción para la
acumulación) genera la necesidad de progreso técnico permanente –reproducción social,
segunda naturaleza- (Ricardo-Marx);
- la máquina (automatización; ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, conflicto
de clase) saca al trabajo de la vida, decesan la “ley del valor” (valor de cambio) y el modo de
producción fundado en ella: el capitalismo (Marx) 125 ;
- se instala en el mundo la fase civilizatoria superior: el comunismo –reproducción
automatizada, tercera naturaleza- (termina el desarrollo de las fuerzas productivas materiales
–y el del ser humano, en sentido destrezal productivo- por vía humana);
- el ser humano se dedica:
o a aprovechar, de modo “no reembolsable”, de las operaciones “productivas” (inputoutput)
de la máquina (ley del usufructo 126 ), y
124
La principal “ruptura de paradigmas” que debe realizar la humanidad, proeza que es su reto histórico en la
mira, que pone en tela de juicio no sólo su capacidad epistémica (la que no es un acto subjetivo independiente de
la ruptura de los hechos) es renunciar, sepultar, olvidarse del principal paradigma: el viejo y dañado capitalismo;
esto es, no más aferramiento a la propiedad privada, avenimiento a la división del trabajo, nunca más mercado de
valores, bancos, gerencia, inversionistas, utilidades, excelencia, calidad, normas ISO, fidelización, abogados,
psicólogos (plusvalías absoluta y relativa, subsunciones real y formal de la vida la capital, valorización global);
con coraje y decisión debe dejarse atrás el paradigma mercantil-burgués insolente degenerador de la especie:
droga, delincuencia, prostitución, mafias, ambición, megalomanía, luteranismo weberiano.
125
Las tesis catastrofistas (Luxemburgo) y las del enfoque sistémico (Wallerstein) asumen el punto de vista, de
que el capitalismo se halla en su encrucijada; las de orden marxista duro (Guerrero), en cambio, sostienen que el
capitalismo debe ser derrocado (“Si el ´derrocamiento revolucionario´ no se produce y, por consiguiente, el
capital sigue sujeto a sus mismas leyes de siempre, toda fase depresiva dará lugar a una nueva fase expansiva…
Esto no niega que el capitalismo tendrá su fin. Simplemente, niega que dicho fin derive automáticamente de la
crisis capitalista” –Guerrero, Diego. Una aproximación polémica a la teoría marxista de la crisis económica).
Sobre éstas últimas tesis (el capitalismo es un sistema que supera sus crisis, se recupera e inicia nuevos ciclos en
una ruta de horizonte siempre abierto), se tiene conocimiento, conciencia y se les da su importancia. Pero, a los
citados argumentos se opone una razón de orden más bien filosófica, la que conduce a obrar con certeza en la
declaración al juzgar la suerte del capitalismo: la misión de esta etapa histórica es llevar a las fuerzas productivas
hacia la automatización; una vez en su meta, el capitalismo ha rebasado “lo verdadero”: se ha vuelto irracional,
innecesario y debe decesar (lo ha hecho, pese a que, como la luz que viene recién a la retina de estrellas que
colapsaron, lo cual induce a creer que existen, el capitalismo por sus evidencias, genera la impresión que es
realidad). El referido criterio, es fortalecido con otro de carácter también filosófico: que la Revolución de
Octubre y el “socialismo en un solo país”, como fenómenos mundiales, cambiaron el mundo (lo ubicaron en la
etapa transitiva en curso).
126
Si la categoría “valor de uso” rige para los conjuntos humanos en las que el cambio se realiza directamente a
través del trueque y en las formas mercantiles simples en las que el dinero juega su rol (medio de cambio, de
circulación); la categoría “valor”, en cambio, rige para la modalidad social o capitalista del género; la categoría
178

o a conocer y a dominar a la naturaleza (Marx; hoy se dice ya: “pasamos por encima de
las leyes de la evolución” –a dirigirlas-, “el ser humano juega a ser Dios”);
- la inteligencia es la propiedad tras de todo el proceso (la inteligencia es la que vale, esté en
cualquier cerebro esté); inteligencia:
o definición ontológica: neocórtex,
o propiedad privativa del ser humano, que define su ser,
o le lleva al saber absoluto (posthumano);
- el comunismo sólo se da con robot (esto es, sin trabajo humano) 127 :
o a la historia no le interesa con qué modo de producción ésta se realiza, sino
ciegamente arribar a donde le conduce la tendencia inscrita en sus leyes inmanentes,
o en la realidad, la ruta ha sido mixta: capitalismo (juventud: período de la “febril
acumulación” 128 ), socialismo (madurez), “capitalismo” senil (transición),
o en la actualidad (2010) el capitalismo supuestamente triunfante 129 y el socialismo
“retirado por la historia”, se mantienen vivos en la transición, se hallan entrelazados
mutuamente halándose de los pelos: operan como la pareja de rieles sobre las cuales
se va la historia 130 ,
o la vía (modelo sistémico, seudo estructurante) es occidental-socialdemócrata (“Ningún
grupo humano escapa a la ley del valor” –la diversidad es formal: el mercado es el
contenido de la “sociedad red”-, ésta: se concretiza; pero, se trata, a la vez, también de
un proceso de desoccidentalización: de pérdida de hegemonía económica de la
neotriada –EU, UE, Japón) 131 : mercantil simple (revolución democrático-
“´valor´ de usufructo”, por su parte, es la norma para el tipo “comunidad” de la humanidad que viene: el
comunismo.
127
Pero esta máquina: no es cualquiera clase de artefacto que procede de la virtud idealizante humana; no es un
simple mecanismo cuyo mérito sea el ser el depositario de la capacidad de producir fuerza por sí mismo y operar
de modo intensivo de acuerdo al grado de su complejidad; se trata, en realidad, del presupuesto material, que
pone una nueva cualidad para que se realice la historia; en verdad, el robot antropomorfizado es el efectotraslado
de las propiedades humanas a un “artefacto” con la intención (divertimento), no sólo de demostrar la
capacidad de poder reproducirse a sí mismo como ser humano, sino la extrañación de la inmanencia humana, en
su condición cosificada, seudo reificada.
128
Bilderberg, los “halcones de Washington”, el capital financiero. Como el macho mujeriego, que piensa que
las mujeres están allí para su deleite, sin percatarse que es una simple marioneta de la naturaleza en la
perennización de la mejor inteligencia; Bilderberg piensa, que su diligente gestión egoísta es para ellos y no
cruentamente para los designios de la historia (aunque en el tramo final de la sociedad natural, la técnica, que
confiere el poder al ser humano de burlar, aplazar o usar las leyes naturales, haga del sexo instrumento de simple
satisfacción, y al capital medio de mero disfrute –financiero, de casino, virtual- y no de producción). El criminal
desarrollo de los portaaviones yanquis, por ejemplo, y el propósito de toda la supertecnología y el saber
asociados a las guerras imperialistas, encierran también un objetivo práctico, utilitarista, en el conocimiento y
dominio de las fuerzas de la naturaleza, lo cual representa avance significativo hacia el telos humano.
129
Sobrevivencia, no en el sentido que propone Mészáros (Más allá del capital): capital que precede al
capitalismo y que lo sucede, puesto que según la doctrina de la Economía Política marxista: una forma de
riqueza social, sólo es capital, cuando se cambia por trabajo asalariado productor de plusvalía, lo cual ocurre una
vez que el trabajo se ha vuelto mercancía. En efecto, el capital comercial y la forma de producción mercantil
simple no tienen existencia concreta (Katherine Coliot-Thelene), como la “ley del valor” no posee existencia
antediluviana; las dos son relaciones abstractas; en el caso del capital comercial, éste es proto y post capital, pero
de ningún modo capital, pues, la ley del valor es el supuesto del capital en condiciones de advenimiento de la
forma asalariada del trabajo. Mészáros se coloca en la frontera del concepto de Marx.
130
Se tiene presente lo que fue posible hacer, en las condiciones puestas, por la acción de una generación de
revolucionarios (Lenin, Stalin, Castro), que tomó una teoría (La ideología alemana, El manifiesto, Los
grundrisse, El Capital), una formulación estratégica (El 18 brumario de Luis Bonaparte, Las guerras civiles en
Francia) y práctico revolucionaria (El programa de Gotha), la completó (El imperialismo: fase superior del
capitalismo, Qué hacer, El Estado y la revolución) y la llevó a la práctica, forjando la nueva forma humana en
condiciones críticas; experiencia que vive de manera soterrada en la cotidianidad política actual, en tanto ha
dejado huella en el terreno teórico, en las formas de ser y en las posiciones reivindicativas de los pueblos del
mundo, y que conjuntamente con el capitalismo se aviene a coexistir supeditada a los designios de la historia
(“dictadura de la realidad” –dixit M. Benítez-: las fuerzas productivas, el movimiento del capital ).
131
Una de las últimas perfidias perpetradas por el “imperialismo estadounidense” coludido con sus similares
europeo y nipón, ha sido provocar la llamada –por ellos- “Primavera árabe”; finalmente la historia ha dado la
clarinada a la OTAN, para que se lance a cumplir la postrera escaramuza: romper los regímenes árabes, africanos
y asiáticos de tipo teocrático, democrático (Libia) o dictatorial que han recirculado en el pasado del nomadismo
y los preceptos religiosos vernáculos, poniéndoles en línea con el rumbo general de la historia; este proceso de
occidentalización es el último cambio que se produce de modo indeliberado y por la fuerza, su “triunfo a
medias”: es el tributo, que recusa y premia al mismo tiempo, la presencia y actuación de los rezagos de la otrora
poderosa clase burguesa. Acción y reacción: económico-políticamente Oriente se occidentaliza; ideológicoeconómicamente
Occidente se orientaliza; en efecto, Oriente se mercantiliza y se ve tentado por el “régimen
179

institucional),
o el sujeto del proceso es el neoproletario: la subversión, la intelectualidad y el sector
popular 132 ,
o el “moderno príncipe” –“intelectual orgánico”- (el partido M-L) debe:
dotarle de conciencia y dirección al movimiento político tríadico citado,
eventualmente dirigir las acciones,
participar en procesos eleccionarios,
cooptar a los mejores cuadros para consolidar su ser y actuar en el liderazgo
en las tres acciones en primer lugar citadas 133 ,
el objetivo consiste en acelerar y dirigir (las lógicas y dinámicas, llaman los
coberos light 134 ) a la humanidad hacia el comunismo;
- las formas “económica”, institucional y cosmovisiva de la humanidad que ha rebasado la
última formación clasista de la historia tienen (tendrán) que ver con:
o formación humana: comunismo,
o base de reproducción: automatización (maquinofactura: insumo-producto
neoesraffano),
o régimen “administrativo”: democovivencia,
o forma de conciencia social: filosófico-científica,
o motor de movimiento: contradicción entre “ser” e “idea” 135 ;
democrático”, Occidente (sobre todo América Latina) se mitologiza: reemergencia del pensamiento ancestral,
posición culturalista, legitimización de las “minorías” sexuales, étnicas, defensa a ultranza del entorno natural;
en una palabra, realidad humana mixta: época de cambios/cambio de época, trabazón de estructuras sociales:
capitalismo y socialismo no pueden vivir juntos, pero en extraño maridaje aportan “en silencio” para el cuidado
de la prole infante.
132
Pueblo: entidad abstracta, concreto de multivariedad (articulación de diferentes formas de producción y
reproducción –trabajo “improductivo” inserto en estructuras mercantiles de subsunción global del trabajo al
capital; trabajo en curso de desproletarización), que irrumpe en política como efecto de que al experimentar
dificultades para mantener su ser material se transforman en fuerzas populares, componentes del llamado
“bloque contrahegemónico”.
133
Incluso no debe perderse de vista al FSM, mientras exista. Adelantarse es una forma de errar (dixit Margarita
Yourcenar); y el anticiparse tiene su supuesto errático: la ausencia de sapiencia objetiva sobre la situación.
Ejemplos los hay muchos en la historia: Trotsky y su teoría de la “revolución permanente” y/o mundial; Gramsci
y su teoría de la “hegemonía”; Sraffa con la despersonalización de la economía: Producción de mercancías por
intermedio de mercancías (hecho que ocurre en la producción automatizada, es decir, en el comunismo); el
neomarxismo y su panpolitologismo; y, ahora, el Foro Social Mundial y su modo de proceder: universalismo,
política de intermovimientos, cooperación, relaciones horizontales, “diversidad”, autonomía y agregación
despolarizada, etc. Todas las conductas citadas son observables, pero una vez que las condiciones materiales
hacen posible este modo de vida o de lucha, no cuando el poder, al que se lo impugna por métodos inocuos, se
halla en pie; en realidad, esas son propiedades de la conducta del ser, que emergen una vez que la humanidad ha
cambiado y se dispone a funcionar en el orden democovivencial, por tanto, dicha “organización” pone como
elementos de su proceso político, lo que es propio del desempeño de la vida normal, en su momento superior. Si
el FSM comparte la determinación de la precipitación, esa regla supone la condición de su límite y de su
término: presencia decorativa e ineficacia.
134
“Lo que debe hacerse con el fin de alcanzar ciertos propósitos” (“quién desea el fin no puede rechazar los
medios”). Cada enfoque, dentro de una escuela de pensamiento, tiene su propio sentido; a él se someten las
diferentes ideas, los modos de exponerlas: son marcas formales específicas de estamentalidad, las palabras al uso
que se convierten en estilo propio y que simbólicamente y de modo mediatizado ejercen poder; constituyen un
patrón que particulariza una conducta, que bloquea la penetración de otro modo de ser, que incluso persiste aun
si se cambia de enfoque, puesto que la estructura estatuida de la mente determina la forma de publicitar
contenidos significantes, en la expresión oral como en la escrita. Tanto para comprender el mensaje teórico
oficial como el relacionado con las diferentes variantes del contrapensamiento, de manera que no se recuse la
ausencia de suficiente “aparato crítico”, ha sido necesario entrar a “vacilar” con éstas y otras palabrejas y frases,
los que no son solamente neologismos, sino que en su condición de categorías encierran parte y toda una visión
del mundo (representan aspectos, determinadas relaciones, modos de ser –como dice Marx- de la realidad);
vocabulario y estructura gramatical, en muchos de los casos: acomodos artificiosos de la realidad a la mente.
135
A decir verdad, la superestructura y la forma de conciencia social ideológica clasista, han sido borradas del
mapa. Las nuevas condiciones “económicas” (la robotización: la proveeduría por parte del trabajo pasado) son
los que explican por qué en el comunismo la institucionalidad, el sistema de normas positivas y su respectiva
nocionalidad desaparecen, mientras que la humanidad solamente pasa a vivir la atmósfera de la espiritualidad.
En otro orden de reflexión: ¿interesa la belleza física al interior del modo de vida humano? Para la perpetuación
de la especie: sí. No obstante, más importante son el bienestar, la fortaleza física, atributos que es posible que se
hallen asociados con la hermosura. Si se abstraen las dos variables referidas: ¿a qué se reduce el ser humano? A
lo que constituye su identidad natural real: a la inteligencia. Sorprendentemente éste es el “factor” que
indiferencia a las personas, que realiza, además, la contradicción histórico-natural, la que trasciende la dimensión
social al sostener la antinomia o motor que impulsa la vida más allá de las clases: la contradicción entre el ser y
180

- suprahumanidad: conglomerados-comunas (“ciudades-Estado” 136 ) dedicados a conocer y a
desarrollar el conocimiento integrados de modo virtual en tiempo real a
través de la Web o su equivalente, al centro global de pensamiento (ethos
supramoderno de racionalidad objetiva) 137 ; con la robotización
desaparece la base del edificio social –capitalismo-y la superestructura se
transforma en seudo agregado de instituciones y reglas del Derecho
Racional, mientras que la conciencia pasa a ser el mismo concepto (en
referencia a Hans-Jurgen Krahl),
• actividades de distracción estética,
• deportes no competitivos,
• programación de las acciones para cada conglomerado de modo
cibernético e integración espontánea a las responsabilidades colectivas
(modo de consumo, “valor” de usufructo 138 ); y,
- a continuación se inserta el resto del metadiscurso unidimensional, monocromático,
determinista 139 : el ser humano arriba a la regencia del Universo, a doblegar al caos, a la
indeterminación y a renunciar al trofeo alcanzado: la libertad (perfección, inmortalidad, poder
“total”, etc. 140 ; por cansancio, por fastidio, por aburrimiento, porque no puede mantenerse
como “Dios” por los siglos de los siglos 141 -eh ahí una de las razones por las que la existencia
del Dios de las religiones es un mito 142 ), para que la Materia siga su curso 143 .
el pensar, y la que fundamenta el sentido de la vida, pero también de la materia entera: todo ese proceso colosal
se decanta, se destila en un efímero momento en un despreciable lugar: la Tierra, en la que la materia realiza su
optimidad, se valida (Penrose), adquiere conciencia de sí “por interpuesta persona”: el ser humano, deniega a la
incertidumbre, a la indeterminación, al caos, y somete al Universo al imperio de la razón absoluta.
136
Las ciudades (tecnópolis) se retrotraen sólo a centros de consumo y de trabajo intelectual a domicilio, es
decir, pierden su naturaleza productiva humana y de ser lugares geométricos de comercio, de las finanzas y de
producción tecnológica como concreción de la esfera de la inteligencia natural (de acumulación del excedente y
de coordinación de su hinterland); es una aglomeración de trabajo industrial de las máquinas: de apropiación
privada de outputs y de formación cada vez más completa de la idea (de reproducción simple de base orgánica de
la inteligencia y de reproducción ampliada de la conciencia).
137
¿Qué mueve al capital a intervenir en el desarrollo de la ciencia y de la técnica, conducta base hasta hoy, del
progreso del conocimiento, hecho fundamental en el proceso de hominización? ¿Qué le induciría al ser humano
no capitalista de modo individual y espontáneo a no recluirse en el hedonismo y a seguir trabajando en la ciencia
y la tecnología: simplemente dejar mejores condiciones de vida para sus hijos –aparte de tener en qué
entretenerse fuera del hedonismo, por supuesto-, esto es, como efecto de una razón generacional, puramente
afectiva? ¿Tendrá sentido para una mente con formato de subjetividad capitalista (habría razón para el
sentimiento egoísta derivado del habitus burgués), “hacer el gasto” para que otros vivan mejor? ¿Sería posible
que el móvil provenga de la estructura de racionalidad axiológica, que dicte a la conciencia la necesidad de
devolver al entorno social parte de tanto conocimiento y uso de tecnologías que se recibió e hizo de él? Si el
“retorno económico” se anula como principio de “reflejo condicionado” y el proceso de reproducción biológica
de la vida se vuelve inafectivo debido a la “reproducción in vitro”, a la clonación, a la replicación, etc., y a la
artificialización del cuidado del neonato, del púber, del adolescente (de la desestructuración de la familia
monogámica típica en general: institución que “da amor gratuito todos los días del año,…”, etc.), solamente la
necesidad de antes de decesar averiguar lo que más se pueda sobre la realidad en la que se vive (vivió, vivirá)
operará como el acicate en torno de empeñarse en el proceso de trabajo que desarrolla el conocimiento (la
alternativa es fijar esa función en el robot, mediante programación).
138
Digresión pertinente de dilucidación en el plano teórico: la diferencia entre la categoría “valor de uso” (modo
de ser arcaico, al que se quiere –B. Echeverría, A. Moreano- retrotraer a la humanidad como manera de realizar
la conspiración contra la forma humana fundada en el “valor”) y la de “´valor´ de usufructo”, es que, mientras
que en el tipo de agrupación en la que impera el “valor de uso” la humanidad simplemente toma los “output”
que la naturaleza espontáneamente genera (o los productos del trabajo de las formas mercantiles simples) y los
incorpora al proceso de su reproducción simple, en la comunidad en la que rige la ley del “´valor´ de usufructo”,
en cambio, como el ser humano in abstracto ha puesto a sus espaldas el trabajo debe hacer uso con todo derecho
de los output que en sentido esraffano “elabora” el sistema maquinizado, sistema producido históricamente por
él a través del trabajo pasado; dicho de otro modo, no es la naturaleza la que le abastece al ser humano como en
el caso de los animales, sino que el trabajo históricamente realizado, objetivado, es el que le provee (al homo
divinus).
139
Gran relato es La Biblia, La Odisea de Homero, La Comedia humana de Balzac, la Sinfonía Nro. 9: Coral de
Beethoven, Los grundrisse de Marx.
140
Brillante T. de Chardin; en sentido escatológico: la evolución va a Dios.
141
Una persona normal, no aceptaría vivir por siempre ni siquiera en la situación de hoy: combinación entre
sobresaltos y serenidades, tanto peor en un supuesto paraíso de felicidad constante. ¡Qué fastidio!
142
No se puede saber quién es Dios, porque su conceptualización escapa a las posibilidades “epistemológicas”
de la razón humana. Se dice que el “ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios”; luego, como existen
rasgos del modo de ser, del estilo de vida considerados históricamente legítimos, morales en algunos individuos,
los mismos se utilizan para caracterizar: no lógica, sino especulativamente a dicha Entidad, de modo
181

Con la desactivación de la “ley del valor” (la crematística económica capitalista), los
ciclos emanados de la convulsiva evolución de la economía, se detraen; en verdad, las citadas
intermitencias se desvanecen en el frente de la reproducción material de la especie, pero de
ningún modo ellas ralentizan el trabajo del motor inveterado (en realidad, la “profesión más
vieja de la humanidad”: la búsqueda del saber) que impulsa el antediluviano prurito
comprehendido en el frente de la percepción: la antinomia entre “ser y pensar”, la necesidad
de cerrar la brecha entre realidad y representación; dicho enfrentamiento, por tanto, poco tiene
que ver con el objeto de sobrevivencia de la inteligencia (ésta queda a merced del sustento por
la máquina), puesto que la misma se realiza en el área de la abstracción: la búsqueda del
dominio intelectual y fáctico sobre la naturaleza. Con el coaching en técnicas y “estrategias” a
líderes que dirijan equipos de alto rendimiento en la esfera del pensamiento, es el momento en
que el ser humano procederá a reenrumbar las leyes de la naturaleza o a corregir los errores en
la concepción y operación del “diseño inteligente” (la mala obra de Dios: en ese sentido el ser
humano pasará a ser el verdadero “ser superior” 144 ), por ejemplo, el hecho de que una
“familia” de impalas atreviese tantos rigores para que finalmente termine entera o con parte
de sus miembros en las fauces del león: hoy da pena, repugnancia y produce rechazo la
circunstancia (lo chusco es, que para que no se distorsione el orden natural, la alimentación
artificial del felino debe simular el proceso real: un impala artificial en la selva tendrá que
realizar los procesos de escape tal cual ocurre en la vida) 145 . Pero con el triunfo de la
conciencia sobre el “ser”, con el conocimiento de éste, las oscilaciones presentes en el
movimiento contradictorio entre conciencia y materia, también cesan: amargo preludio
paradójicamente triunfal, que anuncia que el período mayor: el metaciclo universal
(Universo viable y óptimo en curso), está por concluir.
En una palabra, en búsqueda de argentus (del satisfactor filosófico-epistémico, que
atienda la urgente necesidad existencial de explicación sobre el dilema del mundo),
efectivamente se topó con El Dorado: la hipotética respuesta en torno a cuál es el sentido de
la vida humana; devaneo inferencial, hipotético-deductivo, que no es otra cosa que el
desarrollo teórico de los postulados anotados por Marx sobre la tópica: la reapertura de la
mina que fuera encontrada por Carlos hace 155 años, en 1857 (Los grundrisse: tomo segundo,
pp: 592-594, el capítulo sobre las máquinas 146 ). La fusión de la inteligencia artificial (AI, por
antropomorfo (antropopsicológico); de manera que es el ser humano quién ha inventado la idea de Dios “a su
imagen y semejanza”.
143
El deseo (soberbia) de elevarse a la posición de Dios, propicia la caída del ser humano (al llegar al
pensamiento total, no hay nada que hacer ya, se apodera de la conciencia el fastidio). El Demonio: la tentación,
es la sed de conocimiento, que al principio le fue utilitario al ser humano para sobrevivir y multiplicarse
(sustentar el cromosoma de la inteligencia), pero una vez garantizada, realizada ésta, el Anticristo se vuelve
deseo de ponerlo todo en términos de idea, de comprensión. Este ángel caído (que conoce todo) no vive para
siempre: renuncia a ser, se suicida, una vez realizada en su totalidad la propiedad de la inteligencia (soberbia y
modestia se anulan recíprocamente).
144
En el momento en que el ser humano produzca Inteligencia Artificial, puede empezar a sentirse Dios o igual a
Dios, para despecho de los creyentes (“cuando no se sepa quién es quién entre máquina y ser humano, la
diferencia entre los dos se habrá borrado”); si a la IA se la fusiona con la natural dándose lugar a un dispositivo
superior, el ser humano puede pasar a pensar en sentirse único; sólo el origen: la “creación” según la Religión,
pone al ser humano en un plano subordinado.
145
Nadie es responsable de nada o todos hacen el proceso de lo real: malos y buenos (dialéctica) sostienen el
movimiento progresivo de los hechos. Si se pudiera dividir a los individuos en la posmodernidad, la actitud
categorizadora sensata propondría una escisión entre los evolucionados mentalmente y los rezagados; entre los
últimos se pondría a Bush, a la Thatcher, a Cameron, a Netanyahu y a los gringos en general, también a los
artistas y a los religiosos. Son “malos” porque no comprenden la “lógica histórica”, por lo que cumplen
ciegamente un papel para ella, creyendo que el mundo han puesto a sus pies y se saben triunfadores. La historia
procede de ese modo, mientras la correlación de fuerzas (desarrollo espiritual de la clase ascendente, que
depende del desarrollo material de la especie) incline la balanza hacia la racionalidad: el león, por ejemplo, se
beneficia de un proceso adverso para el impala, en el cual, mientras más se diezma (devora) impalas, más fuerte
está para seguir cazando: la desacumulación del trabajo fortalece directa y proporcionalmente al capital (Marx-
Engels: La sagrada familia); el trabajo será el sacrificado hasta el último, pero al fin triunfará la historia. ¿Puede
recusarse al león por proceder como lo hace? Obviamente: no. ¿Puede increpárselo al burgués? No en la época
competitiva y aun en la monopólica; pero en la neomonopólica es lícito y necesario hacerlo: reprocharle su
comportamiento de fiera, barnizado con la envoltura de la “doctrina social de la empresa”. De esa miserable vida
no se salvas los europeos, nipones y los gringos: es a ese fenómeno al que se lo califica como “malos”, es decir,
de subdesarrollo mental, el cual paradójicamente es presa de aquellos pueblos que están llegando a la cúspide del
desarrollo científico-técnico, y que proyectan una imagen aparentemente racional, diáfana, superior.
146
El gran Marx, cuya obra no tiene parangón: Marx no podía aparecer en la Comunidad Primitiva, en el
Esclavismo, en el Feudalismo, en el Socialismo o en el Comunismo; tenía que hacerlo para dar cuenta de y en la
182

sus siglas en inglés): robot sapiens, con la inteligencia natural (homo sapiens sapiens)
produce una nueva especie, la especie suprema, total: el homo divinus (si de ese modo se
escribe el adjetivo –género- en Latín, para el sustantivo –especie- también en lengua
latina) 147 . La historia, en este caso es vista como continuum: el transitar prometeico-racional
del estado de ignorancia absoluta (ardipithecus ramidus) hacia el status de saber absoluto (ser
humano supramoderno), esto es, desarrollo civilizatorio lineal (con ruptura): constante
progreso de las fuerzas productivas materiales y humanas (“cultura”) hasta desembocar en la
producción de la máquina inteligente (del mismo modo que la evolución natural concluye con
el ser humano, el proceso evolutivo artificial llega a término con la “construcción” de la
máquina pensante autónoma, esto es, cuando –en uno y otro casos- el nuevo proceso toma la
posta del anterior, el que se transforma –luego- en evolución de tipo cibernético
automatizado 148 ), la cual se fusiona con el homo faber teniendo ocasión la conformación
supracortical (conciencia mixta: en el aparecimiento de ésta participaron la naturaleza y el ser
humano –el trabajo, la producción, los apremios del intercambio-; en la formación de la
supraconciencia, en cambio, interviene solamente el ser humano: su capacidad intelectual y el
intelecto artificial generado por aquella; en realidad, la conciencia “… existe en función de
órganos sociales… con la humanización del cerebro humano” –A. Leontiev) del tamaño del
Universo 149 .
Ejercicio de metareflexión (refundición en las interioridades del trabajo: irrupción,
onda y en el pico más alto de la contradicción humana: el Capitalismo; etapa ésta, fundamental, crucial para el
destino histórico de la humanidad (sólo por manipulación neurogenética posiblemente pueda producirse una
mente más brillante que la de Carlos, puesto que hay casos, en realidad: excepcionales, insuperables, como el
aparecimiento del ser humano en el orden natural: ni antes ni después habrá un ser superior al ser humano
producido por evolución natural). Sin embargo, hay gente que hace maromas para demeritar el valor de Marx;
por ejemplo: dicen que Hegel es quién no ha sido superado, otros ponen en plano de igualdad con Marx a
personajes medianos como Max Weber verbi gracia, unos terceros argumentan que hay pensadores que han
superado a Marx, como sería el caso de Trotsky, de Echeverría; es obvio, que se procede así por mala fe o
porque no han comprendido el verdadero alcance del pensamiento de Marx. El marxismoleninismo, por su parte,
asume una posición anímica ecuánime frente a Marx y a los prominentes cuadros del proletariado mundial: no
solamente que valora y se identifica con la acción lógico-axiológica, práctico-transformadora, que percibe en sus
semejantes, sino que encuentra motivos de afirmación para su conducta personal en la estructura de la praxis
afín; es acto de altruismo justiciero remarcar los méritos de otros, cuando éstos han dejado su impronta en los
procesos de modelación superior del género. Pero hay aquellos que –al interior del “gremio”- distorsionan
caricaturescamente el proceder de quienes reconocen la actuación edificante de terceros, la fidelidad a la doctrina
e incluso el esquematismo teórico en el que pone el movimiento constante de la realidad, cuando de actuar
inmediatamente sobre acontecimientos se trata, debido a que no es posible contar con el preciosismo y precisión
académicos: dicen, que a la manera de la Religión el marxismo tiene a su santo y sus fieles: San Marx y los
marxistas; la referida es una crítica malsana, que se asemeja a la que vierte el evangelismo sobre el catolicismo
en referencia a la “adoración a los santos”: no se comprende, que en las organizaciones hay gradaciones
comprensivas y que las ideas deben ubicarse en dimensiones más materiales para operar sobre los sentidos y
tornarse eficientes incluso en las esferas más altas de la intelectualidad, mucho peor el papel psicológico que
juegan los símbolos.
147
Empero, el robot mismo deja obsoleto al ser humano en ciertos frentes de acción; por ejemplo, en la aventura
sobre el Cosmos, el “astronauta perfecto” es un robot se ha concluido en círculos especializados, puesto que la
estructura del cuerpo humano se degrada cuando opera en un entorno diferente al del, en el que se conformó.
148
Cerebro artificial producido a través del uso del procedimiento metodológico-técnico “ingeniería inversa”:
máquina que piensa por sí misma (desarrollo a lograrse siempre por simulación, esto es, de modo lógico,
programático instruccional, puesto que el pensamiento real –el del humano- requiere como móvil impulsor,
como condición sine qua nom a las necesidades –a los obstáculos, a la competencia, a las contradicciones-, es
decir, a los sentidos, pues, la vida de la mente demanda de la vida pasional, o sea, de la estructura natural,
biológica, hormonal, en suma: de la esfera arcaica, que el poshumano debe negar).
149
La formación de la “conciencia de clase” es un proceso intermedio. Una hembra y un macho humanos
psicológicamente son, lo que el sistema burgués ha hecho de ellos. La excepción (individuos cuyo número puede
registrarse con los dedos de las manos) lo constituye aquel grupo selecto de elementos pertenecientes a las dos
clases fundamentales (burguesía y proletariado), que se han “halado a sí mismos de los pelos”, colocándose en
una posición que les permite mirar los hechos por sobre su particularidad, zonalidad y la coyuntura, y alcanzar la
esencia por encima de la apariencia (la visión sobre la totalidad), expresando y siendo portadores de ese modo, la
y de la negación: la necesidad del cambio (toda conciencia jurídica tiene su antecedente político –y esta última:
su supuesto económico-: son intereses los que se sancionan como normas). A ese nivel se genera la conciencia
superior: la política, como autoconsciencia (advertir la necesidad y el método inherente a su intelección), que
otorga una posición privilegiada, que Lukács (Lukács, G. Historia y conciencia de clase) personalmente
generaliza como propiedad del trabajador in abstracto mediante la discutible categoría de “conciencia social
autoatribuida”; esa conciencia fue el “maná” entregado (“desde fuera”) a la clase ascendente en general, por
parte de aquellos individuos privilegiados en los que se reflejó la realidad de modo sociopolíticamente adecuado,
según las consideraciones pedagógicas del gran Lenin.
183

intervención epistemológica en el pensamiento propio: práctica de vigilancia de las
operaciones organizadoras del discurso ideológico-teórico “construido” -Manuel Castells,
Emilio de Hípola: Práctica epistemológica y lucha de clases). ¿Cuáles son las condiciones
materiales que han hecho surgir las presentes ideas? –Marx, Lenin, Biessonov- (puntos de
vista consumadamente ideológicos, en la medida en que su formulación se halla sometida a
intencionalidad previa: al “principio partidista”, su función es servir a un interés específico y
declarado: combatir la componente ideológica del poder; esta misión no riñe con la
perspectiva conceptual objetiva sobre la realidad):
a.- La resolución parcial del conflicto histórico de clase.
b.- La necesidad de completar la obra (teórica) proletaria, como hecho objetivo, que debe seguir
leyes.
c.- El interés porque la humanidad encuentre su verdadero rumbo (su destino: su “ventaja
comparativa”), una vez que la cuestión ontológica (automatización) y la social (lucha de
clases) han sido resueltas. Dicho sendero es de tipo cognitivo.
d.- El capitalismo ha sobremadurado lo suficiente; no puede seguirse con la práctica de las
mismas operaciones (“fin de la historia”); el nivel de racionalidad se eleva cada vez más en
la especie 150 , se tornan ridículas –luego- las ocupaciones en las que hoy se aplica la vida,
esto es, fuera de la obra política (transformación revolucionaria del status) y la científica.
e.- El hedonismo se conduce por el camino de convertirse en vergüenza. La humanidad está
madura: puede plantearse el problema actual (insuficiencia en el grado de comprensión del
mundo); su verdadero reto: dotarle de sentido superior a la existencia, el cual viene puesto en
el mismo desarrollo material de la vida.
f.- El Cosmos (en función del grado de desarrollo de la ciencia y de la técnica, y de la
racionalidad) se encuentra listo para receptar las tareas humanas que le abarquen (kaizen:
mejora espiritual continua; a futuro prevalecerá la “cultura”, pero sobre el presupuesto de la
“civilización”).
g.- Ha dado inicio la producción de la “conciencia de sí” del posthumano (Filosofía:
pensamiento en proceso de totalización y objetividad). Todos los seres vivos realizan el
sentido de su vida en la contribución que deben dar al mantenimiento de las condiciones
requeridas para la realización de la vida de todos. El ser humano al principio se halla
sujetado a esta función; luego se manumite de ella, y todas las condiciones de su entorno las
hace “para sí”, en sentido antropocéntrico hacia la producción del ser suprahumano.
Atendida la preocupación en torno del grado de certeza de las presentes notas (la
satisfacción completa –o la decepción- a la inquietud será dada a futuro; por lo pronto toda
animadversión o asentimiento presentes respecto de la idea, son enteramente vanos), anima el
coronado la elaboración del mega“relato” explicativo de la realidad propuesto, el cual atiende
la preocupación personal, el mismo que también opera como lo hace ese biberón, con el que
suelen las madres humildes entretener a los niños a fin de que dejen de “molestar” y les sea
posible pasar a cumplir tareas urgentes; “discurso”, luego, que aborda la necesidad de acceder
a la mayor parte de la sabiduría lograda por el género antes de decesar, para hacerse con
argumentos que permitan justificar la existencia y decir que, como uno de los polos actuantes
en la contradicción “ser/pensar”, éste último aspecto ha triunfado sobre el primero (sobre la
muerte). Epopeya mítica: proeza gigante, que en la práctica se espera, se hace votos, se
exhorta, que sea realizada por las promociones humanas venideras. El viaje de Odiseo
continúa. En la mitología griega lo requerido imposible se realiza en el presente (en aquel
presente de la Grecia antigua, clásica) por mediación de la imaginación artística (Vulcano,
150
En un dado momento, en el que el trabajo debía ser la condición de autoproducción del ser humano, el
mecanismo apropiado para superar los problemas sociales mediante la recuperación de la condición de “valor de
uso” de los productos de ese trabajo, era la propuesta consistente, o sea, la producción debía ser retirada de
manos de quienes lo usan como “valor de cambio”. Empero, solamente los sistemas clasistas y, en especial: el
capitalismo, es el orden más adecuado para sustentar el proceso sostenido de desarrollo de las fuerzas
productivas (y para cerebros no sensualistas o folclóricos, el desarrollo material de la sociedad, en la medida en
que dicho desarrollo es la plasmación de las capacidades intelectuales de los seres humanos –y el desarrollo
intelectual llamado “creatividad” es paralelo al desarrollo de las necesidades y del complejo sistema de
exigencias para superar obstáculos-, que a su vez desarrollan la mente e impulsan los procesos de conjunto, es
vital en atención al orden superior al que debe llegar la humanidad); luego, antelarse a destruirlo y a
reemplazarlo por otro estadio carente del criterio sobre el sino humano y tendencialmente inclinado –como
ocurre hoy- hacia el hedonismo como el objeto de la vida, sería muy grave.
184

Hermes, Poseidón, Icaro) rompiendo/controlando las leyes naturales (utopía: querer lo que
todavía no es posible alcanzarlo debido al estado de desarrollo del conocimiento y de la
técnica). Esta “mitología” (la que se presenta en este documento), en cambio, realiza
imaginativamente el máximo estado de desarrollo del conocimiento y la técnica, y
fundamenta en este desarrollo la posibilidad de factibilización de lo imaginable todavía hoy
imposible, en la praxis futura de las nuevas generaciones.
Anotadas en forma muy sinóptica las principales tesis conformantes del discurso en
progreso, se cree conveniente adicionar algunas notas sobre avatares e intenciones inherentes
a su desarrollo, a propósito de preparar la presentación. El plan original de este trabajo, para
cuyo cumplimiento fueron asignados 20 años de la existencia de su autor (de los 40 a los 60,
etapa madura de la existencia que se la vislumbraba plausible vivir; proceso de preparación
del presente escrito en el cual se hallaba previsto el objetivo intermedio de convertir los
avances de investigación en arma de combate político), se conformaba de tres y quizá, de 4
documentos: 1) formulación de la “nueva” concepción de la historia; 2) crítica al gramscismo
y al neomarxismo; 3) elaboración de un “manual” de politología marxista-leninista (Diamat e
Hismat en consuno); y, 4) forja de una cartilla sobre la realidad tratada, vista en conjunto 151 .
Este plan tuvo que ser comprimido posteriormente al sufrir quebranto la salud de la persona
de la iniciativa, hecho que le llevó a precipitar las cosas y a reducir los plazos a la mitad: a 10
años 152 , debiéndose concentrar toda la temática en un solo esfuerzo y, por cuanto en el camino
se tropezó (eventualidad bienvenida, como circunstancia dada de modo casual, esta vez
producida por el devenir del orden natural de la existencia, no obstante de que –en los hechos
reales- la naturaleza pone lo suyo, mientras que la cultura lo recibe y lo moldea), con el señor
Físico Franklin Erazo: joven pensador ecuatoriano, objetivista consecuente, inteligente e
íntegro ser humano (“a todo señor, todo honor”), gracias al cual se pudo profundizar –bajo su
mirada- sobre cuestiones teóricas relativas a Cosmología, Filosofía, Física y, aun:
Cosmogonía 153 . Esta redacción, es deudora de la capacidad edificadora cuanto de la conducta
intelectualmente profunda y altruista del señor Físico, por lo cual se le expresa un fraterno y
muy sentido agradecimiento.
El giro de mayor radicalidad, que experimentó el trabajo, empero, se produjo cuando se
tuvo la ocasión de asistir a un acalorado pero respetuoso y amigable debate entre dos jóvenes
estudiantes universitarios (a la sazón: de 23 años de edad): Franklin Hurtado (estudiante de
Ingeniería de Sistemas) y Christian Torres (dicente de la Carrera de Ingeniería en Gerencia y
Liderazgo); los señores hacían eje de su intercambio intelectual espontáneo e informal,
llevado a cabo en uno de los pasillos de una Casona universitaria en Quito, la tópica sobre la
razón de la presencia del ser humano en el Cosmos. Por parte de la conducta inherente al
autor de estas ideas, el interés hasta entonces se había centrado –en cambio- en la
rememoración del ideario marxista-leninista y su aplicación sobre la esfera social del “´ser´
151
A la postre, el plan general se conformó por cuatro libros, pero no porque se retomara la idea inicial, sino por
cuanto el primer capítulo del primer libro elaborado como resumen autoprologado, se abultó demasiado, siendo
necesario estructurarlo como libro. En las líneas contenidas en el número de libros finalmente elaborados, el
llamado “marxismo ortodoxo” vuelve a medirse con los campeones de las tendencias opuestas: el neomarxismo
(subjetivismo abstraccionista: “en los que se ha generado la ilusión, de que la voluntad es la que crea la realidad
y que no existe otra a la cual debe atenerse”) y el pensamiento oficial (el primero, so pretexto de actuar con la
racionalidad intelectual como centro de la estrategia de transformación social en la esfera político-administrativa
del sistema, la cual indica aferramiento hedónico a la vida, ha renunciado a la revolución armada
tempranamente; mientras que el establecimiento mantiene la coerción como el principal mecanismo de
dominación -Irak, Libia, penalización de la protesta: a los Indignados en Inglaterra, en EU, al típico estilo de la
represión del poder sobre la reacción popular en una banana republic- precisamente haciéndose eco de la
cobardía doctoral de la “nueva” izquierda).
152
Contrariamente a lo que se puede presuponer: que este trabajo es el resultado de un ejercicio forzado y
tedioso, el proceso de su elaboración ha resultado permanente acto de recreación, de satisfacción, de vivificación
y de júbilo sostenido en el lapso de 10 años, pues, a medida que se iban descubriendo leyes, regularidades y
tendencias, se ha estado efusivamente maravillado (como es el caso de Engels en Dialéctica de la Naturaleza,
guardando las distancias frente al gran científico universal y político revolucionario, por supuesto); acción, que
pese a su modestia, no está fuera del rango de percepción del gran Lenin: “… por la magnífica forma en que
combina una completa serenidad científica en el análisis de la situación objetiva y del curso objetivo de la
evolución…” (Lenin citado por Biessonov; en: Biessonov B, N. El antimarxismo bajo la bandera del
“neomarxismo”).
153
No sólo en un Barco nostálgico (El Sudán), posado sobre las aguas del Nilo, se reflexiona en torno de los
“orígenes del mundo”; sino también en Quito: Ecuador; la diferencia está, en que aquí, dicha reflexión produce
resultados.
185

natural”, acto especulativo de intento de evaluación de la incidencia de la teoría y práctica
marxista dadas, que quizá debía proceder matizado por la inclusión en la elaboración
subjetiva, de algunos pasajes modernos de la cuestión humana global, sujetos a descripción e
interpretación a la luz de las categorías nodales y clásicas del Materialismo Histórico 154 . Sin
embargo, luego de los citados encuentro y asistencia al debate referidos (Hurtado y Torres,
discutían –como jóvenes- de modo a veces ensimismado y ampuloso, no en torno de la esfera
social, sino respecto de las dimensiones totales del Universo, en el cual insertaban a la
inteligencia sin necesidad de acudir, para conferir resolución estimulante al dilema, a
nociones sobre la existencia y participación de “energía” divina alguna, en tanto causa
causorum), se consiguió hacerse con “todas” las piezas (Generalidad I, según Althusser) para
armar el rompecabezas (Generalidad II) y arribar a la proposición hipotética (Generalidad III;
la cual, para evadir el formalismo, ha sido sometida al “punto de vista del sujeto”), tantas
veces reiterada en el interior de este opúsculo (la totalidad vista, se presta para ensayar una
cuasi exposición modular –articulación y rearticulación de partes, como si se tratase de
componentes intercambiables). En otro sentido: aunque no por insinuación foránea, se ha
hecho lo que se ha podido en el tratamiento de la tópica elegida; el lector tiene en sus manos,
el producto de tal osadía 155 .
Ahora bien, por entonces (1990: clausura de la segunda “post Guerra Fría”): ¿se
presentaba práctico –en la reflexión- tan sólo dedicarse a conferir continuidad al tratamiento
ideológico-teórico –insistir en su análisis 156 - de la realidad capitalista en su subfase senil
degenerativa, en salida, para el cual otros investigadores se hallaban de mejor manera
preparados 157 , como ha sido el caso de la “Teoría Crítica” de Frankfurt: estudio de las
“legitimaciones”, insumo en la acción subjetiva de su desmontaje, que realiza la eficacia
inmanente de la “teoría consensual de la verdad”? (Gramsci sostuvo, que la voluntad puede en
cualquier momento alzarse contra el capital, esto es, que estaba equipada para dar inicio a la
154
En realidad, en aquel momento se pensaba realizar –como uno de los objetivos de la tarea investigativa
personalmente autoimpuesta- una especie de evaluación al tramo avanzado por la humanidad a partir de 1917, a
fin de advertir cuál habría sido el impacto provocado por el marxismo en la humanidad: qué cambios
experimentados en ella específicamente se podrían imputar al socialismo, esto es, las nuevas modalidades del
“ser” habidas en las regiones económica, política e ideológica y en materia civilizatoria en general (por supuesto,
con motivación en los tan publicitados, alardeados y festejados anuncios mundiales de “caída del comunismo”,
fracaso del socialismo, muerte de las ideologías y de la ideología científica de la revolución especialmente: la
supuesta derrota del proletariado, y el cierre de la historia); esa parecía ser una veta interesante de análisis, sobre
todo luego de los sucesos acaecidos en 1989 y de tanta voz disonante negativa alzada en contra del marxismo, de
las experiencias socialista y socialimperialista.
155
Las bases teóricas del pensamiento que se desarrolla en este documento, en forma muy escueta agrupan
saberes contenidos en áreas de la Informática, la Cosmología, el marxismo (Economía, Sociología, Politología,
Filosofía, Historia, Psicología) y ciencias naturales. Estas reflexiones, por otra parte, se hubiesen consolidado
mucho más, enriqueciéndose, como se dice, si su autor habría tenido la ocasión de realizar amplios diálogos,
consultas, discusiones (aunque sea en talleres de cafetín) en torno de su trama con autoridades en tales materias
(eruditos, juicio de expertos); en todo caso, si el citado ha sido un demérito: si el mismo ha constituido una de
sus limitaciones, puede ser rescatable, no obstante, el hecho de que la mayoría de los posibles aciertos
consignados, tienen cuasi sello personal. No obstante, no se deja de lado exhibir cierta conducta hermenéutica en
la empresa; hermenéutica, en el sentido en que se correlaciona el marxismo con la realidad: la doctrina como
articulación categorial dinámica, reconsiderada mediante la intervención de factores axiológicos inmanentes, de
vertiente humanista racional.
156
A través de aproximaciones sucesivas (incorporación de nuevas variables), avanzar del modelo puro hacia el
complejo y acercarse más a la reproducción ideal completa del sistema. Esto es, abarcar nuevos aspectos de la
misma realidad, puesto que “… el método característico de las investigaciones de Marx consiste en analizar
todos los casos posibles, así como sus implicaciones, lo que significa que su discusión sobre el problema de la
acumulación de capital en el contexto de los esquemas de reproducción constituye sólo el punto de partida de la
investigación, y que el desarrollo subsecuente de todos estos casos no ha sido acometido en verdad hasta ahora”
(Díaz, Emilio. Teoría del capital: Una aproximación matemática al esquema de reproducción de Marx;
septiembre del 2010). La creatividad: si se estudia los esquemas de reproducción de Marx, la transformación y la
ley del valor, se advierte cómo la verdadera “creatividad” está en la ciencia (en la revolución) y no en el arte, o
solamente en él.
157
No se hace referencia, es obvio, a los teóricos de la economía de los países céntricos (EU, Inglaterra, Francia,
Alemania) representantes del poder: los connotados ideólogos de la Econometría avanzada, súbditos doctrinarios
del capital; el sino de los cuales ha consistido en pasarse toda su miserable existencia practicando morboso
onanismo mental: construyendo modelos de equilibrio general de mercado a largo plazo cobijados por la
ideología económica convencional; mas, con sus devaneos no han sido capaces de entender el “objeto” de su
interés, tanto peor diseñar medidas homeostáticas (el capitalismo de todos modos se derrumba), sin embargo
muchos de ellos han sido galardonados de diversas formas por sus mecenas (la cátedra universitaria, puestos
importantes en la administración pública y en la empresa, e incluso premios Nobel).
186

conspiración, hayan o no en el horizonte situaciones objetivamente revolucionarias, con lo
cual –se ha sostenido- asestó un golpe al maximalismo catastrofista 158 ). La ciencia ha
avanzado prodigiosamente (incluso se dice que ha llegado a su fin –Horgan, John: El fin de la
ciencia), de modo que sus presupuestos la han tornado revolucionaria y muy predictiva,
siendo posible sobre sus hombros actuar de manera previsible en lo tocante al movimiento de
la especie, merced al uso de sus leyes y tendencias; y, es por eso que se optó por hacer las
cosas cual pitonisa (Casandra) post, híper moderna: lanzar la mirada al futuro de la especie y
de la realidad, puesto que en adelante no es posible entender a ésta sin aquella, y poner a
prueba las posibilidades –personales- predictivas-persuasivas de la ideología científica del
proletariado 159 . En lo atinente al acierto o fracaso del “emprendimiento” (quizá pionero): los
resultados están allí –si se tiene la bondad-, para ser juzgados (como cuando se regala algo y
no se está seguro de que el muy humilde obsequio esté a la altura y sirva a la persona a la que
se quiere alagar, se dice con pena y mucha modestia: “úselo si desea, sino: vote”). En todo
caso, no es que –en este trabajo siempre y en su afán- el interés sea volver a cerrar la historia
ni poner límite al orden multifacético del movimiento de la materia 160 , o adosar a la
inteligencia la frontera con la que se encuentra la realidad de forma caricaturesca: la negación
inmediata, apresurada, de la dimensión absoluta por realización progresiva de la relativa (el
presuponer las leyes principales –generales- en torno de la combinatoria de las propiedades –
las cinco constantes cósmicas- de la realidad para presentar otras, en su infinitas formas, es ya
ubicarse en el plano de lo absoluto, esto es, advertir qué tipo de leyes da lugar la interrelación
de las propiedades de la materia: “si se conocen las 7 notas musicales, se sabe toda la
música” 161 ).
Es intención del discurso, oponer formas alternativas de pensamiento sobre la realidad,
ubicadas en el propio mundo material, a la caricatura cosmogónica: confrontar especulaciones
relativas a la supuesta existencia de autoridades extraterrenas, que ejercen poder sobre la vida
inteligente; en la perspectiva, recusar todo complejo de inferioridad en relación con la
capacidad intelectual humana (“que no aparezca, que a la humanidad le quedó grande el
futuro”): en torno de su itinerario y finalidad 162 ; y, sobre todo, apercibirse como estímulo al
pensar objetivo, en la coyuntura neooscurantista, en la continuidad de la empresa humana en
momentos de extravió escolástico, agnóstico y de regencia de inveterados temores
hecatómbicos respecto de la sostenibilidad de la tierra, apelando –para el efecto- al marxismo-
158
En Economía, Politología, en ciencias sociales en general, los conocimientos teóricos objetivos sobre el modo
de ser de la realidad, si por su carácter dialéctico (capitalismo eterno/capitalismo que se autoclausura) conducen
a frenar el movimiento transformador de la conciencia, necesariamente deben ser subestimados; en realidad, la
ilusión sobre un mundo racional es el resultado de procesos de enjuiciamiento valorativo; conducta voluntarista
ésta (proceder a contracorriente), que no se correlaciona con la mentira, esto es, con la regla impuesta que dirige
el proceder de los curas por ejemplo, la cual reza que se ha de ocultar el mal comportamiento de sus miembros
(espíritu de cuerpo), para poner a salvo a la Orden.
159
Mientras que unos han buscado en el ecologismo, en la Religión, en el humanismo antropológico del “buen
vivir”, otros se lo ha hecho en la racionalidad, en la inteligencia, en el propio mundo material, en las fuerzas
productivas, la esencia, la inmanencia, la determinación y la razón que explica todo el proceso del mundo.
160
El excedente económico no crece ad infinitum, como creen los neoclásicos; tampoco las fuerzas productivas
crecen para siempre (Trotsky –por ejemplo- concluyó, que éstas habían dejado de crecer para fines de la
segunda década del siglo XX): por vía natural, la historia, es decir, como efecto artificial por el que la
inteligencia desarrolla sus aparatos colaterales requeridos en el proceso de producción y reproducción de la
existencia, estas fuerzas crecen hasta el advenimiento del robot y la automatización. Si bien este proceso
continúa por vía artificial autónoma (máquinas que producen máquinas y que componen y recomponen
–deprecian, acumulan- toda su atmósfera productiva, su clima, su cultura organizacional), una vez dado el
sistema productivo en escala coherente con el abastecimiento de las necesidades humanas (y de las propias
máquinas, las fuerzas productivas solamente crecen acotadas por la necesidad adosada a la esfera del
conocimiento, de la investigación, de profundizar el saber (con la eclosión el ser humano termina el proceso
evolutivo natural, sin embargo, el mismo sigue por vía artificial humana; con la producción del robot sapiens,
termina el proceso de evolución, desarrollo o progreso por vía artificial humana, la evolución, no obstante sigue
por vía del proceso autónomo de las máquinas; este desarrollo concluye –y llega a término todo desarrollo: el
natural, el artificial humano y el maquinizado-, una vez develado todo el ser, el proceder y el sentido de la
realidad –un nuevo ciclo sideral es el que esta vez toma la posta)
161
Con la categoría “propiedad de la inteligencia” se cierra el fundamento teórico del proceso histórico en
sentido hegeliano; inteligencia: ser humano en curso de conversión en “Dios”; adelante: ¡nada más! (el vacío, no
la “nada” de Baudrillard). Ahora bien, todo el fenómeno se aquieta: no hoy, sino en el mañana, en varios
milenios.
162
Al sol, se calcula, que le queda combustible para 5 mil millones de años; el ser humano necesita entre 5 y 10
millonésimas de esa vida solar, para dominarlo todo (es decir, entre 5 o 10 mil años).
187

leninismo: a la doctrina científica revolucionaria. Por tanto, en la medida en que algo puede
ser dicho: se ha atrevido a hacérselo. Luego: “mi lucha, no es ya contra...” el capitalismo; este
sistema no es el contrario digno (los gringos insolentes de hoy: ¡ya no dan el peso!), que dé
realce a la personalidad del oponente, que por su propia contextura histórica y catadura moral
–como lo fuera en su etapa concurrencial, de ascenso-, torne superior al enemigo por su
calidad y valor; en realidad, la lucha es la brega de la humanidad –en esta ocasión: sí- consigo
misma: para dejar atrás definitivamente toda distracción disparatada burguesa, mitológicoreligiosa,
afectiva, culturalista, nihilista (posmodernista) y hacer buen uso del cerebro; en una
palabra, pasar a la dimensión de la racionalidad: “llegar a la meta al morir, como el corredor
antiguo...” (dixit Honore de Balzac) con el conocimiento máximo posible sobre la realidad en
la que se ha obrado, “… en la mano”. De todos modos, estas notas han permitido avanzar en
la conciencia sobre la verdad de uno mismo (en realidad: el trabajo titánico ya fue realizado
por el gran Marx: el original) 163 ; luego, ellas pueden –en último término- entregarse a la
“roedora crítica” de los virus informáticos 164 (en efecto, “mi lucha” es frente a la Naturaleza:
para comprenderla mejor; para no permitir que una fracción minúscula humana ejerza el
poder de dominación sobre la población –cuando ya hay una nueva forma humana al frente,
que ha negado a la explotación, a la dominación y a la sujetación, en paralelo), la someta a
exacción merced a detentar la propiedad de los medios de producción, efecto del despojo
histórico; y, no consentir la continuidad de la primacía de los sentidos sobre la racionalidad).
El lado revoltoso de la empresa, en concreto –en sentido puramente especulativo-, se
encuentra en las declaraciones políticas que a propósito de ella se vierten (con fundamento
ideológico y teórico, por supuesto), y en la impugnación sobre la percepción generalizada,
que mira la vida como mecanismo consciente reducido a su inmanencia reproductiva y
hedónica, por tanto, carente de trascendencia cognitiva respecto del “objeto universal”; no
obstante, el gran Carlos Marx, con justeza, en 1857 (Elementos fundamentales para la crítica
de la Economía Política), deja claro, que el ser humano un día rebasará el trabajo y se
dedicará al solaz y al conocimiento, y este saber no puede ser otro, que el más profundo y
universal. Pero, por ejemplo, Rigoberto Lanz (epistemólogo materialista venezolano
contemporáneo), sostiene –en uno de sus primeros trabajos-, que no puede haber una
epistemología filosófica 165 (no obstante, “el marxismo es la filosofía del ser y de la acción”,
de la mente y del “telos”). Quienes no hacen avanzar su pensamiento hacia las ciencias
naturales y a la Cosmología, coronan el edificio de su cosmovisión asignando carácter
puramente sensualista a la vida y se quedan al margen del futuro (esto ocurre con: sociólogos,
economistas, antropólogos –este sector experimenta el atavismo más acusado-, politólogos,
artistas); al contrario: biólogos, genetistas, físicos, informáticos, cosmólogos 166 , no alcanzan a
advertir la razón de los cambios que se operan en la inteligencia, en el interior de los procesos
humanos asociados (la renovación de la conciencia social y de la conducta –psicología-
colectiva en ciernes, resultante directa del efecto en ellos de la operación de dos factores: el
desarrollo de las fuerzas productivas –modificadoras de la conciencia- y las luchas
políticas 167 ), a pesar de que intuyen estas transformaciones y la exponen, y de que dan cuenta
163
Debe, en acto de autocrítica, desgraciadamente aceptarse, que este documentucho se halla marcado por el
delito de principio: de una búsqueda espiritual individual, con respecto de la “lucha de clases”, de la práctica
objetiva, que ha permitido, de todos modos, romper con la ideología burguesa; pero, no obstante, este gesto en la
vida, ha ligado “por siempre” la existencia personal al “destino de la clase obrera y su partido”.
164
Los pasos de reflexión dados para salir de la preocupación personal en torno de las clásicas cavilaciones
filosóficas: ¿qué es el Universo?, ¿cuál es su origen?, ¿es finito o infinito?; ¿qué es el ser humano?, ¿cuál es su
procedencia?, ¿cuáles son su papel y razón de ser?, ¿tiene sentido la existencia?; ¿hay fundamento pertinente al
respecto, en las especulaciones religiosas?, han conducido a la producción del presente voluminoso trabajo.
165
El señor epistemólogo asume al marxismo, en su versión sectaria amputada, como la conjunción de tres
aspectos: teoría dialéctica sobre la sociedad, humanismo militante y epistemología (Lanz, Rigoberto. Dialéctica
del conocimiento; Caracas 1977).
166
Aquellos que manejan la teoría del Comercio Internacional son gente que está viendo el mundo en su
integridad aunque sea a partir de la sola óptica de la esfera de los negocios; de allí pudieran sacar como
conclusión los cosmólogos, que la conquista del “espacio” depende de lo que ocurra en los “toscos hechos
económicos”. Pero también, quienes creen sinceramente en los OVNIS, aunque sea de modo fantasioso, a la
Tierra la ven en el contexto del Universo. En verdad, los insumos necesarios para hallarse equipado para
formular una hipótesis sobre la realidad: su estructura, el proceso y su razón, son: la Cosmología, la Filosofía (en
su naturaleza mesológica -coordinadora/integradora- y epistémica), la Sociología (geopolítica), la Psicología y la
Genética (Neurogenética).
167
Sobre la famosa discusión si es el medio o si son los genes los formadores de la personalidad, es verdad que
hay cierta predisposición ontológica hacia la definición del tipo de contextura (obesidad o flacura) que, a su vez,
188

adecuada de las tendencias de la vida humana y del escenario futuro -Google: 2012 parte II
(La hora del Gran Cambio)/Buenasiembra-, ahora bien, el vaticinio es muy pronto: 12 años;
Moravce, en cambio, plantea una fecha más realista: los 50 años, cuando el mundo esté
completamente robotizado y el capitalismo haya cesado (los chinos, por su parte, consideran
que lo que ellos llaman “primera fase del socialismo” va a durar 100 años –a partir de la
década de los 60 del siglo XX-, cifra que no se distancia mucho de la proyección dada por
Wallerstein, Moravce y otros). En la formulación de la razón verás en torno de los hechos, la
mente debe atender los dos frentes, pues, la Cosmología entrega la dirección general de la
existencia humana; la Historia (la Sociología) confiere –por su parte- la ruta de la vida: como
presupuesto de pasos a través de los cuales tortuosamente se realiza su sentido 168 . La citada
conducta de formación del concepto, arroja como resultado una concepción supratotalizante, a
la que, en el caso presente además, se la implica en panoramas de la mente de orden
políticamente comprometidos, en sentido clasista clásico.
En torno de las primeras repercusiones (avatares, reacciones) provocadas por este
trabajo en el propio Ecuador, en Quito, el mismo –se insiste- se ha hecho merecedor a tres
cuestionamientos (también se han recibido comentarios favorables, por supuesto): de parte de
un economista, de un sociólogo y de una persona especializada en el área de la cibernética,
muy dedicada al estudio de la psicología clásica occidental (personajes éstos, todos
idealistas). El primero ha expresado inconformidad con el argumento, a partir de una posición
totalizante de la Filosofía Oriental, concretamente: de las “eras cósmicas”; al segundo, la idea
le ha parecido un “supuesto a priori forzado”, esto es, una exposición –tal como él lo siente-:
“surrealista intrincada”; mientras que el tercero se ha pronunciado de modo mas bien
desafecto, enfatizando aspectos puntuales, de detalle, sobre menciones no consistentes en
materia de automatización e inteligencia artificial (al respecto, sólo un argumento se vierte a
modo de defensa: no se niega que se haya incurrido en más de una imprecisión e, incluso, en
exageraciones en relación con ciertos tópicos complejos, especializados en materia de elevado
saber y desarrollo técnico, no obstante dichos defectos son propios –humanos- en el desarrollo
de un proceso expositivo con pretensión totalizante –“quién mucho abarca, poco aprieta”, se
suele sentenciar-; empero, huelga decir también, que para ciertas personas, la autenticidad, la
“honestidad intelectual”, son ilegítimamente anatemizadas de radicales y sectarias). En otros
ambientes, se pensará incluso, que la persona que plasma estas anotaciones, está desquiciada
o que es proclive a las fantasías (este punto de vista, tampoco se corresponde con la verdad de
los hechos, pues, se ha tenido sumo cuidado en no comprometer la matriz ideológica
implicada: el marxismo). Actuando con inmodestia y prepotencia, debe sostenerse, que a este
esfuerzo le toca algo de lo que el señor Coronel Hugo Chávez F., Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela dice afirmara el gran Libertador Simón Bolívar muy joven en
Europa: “… esa misteriosa incógnita habrá de ser despejada en el Nuevo Mundo”.
En todo caso, en las tres primeras impresiones (cuestionamientos) referidas, no se logra
captar el “núcleo fuerte” de la entrega, a saber: la intención de dar respuesta (si es que otro no
lo ha hecho ya 169 ) a la pregunta crucial: ¿por qué la materia ha evolucionado hacia su estado
interviene en la modelación del carácter; pero las zonas neuronales donde se asienta la memoria adquirida,
vienen vacías en el nuevo ser, mientras que la conciencia se forma completamente en el proceso de la vida en
sociedad (ésta es ley ineluctable).
168
Es normal advertir sobre y en este punto, que cuando se adopta una conducta expositiva inherente a abordar al
mismo tiempo varios aspectos de la totalidad, naturalmente: en forma en extremo abstracta, dicha actitud
usualmente es anatemizada como pedante, irresponsable, reprochable; empero, si no hay manera de evadir el
“vicio”, el lector debe hallarse en condiciones de hacer esfuerzo por “leer entre líneas” (tener cierta iniciación en
las materias tratadas y en su nexo recíproco), de otro modo, la exposición se vuelve incompresible, pues, semeja
una “fanesca inabordable”, respecto de la que –nuevamente- el lector se prejuicia, en la medida en que suele
hacerse un concepto peyorativo del texto. La actuación literaria prescriptiva y prospectiva, y no simplemente
descriptiva, lo cual constituye el desarrollo lógico necesario del discurso, suele ser recusada virulentamente (es
verdad, que Marx no era afecto a diseñar recetas –contistas-, pero tan sólo en sentido funcionalista, o sea, en
apoyo a reprimir las contradicciones del capital, puesto que sí se pronunciaron él y Engels en sentido propositivo
en el Manifiesto e incluso adelantaron ciertas formas de la nueva sociedad); de todos modos para escándalo de lo
“escépticos”, es necesario también, dejar volar la imaginación sobre cómo será la humanidad superior que viene,
en atención a los tres pisos que todo grupo humano tiene: base, “superestructura” y forma de conciencia social.
169
Entre los grandes, Newton tuvo su doble: Leibniz, Darwin también: Wallace; incluso Marx lo tuvo: un obrero
ruso (según Trotsky). Sagan, Hawking, Penrose avanzan bastante en la explicación del fenómeno humano
(naturalmente, no se incluye aquí a Marx: a la máxima excepción en la historia del pensamiento, quién mucho
antes lo hizo: y bien); particularmente Penrose (según el señor Físico Franklin Erazo, el cual redondea y da
189

consciente; por qué se ha tomado esa molestia? Lo cual quiere decir: pretender acceder a la
explicación en torno del papel del ser humano en el Cosmos; con lo que se deja sentado, que
en este ensayo se trabaja en un proyecto muy agregado, suprageneral, que entiende que el ser
humano: el que viene, es el resultado de tres superaciones: 1) del trabajo (del físico, del
productivo-material), 2) de las religiones (de todo tipo de creencias ultramontanas) y 3)
del Eros (sacudirse del imperio de la esfera sensorial) 170 . En ese cometido se describe a la
transición en curso: como el momento humano en el que termina (la estocastia: el
mercado 171 ) el proceso de su conformación como el sujeto que debe completar el saber total y
su confirmación, para lo cual está llamado a resolver: a.- la “cuestión social” (superar
definitivamente la conformación clasista de la especie); b.- la “cuestión global”
(autosustentar una política de equilibrio dinámico de manejo del entorno y, completar el
proceso de unidad indiferenciada e indisoluble de la humanidad –globalización,
mundialización, internacionalización, planetización, hemisferización,...: los Estados
territoriales convertidos en un ámbito espacial minúsculo para el crecimiento del capital, el
cual reclama mayor superficie 172 ); y, c) la “cuestión ‘espiritual’” (atender problemas de
discriminación técnica y de subprogreso intelectual; en la fase de transición del trabajo
humano a las máquinas, el obrero se maquiniza, cosifica, unilateraliza y amputa su conciencia
en cuanto simple recurso-fuerza superespecializado realizador día tras día de una actividad
que de modo monótono carcome su vida –en la fábricas alemanas Opel y Volkswagen, en la
primera década del siglo XXI pasa eso- mientras que los robots se humanizan: “piensan”,
“toman decisiones”, realizan varias tareas productivas), de modo de empezar a atender la
verdadera “cuestión”: la “humana” (agotar las posibilidades de la propiedad de la
inteligencia, proceso en el que la materia se troca en su contrario: la idea), aparapetado en la
aplicación de las bondades de la inteligencia mixta: interfaz natural-artificial (sólo de este
modo un ser humano deja de ser parte del montón o de la elite), de la robótica, de la
criogenización, de la vitrificación, de la prolongación de la vida, de las leyes cósmicas (la
relatividad, las cuerdas, los agujeros negros, de gusano, los atajos –encorvamiento-, los
desplazamientos de masas en el Universo,…),... e instalado plenamente en la fase que se ha
dado en llamar “tercera naturaleza” (momento en el que el ser humano se sirve a la vez de la
naturaleza y de la cultura –robotización- para simplemente cumplir tareas del conocimiento
racional). Naturalmente, que esta idea es radical y definida (la exposición de la “concepción
científica del desarrollo humano”,): recupera el aporte crucial dado al proceso por el
proletariado y la importancia del marxismo en él.
Para morigerar toda posición de valoración peyorativa a priori sobre estas líneas, se
hace la advertencia en torno de que en el presente opúsculo se conviene en exponer las ideas
contrariando el modelo sistemático de la “epistemología” burguesa (empirista, racionalista,
coherencia a su pensamiento) avanza hasta el umbral de la resolución teórica del enigma, al proponer que con la
presencia del ser humano el Universo demuestra su viabilidad, mientras que aquel valida la optimidad de éste.
170
Ahora bien, no se insinúa, que ya, inmediatamente, la humanidad debe renunciar a la vida de los sentidos: de
ningún modo (“no se puede pedir peras al olmo”: ¿imagínese a los jóvenes y robustos sementales brasileños
sometidos a represión?); no, puesto que la mayor proporción de integrantes del género estaría dispuesto a
ofrendar la vida antes que apartarse de la pasionalidad. Lo que se sostiene es, que se trata de una fase, la más
desarrollada, larga y última en la historia, que forzosamente tiene que venir al interior de la humanidad, como
efecto de la robotización y luego de pasada una larga etapa en Sodoma y Gomorra para el género. El esfuerzo es
titánico: someter al lado derecho del cerebro, volverlo racional disponiéndole a que cumpla funciones
relacionadas es eliminar el hedonismo empresarial (lucro), el pasional (amor) y sobre todo, la mitología religiosa
(la Fe); hacia allá va la humanidad.
171
La noción es determinista por entero: 1) por que se reconoce de ese modo los hechos; y, 2) en la medida en
que el proceder aleatorio de los hechos constituyen el potro indómito que será sometido al orden y al control por
parte del ser humano, a través del progreso del conocimiento y la tecnología (en buen romance: esa es la misión
de la inteligencia).
172
Marx sostiene en la Introducción del 57, que los sistemas orgánicos tienen la cualidad de supeditar todo al
proceso de su concreción e incluso crear los órganos que le faltan (y anular los que se le oponen). El ser más
desarrollado –el orgánicamente más perfecto- de la naturaleza: el ser humano, detenta esa cualidad: ha creado,
está produciendo todos los elementos que contribuyen a su perfección, los primeros instrumentos, la técnica
moderna, los sistemas sociales, la ciencia. El capitalismo se comporta así, solamente que en la actual fase esta
ley se completa con la remoción de obstáculos hacia su universalización; por tanto, esta es la determinación de la
“frustración” del intento racional de organizar la historia: el socialismo. En realidad, el proceso de globalización
llevado por mano capitalista, es revolucionario tomado en sentido histórico; si el mismo se trunca como efecto
de su supeditación al interior del “choque de civilizaciones”, la humanidad ingresaría en una cruenta encrucijada:
es más fácil del luteranismo saltar al nuevo orden humano, que del islamismo.
190

positivista); con ellas –por otra parte- se pretende poner por escrito algunas premisas
(verdades científicas –leyes, hipótesis- y valores), en orden a formular primariamente la
“reafirmación” de la formación ideológico-teórica marxista, en la continuidad de su “objeto”
(conforme a dicha consideración no se toma al Marxismo como “paradigma de base”, sino
como corriente de pensamiento en proceso hacia una mayor totalización –dixit Agustín Cueva
Dávila). En tal sentido, quién se interese por este manuscrito: por su trama y coherencia, debe
darse el trabajo: dispensar el favor de descubrirlos, y éste es un requisito, anterior a cualquier
recusación. A de advertirse, por otra parte, que el abordaje discursivo de un tema a través de
formular los contornos de la totalidad inscritos en una perspectiva histórica de largo plazo,
puede incomodar; no obstante, quien tenga la bondad de seguir estas reflexiones, tiene que
estar dispuesto a descender de lo general a lo particular, en la medida en la que –aquí- el
método de exposición se halla invertido: se procede de lo concreto a lo abstracto, del futuro
lógicamente hipotelizado se viene (interpolación) especulativamente al presente y se va al
pasado (existe ya toda una tradición al respecto; mírese por ejemplo el contenido prospectivo
y totalizante de esfuerzos burgueses: los libros acerca de las “Olas” de Toffler, el “Trabajo de
las naciones” de R. Reich, “La sociedad poscapitalista” de P. Drucker o el “Fin de la Historia”
de Fukuyama). En realidad, la determinación abierta por el proletariado y el socialismo
“devenidos”, se impone de este modo en el escenario global en transición en curso: la nueva
cualidad histórica heredada por el marxismo a la historia se plasma de forma parsimoniosa y
sistemática copándolo todo a partir de su inserción en cada intersticio rumbo a su
configuración completa: el concreto 173 .
Merced a su carácter, las aventuradas y desenfadadas predicciones expuestas en la
porquería toda, demandan formularse una disquisición adicional. Las hipótesis planteadas, se
piensa tienen su laboratorio de prueba en el devenir de los hechos; atenta la seriedad de
conducta, en cambio, su pertinencia lógica y argumental constituyen sus principios de
“demostración” (coherencia formal a priori). La aceptación de estas pre-tesis, no puede ser
sólo opcional; el lector prevenido entrará en relación con la base “objetiva” del discurso, al
ilustrarse sobre las grandes tendencias en las que se dibujan los gérmenes del provenir; caso
contrario su autor se contenta con haber despejado ciertas incógnitas y ver de modo más largo
el desarrollo evolutivo humano, del cual se ha formado parte pasiva, y encontrar solaz en
ello 174 . Estas construcciones prospectivas tienen, por tanto, una fortaleza y una debilidad,
como se dice en el presente en lenguaje estratégico empresarial 175 . En el primer caso, como
173
Si se revisa la trayectoria seguida por las revoluciones liberales, se advierte que ellas no se produjeron en
todos los países capitalistas más desarrollados, como por ejemplo en Alemania o en el territorio austro-húngaro
(en Inglaterra estuvo mediatizada por razones religiosas); tampoco estas revoluciones se produjeron en cascada:
fueron presentándose poco a poco en varios núcleos del capitalismo desconcentrado, como es el caso de la
guerra entre el Norte y el Sur en EU; sus rasgos se han aplicado (penetración del capitalismo), incluso de modo
reaccionario (vía junker) en toda la faz del mundo. No hay razones luego, para reclamarle precisión formal al
socialismo: éste está vivo y se realiza a espaldas de la humanidad, creando las condiciones para que entre en
escena directamente el comunismo.
174
La postura que atalaya el devenir, posible hacerlo por parte de “aquellos individuos que se elevan a la
comprensión general de la historia” (Marx-Engels: Manifiesto del partido comunista). Esta intelección, no
solamente que hace referencia al presente y al pasado, sino también al porvenir. Se puede suponer el futuro con
precisión milimétrica (la realidad orgánicamente conformada es de tipo regular; esa propiedad permite
extrapolarla de modo subjetivo). Un razonamiento comparativo sencillo es pertinente. Por ejemplo, sé que voy a
morir un cierto día a futuro: dicha previsión/predicción de Perogrullo, es confiable; de qué manera voy a decesar,
en qué lugar, cómo van a ser mis últimos días, claro que no puedo preverlo del todo; pero aspectos como que
debo seguir respirando, alimentándome, trabajando, etc., se puede predecir con precisión. La humanidad va a
concluir en un momento a futuro; como un ser humano debe envejecer y volverse sabio y racional: sabia se
volverá la humanidad con el desarrollo científico-técnico. La diferencia está en que muchas personas viejas de
las presentes y las más próximas generaciones, morirán sin conocer “todo”; en cambio, la humanidad
representada por las últimas generaciones a futuro (Sagan pone una fecha: los 10 mil años), conocerán todo y
habrán conquistado la libertad de elección sobe vivir para siempre o renunciar a la inmortalidad. Esta inferencia
futurible, es exacta.
175
Prospectiva: verdad anticipada; mirada a lo lejos, utopía fundada en hechos, proyección múltiple (la manida
idea de la “diversidad”, del diversionismo), según refiere el pensamiento del establecimiento en extensión de las
tesis del liberalismo económico al nuevo arte; empero, el orden de la realidad suprime las opciones, cierra las
posibilidades, lo cual indica que la posición más sensata es realizar la proyección lineal supeditada
completamente a la racionalidad. Prospectiva presuntiva. Es verdad, que toda predicción es presuntiva; la
presente está basada en la proyección de las tendencias reales, con enfoque lógico-científico: no desperdicio de
opciones, optimización, maximización, como es la expectativa de la racionalidad instrumental
weberiana/hayeckiana.
191

las predicciones sucederán (o no sucederán) en un futuro lejano (o quizá pronto, sobre todo si
se considera el carácter vertiginoso del proceso de desarrollo científico-técnico al momento
–en la actualidad se comenta que la humanidad duplica todo su saber en meses: “su
incremento no es gradual sino hiperbólico”), ya no estarán vivas las actuales generaciones (los
posibles detractores de estas lucubraciones): no podrán respirar para demostrar que se estuvo
equivocado; en el segundo caso, tampoco en lo personal se estará presente para constatar que
se tuvo razón, en el evento de que los hechos cristalizados, confirmen la certeza de las
predicciones (Keynes una vez dijo: “en el largo plazo todos estamos muertos”). Sin embargo,
las aseveraciones formuladas en torno de lo que viene para la “raza”, tienen el aval de la
consistencia y fundamentación lógica (“principio de anticipación racional”): las tendencias se
proyectan con criterio materialista (a la manera de la positividad de las predicciones
meteorológicas 176 ), por lo que ellas son depositarias de actos de sensatez provenientes del
juicio, que se sustenta en hechos reales conocidos. El presente trabajo, a su vez,
“intuitivamente” fue planteado para atender necesidades personales bien definidas. El primer
objetivo del mismo, fue “comprender, aunque sea de modo fantástico, lógicamente
acomodado, el orden total de la existencia”; este propósito ha sido cumplido con creces. El
segundo fin, fue de carácter medial, operativo: acercar a las personas interesadas, el enfoque
desarrollado; esta pretensión, se halla pendiente, pues, la misma ha visto enfrentada a
complicaciones, en el orden de su difusión. El tercer objetivo fue pensado con fines
eminentemente políticos prácticos: competir, batallar con estas ideas (comprender el presente
mediante aproximación reflexivo entre el pasado y el futuro- su hipótesis- y actuar en él);
también este interés se halla en espera, en suspenso, en carpeta, de manera que, frente a la
“empresa” en su totalidad, falta el 75% por hacer.
El rumbo que se espera siga este escrito (el saber tiene que fluir sin ataduras: “moverse
libremente como el viento” -Gerónimo), esto es, de un ejercicio que realiza la propiedad de
una “unidad mínima de inteligencia” y que justifica al mismo tiempo su existencia –el cual,
en la posición puramente filistea escribana, es único, pues, se ha decidido “poner toda la carne
en el asador de una buena vez”, o sea, no contribuir a atiborrar con más papel al planeta,
habiéndose optado por producir la versión de los hechos destinada a concentrar todo lo que un
ser de las características personales puede decir (esfuerzo que expone el nivel concreto de
conciencia alcanzado, y que por su contenido prospectivo extremo, incluso ante la estructura
psicológica irreverente del mundo actual, puede resultar en cisma; pues, en cuanto producto
de la mente, el mismo ejemplifica la forma de uso de las condiciones material-espirituales a
disposición para el ejercicio del pensamiento)-, debe corresponderse con las oportunidades
que abren las nuevas circunstancias asociadas con el desarrollo de la tecnología
comunicacional (“compresión del tiempo y del espacio” –sic), sobre todo en atención a que la
humanidad se halla interrelacionada de manera virtual y de que en las “redes sociales” el libre
acceso permite “construir” de modo espontáneo y colectivo la idea 177 . En realidad, debe
176
La computadora actual es una prolongación, todavía rudimentaria, del cerebro (como un palo es la extensión
del brazo de quién desea alcanzar una fruta yacente fuera del alcance de su mano en un árbol). El teléfono
celular, en cambio, cumple el papel de “sinapsis” entre conciencias, en ese plano ese instrumento de
comunicación es una tecnología mucho más eficaz (pero la comunicación inalámbrica es un mecanismo, también
elemental); en el carácter de tal, la referida constituye la más clara tendencia de progreso inscrita en la esfera del
avance espiritual, cuya proyección a futuro permite advertir su momento de concreción: la forma desarrollada de
sí, que permea la conexión en interfaz entre cerebros; en ese sentido, el teléfono celular por ahora, es un medio
de formación de “redes cerebrales” por el cual se potencia el proceso del pensar (la “nube electrónica”, las “redes
sociales”): la asociación de paradigmas, de patrones, de sistemas de ideas, de mundos subjetivos, de universos de
pensamiento, entre unidades completas de inteligencia.
177
El aspecto más saliente de este libro está en haber descubierto la base ontológica, la determinación del sentido
de la vida humana: aquel hecho explicativo, que deja a un lado el apotegma que imputa el emocional
sensualismo consciente como el ser “para sí”, de este tipo de vida o el objeto prefijado religioso-mitológico de la
misma; o sea, el haber conseguido poner en relación la “teoría de la propiedad” con la “teoría de la praxis” en su
condición de contradicción aparente entre la generalidad y la particularidad en el desenvolvimiento de la esfera
orgánico-consciente-autodirigida de la materia, en la medida en que la actividad racional realiza en un nivel cada
vez más alto la inmanencia de la cualidad específicamente humana (la inteligencia), que conduce su destino y
desarrolla el sentido supremo (el haber ordenado –propendido- conceptualmente todos los avatares cósmicos,
naturales e históricos, según ese principio). ¿Podrá una mente bien intencionada batallar con un entorno social
complejo e indiferente? El curso de la vida conferirá la respuesta: el presente esfuerzo puede finalmente terminar
como “elefante blanco” o pasar a ser un emprendimiento cuasi monumental. En todo caso, en el mismo se ha
hecho el intento de guardar fidelidad, abnegación, lealtad para con el proletariado, con su doctrina: el Marxismo-
Leninismo, con Marx, Engels, Lenin y Stalin, y con toda esa pléyade de pensadores marxistas y revolucionarios
192

declararse siempre (puesto que al margen de la idea y la persona, muy poco se habría
avanzado en el plano del trabajo gnoseológico: sin los mismos, uno se sentiría
intelectualmente derrotado), que en el presente texto se ha intentado seguir a Marx y al
prominente señor Federico Engels de Dialéctica de la Naturaleza (a Hegel y su Doctrina de la
Esencia) 178 , de manera que resulte un ejemplo que recuse y muestre al mismo tiempo, al
llamado “pensamiento rizomático” (Deleuze-Guattari), al de la “complejidad” (Morín), en la
medida en que no se requiere de tales metodologías a fin de trasponer en el cerebro, la
realidad como idea; que, para no caer en los formalismos de “rizoma” y “complejidad” et al,
la conducta filosófica-metodológica saludable en la esfera de la ciencia in abstracto (de la
social, en particular), es considerar cómo la propia forma de la realidad investigada orienta y
define la manera de proceder del pensamiento para captarla en su objetividad, acto en el que
la mente actúa por aproximaciones sucesivas: del modelo abstracto al de mayor
comprehensión (producto, que es, en realidad, un “calco” dinámico –realismo- refigurado por
la conciencia) 179 .
La evolución del saber “positivo” se apoya en la inferencia y en los hechos. Este modo
de producción de conocimientos, recepta el “desarrollo lógico de la teoría” y/o el “desarrollo
objetivo de la teoría” (“la producción ideal se transforma con la transformación de la
producción material”); el primer caso, es una forma silogística aristotélica de pensamiento,
que corre el riesgo de reducir la base ontológica de la reflexión; en el segundo, en cambio, es
el ontologismo el peligro; pero siempre la mente debe discurrir en el plano real (a los
linfocitos T: encontrar la diferencia entre lo propio y lo extraño), al que tiene que imponer las
cualidades de la inferencia dialéctica 180 . De conformidad con la regla epistemológica, la
percepción directa de los hechos establece que en la realidad reside la “idea”; en la primera,
ésta última y los propios hechos mesológicamente se interpenetran como fuerzas conducentes
hacia un solo resultado: formularse el supuesto en el que intervienen los datos de la
percepción directa, ordenados por el concepto que de ellos la ciencia dispone; el método
con la pluma y la espada, que han engrandecido la conciencia social y han hecho girar la rueda de la historia con
sentido racional y axiológico. Tan serio es este aspecto, que se ha mantenido una conducta de “vigilancia
epistemológica” (test de coherencia) permanente, escrupulosa, sobre el trabajo personal, para no operar con
desviaciones oportunistas propensas al revisionismo.
178
Se hace caso o miso (“de la vista gorda”), frente a las objeciones de Bobbio: “es preciso evitar el recurso fácil
a las citas consagradas y a lo que Norberto Bobbio llamó, con razón, reverencia exagerada a los pasajes clásicos
o a los intérpretes autorizados” (Bobbio citado por Nervo y Monseff, en: Nervo, Adriano y Monseff, Renato. El
Estado como institución. Una lectura de las “obras históricas” de Marx, 2008). No obstante, parece mejor
glosar antes que quedarse a bajo del pensamiento anterior, por darse de original.
179
El documento ha sido elaborado teniendo en cuenta los límites que el momento impone a todo estudio
abarcativo, que pretende ser serio: la posmodernidad; en efecto, hoy las generaciones jóvenes, a las cuales va
dirigido por fuerza el trabajo (como a las que vienen), recusan con su indiferencia los grandes y complejos
relatos, siendo proclives a los pipers en Internet (la determinación real indujo a poner el trabajo como “pequeño
relato”, para adecuarse a los desafíos de la época). Por tanto, con el fin de capear esa falencia, el escrito se
distribuye en cuatro partes: en 111 páginas (en hojas tamaño INEN), se presenta un resumen aprovechable para
quienes se interesen por las ideas, pero que no deseen detenerse en ellas (se incluye el llamado Abstrac, la
introducción y el índice general; esta sinopsis ha sido radicalmente ampliada con el propósito de dar cuenta a
través de ella, de los aspectos nodales tratados en el trabajo); a continuación se introduce un esquema, en el que
se grafica el planteamiento total, dirigido a personas que tienen premura y a las que les atrae el pensamiento
simbólico, conciso; luego se desarrolla la materia en alrededor de 200 páginas en el primer libro, pensando en
quienes, motivados por la lectura del resumen y de la percepción sobre el esquema, decidan ampliar la visión
sobre el tema (el primer libro, que originalmente fuera pensado para que contenga tan sólo el resumen, ha sido
ampliado de modo intencionado, debido a que se presume que será forzado pasar de él y entregarse a la lectura
de la obra completa, lo que llevó a incorporar en el primer tomo, todo lo más importante del trabajo); y,
finalmente, se despliega el tópico in extenso en unas 800 páginas (tres tomos), en honor de aquellas personas
interesadas que deseen horadar en el pensamiento total del autor. Además, en la contraportada se vuelve a tratar
el tema, con motivo de la descripción de la portada, de forma resumida y descriptiva. Finalmente, quizá por
razones relacionadas con el deseo de remarcar la tópica discursiva, en el interior del texto y cerca del final en el
cuarto libro, se incluye también una autoentrevista, en la que se desarrollan de otra manera las mismas ideas.
180
El punto topa el complejo problema epistemológico de constitución del conocimiento en las áreas de las
llamadas “humanidades”, el que en la parte formal remite a tres tópicas: 1) el conocimiento conduce a la lectura
del sistema teórico existente legado en forma documental (la mirada de otros sobre la realidad: si son o no
abstracciones buenas –L. Althusser); 2) la propia mirada personal sobre los objetos que se ha plasmado como su
teoría (si es también la nuestra, buena o mala abstracción); y, 3) problemas de adecuación del concepto con la
realidad, en la medida en que ésta es histórica, cambia. En realidad, la verdadera “hermenéutica” asume el
sentido de un texto, cuando se demuestra fehacientemente que el contenido de éste se corresponde con el de la
realidad, y una vez que se advierte que acoge el valor del humanismo supremo en su proyección programática.
193

consiste en mantenerse especulativamente en el plano real de la totalidad siguiendo los nexos
internos del proceso y su movimiento: las contradicciones que hacen la realidad tal cual como
ella es, las que establecen la propensión del paso a su siguiente estado (método ascensional).
En la disquisición en torno de la esfera global que viene, la base material del pensamiento,
únicamente encuentra posibilidades limitadas, en la precisión de la logicidad inserta en la
proyección de las tendencias reales; esta audacia, también puede ser considerada como
subversiva, en tanto se la hace sobre una específica posición de clase (si el pasado y el
presente pueden ser vistos con los ojos del gran Carlos Marx, es plausible hacerlo de ese
modo también con el futuro). Si las conclusiones pueden tener impacto inmediato, queda
pendiente, no obstante, el valor “energético” de premisas, que alimenten el frente de batalla
objetivo de izquierda por venir (al respecto un consecuente combatiente popular ecuatoriano:
Dr. Diego Delgado Jara, sostuvo: “¡la oligarquía debe pedir al cielo que no haya otra vida,
porque allí continuará mi lucha en su contra, porque mi lucha es eterna”!).
En todo este proceso: ¿qué papel ha desempeñado Marx? Marx: ¡no ha muerto! Marx
está vivo; Marx, Engels, Lenin, Stalin existen; Marx, Engels, Lenin, Stalin, Zetkin, Hoxha, el
Che, Cueva, Fidel moran en cada marxistaleninista. Se declara, que todo marxistaleninista que
respira, es un “clon” de Marx: un clon de clones (concreto de clones; clon concreto: “síntesis
de múltiples determinaciones” desarrolladas). La conciencia no es más, que la penetración de
los mundos natural, social y espiritual, mediante el asiento de esta información en las zonas
específicas neuronales de la memoria, en el hardware natural humano 181 . El proceso es
“autodidacta”, se produce a través de la operación de los órganos de los sentidos, y formal
según es el tipo de aprendizaje institucional, e informal dado en el curso de la vida (educa la
historia de modo cruento), llevado en el seno del grupo de referencia (hoy, la humanidad toda,
con Internet y las TIC). Para el caso de personas de izquierda actualmente vivas, la estructura
de su conciencia articula de modo conflictivo los contenidos de la ideología oficial burguesa y
religiosa, y la marxista-leninista. Al haberse renunciado a la ideología primera (idealistareligiosa/burguesa),
en cuanto proceso de socialización impuesto coercitivamente en el seno
de la familia y por el conjunto social en los primeros años de la vida, la nueva conciencia
(materialista/proletaria), debe reconocerse, que dicho cambio de locus filosófico de 180°, es el
resultado del “reclaveado” de la mente como efecto de la conciencia legada a determinado
sector de la humanidad por Marx. ¿Qué índole de conciencia vive en este tipo de personas? La
conciencia capitalista, la religioso-católica; no obstante, ambas han sido rechazadas, pero
yacen de todos modos en sus mentes como un estorbo por cuanto no es posible formatear el
cerebro y liberar esos campos para llenarlos con mayores argumentos del marxismo y de la
ciencia. La conciencia estructurada constituye los conocimientos del pasado e imperantes,
admitidos voluntariamente; esa conciencia viene a ser las ideas de Marx, de Engels, Lenin,
Stalin, Cueva, Fidel, naturalmente con la coetánea vigencia de las ideas científicomaterialistas
de las diversas Ciencias Naturales, Sociales y Lógicas. Marx, Engels, Lenin,
Stalin, no han perdido vigencia: las ideas que se profesa por dicho sector de clase, hacen de
las personas integrantes la “reencarnación” de ideario de los cuadros políticos del proletariado
mundial, con las improntas añadidas de orden actual 182 . Lo cual quiere decir, que la
conciencia no muere: ésta vive en cada cerebro en el que se ha asentado, de igual modo como
las ideas de la Biblia y de Cristo existen en la mente de los cristianos 183 .
181
La idea en concreto: el ser humano es hardware y software (en lenguaje actual). Hardware –para este casoconforma
el sistema neuronal de las células cerebrales intermedias y las del neocórtex; software es la conciencia
(banco de información orgánicamente estructurada con sentido, junto con los métodos del vivir); ahora bien,
tanto hardware como software constituyen materia (neuronas y conciencia). En el hardware (materia) se asienta
históricamente la conciencia (el conocimiento humano y el conseguido de forma personal); conciencia que es
también materia de otro tipo: la forma más alta de evolución y organización de la materia, en movimiento). En
mi hardware se ha asentado principalmente la conciencia marxista, en ese sentido soy un clon de Marx (como
quienes en el mundo tienen –o se dicen tener- la conciencia marxista, lo son).
182
El poder de estos valores (del “ethos” marxista), que han sido muy bien transmitidos, en el marco de una
relación social “intemporal” formadora de identidad entre sujetos que han existido en momentos específicos del
escenario social común generador de valores y del proceso de racionalización axiológica sobre ellos: el sistema
capitalista; “valores que fundan, organizan y regulan simbólicamente” ese tipo de vínculo político
transgeneracional (epocal).
183
De entre los más radicales y punzantes detractores ofensivos de quienes se identifican y sustentan sus puntos
de vista en producciones intelectuales pasadas está Rigoberto Lanz, afamado epistemólogo venezolano. En la
contraportada de su libro: Dialéctica del conocimiento, se pueden leer opiniones alusivas: “Mi posición es
inequívocamente antitética con todo marxismo que pretenda imponerse en nombre de consagraciones y
194

El sistema de nocionalidad comprehendido en las presentes anotaciones: ¿puede
asumírselo como extensión de la forma clásica de modernidad en la cognición: continuum
iluminista de percepción, sujeta al modo de ser de la realidad, que refleja pero que se
mantiene a distancia frente al objeto pensado? o ¿no es más que la respuesta a los entuertos
generados en la mente por la “hegemonía cultural” de las disciplinas de la “deconstrucción”
posmoderna? En todo caso, es la “fe ilimitada” en las potencias de la inteligencia, mucho más
que en la racionalidad de la voluntad. La “modernidad occidental”: ¿ha fracasado? ¡No! El
sistema social en el que paradójicamente se inspiró y desarrolló está agotado (una vez que el
mismo ha servido de vehículo para que la inteligencia se objetualice como instrumentos de
promoción ulterior de su realización); los productos civilizatorios de esa etapa (el modo
burgués de producción) se elevan refulgentes y siguen siendo la base de los futuros procesos
humanos (no obstante, el porvenir no se “construye”: un recién nacido no “construye” su
futuro, sino que inicia la realización del sentido de su existencia –dado por su “tiempo”
histórico y por el grado de maniobrabilidad permitido sobre él, que él mismo lo estatuye-,
mientras transcurre el desarrollo orgánico de su ser prescrito de modo genético y mediatizado
por el avatar social que se rige por la ley que cronológicamente lo preside). La humanidad
continua su avance hacia nuevos escaños de civilización sobre los “lomos de la ciencia”;
guerras, pobreza, afectaciones a la naturaleza, escatologización de la vida, han sido
subproductos necesarios del proceso civilizatorio, que deben –van a- ser eliminados en la
nueva etapa; pero al margen del sistema dado y de sus secuelas, el ser humano –los grupos
que no se autodeterminen de ese modo- se encontraría entrampado todavía en la
premodernidad (la aseveración puesta, no es justificadora del capitalismo; simplemente con
ella se levantan descriptivamente los hechos). El ser humano no ingresa en una nueva etapa
(”paradigma”) porque sea su deseo; tampoco se puede hacer responsables (como lo hace
indebidamente el posmodernismo 184 ) a la ciencia y a la técnica del curso y fin que han
seguido, con lo cual se deja incólumes las testas de quienes los han instrumentalizado. Este
“saber”, luego, tiene poco de dogmático, puesto que la fuerza argumental decidirá sobre su
verdad (tampoco habrá de variar en su esencia en relación con la postura subjetiva contraria a
que dé lugar 185 ); solamente, en cuanto proceso gnoseológico, manifiesta que unos pueblos
distribuidos en la Tierra se mantendrán entretenidos en el mundo y así retornarán a la forma
primigenia de materia inconsciente; mientras que otros (desgraciadamente los capitalistas de
la modernidad positivista, iluminista, ilustrada, del progreso) desplegarán todo el poder de su
inteligencia en términos científico-técnicos y llegarán a coronarse como “dioses” (del
‘verdades establecidas’. Si ‘lo que dijo Marx’ o ‘lo que dijo Lenin’ es cosa que poco me interesa si ello no sirve
para producir –aquí y ahora- una posibilidad revolucionaria” (ninguna revolución efectiva ha salido de la mente,
de la pluma, de este personaje, como es usual en el comportamiento pedante de similar tipo en otros “teóricos”).
Soberbia, que no permite reconocer el esfuerzo precedente, su aporte, como fundamentar en él, los nuevos
desarrollos teóricos (como negar, matar las ideas anteriores de Arquímedes, Galileo, Kepler, Newton,
Einstein,…).
184
Es tan estúpida la conducta observada por las bases y la intelligentzia integrantes de esta supuesta fase
histórica, que la misma puede reflejarse empíricamente en el cretino cambio de la palabra conocimiento por la de
“relato” (tal cual como a un macho humano se lo puede hacer pasar por un homosexual masculino); este giro es
monstruoso (como es la tolerancia al homosexualismo, que combaten –imos- los “homofóbicos”): compromete
al conocimiento, ubicándolo en el plano simplemente de la descripción vulgar.
185
Sobre las apreciaciones de Terry Anderson en torno del “nuevo Materialismo Histórico”, cómo es posible,
uno no se explica, que gente que se cree tan genia (trotskistas, gramscianos, neomarxistas): estudiosos,
comentaristas, críticos, historiadores, voces autorizadas, eruditos, académicos, creativos y demás “malahierbas”
subjetivistas, no hayan advertido lo elemental, una simpleza: en sus periodizaciones sobre la evolución del
pensamiento marxista (marxismo económico –Marx-Engels-, marxismo político –Lenin-Trotsky-Gramsci-,
marxismo teórico –Althusser-Godelier-, marxismo cultural –Habermas, Lechner-, -sic), que sí es verdad
–parcialmente- que en el período de organización socialista real (de Stalin, por supuesto), se pospone en cierto
modo la producción teórica marxista, eso se debe a que el proceso había pasado a una nueva etapa, básicamente
práctica (de organización de la base de la “revolución ininterrumpida mundial”: el proceso de producción para la
reproducción del sujeto histórico soviético), a la que se le sumó la guerra, la reacción restauracionista interna y
externa, lo cual condujo a privilegiar la lucha política y el urgente y necesario desarrollo de las fuerzas
productivas (los contrarios oponen de memoria a esto la libertad, la democracia, el marxismo abierto),
prioridades a las que quedaron subsumidos, por dictados de la historia, desde el más humilde habitante como los
más encumbrados cerebros. Parece que sólo por animosidad y mala fe se puede dejar de lado esa circunstancia al
juzgar el período de Stalin, por parte de palabreros “teóricos”.
195

Averno) 186 .
Dicho contexto ha propendido ser descrito/interpretado en el texto que abarca a las
presentes anotaciones; ahora bien, dada la extensión del ensayo y de las controvertidas tesis
integrantes de su contenido, la empresa ha demandado la revisión pormenorizada de los
supuestos centrales (del ensayo de una nueva metareflexión, irrupción epistemológica o
validación de las ideas), puesto que los mismos de no hallarse concebidos con rigurosidad,
pueden comprometer –se remarca- el “buen nombre”, el prestigio, la grandeza del marxismo.
Estas tesis principistas son:
- Enfoque: “historia del futuro”, el que lógicamente debe ser riguroso.
- La historia y la realidad tienen metasentido (desarrollo permanente de las fuerzas productivas:
conciencia que se amplía y se ontologiza), por lo cual se puede presuponerlas.
- A partir de la totalidad supuesta: de la forma futura en la cual el ser humano redondea su
misión (el comunismo), se coloca –mental, subjetiva, especulativamente- el sentido hacia sí,
de las diversas fases progresivas de conformación humana.
- El capitalismo se ha vuelto opcional (pero se mira con más respeto a esta etapa histórica, que
ocupa un lugar necesario en el telos humano); se encuentra a merced de la voluntad; es posible
completar su obra, ahorrándole más sufrimiento a la humanidad (salvar a los Bancos con
dinero de los pueblos –programas de ajuste) y a la naturaleza.
- La coyuntura: inédita “cuestión política” (“poner un hasta aquí al expediente bélico”,
expropiar el sistema automatizado de producción y bloquear el ascenso de los hedonismos
emocionales, orientales y mitológicos religiosos como medio-objetivo en la realización de la
vida) 187 , que redefine la praxis revolucionaria.
En términos estrictamente marxistas, en la coyuntura en el 2010, las fuerzas
productivas se han desarrollado (grado de automatización) en tal nivel, que ya no caben, ahora
sí, en el interior del entorno burgués de vida: ya no pueden jugar el papel humano de
satisfacer las necesidades sociales (el desarrollo científico-técnico y todo tipo de progreso, se
presentan como verdaderos eunucos), puesto que el marco privado de propiedad, les han
convertido en letales fuerzas de destrucción (el complejo militar industrial) de parte
importante de la población del planeta caracterizada por el poder criminal de las multilaterales
como “eje del mal”, terrorismo, etc. En lo atinente con la empresa particular, en cambio,
realizado el proceso de “irrupción epistemológica” (de aplicación del denominado test de
coherencia), esto es, dado el “visto bueno” proveniente de la examinación ex ante, siempre
personal, del citado texto con el principio partidista, la ideas anotadas pueden ponerse a las
órdenes de la vindicta pública (si bien el presente argumento materializa mucho más el
movimiento conciencial de una “unidad de inteligencia” que propugna dar una respuesta a
inquietudes filosóficas, los “hallazgos” comprehendidos se hallan sometidos al prurito de su
socialización, de su compartición; necesidad que induce asumir el papel de “sherpa”), pues
–además-, hay razones de sobra que lo justifican, que lo demandan, como la que se refiere
inmediatamente a continuación 188 .
Exorbitante racismo, desplante, pavoneo y agravio sobre los pueblos neocoloniales, y
sobre los latinoamericanos en particular, perpetrado por parte de europeos y estadounidenses,
inducen a contestar, con decencia y fundamento, dichas conductas de animadversión y
subestimación. Estas últimas increpaciones, pueden saber a insolencia; pero, de todos modos:
deben ser dichas, como una forma de botafuego contra quienes son hijos de los invasores y
asoladores del mundo, pero que hoy hacen gala auto asignándose la mayoría de méritos, que
rodean a la especie. El cuerpo de ideas que de modo airado se expone a lo largo y ancho de
este escrito: ¿pudo haberse generado en Europa (Hitler), en EU (Truman) o en el Japón
186
El capitalismo es la etapa histórica crucial para la humanidad, como la juventud lo es para la vida
individual: si se rebaza esa “locura” con éxito maximizando su rol, el futuro está garantizado, puesto que allí
se crea el producto necesario para financiar el resto de la existencia.
187
La estructura por sí misma coadyuva: no es época de más privatizaciones como suponen los ecologistas
(privatización del agua, del aire,…); es, más bien, período de desprivatizaciones, en el que se incluye la tierra.
188
En lo personal, una vez más se declara, que se ha procurado en todo momento establecer el más mínimo
contacto con el sistema capitalista infame, como con los imbéciles que lo sustentan; esto es, tan sólo lo suficiente
para extraer de él –aunque sea sometiéndose a explotación- algunos emolumentos para sobrevivir: para estar
listos para entenderlo y combatirlo.
196

(Fukuyama)? 189 . Es posible que ocurriera; pero: ¡no! La incapacidad de atalayar y de concebir
los hechos natural-humanos pasados, en curso y por venir en su completa y justa dimensión,
se debe a que estos sabios (muchos de los cuales, en efecto, lo son) abominan del marxismo:
su cuerpo ideológico-teórico y su método. Este, es un límite insalvable, debido a la
persistencia tozuda –en los sectores sociales en mención- de guapería, soberbia, conducta
subjetiva burda. Y es deficiente su postura intelectual frente a los temas aquí propuestos, muy
a pesar de que gringos, nórdicos y nipones, tienen cerca de sí todos los insumos necesarios
para avanzar una comprensión objetiva del movimiento del Universo, de la historia, de la
conciencia, esto es, de la inteligibilidad objetiva de la materia en general (excepción hecha
por supuesto, de los enfoques formalista de Einstein -Mileva-, de Chardin, Sagan, Hawking,
Guth, Gold, Penrose y los teóricos de las Súper Cuerdas –y, obviamente, de Marx, en su
carácter esencial 190 ). Esta visión de la concreta totalidad de la realidad, ha emergido en la
mente de un ejemplar del “subdesarrollo”, del “tercermundismo” “hiperneocolonial” sudaca,
de una banana republik, de un “Estado fallido” como gustan referirse algunos insolentes, para
desolación de quienes ilusamente se creen grupos desarrollados, de racionalidad superior 191 .
El fenómeno semeja un juego de fútbol de pueblo, en el que se enfrentan equipos de
muchachos, en uno de los cuales participa un joven en la delantera provisto de todo el
equipamiento necesario: zapatos apropiados, polines, uniforme, canilleras, etc., pero el cual es
inefectivo a la hora de conseguir el gol; sin embargo, el tanto se produce por parte de un
joven, que patea la pelota descalzo 192 .
No obstante, estos señores todavía viven (algunos: Inglaterra, España, Mónaco,…),
otros lo añoran (la parentela de la vernácula, de la retrógrada nobleza, de unos cuantos
integrantes de los pueblos conformantes de la ex URSS: pretenden restaurar la monarquía,
retrotrayéndose a una etapa anterior al republicanismo), el sistema de organización y
funcionamiento humano de raigambre animal: el status y los títulos de nobleza (las reinas, los
zánganos, el ejército, los súbditos); pero –de todos modos- se creen a sí mismos como hechos
de “un barro espacial”, como ubicados por sobre el estrato intelectual medio de la humanidad,
a los cuales “miran por encima del hombro” (si se quisiera encontrar el caso más craso de
animalidad, este se situaría en el capitalismo de gringos, europeos, nipones e israelíes, todos
representados en la OTAN: como las fieras selváticas –el rey león- toman la vida de los otros
–Irak, Afganistán, Libia, Palestina; programas de ajuste y represión: Grecia, España, Italia,
Portugal, Francia, Inglaterra- para vivir su bienestar y alimentar su crecimiento
–multiplicación de los depredadores-; ejemplo de bestialidad: una vez cumplida su misión, el
sistema capitalista y sus soportes humanos –los portadores de esas relaciones- terminan de ese
modo). En verdad, su aparente frugalidad y perspectiva esencialista de miras (lo cual es
vergonzoso y deplorable), no les permite salir de ese entrampamiento felón: son prisioneros
de tales fantasías (fútil auto convencimiento de superioridad y adscripción mitológica). No
obstante: ¿acaso esta gente no ha sostenido –y lo sigue haciendo-, que son las personalidades
189 Los pueblos históricamente han tenido a grandes seres humanos como sus exponentes (Espartaco, por
ejemplo); sobre las clases dominantes han estado cretinos.
190 Es el caso del gran pensador ecuatoriano: don Juan Montalvo Fiallos, quién invirtió talentos sobre el
tratamiento de problemas domésticos y sobre figuras de tercera, lo cual fue óbice para proyectarle a nivel
mundial; lo que –a su vez- contrasta con la conducta de Nietzsche, quién se ocupó de los grandes temas de
convicción global (los filosófico-religiosos), que le confirieron un lugar en el pensamiento universal (no
obstante, un intelectual debe ocuparse de las tareas teóricas de su tiempo y de su lugar; de allí procede su
definición –¿si el gran cosmopolita ecuatoriano hubiese tenido como marco cotidiano de su vida al escenario
más alto de desarrollo de Occidente por entonces?).
191 Para europeos en general, la población latinoamericana, es vista como mano de obra barata, lista para emprender en la
limpieza de sus traseros; éstos, cuyo boato se debe al saqueo histórico de otros pueblos del planeta; éstos: ¡que han
perdido la memoria y la vergüenza! Como se conoce, los gringos estadounidenses, fundamentan en el hurto su poder. En
Tokio, ballenas y cardúmenes enteros se han convertido en 35 millones de amarillos, asolando los mares.
192 “Mérito” muy reciente (abril del 2011) de estos especímenes, en cambio, se advierte en tres hechos
protagonizados por el poder mundial, por el capitalismo senil aspaventoso. En el frente político: la agresión
genocida yanqui a Libia, consentida por el neoesclavo de las multilaterales: Obama (si bien Obama ha hecho
todo lo posible porque los ricos yanquis paguen impuestos, el Congreso de mayoría de Demócratas de derecha y
Republicanos, se opuso a dicha medida redistributiva; no obstante, no es suficiente: Obama debía jugarse el
“todo por el todo”; esa la razón, por otra parte, por la que el nuevo partido de la ultra derecha: TEA PART, va
tras su cabeza); en el mediático: el circo de esas nupcias, “que producen nauseas”, de la boda real de la cursi
monarquía inglesa: la “boda del siglo” de los “duques de Cambridge” (¡bah!); y, en el geoideológico: la llamada
“beatificación” de ese cura reaccionario de apellido Wojtyla: para eso (actos criminales y payasadas) ha quedado
la oligarquía parásita, rancia mundial.
197

las que hacen la historia, que las ideas son las que construyen la realidad, las que mueven al
mundo? 193 . ¿Qué esperan, luego? Personajes que día a día dan vida a ideologías muertas
(como el cristianismo, tanto de raigambre ortodoxa como de la luterana); de esas formas
primarias de concebir los hechos, que fueron necesarias y justificables (como lo fue la
estratificación estamental de la horda) a la hora de intervenir en la formación del marco de
cohesión y eficiencia de los fundamentales grupos humanos en una fase primitiva muy
concreta de la progresión humana, pero que hoy deben ser desterradas de un “solo tajo” de la
conciencia y de la conducta (como ya ha ocurrido en la cabeza de ciertos integrantes del
agraviado “subdesarrollo”), puesto que paradójicamente todavía reinan en la mente de
determinado segmento componente de las actuales generaciones de la Europa Nórdica, de
quienes se sienten superiores.
En ese marco, ha llegado la hora de saldar cuentas también con detractores,
impugnadores o enemigos gratuitos del marxismo; es el momento de exponer la verdad
particularmente sobre el neogramscismo, el neomarxismo y el posmarxismo: hacerse alusión
al quid del equívoco de estos “relatos”. Las citadas corrientes panpolitológicas se hallan
penetradas de un “lugar común”: el funcionalismo subjetivista, voluntarista, abstraccionista.
No se desconoce que los susodichos, no sean discursos hermosos, estilizados, profundos,
complejos; los mismos, incluso convencen por su coherencia, ilación y conformidad con la
realidad en lo concerniente con la parte exterior de ella: el nivel administrativo y la praxis
“política” correspondiente 194 . Sus formatos, además, inducen la tendencia de aceptación del
contenido del discurso, puesto que no queda al descubierto en ellos o muy bien esconden su
falla estructural. Luego, parecería que los relatos en cuestión se hallan muy bien acabados
(Gramsci, Habermas, Lechner, Boladeras) y que sobre ellos no hay nada más que decir o
retomar. Pero, la trampa: la ausencia de un tramo fundamental de la realidad en la estructura
categorial de las alocuciones referidas, vela el verdadero modo de ser de la realidad social
contemporánea. La prueba de que en dichas reflexiones (paradigma intersubjetivo de la Teoría
de la Acción Comunicativa), la realidad está amputada, es la inefectividad práctica que hasta
ahora arroja la real politik de ellas desprendida. Ni siquiera en los países europeos (zona
últimamente asolada por la crisis producto de la aplicación de políticas económicas de
inspiración en las creencias neoclásicas), en Japón, o en EU, la acción política transformadora
con sello de la conjetura citada, han dado resultado: la crisis económica arrasa al mundo
“desarrollado”; ésta ha sido descargada sobre los hombros de la población, la cual ha
reaccionado según la común usanza conductual y se ha hecho merecedora a la más cruenta
represión, hechos que de consuno niegan el ejercicio de conductas que deberían desprenderse
de las tesis de la racionalidad moral, el diálogo intersubjetivo, las instituciones políticas
transformadas en ámbito público de discusión, discernimiento y consenso, según dice la
teoría. Más bien, EU interviene militarmente en el mundo con el manido argumento del
combate a las drogas, al terrorismo y de velar por el imperio de la libertad y la democracia,
pero realmente lo hace por razones imperialistas de disputa y saqueo de zonas de influencia.
No es un mundo ilustrado de amplia democracia participativa: de mayoría incluyente,
en el que la discusión, el discernimiento, el consenso mediatizado por los principios de la
moral, de la moralidad pública y la justicia social, llevado al interior de las instituciones
políticas (convertidas en estructuras de interacción social), en ejercicio de relaciones
discursivas argumentativas, interdialógicas e intersubjetivas sea la constante, sino la lucha
desesperada de los “Indignados” y la represión oficial por parte de la intervención de los
clásicos aparatos estatales del monopolio de la violencia, al servicio de sector financiero
hegemónico en crisis. El vacío discursivo, que le vuelve inocuo al sistema de percepciones en
referencia, alude a defectos epistemológicos: ausencia de un verdadero análisis científico con
las categorías materialistas dialécticas de “determinación” (la relación con dominante entre las
fuerzas productivas y las relaciones de producción; el proceso económico), “necesidad
193
No obstante, la paradoja está siempre presente: el poder “triunfador” en el mundo se esfuerza a través de
terceros: de los managers (de la capa social que piensa y gestiona, con lo cual se hace de una fracción de la
plusvalía, merced a la cual vive).
194
Es un discurso brillante; pero cuando se capta que el mismo se desentiende de la parte central de la
problemática (la economía y la progresividad de la historia) y se centra tan sólo en las ramas (la dimensión ética,
la “cultural” y la política en sentido administrativo), inmediatamente se pierde el interés sobre él. No obstante,
esta parafernalia tiene sentido a futuro, no por su bondad inherente, sino por cuanto el avance en el progreso de
las fuerzas productivas materiales y la gesta proletaria han creado las condiciones para que sus prescripciones
cuajen.
198

histórica” (el objetivo que en cada etapa debe cumplir la humanidad en términos de
progresividad) y “totalidad” (si las fuerzas productivas no se han desarrollado hasta el nivel
correspondiente y si aún no se ha cumplido la meta inherente al tramo, el programa humano
de conducción social no es viable). Aspecto civilizatorio, desarrollo humano y totalidad social
es el conjunto al frente del cual debe ponerse el sector de la humanidad (sujeto histórico), que
es portador de la propiedad del progreso y que –por tanto- mayor desarrollo civilizatorio
(científico-técnico) ha alcanzado. Son las fuerzas productivas las que reciben la cualificación
de la conciencia, la cual se reontologiza en un orden superior (el “deber ser” de ésta está
condicionado por las necesidades de sobrevivencia y de la ley del desarrollo) y conducen el
proceso en forma natural (“ni una hoja se mueve” por fuera de esta determinación), hasta que
el ser humano no se manumita también de ese movimiento al llegar el proceso al concreto,
esto es, al sistema productivo absolutamente automatizado; sin embargo, paradójicamente, el
ser humano se libera del trabajo físico (el cual pasa por entero a las máquinas), pero queda
atado al sistema maquinizado de proveeduría, a través de la “ley del usufructo”.
La simple discusión epistemológica (ideológico-política), metodológica, filosófica en
torno al carácter del proceder gnoseológico y sus productos es “un problema puramente
escolástico”; empero, con la ella se propende reabrir la discusión en materia políticofilosófica,
siempre en el marco de la conciencia de los límites que la sola palabra tiene sobre
una realidad en la que prevalecen los intereses de la carne. Los puntos básicos integrantes de
la agenda en lo tocante con el diseño del nuevo sistema de gobernación planetario deben ser:
el desarrollo de la humanidad y la equidad, o lo que en otro momento se denominó: “los
problemas globales del tiempo presente”. La triada proterva: Estados Unidos, Unión Europea,
Japón (el Grupo de los Siete -G7-: cerebros pigmeos) en sus conciliábulos discuten el
problema coyuntural, ficticio que interesa a sus bolcillos: el sistema financiero, el nivel de
retorno a la inversión; las tesis de teoría económica que inspiran la mirada de la Trilateral (de
Bilderberg –“Gobierno de las sombras, Gobierno no elegido”-, de la Secta Global, las grandes
corporaciones, de los halcones de Washington) son las de orden neoclásicas: mercado,
inversión y Estado policía, como supuestos que deben llevarle al género hacia la felicidad 195 .
Los nuevos temas que atañen a la humanidad en la perspectiva de su sino superior, le
competen abordar un día no muy lejano, a los líderes del BRICS 196 . El reto está dispuesto:
195 Pobre, vulgar gestión de los gobiernos oficiales, esto es, su presencia es residual ante el decurso espontáneo
de los procesos reales, puesto que su comprensión de los hechos hace que consideren al Estado como simple
mecanismo suplementario al mercado; en la base de esa conducta, como se sabe, yace el enfoque neoclásico el
cual considera que las fuerzas de la oferta y la demanda libremente organizan la vida social (el “keynesianismo
de guerra” yanqui, es la excepción). El neoliberalismo es la superestructura política del imperialismo, del capital
monopólico financiero que ha entrado en crisis y ha descompuesto a la sociedad: el capitalismo agoniza en el
neoliberalismo, en la posmodernidad, pero pude hacer todavía mucho daño a la humanidad, pero: agoniza.
Neoliberalismo: restablecer (homeóstasis) el movimiento natural del mercado como regla rectora de la
cotidianidad de la vida humana; anulación deliberativa de la intervención de la razón sobre los hechos ciegos
(von Mises, von Hayek). La naturaleza lleva al monopolio por selección natural. El neoliberalismo es la
intervención de la razón dominante a través de la fuerza para anular la reacción de la razón afectada, para
sostener el movimiento natural del mundo. Mientras que el neoliberalismo va al sometimiento, a la represión, a
la anulación de la razón afectada; el fiscalismo (socialdemocracia), tiene como objeto administrar la
contradicción atenuando los impactos negativos de la operación natural del mercado sobre la parte mayoritaria
de la sociedad. En la naturaleza la concentración del “éxito” termina diezmando al polo sacrificado, luego el
proceso se revierte (entropía) en cuanto al haberse sacrificado en extremo al polo preterido, esta afectación
revierte sobre el triunfador obeso llevándole a su diezmación, flaqueza consecuente que es la oportunidad de que
el polo afectado se reponga y se reinicie el ciclo (es el fundamento darwinista de la creencia en la eternidad del
capitalismo, sin entender que en el nivel social de la realidad, el polo afectado tiene conciencia y reacción
estratégica –Revolución de Octubre). Curiosamente en el capitalismo, antes que en los otros modos de
producción, se imponen las leyes de movimiento de la naturaleza orgánica. No obstante, hay una salvedad: en la
naturaleza los ciclos se repiten siempre en estados de equilibrio estático (la misma longitud de onda); en el
capitalismo, en cambio, la acumulación va hacia la cima (sobreacumulación), a la automatización, a la robótica,
a la inteligencia artificial, hecho que prepara el advenimiento de otra fase al interior de la misma especie, la que
cambia cualitativamente: va de la antropomorfización a la hominización y finalmente hacia la “divinización” (el
león siempre será león, el impala siempre será impala, sea que “mutuamente” se diezmen –el león por escasez al
haber multiplicado demasiado aprovechando las condiciones favorables de muchos impalas y reducido su
alimento-, sea que la naturaleza restablezca el ciclo). Pero el monopolio, a pesar de que la propensión está
contenida en ella, no le conviene a la naturaleza, aunque termine con el ser humano en la cima (los
socialdemócratas le hacen contra el liberalismo y se aproximan al comportamiento natural, en tanto buscan
acercar los picos extremos). Y el marxismo es la posición del cambio cuando toma de la determinación natural al
monopolio humano y a su interior propende eliminar el monopolio y el régimen que los sustenta.
196 Esto es, al corporativismo de las burguesías y las multinacionales de esos países y afincadas en ellos.
199

frente a la mirada la talla, la gallardía, la contextura moral, el grado de racionalidad, que
deben adornar, honrar a los pueblos y a sus cuadros a inicios de los nuevos siglo y milenio
(XXI y Tercero). ¡Para qué más sufrimiento!: la humanidad –se insiste- ya está en condiciones
de completar la obra, que como rol histórico ha competido hacer al capitalismo: producir y
heredar a la humanidad el sistema automatizado de producción, en el marco de otro orden de
relacionamiento genérico muy diferente al burgués, al capitalista, al mercantil, al neoliberal;
intervención suplementaria en el desarrollo de las fuerzas productivas, con el objeto de
suprimir sufrimientos, ahorrar vidas, bloquear el continuo desate de deseconomías
ambientales, como para promover el desarrollo libérrimo y multifacético de las generaciones
jóvenes. Vuelve, por tanto, a ubicarse en el nivel de primera importancia la actuación en
política; política militante, como la desplegada por la juventud chilena, conducente a sepultar
al fascismo del Tea Part, de Cameron, Sarkozy, Netanyahu, Uribe, Vargas Llosa 197 .
De similar modo como ha sucedido en épocas pasadas, en las que se produjo en la
humanidad pensamiento que las ha traspasado, que incluso modela la percepción y la
conducta de hoy, como ha ocurrido con el concepto aristotélico, con el copernicano, con el
darviniano o con el ricardiano, la idea y el ideal marxiano es un poderoso “gong”, cuyos ecos
resonarán quizá para siempre, como la más acrisolada orquestación de trompetas que
anuncien el nacimiento de “Dios”: el ser humano universal (en contrapunto con Einstein: el
ser humano se volverá grande, cuando se haya puesto de pie). Ahora bien, en la muy efímera
coyuntura, en realidad, todo revolucionario sincero aspira de cuanto esfuerzo ha realizado,
como retribución, conseguir algo con fines prácticos, por ejemplo: impacto político, si es
posible: inmediato, o sea, ejercer efecto en la lucha de clases, en la correlación ideológica de
fuerzas (en el caso presente, en cuanto entrega nuevas ideas al bloque político propio, lo arma
ideológicamente, lo cohesiona en torno de la lucha), en el proceso de transformación del
pensamiento (en realidad, este documento espera que sea “una nueva bomba lanzada
directamente a la cabeza del capital y del clero” –dixit C. Marx 198 ); por otra parte, no se
procura ocurra reconocimiento de índole megalómico alguno en torno del esfuerzo realizado:
eso es verdad, si hay sinceridad y si la vida se halla incrustada de modo consciente en el
móvil político, es decir, en tanto existencia convertida “en el más noble vehículo” de
superación de la polaridad social, de la explotación (económica), de la dominación (política) y
de la sujetación religiosa (ideológica) 199 . Luego de transcurrida década y media, a los 54 años
de edad de su mentor, finalmente este material -como se ha anunciado ya en párrafo
197
Christine Lagarde (FMI) ha dicho: la longevidad es un riesgo (financiero para los gobiernos y para las
empresas que ofrecen protecciones jubilares); en términos comunes, la señora ha sugerido: muéranse rápido para
no convertirse en carga para el Estado y para el sector privado (curioso que esa estupidez venga de una vieja
precisamente, pues, ella también vendría a ser una parásita; vieja puerca: lo que ha querido decir es que los
viejos pobres se mueran, pero no los viejos oligarcas). Así está la Europa blanca, civilizada. “¡Qué se sepa
también, que se vivió en tiempo de criminales!”. Contrario sensu, a inicios de año 2012, Cristinita Fernández,
presidenta de Argentina, ha tomado la decisión patriótica de nacionalizar su recurso hidrocarburífero; la derecha
cretina mundial, el capitalismo salvaje, han tildado esa política como “populista”. De todos modos, hay procesos
hermosos en el mundo, como el argentino, dignos de seguirse estudiando; es una tentación; pero, como dice el
gran Vladimir Ilich Ulianov Lenin, al cierre de su opus magna: El Estado y la revolución, es mejor realizar la
vida en los hechos, que escribir sobre ellos.
198
“La verdad os hará libres” (Cristo): salir de la ignorancia y luchar contra la explotación. “Sólo la verdad es
revolucionaria” (A. Gramsci). “… en la lucha política, ideológica y filosófica las palabras son también armas:
explosivos, calmantes o venenos” (dixit Louis Althusser). El trabajo teórico de un militante comunista, conduce
siempre a develar las condiciones de la lucha de clases y la misma doctrina marxista es la teoría de la Práctica de
la Lucha de Clases (Los editores; en: Althusser Louis. Elementos de autocrítica; Ed. Norman Bethune). En
efecto, el Materialismo Histórico ve la historia como diferentes momentos de la “lucha de clases”, en el interior
de los que los tres componentes se arreglan con sentido funcional de la política: 1) infraestructura o nivel de
reproducción de las condiciones de existencia de las clases; 2) superestructura: “lugar” en el que se desarrolla y
se lleva a cabo esa lucha; y, 3) formas de conciencia social: condiciones de generación de la concepción de la
lucha de clases y su transformación en conciencia, en la perspectiva categórica ineludible, de la praxis política
(se suele acoplar a la superestructura y a las formas de conciencia social nominándolas a estas últimas con el
término “ideología”, en la superestructura; así, la ideología sería una componente de la superestructura; en este
documento se asume a las formas de conciencia social como diferentes de la superestructura, siendo el nivel
superior y espiritual de la humanidad; es de este tipo de pensar, por ejemplo Alejandro Kohen, el cual dice: “Se
destacan pues tres elementos: 1.- la estructura económica, 2.- la superestructura jurídico-política y 3.- la
conciencia social y sus formas…” –Kohen, Alberto. Marxismo, Estado y Derecho; Buenos Aires, 1972).
199
Tanto ofrecer la belleza como la sabiduría por dinero, se llama prostitución (Sócrates, citado por el Lcdo. Luis
Maldonado L.). En la distribución de estas ideas: ¡nada de negocios!, ni siquiera trueque alguno; sólo “valor de
uso” (de usufructo): los productos del pensar deben ser gratuitos, patrimonio inmediato de toda la especie.
200

precedente-, ha sido publicitado y al mismo tiempo, subido a Internet (el mérito es,
nuevamente: de varios jóvenes universitarios, de los que tuvo el honor de ser profesor, quién
escribe estas notas 200 ); por lo demás, los años restantes al lapso (tramo de la existencia) fijado
en el plan original –“si Dios da salud y vida”, como suele oírse decir al pueblo- (a la sazón:
aproximadamente un quinquenio de 20), se espera usarlos en la difusión y debate (cruzar
espadas), de y sobre estas ideas, pues, si las mismas se inscriben en el curso de la necesidad
histórica, debe presentarse la ocasión.
J. A. C. F.
200
Justo es citar los nombres de estos jóvenes: Darwin Gualotuña, José Granda, Ricardo Arguello, Richard
Osorio, Felipe Bazantes, Roberto Conrado y Norma Amaguaña. Es prudente también, anotar el “apelativo” del
Arq. Adolfo Manosalvas U., quien en cierta ocasión, en son de burla sincera, motejara a esta idea como: “la
nueva concepción de la historia”, y cuya ocurrencia, más tarde, condujera a modificar la nominación de este
trabajo, precisamente recogiendo su jocosa apreciación.
201

202

SINOPSIS DEL “´GRAN´ RELATO”.
Introducción.
La inteligencia, en la historia, ha propendido entender la realidad, usufructuarla,
prospectarla, encontrar su lugar en ella y suponer la naturaleza “de sí”, en el futuro. La
“posthumanidad”: Atenea, modelada por el sistema de convergencia tecnológica, su
desempeño en escenarios de altos niveles de satisfacción de necesidades, va a apelar a una
nueva Etica que le permitirá la difusión democrática de los productos de ese desarrollo, el
control sobre los excesos del poder y la superación colectiva de disfuncionalidades sociales;
la susodicha, la “visión de futuro” antelada por los miembros de la intelectualidad
hegemónica, científico-técnica global. El VI Congreso de Filosofía, que se lleva a cabo en
Venezuela (noviembre 2011), concluye que es preciso forjar una nueva Filosofía; su carácter
renovador se dice debe provenir de la integración en las ideas actuales, de las relacionadas
con las cosmovisiones de Oriente, en la perspectiva de posiciones neobarrocas, posmodernas,
fractales. Derrotados por vías políticas descentradas de baja intensidad (deliberativas,
consensuales, éticas) el neoliberalismo y el capitalismo, la civilización que el ser humano
debe construir (sic), es la del hedonismo pluricultural humanista ilustrado 201 .
Respetables las antes citadas “búsquedas; pero, por ahí no va la cosa. La ceguera en
materia filosófica sigue presente, tanto en el círculo de la intelligentzia próximo al sector que
crea y promueve el desarrollo de la tecnología, como en el que pretende generar una
cosmovisión alternativa a la neopositivista oficial. En primer lugar, sólo si se substrajese del
control monopólico el aparato automatizado de producción para que opere como mecanismo
de proveeduría gratuita de la vida en colectivo, puede pensarse en instituir una “nueva
Etica”, puesto que ésta tiene determinación socio-estructural. En segundo: ¿“cultura” o
civilización? ¡Civilización! (inteligencia colectiva ontologizada, acumulada, cualificada por
las generaciones, zócalo de ascenso de la idea). La creación de las nuevas condiciones
materiales de reproducción de la existencia y su expansión “sin coste” por los cuatro puntos
cardinales en el planeta, habrán retirado las razones generatrices de las lacras sociales, el
prurito psicológico de atesoramiento y la necesidad de dominar, en coherencia; el anterior,
es un pronunciamiento tan tautológico como necesario, de cuya pragmática habrá de
emerger racional y espontáneamente un nuevo ethos (racionalidad teleológica: adecuación
de inteligencia a conciencia): el escenario axiológico, en el que se realice el ser humano de
psiqué superior (la ciencia y la técnica rediseñan al cuerpo humano –a la humanidad- para
que sea independiente de los elementos, para que los utilice para llegar a ser poderoso).
En tercero, no se subestima las cosmovisiones andinas, africanas, árabes (Pachakuti,
Budismo, Lao Tse, Confucio, Aberroes, Avicena, por ejemplo), pues, las mismas constituyen
esfuerzos pioneros de intelección del mundo, cuyo mérito es haber advertido la necesidad del
conocer filosófico y plantearse las clásicas preguntas en dicha esfera, que todavía asaltan a
ciertos cerebros (la mentalidad Oriental, no es contraproducente de por sí, como sí son
quienes quieren revivirla, lanzarla a toda la geografía del mundo, e imponerla); además, el
haber adelantado formas sencillas de respuesta a las interrogantes filosóficas consabidas, es
toda una proeza inestimable. Por otra parte, algunos argumentos de dichas cosmovisiones
pueden servir de marco en la nueva concepción, incluso para ligar la idea moderna con sus
fuentes. La percepción se desarrolla; lo hace en el torrente de cambios cuantitativos y
cualitativos (no bien se encuentra el sendero correcto, las llamadas “revoluciones
científicas” kuhnianas, concluyen) como ocurre en la realidad con los elementos al dar paso
201
Esta corriente tiene sus inicios, ha sido seguida, alimentada y se conserva actual, a través de la acción
reflexiva en su orden, de los siguientes personajes: Duhring, Bernstein, Adler, Lukacs, Weber, Freud, Marcuse,
Horkheimer, Gramsci, Dilthey, Korsch, Schaff, Gorz, Garaundy, Sánchez Vásquez, Sacristán, Adorno, E. Bloch,
Benjamín, Sartre, Kosik, Fromm, Lacan, Mandel, Foucault, Laclau, Lechner, Bobbio, Gintis, Apple, Morín,
Echeverría, Habermas, de Sousa Santos; pléyade intelectual ésta, que se ha mantenido en la palestra por el rol
jugado y que desempeña en la tensiva esfera ideológica contemporánea (crítica filosófica al capital sin
consecuencias prácticas), por la institucionalidad a la que han recluido su actividad (sobre todo el claustro
universitario), por el espíritu de su labor intelectual (revisión pequeñoburguesa, hedonista, subjetivista, eticista,
panpoliticista del marxismo), por su ubicación en la estructura social (burocracia intelectual). La perspectiva que
la es infidente (materialista, determinista, racionalista, antropocentrista, revolucionaria), en cambio, mutatis
mutandis, parte de Marx, Engels, Newton, Darwin, Lenin, Stalin, Nikitin, Constantinov, DIAMAT-HISMAT,
Academia de Ciencias de la URSS, G. R. Bloch, Kopnin, Dobb, Kelle y Kovalzon, Leontiev, Biessonov,
Althusser, Sagan, Castells, Panchout, Moravce, Grossman, Emmanuel, Arrighi, Yaffe, Hunter, Cueva, Shaihk,
Ribera.
203

a la química orgánica, a la vida unicelular, a los organismos complejos y a la inteligencia (la
conciencia), proceso en el que se cierra la evolución y aquella (este pensamiento: la
concepción materialista objetiva) produce la idea, como compendio epistémicamente
mejorado de la doxa anterior. En una palabra, progresión civilizatoria: valor de uso
(naturaleza), valor de cambio (trabajo: la actividad que elevó a “Lucía” a homo sapiens
sapiens se ha enseñoreado e inclina su servís, se despoja de su melena), “valor” de
usufructo (trabajo pasado: ethe metahistórico, trascendente, de racionalidad) 202 .
La “sociedad” del solaz equitativo, de la armónica belleza, del orden simbólico
sincrético de la “cultura” (en los buenos tiempos solía designarse como eclecticismo a esas
mixturas ideológicas inclusivas), es una verdadera inopia para la inteligencia; ésta tiene la
misión inmanente (por hoy ya sacada a luz) en el marco del continuum civilizatorio, de
entregarle al ser humano el fuego del saber total. La inteligencia no puede limitarse en
absoluto a ser instrumento de innovación tecnológica bajo sujeción al paradigma
empresarial; como tampoco ser sometida a efectuar procesos de valoración y rescate del
sistema de principios de filosofías alternativas (antiguas), subestimantes del pensamiento
dialéctico, histórico y lógico. La esfera sentimental arcaica (“ethos barroco y valor de uso”),
las formulaciones de común usanza (el saber totalizante, mitológico, es simplemente un
patrimonio arqueológico intangible) y el hedonismo light socializado (calidad de vida), van a
seguir el curso de superación a cargo de las nuevas tareas a cumplir por el posthumano;
para entonces, la inteligencia (la que permite que el ser humano impida su extinción por
fenómenos adversos naturales) habrá de quedar libre de estas telarañas, mientras que todo el
poder del pensamiento encumbra a la humanidad a las Pléyades, sobre la plataforma del
progreso de la ciencia y de la técnica. La ley es: hay muchos pasados, un par de presentes
y un solo mañana 203 .
En un lado se busca justificar las acciones esquizoides, paranoicas del “matón del
barrio” (del mundo): EU; en otro, se deplora sin beneficio de inventario al capitalismo, como
si dicha formación social se tratase nada más, que de una equivocación o perfidia histórica
(no obstante, incluso A. Smith escribió el libro gemelo en el que se hace alusión a la
“pobreza de las naciones”) 204 . En la segunda posición diádica, se propende suspender el
desarrollo de las fuerzas productivas, o sea, inmovilizar la historia, inhibir la dialéctica.
Empero, si se pasan revista los hechos con serenidad, dicha conducta conduce a entender al
capitalismo como etapa necesaria, que existe como determinación, esto es, en tanto realidad
dada al margen de la conciencia y la voluntad, que cumple un papel en la formación
humana; la recusación proviene de su prolongación más allá de lo debido y una vez que el
ser humano (una clase) ha tomado conciencia de los eventos y se halla en capacidad de
completar su designio (el rol progresivo del capitalismo) de modo racional, mediante sorteo
de los efectos negativos inherentes a su cometido; no se puede deplorar la juventud, porque
un joven o un grupo de ellos se aprovechen del momento etario para exagerar desafueros,
como vendrían a ser las tropelías del capital financiero, del complejo militar industrial y del
sistema de gobernanza (es un lugar común decir, que hay recursos para la guerra –un billón
de dólares en el presupuesto anual de EU- y no para atender los problemas ambientales: “si
202
El proceso de aprehensión cognoscitiva de la realidad en perspectiva histórica, muestra que existe
direccionalidad implícita en todos los hechos del mundo –orden ascendente dado por la ley del desarrollo
inmanente: la contradicción-, fatalismo que deja de serlo, únicamente una vez que la conciencia lo percibe (este
conocimiento parte de la esfera medial de los hechos: la cotidianidad, luego se desplaza hacia el micro y el
macro cosmos) y racionalmente lo asume, al frente del cual se pone.
203
Para una concepción (la de la diversidad heisenbergiana) hay múltiples pasados, múltiples presentes y
múltiples futuros; para este parecer (plenamente determinista einsteiniano, que considera que todo proceso de
modo sistemático va rumbo hacia el máximo grado de determinación), en cambio, existen varios pasado, un par
de presentes (el socialismo que fue y el capitalismo; el imperialismo y las necolonias) y un solo futuro: la
humanidad hermanada, fusionada, conocedora de todo (si de la “Eva mitocondrial” se formó la variada
cromosomática actual al ubicarse la vida inteligente en múltiples ecosistemas, así como las formaciones étnicas
en coherencia; hoy se está produciendo el fenómeno inverso: todas las razas se fusionan en la licuadora del
mestizaje –eso es lo que precisamente no quiere el neofascismo europeo- para dar lugar a un solo cromosoma
universal contentivo de todos los caracteres eco-fenotípicos, además el capitalismo –el mercado- ha
homogenizado a la especie).
204
Marx: el secreto del origen del capital (la acumulación originaria: el despojo) y de la acumulación ampliada:
la riqueza social (la plusvalía: la explotación del trabajo). Para la oligarquía latinoamericana (y americana en
general): ¿acaso los conquistadores españoles vinieron con riquezas; acaso en la empresa el dueño trabaja solo?
(bueno, pueden decir –contratendencias dilatorias en la esfera del pensamiento-, que trajeron su inteligencia y
visión empresarial, que arriesgan su capital, que en las diligencias han seleccionado la mejor oportunidad).
204

la naturaleza fuese un Banco, ya lo hubiesen salvado” –dixit C. Hugo Chávez F.). En Marx,
una clase: la proletaria, debía tomar la dirección de la historia, abolir las secuelas negativas
de la acumulación capitalista y realizar la función que aquella había asignado al capital:
producir la base material del mundo nuevo (misión efectivamente cumplida a partir de
Octubre de 1917 205 ).
La humanidad es el sujeto de la historia; y, lo va a ser de la Materia. La Revolución
Liberal (Francesa), es el acontecimiento histórico que legitimó la sociedad burguesa; la
Revolución de Octubre, en cambio, puso los cimientos de la forma superior y última de la
especie: la democovivencia (el comunismo). La “revolución” que vive actualmente (inicios
del siglo XXI) el mundo (la Transición: la época del predominio de la forma “dinero del
valor”, de automatización -de producción del sucedáneo humano: el robot antropomorfizado
inteligente, de cierre del desarrollo de las fuerzas productivas-, de cambio de frente de la
“crisis”: ésta, ya no es el mecanismo periódico de progreso de la modernidad, sino el
síntoma de senilidad: el sistema burgués bien muere –“neomperialismo”: fase declinante del
capitalismo), se expresa de múltiples maneras: “crisis” del capital financiero global y
emergencia de los BRICS, nuevo orden mundial multipolar de integraciones regionales:
varias locomotoras empujan al mundo; eclosión del abanico de agrupaciones sociales, que
reivindican demandas parciales: género 206 , étnicas, derechos humanos, ambientales,
generacionales; aparecimiento de gobiernos progresistas (neosocialistas, socialdemócratas)
en América Latina, en Oriente Medio (occidentalización: uniformización, expansión de las
relaciones capitalistas 207 ; pero, se trata, a la vez, también de un proceso de
desoccidentalización: de pérdida de hegemonía económica de la neotriada –EU, UE, Japón),
en Africa, en Asia; formación de movimientos de indignados en Europa, EU y en varios
países de América Latina (México, Chile, Colombia); reformas de “libre cambio” en Cuba;
políticas de “desconexión” del establecimiento: economía solidaria; creación de organismos
unionistas en oposición a los crematísticos oficiales (ONU, OEA, FMI, BM, TIAR, OTAN,
ALCA, TLC): MERCOSUR, ALBA, UNASUR, CELAC, constituyen las vías por las cuales se
concreta el legado proletario (filosófico, revolucionario y socialista) a la humanidad.
La civilización, en realidad, es una extrapolación cualitativa: el camino ha sido
recuperado y remarcado por las fuerzas sociales que ya fueron (el proletariado, el
socialismo, los movimientos de Liberación Social y Nacional); ruta (estrategia) que deben
andar los nuevos sujetos sociopolíticos: subversivos/intelectuales/ciudadanos (táctica) a
partir del despliegue de propias y múltiples maniobras. Los procesos políticos en curso, no
205
Dado el hecho, la comprensión de Brenner (Bach, Paula y Larrea, Mario. Robert Brenner. “La economía de
la turbulencia global”: Algunos elementos para la crítica; Estrategia internacional Nro. 13, 1999) sobre el
carácter de la economía global actual, se halla –a juicio personal y en coherencia con la tesis que aquí se blande:
la clase obrera cumplió su papel y se halla dejando la historia, competiéndole sostener el restante proceso de
“lucha de clases” al neoproletario: la subversión, la intelectualidad cosmopolita y el sector popular mundial, con
los rezagos de la clase capitalista mundial en la fase precisamente de su retirada definitiva de la historia- en
coherencia con las presentes ideas sobre el particular (sus tesis –la de Brenner- son recusadas por los autores del
artículo arriba citado y subido a la Red, tachándolas de economicistas; dicha querella la hacen fijados en
posiciones panpolitológicas híper revolucionarias, esto es, mediante el discurso arcaico trotskista, de que el
proletariado debe reconstituirse, hacer la revolución y construir el socialismo en el siglo XXI).
206
Se debe a dos factores objetivos (y no a la acción de la propia mujer dirigida por lideresas esclarecidas, que
creen que el “modelo patriarcal” es de orden “cultural”) que la mujer se esté “liberando”: 1) a que la realidad
socioeconómica ha cambiado (el capitalismo está derrotado; su inmanencia contradictoria –la incorporación de la
máquina en el proceso productivo- y la lucha proletaria –la Revolución de Octubre y el “Socialismo en un solo
país”- son el responsable y el artífice, en su orden) y, 2) a que la reproducción biológica (y los cuidados
inherentes a la prole –reducida a su mínima expresión cuantitativa- en sus etapas iniciales) se hace cada vez más
por vías artificiales. No obstante, ciertos aspectos entre los fenómenos denominados de “supeditación de género”
tienen resolución ideológica (hecho que equívocamente se denomina “programación neurolingüística”, y que, en
realidad, debe ser llamado “reprogramación semántico-conciencial”). En efecto, por simple giro mental de la
mujer se supera de golpe el machismo en el sexo: la mujer (que trabaja y se autosustenta) es la que escoge,
comanda, disfruta y da carácter al acto: tiene en frente (la mujer) varios machos, elige al que le gusta, le
“ordena” que haga “lo suyo”, ella se complace, luego despide al cretino con una patada: el macho ha sido usado
y descartado, cosificado, deshumanizado; nada más, que la mujer no debe enamorarse, quedar en cinta, casarse o
contraer enfermedades.
207
Este proceso se produce tempranamente en 1956 en la ex Unión Soviética, el mismo avanza hacia las
“democracias socialistas” integrantes del entonces Bloque, el cual culminará en 1989, cuando la ex URSS retira
su careta socialista y se integra de modo subordinado en la cadena capitalista imperialista y a la NATO; China,
por su parte, inicia el proceso de occidentalización por cuenta propia con Mao y se consolida definitivamente
con el pensamiento renovador y aperturista de Den Xiaoping.
205

provienen de la nada ni están en el aire: no son hechos históricos propios, que no tengan
conexión con el pasado (varios de ellos son, incluso abiertamente reaccionarios, pues,
reivindican los modos de vida ultramontanos, antediluvianos, los que deben ser combatidos).
El caso análogo típico que ejemplifica de modo gráfico el hecho, es el ocurrido en América
Latina en el Ecuador a mediados de la primera década del nuevo siglo (XXI): aparece en
escena un actor político (R. Correa) y un movimiento múltiple de masas (Alianza País), que
súbitamente se suben al potro de la gestión del Estado mediante elecciones (aunque no
modifican las estructuras fundamentales económicas y políticas), los cuales, una vez en éste,
crean “poder político” (se dotan de él) al diseñar una nueva Constitución, con la
modificación de las competencias de las fuerzas represivas (FFAA y Policía) y en cuanto han
puesto freno a la injerencia directa en la toma de decisiones por parte de los agentes del
capital.
La pareja de actores citados en parágrafo que antecede, se piensan autónomos,
cuando son, nada más, que el producto decantado de todo el proceso político anterior, el cual
ha preparado el momento: el “punto de caramelo”, en muchos casos con el precedente de
inmolación de líderes y bases sociales dentro y fuera del País; condiciones de posibilidad
política ahora reales, que van desde el locus: el espíritu de las transformaciones, hasta las
formas mediante las que técnico-programáticamente debe organizarse el cambio. Se reitera:
la citada, es la manera en cómo la “época cambiada” (el programa proletario en la
Transición) aterriza, se terrenaliza, ocupa lenta y progresivamente todos los intersticios de la
vida humana, en medio de circunstancias siempre con determinación, esto es, a la par que las
fuerzas productivas (la ciencia y la técnica) progresan y ponen el piso para que sobre él
tengan lugar estas transformaciones, pues, aún el género no se ha desembarazado totalmente
del trabajo (del físico y del productivo intelectual –aquel del talento humano, que se liga al
capital, que, por tanto, produce plusvalía) y de su ligamen natural con el entorno 208 .
Hedonismo del “lucro” y hedonismo del “buen vivir” o Sumak Kausay se enfrentan
hoy en el mundo (es obvio, puestos al margen los hedonismos del arte y el mitológico
religioso); esta pareja de perspectivas se presentan como límites contrahistóricos y cesan de
consuno con el progreso (aunque el capitalismo ha dado su contribución a la historia: ha
realizado su misión, pues, ha creado el sistema automatizado de producción). ¿En qué
momento la impugnación al capitalismo se vuelve arremetida sensualista contra la historia?
¿Cuándo el poner impedimento al desarrollo de la explotación rentista de las
multinacionales, de los elementos naturales se torna paradójicamente reaccionario? El uso
depredante de la naturaleza es negativo en cuanto la destruye al ser objeto de
enriquecimiento particular; la utilización de los bienes naturales que cuida el ecosistema y
sirve para financiar el bienestar colectivo, tiene razón, pero siempre que este proceso no
inhiba el progreso, sino que constituya verdadero impulso prometeico. Si no se usa la
naturaleza de acuerdo a premisas de “racionalidad estratégica” sostenible, para el “bien
común” y avance positivo, el ser humano no puede desarrollarse, pasando a ser, un ser (un
animal) más de la naturaleza, poniéndose en ridículo el poder de la inteligencia 209 . Si el
mercado burgués es negativo –en un sentido- para la humanidad, más letal es el hedonismo
humanista (ethos neobarroco); una vez resueltas las contradicciones de clase, tecnológica,
ambiental, mitológica la humanidad bebe sostener la antinomia última entre emocionalidad y
racionalidad: de vencer el hedonismo (poético, gastronómico, erótico, etc.), la humanidad
208
Los economistas marxistas suelen pensar, que los ciclos económicos describen una función lineal constante;
que el incremento en la composición orgánica del capital constituye una senda de cambios cuantitativos, que no
se acumulan, que no producen renovación cualitativa alguna, que en los hechos no ocurre salto ninguno;
consideran, luego, que el capital supera la crisis de sobreproducción con la destrucción de fuerzas productivas y
sobrevenida la fase de depresión inmediatamente se instala la de reanimación, un nuevo ciclo y así acontece ad
infinitum, y que sólo la voluntad revolucionaria puede destruir al sistema. Es verdad, que la conciencia “para sí”
del capitalista pone en juego un panel de contratendencias dilatorias para bloquear la debacle, pero desde la
revolución de Octubre y el socialismo, el sistema ha quedado marcado y el salto está por darse: la nueva cualidad
en la que se mueve la historia (la automatización) va cuasi sola, puesto que las luchas políticas populares en el
planeta acicatean la marcha de los hechos y el salto sobreviene.
209
Doble carácter del ser humano: sentimentalidad y racionalidad, como contrarios entrelazados en lucha
permanente como uno de los motores del progreso; doble índole funcional de la inteligencia: operar como
instrumento de sobrevivencia y como vehículo de comprensión del entorno conducente a la formulación del
“saber total”, en acto interpenetrado de contrarios, sinérgico (una de las contradicciones es que la inteligencia
“tira” hacia la racionalidad, en cambio la determinación de la reproducción biológica de la vida: la esfera
hormonal, la lanza hacia la emocionalidad).
206

habría sido un fiasco y se perderá para siempre 210 .
En absoluto: ¡no es cierta aquella evaluación apocalíptica, que asevera que la
Especie atraviesa “una crisis de civilización” (las crisis son condición de progreso), como
afirman algunos “filósofos” que disponen de micrófono! La humanidad que ha producido
instrumentos en los cuales apoyarse en el proceso de satisfacción de necesidades (y de
autoproducción progresiva de su existencia material), las que, una vez cubiertas por el
sistema institucionalizado de trabajo pertinente, han inducido la creación de nuevas
demandas y, concomitantemente, a volver a producir nuevos instrumentos o a mejorar los
anteriores, se enfrente al límite dado por el hecho de que la complejidad y renovación de
éstas –necesidades- no se haya producido (las necesidades no han saltado desde el nivel de
las inferiores hasta el de las superiores: del hedonismo a la racionalidad); por tanto: el
avance del conocimiento y progreso de la técnica, que se realiza con su substrato inmediato:
la naturaleza, se piense que han concluido, volviendo bobo y sensualista al ser humano. Estas
ideas retardatarias deben ser fustigadas duramente, pues, el ser humano que empezó con la
piedra, avanzó a los metales, a la máquina en el interior de los diversos estadios
civilizatorios, va hacia el desarrollo e instauración del sistema automatizado de producción,
el cual le libera del trabajo y le cede todo el “tiempo” para que se entregue a la formación
de la completa sabiduría, en el interior del régimen democovivencial, de regencia de la ley
del “´valor´ de usufructo” (han desaparecido las “relaciones en torno al trabajo”; las
substituyen las imbricaciones frente al consumo, la camaradería y el hedonismo, como
antesala vergonzante de la instalación plena de los nexos alrededor del objetivo de formación
de la conciencia plena 211 ). En realidad, el robot es la prolongación del ser físico (órganos,
destrezas) completo del ser humano y el robot sapiens: el “otro de sí”, del ser humano; el ser
humano “no está desamparado” más, pero necesariamente debe sobrevivir como miembro de
la comunidad general que realiza el trabajo reflexivo (trabajo supracomplejo) en el plano de
la formación de la vida en torno de los datos que arroja la investigación científica
automatizada.
La humanidad va a nuevos escaños de civilización sobre los “lomos de la ciencia”;
guerras, pobreza, afectaciones a la naturaleza, sacralización de la vida, han sido
subproductos necesarios del proceso; pero al margen del sistema dado y de sus secuelas, el
ser humano –los grupos que no se autodeterminen de ese modo- se encontraría entrampado
todavía en la premodernidad (la aseveración puesta, no es justificadora del positivismo;
210
Sería tonto pensar, que la aleatoriedad material habría acomodado sus procesos para que el impala transforme
materia vegetal en cárnica, para que luego sea vilmente utilizado en el acto por el cual el león se dé todo un
festín y plácidamente se eche bajo un árbol a pernoctar; pero mucho más iluso sería suponer (y fomentar), que el
ser humano se halle dotado de inteligencia para dominar oportunísticamente su entorno para desarrollar el arte y
alcanzar la felicidad. Frente a ese concepto de la vida, mucho mejor sería el de orden religioso. Pero hay gente
que piensa así (François Houtart, por ejemplo). Personas, lamentablemente de izquierda, no consideran a la
ciencia como factor fundamental en la definición de la razón de la existencia humana; mientras que las que lo
hacen (el 0.009%), acostumbran separar a la ciencia y a su progreso (la tecnología no corre esa suerte) de la
forma social (humana) que la ha impulsado, que le es propia: el capitalismo (el mercado, la ley del valor, la
competencia, la acumulación, el progreso instrumental). Las dos posiciones antes citadas, hacen que se maldiga
por igual al capitalismo, que lleguen a plantear su eliminación, a considerar que dicha etapa es inútil y solamente
negativa, por lo que sostienen que la misma es una anomalía que no debe (debería) existir. Es el hedonismo del
neosocialismo, del socialismo del siglo XXI, del buen vivir, que hace esos pronunciamientos. Es la humanidad la
que requiere de las “piernas del capitalismo” (en alusión infidente a M. Godelier).
211
El peligro con el sistema automatizado de producción (se abstrae la necesidad de trabajar), con abundancia de
bienes para escoger, con el ascenso de la filosofía hedonista de la vida, es que la humanidad puede entrar en el
marasmo, en el sensualismo, en la degeneración (la aceptación como normal del gaycismo, la desacreditación de
quienes impugnan esa aberración monstruosa –transfobia-, la legalización del matrimonio homosexual –es
verdad que la especie camina hacia el estado de indiferenciación sexual, de hermafroditismo funcional efecto de
la prevalencia de métodos artificiales de reproducción vegetativa; no obstante, dichas conductas aparentemente
superiores en la escala “cultural”, diversificadoras, inclusivas: no importa en qué tipo de cuerpo y sexualidad
esté una mente y otras argucias execrables, para una personalidad seria se presentan aún como irracionales-: su
celebración como desarrollo de la democracia e indicador positivo del “cambio de época”, es la expresión más
conspicua del reinado del hedonismo en el género: su evidente descomposición): la humanidad puede perderse.
El reto, luego está en abominar del hedonismo y dedicarse al estudio frugal (el capitalismo –machismo
patriarcal- en todo caso ha sido bueno en ese sentido: para incrementar la ganancia, para sostener la competencia,
para no desaparecer, ha debido motivar la producción científico-técnica -y la reproducción sexual de reemplazo
de la fuera de trabajo y de la formación del ejército industrial de reserva-, ha contribuido: ha formado el “capital”
social, la infraestructura que permite el funcionamiento moderno de la humanidad, que es impugnado por el
hedonismo “perro del hortelano”).
207

simplemente con ella se levantan descriptivamente los hechos). El ser humano ingresa en un
estadio superior (”paradigma”), no por simple deseo; tampoco se puede hacer responsables
(como lo hace indebidamente el posmodernismo) a la ciencia y a la técnica del curso y fin
que han seguido, con lo cual se deja incólumes las cabezas de quienes los han
instrumentalizado. A tenor de lo referido, las ideas en exposición, poco tienen de dogmáticas,
puesto que se trata de formas alternativas de discurso, encuadradas en un específico enfoque,
en tanto verdad (lo cual relativiza el punto de vista contrario respecto de ellas); solamente,
en cuanto proceso gnoseológico, con ellas se manifiesta que ciertos pueblos se mantendrán
entretenidos en el mundo (simple banco germoplásmico) y así retornarán a la forma
primigenia de materia; mientras que otros (desgraciadamente los de la modernidad
positivista, iluminista, del progreso) desplegarán todo el poder de su inteligencia en términos
científico-técnicos y llegarán a coronarse como “dioses” (del Averno).
Descubrir la punta del ovillo de la conspiración de los “halcones de Washington”
contra la humanidad; representar la totalidad del complejo sistema de estructuras y procesos
de dominación de largo plazo del más antiguo y efectivo poder global de la vieja clase: la
dictadura hereditaria clasista, que se conforma en la era servil-señorial, que se
metamorfosea a burguesía militar global actual y que se traspasa dinásticamente generación
tras generación (de modo, no necesariamente filial) como poder económico, dominación
política y hegemonía 212 sobre la conciencia general de la población mientras bloquea el
proceso de desarrollo de las organizaciones populares, es posible advertirlo hoy, con la
información de que se dispone (¿qué se necesita para actuar?: intereses racionalizados,
doctrina -filosofía, principios- objetivos, estrategia –métodos de prospección-, aparatos,
programas –Gantt, PERT, CPM, ROY, Proyect-, recursos –humanos, financieros (excedente
imperial), materiales, poder (de la fuerza)-, ideológicos –mitología narcótica luterana).
Sistema bien empaquetado de poder: la comisión Bilderberg (secta mundial: cumbre
estratégica 213 ); think tank del Pentágono: simulación multivariable de escenarios y
planeación del dominio planetario de largo plazo (soporte técnico a la decisión); la CIA
(espionaje, espionaje satelital, agentes de la CIA), el FMI, el BM, las sectas religiosas
evangélicas, la OTAN, el complejo militar industrial, la Escuela de las Américas
(preparación de la “boa constrictor” latinoamericana con miembros de los propios pueblos
sometidos; los felipillos), Silicon Valley; la ideología económica neoclásica, la democracia
liberal, el evangelismo aséptico 214 ; la Doctrina Monroe, el Consenso de Washington, la Pax
212
La diplomacia gringa es la encargada de convertir en discurso ideológicamente justo ante el mundo, el interés
del poder imperialista, en preparación para pasar a la fase de intervención armada conducente a rediseñar la
estructura de poder en el mundo. Este es un trabajo técnico mediático profundo y de lobbying ágil y desenvuelto,
exitoso en la medida en que hay “coincidencia” mayoritaria de perspectiva en los organismos de dirección
mundial. Es un “Universo en reversión continua”: lucha de “grandes potencias” (capitales geopolíticamente
institucionalizados) por sobrevivir mediante procesos de concentración y centralización del capital, en cuyo
centro se crea más desorden que orden; estructura de contradicciones que mueven el sistema –parafraseando a
Fiori (La ONDA digital. Entrevista al profesor brasileño José Fiori: Fiori polemiza con Arrighi y Wallerstein
sobre poder global)-, que bloquea la formación de un gobierno mundial: el mundo (en “estado de naturaleza”
–Hobbes) se autogobierna a través del balance inestable de poder entre monopolios globales en el trasfondo de
un pre ordenamiento mercantil (“mano invisible”). En realidad, la necesidad de los capitales de competir
sosteniendo las posiciones fijas más favorables y actuando con estrategias territoriales móviles, mantiene y
contraria la organización del sistema a través de parnerts o de ruptura de fronteras: estructura trunca de Estados
y de globalización; en ese sentido, los capitales se ven forzados ora a posicionarse de consuno con los intereses
“nacionales” (BRICS), ora a dejar la patria y a reemplazarla con el mundo (“hegemón” de Wallerstein y “eje
conflictivo crónico” de Fiori, se correlacionan funcionalmente en la evolución del mundo).
213
Bildelberg: secta global encargada de aplicar los principios de la Gobernanza acomodados al escenario
mundial de multipolaridad (el empresariado de escala oligopólica), la neo institucionalidad y la institucionalidad
de los “Estados revolucionarios” disidentes y el interés por la intervención en la gestión pública por parte de la
población que no se halla en el aparataje administrativo gubernamental. Ha habido ya múltiples anticristos en el
mundo, incluida una mujer (demonia); el primero fue bicéfalo: Hitler-Mussolini, Woodrow Wilson, la Thatcher,
Roosevelt, Reagan, W. Bush (quizá a excepción de A. Lincoln, todos los restantes presidentes yanquis han sido
anticristos o precursores); el verdadero último anticristo, según dicen hacen referencia esas profecías tonterosas
del Apocalipsis o Nostradamus, es colectivo: Bilderberg).
214
Lo chocante de la Religión Cristiana, es su carácter ubicuo, pues, está en los labios de muchos en Occidente:
de los buenos y de los malos (los capitalistas); si la Religión fuese susceptible de discriminación, de apartheid,
no habría razón para el conflicto, para el rechazo: los mitos del cielo, de la felicidad eterna, serían bien
aceptados. Los ricos se encomiendan a su Dios (los que no son farsantes del todo) y piden protección “a su”
benefactor (quienes, como los animales que no trabajan pero que recogen el sustento que les da directamente la
naturaleza –los capitalistas lo hacen mediante la explotación, es obvio-, deben “dar gracias a Dios”; pero los que
208

americana (asesinos con rostros y discursos de ángeles).
A este subsistema siniestro, que cuenta con liquidez monetaria: el patrón dólar
(máquina de imprimir moneda), con intelligentzia planetariamente cooptada, con know-how,
institucionalidad y recursos materiales, se enfrentó el proletariado sin más poderío que su
conciencia y su organización, y tiene que hacerlo hoy (herencia en la lucha) el nuevo sujeto
amalgamado de la historia: la subversión, la intelectualidad progresista y la población
hemisférica; estructura oligárquica global, que tiene la desventaja de que no es imperial sino
imperialista (pues, es triádico-multipolar: EU, UE, Japón y el resto de bloques no cooptados
–nuevos polos de poder-, que opera en el frente geopolítico: lucha entre fracciones a lo
interno del capital por el dominio del mundo), que experimenta disidencias en su seno, que
tiene como determinación opuesta para sí (búmeran) al desarrollo de las fuerzas productivas
al que está obligado a impulsar (la tendencia decreciente de la tasa de ganancia), así como a
la fricción ecológica y de escala del planeta, y a la propensión creciente hacia la lucidez de
la conciencia por parte de la población. Las fantasías aquellas acerca de que el ojo grabado
en la parte superior de la pirámide en el billete de un dólar estadounidense de modo
omnipresente mira al mundo (vigilar y castigar, disciplinar para volver masas humanas
gobernables –M. Foucault), no es del todo ilusa. Todo indicaría, que el capital sólo opera
para él y no para la historia; empero, el metacometido humano está de por medio.
La historia podía instalar en el “ser” la forma comunitarista superior (humanidad
despojada del trabajo en general, abastecida por las máquinas, preocupada por el desarrollo
de la conciencia, orquestada la existencia en el marco de relaciones democovivenciales
–ajuste mutuo de conductas cibernetizado) por la ruta del socialismo o, ¡o sorpresa!: por el
viacrucis del capitalismo. Procedería por el socialismo: de modo racional y revolucionario
(“cultura”); o a través del capitalismo: de manera irracional, salvaje, espontánea
(“civilización”). La voluntad y el desarrollo de las fuerzas productivas han sido las
determinaciones antitéticas puestas en juego: desembocar en la robotización, de modo que el
trabajo humano deje la escena histórica y se instale en el género la fase superior de
reproducción automatizada, e inicio de su reproducción como “tercera naturaleza”
(“concepción científica del desarrollo humano”). La ruta ha sido mixta: fuerzas productivas
(competencia mercantil capitalista) con asistencia de la voluntad (revolución socialista y
perentoria dictadura del proletariado en el ex Bloque Oriental), con predominio de la
estructura: la determinación material (“… la influencia activa que la …-historia-… anterior
ejerce sobre ésta…” –Marx-Engels: La ideología alemana). En realidad, en esta región: en la
percepción sobre los hechos y en la consecuente actitud frente al movimiento del mundo, se
miden las fuerzas: ¡quién es quién! La evaluación es hecha –por tanto- en los planos de las
esferas política y científica; política: para conferir racionalidad axiológica a la vida;
ciencia: para proveerse de racionalidad epistémica. En la coyuntura, la “cuestión” de la
reproducción humana, en una opinión ligera, es simple, declarativa, retórica: expropiación
de la riqueza concentrada privada mundial, financiamiento de las necesidades de modo
programado y subsecuente planificación planetaria del “trabajo” y de atención de las
demandas poblacionales.
La vida del ser humano ni se explica ni detenta carácter en y por sí misma: en su pura
inmanencia particular, tampoco en los productos emanantes de su praxis como ser genérico;
esta forma de existencia sólo se expresa como realidad de sentido en la simbolización lógica
de su expresión suprema, para la que la estructura orgánica y social como individuo y
comunidad, son su vehículo. Cuánta gente ha sido sacrificada a lo largo de la historia;
inmolación que debe ser vista como contribución de pueblos e individuos al sostenimiento y
avance de la inteligencia hacia su meta superior. Frente a hechos naturales “adversos”,
comunidades enteras han quedado en el camino (Pompeya, Herculano, los mayas); las
ofrendas humanas a los dioses cegaron numerosas vidas (los pueblos primitivos, las
cruzadas, la inquisición, la trata de negros, la colonización); en las formas humanas
clasistas, la clase dominada ha sufrido lo indecible y con las guerras de ocupación, pueblos
enteros han sido diezmados, arrasados: Hiroshima, Nagasaki, Grenada, Afganistán, Irak,
Libia. El colosal aporte de sangre históricamente derramada para sustentar la especie tanto
en sentido biológico como civilizatorio, merece ser valorado, si la meta humana llega a ser
se procuran el sustento mediante su trabajo, deben darse las gracias a sí mismos); los pobres piden por todo el
mundo, o sea, también por sus verdugos. Esta religión es una ideología perversa, aparentemente asexuada, pero
que finalmente termina afincando el poder, convive con él, parasita de consuno, sostiene y es sostenido por él.
209

cumplida: la “carne enverbalizada”; y, sería fofo el proceso, si el estadio final de la carne
fuese únicamente la felicidad estilizada, la igualdad, la solidaridad per se 215 . En suma: ¿tanto
cabildeo, diplomacia, entrenamiento y producción bélica, sacrificado esfuerzo cognoscitivo
sobre la realidad, filosofar y desarrollo de las ciencias, diásporas, fundaciones de ciudades,
romances y procreaciones tan sólo para que se haga realidad el grosero hedonismo de
Fukuyama o el “paraíso” de la “sociedad” posclasista en cuanto comunidad de
florecimiento multilateral, igualdad y felicidad, rotativa ahistórica? 216 .
La historia no tiene como fin el comunismo ni tampoco acaban los episodios de la
vida de la inteligencia en esa formación humana; por el contrario el susodicho orden es el
medio, es el escenario en el que el ser humano realiza el “telos”. Para el efecto, se necesita
racionalidad, pero también desarrollo de las fuerzas productivas: esa la razón históriconatural
por la que el desplazamiento del proceso humano luego de 1956, implica en un solo
cuerpo a las dos formas de producción en unidad de acto: el capitalismo (aparentemente
vivo) que crea y recrea las condiciones de reproducción material de la existencia (el
progreso civilizatorio) y el socialismo (aparentemente muerto) que le presiona e incrusta en
él (capitalismo) el orden racional de la existencia. El capitalismo estuvo por derrumbarse por
efecto de la “lucha de clases” (Revolución de Octubre, socialismo de Lenin-Stalin, luchas
populares planetarias); sin embargo, el capitalismo debía madurar a efecto de producir los
cambios tecnológicos que saquen de escena al trabajo (en realidad, la historia no consistía
tan sólo en la necesidad de la superación de las formaciones clasistas y de la capitalista en
particular, para luego insertar a la humanidad, únicamente en el interior de un orden
igualitario, solidario, estético; por el contrario, la historia constituía el proceso de
preparación del género en su conjunto, para que la especie se instale en la verdadera
historia, o sea, en la estructuración de la racionalidad total).
Encontrar la solución filosófica a la “cuestión humana” (zanjar de una vez por todas
la discusión en los frentes moderno, posmoderno, de “izquierda”, religioso, etc.), en cambio,
exige salirse de la vida actual y proyectarse al futuro (lo cual se resisten a hacer los
“modelos mentales” en alusión), esto es, plantearse el sentido, la función, el propósito de la
vida humana, teniendo como eje sine qua nom de dicha prospectiva, a la propiedad solipsista
inmanente de la inteligencia (la ciencia ficción, en realidad, es predicción -sic 217 ). De la
respuesta que se dé a tales interrogantes (hedonismo o racionalidad) depende tal “solución”.
En el presente documento se asume el criterio de la supramodernidad (convergencia
tecnológica; el desarrollo de las fuerzas productivas termina con la producción por parte del
ser humano, de la máquina inteligente: el robot sapiens), en cuanto proyección de la
modernidad sobre la plataforma de la posmodernidad (divergencia tecnológica), abstraídas
de la primera y de esta última (modernidad y posmodernidad) la modalidad clasista
inherente de operación, con lo cual se reafirma el criterio marxista (de Marx: Los grundrisse,
el pasaje sobre las máquinas) antropocentrista y prometeico; sentido de la historia:
progreso, función de la vida humana: “… su comprensión y su dominio –control- de la
naturaleza…”, propósito de la inteligencia: producir la “conciencia de sí”, del Universo, lo
cual: como problema teóricamente resuelto, (el conjunto de estas ideas desquiciadas) deja
absortos, consternados a neomarxistas, postmarxistas y a toda la intelectualidad vinculada a
los movimientos sociales (y a los representantes doctrinarios del capital y de la Religión) y
215
La humanidad ha podido sobrevivir más que otra especie, se dice por ahí anteponiendo una razón simplista:
“gracias a su capacidad de adaptación”. De este modo se presenta el pérfido hedonismo en una vertiente de esa
“ciencia” denominada Ecología. El ser humano se extinguirá cuando cambien las condiciones que sustentan su
vida o por acción antrópica de ella misma (esa conclusión no deja de transparentar cierto halo de solaz
masoquista); de ese modo se pone a la inteligencia en aprietos: en un nivel subordinado, fijista, incapaz de
someter al potro chúcaro de las leyes naturales y se degrada al ser humano en cuanto se lo conceptúa solamente
como un ser más, del orden natural.
216
Cuatro millones de años desde el ardipithecus ramidus, 100 mil años dese el homo sapiens, tres mil años
desde Aristóteles (homo sapiens sapiens), 500 desde el “descubrimiento” de América, 300 desde la primera
revolución industrial (100 años luego de la Primera Guerra Mundial, 80 a partir de la “gran depresión”, 60
después de la Segunda Guerra Mundial): y aquí se halla la especie con 7 mil millones de individuos. ¿Rumbo al
hedonismo del valor de uso y la estética? De ningún modo: ¡racionalidad hierática!
217
“Aquellos que se quedan en el estudio de ´lo actual´, no van a comprender ´lo actual´” (dixit coronel Hugo
Chávez Frías, citando a Marc Bloch); debe estudiarse el pasado –complementa en señor Presidente de
Venezuela-, porque el presente es la continuidad del pasado y el futuro lo será del hoy. Sin embargo, solamente
se puede entender el pasado y el presente, si la mente se ubica en el escenario futuro: cuadro objetivamente
hipotetizado completo de la cima humana.
210

pulveriza sus tesis 218 .
El ser humano se sacude de tres determinaciones: el trabajo, la sentimentalidad y la
mitología. La inteligencia, en tanto status de “acto en potencia” en el interior de la forma
“sociedad” (capitalismo) de la humanidad, encuentra las condiciones en las que se realiza
como “potencia en acto”: aproximación al saber total (capitalismo y socialismo han sido los
artífices: por allí se ha ido la historia; otros pueblos han permanecido al margen); a
consecuencia, la existencia humana se pone a tono con las determinaciones del movimiento
del “ser”: los principios de actuación prometeicos, de racionalidad (posición
“productivista” –antropocentrista- marxista, que molesta, por ejemplo: a J. Habermas). El
sistema comprehende los valores de la moralidad colectiva, de laboriosidad espiritual
“colaborativa e intersubjetiva”, el aparato maquinizado de aprovisionamiento, correlativo al
orden de coordinación por “ajuste mutuo” covivencial, siempre sobre la directiva procedente
de su razón de ser, de su misión, del sentido de esta forma de materia: conocer y dirigir a la
naturaleza (este supuesto, no solamente que es un hecho: es también una exhortación, sobre
todo para aquellos subconjuntos humanos que se oponen al progreso per se, que defienden a
la Madre Tierra a ultranza). Ahora bien, al proceso creciente de hominización
(racionalización fría) se lo suele incriminar negativamente como “proceso de
deshumanización”, bajo la creencia falsa, de que lo propio del ser humano es la sensibilidad:
su faceta arcaica 219 . La reacción entrometida –luego- es contra ilusos que consideran que la
humanidad debe ser amasijo de seres que nacen y mueren después de haber gozado, cuidado
la naturaleza y reproducido (consumido), para que sus críos repitan el proceso ad infinitum.
A su vez, ¿cómo se produce la nueva conciencia?; en cierto modo, ésta: se halla
formada y en proceso (el pensamiento anticapitalista, veladamente comunista); ahora bien, si
se asume que la conciencia es el reflejo dinámico leninista de la realidad en la mente, ésta, al
estar constituida (producción robotizada, ausencia de trabajo, eliminación de la escasez,
gestión automatizada, supresión de la explotación, de la dominación, del mercado, de los
bancos, de los seguros, apertura de las relaciones superiores democovivenciales,… son la
base del nuevo pensamiento), renovará la conciencia y formará la nueva. ¿Cómo se ha
producido la conciencia aquí contenida? En modo concreto, una de las funciones del
presente trabajo ha consistido en “interpolar” (futuroarte, futurológica) entre lo que se tiene
(el presente: las tendencias) y lo que falta (el futuro, su construcción hipotética); esto es,
preconstruir el futuro –producir el mito- partiendo del pasado y del presente, a la manera
humanamente simplificada del trabajo de “resurrección” del ardipithecus ramidus 220
(aquella época por venir, en la que también la “bipedación” –“adaptación mucho más
compleja y fundamental que compensó todas las desventajas de sobrevivencia, que empezó en
el homínido primitivo” de la referencia, se vuelve superflua en ese futuro; época en la que
media una fase por la cual la diferenciación, la contradicción y la dominación al interior del
género han cumplido su papel y se vuelven “órganos” apendiculares, en realidad, un sector
al interior de la especie sapiens se revela y hace valer sus derechos: Irán en el 2012 se está
haciendo respetar, pues, se ha suspendido la venta de petróleo a las prepotentes oligarquías
inglesas y francesas, epígonos de los yanquis: ¡bienhecho! –esos ignaros sectores,
probablemente hoy puedan abastecerse del hidrocarburo de otros mercados, pero la vida
sigue y el petróleo es un recurso no renovable).
El desarrollo de las fuerzas productivas (civilización) avanza hasta la meta de
218
La persona que escribe estas líneas, como todo joven en la época de los primeros años universitarios de la
inocencia: inquieto, aplicado, hace 36 años, cuando se terminó de tratar la temática de las formaciones sociales
con el Comunismo preguntó al profesor de Metodología de la Investigación Científica (asignatura en la que se
incluían tópicos de Materialismo Dialéctico e Histórico), luego: ¿qué? El profesor (Ing. Luis E. Erazo)
respondió: “no se sabe”. Personalmente, por aquellas fechas: 1980, se estaba ciego. La paradoja: transcurrido ese
lapso, se tiene la impresión de que le ha tocado al inquisidor de aquella ocasión, el aventurar una respuesta.
219
En una hermosa película pasada por televisión, un científico (técnico) parapléjico se reúsa al principio a
aceptar como asistente de su hogar a una hermosa mujer “humana inorgánica” (robot antropomorfizado); luego
termina en la acción del coito, la acepta y prevé integrarla a su mundo; es realidad, el argumento de dicho film es
una buena descripción (caracterización) antelada de lo que va a venir; claro, en la película se exponen los actos
irracionales ligados a la emocionalidad (sentimientos lógicos integrados; simuladores de sentimientos):
entrometen a la máquina en los conflictos arcaicos hedonistas humanos. El peligro ronda por ahí: por la
sentimentalidad.
220
El método de “cruce de ideas” bethelheiniano: en la cópula entre individuos, el producto es la descendencia:
nuevas “unidades de inteligencia”, de pensamiento; en la mente, en cambio, la faena procrea ideas, nuevas
nociones y representaciones sobre la realidad: ésta, se crea idealmente (su otro de sí) en la mente.
211

producción del ser humano (cerebro) artificial, a través de las formaciones sociales
conocidas (simulación de emocionalidad entrecruzada con la “lógica” de la racionalidad: el
“ser integral”). En el proceso, la naturaleza tardó años; el ser humano: segundos, en
alcanzar dicho deseo (producción de sí mismo in vitro). La materia llegó a la frontera de su
movimiento con el aparecimiento del ser humano (en cuya formación interviene él mismo,
mediante el trabajo) 221 ; el ser humano, al reproducir su sucedáneo en la mecánica
antropormorfizada pensante, se pone también su límite. Se advierte, que existe otro orden en
los hechos, otro sentido y otra verdad para la vida humana y en los procesos que hacen su
entorno (el ser humano podía llegar sólo a la producción del reflejo universal, en asocio con
la IA o crear el mecanismo deliberante que lo logre; en este último caso, el proceso es
deshumanizante). Las necesidades, que en la búsqueda de satisfacción inducen la producción
de instrumentos (flecha, máquina, mecánica sapiente), aparecen como el medio conducente a
la producción del “instrumento” humano; de este modo queda preparado el “otro yo”: la
pareja productora en interfaz de la conciencia superior, plena. Es este último cometido, el
que se realiza en la fase comunista por venir y sólo en ella; la que debe durar mucho o poco,
dependiendo de la eficacia de la labor científico-técnica de última generación; la que habrá
de perdurar, una vez llegada a la cima: en ese movimiento estacionario de vida, mientras la
monotonía sea susceptible de tolerar (no hay “bien” que dure cien años ni cuerpo que lo
resista).
El proceso de progreso de las fuerzas productivas concluye con el robot sapiens, se
reitera, pues, ni la naturaleza ni el ser humano pueden producir un mecanismo o un ser
superior, aunque su poder superior (interfaz inteligencia natural-inteligencia artificial) es
dado conseguirlo por el ser humano como fusión persona-máquina (“mecanismo”
–substancia pensante- y reflejo de la materia en la mente: conciencia total, son nuevas
realidades que exclusivamente le competen producir como aporte del ser humano dado a lo
que ha encontrado y hecho la naturaleza –la verdadera “cultura”), como condición para
producir el ser superior y la conciencia universal; la máquina pensante en interfaz con la
humanidad, dan lugar a la última forma de civilización (nivel civilizatorio): la comunidad
fraterna o comunismo, cuyo régimen institucional canal de cohesión y operación es la
democovivencia (los miembros de esta comunidad se integran a las tareas del conjunto
porque “comparten el interés en los valores que van a efectuarse mediante” la cavilación en
común). La realización de la historia (Historia: camino que va de la ignorancia completa
hasta el saber absoluto), tiene como mecanismo de ascenso cronológico por etapas, a los
diversos niveles progresivos de la contradicción: modos de producción, hasta que ésta –la
antinomia- se anula en el sistema de democovivencia en su faceta material; la antinomia de
contenido desaparece con el saber absoluto 222 ; al borrarse toda contradicción, el ser humano
se ha negado así mismo en su autometamorfosis hacia condición “divina”; el movimiento
cesa, se detiene la vida racional, los procesos vuelven a su estado primigenio de
inconsciencia (en realidad, una vez que la materia consciente ha cumplido su misión:
221
“… ¿no será la hominización un fenómeno concluido?” (Vallois, H. El problema de la hominización; en:
Colección 70, Los procesos de hominización, México 1969). Dicho sea de paso: inteligencia habrá siempre que
haya algo que investigar, que conocer.
222
El movimiento progresivo: contradicciones ser humano-naturaleza (sobrevivencia de la inteligencia), capitalcapital
(competencia en el mercado), capital-trabajo (lucha de clases), socialismo-capitalismo (geopolítica,
desarrollo tecnológico), socialimperialismo-imperialismo clásico (geoeconomía, automatización),
neocapitalismo-subversión mundial (cambio de relaciones sociales) y emocionalidad-racionalidad (superación de
la mitología y la sensorialidad), lleva al absoluto. Sólo ahí es cuando el ser humano se ha revestido de la
capacidad de ser libre: de responder por propia voluntad en el único plano importante: “ser o no ser” al final de
la proeza, cuando el ser humano se ha tornado omnisapiente, omnipresente, omnipotente, inmortal. No obstante,
sin la anulación de la esfera sensorial, el ser humano no podrá alcanzar el nivel superior de la racionalidad; pero
la conciencia de la racionalidad (y la racionalidad misma) lo da la emocionalidad; ahora bien, la sensorialidad es
la base de la bondad o de la maldad (la racionalidad es fuente absoluta de “bondad”); una máquina pensante sólo
puede ser buena (indiferente), puesto que no está dotada de naturaleza natural (a no ser que dicho caracter se lo
haya emplazado de forma lógica, mediante simuladores); la máquina pensante (IA) coadyuva ampliando la
capacidad de la inteligencia mientras que el ser humano –conectado en interfaz con ella- lo hace con la
sensibilidad, que es la forma en la que la racionalidad se torna consciente. Sin embargo, la sensorialidad que
permite asumir la conciencia de la racionalidad es un nuevo, un tipo muy diferente se sentimentalidad: no es la
primitiva, o sea, la que ayudó al ser humano a preservar la vida (el dolor, por ejemplo) y a su multiplicación (el
coito, verbi gracia), sino aquella posición hormonal y de los sentidos que han receptado el influjo de la voluntad
de la madurez de la vida, que transmite la sensación de bienestar, por la satisfacción subjetiva que induce el
significado de la obra seria realizada.
212

epresentar el mundo, debe desodontologizarse, deconstruirse, pues, cuando todo ha sido
representado, el instrumento de la representación: la inteligencia, se vuelve inútil).
En cuanto a la idea sugerida, en sentido cabal: las premisas ideológicas abstractas
incursas en el presente trabajo por lo pronto han permitido ver “la verdad de uno mismo”,
en la de la humanidad. En esa consideración, la vida personal ha sido llevada adelante con
provecho, ésta se ha realizado idóneamente, incluso en el terreno revolucionario. Adiós a la
ceguera; no más mitología religiosa anglicana (manipulación enmascarada proburguesa
imperialista yanqui de la conciencia), alienación del trabajo (defensa de los intereses del
enemigo, de principios regresivos para con la historia) o prevalencia psicológica en la
estructura de la personalidad, del estado de desconcierto existencial (momento de ansiedad:
preguntas filosóficas sin respuesta en el frente del prurito de saber inmanente a la función del
pensar). En su lugar, conciencia de la determinación vital, paciencia y cumplimiento cabal
del rol “libremente” elegido en el interior de la pareja de opciones que el sistema de clases
permite (cambio o conservación): percibir mejor el mundo (buscar la auténtica verdad),
conspirar (en el interior de las estructuras y de la lucha proletaria, y de la batalla en
desarrollo por el bloque histórico subversivo/intelectual/popular): subvertir el orden de la
idea y de la praxis del stablisment, poner –en la refiguración- en su sitio las cosas, haciendo
uso de la opción única disponible en la coyuntura: la autonomía parcial de la conciencia.
A mediados del 2012: las ojivas nucleares, las ayudas a los Estados (salvatajes
bancarios) de Grecia, España y al resto, no son más, que muletas, bastones, sillas de ruedas
que soportan al viejo sistema capitalista, en su últimos días. Si Occidente propende
occidentalizar Oriente (imponer el “sistema democrático”) por razones de perennación de su
poder económico, a la humanidad le conviene ese mismo objetivo, para que ésta supere ese
modo de vida sectorial históricamente necesario y dado, el cual bloquea el flujo de la vida
según el sentido final de la especie (solamente en ese ámbito, la hipótesis sobre el “choque de
civilizaciones” huntingtoniano, es real). El marxismoleninismo no da importancia a la
“nueva” concepción: 1) la revolución de Octubre, el socialismo de Lenin-Stalin y las luchas
populares antisistema desplegadas a lo largo y ancho del planeta, cambiaron el mundo; 2) el
capitalismo está muerto; 3) la ciencia, la estrategia y la práctica marxistaleninistas se
probaron en los hechos; 4) la plasmación definitiva del cambio de sistema debe darse (se está
dando), efecto de operación de una conjunción entre desarrollo de la ciencia y de la técnica,
y de la acción política subversiva, intelectual y popular, lo cual conduce; 5), a la supresión
del trabajo y a la instauración del comunismo plenamente automatizado. Ahora los crédulos
de entonces se han vuelto incrédulos: tempranamente (inicios de la década de los 60 del siglo
XX) China, luego Albania y finalmente los partidos marxistaleninista, denunciaron al mundo
la traición jruschoviana al socialismo en 1956; “nadie” dio crédito a dicha alerta en su
momento (la cual ha resultado cierta) y aún hoy no lo dan, quienes sostienen que el
socialismo implosionó en 1989 223 .
En realidad, sólo al interior de un orden (homo) se produce el salto evolutivo:
ascenso hacia nuevas etapas de vida, cada una de las que opera según leyes específicas que
condicionan el cumplimiento de metas concretas (prehumano: del mono antropomorfo hasta
el homo sapien; del humano: homo sapiens hasta la IA; y, del poshumano: manipulación
neurogenética en adelante hasta la concreción del saber); luego, mientras que en las fases
anteriores se desactivan las determinaciones (a nivel social de la onda humana: la ley de la
plusvalía), tendencias, gérmenes de estructuras y procesos se están sedimentando como leyes
mediante las que se estatuye otra realidad: el escenario del “valor” de usufructo. En efecto,
223
Esta es una declaración fácil. “Una vez demostrado que el socialismo fue engendrado con necesidad por las
relaciones existentes, ya no será difícil establecer en qué condiciones externas debía realizarse y en cuales
efectivas no pudo hacerlo, a pesar de que ya era requerido”. El socialismo: no implosionó; el que lo hizo fue el
socialimperialismo. En realidad, existe una explicación alternativa, no vulgar del fenómeno soviético. La
interpretación estándar de gramscianos, neogramscianos, neomarxistas, trotskistas y la percepción burguesa en
general, sostiene que el socialismo degeneró, que resultó en fracaso de la burocracia el proyecto de “socialismo
en un solo país”, que se agotó, que fue un modelo inviable, un accidente histórico. Sin embargo, los hechos
muestran, que el soviético no se trató de un proceso simplemente endógeno (“socialismo en un solo país”), pues,
tuvo que expandirse (Bloque Oriental, COMECON, Pacto de Varsovia) motivado por la dinamia del otro llegado
a ser de sí (coexistencia pacífica de hecho entre dos formaciones humanas), que se vio obligado a entrar en la
competencia: a actuar a su interior en cuanto comunidad y en el contexto en tanto mercado; dualidad que tuvo
como eje principal a la tendencia nacional en la primera etapa de la experiencia, mientras que la hegemonía se
trasladó a la escena global en el momento socialimperialista.
213

una nueva ley se ha ido creando en la historia, la cual determina la conducta presente del
género: el hedonismo, por ejemplo, se ha vuelto una componente esencial entre las que
precautelan la existencia; el nuevo “actor” en la historia: los pueblos, no desean la guerra,
la confrontación, el peligro, el dolor; más bien propenden el diálogo, la paz, el placer, la
colaboración, ser en lugar de tener; por tanto, el belicismo del poder: enfrentamiento de
pueblo contra pueblo (o del pueblo con la robótica bélica), no está más en la línea de actos
que admite el “constituyente” (la guerra: el negocio y la determinación propios del sistema
capitalista, puede ser lanzada por parte de los poderes imperiales –de los ejes conflictivos de
reproducción inestable sistémica-, pero los pueblos habrán de oponerse, bloquearán, al
inicio de las incidencias, todo nuevo proyecto de carnicería de los pobres en el planeta).
El proletariado (hermoso sujeto histórico: encargado de crear la riqueza material y
espiritual –también los seis científicos [y otros] proponentes de la “hipótesis de Higgs”, han
trabajado por un “salario”-, y de forjar el mundo nuevo) ha salido de la historia dejando
instalada en la esfera terrestre la guerra total de clases contra el “Imperio invisible” (dixit
Daniel Estulin), pero con el 95% de la balanza inclinada hacia las demandas de la historia.
El “objeto material”: la humanidad, está ya entendido completamente; el “objeto material”:
conciencia, tiene su representación conceptual razonable (el funcionamiento cerebral está
descripto en forma integral y teórica –Philippe Panchout: El funcionamiento cerebral); falta
completar la idea sobre el “objeto material” total: la estructura del Universo, su forma de
funcionamiento (la quinta interacción: la Relatividad con la Mecánica Cuántica), en torno de
aspectos atinentes a su origen al interior del proceso reiterativo infinito material general, a
su “tamaño” (en verdad, si ésta como otras nociones responden a propiedades de los hechos,
o sea, si la misma no es más, que un prejuicio de la mente que hoy procura representarse el
mundo), la conclusión del ciclo en el marco de la hipótesis pulsátil, pero, sobre todo, la
pregunta crucial: ¿por qué existe la materia?; estos últimos son aspectos, es suma,
integrantes del campo restante de la ciencia, del futuro de este quehacer esencial, lo cual
implica el reto, la razón, el tramo en que tiene ocupación la inteligencia (“fin de la ciencia”
–dixit John Horgan) para producir la simbolización completa de la realidad (el saber
absoluto).
La idea general, puede presentarse del modo siguiente: el ser humano debe coronar
su obra en la ciencia y la técnica con el arribo a la producción compuesta de sí mismo: la
persona artificial; el dispositivo es la inteligencia. Al tener lugar el suceso, la promoción
humana de ese entonces, se enfilará a descubrir la verdad sobre la entera realidad. Entre
tanto, una cuestión “pequeña” más, queda por atender a la humanidad en la coyuntura:
sepultar completamente al más portentoso modo de producción desarrollador de las fuerzas
productivas: el capitalismo, una vez que en su interior casi ha concluido el proceso de
automatización y cuando cierto sector de la población sabe que debe completar esa misión, si
el capitalismo no lo concluye o por cuanto la razón le dicte oponerse a que el sistema con ese
objeto siga mortificando a la población, afectando a la naturaleza y bloqueando el desarrollo
del espíritu; el mecanismo, esta vez, es la dinamia del propio proceso económico y la decisión
de la población de transformar la realidad. Luego, la vida ingresa en la fase del verdadero
“entretenimiento” (el trabajo epistémico): integrar la nueva información sobre el mundo
generada de modo automatizado y proveerla de sentido; tarea a darse en un ambiente de alta
racionalidad, madurez psicológica y frugalidad. Concluida dicha labor, no queda más qué
hacer, como no sea el atreverse a decidir sobre uno mismo: los instrumentos se inventan, se
mejoran, siempre que haya necesidad, que aparezcan nuevas o que las consabidas se
incrementen cuantitativamente por aumento vegetativo de la población; por ejemplo: si ya no
hay quién se siente en una silla (incógnitas sobre la realidad), el carpintero (humanidad), la
sierra (inteligencia), la madera (el substrato de la representación), no tienen sentido; eso
ocurre (ocurrirá) con la conciencia, con el robot, con la materia.
Ahora bien, las notas concluyentes contenidas en el escrito en trámite han permitido
–por lo menos- advertir –ya se ha dicho- la “verdad de uno mismo” y encontrar paz
existencial. El presente, por lo mismo, es una monografía teórica seria; pues, no se puede
proceder irresponsablemente a comprometer al marxismo: la doctrina científicorevolucionaria
más rigurosa, frugal y objetiva, con simples especulaciones. Luego (y ya ha
pasado), a simple vista, si se lee a la ligera o en forma parcial el contenido de este
documento, el mismo aparecerá como una simple “ficción”, una impostura e, incluso: un
dislate presto para inmediatamente generar reacciones de animadversión e iracundia de
214

“tirios y troyanos”; mas aquella persona que actúe de modo responsable (si hay interés
sobre este trabajo, por supuesto), se detendrá a investigar la pertinencia de las aseveraciones
expuestas, como presupuesto para optar por una reacción sea de adhesión o de recusación,
frente a ellas; en realidad, debe conocerse el enfoque y el conjunto de materias: las
interpolaciones que dieron lugar a las conclusiones. Las hipótesis prospectivas científicas
aquí vertidas (en realidad, epistémicas, por cuanto se sustentan: 1.- en la mecánica de las
inferencias lógica y estadística, 2.- en el criterio de la totalidad y 3.- en el movimiento de las
tendencias empíricas, por lo cual se hallan revestidas, quiérase o no, de carácter objetivo), se
presume que se cumplirán. De todos maneras, frente a los detractores de la idea se declara
que ni para quién escribe los supuestos anotados ni para los que los nieguen se cuenta a la
mano con el “criterio de verdad” de dirimencia de la controversia: la práctica, puesto que
las predicciones se harán realidad o dejarán ver su índole de falsedad en cinco o diez mil
años; de modo que las dos partes “se quedarán con la nariz larga”, “con los churos
hechos”, puesto que para esas fechas toda la humanidad actualmente viva estará bien muerta
y enterrada, como para que se pueda increpar su prueba o su mentira.
Con el desarrollo discursivo de las materias referidas, no se pretende escandalizar de
modo deliberado; es el sentido inmanente de las mismas, el que va a producir dicho efecto.
Por su parte, las ideas en referencia se presentan en líneas que siguen, agrupados en cuatro
libros. En el primero se entrega la idea matriz, que corresponde propiamente al contenido
intitulado: "La nueva concepción de la historia”, que, en estricto sentido, no es mas, que el
“desarrollo” y actualización de la verdadera “nueva concepción de la historia” formulada
por Marx (hito que marcó un “antes y un después” en la conciencia); distribuidas en los tres
restantes, por comodidad simplemente, se desglosa la tópica principal expuesta en el
precedente, con la intención de confiar argumentos lógicos demostrativos de las “audaces
generalizaciones” allí esbozadas. Las materias tratadas en el primer libro, originalmente
fueron planteadas como resumen (principales hallazgos de investigación); mas, por tratarse
de una temática tan amplia, éste se abultó demasiado, pasando a conformar dicha sinopsis,
un libro completo (de allí su sabor a autoprólogo o a resumen prologado, lo cual ha llevado
en cierto modo a desnaturalizar el prólogo); por la razón referida, se debió elaborar: 1) un
mini texto limitado que en inglés se denomina Abstrac al cual sigue la cita de las
fundamentales categorías teóricas implicadas (en letra cursiva-negrita, se resalta las que se
piensan son categorías resultantes de la cosecha personal; quién no desee adentrarse en las
interioridades del presente documento, puede hacer uso de esas nociones eje, para
reflexionar sobre el mundo: de seguro llegará a las mismas conclusiones a las que se ha
arribado en el presente trabajo), 2) el resumen (ejecutivo ampliado) propiamente,
comprimido en 111 páginas tamaño INEN, por tanto: en exceso abstracto 224 , y 3) un esquema
sobre la idea; el resto del texto se agrupa en el número de libros aludido.
En el 2012 se ha subido a Internet la “última” versión de la idea; para el efecto, ha
sido diseñada una imagen-web alusiva a la tópica, graficación –en verdad- llamativa y
significante. Madurado el pensamiento personal, el interés por publicitar las presentes notas,
consiste en poner a la mano de ciertos espíritus buenos, que en el mundo pueden hallarse
expectantes sobre la emergencia de una nueva reflexión filosófica: fresca, visionaria, con
cuyo acceso, de análoga manera que su autor, encuentren la ocasión de “dejar este mundo”
con el mayor grado de conciencia sobre él (totalidad, pasado, presente y figuración futura).
Con el capital, en 1492 se inicia el periplo por el mundo de la forma civilizatoria burguesa
(ley natural: existencia de orden en los mundos físico y social) y la labor “culturizadora” y
evangelizadora de los llamados “pueblos bárbaros”, como misión autoimpuesta por los
europeos (expansión colonialista). Hoy se procede de análogo modo: se devuelve la
“cortesía” 225 ; nada más, que en la actualidad Quito no cuenta con las armas y la vehemencia
224
El resumen como tal, sigue el formato del discurso clásico ciceroniano, compuesto por tres partes: exordio,
desarrollo del tema central y las conclusiones; este ha sido radicalmente ampliado con el propósito de dar cuenta
a través de él, de los aspectos nodales tratados en el trabajo.
225
Los pueblos europeos, de la Europa blanca, sobredesarrollada, muy racional, light, que catalogan a los otros
pueblos como incivilizados, que se creyeron asistidos con el derecho de emprender en la cruzada civilizadora,
hoy deben aprestarse a recibir el verdadero acto civilizatorio por parte de los pueblos del Nuevo Mundo; pueblos
europeos hoy por hoy realmente incivilizados: como novedad frente a la crisis, toman medidas de asistencia a la
banca y al sector financiero ineficiente causante y beneficiario de la crisis, en lugar de aplicar el salvataje a los
pueblos; con la medida superconcentradora, la troica no va a superar ni la crisis financiera ni los problemas de la
población.
215

acumuladora y expansiva del capital (cosmovisión positivista, razón instrumental, idea del
progreso –trasplante de la civilización industrial-, modernidad) para imponer una visión del
mundo, pero sí se dispone de la razón lógica (contradicciones históricas siempre superadas),
del poder de la argumentación y el ethos axiológico, para retirar la venda hedonista,
mitológica y la despreocupación de los otrora “pueblos cultos” (y de este modo escarnecer la
soberbia de la clase dominante europea, “ilustrada”, pretenciosa) y en su lugar forzar la
apertura de la mente, para que ésta dé cabida al supraparadigma, en el que puede residir la
verdad de estos “tiempos” y de los que vienen.
Las presentes anotaciones constituyen formulaciones filosóficas (Filosofía
ideológicamente situada, políticamente comprometida, racionalidad en lucha), esto es,
inferencias abstractas y no demostraciones matemáticas exactas; estas “máximas” tienen
sentido a nivel de los “grandes números”, en cuya dimensión se demuestra su “exactitud”
(en realidad, la Filosofía no se puede matematizar, es decir, no es posible pragmatizar las
pretensiones de B. Russell) 226 . Finalmente, como se podrá advertir, la tópica tratada es muy
sensible en el plano de la tradición filosófica y de las “fibras más íntimas” de la psiqué; en
ese encuadre, el propósito del presente escrito consiste en anotar puntos de vista que en unos
casos explican los hechos, en otros se contraponen a las comprensiones vigentes o que
resuelven ciertas inquietudes, en terceros. Los devaneos en desarrollo pueden asumir algún
sentido para aquellos sectores en los que ronda inquietudes afines, de modo independiente al
“efecto de ideología” con que se los mire. Las fundamentales razones que sustentan la
publicación de las presentes notas en concreto son: 1) rendir homenaje a los próceres del
marxismo (Marx, Engels, Lenin, Stalin: los seres humanos interpretan y transforman el
mundo, la Carne se hace Verbo); y, 2) la ciencia y la técnica deben ser patrimonio común
inmediato de la población 227 . Queda en manos de las “unidades mínimas de inteligencia”, el
resultado del trabajo intelectual de una de ellas, abordado a partir de los principios
ideológico-teórico-metodológicos de la concepción marxista.
226
Aunque parezca demasiada petulancia, se advierte, que el presente documento no ha sido elaborado para que
tan sólo se lo lea, como ocurriría con una obra literaria, dígase: una novela. El borroneo de este escrito exige,
más bien, su análisis para entender las materias que lo componen y el argumento de la totalidad, en un caso; para
comprobar (chequear), que lo que se asevera está bien, en un segundo; y/o, para fundamentar las hipótesis
implicadas, en tercera ocasión (en suma: no es un documento de lectura sino de estudio; sus ideas no están para
ser discutidas, sino para admitirlas o rechazarlas).
227
Si el nómade africano tiene el cromosoma humano y, por tanto, su presencia en el mundo puede ser asumida
como reserva germoplásmica de la especie; si el habitante neocolonial se halla funcionalmente integrado a la
economía global, como oferta de mano de obra barata, en tanto productor de materias primas y alimentos baratos
(de Janvry), se concluye, luego, que estos sectores, a partir de su precariedad, contribuyen en la producción de
los más altos valores de la ciencia y de la técnica, y que el desarrollo –por tanto- es obra de toda la humanidad.
216

Objeto, modo de exposición y predesarrollo de la tópica.
En las reflexiones supramodernas –los productos de ellas sobrevienen a los preceptos
posmodernos de los “pequeños relatos”-, la conducta gnoseológica pertinente, cuando el
concepto ha sido dado para las formaciones tanto precedentes como para la reinante de la
entidad humana, es la de índole holístico-prospectiva 228 . La elaboración de la noción al proceso
ligada, se apoya en la mecánica de intercalación, entre la hipótesis sobre el marco de vida
humano por venir y la etapa social vigente (el diseño del sistema unificado de su
combinatoria 229 , de los conceptos que organizan la comprensión de la esencia interna del
escenario cumbre de todo el proceso histórico, asume posición de determinación presupuesta
del orden de su racionalidad 230 ; ubicada en él, la mente se retrotrae hacia el presente y a las
formas pasadas, procedimiento con el cual se registra la imagen completa de la vida, a través del
eslabonamiento de los “hechos” 231 ). La pregunta de investigación general, que está en la
base de la reflexión –luego- es (¿cuál es el momento que viene?): “y después de la forma
humana racional-espiritual: ¿qué?” (sólo sobre el suceso que aún no es –que se desconoce-, la
mente puede interrogarse). En coherencia, en el curso de la presente cavilación se pretenden
realizar ejercicios mesológicos sobre el conjunto de “géneros” del saber científico a la mano (en
este punto, el que sigue es un pensar cuasi reversivo “radial”), de modo que sea plausible
esbozar principios de neoconcepción total, que permitan armar el cuadro de la totalidad límite,
que vuelva transparente a la conciencia la globalidad de la realidad (reinterpretación de “todo”
el material científico-técnico, económico, político, ideológico, cosmológico –e incluso de las
Ciencias Naturales y Lógicas-, a la luz de la ideología marxista, aunque sea primariamente –en
algún momento mentes más lúcidas precisarán, culminarán la obra a partir, quizá, de este
boceto).
El método implicado es –naturalmente- el histórico-descencional (en realidad, la mente va
del presente hacia la meta –ascenso: de lo abstracto a lo concreto -: frente al hiato se formula la
“idea de sí” de ese momento y de la totalidad, y de allí la mente se retrotrae –descenso- hacia lo
abstracto presente y pasado). Método que permite ensamblar con sentido a priori, toda la línea
de la vida racional, en este caso. Es también el proceder apropiado para dirimir la controversia
abierta en torno de la variedad de conceptos antitéticos, que los pueblos se hacen entre sí; en
efecto, una comunidad se formula la noción de otra en referencia con la que tiene de sí, al que
considera el normal, el correcto, el verdadero; la auténtica apreciación sobre el carácter y
función de cada pueblo en el mundo y en la historia aparece cuando la reflexión que
categoriza se sitúa de antemano en la etapa cumbre humana, y con ubicación en ella vuelve la
228 Retrospectiva. Se conoce: la intelligentzia del poder global prospecta (Bilderberg, la Trilateral, Le Mayte, El
Pentágono, la CIA); pero lo hace, a objeto de diseñar medidas que apalanquen la formación del poder mundial y
su sistema. El método implicado es la extrapolación: se proyecta la tendencia de desarrollo de las fuerzas
productivas (la ciencia y la técnica), manteniendo invariable el sistema de relaciones sociales (y los dogmas
religiosos, por supuesto): lanzan al escenario futuro la doctrina sobre las leyes del mercado, el libre cambio, la
libertad absoluta. Las premisas de su audacia se consideran como los nuevos supuestos de la futura economía:
manufactura inteligente, innovación permanente, desarrollo de la información (mundo virtual, fantástico
burgués); es obvio, eje de este nuevo proceso, es la competitividad (en realidad, el poder debe muy bien saber
qué le ocurre al mundo, hacia dónde va la humanidad, pero se guarda esa información; no obstante, los términos
de la prospectiva total, filosófica, que se incluyen en las presentes anotaciones, no debe ni remotamente
sospecharlo dicho think tank: su posición de clase y la incapacidad de pasar de la burda interdisciplinariedad al
criterio de la totalidad, que le es imposible al positivismo, lo impide). El escenario futuro que ofrece la
simulación burguesa, es real; pero en el modelo fáctico: no existe más el capital (pues, el robot solamente se
vuelve substrato multilaterial y concreto determinante del sistema de las renovadas relaciones humanas, en el
comunismo; ahora bien, el comunismo es la negación del capital, del sistema clasista y de los pisos que sobre
tales bases se levantan en el edificio social); avance en dicha ruta es la caída de la industria pesada de
exportación (este fenómeno no se trata solamente de cambio de sector al interior de la noción de la estructura
económica burguesa clarkiana: del secundario al terciario o de los servicios: al científico-técnico, al del
conocimiento o al de la inteligencia; tampoco es un fenómeno sólo de micronización, desmaterialización o
miniaturización de la producción), con la cual se detiene el proceso de transferencia de excedentes de la esfera
neocolonial a la céntrica sustentado en el sector externo de la economía (las ciudades ya no soportan más autos,
por ejemplo).
229 En este orden lógico de componentes estructurantes de la “sociedad” futura, varias “determinaciones de lo
real” han perdido carácter de ontologicidad: la institucionalidad y normatividad derivadas del “efecto de
estructura”: mecanismo asistencial de reproducción de las formas humanas intrínsecamente fracturadas, tanto
como el sistema de nocionalidad inherente.
230 Dicho sea con entera honestidad intelectual: -luego del comunismo ¿qué?-.
231 Método histórico-ascensional.
217

mirada y atalaya en sentido inverso el curso completo de la vida 232 . El sistema se cierra
obviamente a la manera cuasi hegeliana, pero luego de centenas de años a futuro, una vez que
todo el combustible de la inteligencia humana se ha consumido, lo que equivale a decir, que
no ha quedado intersticio en la realidad, que no haya sido horadada por la mente; cierre, que
no se sostiene en apologías al triunfo parcial de clase o de ideología algunos, sino como
efecto de la praxis exitosa de toda la especie, medida por el racero de haber llegado a la cima
del saber, haber alcanzado la libertad y de poder maniobrar sobre la materia. Curiosamente, la
Religión Cristiana actúa, sin notificarse, de ese modo: la meta para la vida es el Cielo, y tanto
la conciencia como la conducta se estructuran en estricta relación con ese punto: las personas
y sus actos tienen sentido o contrasentido, en referencia con dicha suprema meta; mientras
que es normal encontrar en estudios históricos ideográficos (historiografía) el procedimiento
expositivo que inicia con las etapas primeras del proceso y de modo cronológico sucesivo
(incluso sin ruptura) se avanza hacia el presente, en intención de transparentar la trama.
La Religión Cristiana –bien se conoce- cierra el sistema humano al final de los tiempos
con la segunda venida de Cristo, el cual impondrá premios y castigos a los miembros del
género según haya sido su conducta; el capitalismo –es también sabido- clausuró la historia
tiempo atrás ya, con la proposición sobre la eternidad del “mejor sistema” que ha dado ésta;
en el marco de las deliberaciones, la hipótesis del hedonismo ilustrado, aun no es la salida a la
“cuestión del futuro”. El presente trabajo de su parte considera, que es el capitalismo el que
está por cerrarse, que paralelamente se abre la etapa madura de la humanidad, la que durará
entre 5 y 10 mil años (calcula Sagan), “tiempo” en el que la conciencia natural-artificial
procede a desentrañar todos los misterios del Universo y de su conversión en su Rey. La vida
racional concluye, en cuanto todo sistema orgánico, “diseñado” para cumplir una misión, ha
llegado a la meta, “encargo” que en el caso del ser humano se halla implícito en la propiedad
de la inteligencia; por tanto, el hecho se asume se produce con sustento en argumentos
fundados no en especulaciones parcializadas, sino en meditaciones válidas: una vez que se
han automatizado todos los procesos de la vida y producido el cerebro humano en laboratorio:
¿a qué más puede dedicarse la mente; cuando, además, la humanidad habrá madurado tanto,
que le resultarán molestos y vergonzosos tanto la esfera estética como la de la
sentimentalidad?; además, en la nueva formación humana no será necesario elaborar sendos
tratados de economía (ideología) para justificar el orden; en ella, el trabajo mismo será
arrancado por las máquinas de las manos de los seres humanos; el cuerpo físico habrá de
“degradarse”, mientras que la conciencia se mantendrá “a buen recaudo” mediante
mecanismos de integración en interfaz o por mediación de ejercitamiento a través de la
práctica de gimnasia mental o por vías biotecnológicas (incorporación en el cerebro de un
chip de banco de datos y de software de procesamiento).
232
En verdad, sólo la visión de la totalidad: cuando el orden de su coherencia ostenta naturaleza jerárquicamente
determinada por su respectiva esencia, da carácter a un pensamiento, o sea, si es de ese modo, el mismo es
idóneo y se lo puede tener en cuenta. El fenómeno social/natural de la “obsolescencia programada” (reducción
intencionada de la vida útil de un producto, efecto de la política de administración de la durabilidad, como
debido a la incorporación en el satisfactor de innovaciones en coherencia –coerción- con el “valor agregado” que
se experimenta en el desarrollo de la esfera de las necesidades y la determinación competitiva como dinámica del
sistema), por ejemplo, se presenta negativa en el plano social; pero la misma constituye una poderosa estrategia
no racionalizada de desarrollo humano puesta en la dimensión del largo plazo (en el un caso, su impugnación
asume una posición psicológica de anquilosamiento racionalista; en el otro, toma la apariencia de ser tan sólo un
acto de conducta innovadora hedonista). Ahora bien, la perspectiva cambia cuando la reflexión sale del círculo
de los intereses económicos empresariales particulares y de la coyuntura histórica presente, para pasar a ubicarse
en el plano del desarrollo de las fuerzas productivas y del movimiento progresivo de la historia en su totalidad.
Similar circunstancia se advierte en otro caso: la tendencia a pensar la diferencia humana frente al resto de
animales ubicándola, en unos casos, en la esfera de la sentimentalidad –componer una sinfonía, pintar un
cuadro,…- como lo específicamente humano (por parte de esta creencia, serían los afectos, el amor, la esfera
distintiva); en otros casos la misma se supone residiría en la existencia de una entidad no material: el espíritu, en
la perspectiva filosófica de dualidad cuerpo/alma, que vendría a ser lo típico del ser humano (jugó un papel
importante esta mitología, también adelantada a propósito, sobre todo para eliminar el complejo de culpa del
sector dominante en la esclavitud, con la deshumanización de la víctima: los negros no tienen alma, luego son
animales -sic); no obstante, el factor que encarna la verdadera diferencia entre ser humano y el resto de seres que
cohabitan en el planeta, que expresa el salto evolutivo mixto: naturaleza/historia, es la propiedad de la
inteligencia (en neocórtex: la capacidad de asociar), cualidad que permite entender, explicar y predecir la
estructura, el funcionamiento y el avance en su orden, de los hechos reales, y la actuación consciente y
transformadora de la persona sobre ellos: conciencia y acción, siendo a su vez ésta (la propiedad de la
inteligencia) el aspecto que define la posición en el cosmos de la vida humana, su papel, sentido y razón.
218

PROCESO REAL
Origen: homo sapiens
Eje de la historia
EL METODO HISTORICO-DESCENCIONAL.
Meta: saber absoluto, rectoría del Universo
La conciencia cognoscente
se sitúa en la formación cumbre del género y se
va hacia atrás en la reflexión sobre el proceso de la vida.
“Creación” 2010 “Cielo”
2.- Interpretación del pasado y del
presente.
1.- Se completa la noción sobre el
tramo de la historia por venir.
3.- Formulación de la “lógica histórica”.
4.- Se plantea el programa que asegura
la ruta hacia la meta.
PROCESO DE LA MENTE
Marx miró toda la historia humana 233 ; al capitalismo lo abordó sobre todo en sus fases de
constitución (acumulación primitiva) y despegue (acumulación ampliada, valorización), sin
descuidar la etapa monopólica, y la de su negación y cierre (nexo entre estructura –tendencia
decreciente de la tasa de ganancia- y voluntad –lucha de clases), y la forma humana futura (“…
a cada cual según su necesidad”) en sus rasgos modelados teóricamente: abstracción del trabajo,
de la superestructura y de la ideología, completamiento de la conciencia objetiva sobre el
mundo. Lenin centró su interés en la fase parasitaria, terminal, imperialista del capitalismo, en
la actuación de la voluntad, en el proceso de deceso del sistema y en la primera etapa de la
formación que lo sustituye (actuó estratégica, revolucionaria y prácticamente). Por hoy, es
necesario mirar el futuro: el completo proceso humano, a la luz de las teorías de Marx y Lenin,
de la Cosmología de C. Sagan, de los planteos de Penrose, de la teolofilosofía de de Chardin,
conducente al esbozo de las nuevas especulaciones, para las cuales, las antedichas son sus
premisas 234 ; el enfoque permite apreciar el presente sin los prejuicios del pasado y éste, sin los
del presente (la posición de la totalidad abstracta, lleva a superar tales atavismos) 235 . Estas
233
“Una totalidad no puede ser plenamente comprendida sin tener en cuenta el lugar que ocupa en la historia.
Un sistema sólo es significativo como una cristalización de las formas anteriores de la práctica humana y con
respecto a futuros históricamente posibles” (Marcovic, Mihailo. Marx y el pensamiento científico crítico).
234
Esta actitud futurizadora resultará abominable, por ejemplo para un tal Andrés Abad M. (y para otros como
él), que en 1991 escribía en un periódico de Guayaquil (El Telégrafo) en torno de la temática de la “prospectiva”,
directamente con la misión de impugnar la “idea de progreso” (por estar la misma asociada al capitalismo y al
pensamiento hedónico en general), es decir, contra el fenómeno real, que está ante los ojos de todos y que
expresa la faceta, si no la única, la más racional del ser humano (la productividad el trabajo, la creciente
objetualización de la inteligencia, el desarrollo de las fuerzas productivas y de la esfera espiritual concomitante).
Es verdad, que no es posible formular (“construir” –sic- P. Bordeau: El oficio del sociólogo) el “objeto de
estudio” de la “futurología”, puesto que –es obvio- el substrato de la representación no está dado para ella,
debido a lo que “el arte” residirá siempre “en el seno una paradoja epistemológica”; no obstante, la observación
de cómo se ha producido la “evolución de ciertos resultados” es “objeto” de inferencia (científica), de
transferencia y generalización del mecanismo inmanente, sobre todo para quienes se metamorfosean(amos) en la
“religión del progreso”, que asumen que la “historia no puede ir para atrás” en el largo plazo (considerar “… el
progreso como resultado del desarrollo interno del sistema… el futuro está siempre enraizado dentro de lo
existente”). En realidad, el que no se hayan producido los acontecimientos de cambio social tal como la mente se
figura y con la exactitud con la que lo indicaron los clásicos del marxismo, ha dado pábulo a que cualquier
aventurero ose denostar la doctrina de la “lógica de la historia” y el modelo materialista de la transformación
social.
235
El arte y el deporte, por ejemplo, son las esferas más sensibles en la preferencia: la percepción vieja suele
valorar el presente con el prejuicio del pasado (en la música los boleros frente al reggaetón, que considera a este
último como esperpento), la percepción en formación se inclina a valorar el pasado con los prejuicios del
presente (en el fútbol Maradona frente a Pelé: el primero sería mejor que el segundo); la mirada no puede
desembarazarse de su “posición de clase”, pero ésta se ubica en la perspectiva del sujeto que niega y supera la
noción dada: esa es la base objetiva de su gnosis.
219

audaces futurización y generalización (totalización histórica), da la posibilidad de sostener, que
en el trabajo emprendido, la “cuestión humana” queda teóricamente resuelta 236 ; luego, se prevé,
que quién no reflexione sobre las tesis en proposición: puede vivir y morir en significativos
niveles de oscuridad 237 .
MODELO GRAFICO CONTRADICTORIO ASCENCIONAL DEL MOVIMIENTO DE LA
CONCIENCIA.
SER
“DIOS”
SER
HUMANO
Sistema Postclasista
Sistemas Clasistas
Sistemas no clasistas
CONTRADICCION .
PENSAR
Recuperándose a Kopnin (Hipótesis y verdad): sistema histórico ascensional con ruptura (en espiral) de
contradicciones. La contraposición primigenia entre masa y propiedades, produce el efecto/ley (el orden
ascendente de las cosas); la antinomia entre necesidad e inteligencia engendra como consecuencia el desarrollo
de las fuerzas productivas y de la conciencia; sin embargo, a pesar del Bosón de Higgs, en la región de la
episteme el ser humano, para el 2012, todavía gatea. La contradicción humana, luego, es un proceso con
ruptura: fase mitológica (comunidad primitiva); fase de desarrollo material (formaciones sociales antagónicas);
fase de desarrollo de la esfera espiritual (democovivencia). En términos más agregados, tres grandes eras:
prehumana (antes del ser humano), humana (racional) y posthumana (“divina”).
Strictu sensu, la labor implicada se encamina a re-debelar (las leyes) el origen, la
estructura, desarrollo, el sentido y término del proceso de la vida consciente, y del entorno de su
realización en general, en grado compresivo muy elevado de abstracción. La aproximación
teórica a ese “objeto”, con énfasis en la razón coadyuvante y cimera entre y de las cosas, en su
orden, de su inmanencia y proceso hacia la “trascendencia”, no descuida remitirse levemente a
la ley que gobierna la estructura y sobre todo la de su mudanza, como desarrollo natural
necesario de cada fase (en la naturaleza, en la sociedad y en el pensamiento). En una palabra, la
formulación de tres grandes pilares de la cognición: metacategoría: ontopraxeologoteleología
(dialéctica natural –Materialismo Dialéctico-, dialéctica histórica –Materialismo Histórico-,
dialéctica de la conciencia -Lógica Dialéctica- y dialéctica de la finalidad: Dialéctica Total 238 );
236
La naturaleza desplazó sus leyes evolutivas hasta la producción del neocórtex o máximo desarrollo orgániconatural
de la materia. En esa pequeña capa especial de neuronas (materia más altamente organizada, desarrollada
y especializada, cuyo movimiento históricamente produce la conciencia -Shojorova) está contenido el objeto de
la vida del ser humano, el quid de su existencia: su sentido, su significado, el “propósito”, el término y por ella
(la inteligencia) se explica, en suma: su razón de ser.
237
Así como incluso hoy (2011) resulta inverosímil la “teoría de la evolución” por efecto de su complejidad y las
dificultades que presenta su comprensión; cuando se llegue al saber total, será difícil admitir, que hubieron
mentes que no comprendieron “algo sencillo”. También este pensamiento y otros similares o más elaborados,
aparecerán como arcaicos: serán considerados como pequeños esfuerzos, ingenuos, sumidos en el pasado, en la
“profundidades de los tiempos”; cierto mérito que lo revistan provendrá de la intención implícita en el ejercicio
como tal, presto a perder importancia cuando se vea toda la realidad de modo claro y los procesos estén por
llegar a su fin (con el Big Crunch, todo será borrado).
238
Los neomarxistas y otros “marxistas”, al abordar filosóficamente el mundo, avanzan hasta la categoría de
praxis y allí se quedan; Hindrish Zeleny (La estructura lógica de El Capital de Marx) desarrolla pertinentemente
220

metacontradicción: entre ser (la realidad) y pensar (la idea); y, metaley: la
aproximación/alejamiento e igualación creciente entre el movimiento de la realidad y
movimiento de la mente (del movimiento de la realidad al movimiento de la mente; la
conciencia invariablemente va a la saga, porque debe existir siempre antes la realidad a ser
simbolizada; toda la materia puede ser refigurada; luego la mente se adelanta al objeto de la
representación y gobierna con objetivos -proyectación- al mundo) 239 .
El procedimiento implicado es el de la “interpolación”, modo de concebir: ya en párrafo
precedente anunciado 240 , a través del que, por “aproximaciones sucesivas” se recompone el
cuadro general del trayecto dado de la vida (hechos empíricos, su concepto), de la marcha en
curso (descripción e inferencia) y del itinerario por venir hasta el momento metahistórico de su
llegada (cuadro hipotetizado, figuración ideal) 241 . El “hiato” a llenarse, abierto entre los hechos
plasmados y las formas propensas a ser, para forjar la cadena completa del proceso histórico
(incluso natural y cosmológico, en términos de formulación ideal simplemente filosófica y en el
nivel de diseño llamado de “perfil” o boceto abstracto), es posible mediante la operación de
“corte y relleno” inferencial entre los “abismos del pasado y el vértigo de la cumbre (escenario
esbozado como efecto del ejercicio de extrapolación simulativa de las tendencias estructurales o
gérmenes del provenir), para forjar la idea de la realidad total, a través del presente que piensa
(“... el punto de vista del acto individual y aislado corresponde a la apariencia y el punto de
vista de la reproducción y de la totalidad corresponde a la esencia” -Marx) 242 .
el concepto de praxis incluyendo la realidad material y la conciencia con el concepto de ontopraxeología;
empero, el concepto mayor es el de ontopraxeologoteleología, por agregación necesaria y totalizante, en la idea
de Zeleny, del telos.
239
Lenin denomina a este hecho: la correlación entre las dimensiones relativa y absoluta de la realidad, en el
forcejeo de acceso progresivo de la mente hacia la cognición de la totalidad; mientras que el pensamiento
conservador oficial lo asume con la noción de “complejidad” (el ser humano descubre, explica, conoce un
aspecto del mundo e inmediatamente se alzan ante él, muchas más interrogantes, que le dejan como –peor queantes);
pero lo que no sabe decir el pensamiento plagiario burgués, es que el proceso de formación del concepto
integral se halla inmerso en la necesidad de sobrevivir: en la medida en que el ser humano utiliza la inteligencia
y afronta la fricciones que encuentra en el entorno para su reproducción, domina espiritualmente de modo más
profundo la realidad y se amplía su conciencia, siempre rumbo de la dimensión relativa hacia el saber absoluto.
Pero mente y cerebro no son dos realidades, como cree la investigación formalista de la encefalografía (mapeo
cerebral); la mente es simplemente el movimiento de la materia cerebral (del neocórtex) según información
asentada en él, en relación con el entorno, siendo el disparador de dicho cinetismo, la perurgencia de las
necesidades.
240
En el particular, si Foucault utilizó el método “cartográfico”, si Deleuze lo hizo con el de “rizoma”, Derridá
con la “deconstrucción” y Morín con el de la “complejidad”, aquí se ha procedido a hacer con el “topográfico”
(agrimensura, curvas de nivel –aproximaciones sucesivas-, hasta llegar a la cima; interpolación, corte y relleno,
nivelación; planimetría).
241
En cierto modo en ese frente razona Mészáros (lo sospecha) cuando en una entrevista afirma: “Una de las
razones principales por las que escribí Beyond Capital fue precisamente para considerar el futuro. Es a éste al
que debemos considerar con ojos críticos para poder ser participantes activos en el proceso histórico,
totalmente conscientes y preocupados por las implicaciones funestas del poder destructivo del capital en la
actual etapa histórica” (Para ir más allá del capital/entrevista con István Mészáros; Dimanche 24 fevriér 2008).
242
En una primera aproximación se partiría de la esencia: de la abstracción inicial (ésta aparece únicamente si se
ha figurado la totalidad); para el efecto, previamente se debe conocer el aspecto principal; luego se irá
incorporando (aproximaciones sucesivas: este es un proceder lógico espontáneo, que presupone el natural) el
resto de categorías de acuerdo a su ubicación jerárquica en el sistema de relaciones (propiedades: teoría de la
propiedad) omnicomprensivas: polaridad, reacción química, forma orgánica, social, conciencial. Zenit de la
evolución concreta: la inteligencia (propiedad de la inteligencia: encadenamiento hacia atrás y hacia adelante;
hacia atrás: proceso de evolución natural, hacia adelante: proceso de evolución de la conciencia), punto de
partida de la comprensión hasta comprehender toda la realidad en el reflejo y llegar al máximo despliegue de la
ley del desarrollo: dominio de la naturaleza por la inteligencia en su forma-conciencia; hecho factual, que
preaparece en la mente por interpolación entre saber real y saber inferencial del porvenir (del estadio cumbre:
allá se ha ido con la mente). En una segunda (interpolación, aproximaciones sucesivas para alcanzar el esbozo de
la totalidad): ¿qué relación tiene la Física con la Psicología?, ¿la Ideología con el Universo?; ¿la Química con la
Filosofía?, ¿esta última con la Economía?; ¿la Lógica con las Ciencias Naturales? “Tiempo” de trabajo (no),
“energía” de trabajo (tampoco), esfuerzo de trabajo (ya casi), finalmente: materia de trabajo (bueno; movimiento
de los músculos de las extremidades y del cuerpo en general, y del músculo que piensa: el cerebro); es la materia
que se relaciona con la materia: materia prima, que se transforma en producto a través de la acción de la materia
humana (músculos corporales y cerebral) y del concurso de medios de trabajo (maquinaria, equipo,
herramientas; electricidad: propiedad de la masa de los electrones). Como se ve, la Economía, la Anatomía y la
Fisiología humanas (Medicina) y la Física por lo menos, se hallan en conexión; luego, esos productos (en
función de la división social del trabajo) se dirigen a la mesa de cosmólogos y filósofos, que generan hipótesis
sobre los “grandes números”, que despejan la mente del productor directo.
221

La línea de partida del análisis y de la programación política no consiste en buscar, entre
varias opciones de futuro, de puntos de llegada, de posibles “metas”, la óptima según las
diferentes percepciones e inclinaciones 243 . Con motivo del presente escrito se procede al revés:
se plantea la posición a la que por fuerza y convicción debe llegar el ser humano en un
momento determinado (al “saber total”), y sobre ese objetivo (“visión de futuro”: somos la
especie que espera convertirse en el regente de la naturaleza mediante la aplicación más
intensa de la propiedad de la inteligencia para desarrollar el conocimiento y la tecnología) se
pone fija la mira: la meta racional (se la reconoce nada más) y se esfuerza por plantear la
misma en cómo actuar en el camino hacia él, de modo más eficiente y racional (“misión”:
auto esculpirse hacia Dios día a día, avanzar permanentemente hacia la condición
providencial; “estrategia”: generar cadenas de valor espiritual), de manera que la humanidad
no se desvíe de él (primero se pone la representación, luego el sustrato, aunque no se disponga
de la experiencia: del proceso registrado/en curso, como ocurre en el fluir de la existencia
humana, que sirve de referencia para la modelación predictiva). Hay que recordar, que existen
tres opciones y no más para el futuro humano: el hedonismo (capitalista eterno, neomarxista
humanista), la mitología (el Cielo, el Dios evangélico) y el ser humano supremo
(Materialismo Histórico supramoderno). ¿Habría alguien, que piense que Dionisio es el
camino y su proyecto el propósito de la vida? ¿Será sensato seguir hollando el orgullo del ser
humano con las ideas deístas-teístas? En realidad, los dos citados son caminos ni racionales ni
reales, pues, no concuerdan con la determinación o con la necesidad históricas.
Ante la humanidad se yergue el único sendero posible, respetable, justificable, para el
cual su fundamento es la fuerza de voluntad, la sensatez: aquel es el de índole racional, el que
ocupa a la inteligencia de conformidad con su razón y sobre cómo utilizarla con criterio,
según la determinación y necesidad históricas. El escepticismo en torno de la capacidad, valía
y poder humanos, viene de atrás: expresa el más obsoleto complejo de inferioridad, el mismo
que desgraciadamente se mantiene vigente y el cual, de seguro que también ejecutará sus
lances en el próximo futuro. Por ejemplo, Hegel (el gran Hegel: el buenazo de Hegel)
sostiene, que el instrumento de la mente no es adecuado para abarcar idealmente al Universo
(limitaciones en la herramienta cognitiva de la inteligencia); Godel blande el prepuesto de la
incompletitud del lenguaje (la simbología, por deducción matemática, es limitada); Lanz
sentencia que el ser humano es incompetente en su pretensión científicamente
multidisciplinaria (la imposibilidad de una epistemología filosófica); de Hipona alguna vez
escribió, que no se puede trasvasar el agua del mar a un hoyo hecho por un niño en la playa;
Báez dice que hablar en términos de “absoluto” –futurizar- es una conducta sospechosamente
metafísica (incapacidad de pensar en las dimensiones “absolutas”). Es práctico superar la
barrera comprensiva, especulativamente puesta por Hegel-Godel-Lanz-de Hipona-Báez a la
mente (la conexión en interfaz entre inteligencia natural-IA modifica el limitado instrumento
de la mente humana volviéndole infinitamente potente; el ser humano ideará nuevas formas
de representarse el mundo, como antes ha ido de la matemática elemental a la infinitesimal
–ahora se habla de la fractal-; no sólo un cerebro por separado, sino la humanidad en su
conjunto -Hawking- se hallan en capacidad de concebir y abarcar el producto-abstracción de
los “grandes números”; la evolución marcha al absoluto -de Chardin); por tanto, la teoría
clasista de antes en la gnosis, hoy pasa a ser la expresión de los intereses de toda la
humanidad: la “cuestión humana” (que es lo mismo que decir: la “cuestión de la
inteligencia”) 244 .
243
Las verdaderas opciones son (no los famosos futuribles que pueden ser “construidos”): 1) que el ser humano
no esté todavía técnicamente preparado (aunque ya puede desviar meteoritos) para afrontar alguna anomalía en
la operación del orden universal; 2) que los Halcones de Washington finalmente hagan estallar al Planeta; o, 3)
que el ser humano se enfrasque en el hedonismo ecologista, humanista antropológico del “buen vivir”.
244
Una persona allegada a la que garabatea las presentes líneas, se presentaba totalmente incrédulo sobre las
ideas planteadas: “es imposible que el ser humano llegue a producir el concepto del Universo: ¡eso nunca!”,
sostenía de modo tajante. Su escepticismo, su “complejo de inferioridad”, solamente se lo puede entender, en
tanto efecto subjetivo de la realidad del “tercer mundo”, puesto que en las mentes de investigadores de
vanguardia en ámbitos científico-técnicos pertenecientes al denominado “primer mundo”, la idea acerca del
dominio total de la mente sobre el entorno, se maneja con fruición. La única manera en ese momento,
conducente a “demostrar” la pertinencia de la hipótesis atinente a la propensión al máximo saber cómo objeto de
la historia, fue inducir a ponerse en las botas de un discípulo de Cristo (por ejemplo de Tomás): si se lo
anunciase que dentro de dos mil años el ser humano en la panza de un pájaro de metal iría rumbo a la Luna, el
señor apóstol dirá: “¡eso es imposible!”. En verdad, la realidad ha roto las impotencias de una forma de
imaginación.
222

La conexión en interfaz: cerebro(s) humano(s) y la inteligencia artificial es necesaria, no
sólo para impedir que el robot sapiens (la creatura) provoque parricidio (defenestre al creador;
hecho que no es fáctico, porque un robot inteligente es lógico y por cuanto dicho “ente” no
funcionará en el escenario de las relaciones capitalistas: no tendrá una estructura de conciencia
pérfida; entonces, tanto la “lógica” como el ser humano entremezclados se controlarán
mutuamente, además, la esfera sensorial permite que la conciencia sea consciente), sino porque
la conexión en interfaz entre cerebros a lo interno de la especie (poderoso banco de datos y
método de conocimiento, de reflexión y racionalización: “noosfera” –T. de Chardin) no es
suficiente para captar la inmensidad del Universo, por lo que el “ordenador” integral humano
debe apoyarse en la inteligencia artificial, conjunción con la cual se supera la brecha
representativo-formal de Gödel: la simbolización es finita y no permite captar lo infinito, pero
con la nueva matemática que se halla inserta en la “teoría de las supercuerdas” y con dicho
interfaz, se forjará el hardware y el software del tamaño del Universo, dicho sea en la
perspectiva de Hawking.
Por otra parte, el cerebro derecho cesará en sus funciones clásicas y asumirá las
racionales, pues, hasta ahora la naturaleza ha hecho lo suyo: ha “dirigido” por dos vías la
sustentabilidad de la especie humana: de modo afectivo con el cerebro derecho y de manera
racional con el cerebro izquierdo (de igual forma lo ha hecho con la “estrategia” de la
“diversidad ´cultural´”); en adelante: el coito 245 , los pleitos, los vicios, la competencia, las
fiestas, la gastronomía, el amor, la “fe”, la pasión, el miedo, etc., no tienen más sentido: el
cerebro derecho se vuelve primitivo, arcaico y vergonzoso frente al nuevo ser humano:
hierático, racional, lógico, superior. En el mundo por el momento impera un nuevo sistema
filosófico: el marxismo; el fenómeno se debe a que existe ya un nuevo sujeto histórico en sus
rudimentos: la humanidad in abstracto, que es la continuidad del verdadero sujeto: el
proletariado. Los rasgos de la clase obrera, como los ha caracterizado el marxismo, son: no le
interesa la propiedad privada, no desea explotar, acumular, enriquecerse; se sostiene por
relaciones solidarias y no desea dominar a nadie; su pensamiento es trascendente, transparente:
se rige por el saber objetivo, racional; no le asiste propensión psicológica megalómana,
fetichística, vanidosa, narcisista alguna; en verdad: es el nuevo ser humano. Estos son los
rasgos, que hoy reivindica lo más selecto y graneado de la humanidad y a ese sector
corresponde el nuevo sistema filosófico que ha creado el proletariado a través de sus cuadros.
La humanidad, luego, ha llegado a un momento de su historia, en la que, para proponerse
entender su presente y, por tanto: el pasado (todo el devenir histórico), se hace necesario que
salte subjetiva, hipotética, especulativamente al futuro con los instrumentos de la ciencia que
actualmente dispone (conocimientos, métodos prospectivos, sistemas de figuración). No es el
pasado lo que explica el presente (como tampoco es el factor forjador de “identidad”), sino que
es el futuro lo que lo hace con los dos: con pasado y presente (“la anatomía del ser humano da la
clave para entender la del mono”; la del posthumano, es la que lo hace con la del ser humano y
la del prehumano). Marx se situó en el ombligo del proceso histórico, es por eso por lo que
pudo mirar tanto al pasado como al futuro, formular y dejar esa brillante concepción total de la
vida 246 ; hoy, la mente colectiva se ubica en una posición mucho más privilegiada, por lo que el
campo de su visibilidad se abre tanto más hacia el futuro: a la totalidad, no solamente debido a
los poderes del saber que ha heredado Marx –y otros como él- a ella, sino por cuanto la misma
se halla más cerca de ese devenir, mientras que el desarrollo acelerado y casi completo de las
fuerzas productivas entrega nuevas potencias para atalayar el horizonte. También en el llamado
“neoliberalismo” se realiza el continuum “desarrollo de las fuerzas productivas”; de modo que
245
Bajar la libido, sobre todo por dos vías: 1) anulación hormonal mediante la ingesta de fármacos; 2) que la
mujer pase a cumplir cada vez más roles de macho humano y éste: de la mujer, con lo cual se va indiferenciando
la forma corporal y con lo que se atenúa el atractivo corporal (“lo externo y lo interno”).
246
La monumental obra de Marx: El Capital, grandiosa representación objetiva del movimiento de la vida
grabada en cuatro tomos. Primer libro: La producción del capital (la génesis del capital: acumulación originaria,
transformación de los medios de producción en propiedad privada, base para que el capital se mueva en función
de sus leyes inmanentes: la valorización; en suma: formación del capital, explotación, acumulación); segundo
libro: La circulación del capital (los esquemas de reproducción: simple y ampliada); tercer libro: proceso global
de la producción capitalista (la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia: la lucha entre la propensión
natural a la autoclausura del sistema y las resistencias de la razón de la clase capitalista por la sustentabilidad del
proceso; la lucha de clases: el enfrentamiento entre quienes eternizan al sistema –contratendencias- y los que
quieren destruirlo); libro cuarto: crítica a las teorías de la plusvalía (cuestionamiento a los apologistas del sistema
capitalista).
223

no es un proceso únicamente malo. No en todo momento el ser humano puede actuar de forma
racional; es necesario que se den ciertas condiciones materiales, como que el desarrollo de las
fuerzas productivas se halle en cierto nivel. Sólo cuando la ciencia y la técnica permitan
producir proteína en forma industrial, el ser humano puede dejar de sacrificar animales, es decir,
actuar con sentido racional 247 . Los movimientos ecologistas y sociales precisamente han
eclosionado una vez que el grado de dominio gnoseológico de los hechos de determinadas elites
admite asumir conciencia sobre la conducta antrópica del capital y sus efectos.
La importancia de una concepción 248 . El capitalismo es una etapa necesaria y
fundamental en el proceso inconsciente de modelación del itinerario humano, sobre todo en
momentos en que el nivel de conciencia sobre los hechos del mundo, alcanzado en las etapas
primeras de la especie, no le permite a ésta: a su elite pionera, comprender la totalidad del
movimiento histórico y actuar de modo racional en coherencia con su momento en ella (hoy
mismo, el nivel de cretinismo de los managers europeos -2011-, es sintomático). No se puede
abolir el más acabado y eficiente sistema encargado de asignar “eficientemente” la
inteligencia en el más ágil y vertiginoso proceso de desarrollo de las fuerzas productivas, sin
que se cause letal amputación a la composición sistémica prometeica de la razón; pero es
posible acortar la duración de la etapa burguesa, una vez que la conciencia ha captado la
forma vectorial general y el designio históricos, así como la función humana en el proceso y
la meta de la vida racional, y –por tanto- de motu propio, por consenso, someter al
capitalismo, entrar a completar su papel, cuando el grado de libertad alcanzado (conciencia de
la necesidad: el rol y el peligro de que este modo de producción desbocado destruya a la
especie y a su ontología) lo permite, tanto como sortear el peligro de que “por hacer bien se
termine peor”, o sea, pasar de la perfidia capitalista al marasmo animalizante del hedonismo
(calidad de vida, felicidad sensualista). Marx, en un punto dado de su existencia, como
“científico”, comprendió el hecho.
Marx dice (de modo particular en Los grundrisse: su primera obra científica totalizante
–razón tienen las apreciaciones de M. Godelier sobre las etapas evolutivas en la formación
conductual de Marx: Marx filósofo-humanista, Marx político, Marx científico-, en la que se
ve a un Marx prospectivo, que se abre completamente hacia el futuro como efecto del influjo
de la derivación lógica de la estructura científica de su pensamiento maduro; esa la razón por
la que el marxismo “no es historicismo”, en cuanto se asume su carácter predictivo, contrario
a la vocación coyunturalista idealista gramsciana de la “filosofía de la praxis”, que es
superada cuando el trabajo –el ideal material que debe hacerse realidad- ha perdido su
carácter básico): 1) que la razón del capitalismo en la historia, es crear la base material del
mundo nuevo (con todas las letras dice: fase juvenil, de la febril acumulación); 2) cuando
cumpla esta función en la automatización (una vez desplegadas todas las potencias que caben
dentro de sí), concluye la ley del valor y el trabajo pierde esencialidad, se despoja de la
aureola de su maravillosa melena; 3) que la lucha proletaria se dirige a comprimir el período
de vida de la fase burguesa y a reducir los dolores del parto (la clase obrera –la revolución- es
la partera de la historia, la que insemina, espera y recibe la nueva forma humana: “… a cada
cual según su necesidad”); y, 4) plantea que luego el ser humano desalienado, liberado del
trabajo físico (comunismo, humanovivencia), se dedica a aprovechar del “trabajo” de las
máquinas, a conocer y a dominar la naturaleza (en realidad, en rigor sólo hay tres prácticas
247
Son las ballenas, que antes fueron (a parar en las tripas de esos japoneses amarillos) sacrificadas para sostener
la inteligencia y plasmarla como conciencia, las mismas que hoy –por ejemplo- permiten ir tras sus
descendientes, ya no como alimento, sino en pro de su preservación y auxilio (cuando la proteína de alto valor,
que no lo produce ningún vegetal, está siendo posible obtenerlo artificialmente). Producción artificial de proteína
de alta calidad con la cual 1) continuar atendiendo dicha necesidad básica y, 2) para no tener que retroceder en la
vida: volverse comedores de insectos, como práctica inducida por los nuevos supuestos éticos, pues, los insectos
tienen neuronas sensitivas y también sufren al momento de su consumo, animales que todos modos como las
gallinas, las reses, etc., terminarán en el paladar de los animales carnívoros.
248
Para muchas personas como la implicada en estas notas, la de Marx es una conciencia guía. Sin dicha arma
intelectual: uno se sentiría derrotado; en realidad, al evaluar la vida, una vez cruzada la línea de la década de los
50, se sabría fracasado. Cuando ya se puede discernir, asombra como la vida “ha pendido de un hilo”: ha
oscilado entre el desperdicio y el sentido, pues, se pudo haber llegado a la edad madura soportando una carga
pesada e inútil sobre los hombros de la conciencia: el pensamiento económico neoclásico, la filosofía idealista, la
mitológica religiosa cristiana católica o su cambio por la luterana, preso de esa concepción política tramposa de
la democracia. Pero no: Marx fue quién nos abriera los ojos, por eso se es libre, luego, uno se felicita por haber
conseguido enrumbarse bien; y, es por lo mismo que no habrá miramiento alguno en valorar en alto grado la
herencia marxista, el profesar permanente respeto y agradecimiento a la persona de su creador.
224

efectivas: la económica, la teórica y la política; de estas tres, a futuro únicamente quedará la
teórica) 249 . Esta tesis de Marx (el arribo hacia la automatización) es “… decisiva para la teoría
–y la acción- del movimiento revolucionario contemporáneo”.
Pocos han llegado al nivel de conciencia de Marx (exceptuando a de Chardin, por
supuesto, el cual da una solución teológica a la cuestión); no ha habido la perspicacia para
entender la magnitud de sus ideas, mucho peor a valorarlas y desarrollarlas (en verdad, las
religiones se han quedado enredadas en su parafernalia mitológica; el pensamiento burgués, a
lo Weber-Hayek-Fukuyama-Toffler-Drucker-Reich, está entrampado en el fin de la historia,
una vez que el ser humano habría -se sostiene- encontrado el sistema perfecto; los sensualistas
ecologistas se hallan entretenidos en cuidar la naturaleza a ultranza 250 ; el intelectualismo
zalamero neogramsciano y neomarxista, sigue llenando páginas enteras sobre los Escritos
económico-filosóficos del joven Marx; el izquierdismo light se ha dado de bruces con el
oportunismo del cambio social evolutivo; mientras que el marxismo radical trotskista y
estalinista, se pelea en insistir en la revolución proletaria, la dictadura del proletariado y la
construcción socialista 251 ). No han comprendido por darse de eruditos, de heterodoxos, de
deconstructores, rizonáticos, asistémicos: hechos los posmodernos tonterosos, una minucia
que siempre estuvo allí ante sus ojos, pero que Marx vio muy bien: la propiedad de la
inteligencia que lleva al ser humano a fabricar la “máquina total”: el otro artificial de sí: el
robot sapiens, con lo cual todo el misterio de la vida queda histriónica, esquizofrénicamente
revelado (por supuesto, la intelligentzia científico-técnica vinculada al poder mundial del
capital se halla comprometida con el desarrollo de la fuerzas productivas y está decidida a ir
hasta las últimas consecuencias; sin embargo, tampoco ha logrado sacar todas las
emanaciones histórico-filosóficas de sus actos; se ha dicho ya: el límite, la frontera de su
percepción proviene de su posición de clase).
El método de trabajo teórico propuesto, en cuanto tesis (puesto que no se separa de la
doctrina y de su “objeto de conocimiento” específico), con el que se pretende rebasar los límites
existentes tanto en la conducta práctica como en la indagativa de las posiciones referidas
desacralizadas en párrafo precedente, requiere de un rodeo explicativo más detenido. Cuando se
considera qué tipo de juventud conduce a un estado dado de vejez, esto es, según la idea de que
se abren múltiples opciones de futuro (profesión, sitio de residencia, estado civil, número de
hijos, tipo de creencias, etc.) para la juventud, es el presente en sus diversas instancias el que
explica el resultado: la vejez (puede decirse que cada vida “construye” su futuro, el cual viene
proporcionalmente acotado por las condiciones dadas). Si, en cambio, se considera que el tipo
de vejez ya se halla predefinida, que es una sola, puesto que desde varias direcciones se apiñan
las opciones indiferenciándose en una sola, es el producto (la vejez hipotetizada) la que da
sentido a los diversos episodios presentes y a las propensiones: por qué se estructuran de ese
modo, debido a qué obran y se despliegan en tal dirección todos ellos 252 . Una vez que se ha
249
Dicho sea al pasar, la ausencia de industria y de creencias nebulosas, traerán aparejado para el género el
peligro de que éste caiga en las garras del hedonismo (de hecho, habrá una etapa más o menos extensa de
desafueros y de adoración al becerro de oro de la automatización, como preludio de la larga y ordenada
formación espiritual), en el desconcierto vital o directamente en episodios más o menos amplios de degeneración
instintiva (como hoy se ve en el frente de los mozalbetes “hijos de papá” en los imperios superavitarios en vida,
que se dedican al placer de la droga, las fiestas, las playas, etc.).
250
“Para ciertos ecologistas, el ser humano es un estrobo en el mundo” (dixit Econ. Rafael Correa).
251
Si bien la global experimentada a final de la primera década del nuevo siglo (XXI), es una crisis económica,
de la cual se puede esperar que engendrase un nuevo proceso revolucionario de orden mundial, por tratarse la
subfase que atraviesa el capitalismo un estado degenerativo, dicha situación de ningún modo se va a producir. El
mentís para las posturas trotskistas y estalinistas radicales, es que la realidad hace ver que el método de lucha
está totalmente anticuado (la historia ha dado la razón al modelo “socioburgués”), no solamente debido a límites
internos a él (inefectividad durante más de medio siglo), sino a que el propósito al cual sirve no es el apropiado,
toda vez que la “toma del poder” y la “construcción socialista” ya no pueden ser el objeto; hoy, las condiciones
económicas son otras y el principal actor ya no es el proletariado (los denuestos para quienes sostienen que el
proletariado ha dejado de ser el sujeto, fueron pertinentes para la época de Bernstein, para el neomarxismo de
Frankfurt, o el revisionismo oportunista; mas, para la reflexión actual, la impugnación está fuera de lugar).
252
En el trabajo de intelección de la presente realidad humana, en cambio, se ha partido de la hipótesis de que el
“socialismo en un solo país” como la Revolución de Octubre, no fueron fenómenos exclusivamente rusos;
Octubre 17 fue hechura del capital monopólico global, por tanto, dicha inflexión ocurrió en un sitio y en un
subconjunto humano a nombre de la humanidad y de la historia toda, mientras que el llamado “socialismo en un
solo país” (cimentó científica y operativamente la posibilidad y necesidad de un nuevo ser humano) forzó al
capitalismo a desarrollar las fuerzas productivas (incorporó en la historia una condición que desbrozó el camino
para el paso de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia entre la maleza de las contratendencias) y
225

encontrado la propiedad que define la vida humana en colectivo (la que eleva a un ser sobre el
resto de seres), en este caso: la inteligencia, la manera como ésta se realiza, es materia de
investigación; pero, sobre todo, el producto final de ella, también en el caso presente: el saber
total 253 .
El movimiento concreto de la especie, es un proceso regular: mientras más el capital
automatiza la economía, más se saca a sí mismo de la historia, en tanto anula a su antípoda: el
trabajo; mientras más se desarrolla el capital, más se clausura a sí mismo (la historia no permite
que se desbanque su obra, pero ella misma se encarga de hacerlo); pero la “ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia”: no es absoluto ontológico, puesto que la historia también es
un “proceso con sujeto consciente”; luego, esta ley se apoya, se realiza, en su orden, en y como
“lucha de clases”: la competencia, la acción política. En el decurso humano, el proceso se
presenta completamente determinado (carácter que se evidencia, no porque el capricho
supraontológico de una mente así lo estatuya, sino por cuanto el reflejo dinámico de la
modalidad del “ser”, prima sobre la conciencia con su forma objetiva): hay múltiples pasados
(“culturas”, pueblos, formas de reproducción y sustento garantizante de la permanencia y
desarrollo de la inteligencia); sólo dos presentes (los imperios que desarrollan las fuerzas
productivas hasta la completa automatización y los sectores posneocoloniales, que avanzan el
rudimento de las nuevas relaciones sociales –humanas); y, un solo futuro (la comunidad
humana en diáspora hacia el saber total, a la “tierra prometida”) 254 .
FORMACION HISTORICA DEL ESTUARIO HUMANO*.
PASADO** PRESENTE*** FUTURO****
Diversidad Dos mundos (División global del trabajo) Unidimensionalidad
(Multietnicidad) (Homogenización)
Neoimperialismo: completar el proceso
de automatización.
Democovivencia
Eva Varias formas de reproducción “Socio-capitalismo” *****
mitocond.
Neocolonias: consolidar las nuevas
relaciones humanas.
* Gráfico: cuasi esquema “pescado de Ishikawa”.
** “Estrategia” de la naturaleza para sustentar la inteligencia (varias “culturas” diseminadas en el planeta),
cuando todavía el ser humano no dispone de condiciones para autosustentarse.
*** Conformación del sujeto de pensamiento.
**** Fase de formación de la conciencia total.
***** La “transición”: articulación entre socialismo aparentemente devenido y capitalismo formalmente
triunfante, como rieles por las que avanza la historia: la conciencia renovada es el socialismo y la
materialidad (las fuerzas productivas) es el capitalismo.
La vida queda atada en ese sino (en el citado al final de parágrafo precedente: el sistema
de sabiduría completa), el cual es aceptado porque es el único y el mejor posible, en perspectiva
a arribar a su vejez (la automatización). Como efecto, el marxismo de demostró objetivo/operativo en toda su
línea, el proletariado cumplió su misión histórica, mientras que la realidad, que ha cambiado como efecto de la
acción natural/social, parsimoniosamente se modela bajo impacto de esa misma acción, en estos precisos
momentos.
253
En la referencia a un símil caricaturesco: envejecimiento computarizado a propósito de una persona a partir
de una fotografía de ella cuando niña, para tener alguna noción de cómo se vería hoy, por razones de
investigación criminal.
254
El sentido de la idea: ¡es exacto! El homosexualismo (aberración monstruosa) representa, nada más, que el
preludio de una transformación biológica homogeneizadora con sello socio-histórico a lo interno de la especie,
que desbanca la diferenciación de sexo y de roles, que le retira definitivamente al coito (procreación; y a los
preservativos) su función, que trastoca el papel de la determinación de la selección hormonal y su correlación
orgánica, como presupuesto también para su anulación, que anuncia que el ser humano debe readaptar su cuerpo
para pasar a cumplir nuevas funciones (en la esfera espiritual), una vez que la fertilización in vitro y la clonación
se afinquen como la “industria” productora de inteligencia natural (también la edad puede fijarse –por de
pronto-, dígase: en los 40 años, como simple reiteración ni progresiva ni regresiva de procesos).
226

de racionalidad axiológica: el conocerlo todo; la calidad, la excelencia, términos que hoy se
hallan en la palestra, “ponen en valor” el existir humano y la praxis, cuando cada ser se alinea
en la realización óptima de esa determinación. Es según este caso como el futuro dado en su
frontera explica, dice lo que se debe hacer hoy (“urgencias e importancias”) de modo edificante
y el rigor inherente a la acción prevista. La referida tesis no es una simple especulación o
divertimento imaginativo, una sencilla suposición, pues, ella tiene fundamento científico (¡qué
se cuiden los detractores! 255 ). Producir el saber total: tal determinismo (¿fatalismo? 256 ) se va
forjando en la realidad como efecto de la propia evolución de la naturaleza (ella crea el ser que
debe regirlo). El ser humano está en la cima del desarrollo evolutivo: materia inorgánica,
materia orgánica, materia racional (sigue, en el cierre del proceso: materia supraracional);
bacteria, plantas, animales, ser humano 257 ; a cada organismo corresponde un momento de
aparecimiento, una estructura, una propiedad, una función y sentido de su existencia, de modo
tozudo, letalmente lineal. La fatalidad viene puesta el momento en que el ser humano aparece
en la naturaleza como resultado de la operación de la ley del orden evolutivo; es ese el instante
en el que la materia se ha provisto del ser, que debe representarlo en la idea: no hay como
perderse, no existe manera de salirse de ese destino, como no sea con el suicidio, con la
eliminación de la raza humana. La misión debe cumplirse y la propia inteligencia provee de
autosutentabilidad al ser humano con la ciencia y la técnica, frente a cualquier imponderable
irresponsable 258 .
La realidad, debido a su naturaleza fenoménica y esencial, y en cuanto se despliega
(transforma), inhibe el acceso cognitivo inmediato, a su carácter; no obstante, frente a este
último debe legitimarse el pensamiento. Las categorías fenómeno/esencia indican el proceso
mental, que conduce al concepto; el principio euclidiano/marxiano de la abstracción límite y la
comprensión del desarrollo como automovimiento de dicha unidad inicial, aproximan las
esferas del ser y del pensar. La “unidad inicial” (célula) del concreto real es: masa y
movimiento (en Euclides es el “punto”, y cuyo valor heurístico no ha sido demeritado con el
aparecimiento de la Topología ni será con la llamada Matemática Fractal); esta esencia material
(masa y cinetismo), es la base de todos los fenómenos del mundo, la que se encamina por sí
misma hacia la forma superior del movimiento: la conciencia (para la cual, la abstracción inicial
es el neocórtex, en sentido histórico). La referida propiedad primigenia (“colisión de
255
La “especulación” pura y simple, es intuición, o sea, conclusión que deriva de la completa ignorancia sobre
los hechos materia de interés o también la exposición –en el parecer- de un llano deseo; pero la especulación
(posición teórica) deja de ser tesis sin fundamento, cuando es la resultante del ejercicio de asociación lógica de
argumentos (“juicio de expertos”, se dice), los que no son más que supuestos sobre los intereses (intensiones) en
juego, el escenario común, la caracterología de los intervinientes, el historial de su conducta y la actuación en
situaciones similares, a lo que se suma las sospechas, lo rumores (el pueblo recoge las “buenas” especulaciones
en leyes expuestas según modalidad alegórica: “piensa mal y acertarás”, “a los gringos se les conoce como se
los hubiese parido”). La especulación buena es norma en la definición de la táctica en toda guerra, o sea, “el
manejo de hipótesis que no se plantan con percepciones, sino con supuestos válidos”.
256
¿Puede llamarse fatalismo a la imposición “unilateral” (puesto que el ser humano puede ir por otro atajo), de
la más noble función y producto, espada de Damocles, como razones de la vida? ¿A dónde puede ir finalmente a
parar la inteligencia, si no a la teoría total?; ¿de qué modo se puede utilizar la inteligencia si no con ese objeto?;
lo otro sería retornar a la animalidad, al prehumano: girar en el mismo lugar como tuerca aislada (y en esa tarea
se hallan empeñados: se esfuerzan, millones de ilusos disparatados hedonistas dionisiacos en el planeta). En
realidad, el proceso de la materia es lineal-unidimensional: la función resultante de la determinación lógica de
los “mínimos cuadrados” (el vector resultante, la tendencia media, la ley) es una propiedad del movimiento
progresivo de la naturaleza (prueba y error, formar y encontrar el camino). En el interior de esa ley opera el ser
humano con conciencia (libertad: lo que se puede hacer en las condiciones puestas, es su plan). La época
adolescente, romántica, de la poesía pasó; la reemplazó la “modernidad”, la del trabajo, de la acumulación
material; se halla en perspectiva la “edad” de la madurez, la paciencia, la reflexión: “economía de la
inteligencia”, “sociedad del conocimiento”, “era de la espiritualidad”; así como lo propone el pensamiento
oficial, asimismo es.
257
“El gran enigma es la constante deriva de todos los tipos orgánicos hacia estados psíquicos cada vez más
elevados” (Vandel, A. El fenómeno humano; en Colección 70, Los procesos de hominización, México, 1969). La
ley del desarrollo, como principio rector del funcionamiento de la materia, es la implicada (conmutación de
propiedades, que estocásticamente dan lugar a nuevas y superiores).
258
En cualquier caso, el movimiento de la realidad (el desarrollo material) está completamente sometido al
fatalismo de la inconsciencia; el ser humano se sacude del fatalismo y deja de ser simple marioneta, cuando lo
que está determinado a hacer, lo hace con consciencia y en acto eficiente (lo cual demuestra el poder de la
inteligencia, de la capacidad de asociar lo representado: descubrir los nexos entre los hechos, futurizar esos
nexos, asumir conciencia omnipresente).
227

hadrones”): propiedad “Dios” (“Bosón de Higgs” 259 ), reaparece en todas las facetas de la
realidad tanto como en su representación: en la Física, la Química, la Biología, la Economía, la
Sociología, la Politología, la Cosmología, la Filosofía. En economía, por ejemplo, un nuevo
valor creado por el trabajo humano, no es más que masa muscular (trabajo) puesta en relación
con la naturaleza (materia prima, medios de trabajo) con el empleo de instrumentos
(movimiento conciencial ontologizado), cuya acción modifica la forma de la materia prima
convirtiéndola en bien o en servicio (en todo momento se hallan presentes los “factores” masa y
movimiento a diversos niveles de combinación -debería ensayarse un ejercicio demostrativo de
elucidación del principio para cada ciencia, más no es el momento) 260 .
¿Por qué existe la realidad, la materia?; ¿cuál es su estructura (Universo –Cosmología-,
sociedad -Humanología, pensamiento –Lógica)?; ¿su proceso?; ¿en qué consiste su “sentido”
(razón, propósito, objetivo, finalidad)? Esas son las preguntas apropiadas. Al tratar de
responder las interrogantes sobre el Universo, aparecen las hipótesis conocidas: Mecánica
clásica, Relatividad, Mecánica cuántica, la Teoría estándar, las Cuerdas cósmicas. Como el
“objeto de conocimiento” es inmenso, no es posible manipularlo experimentalmente en
laboratorio, lo cual ha priorizado como mecanismo cognitivo a la inferencia, a la
hipotetización, a la matematización, a la emergencia de la disciplina llamada Física teórica.
Todas estas “teorías” (a excepción de la de la Relatividad, que se dice que ha sido
comprobada –la hipótesis de los “gemelos”- y sobre todo por cuanto ha sido la base de
desarrollos tecnológicos atómicos) no son más que devaneos hipotéticos, que permiten probar
lo que pueden hacer las matemáticas; enfoques que deben ser tenidos en cuenta debido a que
son los únicos que abordan el complejo mundo de los “grandes números”; no obstante, está
pendiente en ellos el discurso concreto sobre la estructura de la materia, el modo de ser de su
movimiento (el descubrimiento del Bosón de Higgs no produce el conocimiento del llamado
“campo de Higgs”: el choque que ha recreado la temperatura del Big Bang y en el cual nacen
partículas y antipartículas), de su razón; además, muchas de sus sugestiones infringen el
principio de objetividad, en tanto no han podido pasar de la inferencia a la empírea, por lo que
allí radica el esoterismo subrepticiamente inexpugnable sustentado por el prestigio que tienen
sus cultores.
El “problema” referido, no se constituye a nivel de la realidad, puesto que algún día se
tendrá acceso a ella y su reflejo validará teorías y entregará el saber objetivo, verificado; sino
a nivel de la especulación científica, para la que debe recurrirse a los axiomas. El principio
fundamental refiere al concepto de materia: monismo (masa y propiedades) o dualismo
(materia/energía). Toda la cosmología: Relatividad, Modelo estándar, Cuerdas cósmicas, se
basa en la dualidad idealista-religiosa de materia y energía: allí su primer “error”. El segundo
(este aspecto se impugna reiteradamente en este documento), es haber ontologizado las
259
Partícula propuesta en la década de los 60 del siglo XX, que ha sido verificada su existencia en el 2012, y con
lo cual se demuestra –también-, que la materia es masa (y movimiento). Para cerrar el Modelo Estándar (la Tabla
Periódica “cuántica”) faltaba un “elemento”: el Bosón, y la explicación derivada para la interrogante: ¿de dónde
proviene la masa? Con la comprobación “empírica” de la existencia del Bosón de Higgs, se cubre de una sola la
pareja de hiatos; sin embargo, queda pendiente la compatibilización entre la Relatividad y el modelo cuántico, y
la gran pregunta: ¿por qué existe el Universo? Entre las posiciones curiosas de los propios físicos y de quienes se
interesan por el campo, se pueden citar: 1) los físicos descubridores del Bosón de Higgs llegan a concluir, que la
masa: no es masa, sino “la expresión de la inercia y esta última es la pereza que los objetos ofrecen al ser
movidos, que para desplazarlos hay que aplicar una fuerza y lo que se opone es la masa: el campo de Higgs”
(pero señores: ¿qué son los objetos, sino masa?; en realidad, entre las eminencias se vuelve a lo mismo por
desmaterializar, desmasificar, decompactizar a las partículas y, curiosamente: al propio Bosón –algo que no tiene
masa, da masa: en el preuniverso se produce enfriamiento y por generación espontánea aparece la masa a
milésimas de segundos [milésimas de movimiento, debería decirse] luego del Big Bang-; la conclusión aporética
en referencia semeja una ecuación con dos incógnitas o la explicación de un hecho en la que se incluye al propio
hecho); 2) que como el núcleo atómico tiene partición (tautología), nada niega que también el Bosón de Higgs,
que se piensa sea la frontera de la materia, puede ser dividido y así hasta el infinito tanto en el microcosmos
como en el macrocosmos (agrandado); 3) la concepción burda, según la que: “la parte que la mente no
comprende, es Dios”.
260
La compartamentalización positivista del saber, llevó también a considerar precipicios conceptuales
insalvables entre sus disciplinas; así por ejemplo: la noción “energía” se dice que es una en la Física y otra muy
diferente y no intercambiable en Economía; cuando, en realidad, el movimiento de la materia es el mismo en
todo lado: fuerza que como propiedad de la masa ejerce efecto de desplazamiento en un caso y esfuerzo
(trabajo), que produce un producto, en el otro; lo cual no implica que las leyes de la Física (las Cuerdas, por
ejemplo) se trasplanten para explicar los hechos humanos, al interior de los cuales la conciencia, los intereses, la
inteligencia, el pensamiento en condiciones de asimetría estructural, ingresan el factor de la estrategia.
228

nociones de “tiempo” (el cual aparece con el surgimiento del neocórtex, con el pensamiento,
con la conciencia, no con el Big Bang), “espacio” y “energía” -“oscura”, en el colmo- (esta
última es una simple propiedad de atracción/repulsión, por tanto, una forma de movimiento de
la masa). Estas objeciones, por supuesto, no van dirigidas sobre la capacidad (de los “sires”)
de los científicos, sobre su esfuerzo, la inversión y los resultados obtenidos por parte de las
sendas entidades de investigación del “primer mundo”: eso sería una subestimación burda; la
opinión se dirige hacia los flancos “débiles”, que a partir de una postura filosófica (el
materialismo marxista: un enfoque de él), se piensa que tiene el saber cosmológico oficial,
pues, aquí el problema es más complicado, puesto que se trata de hacer epistemología sobre
ciencia, esto es, no se puede de un plumazo acudir a la axiomática como frente a la religión y
decir: “no hay Dios”, y todo el discurso se desploma 261 .
El Universo no fue creado, tampoco se formó por accidente, sino como efecto de la
operación de las leyes de la materia: esas leyes se están develando. El Universo se torna
viable cuando autosostiene el orden dado por la 7 constantes cósmicas, que crean ciegamente
las circunstancias de certidumbre para que luego emerja la inteligencia, la cual debe sostener
artificial, racionalmente la determinación (oponerse –comportamiento homeostático- a la
entrada de anomalías -entropía- en el sistema: indeterminación, caos sobre el proceso
natural/humano –mercado-; el ser humano: si alguna vez fue marioneta, a futuro en modo
alguno lo será; empero, primero tiene que descubrir la “ley matemática del súper orden de
carácter universal válida para cualquier ser o sistema en comportamiento dinámico, en el que
el Caos y el Asar, son su expresión” –En la web: La geometría fractal, una matemática
dinámica), y ese es el carácter óptimo: el ser humano demuestra “que es”, humaniza la
naturaleza mediante (su comprensión) la praxis conducente a la satisfacción de necesidades y
a su desarrollo, precisamente en el momento en el que la inteligencia deja a un lado su
carácter inmanente per se, se troca trascendente: conflictúa con la indeterminación, con la
incertidumbre cuántica, con la anárquica, las somete e impone el orden al movimiento
convulsivo, mecánico, aleatorio, indefinido de las simples fuerzas materiales: conoce y guía la
naturaleza. Se hace realidad aquella apreciación especulativa de Protágoras: “el ser humano es
la medida de las cosas” 262 .
261
“Inestabilidad”, “fluctuación en alto vacío”, “gran explosión”, “aparecimiento de la materia” (A. Guth); “el
espacio vacío, que al enfriarse se polariza como un imán y produce el milagro de dar masa a todas las partículas”
(Peter Higgs); pero quienes tienen masa son los bosones, los que dan lugar a otro tipo de partículas (lo cual
quiere decir, que antes de los bosones no hay partículas).
262
El fenómeno conocido como “incertidumbre”, no es más, que el efecto mental derivado de la ausencia de un
método o mecanismo perceptivo conducente a dilucidar la direccionalidad en la multicausalidad (el sistema
jerárquico de contradicciones -Kopnin), o la causalidad en cada nivel de articulación de propiedades másicas y/o
procesales (las famosas leyes del asar). Los seres humanos (la vida) requieren condiciones muy especiales
(principio antrópico) –se dice-, para sobrevivir, y casi cualquier cambio en las leyes de la Física incluidas las
más insignificantes variaciones numéricas de las constantes fundamentales eliminarían la vida tal como se
conoce. La nueva visión de la ciencia ha permitido reconocer, que certidumbre e incertidumbre están presentes
–también se asevera-, tanto en la naturaleza como en la sociedad humana; no se trata de confrontación, sino de
confluencia entre las dos. La concepción dialéctica marxista clásica es conforme a estas deducciones,
contrariamente a la opinión de quienes asumen haberla refutado o descubierto nuevas leyes. En el marxismo, la
lucha de contrarios (ley extraída mentalmente del modo de ser ontológico de la realidad) se sostiene que es la
fuente (única) del movimiento y del desarrollo, mas no la simple y particular confluencia; para él (marxismo), la
ley constituye la imposición de una tendencia fundamental sobre otras opuestas contrarrestantes:
certidumbre/incertidumbre constituyen propensiones opuestas en lucha (confluencia: interpenetración, trueque),
y la certidumbre es la función media, básica, que rige los fenómenos (en materia humana: regularidad), sobre
todo en el plano medial de constitución de la realidad. Ya se ha dicho, por otra parte, que no es lícito intentar
explicar los fenómenos humanos con la teoría y la metodología de las romas ciencias físicas (especialmente con
la mitológica Física Cuántica: Heisenberg y Schrödinger –agnosticismo y anarquía); simpleza y absurdo: los
electrones no piensan, no diseñan estrategias ni tácticas, no aplican estratagemas, no recalculan; realizar
extrapolaciones del tipo que la pedante concepción física suele hacer de sus constructos a los fenómenos sociales
con la aquiescencia de ciertos desprevenidos antropólogos, sociólogos y filósofos, luego, es tan absurdo como
intentar entender la relación entre electrones y protones con las leyes de la “oferta y la demanda”; ahora bien, el
mundo de hoy, sobre el que se dice que reina el caos, la incertidumbre, la indeterminación, la anarquía, etc., más
bien se halla bien determinado, debido a lo que se ha tornada vulgarmente predecible, pues, no hay nada nuevo
ni sorpresivo en el capitalismo: el capital financiero monopolista se halla en crisis y propenso a la agudización,
la clase parasitaria imperialista desea la guerra pero se contiene por miedo a que sus secuelas pueden
devolvérselas, el desempleo crece, el modelo de política económica en marcha y en carpeta –como ya es patrónpropende
hacer descansar el peso de la crisis sobre las espaldas del pueblo (Europa: Grecia, España, Italia); lo
nuevo es que la humanidad en bloque está mudando su piel capitalista, pero sobre el orden ya trazado de la
historia.
229

Averiguar cómo se formó el trasbordador espacial implica revisar la historia de la
tecnología en sentido inverso de su progreso hasta llegar al evento quizá más simple: el hacha
de piedra; entender cómo se formó el ser humano, requiere realizar el camino evolutivo hasta
el aparecimiento de la vida en el primer organismo unicelular o ir estudiando el proceso hacia
él nivel tras nivel y luego realizar la integración del saber en gradación en una trama general,
como se lo ha hecho con ciencias como la Paleontología, la Arqueología, la Genética, etc.;
comprender cómo se formó el Universo, está requiriendo la formulación de grandes hipótesis
puesto que su contextura no está al alcance de ningún experimento, que van siendo
comprobadas de modo empírico parcial y de estudios de restos y procesos (agujeros negros:
curvatura el “espacio/tiempo”), para lo cual se requiere contar con una mente más poderosa
(conjunción inteligencia natural/inteligencia artificial), la prolongación de la vida y la
aceleración de procesos implicados en el sistema investigativo, para enfrentar sobre todo las
“singularidades”, las que presentan mayor dificultad de intelección. No obstante, “hasta ahora
no ha sido posible escribir una teoría cuántica de la gravedad”.
Ahora bien, debido a la matriz socio-económica de la que procede y en la que todavía se
realiza la práctica teórica: la sociedad asimétrica capitalista, por fuerza toda entidad dedicada a
tareas científicas, ejecutadas a menudo en áreas particularizadas de la realidad y en virtud de la
formación también especializada de sus exponentes, en el abordaje de temáticas como las
aludidas, muy comúnmente se escribe (método de exposición) para las elites: para las elites
intelectuales, en todo caso; de ese “vicio”: no se eximen estas anotaciones. Además, las mismas
se vuelven crípticas en grado intolerable (por cuasi constituir el presente: escenario subjetivo
profuso en “códigos cerrados” -tecnicismos), en razón a que en ellas se trata –contrariamente a
la norma referida- el objeto total de la existencia, la monta puesta en los procesos por venir
(“historia del futuro” 263 ), o sea, las tópicas materia de atención subjetiva son especialmente las
estructuras muy amplias del porvenir, las cuales se muestran difíciles de aceptación en su
formulación especulativa personal, en términos de que no disponen de la contraparte fáctica de
la demostración (como ocurre con las especulaciones de la llamada Física Teórica, que
únicamente avanza su objeto de conocimiento de forma lógica y matemática), puesto que tales
previsiones cuentan tan sólo con los brotes de “lo real” en formación, que se expresan como
tendencias, y las que han sido objeto de proyección, a la manera del documental de Discovery
Channel: “El mundo en 50 años (2057)” 264 .
La “empresa” en operación, en la dirección declarada y en el decurso del trabajo
interpretativo del movimiento de la realidad histórico-social, propende otorgar sentido a la
presencia y fugaz actuación de un fragmento de materia consciente –a una “unidad mínima de
inteligencia” vital y espacialmente situada-: poner las premisas de evaluación objetiva de los
procesos humanos (y naturales), en perspectiva. En efecto, conducida sobre los trazos de la
visión “cosmológica” y del pensamiento de la “antropología filosófica materialista” (el
marxismo –la concepción objetiva, científica, de la realidad: “crítica del saber y saber al mismo
tiempo”; actividad práctica orientada a transformar la realidad, previo conocimiento de su leyes:
la estructura, el factor principal y su tendencia-, es el llamado a volver a poner en orden las
ideas en el mundo, esto es, en este entrevero, en esta orgía neomitológica a veces indigesta de
tergiversaciones procedente del sistema burgués en avanzada descomposición, del
postmarxismo Light y del eclecticismo culturalista de todo pelaje), la misma afronta en la
dimensión subjetiva –por tanto-, el objeto de recusar las percepciones burguesas, culturalistas y
263
No es legítimo pensar según encuadre científico lo que aún no existe: esa sería una postura utópica; no
obstante, la necesidad histórica de los hechos humanos en referencia, conduce a un punto en que se puede mirar
adelante, tanto como al deseo de hacerlo, debido a que ella ha puesto instrumentos lógicos, base de datos y
modalidades del “ser”, que lo hacen positivamente factible; o sea, adelantarse a graficar el futuro que se está
produciendo en colectivo por el ser humano, no arbitraria ni ciegamente, sino en el marco de la apertura de
episodios que se asientan en las condiciones actuales, según la línea del progreso material.
264
Es posible que las previsiones parciales sobre cambios cuantitativos (e incluso cualitativos) a registrarse en el
movimiento de la especie, que se antelan en el presente escrito, no todas se hagan realidad en la magnitud, en los
momentos y en el orden presituado; dicha no correspondencia se explica por cuanto la historia (si bien la misma,
se hipotetiza por parte de la reflexión en curso, tiene ya un “guión”), no fluye de modo lineal hacia la meta de la
razón divisada por la conciencia: el saber absoluto; en realidad, en la marcha hacia ella, episodios de diversa
índole: nuevos, reiterados e incluso disfuncionales, se producen en la “línea media”, de dirección prevenida. Esta
no coincidencia de la “lógica prospectiva” con la objetividad, en modo alguno invalida la proyección general
propuesta, ensamblada, en el decurso de este documento.
230

posmodernistas del movimiento de la realidad, en boga 265 .
Paralelamente, se propende no consentir y demostrar en unidad de acto, que los
denominados “grandes paradigmas” (en especial: el marxista), a la fecha: año 2011, en modo
alguno han muerto; que el baratillo de ofertas ideológicas a la mano (“lógicas divergentes” -sic),
sigue siendo el producto transfigurado de la omnipresencia de los principios de actuación social
en el mercado (y del influjo ímprobo del fisicalismo indeterminista cuántico), en el seno del
pensamiento 266 ; e, identificar las fundamentales tendencias desplegadas en el trayecto humano
(el planeta: “el gran escenario total, en el que se enfrentan poderosas fuerzas históricas” que
deciden el futuro: el subversivo-intelectual y el ciudadano, y los restos de la horda burguesa en
decadencia), la conexión recíproca entre ellas, y su desenlace final: el mundo a principios de
Siglo y Milenio como la “Evolución de un sistema global jerárquicamente organizado ... [por un
efímero instante: sociedad global imperial]… a otro sistema global más descentralizado y
coordinado por el mercado” (G. Arrighi), como preámbulo para que entre a operar la
coordinación racional del sistema “político” de la “humanocovivencia”.
Estudio, trabajo, diversión, cultos, deporte, delincuencia, reproducción (crecimiento
vegetativo poblacional, defensa de la vida y de las condiciones naturales de la existencia,
promoción de la naturaleza y de las formaciones animales per se); emergencia de nuevas
necesidades y generación de renovados instrumentos y de procedimientos de satisfacción de
éstas y de las clásicas; producción científica, desarrollo limitado y clasista de la conciencia;
agresiones imperiales genocidas, solidaridad ante desastres naturales; migración, guerras
fratricidas, asimetría social, políticas de distribución equitativa del ingreso; tecnología, gestión
de la calidad: ciclo contradictorio, dinámico, humano, en permanente progreso en espiral, salto,
desarrollo cuantitativo y cualitativo, aparente desorden, caos, indeterminación. Es requerido
encontrar sentido en todo esto: la inteligencia, entrampada y propiciando eficiencia en la
parcialmente sustantiva episódica humana descrita, tiene la función de conducirse a sí misma,
en su desarrollo, hacia la producción de “Dios” (sólo la inteligencia, como propiedad
ontológica, puede concebírsela en sentido metafísico, esto es, ahistórico: ella es la misma,
aunque sus productos históricamente cambien, tanto en el homo sapiens originario como en el
ser humano contemporáneo, siempre que éste no haya sido manipulado neurogenéticamente) 267 .
En suma, indagar respecto de las preguntas: ¿qué le pasa al mundo?; ¿en qué etapa de su
desarrollo se encuentra la humanidad? (dixit Dr. Luís López Silva); ¿cuál es su horizonte?
(reflexiones en curso, de todos modos formuladas, aunque la conducta signifique: retarle a los
substratos plasmados de la mente, al pensamiento indeterminista heisenbergiano, cuántico, en
boga, ilegítimamente extrapolado a las consideraciones sobre el modo de ser social, como al
plano filosófico (hipótesis de la “incertidumbre”, que ni siquiera vale para dar cuenta
gnoseológica objetiva del segmento de la realidad a la que se le yuxtapuso especulativamente
–el nivel microcósmico de la Física-, no se diga en su ilegítimo trasplante en el mundo
histórico) 268 ; empero, la historia está completamente dirigida, pues, no solamente que ella, sobre
265
Este galimatías exige proponer un “código” ordenador en la percepción sobre la existencia (sobre el orden
que la economía y los procesos de reproducción material de la vida, que mantienen integrado al género en sus
diversas dimensiones de la praxis, lo proveen; con la vida: ¡no se juega!; de allí la frugalidad y seriedad de su
reflejo: la Economía Política), de modo que se descienda de las nebulosas de la reflexión sobre el arte, la
arquitectura, de los discursos, o sea, del imperio de la virtualidad en el movimiento de la conciencia, a la
realidad: la angustia existencialista de la intelligentzia nacida en los países de evolución de vanguardia capitalista
(Lyotard, por ejemplo). No obstante, también este trabajo responde al proceso de elaboración de un sistema
expositivo, incurso en el movimiento de su investigación: rescate de esquemas preexistentes que organizan la
comprensión científica de los procesos por los cuales el capitalismo (lo que queda de él) se reproduce a escala
constantemente decreciente.
266
Igualar a una homosexual femenina o a uno masculino con una mujer o individuo normales; el reggaetón, el
rock, el jazz, etc., con la música clásica, académica; la homeopatía con la medicina científica (y en muchos
casos, decir que es superior); equiparar al ser humano con los animales descentrando el carácter
antropoteleológico de la realidad; el conocimiento común con el científico: eh ahí uno de los “méritos” del
posmodernismo.
267
La inteligencia in abstracto: su realización necesaria, implacable, irrenunciable, fatal, ha puesto en peligro el
sistema de la tierra; por ejemplo, la multiplicación de la especie ha ido arrinconando a los grandes felinos al
ocupar su territorio, del mismo modo como lo ha hecho con la vegetación y con el resto de la fauna que reside en
ella. Es penoso; pero aquí todavía impera la ley del “costo de oportunidad” (qué se pierde y qué se gana al
mismo tiempo, si entre dos opciones iguales se opta por una de ellas), hasta que el ser humano no habite en otro
sitio en el Universo y deje todo el planeta librado a los procesos naturales.
268
“La simple observación de un objeto cambia su posición”. Sobre la Teoría Cuántica, Einstein ha observado:
es una teoría muy útil, pero no ayuda a descifrar el misterio de la realidad. Rutherford, Planck, Bohr,
231

ase de la operación del movimiento progresivo de la materia: la ley del desarrollo, ha puesto el
rumbo de sus “actos”, sino que el proletariado –Marx: Los grundrisse-, habiendo llegado a
entender ese designio, lo ha sobrefijado racionalmente). El trabajo presente, por tanto, recoge la
maraña de ideas de orden particular, de un momento en el pensamiento: aquellas que
transparentan la evolución de la conciencia, en el lapso de una década de maduración (en la
coyuntura histórica: capitalismo y socialismo se han “anulado en conjunto” –se han
entremezclado: viven cada uno mutuamente bloqueándose y apoyándose- habiéndose dado
lugar a la emergencia de una forma sui generis combinada de estructuración humana, a la que
aquí, a falta de una terminología mejor, se la nomina con el modismo: “interregno
transicional” 269 ).
En la reflexión de orden “epistemológica”, en relación con el proceder expositivo que se
va a aplicar, en la intención de introducir el fundamento de principio, que la justifica, se arguye
que si bien se requiere de variadas y significativas cantidades de material empírico que
corrobore una hipótesis multivariable totalizante (cuando el conocimiento se amplía por vías
teórico-deductivas), debe tenerse presente, que los hechos fácticos constituyen un elemento que
formalmente se opone a la ciencia, frente a los cuales –esta última- debe luchar o “ignorarlos”,
para llegar a ser tal (lo cual no significa, que las presentes líneas se adhieran a las tesis
racionalistas, que excluyen el fundamento material del conocimiento 270 ). El saber científico es
“…ciencia de una ideología” (Néstor Braustein), pues, para llegar a alcanzar el status de
conocimiento objetivo, una reflexión lógica debe negar la impresión directa que los hechos
dejan sobre los sentidos (el mundo no termina en las Columnas de Hércules en el Gibraltar); un
ejemplo secular se ubica en la distancia existente entre el saber de Ptolomeo y el de Copérnico.
Ptolomeo expuso como explicación de la relación tierra-sol a la percepción inmediata de sus
sentidos; Copérnico, en cambio, no vio lo que vieron sus ojos y lo que habían visto los de
Ptolomeo, solamente entonces pudo exponer la teoría heliocéntrica (el gran Johannes Kepler
–órbita helicoidal de la Tierra-, es otro ejemplo insigne; como lo es Marx con la teoría del
Schrödinger, Heisenberg, Einstein dejan entrever bemoles en su pensamiento (el uso nodal en sus especulaciones
de las idealistas nociones de “espacio”, de “tiempo” y de “espacio/tiempo”, por ejemplo, además del mito de la
“energía” como misterioso ente inmaterial, de la “creación de materia” de la “nada” y de esta última como
elemento constitutivo y predeterminante de la realidad, de la entelequia “información”, de la “curvatura del
espacio/tiempo”, etc.; en verdad, dichos genios no han estado en posición de descubrir, entender o admitir, que el
“tiempo” no es un hecho real constitutivo de la materia capaz de incidir sobre ella, o aquel otro absurdo que
sostiene que la “energía” es esa “nada”, ese “vacío”, que surge por desmaterialización de la materia y que vuelve
a ser materia por condensación, que equívocamente conduce también a elucubrar que la llamada “energía” –lo
inmaterial- es capaz de producir eventos; o la más grande estupidez de última data: la neomitología “energía
oscura”, en la que el “espacio y el tiempo” -sic- colapsan –“distorsión del espacio”- -sic); si brillan y son
intocables los personajes citados y otros más (“vacas sagradas”), es porque todos forman parte de la escuela de
pensamiento burguesa, han sido galardonados con el Nobel, porque las abismales diferencias en el desarrollo de
las fuerzas productivas, el carácter imperialista de los escenarios en los que viven y la división del trabajo, hace
que reinen frente a colectivos enteros de científicos medios en el mundo, que son consumidores/difusores
(Michiu Kaku, por ejemplo) de esas ideas, que no se atreven a perderles el respeto y el miedo, debido a que no
en todo lado se cuenta con centros de investigación que ponga en condiciones de producir y organizar la difusión
de las propias ideas. En realidad, la “suposición fantástica”: “cuando más se conoce de la posición de una
partícula, menos se sabe de su velocidad y dirección” (“para observar a un electrón éste debe ser iluminado, pero
el fotón altera la realidad”), bien se ve, que es un problema de cómo conocer y no de “incertidumbre”; si Borh y
Einstein no se pusieron de acuerdo sobre la idea del átomo, es porque sus argumentos fueron especulativos
(matemáticos): sus constructos no eran el reflejo de la realidad (verdadero conocimiento), la que –en este casodesempeña
papel epistemológico: valida o invalida la hipótesis. De similar modo se procede en otro ámbito del
saber: en Psicología, pues, en dicho campo tampoco existe la realidad de una tal “intuición” –comportamiento o
percepción sin ningún antecedente, en completa ignorancia- o el de “inconsciente” –información almacenada, sin
conexión con la operación del cerebro y con la vida-, sin embargo a tales nociones seudocientíficas se los usa
demagógica y profusamente.
269
“Un capitalismo ´agónico´ que, con el monopolio y la producción a gran escala, con su asociación directa
con el aparato estatal de la burguesía y con su extensión planetaria, abría una ´etapa de transición´ hacia un
orden social superior” (Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo,
diciembre del 2006).
270
En el plano epistemológico, este trabajo se enfoca: ¿en el empirismo, en el racionalismo, en el positivismo o
en la dialéctica? Lo hace en la Dialéctica, con inclinación hacia el positivismo y al racionalismo, debido a la
diversidad de materiales que se aborda, los cuales abarcan la historia, la sociedad, la humanidad, la Física, la
Cosmología, etc., o sea, tanto los objetos sociales como los naturales y los del pensamiento son tratados; por
consiguiente, el ejercicio: ¿podría presentar atavismo ecléctico? No es así. En verdad, en este documento se
procura ver la realidad como proceso contradictorio, en movimiento y cambio; apreciar la realidad sujeta a leyes
y en perspectiva; y, mirar los hechos en su relación con la cosmovisión marxista.
232

fetichismo de la mercancía).
Una conducta de orden similar se ensaya aquí; nada mas, que con la pretensión de intentar
esbozar la formulación de una concepción general abarcativa de la variada gama multisecular de
fenómenos inherentes al proceso capitalista de transición, cuando éste opera en el nivel más
elevado de su concreción, como también de modo agregado sobre los objetos histórico, de la
conciencia y del Cosmos (la “convergencia tecnológica”); “teoría” de tal amplitud, que pueda
comprehender todo el drama y el escenario en decurso y establecido, en su orden, y en la que
encuentren indicios de explicación la totalidad de fenómenos sociológicos del presente y que
goce del sello “positivo” de la predictibilidad (todos los sucesos humanos tienen que ser puestos
en “línea”, debe encontrarse su pertinencia procesal inmanente –lógica; sic-, a la manera de los
hechos insertos en el movimiento de evolución natural, hacia metas de orden superior, o sea, dar
con su sentido particular en la cadena de casualidades 271 ). No obstante, quizás el límite más
evidente de la idea, es que se recurre de modo reiterativo a los mismos argumentos (sobre todo
en materia económica), a fin de sustentar varios temas, como por ejemplo: las afirmaciones que
se hacen sobre el agotamiento del sistema de mercado moderno (al cual se lo manosea
especulativamente a partir de múltiples ángulos en el interior de una misma visión), los
fundamentos del ser humano nuevo, el carácter de la estructura naciente, etc. 272 .
Como se intenta ampliar, redondear la concepción marxista-leninista en cuanto
cosmovisión, es natural que, en las líneas en desarrollo, se recurra a la utilización de “verdades
sacadas a luz” (la “demostración”, esto es, el “orden lógico” de los conceptos –dixit L.
Althusser-, por tratarse de un ensayo, que se sostiene en varias ramas de la práctica teórica, está
bastante descuidada; en verdad, la conciencia en objetivación, pretende ser la “autocrítica del
presente”, en interés de rebasarla hacia el futuro, sobre todo), en la medida en que no hay otra
manera de crear (actualizar) una teoría (la marxista) si no se parte de criticar las teorías
filosófico-sociológicas oficiales, asumiendo como referencia el Materialismo Histórico y los
hechos inherentes a la circunstancia concreta (en realidad, si “… al explicar la sociedad por su
génesis se pierde su ´cuerpo´ -que es lo que justamente se trata de hacer-…”, en el intento de
entender la humanidad por su “génesis futura”, de modo análogo se pierde el orden de su
estatuto actual: su forma viva –no obstante, en el lado opuesto del indeterminismo, “… la vida
es generadora de orden en la naturaleza…”: la inteligencia cada vez más lo es, y a futuro habrá
de ser la conciencia) 273 .
271
En las consideraciones expuestas, en muchos aspectos las afirmaciones (conjeturas) que se vierten son objeto
de “chequeo” (dixit Lee Chau) a partir de la recuperación de teorías, datos empíricos o hechos de y contenidos en
la realidad, en su orden; en verdad, una vez que la humanidad ha producido abundante información sobre sí, ésta:
cuando se halla penetrada también de rigor y objetividad, puede ser reclamada para servir de sustento de la
inferencia lógica, de manera que en el discurso, en efecto, se audita la idea: se verifica si las reflexiones se hallan
bien formuladas, y se busca argumentos para consolidarla (en realidad, la teoría está ya en condiciones de
adelantarse al proceso histórico y el método administrativo de conseguir resultados). En el documento, por tanto,
en unos casos la Filosofía actúa sobre las ciencias, en otros aquella es actuada por éstas; es de este último modo
como se formula la idea (“así funciona”).
272
Se ha tenido precaución de no caer en la trampa del “poder mistificador” de la ideología: su propensión
persuasiva desideologizadora; si hay errores de concepción en materia de la exposición de determinados temas
científicos muy especializados, el defecto queda saneado en el momento en que el presente escrito tiene clara
adscripción ideológica proletaria y, pues, “… sólo la orientación a los intereses y valores progresistas ofrece la
posibilidad de conocer objetivamente la realidad social, descubrir sus leyes objetivas y las contradicciones
efectivas de la vida social, así como determinar con exactitud las fuerzas sociales que deben dar solución a
dichas contradicciones” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista).
273
En clase de Problemas Socio-económicos del Mundo Contemporáneo, el profesor (Master en Economía
“recién salido del horno” de una Universidad estadounidense, por tanto, que presumía hallarse “fresco en teoría”
según el enfoque de la Escuela Matemática) fustigaba airadamente al resto de profesores ecuatorianos de
Economía, con la inculpación de que se dedicaban “únicamente a hacer historia, a describir los hechos, a repetir
discursos hechos, pero en modo alguno a enseñar ciencia económica” (dicha percepción la sostenía para
magnificar desembozadamente los estudios emprendidos, aunque para ello se vio forzado a cantar loas a los
gringos –estos especímenes, realmente le habían impresionado-, con lo cual quería decir, que allí se investigaba,
mientras que aquí: tan sólo se repetía). Debido al espíritu de ese incidente retenido en la memoria, se tiene la
precaución de no hacer historia filosófica ni de centrarse únicamente en la descripción (fenomenología);
afortunadamente, ya hay una nueva realidad en ciernes, sobre la cual teorizar. Todo acto humano –perogrulladaresponde
a una necesidad. ¿Cómo se forman las teorías (sistema de verdades científicas, por tanto: verificadas) y
por qué? Como se sabe, las teorías económicas, strictu sensu, aparecen con el capitalismo: cuando se tiene en
frente el substrato ontológico -nueva cantera- para la ciencia, como una preocupación por entender la realidad, la
cual se motiva por las crisis reiteradas inherentes a la reproducción del capital y a la fricción entre clases y
pueblos. No debe olvidarse el hecho, de que antes que las teorías económicas emergieron las filosóficas, las
políticas, puesto que el ser humano miraba las estrellas, recordaba y se proyectaba más allá de su sola vida, o
233

El uso de los conocimientos existentes en la pertinencia de una obra escrita de orden
filosófica (de acuerdo con una forma particular de entender la Filosofía: concepción científica
total de la realidad), tiene varias justificaciones: 1) difusión, propaganda, refrescamiento y
reforzamiento de la memoria (vencer a la amnesia, sobre todo en el frente de las tropelías del
poder); 2) nueva denuncia, y esa se cree sea el objetivo que acompaña, por ejemplo, al libro
“La doctrina del shock” de la periodista canadiense Naomí Klein; 3) con el fin de reinterpretar
los hechos a partir de otra matriz epistémica ideológico-teórica (hermenéutica); 4) apoyarse en
ellos y avanzar nuevas concepciones más abarcantes; 5) para insertarlos como bloques en un
sistema más amplio; y, 6) como indicadores hipotéticos abstractos: para demostrar y/o
consolidar ciertas tesis (amén de la deliberada decisión, de transparentar erudición, por
supuesto) 274 . En una palabra: a la humanidad actual, que cree que solamente va a estar dedicada
al placer, aquí se le deja alrededor de 3000 páginas para que lea y se ocupe en una actividad de
verdad 275 (no obstante, “es muy temprano, para que el género renuncie a ciertas emociones” 276 ).
La debacle que se sostiene que viene para el capitalismo: ¿cómo se puede sustentar en
cifras? En ciencias se exige que toda tesis sea demostrada en términos formales rigurosos; en
realidad, las ideas en exposición, tampoco se alinean con tales términos, esto es, dicha
condición positivista no va a ser satisfecha. De lo que se puede estar seguro, sin embargo, es
que (y no por “intuición”, sino por “reflejo condicionado”), si algún buen economista marxista
con escuela matemática se notifica de estas tesis y se dedica a modelarlas a la manera de Bauer,
Luxemburgo, Grossmann, Shaihk o Días Calleja, podrá advertir cómo estas previsiones
retóricas de la lógica, se cumplen y se demuestran en la modelística matemática. Se insiste:
las aseveraciones en curso tienen fundamentación lógica. Sobre ellas, se puede recurrir al
modelo matemático y gráfico de la “función agregada de producción” de orden neoclásica:
costo marginal e ingreso marginal en el proceso de desarrollo científico-técnico (todas las
utilidades en los procesos de investigación e innovación tecnológica necesarios para sostener
la carrera competitiva, dado que el rendimiento es progresivo decreciente; incluso se puede
pensar que el capital que se mueve “autónomamente” en las esfera financiera se
metamorfosea en inversión real, por necesidad de modificar la composición orgánica del
mismo).
Puede también aplicarse el proceso-Grossmann de los esquemas de reproducción, ahora
que las contradicciones objetivas y sociales han hecho avanzar (defenestrado) al capitalismo:
capital/capital, capital/trabajo, capitalismo/socialismo, imperialismo/socialimperialismo,
capitalismo/formas alternativas de producción, capitalismo/naturaleza. Otro frente
demostrativo se perfila en la formalización del fenómeno de reducción de la tasa de ganancia
in situ (centros del capital monopólico) del capital que le lleva a colocarse en la entera
extensión del planeta (Lenin-Bujarín); incluso la opción se ubica en la formulación de
ecuaciones relativas a la incorporación de mercados no capitalistas al sistema
(Luxemburgo 277 ) o en el desarrollo de esquemas que incluyan la naturaleza en el circuito de
sea, espontáneamente surgió el interés por explicar el mundo; y, debido a que antes del capitalismo se habían
instituido los fenómenos de la dominación, de las clases, del Estado, y la necesidad explicarse y superar dichos
atavismos.
274
Según itinerario deliberadamente puesto, quedan tres grandes aspectos de la realidad por tratar: 1) la historia
crítica de las teorías de la inteligencia (concepciones y su uso en las distintas etapas históricas); 2) la Transición:
ideológica (conciencia en torno de los nuevos objetivos para la vida y las tareas en coherencia), política (la
historia destruye formas de organización, que ya no son fuente de desarrollo para la humanidad) y económica
(con la automatización, la producción deja de ser social y el carácter privado de la apropiación del producto,
también llega a su fin); y, 3) la Democovivencia (en oposición a la categoría clasista de democracia), como
proceso de totalización en curso hacia la máxima constitución del “ser”.
275
Hoy se intenta dirigir el proceder discursivo gráfico sobre todo de la juventud, con la exigencia de que escriba
un artículo sobre temas de importancia en 300 palabras al más típico estilo posmoderno: decir las cosas rápido,
para concentrarse y eternizarse en el hedonismo (de paso se dice, que en un antro, en una fiesta, en los festejos
mundiales de fin de año, el cerebro izquierdo es el más vilipendiado, pisoteado, derrotado).
276
Por respecto al lector y como un acto de seriedad y de conformidad con el orden de rectitud personal, se
aclara que las ideas ajenas que se las utiliza en este escrito, sobre las cuales no ha sido posible dar con el nombre
de su autor, la circunstancia de su exposición o el documento que las contiene, así como el resto de componentes
de la cita bibliográfica, se las transcribe entre comillas, esto es, todas las expresiones entrecomilladas que no
tienen referencia, no son de autoría personal.
277
En Marx, la subsunción de zonas no capitalistas al sistema (“… y su desarrollo hasta alcanzar la totalidad
plena consiste precisamente en que se subordinan todos los elementos de la sociedad, o en que crea los órganos
que aún le hacen falta a partir de aquella. De esta manera llega a ser históricamente una totalidad. El devenir
hacia esa totalidad constituye un momento de su proceso, de su desarrollo” –C. Marx: Los grundrisse) es una
234

eproducción del capital (Shaihk; e incluso O´Connors).
Manteniéndose fijas las variables “población” y “tecnología”, la inversión planeada por
los capitalistas al inicio de ciclo arroja proporciones iguales de oferta agregada para la
demanda agregada y el mercado se halla en equilibrio 278 . Si a la plusvalía se la reconvierte en
capital (decisión normal en un sistema de reproducción ampliada), el equilibrio dinámico se
mantiene, puesto que en la planeación el empresario correlaciona inversión y consumo
(empleo); sólo si la competencia coacciona a los agentes de los negocios para que pongan en
vigencia mecanismos que eleven los guarismos de la acumulación (reducción del salario real),
el incremento de la producción por efecto de la elevación del nivel de productividad (súper
explotación del quantum fijo de trabajo), se produce sobreproducción o “brecha de
demanda” 279 . Es aquí cuando el capital se ve obligado a destruir fuerzas productivas 280 y en
parte a recurrir al precapitalismo para formar compradores (tercer mercado) para realizar la
sobreoferta. Los topes a la vigencia del capital son intrínsecos (la ley del valor: tendencia
decreciente de la tasa de ganancia, el hecho de que “la ganancia capitalista no puede ser
extraída mas que del trabajo vivo explotado”); mientras que la razón interviene oportuna y
dinámicamente sobre las fricciones, una vez que el sistema ha cumplido su misión histórica y
cuando ya hay el sucedáneo a la vista 281 .
contratendencia dilatoria (como lo son el keynesianismo o la formación de las “nuevas determinaciones del
Estado”: las “trincheras de la sociedad civil” gramscianas).
278
Adams Smith no actuó con impostura. El se vio enfrentado a una realidad y propendió entenderla, explicarla:
¿cómo es que los individuos espontáneamente en el mercado colaboran, se obstaculizan y sí dolorosamente el
conjunto humano se reproduce? Esta coordinación “automática” (finalmente la humanidad está viva y se
desarrolla positivista y tecnocráticamente) debe tener una razón: la alegoría de la “mano invisible” (el ser
humano en la primera etapa del capitalismo opera sometido a la “lógica” –sic- de los procesos mediante los
cuales la naturaleza supera las desarmonías), o sea, el proceso a través del cual (ley del valor) los individuos
asignan el quantum de “vida de trabajo” (división del trabajo) a todas las actividades requeridas y dolorosamente
para unos, exitosamente para otros, el grupo queda precariamente abastecido. Es proceso es práctico y
defectuoso en la época del “libre cambio”, de la libre con concurrencia, del capitalismo; el límite está en no
advertir que el “orden espontáneo” en competencia (ley del desarrollo desigual) conduce al monopolio y el
mercado se vuelve imperfecto, como el hecho de la explotación del trabajo por el capital; fenómenos que serían
vistos parciamente por Ricardo, y científica y completamente por Marx. En la actualidad la sociedad funciona
merced a tres factores: la “mano invisible”, el monopolio y la intervención estatal. Prevalece el monopolio (y la
explotación del trabajo), con lo cual se anula la competencia (las oportunidades de Hayek) y el Estado
(instrumento de clase para modelar a la sociedad por parte del capital) arruina más el sistema (política económica
neoclásica) o alcanza equilibrios momentáneos, parciales, inestables (fiscalismo); y, el sistema entra en la
madurez de su desarrollo material y no le queda más, que dar paso a otro orden (lo cual no vieron ni Smith, ni
Ricardo, ni el doctrinario Hayek).
279
Suele sostenerse, que la sobreproducción es la razón de la caída de la tasa de beneficio (Luis Garrido, en:
C:\Users\user6\Documents\El largo declive y la crisis estructural de la economía-mundo capitalista, 1967-73-
2010 « Utopística Política.mht); no obstante, la relación es inversa: el descenso de la tasa de ganancia no se
produce por falta de demanda, sino como efecto del incremento del capital constante, el cual reduce el valor de la
mercancía; la falta de demanda sólo produce problemas de realización. La anarquía de la producción conduce a
la competencia, ésta dinamiza el desarrollo de las fuerzas productivas (competitividad: productividad, precios y
calidad), lo cual se traduce en incremento de del capital constante, descenso de la tasa de ganancia, reducción de
puestos de trabajo y sobreproducción. Es el desarrollo de las fuerzas productivas la causa del descenso de la tasa
de ganancia.
280
En realidad, de igual modo como el proceso de acumulación originaria del capital (salvataje bancario, p. e.)
no cesa del todo con la instalación plena del capitalismo, sino que el mismo coexiste con el proceso de
acumulación ampliada (funcionamiento del capital merced a operación de sus leyes inmanentes), el proceso
fundamental de destrucción de las fuerzas productivas por parte del capital que se da al final de cada crisis para
crear las condiciones para iniciar un nuevo ciclo mediante la reanimación, se mantiene de modo sistemático y
omnipresente: el reemplazo o descarte de un activo (maquinaria, equipo o herramienta) antes de cumplir el
período prescrito de su vida útil, la obsolescencia técnica, la obsolescencia programada, mantener activos
productivos subutilizados (ajuste de la producción a la demanda efectiva), entre otros.
281
Mészáros asume o coincide, mutatis mutandis, con el punto de vista de Braudel (por tanto, también Arrighi y
Wallerstein, que no Madel), es decir, al evaluar la historia se distancian de las posiciones del Materialismo
Histórico, para el cual (y según un enfoque al interior del marxismo) el movimiento progresivo humano ha
atravesado por cuatro formaciones sociales: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo y capitalismo,
esperando hacerlo con el comunismo, cada una de las cuales con fases de despegue y de maduración a su interior
(esclavismo generalizado e individualizado; forma servil-señorial: renta en trabajo, en especie y en dinero;
capitalismo competitivo y monopólico; y, socialismo –que aunque no se transformó en forma universal y
dominante en el planeta, efectivamente se dio- y fase socialista superior o comunismo), y en cuyo seno han
coexistido formas de producción subordinadas (combinación de modos de producción con dominante), siendo la
de mayor proyección, la producción mercantil simple. Braudel y Mészáros, en cambio, sostienen que el
capitalismo no es igual a economía de mercado y, el mercado precede y sucede al capital, en su orden, y se
235

Frente a los significados: la conclusión prospectiva sobre el hecho de conjunto, es la que
impone carácter 282 . El fenómeno de sobreproducción deriva de la sobreinversión; el
“subconsumo” responde a problemas de mercado: bloqueo al proceso de conversión del
output en valor monetario 283. En la fase decadente de la onda capitalista, la dualidad de
factores interviene de consuno (limitaciones del propio capital a su reproducción y deficiente
demanda): caída y recaída en el funcionamiento del cuerpo viejo, es la norma. En conjunción
amalgamada, susceptible de mirarse de manera aislada los frentes de poder evolutivo, sólo en
cuanto requerimiento de análisis, al interior de esta dinamia “fuerzas productivas/relaciones
de producción” subyace el motor fundamental de esta etapa de la historia: la lucha de clases.
¿Es la entrada en escena de Tanatos, en el teatro de operación de la forma burguesa (valorada
por un sector minoritario, vigencia defendida con las armas): una derrota histórica? ¡De
ningún modo! Es nada más, que el ingreso del instante dorado en el curso de la vida:
momento de concreción, de despliegue completo de las potencias; realización plena de las
fuerzas que han cabido dentro de sí, de la etapa de la “febril acumulación”, que ha cumplido
su destino, que ha llegado a ser: la generación del sistema automatizado de producción, al cual
la historia debe agradecerle (y despedirle) para demostrar su grandeza de ánimo.
Todo el curso de las reflexiones en desarrollo –por otra parte-, gira en torno del
propósito que ellas deliberadamente persiguen; las mismas definen su status de sentido y la
función atribuida, en el carácter comprometido de su inserción social (“la ausencia de
contenido ideológico es un consentimiento a las ideas burguesas”). Esta demarcación queda
muy bien precisada, en el momento en que con ellas se ejercita la tarea ideológica de exégesis
y recusación de las formas conceptivas neoconservadoras (“fin de la historia” –negación del
futuro-; desconcierto vital ante el “fracaso del socialismo”; “crisis del gran relato del
cambio” 284 ), con las cuales se realiza la aprehensión subjetiva de la naturaleza de la práctica
humana presente, tanto como la inherente al flujo general de la historia; estas últimas,
desencadenan efectos de modelación de la mente de la población (proceso de ocupación de las
conciencias): acto de masiva propagación de percepciones sociológicas empíricoespeculativas
–las cuales fecundan el cuadro de nociones ligadas al funcionalismo-,
susceptible, en virtud de la posesión de las estructuras tecnológicas de la información, que
detenta el cenáculo de pensamiento del poder 285 .
La postura conjetural-conductual de la humanidad, sin embargo, de modo creciente
escapa a este condicionamiento psicológico programado; en efecto, hoy el género es
poseedor, por término medio, de presupuestos ideológicos remozados en coherencia con el
fundamento material que lo posibilita: “la nueva realidad que ha nacido” (los cimientos de la
“comunidad global de pensamiento”), que parsimoniosamente se incorpora, que gana terreno
y que –de todos modos- respecto de ella la conciencia de la mayoría del “ser” se desentiende;
centran en el estudio de los ciclos largos, lo cual les lleva a plantear el agotamiento y renovación cíclicos del
capitalismo en la perspectiva cuasi luxemburguista (Arrighi). Marx, es muy bien conocido en círculos afines, en
el funcionamiento del moderno sistema de mercado incluye la voluntad y, sin dejar de advertir el límite
histórico-natural del capitalismo (cuando la máquina ponga a un costado al trabajo humano: Los grundrisse),
considera que el sistema cuenta “para sí” con la actuación homeostática de la intelligentzia (ésta procesa la crisis
con la política económica e impide el derrumbe), asume la resolución de la “aporía” condicionada por la
correlación de fuerzas entre clases.
282
Lo propio de una persona realmente posmoderna (iniciáticamente supramoderna), consiste en la disposición
de aquella característica comportamental por la que se niega a vivir en el presente, tanto peor en el pasado; por lo
contrario: que ha decidido vivir su subjetividad, en el futuro.
283
“Subconsumo”, término tomado en su sentido original: satisfacción parcial de las necesidades de
reproducción material; el cual se distancia de su acepción extensiva de orden económica: ausencia de mercado
para igualar la oferta y la demanda agregadas. En coherencia, sobreproducción siempre que todas las
necesidades se hallen satisfechas y se presente surplus, lo cual no ocurre en la actualidad puesto que la
producción se programa de acuerdo con la demanda efectiva (portadora de dinero); la demanda se contrae
(desempleo) como efecto del incremento de la composición orgánica del capital (el propio capital destruye el
mercado, dado que, más que no capitalista –la estatal y de la política económica-, la demanda es interna al
capital: demanda de inversión, consumo de los capitalistas y consumo de los trabajadores; el “excedente” se
invierte y el proceso se amplia por el lado del capital constante).
284
Es decir, el reflejo del capitalismo senil en descomposición, en una mente pequeñoburguesa.
285
La BBC, la CNN. Y del mismo modo que no se puede juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí,
tampoco puede hacérselo de las –incluso posmodernas- épocas de transición –mediaciones-, por su conciencia,
sino que, por el contrario: hay que explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el
conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción (en el sentido de Marx:
Prólogo de la contribución a la Crítica de la Economía Política).
236

ahora bien, el carácter auténtico de los insipientes rasgos nodales de esta comprensión, se
refunde en la opacidad inherente al diversionismo de su complejidad y al influjo omnipresente
de la percepción estatuida –frente a este hecho, por ejemplo, los sabios europeos son
totalmente incautos (los gringos: no menos): el sistema económico en el que viven, reduce el
campo de su visión 286 - (Marx –ser humano extraordinario: aquel máximo pionero racional en
toda la historia-, en alguna ocasión sostuvo: “... estoy tirando por la borda toda la teoría de la
Economía Política anterior...”) 287. Merced al carácter de la etapa en el saber, en la que se
encuentra la especie, si se arriba a la cumbre de la conformación ideológico-teórica marxista:
mesiánicamente “todo parecerá claro; se verá el sistema funcionando”.
Estas airadas aseveraciones (con su formulación se demuestra ausencia de temor frente a
los grandes relatos, al monismo gnoseológico, a la unicidad y unidimensionalidad, que es la
forma futura de estructuración de la vida y de la conciencia), por su parte, se sostienen en el
poder del conocimiento positivo producido por la especie; en verdad: se han creado las
condiciones y la necesidad para que el pensamiento que se halla bien situado en la objetividad
de los hechos, nuevamente –se reitera- se dispusiese a romper las mistificaciones
neoescolásticas, y a oponer (ratificar) al stablishment, su propia concepción. En efecto, nótese
como el malejemploso pensamiento cuántico, con todo su peso posmoderno, se hace eco
solamente de las primeras etapas de operación cíclica de la materia y, por extensión ilegítima:
de la humanidad (de la fase “sociedad” de ésta), pues, se queda entrampado en el enunciado
sobre el modo de ser estocástico de la realidad (y de la humanidad: el mercado, el laissez
faire, laissez passen): de la llamada indeterminación, de la incertidumbre, de las contingencias
(solamente la inteligencia –determinación, intencionalidad- genera sorpresas que desbaratan
la previsión lógica; sin embargo, la improvisación –la “intuición”- es también planificación:
planeación sobre la marcha) 288. El paso siguiente dado por la materia es la composición
regular de la realidad: la emergencia del Universo y del Universo viable; mientras que el
último episodio del ciclo, corresponde a la ubicación en el nivel de su optimidad, en el que el
ser humano realiza su designio en cuanto se pone al frente del potro indómito de la
indeterminación 289 .
286
Ser simplemente banco germoplásmico humano (reserva de genes que prolongan la existencia “racional”), es
decir, actuar en el mundo hedónicamente como instrumentos de reposición, de mantenimiento de las “unidades
de de inteligencia” para que la especie no desaparezca; la gran cosa que hacen estos muy autovalorados seres es:
alimentarse, obtener una profesión, tener hijos, hacer llevadera la vida con las distracciones, preocuparse algo
por la “rex pública”, participar en la política, instruirse un poco para formar la cultura general y finalmente
decesar dejando una descendencia que se apresta a hacer o que viene haciendo lo mismo.
287
Si se hace referencia en este trabajo al pensamiento burgués y a algunos de sus más esclarecidos
representantes (a George Soros, por ejemplo), no se debe a que se quiera apoyar en ellos en búsqueda de
respetabilidad, de legitimación para las presentes ideas o no consentidamente promover su “hegemonía”, como
lo recusa James Petras. La realidad actual es burguesa, de modo que en el “diálogo” con el entorno, no es posible
prescindir de hacer alusión a la intelligentzia oficial, incluso con fines, quiérase o no, promocionales de una
reflexión, puesto que en ciertos campos del hacer científico (la Física, la Química, la Biología, la Medicina, la
Genética, la Robótica, la Cosmología,…), es este sector el rector. Respecto del sistema capitalista, está claro que
éste es el mejor escenario real, que ha impulsado la racionalidad instrumental, que ha beneficiado, in abstracto, a
la humanidad toda; pero que se lo impugna, puesto que el mismo ya no sirve más para continuar con dicho
desarrollo, debido a que ya existe una nueva forma humana, que puede conducir al cenit, sin necesidad de
continuar perpetrando daños a la mayor parte de la especie, como de afectar a la ontología de la vida.
288
En realidad, no es cierto eso de la “incertidumbre”, de las “sorpresas”; el hecho tiene que ver, más bien, con
razones de desconocimiento de los procesos. La “contingencia” es una noción elemental, antigua: pura
tautología. Las únicas leyes que existen son aquellas que crean y sostienen el orden; en la materia, en virtud de la
operación de la propiedad primera (la polaridad) la propensión es siempre a la organización sistémica; si la
determinación no fuese el aspecto principal y dominante de la realidad, no habrían los procesos, tanto peor el de
la conciencia encargada de simbolizar la realidad, remarcar o terminar configurar y dirigir esa forma ordenada de
la materia; la inferencia esa sobre la existencia de universos paralelos con otra leyes, es del todo absurda: es
“cuento de las abuelas” en Física teórica.
289
Premodernidad, modernidad, posmodernidad. La noción “posmodernidad”, sobre todo, no puede ser tomada
en serio como forma gnoseológica de periodización del recorrido humano, como no sea en la muy recluida esfera
del hedonismo esteticista. Lado derecho del cerebro, inteligencia emocional (“teóricos” y algunos empresarios
ilusos directamente llegan a recomendar y a declarar, que el éxito de los y sus negocios, en su orden, se debe a
que han tomado decisiones sustentadas en corazonadas, mas no en el conocimiento objetivo), intuición (proceder
ignorante en la complejidad, en la incertidumbre): son preconceptos componentes de las maravillas
subnocionales, que abundan en el sistema de “desconocimientos” que constituyen la forma de conciencia social
posmodernista. Pensamiento posmoderno: esta borrachera de la mente, que ve con mirada borrosa, desenfocada
el panorama simplemente superficial de realidades complejas obnubilantes que simbolizan el sistema de efectos
de la estructura capitalista senil, en la que el proceso de descomposición reemplaza definitivamente a la crisis,
237

En el laberinto puesto de la postmodernidad se abre paso la” tendencia media”: la Ley,
el “gran relato” que aprehende la y dice sobre la historia, respectivamente: la totalización
subjetiva en su índole de continuidad en el sentido marxista (teoría y práctica). Los “grandes
relatos”, según Feinmann (apreciación de Feinmann sobre el modelo discursivo de Lyotard):
legitiman. ¿Cuáles son y qué legitiman los grandes relatos reconocidos por Lyotard? La
historia marcha hacia algún lugar: el Cristianismo obra según la noción dual de Dios/espíritu,
en la cual se despliega el comportamiento humano atado por metaleyes 290 ; el
Iluminismo –marxismo positivista, ideología del progreso- promociona la razón en oposición
al placer (nuevamente los Estoicos frente a frente con los Epicúreos), la que produce la forma
humana de plenitud fundada sobre la razón; el pensamiento burgués ensalza la racionalidad
instrumental, el sistema perfecto dado por la libertad ejercida en un mercado sin trabas; y, el
Marxismo prevé el arribo hacia la automatización de la vida, para conocer y dominar la
naturaleza sin padecimientos (Los Grundrisse) 291 .
En realidad, la “razón” (no la de sentido capitalista, sino la de orden dialéctico-histórica:
la marxista, aunque sea odioso reconocerlo) es la Diosa de la historia en su versión
teleológica, de la tierra, del cosmos, del Universo; allí radica el “Télos” del ser humano: su
presencia, el vía crucis, el Gólgota, la “resurrección”, la “ascensión” al trono del poder
máximo: el llegar –por propio mérito- a ser “Dios”: la plenitud de la conciencia universal (el
ser humano “hecho Dios”: el ser humano “es Ra” 292) . Este “gran relato” (“hecho universal”),
vivo por determinación del proceso objetivo: ¿qué, en verdad, legitima? Legitima el poder de
esa forma de materia llamada inteligencia: en la historia, en realidad, “hay algo que está
impide advertir el impresionante y vital trabajo de hormiga que actualmente ocurre bajo la superficie, que
provoca la realización de la determinación histórica: transición estocásticamente racional en el aparente reposo,
en el absurdo, en la simple reiteración. Neomodernidad: en la esfera esencial, en la que se juegan los destinos del
mundo (el avance científico-técnico y la remarcación del esbozo del cuadro de nuevas relaciones humanas
colectivas), aspectos que aparecen secundarios, cuantitativamente no significativos, y los cuales no dan cuenta
debida de la esencia transformadora y que, mas bien, rechaza la llamada ideología de la posmodernidad, el
proceso continua según el mismo canon de la llamada “modernidad” (el desarrollo de las fuerzas productivas en
sentido positivista tecnocrático rentista, avanza motivado por los últimos respiros del sistema; mientras que la
necesidad de sobrevivir ahora del 90% de la población mundial, ha impuesto el despliegue de formas solidarias
de vida contrehegemónicas).
290
A propósito: de modo ideológicamente camuflado (en las neocolonias los evangélicos fundan radios,
hospitales, instituciones educativas, etc., bajo la apariencia de que dichos aparatos cumplen su función per ser,
pero de lo que se trata es de camuflar tras ellos, el real objetivo de la cooptación de cerebros) siempre se ha
pretendido dar caza al materialismo. Una persona de nombre Eduardo Arroyo, en Internet, en un artículo
aparentemente serio, puesto que artificiosamente recurre al propio pensamiento marxista para
acomodaticiamente enfilarlo en su contra, bajo el título “La crisis del materialismo dentro de la neurociencia”,
concluye que el materialismo ha sido refutado, con el argumento de que el “alma” modifica el cerebro”, según
demostrarían supuestos nuevos hallazgos (devaneos logicistas) en dicha rama científica. La conciencia (materia
más altamente organizada y diferenciada en movimiento –Shojoroba dixit): ¿puede modificar al cerebro?
Depende. 1) La conciencia es materia: dinamia material, software o información de tipo especial (históricoideológicamente
modelada), que es, y debe tener asiento material; 2) los “estados de la materia” sólo pueden
modificar otros “estados de la materia” (algunas enfermedades de la mente –neurosis, p. e.- pueden ser tratadas
mediante la argumentación que modifica la forma en que están estructuradas ciertas propiedades –sentidos,
significados, contenidos- de la materia cerebral: la memoria y la asociación de datos -conceptos, juicios,
raciocinios, discurso-, o sea, mediante la producción de un vuelco de lo ideológico a lo racional); 3) son las
necesidades de la materia, las que reestructuran materialmente al cerebro -y al “alma”- (y operan sobre el soma
en general) con el propósito de que el cuerpo actúe apropiadamente en el ejercicio de su satisfacción, en este
punto juegan un papel fundamental los estados de la materia exterior, tanto racionales como naturales; 4) la
materia se mueve: un tipo de cinetismo especial, que representa al mundo (crea la película, la conserva, la
proyecta y lo modifica en coherencia con la determinación del entorno), lo da significado y procura la
sustentabilidad del ser que opera de ese modo, es el “alma” (el primer homo sapiens aún no tenía “alma”: no
podía modificar el hardware). Por tanto, es iluso sobre unos cuantos argumentos falaces y aislados (y falaces
porque no se entiende bien –y no puede hacérselo porque el modelo torna incomprensible muchas conclusiones
para otra forma de ver los hechos- el sentido de las tesis que se impugna), sentenciar el derrumbe de un sistema,
el cual solamente significa algo al interior del patrón filosófico al que pertenece. La debacle –más bien- está del
lado de quienes sostienen los prejuicios ideológicos de oponerse y el prurito de propender liquidar la indagación
objetiva de la realidad con armas mitológicas pretendidamente científicas.
291
“Los procesos automáticos conducirán entonces al ser humano del reino de la necesidad al reino de la
libertad, un reino en el cual el trabajo no producirá valor porque el trabajo se transformará en una actividad
vital consciente del metabolismo productivo hipertecnificado y cambiará completamente de carácter” (Rieznik,
Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre del 2006).
292
Sólo hay una solución para la cuestión humana: ir hasta el fin, hacia el absoluto. “El Faraón es Ra”: insólita
predicción egipcia, frente a la cual palidecen las profecías semitas de Isaías, José, Nostradamus o la de los
mayas.
238

expresado”, que se va haciendo de modo estocástico en la inmanencia de las determinaciones
materiales que se anudan en su optimidad hasta llegar al concepto. Inmanencia: conciencia
sensible; trascendencia: conciencia racional; la humanidad representada (o mediatizada por la
inteligencia artificial) erigirá su Reino en el Universo: ¿cuál es el elemento que lo redime?; lo
es el propio ser humano, la ciencia –la política, entendida como efecto de la “lucha de clases”-
(encargada de sacar a la humanidad del “caos al orden”, en el trasfondo del orden natural), la
técnica, el saber objetivo, la inteligencia 293 .
En interés de fundamentar la tesis que aquí se presenta: el ser humano debe llegar a
conocer y a dirigir a la naturaleza, la “Teoría de la propiedad” y la de la “inteligencia”, en
relación estrecha con su ejercicio en el interior de la etapa más conflictiva de la especie: el
capitalismo, son cardinales, vitales, necesarias (ellas desactivan las tesis burdas del nihilismo
de la incertidumbre 294 ). El socialismo, de persistir, no podía quedarse en la condición de
igualdad y de hibernación (desgraciadamente, la categoría “emulación” lleva hacia allá, en
circunstancias parecidas al inmovilismo de las comunidades: rusa, china, andina –fueron el
bloqueo, la “guerra fría”, la conspiración interna y externa, el estado de permanente guerra y
agresión al que estuvieron sometidos los regímenes proletarios, los fundamentales móviles,
que indujeron el desarrollo de las fuerzas productivas de Cuba y de la ex URSS, por
ejemplo 295 ); el socialismo, de haberse mantenido, sea como efecto de la contradicción en su
seno o como producto de la pragmatización de la iniciativa de la creatividad, de la propulsión
del pensamiento, de alta racionalidad, debía proponerse el desarrollo de las fuerzas
productivas (la ciencia y la técnica, el conocimiento): única manera de desarrollar la
conciencia y de volver transparente a ella, la razón de su existencia, puesto que la inteligencia
no podía quedarse entrampada en la igualdad, en el trabajo para todos y en la visión del
desarrollo multifacético, generación tras generación 296 .
¿En qué consiste la concepción científica del desarrollo? Frente a la noción sobre la
tópica elaborada por la dirección china (y en contrapunto con las teorías de la
“modernización”, “dependencia”, a “escala humana”,…), es oportuno formular una
concepción alternativa en torno del concepto desarrollo humano, de vertiente
marxistaleninista. La concepción científica del mundo, es el marxismo; la misma se
transforma, luego, en base para elaborar la concepción científica del “desarrollo humano”: 1)
la ley del desarrollo: la contradicción, el salto; 2) el supuesto sobre el avance progresivo de
los procesos, de lo simple a lo complejo; 3) empíricamente, la progresión humana se expresa
en el algoritmo de las formaciones sociales; 4) las comunidades aclasistas y clasistas
precapitalistas son las etapas tempranas de evolución de la personalidad humana, el
293
Luego, el pensamiento expuesto en este documento desarrolla su ámbito en los contornos paradigmáticos del
“racionalismo ilustrado”, o sea, se halla imbuido de las mejores tendencias regulares progresistas; en una
palabra, el mismo sigue consistiendo movimiento mental de orden “racionalista humanista”, pues, su perspectiva
pugna porque la razón deje de ser un simple instrumento del poder.
294
En realidad, todo el proceso se ajusta a la operación de tres leyes, una de estructura y dos de movimiento: 1)
ley general: contradicción entre ser y pensar; 2) ley de movimiento general: aproximación e igualación
perentoria progresiva entre el proceso de la realidad y el de la mente; y, 3) ley de movimiento de la coyuntura (la
llamada postmodernidad): el cambio se produce (democracia por la democovivencia) cuando el traspaso de la
misión de continuar el desarrollo de las fuerzas productivas, sea posible.
295
El socialismo, por concepto, no puede competir, no es un sistema competitivo. No obstante, el socialismo de
Lenin-Stalin tuvo que competir con el capitalismo en el único momento en el que el mundo asumió condición
bipolar (socialismo de guerra), lo cual condujo a disciplinar a la población (socialismo cuartelero), a
desarrollarse material, tecnológicamente para hacer frente al capital en el campo de batalla (socialismo real) y a
recluirse en un territorio para formar a la población (socialismo en un solo país). Toda la riqueza del mundo
fueron saqueadas para formar el poder bélico de la locomotora del Bloque Occidental: EU; con dicho poderío,
los gringos sostuvieron las acciones de guerra (fría), lo cual no pudo hacer la ex URSS incluso en su fase
socialimperialista, puesto que como “imperio al revés” se encargó de asistir a sus anillos periféricos.
296
En realidad, incluso las formas socialistas burguesas carecen de características de sostenibilidad frente al
potro del desarrollo de las fuerzas productivas. El “Estado del Bienestar” de signo europeo fue una forma de
acción (respuesta) de dicha Zona en el cuadro de la “guerra fría” frente a la ex URSS (en verdad, la caída del
socialimperialismo soviético acabó con la política oportunista del Estado del Bienestar (Estado Benefactor, en
las neocolonias), como un capítulo de la estrategia capitalista de la segunda “guerra fría”; a partir de allí, el
capitalismo se volvió más agresivo y hoy -2012- se halla cosechando lo que sembró). Dicha política desarrolló
de modo reaccionario elementos de “ciudadanía” en la población, sobre todo en cuanto a la realización cohesiva
de la vida en la esfera del consumo. En el nuevo escenario, la variable externa al mercado (política económica)
procurante de adscripción integradora al sistema, degenera una vez desactivado el conflicto de baja intensidad
base del “consenso activo”; el falso status de bienestar se expresa de modo deficiente en la reacción mas bien
modesta ante la crisis.
239

capitalismo es la fase intermedia encargada de “producir la base material del mundo nuevo”;
5) con la emergencia del capitalismo, la conciencia toma nota e interviene en la modelación
de los hechos: revolución (la partera de la historia), transformación del sistema (papel que
juega el progreso material –inteligencia ontologizada-; supresión de la propiedad privada de
los medios de producción, del trabajo, de la división del trabajo, de las clases, del Estado,…:
recuperación de la fuerza productiva capitalista y transformación de las relaciones sociales);
6) el comunismo (el “mundo nuevo”) es la etapa cumbre del desarrollo, en la que la
humanidad que se ha automatizado desarrolla el concepto y controla la existencia; y, 7) la
época con la cual se cierra el proceso de desarrollo humano, es de orden “espiritual”.
Ahora bien, registrados en perspectiva los hechos de la historia, “valor de uso”
representa “lo que se necesita para satisfacer las necesidades”, mientras que el “valor de
cambio” importa lo que se demanda para el desarrollo in abstracto de la especie (el progreso
civilizatorio a partir del contradictorio proceso de desarrollo de las fuerzas productivas, que
da paso al establecimiento de la nueva categoría: “’valor’ de usufructo”). Este aspecto de la
vida humana, es de crucial significación comprenderlo y otorgarle la importancia que tiene,
con el propósito de pensar y abrir el horizonte de la existencia genérica sobre la visualización
de hacia dónde va ella, qué tarea le da sentido, no sólo en perspectiva racional, sino como
efecto de la propia determinación autónoma a la condición de la propiedad de la inteligencia.
Es debido a lo expuesto, que en este trabajo se convierte en eje indispensable de análisis a la
categoría “propiedad de la inteligencia”, pues, sin ella la mente se queda atrapada en el
sensualismo y/o en la mitología religiosa, como cometido y explicación de su razón (es
verdad, que los investigadores materialistas en el mundo, tales como Penrose, Hawking y
otros, se han desconectado de la posición escolástica, pero esa conducta no responde a
conciencia cabal sobre los hechos).
En la historia, una nueva relación (“a”relación) empieza por dibujarse en el horizonte,
la que adquiere ribetes teóricos en la mente como su respectiva categoría. “Valor de uso”:
aprovechamiento de los bienes naturales; “valor de cambio”: usurpación del trabajo ajeno por
una clase; y, “´valor´ de usufructo” (interpenetración y superación de las esencias del “valor
de uso” y del “valor de cambio”, en la formación de una nueva cualidad): disfrute de todo el
trabajo pasado realizado por la humanidad, coagulado en el sistema automatizado de
producción, que transforma y lleva los “valores de uso” naturales, a la mesa del posthumano.
En la teoría del “‘valor’ de usufructo”, no se hallan inmanentes las categorías de “trabajo
concreto” y de “trabajo abstracto”, sino la noción: apropiación individual y colectiva de
outputs, en cuanto aprehensión subjetiva de la operación de máquinas en vínculo con la
naturaleza, programadas para llenar la alacena.
En estricto sentido: toda la “ley del valor” se desbarata, puesto que el “valor”, al
proceder del trabajo, al hallarse ausente éste en el interior de la forma de vida postproductiva
del posthumano, los outputs provenientes del sistema automatizado de operaciones
productivas, se convierten en simples elementos natural-artificiales (en simples output
esraffanos, cuando la distribución, como hecho económico, se ha convertido en una desnuda
abstracción reminiscente), que se los alcanza a las manos del ser humano para su uso en el
proceso de reproducción vital en el consumo. El trabajo siempre debe estar revestido de
carácter alienado, tanto si se lo mira en su índole antediluviana: en las profundidades de la
historia, en la forma “productiva” vigente (como actividad que genera plusvalor), cuanto si se
lo hace a futuro: en su precaria perspectiva; su producto extrañado supera dicho carácter luego
de desmantelado el proceso de producción, pero de ningún modo según el deseo que se
propone que el trabajo vuelva a ser esencial (tanto en su naturaleza abstracta como en la
correspondiente a su inserción en las relaciones burguesas), esto es, según el atributo
intrínseco de ser factor formador de mayores grados de hominización; sólo sin trabajo la
condición inmanente de realización humana, en tanto autocontrol de su efectuación, se
objetiviza en sus resultados y se supeditan a su ser como propiedad. El trabajo deja de ser
propiedad inmanente de la especie, la categoría “valor” sale de escena: es otra etapa histórica
que cursa la humanidad 297 .
297 El marxismoleninismo: ¡no tiene la pólvora mojada, maestros!
240

LA PRAXIS REPRODUCTIVA MATERIAL: EL “TELOS”.
El sujeto del proceso.
La clase obrera: ¿se ha esfumado, sin haber cumplido su misión histórica, deviniendo en
fiasco (“accidente histórico”) su presencia y acción, en la “sociedad” burguesa? ¿El Socialismo
(el Proletariado en el “poder”): ha periclitado (implosión, suicidio), una vez concluida la
escenificación del "ensayo fallido" (“derrumbe”, o en el caso más promisorio: “derrota
temporal”), inherente -de modo particular- al proceso socioeconómico instaurado y ocurrido en
el ex Bloque Oriental, víctima de sus propios límites internos y de sus errores, no habiendo –en
consecuencia- aportado contribución especial alguna al progreso de la humanidad? ¿Es
poseedora de asidero real, la aseveración contenida en aquella conclusión especulativa ligera,
incapaz de discriminar los períodos: 1917-53 y 1956-89 –la llamada “desestalinización”-, esto
es: los sucesos incursos fundamentalmente en las fases de transición degenerativa del “Campo
Socialista” y de progresiva restauración de las relaciones burguesas de producción, que
claramente expresan una ruptura radical en la aparente identidad ideológica y política internas a
la práctica social de la ex URSS, que da pie para sostener la noción aporética, de que el "modelo
soviético" in abstracto: no fue más que una vía alterna inmanente al movimiento ascensional del
sistema de la moderna concurrencia ("capitalismo sin capitalistas" -dixit Samir Amín)? Puede
admitirse la sentencia de que, como resultante agregada de la cronología descrita, la Lucha de
Clases (la Política: la ideología práctica) y la Historia (el devenir humano ascensional, hasta
develar la verdad de la Materia): ¿han llegado precipitadamente a su fin (Fukuyama)? 298.
En el inicio de los nuevos siglo y milenio: en la circunstancia en la que la fisonomía de la
sociedad mundial induce a concluir, que la "vitalidad" superficial y de coyuntura denotada por el
sistema burgués de reproducción humana (la supremacía a escala hemisférica de esta forma de
existencia del género, contrario sensu de su defección), así como la "caída" de su antípoda: el
Socialismo (luego: del “socialismo real”), fuesen hechos que volvieran eterna a la estructura de
free trade, de manera cómo se pretende demostrar por parte de la prolífera acción de sus
panegiristas –el alcance de esta forma discursiva devendría, por su parte, en premisa de
formulación de tácitas respuestas afirmativas a las interrogantes con las que se da inicio
la presente exposición-, la trama inmediatamente perceptible de dichos sucesos: complejos,
amenazantes, inestructurados, inscritos en la denominada “era posmoderna”, promueve el
ejercicio de diligencias político-teóricas en dirección de la noción aristotélica: actuación “… a
través del dialogo” intersubjetivo afín, en la praxis de la “lucha en torno de la producción de
ideas sobre la realidad”; polémica: conducente al ensayo de formas renovadas de intelección
sobre el decurso histórico implicado en el siglo, que yace a espaldas del presente. En lo tocante
al carácter epistémico formal inherente al proceso de aprehensión mental del curso de la vida
que viene como con el que topa la realidad en su totalidad, las presentes notas aluden al efecto
de abstracción (“experimento del pensamiento”, lo llama Einstein), ideológicamente
posicionado: la concepción dialéctico-histórica de la realidad, en cuanto condición de proceder,
conducido de conformidad con la modalidad argumental de "pensamiento lateral": “provocación”
(“proyecto filosófico desafiante”), esto es, en acto de “abrupto cambio de conceptos de
aceptación universal”, sobre el cual opere el artificio de desbloqueo de la ruta por la que fluya la
persistente y tozuda búsqueda humana del conocimiento –pues, “... la humanidad aún no ha
298
El proletariado: ¿fracasó o fue derrotado temporal o definitivamente por el capital? (“… la globalización
castigó a la izquierda y al movimiento social debido al neoliberalismo que le dio a la propiedad privada la
libertad de contratar obreros donde quiera y en las condiciones que quiera. La situación gravísima, del obrero,
sumado a que las empresas, ahora libres de hacer lo que quieran, pueden prohibir todo tipo de agrupación
sindical ha debilitado al movimiento obrero…” -Miranda, Boris. Las practicas marxistas frente al nuevo orden
conceptual de la política) o, por el contrario, ¿cumplió su misión histórica? (es obvio, no de modo ultrista, total,
completo, como se espera ver para sumir que lo hizo). Toda acción política a futuro (incluso los programas
“efectivos” planteados por la “moderna” izquierda: 1.- sociabilidad, multiplicidad y contrapoder; 2.- la “guerra
de posiciones”; 3.- la “resistencia ética”; 4.- la “contracultura”; 5.- el “campo de hegemonía”; o, 6.- la
“moralidad pública y la justicia social”) tiene como presupuesto a los productos entregados a la humanidad por
la política proletaria plasmada, por una parte; por otra, la efectividad de la misma, no es producto únicamente de
la aplicación inteligente, estratégica, agenciosa, de medidas proveniente de la sola voluntad (de la “nueva”
izquierda), sino del presupuesto referido: de la herencia proletaria, como de la operación “ciega” del movimiento
de las fuerzas productivas (la competencia intermonopólica amplía la sección automatización: el capital, al sacar
al obrero de la empresa, se retira a sí mismo de la historia, es obvio: la tendencia decreciente de la tasa de
ganancia, efecto del incremento del capital constante en la composición orgánica, acicatea las “crisis” y la
correlativa lucha social –el “movimiento de los Indignados”, de última data, verbi gracia).
241

parido un nuevo ´Manifiesto Comunista´”-; “nueva concepción de la historia” (“economía”:
la automatización; “política”: la democovivencia; e, “ideología”: el saber objetivo universal),
que también un día pasará a integrar ese arsenal de la mente nominado: “arqueología del saber”
–M. Foucault- (como en el Manifiesto del Partido Comunista ya citado, documento en el que
sus autores plantean “…la trasformación venidera de sus propias ideas” -J. Derridá); pero,
Beethoven “escribió música para otros mundos, para otros momentos, para otra humanidad” 299 .
Inteligencia: inserta en relaciones de tráfico burguesas. En efecto, ¿por qué se desarrollan
las fuerzas productivas rumbo a grados siempre mayores de hominización? Debiera decirse, que
por el incremento tanto en extensión como en profundidad de las necesidades inherentes a la
reproducción de la vida individual y colectiva. Cuando el ser humano se convierte en productor
aparecen las leyes sociales: la historia; el ser humano cae prisionero de las condiciones
materiales por él creadas (fuerzas productivas y sistemas sociales), y su actuación se vuelve
exitosa en la frontera de sus límites; esta nueva (primera) contradicción se torna fuente de
desarrollo simultáneo de la conciencia y de su ser material; la máquina de escribir, por ejemplo,
representa colosales condiciones de apoyo a ciertas actividades, luego se transforma en óbice
por lo cual se torna necesario el aparecimiento del ordenador, para superar dicho límite en
materia técnica. En la formación social capitalista el citado hecho ocurre merced al imperio de
la regularidad de la acumulación (la competencia: reducción del “tiempo” de trabajo
–productividad- y mejoramiento de la calidad) sobre la personalidad mancomunada de su
agente dominante, dado en el marco del proceso tendencialmente creciente de la “reproducción
ampliada” 300 . “El proceso de producción social implica la confección de medios de trabajo y su
empleo para la obtención de bienes de uso humano. Por eso, la producción social se divide
siempre en dos grandes ramas: la producción de medios de producción (sector A) y la
producción de bienes de uso y consumo (sector B)… la base más profunda del progreso de la
producción social reside en el fomento de la primera subdivisión: el sector A. Para asegurar la
continuidad de la producción y la ampliación de la misma, en el sector A deben reproducirse
constantemente los medios de trabajo empleados en la obtención de artículos de uso y consumo,
así como los empleados en la producción de medios de producción… la reproducción ampliada
no presupone mero crecimiento de la cantidad de medios de trabajo producidos, sino el
perfeccionamiento de los existentes y la creación de otros instrumentos y medios de trabajo más
productivos, de nuevas tecnologías, de mayores bases energéticas,…, es decir, implica el
progreso técnico. Este último es el eje del desarrollo de la producción social” (Kelle y
Kovalzón: Sociología marxista). Está por demás decir, que por dicha vía se produce el
desarrollo espiritual de la principal fuerza productiva: el trabajo.
El socialismo, si bien venía siendo la vía para la emancipación social, el mismo: no era
practicable para alcanzar la manumisión por parte de la conciencia del despotismo natural; es
por eso que muchos estudiosos de Marx ven contradicciones entre sus obras primeras (1844)
y Los Grundrisse; en las juveniles se hace hincapié antropológico en la superación de la
“alienación del trabajo productivo”, mientras que en la segunda aparece un Marx heterodoxo
mirando la automatización, el usufructo y dominio –control- de la naturaleza como la
perspectiva humana (el marxismo como ciencia, no puede ser ni ortodoxo ni abierto). El Marx
de Los Grundrisse: ve todo el horizonte de la vida de modo objetivo y articula el momento de
superación histórica del trabajo con el arribo a la forma de conciencia superior, mediante la
299
El pensamiento en desarrollo tal vez no esté dispuesto en línea de coherencia con las estructuras mentales por
lo general esclerotizadas de las generaciones que se hallan próximas a dejar el estado consciente de la materia
(dicha correspondencia quizá deba esperar la llegada de las nuevas promociones humanas). No obstante, la
realidad ha cambiado, con lo cual se espera haya sido creada la base de sentido para el mensaje en curso, pues, la
recepción o “… la eliminación de… ideas de la conciencia… es obra del cambio de circunstancias, y no de las
deducciones teóricas” -Marx-Engels: La ideología alemana).
300
Hasta hoy –como se sabe- los más grandes avances científico-técnicos han estado precedidos por intereses del
capital (por la ganancia y la competencia), por la determinación de la “guerra fría” (“… fusión de la economía
con la ciencia en detrimento de la objetividad y de los consumidores, pero en beneficio de las ganancias y los
grandes monopolios”). Entre las fases A y B de la onda kondratieff (productiva y financiera): 1930-1990, se han
presentado ondas de crisis fuente de desarrollo de las fuerzas productivas: de la carta al telégrafo, de éste al
teléfono alámbrico, luego al celular; de la manufactura a la máquina, a la electrónica, a la robotización; de la
pluma la bolígrafo, a la máquina de escribir, a la eléctrica, al ordenador; del caballo al carro a motor, al avión, a
la comunicación virtual en tiempo real (y en ese orden en muchas esferas de la ciencia y de la técnica). En
adelante, este desarrollo debe ser programado como tarea dada a las máquinas, puesto que al desactivarse el
incentivo del lucro, al volverse hedónica la vida y frente al imperio del temor de destruir a la naturaleza con su
uso, se detrae el progreso civilizatorio, el cual es vital para que se realice la condición humana.
242

evolución y el desarrollo de las fuerzas productivas. Aunque no se expresa como temor,
Marx advierte el anquilosamiento al que pueden llegar ciertas sociedades socialistas; es el
caso moderno de la URSS de Brezshnev (período que algunos autores catalogan de “vuelta al
estalinismo”); como el capitalismo, por esas fechas, entró en una etapa de programación y
reanimación: 1940-1960 (Plan Marshall, New deal, recuperación de Europa y el Japón,
eficacia máxima del Modelo Fordista, Alianza para el progreso, Keynes), también la ex URSS
goza –en ese entonces- de un escenario de sosiego para experimentar un proceso evolutivo
amparado en las bondades del estajanovismo, de Liberman. Ese período demuestra, nada más,
que la actuación humana en la gestión productiva supeditada al sensualismo humanista
socialista; y, de haberse carecido de contendor (la determinación expansiva del capitalismo),
la URSS se habría, quizá, hundido en el marasmo: en la hibernación completa 301 . Las leyes de
movimiento del capital (acumulación, competencia, deseo de lucro: Prometeo sólo puede
erguirse sobre el mercado, en la competencia, con la tecnología) eran necesarias en la historia,
tanto como factor propiciante para el desarrollo material como de la conciencia, empujándole
a ésta hacia a su meta supraracional, como hacia el socialismo e integrándole funcionalmente
también a éste, a su destino: el destino general de la humanidad (el proceso inconsciente tiene
su valor, o sea, el efecto de la información memorizada sobre la conducta, que no es
procesada racionalmente; mientras que Eros no lleva a ningún lugar).
Las fuerzas productivas: una parte de ellas, la tecnología 302 , tiene(n) la palabra en el
curso aquí percibido y propuesto para la especie. ¿Qué disquisiciones nocionales caben
hacerse sobre la tecnología? En principio a la técnica se la concibe (aparte de aquel sentido
por el que a la técnica se la asume como las diversas maneras de combinar recursos para
obtener un producto) como “la ciencia aplicada a la producción” (económica, científica,
ideológica), como el “… producto de la actividad del cerebro, de la materialización de los
conocimientos, de la experiencia y de las fuerzas creadoras del ser humano”. En la tecnología
(tratado de la técnica: la nueva cualidad en la que se desenvuelve la historia) siempre está
incurso el conocimiento sea científico o vulgar. La ciencia es una forma de conocimiento del
mundo; junto con la ideología (dentro de posiciones teóricas marxistas) integra el nivel más
alto de los fenómenos humanos: las formas de conciencia social, su esfera espiritual. La
tecnología es el nexo entre conocimiento y economía, entre las formas de conciencia social y
la estructura (en el seno de la alegórica edificación nocional marxista de la estructura de la
sociedad), es la verdadera forma de resolver la contradicción entre teoría y práctica. La
tecnología es la mediación, en cuanto creación de instrumentos, mecanismos, métodos, en el
proceso de producción de productos (hecho a través del cual, no solamente que se simbolizan
las ideas, sino que se materializan 303 ); en realidad, es el canal práctico por el cual la mente
domina el mundo, el medio mediante el que el ser humano se objetiviza, vuelve material su
querer, humaniza la naturaleza, la incorpora toda entera en la grandeza de su universo
espiritual. La técnica, por tanto, no integra ninguno de los niveles, de los pisos del edificio
social, sino que es el producto resultante del proceso de acción recíproca entre ciencia y
producción (formas de conciencia y estructura económica), estructurando el multivariado
stock de outputs humanos: la civilización (“segunda naturaleza”).
El proceso de progreso de las fuerzas productivas: ¿es un fenómeno neutro? En núcleos
humanos escindidos, es obvio que el progreso no ha hecho felices a todos los seres humanos
(ha servido para que la población “viva la ideología burguesa en la tecnología”). No obstante,
es grandioso, por ejemplo, el impresionante y hermoso (artístico) proceder atinente a cómo el
ser humano (aquellos investigadores teóricos y prácticos) ha desarrollado paralelamente el
hardware y el software: modelaron la materia compacta y la materia blanda en un solo
301 El Plan Marshall fue la estrategia más letal aplicada por EU contra la ex URSS. Amén de su objetivo
económico, el mismo impidió que Alemania, Francia, Italia y el resto de repúblicas que continuaron en el frente
Occidental, así como Japón y sociedades conexas, pasen en bloque al Campo Socialista siguiendo la misma ruta
que Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Albania, Mongolia. También el nacionalismo neocolonial, el
anticapitalismo y las luchas proletarias y democráticas, habrían debilitado al capitalismo en su principal nodo,
recluyendo el sistema tan sólo a EU e Inglaterra; el mercado se habría visto reducido frente a las necesidades
expansivas imperiales, se hubiese organizado la presión, el cerco y hoy el mundo fuere distinto.
302 Se propugna entender a la categoría del Materialismo Histórico, como la interacción del ser humano y su
fuerza intelectual ontologizada (instrumentos de producción), dinámicamente en el proceso de su praxis.
303 En su sentido más alto, la técnica, no sólo que logrará emular, sino que superará a la maestra de todo: a la
naturaleza (pero el ser humano es naturaleza mismo, lo cual indica que es la naturaleza misma la que se
autosupera, a través de las ejecutorias de esa parte suya: la inteligencia).
243

artificio de movimiento en la computadora (cuando se piensa en tales hechos, se deplora a
Eros, a Afrodita, a Baco –al homo luden). En realidad, la tecnociencia, el “saber académico”,
constituyen los verdaderos frentes en los que la potencia del neocórtex se pone en evidencia;
frente a este hecho real, único y deseable por la racionalidad, la visión que yace tras del
concepto de “tecnología social” (la producción de tecnología en el ámbito doméstico, para
satisfacer y promover necesidades ya superadas por el movimiento de la historia: todo interés
humano debe asumir como punto de referencia de partida, el “efecto demostración”
capitalista) del hedonismo del “buen vivir”, aparece como una neofalacia. La tecnología es
siempre neutra, pues, es un instrumento: es la cosificación de la creatividad, aunque haya sido
producida por el poder (por los obreros del conocimiento y de la tecnología, bajo auspicio e
instrucciones de los “mecenas” del capital) y con un significado, objetivo (para acumular,
para dominar), interés, previos. La tecnología no tiene valores; aseveración hecha
directamente en confrontación con la que sostuvieron Marcuse y todos los integrantes de la
Escuela de Frankfurt, como por los continuadores actuales de ese proyecto ideológico
subjetivista, voluntarista, retardatario; la tecnología, es elemental recordarse, no es una
persona, no tiene conciencia, no toma decisiones, no tiene voluntad decisional: eh ahí su
inocencia y la debilidad proclive a su manipulación (“… fenómenos sociales… que por su
esencia no son de clase… como por ejemplo, la lengua, la técnica, las ciencias naturales, etc.
Pero… que están también sujetos a la influencia de la división de la sociedad en clases y que
estas últimas tratan de utilizarlos en beneficio propio” –Kelle y Kovalzón: Sociología
marxista). El “saber occidental”, dado en el marco de las relaciones de tráfico y de
competencia burguesas, es el que vale. Ahora bien, la tecnología inteligente: es ya otra cosa;
en la misma, puede haber direccionamiento previo de programación, la cual anula la índole de
indiferencia ante las situaciones 304 .
Los impresionantes desarrollos técnicos que vienen, no son materia de discusión; el
mayor aporte de esta colosal concreción del progreso de las fuerzas productivas a la historia,
reside en el hecho de que el mismo permite poner a un costado el trabajo humano, sobre todo
el relacionado con el proceso de reproducción material de la existencia; en ese marco: las
necesidades son satisfechas con total calidad. Es obvio que este proceso de desarrollo
ininterrumpido, fundamental para el sino de la humanidad, se da de modo natural, esto es,
aparece como hecho exitoso para el capital y el marxismo lo asume gnoseológicamente como
“Teoría de la acumulación del capital, del desarrollo o de la dinámica de largo plazo”: el
proceso de acumulación del capital como motor del desarrollo de la vida, “lo cual permite
apreciar cómo se reproducen, en escala ampliada, las fuerzas productivas y las relaciones de
producción, al visualizar cómo crece el capital global de la sociedad”. En realidad, dos fases
se registra en la historia del movimiento del capital individual: “reproducción simple
(capitalistas y obreros salen igual que entraron) y reproducción ampliada (los capitalistas son
propietarios en una mayor escala, y los obreros salen igual que entraron)”. Pero la
progresividad de las crisis en el interior de la forma “social” de la humanidad, es la
progresividad en el desarrollo de las fuerzas productivas.
La interrogante necesaria en torno del hecho, que busca proveer a la mente de su sentido
racional es: ¿para qué? Las respuestas no escatológicas usuales suelen ser: 1) para mejorar la
calidad de vida, 2) para solaz del ser humano, y 3) para demostrar de lo que es capaz. No
obstante, por ahí no va la cosa 305 . Entre el status que alcancen las personas rodeadas de tantas
304
La ciencia y la técnica, liberadas de la determinación capitalista (y clasista en general), muchas voces lo han
dicho, tiene proyecciones colosales sobre todos los estratos y órdenes de la vida. La tecnología, el conocimiento
permitirán el sinceramiento total en los procesos de la vida humana; incluso en la remodelación de la anatomía y
fisiología humanas se podrá intervenir con ellas, por ejemplo: se actuará sobre el sistema productor de
flatulencias y sobre la forma en que el ser humano se desasimila o muere, se podrá actuar desechando las
molestias que de esos procesos se derivan; inclusive el proceso de producción en cautiverio y el sacrificio de
animales para provecho humano, será superado cuando se produzca proteína en forma mecánica (esto no
entienden ciertos sectores: los folclóricos de izquierda y algunos ecologistas son completos, pues, se oponen al
sacrificio animal con fines de alimentación humana; y, son reacios también a la tecnología; no se dan cuenta -o
se hacen- que a ellos ha sido transferido carne de chancho, de res, de pollo, queso, huevos por sus antepasados, y
que su cuerpo está formado por el aporte de dichos alimentos (cadáveres), tampoco entienden que la tecnología
(ingeniería de tejidos) finalmente impedirá que el ser humano sacrifique la vida de animales para sostener su
reproducción.
305
Modelo keynesiano, modelo kaleckiano, modelo leonteviano de reproducción simple y dinámica del
capitalismo (pensamiento económico funcionalista: los capitalistas se ven obligados a cambiar, para mantenerse
como estrellas fijas). Marx se propuso entender el capitalismo para encontrar las fuentes de su transformación
244

comodidades: personas genéticamente perfectas, dotadas artificialmente de mayor capacidad
intelectual, retiradas de su genoma las enfermedades, con medicinas y sistemas de tratamiento
para curar toda enfermedad, depositarias de índices de esperanza de vida (en una primera
etapa) de alrededor de los 100 años, robotizadas y digitalizadas, guarnecidas en casas
inteligentes (que realizan –entre otros mandados- diagnósticos médicos, asisten
inteligentemente en todas las necesidades del consumo o reproducción individual) y en
ciudades de fantasía, personas bien alimentadas, con alta educación y con ofertas variadas de
distracción (libros virtuales, electrónicos, películas, reuniones sociales, shows, fiestas); y, la
que puede alcanzar para ocupar la existencia un individuo primitivo o un grupo de ellos como
aquel que vive como pueblo no contactado o en aislamiento voluntario, paradójicamente no
hay mucha diferencia 306 . Si es censurable tanta satisfacción hedonista dada por la
supermodernidad de la ciencia y de la técnica, como lo es el hedonismo antediluviano, las dos
proyecciones en conjunto se presentan carentes de sentido. Es fácil descartar el hedonismo
ancestral por repetitivo y retardatario, por hallarse cercano a la animalidad; el hedonismo
supertecnológico está listo a seguir el mismo rumbo, si no se ve (autové) en él, el único
camino que provee al género del colosal aporte necesario, decisivo, al desarrollo de la
conciencia y de las condiciones requeridas por el ser humano, para que salte hacia la
dimensión de la sabiduría completa, en la que la realidad sea totalmente humanizada, en tanto
idea, por la inteligencia.
En el otro sentido, en momentos pasados de la vida de la humanidad, la naturaleza “le
pidió” al ser humano, como uno de los móviles de su conservación y desarrollo, que afronte
peligros pequeños, pero grandes para entonces visto el nivel de progreso científico-técnico
alcanzado: riesgo de desaparecer en el plano individual o por grupos aislados, endémicos, a
causa de las epidemias, verbi gracia (Rabia, Malaria, Sarampión, Poliomielitis,…); hoy la
naturaleza y la propia especie in abstracto, le exige y se exige a sí misma, afrontar riesgos de
mayor dimensión: el calentamiento global, por ejemplo (o supera dicho peligro y el desate
criminal de los sicóticos “halcones de Washington” o desaparece la inteligencia y el proceso
histórico queda trunco), en cuyo abordaje debe impulsarse a jugar en las “Ligas Mayores”: a
conocer y producir tecnologías (métodos e instrumentos) que le permitan administrar
(intervenir, controlar, dirigir, planear) la esfera terrestre toda, como preparación para valerse
de los “agujeros de gusano” y transportarse por el Universo. Dicho sea de modo incidental, la
Cosmología noreuropea tiene la palabra, aunque son muy poco ciertas las afirmaciones de
Hawking al respecto, pues, los suyos y los argumentos de científicos de similar parecer, no
son pertinentes, sobre todo en lo atinente a la propuesta y desarrollo de nociones como las
relacionadas con las llamadas “paradojas” o la inversión causa/efecto. “El tiempo fluye como
un río, a diferente ritmo”, se dice; los hechos reales, no obstante, tienen otra contextura, pues,
el movimiento es quién fluye como un río, a diferente velocidad de avance. Además, en el
ejemplo de los relojes con el cual comúnmente se ilustra empíricamente tales inferencias, no
es que estos se diferencian en su marcaje (retrasan o aceleran) por el diverso recorrido del
“tiempo” en el que están o miden, sino que la masa demora el movimiento, lo cual es
correcto. En realidad, no se puede viajar en el “tiempo”: en algo que no existe (tampoco son
prácticas las “desmaterializaciones”); puede hacérselo sí, en el movimiento –aprovechar,
como ya se ha dicho, los desplazamientos internos del propio Universo: movimiento que se
mueve sobre el movimiento- en cualquier dimensión de la espacialidad básica (X, Y o Z),
pero no en contra de su dirección del atrás hacia el adelante. El razonamiento de Einstein –la
Relatividad-, deja sospechosas dudas; no son posibles los itinerarios al pasado o al futuro (¿a
qué futuro, si éste aún no está hecho realidad para acoger al viajero; o, a cuál de ellos, puesto
que ciertos antropólogos folclóricos sostienen que hay muchos futuros según el “individuo” lo
“construya”?), por más que los neomitólogos amparen sus inconsistentes devaneos en el
manido argumento, de que sus ideas son imposibles de comprender por quienes no son sabios,
no dominan la modelística matemática 307 .
sea natural o social; Keynes, Kalecki, Leontiev et al, en cambio, se plantearon (tean) un objetivo funcionalista,
conservador.
306
En realidad, la única diferencia entre seres humanos es la de orden intelectual, que tiene, muchas veces
también una precondición: la estructura económica, por tanto, es su expresión.
307
Si bien es cierto que las “ciencias mismas proporcionan el criterio de validez de sus conocimientos…”, pues,
en “… las ciencias ´experimentales´: el criterio de su teoría son sus experiencias, las que constituyen la forma de
su práctica teórica” (Althusser, Louis. Discurso del método de la filosofía marxista), las conclusiones a las que
los investigadores llegan pueden ser objeto de revisión y reformulación a partir de una postura no metateórica
245

El salto violento en la historia: la revolución, en el que toda la humanidad sufre una
conmoción brutal transformadora de su actitud ante la realidad, que saca a la sociedad del
fango capitalista en el que ésta se encuentra (“momento de irrupción de irracionalidad
histórica, porque ha reclamado de toda la sociedad un sufrimiento sistemático y, de esta
forma, es también un momento de máxima vulnerabilidad del capital”); tensión y sufrimiento
general (escenario de shock en el que se impacta la existencia cotidiana, establecida, del ser
humano, se modela cruentamente las condiciones subjetivas para el renacimiento en el fuego
de la crisis de la batalla, de las heridas y de la puesta en cuestión la vida; en el que incluso
varios miembros de las generaciones viejas decesan llevándose consigo el modo de vida
anterior), constituye el momento en el que se configura la determinación de esta angustia
reformatoria de la personalidad, la cual conduce directamente hacia la formación de la
“humanidad superior”, disciplinada, autocontrolada, componente del bloque hegemónico de la
racionalidad y la espiritualidad. La vía alterna, la que sigue actualmente la humanidad, una
vez dada la clásica revolucionaria: Octubre de 1917 y el socialismo de primera etapa, es cuasi
intermedia, evolutiva, táctica (para el caso de que el default que amenazan con imponer las
principales cabezas imperialistas y la tozuda posición de los acreedores se mantenga, y los
efectos de la crisis arrasen con la población entera del planeta sometiéndola a penurias tan
grandes y generalizadas, que opere como el teatro renovador violento del carácter de las
nuevas generaciones), en el sentido en que guerras (mundiales, invasiones) y revoluciones
pasadas (rusa, china, cubana, nicaragüense) moderadamente jugaron el papel de cuasi salto
viabilizando esa opción, mientras que las nuevas generaciones ignorantes totalmente del
sufrimiento de sus predecesores y del costo incurso en todo cambio, se suman en una etapa
larga de hedonismo de por lo menos dos promociones humanas (“mandras para atar la
conciencia y el corazón”). Para ese fango, solamente el cansancio, el hostigamiento, la
monotonía (la nueva axiología), se presentan como frontera.
El ser humano, finalmente, se ha puesto su “visión”, su sentido ontopraxeoteleológico (H.
Zeleny) en la historia: eh allí el auto forjarse y la realización de la libertad (el ser humano
mantiene independencia con relación a todos los presupuestos de su ser como sujeto, y, por
supuesto, porque conoce –racionalidad- y ejerce su poder sobre ellas y sobre sí mismo,
mediante la potestad de autonormatividad y creatividad: “él es su propio fin”), en su orden 308 .
Historia: proceso de desarrollo humano-natural objetivamente condicionado y en el cual
desempeñan su papel la conciencia, la voluntad y la organización de los seres humanos; la
historia es el movimiento progresivo –parafraseando a Hegel- de la inteligencia (totalitarismo
de la inteligencia) hacia la libertad (no obstante de que esta explicación de la humanidad por
su génesis, sea perder su cuerpo); progreso en la conciencia de la determinación, avance que
se realiza con “fatal” necesidad; empero, la necesidad –ha sido dicho- demanda de la
actividad consciente en dirección de la autoproducción genérica de la Mujer Perfecta” (Eva):
la realidad se convierte en movimiento lógicamente mediatizado, tras los presupuestos del
condicionamiento real de las acciones humanas por las relaciones objetivas: “los seres
humanos hacen la historia sobre condiciones que ellos no han elegido” (en el marco de
operación de las leyes histórico-naturales, una parte de la humanidad ha podido forjar su
sino teóricamente multi, ínter, transdisciplinaria (a veces el punto de vista de la totalidad permite encontrar los
sesgos contenidos en las tesis positivistas particulares). En efecto, el hecho de que un reloj, que alguien llevó
fuera de la Tierra, al retornar a ella se advierte que el artefacto se ha retrasado algunos segundos, no es la prueba
de que la hipótesis sobre la “relatividad” de Einstein sea verdadera (la velocidad –movimiento, no “tiempo”aumenta
el peso de los cuerpos y hace variar su funcionamiento).
308
Las anotaciones en curso, bien se ve, propenden asumir el papel de forma de racionalidad discursiva sobre la
Humanidad (en torno del pueblo trabajador, que “día a día ha hecho –hace- girar la rueda de la historia con su
infinito poder de transformación”), respecto de este subsistema sectorial consciente, colectivo, efímero,
portentoso, de la Materia, que a veces se siente huérfano, temeroso, inseguro, en la inmensidad del Cosmos
(Sagan), cuyo impresionante mérito hasta hoy, ha sido hallarse todavía con vida y con intención de seguir
adelante. “El infierno está repleto de buenas intenciones”; sin embargo, la intención: “el solo plantearse una meta
superior, puesto que en muchas mentes, dicho acto de conducta espiritual está vedado”, es ya un mérito; estas
líneas tienen la intención, por tanto -con todas las limitaciones que las mismas adolezcan- de ser un canto a la
humanidad in abstracto; “Oda” a la humanidad a través de rescatar el buen nombre de sus más ilustres hijos:
Heráclito, Aristóteles, Galileo, Kepler, Newton, Bruno, Hegel, Beethoven, Marx-Engels-Lenin-Stalin (Martí,
Zapata, Sandino, R. Luxemburgo, El Che; Castro, Chávez), M. Maric, Sagan, Shaihk; Dobb, Penrose, Hawking,
A. Cueva; humanidad, que hoy se encuentra entrampada en los laberintos de la “teoría” del “Diseño Inteligente”
(neomitología: todo aquello que parece no contener materia es imputado a la “energía”, como los hechos que
todavía no cuentan con explicación son adosados a Dios) y del Sumak Kausay (humanismo neohedonista).
246

felicidad suprimiendo la de la otra; pero puede también la sometida supeditar a la dominante e
imponer el bienestar del conjunto social encuadrándose en esas mismas normas). El aserto
niega la fábula bíblica boba: Dios decidió crear a Luz Bel (ángel bello, perfecto, cuasi Dios) y
luego no pudo (“… El que todo lo sabe…”) prever que este ser iba a revelarse, habiendo
producido (la “contradicción” adrede), de este modo, al enemigo permanente, al cual no
puede destruir (“El que todo lo puede”) sino tan sólo combatir y para lo que se sirve del ser
humano (“El que está y actúa en todo lugar”); éste, por su parte, dotado de libre elección, está
unas veces con Dios, otras con el Demonio como resultado del grado de acción y persuasión
(eficiencia competitiva) de uno y otro lado sobre él (la eficacia de la persuasión bíblica o la de
la tentación del Demonio), en su status de perfecto marioneta (¡qué supina estupidez e
irrespeto para con el ser humano!) 309 .
Si la antinomia vernácula entre Idealismo y Materialismo se mantiene en la conciencia
del género, en el frente de quienes profesan que la “formación social capitalista debe
derrumbarse a causa de sus tensiones internas para dar origen a una forma superior de
civilización”, se ha abierto el disenso entre aquellos que consideran, que la “cultura” en
ciernes se determina en términos ético-estéticos y los que se plantean (amos), que la
humanidad va, debe ingresar en la civilización de la interconciencialidad racional
(“racionalismo filosófico universalista”). La primera opinión, recupera a Nietzsche,
Heidegger, Benjamín, Sartre, Marcuse y desemboca en Echeverría, Jameson, Guattari,
Baudrillard, Lanz, Foucault, Habermas, Moreano, Dávalos, Páez, esto es, en el rechazo al
“socialismo real” de Stalin, vía ésta que lleva con necesidad teórica hacia la tesis del progreso
material y espiritual como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas materiales y la
revolución social conducente, a su vez, hacia el status de trascendencia que engalana al “ser
genérico” con los presupuestos omnicomprehensivos de la realidad: la idea absoluta (se
incluye en esta vertiente, toda la corriente de la Economía Política Marxista seria, incluso
quienes se declaran antiestalineanos como Dobb, Shaikh, Arrighi, Dávalos, Katz, Guerrero o
el propio Amín; las citadas personas actúan con seriedad: no pueden darse el lujo de
folclorear, esto es, de actuar en términos posmodernos, puesto que en su mente se representa y
es objeto de análisis por ella, la sección básica del quehacer humano: la economía 310 ).
Empero, la realidad va por donde debe. Status de la esfera espiritual, capaz de alzarse sobre la
“… riqueza de una imaginación erótica ligada a los poderes estéticos y éticos superiores”
(“plus de goce” –según lo dicho por Lacan), e igualarse con la potencia de la racionalidad y la
razón trascendentales (que ha trascendido). En esta última proyección, la visión erótica e
idealista, y la conciencia basta, superficial, de corto plazo de los negocios, se suprimen para
dar lugar a la estructuración del nuevo ser humano (ser humano de nuevo tipo, superior)
seguro, realista, característico de la comunidad humana serena, seria, madura, del
pensamiento, de las ideas verdaderas, de la plasmación de las ejecutorias francas e insensibles
de la inteligencia enteramente racional: de orden, en los dominios del absoluto. El incremento
de necesidades y la creación de operaciones en coherencia, inducen el desarrollo de la
“división del trabajo”; al automatizarse el proceso de su atención, se complejiza el mundo de
las máquinas: tipos y organización; la conciencia se ha desarrollado por determinación de ese
substrato; y, es por lo mismo que las formas de vida elementales, conspiran con el desarrollo
de la especie 311 .
309
El ser humano, más bien, es el sujeto que opera sobre el objeto inherente (a través del stock instrumental,
realización de la potencia de su inteligencia en la etapa concurrencial competitiva moderna). Este sujeto histórica
y de modo socialmente condicionado rompe el carácter dual de su inmanencia (conciencia sensible), en cuanto la
conciencia se libera del factor primario perceptivo, se eleva y va en pro de la regencia de la vida (también de la
de su entorno); mientras que la sensibilidad se somete, se debilita y pasa a constituir un mínimum necesario para
mantener respirando al ser humano.
310
El sector pequeño burgués de políticos intelectuales y burócratas, de gustos hedónicos exóticos (el
“socialismo ético” de ciertos académicos y del sector compuesto por el estrato de ingresos altos sensibilizado),
plantean el camino largo del dialogo, del consenso, de la acción racional deliberativa –democracia deliberativa,
crítica emancipatoria, acción ético-política- en el seno de la institucionalidad política que cambie la racionalidad
instrumental por la de tipo ético, etc., asume la conducta parsimoniosa frente a las dificultades de sobrevivencia;
la vida asegurada, fácil, de análisis y prédica coherente con el status de estabilidad económica se contrapone al
estado psicológico de las capas empobrecidas de la población, para los cuales la solución no debe esperar: debe
darse ¡ya!
311
A medida que se desarrolla la producción (que se multiplican las necesidades), se amplía el sistema de
división del trabajo; como efecto, aparecen innúmeras capas sociales encargadas de sostener la estructura y de
hacer recaer el peso de sus ingresos sobre las espaldas de los trabajadores. Ahora bien, el proceso inverso se está
247

Ahora bien, la novel cualidad histórica que ostenta el mundo: época de cambios, cambio
de época (o “época cambiada” o transicional –teoría del “efecto de transición” de la sociedad
hacia la de humanidad-, como se prefiere nominar a la coyuntura en este documento, en el
interior de la cadena de sucesos que le han llevado tan lejos a la humanidad), es resultado, en
primer lugar, del ejercicio –en ella- de la norma natural de determinación de procesos: el
desarrollo material permanente; en segundo, de la operación de la contradicción abierta en el
frente interno de la propia estructura intrarelacional burguesa (reproducción competitiva);
empero, sobre todo lo es, merced al salto cualitativo que produjera la Revolución Socialista de
Octubre en la especie toda; proceso político que ha empujado al capitalismo a su orilla 312 . “La
colosal revolución que vive el mundo a espaldas de la humanidad” (en concreto: esta
“revolución” constituye la “subfase transicional”, que se produce ante nuestros ojos –el
“socialismo del siglo XXI” [sic]: la resolución de la “cuestión mundial”- y la “nueva época”
es la “comunidad robótica de objetivo” o “zona de desarrollo próximo” para la especie
(¿Aspiración fundacional del género? No. Aspiración procesal hacia la terminal: conectar los
medios con los fines. ¿Qué fines? El sentido superior de la vida: el conocerlo todo. ¿Qué
medios? El instrumento total del ser humano: la inteligencia); en frente: la “cuestión
humana”-, hecho a juzgarse de singular en la historia, dada la magnitud de las proyecciones
tanto en extensión como en profundidad respecto de la ontología humana que le son propias y
a la relación de influjo que guarda sobre el sino del género: ¡es el portento, la colosal –la
“friolera”- herencia legada por los trabajadores a la humanidad –cambio de posibilidad en
inevitabilidad-, que empieza a hacerse sentir de modo multilateral en la esfera y en las
diversas dimensiones sociales, en conjunto!), corolario –en especial- de la presencia y acción
histórica del productor directo, de la influencia racionalizadora ejercida por la Teoría
Marxista-Leninista sobre su política revolucionaria, de la eficacia de la estrategia leninista y
de la práctica forjadora de una nueva sociedad, llevada a cabo durante los treinta primeros
años de la "experiencia soviética", magistralmente conducida por Stalin 313 .
La sustentación subjetiva de la aseveración expuesta, se perfila en el supuesto siguiente:
en la comprensión de la realidad social en la que se encuadra la actuación humana de hoy,
debe preasumirse la “inexistencia”: el progresivo abandono del mundo de la forma burguesa
de producción material (la ausencia de esta ruptura epistemológica, en la reflexión política
teórica, dicho sea de paso, impide comprender los episodios que actualmente se desatan en la
humanidad, tanto peor acceder conceptualmente a su carácter -en verdad: en el momento en
que se empieza a hablar de la “productividad de las máquinas”, también debe hacérselo
respecto del límite al que va llegando la forma burguesa de producción o fundada en el
dando en estos precisos momentos: el fenómeno de automatización simplifica esa diferenciación formal (e
incluso alcanza a la esencial, a la escisión transparente en dos bandos enemigos: la burguesía y el proletariado),
cuando maquiniza una serie de esferas de trabajo (en los Bancos, por ejemplo, así como en actividades estatales:
operaciones financieras, controles, atención al cliente, etc.), han pasado a manos de las máquinas; y esa es una
tendencia que se impone de modo irreversible.
312 En efecto, dos pueden considerarse como las principales incidencias, que el Socialismo ha ejercido sobre el
flujo natural de la historia: 1) exponer ante la faz de la tierra, la practicidad de un orden humano diferente al
sistema mercantil burgués de acumulación; y, 2) ejercer presión, en la estructura neoconcurrencial, sobre el
movimiento progresivo de las fuerzas productivas, en dirección de su desenlace en el proceso de automatización
de todas las facetas de reproducción de la vida.
313 Es difícil encontrar la verdad en las profusas versiones históricas producidas por Occidente sobre la URSS de
Stalin y sobre Stalin, propiamente. Todas éstas son fábulas: versiones falsas de los hechos, conducentes a
desprestigiar el proceso; naturalmente, son construcciones meticulosamente forjadas, no por odio, sino por
motivaciones de clase (sed de riqueza, explotación y dominio), de oposición sistémica e iracundia irracional
ideológica. Occidente, el Vaticano y la población ideológicamente deformada por la conciencia burguesa
dominante, han creado apología tras apología sobre el capitalismo, y, de modo paralelo han reiterado, no han
escatimado esfuerzos por satanizar un sistema: el socialista; sistema que no hizo nada malo en contra de la
humanidad (aún en su condición socialimperialista), que más bien trató de moralizarla, humanizarla, formarla en
sentido superior y racional; ese sistema ha sido impugnado por el verdadero sistema criminal: la bomba atómica
conseguida por propio esfuerzo por la ex URSS de Stalin en 1949 con motivos de protección, no ha sido
utilizada para propiciar asesinato en masa alguno, como lo hicieron las “águilas yanquis” en Hiroshima y
Nagasaki. “Alabaos los unos a los otros entre nosotros”: esa ha sido la máxima al interior de las diversas
fracciones del capital global; mientras que se han escrito libros, se han producido películas y documentales
embelleciendo al capitalismo y ensalzando la vida de criminales como Roosevelt, Truman, Nixon, al borracho de
Churchill, al imbécil de Bush,…, de personalidades verdaderamente meritorias los gringos han forjado los
mismos productos, pero denostándolos, caricaturalizándolos, ridiculizándolos cobardemente y,
desgraciadamente, quienes como los actuales rusos tenían el deber de reivindicar a su líderes, se hallan
agenciosos por vivir la existencia estúpida capitalista.
248

“valor”) 314 . De las reflexiones del filósofo ecuatoriano Bolívar Echeverría, por ejemplo,
puede desprenderse también la idea, de que la modernidad es una manera paralela de nominar
al capitalismo; y, que al haber hecho irrupción la llamada posmodernidad en la historia, el
capitalismo ha quedado atrás en la cronología humana (“... la propiedad social, los soviets, el
Ejército Rojo, el PCUS y el Komintern fueron creaciones del conjunto de la humanidad y no
sólo de la sociedad rusa...” –A. Moreano: El apocalipsis perpetuo-; en la perspectiva de la
glosa: los efectos de dichas “creaciones” recibió toda la humanidad: su transformación en
sentido remoto, progresivo). ¿Qué quiere decir esto, hablando para los expertos? (aquí se
incluye a los actuales: Amín, Sweezy, Astarita, Guerrero, Katz, Báez, Dávalos). La subfase
neoimperialista, degenerativa, de descenso en la onda capitalista, es la coyuntura
caracterizada por ser la época del predominio de la forma “dinero del valor”, de
automatización (de producción del sucedáneo humano, de cierre del desarrollo de las
fuerzas productivas por vía humana), de cambio de frente de la “crisis”: ésta, ya no es el
mecanismo periódico de progreso de la modernidad, sino el síntoma de senilidad: el sistema
burgués bien muere 315 .
En alusión a los marxistas directamente: cuando se habla de capitalismo senil, época
cambiada, interregno transicional o que el capitalismo está muerto, se está afirmando, que
tanto la tasa decreciente de ganancia como la saturación de mercados que bloquea la
conversión de la plusvalía real en monetaria (incluso de la falsa plusvalía que procede de la
factorías completamente robotizadas; de operación de la pareja sobreproducción y
subconsumo), como simples categorías económicas se hallan negando de consuno, con efecto
combinado al capitalismo (promoviendo su salida definitiva) 316 ; pero debe aclararse que se
considera que esas no son las causas de la “crisis”, sino su efecto, puesto que la base de la
anomia está en el proceso de automatización creciente, fase que es, a su vez, el producto de la
suma de contradicciones: capital/capital (competencia), capital/trabajo (lucha de clases),
capitalismo/socialismo (geopolítica), las que han conducido a que el capital no solamente
sobreexplote al trabajo, sino que reduzca su quantum. Los dos factores operan coetáneamente:
el capitalismo cae por viejo y por “eutanasia” (“tendencia decreciente de la tasa de ganancia”
y “lucha de clases” 317 ); en la fase de ascenso de la forma burguesa, la lucha de clases fue la
destructora del sistema, en la descenso, en cambio, fue la acumulación de contradicciones
inmanentes, y en el momento de descomposición degenerativo, la pareja de factores referida
se entrelaza y encarrila el fenómeno de mudanza. Esa no vigencia del último modo de
producción clasista (suposición heurística), luego (negación, específicamente en la
abstracción: un viejo, en esencia, ya no es básicamente de este mundo, sus arrugas: en modo
alguno pueden ser inspiración de análisis 318 ), es obra, en su básico sentido racional, de la
314 “… porque pensar, que la convicción de ayer es la que viene mañana, es suprimir la realidad de que mueren
también los pensamientos con las generaciones, con los sistemas, y que surgen de la humanidad formas
renovadas de comprender su propio pasado…”, el presente y la presunción en torno de los hechos por venir.
315 “Para ilustrar lo dicho basta tomar sólo un rasgo del capitalismo moderno, la característica más importante
del capitalismo moderno para la clase obrera: la diferencia cualitativa entre las crisis de crecimiento del
capitalismo del siglo pasado y las crisis de decadencia del capitalismo del siglo XX. Claro está, esto no surge de
diferentes cuotas globales de ganancia durante esos dos períodos, sino de las diferentes condiciones históricas
en que las crisis ocurren” (TEORÍAS ECONÓMICAS Y LUCHA POR EL SOCIALISMO | CORRIENTE COMUNISTA
INTERNACIONALCORRIENTE; R. Weyden.).
316 La discusión entre, por ejemplo, Rieznik (teoría del derrumbe -Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y
contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre del 2006) y Katz (teoría de la acción revolucionaria
–Katz, C. Los efectos del dogmatismo, 2007) ha quedado zanjada por la historia: el proletariado de Octubre
cambió la realidad social, pero el capitalismo debe dar todo lo de sí completando el desarrollo de las fuerzas
productivas con la robotización para sacar de la historia al trabajo; esa correlación de fuerzas ha creado un
escenario en el que el capital a través de los países de mayor desarrollo capitalista sobremaduran llevando a
término el proceso de automatización, mientras que las neocolonias estructuran las nuevas relaciones “sociales”,
en el marco de una configuración social intermedia, mixta, occidental socialdemócrata, en la que la revolución se
establece a través de reformas que se imponen todavía de modo cruento, y que tienen como sujeto a la población
mundial y a su nuevo liderazgo.
317 En realidad, si no se acepta la hipótesis de la “muerte natural” del capitalismo, hay que ubicarse en el otro
extremo: la tesis burguesa de su eternidad. La revolución comunista está llamada a acortar la vida del
capitalismo, cuando la conciencia ha advertido su historicidad y se ha planteado –y existen condiciones
materiales para el efecto- forjar otro modo de producción en su reemplazo, en coherencia con las más
acrisoladas pretensiones racionales del género.
318 El capitalismo, en lo fundamental, ya no es de este mundo, en el sentido en que se ha iniciado la fase de
declive, de descenso, de esa forma de reproducción humana. Del mismo modo como con el nacimiento del
capitalismo da inicio el despegue de dicho sistema y de que cada vez más nuevos miembros de la especie
249

plasmación efectiva de la misión histórica del proletariado: de su lucha comprehendida entre los
cuatro puntos cardinales del planeta, de su realización programática triunfante (el socialismo)
e incluso de la acción ulterior bastardeada del “socialismo real” (1956-1989: Jruschov-Gorbachov),
en atención a su naturaleza de polos antitéticos a la forma burguesa de existencia, en la medida en
que forzaron el desarrollo exacerbado de las fuerzas productivas 319 .“Bien miradas las cosas: los
problemas evolucionan hasta su momento de crisis; pero, paralelamente, maduran también las
condiciones y procesos asociados con su procesamiento” (la conciencia: se da cuenta de lo que
ha hecho, y de lo que debe hacer), la una y la otra condiciones son recíprocamente necesarias, y
su aureola es terrena en la actualidad.
La referida, es una tópica bien delicada, sensible, en el ámbito teórico, la cual merece
detenida explicación, para que no se la acoja simplísticamente 320 ; de manera que se procede a
aclararla y a precisarla. La declaración abrupta acerca de que el capitalismo en la coyuntura
de entre siglos y milenios (XX-XXI y 2000-3000) ha desaparecido, remite al hecho atinente a
que el referido sistema ha entrado en la recta final de su existencia; recorrido que debe
ocuparle unos 40 años más, en el decurso de la vida humana, hasta que pase a ser parte del
pasado, en su totalidad. Con dicha conclusión se deja de lado la tentación de asumir la
posición que declara el “fracaso” del socialismo (incluso la tesis de su “derrota temporal”), la
inviabilidad de la estrategia leninista y la acientificidad de la teoría marxista; o, que la traición
jruschoviana produjo retrocesos temporales en el tránsito hacia el socialismo, que el
proletariado ha de ocuparse una vez más de la revolución, la que tiene que ser realizada según
la usanza clásica en los países otrora socialistas; que debe desatarse también en el resto del
planeta, sea de modo desconcentrado o en cuanto revolución mundial. Los citados puntos de
vista: no son sensatos. Por otra parte, el asumir que el capitalismo es sólo un recuerdo malo y
bueno (afirmación que contrasta con la evidencia, con los hechos: “el capitalismo está más
vivo que nunca”, normalmente se asevera), es un recurso metodológico con el cual ponerse
fuera de su escenario: del alcance obnubilatorio de la teoría secular, de pensarlo como un
hecho histórico y poder hipotetizar el sentido de la vida que viene en dirección
conceptualmente “desproductiva” (o “deconstructiva”). En realidad, el capitalismo fue
derrotado por el proletariado y por el desarrollo de las fuerzas productivas; como todo hecho
orgánico, su retirada “toma ‘tiempo’”, pero está muerto (el capitalismo es un proceso ya
cumplido): debe extinguirse observando la norma procesal de disolución en el interior de una
fase de decadencia, que no requiere del poder de las revoluciones (no se necesita de “centro
del mundo” alguno, que trace las líneas para la humanidad, pues, la grandeza está en la
historia, en su inmanencia civilizatoria, la cual ha sido percibida, dado forma racional
práctico-revolucionaria, por el pensamiento dialéctico-histórico). La dialéctica de las fuerzas
productivas y las relaciones de producción, ley convertida en determinación concreta en el
frente de la “lucha de clases” (revolución, dictadura del proletariado y socialismo), son las
regularidades que defenestraron al sistema burgués de reproducción humana, fenómeno que
presenta al “capitalismo tardío” como realidad formalmente transformada, en la que la
revolución científico-técnica por sí sola, aparece como la fuente de plusvalía (J. Habermas),
que la dominación es institucional y que el Estado del Bienestar, la política reguladora del
Estado, la formación de la “‘clase’ media”, procesaron el antagonismo de clase, como creen
empiezan a actuar en su interior y a hablar de él, hasta el momento de su consolidación y desbordamiento; al
momento se comienza a actuar fuera de él y a especular sobre su proceso sostenido e incremental de
desaparición (crisis general de ciclos más estrechos), sin que haya necesidad de su absoluta desaparición como
condición.
319
La percepción ideológica de los “pequeños relatos” ilusoriamente eclosiona de ciertas mentes, una vez que el
cuerpo de la totalidad (el “gran relato”) se ha realizado (no puede un hecho partir sin propósito, mucho más
aquel en el que se afinca la necesidad histórica modelada sobre franco proceso racional). El marxismo-leninismo
(ideología científica totalizante por antonomasia) ha venido a ser en los hechos: ha coadyuvado en el desarrollo
de las fuerzas productivas (aportes propios a ese progreso y estímulo coercitivo en el aligeramiento capitalista de
dicho desarrollo) y ha puesto la crítica científica (racionalidad ideológica) sobre el capitalismo.
320
En relación con el supuesto epistemológico de arranque propuesto en este escrito, en un documento en
Internet se lee: “El marxismo merece y necesita una revitalización. Para ello ha de atreverse a establecer un
horizonte ideal (fuera del tiempo y del espacio, como modelización abstracta) capaz de constituir un marco de
referencia que permita comprender y sobrepasar los hechos objetivos. De otra manera corre el riesgo de ver
reducido su materialismo –que sólo puede consistir en un realismo teórico al servicio de un idealismo ético y
político- a un simple empirismo, tanto teórico como práctico, lo que viene a condenarle al maquiavelismo del
día-a-día ocasionalmente aderezado, para compensar, con una filosofía de la historia tan opaca como
delirante” (El marxismo idealista de Antonio Gramsci –I-. Luis Martínez Velasco, Ananké).
250

los neomarxistas 321 .
El socialismo dado a nombre de toda la humanidad en la ex URSS de la primera etapa
(“Y esta obra grandiosa tiene su importancia no sólo para Rusia, es una cuña en la obra de
liberación del mundo mismo… las cadenas que Lenin rompió en Rusia estaban preparadas
también para nosotros” –Adler, H. Vladimir Ilich Lenin; citado en el Prefacio editorial:
Marxismo y cultura en Max Adler, a la obra de Max Adler: La concepción del estado en el
marxismo; México, 1982), por tanto, no es viable para el futuro de ésta, sin embargo, dicha
improcedencia, no responde al efecto de la “caída del Muro de Berlín” sobre el proceso de la
historia (una sola economía, la globalización, sistema de “acumulación extensiva”: “capitalismo
remundializado desde mediados de los 70”), sino al reemplazo cada vez mayor de los brazos
humanos por los robóticos en la producción, puesto que de existir el proletariado (el cual ha
cumplido a cabalidad su misión histórica) significativo en número y no neotradeunionista, se
hallaría presente el sujeto de la revolución y su posibilidad 322 . La materialización de la
inmanencia humana en substratos objetivos y espirituales (la técnica y la ciencia) y la
propensión recíproca de incidencia en su progreso conjunto, es el eslabón decisivo del
movimiento de la realidad humana total actual; dicha determinación sostiene la tendencia de
abstracción del trabajo y la consecuente apertura del régimen de “democovivencia”,
constituyéndose ésta, en la tendencia fundamental de su desarrollo. “… para Marx el
comunismo es algo que está inscrito en la dinámica de las contradicciones de la sociedad
capitalista… ¡Maravillosa coincidencia entre los sueños de libertad y felicidad, el sentido
profundo e inmanente de la historia, y lo que el análisis científico de las tendencias de la
sociedad capitalista nos demuestra!” (Edgardo, Lander. Marxismo, eurocentrismo y
colonialismo; agosto del 2010) 323 . Si decesa la clase que representa el pasado, se va su
pensamiento consigo; la clase ascendente, por su parte, se niega materialmente y sus ideas se
ontologizan como necesidad de la vida que viene. En verdad, el futuro del género es marxista,
comunista. La ideología como falsa conciencia, como visión del mundo de la clase burguesa
(darwinismo social), debe desaparecer (está desapareciendo); mientras que la ideología
proletaria: el marxismo (igualdad en todos los aspectos, moral comunista, desarrollo multilateral
pleno, objetividad cosmovisiva) debe transformarse (lo está haciendo) en conciencia general de
la humanidad, paradójicamente para regir la práctica del cambio, coetáneamente al desmontaje
del establecimiento.
“El ser determina la conciencia” (Marx); empero, la “conciencia” se antepone al “ser”
(como de similar modo lo hace en la esfera del conocimiento, cuando éste construye pisos
superiores aún antes de que estuviesen edificados los inferiores –también Marx), se figura el
nuevo ser partiendo de esa determinación –el conocimiento que es la realidad transpuesta en
la cabeza y en ella elaborada-; ese modelo ideal prefigurado sirve de base para proceder a la
321
“Repasemos con un mínimo de realismo la época del ´bienestar´, las famosos ´años gloriosos´ del
capitalismo de posguerra del siglo XX: la revolución china, la guerra de Corea, la revolución cubana, los
levantamientos del 60 en el mundo entero. El eufemismo ´avances sociales en el capitalismo´ es absolutamente
engañoso: en la posguerra, con la revolución china, la mitad de territorio del planeta quedó bajo el dominio de
los regímenes que expropiaron al capital; a partir de 1959, con Fidel y el Che, la ola revolucionaria debutó en
América Latina. En 1962 con la crisis de los misiles asistimos a la posibilidad cierta de una hecatombe nuclear.
En el 68, los levantamientos obreros, estudiantiles y populares recorrieron el globo, de París a Praga, de las
luchas en el corazón del imperialismo yanqui al continente latinoamericano. La ofensiva del Vietcong iniciaba
la cuenta regresiva para los invasores en el sudeste asiático. En las metrópolis la clase obrera merced a la
colaboración contrarrevolucionaria de la burocracia moscovita era integrada al régimen burgués a costa de
importantes conquistas, luego de la carnicería espantosa de la Segunda Guerra en el medio del siglo” (Rieznik,
Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre del 2006).
322
De modo definitivamente más claro (y recurriendo al material nocional descriptivo de la teoría administrativa
burguesa y, sobre todo, a los argumentos de Marx en su opúsculo: El Programa de Gotha), la división social del
trabajo fuente de la sociedad estamental y/o clasista, cesa al ingresar la “sociedad” a la fase completamente
automatizada del proceso de producción y de las demás esferas de realización de la vida, o sea, en el momento
en el que el trabajo humano en abstracto, pasa a ser parte de la historia. En realidad, incluso el acto de abolición
de la propiedad privada de los medios de producción no elimina la “institución” de la “división social del
trabajo”, puesto que si el grupo sigue trabajando, la división de tareas requiere de una función englobante,
suprasocial, burocrática: la coordinación (en general: de la organización, de la dirección, del control), la que
divide a la “sociedad” y la contrapone.
323
En el Ecuador, la contravía puesta frente a la susodicha calzada principal, es la propuesta teóricoprogramática
–modelo de política pública-: Ethos barroco y el buen vivir; el exceso de interés pragmático de
forjar una “ciudadanía universal” ha llevado al planteo de reforma educativa en la que se suprime el estudio de
los procesos y características propias en pro de abordar de modo comparado las religiones exóticas como las
orientales y el zoroastrismo.
251

evaluación (siempre por comparación) de la presente realidad, el cual también aporta con los
elementos, insumo en el diseño estratégico, con cuya praxis debe alcanzarse el objetivo:
“superar la distancia entre el ser y el deber ser” (¿Es necesario que primero nazca el niño a fin
de conocerlo y poder empezar a hablar de él? Ese es un camino. Ahora bien, el otro es el que
lo establece la Ingeniería Genética: sé que en la procreación de modo natural puede
engendrarse una hija o hijo de tales características, en función de la posible recombinación
independiente de los genes del padre y la madre; pero puedo también plantearme un objetivo
de hijo y hacerlo realidad por elección de las características que deseo, por manipulación
cromosómica a partir del uso de instrucciones específicas, genéticamente disponibles).
Incluso el poder actúa de ese modo: la categoría administrativa “visión de futuro”, finalmente
vuelve idealista, utopista, ilusionista, la conducta materialista vulgar, crematística, del capital,
quién criticara a los socialistas como “jóvenes idealistas (“no hay que decir de esta agua no he
de beber”). La utopía que se coloca en la conciencia, en oposición a la determinación primaria
de esta última por parte de la realidad, en relación de correspondencia con los sujetos
principales de la dinamia histórica, normalmente ha sido: el cielo, el placer, la justicia (en
estas cavilaciones, el contenido esencial de la existencia humana se la perfila recurriendo a la
idea de la inteligencia y de su realización necesaria de su despliegue como propiedad). A ese
respecto, el pensamiento de Marx es depositario de una contradicción dialéctica: el
capitalismo es mal visto y hay que derribarlo, pero el capitalismo debe cumplir la misión dada
por la historia: producir la base material del mundo nuevo; contradicción que se resuelve
cuando un modo de producción superior pone la historia en escena, el cual reemplaza al del
capital y asume ese rol (o lo completa) de forma consciente, racional, planificada (el
desarrollo de las fuerzas productivas: la acumulación socialista; fuerzas productivas:
concebidas no en cuanto “suma de instrumentos”, sino en sentido civilizatorio, esto es, en
tanto dinámico proceso de objetivación de las potencias de la inteligencia perurgida por los
apremios de las necesidades 324 ).
El cuadro complejo de fenómenos descrito, grafica el proceso de superación paralela del
capitalismo y del seudo socialismo soviético post estaliniano; del trabajo físico-productivo; de
la propiedad privada (división social del trabajo) sobre los medios de producción (del trabajo en
su consideración abstracta: en cuanto labor inmersa en las innumerables formas productoras
de bienes y servicios, como en aquel inscrito en las prácticas: teórica, política e ideológica,
totalidad de prácticas –praxis- dadas su sentido y articulación por la práctica productiva
material). En el plano teórico, el hecho conduce a replantearse la siguiente cuestión: si el
capitalismo no se cae solo, tampoco se mantiene solo (“la historia como destino”): la “lucha
de clases” (la “visión de futuro” de la clase ascendente: el proletariado) es la que define la
imagen por venir del ser humano en la coyuntura histórica (no se debe perder de vista, sin
embargo, que la forma burguesa de acoplamiento social tiene en su contra –en el largo plazo-
al desarrollo de las fuerzas productivas, la ley de movimiento: la tendencia decreciente de la
tasa de ganancia 325 ). Ahora bien, el capitalismo como organización general del ser humano ha
caído (la Revolución Socialista de Octubre cuenta para sí, con ese mérito), pese a que los
restos del sistema económico correspondiente, todavía se hallen en pie (es la larga agonía que
se expresa en “crisis” sistémicas, tránsito en el que los nuevos sujetos políticos de la historia:
los neoproletarios: los subversivos, los intelectuales y los ciudadanos, hacen efectiva la
herencia recibida de manos del antiguo sujeto en estado cualitativo –puesto que el “sacrificio”
proletario no fue en vano-, esto es, como proyecto histórico y como instrucciones abstractas,
que deben seguirse para su plasmación). “El determinismo economicista kaustskiano en forma
de teoría de las fuerzas productivas” (Stalin_Del marxismo al revisionismo -Capítulo 4-
Cvo_Fénix), algo tiene que decir en la ocasión; en efecto, la principal tarea del período de
transición, sigue siendo el completar el desarrollo –esta vez- de la técnica hasta la
automatización inteligente, pero sobre la premisa relativa a que el actor dirigente político del
proceso, sigue siendo el proletariado revolucionario a la distancia, puesto que éste dejó cuasi
324
La naturaleza muta (las cepas del virus de la influenza, el SIDA -¿?-,…), lo cual obliga al desarrollo de la
ciencia, del entendimiento, del conocimiento del mundo, de la conciencia.
325
“… la paradoja básica del capital: cuanto mayor es la capacidad del trabajo humano acumulado de producir
riqueza (teóricamente ilimitada en el caso imaginado de la competa automatización productiva); menor es la
producción de nuevo valor, cuya confiscación es la razón de ser del capital (y que termina por ser nula en caso
de ausencia de trabajo totalmente remplazado por maquinas)…” (Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y
contenido).
252

prefijada la ruta de ese desarrollo (de la historia), en el que cursa el proceso de desactivación
de la “división social del trabajo” 326 . No obstante, “el mundo que ha nacido: no ha sido
preconocido, es decir: ¡no puede haber preconceptos sobre él!; hay que advertirlo todo de
nuevo, pues, es un amanecer en la historia humana, que exige mirar los procesos que lo
constituyen...”.
En las citadas consideraciones: ¿de qué lado está la historia? (“El mundo al revés” –J.
Derridá: Espectros de Marx). En contrapunto con lo que de modo usual se cree (“parálisis
paradigmática”), el socialismo operó como “motor dual” al principal capitalista (espuela en
las posaderas del capitalismo), estimulando el tránsito de la mecanización a la
robotización, a la inteligencia artificial (la “automatización”: “el crecimiento del capital
constante a costa del variable, desemboca en esa condición como correlato”, fenómeno visto
por C. Marx en 1857, expuesto en Los Grundrisse); pues, con la robotización: desaparece el
trabajo (la propiedad privada y la división del trabajo), se alcanza la igualdad y se crean
las condiciones para el advenimiento del comunismo (Marx, con la visión del proceso de
automatización realizada hace alrededor de 150 años, irrumpió, profanó la intimidad de la
humanidad actual e, incluso lo ha hecho con parte de la que está por venir: el ser humano, una
vez que en la historia pasa a predominar el sistema maquinizado de producción “… depende
sobre todo del estado general de la ciencia y del progreso de la tecnología…”: “… se comporta
mas bien como supervisor y regulador con respecto al proceso productivo…”; luego prevalece
como conducta principal en él: “… la apropiación de su propia fuerza productiva general,
su comprensión de la naturaleza y su dominio –control- de la misma …(el ser humano se
vuelve “Dios” y pasa a regir el Universo),… gracias a su existencia como cuerpo de la sociedad;
en una palabra, el desarrollo del individuo social” (C. Marx, citado por Martín Nicolaus, en: El
Marx desconocido) 327 . Con la superación del capitalismo, del trabajo, del “valor de
cambio” o “valor”, no es que la humanidad se retrotrae al pasado: al “valor de uso”
(reproducción natural: producción-consumo, en unidad de acto). ¡No! En la humanidad,
más bien, se produce el salto: del “valor de cambio” (reproducción social), al “VALOR”
DE USUFRUCTO (reproducción “providencial”, metahistórica, suprahumana, en
régimen de democovivencia): el ser humano liberado del trabajo, se aprovecha del trabajo
pasado en plena vigencia: en la automatización, en la robótica, en la IA 328 .
Las presentes anotaciones dejan entrever carácter filosófico materialista, marcadamente
político marxista prometeico; dicha intencionalidad ha sido cuidadosamente elaborada en
todas sus líneas 329 . En Internet, a principios del 2012, se tuvo ocasión de leer un trabajo
penetrante y fundamentado 330 , que desenmascara el antimarxismo de Baran y Sweezy (sin
embargo, estos autores “emprendieron severas críticas a los esquemas conservadores del
comercio internacional, y a las teorías neoclásicas”, en lo que al orden capitalista se refiere);
326
La “historia como destino” llega en un momento dado. “Destino”: fuerza superior creada por los propios seres
humanos, que determina aquello que necesariamente –necesidad lógica- debe ocurrir (los seres humanos forjan
su destino y asumen la conducción del proceso asociado por propia mano); paradójicamente (dialécticamente),
éste es el precio pagado por estarse alcanzando mayores grados de libertad (de conocimiento, de conciencia, de
desarrollo de las fuerzas productivas): predeterminar su camino, atarse, “perder” la libertad, a medida que se la
alcanza. Ahora bien, la práctica de la libertad radica en la decisión consciente a tomar, respecto de ser o no ser
objeto (sujeto/objeto) de ese “destino” (objetivo superior –racional- al cual vincular la realización de la vida); si
se elige el no, la propiedad de la inteligencia se quedaría inmanentemente tan sólo como potencia; para el caso
del sí, aquella trasciende, realiza su potencia y la materia alcanza el cenit de su movimiento: la representación
simbólica total de su ser (ser humano: demiurgo).
327
En esa dirección, el documento asume abordar dos grandes aspectos, respecto del punto: 1) la idea de hoy,
que piensa que preconoce lo que vendrá a futuro; y, 2) “intervención epistemológica” sobre el concepto de sí
misma de la humanidad y lo que cree ocurrirá, sin considerar los “efectos de conocimiento y la técnica” nuevos.
En efecto, no es inventario de materias primas y stock de productos, lo que el capitalismo hereda a la humanidad
como “base material del mundo nuevo”; este legado es un sistema automatizado, inteligente, de producción, que
como contribución a la historia hace dicha formación social. Quizá también estas anotaciones consistan en la
repentina e imprudente irrupción, de la conciencia de hoy, en la intimidad de la humanidad que viene; de ser así,
las merecidas disculpas, es necesario dar.
328
Con estas observaciones, en realidad, se vuelve a Marx y se refuta los planteamientos de Bolívar Echeverría
(sociopolitólogo de moda, recientemente desaparecido), quién, según se dice, desarrolla y ve lo no visto por
Marx (sic), respecto de la categoría “valor de uso”.
329
“… en los períodos de reactivación las fuerzas productivas se expanden… (este desarrollo)… tiene carácter
humanista como parámetro de realización del ser humano…” (Katz, Claudio. Los efectos del dogmatismo;
2007).
330
En la Web: ¿Qué hay de común entre los neomarxista alemanes y americanos? http://www.nodo50.org/gpm
gpm@nodo50.org apdo 20027 Madrid (España)
253

de paso en el mismo, se da también un par de codazos más a los neomarxistas clásicos
europeos. El contenido del documento en referencia, sacudió también la conciencia personal,
pues, su lectura trajo a la mente una advertencia encontrada en otro documento 331 : en
economía, en la “crítica formal o en una basada en consideraciones empíricas… persiste el
efecto ´organizador de las ideas´ del sistema conceptual… (vigente y)… aún sin saberlo, se
puede estar pensando a la neoclásica o a la keynesiana…”. Como en el primer paper citado,
se hacen objeciones que tienen que ver con puntos de vista anotados en el trabajo en
desarrollo, sobre sus conclusiones: 1) el capitalismo está muerto, 2) el proletariado cumplió
su papel histórico, 3) el marxismo fue probado en los hechos, 4) la automatización está
sacando de escena al trabajo (al capital), 5) no se advierte revolución proletaria en el
horizonte, 6) los restos del capital deben ser retirados de la historia por la “revolución”
democrático-institucional subversivo/intelectual/popular, se ha vuelto a someter a reflexión
aspectos axiales comprometidos en la teoría (hipótesis) de la abstracción sistémica, con el
propósito de hallarse seguro de que las propias ideas no se inscriben en el objeto de la
impugnación; los postulados con los cuales se piensa que no se hace juego alguno al poder,
vendrían a ser:
RAZONES EMPÍRICAS.
- La expansión de la economía históricamente reduce el crecimiento del PIB.
- El proceso de automatización cada vez más reemplaza seres humanos por máquinas; la
responsable es la competencia 332 .
- La clase obrera se ha reducido en número (se ha negado en la robótica) y ha extraviado
su conciencia.
- La demanda de trabajo es cada vez más cualificada, lo cual modifica la extracción de
clase del trabajador (movilidad de status).
- La inducción por parte del propio sistema burgués, conducente a formar una sociedad
de emprendedores, a generar autoempleo, ha modificado la estructura de la PEA.
- Los procesos de desconexión y formación de un sistema de economía popular solidaria
(cuentapropismo), reducen el proceso de proletarización.
RAZONES FILOSOFICAS.
- El conocimiento: ya no es una mercancía, en estricto sentido (en la versión axiomática,
no puede haber impulso motor tras de sí: en el mismo ser humano se encarna la fuente
de su desarrollo instrumental; la propia inmanencia productora de la fuerza productiva:
la inteligencia, es una propiedad “virtual” –como lo es el capital electrónico-, que
también es sometida a la “ley del valor”; ciertos valores de uso naturales han sido
transformados en valores de cambio –propiedad privada que es poder que bloquea su
acceso-, pero del neocórtex no puede apropiarse nadie, es por eso que el conocimiento
desborda las leyes del capital, superándolo 333 ).
331
Coraggio, José. Territorios en transición. Crítica a la planificación regional en América Latina.
332
Esta tesis, no es análoga al punto de vista de los neomarxistas (Marcuse, Gorz, Habermas,…), sobre todo de
aquellos que plantean el “paraíso tecnológico” con la desaparición del trabajo (la automatización), pues, el
desempleo es efecto de la crisis del capitalismo (¿“Crisis del trabajo” o crisis del capitalismo?, elaborado por
Juan Chingo, Julio Sorel y Graciela López, publicado en Estrategia internacional Nro. 11/12, abril/mayo 1999).
Cuatro tesis se asume al respecto: 1) en la actualidad (época de declinación del trabajo industrial, fordista), el
capital ha subsumido a todo tipo de trabajo “a su lógica” (sic); 2) ciertas “ramas” de trabajo, en la etapa
posmoderna, van asumiendo la forma de “trabajo industrial” (el diseño de software, por ejemplo); 3)
actualmente, el capital sostiene los niveles de renta, afectando más al trabajo (reducción de salarios y despidos);
y, 4) no obstante, la tendencia media en el interior de la historia, es a reemplazar trabajo vivo por muerto, por
sobre la determinación del proceso de acumulación de capital.
333
La “crisis general de valorización” ha propendido ser enjugada por el sistema, con el establecimiento de
nuevas formas de subsunción del trabajo al capital (sin embargo, hay zonas sociales enteras en el planeta, que se
están desconectando), con nuevas ramas de producción: la informática o las diversas actividades del “trabajo
conceptual” (Mora, Henry. ¿Marx o Kondratiev?; agosto del 2008). No obstante, este tipo de trabajo (el
“conceptual”) es la forma que representa la frontera, la terminación del modo de producción capitalista, de la
misma manera que lo fue la “renta en trabajo” en la transición entre el feudalismo y el capitalismo, una vez que
el proletariado con la Revolución de Octubre y el socialismo de primera etapa, inseminó la nueva forma humana
(el comunismo) en el útero capitalista (en realidad, ese fue su papel histórico, una vez que en el interior de la
forma social burguesa no se engendra de su suyo la nueva “sociedad”, sino la clase que debe hacerlo
–Konstantinov: Fundamentos de filosofía marxista).
254

- En la forma-mercancía (última forma de mercancía) del conocimiento se concentran y
se anulan todas las contradicciones capitalistas (como en la primera mercancía
capitalista que se realizó en el mercado y en cuyo interior residía trabajo asalariado, se
concentraron todas las contradicciones no desarrolladas en despliegue rumbo al
concreto; en la “mercancía” conocimiento desembocan las antinomias que han
alcanzado pleno desarrollo –axiomática inversa: no existe fin luego del fin).
- La “renta tecnológica” es (también) la última forma de exacción de plusvalía: la forma
transicional, de paso, hacia el estadio superior de la formación humana.
- El “molino del conocimiento” lleva a la “sociedad” comunista.
- Si el capital mata al trabajo, el capital se liquida a sí mismo de modo directamente
proporcional.
- Si desaparece el trabajo, lo hace también su antípoda: el capital.
- El trabajo se niega en la automatización.
- Con la automatización (robótica inteligente) llega al final el desarrollo de las fuerzas
productivas por vía de la producción humana.
- La ley del valor desaparece con la automatización del proceso de producción.
- En todas las empresas de producción de bienes reales, en las que ya no hay trabajo
obrero (vivo), el modo de producción ha cambiado, aunque se mantenga la propiedad
jurídica de los outputs establecido en el mandato del Derecho Mercantil, que ha
facultado el registro de la Firma.
- El capital ha cubierto el mundo (sistema-mundo: humanidad 334 ); el único camino que
le queda es retrotraerse (el Cosmos no se inserta en el continuum valorización 335 ).
RAZONES DE SUPUESTO.
- La Revolución de Octubre, el socialismo de 1917-1956 y las luchas populares en el
planeta, cambiaron el mundo: el capitalismo es un hecho histórico.
- La Teoría Marxista, la estrategia revolucionaria leninista y la “gestión” socialista, han
tenido éxito en la ex URSS y su Campo, y se han probado en la práctica: como un caso
efímero y espacialmente particular, a nombre de toda la humanidad (el “socialismo en
un solo país”, ha sido un hecho de dimensión mundial).
- El proletariado ha cumplido su misión como sujeto de la historia (ha producido la base
material del mundo nuevo de modo subordinado al capital, ha liquidado a la clase
capitalista y ha entregado a la humanidad las premisas teóricas de la nueva
comunidad: la democovivencia –demos: pueblo; covivencia: coherencia de las
acciones humanas por ajuste mutuo también lógico, automatizado) y ha salido de ella.
- El capitalismo le ha sobrevivido al socialismo a fin de completar el desarrollo faltante
de las fuerzas productivas, en dirección de la automatización completa.
- La propiedad (privada) en el capitalismo se transforma cada vez más en sólo “poder de
exclusión de los otros sobre los activos (intangibles)”.
- El socialismo ha sido el motor coadyuvante en ese proceso de desarrollo (de las
fuerzas productivas hacia la automatización).
334
Cuasi sistema-mundo (la humanidad no se configura como sistema, sino como estructura: totalidades
parciales que se enfrentan más que cooperan como los actores en el mercado –“Los economistas expresan este
hecho del modo siguiente: cada uno persigue su interés privado y sólo su interés privado, y de este modo, sin
saberlo, sirven al interés privado de todos, al interés general... De esta frase abstracta se podría mejor deducir,
que cada uno obstaculiza recíprocamente la realización del interés del otro…” [Marx dixit: Los grundrisse]-).
Luego, el enfoque “sistema-mundo” debe ser introducido dentro de la categoría “reproducción humana”, para
que deje de ser ideográfico y formalista (por ejemplo, para Wallerstein no hubo socialismo en la historia, sino
simple creación de burocracia).
335
La industria espacial ¿puede sustituir al complejo militar industrial, a la economía de la droga, al sector
financiero o al de casino? ¿Se sumaría a él, como antes fue el capital industrial con el bancario para dar lugar al
surgimiento de la postoligarquía bélica-cósmica (el obrero galáctico, el nuevo reino de los monopolios)? ¿Hay
condiciones en ese nuevo sector para la valorización, para implantar la estrategia de subsunción formal y real del
trabajo al capital, para extender, como se hace con una liga, especulativamente la plusvalía? ¿Se genera plusvalía
(trabajo productivo) en tal frente? Todo indica que la geopolítica va hacia la cosmopolítica. No obstante, ese no
es el camino. Para el efecto se requiere imponer políticas de reinstitucionalización del Estado como agente
económico colectivo del capital, de modo que formule “edictos” que creen tributos sobre la población a la
manera de los gobernantes despóticos de ciertos pueblos antiguos por el estamento dominante sobre la
justificación de que se hallan encargados del cuidado del planeta, para lo cual se debe invertir en ciencia y
tecnología, o sea, mediante la venta de servicios de cuidado de la morada común: la Tierra.
255

- El capitalismo se halla en la subfase (época cambiada: neoimperialismo, transición) de
cierre como sistema; esto es, en la tercera y última fase: de descenso, senil,
degenerativa, de su onda 336 .
- Pero la lucha no ha concluido: es la revolución mixta subversiva/intelectual/mundana,
la que debe derrotar en toda su extensión, al capitalismo (la tendencia decreciente de la
tasa de ganancia –la determinación del desarrollo de las fuerzas productivas- coludidas
con las luchas planetarias contra el establecimiento, en las que se hallan
comprehendidos el marxismo, el proletariado y de forma viva: el partido
marxistaleninista renovado) 337 .
Como correlato, en la actualidad están de moda aquellos investigadores que hacen gala
presuntuosa de manejar extraordinarias, modernas, sesudas bibliografías (centenas de títulos
acompañan a un trabajo); pero tratan, por lo general, temas comunes y las conclusiones que
sacan, no se compadecen con tanta “información”. De igual modo, en el presente, el peso de
las evidencias y del pensamiento plasmado (lo que la derecha ha denominado “efecto
paradigma”) es tan grande, que incluso una persona que ha podido sobreponerse a la
“parálisis paradigmática”, de cuando en cuando luce aturdido, se deja casi reabsorber por el
criterio vigente; de modo que una forma de no consentir el impacto de esa recolonización en
las ideas (de mantenerse en el ambiente de “ruptura de paradigmas”), sea no hacer caso,
taparse los oídos y tozudamente continuar por la veta de análisis encontrada 338 . Si me recluyo
en Gramsci, en Laclau, en Foucault, en Lechner, en Derridá, en Guattari, en Jameson, en
Echeverría, en Habernas y en el conjunto de epígonos, vuelvo sobre el “efecto paradigma”:
336
La periodización de tipo formal gaussiano como onda larga, completa, compuesta por tres fases que con el
objeto de graficar al capitalismo se asume, se cohonesta con la formulación leninista: fase competitiva y fase
imperialista del capitalismo, a la que se le incluye una última (que, en realidad, no es más que el proceso ulterior
de la propia fase monopólica leninista: capitalismo parasitario, en descomposición), según es el enfoque de
Mandel (Mandel: “Considera que las ondas largas constituyen períodos históricos cualitativamente
diferenciados y correspondientes a las etapas librecambista, monopólica y tardía del capitalismo” –dixit C.
Katz: Ernest Mandel y la teoría de las ondas largas; marzo del 2000). No obstante, intentar entender la realidad
con la teoría de los ciclos (kondratieff, por ejemplo) lleva a la especulación: a cómo encontrar factores que
explican la realidad y no a encontrar la explicación directamente en ella; la teoría de las tres fases
–concurrencial, monopólica y decadencia-, en cambio, aunque es lógica, tiene pertinencia, puesto que se basa en
el comportamiento observado en todo proceso vivo.
337
Estas conclusiones, herejía para los señores trotskistas y comunistas archí ortodoxos, en modo alguno ponen
la monta en la ralentización que el proceso de desobrerización ha experimentado el mundo en los últimos años
del siglo XX, puesto que la tendencia fundamental (la ley), con flujos y reflujos, perfila una propensión de
prescindencia del trabajo humano en los procesos de valorización del capital y de reproducción social; si la
productividad del trabajo aumentó o no, tampoco importa, puesto que el capital puede regular el movimiento de
esa variable; y, si el mismo proceso de desbocado desarrollo de la tecnología amaina, eso se debe al efecto
búmeran: la eficacia marginal del capital, que el MIT ya planteó como “límite al crecimiento”, al igual que las
declaraciones de ecologistas retardatarios y el parecer de ciertos pueblos autollamados “originarios”. Martha
Harnecker (Harnercker, Martha. ¿Cómo afrontar hoy la transformación?; Fundación Andaluza José Díaz;
Rebelión, página de Harnecker, mayo de 1998), aunque realiza esfuerzos de modernización ideológico-teóricopolítica
sin proponerse abdicar al marxismo, toda la trama de la problemática teórico-política que aborda,
permanece prisionera de la ortodoxia que impugna y en muchos de sus argumentos paradójicamente quedan
incluidos los “desarrollos” revisionistas hechos por los exponentes del neomarxismo y el postmarxismo europeo
y latinoamericano (N. Bobbio, por ejemplo). En otro documento (¿“Crisis del trabajo” o crisis del capitalismo?,
elaborado por Juan Chingo, Julio Sorel y Graciela López, publicado en Estrategia internacional Nro. 11/12,
abril/mayo 1999), se procura minimizar el efecto civilizatorio progresivo que produce el desarrollo de las fuerzas
productivas (la automatización; pero se critica a A. Gorz, precisamente allí donde el señor sociólogo tiene razón)
en el proceso de substitución del trabajo físico e intelectual humanos por las operaciones de las máquinas. Para
quienes militan en el círculo de ideas expuesto, es imposible figurarse una humanidad holgazana (“… fines que
los individuos tienen que encontrar en sí mismos” –Adiós al proletariado: Adré Gorz, 1980); en él se piensa que
el cambio social (al cual se aspira como quienes esperan la “segunda venida de Cristo” -para algunos nunca hubo
socialismo, luego ansían la primera venida del profeta) sin la clase trabajadora no es posible; si el sujeto, el
discurso, la estrategia y la “nueva sociedad” se han ido de las manos (hay resentimiento por no haberse podido
hacer la revolución y construir una variante particular de socialismo), es normal dedicarse a abominar de la
robótica. No obstante, solamente es posible entender el flujo humano y encontrar sentido a cada modo de
producción, si es que se hace el ensayo heurístico de salirse de la realidad, representarse todo el proceso histórico
e inferir el devenir; caso contrario, prevalecerá la trampa de la ortodoxia y la maquinización será vista como una
simple estrategia mañosa del capital.
338
Ahora bien, “el ser humano modifica sus circunstancias bajo efecto de esas mismas circunstancias” (K. Marx:
Carta a Pannekoek); esa la base real, material, de la “ruptura de paradigmas” (qué curioso que tal pretensión de
manejo voluntarista de la formación del concepto haya emergido precisamente en la intelligentzia representante
de la fracción conservadora de la sociedad: aquel que se opone la intervención humana en el mercado).
256

me quedo enredado en las maromas de la unidimensionalidad de ese pensamiento
panpolitológico, eticista, culturalista 339 , que rechaza la concepción del devenir humano como
proceso histórico-natural, el cual acota y delinea el “papel del factor subjetivo en la historia”
(B. N. Biessonov); debo, por tanto, a la manera de Darwin no mirar los hechos fácticos: la
Paleontología, para sostener tesis lógicas y los contornos del porvenir; criterios de sentido no
común, que sin embargo se reafirman en la historia 340 . Los ejes nodales de ese nuevo
pensamiento (veta: “pionero de paradigmas” -¡bah!-, siempre en expresiones de la derecha
zalamera), se citan una vez más: 1) inteligencia y propiedad de la inteligencia; 2) esta
propiedad define el sentido, la razón y el fin de todo el drama humano
(ontopraxeologoteleología); 3) la inteligencia se realiza en acto, en su concreción como saber
absoluto; 4) en la base de este movimiento está la contradicción dialéctica: el Materialismo
Histórico (fuerzas productivas y relaciones de producción); 5) la Revolución de Octubre fue la
partera general de la historia: el capitalismo está muerto; 6) el proletariado ha cumplido su
misión y se está autoanulando en la robótica; 7) con la robótica inteligente, el ser humano se
libera del trabajo, se dedica al desarrollo de la conciencia en el comunismo (democovivencia),
y termina el desarrollo de las fuerzas productivas; proceso humano que va hasta el total
conocimiento y control de la naturaleza (tercera naturaleza: naturaleza “divina”) 341 .
En realidad, quién, a nombre del marxismo, pugne por bloquear el desarrollo de las
fuerzas productivas, al aducir que el mismo destruye la naturaleza, sirven de instrumento a la
explotación, a la acumulación y al dominio, asume una conducta burda, archirreaccionaria;
pues, si por un lado todo eso ocurre con el avance de la tecnología (“son los capitalistas los que
ponen límites a una difusión masiva de la automatización, ya que esto implicaría una caída cualitativa
de sus ganancias” 342 ), siendo ese el carácter que debe negarse, por otro, ese movimiento es el
proceso de realización de la historia (todo lo nuevo viene dado por el progreso de las fuerzas
productivas –inteligencia ontologizada- y por los conocimientos que el mismo produce). Si el
capitalismo sobremadurado bloquea el proceso hacia la robotización económica debido a que
ésta conspira contra el objetivo absoluto de la valorización, la racionalidad debe desentrabarla
para que ésta apoye y sea la base del desarrollo absoluto de la esfera espiritual (mírese bien: la
naturaleza, que produjo al ser humano, generó los bienes que permitieron la sobrevivencia de
este ser –y de los otros- en la etapa de la reproducción natural, preproductiva; no es tarea
339
Las ideas básicas, mutatis mutandis, de ese sector alude a categorías como “contracultura”, sistema de vida
alternativo, “antimodernidad” (oposición a la unidimensionalidad del desarrollo tecnológico, promoción del
orden y del valor de la naturaleza per se), opciones de formas de sociedad futura múltiplemente abierto a su libre
elección y construcción por parte de la generación en curso, etc.; por su matriz ideológica subjetivista
especulativa, la citada “escuela” jamás se monta sobre el potro del futuro como proyección racionalizada de las
tendencias de las condiciones materiales del presente: del estado más desarrollado de las fuerzas productivas, el
cual siempre revitaliza ese movimiento prometeico de modo inmanente, el que constituye la forma objetual más
alta en la que se ha plasmado la inteligencia, en el interior de la lucha fratricida por la existencia.
340
Mientras que unos marxistas han desarrollado la doctrina, la han socializado o la han utilizado con fines
prácticos, otros han producido categorías y teorías dentro de él y también en otras visiones. Al interior del
marxismo y fuera de él, algunos exponentes se muestran interesantes: Gramsci, Althusser, Zeleny, Foucault,
Habermas, y quizá Bordeau y Derridá (no el coterráneo Bolívar Echeverría, puesto que su teoría sobre los
“ethos” es una forma alternativa culturalista de la de los “modos de producción” althusseriana, balivariana,
poulantzasiana, godelierana, cuevaniana; en tal sentido, dicha construcción adolece de doble retroceso: en tanto
representación y en cuanto propuesta –volver al pasado del “valor de uso”): 1) Gramsci: gobernantes y
gobernados, hegemonía, guerra de posiciones, sociedad política/civil; 2) Althusser: aparatos ideológicos de
Estado, ruptura epistemológica; 3) Foucault: poder-saber, cárcel-mundo, vigilar y castigar, microfísica del poder,
individuos gobernables; 4) Habermas: legitimaciones, relaciones comunicativas, intersubjetividad; 5) Zeleny:
ontropraxeología; 6) Bordeau: habitus; 7) Derridá: deconstrucción.
341
Sin embargo, una excepción; sin proponérselo y tomar conciencia del enunciado, M. Foucault también
expone esa metadirección para la historia: “… donde la aspiración por la verdad y la libertad encuentran su plena
realización como proyecto histórico” (Guzmán, Francisco. Michel Foucault: el pensamiento de la contingencia;
Revista Observaciones Filosóficas, México, 2000).
342
Chingo, Juan et al. ¿“Crisis del trabajo” o crisis del capitalismo?; publicado en Estrategia internacional
Nro. 11/12, abril/mayo 1999. En una palabra: si se mira a la formación burguesa y al trabajo en su inmanencia,
ellos constituyen la constante; no obstante, si se lo hace en el plano trascendente: en el eje de la historia, el
trabajo debe decesar y con él: el capitalismo; luego, es una posición progresista no solamente levantar
intelectualmente este hecho, sino el coadyuvar en la plasmación del mismo (si el proceso de automatización que
reivindica la vida para el desarrollo del espíritu debe completarlo el capitalismo o si tal proceso de substitución
completa del trabajo por la máquina inteligente se lo concluye en el interior de otro sistema, que ya no es ni
socialista ni capitalista, sino una vertebración conflictiva de baja intensidad entre los dos: época cambiada
principalmente “socialdemócrata”, en la que tales estructuras socioeconómicas se niegan para dar origen a la
eclosión del nuevo modo de vida: el comunismo).
257

imposible que el ser humano construya mecanismos artificiales que emulen lo que hace la
naturaleza y la propia persona, como efecto de la realización máxima de la inteligencia
colectiva). Por tanto, la conciencia se desarrolla a partir de los instrumentos y productos
plasmados de la producción tecnológica –y esta producción es trabajo, mientras también ella
no ingrese en el ámbito de la automatización-, la que para avanzar requiere desentrañar cada
vez más los misterios del mundo). En sociopolitología: uno es el reconocimiento de cambios
cuantitativos dados en el interior del capitalismo, conducente a negar la lucha política y a
sostener lógica e indirectamente el carácter supuestamente eterno de dicha fase histórica
contrapunteando al catastrofismo (la ley de movimiento: la tendencia decreciente de la tasa de
ganancia) 343 ; y, otra es la conducta que levanta gnoseológicamente el movimiento interno del
capitalismo, para sugerir modalidades de combate al sistema, que se alejen de propuestas que
emergen de las cuerdas bucales de ecologistas radicales, del movimientismo light y del
izquierdismo infantil neogramsciano y neomarxista. En una palabra, “y la lucha continua” de
modo violento: la subversión; de manera estratégica: la acción de la intelectualidad; y, de
forma popular: masiva movilización, alzamiento, rebelión de las masas a escala planetaria.
Epoca cambiada: interregno transicional.
En la sociedad mundial presente, no se vive una “época de cambios” ni tampoco el
“cambio de época”, tan sólo; por lo contrario, lo que le ocurre al mundo es el efecto
(combinado de las dos épocas) –por así decirlo- de una “época cambiada” (por la Revolución
de Octubre; a partir de ella: tiene plena existencia el nuevo sujeto
subversivo/intelectual/ciudadano, cuya misión en su vida, su interés vital, es intervenir en el
cambio en marcha), que paulatinamente se establece, reestructurándolo todo a su manera (en
sentido estricto, a través del decurso de un “momento transicional”: el “salto”, ha producido
una nueva realidad; ésta, se va asentando: modificando progresivamente a su imagen y
semejanza, las más disímiles formas particulares heredadas de la fase anterior; cambio que
lentamente se impone: la clase dominante se retira, nada tiene que hacer en la historia,
deja la escena al nuevo colectivo humano, no obstante no sin amotinamientos y
rebeliones, precisamente esos focos de resistencia son los que deben ser sofocados por los
movimientos subversivos, intelectuales y ciudadanos: es el caso de la reacción oligárquica
con el golpe de Estado en Venezuela, en Honduras, con las autonomías en Bolivia, el intento
de Golpe de Estado en Ecuador (fallido Golpe el 30 de septiembre del 2010 contra R. Correa),
en Perú y el paramilitarismo en Colombia; con la intervención genocida imperialista en Irak,
de la última agresión criminal yanqui en Libia 344 ,…, e incluso el triunfo de Humala en el “país
inca”) 345 . Esta “creencia”, que puede parecer extrema y hasta: ¡absurda!, es necesario tenerla
343
Entre el catastrofismo de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” de Grossmann y el catastrofismo
subconsumista de Luxemburgo, la historia les ha dado la razón a Marx y a Lenin: el capitalismo se mantiene, el
capitalismo está muerto. 1) En el caso de Marx: una ley aparece allí cuando una fuerza dominante se abre paso
entre fuerzas opuestas menores (los capitalista destruyen fuerzas productivas –contratendencia- para superar la
crisis); y, 2) en el caso de Lenin: la Revolución de Octubre, que ha tenido mayor proyección social que las de
orden liberal, ha puesto a las espaldas al capitalismo (el “socialismo en un solo país” tuvo proyección humana,
mundial, histórica).
344
Los gringos insolentes, basura (Estados canallas, patanes, como dice J. Petras), han encontrado una eficiente
contratendencia económica en Libia: se encuentran “quemando” recursos a través del consumo de pertrechos
bélicos obsoletos en la criminal intervención (de la OTAN), les es dado justificar la presencia y relegitimar la
reinversión del y en el Complejo Militar Industrial, en su orden, tienen la oportunidad de otorgar sentido al gasto
en efectivos del Ejército; y, van a disponer de petróleo a sus anchas (toda la economía de EU y de Europa está
ligada al petróleo; y, va a continuar estando por los próximos 20 años) y se harán con los contratos de la
reconstrucción. Dos hechos adicionalmente son salientes en el drama: el inicio de la guerra fratricida de
resistencia, y la cobardía e impavidez de Italia y sobre todo de China y Rusia –por la fracción del capital que se
reproduce en esos Estados- (estos dos países propiciaron la agresión del terrorismo criminal de la NATO, al no
haber vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución de intervención militar). El móvil geopolítico
es debilitar el eje transnacional opositor, que se estuvo formando alrededor de Irán. Los sucesos de Libia, con la
salida de Gadhafi del “trono” presidencial y su retirada a la clandestinidad, se han puesto las condiciones para
que Gadhafi, en su edad madura, retome ciertas premisas políticas del Libro Verde; cambio en 180 grados:
Gadhafi de mimado Jefe de Estado ha sacrificado revolucionario (empero, quizá eso no pueda ser, pues, el haber
vivido sobre todo, malacostumbra al cuerpo; a no ser que entre la muerte y la lucha, se asuma la segunda como
opción: si se lucha –verdad de Perogrullo-, es posible quedar con vida y con el triunfo).
345
El aplanamiento de la estructura de la empresa, puede parecer y, de hecho, es un cambio formal al interior de
la economía capitalista y de su entidad eje; empero, una de las formas por las cuales un nuevo contenido aparece,
es por la vía de la acumulación de cambios formales, proceso éste, que debe desembocar en el conocido “salto”,
según el pensamiento dialéctico. En la coyuntura de fin y principio de siglo y milenio, en la citada “Epoca
258

en cuenta a la hora de desplazar el pensamiento sobre la realidad social en curso. Esta
“premisa” (epistemológica), por tanto, constituye “eje transversal” de carácter teórico, que
cruza la reflexión sobre el sistema de relaciones “socio-económicas” del género humano
convertido en “concreto mundial”. En verdad, la aventura de no asumirlo conduciría al
despropósito de concluir –por ejemplo-, que en las factorías completamente automatizadas del
Japón, el capital (el trabajo pasado, objetivado, muerto: “valor que se valoriza”, pero siempre
que se ate al trabajo vivo) estaría generando “valor” (con lo cual no se quiere decir, que
solamente el trabajo industrial sea “productivo”, esto es, exclusivo instrumento de
valorización). Y ésta (el sentido comprehendido en la aseveración inmediata anterior), es una
aberración científica.
La cosmovisión contraria sobre el hecho –por tanto-, devendría en error craso de teoría
en Economía Política, en virtud de que la categoría “valor/trabajo”, es, actualmente, una
abstracción (lo es de modo creciente -Marx, Carlos: Los Grundrisse), en la medida en que el
trabajo inserto fuera de las tareas productivo-materiales (el intelectual creativo, el
simplemente administrativo, el virtual de la elaboración de productos intangibles, aún en su
condición “productiva” concreta), es la frontera y a la vez la forma siguiente, en la que el ser
humano aplica el sentido y reside en el seno de otro estadio de la vida (por tanto, aquí, la
respuesta es dada a partir del punto de vista de la automatización moderna, o sea, del “‘valor’
de usufructo”, puesto que la teoría tiene condicionamiento objetivo 346 ). Este el enfoque –dicho
sea de modo incidental-, que liga –en un plano de continuidad/discontinuidad- el pasado, el
presente y el futuro y en el cual: la historia se va de las manos, por un momento, del efecto de
“autonomía relativa”, de sobredeterminación, que deviene del movimiento de la conciencia y
voluntad inmanente a la praxis del “ser social”. En verdad, la formación de la conciencia en
torno del modo de ser del mundo, para el pensamiento que se halla ubicado en el extremo y al
inicio (la bisagra de la historia) de formas de vida interpenetradas, en conflicto, de mutua
transformación (de transición), su aprehensión abstracta es un problema de relación dinámica
sujeto-objeto. La realidad es externa al sujeto (mientras éste asume una posición especulativa,
teórica) y es ella en sí misma, independientemente de cómo se refleje en la mente antes como
después del acto cognitivo in abstracto: sin mediación de la práctica transformadora.
Solamente en este caso sobre todo, se puede advertir la esencia de los hechos, si el cerebro se
ha ubicado radicalmente fuera de ellos; ahora bien, como la realidad se mueve, advertir su
“inmanencia superior” necesaria (la trascendencia): el nuevo momento civilizatorio axiológico
racional a portas, sólo es posible para quién se halla al margen, adelante y en lo alto de los
cambiada”, los cambios lentamente se terrenalizan en el mundo: el ALBA, el MERCOSUR, UNASUR, CELAC,
Obama, el reenrumbamiento de modelo que se propone en Cuba, la crisis regional de la Media Luna árabe (sobre
todo la de Libia), son indicios del proceso. De manera que, a medida que el capitalismo se va globalizando, que
va necesitando de obras de infraestructura colosales (túneles faraónicos bajo y en el mar que interconectan
continentes, puentes monumentales, edificaciones ciclópeas, poderosos ciclotrones, el Concord, embarcaciones
extragrandes, y del sistema de máquinas y constructivos inherente), va requiriendo cada vez más de métodos
complejos y racionales de programación; este proceso se halla sujeto a la ley del progreso a saltos (acumulación
de cambios cuantitativos que devienen en una nueva cualidad: interrupción de la continuidad), el cual conduce
necesariamente a la “planificación” (efecto búmeran); pero la planificación reemplaza a la ley del valor, lo cual
quiere decir, que el modo de producción está cambiando definitivamente, que ha dejado de ser. En realidad, sólo
al interior de un orden (homo) se produce el salto evolutivo: ascenso hacia nuevas etapas de vida, cada una de las
que opera según leyes específicas que condicionan el cumplimiento de metas concretas (prehumano: mono
antropomorfo hasta el homo sapien; humano: homo sapiens hasta la IA; y, poshumano: manipulación
neurogenética en adelante); luego, mientras que en las fases anteriores se desactivan las determinaciones (a nivel
social: la ley de la plusvalía), tendencias, gérmenes de estructuras y procesos se están configurando como leyes
mediante las que se estatuye otra realidad. En efecto, una nueva ley se ha ido creando en la historia, la cual
determina la conducta presente del género: el hedonismo se ha vuelto una componente esencial entre las que
precautelan la existencia; el nuevo “actor” en la historia: los pueblos, no desean la guerra, la confrontación, el
peligro, el dolor; más bien propenden el diálogo, la paz, el placer; por tanto, el belicismo del poder:
enfrentamiento de pueblo contra pueblo (o con la robótica bélica), no está más en la línea de actos que admite el
constituyente.
346
La Economía Política concluye como ciencia con el Marxismo (dixit Rosita Luxemburgo); en adelante, todos
los postulados postmarxistas pasan a ser, nada más que desarrollos puntuales de la idea matriz (dixit Agustín
Cueva Dávila): abstracciones, puntos de vista sobre modos de ser concretos que asume el sistema capitalista en
su fase degenerativa; pero, el marxismo como ciencia no llega a término, puesto que debe dar cuenta subjetiva de
la nueva realidad: la teoría científica del comunismo en consuno con la teoría del cosmos (“producción” de
outputs variados para satisfacer la reproducción material y espiritual de la comunidad humana: “´valor´ de
usufructo”; relaciones democovivenciales: estructuración orgánica por ajuste mutuo, en torno del objetivo
“impuesto” como ley de “hierro” del desarrollo conciencial; y, cosmovisión objetiva, integral del mundo).
259

procesos (la historia es el movimiento progresivo de la inteligencia hacia la libertad), y que
despliega su mirada a partir del enfoque sobre los mismos del modelo puro, racional,
intencionalmente forjado del escenario que recoge lo positivo, reproduce mentalmente su
próxima estructura, en la cual se supera de modo crítico y revolucionario, la realidad dada
(Marx, Althusser, Hegel).
En la línea de reflexión usual, esto es, de la formalidad lógica de percepción de la
ciencia, la idea planteada atinente a la abstracción del sistema mercantil burgués, aparecerá
siempre especulativa e irresponsable; de manera que es preciso conferirle su contorno
demostrativo de convicción, naturalmente: lógico. Se inhibe de comprobar con cifras y
proyecciones cuantitativas, la crisis (estertores de agonía) y la debacle histórica de la
economía capitalista (aunque si se lo hace respecto del sistema capitalista), conducta que,
además, ingresaría a formar parte de tantos anuncios fallidos, que respecto del derrumbe de la
formación social capitalista se han formulado (“la fruta madura capitalista está por caer”); mas
bien, tozudamente se sostiene, que dicha etapa humana ha sido superada, la que, de existir, lo
haría tan sólo en sus rezagos y resabios (economía ficticia, en cuanto se robotiza cada vez
más), los cuales se interpenetran en la transición, con los primeros rasgos de “lo nuevo” (o
sea, “fase de maduración de formas de vida nuevas, realmente existentes” en el seno de las
dadas). Una estructura: ni aparece repentinamente ni deja la historia de súbito –incluso el
agua, cuando hierve, no se evapora de golpe- (el “salto”, es un hecho que se produce; éste: no
es mas, que la instalación intempestiva del principio esencial de determinación dinámico en el
seno de la realidad dada), sino que: procesos existentes se retiran de la historia
progresivamente, del mismo modo que la nueva realidad ingresa a escena y paulatinamente se
concreta. “El capital monopólico financiero, es una forma de propiedad que ha desarrollado
intensamente al mundo: las fuerzas productivas, el conocimiento y su socialización; la ciencia
se ha convertido en fuerza productiva directa y ha logrado romper formas de organización
económica, política (sean socialistas o capitalistas), que ya no son fuente de desarrollo y
progreso humano”; el capital monopólico internacional ha empujado el despliegue de sectores
y capitales necesarios para la coyuntura y para la historia, como se conoce, de modo cruento:
desarrollo de las fuerzas productivas en competencia.
La crisis europea de coyuntura (2011: cierre de empresas, desempleo, suicidios,
xenofobia), verbi gracia, en consecuencia, es la derrota de ciertas fracciones no competitivas
del capital, que se hallan territorializadas (Irlanda, Grecia, Portugal, España,… 347 ) frente a
aquellos segmentos más fuertes (la locomotora alemana), que han sido capaces de explotar
con mayor intensidad la fuerza de trabajo doméstica y foránea, por tanto, han podido colocar
su producción en el mercado mundial a precios competitivos y de calidad, como propiedades
derivadas del nivel técnico superior aplicado (tras la crisis van los Bancos: préstamos a los
gobiernos para que salven los negocios “fracasados” –deuda y financiamiento de la misma,
asumidas por parte de la población) 348 . No obstante, la crisis en el plano general no es un
hecho episódico, focalizado (crisis: término con el cual, no se sostiene que el capitalismo sea
una forma humana inviable, sino como acepción, que permite suponer que al haber cumplido
su misión, el capitalismo constituye sistema –modelo- agotado; en realidad, son quienes
reciben el impacto, aquellos que realmente se hallan en crisis: o guardan silencio o destrozan
el sistema); a partir de la década de los 70s del siglo pasado, la economía-mundo capitalista
(una sola economía en el planeta) ha ingresado en una fase de “crisis” permanente; los
elementos explosivos de la misma (puesto que la economía internacional, en el 2011, está
347
Menor desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, lo es también como efecto de la ccorrupción de las
elites y del sistema financiero-bancario, esto es, por partida doble: por parte de los “visitadores ´médicos”: del
lobby de los agiotistas, que persuaden el endeudamiento y los gobiernos que unilateralmente lo asumen en favor
del círculo dominante (como en el caso del endeudamiento de los países latinoamericanos: no se consultó al
pueblo, no se invirtió en política económica y social o en el desarrollo del país, se pagó montos superiores que la
amortización sólo por concepto de intereses, la deuda estuvo atada al financiamiento de proyectos, empresas y
contrataciones de técnicos impuestos por los acreedores). Finalmente, esa deuda no se la va a servir por ser
astronómica y por cuanto es “odiosa”.
348
El pensamiento oficial considera que las crisis (cíclicas) económicas tienen origen en factores naturales,
psicológicos, en el deficiente diseño de políticas y de administración; de ningún modo reconocen, que las crisis
son el producto de las contradicciones del sistema y que “las luchas por evitar la crisis expresan el esfuerzo de
adecuación de las estructuras a las nuevas condiciones de desarrollo”. A esta locomotora, sin embargo, al formar
sus ingresos en un 80% vía frente externo, el Euro: moneda de paridad fija o sobrevaluada no le conviene, puesto
que afecta la competitividad de sus exportaciones; por tanto, ese es un factor centrífugo para la estabilidad de la
llamada UE.
260

como un volcán) son la astronómica deuda de EU, de la UE y del Japón (las potencias
conformantes de la clásica Triada), el espeluznante déficit fiscal (los “déficit gemelos”) y la
elevada tasa de desempleo. El factor que está tras del “objeto” de la “crisis” (achaques de
senilidad), es la persistente operación de la clásica contradicción entre la producción social,
crecientemente automatizada y la apropiación privada del producto 349 . Es una “crisis”
perenne combinada de sobreproducción (sobreinversión: insuficiente rentabilidad de las
colocaciones productivas) y subconsumo 350 . “Crisis” que no puede ser enjugada al interior del
sistema, pues, las empresas monopólicas deben mantener niveles competitivos de
participación en el mercado; lo que exige sostener siempre grados elevados de productividad
del trabajo, reducir costos y mejorar la calidad de la producción; condición que se consigue
variando permanentemente la composición orgánica del capital por el lado del incremento del
capital constante (desarrollo científico-técnico permanente -carrera); hecho, este último, que
comprime la estructura de la demanda agregada en el frente de los salarios 351 . La población no
accede al producto y el capital reduce su tasa de beneficio; el capital arremete contra el trabajo
endógeno y exógeno, en el último caso: mediante el mecanismo de la ecualización.
El capital también ha desarrollado el mundo: las multinacionales comprendieron que el
modelo de acumulación yanqui está devaluado y se han trasladado a China, a Brasil a los
BRIC (y Sudáfrica 352 ) –los 7F (Turquía, México e Indonesia: “vino viejo en odres nuevos”
–dixit Dr. René Báez G.-, el propio capital en otras áreas, la misma forma de propiedad
protagónica en la historia)-, para mantener la estrategia clásica de neocoloniaje tras ese
biombo. Es la última diáspora del capital global fraccionado: su movimiento estratégico de
349
El capitalismo en su vejez aplica terapias conducentes a solventar problemas en un frente, pero la
recuperación parcial lo consigue al precio de crear problemas en otro subsistema de su “humanidad”: problemas
de producción (la reinversión de excedente: “reconversión de plusvalía en capital” –honda productiva
kondratieff-, incrementa la oferta no realizable); en las finanzas (el incremento de la rentabilidad de los bonos
aumenta la demanda de papeles y desmonetiza el sector real); en el mercado (de trabajo: las maquiladoras
desindustrializan a EU, país que está en “vías de convertirse en una ´banana republik´ con armas atómicas”); en
la tecnología (competitividad, calidad, el cliente siempre tiene la razón: ineficacia marginal de la técnica);
geoeconómicas (mejorar la balanza comercial mediante devaluaciones en un lado provoca desajustes en otro: la
guerra de divisas). El capitalismo ha llegado a la senilidad, de ningún modo como efecto de su propia evolución
(los esquemas de reproducción de Marx lo desmienten); el agotamiento histórico de ese “modelo” es producto de
la lucha proletaria (contradicciones capital-trabajo, socialismo-capitalismo, socialimperialismo-imperialismo,
luchas populares-capitalismo), que obligó (aceleró) el desarrollo de la automatización.
350
Las fuerzas productivas, no son más que inteligencia ontologizada (en instrumentos, en métodos, en
técnicas, en conocimientos, en la modelación con destrezas del propio ser humano para maximizar su
capacidad productiva). La tendencia inevitable al derrumbe (y su derrumbe efectivo) del sistema capitalista es
producto directo de la “lucha de clases”; este motor está presente en todas las formaciones clasistas. Cada clase
dominante se preocupa por el rendimiento del trabajo, es por eso que desarrolla medios, capacita al trabajo y
hace ajustes administrativo-organizativos, con lo cual se rompe sistemas: los esclavos en su conversión en
productores parcialmente libres en el feudalismo; los siervos, transformados en mercado obrero en el
capitalismo. Por tanto, en el sistema de la moderna concurrencia el propio desarrollo de las fuerzas productivas
es producto de la competencia (lucha a lo interno de la clase capitalista) y a la “lucha de clases”, esto es, a los
procesos de la voluntad. La tesis sobre el necesario derrumbe del capitalismo (por “causas intrínsecas, ligadas
directamente a la naturaleza del sistema económico”) o su perennidad se corresponden con un único responsable:
la “lucha de clases”; este dínamo presiona al sistema burgués para que automatice la producción con lo cual lleva
al extremo los efectos del “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”; el capital, por su parte, aplica
medidas contrarrestantes y la resolución tiene lugar en el frente de la lucha, siempre a favor de la progresión
histórica.
351
En términos generales (la competencia y la lucha de clases): “la tendencia al crecimiento de la composición
orgánica del capital como movimiento fundamental del sistema capitalista, que impulsa tanto la
sobreproducción de mercancías como la tendencia a la caída de la tasa media de ganancia”.
352
A propósito, en el mundo, sectores como la derecha (inclusive la ONU creó el “día de Mandela”), los
socialdemócratas y también parte de la izquierda, tienen la tendencia a magnificar la personalidad y el rol jugado
del y por el señor Nelson Mandela respectivamente, sobre todo hoy -2012- que el afamado personaje ha
cumplido 94 años (sobreestimación hecha intencionalmente para opacar a Fidel Castro y no se diga a Stalin: el
verdadero más grande dirigente político de la historia), esto es, de un individuo (que evidentemente tiene sus
méritos), que frustró la salida revolucionaria que socialistas y comunistas auténticos actores de dicho proceso
(fueron quienes pusieron los muertos) propusieron como salida para la situación de crisis económica y el
apartheid de Sudáfrica; en su lugar, Mandela fue el instrumento del capital interno y externo, el cual procedió a
reestructurar al país (y a superar contradicciones de segundo orden: la discriminación, por ejemplo) para que
determinados capitales se afinquen allí, los que se vieron obligados a ceder ámbitos de poder a un sector de
negros, que han pasado a conducir bis a bis los procesos capitalistas con los blancos, con lo cual Sudáfrica ha
entrado a formar parte del grupo de países selectos conformantes del segundo nivel imperialista: los BRICS,
mientras que en el pueblo negro persisten las condiciones de miseria.
261

elocalización en la perspectiva leninista (El imperialismo: fase superior del capitalismo). Es
evidente la conjunción de fuerzas como impulso de atracción para el capital neotriádico: 1) el
agotamiento de las condiciones endógenas de valorización; y, 2) presencia de variables de
acumulación hacia los cuales va la “iniciativa de lucro”: recursos, población, extensión
territorial y ubicación estratégica (por no cumplir con alguno de tales supuestos, Argentina,
México, Venezuela, tienen limitada fuerza de atracción). Esas son las características –el
leitmotiv- de los llamados BRICS: en todos esos “mercados emergentes” (mercados de oferta
–recursos- y de demanda –población compradora), el modelo de política económica imperante
es de índole neodesarrollista, el que transparenta cierto nivel de racionalización de la elite del
capital multinacional: actualización y reexpresión de esa ideología; en realidad, el capital
acumula, pero deja caer algunas migajas con intención legitimadora (por ejemplo, en el país
más progresista: Brasil, con verdadera emoción se declara al mundo, que para el 2011 su
reserva monetaria internacional oscila entre los 400 mil millones de dólares; sin embargo, la
pobreza, que podría ser erradicada con dicha bicoca, torna en llanto la risa). “Ultima
diáspora”, se dice, puesto que el capital intentará desplazarse fuera de la Tierra (de hecho, ya
hay algunos ilusos que han puesto en venta lotes en la Luna), pero el Cosmos no está
reservado para el capital 353 .
La Informática (novísima forma de división del trabajo, “eje de la renovación general de
la industria y los servicios”), como ya se ha dicho, constituye una rama económica
propiamente tal y, a la vez, es un mecanismo de gestión, puesto que permite optimizar el
proceso organizativo del trabajo, ascender a incrementales niveles en su rendimiento, tomar
medidas de simplificación y de ese modo reducir costos. Sin embargo, como se ha propuesto
también, es un paso significativo de hominización, que pone al stablishment más hacia su
frontera, pues, vincula concepción con ejecución en torno de la producción del producto en
una misma persona, con lo cual “se abre el horizonte de posibilidad para la reapropiación
humana de la potencia del trabajo vivo sobre el muerto, con lo cual asumiría su propia
inmanencia”. En suma, la Informática es una auténtica revolución (junto con la neolítica, con
la industrial), en la medida en que ella ha “creado las condiciones para la reapropiación del
control de la praxis objetiva”. “El conocimiento es la mayor forma de redistribución del
ingreso” y premisa de liberación: “el potencial verdadero de la capacidad de pensar y hacer
cosas que un pueblo puede tener, merced al ejercicio de los ordenadores, de Internet, de las
TIC” (el “software libre”, aspecto vital para las post neocolonias; “el Internet me trae el
mundo a casa” y a través de él, a su vez, llevo la casa al mundo): el ser humano planetario
hace suyo el saber y el hacer histórico, se desenagena, se desaliena (desconecta) y poseedor de
esa potencia genérica: el knowhow, puede hacer todo al margen de la explotación, de la
coerción y la hegemonía (el capital monopólico de Estado hemisferizado, que ha impulsado el
desarrollo tecnocientífico, que ha socializado extraordinariamente áreas de punta en el
conocimiento y la técnica: no es sólo el “nuevo rostro del capitalismo”, pues, los roles están
puestos en la historia: por determinación natural y fijación social, el desarrollo del
conocimiento y su aplicación –la humanidad del Norte-, y la forja de las relaciones humanas
democovivenciales en coherencia -la humanidad del Sur).
La ciencia y la técnica son líneas de acción tan viejas y abstractas (y tan nuevas) como
la humanidad misma, pero la relación más concreta: el capital, ha convertido a la ciencia y a la
técnica en una esfera totalmente subordinada a su razón reproductiva; sin embargo, solamente
cuando el capital ha llegado al nivel absoluto de su realización, en la etapa en la que
precisamente se ha colocado en la cima y comienza el camino en contracorriente de la
historia, la relación presupuesta pasa a dominar todas las esferas de la vida, a establecerse y a
borrar las huellas de su precedente determinación: la ciencia y la técnica pasan a comandar el
proceso, se vuelven estructuralmente determinantes. “El conocimiento se hace cada vez más
democrático, permite pensar en grupo, tomar decisiones mancomunadamente, la gente se hace
visible gracias a la Red”; se produce una especie de revolución por arriba, la que coadyuva a
destruir el sistema capitalista; en realidad, Internet, que originalmente (1964) fuera planeado
para establecer la hegemonía militar yanqui, ha seguido la hoja de ruta regular inherente al
desarrollo tecnológico: de la esfera bélica ha sido transferido al proceso económico, para
353
No obstante, sobre el futuro de la conquista del “espacio”, penden tres amenazas: 1) la sistemática reducción
de retornos a la inversión capitalista; 2) la instalación del hedonismo como forma de vida a prevalecer en el
inmediato futuro; y, 3) el primado de la ideología inmovilizante de retrotraerse al “valor de uso” y al cuidado de
la naturaleza per se.
262

luego pasar a asumir carácter cotidiano de masas, y en el caso específico: ser utilizado por lo
sibersubversivos, como instrumento vertebrador de las luchas sociales, luego La Red: es un
verdadero búmeran (los substratos tecnológicos “explotan en su cara”), que tiene inquietos a
su mentores. En una palabra, es el mundo de la “nueva ecología” (de los “nativos digitales”,
de la “generación audio-digital”, de la logósfera): conjunción del mundo virtual (la Red,
Internet, la “nube”: la conciencia colectiva artificial) con el mundo de los procesos físicos; el
ciber-espacio de las redes sociales. Este es el fenómeno de mayor importancia sistémica, que
evidencia el carácter de la estructura de procesos que se afianzan como contorno de la nueva
fisonomía de la humanidad, y en el que impera totalmente la propiedad de la inteligencia 354 ;
proceso que en el presente demanda de acciones políticas para su resolución, puesto que se
trata de una variable tecnológica que se halla en manos del poder, cuya soberanía requiere de
la lucha. El proceso aludido, por tanto, es el hecho central y de largo plazo, que permite
proyectar una imagen futura de la vida.
Las TIC, Internet, son auténticos “medios de comunicación”, en la medida en que
constituyen un eficaz instrumental de relación intersubjetiva: “el ciudadano ha dejado de ser
un simple consumidor de información, para transformarse en directo productor diario de ella”.
Si bien en una primera etapa se degrada el rigor del dato, en virtud de la naturaleza
significante de este tipo de “empoderamiento”; cuando el parecer general de la población se
cubre de objetividad, el rumor común asume índole de racionalidad. A de tenerse cuidado, sin
embargo, con el uso de los términos hardware, software e información o base de datos, al
referirse con ellos a la estructura y contenidos del cerebro, pues, por dicha vía se simplifica,
cosifica, maquiniza y deshumaniza la conciencia: su carácter orgánico configurado mediante
sentido; de ese modo proceden los modernos informáticos, puesto que para la formación de
sus posturas declarativas sobre las concepciones recurren a los postulados de la Mecánica
Clásica, mas no a los principios de la Física Cuántica, tanto peor a la de los supuestos de la
dialéctica racional (de esta tendencia hacia la deshumanización se puede esperar, no obstante,
que la misma sea el preludio del tránsito de la inteligencia natural a la inteligencia artificial)
355 . La necesidad histórica en medio de la cual se forma la subjetividad colectiva, a futuro se
determina también de este modo: las “redes sociales” constituyen el nuevo “macropoder”
contradisciplinario, contracontrolador, contrahegemónico, que desmonta la eficacia de la
instancia ideológica coadyuvante en la reproducción del poder, y el tradicional sectarismo de
clase de los mass media, cae en desgracia: finalmente se instaura la efectiva y plural “libertad
de expresión” (con las “redes sociales” la población se vuelve omnipresente, se ha declarado
en “sesión permanente”, con relevos intermitentes). Dicho sea de paso, la Universidad
(principal aparato ideológico-institucional suplementario en la política de disciplinamiento y
fundamental en la formación del “recurso humano” calificado 356 ) también decesa, y todas las
entidades integrantes de la red de acondicionamiento predirigido de la personalidad zozobran;
y, termina la consensuada, legitimada y formalizada tarea de disciplinamiento de la población
a través de los cuales el “poder moderno produce individuos gobernables” (dixit M. Foucault).
La reflexión expuesta, no se la formula en la perspectiva de Habermas, o más allá: de
Garaundy, Gorz, Mandel, Marcuse o Horkheimer (eurocomunismo en general), esto es,
mediante el reemplazo en el silogismo, del capitalista por el factor científico-técnico
(determinismo técnico) y la institucionalidad, como contradicción fundamental, sino en cuanto
antinomia formal, siempre sometida a la contraposición entre las fuerzas productivas y las
354
“Imaginación hiperestimulada de los twitteros”; estimulación que es positiva, en dependencia del nivel en el
que el proceso se dé; por ejemplo: en el plano del pensamiento serio es una maravilla, pero en el de la pubertad,
la juventud y en el de las tareas simples y hedónicas, es, en principio, un desastre (“pared de un baño”, se ha
dicho).
355
La Informática ha dado en llamar al pensamiento, a la cosmovisión, a la conciencia, de manera elemental y
hasta sarcástica, simplemente “información”, esto es, una mera acumulación de datos en el cerebro, mediada por
cierto orden de sistematización. No obstante, y aquí se debe apelar a la idea de “cerebro derecho”, no solamente
que el espíritu ostenta, encierra cierto grado de objetividad que le confiere organicidad dinámica a la idea, sino
que ésta recoge de modo racional los rasgos vivos de la realidad, los cuales se prueban en y permiten la existencia
como entes no mecánicos, sino con sentido. La información es materia muerta; la conciencia es materia viva, que
tiene sentido, significado y razón en la comprensión de los hechos y en la promoción fines.
356
En su verdadero sentido, Universidad: institución productora de conocimiento y de tecnología instrumental al
objetivo de desarrollo del propio conocimiento y formadora de la juventud en el saber universal; Estado dentro
de otro Estado, al interior de la formación social burguesa, organización libérrima, que opera en una fase de la
historia, antípoda de la Politécnica: entidad esta última, propiamente burguesa, forjadora del “recurso humano”
según necesidad del proceso de acumulación.
263

elaciones de producción, y a la de clase capital/trabajo 357 . Al haberse creado su concepto (y
luego del ensayo socialista) la realidad capitalista queda en cuestión: se ha vuelto irracional e
innecesaria, fastidia, incomoda, obnubila la inteligencia la presencia en la Tierra de las
multilaterales, del poder estadounidense, de la formación social burguesa; la nueva forma
humana emerge a medida que la fuerzas productivas avanzan en su progreso y de la
concreción cada vez mayor, que los putsh políticos generalizados en el planeta, consiguen de
las nuevas relaciones sociales. El producto es el resultado del largo proceso de evolución
contradictorio humano: 1) contradicción al interior del capital (competencia), 2) entre el
capital y el trabajo, 3) entre el socialismo (no se olvide, que en la época de Stalin el capital
estuvo liquidado en la entonces URSS y su Campo) y el capitalismo, 4) entre el imperialismo
y el socialimperialismo, y 5) entre el neocapitalismo y las formas de economía alternativas
(neoproletariado): en todo este trayecto, el proletariado es el paladín y, a la vez, el sacrificado:
progresivamente ha venido siendo reemplazado por la máquina, en proyección a ser liquidado
por el trabajo muerto. En esta visión se está levemente de acuerdo con E. Mandel, cuando el
señor economista asevera que la bancarrota del capitalismo es producto del progreso de la
técnica, sobre todo de la automatización de la producción. Se está de acuerdo en parte, puesto
que en dicha reflexión se deja de lado el vital aporte dado por el proletariado y por el
socialismo leninista-estaliniano a la transformación del mundo y se hace abstracción la lucha
en curso de las múltiples fuerzas políticas, que actúan al lado de la automatización, a fin de
sacar del todo al capitalismo de la historia. En todo caso, el ser humano cada vez más hace de
la naturaleza su propia obra a través de las máquinas, en la medida en que la sigue
transformando para satisfacer las nuevas necesidades espirituales; en efecto, el “valor
creciente del mundo de las cosas determina la directa proporción de valoración del mundo de
las personas”: cuando el trabajo no está alienado o una vez que éste ha pasado por completo a
las máquinas.
¿Se crea valor, cuando como profesor una persona dicta clase por un sueldo en una
Universidad privada? La labor del profesional citado, se realiza en la esfera de la circulación
del saber fundamentalmente; en realidad, en dicha esfera, el catedrático produce plusvalía,
más no valor, pues, se crea valor en el momento en que se genera nuevo conocimiento o nueva
tecnología 358 . El capitalismo real es el industrial, el productivo, él asociado con el proceso en
el que se crea valor, tanto en el sector de los bienes como en el de los servicios; cuando el
capitalismo pasa a la dimensión (etapa, onda) financiera de base automatizada, ya no es,
strictu sensu, realidad capitalista, tanto peor lo es, si el capital se recluye en la esfera virtual,
de casino. Pero incluso el “capitalismo” que se aladea en la esfera de producción de
conocimiento y de tecnología (servicio y automatización), ya ha dejado de lado su condición
primigenia natural, puesto que el conocimiento incrementa la “productividad” de las
máquinas, mientras que la tecnología decrementa la producción real de valor (vía incremento
de la plusvalía relativa) al sustituir trabajo vivo por muerto. Puede sostenerse, luego, que el
investigador en el frente de la ciencia y de la técnica, produce una mercancía que es realizada
por el empresario (en el modelo puro, toda plusvalía es valor, ella tiene como única fuente al
valor: al trabajo humano), razón por la que el proceso se presenta capitalista ya que el mismo
cumple con las premisas básicas: venta de fuerza de trabajo y producción de valor, pero esa es
una forma bastarda, arbitraria y temporal de economía capitalista; en realidad, la modalidadservicio
del valor, es, junto con el monopolio, la forma última de plusvalía en el seno de la
cual se disuelve el capital: cuando el capital se inclina a la producción de servicios se
encuentra frente a su frontera (en primer lugar, el proceso de producción real ha sido
357
La referencia a literatura sociológica anterior, tiene su razón (alrededor de la década de los 80 del siglo
pasado). El pensamiento actual de los movimientos de izquierda, de los sociales, de los ciudadanos, de la
llamada “sociedad civil” (Echeverría, Quijano, Kohan, Moreano, Habermas, Jamesson, Cardoso, Wallerstein,
Braudrillard), responden a carácter Light en la producción de su perspectiva; en verdad, dichos sectores
solamente se plantan en la esfera institucional, administrativa, en la valoración ética de las anomias sistémicas y
en la reforma como programa político (se deja de lado el hecho de que la humanidad debe cumplir objetivos
parciales y que la apertura del itinerario está condicionado por el progreso de las fuerzas productivas). Los
exponentes más radicales del pensamiento socio-filosófico del momento: quienes se acercan más a aquella
explicación ubicada en la esfera de la reproducción de las condiciones materiales de la vida, se anclan en la
categoría “neoliberalismo” (apertura, privatización, desregulación), esto es, en el modelo, y respecto del cual
formulan llamados éticos (racionalistas, voluntaristas) a combatirlo.
358
La derecha llama mañosamente “cadena de valor” a lo que realmente es “cadena de trabajo”, en la que
segmentos de trabajo no generan necesariamente “valor”, pero cuya presencia permite el movimiento del
producto en el proceso general de valorización, en el que todo tipo de trabajo queda subsumido al capital.
264

automatizado; enseguida, la maquinización de la esfera de los servicios le sigue muy de
cerca). En consecuencia, el capitalismo –en el proceso descrito- ha salido de escena y este
hecho –se dice un vez más- es real, tanto en la vida como en la conciencia: ya no se puede
hacer frente subjetiva a la realidad, con las categorías vernáculas: el modo de producción ha
cambiado.
En el horizonte ideológico de las “respuestas” frente a la “crisis”, en un extremo se halla
Gramsci (liderazgo cultural: guerra de trincheras), en el otro Kondratieff (fordismo,
toyotismo); en el primer caso, la propuesta como opción de la manipulación libre, inteligente,
estratégica de la historia (subjetividad creadora: la revolución es posible hacerlo en cualquier
momento 359 ); en el segundo, el fatalismo de los grandes períodos en los que se reproduce
infinitamente el capital 360 . En el ínterin se incorpora la tesis regular de la Economía Política
marxista: la producción social y la apropiación privada del producto, el cual debe ser realizado
en –pasar por la dificultad que constituye- el mercado (dotarse de liquidez: conversión de
la plusvalía real –del valor real- en plusvalía monetaria –valor numerario-, necesidad que se
enfrenta a la estructura de deficiente demanda efectiva, aspecto condición del estado de
desarrollo de las fuerzas productivas (automatización) y de las relaciones sociales
subsecuentes de distribución (en frente de Gramsci y Kondratieff: la determinación fáctica de
la “civilización”, que hace que se dé de bruces la expectativa de largo plazo capitalista: la
automatización destruye de consuno capital y trabajo; y, con la caída del capital desaparece el
“sujeto” de esa forma de propiedad y los aparatos en los cuales aquel opera: FMI, BM,
OTAN, complejo militar-industrial, las petromonarquías, la “mano invisible” del mercado que
ha sido mediatizada por la mano visibilizada del monopolio,…) 361 . La reproducción del
capital requiere de la atención de la inversión (ciclo económico, departamento I), no
solamente al interior de la empresa, sino también fuera de ella como formación del “capital
social”: instalaciones industriales, ferrocarriles, canales, formación de trabajadores calificados
(Kondratieff, departamento II) 362 .
La tesis acerca de que el capital se mantiene eternamente si no se lo liquida (percepción
de una corriente de izquierda marxista), esto es, que el sistema de manera natural no
desaparece al llegar a un determinado grado de desarrollo, niegan: 1) la ley del inicio y fin de
359
Marx, en cambio, claramente sostiene: “Aunque una sociedad haya descubierto la ley natural que preside su
propio movimiento -y el objetivo último de esta obra es, en definitiva, sacar a la luz la ley económica que rige el
movimiento de la sociedad moderna-, no puede saltarse fases naturales de desarrollo ni abolirlas por decreto.
Pero puede abreviar y mitigar los dolores del parto” (Marx, Carlos. Prólogo a la primera edición de El Capital).
360
Luego del “toyotismo”, ya no quedan fases similares para el futuro; pues, el trabajo ya no puede ser
organizado y explotado de ninguna manera, puesto que éste simplemente ha sido suprimido por la técnica. La
partera del cambio ha cumplido su papel en la historia: no volverá más por la vida; es la misma madre (las
fuerzas productivas) y sus allegados (las acciones conscientes antisistema) que deben aplicar las enseñanzas de la
comadrona. Así como no puede haber una tercera y última guerra mundial (aunque ésta dé inicio y produzcan los
primeros impactos letales dada por orden de unos cuantos desquiciados mentales sionistas, yanquis o zajones; lo
cual no quiere decir, que los “bloques comerciales proteccionistas, las devaluaciones competitivas, la lucha por
zonas de influencia hayan desaparecido” –dixit O. Astarita), porque ronda el peligro (por la magnitud de las
consecuencias) que se acabe incluso el planeta, no se puede plantear la revolución como método de cambio,
debido a que el contendor es poderoso: a ese enemigo, solamente la historia (la automatización, el descenso de
retornos) y la intervención de la masiva población mundial, pueden hacerle frente.
361
El modelo político gramsciano es un constructo subjetivista que no incluye el movimiento de las fuerzas
productivas; Kondratieff no lo hace con las relaciones de producción (la conciencia y la correlación de fuerzas),
luego, es una posición en extremo ontologista; que las fuerzas productivas se impongan en los hechos históricos,
pero no en el interior de los ciclos largos, depende también del estado de la conciencia y de la correlación de
fuerzas (lucha de clases), por una parte. Por otra, el capitalismo puede ser visto (con respaldo también en
estudios estadísticos que al respecto de han hecho), según una segmentación en tres “ondas largas” sin
cosificarlas, puesto que dúctilmente en ellas se incluye la presencia del sujeto: onda concurrencial (la que va
desde la fase de acumulación primitiva y de ingreso a la operación del capitalismo a través de sus leyes
inmanentes, hasta 1870: la guerra franco prusiana); la onda monopólica (hasta 1956); y, la onda transicional
(tecnológica-de instalación de relaciones sociales solidarias, hasta el 2020 ¿?).
362
En la economía sucede lo que pasa en el llamado “ciclo intergeneracional”; el mismo: no existe. En realidad,
las diversas edades se hallan trabadas, mezcladas, tornando imposible su demarcación. La innovación técnica de
efecto general sobre la economía, la reorganización de ésta bajo dicho efecto, la inversión de reposición en
“grandes infraestructuras” de incidencia colectiva, semejan la clasificación de la población por predomino de
edad es su pirámide: población joven/población vieja; ondas éstas, que si bien se asocian a través del conducto
que se desprende de la percepción, tiene directa derivación, más bien, del carácter del proceso de producción
material, que atraviesa un colectivo. En la economía: las “contratendencias dilatorias”, que golpean la acción
dinámica de la “lucha de clases”, tienen sobre sí el peso del progreso “autónomo” del avance dinámico en el
movimiento progresivo de concretización de las fuerzas productivas.
265

todo proceso 363 ; 2) la lógica progresiva de la historia; y, 3) coinciden con Fukuyama, esto es,
con quienes sostienen el supuesto sobre el equilibrio dinámico eterno del capitalismo en
perspectiva inversa con la sucesión espontánea anterior de los modos de producción
precapitalistas (o incluso del llamado “suicidio” del socialismo) 364 . De la impugnación
expuesta, no se deriva la sugerencia, de que hay que resignarse a esperar el automático deceso
(completo) de la estructura burguesa o desconocer el carácter homeostático de la
superestructura y la conciencia capitalistas, es decir, que no debe derribarse al capitalismo; en
realidad: debe proceder a derrocárselo, pero una vez que éste haya cumplido su misión en la
historia o cuando la conciencia colectiva esté lista para suplir a dicho sistema en el frente de la
continuación del desarrollo de las fuerzas productivas. Ahora bien, la historia no retrocede
para decepción de ecologistas, etnicistas e izquierdosos folclóricos light (de las “nuevas
estéticas”): del hedonismo; si lo hiciera, ella negaría la vida de la inteligencia. La salida está
en la robótica: en su desprivatización, en su completa socialización (democovivencia, valor de
“usufructo”). Lo cual implica asumir la conducta paradójica de perseguir la desaparición del
capitalismo, como el mirar con respeto a ese monstruo; en realidad, el capitalismo no deja la
historia por designio de la voluntad, sino cuando esta “edad” de la humanidad, se ha realizado
mediante el cumplimiento completo de la misión entregada por la necesidad histórica 365 .
¿Cuál es la postura decorosa en medio de la paradoja? El capitalismo es una etapa realizada ya
(“ha sembrado un árbol, ha procreado un hijo y ha escrito un libro”); si algún proceso
complementario en el desarrollo de las fuerzas productivas (la concreción) queda, este puede
hacerlo el nuevo modo de “producción” (modo de consumo); la real diferencia entre
completamiento del desarrollo de la civilización (robótica inteligente) por la conocida ruta
capitalista o por la transicional estriba en que dicho aporte seguirá significando sacrificios
para la especie si se sigue por la vía del mercado, mientras que si se lo hace por fuera del
sistema burgués, se puede alcanzar la meta, pero ya en términos de verdadero humanismo (no
explotación, no dominación, no guerras, no afectaciones a la ontología natural de la vida).
363
Fiori (La nueva carrera imperialista. Entrevista a José L. Fiori; diciembre del 2008) dice que hay señales
“Por todos lados” que permiten sostener, que el poder estadounidense se podrá transformar pero que no
desaparecerá nunca “a menos que este sistema o universo desaparezca como un todo”; se puede decir también,
que existen indicios (forma financiera-virtual del valor, incremento acelerado del desarrollo del proceso de
robotización productiva, formación de economías alternativas y desconexión, fusión de producto y ser en la
“mercancía” conocimiento, evolución de las conciencia de las masas –oposición a todo tipo de diferenciación y
privilegio: el machismo, p. e.-, el nacimiento de la CELAC, la socialización de la tecnología, la movilización
proecologica, etc.) por todos lados: “pequeños conflictos ya son manifestaciones de cosas que están en curso”,
que demuestran que el neoliberalismo, el neoimperialismo (etapa que efectivamente existe y que es la última de
la forma burguesa de reproducción humana; en el siglo XV no había “exportación de capitales, p. e.), que el
capitalismo se halla en “sala de velaciones”.
364
Es elemental. Si el ser humano es un sistema orgánico; si la reunión de estos seres da lugar a la llamada
“sociedad”, y si esta última, constituye también un sistema orgánico, quiere decir, que sobre los dos se imponen
las leyes que rigen para todo sistema orgánico: ha nacido, crece, se estabiliza, degenera y decesa; llega al
concreto: se despliega multilateralmente, compite, se muestra como mejor, para lo cual asimila todo para sí,
destruye los factores que se le oponen, crea los que le falta y describe una onda típica de existencia de un ente
vivo. Si se yuxtapone incluso mecánicamente este patrón de ser como presunción sobre la estructura y
funcionamiento de la formación social capitalista, inferencialmente se concluye que la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia provoca ciclos económicos reiterados acumulativos de mayor longitud, en
preparación para el advenimiento del salto: la emergencia de una nueva cualidad (fase) en el movimiento
progresivo humano, de modo ineluctable: sea como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas, como
producto de la acción de la voluntad consciente o como resultado correlacional de los dos. Esta deducción
hipotética: ¡es exacta!; la misma rebaza las conjeturas científicas de la Economía Política marxista actual
(Astarita, Fiori), que se sustenta sobre la “anomalía” histórica socialista y la sobremaduración capitalista, que
trasunta la tendencia a imponer la idea burguesa de la eternidad de las relaciones sociales, sobre la coyuntura en
curso de la humanidad global.
365
¿Por qué el capitalismo subsiste? (una forma humana completamente irracional a los ojos de todo ser humano
sensato: diferencia de ingresos, desigualdad, desempleo, pobreza, concentración de la propiedad de la tierra y del
capital y ausencia de dichos factores para amplios sectores, propiedad privada, delincuencia, división del trabajo,
existencia de clases). La única respuesta es, que el capital todavía tiene que cumplir una función en la historia:
completar el desarrollo de las fuerzas productivas, pervivencia que sin embargo aparece como simple deseo
hedonista del sector minoritario asociado a la avaricia, a la soberbia o a la megalomanía, en momentos en que la
nueva razón no se ha socializado lo suficiente como para imponerse. Esa es la percepción: el paradigma; su
ruptura dice que el grado de automatización alcanzado, la conciencia anticonservadora que ha fijado el marxismo
en la mente colectiva, la crisis económica, la ambiental, la de valores y el fastidio de la persistencia de lo dado,
hacen del capitalismo una abstracción.
266

En verdad, solamente –se insiste- el acto de negación en la mente de la realidad dada,
permite pensar en el nuevo mundo, en los hechos que vienen: en el escenario que se concreta
como efecto de la plasmación de las tendencias abiertas en los cimientos materiales de la vida:
la economía, aunque esa realidad (la capitalista) se halle aún entre los vivos. En la edad
madura uno puede percibir qué rasgos de la juventud todavía se mantienen en ella y en qué
grado, y qué otros se han ido para siempre del cuerpo y de la personalidad; a la vez, en dicha
etapa de la existencia, en la conciencia adquieren relieve las formas de la próxima, de la nueva
fisonomía del cuerpo: la vejez; en este caso: o bien se dice que todavía se es joven
(neocapitalismo: “neoliberalismo globalizado” -sic) o que se está a portas de ser un adulto
mayor (comunismo; sistema: “el cual asoma ya por todas las ventanas del capitalismo
posmoderno”, incluso tras la referencia: “influencia de las redes sociales en el cambio global
hacia la cibercultura” 366 ). La tendencia clara en el mundo de hoy (2011) es a la
homogenización: la desbalcanización (crisis de las cúpulas, y aproximación solidaria de los
pueblos) en la Unión Europea, la occidentalización en el panarabismo (el movimiento de
descolonización del Maghreb es a la vez integrador de la visión moderna de organización
humana), Chile se encamina a integrar la órbita de países socialistas del siglo XXI (es decir, a
ingresar en la propensión occidentalizadora socialdemócrata, en la que se hallan los BRICS,
por poco lo está EU con Obama y Europa con los Indignados: “la actual crisis financiera,
especialmente en Estados Unidos, es el fin político del neoliberalismo” –post etiquetados ´ciclos
kondratieff´”. Sobre la coyuntura, noviembre del 2008), el mestizaje racial global 367 , la
estructura orgánica plana de la empresa (que formalmente contradice la “ley del valor”, la
explotación y la diferencia de clase), las mujeres asumiendo roles de varones y viceversa, el
ascenso tozudo de la tolerancia y promoción de la homosexualidad (pronto no se sabrá si una
persona es macho o hembra –la homosexualidad femenina y masculina); al final de todo esto,
solamente se alzará el individuo asexuado, en el que la única función sea la del pensamiento:
el salto supremo, la negación de la negación máxima, el desembarazamiento de la
emocionalidad y el imperio absoluto de la racionalidad, es la nota (“después del placer viene
la calma”; “la persona masculina: ¡no llora!”) 368 . No obstante, con lo expuesto, no se quiere
decir, que la lucha política haya terminado; ésta, en realidad, se presenta de otro modo, en otro
frente, y esa es también una característica básica de la transición 369 . En dicho entorno, los
366
En cierto modo es así, puesto que existen “grados de cultura” (en los que se ubican los diferentes
subconjuntos humanos en el planeta), no diferentes “culturas”. Cuando en esta “ponencia” se alude al término
“cultura”, se asume el mismo como sinónimo de “humanidad” (la identidad de ésta, por sobre sus diferencias
civilizatorias y espirituales, es que todas son agrupaciones de “unidades de inteligencia”, siendo lo común tal
cualidad), esto es, como la praxis o transformación de su “estado en potencia” hacia forma reificada, objetivada
de la propiedad que es común y privativa del género: la inteligencia. Todo producto material o espiritual que ha
salido de la mano del ser humano ocupa el campo de la cultura, para cualquier subconjunto genérico, sitio o
momento. La humanidad (la cultura: suma de comportamientos humanos –económicos, políticos e ideológicos)
abarca el conjunto de realizaciones objetivadas: las fuerzas productivas (la ciencia y la técnica, cuando no al
propio ser humano automejorado por la genética o por la biónica –deben incluirse plantas y animales
manipulados para su mejoramiento), esto es, el campo de la llamada “civilización” (suma de instrumentos
creados por el ser humano insertos en el movimiento del progreso): los instrumentos creados por el ser humano
en el transcurso de su práctica social como trabajo (output, infraestructura, maquinaria, equipos y herramientas,
con su respectivo modo de uso; se incluye su cascarón: la ciudad, el piano y su método respectivo de aprender a
tocarlo, así como al robot), que median su organización y el paso a esferas más altas de perspectiva de
necesidades y del consecuente desarrollo instrumental implicado en su satisfacción. La humanidad (la cultura y
su objetivación progresiva temporal como civilización) se compone de dos esferas: la material y la espiritual
como efecto de la producción material y de la paralela producción de ideas (datos sobre esa materialidad:
ontología y praxis –proceso colectivo de trabajo). La ubicación precisa en el campo semántico de “cultura” y
“civilización”, permite asumir al estudio del ser humano a través de las asignaturas: Antropología Física y
Antropología Espiritual.
367
Las crisis (económicas, cambios climáticos, estrés sobre el agua) van a promover las futuras grandes
migraciones, lo cual fomentará el mestizaje (el fenómeno está en marcha entre Latinoamérica y España).
368
El homosexualismo es tolerable, no por los argumentos usuales que esgrimen sus defensores, esto es, como
un caso de elección opcional de la orientación sexual o de género, para la que una persona que tiene órganos
reproductivos de un género quiere “racionalmente” cumplir las funciones de otro género, contradiciendo lo
dispuesto por la naturaleza; sino que lo es, por cuanto la humanidad como tal y como un todo, está pasando a
cumplir nuevas funciones, para las que el hedonismo y al reproducción biológica, ya no son sustanciales.
369
Por su parte, el gramscismo, el neomarxismo y el subjetivismo voluntarista en general, siempre se dieron de
bruces con la realidad: no es por gusto o por elegancia de superior racionalidad, que la gente pugna por el
cambio; es la crisis, son las dificultades económicas de reproducción lo que mueve a la población hacia la
protesta, al activismo político en el interior de formas humanas escindidas y en las que la satisfacción de
267

comunistas radicales han perdido sentido histórico, no en cuanto al objetivo (el comunismo),
sino porque su conciencia sobre el movimiento social en curso, es insuficiente; por cuanto
todo su programa de lucha es improcedente y debido a que la actuación política práctica se
realiza con “compañía” (con el ejército proletario), contra contendores y en un escenario, que
no es el real.
La sociedad comunista: ¡es un hecho! (sin saberlo ellos mismos –los comunistas, los
socialistas y los marxistaleninistas- han sido sus artífices racionales); su “compañía”: el
proletariado, se ha retrotraído a “clase en sí” 370 ; mientras que los capitalistas se hallan en
franca descomposición en el capital ficticio financiero especulativo (D-D´), en la sociedad por
acciones y en la automatización; y, finalmente, el escenario se halla conformado por dos
grandes actores: los subversivos, los ciudadanos, el pensamiento crítico y las fuerzas
productivas (personas concretas) de la ciencia y de la técnica, los cuales confieren forma a la
comunidad humana supramoderna (esas son las fuerzas históricas del “movimiento histórico
que las hace nacer… en este movimiento naciente del futuro, se insinúa la abolición de la
forma presente de las relaciones de producción”). Ahora bien, en ánimo de relativizar
intencionalmente las propias ideas, para colorearlas con tintes más objetivos, se arguye que
como en la realidad, la percepción tiene también sus propensiones opuestas. En efecto, el
proceso de modernización, precisión y desarrollo, que Diego Guerrero comunica haber
realizado mediante su excelente trabajo sobre las teorías de “valor-trabajo” y de la “crisis” de
Marx, conducen al señor economista ibérico a considerar que el capitalismo, no solamente que
no está acabado, sino que las crisis de sobreproducción deben conducir a la destrucción de
capital (guerras, movimiento de las bolsas, “quema de productos para sostener precios”), a la
catástrofe y a más capitalismo; en palabras del propio investigador: “Como no me da miedo
equivocarme, lo digo aquí. Tras el análisis de la situación, mi pronóstico sólo puede ser que la
catástrofe está a la vuelta de la esquina. Pero que nadie se haga ilusiones, porque la bocacalle
que hay después de esa esquina puede reconducirnos a más capitalismo 371 ; este progreso
perceptual sobre el cual se elabora proyección tan macabra sobre la humanidad en el 2000, ha
probado ser teóricamente válido al confirmarse parcialmente en el período 2008-2011, su
pronóstico: el capitalismo ha experimentado la conocida crisis financiera global, mientras que sus
eslabones de más alto poder han realizado intervenciones genocidas en Irak y Libia (está
pendiente la tercera guerra).
A propósito, descubrir la punta del ovillo de la conspiración de los “halcones de
Washington” contra la humanidad; representar la totalidad del complejo sistema de
estructuras y procesos de dominación de largo plazo del más antiguo y efectivo poder global
de la vieja clase: la dictadura hereditaria clasista, que se conforma en la era servil-señorial,
que se transforma en burguesía militar global actual y que se traspasa dinásticamente
generación tras generación (de modo, no necesariamente filial) como poder económico,
dominación política (coerción) y hegemonía (consenso) sobre la conciencia general de la
población mientras bloquea el proceso de desarrollo de las organizaciones populares, es
posible advertirlo hoy, con la información de que se dispone (¿qué se necesita para actuar?:
intereses racionalizados, doctrina -filosofía, “principios”- objetivos, estrategia –métodos de
prospección-, aparatos, programas –Gantt, PERT, CPM, ROY, Proyect, Tean up-, recursos
–humanos, financieros, materiales, poder de la fuerza, ideológicos: mitología narcótica
luterana, teoría el conflicto, negociación). Sistema bien empaquetado de poder: la comisión
necesidades se produce mediante el trabajo humano (Los Indignados de Europa, Ocupa Wall Street en EU, los
Sin Tierra de Brasil, son pruebas de última data, más que evidentes de la perogrullada).
370
En la actual teoría sociológica, frente al proletariado cabe: insistir en remarcar las características clásicas de la
clase obrera, teniendo como indicador la explosión del desfile del Primero de Mayo, o averiguar cuál ha sido su
mutación (si la ha habido), (concepto que se cohonesta, por lo general, con otro: la “tesis catastrofista de una
´crisis interminable de pudrimiento prolongado del capitalismo´-que de hecho parece dominar entre la mayoría
de los economistas marxistas”; dixit C. Katz: Ernest Mandel y la teoría de las ondas largas; marzo del 2000).
Los proletarios actuales: 1) quienes no quieren la revolución sino la reforma, y 2) los que desean la revolución,
pero que no pueden hacerla, porque la época de las revoluciones ya pasó, se agotó con su realización efectiva y
total en Octubre de 1917 y en otros procesos conexos, derivados o paralelos, se convierten todos en subversivos
y se integran a ese torrente. En realidad, la categoría “subversivos” pasa a cubrir también a los propios
trabajadores al cambiar su psicología con las modificaciones en las condiciones de trabajo (una máquina/una
persona, desarrollo de competencias intelectuales, la tercerización, el trabajo por horas, la maquiladora
–precarización-, e ideológicamente con el impacto de la llamada “crisis del proyecto socialista”).
371
Guerrero, Diego. Reflexiones sobre la teoría del valor y de la crítica económica capitalista desde una
perspectiva crítica, octubre del 2000; diego.guerrero@cps.ucm.es.
268

Bilderberg (secta mundial: cumbre estratégica), la Trilateral; think tank del Pentágono:
simulación multivariable de escenarios y planeación del dominio planetario de largo plazo
(soporte técnico a la decisión); la CIA (espionaje, espionaje satelital, agentes de la CIA), el
FMI, el BM, las sectas religiosas evangélicas, la OTAN, el complejo militar industrial, la
Escuela de las Américas (preparación de la “boa constrictor” latinoamericana con miembros
de los propios pueblos sometidos; los felipillos 372 ), Silicon Valley; la ideología económica
neoclásica, la democracia liberal, el evangelismo “aséptico”; la Doctrina Monroe, el Consenso
de Washington, la Pax americana.
A este sistema siniestro, que cuenta con liquidez monetaria: el patrón dólar (máquina de
imprimir moneda), con intelligentzia planetariamente cooptada, con konwhow,
institucionalidad y recursos materiales, se enfrentó airosamente el proletariado sin más
poderío que su conciencia y su organización, y tiene que hacerlo hoy (herencia en la lucha) el
nuevo sujeto amalgamado de la historia: la subversión, la intelectualidad progresista y la
población hemisférica (el proletariado dejó revolucionarizando al planeta: hoy, todo el mundo
hace la “revolución”: las mujeres, las etnias, los ecologistas, los GLBT, los “gay” hacen la
revolución de modo exacerbadamente hedónico: morboseándose mutuamente); sistema
oligárquico global, que tiene la desventaja de que no es imperial sino imperialista (pues, es
triádico: EU, UE, Japón, que opera en el frente geopolítico: lucha entre fracciones a lo interno
del capital por el dominio del mundo), que experimenta disidencias en su seno, que tiene
como determinación opuesta para sí (búmeran) al desarrollo de las fuerzas productivas al que
está obligado a impulsar (la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, productividad
monetaria marginal de la tecnología), así como a la fricción ecológica y de escala del planeta,
y a la propensión creciente hacia la lucidez de la conciencia por parte de la población. Las
fantasías aquellas acerca de que el ojo grabado en la parte superior de la pirámide en el billete
de un dólar estadounidense de modo omnipresente mira al mundo (vigilar y castigar,
disciplinar para volver masas gobernables a los distintos subconjuntos humanos establecidos
en el planeta –M. Foucault), no es del todo ilusa. Todo indicaría, pues, que el capital sólo
opera para él y no para la historia; empero, el metacometido humano está de por medio y se
superpone: el capital es el instrumento más ciego de la historia.
No obstante, por el momento, la conspiración burgués-militar contra la humanidad está
presente. “Un grupo autodenominado ´halcones´ de Washington luego de la defección del
socialimperialismo soviético (Caída del Muro de Berlín), decidió que no iban a permitir que
nunca más surja en el planeta una potencia que rivalice con ellos; se propusieron someter ad
terroren al género con la OTAN y la creación de nuevas Bases Militares, Comandos y otros
puestos de avanzada castrense, listos para atacar preventivamente puntos-objetivo de otros
grupos económicos y a los pueblos que propugnen liberarse” (dixit Ana Teresa Gutiérrez),
(dicho sea de modo intempestivo: sólo ahora la humanidad puede hallarse en condiciones de
entender a Stalin; la grandeza de Stalin viene dada por la importancia de los procesos sociales,
humanos, históricos, al frente de los cuales le cupo estar 373 ). La pretensión imperial no
sistematizante ni organizadora del mundo sino coercitiva de sometimiento violento, que ven y
no ven quienes adhieren a la tesis del “imperio”, se muestra en toda su magnitud en curso (de
colisión con la economía solidaria y la democracia deliberativa) y en vías de frustración. En
efecto, la historia (la tendencia creciente a la reducción de retornos, que erosiona la
acumulación) no está permitiendo que los halcones de Washington consigan su propósito. El
372
La Escuela de las Américas –como se sabe- pertenece al Comando Sur yanqui; es una escuela de instrucción
doctrinaria de los brazos armados (ejércitos: franquicias criminales instaladas en los clusters neocoloniales) de la
oligarco-burguesía estadounidense.
373
“Muchas almas caritativas se espantan al saber que en la Unión Soviética se ejecutó y encarceló a miles y
dan por sentado que todos estos eran inocentes. ¿Quiénes son estas dulces almas de la caridad?, aquellos que
no han visto la pobreza, que no conocen el hambre ni la carencia que consideran que los salvajes somos los de
abajo, los que no estudiamos”. Stalin: “Aquel ser humano que para nosotros es símbolo de lucha, para la
burguesía y sus esbirros es imagen de terror, y como no va a serlo, si representa el fin de su reinado de
explotación, el fin de la miseria, del hambre, el fin del asesinato entre pueblos que tantos beneficios les ha
traído” (Acción comunista. E:\LIBROS y TEXTOS aclaratorios sobre la figura de STALIN). En realidad, el
ejercicio de la “política de modernización” de los años 20-30 del siglo XX condujo a la ex URSS a ser lo que
fue (e incluso lo que siguen siendo hoy varias de sus desmembraciones), pero trotskistas, el subjetivismo
especulativo, el culturalismo y otros cultores abstractos de la democracia y el hedonismo emparentado con la
noción de felicidad sensorial simplona, deploran esta decisión, la cuestionan y concluyen que allí ocurrió el
viraje: la traición al socialismo por parte de la burocracia; empero, los pueblos no sólo viven de palabras y de
circo, sino de pan.
269

freno a los halcones sicópatas de Washington está en casa: en el propio pueblo
estadounidense; si deciden atacar a Rusia y a China (a Irán, a Siria, a Venezuela) y a asesinar a
media humanidad: ¿cómo van a justificarse ante su pueblo, cuya vida y criterio no les interesa,
pero que les es útil para sus planes económicos y dado que la rebeldía o revolución in situ,
será difícil controlar?
Ahora bien, debe saltarse de la inmanencia económica (del plano humano en el que el
capital se muestra vivo y eterno) hacia la totalidad del proceso de la historia, para advertir un
panorama muy diferente: la competencia empujó al capitalismo hacia el monopolio y hoy lo
induce a prescindir del trabajo vivo (sin trabajo vivo, no existe trabajo pasado); si este último
argumento lógico es exacto, el sistema no puede controlar los poderes adversos de la ciencia y de
la técnica, que ha creado con sus conjuros, éstos se le vienen encima, además, le salen al paso las
formas económicas alternativas, la propia disidencia incruenta interna al capital (Foucault,
Habermas, Lechner, Boladeras) y la estrechez planetaria frente a la escala real de los negocios: de
manera que la forma burguesa se halla de cara a su límite 374 . Por otra parte, sólo cuando ya existe
una forma alternativa a la plasmada, dispuesta a asumir la misma función, a seguirlo cumpliendo o
a realizar un nuevo papel en la historia, el patrón vigente, se puede decir (se ha afirmado ya más
atrás), que realmente entra en crisis. Si el capitalismo no ha conseguido aún concretizar el
desarrollo de las fuerzas productivas materiales en el sistema de automatización completo, debería
suponerse, que su rol está vigente, por tanto, que, por sobre sus conflictos periódicos, éste no se
halla, de verdad, en crisis; no obstante, formas solidarias de vida y paradójicamente prometeicas,
ilustradas, iluministas, tecnocráticas, han emergido y son conscientes que deben continuar y
concluir dicho desarrollo y paralelamente generalizar el marco de relaciones cooperativas,
solidarias, fraternales, en el interior de las cuales se reproducen. El capitalismo, por consiguiente,
visto en el interior de la trama completa de la historia, es un valor (como la juventud lo es,
comprehendida en el curso completo de la vida de una persona); y, el socialismo es el modo de
producción necesario en el curso humano, por tanto, se halla sobreentendido en la historia viva,
pese a que su “desaparición” indique lo contrario; en realidad, capitalismo y socialismo se hallan
atados y en anulación recíproca en el momento transicional en curso.
Nuevas determinaciones en la madurez de la economía: fuga hacia adelante.
El momento culminante de la fase en la que el sistema se encuentra ante su frontera, y para
el que “la hora de la verdad”: su negación, “ha llegado”, se singulariza en virtud a que la
producción de valor se torna indirecta, en tanto tiene lugar, casi de modo exclusivo, en la esfera de
los servicios; la plusvalía, por su lado, se reviste completamente de su forma relativa, símbolo de
la metamorfosis superior, encargada de cerrar todo despegue. El proceso, en su contextura real,
tiene tras de sí, su forma evolutiva (cadena de hechos de la humanidad, que la han llevado tan
lejos). El trabajo humano (actuación del lado izquierdo del cerebro, que en la historia se opone de
modo incremental a los dictados sobre la vida del hemisferio del goce –del reptiliano, del
límbico), ha saltado a lo interno de la estructura sectorial (agricultura, industria, servicios); y, en el
último sistema clasista, lo hace al interior de la estructura del capital (comercial, industrial,
financiero –onda Kondratieff-, científico-técnico, “virtual”); es este carácter, propio de esa
particular forma de movimiento progresivo del proceso de trabajo y del capital hacia su fase
superior, el que actualmente impone “la escisión del capital en monetario y en productivo, y el
cual fundamenta la civilización de la ‘imagen’, de la ‘realidad virtual’ presente”. De manera que
el movimiento cronológico en su vertiente meramente descriptiva se presenta como una ruta lineal
evolutiva, que se inicia con la “economía agrícola”, continúa con la “industrial”, pasa a la de los
“servicios” comerciales e improductivos, de allí se conduce a la financiera, luego a la de la
“ciencia y la tecnología” (conocimiento) y, finalmente: a la de “casino” 375 . En el presente
escenario social, las esferas de las diligencias, del intercambio, del dinero, de la virtualización y
del azar, han distanciado al trabajo de la dimensión real (de la onda productiva), se han
independizado de ésta y se le contraponen en la forma más acabada de alienación; este fenómeno
total neomoderno, se ve atravesado por continuos descensos en los niveles de productividad,
374 El molino del conocimiento conduce a la humanidad hacia el estadio comunista de su itinerario; la etapa de
acumulación de la humanidad, ha concluido (por vía capitalista, pues, el sistema burgués tiene como misión en la
historia producir la base material del mundo nuevo, y esta base no está conformada por stock de productos o
cualquier otro tipo de inventarios cifrados como riqueza; la misma consiste, por el contrario, en el sistema
automatizado de producción): el capitalismo ya nada tiene que hacer en la historia.
375 En realidad, se consolida la “región teórica” componente de la “esfera espiritual” (el vulgo llama “cultura” a
esto); teoría científica, que con las regiones: estética, ética, deportiva, tecnológica, etc., componen dicha esfera.
270

directamente derivados de la creciente subutilización de la capacidad de la fuerza de trabajo, de la
ciencia y de la técnica: de las fuerzas productivas, en general; y, el sistema se halla en pie, merced
a la disposición de producción de origen cada vez más automatizada y del aporte de las estructuras
no capitalistas de reproducción.
En el interior de la propia estructura económica del sistema, de cara al dique puesto al flujo
de las diligencias emprendedoras por la “carrera tecnológica”, en la cual –por tanto- se hallan
inmersas todas las unidades de negocios, con el objeto de proveerse del sustento financiero para
innovar y competir: ¿de qué manera las empresas se hacen de inversión? Apelando a los procesos
de “ventas a futuro”, de la “titularización”. ¿Cómo el sistema financiero especulativo bursátil se
retroalimenta, opera en sí mismo? Por medio de la eficacia creativa de los “nuevos productos
financieros”. Es la arquitectura del sistema ficticio y de especulación fluctuante de las tasas de
interés, de la rentabilidad de los “títulos-valores” y de otros instrumentos análogos: la nueva
determinación compleja del mundo, la que incrementa progresiva, automáticamente el caos, la
hipersensibilidad, la incertidumbre, frente a lo cual queda expedito el camino para que emerja la
oferta de servicios de “cobertura de riesgos”. Esta es, pues, como muy bien se sabe, la
particularidad coyuntural de la crisis cuando el capital ha llegado al concreto, con efectos
estructurales e históricos, en el interior de la cual se ha dado el impresionante proceso de “súper
monopolización”: quiebra, absorción o concentración de capitales, con impacto en las Bolsas de
Valores (los problemas actuales, que experimenta EU –banana republik con armas atómicas- para
reproducirse como imperio, son reales: crisis económica, necesidad de recursos, pérdida de
competitividad, cuadro que se asume superar, apelando al control castrense del mundo 376 ). La
especulación financiera (neokondratieffiana) ha pasado definitivamente a someter a la economía
real: por medio de la “titularización” (modos alternativos de financiamiento de las empresas
–ese el pretexto), las diversas formas patrimoniales se vuelven paralelas: en canal para la
especulación; este tipo de economía oscila en sí mismo, ampliando la forma monetaria ficticia de
riqueza, que es muy volátil; por supuesto, estas operaciones (productos derivados, colaterales,…)
son riesgosos y requieren de protección (el complejo sistema de seguros); esta es la manera como
procede hoy el poder en la esfera más desarrollada: la virtual, que también vuelve surrealista el
sistema todo 377 . En la cima se ubica la “forma numeraria” del valor; es la frontera: no puede
avanzarse, tampoco “volver sobre los propios pasos”; en el primer caso, por cuanto queda en
frente la nada, el precipicio: ¿de qué otra manera se pude representar el valor (el trabajo), luego
del dinero electrónico, del simple registro contable informático?; en el segundo, una vez dado el
nivel de desarrollo de las fuerzas productivas (automatización), no se pude retrotraer hacia formas
de producción ya superadas por la historia: de la Laptop, ¿sería propio volver a la Rémington? Ni
para atrás ni para adelante: para encima, hacia un nuevo nivel.
En el plano objetivo, de la “‘lógica’ histórica”, el sistema financiero, abstracto, unilateral
en sus comienzos allá en las primeras transacciones en el reinado del “capital” comercial en las
formas colectivas humanas europeas, asiáticas y orientales en general, se vuelve la determinación
esencial que envuelve todo tipo de actividad económica, de modo que asume carácter multilateral
y amplio, en la fase de su concreción: Mercado de Crédito informal, Sistema Bancario, Bolsas de
Valores y Mercado Bursátil. Estas nuevas determinaciones a través de las cuales el capital ficticio
de la financiarización (y la gobernanza) se concretiza en toda la esfera y sobre la humanidad en
general 378 , aparecen con el rostro de complejo sistema de nuevas ofertas bancarias y bursátiles,
operantes en flujos intensos y volátiles, que conducen de modo irremisible hacia la creación de
recíprocos subsistemas de especulación en el área de la seguridad, comprime la economía real, se
376
En realidad, tres fuentes de ingresos “reales” sostienen al sistema en su frente central: el narcotráfico; la
guerra (la producción bélica, la reconstrucción de áreas devastadas por intervenciones militares imperialistas); y,
la toma abusiva (“desposesión”) de recursos, por parte de “Estados patanes… canallas…”. Pero la categoría
“competitividad”, como determinación real, es un proceso subsidiario e impulsor de otro: de y hacia un nuevo
nivel de monopolización (acumulación, concentración y centralización).
377
En una economía simplemente monetaria, especulativa, ficticia, los factores también surrealistas cobran
relevancia: la desconfianza, el nerviosismo (sobre decisiones autónomas de los actores), variables psicológicas a
discreción manipulables.
378
Política internacional del capital financiero, esto es, el capital dinerario que es el resultado y necesidad del
desarrollo de la economía real (del progreso de las fuerzas productivas), como el que responde a la emisión
inorgánica y todo tipo de emisión no oficial de dinero (multiplicación), dirigida a sostener procesos
especulativos (D-D´), o sea, sin la rigurosidad y precisión de conceptos que propone, por ejemplo, el señor Econ.
R. Astarita sobre las categorías “capital financiero”, “financiarización” y “capital ficticio” (Astarita, Rolando.
Crítica de la tesis de la financiarización; diciembre del 2008); capital que no se invierte en la producción, que no
es producto de la generación de valor y que sin embargo crece.
271

transforma en una colosal “burbuja” que estalla contaminando al resto de sectores: al de los bienes
raíces, al hipotecario, al bancario propiamente dicho, y al sector real en la esfera del empleo, así
como a la realización mercantil de la producción 379 ; todo lo cual contagia al mundo la depresión,
a través de los flujos comerciales y financieros (“metástasis del eje anglo-estadounidense, que se
irradia al mundo”); en una palabra: esta forma de capital no puede existir sino a condición de
destruirse a sí mismo en su naturaleza ficticia, y en cuanto desarrolla pertinazmente las fuerzas
productivas. El capital tampoco puede regresar a la esfera real, productiva y arreglarlo
racionalmente todo; la determinación de la productividad (niveles de), de la calidad (niveles de),
de la competitividad (nivel de), lo impide; de modo que el desempleo es la “constante” in
cressendo (el desempleo no tiene procesamiento en la estructura socioeconómica, sino fuera del
capitalismo: en la redistribución del producto proveniente del sistema automatizado de
producción) y la modificación completa de las estructuras vigentes, la solución. Con la
concentración del capital, la tasa de ganancia no disminuye para los contados súper monopolios
(“beneficios extraordinarios para las “empresas de punta”), no obstante dramáticamente lo hace
para el grueso de empresas (centralización, ecualización), de manera que en términos promediales
dicha tasa ha caído, pues, el capital se ha afectado a sí mismo, erosionándose; el empleo es el
diezmado (la clase capitalista arremete contra el trabajo: la variable de ajuste es siempre el
trabajo). “Crisis y revolución son inseparables”. La revolución la hizo el proletariado; mientras
que los procesos de movilización política de nuevo cuño, constituyen nada más, que las luchas
“incruentas” ejercidas por la población mundial (desconexión, economía solidaria, “terrorismo”),
a través de cuya acción se abre paso la historia 380 .
En el 2009, el sistema capitalista hemisferizado, experimentó una nueva crisis de
dimensiones globales, advertida sobre todo en sus anillos centrales (quiebra en cascada de los
principales mega Bancos de inversión y atribuida al exceso de desregulación (neoliberalismo)
del sector; no obstante, desajuste en el proceso de acumulación normal: mas bien ligado al
manejo financiero de los “productos derivados”, razón de la debacle de los créditos
subprime 381 , que ha provocado el incremento del desempleo en el planeta en 30 millones,
379
El valor de las acciones y de los derivados financieros ha subido, pues, la espiral de precios atrae cada vez a
más compradores; por consecuencia, su demanda: también se incrementa, en claro contraste con el dogma
neoclásico de las leyes del mercado. Se ha formado la burbuja especulativa conocida y los precios de la
economía en general, han experimentado variación a la alza, por distorsión de los precios relativos en escenarios
de desregulación.
380
La crisis no es una invención o un constructo “que esté en la imaginación de algunas personas de pensamiento
radical o un planteamiento meramente ideológico de la izquierda”. Desempleo, quiebra de empresas, brecha
social, miseria; inestabilidad de precios, fluctuación de tasas de interés, del tipo de cambio, del valor de bonos y
acciones, etc.; caída de los índices de rentabilidad, stock de outputs no realizable, son algunos indicadores
estructurales de la crisis que se halla a la orden del día. Esto es: el sistema experimenta problemas tanto en la
economía real como en la financiera. Y este es un proceso, es obvio, cíclico compuesto por fases: crisis,
depresión, reanimación y auge. Este carácter del funcionamiento de la economía capitalista, no es que se
descubre hoy; el mismo, mas bien, ha tratado de ser borrado de la memoria histórica también por parte de la
izquierda Light, mas el objeto real que está detrás de dicha posición teórica está vivo y sigue siendo el modelo
subjetivo que se corresponde con el modo de ser del capitalismo. Estos neofolclóricos (la izquierda académica),
dicho sea de paso, que abogan por la diversidad, paradójicamente quieren eliminar de un solo tajo las
diferencias: antropomórficas (raciales), étnicas (“culturales”: ubicar en un mismo plano a todas), de sexo
(GLBT), de nacionalidad (ciudadanía universal), entre especies (humana y animal; con los “Angeles de Leakey”
empieza el sesgo de la relatividad sobre la exclusividad “cultural” del ser humano)). Las anomalías que
experimenta el sistema capitalista en el proceso de reproducción, por tanto, no es un invento: últimamente la han
notado incluso los neoclásicos. Que el capitalismo no se cae solo, también es un hecho real. Que la acumulación
de riqueza social cada vez más en medios de producción, erosiona la tasa media de ganancia, a su vez es un
hecho reconocido (decrecimiento general del PIB). “Crisis” y automatización son los supuestos impersonales
que se anudan a los personales (acción de la voluntad) a manera de frontera de la formación. En adelante se
vertebran factores endógenos al sistema (carrera tecnológica) y factores exógenos (la variada lucha planetaria
subversiva, intelectual, ciudadana –mundana- que se la enfrentan o que le opone su otro negativo de sí, que lo
supera y lo substituye), y, esa es la forma por la que se niega la estructura y se la reemplaza. En suma: el proceso
aún hoy, es regular: evoluciona histórica y socialmente condicionado, esto es, el mismo sigue siendo una
cuestión revolucionaria, no ética, racional o civilizada.
381
El crédito fue una contratendencia cuasi keynesiana a la que el capital recurrió a fin de amortiguar la recesión
(lo cual también indujo la depreciación de activos del sector productivo); éste “impulsó las actividades
puramente especulativas y sostuvo el consumo doméstico de EU e indirectamente la producción de manufacturas
en el mundo”. Este mecanismo de defensa, no obstante, ha derivado en el aparecimiento de las burbujas bursátil
e inmobiliaria. El algoritmo completo y lineal es: 1) sobreproducción de las empresas (desempleo tecnológico
ajeno a la tesis “subconsumista” clásica. Según el enfoque estructuralista vernáculo: ¿cómo se determina el
consumo? Por la demanda de las familias -empleo/salarios-, de las empresas, del gobierno y del sector externo
272

colocando a este flagelo en 210 millones de parados, sobre todo de la población joven, y el
cual ha llevado a considerarla como “generación perdida”) 382 : crisis de orden financiera, la
que inmediatamente fuera asistida por la trasferencia de colosales montos de plusvalía
mundial y de uso de dinero impreso al sector financiero-bancario y a determinados
oligopolios productores de bienes estrella, como el fabricante de vehículos (Ford, Chevrolet,
Chrysler), razón, a la vez, de los abultados déficit fiscales. Los síntomas globales de
recuperación de la forma capitalista, que en el primer semestre del 2010 se experimenta
(primero en las economías emergentes y latinoamericanas –impacto capeado, como efecto de
la aplicación de un modelo de política contraortodoxo-, luego en EU y últimamente de modo
vacilante y nervioso en Europa) no quiere decir, que el sistema deje el hospital y recobre el
tren usual de acumulación en sus actividades normales; la máxima actual es: todo momento
de bienestar sistémico supone el éxito del proceso sostenido de primacía de la economía
mecanizada sobre la fundada en el trabajo vivo (“poca creación de empleo”; en realidad, en
adelante, la norma en la evolución de la economía convencional, en cualquier Estado, es la
“recuperación parcial, ocasional, sin empleo”), con lo cual se desindustrializa más la
formación social y se da cabida a la conformación de un fortalecido sector de economía
paralela, en el que la desconexión solidaria se agranda (este proceso de desindustrialización,
debe entenderse únicamente como abolición del modelo de mecanización extensivo anterior,
mas no en el sentido de que el quantum de outputs del departamento II de la economía, se
reduce o desaparece; o sea, como proceso de micronización y automatización). “Economía
recalentada”, recuperación tenue, nuevas caídas, diseño y uso de un remozado panel de
herramientas, etc., es el patrón de comportamiento del sistema en la inmediata coyuntura, pero
siempre en un escenario en perspectiva en estado progresivo de degeneración, pues, las
acciones en los mercados financieros, no expresan el real valor del patrimonio de las empresas
(el capitalismo va de burbuja en burbuja, en ejercicio de la cuasi determinación especulativa).
El proteccionismo de empresas monopólicas es una forma bastarda de neoliberalismo
aplicado en el capitalismo central. Los Estados (representantes de las empresas: decir Estado
–FED- en EU, es referirse al sistema financiero privado; por tanto, el endeudado es el sector
privado financiero: intervenciones contracíclicas, mediante la compra de bonos) se endeudan
para “apalancar” a las empresas monopólicas y para realizar inversión en “capital social” y en
el frente de la “legitimación” (Estado del Bienestar), para sostener las condiciones generales
de reproducción del capital. Salvatajes y recursos asignados a objetivos de estabilidad fiscal
comprometen las economías de la entera población mundial (“Los salvatajes de la banca
privada, regalando centenares de miles de millones de todas las divisas a los generadores de la
crisis… Es un seudo-keynesianismo impulsado por los antikeynesianos”); el acto recíproco conduce
a abarrotar los supermercados, el consumismo como política de absorción del excedente
mundial 383 . Ahora bien, toda esta farragosa parafernalia (“mosto”), como la situación real que la
da lugar, conduce al siguiente extracto. La ley de la tendencia de la tasa de ganancia (la operación
de las fuerzas productivas –inteligencia simplemente ontologizada, alienación absoluta- como
determinación histórica) surge y empieza a operar (en forma abstracta y antediluviana con el
–X-, variable esta última, que en la posmodernidad se subsume en las anteriores), 2) créditos para el consumo a
través de la Banca, 3) desregulación, 4) cartera incobrada, 5) salvataje bancario, 6) déficit fiscal, 7) desate de la
“crisis”.
382
Concretamente, el FMI considera, que la crisis del 2008 produjo treinta millones de desempleados en el
planeta; que se requieren crear 4’500.000 nuevos puestos de trabajo; que en la segunda mitad del 2010 y en la
primera del 2011, la economía va a decrecer; y, que el 50% de la PEA está precarizada (subocupada). Este
organismo, sin embargo, platea las viejas medidas, que ya fracasaron, como la receta para procesar la crisis
(fundamentalismo de mercado, mas ningún país en el mundo ha operado sin la intervención del Estado): una
variante del viejo virus neoliberal, o sea, libre movilidad del capital y de las mercancías, reducción del tamaño de
los Estados (desinversión, desburocratización) y de su participación en la economía, flexibilización laboral, etc.,
manteniendo siempre como eje al sistema financiero artífice de las anomalías (dixit Luís Maldonado Lince).
383
“Estos ´choros´: ahora te sacan tu dinero sin que te enteres”. ¡Qué eficientes estos banqueros ladrones
(perfumados, de frac)!: se llevan la plata del pueblo amparados en la ley y en la política económica. Financieros,
empresarios (Ford, Chrysler, GM), casatenientes, etc., gringos, europeos y nipones sobre todo, quiebran,
demuestran ser incompetentes y en lugar de metérseles a la cárcel, de imponérseles cadena perpetua, de
fusilarlos, mas bien ellos mismos se transfieren trillonarias cantidades de dólares (salvataje) utilizando a sus
testaferros en los gobiernos. Alguna vez se dijo por parte de recaderos de tales sectores, que para que el mundo
supere su problema de crisis social y se enrumbe por la senda del desarrollo, habría que desaparecer a indios,
negros y amarillos; hoy se podría afirmar, que con similar propósito se debe volar la cabeza de banqueros;
bueno, dicha “eugenesia” estética, saludable, no sería la solución definitiva, puesto que el problema es sistémico,
pero ayudaría.
273

aparecimiento del primer instrumento mecánico de producción) y a desplegarse, una vez que se
produce: 1) el ingreso de la máquina a la producción, 2) el incremento de la cantidad de naturaleza
en la composición del producto, 3) la micronización, 4) el aumento de la plusvalía relativa (mayor
grado de elaboración maquinizada del producto -“valor agregado”, según términos burgueses), 5)
la guerra como sector económico (eugenesia masiva), 6) los bienes suntuarios (inversión
suntuaria: la financiera per se), 7) la economía de casino: necesidades y satisfactores virtuales.
Son los límites (la mayoría hechos objetivos), que el propio movimiento del capital se ha puesto a
sí mismo.
Las crisis sistémicas del capitalismo global han tenido como acto de feed back, los
modelos neoclásicos y regulacionistas (“economía mixta”); patrones de política económica
fracasadas en los anillos centrales del sistema y en el mundo (el capitalismo está arrinconado).
En sentido más amplio, en la coyuntura (¿estructura?): los “déficit gemelos” (financiero y
fiscal) son fenómenos (junto con la “desregulación”) que desarrollan la crisis, no una causa.
“A medida que disminuye la tasa de ganancia la acumulación se frena y aumenta el
desempleo”; los capitalistas suben los precios, colocan sus capitales en sectores rentables o
especulativos (financieros, de los seguros) y provocan desestabilidad sistémica; el Estado va
al salvataje de las empresas dolientes: bancos, industrias automotrices (Yaffe citado por
Shaihk; en: Valor, acumulación y crisis), éstas no cumplen con los compromisos, se requiere
de nueva inyección financiera, la espiral crece y se debe pedir autorización para “elevar el
porcentaje de endeudamiento” (salida coyuntural, que pospone y se acumula como poder de
letalidad): economía de deudores, de papel, especulativa, virtual, de burbuja global, las
políticas no funcionan, aquella estalla 384 . Potencia estadounidense morosa, tramposa, de falso
crecimiento, exhibicionista, contabilidad maquillada, inversora en el complejo de defensa
(agresión genocida) militar (¿contra quién?: ¿contra la amenaza comunista?, ¿contra otros
Estados imperialistas?, o ¿contra los pobres del mundo: los subversivos?) y gastos populistas
del “programa social”. Si EU cancelara la deuda: ¿quedaría casi en la calle?, puesto que
necesita del PIB de tres años y más, para cumplir con dicho compromiso (tendrían que dimitir
activos): ¡qué buen imperio!; ¡qué sistema tan exitoso! 385 .
Frente a la crisis, Obama, en noviembre del 2011, ha salido a decir, que “EU siempre
será triple A” (en alusión al índice de más alta calificación que otorgan las calificadoras de
riesgo a una economía). Como los neoclásicos prácticamente no creen en la crisis, puesto que
consideran que el mercado provee opciones para todos, que los problemas son oportunidades
que estimulan la creatividad, que el triunfo o fracaso por ineficiencia es un asunto personal,
que, por tanto, las crisis son episodios normales y tratables en la vida de las naciones si se
deja funcionar libremente al mercado, muy pocas veces se han pronunciado sobre los aciagos
acontecimientos ocurridos en el sector financiero de EU y la UE. La propaganda es el
mecanismo efectivo de formación de la subjetividad colectiva y de cohesión social 386 ; una voz
(una imagen) ha dejado de hacer “mutis por el foro”, saliendo por los fueros de la defensa de
la principal cabeza imperialista: EU, en Discovery Channel. Un gringo rechoncho, viejo,
encorbatado se ha propuesto responder a quienes sostienen que EU es un imperio en
decadencia, con la misión de persuadir en torno de la vigencia del poderío yanqui, blandiendo
cifras astronómicas sobre activos de ese país, suponiendo que los grandes guarismos que
384
“Es innegable que el sistema financiero colapsó. Las sucesivas quiebras de los principales bancos e
instituciones financieras de Estados Unidos y Europa y la posterior intervención de los Estados, rescatando
dichas instituciones, es la mejor prueba de que el sistema completo se derrumbó” (Rodríguez, Mario. Elementos
para entender la crisis y analizar nuestro futuro; DEPN).
385
Mediante la emisión de bonos, EU debe 16 trillones de dólares. ¿A dónde ha ido tanta planta? Como
transferencias al Complejo Militar Industrial y financiamiento de las guerras genocidas (Iraq, Afganistán, Libia);
al salvataje de la banca que quebró al sistema financiero; los ricos, por su parte, no cumplen con los
compromisos impositivos. Si EU suspende los pagos, los bonos de su deuda (reserva para los tenedores,
especialmente China) se devaluarían perjudicando a los acreedores, éstos se apresurarían a cobrarlos provocando
corrida y crisis sobre la economía globalizada. Ahora bien, EU no puede superar el déficit acudiendo a la
economía real, pues, las multinacionales han desplazado las empresas a otros países, por lo cual ha quedado
simplemente como una nación productora de marcas; en realidad, EU es una potencia en vías de extinción: en
ruta a convertirse en un país “subdesarrollado” con armas atómicas (dixit Dr. Pablo Dávalos).
386
Es efectiva esta tarea al interior de una comunidad, es decir, cuando preexiste la condición de identidad de
status material, pero sobre todo de orden ideológico (en la Iglesia hay posiciones subjetivas idénticas sobre
condiciones materiales diferenciales entre sus miembros, porque el pensamiento del poder económico se impone,
porque los trabajadores no disponen de “tiempo” –de vida- para producir su propio pensamiento). En la sociedad
no se replica el fenómeno referido, pues allí ya se expresa a nivel del pensamiento la estructura clasista.
274

muestra, cambian la realidad. Presenta un balance contable, en el que en el “haber” incluye
inventarios: catastro rural y urbano, pertenencias familiares de los estadounidenses, capital
social (red vial, puertos, aeropuertos, puentes,…), le pone precio al know-how, el valor a
futuro del trabajo, el ejército (barcos, aviones, misiles). El patrimonio así concebido y
estructurado lo estima en 295 billones de dólares; la deuda gringa asevera asciende a los 15
billones, debitada la cual, EU vale –asevera- 280 billones de dólares yanquis, de modo que
cada estadounidense, en una hipotética repartición, sería propietario de un millón de dólares,
mientras debe apenas 140 mil. El individuo referido, concluye que EU sigue siendo la primera
potencia en el planeta y lo será a futuro.
En la operación matemática referida, bajo el supuesto de que “todo tiene precio”, se ha
incurrido en varias arbitrariedades; en efecto, en dicho cálculo no se tiene en cuenta el
consumo, la depreciación, así como las externalidades negativas o afectaciones a la
naturaleza, como tampoco que dichos activos son el producto del saqueo histórico sobre
pueblos, de guerras, mafia y crimen; además, no se explica cómo en esa potencia el
desempleo, la pobreza, la delincuencia conviven con los magnates, esto es, como se asevera
que por cada 100 estadounidenses hay un rico, 99 serían pobres y tan sólo 1 es millonario;
finalmente, ¿por qué no se procede racionalmente a repartir dicho colosal valor de activos
para la población a través de la emisión de “acciones”, de modo que cada estadounidense
efectivamente sea propietario de un papel título-valor por un millón de dólares? Lo que no se
ha dicho también, por parte de ese gringo estúpido, falso, denominador común de esa horda,
es que la deuda total gringa al 2011 es de 76 billones de dólares; que el desempleo es alto y
que la tasa de crecimiento es del 2%; que los hogares estadounidenses tienen altas deudas
hipotecarias (10 trillones de dólares); que su “talento” humano está también compuesto de
vagos, parásitos (Bush, Risse, Runsfeld, Cheney,…), evaluado el cual bajaría
significativamente la inflada valoración monetaria de los activos yanquis; que los países que
pueden asistirle se hallan también en bancarrota; y, que el mundo es acreedor de EU como
tenedor de dólares y que si los dólares emitidos de forma inorgánica y regados por el planeta
se precipitaren a convertirse en activos reales (como antes, en oro), no quedaría territorio,
recursos naturales, edificios, patrimonios familiares, infraestructura, pertrechos de guerra,
talento humano, etc., en pie.
En realidad, no es que los gringos se hallen en decadencia por pobreza, sino que se trata
de un imperio viejo acaparador de esfuerzo social, degenerado, malévolo, que continua
aplicando medidas criminales para mantener e incrementar su riqueza malhabida (“halcones
de Washington”: Bush, Cheney, Rumsfeld, Risse y Cía. –Thatcher, Cameron, Sarkozy,
Netanyahu y consortes-, que sólo terminan produciendo asco, odio y deseo de venganza: si, a
más de querer ser los amos del mundo con el impedimento de que surja otro Hitler u otra
Unión Soviética, que le disputen el primer lugar de la criminalidad o el destino histórico, en
su orden, su intención fue indisponer a la humanidad: ¡lo han logrado, miserables! 387 ); que en
su interior persisten las lacras inherentes, de desempleo, pobreza, quiebras de empresas y
estafas bancarias, el negocio criminal de la guerra (venta de armas, invasiones destructoras y
negocios de reconstrucción), de la droga; toma abusiva de recursos, endeudamiento inducido
a las neocolonias, anatocismo, comercio asimétrico (administrado, dumping), penalización de
la migración, muros en las fronteras de ingreso al “sueño ´americano´” (pesadilla); luego: es
la operación del sistema la que exhibe dificultades, sorprendentemente sobre tanta riqueza. El
imperio estadounidense es, en efecto, un viejo millonario, cuya riqueza es el producto del
robo, la explotación y la depredación de la naturaleza; viejo mañoso, que se ha ganado el
encono del mundo. ¿De qué le vale a un viejo dicho status, si otra generación está a la espera
de tomar posición de tal riqueza? Esa bonanza, es parte del activo sobre el que debe
enseñorearse el momento civilizatorio a la vista, pues, EU ha sido el ariete en la misión
llamada a cumplir por la formación social capitalista: producir la base material del mundo
nuevo (K. Marx).
387
Gringos provocadores, busca bulla, alevosos; quíteseles la tecnología bélica y, ¿qué queda? ¡Sólo una horda
de cobardes! “No es culpa de uno”: hay individuos y grupos humanos que provocan animadversión: odio de
clase; y no solamente el sector del genuino poder tiene esa índole, sino también su intelligentzia y sus áulicos.
En efecto, no es que el proceder de esa horda choca con el carácter de uno (envidia), sino que tal actitud consiste
en el estrellamiento entre dos posiciones ideológicas: 1) la forma de ver la realidad, 2) el proyecto para
modelarla y, 3) genera malestar el que una visión y un proyecto en coherencia se hallen en ejercicio modelando
los hechos en contra de los intereses del pueblo y en favor del poder, contraria a la posición personal progresista.
275

Los brotes del porvenir: necesidad de su promoción.
La etapa de vida en marcha de la sociedad planetaria, expone una fisonomía ambivalente:
por un lado, la cara oscura del mundo se advierte en la presencia de las viejas estructuras de
acumulación y de dominio a escala global; en sustancia: el fenómeno terminal del proceso de
concretización burgués y genérico (historia universal: la humanidad no tiene patria, no tiene
tierra), pari passu dado en doble sentido: social (humano) y espacial (planetario: el capitalismo, a
partir de los años 60 del siglo pasado, se convirtió en “sistema mundial” y único en el globo); y,
en esta subfase, denominada “neoimperialista”, en la esfera se agolpan relaciones precapitalistas,
capitalistas y poscapitalistas, en un complejo con dominante: las relaciones burguesas (naciones,
países, bloques, guerras convencionales, guerras privadas, putsh de países coaligados, coaliciones
imperiales truncas,...). Por otro, al mismo tiempo, constituye un momento de transición: el
horizonte se alumbra cada vez con mayor intensidad, por la luz que insinúan las formas racionales
de asociación humana por venir (negación de lo viejo y afirmación de lo nuevo). La lucha entre
estos dos frentes históricos, se realiza en un contexto que se mantiene merced al acto
cohesionador proveniente (del propio carácter cohesivo natural del género, de la concurrencia en
el mercado, de la red de conexiones históricamente instituidas) de la supremacía del poder
transnacionalizado: “las instituciones supranacionales de gobierno se saltan los Estados
particulares y les convierten en agentes colaboradores del proceso de globalización” (no obstante,
la propia segmentación interna del capital multinacional se presenta antitética frente al flujo de la
historia, por cuanto frena el proceso progresivo de la “globalización” al afirmar su ruptura en
bloques: la neotriadización; también lo hace el “sujeto plural del cambio”, con su tesis de la
diversidad); sin embargo, en el seno mismo de esta totalidad operan los agentes de su término:
frente a la actuación del poder del nuevo “bloque histórico global” de las multilaterales, se
encuentra dispuesta la determinación de los factores estructurales y la actuación de la razón
colectiva supranacional antisistema (insurrección popular prolongada) 388 .
En efecto, los cimientos de la nueva forma de vida para la humanidad en la Tierra,
edificados sobre la praxis política anotada; en realidad: la colosal inflexión social, cuya
génesis histórica se encuentra en la ideología y acción del “sujeto histórico del cambio” y de
su “vanguardia consciente”: en su lucha y en su progresiva salida de escena, han puesto a la
orden, a la forma concurrencial de producción, de la praxis política de otros "sujetos" (los
movimientos sociales, los movimientos ciudadanos –sus “hijos putativos”-, los subversivos:
sólo los subversivos y los intelectuales progresistas unen la concepción del mundo con la
humanidad 389 ) y de las acciones futuras contraproducentes del propio sistema,
primigeniamente encausadas en sentido de su autoprolongación (efecto boomerang: el
desarrollo capitalista –crisis, zigzag- “… está acompañado ‘por un cruel trabajo involuntario
contra sí mismo’”), de manera que éstas se aprestan a desbastarla de forma definitiva 390 . Los
pasajes de mayor significación del fluir humano asentados en los conflictos del tiempo
presente, de modo particular: las acciones dirigidas en oposición al modelo de vida
estadounidense, sitio en el cual –como se conoce- tienen su principal asiento y el nodo de
coordinación los grupos sociales que lo sustentan, y en enfrentamiento con los restos de la
poderosa clase capitalista mundial, no devienen más vanguardizados por la acción combativa
y programática del antiguo trabajador políticamente cualificado; hoy son “nuevos” actores en
la historia –tal como la conciencia lo ha percibido- los que han tomado la posta de manos de la
388 Los rasgos epifenoménicos que caracterizan a las tres décadas anteriores al 2010 son: defección “socialista” y
formación de una sola economía, neoimperialismo (financiarización y gobernanza), crisis financiera,
automatización y robotización, emergencia de nuevas formas de producción social.
389 El subversivo ve el mundo ontológicamente globalizado, como su entero campo de acción: el subversivo no
tiene patria; en su lucha –parafraseando a Marx y Engels en el Manifiesto del partido comunista-, los subersivos
en la posmodernidad, no pueden perder en ella más que sus cadenas, sin embargo tienen todo un mundo futuro
supramoderno por ganar.
390 En el interior de la Izquierda, por lo general, se arguye: “que el Socialismo se acabó y que el capitalismo
detenta existencia por mucho tiempo”, por lo que en la mayoría de los casos varios de sus miembros han
procedido a socialdemocratizarse, a funcionalizarse, a integrarse, a adaptarse al sistema, o sea, se han convertido,
sobre todo aquellos que ocupaban una posición de vanguardia intelectual, en “arrastrados buscavidas” dentro del
propio orden al cual otrora impugnaron (adolecen, en verdad, del atavismo ideológico: “desviación
pequeñoburguesa intelectualista” –neocabezones-; pues, han hecho de la revolución: cátedra, y de ésta: modo de
vida; ciertos revolucionarios declarados, por su parte, han experimentado la “conversión en pacíficos burócratas
y hasta en prósperos empresarios”). El pensamiento oficial, en cambio, sostiene: que se ha producido tan sólo
–sobre todo con el derrumbe del Muro de Berlín- un cambio de época dentro de la misma formación social
capitalista; que esta nueva era, debe ser de “capitalismo democrático”, “racional”, con “rostro humano”, etc.
276

clase obrera, hallándose en la arena política frente a frente con el poder monopólico hemisférico:
con la cadena formal de dominación de clase, inmersa en los flujos administrativos de los Estados
transnacionalizados (constituyen el “moderno príncipe” de la humanidad; “déjales en paz y
reñirán entre ellos, pero mientras haya un enemigo en común se mantendrán unidos” –ALBA,
UNASUR, CELAC-; la humanidad actualmente tiene un enemigo común: el capital
financiero global, ese es el factor real que la viene uniendo y convirtiendo en actor político).
El curso en el que se mueve la entera complexión mundial de la especie, es la forma
fenoménica de expresión del modo de operación de los procesos de concretización tanto
socioeconómicos como humano/naturales en los que la realidad humano-natural ha ingresado
(concreción, que incluso alcanza al modelo perceptual sobre las magnitudes de los universos);
esta propensión en su realización no es ajena a la vigencia e influjo sobre ella, de la estructura
social burguesa formalmente restaurada. Sin embargo, dicha regularidad, en tanto rige para la
formación social capitalista, traza la tendencia de generalización total, pero, pone, a su vez,
las condiciones de apertura del proceso entrópico (este fenómeno se corresponde con los
hechos, es decir, ha dado comienzo la “reversión”). La actuación de la vertiente de fuerzas
que se oponen a la mundialización sistémica del proceso del capital, por su parte, forja
escenarios complejos de “guerra de baja intensidad” en el inmediato futuro en la esfera; en
suma: frente a la humanidad se edifica el cuadro épico en el que van a alcanzar dirimencia las
múltiples antinomias abiertas con el capital como “absoluto mundial”. La paradoja in extremis
del presente, dada entre la elevada capacidad técnica y la enajenación socio-hemisférica,
define de modo integral el futuro (“el futuro está siempre arraigado dentro de lo existente”);
en este gran fresco planetario de crisis: el desempleo, el modelo agotado de la forma de
producción simple de los llamados “emprendedores” y el ascenso de la propensión al “ocio”
como eje del nuevo modo de vida, dejan al margen (deben desconectarse: “desconexión”;
Amín, Samir) a la mayor parte de población del planeta de la percepción de ingresos y de la
estructura de la “demanda efectiva”. El desenlace del drama, de manera reiterada, tozuda, se
ubica en la dimensión política (de la “toma de decisiones del sector, que en ese momento sea
el poder”).
Como se advierte de forma espontánea (y la mente que percibe se halla entrenada para
obrar de ese modo), los diques con los que se encuentra la humanidad en la historia, no se
superan sin forcejeos en su seno; toda esta serie de pedidos antagónicos: la acumulación y la
sobrevivencia, condicionan de manera parcial la conformación anatómica de la naciente
totalidad abstracta; en realidad, ellas terrenalizan la determinación de la nueva época. Los
referidos frentes de batalla, en substancia, son: 1) aquel que conduce hacia la conquista de la
colosal base técnica producida por todas las generaciones pasadas, para ponerla al servicio de
los procesos de reproducción material y espiritual de la integralidad de los miembros de la
sociedad (lo cual implica –es obvio- la destrucción de los rezagos del poder económicopolítico
y de su aparataje; pues, sobre la humanidad se cierne toda una compleja conducta de
ocio empresarial, de ocio inmerso en el trabajo no productivo –ausencia de labor en las esferas:
industrial, científica, tecnológica-, ocio de la juventud, del desempleo forzoso, de la vagancia
premeditada 391 ). Y, 2) el proceso asociativo y racional, que propende desacreditar la
prevalencia de la decisión oportunista gestada en la urgencia burguesa de aplicar, en
subordinación a la percepción ideológica de los "límites del crecimiento", del "crecimiento
cero" (inviabilidad capitalista del desarrollo de la técnica: incremento del PIB con
desempleo 392 ), una nueva contratendencia dilatoria a su autopropensión destructora,
conducente a frenar el desarrollo tecnocientífico según la determinación objetiva de la
competitividad y, a través de ella: el bloqueo al progreso de las fuerzas productivas. La
promoción racional del crecimiento cuantitativo de la riqueza material de la existencia in
abstracto, se advierte como una razón inscrita en el sino histórico encadenada,
necesariamente, con el desarrollo de la especie, el cual no se supedita al interés del moderno
sistema de mercado, pese a que éste haya elevado a la enésima potencia a aquel.
Rozaría el plano de la fantasía que se pudiese realizar el deseo, que tanto los restos del
poder económico planetario como el ideal revolucionario marxista (y de otro orden) abrigan
391
Desempleo friccional, tecnológico; vagancia juvenil generalizada; población predominantemente vieja, son
los factores que presionan sobre el desarrollo completo de la automatización y en torno de la necesidad su
socialización.
392
Capitalismo: progreso con devastación (dixit B. Echeverría); las relaciones sociales burguesas, el interés
capitalista, bloquean el desarrollo de las fuerzas productivas.
277

especto del porvenir: el primero, aspira tornar eterno el “sistema-mundo”; el segundo, ansía el
retiro inmediato del capitalismo del escenario vivo. El desarrollo humano, tiene carácter regular,
el cual define el papel del factor subjetivo en él; se vuelve premisa necesaria del pensamiento y la
voluntad en cualquier caso, considerar el nexo entre las fuerzas productivas y las relaciones
sociales de producción, pues, si es negada la base objetiva del movimiento humano, las
aspiraciones, sean conservadoras o revolucionarias, se tornan imprácticas. No es posible conseguir
el cometido reaccionario, puesto que un anciano, que vive sus últimas horas, no tiene futuro 393 ;
para las fuerzas que anhelan la trastrocación radical de los hechos, incluso en el presente (2010),
en las penumbras vespertinas de la formación humana burguesa, como continuidad en el
determinante trayecto realizado por la Revolución de Octubre y por las luchas populares, no es
dable todavía coronar la cima, aun encontrándose a pocos metros de ella (para las intenciones del
burgués, la realidad ha dado el primer paso adelante sobre una ruta sin retorno; para las de las
fuerzas innovadoras, el capitalismo debe coronar el proceso de automatización, por lo que es
requerido que respire unos cuantos días más). Lo que es posible hacer tomados de los brazos
los dos sectores (el que deja la historia y el que la asume), es poner a los agentes de la producción
real en la conducción de los procesos político-administrativos del mundo, supeditando, de este
modo, a la economía financiera, de manera que la ciencia y la técnica continúen y completen su
proceso. Si se desea marchar de forma sinérgica con el desarrollo de las modernas fuerzas
productivas: la ciencia y la técnica (de modo de no volver a ser marioneta de la historia), debe
propenderse el cambio de sujeto en el proceso económico y no seguir cifrando interés en
modificar tan sólo el modelo de política económica (liberal monetarista) como acción de arreglo
de los problemas que acusa la reproducción regresiva, saliente, del capital, los cuales impactan en
la sobrevivencia general de la especie.
En suma: las verdaderas nociones en torno del denominado “Socialismo del Siglo XXI”,
por lo menos en la inmediata coyuntura, tienen la palabra (Funes, en el Salvador,
recusa este nombre –Socialismo del Siglo XXI-, no obstante como socialdemócrata de
izquierda, va a tener que ir forzosamente por esa vía, del mismo modo como debe actuar
Ollanta Humala en Perú 394 ). Esta nueva manera de ser y actuar de la conciencia y de voluntad
transformadoras, la cual reconoce las determinaciones insoslayables de la “necesidad
histórica”, puede ser y está siendo efectiva consigna a hacerse con el apoyo de la masa
poblacional, a ganarse su respaldo: el cambio en la condición tanto del trabajo como del
capital (en la base del edificio humano: su determinación), en el supuesto de la fusión
recíproca de sus singulares características, como síntesis en la praxis de una misma persona:
la “sociedad de propietarios” 395 . “Sociedad de microempresarios”, de microemprendedores de
393
“El neoliberalismo está agotado como proyecto ideológico y político definido de forma estricta. La
posibilidad misma de su continuidad se vincula no tanto al carácter unitario de su proyecto político y sí a sus
lazos de articulación con el gigantesco proceso de cambio estructural producido en el mundo capitalista. Es
decir, con las transformaciones ocurridas en el triángulo institucional del capitalismo (empresas, mercados y
Estados), y con las variaciones en el tamaño relativo de cada una de estas tres esferas” (La trama del
neoliberalismo: mercado, crisis y exclusión social. Perry Anderson, Atilio Borón et al; capítulo IV, Buenos
Aires, 2003; en la web). Debe entenderse a las tres instituciones como determinación de intereses personales de
clase hegemónicos, para no actuar de modo reificante: empresas=capitalistas, mercados=capitalistas
(imperfectos: mono y oligopólicos), Estado=capitalistas (naturalmente, para quienes creen que el Estado es el
lugar de la disputa de la hegemonía, la idea resultará reduccionista).
394
“… los gobiernos utilizan el poder estatal que poseen para reducir el poder del capital: recuperar soberanía
sobre los recursos naturales y sobre sus condiciones financieras; ampliar las áreas sociales de la economía;
modificar las ‘reglas del juego’ capitalistas hacia el trabajo; acrecentar el poder social y político de los
dominados”. Pero el señor debe recordar, que los problemas de los pobres no pueden ser solucionados con los
programas económico-políticos de los ricos o de sus representantes teóricos o administrativos. En efecto, en
Perú, Humala ha debido incorporar en su programa las reivindicaciones de la derecha con el fin de hacerse
popular, para penetrar otros nichos de mercado electoral, con el objeto de ganar las elecciones; una vez en el
manejo del Estado, Humala no podrá actuar con identidad propia, puesto que sus jefes inmediatos son el poder
político plasmado en la Constitución “neoliberal” peruana y sus correlativas leyes (no se olvide que la
Constitución y las leyes no son más, que la voluntad del poder económico volcado en principios y normas del
Derecho), el poder de la fuerza (militares y policía) y la mezcolanza clasista programática de su plan de
gobierno, que al aplicarse en una economía prevalecientemente mercantil liberal, triturarán toda intentona
progresista. En verdad, a Humala le espera el sino magro de la Bachelet en Chile, de Zapatero en España, de
Obama en EU.
395
Síntesis que se halla activa fuera del ámbito abierto por el proceso de inflexión histórica; determinación
resultante puesta para estatuir la “no síntesis”; pero que adquiere sentido en grupos humanos en los que el salto
está precisamente en curso de realización. La revolución no produce una nueva síntesis en sentido hegeliano
como conformación simbiótica del orden catalizador del ciclo abierto; la revolución se la hace precisamente para
278

talento, de creatividad, de productividad, de calidad, esquema con el cual se propende
suprimir la explotación del trabajo convirtiendo al capitalista en trabajador y al trabajador en
capitalista (al desposeído en jefe de sí mismo mediante el otorgamiento del llamado “capital
inicial”, del “capital semilla”, del tutoramiento del aparataje de promoción económica estatal
y de la regulación macroeconómica) con la formación de una comunidad de propietarios, al
encontrarse integrada esa estructura de producción por pequeños accionistas, cada uno de los
cuales trabaja, rota en la dirección del proceso, recibe una remuneración, participa de las
utilidades, las cuales las gasta o las reinvierte. Este es todo un sistema encadenado de
actividades productivas, de cambio y de consumo en el marco de la garantía alimentaria, que
pretende dar la “Revolución Ciudadana” de modo inmediato al subcontinente
latinoamericano, en su forma de concebir y practicar el neosocialismo (la ilusión de la
economía mercantil simple, como forma redentora de la humanidad, que la libera tanto del
capitalismo salvaje como de la autocracia socialista -sic). Naturalmente, se requiere de cierto
grado de autarquía y de conexión con el mundo para realizar esta obra; no obstante, el límite
de la visión todavía provinciana de la “geopolítica”, conduce a forjarse una imagen sobre la
“soberanía” como la “capacidad de un pueblo de plantearse su propio destino”, formulación
que es diferente a la que debe regir en la coyuntura en el frente de los anillos periféricos y
semiperiféricos, esto es, “soberanía”: entendida como la brega por incluirse, por participar y
por permitirse actuar proactivamente, con voz y voto, en el destino general de la humanidad.
En el escenario de la evocación, el proceso de apropiación cognoscitiva sobre la índole
del devenir humano dado en el transcurso del Siglo XX, muestra que las acciones intestinas
contra burguesas, las inherentes a la actuación recusatoria en torno del stablishment puestas en
práctica por sectores no proletarios de la esfera toda, principalmente los procesos político-legales
de los llamados "movimientos sociales" (la “revolución pacífica”, “democrática”,
“ciudadana”), jamás habrían ingresado al teatro de la historia, en tanto el proletariado no
hubiese librado la lucha fundamental contra el poder del capital (su cimera actuación
histórica, responde a: generación de la teoría científica de la transformación social; diseño
estratégico de las acciones en ruta; la práctica política, militar y constructiva -en verdad, como
a la realidad social, no es que se la “construye”, sino que se la “produce”, la estrategia
revolucionaria es “desproductiva”); Gigante, Titán histórico, que hizo frente a otro gigante: al
capitalista individual (la empresa) y colectivo (el Estado), lo hirió de muerte y decesó. La
etapa humana de la “febril acumulación”, en lo fundamental: ha concluido; el género vive los
estragos de una “época cambiada”, que se despliega; y el mérito respecto de este hecho –se
remarca-, en su entera dimensión, es propio de los trabajadores del planeta, quienes han
producido, en forma exclusiva, la inmensa riqueza (en términos de materia manufacturada) 396
con que a la fecha cuenta la humanidad (el nivel de acumulación alcanzado por la especie –en
la coyuntura- se sustantiva como presupuesto material de edificación de la nueva sociedad: la
“comunidad ´cibernética´”); en una palabra: el proceso político proletario revolucionario y el
socialista efectivamente pragmatizados, han conducido a que el capitalismo sea una realidad,
esencialmente devenida.
La forma escénica sociopolítica y el proceso de la somera referencia, conducen a
sostener, que las mismas en la historia se presentan como las circunstancias en el interior de
las que se supera la contradicción entre el trabajo físico y el intelectual en la coyuntura
temporal de la sociedad burguesa (en realidad: de la abstracción del trabajo en general;
determinación histórica ésta, asignadora de responsabilidades: la especialización, la cual ha
pasado a ser una técnica social clave para el desarrollo de la conciencia, permisiva del
aprovisionamiento material en colectivo por parte del propio ser humano, de la cual han
destruir para siempre esa modalidad de desempeño natural de la realidad: la “síntesis”, o sea, las clases y la lucha
de clases (la trabazón entre dos opuestos, en la que uno de ellos se halla en el pedestal y el otro desea –en este
caso- pulverizar el pedestal –la fuente del poder). Toda proceso de síntesis para autosustentarse debe contar con
hegemonía; en el presente es el poder del capital, dada la naturaleza dialéctica, antinómica, del conjunto humano
(sociedad), al que le cabe el honor; la realidad que emana de la lucha, sitúa al frente al vencedor: el sujeto
legítimo puesto por la historia en el pedestal, ubicado en el que se niega a sí mismo y derrumba el pedestal: el
comunismo. Solamente los movimientos socialdemócratas, crean las condiciones de tolerancia en torno de
realidades sobre las cuales han triunfado por vías democráticas, y en las que no es posible la síntesis superior.
396
Riqueza espiritual a su vez, pues, la concepción científica justa de la realidad se perfila en el trabajo
intelectual de los grandes pesadores del proletariado mundial; riqueza científico-técnica además, por cuanto este
tipo de desarrollo ocurrió en la ex URSS y tiene lugar en Cuba, de manera particular: en el campo de la
educación, la medicina...; por fin, riqueza práctica: el ejercicio del desarrollo proporcional y planificado.
279

emergido las condiciones necesarias para avanzar hacia la producción automatizada); en la
visión alterna: es el momento de eliminación de la propiedad privada (de la “institución” de la
división social del trabajo), de la explotación, de la concentración del capital y de la
instauración de una coyuntura de disfuncionalidad de los mecanismos superestructurales
coadjutores de la reproducción de la estructura, de la hegemonía subjetiva en la conciencia (la
mentalidad clasista imperante): de la dominación (supremacía mundial, en estado larvario
–recorrido hegemónico trunco, puesto que jamás el mundo se estructurará como imperio –éste
no es más, que la fase regresiva del “desarrollo” del capitalismo). Las acciones racionalestratégicas
referidas –tácticas, en el interior de la propia estructura, en perspectiva de su
demolición progresiva- a través de la que la nueva época –las remozadas relaciones humanas
circunscriptas y abstractas- se difumina y se multilateraliza, se disponen a ubicarse a escala de
la entera terrenalidad del mundo precedidas por la dirección teórica y la práctica de los
movimientos globales subversivo/intelectual/mundanos de recusación sistémica (sólo el pueblo
con dirección y estrategia puede parar a las cúpulas mafiosas: a la troika); para el efecto, dicho
sector debe asumir forma orgánico-funcional de naturaleza “virtual”, multidestrezal,
temporaria, estratégica; está llamado a aprenhender el valor fáctico del esfuerzo continuo
conducente a mejorar su desempeño en la arena de las batallas parciales que otorguen
concreción al trofeo alcanzado en la guerra librada por el trabajo frente al capital, con el objeto
de poner los cimientos del ejercicio de prácticas de mayor significación: conferir continuidad a
su misión particular y a la genérica de la especie: elevarse a la comprensión y “dominio”
–control- del Universo (la clave de la existencia) 397 .
En concreto: ¿cómo organizar a los ciudadanos: simples “unidades de inteligencia”
asociadas, aglomerados realmente en las neópilis o mediante instrumentos ciber
comunicacionales, y volverlos “sujetos” portadores de la conciencia y del “telos” (la
metaconciencia) de la forma superior de civilización que viene: “‘valor’ de usufructo y
metaracionalidad”? ¿Con las tesis del paradigma político-ideológico de la “hegemonía”?
¿Con los principios del proyecto ético-racional compartido? ¿Con los supuestos integrantes
del modelo “en construcción” del Socialismo del Siglo XXI? ¿Con la articulación sistémica
de los aspectos positivos inherentes a todos ellos? Evidentemente, mediante recapitulación y
rescate de los aportes, que han sido dados por la humanidad en lucha en todas las épocas
progresivas. En primer lugar, deben recuperarse los principios de la moral, de la objetividad y
de disciplina proletarios; luego deben ser reconocidos los lineamientos del programa político
destinado a forjar el “bloque histórico” ciudadano (en este entramando, la intelectualidad es el
faro, mientras que la subversión son los centinelas, la guardia pretoriana que garantiza con la
fuerza, el avance de las masas); a continuación, deben tenerse en cuenta las tesis de la “acción
ético-política comunicativa e intersubjetiva en el interior de las instituciones oficiales del
Estado”, con aplicación en el marco de la determinación real de las relaciones económicas
solidarias, desenvolviéndose en el escenario de las modernas fuerzas productivas en
permanente progreso 398 , rumbo a la superación de la “democracia”: poder popular,
participación genuina, sujeto colectivo consciente de su destino, en ruta hacia la modelación
de la forma organizativa del régimen de la “democovivencia” 399 .
397 El movimiento político social global, está llamado a abordar la resolución de la “cuestión mundial” del
género, la que descriptivamente se integra por tres problemáticas particulares: 1) el uso de la tecnología con fines
de explotación, dominio, genocidio o para la sobrevivencia en condiciones simétricas de la humanidad; 2) la
eliminación selectiva de vastos sectores de la población marginal o su elevación hasta la comprensión filosófica
del mundo; y, 3) la destrucción material de la morada planetaria de la especie y su desaparición o su cuidado,
preservación y promoción. ¿Qué hacer? En el cuadro social de la determinación moderna, cabe plenamente el
ensayo de la “estrategia leninista defensiva”: la “revolución democrático institucional” hacia el “socialismo del
siglo XXI” (sic), como fórmula de activismo en el paso transicional hacia la “comunidad cibernética de
objetivo”.
398 Dicho sea al pasar, como se sabe, los diversos pueblos en distintas fases de su desarrollo han contribuido con
el desarrollo material y espiritual de la humanidad: los griegos básicamente con la escritura y con el pensar
filosófico; lo árabes con las matemáticas; los chinos con la pólvora, con la imprenta; los alemanes con la Física;
los españoles con la Psicología; los franceses con la teoría política; gringos e ingleses con la empresa, con las
multinacionales, con el armamentismo, con la Cosmología; lo japoneses con la Informática, con la Robótica; los
rusos con la revolución social, con el socialismo, con el desarrollo de la conquista espacial; hoy, en cambio, en
todos los desarrollos está implicada la humanidad en colectivo.
399 En la transición, todavía impera el llamado “régimen democrático”; al disolverse del todo el sistema clasista
o sistemas clasistas, la “democracia” (el debate, el consenso desaparecen, puesto que la base material de la
contradicción, de la deliberación: la comunidad escindida, ya es un dato en la historia) periclita con ellos y surge
un nuevo “régimen” de asociación, comportamiento social y objetivos humanos: ser en el proceso de
280

Suprimida la propiedad privada, la división del trabajo (que también cumplió su papel
edificante en la historia: “… perfecciona el producto y al productor”; ahora bien, sólo con la
robotización se inhibe la división del trabajo al pasar el trabajo físico a las máquinas; en
realidad, se abstraen todos los factores que sostiene al sistema: distribución previa de los
medios de producción, división del trabajo, preasignación coercitiva de roles y presencia de
dirigentes y dirigidos –forma en potencia de la polarización): del trabajo en cuanto tal, debe
afirmarse una vez más, se desploman las colosales formas institucionales e ideológicas
fundamento y garantía de reproducción de la presente sociedad (el mercado, la propiedad, el
Estado, la familia 400 , los Bancos, los sistemas de justicia, todo tipo de jerarquías, la noción
abstracta de “libertad”, de democracia –“canales institucionales para procesar demandas”-, la
Etica, el egoísmo, la ambición). La sociedad traspone sus nexos naturales, primarios, de
sangre, tanto como los de índole secundarios, mercantiles; ésta se cohesiona mas bien, en
virtud de la operación de otros mecanismos: el sentido racional de la alta responsabilidad, el
cumplimiento del deber supraindividual, mancomunado, respecto de un solo fin real: la
sabiduría (la espiritualidad pasa a ser el sentido de las relaciones objetivas, el conocimiento
cada vez creciente de la realidad y, la práctica: la investigación y la penetración en las
profundidades macro y micro cósmicas; la refiguración de la compleja interacción de
interacciones: interacción gravitacional –peso-, interacción electromagnética –imán-,
interacción débil –decaimiento Beta-, interacción nuclear fuerte –fuerza atractiva de los
protones 401 ). Este sentido puede incluso emerger a instancias del propio niño (como lo es en
el caso del reloj biológico en las aves migratorias; nada más que aquí, este hecho habrá de
conseguirse por medios artificiales), de modo paralelo al proceso de su maduración
psicológica, para luego empalmar con el proceso de sobremaduración “ideológica” (sus
intereses); interés, que –esta vez- es de carácter genérico, pues la ideología se transforma en
un simple sistema de pensamiento (en sentido abstracto gramsciano), en filosofía; y, este
proceso de formación de la adultez psíquica y racional, viene regulada por métodos
cibernéticos: la fusión del cerebro con dispositivos electrónicos, puesto que a un ser humano
no puede privársele de la experimentación de sus etapas evolutivas (el medio hacia éstas, es lo
único que cambia).
Figurarse este nuevo “orden de sociedad”: el paraíso (el cielo) en la tierra
históricamente generado, esto es, la persona asociada por vínculos terráqueos y de objetivos
trascendentes, estructurada en comunidad, como en la barbarie cosechaba la “producción”
natural, a futuro se dedica a hacer suyas –usufructuar- los frutos provenientes de la operación
del sistema robotizado –strictu sensu: el comunismo se da en condiciones de robotización o
¡no se da!-, o sea, fenómeno de la especie a producirse por obra y gracia de la conflictiva
acción del ser humano –en presencia de las ataduras que las representaciones plasmadas, las
reglas de la cotidianidad y la ontología social deparan a la conciencia-, constituye tarea
aciaga; no obstante, incide más en la labor formadora del concepto el escepticismo, la
posición de la conciencia vigente, que no admite, que no acepta una perspectiva
subjetivamente estructurada sobre la modalidad futura de la existencia; ésta se advierte –mas
bien- como un artificio apriorístico de la abstracción, que no puede hacerse de credibilidad 402 .
consolidación de la idea (el comunismo es la unicidad absoluta: la percepción coincide con su objeto, una sola
cromática, una única conciencia).
400
La familia monogámica: institución clasista egoísta por antonomasia, cada vez más se descompone para dar
paso a un orden superior de relaciones reproductivas: la comunidad sexual de los modernos posmodernos
bonobos, cuya base de determinación es el sistema de automatización medial en el proceso de reproducción
material y en el vegetativo de la población (in vitro, clonación,…); en sentido social, este fenómeno se acelera a
medida que aparecen nuevas modalidades de conducta y de juridicidad: el gaycismo y el “divorcio express”, por
ejemplo. Del capitalismo: no debe quedar “piedra sobre piedra”.
401
Dixit: Físico Franklin Erazo.
402
Se insiste, se avecina el “Reino del Dios-ser humano” en el Universo: el paraíso en la tierra. En él, el ser
humano será bueno, perfecto, sabio, todopoderoso en su humildad y fraternidad, pues, se habrán ido las
condiciones generatrices y que sostienen la maldad (“primerito”: el capitalismo, los mitos religiosos, las
ansiedades poéticas); la abundancia retirará la mezquindad, la avaricia, el egoísmo: los atavismos psicológicos
en general; el ecotipo unidimensional, eliminará toda prepotencia racista y pavoneo de superioridad; la sabiduría
general objetiva, pondrá en análogo plano de conciencia a todos. ¿Vida monótona? Desgraciadamente, para
ciertas mentes: sí. Sin el amor, sin el temor a Dios, sin la necesidad de obtener el pan con el sudor de la frente:
“qué tranquila, que segura, qué pacífica será la vida, y qué triste”. Esa sensación de pasividad e infelicidad,
ligada a la producción hormonal, se inhibiría con la interrupción volitiva de su síntesis por parte de la mente
madura.
281

En atención a la naturaleza escéptica prevaleciente en la mentalidad en boga, se torna
necesario superar los límites, que las vigentes forma y cúmulo de relaciones sociales ponen
sobre la representación de la realidad por venir; en suma: es un acto voluntario, que consiste
en obligarle a la “mente” del pez, que trascienda (que supere el “efecto paradigma”, la
“parálisis paradigmática”, que se vuelva “pionero”), que se represente un mundo fuera del
agua (la exhortación a converger en esta reflexión, tampoco yace en el aire, en la pura idea,
pues, existen brotes reales de su conformación).
En sociología, historia y filosofía, si el análisis de su “objeto” se ensaya siempre en el
interior del modo de producción capitalista, se llegan a tres conclusiones: 1) que el
socialismo, luego de 1956 y 1989, la clase obrera y el marxismo sufrieron una derrota
temporal; 2) que debe destruirse al capitalismo (tarea pendiente) e implantar el socialismo; y,
3) que le objetivo fundamental milenarista es la “construcción del comunismo”. Mas, si el
punto de mira se ubica fuera del capitalismo y “más allá” del comunismo, las conclusiones
son: 1) la humanidad debe concretar la esfera del espíritu: la conciencia absoluta, para eso
está; 2) con ese propósito la humanidad tiene que sobreponerse al trabajo, para lo cual
requiere automatizar la vida: dedicarla ésta completamente al desarrollo espiritual con apoyo
de la tecnología de la mente; 3) que este proceso (automatización) debe hacerlo el
capitalismo, el socialismo o una formación mixta; 4) la coyuntura de entre siglos realiza esa
vía mixta, mediante la que se completa el proceso de robotización; y, 5) que las luchas
populares se dirigen a impedir que se siga afectando a la población y al medio natural, sobre
la plataforma edificada por el proletariado.
En la coyuntura, los seres humanos habrán de tornarse simples “máquinas adiposas del
sexo”, mecanismos inútiles en cuanto a reproducción, aparatos sensualistas homosexuales.
Luego de transcurrido el lapso de vida propuesto (para el 2050), esto es, los cruentos putsh
por expropiar el sistema automatizado de producción, la realidad se transforma: sale de escena
el capitalismo; no obstante, el problema no se ha resuelto, puesto que se cierne el peligro
inminente, de que la humanidad ingrese en una verdadera etapa en Sodoma y Gomorra: adorar
al “becerro” del placer mientras se espera la llegada del neoMoisés de la racionalidad, la
disciplina y la sapiencia: la noesclavitud de los sentidos, erigida sobre la automatización, deja
al ser humano libre para la realización del deseo, del prurito hormonal, del imperio de los
cerebros derecho, límbico, reptiliano: descanso, buena vida (“buen vivir”), la farra, la
contemplación, los viajes, las reuniones sociales, en suma: despreocupación por las
actividades espirituales, racionales de la existencia. El riesgo está a la vista: sumirse en Eros
como algo natural y edificante, perderse allí para siempre, no levantar cabeza, hundirse y
desaparecer. Ese el verdadero peligro que se cierne sobre el cerebro izquierdo del género, mas
no el parricidio del robot. ¿Podrán las mentes lúcidas halarse ellas misma de los pelos y salir
del fango al que les ha llevado el máximo desarrollo de las fuerzas productivas? That is the
true question.
Tendencia y retroacciones; “crisis” terminales.
El escenario en curso, el cual –tautología- es la matriz del mundo que viene, en términos
escuetos, responde a la siguiente caracterización empírica: en Europa se agota el modelo de la
llamada “economía del bienestar”; la terapia inmediata: modificación oficial de sistema de
pensiones –por ejemplo- en Francia (política de signo neoclásico ésta, la cual ha provocado
movilizaciones populares de descontento 403 ); EU ha instalado en el planeta un nuevo frente de
belicidad (“guerra fría”: competencia intermonopólica entre las grandes corporaciones
mundiales, en la esfera monetaria) denominado “Guerra de divisas” (ésta es una de las últimas
403
Los propios representantes teóricos de inspiración neoclásica dicen que ningún Estado, que ha propendido el
bienestar de la población a través del gasto público, ha logrado resultados; pues, arguyen que no es sostenible
dicho gasto, por lo que debe volcarse la mirada al sector privado (paso de la “legitimación” hacia la acumulación
-J. O’Connors). El gasto público, prosiguen, desequibra el presupuesto, por lo que el Estado recurre al
patrimonio de la gente. El Estado ha gastado en Europa: subvenciones, pensiones jubilares generosas, jardines de
infantes para todos, subsidios al desempleo, como producto: exceso de gasto público improductivo, desequilibrio
en las cuentas fiscales y ajuste brutal (ya no les alcanza el excedente imperial para acumular y financiar la
política de la “economía del bienestar”), transformando en “variable de ajuste” al sector social. Empero, no es
simple arbitrariedad la “gastadera” yanqui y europea, al inflar el presupuesto para sostener políticas
asistencialistas al desempleo y a la vejez, en su orden; esa conducta de las intelligentzias manager responde a la
estrategia consistente con la política de asignación de plusvalía para bloquear la guerra civil, que la crisis
capitalista puede desatar al interior de ese país y ese bloque.
282

escaramuzas –fricciones globales, “aluvión proteccionista”- en el frente mundial del
capitalismo, puesto que en el inmediato futuro la guerra a de ubicarse –entre los deudores- en
el saber, en la técnica y, por fin: en la esfera virtual –de la conciencia), con el propósito de
equilibrar su balanza comercial 404 y de capitales (atraerlos), y su objetivo es frenar la carrera
exportadora de los capitales multinacionales ligados a la economía china (la devaluación está
siendo utilizada como arma política para invertir el saldo favorable de la balanza de pagos
china; política inefectiva, en todo caso, puesto que China detenta una economía real –en dicho
país/factoría las transnacionales producen-, que puede destruir la economía de papel gringa;
en efecto, la respuesta de China ha sido comprar papeles del tesoro y otros títulos de deuda, y
la devaluación coetánea de la moneda doméstica en niveles que no afecten significativamente
la capacidad adquisitiva endógena –La silenciosa conquista China 405 ); la “semiperiferia”:
India, Rusia, Brasil, Sudáfrica -BRICS- (Chile, Colombia y Perú), crean un nuevo frente
exportador y de atención al consumo interno con producción doméstica (E. Mandel, tiene
razón esta vez, pero puesta su previsión en el seno de las contradicciones internas del propio
sistema capitalista: la incorporación de nuevas economías al “primer mundo” 406 ; hecho por el
cual se diversifica el poder, se complejiza y se torna más explosivo el proceso al que da
curso); en América Latina, el ALBA avanza con contratiempos, sin embargo: sigue. Esta es la
coyuntura microcíclica a través de la que se realiza la determinación más amplia de la historia
(sobreacumulación de capital constante): caída de la tasa de ganancia –disminución en
términos reales de la tasa agregada de retorno- (efecto estructural), conato estratégico que
vuelve sustentable la contradicción (efecto superestructural, ideológico). Es la lucha entre el
pasado y el futuro: la forma en como la nueva realidad se afirma.
Una vez asistida la dolencia bancaria con el salvataje, la locomotora: el motor de la UE:
la Alemania reunificada, para finales del 2010, parece dar signos de recuperación sorteando
por un momento el estado de recesión, que aqueja al mundo. La formación humana burguesa,
sometida a los dictados de su principal agente: el sector monetario, parece querer capear la
crisis financiera sistémica del 2008. ¿Podrá salir adelante una vez más la fase cumbre de la
larga formación clasista de la humanidad, denominada “civilización Occidental”? Los nuevos
factores que han ingresado en escena, permiten concluir que: ¡no! 407 Como el diagnóstico lo
dice, las principales cabezas imperiales del mundo acusan: déficit fiscales astronómicos 408 , los
cuales no pueden ser cubiertos, incluso si se aplica “una mayor ortodoxia en materia fiscal y
monetaria” (reducción del gasto e incremento de tributos); las deudas de EU, de la UE, del
Japón, como de las zonas semiperiféricas y periféricas (la cual puede ser servida, pero con el
PIB de o cercano a un año), el desempleo y la reducción del consumo en cuanto contrariedad
de sobreproducción, colocan en la arena del mercado al Dólar, al Euro, al Yen, al Yuan:
guerra de divisas en la ruta de mejorar la posición competitiva y recomponer la balanza
comercial; el corolario de toda esta trifulca tiene cono su base al descenso de la tasa global de
ganancia y a la ralentización dramática de la tasa de acumulación: el capital decrece,
degenera. El desarrollo científico-técnico conduce a la automatización completa y total: no
puede detenerse, pues, de ocurrir lo cual, habría decesado la potencia: el poder de toda
inteligencia (racional) y cundido el hedonismo, en realidad: la presencia de ésta, sería
404
Robert Brenner citado por Luis Garrido, en: C:\Users\user6\Documents\El largo declive y la crisis estructural
de la economía-mundo capitalista, 1967-73-2010 « Utopística Política.mht
405
Como registra la historia, el giro revisionista de Mao impidió que China avanzara en el desarrollo socialista
hasta donde lo hizo la ex URSS (para unos hasta 1989, para otros, en cambio, tan sólo hasta 1956) y luego
“implosionar” como lo han hecho todas las otras experiencias (percance en el que ha terminado también Cuba, a
partir del 2011); el proceso ha permitido mantenerse cerca del capitalismo clásico a China y ahora iniciar el
“remate terminal en esa carrera”.
406
El campo “socialista” amplia su mercado externo, los procesos de liberación nacional reducen la demanda
para la producción de las principales potencias capitalistas y la crisis de sobreproducción interna a estas últimas,
significan el fin de la formación social burguesa (Mandel, Ernest. Tratado de economía marxista; México,
1962).
407
La trillonaria inyección de liquidez a bancos y al resto de empresas constituye una montaña de créditos que
son impagables, que tampoco ha conducido hacia la superación de la crisis en tales sectores: Grecia, Irlanda,
Turquía, son su evidencia.
408
En Economía Política marxista, de sobra se sabe, que los Estados son representantes directos de los
empresarios (de las distintas fracciones –contradictorias, competitivas- globales de él, en la época); éstos
movilizan recursos financieros (emisión, créditos, bonos) para atender las necesidades de acumulación de
aquellos (los empresarios). Abonos para apoyar la devolución de créditos al exterior de la deuda privada, para
otorgar créditos directos o para invertir en la formación de capital social o en la formación del talento humano.
283

innecesaria. El status de nueva conciencia: la claridad de criterio, pone a los habitantes –por
término medio- de las antiguas neocolonias en plan de desconectarse: se hallan creando
políticas comunes, su propia moneda (el Sucre, por ejemplo), su propio banco, su propia
arquitectura financiera y su área comercial respectiva: la UNASUR. La “vía solidaria” de
varios países en el planeta, reduce el mercado para la gran industria mundial. En la tierra
entera asume importancia la forma de vida frugal: no más autos, no más coloretes y perfumes,
adiós a las casas de modas, a los enlatados, a la vida suntuaria y ostentosa. El boomerang
procedente de la asonada popular árabe librada en el segundo mes del 2011, mediante la que
la hegemonía geopolítica yanqui en el sector pretende ser relanzada, completa el fresco de
secesión humana frente al capital.
En una palabra: los megos especuladores se han tomado la vida. Las multinacionales
(multilaterales) gobiernan el mundo mediante mecanismos de oligopolización política. El
sector específico de la hegemonía, ya se ha dicho, es el capital financiero. Exceso de
crecimiento, destrucción de riqueza, crisis (desconfianza, baja calificación de la deuda); la
recuperación activa la función de intervención estatal, incrementándose la deuda y el déficit
presupuestario; guerras de divisas, devalatuorias, proteccionistas, con propósitos contractores
de las deudas. Debe rebasarse dicho designio. A decir verdad, no pueden la inteligencia, la
conciencia y la racionalidad, simplemente quedar entrampadas en el protagonismo protervo
de un segmento humano: el capital financiero (la Trilateral), en el minúsculo interés de lucro
(pese a que en el interior de su realización, las fuerzas productivas continúen su desarrollo),
como determinación del movimiento de las leyes del capital, y sólo en una coyuntura de
preocupaciones humanas. Economía de deudores; deudas impagables; el Fondo de
Estabilización –eurorescate- no tiene suficiente liquidez; default cruzado entre
multinacionales (excepto de la deuda de los países necoloniales). Enfrentamiento entre
bloques del capital (geopolítica: “expresión ….-espacial-… concentrada de la economía”): la
extrema derecha se toma la conducción directa del Estado (ese radicalismo fascista agudiza la
crisis y la explotación, y acelera el desenlace: la principal cabeza del imperio –EU- concluye
su vida solo, enfermo, como pordiosero; en efecto, la “potencia” está en franca conversión en
país “subdesarrollado”, en “banana republick”, en “nordaca”; ¿puede reaccionar?, no, pues,
termina así, como efecto de la operación de leyes “naturales”) y la política neoconservadora
que ésta impone crea la oportunidad para la desconexión (la UNASUR como negación de la
OEA –la CELAC) 409 . ¿Cómo reduce el déficit EU? ¿Recurriendo a los ricos responsables del
desbarajuste? No: autores y beneficiarios de la crisis se niegan a pagar impuestos. Volcando
el problema a la población, afectando al trabajo: con la aplicación de reformas estructurales
desactivadoras del Estado del Bienestar. ¿A dónde conduce todo? Al desempleo, a la
informalidad, al incremento del índice de pobreza, a la institucionalización de la crisis y su
conversión en oportunidad para negar el sistema.
Sin embargo, en el presente escrito, la tesis sobre la caída del capitalismo, la que existe
como pívot epistemológico de toda la trama, no está sustentada en factores de crisis
financieras (que también lo son, esto es, no importa si Irlanda se hunde o si esta crisis se
vuelve sistémica arrastrando al desastre a toda la Unión Europea como tal –para fines del
2011 se admite que Europa ha entrado en recesión- 410 , si se recupera la locomotora alemana, o
si las reservas en divisas chinas van en auxilio de ésta u otras “potencias”, si resulta
homeostática la acción contratendencial de la “elite secreta de banqueros” -la Comisión
Trilateral- que manejan el negocio de los “derivados” y de los conmodities a nivel mundial
–esta “subcultura” de las multilaterales, que realizaron el trillonario salvataje financiero en el
409
Esta nueva condición gringa: república bananera con armas atómicas, trae aparejados dos problemas para el
mundo: 1) la vida excedentaria de los estratos de ingresos medios altos y altos de la población debe terminar; y,
2) cuando caiga EU, las clases dominantes que han sido sostenidos por los yanquis (los gobernantes testaferros,
filibusteros de los “Estados fallidos”, vasallos, las monarquías teocráticas) se quedarán solos y a merced de los
pueblos (pero antes los pueblos del mundo aislarán a EU).
410
Esta absurda pretensión unionista, como la que propuso el principal imperio con las maniobras del ALCA y/o
los TLC, no tienen futuro: lo bloquea el movimiento asociado con el destino general de la humanidad, signado
por el proceso de globalización. Dicho intento de federalidad constituye, no otro que una maniobra clásica de
centralización espacial del capital multinacional (el territorio nacional, en un momento dado de su desarrollo, le
resulta un ámbito reducido, limitado, para su reproducción), de modo que la dimensión geopolítica real se ha
presentado como un recurso (estrategia) para sus fines: sostener la competencia (ventajas comparativas
locacionales) frente a los otros bloques de la neotriada (reparto institucional del mundo): proteccionismo en la
extracción de plusvalía y trasferencia de ésta de un bloque de multinacionales corporativas a otro, mediante los
vasos comunicantes del comercio entre estos messo parnerts (“naciones” globalizadas).
284

2009 y que se hallan en la tarea de subir el precio de los derivados del petróleo, para hacer
descansar el peso de la crisis sobre las espaldas de la humanidad 411 ; o si es o no verdadera la
tesis de la financiarización), en revoluciones o en actos de locura supuestamente individuales
como el de Hitler; por lo contrario lo está, en las variables: desarrollo de las fuerzas
productivas, mediante la que la composición orgánica del capital llega a ser absoluta y
decesa al obrero (al trabajo), como a la desconexión de las economías solidarias, que
proponen una forma de civilización diferente (en la perspectiva de terrenalizar la “utopía”
proletaria: la idea de superación de la realidad dada, la “visión de futuro” y el camino), cuyo
portador material son los pueblos, los ciudadanos, la humanidad, y acción a tener sentido y
pertinencia montada sobre el legado de la lucha proletaria, el ensayo socialista
efectivamente esbozado y la movilización popular planetaria 412 . En efecto, los “esquemas
de reproducción de Marx” sostienen, que el capitalismo es viable “siempre”; no obstante, el
pensamiento progresivo de Marx sugiere, que la voluntad transformadora –la autonomía
relativa del contrapensamiento- y el desarrollo de las condiciones –y contradicciones-
materiales de producción introducen a la humanidad, en la etapa superior de la historia 413 .
Además, en este documento, no solamente se trabaja con tendencias, sino también con
contratendencias (vías de escape, amortiguadores de la crisis; en sentido de Marx: “factores
contrarrestantes” 414 ), o sea, se pone atención sobre aquellas maniobras, que la razón burguesa
realiza para frenar la determinación de la ley (la mudanza: la sustitución del sistema actual por
un orden superior de civilización, a causa de sus tensiones internas) 415 .
Si es verdad, que el proceso de “acumulación normal” del capital erosiona la “tasa
media de ganancia” debido al incremento de la “relación capital a trabajo” (composición
orgánica del capital en el proceso de reproducción) en la automatización, el capital ingresa en
la fase estacionaria, y todo capitalismo estancado, degenera. En sentido filosófico, bien se ha
dicho: la “crisis” es la necesidad de subsistir frente a problemas que rebasan la capacidad de
existencia de un sistema orgánico: es esa tozudez la crisis; luego, un sistema cuando
concluye, no se debe a la crisis, sino a que ha cumplido su misión. Una vez que el capital se
adentra en la fase de degeneración (era de la automatización), lo que la voluntad favorable
puede hacer sobre el movimiento de su ser (la lucha de clases cargada hacia el poder en el
instante en que el trabajo ha cumplido su misión histórica y que ha dejado el escenario de
411
El gobierno secreto del mundo: Bilderberg, o la principal agencia de pensamiento de estrategias
contratendenciales sistémicas pro capitalistas. Ahora bien, ver a Bilderberg como la única razón del carácter del
mundo actual, es actuar de modo preponderante o únicamente voluntarista en la diagnosis, o sea, negar la
regularidad de la historia; de modo que tiene en parte razón Susan George (la autora del libro: Informe Lugano),
al sostener que los amos del mundo son marionetas de designios puestos por el mercado (“instrumentos del
determinismo ciego de las fuerzas del mercado “). En realidad, esta gente (la intelligentzia perversa, que tras
bastidores programa y gobierna el mundo) reacomoda la ruta favorable abierta por la estructura, a la cual la
sobreconduce calibrándola para sus intereses.
412
“Karl Marx legó a la historia, afirma Martín Nicolaus en el prólogo de la edición española de los
Grundrisse (Marx, 1989), los planos incompletos de una máquina en apariencia formidable. Además de eso, nos
dijo con toda claridad que se trataba sólo de planos y que correspondía a las generaciones posteriores la tarea
de construir o no el artefacto y de utilizarlo para desarrollar un modo de convivencia humana basado en la
cooperación igualitaria entre todos los individuos” (García, Luis. Yo aún diría Marx). El proletariado, con la
revolución y el socialismo, lego la maqueta de tal artefacto.
413
En este pensamiento, por tanto, se pone más interés en el “sujeto histórico” (el proletariado) más que en el
sistema (capitalismo o socialismo), en el modelo (posneoliberalismo, posliberalismo-neodesarrollismo) o en los
instrumentos de política económica (políticas públicas, inversión extranjera, derechos a la propiedad,…) al
momento de proceder a la evaluación y proyección (se tiene presente, que la “ley del valor” tiene como
concreción al trabajo).
414
Factores “… que enlentecen, frenan en diversos períodos y evitan una evolución puramente lineal o mecánica
de la tendencia inmanente de la tasa de ganancia a decrecer…” (Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y
contenido).
415
El progreso de las fuerzas productivas (el desarrollo científico-técnico: la automatización) cierra la
posibilidad de que el capitalismo inicie “una nueva onda de crecimiento” de tipo Kondratieff (Mora, Henry.
¿Marx o Kondratiev?): el capital (aunque ha logrado subsumir todo lo terreno al proceso de su reproducción:
trabajo material, trabajo intelectual, trabajo doméstico, naturaleza, patrones de consumo, proceso sobre el que ha
advenido la “tercera crisis de valorización”: crisis civilizatoria -sic) no va a “triunfar sobre la humanidad”,
porque los capitalistas también pertenecen a la humanidad. La contradicción abstracta actual (2012), es muy
transparente; sólo dos campos enemigos se alzan en el escenario: el 1% de la población y el 99% de la misma
(parte de la que se desconecta); para sostenerse como riqueza y vida parasitaria, el poder realiza tres tipos de
guerra: militar, mediática y la científico-técnica; porque es la mayoría, porque la estructura se inclina a su favor,
por el efecto edificante de sus reacciones racionalizadas frente al terror, la población parte al futuro con el puño
alzado.
285

ésta) es tan sólo alargar su agonía –precisamente ésta es la determinación en curso- (visto bien
el hecho, si un proceso orgánico nació, se desarrolló y maduró: ¿por qué se debe pensar, que
el mismo se va a quedar allí para siempre y no va a pasar a recorrer el resto de fases:
degeneración y muerte, aun sin la actuación de por medio, del factor “externo” detractor suyo:
el proletariado?) 416 . La era de las revoluciones proletarias, inscrita entre 1948 (Francia) y
1979 (Nicaragua), pasó. En adelante, no se avizora acumulación de fuerzas obrero/populares
ni siquiera como “bloque histórico” en pos de lograr la “hegemonía”, tampoco se advierte en
perspectiva revolución proletaria camino a la formación socialista, en algún lugar del planeta.
La etapa de la revolución de los trabajadores, se inicia con el “fracaso” del alzamiento
repentino, sorpresivo, del proletariado en París en el año citado, le sigue la Revolución exitosa
de Octubre de 1917, luego en 1949 la Revolución China (la larga marcha de Mao Tse Tung)
consigue también su objetivo, a continuación triunfa la lucha conspirativa cubana en 1959 y,
finalmente en 1982, culmina también exitosamente la revuelta nicaragüense.
En 1849, en París, la clase obrera inaugura su carrera político-revolucionaria en el
mundo, con sangre y adversidad: la auténtica destrucción del capitalismo; en 1956, se inicia el
camino de restauración capitalista en la ex URSS; Mao sucumbirá pronto ante el Prometeo del
progreso de las fuerzas productivas; Cuba, en el 2011, ha anunciado el fin de su modelo; y,
Nicaragua vio tempranamente desbaratarse, borrarse, su camino hacia la edificación
socialista, en las tenazas de la contrarevolución permanente mundial capitalista. ¿Ya nada
queda de socialismo? ¡No es así! Queda mucho de él: “la revolución propicia nuevas
evoluciones, que no hubiesen tenido lugar sin ella” (dixit J. Stalin). Una humanidad
interconectada y reconocida; unas fuerzas productivas que continúan su desbocado progreso
sobre el indiviso carácter híbrido de las relaciones sociales: paradójicamente las formas
político-ideológicas capitalistas las impulsan, mientras que las nacional-popularesambientalistas
las cuestionan. Ya nada volverá a ser como antes: la microelectrónica que
reduce la cantidad de materia prima en su ámbito productivo, que no requiere del montaje de
colosales equipamientos industriales, ni de concentración administrativa, se halla a la
vanguardia y afecta incluso al modelo posfordista de trabajo; por su parte, la robótica y la
información, ponen de cabeza aparentemente las tesis del Materialismo Histórico (es un
nuevo momento objetivo en el movimiento ascensional humano, que reclama su adecuada
comprensión), inversiones en las que, sin embargo, el proceso fluye según las leyes clásicas
de su devenir, entre las cuales resalta la necesidad histórica, demanda satisfecha siempre en el
designio material de la reproducción de la especie. Las fuerzas productivas “se aprovechan”
de las crisis capitalistas (el capital ha ingresado en la senda sin retorno de la carrera
tecnológica, efecto de la aguda competencia intermonopólica) para provocar nuevos saltos en
su desarrollo, lo que significa proscribir cada vez más al capitalismo, empujarlo hacia la
esquina, a su desaparición definitiva 417 .
Amén de las crisis anteriores (la experimentadas por el sistema en la fase
preimperialista en el Siglo XIX y hasta antes de la Segunda Guerra Mundial), 1970: crisis
energética, 1982: crisis de la deuda, 1997: crisis asiática y 2007 (ya le tocaba): crisis
financiera fiduciaria. En los 40 años que vienen (en las economías centrales), pues, el proceso
416
El punto de vista de Wallerstein (Wallerstein, Immanuel. La depresión, una visión a largo plazo; octubre del
2008) al respecto, es concluyente; el mismo se sostiene en las teorías de los ciclos kondratieff y los
hegemónicos, y, por supuesto, en las tesis suyas sobre el “sistema-mundo”; el enfoque de los “hegemones”, por
su parte, se constituye según variables cronológico-politológicas. La tesis sobre la “sociedad senil” aquí
asumida, en cambio, se basa en los postulados de Lenin en torno de las dos etapas fundamentales que atraviesa el
capitalismo: período competitivo y período monopólico, siendo este último, la etapa final de vida de la larga
formación clasista de la humanidad; se apoya también en las tesis de Marx sobre la ley de la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia, que derivada de la competencia entre capitalista y la acción de otras
contradicciones, la que automatiza la economía, con lo cual suprime progresivamente al trabajo y se anula
paralelamente a sí mismo, fenómeno que ha sido acelerado por la lucha de clases, la revolución de Octubre y el
socialismo. El capitalismo se halla rumbo a su liquidación definitiva (no va a haber una nueva onda kondratieff,
pues, la fase A –productiva- no puede instalarse sin trabajo humano; es la “onda” tecnológica –robótica- la que
está a la vista); por tanto, la conclusión a la que llega Wallerstein por su propia vía (percepción incluso
fisicalista), es correcta: “No hay mucho que nadie puede hacer para cambiar eso”.
417
No obstante, en el horizonte humano se advierte ambivalencia de destino: 1) que la mafia cupular financiera,
traficante de drogas y belicista yanqui destruya a la humanidad; 2) que ésta tome la justicia por sus propias
manos y destruya a este imperio jefe de la horda asesina global: EU-Inglaterra-Israel. ¿Cómo, luego, se libera la
humanidad del “matón –del barrio- del mundo”? El mundo –el barrio, el “populacho”- se une, arremete contra el
matón, lo golpea, lo arrastra, lo ultima y lo incinera. El matón yanqui debe seguir esa suerte: ¡pero ya!
286

mantiene su curso regular, deben presentarse tres últimas “crisis”: tres ritmos largos finales de
acumulación (desacumulación) capitalista, en los que el crecimiento turbulento decreciente,
debe dar paso al estancamiento y la “crisis” (éstas son “crisis” de cuasi sobreproducción,
expresadas de modo particular 418 ). “Crisis” científico-técnica (la economía financiera
supermonopólica que se sostiene por el mecanismo de la “agregación de ‘valor’” en la esfera
tecnocientífica, se enfrenta a anomalías: se desencripta todo, se desclasifica el conocimiento,
salta hecho añicos toda censura de propiedad intelectual –el plagio; copiar, aprovechar y
mejorar, transferencia y adaptación tecnológica, son la norma- 419 ; el ser humano desarrolla su
capacidad creativa); “crisis” de realización del producto en sentido sweeziano:
desproporcionalidad y subconsumo (sobreoferta de productos frente al avance de la forma de
economía popular solidaria alternativa, que ha incidido regresivamente en la escala de ventas
del aparato económico convencional; se simplifican las necesidades); y, “crisis” de opciones
de inversión (se cierran diligencias y oportunidades: ya no es rentable invertir en ningún
sector, zona o necesidad: la automatización se ha tomado la “economía” y la forma de
subsistencia alternativa domina el planeta); en suma: “crisis general de valorización” 420 .
Ahora bien, en el fondo del proceso terminal yacen vigentes las tres leyes descubiertas por
Marx: desarrollo de las fuerzas productivas (contradicción entre la fuerzas productivas y las
relaciones de producción), la contradicción entre la producción social (la automatización es un
proceso de producción histórico-social) y la apropiación privada de dicha producción
automatizada (“desajuste entre el valor de las mercancías producidas y el volumen de la
demanda de las mismas”), y la lucha de clases. Lógica e históricamente (tanto en la mente
como en los hechos), la realidad es de ese orden y decurre así. El desenlace del proceso no
depende de la voluntad, sin embargo de que el escenario tiene a las fundamentales fuerzas
concretas de la población hemisférica (los rezagos de la burguesía y la población mundial),
como sus brazos. Como ha ocurrido a menudo en la historia, el vector resultante (la variable
de ajuste) no es la victoria de uno o de otro lado, sino la realización de la necesidad de ésta:
desbrozar el camino por el que debe fluir la inteligencia, como si el recurrir de la vida humana
siguiese la dirección de un designio: sobre las condiciones cósmicas subyacentes, la historia
erige aquellas en las que la razón encuentre su sentido (“entre los remolinos del movimiento
humano, puédanse discernir ciertas líneas de dirección de la corriente” a la manera del
surfista).
En realidad, en la inmediata coyuntura, el mundo debe homogenizarse en sentido
“socialdemócrata” (“socialismo pequeñoburgués” 421 ; “… la globalización de las luchas en
contra del neoliberalismo” –dixit A. Borón- es una variable de verificación de la citada
determinación tendencial 422 ); “occidentalización” global, que es el paso previo a la
418
En la web: ¿Estamos viviendo la quiebra de una "onda larga"?; por Federico García Morales. La
recuperación que se espera, una vez que la onda financiera concluye, tampoco es dable. La última organización
del trabajo (el trabajo wired) no tiene la dimensión del fordismo o del toyotismo; las nuevas tecnologías
(micronización) hacen innecesarias las grandes magnitudes de renovación del capital básico; onda industrial y
onda financiera se anulan en conjunto con el establecimiento definitivo de la “onda tecnológica”, en el seno de la
que el capitalismo ni cae abruptamente ni se recupera para el largo plazo, pues, la voluntad fracturó el cerebro
del capital: ha sido cerrada la apertura de todo tipo de onda, cuando éstas desembocan en la automatización,
forma en la que el mundo expone su nuevo rostro.
419
El proceso de desencriptación furtiva –como es común advertirlo- ha empezado por la esfera espiritual (la
ciencia: fotocopiados, ediciones piratas; en el Arte: economía “subterránea” ligada a la reproducción ilegal de
música, de películas,…).
420
No más Keynes, Kalecki, Kaldor, Harrod, Domar, Robinson, Timbergen, Pasineti, Nash, Modigliani, Stiglitz,
Krugman; se quedan solos los neoclásicos con su “función agregada de producción” y el “sueño de perros” del
equilibrio dinámico a largo plazo (en realidad, todo el sistema lógico-empírico capitalista se desbarajusta, pues,
“… no existe ninguna concepción alternativa coherente acerca de cómo deben ser conducidas las economías
capitalistas modernas” –dixit Perry Anderson: La trama del neoliberalismo: mercado, crisis y exclusión social).
421
Dicha conclusión hipotética prospectiva, no es un deseo; es, más bien, la escritura cuasi escatológica de la
“visión de futuro”, efecto de haber extrapolado la tendencia histórica: el desplazamiento supuesto de la
humanidad. Los procesos históricos se hallan precedidos por la determinación de la regularidad objetiva: no se
puede de motu propio, como suponen los gramscianos, por acuerdo y edicto, alcanzar la producción de la
auténtica célula artificial, crear ya “bebés a la carta”, dotarse del robot funcional, de la inteligencia artificial o
trasladarse en Concord por el Cosmos. No es posible proceder así. Existen normas naturales e históricas que
deben cumplirse. Ahora bien, con la tecnología se borra toda ventaja comparativa comercial, tanto como la
diversidad sociológica (mestización).
422
Algunos jóvenes profesionales africanos (de Egipto), por ejemplo, exigen que se estreche el conocimiento
recíproco entre América Latina y Africa; ellos dicen: nosotros no conocemos sobre la Constitución, la Asamblea
Constitucional, sobre reformas constitucionales, etc., que Uds. si conocen: Argentina, Brasil, Venezuela, Bolivia,
287

concreción del “gran salto” (humanidad sin trabajo, existiendo en relaciones comunitarias) en
el sentido arriba expuesto y en el marco de la resolución de las tres últimas contradicciones
asociadas a sus crisis respectivas; esa la razón fundamental detrás de la anunciada mini
“Perestroika” cubana como del “agotamiento del modelo de control político dejado por los
poderes franco-británicos, luego del proceso de descolonización que siguiera al fin de la
Segunda Guerra Mundial…”, en la Zona Arabe. Las decisiones van más allá de la voluntad.
Miterran, Bachelet, Lula, Zapatero, Correa, Castro y próximamente Humala, han debido y
deben actuar como keynesianos (bastardos –dixit Joan Robinson), pues, las “… clases tienen
todavía una misión que cumplir…” 423 . La posición política ultraconservadora de ortodoxias
como el caso inglés, el yanqui, el israelí o el colombiano, se acoge a la presión de la historia,
de desplazarse hacia el centro, incluso apelando al pretexto de la necesidad de implementar
políticas contracíclicas, de financiar políticas redistributivas, con recursos obtenidos a través
de la aplicación de medidas impositivas a los grandes capitales (es la intervención modulante
de la historia, de la población afectada). Es posible que se vea a Europa como el lunar:
desactivación del Estado de Bienestar, efecto del contexto actual de la crisis; ésta, en verdad,
es una excepción de muy corta duración, que traerá aparejada conflictos de grandes
proporciones (Movimiento de los Indignados, “contacto y contagio de la Primavera Arabe”
–sic-: Túnez, Egipto, Siria, “Libia”; Chile: el flujo histórico sigue a través de la
intelectualidad juvenil universitaria –es la izquierda moderada, ciudadana-, su lucha es la
continuación de la avanzada proletaria de antaño 424 ), previo al retorno al camino del centro.
En verdad, la humanidad se ha homogenizado en sentido capitalista; se ha visto a merced de
la vigencia alternativa de los modelos neoclásico y keynesiano en su conducción; en la
coyuntura, en cambio, el legado proletario más conspicuo, induce una sola vía de
desplazamiento para el género: mercado regulado con énfasis social.
Merece resaltarse la rebeldía del gran pueblo norafricano llevado adelante en el
transcurso del 2011 (la “Primavera Arabe”, según expresiones cochinas del poder cobarde
genocida mundial: EU, Inglaterra, Francia, Israel). La chispa se prendió en Túnez; esta
protesta popular heroica del gran pueblo tunecino: 29 días de insurgencia, acabó de golpe con
el sistema corrupto proyanquí aparapetado en el manejo del Estado (provocó la elaboración de
una nueva Constitución, en la que se recogieron los Derechos del pueblo y se reivindicó a la
Mujer, siguiendo la perspectiva de Venezuela, Ecuador y Bolivia), y se desplazó a Egipto, a
Jordania y a Bahréin. En Túnez, el intervencionismo yanqui se puso de lado del poder local
corrupto, y pretendió reerumbar y aprovecharse la y de la rebeldía popular, en su orden; en
Egipto, Jordania y Bahréin actuó de modo similar. Los casos de Libia y Siria, fueron
diametralmente diferentes. En efecto, Libia tenía, cuando Gadhafi, los mejores sistemas
africanos de medicina, de educación y de desarrollo humano (toda nueva pareja matrimonial
recibía una vivienda); Libia: un país de 6 millones de habitantes daba trabajo a 6 millones de
emigrantes de Africa y Asia, lo cual, multiplicado por 10 miembros de la composición de una
familia tipo, hace que Libia aportara para sostener a 60 millones de personas; luego, en Libia
no hubo ni la más leve sombra de descontento ante su realidad y frente a su líder: el coronel
Ecuador (dixit A. Borón; Mesa redonda: Cuba, TeleSUR, febrero del 2012). Es el típico proceso de
occidentalización: adopción del “sistema democrático”, el modelo económico fiscalista redistributivo y la
tolerancia religiosa; no obstante, también es la base subjetiva que permite la unión de los pueblos como lo habían
planteado Fidel, el Che “y los grandes líderes del ´Tercer Mundo´” en otros momentos: la Tricontinental
(América Latina, parte de Asia, Noráfrica).
423
Trotsky, León. Historia de la Revolución Rusa; tomo I, p 127.
424
En efecto, todos los movimientos político-sociales contemporáneos: esta dinamia humana muy movida,
decidida (Indignados, Ocupa Wall Street, incluso los derivados secundarios y muchas veces anodinos: mujeres,
étnicos, derechos humanos, territoriales, culturalistas, ecologistas, homosexuales), tienen, es obvio, su base
objetiva determinante inmediata de sustento: dificultades en la reproducción material de la vida y la crisis, pero,
sobre todo, al antecedente de la lucha proletaria, a la revolución de Octubre y al “socialismo en un solo país”
(este proceso de la historia creó una doctrina; diseñó un programa estratégico con propósitos realistas y sustento
objetivo; se midió en la práctica con el poder del capital mundial y salió vencedor instaurándose como casuística
con proyección general; y, se probó en la producción de eventos históricos-sociales de estructuración de un
nuevo sistema). En verdad, así como el socialismo es el heredero de las perspectivas, diseños y luchas que le
precedieron: de toda la historia de las luchas que le cualificaron (humanismo cristiano, revoluciones liberales,
socialismo utópico), todo el proceso de reacción política popular mundial de hoy, tienen a las luchas socialista y
comunista como presupuesto; la diferencia entre la conexión entre las batallas preproletarias y las posproletarias
reside en que mientras las primeras tratan con los eventos estructurantes de la especie en sentido sociológico, el
socialismo, en cambio, encarna y trata con la ruptura más esencial de la humanidad: la conformación del género
como sujeto de la idea.
288

Noammar Gadhafi (Gadhafi: líder bueno, que saliéndose del esquema de las teocracias
árabes parásitas, se volcó a su pueblo); los gringos miserables se aprovecharon de las
circunstancias de la “Primavera Arabe” y crearon una situación artificial anómala al interior
de Libia para darse la justificación para intervenir (a Gadhafi nunca le perdonaron los
reyezuelos a los cuales destronó, los que –como con Fidel- hicieron varios intentos por
asesinarlo); utilizaron a mercenarios (tropas extranjeras disfrazadas de libios desestabilizaron
Libia) para tomarse Trípoli, la capital del país –a la cual bombardearon mas de 20 mil veces-
y en el que prevén instalar una nueva Base Militar 425 . En Siria, al inicio de los
acontecimientos en el MAGREB (Túnez), la población se alzó contra sus gobernantes,
exigiendo cambios en coherencia con los intereses populares; mas, una vez que el
imperialismo estadounidense develó la intentona de violentar la soberanía, el pueblo
inmediatamente cerró filas junto a su gobierno, para impedir la presencia de la bota imperial.
Los casos de Libia y Siria responden a las provocaciones de los gringos, para intervenir, para
saquear sus recursos (DOSSIER-Tele SUR).
Este cambio de las formas de organización al interior de la compleja trama de
relaciones en las que se produce el proceso de sobrevivencia humana, ha tenido una duración
de al menos tres décadas, y espera desmoronarse en unos dos decenios más contados a partir
de hoy “día del Señor”: lunes 2 de marzo del 2011, hasta cuando la sociedad matriz del
sistema EU (en el mismo sentido Europa y el Japón) ingrese también ella en las asonadas, que
hoy resuenan en medio Oriente (por lo pronto, en los primeros días del mes de octubre del
2011, los medios de difusión internacionales difunden la noticia, de que en varias ciudades
estadounidenses se han producido manifestaciones populares juveniles en rechazo al sistema
financiero y a sus mandarines, en la misma línea que el movimiento de los “Indignados”). La
“federación” de la ex URSS y los miembros del ex Bloque Oriental, en el transcurso de 30
años, experimentaron ese cambio; hoy, por necesidad lo está haciendo Cuba, debe seguirlo el
resto de Estados socialista (Corea de Norte, Vietnam del Norte y uno que otro país africano de
esa índole); China lo ha hecho oportuna y eficientemente; y, ahora está ocurriendo en el
mundo árabe-musulmán. En este último caso, es sintomático y decidor (al margen de la
exposición de cifras, datos, acontecimientos, personajes y anatemas, que pueden hacerse sobre
los sucesos) el alineamiento de percepciones y proclamas en uno y otro lado; Fidel Castro,
Hugo Chávez, Daniel Ortega y Rafael Correa han expresado su apoyo a Gadhafi, mientras
que la ONU, EU, la UE y el poder mundial lo impugnan 426 ; es la típica expresión de la lucha
entre intereses yacientes detrás de cada posición, esto es, entre la forma de vida ascendente y
el proceso de acumulación degenerativo en el plano global 427 .
425
Libia: inmensas reservas de petróleo y de agua; apoyo a los países más pobres de Africa; gestiones para la
unidad africana; más de 200 mil millones de dólares en reserva monetaria internacional (colocada en Bancos
europeos, que luego del asesinato de Gadhafi, se han dispuesto los oligarcas nórdicos y mediterráneos,
pretextando que eran cuentas de Gadhafi, como acto de relance del instinto saqueador europeo-yanqui-sionista).
Ahora está claro, que los gringos cobardes, para adueñarse del mundo, la misma estrategia criminal que
implementaron tempranamente en la Nicaragua sandinista para destruir la revolución, esto es, pagar a
mercenarios para que ingresen al país a provocar desorden a su interior y arremeter contra el gobierno, la
aplicaron en las repúblicas del ex Campo Socialista, sobre todo en Rumania y Yugoslavia, luego en Irak y en
Libia (y es la que están reeditándola en Siria, la que no les da todavía resultado porque el pueblo sirio se
mantiene unido y en combate en defensa de su autonomía, y puesto que el capítulo inédito, “creativo”, usado en
Libia: la intervención militar de la OTAN, sacramentada por los esclavos de la ONU, no ha sido posible por la
interceptación de Rusia y China; también esperan hacerlo en Venezuela desde Colombia, pero: ¡vamos a ver!).
426
Estos lobbings de las oligarquías estadounidenses y europeas, en los que se ponen de acuerdo para organizar
el hinterland inmediato y el planeta en provecho de sus apetitos: los famosos empresarios monopolistas, para los
que el bienestar del capital es precondición de sobrevivencia de los pueblos: migajas para los que crean la
riqueza.
427
Hoy: 19 de octubre del 2011, como es habitual, la prensa amarilla mundial que tiene amañada la conciencia
de la humanidad, anuncia de modo sarcásticamente desembozado, que en la madrugada ha muerto (fue asesinado
por sicarios de la ONU) en combate el coronel Noammar El Gadhafi: líder del pueblo libio, autor del Libro
Verde, que quiso formar los Estados Unidos del Sahara; ¡Gloria al señor coronel Gadhafi!: como el gran Ernesto
Che Guevara, con su inmolación ha cumplido su palabra: moriré en combate (ese es el ejemplo que proyectan al
mundo los auténticos subversivos). El pueblo libio debe vengar su muerte: el asalto imperialista sobre Libia, los
criminales de la ONU (EU, Alemania, Francia, Inglaterra, Israel), deben recibir su merecido; aquí el
“terrorismo”: ¡vale! (los gringos son maestros para la mentira, para el montaje: han dicho que Noammar huyó y
se escondió en las tuberías como disqué lo habría hecho S. Hussein, que imploró que no le maten, que al
momento de su ejecución tenía en su poder una pistola de oro: una persona sensata, no obstante, no se traga esos
cuentos; Gadhafi muere –lo ha dicho el señor coronel Hugo Chávez F.- como un mártir, como un héroe; gringos
cobardes: se han hecho con otro triunfo, “pero no tengan el cinismo de autoreferirse como ´héroes´”).
289

La estructura de comando planetario vigente es compleja y transicional (Estado-s- en
transición hacia su disolución): Estado burgués “explotador” clásico, Estado socialdemócrata,
Estado popular (Estado de todo el pueblo, en la recuperación de una noción reaccionaria en
tiempos de Marx y de Engels y de la ex URSS, pero que hoy paradójicamente adquiere
pertinencia), este último es, manifiestamente: el Estado de Transición, el que asume carácter
“de dominante” en el complejo “formas de acción política”, el cual paulatinamente desplaza a
los demás y finalmente se “destruye a sí mismo”, en la medida en que
subversivos/intelectuales/ciudadanos, una vez cumplido su papel: no tienen ya sobre quién
gobernar, hecho que induce, como desarrollo necesario, a la creación de un aparato
coordinador, por lo cual la humanidad vuelve a su estado prepolítico inicial, de la
contradicción en potencia, no desarrollada y en la que se anulan todos los desarrollos de su
despliegue concreto dado: coordinadores y coordinados. El proceso se está dando en
Venezuela, claramente en Cuba, en Bolivia, en Ecuador (cuya base material es el “modelo de
economía popular y solidaria”), en Nicaragua, en Paraguay, en Uruguay y quizá en Perú con
Humala, se estén produciendo los brotes. Describir el proceso es una labor aciaga y compleja,
y materia de un profundo y minucioso estudio que queda por hacer. Transición ideológica,
transición política y transición económica: la ley de funcionamiento de la historia se invierte,
pues, clásicamente las transformaciones económicas han sido coronadas con su par políticas;
hoy, en cambio, primero se ha puesto en efectivo la nueva concepción de la realidad (como
efecto de la herencia revolucionaria y socialista proletarias, por supuesto), la idea ha devenido
práctica con la representación popular como “Estado”, a partir de allí se inicia la aplicación
del programa de transición económica, la que esta vez reactúa sobre la superestructura y las
formas de conciencia social (esto es todo lo que se puede decir por el momento).
“El inicio del final; el final y el inicio” (“cada final es solamente un nuevo comienzo”),
como tareas históricas le han sido asignadas llevarlas a cabo, por la estructura económicasocial
del mundo, a América Latina (el Caribe y México): América hispana (“… este inmenso
jardín…”: Zapata, Morazán, Sandino, Martí, Bolívar, San Martín, Artigas, Alfaro), víctima
del bloqueo económico, del FMI, del BM, del CLUB de París, del Consenso de Washington,
de la multilaterales (de las “sociedades secretas” de los banqueros, que gobiernan el mundo,
de la Trilateral 428 ), del Plan CONDOR, de la CIA, de los Chicagoboys, de la Doctrina de
Seguridad Nacional, de La Escuela de las Américas, de los documentos de Santa Fe, del Libro
Blanco,... La sabiduría, la voluntad (teoría y práctica: aprendizaje continuo, círculos de
innovación, competitividad), la maestría de Fidel y sus “lugartenientes”; la experiencia del
gran pueblo cubano: su convicción y capacidad de resistencia, que en economía concluye
luego de 50 años al haberse declarado por el propio Fidel, que el modelo se ha agotado; las
lecciones sacadas en medio siglo de combatir a la “bota imperial”, de enfrentar al poder de
clase externo, el haber tenido que capear el impacto de consumación de la traición
gorbachoviana; el que la “Revolución” haya tomado la medida subjetiva del ser humano
mentalmente modelado de manera burguesa: ideas, aspiraciones, conductas (habitus), en
coherencia; la lucha constante frente a este múltiple y abigarrado cuadro de factores, ha
acicateado el proceso intelectual, la capacidad de diseño y la praxis: el ALBA (fenómeno
racional coadyuvante; Cuba: los presupuestos del Norte –Sur: “El Sur es nuestro Norte”; dixit
Tele SUR-, del conocimiento y la estrategia; Venezuela: la “logística” material, los efectivos
y la operación; Nicaragua: la luz de la experiencia; Bolivia: las raíces, el escenario vivo de la
resistencia contra oligárquica y anti imperial; Ecuador: la conciencia colectiva elevada, la
dedicación, la fidelidad, el ejercicio práctico de un pueblo brillante, racionalmente
movilizado) 429 . Siguiendo a Gramsci y a Habermas, sobre el supuesto del trabajo de
modelación histórica de la humanidad ya dado por la praxis revolucionaria y administrativa
proletaria (el legado de Marx y Lenin), y el aporte del flanco del movimiento autónomo de las
fuerzas productivas sobre el despliegue de dicho patrón, el intelectual orgánico comprometido
con el cambio: su sentido vital se realiza en la incruenta acción de transferencia de la
428
El crecimiento de Rusia, China, Pakistán, India, Brasil, Chile, Colombia, Perú (como antes lo fueron
Alemania, Japón, y los Tigres Asiáticos) es el resultado de la política (interés económico y de la geopolítica) del
capital global (en China el proceso económico endógeno se halla controlado por el Estado y sometido a un
proyecto según pretendida estrategia de rumbo socialista; en cambio, en Brasil, el proceso avanza de acuerdo con
los intereses de la “burguesía paulista” de consolidarse al interior del bloque regional luso-hispano americano,
base de su reproducción).
429
“Todo lo que ocurre en el mundo es resultado de la correlación de fuerzas: ALBA, UNASUR, CELAC, son
producto de Chávez, de Venezuela, de la Revolución Bolivariana y porque existe Cuba” (TeleSUR).
290

hegemonía al aparataje estatal, para convertirla en la instancia de interreferencia lógica por
redefinir el carácter de la praxis institucional, conducente a la forja de una comunidad total
humana racional 430 .
Este proyecto político moderado en curso: es imparable (Fidel: ¡no morirá! 431 ); en
verdad, debe hacérselo que el mismo no decline ante la reacción conservadora de las fuerzas
burguesas clásicas, que componen la perfidia, pues, sobre este proceso de tránsito intermedio
(y pacífico), se ciernen los graves nubarrones procedentes de la operación, de aquella
determinación por la que: cuando los líderes se van, con ellos concluye el proceso (lo cual no
quiere decir, que procesos de contextura histórica, no se recompongan e inicien de nuevo la
marcha; la lucha reivindicativa revolucionaria, en el plano nacional, puede ser descabezada y
sus efectivos retirarse en desbandada, mas volverán a reagruparse bajo una nueva dirección
frente a la condicionalidad de la crisis; para el caso de una forma socialista, una vez dispuesta
en la ruta de la historia, ésta discretamente se incorporará al flujo natural de aquella). Este
programa de forja racional superior, humanista de tercera generación, de nueva organización
y modalidad de funcionamiento de la supraespecie: hace de América Latina el verdadero
Nuevo Mundo 432 : “... la vanguardia de la resistencia al modelo de política económica
neoconcurrencial, al dominio global de las multilaterales y del sistema capitalista en conjunto;
se halla en la primera línea de la oposición y lucha por el derrumbe de la hegemonía global; ...
a la vez es en América Latina donde están emergiendo los orígenes de las alternativas
posibles...” para la humanidad (dixit: Willan Robinson) 433 . Sin embargo, la contradicción
mueve el mundo; los “hijos del mal”: el poder estadounidense en colusión con el cacicazgo
interno luso-hispano, disienten: el Plan Colombia, los TLC, las autonomías, devienen en
contratendencia que estructura la Ley 434 .
El comunismo ha muerto: ¡VIVA EL COMUNISMO!
Ahora bien, entre quienes sostienen la tesis de la “Dictadura del Proletariado”
(socialismo clásico) o “democracia socialista” como el orden que conviene a la sociedad
planetaria actual, la de poner a la estructura productiva del capital en el comando del sistema
desplazándose al sector financiero especulativo de la dirección del mundo, el que ha
reproducido la concentración excluyente de la riqueza, el atraso en su historia y la miseria en
los pueblos neocoloniales y aquellos que plantean forjar un “sociedad de propietarios”
(socialismo del siglo XXI: el trabajo y el capital se funden en una misma persona y en todos:
indistintamente son dueños de los medios de producción y a la vez trabajadores, superándose
430
Es el momento en el que han alcanzado realización las cuestiones: social, espiritual y ambiental, mediante la
acción del liderazgo colectivo, de los cuadros orgánicos proactivos de la transformación.
431
Sin embargo, luego de los sucesos del 89 y del 93 ocurridos en el Siglo pasado, Cuba se mantuvo como la
última espina clavada en una de las ancas del Tío SAM, jugando el papel de incentivo exógeno para el
aligeramiento en el progreso de la automatización; al encontrarse en la frontera de su conclusión dicho
desarrollo, tampoco Cuba mantiene su carácter imprescindible en el proceso; es debido a esta realidad, que la
Isla se está integrando a la fundamental determinación de la historia.
432
Pero: ¡atentos! Con la palabra América: ni remotamente se tiene en mientes a los gringos igualados, que
pomposamente se hacen llamar americanos. América, según el sentido que debe haber sido dado por el gran
compositor checo Antonin Dborak en su sinfonía Nro. 9: Para el nuevo mundo; el autor debió pensar en las tres
carabelas que se dirigen a todo el continente americano, al Nuevo Mundo: en su honor, mas no en genuflexión
ante el imperio estadounidense cretino, genocida.
433
En substancia: este aserto es exacto, pues, en América Latina el imperio yanqui libra una cruenta batalla
rastrera utilizando a su principal aliado: el presidente colombiano Alvaro Uribe en el propósito de regionalizar el
conflicto colombiano, pero aun así no ha podido con el resto de países del subcontinente latinoamericano; no
obstante, lo es mucho más, en la medida en que en Europa y Asía, la política internacional conservadora y de
control disociadora gringa, ha dado resultados: el triunfo separatista en la ex Yugoslavia y la intentona
secesionista (con desembozado apoyo de la hipócrita Unión Europea) de los monjes tibetanos en China.
434
El sistema se “cura en salud”, realiza los supuestos de la “guerra preventiva” en la esfera geoeconómica. Una
maniobra que le ha dado frutos a escala mundial, frutos: caros para el capital global fraccionado en las
oligopólicas multinacionales (novedosa y soterrada reconquista de zonas de influencia), es su ubicación allí
donde existen “ventajas competitivas” de valorización: China, Rusia, Brasil, India, Pakistán (en cada parnert
citado, existen las condiciones para plantar un objetivo político, como en Rusia: generar amnesia total sobre su
pasado socialista y seudosocialista; materias primas y suficiente población con la cual fortalecer el estrato medio
de ingresos -la llamada “clase media”-, con el cual estructurar el mercado). En ese sentido, los milagros
conocidos alrededor del mundo: asiático, chino, brasileño, chileno, sudafricano, constituyen el resultado exitoso
de la estrategia del capital multinacional: control político y negocios económicos (en la lista están Colombia,
Perú e incluso debe hallarse Irán); ahora bien, tales milagros (los BRICS), se encuentran regidos por la misma
ley de funcionamiento del capital, luego les queda la crisis frente.
291

las posiciones de propietario y obrero por la coetánea existencia de las dos condiciones en
todo ciudadano: “socios, no patrones”, allí reside la transformación recíproca entre los dos
agentes principales de la producción moderna, con lo cual salta en añicos la “maquinaria de la
acumulación”), la más adecuada en la inmediata coyuntura para insertar al colectivo post
neocolonial en el porvenir de la determinación histórica puesta, es la segunda. No es
apropiada la primera, puesto que el socialismo (“clásico”, del siglo XX) ya fue y cumplió su
papel, además: se carece al momento del presupuesto vital para su realización: los
trabajadores dejan cada vez más la escena histórica y sus restos han devenido de clase “para
sí” en “clase “en sí”, se han transformado en reaccionarios, en tradeunionistas 435 ; la tercera
opción (el “socialismo del siglo XXI) tampoco lo es, puesto que lleva implícita la
racionalidad de la ralentización tecnológica (de allí los diques que está enfrentando 436 ), ya que
plantea la colaboración y no la competencia para alcanzar un nivel tan sólo aceptable de
convivencia, otorgando mayor importancia al trabajo vivo en la reproducción del colectivo;
queda, luego, la opción segunda, con la cual se utiliza la experiencia y el interés burgués de
producción real (aprovechar la bondades del sistema en las condiciones inevitables que
impone el mundo, el cual permite únicamente hacer realidad la decisión razonable y práctica
de transferir el poder al sector productivo burgués), para ampliar la producción, acceder,
adaptar y desarrollar la tecnología, incrementar el stock de productos vía elevación de los
niveles de productividad (incluso la competitividad –niveles de), desarrollar la ciencia,
mejorar la educación y ampliar el pensamiento, de modo que la población en términos
modernos se prepare para insertarse en el mundo y a participar en el rumbo de la historia 437 .
La vida va para allá: cuando Fidel (en septiembre del 2010) dice que el modelo de
reproducción humana de la Isla no es recomendable seguirse por otro país en el planeta, pone
atención en la coherencia, que debe existir, entre un esquema de asignación de recursos, de
organización de la producción y del tipo de acceso colectivo a ella, con las condiciones
internas y externas de un momento histórico concreto (el Bloqueo y las determinaciones de la
historia). Las declaraciones referidas del Comandante, que han producido tanto revuelo, y las
cuales: no son simplemente coyunturales y sin importancia, puesto que las mismas topan y
mueven el piso de las más profundas fibras filosóficas humanas, conducen a plantearse dos
posiciones al respecto: o Fidel está senil, o la vida sigue leyes. Para dirimir la controversia,
debe apelarse a la dimensión teórica: la vida sigue leyes: condiciones inevitables (necesidad
histórica) sobre las que aterrizan las decisiones humanas; estas condiciones, no solamente que
se hallan puestas, sino que cambian por causalidad propia, utilizando a las voluntades, y
reacomodándose según su influjo (lucha de clases). En el presente, las circunstancias hacen
más a la historia, que la conciencia y la voluntad, en la modelización de los hechos. El
esquema económico-político-de gestión cubano, se agotó: cumplió su papel frente a un
435
El proletariado, de protagonista principal, ha pasado a constituir un componente más, subordinado, en la
estructura de la lucha posmoderna, que se lleva a cabo contra los restos del sistema. La retrotransformación del
proletariado (explicable al haber cumplido su fin) de clase “para sí” a clase “en sí”, esto es, de partido político a
simple clase (retracción, que es la forma en que éste sujeto fundamental deja la escena histórica) se produce más
aceleradamente en las economías capitalistas de vanguardia, en las que el proceso de automatización se acelera;
mientras que en las economías llamadas “subdesarrolladas”, en las que incluso se cifra la esperanza de alcanzar
el proceso de industrialización de forma tardía, el fenómeno de regresión citado es más lento. La circunstancia
tiene sus paradojas: en los centros imperiales, a medida que sale de escena el trabajo, el capitalismo deja el
mundo en proporción paralela y sin que esa sea la intención, mientras que en las reneocolonias, que pugnan por
mantener niveles de puestos de trabajo en la esfera real de la economía, se bloquea la salida inminente y
completa de la historia, del capital; este proceso se halla combinado, no obstante, con aquellas propuestas
populares en el sector neocolonial, propugnantes de modelos alternativos de economía solidaria, que también
empujan el deterioro del capitalismo.
436
Sin proponérselo, la propuesta del “no crecimiento” (decrecentismo) para efecto de no destruir la “morada del
ser humano”, en último término, tal como está planteada: como simple hedonismo conducente hacia la
sostenibilidad, se análoga con los supuestos de la teoría económica neoclásica de la “escasez de recursos” y con
el malthusianismo antitético al “optimismo tecnológico”.
437
Esta idea puede parecer reaccionaria a “tirios y troyanos”, y contradictoria con el sentido del discurso aquí
sostenido; pero no es así, dado que el punto de vista se vuelve relativo (aquí es pertinente el criterio de
“relatividad”, puesto que se habla de opciones, como no ocurre en la realidad física, en la que los hechos ya están
dados) en dependencia con la ubicación desde la que se lo mire: en la coyuntura, el “socialismo del siglo XXI” y
el socialismo “clásico” cursan, puesto que los dos priorizan la felicidad humana en términos casi hedónicos
inmediatos; pero según la perspectiva del largo plazo de la humanidad, es la segunda la que conviene, en la
medida en que se piensa en la formación espiritual del pueblo y en su participación en el “diseño” del curso de la
vida futura.
292

momento, y el mundo cambió; los otros “socialismos” en el planeta, casos “contados con los
dedos de las manos”, no se hallan por fuera de esta determinación, esto es, de entrar en la
mezcolanza en el interior de la centrifugadora “posmoderna” global, de la etapa aquí
denominada Transición. La historia: “sigue modificando las formas de organización de la
humanidad”; el trabajo humano (tanto “productivo” –concreto: aquel que se liga al capital y
produce plusvalía- como “improductivo” –trabajo humano, en general) en la esfera real, es el
que produce “valor”, mas no el administrativo, burocrático, ligado a la generación de ciertos
servicios –en los que no se puede separar el producto de la persona que lo realiza-: en la Isla,
por tanto, se pretende fortalecer la economía productiva, que genere riqueza social e ingresos
para sostener las esferas públicas de sustento de la vida (la educación, la medicina, el
deporte).
El legendario comunista –por otra parte-, en su renovada forma de opinar, expresa
parte de la inquietud planteada en este documento sobre el orden humano a la vista
(“actualizaciones que reclama la comtemporanidad”), el cual, para ser caracterizado se recurre
a tomar de la experimentación biológica, transformándola en categoría, la terminología:
centrifugación. La transición es un proceso confuso, enrevesado de batido, de conservación y
rechazo, en el que todas las formas de civilización habidas entran en este “coge”, son
decantadas y en ese crisol, queda tan sólo el zumun: el ser humano nuevo, las condiciones
remozadas (en biología celular se denomina mitosis a un hecho paralelo, fase de pupa, o sea,
momento en el que parecería que no pasa nada: la humanidad únicamente sobrevive en el
marasmo de la indeterminación posmoderna, no obstante la misma consiste una etapa clave de
preparación para la que viene; sobre el hecho, se tiene la impresión, y así opinan los
posmodernos, que el mundo actual “es un presente interminablemente repetido”) 438 .
Parafraseando las expresiones del Gran Lenin: ¿a qué herencia renunciamos? A la estructura
concentrada de propiedad del capital y su subsiguiente sistema de relaciones; a la
conformación imperial de dominación inserta en las ETN; a la concepción mitológica,
religioso-burguesa de la existencia (magnificación de las bondades del mercado, de la
democracia, del luteranismo; recuperación del saber y de conductas ancestrales;
deslumbramiento del valor de los sabios positivistas; ortodoxia marxista; juventud ahíta de
diversión: ese el escenario del mundo). ¿En qué consiste el espíritu conservador dialéctico?
En la recuperación del sistema automatizado de producción: la tendencia de incremento
exponencial en el desarrollo de la ciencia y de la técnica; la eficiencia en los procesos de
administración del sistema automatizado de “economía” y sus resultados; la autoestima, el
compromiso, la excelencia.
En suma, se piensa tiránica, bonapartisticamente en grande. En torno de la posible
“salida reaccionaria” a la “cuestión humana” (el ser humano se desembaraza de toda argucia
para realizar su vida y pasa a ocuparse de la tarea, que realmente es suya y que confiere
sentido a su existencia: afrontar cognitivamente el Universo, cumplir este reto, llegar a
controlar la “energía” –tensiones, fuerzas, movimiento material- del Cosmos): si los
principales grupos económicos a nivel mundial, programan al robot, a la inteligencia artificial,
para que perpetren la brutal desaparición del pueblo, de la masiva humanidad pobre, según su
438
Sobre el bullado caso de las últimas declaraciones de Fidel Castro (septiembre del 2010), las cuales han
desatado euforia en toda la reacción mundial. Este fenómeno, no quiere significar, que el socialismo cubano
también haya implosionado, que fue un fracaso o que no desempeñara papel alguno en la historia; tampoco que
el capitalismo esté vivo, que sea el mejor sistema posible y que va a permanecer con “nosotros” por siempre. En
realidad, existe otra explicación para el hecho. La nueva realidad humana que ha nacido, que es el producto y la
sedimentación de la anulación recíproca del capitalismo y del socialismo, y de la recuperación de sus aspectos
progresivos, está obligando a la especie a modificar sus formas de organización, para ponerlas en línea con su
nuevo rumbo. Toda la humanidad ingresa en un remozado proceso de “licuefacción” (por decirlo de algún
modo), de la que va a emerger sin trabajo, sin mercado, sin bancos y sí, atiborrada del prurito de disfrutar de una
existencia “regalada”. Los intentos de explicar el escenario y de formular ideas en torno del modelo que sería la
salvación de la especie, una vez que se dice que el capitalismo se halla de todos modos en crisis y que el
socialismo fracasó (negación del socialismo, naturalmente, y apolojización del capitalismo), es el enredo
voluntarista, que Wallerstein describe del siguiente modo: “Dado que el sistema capitalista se ha apartado mucho
de su equilibrio, se volvió caótico: se ven alocadas fluctuaciones en todos los indicadores económicos usuales:
los precios de las mercancías, el valor relativo de las divisas, los niveles impositivos reales, la cantidad de
artículos producidos y comercializados. Debido a que nadie sabe en dónde cambiarán estos indicadores,
prácticamente de día a día nada se puede planear con sensatez. En tal situación nadie está seguro de qué medidas
serán mejores, no importa cuál sea su política. Esta confusión intelectual práctica se presta a que exista una
demagogia desatada en todas las clases. El sistema capitalista se está bifurcando, lo que significa que en 20 o 40
años habrá un nuevo sistema que creará orden a partir del actual caos, pero no se sabe qué sistema será este…”.
293

óptica, étnicamente inferior e ignorante del planeta, de modo que un grupo “selecto” de
personas: unas 500.000 de 7.000’000.000, se encuentren hábiles para pasar a la nueva etapa
como “sujetos de pensamiento” listos a abarcar con la mente el Universo, incluso por esta
hipotética vía cruel la materia realizaría su optimidad (optimidad del ser humano: ser el rector
de la realidad), en el marco de validación del proceso y producto históricos. El material
genético, que contiene las instrucciones relativas a desarrollar la cualidad inteligente: el
máximo y último desarrollo evolutivo natural (el neocórtex: la última capa que se ha
sobrepuesto a las que ha producido la filogenia) habría de todos modos llegado de manera
perversa hasta su punto cumbre 439 . A la problemática de la “asimetría social” (los estudios
concluyen que el 20% de la población mundial detenta a su haber el 80% de la riqueza
mundial; ésta es una tendencia rumbo a agudizarse), a la de la “alienación espiritual” y a la de
la afectación sobre la masiva población mundial de los “desastres naturales”, se suma la
posible ausencia de material genético del pueblo hemisférico, en la conformación de la elite
instrumento consciente del inconsciente proceso natural, de producir y dotarse de su regente
(en sentido figurado: del gerente de la empresa universal 440 ). Esos pueden ser considerados
como los nuevos objetos de la lucha política en tiempos posmodernos, hipermodernos, y para
los que el sujeto: es la masiva población mundial; la tarea: bloquear el genocidio; la
estrategia: la movilización intelectual, subversiva, al frente de los ciudadanos del mundo; el
programa práctico: asociar la automatización con la relaciones solidarias, a fin de instaurar
una nueva forma de vida del género: la humanocovivencia espiritual.
La historia es “maquiavélica”: le interesa el fin (realizar la propiedad de la inteligencia
en la robótica, para ir al saber total), no los medios (las formaciones sociales específicas:
capitalismo o socialismo o una mixtura entre los dos –el socialismo como motor dual); la ruta
histórica seguida ahora se ve de modo claro e incontrovertible (esta posición “hermenéutica”
ha sido duramente cuestionada y motejada como teleologismo oportunista a posteriori; pero
la misma es una verdad): desarrollo progresivo de las fuerzas productivas del hacha de piedra
a la inteligencia artificial. En los hechos en curso de la humanidad (“la humanidad ha
atravesado diversas formas históricas”), en conjunto y en perspectiva –luego-: no deben verse
errores o aciertos (modelos fracasados, milagros económicos o programas exitosos), santos o
demonios conduciendo la existencia, la historia, imperialismos o comunismos perversos,
tampoco debe quedar margen para sollozos o sonrisas, para inculpaciones mutuas o para
felicitaciones: la circunstancia es, mas bien, la expresión de la fuerza humana, que se
pronuncia como sujeto incipientemente constituido: contradictorio, que avanza arrastrando
resabios y rezagos, pero que tiene la mirada puesta en el provenir, el cual todavía se presenta
difuso, en penumbra, que se desea, pero que también frente al cual hay resistencia a avanzar
sobre una ruta, que abre la nueva historia 441 .
No es a favor del capital o del trabajo, en torno del hecho sectario, que ha girado la
vida; es, mas bien, para apadrinar el desate de las condiciones, que den lustre a las nuevas
439
No obstante, este escenario no es real, pues, cuando entre a operar el robot, como determinación concreta y
plenamente desarrollada en el interior del plano más amplio conformado por la “sociedad” o humanidad
mundial, el entorno de relaciones sociales (a las que el mismo robot –en la porción que le compete- dará lugar)
habrá cambiado (lo cual tornará imposible, que se programe negativamente al robot); el robot no se reproduce
sexualmente, no entra en competencia por prolongar sus genes en el mercado, de modo que la casi totalidad de la
esfera de los sentidos a dicha condición asociados, no le pertenece, no le son pertinentes; además, para entonces,
la escasez (como noción y como política) habrá desaparecido.
440
Hasta este instante la sentencia de Lenin: “la historia es un proceso sin telos ni sujeto”, es cierta (pero tan sólo
por inadvertencia de la percepción –en la mente no podía todavía enseñorearse tal carácter de los hechos-, puesto
que el Universo desde su principio mismo se nota, que viene aleatoriamente preconfigurado en dirección a la
inteligencia, al pensamiento, a la razón y a la conciencia plena; lo cual implica, que la determinación absoluta
inmanente a todo proceso es el sentido –ley de automovimiento y desarrollo de la materia). En adelante la
historia se rodea de una intención y de una meta (y de la propensión hacia su final), en la que la conciencia
colectiva es el “ser” de ese proceso.
441
En realidad, puesto en el largo plazo (aliento cósmico), el capitalismo es una forma de reproducción de la
vida del género en su integridad, necesaria y “positiva”. Si en este escrito se rechaza al capitalismo (y a última
hora parcialmente se lo reivindica), el hecho se debe a la creencia (a la convicción) de que ya existe una forma
social buena, moral, caritativa, racional, suficientemente probada, que puede tomar la posta (el proceder de
colaboración racional, que se opone a la competencia): continuar con el progreso de las fuerzas productivas y
con el desarrollo multifacético del ser humano hasta su consumación en el “espíritu”, sin sufrimiento y con
inclusión (esta fue siempre la razón de la política marxista y el detonante de la acción subversiva del orden, sea
como reacción emocional o como argumento de la vida de la intelligentzia, de la intelectualidad orgánica –en
realidad, en las formas contrapuestas de la vida, cada época ha forjado sus personajes).
294

actuaciones de la humanidad: ese, el maravilloso sentido de las penurias actuales (si la
tecnología tiene problemas, sesgos malévolos, es porque ella se ha generado y se halla en
operación, todavía en el interior de un sistema de clase: los peligros de los hacktivistas, por
ejemplo); y, es así como se entiende, verbi gracia, el fenómeno cubano: Cuba y sus reformas
“capitalistas” de última data: “hambre hoy, pan espiritual para mañana” 442 . Luego, incluso la
vergonzante vida sensualista no es lícito que sea recusada, pues, ella ha sido el principal
sostén de reproducción de la inteligencia tomada en sentido ontológico y faceta que todavía
tiene oxígeno; no obstante, debe llamarse la atención (aunque los hechos pondrán las cosas en
su sitio) en torno de que la “nueva civilización” que viene, no es la que se determine por el
imperio del “deseo y la creatividad”, sino el orden humano de la templanza y la ciencia
(en el arte la creatividad tiene marcados límites –no así en la ciencia y en la técnica, cuya
frontera son la estructura, el funcionamiento y cambio de la realidad-: no se ha inventado otro
instrumento musical –el sintetizador no es uno de ellos; el “Organo de Cueva”
estadounidense, es un órgano-, el eptagrama se ha fijado, no aparece otra forma de arte;
literatura, poesía, cuento, son el simple rotar de esa propiedad de la mente sobre lo mismo, a
pesar de que existen nuevos escenarios para la “creación”) 443 .
En las diversas versiones sobre la historia contemporánea, con títulos ampulosos se
declara la “caída del comunismo” y la instalación definitiva de una “nueva era”, “racional”,
pacífica, deliberativa, intermedia entre socialismo y capitalismo; mas, lo que ha emergido
después de la Revolución de Octubre y de la experiencia socialista pertinente, son los
apéndices posrevolucionarios, resultado de relaciones sociales que han perdido su vigor de
clase en un mundo de guerra total que como herencia deja el capitalismo: su forma precisa de
contradicción, efectivamente una vez que el proletariado ha realizado su obra. El capitalismo
se ha abierto paso hacia su sepultura engendrando un nuevo adversario: los movimientos
subversivos, intelectuales, ciudadanos, actores políticos moderados, dispuestos a continuar la
lucha en las actuales condiciones históricas: el comando de la humanidad por las fuerzas
productivas de última generación (robótica, nanotecnología –micronización-, biogenética) y el
capital en su fase monopólico-financiera, especulativa, ficticia, global. El capitalismo es la
etapa en la que la humanidad ha aprendido a esforzarse, a pensar y a luchar: a
remarcar en forma clara su rumbo. En dicho escenario, sólo empapadas en la sangre del
proletariado mundial, las banderas nacionales de la humanidad han podido transformarse
(parafraseando a Marx: Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850) en la bandera de la
revolución mundial, en la bandera roja. La proclama pertinente es, por tanto: ¡El comunismo
ha muerto! ¡Viva el comunismo!
En una palabra: es la forma humana comunista de la humanidad o la última etapa de
vida de la inteligencia la que está a la vista (ethos supramoderno y “valor” de usufructo,
para servirse de la lexicología, que se halla en boga en el interior de las ciencias
sociopolitológicas contemporáneas –inicios del Siglo XXI y del tercer milenio), en la que ésta
realiza toda su potencia y renuncia a su producto, puesto que para la inteligencia convertida
en hecho (potencia y acto, acto y potencia), es inútil toda perfección, libertad, felicidad,
inmortalidad. Esta “nueva era”: de la comunidad primitiva recupera las relaciones fraternas,
solidarias, comunitaristas; del esclavismo: el no trabajo, privilegio de una clase y lo pone
como condición de la generalidad; del feudalismo: la elegancia de los grandes teatros, sus
442
La izquierda moderada se reestructura hacia la derecha (más hacia el centro) debido a la presión sobre ella, de
los hechos reales y a las maniobras –contratendencias- desplegadas por el poder del capital clásico; y la derecha
–de retornar a la administración del Estado- no puede reinstituir formas fascistas de gobierno y es obligada
también a reubicarse en el centro (del monetarismo a la producción real); no obstante, siempre el (neo) clásico
capitalismo liberal, que ha sido reclamado por la historia, no es capaz ya de representar una edad, que pueda
instalarse nuevamente en la vida (la deliberación es pública). La ley del péndulo se modifica en esta sinuosa
coyuntura, en esta bisagra: los extremos no se intercambian, sino que las antípodas se dirigen hacia el centro con
“mal humor”; es el tozudo avance ontológico en las condiciones materiales que sustentan la vida, el que inclina
la balanza hacia la “izquierda”, esta vez claro: en el corto plazo (50 años: Wallerstein, Moravce).
443
En realidad, descubrimiento=ciencia, invento=tecnología e imaginación/reproducción simbólica=arte. Las
personas afectas a la esfera sensorial, gobernadas por el lado derecho del cerebro: los artistas, sostienen su
deleite en la llamada “creatividad”; también en la ciencia hay algo de aquello, esto es, una especie de sensación
amena emocional (cuasi deleite) cuando, disponiéndose de toda la información requerida, es posible llegar a
conclusiones filosóficas; este hecho no ocurre en el laboratorio cerebral de los especialistas, pero el mismo es
maravilloso cuando se dispone de todos los ladrillos para edificar una pared: cada ladrillo tiene un lugar, la
argamasa son las relaciones que debe poner quién razone, junto con el principal trabajo: la ubicación en la lógica
conjunta, para organizar el sentido.
295

normas de urbanidad; del capitalismo: el brío juvenil, la frugalidad, la calidad; del socialismo:
las ideas superiores, todo refundido en el comunismo. Complace a la vez, advertir y aceptar a
priori el sistema al que se va: ausencia de trabajo material, económico y prevalencia del
trabajo intelectual, formador de la conciencia objetiva abstracta (forma humana superior, de
consumo-reflexión; conciencia superior, que se convierte en verdadera “voz interior”);
adormecimiento de las sensaciones ligadas al placer; proscripción del pensamiento ilusorio
mítico-religioso y parcial-fenomenológico de los hechos; y, ejercicio de la vida en colectivo,
en el interior de un régimen de “humanocovivencia”. Y, una vez eliminada la oposición de
clases: en el comunismo, por falta de relaciones económicas –se dice-, ya no puede haber
ningún desarrollo; ahora bien, es la contradicción ser/saber y la alta racionalidad lograda por
la especie conducente a hacer efectiva la potencia total de la inteligencia, quienes pasan a
constituir los factores que operan como motor del desarrollo histórico 444 .
La tópica filosófica.
Las cinco grandes preguntas filosóficas (por sobre las clásicas: “de dónde procedemos,
qué somos, a dónde vamos”), con las que la humanidad debe acoger a las nuevas fechas
históricas (o con las cuales, éstas deben recibir a aquella): el siglo XXI y el tercer milenio,
son: 1) ¿cuál la razón de la presencia de la inteligencia en el Universo?; 2) la conciencia:
¿puede con el “ser”?; 3) ¿por qué la materia tiene proyección hacia su representación en la
idea?; 4) el Universo viable: ¿es tan sólo y siempre un dispositivo mecánico, orgánicobiológico,
racional, o alcanza carácter metauniversal, divino, una vez que emerge de su seno
la conciencia (la conciencia -la razón, el espíritu, el alma-, no surge antes de que aparezca
la corteza cerebral, en el proceso de evolución biológico de la materia), la cual no bien
instalada y al llegar a cierto grado de su desarrollo, pone las condiciones para que el ser
humano se libere del efecto sobre él, de las determinaciones inconscientes materiales y para
que pase a comandar la dirección de su matriz, de modo de garantizar su “optimidad” -el
ser humano debe ayudar a la materia a seguir el paso hacia la meta, a partir de un momento
dado en el camino, como el hijo que se convierte en soporte de su padre (humanización, como
una estructura capaz de acelerar la evolución: T. de Chardin)-, única manera de alcanzar su
libertad –incluso por vía de la operación de su eventual substituto: el robot inteligente, en el
instante en que éste también se automanumite de las amarras de la conciencia natural?; y, 5)
¿la historia: sigue siendo una cadena de hechos estocásticos, ontológico-sociales sin destino?
Sólo tres prospectivas paradígmicas “teóricas” pueden ser consideradas sobre la tópica: la
Deísta-Teísta, la Humanista-hedonista y la que aquí se desarrolla (M-L) 445 .
Como tópica de preocupación intelectual de mayor amplitud, en torno de la estructura,
conciencia y devenir de la especie en el mundo, en los últimos años se puede advertir, que la
humanidad ha vuelto a enredarse en un nuevo amasijo bizantino de disquisiciones sobre sí
misma, tanto como respecto de su entorno (universal, temporal –vital-; sobre la razón
de su existencia –presencia de la inteligencia- en la esfera). En el controversial escenario
subjetivo puesto, el orden de reflexión inherente, en apariencia renovado, restablece, sobre
todo, la versión escatológica del “ser” o bien se supedita a la forma epistemológica empíricoespeculativa
(las nociones mitológicas religiosas y las crematísticas de lucro, se traban de
modo eficientemente sinérgico). La forma perceptual histórico-dialéctica de la realidad, la
cual adelanta supuestos convenientes y oportunos frente a las interrogantes filosóficas de
mayor preocupación de la conciencia, en cambio, ha sido burdamente vilipendiada con
insolencia por parte de la intelligentzia pretoriana del capital (de los rezagos de esa clase que
444
Desafortunadamente, para aquellos soberbios ampulosos que dicen “hacer la historia y no seguir guiones”, se
les acerca la idea: el ser humano escribe la historia, pero según el trasfondo de un guión (la voluntad es, pero la
realidad también lo es, y en primer lugar –la realidad se dirige a sí misma y por su intermedio dirige la voluntad
y la conciencia y lo hará hasta el final de la existencia de éstas). Esta es una contradicción, que no tiene
resolución (y es el motor del desarrollo humano posclasista, cuya superación se consigue con la dimisión de uno
de los polos, en este caso: del lado subjetivo, racional), como no sea contentándosele a la conciencia y a la
voluntad con el “premio consuelo” del acceso a la conciencia de ella (de la antinomia): la voluntad no puede
hacer todo lo que quiera aún colocada en su condición finalística de “Dios”, de similar modo no puede prescindir
de su condición material ni de la reproducción permanente de su vida física, en el marco de circunstancias dadas
(la libertad ganada se limita al conocimiento total, lo cual no le permite hacer lo que se proponga; el uso de dicha
capacidad legítimamente conseguida, le faculta tomar una decisión sobre su sino “al final de los tiempos”).
445
ML=marxistaleninista; ahora bien, las dos inquietudes que quedan son: ¿por qué existe la materia?, ¿por qué
su eternidad?
296

se sostiene en dicha forma de riqueza social), en el inmediato pasado; mientras que más hacia
los días presentes, a dicha formación ideológico-teórica se ha procedido a ignorarla de modo
deliberado; y, con el objeto de suplantar postulados lógicos sensatos al respecto, han sido
planteadas, recuperadas y relanzadas las tesis sobre la “Nueva Era”, el “fin de la historia”, en
torno de la “muerte térmica del Universo”, sobre el “fin del mundo”, el “juicio final”, la
“segunda venida de Cristo”, y también aquella relacionada con una supuesta cooptación del
mundo y de la conciencia por parte del Anticristo y otros “profetas”, en su orden. Sin
embargo, el pensamiento científico y, sobre todo: la cavilación filosófica materialista
(marxista), aprecian de otro modo los hechos 446 .
La Filosofía: esa ciencia total, poderosa (según una concepción sobre ella); la Filosofía
materialista (marxista 447 ), que propende la comprensión del modo de ser de la materia, esto
es, de la naturaleza (Cosmología), de la humanidad (Sociología) y de la conciencia (teoría de
la Psiqué, de la conciencia como “una propiedad de la materia altamente organizada –cerebro
humano- en movimiento” 448 ), en su trabazón dialéctica (la integración de estos tres saberes en
la “teoría de todas las cosas”), en su estado actual de desarrollo, se manifiesta siempre como
el fondo desmitificador de las comprensiones comunes (la Filosofía da el marco orientador al
proceso cognitivo particular y, a la vez, se fundamenta y enriquece en los productos de aquel).
En efecto, cuatro grandes fuerzas: electromagnetismo, gravitación, decaimiento Beta,
atracción de protones (la quinta: su integración interna) estructuran y presiden el movimiento
de la ontología del “ser” en su autodespliegue; luego: una vez instaladas las constantes
cósmicas, la materia inerte va a la vida orgánica (a la producción del “ser social”) y hacia la
razón, la cual debe validar el proceso del Universo optimo (Penrose, Guth, Sagan, Erazo) y
dotarle de conciencia a la materia; la humanidad –sobre todo en su época social- prepara
anatómica y funcionalmente al género para el arribo a la conciencia de sí y de su matriz (ha de
dedicarse a completar y probar dicha “teoría”, el desarrollo de la técnica es su determinación);
y, el cerebro (la conciencia en sí), es el órgano de absoluta jerarquía, que protagoniza esta
proeza y se autodefine como tal, y al hacerlo: devela el misterio del mundo (cuando esta
explicación se encuentre armoniosamente dada, “semejará una construcción a priori”). La
humanidad ha levantado ya la información sobre la historia; rauda, segura, está recogiendo la
multiplicidad necesaria de datos sobre el macro y el micro cosmos; lo está haciendo también
sobre el universo mental, conciencial, cerebral: la “idea” empieza a tener verdadera
existencia 449 . Por tanto, una formidable posición filosófica y práctica de la talla del
pensamiento materialista, debe ser reivindicada como ella se merece, mediante la atenta
aplicación de “energías” intelectuales de clase (pues, en la forma “sociedad” de la humanidad:
“todo trabajo teórico tiene una inserción social”) en el plano de la investigación económica,
446
Batalla de paradigmas: los filósofos orgánicos. En efecto, Dios (su Hijo: Jesús) se antropomorfizó, con el
objeto de formar parte temporal de los procesos de la realidad social e interceptar la conducción de la existencia
por el frente del hedonismo centrado en la acumulación de riqueza y en la búsqueda de la felicidad en los
criterios del humanismo romántico secular, pues, Cristo no fornicó, no atesoró, no hizo bulla en las fiestas y, más
bien sentenció: “Mi Reino no es de este mundo”, o sea, de esta vida animal, emocional, oportunista.
447
“… totalización del saber, un método, una idea reguladora, un arma ofensiva y una comunidad de lenguaje”
(Jean-Paul Sartre citado por Bolívar Echeverría, en: Sartre y el marxismo). Ahora bien, las llamadas grandes
preguntas filosóficas (que interesan al ser humano, tanto o más que la revolución, la destrucción del capitalismo
y la edificación del comunismo): ¿qué es el mundo?, ¿de qué principio ha nacido toda la diversidad de objetos y
fenómenos que nos rodean?, ¿qué es lo primario: el principio material o el espiritual?, etc., tienen carácter
filosófico; para responderlas se debe formular concepciones que abarquen un criterio conjunto acerca de toda la
realidad: naturaleza (y el Cosmos), la humanidad y el pensamiento; y, es por eso que la Filosofía es necesaria,
siendo la misma, por tanto, una metateoría.
448
La conciencia es solamente en estado de vigilia y en el presente: esa la característica única de ella; incluye
todo el universo de la memoria, incluso la que no esté en uso (el llamado “inconsciente”), así como el mundo
real y el movimiento de la vida.
449
El concepto, fin y la forma de operación de la conciencia en sentido lógico y filosófico (histórico-social) los
ha dado el marxismo, pero el sustento físico orgánico-funcional del pensamiento y de la formación de los
conceptos, lo han entregado las brillantes deducciones científico-teóricas de Philippe Panchout plasmadas en su
magnífico trabajo: “El funcionamiento cerebral”. De este modo queda saldado el problema del conocimiento
sobre los objetos “historia” (desarrollado íntegramente por el marxismo) y “pensamiento”, faltando solamente
profundizar en la formulación inferencial sobre el carácter del Universo, respecto del cual se tiene la impresión,
de que la hipótesis de la “cuerdas cósmicas”, en cuanto hace el esfuerzo de encontrar la quinta integración (la
integración de las cuatro fuerzas conocidas: gravedad, electromagnetismo, atracción fuerte y débil de protones),
tiene la palabra; sin embargo, por inferencia se puede armar el concepto de la totalidad: realidad compuesta por
Universo, sociedad y pensamiento, incluso sorteando el hiato referido.
297

política, filosófica 450 . Al llegar a una determinada fase de ese cometido, el resultado general
alcanzado, puede formularse del modo siguiente.
¿Cuál la razón de la presencia de la conciencia en el mundo: en el Universo en curso?
¿Por qué la materia “se tomó la molestia de” incluir en su movimiento el proceso que
desembocó en la existencia, en la naturaleza, del ser humano (de la inteligencia, de la mente,
del pensamiento)? El ser humano: ¿está impelido de conocer la realidad del mundo
únicamente para saber más de “su” Dios y adorarlo; o, para disponer de apoyos subjetivos
para alcanzar el cumplimiento de su ciclo particular, para superar problemas cotidianos
(Sumak Kausay), para encontrar instrumentos y procedimientos para mejorar hedónica,
lúdicamente la vida: acceder a la felicidad placentera (su “calidad”, según hoy se dice), sin
que sea capaz de rebasar determinado nivel cognitivo y de poder? En la posición filosófica
creacionista, estas interrogantes tienen respuesta de manera inmediatamente apriorística;
mientras que la parte irresoluta de ellas, todavía se incluye en el aserto: “Dios lo sabrá”. No
obstante, en ausencia de la ideología religiosa (de la ideología en general en orden se su sola
nocionalidad: de la no clasista; y, de la clasista en su carácter conceptual, categorial, es decir,
esencial) no hubiesen logrado cohesión y optimidad las diversas fases de la progresión
humana, sobre todo las de índole antitética: la servil-señorial no lo hubiese conseguido sin el
concurso de la forma fantástica católica; al margen de la operación en la subjetividad
colectiva de la vertiente anglicana, no habría sido posible la viabilidad de la etapa más
importante para el conocimiento positivista occidental como para la técnica: la fase burguesa
de reproducción (en realidad, no se hubiese producido el despegue de la faceta racionalinstrumental
en la humanidad) 451. Dicho sea de forma incidental, a la mente condicionada de
modo marxista, le es penoso tener que reconocer y admitir la eficacia del influjo de las
estructuras inconscientes operada en el devenir humano y, mucho peor: aceptar su
normalidad, su necesidad; al margen de la conciencia (la que debe intervenir instalando el
orden en la casualidad aleatoria: en la supresión del efecto de “deseconomía” consustancial,
en la inmanencia de hechos insertos en la reiteración inviable dada en el proceso material
tanto como en la anarquía humana clasista –sobre el imperio de las leyes de hierro del
450
Huelga advertir, una vez que se ha llegado a este punto en la exposición, que el marxismo: ¡jamás ha entrado
en crisis!; toda aseveración en contrario, no es más que un supuesto insidioso, hostil, que se halla forzadamente
instalado en la mente de sus menos esclarecidos detractores y enemigos de todo pelaje (“… tener una opinión
distinta de la del marxismo, no basta sin embargo para refutarlo”). El marxismo, en realidad, constituye la
“conciencia –científico-revolucionaria- de sí”, de la clase obrera, respecto del movimiento de la materia en
general, del orden histórico burgués de relacionamiento y reproducción humana en especial, y de su misión, en
particular; su cientificidad se encuentra probada en sus formulaciones epistemológicas y en el desarrollo
conformativo ulterior de su materia (en respuesta a Rigoberto Lanz –por ejemplo- sólo un nuevo sujeto instalado
en una nueva etapa histórica, negará y superara esta grandiosa concepción integral totalizante de la realidad y no
tan sólo “… los imperativos lógicos y metodológicos…”); la prueba empírica de la veracidad de los
componentes científico-nocionales de clase del marxismo, pueden hallarse en la estrategia leninista: la Gran
Revolución Socialista de Octubre (hecho que ha cambiado material y subjetivamente al mundo), en la
experiencia real del socialismo de Lenin y Stalin, y en la nueva forma social, que la humanidad presiente: la
posmodernidad, la era postindustrial, la “nueva era”, la “sociedad de la espiritualidad”, el “socialismo del siglo
XXI”,…, esto es, los primeros brotes del “comunismo” (el “comunismo” en tanto tal, debía ser –en un momento
se dijo- la segunda y efectiva fase de estructuración humana, que suceda a la capitalista, empero como efecto del
desarrollo del socialismo; anulado este último –experiencia histórica parcial del género, que acicateó el proceso,
por lo menos, de automatización productiva, pues, las relaciones sociales han incidido, esta vez, sobre las fuerzas
productivas-, es la robotización del proceso –la etapa- que preludia e instaura la “sociedad” comunista). Es
obvio, que en la nueva fase –dicho sea de paso-, la humanidad está llamada a formular una nueva cosmovisión
(la que no es más, que el desarrollo de la perspectiva marxista); sin embargo, debe también aseverarse, que la
clase obrera, el socialismo, constituyen los hechos generadores del salto que el género ha dado (en el símil craso:
el líquido en estado de ebullición, se expande libremente como gas en el contexto de su materia blanda,
multilateralmente se combina, envuelve todo, se ha propuesto ocupar el más nimio intersticio).
451
Hasta hoy, el 99.9% de la humanidad se ha dedicado principalmente a la procreación de individuos: al
proceso de preservación de la base orgánico-biológica del estado racional de la materia, a la acumulación
económica y de poder (en el caso de las religiones, esta reproducción improductiva ha alcanzado a la mitología:
Amón Ra en Egipto –representación de las fuerzas naturales-, el politeísmo griego –naturalización del poder
colectivo de clase-, la Santísima Trinidad en el cristianismo –oligopolización del poder-, Dios como
representación abstracta de la conciencia: del poder ideológico de la mente, sustituto de la deidad en las
creencias de matiz icónicas –representación conjetural de las ideas del poder dominante). Pero, más grabe y
repulsiva es la experiencia soviética de la última etapa, pues, en lugar de continuar con la construcción del “ser
humano nuevo”, mas bien ha retrocedido con la instalación plena de la sociedad burguesa. No obstante, en
adelante, al concluir la prehistoria con el deceso de su última y más acabada fase: la capitalista, con la mecánica
inteligente, el ser humano da rienda suelta al proceso de la conciencia y pasa a cumplir su verdadera misión.
298

proceso natural y clasista), no es plausible la racionalidad y el humanismo: sin embargo no en
todo momento es dable conseguir, que los seres humanos “hagan algo que aún no está en su
naturaleza” (hoy se comprende mejor la historia).
En la “cosmología” filosófica materialista, no obstante, status y carácter del Universo
(viable), reflejan, en la mente, la naturaleza esencial del ser: materia en movimiento (la real
ontología); la modalidad dinámica de existencia de la realidad (cualidad absoluta, permanente,
inmanente, de la materia), estatuye la forma procesal y el cambio, en ciclicidad reiterada y
progresiva; por tanto, en la medida en que el cambio deriva en proceso ascensional, en él
operan los supuestos orgánicos del progreso; materia (masa) y movimiento, consustanciales
entre sí, son eternos (no obstante, esta precondición dual de existencia de la realidad, sólo al
desarrollo lo tiene como límite: la conciencia, tal como la materia, no son mi más ni menos
–en el resultado exitoso de la “gran explosión”, en la plasmación del desarrollo, el carácter
casual se expresa en su condición de tendencia, y dicha propensión da forma a su viabilidad:
la realidad que simplemente es y se despliega-; en otro sentido: la materia tiene como frontera
a sí misma, puesto que ésta está dada: la inteligencia no puede ni crearla ni destruirla, tan sólo
participa en su conocimiento y transformación –si la inteligencia pudiera crear materia, se
transformaría en “principio de sí misma”, cualidad que no dispone ni la materia en tanto tal;
en realidad, lo que se puede es crear nuevas formas de materia –materia programable). El
conocimiento lleva a descubrir las “infinitas” formas y procesos (universos viables y las
formas paralelas supuestas), que adopta la materia y a los que da lugar su movimiento (en la
relatividad de su dimensión; incluso la “energía” constituye materialidad objetiva de distintas
característica altamente móvil, como es susceptible de conjeturar sobre la fórmula: energía
igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado). La ontología de la realidad, no refiere a
la dualidad: materia-energía, sino a: materia-movimiento (masa y proceso, en razón de la
operación de la propiedad primigenia de la masa y la que ésta desarrolla cuantitativa y
cualitativamente, en sus múltiples combinatorias; por tanto, no se puede decir: “recuperar la
energía gastada”, sino: “recuperar la materia gastada”; “las vacaciones: ¿son excelentes para
recuperar la energía?”, ¡no!: para recuperar la materia). “La materia es infinita, ilimitada,
eterna”; empero su conocimiento debe ser su antípoda: será “limitado”, puesto que éste se
refiere a las leyes de su estructura –combinatoria- y movimiento, a la esencia, que es el
resumen de la complejidad (el atributo inseparable de la materia) 452 .
En el proceso de intelección de la estructura, funcionamiento y desarrollo de la realidad,
el ser humano produce útiles conceptuales en coherencia. De conformidad, el Universo –en
su estado de optimidad- constituye el modo de organización integral, dinámico, concreto, que
adopta la materia (masa, “espacio” y movimiento). Esta, como cualidad peculiar, inherente y
absoluta, lo tiene al movimiento 453 . La realidad material –en su simple formalidad corporal-
detenta contextura (volumen, extensión, lugar, en este último caso, sobre todo en sus
específicas formaciones) y forma; características todas absoluto/relativas. El movimiento
(hacia la conciencia) es atributo en existencia de la materia. El concepto y la noción de
espacio/tiempo, captan formas procesales de la materia, mas no su “ser en sí”. El “espacio” es
la interioridad sin sustantividad compacta de la materia –de la realidad- (“es la condición de
existencia de toda realidad”), es el lugar que deja un cuerpo desplazado –en la contradicción-
por otro el cual inmediatamente lo ocupa (el espacio carece de “vida” propia), es la
multilateralidad: las variadas dimensiones subjetivamente representables, en el interior de las
coordenadas de su tridimensionalidad objetiva (las dimensiones creadas por razón subjetiva,
no son mas que locaciones a su interior, las que se atienen a la misma conformación
tridimensional, y las cuales vienen a ser efecto de la “cuarta dimensión”: el movimiento, que
supone el tiempo 454 ); es el “medio” en el que tienen ocurrencia los procesos fácticos. Los
452 El Universo puede ser abierto o cerrado, se afirma en círculos ilustrados de la Cosmología (sin embargo, el
Universo no es ni cerrado ni abierto o está penetrado de las dos propiedades a la vez); si es cerrado, su edad
fluctuaría en torno de los 13.000 millones de años de existencia (sic), si es abierto, lo haría en torno de los
20.000 millones. Esta edad, no obstante, es de su proceso, no de su existencia, puesto que éste no tiene principio
ni final (en Cosmología materialista marxista, sólo la materia en su cantidad másica es constante; mientras que
las propiedades y las leyes que genera ésta, son múltiples hasta llegar a la última de ellas: la inteligencia –el
neocórtex).
453 Constantinov. Filosofía marxista, 1964.
454 No hay más allá de tres dimensiones reales –espaciales-: ancho, largo y profundidad (por más que sus
turiferarios apelen al argumento de que la quinta y siguientes, sean tan pequeñas, que no sea posible detectarlas;
o, a los Diálogos Socráticos de Platón: Alegoría de Caverna, para acallar a los detractores) y, si se quiere: una
299

procesos, el movimiento material, crean el tiempo (¿Medir el tiempo?; ¡no!; medir el
movimiento, apelando como artificio al tiempo 455 . ¿El tiempo se ha detenido?; ¡no!; el
movimiento se ha detenido, el curso de una forma de vida se ha suspendido. ¿Atrás en el
tiempo?; ¡no!; atrás, en los procesos anteriores 456 ).
El “tiempo” es el artificio racional a través del cual la mente registra el movimiento
procesal de la materia en sus diversos estados ascendentes; es, en suma: una consideración
simplemente psicológica –un seudo reflejo- (la terminación de un proceso, su resultado
sustantivado y el inicio de otro, inducen a la mente hacia la formulación de la noción de
tiempo en la diferenciación de estados secuenciales de existencia y desarrollo de la materia).
El tiempo no constituye forma de realidad por sí mismo; el movimiento (conflicto de
polaridad inmanente), los procesos, los distintos estados condensados de la materia, se
refieren en él; el pasado existe como estructura material anterior (en muchos casos, el
recuerdo carece de sustento material fuera de la mente), el presente es el movimiento en curso
(la conciencia real), el futuro es la verdadera percepción contrario-óntica figurada del
movimiento por venir. El espacio es el medio inmanente: el atributo necesario en el
despliegue en su entera extensión de la materia; si a ésta se la cataloga como infinita, forma y
extensión (posicionamiento: forma relativa) son absolutas. El ser humano no es que existe en
el espacio y en el tiempo (en la analogía: como los gérmenes que viven en el interior del
intestino, suele decirse: tienen su propio espacio y tiempo –en estricto sentido, poseen sus
procesos inherentes, su propio movimiento, debería mas bien aseverarse); por el contrario: el
ser humano conforma la ontología misma, es parte constitutiva de la materia, goza de
movimiento, efectúa procesos en dirección –en exclusivo modo- del presente al futuro
(formas de movimiento, que se reflejan en la mente en la noción de tiempo; pues, no es lo
mismo sostener: “el tiempo ha pasado” –como si el sólo paso de tal artificio fuese la
causación subjetiva de los fenómenos-, que: “la vida ha transcurrido”, en este último caso se
quiere connotar, que los procesos han tenido lugar, que la materia se ha movido).
Por tanto, materia y movimiento constituyen la determinación real, se definen en su
condición esencial absoluta y relativa; espacio (la realidad desprovista de corporeidad
compacta: el espacio extraterreno, es el verdadero espacio teóricamente vacío; éste, al interior
de la tierra, no se encuentra vacío, pues, se compone –lo “ocupan”- de cierto tipo de
materia –masa- que por su “plasticidad” (o elasticidad) permite el despliegue y superposición
de procesos) y tiempo son, en esencia, mas bien formas de la simple dimensionalidad terrena:
la espacialidad y la temporalidad (estos parámetros se ubican en la línea de los medios, operan
como instrumentos de medida). Por ejemplo, es común incluir en el análisis del Universo al
espacio al cual se lo relaciona con el tiempo; no obstante, el tiempo no debe conformar la
estructura de determinaciones subjetivas en la evaluación objetiva de la realidad; pues, la
verdadera substancialidad lo constituye la composición dialéctica “materia-movimiento”
(desarrollo). En esa dirección, es plausible aseverar, que frente a dos hechos paralelos el
incremento en la velocidad del movimiento produzca la ralentización de los procesos por
incremento en la densidad e inversamente, en la reducción en la velocidad del movimiento,
cuarta –temporal-: el movimiento (no la categoría acientífica, especulativa, idealista de “tiempo”), tal como
plantea la portentosa, compleja, indescifrable Teoría M, generada en la mente de los súper genios, esto es, 11
dimensiones, con las cuales se dice que se compatibiliza las 5 versiones de las Cuerdas. En realidad, y dicho por
un lego, es decir, de quién simplemente da una opinión, existen tres dimensiones más el movimiento de la
realidad (de la materia compacta) y la conciencia, el cual ubica posiciones o lugares geométricos
tridimensionales. Luego, si esta especulación lógica es cierta, toda teoría que se sustenta en aquel vicio
epistemológico, es errónea., debido a que –según impugnación usual- está construida muy lejos de la realidad.
Por ejemplo, el magnetismo y la electricidad, son teorías válidas porque describen objetivamente los hechos
reales que están detrás de ellas, o sus modelos matemáticos son la representación de los hechos. Las teorías
micro y macrocósmicas, son lucubraciones logicistas, expuestas en lenguaje matemático, que quizá constituyan
la representación de los hechos fácticos, de los cuales pretenden ser su conocimiento. El problema es, que para
predecir en dichos ámbitos, se necesita conocer las leyes de estructura y funcionamiento del Universo y disponer
de información sobre la existencia devenida de él. Y, eso es complicado de conseguirlo recurriendo a los
métodos convencionales de la modelística experimental terrena (de hecho, cada vez son más grandes los
ciclotrones).
455
También el “perfecto” Trotsky (para sus epígonos) yerra en esta parte; en un texto suyo (En defensa del
marxismo) se puede leer: “Pero todo existe en el tiempo y la existencia misma es un proceso ininterrumpido de
transformación; el tiempo es en consecuencia, un elemento fundamental de la existencia”. “Excelente” la
conducta de este “genio”: ontologizar el tiempo.
456
A propósito: no es el tiempo el relativo, como equívocamente observa Einstein; es el movimiento, que se
refleja en la noción “tiempo”, el relativo.
300

éstos deban ocurrir más pronto (normalmente se dice: la compresión del espacio y del
tiempo 457 ). En la realidad, solamente existen 5 dimensiones (tres espaciales y dos procesales):
X, Y, Z, el movimiento –en la esfera social: acontecimiento, según G. Deleuze, aquello que
relaciona palabras y cosas: la acción, el trabajo, la praxis- y la conciencia; es una dimensión:
la conciencia, la que capta a las otras cuatro y, es especial, a una de ellas: al movimiento (en
el plano de la fantasía: tal vez el mundo virtual sea otra dimensión; pero esa es una “realidad
paralela” e irreal). No es que exista el” tiempo” por cuenta propia, como una componente
estructural de la realidad; en la obsesión por desvirtuar la percepción ontológica del tiempo se
dice, que el “tiempo” no existe antes, después, o fuera de la conciencia, o sea, la noción
“tiempo” no sobrevivirá al “órgano” que lo produjo: la conciencia, cuando ésta (el ser
humano) se haya ido; en suma: no existe el “tiempo” al margen de la conciencia: su creadora,
luego: no puede haber tiempo allí donde no hay conciencia, por ejemplo, en una isla poblada
solamente por plantas y animales, no hay tiempo; se insiste tozudamente: lo que existe es el
movimiento y para captar su realidad interviene la conciencia, que ha creado el artificio de la
noción “tiempo” (en ese sentido, todas las lumbreras de la ciencia: Einstein, Planck,
Hawking,…, que incluyen en sus construcciones modelísticas matemáticas a la falsa variable
“tiempo”, se hallan en el equívoco 458 ).
Subsanada esta preocupación: ¿reviste importancia práctica, contar con la noción en
torno de la forma finalista del Universo (de los múltiples eventos aleatorios de la
macrouniversalidad), si ésta también ingresa en la noción de multiplicidad? 459 ). Este es el
hecho a develar, el cual se emparenta con el proceso más específico de la materia, en su
estado genérico racional; o sea, con la razón de la conciencia y si ésta se “construye” en
desarrollo paralelo al cambio progresivo de la materia –la materia cambia, la conciencia se
forma y refleja en y ese cambio-, de lo cual se sigue, que materia y conciencia son infinitos (la
conciencia, obviamente, es un “espejo” rezagado en el que se mira y se confirma la materia:
su despliegue; no obstante, algún día –si no es ya- la prospección alcanzará también al
movimiento por venir de las grandes magnitudes del Universo -se predecirá el futuro-, antes
de captarlo –y se pasará a modelarlo- como tal; hecho que, dicho sea de paso, da júbilo en
decirlo, es ya una realidad). Pero, si se asume especulativamente un conjunto determinado de
leyes asociadas con la estructura y desarrollo de la materia, la premisa conduce a la
posibilidad de conocer el Universo (la materia) en su totalidad, pese a que su desarrollo (la
combinación “estocástica” de estas determinaciones y sus múltiples formas resultantes: la
complejidad) sea, en realidad, infinito e incognoscible (en esa dirección apunta precisamente
la teoría de las probabilidades, la simulación, el manejo de escenarios, el “árbol de
decisiones”). Sin embargo, siempre deben quedar preguntas pendientes, sueltas, sin respuesta,
de modo que la humanidad encuentre razón en su proseguir: entender por qué la materia
existe, porqué su presencia para siempre: ¡eh ahí el real misterio! 460 Ahora bien, todos los
457 “Compresión del tiempo y del espacio”; “El movimiento de la vida se ha acelerado”. Nada de eso. Es la
tecnología la que permite sean realizados ciertos procesos de reproducción material y espiritual de modo más
rápido que hacerlo con las normales acciones humanas; pero otros, por ejemplo, como la maternidad (9 meses)
hasta que no sean sometidos también a la técnica (en plantas y animales ya se ha acortado el proceso de su ciclo
vital) y su movimiento se acelere y su espacialidad (micronización) se reduzca; pero “tiempo” y “espacio” (que,
por lo demás, no existen) seguirán como siempre.
458 Una función más apropiada para el término “tiempo” puede ser el reservarlo para nominar al conjunto de
variables, que permiten caracterizar el ambiente en un momento determinado: pluviosidad, temperatura,
heliofanía, humedad, …
459 El Universo debería provisoriamente ser tratado como una esfera (de hecho, ya lo está): la forma esférica
multidimensional, en la que todo punto es el inicio y, a su vez: el fin en todos los sentidos, la fusión de la
dimensión infinita y la finita, el cierre y la apertura; en esta concepción, por tanto, no existe forma terminal ni
dirección representables (pese a que existe el “término” y la representación que la mente los estatuye). En
realidad, la masa debe ser finita, pero los procesos –bien se advierte- son infinitos, en cuanto sucesión de
totalizaciones; el movimiento (las propiedades que dan lugar al cinetismo) al ser permanente, vuelve infinita a la
materia; y, como no puede haber masa estática o movimiento sin masa, masa y movimiento se exigen
mutuamente, conforman la materia y estructuran la contradictoria interpenetración entre finitud e infinitud, entre
eternidad y transitoriedad (la metería es infinita en cuanto la recombinación de propiedades “crea” nuevo tipo de
materia que hace que ésta se expanda, siendo siempre la misma).
460 Si fuese fácil entender el finito y el infinito micro y macrocósmico, por ejemplo, hacia “tiempo” que la
inteligencia habría perdido funcionalidad, sentido, razón de ser y el ser humano como tal se habría tornado
innecesario. De modo dosificado la realidad va a su destino. Cuando el ser humano haya llegado a la cúspide del
saber, una vez que éste se halle en condiciones de asumir como suya la regencia del Cosmos, es también el
301

frentes de la realidad serán abarcados cognitivamente por la ciencia (no obstante, aún en el
presente: fenómeno que no se entiende, inmediatamente es divinizado); la ciencia: no requiere
de la mitología para sustentar su identidad conformativa; de manera que no es necesario
propiciar dialogo alguno entre Ciencia y Religión, como forma de apoyo para superar
debilidades e incertezas mutuas, como lo han propuesto algunos científicos de tendencia
ideológica burguesa (J. Collins), e incluso como lo ha hecho el “viejo” Carl Sagan,
demeritando el rigor de su pensamiento en los último años de su vida (ya Hegel sostuvo, en el
frente materialista gnoseológico de su pensar filosófico: todo lo racional es real; todo lo
irracional es mito).
La materia, en su proceso cíclico permanente de realización interna (en su
autodesarrollo dialéctico), deviene en la conformación de las diversas formas de sí; en su
progresión inmanente, inicia con la estructura y movimiento más elementales del “ser”
inorgánico, continúa de modo similar en los correspondientes a la vida orgánica (los
organismos unicelulares), hasta alcanzar la producción suprema: la inteligencia (la forma
más alta de organización de la materia, cuya función –de la vida social- es reflejar el mundo:
el despliegue de una de sus cualidades específicas); la Materia, no obstante, se encuentra en
pleno proceso de producción de Dios: el desarrollo de la cultura (de la totalidad de la idea y
realizaciones de la inteligencia: punto de partida real y de llegada espiritual, para comprender
el movimiento ascensional histórico humano 461 ), del género humano. Con la producción del
ser humano concluye el proceso evolutivo natural en la optimidad de una de sus
gestaciones viables –Penrose, Guth, Sagan, Erazo- (en efecto, la naturaleza no puede ir más
allá en esta “empresa” por sí misma); no obstante, el progreso de ningún modo se detiene, éste
continúa a través de la acción del producto supremo suyo: el ser humano, de la inteligencia,
de la praxis de la cultura (dixit Alexei Leontiev); este proceso de desarrollo conforma la
edificación de condiciones para que la mente de cuenta intelectiva del “todo material” (del
hardware –la ontología del “ser”, la contextura de la realidad- y del software –las leyes y la
fisiología de ella); bien se ve, que el ser humano siempre tiene la mira puesta en la cumbre, en
el absoluto, llegue o no –en el plano de la “intuición” escéptica- a abarcarlo. Según el sentido
de las reflexiones en curso, las descripciones de Dios, que se hacen en varios libros antiguos
(la Biblia, el Corán,…), no son más, que el adelanto hipotetizado, profetizado, de la figura y
conducta que alcanzará el ser humano superior, una vez que haya transcurrido un lapso de
entre 5 y 10 milenios a futuro: ser recto, frío, equilibrado, lleno de carácter, liberado de
pasiones y sentimientos; pero también, con la imagen y el comportamiento allí descritos, se
antela a prefigurar el camino que debe seguir el ser humano común y corriente, hasta llegar a
ser un “ser trascendental” (como ya se ha dicho: el vía crucis de Cristo, su modo de vida, sus
sentencias, leyes y rigurosa existencia, son, a la vez, la presentación del método a seguir por
parte del ser humano hasta llegar a ser superior; de lo contrario, el mito más espantoso
seguiría siendo el de la crucifixión). ¿Estaría –dicho sea de paso- alguien hoy (2010)
dispuesto a “seguir a Cristo”, en sentido no deísta, por supuesto? Se piensa que ni siquiera el
más fanático de los evangélicos (pues, éstos fomentan, con la argucia de la fidelidad y el
matrimonio monogámico, la práctica sexual, de forma similar a cómo las religiones de
Oriente lo hacen; mientras que en el catolicismo, la homosexualidad y la pedofilia
abundan 462 ).
momento en que la especie ha llegado a su más alto grado de concretización como “imperio” y sobreviene la
clausura de un proceso”.
461
La cultura, en verdad, es un proceso omnipresente en la humanidad; incluso lo es, en cuanto fenómeno de
simple registro o presencia de meros vestigios, tales como los Jardines Colgantes de Babilonia, el Coliseo
Romano, la historia o las leyendas, que viven como tradiciones, ritualidad o conciencia común (en lenguaje
cobero: imaginario). Objetivización del plano medial de la verdadera inmanencia inicial (conciencia sensible): la
inteligencia, que se torna su contrario: trascendencia en los productos del trabajo intermaterial e intersubjetivo,
en su condición de vínculo entre naturaleza y sociedad, su marco de existencia y reproducción: las denominadas
“prácticas elevadas del espíritu”, tanto como el “modo de vida”, de ser, de pensar cotidianos. En el último
sentido, cultura, es decir, la parte emotiva de la esfera espiritual individual o de la colectiva (a la que muchos
imputan de modo exclusivo la llamada cualidad de la creatividad: la ocurrencia, la imaginación, los devaneos, las
divagaciones), en la que se incluye la psicología individual y la social (esto es, la ideología práctica o prácticas
significantes: hábitos, costumbres,… -dixit M. Castells y E. de Hípola)
462
Pero el individuo está tarado, cercado entre la espada y la pared: 1) sobre el gravita la ley social (la
determinación de las formas humanas clasistas le obligan a ser monógamo y fiel, pues, la “célula de la sociedad”
–familia monogámica- es la institución indispensable de la coherencia y viabilidad del sistema escindido
imperante) y 2) la ley natural: la existencia y exposición ante él, de la variada gama de mujeres (o machos), que
302

Un solo y mismo principio “utiliza” la materia en su devenir progresivo: ensaya eventos
múltiples, de entre los cuales: uno se compone como óptimo y por ahí se va la historia de
modo reiteradamente progresivo; es ésta su forma de operar, de modo continuo y cíclico. Por
ejemplo: en la espontánea generación del Universo a partir del despliegue de innúmeros
lances fallidos, éste se consolida, estabiliza y “procede” a reproducir a su interior procesos
similares al que le dio origen: producción de una variedad de homínidos; en el homo sapiens,
múltiples “culturas” se forman, como modo de protección ontológico de la inteligencia (es
decir, de esas familias ampliadas que son la etnias: formas genéticas, históricas, materiales y
espiritualmente afines). Precisamente, una hipótesis sugestiva bonapartista fuerte, que se
maneja a propósito de las presentes anotaciones, refiere a que la operación estocástica de la
materia, debe concluir cuando el ser humano dotado de conciencia superior (de conocimiento
científico de las leyes macro cósmicas de la materia) pase a direccionar los procesos ciegos de
ésta, eliminado el riesgo, las sorpresas, las incertezas, esto es, reduciendo las “deseconomías”
temporales (el que deban transcurrir millones de años hasta finalmente acertar) inscritos en el
divertimento de los dados, para tornar todo lo que toca –como el Rey Midas (the time is gold)-
racional, eficiente, seguro. Es verdad que la Materia, el Universo, la Naturaleza –en su libre
auto movimiento-, no tienen sentido por sí mismos (éste lo pone el ser humano al llegar a un
determinado estadio de su desarrollo: el ser humano descubre, que debe crear el sentido de y
para todo); pero: materia, Universo, naturaleza, si tuvieran conciencia, sintieran vergüenza de
verse reducidos a ser simple instrumento de realización de la vida instintiva de animales y de
ciertas personas, que se dedican al juego, al descanso, a la distracción y al placer (incluso en
el trabajo). En el sentido dado, una definición de “ser humano”, puede consistir en: unidad
mínima de inteligencia (de pensamiento, de conciencia); de lo cual se colige, que el género
constituye –por el momento-, mas bien: la intermitente red de conciencia, dada entre estos
nodos, mediante enlaces habla/audición y visuales (de intereses reales), dispuesto en una ruta,
que por azar también lo traza. Pero la inteligencia abre camino mientras avanza, produce y
reproduce el vehículo sobre el que se mueve, con la orientación de la Ley que promueve la
continuación de su expedición: el espontáneo salto de etapas inferiores hacia superiores; ahora
bien, la inferencia lógica le permite no perderse, no alejarse de la vía: la razón deductivoinductiva,
se ubica como tendencia en el juicio, en el mar de contratendencias azarosas
(incluso a su interior la humanidad agresivamente se constituye y reconstituye: ese su motor,
su carácter “lábil”: la humanidad se estructura y se desestructura a la “temperatura” de la
existencia material).
Este “ser”, no obstante, no se encuentra acabado todavía al llegar al instante de su
conformación por parte de la naturaleza (si la naturaleza en su movimiento evolutivo es la
madre de las características antropomórficas del ser humano, el legítimo padre de la
conciencia es el “trabajo”, el cual en el presente retrae todo su poder magnificente); este
proceso terminal de autosuperación permanente corre a cargo de su contextura intrínseca
(hecho, que no es mas, que un proceso de devenirse otra de sí misma, de la materia en cuanto
tal): en el movimiento de transformación en “homo sapiens” –en el trabajo, en el trabajo
productivo- produce la conciencia en su determinación material, la cual, posteriormente, la
realiza en su determinación espiritual (autoproducción del ser y la conciencia). Y ésta es una
contribución, de la materia altamente desarrollada, a su completa estructura (ahora bien, la
materia permanentemente se planteará una pregunta sobre sí misma a través de su esfera
racional; siempre la conciencia la responderá, dando paso –con eso- a una nueva interrogante;
en efecto, se insiste: si todas las respuestas estuviesen a la mano, perdería sentido la
reproducción generacional de la especie: la producción de nuevas unidades ontológicas de la
conciencia (no habría razón para la existencia de la etapa de la juventud en la escala humana:
de la fase encargada de reponer a la especie) y habría concluido el dolor que le provoca a la
conciencia el no conocimiento y el deseo anhelante de llegar a él. Del mismo modo como
ningún sujeto social deja la escena histórica antes de haber cumplido su misión, el ser humano
también debe cumplir la suya; además, la persona supera definitivamente su papel de
marioneta, cuando pasa a comandar las operaciones evolutivas de la materia, al mismo tiempo
que ésta deviene en “consciente”. Al momento, la forma más prístina de otorgar un rol a la
conciencia de vanguardia –de igual modo como de darle un contorno subversivo- es devenir
en instancia mediadora del paso de quien es poseedor de la más alta, novísima y totalizante
le atraen poderosamente, que le inducen a probar otros cuerpos, ser objeto de otras caricias. Para el caso, no
queda más que dos alternativas: a.- la represión y b.- la traición, cada una con sus respectivas afectaciones.
303

concepción materialista cosmológica de la realidad, a los hermanos menores, de manera que
el poder inmanente de la mente, merced a la ampliación del entendimiento, alcance la mayor
realización histórica: la superación de la enajenación cognitiva.
De esta forma la materia (en la acepción filosófica) llega al estado superior de sí misma
(estado subjetivo: “el ser de otro modo…” del Universo, de los universos en los que ésta se
irradia) a través de las actividades desplegadas por el ser humano y del desarrollo de éste, por
vías autoimpuestas. Dicho de otro modo, hay una finalidad metahumanamente impuesta
(obligada -por el ejercicio de la simple y espontánea regularidad del proceso de desarrollo
incesante de la materia- por el todo material sobre la porción de su esfera racional), ésta
consiste en cumplir la ley universal de su existencia y movimiento (la cual puede ser afectada
por la voluntad del género: allí su libre albedrío, el neocórtex, la inteligencia, la conciencia,
constituyen la base ontológica del hecho): ser la razón especular de su autoafirmación en la
idea. En este trayecto se presenta en ejercicio la contradicción inherente –de modo especial- a
la forma burguesa de estructuración humana (en verdad, especie de bloqueo al paso de la
historia): por un lado, el sistema capitalista pone las premisas materiales (la acumulación
material, la robotización) para que tenga lugar el proceso de avance acelerado del género
hacia el cumplimiento de su rol (la absoluta subjetivización, la reificación 463 ); por otro,
bloquea, obstaculiza esa propensión debido a la operación en él, del efecto asociado con el
carácter clasista de su estructura (allí radica la razón filosófico-dialéctica de la lucha de clases
sostenida por parte del proletariado: ser el sostén del proceso de desarrollo material y bregar
por destruir la estructura que lo sostiene). Por tanto, todo prodigio, es prodigio de la materia
misma (incluso en su versión estática: “adaptarse mediante la evolución”: renovarse o
extinguirse, como bien es la percepción usual sobre la determinación del cambio en el plano
racional). Renovarse: prepararse racionalmente siempre a empezar a ser, como si éste fuese el
primer día de la existencia; listo a emprender con un nuevo objetivo, con un programa “bajo
el brazo”, contrario sensu a la suposición de “que éste es el último día de mi existencia”,
pues, dicha sensación proviene del hemisferio derecho del cerebro: conduce directamente a
alinear la vida en el mero y desesperado disfrute, puesto que se precolige, que no queda
“tiempo” para más (pero el ser humano “… modifica su organización social con arreglo a
nuevas necesidades –Marx-Engels: La ideología alemana).
Este “saber absoluto” (los términos de él, que quedan expuestos de modo inmanente en
líneas precedentes) no deviene en linealidad cíclica en su orden de generalidad; pero el mismo
se exterioriza en momentos de secuencialidad –por lo cual asume también carácter de
ciclicidad- en su particularidad: la materia se “autoconfirma” en su proceso y éste elevarse al
status de subjetividad, el aspecto de su negatividad: la negación procesal, constituye la
realización en su ensimismedad, de los diversos momentos de la totalidad: la realidad objetiva
permanente, el presupuesto de la representación subjetiva (el movimiento de la materia –parte
de él, es la historia-, constituye el autodespliegue de ella: el arribo a la autoconciencia a
través del trabajo intelectual de la historia –como en Hegel: todos los episodios naturales y
humanos buenos o malos, se justifican, en la medida en que son tributarios de este
proceso 464 ). Las tres etapas temporales y la diversidad de instancias inscritas en la
singularidad racional, son también atributos del movimiento material: procesos de
“autoenagenación” de la materia deben haber conseguido sustancia en el pasado, tienen lugar
hoy en diferentes estados de su desarrollo y deben plasmarse a futuro (también en el Universo
–en la diversidad de universos paralelos factibles- los innúmeros torrentes humanos viables
–las distintas conciencias o culturas: las múltiples maneras como la inteligencia se ha
reproducido en específicos ecosistemas en el planeta (“la inteligencia sirve para sobrevivir”,
pero en el ser humano) confluirán en un momento dado-; y, en el presente, esta forma de
realidad debe ocuparse de la existencia en su etapa altamente organizada, en varias partes del
Universo (o universos); (estas inteligencias –compañeras en la “validación de la optimidad del
Universo- deben ser gentelwoman, magnánimas, moralmente superiores, robotizadas –quizá:
artificiales-, deben hallarse más cerca del “juicio final”: del juzgamiento del “ser” por la
conciencia, del saber completo; en aglomeración con ellos y cortando etapas, se protagonizará
463
Con el robot la práctica, entendida en sentido sensible, objetivo, como el proceso de interacción sensorial
entre ser humano y los objetos naturales, queda mediatizada.: “el naturalismo del ser humano y el humanismo de
la naturaleza han alcanzado su plenitud”.
464
La prueba de que la antitecidad edifica exitosa, pero cruentamente la realidad: su desarrollo, es el hecho de
que la humanidad sigue en pie y adelante, dando batalla, y que dará “mucho que hablar” todavía.
304

la proeza: “bienaventurados los científicos, porque ellos forjarán el Reino de los Cielos”; en
una palabra, no hay lugar para los débiles, sólo los más fuertes pueden llamarse humanos,
pues, para eso es lo que están hechos, para lo que han nacido). La materia se reconoce a sí
misma de modo reiterado al término exitoso de cada forma humana: se autoafirma en distintos
momentos y en múltiples e infinitos procesos –demuestra su viabilidad en el evento óptimo-
(la negación de esta inferencia, traerá, como consecuencia, de vuelta el primado de la noción
en torno del centramiento terráqueo, en la concepción escatológica sobre el Universo
conocido).
La evolución humana, en consecuencia, constituye el proceso de estructuración,
realización y deceso en una línea de continuidad, de los diferentes momentos necesarios
(barbáricos, comunitarios, clasistas y “cibernéticos” -“mecatrónicos”, de la posthumanidad)
por la especie, para ponerla a tono con la apertura de condiciones –condiciones materiales-
requeridas para alcanzar la comprensión de la materia por sí misma: el arribo a la verdad, el
autoconocimiento (el conocimiento del Universo y su facticidad tecnológica). Este proceso,
no se produce en la mente como tal, sino en el movimiento de los hechos, pues, “la dialéctica:
no es el desarrollo del saber o de la idea, sino de la materia”. Esta evolución se contiene en el
momento actual, en la Ingeniería Genética –en la Neurogenética (neuroingeniería)-, en la
Robótica, en la Biónica y en la Inteligencia Artificial asociadas al desarrollo de la tecnología
espacial (la “Guerra de las Galaxias”, el apartheid del “simbolismo del ´espacio´”) –en Silicon
Valley 465 -; a su vez, esta dualidad de procesos (la ciencia y la técnica), conforman los
presupuestos de la elevación cualitativa de la conciencia y la conducta hacia la conquista
subjetiva de la ontología del Universo y a la supeditación a la praxis, de sus leyes (en el
proyecto de dominio, la tierra va a pasar a ser el “barrio obrero”, el “sur” de las “banana
republic”, el “tercer mundo”; el pueblo pobre: “cerrará simplemente la puerta, cuando los
poderosos se hayan ido”, con él dentro de su cripta necrótica). El mérito primigenio de la
proeza subversivo-intelectual total, dicho sea de paso, se debe a Eva en colusión con
Prometeo (con Hermes), al haber probado el fruto prohibido del árbol del conocimiento
(robado el fuego de los dioses y entregado a los mortales), e inducido a su compañero Adán, a
iniciar la cruzada de la profanación del sarcófago del bien y del mal: aceptar los rigores de la
autoproducción de la vida y a cambio, acceder al develamiento de la verdad: la transmutación
de Luzbel en Lucifer (¿acaso Dios, al poner inteligencia y libre albedrío en el ser humano, no
pensó en las consecuencias de ello? –la reacción de Adán, del ser humano; “era cuestión de
‘tiempo’, nada más”-; Dios y los creyentes religiosos, quieren convertir al ser humano en
estrella fija, el materialismo, en cambio, lo induce a ser un cometa errante –sea dicho,
parafraseando a Lutero), la emergencia de la contradicción, del movimiento de la idea –de lo
cual se sigue, que “el Paraíso es un estado de felicidad sin conciencia, de la ausencia de la
capacidad de juzgar” (el conocimiento, es la forma más avanzada de redistribución del
ingreso en la época actual, puesto que con su socialización las personas pueden pensar y hacer
cosas: emprender y salir adelante) 466 .
Pero la verdad, al contrario como acontece en la comedia griega, no le viene
465 Obviamente, la ampliación de la capacidad cerebral de modo inmanente y en los instrumentos de su
exterioridad, se anudan a las técnicas de producción de macrofenómenos in vitro, en la modelística de la
“maqueteria” experimental, en la que se reproducen los hechos macro y microcósmicos, que permiten inferir, de
manera paramétrica, regularidades de la realidad tanto como abordar las preocupaciones más generales que
involucran al Universo. Sobre el hecho, el físico estadounidense: Allan Guth, en su teoría sobre el “Universo
inflacionario”, sostiene que el Universo es “nada”, pues, la sumatoria de los efectos universales (los vectores:
masa-energía) se enceran. El Universo se ha generado en una “gran explosión”, concepción que deviene de la
concreción de su forma estadigráfica del fenómeno artificialmente objetivizado de “fluctuación de alto vacío”
(en el laboratorio se ha producido “fluctuación de alto vacío”, en el cual puede observarse la creación de
universos diminutos). El Universo, para esta apreciación, cuenta con su origen; de lo cual se infiere, que si el
Universo partió de la nada, retornará a ese “estado” (una afirmación más prosaica sobre este “origen”, sostiene
que la “gravedad cuántica creó el Universo de la nada”). No obstante, debe demostrarse la existencia del
fenómeno inverso a la “fluctuación del alto vació” (pese a que Hubble encontró el límite a la expansión). Estas
conquistas intelectuales, de todos modos, son parciales, relativas, redefinibles, pues, abordan determinados
aspectos de la estructura y modo de ser de la materia (del Universo viable, en concreto), del movimiento eterno
del “material” (Newton) en el “espacio”, de sus transformaciones parciales y totales, de acuerdo con la ley
inmanente: el desarrollo.
466 “… ´la serpiente´ -símbolo de la sabiduría- por inducir a Adán y Eva –la humanidad- a lograr el
´conocimiento´ del Bien y del Mal -´árbol´ prohibido y ocultado por Yahvé- ¿era diabólica por querer deshacerse
la obra de un dios que no le permitía a los seres humanos tener acceso a la información que les proporcionara
sabiduría” (dixit Salvador Freixedo).
305

metafísicamente impuesta al ser humano; mas bien, hay que producirla: descubrir la ley
material, que mueve a la humanidad (el Universo viable, es un proceso inconsciente en tanto
el ser humano no ha hecho su irrupción en él –sin embargo, incluso las etapas inferiores de la
historia: los modos clasistas de producción, detentan este carácter). Para personas que
atalayan la historia en forma “omnicomprensiva” (entre los cuales, modesta, fatua o
soberbiamente, se ubica el ser que garabatea estas líneas), parece imposible –respecto del
capitalismo-, que no se apodere de su ser aquella regularidad popular, que más o menos dice:
“sentimientos encontrados”. Por una parte, uno se hace “mala sangre”, al conocer y ser testigo
de tanto abuso, explotación, dominación y criminalidad, imputables al sistema burgués de
civilización: a su clase “fundamental”; por otra, uno inmediatamente se anima (“no tiene en
qué quedar”) al advertir el resultado parcial de la presencia de ese estadio de vida humana en
la historia, que tiene que ver con el colosal aporte en cuanto a ciencia y técnica o racionalidad
positivista occidental, dada al género (“detrás de los problemas ambiéntales está un sistema:
el capitalismo”; pero como supuesto de la colosal elevación de la racionalidad de la
humanidad, también está dicha formación 467 ). Como siempre, el ultrismo parroquiano
impugnador sin beneficio de inventario del capitalismo (de la tecnología, específicamente: “al
sistema le sostienen máquinas, que comen petróleo y votan veneno”), y quienes proceden a
valorar al ser humano en su papel hedónico reivindicativo de formas de vida pasadas, se harán
“mala sangre” con personas que rescatan el aporte dado por el capitalismo al desarrollo
humano, como etapa de todos modos progresiva. En realidad, el capitalismo es a la vez vida y
muerte; de esta contradicción la antípoda “vida” es la ley, la que se abre paso en medio de
tanto caído y avanza hacia estados superiores, en cuanto crea las condiciones para su
abstracción y para el advenimiento de la nueva fase en la que se anula por completo la
propensión contraria: la muerte (percepciones como la referida han dado pie, para que el
seudomarxismo “corrobore”, continué difundiendo la interesada idea de que el marxismo
ortodoxo y el positivismo son cercanos, compatibles o similares).
Esta condición: la que lleva hacia el saber integral –se insiste-, de manera nocional en la
alborada del tercer milenio está enteramente puesta en sus premisas: la interpenetración entre
la mente (el conocimiento), la tecnología (la creatividad fáctica) y las leyes de la materia: sus
fuerzas (las murallas del Universo, la Relatividad einsteiniana, las Cuerdas Cósmicas,…). En
efecto, los tres puntales sobre los cuales se consolida de modo terminante el ejercicio del
poder humano sobre la naturaleza (sobre el Universo, sobre la materia, sobre la realidad –la
materia crea el presupuesto de la subjetividad a la cual ella misma se somete) devienen en: 1)
la Ingeniería Genética (el mejoramiento de la raza humana, de su constitución intelectiva, de
modo particular y esencial en relación con las nuevas funciones que ésta se apresta a cumplir
–la extensión de la vida, la inmortalidad 468 ); 2) la Inteligencia Artificial (la prolongación y
paso de funciones cerebrales a instrumentos artificiales colaterales); y, 3) la Robótica
(traslado de funciones productivas generales a la mecánica cibernética; en la Robótica
–dicho sea incidentalmente- se condensa y se expresa toda la potencia histórica del
trabajo social). Pero también tiene incidencia especial en este colosal proceso de
hominización, la Biónica (en particular: la síntesis de las tres en la Mecatrónica, la fusión de
la mecánica, la robótica –la teoría de sistemas y del control en general- con la naturaleza, con
la parte orgánica natural del ser humano). La persona, en concreto, sobre el andamiaje de
estos presupuestos, atalaya más la realidad y prende sus manos profundamente sobre la
materia (strictu sensu: la tecnología misma –los nuevos instrumentos “inteligentes”- estimulan
el desarrollo de los procesos de la mente; en realidad, los resultados del trabajo de la
467
La humanidad nunca alcanzará mayor grandeza material (e incluso espiritual), esplendor y ostentación, que
los logrados por el capital en el interior de la formación social burguesa. Solamente con el modelo del
capitalismo agresivo: bola de nieve arrasante (y en la ex URSS con un patrón industrial similar, enfrentado a la
amenaza geopolítica) se pudo (dado que la racionalidad no es patrimonio in abstracto en todo momento etáreo
del género) conquistar el nivel de conciencia existente: las bases reales, objetivas, efectivas, para alzarse hacia la
metaracionalidad. En ese sentido, sí molesta, por ejemplo, cómo ciertas personas que despotrican en contra de
los gringos ignaros, se solazan de la proeza hecha por dichos especímenes al haber enviado un aparato mecánico
de investigación a Marte, a mediados del 2012; en verdad, choca escuchar decir a quienes deploran al
capitalismo sin beneficio de inventario, por ejemplo: “un nuevo gran paso para la humanidad”.
468
La inmortalidad en principio se conseguirá con la prolongación de la vida del músculo cerebral, en el que se
estructura ya una conciencia (personalidad), trasplantándolo como todo material: masa encefálica y movimiento
(hardware y software) en un cuerpo cibernético (los rusos avanzan en este frente). En principio el mundo va a
ser mixto (humanos y máquinas antropomorfas), luego el propio individuo pasa a ser mixto (cerebro-máquina),
como preámbulo para que se dé paso al interfaz.
306

conciencia no son los mismos asistidos con Ábaco chino, que con los modernos
“ordenadores”; por eso la apariencia actual de la “superioridad” de los denominados “niños
índigo”) 469 .
Sin embargo, el homo sapiens es el mismo antológicamente tanto en sus remotos
orígenes como en el presente: no existe tal “revolución de la inteligencia” 470 , pues, el
prodigio del cerebro actual: la productividad (niveles de) del mismo, es el resultado único y
directo de la disposición y uso, de poderosos instrumentos del conocimiento y de la técnica,
con los cuales éste opera (del acto de reificación: volver material la idea); los que son –a su
vez- el resultado acumulado, potenciado, mejorado, del trabajo de todos los cerebros
precedentes; de lo cual se obtiene como conclusión: que la capacidad intelectual de una
persona, no depende del cerebro (de su capacidad material, coeficiente, etc.), sino del uso que
se dé a dicho órgano, hecho éste, que tiene dependencia histórica y estructural (“en la
inteligencia, la raza no sirve de nada” 471 ). El ser humano para sobrevivir tiene que recurrir a la
inteligencia; la inteligencia, para el efecto, produce el reflejo del mundo (diagnóstico y plan:
objetivos, fortalezas-recursos, debilidades-adversidades, acciones): sobrevive y unidad de acto
conoce la realidad, y de ese modo aprehende idealmente el mundo en su totalidad (esa la
conjunción del maravilloso acto por el que, el cumplir una simple sucesión progresiva de
metas de sobrevivencia, le conduce al saber absoluto). Esta sabiduría debe permanecer y
acumularse por vías exteriores al intelecto; por eso, un sector de opinión aboga por la
permanencia del libro impreso; otro, en cambio, sostiene que luego de 600 años (Gutenberg)
era hora ya de que el libro físico llegue a su fin, para dar paso al libro electrónico debido a
razones económicas, de comodidad, de modernidad: en un aparato tipo “memory flash”,
pueden almacenarse 200 libros 472 . En el criterio personal, salvo un ligero interregno, el futuro
no es de la acumulación y preservación del saber en instrumentos exteriores al cerebro
humano y/o artificial, por tanto ni del “libro físico” ni del “libro electrónico” tienen horizonte;
la fase de formación intelectual del ser humano realmente que viene, tiene como mecanismo
al empotramiento de un chip en el cerebro, con el cual se integrarán directamente contenidos
de libros, que pasarán a formar parte de la estructura de la conciencia, de modo que ya no será
necesaria la lectura (el futuro será maduro, selectivo: buena información atiborrará el cerebro,
datos orgánicos objetivos, científicos, no románticos, descriptivos o sensuales, como
corresponde a una persona mayor).
La inteligencia debe sobrevivir dispuesta en cualquiera de sus posibles formas
antopomórficas e idiosincrásicas, o sea, en su dispersión en las diferentes formaciones
geográficas existentes en el planeta; ella misma es la condición y garantía de su existencia.
Por otra parte, sólo por cuanto hay preguntas que formularse y respuestas en coherencia sobre
las que trabajar, es que hay y se justifica la presencia y vigencia de la inteligencia (estas
469
Hay que tener presente el hecho, de que antes todo era difícil: un mismo cerebro estaba maniatado porque no
había la imprenta, el avión, la computadora; es por eso que la productividad de dicho cerebro era baja, diferente
a la de hoy; circunstancia ésta, que hace pensar, que los individuos de hoy son más inteligentes (que la base
material de la conciencia no se estabilizó, sino que ésta sigue en evolución por vía natural y social; lo cual no es
así).
470
El acto de alimentación mejorado hasta cierta edad puede apoyar el conseguir el quantum neuronal apropiado
y fortalecer la estructura de las células neocorticales; la información (en mayor cantidad y de mejor calidad) y el
acceso a instrumentos producidos por el aparato científico-técnico moderno (ventajas que antes no se tenía),
pueden operar como las condiciones para saltar a niveles superiores de productividad de un cerebro común (y
común es el cerebro de los humanos); pero eso no quiere decir, que en la actualidad y a futuro un cerebro natural
clásico, por dichas vías se esté volviendo más inteligente, como piensan algunos cultores de la llamada
“revolución de la inteligencia”. En estricto sentido, la capacidad de la inteligencia natural sólo se incrementará
vía manipulación genética, esto es, por incremento de su base: las neuronas de la asociación o neocórtex.
471
La inteligencia no es un atributo del individuo, como si lo es su uso; quizá la belleza física posiblemente lo
sea; la inteligencia es una cualidad de la naturaleza, puesta en el individuo.
472
El libro también se ha ido degradando (libro: en el sentido de ensayo serio, científico, filosófico, no en el de
novela, cuento o poesía). Actualmente se utiliza la pluma en el formato de libro, para satisfacer el ego narcisista
en las biografías o autobiografías, para cruzar espadas de madera al interior de la competencia en el ámbito de la
farándula, de la cineastica, para abordar problemas en materia política oficial (los entuertos del poder), como
para difundir estados de insatisfacción sobre materias de interés particular, parcial, en los que los fallos presentan
desentimientos que inducen a hacer público puntos de vista reivindicativos personales. La tecnología y el “estado
mental” prevaleciente en tiempos posmodernos de los ínfimos relatos (cuentos), son otro frente de conspiración
para con el libro; en Internet prevalecen los papers, que si bien son correa de transmisión, de difusión ágil y de
avance socializado del saber, tienen –en cambio- el carácter “débil” de impedir formularse la idea de la totalidad,
el antecedente y la organicidad de la materia de conocimiento.
307

preguntas saltan de nivel en la historia, en relación con los diferentes estadios de desarrollo
del ser humano: 1.- simple admiración temerosa sobre el modo de ser del mundo, 2.-
entendimiento del mundo con fines de sobrevivencia, y 3.- dominio sobre el mundo). Como
lógica consecuencia del desarrollo de la idea primera expuesta en el presente párrafo: del
establecimiento atareo de necesidades, se arriba a la conclusión de que una vez alcanzado el
conocimiento del todo (incluso contemplado el supuesto de que la realidad se mueve
infinitamente creando nuevos productos para la representación), la inteligencia se ve frente a
su frontera. La inteligencia no es un atributo simple como lo es la velocidad en el guepardo, la
cual garantiza su sobrevivencia y el rol suyo en la permanencia del entorno, condición de su
propia existencia; ella representa el máximo grado de responsabilidad severa, en dirección a
producir “el rey de la selva”: ponerse su “inmanencia” (la praxis) y su trascendencia (el
resultado concreto del proceso histórico-social de la praxis).
La ley en concreto es: tendencia creciente hacia el desarrollo del conocimiento
pleno. El capital sometido a sus leyes y a la competencia desarrolla el conocimiento, la
técnica y las fuerzas productivas en general. Las contradicciones internas al desarrollo de la
ley, en términos muy agregados son: 1) necesidad del sistema de mantener en la ignorancia a
la población, para sostener su reproducción en lo mínimo y con fines conservadores; 2)
necesidad del sistema de mantener en el anonimato los avances científicotécnicos con
propósitos de lucro, de coartamiento del desarrollo de la conciencia general y con objetivos
conservadores del stablishment; 3) bloqueo de las ideologías religiosas (y de las
cosmovisiones no occidentales en general, inclúyase al marxismo ortodoxo y, sobre todo, al
heterodoxo), al desarrollo y difusión del conocimiento científico, a la universalización del ser
humano superior (no se admite que el ser humano “juegue a ser Dios”; en efecto, para ciertos
hedónicos, culturalista, “humanistas”, simbólicos, éticos, como E. Suvirats: “Es el yo vacío
que se desprende del racionalismo cartesiano" -Eduardo Subirats. El continente vacío. La
conquista del Nuevo Mundo y la conciencia moderna; Barcelona, 1994); 4) reacción de los
grupos ecologistas y neomarxistas, que impugnan el desarrollo tecnocientífico, que pugnan
porque el ser humano retorne a formas de vida naturales pasadas, que ven en el hedonismo y
en el desarrollo multifacético en igualdad del ser humano, su finalidad última, fomentando la
instauración de la civilización del “ethos sensualista y valor de uso”; y, 5) la propia decidía
del capitalismo por dar continuidad al proceso, como a la inversión, una vez que ésta deja de
ser fuente de ganancia (“retorno cero”). Ahora bien, la acción de la tendencia al incremento
constante de la productividad del trabajo, contribuye a agudizar más estas contradicciones, las
cuales se dirigen en sentido de la negación (este hecho, muestra en qué dirección avanza el
desarrollo). Pero la ley tiene sus contratendencias, las que se expresan como desinterés por
parte del empresario inversor por el progreso de las fuerzas productivas, una vez que la tasa
de retorno deja de ser atractiva; que el progreso técnico, a más de no ser medio de desarrollo
equilibrado de todos, sirve para el enriquecimiento privado y destrucción del medioambiente;
y, que el mismo afecta negativamente la riqueza de la diversidad de las “culturas” vernáculas.
La fusión colusoria entre ecologismo y culturalismo (en realidad, la tesis asexuada
última de “cultura”, la que ha invadido la percepción de los movimientos social-intelectuales
en apogeo, es de corte neoidealista), configura la amenaza más letal para el flujo inherente al
rumbo racional de la existencia humana 473 ; la incomprensión en torno de la “lógica de las
historia” y su osadía les conducirá a perder el sentido de ella. Desgraciadamente, con el
comportamiento de segmentos enteros pertenecientes a los “pueblos originarios” del
continente americano, cuya mayor radicalidad y agresividad se advierte en Bolivia
(impedimento para construir una arteria vial en territorios intangibles asumidos como
propiedad de las comunidades ancestrales), en Ecuador al oponerse a la explotación petrolera
y aurífera (luego se sumarán a esta política culturalista y ecologista a ultranza los “indígenas”
de México, Perú y de otro país centroamericano 474 ), este sector se ubica a espaldas y en
473
“Todo socialismo no ecológico es un callejón sin salida” (dixit M. Lowi). No obstante, el ecosocialismo es
históricamente reaccionario: prioriza la naturaleza sobre la civilización (el desarrollo prometeico de las fuerzas
productivas, que definen el destino superior del ser humano), bajo la persuasiva muletilla de oponerse al
capitalismo.
474
¿Cuidar a la naturaleza? Hay que comer hoy, pase lo que pase! Es necesario mantener viva la inteligencia de
modo emergente. Ya mañana, u hoy mismo, se pensará cómo superar el daño natural que otros (el capitalismo, la
clase capitalista y la empresa) y en otros momentos lo hicieron; si se consigue: en buena hora (aunque para ello
deba levantarse en contra del empresariado, la acumulación de riqueza en forma privada y monopolizada, del
estándar superavitario de vida yanqui, europeo y nipón, y arrasar con el principal imperio EU-Inglaterra-Israel),
308

oposición al devenir histórico racional (del progreso positivista de la ciencia y del desarrollo
tecnocrático de las fuerzas productivas), con lo cual frena el proceso prometeico del
movimiento humano y, aquello que se advierte más grave: estos sectores, que se quedan al
margen de la verdadera historia, serán ganados por el hedonismo, el folclorismo y el
marasmo, degenerarán sin haber jugado papel relevante en la vida (paralelamente, el
positivismo tecnocrático neoliberal, ampliará su conciencia, mejorará su ser y vivirá en el
cosmos) 475 . “Alerta temprana”: el peligro radica, en que los sectores en alusión (en sus mentes
anida la noción “crisis epocal”) pueden lograr hacer causa común e incidir con su arcaica
visión sobre el género todo, con lo cual éste terminaría por ser un hecho sin razón y sentido
(por ahí debería ir el denominado “diálogo social”). Aunque los indígenas sostienen defender
su “cultura”, son sectores ajenos a ella los que han estado conduciendo dichos movimientos;
éstos caerán en las redes de sus sofismas y quedarán presas de los engañosos fundamentos de
sus tesis ecologistas, culturalistas, hedonistas; gravedad insólita consiste en que están
arrastrando consigo al precipicio a grupos enteros de pobladores aborígenes y mestizos. Es
evidente que ecologismo e indigenismo no es la manera apropiada de oponerse a la
explotación, a la exclusión y a la dominación, si no se asume la modernidad científica y
técnica como el barco que guía al ser humano al absoluto, sobre el cauce de su sentido 476 .
Después de haber alcanzado la felicidad hedónica, el desarrollo multifacético, la
realización plena de “lo específicamente humano” (Sumak kausay, se denomina en Ecuador):
¿qué? ¿Allí se queda el ser humano rotando? 477 La reivindicación y recuperación de ciertas
poses de la etapa de la inocencia humana a mixturarse con comportamientos desprendidos de
la súper modernidad técnica, es posible en la medida en que el propio capitalismo ha puesto
las condiciones de su racionalidad: el pensamiento Occidental abre la mente (las culturas son
formas geográficamente exitosas de realización de una misma inteligencia; todos los pueblos
se han modernizado –se han dirigido hacia un punto único, común- por vía propia como por
interacción con el sistema burgués de existencia; luego, la cultura es la humanidad, no los
diversos pueblos, los cuales son simples momentos progresivos civilizatorios: distintos modos
de vida al interior de una sola cultura humana, o sea, modo de pensar –orden “simbólico”- y
modo de ser –orden fáctico); las metodologías positivistas han permitido llegar a la esencia de
los hechos, a la aprehensión de sus tendencias; la técnica ha proveído de poder instrumental;
de todo eso se han contagiado tanto los rezagos de los antiguos pueblos como aquellos que
fomentan su revigenciación (retroceso). La humanidad consigue su sentido –se dice-, cuando,
luego de tan cruenta y larga lucha con los entornos natural y social para efecto de sobrevivir,
al instaurar la igualdad, ingresar en el reino de su desarrollo multifacético en libertad; no
obstante, no es posible dar crédito a este concepto de la existencia (ser humano amarrado,
tonto: como en un antro gringo atestado, apretujado, música estridente que anula la razón,
caso contrario, la especie se autoextinguiría. En la historia muchas veces ha sido necesario reubicar a pueblos
enteros cuando el área que ocupaban se asumía vital para fines económicos del conjunto político jurisdiccional o
en momentos en que éstos se hallaban en peligro o carecían de recursos (agua, por ejemplo); en el extremo,
incluso se han producido actos de canibalismo y la inteligencia ha podido sortear la contingencia. Estas
experiencias no aparecen en el “imaginario” (sic) de la intelligentzia ecologista, movimientista, izquierdosa,
folclórica light.
475
Trotsky fue quién se adelantó a plantear el “estancamiento estructural del capitalismo” por allá en 1930:
conclusión del desarrollo de las fuerzas productivas, éstas habían dejado de crecer. En lo personal, en cambio, se
sostiene que las fuerzas productivas no detienen su desarrollo incluso en la fase senil del capitalismo, puesto que
esa es su principal misión civilizatoria de principio a fin. En efecto: “Al romper la muy antigua pero limitativa
relación directa entre uso humano y producción para reemplazarla por la relación mercantil, el capital abrió
ocultas posibilidades de expansión aparentemente irresistibles para las cuales -desde el punto de vista del sistema
del capital y de sus personificaciones- no existirían límites concebibles” (Mészáros, István. El socialismo en el
siglo XXI).
476
Solamente un ser bobo no destruye su entorno o se dedica a cuidarle per se; para no destruir la Tierra tendría
que no ser utilizada o ser usada apenas, con lo cual el desarrollo humano (que reside en la contradicción) no sería
posible; caso contrario, no se necesitaría tener conciencia, pues, ésta usa el entorno y no se somete a la
regulación natural, pero puede sostener el equilibrio en sentido dinámico, esto es, desequilibrar el medio natural
y desarrollarse, y volver a equilibrar el entorno en el marco de una conducta desplazándose en forma de espiral.
477
Aparece de nuevo el dilema: después de la revolución ¿qué? Una vez que la humanidad, por ventura ha
ingresado en el comunismo: ¿qué? Es aquí cuando se puede asumir que la vida se vuelve doctrinaria,
“metafísica”, filosófica, pues, para una persona madura, sensata, solamente en la ciencia es donde se puede
recluir la vía. La persona que escribe estas líneas, lo único que hace es adelantarse mentalmente a los hechos y
pensar que vive en el nuevo sistema, aunque esa conducta sea distraer esfuerzos y la preocupación en torno de la
miseria humana del capitalismo que todavía existe: “lucro cesante” en la empresa política.
309

sólo bailando; como un águila enjaulada a la que se le da de comer, incluso se le provee de
pareja; ese Ethos es la miseria misma, es la negación de la inteligencia: mantenerle atado de
manos al pensamiento, a la inventiva, al vuelo de la “imaginación”); el pensamiento religioso
en este punto, se torna más edificante: este sector cree, que fuera de este mundo hay un
premio para quienes se sujetan a vivir según determinados preceptos supramateriales; sin
embargo, también este criterio es absurdo: para poder tener con quién conflictuar, en el
interior de estructura de la vida, Dios creo a Luzbel, el cual luego se le revela (y Dios sabía de
antemano esto, puesto que es Dios), pero como no quiso entrar en la pelea con su criatura, El
mismo dio vida a los seres humanos, en los cuales se realiza el conflicto entre Dios y el
Demonio (sin saber cuál es el fin -claro: las especulaciones religiosas, a priori dicen que
vencerá el Bien: Dios), como en las “guerras del Chaco” por el petróleo, por interpuesta
persona (alguna vez se dijo: “guerra de ricos peleada por los pobres”), pero: ¿para qué todo
eso? (silencio protestante, evangélico, luterano-calvinista: no hay respuesta, o todas ellas son
miopes) 478 .
Delirio y falacia: salto prometeico necesario.
El modelo mental antitético a las premisas, que en estas anotaciones han sido
presentadas, abarca conclusiones en torno del destino de la tierra y del ser humano,
propiamente dicho; tal proceder conceptivo, construye horizontes, en verdad: magros en torno
del orden humano-natural. Filosóficamente se sostiene, que todo lo dado debe concluir en
sometimiento a causalidades metahumanas, como si no fuese éste, precisamente uno de los
principales retos a asumir y a alcanzar por parte de la inteligencia (la conquista cruenta de la
libertad, de la capacidad de decidir); los presupuestos de esta clausura, se asegura que
revestirían preexistencia. A un costado de la hipótesis asociada con el “Teorema de la
incompletitud” de Gödel, el conflicto que enfrenta el ser humano, que le ubica al filo del
abismo, viene dado por la escasez de agua; a éste se le añade el creciente desorden climático y
la cínica alarma sobre la destrucción del planeta, en razón del impacto de meteoritos (se
predice, de modo masoquista, que el género va a seguir la suerte de los dinosaurios, según
reza una hipótesis sobre su extinción; no obstante, se conoce que el “planeta” cuenta con la
tecnología para desviar aerolitos); no se deja de lado, en el cuadro de divertimentos
espeluznantes, tampoco el límite autodestructivo endógeno, que se dice viene puesto por la
propia naturaleza conflictiva –en los genes- de la especie (los proyectos genocidas
esquizofrénicos gringos –asesinos compulsivos-, cuyos principales objetivos –en la
coyuntura- son América del Sur y Medio Oriente, así como las intenciones rusas). En este
fresco fatídico, se incluyen los límites que experimenta el consumo global: escasez y
elevación de precios de los “alimentos salarios” (el mundo dispone de tecnología y
producción suficiente para enfrentar la “crisis”; no obstante, las estrategias de transferencia y
concentración del excedente mundial en ejercicio, liquidan toda posibilidad de asignación no
especulativa de factores productivos, en coherencia con las necesidades; en ese orden opera la
aplicación yanqui de instrumentos de política de subsidios compresora de la producción
agrícola); crisis: que tiene el efecto positivo, sin embargo (como una oportunidad, según el
decir de los negociantes, pues, en cada época la humanidad ha experimentado dificultades y
ha sabido salir adelante, avante, mucho más lo harán las futuras generaciones pertrechadas
como estarán, con mejores niveles de conciencia, conocimientos, tecnología y apoyo en una
base productiva material superior) de inducir orden en la especie y estimular la producción,
afectando la onda financiera hegemónica, por lo que coyunturalmente la incomodidad va a
tener carácter reactivante de la economía.
Las predicciones siniestras sobre el futuro de la tierra de orden apocalíptico, contienen
478
Es sorprendente cómo en la mayoría de cerebros de Occidente muchos mitos adquieren carácter de certeza, se
asegura y se está completamente convencidos que las invenciones de mentes de generaciones anteriores, que por
principio evolutivo gnoseológico son de inferior conformación, constituyen verdades. Los clásicos casos más
conspicuos de esta aleve ilogicidad se presentan en las religiones y muy particularmente en la Religión Cristiana:
“la Biblia es la Palabra de Dios revelada”, “el nacimiento de nuestro señor Jesucristo”, “Cristo es el Hijo de
Dios”, “Cristo murió en la Cruz por nuestros pecados, resucitó al tercer día y subió a los cielos”,… No hay duda:
son verdades a priori, en cerebros en cuya estructura no se contiene el segmento de datos y el procedimiento de
criticidad; y, en los que están presentes estos presupuestos: o funcionan con fines conscientemente prefijados
(instrumentos de control de la conciencia), o se anula la criticidad por fuerza del atavismo de la Fe (la gente
común apoya la fe en sus mitos, en la creencia teísta de los profesionales, muchos ellos de renombre: se asume
que su genialidad es criterio de verdad).
310

su sentido cosmológico impresionante en la “Teoría del caos”. En su simplificación extrema,
esta hipótesis sostiene que la determinación y el orden en la realidad no existen (no obstante,
este supuesto debe ser objetado, puesto que al “caos” tiene que concebírselo como un
momento en el camino hacia la determinación, o como parte constitutiva de ella, en el marco
de despliegue de macro procesos, cíclicamente alternantes). En la estructura del mundo, es
posible percibir tres estratos condicionados por su propia legalidad y en relación recíproca
inherente entre sí: el macrocosmos (el “caos”), el mesocosmos (el “orden”) y el microcosmos
(la “incertidumbre”) 479 . El ser humano, se advierte de modo inmediato, pertenece al plano
medial de la ontología general del mundo (“el Universo sideral en un extremo y el Universo
atómico en el otro” –la vida humana o la vida natural, se ha dicho), en el que reina el orden de
la determinación de los hechos en movimiento, en desarrollo (cierto enfoque de la Mecánica
Cuántica, muy bien lo sustenta, aunque ésta se quede corta al tornar abstracta su ley, es decir,
al incluir en sus presupuestos –o al no establecer diferenciación alguna entre los diversos
momentos evolutivos de la materia- también el “universo racional”: la humanidad). Por tanto,
los simples episodios de la existencia orgánica demuestran que el “caos” se inhibe en este
nivel, pues, el ser humano no hubiese llegado a existir, ya que su proceso evolutivo requiere
del orden (o se lo provee el mismo) y de la regulación automática (y estatal). De manera que
la discusión reclama la emisión de un “juicio de valor”: las proyecciones catastrofistas
respecto del futuro de la humanidad no se sustentan en la realidad de los hechos, como
tampoco en las aspiraciones establecidas por parte de la razón: éstas deben ser positivas, si se
profesa respeto y consideración por el ser humano (la denominada “autoestima”); en torno de
su ser y su porvenir. Este “porvenir”, es su designio: la sabiduría entera (pensamiento,
destreza y valores absolutos); mas si esto no es posible, el ser humano se lo imagina, realiza
su deseo (su ficción), en el supuesto (el Arte Griego, según Marx, tiene como uno de sus
caracteres esenciales, esa realización en la mitología); la historia enseña, que las futuras
generaciones dan cumplimiento, objetivizan cual ICARO, conquistan terrenalidad para las
ilusiones.
Las sensaciones de inseguridad, que se sostiene en la idea cetrina (propensión embozada
autodestructiva), en torno de la perdición de la humanidad, se ven abocadas a anunciar
cataclismos y destrucciones como el teatro futuro para la especie; estas conductas, no merecen
ser calificadas de razonables. Los anuncios, no obstante, detentan carácter predictivo, puesto
que se diferencian de los de quienes dicen no poder atreverse a prever, en la medida en que su
pensamiento se guía por las tesis seudocientíficas (o no del todo comprobadas) de la
indeterminación heisenbergiana, los cuales se limitan a sostener, que el ser humano es el
mismo hoy que hace mil años, con lo cual se desmoraliza, se subestima irrespetuosamente la
praxis humana y se afirma que la historia no produce progreso (esta es una tesis,
evidentemente monástica: “porque no existe progreso en el conocimiento sino una sublime y
permanente recapitulación”). Sin embargo, la vida social es “… un movimiento progresivo…
en línea ascendente, que parte de lo inferior para alcanzar lo superior”. “Las leyes objetivas
sociales actúan como tendencias históricas de fondo y determinan la dirección general de las
condiciones sociales concretas…; …dentro del marco fijado por las condiciones materiales…
surge siempre una gama de distintas posibilidades… un vasto campo para la creación de la
historia…; …el carácter progresista de todos los procesos sociales se inscribe en la línea
fundamental del desarrollo histórico… Las nuevas formas sociales pueden ser superiores
precisamente porque descansan en el desarrollo precedente de las fuerzas productivas…”
(Kelle y Kovlazón: Sociología marxista). Solamente la profecía que considera el escenario
futuro en sentido positivo, de avance, de desarrollo edificante del ser humano, debe ser
tomada como fiable, puesto que responde a la necesidad, a lo que es racional y tiene derecho a
existir (Hegel-Engels); y, esa prospección hace referencia al producto de la dinamia completa
de la inteligencia en la dimensión del conocimiento objetivo (en dicha predicción, no hay
penetración del sofisma de la caosidad, del conservadurismo, de magras ideas apocalípticas,
479
La ley de la causalidad es un principio de funcionamiento material de orden universal; ella afirma que “todos
los fenómenos se hallan condicionados causalmente” y la misma se expresa en variedad de formas, de acuerdo a
la propiedad de los objetos y a las condiciones de su inmersión. Incluso en el principio de “origen”, dicha norma
opera en la mente como su explicación: “La acción mutua de causa y efecto significa...” el carácter de la acción
recíproca y de su mutua modificación; la “acción mutua” actúa como causa interna de los cambios que operan en
los fenómenos de la realidad; y, ésta última (la “acción mutua”) constituye la causa última de todas las cosas (la
mente no puede ir más allá de ella; Konstantinov: Fundamentos de filosofía marxista).
311

sino la fe y la confianza puestas en “un porvenir mejor de la humanidad”, cuyo suceso
responde a la acción de leyes objetivas, pues, la “fe” es tal, siempre que haya condiciones
reales en qué basarla 480 ).
¿Peligro o salto necesario? 481 . 2012: los mayas; 2015-2020: el calentamiento global
derretirá los glaciares, el nivel de los mares subiría 7 metros, problema seguido de
desertificación, de escasez de agua dulce y de crecimiento de la población mundial hasta
situarse en los 9 mil millones de habitantes; cada 26 mil años se invierte la polaridad de la
tierra (la ciencia dice en cambio, que cada 23 mil años, se desvía mínimamente el eje de la
tierra); alrededor de esas mismas fechas, Júpiter no alcanzará a atrapar un gran meteorito. El
panorama parece terminante: respecto de él, a las generaciones de menos de 50 años, les
compete desatar la más denodada lucha por revertir la tendencia (lucha política
contraimperial). Los cristianos (amigos obsecuentes de los destructores del planeta y, además,
en connivencia con los cuales han resultado beneficiados, han conseguido su prosperidad)
dirían: “hay que rogar a Dios para que eso no pase”; o, “ese es el castigo de Dios para con la
humanidad impía”. Ahora bien, es una coincidencia paradójica, que ante los presagios de esa
funesta hecatombe, ciertas élites se estén apresurando en tornar habitables los estratos más
próximos a la tierra, esto es, del “´espacio’ sideral” (de igual manera como la competencia
acicatea el desarrollo de la empresa, los peligros de muerte para la humanidad, impulsan el
progreso del conocimiento y de la técnica, que la ponen a salvo, y con los cuales avanza el
proceso de hominización: “La historia es la transformación de la naturaleza humana” –C.
Marx); sin embargo, sorprende una vez más, constatar el hecho de que los peligros de
destrucción humana, al transformarse el planeta en morada no habitable, están acelerando la
conquista del “espacio” (si fuese cierto eso del 2012, de los Mayas, de Nostradamus, etc., con
ese propósito es necesario acelerar el desarrollo tecnocientífico, como para afrontar
verdaderos desastres que pueden estar por venir: para poder tomar las riendas del
movimiento cósmico-natural –si eso no ocurre, ni siquiera la lucha e implantación por y del
comunismo, tienen sentido 482 ).
Dado que se vive en el mundo, desgraciadamente, no es posible dejarse arrastrar por las
preocupaciones de coyuntura. ¿Es sensato plantearse la protección de la biodiversidad por
480
“Katz llega a afirmar que es inútil hacer ´pronósticos´ porque el futuro es ´impredecible´ con lo cual liquida
de un plumazo un atributo clave de todo conocimiento científico, que consiste en demostrar su terrenalidad
práctica en la capacidad predictiva que surge de la ´ley del movimiento´ del fenómeno que busca indagar”
(Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre del 2006).
481
El calentamiento global “es uno de los procesos que impulsan la evolución” de la especie humana, a futuro:
no traumática, si se tiene en cuenta, que en la vida orgánica superior “no sobreviven los más fuertes, sino los que
tienen capacidad de adaptación”; pero la inteligencia es el poder absoluto. Así como se debe recusar al
capitalismo por su efecto social negativo, debería censurarse al “calentamiento global” (como “estructura
histórica” derivada) por sus repercusiones ambientales (oponerse al desarrollo de las empresas globales:
transición energética mundial, superación del modelo de acumulación extractivista, rentista hemisférico; no
obstante, la cesación del progreso empresarial provocaría impactos económicos y tecnológicos –reducción del
20% del crecimiento); sin embargo, quién haya hecho una “profesión de fe” prometeica sobre la finalidad
humana, podrá admitir con Goethe: ¿Quién lamenta los estragos si los frutos son placeres? ¿No aplastó miles de
seres Tamberlán en su reinado? (el conocimiento pleno, desde luego, el cual no puede estar al alcance de todos
en todas las épocas, para acoger un triunfo que pertenece a la especie, no al individuo). La ideología subyacente
a la cuestión atinente a los problemas ambientales puede ser vista como el sustento justificatorio de una
estrategia del poder mundial (y sobre la cual se han hecho eco varios de los llamados “pueblos originarios”) para
impedir y/o frenar el desarrollo tecnocrático y positivista de las neocolonias; en ese sentido, es una nueva forma
reaccionaria de perennización de la dependencia, en su versión clásica.
482
Afortunadamente, en la actualidad, se tiene conciencia, que si bien el ser humano está preparado ya para
enfrentar exitosamente desastres en pequeña escala, hacerlo con los de “gran escala”: los grandes volcanes
(Taba, Yellowstone), los meteoritos (parcialmente), los tsunamis, que diezmarían letalmente como en el pasado a
la población o la harían desaparecer, no estaría en capacidad; en efecto, al ser humano le falta tecnología para
incidir sobre las macro fuerzas de la naturaleza. Es por eso que se deben apoyar e incentivar los procesos de
avance científicos y técnicos lamentablemente de signo positivista y tecnocrático (debido a la contextura del
mundo, no queda de otra), pues, si le ocurre algún desastre a la humanidad que la desaparezca de las faz de la
Tierra, la vida humana hasta aquí realizada (tanto sufrimiento de parte de la mayoría del pueblo), asumiría el
carácter de hecho fofo, torpe, vergonzoso: proceso de existencia que habría sido utilizado para que un grupo
reducido de parásitos humanos hayan hecho su agosto lucrativo, hedónico y mitológico (para eso habría servido
la vida), mientras que el proyecto de la revolución socialista quedaría finalmente trunco; si la humanidad se
mantiene con vida, se puede completar la lucha emprendida por los trabajadores y por lo menos despedirse de la
forma consciente de materia, habiendo alcanzado la comprensión de la estructura, funcionamiento y designio
final de la materia, esto es, luego de haber probado decentemente, que el reto comprehendido en la propiedad de
la inteligencia, se lo consiguió con honor.
312

proteger a la biodiversidad? (a propósito de la renuncia a explotar el ITT en Ecuador y de su
Constitución garantista de derechos de la naturaleza). Se sostiene, además, que las
generaciones actuales ya están consumiendo los recursos del mañana (¿habría afectado a
América la eliminación de los caballos por parte de generaciones anteriores europeas a las
actuales? –en sentido estético y romántico: sí). Las respuestas a estas preguntas, son juicios de
valor (el ser humano es antrópico y protrópico por naturaleza y por razón, en su orden; no
obstante, frente al hedonismo folclórico, se impondrá la racionalidad pragmática). ¿Cuidado
climático y freno a los procesos de hominización?, o ¿avance acelerado del conocimiento y de
la técnica, y afectación de la naturaleza? (que no es lo mismo decir: destrucción de la
naturaleza y acumulación privada, concentrada de riqueza; esto es, vigencia de la “ley del
valor”: producción de renta relativa mediante incorporación de elementos naturales al circuito
de reproducción del capital). La vía es ecléctica y tautológica: hominización progresiva y uso
del entorno como recurso sostenible 483 . “Fósiles que luchan contra el progreso”; ésta frase
insidiosa en la boca sucia del poder del capital multinacional, lamentablemente es cierta,
puesta en la perspectiva de la Historia; la misma va al centro, al corazón como un dardo, de
quienes desean revalorar, recuperar e imponer las llamadas “lenguas ancestrales” (una lengua
se ha vuelto instrumento efectivo del progreso de la conciencia –grabación, acumulación y
desarrollo-, cuando dispone de grafía –escritura cuneiforme, geroglifos, pictogramas o
alfabeto-; de esto están lejos las llamadas “lenguas ancestrales”, las cuales han pedido
“prestado” –Boas- la grafía, la caligrafía a Occidente), relanzar las identidades pasadas,
quienes se oponen sin “beneficio de inventario” a los alimentos transgénicos (sin miedo, en
Argentina científicos han producido una vaca –Rosita- en la que han sido implantados genes
humanos –transgenética- que sintetizan Lisozima y Lactoferrina, dos proteínas que no
produce la vaca de modo natural), promueven la tesis retrógrada del “buen vivir”, de la
biodiversidad y de las relaciones en armonía con la naturaleza (y los esfuerzos y llamados a
no perder la identidad por parte de los emigrantes es una ofensa a la identidad receptora: una
simple utilización oportunista de la identidad –configuración de ciertos rasgos idiosincrásicos
y de pensamiento- en la que se insertan); en suma, frente a posiciones retardatarias
reaccionarias, directamente relacionadas con la actitud y el discurso de la llamada
“civilización del humanismo hedonista”. Es peligroso el decirlo, pues dicho acto de
“honestidad intelectual” conduce a indisponer a medio mundo, pero hay que hacerlo: hay que
decir, que por la citada vía, la real inmanencia humana: la inteligencia, se ancla, no va para
ningún lado, en la medida en que ella pretende reducir a todos los individuos de la especie a
simple horda de animales, que se definen por el grado de armonía y placer que alcancen.
La compresión estándar sobre los problemas ambientales que aquejan a la humanidad,
tiene sus detractores. No se sabe todavía con seguridad, cuan cierta es la hipótesis del
“calentamiento global”, puesto que en dicho “objeto” se hallan implicadas varias
macrovariables (como la sospecha de que es una falsa alarma del poder del capital mundial,
encaminada a frenar el proceso de desarrollo instrumental de los pueblos neocoloniales); hay
personas que impugnan dicha conclusión, también con argumentos creíbles 484 . En el plano
sociopolítico al respecto se podría decir, que si el mal uso y la sobreexplotación de los
recursos naturales, y la contaminación hubiesen servido para mejorar el indicador de calidad
de vida de modo igualitario de la población humana, los efectos antrópicos de este
comportamiento dispendioso pesarían sobre la humanidad toda; pero dicha mala conducta
frente a la morada humana: la Tierra, tan sólo ha servido para generar e incrementar riquezas
personales, privadas, concentradas (no obstante, en el plano progresivo de la historia, la
racionalidad occidental, se ha desparramado por toda la humanidad). Más que el aspecto
destructivo de la mano capitalista sobre la naturaleza, debe ser materia de preocupación el uso
483 Con mucho cariño debe agradecerse el asilo dado al ser humano por parte de la Madre Tierra; en adelante,
ésta sirve solamente mientras el ser humano no se haya sembrado de modo ocasional en otro lugar en el Cosmos.
Hay que cuidar la tierra por esta razón egoísta, oportunista, interesada, antropocentrista amoral (al fin y al cabo,
la realidad inerte no siente: no está con ella rasgo alguno de reproche axiológico; mientras que, si bien los
animales tienen su gracia, y sienten, éstos carecen de conciencia, tampoco con ellos el ser humano puede
establecer contactos refrendados por la noción de Ethos). Ahora bien, el ser humano, como ontología orgánica,
no se halla regido por consideración especial alguna; en efecto, un ser humano tiene importancia como “stock de
genes”, que le pone en la circunstancia de que si la especie estaría en peligro de extinción, allí se podría
encontrar la base de la vida, para reproducirla (empresarios, el lumpen, artistas y demás hedonistas, integran esta
categoría).
484 En la red: posiciones que rebaten las tesis del calentamiento global.
313

exclusivo y monopólico de los recursos naturales que se hace por parte de las economías
“desarrolladas”, bloqueando el acceso a su uso por parte de la mayoría de la población,
fricción popular dada por la brecha de ingresos. Frente a éste como a otros obstáculos, la
existencia inmediata futura, para el género, se procesa por el siguiente orden: problemas y
correlativas soluciones son coetáneos; la ley del más fuerte; a la naturaleza “le interesa” el
propósito del grupo y no el particular; unos deben sacrificarse, para que otros sigan. Si la
técnica y la racionalidad aceleran su paso y se imponen, las leyes de hierro referidas en líneas
anteriores, podrán ser administradas: el grueso de la población preterida no sufrirá, y con ellas
se iniciará la edificación de la nueva forma de vida y de consecución de su consustancial
objetivo (la edificación de comunismo es un proceso consciente en el camino de desarrollo de
la conciencia: “salto del reino de la ciega necesidad al reino de la libertad”). En realidad,
mientras que se alaba el hedonismo de Oriente, severamente se deplora el positivismo de
Occidente, sin percatarse de que se “escupe al cielo”: si no es por la “civilización del trabajo”,
la mente seguiría siendo la de un púber (los críticos del sistema, han recibido de él, las armas
para el efecto); el ser humano mientras más conoce la naturaleza y la hace “para sí”,
materializa sus fuerzas (incluso en términos negativos) y de este modo desarrolla la
conciencia: autoconciencia, conciencia de la naturaleza, de su actividad y de lo que es capaz
de hacer y ser, de sus objetivos superiores.
En una palabra, no se puede concluir de modo falaz y abstracto, que el ser humano tan
sólo ha destruido “de gana” la naturaleza, como de modo unilateral los ecologistas ortodoxos
(aquellos que defienden a la naturaleza por sus maravillas per se) lo consideran, al margen de
la conversión de ésta en fuerzas productivas: en seres humanos, en ciencia, en técnica, en arte,
en infraestructura, en equipamiento (maquinaria, equipo, herramientas), en servicios. Sin esta
“destrucción”, el ser humano estaría aún anclado en la edad de la piedra (el mundo, en medio
de tanta destrucción, mejora –el proceso está sometido a la operación de la ley dialéctica: en
el sistema en el que no hay contradicción, no hay desarrollo); la objeción está, se insiste, en
que el provecho ha sido desigual y en muchos casos perjudicial para la mayoría de la sociedad
(humanidad); realidad, que induce ver a la ciencia sólo “como pura racionalidad instrumental
con fines de dominación” 485 . El costo de haber llegado al actual nivel de racionalidad y
progreso de las fuerzas productivas (la referida “huella ecológica”), ha sido la puesta en
peligro la vida en la tierra, pero desgraciadamente no había otro modo de hacerlo en el marco
de la determinación –necesidad- histórica, que como proceso inmerso en la irracional
competencia: con mercado, con empresa, con capital (productivo, comercial, financierobancario,
multinacional, ficticio, científico-técnico, virtual), con capitalismo, con los horrores
de la guerra, saqueo, genocidio: esa ha sido la determinación en la historia (cuando el ser
humano llegue a ser “Dios”, podrá diseñar una vía alternativa a la dada por la naturaleza, que
aladee sus “errores”). De nuevo vuelve a ponerse en vigencia la antítesis: ¿la civilización que
viene y quiere el género es la del “valor de uso y del deseo”? (muchos la añoran), o ¿es la del
saber absoluto y el estoicismo? Todas las reflexiones hasta ahora en los bandos de la izquierda
y del ecologismo en el planeta se inclinan hacia suprimir el valor del antropocentrismo, del
inteligenciocentrismo, del prometeocentrismo; no obstante, este sector hedónico está
equivocado tanto en la axiología como en el plano de la historia real: el objetivo racional para
el ser humano es dominar la naturaleza sin dañarla (obviamente) como objeto y en el plano de
la conciencia, y la historia se determina a futuro de ese mismo modo, de forma
inconsciente 486 .
También en este frente de la realidad se hace presente la regularidad, la progresividad:
valor de uso (primera naturaleza: reproducción natural), valor de cambio (segunda naturaleza:
485
La ciencia: forma de reflejo de la realidad en la conciencia; detenta independencia relativa respecto de la
producción, posee su lógica interna de desarrollo; en principio la ciencia sirve para mejorar (explotar, someter)
el proceso de reproducción humana, luego ella se pone al servicio de la concretización de la conciencia.
486
A estos sectores hay que fustigarlos duramente: ciertos ecologistas de pacotilla y estudiosos fantasiosos del
área animal, quieren poner inteligencia y sentimientos en los animales (son paradójicamente los mismos que
sostienen que la afectividad es lo propio del ser humano), con lo cual ponen las bases de su falso discurso, con el
que desmeritan la posición racional antropocéntrica, convirtiéndole hedonísticamente al ser humano en un
animal más del sistema ecológico, sin privilegio, superioridad o sujeto de misión especial. Al interior de la
especie algunas personalidades tampoco ven diferencia evolutiva alguna en ella: para ellos las “culturas” son
identidades que se hallan en plano de igualdad, luego, la posmodernidad es la suma de “culturas” en la
globalidad, lo cual indica que no se ha dado importancia al hecho de que el mercado neomoderno ha penetrado y
homogenizado todo, siendo la realidad que él ha creado, la base de cualquier proyecto futuro.
314

eproducción social) y “valor” de usufructo (reproducción natural-robótica) 487 .
Se avecina, se vaticina, la “sexta extinción”: va a desaparecer la vida en la tierra en 70
años. Luego, el planeta volverá a recuperar la vida en otra dirección, se dice para sugerir
masoquísticamente, que el ser humano no está en la mira aleatoria de la naturaleza, sobre todo
por parte de quienes han relativizado el carácter central de la humanidad en la vida, en la
naturaleza, en sociedad en su conjunto y en una fase histórica (el capitalismo) no por toda la
humanidad; 2) la variable “social” es un aspecto componente de la tierra y aún en el Universo.
Esta extinción sería provocada por el ser humano se arguye (“todos somos responsables”: sí,
¡cómo no?): “el calentamiento global es responsabilidad de todos”. Esta percepción
catastrofista hipócrita, no tiene en cuenta algunos hechos, por lo cual se torna no seria: 1) los
problemas ambientales han sido producidos por una clase (la capitalista) no por la un hecho
cósmico variodeterminado, por lo cual no se conoce a ciencia cierta su resultante; y, 3) la
conciencia in abstracto ha percibido el problema, siendo su reto (necesidad) recurrir a la
ciencia y a la técnica para dirigir los hechos en la esfera, en la que ha conquistado dicha
potestad: en el interior de la tierra. De modo coincidente con la consolidación de la “época
posmoderna”, aparece una nueva contradicción sujeto-objeto en el planeta, que amenaza con
dejar trunco el propósito de la inteligencia en relación con el movimiento general del
Universo. Ciertos ecologistas se encuentran tan compenetrados en sus prejuicios, que velada y
cínicamente desearían que sus previsiones se cumplan a fin de hacerse con la “razón”, para
ver fregados a los destructores del planeta y en pro de sus ideas antihumanistas,
antiantropocéntricas. Para bailar, alcanzar el “buen vivir”, regodearse en la felicidad hedónica,
los 70 años que deben pasar antes que desaparezca la vida humana en la tierra como efecto del
cataclismo del “calentamiento global”, son suficientes; pero para cumplir la más alta y
definitiva misión de la inteligencia, se requieren miles de años todavía (la historia no ha
llegado a su fin, pero yace predeterminada) 488 . Es aquí donde paradójicamente adquiere
sentido el sensualismo ecologista, así como el desarrollo positivista de la ciencia y de la
técnica, ligado al procesamiento de problemas ambientales (mientras que los pobres, que
manejan vehículos de tecnología obsoleta, últimamente han pasado a contaminar más el
medio).
Sobre los problemas globales, en general, del tiempo presente 489 . Los problemas
ambientales, de “sobrepoblación” (el cual no es realmente una fricción sino mas bien una
potencialidad, en la medida en que el mismo puede ser visto como el incremento del
“recurso” inteligencia natural), las enfermedades, la pobreza, la sobredemanda y sobre
explotación de recursos, el analfabetismo, el agotamiento de recursos “estratégicos”
(petróleo), correlativamente al grado de nivel de desarrollo de la ciencia y la técnica
alcanzado, todos tienen solución simple, siempre que el planeta secado completamente la
fuente generatriz de la conflictualidad: el capitalismo. Si, por ejemplo, por un momento se
sueña con la perogrullada utópica, de que mañana (3 de julio del 2011) la humanidad ha
extirpado los tentáculos residuales del capitalismo, en hermandad, colaboración y
racionalidad, ésta tomaría asunto de modo serio e inmediato en el procesamiento de tales
problemas, para los cuales ya se cuenta con soluciones “clasificadas”, conocimiento y
neuronas con el fin de otorgarles tratamiento creativo oportuno. Por otra parte, el tratamiento
progresivo de los mismos, en la medida en que el poder lo admita, si dicha intervención
homeostática es efectiva actuará de modo entrópico sobre las relaciones sociales vigentes. En
efecto, la Red Mundial de Energía (sic), este acuerdo de cooperación resquebraja la noción
burguesa de la vida, siempre poniendo cada vez más lejos de la espalda al capitalismo. Se
487
El sistema automatizado de producción viene a ser la segunda fuente de “valores de uso” (la primera fue, es
obvio, la naturaleza –C. Marx: El programa de Ghota), stock “elaborado” sin que conciencia alguna lo exhorte a
producir, sólo que en el caso de la producción maquinizada el equilibrio entre recursos y extracción no se
conseguirá de modo cíclico mediante situaciones traumáticas como es en la naturaleza: sobremuliplicaciónagotamiento
de recursos-muerte masiva por carencia-recuperación de recursos-reanimación de la especie; este
equilibrio (“¿dinámico?”) se hallará preprogramado.
488
“… el fin, y el sentido de la historia, es la dirección hacia la cual ha venido caminando la humanidad desde
siempre, es lo que le da sentido a todo el acontecer anterior, es aquello de lo cual los seres humanos son
portadores (lo sepan o no)” (Lander, Edgardo. La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas; el
Administrador, agosto del 2010).
489
Como se sabe en círculos de pensamiento marxista, superar la crisis, las disparidades sociales, la pobreza,
impulsar el desarrollo equilibrado no es un problema de orden técnico sino de naturaleza primariamente político.
Una vez que la Izquierda tome el poder, el proceso que sigue pasa a ser técnico.
315

calcula, que en una década saldrá del sistema de las “energías” el petróleo; éste pasará a ser
utilizado solamente en la producción de materiales, componente, artefactos y otros productos
de origen sintético. Si el hidrógeno substituye al petróleo como combustible para la
transportación mecánica, para la calefacción, etc., esta nueva forma de “energía” (de fuerza
que deriva en movimiento), afecta la teoría económica neoclásica de la “escasez” y, la misma:
como el aire se reviste de carácter de gratuidad afectando los negocios (sinérgicamente las
relaciones sociales inherentes al stablishment reciben influjos de negación; efecto boomerang:
el funcionalismo se torna revolucionario). En todo caso, el mundo no necesita de recetas (del
FMI, BM, BCE, etc.); requiere la presencia de una fuerza nueva, de un sujeto nuevo, que
encarne los intereses del porvenir: los subversivos/intelectuales/ciudadanos, que aprovechen
las conquistas de la ciencia y de la técnica, y que continúen desarrollando la obra legada por
el proletariado a la humanidad.
Frente a la especulación en torno de que ésta no es la única humanidad que ha morado
el planeta tierra (que tampoco la nuestra se halle equipada de los presupuestos de su
optimidad; empero, si el proceso avanzado por ésta se frustra, la materia en otro momento
realizará un nuevo intento –una vez más “lanzará los dados”), la actual no debe fallar: es su
deber llegar al final: superar los peligros clasistas, alcanzar el nivel de previsión técnica
suficiente para capear peligros de todo orden que le amenacen; por tanto, no queda más que
formular una exhortación positiva, humanista, antropocéntrica, plausible, “para sí”, para el
género: “ánimo ser humano, debe Ud. seguir adelante apartando las telarañas de los
infortunados presagios sobre su vida futura (superar las voces de “mala huero”, que hacen
pensar en que la humanidad va a ingresar en el grupo de las especies en peligro de autoextinción),
con sus luchas globales contrahegemónicas anticapitalistas descentralizadas en el
planeta por motivos de sobrevivencia de la especie, la instauración de un mecanismo vital
armónico con el entorno natural (sobre los problemas que se supone experimenta la casa
humana: la tierra, ya existen varios llamados de atención al respecto, aunque sea in abstracto,
esto es, imputándose la responsabilidad de los hechos a todo el género humano, como es el
caso del documental del All Gore –ex Vicepresidente de Estados Unidos-, admoniciones:
coadjutoras en el cambio radical de conducta del género) y, la “visión”: la mira puesta en la
completitud cognitiva empíricamente verificada de la materia 490 . El colosal desarrollo
científico-técnico montado y vertiginosamente cualificado sobre y a partir de la herencia del
aporte dado en el conocimiento y en los instrumentos producidos por todas las generaciones
anteriores, conforma la base real, el presupuesto, en los que se realiza la necesidad histórica;
este proceso está llamado a continuar como única opción de sentido y responsabilidad humana
(esta humanidad: conmueve mirarla; no sabe lo que le espera; piensa que todo el tiempo va a
mantenerse en el show 491 ).
490 Es probable que la hipótesis del proponente de la teoría GAIA (el planeta: un todo capaz de autoregularse):
James Lovelock, tenga sentido. La población mundial va a reducirse a 500.000 hab., como efecto del
“calentamiento global” (cambio climático), que está en curso y frente al que la especie ha llegado tarde para
detenerlo (como por las anunciadas presencias de pandemias globales a fututo: malaria, poliomielitis,
tuberculosis, SIDA, súper gripe). El ecologismo izquierdista infantil, se opone al desarrollo de la “energía”
nuclear (a la determinación de recurrir a las propiedades más profundas de la materia y no tan sólo a las más
desarrolladas, o sea, al movimiento atómico y no al orgánico del petróleo con fines pacíficos), que reduciría la
emisión de gases de invernadero provenientes el consumo de “energía” fósil como combustible (eso no quiere
decir, que deba suspenderse la explotación de petróleo, como materia prima para la producción de productos
derivados, para que precisamente se reduzca o suspenda la utilización de madera, por ejemplo: en la fabricación
de sillas, ya que “todo factor es sustituible”); en realidad, la “energía atómica”, por sobre sus peligros, es
importante, no sólo porque constituye una alternativa de dotación de ese tipo de movimiento material, sino por
cuanto abre al conocimiento una faceta de vanguardia en el mundo del saber, como que ha permitido diversificar
el frente de la ciencia y de la técnica. Es por eso que se debe apoyar e impulsar el desarrollo de la ciencia y de la
técnica, incluso al margen –tal como está la cosa- de posiciones políticas progresistas; pues, así como el
conocimiento y la técnica bien utilizados acabarán por someter a los problemas asociados con el “crecimiento”
(su antípoda es la “micronización”, la “miniaturización” o “desmaterialización productiva”, y su verdadera
razón: la mala distribución de recursos de orden histórico-estructural), también la especie procesará
positivamente las llamadas “catástrofes globales”; de manera que toda “teoría” de raíz maltusiana, será rebasada
por la racionalidad instrumental superior humana (el cambio climático, como problema que acaba con el mundo,
por el inmediato descongelamiento de los Imalayas, finalmente acaba de ser declarado como no serio por la
ONU en el 2010). No obstante, si el proletariado liberó a la especie de las garras del mercantilismo burgués, los
capitalistas pueden haber sentenciado su muerte, mediante el letal efecto antrópico de las leyes del mercado
sobre la ontología de la vida.
491 La humanidad debe superar el “efecto morfina” (mantenerse solamente en el disfrute del placer, sometida a
la dominación, al miedo y a ideas ilusorias), a través del ejerció de procesos de automotivación, de orientación,
316

Constituye, por tanto, deber de la intelligentzia planetaria, la interdicción a quién se
encamine a la desaparición de la especie; pues, de ocurrir: los hechos perderían contenido ipso
facto, y el “esfuerzo” estocástico consumado por el Universo y el que viene, habrían
degenerado en su significado. En la consideración antropocéntrica, la ausencia intempestiva
de la persona extraviaría el sentido de toda la existencia, y la coronación de la ruta de la razón
se vería vedado, en virtud de que el ser humano (la inteligencia, la conciencia, el
pensamiento) tiene el deber de pasar a comandar el proceso de la materia: garantizar su éxito
con sentido (si la humanidad deja la escena de la historia natural, incluso la obra de Cristo
perdería sentido, pues, el Redentor habría muerto para redimir a un muerto: el holocausto
humano). Sin la presencia del ser humano en su seno, en su centro: la materia se retrotraería a
puro y burdo hecho mecánico, químico, biológico, sin razón, sentido e importancia alguna; sin
el ser humano, desaparece incluso la conciencia del placer y la producción de la idea de Dios.
En suma: todo lo hasta ahora hecho en el interior del despliegue de la historia humana
quedaría trunco y se volvería irracional, pero hay gente que arguye lo que es obvio: “que la
naturaleza puede vivir sin el ser humano, pero que el ser humano no puede hacerlo sin la
naturaleza” (la vida sensorial no sería afectada, puesto que los animales tienen este tipo
simple, común, de existencia: el león ha cazado, dormido, procreado y ha muerto, y su vida
tiene “sentido”, por cuanto ha dejado críos que volverán a hacer lo hecho por él). El ser
humano sigue desarrollando la razón en la descendencia (“mi vida tiene sentido, porque me
encuentro haciendo lo que otros continuarán desarrollando” –dixit Rafael Chirbes-; “qué dejo
para otras personas”); luego, si desapareciese el “sujeto histórico” de la espiritualidad
racional, la materia ve extraviada la producción y realización de sentido. Por otra parte, si se
precisa aplicar todo el poder de la inteligencia para precautelar la vida del género, otra batalla
se debe librar en dos frentes: 1) ante aquel que se propone prolongar más allá de lo debido la
vigencia de los rezagos del capitalismo (“se persiste en hablar de ideología, como si no
hubiese caído el Muro de Berlín”; ahora bien, se dejará de hablar de ideología, únicamente
cuando el capitalismo haya caído del todo); y, 2) el afincamiento de esa forma sensualista
retardataria, troglodita, que en el Ecuador y Bolivia se denomina “buen vivir” 492 . En efecto,
también estas dos posturas ideológicas ultramontanas, que amenazan con volcarse en los
planos empíricos, deben ser anuladas en conjunto a fin de conducir a la especie por la vía de
la racionalidad científica, abastecido el proceso por la producción automatizada. El peligro, en
consecuencia, es doble: exógeno y endógeno.
El incremento de los hatos ganaderos con el fin de alimentar (hacer negocios) a cerca de
siete mil millones de bocas in abstracto, incide en el calentamiento global (“cuestión
ambiental”), ya que la digestión que realiza el ganado arroja cantidades mayores de CO2 que
las provenientes de las emisiones de vehículos (sin embargo, debe tenerse presente, que
mientras la producción animal sostiene al cuerpo y a la mente, el automóvil produce
“músculos” en el cerebro). Este incremento, que reduce la masa vegetal al ser utilizado como
forraje y en la deforestación, es el producto del incremento del consumo de proteína animal
por parte del ser humano, efecto, a su vez, de la superoblación humana del planeta. No
obstante, todo organismo vivo, incluidas las plantas, arrojan CO2 al entorno. Ante semejante
proyectarse al futuro, tener sueños superiores: ver el futuro de otra forma (pensar en dónde quisiera estar en 100,
en 500, en 1000 años). Para el efecto, la voluntad tiene la palabra: yo tengo inclinación al hedonismo, pero mi
posición racional me dice que debo practicar un acto de voluntad para renunciar a dicha propensión, para otorgar
otro contenido a la vida
492
El shock existencial: el cambio de procesos de la vida (de época) mueve el piso a la conciencia vigente,
vuelve extraños, peligrosos e inconfiables los nuevos hechos, ideas, realidades. La niñez y la juventud, poco
afectado son por los sucesos, pues, dichos seres se están formando y lo mismo les da el hacerlo en un medio
nuevo, viejo o en transición. Lo lamentable es, que línea matriz de ese cambio promueve la vuelta a formas
superadas de vida, en contraste con un nivel de desarrollo y de necesidad histórica, que requieren, que exigen
nuevos propósitos como sentido para la vida. En tanto el caso ecuatoriano es paradigmático y pionero en el
mundo, cabe encontrar allí, muy cerca, en un hecho a la mano, la impresión para la crítica: el “ethos barroco” y
el “buen vivir”, como retorno con ideas modernas al desusado anhelo hedonista del “valor de uso y el deseo”
para la existencia. Si bien es cierto que las nuevas generaciones se pondrán frente a sí sus propios objetivos y
normas para su vida; éstos, de todos modos se mantienen sobre las condiciones heredadas; y, esta vez, la posta
debe seguir por un camino cuyo fin y razón cruentamente ha sido dotado de dirección por la historia: “ethos”
supramoderno, proceder objetivo, valor de la racionalidad para alcanzar la cumbre del saber, como realización
propia y digna de la inteligencia. El valor procede del trabajo humano; en el corto plazo histórico (30 años) el
trabajo pasa a las máquinas y en ellas se anulan el capital y el trabajo: valor de cambio y valor de uso se
suprimen en conjunto.
317

constatación científica, hay que oponer el argumento de que la humanidad siempre estuvo en
peligro de extinción, que aún lo está, tanto por razones endógenas como por factores externos.
La especie debe por lo menos llegar a los 10 mil millones de individuos, para que ese
quantum garantice su supervivencia (de la inteligencia), se diversifique, multiplique sus
necesidades (el aparecimiento permanente de nuevas, como móvil de su avance prometeico),
se implante en cada ecosistema del planeta, lo sature y se vea obligado a morar fuera de él.
Todos estos aspectos contradictorios son otros tantos impulsos, que promueven su desarrollo,
el cumplimiento de la misión inmanente a la índole del neocórtex. La inteligencia articula
todo lo existente opotunísticamente “para sí”, como regente supremo imprescindible del
mundo físico y del orgánico, crea problemas y los transforma en oportunidades, mientras
aprovecha dos circunstancias a la vez, de salto en salto. Luego, contrariando a Assimov y a
Jevons (el economista), vale la pena correr el riesgo de provocar mayor desorden con cada
nuevo desarrollo técnico (de paso se dice, que aquí la cuasi ley microeconómica neoclásica de
los “rendimientos decrecientes”, invierte su sentido). El ser humano es un animal, debido a
que pertenece a dicho reino; en su condición de tal, no tiene importancia alguna puesto que no
es más que un animal como el león, una res o un ave; en la noción religiosa, el ser humano
adquiere importancia al diferenciarse de los animales: obra perfecta de la creación, posee
espíritu y debe volver a Dios; en el materialismo marxista, el ser humano se da su
importancia, al forjarse su objetivo superior en la práctica social del trabajo, el cual le
distancia de los animales: la inmanencia la vuelve trascendencia, como realización de la
propiedad de la inteligencia en el saber absoluto y en la regencia del Universo.
Si, en verdad, la sobre extracción “humana” de elementos naturales, considerada dicha
conducta en términos abstractos (esto es, como un comportamiento inherente a todos los
miembros de la humanidad sin diferencia alguna), ha conducido a la superpoblación, a la
concentración y hacinamiento en mega ciudades y a la acumulación capitalista,
históricamente esta evaluación negativa se relativiza. 1) La biomasa que se transforma en
seres humanos no puede ser considerada en el mismo plano que la multiplicación de otros
animales, los cuales, si bien es cierto que cumplen un papel genético-naturalmente
preasignado en su entorno, su presencia depredativa “debe llevar” a la naturaleza a intervenir
por ellos retornando al equilibrio (de modo inconsciente, claro está, esto es, como efecto de la
progresividad inmanente al desate de las propias leyes de la materia orgánica, viva), puesto
que cada ser tiende a multiplicarse ad infinitum si los recursos así lo permiten; el ser humano
–por su parte-, es el resultado de la conversión de biomasa en conciencia y si este proceso de
multiplicación afecta a la naturaleza, la conciencia la compone (el ser humano se da cuenta de
lo que hace; y, mientras más conciencias hay, más alta, clara, es la conciencia sobre sus actos:
su responsabilidad en las consecuencias y la necesidad de reparaciones). Y, 2) de similar
forma como con la multiplicación de la conciencia se está alcanzando la conquista del
Universo, el progreso capitalista explotador de la masiva población mundial, ha desarrollado
la ciencia y la técnica para que se puedan componer precisamente los daños perpetrados sobre
la naturaleza y a continuar con la conquista del Cosmos. La conversión de biomasa en
conciencia, es el proceso más prodigioso, en extremo significativo desatado por la naturaleza
y la historia, y el cual pone al ser humano en ruta hacia las estrellas.
El “desconcierto vital” (sobre todo para los impostores socialimperialistas soviéticos
posestalineanos y sus epígonos revisionistas); la pérdida de sentido para la existencia que
experimenta el iluso burgués cuando advierte que sus diligencias en materia de inversión
arrojan retornos cada vez más exiguos: su refugio conjunto en la ideología religiosa
evangélica, en conjunto se supera cuando se advierte un nuevo propósito para la vida en
colectivo cifrado en la propia inherencia del movimiento de la historia: la práctica
investigativa y teórica, destinada a fundamentar empíricamente la “hipótesis cosmológica”
(las insolencias de Fukuyama, son evidentes: la historia está a centenas de años por terminar,
pues, queda la misión más importarte que cumplir: aquella que da sentido precisamente a
la presencia de la inteligencia –el reto para el poder de la inteligencia-, para que tengan cabida
en cerebro sensato alguno, devaneos insulsos de tal índole). La subsiguiente etapa, encontrará
a un ser humano maduro, sapiente, sereno, dispuesto a aceptar la determinación del proceso
respecto del cual ha sido su conductor racional; un ser seguro de sí mismo o un “ser” artificial
para el que el sentido puesto para las “energías” dadas –para el futuro de ellas- ya no será una
preocupación (el orden de la razón, a la manera de la inconsciencia de la sola estancia animal,
deviene –en este momento- en la forma en cómo ésta se presenta en un principio, o sea, en su
318

etorno a la etapa primigenia del despegue de la existencia, a la manera de la cesión de las
facultades experimentada en la senilidad). Si es absurdo considerar al ser humano marioneta
de alguna entidad providencial, es estúpido pensar, que la Materia: su ajetreo estocástico
siempre enfilándose en dirección progresiva apoyado en el evento de lanzamiento de los
dados que “acierta”, termine o sólo sea para crear un escenario en el que las máquinas (la I.
A.: “raza de máquinas capaces de sentir”) producidas por el ser humano, conspiren para
eliminarlo y que este combate, esta defensa, sea el sentido superior de la mente, en su más
alto grado de desarrollo.
Es razonable pensar, que en otro lugar del Universo exista vida racional más o menos en
estado de desarrollo paralelo a la de la Tierra; pero también lo es, el suponer, que no haya ese
tipo de vida, pues, se necesita que concurran muchos factores a la vez (principio antrópico 493 ),
para que se creen las condiciones de emergencia de la vida racional o inteligente (de allí la
inexistencia de verdaderos contactos con extraterrestres). Estas condiciones son: “que haya un
sistema solar, que el sol se halle en su etapa ‘estable’ como estrella, que un planeta se
encuentre situado a la debida distancia (“ricitos de oro”) girando en torno al sol, de modo que
no se experimente ni muy altas ni muy bajas temperaturas, que el planeta tenga una luna que
la estabilice en su movimiento de rotación, que en la órbita exterior exista un planeta gigante
(Júpiter) que capture a todos los mega aerolitos, de modo que no impacten al planeta
promisorio en vida”. Esa es una de las razones, por la que a la vida orgánica se la catalogue
como única y, sobre todo lo sea: la humana; en verdad: ésta es apreciada, preciosa, exclusiva:
la Tierra en el centro del Universo y la especie humana su perla más rara (“Parece un milagro
que las leyes de la naturaleza en nuestro universo estén finamente sintonizados para la
vida…”). De modo que el propio ser humano debe cuidarse a sí mismo, para que un ejercicio
estocástico entre millones de la naturaleza, que ha llegado tan lejos, no se frustre; por tanto,
debe lucharse (dado que dicha lucha es tan importante como la propia lucha política, en virtud
de que ésta encierra a aquella), por erradicar la pobreza (la explotación) 494 , las guerras (la
injerencia geopolítica imperial terrorista sobre los pueblos del planeta), la enajenación (del
saber y de la técnica), la alienación (ideológica, mitológica religiosa) y la afectación a la
naturaleza (la ansiosa conducta de conversión de la naturaleza, en la forma dañina de
atesoramiento individual).
“El tiempo pasa”: ¡no!, el movimiento decurre (“el tiempo sigue”, en absoluto: la vida
continúa; una semana: han trascurrido siete días –tiempo- o la tierra ha girado 7 veces sobre
su propio eje –movimiento-; “recuperar el tiempo perdido”, de ningún modo: realizar los
procesos, que no han sido; ¿viajo en el tiempo?, ¡imposible!: estoy pasando revista a los
procesos pasados -la absurdidad de la “paradoja del abuelo”: “retroceder en el tiempo”, pues,
“ni Dios cambia el pasado”, dixit Catón-; ¿“dilatación del tiempo”?, ¡especulación!:
movimiento autónomo de la mente sobre una noción, pues, como con el incremento de la
temperatura –movimiento térmico- se aceleran los procesos, la modificación en la velocidad
relativa de desplazamiento de los cuerpos, debe incidir sobre ellos; “¿necesidad de dar
significado al ´tiempo´?” –dixit Víctor Madrid-, tampoco: necesidad de dar sentido a los
hechos, pues, los procesos humanos tienen sentido, no el “tiempo” –la fecha de nacimiento, el
día de la Independencia, la Navidad,…-; ¿en un período tan corto de tiempo?, ¡no!: en un
período tan corto de vida) 495 . Pero, la vida, por más que continúe de modo inconsciente o que
a ésta se la “construya”, no debe ser clasificada entre fenómenos sometidos a la ligereza de la
simple especulación masoquista, a los preanuncios de resultados magros en relación con su
supuesta inmanencia antropofágica (¡ah! Beethoven, ¡genio!: es tu razón expuesta en la
493
“El principio antrópico restituye el lugar que le corresponde al ser humano en la naturaleza. Somos tan
importantes que el Universo no sería el mismo que conocemos sino hubiese hecho posible nuestra existencia”
(dixit Ing. Douglas Moya).
494
La pobreza latinoamericana, subsahariana y asiática, que hoy se expresa en la diáspora emigratoria y que
golpea al mundo “desarrollado” (pues, los Moros van a Europa en busca de la sangre que les chuparon en la
época colonial –dixit Mohamed Hamed Alí), es obra europea y estadounidense: colonización, semicolonizacion
y neocolonización, es decir, apropiación, despojo de recursos y negación de la “cultura”; saqueo en condiciones
disfrazadas de independencia político-administrativa; y, moderna transferencia neta de recursos de los países
dependientes, de desarrollo bloqueado, deformado, dominado por el capital monopólico (la deuda, el comercio
asimétrico, la inversión extranjera directa).
495
El cerebro está tan domesticado, tan mal acostumbrado, que no solamente que es difícil sacudirse de la falsa
noción de “tiempo” para entender y relacionarse con el mundo sino que la asunción de la verdadera percepción y
el cambio de hábito, pueden parecer inútiles y fastidiosos.
319

sonoridad frugal, intensa, de tu magnífico Tercer Movimiento: Tristeza de la Humanidad
-tristeza racional-, de la inigualable, de la acerada, de la confortante, de la lógica, de la
profana Novena Sinfonía: “Coral”, de ese “gran relato” de la música 496 ). Es cierto que su
verdad (de la existencia planetaria) ha ingresado en el peligro, en el riesgo que el poder
transnacional genocida del capital le ha puesto en frente (de esto es responsable el sistema
burgués de vida: y, ¡sólo él! 497 ; razón tienen los ecologistas radicales al sostener, que su
política “… es la forma de oposición más frontal al sistema capitalista” –Green peace-:
otorgar derechos a la naturaleza, para poder frenar jurídicamente la depredación capitalista de
ella 498 ), no obstante el ser humano debe sortear –se dice una vez más- estos inconvenientes,
está llamado a determinar su destino, darle –someterse racional y convenientemente- una
función de largo plazo y esencial a la inteligencia (en esta perspectiva, todo tipo de problemas
que se le interponen, constituyen –como la mente lo ha percibido, mas bien- aceleradores del
avance técnico y de complejización del pensamiento, en un marco de desate de cruentas
contradicciones).
El ser humano inteligente, formador de familias, conquistador de continentes enteros, de
satélites, forjador de riquezas, constructor de ciudades, creador de íconos, productor de arte
(también de ciencia y tecnología), desatador de guerras (opresor, pobre): ¿en esto consiste la
vida –dicho sea de paso-, últimamente cualificada de modo racional con la aspiración de
superar problemas de diferenciación social y de distribución de la felicidad de forma
igualitaria? Esa, en realidad, es una meta pigmea para la humanidad (como enano es el
ejercicio de ser bueno a fin de alcanzar el cielo). El ser humano debe llegar a ser Dios
(“voluntad: conciencia de la finalidad” –A. Gramsci). El éxito de la humanidad (su
graduación), es ese y no otro (¿acaso no es una hermosa y legítima aspiración, una ilusión,
una utopía absoluta, el querer llegar a ser Dios?). Esa es su realización o, caso contrario: su
fracaso. Todo lo que ha hecho la especie sería vano, vergonzoso, de quedar trunco ese
objetivo; la vida racional habría sido un fiasco. La persona que garabatea estas líneas, cada
vez más toma conciencia y se autoconvence sobre ese concepto de la humanidad. Podría
decirse, que se trata de una exagerada e irresponsable exigencia, puesto que, por razones
histórico-estructurales “se saca el bulto” de tal “empresa”, en la medida en la que se trata de
una pesada carga que se insinúa para las futuras generaciones: el llegar al “cero defectos”, a la
calidad total, nom plus ultra, a la perfección, a la beatificación (la idea ésta, también puede ser
inaceptable para unos y blasfema para otros). Sin embargo, situado aquí, uno se ve impotente
y se experimenta “sana envidia” por el sino de aquellas personas, que deben vivir en el futuro,
ir más lejos, e incluso coronar el proceso.
Nick Bostrom habla ya del posthumano, como siempre, en existencia en el marco
de las mismas relaciones sociales 499 ; no obstante, el posthumano: no solamente que es el
resultado del efecto en él, de la convergencia de múltiples revoluciones tecnológicas (en
su entorno, en su organismo y en su cerebro), sino y sobre todo de la principal
revolución: la político-social, la que no es más, que la superación del capitalismo
(supresión de la propiedad privada, de la división del trabajo, del mercado, de los
Bancos, del Estado, de los abogados, de los psicólogos,…; en realidad, con la
robotización “el desarrollo del capitalismo prepara las premisas para la supresión de la
propiedad privada sobre los medios de producción”), y hecho que es tan sólo la
concreción llevada a cabo por parte de la acción política
subversiva/intelectual/ciudadana global, de los cambios legados a la humanidad por el
496 Beethoven: ¿último clásico y primer romántico? ¡Mentira! Beethoven: iluminista, positivista, racionalista; su
arte refleja el despegue del capitalismo con las revoluciones liberales.
497 En este punto también se detecta el designio del “efecto de verdad” asociado a la noción de “fetichismo”: el
“caos” capitalista, que como sociedad compleja, dominante, en descomposición, ha concretizado, a su vez, la
crisis (la ha sobremadurado y la ha vuelto general para el planeta), es un tipo de caos únicamente imputable a
esta forma de vida; de modo que la presunción no refiere al caos para la especie o para su entorno. La humanidad
no puede ser arrastrada hacia la perdición, hacia su destrucción por obra y gracia de la sola presencia coyuntural
y pérfida de las relaciones burguesas de reproducción social –de la operación de su “tendencia media”-, sin
embargo de que en su eficacia, en su calidad, en su excelencia perniciosa, hayan tornado multilateralmente mala,
dañina, a la casi totalidad de integrantes del género.
498 Los esquimales son más rigurosos: ellos acusan a EU del efecto invernadero que ha cambiado el paisaje que
ha garantizado sus vidas, y los señalan como violadores de sus derechos humanos.
499 “… transfiere a un ambiente completamente transformado los antiguos individuos, y, además, con la forma
corrompida que tienen a causa de las relaciones actuales” (Adler, Max. La concepción del Estado en el
marxismo; México, 1982).
320

proletariado y el socialismo (esa nueva forma humana es el comunismo). La misión que
edifica sobre sí mismo: la elevación de la condición humano-racional hasta la suprahumanadivina,
debe percibirla el “ser” y darle importancia, puesto que la misma coincide con la que
es su razón: la subjetivización plena de su entorno; y, si por cualquier razón “anómala”, este
pronóstico no tuviera ocurrencia, o sea: si el proceso humano quedase trunco cuando la
voluntad operativa humana aún no estuviese lista para intervenir, habría que suponerse, que
aquello debía ocurrir; por tanto, en la generalización aventurada: la conciencia –sea natural,
artificial o ambivalente, siempre en un estado dinámicamente contradictorio-, en cualquier
rincón del Universo, está para cumplir ésta y única función. No obstante, para el efecto: ¡hay
que ajustar cuentas! El mundo neocolonial es el “acreedor de la deuda ecológica”, contraída
prepotentemente por parte de los países imperiales. Atender este compromiso enfrentando las
secuelas del “calentamiento global”: problemas políticos, militares, económicos, a producirse
si éste alcanza los dos grados, por cuya causa el deshielo elevaría entre dos y seis metros el
nivel de los mares, siniestro natural que llevaría a reubicar a cerca de dos mil quinientos
millones de personas que viven en las tierras costaneras, en el Hinterland; lo cual no es
sostenible. Desde el punto de vista humanista, es necesario restituir el equilibrio en el sistema
natural de la tierra, para que la masa poblacional compuesta por las actuales generaciones,
pueda concluir su ciclo en condiciones medioambientalmente saludables; sin embargo, mucho
más necesario es ganar “tiempo” (acelerar el paso), de modo que sea posible hacer el
trasbordo (radicación en otro planeta) para la “elite” que debe comandar la conquista y
colonización del “espacio”.
La muy escueta revisión del flujo cronológico de las formaciones naturales de la
realidad, provee los supuestos argumentales, que permiten resolver teóricamente la “cuestión
humana”. ¿Para qué están, cuál es el papel de los elementos inorgánicos y orgánicos en
vertebración recíproca progresiva, en la naturaleza (para qué está ésta misma)? Esta
diversidad de componentes materiales: su contradictoria estructuración y movimiento, forjan
y mantienen de modo permanente las condiciones (su equilibrio dinámico) para que tenga
lugar el proceso de apertura y despliegue de la inteligencia. ¿Para qué está el ser humano en el
mundo? En la respuesta materialista marxista (en modo alguno teleológica idealista, sino
estocástica), ésta enruta la mente hacia la naturaleza ontológica de la inteligencia: el uso de
esa base frente a los obstáculos que pone la sobrevivencia, hecho que acicatea su desarrollo,
con lo cual se conoce el entorno y se lo somete: se autogenera la conciencia. Al principio la
necesidad, los obstáculos para su satisfacción (el trabajo, la producción) generan y desarrollan
el pensamiento; en la “sociedad” que viene, la inquietud por conocer, como responsabilidad
humana autoimpuesta de las futuras generaciones, se eleva como el móvil del progreso de la
mente, en el marco en el que se plasma la dotación del “otro yo” a la materia. Esta misión
tiene que ser cumplida. Todo es posible; y, hay tiempo todavía (el sol está muy lejos de
convertirse en “gigante roja”; la galaxia seguirá sorteando con éxito la retahíla de agujeros
negros, que se encuentran a su paso; el genocidio atómico yanqui –holocausto-, lo frenará el
propio pueblo común estadounidense; alguien quedará luego de la glaciación o del
calentamiento; el “principio cosmológico antrópico” es el supuesto: en él reside todo el
proceso de despliegue del “sistema omnicomprensivo”). Es práctico superar la barrera
comprensiva, especulativamente puesta por Hegel-Godel-Lanz-de Hipona-Báez 500 , a la
mente: limitaciones en el instrumento cognitivo de la inteligencia humana, la incompletitud
del lenguaje, la imposibilidad de una epistemología filosófica, o la incapacidad de pensar en
las dimensiones “absolutas”, en su orden; la teoría clasista de antes, hoy pasa a ser la
expresión de los intereses de toda la humanidad: la “cuestión humana” (que es lo mismo que
decir: la “cuestión de la inteligencia”) 501 .
500
La metáfora: es más fácil que el niño trasvase el mar con su mano al hoyo que ha hecho en la playa, que el ser
humano llegue a comprender los misterios del Universo; en sentido menos limitado, las religiones orientales han
rebasado este enanismo, cuando manifiestan que el ser humano es parte de la verdad absoluta, que se ha
transmutado en persona y que en varias vidas mediante reencarnación sucesiva se perfecciona y vuelve a ser
“verdad absoluta”. En concreto; Hegel: el instrumento de la mente no es adecuado para abarcar idealmente al
Universo, Godel: la incompletitud del lenguaje, Lanz: el ser humano es incompetente en su pretensión
científicamente multidisciplinaria; de Hipona: no se puede trasvasar el agua del mar a un hoyo hecho por un niño
en la playa, y hablar en términos de “absoluto” es una conducta sospechosamente metafísica.
501
Si bien es verdad, que el ex sacerdote católico S. Freixedo critica acerbamente a las religiones, cae en la
impostura extrema (de dar más importancia a la Ufología) de subvalorar la capacidad intelectual de la especie (es
cierto que una mente individual es limitada; no obstante, este tope se le supera en el movimiento histórico, en la
321

En todo caso, el materialismo debe siempre asumir una posición teóricamente militante
frente al idealismo. Una manera de fundamentar a partir de la ciencia –forma forzada, como
siempre- del idealismo creacionista, consiste en construir el algoritmo siguiente: lo primero es
la “información” (la que sucede a la “nada”, por supuesto); ésta se condensa en “energía” (en
estricto sentido el fenómeno energético consiste en materia que choca, que fricciona, que
empuja merced a su movimiento: a ser masa que por la acción recíproca de sus propiedades,
se mueve); a su vez, esta última se concentra y da lugar a la “materia” (por designio de Dios).
Nada más falso 502 . La materia lo es todo hoy y siempre (no es la energía la que “ni se crea ni
se destruye: únicamente se transforma”; por el contrario: es la materia la que ni se crea ni se
destruye, tan sólo se transforma –principio de conservación de la masa y de sus propiedades-;
y, la energía es una propiedad de la materia, tan sólo). Es la materia la que crea a Dios, tanto
en su faceta ideal como en la real (pero no todo tipo de materia: solamente lo hace la racional;
los incas crearon la idea de Dios con la imagen del sol –en realidad, para ellos, el sol era Dios-
, lo propio ocurrió con varios pueblos como los egipcios, a los cuales no fue revelada la
“verdad”; fueron los israelíes, quienes se figuraron a Dios por interpuesta figura
antropomórfica: la del propio ser humano, según su imagen y a su semejanza): el ser humano
se autometamorfosea en Dios, mediatizado por el proceso cruento de su desarrollo (y ésta
previsión materialista es una “idea fascinante; pero, ¿no sería demasiado… perfecta?”); la
materia, a través de su movimiento azaroso, la que siempre va hacia estados superiores en
razón de la determinación del desarrollo inmanente, produce el hardware biológico (la
memoria y el procesador), orgánico, natural, que genera, a su vez, el software, esto es, la
regularidad y la asociación que genera la idea de Dios “a su imagen y semejanza”, la que debe
hacerla realidad, cuando este ser (el humano) alcance el saber absoluto. Las propiedades de la
materia son “datos”; éstos se transforman en información (en realidad, debe haber materia
para que haya información, “energía”, luz), cuando estas propiedades (de los cuerpos) se
ponen en relación, interactúan: éste es el origen de todo. Y, ésta, es una forma de saber
objetivo pleno. En palabras definitivas: en la Materia se encuentran contenidas todas la
potencias inimaginables a desplegarse; la Materia es tan poderosa, que incluso se dota de
“Dios” a sí misma: la antela como idea (las religiones), luego la realiza (la ciencia, la técnica).
Empero, lo primero es la masa (“Bosón de Higgs”), la misma tiene propiedades que en
conjunto preestablecen su modo de ser, como materia, o sea, como masa en movimiento
merced al despliegue de dichas propiedades; la combinatoria estocástica de propiedades
genera nuevos modos de ser de la materia (propiedades derivadas): ésta se organiza en forma
superior, hasta llegar a producir la inteligencia, la conciencia (el pensamiento es materia, la
conciencia es materia, la idea es materia; ¿ontologismo absoluto?; nada de eso: pura realidad).
Por tanto, tampoco el ser humano es información, como ciertos productores de teorías lo
proponen. El ser humano es la “programación” de propiedades pertenecientes al desarrollo del
modo de ser de la masa, la cual se mueve y convierte en materia: en materia racional luego de
miles de años de producción aleatoria, maraña desordenada de la que los hechos se registran
totalidad de mentes de la especie, en su conexión en interfaz, en la inteligencia artificial o en la operación mixta
entre inteligencia natural-inteligencia artificial), al asegurar que la torpeza del ser humano impide comprender a
los extraterrestres, por cuanto la capacidad intelectual no lo permite (es como que una cucaracha llegue a
comprender el código genético –los extraterrestres no se trasladan por el aire, se desmaterializan y se
materializan al instante en otros lugares del Universo a manipular a otros seres, lo cual se dice que es imposible
de comprender y aceptar por parte del ser humano; ahora bien, el fenómeno “desmaterialización” –verdadera
ilusión, utopía, sueños despiertos- ni el mismísimo Dios de las religiones sería capaz de surtirlo). En realidad,
por sobre el grado de evolución que una posible civilización extraterrestre tenga, ésta debe hallarse supeditada a
las mismas limitaciones que los terrícolas; la “ecuación de Drake” lleva en sí, el número de opciones de
civilización existente (hay 20 mil millones de estrellas en la Galaxia: cuántas de estas estrellas tienen planetas,
cuántos planetas tienen condiciones para la vida, cuántos tienen vida ahora, cuántos tienen vida inteligente,
cuántos tienen tecnología avanzada: 20), sin embargo, ellas están sometidas a las Fuerzas G, al problema de la
aceleración y a las mismas leyes cósmicas (¿sobreviviría un alienígena el viaje hacia la Tierra?; lo que vería un
ser humano sería una máquina extraterrestre –Discovery Channel); por tanto, en el Universo: no hay más que
cucarachas.
502
De modo que no es cierto el postulado hipotético de la existencia del llamado “campo energético” (las
vulgarmente denominadas “malas vibras”, las “energías negativas”, el “aura” o el “karma”); sí existe el “campo
magnético”, puesto que el magnetismo es una propiedad de cierto tipo de materia; en realidad, en lugar de
“campo energético”, debería decirse: “campo de movimiento” (pero no se exija que se demuestre esta objeción
en variables empíricas, puesto que equivaldría a pedir a un físico que se atreve a hablar de la “pobreza”, que
calcule y ponga en evidencia su afirmación en índices pertinentes; en verdad, esa es una tarea de investigadores
especialistas, que se interesen por el tema).
322

como datos; amasijo del que la realidad siempre sale, gana en orden, en formas y niveles cada
vez superiores (esa es una tendencia, que opera con carácter general en los hechos; en la
formación de la conciencia, por ejemplo: el agnosticismo –imposibilidad del saber-, el
eclecticismo –ornitorrinco en la percepción-, el teologismo –el mito en la concepción-, son
formas de conciencia que quedan en la historia de la formación de las ideas, y a continuación
de las cuales flamea lozana la bandera del materialismo –el saber objetivo). En verdad, las
propiedades de las partículas subatómicas, atómicas y sobreatómicas captadas por la
conciencia se presentan como “información”, las cuales se entremezclan ofreciendo la
diversidad y complejidad de los hechos. El resultado del proceso, plenamente determinado: el
ser humano, que sigue un orden que parece deberse a un proceso de programación a priori,
teleológico, racional, divino, es el factor de evidencia, que crea la ilusión de que el ser
humano es información.
En una palabra: todo es materia y sólo materia. La famosa neoteoría (hipótesis) de las
Cuerdas Cósmicas ha empezado mal, tiene una falla de origen; no es necesario ser un genio
para percatarse y pronunciarse sobre aspectos nodales de tal estructura especulativa. Dicha
“teoría” se fundamenta en la noción “energía”, por lo menos sobre la nominación equívoca de
tal palabreja. La masa se mueve; ese movimiento, que siempre va de atrás para adelante, se
diría: del presente al futuro, dejando a las espaldas al presente y tornando presente al futuro,
es precisamente ese movimiento lineal (en el interior de la Tierra, por supuesto, dado que en
otro planeta el movimiento varía y, por tanto, lo hace también el llamado “tiempo”) el que
apercibe la mente con la noción “tiempo”; otra forma de movimiento de la masa es –y sólo tal
vez- la que se ha dado en denominar “energía”; el espacio, en sentido real: la espacialidad, es
la presencia blanda de la materia, que se comprehende a sí misma y contiene a la materia
compacta. De igual modo, en el ser humano, solamente en él se presentan determinadas
características evolutivas (que ciertos folclóricos a la manera de los cuánticos, creen ver en
otros animales: el cuervo, el chancho, el delfín, el mono, el perro, para relativizar el carácter
excepcional, “milagroso”, único, del ser humano), que se hacen visibles (fenotipo) puesto que
como instrucciones (genotipo) se hallan contenidas en el código genético de las células
germinativas; éstas son: lugares no ocupados en segmentos del ADN de las neuronas
intermedias, en los que no se encuentra ubicada la memoria genética, en espera de ser
ocupada por la memoria adquirida, social, la cual se registra a nivel subatómico; y, la
producción de las neuronas responsables de la asociación de datos: el neocórtex; luego,
solamente el ser humano será capaz de superar la esfera emocional, para alcanzar el nivel de
racionalidad a la manera “divina” (ya algún pueblo, partiendo de la emotividad, a un miembro
del grupo le sacan los ojo, para que no mire, los oídos para que no perciba los sonidos y afecta
a los otros sentidos, para que se insensibilice y se vuelva Dios). Además, el capitalismo, aquel
sistema que provee de las condiciones en las que se maximiza la praxis de la inteligencia,
dejará la escena histórica (o se eternizará en ella, como es el interés del capital) no porque a
alguien se le ocurra (como en Gramsci), sino sólo una vez que haya cumplido su misión y ya
nada tenga que hacer en la historia.
Ahora bien, ¿es –en verdad- el real sentido para el ser humano, para su presencia e
historia el “conocimiento completo”, esto es, el dejar de ser animal racional, tan sólo
conscientemente feliz? (¡Qué desperdicio para la mente, si éste fuese el único objetivo de la
vida racional!). Esta tendencia se encuentra inserta en la multifacética inherencia de las
propiedades de la materia (en la “información”); “porqué estoy aquí, cuál es mi propósito”; no
hay duda: la respuesta está dada; pero, ¿por qué ésta –la sabiduría suprema- es la cima, la
coronación de todo el vía crucis humano, como El Cristo que ascendió a los cielos? La
solución a la interrogante puede parecer tautológica y simple: con el ser humano (“aunque la
evolución no tiene objetivos”, el grado de evolución alcanzado por la naturaleza en él) la
materia tiene más que suficiente a fin de devenirse “para sí”, en la realización necesaria de su
propiedad suprema: la esfera del neocórtex, de lo contrario la vida, en ese nivel, habría
quedado trunca, reducida a un solo fiasco: utilizar el intelecto únicamente para reír. ¿Se
requiere –por tanto- ir más lejos? Evidentemente no para la naturaleza, pero: sí, para su
producto supremo. La teleología de orden idealista, empero, no es la solución materialista al
problema. En realidad, la cuestión debe verse como un proceso inscrito en el despliegue de la
inmanencia de la propiedad de la inteligencia que trasciende al propósito y función limitados
dados por el ser humano como efecto de la reclusión de la mente por las amarras de una época
humanista hedónica; no obstante, los indicios reales permiten asumir la “historia como
323

proceso de perfectibilidad, en sentido de que el mañana perfecciona el hoy” al encontrarse el
cauce superior por fuera de la felicidad de los sentidos (conciencia sensible), como ejercicio
de una posición incluso positivista teleológica, prometeica absoluta (el hambre, la sed de
justicia se sacian; el deseo de saber se agota al moverse, regodearse el ser “genérico”, sobre la
abundancia acumulada y sistematizada de conocimiento, y en la facilidad con la que se accede
a él; sólo entonces el saber se convierte en sabiduría y la práctica espiritual en una “constante
y sublime recapitulación” –como la ciencia en sus rudimentos básicos, la música o el arte en
general, y la producción económica automatizada ya están dados para las futuras
generaciones, la creatividad como vulgarmente se conoce, se enrarece) 503 .
Las actualizaciones en el pensamiento religioso: las modernas posiciones intelectuales
de hoy, incluso aquellas que se declaran creyentes “en la existencia de un Dios”, pero que a
continuación inmediatamente indican que no se ubican en ningún andarivel de creencias (que
dicen no pertenecen a ninguna Religión), sostienen que Dios no es más que esa “’energía’
universal”, que envuelve y pone orden en el todo; que, consecuentemente, cada ser humano
está provisto de un alma y que ésta, es, en realidad, nada más que un pedazo de tal “energía
universal” a la que se pertenece y que, por tanto, a cuyo seno debe retornar, como lo hace una
gota de agua que se dirige al mar (también el resto de seres –los irracionales- encajan, según
ellos, en esta determinación; lo cual es correcto, si la aserción se lo ve no en forma idealista
de “energía”, sino en la materialista de “materia” -dispénsese la redundancia –“polvo
eres y en polvo te convertirás”) 504 . Ese refinamiento lógico en el planteamiento descrito, que
puede parecer sensato y convincente: no es tal, o: tampoco lo es. El ser humano “es polvo y
en polvo se convertirá”, es decir, este ser: es tan sólo una forma especial de tierra (tierra que
ha desarrollado históricamente la conciencia y que la detenta), de materia (la más altamente
forma de materia organizada, en movimiento). En ningún momento dicha “alma” (la
conciencia concebida en sentido objetivista, desde luego) es “energía”, por cuanto ésta –la
“energía”-, en rigor: ¡no existe! (la palabra “energía” en ciencia, tiene el equivalente a la de
Dios en la existencia de muchas personas). El ser humano es un pedazo de materia que se
mueve de forma racional, que al terminar sus días como activismo pensante, retorna a la
materia en general (en realidad, nunca ha dejado de ser parte de ella) y, en particular, a su
forma más amplia y sencilla de movimiento: el mecánico. A la muerte del ser humano, sólo la
forma de organización de esta materia –humana- cambia, esto es, el tipo de movimiento
coherente con su organización es reemplazado por otra categoría de movimiento,
correspondiente con su nuevo estado; esto ocurre con un individuo: cuando éste ya ha
sostenido generacionalmente a la especie y en tanto ha colaborado en el proceso de
hominización, y con el género humano, cuando el mismo ha producido la conciencia
universal, es decir, una vez cumplida su misión.
De manera que todo el proceso puede resumirse de forma sinóptica del siguiente modo;
modo en el que hay sitio también para la noción, en sentido práctico, objetivista, realista,
materialista, de “teleología”. Una vez que la casualidad (indeterminación), en el caos sideral,
da paso a la causalidad (determinación); cuando el enésimo evento aleatorio cuaja y se fijan
en él las “constantes cósmicas”, empieza a operar la realidad predeterminada, determinada
luego; ésta realidad, sujeta ya al presupuesto del orden, avanza hacia la producción del ser
humano, y una vez que aparece la inteligencia, queda predeterminada su razón: el sino
ineludible de ésta, direccionalidad potencial que debe ser fatalmente plasmada (salvo que un
siniestro también estocástico, destruya al ser humano tornando trunco su camino -impronta
que le tome impreparado, o sea, que ocurra en una etapa de su vida en la que no goce todavía
del conocimiento y de la técnica suficientes para sortear la amenaza-, de análogo modo en que
un joven sufre un accidente por lo cual no pueda llegar a la madurez, tanto peor a la vejez: a la
“sociedad de la espiritualidad”, a la “comunidad de consumo”, al “comunismo robótico”);
este sino –inscrito en la inmanencia de la inteligencia: la inteligencia una vez dada, debe
realizar de modo indefectible y obligado su potencialidad- consiste en producir la Teoría del
503
Tanto para entender la realidad en curso, pero, sobre todo, para poder balbucear algo sobre lo que está por
venir, se debe recurrir a la teoría, a las categorías de análisis científico, a las leyes, puesto que en ellas se
expresan (con ellas se pueden proyectar) las tendencias evolutivas y de ruptura de la realidad; no hay otro modo
de proceder, lo contrario es vivir a la manera de los animales: en el presente (“vivir el momento”).
504
Hay personas de todo tipo, que asumen que no hay materia sino sólo energía en la realidad; en estas
reflexiones, por oposición al idealismo, en cambio, se admite la conclusión de que no hay “energía”, sino
únicamente materia (masa) en la realidad. Tal vez, para sobreponerse del error intrínseco al concepto de
“energía”, es que en la actualidad se habla de “antimateria” y “materia oscura”.
324

Universo (el homo sapiens sapies originario: inocente, ignorante: ángel bello -Luzbel, Adán-,
progresiva, generacionalmente llega al conocimiento pleno y se transforma en conspirador
-Lucifer). De manera que esa meta debe alcanzarse, no se dude, dese por descontado, por
hecho: esto debe ocurrir, por sobre la incredulidad de los apóstatas, de los escépticos
(Prometeo –lo demuestra la historia- puede erguirse sólo sobre el mercado; ahora bien,
Prometeo y mercado han sido recusados por el izquierdismo sensualista sin beneficio de
inventario) 505 . Esta es una forma conceptiva lineal de la historia, resultante de la aplicación en
ella, del método matemático de los “mínimos cuadrados”, es decir, que la tendencia media (la
ley) no deja de lado los vericuetos de la realidad. De acuerdo con ese escenario de
concepción, se está de acuerdo y en desacuerdo con C. Levy-Strauss; de acuerdo, en la
medida en que el proceso humano se acerca al modelo de zigzag, y en contra, puesto que se
considera el devenir humano según patrones lineales, de forma coherente, optimista.
¡Es increíble! ¿Se presenta sensato, humano, suponer, que en el ser humano de hoy (año
2010), en su correspondiente índole, por su “calaña”: repleto de pasiones (Europa: con su
Unión Europea; Japón: incremento de población y consumo de sushi; los gringos: anhelo de
poder genocida), limitado, que piensa sólo en “lo material”, tan frágil (pero, en todo ser
humano yace una mente poderosa), reside el germen de la perfección, de un ser colectivo
regio? Evidentemente: ¡no! No obstante, piénsese en lo siguiente. Figúrese al primer homo
sapiens sapiens: ser ágrafo, comunicándose con gestos y gritos significativos precarios,
ingenuo, confundido, ignorante, temeroso de todo, sin fuego, viviendo en las cavernas,
nómada (ser que come, se aparea, se protege y descansa), asediado por las inclemencias del
entorno: ¿entendería (tendría noción) sobre lo que pasa, aceptaría, daría crédito, se
estimularía, presupondría el porvenir grandioso que le espera al ser embarcado con un mazo
en mano, cubierto de pieles toscas, descalzo, apestoso y plagado de piojos, en un trasbordador
rumbo a Marte? Se vería como un perfecto bobo: su nivel de conciencia no le permitiría
entender la situación: no sabría qué es lo que le estaría pasando, mucho menos aceptar el
hecho, creer que el ser humano ha forjado todo el conocimiento y el desarrollo técnico
presentes, esto es, que se ha trasformado en un viajero espacial. Hoy pasa algo similar: ser
humano postmoderno “serio” alguno admitiría la condición divina, como meta para la
especie. En sentido contrario, si la imaginación vuela sobre el tren de las tendencias y las
leyes concretas de desarrollo de la realidad histórico-social, está capta los distintos escenarios
humanos que se anuncian como concreción de actos del pasado, tanto como las consecuencias
que de allí se derivan.
El ser humano es un ser hermoso: “la obra más perfecta de la creación” (sic) o la cima
de la evolución; no obstante, el software capitalista metido en tan maravilloso hardware, lo
vuelve detestable, lo destruye, convierte en farsa esa obra. Lo citado pasa con las reinas de
belleza, con los grandes deportistas, con los científicos, los tecnólogos e intelectuales
mentalmente modelados por la ideología burguesa. Una mujer bonita, que evidencia ser afecta
a las tesis de mercado, a la democracia liberal, al pensamiento religioso cristiano en
Occidente, en una conciencia de una persona de formato mental materialista, marxista, deja de
serlo y se vuelve repudiable. Las lacras de origen capitalista se hacen evidentes en todo
sentido: en un lupanar, las meretrices se acercan a un fornicante en proyecto únicamente si
tiene dinero y si advierte que tiene interés en ella (como el capitalista que sólo admite a la
fuerza de trabajo en su empresa, si es instrumento de valorización de su capital), caso
contrario es objeto de rechazo; en un antro de ese tipo, el sector masculino que lo frecuenta,
constituyen los bípedos más torpes: toman alcohol, fuman, escuchan esperpento musical del
peor orden: se mueven, gozan: se hallan presas de los más malsanos sentidos, de Eros, de la
pasión, del deseo. En los negocios, en la política burguesa tanto como en el arte, la cosa es no
menos sorprendente, sobrecogedora: el burgués exitoso cenestésicamente saborea su riqueza,
lo ve con color dorado; quién gana las elecciones para representar al poder está satisfecho,
505
Cuanto más conocida (elevamiento de la conciencia) y establecida (ruta abierta: su programación racional)
está la historia, mayores grados de libertad detentan los seres humanos: sus decisiones y voluntad no han sido
privados de la “libre creatividad”, aunque éstos pasen a ser “… sólo un eslabón en el proceso causal de la
historia”: un proyecto, una obra mentalmente planteada que se anticipa operativamente a producir lo que viene,
la cual debe ser alcanzada, demanda de la creatividad (en ciencias la creatividad resulta en la producción de
métodos de conocimiento) y de la voluntad inherente al reto de su culminación (el ser humano no viene dotado
de la capacidad del denominado “libre albedrío”; ésta es una cualidad, que este ser lo va conquistando dialéctica,
histórica y lógicamente, a medida que amplia, en la praxis, el conocimiento objetivo, en el marco del desarrollo
de las fuerzas productivas).
325

como el artista, que ve plasmados sus sentimientos en la simbolística de la obra. Es por eso
que se dice que para la mayoría de la humanidad la inteligencia es órgano funcional a la
realización hormonal de los sentidos: a ese fenómeno se lo denomina torpe e interesadamente:
el lado humano, esto es, la supervivencia de la esfera animal, sensorial, no racional, en el ser
humano (la templanza, la abstinencia, la real renunciación no desviada al sexo, está, por lo
general, en la profesión científica en el área de las Ciencias Naturales, positivistas,
burguesas) 506 .
Es así. Toda la historia del homo sapiens hasta la fecha transcurrida, no constituye más
que el despliegue de un período en el que la humanidad se limita a conformarse como “sujeto
científico”; sujeto que se alza sobre los hombros del “ente burgués” (el agente histórico
promotor del desarrollo de la ciencia y de la técnica, conforme a la necesidad de sus negocios)
y del “sujeto político” proletario (el sujeto suprahistórico forjador de las nuevas relaciones
supraindividuales en la humanidad); salto, luego del cual el humano y el “post humano”, no
hacen más que dar las espaldas al modo de vida material y al modo de pensar anteriores (todo
lo que no es científico es hedónico; la política marxista se inhibe de serlo, porque posee
fundamento objetivo; y, esta es una de las fortalezas de la presente reflexión ), y raudos se
dirigen por la ruta sideral a profundizar en el proceso de intelección de las leyes de la materia:
el sujeto de la ciencia. Esa, en realidad, la principal inquietud, los desvelos, la nueva y
definitiva preocupación que “quita el sueño” a la conciencia, que se impone en la elite de
pensamiento del género, pero que constantemente se “vulgariza”, se masifica y capea por la
tierra toda (antes lo eran: el importe para la supervivencia, el prurito de la manumisión, la
tensión del amor, el ansia de atesoramiento, la sed racional en la política; por fin, las cosas se
ponen en su lugar, pues, la racionalidad, el saber, es la nueva y definitiva responsabilidad
–nada raro es que las personas que piensan del modo que queda expuesto, sean los primeros
anticristos; o sea, quienes anhelan que el ser humano trascienda su “condición humana” y
acceda a la “condición divina”). En verdad, todo aquel que piensa de este modo es un falso
demonio, un Antidemonio, pues, se está haciendo pasar por el Demonio; los cristianos
esperan al Anticristo como el falso Mesías y a Cristo como el verdadero, pero no esperan al
Antidemonio o al Demonio; en realidad, la frase lapidaria: “Cielos y tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán” tiene sentido terreno en la otra: mis palabras pasarán, pero la materia no
pasará.
En sentencia postrera: el objeto que yace detrás de la esfera sentimental de las
reacciones humanas, se cohonesta con la reproducción vegetativa de la especie; el objetivo
político (el más racional para entonces en tanto marxista, puesto que se sustenta en los valores
superiores de la conciencia comunista y en la ciencia) tiene directa relación con el deseo de
superar la asimetría social; la finalidad, la razón de la ciencia, por su parte, es conducir al ser
humano hacia las instancias providenciales. El humanismo de primera generación (el “ser”),
decesa con el devenir de las condiciones materiales propias de sí (el comunismo, no es un
modo de producción en el que la producción y el cambio establecen la base de la estructura, el
funcionamiento y el cambio social, sino una forma superior de organización de la humanidad,
en ausencia precisamente de producción y de cambio); el ser humano debe superarse a sí
mismo, para alcanzar el nuevo nivel de interconexión interpersonal; y, este “deber ser” se
halla en el posthumanismo, en la mira en torno de una nueva condición del ser: la divina (la
“ética de la metautopía” 507 ). La historia aladea las formas de organización humana, que no se
inscriben en su flujo; esta determinación se produce de manera natural, coercitiva o mediante
la acción de individuos malos (como Jruschov -Khrushchev). El capital científico-técnico
(conocimiento) es la última forma histórica suya: el sistema se concreta con carácter
neomiperialista (globalización) y opera en el ciclo financiero, ficticio, posmoderno,
506
En los hechos, quizá porque durante años el patriarcalismo ha regido, se ha aceptado la errónea tesis de que al
macho humano le es propio la racionalidad y a la hembra la emocionalidad, el pensamiento holístico, la
intuitividad, etc.; esa aseveración es falsa en toda la línea, pues, si se mira el comportamiento del mancho
humano de personalidad burguesa (y más allá de ella), se podrá advertir cómo este individuo somete su
corpulencia ridícula a la búsqueda de placer (pásese revista sobre todo los fines de semana, las actividades que
realiza el imbécil en todas las ciudades y campos del planeta, en todas las clases, estratos, estamentos o status, y
se tendrá la prueba de lo afirmado), lo cual le vuelve completamente irracional (en la actualidad se están
cambiando los papeles, es obvio).
507
¿Qué ganará el ser humano, si salva su cuerpo sensorial y deja de lado su cuerpo racional? Hay tres opciones
en una persona: la que es hoy; la que puede ser como ser sensorial; y, la que puede llegar a ser si abraza el
camino de la política y de la ciencia.
326

indeterminado, especulativo, cuántico. El capitalismo se enrumba necesariamente hacia su
defenestración definitiva (vía natural del cambio, involuntaria, de automatización) y a la
implantación de la forma humana democovivencia comunitaria; la historia no necesita de la
acción de la otra vía: la que están llevando a cabo los pueblos de las neocolonias americanas,
africanas, asiáticas (vía “reaccionaria”, seudosocialista, que deplora el desarrollo científicotécnico,
que se opone al progreso de la historia); esta vía por sí sola no es capaz de ir a una
nueva y superior forma humana, y puede terminar de modo retardatario negando el progreso
humano y desembocar en el hedonismo más puro y craso). El papel positivo de coyuntura de
formas como el “socialismo del siglo XXI”, economía popular y solidaria, software libre, etc.,
se presenta por el lado de impedir que el capital continúe lesionando a dichos pueblos: a
pueblos enteros (esa la parte moral de la historia, que se expresa en la acción de la voluntad de
otra parte de la humanidad: de la que no goza sino de los prejuicios del desarrollo de las
fuerzas productivas en la coyuntura, que quiere enclavarse, que se desconecta y vela por sí
misma y que tiene también su base material: la intolerancia del sistema nervioso al
sufrimiento, al dolor, incluso si lo ve experimentar a otro ser, en ciertos casos).
Ya era hora, luego, de que se plantee esta cuestión: pensar y adelantarse a vivir como
lo haría una persona de 500 años en el futuro, al menos en lo personal en el plano de la
imaginación, es plantearse el carácter de la nueva racionalidad de la existencia, de modo que
ésta finalmente se haga de sentido, aceptándola para que una vida salga del montón, para que
no se parezca a la existencia de los animales, llevada por el ser humano tan sólo con asistencia
de la conciencia (una vida miserable: muy vivos, aparentemente superiores, tan racionales
–los europeos-, pero completamente controlados por los sentidos: para supuestamente
diferenciarse del resto de humanos en el mundo, sobre todo de africanos, hindúes,
sudamericanos y asiáticos, al coito no han hecho seguir la procreación 508 ). De lo contrario,
incluso el marxismo, como forma superior de concebir y practicar la vida (la revolución para
suprimir la diferenciación social, elevar el nivel de vida y alcanzar el desarrollo multifacético
de las personas), se vuelve fofo, hedónico, reaccionario, irreconocible. Al llegar a este punto,
la aspiración marxista en los términos sociológicos clásicos, no se diferencia mucho de la
mitología religiosa: de la idea del paraíso como premio para los buenos luego de la muerte
(solución fácil al dilema de la vida de la razón). Ahora se debe dar un paso más: proponer una
nueva meta profana para la humanidad: saltar de la armonía marxista revolucionariamente
alcanzada, a la razón puritana de la conciencia humana: el ser humano no es un animal
hedónico-racional; el ser humano es el “súper ser”, que ha renunciado al hedonismo, y
fríamente racional alcanza status por sobre el bien y el mal, en el conocimiento completo de la
existencia, en la toma de las riendas de su vida y de todo. Este argumento separa a los seres
humanos en el interior de la fase posmoderna, entre la graneada racionalidad y el más avieso
hedonismo: la diferencia radical está en que, mientras unos se han dedicado al hedonismo y a
vivir en la inconsciencia, otros han utilizado la inteligencia para comprender, explicar y
predecir el movimiento de los mundos social y material (“mostrar la vía hacia el futuro”), y
dedicarse a transformarlo: supresión de la diferenciación social (política) y volcar la realidad
en la idea (ciencia) 509 .
El ropaje teleológico del movimiento de la realidad: la ley.
Estas maromas reflexivas en exceso abstractas, no obstante, abren la palabra a la
formulación de una nueva inquisición clave: ¿por qué la materia, necesariamente, debe llegar
a tener representación en la idea? (es obvio, que este papel le toca cumplir al ser humano, en
el marco de un largo y conflictivo proceso histórico intrínseco de evolución y en el que la
508
La crítica a estos sectores se ha vuelto hábito: ese tipo de movimiento de la materia (conducta) se ha
ontologizado como materia corporal (memoria).
509
En verdad, es la más prístina contradicción entre ciencia y estética. Este es el principio: quién asume la vida
sensorial (el objetivo del ser humano ubicado en dicha región) como centro de valoración humana, procede a la
censura de la tecnocracia; por el contrario, quién considera que en el desarrollo de la racionalidad científica se
procesa el dilema humano, deplora el socio-humanismo sensualista. Pues, “Teoría de la inteligencia” (base
ontológica de la asociación) y “Teoría de la propiedad”: el desarrollo, realización, la plasmación de estas
determinaciones ontológicas (que ahora han sido utilizadas para producir riqueza, para optimizar la satisfacción
en el placer, en la ideología religiosa y también en la ciencia) conducen a pensar con necesidad y fuera del
imperio de la voluntad en ese desenlace: hacia el conocimiento y dominio de todo (el hecho semeja la fusión del
óvulo y el espermatozoide, el cual –en condiciones adecuadas, por supuesto- debe llegar a ser por fuerza un
sistema orgánico, un individuo, con entera inconsciencia en los animales).
327

“conciencia” pone su parte auto conformándose ontológica y gnosceológicamente). Por otra
parte, es pertinente preguntarse, la conciencia: ¿es sólo para el disfrute del ser humano en
forma individual o ésta, tiene otra instancia de incidencia? ¿Qué se propone la materia
mirándose o reafirmándose en el espejo de la teoría? La materia “necesita” saber quién es ella
misma (ésta es una instrucción “genética”, que inadvertidamente cumple la potencialidad
inconsciente de la ley del desarrollo ligada a la inquietud de la conciencia humana –“Elan
vitae”), qué procesos ha desatado, qué puede hacer consigo misma y qué debe alcanzar:
inmanencia conducente a la trascendencia; al mismo tiempo, el ser humano debe proveerle del
sentido del punto de su realización plena: esta es la determinación de la conciencia universal
(el paso del “ser” al saber; en verdad, eso ocurre entre el recién nacido y la persona adulta: el
movimiento evolutivo de la inconsciencia a la conciencia en su mismo ser, acción que luego
le retorna al “no saber”, por anulación del “ser” altamente organizado: la muerte). Lo
maravilloso, lo “milagroso”, lo sorprendente de la combinatoria “infinita” de las propiedades
sencillas de la materia hacia las complejas por adición conmutativa, proceso en el interior del
cual tiene lugar el establecimiento de las poderosas leyes de movimiento del Universo y del
desarrollo, es que la misma se autodetermina de modo inconsciente y que va hacia la
formación del “espíritu universal” (de ningún modo en el sentido hegeliano, en su totalidad),
hacia su reflejo como idea, hacia su racionalización, hacia su autorregulación por el cerebro
humano. La materia alcanza su “dualidad” (“ser” y saber) en su estado cumbre; luego,
renuncia a ella y retorna a la unicidad (la simple substancialidad material y su software -sus
leyes de movimiento-: el “ser” en cuanto tal), conforme requiere la reiteridad eterna. El bien y
el mal son tan sólo una misma cosa; la realidad y el saber, también lo son; en verdad, primero
es la materia en su sentido mecánico, luego, de ésta (dado que contiene los presupuestos)
deviene la –misma- materia en sentido procesal (movimiento de ésta): la conciencia el espíritu
(la materia se autoprovee de trascendencia; trascendencia, que no está por fuera de ella,
puesto que esta propiedad, sigue siendo material), él, que por un momento es expresión de la
forma más alta de organización de la materia misma; posteriormente: este último lo supedita y
se retrotrae.
El Universo (según el carácter de su optimidad): mirado en su pura fenomenología,
constituye una máquina, un dispositivo mecánico en el entero sentido de la palabra (según
–sobre todo- es la concepción de cierto sector de cientistas de la “Cosmología Física” –la
Física Cuántica), o sea, en la percepción de tal como éste antológicamente es y procede, sin
mediación de la suposición refigurativa de la conciencia; en su evolución –se arguye a
continuación-: en el proceso acumulativo de cambios cuantitativos, la materia contiene en sí
la determinación de la producción de la conciencia, con la cual se representa ella misma. Este
proceso es de este modo, hasta cuando eclosiona la vida: la vida, incluso simplemente
orgánica; no obstante, una vez que ésta –la vida orgánica- insurge, el simple movimiento
mecánico concluye y mucho más todavía, en el momento en que se produce un nuevo gran
salto: la emergencia de la vida consciente. La conciencia –dicho de un cierto modo- plantea el
ajuste de cuentas con el azar, con el dominio del orden sobre la casualidad (la racionalidad, la
previsión, la planificación –el Plan Quinquenal, el Gosplan), con la intermitencia: con la
forma mecánica, en su noción y en su devenir; en efecto, a medida que la inteligencia se
afinca y recorre el mundo, el rango de probabilidad se estrecha, y la naturaleza simplemente
mecánica de los hechos: los estados primeros, infantes, convulsivos (el recién nacido actúa
mecánicamente, mas éste evoluciona: llega a tener “uso de razón” y a gobernar su vida –y en
las sociedades clasistas de acuerdo a su posición estructural: la vida de la mayoría de sus
congéneres-, en un proceso dado por la sociedad en su desarrollo histórico y en la
interiorización del momento histórico: “el ser humano es el reflejo de su tiempo, de sus
circunstancias); los cuales –finalmente- se supeditan a un orden dictado por la conciencia, su
auto manumisión.
La producción espiritual, frente a la realidad material, de la operación de la sección más
altamente organizada de la materia, que sin embargo es ella misma en unicidad, pues, la
conciencia (la teoría) es siempre que su base material exista y opere –y, aunque ésta se
independice del sujeto y se perennice en las más disímiles formas documentales: restos
arqueológicos, libros, medios electrónicos –escaneo- e incluso en la temporal forma
testimonial de la memoria viva-, en cuanto forja su reflejo (el concepto que tiene el ser
humano de sí, es siempre la operación de la esfera neuronal, de ningún modo en su estado de
disociación con el entorno inmediato), no es más que un puro, súbito e inmanente fenómeno
328

(si se mira bien el hecho, todo el enigma de la conciencia –aún en su sinonimia de alma,
espíritu, mente- se reduce a que ésta no es más, que conocimiento humano generacionalmente
generado, acumulado, sistematizado y mejorado). Tampoco ésta (el orden ascensional, en el
que deviene el despliegue mecánico de la materia) es una fijación de antemano; solamente a
posteriori, una vez que el resultado se plasma y en el instante en que ya se halla en frente la
esfera especular que le capta y le deduce, es cuando se advierte esta direccionalidad, que
viene dada por la materialización de la determinación progresiva, o sea, el ascenso del
momento viable de la materia, luego de darse miles de formas estocásticas (la sabiduría
popular radica en esa determinación: los momentos accidentales del descubrimiento
abstraídos, fijados), en las que no cuaja de ningún modo la estructura y el evento exitosos. El
ser humano asume como sentido de su vida (y el que heredará a su “hijo”: el robot
sapien, para el caso de que se produzca parricidio), el estructurado por la propia
materia en el curso evolutivo a partir del paso del movimiento mecánico-físico al
químico, de éste al biológico, al de la inteligencia, al pensamiento y a la conciencia; la
necesidad histórica para el ser humano es abarcarlo todo con la mirada de la
racionalidad; esta determinación se halla comprehendida en la inteligencia (forma
suprema de movimiento de la materia), en tanto potencia (autoconciencia como
humanidad). La mitología (creencia en dioses) y el hedonismo (Ethos barroco y valor de uso)
constituyen doble obstáculo para el desarrollo de la hominización: 1) prolongan el status de
ignorancia del género sobre el objetivo de la conciencia y 2) los distraen de él (se amparan en
la recusación al positivismo de las ciencias naturales, a la tecnocracia y al mercado: Einstein,
Sagan, Hawking, Penrose, Marx no existen para tal visión) 510 .
La fusión de los gametos de la hembra y del macho produce la fertilización; nace, luego,
por ejemplo, un león; su sino queda marcado, aunque nunca llegue a tener conciencia de él,
como felino: devorar carne viva (intervenir en la determinación equilibradora del medio
natural) y reproducirse. El ser humano, en cambio, poco a poco va conociendo qué es, en qué
consiste su entorno y su posición en el mismo. La solución filosófica que yace en el seno de
dicha comprensión, se condensa en una fórmula sencilla y razonable, una vez que el género ha
llegado a determinado grado de desarrollo de las fuerzas productivas. El instante en que la
conjunción naturaleza-trabajo forjaron la inteligencia (la base ontológica de ésta: el
neocórtex), se predetermina en forma definitiva, absoluta, la historia humana (“propósito” que
permanece fuera de la percepción, hasta tanto el marxismo no hiciera su irrupción en el
mundo de las ideas, y de que el mismo se hubiese autodesarrollado): el pleno despliegue de
dicha capacidad, primero en el aseguramiento de la simple sobrevivencia de la especie, luego
en la superación de problemas (enfermedades, siniestros, peligros), a continuación en la
supresión del trabajo (de las clases, del poder,) en la robótica, finalmente en la producción de
todo el saber. Se despiden ante esa conclusión, todas las otras posibles explicaciones sobre el
sentido de la vida racional: religiosas, hedónico-estéticas, etc. La “comunidad primitiva” es la
primera estructura a través de la cual en forma solidaria el grupo se garantiza la supervivencia
ante tanta limitación y precario desarrollo del conocimiento y de la técnica (el ser humano sin
trabajo, sin asociación, sin conocimiento y técnica, no puede sobrevivir, tanto peor desarrollar
el “segundo sistema de señales” 511 ); a continuación vienen las formas contradictorias clasistas
510
Se dice que B. Echeverría sostiene que hay varias modernidades posibles; mientras que “… Adorno y
Horkheimer, no admiten ni siquiera la posibilidad de pensar otra modernidad. Según ellos hay una sola
modernidad en general en la que todos los humanos tenemos que cumplir como ´destino´" (Arriarán, Samuel.
Filosofía de la posmodernidad: crítica de la Modernidad desde América Latina; México, 1996). Estas
anotaciones consideran que Adorno y Horkheimer formulan la idea correcta: no es que existe una modernidad
conservadora y otra liberadora, sino que la modernidad es una fase necesaria (la formación de las condiciones
materiales en las que se enseñoree el mundo nuevo, como papel del capitalismo en la historia) en el curso
progresivo de ella.
511
No se olvide el hecho de que el ser humano es el ser más inerme cuando nace; que es el más limitado, pues,
no dispone de las destrezas que se hallan regadas en otros seres, que les permiten sobrevivir (alas, garras y vista
telescópica en el águila; velocidad en el guepardo; agallas en los peses; radar en el murciélago;…). Mientras no
se desarrolla la inteligencia, el conocimiento, el pensamiento y se produce la conversión de éste en instrumentos,
en planes, en suma: en fuerzas productivas, no se supera dicha limitación orgánica y no se garantiza la
sobrevivencia; y el ser humano lo ha hecho: ha producido de modo artificial todas las destrezas que se
comprehenden de modo especializado en los animales, como aditamentos de su cuerpo (incluso la propia
destreza exclusiva suya: el cerebro en la AI). Pues, “La fabricación de útiles es un procedimiento acelerado que
sustituye al lento método… (natural)… de formación de órganos” (Vandel, A. El fenómeno humano; en:
Colección 70, Los procesos de hominización, México, 1969).
329

(esclavismo, feudalismo, capitalismo), mediante las que, no solamente que se garantiza la
vida del género haciendo recaer todo el peso del trabajo sobre la clase dominada, sino por
cuanto la lucha promueve el progreso material y espiritual asimétrico, hasta alcanzar la
conformación de la humanidad como “sujeto de pensamiento” (10 siglos de existencia: XI-
XXI, de la formación social capitalista, ha sido el período de preparación para este momento:
el posthumano realizando la verdadera inmanencia: la praxis cognitiva racional); y,
finalmente, una vez alcanzado el desarrollo completo de las fuerzas productivas en la
automatización, la forma humana postclasista democovivencial, coopera para representar la
última parte del drama: acceder al saber total. El ser humano toma conciencia de este “destino
fatal” y su posición libérrima está en elegir seguir o no hacia él; de continuar en el hedonismo
por siempre o inclinarse hacia el lado de la racionalidad: el hedonismo cansa, empalaga; la
extrema racionalidad niega la vida, puesto que el conocer todo vuelve superfluo el estado de
la materia que piensa 512 .
Se llega al instante en que es posible ubicar en la mente, la contradicción general de
todo el movimiento humano (desde el momento en que impera la razón): el enfrentamiento
entre el carácter procesal del “ser”, que se abre al infinito, y la conciencia que se
propone atrevidamente alcanzarlo. Ley, que empuja acceder al conocimiento pleno; en
efecto, la realidad, definitivamente está plasmada, pero: deviene, se transforma –por eso
alguien sostiene, que Dios creó y sigue creando el mundo, en la coyuntura: defeccionando la
forma imperfecta capitalista; en verdad: Dios se está esculpiendo en estos precisos
momentos en la evolución del ser humano y llegará a “Ser el que Es”, cuando el ser
humano alcance su cima: el saber total, la perfección y la libertad –acto y potencia: “y la
Carne se hizo verbo”: la Antropología se hace “Teología” (también Dios es producto del
movimiento progresivo de la Materia –de la civilización, del desarrollo de las fuerzas
productivas-: la Materia se encuentra produciendo a Dios, en el proceso evolutivo de la
inteligencia humana, racional)- 513 ; empero: o las leyes cósmicas aniquilan al ser
512
Corolario: ¿cuál el sentido del drama humano? La presencia de la forma de consciente de la materia ¿para
qué? Ese es el tema central abordado en este largo ensayo, tratado a través de faro visor del pensamiento
marxistaleninista. Si se examina los términos con los que tratan la tópica las diversas filosofías del mundo, se
topa con que no hay una respuesta o ésta no es satisfactoria, como es el caso de la que da o se desprende del
ideario o conducta religiosa occidental. El ser humano salvo, se dice al interior del cristianismo, va al Cielo a
gozar de la felicidad por siempre: ésta no es una respuesta sostenible como sensación en el largo plazo, esto es,
la fastidiosa felicidad eterna; el ser humano es energía parcial, que con su muerte retorna al seno de la energía
total, es la solución que propone otra vertiente idealista bastarda, no obstante, la noción “energía” es un axioma
defectuoso, es una simple representación: una abstracción sin substrato material; otro frente de pensamiento
sostiene que la razón de la vida se encuentra y se justifica como instrumento de realización del “recorrido de las
leyes de la naturaleza”: el Universo se muestra viable y alcanza su optimidad con la presencia y actuación del ser
humano, sin que importe mucho su sino posterior, puesto que la materia puede destruirlo todo y volver a hacer;
y, la corriente más objetiva al respecto considera que el ser humano se coloca en la dimensión de la
“racionalidad superior”, con la superación revolucionaria planeada de sus antinomias, pasándose del “reino de la
necesidad al reino de la libertad”, del desarrollo consciente y multifacético de cada miembro y del conjunto
social. En ese marco, los argumentos que sostienen ciertas religiones orientales sobre la reencarnación, según
modo de ver personal, se presentan mentalmente más elaboradas, en la medida en que mitológicamente anudan
la vida y la muerte (la realidad y el supuesto) en sus construcciones ideológicas de modo dinámico: el ser
humano es terrenalización de un segmento del espíritu universal, a encarnarse múltiples veces a objeto de
provocar su perfección progresiva y retornar al espíritu universal, también para perfeccionarlo. Todas estas
filosofías presentan límites de comprensión, explicación, previsión y práctica. En su defecto, en el presente
documento se propone la tesis de la “teoría de la inteligencia”, como superadora de dicho límite. La inteligencia
le lleva al ser humano al estado de libertad absoluta en su clímax de desarrollo; al final, la elección es suya:
coronó la “visión” comprehendida, con lo cual tiene ante sí la satisfacción y la dignidad de no haberse quedado
en el camino, sino el haber vuelto acto la potencia de su propiedad máxima y única: la inteligencia, luego: puede
proceder como quiera con su vida.
513
Quizá se puede decir, que la persona que escribe estas líneas, comparta el honor de haber, de modo
independiente (casi independiente, puesto que luego de la publicación de Historia del tiempo, Hawking planteó
por primera vez la idea; tomaría luego la posta la “teoría de las Cuerdas Cósmicas”), de haber sostenido, que el
ser humano llegaría a entender el Universo, del mismo modo como ya lo hiciera Einstein, al pretender formular
la Teoría para todo. O tal vez el haber puesto estas ideas en términos materialistas, marxistas (no obstante, la
conclusiones a las que aquí se llega, son más “concluyentes”: 1.- que es el ser humano el que se hace Dios
merced a disponer la propiedad que lo permite: la inteligencia, y no solamente el que “comprende el Universo o
la mente de Dios”; 2.- que este proceso –comprender la mente de Dios-, no es el resultado de un simposium de
genios reunidos en el Estadio Maracaná, por ejemplo, sino que se debe a la conformación de la estructura de
inteligencia del tamaño del Universo: cerebros humanos conectados en interfaz (en red: “un solo cerebro en
varios cuerpos”) y uncidos a un sistema de inteligencia artificial; 3.- que el principal proceso implicado era el
conducente a la robotización y la IA (en la historia, los hechos debían ocurrir en el sistema capitalista, en el
330

humano, o éste acelera el paso, domina dichas leyes y se pone a salvo de cualquier
anomalía estocástica, imprevisible, que sobre él pueda sobrevenir aniquilándole,
truncando el proceso y precisamente allí la ciencia y la técnica –no Eros ni la Biblia-
tienen la palabra). Expuestos de otro modo los hechos, se trata de la entera vigencia del gran
frente de lucha entre la emocionalidad y la racionalidad; emocionalidad, que es esencial
en las primeras etapas de vida (vida de sobresaltos, de imprevistos, de adivinación, de simples
afectos) de la especie y que la sustenta, conserva y multiplica (que impera en la animalidad,
en la niñez, en la pubertad, en la adolescencia y en la feminidad de ésta), pero que hoy debe
ser dejada de lado con respeto y agradecimiento 514 ; y, racionalidad (debilidad ante el saber
positivo), que fue somera, incipiente, en las primeras etapas de desarrollo de la humanidad, y
que debe enseñorearse a plenitud en la fase que adviene, puesto que es la encargada de dar
cuerpo a la verdadera esencia del género (el ser humano superior: trascendencia
inmanentizada), cuando hayan sido convenientemente solventadas las cuestiones “social”,
“espiritual” y “global”, e iniciada y realizada la “cuestión humana”: la comprensión objetiva
de la realidad, en tanto tal 515 . Dicho sea de modo necesario: está claro, que éste es el destino
común de la humanidad.
De lo expuesto en párrafo anterior, se desprende la conclusión lógica, acerca de que
Dios debe mantenerse siempre trabajando: diseñando el Universo, bloqueando la entropía,
promoviendo el desarrollo y frenando la injerencia conspiradora pérfida del Demonio sobre su
obra; es, en realidad, un genial administrador de las etéreas profundidades. Sin embargo,
juzgado el hecho, a partir de la pobre reflexión humana (para solaz de los creyentes), debe ser
fastidioso, monótono, ser Dios. Pobre Dios (como creación de un grupo de humanos): saber
que se tiene unilateralmente el poder, que se sabe todo, que se puede hacer todo, que se está
en todos los lugares al mismo tiempo, de modo intemporal: presente eterno. El ser humano
tolera la vida, porque está, concreta la propiedad permanente de la materia: el movimiento, el
cambio, hasta antes de perecer. Pobre el “ser” inmortal: ser esclavo de esa determinación, que
al fin debe cansar, fastidiar. Es por eso que no hay, no puede haber Dios, según la
contradicción lógica y la contradicción real; es del todo absurda dicha idea, en la medida en
que las pequeñas especulaciones que contiene la Biblia e incluso los desarrollos conformantes
del discurso teológico ensayado por las actuales generaciones basándose en ellas, resultan
ingenuas, impresionantemente insensatas, puesto que ponen en el “cuerpo” de Dios,
características acotadas por los procesos, hechos y realidades dados en el mundo humano real.
Dicho sea de paso: ¿serían recusables estas aseveraciones por el propio Dios –de existir? El
esfuerzo lógico alternativo: ¿no tendría más, que ese letal destino? Estas blasfemias: ¿no
conllevan otro mérito, que el castigo? ¿De esa única manera autocrática se procedería frente al
derecho de pensar de modo libre? El ser humano va a llegar hacia su desarrollo a plenitud;
ahora bien, este postulado está lejos, muy lejos (y también cerca, muy cerca) de aquella
concepción hegeliana de la historia, para la que la ésta es vista como “… el movimiento
progresivo del espíritu mundial hacia la libertad”, ya que el “… desarrollo social se cumple
con necesidad objetiva…”, el cual permite “… prever el curso del desarrollo histórico y
determinar el carácter de los cambios sociales ya maduros…” en dirección de la negación de
lo dado.
En la puja entre cerebros materialistas e idealistas (burgueses), la balanza se ha
socialista o en una vertebración ocasional de los dos –el socialismo coadyuvó en el cometido, luego de lo cual
dejó la historia); 4.- que este Dios (ser humano inmortal, que conoce todo, domina las leyes del Universo y, por
tanto: que lo gobierna), es el único que realiza la “libertad” renunciando a ser, puesto que no pude ser Dios “por
los siglos de los siglos” (Big Bang, Big Crunch, Big Rip).
514
El ser humano actúa: por reflejo (acción autónoma del cuerpo, pues, dicha operación autoprotectora no pasa
por la conciencia ni por la voluntad), por deseo, por necesidad (dejar inyectarse), por convicción (decisión
consciente de ser). Si bien todas estas formas de conducta operan en una persona, también las mismas se van
ubicando en orden progresivo, jerárquico, en el proceder humano, mientras el clúster o el individuo maduran
cronológica y mentalmente.
515
“… todo lo real en el terreno de la historia se convierte con el tiempo en irracional… (la emocionalidad)… y
todo lo que en la cabeza de los seres humanos es racional… (la racionalidad)… está destinado a ser real por más
que se contraponga a la aparente realidad existente” (F. Engels). Aunque se puede aducir, que las nuevas
condiciones de la realidad deben tener expresión estética (y en la estética contemporánea), el mundo ya tiene
demasiada literatura, música, pintura, escultura, arquitectura, cine, teatro, gastronomía, como para que se siga
invirtiendo talento en dichas actividades sensitivas primarias; a no ser, que la acción espontánea la población,
por razones profesionales (económicas) o de búsqueda de ocupación para tantas personas en el globo, sea lo que
justifique su vigencia.
331

inclinado a favor del primero, no por razones de superioridad intelectual, sino debido a la
índole de objetividad que lo caracteriza; si en los combates parciales el materialismo también
ha ganado (Heráclito, Galileo, Hawking), la batalla final y la guerra concluirán en franca
victoria para el materialismo (Teoría para todo, diseño universal sin inteligencia, “materia
estelar que tomó la decisión de gobernarse por propia mano”,…). En verdad, ante la
humanidad plenamente formada, mitología y emotividad se hallan ausentes, pues, no se puede
pedir a una persona que realice algo que ha dejado de ser en su naturaleza (inmanencia
orgánica superada): la menopausia no es una etapa propicia para la procreación (la “dialéctica
social”: la praxis, se relativiza en la realización del contenido de la historicidad). En el ser
humano: objeto (naturaleza material-social) y sujeto (conciencia) se hallan encarnados,
interpenetrados y en acción recíproca; substancia y esencia tienen a la naturaleza (natural y
social) como su condición exterior; en su desarrollo, la conciencia se torna a la vez
inmanencia y trascendencia camino hacia la primacía de la primera, pues, interior y exterior
se comprehenden en el sujeto humano: en las relaciones sociales el ser humano trascendió su
ser al abarcar con la mirada y al incorporar al Universo en su substancia; este proceso de
incansable humanización del presupuesto material dado, permite extender la condición
inmanente a los substratos exógenos de la existencia; y, en cuanto elemento comprehendido
en el Cosmos, el ser humano transforma a este último en factor “para sí”, a través de la
operación de los estratos cosificados de su inmanencia alienada: de la mecánica automatizada
y del despliegue de la praxis unilateral y superior contenida en la dirección intelectual de la
conciencia natural.
En verdad, la inteligencia desea capturar la estructura, el movimiento, el desarrollo y
mudanza de la materia (para el efecto, prepara los presupuestos; lo hace, empezando con la
“piedra tallada” y en el marco de formas intragenéricamente conflictivas de evolución, hasta
el momento actual en el que se tiene a la mano los fundamentos de la “teoría para todo”
-“campo unificado”; Teoría M-, lo cual impone al futuro el esfuerzo de su verificación
empírica: ese es el camino por el proceloso mar del insondable Universo, del moderno
Odiseo); mas ésta se escabulle, se le anticipa (pone a la emocionalidad como su distractora en
la etapa madura del género): eh ahí el reto, el juego infinito entre el proceso cíclico
ascendente de la realidad y el movimiento del pensamiento (la contradicción dialéctica real,
eterna, entre el bien y el mal). Pero el conocimiento absoluto deviene en liquidación de la
razón (con la muerte todas las incógnitas del mundo serán reveladas, lo que equivale a decir:
serán ignoradas –“luz más luz, oscuridad”; dixit: el gran Galileo; en la muerte todos somos
iguales: buenos y malos), todo lo cual –sin embargo-: algún día será (en una palabra: la
historia del ser humano, es un proceso de transformación de éste, en ángel bello, ingenuo y
perfecto -transmutación de la inteligencia natural en inteligencia artificial y automanumisión
conjunta, todo en el interior de un solo y mismo propósito-; concluido el cual: el ser humano
supramoderno mira de frente a su Señor, es degradado como Luzbel y cae –se inaugura la
contradicción infinita idealista-religiosa con la presencia del pérfido conspirador Lucifer; y, se
cierra e –inmediatamente, de modo coetáneo o en diferente estado de desarrollo- se inicia un
nuevo ciclo, pues, “cada final es un comienzo”, según la percepción materialista); (pero el
Robot es el nuevo Luzbel; éste, no se transformará en Lucifer) 516 .
En el momento en que se fue topado por el simple azar que proviene del movimiento de
las condiciones preexistentes del entorno, hecho por el cual –por ejemplo: un ser humano-
apareció como forma de vida, este ser pasa a pertenecer a la estructura de las formas vivas:
vida y sistema multifacético, complejo, de existencia, otorgan un propósito a la vida misma,
516
¡Ah!: Eclesiastés. En cierto modo, hay visos de razón: “… en la sabiduría reside el dolor…”; “…mientras
más agranda el ser humano su saber, en igual modo agranda su dolor”. Pero, ahora ya es posible virar la
esquina tranquilo; podría decirse que –llegado a este tramo, o sea, al momento en que se supera la incapacidad de
comprehender mentalmente la realidad en su contextura total- la conciencia (el Anticristo) ha ganado (en un día
se ha visto todo: la tierra es el Universo); ahora bien, el obstáculo epistemológico: “filosofía espontánea de los
sabios” (G. Bachelard) entronizado en el parecer de Pasteur, no tiene razón: “un poco de ciencia aleja de Dios,
mucha ciencia acerca a El. Empero, si casi nada queda por hacer, en el caso de que la vida persista, ésta puede
transcurrir lenta o aceleradamente: da igual; pueden registrarse hechos novedosos o monótonos: poco importa; el
fenómeno asume el carácter de una película a la que se la vuelve a proyectar y, en el acto de mirarla de nuevo:
casi no hay emoción; se asiste a la función con serenidad, con desinterés, sin preocupación alguna, esperando
simplemente la conclusión del “drama”. Cumplida la misión antes de la hora, no queda más que darle utilidad y
sentido a la existencia en el trabajo sin esperar remuneración, puesto que se labora sólo para otorgarle utilidad a
la vida. Los problemas existenciales se agolpan, cuando el individuo que sabe: no sabe qué hacer; es el asumir
responsabilidades para con la vida de los demás el antídoto para el desconcierto.
332

en tanto todo ser vivo debe participar (se integra en la determinación de la preexistente “ley
de la vida”) en la cadena de avatares puestos de la existencia orgánica, pues, se debe
contribuir al equilibrio del medio vital, a su sostenibilidad, con la muerte o con la vida de cada
miembro de ella, si se quiere disponer del sistema que permita la existencia propia o ajena. La
humanidad históricamente debe llegar a negar este propósito puramente irracional, animal,
que le ha sido atribuido por el azar y funcionalmente por la naturaleza (toda creencia Deísta o
Teísta, soluciona de un solo plumazo el dilema, mientras graciosamente imputa a la vida
racional propósitos metamaterialmente impuestos, con lo cual cree haber reivindicado al ser
humano). Sin embargo, la conciencia plena: como meta, tampoco es propósito de la razón y
justificación de la existencia humana, mucho menos en la paralógica de su preconcepción; el
mismo –el propósito de la existencia racional-, dígase: es tan sólo un móvil operativo del que
depende el movimiento de la razón, y el cual se autoasigna en calidad de tal en la conciencia,
en forma a posteriori. La contradicción dialéctica embrolla también este asunto vital: no
está dado de antemano propósito alguno para la inteligencia, para el pensamiento o para
la conciencia –es decir: para el ser humano-; sin embargo, éste –el referido propósito-
existe instalado en el necesario producto de la realización del simple movimiento
aleatorio progresivo de la materia (el curso al momento de producción de la inteligencia
–factor que liga necesidad y pensamiento- y su necesaria función de producción de la
conciencia): la ley del desarrollo.
A partir de este instante, diáfanamente se advierte cómo en ciertos segmentos de la
humanidad se apodera un halo de rebeldía cósmica, “social”: el género de manera progresiva
pasa a utilizar la citada ley (la antinomia entre ser y conciencia) para realizar dicho acto de
sedición, una vez que el grado de conocimiento y de desarrollo tecnológico son creadores de
las condiciones para proceder de este modo 517 . Los griegos no sabían para lo que existían (o
daban una respuesta en extremo mitológica a esta inquietud espiritual): vivían conforme a la
determinación subjetiva de impresiones teleológicas ilusorias -a pesar de que su contribución
fue sobre todo matemática; en sentido estricto: lo hacían en el marco del propósito de la
sostenibilidad del género (el mismo sino siguieron los romanos –ellos legaron el “Derecho”-,
los incas, los mayas, los egipcios,…; los gringos –criminales-, los europeos –ascendientes en
primera línea de los yanquis genocidas-, los japoneses, viven con algo más de honorabilidad,
con decoro (aunque de vez en cuando quieren dejar de lado el enanismo bélico, armarse y
jugar en el bando yanqui de la OTAN), sus tribulaciones actuales, pues, lo hacen para entregar
al género el arma de la técnica y del conocimiento; las personas de pensamiento religioso,
viven según cánones de su ideología moral para elevarse hasta el cielo; el proletariado vivió
para crear la base material del mundo nuevo y para liberar al género humano de su lupus). Los
países neocoloniales –precisamente en la actualidad- deben vivir en un momento
oportunamente signado por el imperio de pasiones nobles, para superar un doble destino
magro: 1) el tener que dejar la forma racional de la materia, con gran ignorancia debido a la
determinación histórico-natural de la especie: vigencia del proceso de pobreza espiritual, pero,
sobre todo, por razones socio-estructurales, que definen una manera específica de ocupación
del mundo (física, vegetativa, sensualista) de grandes segmentos de la población; y, 2) superar
517
Dicho sea a propósito, el conocimiento es un discurso que se encuentra sistémicamente codificado como
articulación de nociones (estas representaciones, proveen cohesión al discurso), principios (constituyen –por su
parte- las bases axiomáticas del discurso), conceptos (“unidades mínimas de significación”, que permiten la
formulación del modelo comprensivo de la realidad), categorías (a partir de ellas se diseña el modelo relacional
de los hechos), leyes (las cuales permiten edificar el modelo explicativo de la materia) e hipótesis (con éstas se
forja el modelo predictivo del movimiento del mundo). El conocimiento es, por tanto, el producto de
concretización de 4 fases de la producción intelectual: 1) desarrollo del modelo comprensivo de la realidad
(entendimiento o comprensión), el cual confiere sentido y significado a ésta en la mente, efecto –a su vez- de la
aplicación cognitiva de dos procedimientos: analítico y sintético (descensional y ascensional); 2) modelo
explicativo de la realidad (explicación), el cual permite alcanzar la intelección de su movimiento (la causa, el
motor, la esencia), resultado –en su caso- de la puesta en ejercicio de un procedimiento de abstracción mental
sobre el mundo; 3) modelo predictivo de la realidad, producto de la aplicación de procedimientos simulativos,
proyectivos, prospectivos, sobre los hechos; y, 4) modelo de acción sobre la estructura y movimiento reales,
programa que permite intervenir a la voluntad sobre la tendencia de los hechos (eh ahí, porqué es falsa la
discusión cognitivo-filosófica entre “naturalistas” y “positivistas”, entre “abstraccionistas” y “practicistas”, entre
“empiristas” y “racionalistas”, en tanto cada uno de ellos pone énfasis unilateral en algún aspecto de la estructura
del conocimiento, cuando su objetividad y completitud de éste, es la fusión racionalizada de dichos aspectos;
otro tanto habría que decirse sobre quienes están persuadidos de que no se necesita de dominio teórico previo
para actuar trasformado la realidad: de que puede avanzarse en la oscuridad sin faro).
333

su condición de simples sujetos de explotación, en virtud de la regencia de móviles
estructurales (esto es, la superación del status de alienación y enajenación, en conjunto).
“Proyecto de dignidad y felicidad”, es la propuesta racionalizada que emana de la
cosmovisión teleológica del poder, del pensamiento burgués, de la ideología dominante, de la
perspectiva axiológica de la intelligentzia de la “derecha” mojigata mundial, como imputable
al fin (telos) del ser humano (pero: con darle circo al pueblo no quiere decir, que se esté
aportando al desarrollo de la humanidad); eliminar todo vicio de explotación y la promoción
del desarrollo multilateral del ser humano, en cambio, es la propuesta –en el mismo sentido-
que proviene del pensamiento marxista clásico (abundancia material, igualdad, equilibrio,
Tierra sana, desarrollo espiritual hedonista: “… sólo puede desembocar en la descomposición
de la sociedad”); la felicidad sensualista general, incluyente, en armonía con el entorno
natural y su defensa, de atención a un carácter parcialmente antropocéntrico y de prevalencia
“ética”, es la forma de pensar filosófica en la perspectiva programática del destino humano,
por parte de la denomina “Izquierda Light” (obviamente, estas especulaciones se las cita
como las concepciones más sobresalientes; y, lo son, si se deja de lado la razón idealista
religiosa dada a priori para la ocurrencia de la vida). Frente a estas propuestas parciales
respecto del enigma humano se levanta la de corte “absolutamente racional”, objetiva y
materialista; postura conceptual finalista, que no excluye sino que –por el contrario- integra
de modo instrumental y subordinado a las cosmovisiones anteriores en su conclusión, con su
momento, función y límite: el ser humano es el medio estocástico consiente de realización de
la determinación del movimiento progresivo material, que le encamina a ser quien dote de
conciencia a la realidad (lo importante, luego, es la inteligencia, la conciencia, el
pensamiento, en cuanto despliegue de la potencia, del poder a plasmarse, a realizarse
plenamente, de la capacidad del órgano más altamente desarrollado de la materia: el cerebro
humano). A no ser que se diga, que la razón de la existencia humana cobre significado en
cada nueva vida que viene no solamente a experimentar lo que otros los han hecho (atravesar
las etapas de desarrollo y devenir biopsicológico, experimentar los actos de la reproducción,
del trabajo, de la diversión,…), sino hacerlo incluso en mejores condiciones de conocimiento
y civilización, y a cuyo desarrollo ellos deben aportar, siendo este último acto también uno de
los justificativos de la existencia; sin embargo, inmediatamente surge la objeción a esta
postura: ¿y las vidas que se ciegan prematuramente, las personas con discapacidades, las que
son objeto de tragedias naturales, de enfermedades o quienes son presa de la explotación
(esclavitud, servilismo y trabajo asalariado), pobreza y hambre?
Es la Materia quién tiene como su modo de ser a la permanente reiteración sin “pizca”
de desarrollo entre ciclo y ciclo, pues, únicamente el proceso de ascenso de lo simple a lo
complejo, a través de la operación de sucesivas fases de negación, es la propiedad que se
realiza al interior de cada ciclo o universo viable, rumbo a la cumbre de su desarrollo: la
optimidad. Al interior de la vida orgánica (pero no de las formas biológicas en general, sino
tan sólo de la especie humana) se producen dos eventos de progreso: 1) ascenso inmanente a
los individuos y generaciones, en fases –como se sabe-: nacer, crecer, reproducirse y morir, y
entre generaciones al contar con nuevos instrumentos y conocimientos sobre los que se monta
la praxis de las presentes promociones humanas y las que a su vez legan nuevos avances a las
que vienen y, 2) el avance general civilizatorio de la especie, que empíricamente se registra en
el ascenso de las cavernas hacia la “casa inteligente”, de la mitología al código genético o al
Big Bang. Si solamente el destino de la inteligencia fuese atender las demandas de los
sentidos (necesidades) del cuerpo, desarrollar la creatividad en el arte, en la guerra, en los
juegos o en las competencias en general, así como superar las disparidades ínter humanas y
alcanzar a comprender medianamente el sentido del mundo y de la propia vida, la existencia,
la historia serían tan sólo una comedia trágica. “En la mitología griega, Sísifo está condenado
por los dioses a empujar una pesada piedra hasta la cumbre de una montaña. Cuando Sísifo ha
llegado, la piedra desciende nuevamente y tiene que volver a empezar desde el inicio, así
hasta la eternidad. Los griegos no imaginaron peor suerte que el absurdo del trabajo inútil y el
sacrificio en vano” (Dávalos, Pablo. Deuda externa y políticas de ajuste en América Latina;
revista Boletín Economía Nro. 70, UCE, Quito, noviembre de 1993).
Letalidad de la pareja positivismo tecnocrático y humanismo hedonista para la historia,
para el fin que viene fijado estocásticamente para el ser humano, para la inteligencia. Muchas
producciones en materia científicotécnica, que se han desarrollado en el marco de la
necesidad de la guerra por parte de los principales imperios, no se han promovido y
334

socializado (incorporado como soluciones productivas en la esfera económica: ser
desplegadas comercialmente), por cuanto no han sido rentables para el capital; esa es una
contratendencia histórica fatal, medida a partir de la necesidad de integrar todo esfuerzo
intelectual hacia lograr el máximo desarrollo de las fuerzas productivas que catapulten al ser
humano hacia la cumbre auténtica, de la verdadera civilización: abarcar la materia con la
mirada. Frente al desahucio del capitalismo, la confrontación de parte del pensamiento es: que
una civilización está en auge, cuando florecen en el seno de la sociedad las artes, la “cultura”,
las ideas, no la guerra, la violencia, la barbarie (el desarrollo de las fuerzas productivas
condujo a la fractura y enfrentamiento social –base, presupuesto de su progreso-; y, el mismo
desarrollo clausura dicha antinomización 518 ). Pero: ¿qué tipo de ideas deben enseñorearse en
el interior o como efecto de una civilización de orden superior –o para ser tal- en la
humanidad, en su orden? La historia está en lo alto, en el momento en que estas ideas se
hallan revestidas de racionalidad seria, frugal, rigurosa; una vez que el ser humano en
conjunto busca la verdad como comprensión subjetiva de su realidad y de su entorno, de
modo que ésta la ubica, la centra y le induce hacia el encuentro con el sentido de su vida, al
cual se somete conscientemente. En el escenario se colocan siempre los dos heraldos (Newton
y Casanova): la racionalidad y la emocionalidad; el primero fue secundario, accesorio,
mientras el ser humano establecía su ser antropológico (antropofísico); la segunda se torna
trivial, cuando el ser humano ha madurado a través del curso de la historia, en el momento en
el que pone el objetivo superior a su vida y una vez que toma la decisión se conducirla,
superando las supercherías, las distracciones inoportunas de la esfera afectiva, artística,
sensitiva.
En disputa: la ruta seria, con sentido, para la especie.
El punto de vista filosófico fundamental, en lo concerniente al carácter de la vida
humana, de por medio su sentido interesado y coyuntural inmanente, viene dado por el flanco
conceptual abierto por la componente ideológica de la civilización Occidental (las otras
“culturas”, de suyo detentan índole perceptiva mítica, hedónica, ilusoria, retórica, farragosa;
en realidad, a estos sectores no les interesa el futuro humano en perspectiva racional o a éste,
lo asumen metamaterialmente impuesto). El discurso oficial del stablishment, en efecto,
presupone la noción axiomática sobre el devenir de la existencia racional, en cuanto simple
decurso progresivo espontáneo, desplegándose de modo darwiniano, en el marco normal de
estructuras sociales naturalizadas: “el reino animal del espíritu” (Hegel). Dicho argumento
aparece en la perspectiva teórica histórico-dialéctica, apropiadamente enderezado mediante la
intervención en él, del supuesto proveniente de la figuración: el instalarse de la mente, en el
futuro; inferencia en la que se dibujan rasgos del “ser” que está destinado necesariamente a
existir, en calidad de componentes lógicos de la hipótesis sobre el sistema del universo
material y espiritual de la totalidad humana desarrollada a plenitud. En el sendero, el
capitalismo es advertido como una etapa particular “para sí”, de la historia; mientras que
Oriente, bien se ve, es una forma de divertimento que acompaña, que pone el ritmo: “es la
alegría del hogar”, del sacrificado trabajo emprendedor.
Occidente, de modo desembozado ha considerado a los pueblos originarios,
indistintamente en el planeta, en cuanto subconjuntos humanos protoracionales, a los que
debía (debe todavía: el evangelismo prepotente) llevarse la letra y/o la Palabra de Dios (como
tautológicamente se sabe, la misión autoimpuesta fue y sigue siendo predicar el Evangelio:
forjar las condiciones subjetivas para perennizar la ignorancia, mantener la sumisión y ejercer
el despojo en pleno siglo XXI). En el otro lado, sorprende la ligereza con la que los teóricos
doctrinarios de estos pueblos critican al capitalismo (a la ilustración, al iluminismo, a la
modernidad: proyecto promisorio y de racionalidad, positivismo –método científico de raíz
cartesiana-, racionalidad tecnológica unidimensional, alienación del trabajo, explotación,
518
“¡No nos quebremos la cabeza con los problemas de los siglos venideros! Esto no constituye una graciosa
huida ante las dificultades del marxismo, que es, por el contrario, un llamado a regresar a un modo de pensar
correcto”. La humanidad ingresaría en la zona de “equilibrio estático”. Las nuevas relaciones humanas “… se
transformarían sin lucha de clases, y sólo por medio de la actividad social consciente, con el cual alcanzarían un
nivel adecuado de estabilidad solidaria, entonces se niega el desarrollo social” (Adler, Max. La concepción del
estado en el marxismo; México, 1982). En realidad, los presupuestos para la regencia de una norma de
“equilibrio dinámico”, vendrían puestos por la alta racionalidad, por cuanto la nueva necesidad motor de la
dinamia sería el prurito consciente de acceder al conocimiento completo, mediatizado ontológicamente por la
antinomia ser/conocer.
335

acumulación de riqueza y sobreuso de la naturaleza, y asimetría social) desde el plano de la
irracionalidad y sin beneficio de inventario; y, los “objetos” del análisis reivindicativo: los
“pueblos originarios”, hacen mutis por el foro respecto del fenómeno de su real integración en
el sistema que recusan, paralelo al de sus mentores (cuñas del mismo palo), proceso en el cual
han llegado a tener “conciencia de sí” como efecto del uso de la nocionalidad lógica de
Occidente, que éste ha puesto a disposición de dichos sectores. En verdad, el nivel de
conciencia “para sí” conquistado por los sometidos, ha sido posible precisamente por
comparación de status con los agresores como efecto de haberse formado en su seno, con las
armas subjetivas recogidas en él y dirigidas en su contra; de no ser por el propio sistema
impugnado, los pueblos afectados andarían por ahí, en el hedonismo, pesantez, infantilidad:
en el marasmo, el mismo que se pretende reinstaurar (en realidad, el capitalismo transformó la
historia “para bien y para mal”, extrayéndole al género de las cavernas, del circo romano y de
las catedrales góticas).
El rasgo de mayor delesnabilidad de esta última conducta (de los sujetos de la
“conspiración” en contra de la concepción civilizatoria lineal, ascensional de la historia: los
pueblos antieuropeos y antianglozajones), es que muchos de ellos, a cuenta de defender la
naturaleza per se, de rechazar el carácter neoimperialista, de promover una forma de
reproducción estacionaria simplemente hedónica para ellos y para la especie (“buen vivir”:
bicicleta, vegetarianismo, cosmovisión mítica oriental, respeto a ultranza y armonía al y con
el entorno natural: pacer sobre recursos naturales inmensos, conducta que devela
desconocimiento sobre el papel que las fuerzas productivas desempeñan en el desarrollo y
función de la conciencia: del “imaginario”, como cobera, folclóricamente suelen decir 519 ), de
reivindicar la soberanía, la pureza y la descolonización definitiva de su “cultura”, asumen
poses de prepotencia burda, de insensata oposición y bloqueo a toda acción de progreso
concebida y ejecutada en perspectiva neoprometeica (la cual, es cierto que todavía es
funcional al capital, pero que luego habrá de servir de base para el despliegue de la verdadera
historia: el desarrollo equitativo, anti entrópico, solidario, multifacético y libérrimo de la
humanidad, rumbo al grado absoluto de hominización, del nivel máximo de civilización). En
el citado grupo sectorial de la humanidad, no se advierte que en ausencia de base material (el
sistema automatizado de producción) el futuro de la especie está embargado; que la
proyección sustantiva del género, carente de acumulación previa, en realidad: es tan sólo una
ficción (puesto que el fundamento instrumental del mundo nuevo, únicamente es dable
conseguirlo en el interior de marcos contradictorios de vida) y que la existencia puede
retrotraerse a la condición, tan sólo de patrón hedonista animal, cíclico instintivo, del
“curare”, de los chamanes, de la reiteridad emotiva de generación en generación, en el que el
proceso de reproducción material, nada más se afinque en formas de trabajo arcaico 520 .
519
La manía torpe actual, por lo general, entre quienes plantean que “otro mundo es posible”, es recusar todo
tipo de desarrollo moderno (de la ciencia y de la técnica y de las fuerzas productivas en concreto), inculpando, in
abstracto, de sus secuelas negativas para la especie en la coyuntura a esa forma de ofrecer mecanismos de
atención a necesidades y de solución a problemas, esto es, negando esa condición necesaria y planteado como
política central el retorno al pasado: al “valor de uso”, a la bicicleta, al rescate de las tecnologías arcaicas en la
construcción, al vegetarianismo, a los modos de vida “ecologistas” de los pueblos primitivos, a la medicina
ancestral, etc. La telefonía celular, Internet, la teleconferencia y otras formas análogas de comunicación
instantánea o virtual en tiempo real, se encuentran otorgando parcial razón (y lo que no ven los neofolclóricos) a
la bicicleta frente al automóvil, al barco, al jet (pero no se olvide que estos productos de la ciencia y de la técnica
–fuerzas productivas específicas, strictu sensu- ya han jugado su papel en el proceso progresivo de
hominización), en la medida en que ya no se requiere de la presencia física de los individuos para hacer
negocios, de las personas para dictar clases, o del recurso humano para realizar lobbying gerencial, etc.,
precisamente como efecto del influjo presupuesto de dichos aparatos en el desarrollo criterial, operativo y físico
de los procesos humanos.
520
Descubrimiento de América: “La llegada de los primeros ladrones” (dixit E. Galeano). Pero los
conquistadores europeos (sobre todo ingleses) cuentan con sobrados argumentos justificatorios, para probar su
“inocencia”, para desvirtuar su acción criminal de conquista (incluso puede suponerse que no es disparatada su
actitud); lo tienen y lo blanden, tanto los nórdicos como los españoles y otros similares, pues, sostienen que antes
de la conquista del Norte, Centro y Sur América, en este continente habían pueblos conquistadores, que
despojaban y abusaban de otros pueblos, tales como los Incas, por ejemplo; que al conquistar a los
conquistadores, estaban haciendo ni más ni menos lo que ellos habían hecho, por tanto, no había razón moral
para la increpación, pues, sus impugnadores –según ellos- tenían también “rabo de paja”. En efecto, la fase de
conquista, tiene determinaciones histórico-reales, incluso naturales, que cubren los episodios con matices que les
dan el carácter de ser hechos en sí, de desarrollo espontáneo y necesario de la especie, del mismo modo como las
fieras en la selva amplían su territorio desplazando a otras. No obstante, la conquista y colonización no
solamente fue un proceso de desplazamiento y despojo (de ser así, los afectados: o se habrían desplazado a otras
336

La significación meritoria, en materia cognitiva, por ejemplo: de las colectividades
amerindias, ha quedado codificada en la doxa relacionada con ámbitos cosmogónicos y
filosóficos; los primeros responden a la producción de saberes mediatizados por exigencias de
la formación de conductas que guarden coherencia con el carácter estacional de la agricultura,
mientras que los segundos se han generado en la propia base “social”, como componente
articulador, de apuntalamiento simbólico del grupo. No obstante, para abordar de modo
auténtico la realidad y la posición subjetiva, tanto como la práctica: la praxis, de los pueblos
amerindios (y de los que componen el bloque de la cosmovisión Oriental, en general), en la
línea de la conducta de la intelligentzia que ha asumido su representación y que prevé insertar
el proceso de su realización en el interior del proyecto antropológico de dichos grupos, debe
operarse en uno de los tres frentes: 1) optar por renunciamientos drásticos civilizatorios
(despreciar el kit de instrumentos producidos por el ser humano in abstracto) y “culturales”
(suma de comportamientos humanos: económicos, ideológicos, políticos), 2) empezar de cero
el levantamiento del propio sistema de vida: de percepción (Hegel dice: “lo que existe es la
idea”), o, 3) recuperar sus nociones y representaciones, instrumentos cognoscitivos y
procederes propios, autóctonos (en verdad, resulta difícil referirse a ellos, puesto que es con el
universo de la percepción y las nociones de otro conjunto humano, como se los mira –y como
también ellos se autoreferencian-, lo cual es ilegítimo, puesto que se asevera que dichos
subconjuntos humanos ostentan diferencia absoluta con Occidente, sin embargo de que todos:
unos y otros, pertenecen al género homo, a la especie sapiens –mono que piensa-, por tanto,
poseen una sola identidad de carácter ontológica superior: ser portadores de la sobreestructura
cerebral neocortical –inteligencia: sistema neuronal de la asociación o pensamiento-, se
mueven necesariamente en la misma Tierra (con varios ecosistemas, es obvio), y realizan
similares procesos de sobrevivencia. Sólo entonces se puede presuponer originalidad, sostener
que se tiene en la mente preparada una política de cambio, al margen del paradigma
eurocentrista u Occidental en general, sea convencional (ortodoxo) o marxista.
En el proceder de renuncia a la “cultura” y “civilización” occidentales, debe abdicarse
del lenguaje, de la conceptualización, de los métodos e instrumentos exógenos (incluso de la
vestimenta, de los productos tecnológicos); la maniobra de recuperación de los substratos de
la producción propia, espera hacerlo con el lenguaje, la cosmovisión, los procedimientos e
instrumentos endógenos (no obstante, los mismos en la zona de la especulación filosófica
Oriental amerindia son simples, no adecuados para avanzar en una perspectiva paralela a
Occidente, por cuenta propia: allá no se sabe cuál es el Norte de su vida, tampoco se lo busca,
y ni remotamente se conoce el cómo –no se puede considerar la figuración mitológica como
expresión de sentido del ser: el arsenal de realidades metamateriales-; curiosamente, también
en ese frente especulativo es donde cabe la presunción alegórica de la “mano invisible” del
abstruso constructivismo: “se hace camino al andar”; este adefesio subjetivo-comportamental,
que carece de experiencia e ideación previas, está impedido de ser consejero). Diseñar todo
desde un principio, haciendo abstracción a Occidente: su cosmovisión, sus métodos de
conocimiento, la técnica, su semiótica, a fin de quedar al margen de la determinación del
capital, del positivismo, de la técnica y de su correlativa creencia sobre el destino humano,
que es resultado de la conceptualización eurocentrista inherente, es una labor ímproba (en
algunas neocolonias su dirigentes incurren en dicho desatino: principalizan la política de
desarrollo tecnológico propio por sobre la de transferencia, adaptación, desarrollo de
tecnología). Pretender marchar por las rutas ortodoxas de la tradición, en cambio, presenta la
dificultad, de que ese modelo paradigmático saludable en un momento, hoy se halla en su
frontera, se ha agotado debido: 1) a que la humanidad ha ingresado en una nueva etapa
histórica de su existencia y, 2) que no solamente que ha emergido el paradigma en coherencia,
zonas o habrían muerto de hambre), sino que se sometió a la explotación directa a la fuerza de trabajo, ya sea en
su forma esclava o en la servil, amén de la expropiación de los recursos naturales a quienes tenían más derecho
por “haber llegado primeros”, por ser seres autóctonos; este es el quid: sobreexplotaron la fuerza de trabajo
mediante coerción extraeconómica (aquí se expolió, envileció, degradó al ser humano). La desunión de los
pueblos amerindios condujo al éxito de la empresa de los conquistadores; hecho coyuntural nefasto que, en
suma, constituye el triunfo de la historia: del flujo prometeico, del mecanismo de precautelación y vigencia de la
especie, al crear las condiciones para que se produzca el vertical ascenso en la esfera de producción de
conocimiento y del sistema de control de las leyes naturales que podían (aún pueden) frustrar la marcha de la
razón. En suma, el cruento proceso histórico ha sido, es, está siendo de inserción de todos los pueblos en el
estuario humano: en aquel rumbo unidimensional y necesario (subsunción absoluta de todas las formas posibles
de trabajo al capital), en el que cada subconjunto “social” empuja el proceso en su sentido eficiente.
337

sino que el género ha avanzado mucho por esa ruta, demostrando la superioridad “de lo
instrumental”, habiendo dejado muy atrás a las formas alternativas de praxis humana (los
sabios señores mayas jamás penetraron en el microcosmos de la materia: les faltó Lewenhook
–el microscopio).
La episteme Occidental, se halla precisándose y ha rebasado con mucho dichas
“intuiciones” (la “soberbia del positivismo”: es también rasgo de carácter y preocupación por
maximizar el uso del “recurso” vida). Para la ciencia cosmofilosófica en sentido moderno, la
realidad es cíclica, se expresa simbólicamente como círculos o según patrones gaussianos; se
considera que cada ciclo u onda al concluir crea las condiciones para se dé el inicio de un
nuevo ciclo u onda superiores; se puede representar este comportamiento también como una
función lineal progresiva: de lo inferior a lo superior, que se lleva a cabo en el interior de una
onda o ciclo mayor, que se corresponde con el movimiento cónico regular del Universo 521 .
Las ondas cósmicas deben ser repetitivas y eternas (movimiento pulsátil, de acordeón –C.
Sagan-; círculo cerrado de eslabones) 522 ; en su seno ocurren los procesos encadenados ya
conocidos: vida preracional, racional, postracional; formas humanas preclasistas, clasistas,
postclasistas; premodernidad, modernidad, postmodernidad; años, estaciones, días; fases de
los modos de producción, hegemones; nacimiento, crecimiento, multiplicación, muerte. En la
coyuntura, las crisis, los problemas ambientales, los conflictos civilizatorios, es normal sean
advertidos como eventos propiciadores del paso obligado, que debe dar la humanidad para
acceder forzosamente a una nueva etapa en sentido socio-político y tecnológico (los
“esotéricos” piensan de ese modo, y se hallan –paradójicamente- más cerca de la verdad) 523 .
Empero, en la humanidad no va a producirse “salto cuántico” alguno, ingreso intempestivo a
otra dimensión (“realidad invadida por la magia”), conversión de los humanos en “seres de
luz” o cambio súbito de psicología de maldad a bondad 524 ; mas bien, la humanidad puede, una
521
Hay varias hipótesis (llamadas “teorías”) sobre la estructura y operación del Universo. De entre éstas, la que
más ha ganado popularidad es la del Big Bang, Big Crunch, Big Rip. Naturalmente, ésta se presta para que se
filtre en el ella, la ideología (mitología) relativa al comienzo del Universo a partir de la nada (inestabilidad,
fluctuación en alto vacío –Allan Guth) y retorno a ella. La hipótesis más plausible, dado que concuerda con el
principio materialista de que la Materia es eterna (V. I. U. Lenin), es la que propone el “funcionamiento
pulsátil”, de acordeón (corazón material: sístoles y diástoles –Carl Sagan), por la que el Universo es un “fuego
que lentamente se enciende y lentamente se apaga” (Heráclito) de modo cíclico. Este trabajo, adhiere a este
último postulado.
522
En Física Teórica se presentan “fallas lógicas de composición”; ocurre en la propia “teoría de la relatividad
del tiempo en el Universo” de raíz einsteiniana (sobre la que se dice que ha sido comprobada con el experimento
de los relojes) o los posibles “viajes en el tiempo” (la “máquina del tiempo”) de Hawking (el mismo título de
uno de sus libros: “Historia del tiempo”, es ya una aberración teórica: 1.- la historia es solamente para la
conciencia; 2.- el tiempo no es más que la refiguración nocional de la ontología verdadera: el movimiento –de
los procesos, de la vida). Con pasmoso convencimiento se dice que en la Gran Explosión se creó la matera, el
tiempo y el espacio de modo simultáneo; empero, en el Big Bang no se crea materia, tiempo, espacio (materia y
movimiento preexisten); dicha noción ontogénica solo cobra sentido en la cabeza de los cuánticos que creen que
los “agujeros de gusano” pueden devolverles al pasado, para lo que han construido la figura postespeculativa de
la “paradoja del abuelo” (si voy al pasado y mato a mi abuelo, jamás yo nacería; la solución salomónica, es que
un primo mío vaya también al pasado e impida que el abuelo muera y yo de todos modos nazca; en realidad, en
manos de estos personajes la realidad se vuelve producto del divertimento, de la voluntad, del “conocimiento”,
de la estrategia, de la técnica; sin embargo, a partir del pensamiento de la física real, ha sido dicho que no es
posible –ni práctico- ir al pasado porque si se lo cambia no habría el tipo de presente que especula (si alguien
desea ira al pasado, para que sea posible deben todos los procesos del Universo en bloque hacerlo, no solamente
el caso particular –aquí caben hacerse miles de objeciones, como ocurre con la discusión religiosa), tampoco es
dable ir al futuro, porque éste no existe). En verdad, siempre hubo materia y movimiento (puesto que no puede
existir materia sin movimiento o movimiento sin materia; los energetistas dicen, es obvio y con similar
virulencia, lo contrario: todo es energía y sólo energía), pues, el modo de ser cíclico de la materia es el que crea y
concluye universos. La teoría sobre el “Universo de acordeón” es la que lógicamente se acerca más a
representarse el modo de ser objetivo cíclico-procesal de la materia. Las expresiones que quedan expuesta, si es
que hay notificación sobre ellas, desde luego, parecerán ser alevosas, sin fundamento, pretensiosas (discutir a los
genios mundiales, de todos los tiempos, de la física, con fines de protagonismo, se pensará); no obstante, el
futuro se pronunciará sobre ellas.
523
Por supuesto, este es el planteamiento dialéctico. En verdad, la idea del positivismo oficial es la siguiente:
Dios, nada, información, energía, materia (Universo, vida)-(vida, Universo), materia, energía, información, nada,
Dios (Dios de la nada produce el software, este da lugar a la energía, esta se condensa y deviene en materia y
viceversa); esto es, la concepción idealista-cuántica (de la que no está muy lejos la panteísta de la Pacha Mama y
la del Yin y el Yang): el idealismo de la Física Cuántica, que se contradice, puesto que de todos modos la
indeterminación aquí aparece muy ordenada.
524
Como se sabe en Psicología materialista, la índole de los rasgos de carácter de un sujeto se define a partir de
las condiciones materiales de la reproducción de su vida; en efecto, cuando una persona es pobre se vuelve
338

vez resuelto el problema de la propiedad privada del sistema automatizado de producción,
sumirse en una larga etapa hedónica al verse financiada (reproducción regalada, sin coste, no
reembolsable) la vida por las máquinas (mientras no aparezca el oportuno Moisés con la
“tablas de la Ley”, que saque del fango del hedonismo concupiscente y el nuevo ser humano
se eleve como el “Ave Fénix” hacia las pléyades del desarrollo espiritual).
Carlos Marx ha sido la única “unidad de inteligencia” hasta hoy en el planeta, en poner
la subjetividad a la par con el proceso integral de la historia; sólo Marx alcanzó el nivel de
conciencia completa; únicamente Marx entendió el movimiento total de la materia por propia
cuenta –aspecto que ha sido subestimado por tirios y troyanos, y el que aquí se magnifica de
modo servilmente apologético- (por desgracia, el brillante Isaac Newton ingreso en escena
histórica con demasiada premura, no obstante coadyuvó en la formación de las bases teóricas
para su elucidación; el gran Darwin, en cambio, se ocupó de una rama particular del “objeto
filosófico” del conocimiento, pero su aporte fue extraordinario; mientras que la brillantez de
C. Sagan no alcanza esa dimensión); Marx: el legendario “filósofo social y político
revolucionario” hace 155 años, en 1857, adquirió la comprensión de la naturaleza del ser
humano y el papel que éste juega en el cosmos, así como la índole de la materia en cuanto
tal 525 :
1. Entendió la ontogenia y filogenia de la conciencia en el trabajo colectivo (La ideología
alemana);
2. comprendió el funcionamiento, la misión y la conclusión del capitalismo: a) plusvalía
(lucha de clases, revolución), b) crear la base material del mundo nuevo, c) cuando
desarrolle la automatización completa, en su orden;
3. concibió el fenómeno próximo a darse (2050: Moravce 526 , Wallerstein 527 ,…) de
abstracción del trabajo con la robotización, hecho que “coincide” con el fin del
capitalismo y de toda la larga formación clasista de la humanidad;
4. predijo que el ser humano, con el traspaso del trabajo a las máquinas (al trabajo
pasado, científicotécnicamente objetivado), se dedica a aprovechar de los outputs de
ese modo obtenidos (forma humana futura en la que rige la categoría “´valor´ de
usufructo”);
5. anticipó que el ser humano se ocupa luego, de conocer y controlar a y la naturaleza,
respectivamente (¿qué significa esta tesis de Marx, sino el enunciado epistémico del
acto de autoconversión histórica del ser humano supradesarrollado en “Dios”? 528 );
6. postuló (reafirmó) que la materia ni se crea ni se destruye, solamente se transforma en
humilde, insegura, en exceso respetuosa y temerosa; una vez que se atraviesa una situación superavitaria, en
cambio, se vuelve segura, prepotente, aspaventosa.
525
Engels se dedicó al trabajo político y a completar la obra teoría de Marx; Lenin se ocupó de estudiar el
capitalismo en su fase concreta, a diseñar la estrategia revolucionaria y a conducir la revolución; y, Stalin se
volcó a forjar el socialismo, por lo que ni uno ni otro pudieron proyectar su mirada como lo hizo Marx.
526
Dado que la eficacia de las “contratendencias dilatorias” (aumento del grado de explotación del trabajo,
reducción del salario por debajo de su valor, abaratamiento de los elementos que forman el capital constante, la
superpoblación relativa, el comercio exterior, el aumento del capital por acciones, las trincheras de “sociedad
civil”: la política económica keynesiana) se ha desvanecido, el razonamiento de Moravce (llega un momento en
que por la competencia los empresarios se ven impelidos a invertir unas ganancias cada vez más reducidas en el
desarrollo técnico, hasta que el proceso ya no rinde beneficio y desparece todo interés por el negocio) coincide
con el de Grossmann (el esquema de reproducción capitalista, según la ley de la tendencia decreciente de la tasa
de ganancia, en el año 35 se torna negativo) y se hace realidad.
527
“El sistema-mundo capitalista está herido de muerte aunque no sea más que porque siendo un sistema que
necesita de una expansión espacial constante, ha alcanzado sus límites una vez que se ha hecho coextensivo con
el mundo” (Tortosa, José. El “desarrollo” desde el enfoque de los sistemas-mundo; ILDIS, Quito, 1998).
528
Ahora bien, la verdadera conquista del Universo le compete hacer a la humanidad comunista, por tanto:
¡jamás a la capitalista! Imagínese a la Thatcher, a Reagan, a Bush, a Cheney, a Rumsfeld, a la Risse, a
Netanyahu, a Cameron, a Berlusconi, a Sarkozy, descendiendo de una cápsula espacial en un planeta en el que su
población sapiens se halle en la etapa de la comunidad primitiva (entre el marxismo, por lo menos se está de
acuerdo en que esta fase atravesaron todos los pueblos en el planeta tierra; en efecto, todos los pueblos
primitivos usaron la piedra como recurso natural, sobre todo en la construcción): las citadas bestias y similares,
inmediatamente procederían a despojar a los habitantes , a convertir en propiedad privada objetos e instrumentos
de producción y a la gente, en esclavos. Por fortuna, si el desarrollo superior de las fuerzas productivas le
permitiese a un pueblo extraterrestre visitar la Tierra, el mismo actuaría de modo racional, puesto que
necesariamente debe hallarse en el “régimen democovivencial” (se quiere decir, debe haber superado el carácter
real clasista de su vida, la política, la ideología mítica religiosa luterana, habrá dejado atrás también el trabajo
como actividad de sustento, tanto como la megalomanía, la soberbia, el hedonismo).
339

forma cíclica progresiva, en espiral; y,
7. reivindicó (ratificó) el axioma de que la materia no tiene principio ni fin: que ella es
eterna.
Estos siete argumentos los expone Marx sobre todo en su monumental obra Los
grundrisse (Elementos fundamentales para la crítica de la economía política 1857-
58 -borrador), trabajo al que Marx consideraba como el que contenía todos sus puntos de
vista concebidos en forma científica, con el que se sentía satisfecho (dixit Martín Nicolaus: El
Marx desconocido).
Para realizar de modo completo el citado programa del ser humano, éste se sirve de un
instrumento especial: el lenguaje; y, desgraciadamente (en enero del 2012, finalmente Fidel
Castro lo ha admitido), el lenguaje de mayor desarrollo, versátil y eficaz, que permite
“agregación permanente de valor” a la conciencia, es el Inglés. El lenguaje resiste solamente
análisis mecanicista ortodoxo marxista sencillo, esto es, muy bien puede darse cuenta
compresiva suficiente de él, mediante el “recurso” a las categorías clásicas fundantes (a la
doctrina) del Materialismo Histórico (abominación para el señor Max Weber): base
(estructura económica), superestructura y formas de conciencia social (y modo de vida; o sea,
totalidad o sistema). En ese sentido, el lenguaje puede ser visto en cuanto concreción por sí
mismo y en su frente propio (instrumento que abarca la completa realización espiritual del ser
humano: determinaciones formales y de contenido 529 ). El lenguaje es un instrumento de
producción (“… nace con los apremios del intercambio…” –La ideología alemana: Marx-
Engels), luego, integra, aunque de modo singular, el arsenal de las fuerzas productivas (no
cambia con el cambio de modo de producción, pero evoluciona de manera permanente con el
progreso de las necesidades, de la ciencia y de la técnica); en cuanto necesariamente es el
continente de un contenido (incluso el artístico; el arte es un lenguaje): encierra las formas de
conciencia social y sólo ellas (conocimiento del mundo, formas de ser y operar); no obstante,
también el lenguaje sigue reglas y es medio de operación permanente de la conciencia: sirve
para pensar y para actuar, para ser en el mundo: es una institución, una superestructura; pero a
la vez está presente en la operación cotidiana del individuo, de la familia (institución clasista
cada vez venida a menos en correspondencia con la descomposición del sistema), del grupo,
del género: las “prácticas significantes” (ideologías teórica y práctica –psicologías individual
y colectiva), el modo de vida.
… lo que el psicoanálisis descubre de esta manera, es que el lenguaje, lejos de ser un
"instrumento", de comunicación, o de lo que sea, es un "hábitat" que nos
determina… 530 .
El ser humano habita el lenguaje como podríamos decir que habita las relaciones de
producción, más actuado que actor, sin comprender las determinaciones que lo rigen.
El lenguaje no es un instrumento que vendría a dar expresión a una idea, es decir, a un
concepto, a algún significado, previo. Los significados, las ideas, son generados,
producidos, por el lenguaje 531 .
Contrario sensu, en el lenguaje, el sentido racional que encierra: su contenido, es el
“universo que determina”, no su carácter formal particular (en efecto, para los informáticos, el
lenguaje es una convención de símbolos portadora de información).
Los antropólogos puristas, en estrecho maridaje con los autodenominados “pueblos
originarios”, que quieren dividir aguas con Europa y con el pensamiento dominante en el
planeta, en general, que declaran la intención de actuar por propia cuenta en consuno con
dichas “subculturas comunitarias” (dixit M. Castells), que a consecuencia rechazan el saber de
Occidente (no obstante, se insiste, de que las críticas y deseos se la realiza y formula en su
orden, a partir de la formación y del conjunto de medios y mecanismos de análisis de
Occidente –“préstamo cultural”; Boas) ya se hallan prejuiciados en contra y en pro de los
529 Simplemente continente (con “marcas formales de clase” -dixit Agustín Cueva) de un contenido. La
traducción simultánea es la forma de conspiración de la tecnología contra los políglotas presumidos, por (su
naturaleza) lo general: abúlicos del poder; también equipara a los individuos.
530 Sauval, Michel. Ciencia, psicoanálisis y postmodernismo; Segunda parte: La ciencia y la verdad, 1998.
531 Eli Diner, en: Arte Factos; Psicoanálisis y marxismo: ¿un diálogo imposible?
340

paradigmas en disputa; ahora bien, en el escenario dado, no les queda más, que actuar a favor
de los pueblos diferentes a Occidente, a partir de la formación greco-anglosajona o del
marxismo, en una dirección que no ha sido dada como proyección natural gnoseológica
resultante de la praxis de los pueblos originarios y de su abstracción consiguiente; además,
como en toda sectorialidad humana (nación) la forma de ser propia se la cataloga como la
válida, la acción que de esa autosugestión se deriva, es la conducente hacia la negación de los
otros procederes, expresada en el forcejeo por imponer una nueva forma de
unidimensionalidad: el capital ha destruido la naturaleza, ha generado pobreza, el desencanto
de la racionalidad científica, etc., mientras que los pueblos originarios viven en armonía con
su entorno. Ahora bien, si se mira con atención el pensamiento gestado históricamente por la
especie en torno del ser, mutatis mutandis, se pueden identificar tres paradigmas: el Oriental
(musulmán, judaico, hinduista, maya, andino), el capitalista y el marxista. ¿En cuál de ellos se
halla comprehendido el sentido de y para la existencia inteligente? (la pregunta por sí misma
encierra una toma de posición: ella necesariamente conduce a la mente hacia terrenos
teleológicos). Deben evaluarse los tres argumentos frente a ese objetivo (pregunta), para estar
en condiciones de realizar la deconstrucción de paradigmas (probablemente con esta
conducta, sea posible rebasar el etnocentrismo y no caer en el “relativismo cultural”, en la
perspectiva de Todorov: Nosotros y los otros 532 ).
La forma burguesa de reproducción humana constituye simplemente una etapa
histórica en el interior de la trama general del devenir social, la cual concluye una vez
cumplida su misión: producir la base material del mundo nuevo; el capitalismo, además, ha
propiciado la integración de los pueblos mediante la formación de un mercado y proceso de
producción hemisféricos (ha concentrado la masa gris, potenciándola); sin embargo, por ser
tan sólo un momento en el eje de la vida, su horizonte se cierra una vez que ha agotado todas
las fuerzas que residen en sí; luego, en su substancia: no queda “visión de futuro” alguno para
la especie. La forma de existencia Oriental –se vuelve a hacer referencia-, es hedónica, lúdica,
mítica, de “cultura” simplemente sensible, en suma: representa el marco de vida de la
humanidad infante 533 . El marxismo formula la teoría racional-prometeica, la cual guía la
realización de la propiedad de la inteligencia mediante la que se supera políticamente la
antinomia interna a la especie: su escisión en clases (la división del trabajo, la propiedad de
los medios de producción), se abstrae el trabajo en la automatización, se conoce la naturaleza
y se la hace “para sí” (se alcanza a ser, el “ser absoluto”, en el interior del régimen
democovivencial –comunismo automatizado-; y, conduce de modo racional al final del
itinerario humano: potencia en acto del movimiento racional de la materia). En coherencia,
queda de pie, sólido, el marxismo. ¿Qué se debe hacer para seguir adelante con alguna
garantía inherente a la razón de la vida, al margen del exabrupto? Asumir la forma más
racional y axiológicamente promisoria, que puede dar el Norte a una conciencia: el marxismo
(la racionalidad desensibiliza al ser humano y le pone en la antesala del “Cielo”); éste llena de
contenido a la existencia: la vida para la justicia, la vida para conocer y controlar la naturaleza
(política y ciencia con los lenguajes de Occidente, con la forma de ver el mundo dialécticohistórico
y con sus métodos e instrumentos). Otra conducta, es desatinada.
Las maniobras personales de sobrevivencia (microeconomía) otorgan sentido,
entretienen a y la vida; los procesos supraindividuales (macroeconómicos): nacionales,
regionales, globales (geoeconómicopolíticos), distraen y confieren razón terrena, cotidiana a
la existencia en colectivo; las diferencias intragenéricas, la búsqueda de autonomía por los
pueblos y de su desarrollo, ocupan la mente, la someten como instrumento de programación y
acción (las aspiraciones de la humanidad: “objetivos del milenio”). ¿Cuál la “lógica” de la
compleja trama histórica? Si se cumplen o alcanzadas dichas metas, inmediatamente surge la
pregunta que se reitera como inquietud que viene del “infinito positivo” y que se pierde por el
532
Tras la elevación de la homosexualidad a hecho normal, está la ideología del relativismo (traslado del
enfoque cuasi científico einsteiniano de “relatividad” a la comprensión del “objeto social”; visión esta última,
predecesora de la de la “indeterminación” heisenbergiana, concretada en el discurso de la posmodernidad).
533
Los Mayas, los Incas y muchos otros subconjuntos humanos en el Planeta, se hallaban atravesando, al
momento de la conquista, el estadio infante de la civilización: la fase generalizada de la formación humana
esclavista; por tanto, jamás podían tener un grado de conciencia y desarrollo como el de Europa, quienes, por su
parte, se encontraban ya en la edad juvenil: en el sistema feudal y varios de ellos se enfilaban al capitalismo, por
lo cual sus fuerzas productivas (según la perspectiva de análisis, desde luego, abierta por el Materialismo
Histórico –J. Plejanov) habían alcanzado un nivel superior de progreso, el cual se refleja necesariamente en la
esfera espiritual (la ciencia positivista y la religión monoteísta antropomórfica).
341

“infinito negativo”: ¿y luego qué, qué y qué? Silencio en el frente objetivo del pensamiento;
parafernalia religiosa en el bloque de las metacreencias. A parte de las religiones que
consideran a la resurrección y a la reencarnación como la apertura frente al tope de la vida
(razones exoimpuestas para la persona), en el resto de la intelligentzia ni se interroga ni se
responde sobre tópicos de esa índole (no hay dilema o éste se lo “construye”). La sospecha
avanza hacia pensar, que se va a hacer real el concepto purista de inmanencia (conciencia
sensible): la satisfacción por haberse superado las desigualdades, atenuado la ignorancia
popular masiva en torno a unos cuantos tópicos de la estructura del saber sobre ciertos
órdenes del ser, se han erradicado las guerras y los actos de destrucción del entorno natural; se
ha alcanzado la satisfacción de necesidades materiales y espirituales; el ser humano vive en el
interior de la comunidad igualitaria, respetuosa, moral, libre, solidaria, artística, y esa
conquista es el marco eterno futuro. ¡Qué fastidio!: esa es una explicación incluso mezquina
respecto de la razón de ser de la inteligencia. ¿No se presenta en el panorama especulativo
otra forma mejor de vida futura por “construir” por parte del ser humano? Debería haberlo;
pero, de seguro que no sería optada por el ser humano actual, visto el tipo hegemónico de
conciencia. Por fortuna el único futuro honorable lo ha puesto la metadirección histórica (las
leyes evolutivas naturales, el desarrollo de las fuerzas productivas): el ser humano hará lo que
la propiedad de la inteligencia lo designe, esto es: representarse el mundo y en coherencia
actuar, y plantearse las futuras metas (“¿Estaba escrito?” ¡No! Pero esa ruta humana: “es
consecuencia de sus actos”) 534 .
La “ley de la población” se despega progresivamente de la sujeción a la que precede la
reproducción vegetativa natural de las especies. En cada sucesivo orden humano se relativiza
el imperio del comportamiento vegetativo natural, animal; las leyes sociales supeditan cada
vez más al orden natural, empezando por la comunidad primitiva hasta llegar al comunismo,
etapa en la que la planificación, como hecho regulatorio consciente, acota el quantum de
unidades de inteligencia”. Estas leyes y su subsecuente regularidad de población, son: 1)
Comunidad Primitiva: reproducción precaria igualitaria, sobre base de la propiedad común y
la cooperación simple, que estimula el crecimiento vegetativo y la protección de la vida; 2)
Esclavismo: reproducción escindida del grupo, con base en la propiedad privada de esclavos y
medios de producción, a través de la exacción del trabajo esclavo, sistema al que le interesa
los esclavos en edad de trabajar, por lo que defienden las vidas de los pueblos conquistados e
invadidos; 3) Feudalismo: reproducción diferenciada en colectivo, sustentada en la propiedad
privada de la tierra y en la explotación rentista del trabajo de los siervos de la gleba, el cual
estimula el incremento de los productores de rentas e impuestos; 4) Capitalismo: extracción
de plusvalía, enancada en la propiedad privada de los medios de producción, cuya norma de
regulación del comportamiento poblacional desemboca en la mantención del “ejército
industrial de reserva”; 5) Socialismo: desarrollo proporcional y planificado a través de la
propiedad social de los medios de producción, del trabajo obligatorio y de la distribución en
función del quantum de trabajo, lo cual conduce hacia la regulación racional del movimiento
poblacional; y, 6) Comunismo (o socialismo maduro): reproducción automatizada igualitaria
de la comunidad de pensamiento, sin trabajo humano y con la “cooperación” compleja de las
máquinas pensantes, sistema en el cual la abundancia de bienes, el descenso espontáneo de la
tasa de natalidad, la prolongación de la vida, permite la reproducción vegetativa por vías
planeadas artificiales, el pensamiento puesto en el objetivo superior.
Los principales actos de la historia moderna, son dos: la ruptura del movimiento
histórico natural por parte de un sector de la especie (Revolución de Octubre y experiencia
socialista de los primeros 30 años), y la continuidad maltrecha amenazante para la existencia
de la humanidad (para el sujeto de pensamiento, que debe modelar el movimiento futuro de la
534
Hoy es posible paladinamente sostener esta tesis: metahistoria, dado que ya hay argumentos que lo conforten.
Hasta hace poco, la iracunda objeción para ella, vendría de doble frente: la mitología religiosa y el subjetivismo
materialista. Teleologismo y antiteleologismo. La vida humana está dispuesta según orden, sentido, función y
meta, no a la manera de la vaticinidad religiosa: Dios lo dispuso todo; pero tampoco ella es una construcción
arbitraria entre opciones efecto de la lucha de clases (subjetivismo de la praxis); son las leyes de movimiento
progresivo de la materia las que crean un orden de carácter cuasi racional para el flujo de los hechos y
especialmente para la vida humana, y fenómeno parcialmente estocástico, que cierra la perspectiva
completamente abierta a varias posibilidades, tal como son inclinados a sostener los “libérrimos”
antroposociólogos postmodernos (una vez más, del caos sale el orden y se establece: Universo, naturaleza, vida
racional –logicidad-: período lítico, metalúrgico, maquinismo, automatización, inteligencia artificial; prehumano,
humano, posthumano). No hay razón ya, para seguir en Bizancio.
342

naturaleza), de las fuerzas del mercado. Los hechos han forjado la espada de Damocles global,
que pende amenazante sobre la testa de la especie toda. Petróleo, alimentos, agua: su demanda
se incrementará (50, 50 y 30%, respectivamente) para el 2030; se dispone de 18 años, en el
transcurso de los cuales procesar los obstáculos que con su abolición deben dar paso a
posturas racionales de uso, acceso y manejo de recursos (dixit Fidel Castro Rus); dicho
bloqueo es conocido: los restos de la clase capitalista mundial (el 1%: Wall Street, Tea Part,
las elites europeas y niponas, el sionismo) que sostienen el sistema: si no se los derrota, el
capitalismo muerto puede llevarse consigo al Averno a la humanidad sobre el caballo de la
inveterada guerra interimperialista atómica (disputa del mercado de oferta: petróleo, y del
mercado de demanda), la destrucción ecológica y la lucha fratricida por el agua (el acuífero de
Guaraní) y los alimentos. Los intereses nacionales ya no tienen fuerza; Brasil: “si tú tienes el
pulmón del mundo, no puedes hacer lo que te dé la gana con él”. Paradoja: disponiéndose de
tecnología para revertir las heridas infringidas sobre el cuerpo de la madre tierra por el
capitalismo, la clase capitalista y las empresas monopólicas concentradoras de riqueza; de
tecnología para reciclar las aguas servidas; de tecnología para incrementar la producción de
alimentos, el capital financiero, las multilaterales, el sistema de gobernanza (los halcones de
Washington) impiden que ese instrumento (la tecnología) y la racionalidad, se ocupen de
buena manera de garantizar la reproducción de la vida humana en curso. Nunca se dio una
situación igual para la humanidad como la actual; jamás el mundo estuvo ante la encrucijada:
saltar hacia el lado en que inicia el cumplimiento de la meta meta o lanzarse al precipicio. Si
no se resuelve la “cuestión política mundial”, no habrá otra revolución tecnológica, un nuevo
inicio de ciclo de inversión básica (“onda Kondratieff”; acciones de la voluntad –dilatorias-
contentivas del derrumbe).
A los movimientos revolucionarios marxistaleninistas, en la historia le han seguido
varios de tipo guerrillero en el planeta (Tupamaros en Argentina, Montoneros en Uruguay; M
19, FARC, EPL,… en Colombia; FMLN, en Salvador; Alfaro Vive Carajo, en Ecuador; con
mayor razón reformista: Movimiento Zapatista en México, -curdos, vascos, OLP-,…):
“democracia en armas”, “combinar todas las formas de lucha para llegar al poder”. En los
citados sectores actualmente se conviene que el proyecto armado ya no es el método para
llegar al poder, para hacer la revolución y subvertir las estructuras económicas, políticas e
ideológicas (punto de vista de la teoría civilizatoria); hoy la revolución tiene que ser
institucional: hay que levantar la bandera de la paz, de la “cultura” (sic), de la integración (la
integración más amplia: la Tricontinental –Asia, Africa, América Latina). Es justo este
esquema de pensamiento político; no obstante, en el mismo se desconoce la verdadera
progresión, que no es ese continuum (de por medio la ruptura: la Revolución de Octubre); se
inobserva la raíz, las razones tras de los hechos; en efecto, se piensa que el “nuevo modelo de
democracia” es derivación automática de la idea y pragmatización de la percepción: de las
revoluciones liberales radicales (modernización social, humanista, concluyente, pero más bien
hedónica), matizada con desarrollos teóricos de Gramsci (guerra de posición, bloque
histórico, hegemonía), de Habermas –neomarxistas- (dialogicidad moral intersubjetiva en el
seno de las instituciones políticas) y Echeverría (valor de uso y estética); no se plantea el
plano medial (la mediación), según el que la revolución socialista tomó la posta de la
revolución liberal, que aquella (Revolución de Octubre y socialismo de las primeras tres
décadas) cambió al mundo poniendo las condiciones para que la “revolución democráticoinstitucional”
en boga, dé la cara al mundo y sea el rumbo cierto de la historia (en el interior
de este neoescenario político, en el que el proletariado se ha impregnado en la humanidad
conspirativa toda, el partido comunista marxistaleninista debe: 1.- otorgarle racionalidad a su
lucha, 2.- eventualmente dirigir el movimiento y 3.- cooptar a los mejores dirigentes para
engrosar sus filas y continuar en la ofensiva 535 ).
El escenario socio-terráqueo sin intervención (autónomo de la historia) posible
diseñarse para el futuro, si se recoge la idea acerca de que el proletariado cambió
535
En la época imperialista y de las revoluciones proletarias: la revolución es el método para el cambio de
sistema; en la subfase neoimperialista, degenerativa (fase de descenso en la onda capitalista), la “revolución
democrático-institucional” se corresponde como método para completar el proceso revolucionario iniciado por el
proletariado clásico; coyuntura caracterizada por ser la época del predominio de la forma ficticia “dinero del
valor”, de automatización (de producción del sucedáneo humano, de cierre del desarrollo de las fuerzas
productivas), de cambio de frente de la “crisis”: ésta, ya no es el mecanismo periódico de progreso de la
modernidad, sino el síntoma de senilidad: el sistema burgués bien muere.
343

cualitativamente al mundo, el cual ha sido –a su vez- producto del ejercicio lógico de
proyección de las tendencias principales 536 , muestra el gran fresco de movimiento en el que se
enfrentan dos grandes fuerzas: el capital financiero que propende llevar al sistema más allá de
lo debido y el sujeto trinitario: subversivo/intelectual/ciudadano que cuestiona la aplicación
económica neoclásica y la formación social en general. La ley de la “tendencia decreciente de
la tasa de ganancia” (Marx-Lenin) y el “subconsumo” (Luxemburgo) por ahora se imponen de
consuno en los anillos “desarrollados” del sistema 537 ; la lucha política y la economía
alternativa, de análogo modo ganan concreción de forma paralela, en la configuración y
funcionamiento de la realidad en las zonas periféricas; son cuatro, luego, las contratendencias
reductoras, que tienen atenazada la garganta del sistema oficial. La resultante de la cruenta
aproximación de posiciones (occidentalización socialdemócrata), prohijada por el grueso de la
población (esta vez las elites han sido proscritas) cuestiona de modo radical el monopolio y
recupera la actividad empresarial y la mercantil, las cuales siguen siendo asumidas como las
mejores formas productiva y de cambio –en su orden- por la generaciones vivas, para mediar
la reproducción de la vida en la coyuntura; el fenómeno en su conjunto, sin embargo, no
aparece en la mente de la población como lo que es en realidad: transición caracterizada por el
completamiento de la automatización, el cual es el supuesto de las nuevas relaciones
humanas, que se empuja en la actitud keynesiana-kaleckiana de las sociedades neocoloniales.
El proceso de “occidentalización socialdemócrata” referido, por el cual se cree que va
la humanidad a partir de 1956 (real defección del socialismo soviético), puede parecer una
declaración retórica burda. Empero, la misma adquiere sentido, sólo si se pone al frente de la
mirada el objetivo final del proceso humano: la realización plena de la propiedad de la
inteligencia 538 . El citado proceso, es el más rico de la actualidad, juzgado desde el punto de
vista de la historia, evidentemente; el mismo expresa nítidamente el carácter “sabio” de la
naturaleza (expresión esta última, dicha en términos figurados, se aclara por si acaso) y el cual
no es comprendido ni por la derecha ni por la izquierda. Al tonto poder mundial: su deseo
constante de poder, de bienestar, hedónico, le hace que pierda contacto con la pura realidad y
no pueda ver que el recorrido del capital lleva a la mecanización absoluta, o sea, por propia
necesidad de la reproducción del capital el sistema cada vez más se convierte en el operador
de su salida como forma social, y de la del proletariado; la izquierda, puesto que en tal sector
se sigue creyendo que el desplazamiento al centro del proceso (occidentalización
socialdemócrata) es un ardid del poder para reprimir las contradicciones 539 . No se advierte
536
Desarrollo de la ciencia y de la técnica hacia la automatización completa; automatización hacia la caída de la
tasa de ganancia y al desempleo; desempleo hacia el subconsumo; imposibilidad de realización del producto
hacia la agudización de la crisis del capital financiero; crisis del capital ficticio hacia la desconexión;
desconexión hacia la formación de economías empresariales libres asociadas; de éste último punto hacia el
establecimiento cuasi sistémico de formas alternativas de reproducción (economía popular y solidaria: valor de
uso).
537
Rosita Luxemburgo dice que si en los esquemas de reproducción de Marx se incluye la formación de capital
fijo, el capitalismo “va al hueco” (catastrofismo). “El problema era que para llegar al derrumbe, Rosa creía
tener que sacrificar el Libro II de ´El Capital´ de Marx, cuyo diagrama de la reproducción ampliada no le
convencía en el terreno de la realidad. Ella le preguntaba al diagrama ´¿quiénes son los nuevos consumidores
para los cuales la producción tiene que ser ampliada?´, al hilo de los países consumidores no capitalistas, en
los que sostenía su teoría sobre el imperialismo. Pero al esquema de la reproducción ampliada de Marx le son
extrañas las teorías consumistas y subconsumistas, en la medida que el capitalismo no se mueve por el consumo
sino por la ganancia; siendo su límite de crecimiento el capital mismo, o sea no exógeno sino endógeno, no
cabía, en suma, obtener respuesta a una pregunta mal planteada” (M. Roca Monet: El pensamiento de Rosa
Luxemburg). Lamentablemente Rosita –igual que Lenin- no conoció Los grundrisse, esto es, el pensamiento
completo maduro de Marx expuesto en los borradores de El Capital, en los que se dice que la humanidad va al
fin del capitalismo como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas: el pasaje sobre las máquinas (la
robotización); en efecto, Rosa planteó como defecto del pensamiento de Marx este desconocimiento (Los
grundrisse fueron publicados recién en 1938 en la ex URSS, cuando Rosa y Vladimir Ilich habían muerto); sin
embargo para Marx: “el capitalismo es un modo de producción históricamente condicionado y, por lo tanto,
condenado a agotarse como consecuencia de sus propias contradicciones”.
538
En la dimensión de una vida humana se puede advertir con claridad el proceso de la existencia toda si se pone
como punto de referencia comprensivo el objetivo mayúsculo: el ser humano debe dejar hijos bien formados y
decesar, allí es donde adquieren sentido los estudios profesionales, el matrimonio, el trabajo, la procreación, la
conducción de la familia (la sabiduría, el liderazgo), la decadencia y la muerte; y, en las últimas etapas de la
vida, juventud y madurez (musculatura y conocimiento) se juntan y se controlan mutuamente.
539
Por mojigatería, compromiso o debido a sentimientos reales de temor, ese títere de la OTAN: Ban Ki Moon,
ha dicho estar insatisfecho con el carácter del macroindicador económico PIB, el cual –ha sostenido- no mide la
economía en general y los problemas medioambientales; ha manifestado que se necesita un nuevo paradigma del
344

que el ser humano, no solamente que debe rebasar el atavismo de clase, sino que tiene
también que avanzar en el proceso de desarrollo de la conciencia (reflejo presente, viviente,
de la realidad y, por tanto, efecto y objeto del movimiento de las fuerzas productivas), aspecto
este último, que es la verdadera esencia, lo fundamental en la vida humana, la determinación
de la historia, del movimiento del Universo: el sentido. El antes citado: el proceso natural, sin
sujeto consciente, del escenario humano en evolución, respecto del cual no se quiere decir,
que el mismo no sea susceptible de ser intervenido por una fuerza o un conjunto de ellas que
desplacen ordenadamente el proceso; ahora bien, este proceso tiene punto de llegada previo,
necesariamente signado: el régimen de la democovivencia.
En este documento se amplia bastante la categoría “subversivo”: lo integran el
proletariado clásico (sus restos), los guerrilleros, los “terroristas” y los teóricos marxistas
radicales militantes; del mismo modo se procede con la de “intelectuales”: lo conforman todos
quienes cuestionan al sistema (García Márquez, Saramago, Galeano, Chomsky, Petras,
Mailer, Pérez Esquivel, N. Klein, S. George, D. Guerrero, M. Zizek, M. Moore, E.
Golinger 540 , S. Hessel, R. Báez, los Economistas aterrados, J. Assange, J. Gestoso), los que se
hallan en los gobiernos progresistas, quienes proponen modelos de política alternativos al
neoconservador (Castro, Chávez, Lugo, Ortega, Morales, Fernández de K.); y, también se lo
hace con la categoría “ciudadanía” (en términos gramscianos y oficiales: “sociedad civil”): lo
componen los movimientos sociales (FSM), políticos, de las reivindicaciones sectoriales (de
género, ecologistas –Green Peace-, étnicos, Los Indignados) y la población descontenta
movilizada espontáneamente, “sin dirección” (sic), en rebeldía. No obstante, ninguna de las
fuerzas citadas tiene la capacidad suficiente para imponer su designio: el capital por haber
ingresado en la senda sin retorno de la “crisis”; el segundo, porque no tiene el carácter de
verdadero “sujeto histórico” modelado por la teoría revolucionaria, que pueda reeditar el
proceso seguido en Octubre de 1917 541 . En el teatro de operaciones el sujeto histórico del
cambio se muestra presente y activo; no obstante, en él le es dado actuar únicamente de
manera táctica, y en la misma línea procederán los “halcones de Washington”, puesto que
tampoco éstos pueden manipular el mundo a su libre antojo. Si los modelos de economía
alternativa, que con diversos nombres se instituyen en el planeta, los cuales ponen en disputa
el ámbito nocional sobre la sobrevivencia: efecto-garantía en materia de reproducción
biológica de la humanidad, contienen el germen del sistema de nuevos nexos “sociales” que
sustituyen al fundado sobre la propiedad, el mercado y la juridicidad positiva, si bien estos
esquemas proveen del cuerpo para la realización de la necesidad coyuntural de reproducción
vital y materializan los supuestos sedimentantes del nuevo paradigma discursivo de la
“construcción semántica de la libertad y autonomía” in abstracto, representan el bloqueo
histórico más artero: ralentizan el flujo civilizatorio, lo desvían por la ancha autopista del
hedonismo. Más que el fenómeno resultante del llamado “choque de civilizaciones”
luteranismo-islamismo (“guerra santa”) en el frente global determinante de los acaeceres, la
desarrollo fundamentado en tres pilares: desarrollo social, económico y ambiental, que mida el bienestar mundial
bruto.
540
Coincidencia benéfica entre belleza y conciencia histórica progresista; la bella señora Evita Golinger: las
buenas ideas se leen en las expresiones de su rostro.
541
Como herencia del paso por la historia del proletariado (filosofía, estrategia, revolución, ensayo socialista
exitoso en la ex URSS de Lenin-Stalin y el Campo, Cuba y el intento chino de los primeros años), en el planeta
se yerguen movimientos político revolucionario que mantienen intenso trabajo conducente a realizar la
revolución proletaria y “construir el socialismo”; estas agrupaciones van desde el marxismoleninismo, los
comunistas, los socialistas y los guerrilleros. En Ecuador se ha pasado medio siglo organizando la revolución sin
resultado; seguramente, habrá de transcurrir otro lapso igual en el que la esperanza se mantendrá con voluntad
férrea (el dilema persiste: fijar la esperanza en quitarle el poder al capital con las armas y construir el socialismo:
esperar la “nueva venida de Cristo” –el proletariado no habría realizado cambio ni muy mínimo, tampoco se
habría producido transformación alguna en el interior del capitalismo- o actuar a lo gramsciano o habermasiano);
mientras tanto la realidad habrá completado su cambio colocando definitivamente a espaldas de la historia al
capitalismo, ahora como efecto del desarrollo de sus contradicciones internas con la asistencia de la acción
política del nuevo sujeto histórico: el subversivo/intelectual/popular. El marxismoleninismo, a consecuencia del
colosal cambio dado en la estructura social por efecto del desarrollo de las fuerzas productivas materiales, la
actuación del proletariado y de los distintos frentes sociales anticapitalistas en el planeta entero, se halla a
espaldas de la realidad; su condición puede expresarse del modo siguiente: “atolladero existencialista en el que
se encuentra aherrojado el marxismoleninismo ortodoxo” (la revolución siempre en espera). El pensamiento
marxista debe formularse la pregunta para sí: una vez conquistado el comunismo, luego: ¿qué? (la preocupación
en torno de dicha interrogante, constituye el verdadero acto de apertura científica y preocupación
postrevolucionaria).
345

confrontación peligrosa que dibuja el escenario viene dado entre la denominada “cultura
unidimensional” y las pluriculturas (en realidad, la modernidad –la juventud y la mujer- es la
“artillería pesada que derriba la muralla” del integrismo musulmán 542 ).
Toda organización política progresista, no puede quedarse como en el pasado
encerrada simplemente en el ámbito de su actividad; debe, por lo contrario, extender el radio
de su acción antisistema a la entera variedad de planos de la “complejidad de la vida
contemporánea”. En análoga manera como se ha ampliado la visión y operación de la
existencia humana in abstracto, la “empresa” política debe ser expandida para abarcar el resto
de aspectos perceptivos de la realidad que inciden directamente en la mente: problemas,
explicaciones, soluciones sobre la variedad de antinomias en coherencia con las nuevas
expectativas que se sitúan en la renovada estructura de conciencia. La Dirección política está
perurgida de abrirse al mundo social, al cosmos, a la ciencia y a la temática inherente a la
significación de la vida; de esa forma es como dicha noble actividad (la Política: Aristóteles)
se plantea el reencuentro con su sentido cabal y se realiza en inéditas tareas. El escenario
puesto en la entera complexión del mundo, en el que se desenvuelven los hechos de
coyuntura, es de formato relativo, de tipicidad posmoderna; este carácter de los sucesos tiene
su razón en cuanto no puede suspenderse el desarrollo de las “fuerzas productivas”, mientras
que éstas presionan, a través de la tendencia hacia el establecimiento del máximo grado de
“sobrepoblación absoluta”, sobre las relaciones sociales vigentes (el sistema de propiedad, la
estructura de distribución del ingreso, los asuntos de la Rex pública), en torno del que el poder
no puede actuar como permanente e implacable represor. La función resultante de la
configuración entre las dos citadas fuerzas (estuario planificado), no solamente se debe a la
estructuración estratégica del nuevo rostro de la gestión conservadora, tampoco a la ineficacia
de las fuerzas del cambio, sino más bien a que el flujo necesario de la historia se impone
como condicionamiento inevitable en el que se resuelve la contradicción en el plano de la
verdad.
El desbalance hacia el lado de las reformas en la composición de frentes, pone las
cosas en sitio debido, no solamente porque las fuerzas de izquierda intervienen diezmadas,
sino porque el momento histórico es real para la conducta que es racional en coherencia. Las
teorizaciones neogramscianas, las posadistas y neomarxistas principalmente son
específicamente operativas en las circunstancias: mediante acto democrático (electoral) el
progresismo capta el gobierno y lo convierte en “Estado revolucionario”, ejerce a través suyo
el “momento de la hegemonía” en el seno de las instituciones de la gestión pública, a efecto
de resimbolizar el poder político empaquetado en las normas del “derecho positivo de la
modernidad”, con arreglo al sentido subversivo de la racionalidad moral, justicia social en
acto empoderado, mediante el que el planteo subjetivo del “proyecto emancipatorio” adquiere
las propiedades de “lo objetivo” 543 . Es la puesta a prueba la bondad de la formación crítico-
542
Empero, esta injerencia modernizadora, progresista, no se desprende del hecho, de que sea simplemente
juventud que irrumpe, sino porque ella viene con un nuevo pensamiento, con una conducta diferente, las cuales
proceden de la interiorización del carácter de la realidad material renovada de la vida: la occidental, condición
histórica arcaica, pero que representa el cambio para ese sector.
543
De esa manera se presenta el escenario de la refriega política “el día de hoy” en varias zonas del mundo; no
obstante, no siempre tuvieron ese carácter la cuestión del poder y la praxis política efectiva, en su orden. Lo
histórico en la vida directa de los pueblos, se representa lógicamente de modo automático, directo, lineal,
mecánico: quién no cuenta con “poder económico” (propiedad concentrada, monopolizada de medios de
producción) carece de “poder político” (capacidad de tomar decisiones sobre los demás e imponerlas). Los
presidentes de las repúblicas burguesas no han sido más que “gerentes contratados”; y, cuando ha triunfado una
opción política que no tiene poder político (el grupo al que pertenece no es propietario de medios de producción,
llámese capital, conocimiento o tecnología), no puede imponer sus decisiones: tiene en frente al capital que
conspira, que es un obstáculo, que depone gobiernos (Allende, Arbenz, Siles Suazo, Roldós, Zelaya, Lugo,
Nasser, Bishop, Torrijos, Arafat, Aristide, Gadhafi). El caso de la historia última ecuatoriana es sintomático: en
1972 el General G. Rodríguez Lara da un “golpe de Estado” contra el demagogo representante de la derecha
Velasco Ibarra, proclama el deseo de “sembrar el petróleo” en la formación de un aparato industrial moderno y
nacionalista; dos años después se produce un intento de “golpe de Estado” por parte de un General de apellidos
Gonzales Alvear, que representa la advertencia por parte de quienes creen que los petrodólares es de ellos, el
gobierno revolucionario de las Fuerzas Armadas habrá de quedar diezmado y en 1976 se perpetra el verdadero
“golpe”, en que tres militares reaccionarios (Poveda Burbano, Leoro Franco y Durán Arcentales) se toman el
gobierno, entregan los petrodólares al sector que luego iniciará el negocio fácil de la especulación financiera,
inauguran el impresionante e innecesario proceso de endeudamiento y crearán las bases para que en 1982 se
ponga en ejercicio el “proyecto neoliberal”; en 1980, en el período denominado por el stablishment “retorno a la
vida constitucional”, es asesinado el Presidente J. Roldós Aguilera, un abogado socialdemócrata, progresista,
346

modelativa recibida, en el desempeño del “bloque histórico” que ha alcanzado las estructuras
de gobierno a través de las cuales se auto reproduce el orden, bloqueándose el despliegue de
su tendencia espontánea funcional, inocua, de modo que esta representación deje de ser
simplemente fórmula conservadora en el interior de la institucionalidad, al limitarse a poner
las condiciones de legitimidad y afianzamiento de la fortaleza del poder. Posiciones subjetivovoluntaristas
de la “teoría de la praxis” con propensión sociológica neobarroca, que no es que
fueron correctas en la fecha de su formulación (como no lo es hoy el planteamiento
posmoderno del “valor de uso”) o que tuvieron valor por sí mismas, pues, en su momento de
construcción más bien constituyeron un dique para la historia; es la realidad la que ahora les
otorga parcial sentido y las reclama, obliga a la conciencia a volverlas operables, una vez que
la lucha histórica del proletariado produjera las condiciones de posibilidad para la realización
del imperativo de ser premisas y seriadas reformas evolutivas, a través de las que concreta la
herencia proletaria legada a la vida.
¿Por qué el interés por convertir la memoria viva de la conciencia proletaria (el Partido
Marxistaleninista) en tópica principal de las consideraciones en torno del momento histórico,
sobre su curso y el objeto de los procesos racionales, la misma que para muchos representa
una ilusa añoranza sobre una experiencia frustrada? La justificación es simple: en ella (en la
racionalidad axiológica marxistaleninista) se halla suprimida la ideología clasista (la ambición
de lucro, la mitología religiosa, el humanismo hedonista; la conciencia y la conducta
patriarcales 544 ) y, a la vez, en la misma está contenida la forma superior de mirar el mundo,
las aspiraciones más nobles, la convicción y el comportamiento en correspondencia; es ella la
única que ve la realidad con objetividad, la que hace de la racionalidad la base de la
estructuración de los nuevos nexos humanos por venir (equidad, fraternidad, cooperación), la
que ha dado pie a la instrumentalización de la vida de grandes exponentes del pensamiento y
la acción (Hypatia, Manuela León, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Flora Tristán, Marie
Curie, Rosalin Franklin, Mileva Maric, Manuela Sáenz, Tania la guerrillera, Cristina
Fernández), hacia las instancias de la política y la ciencia, como principales tareas en las que
se debe invertir y “capitalizar” la existencia, en cuanto impronta del ejercicio de las
verdaderas esferas conformantes de la noción praxeológica. En verdad, todas las otras
concepciones que se erigen en el planeta otorgan prioridad comprensiva, al tiempo que lo
persiguen, en su orden, al hedonismo: empresarial, estético, religioso, humanista, ecológico
(incluso el quehacer científico purista); poco margen queda, luego, en los mismos, para
admitir el criterio de la racionalidad hierática como medio y fin de la existencia (mientras más
elemental es un cerebro, mayor importancia tiene en él, el arte, la sensualidad, la
sentimentalidad, el deseo de riqueza, la explicación fantástica de la vida, el hedonismo en
patriótico, nacionalista; en 1997, el Presidente A. Bucarán es depuesto por la derecha tradicional, cuando éste
había tomado la decisión de controlar a la Banca, mediante la aplicación de la política de la “convertibilidad” (a
día seguido se dio un nuevo “golpe de Estado”, esta vez contra la Presidenta R. Arteaga); en el 2000 se produce
la “sucesión constitucional”, mediante la que el Presidente de turno: uno de los representantes conspicuos de la
derecha, el demócrata cristiano J. Mahuad, será reemplazado por su vicepresidente, luego de que el último punto
del programa neoliberal: la dolarización, creara descontento popular, cuya lucha fue usurpada, puesto que el
viejo poder continuó en el mando reproduciendo más de lo mismo; y, en el 2002 se produce el tercer “golpe de
Estado” esta vez en contra de Lucio Gutiérrez (un militar de mediana graduación, representante camuflado del
poder interno y externo) como efecto de las disputas interoligárquicas por los ingresos petroleros. Luego, para
gobernar, estos sectores tuvieron que someterse o pedir permiso al poder económico-político externo e interno.
Pero para el 2010, la realidad ha cambiado: el pueblo, al que se le plagió sistemáticamente sus luchas, hoy cuenta
con una nueva representación política (que busca sí reprimir, administrar las contradicciones), con una nueva
Constitución cuyo diseño representa avance significativo y con la neutralización los órganos de presión (la
gendarmería y la policía), aunque todavía no puede realizar su voluntad, puesto que no ha destruido al capital.
544
“… lo que ha logrado el patriarcado es destruir a la Madre Tierra…”, se escucha decir a representantas de
sectores de feministas (normalmente, las defensoras de los “derechos de la mujer” realizan análisis de los
llamados “temas de género” con mucha carga parafenálica, al margen de la estructura social, lo cual les lleva a
poner en un mismo saco tanto a la mujer burguesa como a la no burguesa, en el contexto de una falaz
solidaridad de género; de ese vicio no se salvan las fundamentales vertientes: teoría de las diferencias de género,
de desigualdad de género, de opresión de género). La citada es una aseveración hedonista, culturalista, burda.
Primero: no es el “patriarcado” (todos los machos humanos y en todas las épocas) los que se hallan implicados
en la referida como en otras fricciones, puesto que el problema es sociológico de clase; segundo: ese pérfido
patriarcado ha puesto a la humanidad en la fase de automatización productiva, de alta racionalidad y a punto de
ingresar en la etapa superior de la civilización (se debe, por tanto, ser capaces de “… identificar y demostrar los
rasgos perniciosos del capitalismo, así como su extraordinario y liberador dinamismo… el capitalismo es, al
mismo tiempo, lo mejor y lo peor que le ha podido suceder a la raza humana… catástrofe y progreso simultáneo”
–F. Jameson).
347

general).
Habrá de ponerse la monta, por tanto, en el hecho de que el “postmoderno Príncipe” (el
Partido M-L, que se renueva en la “situación concreta” y actúa en ella), tendrá que trabajar sobre
la “crisis”, aunque para el efecto sea menester administrar, graduar la intervención política,
puesto que el movimiento social es regular, que las condiciones son las que definen el momento,
los objetivos y la forma de acción de la voluntad. Se requiere plantearse otra teoría sobre la
“crisis” 545 . Todas las categorías y sistemas de reflexión vernáculas con las cuales se golpea
teóricamente la empírea capitalista, obnubilan la mente, no obstante de que las mismas juegan el
papel ideológico de formación de la conciencia popular, amén de su carácter movilizador
recurrente. Sobreproducción (“sobreinversión”) y subconsumo (quiebra del sector financiero,
deudas colosales, astronómicos déficit fiscal, recesión, paro laboral en el “área metropolitana”):
¿constituyen la crisis? Cuando la humanidad ya dispone del mecanismo por el cual puede
atender su reproducción futura (el sistema automatizado de producción), la “crisis” se presenta
como la acción coercitiva de un agente (el capital, la clase) que impide el paso en bloque del
género hacia el nuevo sistema (en el que se solventen todos los requerimientos humanos con
calidad, con la liquidación del agente conservador); en la circunstancia, luego, tanto las fuerzas
que sostienen el pasado como las que realizan el porvenir, atraviesan simplemente problemas que
se van resolviendo como negación/afirmación recíproca. La “crisis” es el factor convulsivo, que
desequilibra el proceso e impulsa su desarrollo como fuerza endógena; mas, una vez que un
sistema ha llegado al grado máximo de su desarrollo (al concreto), “desaparece” la crisis o ésta
toma disímiles ribetes (cambia de naturaleza) y pasa a cumplir otra función, la vieja forma de
producción empieza a desaparecer por efecto y a través (en función) de ella y las nuevas
tendencias (que en este caso, han sido insufladas por la clase ascendente en su seno: el
proletariado) se consolidan mediante la dinamia de sus propios estertores (que no es el caso para
la forma humana futura, en la que la racionalidad y la planificación –gestión lógica
automatizada- empujan su desarrollo, particularmente conciencial).
La experiencia soviética se inscribe en el algoritmo descrito en líneas atrás, es decir, el
proceso más rico que a la fecha ha protagonizado la especie por tener –la experiencia a la que se
alude- sello enteramente racional, planificado, en el sentido en el que el ser humano se encasta y
decide tomar el control de su destino por sus propias manos, en realidad: la conciencia debe
servir para actuar de modo superior; ahora bien, dicho “ensayo” ha sido objeto de análisis
rápidos y de la formulación de sentencias fulminantes en forma negativa (en verdad, como muy
bien se reconoce en cierto sector de la población, el proceso socialista llevado a cabo en el ex
Bloque Oriental amenazaba la placidez con la que se dominaba, explotaba, acumulaba y
concentraba capital). La susodicha, no obstante, es la más volitiva, programada, inteligente,
contingente y axiológica empresa: teoría (ciencia), estrategia, organización, confrontación,
táctica, logística, guerra, programación, gestión, con la cual se pensó abandonar la índole de
marioneta que las fuerzas del mercado han impuesto a la persona. ¿Cómo comprender en su
verdadera dimensión los sucesos desplegados en la ex URSS y su Campo, sobre todo en sus
primeras tres décadas de plasmación? Se trata de la operación todavía autónoma de la historia,
como continuum, interpenetración y sinergia entre el proceso cósmico natural y el social, cuando
los trabajadores todavía no han asumido el poder. En substancia, el proceso se corona con Stalin
en la conducción del suceso, pues, antes, solamente se disponía de teoría, estrategia,
organización y una revolución triunfante, y después el desmantelamiento a cargo de la cúpula
traidora revisionista jruschoviana, que transformara la URSS socialista en socialimperialista.
Como en el Universo: su colosal actuación no es más que el inmenso ciclotrón, que permite que
dos partículas ínfimas colisionen; doctrina, diseño de la lucha, la guerra misma y sus resultados,
como procesos colosales, debían decantarse en el zumun de la praxis de edificación socialista.
Con Stalin la idea se hace realidad y empieza a tener existencia, pues, ésta asume la propiedad de
“lo físico”; como en Marx, Engels, Lenin, la realidad adquirió las propiedades de “lo psíquico”,
545
En el presente la “crisis” ya no es el factor-oportunidad en la perspectiva del continuum de la marcha
prometeica capitalista, el cual pone en movimiento el laboratorio de la imaginación, de la creatividad del think
tank oficial: diseño de esquemas de estabilización y propulsión del sistema; la “crisis”, sin embargo, mantiene su
determinación primigenia al presentarse como la verdadera opción (“pretexto”) sobre la cual plantear el modelo
de vida alternativo para quienes toman distancia, se desconectan del stablishment y propenden un nuevo orden
humano. En el un caso: las crisis constituyen convulsiones que anuncian el cierre del estadio histórico burgués;
en el segundo: ellas constituyen el complejo de contradicciones, el motor de su despegue y desarrollo. La crisis
actual, no consiste, luego, en el simple “juego de ganar-ganar”.
348

de la conciencia: la “utopía”, la estrategia, la organización, la revolución 546 . En efecto, las formas
futuras científicamente supuestas de la humanidad, son la clave para comprender los hechos
actuales como para organizarlos, modelarlos, guiarlos ordenadamente, hacia el “telos”
necesario.
La denominada “caída” de la ex URSS, es entendida por parte del capital global,
supuestamente triunfador en la “Guerra Fría”, como “implosión” y en su parecer, es el resultado
del agotamiento intrínseco de un modelo inviable; para los movimientos revisionistas en el
mundo, la URSS se mantiene socialista durante de 72 años (1917-1989) y se desploma en 1989,
pero no saben explicarse el por qué (en verdad, el insuceso les tomó de sorpresa) y por lo general
acogen el diagnóstico de la derecha mundial, siendo los socialistas trotskistas quienes sostienen
que en la ex URSS jamás el socialismo se instituyó. La ex URSS (sobre todo con su Campo)
era un segmento humano que se hallaba dotado de condiciones para formarse como mundo
aparte, fuera de la determinación global; en realidad, poseía territorio suficiente, recursos,
población y formas racionales de proceder para enclavarse en el proceso civilizatorio de la
“modernidad socialista”. Como socialista, esa era la determinación de la Zona. Los problemas
aparecen antes de la instauración del proceso de unificación humana, que posteriormente será
conocido como globalización, e ingresará a formar parte de dicho fenómeno, esto es, de la
conformación de una sola economía mundial de orden capitalista. Como parte del mismo, en
el Bloque Oriental se introduce el modelo anárquico de reproducción económica, la forma
desproporcional del desarrollo, los procesos de proletarización, explotación, concentración,
pauperización y de crisis periódicas, que son inmanentes al sistema de acumulación y
reproducción capitalistas. De manera que tampoco el “arrastre histórico” del “aluvión
globalizador” explica el fenómeno de defección, sino que –mas bien- -éste dio paso a aquel, y
una vez establecido como contradicción bipolar semicapitalismo (soviético) contra
capitalismo (yanqui), en la carrera competitiva por el dominio del mundo el
socialimperialismo soviético caerá en 1989 y será reabsorbido por el proceso general
unidimensional de la historia. El marxismoleninismo, por tanto, asume la “caída” del sistema
socialista tempranamente en 1956, efecto de la descomposición revisionista de los cuadros que le
sucedieron a Stalin en la dirección en la entonces URSS y a cuya palestra arribaron luego del
deceso de Iosif en 1953.
La entonces URSS, a partir de las Reformas Constitucionales realizadas en el XX
Congreso del PCUS, se transformó en un sistema socialimperialista (la nomenklatura
posestaliniana finalmente había privatizado los activos productivos formados durante el
período socialista: la URSS se trocó en imperio social y los países pertenecientes al Bloque
Oriental, en su satélites) por obra y gracia de la traición del revisionismo burocrático
contrarrevolucionario, el cual condujo a la nueva potencia capitalista con métodos extensivos
de administración, incompatibles con el tipo de estructura económica de un país capitalista
monopólico de Estado en carrera con el clásico imperialismo principalmente estadounidense,
por la hegemonía en el planeta, cuando la tecnología era la base de la competitividad mundial
(la ex URSS no modernizó su producción, pues, el paso a la etapa “informacional” cogió al
país con una estructura productiva obsoleta, cuyo eje básico de acumulación fue la
546
“No debe quedar títere con cabeza”. Contra Marx (no se diga contra Engels, Lenin y, sobre todo: contra
Stalin) se han estrellado todo tipo de hostilidades; éstas provienen de dos frentes: 1) la prepotente derecha y sus
representantes doctorales, doctrinarios, en el frente de la Economía Política, la Filosofía, la Politología, y 2) de
los autodenominados renovadores, desarrolladores de la doctrina “marxistas”. En el primer caso, este sector se
ha permitido decir, que su pensamiento es escolar; que el marxismo se halla obsoleto; que como no es
matemático, carece de cientificidad (“… el recurrir constantemente por parte de una gran porción de economistas
al arsenal del lenguaje matemático ha dado lugar a cierto imperialismo algebraico en nuestra disciplina; cuando
esto se afirma nunca falta la apelación a esa tan conocida y difundida expresión de que los “economistas
literarios -expresión despectiva usada por V. Pareto- se refugian en las divagaciones metafísicas por no dominar
las matemáticas”; pero Hegel –Fenomenología del espíritu- plantea: “Lo que importa en el estudio de la ciencia
es el asumir el esfuerzo del concepto” –Azcurra, Fernando. Marx y Sraffa sobre el excedente; nuevatribuna.es,
febrero del 2012); que es la suma de grandes verdades con grandes errores; que su dialéctica es metafísica; otros
han resaltado supuestos defectos: sus ideas maduras –los neomarxistas-; han tergiversado deliberadamente su
pensamiento; lo han comparado y reducido con y al nivel de “pensadores” de menor valía como Proudhon, por
ejemplo; ha sido ignorado; han dicho incluso que Marx tuvo relaciones extramatrimoniales). En el segundo caso,
los ya citados neomarxistas, todos subjetivistas especulativos y escribas, han resaltado el pensamiento filosófico
de la etapa de su formación contraponiéndola al Marx positivista. Sin embargo, todos “se han dado con la piedra
en la boca”, puesto que el pensamiento de Marx sigue sólido y si un solo ser en el planeta, estudioso, serio, no
burgués quede en el planeta, el marxismo se reflejará en esa conciencia y “brillará cual luz del sol en la mañana”.
349

explotación de rubros tradicionales, con un sistema de gestión anacrónica y la consecuente
deficiencia en materia de competitividad; además, era un “imperio al revés”, pues, las
repúblicas adscritas “´explotaban´” a la metrópoli). La URSS "perdió el tren de la revolución
de la tecnología, al mantener un modelo de acumulación fiscalista, extensivo de
hiperindustrialismo". "... la industria y la agricultura soviéticas dejaron de ser capaces de
competir en la economía mundial justo en el momento histórico en que se formaba un sistema
global interdependiente" (Castells, Manuel: Fin de milenio), precisamente porque la URSS
debía completa y obligadamente ingresar en él (dejar de lado la autarquía y el comando de su
Bloque), puesto que la naturaleza de su economía era, desde hace tiempo atrás, capitalista e
imperialista (es obvio, que de no haberse dado los sucesos de traición y restauración, la
determinación tecnológica y de contacto coercitivo planetario para el verdadero socialismo
estaba dada: para la defensa y el ataque como para su desarrollo, el socialismo debía ingresar
en la carrera de modernización tecnológica, que la necesidad histórica imponía como
continuidad del progreso de las fuerzas productivas, base del desarrollo de la nueva
conciencia).
La traición jruschoviana al socialismo y la defección del proyecto de nueva sociedad en la
ex URSS, abolió la posibilidad de una tercera y verdadera guerra mundial, pues, no podían
coexistir dos modos de producción en equilibrio antitético dinámico en el planeta. Con la
conclusión del socialismo en 1956 (a tres años de la muerte de J. Stalin), queda cerrada toda
posibilidad de guerra mundial, para dar lugar a la tensión bipolar interimperialista principal entre
el capitalismo clásico y el socialimperialismo soviético por el dominio en la Tierra, en el seno del
capitalismo hemisferizado (en realidad, es a partir del año 1956 -cuando N. Jruschov accede a los
órganos de coordinación social y los transforma en verdadero Estado- con la promulgación de la
reformas promercantiles y de burocratización –retiro de los obreros de la dirección y ubicación
en dichos puestos de tecnócratas: la nomenklatura-, a la Constitución Soviética, luego del XX
congreso del PCUS ya referido, que inicia la verdadera globalización: la formación de una sola
economía en el planeta y no a partir de 1989, como se suele sostener). La ruleta que definía la
suerte humana en la coyuntura contenía solo tres paradas: 1) el triunfo bélico del socialismo ante
el capitalismo y la supresión planetaria de este último, 2) la derrota militar del socialismo a
manos del capitalismo y la formación del sistema economía-mundo capitalista (globalización,
disyuntiva que, en efecto, se dio, pero no como producto de la conflagración bélica sino por la
traición y defección al y del socialismo, en su orden, referidas) y 3) destrucción de la humanidad
(los gringos genocidas atrevidos, para 1945 tenían la bomba atómica y la habían usado
criminalmente –puesto que se sabe que los japoneses se rindieron a tiempo, pero el Tío SAM
quería validar dos veces más las bondades destructivas del prototipo en los hechos vivos y
detener el avance soviético en Asia- en Hiroshima y Nagasaki –en espera estaba Tokio- 547 ; la ex
URSS lo tuvo en 1949, o sea, en el contexto de la “primera guerra fría”: Yalta, Potsdam,
Teherán). Ahora empero, la logicidad pone racionalidad, al menos en el fluir humano: el género
va a autoprotegerse.
En la historia que deviene hay un hecho que puede convertirse en hito, en la bisagra, en
punto de inflexión y de separación de aguas: la tópica de la guerra; suceso, listo, por tanto, a
convertirse en un aspecto conformante de los “grandes números” del pensamiento filosófico. “El
petróleo ya no es una mercancía que se ofrezca y se adquiera en el mercado internacional: es un
recurso estratégico que va a ser tomado con las armas; si cae, por tanto, Siria, luego le siguen
Irán y Venezuela” (dixit Angel Guerra, periodista mexicano). Si es verdad que EU tiene reservas
de petróleo nada más que para apenas 20 años, que la demanda del hidrocarburo se ha
incrementado y, por consecuencia: ha aumentado el precio del barril, una nueva guerra de rapiña
es un hecho. En Siria se juega la paz del mundo: si EU-ONU-OTAN atacan a Siria, Irán tendrá
que intervenir: se inaugura la Tercera Guerra Mundial en el transcurso de la década 2011-2020.
No obstante, debe remarcarse los siguientes criterios: 1) puede tener inicio una nueva guerra
mundial (si Obama, en el actual período o en el de su reelección de darse para que el señor
547
No se olvide además, que la maniobra provocadora soterrada realizada por los gringos en Pearl Harbor indujo
la reacción japonesa, la cual dio el pretexto a dichos especímenes para intervenir/continuar en la Segunda Guerra
Mundial, en el marco de la estrategia de conversión del conflicto en instrumento de política económica. Con la
bomba atómica y la rendición de Hirohito, el conflicto bélico interimperialista entre EU y Japón llega a su fin.
Einstein, Fermi y otros famosos científicos le proveyeron del arma más letal a los criminales de Washington; sin
atenuantes (incluso por sobre su posterior arrepentimiento y cruzadas pacifistas): dichos sabios son
corresponsables del genocidio. Sin la bomba atómica, la guerra habría diezmado a EU; este imperio debilitado y
con la ex URSS a flote, otra historia se podría estar contando y viviendo.
350

descendiente de esclavos reprima las contradicciones capitalistas, es el que debe ejecutar la
decisión tomada por el stablishment de iniciar el conflicto: el conjunto de corporaciones que
gobierna EU, esto es, el complejo financiero militar industrial de la droga, o directamente un
representante Republicano); 2) ésta (la guerra) avanzará, se desarrollará en sus primeras etapas;
y, 3) pero, se insiste, los pueblos (la opinión pública interna e internacional) y las dimensiones
del holocausto: el horror del conflicto, bloquearán su continuidad hasta el desenlace: a.- un
triunfador o b.- la destrucción del planeta y de la especie humana 548 . Mas bien, ese será el fin del
neoliberalismo, del imperialismo y del sistema capitalista salvaje (el bloque histórico
revolucionario: subversivo/intelectual/ciudadano, obtendrán buena pesca en río revuelto); por lo
mismo, aunque la sed de petróleo, la crisis financiera que reduce liquidez para su adquisición y la
demanda obligada de este recurso estratégico conduzca forzosamente a su apropiación por medio
de la violencia, los “halcones de Washington” deben pensar dos veces en lanzarse a la aventura,
puesto que el resultado que arroje la misma es uno solo: su destrucción (ahora bien, si no
proceden, también su fin está a la vista).
En la zona actualmente crítica para el mundo (febrero del 2012), en uno de los ámbitos
resolutivos de la historia: el escenario prebélico de la Media Luna Arabe, regímenes colusorios
no democráticos: “dictaduras teocráticas” (según el punto de vista político de Occidente)
impuestos por EU y Europa, por medio de los cuales (juego recíproco de favores) apropiarse de
los recursos de Medio Oriente, se han mantenido durante decenas de años en dicha área 549 ; ahora
Siria se vuelve en contra de sus titiriteros y esto les disgusta, puesto que dicha reacción puede
constituirse en puerta de ingreso de un nuevo agente de poder en la zona (China-Rusia) o tal vez
del ejercicio de políticas de recuperación de recursos endógenos conducente a ponerlos al
servicio de las necesidades de ese pueblo, esto es, el putsh constituye un golpe a los bolcillos de
yanquis y europeos. La intervención gringa propende eliminar el régimen infidente de Bashar
Al-Assad, ubicar un nuevo títere en Siria, impedir que Irán alcance el status de país poseedor de
arsenal atómico, merced a lo que EU e Israel perderían influencia en Oriente Medio, al cambiar
el balance de poder bélico y con la subsecuente formación del Bloque Eurasia: Asia-Rusia (“lo
que más teme EU” 550 ). En el tablero de ajedrez geopolítico mundial presente, empero: “con
cualquier movimiento que hagan los contendores, pierden” (esta vez, contrariamente a lo que
ocurrió con la imposición de dictaduras militares en Latinoamérica, las intervenciones
yanquis en el mundo no van en la dirección dispuesta por los intereses de los gringos: la
historia directamente utiliza a los “halcones” para propósitos político-racionales). Si la materia
de modo estocástico condujo su proceso hasta la producción del ser humano (de la inteligencia);
si ella ha puesto trabas impulsoras para la realización de la inteligencia hasta ubicarla en su status
presente; si el carácter evolutivo de la naturaleza planteó la variabilidad (múltiples razas,
pluri“culturas”, cinco continentes) como “estrategia” para impedir la desaparición humana; si la
determinación de la historia desarrolló “para sí” la conciencia misma (en realidad, conciencia:
neopropiedad producida por el ser humano históricamente en su práctica social del trabajo;
conciencia: no sólo en sentido objetivo, sino en cuanto instancia contralora de los actos), es
posible suponer, que aunque a la materia “le importa un bledo” sus productos parciales, puesto
548
Si las leyes del capital dejan de regir, las guerras terminan (el deseo de atesorar amaina; cuando ciertos islotes
de poder económico no requieran ya de trabajo ajeno para existir y reproducirse, pueden vivir plácidamente del
trabajo automatizado, esa condición será realidad para grupos muy focalizados y por un lapso bien corto, antes
de que los mismos sean absorbidos por la historia).
549
El único medio práctico de persuasión para con las oligarquías aliadas a EU (a parte de la subsunción por la
fuerza) es ofrecerles seguridad (frente a los propios yanquis) y mayores ventajas que las que tienen con el
apadrinaje (de los mercados) de los gringos; otro tipo de razones (racionalidad dialógica ética intersubjetiva) son
inocuas; el lobby, las giras diplomáticas de chinos, rusos o de cualquier otro “ofrecido”, se somete, tal cual está
el mundo actualmente, a dicha ley. Los sectores en referencia (las elites de los países de la simiperiferia), en
realidad, se hallan en franco proceso de defensa de sus intereses; éstos, como efecto inmediato de su posición
estructural (intereses que se expresan como aspiración al haberse fijado en la conciencia de quienes todavía esa
ubicación no se ha hecho realidad), toman carácter repulsivo, cuando aparecen como prioridad en la agenda, a
preservarse mediante la represión hasta de índole bélica. La conducta mueve a pensar en la monstruosidad, en la
irracionalidad y en el rechazo hacia ella, la que jamás puede ser superada una vez dada, en vida del sujeto
burgués, puesto que aunque se modifique la condición real, ésta ya fue asentada en la memoria de una vez y para
siempre.
550
“Rusia presiona por mantener su posición favorable en Medio Oriente, para lo cual se inclina en defensa de
Siria e Irán; para los gringos, el gobierno ruso constituye un obstáculo en el plan de expansión de su hegemonía
en Medio Oriente (árabes y persas); los gringos intervienen a través de sus aliados externos (Inglaterra, Francia,
Israel, la Liga Arabe) e internos (los insurrectos en Siria), para cambiar a el gobierno sirio e imponer un títere”
(Jorge Gestoso: entrevistas, TeleSUR, marzo del 2012).
351

que “puede” destruirlo todo y volver a hacerlo todo de nuevo, que haya un procesador
estocástico (inserto en la inmanencia de la propia ley del desarrollo: el movimiento ascendente
absoluto) de problemas autoentrópicos, suicidas, en el género, que impida que en la “puerta del
horno se queme el pan” (como desoladamente repetir: “tanto nadar, para morir en la orilla”).
En el interior de la economía globalizada a partir de los años 60 del siglo XX, la ex URSS
construye el Muro de Berlín, interviene en Checoslovaquia, Hungría y Afganistán; ha de
sobrevenir la guerra en el Congo; se produce la crisis de los misiles en Cuba; los Gringos
invaden Granada, Panamá y Nicaragua por intermedio de los Contras. El imperialismo
estadounidense crea ese Estado fantoche de Israel, como base militar para controlar Oriente
Medio; más hacia nuestros días, los “halcones de Washington” intervienen en Afganistán,
invaden Irak y Libia, en el contexto de la segunda “guerra fría” y en plena post “segunda guerra
fría” (“caída del Muro de Berlín”). Todas estas “escaramuzas” constituyen el procesamiento de
“baja intensidad” de las tensiones intracapitalistas, que han evitado una guerra atómica de total
desastre. En el siglo XX, sólo entre 1917 y 1956, el mundo se dividió bipolarmente: capitalismo
clásico-socialismo de Lenin-Stalin (es decir, la humanidad nunca se organizó como “imperiomundo”,
tampoco estas refriegas han tenido como esencia el “choque entre civilizaciones”, pues,
la humanidad es una sola civilización en progreso); a partir de esa última fecha, el planeta inicia
y se consolida como partición tetrapolar (Tetrada en lugar de la Triada –Neotriada- como se
suele asumir en cierto círculo de analistas) por el dominio del mundo: EU, Alemania, Japón y la
ex URSS del período Jruschov-Gorbachov; mientras que a continuación del año 1989 (año en el
que la ex URSS, renuncia a sostener la principal contradicción capitalista interimperialista, se
rinde y va a integrar la cadena capitalista mundial de modo subordinado, proceso en el que se
desbaratan la URSS, el COMECON, el Pacto de Varsovia y muchos países de la entonces Orbita
Soviética se integran a la OTAN), el mundo pasa a balancearse –autoprotegerse- de modo
oligopolar: EU, UE, Tigres Asiáticos, BRICS, CELAC (nuevo sujeto este último, renovado actor
de la historia en la fase transicional, cuya función es mixta: desarrollo material y de la
conciencia).
En el citado contexto imperialista, la elite estadounidense personifica la maldad en todos
los planos, posee una bien nutrida vitrina de trofeos de criminalidad para todos los “gustos”, en
realidad, este segmento humano goza de un amplio historial malévolo en todos los géneros;
empero, paradoja de la historia: en ese mismo escenario y de ese modo, dicha “forma de
propiedad”: capitalista monopólica financiera –la punta de lanza estadounidense- culmina su
misión en la historia: forjar el “seguro de vida” (los activos fijos, el know-how, el sistema
mecanizado de trabajo), la garantía material para la entrada y el establecimiento de la “nueva
era”. En verdad, los orígenes de los afanes hegemónicos, deshumanizantes, hedonistas por parte
de un sector al interior de la humanidad, se remontan a la Edad Media en Europa Mediterránea
con los autodenominados Iluminados; este grupo dará paso a la formación de la llamada “secta
global”: Bilderberg, a continuación de la Trilateral, hasta llegar a la conformación del reducido
grupo de élite genocida gringa-sionista autodenominado “halcones de Washington”. En la
Segunda Guerra Mundial, los “halcones” debieron enfrentar la amenaza de la clase imperial
alemana comandada por Hitler y su par nipona; al término de la Guerra, su nuevo enemigo fue el
gran Pueblo Soviético, el Ejército Rojo triunfador sobre el nazifascismo y J. Stalin, esto es, de la
forma social de futuro, que se forjaba en la entonces URSS: el socialismo; al periclitar este
último, luego de haber hecho el intento de imponerse como “modernidad socialista”, el “vacío de
poder” en Oriente llevó a dichos “halcones” a tomar la decisión de impedir que se alce en el
planeta un nuevo contendor; el guerrerismo imperialista estadounidense, en ese cometido,
registra en agenda el programa de destrucción de siete países de Oriente Medio en 5 años (Irak,
Irán, Libia, Siria, Sudán, Líbano, Somalia), a fin de hacerse con el control del mundo, para cercar
a Rusia y sobre todo a China (en realidad, en EU of américa se hace de todo: se forma terroristas,
sicarios, se mata, se hace fraude electoral, se ejerce la dictadura perpetua del capital a través del
bipartidismo) 551 .
551
Gringos, dicho sea a propósito: expertos en conspiraciones (dañado de la imagen de los “enemigos”: películas,
documentales, prensa), en golpes de Estado (dictaduras sangrientas del Cono Sur americano, Honduras); en
manipulaciones políticas (Granada, Panamá, Libia), engendradores de criminales y terroristas (Bush: división del
mundo en buenos y malos, y los buenos son los gringos); de centros de pensamiento para la maldad (Pentágono:
“vigilar y castigar”); creadores de Bases Militares, Comandos y otros sitios para la guerra de agresión, y de cárceles
(panópticos secretos en tierra fuera y dentro de la jurisdicción estadounidense, en portaviones); orquestadores de
sabotajes (Nicaragua –los Contras-, en Libia, en Siria), de intrigas (Colombia, Ecuador, el Complejo militar
industrial), perpetradores de terrorismo (casa de brujas, macartismo, ku lux klan); de asesinatos (Lincoln, Kennedy,
352

¿Por qué cayeron los principales hegemones históricos, cuyo aparecimiento y vigencia es
sucesiva: luso-hispano, inglés y estadounidense –el cual está en franco proceso de declinación-
(según Wallerstein)? Es el desarrollo de las fuerzas productivas que instala, desarrolla, niega y
replica niveles civilizatorios renovados en el interior de una misma forma de reproducción
humana en el seno del cual se produce el progreso que prepara el salto; fuerzas productivas, que
elevan la productividad del trabajo, con lo cual permiten operar con ventaja competitiva en el
mercado mundial. Los hegemones, las ondas largas: el capitalismo, como sostiene Arrighi, se
realiza y madura en una zona (a la usanza del ciclo de vida de un proyecto –de una empresa-:
despegue, maduración y declinación), luego se desplaza hacia otra y así se autosustenta el
sistema hasta cubrir el mundo (R. Luxemburgo); esta ciclicidad está por romperse (como
sostiene el propio Wallerstein) con la emergencia de los BRICS y China a la cabeza (el
mismo capitalismo –desarrollo de las fuerzas productivas- ha dado al traste con el fundamento
de las “ondas largas”: la innovación tecnológica –así como los procesos de micronización- y la
nueva inversión básica, pues, en la actualidad en menos de un año se producen cambios
tecnológicos fundamentales, y los grandes complejos industriales son cosa del pasado, del
fordismo). Las “provincias unidas” emergen, se realizan y declinan en la fase mercantil del
capital; Inglaterra lo hace en el lapso de ascenso monopólico-globalizador, en la etapa de
implementación de la política proteccionista, de enclavamiento de EU (cuando el capital ha
dejado atrás su matriz y se levanta y empieza a marchar sobre sus propias leyes
–determinaciones inmanentes); mientras que Estados Unidos corona el proceso imperialista
globalizador del capital (cuando el capital usa su voluntad y el poder –económico, político,
ideológico, tecnológico, bélico- de modo conservador); los llamados BRICS, aparecen en el
punto de inflexión de la historia, en el que se corona el proceso de automatización y cuando
incluso el grado de racionalización que ha producido la crisis del capital financiero sobre la
humanidad, presiona para que la especie deje atrás al capitalismo y marche por la senda de una
nueva forma relacional humana.
Wallerstein, Amín, Arrighi: los principales exponentes, que miran la historia en su
totalidad en forma retrospectiva y en la estructura completa del presente (de manera diacrónica y
sincrónica, se diría en lenguaje estructuralista). Wallerstein, además, se “atreve” a hacer
vaticinios sobre la próxima conclusión del capitalismo (30 o 40 años: 2050), sin plantearse el
proceso que viene, ignorando el mensaje que para el efecto ofrecen las indicaciones, las señales
insertas en el curso de los hechos, en perspectiva de sus tendencias 552 . Sin embargo, en las
formulaciones totalizantes omnicomprensivas de tales planteos, pervive un hiato, el cual se
acerca al enfoque de clase que rechaza el progreso, por ejemplo, de A. Toynbee: la historia
Allende, Torrijos, Hoyos Rubio, Letelier, Luther King, Roldós, Hussein, Gadhafi); de compra de conciencias (las
ONG); de amenazas (Ecuador, Nicaragua, en el 2012), de traiciones (Irak: S. Hussein consultó a Washington su
intención de invadir Kuwait, los gringos asintieron, luego se hicieron los tontos), de violencia terrorista (el Maine, en
Pearl Harbor, en Tonkín –Torres gemelas), formadores de sicarios (Escuela de las Américas), lavadores de cerebros
(universidades yanquis), maestros en espionaje (CIA), productores de sometimiento económico (deuda externa), de
colusiones (EU-Israel contra Irán; ONU, Liga Arabe), de asesinatos en masa (la OTAN), de control sobre la mente y
la voluntad (evangelismo, Hollywood), desatadores de epidemias (Ebola, Hanta, SIDA, anticonceptivos
enmascarados); gringos mentirosos, tramposos (violación de los derechos humanos –Guantánamo-, de las normas del
Derecho Internacional, de las de Núremberg, de la Corte Penal Internacional, manipulación del CIADI, del FMI, del
BM); guarida de criminales y estafadores (Huber Matos, Carlos Montaner, Posada Carriles, J. Mahuad); país bárbaro
(destruyó salvajemente Bagdad, la cuna de la civilización; Mesopotamia, “la cultura fundacional del mundo”: Código
de Hammurabi, el alfabeto, Las mil y una noches); productores de fraudes (Busch-Al Gore), violadores de los
derechos humanos, de los tratados internacionales, de las resoluciones de la propia ONU (¡qué asco!).
552
Ondas largas: su conocimiento como simple divertimento epistémico de carácter histórico y totalizante; o
para predecir, para tomar decisiones, para planear el aplazamiento del desenlace del sistema burgués; la lucha de
clases interviene, no obstante, en la configuración y en la prolongación de la estructura o en su clausura, siempre
que la lucha política-revolucionaria se dé cuando el sistema, una vez cumplida su misión, se piense
prolongárselo por voluntad y exclusivo provecho de la clase dominante. Pero nada hay más científicamente
hermoso que el discurso de Marx: “Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas
materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es
más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto
hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y
se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos
rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella”; o, “El desenvolvimiento de las fuerzas
productivas motivado por el capital mismo en su desarrollo histórico, una vez llegado a cierto punto, anula la
autovaloración del capital... A partir de cierto momento el desenvolvimiento de las fuerzas productivas se vuelve
un obstáculo para el capital; por tanto, la relación del capital se torna en una barrera para el desarrollo de las
fuerzas productivas del trabajo”.
353

universal es un laboratorio sincrónico de civilizaciones experimentales, cuando, verbi gracia,
Arrighi sostiene que se relocalizan los núcleos de acumulación de capital en el planeta, en el
interior de la circularidad de procesos en los que se extravía la direccionalidad progresiva del
desarrollo de las fuerzas productivas: algo que sí aprehende y propone lúcidamente el
Materialismo Dialéctico, en momentos en que se plantea la secuencialidad lógica de estadios de
la vida, inhibida de las naturales perturbaciones y contingencias empíricas, en la que la
humanidad que empieza en la producción de toscos medios que no son más que la prolongación
de los órganos físicos de su cuerpo, reproducen artificialmente y los incorpora al arsenal de sus
instrumentos los órganos que no los tiene y que se hallan en posesión de sus vecinos los
animales: las alas, la agallas, el radar,…, mientras se enrumba a producir a su ser mismo en la
robótica humanoide, antropomórfica inteligente. La historia se dirige hacia dicha meta: a
finiquitar el desarrollo de las fuerzas productivas, con la reproducción artificial del ser humano,
en el interior de procesos sociológicos complejos, convulsivos, que aparecen míticos,
indilucidables, pero que se dejan ver, si se sigue el movimiento de la esencia en el concreto de las
formaciones económico-sociales humanas (en Música Clásica, por ejemplo, hay momentos
racionales en la vida de sus compositores, que les lleva a producir piezas lógicas: ellas son las
que se aprecia). Con el avance del propio desarrollo de las fuerzas productivas (inteligencia
ontologizada), el ser humano también se sacude del despotismo de su determinación: dicho
aspecto pasa a ser un simple supuesto; si la manipulación humana de la vida no se convierte en
discreción, tampoco la imposición del designio de la reproducción material perdura, y la
conciencia se impone como norma “para sí”, en su propia esfera (la lucha de clases ha terminado
como dominante en la historia, en dirección hacia anular la contradicción).
A partir de los episodios reseñados en párrafos precedentes, múltiples divisiones se han
ensayado al interior de la humanidad, en los estudios funcionales de ella, con criterio de
totalidad. En sentido ideológico (“cultural”): occidente/oriente; de acuerdo a la noción
pregeopolítica: hegemonías hispano/lusitana, inglesa, estadounidense; con base en el tipo de
conformación geohistórica: capitalismo/socialismo; y, con criterio evolutivo moderno: sistema
global/desconexión (además: desarrollo/subdesarrollo, imperialismo/dependencia,
imperialismo/socialimperialismo, países no alineados, del “tercer mundo”, división Norte/Sur,
centro/periferia, metrópoli/satélite, imperialismo/neocolonias, eje del bien/eje del mal,
Occidente/Oriente, modernidad(postmodernidad). De esta compleja categorización, sólo la que
segmenta la especie con el punto de vista de las “formaciones económico-sociales”:
capitalismo/socialismo (patrón histórico-clasista civilizatorio), la que la bifurca en
imperialismo/neocolonias y la de la desconexión, gozan de pertinencia e importancia teórica.
Ahora bien, si se asume la premisa (postmisa), de que la inteligencia es el principio rector en el
desenvolvimiento de la forma consciente de la materia, que ésta fija el rumbo y la meta a la
existencia humana (“tercera naturaleza”, el ser humano somete a su control el Universo), el
criterio con el que se particiona la humanidad es el referido a la pareja de nociones
racionalidad/emocionalidad (neocórtex/hormonas). ¿Qué papel juega cada pueblo en el flujo
general de la historia? La respuesta da cuenta de una conformación triádica al interior del
género, en coherencia con el esquema teórico de la “cibernética social”: 1) aporte al desarrollo
material, 2) contribución en el proceso de hominización y, 3) ser la reserva genética humana.
Luego: la ex URSS y su Bloque (Cuba, Corea del Norte, Vietnam del Norte, Laos): racionalidad
y transformación social; la neotriada (EU, UE, Japón –Canadá, Australia, Israel): crear la base
material del mundo nuevo 553 ; China (Irán): función mixta (coedificar las condiciones materiales
y espirituales); India, Africa Subsahariana (pueblos árabes, Mongolia, Colombia, Chile): banco
germoplásmico, reserva genética de la especie; América Luso-Hispana y el Caribe: forjar el
nuevo marco (superior) de relaciones humanas. Los tres roles cumplen el principio de “necesidad
histórica”; los tres se interpenetran, se requieren y deben encontrarse en un dado punto preciso en
un no lejano futuro, para dar lugar a un modelo de humanidad “sujeto de pensamiento”:
automatizar la vida, producir el marco de relaciones democovivenciales y tomar la posta en el
553
Este proceso, siempre es cruento. La Cuarta Flota Militar yanqui debe tener armamento moderno: cabezas
nucleares; en Colombia, en las Bases (7) debe haber armamento nuclear, el cual “ya que se tiene, debe ser
usado”. EU se hace el que no tiene interés en América Latina y Lusitana, cuando es el subcontinente (centralidad
de recursos –dixit Atilio Borón) que tiene 7 de los 10 países en el mundo más importantes por poseer los
mayores recursos minerales estratégicos: níquel, petróleo, gas, tierras raras, agua. EU se hace el desentendido
para lograr que dirigentes irresponsables bajen la guardia; Inglaterra mantiene la Base de las Malvinas, por
cuanto las Islas constituyen un punto de apoyo en la avanzada de apropiación de los recursos de la Antártida.
354

desarrollo espiritual, en su orden.
Para el 2011, no se crean strictu sensu: empleos en el mundo (pero, no es culpa del
capital el paro postmoderno); la demanda efectiva se ha comprimido debido precisamente al
“paro” (superpoblación relativa/superpoblación absoluta) el que ya no es “efecto de consigna”
necesaria del burgués, para que el trabajo no absorba todas las ganancias (Ricardo-Marx), de
manera que los salarios se mantengan en niveles adecuados a la valorización, sino a que el
capital ha triunfado sobre el trabajo, esto es, la humanidad se ha hecho con el proceso de
automatización, el cual aún no es masivamente beneficioso. Esta, puede decirse, que es la
verdadera crisis: la propiedad privada de la técnica no puede (no deja) completar el desarrollo de
la ciencia y de la técnica con sentido humanista, democovivencial; tampoco la tecnología es
capaz de pasar a cumplir la función moral de ponerse al servicio humano in abstracto, sin más
exigencia que la necesidad de su realización. El capital, por tanto, no va a recuperarse (éste, es
una onda menor –pero de mayor intensidad o frecuencia- en la forma campanular gaussiana del
movimiento de la especie 554 ): la crisis, que es su factor impulsor: ha mutado, perdiendo el
sistema su carácter autorenovador; ciclo comercial, ciclo kuznets, onda larga kondratieff,
definitivamente se han cerrado (por estos días); solamente quedan la esperanza y las maniobras
diletantes, marrulleras del y que el capital imperialista global abriga y realiza, en su orden, de
superar los problemas en que se halla metido y volver a operar en un nuevo ciclo, y de forma
coetánea la ira y la protesta social. En las presentes líneas, se exagera la nota al respecto: se
relieva de modo reiterado las dificultades que atraviesa el capitalismo senil, echando mano de la
categoría de movimiento “crisis”, pero para connotar la fase descencional en la que ha entrado el
sistema 555 , con la cual se cierra el proceso: la etapa humana de la febril acumulación, encargada
de automatizar la vida y luego dejar la historia de modo “incruento” y programado mediante la
intervención humana revolucionaria o con la aplanadora del mercado y el desarrollo de las
fuerzas productivas per se.
En el 2012, en cambio, ya se pueden hacer evaluaciones en torno de la veracidad
empírica de las hipótesis lógicas prospectivas, que ciertos estudiosos de izquierda y derecha
formularan sobre el devenir global de la historia. La onda tecnológica de radical cambio (onda
permanente de la competencia entre capitalistas), que se iniciara con la consigna “copiar y
mejorar” nipona (modelo toyotista), continua en todas las esferas productivas y humanas, con
lo cual se cierra la opción de emergencia de la fase de ascenso de una nueva “onda
kondratieff” (si alguna vez hubo algo parecido 556 ); el mentado “choque de civilizaciones”
occidente-musulmán propuesto por Huntington, no se ha producido (el proceso de
occidentalización socialdemócrata sigue en curso en el mundo: la “caída del Muro de Berlín”,
la reformas promercado en Cuba, la “Primavera” Arabe, el movimiento “Ocupa Wall Street”
en EU, las políticas neoliberales de la UE aceleran reaccionariamente la crisis y forman el
estuario humano); y, la pugna de EU por imponerse como imperio por la fuerza anunciada por
Hart y Negry (“dictadura global”), tampoco tiene cabida (el desarrollo desigual al interior de
la esfera monopólica del capital conducente a la creación de una estructura geoeconómica
“policéntrica” –los BRICS-, pero sobre todo con la emergencia de la CELAC, queda cerrada
554
No obstante, a fin de o mistificar la historia: la conversión del trabajo en mercancía, los procesos de
acumulación originaria (el puritanismo anti católico de los inicios del capitalismo yanqui) y la composición
agregada plana de las escala empresarial, definen la etapa competitiva del capitalismo; la emergencia del
monopolio, la fusión del capital bancario con el industrial, el capitalismo de Estado, la formación de los grandes
conglomerados multinacionales, componen la fase imperialista del ciclo; y, el indicador de la relación
capital/trabajo, el de economía monetaria/economía real y el índice de la PEA desocupada y subocupada (paro
tecnológico), perfilan la fase de descenso, degenerativa del capitalismo (la globalización, la cima, el concreto).
555
Varios estudiosos de sistema capitalista en general sostienen esta percepción y la fundamentan
empíricamente; es el caso de Robert Brenner, como se reseña en un documento (Bach, Paula y Larrea, Mario.
Robert Brenner. “La economía de la turbulencia global”: Algunos elementos para la crítica; Estrategia
internacional Nro. 13, 1999) “´… el largo ciclo descendente´, que según Brenner ha comenzado en el año 1973
y se extiende hasta nuestros días”.
556
“La competencia alcanza la más alta y última etapa concebible de su desarrollo. Ahora es una competencia
de estados-trusts capitalistas dentro del mercado mundial” (TEORÍAS ECONÓMICAS Y LUCHA POR EL
SOCIALISMO | CORRIENTE COMUNISTA INTERNACIONALCORRIENTE; R. Weyden). Esta forma de teorizar la
realidad, sin embargo, tiene algo de criterialidad, y ella se segmenta en tres principales: el período de vida de los
componentes de la formación bruta de capital, el cambio tecnológico y la permuta entre las fases productiva y
financiera; y, en cierto modo está bien, porque el interés se ha depositado en la fuerzas productivas, se trató –en
verdad- de una intención de poner en términos de proceso regular los hechos sociales, aunque sea de modo
tendenciosamente estructuralista.
355

toda posibilidad de formación imperial de la humanidad) 557 . Las crisis europea y
estadounidense, al presionar por la aplicación de políticas de orden neoliberal (desactivación
del Estado de Bienestar –pensiones jubilares, edad de trabajar y demás bonos-, recorte de
puestos de trabajo, eliminación de la política social, reducción de la carga tributaria sobre las
rentas para el gran capital), aceleran el fin de ese modelo: el choque continua dándose entre
acumulación y la sobrevivencia masiva de la población (el “movimiento de los
Indignados”) 558 ; la humanidad ingresa en una coyuntura nominada de varias maneras:
revolución ciudadana, socialismo del siglo XXI, keynesianismo postneoliberal o simplemente
interregno histórico transicional, como se lo prefiere designar en forma personal a la
coyuntura en curso; esto es, proceso de eliminación de los extremos económico-políticos y de
formación de una sola “función de onda” media: estuario que se dirige raudo hacia el
delineamiento de mosaicos de vida prometeico-espirituales.
El discurso de la “otredad”, de la “alteridad”, de la “intersubjetividad” y la
comunicación, de la institucionalidad y formación conjunta de sentido individual y público de
la vida mediante la discusión ético-racional (percepción intelectualista burocrática, emergida
por locación de la mente en el seno de la zona capitalista de vanguardia; perspectiva de
Todorov, por ejemplo 559 ), guarda coherencia con el momento histórico, no obstante, de modo
no consciente, esto es, sin apercibirse sobre la fuentes motrices presupuestos de su noción; en
verdad, se trata de un acierto por simple coincidencia (muchos conocimientos científicos han
sido obtenidos de ese modo). La base abstracta de sustento de dicho oráculo radica en el
cambio efectivo de sistema: suceso singular de superación de la masiva producción extensiva,
al que suele llamársele “posindustrialismo”; estado en que se afinca la apariencia, de que la
economía se ha convertido en un hecho tosco, arcaico, del pasado; en la subjetividad: la
producción ha perdido importancia en el movimiento de la existencia, conduciendo al
refinamiento de los procesos presentes de reproducción de la vida y convirtiendo al resto de
esferas de la existencia de los grupos ubicados en el zenit de la cadena tecnológica, en
completamente racionales (empero, frente a todo refinamiento, el ser humano siempre deberá
alimentarse, arroparse y guarnecerse). Esta nueva etapa en la que la tecnología pone en
conexión directamente a la mente con los substratos materiales desarrollados en la nueva
esfera (la Informática), la cual se vuelve inmediatamente instrumento que desarrolla esa
capacidad: que la torna prestante, es la concreción de la política proletaria clásica y de
revolucionarización de las fuerzas productivas motivadas por la exigencia de la
competitividad en los últimos tramos de la fase monopolista financiera de valorización, que al
mismo tiempo que desarrolla la producción ésta se sobreestoquea, incrementa el paro
(subconsumo), problema frente al cual ni siquiera la generalización (globalización) del
proceso de subsunción completa del trabajo al capital permite cerrar la brecha de demanda,
sino que le conduce, mas bien, a un callejón sin salida (sobreproducción y subconsumo son
efectos técnicos de la competencia; y, el desarrollo técnico es efecto de sobreproducción y
brecha de demanda).
En el seno del pensamiento contrahegemónico, contracultural, se ha dicho, se advierten
también atavismos de orden oportunista-especulativos: renuncia a la revolución en cuanto
praxis política que realiza el plan de “negación de la negación”, mediante el acto racional de
la violencia organizada, y aplicación de la metodología del “discurso débil” de orden
filopolitológico 560 . El pensar hierático histórico, se presenta en el algoritmo siguiente, dado
557
Sea que la principal cabeza de medusa del imperio: EU, se halle en descomposición o que su poderío esté
siendo retado por potencias emergentes, de todos modos le cae encima la competencia y el desplazamiento de su
lugar como “hegemón” (de “macho alfa”) del Atlántico rumbo hacia el Mar Pacífico por parte de China, Corea
(Pyongyang: poder espacial) y nuevamente de Rusia: moneda dura con proyección hacia patrón, envió de
satélites al “espacio”, armas atómicas, en su orden.
558
“Lo que actualmente pasa en Europa (el descontento, la reacción popular) ocurrirá luego en EU; pues, en este
país la población entiende menos (se halla desinformada, obnubilada por los recaderos del capital: los mass
media en especial) y con retardo el problema: los terroristas banqueros, los violadores culpan a las víctimas: se
responsabiliza a los prestamistas del crimen de los prestatarios”.
559
En el inmediato pasado, el discurso que recomienda “incidir en la estructura semántica, en la estructura de
sentido”, giro mental a través del cual el individuo de modo deliberativo en el contexto institucional dado,
conquiste la libertad, la autonomía, el bienestar in abstracto, tiene en primera línea de consanguinidad
ascendiente a la corriente neomarxista: la revolución para este sector consistió en la crítica teórica al capitalismo
(a la tecnología); mientras que su correlato en el frente burgués es la “programación neurolingüística”.
560
“Al combatir solamente las frases de este mundo, no se combate en modo alguno el mundo real existente”
(Marx-Engels: La ideología alemana).
356

como ejemplo. Transformación de abstracciones empíricas en categorías científicas: el
“flogisto” se convirtió en O2 por intervención epistemológica en la Química del gran
Lavoisier (el insigne Mendeleiev, en cambio, inició la predicción: el elemento químico que
falta entre dos en la Tabla Periódica, y el que debe seguirles en la progresión), postura que
condujo hacia la comprensión de un aspecto de la naturaleza; la “plusvalía” pasó a su
verdadero concepto merced al despliegue del acto cognitivo de ruptura de clase en el pensar
realizado por el extraordinario Marx: trabajo no pagado, explotación, hecho que condujo a
comprender a la sociedad y la historia; la noción “inteligencia”: se ha transformado en
“propiedad de la inteligencia”, como condición que lleva al ser humano a ser “Dios” y que
permite la comprensión de la vida humana y del Universo, por intervención de la persona
(marxistaleninista estaliniano) que borronea estas líneas (dispénsese la inmodestia) tan sólo en
la perspectiva de Marx en Los grundrisse. Por su parte, entender el proceso de ruptura
histórica en la conformación de saber ocurrido, es mérito de Louis Althusser: filósofo
marxista argelino-francés (marxista consecuente en el mediodía de su vida, pues, fue
marxistaleninista estaliniano y lamentablemente bombero de la doctrina cuando viejo),
reflexión expuesta en su libro: “Para leer El Capital”; es decir, no estuvieron en el escenario
los famosos posmodernos teóricos: Baudrillard, Bordeau, Appel, Gintis, Jameson, Foucault,
Deleuze, Wattari, Laclau, Lechner, Morín, de Sousa, Kohen, Echeverría, O´Donnel, Bobbio,
Habermas, esto es, neogramscianos, neomarxista y postmarxistas, tan difundidos hoy, que
gozan de alto prestigio entre sus epígonos, en Latinoamérica y el mundo. Categorías como las
citadas (oxígeno, plusvalía, propiedad de la inteligencia), que pretenden interpretar de modo
sistemático la realidad con el pensamiento serio, con la racionalidad epistémica de la tan
denostada modernidad: totalidad, determinación, necesidad (ley, orden, progresividad). En
efecto, estos son los auténticos planos en los que se miden los seres humanos: quién es
quién en la política y en la ciencia; el resto: ¡son puras bagatelas!
¿Qué demuestran las reflexiones anteriores? Que la realidad, a la vez que le pone los
móviles hedonistas a la vida, balancea esa propensión negativa, siempre según el sentido
comprehendido precautelante de la existencia, cuando también erige frente ella, las razones
del despertar y despliegue de la racionalidad. Todo grupo humano de temperamento, debe
definir la acción conducente a la afirmación de su ser y de su participación en el proceso de
sobreconfiguración de la historia. En la circunstancia, se precisa encontrar la ubicación en la
trama de los hechos, partiendo del supuesto conciencial claro, total, en torno de la estructura
del mundo, empresa en la que deben superarse los desafectos sobre la modernidad y rebasar el
chauvinismo obnubilante localista, etnicista; en suma: renunciar al desencanto en torno de la
“razón científica” y ubicarse de nuevo en el plano del “discurso fuerte”. La posición
enrevesada en la que se encuentra la conciencia sometida a la colusión de la lógica subjetiva
religiosa-posmoderna, no es obra suya; el discurso de la posmodernidad no es problema que
tenga que ver con ella (con la posmodernidad como un rasgo de la fase neoimperial
globalizada), la maledicencia –más bien- radica en sus teóricos (Lyotar, Battino, Baudrillard
et al): desorientan y con sus conclusiones, más que otro sector, otorgan razón y afirman el
comportamiento espontáneo de las masas (prohibido prohibir, irreverencia, la coyuntura, la
reivindicación contra natura como derecho –homosexualidad, por ejemplo 561 -, la
informalidad), que beneficia al capital (finalmente, de modo gratuito el sector de la
intelectualidad neocabezona sirve al poder: en boca de la doctrina posmoderna, el enemigo
real de los pueblos se ha volatilizado: la conspiración de la fracción económica imperialista, el
sistema que lo sustenta). En la era precedente el actuar racional procuraba compendiar la
realidad en la mente; la idea metaabarcante emulaba el proceder del “erizo” (un solo
mecanismo de defensa): llevar la totalidad del proceso social y la tendencia principal de su
desarrollo a la conciencia, asumiendo la postura del gran relator; a continuación el tablero
registraba el actuar del “zorro”: maniobras contingentes, creativamente ingeniosas.
De modo reiterado suele anunciarse el desate de acontecimientos apocalípticos para el
género; tales “malos augurios” denotan carácter marcadamente sádico y masoquista; la
profecía cristiana del “juicio final” (en la que también existen altas dosis de sadismo, cuando
quienes se autocalifican como buenos y merecedores del “Reino de dios”, claman porque
Dios castigue a los impíos), ha legitimado tan morbosa manipulación. La ciencia oficial seria,
561
Esta es una patología monstruosa: asumir que uno puede elegir la “opción de género” por sobre la
determinación de la naturaleza orgánica, es hacer idealismo dualista del más viejo y reaccionario: uno es el
cuerpo, otra es la mente (una mente femenina en un cuerpo masculino).
357

no trata estos temas, como el relacionado con los OVNIS, sino de modo prudente y
tangencial, para desmentirlos con sustento en información objetiva sobre la estructura y
operación de la realidad; pronunciamientos estos, que poca acogida o persuasión (desmentido)
han logrado en el pueblo común, en el que la reiterada recirculación de las falacias de la seudo
ciencia producen efecto convincente mayor. La prevalencia en la conciencia de la tendencia
mitológica históricamente impuesta sobre el individuo por los esquemas persuasivos del
idealismo y del capital insertos en la praxis de los “aparatos ideológicos de Estado”, es
aprovechada por el poder y por los negociantes forjadores y distribuidores de mitos.
Históricamente, este tipo de manipulación ha sido, sigue siendo rentable. El nuevo acicate de
la “cosmofobia” es el 21 de diciembre del 2012 de acuerdo con el llamado “calendario
Maya”: “histeria colectiva, discurso del miedo y calamidades, que induce a que la gente haga
cosas absurdas, que no se corresponden con una conducta determinada por los hechos reales”,
que distraen la mente del análisis del mundo real (“desviar la atención del pueblo sobre los
problemas relevantes”), en cuanto estratagema del poder conducente a mantener el control
sobre la conciencia de las personas. Es la secuela de la reacción del hedonismo de una
fracción de la cosmovisión Oriental (milenarismo negativo), contra la visión científica sobre
los hechos. En diciembre del 2012, nada trágico va a suceder en el planeta como no sea la
continuidad del fenómeno de obnubilación de la racionalidad y de ganancia en la producción
literaria; y, después de dicha fecha, el poder y quienes hacen dinero con el miedo y el morbo,
crearán una nueva fecha y otra razón estructurantes de la atmósfera psicológica propicia a los
fines de control y negocio 562 . Supuestamente, la cosmovisión Oriental, en su sección
americana precolombina, ha sido la base de sostenimiento de relaciones armónicas con el
entorno, de modo “consciente”; no obstante, dicho ideario ha dado lugar, más bien, a las
perversas posturas apocalípticas respecto de la vida humana. No obstante, los citados pueblos
siempre serán valiosos; por haber sido afectados, humillados, los mismos deben ser
reivindicados; de hecho: ellos por cuenta propia lo están haciendo, mas deben proceder por el
lado debido: herederos de las relaciones solidarias, es su obligación elevarse muy en alto,
siempre partiendo del nivel más encumbrado del desarrollo de las fuerzas productivas.
El proceso de comprensión de la esfera geopolítica del mundo; así también, el
antelarse a formular la imagen de la nueva estructura hegemónica coextensiva con la
espacialidad planetaria a darse en el lapso de la coyuntura posible de planeación a cargo de
los “amos de la tierra” (reproducción regresiva del capital) y en el que éstos pueden realizar
su programa de gobernanza, como responsabilidad de una conducta de racionalidad
axiológica que propenda “ser en el mundo”, requiere se someta a examen la anatomía del
capital global (su naturaleza escindida e intrínsecamente contradictoria). En primer lugar
aparece en escena la fracción financiera (los “halcones de Washington” al comando), luego la
petrolera, la de las telecomunicaciones, de las aseguranzas, la comercial y la industrial (la
científico-técnica, la fiduciaria), y la fusión monopólica imperialista. El examen inmediato
que pone la monta sobre las opciones de relocalización geográfica del proceso de
valorización, arroja la imagen abstracta en torno de la “lógica” de implantación del capital en
Rusia, India, China, Brasil, Sudáfrica, esto es, el fenómeno por el cual varias locomotoras
impulsan al sistema en el estío. Para completar el cuadro, debe adjuntarse la necesidad de
contar con una única trinchera estable por parte del fragmento del capital hegemónico
(yanqui-sionista) en EU. El citado, el tratamiento de los descriptores estructurales de la
política, al interior del capital hemisférico. La forma de los alineamientos, disidencias o
enfrentamientos entre las potencias ubicadas en el G20, en cambio, se entiende por el estudio
del grupo económico hegemónico a su interior (de cada subzona de acumulación: cada seudo
país), los intereses tras posiciones y decisiones, y la correlación de fuerzas entre los pueblos y
las dirigencias (a más del carácter político de la población). La dinamia fluctúa de modo
estratégicamente móvil del Putumayo al corredor Asía-Pacífico (la clásica “ruta de la seda”).
Los pueblos, por su parte, se ponen al frente del sistema global modificando el rumbo en su
sentido inicial: la hemisferización de los principios de política económica neoclásica; en
efecto, aproximación económica, geopolítica y espiritual entre China, Rusia, Irán y la
UNASUR (este es uno de los frentes de oposición al imperialismo clásico y de afincamiento
562
En esta ocasión, la regla “pasará de largo”: si en el 21 de diciembre del 2012 (el trágico augurio en boga) no
ocurre lo que se dice anuncian las pitonisas crematísticas posmodernas basándose en las llamadas “profecías
mayas”, toda la verborrea sobre la “sabiduría” imputada a dicho pueblo se desplomará y la mitología entrará
definitivamente en desacreditación.
358

de la nueva historia, de la herencia legada por los mayores, por los luchadores por el nuevo
mundo).
Arabia Saudita: su poder petrolero, su adscripción en el ala musulmana sunita turca e
iraquí y su entrega total a EU, le colocan como quinta columna en el mundo árabe (en el que,
“para acabar de amolarlo”, dicho país está al frente de la también reaccionaria Liga Arabe al
concluir el año 2011) 563 ; en dicho escenario, de cuajar la estrategia militar yanqui conducente
a cercar y a someter a China, es posible que se dé inicio –como es el temor generalizado- a
una nueva (tercera) guerra mundial; se dice “arranque” y se insiste sobre la presuposición,
puesto que la continuidad y desenlace, como desarrollo de las propias incidencias del
conflicto, se verán enfrentados al freno puesto por la racionalidad actora de las masas. En
Rusia no se tiene mucha fe, al igual que en Brasil, pues, los actores hegemónicos de tales
repúblicas, girarán a la derecha una vez que el ciclo socialdemócrata de Putin y Rousseff se
agote y sean sustituidos por la clásica derecha; India (lentitud, déficit de aspiraciones,
propensión al estado de ánimo placentero, con muy poco interés en volcarse al mundo efecto
de la ideología religiosa hinduista: en ese escenario se ha instalado cierto segmento del capital
multinacional; país cuyo liderazgo semeja a una meretriz: ora realiza maniobras militares y
acuerdos con el Eje EU-Inglaterra-Israel, ora lo hace con Rusia-China-Irán, en realidad
“…India juega cierto juego propio oscilando entre los Estados Unidos y las naciones
emergentes de Asia”,… -América latina en la trampa progresista: El reinado del poder
confuso) es un país más inestable que Rusia y Brasil; Sudáfrica tiene el mismo patrón; el caso
especial es el chino, el cual, si de verdad allí gravita en su ambiente directivo cierta
inclinación socialista, puede desmarcarse del resto de potencias y plegar al movimiento de los
pueblos contra el calentamiento global, el capital financiero, el neoliberalismo y el
capitalismo. Los dos frentes que bloquean una nueva reasignación geográfica del capital,
vienen del lado de la determinación histórica de desvalorización de inversiones dada por el
desarrollo tecnológico y por la constitución de razonas autónomas de reproducción humana en
los países periféricos, de tipo antimoderno y solidario.
El capitalismo anciano ha “construido” experticia, o sea, know-how automatizado; el
proceso de formación de esta sobreabundancia material y espiritual sectariamente acumulada,
ha minado su constitución muscular mecánica y cerebral; las medidas profilácticas
desplegadas en coherencia con la visión de la hegemonía, arrojan resultados homeostáticos
menos efectivos y de más corto plazo. Puesto el hecho en el escenario global, problemas de
sobrevivencia reiterados y de mayor dimensión constituyen la regla; salvar el sistema no es
posible, cuando este yace desahuciado, pues, pretender volverlo eterno es fijar la vida en un
fase de ella, es atentar contra el permanente flujo renovador de la existencia, es
arbitrariamente ponerla al servicio de la percepción de un interés. Mas su reemplazo por el
proyecto hedonista de los “pueblos originarios”, movimiento sociales, ecologistas y similares,
es una pragmática ilusa y retardataria. La humanidad puede volverse inmortal como estructura
para vivir por siempre, pero no en cualquier momento: dicha condición no puede provocárselo
en la niñez como no sea en su recuerdo, tampoco en la pubertad ni en la juventud; se presume
que debe hacérselo, como efecto del movimiento de las determinaciones sobredirigidas por la
maniobrabilidad volitiva permisible por el saber, en un cuerpo maduro con la mente vieja. De
ese modo, no es posible perennizar al capitalismo, como no se pudo con el esclavismo o el
feudalismo por parte de su clase dominante y beneficiaria, ni siquiera fue posible con el
socialismo; es dable sí, estabilizar una forma humana que recoja del capitalismo su último
desarrollo: la etapa juvenil de la automatización y la ponga a tono con la sabiduría que debe
imponer de modo dinámico el nuevo estado de movimiento aparentemente estacionario, antes
de que se vuelva efectivamente rotatorio y proclive al deceso. Hoy por hoy, la “crisis” alcanza
a todos los actos de la vida: la descomposición del capitalismo hace “crisis” en todo segmento
humano (es debido a este carácter que se suele decir, que la actual, es una “crisis de
563
“Primavera árabe”: introducción de terroristas mercenarios desde Arabia Saudita (monarquía teocrática
reaccionaria) con la misión de crear el caos en Libia, en Siria (libreto a replicarse en 5 países más de Medio
Oriente camino de ser destruidos en el lapso de un quinquenio por los “señores de la guerra” estadounidenses,
europeos e israelíes), presentándoseles como “Frente de Salvación” ante las supuestas violación de los derechos
humanos y represión a los “combatientes por la democracia” (los mercenarios) por parte de Gadhafi; ardid
criminal que condujo a confundir a la población y a la opinión mundial mediante el montaje mediático, y a
destruir al Estado libio: asesinar al pueblo civil, arranchar su acumulación monetaria, partir en dos la “nación” y
aprovecharse de la reserva petrolera, y de forma coetánea consolidar la posición geopolítica yanqui-sionista en la
Región.
359

civilización”); nada se halla, por tanto, al margen de esta determinación. La “crisis” se
generaliza 564 ; la “crisis” se particulariza. Mientras la “crisis” persista y se agudice, las
movilizaciones indignadas se mantienen y se incrementan, este es el leitmotiv de las acciones
políticas populares hasta que el sistema desaparezca por completo.
El objeto expuesto, que abarca la problemática global, ostenta el carácter de verdadero
“problema” de investigación; empresa teórica que es discordante con la mayúscula hecha por
E. Wallerstein, la misma que lleva al enfoque del “sistema-mundo”, pero que debe ser
coincidente con su previsión 565 . En efecto, modifíquese lo que se deba, el sistema capitalista
(la superestructura de éste) “recoge sus pasos”; los órganos de su representación han
periclitado, actualmente carecen de palestra para exponer sus argumentos. En el fresco
político representativo, la izquierda mantiene su lugar, siempre que reubique el frente de
actuación hacia nuevas tareas, las que en el presente refieren a su compromiso con las
acciones de edificación de la nueva realidad, mientras que las de segundo orden tienen que
ver con su inserción en el seno socialdemócrata, conducente a su radicalización. En la etapa
de transición, las propuestas programático-políticas centristas son las que se encuentran en el
teatro de operaciones de modo legítimo. La recesión en EU y Europa va a repercutir en el
mundo; la necesidad de petróleo y de mercados para la recuperación (conflicto árabe); la
competencia con las “economías emergentes”: China, Rusia, India, Sudáfrica, Brasil, Turquía,
conspira contra la supremacía de los “halcones de Washington” y la operación de un plan de
dominio moderado del mundo (el imperio pondría sus pies sobre la faz de la esfera, en el caso
por el cual una sola fracción del capital alcanzase la propiedad completa de los activos de toda
la Tierra). La “nueva” regularidad coloca en estado de indefensión al poder político del capital
y se expresa como dificultad de relance de los partidos de la derecha, en similar medida como
ocurre en el frente del vanguardismo revolucionario de izquierda; en las “democracias
maduras” (EU, Europa, Japón), el sistema político de pocos partidos fuertes, está presto a ser
desmantelado por la contrapropaganda política de los movimientos antisistema.
El sistema de mercado burgués está arribando al cumplimiento de su misión:
automatizar el proceso de producción; la vida ha madurado; en esas consideraciones, la
revolución (en sentido leninista) no es viable; en verdad, del mismo modo como no es posible
intervenir con intención de asistir en el parto a una mujer que cursa –verbi gracia- el cuarto
mes de embarazo, tampoco se puede hacerlo con el bisturí, una vez que la nueva vida haya
alumbrado ya su cabeza (la revolución no puede hacerse antes de tiempo; tampoco se lo hará
fuera de tiempo; hoy, es la forma evolutiva de las reformas –la “revolución” pacífica- la que
termina la obra iniciada por el proletariado –en el interior de la humanidad: también luchan
los muertos). En el 2010, una vez transcurridas 4 décadas del agotamiento del modelo fordista
de producción, quedan muy pocos trabajadores en cuanto tales en el planeta e inexisten en su
totalidad, si el criterio para identificarlos es de tipo político-revolucionario 566 ; en
564
Ya se ha dicho (y si no, se lo hace ahora), que en este escrito se define a la “crisis” de modo no usual respecto
del sistema capitalista, esa la razón por entrecomillar dicho término. Las crisis (dificultades de reproducción
dinámica en equilibrio) se hacen presentes en la etapa de ascenso del capitalismo, siendo las mismas condición
de negación y superación inmanente en pos de su progreso; sin embargo, una vez que el sistema (el capitalismo)
ha dado todo lo de sí, las crisis (incluso las llamadas “terminales”) dejan de ser tales, para convertirse en simples
problemas mediantizantes del proceso de evolución degenerativo, rumbo a la abstracción del sistema. El
capitalismo ha llegado al concreto: su modelo último de acumulación (imperialista financiero-especulativo) se
ha agotado, y hora se enfila a su deceso definitivo, como efecto también de la lucha de clases (puesto que la
historia moderna es un “proceso con sujeto”): proletarias, revolucionarias, socialistas, populares.
565
La historia humana fundamental (la occidental) ha sido ordenada por “hegemones” sucesivos, pero más bien
ha evolucionado balanceada por “núcleos de poder” (Fiori) en los que bloques económicos han desestructurado y
reestructuran el balance (“eje conflictivo crónico”). Uno de ellos fue la división bipolar del mundo: socialismo
de Lenin-Stalin y la triada (EU-Europa-Japón); sobre este último hecho, tienen pertinencia las críticas que Dos
Santos hace a Wallerstein, cuando el señor sociólogo de la teoría del “sistema-mundo” considera al socialismo
como un simple subsistema de la economía-mundo capitalista (La teoría de la dependencia y el sistema mundial:
entrevista a Theotonio Dos Santos realizada en México por José Guadalupe Garandilla Salgado -
revista@herramienta.com.ar).
566
La ocasión lleva a la discusión en torno de qué tipo de trabajador: ¿todo trabajador o el que genera plusvalía?
El que produce plusvalía evidentemente: el “trabajo productivo” sea en la esfera real como en la de los servicios,
que genere plusvalía, aunque no cree valor. Hace unos treinta años se tuvo la ocasión de preguntar a un camarada
marxistaleninista consagrado (PCMLE): ¿con qué proletariado se preveía hacer la revolución, si éste
prácticamente no existe? (para esa fecha había defeccionado el socialismo a mediados de la década de los 50s del
siglo XX y hace poco la ex URSS socialimperialista se sacó la careta de socialista en 1989). La respuesta fue: “si
hay proletariado, aunque sea poquito, pero existe”.
360

consecuencia, luego de los hechos (deconstrucción socialista y retradeunionización obrera), el
capitalismo: ¿reina sin contendor a la manera de Fukuyama y se proyecta al infinito? Al
respecto, en este documento, se ensaya –se reitera- la siguiente construcción teórica cuasi
forzada: 1) el proletariado ha cumplido su papel (junto con el capital: forjar la base material
del mundo nuevo y destruir el marco social en el que operó: la Revolución de Octubre y la
experiencia socialista Lenin-Stalin, como casuística territorial a nombre de toda la
humanidad) y ha salido de la historia; 2) la teoría, estrategia-táctica y práctica administrativa
marxistaleninista se han probado en la práctica (es URSS 1917-1956); 3) el mundo ha sido
transformado: hoy los restos del capitalismo deben ser retirados por la “revolución”
subversivo/intelectual/popular (paso de la revolución proletaria a la revolución institucional
popular), la cual debe completar la obra del proletariado (la “teoría del derrumbe” de
Grossmann se halla en pleno estado de concreción en el mediato plazo, siempre luego de la
Revolución Proletaria de 1917); 4) que no va a haber una nueva revolución socialista y
dictadura del proletariado a futuro 567 ; 5) que la etapa en ciernes es simplemente transicional:
los rezagos del capitalismo desarrollado (EU, UE, Japón) completan el proceso de
automatización, mientras que las neocolonias (América Latina, Asia, Africa subsaharina),
crean las nuevas relaciones sociales; 6) que sólo con el robot y sin trabajo productivo humano
aparece la humanidad de la democovivencia (en reemplazo de la categoría política clasista de
democracia: demos = pueblo, cracia = poder, por covivencia = regulación humana por ajuste
mutuo 568 ); y, 7) que la especie va al comunismo, sistema en el que se configura como “sujeto
de pensamiento”.
¿Cuáles son las razones que promueven la lucha por el comunismo? ¿Para dar sentido
a la vida en el terreno de interés social, en la coyuntura: el político?; ¿para realizar una
posición axiológica racional?; ¿para alcanzar el bienestar propio, puesto que el mismo no se lo
puede conseguir de modo individual?; ¿para no dar gusto a que una minoría ladina, engreída,
prepotente –los halcones de Washington- atormente a la mayoría, se salga con la suya? La
pregunta formulada en primer lugar en el presente párrafo, es la que se intenta dar respuesta
en este escrito; para lo cual se ensaya la “construcción” de una doctrina total del Universo, de
la naturaleza, de la humanidad y del pensamiento, y se recurre a la categoría socio-natural de
inteligencia, como propiedad que explica el camino, el rol y el destino de la vida humana. Y,
luego del comunismo (felicidad hedonista pintarrajeada de racionalidad): ¿qué? (la respuesta,
en el sector marxistaleninista ha sido: “no se sabe lo que viene”). La inteligencia no está para
maximizar el sistema de realización del hedonismo, como tampoco para producir la
revolución liberal, socialista o comunista. Ni siquiera el coito es absoluto en el ser humano
(las reproducciones de “unidades de pensamiento” se hacen cada vez más por patrones
tecnológicos, con lo cual el apareamiento ha perdido su función); la revolución socialista es el
absoluto racional, pero en una etapa humana: la clasista capitalista. La inteligencia está para ir
más allá, hasta el final: producir la conciencia total. Ubicado en este metapeldaño, el ser
567
“El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del
Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el este europeo no debe inducir a descartar el
socialismo del horizonte de la historia humana”, lo sostiene Frei Betto. Perfecto. Es una muy sugestiva
esperanza: una utopía; en realidad, es tan sólo eso: una completa expectativa, pues, la historia se realiza de modo
diferente a la aspiración de la mente: la revolución lo hizo el proletariado y su concreción asume cruentas formas
evolutivas humano-planetarias postsocialistas de transformación social efectiva o de plasmación de los
principios socialistas maduros, que quiere decir lo mismo. En la circunstancia, el deseo no cuenta con la
contraparte factual real. Una persona formada en la Escuela Marxistaleninista de buen grado propendería
graduarse en la revolución, esto es, organizarse en el partido proletario, en su destacamento armado, a
continuación desalojar al poder a través de la violencia armada e instaurar la dictadura, y actuar con honor en la
transformación social. Es lo deseable. No obstante, frente al querer, el momento actual dictamina vías
heterodoxas de conducta política: un joven quiere realizar una tarea que ha sido efectuada por otro; la
responsabilidad conforme a las circunstancias consiste en dedicarse a examinar la realidad concreta y a ajustar en
coherencia la real politik. El sujeto histórico (el proletariado) no está más, el capital es seudo capital; si bien se
quiere eliminar la falsa forma de producción financiera, de casino, virtual, la historia en cambio, demanda de la
estructura: de la competencia como la más idónea forma de desarrollo de la última etapa de progreso de las
fuerzas productivas dado de manera natural, esto es, hasta la clausura de un proceso, que ha sido llevado por vía
humana. Luego, los extremos deben conjuntarse (lo nuevo absorbe a lo viejo) para dar completa cabida a esta
obra: desarrollo técnico/transformación social, o lo que es lo mismo decir: fusión y coexistencia perentoria de
trabajo y capital en una misma persona, hasta cuando el proceso automatizado se encargue de reproducir su ser
cosificado.
568
Los rudimentos de esa nueva condición, los gérmenes, se pueden encontrar en el llamado Foro Social
Mundial (FSM).
361

humano habrá conquistado la facultad de decidir: la libertad; optar sobre sí mismo; luego, él
sabrá cómo proceder. Ahora bien, paradoja siempre: cuando la humanidad dispone de miles
de millones de brazos (siete mil millones de habitantes en el mundo para el 2011),
paralelamente se aceleran los procesos de automatización; si se retornara a la manufactura ¿se
eliminaría el paro, incluso el paro de tipo funcional al capitalismo (4% -ley de Okun); claro;
empero, ese retrotraimiento en la marcha, no es que resolvería sin consecuencias un problema
coyuntural humano: el desempleo, sino que intercambiaría el “fin” (el propósito) de la especie
(realizar plenamente la propiedad de la inteligencia, proceso en el que la Materia se vuelve
Verbo) por un “medio”: la vida per se del género, marginándose la razón de ser de este tipo de
existencia (como decir, que la naturaleza priorice la existencia de la manada de leones por
sobre la función de equilibrio en ella misma, que debe jugar esa manada).
En la “sociedad” humana (pleonasmo), la producción real es absoluta, puesto que la
naturaleza corporal, orgánica, del ser humano debe ser abastecida, reproducida, sea mediante
el proceso de reproducción natural: primera naturaleza –valor de uso- (recolección, caza,
pesca), de la reproducción social: segunda naturaleza –valor de cambio- (formaciones sociales
clasistas: E, F, C) o de la reproducción automatizada: tercera naturaleza –“valor” de usufructo
(formación humana postclasista en la que no se registra trabajo alguno; trabajo productivo ha
habido en la reproducción natural y en la social, particularmente en el capitalismo). En la
posmodernidad: ¿la economía real es una abstracción?; la vieja economía industrial y el
trabajo físico a ella vinculado: ¿se han vuelto virtuales, ficticios? De ningún modo. Es usual
razonar el en sentido de que los “bienes intangibles” (activos intangibles) no contienen
“valor”; sin embargo, los mismos coadyuvan en la producción de valor (la ciencia, la técnica,
la gestión, la información –conocimientos-, los servicios de salud, de educación, etc.); dichos
productos producen plusvalía, puesto que su estructura contiene trabajo necesario y trabajo
excedente. De este modo en el moderno proceso de relaciones: ¿“derecho de exclusión” en
lugar de “propiedad”?; ¿se derrumba la propiedad privada en las sociedades financieras por
acciones y una vez que el Estado (“forma de organización que se da la clase dominante para la
mutua garantía de su propiedad”) se desintegra, puesto que la propiedad está referenciada con
aquel? El proceso de satisfacción de necesidades (producción física) sigue esencialmente
como antaño; la diferencia está en que son cada vez más las máquinas las que “producen” los
outputs, y a que éstos han ganado en calidad y en “productividad” (la producción real es una
determinación eterna, pero a la vez dominante en su condición presupuesta –como actividad
que una vez fue realizada por manos humanas: trabajo en general y trabajo productivo-; en la
actualidad los productos reales provienen cada vez más de la operación de máquinas, mientras
que dichos bienes consume gente cada vez más ocupada en la esfera de los servicios: ese
fenómeno produce la apariencia de desindustrialización –“capitalismo posindustrial”- del
proceso de satisfacción de las necesidades de reproducción material). Para que la economía
pase a ser ficticia, las personas deberían haber dejado de alimentarse, vestirse, guarnecerse
bajo un techo; pero todo esto sigue igual. El incremento de las tareas en la esfera de los
servicios comerciales, financieros y otros, no es más que una nueva fetichización: valor
(trabajo) que se autonomiza y se vuelve susceptible de cuanta arbitrariedad es posible de
realizar por la creatividad humana (titularización de activos, ventas a futuro, aseguranzas,…).
Lo que realmente está cambiando es el modo de producción, no la necesidad de productos
industriales de la economía industrial, la que se mantiene con trabajo humano o con el
robótico.
Podría parecer conducta gnoseológico-histórica de impostura la implicada en la
elaboración de las ideas en exposición; no obstante, los datos concretos que registran el
desplazamiento al detalle de la vida tienen sentido, en cuanto informan sobre la concreción de
los grandes rumbos lógicamente ya trazados, en la mínima esfera de realización particular de
la vida. La historia vista en sus trazos abstractos, jamás se dirige en contrasentido progresivo
(el ser humano puede violar esta ley: con la tecnogenética volver a la vida a los dinosaurios):
ésta, más bien, sigue la dirección del movimiento general de los procesos materiales, los
cuales nunca ocurren como formas involutivas (un viejo en ningún caso vive para atrás: en la
juventud, en sentido anterior; los llamados zigzags, los retrocesos, las repeticiones –que son
propios de la acción consciente, voluntaria, como maniobras tácticas en el interior de la
estrategia pensada, las equivocaciones por no haber emprendido del pasado, definitivamente
son planteamientos meramente ideológicos –en tecnología: no se regresa, no se va para atrás).
En Siria, los “halcones de Washington”, el sector corporativo dominante al interior del capital
362

financiero, la ONU, la Liga Arabe, la OTAN se proponen repetir los episodios de invasión,
magnicidio e imposición de su designio perpetrados en Libia. Los acaeceres específicos no
alteran para nada la ruta impasible del rumbo humano conseguido; la tendencia básica (la que
estructura la ley) abierta por el desarrollo de las fuerzas productivas en consuno inconsciente
con la “lucha de clases” matizada por las acciones mundiales
subversivo/intelectual/populares, remarcan la dirección general por sobre las
contratendencias: “halcones de Washington”, capital financiero, modelo de acumulación
neoliberal. La estructura (fuerzas productivas y relaciones de producción) se ha tomado la
vida; su contenido se expresa conspicuamente a nivel superestructural político, simplemente
como imagen invertida de procesos detenidos y marcha atrás; en realidad, como hoy no serían
admisibles las relaciones esclavistas o serviles, tampoco tienen aceptación y son
contemporizables la bipolaridad riqueza y miseria extremas: las consignas de los movimientos
de los Indignados y de Ocupación, constituyen las formas de lucha que bañan y redefinen los
colores de la praxis política mundial. El patrón de occidentalización y reforma, rompe todo
dique y opera a manera de ariete histórico.
Las “fuerzas productivas” constituyen inteligencia ontologizada 569 . La capacidad
asociativa de la mente que se enfrenta a necesidades (y problemas), debe producir
conocimientos, vincular necesidades, conocimientos y condiciones del entorno, para
conseguir los satisfactores; con ese propósito crea técnicas e instrumentos, los cuales forman
las fuerzas productivas materiales, las que a la vez ponen la condición para la estructuración y
reestructuración de las relaciones de producción; fuerzas que se modifican constantemente en
tanto emergen nuevas necesidades (necesidades, incluso incursas en el interior del propio
desarrollo de las fuerzas productivas). Con la reproducción maquinizada de la propia
naturaleza humana: el robot pensante, la civilización ha arribado al concreto; a partir de este
momento: las fuerzas productivas siguen desarrollándose, pero carecen de la propiedad de
generar modos de producción o saltos organizacionales al interior de la especie. La
humanidad se ha estacionado en su determinación material y con los instrumentos y el
progreso al interior de éstos, sigue desarrollando la esfera espiritual. Si el ser humano (el ser
que crea fuerzas productivas materiales y aprovecha las existentes de modo natural) ha sido
replicado en su sucedáneo: el robot sapiens, se ha llegado a la frontera de esa creación; el
robot que piensa es la fuerza productiva, que contrariamente al molino de piedra, al de viento,
al de vapor, al de petróleo y al eléctrico que dieron lugar a relaciones esclavistas, feudales
capitalistas e incluso socialistas, crea, en cambio, las relaciones comunistas y ahí concluye el
desarrollo de las fuerzas productivas y el cambio en coherencia de las relaciones sociales,
habiéndose establecido las condiciones para que el ser humano concrete la conciencia, el
poder y la libertad.
Empero el robot “interviene” en política (la máquina a vapor “lo hizo” en el siglo
XVIII en el frente de la empresa y en forma fetichística obnuvilatoria de la subjetividad
proletaria) como parte de las fuerzas productivas creadoras de civilizaciones (o expresado sea
de un modo propio: condiciones materiales forjadoras de nuevos niveles civilizatorios al
interior del proceso evolutivo histórico-natural unidimensional), como su culmen: forma
cualitativa y significativamente superior en comparación con la máquina y la automatización,
pero como mecanismo intermedio entre la mecánica y el dispositivo autónomo. Si el
proletariado es la clase par excellence que sostiene el último conflicto (capitalista: la
verdadera clase que ha superado el carácter estamental de los sujetos predecesores suyos), el
cual concluye con su negación (precisamente en la robótica), al final de la larga formación
clasista de la humanidad, éste se transforma en subversivo (en realidad, en neoproletario o
proletario expandido: subversivo, intelectual, ciudadano); no obstante también el subversivo
se transmuta en su tipo último: el neosubversivo o robot por el lado del frente histórico de la
civilización y como fuerza productiva especial, y en tanto se acerca a la constitución humana,
569
Es la oportunidad de revestirle de sentido a aquella variante de pensamiento relativista. El costo de un avión
de combate yanqui de última generación pasa de los mil millones de dólares estadounidenses; esta cifra
representa fácilmente un porcentaje del presupuesto estatal de un país neocolonial o con dicha bicoca se podría
llenar de escuelas, de hospitales el mundo “subdesarrollado”; perfecto: ese el lado sectariamente negativo de la
evaluación sobre el hecho. No obstante, esa maldad (“no hay mal que por bien no venga”) tiene su cara reversa
positiva: desarrollo de la técnica, de la ciencia, del dominio de la realidad, progreso de la conciencia (el premio
Nobel de la Paz, el señor Adolfo Pérez Esquivel, deploraría este razonamiento, el cual dice –tanto como otros de
igual modelo mental: hedonismo estético, empresarial, religioso, humanista, ecológico- que hay que dejar de
lado el pensamiento cartesiano, es decir, el momento de arranque de la auténtica racionalidad).
363

ejerce sustantivo y definitivo efecto en la transformación de las relaciones sociales. La
máquina antropomorfa, aunque todavía no se acerque hacia la condición autónoma, en la
medida en que emula al cuerpo humano, al cerebro, puesto que puede realizar ejercicios
lógicos tan sólo con mayor precisión y rapidez por encargo de la lógica natural, es ya la
antesala del ser humano mismo; sin proponérselo, esa entidad artificial actúa configurando la
más moderna y definitiva forma relacional humana, la que finalmente el mismo pasará a
integrar (la máquina –IA- mantiene a raya al hedonismo; la persona –IN- controla toda
propensión al parricidio).
El pensamiento en desarrollo expositivo, inscrito en el frente lógico marxista, por
supuesto, responde a una postura materialista, herética consumada, a ultranza: como debe ser
una posición mental radical, frontal, provocadora, que se oponga militantemente como
contrapunto a las cosmovisiones Orientales animistas, panteístas u Occidentales, sean
burgués-idealistas o religioso-cristianas. Sostener la ausencia de divinidad; que ésta se está
esculpiendo de modo acelerado en estos precisos momentos en los procesos de avance
científico-técnico humanos (como despliegue de la contradicción en el seno del modo de
producción capitalista, etapa en la que la “propiedad de la inteligencia”, en tanto potencia,
dispone de las mejores condiciones para volverse “acto”; de allí porqué es ilusa aquella idea
que pretende instaurar status de armonía al interior del género fuera de “tiempo”, en cuanto
modernidad sostenida por la racionalidad, la equidad, la paz: o eliminar el sistema matriz o
entregarle funciones a un sistema no dadas por la historia 570 ), praxis prometeica que hará del
ser humano la divinidad posible, en acto de realización del contenido de la representación
mágico-simbólica cristiana entre los 5 o 10 mil años venideros, y fundamentar objetiva,
material o empíricamente este desenlace, es dar el golpe de gracia letal por lo menos al
cristianismo (a esta mitología Occidental); es destruir los principios (espíritu, Dios, cielo) y
todo el discurso ulterior sobre ellos fundado: encima de dichas abstracciones fuente, y hacer
que el ser humano vuelva sobre sí mismo, se autovalore positivamente, se entusiasme en la
comprensión y cumplimiento con conciencia de y la función (puesta por el asar) de cada cual
en el proceso de la historia; esto es, asumir que para otorgar conformidad existencial a la
conciencia, se requiere optar por tres caminos: 1) para disponer de sanidad psicológica hay
que ser mítico, 2) ignorante o 3) contar con una idea aproximada del sentido, función y fin de
la vida. En el primer caso, esto es, apearse a la conciencia mitológica: ponerse en manos de un
Ser Supremo, el resto es cuestión de moral; en el segundo: no hallarse en condiciones de
plantearse las grandes interrogantes sobre la existencia, limitándose a vivir en un nivel cuasi
instintivo; en el tercero, avanzar una concepción razonable terrena del movimiento de la vida.
La incursión en la realidad de los hechos humanos en un sitio y momento particular,
según el precepto ideológico-teórico marxista, llega a término. Con ella, se puede entrever,
que los alcances de comprensión objetiva totalizante, la puesta en evidencia de intereses y
fuerzas detrás, el levantamiento de la principal tendencia de desarrollo en la coyuntura en la
que se entrecruzan la naciente forma humana con la senil que deja la escena de los vivos, sólo
es posible si la mente crítica se ubica en la cima del pensamiento lógico Occidental. Estos
alcances no tienen los pueblos originarios, que incluso sus representaciones para ser
simbolizadas deben recurrir al pedir prestado el sistema de “caligrafía” de alguna lengua
occidental. Sólo en el interior del propio sistema perjudicial, que se pretende negar, es posible
ver la perspectiva como efecto del movimiento regular de la existencia y con las “soluciones”
teóricas que el propio sindicado ha creado (tanto las armas físicas como las teóricas y los
seres humanos que deben empuñarlas, diseñarlas y desplegarlas, los produce el propio
capitalismo); de modo subsecuente, representar una nueva visión, esto es, mirar la realidad
con otros ojos, pero con el propio instrumental de know-how proveído por el sistema
(autonomía relativa de la técnica, o propiedad instrumental, aséptica, de la tecnología). Si la
falencia presente en la estructura de contenido de los pueblos ancestrales anotada demerita las
actuaciones del saber y ser vernáculos, mucho más carente de proyección son los argumentos
con los que se valora la existencia humana y su proyección (la salida para las tribulaciones
filosóficas humanas); sólo el gran Marx expone con entera objetividad y lucidez el rol del
capitalismo, la fase a la que va la humanidad (Engels, Lenin, Stalin, Castro dieron un paso
en esa dirección), el sentido y la razón última de la vida: cuando la máquina ponga a un
570
Como se propone en un documento en la web (Gandarilla, José. Pensamiento latinoamericano y sociologías
del sistema mundial; en: Latinoamericana. Revista de estudios latinoamericanos, Nro. 48, México 2009),
reivindicando a Echeverría y condenando a A. Cueva.
364

costado al trabajo humano, en ese momento termina el aprovisionamiento fundado en el
valor, el ser humano se dedica a cosechar los frutos del sistema automatizado de
producción, a conocer y a controlar la naturaleza (listo, terminado, archivado).
La alternativa se toma de manos del sistema burgués de reproducción
humana.
En la Tierra –como es deducible de modo inmediato-, el proceso de desarrollo de las
fuerzas productivas (proceso: fundamento real del actual progreso espiritual pero, sobre todo:
del que debe llegar) ha devenido en realidad en la operación de normas inscritas en la
inherencia del movimiento de la realidad material misma, hasta un momento dado; al asumir
carácter de aspecto principal la esfera de la racionalidad instrumental en la humanidad, este
desplazamiento progresivo ha receptado impulso de inusitado dinamismo en virtud de la
acción sobredeterminante en su ser, de la regularidad social. Strictu sensu, en la moderna
forma de organización humana, el capital ha invertido el “plustrabajo” proletario directamente
o a través de los programas estatales, en el desarrollo de la técnica, mas lo ha hecho de modo
calculador, esto es, sólo hasta cuando y en la medida en que ésta asignación ha rendido
beneficio 571 ; en adelante, el proceso corre peligro: ¡pende de un hilo –“de la estatua de la
Libertad” yanqui- la continuidad necesaria del proceso de desarrollo científico-técnico y, por
tanto: del desarrollo espiritual dinámico de la humanidad!, pues, éstos quedan a merced de la
acción de la sola ley natural del desarrollo desigual de las fuerzas productivas, puesto que
puede retirárselos el alto incentivo dado por el designio de una determinación social (la
contradicción): la competencia intracapitalista y entre otras formas de reproducción social. En
la preconceptuación del escenario, la división histórico-social del trabajo, en la coyuntura
mundial, perfila dos frentes saludables para las pretensiones futuras de la especie: los países
centrales, tienen el deber de desarrollar la ciencia y la técnica posible por vías de la
inteligencia natural; a la misma hora, las neocolonias deben terrenalizar las premisas
sociopolíticas de la “sociedad” sin clases automatizada, que debe tomar la posta para que el
desarrollo de la ciencia y de la técnica prosiga (y los pueblos otrora ignorantes, tienen esa
catadura ya; y, la misma: es el aporte dado por parte del propio poder nervioso, ansioso,
codicioso burgués, al salto que experimenta la población mundial en general: la capacidad de
diagnosticar, de planificar, la conducta estratégica, el dominio de la teoría de la negociación,
la comprensión sociológica, la psicológica y la inferencial –la televisión, el teléfono celular, el
Internet-, ha convertido al sencillo cerebro colectivo, en toda una potencia).
Por una parte, el sistema burgués de reproducción social: grosero, generatriz de los
estados sostenidos de perfidia psicológica, en su condición de denominador común en los
habitantes de la mayor parte de la esfera terrestre, sustento –en verdad- de las más bajas
pasiones inimaginables que pueden anidar en la conciencia humana; strictu sensu: el
capitalismo y sus secuaces, se han avenido a desarrollar el conocimiento, pero tan sólo en
aquella modalidad en la que se impulsa el proceso de valorización; las religiones, en actitud
tozuda de “machacar y machacar” parafernálicamente sobre la Biblia, han entorpecido
consciente, deliberadamente, el desarrollo del conocimiento, por otra. Son los grandes
investigadores en Ciencias Naturales (muy particularmente quienes realizan procesos
esforzados de búsqueda –y divulgación- de la verdad en dominios de la Física, pese a que
también en alguno de ellos: en su movimiento evolutivo intelectual, de cuando en cuando se
hayan filtrado momentos de deslucidez escolásticos), quienes han afianzado una concepción
científica de la realidad. No obstante, el mérito, en el proceso cruento de consolidación de la
racionalidad en la conciencia humana, se lleva el pensamiento materialista y, en especial: el
marxismo, el cual expulsó de la esfera cognitiva –y del resto de dimensiones estructurantes
del modo de reproducción societal-, toda forma de idealismo (en esta ideología científica, toda
representación que no detente substractum real o de demostración plena, está proscrita).
571
En el interior de la formación social capitalista, el trabajo es quién ha financiado al sistema racionalmente
inducido de desarrollo tecnocientífico -pues, los trabajadores productivos son los únicos que generan valor (el
ingreso del trabajo científico-técnico es una forma transfigurada nueva de “plusvalía”); es obvio, que una vez
retirado su aporte al sostén de la humanidad, ya no provendrá de su fuerza productivo-material-multilateral este
colosal mérito, pero entonces el mundo habrá cambiado radicalmente de modo de producción-; este proceso ha
avanzado de forma mediatizada a través: sea de los programas de investigación patrocinados por parte de los
empresarios (como en Estados Unidos, país en el que las empresas se han vinculado con las Universidades para
el efecto) o mediante el uso de las “rentas institucionales del Estado”, en este último caso: de la forma clásica, en
virtud de la que el poder ha descargado sobre la sociedad todo este peso.
365

El movimiento progresivo de la historia exige, sin embargo, que otro momento de
reproducción de la existencia se halle inmediatamente frente a la humanidad, listo para tomar
la posta luego de que la forma mercantil moderna cese del todo: el proceso autónomo inserto
en el impulso dado por las propias fuerzas productivas (mecánicas, robóticas, inteligentes),
una vez que éstas se han subjetivizado del todo; dicho de otro modo, momento de coyuntura
que debe estar dispuesto, cuando la fuerza productiva espiritual del ser humano se ha
objetivizado en la instancia robótica y de la inteligencia artificial (la planificación total:
burocratiza, el mercado total, anarquiza; la solución está en la supresión de la razón y del azar,
en la automatización 572 ). Mientras tanto –y es molesto tener, otra vez, que reconocerlo-, se
requiere que el Estado en la coyuntura (el sistema burgués de vida, como la forma febril,
contradictoria, más acabada de reproducción y acumulación material, científica, técnica,
mecánica, base de la nueva estructura de vida exenta de la producción sustentada en las
“energías” humanas), incluso en su carácter supranacional, esté en pie, para que siga
cumpliendo labores socialmente reaccionarias, pero para que impida también, que la especie
desaparezca, víctima de sus antagonismos internos (la estrategia futura –la “revolución
subversivo/intelectual/ciudadana”-, tiene como fin cambiar la esencia de la “colosal farsa
montada para la explotación”, “el capitalista colectivo”: de la junta que todavía “administra
los intereses comunes de la clase dominante” hemisférica –el “poder constituido”-; en
realidad: es el instante en el que el Estado deviene progresivamente en simple mecanismo de
“coordinación”).
La diferencia entre la propuesta reseñada en párrafo inmediatamente anterior
(pervivencia del Estado y evolución socioeconómica racionalizada) y el eurocomunismo, por
ejemplo, es que mientras que el eurocomunismo no se plantea directamente eliminar el
capitalismo 573 ; la propuesta en mientes, en cambio, propende acelerar y encausar el desarrollo
final del capitalismo para que cumpla su misión histórica completando el proceso de
automatización hasta el último día, puesto que es el mejor orden para el efecto, y en cuya
empresa se debe intervenir de modo de reducir su virulencia sobre la población y la
vulneración sobre el entorno natural, como para que cuanto antes el sistema burgués deje la
historia, a la vez que los pueblos preteridos se desarrollen material y espiritualmente, y pasen
a participar de “palabra y de hecho” en el proceso de la historia. Por tanto, una vez que se
haya completado el proceso de automatización, las relaciones en las que éste –el Estado-
colosalmente floreció, deben haberse “disuelto” (esta disolución, no obstante, no es
espontánea –“el poder que se destruye a sí mismo, no existe”; eso: depende, pues, existen
fuerzas de desarrollo y de destrucción en cada hecho, en correlación temporal- es el producto
de la lucha variada anterior, proceso que exige conducción de la voluntad también a futuro);
en realidad, no puede haber una estructura formada y desarrollada de inteligencia artificial en
el seno de los nexos capitalistas en el grupo humano; ¿por qué?; por cuanto las
contradicciones sociales y sus secuelas en la personalidad, pondrían a combatir a los robots
como la Gulf y la Standard Oil Fiel lo hicieron con los ejércitos de Ecuador y Perú, o en las
guerras del Chaco.
El obrero, el socialismo de Lenin-Stalin (“retirado por la historia”-sic), el seudo
socialismo soviético de años antes de su “auto desaparición” (falacia histórica suprimida
–en definitiva- por la competencia intermonopólica “bipolar” imperialista por el reparto y
dominio del mundo), la competencia intracapitalista y la acción del propio prurito
emprendedor espontáneo humano (pues, en toda forma relacional histórica entre individuos
–en los diversos modos de producción- éstos aportan en el desarrollo de la especie humana),
constituyen la constelación de factores, que han empujado al género a declinar su acción en el
plano más excelso: el ejercicio de la determinación absoluta de su ser (la condicionalidad
suprema de su “trascendencia”): el trabajo; cualidad superior ésta, que produjo la conciencia:
572
Esta es una nueva forma de objetivación humana, de ratificación de la condición esencial de ésta, de continuar
humanizando la naturaleza y la realización de la unidad orgánica entre el sujeto y el objeto: “cada vez más la
naturaleza se vuelve imagen, reflejo, del proceso de autocreación humano”: la historia como movimiento de la
vida, en el movimiento de la naturaleza.
573
“… es posible pensar que la premisa tradicional de la izquierda (no necesitamos más al capital) es falsa, y
que debemos formular un nuevo proyecto estratégico basado en los siguientes rasgos: 1, es preciso contribuir a
la superación de la crisis del capital; 2, es preciso cambiar la naturaleza de clase del Estado a través de un
largo proceso de reformas que supongan su democratización y descentralización, y en especial la penetración
de los llamados cuerpos separados (fuerzas armadas, aparato judicial, etc.) por la dinámica de la sociedad
civil” (Paramio, Ludolfo. La apuesta del eurocomunismo; Nexos en línea, 1980).
366

formó la racionalidad, la personalidad, en una palabra: la legítima base de la espiritualidad del
género, pero que a futuro, cada vez más se detrae. Con el robot, el ser humano “come gratis”
de las “manos” del “trabajo pasado” (conquista todo el “tiempo” para distribuirlo entre el
ocio, la recreación y el desarrollo espiritual) y se lanza a descubrir a Dios en o fuera del
Universo o simplemente a producir la demostración empírica del conocimiento provisional
avanzado sobre el mundo (verdad hipotética “para todo”), en torno de la realidad total
(Einstein –Mileva-, Penrose, Guth, Hawking, Sagan; Marx, Leontiev 574 ); con robot, la
“sociedad” pasa a vivir en abundancia: la “enfermedad holandesa”, se desata como epidemia
benigna (pero el robot que trabaja, si lo hace en comunidad, si la división del trabajo le exige
–como al proceso humano- su desarrollo cerebral-organizacional, esta “máquina” se enrumba
hacia la producción de lo que se conoce como “alma” -Dios debe estar atento para insuflarle
el “espíritu” en el momento preciso como se dice que lo hizo también con el ser humano-; es
el instante en que este “ser” se convierte en “hijo de Dios”).
¿Para qué, qué sentido tiene la existencia (producción) del robot inteligente? Deviene
necesaria esta producción: ¿para que el ser humano deje de trabajar, acaso? ¿Cómo proeza
que conduce a autoafirmar el poderío inventivo, constructivo, las potencias, el poder de la
mente, quizá? ¿Para incrementar la productividad (niveles de) –en este caso: de las
operaciones, de los movimientos programados de cosas, de máquinas- de modo de poder
contar con el quantum de productos con los cuales abastecer suficientemente el incremento de
bocas, de nuevas necesidades, tal vez? ¿Para que en la etapa pos política (postproletaria) se
elimine, por vía alternativa, los restos del sistema de explotación de una clase por otra,
necesariamente? ¿Por todas las razones expuestas –y otras más-, de modo que la inteligencia
se halle lista para realizar completamente su capacidad –su potencialidad: el acto en potencia,
que debe indefectiblemente devenir real en tanto se halla en potencia-, su designio aleatorio,
su razón de ser? (¿Para qué la creación de la máquina, si existen brazos que reclaman
participar de la dignidad del trabajo, en tanto su supervivencia les impone oponerse al paro?
¿Para qué la producción del robot, si existen domésticas, es decir, seres humanos de género
femenino, que han sido puestas al servicio –en las sociedades clasistas- de otros seres
humanos, incluso de sus canes? ¿Por qué el contrasentido de la invención de la inteligencia
artificial, pues existen seis mil millones de personas en el planeta, más de la mitad de esta
cifra sexualmente viables, en trance de pensar y de generar nuevas unidades de
pensamiento?). De cualquier manera, la gestación de procesos de inteligencia artificial
materializan la potencialidad de la inteligencia natural (el ser humano se emula y se supera a
sí mismo –en cuanto a su composición y funcionamiento cerebral, como acto dado en el
entorno de una situación carente de emociones, pues, éstas constituyen tan sólo móviles
primitivos requeridos por la perennización de la especie; sostenibilidad que a futuro cada vez
más habrá de prescindir de la injerencia del factor “instinto de sobrevivencia”, en suma:
necesidad lograda por simple replicación programada), en la medida en la que se fusionan en
armonía y con dirección, la materia y la idea (también materia) –la más alta propiedad suya-
(pensamiento y decisión).
El ser humano –definitivamente- está para realizar proezas prodigiosas. En los anillos
centrales, de vanguardia del desarrollo del conocimiento y la técnica en el 2011: EU, UE, los
Tigres Asiáticos y el conjunto de países llamados BRIC, no se duda ya, sobre las colosales
transformaciones mecánicas, biológicas, genéticas, sociales y espirituales (aunque en dichas
mentes no hay todavía claridad en torno de las modificaciones a registrarse en los aspectos
citados en último lugar: en las relaciones sociales y en la mentalidad), que se van a
experimentar tanto en el individuo como en la humanidad, hecho que tornará irreconocible al
ser humano del futuro; sin embargo, es insospechable todavía para el común temeroso y
escéptico de los mortales, el extraordinario cambio ontológico, gnoseológico y teleológico
humano que se viene, como producto de la efectivización de las potencias que residen en el
trabajo social y en la inteligencia, en materia de la robótica, de los saibor (“tecnología
574
El ser humano se dirige a ser Dios (en el sentido necesario, no soberbio ni conspirador). En la propia
“materia” (en su software) se halla contenida esta determinación (en las abejas, que un cigoto llegue a ser reina,
obrera o zángano, se debe al tipo de alimentación; en el ser humano –en la obra más perfecta de la “creación”-, el
hecho responde al efecto histórico sobre el individuo, de la actividad denominada “trabajo en colectivo”). Ahora
bien: ¿cuál la razón por la que una persona materialista marxista recurra al pensamiento de exponentes de
derecha en las áreas de las Ciencias Naturales? Una justificación de este proceder se expone en el numeral 5:
“Diálogos imaginarios”.
367

integrada”) y de las máquinas pensantes. Estas colosales transformaciones aún se producen
como efecto de la competencia mercantil (el desarrollo autónomo de la técnica) y también de
la propia sed de conocimiento y del prurito por tornar realidad las ideas (racionalidad,
creatividad); esta “carrera” es, luego: imparable, pues, el Siglo XXI “es el siglo del robot”.
Sin embargo, los artífices de este desarrollo, obnubilados por el límite actuante en ellos de la
especialización positivista de su quehacer científico-técnico y de su “posición de clase”,
transparentan el temor de que el proceso se salga del control y los productos del progreso
sobre todo en el campo de la inteligencia artificial capaz de tomar decisiones autónomas, se
vuelva en contra del ser humano, sometiéndolo, eliminándolo.
En el citado panorama, en el frente del ser humano natural en concreto, los seres
humanos madurarán, perderán la capacidad de las emociones, no obstante continuarán
tomando decisiones mucho más racionales, a la manera de aquellas personas que por razones
traumáticas, han perdido la esfera emocional, sin embargo siguen con éxito la vida; luego, no
es necesario incluir el sistema emocional en el robot (Ingeniería Inversa), puesto que allí
reside el peligro de integrar características humanas capitalista dañinas en las máquinas
pensantes. Para el caso de la presencia y actuación de “esta nueva especie” sobre el planeta: el
robot sapiens, creado por el ser humano: ¿deberá autoreproducirse? No. Ellos no son
productores (medio) del objetivo que posee el ser humano en la vida, a pesar de que se
hallarán dotados de la propiedad de la inteligencia, de que coadyuvarán en la consecución de
dicho propósito: “entender el Universo” (de lo cual se desprende una conclusión lógica
siniestra: que la materia se ha autoprogramado de modo inconsciente para llegar a la
representación ideal de sí, con la conciencia humana o sirviéndose de ella en tanto
productora de la inteligencia artificial, la que continuará horadando en los misterio del
Universo, para el caso de que haya desaparecido la humanidad (parricidio del robot); la
inteligencia natural debe sortear esta determinación: el haber sido tan sólo un
instrumento de la realización de la finalidad de la ciega materia; ¿cómo?: fusionado los
dos tipo de inteligencia, esto es, la natural y la artificial, para que la pareja sea la
protagonista de la proeza y pueda manumitirse del despotismo material, pasando a
gobernar al potro de la materia). Por tanto, la autorreplicación carece de sentido debido a
que un robot puede ser “eterno” y desarrollarse permanentemente sin necesidad de
incrementar las unidades de pensamiento automatizadas. No puede ser malo (por naturaleza)
un robot, pues, no debe reproducirse de modo darviniano (selección natural, producto de la
competencia entre las especies); tampoco deberá sentir el efecto de la explotación y
dominación (“ejercerse el poder de mando del capital sobre el trabajo y sus productos”)
establecida o experimentada sobre o de los seres humanos o del otros robots, en su orden.
Hawking sostiene que el robot superará al ser humano, podría liberarse, tomar
decisiones, entrar en pugna con la inteligencia natural obsoleta y pasar a supeditarla o a
destruirla; el ser humano, por tanto, debe tomar previsiones: se ve impelido de realizar
transformaciones en el genoma para mejorar la raza y poder competir con el robot (a través de
la “voz” de Hawking, se materializa el discurso de la ideología fukuyamana capitalista
ahistórica, naturalizada: las relaciones burguesas de producción son eternas). Tanto Hawking
como el resto de personas que razonan en torno al peligro de que un robot someta al ser
humano, concluyen de ese modo por cuanto no son sociólogos, historiadores ni politólogos, ni
siquiera funcionalistas a lo Parson, Merton, Durkheim, Toymbee, Boas, Toffler, Negri-Hardt
o Huntington (no obstante, tienen conciencia y adscripción política de clase: ideología
burguesa, en tanto forman parte de la capa social de los científicos, de los técnicos y de los
intelectuales actuantes en el seno de la estructura capitalista), su perspectiva teórica sobre la
realidad y su futuro es limitada, comprometida con la clase que opera como su mecenas.
Hawking no comprende, que su tesis de que sólo la humanidad en su conjunto puede entender
el Universo (“leer la mente de Dios”) y no un individuo por separado pese a su genialidad
exclusiva, es posible únicamente con el desarrollo genómico del cerebro natural, de su
conexión en interfaz con otros (todos los) cerebros humanos y máquinas pensantes: ese es el
cerebro del tamaño del Universo 575 . Por todo eso y debido al propio desarrollo de la historia,
575
Sea que se llene completamente el área cerebral de almacenado de imágenes, datos y formaciones lógicas (los
tramos no ocupados de los enlaces de hidrógeno entre las bases de los nucleótidos del ADN de las células
neuronales intermedias), se teja totalmente la red de sinapsis o que se llegue al límite de la capacidad de asociar
de una “unidad de pensamiento”, o que ésta solamente sea utilizada, como suele decirse, un 10%, se advierte una
limitación asociada con el agotamiento, degeneración y cesación de las funciones cognitivas con la senectud (en
368

es que el robot inteligente autónomo, no puede darse sino en la “sociedad” comunista, esto es,
en la forma humana superior caracterizada porque en ella se ha superado la escasez, el trabajo
ha dejado su condición propia, única e inmanente del ser humano, las clases o cualquier otra
forma de diferenciación social se han eliminado y las formas ideológicas clasistas, han pasado
a ser tan sólo reminiscencias. El robot siempre será racional; el ser humano tendrá
permanentemente rezagos de sentimentalidad 576 ; entre los dos habrá compensación,
equilibrio, puesto que, al hallarse la inteligencia natural “mezclada” con la artificial en el
proceso de interfaz, los “sentimientos” humanos nuevos, producto de la superación de la base
óntica generatriz de los malos deseos: las relaciones sociales capitalistas y las de clase en
general, gobernarán el pensamiento mixto natural-artificial, de modo racional, bondadoso,
sano, bueno.
Sobre el hilo conductor de la reflexión hasta aquí esbozada, una aclaración cabe. No se
trata de una actitud rayanamente apologética, pro totémica, respecto del icono “robot”; la
atención está puesta más bien, en el sistema de relaciones “sociales” (interpersonales), que
éste –que como determinación histórico-material de la vida racional futura- da lugar como
producto elaborado por la última intervención humana en el proceso de su reproducción
material y en el desarrollo de las fuerzas productivas materiales; relaciones que
revolucionan de manera total los esquemas del modo de vida: las ideas (las visiones, los
preceptos axiológicos, las esperanzas, los objetivos, los proyectos), las normas, las
instituciones, las conductas de la entera entidad humana global (y a la naturaleza humana
propiamente, pues, el robot, dotado de inteligencia puede llegar a contar con autonomía: a
pensar por propia cuenta, siempre y cuando ésta facultad responda a una necesidad de
reproducción de su “especie”, lo cual está directamente relacionado con la existencia de un
sentido; de no ser así, su permanencia deviene de una obligación –de una imposición lógica-:
el concluir el proceso de subjetivización de la materia, que dio inicio el antiguo ser humano:
el ser humano “obsoleto”; de producirse este fenómeno, cosa grabe, puesto que entonces el
género habría sido tan sólo un eslabón funcional en el camino de la materia hacia el desarrollo
de la “idea de sí”, su mérito habría consistido en producir la mecánica inteligente que tome la
posta y concluya su trabajo) 577 . Por tanto, es el robot globalizado (la mecanización, la
automatización, de todas las esferas de la vida y para todos los “estratos” de la “estructura”
“social”; en verdad: sólo con el robot, en tanto proveedor “económico” fuera del trabajo, de la
entera comunidad humana, se reitera: se da el “comunismo”, no de otro modo 578 ), la
un programa de televisión ecuatoriano: Mitos y Verdades, Canal 4, se escucha decir, y esta vez con razón: si
solamente el ser humano utilizara el 10% de su capacidad cerebral, el resto se encontraría subutilizada durante
toda la vida de la persona –ineficiencia-, por lo cual estaría por atrofiarse). No obstante, la conexión en interfaz
entre los cerebros humanos, la “optimización” y “maximización” del uso de una mente (se suprime el grabado de
tanta basura que ocupa la memoria y distrae los procesos operacionales: como las malas palabras, los malos
pensamientos, etc.), son factores que ampliarán la capacidad abarcadora conceptual del mundo; al proceso citado
ha de sumarse la llamada “computación cuántica” y la inteligencia artificial, esta última que es más potente que
el desarrollo actual en dicho ramo y que la natural, puesto que ella no debe relacionarse con la realización de
funciones de regimentación del organismo propio ni con el coito, sino que tiene especialización en pocas
funciones como: captar el entorno, grabar y procesar la información, y tomar decisiones.
576
Siempre en el sistema económico capitalista, todo individuo tendrá por lo menos un enemigo y se será
enemigo de otro; la estructura social asimétrica lo sustenta.
577
Si la naturaleza (la materia en su sentido inerte) se “jubila” en la medida en que entrega la misión de
continuar el desarrollo al ser humano a través del proceso tecnocientífico, también este último al llegar a cierto
grado de desarrollo, se retira de la historia y entrega la misión comenzada y avanzada a la “materia pensante”
producida por él; la materia toma nuevamente para sí la tarea de generar su conciencia (lo que viene luego, se
torna de nuevo en un misterio: toda interrogante más allá de este límite vuelve a ser una incógnita, pero, nuevas
unidades humanas en este mismo momento se están gestando, otras han nacido, y unas terceras tienen puesta la
marcha más potente de su capacidad intelectual). En fin, la materia tiene dos vías para producir su conciencia: la
natural humana o la artificial robótica inteligente; mas, en la práctica, ésta resulta ser una sola vía secuencial en
la que se implican las dos instancias.
578
Empero, salto a darse, no como un acto de la simple razón, en el sentido en que lo proponen Guattari y Negri
(“comunismo entendido como liberación del trabajo”), sino como desenlace de la praxis en esa nueva realidad;
el trabajo ha creado el actor sucedáneo en la producción material (la máquina automatizada e inteligente), no
obstante éste se mantiene, puesto que el trabajo debe pervivir hasta el último día de vigencia de la inteligencia:
ésta debe tener siempre ocupación. De lo que se trata es de liberarse del trabajo en el trabajo y de mantenerse
siempre en él (ésta es una afirmación que vale, no para el proletariado, sino para la humanidad en cierta etapa).
En todo caso, la ley del desarrollo de las fuerzas productivas tiene carácter universal hasta un dado momento:
cuando el ser humano produce el sucedáneo de sí, luego de los cual este desarrollo pasa a concentrarse en el ser
humano: su desarrollo espiritual.
369

verdadera y definitiva negación del capitalismo, pues, representa en sí misma, la supresión
práctica de la realidad “empírica” de la “escasez”: la alcahuetería epistemológica del
catecismo económico liberal remozado (no deben crear preocupación problemas relativos al
consumo de “capital” –la denominada “depreciación”- dado en el proceso de “producción”,
puesto que éste será considerado por la programación y adsorbido en las condiciones de
entonces).
El robot es la ontología artificial de la vida material y el Internet: la “conciencia” global
del nuevo mundo (conciencia virtual, exógena a la organicidad humana), aspectos entre
quienes se presenta difícil establecer diferencia entre creador y creación. Pero el capitalista no
puede figurarse un mundo, que no sea capitalista, esto es, de mercado, de oferta y de
demanda, de competencia y utilidad (el “mercado” es el más eficiente agente asignador de
recursos y la “democracia” es el mejor sistema político, se repite); cuando, en realidad, el
robot no puede ser operable, precisamente en el interior del mundo capitalista (en verdad, “el
ser humano crea la realidad, bajo el influjo de condiciones dadas, y se crea al crearla”; con el
robot, el ser humano “se objetiva sin objetualizarse”). Para ubicarse en el alter ego de la
ideología oficial neoconservadora, en este esfuerzo de reflexión se intenta dejar de lado los
aspectos no esenciales respecto del “objeto puro” de la preocupación, esto es, el problema “no
oscurecido por las influencias perturbadoras”: los factores fundamentales de la transición.
Strictu sensu: no son la ciencia, la técnica esferas en las que se hallan embarcados los
subconjuntos sociales denominados “desarrollados” o las estrategias de sobrevivencia per se,
que ensayan los pobres del mundo para continuar respirando, el “objeto de estudio” de este
trabajo; por el contrario, se procede a examinar el desarrollo de la ciencia y la técnica, y las
formas de colaboración económica solidarias que tienen lugar en las neocolonias, puesto que
las mismas “sirven de ilustración al desarrollo de las teorías” aquí esbozadas: inteligencia (en
sentido orgánico material: neocórtex), “valor” de usufructo, democovivencia, saber objetivo
integral.
Ahora bien, la premisa lógica, hipotética, inferencial, sostén de todo el discurso
predictivo sobre el desarrollo nocional del fenómeno más extraordinario tratado aquí,
dispuesto en el camino para la humanidad: la producción del ser humano mismo por vías
artificiales –por exigencia de la necesidad histórica, esto es, el contar con uno de los
mecanismos coadjutores en el proceso de realización de la meta suprema-, es un acto de
deducción de la mente, recogido en el entorno del pensamiento adscrito a la perspectiva
marxista, el cual fácilmente puede parecer vergonzante (por ejemplo, Samir Amín sostiene,
que la automatización total del proceso productivo es tan solo una “fantasía académica”);
dicha premisa reza que: “todo lo que lo ha hecho la naturaleza lo hará el ser humano por
la vía del conocimiento y la técnica”; y, ésta es una determinación que se despliega “ante
nuestros ojos”. De hecho, muchas, miles de cosas ya han sido producidas por el trabajo
investigativo teórico y fáctico de la humanidad en lo que va de su despliegue histórico: el
fuego, la luz, la “energía”, las medicinas, ha construido vehículos y ordenadores. El ser
humano es un producto de la naturaleza; por tanto, también el mismo debe ser rehecho de
modo artificial en su entera extensión para que se fortalezca y se asegure el arribo a su meta
superior. Con la creación de su substituto artificial: el robot inteligente, la humanidad llega a
su máximo nivel de concretización; de manera que, en cuanto a este mismo proceso, el cual
ha avanzado en grado superlativo, pero que en su interpretación se halla penetrado “hasta el
tuétano” por la visión positivista reductora, abstracta clasista burguesa, se ha pensado, que su
reflejo en una partícula conciencial de un habitante neocolonial, debía receptar
sistematización expositiva formalizada en una nueva totalización (“amalgama de ideas de
diversas ciencias”), como aprehensión cognitiva dialéctica de la realidad.
Si sostener que el capitalismo está muerto, que el proletariado ha cumplido su misión,
que no va a producirse revolución alguna a futuro, ha causado urticaria y rechazo tajante en
cierto sector “revolucionario” de la población, el plantear que el trabajo va a pasar a las
máquinas (desempleo tecnológico) ha desatado verdadero furor (contra quienes han propuesto
la tesis del futuro como “paraíso tecnológico”) 579 . La robotización es un mito. El capital se
579
Por más absurda que pueda parecer una hipótesis, la realidad es la única encargada de verificarla o
disprobarla. Ciertos economistas de izquierda (Samir Amín, Diego Guerrero) inadmiten la idea de que el ser
humano finalmente se “sacudirá” del trabajo (tan importante para la formación de la conciencia), determinación
que se perfila nítidamente en la tendencia progresiva de producción de instrumentos; en efecto, cada vez más el
ser humano in abstracto ha ido haciendo menos esfuerzo en la tarea de procurarse los satisfactores para cubrir
370

valoriza también en el sector servicios y sus trabajadores, por tanto, son proletarios (nostalgia
anacrónica por la era del trabajo, a la manera del “fin de la historia”: siempre habrá
capitalismo; de por vida la humanidad se mantendrá en el trabajo). ¿Cómo es posible que un
trabajo, que no crea valor, produzca plusvalía, por ejemplo: en la posmoderna modalidad
“esclavista/feudal” de la tercerización? El capitalista comercial, al pagar por debajo del valor
a sus trabajadores, crea las condiciones para acceder a una parte de la plusvalía generada en el
proceso de producción. El trabajador tercerizado no produce valor para el capitalista (o no
capitalista si es el Estado) a cuya empresa (o institución) va a laborar como guardia, verbi
gracia; tampoco produce valor para el capitalista de la empresa de seguridad en la nómina a
la que consta y en la que recibe su pago; pero tanto el uno como el otro explota al trabajador
tercerizado que no produce valor, puesto que en el un caso el empresario que compra los
servicios paga por debajo de la cantidad de trabajo realizado y en otro, el empresario de la
seguridad retira parte del pago recibido por el empresario receptor del servicio y reduce
mucho más el monto a percibir por el trabajador. No se puede resolver la citada antinomia
apelando al criterio romo que objeta la tesis que sostiene que solamente es productivo
(creador de valor) el trabajo industrial, sustituyéndola por la que asevera que el capital
subsume a todo trabajo al proceso de valorización, caso este último en que queda omitido el
proceso de producción. La única manera de entender el hecho es dar por presupuesto el
sistema capitalista: la verdadera nueva contradicción cardinal y coyuntural viene dada por la
automatización, la ausencia de puestos de trabajo, las necesidades cuantiosas humanas y la
potencia no realizada de su satisfacción en las operaciones de las máquinas. En dicho frente
debe producirse la última “revolución”: no para prolongar la sociedad del trabajo, detener el
avance del proceso de automatización, y mantener la condición de la revolución y el
socialismo al garantizar la presencia del sujeto (proletariado); sino en cuanto determinación
consciente conducente a empujar el desarrollo de las fuerzas productivas hacia la
robotización, a la subsecuente expropiación de dicho sistema maquinizado de producción, en
el marco del acomodo de la vida a nuevos objetivos.
¿Por qué se dice que el comunismo es la última etapa de la existencia humana y que ella
durará el lapso de vida que se requiera para conocer y tomar control del Universo por parte de
la especie? ¿Qué relación guarda el desarrollo continuo de las fuerzas productivas con la
producción de la máquina pensante, con la pretensión del saber total y con el régimen
“político” democovivencial? Porque la civilización llega al concreto, precisamente cuando el
ser humano se ha reproducido a sí mismo por vía artificial, una vez que ya no necesita trabajar
y en el momento en que la abundancia de bienes de procedencia del sistema automatizado de
producción, hace innecesaria toda asimetría, escisión y jerarquización humanas, habiéndose
impuesto en la humanidad las formas fraternas de relación (la humanocovivencia). Esta loca
afirmación, no es el resultado del devaneo subordinado a la intuición, a la corazonada o al
desvarío. Ella se basa en la formulación de conclusiones resultantes de reflexionar sobre el
proceso histórico de progreso concreto de las fuerzas productivas, esto es, la evolución y las
tendencias que se puede construir con base en el diseño estadístico en relación con la
cronológica variación incremental de las innovación de los instrumentos que coadyuvan en la
tarea de sobrellevar y desarrollar la vida. Este progreso (y ésta ya es una inferencia lógica,
sustentada, como se ha dicho, en la revisión histórica del comportamiento humano frente a la
producción de medios e instrumentos) concluye con la producción del robot que piensa;
mientras que la vida humana se extiende hasta cuando máquina pensante e inteligencia natural
se fusionan y consiguen hacer realidad la pretensión einsteiniana de elaborar la “Teoría que
explica todo”, siendo el paso siguiente la conversión de dicho saber en tecnología (en fuerza
productiva) y el movimiento final de la vida en el tablero: sea la declaración de que se ha
llegado a la meta. Eh ahí la razón (y justificación) de prestarse tanto interés en el icono robot.
Sin embargo: ¡la verdad prístina, nuevamente! En este proceso terráqueo-sideral, el
trabajo es el entretenimiento de la razón (fundamental, pues, crea y desarrolla: pone a punto la
conciencia), como lo es el juego para la inocencia: de la niñez y de los animales (a los niños
sus necesidades; este proceso conduce necesariamente a la reproducción mecánica del ser humano y a la
cesación de toda esfuerzo de trabajo material y póstumamente intelectual. No tienen razón, luego, quienes
asumen eterno al capitalismo y al trabajo como medio de realizar la satisfacción de necesidades y de su
desarrollo, como es el caso de Juan Chingo, Julio Sorel y Graciela López y su trabajo en la web: ¿"Crisis del
trabajo" o crisis del capitalismo?, pues, su punto de vista bueno, sincero, revolucionario, no se
corresponde con los hechos.
371

hay que distraerlos para que no se “aburran”, de igual modo se procede en ciertos zoológicos
con monos –en los circos, no es necesaria esta labor). Hoy la sociedad europea –por ejemplo-
sigue entretenida en la creación de la Unión Europea 580 ; el halcón yanqui, continúa perurgido
de someter criminalmente al mundo; y, en Ecuador, su sociedad se halla enfrascada en los
episodios de la esfera política: la lucha entre la transformación y la conservación (otros, ni tan
siquiera necesitan entretenerse, porque no han accedido a la conciencia de la responsabilidad
grabe de detentar inteligencia: procrean y cuidan a los vástagos, se desempeñan como
profesionales: cumplen un papel que les toca histórica, estructural y objetivamente realizar
–de allí procede su suficiencia, su carácter e, incluso: su modestia). En otros ámbitos,
disímiles seres se entretienen en la Religión: en la esfera fantástica; en la acumulación; en la
sobrevivencia; en el juego, en la diversión: al fin y al cabo “se tiene una chulla vida” (en el
plano personal: se busca entretenerse en cosas pasajeras, superficiales, cotidianas de la vida,
para no fastidiarse, para evadir la penetración del existencialismo idealista en la esfera
subjetiva, para poder superar, a medias, la contradicción entre la cotidianidad y la abstracción:
para escapar de ellas –sin perder la conciencia de ellas- de modo alternativo, en tanto las
faenas políticas han quedado para luego; pero la tranquilidad ha venido al conocerse el papel
que se está destinado, que se debe cumplir en el cosmos, en la historia y haber tomado la
decisión de proponérselo hacerlo bien). En el sentido expuesto: ¿cuál es el concepto de uno
mismo? Miembro del género humano, que le ha tocado vivir en una muy efímera etapa
intermedia del presente ciclo orgánico-racional de la materia; su fin ha sido participar en
política y advertir quizá antes que los coetáneos, en términos generales, aproximados,
hipotéticos, el cuadro entero de la historia, incurso en el devenir universal. En una palabra:
nada de “angustia existencial”, estado que es imputado por el evangelismo iluso, que jode
irrespetuosa, machaconamente con la intención de formar clones de ellos (de ese error), a la
“no aceptación de Cristo en su corazón”; problema que sin duda está presente en la vida,
sobre todo en seres humanos que tienen poca formación doctrinaria científica y que padecen
las lacras del capitalismo, el cual muy convenientemente queda anulado por la reflexión
filosófica materialista 581 .
Los “chapas” (la policía: estos “perros guardianes de los ricos”, no menos que la
milicia: el “brazo armado de la burguesía”; el “hampa oficial”, pagada por el poder), por
ejemplo, son individuos útiles (se justifica el uso de esta inteligencia –su asignación histórica-
para realizar una labor accesoria) en la medida en que esas vidas son auxiliares en el
funcionamiento de la sociedad (del grupo) capitalista (esta sociedad misma –grupo- es
necesaria para estimular, acelerar, direccionar, el desarrollo de las fuerzas productivas),
sociedad de la cual y gracias a la presencia y acción de quienes realizan tareas simplemente
domésticas (médicos, ingenieros, artistas,..., es decir, de quienes preparan y/o mantienen las
condiciones para la eclosión y sostenimiento de la vida en sus variadas responsabilidades
–mas estos roles tienen determinación histórico-estructural), emergerá la generación, la “elite”
(el “pueblo elegido por Dios”), que cumplirá los excelsos cometidos humanos, teniendo como
presupuestos a dichas condiciones. En perspectiva universal, absoluta, estos episodios tienen
y no tienen pertinencia 582 . No obstante, si hay un entretenimiento no denigrante: en la política,
en la coyuntura; y, en las labores de aprehensión científica, o en las de su producción y
socialización, en el plazo mediato. En efecto, el entretenimiento político es justificable: en
580
Empero, el Modelo de Maastricht definitivamente se ha agotado: la Unión, la política económica europea, el
BCE, el Euro expresan el límite frente a la crisis financiera del capital.
581
El origen de su hipócrita santidad viene de la máxima que rige su vida: “somos salvos por la Fe, por la gracia
Divina, no por las buenas obras”. Este maniqueísmo lógico permite justificar todo y particularmente la conducta
del empresario (por eso los grandes magantes estadounidenses amasan fortunas, viven una vida de parásitos,
pueden dar la orden de matar en Afganistán, Irak, Libia, Siria, presentan su candidatura a la presidencia de EU,
queman el Corán; pues, la Doctrina de la Fe está a su medida y juega el papel de control ideológico de la masas:
invisibiliza la holgazanería, y como el cielo no se conquista mediante un “agregado de buenas obras”, el vago
empresario del TEA PART está doblemente feliz); su fe les ha salvado: ¡qué conveniente! (como los 10
Mandamientos en la antigüedad esclavista: no robarás).
582
Parece estúpida y burguesamente interesada (la sabia emprendedora que inicia de abajo, como queriendo
reocultar la realidad de la explotación, de la acumulación de plusvalía, en que consiste toda riqueza), el final de
aquella película romántica: “Un paseo por las nubes”; todo se pierde y se reinicia todo con un nuevo jefe de casa.
Pero visto bien el hecho, esta destrucción y este no dejarse vencer y comenzar de nuevo, se torna en pretexto
inconsciente y objeto de la vida; hecho que anula la razón (la inquisición filosófica porque la mente se halla
embelesada en menesteres primarios) al preguntarse: y todo esto ¿para qué? (cumplir un ciclo, en el que se
encuentra la realización, la felicidad, el sentido honorable de la vida).
372

tanto vuelve a la razón de la existencia en medio por el cual la perspectiva del bienestar
multifacético personal se transforma en aspiración del semejante, en colectivo (“… llevamos
en nuestras vidas una porción de la vida de la humanidad…” –León Trotsky); y, la
preocupación científica comparte ese sentimiento aceptable: en cuanto esta tarea propende la
realización plena y masiva de la capacidad intelectual de todo el género, in abstracto. En
suma: la verdad de la vida en la hora presente, está planteada del siguiente modo: en contra de
la burguesía, la misión es arrebatarle el poder; frente a la realidad: entenderla de la mejor
manera posible; en otras palabras: enfrentar el reto frente a la materia: “irse de este mundo”,
entendiendo lo que más se puede de él (en una palabra: hacer el intento de dejar a la
posteridad un mundo diferente y/o un saber lógico mejor) 583 .
Pero la realidad somete a la razón de forma absoluta: allí radica la determinación, el
substractum de toda distracción; ella es la “trampa”, la que ajusta y da sentido a toda
existencia, en todo nivel y momento (no existe sentido que no lo abarque y devenga la y de la
materia). A decir verdad: ¿acaso una bella corporeidad juvenil, no incide sobre la mentalidad
copulativa, siendo –por el momento- el objeto esencial de dicho acto casi exclusivamente la
perennización de la especie? Las masas sociales: su asentimiento, los aplausos: ¿no acicatean
el histrionismo, la galantería y la egolatría? El precio de los productos del trabajo social, la
necesidad de disponer de los mismos, el status económico (social, ideológico): ¿no lleva –en
un sentido y momento histórico- a la acumulación, al atesoramiento de riqueza social? La
inquietud que imprimen en la conciencia los misterios de la realidad: ¿no son y acrecientan la
curiosidad, el prurito por conocer, como también lo hacen con los pujos de la soberbia
intelectual? La diferenciación social: ¿acaso no conduce a la actuación política de las mentes
esclarecidas e, incluso: al sacrificio, por ejemplo: del gran Ernesto “Che” Guevara? Es obvio,
que todas éstas –y otras más-, son razones de la vida, se dice: son móviles específicos que
llenan de contenido a la existencia, siendo frente a esos objetivos que comúnmente se evalúa
la existencia. Luego concluye la cruzada y el ser humano reflexiona en sentido más amplio en
torno de sí y sobre su entorno. De modo sencillo, la verdad es que todo órgano, todo ser
puede hacer y llega a ser sólo en la proporción en que su capacidad intrínseca lo permite; esta
ley determina aquello que la conciencia aspira y lo que luego deviene en plasmación objetiva;
a la vez, allí radica su razón, su realización y felicidad. La conciencia es según su capacidad
sin misterio alguno; va hacia su plasmación y nada más. De ello se desprende, que el objetivo
muy individual en la vida en la coyuntura, es no morir en la ignorancia, eso sí: en
conocimiento de la manera más veraz y amplia el mundo (no obstante, habiendo gozado de
los placeres de la vida: rumbeado, catado licores, paseado, payaseado: ¿para qué pensar y dar
importancia a tal preocupación?).
Sectores de creyentes, en actitud militante, conduciendo siempre el “agua a su molino”,
aseveran de manera expectante, que “quién no tiene a Dios en su vida: ésta, está vacía, carece
de sentido, por lo que a quién está lejos de Dios, siempre le invade un estado de angustia no
sobrellevable”. Un impresionante desarrollo espiritual ilusorio se produjo con el advenimiento
del pensamiento evangélico: ni materia ni sentimientos, todos a la vez según primado de la
única idea, idea levantada sobre el zócalo de la forma mercantil burguesa de vida; en verdad,
las formas religiosas luteranas ilustradas posmodernas, representan el nivel más acabado y
último de las ideologías clasistas y mitológicas, en un mismo acto; ellas se instalan en la
cumbre de la sola especulación; y, al intentar dejar atrás la ritualidad y la iconografía (esto es,
de prescindir de los medios proto providenciales a través de los cuales se ha perseguido entrar
en contacto, de llegar al “más allá” mientras se desarrolla la vida), estos pareceres de la pura
abstracción le quitan toda base real de representación a la representación; su triunfo -en
Occidente- frente al catolicismo atrasado y al eretismo, es equívoco, constituye, no obstante,
momento de avance colosal en el salto que debe dar la humanidad para desembarazarse del
acto alienador en todas sus vertientes; es, en consecuencia: la antesala de la disolución de toda
forma ideológica especulativa. En ellas, se condensa en paralelo, tanto la especulación
abstracta como la de clase, en cuanto, al llegar a esta fase, el fenómeno empieza por instalarse
en el momento de su negación, circunstancia con la que desaparece todo ideal fuera de este
mundo; técnicamente, porque el hecho entra a tratar con la exclusiva pareja: información-
583
Superada la tarea política, solamente la ciencia la reemplaza como móvil que continua motivando el sentido
racional de la existencia; caso contrario, como ocurre con la clase dominante parasitaria europea: “retirado el
socialismo de la historia”, al cual ayudaron en su caída, “no tienen ya contra quién luchar, se vuelve objetivo de
la vida cumplir la banalidad de hacerse ricos”.
373

software, la que no empata más con la realidad, más que con aquella falaz objetividad, que se
recluye en la sola ilusión volátil de la palabra (la lógica parafenálica, azuzada por la
efervescencia del incremento del índice de diletantes).
El ser humano “… es un ser para la muerte”; se halla sometido al movimiento completo
suprahistórico de la materia: es parte de ella y es un componente especial ulterior de sus
procesos, en el sentido de que la materia toda va hacia él (estas coordenadas constituyen su
fatalidad y su razón reivindicativa). Pero el ser humano adquiere su identidad (su modo de ser
colectivo idiosincrásico y conciencial) al renunciar a su status de sujeción a las solas
condicionalidades de la realidad 584 ; se libera, en la perspectiva de que se hace con la noción
sobre el movimiento, las determinaciones y el final de la ruta del proceso objetivo integral, en
el cual efectúa su participación –en un primer momento- sin conciencia, con conciencia –en
un segundo- y, luego: como agente que se encamina según las determinaciones del ser
ontológico, en su condición de base de producción de su teleología singular, en coherencia
con la de orden universal. Su sino, en rigor, no viene metamaterialmente impuesto, puesto que
no conoce ese sino, por tanto, no puede someterse a él con conciencia (fatalidad y conciencia
coinciden en un punto y se anulan). La posición humanamente elevada en este escenario, es
llegar a advertir la razón esencial fundamento del movimiento de la realidad: aceptar su status
y actuar en su rol con eficiencia y responsabilidad (la llamada “vida bien vivida”), saberse
importante por pertenecer y por su misión en el proceso, y sentir satisfacción por el impacto
en él de la vuelta al equilibrio cotidiano en las diferentes etapas de su vida, en la medida en
que la involución orgánica no sea su factor conspirador. ¿Cómo debería superarse
–sobrellevarse- el impacto nocivo que estas reflexiones ejercen sobre toda voluntad no
escatológica? La conciencia plena de hechos y circunstancias pone conformidad; ésta, a su
vez, obliga a aprovechar el “tiempo” y a actuar sobre lo que es posible del máximo modo
obligado: el despliegue pleno de las cualidades “a nuestro haber”, como indicador de
satisfacción sincera (la felicidad); ese tipo de praxis observa Gramsci al sostener: “Si se
piensa bien se ve que bajo la pregunta de qué es el ser humano en realidad estamos queriendo
decir: ¿en qué puede convertirse el ser humano, es decir, cómo puede dominar su destino,
cómo puede “hacerse”, crearse una vida?...”.
En acto de desarrollo de la reflexión que precede, se sostiene que toda existencia
orgánica cumple un papel en el mundo, en su época; papel subordinado, en última instancia,
al metarol, que debe saldar la inteligencia. La bacteria, en la cadena de la existencia, merced a
las propiedades de las que se encuentra equipada (que define su lugar en el mundo), debe
plasmar sus posibilidades en su entorno y no más: eh ahí su razón y destino; plantas y
animales (excluido el ser humano, incluso el de las cavernas), dados su atributos más
complejos, están llamados a realizarse fomentando la organicidad y sostenibilidad recíproca
con su entorno. El ser natural no humano, a medida que lucha por sobrevivir, realiza
totalmente su circunstancia, esto es, en el interior de dicho acto de sobrevivencia, cumple su
papel; el ser humano, en cambio, debe reproducir su vida, pero lo hace: no para poder realizar
con ello su sentido pleno en dicho proceso, sino para sustentar el dispositivo corporal
(“autopoiesis”: Maturana y Varela) con el cual alcanzar a cumplir su misión. Esta tarea
permanente viene puesta genéricamente por la capacidad intrínseca que deviene en ciencia y
en técnica, las cuales mejoran las condiciones de su determinación intelectual (y este proceso
es la realización de sus propiedades cognitivas; propiedades se ha dicho, no talentos o dones
humanos, puesto que el término “propiedades” es materialista, o sea, diferente de las otras
nociones citadas, las cuales connotan percepciones idealistas metafísicas). No hay razón, por
tanto, para buscar el sentido y el término de la vida humana fuera del programa inmanente de
la materia altamente organizada, de sus propiedades y de su realización. Al sector preterido de
la especie, por lo pronto en ese marco le toca esperar, prepararse, sobrevivir, esto es, defender
la existencia de su corporeidad y desplegar la lucha incruenta en contra corriente.
Mientras se concretan estas grandes tareas por parte de la humanidad entera en el lapso
llamado de la transición, la que se prevé equivale a unos cinco decenios (atentas las
condiciones cronológicas desfasadas del frente neocolonial), visto el atraso en el desarrollo de
las fuerzas productivas y su propensión hacia la recuperación de formas sensualista de vida,
584
El carácter del mundo actual (la llamada “identidad”), en lo fundamental estaría dado –de modo abstractopor:
1) el mestizaje racial; 2) el sincretismo en el modo de vida (conciencia y conducta); 3) unidimensionalidad
en la forma de reproducción material, precisamente cuando aparecen esquemas solidarios de economía y una vez
que la humanidad está siendo insertada en el rumbo único de la automatización.
374

las condiciones humano-económicas del mundo y la pretensión de ubicarles a las sociedades
de los Estados que no conforman el denominado “primer mundo” por lo memos con voz en el
trayecto de la historia, la praxis pertinente para este sector in abstracto se corresponde con la
aplicación del modelo económico “productores libres asociados” (“economía popular y
solidaria”: el mundo se llena de neofanlasterios), el cual propende transformar a las
poblaciones en productores propietarios cooperados y ponerlos en la dirección del Estado. Los
resultados esperados del trabajo del modelo serían: se subordina al sector financiero, se
eliminan los monopolios y oligopolios, se accesa y adapta conocimiento y tecnología, se
supera el desempleo y se vuelve capitalistas a los trabajadores y a los capitalistas trabajadores,
y en buena medida se torna autosuficiente a la economía; la política coherente es
necesariamente la planificación y la medida concreta, la estrategia de desconcentración de la
propiedad. El modelo, sin embargo, es posible que no pueda desplegar todas sus
consecuencias, en virtud, esta vez, no debido al efecto bloqueador proveniente de la
correlación de fuerzas, sino a la acción del factor “tiempo” (el cambio en el proceso general
de la humanidad “pisa los talones” y se impondrá de modo general con antelación a la
generación del producto final del esquema), período, luego, que tal vez no sea suficiente para
que la nueva estructura se implante en su totalidad o en parte, se consolide y madure; mientras
la “época cambiada” realiza lo suyo, es decir, saca del todo a los rezagos del sistema social
burgués de la historia, e instala las aspiraciones propaladas por el ideario proletario (de
manera que en los planos económico, político e ideológico, en el interior de las posiciones
doctrinarias liberales –capitalistas- ya no se puede hablar en términos de “largo plazo”) 585 .
Compete ahora (para “curarse en salud”, en actuación: como abogado de “mí mismo”),
zanjar entredichos, que con motivo de estas ideas se van a generar con el pensamiento de
izquierda serio (el “ortodoxo”: el marxistaleninista estaliniano). Con seguridad que al leer
estas líneas, un revolucionario leninista objete: este individuo, entrampado en el fariseísmo
filosófico: se esfuerza por mirar el sentido general de la realidad (la materia, el Universo, la
naturaleza) y la historia (la humanidad y la mente), y concita totalmente su atención en fines
pequeñoburgueses, distrayéndola de los aspectos importantes del tiempo presente: el
neoimperialismo, el neoliberalismo y la revolución proletaria, con lo cual hace juego (distrae
la atención de seres propensos a la revolución) a los interese de la oligarquía “nacional” y de
la global. En respuesta se dirá: la izquierda marxistaleninista se halla entrampada en la simple
coyuntura: el modo de producción capitalista y su transformación; esa cortina no les hace
advertir, que si bien es racional, subversiva e histórica su actitud, una vez que ha
principalizado la tarea de derrumbar el sistema burgués de vida, al final, de hacerse con dicho
propósito y no proponer las futuras tareas para la especie liberada, se habrán convertido tan
sólo en burropie en el curso de conseguir el bienestar de la población: supresión de la
propiedad privada sobre los medios de producción, de las clases, de la división del trabajo, de
la explotación y de la dominación, insertándola en un marco de realización racional de la
vida: en el reino de la libertad y del desarrollo multifacético e igualitario; luego, la ceguera
está en que no se advierten los proceso de la historia en y más allá del comunismo, en su
orden, y respecto de lo cual Marx dejó indicios: el ser humano que ha confiado a las máquinas
el trabajo, ha dejado atrás la formación humana fundada en el “valor”, le compete –por tanto-
entregarse al disfrute de los outputs provenientes del sistema automatizado de “producción” y
dedicarse a conocer y “dominar” a la naturaleza (es decir, asume tan sólo labores del espíritu:
conocer y regir los hechos, someter al caos, a la incertidumbre, a la pura indeterminación
asociada a los ciegos eventos aleatorios de la existencia; esa es la proyección, la cual no se
contrapone a la lucha conducente a destruir al capital, sino que la comprehende y la ubica en
585
“Epoca cambiada”. En efecto: “época cambiada” (“lo que antes estaba bien, ahora ya no lo está”), pues, si no
se acepta de buen grado esta aseveración por parte del sector que se crea de algún modo vinculado con el
marxismo, se llegará a la conclusión del todo absurda, de que el socialismo fue nada mas, que una payasada
como lo cree el capital, que no jugó ningún papel en la historia, o que sí lo hizo: éste fue negativo. Esta
categoría, por otra parte, vuelve ilusa la profusa discusión en torno de las prenociones descriptivas de
“modernidad” y “posmodernidad” (escepticismo, desconfianza; crisis de la razón instrumental, ambivalencia e
inconmensurabilidad del mundo; destacamento de la heterogeneidad, pluralidad, las diferencias; desencanto,
pérdida de fe en el progreso; ni orden ni vida colectiva, elogio al presente, crisis de proyecto y de la historia,
futuro abierto; prevalencia de la idiosincrasia, debilitamiento de los intelectuales y del liderazgo, cesa el valor de
la experticia, los problemas imputan a todos), en tanto no miran el cambio dado que se afinca es su curso frente
al capitalismo senil, que se proscribe.
375

el real status filosófico) 586 .
El proletariado, en el “segundo” de su existencia -su salida de la escena de los hechos,
lo mismo que la del sistema de estructuras socialistas reales, dicho sea de paso, no fue
producto tan sólo de la operación de la condicionalidad histórica, sino también del ejercicio
de pérfidas determinaciones humanas internas a la estructura, inscritas en la traición-, ha
actuado de conformidad con su ser; la contribución (el cumplimiento de su designio
intrínseco) está lograda: en el instante en el que la humanidad ha debido acelerar febrilmente
el paso, exigirse (la “calidad”, la “excelencia”, el “cero defectos” burgueses, la “visión
corporativa”) y crear las condiciones materiales del mundo nuevo, la clase trabajadora a
marchas forzadas (el empoderamiento, la “agregación de valor”, el “autoperfeccionamiento”,
el autoestima, la calidad y calidez, los “círculos de calidad”, la “mejora constante”), en el
marco del interés y de la dominación del capital, ha sido el sujeto principal productor de estas
condiciones, a la vez que el sepulturero del obstáculo posterior del proceso: el capital (valor
de cambio, valorización, superación de la forma valor del producto, en general). Sino y
actuación titánica del “sujeto histórico”, cuyo influjo se desparrama sobre la entera realidad y
se instituye por tiempo indefinido; la huella indeleble de la dedicación colectiva proletaria (el
trabajo físico, que ha sustentado al factor de desarrollo de la ciencia y de la técnica: el trabajo
intelectual), constituye un hecho histórico clave en el proceso de ascenso humano hacia su
establecimiento como “concreto universal” (desgraciadamente, este trabajo, ha requerido
de un “medio” –como no lo requiere la luz para su desplazamiento- para ser tal: las
relaciones burguesas y la clase). Esta modalidad de representación subjetiva sobre la
actuación y deceso de la clase obrera, conduce a una conclusión en coherencia, respecto de la
que es sensato sentenciar: que el Proletariado ¡se ha eternizado en su obra!
IDENTIDAD CON EL SUPER SER HUMANO.
Interregno transicional: el carácter de la coyuntura en la que este momento se realiza; y,
la desembocadura del “estuario” social en particular, suscitan la reflexión que sigue. El
proceso de Malasia (economía solidaria, tecnología gratuita, cooperación 587 ); el que varios
“negritos” despiertos e inteligentes del África (subsahariana ¿?) colaboren en el diseño de
tecnologías informáticas, las cuales sean utilizadas de manera solidaria como simples “valores
de uso”, que permitan desconectarse del mercado global de las multilaterales; el impacto del
“software libre” (no propietario); el empoderamiento de la técnica y del conocimiento
(modernas determinaciones de sustentación de la vida de las que hacen alarde quienes
proponen los términos del nuevo régimen social, sobre el que dicen que está matando al
capitalismo 588 ), como elementos que bloquean la pervivencia del sistema burgués y a los
586
En el recorrido por los libros, se ha topado con la idea, de que el ser humano “debe liberarse no en el trabajo,
sino del trabajo” (lo sostienen A. Gorz y A. Moreano; también M. Nicolaus y P. Virno, naturalmente en estos
últimos casos, a partir de otra perspectiva). La diferencia del criterio personal con el referido planteamiento,
radica en que los señores citados glosan a Marx a “pie juntillas” (en verdad, por muy debajo de su concepto) y se
muestran incapaces de incluir una sola palabra más a la idea que suscriben. Si el ser humano se libera del trabajo:
¿cuál es su nueva inmanencia? (Moreano asevera, que el futuro es lúdico). Marx lo pone con todas sus letras, y
reflexión con la que prospecta hasta el último día de la humanidad. Marx dice (en una obra que registra su
pensamiento maduro: Los Grundrisse), que el capitalismo cesa cuando la automatización se ha vuelto proceso
concreto, el “valor” (de uso y de cambio) es ya un hecho histórico, el ser humano se aprovecha de las
operaciones del sistema maquinizado de proveeduría, se dedica a dominar la naturaleza. ¿Qué otra cosa dice,
sino que el ser humano se torna espiritual, rumbo a ser el sabedor de todo y el regente de la realidad? El
desarrollo de las fuerzas productivas (Teoría M, robótica, neurogenética, nanotecnología, IA, interfaz,
aeronáutica espacial) conducen al humano hacia dicha posición. El género debe liberarse del trabajo,
históricamente a través del trabajo, en el interior del proceso de autoproducción de su existencia, el cual condujo
a la emergencia de la conciencia, en cuanto producto tardío de la división del trabajo y del intercambio: la
primera liberación hace de la producción de la conciencia, la única vía de producción: el conocimiento.
587
El hecho trae a la memoria una noche de bohemia en el Siglo XVII en Inglaterra: en Rochdale, en una vereda,
los obreros desempleados, desplazados por la Revolución Industrial: la Liga de los Justos (los cuales encargaron
a Marx y Engels redactar una visión y un programa de los trabajadores: el extraordinario “Manifiesto del partido
comunista”), pensaron los 7 “principios del cooperativismo” (agrupados en los preceptos: ayuda mutua,
beneficio recíproco y formación estable).
588
Es posible que la Triada: EU-UE-Japón, caiga pronto; pero la posta se halla lista para ser sujetada por la
mano de la nueva promoción capitalista: China, Rusia, India, Pakistán, Brasil (sobre todo, si este país no se
desconecta a tiempo del sistema global, renuncia a sus afanes imperialistas subcontinentales –hegemón- y se
integra a la unidad latinoamericana como un partner igualitario dispuesto a cooperar y fraternizar); estos nuevos
niveles de capitalismo llegarán a su entera madurez: a la cima –de acuerdo a estimaciones sobre el tiempo que
376

cuales éste se opone por conocidas razones, no son procesos, que no tengan causación. Las
transformaciones que se hallan en curso, son, en realidad, un resultado: producto histórico del
desarrollo de las fuerzas productivas de raíz capitalista hasta la década de los 70 del siglo
pasado, y del movimiento político social de la especie 589 . Ahora bien, este socialismo
humanista, repleto de sentimiento, de afectividad, colaborativo, solidario, socioburgués (sic),
no es la transición propiamente dicha; y no lo es, en la medida en la que el proceso se trata,
mas bien, de un orden directamente socialdemócrata, en el que la propiedad se desconcentra
en una red de ciudadanos micro emprendedores, se realiza en un marco todavía mercantil de
satisfacción de las necesidades y de acción estatal, y al que se corresponde un modo de
reproducción espiritual 590 ; el episodio prepara si, a la humanidad: para que ingrese en una
nueva etapa de “esclavitud”, en la que los esclavos (“objetos parlantes”) no son seres
humanos como lo fueron en la “sociedad” antigua, sino que estos trabajadores desprovistos de
todo derecho, vienen siendo las máquinas, las que automatizan cada vez más la vida y a las
que se les está dotando permanentemente de propiedades intrínsecas de la inteligencia
(“sistemas expertos” hoy, que pronto receptarán programas que posean la propiedad de
autoprogramarse -de autoreplicarse-: “sistemas inteligentes”), los cuales no pierden su
carácter de sumisión, puesto que ellos no tienen sentimientos (pues, estos son una forma muy
concreta, histórica, de reproducir la vida biológica).
En efecto, a las espaldas del desenlace de la “cuestión mundial”, como es obvio, yace un
cruento proceso de forcejeó –el que se halla en camino en estos precisos instantes en
Venezuela, en Bolivia, en Paraguay ni bien comenzado el gobierno del señor Fernando Lugo,
en Ecuador, en Nicaragua, por supuesto: en Cuba, como en otras zonas sociales del mundo-;
este proceso revolucionario de “baja intensidad”, se coloca sobre una balanceada fusión y
contribución entre “guerra de movimiento” y “guerra de posición”. La primera reyerta corre a
cargo del programa y las acciones de la “internacional subversiva global”; la escaramuza
“hegemónica” corresponde desplegarla a los ciudadanos, en el marco de un tejido de acciones
planetariamente descentradas. Armas y democracia: 1) para vérselas con el enemigo yanqui
en el frente de batalla (la “guerra preventiva”): la OTAN, el Pentágono (los “ciudadanos”
indiciados deben advertir este hecho y formar o admitir un ejército, incluso: “por sí las dudas”
–ya está al frente WIKILEAKS, Anonymous); 2) organizar a la población como frente de
contención pacífica, racional, al genocidio, el propugnar por el “desarme nuclear global”
(pero, con esta conducta, puesto que con ella se oponen y se busca anular al contrario, los
ciudadanos pasan a integrar las posiciones de la subversión, del mismo modo que la
subversión debe actuar de modo pedagógico). Los términos cronológicos del proceso ni son
repentinos ni largos y pacientes (“la paciencia tiene sus límites”); a decir verdad: los plazos
devienen intermedios, pues, no deben superar la media centuria, puesto que también la
“productividad marginal” (nivel de) de la inversión en capital constante, cada vez tiende a
igualarse con los retornos al imponerse el proceso de reproducción de base automatizada.
Pero: “no hay mal que por bien no venga”. Una rica lucha tiene el privilegio de desarrollar,
por ejemplo: el gran pueblo boliviano frente a la arremetida contrarrevolucionaria de la
colusión gringa-oligarquía criolla; no solamente que el pueblo sale de la actuación y de la sola
lucha por la reproducción doméstica, local, tradeunionista, para pasar a inscribir el desempeño
de la inteligencia en la más noble esfera de acciones humanas: la Política, sino que apunta
debe mediar entre el estado actual de mecanización productiva y la etapa definitiva de automatización completa
de la economía- en unas 4 décadas, precisamente cuando los sistemas solidarios montados sobre las bondades de
las técnicas modernas, se tornen sociedades viables, óptimas, autosuficientes dedicadas al “canje” (trueque), que
se muevan oponiéndose al clásico capitalismo, en virtud de que es una población que ha dejado de ser “demanda
efectiva” para las inversiones, y en el momento en que la automatización productiva derribe de una vez por
todas, la producción fundada en el “valor”.
589
Todas estas iniciativas emergen, se plasman, se articulan sinérgicamente y destruyen al capitalismo, pero
como una proeza que se monta sobre los hombros (la herencia) del antiguo obrero doctrinario, del socialismo
reducido por la historia: sobre su legado conjunto.
590
El objetivo de la cooperación no forma parte del juego geopolítico, de la acumulación de capital, sino de la
racionalidad que toma como propia la vida de cada uno de los miembros del colectivo e impulsa el progreso de
la conciencia, a través de consolidar los planes de desarrollo de la ciencia y de la técnica. Empero, todavía
(2012) la razón no puede impulsar por sí sola el desarrollo de las fuerzas productivas (pero la diplomacia –la
China, por ejemplo, la cual en la coyuntura frena inteligentemente a gringos en su apoyo belicista atómico
genocida sionista en Medio Oriente- impide la realización de la contradicción mediante la guerra). Luego, el
quien radica en encontrar el sentido inmanente en la complejidad, y no quedarse entrampado en sus hilos como
en Morín.
377

también su nombre en la historia: su objetivo es dejar de herencia la sociedad racional del
conocimiento (no es sólo el mundo del placer el que debe ser reproducido: “es un mundo
ilustrado el obsequio”, que la humanidad debe darle a su matriz material: la conciencia, su
optimidad, la validación; “... sin esa ilusión, el ser humano futuro, será inferior...” que las
generaciones que le prepararon).
¿Cómo se produce esa transición de modo “automático”, “cibernético” administrativo
en dirección con el desempeño humano no violento, más bien: cooperativo mundial, dirigido
primero hacia precautelar la sobrevivencia de la especie y, luego: rumbo a la cristalización del
gran objetivo de la inteligencia? Debe elucidarse aproximada, pero de modo plausiblemente
veraz el tránsito: 1) la economía cooperativa, solidaria, crea el presupuesto de la acción
mancomunada, ordenada en todos los planos de la existencia por parte de la población pobre
planetaria (como hoy en la desgracia de los hermanos pueblos de Haití y Chile) y sobre la que
se puede también derramar las directivas subyacentes al sistema automatizado de gestión de
procesos; 2) entre la intelligentzia del poder actual hemisférico, este paso se da
prioritariamente por imperio de la gestión automatizada de paquetes computarizados de
administración; 3) son los restos del poder imperial bélico mundial: el problema, sobre los
cuales se ejercerá presión para que dejen las armas y acepten la nueva realidad e ingresen en
el torrente de una modalidad humana de existencia, compuesta formalmente de autómatas
mecanísticamente dirigidos. La crisis del sistema capitalista global como tal, no se advertirá
hasta cuando se ciernan sobre la población los nubarrones efectivos de la muerte (desempleo,
pobreza extrema masiva, represión); la reacción de ésta será variada, diversificada:
convulsiones sociales, manifestaciones, anarquía, suicidios, saqueos, muertes por inanición o,
como en Africa: pandemia de languidecimiento por hambre, con brazos caídos. Si la crisis en
los círculos muy cerrados del poder ha topado fondo (quiebras masivas de empresas, conatos
interimperialistas residuales, suicidios, terrorismo), en la población en general los problemas
no tendrán manifestaciones cruentas, letales, pues, la economía informal (y formal:
UNASUR, por ejemplo), la solidaria, los arrimazgos, la reducción del consumo (canasta) al
mínimo (a “pan y agua”), constituyen el colchón sobre el que la humanidad pervivirá, no
obstante con un precio alto para la historia como secuela, puesto que se suspendería el
desarrollo de las fuerzas productivas, tornando fofo el orden de la vida racional.
Las consideraciones hasta aquí expuestas, animan a pensar, que se hace bien en
aprovechar este lugar en el escrito, para esclarecer o abundar discursivamente, por su grado de
sensibilidad social, sobre tres aspectos, a juicio personal, importantes: 1) la solidaridad y
coordinación técnica (uso de este recurso como sucedáneo del capital), que permite la
filantropía entre personas que carecen de medios de producción y que se asisten mutuamente
para realizar la vida merced al despliegue de procesos desconectados del capitalismo oficial,
al cual este nuevo “modo de producción” se le opone; 2) la nueva realidad: el “socialismo”
“humanista”, como hecho que se levanta sobre sus propios fundamentos, puesto que no tiene
tras de sí fase de “acumulación originaria” alguna (o sea, leyes de su inicio en nexo con su
inmediato pasado), esto es, carece de aquellos brotes que se encuban en el interior de la
antigua forma social y que opera como Cristo, el cual tiene como padre al Espíritu Santo; y, 3)
ese aferrarse a la intuitividad y a la esfera emocional, que se dice que es la característica del
ser humano nuevo (ser sometido al imperio del lado derecho del cerebro), en detrimento de la
frugalidad de la razón (dialéctica), que debe dar la verdadera medida del nuevo ser humano,
que ve cómo quedan atrás la mitología, la vida pasional y el objetivo de la existencia cifrado
en la repetición de los mismos ciclos, nada más que asistidos por una jerga impresionante de
nuevos instrumentos técnicos. Adelantándose una respuesta súbita al respecto, se asegura, que
la nueva forma social que se instala en el planeta, no es obra de sí misma; la matriz de ella es
histórica y social; en la susodicha realidad, el ser humano deja atrás el imperio de los sentidos
regulados orgánica y hormonalmente, para ingresar en el reino de la racionalidad científica,
mediada por la ontología del cerebro racional: paulatinamente van perdiendo interés aquellas
preocupaciones y actos, que no presentan una “visión” objetiva, seria.
¡No hay atenuantes, zalamerías ni niñerías! Si el cerebro, la inteligencia, la ciencia, el
dominio del conocimiento objetivo, científico, realista, constituyen el futuro inevitable del ser
humano: momento próximo de dignidad racional (y la juventud actual en su inmensa mayoría,
no está ontopsicológicamente preparada aún para el efecto; siempre sus destellos de seriedad
serán actitudes postizas, faltas de crédito), en especial, una vez que haya sido rebasada su
constitución protohistórica capitalista (superada la política) y sorteada la preocupación por la
378

subsistencia en el encargo productivo entregado a las máquinas, no tiene sentido fomentar las
especulaciones en torno de instalar una fase del existir humano, en la que impere el desarrollo
de la “inteligencia emocional”(la cual, por otra parte, no existe, puesto que la inteligencia es
un atributo sólo del ser humano y exclusivamente racional); el hacerlo, raya en la sinrazón y
en la estupidez (sólo el capital, que apela sin rubor alguno a cualquier recurso con el fin de
alcanzar el éxito –a cualquier precio, al riesgo y al gasto ajenos: al control del mundo con la
presión del genocidio de las invasiones militares, por ejemplo- en la esfera de los negocios,
puede blandir un argumento de dicho talante) 591 . El futuro, dadas las condiciones citadas, no
es sensualista o escenario de realización del bienestar per se (sería una vergüenza utilizar la
inteligencia para esos menesteres), es, mas bien: puritanamente científico; en ese entorno,
aparece como abiertamente absurdo, que los nuevos Newtons, Galileos, Milevas, Godels,
Schrodingers, Heisernbergs, continúen con el desarrollo de la nueva y compleja matemática
de las “Supercuerdas”, recurriendo –¡qué ridículo!- al uso del “lado derecho del cerebro”, o
sometiendo el pensamiento al Eros 592 . En realidad, si a la inteligencia no se la emplea en la
ciencia (concebida en forma Occidental), ésta pasa a ser instrumento ridículo del placer (a
propósito: hoy se siente cada vez más respeto por las personas de ciencia citadas).
Por ejemplo, el llamado “clímax” sexual, es la anulación: la muerte momentánea de la
razón; es la concreción del paroxismo de todos los posibles deseos; ¿de qué otra manera la
naturaleza podía actuar como el elemento exógeno para que la (s) especie (s) se perennice (n)?
(incluso en la temprana juventud se producen los llamados “sueños húmedos” –es posible que
dicho proceso sea controlado por el lado derecho del cerebro). Parece sensato dar rienda
suelta a la satisfacción de necesidades (no a los deseos) emparentadas con la reproducción
corpórea óptima, para poder disponer del organismo adecuado para realizar actos superiores,
pero no de aquellas necesidades de tipo “suntuario”, ligadas a la sobresatisfacción de los
sentidos (la adrenalina, el hedonismo 593 ). Ahora bien, no existen “máquinas deseantes y
máquinas sociales”; hay “máquinas” (sic) deseantes y órgano consciente en unidad
contradictoria en un mismo ser, operantes en el cuerpo social en un momento histórico. El
deseo es el resultado de un estado de desequilibrio orgánico o racional. La necesidad va al
deseo y no el deseo a la necesidad, como proponen Deleuze y Guattari (en el Antiedipo); la
necesidad crea el deseo de volver al “estado de equilibrio” momentáneo. La necesidad
conduce al deseo, esto es, a la emergencia del móvil consciente para la acción (motivación
primaria), el cual conduce a utilizar, transformar o producir la realidad, con el objeto de
satisfacer el deseo (consciente), esto es, la necesidad (instinto). La necesidad “es la potencia
productiva de la vida”: su desarrollo en el flujo cambiante y renovado de ella. Cuando la
necesidad no detenta condiciones para su satisfacción, el individuo se reprime; pero, de todos
modos reacciona y si no lo hace o no lo manifiesta dicho estado de ánimo, es porque en frente
se ubica la represión externa: los mecanismos de poder y de control.
El proceso de transformación de la humanidad en curso, concebido el suceso en los
términos más objetivos como en lo personal sea posible, se debe a la presencia y operación de
varios factores dispuestos en el frente de su movimiento, según el principio de la
591 En un DVD (de esos que sirven para enseñar, en las universidades en las facultades de administración,
habilidades en la formación de empresarios), un tal Daniel Goleman, desarrolla un discurso marrullero de
promoción de la “inteligencia emocional” frente a bobos crédulos. La ponencia, tomada como paquete, es muy
convincente, pero si se desmenuza analíticamente su contenido con otra concepción, queda al descubierto su
falacia (incluso si se recurre a los conceptos neurofisiológicos en operación: amígdala, neuronas prefrontales,
secuestro por la amígdala, etc.). El centro del sentido de tal mensaje sostiene la idea de que la conducta del ser
humano se genera internamente en la estructura del cerebro y sus conexiones. Este personaje construyen
alabanzas lógicas en torno de la “inteligencia emocional”, pero termina utilizando la razón –sin advertirlo- para
sugerir el control de las emociones.
592 ¡Bien bonito! Priorizar la creación de condiciones para que los negros (afro descendientes) sigan danzando
con su marimba, lo indios (pueblos originarios) continúen obnubilándose la mente con la chicha, los poetas en el
onanismo mental de los versos y para que los empresarios (curas y evangélicos incluidos, en este lado del
mundo) con calidad y calidez mantengan la explotación en sus emprendimientos. En verdad, los vicios: el lado
derecho del cerebro, del que se aprovecha el marketing.
593 Un brillante joven estudiante universitario ecuatoriano (Egas Ortuño José Gabriel), investigador de la
Robótica, sostuvo, que para el 2009, todavía existen problemas en los procesos de producción y control del
cinetismo y la inercia en la máquinas (personalmente se pensaba, que era simplemente cuestión –de forzar la
“desclasificación” de los secretos técnicos a los gringos- de formular algoritmos que permiten simular los
procesos humanos en las máquinas –por ejemplo: como hace el ser humano para frenar un vehículo-, pero se
hizo notar, que la cosa no era tan simple); no obstante, a las nueve décimas partes de la humanidad, no les va ni
les viene el problema: se encuentran en el hedonismo.
379

determinación. En efecto, la fisonomía social que la mente percibe sobre el horizonte visible
de la especie humana: el “régimen” de la “humanocovivencia”, es el resultado mancomunado
de: 1) la herencia de la lucha obrera: el proletariado inseminó la nueva forma social en el
interior del modo de producción capitalista, de forma muy diferente a la manera cómo la clase
ascendente –la burguesa en ese entonces y otras clases en su oportunidad; “de esa manera, el
proletariado es, con respecto del capitalismo, simultáneamente fuerza interna y externa”- lo
hiciera en las estructuras “societales” de las cuales fueron su negación (en realidad, estas
clases tan sólo instituyeron una nueva dominación de clase, mientras que la clase obrera debía
suprimir toda dominación de clase); 2) las propias crisis internas al capitalismo (como su
producto, en medio de la abundancia); 3) el enrevesado efecto de las políticas económicas
globales y sectoriales, que viene tomando el sistema burgués en su condición de factores
represores de las contradicciones, de reestructuración de los mecanismos de recuperación del
dinamismo económico del sistema; 4) el efecto del desarrollo de la técnica, “en tanto este
progreso disuelve formas de organización social, que ya no son fuente de desarrollo humano”;
5) la acción cooperativa, solidaria, de los pequeños emprendedores, que se desconectan del
capitalismo y se le enfrentan; 6) las fricciones a la acumulación, que devienen de los
problemas ambientales; y, 7) las luchas políticas subversivo/ciudadanas. Es en este escenario,
en el que se instalan los procesos de edificación de los cambios que pretenden realizar las
nuevas generaciones, de manera incruenta, racional (al haber avanzado el mundo en todos sus
frentes de modo masivo, ha mejorado también la conciencia y su injerencia en la producción
de la realidad), consensual, solidaria, esto es, se pone en pie la etapa de la “revolución
subversivo/intelectual” mediante la que revisten continuidad los cambios puestos en potencia
por la “revolución proletaria”, en el interior del propio status burgués de organización y
recorrido humano, por el momento. Y, si las proclamas se terrenalizan, el acierto se debe a
que las mismas se hallan en correspondencia con la necesidad histórica.
En suma: hoy, resolver la “cuestión social” de la especie es “simple”, es decir, la
decisión de política se corresponde con la puesta en ejercicio de toda una perogrullada
tecnocrática de programación del desarrollo ampliada en su jurisdicción geográfica, o sea, a
escala global: mediante consulta popular democrática, llevada a cabo a escala planetaria, por
decreto: transformar la riqueza material que detenta el mundo en fondo común de la
humanidad (o, por lo menos dictar la vigencia de una “tasa Tobin” –ATTAC- al comercio de
capitales –o como se propone en El Informe Lugano-, con la cual financiar la solvencia de
necesidades urgentes del planeta: pobreza extrema, miseria espiritual, exclusión y fricciones
antrópicas) 594 ; formular el respectivo plan presupuestario por el lado de los egresos, destinado
a financiar el proceso de reproducción equilibrado, regulado y ordenado de la vida de la
población planetaria; el proceso de reproducción del abastecimiento (el equilibrio dinámico
coherente con el incremento de la población, con el fondo de activos productivos y con la
implicancia de la variable tecnológica, incluso a la manera de la teorización económica
neoclásica), por el grado de automatización alcanzado, deviene en praxis de orden mixta:
“trabajo” mecánico y trabajo humano (no productivo en mayor proporción que el productivo),
subordinada a obtener el conjunto de satisfactores (bienes y servicios) que demanda la
sobrevivencia progresivamente continuada de la humanidad, pero, principalmente: para
594
El problema no se debe al crecimiento poblacional, como tampoco su solución consiste en producir más, sino
en repartir. En el año 2050 se vaticina que los recursos llegarán al límite (si se prolonga el capitalismo). La
convulsión a producirse no se debe al exceso de población sino a la estructura social y será la última prueba que
deba pasar la humanidad antes de decirle adiós al último sistema clasista: el modo de producción burgués (del
2011 al 2050, no es un plazo largo si se toma como referencia la escala del propio capitalismo: siglo XI al XX,
esto es, 900 años). El abstraccionismo humanista burgués apela a la tecnología como la tabla de salvación para la
escasez de recursos (nuevamente el catecismo económico neoclásico) si la población en el 2050 llega a 10 mil
millones de habitantes en condiciones de calentamiento global y la falta de agua. Nueva Revolución Verde,
ingeniería genética, plantas desalinadoras, volver fértiles a zonas áridas, reactor de fusión, unión multinacional
de oligarquías, la nueva ética mundial, etc., son las soluciones para el problema, para aquellos neófitos que no
quieren ver que la solución es política, social: expropiación y socialización de la riqueza. Tampoco se considera
que la esfera cósmica puede extender el margen de recursos. Finalmente, la vida va por otra ruta: no es la
recomposición del sistema-mundo humano vigente, sino el cambio radical, la vía; el capitalismo es el jodido (un
ser humano puede vivir tranquilamente con 1000 dólares mensuales; si se divide el PIB mundial para la
población, basta y sobra). El “pero”: al frente. Desmontar las estructuras de poder de dominación mundial,
aunque las mismas se hallan en entredicho, es una tarea todavía aciaga, cruenta, compleja (esa precisamente es la
responsabilidad política legada –asignada- por el proletariado al nuevo “sujeto político plural” en la historia por
devenir: la conspiración de los “mecanismos de contrapoder compensatorios”).
380

desarrollar de modo ampliado el proceso del pensamiento, de la conciencia, de la ciencia (es
obvio, que la circunstancia debe alcanzarse a través de la puesta en ejercicio de condiciones
para el despliegue mayúsculo de la inteligencia 595 ). Es obvio también, que frente a la
mentalidad atrasada del capital imperial, de sus secuaces e incluso de ciertos tramos de la
población, que ha caído bajo sus fauces ideológicas, plasmar este plan, esto es, el crear los
supuestos materiales para el efecto (el “efecto de estrategia”), es una decisión de praxis
revolucionaria de baja intensidad, en el sentido morigerado de: “la paz se consigue con la
guerra” 596 .
En efecto, “... en Marx la teoría de la crisis y la del derrumbamiento revolucionario del
sistema son inseparables” (Manuel Ballestero citado por Diego Guerrero; en: Aproximación
polémica a la teoría marxista de la crisis económica capitalista); pero en Marx también se
manifiesta, que esta revolución debe hacerla el proletariado; no obstante, éste ya no está más
(la automatización lo ha anulado), lo cual lleva a deducir, que dicho sujeto histórico cumplió
su misión en Octubre, en la ex URSS y en otros ensayos socialistas devenidos (el “tiempo
propio de la revolución” ya pasó: se realizó; en efecto, este tipo de conclusión analítica:
el proletariado cumplió su papel histórico, la revolución, la dictadura del proletariado y
la edificación socialista tuvieron plena realización en la ex URSS y su Campo a nombre
de la humanidad y proceso que la cambió –el capitalismo está muerto-, por tanto, que la
doctrina marxistaleninista probó su exactitud en su realización, por lo cual no se van a
dar otras revoluciones proletarias a futuro puesto que los focos de resistencia que
plantea el sistema burgués en su retirada deben ser suprimidos por la acción política de
baja intensidad a cargo del sujeto neoproletario: subversivo-intelectual-ciudadano,
constituye una salida salomónica, honorable, honrosa, al atolladero existencial al que se
halla aherrojada la ortodoxia marxistaleninista actual); y, si el capitalismo vive en sus
rezagos, su término definitivo debe llegar por acción “revolucionaria” de los neoproletarios:
los subversivos, los ciudadanos, los mundanos, los extramundanos, los sistema salariamos,
los galaxianos, los nebulosianos, los vía lacteanos, los constelacianos, los universianos. Por
tanto, quien asuma la idea contraria: que el proletariado no ha cumplido su misión –a no ser
que sea un señor burgués-, penosamente tendría que verse abocado a plantear lo insostenible
para un marxista: 1) que la clase obrera en retirada temporal, debe reconfigurarse, hacer un
nuevo intento revolucionario, instaurar la “dictadura del proletariado” y el socialismo (José
Martins) o, 2) que Marx estuvo equivocado, lo mismo que Lenin, que el proletariado fue un
mito, tanto como su presencia y la idea de su misión en la historia (Montaner, Vargas Llosa,
Bush; respecto de la pedantería ilusa del tal Vargas Llosa, acostumbrado a tratar mal a su
oposición, habría que repostarle la frase que se utilizaba en los juegos infantiles en cierto
lugar y época: “un idiota me idiotó, siendo más idiota que yo”); que la teoría, la estrategia y la
práctica desarrolladas, fueron inocuas (Moreano, Amín, Katz). Los hechos factuales, no
obstante, han cerrado dichas perspectivas de elucidación, pues, las nuevas fuerzas políticas se
hallan concretando en todas las áreas de la vida: la herencia cualitativa (época cambiada)
legada por el proletariado a la historia.
En el proceso en curso siempre se hacen presentes bemoles. El mercado mundial, pone
595
En la actualidad, se insiste, la humanidad cuenta con riqueza material acumulada, con tecnología desarrollada,
conocimiento generado, con métodos, organizaciones y formas de gestión, que muy bien pueden ocuparse de la
reproducción excedentaria de los siete mil millones de habitantes del planeta. No se hace llamados de atención a
la estructura de poder, puesto que ésta solamente tiene oídos para los apologistas de su sistema: ese pedido sería
ímprobo; por ejemplo, los llamados de Fidel en la ONU en 1992 (no destruir la naturaleza, eliminar la pobreza,
suspender el consumo dispendioso), han caído en “saco roto”.
596
Verdad de Perogrullo: postura hidalga frente a los problemas económicos y sociales del mundo consiste en el
acto de toma de decisiones de corte neoestructuralista por parte de los propietarios de la riqueza social, merced a
las cuales el proceso vuelva sobre sus pasos: descentralización del capital, desconcentración del capital y
regulación del proceso de acumulación de capital, conducente a reducir la intensidad del ciclo (naturalmente,
suprimir los presupuestos de defensa –de agresión militar reneocolonizadora-, cerrar el complejo militar
industrial, eliminar las partidas para financiar investigaciones en ciencia y tecnología para la dominación: Guerra
de las galaxias, CIA, Pentágono,…). Está en manos de la intelligentzia oficial realizar lobby de persuasión sobre
el poder económico/político mundial, pues, si no proviene del referido sector la solución, ésta vendrá de la
acción política cruenta del 99% de la población; el “nuevo orden”, en este último caso, se establecerá de modo
traumático: reformas estructurales profundas (redistribución igualitaria de los factores de producción:
expropiaciones, nacionalizaciones, socializaciones). No obstante, la elite mundial no da la talla ante el reto actual
del mundo: es demasiado soberbia, racista, darwiniana, torpe, como para comprender que la humanidad –la que
ha creado la riqueza de la que es poseedora- la necesita.
381

en conexión funcional a los dos sectores de vanguardia implicados en el proceso de
reproducción contradictoria de la civilización hipermoderna. Por un lado, Silicon Valley o el
esquema empresarial de innovación tecnológica, productor de mercancías “que todavía no
existen” (invención de necesidades, de problemas que todavía no ha puesto la realidad, que
aún no tienen condicionalidad material), en materia de electrónica, comunicaciones y
desarrollo de la inteligencia artificial; por otro, los movimientos masiva y mundialmente
dados por precautelar la simple existencia del común de los mortales. El más moderno sistema
de economía sustentado en el poder del capital (de la explotación, de la coerción y de la
sujetación), esto es, en recursos asignados a abastecer la reproducción del conocimiento y la
innovación tecnológica, por el momento se inscribe en el mundo como determinación
abstracta, que choca con las formas populares de reproducción humana. Las susodichas
formas, como estructuras posmodernas de valorización, perviven y, al mismo tiempo: tienen
sus días contados, en la medida en que la competitividad dinámica de la permanente
creatividad no puede abastecer estructuralmente toda la inteligencia, la conciencia, la mente
humana; no obstante, la conducta de sobrevivencia comunitaria, solidaria, básica humana, no
solamente que es posible pragmatizarla en masa por su sencillez, sino por cuanto es una
determinación necesaria de la historia, la cual debe supeditar y aprehender a las formas
tecnológicas del poder, hasta volcarse como modo concreto de la vida. Es pertinente sostener,
que la forma más visible de expresión del “poder”, es la operativa, esto es, la tensión entre
“estrategia y fuerza” individual o colectiva, que establece lo que se puede hacer: recibir y
producir efectos (M. Foucault); sin embargo, ella misma no es más, que una forma
transfigurada de “lucha de clases” (políticas ortodoxas del Consenso de
Washington/economía popular solidaria), que se lleva a cabo en el escenario de la
institucionalidad, como viva expresión de las antinomias desplegadas en el frente de la
reproducción de la vida, en el interior de un curso histórico ya dado.
El “modelo malasiano” (y el de Porto Alegre) pensado como patrón de reproducción
futura de la especie, por su parte, tiene sus diques: el peligro de ralentizar el dinámico
desarrollo de la técnica en perspectiva única de absolutización de esa vía de reestructuración
societal (si no se tiene conciencia de ello –de la importancia de la técnica frente al destino
serio humano- y si no se hacen esfuerzos solidarios deliberados por conferirle continuidad a
dicho progreso en marcos de vida no burgueses). El quid de la importancia recusatoria dada al
hecho se reduce a la conjetura siguiente en torno de lo que puede sobrevenir: emplear la
inteligencia para dar cabida y procesamiento, a tres órdenes de preocupaciones: 1) la
mitología (el Clero y las religiones en general); 2) la felicidad hedónica (el “socialismo del
Siglo XXI”; la personalidad superior, que debe derivarse de la forma “socialista” tiene sobre
sí el peligro proveniente de la visión incursa en la noción del “buen vivir” -falsa salida para
la humanidad-, y este tipo de autorrealización, es un atavismo en todo caso: superable) 597 ; y,
3) sustentar procesos de proyección animal (los grupos culturalistas). ¡Qué horror! En
realidad, parece indigno, un disparate sonoro, un desperdicio letal (¿dónde está el juicio?)
para aquellas personas que vienen utilizando (cuya visión pretenden legarla a su
descendencia) la inteligencia para reconocer dioses y convertir en centro de sus vidas la
adoración a esos inventos; similar absurdo se descubre al analizar la conducta que tiende
solamente a alcanzar la felicidad en tanto dada en el acto de consecución libre de la
multifacética realización de todas las cualidades humanas, hasta hoy concebidas, en este
mundo (superar la explotación y conquistar la igualdad, buscar la paz, alcanzar niveles
adecuados de “calidad de vida”, detentar estabilidad psicológica, arribar al más alto status de
conciencia del entorno inmediato, mostrarse sensible ante la belleza); obviamente, que la
597
No puede plasmarse el ideal del “buen vivir”, al margen de la forja racional, lógica, de las condiciones
materiales que sostengan dicho status, es decir, de la preexistencia de un proceso de generación automatizado
abundante de bienes y servicios, en operación en las cadenas de la economía postmoderna global, que permita el
acceso espontáneo, requerido y por igual a los satisfactores inherentes a la reproducción de la vida de todos los
miembros de un colectivo o de la humanidad en cuanto tal, viabilizándose, de ese modo, la creación de un
entorno de justicia y equilibrio. Sólo la moderna producción permite plasmar un nuevo tipo de civilización, mas
no el retorno a la vida natural de antaño de las comunidades vernáculas, como proponen ciertos movimientos
indigenistas, en su lucha en contra del capitalismo salvaje, esto es, según se cree entre la dirigencia de los
llamados pueblos originarios americanos, que siguen pensando que pueden atender sus demandas recuperando
los modos pasados de vida per se (no es el criterio de la plurinacionalidad o el de la multiculturalidad, la
percepción proactiva saludable en el presente, sino lo es: la noción de la diversidad étnica históricamente
coyuntural –la que también pronto perderá su substrato real-, la proclama de reivindicación subjetiva válida).
382

concupiscencia y la promiscuidad burguesas constituyen el colmo de la vergüenza (utilizar la
inteligencia para explotar y someter 598 ), lo cual vuelve ímprobo todo análisis al respecto;
pero, similar despropósito se advierte en aquellos sectores que piensan estancar la vida en la
recuperación y ejercicio de modos de existencia pasados, en acto de revancha, de impotencia,
de inadecuada valoración de los hechos históricos, que les lleva a deplorar la técnica
occidental, en acto que anula también la mente.
En lo tocante con los países de la América andina, la propuesta postindustrial, contra
tecnológica, denominada: “vía campesina” de seguridad alimentaria, necesariamente
autárquica o autocentrada, en la medida en que inhibe las exportaciones, planteada como
modelo alternativo al oficial, fruto del cual se espera “enfriar la tierra”, atender aspectos
necesarios emparentados con la reproducción de la población, imponer la equidad y la paz
sobre el planeta, en efecto: apresuraría la anulación del modelo capitalista, esto es, el cierre
definitivo de esta forma contradictoria, históricamente agotada, de asociación humana, antes
de que la misma cumpla su papel en su integridad. Según el carácter de la consideración
expuesta, se percibe, que un fenómeno tal, conduciría a la humanidad a ingresar en una etapa
de hibernación, de marasmo, es decir, hacia el simple proceso de rotación, de “marcha en el
propio terreno”, en la práctica sencillamente cotidiana de ingentes grupos humanos, o de uso
de la inteligencia para alcanzar formas de felicidad insuficientes, anteriores (la moda, las
bodas, el arte culinario, los salones de belleza, los arreglos florales, los vinos). En suma, esta
propuesta coyunturalista, inconsecuente, inconsciente, cándidamente deviene en conspiración
frente al avance de la humanidad hacia su objetivo superior. Dicho frontalmente: la
concretización del desarrollo de las fuerzas productivas en la robótica inteligente, actuando
contextualizada en el régimen simplemente humano de organización y funcionamiento
democovivencial, es el escenario de realización de la “cuestión humana”: concretar la
potencia entera de la inteligencia; su base se consigue únicamente con la vigencia de formas
contradictorias lamentables del movimiento humano.
Estas políticas ocasionales, promovidas para alcanzar la felicidad ahora o para reducir el
sufrimiento de la población, consideradas in abstracto, son irrelevantes para el largo plazo del
género e, incluso: nocivas. La humanidad, como efecto del movimiento progresivo de la base
material de su reproducción, de desarrollo de las fuerzas productivas, del progreso de la
técnica, ha ingresado (“y de dicha circunstancia se da cuenta el cerebro que especula, que
prospecta, mas no la demanda del capital” o las tesis sobre la justicia social) en una nueva
fase histórica de su existir, en la que, tanto las nociones filosóficas burguesas cono las
socialistas, han sido anuladas en conjunto (desgraciadamente, no ha sucedido lo propio con
las religiones, todavía). Esta nueva fase, como ya se ha dicho, es de índole superior en el
orden evolutivo de sucesión de estadios humanos, puesto que ha anulado y superado a y la
etapa anterior, en su orden. Anulado: el trabajo, en la medida en que se ha concretizado el
proceso de automatización productiva; el Estado, dado que éste se ha vuelto centro de
“interacción dialógica precedida por los supuestos de la moral y la justicia social”; la
cosmovisión fantástica, en virtud de que al avanzar el conocimiento objetivo, terrenal del
mundo, no queda lugar para la fantasía. Superado: la personalidad anterior, efecto de
abstracción de la asimetría social; la conciencia, puesto que ésta se proyecta más allá del
“horizonte visible” del Universo. Pero es exigido insistir, que este proceso de igualación de
status y fraternización racional: la superación de la diferenciación social, no se produce por
generación espontánea, sino por el ejercicio de la lucha política (“bienaventurados los
revolucionarios de izquierda, porque de ellos es el Reino de la Justicia”) sobre el supuesto del
movimiento de las fuerzas productivas materiales: la igualdad entre los seres humanos sólo
tiene lugar con el robot, pues, mientras el abastecimiento se produzca mediante el
trabajo humano, siempre será necesaria la presencia y operación de la institución de la
“división social del trabajo” (la propiedad privada de medios e instrumentos de
producción): trabajo manual y trabajo intelectual, esto es, quién produzca y quien dirija
la actividad de producir.
Inmanuel Wallerstein, por ejemplo, sostiene que en 20 o 40 años (2050) emergerá otro
598
La típica mentalidad del burgués hedonista. Se dice que en una conferencia dada en el parlamento yanqui, al
concluir el conferencista fue preguntado por uno de los “honorables”: el encontrar el Bosón de Higgs, ¿qué fin
práctico tiene? La respuesta que recibió el congresista del científico se dice que fue: “no lo sé, pero sí sé que
Uds. lo pondrán un impuesto”. Siempre el signo de dólares, la utilidad material; cero beneficios espirituales
estampados en las “vistas” de estos cromañones capitalistas.
383

sistema en el planeta, que cree orden a partir del desorden del “sistema-mundo” capitalista
(empero, aunque Wallerstein se proyecta bastante, su visión se queda todavía corta). Este
orden, sin embargo, no se supedita de manera airada a las nociones humanistas de equidad y
felicidad indiscriminada (circunstancia que de suyo se va a presentar como efecto combinado
del proceso de consolidación del progreso científico-técnico y del activismo político-moral de
los movimientos sociales, aparapetados en la herencia legada por el proletariado), sino como
presupuesto, como condición, para que la humanidad entre a cumplir su nuevo rol racional,
inteligente (no es el retorno al “valor de uso” y a la “reproducción natural” el futuro de la
humanidad, en la determinación de la histórica o como objetivación del deseo racional
superior del género; el próximo paso, es hacia el “‘valor’ de usufructo”, hacia la
“reproducción postrabajo” o “tercera naturaleza”, según la “concepción científica del
desarrollo humano”). La búsqueda de conformidad humana per se, es una nueva forma de
fetichismo histórico, que la realidad pone a la mente: el dolor y la inequidad frente a la
opulencia, y los signos medioambientales peligrosos que la determinación capitalista hace
pender sobre la cabeza de la especie, conducen a priorizar tan sólo la formulación de planes
para procesar tales problemas, los cuales, en coherencia con los dictados que la práctica
inmediata impone a la mente, están concebidos teológicamente como absolutos, sin atender al
hecho de que los mismos no son mas que “cuellos de botella”, meros inspiradores, metas
(retos) en un camino, que conduce a la humanidad, a la inteligencia, al pensamiento, a la
conciencia, a la razón, hacia derroteros no socializados o inadvertidos. Podría incorporarse el
siguiente paralelismo: si para un cristiano, el objetivo terminal de su vida es la salvación,
¿tiene sentido el aceptar el sufrimiento derivado de la práctica de una operación, que le
devuelva la salud, si debe seguir viviendo para realizar su fin? En el ejemplo, el buen
cristiano, anudaría el suplicio de la intervención quirúrgica, como un hecho necesario en la
trama completa de su vida y su objetivo, pensando en articular los dos momentos, puesto que
ninguno es más importante que el otro: si no se supera la pobreza, grandes masas perecerían,
pero el objetivo humano se haría de todos modos realidad sobre este sacrificio, que es obvio
que deber anularse, pero sin perder de vista el propósito central.
Una vez que la humanidad ha traspasado la etapa del trabajo (etapa que formó su
racionalidad), en el mundo se instala plenamente la fase de naturaleza sensualista, momento
–en verdad- enteramente sojuzgado por el reino de las trivialidades; banalidades lindantes con
la esfera afectiva, intuitiva, de persecución de la satisfacción del deseo en el placer (en el
juego, en la diversión, en el sexo indiferenciado, en el ocio, en la recreación, en la
contemplación, en los paseos, en el turismo, en las reuniones sociales, en la gastronomía y en
los brindis –en la magia, en el tropicalismo); pero, como una bebida que cansa, que satura el
deseo, que empalaga, al habérsela edulcorado demasiado, ese tipo de existencia en un dado
momento será lanzada por la “tronera” por cuanto la estimulación intensa y persistente afecta
a los sentidos, para pasar a inaugurar la fase de la razón, ella sí: permanente, pues, no existe
mente alguna que sea capaz de sostener, que el embreagamiento por la ciencia sea insufrible,
censurable: sólo para el efecto “narcotizante” de la ciencia la vida es corta, puesto que es un
“mal que puede durar cien años, pero para el cual existe cuerpo dispuesto a resistirlo”. El arte
ha acompañado al ser humano como alimento espiritual durante toda la época de inmadurez
de la conciencia; por tanto, dicha esfera viene precedida de una aureola de intenso valor para
la sustentabilidad de la existencia humana; tanto, que se puede decir, que si la naturaleza se
aseguró, que la inteligencia no desaparezca con la producción de varias “culturas” a la vez; el
arte, en cambio, es una estrategia inconsciente generada por el propio ser humano, en orden
de garantizar (coadyuvar –superestructura) esa autosustentación. El arte (conciencia
individual estéticamente representada) ha cumplido su papel: no da más, para despecho de
poetas, novelista, cuentistas, pintores, músicos, cineastas, arquitectos, teóricos de la estética,
etc., para los cuales estas aseveraciones resultarán monstruosas –como raro le parece al autor
de estas notas, un poeta, un novelista o un pintor- (no obstante, en la etapa inmediata que
viene, el arte experimentará inusitado reflorecimiento; pero dicha fase no será más, que el
preludio de su negación completa) 599 . Ahora bien, si el arte mismo es una forma emocional
propia de estados primitivos, femeninos e infantes, el “surrealismo” y sus derivaciones (el
cubismo, por ejemplo), constituye una manera enrevesada de captar y reflejar, de representar
599
Naturalmente, estas ideas sobre la futura desaparición del arte, deplorarían A. Sánchez Vásquez, R. Garaundy
o George Lukacs, y mucho más hacen hoy los izquierdazos posmodernos hedonistas Light, que impugnan el
positivismo, la tecnología y la racionalidad científica prometeica en conjunto.
384

el mundo (inventa mundos), puesto que altera la realidad engañosamente y la pone en la
mente de modo falso, adulterado, “cuántico” 600 ; cuando, en realidad, el arte realista debe
contribuir a forjar la conciencia de modo objetivo, real, ordenado, verídico (ahora bien, el arte
sensibiliza; la ciencia racionaliza).
Por otra parte, mientras menos desarrollo intelectual tiene un pueblo (lo cual demuestra,
que este desarrollo no va a la par con el progreso material, económico, como vendrían a ser
los casos de Europa, EU de NA o del Japón, en virtud de que los mismos son subconjuntos de
la especie, que todavía reproducen el solaz del placer, no obstante de ostentar muy altos
niveles de progreso en las fuerzas productivas), más fiestas, mitos y placeres tiene (regla, que
no es propia de los pueblos primitivos, en los que la productividad (niveles de) del trabajo es
tan insipiente, por lo que toda la vida es dedicada a la realización de las labores de
sobrevivencia material), es decir, esa agrupación humana hace todo lo posible por vivir las
emociones, que una comunidad desarrollada espiritualmente busca entender, explicar, valorar
y ponerlos en el lugar en el que todos estos fenómenos deben estar. La “pelea de gallos”, por
ejemplo, se dice que es una costumbre, una tradición, un uso, un juego, un deporte, una
distracción, todo un complejo organizacional y de gestión (una “profesión”), etc., que nació
en la India, en la China -grupos humanos por excelencia mitológicos, que habían alcanzado ya
cierto nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, escisión clasista y división social del
trabajo- hace más de 2000 años, esto es, cuando el hemisferio derecho del cerebro gobernaba
plenamente la vida inteligente. Usar, seguir utilizando la inteligencia en asuntos de segundo
orden: en el arte, o sea, en la esfera, que muchas personas: el grueso de la población, sostienen
que constituye el factor específico, que otorga el carácter de ser humano: los sentimientos, por
oposición a la frialdad de las máquinas, a estas alturas de la racionalidad: es evidentemente
cuestionable. No se hace referencia, es obvio, a la posición intelectual, que procura entender
racionalmente el arte: qué es, a qué responde, cuál es la función de esta esfera como
fenómeno histórico, en la reproducción del ser humano (estudio del arte en cuanto conjunción
de tres elementos orgánicamente sostenidos: “… estético, cognoscitivo e ideológico…”,
histórica y socialmente determinado y que cumple funciones sociales positivas o de
negatividad).
El antes referido proceder muestra (la concurrencia masiva a satisfacerse en el goce),
que porque todos hacen lo mismo en el planeta: buscar el bienestar en el placer, parece normal
(consuelo de bobos) lo que hacen (por ejemplo: bailar, hacer -con gracia- esos movimientos
ridículos: “para lo que ha quedado el ser humano”; en realidad: los artistas constituyen reserva
germoplásmica, que, para poder sobrevivir, deben hacer sentir feliz al resto de reserva
germoplásmica; se insiste: a lo que ha sido reducido –a lo que ha llevado el capitalismo
decrépito a- la mayoría de seres humanos: a pacer en el hedonismo dionisiaco); de modo que
el ser humano posmoderno sigue siendo predecible, sus miembros tienen el mismo patrón en
su cabeza. El cerebro maduro, no tolera las zalamerías del corazón; pues, está listo para actuar
en la región del saber serio, objetivo. No obstante, da pena tener que renunciar, por supuesto,
al arte como una de las principales tareas de la vida (¡qué hermoso es, sobre todo el popular y
realista, el que denuncia!); pero este paso es lento y progresivo, no doloroso, casi inadvertido:
el ser humano del futuro no se dará cuenta de este tránsito, como hoy se ha desechado la
mitología, la iconoclastia, las leyendas de aparecidos (brujas, duendes, gnomos, platillos
voladores), la ritualidad ideológica, la medicina sintomatológica, la toma de decisiones por
intuición, el aventurarse sin conocimiento, el servirse alimentos sin asepsia, sin esterilización,
sin lavarse las manos (de todas maneras, el arte está presente en la vida, pero de modo más
solemne y estilizado, de forma ceremonial, conforme al ejercicio del principio de valoración
racional).
El escenario supuesto conduce a pensar, que la fase que viene para el ser humano, es de
preferencia racional, está vinculada a la realización de tareas que ya no responden a la
búsqueda del conocimiento y desarrollo de la técnica con el objeto de sobreponerse a
problemas de sobrevivencia, sino a la intención madura inherente a dominar más
intelectualmente la realidad: por el prurito de conocer, de saberlo todo. Esta tesis: no es del
600
Por tratarse de acciones del ser humano, también esta desviación se halla repleta de justificación lógica; en
efecto, se dice que con dicha conducta se quiere rebasar el estrato de las “percepciones primarias”, mediante la
expresión de los hechos a partir de la reformulación subjetiva de ellos, lo cual conduce a ubicarse en un plano de
superioridad con relación a la observación cotidiana: la realidad adquiere personalidad doble en su producto
estético, pues, la misma expresa la “cosa en sí” y la subjetividad del sujeto actuante sobre ella (creatividad).
385

todo aventurada ni transparenta la actitud de simple aversión al disfrute del placer; por el
contrario, la misma se ubica y concuerda con la proyección abierta en el círculo de la
intelligentzia más favorecido existente en la tierra: el europeo, puesto que ese sector, como se
sabe, promueve la apertura de la sociedad de la espiritualidad. Luego: se presiente, se espera,
se aboga por la instalación plena de esta fase en el mundo de modo redistribuido y
democrático, con lo cual el “ser social” estaría desatando “nudos gordianos” de alienación y
resolviendo pertinentemente la “cuestión espiritual”. Otro indicador esencial, que conduce la
mente en dirección de tal horizonte, tiene que ver con el hecho de que tal como ocurre con un
individuo, también la humanidad: madura, envejece, se vuelve sería, tiene los pies bien
puestos sobre la tierra, quiere la verdad. La búsqueda del placer –como registran los hechos-
es una acción empática con hábitos juveniles; con los viejos: no hay cuentos. Los estudios que
ha hecho la persona que escribe estas líneas le advierten, que la vida que viene
fundamentalmente consiste en reprimir, controlar y finalmente renunciar a la faceta afectiva; y
este acto constituye principalmente la puesta en relación la inteligencia con la base material,
biológica, animal, de la existencia; la esfera humana que va a ser afectada por esta menos
compleja forma de vida es únicamente la afectiva por cuanto ella es sensitiva, intuitiva,
descriptiva, es decir: prescindible. Es penoso advertir este paso, que necesariamente se debe
dar, puesto que el arte alegra la vida y se encuentra tan arraigado en el ser, pues, a cada paso
genera sensaciones de placer, de bienestar sensorial, incluso opera como bálsamo para el
dolor, para el estrés, para el malestar, para los sinsabores de la existencia: integra esa gama de
terapias con las que se atiende las modernas micro enfermedades (aromaterapia,
masajeterapia, ventosaterapia, músicoterapia,…), respecto de los cuales el ser humano no está
liberado, y puesto que se dice que también en dicha dimensión se expresan las cualidades
humanas.
Las recusaciones que anteceden, forman parte del ejercicio de los componentes de una
conducta de compromiso frente al sino humano; por tanto, deben ser reiteradas y precisadas.
La categoría general “reproducción humana”: natural (local, filial); “social”: comunidad
primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo (regional, secundaria); y, robótica (mundial, ni
filial ni mercantil), permite aprehender el movimiento y la tendencia del avance humano 601 .
Al momento, el proceso de la praxis social se halla acercándose a la tercera fase en los
escaños de desarrollo en su índole histórico-global (de conformación del futuro homo de la
espiritualidad, hacia el humanismo de segunda y tercera generación; en realidad, la posición
racional-humana –que puede caracterizar al marxismo, en la que se supera, por implicación
recíproca, materialismo y humanismo: ideología/ética, ciencia/verdad, política/acción-, parte
de la valoración de la realidad, la cual conduce necesariamente hacia la inconformidad, al
prurito de su transformación, y esa preocupación no puede proponerse en términos de
factibilidad, si no se preasume una posición científica y consecuentemente revolucionaria
sobre los hechos); por tanto, la humanidad emplazada en el mundo se ha trocado en
“formación económico-social mundial” (concretización), esta estructura se encuentra definida
por su modo de producción fundamental: el capitalista, instalada en su fase superior y última:
el neoimperialismo y en transición hacia el “comunismo robótico” 602 . Superada la
contradicción de clase (material 603 ), debe resolverse la antinomia entre el imperio de los
601
La inteligencia: no es un fenómeno inmanentemente puro; ella se realiza como cualidad específicamente
humana en conexión con el entorno natural y, sobre todo: con el “conjunto de relaciones sociales” dado
efectivamente en el interfaz, en su ser colectivo; pues, a la función propia de la especie: “la humanización de la
naturaleza”, se sobrepone otra: la representación y dirección de ella. El ser humano mediante el trabajo en
colectivo (la praxis) con el cual ha atendido sus necesidades y las ha desarrollado, ha humanizado la naturaleza
(la ha hecho completamente “para sí”); en adelante le compete ponerse sobre la naturaleza, y no solamente
acabar de comprenderla, sino que debe ejercer sobre ella su designio, acción en la que no se antepone el trabajo,
sino los instrumentos de la mecánica autónoma, a los que se ha dedicado en la historia.
602
Entre, por ejemplo, las posiciones periodizadoras de la historia que proponen Moreano (etnográfica) y Amín
(familiar-tributaria), es pertinente adherirse a la clásica marxista (modos de producción: comunista primitivo,
antiguo –esclavista-, servil/señorial, capitalista y “modo de producción” comunista). En lo atinente con la
aseveración, los rusos siempre dijeron que su socialismo se encaminaba hacia el comunismo, cuando los chinos
en 1960 manifestaron, mas bien, que los soviéticos estaban de vuelta al capitalismo (y los chinos tuvieron la
razón); aquí se sostiene, que la humanidad va al comunismo, no para indisponer o provocar la animosidad a y de
nadie, tampoco por defender a algún sistema, país o subconjunto humano; se lo hace, con base en la proyección
de las tendencias reales, de modo serio, sin que medie valoración moral.
603
En el sistema capitalista, no se crean, en su interior, las condiciones para su negación y cambio (no obstante,
el proletariado es contradictor interno y externo al sistema); no obstante, si se forja la clase que debe inseminar
386

sentidos y la preeminencia de la razón sobre la existencia colectiva (contradicción espiritual).
Atender el requerimiento de los sentidos (sobre todo los asociados con el arte) entre ellos: el
gusto (el rey de todos), es urgente para la reproducción de la especie, para su conservación
por vías naturales (mientras no le tome la mano y lo desplace el proceso tecnológico de esta
reproducción), como “necesidad” de la materia, para que ésta se mire a sí misma, “aprecie” su
proceso y auto testifique su potencia realizada. Es poderoso el imperio de los sentidos: se
corresponde con el pasado animal del ser humano; niñez, pubertad, juventud y feminidad;
perpetua coerción de los sentidos: éstos gobiernan paradójicamente hoy el mundo en la era
hipermoderna (“... el discurso de la interacción entre arte y vida”).
En realidad, la naturaleza le ha “jodido”, sometido, “hecho pedazos” (isma) a la
inteligencia; mientras ésta, en sentido colectivo, no ha producido todavía la conciencia
científica, racional, lógica, esto es, ese tipo superior de conciencia, que se revele frente a la
avanzada sensorial de la naturaleza y la someta (las flores, la belleza femenina, los potajes, el
carnaval,..., me atraen poderosa, irresistiblemente: pero yo soy racional y la naturaleza no me
va a supeditar más; no obstante, este pensamiento repleto de voluntad y claridad, no pudo
surgir en cualquier momento, lo ha hecho: cuando ya el mundo tiene avanzado el reino del
saber racional e incluso se halla “superpoblado”, de modo que sobran unidades
inteligentes, de pensamiento 604 , que garantizan la continuidad del proceso de producción
del concepto –además, ya hay métodos artificiales de reproducción humana). Ahora bien, de
donde quiera se sacará inteligencia para argumentar en pro de sostener la pertinencia
humanista, incluso racional (deísta) del actuar emocional; se harán ingentes esfuerzos para
desacreditar al racionalismo, para perorar en pro de la necesidad, justificación y vigencia de la
faceta sensorial. Este es un estadio a superar, pero no por intervención del proceso de la
razón: por su imperio consciente, sino por el cambio de edad, de momento histórico, de la
contextura de la realidad (como se pasa de la juventud a la madurez; la humanidad
supramoderna de mil años ah, se sorprenderá al notificarse cómo los seres humanos, hasta los
primeros siglos del milenio tercero, denotaban una conducta animal en su reproducción
biológica; mientras que muchos realizaban nada más que un proceso de “reproducción
improductiva”, tal es el caso del lumpen); luego, el arte, las tradiciones,... saltan hecho añicos:
¡nada que no sea racional!, pues, el deseo será enjuiciado con una mente madura, y esto
ocurrirá en otro planeta, con otra humanidad: la misma humanidad materialmente
mejorada 605 . En la tozuda reiteración, hasta hoy el cerebro derecho ha gobernado a la especie:
con éxito, ese su mérito; pues bien, ser humano no explotador, no sensualista, tampoco
anclado en el pasado, es el nuevo ser humano.
En el proceso, para entidades humanas de “buena actuación”, según la percepción
fidelista, el desenlace de la vida es muy conveniente: el descanso eterno, el cielo como destino
del espíritu. Después: ¿qué? En el pensar herético, este es el instante en que empieza a
perfilarse la “cuestión filosófica”. Dios, en su concepción cuasi monoteísta, es una creación
de la mente cuando ya se cuenta con las condiciones de intelecto para construir la noción, esto
es, en la época de la esclavitud, en la que la conciencia en formación se impacta brutalmente
esas condiciones: el proletariado y el segmento que debe completar esa obra: los subversivos/ciudadanos
(intelectuales); de modo que, la superación de esta forma de producción, sigue similar ritmo que su desarrollo:
lento, progresivo, hasta concretarse, hacerse global (mundial y humano), imperial, para luego lentamente
degenerar en coexistencia con otras formas de producción, mientras se retira y cede terreno en la escena de la
historia a la forma superior que la supera, niega y substituye: la humanocovivencia..
604
En el plano del trabajo de la mente ocurre algo similar a lo que acontece en la dimensión de la producción
material capitalista: con la irrupción de la máquina en la producción, la PEA se torna excedentaria (población
desocupada e inefectiva en el mercado de demanda); en efecto, al presentarse el fenómeno conocido como
superpoblación, al haberse producido el ordenador, con la estimulación temprana y la futura manipulación
genética conducente al mejoramiento del coeficiente intelectual, amplios sectores de ciudadanos del mundo –en
cuanto “unidades de pensamiento”- se vuelven excedentarios.
605
Quién se interese por la crítica de la concepción intrínseca a este documento, se apresurará a atribuir
“amoralidad” a la misma; se dirá que se halla excluida de ella, todo juicio de valor, los ideales y el principio
ético; que es marcadamente racional, en cuanto repudia pública y directamente la esfera afectiva de la persona.
El ser humano madura con el avance de la vida (conocimiento y experiencia), de modo paralelo decae la
producción hormonal y se ralentiza la dinamia en la operación de los sentidos; la voluntad, la templanza y la
objetividad, herencia de la civilización (edad) del trabajo (de modo similar como ocurre en la especie), se
vuelven rasgo práctico de carácter: la sentimentalidad se vive de otro modo (como el hardware encargado de dar
sentido a la racionalidad). Frente a la moral, en cuanto expresión comportamental derivada de convicciones
históricamente determinadas en torno de lo lícito y lo ilícito, lo legítimo y lo ilegítimo, de lo bueno y lo malo,…
la racionalidad se impone y la esfera ideológico-psicológica inherente, se diluye.
387

por los rigores de fenómenos naturales como la “tempestad” (por eso en aquellas
circunstancias los reyezuelos se asumían a sí mismos como divinidades). La deificación de la
vida se halla directamente emparentada con la formación del atributo de la conciencia;
propiedad, que es lo único que no tiene preexistencia en la naturaleza (madre naturaleza,
sobre la que se dice que se ha adelantado en todo al ser humano, pero que “debe esperar
pacientemente” que venga el momento en el que su producto supremo genere la idea); en la
naturaleza pura, en definitiva, no se encuentra dispositivo biológico alguno que efectué
ceremonias de adoración a seres ideales; muchos animales sobre todo “son corazón”, pero en
ellos no opera la intuición: “no tienen alma”, se arguye para establecer una diferencia lógica,
una distinción pro humana, con la “persona humana” (sic). Cuando una persona por separado
se siente impotente en atender una necesidad por sí sola o subsanar una dificultad vital, pide
apoyo a un congénere o directamente lo hace al grupo al cual pertenece; ahora bien, en
momentos en que el grupo humano como tal se halla complicado en alguna parte del camino
de su vida, procede a inventar la idea de dioses, de Dios y a ellos y a El se supedita e implora
apoyo.
Hoy, ya no se producen milagros: el Maná del desierto, la interpretación de los sueños
del Faraón, la Multiplicación de los Panes, la Resurrección de Lázaro; esta clausura de toda
experiencia prodigiosa, se debe a la “falta de fe”, a la maduración de la conciencia (como
antes la conciencia condujo hacia la construcción de esferas ilusorias, hoy, en cambio, la
conciencia borra los grandes “errores” cometidos en el pasado) y al desarrollo del
conocimiento (ningún humano se halla envestido de la capacidad de inobservar las leyes de la
materia) y la técnica (lo que permite operar en el marco de dichas leyes), los cuales cada vez
más se convierten en sucedáneos de los poderes milagrosos (en televisión, en una entrevista,
un antropólogo académico afirmaba, que la costumbre de continuar admitiendo la existencia
de los llamados milagros, es efecto de la persistencia ideológica de la “fábula por la que se
cree que ciertas personas pueden violar las leyes de la naturaleza”). El bienestar sosegado, es
la realización y superación ideales positivas de las urgencias y penurias del proceso de
abastecimiento de las necesidades de la vida; el cielo y el espíritu son el lugar y la noción
productos de la operación de la inferencia que remodela los sueños a través del instrumental
de la imaginación (tanto del mundo ficticio que produce el trabajo del cerebro fuera de la
vigilia y del orden que a la actuación humana consciente confiere la voluntad, pero también
según el sentido de sus “ilusiones” 606 ). Al final, queda tan sólo el ser humano como pura
exterioridad, materialidad, biologicidad vergonzante, el cual representa complicaciones de
auto entendimiento cuando se aplica técnicas de hermenéutica comparativa frente a otros
procesos biológicos, en relación con la inquietud sobre “su lugar en el mundo”, en torno del
papel y sentido de su presencia en el cosmos (si animales y plantas crean y recrean el orden de
la naturaleza, o sea, son depositarios de la noble misión de mantener las condiciones “para sí”
del ser humano, éste, participando de este orden: aprovechándolo, modificándolo, tiene la
función superior de producir el concepto –el Big Bang, la célula procariota, Cromañón, las
cruzadas, la burguesía, la Mona Lisa, el paludismo, Colón, el código genético, el trasbordador
espacial,... son procesos, factores y seres necesarios en ese objeto).
Reemerge, de este modo, en el seno del ser humano en transición, la vieja contradicción
filosófica que reemplaza a la directamente material de clase, estructurada por los clásicos
polos: el idealismo sensorial y el materialismo racional. Junto a la “cuestión humana” y a la
antinomia tecnológica, el enfrentamiento entre quienes definen la felicidad y la realización del
sentido humano en la esfera conocida en este mundo y en ultratumba, y aquellos que
sostienen que el ser humano realiza la optimidad del Universo no sólo con su presencia, sino
en el otorgamiento de conciencia a la realidad material, constituye “el complejo tramado de
refriegas, putsh, oposiciones, realineamientos” (duelo de ideas, que a nivel de la práctica
aparece como contravención de usos), que determina el proceso humano de la inmediata
coyuntura histórica. En efecto, a medida que el ser humano se representa de modo objetivo la
realidad en su conciencia a través del ejercicio del proceso dinámico del reflejo (Lenin), de
modo más exacto, multilateral y totalizante, no solamente que acrecienta la esfera de su saber
606
Esa la razón por la que los sueños carecen de sentido y no pueden ser objeto de interpretación. Aunque esta
tópica se trata con algo más de detenimiento en uno de los tomos adelante, aquí se anticipa que los sueños
constituyen el resultado del trabajo autónomo del neocórtex, sin regulación de la conciencia; esto es, cuando la
realidad viva no interviene sobre la memoria asentada, para efecto de captar y guiar la existencia en los hechos
fácticos (no puede haber sentido e interpretación sobre algo que no es racional).
388

ealista, sino que cada vez más se despide de su pasado afectivo-ilusorio, o sea, de la esfera
que integró el conjunto de instrumentos que dieron cohesión en comunidades al ser humano
primitivo, para pasar a vivir en la dimensión de la racionalidad, en la que se impone la
conciencia plena de la realidad, de los fines y de los fundamentos previstos para la acción. Es
obvio, que en la humanidad de hoy –por término medio- hay resistencia al cambio: aferrarse a
los dictados naturales de la conducta emotivo-mitológica, cuya base es la afectividad, el
sentimentalismo, el corazón, el mundo y sus datos incomprendidos (la “inteligencia”
emocional), pero frente a la percepción descarnada de los hechos, no queda más que poner los
pies sobre la tierra: ver los fenómenos en su esencia, sin ningún maquillaje mediatizador
sentimental. Empero, en este acto de la razón, en modo alguno se pierde del todo la esfera de
los sentimientos y las creencias, puesto que incluso sobre la alta razón, influye la belleza, la
ocurrencia de la inocencia, el recuerdo de los “años mozos”, las vicisitudes ajenas análogas a
las propias (también a los viejos les despierta interés y les saca una media sonrisa los sonidos
agradables, la inocencia y simpatía de los niños; nada mas que esta actitud, este estado de
la mente, es un sentir de afectividad, procesado racionalmente –apreciad si no, el título final
de este documento: “Canción ´poema´”: Testimonio viviente, página 1327.
Una vez que se ha arribado aciagamente a este momento en la “narrativa”, debe
abordarse la posición de la conciencia, en verdad: de la nueva conciencia de la humanidad. El
pensamiento se vuelve realmente “unidimensional” (pero no según el sentido el cual se critica
hoy, o sea, en tanto efecto de imposición homologante de una forma de percepción sujeta al
interés de un grupo sectario, dominante, discriminante); percepción “unidimensional” del
género in abstracto, para asombro, escándalo y horror de los defensores de la diversidad, de la
fanesca de formas de pensamiento, que perviven, se reproducen y chocan sobre una misma
realidad, a la usanza del baratillo de ofertas en el mercado capitalista (por allí se sostiene:
“somos universales porque somos diferentes, no porque somos iguales” 607 ). Como muy bien
lo anunciaron los clásicos del marxismo (por ejemplo: Lenin, cuando asevera, que si las
matemáticas fueran en contra de los negocios, la burguesía: no dudaría en negarlas), al
homogenizarse la realidad material en la comunidad humana post clasista (lo cual implica
disipar del discurso la idea sobre el relativismo cultural 608 ), precisamente cuando el “trabajo”
automatizado hace innecesario el trabajo humano, mientras que la acumulación personal,
lograda a través del trabajo de toda una vida, que la dé seguridad, sea innecesaria,
superándose –a la vez- los conflictos de inseguridad, se dice: se suprime la necesidad de
sostener diversos, variados, contrapuestos, puntos de vista. Una rosa, si es roja: es roja para
todos, a no ser que haya próximo un daltónico, y finish. En efecto, en la circunstancia, ya no
se deberá, “Mediante el análisis de… enfoques… esclarecer las distintas concepciones e
interpretaciones que pueden tener los mismos fenómenos pero bajo supuestos teóricos
radicalmente diferentes o enfrentados”. La humanidad se ha vuelto racional; racionalidad,
racionalización, razón, en el sentido de la distinción que dice Habermas que hace Marcuse del
concepto de “racionalidad” de M. Weber; pues, este concepto también es histórico-estructural;
no obstante, la diferencia queda suprimida cuando se supera el objetivo capitalista del proceso
de trabajo y de la praxis humana, para ubicarse en el propósito de la humanidad: la acción
racional de orden superior emerge frente al propósito de la humanidad, en el que el
instrumento es la inteligencia y ese proceso desmonta todas las anteriores legitimaciones, la
neutralidad o el predireccionamiento ideológico de la ciencia y de la técnica: de “oculto
dominio político” 609 .
607
Cuéllar, A., Samuel. Una alternativa socialista al ethos barroco de Bolívar Echeverría; sameli@prodigy.net.mx
608
Esta tesis reproduce el parecer de la tradicional hegemonicidad burguesa: ya Stanley Casson (discípulo del
historiador burgués conservador A. Toynbee) considera a la Historia Universal como “laboratorio de
civilizaciones experimentales”, con lo cual se niega la unidad del proceso histórico y se rechaza la existencia de
progreso.
609
La racionalidad de la empresa, es también uno de los legados de dicha etapa humana. En la aspiración
inmediata: medios-fines; fines: atención completa e igualitaria de la necesidades del colectivo, promoción del
crecimiento individual y social, armonía de conjunto; medios: la praxis de la propia colectividad. Con base en la
llamada “visión de futuro”: medios-fines; fines: la racionalidad absoluta; medios: el proceso mecánico dinámico
en todos los frentes; alternativa única: la vía de la espiritualidad. De este modo quedan superadas las
especulaciones weberianas, esto es, las posiciones sociológicas subjetivista psicologistas de este teórico alemán
de entre siglos: XIX y XX, contumaz enemigo del comunismo (conservador archiretardatario), que se quedó en
su “tiempo” y en la forma económica que había desarrollado (la creencia protestante) Occidente, no podía, por
tanto, pedírsele la formulación de una prospectiva, en la medida en que fue uno más de los apologistas fijistas del
capitalismo.
389

El monismo conciencial (“discurso logocéntrico”) se vuelve, como debe ser, el reflejo
objetivo en la mente de la inobjetable univocidad y unidad material del mundo; subjetividad
homogénea conseguida en el momento en el que el parecer se ha tornado único: cuando los
diversos cuerpos en los que reposa una parte de la inteligencia genérica (“unidad de
inteligencia”: categoría racional, célula viva del pensamiento, base del desarrollo dialéctico de
la conciencia, protodivinidad), constituyen el sostén de una sola cabeza integrada por los
cerebros de una generación por venir, conectados en red. En el presente puede todavía
hallarse en discusión y en recusación este punto de vista (precisamente hoy, en el instante en
el que la “época cambiada”, es un momento transicional, o sea, nueva episódica que deriva en
cambio que se asienta produciendo muchas diferencias, es cuando se verá excesiva virulencia
impugnadora respecto del planteo de la perspectiva de homogenización y unidimensionalidad
perceptual sostenida 610 ; transicional: en el sentido de articulación, interpenetración y lucha
entre dos parciales “civilizaciones”, que en el sentido más lato griego, esta fricción produce
una síntesis parcial, en la que se encuba la formación de una nueva y real). En realidad: al
definir al ser humano como “unidad mínima de inteligencia” 611 : la supra identidad, se
avanza la “abstracción inicial” del proceso humano y aparece el propósito de ese tipo de
existencia: llegar a ser el “ser absoluto” 612 . Por tanto, la realidad va para allá, sea cual sea
el punto de vista y el deseo actuales, pues, la “vida se impone”. La pena es, que ningún
miembro de las generaciones maduras actuales, estará presente para comprobar o “disprobar”
lo dicho. Esto es, para asistir al momento en el que la humanidad se vuelve “racionalmente
totalitaria”, en oposición a las ideas y aspiraciones reglamentarias de, por ejemplo: H.
Marcuse, quién recusa el desarrollo técnico en su obra “El ser humano unidimensional”; y, lo
hace de modo equívoco, cuando generaliza el uso interesado que hace el capitalista del
desarrollo técnico y las secuelas que esa determinación trae aparejada, junto al límite de no
poner ese desarrollo, en la perspectiva del movimiento humano general, superior, finalista.
En lo tocante a la “cuestión humana” en concreto, precisando la cosa, ha de hacerse
referencia a una nimiedad, a una minucia intelectual, que siempre estuvo allí, y que podría
llamarse: “teoría de la propiedad”, argumento que debe ser la respuesta a dicha incógnita.
En efecto, cada ser vivo se halla revestido de una propiedad esencial, única, la cual le permite
inmersarse en su entorno y realizar su sentido: las plantas, detentan la cualidad específica
clorofílica e intervienen participando en la reproducción de las condiciones inmanentes al
sistema que les engloba; los animales –incluido el ser humano en sus primeras etapas- se
hallan provistos de la capacidad, que les conduce a intervenir en el equilibrio de la vida
natural con sus acciones de reproducción vital y con sus despojos (deshechos que se reciclan
en forma natural, tanto como alimento de otros seres o en la simple descomposición
corpórea); el ser humano se halla provisto de la propiedad más singular y superior del
movimiento de la materia entera: la inteligencia, su razón y realización es producir la
“conciencia de sí” y la conciencia de la materia toda (genera nuevos paisajes e incluso
poniendo en peligro la ontología natural misma: el calentamiento global), en su
representación como conocimiento integral: ese el carácter y el sentido de la vida
racional (eh ahí el sentido profundo del funcionamiento de las cosas –de la conciencia). El
algoritmo resumido es: la cualidad absoluta de la Materia es tener y generar propiedades; la
propiedad desarrollada al límite es la inteligencia; su realización lleva a la meta de todo: el
saber absoluto (“llegar a controlar toda la energía de una galaxia”; la “capacidad de reanimar
y unir todas las cosas”). En una palabra: ¿”para qué está el ser humano en la tierra”?, ¿cuál es
610
La globalización uniformizadora, en lugar de constituir procesos peyorativos, es la más radical revolución
positiva, que como siguiente paso da la humanidad en pro de su destino superior (“buen vivir”, identidades
parciales, diversidad, expresan intereses con sentido limitado a la resolución de problemas que el capitalismo ha
generado en la coyuntura; sin embargo, se trata de tesis reaccionarias puestas en términos de largo plazo y del
gran objetivo humano).
611
Parafraseando a Marx (Historia de las doctrinas económicas): el fundamento, el punto de partida de la
fisiología del sistema humano, de la comprensión de su organismo íntimo y de su proceso vital, es la
determinación de la existencia racional por la inteligencia; todas las ideas sobre el género deben corresponderse
con ese fundamento (la historia, el pensamiento, la conciencia, el futuro, el telos), a ese punto de partida, sobre el
cual descansa la conexión íntima, la verdadera fisiología de la humanidad.
612
Polaridad (a la inteligencia): naturaleza, sociedad y pensamiento (“El gran mérito de los fisiócratas, y en
primer término de Kesnay, es –aunque en una forma parcial ya que se limitaba a la producción agrícola- el de
haber relacionado fenómenos tan diversos como el salario, el beneficio, la renta, el beneficio comercial, etc., a
una esencia originaria única, la plusvalía producida en el sector de la agricultura” –Althusser, Louis. Para leer
El capital).
390

su sentido?; está, para convertirse en Dios (decidir sobre sí mismo) o para encontrar el acceso
a El en condiciones de casi igualdad (sólo la Materia –masa y movimiento- es eterna
–inmortal-; con el saber total, el ser humano –las últimas generaciones- alcanzan también ese
status; el nuevo problema es: cómo desembarazarse de él).
En realidad, hasta que no se desarrollaran la Robótica y la Inteligencia Artificial (la
Informática y parte de la Física Cuántica), que han permitido entender al ser humano bajo los
nuevos parámetros inherentes a tales disciplinas, el pensamiento filosófico sobre éste no ha
consistido más, que en una colección de dogmas construidos en el espíritu religioso
convencional, y las ideas solamente han tenido sentido si son útiles o perjudiciales para el
interés de los “halcones de Washington” (lo cual demuestra, dicho sea de modo incidental,
que el mismo orden histórico: la necesidad del movimiento progresivo, hace que los
individuos actúen así; su conducta depende, por tanto, enteramente, por lo general, de la
ubicación estructural que éstos tiene y del rol que deben cumplir en la historia 613 ). En suma, el
progreso del conocimiento hasta hace 30 años (fecha en que aparecen los primeros relatos
sobre robots, como son los de Assimov, Kapec, de Vinge, Kaku, etc.; la propia Cosmología
hasta antes de Sagan todavía no era mas que Cosmogonía, es decir, la ciencia del Universo no
había salido todavía de la infancia), no se había producido en la magnitud suficiente como
para convertirse en base para comprender al ser humano como “unidad de inteligencia”, a la
inteligencia como propiedad exclusiva y determinante del ser humano, a este ser como el gran
productor de la Idea por medio de la realización de aquella (inteligencia), esto es, como el
encargado de convertir la Carne en Verbo.
El Universo no tiene propósito fijado de antemano: éste enunciado es un axioma; el
citado fin, no obstante, aparece, se forma mecánica, instintiva, sensiblemente, a medida que
los procesos indeterminados, complejos, encuentran un camino que conduce a la conciencia
(el aparecimiento de las propiedades del reflejo, de la inteligencia, del pensamiento), la que,
por su misma naturaleza, necesita justificarse: advierte que proviene de los “procesos”
estocásticos pasados y que su presencia debe servir para algo: conferir orden temporal a los
hechos (el orden inmanente de la vida racional, que trasciende y se transfiere como
característica al entorno), coronando exitosamente la ruta media en un plasma azaroso y
abigarrado, y la cual debe ponerse luego al frente de episodios mecánicos e indeterminados:
gobernarlos (dicho sea de paso, producen vértigo estos temas; para superar la ansiedad
existencial, en todo caso, hay que volver a la ingenuidad –del Sumank Kausay-, olvidándose
de ellos por un momento). Esa es la razón de toda la “comedia humana”. ¿Por qué habría de
ocurrir el suceso? Por cuanto el ser humano detenta la propiedad exclusiva, que lo permite: la
inteligencia, el pensamiento, la mente, las cuales le conducen a la conciencia universal. Para
el efecto, debe darse de baja a Afrodita, a Eros y al homo luden y reivindicar en toda su
dimensión a Eva, Atenea, Prometeo y al homo faber racional 614 .
En la expansión de la reflexión pertinente sobre la aseveración antelada: en cada ser
vivo hay una propiedad que lo determina, que da sentido a su existencia y que la delimita
funcional y teleológicamente, y de la cual se desprende su parametración axiológica. A cada
organismo, según la consideración expuesta, no puede pedírsele, por tanto, más de lo que su
propiedad esencial puede hacer y llegar a ser, o sea, a un ser: no se le puede definir por
encima de su propiedad, tampoco puede pedírsele más, que lo que ella puede darle. Las
religiones, por ejemplo, sostienen, que la propiedad esencial del ser humano reside en el alma
o espíritu; ésta, es una entidad inmortal, que amordazada por el cascarón corpóreo, debe
reprimirlo/conducirlo y actuar para alcanzar el cielo o para renunciar voluntaria (el ateo) o
613
Si se considera el proceder humano sujeto a la regencia de leyes histórico-naturales, no se puede culpar a los
individuos de la perpetración de males, en cuanto los mismos responden a conductas que socialmente le son
inducidas por la propia realidad.
614
¿Es todavía temprano para pronunciarse de este modo? Al fin y al cabo, en la Física avanzada de las Súper
Cuerdas, la cuestión radica en encontrar las formas últimas de la materia, sus propiedades y establecer la red
ascensional de nexos, como fundamento para formular la teoría de la realidad actual, su forma futura y el uso
pragmático (en el interior de la producción o verificación de esa misma teoría) de todo eso (la tarea es compleja
y requiere de un pool de cerebros “superdotados; luego la idea pasará a ser tan comprensible, como lo ha sido la
teoría atómica corpuscular). Luego, es posible que estas hipótesis, a pesar de que las mismas tienen a la
evidencia contenida en la tendencia del movimiento progresivo de la ciencia y de la técnica a su favor, no sean
plausibles. No obstante, ellas tienen el mérito de apuntar un objetivo honorable, loable, para la especie, que le
otorga perfecto sentido a la vida, que le rescata de las garras de la depresión existencial, ya que le extrae también
de la torpe inserción de la inteligencia sumida en el desgaste del insumo: vida, en la sola recirculación hedónica
generación tras generación (“gastar pólvora en gallinazo”, suele decirse).
391

inconscientemente (quien no ha recibido la Palabra de Dios) a él, cuando deje dicha envoltura
y una vez pasada la experiencia de la existencia; eso debe hacer el ser humano y no más. La
inteligencia, para una determinada posición filosófica, en cambio, se la considera una
propiedad superior de la materia puesta en un estado suyo: el ser humano, por consecuencia,
cualidad privativa de este ser; ésta, tiene en frente el reto de “demoler” el status de objetividad
material (en verdad: la “información”, no existe fuera del ser humano: él lo crea) y elaborar a
partir de él, el status de subjetividad plena, absoluta; para dar cabida a tal cometido, el ser
humano a través de la inteligencia dispone de la potencia, la cual la transforma en factibilidad
de poderío: la propia capacidad creativa del pensamiento (nuevos conocimientos, nuevas
tecnologías), la neurogenética, la robótica, la inteligencia artificial, la conexión en red de los
cerebros humanos a un cerebro central de inteligencia artificial, el sistema de gestión
automatizado, “cuerpo calloso” en interface; la inteligencia debe utilizar las propias fuerzas
naturales, cósmicas, para el efecto (murallas cósmicas, la Relatividad, los agujeros negros, la
criogenización, la hibernación –vitrificación-, la inmortalidad, la maquetaría de la
experimentación probatoria in Vitro; y, quizá también la “teletransportación”, -y se dice:
quizá, por cuanto esta opción es compleja y presenta más de una dificultad, en la medida en
que se debe desestructurar el organismo humano, trasladar materia y volverlo a recomponer
lejos, o sea, reconstituir el organismo: partículas y propiedades, de modo exacto; es por eso
que en círculos de iniciados se aclara convenientemente, que la “ciencia actual ´todavía´ no es
capaz de teletransportar materia, pero sí información: las partículas gemelas”).
Ahora bien, se ha dicho, que de haber inteligencia en otra parte del Universo, ésta debe
estar soportada en múltiples versiones orgánico-corporales. Nada más irreal. Mirada con
cierto interés la naturaleza corporal antropomórfica del ser humano, se advierte lo obvio. Cada
ser vivo tiene la estructura corporal adecuada para realizar su propiedad, o ésta: no puede ir
más allá de las posibilidades, que se encierran en la anterior forma evolutiva; para cumplir su
función en la cadena de roles, que coadyuvan para que el todo aborde su “propósito”, esta
norma debe cumplirse (el ganado, por ejemplo, se pasa su vida transformando materia vegetal
a proteína animal, de la cual dan buena cuenta los carnívoros, incluido el ser humano, este
último: va mucho más allá, rebasa a la propia determinación material 615 ). Strictu sensu: se
trata de la eximia “división natural del ‘trabajo’”, de la especialización: las plantas producen
materia vegetal (forraje), los animales transforman esta “materia prima” en producto
preparado para el consumo humano (carne), y, el ser humano, abastecido de este modo,
produce el concepto. El ser humano es la forma más acabada y última de la conformación
“aerodinámica” natural óptima para producir (“encefalización”), reproducir (cópula) y operar
(desarrollar) la y de la inteligencia, en su orden. La condición bípeda, las manos (un detalle: si
sólo el dedo pulgar no estuviese ubicado en oposición al resto de dedos, la mano no hubiese
operado como el poderoso instrumento, que reactuó sobre el cerebro retroalimentando su
desarrollo, como se sabe), la cabeza y los órganos de la visión, del habla, de la audición, la
configuración cerebral, etc., tienen su exacto diseño, ubicación y estructura (posición, relación
y jerarquía), para ir al pensamiento, a la conciencia y a la idea. En los animales hay mucho de
esto; pero la superación de su límite abstracto, opera en lo concreto: en el ser humano
(conocimiento y técnica). Luego: ¿por qué la forma antropomórfica? Porque es la única
manera de disponer de la materialidad orgánico-funcional para que surja, opere y se realice la
inteligencia: ella es la posible y eficiente forma de asiento de la inteligencia (en cada cuerpo
humano –y sólo en él- reside una unidad mínima de inteligencia). En eso pensaron los
antiguos cuando crearon la idea de Dios (los fanáticos evangélicos de la Biblia, intentan
desantropomorfizar la mitología de su Dios, al querer eliminar de su nocionalidad la
“concepción de Dios con categorías humanas tanto físicas como psicológicas” 616 ; sin
615 Es inevitable, en este punto, remarcar el carácter de candidez de vegetarianos y de ciertos amantes y
defensores a ultranza de la naturaleza, según los cuales las fieras no deberían cazar animales y las personas
comer carne; ahora bien, imagínese al león comiendo vegetales y al ser humano haciendo habitualmente lo
mismo, con cuatro panzas: ¿a qué “tiempo” farrearía, desarrollaría el arte, la religión o el pensamiento serio? En
realidad, la proteína animal es superior a la proteína vegetal como alimento; una sola inferencia lógica: los
animales herbívoros han tomado la materia verde y la han transformado a materia animal, dando, de este modo,
un paso que significa horro en el proceso alimenticio del ser humano.
616 Las críticas han provenido de la ciencia positiva: la idea forjada por cierta especulación sobre Dios, a partir de
una concepción antropológica, esto es, limitarse a definir a su Dios con las cualidades humanas. ¿Cómo puede
ser Dios demostrado imputándole formas humanas (algo que se desconoce a partir de lo que se conoce), esto es,
con modos de ser supuestamente perfectos?, lo cual resta credibilidad a existencia de esa supuesta Entidad.
392

embargo, no se dan cuenta –o no les conviene nacerlo-, que al procurarlo, estatuyen la
contradicción con la idea: “Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza”); y, en eso
piensan los tecnólogos modernos cuando crean al “sujeto” de la inteligencia artificial: el robot
inteligente (que, aunque con figura asexuada, siempre se tiende a asimilarlo simbólicamente
con figura masculina; la “Santísima Trinidad” misma responde a una semiótica fálica), pues,
es la forma “aerodinámica” propia para la racionalidad, la hominización y la formación del
concepto (y también para la realización de la vida en la distracción en el placer: el efecto de la
“cascada hormonal”) 617 .
La inteligencia, en la medida en que se realiza como propiedad, debe conducir al género
hacia el saber absoluto; para eso está el ser humano, para producir el retrato hablado del
Universo (para concebir la idea de Dios y luego hacer realidad esa idea, transformándose el
mismo mediante su evolución: de ser humano, en Dios): ¡se acabó el misterio! (en la
declaración, no impera más la frase: “Sabemos lo que no queremos, pero no sabemos lo que
queremos” –expresión cara para el “constructivismo” empiricista- ; en esta locación: no
solamente que se sabe lo que se quiere, sino lo que se viene) 618 . Ahora bien, si de algún modo
la persona supramoderna ya tiene en su supradesarrollada y humanamente interconectada
conciencia el grado de saber en profundidad y en extensión sobre su entorno mediato e
inmediato (“intuir” qué es el Universo, qué es el ser humano y cuál es su papel; cuál es el
desenlace de todo), la vida puede registrar la tendencia hacia el ofuscamiento, a volverse no
llevadera, inútil en virtud de haber superado la incógnita (cuantas veces se ha escuchado pedir
a alguien que ha leído un libro, que no dé a conocer su final, puesto que para el nuevo lector
el conocer el desenlace induciría desinterés en la lectura); sin embargo, el temor se disipa
cuando se advierte con nitidez la verdad, en el momento en que se asume conciencia del
hecho de que ésta (la existencia racional) pasa a operar como en la participación de un
prominente actor en una película, en la que el drama se conoce de principio a fin (y este
conocimiento propio es el que pone garantía en la actuación con excelencia): la satisfacción
está en actuar en el papel asignado de la mejor manera posible (es cierto que este aserto no
sirve para desarrollar la vida en la etapa de la forma social –es decir: capitalista- de la
humanidad, puesto que en dicha fase la calidad, la excelencia, devienen de propender
modificar el papel histórico y estructuralmente impuesto al individuo como de la estructura
como tal; en sentido relativo, pues, en ausencia de la etapa burguesa no puede haber
desarrollo técnico hacia la robotización). En suma: el acontecimiento asume el carácter de una
persona que recorre en la realidad lugares que ya conoce mentalmente (en este caso el futuro
se ha vuelto pasado falto de interés; pero, ¿acaso el conocer que se va a envejecer y, luego: a
morir, quitan interés y deseo de vivir?). En este trayecto: ¿puede una persona altamente
instruida descender a realizar el papel de “extra”, de “doble” –el placer, el sexo, Eros-, en
lugar de desempeñar el rol estelar -racional, consciente, de Prometeo? (en un drama: ¿qué
sería mejor elegir: la función de malo o la racional y seria?).
Mantener a la humanidad viva a través de la ininterrumpida renovación generacional (el
macho alcanza el placer, mientras que la naturaleza prolonga la ontología del placer y la
razón; en el caso: en la persona masculina prevalece el cerebro izquierdo, pero como arma
estratégica para la realización de las urgencias de su cerebro derecho), no consiste mas, que en
propiciar la ocasión para que la ciencia y la técnica avancen promoción tras promoción 619 . En
Antropomorfizar a Dios es destruirlo. Además: ¿cómo pueden haber superpuestos dos tipos de leyes: las divinas
y las naturales?
617
Lo orgánico es lo sensitivo. El robot inteligente debe poder captar las impresiones del entorno y saber
evaluarlas, a fin de tomar decisiones: eso lleva a la conciencia; debe ser sensible –por tanto- orgánico. Si la
tecnología llega a esa etapa, se habrá reproducido al ser humano, esto es: la lógica más la esfera orgánica. De lo
cual se colige, que la conciencia es la fusión de la lógica con la vida orgánica, y la razón por la que no se puede
escanear la conciencia (separar este tipo de arreglo de la materia, de la materia viva) y ubicarlo en otro cuerpo,
porque una materia es para otro único tipo de materia y nada más (la conciencia sólo se genera de modo
orgánico). La realidad es solamente movimiento y éste, la conversión de un tipo de materia en otro.
618
“…esas imágenes siempre tratan de trascenderse a sí mismas. La idea de un Espejo de la naturaleza
totalmente limpio es la idea de un espejo que no podría distinguirse de lo que se ha reflejado. La idea de un ser
humano cuya mente es ese espejo limpio es la imagen, como dice Sartre, de Dios...” (Arriarán, Samuel. Filosofía
de la posmodernidad: crítica de la Modernidad desde América Latina; México, 1996).
619
En apariencia, el macho humano es racional; no obstante, es quien está más controlado por el cerebro
reptiliano: la hembra está programada para abrir las piernas, mientras que el macho para ir tras ellas de modo
anhelante. El sexo pertenece al lado derecho del cerebro, al reptiliano, al límbico, a la animalidad; para un ser
evolucionado, es una aberración dicho tipo de proceder, pues, está manipulado por una explosión de químicos:
393

toda época, en cada generación e, incluso: los individuos como tales, se ha y han legado en su
orden, a las nuevas generaciones aportes progresivos al saber, al hacer, a la civilización,
concebida esta última: como la “suma de instrumentos producidos históricamente por el ser
humano”. Ese es el patrón, la esencia, el aspecto de importancia visible, que hace el sentido
de la existencia humana. En concreto: si se extrae al ser humano del movimiento natural de la
materia en el ciclo óptimo actual, no queda más que puro y simple conocimiento de la
realidad documentada de diversas maneras (memoria histórica ontologizada de modo
tendencialmente electrónico, al momento) y un conjunto de instrumentos objetivados,
producidos. Por tanto, que si se deja de lado otro orden de variables (estéticas, éticas,
deportivas, de diversión, sistema de creencias, musculatura,…) en la consideración en torno
del carácter de la especie (las cuales pasan a ser factores puente, posibilitantes, habilitantes,
secundarios, etc.), se advierte, que es la esfera espiritual la que se ha desarrollado y plasmado
en la historia, mientras que las fuerzas productivas materiales son las que expresan incesante
progreso en cascada. Esta evidencia muestra, que no son los caminos dispuestos por los dioses
(falsos o verdaderos), que no es el desarrollo multilateral en libertad y en democracia, estético
y afectivo, las visiones que explicitan el “hecho humano”, sino la figuración del simple
proceso de producción, acumulación y desarrollo del conocimiento, con su consecuente apoyo
técnico, como un hecho siempre rumbo al saber absoluto.
El obstáculo en todo el embrollo de la mente es natural: culto a Eros, propensión
permanente del ánimo: que si no es consciente, es negativa, letal, vuelve del todo emocional,
animal al individuo. En la actualidad, la humanidad –en su producto medio- goza de
demasiada inteligencia, pero la misma se halla sometida a las más primitivas leyes de la
naturaleza: accionar por satisfacción, por placer. Las necesidades primitivas llamadas
“animales”, entre las cuales debe incluirse al “amor”, responden al modelo expuesto (el tan
magnificado “amor” se insiste, no es otro hecho que la intervención del cerebro izquierdo del
macho sobre el cerebro derecho de la hembra, para someter al cerebro izquierdo de la hembra
al cerebro derecho del macho, o sea, la actuación de la estrategia sobre la pasión, para
alcanzar el bienestar –de esto, nadie se da cuenta-; amor libre, sexo libre: “amistad con
beneficio” –a medida que se la humanidad abre su mente, el sexo emerge de la obscuridad:
“no tengo preferencia por ninguna de las flores… me llaman el mil amores”- “la mayor droga
es el amor”) 620 ; las necesidades conocidas como humanas, entre las que no se puede incluir la
Política ni la Ciencia, puesto que la primera se ubica en la esfera suprahumana y la segunda
en la dimensión divina, se inscriben el mismo patrón. Sin embargo, de modo paradojal, la
racionalidad puede llevar al capitalismo (el menor esfuerzo y el mayor placer) y la
sensualidad a la justicia, y a otra manera de mirar la vida (no se olvide la persecución por
parte de la clase dominante imperial reaccionaria estadounidense en 1950 a artistas de
Hollywood -the blacklist). La necesidad de volver al estado de equilibro (o de crecer)
inherente al proceder orgánico del cuerpo humano, cuya satisfacción se expresa en tanto
placer o bienestar, es la gran ley a la que está sometida la inteligencia y cuyo
desembarazamiento constituye el mayor reto y acto de heroísmo 621 . Reto grave, penoso,
puesto que todos quienes pertenecen a la raza humana se hallan amancebados, atados por los
cuatro costados a la materialidad que produce placer (reflejo condicionado permanente) y
respecto de lo que hay uno que otro alcahuete (los curas, por ejemplo, hacen sacrificio aquí,
en espera de encontrar placer en la otra vida).
las hormonas que lo someten, que no dejan en paz al individuo. Si por manipulación genética se elimina la
producción hormonal y las formas físicas atrayentes, la atracción y actividad sexuales perderán interés (la
reposición de “unidades de inteligencia” se harían por métodos asexuales y artificiales); ese cambio reducirá en
un 90% el deseo de vivir, perdiéndose interés, incluso por las actividades de orden racional. Es un peligro
inminente. La superación de tal desidia radicaría en producir e integrar al material genético, una gran sed de
conocimiento.
620 Empero, la ingenuidad de ciertos jóvenes entre 14 y 18 años –sobre todo mujeres-, sale de este patrón, los
cuales todavía suelen opinar, que no les importa el físico sino el interior, a la hora de escoger pareja.
621 En la formación de este neodesignio, interviene la propia naturaleza y los cambios inmanentes al proceso
intrínseco de evolución humana. La “comunicación aromática”, hormonal, es la base de la atracción (junto con la
forma somática y el tacto) entre seres humanos sexualmente diferenciados. La Antropología Evolutiva ha
descubierto al respecto, que únicamente el 40% de los genes del olor se hallan activos y que cada vez más se
estrecha esta cifra; se calcula que en 100 generaciones posiblemente se pierda la capacidad de percibir olores y
como el sexo se basa mucho en esta variable, el olfato y el gusto defeccionados, dejará de ser uno de los
activadores del amor carnal (solamente el mercado, este hecho transformado en “opción de negocios” mantendrá
la infraestructura investigativa y empresarial, que trate de compensar esa deficiencia degenerativa).
394

En la trama de las líneas precedentes, se hace alusión a la fácil concepción idealista
burguesa de la vida, tanto como a la materialista clásica o a la revisada de esta última: Light,
folclórica, asexuada, inclusiva, tolerante, de la “alteridad”, hedonista, culturalista, esteticista,
eticista, a la que en el Ecuador se le ha dado el mote de “buen vivir”. El común denominador
para algunas de las susodichas posturas socio-políticas, es cierta posición antropocentrística,
como es lo propio; valoración absoluta de la especie, que no debe ser un tipo de narcisismo
humano por sí mismo, o sea, apelación a un argumento de razón centrado sólo en el ser
humano y en sus demandas deísticas, liberales, estéticas y hedónicas. El ser humano debe
liberarse de las ataduras naturales a su carácter, y de aquellas artificiales artificiosas,
inadvertidamente impuestas por la creatividad de los negocios, en ese sentido directamente
funcionales asociadas a la reproducción del capital; el frente popular está llamado a hacer lo
propio, puesto que la gran mayoría de sus miembros ha conseguido sobrevivir en el marco de
realización de los simples negocios. Pero las personas no pueden dejar de cumplir su rol
exclusivo en tanto poseedoras de la propiedad de la inteligencia. El ser humano es un ser
esencial; de veras: es el centro del mundo, un ser muy especial, único (valoración
tendenciosa puesta, aun a despecho y por sobre ese criterio bizarro, de quienes relativizan su
posición –la del género humano- y lo colocan en la misma línea de importancia de otras
especies inferiores): no por sí mismo y su proceso (en la consecución del cielo, en la
liberación de clase, en la realización estética de Eros, en alcanzar el status de “súper ser
humano” como ser liberado de las pasiones), sino por cuanto debe cumplir in extremis la
potencia de la propiedad máxima que le diferencia de todo y la que debe ennoblecerle si hace
uso apropiado de ella y en su entera magnitud: la inteligencia, y cuyo despliegue abarca el
cruento proceso (hasta hoy: año 2009) de auto justificación racional (en el mismo, se realiza
la Virtud suprema de la conciencia, según la apreciación griega clásica: el anhelo de la
perfección). En una palabra: como marxista, ateo, satánico, materialista, en este discurso no
existe lugar para dioses o demonios, para plantas o animales: ¡sólo lo hay para el ser humano!
(Nietzsche mató a Dios en Zaratustra y lo reemplazó con la Tierra, con la madre naturaleza; la
conciencia que se expone en las presentes anotaciones, en cambio, ignora, pasa por alto la
noción de Dios, reconoce a la Materia y en lugar de la Deidad coloca al ser humano).
La consideración expuesta anteriormente, no quiere suponer, que hayan pueblos e
individuos simplemente accidentales, innecesarios, en la esfera y en la historia, o sea, seres
que se hallen viviendo sin razón (como vendría a ser el caso de las llamadas nuevas “formas
de vida laboral” de Occidente, de productividad rápida, con redes globales, centrada alrededor
de proyectos, es decir, la “vida wired”: “… el trabajador es obligado a constituirse como una
empresa individual que vende sus servicios a la empresa capitalista” 622 ; esto es, la estrategia
posmoderna de sobrevivencia, de bárbaros hípermodernos no poseedores de medios de
producción conducidos a hacer de todo con su inteligencia para no morir de hambre); o, que
se deploren de modo a posteriori y a partir del sentido de la perspectiva de la moral post
clasista, las guerras, el poder, el dominio, el exterminio, etc. (la historia humana se ha
realizado de ese modo, hasta alcanzar status de racionalidad generalizado; estado que es
producto directo del desarrollo material de la especie, y quien ha dispuesto las conductas de
recusación frente a toda circunstancia de discrimen intra humano). Lo cual quiere significar,
por su parte, que tampoco se admita la extrapolación del cruento proceso de evolución
humana al futuro, mucho menos que no se ensaye una justa valoración sobre el papel jugado
por la fase humana burguesa, en la forja de la racionalidad y del sentido de la humanidad. El
capitalismo, en el carácter de la idea expuesta, goza de ubicación y justificación plenas en la
historia; el ideal marxista (y ahí se advierte la genialidad de Stalin: del más grande dirigente
político que ha dado la humanidad; ni Ramsés, ni Moisés, ni Atila el Uno, ni Darío, ni
Salomón, ni Alejandro Magno, ni Julio Cesar, ni Gengiskan, ni Cleopatra, ni Moctezuma, ni
Guayna Capac, ni Simón Bolívar, ni el corzo Napoleón Bonaparte, ni A. Lincoln, ni Pancho
Villa o Emiliano Zapata, Francisco Morazán o José de San Martín -desgraciadamente el
extraordinario Lenin estuvo poco tiempo al frente del proceso-, ni Mao, ni el gran Fidel
Castro, ni Daniel Ortega –Espartaco, Fidel y Hugo, por supuesto- se igualan o están al nivel de
José Stalin: ser humano bueno, caritativo, humilde, genio, estratega), propendió hacer lo
622
“En todas estas formas de relación salarial, la esencia de la explotación en cuanto a la relación entre trabajo
necesario y plustrabajo apropiado previamente, no solo no desaparece sino que se intensifica” (Stolowicz,
Beatriz. El debate actual: posliberalismo o anticapitalismo; en: ANALES, revista de la Universidad Central del
Ecuador, Nro. 386, Quito marzo del 2010).
395

mismo que el sistema burgués, pero de modo racional, planificado, sin sufrimiento (esta tesis
usualmente se reprocha al marxismo en el interior de su propio seno, tildándola de postura
positivista, prometeica, como absurdo ideal sobre el progreso material y espiritual) 623 .
En una palabra: la inteligencia conduce al ser humano hacia la perfección; perfección
asumida nocionalmente aquí, como la realización plena de la propiedad de la inteligencia
(inteligencia, definida en sentido ontológico: neuronas del córtex, del neocórtex –las neuronas
asociativas, del pensamiento-, potencia lista a operativizarse en la perurgencia de las
necesidades, exigida y/o frenada por el marco de posibilidades, recursos y limitantes
inmanentes a las condiciones del entorno) 624 . En realidad, el ser humano, en tanto indicador
más conspicuo del carácter de optimidad alcanzado por el Universo viable, por sí solo, esto
es, como simple estructura orgánica, es el punto de perfección de la realidad, del proceso
evolutivo; luego, la perfección ha sido alcanzada por la naturaleza: la inteligencia es la
perfección (el órgano capaz de plantearse la cuestión y su de búsqueda), el absoluto, el
concreto (si el ser humano desaparece como efecto de los problemas ambientales, más
concretamente: si el capitalismo finalmente lleva a la especie a la ruina, la naturaleza alcanzó,
de todos modos, la perfección en la dimensión orgánico-biológica). En sentido formal y
psicogénico, las siete leyes básicas del Universo –constantes- (velocidad de la luz, la
constante planckiana,...), en proceso, combinadas entre sí y entre todas, en la fase homínida de
su desarrollo, produce la propiedad más encumbrada de la Materia: la Inteligencia; ésta, tiene
el poder de alcanzar la perfección, esto es, acceder a la condición divina y dotar de la
Providencia al Universo (es en ese sentido en el que se asevera, que no existe Dios antes del
Big Bang, que el Universo se dota de Dios a través del desarrollo del ser humano); de manera
que el ser humano debe pasar por tres condiciones: la animal, la humana, la divina. Y, lo cual
lleva a formularse una “nueva” inquisición, esta vez sobre la tópica filosófica importante:
sobre la idea de la “libertad” (término vital, entendido no ya en tanto “conciencia de la
necesidad” o “libre albedrío”).
El ser humano no es libre (azarosamente es un esclavo de los “designios” materiales), si
bien uno de sus propósitos es serlo in abstracto, y solamente lo será cuando cumpla su misión
suprema; objetivo final, reiterado hasta el cansancio en este documento, o sea, al llegar al
saber absoluto; únicamente allí podrá tomar decisiones terminantes sobre sí mismo y respecto
de todo: ser capaz de gobernar sobre el Universo (dicho sea de modo incidental: qué lejos
están de pensar en esto los antropólogos, los ecologistas, los sociólogos, los poetas e, incluso:
los marxistas). En realidad, el reto para el ser humano es producir todo (o casi todo, esto es, lo
que crea importante) lo que ha hecho la naturaleza y mucho mas: producir la idea (y,
contrariando precisamente a la naturaleza y a las etapas primeras de su vida, la especie debe
renunciar a los sentimientos y a las creencias –incluso al trabajo como norma de forja del
espíritu). Como parte del movimiento humano hacia la consecución de la “libertad” en el
sentido de conducta discrecional, el ser humano debe producir robots antropomorfos e
inteligentes, obviamente: con sus colaterales riesgos. Al respecto, aunque se trate de una
producción cinematográfica según el canon de “arte comercial”, inscrito en la ideología
burguesa, puesto que el escenario social del 2035 se asume como estelarizado por una
conducta banal de “policías y bandidos”, la película: Yo, robot (excelente, por otra parte),
hace ver al “tercer mundo” lo que puede acontecer a futuro, vapuleando –sin proponérselo-
ideas torpes como la del Sumak Kawsay, la cultura de la chicha (sic), la Sinagoga, la Biblia, el
Eros,... El neomaltusianismo del “calentamiento global”, en cambio, predice que son
problemas los que vienen en el 2050 (Tormentas del futuro: desastres naturales, guerras,
debacle social); consiste en el fomento cínico de miedos, que solamente tienen sentido para
623
La malévola derecha: el poder del capital mundial (a la que hacen coro trotskistas y “comunistas”) hablan
pestes sobre Stalin: lo denostan, con lo cual ponen al descubierto toda su imbecilidad. Entre las diatribas, se
suele parangonar a Stalin con Hitler; empero, bien entendido los hechos, Hitler fue verdaderamente un monstruo
puesto que le tocó representar a la clase monopolista parasitaria alemana, la cual debía comportarse de modo
imperialista, es decir, lanzarse a la conquista de zonas de influencia si quería sobrevivir; Stalin, en cambio,
representaba los más altos intereses de la historia, de la clase proletaria, del gran pueblo soviético y del
socialismo. A esta conducta consecuente, que resalta los méritos, los valores verdaderamente humanistas, la
grandeza de ciertas personalidades y que públicamente expresan la identificación con ellos y con su depositario,
algunos pigmeos, que se creen estar sobre el bien el mal, la anatemizan con el término de “halagadores”.
624
Un galeno responde a una pregunta: ¿por qué la Medicina reclama tantos años para su profesionalización?,
que aquello se debe, a que la Medicina estudia al “organismo perfecto”: el organismo humano; por tanto, añade,
“nunca se acaba de estudiar al ser humano.
396

denostar contra la concupiscencia superavitaria capitalista o para impedir que se incremente la
brecha social recurriendo a rentabilizar lo que es de todos: la naturaleza. En 40 años, para el
2050, al ritmo que avanza la ciencia y la técnica, y el desarrollo de la conciencia sobre
conductas destructivas que las inhibirán, cuanto los nuevos métodos de restauración del
equilibrio (dinámico) natural, permitirán que otro sistema humano habite la casa terrestre
remodelada y en permanente mantenimiento (no se ve, que estas amenazas globales vinculan
a la humanidad, promueven su eticidad –cuestionamiento a la opulencia- y acicatean el
desarrollo de la ciencia, del conocimiento, de la técnica, o sea, de los aspectos que son
esenciales para el futuro vivir y su razón).
De acuerdo al sentido que atribuye a los hechos humanos la reflexión que queda
expuesta, el factor sensible en el ser humano constituye uno de los rasgos más salientes de su
pasado de animalidad; por tanto, en la sensiblería: ¡no hay perspectiva para este ser! En
consecuencia, para el ser humano: todas las otras funciones y procesos de su existencia (el
goce, la procreación; la naturaleza y su evolución) implican tan sólo distracciones y
condiciones formales, a lo sumo: puntos de apoyo en la terrenalización del objetivo superior y
central –incluido todos los procesos del Universo habidos hasta antes de la producción del ser
humano-, a pesar de que existen procesos naturales (catástrofes) que operan como
distracciones negativas inherentes al despliegue de su propiedad fundamental como las que
parten de las religiones y de las creencias arcaicas en general; es el caso de las capitalistas, las
que sin embargo constituyen factores instrumentales sine qua nom, en el acto de lograr el
cometido, en la medida en que el sistema burgués de existencia acicatea la mente, reproduce
de modo vertiginoso la ciencia y la tecnología. En la expansión in extremis de la especulación
atrás consignada: el ser humano al final de su desarrollo, puede hallarse listo incluso para
desacelerar la fase de reversión en el movimiento pulsátil del Universo con el objeto de no
perecer (Big Crunch); pero, dicha medida devendría impráctica, pues, sería tonto mantenerse
por siempre en la monotonía (estas aseveraciones –debe declararse, confesarse,
“desclasificarse”- no son lecciones dirigidas a nadie, sino la extroversión de simples
supuestos, de comunicación de datos “empíricos” sobre la realidad que viene; de modo que
las mismas no tienen axiología alguna).
A continuación se anota (se insiste), que no es la vana repetición de la misma vida por
siempre por parte de las nuevas generaciones el futuro que se viene, es decir, fenómeno
reiterativo de simple cascada tradicional de actos, nada mas que realizados de modo más
estilizado en la constante de las mismas creencias religiosas (aunque por un tiempo más, la
reproducción biológica sí lo es), sino de la inauguración de nuevos procesos básicos, que se
ajustan a renovadas tareas, que otros seres humanos deben realizar en el marco de inéditas
funciones, preocupaciones, deberes, obligaciones, siempre en el camino conducente a la
conquista del saber total, de la perfección, de la libertad sin límites (¿acaso los juegos de los
niños no son los actos de preparación y realización simulada de lo que serán los deberes de la
adultez?; por tanto, la reflexión filosófica de los primeros milenios de la humanidad antes de
nuestra era –antes de Cristo-, ¿no constituye la imaginación de lo que luego se tornará en
ciencia?). La mente capta esta realidad de coyuntura que se avecina y la pone en términos
apocalípticos: fin del mundo, desaparición de la especie por destrucción de la naturaleza,
Cristo viene por segunda vez a tomar cuentas; no obstante, tan simple como eso: “es el fin del
mundo como se lo conoce”, el acontecer que pisa los talones. De manera que el ser humano
tiene que realizar simplemente su propiedad: la inteligencia, aislada e individualmente al
principio; formalmente interconectada luego, una vez que ha formado las diversas
comunidades ampliadas; y, de forma esencial ulteriormente, cuando los cerebros se
comunican en interface y una vez que éstos se prolongan con el recurso de la inteligencia
artificial. ¡No hay nada de misterio ni misticismo alguno en ello! Ahora bien, el grupo de
inferencias (neomaterialistas, neomarxista-leninistas) que quedan anotadas, pueden tener
sentido, obviamente: para una persona atea e intelectualmente no acomplejada
(“descomplicada”).
El ser humano ha de mostrarse a sí mismo su camino; en la actualidad: se halla listo
para hacerlo, de manera consciente. Es su deber exhibirse inteligente y dejar de pensar sólo en
su casa (en la procreación, en la diversión, en el trabajo, en la felicidad en dichos términos, en
la ilusión del cielo bíblico). Debe sortear cierta barrera de ceguera, que todavía empaña su
razón; está llamado a superar la ingenuidad de buscar profetas ciegos en las religiones (el
crimen de toda secta religiosa, es que han pretendido robarle al mundo la ciencia, liquidar el
397

saber científico), en el idealismo, pues, el género ha hecho ya mucho esfuerzo y sacrificio en
su camino en las epidemias, en las guerras de dominación y fratricidas, en la inquisición, en
las reducciones, en la censura de prensa, para que pueda darse el lujo de perderse, para
permitirse autoaniquilarse cayendo de bruces nuevamente en los terrenos pantanosos de la
mitología o en los del sensualismo, sobre todo luego de haber navegado tanto: no puede
desplomarse en la orilla. Debe superar el engaño que pretende retenerlo en tantas islas
fantasiosas de la escolástica; debe capear el peligro de quedarse atrapado por el encanto del
canto de las Sirenas, en el Reino de Circe, de Calipso (el destino del ser humano no es
recluirse allí: en los mundos de la felicidad hedónica, en el Eros, a la manera de la
cosmovisión de Oriente). La vida de la humanidad consiste en este viaje: en el de la búsqueda
del conocimiento; el constante, progresivo, relevo generacional, hacia el conocimiento
absoluto (paráfrasis del consejo que le da el profeta ciego del Reino de los Muertos: Tiresias,
a Ulises). Debe preferir reposar por un instante en los brazos de la ciencia antes que vivir sin
ella, aunque esa decisión implique la renuncia al paraíso eterno, pues, una vez recorrido el
telón del capitalismo, el ser humano debe comprender, que sin la ciencia: ¡no es nada!
“Porque en la mucha sabiduría hay demasiada molestia; y quien añade ciencia, añade dolor”;
no obstante, Atenea le dice a Odiseo: “debes hacer ese viaje”; Eolo le disuade facilitándole el
retorno a casa; Poseidón le lleva por los procelosos mares en los que encuentra la sabiduría, el
periplo lo encamina a casa: al comienzo, pero este retorno a su mundo es también su
conciencia del mismo (en Telémaco se produce el reencuentro con la nueva generación: el
inicio de la “sublime y constante recapitulación” del saber; la descendencia de Ulises, no hace
más que reiterar el viaje en la realidad o en la tradición oral –el reino de la monotonía se ha
erigido).
En este trayecto, si la madre y el padre, del futuro supramoderno, se hallan propensos a
experimentar sensaciones diferentes a aquellas a las que se encuentra acostumbrado el género
hasta la fecha en el episodio de la procreación cuando ésta se haya trocado artificial, esto es,
frente a un producto (el crío) que no es el resultado del disfrute en el acto sexual o,
directamente: de la pasión, tampoco lo es de la experiencia formadora del sentimiento
materno en la maternidad: “desarrollo del sentimiento hacia el hijo” (el malestar del vómito,
los mareos, la lentificación de la vida, la obesidad, el sentir los movimientos del nuevo ser en
el vientre,...), del influjo espiritual proveniente de la práctica de los ritos inherentes al cuidado
del neonato y del púber en el posparto, o del impacto sobre la personalidad del proceso social
dado alrededor del evento por el grupo familiar y demás allegados, también el nuevo ser se
redefine sentimentalmente de cara a sus padres biológicos para los cuales éste es simplemente
un hijo biológico (este proceso es alentado por la emergencia de nuevas formas de trabajo:
wired, trabajadores de portafolio, emprendedores individuales, etc.). La niñez, la juventud: es
crecimiento, es maduración (este último, constituye no otro que un proceso de concretización,
pues, en el propio cigoto, a modo de información, se encuentran instaladas todas las
determinaciones auspiciantes de los complejos componentes de un ser destinado a
desarrollarse, al totalizarse: a llegar a ser concreto). La niñez: como la mercancía, contiene
todas las contradicciones en estado larvario, en potencia, que tienen que desplegarse; sus
juegos son simulacros en la ejercitación respecto de tareas que le prepararán para la vida
adulta, en un entorno que sacude al ser infante (la lúdica) y al joven (el hedonismo), del
aburrimiento.
Estas etapas, en el ser humano del futuro, con modificaciones significativas, se
mantienen como efecto de la aplicación de los nuevos procedimientos de reposición de
cerebros en deceso: la fertilización in vitro, la clonación, la “división celular”, la
“replicación”,... (incluso impacto sobre la personalidad tendrán los grupos GLBT –el falso
hermafroditismo humano-, como la influencia de las máquinas a cuyo cargo estará el cuidado
corporal y la formación de la conciencia de la niñez que viene). Este nuevo ser, de este modo
producido, criado y “socializado”, en verdad: procreado en nuevas condiciones tecnológicas y
de “cultura” (de “ideología práctica” 625 ), contiene todas las características asociadas a la
instalación de una nueva naturaleza en la personalidad humana (momento de la explosión de
la “singularidad”): “psiquis” fría, frugal, racional, seria, posthumana, metahumana, la cual
subvierte las otras conductas, razones, intereses y móviles de la vida (al fin y al cabo, en ese
625
En el sentido de “programa mental grabado históricamente, que tiene cada adulto –programa que es
homogéneo- y que sirve de referencia para otorgar sentido y significado a los episodios singulares y concretos
presentes” (Bartra, Roger).
398

instante ya no habrá que deslomarse trabajando para sobrevivir, copulando para reproducir las
unidades de inteligencia que generacionalmente sostengan la tarea intelectual, mitoligizando
para mantener la cohesión del grupo) ligadas al placer, a la diversión, al proceso colectivo de
recuperación de la fuerza de trabajo. Este ser de hielo, de hierro, insensible (el cual hoy
figurase parece monstruoso, detestable, inimaginable), es el que debe dedicarse por entero a la
actividad que produce el saber concreto, a viajar por el Cosmos con ese objeto 626 . La
distorsión más evidente en el presente respecto de la formación de la nueva cualidad humana
citada, presente sobre todo en áreas masificadas de las sociedades neocolonias, es el llamado
“tribalismo juvenil urbano”, que pintarrajea las paredes de modo incoherente; respecto de esta
conducta: si no hay trabajo (el proceso que ocupa la vida para bien, la organiza, la disciplina,
la madura con sentido y forma la psicología) y si no hay rigor en la aprehensión subjetiva del
mundo (concepción científica), junto al carácter veleidoso y prepotente de la etapa juvenil,
esto es, el ocio, el empirismo y la alevosía, componen el perfil anárquico de la transición
difícil en boga.
El proceso instintivo, sobre todo ligado al comportamiento de la mujer en razón de la
maternidad, debe ser sometido al imperio del neocórtex y progresivamente superado (podría
decirse, que el parto por cesárea es racional, técnico, occidental, no obstante de que se trata de
un ardid de los negociantes empresarios en el área de la Medicina, y que el parto natural es
instintivo, humano, en libertad, Oriental; sin embargo, cualquier discusión y posición respecto
de los bandos en disputa, que responda a la búsqueda de un status de divisoria de
concepciones e intereses, serán superados con la vigencia de métodos artificiales de
reproducción). Debido a que dicha modificación en la conducta, además, también implica
cambios en la estructura y funciones del cerebro (en el “cerebro derecho”, en el “límbico”, en
el “reptil”,..., aquello que significa, que dichas partes del cerebro o se tornan funcionales o
pasan –por manipulación genética- a incrementar el torrente de la inteligencia); lo cual
presupone, que la voluntad se desarrolla mucho más (y la voluntad es un software especial de
la conciencia, que regula los estados emocionales del cerebro), dado que la estimulación
externa, que pone a operar al cerebro de modo químico-eléctrico, es inhibida de respuesta (por
ejemplo: escuchar una melodía alegre y cambiar el estado de ánimo). Si el robot libera “vida”
humana para ocuparlo en las faenas del conocimiento, la negación de partes o en su totalidad
de la esfera afectiva, lo hace en proporciones mucho mayores, con lo cual están dadas las
condiciones para que la existencia deje de lado cualquier pretexto baladí, y curse por el
sendero que conduce a alcanzar su objetivo superior (este aspecto se relaciona con el
incremento de la capacidad de memoria por ruta de la manipulación genética o por
incorporación de un chip en el cerebro, puesto que el software operativo ya casi está puesto de
una vez y para siempre, al menos en el sector de cerebros marxistas).
Y, en la prolongación necesaria del contacto (amoroso) humano, sobre el particular, la
estructura del pensamiento será, por ejemplo: “Recuerda que eres un simple mortal”, esto es,
que la fornicación se la realiza con conciencia, sabiendo que se está bajo el imperio de las
leyes de la naturaleza, que conscientemente se realiza la determinación de los instintos como
todo un animal (sea dicho, incluso para expiar una culpa de orden personal, pues, el ser
humano es un reflejo –prisionero- de la historia, de modo que no se puede hacerle responsable
de conductas que son resultado de una realidad, que lo contiene y lo define -lo aseveró Marx).
Respecto de un fenómeno concomitante con la tópica que se aborda, esto es: la fidelidad, tal
conducta en la relación de la pareja humana es una “represión” que induce a la monogamia 627 ;
es la normal y exigida forma de funcionamiento de los modos de producción clasistas; su
626
Los lectores de Borges dicen que el literato argentino tiene en una de sus obras un personaje: “aquel Rey al
cual los súbditos le ciegan, dejan sordo, cortan todas sus extremidades y su sexo para que sea Dios”. En efecto,
esa debe ser la descripción de Dios, de existir; esa deberá ser la estructura corporal del ser humano, cuando
llegue a ser “Dios”.
627
A propósito, no existe el llamado “gen de la infidelidad”. La monogamia humana deberá estar condicionada
biológicamente, la cual tendrá que luchar (por cuanto el ser humano dispone de conciencia) frente a tanta opción
nueva, interesante, sugestiva, atrayente, joven (y, tanto en la realidad como en la conducta que ella induce, no
hay nada de malo: la reacción -la actitud traicionera- , no es más, que un reflejo simplemente condicionado). La
razón de la infidelidad está en el entorno; para el caso del macho humano: la belleza lozana el rostro joven, las
formas femeninas, las hormonas, incluso la competencia, el deseo de ser: de demostrar, que todavía se es; en
conclusión: para que las parejas puedan dura unidas toda la vida, deberá estar de por medio dos condiciones: 1)
la determinación genética del fenómeno o 2) haber una sola pareja (es decir, no existir otras mujeres ni otros
varones –el siglo que viene es el siglo de la “hembra”).
399

propósito es suprimir el caos “cuántico” en las relaciones entre sujetos al interior del grupo e
imponer el orden. La poligamia es un comportamiento social, que es y no congénito, puesto
que el mismo existe en la persona y que paralelamente debe ser descubierto; existe, en la
medida en que hay una disposición natural a la variación (en el vestido, todos quieren
probarse la nueva moda) y es adquirida, debido a que la mente advierte que hay razón para
desear la multiplicidad en la variedad de formas y seres (frente a una gama de potajes, el
impulso es probarlo todo); además, nada de impúdico y promiscuo es iniciar la práctica sexual
a temprana edad, pues, los genitales maduros, no se han hecho para que sirvan de adorno. En
lo personal, una vez más, dada la índole masculina, mucho desearía que todas las mujeres del
Universo tuvieren experiencias conmigo y con los otros caris, y viceversa, para saber y ser
sustantivamente más en el mundo. Con la aseveración última se quiere decir, que el ser
humano se enriquecería en el acto de la múltiple experimentación carnal, “crecería” mucho,
como es usual el referirse hoy.
Modificándose el frente de reflexión. La conciencia: ¿es el alma? Evidentemente: ¡no!
El ser humano: ¿tiene espíritu? Por supuesto que: ¡no! El alma, el espíritu, son invenciones de
la infante humanidad corroborados lógico parafernálicamente por el sapiente evangelismo
postmoderno (el espíritu: tampoco es “energía”; es tan sólo conciencia: movimiento de la
materia más altamente organizada, el cual viene impulsado por la demanda de realizar las
necesidades en un medio que reclama de la inteligencia como factor sine qua nom, que haga
posible la superación de las limitantes inherentes al diseño corporal “de fábrica”, del ser
humano), o sea, del tipo de todo ese fárrago de figuraciones ingenuas (del mismo modo como
lo son las nociones sobre dioses y demonios). En verdad: no hay nada fuera de este mundo, de
la frontera de la realidad material; la Materia es todo en su conformación polar: muertenacimiento,
infinito-finito 628 , grande-pequeño, Dios-Demonio, explosión-implosión,
principio-fin, estructura-proceso, cerebro-conciencia, imaginable-inimaginable; de modo que
hace bien el ateísmo en “buscar el espíritu en la materia”. Algunos religiosos sostienen, que el
espíritu introduce Dios en el cigoto, esto es, cuando en el apareamiento humano el
espermatozoide penetra el óvulo (de lo cual se sigue, que en la fertilización in vitro se produce
también el milagro, pero éste no ocurre en la clonación: los individuos que “vengan al
mundo” por esta última vía, serían unos completos desalmados 629 ). Ciertas mentes, por su
parte, suelen asociar al ser humano con la Trinidad: espíritu, conciencia, alma, en reclusión en
el cuerpo o cascarón; espíritu: toque divino; conciencia: conocimiento mundano; alma: aura;
de los tres, sólo el espíritu (el cordón umbilical con Dios) es inmortal. Hay quienes sostienen,
en cambio, que si no hay espíritu, no hay conciencia, por lo que el alma vendría a ser la
conciencia (el espíritu); éste –el espíritu- no es objeto de destrucción con el cambio de estado,
es decir, de forma material, del individuo cuando la muerte. Ahora bien, el fenómeno no
ocurre ni siquiera por vía artificial: códigos de programación que se estructuran de por sí para
formar lo que se conoce como “alma”; ¿quiere decir, que la sola información estructurada da
lugar a la conciencia? Esa es una conciencia inconsciente: Dios, el cual Es, pero no sabe qué
Es. Solamente la información asentada en un cuerpo orgánico superior (el cuerpo racional) se
transforma en verdadera conciencia; y esto es así, por cuanto el último producto de la
evolución (deséchese por infantil aquella superchería sobre que la naturaleza estaría por
producir inconscientemente un ser superior al ser humano –si acaso, esta nueva dimensión
evolutiva le compete al propio ser humano) se corresponde con su forma final de movimiento:
el pensamiento.
Por otra parte, sectores más fantasiosos (de los perorantes evangélicos, por supuesto),
alientan la idea sobre el carácter trinitario del ser humano como reproducción del sentido de la
Trinidad divina, en tanto insisten, con modificaciones de forma, en la estructura dicha: el ser
humano es tridimensional (soma, alma, espíritu). En realidad, el ser humano es
628
La finitud y la infinitud se estructuran de y por segmentos; por ejemplo: la tabla periódica inicia con el
Hidrógeno y termina con el Uranio 238 (¿?), si se deja de lado, claro: los elementos químicos desarrollados en
laboratorio como el Plutonio (¿?), como opción por parte del ser humano de extender o contribuir a la formación
(de ningún modo creación de materia) de nuevas estructuras materiales y de propiedades consustanciales.
629
Actitud estúpida, maniquea y oportunista de ciertos curas imbéciles, que sostienen que “Dios dejó que la
naturaleza se desenvolviera sola en la evolución, hasta cuando apareció el ser humano y allí decidió intervenir
soplando el espíritu en este nuevo ser”; con ese criterio sonso, se puede decir, que Dios se inhibió de soplar el
espíritu a los ateos desalmados.
400

unidimensional en la compenetración de soma y piqué 630 ; ontología en la que históricamente
el ser humano aprende a distinguir lo bueno de lo malo; de modo que no es el “soplo divino”
en la creación, el acto que le insufló la conciencia, pues, un recién nacido no tiene conciencia
(alma o espíritu), no sabe distinguir entre lo aceptado y lo repudiado (los animales, los cuales
no han recibido el “soplo divino”, saben distinguir de modo instintivo, por ejercicio de la
información genética heredada, el “bien”: no sacrificar y, mas bien: proteger a sus críos, y el
“mal”: cazar a animales de otras especies, que son su alimento); se colige, por tanto, que en el
momento en el que éste –el hardware humano no configurado- hace suya la conciencia al
integrarse a la práctica social, es cuando la racionalidad se instala en su mente (incluso lo hace
la famosa “ley natural”). La conciencia, en suma, es el producto del proceso de captación
histórico-humano del mundo –en la práctica social del trabajo- por parte del único órgano que
puede hacerlo: el cerebro humano; la conciencia es: pura y simple información
completamente ligada a la esfera afectiva, conocimiento grabado, estructurado histórica y
sistemáticamente de modo filosófico, cosmovisivo; la conciencia, no se exime de recibir la
determinación del carácter de la naturaleza interna de la materia: del tipo de estructura
inherente de la masa dependen su propiedad y la índole de su movimiento, el que se
redirecciona frente a la propiedad del movimiento con el cual entra en contacto, como con el
balance resultante vectorial, respecto del cual procede la instauración de su ley.
El espíritu, en consecuencia: se va formando materialmente en el nuevo ser en los
procesos de experiencia y aprendizaje que despliega, es decir, en cuanto representación,
reflejo, captación por parte de la mente, del mundo (afirmación formulada ésta –y muchas
otras-, sin embargo de que pueden ser simplemente tautológicas). La formación espiritual en
el ser humano maduro, con personalidad, consiste –como se sabe- de un proceso largo, tanto
humano como individual (el ser humano, una vez conformado su hardware cerebral -la
memoria y el procesador-, usa el software natural de partida con el que también viene
provisto, para operar el equipo, al cual finalmente lo desarrolla en forma biológica y, luego:
de modo artificial –la computadora, la inteligencia artificial). La conciencia emerge
paulatinamente con la humanidad; a decir verdad, aquella: se va formando con la evolución de
ésta (con el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales en coherencia).
Pero la conciencia no surge antes de que aparezca el exclusivo órgano que la produce: la
corteza cerebral. En esta última, se empieza a reflejar el mundo de modo consciente, esto es,
de forma no elemental, animal, preconceptual; en la misma, este reflejo se va ampliando, es
decir, la información grabada se cualifica y luego se transmite (este tipo de riqueza se
redistribuye): la investigación –o el conocimiento accidental- es la ampliación de la
conciencia, y el aprendizaje (socialización): la instalación de la conciencia en los nuevos
hardware, o sea, su perpetuación (del conocimiento, de la conciencia, del “alma” de la
630
Strictu sensu, toda la realidad es materia: únicamente masa (Bosón de Higgs) en movimiento (y este último,
es la propiedad más general, absoluta, eterna, condición de existencia sine qua non de la materia); la psiqué, por
tanto, es “movimiento de la materia altamente organizada”; es por eso que parece que se pueden somatizar las
llamadas “dolencias de la mente” y a la inversa; en efecto, las “fobias espirituales” se vuelven orgánicas; en el
caso personal, es la mente la que pretende arreglar el soma mórbido, debido a la operación de la ley del primado
de la materia. En verdad, no existen las enfermedades llamadas psíquicas, esto es, inmateriales y espirituales; las
enfermedades del “espíritu” no se somatizan, pues, desde su inicio son desajustes de la estructura material
necesaria, contrario al común razonar espíritu/materia o conciencia/realidad. Todos los procesos de la realidad
son materiales: los deseos son materiales, las penas y angustias son materiales, las fobias neuróticas que reducen
el autoestima tienen como base la operación de hormonas, mecanismo detonado por el impacto sobre el sistema
nervioso de motivaciones externas, las que –por otra parte- pueden ser contraladas por la voluntad (ordenar la
inhibición de la operación de los procesos bioquímicos implicados) o por la influencia de sentidos fraseológicos
(palabras, frases con significado: movimiento de aire que opera sobre las sensores auditivos que llevan
movimientos electro-químicos capaces de modificar las propiedades de los centros respectivos de recepción de la
mente enferma, los analizadores y la respuesta, eventos que no son más que químico-hormonales. La
reflexología es la muestra clara, de que todo es materia y movimiento; en el caso humano: la conciencia, es un
proceso que tiene lugar de principio a fin como simple hecho material. La famosa psicología es tan sólo la
resultante de la operación material del campo conformado por la articulación entre estados representados del
mundo en la conciencia, las necesidades de sobrevivencia y la respuesta (movimiento) llamada conducta de
individuos o grupos, que se distorsiona al encontrarse con escenarios adversos para su realización (satisfacción
de requerimientos primarios, secundarios, suntuarios). El pensamiento es realidad (afirmación ésta, que no es
tautológica), por tanto: materia; las doctrinas constituyen triple materialidad: es materia representada, es
simbolización y, en cuanto escrita: es representación materializada (por esta vía, se llega siempre a la conclusión
de que energía, conciencia, psicología son únicamente formas de actuación de la materia a través de la operación
de sus propiedades intrínsecas –algún día se probará la veracidad de estas afirmaciones).
401

humanidad, generacionalmente; naturalmente: con mejoras de promoción a promoción).
La conciencia es el saber grabado en el cerebro, el cual empezó de cero cuando niño y
concluyó su formación instantes antes de que el individuo viejo muera; pero así como no
puede haber conciencia antes del aprendizaje (o del descubrimiento del sentido del mundo),
cuando el órgano que tiene el conocimiento se descompone con la muerte, la conciencia
desaparece también, al igual que un disco duro que se destruye, si no se ha sacado respaldo de
su información. Y la formación de la inteligencia artificial lo demuestra. Primero debe
producirse el hardware del aparato mecánico con figura humana, esto es, antropomórfica; a
continuación solamente por instrucciones, por programas (quienes luego se producen a sí
mismos: se reproducen de modo ampliado, se desarrollan, es decir, se abre el proceso de
hominización -Leontiev), se logran comportamientos de una personalidad pura, formada no
por “modelo social” (Bandurra), sino por simple grabación simbólica de datos (reflejos
condicionados, arco reflejo, el “segundo sistema de señales” -Pavlov), sin contarse con
verdadera información almacenada: sin experiencia sistematizada, progresiva, interpretada,
acumulativa (“simple” memorismo, conductismo, mentalismo). Los robots, sin embargo no
necesitan copular para multiplicarse: no demandan ni el conocimiento (“simulación
cognitiva”) ni la práctica respectivas (“simuladores de personalidad”), a lo sumo requieren de
información (“segmentos de código”, “protocolos”); no es urgente en este caso, disponer de
sentimientos al acto ligados (es, por otra parte, un reto hermoso para la mente la producción y
desarrollo humanoide de inteligencia artificial, la cual la ocupará muchos años, preparándola
para iniciar los verdaderos viajes siderales).
Por otra parte, la conciencia sólo tiene existencia social, existencia de la humanidad (o
del robot hominizado); si un niño que naciera no se encontrara con la humanidad (con la
conciencia ya constituida) no llegaría a ser un ser humano: no tendría quién le facilite la
conciencia –Alexei Leontiev: El ser humano y la cultura- (él tendría que poner el inicio del
doloroso proceso de producción de la conciencia, de hominización). Con cada ser humano que
muere, desaparece la conciencia: el “difunto se llevó sus secretos a la tumba”; no obstante, la
conciencia no se anula por cuanto existe en los otros miembros vivos de la humanidad, puesto
que ésta ha quedado definitivamente registrada formalmente en documentos y otros medios, e
incluso: hoy se dice que la mente puede ser escaneada (pero este escaneo –¿backup?-: ¡no es
el individuo, propiamente dicho!, en sentido de que se alcanzó la inmortalidad, puesto que
aquí: software y hardware –esfera afectiva- son indivisibles; esa la razón por la que –tal vez y
sólo tal vez- “un ordenador nunca podrá tener conciencia”, mas no por los argumentos
penrosianos de la biofísica cuántica –gravedad cuántica). La conciencia la forjó el ser humano
en su práctica social, la ha perfeccionado de generación en generación, la ha transmitido de
igual modo y desaparecerá cuando llegue a término la humanidad (la conciencia, la mente, el
espíritu, el alma –tal como debe haber sido dicho ya- es el producto histórico de la práctica
social del trabajo; conciencia solamente habrá, en la existencia del hardware natural). En una
palabra: la conciencia es el saber humano acumulado que internaliza un individuo inmaduro
en su contacto con los adultos y la cual, como el banco de información y el sistema operativo
que introduce el ser humano en una computadora que después pone a operar, hace que
funcione su cerebro (esa la razón de la presencia de las enfermedades denominadas
psicosomáticas y del intento de tratamiento con la psicoterapia). El agente introductor de esta
información y de los métodos de trabajo del pensamiento con aquella, es la humanidad de
referencia (el grupo al que pertenece la mujer –“cultura”-, se diría hoy: la humanidad
unificada y globalizada).
Por tanto, la persona es unicidad de neuronas e información; la conciencia –la
información estructurada histórica e ideológicamente- es la última en aparecer en el
movimiento ascensional histórico de la humanidad –pues, es el reflejo de la realidad en el
cerebro- y en instalarse en las neuronas cerebrales intermedias, esto es, base sistémica de
datos, que se graba y apodera del cerebro biológica-materialmente formado, pasando a
constituir –los dos- una sola “masa”. Así es. Empero, la materia puede altamente
organizarse y moverse (con mediación humana para el presente caso de estructuración y
funcionamiento del Universo viable, óptimo, en curso) fuera de su naturaleza biológica
(antropomórfica): la inteligencia artificial, pero no llegar a ser verdadera conciencia. La
conciencia solamente es como desarrollo (evolución, progreso, ascenso) histórico de un
cerebro natural, humano; de allí que no es posible para la conciencia cambiar
libremente de cerebro o escanearse y pasar a existir en un cerebro (hardware) mecánico,
402

cibernético, artificial, por ejemplo, cuando a una persona que está por morir, de la que
se desea que se prolongue su existencia o se torne inmortal, se pretenda resguardar su
conciencia por alguno de los métodos anteriormente referidos. Por otra parte, un
“diagrama perceptual” o “simulador de personalidad” se convierte en conciencia,
inmediatamente (sí y sólo sí) se une a la esfera sensorial (faceta de la realidad, de difícil
producción e incorporación en la mecánica robótica), a la región biológica natural, a la
esfera que sostiene y gobierna la necesidad de mantenerse con vida y reproducirse por
medios biológicos naturales (el coito, la preñez, el alumbramiento) o parcialmente
natural (fertilización in vitro, clonación,…).
El sistema cibernético que contenga la conciencia como información (escaneo de la
conciencia humana e implantación en un dispositivo automatizado): ¡sigue siendo
inconsciente! (este hecho se mantendrá, incluso si se diseña todo un programa complejo de
“simulación de personalidad”, con el que se pretenda volver consciente a una máquina
inteligente –que pueda sentir, tener sentimientos) 631 . En la conjunción: inteligencia
natural/inteligencia artificial, la porción natural del software de la inteligencia será la parte del
complejo mixto, que dote de conciencia auténtica al entramado. La conciencia digitalizada,
esto es, la información histórica e ideológicamente orgánica fuera del hardware cerebral
natural de origen, se tornaría en simple información: en sistema orgánico de datos que habrán
perdido su cualidad “espiritual”, pues, paradójicamente, es la esfera sensorial la que permite
“sentir” a la conciencia (la ley es: cada software con su hardware; es por eso que las
mitologías de la reencarnación y la resurrección son insulsas 632 ; luego, si se desea prolongar
la existencia de la conciencia/espíritu, la única vía es la prolongación de la vida o la conquista
de la inmortalidad directamente –aunque al final de todo, se deba renunciar voluntariamente a
ella). Lo cual es todavía más paradójico, puesto que, si por un lado el ser humano debe perder
la esfera sensorial para avanzar a su status divino, el robot inteligente, en cambio, no puede
llegar a ser un auténtico ser consiente, si no tiene en sí la esfera humana arcaica de los
sentidos (no simplemente el sistema de sensores con los cuales se capta el mundo: vista, oído,
olfato, tacto, gusto –los kinestésicos: posiciones y movimiento, sinestésicos: conexión entre
sentidos - sino los sentimientos).
El ser humano, en el proceso histórico de autoproducción de su ser en el trabajo y de
superación de ese proceso –el trabajo- en la automatización, rebasa la forma natural de su
conciencia y se vuelve frío, insensible, indiferente, impráctico, es decir: no existe,
concomitantemente se anula la conciencia (la esfera sensorial da razón de la conciencia –se
siente la conciencia-; la conciencia advierte a la sementalidad y a sí misma); la inteligencia
artificial, por su parte, no puede arribar hacia “verdadera conciencia”, puesto que jamás será
hardware biológico (si se produce una réplica orgánica del cerebro: se habrá creado el
atributo ontológico de la conciencia, la cual será generada históricamente o la tomará del
universo social y progresivamente la internalizará). De manera que la vida orgánica
inteligente concluye no bien llagada ésta a todo el saber (el problema de qué hacer con un
cuerpo inmortal se resuelve por sí mismo), cuando se ha desembarazado de la esfera sensorial
(la vida inteligente orgánica llega a término; pero el robot inteligente dotado de toda la
información que le sobrevive no puede arrancar de nuevo el proceso de la existencia
631
Una persona X, al ser preguntada en un programa de televisión en Ecuador si creía en Dios, manifestó que
cuando joven sí, pero que ahora, que es madura, había dejado de hacerlo; seguidamente manifestó, que
consideraba que sí debía haber una forma inteligente en el Universo, no del tipo Dios creador, director o que
atestigüe el comportamiento humano; creía –más bien- que dicha forma no era de la índole conciencia, puesto
que pensaba que la conciencia era algo muy humano, animal, que le permite al individuo verse a sí mismo como
Dios, cuando, en plural: los seres humanos son una porquería y aludió a un tal escritor que responde a los
nombres de Enrique Jardiel Poncela, el cual dice sostenía un pobre concepto de la persona: que nada más era un
bicho presuntuoso (bueno, debería tal criterio reservarse para sí mismo –y para el eximio escribiente- y no hacer
extensivo al resto, puesto que esa apreciación tiene sentido ofensivo gratuito y es resultado de la estupidez);
inteligencia –prosiguió- entendida como esa “energía” múltiple que está en cada proceso de la vida. En realidad,
la inteligencia es producto evolutivo puesto en el ser humano, mientras que la conciencia es el resultado del
trabajo humano en colectivo regulado por la inteligencia: nada hay que sea metamaterial y suprahumano; y, si el
ser humano tempranamente se cree Dios: hay razones para ello.
632
Se insiste, el ser consciente es la suma de la conciencia y la autoconciencia actuantes en la dinamia presente
del entorno. ¿Puede ser prolongado el ser consciente más allá de la vigencia del período natural dado a la vida?
Es decir: ¿es posible recoger la conciencia (rescatarlo, verbi gracia, de una persona que está a punto de morir),
ubicarlo en otro recipiente, mediante, por ejemplo: el proceso llamado: escaneo? ¡No! (lo cual prueba la certeza
de la concepción monista de la vida).
403

inteligente orgánica, asumiendo la vida sensorial, puesto que ya será “Dios” –ser sabio y frío-,
con lo cual no tendrá interés alguno en buscar la felicidad hedónica). Dicho sea de paso y con
pena, “éste es el verdadero límite del pensamiento personal: aquí se le vuelven ingratas las
fuerzas de la reflexión”, o sea, una vez que llega a pensar en torno de porqué la conciencia no
puede inmortalizarse por sí sola al margen de su cerebro respectivo, porqué la inteligencia
artificial no puede llegar al estado de verdadera conciencia y la idea de que la inteligencia
natural va en pos de su límite, y éste llega en el mismo momento en que se ha arribado al
absoluto: 1) cuando sabe todo, 2) ha perdido la esfera de los sentidos y 3) se ha vuelto
inconsciente 633.
A propósito, la técnica permite entender mejor la realidad natural, pues, el desarrollo
ulterior provee la clave para comprender el anterior -Marx- (¡ah gran homo habilis!: el
eslabón necesario en la meteórica escalada prometeica del ser humano; homo ergaster); la
computadora posibilita comprender el cerebro y el funcionamiento –mecánico- del ser
humano. Solo el hardware, el CPU humano (memoria y procesador), natural, se hereda: su
diseño queda definido en el material genético resultante de la fusión del óvulo y del
espermatozoide humanos, el cual llega a su estado de concreción alrededor de los 3 años,
luego de la gestación y nacimiento del individuo; en tanto que el software lo da la historia: la
sociedad (la humanidad); después, la conciencia se fija, se hace base ontológica en las
neuronas corticales, en su condición de almacenamiento de información –de la naturaleza
física, química, eléctrica, de las partículas) en los enlaces de hidrógeno entre pares de
nucleótidos en el ADN de las neuronas intermedias (la conciencia se encarna: “El Verbo ...[la
conciencia producida históricamente por el ser humano en su práctica social del trabajo]... se
hizo carne”), y en las cuales éste encuentra la materia para actuar. La conducta del individuo
depende del tipo de información (de la ideología, para las formaciones clasistas) y del sistema
operativo (profesional) con los que se han llenado su cerebro y sus “músculos y tendones”. La
computadora no funciona si no se la enciende y provee de “energía” 634 ; el cerebro viene
encendido (contiene un software congénito elemental de arranque y operación) y debe
continuar así al contar con “energía” dada en los actos de alimentación, para cuya
consecución él mismo debe actuar; además, cuenta con instrucciones (reflejos), aunque no
con información de partida; la información la introduce paulatinamente la humanidad en la
mente del recién nacido y mientras crece, mediante la educación (las conexiones
interneurónicas –sinapsis- en cuanto permanentes, deben constituir el asiento de la memoria -
emotiva 635 y racional- de nociones, conceptos, juicios, razonamientos y discursos, tanto
ideológicos como teóricos).
En el caso del ser humano, unos órganos vinieron formados para cumplir una específica
función, por ejemplo: la sangre para oxigenar al cuerpo, para “descarbonizarle”, para conducir
los energéticos, para ejercer la defensa frente a patógenos, para regular la temperatura, para
expulsar ciertos deshechos (en el reino de los animales, todo órgano tiene una única función y
a ella se remite su existencia y operación); pero en el ser humano, ciertos órganos pueden
pasar a realizar otros roles a más de los propios o predefinidos de modo natural, papeles
inventados por la inteligencia, por el pensamiento, por la conciencia o por la mente, en
coherencia con la emergencia histórica de nuevas necesidades. Verbi gracia: los pies, las
extremidades inferiores son “órganos” de locomoción y de soporte, pero ciertas personas los
utilizan para realizar varios deportes: el fútbol, patinaje, ciclismo, etc. En el caso del cerebro
(del sistema nervioso en general), esto es, del conjunto funcionalmente integrado de neuronas
sensitivas, receptoras, transmisoras, intermedias y asociativas (neocórtex), en principio este
633
Ha sido eliminada la inteligencia al llegar a conocerse el “objeto total” de la existencia; se ha suprimido la
conciencia por rebajamiento de la esfera sensorial; y, se ha eliminado la esfera sensorial al no haber necesidad
del reemplazo de las “unidades de inteligencia”. En realidad, sin esfera sensorial no hay “conciencia” de la
conciencia: no hay vida, reina la muerte.
634
O sea, de materia en una forma especial suya: la que induce al cinetismo. Al respecto, debe insistirse en una
hipótesis, que contradice el habitual parecer de múltiples científicos, especialmente de la línea burguesa idealista,
la cual se espera que a futuro sea confirmada (que saque de escena a la actual concepción y se ponga en su
lugar), la cual refiere que es cuento eso de “materia y energía”, como dualidad básica de la realidad. Para una
persona materialista, objetivista y lógicamente centrada, sólo existe materia, entendida como masa con sus
respectivas propiedades; por tanto, la energía es tan sólo una propiedad de la masa, o sea, la energía es una forma
de movimiento de la masa, o es: masa en movimiento (pues, la nada no puede producir eventos: calor, ruido,
desplazamiento, fricción, luz, impacto, pensamiento, energía o formas múltiples de movimiento).
635
Grabación de los momentos –experiencias- emocionales; provocan sensaciones derivadas, que inciden en el
actuar presente, reestructurándolo.
404

órgano de órganos se entrega a la tarea de regular (coordinar/dirigir) las funciones intrínsecas
de cada subsistema del cuerpo que replican permanentemente su estado autosustentable, tanto
como de poner al individuo en orden de interactuar con el entorno
(asimilación/desasimilación) en sentido simplemente adaptativo/defensivo (los animales,
amén de usar sus extremidades para desplazarse, también lo hacen para defenderse y atacar);
pero, luego la inteligencia que ha producido la conciencia y por la que todo movimiento
humano es producto de una decisión (incluso la reacción automática, debido a la
posreflexión), o sea, operación sometida a la razón (aprendizaje, comprensión, pensamiento,
decisión), de la sola función de eficiencia en la sobrevivencia (función específica natural),
como las extremidades posteriores en el fútbol, la inteligencia (ella misma) se pone a operar
con una nueva función creada/encontrada por accidente por el ser humano: producir la
“conciencia de sí” de la materia (un caso especial lo dan los mecánicos artesanales de
vehículos de las neocolonias, sobre su conducta creativa se dice: “de todo hacen
herramientas”).
Como intermezzo en la temática abordada en esta parte, se formula la pregunta: ¿cuáles
serían las posibles formas de ocupación no cognitivas, no investigativas, no analíticas de la
especie supramoderna, dígase: los pasatiempos de la nueva humanidad responsable, flemática,
rigurosa, hierática, esto es, de la nueva conciencia: de la metaconciencia? (¿“sociedad”: sin
alegría? ¡No!: simplemente madura; ahora bien, el nuevo “ethos” no deriva de la creatividad
de las ideas como se dice ocurre en las producciones en el cine, en la literatura, en la música,
etc., esta cualidad emerge de las renovadas condiciones -necesidades- registradas en un
momento histórico); ¿cuáles los entretenimientos que reemplacen a los espurios, esperpentos
de hoy: telenovelas, baile erótico, el alcohol, los cuentos, las novelas, los juegos de azar? Es
obvio, que dichas distracciones pervivirán por un lapso determinado y perentorio en el
inmediato futuro; sin embargo, el carácter selectivo, resumiente y eficaz de la mente, harán lo
suyo, esto es, se actuará con economía para abarcar más frentes de trabajo artístico; en efecto,
la humanidad, verbi gracia, en la música se ha encargado de seleccionar apropiadamente a los
autores clásicos más valiosos y, de su arte, a aquellas partituras, que constituyen la verdadera
creación estética que eleva el espíritu, que se han hecho con el favor de la legitimidad, por
tanto, que gozan de perennidad y reiterado disfrute. El órgano cerebral está plenamente
comprometido de ese modo para el efecto a futuro, pues, muchos de los pasatiempos que
implican hoy a otros órganos del cuerpo, serán seleccionados y otros cesarán. En la
naturaleza, en la mariposa viene incorporada su propia “estética”, su función es de apoyo a su
supervivencia; en el ser humano se utiliza la inteligencia para realizarse como estética,
subsumida a esa misma función: contar con la satisfacción, que se expresa como
ensimismedad en su traslado del efecto como “otredad”. Los entretenimientos que vienen, de
todos modos, vendrían a ser los de orden superior, los de una “sociedad” académica en
extremo madura: acceso a noticias; los “debates”, las ponencias, los simposium; el estudio de
la historia de los pueblos anteriores (“culturas” –sic), los aportes filosóficos y en otros campos
dados por la edad infante de la humanidad; la observación reiterada de documentales
científicos, el estudio de los restos fósiles, de la vida en el perneano, en el cámbrico, etc.
La humanidad: está sola (siempre lo estuvo); ha avanzado compungida, en autarquía, en
el enclave terrestre; su mérito es haber llegado a puerto intermedio; debe continuar de ese
modo a su destino. Hasta hace poco lo ha hecho perdida, mareada: a un paso del éxito, a
centímetros del precipicio (se dice que la especie muchas veces ha rozado con la extinción);
pero, de modo casual, a la manera del “acto” de fijación de las “constantes cósmicas”, las
cuales definen el proceso ulterior –“el ser humano es el producto exitoso de los asares que le
han precedido”- (el que no puede variar: no lo ha hecho; sin embargo, en un dado momento:
lo hará) continua poniendo, negando y superando, en su orden, sus propias leyes. En la faena,
no existen condiciones mágicas ni de dación del “maná” ni la presencia de los pioneros, pues,
el colectivo es quién hace la historia “... con su infinito poder de transformación”. Sola en la
inmensidad del Universo, enfrentada a la dimensión desconocida, mitigando su ostracismo en
la mitología, la adivinación y las imploraciones; armada con la inteligencia, ha marchado
rumbo de alcanzar la libertad: la conciencia de la necesidad y del saber sobre la materia en su
integralidad. Los dinosaurios desaparecieron (últimamente se dice por cuanto fueron objeto de
epidemias: no habían desarrollado defensas para “depredadores microscópicos”, perdieron
“ventajas competitivas” y entraron en decadencia), luego de cumplir un rol en los ecosistemas
en el interior de la cadena evolutiva. La extinción juega un papel en dirección de la evolución
405

de la naturaleza hacia el ser humano. No obstante, la mujer: no va a desaparecer “así como
así”. Teleológica y hasta religiosamente, la inteligencia tiene un rol que cumplir (“Todo en
este mundo tiene un fin que conseguir,...”); ésta: no descansará, no desaparecerá, hasta tanto
no haya llegado a realizar su “acto en potencia”; es verdad, que el ser humano ha dejado de
evolucionar biológicamente: ha perdido ventajas comparativas en ese plano, pero no ha
entrado en decadencia, puesto que su transformación progresiva le ubica en el plano de la
excelencia y se halla plenamente vigente ahora más que nunca, respaldado en su inteligencia:
el desarrollo de la cultura, del proceso artificial del progreso: la ciencia y la técnica (el peligro
de decadencia se halla en la vigencia de los entretenimientos mitológicos y/o hedonistas).
Como muy comúnmente se pronostica y se teme, hoy se cierne todo tipo de amenazas
respecto de la sustentabilidad del ser material de la especie; no obstante, pronto el ser humano
conocerá y se montará sobre el potro de las fuerzas universales, con lo cual despejará toda
telaraña peligrosa, que atente contra su existencia. La presencia de la humanidad y su
desplazamiento con seguridad en el futuro: será su mérito.
Es la inteligencia la que ubica las cosas en su sitio; pues, es ésta la que pone en apuros a
los sensualistas, anarquistas, indeterministas, cuánticos. La sensualidad plantea que la
propiedad emotiva del ser humano debe ser plena, inteligentemente realizada; ahora bien, la
inteligencia no se satisface con ser instrumento de eficiencia en la realización sentimental,
sino que ella “intuye” que tiene realización propia, que ésta no consiste en ser medio de
satisfacción pasional, sino el de satisfacer el reto de descubrir los misterios “insondables” del
mundo y ponerlo en términos de un sistema subjetivo bien objetivo. Sin embargo, la esfera
pasional ligada a la operación de los sentidos chuta (hala) al ser para su lado; este “tirón”, es
más fuerte que el que levemente proviene del otro lado: de la inteligencia (lado que fue más
fuerte en Newton, y: absolutamente débil en Casanova, en Baco). Al final de los tiempos, la
inteligencia debe ganar, debe sobreponerse a los sentidos: estar destinada a anularlos; la
inteligencia se enseñoreará sobre la región emotiva, a la manera del vencedor, que apoya uno
de sus pies sobre la humanidad caída del derrotado, y en tanto que vencedor, eleva la espada
bien en lo alto: el dominio pasional demoníaco ha sido desbancado por el Arcángel San
Miguel de la inteligencia y la racionalidad. Mientras tanto, en el mundo impera una conducta
masiva antinómica a la razón fría; refútese si no el hecho de que cuando la humanidad ha
encontrado métodos alternativos de reproducción biológica, en ésta se han incrementado
exponencialmente los actos de fornicación: “haz el amor y no la guerra”, se dice por ahí; en
México en el 2008 se obsequia Viagra a viejos de 70 años en adelante (¡qué vergüenza!), se
regalan condones,...; en esencia, el género asiste a un nuevo boom en la copuladera, el cual
dinamiza todas las actividades a ella ligadas: producción y venta de flores, de ropa, los viajes,
los bailes, los licores, los perfumes, las comidas, la hotelería,... Contrario sensu, si no
existiese la política y la ciencia, no habría razón para la vida inteligente (si no hubiesen
necesidades, podría objetarse; no obstante, éstas están subsanadas para el poder y excluida su
satisfacción en parte o totalmente para los dominados, teniendo unos que luchar por conservar
su status y otros para salir de su precaria situación, además, una vez superada la
diferenciación social en la automatización y coetáneamente cedido el trabajo a las máquinas,
sale de escena la política –incluso en su concepción simplista como gobierno-, en dichas
circunstancias es la actividad de aprehender conocimiento y/o de producirlo, en entreteniendo
final).
En lo tocante con el caso de personas que se proyectan por sobre la “vida útil” estipulada
por convención social: una existencia más allá de su propósito (cuando se ha alcanzado la
realización plena), se harán con un nuevo objetivo si lo buscan en el sino general de la
humanidad, esto es, mediante su reinserción consciente, voluntaria, comedida, generosa, en el
camino y trabajo de y efectuado, en su orden, por las generaciones en vigencia, a las cuales
les compete realizarse, a su vez, en la ruta que sigue la especie; por hoy: esta aseveración
deviene expuesta en los más aviesos parámetros teleologicistas (y, este destino, dicho de
modo reiterado en este escrito, no es otro, que el que conduce a la mente colectiva a conocerlo
todo en acto de realización plena de la propiedad singular inherente a la capacidad de pensar).
El hecho semeja el comportamiento de ciertos países europeos respecto de sus jubilados
(vejez activa); en efecto, una vez jubilados, seres colindantes con la senectud, son enviados
por gestión de sus gobiernos a obsequiar su sabiduría a instituciones y empresas de los
llamados países “en desarrollo” (comisión de servicios con seguro, con sueldo), que requieren
de su experticia. En la vida real, de realización ya filosófica, también tienen sentido actitudes
406

expectantes si no es posible inmiscuirse en el torrente de los hechos; pero esta simple
observación, puede ser considerada como “práctica del espíritu”: se sigue intelectualmente los
hechos, se prospecta y se está atento a lo que viene; y, al hacerlo, se filtra la tentación de
continuar como actor histórico en materia política y en la del conocimiento, sea por provocar
de manera sesgada, tramposa, adecuación de la realidad a la previsión, sea por intolerancia a
su conformación inapropiada 636 .
La especie ha ido forjando y perfeccionando su escudo y el “arma de ataque”: la
conciencia; la conciencia es el resultado histórico de realización de la propiedad
específicamente humana de la inteligencia; el proceso, nada tiene que ver con la noción y la
práctica de la estrategia (la estrategia –entendida como el diseño de la inteligencia, que se lo
pone en operación frente a otra inteligencia que cuenta con su propio diseño en ejercicio, con
el fin de anularla y acceder de modo unilateral al objetivo- ha sido fraguada y aplicada al
interior de la especie: entre individuos, grupos, estamentos, clases, países); es la técnica y el
zigzagueante consenso, quienes han estado a la orden, en el curso de integración “para sí”, por
parte de la humanidad, de las estructuras y leyes del mundo. El ser humano, en efecto, se hace
a sí mismo merced a su condición como humanidad, en el aprovechamiento práctico, en el
acto de empowerment, de reificación, de las condiciones naturales a las que se adapta
dinámicamente, a quienes pone a su servicio: cada vez más hace sus circunstancias (las
fuerzas productivas son nada más, que inteligencia ontologizada; proceso en el que el ser
humano por fuerza toma conciencia en diverso grado del carácter de las necesidades, las que
se autodesarrollan en su realización, siendo móvil permanente del progreso de la razón). Se ha
abierto paso supeditando a tendencias negativas (Nerón, Hitler, los gringos,...; la clase
dominante ha jugado un papel doble en dicha trayectoria: macabro –explota, asesina- y
permisivo de la vida del dominado –requiere de mano de obra, de mercado); este éxito, las
religiones lo imputan a Dios, al Angel de la Guarda, a los milagros.
La proeza auténtica del “ser social”, consiste en no sucumbir ante sus contradicciones;
ésta se relaciona con la necesidad vital de controlar los sucesos naturales “negativos” que
pueden afectarle (pese a que las antinomias han sido la fuente cruenta de su
desarrollo, como las catástrofes –enfermedades,... - han impulsado el conocimiento y el
progreso de la técnica; ¿de qué manera se acicatea el ingenio, la imaginación –creatividad- si
no es a través de las enfermedades, los peligros, las catástrofes y el deseo de lucro
–competencia?) y seguir el destino que la propiedad inmanente a la inteligencia, lo impone.
En efecto, la historia natural y la humana advierten, que la mayoría de los seres vivos
aprovechan el territorio y sus recursos, de modo que éstos abastecen y son desbordados, en un
momento dado, por su reproducción; cuando el quantum de individuos ha rebasado la
capacidad de sostenimiento de las potencialidades disponibles (las cuales se ven agotadas 637 ),
en la perspectiva de Marx quedan tres caminos: 1) morir de inanición o dar rienda suelta al
canibalismo; 2) trenzarse en batalla en disputa por los pocos recursos; y, 3) desplazarse a otras
áreas poblándolas y reproduciendo el hecho en el nuevo territorio. Sin embargo de que esta
constatación puede parecer brutal, ese mismo fenómeno se está produciendo en la humanidad
en la actualidad; en realidad, la tierra está degradada como efecto antrópico de conducta según
leyes capitalistas, por tanto, la “casa humana” un día dejará de ser la cuna dadivosa; este
hecho provocará el desplazamiento del ser humano por el Universo; en ese sentido, el
problema ecológico planetario, de modo cruento promueve el desarrollo de la humanidad.
¿Qué es lo máximo que puede hacer la naturaleza? ¿Cuál es el nivel cumbre al que
636
En esa dirección en varios países se ha creado la “Universidad de los viejos”; es buena esa iniciativa, pero la
misma adolece de atavismos reales y conceptuales, pese a que la propuesta ha sido exitosa. Reales: a los viejos
no puede educárselos (quizá reeducarlos, sí) porque éstos ya lo fueron, y la prueba del hecho es que todo adulto,
no se diga el adulto mayor, se encuentra integrado al grupo cumpliendo roles serios de reproducción social;
conceptuales, en la medida en que la llamada “andragogía”, se la define en términos pedagógicos, mas que como
praxis que permite extender la vida útil del (en este caso) adulto mayor jubilado, aprovechando las mejores
oportunidades del viejo: la capacidad –etapa- asociativa de su mente.
637
Sin embargo, no es que los recursos se agotan, per se, como materia; por el contrario, la materia está siempre
allí, como recurso transformado en otro tipo de materia; y, si la materia existe, ésta puede ser reconvertida en
recurso (reciclada), mediante aplicación tecnológica, con el cual el falaz problema maltusiano se resuelve (la
contradicción que mueve el proceso, es totalmente interna). Tampoco la hecatombe mundial dada por el cambio
climático, es del todo una catástrofe previsible; mas bien, los procesos de cambio en curso en los ciclos y en todo
el sistema natural de la tierra, deben ser concebidos como un salto necesario en el movimiento evolutivo
artificial del Cosmos, en el que las nuevas condiciones llevará al ser humano a efectuar un nuevo esquema de
adaptación, en el que la inteligencia desarrollará la conciencia.
407

puede avanzar el movimiento progresivo, el desarrollo de la materia? En uno y otro sentido,
crear vida inteligente: al ser humano, en el entorno del impresionante desate de las fuerzas
cósmicas, proceso que no es más que cinética en avanzada “para sí”, para la cultura 638 . Según
esta última aseveración, la tierra: sí es el centro del Universo; y, lo es, no en el sentido de
que todo el resto de componentes físicos del Universo giran en torno a ella como en
Ptolomeo, sino en virtud de que todo el Universo se ha autoestocásticamente diseñado y se
encuentra operando alrededor de la necesaria producción de las condiciones para la
emergencia de la propiedad de la inteligencia, la cual tiene la función de producir la
conciencia (como el propio Copérnico lo aseveró: “no se sigue de ello que los observadores
humanos no puedan en forma alguna ‘ser privilegiados’”): la negación de la cosa en la idea
(esta afirmación es contraria a los supuestos del “principio cosmológico”) ¿Qué es lo
“máximo” que puede lograr la tecnología? (reproducir –en reversa- lo mismo, que ha hecho la
materia –Alexei Leontiev). Esto es, producir vida in vitro; crear inteligencia artificial. La
materia ha llegado a la cúspide de su movimiento. “El verdadero ‘ser’ del ser humano… es su
acción… sólo su obra debe ser considerada como su auténtica realidad” –F. Hegel-; el
individuo no pude saber lo que él es, hasta tanto, mediante su acción, se convierta en realidad
–B. A. Biessonov-; el mundo humano “providencial”, es el ser humano transformado por su
actividad: “se trata de lo que el ser humano es en realidad y de lo que está obligado a hacer
con arreglo a ese ser suyo (la inteligencia); su meta y su acción en el Universo se hallan clara
e irrevocablemente predeterminadas por su propia situación de vida, y por toda la
organización y concreción del proceso del conocimiento y la tecnología; pues, todo lo que en
la cabeza de los seres humanos es racional está destinado a ser real por mas que se
contraponga a la aparente realidad existente” -F. Engels. El ser humano: está en camino, pero
le falta mucho, pues, debe: 1) completar el proceso de automatización productiva; 2) superar
las diferencias sociales; 3) pasar de la clonación a la auténtica generación de vida, esto es, que
no tome prestada la estructura del ADN natural, para el efecto (su asistencia con el aporte de
“fábricas vivientes de producción de medicamentos”); 4) desarrollar verdadera inteligencia
artificial (las proezas naturales “sencillas”, “simples”, ya han sido replicadas por el ser
humano: el avión, el telescopio, el submarino,...). Y: listo, concluido, archivado.
–Para mí, el ser humano del mañana: será “Dios”; desde aquí se puede suponer su
grandeza, pues, residirá en Las Pléyades; es sobrecogedor: inclino la testa ante él, lo
adoro, lo reverencio: ¡tiemblo ante tanto poder, grandeza y magnanimidad!-. –En
efecto, en este ser, se plasma la más grande de las ilusiones: la realización de la
propiedad máxima de la materia: la inteligencia; la misma, deja de ser únicamente
potencia, se convierte en realidad, en conocimiento total: validación de la optimidad
propia, paralela a la del Universo, cuando Este alcanza su alter ego: la conciencia de
sí- (la base material de esta proeza superlativa es la integración en red, “rizomática”,
“radial”, entre los cerebros naturales; luego, la conexión –cuerpo calloso
bioneuromecánico- entre inteligencia natural e inteligencia artificial: potente
dispositivo de producción de la teoría universal, que le faculta pasar a regir el
Universo). –El futuro: es mágico, irreal, es una plegaria a la verdad; es más
prometedor, que la providencia misma: quisiera ser transportado allá, revestirme de
esa identidad. –Pero, ahora: “prefiero” quedarme aquí, gozar del placer de la lectura
de los “pequeños relatos”, de la percepción de la reanimación de los instintos, de la
racionalidad de los sentidos: de los “Juegos olímpicos de Beijing”; testificar la
638
Aparentemente hay mucho desperdicio; no obstante, en la naturaleza siempre hay mucho desperdicio: los
dinosaurios, el impresionante caos de las nebulosas, el “tiempo” que se demora la naturaleza hasta producir el
orden orgánico superior: unicelulares-ser humano. Montañas de arena, tierra, vegetación y otros materiales, son
procesados destrozando su orden subyacente para obtener unos cuantos gramos de oro; toneladas de hojas de
coca son tratadas alterando su determinación inmanente para disponer de unos kilos de cocaína; se “destila”
siempre la inmensa complejidad (lo secundario, lo accidental, lo complementario, lo accesorio) para llegar a la
esencia, al sumun, como, por ejemplo, de la caña de azúcar para producir alcohol; todo cuerpo humano trabaja y
se sostiene como colosal complejidad e inmensidad con el solo propósito de producir –en organización
implacable- un ínfimo óvulo o espermatozoide, pero el pequeño cigoto llega a ser tan grande como sus
progenitores; miles de años tarda el sol –en medido de proceso caóticos- en desplazar la “energía” desde su
núcleo hasta su corona y en pocos minutos ésta llega a la tierra: al orden, fecundándola; luego, esa ley rige para
el comportamiento del Universo: caos magnífico insumo para la producción y sostén de la pequeña y fugaz
determinación humana. La ley consiste, pues, en que procesos inmenso, complejos, caóticos, de larga duración
son el presupuesto de hechos esenciales, pequeños, efímeros, determinados.
408

episódica de la posmodernidad, de las luchas subversivo/mundanas, enfrentar y sufrir
los efectos de la “Guerra Preventiva”; modesta, quedamente intervenir en la
“construcción del otro mundo posible”- (Televisión pública ecuatoriana; paráfrasis de:
Around the World in 80 treasures, with Dan Cruicksahnk) 639 .
Pensar de este forma positiva, superlativa, tiránica, utópicamente grande, heráldica
(Juan Montalvo), sobre la humanidad, esto es, de modo enteramente auspicioso y sin
complejo alguno sobre ella: ¿acaso es impropio e increpable? Es decir, esta objetiva
deferencia, el augurar éxitos, hacer votos a y para que las personas que sucedan a la presente
humanidad, en su orden, alcancen un cenit impensable, inesperado, maravillosamente
racional: ¿es una total y monstruosa soberbia, una blasfemia, un sacrilegio diabólico, punible
de oficio ciudadano, digno del cadalso de la Inquisición? Se trata, se sospecha, mas bien, de
una sana y optimista impresión por el grandioso escenario futuro que se viene (“al que bien
piensa, bien le va”); nostalgia que por hoy vuelve la mirada a lo hecho: por el pasado (por
aquellas hermosas piezas musicales rusas de Glinka, de Borodin; más orientales: Zorba el
Griego). En verdad: por el pasado, pero también por los episodios del porvenir de la
humanidad: verdadera nostalgia por el futuro. ¿En búsqueda de la identidad? Así es; pero no
en el pretérito ni tan solo en la llacta (en Chambo, en Chimborazo, en la Sierra, en el Ecuador,
en América, en la tierra, en el sistema solar, en la galaxia, en la nebulosa, en la constelación,
en la vía láctea; por lo contrario: identidad en el Universo), sino mas bien en el futuro, en
el Universo entero: identidad con aquellas personas hieráticas del conocimiento
profundo, objetivo, racional: con el “súper ser humano” que viene (en absoluto
magnificación exagerada, chauvinista, estrecha de las glorias del pasado ni de la geografía
propia, inmediata: nada de glorificar lo existente o el pretérito 640 ). Cero Zoroastro (cuando
todos los cerebros se hallen enlazados en red: una sola conciencia en múltiples cuerpos, la
soledad del individuo de hoy en la “aldea global”, habrá concluido): acudir a la soledad de la
montaña para alcanzar sabiduría o para “encontrarme a mí mismo”; por el contrario,
instalarme en las megas ciudades, para imbuirme de la esencia del ser humano, para “ser” en
él. Incluso la inspiración en el arte, en el trabajo, en la ciencia, en la técnica, en el futuro
hipotetizado y magnificado tendrá como substrato las obras e ideas ya no de los clásicos, del
medioevo, de la ilustración, del postmodernismo, puesto que toda divagación, devaneo mental
y demás utopías se afincarán y corresponderán en y con el supuesto, en y con la “visión de
futuro”, o sea, en y con la racionalidad que se prevé; en una palabra: en y con lo que la mente
especula está por venir. Por supuesto, el temor respecto de tales hechos se desprende de la
639
A propósito: el boato, la artificial grandeza, ese reto para la imaginación de aquella prolijamente planeada
inauguración de los juegos olímpicos mundiales por parte de China, la cual devela –por una vez más- las
potencias organizativas y fantásticas que residen en el trabajo social, pone de manifiesto en todo su fulgor el
mensaje que ese pueblo oriental quiere darle al mundo: que Confucio y Mao han quedado atrás, que hoy se
hallan listos para remontarse, para refundirse, para perderse por las estrellas y allá prepotentemente van (la
esperanza de que este poder se imponga en la humanidad; poder: que es superior al de la simple reproducción del
capital, de la libertad o del mercado de la vieja sociedad burguesa, de modo que quede atrás también el seudo
poder de todo arcaísmo por más justiciero, humano, religioso o sentimental que sea).
640
Tres proezas se dice que encumbran al ser humano que viene: Inteligencia Artificial, Nanoteconología e
Ingeniería Genética (en un documental intitulado “Futuro Incierto”, se divulga ese criterio). En el citado, se
sostiene paladinamente, que la inteligencia, sobre todo de la niñez actual, viene siendo superior a la anterior.
Dicha aseveración es falsa, pues, solamente mediante manipulación genética es posible incrementar la base
material de la inteligencia (el sistema de neuronas intermedias y del neocórtex; es obvio, que no se hace
referencia al número de sinapsis, el cual tiene otro orden de determinación, sobre todo de índole social); si la
niñez actual denota apariencia de superioridad se debe a que una misma capacidad neuronal eleva su grado de
productividad al disponer de potentes instrumentos tecnológicos a su haber. El peligro de que la alta tecnología
puede ser negativa para el ser humano, no se debe al mal talante de los “políticos” (expresión huera y torpe), sino
a la disposición en propiedad por parte del poder del capital mundial genocida de ella. El robot: ¿puede conspirar
contra la humanidad, cuando supere su capacidad intelectual y se vuelva autónomo? (no puede haber robot
inteligente incrustado en el interior de los antagonismo humanos; y si eso ocurriera, el robot dotado de capacidad
superior al ser humano y autónomo actuaría como VIKI en la película “Yo robot” basada en Isaac Asimov); no,
por cuanto su reproducción no es orgánico-sexual. Se dice paralelamente, que el ser humano está a punto de
toparse con seres extraterrestres; lo cual también es pura especulación, puesto que la Tierra es el “centro del
Universo” y el ser humano: la “perla más rara”. Además, como es conducta usual, todos estos prospectantes
proyectan el descomunal desarrollo de la ciencia y de la técnica, pero mantienen invariable las relaciones
sociales (a la manera de los teóricos de la izquierda revisionista, el pensamiento oficial no encuentra vinculación
alguna ni retroacción mutua entre desarrollo de las fuerzas productivas y el marco de nexos interhumanos).
Luego, todo este de razonamiento es tramposo.
409

natural sospecha acerca de que la gente del futuro se sienta incómoda, celosa por haber
violado –desde aquí (Ecuador), en tiempo pasado (año 2010)- su intimidad 641 .
La relación intersubjetiva, que permite establecer el reconocimiento de la diferencia y
la similitud (“referentes de identificación”), viene dada, en el caso de una posición particular
al respecto, por la renuncia axiológico-práctica al sistema de valores económicos y
espirituales de las otredades presentes y pasadas, para mas bien situarse de lleno en el ethos a
formarse en los futuros procesos civilizatorios (ideación y autotransmisión de valores, en el
que el otro está supuesto, realizándose todo el proceso de referenciación con dicho sistema,
con la hipotética subjetividad que es su portadora, mediante la relación simplemente
normativa, puesto que sujeto y teatro no están presentes para practicar en ellos). En ese “deber
ser” figurativamente realizado como escenario, el valor de la libertad se desprende de su
status milenarista en cuanto prerrogativa, en cuanto que la misma no puede seguir siendo
materia de valoración al haberse convertido en una cualidad supraindividual general efectiva;
otros referentes, luego, son los que “construyen” la fisonomía común, en primer lugar en ese
proceso se ubica el objetivo dado (aprehendida su índole de telos) a la existencia del “ser”: la
racionalidad cognitiva, también medio de articulación espiritual, a desempeñar un rol hacia él,
como signo de integración, de cohesión; y, dicho propósito es el que provee el símbolo del
sentido de la vida, interconciencial, de identidad. La cohesión misma y la espontaneidad
asumen carácter de valores componentes de la supraidentidad; estos bienes, deben ser
valorados, tomados y cumplidos (normatividad) de modo coercitivo, al contar la vida
únicamente con vigencia en el interior del grupo, y al verse situada frente a una única
posibilidad de sostén: el abastecimiento común por parte de un sistema automatizado de
“economía”. Son las necesidades espirituales que armonizan la existencia, que le confieren
sentido, las que borran la diferencia y el proceso de identificación se produce de hecho, en el
interior de “un solo cerebro con múltiples cuerpos” (convergencia tecnológica, singularidad).
Es en ese mundo en el que se anticipa a vivir, el cerebro que se proyecta, de modo
imaginativo.
No obstante, las genialidades no se producen al margen de las condiciones y necesidad
históricas 642 . Cuando un momento histórico se apresta a dejar la escena, mientras que otro
aparece en el horizonte, esa circunstancia pone en ebullición la psicología de las masas y éstas
encumbran a ciertos individuos al pedestal de los abanderados. Unos son los productos que
arroja el trabajo de quienes razonan y escriben en épocas ocupadas por la revolución social y
el cambio de flujo de la historia; otros son los que salen de la pluma de la voluntad, que mira
los hechos resultantes, una vez que esa conmoción se ha dado. La heroicidad, la
combatividad, la elocuencia, la profundidad y las dotes ensayistas no son los mismos en
épocas de “paz” y de marasmo: en circunstancias en las que el proceso semiestructurado ha
estabilizado el cuadro de la vida, que en aquellas coyunturales que deconstruyen lo dado y se
ponen como premisa para establecer en nuevo orden. La pasión, la identificación con un
bando en la lucha realiza aquí el contenido de la regularidad de la competencia, la que tiene el
apoyo de la nueva realidad, que asegura la victoria para una de las proclamas; el sector que se
641
Esta forma puramente subjetiva de entender la “identidad” (de construirla –sic), “depende más de la visión de
futuro que de la memoria del pasado”. En consideración a lo expuesto, la identidad presente de un ser
progresivo: es virtual, pues, acoge las condiciones de esos seres del futuro: de aquellos que estarán al filo de la
perfección, que la alcanzarán (es decir, el estado de reificación total, dado en el proceso de interfaz entre
inteligencia colectiva natural y artificial). Según lo expuesto también, el hecho debe ser visto como de
emergencia del Demonio, del Anticristo, de aquel ser colectivo-artificial, que se cree poderoso, que se asume
Dios. En perspectiva antropológica evolutiva, en la humanidad pueden advertirse tres ondas largas: 1) el ser
humano se inicia como ángel ingenuo, bello, pero supinamente ignorante (el homo sapiens primigenio); 2) luego
descubre (abandona el Paraíso) poco a poco los misterios del mundo y emergen los primeros ateos (anticristos
adolescentes); finalmente, 3) se retiran el antifaz aquellos que se creen ser deidades. Y, estos últimos, en verdad:
lo son, en el sentido en que han alcanzado la concreción de la esfera de la conciencia (el conocimiento de todo) y
se hallan en plan de regir el mundo.
642
Las famosas genialidades no están separadas de la necesidad histórica, del carácter del acontecer, del tipo
subjetivo de las masas (si no hubiesen estos hechos, no eclosionaría el “carisma”). Como es notorio, la época del
heroísmo pasó; las revoluciones armadas, en las que se exponía u ofrendaba la vida por ideales, es simplemente
una reminiscencia; los imperios posmodernos actúan con violencia en putsh bélicos automatizados o por el pago
a fanáticos o mercenarios, que han visto una forma de obtener empleo y sobrevivir; los machos humanos se han
vuelto metrosexuales, se ha feminizado o directamente homosexualizado. La psicología ha cambiado: en época
de las máquinas, la mayor parte de la población, de acuerdo con la propensión de la época, desea “hacer los
cambios en paz”, vivir sin dolor, renunciar a todo esfuerzo que implique desgaste muscular, sacrificio,
templanza.
410

ha hecho con el triunfo es el que también ha visto crecer de modo inusitado sus capacidades a
la luz de las convicciones; esta característica permanecerá como fuego vivo en la generación
portadora de la condición transformadora y se irá apagando, cuando la marejada haya pasado
y la calma se instale nuevamente.
Sin embargo: “¡Yo escribo lo que debe ser dicho!”: ¡en su parlante me convertiré! (dixit
Venerable George); “¡... tengo razón!”; “... Willan de Baskerville, sin medir las
consecuencias, para sí o para alguien más, siempre debe probar, que tiene la razón” (Eco,
Humberto: El nombre de la rosa). Es verdad que el gran Newton rechazó propuestas
matrimoniales reiteradas (que Herodes “El grande”, por su parte, “amaba al pueblo que le
odiaba”), que a Marx se le murieron tres hijos, que Lenin no dejó críos, que Rosita
Luxemburgo se inmoló en su proyecto revolucionario; no obstante, una es la conducta que
asiste al deceso del semejante filial en estado de entendimiento del acontecimiento, otro es
–en cambio- el llanto que emana de la reacción del corazón, esto es, la simple manifestación
sensitiva del dolor por la pérdida irreparable; pero, de lo que se trata es –por ejemplo- que la
mujer a la que se le halaga con todo tipo de detalles zalameros de seducción en el rito de la
conquista, consienta la relación en pos de sacar adelante el objetivo de reproducción humana
mediante la procreación (las “unidades de inteligencia” natural no deben escasear mientras
todavía haya preguntas científicamente qué responder; esta es una enunciación alternativa,
neopositivista, en torno de la noción “calidad de vida”). Cuando uno ha llegado a la etapa
vespertina de la vida, no se experimenta conmoción alguna, por ejemplo, el releer o recordar
los episodios de ese hermoso cuento El principito del señor piloto francés Antoine de Saint
Exupery; únicamente es la leve nostalgia a través de la que se filtra la sensación anterior con
aquella que produce (no produce) el posar la mirada sobre la pasta de aquel pequeño libro;
solamente una mente que no ha madurado puede sentir emociones juveniles, pues, el
verdadero viejo no lo hará; es por eso que se dice que la humanidad adulta mayor es fría,
seria, arrugada, racional: no cree ni pone el corazón en nada.
La fría razón debe imponerse, finalmente, como norma absoluta de vida del género. Si
la tendencia real es el movimiento del trabajo físico al no trabajo en la historia humana
(superación histórica-humana de la esencialidad del trabajo -Marx), en la conducta
conciencial la propensión se deja ver como sistemático y progresivo reemplazo de la
afectividad, intuitividad, por el cálculo racional, la contención de la iracundia, el control y la
espera oportuna, sustentadas en el conocimiento científico, racional, “positivo”. El cerebro
humano, como instrumento de índole singular, debe evolucionar para allá; lo cual muestra,
que hoy por hoy impera la forma anterior –como evidencia de su subdesarrollo-, de estructura
y movimiento de la conciencia, de manera global en el mundo. Este camino: es pesado para el
género, pues, se trata de la vigencia de la próxima contradicción letal, o, del obstáculo más
grande que deberá rebasar la especie supramoderna: someter primero la emocionalidad a la
razón y luego anular la esfera de los sentidos por completo; y, esa es una difícil empresa, que
no obstante, tiene sus apoyos: la maduración de la conciencia, la superación del amor y del
sexo (Escocia: 5 de julio de 1996; Dolí: “el sexo está obsoleto”) en la reproducción y la
presencia de las máquinas que reemplazan al trabajo. El ser humano superior debe ser
indiferente ante el dolor y el placer, frente al bien y el mal, debe ser sereno, frío: todo un Dios.
En la vida en curso, si el ser humano renuncia a la razón científica, está destinado tan
sólo a repetir un ciclo eterno en el transcurso de ella. Al momento, el progreso material de la
especie se halla transformando la fisonomía estructural de la humanidad; advienen, en
coherencia, colosales revoluciones en todas las esferas de la vida (lo cual no es más que una
pura anotación tautológica), pero en correspondencia con el camino que tiene en frente el “ser
social”. Empero, para que tenga lugar este proceso, el vector de la vagancia de la juventud (y
del trabajo burocrático que no produce bienes para la reproducción material de la especie –el
lumpen: la reproducción improductiva) debe toparse en un momento y punto precisos en el
curso de la historia, para que no se desaten conflictos sociales (el movimiento de los
“Indignados” de España en Agosto del 2011, es la primera expresión de ese conflicto), con el
vector de la mecanización, de modo que las máquinas abastezcan a las generaciones que ya
no trabajan 643 . El trabajo decesa, pero una vez que éste ha realizado su potencialidad (acto y
643
Esta es una conjunción, que debe darse de modo incruento, o sea, previsivo, consensuado, diplomático o de
forma crítica, sangrienta, caótica. Ya se antelan pronósticos devastadores: “la revolución tecnológica y la
explosión urbana están, pues, en rumbo de colisión” (entrevista realizada por Araceli Ortiz y Lucía Iglesias a
Osvaldo de Rivero, autor peruano del libro El mito del desarrollo). Paradójicamente, la tecnología es la opción
411

potencia, en tanto demiurgo de la inteligencia, la conciencia y la razón); la vida, la historia,
registra tres frentes de trabajo: 1) el productivo material cumplido para disponer de los bienes
y servicios conducentes a sostener la corporeidad de la inteligencia (naturalmente, a esta
esfera se halla adosado el trabajo artístico), 2) la praxis política de modo de conferir equidad
en el desempeño de la vida sensorial y, luego: racional, en verdad: existencia cada vez más
racional y 3) la labor científica, a través de la cual la vida se enlista en la esfera superior
propia de organismos biológicos dotados de “substancia gris”. Estas, dicho sea de paso, las
contribuciones y realización de la inteligencia (conciencia) dadas al grupo e interiormente
producida, en su orden, por parte de seres que pueden presumir de haberse cuajado.
Según la concepción que prima hoy de la naturaleza humana, la ilusión del individuo es
lograr sus fines coyunturales; a la humanidad posmoderna que desconoce totalmente hacia
dónde conducen las tendencias económico-sociales, científico-técnicas e ideológica-políticas,
le resulta naturalmente cómodo sostener, que el éxito de la vida se cumple en las variables que
componen el estándar de calidad; pero cuando hay nuevas fuerzas naturales que dominar,
estas se expresan siempre en renovadas y singulares conductas. Han existido pioneros muy
prematuros en ese sentido: Aristóteles, Newton, Lenin,... Sin embargo, la pena por el arte,
probablemente conseguirá que no se realice su decadencia, esto es, contribuirá a alargar la
persistencia de su infuncionalidad, de su índole de dique puesto en el flujo de la nueva
historia. Contrariando a los señores estudiosos y críticos de la música (musicólogos), se dice
que Beethoven es el “último clásico y el primer romántico”; empero, esa caracterización es
falsa, pues, Beethoven, mas bien es el primer y, quizás: único compositor racionalista (en
realidad, Beethoven no es romántico –aunque la forma de su arte musical, así lo haga
aparecer-, sino neto neoracionalista); en efecto, Beethoven es un ser muy especial, que existió
incrustado fuera de su tiempo; los predecesores suyos son “clásicos”, mientras que los
sucesores inmediatos: “románticos”. Schubert es el clásico romántico, por excelencia.
Beethoven es el iniciador de la “música protesta”, política, en la era de la Ilustración (la
sinfonía El Emperador, creada inicialmente en honor de Napoleón), de la música filosófica (la
Novena Sinfonía). Ludwig van: es, en verdad, filósofo y político del arte musical, aunque de
vez en cuando vuelva a caer en el atavismo romántico: la Pastoral, Para Elisa, Claro de Luna,
Apasionata. Pero sus obras son portentosas como ninguna otra: los dos últimos movimientos
de la Quinta Sinfonía, el Concierto para violín y orquesta en Re mayor: Opus 61, la
monumental Obertura Egmont de Fidelio con la Filarmónica de Berlín a cargo de H. von
Carajan, la Sonata Aurora, la Sinfonía total, de “todos los tiempos”, patrimonio de la
humanidad: la Coral (“gran relato” en el discurso de la estética musical, que será más
apreciado por las generaciones que vienen). Sobre la sinfonía que da inicio a la racionalidad
de Ludwig van: la Quinta, pese a que muchas veces se escuchó, se la tarareó en la temprana
juventud, sobre todo el tercer movimiento en instantes en que se lavaba ropa con jabón y agua
sobre la piedra en el tanque de cemento, no se tuvo conciencia plena de su belleza racional,
sino hasta cuando en enero del 2009 fuera interpretada en el teatro Sucre por la Orquesta
Sinfónica de Quito y transmitida por el Canal del Estado; conciencia de ese arte serio,
producido por el lado izquierdo del cerebro, lejos de la bajeza de Eros; repleto de múltiples,
complejos y difíciles acordes, dispuestos con sentido racional.
Dicho sea de modo incidental, cada época tiene su propia forma de arte, dígase:
musical, de la que surge, a la que se corresponde y a la cual sirve. En efecto, no es posible
descubrir un Mozart y sus sinfonías en el seno de la llamada posmodernidad, esto es, no
puede haber ni sentimientos ni personajes ni patrones musicales propios y únicos de la fase
histórica servil-señorial, a un costado del marco del Medioevo. El sistema liberal moderno ha
producido temas ágiles, cortos, llenos de efusividad y brío, siempre atentos al dinamismo
desprendido de los dictados de la carrera económica y tecnológica inserta en la esfera
mercantil, de los negocios, de la acumulación, del cambio de productos que inmediatamente
entran en la permanente índole de obsolescencia, en la fugacidad vigente de las formas
artifíciales de la moda en costura, en las prendas de vestir; todos estos aspectos, en suma, se
hallan rígidos por la supuesta característica en boga de la llamada “compresión del tiempo y
del espacio”, de la rapidez de los cambios que se dice ocurren entre el final y el inicio de
salvadora de los problemas del mundo, mediatizada por la acción racionalizadora o subversiva de la población
que se ve perurgida por sobrevivir; la formación de gobiernos neodesarrollistas y de “economía solidaria”
desconectada, tienen el mérito de propiciar el empalme entre la gran producción automatizada y las formas
solidarias de sobrevivencia (en todo caso: eso hay que propender hacer).
412

siglo y milenio, etc. Es por eso que los productores actuales de la esfera estética, que intentan
crear en formas de arte pasadas, poco éxito tienen, en la medida en que convierten en base de
su inspiración marcos sociales, políticos, materiales, que ya no existen, pero los cuales
impulsaron el arte de su época; en realidad, aquellos entornos reales que han transcurrido,
fueron su inspiración. Es verdad, que cuando se llega a comprender o a realizar un
acercamiento a producciones estéticas de otros tiempos, también en el presente hay personas
que se identifican con ellos y los disfrutan; pero, su producción como antaño, no es posible.
Lo expuesto, pese a que si se ha producido arte, paradójicamente, para otros momentos (no
simplemente para otros gustos, sino para fases que se corresponden con la mentalidad que
tendrán generaciones futuras, mucho más maduras, objetivas, de superior formación
espiritual, conciencial y actitudinal), como es el caso del propio Beethoven 644 .
Toda acción racional se halla precedida de fundamento y justificación enteramente
pertinentes; caso contrario: no se trataría de acto de la lógica, no tendría sentido (todo
movimiento repentino, dígase sobre él inapropiadamente denominado: acto intuitivo, tiene
justificación implícita, en tanto es reacción o responde a un fin inadvertido, prefijado). Se ha
sostenido en el curso de estas divagaciones, que la vida madura de una inteligencia, se
justifica “sufrirla” (en las formas clasistas humanas, en la condición de clase dominada), si la
misma discurre incursa en dos o en uno de los dos entretenimientos: 1) el político; y, 2) el
intelectual (naturalmente, para el sensualismo, esta aseveración es una aberración de la
mente). Es obvio, que en la preparación de las determinaciones para realizar uno y otro fin, el
resto de procesos y funciones –vitales- en el ser humano, entran necesariamente de forma
subordinada (pero a las mismas, ciertas mentes, les han vuelto un fin en sí): comer, vestirse,
guarnecerse, atender la salud (las llamadas necesidades primarias), socializar, aprender, darse
una que otra satisfacción placentera e incluso obscena (las llamadas necesidades espirituales;
el pecado mortal, no obstante, aparece cuando todas ellas se inscriben en el marco de la
dimensión innecesaria, excedentaria, suntuaria); en la “empresa”, por ejemplo: para contar
con la corporeidad, con el fundamento ontológico, con el cual disponer de la organicidad para
poder cumplir su rol externo (la demanda del mercado) subordinado a su razón interna
(retorno a los accionistas), debe estructurarse, planear, ocuparse del “recurso humano”, etc.
Para un ser y una “sociedad” madura, sólo en los arriba citados entretenimientos (político y
científico) alcanza sentido serio y racional la existencia: su razón superior. En efecto, la
persona que realiza estas anotaciones, a medida que las va plasmando, ha apercibido de modo
cada vez más consistente, que la existencia humana discurre de esa manera, es de ese modo,
tiene que ser así, debe hacérsela así; forma que se modela por la racionalidad y la voluntad,
condiciones éstas que se consolidan y devienen en su carácter funcional, con la evolución
(humana) y la maduración psicológica, ideológica (individual).
Ahora bien, de hoy en adelante, en la esfera de la mente se ubica todo reto para el ser
humano, toda necesidad, toda proeza, ambición y propósito. Dimensión cognitiva –por otra
parte-, que ya no va a merecer teorización alguna, pues, ella deviene sola, diluida, como en la
“comunidad primitiva”, en el marco de la neocotidianidad supramoderna de la humanidad que
se avecina; en el seno de dicha panorámica, sólo en el capitalismo (y en toda formación
mercantil en general) se presenta urgente la discusión en materia de socialización, esto es, en
el ámbito educativo, puesto que a la clase le interesa formar la herramienta humana de
acumulación, para que opere con excelencia en máximo sometimiento activo; empero,
superada esta etapa de nexos humanos, conocimiento y tecnología educativa, pierden
sentido. Como es evidente, estas conclusiones, estas proposiciones, constituyen –por otra
parte- el producto de un sincero y, quizá: valiente y severo esfuerzo de la mente que las
propone; en realidad, son el resultado –obviamente: parcial, inacabado, inicial, aproximado-
de pretender articular la mediana fruición sobre varios campos del saber inscritos en múltiples
disciplinas cognitivas, y no menos: del impulso por alcanzar el todo, éste sí: como acto
repentino derivado de una posición anímica intuitiva de la inteligencia en su parcialidad,
individualidad y limitabilidad. Móvil y preocupación, que buscan la trascendentalidad, la
absolutabilidad (el jugar a ser Dios aquí y con los recursos nocionales limitados con los que se
cuenta: soñar despierto, esquizofrenia: yo puedo ser inmortal y lo soy en mi sueño, puedo
644
Las obras de arte pasadas gozan de sentido en el presente, en virtud de que ellas hacen referencia a los
contenidos generales, suprahistóricos de la vida humana, tanto situacionales como sensoriales gustativos –la
estructura de los sentidos-: el apareamiento y su ritualidad precursora, los actos de la alimentación, el sueño, el
descanso, la recreación, el entorno ecológico, etc.).
413

conocerlo todo, soy capaz de gobernar el Universo,..; límite comprehendido en ámbito doble:
en sentido personal y en el de la ciencia misma, dado por el rasero puesto por el desarrollo
presente), incluso la inmortalidad (aunque no en el plano del reconocimiento de genialidad
alguna, sino en el sentido de que se superó la barrera del sonido, a la manera del experimento
de Lijun Wang: franqueo de la velocidad de la luz con la audacia y la imaginación –con el
recurso al uso del poder predictivo de la ciencia, de la visión dialéctica contradictoria y
perpetuamente móvil de las cosas: por un instante, en la efimeridad –por hoy- de la
vida) 645 .
Trascendentalidad, inmortalidad, no entendidas en sentido teológico, o sea, en el de ese
nebuloso mundo de especulaciones que emergieron en la actividad temprana de la mente
(puesto que “el sentimiento religioso, es también un producto social”). En efecto, el sueño, el
recuerdo y la imaginación, constituyen la base “ontogenética” de la invención de las ideas
de cielo, alma, Dios, inmortalidad, vida después de la muerte (ritualidad religiosa para
ponerse en contacto con el espíritu de los muertos o directamente con los Dioses, con el
“Reino de los cielos”), eternidad, etc. 646 . Es la prístina impresión, que en la mente de los
primeros homo sapiens produjeran las escenas del sueño (fenómeno en ese entonces sin
explicación objetiva) 647 , en las que aparecen en el mundo de la cabeza del ser (seres) que
sueña(n) tanto la imagen de los muertos (en el sueño la mente opera de modo que los muertos
pareciera que no lo estuvieren; y, como todos sueñan, el fenómeno adquiere matiz colectivo,
real y legítimamente aceptado en sus conclusiones interpretativas: hay un mundo al que van
las almas cuando el cuerpo muere: si, “todos estamos de acuerdo”; antiguamente se pensaba:
1.- que en los sueños se encontraba con los antepasados, 2.- que en los sueños se encontraban
con las deidades –los egipcios-, 3.- que en los sueños los dioses daban directivas a los
humanos) como de los vivos en asociación con el mundo transpuesto en el cerebro de “lo
real” y en operación con la escena consciente del recuerdo, los hechos que dieron pie, que
llevaron a la creación, a la deducción especulativa de y sobre la existencia de otros mundos,
de Dioses (la autoridad terrenal; el politeísmo es simple explicarlo como la invención de la
presencia de diversas fuerzas imputadas a la existencia de poderosos seres que las desataban
amenazantes frente al limitado ser humano primitivo: el rayo, el trueno, las erupciones, los
aluviones,…), de espíritus, etc. Estas especulaciones, por otra parte, condujeron a sostener,
que el “alma abandona el cuerpo”, y, como conclusión: que ésta debe ir a algún lugar: al cielo
(y para otros cerebros protervos: al infierno). Trascendentalidad, inmortalidad 648 , pero en
relación con lo que puede hacer una persona con su vida frente a los ajetreos de la especie.
Escritores, trovadores individuales o en colectivo, sobre todo sus obras, han pasado a la
posteridad, en la medida en que relatan la historia: el fundamento de la identidad de la
humanidad, pero, particularmente, porque sus obras constituyen la fuente de formación de la
esfera espiritual humana: Homero con la Ilíada y la Odisea, la Biblia, el Corán, los relatos
645
En esa dirección, ya se requiere, que en el seno de la humanidad emerjan liderazgos maduros, dispuestos a
intervenir en las esferas esenciales del sentido trascendente de la existencia (la conciencia y el saber completo),
comprometido, repleto de perspectiva sideral: dispuesto a que su “visión” se convierta en cometido del género en
su totalidad. Generar ideas y terrenalizarlas: fijar una “visión corporativa”; advertir las necesidades futuras de la
especie humana del milenio que se viene: ampliar su “zona de confort” en la esfera espiritual, esto es, platearse
una “nueva razón para vivir” en coherencia con el quantum de responsabilidades inherentes; formar las
“competencias” necesarias para satisfacer esa necesidad, combatiendo el “conformismo”, la vigencia del
“paradigma”, de la “parálisis paradigmática”: el haberse estacionado en la “condición humana” y no advertir,
como tampoco platearse, la demanda de superar el “temor al cambio”: el avanzar hacia la “condición divina”.
646
En análogo sentido se dice: en el sueño, en la imaginación: en esos mundos ficticios debió haberse
representado la “maldad” tanto de animales, de las fuerzas de la naturaleza como del propio ser humano (algunos
individuos) en la época de la barbarie en forma invertida y equiparable con la figura de una persona de
aterrorizante aspecto, masculina, más fuerte, saqueadora, asesina, dominadora. De este modo debió haberse
completado la estructura y funcionamiento del mundo fuera de este mundo, que después pasará a ser el cielo, el
infierno (el día y la noche), los participantes, la lucha entre ellos reflejo de la contradicción dialéctica real y en
medio de la cual se ubica el ser humano con sus esperanzas y temores, y la subsecuente forma de explicar el
mundo, de imputar los males, de cohesionar al grupo, de volver eficiente y sostenible a este último. Bien y mal
se han encarnado; y el ser humano ha sido tomado como marioneta, en un escenario en el que la lucha entre el
bien y el mal define el ser del ser humano, otorgándole el favor de una pobre opción de elegir.
647
“Cuando sueño siento la existencia de las cosas igual que en la vigilia y, sin embargo, no existen” (René
Descartes). Sueño: “portal que une el mundo de los vivos con el de los muertos” (sic) siempre en vida, en el
marco de cierto tipo de operación del cerebro.
648
En la Ilíada y en la Odisea su autor (Homero) pone en boca de sus principales protagonistas, el deseo
anhelante de trascender, de ese modo burlar la muerte, de inmortalizarse, con el ser recordado.
414

mayas…
El trabajo es el artífice de todo lo realizado por el género. El trabajo tiene como fin per
se: formar la conciencia (proceso de hominización -Leontiev-; el hecho es de ese modo:
lamentablemente Habermas), mientras autoreproduce las condiciones ontológicas de la misma
en la “economía” (ésta se replica/desarrolla a través del ejercicio de la función gnoseológica
de la praxis humana, esto es, del proceso de investigación/educación); la conciencia, no
obstante, no es tan sólo un estado superior del ser humano, en tanto continuidad/ruptura de su
ser biológico: ésta debe cumplir su razón teleológica relacionada con llevar a la forma de idea
la entera realidad; en efecto, la etapa superior de la materia, sin que ésta lo sepa, es obvio, es
producir su “otro de sí”: el concepto. El trabajo humano in abstracto, ha creado nuevos
paisajes en el planeta y lo está haciendo, hoy por hoy, fuera de él; en la realización de su
determinación transformadora dinámica del entorno, ha producido los desequilibrios que se
dice han puesto en riesgo la sostenibilidad planetaria. No obstante: ¿acaso no se puede barajar
la hipótesis, frente a tanto pronóstico apocalíptico, neoconservador, ecológicamente fijista, en
torno de que los cambios climáticos sean el preludio de la instalación de una nueva fase
físico-biológica, escenario de actuación del nuevo ser humano o motivo de impulso para el
despliegue de la mente en la nueva etapa de su desarrollo, incluso si el mismo representa
cambios dolorosos en la especie? (pregunta, que no quiere librar de culpa al capitalismo, a la
burguesía y a los imperios sobre el cambio climático negativo; se entiende lo que se quiere
decir: ¿verdad?) 649 . Si todo cambia, también el planeta se halla sujeto a dicha norma por
intervención de la mano humana; sin embargo, esta vez, el cambio es regulado
voluntariamente, puede ser dirigido, puede ser mitigado 650 . Pero el trabajo inclina su cerviz
ante la automatización (o sea, de cara a “la restricción capitalista del consumo a favor del
desarrollo de los medios de producción”) y pierde su carácter esencial una vez cumplida su
obra. “Hágase la luz” (expulsión del paraíso e inicio de la era de la labor productiva); y la luz
fue hecha por el trabajo y el cerebro humanos. De modo que aquí la Biblia tiene razón
alegóricamente. La Biblia: documento histórico-intuitivo más estructurado frente a otros
como el Corán, los textos mayas,..., que tanto impacto ha generado en el mundo a partir de
Constantino, cuando el cristianismo milagrosamente se encuentra con su fuente coadyuvante
de perpetuación: la “aceptación” por parte del poder y de la clase dominante (en efecto, el
“No robarás” de la “sociedad” esclavista de Abrahán, le “venía como anillo al dedo” a la
propiedad privada romana; el machista “No desearás la mujer de tu prójimo” de David, servía
para preservar la unidad fundamental de la sociedad clasista: la familia monogámica;...),
sostiene –entre varias- la tesis de la “encarnación”; figuración, que no es mas que el relato
anticipado del proceso de establecimiento del espíritu (el conocimiento, la información, la
base de datos y el software, la conciencia, el alma) en cada nuevo individuo de modo
“pedagógico” (didáctico, en los sistemas humanos de clase). En realidad, el “Verbo se hizo
carne”, cuando la información se ha fijado en las células neuronales del córtex del hardware
del nuevo ser: la base material biológico proteínica, a través de la experiencia y mediante el
contacto con la “civilización”. Luz Bel, es el ángel bello (ser humano ingenuo, homo sapiens
sapiens “recién salido del cascarón”), el cual se vuelve progresivamente ateo en el curso del
despliegue de la vida, alcanza el conocimiento pleno, desafía a Dios y se cree finalmente
Dios, es decir, se convierte en Lucifer. El “juicio final” es el proceso de revisión consciente
por parte de los propios imputados sobre el camino transitado y sus episodios: la
rememoración de los momentos y actos buenos y malos, que históricamente los diferentes
grupos humanos atravesaron impulsando al género hacia la eternidad, al saber pleno, hacia la
formación definitiva de la conciencia (es el perdón: la burguesía, ha sido genocida, pero ha
contribuido con el saber positivista y la tecnocracia; las racionalidad comunista, se ha opuesto
a la razón instrumental, pero ha desarrollado la verdadera axiología). Luego, Dios le recoge en
649
El ser humano convertido en organismo biónico: mitad naturaleza, mitad máquina, puede resistir los cambios
climáticos que hoy no es capaz de hacerlo como organismo simplemente natural.
650
La posición apocalíptica de línea escatológica, tiene para sí, dos razones fuertes para sustentar su postura (una
maltusiana y otra histórico-estructural): 1) que el incremento de la población toma más recursos del entorno,
tendiendo a agotarlos; y, 2) la industrialización desmedida conducente al consumismo, provoca desestabilización
en el equilibrio natural. La postura contraria, por su parte, considera que los últimos siniestros naturales se han
dado siempre y si los mismos causan alarma, se debe a que la población se ha incrementado (ampliándose la
dimensión del impacto) ocupando zonas de riesgo; y, que desde la década de los 70 del Siglo XX, se viene
trabajando en el procesamiento del problema.
415

su seno al final de los tiempos: la conciencia absoluta renuncia a ser y se diluye en la materia
simplemente mecánica, siendo esta fase el despliegue de un nuevo ciclo.
Todas las ideas que quedan expuestas, finalmente, han emergido luego de la larga
estancia de su autor –a la sazón: más de 30 años- en Quito, en Quitopolis: la “ciudad de los
Quitus”, maravillosa y combativa capital de los ecuatorianos; en ésta, se tuvo la ocasión de
cursar estudios superiores en la magnífica Universidad Central del Ecuador: Institución
rebelde, educadora crítica del pueblo (“hasta que vine aquí, estaba feliz” con las conciencias
burguesa y religiosa católica); allí: se produjo el fundamental “formateo cerebral” (metanoya:
desaprender y volver a aprender), mediante el que se hubo de renunciar –a los 18 años de
edad- a la conciencia filosófica anterior y asumir –como hoy suele decirse- la cosmovisión
histórico-dialéctica de la vida y sólo ella, en la referencia zalamera personal. De modo que,
mucho tuvo que ver, en el desempeño ideológico-político, aquella “reingeniería mental” de
carácter materialista, la que aparece –a su vez- a lo largo de la exposición en torno de la
participación personal en la posmoderna polémica filosófica dada en la conducta de la
intelligentzia mundial, de locación entre siglos. La principal modificación del patrón de ideas
se produce luego de la revisión del pensamiento legado por el gran Carlos Marx: inteligencia
de inteligencias, la inteligencia por excelencia; en efecto, a partir de haber entrado en contacto
con la superlativa estructura conceptual del “filósofo social y pensador revolucionario”, se
valoró tanto su pensamiento, que incluso en este documento se ha llegado a coquetear con su
estilo y a intentar reproducirlo. De manera que, en las anotaciones en curso, siguiéndose el
parecer metodológico de Einstein y, por supuesto, de Marx, en el transcurso de una década se
ha procedido a levantar los datos, la información, con los cuales se ha pasado a armar los
trazos muy generales de una macro hipótesis prospectiva, la que expuesta, de todos modos,
tiene el aspecto de una “invención” (“suposición razonable”), esto es, de una “construcción a
priori”. De modo que la investigación realizada según dicho enfoque, condujo al siguiente
orden de mensajes:
1.- que todo el imponente proceso de despliegue universal, no es más, que el movimiento material,
previo, necesario, que conduce a la edificación de las condiciones propiciantes de la emergencia y
ejercicio de la inteligencia (racional; de este planeta considerado tan minúsculo y de esta cualidad
de conciencia tan fugaz, demasiado subestimable: efemérides efímera 651 ): la testificación de su
propia optimidad y su validación (la Materia podía crear a Dios para el ser humano o dotarle
de inteligencia; con la inteligencia, ya no hay necesidad de Dios para el largo plazo de la
humanidad –la inteligencia es el Demonio, el Anticristo, el contrario enemigo del Dios de las
religiones-: la inteligencia abstracta es el –seudo- concreto no desarrollado de Dios, sin embargo la
inteligencia ha creado la idea de Dios y se ha auto alienado: se ha sometido a dicha noción).
La realidad humana históricamente, en el proceso de autoproducción genérica, se va
concretizando en cinco dimensiones (“crea los órganos que le falta” –K. Marx) hasta conformarse
como sujeto de pensamiento y realizar su inmanencia: naturaleza, ser humano, praxis, historia y
sentido (ontopraxeoteleología); la conciencia de la praxis es descubrir/realizar el sentido y la
finalidad de la vida humana: de su ser genérico, para el cual cada individuo, cada generación y
formación social (como estructura de momentos progresivos civilizatorios) coadyuva en crear las
condiciones para descubrir (como lo hace el individuo en las etapas primeras de su vida cuando
alcanza “uso de razón”) el telos y la asunción de ese rol, con conciencia.
Lo dicho exige hacer una elección crucial, pues, hasta ahora el ser humano ha necesitado de
los dos cerebros para sobrevivir (tanto del derecho como del izquierdo; strictu sensu, de tres: del
reptil, del límbico, del racional): de la esfera de los sentidos y de la racionalidad. La humanidad: o
se refunde en Eros o salta hacia la espiritualidad lógica. ¿Qué es lo propio? Lo es el primado de
aquel aspecto que es único, distintivo y que torna superior al ser humano entre los otros seres: la
razón científica, objetiva. Pero la razón debe imponerse, como acto consciente de la voluntad.
Ahora bien, según esta concepción Eva, Mama Ocllo, Lucía: son el resultado, no el punto de
partida de la historia.
Y, si acaso el Dios de las religiones está tras de todo esto: perfecto. Heráclito, Spinoza, Marx,
Sagan, Hawking e incluso la persona que escribe estas líneas, estarían equivocados. La cuestión a
651
Esta es también una cuasi ley. El oro es importante por el valor dado a él por el ser humano y por cuanto no
se puede aplicar (todavía) en su producción los supuestos de los alquimistas; una vida tiene valor (sea de una
simple mosca como de un ser humano) por su singularidad y porque aún es un prodigio, que el ser humano no
puede producir artificialmente.
416

plantearse esta vez, refiere a con qué mecanismo se podría superar o sobrellevar el tedio, el
tormento monótono de la ausencia de contradicción, de llevar la vida en el interior de un estado de
equilibrio estático propio del Paraíso divino, del solo estado de perfección, bienestar y felicidad (es
por eso que no puede haber Dios, según lo plantean sobre todo las religiones cristianas; como
tampoco que el ser humano que alcance la inmortalidad, pueda disfrutarla por más allá de cierto
límite; inmortalidad: si la gente ya no envejece, no son necesarios los nacimientos, tampoco debe
formarse la conciencia –enseñanza, aprendizaje- como antes en la tabula rasa de los nuevos
hardware naturales);
2.- que la historia –en el interior de dicho movimiento- es el proceso de preparación científica y
técnica –en un medio fundamentalmente político: de “lucha de clases”- para que el ser humano
supramoderno, realice la propiedad de la inteligencia: develar las leyes de la materia y su
movimiento (Todo sea hecho “en nombre de la ciencia y no de las ganancias”; no obstante, esta
aspiración no es del todo buena, pues, en aras de las ganancias, de la dominación y la vanidad, ha
avanzado la ciencia. La única forma de eliminar al capitalismo una vez cumplido su rol de
“productor de las condiciones materiales sobre las que se enseñoree el mundo nuevo” –la inflexión
conocida como: “singularidad tecnológica”-, es mediante la supresión del trabajo humano en un
acto de correlación entre ciencia y política: ciencia, que se transforma en mecánica -técnica- de
producción; y, política, que libera a la automatización –la AI y a la AGI: “… semejan a una obra de
ángeles y, sin embargo, son obra de los seres humanos…”- de la propiedad privada: la sustantiva
acción del intelectual filósofo orgánico subversivo; en verdad, es el robot el arma y las manos,
creados por el propio capitalismo en su fase madura, los que deben “descabezarlo”). “La
creación es algo noble y sublime” (K. Kosik); el ser humano se halla sobre los productos más
elevados del trabajo y “… expresa en ellos no sólo lo que ya es y lo que ha alcanzado, sino también
lo que aún puede llegar a ser. Testimonian no sólo su actual capacidad creadora sino también muy
particularmente su infinita potencialidad…”.
Pero, las “fuerzas productivas”: ¿qué son? Son inteligencia ontologizada (la inteligencia
misma es materia: neuronas neocorticales): la capacidad asociativa de la mente que se enfrenta a
necesidades (y problemas), debe producir conocimientos, vincular necesidades, conocimientos y
condiciones del entorno, a fin de diseñar la forma de conseguir los satisfactores; con ese propósito
crea métodos e instrumentos, maneras (técnica) de producir los satisfactores; y, esos instrumentos,
su método de uso, constituyen las fuerzas productivas materiales, las que a la vez ponen la
condición de las relaciones de producción; fuerzas que se modifican constantemente en tanto
emergen nuevas necesidades (necesidades, incluso incursas en el interior del propio desarrollo de
las fuerzas productivas). Con la robótica inteligente (la reproducción maquinizada de la propia
naturaleza humana), la civilización ha arribado al concreto (ha reproducido la principal fuerza
productiva como musculocidad corpórea y como musculocidad cerebral: fuerza física y fuerza
mental), a partir de aquí: las fuerzas productivas siguen desarrollándose, pero ya no contienen la
propiedad de generar civilización: nuevas relaciones sociales (humanas), otros modos de
producción o saltos organizacionales al interior de la especie.
La humanidad se ha estacionado en su determinación material y con los instrumentos y el
progreso al interior de éstos, sigue desarrollando la esfera espiritual (el conocimiento objetivo, la
conciencia; lo cual indica que el estudio del movimiento del ser a partir de la categoría idealista de
“cultura” no conduce a ningún lugar, es mas, entontece, extravía a la mente). Si el ser humano (el
ser que crea fuerzas productivas materiales y aprovecha las existentes de modo natural) ha sido
replicado en su sucedáneo: el robot sapiens, se ha llegado a la frontera de esa creación; el robot que
piensa es la fuerza productiva, que contrariamente al molino de piedra, al de viento, al de vapor, al
de petróleo y al eléctrico, dieron lugar a relaciones esclavistas, feudalistas capitalistas e incluso
socialistas, crea, en cambio, las relaciones comunistas y ahí concluye el desarrollo de las fuerzas
productivas y el cambio en coherencia de las relaciones sociales, habiéndose establecido las
condiciones para que el ser humano concrete la conciencia, el poder y la libertad (por desgracia,
Heisenberg supeditaría a Einstein: el ser humano podrá “cambiar el mundo de Dios con sólo
observarlo” 652 ). En una palabra, el desarrollo de las fuerzas productivas termina con la producción
por parte del ser humano, de la máquina inteligente (el robot sapiens); sin embargo, es verdad que
las máquinas pensantes siguen reproduciendo otras máquinas, pero éstas siempre serán inferiores a
su productor: el robot sapiens.
3.- que la materia puede hacer todo por sí misma (lo histórico), menos producir la
652
No obstante, se sabe que ha sido desintegrado un rayo láser y distancia después, vuelto a integrar, con lo cual
se vuelve a imponer Einstein sobre Heisenberg.
417

epresentación especulativa, teórica, de sí, o sea, el Universo es una sección de la materia
altamente organizada en cuyo seno se produce “Dios”: la materia es la progenitora de
“Dios”; que –por tanto- la formulación del concepto material y humano, es tarea exclusiva de
la especie (lo lógico); que el ser humano tiene como misión: elaborar el “verbo” de la “carne”
(y la carne se hará Verbo): se advierte de modo nítido, que éste es el destino común de la
humanidad. Esta tarea es frugal, enteramente racional; en ella, el proceso de construcción del
modelo funcional del robot inteligente, marca el inicio de forja de la ontología real del ser humano
superior, dotado de la “responsabilidad” exclusivamente humana citada; de allí que no es probo
tratar de incluir la esfera de las emociones en él: piénsese en la impresión que causaría el ver a un
robot llorando sobre otro averiado o “muerto”, a una máquina macho convocando al coito a un
mecanismo hembra; de modo que el ser humano con sentimientos (no con sensaciones), es un
órgano anticuado, que da batalla en el frente opuesto al del acto racional. Ahora bien, la
conciencia solamente es tal como movimiento y masa, en unicidad singular (la inmortalidad es
posible, sólo en la perennización conjunta de hardware biológico y software “social”);
Por esta razón la vida humana es valiosa; de lo contrario en sentido formal se tendría a
regañadientes que admitir, que la vida humana es importante porque es la acumulación modificada,
cualificada y sintetizada en torno del zummum, de millones de esfuerzos (procesos): “fluctuación en
alto vacío”, “inestabilidad”, gran explosión, condición determinada en la fijación de las constantes
cósmicas: Universo viable, vida orgánica, vida inteligente: validación de la optimidad del
Universo, simplemente. En realidad, si ciertos individuos sostienen que: “todo lo que le pasa a uno
tiene siempre una razón”, ¿por qué no ha de suponerse determinación similar con mayor razón para
el género? Rubricar una idea aproximada, supone admitir carácter “prohibido” metadireccionado
para la humanidad, en la consideración fatalista, de marioneta. Si se asume la teoría del reflejo
dinámico en cuanto una de las vertientes ontogenéticas de la conciencia, no es posible intuir,
atribuir sino a priori a la vida humana, pues, todo conocimiento es calco mental refigurado de la
realidad.
La inteligencia frente a las necesidades, en condiciones naturales difíciles de satisfacción de
éstas y en disposición de un cuerpo limitado de órganos, puso el presupuesto predefinido de esta
senda: pensamiento (trabajo) en colectivo. La superación de los límites físicos mediante la creación
de instrumentos y la planeación han establecido el camino impresionantemente lineal progresivo de
la vida humana: fuerzas productivas en desarrollo permanente (instrumentos y métodos de uso: vía
abreviada, óptima, eficaz, de racionalidad instrumental: la esencia, explicación-predicción-acción,
adecuación de medios a fines –ser humano), las cuales, al llegar a determinadas fases de ese
progreso, recomponen (inducen la reestructuración de) la forma de organización humana,
graficando una “geometría fractal, piramidal escalonada”: gradaciones superiores de civilización,
“sociedad red”, “complejidad”, “sistema-mundo”. Esta tendencia ascendente no ha cesado, por lo
que se lo extrapola: es la senda futura. En el diseño de la hipótesis realista sobre el futuro humano
se fusiona la teoría (la intelección del proceso pasado: los aportes dados por la praxis de la edad
infante de la humanidad), la tendencia real y la inferencia asociadora proyectiva; este proceso
teórico, empírico y de ideación, permite anticiparse a los hechos, poniendo a un costado la manida
objeción: “no es problema de la conciencia presente presuponer lo que vendrá, no es práctico”,
para, por medio de ella, pasar a conferir razón y advertir el sentido de la vida en curso y poder al
final: “morir en paz”.
4.- que no existe Dios antes del Big Bang (tampoco esa existencia se mantiene luego del Big Crunch;
en verdad, por un lapso efímero y al final de su proceso el Universo cuenta con Dios: con su
autoconciencia, o sea, una vez desplegada la determinación, segundos antes del retorno al caos;
este hecho se registra ya en el ser humano tomado de modo individual, pues, luego de haber
alcanzado determinado grado de conciencia y autoconciencia, finalmente muere, vuelve a ser
materia, y ese es el sino de la humanidad, de la conciencia (todo existe porque “yo” vivo; todo
existe aunque “yo” esté muerto), de Dios; la humanidad, en conjunto y en su historia, está llamada
a poner fin a la limitación de la capacidad de una mente, realizada en forma individual –“lo general
resuelve el problema de lo particular”, se ha sostenido en filosofía marxista). La Materia está
creando a Dios en el escenario dinámico del Universo viable: en la inmanencia de su optimidad, de
manera especial, a través del despliegue del proceso de desarrollo técno-científico de su ser
privilegiado: el humano 653 ;
653
Estas ideas, no se inscriben en el desarrollo de un acto de blasfemia, ni siquiera de pelea con las religiones y,
de ellas: con los áulicos del poder económico, esto es, la patricia católica y la casi totalidad de miembros del
evangelismo sin excepción. Estas ideas, no son más que extrapolación de la tendencia histórica al futuro, de la
418

Ahora bien, los retos del ser humano son del tamaño de su conocimiento (de su grado de
conciencia); y, el poder total, al que nada se resiste, es la inteligencia. El ser humano es el único
que tiene conciencia que va a morir. Es el único –por tanto-, que experimente temor ante ese
desenlace. Como frente a todo problema, el ser humano en primera instancia reacciona perplejo,
con miedo de cara a la muerte, luego se envalentona, toma por los cuernos al toro, y va tras su
dominio. Superado el fatalismo, ese conocimiento (la conciencia de ese “problema”) es el que
mueve al ser humano a retar a la muerte (Paracelso y los alquimistas), a propugnar someter a esta
determinación como ley absoluta, a plantearse un programa de largo plazo (en el que el sujeto y
objeto son, a la vez, la humanidad entera y toda su historia), con cuya aplicación alcanzar la
inmortalidad. En verdad, si no estuviese el suceso de la muerte en la esfera del conocimiento, la
muerte no provocaría dolor (como tampoco permanente preocupación por ignorarla); pero, a su
vez, no generaría ese efecto demoníaco, de querer someterla. Para la ciencia, es más promisorio
vencer a la muerte con el conocimiento y la técnica, antes que plantearse la resucitación, por
similares vías, como en Cristo.
5.- que Dios es la coronación de todo este proceso: autodesarrollo, “causa de sí mismo”, en cuanto
fenómeno contradictorio ascendente de la totalidad de la realidad, cíclicamente coronario. Es por
eso que este movimiento toma apariencia circular: el principio se halla entrelazado con el fin
(tiene, mas bien, el carácter de “cadena espiralada”: el “infinito”, en la múltiple adición de ciclos
–eslabones-; y el “finito”, en la realización mejorada de cada ciclo; a este ley universal de
desarrollo en espiral [descubierta originalmente por el marxismo y pomposamente anunciada en la
actualidad por el cientificismo positivista matemático: 1,2,3,5,8…, patrón fractal de
autosimilaridad, que por división del número superior para el inferior da el valor de 1.618: la
“divina proporción”], los evangélicos la denominan “la firma de Dios” –para estos disparatados
Dios autografió la Biblia). No obstante, ni siquiera el ser humano, en su desarrollo, es quién
devendrá en Dios, si no renuncia a la esfera de los sentidos y se transforma en súper ser humano,
esto es, si no asume la razón fría como la condición cinética de su vida; la verdadera forma que
termine como Dios, será el robot sapiens antropomorfizado. En realidad, el ser humano es tan sólo
el medio de la Materia en la producción de su Dios. Dios es, en ese sentido, la creación ideal,
mitológica de la mente humana, tanto como el sujeto que resulta de la conversión de dicha idea, en
realidad empírica, palpable. En su condición, la conciencia divorciada de la esfera sensorial: no es
cabalmente ella, esto es, sin contenerse en el ser natural que sea capaz de sentirla, sería
simplemente “letra muerta” (conciencia muerta, sin movimiento ni sentido, puesto que no podría
encontrar significado en y por sí misma: por eso es que no existe Dios), incluso según la
perspectiva derridiana (el “logos” ya no se representa en el “ser”). Si la conciencia universal es
perfecta, carente de aliento sensitivo, Dios no es más que “información”, la que en último término,
es la estructura y las leyes de funcionamiento de la realidad: la realización progresiva e
inconsciente de sus propiedades (todo está y remite a la materia misma);
6.- que, como colofón de esta argumentación, bien puede especularse con la idea de que, por ejemplo,
si un aerolito de tamaño que burle la barrera de Júpiter y que no sea posible ser desviado por la
actual tecnología espacial y que pueda destruir o afectar letalmente a la tierra, efectivamente
colisionara con el planeta de modo que arrase con la especie humana, el Universo no alcanzaría a
contar con Dios, en el desarrollo y conclusión del ciclo terreno en curso. Sin embargo, el ser
humano ya puede hacer todo virtualmente: recreó a los dinosaurios, puede crear universos en el
celuloide y en el laboratorio, lo mismo que seres humanos perfectos, poderosos e inmortales en sus
fantasías (Superman), o sea, está a su alcance cumplir sus deseos en la imaginación y en el cine; y,
este fenómeno de ideación mítica previa, es un paso necesario hacia el poder real (en efecto:
Edison creó luz artificial emulando a Dios, el cual hizo la luz natural, según la Biblia; mientras que
Venter ha producido la “célula artificial”); actualmente, por lo pronto, ya se gobierna la “energía”
del átomo, se manipula la vida con la genética, se ha avanzado mucho en la producción de
inteligencia,…, de modo que la tendencia está puesta.
El ser humano debe llegar a ser “Dios”; este hecho, es un proceso interno comprehendido en el
movimiento contradictorio, ascendente de la propia Materia. Ahora bien, ¿cuál es la diferencia
entre el Dios-ser humano y el Dios de las religiones? Que, mientras que el Dios de las religiones
característica registrada en el proceso de progreso de la ciencia y de la técnica cada vez más penetra en lo
desconocido, cada vez más controla el mundo. No hay malicia ni soberbia algunas; es tan sólo una descripción,
un presuponer y también una aspiración, sin que se desee hacer mal ni apocar a nadie. De modo que si alguna
reacción virulenta se registre sobre estas conclusiones, esa conducta lo que transparentaría ignorancia, fanatismo,
intolerancia, motivados en una nítida posición ideológica de clase, en una intención e interés bien concretos.
419

es planteado como el Ser todopoderoso que creó todo: cielos y tierras; el ser humano-Dios, en
cambio, no crea ni destruye nada (puesto que la Materia –en la concepción materialista- ni se crea
ni se destruye: sólo se transforma, ésta: ha existido siempre y existirá para siempre; mientras que el
ser humano es una producción “estocástica” del desarrollo de las propiedades inherentes de la
Materia: transformación a su interior de una porción despreciable de materia inconsciente a forma
consciente, y móvil para el que toda la jerga de leyes, procesos y operaciones cósmicas, no son
más, que presupuestos “para sí” –para la producción de ser humano y su obra), tan sólo pasa a
comprender las leyes del “modo de ser” de la Materia, del Universo, de la realidad, de la
naturaleza, del mundo y, por tanto, a regirlo únicamente por un instante (este sentido y este
desenlace, se propicia y se entiende cuando la mente integra para sí el despliegue de la propiedad
de la inteligencia, como la responsable de todo 654 ). En suma: la diferencia radica, luego, en que en
la Religión la Materia está subordinada a Dios: su creador; mientras que el “Dios” del ateísmo
presente (de estas líneas), está sometido a la Materia (aquí, el extraordinario Cristo, exagera su
“intuición”, pues, Él dice ser Dios: hijo de Dios, creador de cielos y tierra, mientras que el ser
humano superior que viene, tiene límite en su desarrollo: no puede crear y destruir materia, tan sólo
está facultado para conocerla, para regirla por un momento, para coadyuvar en el completamiento
de su obra: la completa realización del sentido de la humanidad misma) 655 ; y,
7.- que, luego, a partir de hoy y en buena medida, depende del ser humano que el Universo finalmente
llegue a contar con su Dios (que los restos del imperio –Bilderberg- no continúen con la
degradación del planeta, que no desaten actos de genocidio global; que no se reapoderen de la
humanidad las formas hedonistas, parsimoniosas y anquilosantes de la cosmovisión Oriental; que la
conducta neoprometeica humana continúe por la senda del desarrollo de la ciencia y de la técnica,
hasta alcanzar su sucedáneo efectivo: el robot inteligente). En realidad, los principios Antrópicos
débil y fuerte (condiciones micro y macrocósmicas dadas en el desarrollo de la vida), hasta ahora
han estado necesariamente presentes como presupuesto; sin embargo, a futuro se abstraen de ser
“razón suficiente” de la vigencia y progreso del orden orgánico e inteligente, pues, en el proceso
aleatorio hacia un fin que se sigue, aún “haciendo al andar”, debe recibir el efecto racionalizador
del joven que sirve de apoyo al “viejo”, como aseguranza del proceso ontológico venidero. Se
prevé, que el ser humano en ciernes va a terminar como “’ser’ bueno” por “naturaleza”
(racionalidad); olvidará toda la maldad del mundo, solamente traerá a su memoria los sucesos
edificantes; y, en dichas circunstancias, no habrá ya necesidad de mucha peroración analítica
bíblica como freno que pone el temor a las malas acciones (se acaba el “negocio de los
predicadores, de los pescadores de seres humanos, como efecto de la implantación de las nuevas
condiciones materiales de reproducción de la especie: ni sexo, ni deseo de lucro, ni megalomanía).
En la consideración expuesta, la premisa de la que se parte para el efecto, es que el ser humano
se halla provisto de inteligencia; que ésta viene siendo su propiedad esencial y exclusiva, la cual
debe realizarse en su despliegue como “acto real” conducente a concluir en el status de “conciencia
para sí”, de la persona genérica y de la Materia. En concreto, el ser humano –en segundo lugar-
dispone de la capacidad de pensar (de formar históricamente la conciencia: datos sistémicamente
almacenados, en operación permanente), la cual viene dada por la presencia en él, de la propiedad
última y privativa generada por la evolución natural: la inteligencia (tomada esta propiedad, en
sentido ontológico: conjunto de neuronas del neocórtex); en tercero, que esta propiedad define al
“ser”, pone su razón y establece su destino final: llegar al saber absoluto (la Materia, a partir de
cierto tramo –presencia en el mundo del ser humano- ya no va sola en su itinerario futuro, pues, le
asiste el apoyo de su producto más acabado y último: el ser humano). En esa dirección se necesita
del ejercicio de políticas permanentes que reenrumben la conducta de amplios sectores de la
población, de la simple perurgencia incursa en la visión de primacía en el cubrimiento de
654
No obstante, el ser humano (para el 2012) está a punto ya de iniciar la colonizar de varios puntos en el
Universo: a sembrar la semilla de la vida en el Cosmos, como los insectos que polinizan, como las aves que
comen frutos con semillas y que vuelan de árbol en árbol. Luego, el ser humano pasa a controlar el Universo y a
inocular en él, de modo indistinto, la célula, a dejar predeterminado a distintos niveles el camino hasta que el
proceso llegue a él: a la emergencia del ser humano, en un nuevo ciclo; si la vida llegó por vías estocásticas a la
inteligencia, probablemente esta perviva para siempre por designio de la propia vida inteligente, puesto que se
puede programar al Universo (la materia) para que se repita en su seno suceso tras suceso ad infinitum.
655
Si el Dios-ser humano alcanzara el status del Dios de las religiones, la Materia dejaría de ser eterna, puesto
que el Dios-ser humano podría destruirla, hacer que desaparezca, que llegue a término (manejar los vectores
masa-energía como en Guth y de la nada volver al todo). Y eso: es imposible, pues, nada puede ser causa de sí
mismo, ni final de sí mismo.
420

equerimientos hedónicos, como marco de sentido de la felicidad y de la realización humana, hacia
la vida frugal y reflexiva 656 .
El mérito de Cristo -si se pone de pie el sentido de un capítulo en el interior de una tradición-,
fue el ser el primero en intuir -y declararlo- el carácter trascendente, que debe imprimir a su
itinerario el ser humano: “Mi Reino no es de este mundo”, aseveró; sin embargo, lo más
impresionante fue, que delineó y aplicó en el proceso de su propio devenir como persona, las
pautas metodológicas conducentes a ese objeto (estudioso, serio, sacrificado; exclusión de la
existencia pasional, reproductiva; deploración sobre todo interés de atesoramiento; vida de
reflexión, de prédica; e, intención de ser guía, maestro, líder espiritual. También Pablo de Tarso
entendió el mensaje de forma similar como lo hizo el gran Agustín de Hipona 657 –en otro frente lo
hicieron Feuerbach, Nietzsche y otros): “Olvídense de la carne para así agradar a su espíritu”, fue
su prescripción admonitoria. Y, este es el único posible encuentro entre Ciencia y Religión en
Occidente; acercamiento, en el sentido de partir de la premisa de que la mayoría de las religiones
intentan atemperar el desate del imperio de los sentidos y modelar la estructura de la conducta para
que el ser humano se autoconduzca hacia la verdad, la cual se terrenaliza en la esfera de la
ciencia 658 .
Considerándose la magnitud colosal del Universo 659 ; el grado de conocimiento que sobre él
tiene el ser humano; en atención a la versión en miniatura de éste y a su conducta hedónica,
conflictiva, desentendida, resulta imposible pensar, presuponer, admitir, que este ser llegue a
conocer y, peor: a dominar el Universo algún día. Einstein, Sagan y Hawking fueron y es, las
personas, que rebasaron y ha superado dicho complejo de inferioridad con el intento de
formulación de la Teoría para todas las cosas y la del Universo sin un diseñador, en su orden
(también lo son los proponentes de las teorías de las cuerdas y la Teoría M). En el curso de este
impresionante proyecto cognitivo cosmológico-filosófico, incluso Penrose se halla inscrito en la
perspectiva que comparte la humanidad sobre el particular, a pesar de haber avanzado la teoría
sobre la “optimidad” y de la “validación” del Universo, con la presencia del ser humano (con el
656
El “secreto” está “pensar fuera de la caja”, en “romper el celofán”: la actitud humana que busca superación,
dicho en lenguaje empresarial relativo a las “maximización de oportunidades”. La humanidad debe tomar ese
riesgo, debe tornarse emprendedora, pero fuera de los míseros negocios y pasar a retroalimentarse a través de la
innovación, en el entorno de la tendencia, que le lleve hacia la visión suprema. La humanidad deberá actuar en
emulación del muy mentado caso de Nokia, que de empresa maderera dio un giro de 180 grados, convirtiéndose
en líder en el área de las telecomunicaciones. La humanidad debe pasar de la esfera sensorial a la racional
mediante un giro de 180 grados: allí está su liderazgo, su visión, su realización; ese el trazado del nuevo rumbo
(del rumbo estratégico). Visto bien el hecho, a ser Dios, no se va a conseguir con el corazón, con la
sentimentalidad, con el lado derecho del cerebro, con el “valor de uso”; esa ruta conduce directamente al infierno
de las pasiones (de otro lado, pueda que alguien indignado proteste y airadamente manifieste que no quiere ser
Dios, que nada sacaría con ser Dios; perfecto, pero no es cuestión de elección: la determinación de la inteligencia
lleva coercitivamente hacia ese final). La citada transformación ocurre en el cerebro; por ejemplo, en el léxico
personal no existe ese término marrullero, hipócrita, falso del “amor”, pues, en el esquema mental, para referirse
a ese sentimiento racional profesado para con una persona que se lo merece, se usa la palabra “aprecio”, como la
máxima consideración, reconocimiento y pleitesía.
657
Ahora bien, San Agustín le da una salida religiosa al conflicto personal, gracias a la “conciencia” de clase a la
cual le condujeran los sucesos de su tiempo, esto es, política de predicador socialmente inocua, en su orden;
aunque paliativo personal (no proceder como hace el poder y reprocharlo en el discurso), como ha ocurrido con
todos los mártires.
658
Todos los pueblos de la antigüedad (varios idiomas, aparentes disentimientos en la esfera cosmovisiva,
deidades distintivamente no significantes) en la Torre de Babel, en la apariencia se desentienden entre sí, no
obstante de que todos se hallan cruzando una misma etapa –diferenciada, esclavista, sensualista-; la persuasión
del “liderazgo carismático” coetáneo, es superar la heterogeneidad formal, asumir como contenido superior de la
vida, la esfera de la esencialidad racional; en la ubicación moderna de la idea: comprender siempre de mejor
manera el mudo, y la mediación más práctica hacia ese objetivo intermedio siempre, es su transformación. Y
aunque transmutada en el plano visual y auditivo (simbolística, alegórica), en el pesebre Cristo –en la Natividadse
presenta, en verdad, como el alimento con el cual –al término de cada ciclo de traslación terráqueo - se aspira
dejar atrás la dimensión de la animalidad sensible, para que en el interior de la persona se implante y crezca la
simiente de la humanización, en el mismo día en el que muere Eros (el sol viejo) y en el que nace Apolo (el sol
nuevo), seguida de la rogativa para que el nuevo proceso (la primavera) continúe en la floración, fructificación y
abastecimiento de la vida de la carne.
659
Una de las hipótesis casi fantásticas sobre el movimiento y destino del Universo, que ha empezado a circular
entre una parte de la generación joven de cosmólogos investigadores, se refiere al “gran desgarramiento”, efecto
de la acción de la “energía obscura”: el Universo tiene fin, es sólo cuestión de tiempo. Esta afirmación
tautológica, es parcialmente cierta y parcialmente falsa y fácilmente se la puede objetar, puesto que la misma es
sobre todo de índole filosófica (como es común, allí se encuentran en vigencia los clásicos fetichismos de
tiempo/espacio, energía, principio/fin del Universo).
421

despliegue del proceso exitoso de la producción y existencia hasta la actualidad, de este ser), pues,
Penrose se plantea como misión del ser humano, el cumplir un propósito intrínseco al movimiento
de la materia, mas no uno fuera de él y propio del ser humano, cual es el de ponerse al frente del
devenir material, con su conocimiento y su capacidad para llegar a “ser” sobre el mundo 660 .
Brillantes estas personas: Einstein (Mileva), Sagan, Hawking; no se acobardaron, traspasaron el
paradigma de la inmensidad y lo imposible; empero, sobre todos ellos esta Marx: el gran Carlos
Marx quién lo planteó primero con basamento científico (“San” Carlos Marx: el “santo” de la
ciencia; declaración obsecuente, para vapulear a ciertos filisteos teorizantes).
Tan bien que iba la cosa. Nada es gratis en la vida (sic): colosal verdad de Perogrullo en el
interior ideológico del sistema vigente, cuando el trabajo es el mediador (para unos: para la
mayoría) en la satisfacción de necesidades, y, paradójicamente alcanzar una cima en la que no se
realiza la esfera hormonal (el reflejo condicionado: el premio-alimento que el domador da al animal
para que realice una actividad circense) requiere todavía de sacrificios humanos, de héroes, de
personas desprendidas. En el actual entorno hemisférico y como presupuesto necesario para que en
la particularidad de la Tierra se produzca el escenario requerido para la realización de la pretensión
máxima de la especie: gastar todo el carril del hilo de la potencia completa de la inteligencia, un
paso importante último deben dar (completar) los mortales: la lucha política. ¿Por qué es
importante la lucha política si de todos modos mientras persiste el capitalismo éste sigue
desarrollando las fuerzas productivas: la base material sobre la que se enseñoree el mundo nuevo?
Es necesaria esa lucha, por cuanto dicho desarrollo: la misión histórica del capitalismo, en lo
fundamental está cumplida y el proceso inherente, enrumbado; papel que se hace realidad en el
seno de la contradicción que afecta al género, a la naturaleza y a la historia por ahora ya de modo
innecesario, por cuanto otro sistema humano se halla presente listo para dar continuidad y/o
aprovechar ese desarrollo en las nuevas tareas humanas en la etapa que viene, al margen de las
guerras de conquista, de la explotación, de la dominación: “hay que acortar y hacer menos doloroso
el parto” (Marx: Prólogo a la primera ed. alem. de “El Capital”). Es urgente acabar con el
capitalismo de EU, UE, Japón, de Bush, de Sarkozy, de Berlusconi, de Cameron, de Netanyahu,
puesto que tal sistema ha quedado sólo como la materialidad de la concupiscencia de ciertos
parásitos; no se puede aceptar más sacrificios humanos: esas la razones legítimas de la refriega.
En último análisis, cumplido exitosamente el algoritmo yaciente en la “hoja de ruta” para la
especie inteligente, si el ser humano se corona como Dios, éste inmediatamente empieza por vivir
una existencia simplemente monótona, insufrible, no sobrellevable: de perfección, de sabiduría
total, de poder infinito, etc.; por eso aquí se especula diciendo, que el ser humano que llegue a ser
Dios (gerente del Universo, de la “empresa” universal) transcurridos alrededor de una decena de
miles de años, de inmediato debe ponerse a pensar en realizar su libertad (“todo estará escrito ya”:
no habrá razón para la existencia de la inteligencia; en realidad, “nos aburrimos, necesitamos dar
otra excitación a nuestras vidas”, incluso si el ser humano llega a desantropomorfizarse), o sea, en
cómo dejar de ser deidad por siempre (o de estar en el seno de Ella, “por los siglos de los
siglos”) 661 . Dicho sea por enésima vez, la Materia le da dos opciones al ser humano (éste, se ha
ganado ese derecho: su posibilidad máxima en el interior de la noción libertad): o el ser humano
pasa a gobernarla por los siglos de los siglos, o renuncia a regirla a partir de cierto momento
cansado de ser Rey, por fastidio y decide volver a ser materia inerte, con lo cual da paso a que los
ciclos de la Materia se vuelvan a dar y a suceder (Big Bang, Big Crunch, Big Rip 662 ). El ser
660
“Al combinar el principio pluricósmico con el principio antrópico Cárter introduce un principio de realidad.
La compleja propiedad por la que el mundo real se distingue no obedece a la idea leibnitziana, a la que llamó
capacidad de sustentar la vida y tener condiciones de desarrollar vida inteligente; que haga posible la existencia
de observadores inteligentes” –F. Douglas Moya). Hasta allí llegan las proyecciones en torno al papel de la
inteligencia y del ser humano en el Universo.
661
Una solución alternativa para este dilema muy hipotético, refiere a la tesis final de este pensamiento que
intenta responder a la pregunta: ¿“cómo termina todo? La conciencia al llegar a “ser”, al instante cae (no hay
Dios ni Demonio): el cerebro ha dejado de producir dopamina, se ha perdido el “instinto protector” (la
conciencia, aunque sea total, no puede ser percibida como tal, si no existe un sistema sensible que
–paradójicamente- lo sienta), le sigue el Big Crunch (“En Marx hay implícita una idea de progreso en que las
sociedades evolucionan desde las más primitivas a las más desarrolladas al igual que en la teoría de Darwin;
dónde la superior sería la sociedad comunista. También… critica a los clásicos por no prever historia posterior
al capitalismo, estadio superior de la vida humana para ellos; pero dice que luego del arribo del sistema
comunista no habrá historia alguna”).
662
Esta reflexión conduce inmediatamente a otra: ser Dios por toda la eternidad, debe ser fastidioso; la citada,
una de las razones por la que no puede haber Dios, según la presunción de la Religión Cristiana. Bueno: ¿por
qué, la materia que ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, en cambio, ella sí es eterna? Es por cuanto la
422

humano debe dejar el Cosmos de ese modo, aunque no haya historia que le recuerde, que le juzgue,
nadie ante quién justificarse; su gloria será realmente pasada (La palabra pasará, pero la materia
jamás pasará) 663 . Finalmente, “¿En qué creen los que no creen? (diálogos entre Eco y Martini –dixit
X. Laso) 664 . Aquí se ha esbozado una respuesta.
En sentido histórico. Dos grandes vertientes de pensamiento como corolario de su desarrollo
nítidamente se advierten en la conciencia de la humanidad en torno de qué es y lo que será la
misma, al promediar el primer decenio del Siglo XXI: la “variohistoria” y la “metahistoria”. Estas,
luego se derivan en varias posturas específicas (de paradigmas en enfoques), en una de las cuales se
plasma el verdadero enigma del curso humano. En el primer caso se ubica el modelo mental
autonominado como “ethos barroco y valor de uso”, el cual mucho se avecina hacia la idea
fisicalista heisenbergiana de “incertidumbre”: no se sabe el sitio de ubicación exacto de los
electrones (posición y movimiento al mismo tiempo), estos se colocan coetáneamente en dos
lugares o pueden hallarse en el “futuro y en el pasado” 665 . En el otro: la historia tiene curso y
detenta meta; ésta, está preencarrilada por su dueño: Dios, y el telos es la realización de su
Voluntad por el ser humano; todo se halla (pre)determinado: el electrón ostenta posición y
movimiento regular, causal, no puede desdoblarse y su desplazamiento se produce del “ahora al
luego”, pues, nada se mueve al margen del designio de Dios.
A este último modelo mental está próximo –paradójicamente- un enfoque de orden marxista
(quizá el “auténtico”): “ethos supramoderno y ‘valor’ de usufructo”: Prometeo, Homo faber, la
historia como proceso civilizatorio regido por leyes objetivas (sucesión de formas de desarrollo de
las fuerzas productivas materiales); es la tesis de Marx, de Engels, de Lenin, puesta en vigencia por
Stalin (Así se templó el acero: Nikolai Ostroski): el socialismo se edifica (edificó) sobre el progreso
de la ciencia y de la técnica y recoge todo el desarrollo conseguido por la humanidad; el
comunismo se da solamente cuando se ha llegado hasta un grado muy elevado de progreso de las
fuerzas productivas (robotización), en el que el ser humano se desaliena, actúa de modo racional y
consciente (planificación cibernética): hace real su meta, la que viene encarnada de modo
inmanente en la “constitución óptima y viable” del Universo. De la contradicción
indeterminación/determinación, sobresale el segundo aspecto; pues, incluso los sicópatas: los
halcones estadounidenses, que por ser tales se puede decir que experimentan desordenes de
personalidad y entontecidos por el dinero, la megalomanía y el poder arremeten contra pueblos
enteros, puede decirse que atraviesen fases de caos, de indeterminación, barrocas; su
materia se mueve en ciclos sucesivos ininterrumpidos de modo permanente; de otro modo también ella se
“fastidiaría” y colapsaría: su movimiento es repetitivo, incesante y procesal, lo cual la vuelve eterna.
663
Listo: suficiente explicación, no se necesita saber más por el momento, se quedó satisfecho. La misión en lo
personal, está cumplida, incluso se diría: con creces. Ahora: ¿qué queda luego? (Yo robot). Vivir lo que más se
pueda para ilustrarse cada vez más sobre los detalles del mundo, para dedicarse a la investigación empírica (para
la que no se cuenta con fortalezas formadas históricamente ni con condiciones objetivas) o para retomar la
actividad política práctica. ¿Qué hacer en concreto en el caso presente: al concluir la primera década del Siglo
XXI y darse inicio el año 2011, en que la esfera inicia un nuevo giro en torno del sol?
664
Vendría a ser trabajo bien agradable el realizar la pertinente exégesis sobre las dos posiciones incursas (de
Eco y Martini), a partir de los supuestos epistemológicos (irrupción del enfoque político marxista en el campo de
ese saber) y filosóficos (valoración subjetiva materialista marxista global del mundo en torno de la pareja de
discursos referidos) empeñados en el presente documento; como es sencillo acotarlo (a pesar de que la
hegemonía –la acción de los intelectuales orgánicos pretorianos del stablishment- ha propendido y lo ha logrado
en gran medida- forjar la ilusión en la conciencia sobre el “fin de la ideología”, inmediatamente reemplazándola
por el término asexuado de “cultura”) juzgar la historia humana y natural, no es cuestión solamente del quantum
de información estructurante de la conciencia que se disponga, del método que se use o de la capacidad analítica
y sintética (coeficiente intelectual), sino, sobre todo, del punto de vista al que responde el criterio del ”juez”.
665
Empero, si se procede a conocer el mundo subatómico prescindiendo de la iluminación de las partículas
(perturbación), el problema de la incertidumbre simplemente desaparece (los infinitos). Los cultores de la Física
Cuántica, propenden, mediante especulaciones lógicas compatibilizadoras, explicar la realidad, en lugar de
esperar un poco más en el plano empírico y encontrar en los hechos esa explicación (la solución para sus
aporías); eso pasa con la famosa “Teoría de las cuerdas”, pues, éstas dicen que tienen la virtud de empatizar las
especulaciones de la Teoría de la Relatividad con la Cuántica (sobre esta última, aseveran que es certera, puesto
que la tecnología contemporánea exitosa se basa en sus principios –también la fisión nuclear fue positiva, pese a
estar contaminada con la falsa noción “tiempo”). El orden de evolución de las especies, por ejemplo, está dado
por la aleatoriedad (selección natural –Darwin), pero siempre el proceso va a una fase superior de modo
ordenado (determinación); en verdad, la indeterminación es el interregno de cambio. Los famosos genios de la
física (como Hawking) que critican a los deterministas (incluido a Einstein, en este caso) muestran “fallas
lógicas de composición” en la interpretación de los datos; esta anomalía se debe al carácter positivista de su
estructura mental y del método con el cual trabajan (a más de su adscripción burguesa); en realidad, sí existe la
“teoría unificada”, por cuanto el Universo debe ser un todo.
423

comportamiento sigue la determinación histórica que les ubica como instrumentos del desarrollo de
las fuerzas productivas y de acumulación a sangre y fuego, con plena conciencia y programación,
nada más que de espaldas al sentido metahistórico de esa instrumentalización.
Además de los cuatro clásicos del marxismoleninismo, son representantes o habilitantes de esta
idea: “metahistoria sin sujeto divino”, toda la corriente positivista burguesa que desarrolla la
ciencia y la técnica: la “teoría de las supercuerdas” (Teoría del campo unificado, de “todas las
cosas”), la electrónica, la robótica, la nanotecnología, las neurociencias, la ingeniería genética, la
informática y la inteligencia artificial (el defecto teórico-históricamente letal de este pensamiento,
radica en que proyecta muy bien el desarrollo científicotécnico y mantiene fijo, como parámetro,
las relaciones sociales: o el capitalismo es eterno o se producirá una nueva ética que democratice el
acceso al saber y a la técnica, que impida destruir a la Tierra, de modo voluntarista abstracto);
pueden citarse como integrantes de esta corriente a Hawking, Sagan, Penrose, “de Chardin”, Vinge,
Kaku; en el otro frente se hallan los pensadores soviéticos tanto de la época socialista como de la
socialimperialista o postestalineana: Nikitin, Konstantinov, Karataev y Rindina, Spiridonova,
Alexei Leontiev, Shojoroba, Kelle y Kovalzón, y los actuales como Wallerstein, Moravce e incluso
la persona que borronea estas ideas: el ser humano, mutatis mutadis, va directo al comunismo: ésta
es la etapa consciente y racional de la verdadera historia humana, en ella el ser humano aprovecha
los outputs provenientes de la operación de la fuerza productiva constituida (automatización),
conoce y domina la naturaleza (K. Marx): se vuelve “ser supremo”, a continuación de su proeza
–en esta construcción a priori- renuncia a ser y adviene el Big Crunch.
En sentido lógico. Humanología (alter ego de Filosofía): proceso de racionalización, en
perspectiva clásica weberiana (“… movimiento de indagación por el cual el ser humano trata de
justificar sus creencias sobre las razones más sólidas posibles”). El proceso evolutivo de la
conciencia a través del que se capta el mundo y ésta se pone sobre él (trascendentalismo
humanista filosófico absoluto), recorre también fases lineales: teoría de la comunidad, teoría del
Estado, teoría sociológica, teoría de la historia (Marx), teoría cosmológica
(indeterminación/determinación, impresionante inmensidad que se destila a sí misma como
producción y sostén del efímero y diminuto “nido” para la realización del pensamiento: la Tierra,
el cual da sentido y es instrumento de la episteme de la realidad; en una palabra: “campo de Higgs”
que produce la masa inteligente), teoría de la humanidad: del sujeto de la praxis (la estructura, el
desarrollo de la propiedad de la inteligencia hacia la objetivación de la razón –el ser humano, a más
de satisfacer sus necesidades, justifica su ser en cuanto da y/o encuentra sentido superior para o en
sus actos- mediante la articulación de dos procedimientos: la racionalidad objetiva y la racionalidad
teleológica; “… el Universo tiene las propiedades que hoy observamos porque, si las de su más
temprana infancia hubiesen sido muy diferentes, no estaríamos nosotros aquí, contemplándolo”
–dixit Ing. D. Moya) 666 . En sentido sincrónico/diacrónico: reino del amor y del egoísmo (la familia:
sistema sentimental de supeditación de la razón al interés consanguíneo); reino de la individualidad
(sistema económico: necesidades, trabajo, división del trabajo, competencia: racionalidad
estratégica; “reino animal de espíritu”): “sociedad civil”; reino de la socialidad, de la moralidad: el
Estado in abstracto; y, reino de la racionalidad (de la espiritualidad: momento de homologación de
la percepción, síntesis de la síntesis: familia, sociedad civil, Estado –amor, necesidad, moralidad-
hacia el reino de la “divinidad”): la supramodernidad. El Universo, en el ser humano, consigue
hacerse con la “conciencia de sí”; en la acción de éste (ser humano) como ser total, aquel (el
Universo) asume status de “conciencia ´para sí´” (autogobernarse, imponer el orden al reino del
caos material; homeóstasis: racionalidad estrategia, tecnológica sideral).
[Bueno. Y si la Ciencia, el Materialismo y el Marxismo estuviesen equivocados, de
manera que al final de tiempos gozosos para el ser humano de ese entonces, hiciere su
aparición Dios (o el Demonio): ¿qué ocurriría? No habría infierno o dificultad algunos, pues,
el Demonio no podría vivir por los siglos de los siglos junto a quién fue su rival y que
también triunfó: el alevoso ser humano que se cree haber llegado a ser “Dios” por mérito
propio; mientras que Dios recibiría a aquella generación de inteligencia natural, mixta o
artificial triunfante con alborozo y la integraría en su seno, pues, seguramente Dios le dirá a la
666
La metadeterminación de la historia (el direccionamiento estocástico previo de los procesos que se llevan
adelante en el Universo) constituye precisamente el carácter histórico-natural del movimiento humano, el que no
depende de la voluntad y que, más bien, la determina. Lo cual, por otra parte, permite demostrar la necesidad del
nuevo orden de relaciones a eclosionar precisamente del capitalismo (la democovivencia) y transparentar el
sentido total de la vida.
424

humanidad atea, científica, postpolítica, buena, de ese entonces (también que el ser humano
llegue a ser bueno depende del desarrollo y del estado de las fuerzas productivas): “venid
hijos míos a gozar de mi Reino, porque aunque sea tozudamente negándome, han luchado por
retirar de la escena histórica los regímenes divididos en clases y por pretender instaurar una
forma humana de bienestar para todos mis hijos: su prójimo, y por cuanto me han encontrado,
han llegado a conocerme, por esfuerzo personal, utilizando la propiedad única que he puesto
en Uds.: la inteligencia”, aplicada en el hacer científico y técnico, incluso con la oposición de
quienes han dicho actuar a mi nombre 667 . ¿Qué viene luego para la noción religiosa cuando
Dios ha recibido en su seno a su creatura? Ese es el límite infranqueable para esa perspectiva:
la incomprensible inmanencia de la noción de “eternidad”, y sobre la cual el marxismo ha
dado respuesta: “Dios” –el suprahumano- decide sobre sí mismo –y esa es su única vocación,
propensión y arribo triunfal hacia la conquista de su capacidad efectiva resaltable: solamente
ahí puede el ser humano darse el lujo de decidir por sí mismo: de ser libre (de llenar de
contenido a la palabra “libertad”; aspiración ésta: hasta ahora ilusoria, utópica, mística,
demagógica, esto es, como “… la conciencia común sostiene que la libertad consiste en la
ausencia de todo género de limitaciones, y por tanto, en poder hacer lo que a uno le place”), y
al hacerlo, al realizar su libertad: ser y privilegio, se anulan en conjunto: realidad y razón han
sido-, en cuanto el posthumano renuncia valientemente a ser, para no seguir en la anquilosante
monotonía insufrible de la eternidad, de lo perfecto 668 ].
Llegado a este nuevo punto en el recorrido reflexivo, es pertinente decir, que esta
concepción difiere por su sentido esencial de aquellas vertidas por la sapiencia de, por
ejemplo, los cultores de la llamada “Singularidad Tecnológica”. En efecto, en Internet se
publica, que en 1993 fue difundido un ensayo de Vernor Vinge, en el que dicho autor propone
las tres vías de nacimiento del posthumano: Inteligencia artificial, interface
humano/computador o por modificación biológica del género humano, “Luego de este punto,
terminaría la historia humana” (los prolegómenos de las escenas prospectadas, Vinge ratifica
que deben hacerse realidad allá por los años 2030). Debido a que estos temas se abordan aquí
con base en la perspectiva ideológico-teórica de orden marxista, es necesarísima una
aclaración, que constituya una prueba de descargo frente a quién pueda pensar (y con razón),
que han sido plagiadas dichas ideas. Debe confesarse con toda sinceridad, que el autor de este
documento, no conoció del trabajo citado sino hasta hoy: noviembre del 2008, ni de similares
que abordan el tema; por tanto, que las conclusiones a las que se ha llegado, se obtuvieron de
“primera mano”, esto es, se las concibió de modo independiente respecto de planteos, como se
notificó después, que ya habían sido expuestos. La razón para ello, es que siempre se buscó
asumir una conducta propia (o, lo que más se pueda) en la reflexión, a la manera de Herbert
Spencer 669 . Al ingresar a Internet a visitar páginas sobre Singularidad Tecnológica (hecho
667
Con el perdón de los santos fieles evangélicos, también en este documento se han puesto palabras en la boca
de Dios; la vertiente paranoica evangélica, no da importancia a la reflexión humana sobre Dios, sino solamente a
la palabra contenida en la Biblia, la que dicen no ser opinión del ser humano, sino la palabra de Dios revelada.
Ahora bien, el dilema lógico, que debe remontar la religiosidad, es que el artífice Dios, debe correr tanto con los
méritos de la perfección como con la imperfección, con la alegría como con la pena, con la riqueza, felicidad y
estabilidad psicológica de pequeños grupos poblacionales y con la desigualdad, pobreza, tristeza y llanto
masivos, con Copacabana y con el tsunami en Indonesia; en cambio, si la proeza es imputada a la naturaleza, la
contradicción queda inmediatamente resuelta, pues, la naturaleza se equivoca y acierta, y finalmente: acierta (es
la opinión al menos del deísmo: Dios no se entromete en cuestiones humanas). Además, si se habla bien del ser
humano y si este es hijo de Dios, creado a su imagen y semejanza, se está hablando bien del propio Dios, de ser
empírica dicha noción.
668
¿Cuál sería la única manera de ser feliz, para una persona madura? Lo serían la lucha política y aquella que se
libre en el plano del conocimiento. En el Cielo: ¿se presentaría esta oportunidad? Según puede especularse: no.
¿Qué sentido tiene luego, propender alcanzar ese “sitió” mítico? Ninguno.
669
Por tanto, estas ideas: no son el producto (conclusiones) de largas discusiones, de socialización de puntos de
vista; no lo son: ni siquiera de la lectura de muchos libros o de la reiterada visita al Internet. Son sí, el resultado
del diálogo interno, llevado a cabo en condiciones de repetido ostracismo; destino de la existencia personal dado,
precisamente cuando los contactos humanos se han estrechado y reiterado: los mismos son cosa de todos los
días; se diría, en términos formales, rudimentarios, que la especie ha formado ya un cerebro único en ciertos
aspectos (aunque la conciencia debe esperar sean superados algunos rezagos de clase, o sea, el fenómeno no
refiere a la parte esencial: un solo concepto de la vía, la superación del fraccionamiento de la conciencia como
rezago de la experiencia de la realidad puesta por las antiguas antinomias): sobre los problemas ambientales, por
ejemplo: en cuanto afectan a todos o penen en riesgo el bienestar incluso del ser privilegiado, importan a todos y
llevan a la unicidad en la preocupación (avanzar del pluralismo ideológico al monismo gnoseológico). Es obvio,
que este conceptuar habría sido mucho más rico, versátil y exacto con la masiva contribución del argumento
ajeno; pero: ¡así no ha debido ser! Son las circunstancias, pero favorables en un sentido.
425

motivado por la sugerencia, que un estudiante de Ingeniería de Sistemas hiciera, cuando
advirtiera cierta impresionante similitud entre los puntos de vista dados en clase con los que el
señor había encontrado en la “autopista”), fue sorprendente advertir la existencia de una
concepción sobre el proceso de evolución del ser humano, por ejemplo en el algoritmo
progresivo: universo inanimado, vida no consciente, humanidad, transhumanidad. Se declara,
en consecuencia, que este mismo fenómeno (proposición indeliberada de ideas que ya han
sido sacadas a luz), en el presente opúsculo con frecuencia se repite en relación con temas
conexos con otras disciplinas del saber, como en relación con la Filosofía.
La propuesta personal al respecto fue: Universo mecánico, vida orgánica, vida
consciente, trascendencia; o, en lenguaje de la Singularidad: salto en el proceso de la
evolución humana, en el que la “primera naturaleza” se fusiona con la “segunda naturaleza”
(la cultura) para dar origen a la “tercera naturaleza” (“naturaleza celestial”), en la que las
promociones humanas protagonistas del hecho, modifiquen su condición en dirección hacia su
divinización según la “concepción científica del desarrollo humano”, pero todo el proceso se
hace con mediación del trabajo humano, lo que implica la exigida presencia de factores como
división del trabajo, propiedad privada, organización jerarquizada del grupo, dominación, en
su índole de condiciones necesarias para que un organismo formado por seres que no vienen
determinados en sus funciones de modo biológico, se acoplen a una arquitectura social –
división de tareas- conflictiva, única capaz de guiar a la humanidad hacia la automatización
(“naturaleza natural”, “naturaleza humana”, “naturaleza divina”: las tres naturalezas son
producto lineal, progresivo de la materia); al final, el ser humano debe elegir entre “ser por los
siglos de los siglos” o renunciar a dicha condición (el “Ser Supremo” opta por la segunda
disyuntiva y de este modo se cumple “el principio dialéctico de la negación inmanente que
elimina el carácter acabado del sistema”). Debe recalcarse, que el defecto de la comunidad
científica oficial, que modeliza el futuro, sea que se sustente en tendencias reales como en
figuraciones filosóficas, consiste en que, al no ser sus miembros economistas, sociólogos o
politólogos, pasan de largo, en sus conjeturas, ante las “relaciones sociales de producción”;
esa la razón fundamental por la que sus conclusiones fallan, cuando las ubican fuera de la
geografía técnica (los principales son: R. Penrose, C. Sagan, John Jorgan, Ray Kurzweil,
Miguel Nicolelis, John Hopkins, Willan Gibson, Michio Kaku,…). De ese modo es: estos
científicos y escritores de ciencia ficción burgueses padecen de ese límite, pues, tienen el velo
del perjuicio de clase; además, la prepotencia propia de sabios que les invade, redoblada por
su adscripción burguesa e imperial, los ciega. De manera que siempre la proposición justa de
los hechos deba estar predestinada a salir de la pluma, en este caso, de ciertos “pre-
Singularizados” marxistas.
La persona que de mejor manera captó el fenómeno, dada su condición de ser uno de los
pioneros europeos de la robótica, fue Hans Moravce; su opinión es objetiva, debido a que
encaró el dilema con los supuestos lógicos de la Economía Política: entrevió el nexo entre el
avance tecnológico y la exasperación competitiva (calidad y precios), o sea, el ejercicio de la
ineluctable ley marxista de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” (“fuerza objetiva
que afecta la acción humana”; esta herramienta que “… es decisiva para comprender la
dinámica histórica del capital... y su tendencia al colapso…”). El investigador en la rama de la
tecnología ha llegado a comprender el mecanismo: cuando la productividad marginal de las
ganancias asignadas a investigación y desarrollo tecnológico se nivelen con su retorno, se
habrá perdido el interés por parte de los inversores, de la iniciativa privada, de la libertad de
empresa, etc. [el enunciado original de Moravce sostiene que el capitalismo acabará en el
momento en que las industrias sean totalmente automatizadas, en las que la producción
económica ya no sea rentable (la competitividad –el nivel de- será absoluta, mientras se
desarrolla la ciencia y la técnica; cada vez más las empresas invertirán en este proceso,
consumiendo todo su excedente en él y pagarán menos a sus propietarios; una vez que la
carrera tecnológica consuma todas las “ganancias”, ya no habrá razón para la producción: el
sistema capitalista cesa)] 670 . El pronóstico formulado en los años 90 del Siglo pasado
avizoraba que el suceso iba a ocurrir en 50 años, esto es, alrededor del 2040, tal como son las
previsiones de Immanuel Wallerstein, Vigno y otros. En efecto, por esas fechas, el robot se
670
H. Moravce, francamente coincide con Marx: “… a medida que la tasa de ganancia decrece, el crecimiento de
la cantidad total de ganancia debe frenarse e, incluso, posiblemente detenerse. En el momento en que las nuevas
inversiones ya no generen ganancia adicional, se reducirá la inversión y estallará la crisis” (Shaihk, Anwar.
Valor, acumulación y crisis).
426

habrá encontrado con el “modelo malasiano” de “economía”, la automatización con el ocio, la
informática con la Administración de Personal, la hegemonía con la democracia participativa,
la reducción creciente del precio de los microcomputadores (Ley de Moore) con el “Randipa”,
el Internet con la vida arcaica, el Complejo Militar Industrial con la feminización de la
existencia, con los GLBT (es todo a lo que, de forma personal, se llama “Epoca Cambiada” o
“Transición”, en la que la determinación esencial –la que encara el porvenir- lentamente
impone su designio a la totalidad humana: se está aboliendo toda forma de “sociedad”
anterior).
Toda persona que estudia el futuro de la humanidad, está exigida de actuar con seriedad;
debe ser coherente 671 . Si se procede a proyectar muy a futuro el desarrollo de las fuerzas
productivas materiales de la humanidad (y el de la técnica en particular), se está obligado
también a traspolar, de modo paralelo, la mutación que se supone va a experimentar el otro
aspecto conformante de la civilización (de la contradicción): las relaciones sociales. Es
impropio asumir toda esa serie de productos futuros: el robot, la inteligencia artificial, la
biónica, los viajes interestelares y la colonización de otros mundos, el alargamiento de la vida
humana, etc., operando en un mundo social, que no ha experimentado variación alguna: en
democracia (“la dictadura perpetua del gran capital” 672 ), en el mercado, en medio de bancos,
iglesias, asimetría social, diversos poderes y dominación, etc., o sea, en el interior del mismo
régimen económico, político e ideológico vigente en el 2009. Por el contrario, el inusitado
desarrollo de la ciencia y de la técnica, que tornará diferente e irreconocible al ser humano
futuro, va a operar en un marco organizacional de “humanocovivencia”, de ausencia de
trabajo humano, de diversión frugal y de riguroso y comprometido estudio, de racionalidad
ideológica. Este giro epistemológico tiene igual o mayor mérito, en comparación con el
alcanzado por quienes se notificaron de los hechos de manera originaria y lo propusieron al
público. En efecto, sobre el fenómeno imperialista, varios investigadores (Hilferding) antes
que Lenin, dieron cuenta subjetiva de la fase; pero, fue el gran Vladimir Ilich quién otorgó el
verdadero sentido a los datos de la investigación primaria, el cerebro que supo extraer las
conclusiones científico-revolucionarias pertinentes, lo cual condujo a producir las
consecuencias políticas que se conoce sobre la coyuntura, precisamente al tratar en términos
marxistas el material ideológico encerrado en las cifras de las obras de los investigadores
pioneros.
Es curiosa la forma de razonar de ciertos (la mayoría de) físicos de renombre: “con el
Big Bang, se crea el ´tiempo´ y el ´espacio´”. ¿El tiempo y el espacio se crearon con el Big
Bang? (es como pretender demostrar la existencia de –crear a- Dios mediante la construcción
de una fórmula matemática). La materia no fue creada por nadie ni tiene fin: es eterna y se
halla en constante movimiento y cambio. Antes de que se formara esa forma de materia que se
llama Universo, había movimiento de masa (caótico, indeterminado), pero no tiempo (lo cual
indica que no toda forma de movimiento es inductora de la formación de la noción de tiempo;
que solamente el movimiento procesal, ordenado, sistémico, es susceptible de medirse, pues,
671
Un ejemplo de lo contrario, es el referido al caso de los sionistas evangélicos, quienes no descansan en
manifestar su racismo, pues, al pregonar que Israel es el “pueblo elegido por Dios” (“¡Qué les hace tan
especiales” a estas tribus, para que hayan sido elegidos por Dios!), deshumanizan al resto de grupos de personas
del mundo. Estos, que hablan incluso de Nostradamus y de las supuestas predicciones que contendría la Biblia en
ese discurso denominado: “Historia del futuro”, aducen que en dicho texto están escritos, de antemano en estado
críptico, los “principales” sucesos registrados en el mundo occidental imperialista (el asesinato de Kennedy, el
11 de Septiembre,...). Pero, existen varios argumentos de sentido común que desvirtúan tales argucias: 1) el
idioma, puesto que si fuesen hechos milagrosos, en todas las traducciones de las “Sagradas Escrituras”, no
solamente en el Inglés, aparecería tales códigos; 2) Oswald, no mató a Kennedy, sino la conspiración de los
magnates monopolistas del acero; 3) el caso de las Torres Gemelas, fue un autoatentado; 4) porqué esperan que
se den los hechos para luego dedicarse a buscar coincidencias exigidas en el texto bíblico en idioma yanqui, o
sea, ¿por qué no son capaces estos genios de la computación y expertos en buscar códigos secretos sobre
catástrofes, castigos y juicios finales, de adelantarse a encontrar los hechos que han de venir, dígase: en 10 años?
(no lo hacen, por cuanto en dicho ejercicio, no tienen opción de forzar a que los hechos entren en supuestos
códigos subyacentes en los escritos bíblicos; además, “si las advertencias no se las entiende antes de que ocurran,
no sirven para nada”).
672
Siempre que haya política (sociedad escindida –asimetría económica-, dominación, superestructura, lucha por
el poder “del Estado”, partidismo) habrá democracia: su otra cara, su alter ego; toda vez que haya democracia,
en ese grupo humano se ejercerán formas efectivas de dominación. El hecho revela, por tanto, que la forma
“democracia” de un régimen está asociada únicamente a determinadas fases de estructuración y funcionamiento
humano: los sistemas estamentales y el clasista (incluido el socialismo, como primera e imperfecta etapa de la
organización humana comunista que eclosiona directamente del estadio capitalista).
427

ha asumido dirección). La afirmación es verdadera, en el sentido de que no se había formado
todavía el movimiento regular en sistemas (movimiento ordenado, estructurado, procesal,
determinado): tierra (días), sistema solar (años), etc., como tampoco la entidad (el sistema
cerebral) que capta dicha forma organizada y reiterativa de movimiento, otorgándole la
denominación de ‘tiempo’; no es esta última noción parte de la ontología, sino solamente en
la especulación de ciertos cerebros que equívocamente le han objetivizado (el argumento cursi
en su defensa –espacio/tiempo-, es que dicha noción no alcanza a ser prefigurada por el
cerebro común -¡bah!) . El “tiempo” nace con el movimiento ordenado procesal en el interior
de sistemas, el cual adquiere sentido en la mente. Lo mismo puede decirse de ‘espacio’, como
la materia blanda y su mensurabilidad (‘tiempo’ y ‘espacio’, nociones tan caras para la Física
como para la mente esotéricas). Si se postula que el tiempo nace con el Big Bang, se asume
que no hubo movimiento antes de la gran explosión; que el Universo surgió de la nada (o de
un creador), puesto que la realidad, según posiciones materialistas, es materia y movimiento;
luego, si se elimina el movimiento, se suprime también lo que se mueve (la masa). Se dice
que el fotón no es masa; otro absurdo, pues, no puede existir algo que es nada, que sea capaz
de permitir que la mirada capte las diferentes magnitudes de onda; el fotón es la forma de
masa (por eso es que la luz se interrumpe o desvía al enfrentarse a una gruesa capa
sobrepuesta de átomos), que se desplaza a la más alta velocidad natural. Otro equívoco reside
en la fórmula V=E/T (velocidad es igual a espacio sobre tiempo); la verdadera proposición es
V=D/M (velocidad es igual a distancia sobre movimiento) 673 . La anterior, puede parecer una
simple y arbitraria acción de reemplazo de términos; en cierto modo es así; pero tal cambio
implica impedir que sobre las nociones de tiempo, espacio, energía, subrepticiamente se filtre
el idealismo y la escatología en la concepción sobre la realidad.
¿Por qué tiene lugar este hecho milagroso: el de la comprensión, el de la conciencia, el
de la razón, incluso controversial a la hora de representarse idealmente el mundo? Como es
conocido, el mismo ocurre por cuanto el ser humano tiene córtex y, sobre todo en vista de que
posee neocórtex; en el misterio, el hecho a relievar es, que las células humanas gaméticas
(todas) tienen información (neopropiedad creada y ontologizada por la actividad del
trabajo), contrario sensu que la de otras especies de animales, para producir neuronas
corticales (neocórtex), es decir, la base correspondiente al asiento de la conciencia (y esa
es la última y terminal mutación progresiva dada en el reino animal). Pero hay otro
aspecto que es muy sensible al conceptuar filosófico humano; se hace referencia a esa
“substancia” misteriosa (tanto como otras de similar catadura: tiempo, espacio,
espacio/tiempo, alma, información; nociones –dicho sea de paso- caras para las
construcciones místicas de cierto tipo de pensamiento cuántico) llamada “energía” (las
kilocalorías). En la declaratoria personal, ese hecho, fenómeno, proceso o activismo, que se
conoce como “energía”, no es más que la capacidad de un cuerpo que se mueve, de poner en
movimiento a otro por roce, por choque, por empuje, por rechazo (la fuente primaria del
movimiento es la polaridad). Póngase por caso ilustrativo de empiricidad, la reflexión sobre el
proceso dinámico que ocurre en un motor a explosión; este motor: ¿produce “energía” o, por
el contrario: provoca el movimiento sustentado en la generación de alta presión (compresión
por acción mecánica; antes se “daba ‘manivela’ para ‘encender’ un motor”), de manera que
luego se mueven gases (masa) por expansión y reacción química (la chispa procedente de la
bujía), lo cual empuja a otra masa: el pistón, la biela, mientras que ésta lo hace con el
cigüeñal, el cual, a su vez, transmite el movimiento, a través del árbol de transmisión, a cono
y corona: al diferencial, y de este: a las ruedas? Es evidente, que no se produce “energía”
alguna en ningún momento (fase) en el proceso, como tampoco información, sino tan sólo
acción relacional entre masas (y eso ocurre también con el motor eléctrico).
La “energía” es –simplemente- una forma de movimiento de la masa, como todos los
procesos que ocurren en el Universo 674 ; es el caso, por ejemplo, de la luz del sol, la cual se
673
La paradoja es, tal como suele ser la expresión común de los físicos al encontrarse con contradicciones entre
la lógica y la realidad, que el movimiento no puede ser comprendido y medido, si no se recurre a la noción
tiempo (eh ahí la razón de la tendencia a ontologizar dicha abstracción derivada, secundaria, y por la que se
encuentra, en efecto, substancializada); y, este último (el tiempo) no puede tener representación si no se tiene en
cuenta a aquel (al movimiento).
674
Esa forma de movimiento de la masa (cuando se habla de materia o de partícula, debe entenderse, que
obligadamente se hace referencia a masa), producido merced a la operación de una propiedad (sólo los cuerpos
físicos tienen propiedades, una de las cuales puede ser la llamada “energía”); todo lo cual debe ser materia de
una nueva investigación, pero fuera de las nociones habituales y de ciertas petulancia y pedantería científicas.
428

demora 7 minutos en llegar a la Tierra, en virtud de la velocidad de desplazamiento (300 mil
km/’’) de los fotones (masa) 675 . En la electricidad, el fenómeno se tiene la impresión, que será
distinto: debe tratarse de la activación automática al mismo tiempo de los electrones dentro de
un definido “campo de acción”, el hecho que genera el proceso eléctrico; pero este
movimiento también decae con la distancia: en un alambre extenso, al final decrece el poder,
para luego desaparecer; las llamadas ondas hertzianas, las de radio (como el fenómeno
eléctrico) deben ser del orden de las propiedades que últimamente se dice que tienen las
partículas gemelas: una es y actúa como su par en otro lugar, con la condición específica, de
que en la transmisión radial el proceso es multiparticular (esta propiedad es especial, diferente
de lo que ocurre con la luz, en la que para que se produzca, se requiere de la traslación de
fotones; pero que también desmaya, se lentifica o desaparece con la distancia). De manera que
no hay “energía” alguna en el Universo (mucho peor: “divina”), sino que dicha “fuerza”
(energía) no es más que masa en movimiento. El aserto de ciertos planteamientos de
determinados seudo científicos, que desacreditan a la Filosofía frente a la ciencia: ¡no tiene
pertinencia!; sobre todo cuando hoy la Filosofía se fundamenta más directamente en la
ciencia: en el momento en que un pensamiento científico o filosófico le quita el concepto de
masa al de materia, éste cae en el idealismo 676 . Y estas reflexiones son importantes, puesto
que en ellas reside o se ausenta la posibilidad de dar una respuesta deísta a varias preguntas
filosóficas. Esta “nueva” o alternativa forma de pensar sobre los hechos referidos, puede
parecer absurda; pero la misma: es únicamente formal, pues, es posible reemplazar a la noción
“tiempo” por el concepto de “movimiento”, “energía” por “masa en movimiento”
(“refundición” ésta, que ya no es simplemente formal, puesto que la misma es muy sensible
en materia ideológica), “espacio” por “masa blanda”, “materia-energía” por “masamovimiento”.
En este punto de la “disertación”, algunos conceptos es necesario sostener con vigor,
resolución y carácter, en cuanto componentes de un mecanismo “divisor de aguas”, de manera
de apartarse bien lejos, decidida, categóricamente de las anodinas especulaciones
provenientes de la corriente de pensamiento idealista, espuria, que como el Papa (poder
espiritual) y el emperador (poder económico) en otros momentos de la historia, se fusionaron
para someter material, política e ideológicamente a la población (y que sin vergüenza alguna,
en el presente, siguen campantes sosteniendo dicho error e interceptando la vida privada de la
gente, a pretexto de su difusión –en las Navidades, en Occidente, curas y negociantes se dan
la mano para intrigar en el seno del cerebro izquierdo); nociones, en cuanto aclaración de
ideas en el orden personal, lo cual –por otra parte- debe parecer una completa herejía para los
clásicos proseres humanos de la ciencia, de los ciudadanos democráticos, de aquellos notables
pulcros, que todo lo saben:
Similar conducta ruptora de paradigmas debería sumirse frente a la “fisión nuclear”: la bomba atómica lanzada
por el criminal Truman sobre Hiroshima, ¿liberó colosales cantidades de energía? ¡No!: desató una propiedad
(radiación), todavía no conocida en su esencia de ciertas partículas.
675
La “energía” del sol: ¿mueve todo en la tierra? No. La luz solar, la “energía” solar, es masa provista de la
capacidad de activar partículas calóricas y partículas visuales (puede ocurrir que no sean los cuerpos alumbrados,
sino que éstos se tornen visibles al contacto con los fotones), que en la naturaleza realizan su capacidad
generando impactos y que han sido captadas cognitivamente por el ser, que a más de tener sensores, cuenta con
la capacidad de racionalización, posee conciencia (del sentido y significado de las cosas generado históricohumanamente).
Ahora bien, qué curioso que una partícula que no tenga masa si posea spin; o que los fotones no
tengan masa: eso sí es cuento, por más que lo digan y lo “demuestren” los genios (o que la impugnación esté
operando según la ley bachelardiana de “filosofía espontánea de los ´sabios´”); finalmente, la Física Cuántica
debe decirse que se refiere a las propiedades y al movimiento de la masa y no a esta última.
676
Según la perspectiva de una visión “neofilosófica”. Pensamiento “neofilosófico” (la verdad objetiva se vuelve
concepción): observar la misma conducta en el proceso de intelección de la realidad, en el marco de la reflexión
sobre las clásicas interrogantes vitales en torno de la existencia, de modo de actualizar las respuestas
especulativas a la mano. Ahora bien, estas satisfacciones las otorga el avance epistemológico en curso, en áreas
del saber científico compartamentalizado en las diferentes disciplinas de la ciencia (verdades parciales, que no
pueden ser prejuzgadas solamente como vicio positivista de segmentación del saber), mientras que, por otro
lado, el pensamiento inferencial filosófico confiere orientación general pertinente al proceso de la ciencia
sectorial. El avance en el saber constituye un fenómeno de progreso sinérgico entre concepción total y
concepción regional, como implicancia recíproca en el proceso de comprensión general del mundo, por parte de
la humanidad. La acometida cognitiva, conceptualizante filosófica, se realiza en la negación por concreción del
trabajo sobre el “objeto” de las ciencias parciales, particulares. El desarrollo de la Física, de la Química, de la
Biología, de la Genética, de la Mecatrónica, de la Paleontología, de la Historia, de la Sociología, de la Psicología
y de la Cosmología, permiten reformular y completar la mampostería filosófica.
429

- Materia = masa y movimiento (la abstracción ontológica más inicial).
- Masa = corporeidad (compacta y/o blanda), substancia con propiedades.
- Movimiento = acción recíproca entre masas, merced al despliegue de sus propiedades
inmanentes.
- Energía = masa en movimiento (fuerza, luz, calor,…) 677 .
Estas deben ser las abstracciones iniciales y su conformación ulterior, tanto en Ciencia
(Ciencia: verdad objetiva, demostrable) como en Filosofía (Filosofía: reflexión lógica, erudita,
de “sentido común” sobre la realidad), con lo cual, parece que la Filosofía vuelve a tener
razón frente a la Ciencia. De manera que, los átomos no tienen espíritu alguno (“energía”) que
explique su “comportamiento”: gozan de propiedades y de éstas, la más elemental es la
polaridad: cargas positivas y negativas en un mismo o en distinto cuerpo (hecho que debe ser
motivo de estudio a partir de otra perspectiva, para descubrir su verdad y con el objeto de no
caer en la ficción mesiánica). La acción recíproca entre el “más” y el “menos” y el cambio de
posición permanente (ahora positivo luego negativo) generan toda la variedad de movimientos
del mundo, sin que haya la necesidad de incorporar, en la abstracción, la presencia y acción de
aquella fuerza misteriosa llamada “energía” o “espíritu de la materia” 678 .
Por tanto, más concretamente:
¿Qué es la realidad, el Universo, el mundo?: lo es materia “infinita”, eterna, en
movimiento;
¿qué es la materia?: lo es masa y propiedades;
¿qué es el movimiento?: la acción recíproca entre propiedades;
¿qué es masa?: el “material” sensible, compacto;
¿qué son propiedades?: atributos inmanentes de la masa: electromagnetismo,
gravitación, atracción nuclear fuerte y débil de los protones (la quinta fuerza: la
integración de las cuatro).
La acción recíproca reiterada entre propiedades da lugar al aparecimiento de leyes.
Cada nueva determinación genera una nueva propiedad superior: física, química,
biológica, del reflejo (capacidad cognoscitiva), racional; el proceso no es más, que el
“nacimiento de nuevas cualidades” (contradicción, negación, salto). Y.
677
Estas ideas: no son nuevas; las mismas se hallan expuestas con mayor maestría y lucidez, en el libro:
Fundamentos de Filosofía Marxista, de la Academia de Ciencias de la U.R.S.S., Instituto de Filosofía (Ed.
Grijalbo., México, 1965), bajo el título: Materialismo Dialéctico, Capítulo IV: La materia y sus formas de
existencia, numeral 2: El movimiento de la materia, pg.: 124-134. Allí se demuestra la justeza de un pensamiento
objetivo serio, que remite a la añoranza, qué paradójico: ¡cómo de bien se pensaba antes! El propósito de
trascribirlas, cuando han transcurrido ya 55 años de su publicación, se debe a que en ellas se halla contenida una
visión científica frugal de la realidad, superior respecto de ciertos devaneos reaccionarios del momento. Y, la
apelación a muchos de sus argumentos, responde a que el esnobismo zalamero actual, ha producido un retroceso
en las comprensiones sobre el mundo; la idea es revivir un pensamiento que es “exacto”, en la medida en que
sirve para recusar (realizar un nuevo intento de vulnerar el edificio especulativo, propinando un golpe certero en
las bases –en los principios fundantes- de tal estructura conformativa) el axioma epistemológico del
neoidealismo: el de “energía” (el “espíritu de la materia”), con el cual tramposamente se intenta hacer pasar
subrepticiamente la existencia de un Espíritu Divino que sería la fuente de toda la existencia y proceso del
Universo. Pero, no se trata tampoco de una simple transcripción de un texto clásico del marxismo al que no se le
ha añadido nada; por el contrario, luego de remarcar la importancia de un proceder plasmado de pensamiento
que ha sido descuidado por parte de los “genios “ actuales que “no dan pie con bola” en las materias en
reflexión, se plantea, que todo proceso es simple movimiento de la materia sin la presencia de “energía” alguna,
y los ejemplos que al respecto se ponen son muy pertinentes; en segundo lugar, se asevera que el “tiempo”
tampoco existe como fenómeno ontológico, como realidad percibible, sino la auténtica realidad que se halla tras
ese “desconocimiento” (una tautología): el movimiento; en tercer orden, se dilucida el carácter material del
pensamiento, de la idea, de la palabra; además, se deja claro, que no existen leyes como atributos de la materia,
como aquella conocida como ley del desarrollo, por el contrario, se afirma que las leyes de la materia, cualquiera
que sea su índole, no son más que la expresión de la relación permanente, estable, reiterada, entre propiedades de
la materia, entre otros tópicos.
678
Debe aclararse, que con esta impugnación, no se trata de negar la realidad, sino de intervenir
epistemológicamente sobre las nociones, las representaciones ideales y sobre parte de la concepción con las que
se capta y comprende dicha realidad: equívoco común, dominante, con el cual la comunidad científica da pie y
sostiene posturas mentales idealistas-deístas (como es el caso de Hawking, el cual: hora se mueve en el
materialismo, luego lo hace en el idealismo; unas veces será ovacionado por el Papa, otras recusado). Lo que se
quiere decir, por tanto, es que debe haber otro modo de explicar los hechos, que muestren que la idea de
“energía”, es una forma insuficiente y monástica de representación de una parte de la realidad (“energía”: una
forma de movimiento de la materia, resultado de la acción recíproca entre determinadas propiedades de la masa).
430

Esa la gran ley del desarrollo, propia, interna, autónoma de la realidad, como
comprensión, que una vez más no necesita de fuerzas providenciales, para abordar su
substancia 679 .
En el ensayo de una respuesta única para todas las interrogantes filosóficas planteadas
aquí, es posible hacerlo del siguiente modo: la presencia, movimiento y objeto del ser
humano como estado consciente de la materia es, tortuosamente, traspasar: 1) su
condición animal, 2) su condición humana y, 3) elevarse hasta la condición “divina”. En
efecto, el ser humano vencerá a la muerte, alcanzará el status de la Providencia: la humanidad
de hoy, es la Diosa del mañana (mientras una unidad de inteligencia tan sólo quede en el
mundo y recuerde cómo pensar, existe la posibilidad de que “Dios” llegue a ser). En último
análisis: ¿qué es el ser humano? Es el producto estocástico de todo el proceso de desarrollo
desatado por la fase-Universo de la Materia; período que arranca con la fijación de las
constantes cósmicas y que culmina orgánicamente con la formación de la inteligencia, la cual
coloca la merecida corona de validación a la optimidad material, con la dotación de la
“conciencia de sí”. Y es producto específico –el ser humano- de sí mismo. Y, respecto del tipo
de sentencias como la (y las) que aquí y a lo largo de todo este documento se exponen, es
común que se las catalogue como peligrosas; ello se debe a que siempre se dijo (frente a todo
avance), que cuando el ser humano aplica la ciencia sin total conocimiento y control de ella
con fines prácticos, se está jugando con fuego, esto es, como que un niño de cuatro años
estuviese manipulado dinamita (algo similar acontece con las ideas, cuando éstas van más allá
de lo que permiten los hechos). Para los que viven en la tradición, en el dogmatismo, en el
pasado: para los conservadores (y los religiosos son los especímenes distintivos al respecto), o
sea, para quienes se han autoatribuido la tarea de sostener en el plano ideológico al último
sistema clasista y mantener anquilosada a la especie, estas aseveraciones deberán ser las
próximas a desmoronar (tanto como a los neoanticristos, o falsos profetas posmodernos
puestos de pie por esta forma de concebir el mundo, como es el caso del autor de las presentes
líneas), siempre con la Biblia en la mano y maldiciendo a los detractores.
Merece la pena que se incluyan algunas anotaciones adicionales sobre ciertos puntos
arriba expuestos. La idea en torno de la supresión del trabajo, que expresa el arribo a un
estadio superior de su desarrollo por parte del ser humano, puede ser contrariada a partir del
punto de mira, de que la vida racional no tiene sentido sin él, que se destruiría la posición
lógica del sujeto en su ausencia; rebasar la emocionalidad, se vería enfrentada a la
679
Razonamiento alternativo: forma y movimiento de la materia. Forma: compacta/blanda; compacta: partículas
másicas agregadas, blanda: partículas expandidas (?). Movimiento: desplazamiento (de la materia en sí misma,
efecto de la acción de sus propiedades –polaridad); lento: la espacialidad se “expande”, rápido: la espacialidad se
comprime (en lenguaje mítico-ideológico: el espacio se ha comprimido y el tiempo se ha acelerado).
Movimiento curvilíneo: la gravedad; rectilíneo: la forma de la materia no se altera (¿antigravedad?,
¿atracción/repulsión?: ¿movimiento centrípeto/centrífugo?) La interpenetración combinada de estos tipos de
movimiento (sobre base del magnetismo) debe dar lugar a la regularidad del comportamiento de la Tierra:
movimiento de rotación del sol (de traslación en la galaxia y el de operación interna), movimiento de rotación y
traslación (y de revolución) de la Tierra. Como se puede advertir, en el precedente razonamiento, para nada se ha
hecho intervenir las nociones idealistas, mitológicas de espacio, tiempo, energía. Se dice por ahí, que Einstein
desperdició la mitad de su vida por no haber aceptado, en el intento de formular la Teoría para todo”, las
hipótesis de la Física Cuántica: incertidumbre/caos (indeterminación). ¡Bah! Ese es un mérito de Einstein, puesto
que la Física Cuántica en un 50% capta correctamente el modo de ser de la materia y en el otro 50% mitifica el
mismo (una partícula puede estar en dos sitios al mismo tiempo –partículas gemelas, el cuento de la
teletransportación-; una partícula puede estar en el pasado y el futuro; no es posible saber la posición y el
movimiento –dirección- al mismo tiempo de una partícula –no se puede predecir- puesto que la observación
modifica la realidad –dicho postulado es objeto de mofa por Einstein: la acción del ser humano cambia el plan de
Dios, y la cual ha recibido una respuesta torpe de parte de Heisenberg: “deje a Dios en paz”; la invención de que
las dimensiones son “n” -10-, esto es, siete además de X, Y, Z, entre las que incluso las “verdaderas”
dimensiones: movimiento –el tiempo einsteiniano- y la conciencia, no son tales; los seudo conceptos de tiempo,
espacio y energía, el criterio místico de la espacialidad y la velocidad: allí se dice que Newton y Einstein no
tienen razón, sin entender que la variación de estas magnitudes son normales en el desarrollo de los procesos y
que pueden ser perturbadas artificialmente y que esa manipulación no es un tipo de realidad natural); demérito de
Einstein es no haber deconstruido los paradigmas de espacio, tiempo y energía: el haberse mantenido en la
estructura de errores comunes (incluso el que haya aceptado la cuarta dimensión: el “tiempo”, ontologizando así
un invento nocional humano, que a lo sumo se corresponde con la percepción del movimiento), así como su
ceguera ideológico-política, que le llevó a apearse a los gringos, a alcahuetear sus tropelías y a muy tarde
arrepentirse (Schrödinger y Heisenberg, como buenos burgueses políticamente ciegos ni les fue ni les vino la
instrumentalización geopolítica de su “genialidad”).
431

contestación que refiere a la inhumanización del individuo, que la misma dejaría como saldo
(ser humano-máquina); a la Religión y al idealismo en general, le competen revivir, azuzar, la
esfera de los temores (la supuesta inmanencia pecaminosa del ser humano), dolores,
incógnitas, impredecibilidades, argumentos morales, propósitos de trascendencia respecto de
la vida humana, para oponerse a la tesis sobre la superación necesaria y próxima de la
mitología escatológica y afines. La hipótesis ascensional sobre los “niveles de la vida
humana”: animal, racional, divino, deben también ser contestadas; en primer lugar, por la
visión Oriental, en segundo, por el carácter controversial del comportamiento humano y, en
último, debido a que al “saber absoluto”, se arguye que es más que imposible de llegar. Como
ya debe estar notificado, en este documento se asevera, de manera blasfema, que la teoría:
Inteligencia-Saber Absoluto-Dios/ser humano, niega, inmoviliza o incorpora los supuestos
lógicos auténticos de otras teorías en su complexión (de allí la evidencia, de la presencia a
priori de un rasgo cuasi absoluto de la misma, aún en su estado de estructura de
determinación ideal, tan sólo de rudimentos). La siguiente es una prueba, un ejercicio con
resultados positivos, del llamado “test de coherencia”, que busca deplorar el eclecticismo.
En efecto, Enrico Poli 680 : un señor italiano (¿?) radicado en el Perú, ha coleccionado
varias piezas arqueológicas precolombinas, cuadros coloniales, armarios, cajas y otros
artefactos de madera de elaboración aborigen, en los que se presentaban representaciones del
tipo geroglifos, sobre los cuales dice que deben ser “leídos” para alcanzar su sentido, puesto
que se trataba de la escritura de la cosmovisión, en la que –de modo sincrético- estaba negada
la ideología religiosa de Occidente y se afirmaba la idea de la conexión entre ser humano y
naturaleza, y la razón de su ser en este sistema. La tierra da todo (ser humano-boca), los
organismo reproductivos procrean –aparato reproductivo- (sostienen a su madre) y el “recto”
conecta (cuando defeca) al ser humano con la tierra: ese el ciclo eterno en unicidad Madre
tierra-ser humano y animal. Se interpreta el hecho, como la exposición de la idea de que en el
planeta todo fecunda, todo ser sólo fecunda perpetuando la vida y el orden del entorno; luego,
si no ocurriese la fecundación permanente, la tierra desaparecería; y, ese es un aspecto central
de la cosmovisión india y negra 681 . Ahora bien, ese sino instrumental, fatal, que rebaja a la
condición de “marioneta” al ser humano, debe ser roto y la “raza blanca” greco europea, por
fortuna se ha plateado rebasarla, junto con la pobre concepción que le es inherente, elocuente
ejemplo de ejercicio mental de sentido común, propio de la Filosofía Oriental, a través de la
imposición de la idea de “trascendencia” aunque ella esté concebida en términos deístas (Carl
Sagan es el único que lo ha hecho –después de Marx, desde luego- en términos materialistas
con la referencia: “materia cósmica que tomó la decisión de dirigir su propio destino” 682 ).
Precisamente, esa relación originaria, animal, simple, arcaica, debe cambiar el ser humano (y
lo ha hecho –que pena- Occidente; no obstante, el señor Poli, tal como es el parecer en
personajes de este tipo, minimiza el colosal esfuerzo históricamente realizado por Occidente
680
Quito, Canal de Estado; entrevista realizada por el Lcdo. X. Laso al Sr. Enrico Poli, pasada el día miércoles 3
de marzo del 2011.
681
Estas anotaciones, pueden trasuntar la idea, de que se da crédito y se aplaude, sin beneficio de inventario, la
visión racista deshumanizante greco-europea-estadounidense de grupos humanos, que no pertenecen a su
ecotipo; que se acepta, sin ponerlo en tela de juicio, el enfoque antropológico racial del ser humano. Mas, no es
así. El pensamiento lógico separado de su sesgo de clase y la categoría antropofísica “raza” (puesto que las
diferencias formales físicas, dado el presupuesto animal del ser humano, no son un hecho producto de la
malévola invención, sino un “dato” real diferenciador y clasificatorio a ese nivel –afortunadamente, en el plano
de la inteligencia, no existe diferencia alguna entre negro, indio o llamingo desteñido e insípido) son, quiérase o
no, fenómenos que han hecho de la humanidad lo que es y los cuales están prestos a ser superados: la concepción
dialéctica y la síntesis racial en camino, dada en el proceso de mestizaje que ocurre en el mundo, son los agentes
negadores y superadores (se ha visto tantos rostros, que todos ellos parecen conocidos). Quiere decir lo anotado,
que no es en la dimensión del debate, de la teorización, del rechazo, de la prescripción en leyes de igualdades y
derechos o de la parafernalia en el plano de la falsa realidad de la dimensión de la “cultura” (aunque dicha
actitud subjetivista voluntarista ayude, eso sí es que la historia no se emperra y contrapuntea), el ámbito que
mejora, alinea, trasparenta el pensamiento. En ese sentido, por su abundancia, elocuencia lógica, locuacidad y
persistencia, parecería que la percepción de los movimientos ciudadanos, sociales, políticos y de izquierda Light,
fuese la correcta y la estrategia que en ella se sustenta la efectiva; incluso, los éxitos que se puede imputar a
dicha praxis, no son su mérito per se, sino el brotar de los indicios de la nueva realidad en la “tierra nutricia”
legada por el pensamiento y las luchas anteriores (proletarias, socialistas, populares).
682
El ser humano es el “único ser del universo… capaz de crear la realidad… crea una nueva realidad que no es
reductible a la realidad natural…”; el ser humano integra la naturaleza y la supera, “… se comporta libremente
con sus propias creaciones, logra distanciarse de ellas, se plantea el problema de su significado y trata de
descubrir su propio lugar en el universo” (Kosik, Karel. Dialéctica de lo concreto).
432

incurso en la simbolización idiomática –el alfabeto- y, además, pone al saber Occidental, ya
no en el mismo plano, sino sobre el saber Occidental); este ser tiene que diferenciarse de la
naturaleza: romper el cordón umbilical con su Madre: la naturaleza, debe conocerla, hacerla
“para sí” y demostrar que la misma naturaleza se expresa en grado superior en el desarrollo y
distanciamiento de ella, del ser humano 683 .
En el plano ideológico, el ateo consecuente, piensa y actúa de modo especial. 1) Es
mentira, que el ateo “odie a Dios”, pues, no se puede tener sentimientos ni malos ni buenos,
respecto de entidades, que no tienen sitio en una cosmovisión materialista (en realidad, los
creyentes quieren hacer aparecer las reflexiones de las personas desprovistas de creencias, que
procuran explicar el mundo con la lógica, como enemigos de su supuesto Dios). 2) Los ateos,
no es que no crean en Dios por odio a El, por soberbia, por intromisión insidiosa del Demonio
en su percepción, por auto sobrestimación, por conveniencia o por contradecir a nadie, sino
por cuanto la argumentación racional conduce a conclusiones contrarias sobre la existencia de
una entidad tal; incluso se podría sostener –con reserva-, que se deplora tener que llegar a
dicha resolución, y que de estar equivocados en ella, no se vería mal el “error”. 3) Si el
ateísmo militante se ha vuelto en contra de las cúpulas religiosas como de aquellos perorantes
sobre todo protestantes (el invento del pecado original para todos, al que imputan la razón de
la muerte y las enfermedades, con el cual agarran del pescuezo al pobre individuo, mito: muy
conveniente, éste), que buscan que el ser humano común asuma la idea de Dios apelando al
miedo (“al final de la vida: viene el juicio”, y: ¡ayayay! 684 ), es porque éstos han sido parte del
poder explotador, que se mantienen como sostén de dicho sistema, del mismo modo que por
su naturaleza de fanáticos diletantes comedidos que apelan al terror psicológico para meter en
la cabeza de todo mundo sus creencias y volverles sus adeptos 685 . 4) Los ateos políticos de
izquierda: con personas creyentes sinceras, que comparten sentimientos de transformación
social, que afecte la explotación, la dominación y la sujetación, tienen buenas relaciones: no
se mofan de ellas. 5) La mente de un ateo sincero, bueno, materialista, político, de izquierda
(lo cual es lo común), se halla siempre en paz, pues, en todo momento busca ser moral
(comunista), solidario, comprensivo, equilibrado, desprendido, racional; y, de existir Dios:
683
El quid radica en la “posición partidista” frente al “criterio de verdad” en relación con el sentido de la vida de
la conciencia. Los animales tienen sentidos; los mismos hallan satisfacción e instinto de sobrevivencia, en la
realización de su naturaleza (copulan, fecundan, se reproducen). Encontrar el sentido para la existencia humana
en la esfera emocional, pasional, de los sentidos, de los sentimientos, del placer, es recurrir a una consideración
animal, anterior, primitiva, de cosificación en el interior de las determinaciones de la Pacha Mama (y el amor
pertenece a esa esfera, pues, se halla avezadamente ornamentado con la distinción de su conciencia y de la
argumentación lógica sobre él). Lo que diferencia al ser humano del resto de animales, es la presencia de la
“substancia gris” en su estructura cerebral, el pensamiento, la conciencia; esta última, no es más que la forma de
conocimiento superior, acumulado, sistemático-orgánico; es a ese nivel que debe encontrarse el sentido para la
existencia humana. Y este punto de vista es una “verdad absoluta”, en cuanto, negada la concepción religiosa, no
hay otra que se le oponga.
684
Los evangélicos piensan tomarse la conciencia del mundo, dejando atrás a católicos, musulmanes, sintoístas,
taoístas, etc.; su poder, no obstante, durará lo que el resto de vida, mientras deja la escena histórica, le quede al
capitalismo. El pasado especulativo les dejó un libro: la Biblia, con la cual –ese pasado- les tiene atrapados,
sometidos, mentalmente esclavizados, jodidos, como, por ejemplo, con la “segunda venida de Cristo”. Para estos
“señores”, no hay diferencia ninguna entre el pasado, el presente y el futuro: el ser humano nació, nace y seguirá
naciendo pecador; el ser humano pecó, sigue pecando y pecará; por eso Cristo vendrá para hacer pagar a los
malos (de este modo esta gente puede escamotear la crítica al sistema burgués o a los clasistas en general –a los
cuales pertenecen y defienden-; sistemas fuente de todo pecado). Estas torpes ideas, llevan al susto o a la
rebeldía; en el último caso: jamás se va a aceptar, que un ser humano venga marcado, esté siendo
permanentemente controlado y evaluado, y si no se somete, al final sea humillado, proscrito, maltratado,
condenado: incluso en la posición de simple ser humano, se tiene orgullo (claro, si la realidad fuese como dicen
los ilusos evangélicos).
685
Para estos tipos acomplejados, fanáticos, completamente alienados por sus construcciones nebulosas, que se
pertenecen a las sectas evangélicas: todo es Dios, Dios y Dios: no ven mérito alguno en el ser humano, más que
sólo pecado, pecado y pecado, excepto alguno que se somete y arrepiente. Sin embargo, el ser humano es quién,
por propia iniciativa y esfuerzo, produjo el lenguaje y la escritura, no su Dios; y es debido a esos inventos que se
pudo pensar (construir) la idea de Dios, escribir la Biblia y proceder con tanta peroración con la que obran los
contumaces sirvientes de Dios y enemigos del ser humano; es el ser humano quién creó la radio, la televisión, la
prensa (y hoy, las TIC), medios a través de los cuales predican, atormentan la conciencia y finalmente la
esclavizan con y a las ideas fidelistas, los aviones que toman para ir a idiotizar a otros pueblos, la ropa que visten
son producto de la praxis del ser humano, empero estos estúpidos siguen sin ver más que pecado en el ser
humano: el que fornica es pecador, el infiel es pecador, el incestuoso es pecador, el que roba por necesidad es
pecador, el que toma alcohol es pecador, el que no cree en Dios es pecador,… (pero el empresario que explota,
no es pecador, al contrario: es bendecido por Dios).
433

este personaje (el ateo) de seguro que sería considerado en su Plan 686 . 6) Claro que el ateo
tiene miedo a la muerte en términos humanos, normales, comprensibles, como acontece con
todo ser vivo, puesto que es un ser orgánico-racional, que está dotado de determinaciones
naturales de conservación de la vida y en tanto entiende muy bien el término de los
procesos 687 . Y, 7) Una persona atea, sólo dejará de serlo: a) si se degrada su cerebro (con el
envejecimiento), b) si se apodera de él, el miedo, el temor, la incertidumbre, y c) si se vulnera
el rigor objetivo de ver el mundo (razones por las que al llegar a la vejez, ciertos ateos
oportunísticamente asumen el criterio religioso: “por si acaso”).
A la historia no le interesa lo que hagan los seres humanos para mantenerse vivos
(aunque si les distribuye en el planeta como diversas “culturas” para precautelar su ser); a la
historia le “preocupa” llevarse al ser humano hacia su cometido: la cumbre del saber. En
plena época de reinado de la “condición posmoderna”, ya se cuentan con las condiciones, que
permiten entender: qué es la realidad, en qué consisten la materia, el Universo, la naturaleza,
la humanidad (la historia, la sociedad) y la mente; porqué se halla aquí el ser humano: su
antecedente, función, fin (sentido de este tipo de existencia) y la frontera de todo. El proceso
humano “como destino”: la historia metadeterminada, es la esencia puesta en la existencia
colectiva, la cual debe considerarse como el segundo triunfo general de la humanidad (el
primero ha sido su capacidad de sobrevivir en condiciones estocásticas y contradictorias de
clase, habiendo superado por lo menos el infortunio de los dinosaurios), que se expresa en la
toma de conciencia sobre la trama seguida por el género: el haber advertido el “guión”
(movimiento de la conciencia humana hacia el absoluto) de los avatares de la razón y el
alinearse con el continuum de dicha trama (la “diosa naturaleza”, en efecto, creó a su hijo
omnipotente –la humanidad- y éste debe alzarse por sí mismo hacia su forma providencial),
en condición óptima, maximizadora conducente al tercer y definitivo triunfo: el despliegue
total de la inteligencia, en tanto “estado en potencia” (aún en ausencia de la mediación
revolucionaria, la humanidad debe ir por donde debe, incluso soportando décadas más del
sistema económico liberal burgués).
¡Subversivos del mundo, uníos!
Quito, noviembre del 2010.
Post scriptum.
Inolvidable año 2011. La principal derecha mundial está ufana: antes había asesinado
a Saddam Hussein (y a Ben Laden: su antiguo aliado), invadido y masacrado al pueblo iraquí,
se han embelesado en el negocio de su “reconstrucción”; luego murió Marulanda, se llevaron
a Reyes, a Cedeño y a Cano; asesinaron a Gadhafi, colocaron un gobierno títere en Trípoli y
se aprestan a festinar el petróleo de la Cirenaica; han plantado nuevas Bases Militares en otros
puntos del planeta para controlar a Rusia, China, Venezuela (Malvinas y 7 Bases en
Colombia) y Oriente Medio (Irán, Siria) 688 . Pero la historia está también de plácemes: a más
de la crisis financiera yanqui (la falla de San Andrés) y europea, emergieron los BRICS y
Japón está de “capa caída”, se formaron las redes sociales políticas, nació el movimiento de
Los Indignados: la juventud eclosionó como los subversivos/intelectuales/ciudadanos del
presente y del futuro inmediato, se creó la CELAC (a los gringos estúpidos, finalmente les ha
salido “el tiro por la culata”: en lugar del ALCA y los TLC, ha sido creada la CELAC; por el
686
¿En qué creen los que no creen? En realidad: no creen; solamente se ven abocados a tener conciencia –a
notificarse y a actuar con diligencia en ella- de los hechos (ser parte fundamental de ellos) y aceptar la realidad
(realidad, que no incomoda, puesto que es la proeza más alta, que de alcanzarla, dignificaría la vida racional: la
vida real, natural –la naturaleza inconscientemente realiza su telos a través de la acción humana, el cual lo hace
conscientemente-, tiene preparado ese alto honor: haber representado todo).
687
“Ni la máquina ni el animal tienen miedo a la muerte, ni se angustian ante la nada, ni gozan al contemplar la
belleza” (Kosik, Karel. Dialéctica de lo concreto).
688
Actualización: en Inglaterra, en el 2012, los gringos han vuelto a ratificar su superioridad relativa en las
llamadas Olimpiadas: son “patadas de ahogado”, que expresan la primacía de la fuerza bruta (correr, saltar,
nadar, etc.: “valores” competitivos -una forma de “darwinismo social”-, que la naturaleza ha puesto en los
animales y que el ser humano los está trasladando a las máquinas –, área en la que, a la vez, se destacan los
gringos: aviones -de guerra, espías, directamente “asesinos”- no tripulados, por ejemplo). Pero También el gran
Fidel Castro Rus, hoy 13 de agosto del 2012, ha cumplido 86 años: Happy birthday to you, Comandante.
434

momento, los cretinos (que cada vez más se ganan el odio del mundo) han dejado de joder en
América Latina -pero pronto volverán sobre el subcontinente: tras las riquezas de Venezuela y
su gobierno, sobre la Amazonía, trasladando la estrategia de la “Primavera árabe al
subcontinente”; pues, solamente México, Chile y Colombia (vergonzosas bases militares
yanquis) siguen desempeñando el papel aberrante de testaferros, y han concentrado sus
protervos cerebros y dirigido todas sus armas asesinas en y a Medio Oriente; la ONU se ha
desenmascarado como corporación alcahueta del poder criminal mundial y se va
deslegitimando; la UE está por caer 689 ; Palestina ha izado su Bandera en la UNESCO y pronto
se creará la ONU de los pueblos (los “halcones de Washington”: ¡van a fallar!; y el mundo se
encaminará por donde debe) 690 . Optimismo justificable: porque la presente, es una “época
cambiada” (cambio de época y época de cambios combinada), en la que la nueva realidad,
herencia legada por la lucha proletaria a la humanidad, va ocupando el mundo de los vivos, de
modo paulatino.
Quito, diciembre del 2011.
689
En octubre del 2012, la Academia Sueca ha otorgado el Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. ¡No
faltaba más!: cerrar con broche de oro la perfidia. Ese es un acto de provocación artera a las buenas maneras, una
broma perversa, de mal gusto, tremenda afrenta a la civilización, un acto alevoso de ofensa a la dignidad por
parte de esa intelligentzia senil, dedicada a llevar toda el agua al molino de los oligarcas parásitos de la Troica,
de la tristemente célebre “Zona del Euro”; ese acto miserable, destapa de cuerpo entero la calaña de esa gente,
pues, lo hacen para vengarse aún más de los pueblos a los cuales martirizan, frente a los que se esmeran por
soliviantar hasta el paroxismo; la justificación ha sido el reconocimiento sobre el esfuerzo de reconciliación
egoísta hecho al interior de esa coalición de cúpulas burguesas, con lo cual han logrado capear la guerra durante
más de medio siglo (sic) y enfrentar comercialmente a gringos y nipones; empero, de lo que se trata es de sumar
a sus ignaras ejecutorias el solaz narcisista por el éxito alcanzado con la ejecución de la verdadera estrategia,
conducente a descargar todo el peso del trabajo y de las crisis de acumulación sobre los hombros de los pueblos,
a la prepotencia colonial sobre Argentina y a la guerra de agresión sobre Afganistán, Irak, Libia, Siria. Estos
viejos impertinentes en permanente lobbing, dan la apariencia (quién les ve) de sensatez, madurez, cordura; pero
son pura estafa: causa iracundia ser testigos del cinismo con el que premian a los bancos forajidos, ineficientes,
no idóneos frente a la historia, inyectándoles dineros que pertenecen a los pueblos: los salvatajes, y se muestran
impávidos cuando de ofrecer una salida a los problemas de los pueblos se trata.
690
Los incidentes de Irak, de Libia, los que pueden ser su extensión en Siria e Irán, deben conducir a las elites
esclarecidas de países que cuenten con poblaciones progresistas, patrióticas, honorables, ya, inmediatamente a la
toma de la decisión de romper ese “ministerio global yanqui-zajón-sionista de las neocolonias”: la ONU. Por
tanto, ya existen condiciones para realizar una verdadera Cumbre para destronar a los “halcones de Washington”
de la ONU, pues, los BRICS fácilmente pueden financiar las nuevas estructura y operaciones de dicho
organismo.
435

BIBLIOGRAFIA.
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política; México, 1.974.
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17.- Epistolario.
18.- Nicolaus, Martín. El Marx desconocido. En: “Elementos fundamentales para la crítica de
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21.- Portantiero, Juan. Los usos de Gramsci. Ed. Pasado y Presente, México, 1.977.
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24.- Shaikh, Anwar. Valor, acumulación y crisis. Ensayos de economía política. Tercer mundo
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25.- Wells, K., Harry. El pragmatismo: filosofía del imperialismo; Ed. Platina, Buenos Aires,
1964.
26.- Zeleny, Hindrich. La estructura lógica de El Capital de Marx.
436

437

PORTADA: descripción.
Cavernícola, Hypatia, Beethoven, Newton, proletario, Marx, de Chardin, Mileva,
astronauta, Hawking.
Representación del Universo viable (determinación; forma ordenada de la Materia en la
fase expansiva de su movimiento pulsátil, de acordeón, integral); el prehumano: ardipithecus
ramidus; humanidad en acción: la elite cognitiva histórica conformándose como “sujeto de
conocimiento”; la inteligencia en operación: progresivo otorgamiento de conciencia a la Materia.
La Materia, en forma de Universo, se introduce en el espejo del “alma” (de la gnosis, de los
cerebros humanos): la idea, el Verbo se levanta, mientras produce a “Dios” en el proceso evolutivo
de la mente (el neocórtex tiene en potencia, el poder para convertir al ser humano en “Dios”), y
cronológicamente se refleja en ella de modo más completo, se reconoce en esta representación y se
reafirma. Proceso de movimiento (contradicción) paralelo material y de la inteligencia, camino
hacia la concreción del saber.
La Materia pasa de su estado mecánico hacia la fase siguiente de su organización y
movimiento “evolutivo”: la orgánica, con el aparecimiento del primer “coacervado” (materia en
estado mecánico-orgánico); con la presencia del ser humano (agregado de “unidades de
inteligencia”), luego, la Materia se ubica en su etapa superior, se conforma de modo “trinitario”:
mecánico, orgánico, inteligente-demiúrgico (Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y Dios Padre); la
naturaleza se jubila del “trabajo” evolutivo, mientras que la conciencia (natural y, luego: la
artificial -mixta) se hace cargo de este proceso (desarrollo de las fuerzas productivas), en el que (la
humanidad) se libera del influjo de las determinaciones materiales y sociales, y pasa a dirigir su
entorno superando la estocastia (el producto supremo de la materia se eleva de la condición animal
–Lucy- a la condición humano-racional –Marx- y, de ésta: a la condición “divina” –la
representación pictórica de ser humano y Dios). Luego: concluye todo (la indeterminación).
Pero la Materia es cíclicamente vanidosa: cada ciertos millones de años el corazón material,
después de una nueva “gran explosión”, en la fase de “sístoles”, en el “Universo viable”, óptimo,
crea, a través del proceso de trabajo del ser humano, a “Dios” (al ser que decide sobre sí mismo), o
sea, al ente todopoderoso que es capaz de decirle, que le “calienta las orejas”, que le recuerda (a la
materia) subjetivamente: “quién es”; qué puede hacer; hasta dónde ha llegado. Este galanteo, es el
conocimiento humano del mundo: la conciencia de la humanidad, la que pone a ésta en condiciones
cada vez mejores para sustentar la vida; y, en cuyo lento, cruento e histórico despliegue, desarrolla
la “conciencia de sí”, de sí mismo y de la Materia. En una palabra: el ser humano está para
producir el retrato hablado del Universo.
¡Subversivos del mundo, uníos!
☭
438

439

440

441

Título original:
La omnipresencia del proletariado: el papel de los
trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad.
Registro derecho autoral: IEPI, 08-04-2011
Certificado Nro. 035491.
Diagramación: Darwin Gualotuña
Roberto Conrado.
Edición informal, de prueba: febrero del 2010.
Quito-Ecuador.
442

A Toa Atenea: “amor” filial,
incondicional,
eterno;
A la memoria de María Encarnación (La Madre: “A esa
mujer, ya la ví cruzar en mi camino…” –dixit Rafael Angel
Jara-; es posible, que no se le haya defraudado):
“amor” fraterno,
agradecido,
inolvidable; y,
A Blanca Rosa:
“amor” terreno,
solidario,
de compromiso social.
443

444

SECCIÓN SEGUNDA.
LA OMNIPRESENCIA DEL PROLETARIADO:
EL PAPEL DE LOS TRABAJADORES Y DEL SOCIALISMO,
EN EL DESARROLLO PRESENTE Y FUTURO DE LA
HUMANIDAD.
Justo Amado Castillo Freire.
445

446

INDICE.
LIBRO SEGUNDO.
1 Individuos del tercer milenio 447
1.1 Seres que colaboran para el usufructo del “trabajo coagulado”, en el desarrollo del
pensamiento y que progresivamente se autocomprehenden en el concepto: ideas sobre el
Siglo XXI 447
1.1.1 Los rasgos principales de la “comunidad ´cibernética´” 447
1.1.2 La metahistoria 451
2 El sendero en sus episodios básicos 460
2.1 Forcejeo en el camino; la ley, luego de resuelta la antinomia 460
2.2 El objeto de la lucha política 479
2.3 Emergencia del antagonismo real entre el trabajo y la satisfacción de necesidades 502
2.4 La misión suprema del ser humano 513
2.4.1 Presupuesto material-social 513
2.4.2 Las relaciones antagónicas de tráfico, como presupuesto estructural 536
2.5 El status de la conciencia 554
2.5.1 El soporte material de la idea 554
2.5.2 La base real, base de la lógica 556
2.5.3 La esfera de la Dirección 561
2.5.4 El ámbito de los conflictos de la razón 563
2.5.5 El pensamiento sobre el objeto 563
2.5.6 El bonapartismo de las creencias 578
2.5.7 El mal o buen uso de la inteligencia 581
2.6 Determinación histórica del sistema, la Ley, las contratendencias, el efecto boomerang 586
2.6.1 Fundamentación 586
2.6.2 Las contratendencias 599
2.6.3 Efecto boomerang 607
2.6.4 La ley 609
2.6.5 Determinación histórica del sistema 613
2.7 Sustantivación fáctica a posteriori de las lucubraciones explicativas sobre el carácter del
sistema 622
2.8 La perspectiva del conocimiento, de la técnica, de la mirada 643
Bibliografía 666.
447

448

1.- INDIVIDUOS DEL TERCER MILENIO.
1.1.- SERES QUE COLABORAN PARA EL USUFRUCTO DEL “TRABAJO COAGULADO”, EN EL
DESARROLLO DEL PENSAMIENTO Y QUE PROGRESIVAMENTE SE AUTO COMPREHENDEN
EN EL CONCEPTO: IDEAS SOBRE EL SIGLO 21.
1.1.1.- LOS RASGOS PRINCIPALES DE LA “COMUNIDAD ´CIBERNÉTICA´”.
En el proceso de producción de la conciencia, merced al cual: el pensamiento
conceptivo se proyecta sobre la forma social que deviene, “...el objeto a considerar es, en
primer término la producción material...” robótica, cibernética, mecatrónicamente mediada 691 .
Seres que consumen en “sociedad” establecidos en la entera espacialidad del planeta –y más
allá de él-, o sea, la vigencia de relaciones de cooperación para el disfrute –usufructo- de
“valores de uso” –outputs- (procedentes de la operación de cibersistemas en
autocomplejización permanente), entre individuos desprovistos de todo carácter determinado
de clase (de propiedad –del régimen de “división social del trabajo”, del trabajo en general),
en la que la reproducción de la vida se halla condicionada de forma robotizada. En las
preasociaciones humanas, la existencia material del género depende directa y exclusivamente
de la prodigalidad de la naturaleza; en las “sociedades” esclavistas, en las serviles y en las
formas burguesas, ésta se sustenta en el trabajo particular de una clase; en las sociedades
modernas y en las futuras comunidades –en cambio-, la sobrevivencia humana se apoya cada
vez más en la operación de la “segunda naturaleza”: en la técnica 692 .
Cuanto más la humanidad se adentra en su futuro, de manera incremental se advierte
una “sociedad” técnicamente más desarrollada, desprendida de los lazos secundarios (y
primarios), de tráfico y sensoriales, en la que la persona misma se presenta vertebrada –mas
bien- por un sinfín de dispositivos automatizados: como ser puramente consumidor,
“espontáneamente” organizado a través del ejercicio de nexos directos, primarios, de
consanguinidad, filiales –en principio- (el ser humano vuelve a unirse en la “supramoderna
´manada´” a través del cordón umbilical de la técnica); índole superior renovada del “ser”,
que se afinca, a medida que la especie se acerca hacia la conformación de una característica
antropomórfico-lógica, de orden universal. En la “formación social” hemisférica, el vínculo
(formal, espiritual) entre las personas encuentra su génesis en el presupuesto comprehendido
en el objetivo trascendente de la conciencia colectiva: acceder a la cumbre del saber. Esta
tarea de realización y justificación de la existencia, se insinúa y se ratifica en el curso del
movimiento evolutivo de la percepción; cronológicamente, en la fase en la que la vida no es
razón y función de la producción humana ni depende más de ella o del “cambio”
(intercambio) permanente, mientras que el “´valor de cambio´ deja de ser su mediador
generalizado”. El interés individual como el colectivo –por su parte- alcanza su realización en
la determinación formalizada inherente a la “producción mecánica”, hecho –en realidad-
condensado en el supuesto histórico 693 .
691 El “ser social” universal, de acuerdo con las nuevas determinaciones que pasan a conducir su vida, se
coloca frente a la circunstancia en la que se transforma en objetivamente consistente aquella afirmación
–apresurada para la época en la que fue planteada-, acerca de que la tecnología se convierte en la solución
para los problemas humanos, incluidos los de orden social (la acción política proletaria, el socialismo, el
“socialismo real” de la ex URSS de los últimos años, las luchas de liberación nacional y las de carácter
antisistema, han puesto la condición para que la técnica inicie a operar de ese modo).
692 Si bien los términos: robótica, cibernética, biónica, robótica de humanoides, mecatrónica y otros que se
utilizan en la moderna “teoría de control” (pese a que la mecatrónica actualmente abarca a todos), tienen
connotación especial, aquí se los utiliza en el sentido de que los mismos integran una tendencia en el proceso de
desarrollo de la tecnología de lanza, que trata de reproducir la naturaleza con el “aporte” dado por las
destrezas creativas del ser humano.
693 De análoga manera, para el momento que se viene, se convierte en fáctica la suposición, en torno de que
máquinas planearán la “producción” de cadenas de otras máquinas, en función de las necesidades
determinadas, que la humanidad de entonces requiera (la “calidad total” -el ámbito de la simple “gestión”: el
“modelo de operación”, la “estrategia socio-productiva”- pasa a ser patrimonio de la “conciencia” de las
máquinas; esta aseveración –dicho sea incidentalmente- no es portadora de sentido audaz alguno, pues, el
proceso de la inteligencia artificial, en el género, para el año 2001, constituye ya una verdad, tanto, que incluso
se empieza a hablar de “inteligencia” “emocional”, o sea, de la operación de programas electrónicos gracias a
los que la “entidad” robotizada detente la capacidad de la aceptación y del rechazo; por ejemplo, en los
ordenadores comunes actuales –2008- un simple software “toma” decisiones, verbi gracia: no vuelve a corregir
la gramática de un texto ya corregido, es obvio, que esto ocurre según instrucción dada por el ser humano,
449

En este primer momento de concretización efectiva (K. Kosik), la humanidad y su
entorno se ponen en conexión directa, y arriban hacia la conformación de un propio “sistemacoordinación-mundo”,
o sea, la formación de totalidad humana gestada conscientemente,
emplazada –de modo provisional- en la entera superficie del planeta; empieza –por tanto-
por tomar su puesto el imperio de la tercera (naturaleza) y definitiva forma de regulación
“social” sobre el género en su integridad: la de índole “espiritual” (la “idea”, en la
comprensión hegeliana, adquiere existencia única y real). Este complejo económico-políticonocional
da paso a la reformulación de la ideología: como la expresión concentrada de la
economía y la política, en atención a que la humanidad en su estadio social o burgués maduro,
hace primar su sentido, la percepción de sí, por cuanto ha llegado al máximo grado de su
desarrollo material, por tanto: de totalización; y, en este momento superior de maduración
etárea de la especie, todos sus componentes se han desplegado en la dimensión de su potencia
y entre los cuales se ejerce influencia recíproca, en el interior de la red humana global,
ricamente determinada y condominante. En el escenario supuesto, la conducta asociada con la
noción de “libre albedrío”, se advierte por doquier, en virtud de que en las formas de
"producción" homogéneamente integradas se "suprimen" las instituciones jurídico-políticas
(“la historia se hace dentro y fuera del Derecho”), las formas de gobierno, etc. Propiamente, el
desarrollo de las fuerzas productivas: la robotización, conduce a la nueva “sociedad” –en su
momento- a la “extinción” del Estado y, naturalmente, a la desactivación de la “sociedad
civil”, en general (en el seno de ésta –“sociedad civil”- se encuentra el Estado y, como efecto
estructural: las clases). La “democracia” –en la circunstancia histórica, en perspectiva de
descripción ex ante- (esa noción de cariz sagrado indistintamente tanto para “los vivos, como
para los muertos”), desaparece, puesto que cae en desgracia toda noción de poder, sea que el
origen, depositario, ejercicio y objeto consonantes con el término (autoridad), deban ser
imputados al pueblo 694 .
En verdad, allá por esas fechas: la formación humana no difiere mucho en su
capacidad que en la persona viene puesta por su ser natural: cumplir las simples funciones de búsqueda de su
permanencia y bienestar, de la necesidad de conocer –la cual aparece como simple curiosidad- asociada a esas
mismas funciones, a fin de mejorarlas); en el encadenamiento y la programación quedará resuelto el problema
de la "depreciación" (el proceso de reposición de los "medios de producción" gastados –en efecto, este hecho se
produce según la norma: “la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma” –y esta capacidad de
transformación, no es más que la producción de nuevas propiedades (propiedades siempre superiores) por parte
de la materia misma, mediante combinación, permutación, conmutación, entre éstas-; pero en el cambio ser
humano-naturaleza, la suma es siempre cero). En la “sociedad” en constitución, los managers, los líderes
empresariales y, aún: los conductores sociales, se reducen de rango, vuelven a ser lo que una vez fueron:
sencillamente el "sachen y los caudillos" (Engels, Federico); en efecto, la economía “mecatrónica” se perfila
como un “fenómeno fundamental, porque es la determinación de todas las formas de organización ´políticas´
que vendrán a futuro y también de las nuevas formas ´ideológicas´, que tendrán que producirse”, que están
emergiendo.
694
En efecto, la significación de la noción "democracia" (la dictadura perpetua de la clase dominante: esclava,
señorial y de la burguesa en especial; el régimen democracia, sólo es posible en el interior de estructuras
humanas clasistas) -por ejemplo- a la que tanta importancia y exagerado interés se otorga y se pone en la
actualidad por parte de tirios y troyanos, de modo que su trama de clase y su función político-ideológica se
substrae e inclina su cerviz, para desempeñar el papel de fetiche a los amos consuetudinarios; precisamente esa
entelequia histriónica y tramposa, esa ficción: ¡salta en añicos! No se requiere ser poseedor de una perspicacia
especial para advertir, que el término aparece directamente en la astucia (en la creatividad, en la inteligencia,
en la excelencia) del recién constituido poder de clase (en las formas sociales esclavistas greco-romanas: en
estas "sociedades", cuna de la “democracia”, la mujer está sometida y los esclavos no menos), para
desempeñar el doble papel ideológico y político de cohesión y estabilidad de dichas comunidades en el manejo
administrativo de la colectividad en ejercicio, en función de la reproducción de un solo interés; noción de índole
prospectiva burguesa, inscrita en su naturaleza enajenante, de concreción imposible y, por lo mismo, inductora
del sometimiento a la Fe: la eterna aspiración, que constituye su eficacia aparejada. Al desaparecer la
"economía": la producción por manos humanas sobre la abstracción del proceso burgués de la vida, se
volatilizan los efectos de clase y los efectos de estos efectos: la política, la ideología, el Estado y -por
consiguiente- la democracia (esta palabreja, en la concepción marxista de la historia, es un término huero; en
un pueblo –demos-, que simplemente se “coordina” –socialista, comunista-, desaparece el “poder” –cracia-,
sea que éste se derive de la fuerza, de la delegación o del consenso). En la coyuntura empero, la “democracia”,
como las sociedades por acciones en la economía preparan su autotransformación, en política constituye la
antesala de la metamorfosis del régimen (contiene los supuestos ontológicos para que la acción del proletariado
y su “bloque político” transformen” el status –Lenin-; o sea, de la acción del sujeto post proletario enfrentado a
la cadena de Estados transnacionalizados, que es el modo como hoy superestructuralmente opera la dominación
global: “El Estado en general, es decir, la más completa democracia, ‘solo’ puede extinguirse” –Lenin: El
Estado y la revolución).
450

conformación interior, por más que esos modos particulares de vida que constituyen los
diferentes colectivos de pueblos, reclamen su derecho de existencia; el sujeto único y total
deviene la humanidad, en la mezcla de la determinación sincrética; en ese plasma humano de
elevada catadura intelectual, se evapora el poder y en su reemplazo emerge un tipo específico
de relaciones de simple coexistencia pacífica: la humanocovivencia. Respecto de esta
categoría de coordinación hipotética –dicho sea de modo incidental-, se piensa que en la fase
humana en la que el “régimen ´político´” sea la humanovivencia, al tratarse de individuos
iguales y al no haber autoridades, imperaría en ella el caos; pero, no es así. Téngase presente
el hecho de que los procesos administrativos (que arrancan de muy atrás de la organización
del trabajo comunitario de los pueblos precolombinos; de la planeación de las guerras de
conquista romanas; del proceso de programación en el uso de recursos y “tiempo”: GANTT,
PERT, CPM, ROY, PROJECT, dispuestos en las guerras imperiales yanquis y en las
modernas actividades empresariales) cada vez se han ido automatizando. En la actualidad
(año 2009) el género cuenta con sistemas administrativos parcialmente automatizados,
virtuales e impersonales, en los que burócratas reciben disposiciones de programas,
interactúan con las máquinas –instructivos- cuando deben ser tutorados e ingresan informes a
un sistema. Y si no basta tal sustento material del comportamiento colectivo, se abrirá paso el
principio habermasiano de la “formación de una comunidad de comunicación sujeta a la
necesidad de cooperar”. De modo que todo está sinérgicamente presupuesto.
En el cuadro histórico que perfila su esbozo en el horizonte: propiedad privada (de
medios e instrumentos de producción) y trabajo: su división interna grupal (la producción
material y, aún: la espiritual) –consustanciales en las formas de conexión humana clasistas-,
se sitúan frente al proceso de anulación recíproca. En este futuro, la corporación productiva, la
comercial, la financiera, la creativo-asesora, la nuclear originaria del poder de orden
supranacional, tanto como el emprendedor y el tomador de decisiones –nacional e individual-
solos, carecen de sentido y pertenecen a las sensaciones y representaciones correspondientes
con formas de existencia material de antaño; formas que –por su parte- todavía impregnan
conceptivamente la cabeza de los modernos reproductores subjetivos de la civilización. En las
escenas de los Films de ciencia ficción –pese a que estos comediantes aún se mantienen
atrapados en la ideología del trabajo no productivo jerarquizado, como de la tolerancia hacia
el domino supranacional institucionalizado de las multilaterales y, por consiguiente: de la
diferenciación social burguesa-, se ha podido superar este punto de vista de la historia. Sobre
la conducta colectiva humana de ese momento, siempre, se puede decir, que el objetivo mayor
para la especie (elevarse de la “condición humana” a la “condición divina”) cohesionará y
ordenará de modo espontáneo al género (en los regímenes clasistas, integración y orden
constituyen el producto de sistemas de coerción político-ideológica, de la división del trabajo
y de la esfera mercantil), pues, llegado a este momento la supresión del trabajo y la
proveeduría de los satisfactores para las necesidades a cargo del sistema mecanizado,
robotizado, inteligente de producción, permitirá que todo ser humano ostente niveles muy
elevados de conciencia, que le conduzcan a considerar, que el móvil de su vida sea la
cooperación en el desarrollo del conocimiento (naturalmente, esa sensación aparecerá, luego
de haberse pasado por una etapa de depravación generalizada); a falta de la “abeja reina” y del
trabajo como responsabilidad, el grupo quedará sometido al designio programador de las
máquinas, el cual no es más, que la prefijación del orden y de la ruta dados por el propio ser
humano, como instrucción presupuesta en las máquinas, a la manera de los 10 Mandamientos
para los creyentes: objetivo y normas, que signan el camino futuro.
En esa “sociedad”, que es producto, por una parte: de la acción política principalmente
del proletariado y, por otra: del desarrollo y difusión (espontáneo y socialmente condicionado)
de la ciencia y de la técnica, sus primeros indicios se destacan con entera nitidez: 1)
“producción” y reproducción “social” al amparo de substratos cibernéticos, en ausencia de
todo carácter individual de propiedad (en verdad: concluye la era del trabajo, del trabajo en
general, según este punto de vista); 2) retracción de las antinomias sociales constitutivas; 3)
coordinación humana por “ajuste mutuo” (democovivencia); 4) “colectivización” de las
relaciones sexuales 695 ; y, 5) imágenes conceptuales de la realidad conforme es ella, en su
695
Esta libre y espontánea disposición al sexo, hoy se presenta todavía a la mentalidad en boga, como una
maldita aberración; pero, mañana más tarde habrá de ser (volverá a ser) un comportamiento natural de la
especie: el nudismo, el estrictismo, el sexo libre, etc. (la conducta trasciende: de las relaciones sexuales en
grupo hacia la comunidad sexual -bonoboicas); de esta manera se supera la monogamia: régimen de exclusiva
451

objetividad y totalidad 696 . Esta conjunción hemisférica de voluntades (integración esencial
definitiva: comunidad de forma –idiosincrásica- y comunidad de conciencia –Marx, Agustín
Cueva), idílica, paradisíaca, se proyecta en la mente de la mayoría de los miembros de la
actual “comunidad ilusoria” (exceptuándose aquel grupo selecto de seres privilegiados
dotados de conciencia histórica superior, que a lo mucho se incluyen en el “rango de error” de
su magnitud estadística cuantitativa), tan sólo como una forma de “utopía” en la entera
significación del término: el ser humano, es un ser egoísta, competitivo, por naturaleza;
necesita –por ejemplo, se dice: como todo animal- linderar y defender un territorio para
realizar su vida (“para prolongar sus genes”; pero el ser humano no registra tendencias
territorialistas intrínsecas, por lo menos en sus etapas de formación inferiores, como si lo
demuestran de modo acusado ciertos animales, los cuales lo demarcan; la persona aprende, en
sociedad, a identificarse con un lugar y a defenderlo -hecho que en la sociedad, es el preludio
que se dice de esa formalidad en materia de supremacía, consistente en el “desplazamiento
territorial de las hegemonías”: desconcentrar el poder, llevar la democracia al territorio- sic);
por tanto, la territorialidad no es un fenómeno derivación psicológica de una razón genética:
no es que se defiende un territorio sin más, mas bien: se precautelan los recursos existentes en
el área, luego: cuando éstos se agotan, se cambia de lugar de residencia, se renuncia al
territorio –los seres humanos antiguos eran nómadas, las aves migran, las ballenas hacen lo
propio), de modo que –es usual argüirse- constituye una aspiración desprovista de sentido el
pensar en la emergencia de comportamientos hermanables en la especie, ni hoy ni nunca.
No obstante, con el ingreso de la humanidad en la fase de la “producción”
“biomecaquántica” (momento preparado estructural e histórico-políticamente), la fuente de
todos los males: el pecado original, o sea, el derecho individualmente reservado sobre los
medios de producción que instaura la potestad de explotación y dominación de unos
individuos por otros, se desploma y la vida retorna a su pureza primigenia; la ambición, el
egoísmo y el psicólogo, los límites geográficos en el proceso de reproducción, en definitiva:
los siete pecados capitales y sus jueces –tanto los viejos como los nuevos instituidos
artificiosamente y sin la mediación de profetas por Ratzinger-, en la “comunidad de objetivo”,
se convierten en puras y simples remembranzas 697 . En una palabra, se inhibe toda forma
parasitaria de existencia, paradójicamente: por la conquista cruenta de éstas por la especie
toda y su puesta en escena en su condición de patrimonio general; se suprime el consumo
observancia para la mujer y que "... entró en escena bajo la forma de esclavizamiento de un sexo por el otro,
como la proclamación de un conflicto entre sexos...". Con la superación de la institución histórico social de la
monogamia (de esa institución económica de clase egoísta por excelencia: la familia monogámica –sus
miembros sólo se conduelen de sí mismos), se suprimen al unísono el eterismo (la infidelidad masculina) y el
comercio sexual (la prostitución); mas, para que esta condición se diluya, debe abolirse la función de
aprovisionamiento económico, que en las sociedades clasistas tiene el cuerpo de la mujer; gracias al desarrollo
de las fuerzas productivas, a la lucha mundial proletaria y a la huella del socialismo, esa determinación ha
devenido en realidad, de modo que el paso al comunismo cibernético se halla en curso (las fuerzas productivas
y los nuevos movimientos políticos, son sus artífices); en esta forma humana superior: del “Fondo General de
Productos” (según la nueva contabilidad formal), cada quien retirará la parte correspondiente a su
sobrevivencia. Por tanto, en el próximo futuro cuando las nuevas "generaciones aparezcan, enviarán al cuerno
todo... [lo que actualmente se piensa]... que deberían hacer. Se dictarán a sí mismas su propia conducta, y, en
consecuencia, crearán una opinión pública para juzgar la conducta de cada uno" (Engels, Federico: Origen de
la familia, la propiedad privada y el Estado).
696 Este movimiento social, que se produce ante los ojos de las generaciones presentes "Encierra, in miniature,...
[la superación]... de todos los antagonismos... [que habrán de dejar la escena histórica]... más adelante en...”
la nueva comunidad humana. En la “sociedad” próxima, la competencia en todo terreno –aun en el del
desarrollo de las fuerzas productivas- cede el lugar a la colaboración (la necesidad evolutiva de que el mejor
material genético se perpetúe concluye, pues, también esta preservación se vuelve, a su vez, función de la
técnica). En coherencia, la nueva sociedad debe ser teóricamente caracterizada a tenor de la formulación del
modelo de su forma pura, es decir, sin la molesta presencia de las contingencias y perturbaciones históricas
concretas, esto es, no en atención del atributo amplio, fenomenológico de la “complejidad” real, sino de su
resumen lógico esencial, como derivación justamente del trabajo de esa modalidad procedimental de la mente,
denominada “pensamiento complejo”.
697 Qué persona actualmente no se halla persuadida de que los síntomas asociados con la locura tienen
correlación directa con el cierre de opciones en la vida, lo cual es la norma en el sistema concurrencial (allí
radica su fuente), que los modos de producción clasistas imponen; se conoce también, que la dotación de
empleo y/o de ingresos calma progresivamente los efectos de la demencia (una persona pobre, sin empleo, con
responsabilidades –presiones- económicas, subalimentada y en preocupación permanente, detenta la base
material de la locura); por tanto, las crisis de orden psicológicas propiamente tales, tienen naturaleza
únicamente orgánica (lesiones o defectos en la estructura y función cerebral). Con la abundante producción
cibernética no hay cabida para la locura de raigambre socio-estructural.
452

dispendioso, suntuario, derivado del “consumismo”, de su inducción psicológica (inclinación
perversa ésta, pues, el aparato concurrencial, sobre todo en los países del mundo en
“desarrollo”, crea la dependencia y, al mismo tiempo, niega los medios para su satisfacción a
la gran masa de la población, en virtud de que el sistema económico instituido contiene el
fundamento estructural del desempleo, de la reproducción programada de las escasez (en
verdad: con la productividad (nivel de) actual, en el mundo, se dice que: “con que trabaje un
10% de la PEA, las necesidades estarían satisfechas”), de la sistemática reducción del poder
adquisitivo de los ingresos –de los mecanismos de determinación de la reproducción de la
estructura de clases ad infinitum-, de la quiebra de empresas; hecho que ocurre, se remarca
-como es de dominio general-, de modo particular en la sociedad neocolonial, esto es, en el
segmento poblacional receptor de la crisis gestada en la fluctuación cíclica de la economía
burguesa de los niveles centrales 698 .
Este prurito exasperante (uno de los varios reflejos condicionados, que históricamente
tipifica la conducta del ser humano in abstracto): la práctica masiva y permanente de la
compra (el “‘valor’ agregado” en la gestión: la persuasión, inherente al efecto proveniente del
“mejoramiento continuo” en la esfera de aplicación de las políticas de marketing), asume el
carácter de sustantivada palanca que sostiene la realización del interés de atesoramiento de
quienes imperan en la moderna forma concurrencial de agregación humana. En respuesta,
nuevas corrientes de bienes y servicios deben trasladarse al mercado; su producción demanda
stocks crecientes de materias primas y del uso excesivo de “energía”; como efecto, esta forma
de producción incide en el sobreuso mercantil de la naturaleza, por encima del impacto de
ahorro de bienes intermedios, que traen aparejados los procesos de “micronización”
(nanotecnología) en boga. La susodicha modalidad de producción es también cicatera en
empleo de trabajo físico: menos componente material y destrezas manuales; creciente
dotación de tecnología (capital) y mano de obra diseñadora de prototipos en las computadoras
cuánticas: “nanoinformática” (el software, la inteligencia es lo que realmente vale; la
nanointeligencia). La noción “maximización” evade la esfera de la producción (la dimensión
del ejercicio de la pura determinación de la utilidad privada) y se instala en la del consumo; en
realidad: el ser humano dotado de la modalidad distinta de razón, se desembaraza de la
determinación de las formas suntuarias e inútiles de “demanda”, modifica su conducta según
dictámenes del concepto de optimización sobre el metabolismo individual y genérico, y se
inclina hacia la consecución de la mejor utilidad efectiva con el menor nivel de consumo;
sencillamente, la vida se encuadra en cánones de excelencia en la satisfacción: menos
vehículos, menos casas, menos artículos de madera, de hierro, de petróleo…; la conducta
paradójicamente cambia: frugalidad en medio de la abundancia, a la manera de Diógenes:
rechazo a los bienes materiales.
Esta circunspección y magnificencia frente a los propósitos de la existencia y a la
utilización racional de los medios para sí, alcanzan también a la producción de ideas, pues, la
percepción mítica queda atrás, de modo incremental y sostenido 699 ; de manera que la
representación objetiva, lógica, frugal, de la cotidianidad, del devenir del Universo, pasa a
ocupar su lugar 700 . La determinación abstracta de Hegel, se torna concreta: “lo que existe es la
698 En efecto, lo descubrió Marx: la economía capitalista es cíclica (es la ley eterna de funcionamiento de la
materia, que el ser humano debe pasar algún rato a regular: ondas largas, ondas intermedias a su interior y
ondas cortas en el seno de estas últimas): reanimación, auge, crisis y depresión.
699 Prevalece la visión estética, objetiva de la vida: el realismo en el arte, una vez separadas las veleidades e
ingenuidades en la comprensión del mundo; la base de la percepción ilusoria, abstracta, surrealista, desaparece
al ocupar ámbitos de mayor relevancia la posición antiescatológica de la ciencia; no obstante, el hecho tiene
lugar, no sin antes haberse producido el necesario coletazo y la reacción del irracionalismo posmodernista en
paradójica conjunción con la racionalidad lógica (eclecticismo monstruoso); eso ocurre, por ejemplo, en el
área de la Arquitectura con el “deconstructivismo” en boga (el “caos ordenado” por oposición al racionalismo
de la eficiencia, de la optimización, de la maximización –menos esfuerzo y mayor retorno-, de la frugalidad)..
700 Cambio de conducta en 180 grados incluso en la esfera espiritual de la existencia: la historia ya no
constituirá un simple relato apologético, la perennización del narcisismo del triunfo: “propaganda de los
vencedores” (como suele ser el noticiario televisivo, radial, periodístico: publicidad narcisista de los
dominadores), sino la dilucidación objetiva de las determinaciones del devenir humano sustantivado; también
los obstinados llamados a renunciar del sacrificio de animales para bienestar alimenticio humano (aunque este
hecho persista en la naturaleza en el plano de la cadena alimentaria animal) van a tener oídos, con la
producción de toda la riqueza de la proteína animal en laboratorios, en factorías automatizadas. Esta
modificación de locus, no obstante, ocurre en el escenario complejo cada vez regido preponderantemente por el
proceso de “lucha de ideas” en el interior de las disciplinas del pensar: idealismo-materialismo, cosmogonía-
453

idea” (pero como proyección mental de la realidad); el ser humano reifica sus circunstancias,
humaniza la naturaleza. En estricto sentido, para el movimiento del pensamiento vienen
puestas determinaciones, que conducen a un orden de resultados, en los que se concentra la
máxima eficiencia, la calidad, pues, la conciencia simplemente “filosófica” se reformula en la
negación científica de su matriz ideológica (Braustein, Néstor). A decir verdad: con la
“producción” maquinizada, las regularidades estructurales y procesales que hacen el sistema,
ponen término a su determinación 701 . La sociedad se libera del “trabajo” (del trabajo
instituido en el encuadre de relaciones clasistas: trabajo productivo, por tanto: en su
naturaleza concreta de labor mecánica, repetitiva, mezquina frente a la inteligencia); y, se
eleva a ocupar un escaño crucial en el propósito espiritual de su devenir, en su sino
coyuntural; pero, para hacerlo, esa forma humana se halla exigida de desarrollar la ciencia y la
técnica (en realidad: se encuentra perurgida de concretizar este proceso –la totalidad
multideterminada de “convergencia tecnológica”; la real “cadena de valor” en materia de
emulación cognitiva –productividad sistémica 702 ), precisamente aviniéndose a ejercer esa
actividad en el marco clasista burgués de producción; en adelante, se ocupa de realizar
actividades, que ya no sustentan orgánicamente su ser, sino, tan sólo: su conciencia (la
“sociedad de la espiritualidad”, a la manera de la aseveración europea) 703 .
En el proceso de interconexión del ser humano con su substractum ontológico,
centrada la mente en la concepción objetiva del discurrir histórico, inmediatamente se advierte
cómo no toda la humanidad ha sido cronológicamente antrópica (“´falacia de composición´,
´falla lógica´” intencional en la percepción del poder), sino, tan sólo, una fase de organización
y vida de ella: la capitalista, la que ha estado sujeta a la operación de la regularidad atada al
movimiento social de la plusvalía (transformación del excedente sobre el trabajo socialmente
necesario en capital; y, en el presente: del excedente de trabajo y de la “naturaleza”, en
capital); pero, en el interior de la forma mercantil moderna, no todos los intereses de los
integrantes de la sociedad han sido matricidas, sino únicamente los asociados con una clase: la
burguesa (los monopolios, las trans y multinacionales muy especialmente) 704 . Tanto el
habitante neocolonial como el trabajador, no son responsables de la destrucción de las
condiciones materiales de la existencia; son, más bien: los afectados (pese a que por allí se
blanda la argucia de que como consumidor de productos industriales, el trabajador también ha
cosmología, capitalismo-comunismo, emocionalidad-racionalidad, democracia-democovivencia, agnosticismosaber
absoluto, indeterminación-determinación, posmodernidad-transición,..._
701 El ser humano, al inaugurarse la historia, al transformarse en productor, pasa a producir su propia
existencia material; en la “sociedad” que se presiente, se suspende este proceso de autoproducción de la vida a
cargo del propio género; de esta función deben ocuparse las máquinas “inteligentes”, o sea, el trabajo pasado,
el “capital”, obviamente despojado de su naturaleza de tal, pues, se desactiva el influjo de la relación a él
asociado, en el período burgués según la periodización humana implícita.
702 Si el vicio del pensamiento burgués sobre la tecnología consiste en practicar proyecciones sobre desarrollo
tecnológico manteniendo inmóvil el marco de las relaciones sociales, quienes cuestiona la “convergencia
tecnológica” a partir del ángulo del altermundismo, en cambio, operan de modo inverso: oponerse al desarrollo
técnico, porque aducen que el mismo bloquea la emergencia de las nuevas relaciones sociales. “… a la
mayoría de personas nos resulta difícil percibir la relevancia que tienen algunas poderosas nuevas tecnologías
para consolidar este proceso de dominación, cambiando dramáticamente aspectos fundamentales de la vida
cotidiana…; nanotecnología, informática y neurociencias, todas en un avanzado proceso de desarrollo
controlado por y para favorecer los intereses de los poderosos, principalmente de las empresas
transnacionales…; se están desarrollando nuevas herramientas tecnológicas que permitirán a quienes las
detentan, aumentar el control social y el disenso” (Ribeiro, Silvia. ¿Qué nos deparan las nuevas tecnologías?;
revista América latina en movimiento, Quito julio del 2004); es exacto lo dicho, no obstante, de otro modo no
habría tecnología ni una razón por la cual luchar (se recusará manifestando, que el ser humano no necesita
tecnología capitalista para vivir, frente a lo que no queda más que respetar este pensamiento pigmeo y
hedonista).
703 La teoría del “reflejo dinámico” de Lenin, el “aprendizaje significativo” de Ausubel (la pedagogía
conceptual), el aprendizaje por “modelo social” de Bandurra, el proceso de interiorización de la estructura y
sentido del mundo de naturaleza virtual, en el interior del sistema progresivo cognitivo/operativo ordenados en
el marco de completamiento del movimiento de “hominización” de Leontiev, constituye el fenómeno cognitivo
en marcha. A futuro, mientras más se virtualiza la actividad de captación (y acción) sobre el mundo por parte
del género, poco a poco emerge y se impone un modo de formación de la conciencia y de sentido, de integración
a través de mecanismos repentinos inherentes a procesos de manipulación neuronal.
704 El modo burgués de vida, responsable de los problemas que experimenta la “morada del ser humano”, con
el acelerado desarrollo de las fuerzas productivas, ha forjado también la base técnica (el código genético), para
crear una nueva variedad de ser humano, que no solamente sea inmune a los problemas ambientales, sino que
debe ser un viajero sideral, conquistador intelectual del Universo (esta conducta futura es advertida muy bien
ya por la ciencia y, desgraciadamente lo es, según un carácter abstracto y clasista, e intencionalmente inocuo).
454

ingresado en la cadena antrópica, pues, no ha podido renunciar al consumismo). Con el cese
del dominio burgués en la historia, llega también a su fin el impacto unidireccional negativo
de la antinomia cotidiana entre “sociedad” y naturaleza. En una palabra: la conspiración
clasista matricida y fratricida (contra la naturaleza y contra otros seres humanos, en su orden),
cesa en su perfidia 705 .
El sistema burgués de existencia se ha convertido en un supuesto, por cuanto: en el
proceso completamente robotizado de producción, no se advierte más la presencia de trabajo
vivo. La técnica –el trabajo pasado en concreto- ha derivado a la "fuente de valor”, luego de
haber elevado a cifras máximas su productividad (nivel de). Paralelamente, degeneran en
sentido los programas de política económica (estilos de acumulación), los patrones
interventores, modeladores de la sociedad: neoclásicos (la ausencia de guías de conducción
del orden concebida en su función de modelo de política: “… las olas nos llevan, las olas nos
traen…”), de corte fiscalistas, ecologistas, a escala humana (la conciencia conceptiva y la
voluntad programática, se topan con su frontera: al sistema senil, el recetario homeostático, le
es inocuo) 706 . En realidad, las teorías que propugnan la equidad -estado a conseguirlo a través
de intervenciones parciales en el interior del régimen burgués de existencia-, se encuentran
completamente muertas (es obvio, que el liberalismo económico lo está mucho más, puesto
que se halla exánime y enterrado) 707 . Strictu sensu: la equidad no se va a conseguir como
efecto de la disposición del resultado previo del trabajo humano y de su redistribución; por el
contrario, es la “energía” del “robot” (del “esclavo mecánico”) la que libera al ser humano del
trabajo y genera las “calorías”, que requieren todos los miembros de la especie para su
reproducción, esta vez, en colectivo. Colectivo profundamente ideológico, postideológico: la
existencia de “unidades de inteligencia” articuladas en un solo tejido de conciencia humana,
en ausencia de condicionamiento individual y productivo, ubica una nueva forma de sentido
para ella, frente a la fuerza opuesta de la concepción placentera de la vida.
Postideología, en la medida en que la población mundial, en este caso, dispone de un
solo Norte, de univocidad de sentido precomprehendido para la existencia (sencillamente, las
condiciones socio-históricas de reproducción material de modo no muy notorio, han
cambiado); expuesta de otro modo esta reflexión: las concepciones e intereses hoy a la mano,
se tornan en minucias y en motivo de rubor para la nueva conciencia, pues, todas las mentes
más o menos vertebradas mediante participación de mecanismos de la técnica o de la
bioingeniería, comparten todo, pero de modo particular: la esfera espiritual; en una palabra:
los deseos se homogenizan en uno: grande, único, antropocéntrico, neoprometeico, híper
racional ligado al trabajo de la inteligencia colectiva, en cuanto constituye el reto para ella: la
mente frente a la incógnita de la realidad universal. La Ley de Moore, las apreciaciones de
Castells (Castells, Manuel. Fin de milenio) sobre el desbordamiento espontáneo de varios
substratos de la técnica en la “era de la información”, la necesidad de la transnacionalización
económica de formar un mercado hemisférico de demanda efectiva para las empresas globales
(lo que induce a reducir la brecha económica como mecanismo de realización de la mercancía
y del comercio mundial), ponen a la socialización del conocimiento y de la técnica, en
705 Es muy propio sostener, que los países llamados “desarrollados” deben su status a la explotación de pueblos
y a la destrucción de la naturaleza (lastimaduras a la corteza terrestre, a la hidrosfera y a la atmósfera;
sobreextracción de recursos; y, sobreproducción de deshechos en estado no degradable por los procesos de
“reciclaje” natural); su capacidad técnica en navegación por ejemplo, ha derivado en la explotación unilateral
de recursos del mar que como el piscícola es de “propiedad” de toda la humanidad; proteína gratuita, que ha
ido a parar en el paladar y a formar la masa gris y muscular de estadounidenses, europeos y amarillos
japoneses. El habitante Shuar ecuatoriano, que ni siquiera conoce el mar, ha sido afectado por este abuso. Pero
los gringos estadounidenses –y el resto de avezados saqueadores- no están dispuestos siquiera a cumplir con los
acuerdos de Kioto.
706 Tanto las políticas como los modelos de desarrollo ya no dan para más, “se han agotado”, en una sociedad
“real”, en la que no se admite la planificación; momento en el que –paradójicamente- se hallan en gestación
acelerada, mas bien, las condiciones para ejercer la práctica ordenada de la programación del desarrollo de
las fuerzas productivas, exenta de la participación de la fuerza de trabajo humana.
707 Frente a la “teoría de las ventajas comparativas” –“al universalismo de la teoría modernista del
desarrollo”- (en estricto sentido: del sustento racionalizador de la división internacional sectorial del trabajo,
en el modelo metrópoli-satélite), la especialización y la asimetría que de ella se derivan, se ha erigido la noción
programática del desarrollo de carácter “autosuficiente” –“desarrollo autocentrado disociativo”- (o sea, un
orden sistémico de la economía, con alta especialización interna y complementación, de intercambios
internacionales selectivos, como garantía de seguridad y resistencia frente a intentonas hegemonistas, a la
dependencia, al bloqueo al desarrollo capitalista en los satélites y a la exacción de excedente). Las dos tesis
oficiales conservadoras (convencionales, homeostáticas), no obstante, han sido superadas por la historia.
455

primera línea de los instrumentos de redistribución de la riqueza (los “ciberadictos”). No
obstante, el presente todavía es como es: en el mundo, la mayor parte de la capacidad de
inteligencia está subutilizada (se halla simplemente sobreviviendo como reserva o para
reponer dicha reserva, realizando actividades de baja productividad sobre todo en el sector
agrícola, en el artesanal, en el artístico); mal utilizada (delincuencia, drogas, vagancia); y,
desperdiciada (en reuniones sociales, en paseos, en bailes, en la ingesta de licor, en las
exposiciones pictóricas, en las salas de cine).
La reproducción de la vida en estado gregario superior, en el interior de las escenas
que preludian el ingreso en la esfera terrestre de la etapa histórica según la determinación de
relaciones de colaboración para que se aproveche la herencia material y espiritual del trabajo
de generaciones pasadas (el sistema “mecatrónico” de “producción” en curso; en efecto, debe
admitirse, que el mundo experimenta una transformación formidable, que tuvo su inició en
1956 –fecha letal, en un sentido, para la historia humana, pues, fue el año de comienzo de la
defección real de sistema socialista: transformaciones regresivas, de las cuales es beneficiario
Occidente-: la formación de una sola economía global, proceso que se evidenció en su entera
magnitud a partir de los sucesos del 89 del siglo pasado), la sobrevivencia de amplias capas de
indigencia, no se relaciona más –como hasta el presente- con la distribución asimétrica de los
medios de producción (propiedad privada y concentrada del capital 708 ). La sustentabilidad
material y espiritual humanas se subsumen –mas bien- en la directa determinación del acceso
diferenciado a la riqueza (tomada esta expresión en sentido cuasi neoestructuralista)
producida por la técnica histórica y progresivamente potencializada, o sea, sin mediación de la
operación física del trabajo vivo 709 .
Dicha “forma de ser” que se viene de la especie (humana), cuyo carácter contraviene
toda presunción actualmente admisible, figurativamente se modela en el sentido
comprehendido en la noción “humanovivencia” (existencia hominizada, hominizante: el “ser”,
cada vez más se vuelve “concepto”, para eso existe y se vertebra en la coerción
conscientemente admitida, buscada, deseada, proveniente de ese objetivo): las simples
“unidades de inteligencia”, por ese entonces, solemnemente existen en cuanto posiciones,
soporte de funciones de cooperación en la red de nexos necesarios en la admisión de la idea
(procedente de la operación de la Inteligencia Artificial –IA), en la tarea de ampliación de su
dimensión y en la de conferimiento de su coherencia: otorgarle sentido de objetividad y cada
vez más volcarse como conciencia plena (autoconciencia: del sistema-proceso que lo produce,
y del medio en el que ésta se mueve). ¿Cuál es el orden que pertenece al pasado, el trámite en
curso y las tendencias hacia esa armonía: las bases dadas, la dinamia actuante y las
tribulaciones de la “masa crítica” popular, al momento subyugada? (la componente “de
dominante” se propone borrar todo rastro de las fuerzas históricas, acaso fundamentales, de
las que proviene y sobre las que una vez su grandeza se apoyó).
En una palabra: ¿cuál debería ser el escenario prospectivo de la humanidad
inmediatamente trascendidas las circunstancias de vida presente (a término de la larga onda
clasista, con la abstracción definitiva de la forma burguesa), de conformidad con el modelo de
proyección de las tendencias evolutivas de las variables estructurales de la humanidad:
“condiciones de desarrollo material”, “estructura socio-económica”, “superestructura jurídicopolítica”
y “formas de conciencia social”? En cuanto al principio metodológico de la
extrapolación y vertebración de factores, se asume que la determinante principal de
configuración se ubica en la variable intermedia entre conocimiento y economía: la
708 En la conciencia burguesa en torno del proceso económico se ha instalado la creencia acerca de que el
capital (el capital constante) crea valor (empero, en la objeción objetiva: mientras más se automatiza el proceso
de producción el capital cada vez más reduce la producción de valor –el rendimiento del producto del trabajo
obrero vivo-; y, concomitantemente, decae la tasa de ganancia); cree también, que el criterio de política
económica más expedito para subsanar el problema de la pobreza radica en que ésta debe estimular la
producción de riqueza ex ante, para luego proceder a su distribución (topes salariales en relación directa con la
productividad del trabajo) y/o a su redistribución a través de la generación de empleo o mediante el ejercicio de
medidas de política social.
709 En verdad, si se admite un mundo capitalista tal cual está hoy como el escenario futuro en correlación con
una condición anquilosada de la vida, aquellas proclamas burguesas catastrofistas sobre el estado de retroceso
"cultural" y técnico de los pueblos neocoloniales, resultan parcialmente ciertas, o sea, la "brecha digital", el
mono lenguaje (desconocimiento del Inglés), la brecha tecnológica: los neofetiches a los que se asocia la
responsabilidad de la pobreza, del "subdesarrollo", de los límites puestos para la reproducción futura de la vida
y del desconcierto sobre la existencia de amplias regiones de la esfera, es obvio: en el marco epistemológico del
paradigma occidental del progreso concebido como acumulación de riqueza.
456

tecnología, mientras que aquella que le reemplaza en el largo plazo, es el conocimiento. El
colectivo mundial, ha conseguido recuperar el funcionamiento estable de la naturaleza; la
esperanza de vida ha aumentado y se han derrotado a las enfermedades; el trabajo ha dejado la
escena histórica, la humanidad es abastecida por el sistema automatizado de elaboración de
inputs; la familia no está presente más, tanto como la infidelidad y la prostitución (pues, el
sexo se ha vuelto libre y solamente gustativo 710 ); la personalidad del individuo y la de las
inteligencias agregadas, cada vez se torna más madura, seria, reflexiva (el proceso común de
reproducción no sexual de la vida humana, es el responsable); el capital ha desaparecido,
también el Estado, los Bancos, los abogados (el Derecho), los psicólogos (en oposición al
punto de vista de J. Baudrillard, quién sostiene que el futuro está en el pasado, que la mirada
ya no está en la anticipación sino en la historia; en estas impresiones -en cambio- se sigue
viendo al futuro como vía y estado superior al presente; en realidad, el “cuarto mundo
informáticamente subdesarrollado”, no es posible –la Ley de Moore, la fracción autónoma
tendiente a su socialización inherente a la técnica, las redes sociales, etc., constituyen su
contratendencia 711 ).
Las relaciones entre los miembros de la humanidad supramoderna, son de tipo
covivenciales: simple colaboración para sostener la especie, requisito, a su vez, necesario para
incrementar el saber: no más mercado, trueque, deudas, mas bien acceso directo a productos
de procedencia del trabajo automatizado; la población se ha reducido en número, ésta mora
fuera de la tierra, se dedica a los viajes espaciales, a la investigación científica seria. Para ese
entonces, la conciencia es objetiva y de alto grado de desarrollo como efecto de que todas las
condiciones materiales supermodernas (tecnológicas), estarán dirigidas a promover el
desarrollo de la misma (empezarán a presentarse como tontas las diversiones, el consumo de
alcohol, la literatura 712 , el arte, el baile,…; a fin de cuentas, el ser humano ya ha demostrado
hasta la saciedad, que para todo eso es capaz, no necesita –por tanto- insistir en ello, reiterar
en el arte, en los deportes, en las fiestas), las personas se tornarán –se insiste- más serias,
serenas, menos afectas al placer, denotarán mayor madurez y precocidad; una sola forma
antropofísica, antropocultural (unidimensionalidad material, étnica, espiritual del género), es
la característica; la competencia pasa a ser un simple recuerdo de la inmadurez humana, sólo
emulación y cooperación tienen valor; la formación de la conciencia (educación) se vuelve
virtual (Secon Life), personal, en red social. Para una persona depositaria de dinámica y alta
racionalidad, la preocupación básica de su vida pasa inmediatamente a ser cómo desarrollar
más dicha conciencia, cómo entender mejor la realidad “antes de dejar este mundo” (de pasar
a la forma inerte de materia), con una idea más amplia y objetiva; pues, ya está escrito, que
fuera del ser humano no es concebible la existencia: la conciencia es inmanente, mas no la
sensibilidad (el deseo sí lo es, puesto que es la sensibilidad –necesidad, interés- que pasa por
la conciencia).
1.1.2.- LA METAHISTORIA.
¿Carece de sentido, de propósito y, por tanto, de explicación objetiva, racional, la vida
humana, en la fase evolutiva alcanzada por la humanidad? ¿Todavía hoy (año 2008), el ser
humano ha sido incapaz de forjar, de modo programado, tampoco prever el desenlace propio
de la historia, en su orden; debido a lo que este ser únicamente comparte con conciencia el
sino de los animales: nacer, crecer, reproducirse, degenerar y morir? ¿El ser humano integra el
tropel de seres que aparecieron por azar en la naturaleza, teniendo que acomodarse a sus leyes
de equilibrio, tan sólo utilizando la inteligencia (el poder de clase), para apabullar a la
710
En la satisfacción carnal humana, la pareja se convierte en simple objeto de disfrute; finalmente, en el sexo
el ser humano recupera su naturaleza animal y se cosifica; es precisamente esa condición, la que se piensa
superar con el concurso de la técnica al volver racional el placer (que es sólo propio del macho animal),
mientras que la reposición humana pasa a manos de la automatización.
711
“Fracción autónoma”, en el sentido en que los instrumentos efecto de la ontologización del pensamiento,
inducen el aparecimiento de nuevas necesidades asociadas, a través de las cuales se hacen efectivas en toda su
magnitud en la coyuntura, las bondades de una nueva tecnología; pero siempre las nuevas tecnologías tienen
instrumentalización en el designio del dominio: tras las Redes Sociales se halla la CIA, allí se recaba
información y se ejerce el control, por ahora.
712
Shakespeare, Cervantes, Tolstoi (seres sobre elogiados éstos, por la dominante sensualista en el parecer
frente a la vida): habrían ubicado sus talentos en algo más serio y útil para el ser humano, si hubiesen actuado
como Galileo, Darwin o Planck; empero, las individualidades son expresión del carácter masivo determinante
de su tiempo.
457

naturaleza (y al resto de la sociedad) y en un momento dado, sobre el mea culpa, asumir como
propósito prioritario, justificatorio de su vida, no afectar el entorno, para que se instaure la
“civilización del valor de uso y del deseo”? ¿Las pasadas generaciones tuvieron
exclusivamente un papel reproductor, perennizador de la vida (banco germoplásmico), siendo
la presencia de las actuales, la medida evaluativa de su éxito y justificación? En el proceso
simplemente replicado: ¿dónde quedan las personas de ciencia y las políticas, que han
mejorado la conciencia humana y el entorno social? Estas preguntas tienen como respuestas
argumentos que se salen de la vulgaridad, en el instante en el que se deja de lado el idealismo
y el materialismo hedonista (“inmanencia: conciencia sensible”).
A la fecha (año 2011) ya se cuentan con las condiciones, que permiten entender: qué
es la realidad, en qué consisten la materia, el Universo, la naturaleza, la humanidad (la
historia, la sociedad) y la mente; porqué se halla aquí el ser humano: su antecedente, función,
fin (sentido de este tipo de existencia) y la frontera de todo. El proceso humano “como
destino”: la historia metadeterminada, es la condición puesta en la existencia colectiva, la cual
debe considerarse como el segundo triunfo general de la humanidad (el primero ha sido su
capacidad de sobrevivir en condiciones estocásticas y contradictorias de clase, habiendo
superado por lo menos el infortunio de los dinosaurios), que se expresa en la toma de
conciencia sobre la trama seguida por el género: el haber advertido el “guión” (movimiento de
la conciencia humana hacia el absoluto) de los avatares de la razón y el alinearse con el
continuum de dicha trama (la “diosa naturaleza”, en efecto, creó a su hijo omnipotente –la
humanidad- y éste debe alzarse por sí mismo hacia su forma providencial), en condición
óptima, maximizadora conducente al tercer y definitivo triunfo: el despliegue total de la
inteligencia, en tanto “estado en potencia” (aún en ausencia de la mediación revolucionaria, la
humanidad debe ir por donde debe, incluso soportando décadas más del sistema económico
liberal burgués).
En los recorridos de libros especializados en materias filosóficas marxistas, como parte
de la elaboración de trabajos similares, se topa con la idea, de que el ser humano “debe
liberarse no en el trabajo, sino del trabajo” (eso lo sostienen por lo menos A. Gorz y A.
Moreano; también M. Nicolaus y P. Virno se han percatado del suceso, naturalmente en estos
últimos casos, dicho reconocimiento se inscribe en el contexto de otra perspectiva). La
novedad o diferencia de criterios radica en el hecho de que los señores citados glosan a Marx
“a pie juntillas” (en verdad, lo hacen por muy debajo de su concepto) y se muestran incapaces
de incluir una sola palabra más a la idea que suscriben. Si el ser humano se libera del trabajo:
¿cuál es su nueva inmanencia procesal, su “lógica”? (Moreano asevera, que el futuro es
lúdico). Marx lo pone con todas sus letras, y reflexión con la que prospecta hasta el último día
de vida de la humanidad. Marx dice, en una referencia múltiples veces reseñada en este
documento (naturalmente, en una obra que registra su pensamiento maduro, científico,
objetivo, racional: Los Grundrisse), que el capitalismo cesa cuando la automatización se ha
vuelto proceso concreto, el “valor” (de uso y de cambio) se ha revestido completamente de
carácter histórico, con lo cual el ser humano pasa al aprovechamiento de las operaciones del
sistema maquinizado de proveeduría y se dedica a conocer y a dominar a la naturaleza. ¿Qué
otra cosa dice, sino que el ser humano se torna espiritual y camina rumbo a ser el sabedor de
todo y el regente de la realidad? En realidad, el desarrollo positivista, tecnocrático de las
fuerzas productivas (Teoría M, robótica, biónica, computación cuántica, telemática,
neurogenética, nanotecnología, IA, interfaz inteligencia natural-inteligencia artificial,
aeronáutica espacial) conducen al ser humano hacia dicha posición. En una palabra, el ser
humano debe liberarse del trabajo, históricamente a través del trabajo, en el interior del
proceso de autoproducción de su existencia, lo cual conduce a la producción de la conciencia
en cuanto producto tardío de la división del trabajo y del intercambio: la primera liberación
hace de la producción de la conciencia, la única vía de producción: el conocimiento.
Hasta que no han sido descubiertos el carácter y la tendencia inscrita en la “propiedad
de la inteligencia” hacia la formación de la conciencia universal, los seres humanos ciegos,
perdidos, incididos solamente por el movimiento alienado, cuasi autónomo de las fuerzas
productivas, han seguido adelante hasta llegar al presente (gozne entre los siglos XX-XXI y
milenios 2000-3000). No obstante, las proyecciones esbozadas sobre el futuro de la
conciencia, comprehendidas en la visión vernácula sobre el desarrollo de la vida, han sido
sencillas: 1) el paraíso celestial (resurrección), 2) la reencarnación (“doctrina de la
transmigración de almas”), 3) la presencia del ser humano como la simple demostración de la
458

optimidad del Universo, 4) civilización de Eros (alteridad, multiculturalismo) y 5) el
desarrollo multifacético en igualdad del ser humano (el clásico pensamiento hedonista de la
izquierda ortodoxa, como el de la izquierda Light). Al representarse la globalidad de la
realidad (exoconciencia, conciencia y autoconciencia solipsista) al llegar a una determinada
fase de su desarrollo material, a la mente se le presenta de manera especulativa, mitológicareligiosa
todavía, el modo de ser general de la realidad, el de la materia, el del Universo, el de
la naturaleza, el de la sociedad y el del pensamiento. El ser humano debe superarse de una
buena vez: rebasar la ignorancia, tomar conciencia de su importancia; alzar la cabeza, llenarse
de confianza; saber que se Es (trascendencia: posthumano cerebral).
En la cosmovisión mitológica religiosa: idealista, metafísica, providencial, la “cuestión
filosófica” fue asumida a través de los ecos del pensamiento pasado, plasmados en los
denominados “libros sagrados” (“revelación”). La propiedad fundamental del ser humano es
el disponer de espíritu; sobre este principio se levanta el paradigma de la redención/salvación:
alma, Dios, Cielo, moral, muerte y resurrección. La historia humana, en dicho discurso, se
halla completamente determinada: el ser humano ha sido puesto en este mundo, para que pase
la prueba del freno y la tentación con las consiguientes consecuencias; la consideración
central es que el Universo es creación de Dios (“Diseño Inteligente”) y como parte de él: la
naturaleza y el ser humano; por tanto: el Universo es finito y temporal, y opera por designio
divino 713 . Concepción dualista: cuerpo y espíritu; el primero es un simple cascarón, el
segundo es eterno; el ser humano es una criatura: imagen y semejanza de Dios; éste se
constituye por tres órdenes del ser: cuerpo, alma y espíritu; dispone de libertad, la cual le
provee de la potestad de regirse por los códigos de Dios o al margen de ellos, dependiendo de
esa elección, su futuro metamaterial (resurrección: objetivo en una sola vida).
La reencarnación: el propósito se alcanza en varias vidas (el cuerpo vuelve a ser).
Axiomas: dualidad de la persona (cuerpo y alma); existencia de Dios. Supuestos: el cuerpo
muere, el alma es eterna; el cuerpo envejece, el alma busca otro cascarón; el alma trasciende
los estados espacio/tiempo: yo existía antes de nacer, yo viví en el pasado (múltiples
identidades). Premisa: el ser humano aspira a la perfección; la reencarnación plantea que el
alma es una entidad que habita en el cielo y que se proyecta parte de sí misma hacia una serie
de vidas sucesivas, como oportunidades de ir mejorando hasta alcanzar un nivel suficiente
para integrarse al ser superior (realización en sí misma de la Entidad); teoría de la evolución
espiritual: el ser humano puede redimirse a sí mismo y perfeccionar; estos cometidos, no
pueden ser alcanzados en una sola vida; las personas de vida buena reencarnarán en un ser
superior de modo progresivo hasta alcanzar la perfección.
Positivismo: representación objetiva de la realidad con el concurso de la simbología
del lenguaje matemático (corriente gnoseológica, “epistemológica”). Principios: leyes físicas a
las cuales se debe someter la explicación de todos los fenómenos, tanto cósmicos, orgánicos,
sociales y de la mente. Los conocimientos deben ser susceptibles de demostración y una de
sus características básicas, es la propiedad de la predictibilidad. Se sigue en la búsqueda del
origen del Universo, su forma, tamaño y término 714 ; si el principio del caos y la
713
Frente a las preguntas filosóficas de Kant: ¿existe Dios?, ¿tiene el ser humano libre albedrío? y ¿habrá vida
después de la muerte?, el cosmólogo y astrofísico F. Tipler (Revista rusa “Ciencia y Religión”, N. 8, 1999)
responde “sí, sí y sí”; es la respuesta situada en la especulación de corrientes neomitológicas, que cumplen un
papel en la estrategia de conservación del status quo, pues, para la razón seria no existe esa entidad denominada
Dios, el ser humano carece de libre albedrío: éste se lo va forjando a medida que el ser humano históricamente
conoce y domina el mundo y que no hay “vida después de la muerte”, en verdad, dicha pregunta encierra una
antinomia aporética: la muerte es un tipo de vida, o no existe la muerte, o la muerte es una forma de seguir
viviendo. Sobre el particular, el físico ruso G. Shipov (Revista rusa “Ciencia y Religión”, N. 8, 1999) hace un
intento confuso de proveer sustento objetivo a la hipótesis mítica del “diseño inteligente” con la suposición en
torno del “banco de información” preexistente: el “mundo de la realidad suprema”; mientras que el también
físico ruso-cristiano V. Plykin (Revista Sahaja “Nueva concepción del mundo”, mayo 2001. Rusia, c. Toliati)
propone la ideología de la causalidad de los “flujos energéticos informativos”: “Programa Universal Primario”
(posiciones híperdeterministas éstas, concebidas en el espíritu espinoziano: se ridiculiza torpemente la hipótesis
de la “gran explosión”: “… explotar una fábrica de aviones para construir aviones…” –sic), en realidad, la
“materia supergrosera” es lo primario no la “información” ni la “energía” –“espacio” y “tiempo” son simples
nociones, no formas ontológicas de la realidad (pensamiento einsteiniano-heisenbergiano-bíblico éste, que
asume que porque utiliza las matemáticas –como en Economía con la Econometría avanzada- está asistido por el
derecho de formular juicios terminantes, que su modelación del Universo en “n” dimensiones, es la única y
verdadera explicación de la realidad).
714
La “creación”, el “origen” del Universo se dice siguiendo al contenido de la hipótesis de mayor sustento
lógico al momento: el Big Bang-Big Crunch, pero que no es más, que una de las múltiples transformaciones de
459

indeterminación macro y microcósmicos (Mecánica Cuántica), o el de la determinación, rigen
los hechos (Ilya Prigogine: El orden en el caos; Ian Stewart: ¿Los dados juegan a Dios?).
Cuatro fuerzas, base de todo el movimiento del Universo: gravitación,
electromagnetismo, decaimiento Beta y atracción de protones (y la quinta: la articulación de
todas ellas –presenta problemas). Gran explosión, fijación de las 7 constantes cósmicas
(velocidad de la luz; gravedad; campo eléctrico; peso del protón, del electrón y del neutrón; y,
constante planckiana): determinación, evolución, vida orgánica, vida racional. El Universo es
viable (superación de la indeterminación, de la estocastia); con la presencia del ser humano, se
demuestra la optimidad del Universo (principio antrópico). C. Sagan: el ser humano, materia
estelar que tomó la decisión de gobernarse por propias manos.
La corriente objetivista marxista. Materia: infinita, eterna: masa (compacta/blanda) y
propiedades; leyes (relación estable entre propiedades); automovimiento permanente
ascendente (ciclo recurrente); las relaciones conmutativas entre leyes de modo estocástico,
provocan orden y el desarrollo (nuevas propiedades, nuevas leyes: evolución). Historia
material: evolución hasta producir el Universo viable. Historia universal (ésta es la
exposición de la materia y cómo la materia llega a saber de sí, una vez creado el espíritu y a
través de él): evolución hasta producir la naturaleza; fase determinada: producción de la vida
orgánica. Historia natural: evolución hasta producir al ser humano (producto de los azares
que le precedieron); fase determinada: producción de la vida inteligente: universo viable.
Historia humana: evolución/revolución hasta producir el regente del Universo; fase
determinada: optimidad de Universo, homo sapiens sapien (neocórtex, inteligencia,
pensamiento, conciencia); ser humano: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo; fase
racional: capitalismo, socialismo (el socialismo fue el refuerzo en el proceso de producción
robótica capitalista); coyuntura transicional presente (2011): cuestión social, cuestión
espiritual, cuestión global; los países de capitalismo desarrollado completan el desarrollo de
las fuerzas productivas, las neocolonias instauran las nuevas relaciones sociales; la mediación
del proceso es la ciencia, la técnica y la política (acción subversiva/intelectual/ciudadana);
fase espiritual (subfase consciente): democovivencia (comunismo: ya no es dable hablar de
democracia política, de democracia social o de democracia económica, esto es, de la forma
capitalista racionalizada, eterna, vivible): conformación del sujeto de pensamiento, conexión
en interface de los cerebros humanos y la inteligencia artificial: posthumano, saber absoluto
(dominio de las “pocas y maravillosas leyes” que presiden el “modo de ser de la materia”
reducidas a su esencia, a su mínima expresión), perfección (realización plena de la propiedad de
la inteligencia), inmortalidad, regencia del Universo (modelo lógico funcional de trompo con
doble punta); fase regresiva: cae el ángel, Big Crunch.
En efecto, al final del proceso (del ciclo) surge la contradicción entre racionalidad y
emocionalidad, la que se resuelve en el marco de la ocurrencia de episodios de exclusión
mutua entre estos dos aspectos; como resultado: cesa la lucha, esto es, el movimiento
inmanente del proceso, adviene la negación por anulación de estas dos propiedades,
conducente a la clausura de la vida consciente. La racionalidad supedita a la emocionalidad,
de la que ha eclosionado como su hija, mientras que la emocionalidad no puede existir al lado
de la completa razón. Para la racionalidad, la emocionalidad (el “reino animal del espíritu”, el
“sistema de necesidades”) es vergonzosa; para la emocionalidad, la racionalidad es fría,
muerte, vacío. El hardware (cerebro humano), el cuerpo, la vida orgánica, son el asiento de la
emocionalidad; la compresión de aquel (hardware natural): su representación ideal, es la
conciencia colocada en el más alto nivel de su desarrollo racional. La racionalidad, la
conciencia, es la forma-movimiento de la materia (masa): la realización, el despliegue de las
propiedades de la materia, es decir, la existencia, el moverse en sentido de su desarrollo, tanto
como, luego, en dirección entrópica, en incesante ciclo. El absoluto, la perfección, la libertad,
la inmortalidad, propiedades humanamente alcanzadas y comprehendidas en un solo
momento: no pueden ser sostenidas en su estado acabado; siempre que hay una etapa superior
por lograr existe vida, movimiento, desarrollo (una vez que se conoce todo, no se necesita ya
del coito, de la clonación: de la multiplicación de la especie, de la producción de nuevas
unidades de inteligencia); en la cima: el movimiento (burda tautología) no puede ir más allá,
no sabe qué hacer: se ha realizado el infinito, lo ilimitado, la totalización y no queda más que
la materia: como materia-Universo, como Universo-negación (Big Rip). En realidad, el “origen del Universo”
(Big Bang) no quiere decir el “origen de la materia”, como del Big Crunch no significa el fin o destrucción de la
materia.
460

epetir lo actuado sin margen a la creatividad, a las opciones, puesto que el Universo tiene la
misma estructura elemental y en él rigen las mismas leyes, y el obstáculo es la incertidumbre:
cómo ajustar de modo estocástico todas las condiciones coadyuvantes, sinérgicas, que den
lugar a la emergencia del proceso ordenado.
El ser humano no podía en todo momento vivir ciego para siempre, como una
marioneta: el proceso de su liberación ha sido largo, cruento, autocomprehendido en su praxis
intrínsecamente contradictoria. Debía (por lo menos) hacerse con la conciencia sobre la
realidad: el modo de ser de ésta, así como la índole de su pasado, de su presente y el rumbo,
esto es, llegar a tener “uso de razón”. La categoría antropológico-filosófica “libertad”,
solamente puede ser entendida en sentido marxista: como “conciencia de la necesidad”, del
telos determinado de las cosas 715 . El ser humano únicamente es capaz de realizar con
conciencia su destino; el aporte hacia dicha “materialización”, conduce a utilizar el intelecto
en el diseño de apoyos: la reproducción artificial de la gama de producciones naturales, de
modo más rápido, garantizado y óptimo. Sólo en los dominios de la socialización de la ciencia
tiene sentido la praxis inherente a la “teoría crítica”: movimiento de reflexión conducente al
esclarecimiento ideológico de las masas, de reforma de las conciencias; éstas deben
desembarazarse de las ideas sobre dioses, de los placeres, encastarse y proceder a actuar de
modo responsable, debe aspirar a lo superior. El marxismo ha develado la verdad sobre la
historia, sobre la lógica; la Cosmología lo ha hecho con el Universo; mientras que en estas
líneas se presenta los resultados de la tarea emprendida en torno a la integración de los
aspectos citados. Estos trabajos han conducido al esclarecimiento de la “cuestión humana”; y,
en la ciencia y en la técnica: la robótica, la inteligencia artificial y la genética, se transparenta
mucho más la realidad, siendo, a su vez, sus puntos de realización. Los “prejuicios metafísicos
y utópicos” han tenido de su lado a la razón: el “dogmatismo especulativo y la concepción
objetivista-positivista de las ciencias naturales”, han autoafirmado a la razón; en efecto, la
materia se dota de conciencia y la humanidad es su instrumento “escatológico”.
El objeto de la existencia humana de modo inconsciente estuvo predeterminado por la
inmanencia misma de la materia (entropía y enfoque de programación –dixit S. Hawking): la
sencilla propiedad intrínseca de la polaridad, la que genera el movimiento mecánico simple y
por adición; este tipo de cinetismo, ya enmarcado en un contexto evolutivo sujeto a leyes,
avanza hacia la producción de la conciencia o forma superior y última del movimiento (“… la
selección natural, sobre todo porque la reproducción de ADN en su ensamblaje lleva a
errores, y eso supone que la naturaleza si bien es ciega, mediante la selección busca lo mejor”
–dixit S. Hawking). Este “guión” (inteligencia: consecuencia inevitable de la evolución –dixit
S. Hawking) ha sido entendido, propuesto y consolidado por la conciencia al llegar a un
determinado grado de desarrollo de ella; el proceso semeja las etapas sucesivas que “quema”
una persona tomada en sentido individual: el niño desconoce la realidad y se halla
completamente supeditado a sus padres como al conjunto de la sociedad, a efecto de la
reproducción de su vida; el joven forma su conciencia y reacciona de modo liberal, ampuloso,
anárquico; el adulto trabaja, se multiplica y completa la formación de su intelecto: sienta las
bases materiales de sustento del próximo momento, sobre todo, para el posterior despliegue
ordenado de su existencia; en esta etapa el ser humano advierte de dónde viene, que ha hecho
y hacia dónde va: ve que ha seguido un “guión”, que el mismo está trazado hacia adelante, y a
dónde le lleva. Esta “lógica metahumana”, está presente de modo teleológico sin que la
preceda proceso de racionalidad o demiurgo alguno, como una característica impresionante,
que puede ser considerada como uno de los tantos méritos de la realidad: producir los hechos
determinados, generar la vida orgánica, la inteligente y la conciencia.
En la generalización de la idea: propiedad de la inteligencia (como en Marx, la
mercancía o célula contradictoria no desarrollada de todas sus determinaciones: valor de uso,
valor de cambio; Inteligencia: sostén del cuerpo, desarrollo de la conciencia), “valor” de
usufructo, democovivencia. La materia tiene propiedades, éstas autocrean la virtud de
producir leyes: la principal es la ley del desarrollo en espiral permanente; la materia, a través
de sus leyes produce la substancia viva, la cual va a la inteligencia y, de ésta: a la conciencia;
al llegar a un determinado grado de su desarrollo, del despliegue de las antinomias, ésta (la
vida humana) supera las contradicciones internas: social trabajo/capital y la interna a la
715
“… dado que el ser humano es un ser consciente, en las condiciones dadas puede actuar de distinta manera…
Este posee una relativa libertad de voluntad de elección; puede dentro del marco de determinadas condiciones,
actuar de un modo y de otro…” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista).
461

inteligencia: su función de sostenimiento del cuerpo humano y la implicada en el desarrollo
de la conciencia (hedonismo/racionalidad), e instala a la humanidad en la fase en la que
impera el “valor” de usufructo, cuyo régimen correspondiente es el de la democovivencia
(comunismo); desaparece el trabajo: las máquinas sostienen al cuerpo humano, la inteligencia
solamente se ocupa de interpretar, dar sentido y redondear la concepción sobre el Universo y
las relaciones humanas son de fraternidad. Puesta en sentido de mayor teoricidad y
esquematismo la esfera de ideas reseñada, se tiene: Materialismo Dialéctico (más
Cosmología), Materialismo Histórico y Lógica Dialéctica, presupuestos articulados como
totalización: inteligencia, “valor” de usufructo, demcovivencia, inteligencia
natural/inteligencia artificial, saber absoluto.
El ser humano asume como sentido de su vida, el estructurado por la propia materia
en el curso evolutivo a partir del paso del movimiento mecánico-físico al químico, de éste al
biológico, al de la inteligencia, al pensamiento y a la conciencia; la necesidad histórica
para el ser humano es abarcarlo todo con la mirada de la mente; esta determinación se
halla comprehendida en la inteligencia (forma suprema de movimiento de la materia), en
tanto potencia “en acto”. Luego, el ser humano únicamente advierte este “prodigio”, lo
asume (no le queda más, pues, lo otro es utilizar la libertad alcanzada mediante la toma de
conocimiento sobre los hechos, para renunciar a la vida, truncando, volviendo insensato el
“esfuerzo” producido por la realidad). De modo lineal, la “civilización del trabajo”
(mitológica, hedonista) va a ser negada, superada y substituida por la “civilización del
pensamiento”, última fase de la historia ésta, en el que el ser privilegiado (por Dios, por la
“madre naturaleza”, por sí mismo) conquista el trono, se sienta en él, como rey del Universo,
se autoproclama y abdica ipso facto. Esta construcción teleológica a priori, deriva en una
conclusión lógica siniestra: que la materia se ha autoprogramado de modo inconsciente
para llegar a la representación ideal de sí, con la conciencia humana o sirviéndose de ella,
en tanto productora de la inteligencia artificial, a partir de un eventual parricidio del robot.
La inteligencia natural debe contraponerse a este sino (a la indeterminación y a la Física
Cuántica como su correlato teórico): ser tan sólo instrumento de la realización de la finalidad
de la ciega materia, en ejercicio de la “estrategia” de fusión de las inteligencias natural y
artificial: conocer y gobernar al potro de la materia.
2.- EL SENDERO EN SUS EPISODIOS BASICOS.
2.1.- FORCEJEO EN EL CAMINO; LA LEY, LUEGO DE RESUELTA LA ANTINOMIA.
La audición clara del relato respecto del grupo de hechos expuestos en párrafos que
preceden al subnumeral inmediatamente anterior –dicho sea de paso-, es un requisito de
carácter necesario en la formación de conciencia crítica sobre el sentido del decurso de la
vida, puesto que la misma debe conducir a excluir la posibilidad de arribar a la conclusión
siniestra, en torno de que siempre las clases dominantes planetarias, beneficiarias históricas
del vía crucis humano, “se van a salir con la suya”; en la medida en que el selecto grupo
detentador exclusivo del poder monopólico tecnocientífico-bélico, logre desalojar físicamente
del planeta a su neoantípoda: las “hordas” marginales empobrecidas tendencialmente
subversivas, terroristas, una vez que dicho sector cuenta con diversidad de máquinas, que
reemplazan al trabajo humano de baja remuneración 716 . Verbi gracia, los selectos y
privilegiados sectores humanos de la tierra, demandan la reducción drástica del quantum
poblacional (políticas de control de la natalidad, de exterminación masiva, de esterilización),
exigen que la esfera recupere su pureza y equilibrio natural primigenios: que los ríos
serpenteen con abundante líquido cristalino, que a su vista y hasta sus fosas nasales se
proyecte la sensación de horizontes verdes con aire puro, para cuyo cometido consideran, que
716
Contrario sensu, las trans y multinacionales especialmente vinculadas territorialmente con Estados Unidos,
vienen siendo identificadas cada vez más como fuerzas del mal; de modo creciente se ven aisladas tanto por su
carácter económico súper concentrado como por el rechazo de sus propios coterráneos; van a quedar atrapadas
en sí mismas y a empezar a girar sin rumbo como estrellas apagadas en el “espacio”. Paralelamente, el peligro
de una conflagración genocida (la tercera guerra mundial) o de una eliminación en masa de la población
mundial, se ven restringidos por la acción y opinión del grueso de la población mundial, que advierte cada vez
con mayor claridad en Estados Unidos, la gran amenaza para el planeta. Por tanto, el mundo entero se
enemista con la población estadounidense sin discrimen.
462

es preciso reducir la población de los grupos raciales biológica y psicológicamente
degenerados, incongruentes con la raza “aria”; pero antes de dejar el “estado consciente de la
forma de materia”, las víctimas (los neoparias) deben colaborar en la depuración de la
biosfera 717 . Nótese: “la inversión en investigación médica se ha hecho (se hace) en estricta
consideración a cifras de su retorno, puesto que los pobres del mundo no son prioridad para
las empresas globales”; en dicha área y en la de los medicamentos, los “’conejillos de indias’
han sido los países del ‘tercer mundo’, en los que hay toda una legión de potenciales cobayas
que permiten reducir o anular los costos de los ensayos clínicos, ya que se ofrecen por migajas
a ser sujetos de experimentación con medicinas de prueba (incluso con la inoculación en sus
cuerpos de bacterias o virus vivos, virus atenuados,…), respecto de enfermedades que aquejan
al ‘primer mundo’, quienes por su parte evaden el riesgo y van tras de todas las ganancias”
(esa, evidentemente es una crasa cobardía, una vergüenza: afectar a otros para yo vivir).
Hasta hoy (2010), la historia se realiza en la objeción y admisión mutua, entre fuerzas
sectorialmente asociadas de pensamiento, que solamente en ese escenario pueden “ser”; en
adelante, la norma es la prescindencia por una parte, pero la asunción del rol contrario, en la
creación del nuevo sujeto, por otra. El sujeto portador de la cualidad de futuro, busca anularse
en su contrario para pasar a desplegar su naturaleza; el que tienta desembarazarse de su
contrario, en cambio, se apoya todavía en él: “EU, debe establecer, manu militari, su
hegemonía en Medio Oriente; necesita de combatientes en Irak con ese propósito, pero como
la juventud gringa se resiste a enlistarse para defender la ‘tierra de la libertad’ recurre a las
neocolonias latinoamericanas convirtiendo a muchos de sus pobladores jóvenes, en
mercenarios en esas lejanas tierras”. Por tanto, en esa intención directamente genocida, los
Estados Unidos: como proceso humano, como eje de la formación social hemisférica, marcha
a la cabeza, puesto que el crimen no es un hecho individual e imputable a un solo país: por
ejemplo, las selectas turbas de trans y multinacionales, que han hecho pie en ese país
norteamericano, “una vez terminado el saqueo de los territorios africanos, inmediatamente
han ingresado en la etapa de exterminio de dichas sociedades de raza negra” (dixit Diego
Delgado), mientras que en este preciso momento, se hallan pegando el salto sobre Oriente
Medio (para EU, esta zona representa materias primas y emplazamiento misilístico para
controlar a Rusia, a la resistencia árabe y a Europa) 718 . Si se cita un caso de condensación
singular, expresión de despliegue de la regla general: el asesino estúpido de Eisenhower de los
Rosenberg, por ejemplo, murió después de que ratificara la sentencia letal sobre dichos
esposos; de manera que aquí se advierte como procesos individuales se conjuntaron para
hacer realidad las determinaciones generales en la dimensión de la “razón práctica”, en la que
estas últimas se mantuvieron omniexistentes 719 .
La alusión hecha en líneas atrás, no trata con una censura individual; es, más bien, la
evidencia del carácter de momentos y grupos cuyas fisonomía y práctica se ven subsumidos
en los designios de la historia. Las generaciones que prolonguen su vida a futuro, si bien
prioritariamente pertenecen a la descendencia de estos criminales, serán poseedores de
pensamientos y sentimientos diferentes a su “pedigrí”: no habrá maldad en su conciencia, no
se los castigará por ser herederos de perfidias conocidas, como tampoco habrán de ser
717 La querella de la “raza superior” frente a otros grupos etnográficos en el planeta, ontológicamente se está
resolviendo con los procesos de migración; en efecto, el precio bajo de la mano de obra (la elevada
remuneración comparativa central para la mano de obra neocolonial) –se trata ésta, de una de las razones que
impulsan el proceso de admisión y relocalización geográfica de la fuerza de trabajo- es la brecha que modifica
la conformación étnica de la humanidad, siempre en rumbo hacia la concreción racial (la unicidad en la
formalidad antropológica de la especie).
718 La fuerza de su poder unipolar imperial militar –como se conoce-, ha asistido a Estados Unidos en la toma
por asalto de cuanto ha querido del planeta violando tratados, asesinado, persiguiendo, chantajeando, con
asistencia de filibusteros (Pearl Harbor, en Japón; Texas, en México; Guantánamo, en Cuba; el gas y el
petróleo del Golfo Pérsico); a la par han impedido que Cuba comercialice libremente con países que quieren
hacerlo con la Isla, mediante el criminal bloqueo, por lo cual ha recibido el reproche generalizado. En estos
precisos momentos (finales del 2011), han saqueado al pueblo de Iraq, luego de su monstruosa agresión; se
aprestan a hacerlo con Libia una vez que asesinaran a su líder N. Gadhafi; y, ahora se proyectan, utilizando
una de sus bases militares criminales: Israel, a ejecutar el ataque preventivo sobre Irán (para el efecto se
prepara –continúa la preparación- de la “masa acrítica” en la opinión mundial: el teatro real de la batalla es
sobrepuesto por el teatro ideal de los mass media, para luego justificar los hechos)
719 El cenáculo secreto de gobierno del mundo, que va en pos de generar el redivivo “nuevo orden mundial”,
que es el cerebro represor de las contradicciones interimperiales; esta gente coproparásita, que mira al mundo
como cosa propia, que programa su sometimiento, para extraer de él el máximo provecho, que lo ha convertido
en simple recurso para su reproducción sectaria.
463

premiados por su buena conducta; en realidad, la pasada experiencia será reabierta sólo en
cuanto “datos”, sobre los que se formularán pronunciamientos remozados, en la medida en
que la historia procesa los hechos en sentido positivo necesario, en que la “naturaleza hace
nacer sin memoria al individuo, para que éste sea más grande, pues, no se puede vivir con la
cabeza embotada sólo de estadística de maldades y con el Código Penal bajo el brazo”.
Contenidos en la praxis humana de formación cruenta del “sujeto de la espiritualidad”, los
procesos históricos premoderno, moderno y postmoderno (hipermoderno) se hallan en estado
decurrido y moribundo, respectivamente; por consecuencia: su reclamo constituye “obstáculo
para el avance de la humanidad, para que se produzca el necesario cambio en las ideas, para
que éstas tengan correspondencia con la realidad y con las demandas del movimiento que
continua; por eso es que se necesitan percepciones básicas para poder avanzar, puesto que las
visiones actuales no sirven de mucho; es necesario dar un gran salto en lo que respecta a las
grandes concepciones de la humanidad: el conocimiento, la vida espiritual y la moral como
condición para el quehacer de la historia”.
En verdad, “hubo un crimen en ciertos procesos de la banca, del comercio, de la
explotación del trabajo, de la conquista de tierras, del saqueo y liquidación de pueblos enteros
(la conquista de Norteamérica), en suma: la conquista, la explotación, la acumulación
originaria en la historia, esos son hechos reales, que no pueden desconocerse”, y que deben
ser formulados como lecciones que induzcan a la humanidad a tomarlos como escarmiento
que conduzca a llenarse de procesos nuevos: el conocimiento como esfera que realiza los
sueños. Ver sólo maldad en la formación social hegemonizada por la fracción burguesa de la
especie: dominación y bienestar sectario para el capital, al margen del impulso inconsciente
dado por él al desarrollo de las fuerzas productivas, al de las ideas, de la historia, es
contemplarlo con una visión limitada, es simplificarlo y recusarlo sin beneficio de inventario.
En realidad, el marxismo, por ejemplo, emerge como forma de concebir la realidad y advertir
su carácter histórico como la necesidad de la acción consciente para su superación, en directa
relación con la naturaleza de la significación dada del género; todo el positivismo y la
tecnología, que han mejorado las condiciones diferenciadas de realización de la vida, son obra
directa de dicho sistema (en la existencia dominada por la inconsciencia, es la esfera de la
negatividad la que se alza como el canal merced al cual se ponen en pie los más significativos
saltos que da la historia).
Según el plano formal de recapitulación de la historia, en ella se perfilan tres episodios
de periodización epifenoménica de su cronología, vigentes y combinados en diverso grado,
“tres temporalidades”, pues, “el mundo tiene más de una edad” (diferentes formas de
producción articuladas) al concluir el largo período clasista de su movimiento: la
“modernidad”: “... pensamiento ilustrado, racional, humanista...” (sus rezagos: “confianza en
el progreso, búsqueda de la razón globalizante, imperio de la racionalidad, capitalismo
industrial”), la “posmodernidad” (determinados ecos de atomización y de desestabilización
espontánea del orden: “fractura de la sociedad disciplinaria, apertura de la sociedad
flexible”;... “reemergencia de nociones emparentadas con el particularismo, la diversidad, el
cambio de papel en la estructura de funciones de la gente joven, la actitud voluntarista ante la
vida social”, la percepción del “sentido de la vida como tránsito que desemboca en la muerte”,
la relativización de las nociones de lo malo y lo bueno,...; “sociedad de consumo de objetos y
de símbolos, de la informática, de los medios de difusión de masas, de la tecnología
sofisticada, conducta hedonista, de confort”;...; en una palabra: “… el hundimiento de los
grandes sistemas totalizantes basados en la fe, en la razón, de tipo racionalista o
cientificista…”) y los rasgos en maduración del porvenir (la supramodernidad; “la condición
supramoderna”: algunos sujetos aislados, como el que escribe estas líneas,
experimentan/proponen un “cambio existencial” subjetivo (“castillos en el aire”, “soñar
despierto”), el cual deja atrás los cuadros de la modernidad y la posmodernidad, para ubicar la
conciencia en el supuesto de ideales de racionalidad “lógica” única, madura, es decir, estilo
de vida, en el que cada uno se sabe en los otros como sujeto de pensamiento). No obstante, la
auténtica partitura, en verdad, extrae sus elementos formativos de las dos primeras fuentes: la
genética de la evolución y la potencia de la fuerza productiva desplegada.
La fase de asociación humana aprehendida con la categoría descriptiva de
“modernidad” (dicho sea de paso, del “desplome de la Edad Media, de aquella forma
civilizatoria de la cual ella procede”; la “era del petróleo”), se instituye en el tipo de
comunidad ilusoria de Occidente, en inmediata conexión con el imperio del sistema de
464

valores históricamente significativos fundantes de la base material presupuesto del asiento de
la futura “comunidad de pensamiento”, que devienen en la conducta de laboriosidad,
frugalidad, el ahorro y el atesoramiento emprendedor (en vector de conducción estratégica: la
razón instrumental –Max Weber-, en la direccionalidad procesal inherente, de desarrollo
material); esta actitud psicológica, se sustenta –por entero- en el movimiento económico de la
manufactura, del trabajo fabril, en la dinamia de las relaciones mercantiles expansivas, de
socialización incremental. La etapa de la “postmodernidad” –Gilles Lipovestky- (la
recuperación formal de las categorías de “moral”, de “espiritualidad”), en cambio, constituye
su recusación: la emergencia y consolidación de antivalores conceptuados en función de la
concepción, propia de la fase inmediatamente anterior: la vida sensualista (paroxismo
concupiscente, declinación del pertinaz desiderátum de posesión de objetos engendrados por
la técnica, el reino de la insistematicidad y de la desideologización), asentada en los cimientos
de la economía robotizada. Esta mera observación epidérmica, trasluce la naturaleza de
simple placer coyuntural, que motiva a la conducta genérica actual, en particular: de la
juventud 720 , la cual preludia (es el presupuesto necesario) la emergencia (del “ave fénix”) de
una elite humana de calidad científica (en su conversión hacia el status espiritual; en realidad:
en la imposición de un status elitario, la humanidad se simplifica, reduce significativamente
su quantum de “unidades de pensamiento” y difumina los saberes), encumbrándose, literal y
materialmente, a las nubes, a las galaxias. En suma, el orden de condiciones necesarias
regentes en esa fase de movimiento concreto de la historia, pone en conexión y dependencia
recíproca a tres factores: 1) componentes “biológicos” del género “contados con los dedos de
la mano”, 2) desarrollo espiritual elevado y, 3) superdesarrollo tecnológico 721 .
Las nociones de premodernidad, modernidad y posmodernidad, no gozan de sentido
cabal en la mayoría de versiones oficiales y funcionalistas heterodoxas del pensamiento sobre
la historia (en este sector, la noción clasificatoria que mantienen viva es: antigüedad,
Medioevo, modernidad y posmodernidad). De similar modo la palabra “cultura” suele ser
utilizada de manera desalineada en el discurso (aquí de modo sospechoso se advierte una
impresionante coincidencia perceptual entre el establecimiento y la izquierda Light), por
ejemplo, en Max Weber: “... el ser humano es un animal inserto en tramas de significación
que el mismo ha tejido,... la cultura es esa urdimbre”; en Bolívar Echeverría, en cambio, a la
“cultura” se la define como “el desarrollo de la identidad”, dentro de un enfoque
multietnicista o de relatividad (es una percepción voluntarista ésta última, purista,
aislacionista, de chauvinismo dinámico, unilateralmente culturalista, no civilizatoria) 722 . En el
720
Este tipo de comportamiento social, se profundiza una vez realizadas las reyertas políticas en torno de la
democratización del acceso y disfrute a y de los substratos de la técnica. En concreto, cuando la “segunda
naturaleza” se transforme en el presupuesto integral de la reproducción genérica, se instaura una fase
“anárquica” de mero, indiscriminado y masivo disfrute, de quemimportismo, de adoración al “becerro de oro”
de la abundancia y de la vida regalada; y, mientras más profundos sean el cieno y el extravió en los que caiga la
humanidad de aquel entonces, más fuerza tendrá la reacción, la reconversión de la “comunidad de placeres”,
hacia la “comunidad de destino”: al unísono, el disciplinado avanzar hacia el cumplimiento de la razón de la
conciencia colectiva.
721
Extendiendo el interés hacia ciertos rasgos formales del período humano ideológicamente nominado como
“posmodernidad”, es pertinente recoger algunos pronunciamientos. Es un período que marca el “crepúsculo de
Prometeo y la aurora de Narciso”; “el homo sapiens ha sido descabezado por el homo sentimentalis”; “el
aforismo cartesiano: ´pienso, luego existo´, se sustituye por el de: ´siento, luego existo´”; “el mundo está
constituido por una multitud de átomos-individuos, que se hallan juntos por casualidad, en eterno devenir
circunstancial, cuna de un pensamiento débil y fragmentario”; “la humanidad ha dejado de creer en Dios,...
ahora cree en todo”; “todo esto indica que el individuo obedece a lógicas múltiples”; “el Apocalipsis es un
tema de moda... el fin del mundo”. En el plano de los comentarios, el ser humano se prepara –en la fase de
“posmodernidad”- para iniciar su vuelo como homo sapiens de la espiritualidad; quedamente empieza a dejar
de creer en el capitalismo, en el consumismo; las llamadas “lógicas” (formas intencionadas de conducta, de
dirección regular) expresan el proceder concentrado de la creatividad mercantil; el ser humano se dota su fin,
cuando estudia y descubre su propiedad fundamental –la inteligencia, el pensamiento, la conciencia, en suma:
la esfera espiritual- en la medida en que debe realizar dicha potencialidad hasta su límite; el Apocalipsis lo
inició la Revolución Socialista de Octubre, sus postulados: hoy se hacen efectivos en todo el planeta, en tanto
que la deconstitución progresiva de la sociedad plasmada resiste con significativos grados de profundidad, por
cuanto ella toca a la base material de reproducción de la especie, lo cual conmociona a la sociedad en general
en sus cimientos mismos, provocando desconcierto vital, inestabilidad emocional, etc.
722
También un presbítero (Vélez Correa) ofrece un significado de “cultura”, dice: “es un conjunto de
respuestas, que un grupo humano da a los requerimientos de la vida”; lamentablemente: no es así. Dicho
concepto no tiene tras de sí al real “objeto” cultura, pues, esa definición se acerca o es directamente el
significado de “inteligencia”, tomado dicho término (inteligencia) en sentido funcional; la cultura –en
465

sentido de la discrepancia puesta, es obvio, que el pensamiento en curso en este documento,
no está de acuerdo con las formulaciones de F. Jameson sobre la postmodernidad: “…
posmodernidad y globalización son una misma cosa… la posmodernidad, por su lado,
consiste en la manifestación cultural de esa situación”, por cuanto el término “cultura”, no es
una categoría de análisis dialéctico-histórico, mucho peor un concepto destinado a aprehender
algún plano de la realidad, como tampoco es un útil epistémico, que conduzca a coordinar y
conferir sentido a las diversas determinaciones de algún aspecto de la vida social; este
pensamiento está más cerca, mas bien, de las ideas de Peter McLaren; por tanto, “cultura”: no
refiere a ese parcial cuerpo de hechos humanos sino a la totalidad de ellos –tal término, en
realidad, es una tautología, una vacuidad; de modo similar a como “para el ser humano
común, para los desposeídos, el posmodernismo no es su realidad”: se hallan entrampados en
el capitalismo clásico-; la significación dada por tales señores a la citada palabra, hace
alusión, mas bien, a las diversas regiones de la esfera espiritual del “ser social”: a las “formas
de conciencia social”.
La modernidad, en cierto sector del pensamiento progresista, es recusada; en el
mismo, en cambio, a la posmodernidad se le asume en su dimensión, con exceso en la
evaluación, revolucionaria. Es verdad, que toda nueva etapa es superior a la anterior, en la
medida en que constituye la negación y superación de su predecesora; no obstante, también la
fase instaurada tiene sus propios bemoles, los cuales, por renovados que sean, no pueden ser
considerados como la manifestación de la esfera progresiva. El filósofo italiano Gianni
Vattino, por ejemplo, es del siguiente criterio: la modernidad es un tipo de “pensamiento
fuerte”, sustentado en la estructura monolítica de la civilización Occidental (pero el
imperialismo siempre fue multipolar, o sea, posmoderno, contrariamente a lo que se cree),
postula un programa de desarrollo lineal, de libertad en el mercado, de la historia: en “vías de
desarrollo”, “desarrollo”, “esplendor” (progreso de tipo material, que deja de lado las
diferencias culturales -sic); la posmodernidad –en cambio- es una clase de “pensamiento
débil” –dice- (se han acabado los metarelatos –Lyotard-; la civilización única, monocrática,
unitaria, se deshace), en tanto asume el curso “radial”, “rizomático”, de la historia, como la
estrella de mar (múltiples culturas, innúmeras maneras de desarrollar la propia historia;
localismo antes que globalización); a esta percepción –nuestro personaje-, la asume
públicamente como “otra manera de concebir la historia, de pensar la humanidad”, en
concreto: el progreso de la humanidad es el desarrollo de múltiples discursos, de muchas
comunidades. Sin embargo, en la detracción frente a estas ideas, que pueden parecer justas (y
que en el enfoque de la muy efímera coyuntura histórica, en verdad lo son), las mismas
transparentan los principios de una cosmovisión sensualista, que más adelante será abordada
con algo más de interés, pero que la misma constituye uno los planteamientos centrales a
rebatir, incluso agriamente, puesto que ella aboga por la perennización de actitudes, que
desvían a la inteligencia de su verdadera ruta (la humanidad es una sola; su identidad es la
“inteligencia”: su objetivación permite establecer el “índice de desarrollo de la conciencia
social de una época concreta”; ésta, está para que el ser humano llegue a ser “Ser Supremo”,
no para que estimule/tolere la multiculturalidad –es obvio, que esta postura, aparentemente
positivista, tecnocrática, burguesa, no lo es, pues, la misma considera que la humanidad debe
superar sus diferencias, hermanarse, convivir libremente, utilizar la tecnología de punta –la
automatización, el robot, la IA- para la reproducción de la existencia y dedicarse a la
formación de su racionalidad 723 ).
Lo que no ven los posmodernistas antisistema (ellos son fácticos, razonan sobre los
eventos concretos, no sobre la “visión de futuro”), es el hecho de que la posmodernidad (tanto
como la modernidad) la desea EU: destrucción de la Federación Rusa, de Yugoslavia 724 , de
coherencia con el concepto científico de “desarrollo humano”: naturaleza, naturaleza/ser humano, ser
humano/naturaleza, ser humano- es la “segunda naturaleza”, esto es, los productos plasmados de la realización
de la propiedad de la inteligencia (el nivel superior de la cultura es la “tercera naturaleza”, esto es, la
condición “divina” a la que conduce la inteligencia al ser humano históricamente obrando en sociedad,
mientras da respuestas a las demandas contradictorias y progresivas de la existencia).
723
Así debe pensar un cerebro sensato. Vattino, y la mayoría de filósofos, creen, que el filósofo se plantea, más
que respuestas, preguntas; en esta documento, en cambio, dicho sea incluso con inmodestia, se procede al
contrario: se formulan, más que preguntas, respuestas (hipótesis).
724
En vida, el mismo Tito (autogestión socialista) actuó de modo reaccionario, pues, separó a Yugoslavia del
entonces Bloque Oriental; aprovechándose de los acontecimientos de 1993 (desbandada del Campo Oriental),
466

China, de Venezuela (separatismo de Zulia), del Perú (Loreto), de Ecuador (Guayaquil), de
Bolivia (Tarija), sin embargo, paradójicamente le interesó el ALCA, los TLC (la unidad
territorial colombiana), para formar su “gran relato” comercial; por otra parte, la Unión
Europea es modernista, como la UNASUR, el ALBA. ¿Qué implica esto? Que la cuestión es
formal, de pacotilla. El fundamento del poder: la esencia, no cambia en el interior de estas
“eras”; es algo parecido a lo que ocurre con los modelos de geogestión
desconcentración/descentralización y concentración/centralización para el manejo territorial
de los recursos y de la administración: en dicha falsa disyuntiva la maquinaria de explotación
no ha sido puesta en tela de duda para nada. La verdadera categoría, que aprehende la
naturaleza de la progresión histórica es la de “formación social” de orden marxista, tomada en
su sentido clásico. Eras: 1) antes del ser humano y con el ser humano; 2) estructuras históricas
de largo plazo de la humanidad o formaciones sociales no clasistas, clasistas y postclasistas:
-comunidad primitiva-, -esclavismo, feudalismo, capitalismo- y –comunismo-; 3) modos de
producción clasistas: esclavismo, feudalismo y capitalismo. Hay que atender al hecho de que
una formación social abarca todas las variables de reproducción de la especie en una etapa:
articulación de modos de producción “con dominante”, superestructura y formas de
conciencia social (tecnología, estilos de vida y demás, están comprehendidos). Al llegar al
“relato total”, no se puede mover en sentido inverso: desandar lo andado (la destotalización
–deconstrucción- en los pequeños relatos –Baudrillard), tampoco es útil quedarse allí por
siempre, pues, el proceso se ha cerrado y todo termina (el juego entre Dios y el Demonio, en
el cual está comprehendido de modo subordinado el ser humano, concluye) 725 .
Este relato total abarca a la humanidad como una sola complexión global:
combinación esquizofrénica entre progreso económico y destrucción política; subsunción real
del trabajo y de la naturaleza en el proceso de valorización; para este sector, dos formas
capitalistas a partir de los años 60 del Siglo XX coexisten en el mundo: estatismo soviético y
liberalismo occidental; la historia sigue sin tener destino; en el transcurso de 100 años
(período imperialista) no se ha producido ningún cambio en el planeta: la realidad es
simplemente capitalista y la misma se sigue perfilando a futuro (Internet, redes sociales, son
simples cambios funcionales surgidos del mismo tipo de forma capitalista); apenas se sugiere,
que el futuro está abierto a múltiples formas de reafirmación de la propia dominación (Bolívar
Echeverría) 726 . Empero, a partir de 1956, la ciencia y la técnica son fuerzas que van arrasando
todo a su paso, rumbo a convertirse realmente en instrumentales: aspecto neutro de progreso,
supeditas a la necesidad de una forma civilizatoria diferente (la unión de la base material
desarrollada por el capitalismo –lo viejo- y su contrario: la nueva forma de vida –el
proletariado): la de la racionalidad madura. La solución que propone este sector al dilema
humano, es volver al pasado (“Ethos barroco y valor de uso”), en el curso de la más prístina
moda hedonista. De esta forma mecánica se ve la realidad. Echeverría, “neomarxista”
ecuatoriano de renombre mundial, ubicado en la corriente “consumista” de R.
Luxemburgo 727 , del reformista fabiano-ricardiano Korsch, del neohegeliano Lukács, del
el pérfido imperialismo estadounidense intervino provocando varios secesionismos internos en Yugoslavia
conducentes a formar “un grupo de mini Estados para que occidente controle los Balcanes”.
725
Después de la postmodernidad, ¿qué? (la hipermodernidad). Los creyentes dicen: el “juicio final”, el cielo
el infierno, dependiendo. Para los europeos se avecina la “sociedad de la espiritualidad”. Y los posmodernos:
¿qué dicen? No saben, puesto que ellos deben esperar que se configure la realidad para empezar a hablar de
ella, para describirla epifenoménicamente (como antes, cuando la vida del pensamiento se circunscribía a
nociones sobre el presente y el pasado y no a las especulaciones sobre el devenir –“visión de futuro”, como
piensa el stablishment-; no obstante, hoy se tiene una potente capacidad predictiva, que le vuelve a la mente
previsora). Los posmodernos no explican los hechos, no trabajan cognitivamente con leyes, no pueden
prospectar. ¿Cuál es la postura del marxismo? La corriente seria de pensamiento filosófico-revolucionario, se
impone actuar sobre la realidad transformándola: la meta es la forja de “sociedad” superior, el comunismo.
726
La estrategia de última data puesta en vigencia por las multinacionales como la nueva modalidad de
dominación, pareciera dar la razón a tan connotado personaje: EU ha convertido en arma geopolítica a los
alimentos a partir de 1970 en el marco de la segunda Guerra Fría, pues, los capitales especulativos que
hicieron crisis en el sistema financiero, ahora están desplazándose al sector del mercado de capitales:
Monsanto y los transgénicos (¿dependencia o ampliación de mercado?).
727
Más que sobre las reflexiones económicas subconsumistas de R. Luxemburgo (en términos generales
acertadas), sus diletantes ponen interés en sus opiniones políticas. En realidad, los puntos de vista políticorevolucionarios
luxemburguistas son un desacierto; en ellos se critica el centro leninista de la estrategia y
táctica política: la formación de la conciencia proletaria, el centralismo, el programa preestablecido para la
edificación socialista, la dictadura del proletariado, el socialismo en un solo país (ciertos ilusos –Vera, Juan.
467

erótico Marcuse, del “marxismo crítico”, de la “teoría crítica”, de la “filosofía de la praxis”,
de la “dialéctica negativa”, del “marxismo desinstitucionalizado”, o sea, de toda esa corriente
parafernálica antimarxista, ética, subjetivista, especulativa, moralista, voluntarísta aventurera,
inscrita en la recuperación de la posición antropológico-filosófica del Marx de los Escritos
económico-filosóficos, que nada en concreto puede presentar como aporte real al cambio, pero
que sañudamente critican al “socialismo” real, a la unidimensionalidad tecnológica, al culto al
progreso (al desarrollo de las fuerzas productivas, de la ciencia y de la técnica) 728 .
La anteriormente incluida, es la gran vertiente hedonista especulativa que amenaza con
apropiarse del mundo en reemplazo de la ideología burguesa oficial, la que se ubica en el seno
axiológico de lo que se presenta como el gran dilema del futuro para la especie humana en el
mundo, la cual, se insiste, parte de la crítica mecánica, simplona, culturalista, de la
“civilización del trabajo”, positiva, tecnológica y unidimensional, a la que se hace
responsable, in abstracto, de la asimetría social, la pobreza, la afectación a la naturaleza; y la
que debe ser reemplazada por la civilización, la cultura Ethos barroco: valor de uso y deseo
(arte, buen vivir), que quita del centro de la importancia al ser humano y que plantea
convertirlo en instrumento de restablecimiento de equilibrio en los ciclos naturales (esta
revisión reaccionaria posmoderna del marxismo, se dice que es aporte a su actualización y
desarrollo). Su cuento es la crítica y el enunciado de superación del “marxismo dogmático”,
institucionalizado, partidista, de la barriga, del socialismo fracasado, superado totalmente por
la historia, por parte del vociferamiento de quienes se cruzan de brazos (luego de vociferar),
viven de la lengua y mueren dejando una herencia prolífera, abundante, de especulaciones
moralistas. Y, si en parte esta propuesta es loable; no obstante, la misma, puesta en el largo
plazo histórico y en el marco de los grandes propósitos de la inteligencia, es “negativa”, en
cuanto es el proyecto “ético” más frustrante para el devenir racional humano, el cual no es
otro que el avanzar de la inteligencia hacia convertir en “saber para sí”, el conjunto de la
realidad. Los hechos, sin embargo, trascienden el campo de captación de miradas
exclusivamente coyunturalistas, localistas y parcialmente psicologicistas: no hay conjuntos
diversos de caminos que se jalonean en la historia para el futuro, como sugieren los
impugnadores, por ejemplo, de Wallerstein (el impugnador es Echeverría); en realidad, la
historia-destino: ¡esta puesta! (es verdad que Wallerstein no atina a definir cuál es la forma
humana que viene –la cual es la de la democovivencia-, pero Wallerstein asume una posición
dialéctica en su pronunciamiento sobre el fluir humano: movimiento y cambio progresivo,
como debe ser y como la realidad lo demuestra).
Toda etapa nueva, de avanzada, en la vida, presenta adherida la connotación
“modernidad”; toda nueva etapa coloca en el cajón de la premodernidad a la anterior y en el
de la posmodernidad a la que viene. Si el rasgo unilateral para medir y catalogar una nueva
forma humana se reduce al desarrollo técnico y a los impactos que sobre las distintas esferas
de la existencia éste depara, el neolítico vendría a ser la premodernidad, la revolución
industrial la modernidad y el robot la posmodernidad (puede decirse, que la fisonomía de la
modernidad, en atención a las principales dimensiones estructurales del orden burgués, son:
economía-razón instrumental, ciencia-positivismo, técnica-mecanización, ideologíacosmovisión
totalizante, política-revolución, sujeto único del cambio). La posmodernidad
sugiere la idea de que ha muerto la modernidad; que un tipo específico de cambio,
estructuración y desempeño humano desapareció; que dichos rasgos no se recuperan,
conforman y definen el futuro. Pero: no es así. En lugar de la llamada posmodernidad, la
etapa (la onda larga histórica, como se piensa ver: “cultura global”, como estado que las
diversas variables estructurantes del ser de la humanidad toman al momento: en la economía,
Camino socialista: Rosa Luxemburgo. La revolución, el socialismo y la democracia; 2011- han ido más allá: el
“fracaso” del socialismo le imputan a que no se dio oídos a las recomendaciones de R. Luxemburgo).
728
Posmodernidad, escenario neobarroco: mezcla ostentosa de formas; en lenguaje no artístico sino sociológico
clásico: articulación de modos de reproducción, fase en la que parecería no existir la forma que conecta, que
comanda el complejo, por lo que en escena se entrevé hechos de similar peso; por tanto, no habría ley,
tornándose la formación (la transición) indeterminada; lo cual: no es verdad, pues, es el “modo” de producción
tecnológico, el “éter especial que baña todos los colores”. El “… ethos barroco… no constituye una alternativa
por insuficiente (se queda en el pasado y, por tanto, no se conecta con las luchas sociales por la transformación
del presente)… hace falta conectarse con la estrategia socialista” (Una alternativa al ethos barroco de Bolívar
Echeverría. Samuel Cuéllar Arriarán). Ahora bien, tampoco dicha conexión es una alternativa, puesto que el
socialismo ya fue, cumplió “mal que bien” su papel en la existencia y ha sido “suprimido” por la historia; las
fuerzas productivas y las luchas subversivas, intelectuales, ciudadanas, tienen la palabra como opción.
468

en la política, en la esfera espiritual), puede ser catalogada, mas bien, como supramodernidad
(“alta modernidad: reafirmación de las tendencias históricas positivas se profundizan y
universalizan: el desarrollo personal, democratización,…”); aseveración atribuible al sentido
que quiere advertir en el mundo el desarrollo incesante de la ciencia, de la técnica, desprovista
de su índole civilizatoria capitalista, como el nuevo carácter del proceso humano (respecto de
este paso, sobre todo los europeos, acusan a la población latinoamericana, de graciosa, fácil,
gratuitamente recibir los favores de la posmodernidad, sin haber trabajado en su producción;
estos sectores, debe recordarse, tomaron impulso en la premodernidad, con la conquista,
saqueo y vasallaje de múltiples pueblos en el mundo). El salto hacia un escaño superior de
modernidad, ¿puede designarse con la expresión: “revolución de la inteligencia”? En forma
general, mutatis mutandis, la gradación en el proceso significativo de progreso de las fuerzas
productivas tendría el siguiente orden: neolítica, metalúrgica, hídrica, eólica, mecánica,
electrónica, comunicacionales, de la automatización, informática, robótica. En todas las fases
de este proceso está el sello de la inteligencia; por tanto, no puede haber una tipo de
revolución específico, que pueda ser denominado como “de la inteligencia”.
Sin embargo, los propios proponentes (Lipovestky) de la llamada era de la
“posmodernidad”, han debido cambiar de frente de reflexión con el anuncio sobre la
conclusión repentina de dicha etapa, para inmediatamente substituirla por la de la
“hipermodernidad”, la cual estaría caracterizada por los aspectos inmediatamente visibles del
“consumo imparable de lo efímero, la sensación de desorientación generalizada”, la
“tecnología invasora... la vacuidad existencial...”, la computadora, el Internet como nuevas
formas de socialización virtual, “... un sistema sin puntos de referencia, en la que todos los
valores se conmutan, en que todo se intercambia en una circularidad sin fin”, etc. ¿Qué ha
pasado luego, con los principales rasgos de la economía posmoderna, tales como:
desconcentración empresarial, crisis de las profesiones, emergencia de la vida wired, de los
trabajadores de portafolio, de los emprendedores? Toda nueva etapa en el desarrollo
instrumental de la especie puede ser asumida como “modernidad”; se trata del desarrollo de
las fuerzas productivas y su ubicación en un nuevo nivel, como sería el caso de la
“supramodernidad”, en tanto condensación del proceso de automatización productiva
(proceso global, que tiene como agente a las corporaciones transnacionales) y del
establecimiento de secuelas derivadas directamente del fenómeno: el cambio en el orden de la
vida; en efecto, la “supramodernidad” (la “alta modernidad”) es el salto de la civilización
hacia el escaño de la automatización completa con efecto en los nexos humanos, en el
pensamiento, en las instituciones (en realidad, la “supramodernidad” –transición-, en esencia
en este documento se lo percibe como la fase humana global, en la que se resuelve la
“cuestión social”, la “cuestión global” y la “cuestión espiritual”, y en la que a la vez tiene
comienzo la realización de la “cuestión humana”). La modernidad, por tanto, “... adquiere
forma particular en cada fase histórica”; la recusación sobre la coercitividad tecnológica es,
evidentemente: una aberración, en la medida en que no se la mide de acuerdo al prisma de su
inserción en la estructura social de la cual recibe su determinación; en efecto, la
“reproducción del ´universo tecnológico´”, es parte necesaria del proceso de autodotación
inconsciente de conciencia por parte de la Materia.
Ahora bien, todo pensamiento tiene su asiento en determinadas condiciones
materiales: de ellas emerge, a ellas vuelve; condiciones económicas, que se amplían para
alcanzar la política, la cognición, puesto que constituyen expresiones de clase (en las
conformaciones humanas escindidas), formas de concebir y pautas para obrar. El marxismo es
la expresión, el reflejo –dinámico- político de la clase ascendente, de la fase de organización
social de la humanidad; el leninismo, la concepción proletaria del momento último,
parasitario, en descomposición, de la etapa burguesa del género. La concepción posmoderna
representa la posición intelectual de clase de la etapa neoimperialista, esto es, la forma
perceptiva transfigurada, de un sistema en degeneración, que recibe en su seno los primeros
brotes reales de la nueva “sociedad” con los cuales está condenada a coexistir durante cierto
tramo en el trayecto (“... todos estos teóricos desempeñan la obvia función ideológica de
demostrar en defensa propia, que la nueva formación social en cuestión ya no obedece a las
leyes del capitalismo clásico, esto es, la primacía de la producción industrial y la
omnipresencia de la lucha de clases”; el postmodernismo en suma: “ha declarado la muerte de
la dialéctica”). En la medida en que la ideología no oscurece del todo la esencia de la realidad,
el pensamiento postmoderno se ve impelido a exponer con sinceridad ciertos rasgos reales del
469

momento (Foucault, verbi gracia: cárcel-mundo, microfísica del poder, poder-conocimiento,
vigilar y castigar, efectos de verdad, etc.), pese a que no alcanza a realizar el levantamiento
epistemológico objetivo dado por los siguientes rasgos: 1) época cambiada, 2) plasmación de
la herencia proletaria por la práctica política de los nuevos actores sociales, y 3) rumbo a la
democovivencia (“el poder público ha perdido su carácter político”). La formación nocional
del postmodernismo se queda, en consecuencia, en los detalles, en la superestructura
(instancia “encargada de proteger el domino de clase”); por eso subyuga, tiene aceptación y
reconocimiento, en tanto oscurece teórico-doctoralmente la realidad, pues, apela a la
evidencia y a la simple elaboración descriptiva (por allí fue, por ejemplo, la conducta
hipócrita yanqui-inglesa, cuando se apresuraron a abastecer por aire, de alimentos y
chocolates a ciertos barrios de Berlín, al final de la década de los 40 del Siglo pasado); allí su
sentido ideológico 729 .
Foucault (relativista, nihilista) por ejemplo (como Derridá –la fenomenología real del
mundo actuó sobre estas cabezas), pretendió romper con el racionalismo iluminista: la línea
continua de evolución, que muestra el desenvolvimiento progresivo de la razón (empero, la
historia, no solamente que tiene predeterminación ontológica, social y lógica azarosa
inmanente, sino que este difuso rasgo del itinerario ha sido remarcado por la actuación de la
razón proletaria). Esa perspectiva, es obvio que aparece cuando se mira atrás, a la historia de
la humanidad. Ahora bien, en el plano cognitivo, no se trata de “extraer un nuevo sentido
escondido en las palabras” de un discurso dado, sino de advertir si éste es conforme a la
realidad 730 . Una postura sensata en dicho plano, consiste en ratificar la forma objetiva de
percepción del mundo: reproducir el discurso interno a ella misma (el sobreentendido, es un
segmento de la contradicción filosófica general: la antinomia entre irracionalismo y
racionalidad), pues, el cerebro se halla ordenado: por sobre los “conflictos del poder” se abre
paso la racionalidad (en este punto, los hegelianos se olvidan de su maestro: Hegel; pues, esta
efectiva lumbrera del pensamiento, en su desliz racionalista sostuvo: todo lo real es racional y
todo racional es real –identidad entre el ser y el pensar-, esto es, el conocimiento que no es
verdadero -comprobable- no es real ni racional y no tiene derecho a existir –F. Engels). En ese
vicio (buscar el sentido de la realidad en las solas palabras, simplificando la perspectiva
inherente) caen muchos comentaristas del pensamiento; en efecto, generalmente quienes
analizan las propuestas conceptuales neomarxistas, postmarxistas o de los librepensadores
posmodernos, cuando de encontrar sus fuentes se trata, simplifican deliberadamente la
doctrina marxista y la ponen en igualdad o en inferioridad de “condiciones epistémicas”, que
muchos pensadores idealistas, subjetivistas, empiristas, abstraccionistas como Kant, Freud,
729
Una referencia más, que se cohonesta con la profusa literatura, que expone, apoya o recusa tal construcción
ideológica (el “pensamiento postmoderno”). Según Pérez Gómez (citado por Leoncio Andrade, en: El
pensamiento postmoderno), ocho serían los rasgos del pensamiento postmoderno: pluralidad e incertidumbre;
desfondamiento de la racionalidad; pérdida de fe en el progreso; pragmatismo; desencanto e indiferencia;
autonomía, diversidad y descentralización; primacía de la estética y crítica al etnocentrismo; y, la
universalidad. El citado, por tanto, es un pensamiento que cuestiona los sistemas integrales del saber “que han
impuesto una representación ordenada de la historia de Occidente, que pretende abarcar a toda la humanidad a
partir del imperio de la razón” (enfilado en contra de la ciencia positiva, el pensamiento postmoderno, bajo el
pretexto de cuestionar el cientificismo, la tecnocracia y la idea del progreso, fundamentos del capitalismo,
encuentra límites a la racionalidad en abstracto: “adiós a los grandes principios para abrirse a una episteme
de indeterminación, discontinuidad y pluralismo”; los intereses del mundo ya no deben regularse de acuerdo a
la debilidad –lucha por superar los desequilibrios sociales-, en esa perspectiva dicho “saber” es una
nocionalidad proburguesa, pequeñoburguesa: los señores “creen que la realidad es neutra”). Frente a la
agresión retórica de los “grandes relatos”, opone el “pensamiento débil” (incapacidad para distinguir, por
ejemplo, entre lo normal y lo anormal en la sexualidad –aceptación, tolerancia, promoción), coloquial, de la
vida cotidiana, coyuntural, del placer, la “ética del todo vale”, la “critica del logocentrismo”. Para los
postmodernos, la racionalidad está en crisis; empero, la racionalidad histórico-dialéctica en modo alguno lo
está.
730
El surrealismo foucaultiano “… provoca gran revuelo y predispone al conjunto de la comunidad intelectual,
acostumbrada a los viejos esquemas de pensamiento, a las formas tradicionales de escritura y del decir…”; de
ese modo procedió el “cubismo” zalamero, inmaduro en el arte pictórico por ejemplo, por oposición al
realismo, esto es, a la postura: no solamente tradicional y seria, sino a la que toma como referencia al orden de
la realidad. No se puede actuar en ciencia (aunque el señor Foucault declare que opera en perspectiva
contraria a ella, a su concepción tradicional) por capricho, por impulso, por iluminación, etc.; el código
genético y el social, que dieron lugar al señor Foucault (y a otros como él) no causan revuelo en la naturaleza
y en la “cultura”, con sus excentricidades.
470

Nietzsche, Heidegger, Wittgenstein, Weber 731 ; actitud burda ésta, de la cual salen
beneficiados, primero los analistas poseedores de supuesta erudición y fruición, luego los
autores matrices no marxistas referidos y, finalmente los “teóricos” objeto de la recensión:
Foucault, Deleuze, Guattari, Jameson, Derridá, Echeverría, Morín, Baudrillard, Lacan 732 .
La posmodernidad, luego, expresa el proceder perceptual de cierta elites de
pensamiento de locación en los anillos centrales del sistema neoimperial, en el que reina la
liberalidad en la formulación de las ideas, de improvisación en la constitución y
pronunciamiento: “la suposición de que es posible de motu propio decir lo que a bien se tenga
sobre la historia” (la transición que se experimenta en la base económica y que reclama
consecuencia en el espíritu, es la fuente de este quiebre de la seriedad en el discurso:
Foucault, Lyotard, Derridá, Morín, Baudrillard, Guattari, Echeverría 733 ,… se encuentran
a la vanguardia –extraordinarios cerebros éstos, varios de los cuales han sido invertidos en el
tratamiento de temas colaterales, focalizados y coyunturales, vidas enteras entregadas a la
reflexión sobre menudencias: la Filosofía, la Política (la gestión específica del dominio) la
Psicología y la Literatura- 734 ; o sea, la mixtura de desenvolvimiento de la vida en las
731
Es obligado detenerse algo sobre el pensamiento de este señor, tan aclamado por la sociología funcionalista
moderna, sobre todo en los ámbitos administrativo y “político”. Weber: diletante de Kant, en sus ensayos
construye idealmente la realidad, no la reifica objetivamente; subjetivista especulativo pretencioso:
fracmentalidad, relativismo, individualismo, anglicanismo empresarial, son algunos de sus “aportes teóricos”,
predecesor del idealismo postmoderno heisenbergiano, cuántico, proponente de la pluricausalidad de los
procesos (contrario a la determinación), para el que la historia es un hecho aleatorio sin dirección: es el
resultado de choques de racionalidades; compone la corriente ideográfica (en la realidad social no existen
regularidades sino singularidades), por todo lo cual su pensamiento es vulgar, no científico, no riguroso;
doctrinario adocenado funcionalista del capital en tanto en sus obras justifica la riqueza (Etica protestante y el
espíritu del capitalismo: pensador de catadura reaccionaria, fuente del discurso del anglicanismo: posmoderno
“opio del pueblo”, esclavizador del espíritu, que juzga a la desigualdad como designio Divino, en cuyo mapa
mental no existe la explotación, por lo cual son predicadores del conformismo). En algún sector despistado de
la “izquierda” se pondera la influencia de las categorías weberianas, como por ejemplo: racionalidad,
eficiencia y burocracia vinculadas con la empresa y la administración (reivindicado por Fayol, por Drucker),
con lo cual no se hace más que resaltar el carácter burgués de las tesis de este “agente apologista escolástico
del poder” (la prepotencia es tal, que incluso se ha hecho esfuerzos por ponerlo a la altura de Marx: en el acto
Marx ha resultado disminuido y Weber favorecido, como era de esperarse).
732
Hay, necesariamente que recordar a estos “amigos”, que el marxismo es una doctrina total: filosófica,
económica y político-social armónica e íntegra (es una única ciencia: la Historia, constante movimiento,
cambio, desarrollo); científicamente comporta: ciencias sobre la base económica (Economía Política); ciencias
sobre la superestructura (Doctrina sobre el Estado y el Derecho, doctrina del partido de la clase obrera y la
revolución); y, doctrinas sobre las formas de conciencia social (Lógica Dialéctica e Ideología).
733
Uno de los últimos críticos, a lo que ciertos sectores llaman “versión dogmática del marxismo” (“el
marxismo hecho mito” –sic) como una concepción “encerrada en los límites del economicismo”, es Bolívar
Echeverría; éste y otros teóricos, critican al sistema capitalista a partir de posiciones ilustradas; sin embargo,
la realidad prevalece al final sobre sus cabezas, por lo que terminan reconociendo los problemas de pobreza y
explotación en cuanto ubicados en la denostada esfera económica. Este pensador, que se asume así mismo como
no dogmático (superior: el desarrollo de la categoría de “valor de uso” –sociedad de producción y consumocomo
“nuevo marxismo”), que cree que la “caída del Muro de Berlín” sacó al marxismo del encierro del
economicismo, sobre el que no se demerita su inteligencia, su trabajo, su perspectiva amplia, compleja y
universal de reflexión, la misma sin embargo, consiste en revisar una vez más la realidad dada, ensayar su
crítica teórica y formular un planteo discursivo para su superación; en efecto, la crítica al capitalismo a partir
de perspectivas simplemente subjetivistas (“… posibilidades conceptuales que el marxismo hace factible en la
deconstrucción del capitalismo y de la modernidad…”), critica también, sin beneficio de inventario, a su
antípoca: el socialismo “real”, con lo cual adormece, atenúa, inhibe el carácter virulento de la crítica.
734
El denominador común de toda esta tradición de pensadores, es la impresionante parafernalia enrevesada,
abigarrada, que como manto que cubre supuestos méritos de rigor y objetividad ostenta, subterfugio llevado al
extremo y convertido en “escuela”, en patrón de desenvolvimiento que ha tendido a malacostumbrar (también
en Ecuador, en Quito, en ciertos postgrados, hay “académicos” que simulan y proceden de esa manera). Es la
resonancia (correlato) del “indeterminismo” ramplón de una corriente de la Física (Cuántica) en el lado del
pensamiento de las llamadas “humanidades”. Desafortunadamente para esta “escuela”, mientras que en los
fenómenos macrocósmicos y microcósmicos se encuentran indicios fenomenológicos que inducen a formular al
“caos” y a la “incertidumbre” como norma, el mundo orgánico y social está reglado de pies a cabeza hasta el
tuétano, por un vital orden. La “complejidad” se queda únicamente en el descripcionismo contemplativo
aberrante del “verstehem” dithleyano (estudiar los fenómenos en sí mismos, en su propio reducto, es lo que
impugna la complejidad, la cual, a su vez, adolece de indeterminación); el “pensamiento rizomático” se inclina
ante la barbarie del anarquismo (el cual se presenta como mérito y creatividad); la laxitud en el proceso de la
mente que pretende formar la idea sobre la realidad correlativa a la noción de inestructura en los hechos y en el
procesador subjetivo humano es un “’escupitajo’ al cielo”, puesto que estos asistémicos están “dentro” de un
cuerpo que opera con reglas tan impugnadas por ellos, tanto como el cuerpo social en el que han vivido y han
producido sus devaneos, el cual está regulado tanto objetiva (leyes del mercado) como subjetivamente (el
471

instancias de la intelectualidad, la academia, la burocracia y el “cafetín” (neocabezones), que
acontece desligada –representación- de la base material de la existencia, deriva en expresión
ideal: formulación de una forma de percepción que sintoniza con el cotidiano modo discursivo
de ver de la “multitud”). Toda esta gente opina, por tanto, “desde (sic) la creencia, no desde
(sic) el saber”. ¿Por qué? Porque como su trabajo de reflexión se ubica siempre en las
dimensiones de la superestructura y de las formas de conciencia social muy
compartamentalizadas (región jurídica, política, del lenguaje, de las instituciones y de la
ideología psicológica, moral y artística), esto es, lejos de la estructura de reproducción real de
la vida (a la cual desechan proterva, alevosamente), sus productos subjetivos son sobre todo
simples construcciones, especulaciones (por ejemplo, en algún lado Foucault dice que el siglo
XXI es deleuziano: “pasaje de la ‘sociedad disciplinaria’ a la ‘sociedad de control’”; en el
presente escrito, en cambio, se afirma, que el siglo XXI y el tercer milenio, serán
completamente marxistas, marxianos: comunistas) 735 . Es cierto, por otra parte, que por su
ubicación eurocentrista todo este talento ve al mundo con ojos europeizantes, en el sentido en
el que esa conducta generaliza esa visión y aleja del protagonismo mucho más a la actuación
de los pueblos postneocoloniales; aunque es verdad también, que ciertas voces de la periferia,
puesto que se hallan más acá de quienes se hacen notar en la dinamia social hemisférica,
miran (pretenden, como A. Quijano, por ejemplo) con ojos domésticos el mundo.
Es un pensamiento instalado en o propio de la transición; transición en sentido doble:
homogenización global de la existencia humana y “deconstrucción” histórica de su base
sistémica, por tanto, “relato” desestructurado, populista, profusamente oracular: rechaza la
forma de sociedad estatuida, pero no propone un nuevo rumbo viable, puesto que su
diagnóstico es irreal, pues, carece de definición de clase, de conceptualización teórica
pertinente, científica (¿Para qué la verdad?; es una de las preguntas del posmodernismo; y,
como no se encuentra respuesta, se pasa groseramente a rechazar el discurso científico: el
discurso preformativo por excelencia), objetiva, axiológica superior (de fundamento teórico, o
sea, de prerepresentación objetiva: del faro para la conciencia en su relación gnoseológica con
el “objeto de conocimiento”, dado que el reconocimiento –tomado en sentido cabal dicho
término- semeja el proceso y la resultante del acto de superposición de placas radiográficas: la
forma representada cerebral y la que se halla en la realidad: si coinciden, se reconoce, si no se
ajusta la mente a la realidad) 736 . Esta conducta expresa el estado mental de vaguería e
impotencia para dedicarse a producir el “gran relato” total sobre la multifacética y dinámica
realidad humana global, cósmica, universal (en verdad, sería poco contentarme con conocer
un pedazo, un momento, el sentido simplemente abstracto de los hechos), la que ha llegado a
ser totalidad concreta, sistemática, orgánica, con determinación, que por hoy se destotaliza y
está pasando a dar lugar a una nueva totalidad en un nivel más encumbrado de relaciones
humanas y propósito: democovivencia, y conocimiento y dominio sobre la realidad (C.
monopolio). De manera que, la condición que dé carácter a una reflexión madura, seria (Foucault, se sabe que
murió de SIDA y se supone como contrajo dicho mal) provienen de la “disposición” de Marx: “Parte de las
condiciones reales y no las pierde de vista ni por un momento”. El extremo racionalismo de poner reglas de
antemano (Lecho de Procusto) al pensamiento para que produzca la idea con el fin de cambiar de conciencia,
sea por necesidad de decir algo nuevo, no es pues, el acto de “reconocer la realidad por medio de otra
interpretación”.
735
Empero, no se niega que los trabajos de Foucault hayan permitido descubrir la estructura de la dominación
en su entera magnitud, en su totalidad y profundidad, tentacularmente diseminada en cada intersticio social, a
saber: que el poder, al ser una relación, está en todas partes; que el poder, no sólo que reprime, sino que
produce efectos de verdad y construye conocimientos; que el concepto de poder hace referencia a los
mecanismos particulares (micropoderes), que parecen susceptibles de inducir comportamientos y discursos; y,
que los lenguajes del poder, no son descriptivos sino prescriptivos. Pero allí también hay mucho zumbido de
devaneo.
736
Es evidente, que el bloque de pensadores hecho referencia más atrás en el texto principal, que ya no se dicen
marxistas, abiertamente han sustituido la “lucha de clases, por una lucha de ideas”, o por una teorización al
detalle de ciertos aspectos del sistema burgués (no obstante, en cuanto crítica al sistema, su presencia, su
acción, se hallan justificadas, aunque el producto de su trabajo docto, sea tan sólo la reproducción especulativa
multiplicada –sus seguidores). En realidad, el mundo entero se ha vuelto populista, no en el sentido de falta de
ideas, de carencia de puntos de vista (aunque sí para el caso de la eclosión de las necesidades, frente a las que
la técnica pasa a desempeñar un papel político, en cuanto aparece demagógicamente como la que debe atender
todo y a todos), sino en la medida en que se trata de una etapa de transición, de paso necesario de “unas
comprensiones a otras”, como efecto de la incidencia sobre la mente del proceso de mudanza experimentado en
la realidad.
472

Marx) 737 , siendo éste, dicho sea de paso, el destino común de la especie, en el que el
impresionante proceso estocástico del Universo, no es más que la forja de condiciones “para
sí” de esta “visión”. Guattari, Lyotard,… (Nikos Puolantzas, en otro lugar, puesto que el gran
marxista griego, manifestó paladinamente, que no se consideraba capaz, por sí solo, de
elaborar una teoría del capitalismo postindustrial, informacional, globalizado, concreto),
recurren a la postulación del “pensamiento rizomático” y a la muerte de los “grandes relatos”,
en su orden, lo cual demuestra precisamente, que los señores se encuentran prisioneros del
impresionante impacto de las diversas esferas fenomenológicas de la “complejidad” con que
se muestra la “esencia”, y que define el carácter descriptivo de ciertas mentes, que buscan
captarlo; en suma: la pereza, la desidia de ensayar la producción de un “gran relato”, conduce
a recurrir a la más fácil especulación metodológica: el pensamiento “rizomático” (por lo
menos Huntington habla del “choque de civilizaciones”, en sentido únicamente ideológicopolítico,
por supuesto) 738 .
En suma: “transición, en un momento de vacío, de determinadas comprensiones a
otras, de determinadas formas de organización a otras: la quiebra del proceso ideológico que
reclama nuevas ideas, es también la fenomenología de este proceso de transición” 739 . Sin
embargo, si la humanidad, a través de ciertas élites productivas e intelectuales funcionales
suyas no ha renunciado a la “lógica (sic) de la utilidad”, a la ciencia y a la técnica (el aspecto
real de la vida presente) como substrato de comprensión de sí misma, se podría decir, mas
bien, que no es la posmodernidad el hecho en curso, sino la neomodernidad, o sea, la aparente
persistencia de la misma realidad maquillada con otros matices, es decir, con expresiones
fenomenológicas (“culturales” –sic) desorientadoras de la percepción, como ocurre, por
ejemplo, en la esfera de la reproducción de la vida material de la humanidad, puesto que “…
la posmodernidad no ha penetrado en la ciencia económica”. En efecto, el gran relato (sic)
de la centralización del capital en los contados monopolios globales (oligopolios), por razones
de exceso de obesidad y tambaleo torpe, se dice se están viniendo a pique con la
desconcentración formal en unidades empresariales menores, a fin de superar estructuras
densas, de modo de poder responder de inmediato a los cambios del ambiente, el cual se ha
vuelto complejo, caótico, impredecible, lleno de incertidumbres y sorpresas, indeterminado,
cuántico; pero en la economía la planificación bastarda (la programación) crea cierto orden al
interior de la empresa y del mercado, pues, con el capital (como en la Medicina, con la salud y
con la reproducción de la vida): ¡no se juega!
El discurso de la posmodernidad está llamado a deslumbrar en tanto no entre en
contradicción directa con el stablishment (en cuanto se quede únicamente en la parafernalia,
esto es, pretextando suponer, que las palabras tienen carácter político revolucionario per se), y
mientras no se enseñoree la nueva visión del mundo, en la continuidad del pensamiento
737
Proceso persistentemente reiterativo de totalización (Santos, Martín Luís. Teoría marxista de la revolución;
Akal Editor; Colección Manifiesto, serie: Teoría y Práctica; Madrid, 1967).
738
No obstante, esta conducta, casi común en todas las esferas de la vida presente, no solamente es de tipo
psicológico; la misma responde, por el contrario, a determinaciones más entroncadas con la realidad. Es una
percepción, un sentimiento, una posición general, asumida por una mayoría pero que no tiene la razón (luego,
hay que cerrar los oídos a estas ideas, para que se haga audible la verdad); en realidad, todos han llegado a un
mismo y solo punto sin proponérselo: en Física, el caos, la incertidumbre (indeterminación); en la sociohistoria:
la posmodernidad; en ciencias: el deconstructivismo, lo mismo que en el Arte, en la Arquitectura (el
caos lógico); en Filosofía: la muerte de los grandes relatos; en el mercado: las incertezas, las sorpresas
(solamente la fase de la producción –fase que define todo el modo de ser humano por sobre cualquier
superchería- tozudamente se resiste a entrar en este patrón de indefinición), la desconcentración de la empresa,
la flexibilización, el trabajo temporario multidestrezal, la tercerización como correlato. Ahora bien, debe
procederse a deconstruir a los deconstructores (como se debe hacer con aquellos que plantearon el paradigma
de la calidad, de la excelencia, de la perfección): la vida sigue normas estrictas y cada vez más se va tornando
mayormente exigente en sentido racional en su centro de gravedad, en su esencia, en aquel sector graneado de
la investigación científica seria. En Medicina, por ejemplo, se dice que se ha descentrado su saber: alopatía,
homeopatía, acupuntura, medicina naturista, medicinas tradicional y alternativa; ahora bien, la Medicina
Científica, no tiene celo alguno por el éxito que puede tener otra escuela, mas bien está atenta a tales
descubrimientos o tratamientos, los cuales investiga con seriedad y si encuentra fundamentos, lo da su valor.
739
Hiato que se ha tratado de cubrir con el discurso posmodernista, esto es, ideología eurocéntrica de la
evolución periódica humana. ¿Es objetivo este enfoqué? A nivel epifenomenológico, sí; o sea, como descripción
de la superficialidad. No obstante, como sostiene Mao Tsetung, el pensamiento debe penetrar de las evidencias
a la esencia y centrarse en el aspecto principal; esta ruptura epistemológica interpenetra criterio de verdad y
valor; en relación con el primer aspecto, el modelo teórico “formación económico-social” es el objetivo: su
concepto; en lo tocante con el segundo, es en nuevo sujeto histórico en que conceptualiza, el que mira y
reconoce los hechos a partir de la perspectiva del futuro.
473

científico-revolucionario marxista 740 . Esta antinomia con el status está dada, pues, los
pequeños relatos se oponen al interés del capital por desatar el proceso de la globalización, no
obstante de que los “pequeños relatos” se ponen más del lado del pensamiento económico
neoclásico, de las tesis sobre la democracia liberal del mercado (respeto a los gay, a las
lesbianas, a las mujeres, a los negros, al multiculturalismo,…: exaltación de la diferencia); en
realidad, el golpe más contundente al posmodernismo, incurso en los propios hechos, es la
globalización (concretización, totalización: la operación de la ley de hierro del progreso de las
fuerzas productivas): la pobreza, los problemas ambientales, los financieros, los de género, los
migratorios, son hechos universales y “regulares”, que rebaten el criterio particularizante de la
visión posmoderna (J. P. Feinmann). En realidad, una mente, que se pretende sensata, debe
mantenerse en la esencia, pasar (pisándola) sobre la pretendida era del reinado de los
“pequeños relatos” rumbo siempre a la totalidad, y este es un acto volitivo superior: de
carácter, que implica la lucha interior entre la doxa hedónica y la episteme racional.
La mirada –por tanto- tiene en frente el momento, para el género in abstracto, de la
desestructuración en la mente, de las esferas determinadas de la realidad (por la impresión que
las nuevas hipótesis en materia de astrofísica han ejercido sobre aquella). La historia se
desplaza sola en ese sentido (la “clase” ya no es más: es la población la que genera los nuevos
abanderados, formula las tareas de su tiempo, pero sobre el presupuesto de la ideología
práctica ontologizada en la polaridad conservación/discontinuidad: el desarrollo de las fuerzas
productivas, el ascenso pertinaz del status de la conciencia); el papel plasmado del sujeto
histórico de la transformación: el proletariado político, actuante en el interior del modo
burgués de vida, ha fijado esa ruta: ese rumbo de desarrollo de las fuerzas productivas, sobre
el cual se configura y establece el curso del desvelo de la razón. Si el agente histórico ha
terrenalizado su misión, si éste ha devenido inexorablemente, su presencia prende de modo
supratemporal en el flujo del orden antagónico del mundo actual (en el sentido del efecto que
proviene de la naturaleza trascendente de su metadiscurso de cambio, de índole ilusoria,
precisamente por su orden de empiricidad), su estado mayor, el instrumento teórico-práctico
de su dirección, conducción, evaluación y retroalimentación: el órgano político
marxistaleninista, conduce también el desplazamiento político actual materializado en los
presupuestos de todo movimiento, que acerca a la especie a su nuevo sino. Este instrumento
se ha sembrado y despliega todo el poder de su propuesta en la más leve y parcial acción
subversiva que irrumpe en el mundo (esto ocurre así, haya o no conciencia de ello, admítaselo
o no, dicho carácter). El proceso se instituye de forma autodictada, cotidianamente
vertebrado, en el que los nuevos cuadros se desembarazan del orden de determinación de sus
predecesores: el sentido de la conducta de los “mandos medios” infatuada, oportunista o
egolátrica, con la cual se empuja el carro en el anonimato de la historia. En efecto, visiones y
senderos hacia ellas, concebidos por los muertos, conducen las acciones de los vivos, y lo
hacen: al margen de la percepción o con la negación vergonzante de la conciencia actuante;
no obstante, éstos se encuentran condenados a receptar el influjo de la tradición, pese a que no
lo vean como tal. En una palabra: la tendencia principal, dominante, para el devenir humano:
está puesta; ésta se abre paso entre una amalgama de propensiones opuestas y favorables: los
últimos brotes de la resistencia burguesa y los apoyos provenientes de la praxis política de los
movimientos armados con la voluntad de renovación.
La forma en la que opera esta realidad, como efecto de su ingreso en un estadio
provisional, conduce hacia la convalidación de transformaciones subordinadas a su naturaleza
principal, esto es, a la determinación estructural, que ha devenido en más concreta: la esfera
de la reproducción del substrato material para el libérrimo flujo de la conciencia. Por ejemplo,
el estado de superproducción cíclica, no únicamente es el resultado de la operación libre de
las fuerzas del mercado o de la anarquía en la toma de decisiones; por el contrario, esta vez el
suceso tiene que ver con el fenómeno de vertical incremento de la “productividad” (nivel de)
de la técnica, el cual convierte en deleznable el principio epistemológico de la “escasez” de la
teoría económica neoclásica (en verdad: en el momento en que se empieza a hablar de la
“productividad de las máquinas”, también debe hacérselo respecto del límite al que va
740
La poderosa pléyade de cerebros que normalmente ha dado la muy ilustrada Europa, en muchos de los casos
ha puesto su interés en “objetos” literarios y psicológicos, es decir, históricamente se ha asignado materia gris
fuera de lo que han sido los requerimientos prácticos de intervención transformadora real sobre el mundo; en
verdad, mientras no se atente en los hechos contra el poder mundial, mentes lúcidas pueden hablar y vivir bien,
trabajar en universidades y difundir sus cavilaciones. Esa ha sido la norma.
474

llegando la forma burguesa de producción o fundada en el “valor”). Esta columna vertebral
subsume completamente “para sí” todos los componentes humanos que se agregan y que se
remodelan, que se reacomodan frente a la vigentes necesidad y concepción. En el sonido de
una sola expresión, también aquí “domina el elemento históricamente creado”, mientras la
estructura naciente no pase a regirse por sus propios fundamentos (ni “modernidad” ni
“posmodernidad”: supramodernidad, o sea, un nuevo y más elevado nivel de modernidad,
tanto en las fuerzas como en las relaciones de producción). Se derrumba, por tanto, la
naturaleza particular del movimiento histórico en decurso; especificidad, que se encuentra
asociada a las típicas fases de transición, que se incrustan de forma natural entre las fronteras
de dos modos de producción fundamentales 741 .
Es el concreto real, en virtud de cuyo neocarácter en la mente también se agolpan
todos los conceptos “habidos y por haber”, por así decirlo, en torno de sí, puesto que la
conciencia está coercionada a abarcarlo todo, una vez que la supremacía pasa a manos de la
determinación espiritual. Concreto capitalista 742 . Modos de producción (categoría abstracta):
estructura económica y superestructura; diversas culturas (categoría antropológica
subjetivista): formas de vida separadas, contrapuntos, ausencia de la noción de tejido; formas
de producción (categoría concreta): diversas maneras de articulación de los factores
productivos, en interior de la formación social; estrategias de sobrevivencia (categoría de
clase en el seno del sistema): formas de articulación y de aprovechamiento de oportunidades
para sustentar la vida en el marco de la estructura de acumulación. En el interior de una forma
de producción, hay un modo de producción, no obstante también respiran tradiciones, valores,
creencias; éstas se hallan articuladas en el seno de la formación social, como trama de
acumulación y reproducción, en el que sectores marginales asumen movimientos tácticos para
sobrevivir 743 . Empero, la exclusividad esencial de la circunstancia histórica reside en el hecho
de que el proceso de reconfiguración de las formas organizativas convencionales que abraza a
la esfera, interpenetra (articulación funcional entre “época de cambios” y “cambio de época”):
1) los contornos iniciales de la forma superior de conexión “social” (humana), puestos por el
resultado de la acción política del sujeto histórico del cambio, con: 2) el límite abstracto de la
esfera capitalista en creciente deceso: configuración histórica evidentemente producida por la
operación de designios inscritos en la determinación de autoanulación estructural, en
conexión con la acción política de su antípoda sepulturera: la clase obrera (en efecto, lo nuevo
ha nacido y lo viejo “se resiste a dejar el mundo de los vivos”).
Resulta incluso vergonzoso, cursi, hacer alusión a cuestiones teóricas y metodológicas
resueltas de modo pertinente; pero: hay que hacerlo, debe romperse fuegos finalmente con
ciertas “heterodoxas” formas de pensar. Masa-propiedad, materia-movimiento y leydesarrollo;
sistema solar, galaxia, nebulosa, constelación y Universo; punto, línea, plano y
cuerpo; célula, tejido, órgano, aparato y sistema; átomo, molécula y cuerpo; física, química,
741
Huntington (El choque de civilizaciones) cae en la ilusión, por hacerse el creativo, de mirar los conflictos
actuales según el prisma de la contraposición entre estados civilizatorios (y muchos le hacen coro); no capta las
verdaderas razones de la lucha, la cual está cubierta, otra vez (como en el Medioevo), por la bandera de las
creencias, cuando de lo que se trata es de poner al desnudo las causas de los conflictos de los tiempos
modernos, los cuales radican siempre en la esfera de la reproducción material de la vida. Por tanto, este choque
(contradicción en la base material de la reproducción, posibilidad que deviene en la realidad de la crisis y en su
autosuperación y ascenso a un plano más elevado de relaciones), no se produce entre las llamadas
“civilizaciones”, tal como ideológicamente propone Huntington, sino, más bien, se trata de la dificultosa
emergencia de la nueva realidad infante, abstracta, del seno mismo de la vieja estructura concretizada, en cuyo
interior el proletariado la inseminó; hecho que –por otra parte- genera la apreciación acerca de que: “…lo
viejo no puede morir, mientras que lo nuevo está impedido de nacer…”. En verdad, “lo nuevo” ha nacido,
puesto que el hecho anterior debe producirlo, de lo contrario la continuidad de un proceso se instituiría sobre la
nada.
742
Todas las categorías reales se autocomprehenden en la estructura teórica, algo tienen que decir en el
discurso, puesto que las mismas constituyen la expresión ideal de aspectos, de modos de ser parciales de la
realidad y deben ser ubicadas en el sistema.
743
En sentido estrictamente teórico (según la teoría clásica del Materialismo Histórico; la que no ha sido
todavía superada), una “formación social” (categoría general concreta: integración de “base” –“modo de
producción”, categoría abstracta: articulación de “fuerzas productivas” y “relaciones de producción”- y
“superestructura”) es la vertebración con dominante de “formas de producción” (categoría particular
concreta: configuración de “base” –modo de producción- y “superestructura”), entre las que el “modo de
producción” dominante (de la forma de producción dominante) define a la “formación” (en la formación
humana global, la forma de producción automatizada –la que se despoja del modo de producción- cada vez más
se sobrepone sobre las demás y define la fisonomía del género).
475

iología e inteligencia; formaciones humanas: comunidad, esclavismo, feudalismo,
capitalismo y comunismo; trabajo humano individual, trabajo colectivo y trabajo robótico;
condición animal, condición racional y condición divina; Dios, alma, cielo y vida eterna;
producción, distribución, intercambio y consumo; concepto, juicio, raciocinio y discurso,
constituyen necesariamente el orden de determinación progresiva y conformación de los
hechos, en que se expresa la univocidad de historia y lógica de manera descomplicada sobre
el ser real y su conocimiento: independencia y relación y en tanto premisa que aparece como
tal al principio, y que reaparece como supuesto en cada nuevo nivel, que da al traste con el
surrealismo en el pensamiento. Todo hecho de la vida, tiene como comienzo a la economía,
como premisa de producción y reproducción de la vida; y, este simple hecho, se halla
implícito, presupuesto en las ideas y en los actos, en las instituciones y en las normas, en la
política y en la ideología, en la superestructura y en las formas de conciencia social, como
ortodoxia jamás superable, sino por la aberración de la mente, por retroceso en el proceso de
la conciencia. El principio: la contradicción, el movimiento, la concatenación universal, el
salto: la negación de la negación (“… no sólo como proceso de superación de lo existente,
sino también de conservación de los elementos viables de lo superado…”), el progreso; luego:
nada de “rizoma”, de “estrategia deconstructiva”, de “pensamiento complejo”, de
premodernidad, modernidad, posmodernidad o hipermodernidad; siempre trabajo y
producción de ideas y no “relaciones comunicativas”, acto en el que “la mente mantiene
independencia antes y después frente a la realidad y recibe la determinación de ésta”.
El socialismo, fue; cumplió su papel transformador en la historia y no será más; se
trató de un caso de nueva sociedad en los primeros 30 años de la experiencia del ex Bloque
Oriental: dejó su ideal, batalló con el capitalismo, acelerando el movimiento de éste hacia su
sobremaduración (neoimperialismo, posmodernidad, posindustrialismo, transición, época de
cambios, cambio de época, globalización, era espacial) y se abstrajo. En el escenario
resultante de esa confrontación, la mente se ubica frente a la índole de ambivalente estándar
de la realidad; ésta promueve el doble discurso, pues, aparece tal como se lo mire, como sea el
interés que la conciencia lo estatuya: la interpenetración entre los rasgos (de futuro) todavía
limitadamente perceptibles y la indelebilidad de su huella (del pasado) en el pensamiento, en
el pertinente o impertinente primado de una u otra forma de la ideología: por un lado,
groseramente mercantil burguesa, remozada, triunfante, eterna; o –en su defecto- en crisis,
descompuesta, sin horizonte (los forúnculos de Marx pesan en el recuerdo de la burguesía,
mientras ésta se encuentra con vida). En el polo obreril se produce hecho similar; la
conciencia percibe: para el trabajo nace una nueva etapa de constitución en el trabajo
trasnacional emigrante (la fraternización e integración entre los sudacas y la clase obrera
española, por ejemplo), global, en la apertura de un nuevo ciclo productivo de acumulación
absoluto, planetario (dixit José Martins), o bien: su depresión crecientemente incremental en
la mecanización, en la desideologización. Como sea su proceder, el conflicto histórico impone
la tendencia del devenir en la confusa indiferenciación de todo hecho humano en transición,
en cuyo interior aceleradamente se constituyen los rasgos netos del porvenir, aunque
perentoriamente la conciencia le dé la espalda.
Se debe a esa preconfiguración social que, por ejemplo, la dominación –en la
presente sociedad y a medida que ésta avanza- aparece como si se encontrase desprendida de
su ligamen con el poder del capital (del poder político, o sea, de la capacidad de aprobar
decisiones e imponerlas a las nueve décimas partes de la población, como efecto de detentar
la propiedad privada del capital; en términos de Marx: “...de la violencia organizada de una
clase, para la opresión de otra”). Se percibe, que la moderna forma de supremacía: aquella que
se apoya en el "conocimiento", marcha tal si se encontrase sustentada en una base propia
(aquí, “la realidad se presenta también como sólo imaginaria” –como la forma ficticia del
capital-; afirmación, que no deja de alcanzar status de cada vez mayor veracidad, en tanto la
realidad se virtualiza), y esta apariencia permanente y progresivamente asume dominancia en
la idea, de modo recíprocamente paralelo al carácter secular que predomina en la comprensión
sobre un hecho histórico singular, en el que la estructura de reproducción material de la
sociedad, en la "era pos industrial", parece que no actuase más como la determinación de las
formas organizativas, y éstas: de la conciencia social (en verdad, prevalece la imagen atinente
a que la existencia en colectivo ha sido objeto de indeterminación, debido a que se ha retirado
el influjo de ese “éter especial, que baña todos los colores y que asigna su peso
476

específico” 744 ). Es obvio, que esta apariencia es la mera proyección mental del escenario
social objetivo puesto de cabeza, pero por mucho que la producción dependa cada vez más de
los substratos de la creatividad abstracta y cada vez menos del trabajo físico vivo, la economía
siempre determinará, como supuesto, el mundo supermoderno, pues, las necesidades
satisfechas en sociedad (su desarrollo y la emergencia de nuevas) han dado lugar a la
estructura económica e inmediatamente pasan a comportarse como la premisa de la
concretización técnica. Ahora bien, las necesidades, aun en su acepción subjetivista, "son
eternas" (esta vez, las fuerzas productivas se acoplan a la determinación de la necesidad
histórico-material: el predominio absoluto de la producción intelectual, en la perspectiva
concretizadora del reflejo, del “segundo sistema de señales”).
En la historia, el choque entre sectores constituidos sobre la condicionalidad de las
reglas de distribución previa de funciones al interior del aparato económico, en torno de la
concentración o de la distribución de los medios de producción en sentido proporcional a los
sujetos y sus necesidades, se advierte como una constante (esta invariante, se amplía –es una
determinación que se multilateraliza y asume carácter general y abstracto- frente al excedente,
y al derecho y control sobre la fuerza de trabajo; pero también se cualifica, cambia de terreno,
alcanza el ámbito del ejercicio de la conciencia). El proceso de conformación de la propiedad
monopólica de objetos y medios de producción, el crecimiento poblacional y el apremio
burgués de reproducción de la escasez; pero, de modo especial: el forcejeo en torno de la
disputa de sentido, sobre la perspectiva humana -perspectiva, que está fijada: el proletariado
dejó instalada la única tendencia afín a la razón, por tanto, la historia quedó marcada-, se
vertebra como hecho que ha condicionado el estilo de la lucha proletaria reivindicativa y
política (la reforma: la mediación táctica en la estrategia revolucionaria, aplicada en el nuevo
momento de correlación de fuerzas: la lucha en los propósitos de la conciencia, incluso en el
interior de la llamada “microfísica del poder” -una de las estratagemas proletarias-, en el nivel
en el que éste no se “visibiliza”: la gestión –la disciplina incrementa el rendimiento y la
sujeción: hay que vigilar su observancia; M. Foucault: Vigilar y castigar) 745 . De esta forma ha
avanzado la historia y hoy se abre paso tortuosamente entre contratendencias cualitativas
puestas por el viejo poder monopólico hemisférico (en el símil de la “mano invisible”
esmithiana: en el momento de cuasi ausencia de coordinación racional, en el que cada acto de
modo automático se alinea en sentido unidireccional; momento de emergencia de micro
saberes, de micro discursos, que denuncian a la red de micro poderes y de micro saberes
oficiales, que lo refuerzan) 746 .
En la actualidad, el conocimiento, conforme a la percepción objetiva del movimiento
societal (su objetivación técnica, en su índole de forma actualizada, transfigurada, del capital;
en realidad: en un sistema aún clasista, es una perogrullada sostener, que el conocimiento es
“poder”, y que sobre el hecho la población apertura por el momento nuevos derechos:
“derechos culturales” –A. Touraine) encuentra su génesis en el trabajo social, en los sentidos
supraindividual y generacional (Arthur Rubinstein le dice a Alfini, a la nueva promesa del
clavicordio: -“yo termino; Ud. empieza”-, y se cruza de brazos, con afectación y señorío, con
garbo). En su progreso ulterior, este resultado histórico de la praxis humana, se rige –a su vez-
por esa determinación, la que, paralelamente, en su faceta formal define la evolución de la
conflictiva vida social toda (formal, pues, el sueldo, el costo de reposición del esfuerzo vital
gastado por el cientista creador mientras ha desplegado sus “energías” espirituales –lo cual
744
La realidad ya no se asume en la mente como ella misma; por el contrario, es la acción especulativa liberada
de toda coerción ontológica, la novísima forma de apertura hacia los saberes: la “’postciencia’, en cuanto
prácticas y discursos que ocupan el volumen social que durante la modernidad ocupó la ciencia”.
745
Los “poderes fácticos” (llamados así por parte de la nueva sociología política que empieza a imponerse en el
círculo científico, en virtud de que se halla asociada a las determinaciones de la nueva ontología social de la
Política), que se materializan en la denominada “microfísica”, constituyen, en realidad, la forma
descentralizada operativa del macropoder; en estos niveles actúan los grupos sociales (también individuales)
cooptados (a la vez con intereses propios) de la población, quienes tienen capacidad de retroacción
coadyuvante con los niveles centrales e, incluso, de empoderamiento, en la fase actual o superior del
imperialismo.
746
“La suerte está echada” (Julio Cesar); no le queda más al género, que efectuar la máxima: “fuga hacia
adelante”; para la humanidad el sino es conocido, no puede hacer otra cosa que ir con él o en pos de él. La
conformación de las llamadas “redes de investigación” constituyen el mecanismo factible en boga: redes
cibernéticas de investigación a través de las cuales se pragmatiza el proceso transnacional de producción del
conocimiento, como hecho abstracto promovido ya no para sustentar las necesidades básicas en el plano
técnico, sino en el seno del propio desarrollo del conocimiento.
477

acontece también para el caso de la aglomeración del trabajo en la esfera de la circulación y
distribución de las mercancías-, no deviene de este trabajo objetivado en su determinación
mercantil, sino de la cuota de plusvalía generada por los obreros productivos y asignada por el
poder real del capital, para retribuir el esfuerzo coadjutor efectuado por parte de la capa de los
científicos y los diseñadores técnicos, en verdad, de esta forma nueva, particular –de la
plusvalía en general-, de ganancia: la de procedencia de las realizaciones científicotécnicas)
747 . Ahora bien, no es el mercado, como en la forma de producción mercantil simple,
el que gobierna la vida de la “sociedad” (la fase burguesa de reproducción del género), sino la
“ley del valor”: asignación “proporcional” del trabajo entre los diferentes sectores y ramas de
actividad, precio de reproducción, trabajo necesario y trabajo excedente, nivel de
acumulación, orden global de la reproducción humana, lucha por la renovación de la historia.
En efecto, sólo el trabajo vivo productor de bienes acrecienta en su mayor porcentaje,
en el ejercicio contable, la renta social, valor agregado auténtico, con el cual se procede a
remunerar al trabajo plasmado en la esfera de los servicios (los servicios, en rigor, comportan
el trabajo directo del ser humano, en razón a que el mismo no asume la índole de bien); en
tanto que productor de valor (en el sentido marxista del término), el primer tipo de trabajo
detenta el carácter de sostén del resto de actividades, en su posición históricamente
privilegiada, puesto que necesarias para la reproducción del sistema. Adam Smith –según
Marx- igualó los tipos de trabajo: manufacturero, comercial, agrícola, esto es, trabajo en
general; en la actualidad el proceso se vuelve cicatero: solamente una forma específica de
trabajo, el trabajo intelectual, en el interior de una sola forma determinada de sociedad (sin
embargo, en la actualidad, en la era que la llaman: de la “hipermodernidad”-globalización, un
“solo tipo de economía en el mundo”- incluso marxistas se hallan tentados a incluir a la
simple “actividad” no generadora de valor, como un tipo determinado de trabajo: el trabajo
técnico-intelectual de la gestión, volviendo a caer en la concepción subjetiva de la “labor
creadora de riqueza”). La afirmación anotada, por tanto, es justa, en la medida en que “todos
los ingresos de la sociedad capitalista –a excepción de los salarios, según la concepción
marxista- pertenecen a la plusvalía”; mientras que el alto componente fijo de las inversiones
correspondiente con la permanente aplicación de decisiones de innovación técnica (formación
de capital constante que, como se sabe, no es portadora de la cualidad inherente a la
generación de valor, pues, el valor coagulado simplemente es transferido –de modo contable
de acuerdo con el concepto de “depreciación”- íntegramente al costo del producto), eleva cada
vez más la explotación del trabajo, al incrementar su productividad 748 .
En una palabra, la fase burguesa de constitución de la vida del género ha venido a ser
un jalón de vital importancia en el necesario proceso de “hominización” (la “dialéctica”: el ser
humano ha impuesto al cerebro un “método del pensar y una doctrina sobre el desarrollo del
mundo: la ciencia de sus leyes generales”, pues, se trata del período de conformación de las
condiciones materiales capaces de fundar en ellas el cumplimiento de una finalidad
trascendente, cosmológica, asociada ni más ni menos que con el proceso de representación
intelectiva del modo de ser universal de la realidad: la práctica transformadora revolucionaria
del mundo –en ese sentido, el ser humano perfecciona la obra de la naturaleza). La nueva
747 Sobre el trabajo que se produce en la esfera de la ciencia y la técnica (o aquel que los desarrolla), así como
el productor de otro tipo de servicios (como el del médico, del maestro…, autónomos), no generan valor alguno
y se nutren, para su reproducción, de parte de la plusvalía producida por el trabajo que crea valor: el físico,
productivo, del obrero; la cuestión reside en descubrir el "misterio" relacionado con la utilidad (noción
refigurada, de ningún modo en el sentido económico empresarial) que le es inmanente al trabajo improductivo
(el que no produce valor, puesto que carece de vínculo alguno con el capital), y las actividades científicas y
técnicas simplemente tienen por virtud mejorar las condiciones que incrementan la productividad del trabajo
físico-productivo (su explotación), generador de nueva riqueza. En relación a la discusión sobre la utilidad o no
del trabajo improductivo, al margen de la esfera de la producción de valor un trabajo históricamente puede ser
útil -para mantener la estructura de dominación en las sociedades clasistas como, por ejemplo, en la capitalista,
esto es, las actividades superestructurales-, sin embargo, no generar valor: al contrario, consumirlo
parasitariamente.
748 El dinero en manos del trabajador industrial –en general, en los modos de producción clasistas y sólo en
ellos- representa el reconocimiento en “metálico” por parte del burgués, de parte del “valor” generado por su
trabajo (este signo substituto de la real mercancía-dinero, simboliza trabajo y su poder de compra propio: su
“precio natural, su centro de gravedad”, antes de la incidencia en él, de las leyes del marcado); para el burgués
es la representación de la cuota de plusvalía (utilidad, renta, interés), o sea, valor representado, realizable para
la reproducción capitalista (consumo, inversión, atesoramiento suntuario, gastos de la superestructura) y, para
la clase obrera: su reproducción en tanto tal.
478

etapa, en cambio, en la que yace suprimida la completa forma histórica clasista de la
humanidad (obviamente, precedida por una necesaria y coyuntural seudo estructura
transicional, que ya está a la vista), no constituye simplemente un proceso de singular
armonía, en el que el ser humano se limita a reproducir un ciclo de felicidad en el que se
satisfacen, de acuerdo a sus demandas, las necesidades hasta la fecha conocidas, exigidas y
planteadas, como normalmente en la actualidad se cree. Por el contrario, aquí (en la fase de la
“comunidad de objetivo ´cibernética´”) se supraindividualiza, se multilateraliza, se complejiza
y eleva a la máxima expresión su productividad subjetiva: la esfera concretizada del “trabajo
intelectual”. Strictu sensu, el capitalismo es la etapa de acelerado desarrollo material y
culminación de ese desarrollo, de y en la humanidad; el comunismo, en cambio, es la fase de
inicio, despliegue y terminación del desarrollo espiritual de la humanidad (el viejo jubilado se
halla rodeado de todas las condiciones para dedicarse a pensar).
El ser humano se protege de la “agresión” de la naturaleza externa y de la propia (de
los cataclismos, de los virus, de las bacterias, de las riketcias, de los parásitos; también lo hace
de los desastres de procedencia clasista y de los resultantes del exceso de “energía” que exige
la producción tecnológica); en segundo lugar, adquiere cada vez nuevos compromisos,
renovadas necesidades (entre éstas, cabe incluir los problemas de índole antrópica in
abstracto: deforestación/desertificación, contaminación, alteración de los ciclos naturales en
general); en tercero, guerrea a lo interno de la especie, de manera que determinado sector
alcance hegemonía y comande el sistema, puesto que no existe otro modo de cohesionar al y a
los pueblos cuando los procesos de la razón todavía son insipientes, insuficientes. Protección,
necesidades y gestión coercitiva de la unidad contradictoria de prácticas, intereses y visiones
humanas, han garantizado la sobrevivencia de la especie; pero, sin saberlo, el proceso no es
simple, no es humildemente humano del todo, pues, conduce hacia la formación más exacta y
amplia del concepto sobre la naturaleza, el Universo, la Materia: materializa la idea e idealiza
la materia; la realidad y la organicidad biológica de la persona se autocomprehenden en la
idea, ésta: existe.
Y, en las condiciones desplegadas del desplazamiento de los “hechos que ‘son’”,
claramente se muestra la contradicción básica –la antinomia que rige el curso del movimiento
humano en general en dirección de su meta y de la realidad toda, en su manifestación
prístina-; la citada contraposición que dinamiza una comunidad, que ha perdido el fundamento
clasista (desde el momento en que impera la razón), puede exponerse del modo siguiente: el
enfrentamiento entre la estructura procesal del “ser” que se abre al infinito, y la conciencia
que se propone atrevidamente alcanzarlo; o sea, dos movimientos enfrentados: el de la
realidad y el de la inteligencia, última, que es parte de la primera (ésta, la más grande ley de
movimiento, de la especie toda en sentido orgánico y espiritual 749 ). Por su parte, las
contratendencias a las que esta tendencia principal históricamente se ha opuesto, frente a las
cuales se ha abierto paso de modo cruento (sobre todo de cara a las “cruzadas”, a la
“inquisición”, pues, la inteligencia se ha hecho para pensar, para profundizar en el
conocimiento del mundo, mas no para mejorar el sentir) y a las que progresivamente ha
sabido supeditar, son: la Religión, en primer lugar; el sensualismo, en segundo (la
incomprensión de este proceso general y la utilidad justificatoria del ser humano ante sí y ante
el Cosmos: el no entender que el progreso material de la humanidad es un hecho necesario y
abstracto, le hace plantear, por ejemplo: a Marcuse –Eros y civilización-, a este primer
ideólogo malejemploso del “naturalismo antropológico de la sensibilidad freudiana”: la
famosa y anodina “economía libidinal”, el rechazo a la tecnología, el planteamiento del
Individuo unidimensional, esto es, a no encontrar diferencia entre el socialismo “real” y el
capitalismo); y, más recientemente, la ideología ecologista, pues, ésta forma de abordar el
nexo entre el trabajo y su relación con su objeto ontológico natural, coincide con las dos
posturas anteriores, en virtud de que proclama que debe frenarse el desarrollo positivista y
tecnocrático de la ciencia y de su aplicación utilitaria: la técnica en el marco de la “lógica…
[sic]… de la ganancia”, puesto que el mismo es el factor principal de destrucción de la
naturaleza (el atavismo de todos modos aquí reside en el hecho de que un instrumento, por su
naturaleza neutro: la tecnología, recepta el carácter de las decisiones que toma una clase).
Ley, que tiene –por tanto- su expresión y bloqueo en la región de la lógica. El
Evangelismo: grupo humano ideológicamente bonapartista, que de modo exacerbado lucha
749
Ley que conduce al mundo y que de modo inconsciente pone el sentido de racionalidad –a posteriori- a la
presencia y actuación humanas.
479

por otorgar hegemonía a sus abstracciones aladeando posiciones que se le oponen, reedita la
refriega verbal cuando bifurca el proceso de la experiencia cognitiva humana en “ciencia
descripcionista” (evolucionismo) y “ciencia histórica” (creacionismo); la primera –dice-,
descubre el proceso de la vida en su estudio paleontológico y biológico, mientras que la
segunda –continúa-, lo hace en la Biblia, en la revelación. Esta forma ideológica religiosa
pone duda en la pertinencia teórica del evolucionismo (pero ya se sabe que el “eslabón
perdido”, es apenas un cromosoma), anteponiendo como argumento de imposibilidad en la
viabilidad del azar; mientras que cree encontrar objetividad en la revelación: en la “exposición
progresiva del proceso de la vida”, registrado en el discurso bíblico (pero: “Las características
del intelecto humano son perfectamente naturales y entendibles por el análisis racional…”
–Panchout, Philippe. El funcionamiento cerebral-, como lo son todos los otros aspectos del
mundo). Ahora bien, según la percepción einsteineana, la humanidad en el Siglo XX se halla
sumida en el proceso de captación de la información en torno de los hechos del mundo, sobre
las “cosas”; una vez que ésta fuere completada, adviene el proceso de formulación de la
“teoría” (“para todas las cosas”) 750 . Esta es una posición “absoluta”, “determinista” sobre la
intención del intelecto humano, fascinante y creíble, que hecha el guante al indeterminismo de
la infinitud, o sea, de quienes transparentan el complejo agnóstico de la “incognoscibilidad
completa del mundo”, dado que el proceso de captura de datos, es infinita (sin embargo,
ciertos teóricos se muestran indeterministas en el plano científico y deterministas en el
filosófico, tales como Heisenberg y Schrödinger).
Ley –por otra parte-, que determina el sino del género (y al que deben integrarse los
pueblos subcomunitarios del planeta, si no quieren mantenerse como ocurre en el fútbol:
siempre –y morir así- en la banca –tanto peor: como “museos vivientes”-; reivindicar el
derecho de participar en el destino –por lo menos con voz- de la especie humana es lo
propio, el cual al momento lo protagonizan las elites de los pueblos de la “neotriada”); luego
de abolida de la historia la etapa de la “lucha de clases” en su estación terminal burguesa: el
conocer es el nuevo y único objetivo de la vida; en la tendencia hacia él, la conciencia
propende atrapar a la materia (su constitución y proceso) en la mente como idea. El ser
humano es ni más ni menos que un corredor griego antiguo (“llega a la meta al morir”): este
“chasqui mail”, decesa no bien ha entregado el mensaje; la humanidad, la conciencia, pierden
sustento una vez develado el misterio sobre el Universo (ya no se necesita de la cópula: de la
reposición de las unidades de inteligencia idas, puesto que ya no hay qué descubrir, qué
conocer), pues, sería impropio el ser consciente por siempre, de manera rutinaria, solamente.
Empero, los grupos humanos de vanguardia en la esfera, tampoco pueden regodearse en el
éxtasis de un narcisismo autopersonal. El gran mérito histórico (¡bah!) de japoneses, europeos
y yanquis, consiste tan sólo en haber sostenido el proceso vergonzantemente clasista de
creación de las condiciones materiales para sustentar el mundo nuevo (también en América,
en el Cono Sur, hay algunos ilusos, que se dan de europeos). De este “gasto”, deben ser
beneficiarios los descendientes del grupo históricamente oprimido, marginado,
sistemáticamente anulado de la humanidad; hacía allá van los “chicanos”, los “sudacas”, pero,
sobre todo las comunidades apropiadamente politizadas del planeta (si la lucha por la
750
En el divertimento probatorio de la capacidad resolutiva de acertijos, en la que está en juego “quién es
quién” en la dimensión competitiva de la inteligencia, esto es, en el paso del 98% hasta el 2% de los
privilegiados en el mundo que han resuelto el problema multivariable propuesto por Einstein, este tránsito aquí:
no se ha producido; se diría: se necesita más “tiempo” y mentalidad matemática ejercitada históricamente.
Habrá que interponerse el recurso atinente a que: la rama de especificidad define la capacidad de comprensión
y resolución de una cuestión; de modo que intrincados problemas son planteados por la particularidad y
resueltos en su campo. Quién juega fútbol: no puede retar a un matador de toros. Por tanto, no es sustantivo a
objeto de la evaluación intelectual, tal ejercicio (a propósito, el problema referido es: “el siguiente problema
fue escrito por Einstein en el siglo pasado. Ha sido traducido y mejorado desde entonces, pero la lógica es la
misma. El problema tiene respuesta, tómate tu tiempo para tratar de resolverlo. ¿Serás parte del 2%? Datos: 1.tenemos
5 casas de colores distintos; 2.- hay 5 personas de diferentes nacionalidad, siendo, cada una dueña de
una casa distinta; 3.- estas 5 personas toman alguna bebida, fuman cigarrillos de una marca y tienen mascota,
todas respectivamente distintas. Premisas: 1.- El inglés vive en la casa roja; 2.- la mascota del sueco es perro;
3.- el danés bebe té; 4.- la casa verde es la inmediata de la izquierda de la casa blanca; 5.- el dueño de la casa
verde toma café; 6.- la persona que fuma Pall Mall cría pájaros; 7.- el dueño de la casa amarilla fuma Dunhill;
8.- la persona que vive en la casa del centro toma lecha; 9.- el noruego vive en la primera casa; 10.- la persona
que fuma Blend vive junto a la que tiene gatos; 11.- la persona que tiene caballos vive junto al que fuma
Dunhill; 12.- la persona que fuma Blue Master debe cerveza; 13.- el alemán fuma Prince; 14.- el noruego vive
junto a la casa azul; 15 la persona que fuma Blend tiene un vecino que bebe agua. ¿Quién tiene por mascota
peces?).
480

sobrevivencia es la respuesta unitariamente táctica en la coyuntura, la captación de la
dirección de los modernos procesos globales, se instala en la estrategia).
Ley, en suma: que hace ver, que la solución fácil religiosa al dilema filosófico: ¡es una
afrenta, carece de sentido noble, humano! Ley, que opera solamente en determinado punto de
“singularidad”: en la historia, en tanto aquella se despliega en: emergencia de la
determinación, emergencia de la vida, emergencia del ser humano (historia), emergencia de
Dios. En general, esta ley es consecuente de este modo conforme a una concepción que se
apoya en previsiones tecnocráticas, esto es, retraduciendo en términos marxistas la hipótesis
prospectiva de la “singularidad”: humanización de las fuerzas productivas materiales,
materialización de la fuerza productiva humana, el trabajo deja caer su “melena” esencial, se
detrae el marco clasista de evolución de la especie, “democovivencia”: igualdad, hermandad,
nivelación de la conciencia (“paraíso” comunista), búsqueda de la verdad como tarea exigida
y dominio de la fuerza material del Universo, la materia empieza a hacerse con el trofeo en
una etapa crucial de su “vía hacia el Gólgota”: su “otro de sí”, la conciencia, Dios (agujero
negro: todo deviene en cero, “porque él así lo quiere”). Entre tanto, el ser humano se ha
vuelto: actor de la historia, actor de la naturaleza, actor del Universo, actor del cielo: el
anticristo ha nacido, la negación…
2.2.- OBJETO DE LA LUCHA POLÍTICA.
La tierra ha dado miles de giros al rededor del sol; en las últimas reiteraciones de
dicho trayecto, la mirada se ha posado insistentemente sobre el modo de ser del devenir
humano; éste: finalmente ha puesto al descubierto su naturaleza regular. Movimiento
constante, transformación; evolución y cambio total “repentino”; fases y configuración en
amalgama y acción recíproca, arman la fisonomía histórica de la vida, en el “eje del
‘tiempo’” 751 . La “transitoriedad”, en consecuencia, es la determinación permanente,
inmediatamente reconocible de toda realidad que se halla condicionada de modo orgánico, la
cual la define en diverso grado y manera, de forma particular: cuando el proceso se encuentra
instalado plenamente en la etapa madura, de su desarrollo concreto. La estructura –como se
sabe-, es presupuesto de estabilidad relativa: estabilidad, puesto que el que se da en el interior,
es un orden de movimiento de carácter circular, cíclico, reiterativo; relativa, por cuanto esta
simple acción de conservación, contiene sus resguardos tanto como el impulso del cambio,
sea en sentido progresivo como en el degenerativo. La coyuntura, en el movimiento humano,
es el puente, la mediación, que permite el paso de una composición sistémica parcialmente
estable a otra más consistente y superior; el citado nexo de cambio, se asienta sobre los
rudimentos de la forma anterior. Según la consideración expuesta, la transición es absoluta
entre estructuras y relativa al interior de ellas; la contradicción originaria deriva en principio
de movimiento, de manera que la conformación estable se troca en su contrario: en fuente de
discontinuidad y de cambio (esta visión sobre hechos de naturaleza autodirigida, teóricamente
está planteada).
La humanidad, de estructura inveterada, afianza la nueva realidad infante; y, en el
suceso dado de frutos todavía inmaduros, según las características inmanentes, los diversos
estamentos humanos reenrumban las tareas de actuación política (las nuevas Constituciones
Políticas: de estructurales deben trocarse en procesales, para permear el cambio, no la fijación
de los hechos 752 ). Las estructuras puras, para su desactivación, reclaman actos de dimensión
revolucionaria; la autentificación de la comprensión distinta, como efecto de episodios
anteriores de revolución, se enanca en el programa de reformas. En la forma “sociedad” de la
humanidad (es decir, en la actual), en la que la transitoriedad deviene en característica
principal de su movimiento; naturaleza especial que responde al status de doble
configuración, esto es, en cuanto pone en conexión a las subestructuras del pasado y a las
correspondientes al porvenir 753 ; en este orden humano el producto de la actividad
751 Se usa necesariamente la noción “tiempo”, puesto que resulta harto difícil salirse completamente de esa
trampa.
752 El Derecho, como fenómeno social, es dinámico y se contrapone al Derecho como fenómeno jurídico, formal
(el Derecho plasmado, que fija las formas históricas y socialmente apropiadas de las relaciones humanas en un
punto, es un fenómeno conservador).
753 Estas subestructuras interpenetradas, “de lado y lado”, expuestas a manera de “vuelo de pájaro” y según el
modelo dinámico, totalizante, siempre en devenir, del “materialismo histórico” (condiciones de desarrollo
material, estructura, superestructura, formas de conciencia social), se comprehenden del modo que sigue. En el
481

gnoseológica positivista de Occidente, se sitúa en la mente en la línea de avanzada de los
instrumentos de dominio: en el principal puente entre la conservación y el cambio, en su
definidor estratégico (en lenguaje de Matus: la “acumulación decisiva” -Matus, Carlos.
Política, planificación y gobierno) –no es ajena a los hechos esta “intuición”- (“el
movimiento de las categorías, constituye el ser humano real”; la conciencia filosófica, de esta
forma determinada: como el pensamiento que estatuye el mundo, define este modo de
percepción 754 ).
No solamente el capital, en su substanciación antediluviana (como medio de cambio),
emite los tentáculos del poder –económico, político, espiritual- sobre el tejido social
hemisférico; a él, se suma una nueva forma de enajenación, la cual se sustenta cada vez más
por entero en el influjo social de la “mercancía” conocimiento (“valor/conocimiento”; del
mismo modo como ocurre con las antinomias económicas en la robotización, en este producto
histórico-social de la mente, de forma creciente se cancelan todas las contradicciones
espirituales del sistema burgués en la sociedad –sea ésta, la última forma mercantil del
capital-: en su estado plenamente desarrollado, a pesar de que temporalmente ésta haya
pasado a operar como el nuevo centro de acumulación, como el medio efectivo de dominación
supranacional). En efecto, el conocimiento –como forma/mercancía del trabajo, esto es, en su
función de capital- es un elemento histórico, que sostiene –a la usanza del típico capital-, una
relación social; quien lo posee está investido de la facultad para acumular, dominar y modelar
la mente, en el interior del permanente nexo con el trabajo (directa o formalmente
subsumido). En la mercaría “conocimiento”, del mismo modo como en la mercancía
“trabajo”, opera la forma racional, inmanente al carácter autocentrado de su ser, el cual
forcejea con la naturaleza cosificada y alienada que determina su entorno, de la hegemonía
trascendente de sus semejantes. Cada vez esta conciencia se aclara y amplia, reclama la
nivelación de posiciones en la vida: el instrumento de estas clarividencia, consolidación
racional y revelación (la fuerza de ésta) es el propio desarrollo del saber, en el que el “valor de
uso” del conocimiento objetivo, desagrega “valor” al conocimiento común, vulgar,
espontáneo (ideología, falsa conciencia, mercancía tramposa 755 ). El ser consciente es libre, ha
salido de las “reducciones”, mira al resto como a sus iguales; en esa visión, supremacía de
toda índole es una aberración insostenible, objetivo a ser demolido.
En consonancia con la aseveración expuesta en párrafo precedente, puede sostenerse,
que quien es poseedor de conocimiento (de este producto histórico, situado en la mente o en
las variadas formas de documentación modernas) o de la virtualidad autónoma para
producirlo (propiedad de medios de producción de conocimiento), dispone ya, por sí solo (Bill
Gates), de poder económico, de poder político, de poder ideológico, de capacidad para poner
cuadro integral del sistema de apropiación mundial del excedente por parte de los monopolios globales y de una
estructura parcial de instituciones transnacionalizadas de gobierno mundial (gobernanza), a través de la que se
ejerce la dominación de clase por parte del estrato burgués planetario en decadencia: manufactura, economía
industrial, monopolios globales – robotización, economía del conocimiento, reproducción solidaria; Estado,
democracia o dictadura burguesa, Derecho Positivo – Consejo de Coordinación, gestión de recursos
materiales, normas morales; positivismo, idealismo religioso – dialéctica, objetivismo científico; de similar
manera frente a un horizonte en el que brilla con intensidad creciente la luz inmanente, que anuncia el
afianzamiento de las formas espontáneas de coordinación de la nueva “raza” humana y su quehacer espiritual.
No obstante, es la “economía” del pensamiento, la determinación del todo en la coyuntura transicional, la que
pone en línea a las demás prácticas de la reproducción humana en la totalidad compleja articulada de la
“transición” (strictu sensu: del pensamiento), aquélla que –a la vez- crecientemente se multilateraliza a través
de ellas, en la totalidad.
754
Incluso para la sociedad de estructura acabada: para la forma burguesa de producción, el capital no es una
"relación social"; solamente su reificación lo pone de ese modo. En sentido lógico: el capital es el resultado de
una "relación social" y es el medio de su concretización y perennización (en sentido histórico), tal como lo es
actualmente el conocimiento (el cual no es más, que una forma sui géneris de capital). Marx dice: “Esta
escisión entre las conditionnes de trabajo, por una parte, y los productores, por la otra, es lo que constituye el
concepto del capital: se inaugura con la acumulación originaria, aparece luego como proceso constante en la
acumulación y concentración del capital y se manifiesta aquí finalmente como centralización de capitales ya
existentes en pocas manos y descapitalización de muchos (que bajo esta forma modificada se presenta ahora la
expropiación)” (Marx: El Capital; volumen II).
755
En Chile, por ejemplo, relata un emisario político de los jóvenes universitarios que luchan por la gratuidad
e instauración de un sistema de calidad en la educación, que cuando a la derecha se le dice: “no al lucro”, está
responde: “eso es ideológico”, y no oye, rechaza. Para ellos, se añade, la educación no es un proceso de
formación multilateral de la persona, sino un “bien de consumo”, por tanto, una esfera para los negocios; y la
derecha cuenta con apoyo mayoritario de la población, puesto que se han implantado en el pueblo mediante la
penetración con la aplicación de políticas populistas y clientelares.
482

en operación esos poderes, o sea, para reproducir y acumular materialmente el resultado
progresivo de la creatividad generacional colectiva, en su transubstanciación en riqueza no
espiritual. Este individuo dotado de estructuras del saber, cuya reproducción debe darse en la
institucionalidad histórica de concurrencia neoburguesa, el cual ha rebasado la fase de
acumulación originaria, es capaz de independizarse e instaurar procesos de explotación social
(de establecerse como sujeto instalado en la etapa de acumulación ampliada); pero si esto es
así, el fenómeno debe darse siempre en el interior y según la determinación de las leyes del
ciclo clásico de reproducción del capital (sin embargo, no solo de conocimiento vivirá el ser
humano del futuro). Por tanto, el proceso de reproducción del conocimiento con fines de
acumulación, dominio y sujeción moral, debe vincularse necesariamente al movimiento del
capital en su forma convencional; y, en cuanto el conocimiento lo realiza a él, éste se realiza
también; incluso su reproducción en su forma-saber depende del ligamen con el capital;
inquieta, sin embargo, el carácter de tendencia negativa, sedicioso, que tiene el suceso para el
propio capital, pues, es obvio, que cuando se educa a un pueblo, en adelante ésta es una forma
de redistribución de la riqueza más fundamental, inclusive que las formas saláriales
inmediatas de esta distribución.
Mutatis mutandis, la más abstracta y moderna forma de dominio se ejerce sobre la
propiedad concentrada del substractum del trabajo intelectual acumulado: el "conocimiento".
El “ser social” global de modo indiferenciado, ingresa en la subfase de la dictadura
espacialmente absoluta, planetaria, del capital, a través de su forma histórica más
desarrollada: el conocimiento, no obstante, la relación de explotación que se reinstituye
conforme a la condicionante puesta por este tipo de riqueza social, es la antesala en la que la
humanidad –la población dominada- se redime efectivamente. En el escenario
socioeconómico de coyuntura, la preocupación inmediata de los grupos hegemónicos
supranacionales residuales, no radica en la necesidad de concentrar conocimiento per se, sino
en tratarle a éste, según la determinación inmanente al proceso del capital: como su pertinente
sucedáneo, en la medida en que –en tanto factor “productivo”, como “fuerza productiva
directa”, según muy comúnmente se afirma- es “fuente” (instrumento indirecto, insumo,
catalizador) de la producción y expropiación de riqueza. El neoburgués inserta al
conocimiento –a esa moderna y ficticia forma del capital- en la estructura de supuestos
ontológicos sustentantes del poder político; esto es, de la lucha (de clases) fundamental que se
abre en el contexto general del planeta, formalmente: en la disputa por la conducción del
mundo, sobre el carácter que, según la mente especula, debe asumir -en concreto- la
humanidad.
La dominación, por primera vez y de manera descarnada, se presenta con carácter
metahumano (por sobre las decisiones autónomas, que tienen que ver con los procesos de
reproducción del conjunto de seres exentos de la propiedad del capital), impredecible,
espeluznante, selectiva y brutal en su índole de letalidad –por tanto- imposible de recepción
de oposición y freno eficaz (Bilderberg –gobierno en la sombras-, La Trilateral, los Halcones
de Wáshington, el Pentágono, la NATO); se da paso, en substancia, a la configuración de una
clase de orden social columbrado por un tipo absoluto de poder, cuyos designios tornan
inerme a la población entera del planeta (en esta forma nueva de sometimiento, la
“hegemonía” ha superado la pura dimensión ideológica antaño exclusiva en esferas recluidas,
para volverse global, indetectable, o sea, eficiente y virtual); esta forma exótica de pensar y
ser ocupa, da y llena de sentido la mente en estructuración o en reestructuración al ponerla en
contacto con los componentes básicos de funcionamiento y reproducción del sistema, y en el
que el saber dominante, modela la conciencia y arranca comportamientos coherentes con
dicho habituario (“un medio constantemente cambiante, que cambia para mantenerse
constante”). Habiéndose llegado a este punto, se presenta sencillo presuponer el extremo al
que puede conducir la perfidia de las relaciones concurrenciales (los “halcones de
Washington”) coludidas con la propiedad monopolizada sobre la “información” (“los sensores
pueden monitorear todo”), en torno del denominado “código genético”, de la “tecnología
espacial”, de las “armas climáticas” (“polígonos del clima” instrumento de producción de
terror y de eliminación en masa de poblaciones molestas para EU), de los robots (de su
programación genocida), de la inteligencia artificial, de los denominados sybors, de la
nanotecnología (nanoarmas, para enfrentar a un enemigo difuso), de la estrategia de seguridad
preventiva de espectro completo del poder mundial que abarca tres dimensiones: 1.-
subterránea para túneles, madrigueras, bunkers; 2.- la superficial capaz de conocer, controlar
483

y prever cualquier movimiento, agrupamiento o relacionamiento autónomo de entes sociales;
y 3.- la espacial, circulación de aviones, misiles y colocación de satélites –información-, que
el pueblo-objetivo no deje de estar vigilado para que no pueda hacer acuerdos o planear
insurrecciones (Cedeña, Ana. Las ilusiones hegemónicas; revista América Latina en
movimiento, Quito julio del 2004) 756 .
Todo desarrollo tecnológico posee fines concretos de dominación en un sistema
clasista como el burgués; los “transgénicos”, por ejemplo, pueden ser vistos según posiciones
ingenuas de elevación de la productividad, reducción de precios, mejoramiento de la calidad,
conducentes a subsanar el problema del hambre en el mundo (beneficio de transferencia
tecnológica y alimentario, que no debe ser despreciado) o como una estrategia que oculta el
control de la masificación de la vida y de la peligrosa inconforme; está “segunda revolución
verde” (modificación genética de los organismos: incluir genes o segmentos de ellos, para
conseguir productos mejorados), tiene el mismo sentido que la primera: mantener la estructura
monopólica, concentrada, latifundista de la tierra, como requisito para la proletarización
(“revoluciones verdes, para aplacar revoluciones rojas”). Ahora bien, el desarrollo científicotécnico
es impresionante; el mismo se proyecta mucho más sobrecogedor en el horizonte. Ese
es un mérito humano, que no puede ser objeto de miedo o recusación, pues, la inteligencia
humana es poderosa, no tiene límites (su frontera son únicamente las leyes de la materia). Con
el afianzamiento de la Ingeniería Genética, con la Farmacogenómica (medicamentos
personalizados), los seres humanos adquirirán poderes sobrenaturales y superarán sus defectos
y dolencias congénitas. Las preguntas inmediatas son, a dichos productos: ¿sólo accederán
unos pocos?, ¿se deben poner límites éticos y constitucionalizar derechos en coherencia? La
solución no viene del subjetivismo, del voluntarismo o del racionalismo consensual. La
solución es estructural, social, histórica (política, en último término); es por eso que el
capitalismo está saliendo de la historia. ¿Por coincidencia? Tampoco. El desarrollo colosal de
las fuerzas productivas de modo inadvertido crea condiciones que forzan el cambio en
coherencia de las relaciones sociales: el superhumano, el ser humano con súper poderes
abastecido por el robot (y por el robot inteligente), solo tiene sitio en la forma humana
comunista que viene.
“La historia no hace nada, ‘no posee ninguna inmensa riqueza’, ‘no libra ninguna clase
de luchas’. El que hace todo, el que posee y lucha, es mas bien el ser humano, el ser humano
real, viviente; no es, digamos, la ‘Historia’ quién utiliza al ser humano como medio para
laborar por sus fines –como si se tratara de una persona aparte-, pues la Historia no es sino la
actividad del ser humano que persigue sus objetivos” (La sagrada familia de Marx y Engels,
citado por Adler, en: La concepción del Estado en el marxismo). La referida, es una reflexión
obtenida en el proceso de formación marxista de los productores de dicha formación
ideológico-teórica; la misma está penetrada de premisas prioritariamente antropológicas. En
realidad, la historia natural, con sus luchas dialécticas internas, ha producido la evolución
natural hasta llegar al ser humano. La ley del desarrollo tiene vigencia con carácter general,
tanto para la materia mecánica, como para la orgánica, cuanto para la humana: la historia
opera como “persona”, pero a través de la “persona humana” o viceversa (la persona actúa por
intermedio de la historia como persona colectiva; ésta produce instrumentos los cuales
constituyen efecto de cosificación de sí misma, de su inmanencia inteligente, con los que
satisface sus necesidades y le imponen su avance progresivo. “Ellos… (los subversivos,
intelectuales, ciudadanos)… no tienen que realizar ningunos ideales, sino simplemente dar
rienda suelta a los elementos de la nueva sociedad que la vieja sociedad burguesa agonizante
lleva en su seno… (como efecto de la actuación y legado proletarios)…” (Idem.). Por tanto,
“…el marxista deduce de la respuesta de la ciencia la confirmación de que ‘el programa de su
querer y de su actuar’ está en la dirección del desarrollo necesario del proceso social…”
(Adler, Max. La concepción del estado en el marxismo; México, 1982).
756
¿El efecto de la índole contradictoria, asimétrica, de la estructuración humana, hará que el pueblo llano
“apure el cáliz hasta las heces” de la determinación clasista, en la medida en que los grupos económicamente
privilegiados le dejen como herencia una tierra en estado necrótico, librados a su suerte, mientras ellos surcan
el “espacio”, guarnecidos en los laboratorios espaciales, en los que se atisba que ya están replicando “in vitro”
las condiciones ambiéntales de la tierra, puesto que tampoco llegaría a sus manos los productos de la conquista
tecnocientífica asociados con la búsqueda de la prolongación de la vida como de las posibilidades, que lindan
con la noción de la inmortalidad, pues, ya se habla del Teloma y de la teloneraza? ¡No! Para el instante en el
que el ser humano se aventure realmente fuera de la esfera, éste habrá, cruenta y dolorosamente, conquistado
una nueva “cultura” (de manera que, éste es uno de los frentes de batalla en la guerra política).
484

Esta modalidad nueva de sojuzgamiento (de forma novísima de enajenación; la
estrategia comprehende, como uno de los puntales de avanzada, al trabajo soterrado, velado,
de bien definidas ONG: el dominio deviene, en consecuencia, mediatizado, sobre todo en
materia de índole medioambiental –en esencia: maniobra que desvirtúa las percepciones y la
lucha social a partir de su vulneración ideológica), no obstante, tiene ante sí erguida su
antípoda -por ejemplo: el FSM (Foro Social Mundial)-, esto es, la demanda masificada,
espontáneamente (las “redes sociales”) concordante por parte del grueso de la población
mundial en pro de conseguir la socialización de los productos del proceso de la ciencia, en la
que se agrupan amplios sectores de orden pluriclasistas en la esfera toda (la cual también
experimenta, de su lado, una tendencia inmanente hacia su espontánea difusión, pues,
constituye dinámico proceso, que cada vez más se escapa del control y sigilo del poder) 757 .
Este enfrentamiento se extiende en el “tiempo”, implica al planeta en su conjunto y constituye
la sumatoria de episodios cruentos hasta el tuétano; en las susodichas circunstancias, la índole
de la conducta humana que se presiente, se desprende de la naturaleza muy sensible al sino
humano de la materia a tratar, por cuanto representa el escenario en el que se libra la batalla
más fundamental del género, en la que está en juego el orden futuro del “ser social”, frente a
la determinación de poderes transestatales genocidas y amorales, los cuales se afianzan sobre
la sistemática económica mafiosa de narcotraficantes y de mercaderes de la guerra 758 . Esta
decadencia del régimen burgués ha conducido al mundo, a considerar la necesidad de “forjar
una nueva fuerza social”, pues, al poder y a sus líderes, la humanidad “ya no les pide medidas
para cada uno de los problemas que le aquejan: lo que solicita el instinto popular hemisférico,
es la creación de una fuerza nueva, de un proceso renovado, que sea fuente de una dinamia
nueva, que se ponga al frente del movimiento en curso de transformación planetaria”. Luego,
“la solución en la historia está en las fuerzas sociales; estas fuerzas deben ser reordenadas en
el planeta; debe reestructurarse todo el proceso humano, a fin de que sean retiradas
ocupaciones mínimas para la conciencia social, de modo que experimente el gigantesco aporte
al ser educada y no adormecida, superando ese pantano que son las creencias del catecismo
religioso, del mercado, del fin de las ideologías, que se reproducen para suprimir la visión de
la realidad”.
Si se echa una mirada retrospectiva a la actuación en la historia de la razón, se puede
entrever, que la ruta descentrada de transformación social planetaria, formulada en el
programa de intervención de las “estructuras conscientes” sobre el flujo natural de la historia;
dicho de otro modo: la perspectiva de cambio planteada para cada unidad geoinstitucional del
sistema de acumulación burgués a escala mundial para entonces, su subsecuente
encadenamiento y concreción metaclasista en la nueva totalidad, constituye la médula
757
En las sociedades capitalísticamente “no viables”: en las neocolonias, los actos delictivos (robos, tráfico de
drogas...) se montan sobre los últimos desarrollos de la técnica; el ingenio, la creatividad de un simple shuwa
(la que -dicho sea de paso- resulta muy superior que la que se ostenta en los círculos de la creatividad de la
ciencia o de la innovación empresarial), que se ingenia para robarse, reproducir y "lucrar" de inventos costosos
(impresiones piratas, copias de películas y de diversos productos -chiviados), que antes era patrimonio de alto
espionaje entre países y entre empresas, llevaron ilusamente a pretender defender la creatividad, mediante la
promulgación de la Ley de Propiedad Intelectual. Pero hoy esta coerción ya no es suficiente, es fácilmente
burlada y: ¡bien hecho! La técnica en sí, en la fracción autónoma de su direccionalidad inmanente, se
autodetermina para romper la camisa de fuerza de la propiedad –desprivatización de la tecnología- y para
ofrecerse a la población de modo gratuito y sin censura, es el caso del “Software libre” que permite pasar del
solo consumismo a su desarrollo y uso estratégico popular (el Internet, dixit Manuel Castells; el Internet 2); y,
los secretos se profanan, se hurtan tan rápidamente como el prurito de sobrevivencia en que las condiciones de
miseria lo perurgen (un simple ejemplo: cuando se llama por teléfono no es posible mantener el anonimato más,
pues, el número telefónico inmediatamente se representa en el aparato receptor).
758
“Estados Unidos debe pasar del ´control´ del espacio a la ´propiedad´, el mismo que será permanente, según
la Estrategia de Seguridad Nacional”. De acuerdo con la “estrategia de prevención avanzada”, Estados Unidos
puede intervenir donde sea; el imperio no tendría contendor alguno, sino de parte de los “terroristas”. “Hoy en
día el peligro a alcanzado el nivel de una amenaza contra la supervivencia humana. Pero…, continuar pese a
todo es racional desde los supuestos del sistema de valores del sistema reinante…La premisa básica es que la
hegemonía importa más que la sobrevivencia”. “Las amenazas a la supervivencia crecen hoy con los dedicados
esfuerzos tanto por debilitar las estructuras institucionales que se desarrollaron para paliar las duras
consecuencias del fundamentalismo de mercado, como para minar la cultura de conmiseración y solidaridad
que sostiene a estas instituciones” (Chomsky, Noan. Hegemonía o supervivencia). Que el imperialismo haya
creado estos monstruos de seres humanos, es explicable; sin embargo, en el propio centro del imperio, la
población reacciona y va a bloquear los programas hegemónicos genocidas de sus halcones; y, esta reacción se
perfila en todo el mundo: es tendencialmente hegemónica; la supremacía genocida imperial es una pesadilla
pasajera; luego: la tierra volverá a ser incapaz de sustentar las formas capitalistas, imperiales de vida.
485

prospectiva del modelo leninista de producción del régimen de existencia consciente, en
razón, de reproducción humana. Por supuesto, si en su momento se hubiese elevado hacia
status de universalidad la determinación de dicho proceso (en la frustración del mismo operó
–en buenas cuentas- la voluntad autoconspirativa: el revisionismo y la traición de la
nomenklatura Jruschov-Gorbachov, la determinación histórica: el continuum máquina-robot y
el complot burgués exógeno: la competencia interimperial en el mercado 759 ), la ciencia y la
técnica –en un marco de operación de menor dinamia- habrían orientado su desarrollo, en
sentido humano, amplio, “democrático” (el conocimiento se hubiese insertado directamente
en la línea de los instrumentos coadjutores del progreso humano, no en el rol de mediación de
la explotación y dominación clasistas; no obstante, hay que reconocerlo: el movimiento
progresivo de las fuerzas productivas se hubiese ralentizado e, incluso, detenido, con las
consiguientes consecuencias sobre el desarrollo de la conciencia racional, o sea, en lo tocante
con el destino superior de la humanidad).
Ahora bien, los procesos de cambio conducentes a la sociedad socialista -de acuerdo
con esa determinación- viene al caso suponer, que pudieron producirse a ritmo sostenido, en
lapso inferior y en forma radicalmente diferente por la cual esta innovación en la actualidad
ocurre, o sea, con la transición en bloque de la sociedad mundial hacia el “socialismo”: a una
forma social racional (la comunidad humana liberada de la estructura clasista, una vez
transcurrida la transición “neoimperialista”); hecho fáctico el citado, en conexión con el que
la condicionalidad histórica deriva en perspectiva del “movimiento real, que anula y supera el
orden social existente”. Esta potencia transformadora directamente se desprende del acelerado
proceso de desarrollo en el que han ingresado la ciencia y la técnica 760 . La “revolución
industrial” de finales del siglo XVIII, en ese camino –de la superación del trabajo físico del
ser humano, que libere sus “energías”, “tiempo” e inquietudes, para dedicarse a fines en
materia cosmológica- representa el más radical proceso de transformación en la historia. La
incorporación de la tosca máquina simplemente productora de “energía” (movimiento)
mecánica, eleva la productividad y promueve al pensamiento (en la historia se advierte, que
cuanto más insipiente es el desarrollo técnico, mayor “energía” física demanda la producción
in abstracto de los múltiples satisfactores en el proceso de reproducción de la existencia –las
clásicas “obras faraónicas”, El Escorial, la catedral de Notre Dame, son su ejemplo-; pero el
proceso de concretización del desarrollo de la productividad, prescinde del trabajo); la
revolución tecnológica posterior, que desemboca en la robótica, constituye la normal
extensión de la proeza primigenia.
En el horizonte, las contradicciones de la reproducción de la vida material, para el ser
humano del nuevo milenio, presentan dos vías a “elegir” respecto de su ruta. En primer lugar
se coloca ante sus ojos, la concreción del desarrollo de las fuerzas productivas aparapetada en
los hombros de la economía convencional (en la práctica: el proceso de reproducción
inmanente del sistema “exige ser dirigido adecuadamente” –en la perspectiva teórica de la
“Síntesis Neoclásica”); en segundo: la satisfacción de necesidades por vías alternativas a este
desarrollo. Si el primer itinerario –el cual se asienta en la determinación natural del progreso
de toda “sociedad”, en el movimiento histórico necesario (la lucha de clases y la conciencia y
acción política proletaria modernas), y en el impulso dado por la competencia y la necesidad
de la acumulación- ha sido recorrido en la casi totalidad de su tramo, puesto que el actual
nivel de desarrollo técnico alcanzado permite atender todas las necesidades de la humanidad
de modo general, merced por supuesto: a que colectivamente se decida optar por el ejercicio
de políticas de distribución “simétrica” del producto (Josué de Castro). En la segunda, en
cambio, se perpetúa la vigencia de radicales procesos de “enajenación” para sectores y
generaciones enteras de la humanidad; además, de renuncia deliberada al uso de los substratos
de la técnica, como de la satisfacción de muchas demandas materiales, que corren el riesgo de
quedar aplazadas. La gravedad y el carácter contraprogresista de esta ingenua “visión” de la
759 En verdad, cerrado el camino modelador del proceso social inscrito en el pensamiento y voluntad humanas
vinculado al “ensayo de socialismo soviético” de las primeras décadas del siglo XX, la historia inmediatamente
retomó su función de ciega y autoritaria conductora del sino humano.
760 Pese a que en sentido social, este cambio va a ser de larga duración, inscrito en los procesos de
“virtualización” (electrónicos) y encarnizados, pues, si hasta hoy se ha utilizado el conocimiento con fines
accesorios de dominio/exterminio por parte de los testaferros del capital mundial fascistizante, es crucial
suponer el exterminio racial y políticamente selectivo, que puede sobrevenir; empero, también aquí la
conciencia y los niveles de acceso a estos conocimientos y a la sospecha sobre su instrumentalización siniestra,
se han elevado.
486

estructura de la vida, de su ejercicio y sentido, es que pretende detener –e incluso: anular- el
desplazamiento de la rueda de la historia: el acelerado desarrollo de la técnica, como única
condición para aligerar el paso en la conquista física e intelectual del Universo, de manera
especial a cargo de las generaciones humanas, cuya existencia se inscribe en la línea de
descendencia inmediata, sobre las cuales pende la “espada de Damocles” de las crisis
ambientales (si se observa de modo adecuado la historia, el cambio climático hoy equivale a
la Malaria de otros tiempos: puede diezmar a la población, pero, a su vez, puede propiciar otro
salto en el conocimiento, en la tecnología y en la conducta humana) 761 .
Tanto aquella posición que pretende poner freno al desarrollo técnico –por cuanto
este proceso ha entrado en la fase sin retorno de “rendimientos decrecientes a escala”-, como
aquella que recusa a la técnica y a los objetivos a ella asociados, debido a su carácter
antihumanista (la misma ha sido factor estimulante de la generación de desempleo,
marginación, pobreza, consumismo, acumulación polarizada de riqueza social, diferenciación
social, destrucción de la naturaleza), se encuentran y fusionan en un solo destino reaccionario:
pretender detener el progreso de la técnica. El “crecimiento cero”, cual es una de las últimas
tesis oficiales (contratendencia dilatoria; la inmediata anterior fue la conversión de la
Administración simplemente en las distintas estrategias de Marketing: de la promoción de
actitudes deshonestas 762 ), a la que el capital acude de forma oportunista para poner fin al
proceso de asignación de parte de la plusvalía en programas de investigación y desarrollo
científico y técnico, una vez que los mismos no devienen más redituables en términos de
“valorización” (el progreso técnico en el ámbito de la guerra no va al mercado porque no es
rentable; luego, “en lugar de continuar siendo consecuente con el proceso de introducción del
desarrollo tecnocientífico, del progreso, en el proceso laboral, el capital ahora se encarga de
bloquearlo –una de esas vías es la importancia de las patentes en los TLC, en la OMC),
constituye, propiamente, freno al desarrollo de la dimensión específicamente humana (Alexei
Leontiev) 763 . Pero: “la vida se impone” (el crecimiento debe continuar sorteando obstáculos,
que provienen del ecologismo y del factor real asociado con el descenso de la tasa de
ganancia). Por ejemplo, el arte de la pintura era necesario en las etapas iniciales de la
existencia humana (la pintura rupestre) por tres razones: el documentar (representarse en el
exterior e iniciar la formación de la memoria histórica: naturaleza muerta), mostrar las
habilidades y producir ingresos. La primera era la natural, necesaria y funcional forma suya;
la segunda es una intención preprofesional, narcisista y sensorial; la tercera tiende a sacarle
provecho material, práctico, utilitario a la habilidad. En la actualidad la tecnología ha
destruido al arte pictórico en sus tres naturalezas, pues, la fotografía es objetiva, “intemporal”
y substituye a la pintura en todos sus frentes de significación puesto que también produce
ingresos, y, mucho más lo es, en su condición móvil: la cinematografía.
761 El turismo espacial –verbi gracia- es bueno, dentro de determinados límites: que salga de escena
inmediatamente de que haya financiado el desarrollo pleno de la aeronáutica espacial, como efecto de haber
fomentado el “deseo de lucro” y de su realización en el marco del acicateo de la competencia, como
consecuencia del hedonismo de algunos magnates; paralelamente, hedonistas pobretes, ecologistas, humanistas
y políticos de la izquierda Light, tienen por misión cambiar la psicología general de la población e imponer un
nuevo modo de vida. No obstante, con ligereza ha habido una anticipación a juzgar mal al capitalismo: el
capitalismo sólo como maldad (el mismo que amenaza mediar la realización de la “nueva rama económica”: la
espacial); en efecto, se censura, por ejemplo, la dedicación de extensiones de tierra a la producción de materias
primas para la industria en lugar de asignarlas a la producción de alimentos, pero no se advierte el apoyo que
esta “anomalía” otorga al desarrollo de la ciencia y de la técnica.
762 En ninguna disciplina teórico-aplicada como lo es en la Administración, se advierte de manera tan
conspicua el agotamiento de los modelos de organización, de explotación del trabajo y de la crisis de
acumulación histórico-estructuralmente asociados al movimiento del capital. En efecto, la renovación en el
pensamiento administrativo (las diferentes Escuelas históricas), expresan el límite de un esquema
organizacional, funcional y de gestión de la producción y de tráfico (productividad del trabajo: indicador del
nivel de desarrollo de los pueblos, que en la etapa burguesa se halla íntimamente vinculado al progreso de la
técnica, a su determinación).
763 En principio, las necesidades constituyen el primer impulso para la acción; posteriormente emerge la
verdadera determinación del comportamiento progresivo humano: la creación de instrumentos de trabajo, su
desarrollo y la subsecuente supeditación de la sociedad a los productos de su trabajo (alienación). Con el cese
de la operación del móvil fundado en la noción del interés privado, concluye la condicionalidad del principal
incentivo burgués, que confiere continuidad al proceso de inversión del capital en el desarrollo de la ciencia y
de la técnica: el fomento al desarrollo de las fuerzas productivas, en su fase “pos industrial”; no obstante,
nuevas necesidades se hallan presentes y se posicionan al frente de la mirada del ser humano, necesidades en
absoluto de naturaleza material como de raigambre espiritual, las cuales pasan a sostener la dinamia del
progreso humano, precisamente aquellas asociadas con la comprensión total del mundo.
487

De este modo se expresa el carácter obstaculizador de las relaciones de producción
capitalistas: planear la producción en coherencia tan sólo con los datos de la “demanda
efectiva”, programar la obsolescencia de los bienes durables, insertar en el proyecto
económico la “rama” de la guerra. “¿En qué consiste, pues, el papel paralizador de las viejas
relaciones de producción? Este se manifiesta, ante todo, en que dichas relaciones no permiten
utilizar todas las posibilidades que brinda el nivel de desarrollo de la producción alcanzado…
‘Se estanca, no cuando lo impone la satisfacción de las necesidades, sino cuando la
producción y la realización de ganancia exigen ese estancamiento’. En ello, decía Marx, se ve
el carácter limitado de la producción capitalista. El papel paralizador de las relaciones
capitalistas de producción se manifiesta en que las empresas trabajan por debajo de su
potencia… mientras crece como espuma la producción de medios de exterminio… las fuerzas
productivas se convierten en fuerzas destructivas…”, se intensifica la explotación del trabajo,
se eleva el desempleo: el ejército de desocupados, con lo cual se derrocha la principal fuerza
productiva: el ser humano (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista). Las fuerzas productivas
robóticas (cristalización histórica del trabajo humano y de su lucha política) han desarrollado
el modo de producción capitalista hasta el grado máximo de su concreción a través del plano
medial del progreso de la ciencia y de la técnica, y han generado además la necesidad de que
éste sea substituido por otro.
El otro límite es el de carácter ideológico: anatemizar a la técnica en su naturaleza de
medio destinado no propiamente a atender necesidades en la perspectiva de los
requerimientos esenciales del ser humano (la recusación sin beneficio de inventario del
proceso asociado con la denominada “modernidad”; de concentración urbana, del llenado de
vehículos de sus calles, etc.), planteamiento que considera a esta modalidad de progreso de las
fuerzas productivas como una vía artificiosa de desarrollo del capital y no de la sociedad
(humanidad), en la medida en que ha generado pobreza (al juzgar el hecho se utiliza el criterio
de la llamada “psicología inversa”: la culpable de la riqueza es la pobreza) 764 , mecanización
de la vida, deshumanización, formas amorales de conducta, afectación a la ontología de la
existencia (“… destruir la vida natural para crear vida artificial” -sic). Es verdad que la
“sociedad moderna” es “unidimensional”; no obstante, esta unidimensionalidad “no es
producto del progreso técnico per se, sino del proceso de dominación de la burguesía
imperialista” (quienes aseveran lo contrario, han liberado las categorías de “técnica”,
“ciencia”, “organización y otras, de su contenido social y clasista”); en realidad, en el primer
caso, en la noción, se ha liberado simplemente a la técnica de su “contenido social y clasista”;
y, queda oscuro el hecho de que “… desde el punto de vista de la perspectiva histórica, el
progreso científico-técnico y el desarrollo de las fuerzas productivas son la base material del
proceso revolucionario…” conducente hacia una nueva realidad humana. El ser humano, en
una palabra: puede vivir sin el concurso de la técnica, de ese portento prometeico
extraordinariamente acelerado por la etapa más alta de desarrollo instrumental humano 765 . De
lo que se trata, por consiguiente, es saber si con la modalidad de investigación consensual
(“límites al crecimiento”), la diversión (el domino del hemisferio derecho del cerebro sobre el
izquierdo, o sea, de la llamada inteligencia emocional sobre la racional) se cuenta con el
mecanismo razón suficiente para que continúe el progreso de la técnica (de la historia) al que
se le ha retirado el supuesto movilizador del lucro. ¡En modo alguno! El ser humano está
destinado a rescatar el contenido substancial inmanente al ideal del Iluminismo clásico: el del
progreso evolutivo material constante, base del espiritual, del género, en sentido
absolutamente anti nietzscheano 766 . De manera que: ¡ha llegado el momento de poner un alto
764 Sobre los hechos presentes, “el colapso de las exportaciones, que afectará a todas las mercancías (excepto el
oro y la plata), incluido el petróleo, la mayoría de la población del planeta ahora se enfrenta al aumento del
coste de los alimentos, que en gran medida es el resultado de la especulación. Un informe reciente del Banco
Interamericano avisaba de que el coste de los alimentos empujará a 26 millones de personas en América Latina
a la absoluta pobreza”.
765 Debe rechazarse de plano aquellas supercherías teóricas, que sostienen que las diversas culturas se hallan
en un mismo plano, ya que solamente constituyen evoluciones diferentes; o sea, la “relatividad cultural”, esto
es, la noción sobre la supuesta evolución por separado de las distintas agrupaciones humanas, que les lleva a
percibirlas simplemente como procesos alternativos y no como etapas progresivas de una sola perspectiva
humana. En realidad, los pueblos de formas precapitalistas, son, más bien: estadios evolutivos superados, de las
sociedades capitalistas maduras.
766 Fin de la sensibilidad, por tanto: del arte. Se friegan aquellos que ven como el horizonte de la vida humana
la felicidad hedónica: “igualdad, fraternidad, libertad”; juegos, distracción, diversión, teatro, poesía, novelas,
alto desarrollo espiritual sensualista y multifacético. Contrapunteando de modo tozudo, malcriado a los
488

a tanto “diversionismo” y leguleyada, en el proceder intelectual y práctico humanos! 767 .
En relación con la temática comentada en párrafo precedente, en los hechos, los dos
aspectos se conjuntan de modo conspirativo: mientras más diversión se tiene, más deseo de
placer se experimenta (“en la diversión existe el placer; y mientras más se incrementa la
placer, en igual medida se incrementa la diversión”). A este crecimiento y perennización de la
demanda de placer, se suma la fuerza proveniente de la programación deliberada inductora de
la oferta: la diversión; esta última, es una “oportunidad de negocios”. De manera que, en las
actuales circunstancias del mundo, la percepción o los llamados a actuar con cordura, o sea, el
renunciar a aquello que equívocamente se sostiene que “hace humano a un ser”, es decir, su
naturaleza afectiva, es omnipresente (en estricto sentido, la esfera de la afectividad,
contrariamente, vuelve animal a un ser racional, precisamente cuando éste ha rebasado la
etapa de su constitución biológico-natural y se ha ubicado en la de la racionalidad objetiva, en
la que las sensaciones agradables, de placer, son superadas o éstas alcanzan atributos de
sentido, en las nuevas faenas de la inteligencia). Y, si en la actualidad el sexo abarca un área
nada despreciable del mercado, resulta ser una sugerencia sensata el proponer, que los
guambras den inicio tempranamente la práctica del sexo (como ya ocurre en el presente, sin
necesidad de contar con sugerencia alguna), para que la misma no se prolongue más allá de lo
debido en los viejos con el viagra (“estimulación tardía”, se dirá), como también se promueve
hoy. Es lícito, en un sentido, despotricar contra el efecto sectarizante provocado en la
sociedad por parte de los paradigmas oficiales con los cuales se ha colonizado la conciencia
mundial y se ha instrumentalizado la conducta, por ejemplo: con las tesis de la “calidad”, en
su condición de noción vinculada al objeto de obtener el índice absoluto (cero defectos) en el
proceso de valorización; pero, en otra dirección, no es práctico hacerlo, puesto que la
tendencia a inducir a las personas a que se alcance el máximo esfuerzo y la perfección en la
acción racional encaminada a un fin del ser humano: el trabajo (la producción en general),
constituyen presupuestos imprescindibles en el ascenso intelectual conquistador teórico del
Universo por parte del género. Dicho de otro modo, está bien que se recuse a la noción
interesada burguesa de la “calidad”, cuando ésta, de modo egoísta, viene puesta en la
perspectiva simplona de “rentabilizar” el capital con la máxima eficiencia; mas, no debe
olvidarse el hecho de que este interés particular es un mero instrumento de la historia en la
consecución de un propósito esencial para el género: otorgar máxima eficiencia a la técnica y
al pensamiento –por vía burguesa-, para que se pueda dominar cognitiva e instrumentalmente
al mundo (por ejemplo: la tecnología médica ha avanzado financiada por necesidad del poder
–necesidad de precautelar la salud de sus miembros- o supeditada a la esfera de los negocios
–si respecto de un fármaco, el estudio de mercado arroja que puede tener alta demanda, se
pensadores de la izquierda Light, muy humanistas, refinados, estéticos, que se apartan del grosero pensar en
torno de las fuerzas productivas como fundamento del devenir de la dimensión civilizatoria: en el futuro se
instala el iluminismo, el marxismo positivista, la ideología del progreso (el implacable determinismo del
desarrollo técnico): allí está la salida para la humanidad; el arte: no la lleva a ningún (claro que esta esfera le
ha acompañado hasta hoy, cuando todavía el ser humano no se ha instalado en el escaño superior, racional,
frío de su ser), en realidad: le cierra el horizonte.
767
En materia de “teoría de gobierno”, una nueva trampa ideológica se ha fraguado por parte de cierto tipo de
mozalbetes atarantados de lengua laxa: el “modelo de gobierno responsable. Con el susodicho, se sostiene
proponer una serie de medidas, que permitan a cualquier ejecutivo, actuar de modo responsable. La primera
celada que salta a la vista (en el marco de un pretendido tratamiento técnico asexuado y novedoso del tema, en
el que se entrecruzan 10 variables: poder político, política económica, política social, corrupción, inseguridad,
gasto público, pobreza, propagando,…), es que este tinglado contiene una crítica velada de la idea socialista
(incluso de la socialdemócrata, es decir, de aquella conducta que entre la revolución y la reforma, se va por el
flanco de la reforma: gobierno liberal con rostro social); en segundo lugar, de manera desembozada promueve
el status quo capitalista; luego, tanto real como subjetivamente, dicha argucia es tramposa: a.- real, puesto que
en tanto exista poder económico, poder político, poder de la fuerza y hegemonía, y que toda esta maquinaria de
concentración de riqueza, de dominación y de obstaculización de la organización y desarrollo de la conciencia
del pueblo se halle en manos de un sector reducido de la población, que le permita reproducirse y afianzarse,
esta propuesta está condicionada, alineada con el poder; b.- en la parte abstracta, esta expresa la tesis del
liberalismo económico, del mercado, del manejo macroeconómico, que cree las condiciones propicias para que
funcione la iniciativa privada de acuerdo con las condiciones dadas en la estructura de acumulación vigente (el
Estado debe actuar de modo indirecto creando estas condiciones). En sentido propio, es el sistema (sus crisis) y
sus representantes (sus intereses), quienes conducen hacia el manejo alegre de las cuentas públicas, por lo que
en tal “nuevo” agencioso enfoque de los problemas, no se hace referencia alguna sobre los factores reales que
vuelven no responsable el manejo gubernativo. Y, lo curioso es que toda esta gente tiene en la punta de la
lengua críticas sobre los gobiernos de Chávez, Morales, Ortega, Correa y Fernández.
489

invierte en la producción de su “prototipo”).
En buenas cuentas: la bicicleta produce músculos en las piernas; el automóvil
produce “músculos” en el cerebro (algo similar ocurre con la ciudad burguesa: varios
cerebros se ensañan con ella; no obstante, la ciudad –burguesa, con todos sus bemoles- es la
que permite se produzca el tejido intercerebral –o sea, superar el idiotismo que produce el
aislamiento del campo; mientras no se esté conectado en red, desde luego-, el cual eleva a la
enésima potencia los poderes de la inteligencia, del racionamiento, del desarrollo de la
conciencia; la “ciudad”, en verdad: ese tejido de cerebros naturales poderoso, sobrestimable,
plataforma de los viajes siderales; ciudad capitalista: hiperurbanización, daño, pero esa
evolución negativa ha sido una de las bases del poderío de la mente al asociar las conciencias
y provocar el inusitado desarrollo material y la racionalidad positivista 768 ). Vendito
automóvil, sacra ciencia positiva y tecnocracia rentista. El automóvil lleva a la racionalidad
burguesa y a las Pléyades, la bicicleta conduce al “buen vivir” hedónico, lúdico; con “chicha”
y los ecologismos a ultranza y Light (la famosa fórmula de la “Bioética” conservadora: se
pide al ser humano posmoderno, que vuelva a la naturaleza, que se funda con ella,
precisamente cuando el ser humano, luego de haber librado una permanente batalla por
separarse de ella, debe apartarse del todo de ella y pasar a dominarla –en el buen sentido del
término, desde luego, o sea, como un acto de control, libre del sometimiento a la urgencias
burguesas) se perenniza el status animal del ser humano, con la química, la robótica y el
cambio social de los paisajes naturales, el peligro de una hecatombe está presente –lo está en
directa correlación con la hegemonía en los procesos de las relaciones sociales burguesas-,
mas, el trofeo es la racionalidad total 769 . El teléfono y, particularmente: el teléfono celular o
inalámbrico, representa también uno de los portentosos multiplicadores y aceleradores de
mayor incidencia en el proceso de hominización de la especie (sin embargo, los disparatados,
por ejemplo: ecuatorianos cultores del Sumak Kausay, se proponen reemplazar el teléfono
celular por el churo), producido (para despecho del inoperante, sectario y chato pensamiento
que recusa a ultranza al capitalismo), en el interior de sus determinaciones, en tanto faculta
permanentes, dinámicos y múltiples contactos entre individuos: entre unidades individuadles
de inteligencia, propiciándose la formación de sistemas de red en la región de la conciencia, la
que al hallarse aislada, produce modestos resultados y que al vertebrarse, se potencia. Esa la
incidencia del desarrollo técnico burgués, sobre el desarrollo de la conciencia.
Si es reprochable la renuencia por parte del capital a seguir apoyando el desarrollo de
la técnica debido a su inoperancia en la perspectiva del lucro, lo es todavía más la posición de
rechazo que sobre este desarrollo tienen ciertos movimientos sociales, al considerar el hecho
de modo coyuntural y parcial, esto es, como fenómeno exclusivamente aparejado al dominio
(“... el punto de vista del acto individual y aislado corresponde a la apariencia y el punto de
vista de la reproducción y de la totalidad corresponde a la esencia”. Marx, citado por
Carballo, Ricardo y Sabadine, Mauricio. En: Capital ficticio y ganancias ficticias). Si el
sistema burgués de producción debe ser condenado por cuanto a la ciencia y a la técnica las ha
sometido a su sólo interés (económico y de domino); paradójicamente, a ese mismo sistema el
género que viene: el que debe empezar por cumplir la máxima meta “autoasignada”, está
llamado a “agradecerle” en virtud de constituir esta fase concreta de organización humana,
elemento acelerante en la historia, en la entrega “del fuego del conocimiento a la humanidad”:
por haberla elevado del hacha de piedra y de la mitología, hacia la computadora, al código
genético, a la robotización, al pensamiento positivista (al histórico/dialéctico), o sea, en
cuanto el mismo ha puesto a los pies de la inteligencia las bases formales para la conquista
científico-filosófica del Universo (una persona allegada a la que escribe los presentes
768
En el desbordamiento de los impactos socio-naturales negativos de esta “anomia”, también tienen que ver el
sistema capitalista y la retroacción de la voluntad de la clase que explota, acumula y domina al interior de las
mega ciudades: la formación e inducción de la formación de estas híper estructuras físicas en las que se afinca
el capital, se concentra y las que constituyen una de las razones fundamentales de la contaminación: Nueva
York, Washington, Bonn, Tokio, Londres, París, Roma, México, Sao Paulo,… Ahora bien, “gracias” a la
hiperurbanización, una de las realizaciones máximas capitalistas, es que el ser humano está conquistando el
“espacio”.
769
La nueva función que le otorga el ecologismo posmoderno (el cual paradójicamente no quiere intervenir en
la historia natural) a los animales es: adornar la naturaleza per se, o esperar que los carnívoros se sirvan a los
herbívoros sin sufrimiento (empero, el acecho constante que sube la adrenalina, la presión sanguínea, el estrés,
el correteo y la asfixia no son menos estremecedores, torturadores y dolorosos, que los actos de faenamiento,
que produce el ser humano).
490

pensamientos, manifiesta, en alusión a Nietzsche y su libro “Dios ha muerto” –que él dice
haber leído con detenimiento- que no en todo momento histórico se puede pretender abolir la
Religión, puesto que su ausencia será factor de relajo; el ejemplo que da, es: “como si en una
cárcel repleta de delincuentes, se retirada la guardia”; ahora bien, sin la Religión, quizá
también la ciencia se ralentizaría, pues, la oposición de la religión a la Ciencia, lo que ha
logrado es elevar el orgullo de la ciencia y reavivar sus fuerzas). En 50 años –mutatis
mutandis-, los niveles centrales del sistema de la moderna y extenuada concurrencia
planetaria se encontrarán inmersos en un entorno genérico-espacial plenamente robotizado;
sobre esa base material de reproducción, estará por configurarse del todo, la nueva
organización de la humanidad. Los eslabones periféricos, por su parte, se encontrarán aún en
plena transición, o sea, cubriendo todavía el itinerario, por etapas, de modo retrasado. La
espera, no solamente que mostrará un escenario cruento y anárquico en el mundo, sino que se
proyectará como una amalgama de procesos de diferente tamaño y evolución: con tardanza,
pero todos los subconjunto humanos implicados llegarán a esa fase. Ese es el comienzo de la
nueva etapa histórica.
En este litigio puramente escolástico, la realidad termina imponiéndose; ella se
enseñorea sobre las dos intenciones y las va a derrotar en conjunto: la ciencia y la técnica
sostienen su tendencia progresiva, en primer término: como necesidad de completar
requerimientos a ellas asociados, que todavía se demandan en la esfera de reproducción
material de la vida (si el conocimiento actual todavía no es suficiente para impulsar el proceso
de producción de la robótica inteligente, como lo sostienen sus cultores más cercanos,
necesariamente se abrirá un nuevo período de elitización de la ciencia y de la técnica, a la
manera de la concepción de las “cuerdas cósmicas”, sobre las que se dice que apenas cuatro
personas en el mundo la comprenden), precisamente, en segundo: antes de pasar a determinar
la otra esfera: la de la reproducción espiritual de la (súper) moderna sociedad (de la sociedad
madura, de la vieja humanidad). El neoconservadurismo radica en eso: en no ver la
integralidad del fenómeno, su trabazón histórica y el curso futuro; este proceso debe ser
efectuado (el desarrollo espiritual) por la humanidad en su conjunto (Hawking) 770 y la
formación social capitalista, prisionera de las determinaciones del movimiento progresivo
humano, es su prototipo: la globalización (“neoliberal”: “la expansión del capitalismo crea el
mercado mundial”) como el presupuesto del mismo 771 . Bien miradas las cosas, el desarrollo
humano –en su dimensión históricamente coyuntural, en su determinación estrictamente
natural y en su espacialidad terrestre- consiste en el tránsito de estadios inferiores a superiores
de estructuración social –el salto en el desarrollo de las fuerzas productivas-, en la sucesión
cuasi lineal de modos de producción (la "construcción" humana de la vida …la lucha
política…, por su parte, tiene lugar cuando "ya han madurado nuevas fuerzas productivas
770
El señor Hawking, sin embargo, parece moverse en el plano del equívoco en su sentencia: cuando la
humanidad entera someta a discusión los misterios del Universo, alcanzará a comprender la mente de Dios. En
efecto, si es verdad que el nivel de comprensión objetivo de los hechos se ha elevado y difundido en el entero
entorno humano, aquella no es, ni será, la premisa suficiente para que el ser humano (la condición de simple
agregación de cerebros dotados de alta formación intelectual: la interconexión de los cerebros en interface)
formule una especie de “saber absoluto”. En verdad, las técnicas de mejoramiento de las características
naturales de los sujetos (la Ingeniería Genética, por ejemplo) y de los apoyos artificiales (la Inteligencia
Artificial, verbi gracia), dan a la mente (incluso en forma individual) la posibilidad de aladear la profecía
escatológica, agnóstica, restrictiva, de clase de Gödel (al llegar a determinado guarismo los símbolos del
lenguaje, la permutación se inhibe). Sin embargo, huelga insistir, en el hecho de que el ser humano, en el
momento de su comprensión del Universo total, llega a: 1) entender la mente de Dios, 2) se integra a Dios, o 3)
se convierte en Dios; y, en cualquiera de los casos: ¡claudica!, hasta allí llega todo su ajetreo (no obstante,
deben pasar miles de años mientras tanto).
771
“Así como en el período de decadencia feudal las viejas barreras, los peajes de carretera, los impuestos y las
monedas locales se convirtieron en obstáculos intolerables para el desarrollo de las fuerzas productivas, los
actuales estados nacionales con sus fronteras nacionales, pasaportes, controles a la importación, restricciones
de la inmigración y aranceles proteccionistas se han convertido en barreras que impiden el libre movimiento de
mercancías y personas. El libre desarrollo de las fuerzas productivas, la única garantía real para el desarrollo
de la civilización humana y la cultura, exige la supresión de todas las fronteras y el establecimiento de una
mancomunidad mundial”. Luego, en algunos actores de la historia contemporánea todavía se mantiene la
esperanza de que “Tal desarrollo sólo será posible bajo el socialismo. La condición previa es la abolición de la
propiedad privada de los puntos clave de la economía: la propiedad común de la tierra, los bancos y las
principales industrias. Un plan de producción común es la única manera de movilizar el colosal potencial de la
industria, la agricultura, la ciencia y la técnica. Eso significaría un sistema económico basado en la producción
para las necesidades de muchos, no para el beneficio de unos pocos”.
491

intelectuales capaces de actuar en término de decisiones humanas") 772 .
La globalización, en sentido aún no admitido, en esta reflexión será caracterizada del
modo siguiente, según algunos de sus rasgos: ocupación del planeta entero por la especie;
incidencia de ciertas acciones humanas sobre todo el globo y toda la humanidad (técnicos,
científicos, financieros, económicos, ideológicos, problemas ambientales, financieros);
encuentro de todos los pueblos (desarrollo de las comunicaciones: más carreteras, rutas
alternativas; rapidez de los contactos en “tiempo” –vida- real: satelitales, telefonía
inalámbrica, Internet, TIC, como efecto de la incidencia del movimiento progresivo del
aspecto principal del proceso de la historia: las fuerzas productivas); una sola economía en el
mundo (fenómeno que inicia en 1956 y concluye en 1989). El uso de variables económicas
para tratar el hecho, por su parte relativiza y, aun: niega el proceso de formación de una sola
comunidad escindida humana en la esfera (sobre todo cuando el hecho es tratado por expertos
como Krugman, por ejemplo): en el presente el comercio es más intenso entre firmas y entre
bloques (el resto de zonas del mundo no entran en el comercio internacional); el mismo fue
intenso “a mediados del siglo XIX, con el transporte a gran escala por ferrocarril y por vía
fluvial; la citada fue también la época de grandes movimientos de capitales; hoy en varios
países metropolitanos la suma de importaciones/exportaciones como porcentaje del PIB, se ha
reducido; no se ha permitido el libre flujo migratorio de la fuerza de trabajo en la actualidad,
etc. No obstante, puede haber globalización (mayor integración) incluso con proteccionismo y
competencia; de manera que el “mundo sigue siendo capitalista, pero nada es igual”.
Con el desarrollo del capitalismo desaparece el anterior aislamiento entre países y los
pueblos. La gran mayoría se incorpora al cauce común de dicho proceso: se forman las
naciones modernas y entre ellas se establecen vínculos de toda índole. Así se hace
patente que la historia de toda la humanidad es una sola y que cada pueblo pasa por una
serie de etapas obligatorias del movimiento humano. Han surgido grandes posibilidades
para comparar la historia de los diversos pueblos, destacar lo común existente en el
orden económico y político de los países, y hallar así la repetición objetiva en las
relaciones sociales 773 .
Cuanto más amplio y extendido esté el sistema capitalista en el planeta, más
generalizada y letal será la crisis, y en tanto más dependiente de este “sistema-mundo” sean
las diversas formas de comunidad humana, más vertiginosos serán los efectos sobre ellas de
los problemas de reproducción a él asociados. Sin embargo: “no todo es malo”, pues, el
mundo se hace también con determinados aportes de catadura adversa, con la ocurrencia de
los hechos autónomos de la realidad (cataclismos,…), inclusive. Al globalizarse el sistema:
“si bien las posibilidades de la crisis se hacen más concretas, todas las formas contienen un
´aspecto positivo´... Con la relación capitalista se hace aún más concreta la posibilidad de la
crisis, pero también se potencia el desarrollo de las fuerzas productivas...” (Astarita, Rolando.
Crédito, crisis financiera y ciclo económico; octubre del 2008); este proceso es de este modo
factor de inducción del desarrollo general de la humanidad. El crédito y su desarrollo, en otro
ejemplo, es una contratendencia encaminada a resolver problemas de realización a la forma
mercantil capitalista en la época neoimperialista de saturación de mercados y de paro
generalizado (“Por un lado el dinero actúa como disciplinador social -como lo ha remarcado
tantas veces Holloway- pero además, esta masa financiera cumple objetivamente el rol de
distribuir plusvalía entre amplios sectores de la clase capitalista rentística, alimentando así los
circuitos de consumo lujoso que constituyen una salida a la realización” –Astarita, Rolando.
Sobre las tendencias actuales del capitalismo); en todo caso, también le es su boomerang, en
la medida en que desarrolla la crisis, a la vez que impulsa el progreso de las fuerzas
772 Esta determinación encausa el comportamiento del ser humano, en general, en torno del examen sobre el
uso excesivo, que una fracción temporal y clasista de él, ha hecho del entorno natural. El calentamiento –o el
enfriamiento- global que a futuro pondrá de cabeza el equilibrio de los ciclos naturales, se advierte como un
problema, cuando frente a este “estado de conciencia” ya se dispone de los medios para su solución. Los
pronunciamientos catastrofistas apocalípticos en torno de la existencia futura de la humanidad, no tienen
sentido; es verdad, que estos problemas deben tener una solución política, pero es menester tener presente, que
su presencia paradójicamente conforma un factor de presión en pro del desarrollo humano (del progreso de la
técnica, hecho que a su vez constituye el móvil consciente en su elevación del ser humano hacia ser universal).
773 Kelle, V. y Kovalzón, M. Sociología Marxista: ensayo sobre la teoría marxista de la sociedad; Ed. Cartago,
México, 1983.
492

productivas y el avance entero de la humanidad, todo lo cual saca al capitalismo cada vez más
de la escena histórica (“un grupo de seres humanos, que ya no puede explotar, deja de ser una
clase y, por lo tanto, ya no puede ni siquiera ser oprimido como clase”) 774 . Y, le es un
búmeran, puesto que las empresas, en la época de “saturación de mercados” (O>D, debido a
razones estructurales, pero sobre todo por deficiencia en el poder adquisitivo de los ingresos)
o “sobre producción”, se defienden de tal “amenaza” con la estrategia de “reducción de
costes” mas que a través de políticas de incremento de ventas 775 ; este carácter de la decisión,
pone a la gestión del negocio como mecanismo que comprime al sector y lo conduce a un
callejón sin salida, a su “autoextinsión” (en efecto, se pronostica, a finales del 2009 –o sea,
luego de dados los efectos más conspicuos de la crisis financiera global-, que para el 2010, se
tendrá un crecimiento del PIB hemisférico del 3%; esta recuperación, se prevé también, no va
a ir acompañada del correlativo aumento de la demanda de puestos de trabajo, lo cual indica,
que el proceso de automatización toma la delantera firmemente, en su condición de tendencia
irreversible y progresiva).
En los hechos fácticos, “El ciclo de modernización que se extenderá hasta el final de la
´guerra fría´ en 1993, se caracteriza en apariencia por el efecto de división geopolítica del
mundo. En la posguerra, el mundo estaba dividido... Dicha escisión, sin embargo, era sólo el
rostro visible del mundo social en esa fase histórica. Por debajo de la fisura que
aparentemente dividía al mundo en dos bandos irreconciliables, gigantescas fuerzas
centrípetas estaban irrumpiendo desde las entrañas del sistema económico mundial,
empujando hacia la integración universal de todos los mercados regionales y nacionales...
barriendo obstáculos y triturando en sus enormes engranajes todas aquellas expresiones
políticas, sociales y culturales que no se ajustan bien a sus demandas integradoras” (Barahona,
Miguel. Puntos de fuga. El fin de una historia y la transición a la hipermodernidad).
Integración siempre contradictoria, pues, la geopolítica se modificó al pasar de la primera
“Guerra Fría” a la segunda: tensiones mediatizadas, de “baja intensidad”, entre la entonces
URSS y EU; luego: entre el imperialismo social soviético y EU (cabeza imperial); hoy, en
cambio, procede la lucha entre capitales estructurados en bloques contradictorios, que se
disputan el planeta como ámbito de acumulación en competencia, enfrentados a las intentonas
de quienes desean desconectarse del sistema y dualizarlo. Ahora bien, luego de la “segunda
pos guerra fría”, el mundo se había unificado en razón de la traición jruschoviana al
socialismo, hecho que puso totalmente en manos de las corporaciones transnacionales el
comando de la fase última del proceso de globalización, el cual receptó el factor catalizador
proveniente de “la integración de la nueva tecnología computacional a las esferas de la
producción y del consumo masivo”.
En el ámbito de la proyección más próxima, los BRICS, los 7F, se supone que
constituyen la futura zona de comando del mundo al entrar en decadencia efectiva los EU.
Los citados: ¿constituyen polos de atracción del capital? O, mas bien: ¿el capital va allí dónde
se concentran variables de acumulación: población numerosa, recursos, gobiernos capaces de
administrar el llamado “riesgo país” y aportar con fórmulas de seguridad requerida por parte
de inversiones que se hallan previamente garantizadas en el ámbito económico? (en la
historia, dónde hay factores –nudo- de acumulación se ubica la vida, esto es, los gringos con
774
“La universalidad a la que tiende sin cesar …(el capitalismo)…, encuentra trabas en su propia naturaleza,
las que en cierta etapa del desarrollo del capital harán que se le reconozca a él como la barrera mayor para esa
tendencia” (Marx citado por Beatriz Stolowicz: El debate actual: posliberalismo o anticapitalismo; en ANALES,
revista de la Universidad Central del Ecuador, Nro. 368, marzo 210). Al haber llegado al concreto: cubierto a
todo el mundo e integrado a toda la humanidad, el capitalismo se vuelve insostenible; este obeso, exige cada vez
más recursos para sostenerse en pie: debe depredar a la naturaleza (anteriormente lo hizo con los
trabajadores), esto es, incorporar cada vez más activos naturales al circuito de reproducción regresiva del
capital; no obstante, la naturaleza no consiente sus deseos y ella empieza a poner en riesgo su subsistencia y de
la de la especie, para la cual aquella es su precondición.
775
Empresas que no son objeto de la crisis (ciertos negocios globales ligadas a la oferta de software y
hardware), cuentan con decenas de miles de millones de dólares en sus arcas, los cuales no los invierten, ya que
funcionan con poco personal; esta conducta no apoya la creación de empleo debido a que saben que la
inversión crearía sobreoferta, puesto que su nivel de ventas es insuficiente para sostener la rentabilidad
individual coyuntural. Estas empresas contribuyen a la contracción del consumo, a la depresión de la economía,
a la reducción de la inversión, al aumento del desempleo; en dicho escenario Keynes –Estado del Bienestar- ya
no funciona; el consumo como “variable de ajuste” (la deuda), el “presupuesto estatal deficitario” como
mecanismo reactivador del consumo y de la inversión (empleo) no tiene el mismo efecto que en 1930, pues, el
desempleo no solamente es estructural (del tamaño de la economía) sino tecnológico.
493

mediación de la OTAN). A partir del punto de vista de clase, es decir, de la simple coyuntura,
Lula puede ser catalogado como uno de aquellos sujetos desclasados más, que en la historia
han servido al capitalismo (“Brasil era una país capitalista sin capital”, ha aseverado José
Ignacio, como frase fuerte de autoevaluación de su gestión y de su papel como sujeto en la
historia): ha logrado dar forma a un nuevo polo con propensión imperialista mediante la
aplicación de políticas de atracción de inversiones, que organiza un nuevo balance de poder
en el mundo; en la perspectiva de largo plazo, en cambio, el rol positivo de Cardoso, de Lula
y de la actual mandataria: Dilma Rousseff, tiene que ver con el fortalecimiento técnicopositivista
de la humanidad, para que el capitalismo que quiere irse, que se está yendo, sea
exprimido en sus últimas gotas de sudor en aras de garantizar la promoción de la base
material inherente al establecimiento de las nuevas tareas a cumplir por parte del género todo
(en realidad, una vez llegado a este punto, a la humanidad no se le puede evaluar con base a
objetivos espiritualistas, hedónicos o de ideales de simple acumulación material coyunturales,
sino con el racero que persiguen los grandes fines de la inteligencia: ser depositaria del saber
absoluto).
Dos mecanismos de procedencia social se puede decir que son los responsables del
desarrollo del pensamiento: de la ciencia y de la técnica: 1) la “división social del trabajo”
(trabajo físico y trabajo intelectual, de modo que sea práctico asignar las diversas unidades
humanas in abstracto –en las distintas épocas y latitudes- a las tareas productivas tanto como
a las de la mente –la antinomia: dominación/subordinación); y, 2) el propio progreso del
conocimiento y de la técnica (la autonomía relativa de la conciencia, la observación del
proceder de la naturaleza y el descubrimiento espontáneo), los cuales liberan “tiempo”
(movimiento, proceso, “energía”, vida en los hechos fácticos) humano dedicado a la
producción. Sin embargo, entre estos dos hechos, se interpone el recurso de acción recíproca
impulsora de su desarrollo y del proceso todo, en la medida en que eleva la productividad de
los trabajos (la tendencia es: menos trabajo físico, más trabajo intelectual). Al mismo
“tiempo”, a medida que la vida continua, cada vez y cuando la historia demuestra, que para el
movimiento de la realidad social racionalmente mediada que se avecina, la presencia del
burgués está fuera de lugar; por ejemplo, la reapertura de fábricas por parte de obreros
argentinos, que fueran despedidos como efecto de la crisis desatada en los años 90 del siglo
pasado en razón del manejo monetarista de la economía y de la estafa privatizadora,
demuestra que los empresarios vienen siendo innecesarios –si acaso alguna vez lo fueron-
para el proceso económico y humano, que ostentan status tan sólo parasitario, de los cuales
–por consecuencia- es posible siempre prescindir. La robotización plena: la salida completa
del trabajo manual –dicho sea de paso-, libera al ser humano de todo trabajo (se diría: de la
“pérdida de tiempo” en el trabajo físico) y éste asigna todo su “tiempo” disponible (a
excepción del empleado a los servicios personales, a la recreación y al descanso) a las faenas
del pensamiento.
El conocimiento, en efecto, va camino de ser una de las bases de poder en el mundo, y
de hecho lo es ya con manifestaciones muy grandes en áreas que son de punta en la
tecnología; además, al haberse ésta socializado de manera extraordinaria al devenir en
ordenadores y su red mundial: el Internet es un símbolo fundamental de ese poder y
significación del conocimiento. El conocimiento es también un medio de redistribución del
ingreso, superior inclusive al aumento salarial: es el más importante, trascendente y
sustentable, que puede existir y que alcanza a la entera “masa gris” del planeta 776 . Es por eso
que la educación abarca a la totalidad de una sociedad. Si alguna vez Hegel dijo que “lo que
existe es la idea”, para hablar del progreso de una sociedad, se puede decir, que lo que vive
hoy como potencial verdadero, es la capacidad para hacer cosas, y dicha cualidad no es mas
que el haber absorbido la experiencia humana a través de la educación (el konwhow), porque
776
“El mayor tesoro que tiene la humanidad son los cerebros”; “la ciencia y la tecnología la producen y
desarrollan los cerebros”. Estas son frases sugerentes; no obstante, debe tenerse presente, que los cerebros
funcionan históricamente en el interior de una estructura social, que los niveles de su productividad dependen
del avance general de la especie, y de que su capacidad creadora está siendo pasada a la máquina. En la
actualidad, el problema no es el conocimiento, sino el acceso a él; el Internet es una especie de “inteligencia
global”: allí está la información, y lo está en exceso, no hay como filtrarla y usarla. Pero el Internet le está
volviendo transparente y abierto al mundo; el capitalismo se ha sustentado en el ocultamiento (reservas de
recursos hídrocarburíferos), en el espionaje (Wathergate), en la mentira (Pearl Harbor), en la ignorancia
(lectura de la Biblia), en la actualidad –no obstante- sus tropelías se ponen a la vista de todos como efecto
fáctico de las nuevas tecnologías de la información, sumadas a la inteligencia de los hackers.
494

está allí la posibilidad de que las personas tengan capacidad de reificar, o sea, de volver
material su querer, de hacer espiritual sus recursos materiales: de incorporar en su muy amplio
y versátil ámbito espiritual a la naturaleza entera (dixit Dr. Alfredo Castillo).
El trabajo (la propiedad privada) ha jugado roles fundamentales en las formas de
organización humana y en el tránsito de éstas hacia fases más evolucionadas. La propiedad
feudal europea, que toma apariencia estatal, permitió la superación de la esclavitud; el paso de
la forma nacional a la transnacional y global del capital en el Siglo XX, jugó un rol general y
progresista de orden técnico de primera magnitud; es obvio que lo hizo de modo
paralelamente obstructor del desarrollo de muchos sectores sociales (el “punto de no retorno”:
paradójicamente el capitalismo –la revolución proletaria- ha fijado este punto e incluso
acicatea a la especie a continuar; las tendencias “progresistas”: de izquierda, étnicas,
ecologistas, democráticas, populares, por su parte, habrían dado todo porque no se llegue
hasta allá y, lo que es más contraproducente: pugnan por poner en reversa la rueda de la
historia). El progreso actualmente en curso se encarrila sobre estructuras empresariales que
desarrollan la ciencia y la técnica, el que se ve forzado a ser socializado como única manera
de desarrollar el mercado y el comercio mundial (el salto del GATT a la OMC), con lo cual se
reduce también la brecha intelectual. El escenario despliega un nuevo amanecer en la historia,
y los procesos en los cuales se realiza este particular momento en el movimiento de la especie,
que no es otro que el de la ciencia y de la técnica como preocupación fundamental de la
humanidad, se producen fundamentalmente en los “medios de comunicación social”, los
cuales se transforman en los maestros colectivos, que son quizás una de las más grandes
potencias espirituales de un pueblo: el ordenador, el Internet, la TIC (Idem.).
Nuevamente, el teléfono celular, por ejemplo, por una parte ha resultado ser una
contratendencia tardía, efectiva para el destino del capitalismo, sobre todo en los anillos
periféricos; no obstante, este nuevo producto de la capacidad creativa aplicada, a la vez que ha
surtido efecto necesario en los apremios comunicacionales en la esfera de los negocios, ha
generado trabajo directo e indirecto, pero ha impulsado también la formación de la
subjetividad colectiva, fenómeno que de algún modo promueve el sentimiento crítico, puesto
que la información, aunque no sea estructurada y de que contempla direccionamiento previo,
abre el horizonte de la mente. En el mundo, en perspectiva, todo se vuelve complejo,
colectivo, indeterminado: es verdad; esto ocurre también con los Mass media; “aparatos
ideológicos”, que esperan sufrir también una significativa mutación: de agentes de
“alineación” de la conciencia, con su socialización: pasan a ser procesos muy movidos de
“purificación del espíritu”. En realidad, estas instituciones individualistas, de accionar
coherente con el modelo económico liberal, se transforman con el sostenido y progresivo
devenir del sistema que los sostiene y al cual han servido (se suprime su carácter económico,
político e ideológico y pueden pasar finalmente a ser órganos de la llamada “sociedad civil”:
se abole su función empresarial –acumulación-, la de desorganización de clase y la de
legitimación; cae el carácter “uno y trino” del capital: un solo Dios verdadero en tres
personas: Banca, Justicia y Prensa); específicamente, los “medios de difusión masiva” –de
idiotización: “herramienta política para volcar la opinión hacia un determinado lado”- sufren
triple transformación: 1) se vuelven de comunicación puramente aséptica, 2) se colectivizan y
3) dejan de ser instrumentos de “alienación”, al operar en el marco más amplio de
desactivación de las fuerzas que han promovido los individualismos, el status de las elites, de
los mesianismos, de los notables, de las personalidades: se retorna del monoteísmo al
politeísmo de las masas (las “fuerzas productivas” siempre se hallan a la vanguardia del
proceso de transformación: las “redes sociales” –tecnología electrónica- fracturan la
determinación unidireccional del plan de socialización -alineación- de los “medios de difusión
empresarial”; a propósito, este es uno de los casos que demeritan los razonamientos clásicos
de H. Marcuse, respecto de la “unidimensionalidad” 777 ). Es, a su vez, la época en la que la
“división del trabajo” se suprime, lo cual afecta también a los estilos del poder.
Las TIC: tomar la parte medular y el efecto de modelación civilizatorio de largo plazo
inherente a este forma de fuerza productiva. La reunión de los mecanismos de información y
comunicación permite la disposición de un tipo de conciencia omnipresente: su efecto,
777
El impacto de estas ideas es catastrófico: en Europa, en el 2011, en algunos países los padres se están
negando a vacunar a sus hijos, con lo cual se han restablecido varias enfermedades; en dichas afirmaciones han
tomado fuerza la Medicina Naturista, la curación con imanes, con agujas, etc.: la expresión irracional del
rechazo a la tecnología.
495

función e influencia de modo “virtual” en “‘tiempo’ real”. El sistema cumple 4 funciones:
entretiene, informa, educa (las clásicas del periodismo) y permite, de modo colectivo, formar
y forma criterios comunes (conciencia masiva) a través de las “redes sociales”. El fenómeno
citado, es el rudimentario antecedente de la tecnología orgánica de interfaz. La base
electrónica de datos (tan virtual como su “materialización” en libros) viene a ser la primera y
segunda formas de creación de “conciencia artificial”: de pensamientos, de ideas
representadas, simbolizadas fuera de su órgano creador y realizador: el cerebro humano (las
neuronas intermedias, las del córtex y del neocórtex). Hay procesos que toman la apariencia
de inmateriales; éstos constituyen los típicos del pensamiento, puesto que se trata de un orden
de movimiento de la materia, cuyas “ondas” no pueden percibirse con ningún órgano de los
sentidos, como sí lo son los gestos o las ondas de aire en el habla. Los pensamientos (que
constituyen un tipo específico de movimiento de un específico tipo de materia) tienen que
necesariamente “materializarse” para ser percibidos cuando se informa o comunica. Una
forma de esta “materialización” es la forma representada, simbolizada llamada virtual, y de
entre ellas: la forma electrónica o Internet. Esta última es una forma de conciencia estática o
en movimiento fuera de la mente: son datos y proceso de producción de nueva información
(“pensamientos”) de modo “autónomo”, como por efecto de la interacción de las conciencias.
El mundo virtual es la representación de hechos reales o la producción de realidades
ficticias, que no existen en la realidad, que operan como estratagemas o que tienen intensiones
positivas (se miente o se forma la conciencia natural a través de crear o poner en términos de
realidades simbólicas determinados hechos de la vida). Sin embargo, la satisfacción de
necesidades primarias (alimentación, vivienda, vestido) no puede ser virtual; el producto de la
acción hasta ahora empeñado en el proceso de satisfacción de necesidades: el trabajo, puede
ser simbolizado en el dinero, no obstante tras suyo está el trabajo, que siempre es real
(consumo de masa muscular y cerebral). En la Comunicación en Red, se hallan presentes
siempre individuos concretos (conciencias) aunque estos no existan al haber dejado
simplemente mensajes grabados, por ejemplo. El sistema electrónico ha permitido formar un
tipo de información que se dice se halla en la “nube”; este tipo formalmente novedoso de
información (conciencia fuera del hardware cerebral humano) es también materia, puesto que
se halla contenido en un hardware en un específico lugar en el planeta (la realidad ni es
virtual ni es inmaterial; su proyección sí: puede ser virtual).
Quienes han nacido en el seno de esta “nube”: los “nativos digitales”, que operan en
una “nueva ecología” consistente en la conjunción del “mundo virtual” y el mundo real (la
conciencia se almacena, opera y produce efectos fuera de la mente, de modo análogo a cómo
el trabajo físico se coloca fuera de los músculos humanos en las máquinas), que compone
también una nueva generación y cuasi un nuevo tipo humano antecesor, eslabón inmediato
del posthumano: la generación audio-digital (si se introduce –dicho sea de paso- en el análisis
las nociones fetichísticas de “tiempo” y “espacio” como suele reiteradamente hacerse, el
tratamiento del hecho se torna verdaderamente “virtual”, fantasmagórico). Este hecho muerto
se vuelve vivo en el marco de las relaciones sociales en cuyo seno ha sido creado y opera: el
capitalismo. El Internet fue creado, en 1969, para soportar avanzadas geopolíticas, para
ejercer el dominio endógeno; luego pasó a la esfera económica, para finalmente difundirse en
la vida cotidiana. Ese es el patrón que siguen los desarrollos técnicos en la formación social
burguesa. La Internet es un búmeran (el ciber espacio es una línea de agresión pero también
contraproduce: los WIKILEAKS); luego, se debe resolver en manos de quién está esta
tecnología. Es una lucha política importante. La Red tiene exaltado, preocupado al poder,
porque permite fácilmente “crear un contrapoder”. La soberanía tecnológica, si algún sentido
chauvinista o de evasión del control tiene, se debe al propio desarrollo de las fuerzas
productivas (de su uso “cultural” –contracultural); en Internet, el hardware puede ser copiado
y mejorado, pero el diseño del software es mucho más fácil. Como la historia se va por el
ciber espacio, dicha autonomía coyuntural se hace cada vez más posible.
No obstante, por muy desarrollada que se encuentre la subfase de automatización de la
producción, la finalidad del proceso no se ha modificado: su razón de sustentación clasista se
mantiene, esto es: la consecución de ganancia capitalista. Empero, una especie de
pragmatización de la aseveración: “…rebelión de la subjetividad humana de la época de la
revolución científico-técnica” (Roger Garaundy), ocurre en el presente. El desarrollo
acelerado de la tecnología en las comunicaciones en su aspecto instrumental, trae aparejado
una forma espontánea, creciente y permanente de alfabetización, de elevación educativa
496

involuntaria de las masas (este modo atípico de formación del intelecto ocurre incluso con la
aplicación de ejercicios asociados con paradigmas neoconductistas de direccionalidad
funcionalista –conductismo en la época de la posmodernidad-, con el del aprendizaje como
formación de “competencias”, en el que se propugna volver holístico, crítico, ético, estético y
dinámicamente creativo el comportamiento del recurso humano –en efecto, las
comunicaciones dejan expuestas. 1.- Las grandes brechas al interior de la especie, 2.- la
potencia de la tecnología y su paradójica ausencia de efectos sociales generales abarcativos y,
3.- los abusos que el poder perpetra utilizando el aparataje del Estado), constituye palanca
extraordinaria en la transformación revolucionaria que vive el mundo, que eleva colosalmente
la productividad del trabajo revolucionario, que muchos grupos humanos hoy mismo llevan a
cabo en los cuatro puntos cardinales de la esfera (las telecomunicaciones elevan la
productividad del trabajo e incrementan la explotación; pero, al mismo tiempo, socavan su
poder) 778 .
La paradoja más absurda y cruenta de la Transición. En adelante, el desempleo debe
ser visto como índice alternativo que da cuenta del incremento del nivel de productividad del
trabajo: índice de progreso o desarrollo material humano, de desate de las potencias
civilizatorias de la inteligencia; acontecimiento positivo, sin embargo de continuar como
imperturbable en el seno del sistema la inveterada desgracia social, al mantenerse vigente el
principio de la propiedad del capital y el agente burgués senil; escenario en el que la
contradicción cardinal de la formación económico-social capitalista: la producción de riqueza
de procedencia de la operación del sistema automatizado y su apropiación privada, hace que
la pobreza tenga como razón principal a la abundancia. Empero, en la conflictiva fase, no es la
riqueza (stock de outputs) la que se halla en cuestión; aquello que se encuentra en el centro del
conflicto, es el sistema automatizado productor moderno de los “bienes de uso” necesarios
para sustentar sin coste alguno la vida individual y colectiva, en sus multifacéticas
dimensiones. Constituye la principal antinomia política al hecho asociada, la lucha por la
expropiación, mundialización –nacionalización- y socialización –“estatización”- de dicha
“estructura productiva”, y la mantención del orden. En la coyuntura establecida, si se
mantienen los putsh, los mismos ya no siguen la dirección conducente al objetivo de
“desalienación del trabajo” en el frente de la PEA, sino hacia la apertura de una etapa de real
de reificación, en doble sentido: 1) el ser humano múltiple y uno, queda definitivamente
sometido al sistema de abastecimiento maquinizado y, 2) el ser humano, que ha perdido su
individualidad en la postcomunidad, expone libremente la capacidad de “hacer cosas” con la
mente: knowhow de orden “virtual”, con el cual humaniza del todo a la naturaleza, la
comprehende en el universo de sus ideas.
En el presente, en la creación de las circunstancias que se las ha referido en párrafo
anterior, este instante de existencia de la humanidad, principaliza el enfrentamiento clasista
778
La URSS de Stalin sostuvo el balance bipolar en la esfera del pensamiento en el planeta: la concepción
científico-revolucionaria marxista-leninista del mundo, frente a la visión burgués escatológica conservadora de
la asimetría y evolución en crisis de la sociedad (la superposición de la ideología burguesa sobre la socialista,
fue catalogada por ciertos estúpidos teorizantes seudo cientistas como “deshielo estalinista”). El complejo de
rasgos sustentantes de la fenomenología del mundo actual (algún día habrá que dedicarse a sistematizarlos, de
modo que adquieran carácter de ejes ideológicos, de materia prima, para penetrar hacia un nivel más esencial
en torno del movimiento de la sociorealidad), en verdad: la sintomatología de la fase de transición (el proceso
temporal de muerte definitiva del capitalismo y de puesta en vigencia de las conquistas alcanzadas por la lucha
proletaria en la “comunidad robótica de objetivo”), viene aprehendida doctoralmente con la noción de
“posmodernidad”; esta categoría descriptiva cumple un papel ordenador sobre la marejada de elementos
fenoménicos que pululan alrededor de la inquisición mental. La citada parafernalia en la que se terrenaliza el
hecho, se concreta todavía más en una conducta masivamente contestataria puramente discursiva, recusante del
“positivismo” (se sentencia, que esta forma de pensar es la causa de la crisis social), cuestionadora de la
técnica (el hecho más sintomático es la crisis ambiental); los nuevos referentes se hallan asidos a la teoría de la
“complejidad” –Morín- (al respecto: ¿constructivismo o coadyuvancia? ¿complejidad o concretización?);
principios de la nueva “episteme” proceden del lado de la recuperación del contenido de conceptos:
casualidad, aleatoriedad, relatividad. Estas tesis, que el sistema clasista impugna en la esfera de la producción,
pero que la promueve en el medioambiente de mercado, propugnan la ruptura del orden, de la coherencia, de la
sistematicidad de la vida; en el absoluto capitalista mundial, el pensamiento y la conducta se descentran, se
liberalizan, se anarquizan, se relativizan (al arribar a este instante: todo se vuelve complejo, se promueve el
“valor” de la tolerancia, pues, los paradigmas totalizantes han caído en desgracia –lo cual, en realidad: no es
verdad); criticidad (irreverencia), cautela, tolerancia (alteridad), devienen en norma, regla sustentada en la
distensión, en el acceso al saber inmediato, que proviene de la transparencia que es característica del moderno
desarrollo de las comunicaciones, que coarta todo tipo de “clasificaciones”, de sigilos.
497

masivamente mundial, en el que el contenido esencial de la lucha política progresista debe
proponerse la consecución de: 1) que salte en añicos el carácter privado y monopólico del
sistema cibernético de “producción” (el litigio en este particular frente, es fundamental para la
permanencia de la especie, por tanto, debe ponerse interés y mucho cuidado sobre él, puesto
que una derrota abriría la posibilidad de guerras interimperiales en el marco de un nuevo
reparto de mundo: por petróleo, por agua -¿?-, por territorios); y, 2) la recusación frontal de
concepciones y conductas encaminadas a poner límite al progreso de la ciencia y de la
técnica, provenientes de intereses y percepciones burguesas (ineficacia marginal de la
técnica), y neorevisionistas (el postulado ideológico reaccionario acerca del fomento de la
reemergencia o prolongación de un estado de reproducción simple, anticoncurrencial,
puramente animal, del ser humano; al respecto, de modo reaccionario, antihistórico e
inmovilista se dice por ejemplo: “Los pueblos originarios, no contactados no desean
integrarse a la civilización de los supermercados…”; bueno, que dichos pueblos –los cuales
ya no son originarios: su reclamo reivindicatorio conduce tan sólo a mantener a esas
“subculturas comunitarias” a prolongar su situación de simple reserva germoplásmica, como
material genético sensualista, provisionamiento bancario en caso de pérdida del principal-
sostengan inconscientemente tal posición, es explicable, pero que el izquierdismo infantil lo
diga: ¡eso sí es absolutamente reprochable! 779 ); (“Todo nuestro tinglado ha dependido en
demasía de acontecimientos que ahora se están convirtiendo en historia antigua: las armas
nucleares y el radar durante la Segunda Guerra Mundial, la tecnología del silicio y el láser
después, el optimismo norteamericano y la hegemonía industrial,… tanto los físicos como la
ciencia en su totalidad estaban ahora acosados por los ecologistas, los activistas pro-derechos
de los animales… -gente partidaria de la “liberación de los animales”-… y otros grupos con
talante anticientífico”. John Horgan: “El fin de la ciencia”; 1998) 780 .
En sentido momentáneo (de la coyuntura histórica burguesa de movimiento de la
humanidad), en la concreción vital del pensamiento, respecto del sino del ser humano, pero
también en el orden de consideraciones sobre el propósito general que confiere sentido a la
existencia de la conciencia, la conclusión asume ribetes magros, diríase que: siniestros. El
problema se sitúa en el presente en Medio Oriente, en su “polvorín”. “… Irán es un país clave
en los negocios petroleros, por eso el imperio no ha dejado de instigarlo…”: Irán tiene
petróleo, pero, sobre todo, posee una posición geoestratégica puesto que puede actuar como
centro aglutinador de esa Región, lo cual profundizará la polarización y la apertura de un
nuevo esquema de balance, de contención de las principales potencias de Occidente, y es por
eso que EU –en noviembre del 2011- se ha puesto en contra del gobierno sirio, hasta hace
poco su aliado: para producir las condiciones para intervenir en dicho país (Irán) o para
neutralizarlo (en similar forma ha procedido con el resto de sociedades del área, alguna de las
cuales ha sido “sometida” en el juego de formación de una semiestructura de “aliados y
enemigos móvil”; en realidad, Estados Unidos de Norteamérica –país, que incluso carece de
nombre- es un “Estado funerario”, esto es, Estado gendarme, listo para enterrar a todo pueblo
que no se le inclina). La política de agresión genocida imperialista por el control de materias
779
Tanto el peligro de destrucción de su morada (de la Tierra), como la conciencia desembozada de que de
modo oportunista, egoísta, hedónico debe comportase el ser humano, simplemente aprovechando su entorno
para su felicidad sensorial, son los factores que han autoimpuesto sobre ciertos sectores el cuidado de la tierra.
La voracidad del capital y la intención de los grupos neohedonistas, pueden llevar al mundo a la debacle (el
primero debido a la conocida conducta de sobre extracción de recursos, el segundo por el límite que pone al
alcance de la inteligencia); la ciencia y los sectores de izquierda progresistas neopormeteicos en consuno con la
dirección de la historia, conducen al género en sentido correcto, de su razón esencial: usar la inteligencia en su
condición inmanente (conocer la totalidad de los hechos).
780
La inutilidad de la riqueza proveniente de la vigencia de la actual estructuración social de la humanidad,
vacía de sentido a los mecanismos clasistas positivistas hacia ella; se pierde uno de los incentivos centrales
para el desarrollo de esos mecanismos; entonces: ¿de dónde provienen esos mecanismos necesarios para la
continuidad del desarrollo de la ciencia y de la técnica, básicos para que el ser humano se enrumbe hacia la
concretización del proceso de hominización? Si se va de inmediato a un nuevo modo de producción,
desaparecen los móviles que impulsan el desarrollo de la ciencia y, sobre todo: de la técnica; este desarrollo
puede cesar, con lo cual se retrasa el progreso del pensamiento y del conocimiento del macro y micro cosmos.
Las necesidades empujan al conocimiento, la curiosidad también (puede decirse que existe una curiosidad
natural, una determinación natural a los que contradicen los modos asiáticos de sobrevivencia); el deseo de
mejorar el bienestar pone su cuota, pero en el sistema burgués esta virtud, ligada tan solo a la persona del ser
humano, se eleva a la enésima potencia, pues, este sistema pone estas condiciones. Si desaparece todo incentivo
para el desarrollo tecnocientífico, el proceso de robotización terminado, puede operar por sí solo, con la
determinación teleológica del ser humano, con su control y puesta de su rumbo.
498

primas estratégicas y mercados, como para detener la polución poblacional, pondrá al mundo
al borde de una nueva guerra (eso quisieran, pero dicha pretensión no va a ser factible
alcanzarla en esta ocasión), con dos posibles desenlaces: el fin de la humanidad; o, el término
del imperio: de Estados Unidos de Norteamérica, del sistema capitalista en cuanto tal. El
poder de las actuales armas –sobre todo de las construidas para la guerra en el espacio- es
infinitamente superior a las usadas en Hiroshima y Nagasaki o en el momento de la “crisis de
los misiles”; empero, si bien la balanza del poder bélico atómico, automatizado e inteligente,
aparentemente se inclina hacia el eje EU-Inglaterra-Israel, el resto de países (incluidos
algunos que no pertenecen a los anillos centrales del frente imperialista) sí tienen capacidad
de respuesta y la van a ejercer en una conflagración mundial 781 .
La principal cabeza de Medusa del imperio siempre está lista para la agresión, pásese o
no cerca de ella, la que incluso somete a su manera de nominar al mundo al resto de países,
con la alcahuetería, complicidad o convergencia de objetivos de europeos y nipones. En torno
del particular, se asiste al siguiente diálogo:
- El culpable de todas estas atrocidades, viene siendo el Gobierno Americano-
sostiene alguien.
- No entiendo-, responde otro, y prosigue: -¿Acaso hay un “Gobierno Americano”?-.
- No- dice “uno”. Luego, añade, a modo de rectificación: -Gobierno Norteamericano”-.
- Sigo sin entender- dice el otro. -¿Hay un Gobierno Norteamericano?-, nuevamente
pregunta; a lo que “uno”, responde:
- Disculpe: Gobierno Estadounidense-.
- Perfecto: ahora sí entiendo- finalmente, asiente el otro.
Como en la conversación (como decir: “fútbol americano”), se trata del gobierno de
los gringos soberbios, “que nos quieren robarnos hasta el nombre”, pues, se llaman a sí
mismos –apoyados obsecuentemente por algunos ilusos latinoamericanos-: “americanos” 782 ;
gringos muy desarrollados en la ciencia y en la técnica, pero absolutamente subdesarrollados
en materia política (bipartidismo liberal burgués: eterna satrapía pendular yanqui) e
ideológica (mitología religiosa luterana); en realidad, este grupo humano: no es nada especial,
mas bien esta gente dañada tiene muchos pendientes con la humanidad, con la historia.
Gringos infames del Irán Gate (Irancontras): de la venta de armas y del tráfico de drogas para
financiar la destrucción del Gobierno Sandinista en Nicaragua en la década de los 80 del siglo
pasado (su máxima era: “se permite exportar drogas a EU, si con este dinero se financia el
asesinato de comunistas en Nicaragua”); gringos estúpidos sin excepción: aquí no se establece
diferencia alguna entre las cúpulas y el pueblo (“los pueblos tienen los líderes que se
merecen”: el globo tiene tras bastidores al think tanks de la Council on Foreign Relations
-CFR, “por sus siglas en inglés”): son lo mismo, pues, los caudillos constituyen el efecto de
legitimación de las bases (ésta, es una forma de rechazo sobre conductas, que no son efecto
estructural de determinaciones del movimiento del capital sobre la psicología; sino, sobre
781
Las “energías” fósiles constituirán, hasta su declive volumétrico, recurso estratégico (como es perfectamente
notorio, cientos de miles de derivados que alimentan los sectores I y II de la economía, se obtienen del
petróleo); su vehemente necesidad, puede incluso derivar en una nueva conflagración mundial. La economía
mundial (la reproducción de la humanidad supeditada al objeto de la acumulación) está movida por el petróleo,
como principal materia prima. El petróleo está llegando a su “pico de producción”; de aquí en adelante, su
declive es inminente, es decir, se advierte el efecto de su determinación no renovable (no obstante, con la
tecnología todo se vuelve renovable); el incremento del precio del barril es su evidencia (este precio mantendrá
su tendencia a la alza, por efecto de su agotamiento como reserva y de la operación de las leyes del mercado, no
tanto como resultado de la acción de la OPEP o por la fuerza oligopsónica de las principales potencias;
empero, suceso a ocurrir, siempre que la tasa de consumismo irracional se mantenga o que incluso ésta se
incremente, y que la tasa de crecimiento poblacional no amaine). Entonces, el cuadro que adviene
inmediatamente para la humanidad es dramático: lucha por la tierra, el agua, el petróleo; los gringos (las
transnacionales que requieren como sustento para su reproducción a dicho territorio y a su población) son
capaces de arrasar con países, pueblos, regiones enteras, para proveerse de recursos estratégicos (el bloqueo
que traba la operación eficiente de la sociedad estadounidense –dicho sea de paso- es la migración, que
descompone al país, que impide el ejercicio programado de la política de control; no obstante, mañana más
tarde, la realidad espeluznante de la crisis que envuelve a todos, disciplinará dolorosamente a la especie).
782
Existen sugerencias, que plantean renunciar a la palabra América para designar al continente y en su lugar
usar la término “Abya Yala”; no obstante, al margen de lo que hayan sido Américo Vespucio y la conquista
europea, tras del nombre América se ha hecho la historia en este continente: esa fonética se ha llenado de
contenido; además: “uno no se debe dejar”.
499

aquellas decisiones expresivas de inconsecuencia humana, de exhibicionismo, de
megalomanía, de actos reñidos con la racionalidad e, incluso: con el sentido común). Pero tal
vez si hayan muy exiguos casos en los que se pueda rescatar la conducta de este grupo
humano genocida (esclavos liberales del mercado y la riqueza 783 ): A. Lincoln, por ejemplo;
este personaje fue un instrumento de la historia (tomó la decisión de serlo: allí su mérito) al
haber realizado la necesidad de manumitir: de abolir la esclavitud, con lo cual se desbloqueó
la ruta de avance de las fuerzas productivas, merced a lo que las formas mercantiles liberales
se han desatado e inducido el desarrollo de la ciencia y de la técnica hasta ubicarlo en el nivel
en el que hoy se encuentra. En una palabra: no hay razón para darles trato especial alguno a
estos gringos cretinos.
En el marco de la trama pertinente del subnumeral en desarrollo, no obstante, una
salvedad. El petróleo como combustible y como materia prima para la petroquímica, no se
proyecta a entrar en una etapa crítica (como ocurrió en década de los 70 del siglo pasado). En
el primer caso, en la medida en que el proceso de movilización vehicular va a ingresar en el
uso de “energía” alternativa a la fósil (la razón que ha forzado volcar el interés en buscar
nuevos combustibles, se debe a que el control del mercado de petróleo salió de las manos de
las transnacionales, lo cual condujo a una revalorización del precio del barril de petróleo; se
dice que Mr. Kissinger, en la década del 70 de siglo XX, dictaminó que “el petróleo está en un
lugar del mundo, donde ni lo necesitan ni lo saben utilizar”). En el caso segundo, puesto que
se están recuperando una serie de formas de vida, de materiales, de usos y costumbres de muy
antaño (por ejemplo: la bicicleta en lugar el auto), que relativizan la demanda de bienes del
estilo y estándares de vida modernos, el quantum de estos satisfactores también se reduce (los
agroquímicos, por ejemplo), además, la población como tal se halla atravesando una etapa de
desaceleración progresiva de su reproducción vegetativa (en efecto, si lógicamente las
previsiones de Malthus – la “paradoja de Jevons” está de su lado- no eran consistentes, hoy la
prueba empírica le da su golpe de gracia). No parece que la producción de
microcomputadores y otros productos propios de las necesidades y de la producción de bienes
y servicios en coherencia relativos a la vida posmoderna, haga subir la demanda de petróleo.
Cuando se halla en entredicho la existencia del monstruo imperial, la razón se pone al
margen del cerebro en su estamento cupular; no es posible en circunstancias de vida o muerte
del modo de producción burgués la aplicación de los principios de la teoría de la
“negociación”; frente al móvil inmanente de la guerra el uso con éxito de las tesis del
proyecto de la norma “ganar-ganar”, es improcedente. En coherencia, el Derecho
Internacional (global) ha retornado a ser (año 2001) el “poder de la fuerza”, poder ligeramente
mediatizado por eventos de negociaciones formales llevadas a cabo en el seno de los
organismos de gestión supranacional. Mas, la desventaja real –en el interior de la cuestión-
reside en que los halcones guerreristas de este eje –especialmente Estados Unidos e
Inglaterra- experimentarán la oposición cada vez más creciente de su pueblo: el Movimiento
de Los Indignados está haciendo pie también allí (esta vez el pueblo se torna racional, pues,
propende reconducir los hechos) frente a las intentonas de provocar una tercera guerra a nivel
hemisférico. En efecto, los pueblos: dejan cada vez más a sus espaldas el anonimato, esto es,
interrumpen el proceso de atención de designios inscritos en el cumplimiento del solo acto de
reproducción vital, sobre todo “cuando –a causa de lo cual- su camino se ha extraviado, por lo
que deben proceder a recuperar la historia”; y, lo hacen, en principio desplazando a los
inveterados conductores de ésta. Este proceso, en el presente, se perfila según la norma de
“construcción” masiva de la realidad social. La movilización planetaria popular se lleva a
cabo atendiendo a dos propósitos: 1) defender el “ser” de la “civilización” y, de este modo: 2)
mantener el fundamento material necesario para cumplir la meta superior, extrema, coronaria,
del ser humano. Por tanto, los actos políticos ciudadanos mundiales, marchan tras el propósito
de impedir la guerra y desactivar al imperio, mientras se ponen a la vista los episodios de una
nueva forma social (en el escenario, prevalece un tipo particular de ocupación humana: el
“entretenimiento político”; su designio dispone la adscripción de los sujetos en el movimiento
social, que tiende a coadyuvar en la resolución de las contradicciones sociales).
La crisis que atraviesa el mundo en el 2009, es de gran magnitud e inusitada
profundidad; responde al carácter que ha tomado el proceso de “globalización financiera”
783
La estructura cerebral de esta gente (tusa) es peor que la de los “matarifes”: sacrifican a las reses, pero son
incapaces de matar a seres humanos; los gringos, matarían o darían la orden de matar a sus enemigos de clase
(a Fidel, a Hussein, a Chávez, al propio Lincoln, a Kennedy,…), pero se protegen entre sí: se cuidan, se aman.
500

(efecto de la política de liberalización financiera sustentada en la creencia de que su
expansión era ilimitada, conducente a la excesiva valoración de la bolsa de valores):
transformaciones vertiginosas y destructivas, en virtud de la creciente volatilidad de los flujos
financieros, los cuales transmiten sus impactos negativos y desestabilizadores de modo casi
automático al propio mercado financiero, a los flujos de comercio y a la inversión en todas las
latitudes del sistema, a través de los canales comerciales y financieros tradicionales (Marco
Romero Cevallos: ¿Otra crisis financiera o un cambio fundamental en el capitalismo
financiero?). La desconexión (la supresión de la dependencia, tanto a nivel de país, como a su
interior respecto de las formas capitalistas dominantes criollas), constituye la política de
blindaje nacionalista más revolucionaria en la actualidad, junto con la decisión de adopción
tecnológica selectiva y con la formación de tejidos económico-políticos de complementación,
solidaridad de carácter transnacional, multinacional, global, encaminados en conjunto a
enfrentar y contrarrestar las estrategias geopolíticas del poder multilateral, en el marco de
asistencia de la crisis financiera del sector monetario global hipertrofiado. El sector de
vanguardia neocapitalista debe proseguir por la senda del acelerado desarrollo de la ciencia y
de la técnica; las seudo repúblicas subalternas, deben proceder del modo expuesto para
mantenerse en la vanguardia de producción de las nuevas relaciones sociales sin apartarse del
mundo, puesto que esta es la contribución ambivalente en la mira de formar las estructuras del
mundo nuevo. Eso hace toda persona buena que se ha decidido renunciar a las amarras
capitalistas, que se ve a sí mismo en los demás, que busca quedar bien ante ellos siempre, por
lo menos realizando un gesto de amabilidad.
Si el sistema robotizado de producción continúa como propiedad privada concentrada
(en similar condición como estuvo la tierra en el modo feudal de producción) se perfilan dos
casos a futuro: 1) la población hace la revolución expropiadora o muere por inanición; y, 2) se
produce la formación de un “sistema-mundo”, integrado por dos estructuras: a.- el círculo
selecto abastecido por el proceso automatizado, encerrado en sus bunkers y separado del
mundo y, b.- el resto de la población que sobrevive von métodos mixtos de producción:
máquinas y trabajo; está conformación superpuesta pondrá el riesgo o directamente anularía la
marcha de la inteligencia hacia el absoluto. De conformidad con las consideraciones
expuestas, cuando se habla de “lucha política”, en adelante se hace referencia a la
diferenciada y planetaria brega por otorgarle carácter social y cosmopolita a las innúmeras
conquistas alcanzadas en el plano de la ciencia y de la técnica (“las enormes potencias de
extracción de plusvalía” modernas y de dominio/exterminio por la fuerza, actuales), para que
éstas cubran los desvelos de la humanidad toda (también, en oposición a que se continúe con
el proceso de saqueo del conocimiento endógeno –de la política denominada de “respaldo
preventivo”-, de la fuga de cerebros). Pero, a su vez, en oposición a que se bloquee la
continuación de su progreso (el de la técnica) en subordinación al interés reproductivo de
clase (crecimiento cero, poder productivo excesivo; este poder –dicho sea de paso- se presenta
exorbitante frente a los requerimientos de la valorización, empero no lo es de cara a la
satisfacción de necesidades o ante la demanda asociada con la promoción de la felicidad del
género: el placer), pues, la humanidad ha puesto en ellas –debe hacerlo- (en la ciencia y en la
técnica), las esperanzas de su realización intelectual plena 784 . En una palabra, la gran tarea
práctica a cristalizar en un futuro inmediato por parte de la ofensiva política conjunta de las
fuerzas subversivo-intelectual-ciudadanas, consiste en plantearle a los capitostes, a la
intelligentzia y a los polizontes del sistema, la lucha prohijada para suprimir la propiedad
privada del aparato económico mecanizado y globalizado (que pase al pueblo la realización y
la responsabilidad de las tareas del “trabajo intelectual”), de manera que la producción “sin
coste” se la distribuya a los miembros de la humanidad gratuitamente.
Los principales substratos de la técnica, y de su proceso en general, en posesión de
manos fraternales, puede promover el desarrollo de la propia técnica de acuerdo con
sentimientos asociados a fines edificantes (pero siempre en el seno de un nuevo marco social);
es posible –recurriéndose a ella- subsanar los problemas humanos; y, gracias a su poder
inherente, se está en capacidad de regular su incidencia y apelar a ella, para restablecer la
784
“Crecimiento cero”, “límites al crecimiento”: realidad y empírea tenida en cuenta: no en la perspectiva
ecologista del “anticrecimiento”; sino, como resultante estructural dada en el proceso ascendente de elevación
de la productividad del trabajo y de la incorporación cada vez más creciente de máquinas en el proceso
productivo, debido a lo que el rendimiento marginal de las inversiones in abstracto, decae hasta igualarse con
los costos.
501

armonía perdida en el orden natural. En ruta en torno de la consecución de esos propósitos,
debe inscribirse la conducta política de la adultez; una vez conquistada dicha cima, no es
posible volver la mirada al abismo, a la vida que yace bajo los pies (“codicia, lujuria,
individualismo”: el reino de los “instintos primitivos”, que hacen y promueve el sistema
burgués -a la fecha- transnacionalizado tanto en la esfera de la acumulación como en la de la
dominación): el panorama es inmenso, casi “infranqueable” para optar por distracción alguna,
pues, el género ingresa a moverse en su fase de madurez, hecho con el cual la humanidad
inicia a vivir la etapa serena, sapiente, de su existencia, en la que su sentido deviene de
razones que se ponen en conexión con el reto de abordar cognitivamente el “ser” en cuanto
tal 785 . Esta colosal transformación humana, tiene sus presupuestos: el modo burgués de vida,
que forma la racionalidad positivista y la acumulación material, básica para la edificación de
la “sociedad”.
En suma, aquí se está pensando en grande. En torno de la posible “salida reaccionaria”
a la “cuestión humana” (el ser humano se desembaraza de toda argucia para realizar su vida y
pasa a ocuparse de la tarea, que realmente es suya y que confiere sentido a su existencia:
afrontar cognitivamente el Universo, cumplir este reto, llegar a controlar la “energía” del
Cosmos): si los principales grupos económicos a nivel mundial, programan al robot, a la
inteligencia artificial, para que perpetren la brutal desaparición del pueblo, de la masiva
humanidad pobre, étnicamente inferior e ignorante del planeta, de modo que un grupo
“selecto” de personas: unas 500.000 de 7.000’000.000, se encuentren hábiles para pasar a la
nueva etapa como “sujetos de pensamiento” listos a abarcar con la mente el Universo, incluso
por esta hipotética vía cruel la materia realizaría su optimidad, en el marco de validación del
proceso y producto históricos. El material genético, que contiene las instrucciones relativas a
desarrollar la cualidad inteligente: el máximo y último desarrollo evolutivo natural (el
neocórtex) habría de todos modos llegado hasta su punto cumbre. A la problemática de la
“asimetría social”, a la de la “alienación espiritual” y a la de la afectación sobre la masiva
población mundial de los desastres naturales, se suma la posible ausencia de material genético
del pueblo hemisférico, en la conformación de la elite instrumento consciente del inconsciente
proceso natural, de producir y dotarse de su regente (en sentido figurado: del gerente de la
empresa universal). Esos pueden ser considerados como los nuevos objetos de la lucha
política en tiempos posmodernos, hípermodernos, y para los que el sujeto es la masiva
población mundial; la tarea: bloquear el genocidio; la estrategia: la movilización intelectual,
subversiva, al frente de los ciudadanos del mundo; el programa práctico: asociar la
automatización con la relaciones solidarias, a fin de instaurar una nueva forma de vida del
género: la humanocovivencia espiritual.
2.3.- EMERGENCIA DEL ANTAGONISMO REAL ENTRE EL TRABAJO Y LA SATISFACCION DE
NECESIDADES.
En la primitiva comunidad, el fondo de sobrevivencia del grupo provenía del trabajo
no productivo organizado de conformidad con estados significativamente precarios, casi
absolutos, de desarrollo de la técnica y en ausencia de un tipo de propiedad: de la propiedad
privada de medios e instrumentos de producción. En la “economía” que sucede a la
“posmodernidad” (en concreto: la subfase de transición hacia el “comunismo cibernético”),
por su parte, el aparato “productivo” de las máquinas libera al ser humano de todo esfuerzo
para proveerse del sustento necesario en su reproducción material y conciencial (el “parque
tecnológico” crecientemente automatizado es sucedáneo del “parque industrial”); el ocio se
impone, y asociado a él: los “vicios”, en una palabra: el disfrute pleno del prurito que
determinan los sentidos y la sed de conocer los misterios filosóficos que conmueven al “ser
social” (la vagancia futura se convierte inexplicable, insólitamente, en “la madre de todas las
virtudes”; paradójicamente: esta aberración cierto día se eleva a la categoría de “valor”). En la
época en la que "... la nueva fuerza productiva es la automatización y la planificación..."
(Samir Amín), entra a enseñorearse de forma globalizada “…la noción de ´intelecto general´,
785
Proceso de maquinización y proceso de desenagenación coetáneos. El sistema mercantil burgués se exige al
máximo, desemboca en la artificialización plena de la vida; la existencia del pueblo, por su parte, expropia los
resultados de este movimiento de modo sinérgico y paralelo, con su lucha (pero queda aún supeditado a
connotaciones de antaño: se rescate el término “ciudadano”, palabra de todos modos “burguesa”, mientras se
renuncia a otras de raíz más independiente como “compañero”, “comunero”, “camarada”, amigo, vecino;
quizá este espíritu conservador recupere lo bueno y positivo, que encierra el pasado y la percepción oficial).
502

concebida por Marx un siglo antes de su tiempo”, pues, “el pago ya no se hará por el trabajo y
a los trabajadores, sino para vivir y a los ciudadanos” 786 (el “socialismo del siglo XXI”, es la
primera fase de este idílico momento, es decir, la terrenalización bonapartista de la teoría
proudhoniana de la “propiedad privada en igualdad”: equilibrio económico-social: economía
mixta humanista, nacionalización de áreas básicas y estratégicas, democratización de la
propiedad, redistribución del ingreso, desconcentración de la riqueza 787 ).
El ser humano –en su determinación histórica abstracta- en el acto de sustentación de
su existencia material: o toma de la naturaleza los bienes de uso mediante el ejercicio del
trabajo anterior a la producción o bien se dedica a su producción (es obvio, que en este último
caso el proceso se transforma en acto de auto abastecimiento de los requerimientos de su vida,
y el producto del esfuerzo asume la dualidad de valor de uso/valor de cambio, pues, el trabajo
se torna actividad de producción y, posteriormente, proceso industrial, en la fase burguesa de
su reproducción). En la aseveración más concreta, el individuo para sobrevivir: 1) o arranca
de la naturaleza el conjunto de satisfactores dados (“sociedades” comunitarias, preclasistas,
sin “trabajo”, en las que se halla ausente la realidad y la noción de propiedad privada
–momento de “reproducción natural”); o 2) se dedica a producirlos (en las sociedades
clasistas, mercantil capitalistas, la producción corre a cargo tan sólo del trabajo –aparece el
trabajo productivo- de una clase en el reino de la “división social del trabajo”: la clase
desprovista -a la que se la ha despojado del factor “capital”, en la época de la “acumulación
originaria”- de la propiedad de los medios e instrumentos de producción –momento de
“reproducción social”: el trabajo humano soporta y reproduce al capital, pero por un efímero
instante en la frontera de su disolución, el capital es sostenido y reproducido por el propio
capital: la automatización; mas, con la auténtica robotización del proceso productivo y de
todas las esferas de la vida, se suprime el proceso de valorización); o, 3) genera
históricamente los instrumentos que producen por él (la “economía” cibernética, la
“economía” sin “trabajo”, la automatización, el robot, la IA –momento de “reproducción
´artificial´” o tercera naturaleza). La humanidad en la circunstancia en ciernes, luego, se halla
avanzando, rauda, a la etapa tercera de la reproducción robotizada, esto es, hacia su
renovación en la relación S-O (sujeto-objeto) “´valor´ de usufructo” del trabajo pasado
concretizado en el sistema automatizado de producción. Una nueva relación (“a”relación)
empieza por dibujarse en el horizonte, la que adquiere ribetes teóricos en la mente como su
respectiva categoría. “Valor de uso”: aprovechamiento de los bienes naturales; “valor de
cambio”: usurpación del trabajo ajeno por una clase; y, “´valor´ de usufructo”
(interpenetración y superación de las esencias del “valor de uso” y del “valor de cambio”, en
la formación de una nueva cualidad): disfrute de todo el trabajo pasado realizado por la
humanidad, coagulado en el sistema automatizado de producción, que transforma y lleva los
“valores de uso” naturales, a la mesa del posthumano.
En Japón, por ejemplo, la fábrica productora de vehículos: la Nissan, en la actualidad
(2001) ha robotizado completamente la producción (el capitalismo empieza aquí realmente a
cavar su tumba: si el trabajo deja el proceso de valorización, el capital decesa también, aunque
lo haga de forma póstuma); el ser humano ya no trabaja más, fabricando o ensamblando
partes del producto y ni siquiera se registra su presencia en el proceso de los acabados; en esta
factoría muy escuetamente la persona se sustantiva en la fase denominada “control de
calidad”. El ser humano ha dejado de ser útil en el trabajo y se presenta al lado del proceso
786
André Gorz, citado por Samir Amín; en: Los fantasmas del capitalismo.
787
“Visión de socialismo”, por vía pacífica (el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas alcanzado y el
antecedente de la lucha obrera y su ensayo –socialismo del siglo XX-, así como la lucha popular, social y
política, permearon dicho cambio y auguran éxito, en el sentido de que el proceso concreta la herencia
proletaria por ruta ciudadana). No obstante, el sujeto que interpreta el mundo y el escenario social en curso en
la primera década del siglo XXI, es la pequeño intelectualidad burguesa (esto ocurre claramente en el Ecuador
con Rafael Correa: proyecto político bolivariano-alfarista); esta “capa social” (intelectualidad burocrática,
románticamente radical), es la que está tras de las tesis del “socialismo del siglo XXI”; si bien es verdad, que su
objetivo es crear una nueva realidad histórica, mediante la superación y recuperación de lo malo y lo bueno del
capital y del trabajo, y de este modo convertir al cuerpo social en articulado de propietarios y trabajadores en
una misma persona, estos ideólogos no advierten, que no es posible que tal intención sea forjada en el interior
de un escenario mercantil (se insiste, el avance legado por el proletariado, así como el hecho de que el
capitalismo se halla en la etapa de descenso, pueden ser factores a favor de la cristalización del proyecto); en
realidad, la derecha se apoya en la centroizquierda para reproducirse, hace esa concesión, la “izquierda”
centrista se beneficia al mantener vigencia y presentar resultados.
503

productivo simplemente como su inspector (Marx) 788 . Las necesidades sociales sin embargo
–en la humanidad hemisferizada- están presentes, se desarrollan y otras hacen su
aparecimiento; este hecho proyecta la vigencia de la inteligencia como requisito: el trabajo
intelectual. Si el "trabajo" asignado planificadamente, dígase: de "10" fábricas completamente
robotizadas como la Nissan, se instalaran en cada continente del planeta, se dispondría de
capacidad productiva suficiente para atender la necesidad vehicular de toda la población; pero
entonces no habría la obligación de pagar a nadie por el producto, puesto que esta producción
(abundante, sepulturera de la noción económica burguesa de “escasez”) estaría realizada por
máquinas, por el “trabajo” de robots (y la técnica misma es patrimonio general de la especie,
puesto que es el resultado lógicamente acumulado, progresivo, de los aportes dados por todas
las generaciones pasadas). En ausencia del trabajo obrero generador de “valor” de la
denominada etapa industrial, no habría (no habrá) que cancelar un precio por el acceso al
disfrute personal de producto alguno, pese a que ronde por ahí todavía algún trasnochado (un
parásito burgués), que reclame un cheque, aduciendo la propiedad de las máquinas, de las
factorías o del trabajo creativo del diseño.
Hay un dato más: la trasportación por tierra, en principio (la fluvial, por aire y la
espacial, seguirán luego), se proyecta para inicios del nuevo siglo (XXI) a ser “gratuita”, fácil
y amigable con el entorno natural; en efecto, la motivación sobre investigación y desarrollo en
varias ramas de necesidades, y las creaciones tecnológicas (prototipos funcionales) que
permanecían reprimidas por conveniencia de la política de redituabilidad económica inherente
a la “lógica de acumulación del capital” (sic), se están desclasificando y tornando prioridad
incluso en Silicon Valley (la razón más fuerte, que explica el giro, se corresponde con la crisis
ambiental –“límites físicos del desarrollo del capitalismo-, la crisis de los energéticos y las
fricciones de demanda); la nueva concepción plantea que los autos del futuro deben tener
como componente de propulsión a la electricidad (batería, fotocélulas), al hidrógeno en sus
distintas formas de obtención y recarga, y al simple aire (por compresión). Si bien el producto
(el vehículo), el mantenimiento, la compostura y los repuestos deben ser adquiridos mediante
el clásico proceso de compra, el componente de costo de mayor significación para el uso de
un vehículo sobre todo particular: derivados del petróleo, va a ser retirado; estas
transformaciones de orden tecnológicos, que parcialmente implican a la técnica como
productora de “soluciones sociales”, que apoyan el enunciado de la “ley de Moore” (con el
desarrollo de la técnica descienden los costos y se masifica el uso de productos), son,
evidentemente, hechos histórico-sociales que golpean al capital, que como bumeranes
invalidan el programa de contratendencias dilatorias que diseña éste (a medida que se
desarrolla la tecnología, ésta se torna más contraproducente; el Internet opera de este modo).
En la actualidad, en el Japón, en Europa y en menor medida en EU, la disposición de
excedente imperial –riqueza formada mediante transferencia del trabajo sustantivado en el
mundo hacia dichos centros, merced al peso decisivo que el frente exportador tiene en estas
economías (básicamente grandes y abiertas), en virtud del condicionamiento clasista social
inherente a la operación del programa de política neoproteccionista estadounidense, europea y
nipona, de los términos de intercambio asimétricos y del peso de los empréstitos-, permite su
transferencia desde el sector secundario hacia el terciario o sector al que ha “migrado” la
mayor cantidad de fuerza de trabajo (nota bene: éste fenómeno, merece mayor investigación).
Financiar la vida de la población, que se ubica en el simulacro del trabajo en la esfera de los
servicios, convierte a estas economías en realidades especulativas –de burbuja-; el
significativo proceso de automatización constituye la base de este fenómeno, el cual se yergue
como producto de cierto proceso de planificación de facto y de racionalización del sistema de
reproducción de dichas sociedades. El proceso de “automatización” se encamina a invadir la
última esfera de trabajo ligada al área de la producción material encargada al ser humano: la
gestión (el administrador de sistemas: los programadores de recursos humanos actuantes en
las áreas productivas, administrativas, financieras, de marketing y de ventas); la gestión se
788
“Si las fases preburguesas aparecen desde un ángulo puramente histórico, es decir, como presupuestos
abolidos, las condiciones actuales de la producción se manifiestan en el movimiento de su abolición y, por tanto,
bajo la forma de condiciones históricas de un modo nuevo de la sociedad” (Marx); en el presente, es el turno en
el que las fases burguesas de producción se muestran en la dinamia de su autosuperación, simplemente como la
determinación histórica de la nueva forma social. Y, como en la pasada estructuración completa de la Química
de la periodicidad de los elementos (Mendeleiev), en este proceso debe integrarse las razones omitidas, para
recapitular el conjunto.
504

automatiza en un software, mientras que el manager se vuelve funcional: sale también de la
escena histórica.
A estas alturas, resulta toda una perogrullada el afirmar, que en el desempeño de la
moderna humanidad progresivamente se maquinizan los trabajos físico, intelectual y de la
gestión; de manera que el ser humano se ve libre de todo esfuerzo autoreproductivo material y
espiritual, mientras que el ocio se transforma “paradójicamente” en un “valor” (antes lo era el
trabajo, mientras que la vagancia era socialmente considerada afrenta penalizada): el ser
humano se dedica a comer, a pasearse, a divertirse, a descansar, a recrearse (al fin y al cabo,
sus antecesores ya trabajaron). El “software” –como es bien conocido- reemplaza al
“profesionista” clásico; primeramente lo hace en aquel en el que su disciplina científicodestrezal
no demanda de habilidades reflexivas y estratégicas en su práctica: al médico, al
arquitecto, al ingeniero; luego el proceso de automatización va tras de destronar a los “más”
inteligentes: al señor abogado, al administrador, al sociólogo, al economista; el politólogo
resistirá un tiempo más; solamente el cosmólogo y el filósofo pervivirán. Tanto el proceso de
robotización como el de ocio creciente, se encaminan a encontrarse en un lugar determinado,
para que sea posible la continuación de la reproducción humana sin trabajo de toda la
especie y ya no sólo de los segmentos humanos, cuya posición de vanguardia en la esfera
científicotécnica constituye su seguro de vida; no obstante, su sitio de fusión es crucial y
cruento, en la medida en que para hacerlo realidad el sistema automatizado debe ser
expropiado, precisamente “para que la revolución tecnológica y la explosión urbana no
lleguen al punto de colisión”. En realidad, el tránsito de la fase humana del trabajo a la del no
trabajo, va a ser traumática (¿admitirán los propietarios ver cómo los no propietarios acceden
libremente al producto? Naturalmente que: no).
Este proceso –la automatización- va a ampliarse tanto en profundidad cuanto en
extensión en la entera geografía de la esfera, pese a que ahora aparezca tan sólo como una
“fantasía académica” (dixit Samir Amín); pues, lejos de inhibirse, el mismo va a cubrir los
cuatro departamentos: producción totalmente automatizada de: 1) medios de producción, 2)
bienes de consumo, 3) suministro de servicios para esos departamentos y, 4) de los servicios
para el consumo final individual y social; en suma: en las nuevas condiciones “…el concepto
de valor subsistirá, pero tan sólo porque la sociedad estaría dominada aún por la alienación
económica…” (Samir Amín). La abstracción de la ley del valor como asignadora del tiempo
de “trabajo social” sobre las diversas ramas para cubrir proporcionalmente las necesidades de
reproducción de la “sociedad”, conduce a forzar el establecimiento consciente de inéditas
normas para ejercer la “autoridad” sobre medios y procesos de “producción”. Esta forma de
organización humana, no constituye una forma de “cultura” (la cultura, en su determinación
históricamente abstracta, es la producción material y espiritual de la humanidad en
general) 789 ; es, mas bien, una forma de comunidad espiritual (en ese sentido, los europeos
tienen la razón al afirmar, que se hallan ingresando a la era de la “espiritualidad”) 790 .
789 En la dimensión histórica de la reflexión, en la concepción de Marx no se halla presente el término
“cultura” con la connotación que actualmente lo dan algunos sectores, tal como lo advierte Agustín Cueva (La
teoría marxista), o sea, como un concepto (categoría), que permita realizar la aprehensión teórica de algún
“objeto” social real particular, pues, constituye un vocablo tan abarcativo, en el sentido de que por él se
entiende “...la completa y multiforme producción de todos los seres humanos”. Este término, en consecuencia,
designa una entera totalidad (realidad) resultante de aquello que no es natural.
790 No debe olvidarse, no obstante, que esta “comunidad blanca”, presuntuosa, enteramente “racional”: la
Europa hirpereducada y sobredesarrollada, ha tenido una evolución histórica siniestra: han sido pueblos
bárbaros y guerreristas (dos conflagraciones mundiales), que han saqueado a otras comunidades tanto las
riquezas naturales como directamente las vidas humanas (tal es el caso del actual continente americano, lugar
en el que los ibéricos arreciaron con la fuente material de la riqueza, que habría servido para sustentar en ella
el desarrollo de sus pueblos y sometieron a la servidumbre a los indígenas –el coloniaje-; los ingleses –que hoy
apoyan la cruzada bélica de Estados Unidos contra el Medio Oriente- se han caracterizado por ser saqueadores
de los saqueadores: el sistema de piratería marítimo -la dependencia económica de España frente a Inglaterra-
hizo que el oro de América que se dirigía a España, cambiara de rumbo hacia Londres); y, jamás han
conciliado con tesis de avanzada como la marxista y se encuentran plácidos en el interior del sistema capitalista
prehistórico, antiracional y antihumano (strictu sensu: a los rusos actuales, por su traición al socialismo de
Lenin y Stalin, como a los europeos, por su pasado, debería darles vergüenza). Además, Inglaterra es la
progenitora de ese engendro satánico que es Estados Unidos, país que no solamente ha sembrado de violencia y
de lágrimas el planeta, sino que lo ha llenado de isma (estiércol humano), a través de la profusa difusión de
tanta basura cinematográfica, pornográfica y religiosa, en nombre de la “libertad”, del lucro, de la iniciativa
privada, de la excelencia, la competitividad, de la innovación, de la evolución individual y sectaria de la vida.
505

Ya se sabe que el proceso de reproducción social en los países del centro burgués, se
sustenta en el elevado desarrollo del sistema de provisión automatizado del que son
poseedores (las ciclópeas, las monstruosas súper máquinas con las que los europeos, los
estadounidenses y los japoneses –estos sectores “… construyen, construyen… [guerrean]…
cuando no tienen nada que hacer…”- cruzan con túneles cordilleras enteras en un “abrir y
cerrar de ojos”, los mares con puentes, túneles subterráneos o submarinos y edifican
autopistas a fin de propiciar la movilización de los factores productivos, de los productos y de
la población, en general, y que se aprestan a construir los súper rascacielos de las
hiperciudades, de las megametrópolis); esta estructura técnica de abastecimiento se presenta
aceptable, muy a pesar de que el mismo se empotra en una configuración social diferenciada,
y es “exitoso”, en la medida en que el circuito económico semiautárquico (neoprotegido) tiene
a sus pies (sobre todo el de Estados Unidos, a través de su política militar) al sistema físicoespacial-social
del planeta, hecho logrado merced a haberse puesto en operación de modo
coercitivo una ruta única de acumulación: mercado de oferta y de demanda. ¿Qué carácter
tiene, en cambio, el sistema de sociedades burguesas de la periferia, en el planeta? En las
neocolonias, el proceso de quiebra de “negocios” artesanales (una modalidad de
concentración y “centralización” del capital en el interior de las economías periféricas), se
halla a la orden del día; este fenómeno se produce, precisamente debido al impacto destructor,
que la asociación entre el vertiginoso desarrollo de la técnica y la necesidad de mantenerse en
el mercado (“vinculación de la competencia con el progreso técnico”), ejerce sobre el
desenvolvimiento de ciertas empresas medianas de carácter paradójicamente oligopolísticas.
La cesación del trabajo en la esfera productiva, verbi gracia: en el Japón, constituye el
resultado del desarrollo natural de la técnica 791 ; sitio en el cual –a su vez- se lleva a cabo una
forma propia, especial, de reasignación del “recurso” humano y de roles en sentido trans
sectorial (al fenómeno se lo conoce como “migración de la fuerza de trabajo”, o sea, el paso
de la PEA de la esfera de la producción real a la de los servicios –demagogia, de todos modos,
burguesa, pues, con ella, al menos para las neocolonias, en las que la falsa industria ha
cooptado a la mayor proporción de los trabajadores- se pretende ocultar el incremento de la
desocupación por razones relacionadas con el desarrollo técnico); este proceso se lleva
adelante sin efectos traumáticos, mediatizado por la permanente disponibilidad de fondos
financieros provenientes del excedente imperial del que disfrutan la economía y el poder
nipones 792 . En las sociedades burguesas periféricas, en cambio, esta cesación de la vigencia
de la actividad productora de riqueza, constituye el resultado directo de la crisis y de la
transnacionalización del capital (de su “lógica”, suele decirse; de la apertura de mercados, del
comercio desleal; mírese el caso de los chinos, éstos se hallan trasladando sus empresas
maquiladoras a las áreas neocoloniales –y también a la muy desarrollada Europa
aprovechando la crisis financiera de finales de la primera década del Siglo XXI-,
circunstancia que deviene, pues, de la aplicación de una agresiva política creativa de
conquista de mercados de carácter cuasi imperialista).
Un ejemplo: en Ecuador se avista la presencia del fenómeno de quiebra masiva de
negocios artesanales no “competitivos” de la rama de la metalmecánica, en la que se produce
piezas de máquinas (repuestos inexistentes en su versión original) con equipos mecánicos, en
tiempos largos y a precios elevados; este cierre tiene lugar con la entrada de los procesos de
reconversión y de modernización en el sector, en consecuencia: del uso de equipos
automatizados. El sector de comercio de bienes transables y la política asociada a las nociones
de “agregación de valor” sostienen el proceso de reasignación sectorial de la mano de obra
Pueblos, éstos: en decadencia, xenófobos, maltratadores de emigrantes, que se oponen al concepto (acuñado
por el Ecuador) de “ciudadanía mundial”.
791 El proceso de desarrollo de este país –dicho sea de paso- se atiene al siguiente algoritmo histórico: 1945,
derrota de la Europa alemana y del Japón; Plan Marshall yanqui para su reconstrucción frente a la “tentación
comunista” (apoyo financiero y tecnológico); el Japón: copiar y mejorar; Dennin: calidad, competitividad,
exportar: con lo cual estos señores se instalaron plenamente en la etapa industrializadora, base de la nueva: la
producción científico-técnica, de conocimiento (esto para desmitificar las superioridad del orden liberal nipón
reconocido como principio de su “milagro”; cuando también los gringos abrieron el mercado mundial a los
productos alemanes y japoneses, mientras que lo cercaron a los de origen argentino bloqueando su desarrollo
industrial capitalista, por esas mismas fechas)
792 Esta oportunidad, este “entorno externo” favorable, se presentan asociados a la perennización de la
agudización del desarrollo desigual entre Estados y entre clases en el mercado internacional; asimetría cuya
fuente responde a la determinación del comercio libre (según el aseverar del gran economista marxista
pakistaní Anwar Shaikh, lamentablemente desaparecido hace poco).
506

japonesa; en el Ecuador, la debilidad de su economía, la parálisis productiva y la neo (o post)
dependencia, constituyen factores, que impiden la vigencia de procesos similares (pero, para
el Ecuador se le abren de todos modos frentes promisorios: la “producción” y oferta de
bienes/servicios ambientales al mundo capitalista de las multilaterales, de la contaminación).
El trabajo de restauración de activos (bienes durables), trabajo preponderantemente físico: el
de los operarios –dígase: de quienes componen vehículos, arreglan desperfectos de las
viviendas (de los plomeros, por ejemplo), etc.-; el trabajo simple, vilipendiado en la fase de
ascenso académico-intelectual del capitalismo por el trabajo complejo tanto simbólica como
económicamente, hoy resurge, no tanto en la esfera ideológica formal del prestigio social,
cuanto en la económica. Estas labores se tornan realmente caras sobre todo en las
neocolonias: resulta prohibitivo para el ingreso venido a menos del burócrata, el acceso a este
tipo de actividad (es obvio, mientras las máquinas también no invadan estas esferas de
actividad).
En los dominios de la ocupación de la mano de obra, la novedad del momento se sitúa
en el resurgimiento del trabajo artesanal, de una especie de retorno a la organización de los
múltiples oficios de la economía cerrada de las familias aisladas de antaño (en sentido teórico:
el proceso de movilidad de los diversos estratos de clase): el trabajo temporario,
multidestrezal. En el centro de la ciudad la medida consiste en hacer de todo, para impedir la
“descapitalización” de un hogar pequeñoburgués clásico perceptor de ingresos en el sector de
los “servicios” al tener que contratar operarios (o sea, recurrir a la utilización de la “fuerza de
trabajo” de bárbaros modernos, dispuestos a hacer de todo para poder emplearse 793 ), que
reparan y cubren las diversas necesidades de mantenimiento de los instrumentos de vida
modernos. Pero la economía oficial marcha en pro de “asistir” al grueso de consumidores en
esta dificultad: produce bienes durables cada vez más descartables: el “valor de cambio” de
las cosas se recupera en desmedro del “valor de uso” (pues, de conformidad con el
sometimiento al interés del “retorno”, a la creación, mantenimiento y desarrollo de mercados,
aplica de modo cada vez más creciente la ciencia a la producción, a la “solución” de
problemas, en general); la activación permanente de la demanda por esta vía, fuerza el
desarrollo de la ciencia y de la técnica: la química de los plásticos, el cartón, la cerámica, los
componentes electrónicos empaquetados (“la crisis del petróleo: demanda excede a la O,
exige alargar la vida de los bienes durables, para no maltratar a la naturaleza; esa política no
es negocio para el capital”). En el reciclaje de estos productos se limita y se descoyunta el
aparato productivo en general.
La vuelta a la tan anhelada economía natural, a la reproducción social sustentada en la
operación de los diversos átomos institucionales en las que se segmenta el género en las
asociaciones clasistas: en su condición de grupo humano (la familia monogámica autárquica),
que se satisface por sí mismo en todo de modo cerrado sin recurrir, o haciéndolo en una
ínfima proporción, al "cambio" (es decir, el acceso a la ración que le corresponde del "PIB",
"según sus necesidades"), no es pertinente, puesto que los aparatos cibernéticos (e
“inteligentes”) dispuestos para generar los satisfactores materiales sin mediación del trabajo
productivo vivo (del obrero), se sobreponen a la determinación del trabajo asociado sobre
necesidades de orden agregado e indistinto para el género; proceso que –dicho sea de paso- se
ha dado en un entorno de relaciones antagónicas y, por cuanto la conciencia colectiva misma
ha quedado intervinculada para siempre. Aristóteles dice –sostiene Marx-: “el ser humano
es un zoon politikon”, o sea, un ser de la polis, de la ciudad; el ser social -de acuerdo a esa
característica intrínseca- cada vez más se aglomera necesariamente en el lugar geométrico “de
asiento de la superestructura, en el que se expresa la lucha de clases” –Engels-, o sea, es un
ser enteramente social, "urbano", que necesita tener contacto directo con sus congéneres: piel
a piel, y no tan sólo en la actuación de índole virtual: a través de la sola mediatización de las
imágenes, incluso si esta insólita vertebración humana se aduzca que se produce en tiempo
real 794 . Ahora bien, a futuro, los cerebros humanos se encontrarán conectados en red; cuando
793 En Moscú, por ejemplo, este “subproletario”, tiene nombre propio: “asistente de hogar”; la singularidad de
este nuevo fenómeno de reproducción social, deriva del hecho de que este personaje está dispuesto a asistir en
la solución de pequeños problemas (asear departamentos, lavar bajillas, pintar paredes, arreglar desperfectos
de tuberías…), que se presentan en los domicilios de mujeres solas perceptoras de altos ingresos (señoritas
ejecutivas, madres solteras, viudas, divorciadas).
794 La ciudad (en especial: la ciudad burguesa): esta poderosa forma física de la creación humana; accidente
geográfico, marco colectivo de la reproducción de la fuerza de trabajo (“consumo colectivo”; empíricamente:
“receptáculo” de los medios de innovación tecnológica y empresarial más importantes, dixit Manuel Castells:
507

eso ocurra, no habrán secretos, y de las actividades que los otros realicen, será consciente y
partícipe el resto (ahora mismo, ya ocurre un hecho rudimentario frente a lo que será ese
fenómeno, sociedad cuasi red: “Wikipedia”, el centro está puesto de modo fundamental, en
torno de él giran nodos reales -estudiosos, investigadores, aportantes-, que accionan y
retroaccionan de modo coadyuvante, dejando atrás el secretismo en el conocimiento) 795 .
Por su parte, la determinación asociada con la disposición del sustento social,
proveniente del trabajo, está en picada. La generación de valor por parte del trabajo se
mantendrá mientras subsista tan sólo un trabajador (último asalariado) en el globo terráqueo,
sobre cuyos hombros recaerá el peso de la superexplotación de todos los capitalistas juntos
del mundo (exacción en la que se incluyen las capas sociales de burócratas intelectuales y
tecnócratas, y de la que también éstas son presa; llega a su fin “el despotismo de la clase
burguesa sobre el trabajo vivo mediante la propiedad y operación del trabajo muerto”, el cual
se incremente a costa del anterior), pues, él será quien genere el valor no pagado como
sustento de la suma agregada del capital constante mundial, por el lado del antiguo obrero y
del trabajo asalariado (“El robo del tiempo de trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza
actual, aparece como una base miserable comparada con la base recién desarrollada, creada
por la gran industria misma” –C. Marx citado por Martín Nicolaus en: El Marx desconocido).
Una vez que este último obrero sea también él "reducido a pura abstracción”, mientras
persistan los restos de la forma burguesa de vida (forma de base, exclusivamente jurídica),
esta “plusvalía” pasará a ser generada por el “sistema” productivo mercantil simple, como
transferencia de “valor” (trabajo vivo no capitalista; subsunción absoluta: todo tipo de trabajo
se somete al proceso ve valorización a escala mundial del capital) al circuito en declinación
del capital (Anwar Shaikh) 796 . Este episodio va a marcar el ingreso del género en las batallas
finales entre dos “formas” de producción: la de los pequeños productores (emprendedores)
libremente asociados –en forma más amplia: el “socialismo del siglo XXI”- (en coexistencia
con relaciones de reproducción precaria marginales y con esporádicas formas de colectivismo
presentes en ciertas áreas neocoloniales antiguas), y la del sistema burgués (dichas relaciones
sociales) robotizado de producción, en degeneración inusitada –de manera abstracta: el
sistema burgués, en su subfase neoimperialista (“curva de decaimiento”) 797 .
La cuestión Urbana); continente de los procesos de producción industrial (de reproducción, acumulación y
centralización del capital, como esfera de primera importancia), científica, técnica, ideológica y política
(medios de desarrollo de la técnica y de la esfera espiritual; este cascarón tiene una significación inigualable en
el proceso de avance del ser humano hacia la plasmación de su meta sapiente); portento físico concentrado de
la masa cerebral dada, en su versión actual, por razones de reproducción material de la especie, determinación
del acelerado desarrollo de la subjetividad, precondición para la superación del “idiotismo del campo”,
precisamente en ella se han predispuesto las condiciones para que adquieran índole de pragmaticidad las
reivindicaciones de “género”, las étnicas, las sociales; razón tuvo el gran general ateniense: Pericles, al
sostener, en su “Oración fúnebre”, con motivo del homenaje a los soldados caídos en combate: “… al haber
engrandecido a la ciudad, les he engrandecido a ustedes” (Hora bien, las llamadas mega ciudades de hoy:
Tokio -sobre los 30 millones de hab., se dice: “para aprovechar ´ventajas de aglomeración´”, tienen su reparo;
a esta conducta en Ecuador se la conoce como “reproducirse como conejos”; se explica la cuasi extinción de
las ballenas, de los tiburones, de los cardúmenes, pues estos señores los localizan en los mares con métodos
satelitales; y, por desgracia, no ha operado la Ley de la Población de Malthus-, México, Shanghái, Nueva York,
Nueva Delhi, Sao Paulo –luego de haber cumplido su rol en el progreso tecnocrático humano-, en unas cuatro
generaciones por venir, cesarán en su crecimiento, pues, toda la población mundial comprendida entre los 70 y
noventa años está por morir, mientras que las familias jóvenes actuales tienen tan sólo entre uno y dos hijos;
estas grandes metrópolis se convertirán en las nuevas ciudades mayas, en vestigios, en necrópolis).
795
¿Cuál la razón objetiva por la que los cerebros deberían ser conectados en red? ¿Por razones de la guerra
como es el caso de Inglaterra, o por deducción de racionalidad consciente? Es probable que la determinación
económica esta vez sí haya pasado a segundo plano como causalidad del proceso, siendo las categorías
axiológicas los aspectos motivantes de estos desarrollos tecnológicos base del proceder científico, siempre al
amparo de la dirección de la necesidad histórica de dar realización a la propiedad de la inteligencia.
796
“… la pesadilla de una sola corporación, completamente automatizada, que absorba el trabajo de todos los
habitantes del planeta”. La aseveración es exacta, en la consideración abstracta: todo trabajo que produce
plusvalía, es productivo, no sólo el físico (habría que ver si todos los habitantes del planeta se hallan sometidos
a dicha subsunción real). No obstante, no es que una parte (el capital en su fase imperial o de “desarrollo”
degenerativo), por poderosa que sea, ha trastrocado al todo; por el contrario, es el todo (la nueva forma
“social” infante de la especie) el que ha sometido a la parte.
797
En un programa de la Televisión Española, cuyo contenido versó sobre el movimiento progresivo de los
procesos de robotización y de desarrollo de la inteligencia artificial, en un tono y trama que no dejan de ser
interpretativamente formalistas, ya se advierte cómo con la consumación robotizada de la economía y de la
existencia toda, el capitalismo se “autocierra” en su índole de ciclo histórico (esta proyección mental de los
hechos, sin embargo, no alcanza a hacer mención sobre qué forma social adviene luego); se sostiene también,
508

En adelante, la libre producción articulada al sentido procesal autónomo de la
satisfacción de las necesidades (“en la que prevalezca el valor de uso”), debe enseñorearse por
un período corto, como forma de organizarse la praxis de la satisfacción de necesidades en las
áreas no desarrolladas técnicamente, para luego integrarse al proceso de satisfacción de
requerimientos completamente robotizado, en el interior de modo propio de vida, exento de
contradicciones económicas, y de la progresiva salida de la superestructura (la "producción"
abundante, que no ha sido producida por brazos humanos, no puede ser apropiada y, por
consiguiente: no necesita de protección por el derecho de la fuerza o por la fuerza del Derecho
-Marx), y de las formas de conciencia social clasistas (principalmente de las de índole
ideológicas; puesto que no se requiere ya, mantener a la población integrada, activa y
consensualmente en operación en el mercado, como instrumento de atesoramiento). En suma:
el completo despliegue del sistema cibernético de reproducción social, no es posible en
presencia de una forma social edificada sobre la propiedad privada de los medios e
instrumentos de producción (pero en el “valor de uso”, en el “buen vivir”, no está el futuro
fulgurante de la humanidad, aunque sí lo esté el bienestar ocasional, coyuntural, de una
época), pues, la fase de desarrollo de las fuerzas productivas instalada en la automatización, se
corresponde con las relaciones sociales de la moderna “colectivización”, sobre la abstracción
del trabajo (de lo cual se concluye, que la sociedad del trabajo tuvo su tiempo: no es más del
futuro, pero fue esencial para la formación de la conciencia humana, en una etapa) 798 .
Es muy común advertir, por otra parte, cómo en el presente tendencialmente se va
imponiendo la diversión, el ocio y la profundización sobre la apropiación estética de la
multifacética estructura de la existencia, particularmente en aquellos estratos de jóvenes, que
detentan las condiciones, que dicha determinación exige. Esta es una nueva manera de
manifestar la vida; modo de existencia material, que se expresa de esa forma en el plano de la
existencia espiritual. En esta etapa, en la que “el molino” del conocimiento (el cual no es, en
el presente –cuanto más en el futuro-, una mercancía capitalista en estricto sentido) conduce
cada vez más a la “sociedad” comunista, en la que la persona se va convirtiendo en autentico
huayrapamushca (todas la mujeres que han existido, que se encuentran vivas y que nacerán,
son mi madre; todos los seres humanos masculinos, que han existido, que se encuentran vivos
y que nacerán, son mi padre; soy, en verdad, un ser mundano, universal, concreto y total:
“siempre en vela”, con las maletas hechas, anhelante, para partir por un nuevo sendero, todos
los días asumir una nueva identidad, a toda hora renunciar a ella, ser la suma de las
identidades posibles: “proceso de síntesis de múltiples determinaciones”, sindicado en el
juicio de la historia, en el Universo) 799 , trashumante, gitano, en un nómada informatizado,
que el incremento del capital constante en ciertas empresas les está permitiendo ganar la carrera competitiva y
extender por más tiempo su vigencia, mientras que las de menor desarrollo técnico se hallan entrando en un
proceso en bancarrota e inmediatamente expresan una tendencia a desaparecer. Esto es verdad, por lo menos
en cierta parte, pues, el movimiento expone su naturaleza ascensional multilateral en dirección confluyente
hacia un solo punto: biotecnología, telecomunicaciones, mecatrónica, redes neuronales…, hacia la ocupación
racional-científica del mundo. Ante este hecho, no existe fuerza eficaz que se le oponga; en todo caso, el poder
mundial conoce hacia dónde dirige a la humanidad la revolución tecnológica, pero, frente a ella: no puede
hacer mucho para redireccionar su tendencia inmanente, a lo sumo: ha conseguido desacelerar su
desplazamiento autónomo, encarrilarlo, regularlo; en efecto, como no es posible detener en el individuo el paso
de los años (el avance de la vida), el advenimiento de una nueva fase en la existencia: el ingreso de la vejez, por
más que se incorpore antioxidantes a la dieta o que se practique todo tipo de cirugías (plásticas), mientras un
nuevo proceso adquiere carácter, vertebrado a la esfera espiritual: el conocimiento, la técnica.
798 Si la Ley es: “a toda noción ideológico-política le precede una relación económico-social”, la revolución
científico-técnica es la premisa de la representación de la “comunidad mecatrónica”. En la sociedad anterior,
por ejemplo, el salario es el valor de reposición de la fuerza de trabajo, histórica y espacialmente determinado;
como es su formulación alternativa: el costo de reposición de las “energías” físicas e intelectuales gastadas por
la fuerza de trabajo (coste, inferior a su valor). Si el trabajo ha sido abstraído como sustancia real, su costo se
torna simplemente nominal, como consecuencia: la propiedad de los productos cesa, en la medida en que en su
producción ha dejado de ser empleada la fuerza de trabajo (el capital constante pertenece histórica y
generacionalmente a la humanidad, mientras que la materia prima es de la naturaleza); pues, la noción de
propiedad se derriba.
799 El sistema burgués de producción ha “globalizado” al mundo. Empero, dónde se inició el género se halla el
punto más remoto, el arranque del proceso de planetización y formación de una sola comunidad humana, en el
sentido de la emergencia unicéntrica de la especie y de su posterior dispersión geográfica y policroma. El
capitalismo es la forma por excelencia de la “globalización” (la división del trabajo, el excedente productivo
que acicatea el tráfico, la sed de riqueza), gracias al desarrollo de la técnica con la cual el sistema se expuso a
la esfera toda, integrando pueblos, desestructurando “culturas” específicas, incluso “neocolonizando” las
dimensiones externas del planeta. El capital debe anidar en todo el mundo, para el efecto rompe las barreras
509

virtualizado (renunciar a ser de un lugar, para tener opción de reclamar el derecho a ser de
todos los lugares), en una palabra: en simple recolector de los productos que genera la
“tercera naturaleza”: “cultura” del robot, pues, pasa totalmente a depender de la primera y
“tercera” naturalezas (dixit Marx) 800 . Cero Zoroastro: acudir a la soledad de la montaña para
alcanzar sabiduría o para “encontrarme a mí mismo”; por el contrario, instalarme en las megas
ciudades (Leningrado, Stalingrado), para imbuirme de la esencia del ser humano.
En este plano, importa más la identidad de futuro, no la del pasado (a decir verdad, no
interesa para nada la identidad pasada; hay preocupación sobre la identidad futura: en torno de
su concreción, es decir, sobre la armónica articulación, conjunción, de todas las
identidades 801 ); de modo que el ser humano renunciante de su parroquianidad se halla
huérfano de identidad, pues, pasa a ser parte del eterno proceso de producción de la identidad
humana (identidad espiritual, puesto que la humana: es ya de todas las “culturas” 802 ), la que
llegará a ser, cuando la especie haya arribado a la cumbre (por tanto: no soy del Ecuador ni
del presente, no soy americano, ni de la tierra, ni del sistema solar, ni de la galaxia, ni de la
nebulosa, ni de la vía láctea, ni de la constelación: soy del Universo y del futuro). Además, el
recuerdo (la identidad plasmada) lleva a la afectividad estática; pensar en lo que viene, en
cambio, vuelve a la persona dinámica, emprendedora: la pone a pensar en el horizonte, en qué
hacer o, por lo memos: en lo que puede ser. No amar a nadie, pero si apreciar, valorar en muy
alto grado al proceso vivido por la humanidad: su legado; pero, sobre todo sentir respeto por
la generaciones venideras: identificarse con ellas más que con las de antaño o con el sitio en el
que se ha nacido o vivido (“donde se lucha”), sino, mas bien, con los escenarios que la mente
supone sostendrán a los protagonistas de la supramoderna formación humana de la
espiritualidad. Un ser humano sensato, progresista, positivo, en la perspectiva de la reflexión
en curso, no debe sentirse que cuenta con identidad referenciada con el pasado, aunque su
conciencia y la composición de su “ideología práctica”, así lo estatuyan; por el contrario,
dicha identidad debe estar tramada en el presentimiento 803 de las formas de vida por venir,
pues, el ser humano se halla en progresión a ser Dios (tránsito del “sentir, hacia el “entender”
y, luego, llegar a “ser” Dios; si la imaginación convirtió al homo heidelbergensis en homo
sapiens, el realizar todo el contenido de su propiedad lo transforma en homo supremus
nacionales cuando las inversiones dejan de ser atractivas en el centro; y, una vez cumplida su misión
(paradójicamente, una de tantas a favor de la historia: articular a la humanidad; unir en un solo cuerpo de
conocimientos y destrezas los aportes generacionales y locales conferidos por el entero trabajo de la
humanidad, de manera que ésta aproveche todo este multifacético arsenal de knowhow –en el recuerdoefectivizando
su potencialidad, para la maximización espiritual de su tiempo) retrocede, cuando las inversiones
dejan de ser rentables en la periferia. Pero una vez superada la práctica real de la competencia, la base
ontológica del proceso de desarrollo peligra; esta insuficiencia precisamente queda subsanada con el
advenimiento del sistema maquinizado e “inteligente”, de evolución progresiva de la especie; strictu sensu: la
evolución corre a cargo de la operación del sistema cibernético autoprogramable o sometido a la determinación
humana (el designio de la ley del valor es el responsable, en cuyo proceso aquella defecciona).
800
El "modo de producción" se transforma en su "contrario": en "modo de consumo"; y, la humanidad se
retrotrae a la etapa preproductiva del "salvajismo" (el viejo aprovecha del trabajo febrilmente acumulado
generado en su juventud); en verdad, generaliza la simple conducta observada en la reproducción de su vida
por parte de las clases dominantes: recolectar y usufructuar del trabajo de las dominadas y como en el
paleolítico -período en el que los individuos como recolectores, pescadores y cazadores en estado nómada
aprovechan de los bienes puestos por la naturaleza- los pueblos “neoágrafos” proceden a hacerse con el
"trabajo" de las máquinas, del trabajo pasado, el cual –por su parte- no va a engendrar nunca más capital,
pero que en el presente todavía lo apuntala.
801
El pasado conocido (o comprehendido como supuesto de la vida: una casa que se habita, por ejemplo, todo
el menaje) forma parte del presente, mucho más cuando se lo evoca; en el instante en el que se proyecta la
mente al futuro: sobre su escenario y sus sujetos, éstos se hacen parte del presente y en el supuesto especulativo,
se deconstruye la identidad fundada en las esferas de la realidad dada (lugares, episodios, personajes) y la
conciencia actual se reviste de las conductas de la presunción. En la conciencia, al realizar ese acto asociativo
cronológico, el presente se vuelve intemporal y la única realidad; no obstante, la realidad como tal es la que no
es todavía, y esa es la que llena de contenido a una nueva generación de pensamiento sobre la identidad, la que
se está forjando, a la que coadyuva la vida presente como instrumento.
802
Identidad de orden idiosincrásica (expresión formal del modo de vida humano particular), no “cultural”,
puesto que en esta última se incluye la primera y las formas espirituales del ser, incluso como simple conjunción
subjetivista de conciencia y conducta).
803
En la realidad no existe esa forma de conducta denominada “presentimiento”, la que se dice que aparece en
el comportamiento de muchos animales cuando se adelantan a reaccionar ante el peligro y que incluso se
imputa a ciertos seres humanos, que se asume que están dotados de cualidades especiales. Ese modo de
proceder (reacción) no es más que la reacción instintiva de defensa, una vez que a los sentidos llegan estímulos
que ponen en acción a los centros respectivos.
510

–providencial privativa –la inteligencia-: omnisapiente, omnipresente, omnímodo: “el Faraón
es Ra”).
Cínica o irónicamente, aquella ley detectada por el pueblo y formulada según la
modalidad de refrán en su formalidad fenoménica –patrón- (Oscar Varsavsky: “Marco teórico
constructivo”): “el ocio es la madre de todos los vicios” –despojada de su “negatividad”- de
modo incipiente empieza por encausar la conducta genérica en la época de la
“posmodernidad” 804 ; en especial, la determinación precede y da forma los actos de un selecto
segmento virtuoso de seres, de aquellos “que se han elevado hasta la comprensión del
movimiento general de la historia”. Esta época precisamente recusa al trabajo industrial, al
lucro, a la posesión, como el sentido central de la vida (trabajo, disciplina, reinversión), pero,
sobre todo a su fundamento ideológico: al positivismo (eurocéntrico), al pragmatismo y a la
tecnocracia; impugnación, en todo caso, sin pertinencia histórica, pues: la misión del período
burgués de la historia consiste en crear la base material del mundo nuevo (dixit Carlos Marx).
Aunque la precedente aseveración aparezca como la simple extensión reaccionaria, de aquella
que se encierra en la noción burguesa, que considera que sólo ella constituye la única manera
de entender el desarrollo de la raza humana, la misma recoge el aporte real, vital, dado por
dicha etapa en la formación de la racionalidad instrumental y junto al impulso analítico,
teórico dado a sus críticos, ha conducido al encuentro con la verdadera racionalidad sostenida
en nuevos fines, los que trascienden el corto plazo, la determinación de actos y sentido de la
vida por las leyes de movimiento del capital, por la simbología de Dante y la de los placeres
del Olimpo, teniendo a su predecesora como jalón necesario en dicho tránsito (en esta etapa y
con el fin citado, el concepto de Hegemonía de Gramsci, no es pertinente).
Las generaciones jóvenes pertenecientes a los sectores sociales sobreabundantes en
riqueza, se han adelantado en ingresar en el proceso simplemente de consumo en el que se ha
visto transformada la existencia, de aprovechamiento gratuito del legado material de la fase
anterior (momento sobre cuyos hombros se enseñorea la “comunidad cibernética” que
adviene), de bienestar lúdico y hedónico a la vez, las cuales proyectan al mismo tiempo el
movimiento necesario hacia sí, para el resto de generaciones en proceso de maduración. A las
promociones humanas desprovistas de medios de producción, integrantes del ejército
industrial de reserva, excedentaria respecto de la vida misma 805 , su ubicación en la escala
económica les niega temporalmente este derecho, no obstante, la determinación de la sociedad
de consumo les incita a alcanzar el disfrute, acudiendo a la realización de formas fraudulentas
de vida, a comportarse como auténticos shuwas; y, esta modalidad de existencia encontrará
siempre un sendero por el cual fluir, en tanto se halle en vigencia el condicionamiento de la
enajenación (en el capitalismo el robo es una consecuencia natural, es la respuesta a la
exclusión y explotación inherentes, por tanto, es plausible sostener, que encuentra su
justificación como modalidad de sobrevivencia). Estas formas combinadas parasitarias y
delincuenciales de reproducción –en suma- coexistirán “mientras la gigantesca revolución que
vive el mundo a espaldas de la humanidad, que preludia el paso del género hacia una nueva
forma orgánico-social” (dixit Alfredo Castillo), aún no instituya las condiciones para que la
humanidad toda se autoprovea del acceso, de modo general y democrático, a los substratos
concretos del desarrollo técnico 806 .
En el escenario, el drama de coyuntura de la masiva población mundial, es que está
804 En el sentido del debilitamiento de las relaciones saláriales (posindustrialismo, informacionalismo), la lucha
institucional estamental, la proclama del fin de la razón (eh ahí las bases económicas, sociales e ideológicas del
denominado “postmodernismo” –neosubjetivismo-, en esencia, la quiebra de la forma económica burguesa, al
traspasar la frontera de su concretización como totalidad).
805 “… vasta masa marginal a la que el capitalismo ha declarado como ´redundante´ e ´inexplotable´. Esto, en
una sociedad como la capitalista que se asienta sobre la relación salarial, significa que esas masas ya no tienen
derecho a vivir” (Boron, Atilio. Raíces de la resistencia al neoliberalismo; revista América Latina en
movimiento, Quito, julio del 2004). El exceso de población siempre fue visto como un factor de anarquía, de
guetización, de descomposición del orden, en suma: un problema; desde Malthus hasta los modernos
eugenésicos de la “planificación familiar”, del “control de la natalidad” con donaciones de alimentos
continentes de anticonceptivos o de políticas de objetivos inconfesados de reducción de la población mediante la
guerra, el SIDA y otros pandemias provenientes de procesos de manipulación genética; hoy la población
mundial exige la realización de sus derechos, los cuales se enfrentan al derecho del capital y, frente a la masiva
población mundial, el capital se halla inerme.
806 Con el “comunismo cibernetizado”, no hay cabida para el caritativismo piadoso –para la Madre de
Calcuta-, para el filantropismo hipócrita; migajas y golpes de pecho éstos, que se desprenden de la opulencia y
que jamás la incomodan.
511

aparece como excedentaria. “El carácter remanente de su presencia no es respecto del
mercado: es con relación a la vida, lo cual genera un problema grave”. Pero, ¿de qué vida?
“De aquella que define –todavía- la cualidad del ser humano, que es su capacidad de
producción. En el mundo existen millones de seres en esa marginación (en países que también
viven al margen de los procesos productivos, científico-técnicos y éticos), y respecto de los
cuales sólo cabe la benevolencia”. En consecuencia, el aspecto principal (que cada día que
pasa se vuelve incrementalmente determinante) de la contradicción sociológica fundamental
en ejercicio (entre el “deber ser” “ciudadano” y el “ser” “recurso humano”), se expresa en el
hecho de que cada vez más jóvenes van perdiendo el sentido del trabajo, pero cada vez un
mayor número de ellos desean tener acceso a formas de vida de estándares elevados; los
jóvenes pudientes pueden hacerlo, los pobres: ¡no! El procesamiento de la antinomia citada
(ausencia de disposición al trabajo -de empleo efectivo- y la necesidad de disponer de fondos
financieros para cubrir las demandas que impone la reproducción vital tanto como de la de
índole suntuaria de acuerdo al patrón dominante vigente), se perfila en tres opciones: 1)
mantenerse en estados de represión ante dichas necesidades, esto es, en la clásica
circunstancia histórica de la “enajenación” (en doble sentido: económica y subjetiva, “las
cuales se expresan en la pobreza material pero, sobre todo, en la miseria espiritual con la cual
el pueblo mira el mundo”, como ya se ha dicho más arriba); 2) acceder a niveles aceptables de
satisfacción de necesidades, recurriendo a prácticas delincuenciales de aprovisionamiento (el
lumpen); y, 3) emprender la lucha por la socialización de la potencia alcanzada por el
desarrollo actual de las fuerzas productivas.
En la juventud perteneciente a los estratos de altos ingresos, para la que la
preocupación central radica tan sólo en gastar el dinero, divertirse, la finalidad dada a la vida
en el marco del consumismo, orienta la existencia hacia la esfera de las aberraciones, de las
extravagancias, hacia el vaciamiento del contenido racional e histórico de la presencia
humana en el mundo; la ausencia de responsabilidad, paralelamente el avenirse a soportar el
estado de vigilia al margen del trabajo y la nula vinculación con deberes frente a la historia,
producen estas imágenes internas a la psiqué, estas sensaciones, en una palabra: tales estados
de ánimo (“El capitalismo habilita un nuevo tipo de discurso –discurso entendido como laso
social-, que permitiría una reunión del sujeto con el objeto de goce, y en ese sentido,
promueve un circuito indestructible” –J. A. Miller citado por Eli Diner, en: Arte Factos). De
lo cual se sigue, que para el pueblo –y aquí el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas, paradójicamente termina siendo una bendición coyuntural- la vida se halla
repleta de sentido, porque debe forjarla –todavía autoproducirla en el trabajo-, por cuanto
constituye una de sus misiones participar en la lucha por la sobrevivencia, como en el proceso
que comprehende el sentido de la existencia colectiva: en el litigio específico por socializar
los productos de las fuerzas productivas altamente desarrolladas. Pero, la falta de sentido, el
desconcierto vital, el incremento del índice de suicidios en la juventud: ¿constituyen
problemas generales de la humanidad o, por el contrario, son efluvios negativos de carácter
particular, directamente desprendidos de la descomposición senil en la que ha entrado el
sistema burgués de producción? (en el presente se da en decir: “crisis de civilización”, esto es,
el complejo de achaques de diverso orden, que provienen de todos lados hacia el decrépito).
El sentido de la vida: la justificación de ese estado material elevado es histórica, pues, su
carácter es particular, cronológica y estructuralmente determinado; una sociedad vaciada del
efecto estructural de clase, en su naturaleza armónica inherente, promueve los buenos
sentimientos, estipula de forma madura la vinculación de los esfuerzos con las demandas del
colectivo y del momento histórico: la realización plena de todos los miembros de la
comunidad de lasos sanguíneos, primarios, de las facultades principalmente intelectuales.
En la época espacial del género que se avecina, los motivos de la vida cambian, se
concentran en preocupaciones técnicas, las que mediatizan la conquista del Universo; en una
palabra: se habla del nuevo Cristóbal Colón, que descubra, colonice y aproveche los recursos
del Universo (con este propósito, todas las aberraciones inherentes a la pequeña vida de hoy
concluyen frente a esta gran tarea, y la mente cibernética –tanto como la física- tendrá su
exclusiva dedicación y ocuparán todo el tiempo disponible). Ahora bien, respecto de los
denominados ”pueblos originarios” (los indígenas americanos) y del resto de etnias en el
mundo (si bien es verdad, que la sociedad moderna –occidental- no tiene porqué imponer una
forma de reproducción distinta a las “culturas” vernáculas –tan sólo diferentes, según lo
postula el equívoco paradigma del “relativismo antropológico”-, éstas deben asimilarse a ella:
512

el capitalismo es la forma más acabada de reproducción social, ella pone el camino a seguir a
las demás y el sendero por el cual debe avanzar la historia, hasta llegar a la verdadera historia:
la comunidad de objetivo), éstos tienen que cortarse el guango, hacer a un lado el poncho y
demás conductas pintorescas, vestir trajes espaciales y aprestarse a viajar por el cosmos en la
conquista del Universo; deben ponerse el “mandil”, apropiarse del microscopio electrónico y
proponerse desarrollar el “mapa genético”. En el sentido expuesto, el planteo sobre el rescate
de la llamada “cultura” de los pueblos originarios, solamente puede ser vista como un acto de
deferencia, de desagravio transgeneracional para con dichas “subculturas originarias” y nada
más; pero, tomar en serio dicha reivindicación equivaldría esperar, que los europeos
decidieran rescatar el Medioevo, las Cruzadas y a los templarios; no obstante, la vida va para
adelante y todo pueblo tiene que embarcarse en el más moderno “tren de la historia”,
irremediablemente 807 .
En una palabra, se mantiene en vigencia la ley: las relaciones de producción
capitalistas, que habían promovido el más grande desarrollo de las fuerzas productivas
obstaculizan ese desarrollo (lo frenan, lo mutilan y se pasan a formas más socializadas de
explotación capitalista –dixit: Jean Lojkine): y, se abre una nueva época de revolución social a
escala planetaria, transnacionalizada, general, subversiva, ciudadana (si un síntoma de
negación de la etapa de la fertilidad femenina es el advenimiento del climaterio, en materia
histórico-social, lo es la supresión de la sujetación de género; pero también la actual censura
al automóvil y la reemergencia de la bicicleta –se insiste-, es la expresión fenomenológica
“aislada”, de los albores del cambio; en realidad: frente a la crisis que brota del capitalismo
sobremadurado (en razón del aforismo de que “la burguesía logra superar una crisis creando
las condiciones para otras crisis futuras”), todo se pone de cabeza: la frase “merienda de
negros”, se convierte en “merienda de blancos” (blancos: ¡esa malhadada raza, a la que la
estructura le ha asignado el papel más saliente en la perpetración de las lacras más
inverosímiles humanas!), esto es, el champús criminal de las cabezas del imperio (S. Amín
sostiene, que la política económica internacional de EU, lleva al mundo al caos); Dios deja de
ser Dios, el Ser Supremo, bueno y perfecto, mientras que pronto el Demonio pasará a ser el
ser omnipotente, la “energía” inteligente, al que debe adorarse; por tanto, las cosas se van
poniendo en orden, en su sitio: todo dominador queda sin piso, todo Santo se desploma). En
realidad, se pone a la orden del día la necesidad de resolver, con esta revolución, una de las
contradicciones de mayor significación de la época, que se expresa en el marco del bloqueo
clasista al paso de la “producción” cibernetizada en su condición de detentación privada,
concentrada y monopólica, hasta su anulación como propiedad, para que ingrese a cumplir
una finalidad social sana sin discriminación (enajenación) 808 , de manera que alcancen
solución las demandas de la diversidad de los sujetos “no clasistas” de la “izquierda social”: el
paro laboral, la deficitaria capacidad adquisitiva de los ingresos, la pobreza, los problemas
ambientales, de género, los étnicos, los de tipo generacional y los relacionados con los
derechos humanos (o sea, la cristalización del modo de vida asociado con los valores
democráticos neoiluministas) 809 .
807 Por tanto, no es que los pueblos que antes fueron "invisibilizados” hoy tienen que ser “visibilizados”, sino
que esto pueblos deben integrarse (no queda más) al sistema para brillar en él.
808 Enajenación: imposibilidad de realización de la dimensión históricamente posible (Agustín Cueva).
809 Por fuera de la consideración de la determinación real, molesta a una persona sensata, que -en condiciones
estructurales históricas concretas- hayan sido puestos a trabajar como bestias la mayoría de seres humanos en
los órdenes clasistas de la organización humana y que no haya sido posible que hagan uso del derecho a
disfrutar de los productos de su esfuerzo (¿de qué otro modo era posible, que la razón conduzca el desarrollo
de las fuerzas productivas, en condiciones precisamente de imperio en el ser humano de la proto razón?).
Indigna mucho más, si se pasa revista a la historia -hecho que tiene todavía cierta proyección-, que por sobre la
rebeldía de los subyugados, una elite parásita se ha aprovechado por la fuerza del sacrificio de oleadas enteras
de personas; que hayan sido vehículos de la provocación de dolor, vertido de lágrimas, de sangre y de muerte.
Esta consideración pequeñoburguesa, simplemente ideológica, constituye un gran móvil para enlistarse. Como
estúpida e irracional es aquella conducta, que apoya a los “más aptos” y deshecha a la masa: en el deporte, en
el estudio, premiando a los "mejores", para intervenir en la competencia, preparándoles a la manera de como
las fieras se entrenan desde jóvenes en peleas simuladas entre “hermanos”, para cazar, para dominar. Lo
sensato es apoyar a la masa para que se acerque a los mejores, a los "sin" talento, para que alcancen a los
genios. Se otorga becas a los que no necesitan, sin poner atención en el hecho de que al contar con un "alto
coeficiente intelectual", de suyo están mejor equipados para desempeñarse en la vida y se posterga a quienes
necesitan de este apoyo. Pero medianamente "consuela" el saber, que tanto explotados como explotadores han
sido tan sólo instrumentos en el cumplimiento de una función “teleológica” en la cruzada del género hacia el
513

En el epicentro del imperio: EU, dicho sea de modo incidental, que sus ciudadanos se
movilicen para exigir, que sus élites actuales den paso a la elaboración de una nueva
Constitución, tal como ha ocurrido en tres posneocolonias hispanoamericanas (Venezuela,
Ecuador y Bolivia), “está verde”. Tal vez luego de unos 5 períodos presidenciales (de 5
“ondas políticas” en el interior del “hegemón” en retirada), o sea, una vez transcurridas dos
décadas y en las que queda incluida la presidencia de Obama (pese a que el mismo representa
un nuevo momento en la política estadounidense y en la historia, incluso si sólo se limitara a
forjar una “nueva y/o renovada forma de dominación como representación del antiguo y
conocido poder” institucionalizado teóricamente en la intelligentzia de la sociedad Bilderberg
–Obama es miembro del CFR 810 -; pues, los “gringos juegan a dos ases”: “¿cuál es la
diferencia entre la Pepsi y la Coca?”; el rostro negro del imperio, el títere de color: el imperio
ha permitido su elección –de Obama- para amortiguar las contradicciones; “a estos gringos
infames se les conoce mejor, que si se les hubiese parido”), quizá sea posible cambiar el
principal instrumento real del poder político: la Constitución y, sobre todo: las leyes que de
ella pareciera que se derivan, de modo que sea plausible derogar ese mamotreto asexuado,
inocuo e inicuo que es la Constitución de EU (ahora, si bien la Constitución de EU no es “ni
chicha ni limonada”, el Estado –en su dimensión jurídica-, en cambio, ha sido manipulado por
la élite imperial para igualar en las primeras décadas de la república –con Inglaterra, por
ejemplo- y superar –al resto de potencias- la supremacía sobre el mercado mundial y la
población en bien de la acumulación). En el presente, en la base del proceso de reproducción
de la vida supeditado al de la reproducción (degenerativa) del capital, la política viable se guía
conforme el objetivo estratégico de “estabilización de la economía mundial”, para lo cual
debe procederse a atar las manos de la multilaterales, del sistema financiero (éste, es el sector
rector de la economía mundial; su inestabilidad conduce al cisma a toda la estructura), del
mercado bursátil y del comercial; ese es el reto para Obama en el corto plazo; y, quizá el
sector dominante mundial ostente claridad sobre todo en torno de los problemas de corto
plazo. Empero, capitales hebreos: directamente sionistas, racistas, cada vez más se hacen de y
concentran la propiedad de los principales monopolios globales, los cuales tienen el centro de
coordinación en EU (el “rabino de New York”); como consecuencia, su poder se desparrama
por el mundo (se dice incluso que el actual Presidente de la potencia imperial, que todavía
ostenta el primer lugar en el sistema –la próxima banana republic yanquee; en efecto, en el
2011, esta “premonición” se advierte con nitidez, pues, P. Krugman ha sostenido que EU se
halla en vísperas de convertirse en un país subdesarrollado con armas atómicas-: Mr. Obama,
está rodeado de un gabinete, cuya representación es directamente israelí, de manera que el
“nuevo inquilino de la Casa Blanca”, no puede ser más que instrumento de realización de una
rediviva política mundial del “imperialismo compartido” de estafa monetaria: “crear una
nueva moneda dólar con la cual depreciar la actual” –“guerra de divisas”: “guerra de
devaluaciones”- de modo de diezmar la mayor reserva en divisas de Rusia y China invertida
en Bonos del Tesoro estadounidense –China: el actual motor de la economía mundial, ya se
ha adelantado a hacer público su pedido de que el mundo cree una nuevo patrón de cambios,
que defienda su Reserva, sugiriendo que se recupere a los antiguos DEG 811 ). Por
establecimiento de conexiones humanas de carácter racional, esto es, la tarea de desarrollar el proceso técnico
material del mundo nuevo.
810
Condoliza Risse, Obama: reposición de los negros, integrándoles al sistema con su ubicación en esferas de
importancia formal en el sistema de gestión imperial, en el circuito de redominación (reconfirmación); la Risse:
doble derrota: para la mujer y para el movimiento negro. Esa es una interpretación formal e inmediatista; por
tanto, cabría también otra comprensión: superación de contradicciones derivadas de género y raciales, en el
propio seno del poder, aunque funcionales en la coyuntura. Ahora bien, se tenía la impresión de que la
esclavitud en la autodenominada “Unión Americana” había acabado con Lincoln; este par de negros (Obama
y su esposa) que se hallan en la presidencia de EU y como Primera Dama, hacen ver todo lo contrario
(inmediatamente a su elección, se pensaba que Obama iba a estar a la altura de la historia; actualización: para
el 2012, se ve que no ha sido así: que el mundo ha tenido al frente al rostro negro como representante del
imperio).
811
Financiamiento asiático del déficit estadounidense. “Estas mismas tendencias han persistido luego del
estallido global y se verifican en el financiamiento asiático del déficit norteamericano. La activa participación
oriental en el rescate de los bancos estadounidenses y el traspaso de empresas quebradas a propietarios de ese
origen forman parte de este mismo proceso” (Opiniones: América Latina frente a la crisis global; Claudio Katz
http://www.ecoportal.net), o sea, del proceso de acumulación, pues, “Ese período de mayor dispersión o
equilibrio entre fuerzas capitalistas del planeta es ciertamente una posibilidad. Pero resulta decisivo subrayar
514

consiguiente, en 20 años –mutatis mutandis- es posible empezar a hablar en serio del
comienzo de la “Revolución Subversivo/Intelectual” en EU, circunstancia a ocurrir como
efecto del avance y la presión que la “Revolución Subversivo/Racional” del resto del mundo
(cambio en paz –sic) obtenga y ejerza, en su orden, sobre la sociedad estadounidense
sensibilizada por la crisis. Similar sino van a seguir las otras potencias hermanas menores
(Japón, UE, Brasil,...). No obstante, todo esto es posible, se arguye de modo reiterado, por
cuanto el proletariado dejó puesto los cimientos de todos estos procesos. En realidad, se asiste
a los últimos coletazos del capitalismo concreto, que aceleradamente degenera como efecto de
Marx, de Engels, de Lenin, de Stalin: de la lucha obrera y popular en general, del progreso de
la técnica y sobre cuyos escombros la humanidad se dirige hacia la comunidad fraterna
robótica.
El curso puesto por la determinación histórica, sin embargo, se reduce, en verdad, a
uno: la lucha por la expropiación de los medios cibernéticos de “producción” 812 . Esta es una
condición necesaria que se vuelve ya urgente establecerla, puesto que ella debe convertirse en
la base de la resolución de tres hechos problemáticos que espontáneamente convergen en la
realidad: la automatización creciente de la producción, la crisis reproductiva neocolonial y la
pérdida del gusto por el trabajo en la mayoría de habitantes del planeta, actitud que es notoria
–y que crece a pasos agigantados- sobre todo en la población de las generaciones jóvenes
pobres de la esfera terrestre. El proceso de cibernetización productiva ha aladeado a la PEA
hacia al sector “improductivo” terciario y ha generado paro laboral intenso destruyendo la
estructura de la demanda; las neocolonias viven un estado de permanente crisis de desempleo
en condiciones de la actual estructura de la propiedad y del proceso de desacumulación; la
juventud –como se ha dicho- pierde el sentido del trabajo. Es verdad que el “trabajo” ubicado
en las áreas de la gestión, de la ciencia y de la técnica se han incrementado relativamente; no
obstante, estas faenas ya no representan una forma de trabajo en sí: en el sentido de ser
actividades creadoras de riqueza (de entre éstas, se salva la producción intelectual, en tanto es
generadora de riqueza espiritual, base de la sociedad que viene). La demanda se desestructura,
pero las necesidades (y la oferta) se hallan presentes.
2.4.- MISION SUPREMA DEL SER HUMANO.
2.4.1.- PRESUPUESTO MATERIAL-SOCIAL DEL PROPÓSITO.
El objeto de la presencia de la humanidad en la esfera –sentencia: desprovista de
matices de índole escatológica-, de conformidad con la naturaleza específica de su orden:
forma consciente de materia colectiva, se revela en su atributo inherente: ser la medida
subjetiva –en potencia- de la realidad objetiva; de modo paralelo: constituir la condición de
semillero en el Universo –como recurso “para sí”, necesario para la consecución de dicho
propósito-, en coherencia con los ciclos siderales (“encargo –en el marco del movimiento de
la realidad sujeto a la operación de la ley de desarrollo- de reproducir a la ´biosfera social´ y
expandirla por el Universo” –dixit físico Bayardo Campusano 813 ). La reproducción lógica de
la historia, debe seguir el movimiento de la determinación humana, en su realización superior,
o sea, no solamente en su particularidad, sino, en su plenitud entera: el proceso de evolución
(tanto material como intelectual) de “lo abstracto ...(humano-conocimiento)... a lo concreto
...(ideal-real)...”, en sentido de la totalidad; la forma progresiva dada, en efecto, en la realidad
que no favorecería por sí mismo a las mayorías populares. Más bien fortalecería a las clases dominantes locales
vinculadas con las potencias hegemónicas. Esta hipótesis es omitida por la tesis multipolar” (Ibid.).
812
Por razones políticas, por excusas fundadas en un reclamo justo, puesto que la tecnología tiene origen de
producción generacional social; pero, sobre todo, por el carácter neocolonial de las sociedades periféricas
(bloqueo a la constitución también de su knowhow): “la libertad y la conciencia no están a su alcance”, pues,
“la capacidad de producir no está en la cabeza del ´subdesarrollo´… estos pueblos –si pierden todo- no se
encuentran en capacidad por entero de recrear su vida, de reobjetivizar sus capacidades sobre las condiciones
de existencia anterior, puesto que se carece de ese saber y de ese cómo hacer -se hallan huérfanos de las
potencias de la civilización en sí-, para edificar de nuevo”. La ley de la población inherente al capitalismo, es
también una regularidad atada a las condiciones cuantitativas, que demanda el desarrollo de la técnica. La
división del trabajo, la ampliación de las relaciones mercantiles, el desarrollo de las fuerzas productivas, tienen
igual derecho como el quantum poblacional en el desarrollo histórico de la técnica y del conocimiento; llegado
a un nivel de este quantum, se produce el desarrollo en un nivel cercano a su dinamia potencial.
813
Según esta hipótesis (la de Campusano), la vida terrestre podría haber sido inoculada en la Tierra por un
grupo humano, que debió proceder como el señor físico piensa que está destinada a hacer la presente.
515

y en su reflejo en la mente, constituye un hecho de la propia naturaleza, pues, el concreto real
universal (la materia en su orden “de sí”) debe transmutarse en concreto mental universal: en
estado consciente “para sí”, mediante el proceso de despliegue de la praxis (hecho inscrito en
la particularidad de un individuo y en la generalidad cronológica de la humanidad). Este
tránsito viene siendo el vía crucis histórico de la razón (o sea, las dificultades –retos
necesarios, que paradójicamente acicatean el proceso de ampliación de la estructura de la
conciencia- con las que se encuentra el ser humano originario para ubicarse en el mundo y
que posteriormente, con la condicionalidad clasista, persiste como forma de dominio
extraeconómico político e ideológico y con la conducta ambiciosa de raigambre directamente
económica de atesoramiento y predominio de un exiguo grupo en el comando del proceso);
pero, además, la mente que se ocupa del Universo debe cumplir funciones vitales, domésticas,
de aprovisionamiento, que supeditan y confieren el contexto de su propio ser 814 .
En la realidad residen las determinaciones del movimiento y progreso del pensamiento
y, en la conciencia, de la acción; ésta alienta, pone los factores –incluso de índole
coercitivas-, que obligan al ser humano a encumbrarse, a aproximarse cada vez más hacia su
estado de concretización intelectual 815 . En verdad, ignoradas deliberadamente por un instante
aquellas necesidades asociadas a la supervivencia tanto como las que se desprenden de la
posición racional de las personas, las enfermedades, los siniestros naturales, los riesgos a los
que se ve enfrentada la existencia (inclusive los que emanan de la necesidad clasista de
someter a la población), inducen a la especie a dominar las fuerzas de la naturaleza: a adquirir
cada vez mayor conciencia sobre los hechos, a proceder de manera metamaterial; hasta hoy,
este proceso ha tenido lugar en el interior de la tierra. Se pronostica, con normal convicción
en la actualidad, que la actuación negativa de la humanidad (de la forma burguesa de
producción y de la clase, que da su nombre), cuanto las variaciones degenerativas inmanentes
al propio sistema natural, cerrarán el ciclo del planeta: la negación de la condición terráquea
como morada apropiada para el ser humano. Un día la especie debe dejar una tierra,
convertida en lugar no apto para la vida; pero, en realidad, este hecho empuja al ser humano a
desarrollar la ciencia y la técnica, a conocer el Universo y a dominarlo, por necesidad de su
propia prolongación existencial más allá del orden terreno. Entre las previsiones desastrosas
que se dice se ciernen sobre el mundo, a saber: el “calentamiento global” o una “nueva
glaciación”, se tiene la impresión, que es la primera la que debe “gozar” de mayor veracidad,
o sea, el efecto de incidencia negativa antropogénica: todo ser que tiene éxito (que sabe
adaptarse) se multiplica más allá de las posibilidades de crecimiento; a este carácter se suma
el proceder acumulador que sobreusa recursos y explota personas; el conjunto de hechos
ocurre, tanto más cuanto el proceso está precedido del poder de la inteligencia. La
inteligencia, es el agente que derrumba todas las barreras: ¿no se sostiene acaso, que el pueblo
israelí surgió en un territorio inhóspito? También de la abundancia concentrada se afecta la
naturaleza, puesto que grandes segmentos de ella, mediados por la explotación del trabajo,
han pasado a constituir la abundancia, generando pobreza y afectación al medioambiente de
814
Es procedente observar aquí cómo en unos casos se han hecho presentes estados de “sublimación”, estoicos;
en otros, se registra la acción de filantropía de mecenas; y, en unos terceros, han operado situaciones
económicas favorables para el científico creador. ¿Qué importancia tiene todo esto frente a los millones de años
que tardó la naturaleza en crear las condiciones orgánicas para que surja la humanidad y se desarrolle, de cara
al efímero lapso en el que ésta debe actuar para alcanzar la compresión de sí y de su matriz? (un físico
científico sostuvo: que la naturaleza –que no es ni racional ni emocional- puede darse el lujo de arreciar con
el ser humano en la tierra –no le importa, no es consciente- puesto que puede volverlo “a hacer” todo, desde el
principio) No obstante, todo el proceso universal desemboca y se condensa en un simple (por así decirlo, para
actuar en paralelo a cómo ciertos personajes lo hacen cuando subestiman la presencia, actuación y papel del
ser humano), minúsculo (en alusión al tamaño de la tierra frente a la escala del Universo) y efímero punto (los
no más allá de millón de años a que se reduce la presencia del homo sapiens en la tierra, en el que se incluye la
duración del ser humano como eternidad): el ser humano.
815
La “zona de desarrollo próximo” (¡bah: muy brujo; brujísimo!), en la perspectiva de la consigna vigostkiana
(pero no en su faceta idealista reaccionaria), en el orden del sostenido proceso de desarrollo intelectual, que
adviene para la humanidad en su conjunto, esto es, para el ser que sabe que está destinado a saber, que debe
alcanzar el pensamiento absoluto (que debe dotarle a la materia inconsciente de trascendencia), consiste
precisamente en disponerse, en prepararse, con el concurso de la ciencia, de la técnica, y del recurso a las leyes
macrocósmicas, para el tránsito por los confines universales (mientras tanto, toda reflexión coyuntural sobre la
realidad con el propósito de saber para actuar de modo transformador o acomodaticio a ella, debe privilegiar
la tendencia: el paso próximo que se apresta a dar la realidad).
516

modo paralelo 816 .
El ser humano “se halla frente al mayor misterio: el del cosmos… El futuro de la vida
racional depende… [afirmación crucial de Sagan]… de la comprensión del Universo… de la
superación de la claustrofobia terrestre”. En el Universo todo se mueve: “… triste
recordatorio de que nada es eterno… que la conciencia debe seguir este movimiento”. Puesto
que “… en todo el cosmos el patrón de la naturaleza es el mismo…”, si existe vida racional en
otro punto del “espacio”, ésta debe ser similar a la terráquea (inclusive el tamaño de una
“persona” y el del agregado de éstas: la “humanidad”, debe corresponder con la necesidad de
poner la idea sobre la realidad –única razón de la presencia de vida inteligente en cualquier
lugar del Universo-, siendo las mismas aquí y en cualquier parte del Universo; en los
documentales de Discovery Channel –Mitos del Universo-, incluso de sostiene, como partes
de la similitud, que esos seres deben tener cerebro, los principales órganos sensoriales debe
estar cerca del cerebro, contar con dos ojos 3V, no más de dos extremidades superiores,
porque de tener tres ojos o más de dos brazos, se utilizaría demasiado poder cerebral, etc.). En
efecto, la inteligencia, el pensamiento, la conciencia, sólo deben ser posibles en la
determinación abstracta antropomórfica de la existencia conocida, trátese de la tierra o de
cualquier otra parte del Universo; lo cual exige, a su vez, la realización de los fundamentales
procesos evolutivos de la materia y de la vida tal como ha ocurrido en la tierra (en esta
linealidad mecánica, quizá la particularidad de la existencia de los dinosaurios, puede que no
alcance a ser condición suya, sin que dicha “omisión” desvíe necesariamente al sistema “de su
dirección” hacia el ser humano); en el colmo de la especulación, incluso la “dialéctica
histórica” (la “lucha de clases”), como forma componente del proceso de hominización, debe
ser experimentada por fuerza. Las especulaciones de personas de ciencia del “primer mundo”
especializadas en Cosmología, sostienen –en el conjunto de parámetros que sobre el tópico
manejan-, que entre los supuestos que explican por qué no se ha producido contacto entre
civilizaciones en el Universo, se encuentran la fugaz experiencia de estos seres y las colosales
distancias que tendrían que atravesar para ponerse en contacto. No obstante, una de las
posibles razones por las cuales se puede asumir que no exista vida inteligente en el Universo,
es que para el efecto se requiere que se presenten muchas condiciones complejas (“piezas”) a
la vez, en el marco de múltiples episodios evolutivos (10 a la “n” procesos), de modo que
circunstancias dadas en otros lugares de la realidad cósmica, nunca (o muy raramente, como
es el caso de la tierra) avancen a coronar el movimiento progresivo 817 .
La materia se niega a sí misma en su condición objetiva: en tanto exterioridad pura, se
supera y deviene “otra de sí”, en su abstracción (en el proceso: se destierra de modo definitivo
la estructura “doxa”, mientras que cada vez más se enseñorea la forma “episteme” –K.
Kosik); las diversas fases de este movimiento se suceden en la historia en el interior del
desarrollo del proceso de hominización creciente del ser humano (la materia crea el ser para
su autoconciencia; este ser pone lo de sí, hominizándose) 818 . Ahora bien, el hecho en lento
816 Calentamiento Global: rayos de energía solar que ingresan a la tierra y que no salen a la atmósfera como
efecto de la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, provocando incrementos de la temperatura;
este fenómeno induce el derretimiento de glaciares; las plantas podrían coadyuvar en la ralentización de los
impactos de la emisión de gases provenientes del consumo de combustibles fósiles, pero también se están
produciendo altas tazas de explotación de bosques. Ahora bien, ¿el aumento de la temperatura de la tierra es
efecto de la incapacidad de que la “enorme energía que proviene del sol deje la tierra y se disipe fuera de ella
en el espacio?” (sic). Esta, como otras que se sustentan en el criterio de “energía”, son observaciones
erróneas; y, lo son, por más que se sustenten en la evidencia empírica relacionada con el incremento de la
temperatura general del planeta, ocurrido en los últimos años; debe pensarse, mas bien, que se trata de un tipo
de masa que ingresa a la tierra procedente del sol y no de “energía” alguna (para ciertas o para la mayoría de
conciencias, esta afirmación le parece monstruosa); luego, la solución debe venir de controlar el movimiento de
tales partículas, que tienen la capacidad de generar valor. Eh allí una verdadera veta de investigación,
conducente a un real “cambio de paradigma”. No se pierda de vista, sin embargo, que el ser humano puede
eliminar o mitigar el impacto del consumo de petróleo (entrar a administrar en el proceso mismo, el trabajo de
microseres que degradan compuestos tóxicos); pero, sobre todo, es capaz de producir petróleo de modo
sintético, puesto que puede hacer por vía artificial lo hecho por la naturaleza o incluso industrializar la
“fusión” atómica.
817 Se dice que en el Universo visible, la última estrella que se divisa, se halla ubicada a 70 años luz de la tierra;
para llegar hasta ella, el ser humano debía desarrollar tecnologías que le permitan desplazarse a diez veces la
velocidad de la luz para tardar 10 años (lo cual resulta “imposible”, por lo que se debe descubrir otra manera
de desplazarse, como es obvio).
818 La ubicación y el sentido de la humanidad en el plano de los ciclos siderales, en la dimensión más amplia
universal, esto es, la inquisición respecto de la razón genérica, de modo análogamente dialéctico tipifica dos
517

devenir según la percepción humana, puede aprehenderse de modo subjetivo, como la mente
cuya razón la coloca en el Universo, al mismo tiempo que su corporeidad orgánica se halla
atrapada en la esfera cotidiana: las demandas concupiscentes (deseos) en espera de
satisfacción en el sistema de mercado, en la fase superior de estructuración ya plasmada, de
los nexos de la existencia de los individuos (o sea, frente a los límites diferenciadamente
puestos para su atención -marcha que, quiérase o no, concluye en el propósito, puesto que un
segmento humano finalmente avanza- supera la prueba y continua en la empresa de la
conquista intelectual del Universo). La realidad está –en un sentido- para ser conocida; la
inteligencia –propiedad privativa del ser humano 819 - se encuentra situada en él, para conocer
la realidad, a pesar de que a ésta –inteligencia- se la utilice básicamente durante un período:
como artificio para lograr el sostén y desarrollo de la existencia material (la inteligencia no
opera en el designio de su prístina particularidad: como medio de sobrevivencia humana
-trabajar, disfrutar, mitologizar-; por el contrario, ella aparece en el resto de motivos
humanos: en el desarrollo a plenitud de la conciencia, en la medida en la que está al servicio
del cumplimiento del objetivo superior inadvertido de la materia: la producción de su “yo
subjetivo”). El éxito creciente, permanente, en la esfera del saber positivo (cuanto en la
fáctica), tampoco coloca al ser humano en la insolencia, en la vacuidad de la egolatría, pues,
cuando una persona llega "a ser”, en el instante en que ésta alcanza la realización plena sobre
contenidos superiores de la vida, por vías responsables (consecución del dominio de la
dimensión universalmente posible), no queda lugar, en la personalidad madura, para la
soberbia, para la infatuación.
¿Cómo se produce este hecho? (mediante la absolutización del proceso de la división
social/artificial del trabajo: trabajo material –no obstante, también del intelectual- a cargo de
las máquinas y trabajo intelectual –estético, filosófico, científico-técnico- a manos del ser
humano). Por fortuna, en la actualidad se disponen de indicios que provienen del carácter
superior de realización de la ciencia: la faceta predictiva, a partir de los cuales es posible
aventurar especulaciones en torno de las esferas material y espiritual, fuente y producto de la
praxis. El conocimiento y dominio sobre las fuerzas sobrenaturales, el levantamiento
subjetivo de las “leyes de hierro” con las que “produce” la naturaleza (y la realidad en
general), por ejemplo: en la sobrevivencia de las especies (en alusión a la categoría de
“darwinismo social” –la llamada “competitividad”, instrumento nocional llamado a instaurar
en la conciencia y voluntad colectivas el carácter de superioridad contenido en las
expresiones: triunfo, superación, deseo de lucro –“aceptar el bienestar ajeno, siempre que el
mismo genere utilidades”), procesa la progresiva transferencia de la supremacía del “poder
inconsciente” al “poder consciente”. Esta previsión es enteramente posible, pues, “no creo que
Dios haya puesto las cosas más allá de nuestro alcance”; “… las leyes del Universo son
simples y hermosas…”, cognoscibles, predecibles; por tanto, es posible “encontrar la teoría
unificada para todas las fuerzas… teoría para todas las cosas… que lo explique todo”; de
hecho, se dice que la humanidad ya cuenta con su principio: la teoría de las “supercuerdas”
(un día el lenguaje matemático de las “cuerdas”, puesto que como lenguaje es susceptible de
traducírselo, será transferido a términos lógicos, con lo cual se logrará su comprensión más
allá de los cuatro sabios que lo conocen).
Sobre el hecho, subsiste la posibilidad siempre en dudar de la capacidad humana: en su
actuación científica y tecnológica, sobre todo en lo que tiene que ver con el abordaje
intelectual e intervención fáctica sobre la totalidad macrosistémica (como se conoce, en una
estructura societal clasista, el pensamiento y la conducta tienen doble destino: 1.- apuntalar el
sistema de dominación, o 2.- debilitarlo; resquebrajarlo implica, no obstante, reconocer la
realidad de que la especie –a partir de los años 70 del siglo pasado- realiza la experiencia de la
vida en el marco de la “...nueva cualidad humana en la cual se desenvuelve la historia: la
producción en coherencia con el nuevo estadio de desarrollo de las fuerzas productivas...” –la
“robo-espiritualidad”-, el cual entrevé una nueva “necesidad histórica” a la que se debe
posiciones: ésta ubicación y “razón” vienen dadas por el movimiento y leyes de dichos ciclos o por el carácter
de la materia en general. Aquí se asume la hipótesis, acerca de que es esta última la que define la naturaleza y
el rumbo del “ser” (de la conciencia, en concreto), pues, admitir la primera especulación significaría convertir
en marioneta a la humanidad (el movimiento de los astros, definen la vida de los seres humanos; esto,
obviamente: ¡no es así!).
819
Algunos investigadores ponderan ciertos destellos de inteligencia encontrados en algunos animales (leones
marinos, por ejemplo); no obstante, ¿podrán tales seres “inteligentes”, con asistencia de los seres humanos o
solos, llegar a organizar sistemas sociales, base de la producción de computadoras? ¡Qué absurdo!
518

acoplar la acción de la conciencia y la que impone a la mente un nuevo criterio para apreciar
los resultados del “‘trabajo’ humano”: el índice de desarrollo de la sociedad y de la
inteligencia, es la “productividad de las máquinas”; la ganancia por venta de conocimiento es
la última forma de explotación capitalista, luego de la cual el capitalismo se “disuelve”). Sin
embargo, los presupuestos que conforman el proceso de superación de este límite (la
terrenalización de la utopía), emergen de las bondades inmediatamente pragmatizables
inherentes a la disciplina técnocientífica de la “ingeniería genética” (el ser humano no puede
cambiar de forma orgánica por vía natural, “simplemente porque es perfecto para lo que tiene
que hacer” en el escenario muy limitado de la posmodernidad): la ampliación de la base
orgánica natural de la inteligencia; y, del aporte puesto por la esfera del “pensamiento”
maquinizado (en general: Ingeniería Genética, Inteligencia Artificial, Robótica, Biónica,
Nanotecnología 820 …), el cual no únicamente aumenta la potencia de la mente colectiva
natural genéticamente incrementada, sino que paralelamente es productor de conocimiento y
de tecnología, por vía “propia” 821 .
La potencia futura del “ser” se vuelve efectiva en la acción de dos frentes de
sinergismo confluente: el poder de la concepción y el de la praxis, áreas trabadas de la
realidad y de la mente con lo cual salta hecho añicos todo complejo de inferioridad en torno
de la capacidad perceptual humana, sobre su fin supremo, “divino”: la intelección de la
materia, el dominio del Universo (la discusión clasista se ubica siempre en la dimensión
filosófica: el “pensar”, ¿puede con el “ser”?; y ésta es una de las “nuevas” preguntas
filosóficas, la cual se hace de relieve en la fase actual de realización de la vida; por hoy, la
humanidad es aún débil, pero pronto se tornará cósmicamente poderosa; la inteligencia –la
“curiosidad”- continuará rompiendo diques). Esta percepción al momento, no sólo que no es
comprendida, sino que es recusada. En lo tocante propiamente al tema, existen premisas
conducentes a su resolución: el Universo se muestra con naturaleza de tipo dual: hardware y
software. Este último se compone del conjunto de leyes, que organizan su estructura y que
presiden su movimiento, no obstante de que el movimiento es el supuesto de aquellas; en
verdad: las mismas devienen en su parte “inteligente” (promueven la evolución, el desarrollo),
pero éstas (tanto como la “energía”, la información –la información no es más que la
expresión de una específica propiedad de la masa-, el pensamiento, en otras dimensiones) no
pueden desplegar su potencialidad plena, si no se encuentran –cuando menos- con su otra
parte material: el hardware (dixit Franklin Erazo) 822 . Y la mente, precisamente debe hacer
frente –en el plano de la cognición- al hardware y al software; con el propósito: el género
debe superar sus estados evolutivos momentáneos alcanzados en el ámbito del desarrollo de la
conciencia, de las concepciones, de los procedimientos y de las técnicas concretas de abordaje
820 La Nanotecnología (“revolución”, que permite realizar modificaciones en los elementos constitutivos de la
materia, de tal modo de producir nuevos materiales): el uso práctico –en el abordaje de la dimensión del
microcosmos- de la “microrobótica” (micromecatrónica); pero, a su vez, de la utilización de microorganismos
domesticados, genéticamente mejorados por el ser humano, para que cumplan funciones en la esfera
microcósmica en sentido análogo de la producción animal, con fines médicos, de exploración, de conocimiento
(ovejas, reses, aves), como instrumentos de trabajo (bueyes en el arado, camellos, elefantes, palomas
mensajeras, perros en los viajes esquimales), como organismos generadores de bienes (a la manera de los
hongos de la Penicilina, de las hormigas obreras…).
821 El proceso de evolución de las máquinas se presenta colosal; éste se lleva a cabo de modo vertiginosamente
más rápido en relación con el que ocurre en los organismos naturales; su eficacia es mayor. La evolución
natural humana –como se conoce- tardó mucho antes de establecerse a partir de la fijación dinámica de la
mutación apropiada entre múltiples de carácter disfuncional. Los cambios cibernéticos provocados, sea por
mano humana como por vía de la operación de un programa proveniente de la misma inteligencia artificial,
resultan ser rápidos en la escogencia de la opción y de los efectos inmediatos.
822 Pero hardware y software no son elementos divorciados, que se relacionan entre sí (en el sentido dualista
cartesiano: “el cerebro es un piano, un instrumento pasivo, y el alma es el concertista que extrae de ese piano
todas las arias y todo cuanto quiere” –E. V. Shorojova: Fundamentos fisiológicos de la conciencia). Por el
contrario, en unicidad, los dos aspectos de esta antinomia tienen una misma constitución y origen: la materia en
movimiento; propiamente, es el modo de ser de la materia, el que deviene en desplazamiento múltiple, en sus
determinaciones. Por otra parte, exponer los hechos en su integralidad, requiere asumir una postura totalizante
en la cognición, lo cual exige formarse un concepto global, teniendo como insumos los postulados de las
ciencias parciales, en un acto de refiguración sistematizador; y, el hacerlo, es una tarea que sobrepasa las
capacidades de una mente por separado; es por eso que la persona que realiza estas anotaciones solicitó al
Físico F. Erazo, estar atento para dar una mano, en el caso de que estas tesis desataran el debate, sobre todo en
materias físicas, matemáticas, cosmológicas; y, que lo propio se haría en lo personal, cuando de Economía,
Sociología, Politología, Filosofía, Psicología, se tratase, es, decir, con buena voluntad se estaría listo para
desenvainar la espada, en sentido recíproco.
519

aprehensivo intelectual del mundo.
Sobre el curso de la humanidad, la actualidad ha dado luz a la corriente denominada
“Transhumanismo”, la misma que considera el movimiento del Universo y de la especie,
representada en cuatro etapas: Universo inanimado, vida no consciente, humanidad y
transhumanidad. Entre los aspectos que a objeto de este trabajo es pertinente destacar del
enfoque citado, refiere a la esperanza de que el dominio de la ciencia y de la técnica, permitirá
al ser humano “lograr superar la molesta costumbre de morir”; y, la “posibilidad de que la
conciencia migre a entidades artificiales”, cuando el proceso de convergencia tecnológica lo
haga posible. El primer deseo, va a tener realización; pero hecho a ocurrir, sin embargo de que
el vertiginoso ritmo de desarrollo por el que avanza la técnica, no en menos de unas cinco
centurias; respecto del segundo, separar la conciencia de su base ontológica específica, no va
a ser posible, debido a que cada hardware biológico humano (cerebro: memoria y procesador)
se corresponde muy singularmente –por razones históricas, de identidad, de necesidad de
funcionamiento- con su software (conciencia), producido en lo fundamental por
interiorización de la conciencia social y su desarrollo por vía individual. Sin embargo, la idea
detrás de los términos “Singularidad tecnológica”, no es tan descabellada, pues, la misma
permite que la humanidad cuente con una hipótesis racional y auspiciosa sobre su futuro;
además, dicho supuesto afecta el complejo de inferioridad componente de la personalidad de
muchos científicos propiamente (de R. Penrose, por ejemplo –La nueva mente del emperador)
y ofrece un sentido a la vida, un punto de apoyo, más allá de la sola expectativa afectiva y de
la percepción religiosa. La conciencia es información, siempre que ésta se halle asentada en
un hardware natural, biológico; lo cual conduce a sostener, que una conciencia fuera de los
sentimientos, es un escollo crítico de superar por parte de la inteligencia productora artificial
de ella. Ahora bien, la operación multilateral simultánea: red de ondas heisenberg (proceso del
pensar) en conexión con el programa lógico “simulador de personalidad”, deberá producir –a
su vez- el proceso de la inteligencia artificial homólogo al natural (es obvio, que en la base
está siempre un “algoritmo lógico”, que trabaje de ese modo; por ejemplo, el programa de
necesidades, el programa de relacionamiento con el entorno, de búsqueda de opciones y
recursos, el programa de pensamiento y elaboración de la decisión, el programa de producción
del satisfactor y de equilibrio temporal del estado corporal y/o dinámico). De esa forma se
crea el sucedáneo del ser humano, superándose las incredulidades penrosianas, en torno a que
el ser humano no puede duplicarse en la mecánica artificial.
En este punto, el curso de la exposición se encuentra con la necesidad de comentar un
hecho embarazoso, insidioso, falto de rigor, cursi, como práctica quizá imposible de
prescindir en toda argumentación modelada por escrito. Pueden parecer –y, de hecho: los son-
recusables “lugares comunes” las aseveraciones que se exponen inmediatamente adelante en
esta reflexión y en otros apartados de la exposición de la misma, merced al grado de
información y a los elevados niveles de conocimiento veraz y al desarrollo de la conciencia a
los que ha llegado y detenta la humanidad para bien de la historia; empero, aun así: las
referencias a hechos adecuadamente procesados en sentido intelectual y de dominio público,
siguen siendo pertinentes dada su correspondencia con el objeto tratado. Sobre la
plausibilidad del ser humano como “estado consciente de la materia”, el idealismo religioso
tiene su propio proyecto de explicación (sin embargo, este pensamiento, en sus diversas
variantes, es paradójicamente “materialista” in extremis: ha antropologizado exageradamente
sus creencias al imputar rasgos humanos a sus construcciones fidelistas monoteístas). En
efecto, la consideración en torno de que el ser humano posee alma (espíritu, o sea, en el
sentido platónico: parte que trasciende al cuerpo físico y que continua su vida en otro mundo:
“Reino de los muertos” 823 ), postula que ésta está sometida al cascarón corpóreo, o sea, sujeta
a sus veleidosos y corruptores designios (la pecaminosa carnalidad personal y grupal), a los
cuales debe reprimir conduciendo al cuerpo por el recto camino revelado (sólo a los elegidos)
por Dios, de modo de conquistar el derecho de acceso al cielo; en este caso, el papel que debe
ser cumplido por el ser humano viene metamaterialmente determinado y la función de la vida
no consiste en el viaje que debe realizar la inteligencia hacia el saber total, sino en atenerse a
823
También el sueño (el soñar) es una poderosa vertiente inductora de la idea (de la invención) del alma o del
espíritu, de otra vida: cuando el individuo duerme, está parcialmente muerto, no existe ni como conciencia ni
como autoconciencia, está vivo en potencia; si el cuerpo está exánime: no vale o no funciona, pero hay algo (yo
en mi sueño e incluso las personas conocidas –qué curioso que no se pueda soñar con personas desconocidas),
que opera sin el cuerpo.
520

la realización forzosa de designios divinos. Ahora bien, “en términos de opinión seria”: ¿cuál
es la razón de la existencia humana, para que ésta no sea como la “de los monos en los
árboles? La respuesta parcial reside en una elucubración ligera: en una “simpleza”, o sea: la
realización exitosa del reto cognitivo “impuesto” por la materia a la conciencia, es la clave. Se
dirá, que la que antecede: ¡no es respuesta!; empero esta vez: ¡sí lo es!
En efecto, si la conciencia debe poder con el “ser”, la progresión subjetiva es una ley y
una misión (en esta concepción muy bien pueden ser reemplazados los términos: materia,
Universo, realidad, por el de Dios –es decir: acercarse a posiciones del Deísmo- 824 ; lo que no
cabe es el prejuicio en torno de pensar, sobre la intromisión de Este en los problemas de los
seres humanos –o sea: otorgar crédito a las posiciones en dicha materia del Teísmo-, pues, las
formas concretas de vida, tienen su causación y resolución en su inmanencia: en sus
contradicciones internas) 825 . Mírese un hecho concreto. La sociedad que viene es la de la
Química, de la Biología, de la Ingeniería Genética, de la clonación, de los “transgénicos” y
demás prácticas progresistas del intelecto –se dice-, a pesar de que estas disciplinas y de que
esta tecnología sean actualmente aberrantes en su desempeño en el marco del esquema de
relaciones sociales burguesas a la mano, esto es, que se encuentren sometidas exclusivamente
al interés del poder; en verdad, todos los progresos devienen atávicos en el actual estado
burgués de cosas, luego: los mismos perderán su status contrasocial y pasarán a servir al
propósito superior en el que se inscribe la potencia de la esencia colectiva del ser humano.
Estas ciencias (particulares), sin embargo, es posible que se hallen cerca de su límite 826 ; la
Filosofía: ¡no!, pues, las grandes hipótesis (las cuatro leyes físicas que mueven al Universo y
el proceso de formación y movimiento mecánico-orgánico hasta la conciencia) deben ser
transformadas en teoría (en verdades coherentemente demostradas): esa es la misión de la
futura comunidad científica (si se asume que toda está dicho ya: “… algunos físicos de
partículas esperan que, en lugar de experimentos terrestres, encuentran confirmación de sus
teorías mirando a través de los telescopios en dirección a los confines del universo.”; o
viajando a través de él), mediante la operación de una mejor capacidad neuronal, de la
inteligencia artificial (Blue Brain, compupensamiento), de la prolongación de la vida, del uso
de las propias fuerzas de la naturaleza y de la creatividad 827 . En ese sentido, toda pretendida
necesidad de obviar los viajes siderales (“Aventurero”) se hará realidad solamente en el caso
de que se pueda generar todo el conocimiento en el interior de la tierra, del sistema solar, de la
galaxia, de la nebulosa, de la vía láctea, de la constelación o del Universo óptimo.
El ser humano que conquiste el Universo bien se ve, que no es el del “valor de uso”
(tanto peor según la reconceptualización, que sobre tal categoría ensaya Bolívar Echeverría:
“valor de uso y utopía”), del “excedente” socialimperialista (aunque lo hubiese sido con el
“excedente” socialista; no se olvide, que el primer ser humano en el “espacio”, lo puso el
socialismo de José Vissarionovich: proeza alcanzada con sustento en el honor, por orgullo del
nuevo “homo espiritual” en formación, por valentía, en competencia cerrada con el imperio),
el de la “solidaridad” in abstracto, de la “olla colectiva”, de las “eras incásicas”, del
“calendario chino”, de la “minga”, de las formas “culturales” anacrónicas, del Sumak Kausay,
824
Esa concepción define un Ser que abarca todo, incluso a los procesos, en su pura inmanencia: en su
autodespliegue, en su autodesarrollo; no un Ser, que opera fuera de sí mismo; por tanto, la idea se inclina más
hacia la percepción panteísta.
825
El sentido de la vida pasa a depender de metas cumplidas en el área cognitiva; empero, no es el momento
para que el ser humano en general comprenda todo, no está preparado para asimilar psicológicamente ese
instante de modo como fue la hermosa pretensión audaz de Einstein (diríase, que la mayoría de la población
incluso en la actualidad no se halla en condiciones tan siquiera para representarse dicha posibilidad); además,
¿para qué sirve la conciencia si todo está comprendido ya? Luego de conocerlo todo, el ser humano cae
fulminado al instante (en ese sentido, produce envidia el status de modesto grado de desarrollo en materia de la
ciencia y de la técnica de ciertas subculturas comunitarias vigentes en el planeta: su estado de inconsciencia,
éstas encuentran sentido y felicidad en su vida, en cosas nimias: en el proceso simple de satisfacción de las
necesidades espirituales, por debajo de los niveles de racionalidad de punta).
826
Horgan, John. El fin de la ciencia: los límites del conocimiento en el declive de la era científica. Paidós;
Buenos Aires, 1998.
827
En el 2011, frente al boom del desarrollo de la ciencia y de la técnica en materia genética, muchas personas
se preguntan, en cierto modo decepcionadas: ¿para qué se quiere prolongar la vida de 85 a 150 años? Se
podría responder 1) para que se alargue la existencia de la masa de inteligencia estructurante del poderío de la
conciencia de manera de garantizar la producción intelectual del mundo, 2) por simple deseo de oponer (o
aladear) a la ley de la muerte, una que permita extender la existencia, para asistir un momento más a su
espectáculo o 3) para disponer del quantum de vida, a fin de alcanzar a formarse el concepto más completo de
la realidad que se ha vivido, antes de retornar al estado inconsciente de la materia (por ahí es la cosa).
521

de la Cosmovisión Oriental (esto es así, que pena Feyerabend); por el contrario, debe ser –y
esta premisa tiene que ser reconocida sin sentimentalismos cursis y hay que admitirla sin
ambages- (kaizen), el de la “calidad”, de la “excelencia”, de los “cero defectos” en la acepción
groseramente neocapitalista, o sea, los presupuestos de esta nueva misión práctica, cósmica,
total, devienen del uso y negación de la conducta puesta por la subfase burguesa de “último
momento” (“es la ´insatisfacción´ el estado mental en el que se generan los cambios” –reza
una opinión idealista-; la necesidad, los obstáculos, son los móviles que ponen a actuar al
cerebro –esta máxima liberal, es exacta para el desarrollo de la conciencia y de la técnica:
“´valor´ de usufructo y certeza”) 828 . De modo natural, el hecho debe darse, despojada esta
capacitación y estas súper destrezas de su raigambre e instrumentalización burguesas y de la
perspectiva del lucro, en su orden. Incluso si con este objeto (alcanzar su fin supremo: la
racionalidad de la objetividad; ésta es la verdadera “condición humana”, no la
sentimentalidad, que ya lo fue y que cumplió su papel), el ser humano deba poner en peligro
su existencia misma cuanto de la propia ontología de su vida (sufrir y provocar
transformaciones audaces en sí y en su entorno; pero el ser humano es el verdadero
listorsaurio), la determinación es hacerlo: ese es el fin ¡fatal! del ser “social” del futuro; no le
queda otro camino (toda la historia es el proceso de preparación de los humanos, para que
éstos lleguen a ser el objeto de una actividad consciente –Marx); empero, dicho exabrupto es
lo que se debe impedir mediante el bloqueo al capitalismo y propendiendo al establecimiento
de la formación humana futura, en la que se produzca la armonía: la reconciliación entre
humanidad y naturaleza 829 .
Listorsaurio humano, que debe otorgar permanencia a su existencia por sí mismo, con
el concurso, por ejemplo, de la práctica investigativa médica de los “niños medicamento”.
Sobre el particular, la controversia en torno del uso de órganos y fetos humanos con fines de
política de salud, se mantiene y se aviva, puesto que los alcances e impacto que la misma
tiene respecto de la ruta de la humanidad, acusa elevados niveles de inconsciencia. La
investigación con embriones es recusada debido a la penetración en su juzgamiento de la
ideología religiosa (este sector se resiste a entender, que tiene que dejar de entrometerse en la
vida del resto, que debe superar ese rasgo megalómano de creerse elegido por entidades
invisibles para fantasear y embaucar). Los nuevos productos de la fecundación humana: el
cigoto, el feto, no son seres humanos en sentido racional, pues, no tienen conciencia, se hallan
solamente en estado animal: “son hardware puro y simple”; su supresión –en consecuencia- a
lo sumo es corporal, no espiritual. Estos, se convierten en tales, una vez que interiorizan el
mundo y actúan en él, cronológicamente; esto es, cuando son objeto de implantación de la
conciencia en su sistema neuronal cortical, mediante aprendizaje o socialización y en tanto
intervienen en la praxis, con lo cual alcanza para sí la experiencia humana. A medida que más
aprende un ser, más humano (consciente) se vuelve; de modo que a partir del segundo día
luego del alumbramiento –por así decirlo-, cualquier intervención que se efectúe sobre el
niño, resultará ser un crimen (quizá deba decirse: luego de la fusión de óvulo con el
espermatozoide), y mucho más lo será cuando dicha injerencia científica con fines médicos
sea sobre un ser humano que no solamente es perceptor de conciencia, sino una vez que haya
828 Dicho de otro modo, el sistema liberal burgués en conjunto y –de modo especial-: su última fase, han puesto
las premisas, los presupuestos (ligados al paradigma de la extenuación de la calidad), que empujan el
cumplimiento de esa misión (el ser humano ha hecho “todo” en su mundo inmediato, hoy le toca hacerlo en su
entorno externo). Las nociones demagógicas de “autosuperación” y “autoperfeccionamiento”, que de modo
sectario e interesado ha promovido el sistema, con el fin de reducir la asignación del excedente social en
programas de política legitimadora (educación, capacitación del “recurso humano”), inducen a la especie toda
a elevar su “autoestima”, su capacidad intelectual y destrezal, de manera de ponerla a punto para el
cumplimiento de nuevas tareas colectivas. Una vez más, el llamado y las promociones en torno del desarrollo
personal de la población, dirigidos a favor de los intereses burgueses, se orientan en el marco de una
perspectiva histórica más amplia para la humanidad.
829 Probablemente, frente al tipo de vida sensualista que va prevaleciendo; a la renuncia general hacia la
lectura, sobre el estudio de materias de rigor científico; al incremento de la presencia de todo un conjunto de
grupos humanos en el planeta, que carecen de noción sobre la ciencia, sin apego a la investigación y en desidia
absoluta en torno de la estructuración cognoscitiva de la conciencia, la maquinización de la ciencia y la
incorporación de sus resultados por vías electrónicas en la mente, sea la solución antielitista y de superación de
un posible estado de idiotez generalizado en el que peligra ingresar la especie a futuro. No obstante, la
presencia de la tecnología misma (la disposición de nuevos instrumentos “inteligentes”) estimula el desarrollo
de los productos del movimiento de la mente (en efecto, los resultados de los procesos de la conciencia no son
los mismos con pizarra de piedra, que con la hoja electrónica, mientras la mano del ser humano no ha topado,
no ha modificado todavía, la capacidad natural de la conciencia).
522

pasado a ser productor de la misma con sus contribuciones, esto es, a partir –en promedio- de
las cuatro décadas de existencia. Es obvio, que aquí no se hace intervenir en la argumentación
y en el veredicto, ese fárrago cándido y cínico, conducente a sostener, que el feto oye,
presiente, etc., en el interior de la placenta. La investigación con “células madre” embrionales,
por tanto, constituye el embrión biotecnológico, de aquella colosal tecnología: sustento
ontológico de la inteligencia.
En el tratamiento subjetivo-utilitario del entorno natural condicionante de la vida, esto
es, del supuesto ontológico base de la producción de la realización de la inteligencia, el
cálculo sobre los “pasivos ambientales” tiene una doble significación interpretativa: si los
bienes naturales se incorporan simplemente al circuito de reproducción del capital, la cuestión
es recusable y debe ser inmediatamente exigida su remediación a la empresa provocadora
(aunque el capitalismo también puede ser visto como la forma de organización humana, que
elevó a la especie de la penuria de la cosmovisión Oriental hacia la poderosa y portentosa
estancia de la racionalidad positivista dada en la visión Occidental del Cosmos; sin embargo,
el capitalismo –sin proponerse- también ha puesto las condiciones para la creación de tantos
héroes, en oposición y en lucha en su contra); pero, si este “pasivo” forma parte de la
transformación necesaria, que debe provocarse en la naturaleza y en la humanidad en sí
misma como determinación del desarrollo histórico, éstos deben verse como el resultado de la
actuación humana necesaria, progresiva y dirigible. No se olvide, que el ser humano crece y
renuncia a los objetivos, papeles e instrumentos correspondientes con el pasado niño y
juvenil (cuando joven se presume de vitalidad; en la vejez se hace respecto del conocimiento
acumulado; una vez muerto, de la pena creada en los deudos). Esto es, el ser humano madura
en el interior del proceso paralelo de maduración de la humanidad o de la especie toda. Una
persona, por supuesto, nació, creció, ingresó en un período de estabilidad y sobremaduró (la
vejez) en la etapa de la “comunidad primitiva”; lo mismo lo hizo una persona de otra
generación en el esclavismo, en el feudalismo, en el capitalismo y una cuarta en la corta
experiencia socialista; no obstante, las generaciones niñas de hoy realizarán su proceso cíclico
evolutivo de existencia en la forma asociativa de transición: la terminación del proceso de
automatización económica, de superación de las relaciones clasistas y de inicio de la fase de
madurez de la humanidad como especie, en la que sus miembros (ellos mismos) pasen hacia
el comportamiento serio y racional de su vida.
En la expansión reflexiva sobre el tópico en cuestión, los apocalipcistas del
“calentamiento” global (a hacerles frente sale el planteamiento del “oscurecimiento” global),
de la crisis del petróleo, de los alimentos,... (todos neomalthusianos) por ejemplo, adolecen de
la ceguera, que les impide advertir, que de modo paralelo con el desarrollo tecnológico
(sucedáneos del petróleo, verbi gracia) la especie humana comienza a ralentizar su
crecimiento vegetativo (por razones naturales: pérdida de fertilidad, catástrofes; económicas:
crisis, reducción de ingresos; sociológicas: la incorporación de la mujer al trabajo ha
pospuesto la maternidad y ha reducido el número de cargas familiares, la hiperubanización;
ideológicas: la planificación; políticas: las guerras posmodernas) 830 . La tecnología se
despliega en áreas de la guerra, del uso de combustibles fósiles, de producción de nanobots,...
Este avance incontrolado, se observa, pone a la orden del día la inveterada ficción en torno del
830
Las cifras muestran, que el mayor incremento de la población se produjo entre 1930 y el 2010; las
proyecciones indican que ésta se estabilizará recién para fines del siglo XXI en 10 mil millones; que en 2030
bordeará los 8 mil millones de individuos; por su parte, las necesidades alimentarias frente a ese quantum se
habrán incrementado en un 50% y de agua, en el 30%; se sostiene que a la fecha (2011) toda la superficie
cultivable en el planeta está ocupada y toda el agua dulce se halla utilizada; se calcula también (huella
ecológica), que para satisfacer a la población según el tren de consumo del 1/6 más favorecido de ésta, se
requiere de un planeta y medio, y que la ecuación: recursos/necesidades se igualó con el tamaño de la
población alcanzado en 1987. Que la población de los países “más pobres” (Africa subsahariana, el sur de
Asia) es la que va a contribuir mayormente en incremento de dicha tasa. Debe ponerse, consecuentemente la
mirada sobre el sistema de distribución de la riqueza y en la ciencia y la técnica para elevar la productividad
(cambiar su determinación por parte de intereses comerciales y financieros de corto plazo); deben tomarse
medidas para reducir las emisiones de gas carbono, estabilizar el clima y distribuir mejor el ingreso; que para
el efecto, la humanidad dispone sólo de 10 años, luego de lo cual la especie se pondrá en peligro; si no se toma
esa medidas, se vaticina, además, que se corre el riesgo de conducir al mundo a grandes catástrofes: guerras,
hambrunas, mortalidad, diásporas. Estas reflexiones adolecen también ellas, del condicionamiento ideológico
atávico propio del proceder conservador en el movimiento prospectivo de la mente: conservan la actual
estructura social, sin percatarse de los cambios que inducen sobre el sistema social el desarrollo de las fuerzas
productivas.
523

“juicio final”; la preocupación sobre el futuro toca a la estructuración de “cadenas de montaje
nanométricas” de producción de nanorobots (tecnología pequeña; próxima revolución
industrial –presuposición que no es fáctica, si se la advierte al mismo tiempo que el
movimiento de las relaciones sociales), que pueden ingresar en una fase de auto replicación
descontrolada como efecto de una falla en la programación; riesgo que emana, mas bien, de
obstáculos políticos y de límites temporales del conocimiento (no obstante, la praxis
tecnológica es un programa en ejecución exitoso: “todos mis calculados –planes- están
fríamente movimientos –en ejecución-” –dixit el Capulín Colorado).
Salta a la vista la gran paradoja del progreso humano (desarrollo de la especie): el
peligro y el deseo de trascender. Las contradicciones políticas entre naciones in abstracto,
indujeron el armamentismo (modelo de corte neoconvencional: política económica absurda:
producción que no se consume), la promoción de la ciencia y de la técnica; su ausencia –en
cambio- lo habría imposibilitado, mientras que su freno o desaparición, bloquearía su
progreso, con lo cual la humanidad solamente existiría en un estado puramente vegetativo. La
tecnología ha avanzado sorteando peligros inmanentes a su desarrollo, provenientes de
oposiciones catastrofistas y religioso-moralistas; su paradoja se resuelve en el plano de la
antinomia: miedo y razón (en la razón –in abstracto-, se halla implícita la Ética, concebida en
sentido supra humano: como lo justo, debido, bueno, legítimo,...; pero lo está, en la razón
objetiva genérica, no en la segmentada del saber científico unilateral de las disciplinas
aisladas). Ahora bien, la tecnología también ha hecho su ingreso en la ideología, como móvil
de programación de la mente humana con la llamada “Deontología”, esto es, en el diseño y
aplicación del fundamento teórico de la estrategia de reingeniería mental conducente a forjar
la “cultura” (creencias, valores, hábitos), el “clima” organizacional (cultura, ingresos,
promociones -motivaciones-, marco físico del trabajo) propicio en la empresa, para elevar la
productividad del trabajo: el grado de su explotación. Si bien es cierto que la tecnología no
sirve para solucionar problemas sociales, una vez resueltos estos por el canal pertinente: la
mediación política, la tecnología se convierte en el mecanismo exclusivo para resolver las
fricciones de otra índole que experimente el género; por ejemplo: el “autismo identitario
posmoderno”, mediante la conexión en interface entre individuos.
A propósito, si se mira la historia en la dimensión de la conciencia social (más o
menos a la usanza de quienes sostienen, que ésta no puede ser burdamente reducida a la
reseña rectilínea de los episodios económicos y políticos, sino que hay que poner la monta
–mas bien- en el arte, en las convicciones, en los valores, en la “cultura” o en otros
componentes del modo de vida como los gustos, las distracciones, la cotidianidad, etc.), puede
advertirse, que no solamente la lucha entre Ciencia y Religión ha sido protagonizada como
segunda contradicción (si: segunda antinomia, pues, Marx sostuvo frugal y objetivamente,
que ni la ideología explica el esclavismo ni la política el feudalismo; por el contrario, son las
contradicciones de la reproducción de la vida material las que lo hacen con la una y con la
otra), sino también se advierte la pugna soterrada sostenida entre arte y ciencia, entre doxa y
episteme, entre ética y estética y ciencia positiva. Los cultores del arte no se notifican, no les
interesa lo que pase en la esfera de la ciencia (de este modo son felices), amén de profesar
velado rechazo hacia ella, sin embargo de que de ella y de la técnica se benefician todos los
días; la comunidad científica, selecta, seria, madura, tampoco se preocupa del arte, de las
faenas menores del espíritu y magnifican (como es lo debido) la ciencia viendo como bichos
raros a los cultores de los impulsos del corazón, de los cuales no pueden recibir sino influjos
perturbadores. Y, aunque tanto el arte popular, de denuncia, cuanto la ciencia han estado más
cerca de la política y de la concepción materialista de la realidad, en su orden, este tipo de arte
no puede trascender y ubicarse en la seriedad de la disciplina científica, mientras que la
ciencia se encamina siempre en la perspectiva del porvenir, de la plasmación progresiva del
propósito de la mente (tiene sentido la concepción estaliniana del arte: pertinente como
subsidiario de la liberación social 831 ). De manera que, no solamente en el frente de la
ideología religiosa sujetante ha debido batirse la ciencia, sino también en la arena del sentido
común, del arte, de las tradiciones. El mérito de la ciencia está allí, para despecho de quienes
recusan el positivismo.
831
A una obrera soviética, ejemplar, premiada en el período de Brezhnev, se le pregunta su posición frente al
arte; ella responde: “el arte debe llevar a las personas a realizar cosa mejores”. Esa es la legítima postura
estaliniana sobre el arte: instrumentar la emocionalidad (que ésta salga de su encierro per se), para mejorar la
productividad de la racionalidad (el trabajo).
524

La formación social capitalista en su cima y el flujo de los movimientos ciudadanos
(este es el sector, que representa lo que está surgiendo), quienes vienen cargados con la
bandera: “un nuevo orden social mundial es posible”, plantea para la perspectiva del género
una cuestión crucial. La técnica –su constante progreso cuantitativo y cualitativo-, constituye
recurso sine qua nom en la realización efectiva de las nuevas tareas humanas; éstas no pueden
ser otras, que las atinentes al despliegue total de los poderes de la inteligencia, del
pensamiento y la conciencia: el conocimiento. Los antiguos sabios contaban con el beneficio
de mecenas (así generaban status de división individual del trabajo), éstos –por su parte-
realizaban para sí el trabajo de terceros, en coherencia con las condiciones creadas por la
división del trabajo y la propiedad privada. En la nueva sociedad, la producción se realiza de
forma automatizada y de este modo se abastece el ser humano. Pero: ¿qué decir sobre el factor
medial central relacionado con la cristalización del sentido “posmoderno” o “hípermoderno”,
de la vida: la ciencia y la técnica? Si la fracción de “dirección autónoma” inmanente al
carácter progresivo del movimiento de la técnica se ha tornado en absoluta, esta índole de
“autonomía parcial”, se convierte en total, en definitiva, en el momento en el que la
inteligencia artificial se hace realidad (propiedad, en efecto, que promueve su autodesarrollo
–por la cual pone a su servicio a la inteligencia- el que paralelamente estimula su liberación
–y merced a la que ésta supera la barrera de su control privado y monopólico). Quiere decir lo
expuesto, que el rasgo de desarrollo autónomo de la técnica (como fuerza productiva) ha
alcanzado mayor vigor e independencia respecto del proceso social, por una parte; por otra, si
se suma a este hecho, la conducta de investigadores, que han superado el paradigma de vida
burgués, de modo que no se detenga el desarrollo técnico, una vez que la “razón de lucro”
–que hasta ahora lo sustentó- haya llegado a su límite.
Los mercaderes venecianos, por ejemplo, como reseña la historiografía oficial, fueron
los mecenas de L. da Vinci (esta filantropía selectiva, ya no simplemente esteticista, permitió
romper la determinación estructural, que sobre Leonardo, le deparó la historia); gracias a
ellos, este genio de la inventiva, de la imaginería (“pensamiento multifocal” de da Vinci), que
produjo esbozos geniales de una serie de productos técnicos –según afirman los allegados-,
los que hoy incluso se han hecho o se están haciendo realidad, pudo plasmarse como tal. Es
curioso, por otra parte, advertir cómo en tan temprana época para la humanidad –lo cual
convierte en precursor a su protagonista-, da Vinci pudo fusionar y, quizá: balancear, las dos
esferas de la existencia humana: el arte y la figuración tecnológica, cristalizada en planimetría
y maquetería coherente (se aprende o se diseña en la mente y luego el cuerpo lo desarrolla, sin
entrenamiento, como en el filme Matrix); como no ocurrió con cuanto pintor, escultor,
arquitecto, literato o compositor coetáneos, los cuales dedicaron sus esfuerzos y desvelos a
exaltar la dimensión de la simple sensorialidad, eso es, su voluntad fue gobernada por la
vacua esfera de la pasionalidad (“El ser humano en cuanto a espíritu, no es un ser de la
naturaleza; pero en tanto que se conduce como tal y que sigue los fines de sus pasiones, quiere
la naturaleza” –F. Hegel). En el personaje (da Vinci), el arte se fusionó con la insipiente
emergencia de la esfera racional y la posición de clase proburguesa; en la época de las
“revoluciones de masas”, en cambio, se ha ligado a la región ideológico-política en el
“muralismo de denuncia”, por ejemplo, en el que se ha fundido la sensibilidad y la política; en
la humanidad actual denominada hípermoderna, los rezagos de carácter en la dimensión
referida, llevarían a catalogársela como: “comunidad” de la excitación.
En el transcurso de la etapa monopólica del capitalismo, se encuentra, en cambio, con
la ocurrencia de un fenómeno similar al vivido por da Vinci, pues, las empresas
multinacionales, sobre todo en Estados Unidos de Norteamérica, financian proyectos de
desarrollo científico-técnico directa o indirectamente, o han empotrado en el mismísimo
interior de su “campus” productivo, el Campus Universitario. Se trata, en verdad, del uso de la
inteligencia en sentido sustantivo, o sea, en las esferas de la ciencia y de la técnica, en forma
diferente a cómo se hacía en el Medioevo clásico: para desarrollar la poesía, las novelas, el
cuento, etc.; direccionalidad de la capacidad intelectual, que responde a razones directamente
económicas, productivas, ligadas a la esfera de los negocios. De esa fecha procede, dígase de
paso, la significativa derivación de la esencial forma de división internacional del trabajo dada
al interior de la especie humana: las tareas intelectuales en el desarrollo de la ciencia y de la
técnica, como expresión de la demanda económica, comercial, de grupos humanos más
desarrollados en sentido material, y el activismo social a efectuarse en la esfera del resto de
las comunidades escindidas, las cuales debían avanzar el marco inversamente mercantil de la
525

nueva vida. Consiste, pues, de una analogía dada por las condiciones materiales, que la
necesidad histórica ha impuesto, como carril para el progreso de la humanidad. Empero, todo
ese proceso cesa, cuando la larga formación clasista de la humanidad se halla al término (en
estos momentos: inicios del Siglo XXI), precisamente con la crisis y derrumbe del último
sistema clasista: el burgués; en la coyuntura, todos los componentes fenomenológicos
clasistas de su rostro se desvanecen, y uno de ellos es la educación formalizada,
institucionalizada (pero “siempre es difícil la visión de una ruina”).
La tendencia media del movimiento social debe imponerse para otorgar regularidad al
proceso; y, ésta propensión es de carácter estructural. Sin base material, sin acumulación, en
una sociedad neocolonial no puede haber desarrollo, felicidad, cambio (en la coyuntura el
poder debe desplazar al régimen financiero hegemónico para provocar la instauración de una
nueva onda productiva coyuntural mediadora del advenimiento de la onda automatizada, fase
en la que la historia ha traspasado su forma inconsciente). El impedimento al establecimiento
de ciertos planteamientos de política económica neoclásica, si bien se halla destinado a
consagrar derechos del pueblo, pero su precio es bloquear la realización de presupuestos
significativos para las razones de largo plazo de la humanidad, por ejemplo: el desarrollo de
las relaciones saláriales conocido como precarización (tercerización); es obvio, que los
empresarios que se benefician de ellas, creen que con la vigencia de las mismas están
perennizando el status (así lo ven también los sectores momentáneamente perjudicados: los
rezagos tradeunionistas obreros, los ciudadanos; strictu sensu: la tercerización, la
flexibilización laboral, el trabajo por horas,…, es obvio, que se trata de maniobras dirigidas a
dar el golpe de gracia a los restos de la clase obrera, desclasada por la historia: al haber
cumplido su papel histórico, a los rezagos de la clase obrera no les urge otra razón más, que la
de sobrevivir a como dé lugar: quedan, como diría Marx, a libre disponibilidad en el
controversial movimiento de la existencia postmoderna); pero, en los dos casos: 1) el del
poder explotador y reaccionario, y 2) el de los movimientos antisistema contratecnológicos y
reaccionarios, aunque socialmente justicieros, la reflexión se presenta pequeña frente a los
sobresalientes fines cósmicos asignados históricamente por la especie a sí misma, cuales son
los relacionados con el reto del conocimiento humano.
Este –el anterior- es un hecho cardinal –debería llamarse profundamente la atención
sobre él-, pues, los objetivos de la era pasada (criar hijos, acumular riquezas, comer bien,
viajar, asistir a conciertos, acceder a los más altos y redituables niveles de profesionalización,
en suma: la estructura de componentes de este modo de ser feliz propia de la expectativa de
“mortales comunes” en la “era del petróleo”): en la nueva era, son arcaicos, irracionales,
despreciables. En la nueva era, el ser humano deja atrás estos propósitos de la existencia;
aparecen los nuevos roles y preocupaciones: reasignar sus “energías” al frente de
transformación de la ciencia en técnica y con ella acercarse cada vez más a la “verdad”. El
nuevo ser humano es nuevo de verdad, es decir, se sacude de la larga onda clasista; la
psicología en coherencia, pierde validez, y sus desvelos se proyectan al Universo (voluntad y
racionalidad –el cerebro humano en su totalidad- es el mecanismo supremo dispuesto en la
perspectiva) 832 . La participación, el empoderamiento y el nuevo sentido de la vida que en el
Ecuador propalan los movimientos ciudadanos, sentido que es visto por estos sectores en su
naturaleza simplemente lúdica, hedónica, cíclica, es una nueva condición espiritual, de
832
¿Por qué una nueva Teoría psicológica se hace necesaria ya mismo? Si esta ciencia hubiese estado
monopolizada por la concepción burguesa, liberal, idealista del “objeto”, se podría hablar de la urgencia de
instaurar una “nueva” Psicología en términos de ruptura epistemológica de clase en la Doctrina. No obstante,
en la actualidad, la humanidad está cambiando; en consecuencia, la Psicología tiene que verse con la
personalidad, con la conducta de un sujeto y de sujetos cuasi nuevos; esta materia real debe ser tratada de
modo idealista o materialista, no para que de esta lucha se esclarezca más la concepción del “objeto”, sino
para que cada paradigma avance hacia un nueva frontera, negación y superación. En similar manera la
humanidad está dejando atrás la fase “sociedad” de ella, para volverse simplemente humanidad; este
conglomerado nuevo e indiviso, debe ser tratado no con la teoría y métodos sociológicos, sino con la
concepción e instrumentos cognitivos de una nueva disciplina, la que puede llamarse “humanología” (en
verdad, Psicología y Sociología, son ciencias históricas por excelencia). Por ejemplo, una institución que aboca
conocimiento las dos esferas del saber social referidas es la familia; antes, en las familias aisladas, sus
miembros, tanto psicológica como sociológicamente, eran resultado caratereológico de dicha entidad; ahora, al
haberse ampliado las relaciones de sociabilidad, es el grupo el que define los rasgos de cada uno de los
miembros de la familia y el rol de tal célula en el conjunto, habiéndose roto los límites de sus contradicciones
internas, los linderos de su marco particular, de igual modo como las relaciones contractuales, son superados
con las de la simple colaboración y el trueque en su forma moderna.
526

carácter, en dirección a fomentar el desarrollo técnico, para no permitir su declive cuando por
afanes de dominio y acumulación –al cesar éstos- corra el riesgo de detenerse; el peligro
radica en que con la clausura del pensamiento lógico positivista, la tecnocracia y el
utilitarismo, la humanidad ingrese en una etapa de marasmo sensualista, de degeneración de
su racionalidad largamente puesta por esfuerzos como los de Heráclito, Aristóteles, Galileo,
Hegel, Newton, Spinoza, Mendeleiev, Méndel, Darwin, Marx, Maric, Planck, Leontiev.
La voluntad. Dicho sea de paso, con las debidas disculpas por llevar a otro lado la
mente y por el sentido megalómano de este párrafo, la persona que garabatea estas notas,
realizó sus estudios secundarios en un pensionado religioso católico; en dicha institución, en
el primer curso los estudiantes debían elegir pertenecer a uno de dos clubes: Andinismo o el
de los Boy Scout. “No se sabe qué ´misteriosa´ fuerza guió nuestros pasos”, puesto que a
partir de la “cuna” misma se tuvo la tendencia a rechazar todo lo que tenía sabor a mitología
(el colegio religioso puso los supuestos para la futura adscripción atea; dicho sea de modo
forzoso: muchos ateos dejarían de serlo o creerían en Dios, si no existiesen católicos,
evangélicos, musulmanes, judaísmicos, etc. y tanta mala hierba perturbadora -opio), a
ideología imperialista: su moda, costumbres, el deseo de acumulación de riqueza, etc.; de
manera que se rechazó de plano pertenecer al club de Boy Scout (a la ideología y práctica
inglesa-yanqui de un tal B. Powell), para actuar en el Montañismo. Allí se aprendió a escalar
pendientes peligrosas, a soportar los rigores de un clima adusto y el peso de la maleta
(mochila, llaman); pero firme, siempre hacia arriba aunque con lo mirada en el piso: voluntad
a prueba, pensando tan sólo en la meta y en el compañero de ruta: en el compañerismo, para
luego divisar: atalayar de las alturas de modo profundo el firmamento, como el Cóndor de los
Andes, abarcar el mundo de forma cosmopolita, total (de todas maneras, la conducta aquí,
para zafarse de cierto rubor simplemente descripcionista y episódico, debe decirse, que linda
con posturas interpretativas de toda incursión en los hechos reales, de manera que la
exposición no se trata de simple cronología o relato) 833 .
En la madurez, esta preocupación ha vuelto a apoderarse de la mente con fuerza, pues,
se busca impedir, que el hemisferio derecho se apodere del cerebro, que la lógica sea
supeditada por el sentimiento (no de los sentidos sino de la esfera sentimental, puesto que
respecto de los signos de los primeros se dice que es el producto de la simple operación de
órganos biológicos asociados a la lucha por la vida, mientas que la segunda sería propia y
única del ser humano, por tanto: histórica, social, “cultural”). En realidad, la plasticidad del
cerebro está en que cada hemisferio puede actuar de los dos modos (inductivo/deductivo); el
deber de la voluntad superior está en volver lógico a todo el cerebro. Ahora bien, los criterios
bizarros esos de alteridad (todas las “culturas” en horizontalidad), diversidad (se da
importancia a todo sin beneficio de inventario y de pertinencia histórica en la perspectiva de
la formación de la identidad futura de la humanidad), medicina natural, agricultura orgánica
(la producción agropecuaria química –sin que se nieguen problemas asociados a su naturaleza
empresarial- también ha dado de alimentar a tantas bocas), alimentación vegetariana,
recuperación de la “cultura”, otro mundo es posible (para el caso en que se recuse a la ciencia
y a la técnica 834 ), constructivismo (adivinación en el proceder), representan un enorme
retroceso en el avance de la ciencia y de la técnica, pues, vendan los ojos nuevamente de la
especie 835 . Pero también en ese sentido, es usual magnificar la parte formal del “modo de
vida”, verbi gracia: la vestimenta; empero, debe tenerse presente el hecho de que los trajes no
dependen de la “cultura”, etc., sino de su funcionalidad en coherencia con las tareas de los
nuevos “tiempos” (sobre esto los llamados antropólogos deben recorrer un largo camino de
833
En efecto, ser como la imponente Aguila Arpía: en lo alto, con la mirada prendida y la garras listas para
arranchar el nuevo conocimiento y engullirlo grueso, rápido, sin masticar, para luego proceder a digerirlo y
alcanzar un mayor contextura conciencial. Lo cual implica, a futuro, un cambio esencial en la política que ha
orientado la conducta investigativa personal: renunciar a la posición espenceriana de creerse asistido por el
valor exclusivo de la capacidad personal, para abrirse al mundo de las ideas, dejando atrás las conclusiones
sustentadas tan sólo en el esfuerzo propio (no obstante, el carácter de la “ontología” personal ha hecho que se
actué al margen de la riqueza, que la presión de otros cerebros sobre el propio produce a través de la
permanente dinamia competitiva o emulativa).
834
“La fase de la gran negación y de las resistencias estoicas -el "grito" de Holloway, los eslóganes " el mundo
no es una mercancía", "el mundo no está en venta"- se agotan. Se vuelve necesario precisar cuál es este mundo
posible y sobre todo explorar las vías para alcanzarlo” (Bensaid, Daniel. Sobre el retorno de la cuestión políticoestratégica;
enero del 2008).
835
Grupos que se desconectan de la economía global, pero al igual que viven dentro del planeta, lo hacen al
interior de la humanidad.
527

evisión de sus ideas). Un ejemplo más: no puedo, entre el Inglés y el Quichua, decidirme a
aprender el Quichua, puesto que éste es un idioma arcaico, atrasado, elemental, por lo mismo:
que presenta límites a la hora de captar y/o desarrollar la ciencia y la técnica, procesos básicos
al momento de proponerse avanzar por la senda conducente a alcanzar una mayor forma de
hominización 836 .
Tras de estos episodios cruciales, debe ubicarse la conducta de las personas mayores
es obvio, pues, no se puede dejar una carga tan importante a la juventud por más ilustrada y
atiborrada de substratos de la técnica que se hallen (lo cual da la apariencia de precocidad; por
ejemplo: hoy niños de menos de 10 años crean –adaptan, desarrollan- programas
computacionales, sin embargo no es que estos pequeños sean intelectualmente superiores a
sus coetáneos de antaño, puesto que no son producto de prácticas de mejoramiento genético;
en verdad: es la capacidad común conocida que rinde mejor, gracias a nuevos aparatos “para
sí”); en realidad, la “sociedad adultocráctica”, “adultocéntrica”, debe prevalecer. No
obstante, esa “bola de atarantados” posmodernos cultores del concepto indeterminado –en la
ocasión- de “ciudadanía”, que sostiene que en democracia debe haber oposición para que ella
funcione bien, ha invertido los papeles etáreos, pues, en México se ha puesto a los viejos
a fornicar –obsequio de Viagra a individuos mayores de 70 años-, mientras que en el Ecuador
a personas recién salidas del cascarón de la adolescencia, en el llamado Gobierno de la
Revolución Ciudadana, se les está dando funciones de pensamiento y dirección social
–jóvenes de 22 años dicen haber escrito libros y se presentan como candidatos para
desempeñarse en instancias ejecutivas públicas; sobre el mismo hecho: y habrán varios
“viejos verdes”, que se prestarán para el juego, mientras que ciertos mozalbetes lo harán
creyéndose gente madura –en estos últimos, su conducta será explicable y hasta aceptable. En
el momento actual, varias categorías que ostentaban plena y rigurosa definición como clase,
proletariado, capitalista, etc., a partir de las ciencias sociales de adscripción marxista, se han
tornado indivisas, vaciadas de rigor y repletas de vaguedad; de modo paralelo, otras categorías
seudo científicas como ciudadanía, van alcanzando concreción animadas por el curso de los
hechos reales que pone la realidad (el campo se ha vaciado de población) y la transición; otro
tanto puede decirse de ética, derechos, medioambiente...
No obstante, este punto de vista limitado y limitante sobre la historia –de acuerdo con
la concepción finisecular (dixit René Báez)- se produce precisamente en circunstancias en que
la especie se encuentra insertándose cada vez más en la fase de dominio racional del entorno,
gracias al desarrollo del conocimiento y de su aplicación directa e inmediata en la práctica,
esto es, cuando la ciencia y la técnica empiezan frontalmente a regir su vida, en que la persona
no puede prescindir de ellas. Es el instante a la vez, cuando la percepción más se divorcia
radicalmente de la modalidad viva de la existencia; el pensamiento no encuentra al ser real, y
la conciencia queda estructurada por fuera del mundo, a través del resultado que provoca el
movimiento autónomo de categorías correspondientes con pasadas formas de la realidad 837 .
836
En una ocasión se dialogaba con una mujer, muy joven, estudiante de lingüística, sobre el idioma Quichua.
Como persona mayor le decía que la intención que tienen los Pueblos Originarios de América, de reivindicar su
modo de vida, sus formas económicas y organizacionales, y de querer incluso coercitivamente imponerlas,
basados en los conceptos de identidad, diversidad y resarcimiento por el atropello europeo, no era un criterio
históricamente edificante. Ella hizo notar, que el idioma Quichua, como el resto de lenguas orientaloccidentales
eran tan arcaicas, que solamente consistía en sonidos (fonemas), que no tenían ninguno de ellos
sus formas escritas (grafías), sino que habían prestado el abecedario al Español, al Inglés o al Francés (los
rusos, los chinos tienen sus propias grafías y simbologías). Se estuvo de acuerdo, que el Inglés es el idioma de
la ciencia, de la técnica, del positivismo, del mundo espiritual del futuro. En efecto, tales lenguas vernáculas no
tienen grafías propias; y, lo que viene siendo hecho más importante, su lenguaje es soporte de una “lógica” muy
simple: la Oriental. Si en la actualidad los movimientos que se corresponden con los llamados “pueblos
originarios” han alcanzado importancia, se debe a que han actualizado su cosmovisión con los planteos de la
“lógica” Occidental.
837
En el período medieval, el insigne religioso y mártir de las hogueras en la Inquisición: Giordano Bruno,
designado por la Jerarquía Católica, para que sacara del aprieto en el que pusiera a la concepción religiosa
cosmogónica, la recusación al modelo ptolomeico del Universo por parte de la nueva Cosmogonía formulada
por el gran Nicolás Copérnico (la Iglesia Católica –dicho sea de modo incidental- últimamente ha pedido
formalmente perdón por las lesiones de lesa humanidad reiteradamente perpetradas contra el género por ésta;
pero no ha sido valiente en reconocer –Ella sabe por qué- aunque sea de palabra el crimen cometido contra
Giordano Bruno; de modo que la maledicencia y la hipocresía quedan en pié), incluso apegándose más
estrechamente a los postulados bíblicos, descentró la concepción del mundo: el sistema solar al que pertenecía
la tierra, no tenía como pívot a ésta; por el contrario, el planeta: era, tan sólo, un punto más en el “espacio” y
no su referencia escatológica. Kepler, Galileo, Newton, Einstein (Mileva), Sagan, Hawking, Penrose,…
528

Mutatis mutandis, la “sociedad” de “500” años en el futuro, mirará apoltronada en Júpiter, su
adorable llacta, su caverna: la tierra, y rememorará con gesticulaciones combinadas de ternura
y reproche, el cúmulo de disquisiciones neovizantinas y pro escolásticas, desatadas hoy (“día
del Señor”, agosto del 2001) con motivo de los avances de los procesos de clonación humana,
según los intereses que tienen sobre la técnica, precisamente quienes han hecho de esta
última, uno de los mecanismos de su salvación (según Discovery Channel, se especula que
Marte es planeta ideal para colonizar en el presente siglo, puesto que se dice que el mismo
cuenta con los recursos necesarios; pero: ¿para qué terraformar Marte?; ¿para que las
mismas porquerías que hace la cúpula del capital estadounidense aquí, se hagan allá?;
absurdo: Marte o cualquier otro lugar en el “espacio” tienen sentido como punto de apoyo en
el camino de realización de la inteligencia racional –“inteligencia significa perfección”). La
humanidad de modo progresivo –en ese sentido, o sea, en perspectiva neoiluminista- continúa
sacudiéndose de las escorias del pasado, de temores hipócritas y marcha con firmeza hacia la
conquista intelectual del Universo, sobre el trasbordador neoprometeico del pensamiento
colectivo virtual y cibernético 838 .
¿Cuál es el estado de la ciencia –de su objetivación pragmática- y cuál es su futuro; en
qué consiste la fase que viene para la ciencia no idealista? La ciencia madre: la Filosofía, esto
es, aquella que refleja el modo de ser del objeto “materia” en general, se halla a portas de
alcanzar su estructuración integral, es decir, la concepción científica unitaria de la naturaleza,
de la sociedad y de la conciencia (el ser humano hoy, como lo sostiene Einstein, se encuentra
documentándose, o sea, recabado información sobre estas tres esferas, luego propondrá la
teoría general del “ser”); este saber objetivo, que precisamente arrancara primero, que
entregara las guías maestras en el fluir de las disciplinas parciales, y que luego se
complementa y fija su rigor en los productos de aquellas 839 . La Cosmología (¿macro y
aparapetados –en cierto modo- sobre aquel gran hombro, han avanzado en la interpretación objetiva del
Universo, mediante la formulación de desarrollos teóricos, los cuales cada vez más encuentran su
correspondencia empírica, en la naturaleza dialéctica de los hechos (punto de vista filosófico, que yace no muy
lejos de la base interpretativa del gran Aristóteles). Respecto de Newton, es verdad que los defectos de la
mecánica newtoniana son difícilmente perceptibles al tratarse de objetos macroscópicos de baja velocidad, pero
resultan considerables e inaceptables aplicados a astrofísica y mecánica cuántica (largas distancias y
velocidades altas), allí funcionan mejor las predicciones hechas por Einstein (no obstante, también la teoría
einsteiniana se sostiene que ha entrado en cuestión, pues, en junio del 2000 se dice que Lijun Wang de Princeton
experimentalmente habría conseguido superar la velocidad natural de la luz; sin embargo, no es que Einstein se
halle equivocado –eso no modifica nada-, puesto que la velocidad de la luz sigue siendo una constante cósmica,
en tanto con aquel notable experimento lo que se ha hecho es actuar voluntariamente –aprovechándose el
conocimiento y la tecnología-, sobre una ley natural); pero las ideas newtonianas han servido de marco
subjetivo en la comprensión y en el diseño de la técnica, en la dimensión humana de la vida. Se dice, que si
Newton formuló la ley que explica la caída de los cuerpos, Einstein (Mileva) –en cambio- profundizó en el
esclarecimiento cognitivo del fenómeno: para él, la atracción entre masas corpusculares de diferente dimensión,
se debe a la “curvatura del espacio/tiempo”; lo cual equivale a sostener: la curvatura forma/movimiento de la
masa (del movimiento rectilíneo al movimiento curvilíneo), en el sentido de que la forma de la materia compacta
es la que se curva y, con ella, el movimiento.
838 El supuesto teórico debe alcanzar su determinación de existencia plena. El Universo se tomó la molestia de
existir y ¡finísh! La pregunta que sigue, luego, es: ¿por qué la preocupación del ser humano por comprenderlo?
(el sentido de la vida racional es entender el Universo, o sea, llegar a la cima de la razón, abordar el mundo
tanto física como intelectualmente). La noción más certera –la gran intuición, en la perspectiva de Heráclito y
de la conducta reflexiva de Spencer: abstraerse, en lo posible, del influjo del razonamiento ajeno- propone que
el Universo ha sido, es y existirá por siempre desplegando un ciclo permanente (pulsátil, inflacionario,
expansión/implosión, nueva expansión: Sagan, desbocado, en espiral; a fin de cuentas, todas estas
características constituyen determinaciones singulares), pues, la entropía tiene su contrario: la desentropía
(recuperación de la “energía” y la organización en un proceso superior), o sea, la clausura de un proceso en el
que se incluye la reversión, cuyo carácter advierte una modalidad de tipo degenerativo, en su estado de sucesión
de etapas de “pérdida” de energía y el todo devenido (concretización) se descompone, se recicla pasando a
integrar, a formar parte –con sus huesos desintegrados, esto es, con los componentes químicos elementales
(materia prima)- de nuevos procesos insertos en un ciclo naciente. Pero aquí –de nuevo- el modo de ser del
Universo permite exponer un límite: las leyes que lo estructuran y de las que se deriva su proceso, tienen esa
naturaleza, la cual acota la disyuntiva tan sólo a una: siempre a la operación de esas leyes (allí se detiene la
creatividad y la acción de la voluntad).
839 A propósito, los adeptos a “praxis” (la Escuela de Frankfurt y quienes niegan la pertinencia y la posibilidad
de teorizaciones abarcantes sobre procesos no humanos), consideran que la única realidad cognoscible y útil es
la dialéctica social; estas personas se mueven en los ilusorios vericuetos metafísicos de los hechos; proclaman
la “muerte de la filosofía”; para el efecto recurren a aquel pasaje de Marx en el que se asevera que “la filosofía
debe eliminarse, realizándose”. La inteligencia humana propende espontáneamente al saber total, esto es, a la
formulación de una teoría dialéctica sobre el “ser”, sobre la sociedad y en torno de la mente, en su integración
529

micro?) tiene a su haber las hipótesis en torno de las regularidades macro y microcósmicas,
sobre el origen, la estructura, el movimiento, desarrollo del Universo y en torno del fenómeno
de la conciencia; la Física casi ha agotado su itinerario, la Biología (siempre hablando en
sentido procesal) ha puesto los cimientos que explican el origen de la vida (tres “teorías”
existen sobre el origen de la vida: 1.- que comenzó en la tierra –Stanley Miller 840 -, 2.- que
vino de afuera en meteoritos como materia microscópica básica de ella, 3.- que apareció al
mismo tiempo como vida inorgánica y orgánica en la Gran Explosión ocurrida hace 13.700
millones de años –concepción de investigadores rusos). La Sociología (incluida la Historia, la
cual en modo alguno ha llegado a su fin) –según se expone (adhiere a dicho punto de vista) en
este documento-, hipotéticamente esboza el proceso de transición actual que experimenta la
humanidad hacia la robotización absoluta y, luego, hasta el comunismo automatizado, o sea,
la instalación de la fase exenta de trabajo, en la que selectos descendientes convierten –de
manera incremental- la ciencia en técnica y se dediquen a configurar de modo definitivo el
conocimiento y su comprobación (como Ulises: seguir la ruta de Orión). La Neurociencia, en
materia anatómica, fisiológica e interreferencial de la Psiqué con el entorno (contradictorio
proceso evolutivo de hominización), debe procurar la teoría del funcionamiento del cerebro,
para lo cual existen ya principios parciales, que deben integrarse (Pávlov, Rubinstein,
Leontiev, Panchout,...) 841 .
Con todo este material cognitivo a futuro, el ser humano desemboca en “súper homo
sapiens”: “tiene la posibilidad de decidir”, de “controlar su evolución”, de “determinar el
futuro biológico y el propio camino de la vida”. Eso no es posible, se dice en cierto círculo de
acomplejados escépticos, por lo que en este punto hace su entrada un atavismo de la mente en
la conciencia -¿?- (sin embargo, en círculos religiosos esclarecidos se aceptan casi todas estas
ideas, empero se antepone o se pospone la tesis de que Dios está detrás de todo; el
Evangelismo, por su parte, de acuerdo a su conducta de apego literal a la letra de la Biblia,
considera que evolución se da en sentido horizontal mas no en el vertical, para sostener lo
cual acuden al pasaje de la Creación, en el que se dice: “hagamos a las especies según su
género y al ser humano a nuestra imagen y semejanza” 842 ): el meditar directa, inmediatamente
en el ser humano, en sus evidencias, lleva a conclusiones míticas, repletas de complejos sobre
sus realizaciones futuras; pues, parece difícil pensar en un largo y espontáneo proceso natural
de formación de su saber y de su capacidad de reificación posibilitante de por medio, tomando
cuerpo –mas bien- la idea de que un prediseño inteligente, divino, es el único que puede
explicar la presencia del ser humano (“Diseño Inteligente”; seudo teoría, que lo anota e
impugna pertinentemente Andrea Skybreak). Es apropiado manifestar en este lugar, que
también la reflexión sobre un complejo mecanismo hecho por el ser humano llena de
admiración (un avión, un vehículo moderno, un ordenador,...), sin embargo, de por medio está
la operación de la inteligencia –se argüiría-, de modo que se filtraría la tentación –una vez
más- de concluir, que solamente una inteligencia puede diseñar el mundo y no la evolución
estocástica de la materia; en efecto, el idealismo religioso acomplejado –pero prepotente-
asevera: “no puede haber reloj si no existe relojero” (o, un “libro, no puede ser el resultado de
la simple explosión de un tintero”, o: “creer que el Universo fue hecho por generación
sistémica. La dialéctica del “ser” (de la naturaleza), es necesaria, de lo contrario el pensamiento y la acción se
vuelven metafísicos. La “praxis” no es un proceso que se forja en el aire; es necesario conocer la base de
sustento de la vida social para hacerla exitosa o, incluso: en la pulsión de la simple diversión, el ser humano
debe llegar a saberlo todo.
840
Se afirma, que la vida surgió en el horno de las profundidades del océano y que se sostiene por
quimiosístesis. Sea. Pero dicha hipótesis, no invalida los resultados del experimento de Stanley Miller: él
produjo los componentes básicos de la vida y esa fue, y sigue siendo, una investigación mayor. En términos más
generales: la vida (sus fundamentos) también pudo venir del “espacio” (panspermia); no obstante, esa hipótesis
no invalida la teoría Oparin-Miller, puesto que en algún lugar del “espacio” debió darse el proceso (sopa
primitiva), antes de venir a la Tierra.
841
No obstante, la Neurociencia hace práctica su intención de comprender el funcionamiento del cerebro y la
conciencia a través de oficiar una política interdisciplinaria (biología, química, electrodinámica,…); sin
embargo, pone poco interés en la Psicología y ninguno en la Sociología; de allí su frontera.
842
El ardipithecus ramidus ha dado la razón a Darwin: el antepasado común de los homínidos (“no
evolucionamos del chimpancé, tampoco el ser humano fue creado a parte del resto de seres, que el homo
sapiens sapiens es una más de las ramas del árbol de la evolución”); el fundamental paso dado por el futuro ser
humano hace 4.4 millones de años, que lo separa del resto de homínidos, es la “bipedación”, propiedad
determinada por el cambio de “estrategia” reproductiva (sexo y alimentación: acarrear y proveer el alimento
era más fácil en dos pies, lo cual permitía asegurar la sobrevivencia –Discovery Channel: documentales).
530

espontánea, es como pensar, que un huracán flotando sobre una montaña logró crear un
Yumbo 707”, y bascosidades análogas 843 ). Contrario sensu: “el ser humano es la
consecuencia de los azares de sus antecesores” (La historia del cuerpo humano;
Documentales de la BBC); y, “… a través de la evolución natural de Darwin se puede pensar
el diseño, sin un diseñador” 844 .
Si es verdad que exista tras de la estructura y funcionamiento estable del cosmos
aplicado un programa de “Diseño Inteligente”, dicho artífice (Dios), debe ser un diseñador
“del p…”: formador de patrones vitales o de un solo patrón con múltiples tendencias
creadoras sinérgicas del entorno óptimo, sobre el presupuesto de las condiciones físicas,
mecánicas, también forjadas previamente; sistema en el que cada cual (especie) busca su
propio interés (realizar su función, merced a la operación autónoma de la propiedad esencial y
específica de la que está dotado) y al hacerlo, contribuye al mantenimiento del equilibrio
estable, sostenido, del conjunto. La controversia estriba en la dificultad que enfrenta la mente
conceptuante, de dar crédito, tanto a la posición creacionista como a la evolucionista, dado
que resulta imposible abarcar con la mente o hacerse un modelo de suposición en torno a la
matriz cerebral del “diseñador inteligente”, consciente, o en la concepción evolucionista de la
perfecta producción del orden partiendo del caos por ejercicio de la ley del desarrollo material
conseguida en una amplia escala de “tiempo” (de realización de procesos). Es como querer
abarcar el sentido de los “grandes números” del Cosmos por parte de una mente simple e
individual, lo cual será posible una vez que miles de cerebros humanos mejorados
neurogenéticamente se hallen conectados en interfaz y a un centro de inteligencia artificial;
esta comprensión, no solamente que conforma la noción la noción sobre la estructura y
funcionamiento del Universo, sino que le dará la posibilidad al ser humano (inteligencia
natural/inteligencia artificial) de gobernar el Universo: de crearlo o destruirlo como proceso.
Ahora bien, Copérnico, G. Bruno, Oparín, Stanley Miller, Darwin (Wallace): verdugos del
“diseño inteligente”, de curas y pastores, en general.
En la controversia, “diseño inteligente” inconsciente (producto cronológico “exitoso”
de las leyes del desarrollo de la materia) es lo propio: acción recíproca entre propiedades
generatrices progresivamente acumulativas de cambios y el “tiempo”. Ya se cuenta con el
símil esclarecedor del hecho: el proceso de ascenso de los elementales programas
informáticos hasta llegar a los complejos actuales relacionados con las “redes neuronales” o
“simuladores de inteligencia”, los que no son más, que la agregación (evolución y salto con
sentido) de la pareja 1/2, +/-, positivo/negativo, encendido/apagado, según procesos
incrementales de la vida humana implicados en la programación informática (esto ocurre en la
naturaleza, y los protagonistas son las propiedades de la materia: polaridad, química,
biológica, inteligencia, reflejo cognoscente, conciencia). La historia, por su parte, es el
movimiento progresivo todavía contradictorio de la inteligencia hacia la libertad; esta
“logización hegeliana” de la historia: el de su conversión en esquema histórico absoluto,
permite advertir la “necesidad teleológica” del comunismo, lógicamente mediatizado, o sea,
entre lo “lógico” y lo “histórico” en el conocimiento conduce a asumir la posibilidad de
prever el curso del desarrollo histórico y de determinar el carácter de los cambios humanos ya
maduro en dirección al régimen de la humanocovivencia, en el interior de la civilización de la
racionalidad frugal.
En la realidad de los hechos: no hay Dios antes del Big Bang; por el contrario, la
materia está creando a Dios a través del desarrollo del ser humano: el Universo viable
concreta su movimiento óptimo con la transformación del ser humano en Dios (la conciencia
843
Y fue efecto –en un sentido- de la generación espontánea, luego de lo cual los hijos provendrían de los
padres_-Darwin-Redi. “La vida es un juego de probabilidad”. Sea. Ahora bien, este juego y esta probabilidad
deben ser sometidos por la inteligencia.
844
“Si se encuentra con una piedra, se concluirá que siempre estuvo allí; pero si se topa con un reloj, se dirá
que hubo un diseñador; una planta, un animal, un ser humano, luego, debe tener un diseñador”. Convincente
silogismo. “Teoría” del “Diseño Inteligente”: ideología anticientífica, no seria, que actualmente -2010- hace de
las suyas en Sao Paulo; “… lógica simple, que propugna resolver la cuestión en torno a porqué está el ser
humano aquí; se responde: ‘porque hay un diseñador inteligente’”. “El ejemplo ilustrativo es el de la ‘trampa
de ratón’: si no se une las piezas, no sirve”. Sin embargo, la vida se generó a partir de la condición inorgánica
mediante la presencia de múltiples transiciones; y, la diversidad ecotípica tendría efecto de generación propia:
“las variaciones favorables tenderían a perennizarse”; con la teoría de la “selección natural”, Darwin le
propinó un golpe de muerte al creacionismo (en realidad, el gran Charles Darwin fue el enemigo más letal del
creacionismo: cuña del mismo palo).
531

del ser humano, en su pleno despliegue como concreto universal, absoluto, como todo de
pensamiento de la humanidad: es el llegar a ser y SER Dios). La circunstancia, reducida a su
mínima expresión, es aproximadamente del modo siguiente: una vez que la casualidad (el
caos, la indeterminación, la incertidumbre,...) da paso a la causalidad, que el enésimo evento
estocástico cuaja y que se fijan en él las constantes cósmicas, empieza a funcionar la realidad
predeterminada, determinada 845 ; ésta avanza hacia la producción del ser humano, y una vez
que aparece la inteligencia queda prefijada la razón: el sino ineludible de la inteligencia, que
debe fatalmente ser cumplido, salvo que un siniestro también estocástico (que tome
desprevenido al ser humano o que tenga lugar aún antes de que el género pueda capearlo)
destruya al ser humano truncándose su camino; dicho destino, inscrito en la inmanencia de la
inteligencia, es producir la teoría del Universo: convertirse en Lucifer. Su apoyo es el “Robot
sapiens” (Singularidad tecnológica). Hoy (2009) en diferentes partes del planeta, en
específicos sitios de investigación científica y de desarrollo tecnológico se están produciendo
por separado los diversos órganos y habilidades humanas de forma mecánica, robótica (las
capacidades de la conciencia y las habilidades de la conducta corporal; incluso en la nueva
producción emulativa del ser humano, pueden quedar incluidas las destrezas específicas que
detentan ciertos animales: la potente vista del águila, la capacidad de respirar en el agua de los
peses, el radar del murciélago, la velocidad del guepardo,...); estas partes, perfeccionadas por
separado, serán integradas en un solo “ser”, con lo cual se habría creado el “robot sapiens”: el
robot-persona (debe reprimirse el dislate de propender integrar la parte animal del ser humano
como componente del robot: la región de la emotividad, pues, le costará tanto al ser humano
desembarazarse de la esfera sentimental, para que algún iluso planee ponerla en un dispositivo
artificial inteligente (el dolor, el miedo, el placer, el amor); es preciso anular la función del
“sistema límbico” en la persona, para que éste se atrofie: no más miedo, no más placer: ser de
hielo). Por fin, por más esotéricas que parezcan los nuevos paradigmas astrofísicos actuales
en la moderna reflexión, los mismos se presuponen (no se intuyen; mas bien: se prejuician, o
sea, se formula recíprocas hipótesis, puesto que lo que se hace es adelantar criterios), y se
sostienen sobre el mismo principio general: las “cuerdas cósmicas” (según aseveran los que
algo entienden) = materia, vibración = movimiento (pues, materia = masa en movimiento =
energía; no obstante, esta propiedad de vibrar es el desarrollo de las propiedades primigenias
inmanentes a la masa). De modo que, como en la peroración bíblica evangélica: la verdad
sigue en pie, no hay contradicción aparente entre ciencia y revelación; Job lo dijo: el centro de
la tierra es fuego, es el infierno; pero Heráclito lo puso en mejores términos. Ahora bien, la
conducta del ser humano supramoderno, debe adecuarse a dicho objeto. Jamás lento, nada
para mañana; siempre dispuesto, con las maletas preparadas para salir, para seguir; nunca la
mirada dispuesta hacia atrás: ni siquiera para inquirir o rememorar las razones del hoy, de la
llamada identidad. Todo con totalidad claridad, excesiva, pertinazmente transparente: de
vidrio; nada barroco, de arabescos: racionalismo contemporáneo, minimalismo. No más
pérdida de “tiempo” (en sentido propio: de utilizar “energía” –vida- en otras cosas, banales,
sentimentales, preracionales); no más galanteo, búsqueda de musas, del dancing, de
fornicadera; mas bien, acelerar el paso a la meta de las metas, esto a pesar de que la
conciencia anuncie, que una vez allí debe tomarse una determinación sin alternativa: o seguir
siendo Dios o caer (a propósito, cierto interés personal por seguir viviendo se debe al deseo de
poder ser testigo lo que más se pueda en torno de la realización de lo aquí avizorado, esto es,
someter a verificación los avances probatorios de algunas hipótesis expuestas, como
insinuaciones empíricas fugases).
En el plano diacrónico: ¿qué debe entenderse primero: el cerebro o el Universo?
¿Debe conocerse el carácter y movimiento del producto supremo del proceso de la materia y
el mecanismo de su auto comprensión o la matriz de ese producto y de ese proceso? Los dos
desvelos evolucionarán paralelos, ambos se encontrarán: el entendimiento de la estructura y
funcionamiento del cerebro como base para el desarrollo de la biotecnología que permita la
integración en red de los cerebros humanos en articulación a un cerebro central de inteligencia
artificial, en su naturaleza de base para la representación de la materia llevará a la
comprensión de ella o viceversa (naturalmente, una vez que la ciencia burguesa de la
neotriada, replantee su inclinación a esquematizar el trabajo de producción de conocimiento
845
No existe el azar sino la ignorancia, o sea, la imposibilidad momentánea de conocer los aspectos esenciales
determinantes de un proceso (Causalidad y azar en la Física moderna. Bohm, David).
532

–imponer la “cuadratura al círculo”-, traspolando concepciones y métodos sin beneficio de
inventario entre los planos naturales, sociales y mentales de la realidad, como es el caso, por
ejemplo, de propender explicar la conciencia con los principios de la Mecánica Cuántica
–es admirable advertir, cómo ciertos exponentes en áreas de la Física se conducen con
impostura, cuando incursionan en las arenas sociológicas; el defecto, verbi gracia, de la teoría
de las “microfibrillas” de Penrose, efecto de avanzar de modo exclusivamente volitivo el
argumento de las propiedades generales y primarias –prístinas, puras- de la materia física
sobre su lejana, secundaria, reconfiguración compleja, en la explicación del carácter y
funcionamiento de la mente). Si el cerebro colectivo asistido por el robot, por la
neurogenética y mediante el uso de las fuerzas cósmicas, es la medida abstracta de la
contextura y modo de ser de la materia, la compresión de cualquiera de los dos será suficiente.
Al respecto, la Informática es una forma de reproducir la mente a la vez que es un mecanismo
evolutivo de comprenderla por otra vía que no sea el estudio (sincrónico-diacrónico) del
cerebro (la dificultad en dicha “empresa” radica, en que comprender el cerebro vivo a partir
de diseccionar el cerebro muerto es imposible, mucho peor en el intento de hacerlo al margen
de la sociedad y de la historia, o por el registro de la activación de áreas en su
funcionamiento) 846 .
Eh aquí el lugar oportuno para saldar cuentas con la informalidad, inmadurez y
casquivanidez de varios estudiosos de la corriente denominada “Física Cuántica”: de aquellos
que se afanan en derivar de las hipótesis de dicha cosmovisión, la aprehensión subjetiva de
fenómenos como los sociales y los cerebrales (“las partículas no se rigen por el principio de
causalidad”). La perspectiva teórica denominada: Física Cuántica, mutatis mutandis, ha
prohijado las especulaciones ideológicas más reaccionarias (ella misma tiene mucho de
expresión en ciencias, de la descomposición del saber bajo efecto de la sociedad capitalista
senil; putrefacción conspicua presente en algunos cerebros –film: Y tú qué sabes 847 ). En
efecto, ciertos exponentes que se declaran participes de esta visión (FC), ensayan abarcar
otras esferas de la realidad extendiendo sus modelos mentales y sus métodos de modo
mecanicista; problematizan gnoseológicamente al ser humano y a la sociedad, partiendo de
preguntas elementales, las que en su específico campo han sido resueltas (tornan misteriosos
asuntos sencillos, para darse aires de importancia en sus construcciones paralógicas –para
intentar responderlas según su sesgada visión-: “que la gente que se enfrasca demasiado para
explicar a Dios, el mundo y el ser humano, puede perderse para siempre”; es evidente que este
tipo de preocupaciones se ajustan al dicho: descubriendo el “agua tibia”), como si se tratase
de la primera vez que fueren formuladas esas inquisiciones, a las cuales no pueden dar otra
contestación que la demagogia (respuestas de sentido común: “el meollo de la vida es estar en
el misterio”; “el yo ...-el cerebro-... que establece qué es real, es intangible”; “las partículas
cuánticas: su estructura, posibilidades, tendencias y comportamiento, es el observador ...-la
persona-...”).
Qué se puede esperar de este frente de reflexión, o sea, de la tontería de la Física
Cuántica (de un enfoque en el interior del paradigma), el cual será presidido por el “misterio”
de su “respetabilidad”, la que postula que las partículas elementales “son tales por la mañana
y ondas por la tarde”, o que las mismas recorren en dos direcciones en el “tiempo” (¡bah!):
846
De todas formas, al cerebro cada vez se le entiende más; y, dicho conocimiento está llegando a tener orden
práctico. Cuando aprende y piensa, el cerebro reacomoda las conexiones entre células neuronales; pero, el
cerebro durante el sueño trabaja, no aprende, pues, se aprende sólo en estado consciente, o sea, en vigilia, en
contacto con el mundo y en necesidad. En la actualidad se dice que existen tabletas (Omega 3), que mejoran la
concentración y la memoria e, incluso: redefinen las propiedades de la actividad cerebral.
847
Entre las películas fantasiosas se puede situar a The Secret (se propone “un falso método para triunfar en la
vida”); toda la parafernalia reflexiva paralógica que allí se entrevé, gira alrededor de la llamada “ley de la
atracción” (empero lo bueno y lo malo se atraen), lo cual conduce a conclusiones y a acciones voluntaristas,
optimistas, de pensar que todo es posible (si no se envidia, si se propone, se lucha y se trabaja, reza el catecismo
capitalista del riesgo, la iniciativa privada y la libertad de empresa) si se atrae con la mente el producto que se
necesita, si tal demanda se la propone como objetivo, si se trabaja por él. El deseo, la voluntad, están por sobre
las circunstancias, sobre la verdadera ley de la determinación histórico-social de la realización de los intereses
(en el programa de televisión “Mitos y verdades”, que se pasa en el Ecuador en el Canal 4 –hecho raro, pues,
se trata de un instrumento de representación política del poder cuando éste lo ha perdido en los clásicos paridos
políticos de la derecha-, se impugna el contenido de dicha película como de otros, con la idea de que “las crisis
de las religiones tradicionales, ha conducido a la construcción de nuevas –trampas ideológicas-, que
pretenden demostración científica”, como es el caso de aquella que usa los principios de la Mecánica Cuántica,
esto es, la que cuestiona la realidad de la materia).
533

hacia el pasado y hacia el futuro; este criterio se analoga al movimiento de las olas en el mar,
sin advertir el elemental hecho puesto a la vista de la “percepción ordinaria”, de que el agua
es masa y que ésta se desplaza como ondas (otro tanto ocurre con el “extraordinario” ejemplo
de que frente a un semáforo en rojo un conductor se detiene y a la vez lo atraviesa, o el caso
especulativo del “gato de Schrödinger”; también el efecto de distorsión heisenbergiana de los
hechos microcósmicos por el observador que pretende dar cuenta perceptiva de ellos, sobre el
cual Einstein hace mofa). En realidad, contrariamente a lo que creen sus más entusiastas
apologistas, el conocimiento futuro sobre los macro y micro universos, negará las
especulaciones idealistas, mitológicas, estrambóticas, que hoy reinan casi sin contestación de
raigambre schrodingereanas y heisenbergianas de la Física Cuántica, de estos tótems; de aquel
saber, sobre el cual se comenta que ha sido aplicado con éxito en la tecnología moderna:
electrónica, informática, de la inteligencia artificial, etc. 848 (precisamente las fuerzas
productivas se han desarrollado en esos planos por cuanto la realidad puede ser conocida,
controlada y ordenada, y en la medida en que la misma, en su amorfidad cuántica, es el
insumo indeterminado, caótico -¿?-, para la modelización humana, y acción sin la cual no es
posible tecnología alguna).
Esta conducta, es la práctica empírica, después de haber negado la realidad del mundo
en el que se vive y del que se obtiene la base objetiva que sustenta dichas especulaciones
(“simulador holográfico” se llama al ejercicio del recuerdo –a la representación imaginativa
interna al cerebro a partir de la memoria-, a la cual se la separa de las necesidades, los
intereses y de la realidad cronológica, y en la que a la voluntad no se la menta ni se formula su
carácter); en ese acto: a la mente se le pone es estado de indefensión. Los principales
principios de los que devienen el concepto y el comportamiento lacónicamente referidos,
consideran la primacía –en la realidad- del patrón de “indeterminación” (“todas las
posibilidades existen al mismo tiempo”; así pasó a pensar el filósofo francés B. Russel: se
dejó inmediatamente colonizar por las ideas de Heisenberg) en la composición y operación de
los hechos 849 ; la afirmación del fenómeno de existencia de “realidades paralelas”; la negación
del mundo como “realidad material” (“en la realidad: hay más vacío que materia”, “como en
el cuerpo hay más agua que masa ósea y muscular”; sin embargo, parece cierta aquella
hipótesis de la Física de Partículas, que sostiene que en el “vacío” del átomo “existe un mar
de partículas virtuales”), forman un escenario que vive en la mente tal como es su afirmación
de base: la mente, regulada funcionalmente de forma química, es la que crea y organiza el
mundo (el experimento de un japonés –el cual ya ha sido refutado- de que sucesos no físicos
influyen en la conformación de la estructura molecular microscópica del agua). Es decir, la
conducta del ser humano, no es un producto cambiante de su evolución histórica (pero, por
ejemplo: en la experimentación del deseo de sexo, primero la mujer debió tener
848
Como en ese programa que pasan los gringos por televisión denominado: “Psicólogo de perros”
(entrenador), en el cual su protagonista tiene 100% de éxito en la parte técnica (cambia la conducta del perro
modificando la de su dueño), sin embargo de sostener grandes errores conceptuales.
849
En Internet se puede leer un ejemplo claro de este pensar en materia sociológica: “Frente a un conjunto de
teorías globalizadoras y aparentemente estables surge la fragmentación del saber; frente a los grandes
metarelatos legitimadores, la sucesión de legitimaciones parciales; frente a las categorías continente, las
categorías archipiélago; frente a la utopía, el vacío; frente a los discursos de confrontación, los discursos de
disuasión; frente al pensamiento duro, o fuerte, el pensamiento débil; frente al proyecto terminado, lo inconcluso,
lo abierto; frente a la certeza histórica, la incertidumbre; frente a los dogmas, la duda; frente a una perfilada
cosmovisión, un nuevo caos. Todo lo cual supone una fortísima acometida a un pensamiento
epistemológicamente conservador, que funcionaba todavía con el espíritu cientificista y los paradigmas propios
del siglo XIX -unidad de todas las ciencias, un único método científico, coronación y final de toda la filosofía
especulativa, unicidad de las leyes del movimiento en la sociedad, en la naturaleza y en la mente humana...- que,
por la peculiar historia de este país (de la historia académica y científica, además de la historia social y la
política), servía, curiosamente, de guía a las fuerzas sociales políticamente más renovadoras, que es como se
consideraban a sí mismas aquellas organizaciones marxistas revolucionarias. Hoy podemos decir que asistimos a
un proceso inverso al de la Ilustración y su afán constructor y compilador que se prolonga en todos los ámbitos
del conocimiento a lo largo del siglo XIX. Estamos en un momento de fragmentación del saber, de cambios tan
acelerados y de tal magnitud en el mundo que asistimos a un proceso de sistemática deconstrucción de la
configuración mental -teórica e ideológica- que hemos heredado. Presenciamos, impotentes, el estallido de la
Enciclopedia y la sistemática demolición del legado teórico del siglo de la luces. El panorama es tan
desconcertante, tan confuso y, a la vez, tan teóricamente estimulante que, con cierto tono de provocación, la
consigna del momento dada a los marxistas podría extraerse dando la vuelta a la tesis undécima sobre Feuerbach,
expresada más o menos así: los marxistas hasta el momento nos hemos dedicado a transformar el mundo, pero
de lo que se trata ahora es de comprenderlo” (Marxismo y posmodernidad. José M. Roca).
534

epresentación previa en la mente, mediante su percepción como realidad visual y hormonal;
en efecto, la necesidad se genera en el interior –estímulo primario-, no obstante, el recurso de
atención se halla fuera, de modo que el satisfactor asocia la mente con el entorno, proceso en
el cual el satisfactor se convierte en estímulo –estímulo secundario- 850 ; sin embargo: si hay
dos sexos -acto en potencia-, habrá cópula -acto real-, esto: mientras no se indiferencien los
individuos cuando pierda viabilidad germinativa la sexualidad, la reproducción humana sea
artificial, hecho progresivo del cual: es síntoma la actual homosexualidad –la “orientación
sexual”; empero, la “orientación sexual” es “desorientación” dicen los evangélicos, y tienen
razón; en realidad, la unión libre heterosexual se puede permitir, aceptar, promover, tolerar,
ser indiferente ante ella, pero la homosexualidad no, viola –o es una aberración- una ley
natural).
Esta argucia, se intenta tapar con la reflexión sobre tres mentes integrantes del ser
humano: la una, es inteligente y gobierna el cuerpo; la segunda (aura), procesa las relaciones
con el entorno inmediato; y, la tercera, recepta y administra las radiaciones que provienen del
Cosmos, y que son las encargadas de mantener las diferentes formas corpóreas de la vida. Es
verdad, que una nueva forma de Medicina (incluso más efectiva que la clásica) puede hallarse
del lado de la manipulación de la materia para incidir en el tipo de organización y, por tanto,
de operación de la materia (aunque la aseveración parezca redundante), cuando esta última se
halla descompuesta, enferma, es decir, desorganizada o adversamente organizada (utilizar
ondas para curar cierto tipo de cáncer de personas específicas y en forma remota, por
ejemplo 851 ). Esto es técnicamente posible y, además: sencillo, una vez que se conoce el
mecanismo, y no hay misterio cuántico (cuéntico) alguno en ello, como es interés –para darse
aires de importancia, para formar su mercado, o por pugna insana con la Medicina Clásica-
ponerlo por ciertos médicos esotéricos (los cuales dicen, que están rompiendo esquemas;
ruptores de esquemas éstos, que sin embargo mantienen como centro de sus especulaciones
cínicas, la creencia en Dios –“deben haber otros planetas en el Universo, porque no creo que
Dios haya desperdiciado materia”: Eureka, sesuda conclusión). Pero decir, que el efecto
específico depende del tipo y de la longitud de la “onda de energía”, pasa a ser un cuento
idealista, deísta. La onda es un tipo cíclico de movimiento de la masa y su intensidad no viene
dada por la “energía” (esta realidad, hecho o noción: ¡no existe!) que tenga, sino por la
velocidad de desplazamiento, de su acercamiento o alejamiento retardado o acelerado, el cual
es el producto de la propiedad (y de otras) de atracción o repulsión de los cuerpos.
La descripción de la estructura y de la fisiología (la operación biológica, química y
eléctrica) del cerebro, no dice mucho sobre él. Las neuronas corticales separadas (su
contenido), no constituyen la conciencia. Esta, es –mas bien- la cualidad que aparece en la
conjunción de todas las células neocorticales (y de todo el cerebro como tal, puesto que varias
zonas de éste proveen la conciencia del estado orgánico del cuerpo –parcial autoconciencia),
las cuales, en la evolución histórica del individuo, participan en su formación, en el marco de
la experiencia social, la que vive como tal en sus relaciones con el medio y los intereses, pues,
una imagen del entorno ingresa a la mente en su reflejo directo, luego ésta es retocada por la
visión subyacente (no por la reacción emocional frente a ella, puesto que el ser humano no es
un simple animal). Además, en el ejercicio ideológicamente consciente de la vida entran a
operar el “mecanismo de censura” (de inhibición), la represión, la voluntad (con ella se regula
la producción de “péptidos”). El desarrollo de la vida y la operación del cerebro –en el
modelo de Física en referencia-, se dice que se encuentran motivados por el movimiento
orgánico del cuerpo, por la compleja operación multihormonal (también, en esta Corriente,
850
En una rencilla en un país de Medioriente (“atrasado”, en ese sentido) entre una mujer que desea liberarse
descubriendo su cuerpo a la usanza de Occidente y una persona masculina, que no se opone a dicho interés,
pero que aduce que el “físico” de la mujer induce al deseo, el individuo sugiere que para que no sea degradada
en las calles por los degenerados morbosos, ellas deberían esconder sus encantos. La mujer, claro, y otras
formas de percepción, no admiten tal concepto y la solución que de él se deriva; empero, si las mujeres taparan
todas sus voluptuosidades: “ojos que no ven, corazón que no siente”. Ahora bien, no es el individuo en que con
su conciencia se hace la idea del mundo, sino que es la realidad en la que se desenvuelve el individuo, la que se
representa en su mente. Esta modela la conciencia, y la idea transforma el mundo, capta esa transformación
prerepresentada y la fija como tal con adecuaciones. Cuando el perro se acerca a la perra en celo, “el olor le
dice a su cerebro qué hacer” a través del efecto hormonal (unas hormonas estimulan la producción de otras).
851
La tontería de esta especulación es tan grande, que incluso se sostiene, que la incompatibilidad sexual se
debe al choque de “ondas de energía” contrapuestas; no se tiene en cuenta por parte de estos doctos eruditos,
que estas “ondas energéticas” son, nada más, que hormonas, o sea, masa original (electromagnetismo), que en
su combinatoria múltiple ha tomado determinado tipo de propiedades del orden: “repulsión”.
535

como en el folclorismo del “sumak kausay” y del ideario de la izquierda Light, se magnifica el
poder de las emociones), tal afirmación –no obstante- raya en el misticismo (da pie a la
reemergencia y sustentación persuasiva de este atavismo de la mente), en la creencia de la
“teoría” del organicismo como determinación de la conciencia, de la personalidad y del objeto
de la existencia.
En relación con la respuesta sobre la razón de la presencia del ser humano en el mundo
(como la Doctrina en cuestión debe hacer referencia, por fuerza, a la coyuntura histórica en la
que se encuentra la humanidad, para atemperar su visión del sistema capitalista
sobremadurado, como concepto de él se sostiene: “la cultura sigue un patrón erróneo”): una
persona –se arguye- “es un Dios es gestación”; empero, la aseveración: tampoco es pertinente,
en la medida en que la conclusión se halla bajo el influjo de efectos provenientes del
individualismo sociológico funcionalista, pues, es mas bien la humanidad entera la que se
encuentra en proceso de conversión en Dios cuando las masas cerebrales aisladas se integren
en una verdadera y única mente humana de superlativo grado de desarrollo. Se deja entrever,
por tanto, en las operaciones mentales anotadas, el simple traslado de las propiedades de un
nivel de la realidad (la subatómica) para pretender elucidar, con el recurso a la capacidad
cognitiva inmanente a dichas categorías, otro plano de la misma, en el que existen nuevas
propiedades como efecto del desarrollo de las anteriores: características predecibles,
determinadas, que constituyen el orden natural humano. Por tanto, según esta concepción de
los hechos, podría decirse que un muerto: no está muerto; o, que este muerto es tan sólo una
posibilidad, una tendencia, que está en varios lugares a la vez, esto es, que no está
descomponiéndose, reciclándose 852 .
De manera que, en la conducta cognoscitiva deduccionista de ciertas mentes
supuestamente probas y a las que sería injusto mancillárselas con sombra alguna de sospecha
sobre su parecer, pues, actúan aparentemente al margen del poder y de las pasiones mundanas,
se advierte la manía de pretender producir conocimiento de objetos/procesos de la realidad al
margen de su caracterización epistemológica específica y de su postrer transformación en
concreto mental a través de la generación de su propio concepto; los señores, mas bien, son
dados a extender el saber (las leyes generales de la Física Cuántica, en este caso), sobre
hechos que tienen naturaleza completamente diferente, para cuyo efecto deben recurrir al
ensayo de una serie de vericuetos, laberintos y acomodaciones voluntaristas logicistas, a fin
de conseguir que calce la realidad en las deducciones a priori. Es como si con el concepto de
“formación económico-social” (categoría del “Materialismo Histórico”, que –por otra parte-
nada les dice a ciertos sicofantes) se intentara la aprehensión mental de las diversa
estructuraciones atómicas; o, si con la categoría “mercado” y las leyes de “oferta” y
“demanda”, alguien se propusiera entender el átomo: protones = producción, electrones =
consumo, atracción/repulsión = regateo. Frente a la soberbia, suficiencia, exceso de seguridad
personal y de gala oracular que se transparenta: ¡cómo hacer entender a estas personas, que se
encuentran perdidos, que frente a otros ojos están haciendo un papelón! La perspectiva en
juego, es ecléctico-idealista; termina rescatando los viejos mitos de la creación, del sentido
(contrariamente) preestablecido de la vida, de Dios, nada más que barnizado de un supuesto
fundamento de garantía de cientificidad en los resultados de la experimentación, para
oponerse soterradamente al objetivismo materialista (“… según sean los intereses de clase
varía substancialmente la cientificidad de las llamadas ´ciencias humanas´…”: unas para
propender la liberación, otras para la vigilancia, la productividad, la adaptación); en una
palabra: el paradigma consiste, pues, en la mezcla burda de posiciones epistemológicas de
“idealismo subjetivo” con “idealismo objetivo”: racionalismo/empirismo (desgraciadamente,
la “Teoría de las Supercuerdas” también está siendo especulativamente manipulada con
propósitos anodinos, pues, sus principios –los cuales reclaman su desarrollo conformativo y
de confirmación- se cree que pueden ser utilizados para mejorar, optimizar y maximizar la
operación de la esfera sensorial, en orden de volver más placentera la existencia: ¡qué
disperdicio!).
En el hilo de la reflexión inicial, si la ciencia ha dicho ya casi todo lo de sí, resta
completar el conocimiento en sentido multilateral: estructurar la “forma de conciencia”
científica mediante la conformación de la “formación ideológico-teórica” total (articulación
de las hipótesis de la Cosmología –“universo material”-, de la Teoría Humana –“universo
852
En otro lugar en este documento, se ha expuesto una forma de compresión seria, objetiva, de la psiqué,
sustentada en la poderosa reflexión soviética, sobre el hecho cerebral.
536

social”- y de los supuestos sobre la conciencia –“universo ‘cerebral’”-, lo cual implica
realmente detentar los rudimentos de la “Teoría del todo”; no obstante, de las tres, tan sólo la
“Teoría humana” se halla plenamente desarrollada y “probada” -he ahí porqué la historia no
ha llegado todavía a su fin); las otras dos se encuentran en estado hipotético, debiendo
transformarse en objeto de integración y de probación; pero, sobre todo, el deber es “traducir”
en hechos concretos los conocimientos (su transmutación en substratos tecnológicos), de
modo que sea factible convertir –por ejemplo- a la Física Teórica en Física Objetiva (también
en materia de “Psicología teórica” debe darse dicha conversión, eso es, de la inferencia
materialista, en torno de la estructura y funcionamiento del cerebro, de las funciones nerviosas
superiores, de la conciencia, hacia su sustancialidad) 853 . Sobre el cerebro en particular, está
exigido estudiarlo y comprenderlo en funcionamiento: cuando el ser es consciente (sobre todo
en estado de vigilia; el ser humano entenderá el cerebro –la operación de la conciencia-
mientras lo produce artificialmente, esto es, cuando crea inteligencia artificial humanoide en
conflicto con las complejidades del entorno social y natural), pues, la conciencia es “una
propiedad de la materia cerebral del ser humano en movimiento” (E. V. Shorojova:
Fundamentos fisiológicos de la conciencia), esto es, no es una propiedad de la materia
únicamente, tampoco es una forma de movimiento de la materia tan sólo; por el contrario: su
poder es la resultante de la fusión de las dos, es decir, la cualidad de la más alta forma de
organización de la materia en su movimiento como forma superior (estructura y proceso en
desestructura intemporal), frente a la necesidad de acomodar –transformarlo y entenderlo- al
ser al mundo: al cumplimiento de su misión; o sea, elucidación del órgano en sus funciones
parciales: desarrollar la ciencia, la técnica, superar las contradicciones humanas internas, y en
su rol general y definitivo: realizar el objetivo supremo de volver racional a la materia (misión
cumplida y paralela experimentación de una felicidad racional, o racional felicidad).
Mientras tanto, la existencia real, pequeña, cotidiana, en la “aldea global” (McLuhan),
abre la perspectiva de retorno a vivir de modo natural: acceso a los productos (o a los
problemas de su carencia permanente), a los servicios, a la solidaridad, a vivir bien –por el
momento- (en este nivel social no se piensa sobre el sino de la ciencia; poco importa que la
ciencia esté llegando a su meta, que ésta concluya, que esté acelerándose vertiginosamente el
progreso de la “tecnología”, en tanto la curiosidad, la investigación, no pueden detenerse, sin
que cese, que concluya la vida). Para el efecto, ciertos procesos se hacen presentes, se
reinstalan en la vida: el cibersexo, el nudismo, el uso del cuerpo como lienzo para el arte: el
tatuaje; la anatomía como receptáculo de todo tipo de bambalinas, reminiscencia de los
Mayas, de los Shyris, de los Incas, de los Huaorani. Mas que formas de “expresión ‘cultural’”
citadinas registradas en la era de la posmodernidad, las pinturas que ciertas hordas de
mozalbetes desadaptados realizan en las paredes de edificaciones públicas y privadas (otrora
las paredes eran legítimamente “el periódico de la clase obrera”) son la expresión de mentes
juveniles desviadas, mal ocupadas de quienes no saben a qué destinar la existencia y la
desperdician perpetrando daños (antes, los jóvenes trabajábamos colaborando con nuestros
padres en la formación del fondo de recursos necesario para la reproducción familiar; hoy, del
mismo modo que se aplaude la homosexualidad, que la mujer se incorpore a las Fuerzas
Armadas o a la Policía, se censura a personas que no aceptan las majaderías de guambras que
hacen porquerías por no ocuparse en trabajos verdaderos, con la expresión “mente cerrada”).
Pero el arte también se acomoda a los deseos del mercado, renunciado a su aparente
inocencia neutral, puesto que debe hacerse por su intermedio economías para sobrevivir.
Desprevenidamente se practica el sexo en grupo en el marco de formas reprochables –por
parte de las generaciones actuales- de promiscuidad; tienen presencia también los actos de
sanción colectiva sobre conductas humanas recusables, que cada vez más proliferan como
853
En noviembre del 2001, el presente trabajo se hallaba concebido en sus trazos principales; problemas con el
editor -¡bah!-, lo han mantenido en el anonimato hasta el 2007, fecha en la que se vislumbra una posible
edición. El señor Físico Franklin Erazo (persona versada en tópicos cosmológicos y al que se debe la
ilustración en las materias que al respecto aquí se tratan), finalmente le proveyó al autor de este material un
documento pertinente (el libro: “El fin de la ciencia: los límites del conocimiento en el declive de la era
científica” de John Horgan, publicado en 1998); ese aporte llegó “tarde” (pero sirvió), la razón puede deberse
a que o bien el señor Físico deseaba saber hasta dónde avanzada solo en la reflexión o a que en alguna
conversación sostenida con él quizá se le hizo saber, que el trabajo esperaba hacérselo prescindiendo, en lo
posible, de reflexiones ajenas. El citado documento se tuvo ocasión de leerlo recién en octubre del 2007; al
hacerlo, se descubrió una impresionante coincidencia en torno de las problemáticas tratadas (obviamente,
salvando la línea divisoria de la “visión” de clase).
537

“shows” en ciertos canales de televisión y que mediatizan al Derecho Positivo y a sus
instituciones (últimamente, los “reality shows”); y, se ve de modo muy normal la agresiva
reemergencia del pensamiento intuitivo-eticista-filosófico: el Yin y el Yang, las Armonías
(como efecto del cansancio que ha producido en todo el género, el exceso de racionalismo
tecnocrático, pragmático, asociado “a la obsesión posesiva, a la concentración extrema de la
riqueza, a la extenuación de recursos naturales, propiciado por las fuerzas amorales del dinero
y la ciencia positiva”; en otra “clave”, “…Spingler vaticinó… el declinar de la ciencia y el
resurgir de la irracionalidad para finales de este milenio” –John Horgan: “El fin de la
ciencia”; 1998) 854 .
2.4.2.- LAS RELACIONES ANTAGÓNICAS DE TRAFICO, COMO PRESUPUESTO ESTRUCTURAL.
Llegar a establecer en qué consiste la “misión del ser humano en el mundo”, cuando
en la humanidad “… meros indicios previos han desarrollado en ella su significación plena”,
es tarea que demanda, en la perspectiva materialista: de toda atención, del uso de la máxima
capacidad reflexiva, la puesta en operación de la entera virtud de la que está colmado el acto
cognitivo: la racionalidad, la ausencia de la esfera sensorial concupiscente, el perfecto gesto
de “honestidad intelectual”, puesto que el trabajo de detección de dicha función, no incluye
ese saber y comportamiento en el orden histórico solamente, sino en relación con el proceso
integral de la materia: entender el papel de la historia en el interior del movimiento de
magnitud universal y su retroacción en ella, pues, es evidente, que la historia está allí incluida,
como uno de sus momentos. El ejercicio, por tanto, debe ser realizado en términos
absolutamente objetivos, o sea, con prescindencia de la contaminación –en la formulación del
concepto- de mitologismos religiosos: “adorar a un solo Dios verdadero”, de procederes
pasionales y de mistificaciones –simplificaciones ideológicas interesadas- provenientes: tanto
del flanco burgués de clase, como del relativo al pensamiento del neomovimientismo
“infantilista de izquierda” aparapetado en todo el planeta (e, incluso, de los límites de
perspectiva, de los marxismos: del heterodoxo y del ortodoxo 855 ).
En coherencia con la razón esbozada, es necesario rechazar de manera enérgica, ideas
de prerazón proterva, nacidas en el frente del sistema de explotación y dominación de clase,
tanto como de las provenientes del lado de la bonachonería folclórica asociada al modelo
mental del sector del neoculturalismo (presintiendo el peligro, cierto grupo de individuos
ligado al evangelismo, sostiene, que debe asesinarse –llevarse nuevamente a la hoguera- a
unos cuantos sabios, que insisten –y en eso trabajan- en develar, en términos objetivos y
854 En el seno del pensamiento marxista se experimenta también la emergencia de enfoques subjetivoabstracionistas
ligados al sistema ideológico de Frankfurt y al neomarxismo. La base material de estas
corrientes se deriva de la llamada modernidad asociada a la aprehensión del fenómeno como colapso del
neoconservadurismo (el sistema capitalista) y del marxismo (el “socialismo” soviético de la segunda mitad del
siglo XX). En realidad, el ascenso del subjetivismo de orden empirista, se cohonesta con el crecimiento europeo
de una capa de intelectuales ligados a ciertas universidades, cuya base de sustento material de su pensamiento
constituye el paso del capitalismo de la fase productiva a la especulativo financiera y de la de los servicios (el
llamado fenómeno de la “tercerización” de la economía), la que requiere de la capa de intelectuales y
burócratas, que permita, en la época de crisis monopólica mundial, conducir tal complejidad con el recurso de
la programación global y de largo plazo (dixit Antonio Pesenti). Al disponer de ingreso estable que les permite
vivir; al no hallarse ligados directamente con el trabajo proletario o al capital como propietarios de medios de
producción; y, al ser su actividad prioritaria la cátedra universitaria (ser parte de ONG o de instituciones afines
a la investigación y al academicismo), estos sectores se han creído hallarse por sobre el “bien y el mal”, o sea,
al margen de las contradicciones reales de la vida, se encuentran, por tanto, favorecidos por una ubicación
imparcial respecto de los hechos, lo cual les cobija, supuestamente, de la condición de la objetividad. Esta
particular posición en la estructura social de esta capa por fuera de las clases (y una vez que éstas empiezan a
diluirse), los induce a renunciar a realizar un apreciación científica, que recupere el principio del carácter
regular del desarrollo humano y a recluirse en el subjetivismo de la consideración ética (“afirmarse como
fuerza espiritual por encima de las clases”) y al voluntarismo del diálogo, el consenso, la intersubjetividad, la
hegemonía, como proceso revolucionario, cuando la puja todavía es a trompones. Ahora bien, para sanidad y
vuelta a la coherencia ideológica personal, se anota lo siguiente: en el pensamiento dialéctico, el proceso
circular del Yin y el Yang no existe como norma general, sino al interior de la estructura; en la dialéctica
histórica, el proceso circular es ascendente, en espiral.
855 En la “nueva práctica emancipatoria”, no es sensato retornar a los clásicos del marxismo, tanto en la teoría
como en la política y en la práctica: Marx, Engels, Lenin, Stalin (Trotsky y el resto de pensadores y activistas).
Los principios generales de la teoría (y del método), como se sabe, por supuesto, no han caído en desuso (los
cuales deben ser objeto de “recuperación histórica”), como sí lo han hecho los particulares correspondientes
con la situación concreta; los postulados de la estrategia y la práctica, siguen el mismo patrón.
538

humanos, la verdad del mundo: ¡eh ahí la simple solución!). La ciencia positiva ha jugado un
papel revolucionario de primera importancia en el progreso de la conciencia humana: de su
desmitificación, pues, sistemáticamente ella ha venido frenando el “hacer de las suyas” del
clero y del poder, sobre todo en la época medieval; es por eso que el positivismo, ha sido y
viene siendo atacado tanto por la ideología religiosa como por la cosmovisión oriental; por su
parte, el intento del neoculturalismo por resituar a la humanidad en etapas anteriores,
inmaduras, es una aberración, que la historia no lo consentirá-, pues, las dos (el religiosismo y
el antropologismo) se hallan huérfanas de pertinencia histórico-racional.
Debe reconocerse: es el pensamiento lógico Occidental –por “desgracia”- el que
vuelve persona al ser humano; su paralelo Oriental (Yin y Yang, y los denominados Códices
mayas), en cambio, hedoniza, banaliza, le retira su esencia antropológica al homo sapiens, en
una palabra: le conduce hacia la bancarrota espiritual. Demostración sañuda del aserto: en un
programa de televisión transmitido en el 2011, se presenta a una mujer de la etnia maya
arreglada su forma física a la usanza occidental, blandiendo argumentos y comportamiento en
correspondencia (vestimenta ligera y moderna; atendida en el Salón de Belleza; español fluido
y coherente; actitud serena, acompasada con gesticulaciones, movimientos de brazos y manos
resaltantes de los argumentos; expresiones lógicas, dirigidas con convicción y trasparentantes
de autoridad;…), que ha ido a la Universidad y la cual se halla laborando en el área de “temas
de género” (sic), con elegancia reclama que no hay una política pública para la mujer en su
País; esta solvente mujer desetnizada, en el desarrollo de su discurso no hace alusión a
reclamo étnico alguno ni plantea reivindicaciones en materias de la Medicina Natural, la
identidad, de los propios saberes, los valores y costumbres ancestrales ni alude a tópicos
ecológicos; en otro lado se ve a una mujer de la misma “cultura” en el campo sometida a la
cosmovisión propia y a la religiosa católica, boba, idiota, inmovilizada en el campo dedicada
a sembrar maíz, esto es, liquidada como persona (por razones histórico-estructurales,
primeramente), desujetizada por efecto absoluto en su conciencia de la cosmovisión
hedonística oriental.
La denominada “Ufología”, el clero, el pensamiento de Oriente y la rentabilización de
la lujuria, se dirigen hacia la confluencia de propósitos: hacer “causa común” opositora, frente
al próximo establecimiento definitivo de la supraciencia (esta conspiración nada tiene que ver
con la actuación del pensamiento que asocia la sabiduría de ciertos pueblos antiguos; como
tampoco con quienes mantienen la creencia en dioses considerados superiores a los de las
clásicas religiones –aquellas deidades a las que no es posible comprender y definir, según
aseveran, como es el caso del investigador Salvador Freixedo). Las “eras míticas”, el “sexto
sol”, Pachacutic: si algún parangón racional tiene esta “sabiduría”, es frente al proceso de
sobremaduración y descomposición capitalista y con la emergencia de la “era comunista” (la
cual está a la vista), o sea, la eclosión de la fase humana superior, que propende al
conocimiento completo y racional; y, por fin: con la emergencia de la postrera etapa de
realización superior en sentido humano, de locación cósmica: de conclusión de un ciclo
humano, terreno, universal y de continuidad perpetua de la total realidad material. Cabe
preguntarse al respecto: ¿por qué los aztecas y no los Incas –por ejemplo- de modo reiterado
en su “historiografía”, hacen alusión, en su Cosmogonía, a los eclipses? Es normal suponer
sobre el hecho, que aquello se debe –como en la actualidad se sabe- a que este fenómeno se
produce –se ve- en lo que hoy es el territorio mexicano, es decir, sobre los colectivos
humanos que allí se ubicaron; de modo que no hay misterio alguno en torno del particular,
como tampoco que ese importante saber precientífico provenga del contactamiento con
Prometeo extraterrestre alguno, o que responda a factores asociados con la superioridad del
Azteca frente a otros pueblos precolombinos (es decir, sobre otros productos espirituales, que
ha generado la inteligencia asociada, en los diversos planos geográficos –las mal llamadas
“culturas”) 856 .
En lo tocante con la aseveración última, para que no quepa duda se sostiene: que hoy
se conoce que el ser humano viene de la “Eva mitocondrial” (de la Madre negra africana), por
856
Aun en el presente se mantienen sentimientos contra humanos de diletantes capitalistas en dicha materia.
“Una persona que está arriba, ve más que la que está abajo y puede decir mucho, pero eso no significa que sea
más inteligente”. “Ud. es más inteligente que una cucaracha: ¿ha intentado explicar a alguna de ellas algo?”
Las anteriores son expresiones, que intentan demostrar, que los extraterrestres tienen una racionalidad
superior, debido a lo cual no se asoman a los humanos, dado que estos últimos no se hallarían en condiciones
de comprenderlos.
539

tanto, las distintas razas y pueblos constituyen adaptaciones del organismo humano a su
medioambiente específico: variaciones ecosistémicas (con costumbres, usos y creencias
conexas), de este ancestro común 857 . Por otra parte, su calidad de ser humano es su
homogeneidad, su identidad, es decir, el hecho de que todas estas dispersiones ecotípicas
cuenten con la inteligencia como hecho común (inteligencia en el sentido estructural, esto es,
característica particular: entendida como la base neuronal del córtex –aunque se diga que esta
afirmación sea simplista-, que permite investigar, descubrir, asociar, generar la conciencia; de
modo que en lugar de esa ciencia denominada Etología, debería abordarse una que se
denomine: Inteligenciología 858 ). De allí se sigue, en consecuencia, por sobre las supercherías
de la Antropología Cultural, que las llamadas “diversas culturas” –tal como se recalca en
varias partes de este escrito-, no son más que las distintas formas como la inteligencia –una
misma inteligencia- (propiedad privativa, indiferenciada, del ser humano y la que dirige y
define su sino “cosmológico”, divino) ha conseguido éxito en la sobrevivencia en los
distintos “pisos altitudinales” o “formaciones naturales” (como no ha podido hacerlo –por
ejemplo- uno de los parientes cercanos del homo sapiens: el nearderthalensis). Estas
formas específicas de existencia dadas de manera autárquica llamadas “culturas”, las que han
chocado en el contacto con otros pueblos y sobre las que se magnifica la diferencia, tienen
expresión en las diversas regiones de la composición del ser humano localizado: formas de
organización de su “economía” y la manera cómo se ha producido y ha hecho corresponder a
ellas (o que se derivan de ellas), el resto de esferas de su vida espiritual, que sobredeterminan
y garantizan la reproducción de la base (verbi gracia: la Ayahuasca, como alucinógeno, es
agente externo, que ingresa al cerebro y opera directamente en los centros de la conciencia y
del pensamiento, distorsionándolos y cubriendo de aparente misterio a la conducta humana;
es decir, este brebaje y otros, no actúan –quizá- sobre las secciones cerebrales que gobiernan
los órganos simples y comunes del cuerpo -sustancia blanca- de modo que a ese nivel no hay
distorsiones sustantivas).
La “conducta” que se comporta como instrumento de acumulación de riqueza, es una
forma evidente de actitud humana racional (ahora bien, solamente lo es, si se mira el hecho
conforme a la perspectiva de la coyuntura, puesto que colocada la circunstancia en la
proyección de la historia, la misma asume el carácter de función imprescindible en el camino
puesto para la realización –en el día a día- de la misión humana: crear el “otro yo” –el “yo”
conceptual- de la materia, esto es, su conciencia; ¿qué sería de la humanidad –esta inquisición
debe parecer una monstruosidad a los ojos del fijista y del providencialista- sin la juventud:
sin el modo de producción encargado de “producir la base material del mundo nuevo”, sin el
presupuesto de la racionalidad positivista e instrumental, esto es, de la competencia y de la
concurrencia capitalista?). Si se deja de lado el criterio colindante con posiciones intermedias
(colaboración y desarrollo técnico de lanza), en el otro polo se levanta, en cambio, una forma
de irracionalidad de efectos más letales para la misión precisada, mentada una vez más en
líneas precedentes: plasmar el poder de la inteligencia en el conocimiento pleno (conducta:
¡fríamente racional!); el extremo antitético al que se hace referencia, como es fácil deducirlo,
es el temperamento hedónico, circense, lúdico 859 .
En lo concerniente con la última postura reflexiva arriba consignada, ésta se plantea,
tan sólo una propuesta sensualista como cometido, razón y “filosofía” de la vida, o sea, como
objetivos frente a los cuales instrumentalizar, justificar y evaluar la existencia: una sociedad
857
El ardipithecus ramidus: "no evolucionamos del chimpancé, tampoco el ser humano fue creado a parte del
resto de seres, que el homo sapiens sapiens es una más de las ramas del árbol de la evolución”.
858
Cada grupo humano situado en la inmanencia de su particularidad y desconexión del resto de subconjuntos
humanos, ha escrito de modo aislado la historia universal en la Tierra: la historia de la humanidad; y, esto es
así, porque el ser humano tiene un elemento en común, que no puede ser olvidado o sociologizado in extremis
en su consideración y que opera esté donde esté, tanto en sentido cronológico como espacial: la inteligencia
(también las necesidades son similares y el entorno es básicamente común –es verdad, que los pueblos se
diferencian por las formas en que producen su vida, sin embargo estas diferencias constituyen etapas
progresivas comunes de la reproducción humana-; en el Universo, los mismos componentes elementales son en
todo lado); en realidad, para que los grupos aislados forjen una historia diferente, deberían ser ellos mismos
seres orgánicamente disímiles (la ideología de la diversidad, siempre será una impostura subjetiva).
859
Vista la humanidad en términos de corto plazo, de coyuntura histórica, es decir, en su fase burguesa, la
política, la revolución, la concepción marxista es lo propio; no obstante, ubicada la mirada el plano total de la
historia del género, dichos propósitos se relativizan grandemente, pues, la etapa de la febril acumulación
adquiere sentido en ella, y no es sensato el planteo respecto de su destrucción, sobre todo si no se halla en curso
la fase de organización humana alternativa o que tome la posta, que lo reemplace en términos prometeicos.
540

unida, materialmente igualitaria, solidaria, que se preocupa por satisfacer estándares no
consumistas de su reproducción diaria, de paz, de recreación, de cuidado de la composición
del aire, de la existencia (¡qué desperdicio para la inteligencia si Hegel, Marx, Newton se
hubiesen dedicado a la literatura; si Darwin, Lavoisier, Mileva, Hawking, Sagan, Penrose
hubiesen empleado su vida en la pintura, en la lectura y práctica de los principios de raíz
esclavistas de la Biblia o en la reproducción vegetativa de la especie!). De acuerdo con esta
temeraria afirmación, a la mayoría de seres humanos que pueblan el planeta, se les ve de
forma similar a cómo un viejo observa a un niño que se halla engatusado por sus juguetes: en
este pequeño ser hasta allí llega su comprensión de la realidad, sus aspiraciones, su práctica,
pues, no tiene ni la más mínima idea de los emprendimientos, del negocio, del mercado, del
forcejeo competitivo, de las “fuerzas de Porter”, de la estrategia, del atesoramiento y de la
inversión en desarrollo tecnológico. Por supuesto, un ser humano en forma individual muere
en la vejez habiendo alcanzado la máxima porción del saber de acuerdo con sus condiciones;
en coherencia, a la humanidad debe competerle concluir la estructura objetiva del saber
generacionalmente desarrollada, desentrañando las respuestas para las definitivas
inquisiciones.
El agua se empieza a mezclar con el aceite (de igual manera como “la carne es tentada
contra natura” en la homosexualidad, aberración monstruosa, que tampoco es recusada por el
neomovimientismo contemporizador, inclusivo, romántico actual; claro: la dependencia, pues,
la “ilustrada” Europa da mal ejemplo con el matrimonio homosexual y el bestialismo, o con
mensajes de sus teóricos como los asociados a los términos: “diversidad, tolerancia e
inclusión”: “alteridad” -“el mercado es una pluralidad de intentos”: dixit J. P. Feinmann–;
ahora bien, la homosexualidad también va en contra de la propia “alteridad”, pues, si bien
molesta el matrimonio homosexual que ha sido legalizado últimamente también en Argentina,
este hecho execrable es el brote del proceso indetenible de indiferenciación total del ser
humano, tendencia en la que los cultores de la diversidad, quedan al margen: la
homosexualidad masculina es debilidad de carácter, la femenina –en el polo “activo”-, es todo
lo contrario 860 ). Se pretende connotar con ello, que entre las dos supuestas posiciones
antagónicas fundamentales que dominan el espectro ideológico posmodernista, se amalgaman
en sus constructos nocionales rectores de su prédica y conducta, recíprocamente conceptos
absurdos burgueses y neorevisionistas como: lado derecho del cerebro, inteligencia emocional
(la inteligencia no está para ponerse al servicio del desarrollo de las esferas afectivas; está
para actuar en las dimensiones de la ciencia, de la política –la inteligencia emocional, el
hemisferio derecho del cerebro, en política devienen “populismo”- y la estrategia, para
sepultar la “intuición” en las decisiones humanas), inteligencias múltiples, etc., por un lado;
ciertas nociones magnificadas por la vertiente de algunas ONG coordinadas por el imperio,
atinentes al pensamiento del ecologismo a ultranza, por otro). La postura folclórica,
romántica, penetrada de la “cosmovisión oriental”, elabora la receta para atender los males
humanos mediante la inversión de inteligencia en la “construcción” de un tipo de sociedad,
con cuya sola presencia se demuestre “la optimidad del universo viable”: consenso y
colaboración incluyente, como marco de realización del “buen vivir” (no obstante, existen
aberraciones, que no se hallan penetradas de espíritu conservador nefasto: el sexo libre –la
lujuria, el libertinaje-, la desidia por el trabajo, la inculturación,…; las mismas son actos de
preparación de los individuos para el cumplimiento de otras etapas en las que está ingresando
la humanidad).
La homosexualidad masculina (genética o inducida) –por su parte-, consiste en el
bloqueo hormonal de ciertas funciones del cerebro racional (el de la voluntad) 861 ; mientras
que la homosexualidad femenina incluso puede pensarse que representa una forma de someter
a las reacciones afectivas naturales a control cuasi racional; en este último caso, dicho
fenómeno puede ser considerado un estadio de progreso de cara al status natural anterior (se
860
No sólo naturales, sociales y morales son las repercusiones del “efecto Gay” sobre la sociedad; la
homosexualidad tiene también impacto filosófico negativo, atávico, regresivo sobre la percepción humana, pues,
contradice la concepción monista de la personalidad, en la medida en que legitima la aberración de la idea que
propugna la disociación entre mente y cuerpo (dualismo de personalidad): “una mente femenina encerrada en
un cuerpo masculino” argumentan los gay, para justificar la débil voluntad para dar coherencia racional a la
relación unívoca que debe haber entre órgano y función.
861
A propósito, se acepta que la infidelidad masculina (efecto de la vasopresina) puede ser controlada por la
voluntad; pero nada se dice respecto de la homosexualidad (o sea, que la misma puede también ser refrenada
con la voluntad, puesto que ésta sí es verdaderamente pecaminosa).
541

llega a la conclusión siempre, de que el llamado cerebro emocional es sensorial y, por tanto,
animal: estos seres, sólo buscan satisfacción, no racionalidad; empero, en el ser humano estas
reacciones tienen, de modo forzoso, tinte racional). La mujer, la niñez, la juventud y la
animalidad, comparten ciertos rasgos en común: el predominio en sus vidas del cerebro
emocional (la auténtica “revolución feminista”, debe ser un acto de legítima conspiración
sobre este hecho, que ha sido fomentado socialmente y por el macho humano) 862 ; no obstante,
en la mujer: las funciones del hemisferio derecho tienen carácter consciente, o sea, operación
basada en razones. Al respecto, la forma de vestir, la pintura del rostro (conducta que la
practicaban los primeros pueblos: las agrupaciones humanas primitivas) y las frases que les
gusta oír a las mujeres y a los niños para que se sientan bien, son conspicuos indicadores del
hecho; y, este aspecto no ha sido bien estudiado (¿o es una “noticia vieja”?), por cuanto le
conviene al macho humano vanidoso (vanidad de signo invertido), sensualista, para su
provecho 863 . Un caso: la persona que garabatea estas líneas, tuvo como profesora a una
brillante socióloga: seria, recta, coherente, de carácter; sin embargo, se descubrió, que cuando
llegaba a su hogar, repentinamente cambiada frente a los adulos zalameros de su esposo y a
las niñedades de sus críos.
“Viveza de conejo”: en el año 2010, el cerebro emocional gobierna el mundo en la
perspectiva vieja, arcaica, abierta por la cosmovisión Oriental; esta construcción abstracta,
especulativa, huelga decir adicional e insistentemente, es muy coherente, pero simplona,
empirista: consiste, nada más, que en el resultado que arroja el proceso de ordenación lógica
de percepciones de sentido común; dicho enfoque se halla construido de modo totalizante y
generalizante, epifenomenológico, pues, magnifica la relación cognitiva entre ser y saber, de
naturaleza simplemente comprensiva, o sea, se recluye en el primero y más elemental nivel
del conocimiento: la descripción, el entendimiento “naturalista”, el verstehem; y, su efecto
pernicioso de mayor bulto en contravía respecto de la ruta filosófica como cometido de
sentido de la vida racional, es que el mismo lleva al sensualismo y a la pasividad. En lo que
respecta a la postura que sostiene el imperio, en torno de los poderes fácticos (“minorías
consistentes”) mundiales, de los micropoderes descentralizados en el planeta, ésta desborda la
argumentación “naturalista” del modelo mental sistémico y se recluye en el positivismo de la
“explicación” causal de los hechos, esto es, se utiliza la teoría para sustentar decisiones
operables en la experiencia de la valorización: la “teoría” de la “calidad y de la calidez”, su
dominación es emotiva. Las religiones: trabajan sobre supuestos, operan por la “fe”; este
comportamiento es instintivo, emotivo. La vida del pueblo llano está sometida a esta doble
presión: explotación-control, y por la fuerza sobre su cerebro se impone el cerebro emocional
del poder económico-político e ideológico, el cual se refuerza cuando el pobre se ampara en la
búsqueda de algo de placer y de ilusiones para sus males, en los negocios de las conocidas
válvulas de escape para el vacío de sus vidas (esto se produce muy a menudo –como es de
inmediata y fácil percepción- en los estratos de ingresos medios sobre todo en los países de
máximo desarrollo capitalista). En el plano político de izquierda, el Che sostuvo que la
“revolución es un acto de amor”; no obstante, la revolución es fundamentalmente un acto de
la razón.
Dejándose por un momento en suspenso el tratamiento del tema, no obstante
observando argumentos que se relacionan de todo modos con él: ¿es sensato, creativo,
prospectivo, suponer, que las nuevas generaciones simplemente deben limitarse a cursar las
etapas atravesadas por todas las generaciones pasadas a la manera de un mero círculo vicioso,
a experimentar similares o iguales sensaciones, en suma: a hacer lo mismo (ser niño, púber,
joven, adulto, anciano; nacer, reproducirse y morir; defender el derecho a vivir, transferir la
“cultura” a las generaciones emergentes, guerrear, hacer las paces;...), nada más que en el
marco de mayor desarrollo técnico, conforme al argumento justificatorio según el cual la
nueva existencia tenga también la oportunidad de sentir la experiencia dada por el milagro de
862
Precisamente por eso se arguye que hasta los 12 años, la persona trabaja con el cerebro derecho; a esa
edad, se dice, se produce la interconexión hemisférica, a través de la que el cerebro lógico empieza a operar.
863
En una ocasión, cuando un amigo muy dilecto de la persona que borronea estas elucubraciones: sano, serio,
honesto, fiel, de izquierda, subido de copas se puso algo altanero, se quiso calmarle llenándole de alabanzas; al
instante interrumpió con la frase: “no me de méritos que no los tengo”. Desde aquella ocasión se ha intentado
mejorar el carácter: si alguien puede sacar provecho de mí, que lo haga; en lo personal, dudo que lo haría,
pues, quedaría siempre la sensación de haber sido un cobarde (quizá por eso los empresarios esconden el
pecado de la explotación manifestando que ellos arriesgan el capital, generan empleo y realizan el gran
sacrificio muy inteligente de gerenciar el negocio)
542

la vida en un acto de repetición incesante? La intuición, el empirismo, el lado derecho del
cerebro –sea aseverado de paso una vez más-, lleva al homo sapiens sapiens a la religión, al
pensamiento mítico: a enredarse en las regiones nebulosas profusamente construidas por la
creatividad antigua, idealista y religiosa de la vida, por conveniencia inscrita en la esfera de la
reproducción de la explotación, la supeditación y el control de las conciencias 864 ; intereses
megalomáticos dados en la frase: “el mínimo esfuerzo y la máxima recompensa”, “dicho”,
éste: predecesor del eficientismo de otro de mayor modernidad: la maximización del
producto: “menor inversión, mayor retorno”. Lo que evidencia, que la cuestión es también
histórica: sólo en los últimos 300 años, en la humanidad la racionalidad, esto es, el
preeminente trabajo del lado izquierdo del cerebro –podría decirse- ha reestructurado la
composición significativa de la conciencia; es precisamente el momento en que se empieza a
pensar, como razón de la existencia humana, en metas que van más allá de la simple felicidad,
esto es, como un hecho dado no únicamente en la satisfacción de las demandas conocidas.
En mayor medida perjudicial para el desarrollo de la obra humana que el capitalismo
rapaz, parasitario, criminógeno, viene a ser la propuesta apresurada en torno de “construir”
modos de vida serenos a la manera de las hormigas, como se persigue por parte de ciertos
grupos culturalistas, entre los cuales se pone en pie el acto de impugnación, es obvio, sin
“benéfico de inventario”, de la praxis de las corrientes positivistas y tecnologicistas (el
francés Morín, es un conspicuo ejemplo de dicha recusación), las que piensan reemplazar, por
ejemplo: el PIB, por el nuevo “indicador”: “nivel de desarrollo solidario y equilibrado”
(naturalmente, este planteamiento merece ser catalogado de dicha manera, si en el mismo no
tiene inclusión estratégica la lucha de mayor profundidad a librarse al interior de la especie,
encaminada a conquistar terrenos en los que libérrimamente curse el trabajo de la inteligencia,
en dirección de la razón); esta postura, por tanto, es todavía más absurda que la presencia
pérfida del capitalismo en la senda del desenvolvimiento humano (triunfar en la competencia,
buscar en el mercado el éxito material, conferir un toque simplemente utilitarista al trabajo
emprendedor, como actos supremos de la vida). En efecto, disparatado es el sensualismo que
supedita el poder de la inteligencia inscribiéndolo funcionalmente a dicha esfera: a la del arte,
de los sueños, de la poesía (“Y la tierna tortolilla, en el viejo cárabo está...”), el ser feliz
hedónicamente, criando, cuidando a los hijos, deleitándose con las bellezas naturales:
mientras la reproducción humana siga produciéndose mediante el coito (el hermitañismo –este
absurdo- como la simple actitud contemplativa y no comprometida frente a la vida, son
formas de sensualismo, en la medida en que deniegan la esencia del ser humano: “... el
conjunto de sus relaciones sociales”). Incluso con la faceta sexual se ha procedido a producir
arte, o el arte reside también en ella, lo cual ha permitido mercantilizar la actividad estética y
el sexo en asocio; arte: en el relato, en la pintura, en las películas pornográficas, en las
demostraciones de sexo real en los burdeles. En el cine, en el teatro, se puede holgazanear
representando el papel de niños (El Chavo del 8, por ejemplo) o de adultos, pero no puede
hacérselo reemplazando al otro género sin desalinear los personajes hasta el ridículo (seres
masculinos que se atavían como mujeres). En realidad, “en la viña del Señor hay de todo”;
estos “usos” y costumbres, se denominan “diversidad”, riqueza “cultural”, creatividad (no
obstante, no puede producirse música a través del corrido de un programa informático –con la
técnica-, puesto que las artes constituyen la materialización de estados de ánimo, de
sensaciones, de sentimentalismo –los poetas son famélicos, sensibles, cabizbajos de ánimo)..
Ahora bien, la naturaleza ha creado toda la belleza para los sentidos humanos (también
para los animales), sin proponérselo 865 . En cierto modo, ella da la impresión que se “divierte”
864
“… las fuerzas de las que los seres humanos dependen en su vida diaria (es decir, las fuerzas efectivas,
terrenales) se reflejan en la conciencia como fuerzas sobrenaturales, no terrenales… La religión no es algo
innato al ser humano… Ya en siglo XIX, G. Mortillet, eminente historiador francés, sostuvo la tesis de que los
primeros peldaños del paleolítico no conocían el menor elemento de religión… Si bien hace su aparición en un
período de deficiente desarrollo de las fuerzas productivas, la religión no puede surgir en cualquier período,
incluso en el más bajo… la religión es producto de condiciones sociales en las que los seres humanos están bajo
el dominio de fuerzas naturales o sociales ajenas, reflejadas en la conciencia bajo la forma de fuerzas
sobrenaturales, no terrenales, a las que los seres humanos adoran” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista); y
sólo habrá de desaparecer cuando el desarrollo de las fuerzas productivas haya avanzado hasta la robotización,
se haya elevado y socializado el saber científico, y como resultado de todo aquello, de la cabeza desaparecerán
los mitos.
865
El concepto de belleza ¿depende de la “cultura”, es histórico, abstracto? No. Es muy concreto, viene
determinado por la determinación externa: recién cuando se ve y se percibe el color, la forma, el perfume, en su
543

inventando formas; una de ellas es, por ejemplo, los dinosaurios. Existen varias hipótesis, que
intentan explicar la desaparición de los dinosaurios (conservar algunos aspectos del software
–ADN-, que debió avanzar al ser humano)); entre las mismas se tiene: la acción de un
meteorito, la exterminación lenta y progresiva, la presencia de insectos, tal como se puede
encontrar en Internet. ¿Qué papel jugaron estos animales en el proceso de la naturaleza en la
ruta hacia el ser humano? (esta aseveración terriblemente teleologicista, emerge como efecto
de considerar, que “de algún modo” los ciegos hechos biológico-materiales trazan un camino
hacia la inteligencia y que, por tanto, todo el proceso sideral no es más que una vía “para sí”,
del movimiento material hacia el ser humano). Si estos seres fueron depositarios de un rol:
¿cuál es? Si no lo tuvieron: ¿fueron simplemente un resultado azaroso, un divertimento de los
hechos casuales, un capricho del movimiento natural? ¿Se pudo prescindir de ellos? O esos
inmensos animales: ¿jugaron una función en el proceso y en el equilibrio natural, como lo
cumplen el resto de seres vivos, como factor necesario para el advenimiento de la especie
humana? ¿Prepararon el camino? ¿Fueron un frente más de conservación de la vida, de la
estructura del ADN, hasta entonces desarrollado? También en la existencia humana hay seres
que como otros de ubicación inferior en la escala evolutiva animal, son el “duplicado
genético” que asegura la permanencia de la vida inteligente, puesto que en sus células
germinativas (madre) en el ADN se contiene instrucciones para que se generen las células
nerviosas del neocórtex, de las cuales echar mano de presentarse una emergencia; es decir, en
la especie humana cada individuo vive en coherencia con el concepto del mundo que abriga y
del rol que se apercibe en él, aspecto que tiene a la estructura y a la historia como
determinación previa; así debe vivir, de ese modo debe morir.
Si se pone la monta en la primera hipótesis, los dinosaurios no jugaron papel alguno en
la creación de condiciones para la emergencia de la humanidad, por lo que la naturaleza pudo
prescindir de su existencia; en los dos últimos supuestos, en cambio, se puede colegir, que los
dinosaurios operaron como el resto de animales por un período determinado, es decir,
interviniendo en la conformación del sistema natural y en su proceso de movimiento
equilibrado; en los casos de citación inmediatamente arriba, dichos animales, no solamente
que jugaron un limitado y circunscrito papel en la historia natural, sino que además su
existencia tiene “sentido” en la vida de la especie humana, pues, durante un lapso preservaron
dicha forma (“Si los dinosaurios no se hubiesen extinguido, el ser humano no estuviese aquí”.
Perfecto. Pero: ¿qué papel jugaron en la progresión de la vida, se insiste? ¿Fueron un
accidente, coherente con la fracción de indeterminación, que también abraza a la vida,
participando en el eslabonamiento de seres, que intervinieron en la cadena de equilibrio de la
vida de ese entonces? Fueron un accidente: ese su sentido indeterminado; sin embargo,
preservaron la vida: ese el carácter determinado de su presencia, necesaria en dicho orden).
Toda cosa, todo ser, todo proceso por más nimio que el mismo sea, tienen sentido “sí y sólo
si” los mismos se encuentran dirigidos a sustentar a la inteligencia, o sea, al ser humano (de lo
cual se colige, que la presencia de víboras, erupciones volcánicas, o meteoritos que dañen la
tierra o al ser humano directamente, tienen sentido perverso, en forma metafórica se diría: que
es la mano del demonio, que busca frustrar la obra de Dios). En sentido propio, la inteligencia
abre camino mientras avanza, produce y reproduce el vehículo sobre el que se mueve, con la
orientación de la Ley que promueve la continuación de su expedición: el espontáneo salto de
etapas inferiores hacia las superiores; ahora bien, la deducción lógica le permite no perderse,
no alejarse de la ruta: la razón deductivo-inductiva, se ubica como tendencia en el mar de
contratendencias azarosas (incluso a su interior la humanidad agresivamente se constituye y
reconstituye: ese su motor, su carácter “lábil”: la humanidad se estructura y se desestructura a
la “temperatura” de la existencia material). De manera que se llega a una conclusión crucial,
en extremo antropocéntrica pero real: en este mundo el ser humano da sentido a todo, incluso
a la Materia misma (Hegel: “lo que existe es la idea”).Y: ¿qué respecto de la belleza humana?;
los guapetones y las reinas de belleza: ¿será un mérito haber sido dispuestos por la naturaleza
para que prolonguen con mayor oportunidad la especie?
La mayor proporción de estéticas en la actualidad se hallan asignadas íntegramente al
servicio de la conquista, del amor, del sexo, de la procreación, o sea, una conducta racional,
consciente, puesta a merced de la realización de una ley natural (racionalidad inconsciente): la
sostenibilidad de la especie (producir nuevas unidades básicas de pensamiento); pues, ante la
orden, de una flor, se aprecia y se accede al concepto de belleza; algo similar ocurre con la mujer. La belleza
interior es un mito (es racionalidad).
544

elleza de la mujer –y viceversa, debería decirse- (que es lo mismo afirmar: a la máxima
trampa de la naturaleza): no hay racionalidad –todavía hoy-, que se le resista. Un elevado
porcentaje de miembros de la humanidad da por hecho muchos supuestos en su esfera mental,
sin siquiera ponerlos en cuestión; tales son los casos –entre otros- de la existencia de Dios (se
está tan convencidos, que dicha presunción es verdadera, que tal creencia se extrovierte como
simple reflejo condicionado, automáticamente en todo momento, lugar y circunstancia). Por
tanto, el sexo, la diversión sensorial o el amor son percibidos como indicadores de la llamada
“calidad de vida”, y el arte: su producción o expectación, como norma de existencia. Sin
embargo, la totalidad de las esferas citadas comparten el carácter de monstruosidad, una
aplicación indebida de “energías” de la vida en supercherías; en dichas esferas al ser humano,
por lo general, se piensa verlo como colmado de méritos, como ser y conducta dignos de
realce, de celebración, merecedores de estudio y devoción, puesto que son “actos de buen
comportamiento”, los cuales deben pasar –además- a ser registrados con orgullo en los anales
de la historia. No obstante, la diversión de los sentidos puede ser vista también como
inteligencia, “energía” y acto, que se acomodan –por ejemplo- para adueñarse de pertenencias
ajenas, en las que el ladrón hace una evaluación positiva de lo logrado en el exitoso acto
delictivo, hallándose impedido de ver paralelamente (el marco burgués de vida le impide en
este caso), que en lugar de aplicar todos esos recursos en trabajar honestamente, lo ha hecho
para el despojo; así ocurre con el arte, con la diversión: se ha utilizado vida para el goce
(¿reparador espiritual?), habiendo sustraído “energías” de la existencia a la tarea fundamental
de producción de justicia o generación de ciencia.
Esta “actitud ante la vida” (la citada en parágrafo precedente) se convierte en freno en
el camino de ejercer todo el poder de la mente humana para cristalizarlo en la continuidad del
conocimiento hasta llegar a la cima 866 . Dos cerebros piensan en la especie humana: el
femenino, el masculino; a la vez el cerebro se halla dotado de la capacidad de reponerse en la
reproducción (de producir copias humanas); si la racionalidad fuese un estado del ser:
presente, actuante a partir de los mismos orígenes de la “persona” o del género, la especie
habría perdido viabilidad, pues, la razón habría recusado la puritana vida sensualista; “gracias
a Dios”, el ser humano cuenta con la afectividad, con la sensorialidad, con el deseo, con la
pasión (y con el capitalismo en un cierto plazo), eventos éstos, que realizan su determinación
con firmeza en las primeras etapas de vida de los individuos y del grupo; y, de ello se ha
valido la naturaleza para perennizar la inteligencia (para renovar físicamente a las “unidades
de pensamiento”). Mas, mientras discurre la existencia, progresivamente se instala en la
mente una etapa de insensibilidad frente a la belleza, ante la “cultura” y emerge una actitud
antiingenua neobarbárica (¿Es posible renunciar a la “belleza de sentir”? Si lo es. Téngase
presente a las Mojas Abadesas, a los faquires, a los Monjes Lamas,...) 867 . No obstante, si bien
en la idea se cuestiona el apego hacia la belleza, dicha opinión no quiere decir, que se
desconozca, que el arte, la sensibilidad, el apareamiento, no hayan cumplido indispensable
papel en la evolución humana como hoy lo siguen haciendo, pues, la humanidad huérfana de
dichas tareas no se habría reproducido, hubiese reinado la tristeza y no habría habido
entretenimiento, esto es, “cambio de tercio” en las actividades, como tampoco recuperación
de la “fuerza de pensamiento” (“trabajadores del conocimiento”).
En el plano más personal, dicho sea en la reseña episódica, en la percepción y en la
conducta: ¿se ha producido el fenómeno dialéctico, conocido como: “el salto”? El acto de
revisión de la historia de la vida individual, permite auto advertir, que hace un par de años (a
los 48 años de edad) se disfrutaba, por ejemplo: de la Belleza del primer movimiento de la
sonata Moonligth de Beethoven 868 , lo mismo que de Schubert y su Serenata; curiosamente,
empero, esta etapa, todavía afectiva, inmadura, no produjo inclinación hacia las partituras
pianísticas (Mazurcas) de Chopin, pues, ya se intuyó, que este genial compositor venía siendo
la quintaesencia: el más conspicuo representante del paroxismo de la sensibilidad y el
866
Ahora bien, en estricto sentido, este “poder de la mente” (como mover objetos por telequinesis o
científicotécnicamente) es una ficción; el poder de la mente lo da la inteligencia; lo que se puede hacer
“inmaterialmente” es pensamiento (materia en movimiento: ondas cerebrales), instrucciones electroquímicas y
movimiento.
867
La evolución social rompe el status mental plenamente afincado en el ser, que se expresa en la frase: “las
ideas hace tiempo que están hechas en la cabeza”; es tarde para tratar de redefinirlas.
868
Siempre se estuvo confundido sobre la idea de que el primer movimiento de la sonata Claro de Luna era el
Ave María de Gound o de Bach, cuando en realidad Beethoven había escrito música en honor de una hembra
real.
545

omanticismo, por tanto: que al hallarse gobernado por los sentidos, se constituía en mala
influencia 869 . Hoy: no atrae ya nada de eso. ¿Será la edad o un error de funcionamiento
cerebral? (para los cultores del arte, de la sensibilidad, del amor, de las caricias, de los
piropos, es posible que este diagnóstico les convenga). O: ¿quizá se deba a que se ha
alcanzado cierto grado de claridad, de conciencia holística y objetiva sobre la realidad, al
haber podido reunir de modo coherente nociones sobre Filosofía, Cosmología, Robótica,
Neurogenética, Psicología, Economía, Sociología, Politología e Historia? A decir verdad, uno
mismo se ha halado con la propia mano de los pelos hacia arriba, lográndose salir del pantano.
Ahora bien, el refrán aquel que reza: “fruta podrida, pudre a los demás”, ha sido burlado,
pues, en el presente caso personal (y también de otros, incluso en épocas pasadas) es una fruta
dañada por el resto, o sea, socializada a imagen y semejanza de su tiempo y de su grupo de
referencia (el carácter de una persona no solamente depende de su experiencia individual sino
también de la época que le envuelve; por ejemplo, en una época de cambios, también un viejo
deja de ser conservador), la que se ha auto regenerado y esencialmente separado de los casi
siete mil millones de habitantes del planeta, aunque formalmente se encuentre integrado al
modo de vida cotidiano (eso ha vuelto antisocial, desadaptado, no cooptado por la forma de
existencia común; afortunadamente, las actitudes derivadas de la noción “tolerancia” y cierta
hipocresía personal, inhiben instalarse en la condición de “paria”).
A la vez, en el planeta, al inicio de los nuevos siglo y milenio, se encuentra personas
que todavía necesitan de la esfera fantástica, de las artes, de las distracciones emotivas; de
todo tipo de entretenimiento; de las drogas 870 , para vivir, para sobrellevar la pesada carga de
la existencia; por tanto, en la esfera hay terrestres de primera y terrestres de segunda. Estas
serían –sea dicho de modo incidental- las nuevas teorías racistas: al acercarse a los siete mil
millones de individuos integrantes de la raza humana, hay que proveerles de ocupación,
entretenimiento, diversión, circo a tanta gente; gente, que se halla masivamente aglomerada
disfrutando del “espectáculo de la ciudad”: de la técnica, del show, de las hípermodernas
formas de sujetación religiosas en el marco de la economía neomercantil 871 ; mas, este frente
de preocupaciones, se hace necesario hasta que la población no se reduzca en número
drásticamente, de modo que permanezca en el mundo (excluida la población privilegiada que
haya emigrado a otro planeta, lo que ocurrirá luego, después) tan sólo un grupo de élite, el
cual resultará ser el beneficiario de todo el progreso conseguido por la especie y el encargado
de arribar a la meta, innúmeras veces enunciada: el saber absoluto (y, la Religión también
puede ser vista como una forma de entretenimiento en el sentido de que distrae y aparta del
camino del saber objetivo a la especie). La razón positiva es la determinación de todo este
proceso en la medida en que la asiste como inteligencia, que sólo es una: la racional, que es
exclusivamente de un ser: el humano; allí se halla establecido, en suma, su sentido, poder,
orgullo, audacia, incluso: su soberbia. Con la consolidación de esta esfera: presbíteros,
evangélicos, dalailamas, hare-krishnas,... serán arrasados en conjunto con la demolición
paralela de la división social del trabajo, de la propiedad privada, del trabajo, por efecto de la
automatización y de la política de los movimientos populares.
En alguna ocasión, ya remota, la práctica sexual: nada tuvo que ver con el arte, cuando
la misma, no respondía más, que a una operación reproductiva. Es evidente que el arte y el
sexo pertenecen a la esfera sensorial del “ser”, de sus sentidos, las cuales se complementan
(en el segundo caso: el coito, supedita y gobierna incluso a la propia razón); por ahí se ubica
–por ejemplo- esa música denominada Reggaetón: adolescencia, ausencia de la noción del
trabajo, híper urbanismo, relaciones sociales burguesas de producción, en realidad la estética
869
Es cierto, que en el resto de autores clásicos del arte musical se presentan de vez en cuando destellos de
racionalidad, como es el caso del “gay” Chaicovsky y su sinfonía Patética; no obstante, esta constatación es tan
sólo una excepción.
870
La adición a las drogas constituye el zenit, la concreción del hedonismo: recurrir a agentes químicos
externos, para exacerbar, recalentar el trabajo de los sentidos, alcanzar las notas más altas del paroxismo del
placer, de la red del bienestar (al igual que las operaciones especulativas, de atesoramiento).
871
En la ciudad, como se advierte sin esfuerzo, mucha gente pace, se divierte o delinque. En el campo, en la
sociedad postmoderna, de todas maneras aún se trabaja, sea de forma rústica o asistidos por altos substratos
tecnológicos. Incluso la agricultura de los insumos de la droga, constituyen trabajo: y, digno. La producción,
traslado y venta de droga, es trabajo; si se la descubre, destruye, interrumpe el proceso de elaboración o
incauta sus stock, la inversión de capos y de políticos oficiales (estadounidenses y de sus congéneres de la
semiperiferie y de la periferia) se pierde, y también muchas familias humildes se quedan sin poder comer, amén
de la reducción del aporte, que a la dinámica económica entrega el consumo de ambos sectores: de la mafia y
de los agroproductores, transformadores y mulas.
546

de los sonidos: es el caldo de cultivo de la realización de la vida como expresión erótica
(ashcurreo). La población no puede vivir sin música, del llamado “lenguaje universal”: su
presencia opera como una forma de atemperar la existencia, se declaraba cierta vez en un
“conversatorio” desarrollado entre analistas y cultores de ese y otras formas de arte, en un
programa de televisión; y: así es, pues, la gente no puede realizar su cotidianidad sin chistes,
sin circo, sin payasos o folclor. También el amor no es posible que se halle ausente en el
desarrollo de la existencia cotidiana (tanto el filial como el carnal: sobre todo este último, o
sea, esa práctica sustentada en ese fárrago paralógico sobre la “calidad de vida”,
autorrealización, crecimiento en armonía, etc., que constituye el colosal constructo montado
para su justificación, pero que si se lo desnuda: el hecho se reduce nada mas, que a un
argumento dictado por la propia naturaleza, relativo a la prevención de la vida 872 ); no puede
serlo extraño el placer 873 . El cerebro humano de casi la totalidad del planeta: no da para más;
en ese nivel se desenvuelve la vida hoy por hoy. De modo que las nuevas reales dimensiones,
que revolucionen el modo de vida del “ser social”, aunque sea bien molesto aceptarlo, están
por venir: adiós al placer, o el placer es redefinido para considerarlo como el buen obrar en la
esfera de la espiritualidad objetiva; disipación de los sueños, de los mitos; orden y verticalidad
(en realidad, en la especie: con la fertilización in vitro, con la clonación, termina la larga era
del sexo; empero, que se pierda la práctica sexual como efecto de la banalización del sexo, no
como efecto de su indistinción obscena en la homosexualidad).
Ahora bien, no sólo de la Religión proviene la trampa, la disuasión para y frente al
proceso del conocimiento de carácter objetivo (tal como registra la memoria histórica, la
Religión asesinó a sabios y a personas inculpadas de brujería; hoy a estos crímenes
perpetrados por razones ideológicas, políticas y económicas bien definidas, se los explica con
la frase: “errores de juicio de la Religión de entonces”), sino que también dicho obstáculo
tiene una de sus fuentes en el sexo; ésta es una contradicción que se resuelve con el “tiempo”
y para la cual el positivismo ha sido un factor inhibitorio poderoso, puesto que ha inclinado la
balanza hacia el triunfo del contrario cognitivo. Los deseos frenan la razón; no obstante, ésta
sabe insurgir, puesto que los deseos son atosigantes, en virtud de que ésta –la razón- es la base
del mejoramiento de la comprensión creativa y manipuladora de los hechos para que se
cumplan de modo más óptimo los propios deseos. En necesario recordar, por tanto, que para
la naturaleza el sexo sólo tiene razón reproductiva, equilibradora de su sistema (está
concepción del sexo –de su profusa práctica por fuera de su objetivo: la descendencia- es
biologicista, teleologicista, racionalista; sin embargo, la misma: no es ideológica, es decir,
especulativa, interesada, justificadora de la realización sin vergüenza de la pasión, de un acto
huero); para ciertas personas –a medida que se afianza el nuevo siglo y milenio- el sexo
únicamente ha pasado a tener sentido gustativo. En cuanto al “arte” propiamente tal: el mismo
se halla en crisis; ahora, no es que el arte europeo, el yanqui, el nipón (el del Occidente
mercantilizado) se encuentre en decadencia; pues, es el propio arte como esfera de realización
humana, que está en crisis (en el momento, se aprecia cómo ciertos diletantes del arte se
hallan haciendo todo lo posible por rescatar al arte y por revitalizarlo, sin otorgar importancia
al hecho de que las formas de la realidad que pudieran volverlo llamativo, creativo, es
probable que se hayan agotado) 874 .
872
El amor: esa monumental payasada racionalista moderna, desplegada para garantizar la reproducción y
permanencia de la especie, que hoy ha devenido en simple gesto de contentamiento del otro, en la pareja o
seudo familia.
873
Si necesito algo, que tiene un ser, interesadamente me acerco a él: compañía, sexo, formar una familia;
porque él tiene lo que necesito, me propongo cuidarle, defenderlo, asistirlo; de este modo ha nacido la
condición material para la construcción hipócrita mental de la idea sobre la “media naranja”, del manido
concepto y sentimiento denominado amor.
874
Puede tomarse como punto de referencia la emergencia de un tipo particular de folclor postmoderno
neoclásico. Aunque la persona que borronea estas líneas auto presume carecer de complejo de inferioridad
alguno por el género y de perjuicios ético-idealistas, de tener la mente bien abierta y de ser
desproporcionadamente descomplicada en materia de la inimaginable capacidad de la inteligencia, lo que le
lleva a maravillarse con los desarrollos científico-técnicos de punta y a alentar a perseguir lo “imposible”
(reproducir la vida inteligente de modo artificial, conocer y dominar la naturaleza, llegar al saber absoluto,
regir el Universo: todo lo previamente representado es la realidad que viene), si causa resquemor, que en el
Ecuador, por ejemplo, se esté reemplazando en el programa de la asignatura Educación Musical el estudio de
la Música Clásica de los Grandes Maestros por el Rock (así como el estudio del pensamiento positivista y
dialéctico y la historia nacional, americana y mundial por la Filosofía Oriental, de las religiones del
zoroastrismo,…; idea que por otra parte está bien, pues, no solamente que dicha propuesta permite ampliar el
547

El sexo: ¡es para gente mentalmente atrasada!; y ahora: ¡qué bonito!, sus cultores
–que son la mayoría-, se han inventado una serie de pretextos, razones y justificaciones, para
incorporar a la fornicadera como una variable esencial en la matriz de estructuración del
índice “calidad de vida” y de la realización humana. A las cosas: se las puede utilizar, pero no
al ser humano (sólo el capitalista ha sido instrumento de la historia en la transformación de
sus semejantes en recurso, y al arte y al sexo en rubros propiciadores de ingresos). Esta es una
máxima de proceder recto; mas, a la misma se la utiliza con sentido maniqueo, esto es, para
construir principios de moral justificatoria de actos dolosos. Por ejemplo: cuando una persona,
particularmente masculina, define y aplica la llamada “estrategia de seducción” con el fin de
gozar, de alcanzar el éxtasis con una persona a la que se la considera objeto de conquista y de
disfrute particular, éste: es un acto reñido con la moral; incluso en aquellos encuentros
llevados de mutuo acuerdo para satisfacción recíproca del sexo, hay colusión para torpedear
los dictados de la moral, pues, el sexo tiene finalidad reproductiva y secundariamente es
elemento que alegra la vida y que dispone a su detentador a conservarla 875 . Al respecto Freud
sostiene, que el amor es la resultante del desarrollo del sexo; mientras que Fromm se ubica en
la posición inversa, idealista: el sexo es el desarrollo del amor; Fromm se siente incómodo e
impugna a Freud, cuando en realidad, cosa rara en Freud: volviéndose materialista e histórico,
Freud tiene razón, puesto que primero es el sexo, luego viene su racionalización en la historia
(también se dice que el amor está en el cerebro, cuando en realidad el “flechazo de Cupido” es
verdad, pues, el factor que pone a operar el cerebro está fuera de él: la mujer o el barón). El
amor carnal se apodera de la persona, precisamente cuando ésta no está madura, aunque la
pasión se prolonga algo más; la persona joven no tiene ni los elementos de la voluntad ni los
conocimientos requeridos para dirigir la existencia por andariveles de la frugalidad, de la
razón y la sublimación; además, en la actualidad, el incremento del ocio ha encauzado a las
diversiones, al sexo, al arte, como la primordial ocupación de la vida, adheridas al sentimiento
de curiosidad, al prurito del deseo, de los que es prisionera la vida juvenil. En sentido maduro:
los sueños no son para la satisfacción de la carne como lo sostienen las religiones, sino para la
del espíritu: del espíritu científico.
El ser humano, siempre se encuentra recluido, embobado, por las fuerzas emotivas
intrínsecas, por la ideología. En sus primeras etapas, después de su conformación como homo
sapiens, el ser humano se dedica a sobrevivir y a reproducirse de modo instintivo; luego, este
ser crece vegetativamente, pues, en los nuevos estados de la existencia necesita de brazos: de
fuerza de trabajo y de una familia ampliada; a continuación se multiplica con el objeto de
perennizar sus genes, para demostrar características de sementalidad (ser soldado de las
guerras), para contar con alguien a su lado que lo represente, para tener la ocasión de sentir
orgullo de su crío. De este modo la especie se ha sostenido: las élites, merced al afán de
acumular riqueza; en otros sectores se han experimentado comportamientos diametralmente
diferentes, en atención al desarrollo de la ciencia (la pérfida tecnología y el saber positivista,
según es la censura del folclorismo neoizquierdista); la masiva población ha actuado como los
pies de este proceso. Se ha dicho, en un intento de suavizar, en la idea, el repulsivo hecho, que
todo el Universo piensa, que tiene conciencia: ¡absurdo! En la aseveración por demás sencilla,
es un elemento de la materia, una vez llegado a una fase específica de su desarrollo: el ser
humano, el que piensa por todo el Universo (un grupo selecto de la clase dominante
históricamente lo ha hecho, en referencia con la humanidad tomada como un todo); por tanto,
conocimiento sobre cómo la mente actuó y qué productos plasmó en su recodo ultramontano, y de qué manera
viven en el presente mediatizando una visión más objetiva de la vida y ampliar la conciencia sobre el “ser”
mismo, sino que se da la oportunidad y el derecho a que otras formas de ver el mundo y neutralizar el
cristianismo que a sangre y fuego fue impuesto en el cerebro amerindio). Esta informalización, esta regresión
monstruosa, solamente se torna entendible, si se asume que el arte debe dejar la escena de la vida, proceso que
tiene su inicio con la aceptación de estructuras rudimentarias como importantes de atención social formal (es la
norma, en todo caso, pues, la homosexualidad, el saber Oriental, la medicina alternativa, el vegetarianismo,
etc., han conseguido posicionarse en un buen margen de población): todo lo sagrado se vuelve profano, lo
distinguido común, lo respetable irreverente…
875
El comer es un acto de placer, empero finalmente el mismo trae aparejado el cumplimiento de un objetivo:
reponer el material gastado (“energía”, se dirá según el paradigma dominante) en el movimiento de la vida, en
el trabajo, en el deporte, en el esfuerzo. En el hacer “popó”, en el orinar, existe también satisfacción; sin
embargo, como en todo, en dichos actos privados está presente su finalidad: el expulsar residuos y toxinas
inapropiadas para las necesidades del organismo. Por arte de magia del desarrollo de las fuerzas productivas,
de la técnica, la relación sexual humana, ha mantenido su carácter y quedado como simple placer, a leguas de
su objetivo natural: la procreación.
548

es a través del ser humano que la materia se dota de conciencia; ahora bien, eso no quiere
decir, que los montes posean conciencia, lo mismo que el sol o las galaxias (sería como
sostener, que todo el cuerpo humano dispone de conciencia, o sea, que el dedo gordo del pie:
piense; tontería, pues, el sol, el dedo del pie, no cuentan con las neuronas del córtex, esto es,
de la inteligencia, de la asociación –pensamiento- de la producción de la conciencia) 876 . De
modo que sólo al hacerse presentes determinadas condiciones de factibilidad, es posible la
racionalidad (nunca más los trovadores o las celestinas).
La naturaleza ha depositado en el ser humano (con ayuda de éste), la inteligencia (por
inteligencia aquí se entiende, ya se ha dicho: el conjunto de neuronas de máxima
especialización –las neuronas mismas son ya células del nivel más especializado 877 -,
culminación de la evolución natural, que solamente componen el cerebro humano y que se
encuentran ubicadas en los grandes hemisferios, en el córtex, en el neocórtex particularmente,
siendo las únicas que gozan de la propiedad de la asociación, que permite poner en relación y
en perspectiva los hechos); pero, una vez dispuesta la inteligencia, la naturaleza también
coloca la trampa para ella, fuera de ella; con esto se quiere connotar, que la inteligencia, que
es usada para interrogarse sobre la realidad, pronto se ve enfrentada a situaciones de
espejismo, de encandilamiento, a flujos de luz enceguecedores mundanos (en su estado de
trance inquisitorio, tanto si se alcance las respuestas como si no, la persona pensante se
deprime, desespera, se angustia, es presa del desconcierto vital en algún momento de su vida,
de la dolorosa experiencia existencialista). Las personas, sobre todo hoy, cuando la época que
ha cambiado penetra y recompone todas las esferas de la vida, en la que quedan en el aire el
grueso de ideas en cuanto emergen nuevas inquietudes volviendo controvertida toda la esfera
del pensamiento, necesita de circo; caso contrario, las multitudes entrarían en depresión, en el
aburrimiento, en el desconsuelo; en substancia, dicho vacío impulsaría a preguntarse: “quién
soy, de donde vengo, a donde voy”. Y, al no encontrar respuesta o al no ser éstas del todo
satisfactorias, podría el movimiento mental humano devenir psicótico, esto es, conducir a los
desmanes, al suicidio colectivo (allí emergen los farsantes necesarios, quienes dicen: “ponte
en manos de Dios”, o de los ovnis). Se colige nuevamente, por tanto, que la ideología sigue
siendo necesaria aún en el presente transicional, como elemento ilusorio de “autoengaño”, de
cohesión, de región nocional que “permite vivir las condiciones de existencia” a la
humanidad. Para que esta tragedia no rebase el límite de lo que es sobrellevable y devenga en
tal, la naturaleza pone inadvertidamente la trampa a la inteligencia, al neoheidelbergensis: lo
entretiene, conduce a que no sea materia de pensamiento los “insondables” misterios del
Universo o que dicha anomia de la mente se la conjure con el consuelo de la explicación
religiosa. Un ejemplo sencillo y, quizá: cursi, es necesario.
Un simple maestro mecánico, artesano, del “tercer mundo”, se distrae pensando en que
no hay clientes “pa trabajar” (como en Pedro Navajas), mientras tanto necesita con suma
urgencia de dinero para divertirse con su amante (en estas condiciones, no puede dirigir el
pensamiento para inquirir sobre las Pléyades); si finalmente se ha hecho con dinero, la mente
se ocupa totalmente de tramar conseguir la mejor satisfacción personal, individual, egoísta, en
la cita amorosa prohibida (tampoco puede desviar la atención para interrogar sobre la verdad
de la materia); luego de la satisfacción, regresa a casa relamiéndose y pensando en la próxima
cita, y allí le esperan sus hijos y el reproche de su mujer (en la circunstancia, no es normal que
se detenga sobre preocupaciones filosóficas); después, será atrapado por el círculo de sus
amigos y sus distracciones: el alcohol, el juego, nuevamente el trabajo y la rutina sigue. Pero,
medio mundo tiene su inteligencia atrapada en la telaraña que la naturaleza y la misma
“historia” han fraguado para gobernar la vida cotidiana, para someter la inteligencia a sus
designios; en este plano: no hay dolor (pesar en la mente), debido a la ausencia de interés
876
Los animales, como está probado, poseen neuronas intermedias en las que asientan la memoria que
adquieren; poseen también ciertas trazas de córtex; sin embargo, deben carecer de neocórtex (neuronas de la
asociación abstracta), es por eso que no han avanzado a la producción de la conciencia. La conciencia debe
articular cuatro aspectos (tener como premisas): neocórtex (la capacidad de pensar), neuronas intermedias
(información asentada), necesidades (el disparador del proceso) y entorno (recursos, posibilidades y
limitaciones).
877
Sin embargo, esta especialización es especial: permite hacer todo. La especialización (aunque aparezca
como ventaja competitiva en el capitalismo maduro) siempre es la base de una debilidad: lleva a la autonomía y
a la hegemonía en la destreza particular frente al resto, pero vuelve dependiente y tendencialmente propenso al
sometimiento: sólo se puede ser en un ámbito (esa la razón política autosuficiente incursa en programas
socialistas anteriores).
549

sobre el porqué de las cosas. Sin embargo, también los europeos súper educados, cultos, no
están por sobre las pasiones humanas y los sencillos actos que otorgan sentido coyuntural y
mundano a la vida vulgar (farsantes europeos: fornican por simple placer y se creen
superiores, diferentes; pero, por lo menos los llamingos sudacas: copulan y procrean): ¿hay
buena y suficiente cerveza?, ¿funciona bien o mal el Euro?, ¿ha crecido o ha decrecido la
economía?, ¿han subido o bajado las remuneraciones a las acciones?
La persona que escribe estas líneas, se sorprendió al advertir que en algunos pueblos
cercanos, la gente sencilla, pueblerina, trabaja como asnos durante todo un año en actividades
agrícolas y artesanales, y “acumula”; luego se gasta todo lo ahorrado en 15 días de farra, se
queda pobre, y el episodio vuelve a repetirse de año en año; empero, ésta es una fiesta
popular, buena, que si bien cae en la esfera permisiva del hedonismo, sin embargo la misma
es un sano momento que une, hermana, solidariza, consolida el grupo, renueva nexos. Ahora
bien, este comportamiento no constituía atavismo ni malo ni bueno exclusivamente; por
ejemplo, en Alemania, en la década de los ochenta del siglo pasado, se practicaba y se
televisaba un tipo de entretenimiento grupal programado: el Telematch (programa de
concursos entre pueblos), el que lograba el entretenimiento, la diversión y la incruenta
competencia sin división de género; en España, en bizarro acto de lúdica masiva, se
desperdician toneladas de tomate, en una celebración extraña: la Tomatina (también la fiesta
del encierro de San Fermín); en Italia se actúa de modo similar con la Batalla de las Naranjas;
en EU se practica, como demostración y consolidación de su identidad, esa costumbre
macabra de Halloween, o la lucha entre mujeres desnudas revolcándose en lodo en actitud de
diversión perversa; en Japón: la lucha entre individuos desnudos en piscinas de lodo; en
Brasil, el Carnaval y la Zamba (¿qué haría tanta gente joven -garotas y garotiños- dotada de
“energía” sensorial inusual, desbordante, si se le coarta dicho show?); en Argentina, Video
mach es una versión caricaturesca de los juegos estilizados de Telematch –entre corpulentos
fenómenos repletos de boludez-; en el Ecuador, se celebra la fiesta de la “Mama negra” (es
espantoso todo esto: tal como a los infantes se les entretiene con juguetes, a los viejos se
hace lo mismo –control mental capitalista- con Telematch, con obsequio de Viagra,...). Lo
expuesto muestra el estado evolutivo de la conciencia.
En cierta ocasión se pudo ver una película pornográfica brasileña, cuyo argumento
podría ser definido como orgía en las festividades de Carnaval; como marco el drama tenía los
susurros de una juventud que participaba en actos abiertos de sexo en colectivo, mientras que
la música de Zamba, era el fondo principal. Esas escenas hicieron recordar los pasajes de la
Biblia: Sodoma y Gomorra, la adoración al becerro de oro –obviamente: por parte de las
clases dominantes, puesto que las dominadas deben haber estado recluidas al trabajo cuando
eso ocurría- mientras Moisés retornaba del monte Sinaí, como también determinada conducta
de pueblos precolombinos, de los cuales se dice que se embriagaban con chicha y se
entregaban a la promiscuidad sexual (lo cual sucede hoy, no muy lejos, entre los miembros de
la clase dominante, la que incluso se dice que se droga). ¿Qué induce a la juventud
posmoderna a buscar el placer colectivo, en materia sexual, en el consumo de psicotrópicos o
en el pintarrajeo surrealista grotesco de paredes? ¿La incidencia “cultural” del marketing
consumista del “capitalismo tardío”? ¿La cesación de las guerras; la falta de civismo; el
creciente proceso de feminización, de homosexualización de la sociedad? ¿Será el marco
asfixiante del fenómeno de hiperurbanización capitalista y la crisis a él adosado? ¿El proceso
de hipermecanización creciente de la producción y de todas las esferas del modo de vida, que
libera “energías” humanas, sobre todo juveniles (desempleo y delincuencia)? ¿Qué opinión
tendrá un buen sociólogo, un psicólogo, al respecto? 878 .
Cuando se mira a tanto joven ahíto de la idea de placer, de diversión, de sexo
desprovisto del llamado amor y compromiso, se apodera de la mente una sensación extraña,
desconsoladora, terrible, parecida a la que es propia cuando se tiene frente una persona
demente: se la ve monstruosa, causa temor; en verdad, la idea sobre ellos es que se trata de
unidades intelectuales de reserva listas a permanecer toda su vida en tal status, o sea, inútiles
878
La homosexualidad; la revalorización del saber empírico-especulativo ancestral; la enseñanza académica
del Rock, del Jazz, del Reggaetón; la inclusión en el Ejército y la Policía a la mujer; la generalización del
nudismo y del sexo; el que todo mundo tenga derecho a cantar, a ser artista; el pensamiento común de las redes
sociales; el tuteo indistinto intergeneracional;…: ¿son aspectos aberrantes retrógrados de conducta, faltas a la
moral, a la rectitud, a las buenas maneras? Lo son. Son formas negativas de comportamiento que no obstante
encierran las nuevas normas de realización de la vida en el porvenir.
550

por el momento, miserablemente entretenidos, sometidos al riesgo de jamás servir para nada,
vidas sin sentido (solamente potencia, jamás acto), de los que importa poco vivan como no
(respecto de este parecer, incluso habría afinidad por parte del pensar religioso cristiano). En
estas transformaciones “negativas” propias de la hipermodernidad, si bien es cierto que tiene
que ver el fenómeno inherente al proceso de superpoblación relativa humana, caracterización
que no está hecha frente a la disponibilidad de recursos o a la dimensión del planeta, sino en
términos del número de inteligencias necesario para garantizar la plasmación del cometido
humano superior; en esa perspectiva, hay mucha gente en el mundo (no obstante, con 6.000
millones de personas, la humanidad ha “llegado” a la luna; con 12.000 millones, llegará a las
pléyades; empero, a lo mejor no sea necesario viajar por el Universo con el fin de
comprenderlo y dirigirlo) 879 . No obstante, por allí no va la explicación. Pese a que parezca un
“lugar común”, que enfurezca a las cabezas relativistas en Sociología, es el movimiento de las
fuerzas productivas el argumento explicativo de la conducta hedónica que aprisiona al mundo,
tomado –el mismo- a partir de una epistemología política de clase. En efecto, miles de
mercancías esperan por el consumo: ideas, necesidades y deseos en coherencia, la psicología
comercial abarrota la mente de las conciencias hípermodernas; el trabajo se ha vuelto fácil y
cada vez más prescinde de los brazos humanos. Pero estas fuerzas productivas, casi concretas
en su desarrollo, que son las responsables de inducir y moldear la conducta general del ser
humano posmoderno, se encargarán también de su superación y cambio.
En lo personal nuevamente –dicho sea de modo incidental-, la pilla naturaleza y el
monstruoso consumismo capitalista que se vale de ella y lo saca ventaja, no me van –se
piensa- a someter más, por lo menos no lo harán en aquellos campos en los que la
racionalidad y la voluntad pueden ejercer su potencia (no obstante, la presión es grande: cada
vez y cuando se está tentado en volver a caer en la sentimentalidad y en la estructuración de la
demanda efectiva para nuevos productos tecnológicos: hardware y software de punta, por lo
menos 880 ). Uno de los deberes en el transcurso de la vida personal, ha sido liberarse o
suprimir el impacto de hierro de las leyes naturales –como de aquellas impuestas por la
historia- sobre el ser; naturalmente, también en la noción atinente a la valoración de la vida en
correspondencia con la posesión de propiedades (bienes inmuebles, bienes de consumo
durable, joyas, etc.). Es verdad, que no es posible manumitirse del todo de estas leyes. Por
ejemplo, no se ha podido –y es imposible desde todo punto de vista- dejar de respirar o de
reabastecer de combustible al organismo (trabajar en forma subordinada para poder subsistir
en el sistema burgués; esto es, alcanzar la libertad in abstracto). Es dable suprimir la conducta
animal por la cual se perennizan los genes humanos –y hecho en torno del cual gira la mayor
parte de la ritualidad y aparataje coherente, de la vida social-, no obstante esta ley, que es
susceptible de inobservarla, también ejerce su poder porque se vive de modo gregario y ese
status da pie a la presencia de estimulación externa. De manera que, al momento, esto es, en
virtud del grado de racionalización alcanzado, en lo que se refiere al frente de
determinaciones naturales solamente impera el prurito de la respiración, de la alimentación y
del sexo (muy ocasionalmente, lo cual no deja de ser una vergüenza: todo un bochorno, el
“lado oscuro” de la personalidad de quién borronea las presentas líneas, y por lo cual pierde el
derecho de identidad con la generaciones venideras 881 ); las otras condicionalidades han sido
879
El ser humano se ha convertido en la gran fuerza, por su número y por la magnitud de sus operaciones,
capaz de incidir en la marcha de los procesos globales; es el capitalismo el que ha impulsado el despliegue de
tales hechos, integrando al más mísero ser a su metabolismo.
880
La naturaleza emboba a la inteligencia (lo ha hecho por lo menos hasta la primera mitad del Siglo XX): la
engaña, la atrapa, la somete (el individuo joven, tempranamente se ve subyugada por una mujer, sorpresa que
no le da tiempo para pensar en la proyección de las “decisiones” que tomará en el presente; crea hijos mientras
se satisface: sexualmente, se hace de compañía –de servicio-, se realiza como género, pasa por la experiencia
de ser padre, se perpetúa; luego, se responsabiliza de sus críos –queda esclavizado por el resto de la vida-, a los
cuales “ama” y se dedica no a otra cosa, que ha trabajar; cuando se da cuenta, es ya tarde para desistir: está
viejo, la vida se cierra. Es penoso para una persona de elevada conciencia, pensar que la vida fue invertida en
cumplir funciones vulgares; solamente queda el bálsamo de pensar: “quisiera volver a vivir, pero con la
experiencia que tengo ahora”.
881
De todas maneras, la tarea final a cumplir a objeto de la modelación del ser personal, es la sublimación en
sentido freudiano: superar los deseos de la carne aunque sea fuera de “tiempo” y esa materia (desgaste
seminal) transferirlo para la realización de deberes políticos y científicos. Si es verdad, que hoy mismo muchos
seres operan en el mundo de modo superior sin necesidad de adolecer de desviaciones de género, actuar sobre
el designio de esta ley natural trae problemas, pues, se trata de una determinación tan fuerte y difícil de domar,
551

suprimidas y a la vida entera se la ha sometido a las faenas políticas y científicas (la
ocupación en la academia, ayuda; en general, coadyuva el trabajo, esto es, la decisión de
disponer de “séptimo día”, en su lugar: realizar siete jornadas de trabajo, siempre tras el
emporio de la racionalidad: o pensar por lo menos en las cuestiones que vienen y que deben
ser resueltas: la “social”, la “espiritual”, la “global”, o sea, superar la contradicción entre
sensorialidad y razón: el triunfo de esta última e inicio de la atención de la “cuestión
humana”, racional).
Sin embargo el pueblo está avanzado; en el escenario puesto, en cambio, las élites se
hallan siendo desbancadas. El sistema del cual son su producto, se encuentra en desaparición.
Por ejemplo, las universidades de excelencia, las personas doctas hace poco contadas con los
dedos de las manos, son cosa del pasado. La prepotencia de los intelectuales: Cambridge,
Harbart, Lomonosov, La Sorbona, etc., ha cumplido su papel y en la nueva etapa el saber se
realiza en el movimiento intelectual de la más amplia masa poblacional, puesto que al
conocimiento se accede de forma autodidacta, a través de los medios de “comunicación”, por
Internet, por las TIC, mediante programas de Educomunicación, esto es, por injerencia en la
formación de la conciencia humana, del desarrollo de las fuerzas productivas de última data.
No obstante, el nivel de conciencia de una persona es quién define la magnitud y tipo de sus
aspiraciones, el estado de satisfacción o insatisfacción: si un ser asume el patrón común o el
estándar de vida y de preocupaciones de los países imperiales o si se sacude y se exige más,
incluso por sobre lo que la moral comunista estatuye como rasero de su vida. Del mismo
modo como no existen realidades en el mapa mental de determinadas personas, objetivos y
momentos que se hipotetiza que vienen, no son parámetros de evaluación de aspiración y
realización en la vida. ¿Qué consigo entendiendo todo o perurgiendo que lo comprendan
otros? Ese es el parecer en ciertos casos; y, aunque se contradiga el punto de vista, dicha
aseveración tiene fuerza. Después de todo, conseguida la sabiduría, nada sobra. Por tanto, da
igual hacer como no hacer el esfuerzo. Y: ¿quién juzga a una persona y la cataloga como
torpe o genio? ¿Lo hacen los hechos; o individuos capitalistas para los cuales el mundo se
representa en función de su status intelectual de clase? “Corazón de piedra”: en la madurez,
las cosas se ven de otra manera. Frente a este pensamiento, en un juego de fútbol entre dos
pueblos hermanos: Ecuador y Bolivia, Kenia o Irak, sabiéndose ecuatoriano: ¿tiene sentido
tomar partido por algún equipo? “Que gane el mejor”, es la respuesta. Pero: ¿qué es mejor,
quién es el mejor? No hay necesidad de arriesgar para ganar; en realidad: no tiene caso ganar.
En la vida seria, debe imperar la trilogía: posición prometeica, radicalmente
antropocéntrica y machaconamente racionalista. Frente a la pilla naturaleza (como al
consumismo mercantil), que tiene al ser humano atrapado en la telaraña de sus leyes (los
sentidos, las necesidades): la voluntad; voluntad, que despeja tantos “cantos de sirena”
sensoriales, gustativos, obstructores de la racionalidad; fuerza de carácter, que conduce la vida
al reino de la fría razón, que permite refutar la manida frase: “La belleza de sentir”. Los
términos: “disfrutar” y “seducir”, han salido de la lexicología personal; y, como la realidad de
una persona –según cierta afirmación parcial- es del tamaño de su vocabulario, los hechos que
se contienen en dichas nominaciones han sido –formalmente- suprimidos 882 . Por ejemplo: 1)
sería probo efectuar viajes a sitios remotos e interesantes, mas el hacerlo: nada tiene que ver
con la conducta asociada al mero acto de disfrutar y recrearse, sino para conocer: a fin de
adquirir más información con la cual redondear la comprensión objetiva del mundo, esto es,
con el propósito de alcanzar mayor grado de conciencia mediante el acceso al conocimiento
frugal de la realidad (escuchar, leer, mirar -oler, experimentar la sensación- la música, el
ensayo científico y literario, la pintura impresionista, la escultura, la arquitectura –un
perfume, un paño suave-: volver a hacerlo, pero no para disfrutar, sino para valorar una vez
más, para sentirse sorprendido de la capacidad de la creatividad, de la inteligencia humana,
que es debido a ese hecho que la humanidad se halla viva. Por tanto, no se sabe si se consiga dar el paso sobre
el último peldaño de la automodelación.
882
Ahora bien, como debe estar en la mente de toda persona informada, no es lo mismo el proceso de
“inculturación” que se lleva a cabo por la vía del ejercicio del arte, que por la de la ciencia. En perspectiva
absoluta de abstracción, los modismo, los dichos, los vulgarismo, que a través de las películas y novelas
mejicanas, venezolanas, colombianas, peruanas, argentinas y brasileñas ingresan en el mapa verbal sobre todo
de la población pobre latinoamericana, no es edificante; es, mas bien, un fenómeno empobrecedor de la vida (ya
pasó la fase hedónica de la humanidad). La terminología científica, la técnica, que vienen de EU, de Europa,
del Japón, forma el espíritu en términos serios: se corresponden con la investigación, con las empresas, con la
industria, con el conocimiento, con la tecnología. La una es basura, la otra mejoramiento del mapa cognitivo.
552

del todopoderoso ser humano); y, 2) tampoco es serio proceder a seducir zalamera y
oportunísticamente para acceder al “objeto” de disfrute personal (como es el caso común de
individuos respecto de una mujer, por móviles libidinosos) mediante el derroche de lisonjas
(¡tanta payasada solamente para dejar descendencia, lograr compañía o alcanzar el placer por
el placer! (“matar dos pájaros de un solo tiro”, usualmente se dice); incluso ha habido muertes
por amor: suicidios por despecho, por decepción, crímenes por celos, duelos: tan sólo por
asegurar la sobrevivencia de la especie); lo es, mas bien, el valorar los aspectos relevantes de
un ser en sentido objetivo y descriptivo. Strictu sensu: ¿afectividad intuitiva o lógica racional?
Yo digo: -me propongo ser un individuo, que poco a poco me libere de las amarras de
las normas de hierro naturales, de la esfera afectiva, sensorial y las postizas de orden social
impuestas por razones utilitario-mercantiles, y sin temor y con entera conciencia, pueda
dedicarme a vivir la sujeción a la lógica. Lo expuesto, de cierta manera, por otra parte,
conduce a la crítica de pareceres opuestos del modo concebido en las presentes líneas.
Desgraciadamente, la libertad tiene sus bemoles: no es, en modo alguno, abstracta. En el
Paraíso bíblico, la primera pareja de seres humanos –Eva y Adán- deseaba la libertad; mas su
consecución trae atadas sus consecuencias: para hallarse en circunstancias de poder decidir
por sí mismos, se tenían que crear las condiciones para el efecto: determinaciones también
creadas por sí mismos, es decir, “obtener el pan con el sudor de su frente”, autoabastecerse,
ser propiedad de uno mismo, no esperar en nadie, manumitirse (de este modo el relato bíblico
expone el paso de la etapa barbárica, preproductiva de la recolección, caza y pesca hacia la
productiva, en la que el ser humano crea las “condiciones para la autoproducción de su propia
existencia material”). Hoy, estas condiciones han ido más allá: con la robótica productiva se
puede alcanzar la “libertad” (capacidad de decidir y actuar con conciencia, enmarcada en el
contexto de una realidad científica y técnica –y social- dada) sin necesidad de trabajar (las
máquinas nuestras, trabajan por nosotros), no solamente en torno de los deseos personales
sino también del grupo (y la historia) por consenso racional, alto. En el pasado el relato
bíblico, las limitaciones en el dominio intelectual del entorno y la proto técnica, frenaron el
despliegue de las posibilidades inmersas en la noción libertad; en la sociedad actual, en
cambio, lo hace el factor enajenante y alienante proveniente de las condiciones de la
estructura social (“todo lo que haces te dicta el sistema y no tu supuesta libertad”).
Ahora bien, que tanto tiempo individuos que sostienen credos se mantengan en el
embuste y sistemática, militantemente en embaucamiento de gente, merced a la aplicación de
la estratagema: el ser humano no puede tener otro origen que el divino, que no es un animal
más, que todo ser humano debe ser salvo, que el Redentor les habló, eligió y les confió la
responsabilidad de sacar de la ignorancia a la verdad al impío; dicha tarea, para estos
entusiastas, por su parte, debe ser cumplida a rajatabla, pues, es la garantía de su propia
salvación. Las citadas, las razones que orientan el cumplimiento de una acción autocatalogada
como bondadosa, piadosa, sacrificada e inherente a la misión de “pescar seres humanos” (un
caso de histrionismo providencialista registra la historia del Ecuador; el difunto ex cinco
veces presidente de la República Velasco Ibarra, al ser inquirido por la Prensa en torno de
cómo podría autodefinirse, el gobernante responde que él se hallaba designado por Dios para
colaborar en la misión Divina: sacar a la naturaleza y a la humanidad, del caos al orden
–Cueva, Agustín. El proceso de dominación política en el Ecuador). La mente que reflexiona
sobre los “grandes números”, como se sabe, requiere del saber mítico en una etapa dada de la
vida; de ese modo encuentran solaz seres que no cuentan con los conceptos ni con los
métodos adecuados para producir respuestas objetivamente solventes en torno del plano, de
manera que cursa oportunamente dicho elaborado de la simple imaginación, como bálsamo
restañador de las heridas abiertas en las profundidades de la mente (el nivel, tipo de
conocimiento y de racionalización conseguido en las primeras etapas de la vida le son
supuestos suficientes; pues, las fuerzas productivas materiales no han alcanzado el grado de
desarrollo de modo que no han hecho posible el ingreso de información apropiada y realista
en la cabeza, a fin de vulnerar la representación ilusoria). En suma: es por cuanto la
humanidad aún no ha podido desembarazarse del lastre de su pasado emotivo, intuitivo,
filosófico y clasista, que la región de las ideas nebulosas persiste; pero, sobre todo, el
fenómeno se produce en virtud de que la especie todavía se mantiene integrada por las leyes
económicas coercitivas y confrontacionales, que la lucha ideológica es un aspecto central en
la vida del espíritu (en la nueva humanidad, en la que la Religión no cumpla papeles
clasistas –es decir, en que el género en su reproducción haya perdido una de sus esencias-,
553

su práctica no será rechazable ni imponible). Si en las primeras etapas de existencia o en los
pueblos sometidos, casi no existe vida espiritual (mitos, representaciones ilusorias, es decir, lo
que otros modelos mentales llaman folclor o cultura) y principalmente artística; para el caso
de que, en cambio: mientras más atrasado se halla un pueblo, esta esfera domina en su vida.
¿Cuál el sistema propicio para cumplir dicha misión (el desarrollo técnico)? ¿En la
determinación de las potencias positivistas, tecnológicas, mercantil-monopolísticas y
asimétricamente concentradoras de riqueza social? ¿En el marco de procesos, que descansen
sobre formas racionales y armónicas de existencia de la inteligencia? (la historia tiene la
respuesta). Hasta hoy, es evidente que el máximo desarrollo de las fuerzas productivas se ha
producido en el interior de uno de los sistemas más atrasados de estructuración social: el
capitalismo (el socialismo tuvo que realizar un “préstamo cultural” al capitalismo: Ford,
Taylor, Fayol, según el rediseño de Stajanov; sistema que se volvió propio con el viraje
jruschoviano). Los pensadores socialistas y los clásicos del “socialismo científico”, trabajaron
en el diseño y aplicación de fórmulas conducentes a la negación y superación del orden
clasista dado: la demolición de la estructura sustentante de la explotación y la apertura
paralela de condiciones impulsoras del desarrollo multifacético del ser humano; no obstante,
ellos: no advirtieron el fin supremo de la última propiedad de la materia: la inteligencia
(excepto Marx en Los Grundrisse). El socialismo tiene un “defecto” estructural, parcialmente
superable en condiciones de coexistencia con procesos antagónicos para sí (la ex URSS en su
índole de “segunda potencia”): la “emulación” requiere de alta racionalidad (etapa
completamente automatizada y forma objetiva de pensamiento, establecida como estilo de
vida del ser neogregario) como que no haya quedado piedra sobre piedra del sistema de
mercado para cuajarse como tal (el revisionismo no hubiese gozado de bases materiales para
su instalación, si el sistema burgués hubiere sido derrotado por el proletariado en el mundo,
esto es, borrada todas sus huellas) 883 .
El socialismo –por concepto- inhibe la acción del elemento central del desarrollo de la
técnica y de la ciencia cuando el nivel de racionalización aún no advierte la nueva misión del
ser humano en la zona próxima de su vida, pues, es este mismo objetivo supremo de la
inteligencia el que se encuentra fuera de su horizonte visible; esto es, carece del dispositivo
nodal activador del proceso: la contradicción, la competencia (el mercado), las clases en
pugna (es obvio, que no se piensa con dicho aserto desconocer el carácter irracional de la
competencia como contradicción histórico-estructural: el médico que sana es aquel que tiene
mejor proyecto con el cual desplaza a la competencia; el ladrón que logra el éxito es quién
tiene un insuperable conjunto de maniobras respecto del ladrón que es su competencia, para
sorprender a su víctima; el negociante que consigue vender su producto se debe a que cuenta
con política, con la bondad de una decisión estratégica con la cual hace fracasar al contrario).
Ahora, bien, en la historia, el socialismo se convirtió en instrumento de la competencia.
¿Cómo puede darse una definición alternativa de socialismo? El socialismo ha sido una
espuela en las posaderas del capitalismo en la marcha de la humanidad hacia la robotización.
El socialismo abrió un nuevo frente de competencia a la producción fundada en el valor, ésta
tuvo que impulsar el desarrollo de la ciencia y de la técnica: elevar la productividad del
trabajo y mejorar la calidad de sus output, para proveerse de competitividad y mantenerse
exitosamente en el mercado. La carrera tecnológica se ha vuelto permanente, siempre
tendiente hacia la automatización y la robotización. El socialismo en los hechos reales, y
mirado el fenómeno de modo abstracto, fue un orden autoletal para el obrero, pues, en este
forcejeo el capitalismo se desarrolló, mientras que el socialismo defeccionó.
Mutatis mutandis, a la ilusión, que deviene de posiciones ideológicas de racionalidad
prospectiva humanista materialista: el sistema de “acumulación social” en su condición
regulada por la norma de conducta: “emulación”, le hubiese sido coherente; sin embargo, la
historia (en su determinación y sobredeterminación –acción recíproca entre estructura y
voluntad) estableció el rumbo en el marco de pervivencia de las ciegas relaciones de libre
tráfico, pues, éstas debían crear las condiciones materiales del mundo nuevo instadas por las
ideas de la optimización, la maximización, derivables en las prácticas estratégicas-fuerza
883
Hoy está claro, que la riqueza social se produce de mejor manera en la fase burguesa de la progresión
humana. En el socialismo del ex Bloque Oriental fue la conspiración restauracionista, la guerra con repúblicas
vecinas y la contradicción con el sistema capitalista lo que condujo al exacerbado desarrollo de las fuerzas
productivas; en Cuba, el bloqueo, la amenaza cercana del imperialismo estadounidense (también el honor y el
orgullo, por supuesto: no dejarse caer y mostrar capacidad), fueron el motor del progreso material.
554

atinentes al kaizen, a la excelencia, la calidad, el cero defectos, la competitividad, la
creatividad, la innovación, la agregación de valor, cadena de valor, círculos de calidad,
gestión estratégica corporativa (a las alianzas, a los socios estratégicos; a la logística), a los
clúster, al autoestima y aprendizaje continuo (debe resaltarse, que este cúmulo de nociones
psicomotrices funcionalistas, que han salido de las fauces de los teóricos de la clase burguesa
en la subfase postindustrial, no cristalizan preocupaciones sinceras sobre el crecimiento
espiritual del ser humano, sino la forja del armazón ideológico arquitectural de los negocios:
condición óptima para la gestación de la ganancia; en efecto, el Angel de la Guarda se da la
mano con el Demonio, en la conducción del alma hacia el Cielo, puesto que el Demonio –el
empresario- debe colaborar con su enemigo, si no quiere ser dos veces “Angel caído”: “…
resulta que el acumulador de capital debe tanto disminuir el coste laboral como aumentarlo;
debe luchar contra otros acumuladores de capital y cooperar con ellos” –Tortosa, José. El
“desarrollo” desde el enfoque de los sistemas-mundo) 884 . Finalmente, los contrarios se han
anulado en conjunto: el modo racional de consecución de los instrumentos indispensables
para realizar la proeza máxima del ser humano: la máquina, la inteligencia artificial, la
robótica, y la concretización total de la esfera de la conciencia, en su orden; y, la forma
neoimperialista de concluir esta obra, pero como simple medio material que prepara las
condiciones para obrar por el objetivo superior de la conciencia. El proceso de anulación
desemboca –cual delta- en un solo destino: conclusión y reinicio de la jornada. En la nueva
fase de agregación y proceso humanos: el “comunismo robótico”, éste está listo para alcanzar
la “visión”.
Ahora bien, dicho sea por demanda aclaratoria, la tesis sobre el aprendizaje continuo
puede operar hasta cierto término en un ser humano tomado como proceso formativo
individual; luego, una vez franqueado cierto nivel de presión sobre la capacidad aprehensiva
respecto de la variación del mundo por parte de una persona en particular, este tipo de
aprendizaje (el que no puede desplazar al aprendizaje plasmado para ocupar –dígase- su lugar
en la mente, en la personalidad, y eh ahí porqué los empresarios “las prefieren desnudas”, esto
es, les conviene reclutar joven a su recurso humano) no encontraría ubicación o dicha
inversión también rendiría de modo marginalmente decreciente, esto ocurre con el paso (peso)
de los años o con el envejecimiento del cerebro (y la forzada lucidez de ciertos nonagenarios,
no invalida la regla); esa –por otra parte- la razón del relevo, de la reposición generacional y
del disfrute heterosexual, en coherencia. De modo que el aprendizaje continuo, el desarrollo
científico y tecnológico, es una propiedad real, mas bien de la automatización; la
circunstancia –por otra parte- trae aparejada la idea –en otro orden de reflexión, que de todos
modos observa conexión con lo que se viene diciendo-, de que el liderazgo, el carisma, como
dimensiones que se forman en sociedad en ciertos individuos –incluso el liderazgo de equipo-,
o sea, como hechos humanos históricos, de los cuales se dice que pertenecen a la esfera
emotiva, dejan de tener pertinencia en la especie, merced a la colosal transformación que
vivirá (está viviendo) el mundo, con la automatización.
Tocado este tópico cardinal para el futuro, frente a la nueva función esencial que debe
pasar a cumplir el ser humano en estricto sentido, los padres deben entregar a los hijos los
rudimentos de la conciencia (con “asistencia” de la sociedad –alienación-, por supuesto),
están llamados a darles una profesión y el sustento económico respectivo; caso contrario, una
vida sin mentalidad formada –integrada-, carente de preparación como recurso humano
–económicamente cooptada- y sin capital de despegue a su haber –controlada utópicamente-,
puede truncarse. El capitalismo es el padre del comunismo; su deber es crear las condiciones
para que el nuevo ser no se malogre, para que pueda alzar el vuelo, para que sea capaz de
valerse por sí mismo; caso contrario, el proceso de desarrollo del pensamiento –al
suspenderse el progreso de la tecnología- puede arruinarse. El proceso de desarrollo técnico
debe ingresar en la fase natural de autosutentación, mientras que el camino del pensamiento
no debe tener retorno; solamente entonces el sistema capitalista pierde pertinencia histórica.
“Parece imposible”, “quién creyera”. La estructura y el proceso total desplegado por el
“Universo viable” desemboca en un punto específico, efímero y “minúsculo”: la vida
consciente y su razón; en realidad, el mismo responde a la sistemática creación de las
condiciones para la emergencia del ser humano, de la inteligencia, de la conciencia (en efecto:
884
Paradoja de la vida: en el frente político, la derecha sale con pancartas a manifestar contra las medidas
antioligárquicas que toma el poder socialdemócrata; de manera más amplia en el planeta, se avecina la
declaración de la consigna: “capitalistas del mundo, uníos”.
555

Dios hizo los cielos y la tierra, la luz, las especies animales y vegetales,... y vio que era
bueno; luego dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” -La Biblia-; es
cierto todo esto, en sentido alegórico 885 ); este ser, por tanto, es el verdadero y único centro del
Universo, sea que se halle solo o que de él se hagan “clones” en otro confín de éste o de otros
universos (esta es una posición pro humana radical: rabiosa, sectaria, mecanicísticamente
antropocéntrica o inteligenciocéntrica). El ser humano, de su lado, produce la conciencia en
su progresión partiendo de cero (saber mítico, saber apariencial, saber racional), mediante la
operación de la inteligencia, en el proceso de sustentación y desarrollo de su existencia, en
tanto abstrae, aprovecha “para sí”, todas las condiciones del entorno, aprehendiéndolas,
adecuándolas, transformándolas totalmente en el interior de las formas clasistas de
organización en general y en el sistema de libre tráfico en particular, a través del ejercicio de
la “libertad de empresa”, de la iniciativa privada, del mercado, de la competencia. El ser
humano debe, en ese trayecto y en cumplimiento de su tarea, crear vida in vitro, producir
inteligencia artificial y la “conciencia de sí” de la propia realidad.
2.5.- EL STATUS DE LA CONCIENCIA.
2.5.1.- EL SOPORTE MATERIAL DE LA IDEA.
El sustento lógico de la conciencia actualmente prevaleciente (su matriz de generación
se sitúa en la Civilización Occidental, como presume el mundo: la antigua Grecia –la
recusación sobre este aporte por parte del empirismo: caer en el absurdo de asumir, que el
esfuerzo académico ha sido ímprobo, y del subjetivismo especulativo pretendidamente de
izquierda, normalmente proviene de conferir exclusiva importancia al contenido de clase de la
forma social en la que dicha proeza ha tomado cuerpo; no obstante, no debe arrojarse “…el
agua sucia de la bañera con el niño dentro”; dixit Louis Althusser), es el mecanismo de
racionalidad rector del proceso tecnocientífico; en realidad: el canal racional por el cual ha
fluido el desarrollo de las fuerzas productivas. Este modo de abordar el mundo constituye uno
de los más poderosos instrumentos de secularización de la mente, superior –como es evidente-
a la Cosmovisión Oriental, incluso en el caso en el que la nueva concepción deba ser la
conjugación, negación y superación de las dos: la razón dialéctica (en este aspecto, también la
humanidad vuelve su rostro al pasado) 886 .
La verdadera objeción que cursa –sobre las tendencias positivistas actuales-, es la
puesta sobre quienes pretenden ver inteligencia en todo ser vivo, pero también respecto del
parecer de aquellos que adosan la denominada “inteligencia emocional” en el ser humano (los
empresaurios ladinos, utilizan dicha teorización, para aplicar estrategias de manejo en la
esfera de las emociones, tanto del cliente interno como del externo; en efecto, todas éstas son
ideas, que emergen de la desesperación de los negociantes, puesto que como ya no les arroja
resultado apetecido los métodos clásicos de administración de personal, ahora recurren a la
llamada “inteligencia emocional” para aprovecharse lucrativamente del entorno humano,
hurgando en la parte animal de las personas). La inteligencia no es la “capacidad de resolver
problemas” (que también la tiene), como comúnmente se dice (en concreto: “capacidad de
asimilar, procesar y utilizar fácticamente la información”); es, mas bien, la propiedad de
generar la conciencia (pero no la conciencia inmediata, sino: la remota, la elaborada, es decir:
la científica). Ni las neuronas en las que se asienta la memoria adquirida (las cuales se ubican
en varias zonas cerebrales) son la inteligencia, aunque aquellas constituyen parte de ésta; la
inteligencia se expresa como pensamiento o como resultado del acto de asociación de ideas,
fenómenos que ocurren completamente presionados por las necesidades, las que deben
alcanzar satisfacción en la actuación de la persona sobre las condiciones de un escenario
específico en “tiempo” presente, esto es, mediante el trabajo de las neuronas de la asociación
(la fórmula trinitaria es: necesidades, medio, interneuronas-neocórtex). En consecuencia, la
inteligencia y la conciencia son cualidades cerebral-contextuales tan recientes, apreciado el
885
Pero más bien lo es en sentido clasista: Dios hizo a su imagen y semejanza, pero a los zares, a los reyes, a
los emperadores, a la nobleza, a los “halcones de Washington”, a los Papas, a los dictadores (y todos estos
estarán con El en el cielo, sí acaso).
886
Apréciese: qué tiene que ver el pobre modelo de Ishikawa frente al esquema dialéctico de “el problema y su
causalidad, el sistema histórico de contradicciones y la tendencia de desarrollo de un fenómeno”, de Kopnin;
esto es, entre una posición vulgar actual de índole neofuncionalista, conservadora, en Sociología de la
Administración y una postura de cambio verdaderamente revolucionaria, en el seno del saber (y del hacer).
556

hecho, desde luego, en el sentido de su antropogénesis; esto es, se trata de fenómenos de
hominización muy cercanos en la historia, tanto como lo es la ciencia “positiva”.
La conciencia científica, por tanto, está asociada a la presencia y operación de la base
material de la inteligencia: a los “grandes lóbulos”, al córtex, al neocórtex, virtud que
solamente es de tipo racional y privativa del ser humano, o sea, del ser que detenta en forma
exclusiva, de propiedades antropomórficas y racionales 887 . La inteligencia, en cuanto efecto
de esa capa neuronal ubicada en esa pequeña lámina cromática que recubre el cerebro, que
constituye (junto con el mundo real) la base material de la conciencia siempre una vez que
ésta ha captado este mundo a través de la operación de sus sensores –los órganos de los
sentidos- (mi mundo interior es mi mundo exterior), es privativa del ser humano (la
inteligencia es una lenta e histórica conquista del ser humano, en el interior del ejercicio de la
práctica social del trabajo; con la conciencia, con su establecimiento y desarrollo,
progresivamente aparece el atributo a conocerse como “libre albedrío”, de modo que este
último –la libertad, la posibilidad de elección asociada a la noción psicológica de “tiempo” en
su estado futuro 888 -, no es una cualidad que viene adherida al ser humano de modo
metamaterial: éste lo crea históricamente y con el “saber absoluto” concluye su vigencia y la
necesidad de la inteligencia sea natural, artificial o conjunta; contrario sensu, para ciertas
personas: ¡jamás ocurre esto, pues, en ellos circula la curiosa idea: “quién más sabe, es quién
más preguntas tiene”) 889 . Empero: “Todo empezó cuando un simio llamado ‘Lucy’, se erigió
sobre sus dos extremidades traseras…”.
En una palabra: la inteligencia constituye el resultado del acceso al peldaño supremo
en la escala evolutiva alcanzado por un ser natural dado en el movimiento de la naturaleza: el
ser humano; prodigio ulterior, ausente en los animales superiores. Esta capa se forma en
última instancia en el desarrollo intra uterino. Si bien es cierto que la determinación de la
conciencia se contiene en la antelación programática de la genética (como información
–software, leyes- que se plasma en la formación de la sustancia gris), su ontologización es un
proceso el cual se halla asociado al “tiempo” (movimiento procesal): “tiempo” de desarrollo
del feto. Por principio de evolución, en el ser humano la corteza cerebral es la porción
cualitativa última (strictu sensu: el número de circunvoluciones cerebrales, los lóbulos
frontales y la última capa de la corteza cerebral -neocórtex), que debe formarse en el
887 Otro tanto habrá que decir respecto de la neomitología relacionada con el "hemisferio derecho del cerebro",
sobre la "intuición" o en torno del disparate especulativo de la superioridad de los niños "índigo". Además, hay
que observar la noción troglodita de “´inteligencia´ emocional” (de la existencia de múltiples inteligencias); en
efecto, la “inteligencia” emocional constituye nada mas, que un estadio de máximo desarrollo del cerebro en su
etapa animal, estado que se halla ligado a la prevalencia de sensaciones y estímulos (respuestas) en el
comportamiento; por tanto, cuando se habla de este tipo de “inteligencia” en el ser humano, se está frente a la
apología que retrotrae al ser humano hacia estadios prehumanos (en verdad, el planteamiento de la
“inteligencia emocional” es una antinomia en sí misma, pues, inteligencia es racionalidad mientras que
emoción es intuitividad). En suma: conforme es la clásica definición de “inteligencia”: capacidad de resolución
de problemas al interior del grupo mediada por la conciencia, la inteligencia es una cualidad ontológico-social
exclusiva del ser humano y, además, es una sola: racional (en el sentido de proceso de procesamiento causalpredictivo
de los problemas, presupuesto para la acción).
888 “¿Qué es el tiempo? ¿Es una realidad concreta y fenomenal? ¿Qué produce el tiempo? ¿Produce el
cambio?” (Mann, Thomas. La montaña mágica). Craso error de comprensión. El tiempo (su “paso”) nada
produce en los hechos fácticos, aunque sí lo hace en la percepción, en la conciencia: pone de manifiesto el
registro del movimiento, que se expresa como cambio (sólo para la conciencia existe el tiempo; para los
animales: no, a pesar de que las aves –por ejemplo- se dispongan a dormir cuando la luz del día se va; para una
persona que duerme le da lo mismo que pase media hora o 100 años). La mente fetichísticamente se halla
conformada, mal acostumbrada, para ontologizar (“somatizar”) algunas de sus nociones; por ejemplo: cuando
se rescata a un herido, la urgencia de actuar con premura, lleva a decir: “el tiempo apremia; cada segundo
cuenta”); no se percibe el hecho relativo a que, en la situación, está en juego la velocidad de los procesos en
ruta: el proceso que lleva a la muerte al paciente y los procesos asociados a la intervención de los galenos (su
premura o lentitud), que propenden salvar la vida del mismo: actuar rápido; en sentido cabal, la velocidad
comparada de los dos procesos define el resultado, no la presencia del “tiempo” y de su uso (en este plano,
desgraciadamente se tiene la impresión, de que la mayor parte de la conciencia humana ha estado equivocada;
instalarse en la esfera real de la intersubjetividad es cuestión de hacer, no obstante, esfuerzo y acostumbrarse
–de modificar la operación de la mente-, por ejemplo como cuando en lugar de percibir el camino de la vida con
la idea: “cuatro de la tarde” se lo hace con la referencia: dieciséis horas). En suma: es el movimiento y el
cambio aquello que produce el tiempo.
889 Es obvio, por lo que ya se conoce, que el proceso deviene de la acción “anatómica” de la memoria (el
almacenamiento de datos a través de mecanismos químico-biológicos, en el núcleo de las neuronas corticales);
“fisiológica”: el recuerdo y la asociación entre necesidad-realidad: la producción de la conciencia (la noción
del ser en el pasado, en el presente y en el futuro).
557

desarrollo del feto, pues, es el nivel al que no llegan los animales superiores -fase que no
alcanza el "feto" de éstos- como son los casos del mono, del póngido o del chimpancé; si la
masa cerebral "blanca" encargada de dirigir el cuerpo y la relación elemental de éste con el
entorno, se forma antes que otros órganos (pero de ningún modo antes que el corazón), la
materia gris debe hacerlo en forma póstuma. Si por alguna razón este proceso (ontológica e
históricamente mediatizado por la actividad del trabajo en colectivo –la generación histórica
de la propia conciencia) no se diera, jamás un ser humano alcanzaría el estado de conciencia,
pues, no rebasaría el estadio evolutivo de los animales superiores, directamente a pesar de que
la conciencia luego -como el “capital”- llegue a ser la determinación del todo (la persona, por
tanto, no será hijo de Dios, ni su imagen ni su semejanza) 890 .
No obstante, la fase de existencia humana condicionada –ella misma- en la creación de
las premisas materiales colosales que pasen a ubicarse como el lugar de soporte de la nueva
sociedad, debía ser necesariamente “positivista” en el saber y competitiva en el hacer (y como
derivación: psicológicamente individualista, asociada al anhelo de atesoramiento, a la disputa
y a la búsqueda de la supremacía; en verdad, todo proceso progresivo es acumulativo
cuantitativo y cualitativamente); de allí la razón del prurito por explicar los hechos en su
estructura de determinaciones causales y predictivo-hipotéticas (inductivo-deductivo), en
ejercicio de procedimientos apegados a la abstracción y a la inferencia, como premisas que
sostengan conductas tecnocráticas y pragmáticas. En el sentido expuesto, la humanidad
también históricamente registra el movimiento ascensional de la dimensión abstracta
(complejidad) a la concreta (concretización: maduración de la complejidad): funcionaliza
todos los elementos de la naturaleza para sí y crea los órganos que le falta hasta llegar a ser
orgánica y multilateralmente sistema 891 ; y, el capitalismo ha actuado de modo coronariamente
de análoga manera (Wallerstein llama a este fenómeno: “sistema-mundo”; ahora bien, no es lo
mismo decir: “concreción capitalista”, que referirse al contenido de esta totalización, con la
noción formalista de “sistema-mundo”; en realidad, para el señor Wallerstein, jamás hubo
socialismo en el planeta, sino una única estructura de división del trabajo, en el interior de la
economía-mundo capitalista). Como es conocido, en el acto del pensar, las neuronas
constituyen la materia básica, a continuación irrumpen las necesidades; las dos se dan
encuentro en el entorno: los recursos que manipula pragmáticamente la conciencia, en
dirección de atender las demandas de la reproducción de la vida y el producto es la
creatividad (el pensamiento: la actividad de asociación entre necesidad, recurso, satisfactor).
Toda reflexión sobre la mente, remite a dicha trilogía; sin embargo, la base material del hecho
es la determinación presupuesta y esencial: el neocórtex; cuando ésta se halla establecida
plenamente, el orden de relación en el proceso, convierte al elemento más concreto, en su
gobierno.
2.5.2.- LA BASE REAL, BASE DE LA LOGICA.
Las aseveraciones expuestas en subnumeral precedente, pueden formularse respecto
del saber que capta positivamente el mundo y que inmediatamente se materializa en la
denominada "investigación de soluciones"; no obstante, el conocimiento especulativo que
obscurece el contenido del mundo: la ideología, el discurso clasista cuya misión consiste en
invertir la realidad ubicando en su base los intereses del poder, como es el más conspicuo caso
de la doctrina económica burguesa -con su cohorte de construcciones narcisistas, fetichistas,
prepotentes, que expresan relaciones cosificadas en la modelística matemática de la
macroeconomía avanzada-, nada en serio puede pretender entregar intelectualmente a futuro
al mundo (no le es posible ni siquiera al documento teórico más potable: The economic de
890 El Dios de Dios, el meta"arquitecto de las etéreas manos..." (Cesar Dávila Andrade) -la metasabiduría-
viene siendo la modesta naturaleza, la materia (o esta última, es la Divinidad misma, en la percepción
panteísta: la creación comprehende a su creatura).
891 Este hecho, puede resumírselo del modo siguiente: el ser humano se creó a sí mismo (obviamente, de
manera alguna partiendo de la nada, pues, el vacío completo no existe al margen de la implosión; a decir
verdad, el vacío entero faculta solamente el entorno: en el vacío -en su “interior”- no existe “espacio”, o existe
solamente el “espacio” exterior): tanto en su condición de “especie”, o sea, como otro ser en el mundo
(autoantropogénesis), como en su índole de esfera nueva en la realidad: la conciencia; y, aunque este hecho se
produjo de modo inconsciente, el mismo se proyecta aparapetado sobre el carril de las determinaciones
progresivas naturales, y el mecanismo directamente implicado en este proceso de autoconversión fue la
“actividad creadora de riqueza” (la que en principio permitía aprovecharse de ella): el trabajo.
558

Samuelson, el cual permite entender –descripción- el sistema capitalista funcionando en su
pura exterioridad, en tanto hecho dado). Por tanto, el conocimiento de orden conservador, que
conceptualiza filosóficamente la realidad, como se presenta en la actualidad, esto es, el saber
dominante neoburgués positivista, constituye un modelo agotado (aunque dicha formulación
idiomática institucionalmente persista, merced a la esperanza en la recuperación cifrada en los
últimos destellos de sobrevivencia, que se desprenden del capital); en verdad: se halla
carcomido por el paso de los años, por el peso de las circunstancias, por el movimiento de la
realidad, es responsable de su mentira (por su carácter clasista, coyunturalista, segmentante,
parcial; por su providencialismo, inquisición y validación coercitiva).
La Economía Política burguesa, hace mucho que dejó de ser ciencia para convertirse
en apologética, en saber instrumental tecnocrático y pragmático, pues, “La apología de la
conveniencia ha tomado el lugar de la indagación científica; la utilidad para la clase burguesa,
ha tomado el lugar de la verdad” (Harry K. Wells: El pragmatismo: filosofía del
imperialismo) 892 . Este defecto, no posee cualquier esfera de la conciencia, sino precisamente
la región básica del saber humano: la Economía Política, cuya comprensión confiere sentido,
no solamente al período clasista burgués de la historia, sino a todo el movimiento de la
especie; de allí que la crisis que la concepción positivista de la reproducción material de la
existencia (la Economía Política burguesa), conmocione las bases mismas de todo el edificio
del saber humano, de modo que este agotamiento conceptivo, debe ser abordado en primer
lugar y en la dimensión de todas sus consecuencias, tanto para la coyuntura como para el
largo plazo. Esta forma maniquea y artificiosa de pretender captar las relaciones que se
incrustan en la determinación material de la reproducción de la existencia por parte de los
representantes teóricos de una burguesía decadente, se desvanece: cae como un obeso castillo
de naipes, puesto que su substractum real, responsable del vicio que experimenta la mente que
conceptúa el mundo, ha prescrito (en la disquisición especulativa de la Teoría Económica
Neoclásica: "todo está hecho con espejos, con humo o con mujeres bonitas" 893 -el mercado
indica quién es eficiente y quién debe salir de él: de ese modo se asignan los recursos); estos
“desconocimientos” presentados como ciencia (Manuel Castells), se muestran infecundos
para aprehender el objeto social en su estado de concretización; en efecto: “...sus ideas ya no
pueden iluminar la nueva realidad que ha nacido, porque su concepción y métodos de
análisis… -el modo de uso que se hace de ellos-… no pueden abarcar todo el movimiento que
decurre en el presente...”, en particular: “…el carácter de influjo histórico-social decisivo de
la revolución científico-técnica en la estructuración social…” -dixit Alfredo Castillo-, a cuya
objetividad se corresponde la noción de “comunismo cibernético”).
No solamente la ausencia de una axiomática epistemológica invalida las
construcciones ideológicas matemáticamente formalizadas de la Teoría Económica oficial,
sino que la realidad se encuentra rara, sospechosa: ella se ha movido (la "ciencia" cuyo objeto
nocional reside en devaneos sobre el examen formal del movimiento de las mercancías:
mercado de capitales –el equilibrio dinámico macroeconómico a corto y largo plazos-,
periclita, salen de escena sus construcciones sofísticas y los modernos sacerdotes del
subjetivismo especulativo empirista quedan en ridículo; esos sí, son: "cadáveres exquisitos",
pues, están muertos en vida, en la medida en que sus ideas son la expresión del pasado, de
intereses abstractos en degeneración; en suma, el capital en su sentido categorizado: esa
colosal “conciencia inconsciente”, defecciona en cuanto ha sido) 894 . De manera que la
892 Se suele magnificar los aportes dados por Hayek y Mises al pensamiento económico subestimando el valor
del resto de cultores del neoliberalismo; empero, lo que se podía decir en el neoliberalismo de filosofía de modo
doctrinario, ya fue hecho por Hayek; por tanto, no es que no existen cerebros de la catadura de Hayek en el
presente, sino que la realidad que miran reduce su capacidad, temiendo que limitarse a repetir las ideas ya dichas
o a quedarse cortos.
893 En la televisión: “Los más grades secretos de la magia finalmente revelados”.
894 Sólo la inferencia lógica puede seguir el desplazamiento temporal del mundo. La inferencia lógica (la
abstracción, la conexión conceptual que reconstruye la realidad) constituye un recurso gnoseológico superior
en catadura intelectual que la inferencia ecuacional o estadística. Mírese el divertimento: el laberinto que
propone la Esfinge a la mente, por ejemplo, el acertijo: "En un cuarto existen dos puertas, la una lleva a la
salvación, la otra lo hace al infierno, no se sabe cuál; a éstas resguardan dos guardias: el uno es sincero, el
otro es mentiroso; dentro, debe uno descubrir cuál de las puertas lleva hacia la salvación; la condición es que
se debe formular tan sólo una pregunta a cualquier guardián y con base en ella proceder". La respuesta ha sido
dada; debe preguntarse a uno de los guardias: ¿qué piensa que respondería el otro guardia si se le pregunta:
por cual puerta alcanzo la salvación? En cualquier caso debe tomarse la decisión inversa. Se ve, que el
laberinto no encuentra la luz al final del túnel en los algoritmos de la "teoría decisional", en el "árbol de
559

ealidad muestra –amén de su falacia- el carácter histórico de la teoría económica neoclásica.
La economía (en la realidad) fluye de modo natural (es verdad, que los seres humanos actúan
en el mundo con conciencia, pero esta cualidad poco puede hacer para orientar procesos que
se determinan multifactorialmente en las barbas del propio individuo burgués, promovidos
por éste en las nociones y prácticas del individualismo, la iniciativa particular,...), allí reside el
“objeto real” de la teoría económica clásica y neoclásica (su “objeto teórico”; Hudson,
Michel: ¿Econometría o ideología en ecuaciones?); no obstante, si la economía empieza por
ser dirigida, conducida racionalmente en aquel margen en el que el ser humano puede
intervenir de acuerdo al grado de libertar alcanzado por el conocimiento de las regularidades
sociales y naturales al momento, desaparece la realidad de la que la economía política
burguesa es su abstracción; en esas condiciones, la mentalidad liberal no guarda
correspondencia con los hechos, con los fenómenos que dice preceptuar, por lo que se hace
necesario generar una nueva base teórica, para la que el bagaje categorial del “comunismo
científico” no le es extraño, puesto que representa la conciencia de sí, del movimiento futuro
de la especie.
La ideología económica clásica ha generado un patrón de prescripciones teóricas
estándar, respecto del cual se hacen esfuerzos por integrar estudios sobre los nuevos
fenómenos (lo cual es válido si dichas representaciones responden o son derivaciones de la
matriz epistémica); mas, esta vez se está frente a fenómenos que tienen carácter distinto, ajeno
al sistema material objeto de teorización neoclásica (esto, por cuanto hoy por hoy se está
formado un bloque sólido denominado “economía solidaria” alrededor del planeta, el que se
desconecta y se opone a la forma convencional de pensar y ser, y el cual constituye el germen
de una nueva “civilización”). Un ejemplo de sofisticación y de pretendida actualización en la
praxis “teórica” económica neoclásica, merece introducirse en esta parte. Cuando el
matemático estadounidense John Nash, recibiera el Premio Novel de Economía en 1994
(“Teoría de los juegos”), se pensó que el principio de “equilibrio de Nash” había resuelto
“científicamente” la proposición fenomenológica ideológica de Adam Smith sobre la “mano
invisible” (“no tener patrón; recurrir al azar”; hecho que se dice, cambió todas las estrategias
de programación y de marketing). El mencionado galardonado y apologéticamente admirado,
actuaba en la continuidad de la perspectiva de sondear fenómenos sociales inherentes a un
momento histórico de la humanidad con ojos del físico, del matemático: el mítico paralelismo
entre procesos naturales-físicos y los de índole económica (todos estos cerebros han incurrido
en el “error de querer dar a sus principios mayor alcance que el estrictamente físico”) 895 ; su
contribución se dice que fue el crear un modelo explicativo/predictivo sobre el
comportamiento de los individuos en juegos no cooperativos con información incompleta en
circunstancias estocásticas (empero, si bien es cierto que oferta y demanda agregadas son
fuerzas ciegas –competencia, espontaneidad, anarquía-, no obstante, de esta ceguera se
estructura el orden que sostiene la polarización y diferenciación social, la crisis y las luchas
populares: la dialéctica del desarrollo de la historia; por tanto, la realidad mercantil tiene
supuestos –las necesidades, la división del trabajo y la integración de los individuos por ésta
decisiones" de orden probabilístico; pero en la inferencia lógica, inmediatamente lo consigue. Pero la
ideología, la fabulación clasista de la existencia es también paradójica en su determinación tramposa. Si frente
al positivismo, la Religión ha debido realizar ingentes esfuerzos por conceder fundamento material a las
creencias (se sostiene por ejemplo: que “científicamente” ha quedado demostrada la existencia en todo ser
humano de una glándula en el cerebro, como la pineal, la hipófisis, la pituitaria, a la que se le atribuye
directamente ser la residencia de Dios, o la que preestablece el contacto con Dios); esta misma proposición
–producto de actos de ingenuidad descarados e insidiosos, expresión concentrada de la ideología neoclasista-,
esta neomitología es una trampa en la que ella misma cae: si la creencia viene condicionada genéticamente (si
cada ser humano tiene una glándula que lo vincula a Dios), no tiene sentido la presencia de profetas y
predicadores, puesto que Dios se relaciona con todo ser humano, sin excepción en forma privada sin necesidad
de que ocurra la generosa y denodada mediación de los chamanes (Dios debería “proceder de oficio” a asistir
y salvar a los buenos, aunque éstos sean heréticos). Desgraciadamente para el dominio que se asienta también
en la ideología, queda un escollo: los ateos y los idólatras (así como los primeros homo sapiens), o deben
carecer de esta glándula o ésta funciona atrofiadamente (una intervención en ella o su implantación arruinaría
a los ateos).
895
Esta novedad, también ha querido ser introducida en el marxismo. Las teorías de los juegos y de la elección
racional: los llamados “microfundamentos” del fucionamiento social (J. Roemer, J. Elster), como criterios
optimizadores, deben ser objeto de análisis por parte del marxismo como un proceder funcionalista registrado
en el seno del modo de producción capitalista, pero no como un componente teórico-metodológico constitutivo
del marxismo.
560

causada-, que no están comprehendidos en su modelo de matematización 896 ).
Smith, en cambio, encontró –se dice-, que en los procesos económicos, sobre todo
mercantiles, había un impresionante orden, el cual lo adjudicó a la actuación de la “mano
invisible” (la división del trabajo desune e integra forzosamente a los individuos; éstos
programan su reproducción en forma particular en función de sus necesidades, de la
proporción de satisfactores y de sus capacidades). Es verdad, que en la actualidad, en la
competencia, los agentes eligen la alternativa mejor y allí paralizan el proceso, en tanto con
ella se saben triunfadores; no obstante, esta actuación, no es consciente en conjunto; es por eso
que la misma responde a leyes histórico-económicas bien definidas y no a la simple
aleatoriedad. Tanto para Nash como para Smith se halla en confrontación la moderna teoría de
las “expectativas racionales”. El actor en el mercado sabe que va a verse enfrentado a
sorpresas (lo cual no ocurre entre vectores, es decir, entre fuerzas físicas, azarosas,
provenientes de varias direcciones en el mundo inorgánico o en el biológico inconsciente, las
que causan rebullicio, siendo la resultante el efecto de la tendencia de mayor solidez), por lo
que se halla de algún modo previamente preparado, prevenido (en un mercado con cierto
grado de competencia, por supuesto –y aun en el monopólico). La “mano invisible” no opera
fuera de la razón, pues, los seres humanos “sociales” no son vectores inconscientes, que
concurren a ciegas al mercado; en efecto, el hecho expuesto no ocurre de ese modo, puesto
que todo acto humano pasa previamente por la conciencia. En consecuencia, en las sociedades
en las que opera la anarquía, la espontaneidad, el equilibrio inestable, momentáneo, el cual
–dicho sea de modo incidental- es el supuesto de su normalidad, crisis y desarrollo, son la
resultante de una acción vectorial mixta: de la calibración in situ del comportamiento en el
interior de las condiciones puestas de modo ulterior por la incertidumbre (azar, que no es
factor definitivo, puesto que en el suceso –intercambio mercantil- operan patrones de
comportamiento, que vuelven predecible –por término medio- la realidad social; por otra
parte, el capitalista individual busca reducir aleatoriedad en el proceso, con los llamados
“estudios de mercado”, a través del ejercicio de ajuste de la programación de la producción a
los techos de demanda efectiva o mediante la aplicación de las políticas voluntaristas de
penetración y conquista de nichos de mercado ajeno).
Por su parte, Marx en Los Grundrisse, hace aproximadamente siglo y medio, esto es,
antes de que tuviera lugar el despertar de muchos de estos “genios”, expuso en términos
sociológicos una rigurosa objeción a la tesis de Smith, la que dice que ha sido desbancada por
el matemático Nash; la diferencia estriba en que mientras Marx planteó la ruptura en términos
de clase, Nash lo hace según premisas puramente formalistas –continuidad de clase, debido a
su naturaleza social de representante teórico del poder-, en la perspectiva positivista, de
funcionalidad sobre los desperfectos sistémicos provenientes de la impredecibilidad
oportunista individual conducente a la emergencia de anomias burguesas (Smith sostiene, que
persiguiendo su propio interés egoísta, los individuos colaboran, sin saberlo, al bienestar
colectivo; Marx, en cambio, asevera, que cada cual obstaculiza la consecución del fin
individual). De modo que no hay nada nuevo en este “gran descubrimiento”, que ha votado a
la basura 200 años de creencias económicas sostenidas por el “padre de la Economía
Política”: A. Smith, según sostienen los áulicos yanquis del profesor Nash. Marx, en concreto
dice:
Los economistas expresan este hecho del modo siguiente: cada uno persigue su interés
privado y sólo su interés privado, y de este modo, sin saberlo, sirven al interés privado
de todos, al interés general... De esta frase abstracta se podría mejor deducir, que cada
uno obstaculiza recíprocamente la realización del interés del otro... El punto verdadero
está sobre todo en que el propio interés privado es ya un interés socialmente
determinado y puede ser alcanzado solamente en el ámbito de las condiciones que fija la
sociedad y con los medios que ella ofrece;... (Marx, Carlos. Elementos fundamentales
para la crítica de la economía política –borrador- 1857-1858, tomo I; Ed. Siglo XXI,
Buenos Aires; p.: 83-84).
896
“Para este sistema del atomismo social acuñó …(Hegel)…, en la Fenomenología, la expresión
extremadamente significativa de ‘reino animal del espíritu’, ya que en él se desarrolla la combinación de
esencias que, como en los animales, sólo piensan en sí mismas, se desarrolla ‘la individualidad que es para sí
misma real en y para sí misma’” (F. Hegel citado por Max Adler, en: La concepción marxista del Estado;
México, 1982).
561

Por tanto, este saber, es de carácter funcional, en la medida en que explica y predice;
de él se desprenden las coordenadas para intervenir remodelando la realidad en sentido
conservador (la negociación); de ahí que dicho esfuerzo no ha conseguido trascendencia más
allá, que la proveniente del acto de reconocimiento de quien es la hegemonía, puesto que se
estructura en la perspectiva de la reproducción de ese status 897 .
Desgraciadamente, también el pensamiento económico de izquierda como el
denominado “alternativo”, se han visto degradados: han caído en las fauces del subjetivismo y
la especulación, en el eticismo, en el estatuto de los “teóricos” del “desarrollo a escala
humana” o de la “felicidad hedónica”, conforme son los signos de los tiempos, esto es, en
momentos de reemergencia de posturas relativistas, de relajación, de falta de rigor y de
oscurantismo deconstructivista, posmodernista. En efecto, con fuerza reinsurge el
pensamiento económico-sociológico utopista, el cual ha impresionado al poder, de modo que
se ha hecho merecedor al galardón del Premio Nobel (mírese si no los nombres, los orígenes y
el carácter de sus comprensiones de los homenajeados en el transcurso de la década inmediata
pasada). Paulatinamente la Academia Sueca también se ha ido degradando; antes el premio ha
tenido como felices poseedores a representantes teóricos del capital imperial y sólo a ellos (la
ciencia vale en sentido instrumental, práctico y funcional: los galardones, precisamente
reconocen y recompensan dicha “contribución”), y jamás se fijó en grandes economistas
marxistas (Sweezy, Barán, O´Connors, Dobb, Amín, Shaikh,..), que hicieron quedar en
ridículo el formalismo matemático mercantil-monetarista de los representantes burgueses en
dichas artes. Ahora, en cambio, ha vuelto los ojos sobre seudo economistas: matemáticos,
psicólogos, chaupi sociólogos y ciertos fiscalistas y desarrollistas como son los casos de Nash
(la “teoría de la probabilidad”), Kahneman y Smith (“atajos heurísticos”), A. Sen (“economía
del bienestar”),..., esto es, se ha centrado el interés en posiciones subjetivistas, moralistas,
social-cuantitativistas.
En “mejores tiempos” para la economía oficial, la “ciencia” económica burguesa
mostró frugalidad, rigor, elegancia, incluso en su carácter positivista, cuantitativista,
instrumentalista. Más hoy el poder se ha visto en la necesidad de que su subsidiaria: la
Academia (también para contentar y reprimir contradicciones) reconozca otras formas de
aprehender la realidad económica y formular propuestas homeostáticas, que se inclinan a
topar los conflictos y las formas de reproducción material de la masiva población del planeta.
La visión que se pone de pie en el hacer teórico económico pos neocolonial, es la denominada
“economía hedónica”, que reemplaza las nociones oficiales de “crecimiento económico” y
“desarrollo” (calidad, productividad, excelencia, competitividad, liderazgo,...), por el huero
término de “felicidad”. Su medición subjetiva, implica aplicar el mecanismo simplón de fijar
escalas con las cuales colegir matemática y estadísticamente el nivel de felicidad –variable
cualitativa y a la cual se pugna por otorgarle de forma forzada carácter de cientificidad
mediante no otro artificio, que el de la matematización-, que experimenta la gente, apelando al
manido y abstruso recurso de las encuestas, las cuales son procesadas a través del uso de
matrices de factores, cuyos índices ponderados llevan a concluir cuantitativamente el nivel
cualitativo de felicidad, que registra un grupo humano.
Es innegable que, en dependencia del estado de desarrollo espiritual de los pueblos y
897
El autor de estas anotaciones, no conocía en absoluto nada del profesor John Nash (aunque si se había
tenido acceso a las teorías sobre el “análisis de alternativas” y la “negociación”, incluso en su modelación
matemática simple, adaptada –obviamente, sin haberlas asociado con sus mentalizadores); hasta que un día el
señor Físico F. Erazo formulara una reseña de las teorías del eximio profesor, acerca de su premio, de su vida.
En aquella ocasión, al escuchar los argumentos respecto de que se había propuesto un algoritmo lógico de alta
matemática para entender y actuar sobre hechos complejos indeterminados de modo indistinto entre fenómenos
naturales y sociales, y en referencia con su aplicación al comportamiento económico humano, de modo
espontáneo en quien escuchaba, es decir, en la persona de esta obra escribiente, surgió en su mente de modo
inmediato y espontáneo la imagen de Adam Smith y de su postulado de la “mano invisible”. Qué sorpresa
cuando al investigar en Internet y mirar la película: Una mente brillante, se advirtió respecto del profesor Nash,
que parte de su mérito, lo vinculaba con las ideas del gran economista ingles del siglo XVIII. Posteriormente,
fue comentado el incidente a Franklin, el cual lo acepto de buen grado y se maravilló. Desgraciadamente, el ver
dicha película, fue una decepción, pues, si bien el profesor Nash (con todo su carácter burgués de ubicación
social) personificaba en su juventud el ser humano de ciencia frugal, serio, termina en su vejez aceptando los
vericuetos del amor, de la pasión y en profunda desorientación existencial (además, afirmando, cuando empieza
a ver fantasmas soviéticos: “del mismo sitio del cerebro del que me vienen las genialidades, me vienen las
locuras -¿Bah!). En último acto: el señor genio “lo que hizo con la cabeza, lo borró con el corazón” y en el
momento de la vida en que aquel órgano es sometido.
562

de los individuos: la felicidad (la noción de “realización” en la vida), está comprehendida en
variables como: nivel de empleo, escala de ingreso, acceso a la vivienda, grado de instrucción,
salud, esperanza de vida, distracción y disponibilidad de los satisfactores de la reproducción
colectiva (acceso a los bienes científico-técnicos), los cuales incluso se pueden cuantificar y
transformarse en referentes de modo que la población espontánea, subjetivamente auto
preasuma status de felicidad. Ahora bien, si estos indicadores no se hacen presentes en las
sociedades pos neocoloniales, se concluye, que estos sectores son infelices (y así lo declararán
ellos), incluso si se piensa que dichos índices se asocian a la visión estándar del bienestar
consumista burgués (muchas personas desean tener su propio negocio y crecer); sin embargo,
la felicidad (la realización óptima de la vida) no puede ser entendida en su forma común, la
cual sería recusable por los levitas, por los que siempre se hallan en ayuno y oración.
¿Felicidad en la colaboración para que todos tengan la “barriga llena y el corazón contento”?
¿Felicidad en el amor, en la participación social, en el goce de la “libertad”? Incluso en la
carencia se puede encontrar felicidad, si la existencia ha alcanzado altos niveles de
racionalidad, se ha fijado nuevos objetivos y ha promovido distinción de actos y logros. Eso
es lo que hay que medir e inducir. En verdad, si la razón de la presencia de la forma de
materia racional fuese solamente el que la misma supedite todo lo existente para sí, se
aproveche de la naturaleza, sea feliz en sentido hedónico exclusivo, egoísta, generación tras
generación; la pregunta contradictoria sería: ¿a cuenta de qué el ser humano debe
aprovecharse de todo para simplemente pasar bien, ser feliz en el placer?
2.5.3.- LA ESFERA DE LA DIRECCIÓN.
El Estado (la Política, la “Ciencia” Política oficial), que ha llegado a comprehender a
toda la humanidad sin haber alcanzado el status ontológico realmente de Estado mundial:
instrumento creado por Dios (o por inspiración divina, mediante revelación), para otorgar
conformidad a los miembros de la especie, o sea, en su rol de ente consensual de organización
superior de la sociedad, que antela, por tanto, su interés por garantizar la libertad, el éxito
económico y la salvación, al momento es también una concretización en el sentido de que ha
cubierto a todo el género sin abarcarlo institucionalmente, pues, el mundo no se transformará
en “imperio” jamás (el “imperio” implica que el poder del capital fuese piramidal con
gradaciones de jerarquía y subordinación; mas, el capital está estructurado de forma
contradictoria en bloques dinámicamente móviles, en el que el comando, en el presente,
corresponde al capital financiero), o sea, en “panóptico” (dixit M. Foucault): forma
arquitectónica, cascarón del marco de procesos de la entidad disciplinaria de contextura
global.
Esta determinación (la institucionalidad, la normatividad,..., la “colosal farsa montada
para la explotación” burguesa: el Estado en su consideración como aparataje coercitivo y
hegemónico de dominación: acumulación, legitimación y desorganización de clase), debe ser
desarrollada en el pensamiento a tono con el movimiento de la realidad: en el carácter
parasitario, ficticio, virtual, que asume el sistema de acumulación, concentración y
centralización del capital, en el momento en el que el proceso de valorización pasa a
descansar cada vez más sobre la fuerza intelectual del trabajo (talento humano) y cada vez
menos sobre la fuerza física cuantitativa. Estado en concreto: estafa impresionante construida
para el robo, para el engaño, para el entretenimiento, en suma: para la dominación estratégica
(global, macro) y táctica (cotidiana, microfísica). El sistema se reacomoda para persistir en su
esencia, en la nuevas circunstancias.
La instancia operativa, en la que se vuelve práctica la voluntad del poder: el Gobierno,
al momento se presenta revestido de una aparente aureola de horizontalidad y cercanía a la
población (democracia participativa, en el orden socialdemócrata de la expresión: “formas tan
sólo éticas de control del capital”). El resto de aparatos de coerción y legitimación (miedo y
desinformación): el Ejército con su normas, pulcritud, la ostentación de su vestimenta y modo
de vida ampuloso y ficticio de los “Cascos Azules”; sectas religiosas con todo ese enorme
montaje artificioso de sujetación; el mercado: su staff, sus estrategias destinadas a succionar el
más pobre centavo (no interesa género, raza, instrucción, credo, estado civil, generación,
ocupación, etc.), se han tornado omnipresentes. En la vida (en la figuración de la ideología
burguesa, que concreta administrativamente la voluntad de la clase dominante, plasmada en
normatividad constitucional), siempre debe haber el malo, para que ésta se vuelva interesante,
para que fluya.
563

¿Es sensato plantearse la protección de la biodiversidad por proteger a la
biodiversidad? (a propósito de la renuncia a explotar el ITT en Ecuador y de su Constitución
garantista de derechos de la naturaleza; la naturaleza –objeto- se lo transforma en “sujeto”:
como ser vivo tiene derechos, en el acto de traslación del sentido de la voluntad que tiene una
función histórica, en cuanto se comporta como arma de lucha política). Se sostiene, además,
que las generaciones actuales ya están consumiendo los recursos del mañana (¿habría
afectado la eliminación de los caballos por el uso de generaciones anteriores a las actuales? –
en sentido estético y romántico: sí). Las respuestas a estas preguntas, son juicios de valor.
¿Cuidado climático y freno a los procesos de hominización?, o ¿avance acelerado del
conocimiento y de la técnica, y afectación de la naturaleza? (que no es lo mismo decir:
destrucción de la naturaleza y acumulación privada, concentrada de riqueza). La vía es
ecléctica y tautológica: hominización progresiva y uso del entorno como recurso sostenible.
En el mando mundial persiste el poder del capital financiero; en el otro bando, en aquel que se
desconecta y avanza en la producción de las nuevas relaciones humanas, en la gestión se
“roba la película” la microdimensionalidad de la “cuestión del poder” y la problemática de
raíz ambiental. En ambos aspectos está presente y difusa la esfera de la política (la cual pierde
sustantividad). El forcejeo incruento, dialogal, largo y sostenido, se ofrece como metodología,
mientras se han dado inicio ya las nuevas guerras: las de los cibernautas, en la esfera de la
información, sin fronteras, derrumbando clasificaciones, sistemas jurídicos, sorteando
represiones físicas.
Tanto las categorías que subsisten como las inherentes a la nueva teoría vinculada al
pensamiento social que aborda las micro contradicciones de la microfísica del poder,
constituyen, a decir verdad, la forzada conceptualización en torno de relaciones reales, que se
hallan de salida. Todas las nociones anteriores (en el sentido en que éstas, en perspectiva
histórica, dejan de forma creciente la escena de los vivos al perder de modo pertinaz
significación su substractum material, pese a que varias de ellas todavía den señales de vida):
nacionalidad, etnia, identidad, alteridad,…, no tienen razón ya en el argot del pensamiento
realmente “posmoderno” (supramoderno); intelección, que recoge la tendencia (nefasta para
un tipo de reflexión unilateral sobre el papel del sistema burgués en la historia y sobre el
desarrollo de las fuerzas productivas) de homogenización absoluta de los factores posibles de
dispersión de las características multifacéticas de la especie (el buscar o promover
diferenciarse con el otro en circunstancias en las que se cierran todos los caminos conducentes
a dicha individualización, pasa a ser un simple capricho: tan sólo una ficción antediluviana,
ultramontana; en realidad, no solamente el mercado homogeniza a personas y pueblos,
también lo hace el deporte: las Olimpiadas, constituyen un potente instrumento en ese sentido;
la conexión en interfaz entre todos los individuos de la especie humana constituye el hecho de
la homogenización absoluta).
* * *
Examinar y conducir bien las relaciones entre la sociedad y el individuo, no es posible
sin el planteamiento y solución de varios problemas teóricos: qué condiciones sociales y
posibilidades materiales y espirituales ofrece la sociedad para el desarrollo del ser por
separado, para la actividad de éste, así como para la manifestación y la utilización de sus
aptitudes; cómo se conjugan dentro del marco de un determinado sistema social los intereses
de la sociedad y del sujeto; cuál es el papel de la persona en la historia.
La marcha de la historia mundial hace que el destino de cada ser dependa de la
solución de los problemas sociales cardinales de la época presente (2008), de los que obedece
también el porvenir de la especie. Es cada vez mayor la responsabilidad de toda persona por
los destinos de la humanidad; por tanto, aumenta la importancia de la lucha de las fuerzas del
progreso frente a las de la reacción (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista).
En torno del problema del individuo el marxismo sostiene, que el ser humano no es
más que un tornillo del mecanismo de producción y reproducción del capital en la formación
socioeconómica burguesa, de este sistema: “reino del egoísmo”, “círculo de la particularidad”,
que debe reconocer al otro y realizar la necesidad ajena como condición de reciprocidad; el
capital, en cambio, aduce que en el marxismo el ser humano, como individualidad (visto a
partir del individualismo económico liberal burgués), no es más que un tornillo del
mecanismo estatal. Los hechos han demostrado, que en el capitalismo el ser humano in
abstracto, es un “factor” económico, que sirve en cuanto se vuelve instrumento de
valorización, caso contrario: su presencia es excedentaria frente a la vida, está listo para ser
564

objeto del genocidio (conejillo de indias en los experimentos científicos). Sólo en el
capitalismo el reino del egoísmo individual se halla concentrado, unido, tejido; el reino del
egoísmo animal se produce en un amplio territorio; en la sociedad, en cambio, ocurre en la
ciudad. Por su parte, no es que el marxismo aplasta al individuo diluyéndolo en la colectividad
(Ortega y Gasset), sino que, por el contrario, entiende que a futuro el progreso de las fuerzas
productivas y las nuevas necesidades espirituales (frente a las que tanto el capitalismo como
el socialismo devenido han contribuido de consuno) llevan a formar un solo cuerpo humano
(interfaz global de los hardware naturales –neocórtex-: “una sola cabeza con varios cuerpos”),
para estructurar la mente del tamaño del Universo para alcanzar a comprenderlo; y que, al
mismo tiempo, esta comunidad “se percibe a sí misma como una unidad que hace surgir en la
conciencia la individualidad de cada uno sólo como miembro de esa unidad” y convierte a la
necesidad –“sistema de necesidades” espirituales- de saber “en su inclinación portadora”. De
este modo en la historia queda superada, como efecto de la determinación real, el problema de
la complejidad (Morín), de la unidimensionalidad (Marcuse), de la incertidumbre (Lechner),
de la indeterminación (Baudrillard), del destino de la humanidad (Foucault).
¿Cuál es el parecer del positivismo científico actual sobre la forma humana (estructura
“social”) que viene (en el 2050)? La asume robotizada, integrada ontológicamente a las
máquinas, en una cantidad cercana a los 10.000 millones de personas, sometidas a un sistema
de “gobernanza global”, democrático, multicultural (esto supone, por ejemplo B. Nielsson).
Avizoran que va a formarse un gobierno mundial, coordinador de las diversas culturas en el
planeta (bloques, uno de los cuales se dice será la UE); que a través de medios electrónicos se
podrá controlar y deponer a gobiernos que no actúen de acuerdo con los dictados de la “nueva
moral”: intolerancia hacia la pobreza, a la desigualdad, destrucción del medioambiente, etc.
La estrategia en el pasado para sobrevivir, se dice, era actuar en manada; sostienen que de
igual manera se debe proceder a futuro: en manada; ahora bien, lo que no dicen estos genios
(debido a su “incapacidad de sospechar el alcance de su propio punto de vista… de desarrollar
todo el contenido del conocimiento cuyos núcleos… tienen en sus manos”), es que la manada
es el “comunismo” 898 . Este proceso está actualmente bloqueado; según conclusión de
determinada izquierda está en espera la recomposición superestructural del sistema coherente
con la globalización:
… a mediados de los años 90 se produce la inflexión entre la larga “caída” del
“Kondratieff automotriz” (iniciado en la primera mitad de los años 40; se puede tomar
como hito los acuerdos de posguerra) y el inicio de un “Kondratieff telemático”.
Si bien llevamos más de una década de la onda larga ascendente del Kondratieff
telemático, todavía no se han producido los ajustes institucionales que la globalización
derivada exige.
En este sentido, estamos en una situación más parecida a la de principios del siglo XX,
con una guerra mundial “tardía” para resolver la nueva institucionalidad requerida por
el ciclo iniciado a finales del S. XIX, que a la situación de mediados del S. XX, donde
la segunda guerra mundial “resuelve” en el inicio del ciclo la nueva institucionalidad
global (Yalta, ONU, FMI, BIRF, GATT, patrón dólar).
Estamos en un punto en que la globalización del Kondratieff telemático exige una
negociación, que se viene “retrasando”, de una nueva institucionalidad global.
La misma puede negociarse antes de la guerra de redefinición de hegemonía o después
de esa guerra (mundial, claro) 899 .
2.5.4.- EL AMBITO DE LOS CONFLICTOS DE LA RAZON.
La persona sólo se individualiza, únicamente cuando ésta debe marcar diferencias con
el grupo generatriz de su individualidad para poder producir el desarrollo del estado gregario
al que se pertenece, el cual está llamado a hacer avanzar al género, pero con dicha conducta se
integra más al ser genérico (mírese el caso de Einstein –Mileva-; el científico ario se
individualizó en el planteamiento de la Teoría de la Relatividad, mas ésta le integró
898 Esta ha sido la posición y el interés del marxismoleninismo y de la clase obrera; y aunque ella aparezca
como el interés particular de una clase: la proletaria, este interés es general y, es más: representa a la historia.
899 Post etiquetados ´ciclos kondratieff´. Sobre la coyuntura, noviembre del 2008.
565

mayormente al género); de modo que Eric Fromm (Miedo a la libertad) carece de verdad,
Marx en cambio: sí –siempre- la tiene, pues, la “esencia del ser humano es el conjunto de sus
relaciones sociales” (razonamiento que puede hacerse extensivo indistintamente a la múltiple
praxis del ser humano, como es el caso de la relación entre el desarrollo del espíritu y el
capital: es verdad que la ciencia se desarrolla también por iniciativa individual, en forma
utilitario materialmente desinteresada, pero su verdadera determinación deviene de la
reproducción del capital en la moderna forma humana burguesa).
Se puede clonar la individualidad orgánica de una persona (la que está destinada a
pasar por experiencias propias, diferentes de las de su clon, a pesar de que el contexto de las
estructuras sociales sea común); no obstante, de ningún modo es posible replicar la
“individualidad conciencial” –la conciencia es un producto terminantemente social 900 - tanto
como la conductual (los miembros ideológicos de una misma clase, son copias parciales
individuales, generados históricamente por la posición estructural, los intereses idénticos y el
desempeño en ese medio). La estructuración de la individualidad espiritual, viene mediada
por el efecto en la tabula rasa cerebral primigenia del sujeto, de las distintas experiencias
vividas en escenarios epocales, materiales y preceptúales, que no son idénticos ni siquiera
para el caso de los siameses. Algún día, cuando la humanidad haya conectado en interface,
mediante un dispositivo sui generis: “cuerpo calloso”, todos los cerebros de sus miembros
(“una sola conciencia con varios cuerpos”), el uno será el clon mental exigido del otro, es
decir, la conciencia individual se diluirá en la de todos: no habrá más secretos, se pasará al
reinado de la omniexistencia y de la mancomunidad comunicativa completa e inmediata (esta
nueva propiedad permitirá, dicho sea de paso, superar el problema –Teorema- de la
incompletitud del lenguaje de Godel; pues, siempre se produce el salto en el interior de
hechos que aparecen como la frontera para la conciencia, el cual nivela la mente frente a la
contextura de la realidad) 901 . Este proceso va a ser, en un principio, como lo ha planteado
Hawking: la primera etapa es de conexión de los cerebros en red de modo indirecto mediados
por los teléfonos celulares o las Web (Wikipedia: gigantesco cerebro o cerebro colectivo);
luego estos mecanismos también quedarán obsoletos, como cuando aparecieron los
micrófonos inalámbricos; la siguiente fase superior de “comunicación” es directa en interfaz
cerebro a cerebro (hasta ahora la naturaleza ha hecho lo suyo, y lo cual es un impresionante
mérito; con la IA y su integración directa al cerebro único humano, el ser humano pasa a
hacer lo que debe).
Este proceso (el citado al final del párrafo precedente) se halla en curso, puesto que se
conoce que en la actualidad (noviembre del 2008) un joven, se dice por la prensa, que ha
diseñado el chip que puede empotrarse en el cerebro; pronto un chip similar integrará a dos
cerebros: se habrá creado la base material, que haga realidad el dicho popular “dos cerebros
piensan mejor que uno”, pues, por esta vía se producirían los supercerebros, mientras que la
fusión de todos los cerebros de la humanidad forjará la especie superior (“octocoralario”
humano), sobre todo cuando ésta se halle pivotada por un cerebro artificial central (en el
momento en el que esta interconexión se produzca entre todos los cerebros de la humanidad
en un futuro y, a su vez, en el instante en que todos los cerebros de ese modo vertebrados se
hallen conectados a un centro de inteligencia artificial –cordón umbilical al sistema
automatizado de producción-, se habrá conformado el cerebro de la misma dimensión del
Universo: el productor de su teoría; en la llamada “ciencia ficción”, esta hipótesis
biotecnológica está resuelta, pues, hay una película en la que se presenta a un extraterrestre
que apoya la mano en el hombro de un terrestre, e inmediatamente penetra en su cerebro). A
propósito, Interfaz, cerebros High Tech, encéfalos cibernéticos, nueva “raza” humana,
“revolución de la inteligencia” (sic): ¿para qué? Los prominentes estudiosos de los desarrollos
actuales y por venir de la ciencia y la tecnología, que vaticinan que está naciendo un nuevo
900
En efecto, en la sentencia definitiva: la conciencia no viene con la “persona” cuando ésta nace –de
antemano, metahumanamente impuesta-, sino que –por el contrario- el nuevo ser mismo es quien se la provee en
“sociedad”, o –de otro lado- es el conjunto humano a su alrededor y el que entra en contacto de modo
indirecto, quienes se lo proveen (es la conciencia social de un tiempo –en razón de su ubicación estructural
dentro del grupo- la que se instala en la mente de un ser humano, conciencia que luego recibirá el efecto de
sobredeterminación de la visión particular).
901
En este aspecto, la “cultura” se ha adelantado a la naturaleza, al poner en conexión en red, a la
computadora; Manuel Castells, en cambio, advierte la “sociedad red” como la organización formal de la
sociedad posmoderna, hecho que un día ordenará de modo integral a los cerebros humanos: conexión de
cerebros en red.
566

mundo: el del posthumano, no saben qué sentido tiene dicha proeza, además, se quedan
maravillados tan sólo con el modelo del increíble escenario material y científico-técnico a
portas, mas no proyectan las transformaciones en el marco de vida, que propicia tal frenético
y colosal desarrollo de las fuerzas productivas (allí el límite de la mente estructurada de modo
positivista y dialéctico-ortodoxa); en realidad, el ser humano está pasando de su condición
racional a la condición “divina”, rumbo y telos, que vienen inconscientemente dados en la
“propiedad de la inteligencia”.
Fórmese una idea de esta hipótesis, cuando la misma se haga realidad (para entonces
las generaciones en curso “habrán dado la vuelta la esquina”): conectados en interface los
cerebros de Heráclito, Aristóteles, Galileo, Bruno, Copérnico, Kepler, Marx, Engels, Darwin,
Mendel, Fleming, Marie Curie e hija, Lenin, Luxemburgo, Mileva, Planck, de Chardin,
Kapitza, Leontiev, Cueva, Shaikh, Sagan, Hawking, Penrose, Moracev,..., sus conocimientos
(banco de “información”) se integrarían en un solo cuerpo orgánico de teoría total sobre la
multifacética estructura de la realidad (naturalmente, que habrían problemas de
compatibilización, no tanto a nivel epistemológico como en la dimensión ideológica,
superable en el frente del pensamiento dialéctico de izquierda) superior al orden de su
parcialidad, dándose lugar a la formación de una potente conceptualización de la Materia; los
métodos de trabajo particulares –por su parte- se integrarían en un nuevo y poderoso
dispositivo de trabajo de la mente, capaz de formularse el criterio objetivo sobre el hardware
(ontología) y el software (leyes) universales. Si todos estos cerebros se hallasen conectados a
un poderoso centro de inteligencia artificial que opera –a la vez- como eje de pensamiento: eh
ahí el cerebro de la humanidad prolongado en ese mismo instrumento de inteligencia
artificial, frente al que ningún misterio del Universo se le resiste. Estas especulaciones –dicho
sea de paso- se hallan en proceso de perder su condición de tal en el alba de los nuevos siglo y
milenio -XXI y 3000- (Hawking sostiene, que el ser humano actualmente ya no está sometido
a las leyes de la naturaleza). En efecto, se está formado ya un “cerebro global” formalmente:
“actualmente se piensa en grupo y se toma decisiones mancomunadamente”; con Wikipedia la
gente se hace visible gracias a la red; el mundo está conectado mediante una enorme telaraña
de información, de contactos, de cooperación y conocimiento; el conocimiento se hace cada
vez más democrático; además, “pronto se fusionará el ser humano con la tecnología” (lo dice
el señor Kurzweil).
Es obvio, que a futuro los genios a destacarse serán los miembros indistintos de la
humanidad de entonces (la cual será indiferenciada y selecta en todos sus aspectos
conformantes; en concreto, dicho carácter lo hará posible la superación de la división social
del trabajo, el mejoramiento de la calidad de vida, la apertura de oportunidades para todos
–liderazgo en equipo de la genialidad-, la emergencia de condiciones materiales que permeen
el impulso al desarrollo del pensamiento –el robot). ¿Es cierto que la genialidad se produce en
los 30 primeros años de la vida, luego de lo cual al sujeto se le “acaba la cuerda”, pasando el
resto de ella, tan sólo a vegetar? ¿Es verdad, que en los países centrales, este prodigio ocurre
como efecto de los altos estándares de vida –sobre todo de alimentación y de disposición del
escenario material, instrumental y espiritual, apropiado para el efecto-; mientras que en los
países satélites, la genialidad es una fase de la existencia de ciertos individuos, que sobreviene
en la edad madura, como resultado de las deficitarias condiciones de reproducción material de
dichas sociedades, precisamente cuando el cerebro se asienta y empieza a producir
imaginación? Parece, mas bien, que es el carácter del descubrimiento, del invento, el que
“selecciona” la etapa de vida encargada de producirlo (naturalmente, a parte de la
determinación de la necesidad histórica y de las condiciones requeridas, se insiste). Ahora
bien, los inventos que no demandan de experiencia y amplio conocimiento supuestos para
ocurrir como tales, tienen lugar, por lo común, en la juventud; pero los que sí lo exigen, se
asocian a la llamada experticia: el diseño de un “modelo de desarrollo” para un país, no puede
producirlo un joven (incluso no lo podría hacer un Einstein –Mileva-, con su subida
capacidad), sino un equipo sereno, que cuenta con múltiples experiencias, amplio
conocimiento y práctica, sobre objetivos y en materias: condiciones de desarrollo material,
estructura socio-económica, superestructura jurídico-política y formas de conciencia social;
etapas de progreso de un pueblo, la fase en la que se encuentra y la “zona de desarrollo
próximo” (desentrañamiento de la ley, planteo de la tendencia; categoría principal:
ontopraxeologoteleología); a partir de aquí entra a operar la llamada creatividad (en la historia:
sobre todo el cerebro de Marx fue productivo en el transcurso de toda su vida).
567

La realidad posible que se ha presentado (masa cerebral humana, resultante de la
conexión en red de los cerebros de todos los elementos vivos en ese entonces), puede ser
tomada como una mera ficción; dicha percepción sobre la hipótesis, en cambio, responderá al
carácter compartamentalizado del saber de la generalidad de los sabios, que hasta la fecha ha
imperado (ahora bien, se rumora, que en Inglaterra se ha hecho un ensayo exitoso de interface
humana, consiguiéndose que dos soldados se comuniquen mentalmente, pero no a la manera
de la llamada telepatía, sino a través de mecanismos de conexión intercerebral). Estas
inferencias futuristas, no son nuevas; no obstante, fue una sorpresa para la persona autora de
estas líneas, que un estudiante suyo le perurgiera mirar el film: Matrix, en el cual, de modo
fantástico (pues, el cine es la esfera de realización burguesa de los mitos, de mesianismos), se
expone desembozadamente el hecho. Allí se hallan presentes, con todas sus letras, la interface
humana con la inteligencia artificial. Bien se ve, que la realidad futura se realiza en la
imaginación presente; entre ésta y aquella: no hay mucha diferencia, pues, la mente se hace
sus ilusiones, en la contemplación-asimilación de las posibilidades, que encierra el entorno: la
imaginación no aborda algo que esté por fuera del mundo; por ejemplo, se aspira a volar
mirando a las aves, a transformar tierra en oro, volver a la juventud, alcanzar la inmortalidad,
o sea, hacer lo que se quiera, porque se ha generado la idea de Dios (así procede precisamente
Michio Kaku, en su libro: Hiperespacio). En efecto, también la aspiración de los faraones de
la “Epoca de oro” de la civilización egipcia, se haría realidad a la manera de la magia que
todo lo puede, como se presenta en un documental de la BBC transmitido por la Televisión
Pública ecuatoriana: las pirámides eran una “máquina de resurrección”, de ascenso al Cielo, el
Santo Sepulcro.
El tipo de aspiraciones expuestas en anterior referencia, se formulan acotadas por las
condiciones del mundo (en el presente, por las posibilidades de la ciencia y de la técnica) y
todo lo que puede ser figurado se halla contenido en él. El sesgo que inmediatamente se
advierte en Matrix, por ejemplo, es que el mismo (por ser un film-mercancía, esto es,
acomodo fantasioso para concitar el interés de mentes morbosamente modeladas con fines de
retorno económico): nada refiere sobre a dónde va todo eso; en el trasfondo, las mismas
relaciones capitalistas constituyen el cuadro de realización de dichas escenas: guerras,
sabotajes, odios, megalomanía; y, manipulación del ser humano, destrucción y conflicto con
robots y programas informáticos: software malos, conspiración, son el leitmotiv siempre de
este tipo de películas, de modo que la parte seria, científicamente fundamentada se halla
refundida, enmarañada. Es verdad, que la tendencia hacia la modelación peyorativamente
sesgada de la realidad en el concepto, que la casi totalidad de la población humana tiene por
haber vivido enclavada en el sistema burgués de vida, conduce a formularse una idea pérfida
de la futura realidad; empero, debe vislumbrarse el hecho de que no solamente la capacidad
de sentir puede volver malas a las máquinas, sino, principalmente: el que su reproducción sea
realizada de forma sexual, biológica (en la realidad animal, los machos combaten muchas
veces hasta la muerte por el territorio y la hembra); lo cual: es imposible e innecesario (es
cierto, que esta maledicencia puede provenir del inmoral o desquiciado acto de programación
lógica).
Hawking por su parte dice (Historia del tiempo), que el cerebro de la humanidad será
el que comprenda el Universo, mas no el trabajo del cerebro tomado por separado (y tiene
razón); pero, sobre esta “intuición” el cosmólogo citado no avanza detalles de factibilidad,
que personalmente se sepa; la limitación al respecto se debe, a que el experto es especialista,
es decir, a que domina parcialmente los vericuetos de la esencia de la teoría de la robótica, de
la inteligencia artificial, etc. (o no los eslabona en un cuerpo más abarcante de pensamiento),
en razón de lo que no le es posible encontrar el nexo entre saberes distintos que abordan por
separado aspectos de la unidad real material del mundo, por lo que no le es dable –en
consecuencia- diseñar un constructo teórico que involucre a todas las ideas parciales en un
cuerpo de teoría general. Esa circunstancia, por otra parte, se reproduce en el resto de
pensadores, puesto que los economistas cavilan para adentro de su disciplina y sus
congéneres: los sociólogos, los psicólogos, los físicos, los matemáticos (los cosmólogos son
una cuasi excepción),..., se comportan en la misma línea, la que tan sólo precisa argumentos
objetivos en su especialidad, y lo que induce a no atalayar la totalidad vertebrada, sistémicointegralmente
concebida, en el trabajo intelectivo de dichos cientistas particulares. El
interface permitirá superar esta unilateralidad de modo infinitamente mayor a como se ha
querido esbozar en este documento (esto es, las “unidades de inteligencia” separadas se
568

pondrán en contacto entre sí, para dar lugar a una sola conciencia humana con varios
cuerpos).
En la expansión de la idea expuesta en párrafo anterior. En los anillos centrales, de
vanguardia del desarrollo del conocimiento y la técnica: EU, UE, los Tigres Asiáticos y el
conjunto de países llamados BRIC, no se duda ya, sobre las colosales transformaciones
mecánicas, biológicas, genéticas, sociales y espirituales (aunque en dichas mentes no hay
todavía claridad en torno de las modificaciones a registrarse en los aspectos citados en último
lugar: las relaciones sociales y en la mentalidad), que se van a experimentar tanto en el
individuo como en la humanidad, hecho que tornará irreconocible al ser humano del futuro;
sin embargo, es insospechable todavía para el común de los mortales, el extraordinario
cambio ontológico, gnoseológico y teleológico humano que se viene, como efecto de la
efectivización de las potencias que residen en el trabajo social y en la inteligencia, en materia
de la robótica, de los saibor (“tecnología integrada”) y de las máquinas pensantes. Estas aún
colosales transformaciones se producen como efecto de la competencia mercantil (el
desarrollo autónomo de la técnica) y también de la propia sed de conocimiento y del prurito
por tornar realidad las ideas (racionalidad, creatividad); esta “carrera” es, luego: imparable,
pues, el Siglo XXI “es el siglo del robot”. Sin embargo, los artífices de este desarrollo,
obnubilados por el límite actuante en ellos de la especialización positivista de su quehacer
científico-técnico y de su “posición de clase”, transparentan el temor de que el proceso se
salga del control y los productos del progreso sobre todo en el campo de la inteligencia
artificial capaz de tomar decisiones autónomas, se vuelva en contra del ser humano,
sometiéndolo, eliminándolo.
En el citado panorama, en el frente del ser humano natural en concreto, los seres
humanos madurarán, perderán la capacidad de las emociones, no obstante continuarán
tomando decisiones mucho más racionales, a la manera de aquellas personas que por razones
traumáticas, han perdido la esfera emocional, sin embargo siguen con éxito la vida; luego, no
es necesario incluir el sistema emocional en el robot (Ingeniería Inversa), puesto que allí
reside el peligro de integrar características humanas capitalista dañinas en las máquinas
pensantes. Para el caso de la presencia y actuación de “esta nueva especie” sobre el planeta: el
robot sapiens, creado por el ser humano: ¿deberá autoreproducirse? No. Ellos no son
productores (medio) del objetivo que posee el ser humano en la vida, a pesar de que se
hallarán dotados de la propiedad de la inteligencia, de que coadyuvarán en la consecución de
dicho propósito: “entender el Universo” (de lo cual se desprende una conclusión lógica
siniestra: que la materia paradójicamente se ha autoprogramado de modo inconsciente
para llegar a la representación ideal de sí, con la conciencia humana o sirviéndose de ella
en tanto productora de la inteligencia artificial, la cual continuará horadando en los
misterio del Universo, para el caso de que haya desaparecido la humanidad (parricidio del
robot); la inteligencia natural debe sortear esta determinación: el haber sido tan sólo un
instrumento de la realización de la finalidad de la ciega materia; ¿cómo?: fusionado los
dos tipo de inteligencia, esto es, la natural y la artificial, para que las dos sean
protagonistas de la proeza y puedan manumitirse del despotismo material, pasando a
gobernar al potro de la materia). Por tanto, la autorreplicación carece de sentido debido a que
un robot puede ser “eterno” y desarrollarse permanentemente sin necesidad de incrementar las
unidades de pensamiento automatizadas. No puede ser malo (por naturaleza) un robot, pues,
no debe reproducirse de modo darviniano (selección natural, producto de la competencia entre
las especies); tampoco deberá sentir el efecto de la explotación y dominación ejercida o
experimentada sobre o de los seres humanos o del otros robots, en su orden.
Hawking sostiene que el robot superará al ser humano, podría liberarse, tomar
decisiones, entrar en pugna con la inteligencia natural obsoleta y pasar a supeditarla o a
destruirla; el ser humano, por tanto, debe tomar previsiones: se ve impelido de realizar
transformaciones en el genoma para mejorar la raza y poder competir con el robot (a través de
la “voz” de Hawking, se materializa el discurso de la ideología fukuyamana capitalista
ahistórica, naturalizada: las relaciones burguesas de producción son eternas 902 ). Tanto
Hawking como el resto de personas que razonan en torno al peligro de que un robot someta al
902
El contenido de los hechos se expresa (en la conciencia) de varias formas en la forma, en la medida en que
tienen varios presupuestos. Al respecto Marx sostiene: “… si para un período aparecen como supuesto natural,
para otro período, en cambio, constituyen un resultado histórico” (K. Marx, Contribución a la crítica de la
economía política).
569

ser humano, concluyen de ese modo por cuanto no son sociólogos, historiadores ni
politólogos, ni siquiera funcionalistas a lo Parson, Merton, Durkheim, Toynbee o Drucker (no
obstante, tienen conciencia y adscripción política de clase: ideología burguesa, en tanto
forman parte de la capa social de los científicos, de los técnicos y de los intelectuales
actuantes en el seno de la estructura capitalista), su perspectiva sobre la realidad y su futuro es
limitada, comprometida con la clase que opera como su mecenas. Hawking no comprende,
que sus tesis de que sólo la humanidad en su conjunto puede entender el Universo (“leer la
mente de Dios”) y no un individuo por separado pese a su genialidad exclusiva, es posible
únicamente con el desarrollo genómico del cerebro natural, de su conexión en interfaz con
otros (todos los) cerebros humanos y con las máquinas pensantes: ese es el cerebro del tamaño
del Universo. Por todo eso y debido al propio desarrollo de la historia, es que el robot
inteligente autónomo, no puede darse sino en la “sociedad” comunista, esto es, en la forma
humana superior caracterizada porque en ella se ha superado la escasez, el trabajo ha dejado
su condición propia, única e inmanente del ser humano, las clases o cualquier otra forma de
diferenciación social (la división del trabajo) se han eliminado y las formas ideológicas
clasistas, han pasado a ser tan sólo reminiscencias. El robot siempre será racional: el ser
humano tendrá permanentemente rezagos de semtimentalidad; entre los dos habrá
compensación, equilibrio, puesto que, al hallarse la inteligencia natural “mezclada” con la
natural en el proceso de interfaz, los “sentimientos” humanos nuevos, producto de la
superación de la base óntica generatriz de los malos deseos: las relaciones sociales capitalista
y las de clase en general, gobernarán el pensamiento mixto natural-artificial, de modo
racional, bondadoso, sano, bueno.
Llegada esta etapa de interconexión cerebral entre seres humanos, la misma deberá ser
un momento en el que no habrá interés de mantener secretos, de sentir vergüenza, del
anonimato, del ocultamiento; pues, no habrá necesidad de pretender a la “mujer del prójimo”:
del eterismo, de la prostitución, del vulgarmente llamado “encornudamiento”, por cuanto el
sexo será libre y disponible y ya no reproductivo (termina la larga época en la que el cari y la
huarmi se buscan 903 ); este proceso –dicho sea de paso- lo realizará la técnica de fertilización
in vitro, la clonación y tantos cuantos mecanismos sean diseñados a futuro (los sacerdotes
antiguos se flagelaban cuando les acongojaba el apetito por el sexo en lugar de dar rienda
suelta a sus impulsos, en tanto el momento histórico era el apropiado; a futuro no habrá
necesidad de proceder así: la técnica y la mentalidad superior, impondrán la conducta de
“abstinencia”); por otra parte, tampoco se presentará la necesidad de robar, de estafar, de
malversar, de la piramidación, de la colusión,…, pues, la producción abundante llevada a
cabo por el robot, alcanzará en demasía para abastecer las necesidades de todos (incluso, se
insiste, el quantum poblacional habrá descendido drásticamente, mientras que otros planetas
serán adaptados para la vida). La interconexión en red de los cerebros, hecho que puede
ocurrir en el futuro luego de pasadas unas dos centurias, es la humanidad a la que hace
referencia –como ya se ha dicho- Hawking, cuando en el libro ya citado: “Historia del
tiempo”, manifiesta en sentido metafísico-religioso (aunque en una de sus últimas
publicaciones, el afamado físico cosmólogo británico, ha vuelto a afirmar su cientificismo
ateo 904 ), que el ser humano va a comprender el Universo, pero cuando como humanidad deba
integrarse para “entender la mente de Dios” (como se ve, las especulaciones vertidas en este
escrito, constituyen la proyección de tendencias reales; ellas: no son, por tanto, simples deseos
o ilusiones; constituyen –en realidad- un fárrago de suposiciones razonables).
En el orden del espíritu, es impresionante el desorden que el reinado de la ideología y
de la conciencia de los sistemas clasistas puede generar en la mente individual y en la
memoria colectiva, es decir, la operación de esa colosal estructuración idealista del cerebro,
montada para la sujetación 905 . De manera ciertamente repentina, la anarquía, la dinamia y
903
Además, una vez que la mujer se libera sexualmente (puede copular con cualquier macho), se derrumba la
“institución” de la prostitución; la supresión de esta forma de reproducción de determinado segmento de la
población femenina, la que no es integrante de la contabilidad económica del mismo modo como ocurre con el
trabajo doméstico, se produce, no porque la misma haya dejado de cumplir un papel económico, sino por
cuanto su mercado se “daña” con la competencia “desleal” (“dumping de género”) del sexo libre.
904
Actitud ésta, aparentemente racional de Hawking, puesto que últimamente sostiene (con motivo de la
publicación del último de sus libros: El gran designio), que el Universo “ha aparecido de la nada” (“Ausencia
de fronteras”, lo cual implica proceder en el conocimiento del Universo mediante “rebobinado de la historia”).
905
Ideología: reflejo en la mente de la apariencia de las cosas, de la esfera superficial, fenomenológica de la
realidad, no de la esencia, a la cual se llega a través de la ciencia. Ideología: conciencia sensible, inmediata,
570

todo el incesante movimiento complejo del mercado se apoderan de la mente, de modo que
ésta al final adolece de dirección. Esta ceguera es condición de integración de la conciencia en
esa realidad cotidiana, fenoménica, en la que se ha sobrevivido y por medio de la que se
aporta a la institucionalización de las condiciones generales, de los demás. Al pasar el trabajo
a las máquinas, al quedar por sentado y seguro el abastecimiento de bienes y servicios para la
reproducción material simétrica de la especie en el largo plazo, puesto que en dicha coyuntura
se hace presente el aporte de un proveedor/protector históricamente generado fuera de la labor
humana (el robot), la forma y el contenido de la mente cambian, dado que la disponibilidad de
satisfactores deja de estar fetichizada, cosificada, mediada por las relaciones salariales, por el
poder, por las formas transfiguradas del sentido de la realidad; mientras que el principal temor
instalado en la incerteza de contar con bienes para responder a la existencia, es reemplazado
por la garantía de saber, que se podrá comer cuanto se quiera sin preocupación en el
transcurso de la vida que vendrá (como un botón de muestra más, la necesidad de agradar con
la belleza, ya no tendrá sentido, por tanto, caerá en desgracia toda esa colosal industria
edificada para generar belleza artificial; en materia jurídica, de los pleitos humanos, los
juicios por la paternidad o para tormentosamente conseguir la pensión familiar, dejarán de ser
necesarios, de manera que la magra labor de los abogados, que defienden a inocentes y reos
por igual, que cuanto menos propenden conseguir la menor pena para el delincuente, se
quedará sin piso). Esta es la verdadera “transferencia” del atavismo ideológico (como lo
sostienen los psicoanalistas) al pensamiento alineado y real.
En este escenario, se transforma todo en el mundo (en la “época cambiada”: todas
estas alteraciones que constituyen el ejercicio de dicha determinación, se produce en estos
precisos momentos y ante nuestros ojos); de modo que del cerebro sale ese amasijo estorboso
de tanta fantasía, temor y demás acumulado de representaciones imaginarias y deformadas
(es verdad, que las “representaciones” pueden ir más allá de “lo representado” –desarrollo
teórico- pero no en forma surrealista, sino para ser de modo más exacto su expresión), que
constituyen el “objeto real”, el “objeto de conocimiento y transformación” para el despliegue
de la práctica de otra fantasía: el Psicoanálisis; esto es, de ese cúmulo de construcciones
lógicas, por su sistematicidad creíbles, forjado en sentido paralelo a la parafernalia del
discurso bíblico (el sólo considerar el aspecto superficial de los fenómenos) 906 . Esta forma
filosófica de reflexión se apoya sobre todo en la profesión de los literatos, en sus obras: en
idealizaciones que no pueden alcanzar el status de la memoria real, pues, ésta no es capaz de
ser remodelada por el material ideológico o falseada (refigurada) luego, puesto que si la mente
es “memoria –‘entidad personal’- en movimiento”, esta expresión no significa que se
modifican los recuerdos, si no que a éstos se incorporan otros que implican el obtener de ella
nuevos significados. El ser humano: no es recuerdo, olvido y represión; la memoria: no es
imaginación, la memoria: es grabación, es decir, hechos o datos asentados en las neuronas
intermedias del sistema nervioso central en el plano subatómico (Q bits); los recuerdos: no
constituyen fantasías, son –mas bien- información, que integran la conciencia. El ser humano
formado rectamente, es racionalidad, máxima objetividad y atenta vigilancia sobre la justeza
de sus ideas (ser racional: ir a la esencia y abarcar el todo).
En el marco de las consideraciones expuestas, no se puede hablar de los cerebros en
general y de forma ahistórica; tampoco es intelectualmente probo “introducir en un mismo
saco” a todas las mentes, de modo de tratarlas, lograr entenderlas y actuar sobre la que está
necesitada de terapia, sin distinción, como está tentado de hacerlo el psicoanálisis. En todo
vulgar, corriente, directa de los hechos. Ideología: sistema orgánico de fetichizaciones (mercancía, plusvalía,
Estado, Cielo, Dios,…), estructura de efectos ubicada en la mente que oculta la causa, la determinación, la ley.
En la esfera doctoral, la presencia de la ideología es obra de la división del trabajo: la conciencia de la
realidad “cree que es algo más… algo sin representar… y se dedica a la teoría pura, a la teología…”.
906
El “complejo de Edipo”: es un tipo de hecho analizado a partir de una perspectiva de entre varias; es verdad
que la sexualidad en la vida temprana se constituye en factor que modela la subjetividad cuando el cuadro del
mundo está restringido al infante y a sus padres en el clásico patrón familiar monogámico en momentos en que
la nueva vida aún no se ha socializado: no se ha disuelto en otras identidades, que conduce a conductas
“incestuosas”; pero esa experiencia lleva más bien a formar la reciprocidad órgano-función en la esfera
reproductiva y no a provocar problemas neuróticos, como cree el psicoanálisis freudiano. El psicoanálisis:
examen cronológico de la estructura de componentes significantes de la conciencia grabada y su relación con el
proceder, es procedente; la forma de realizar dicho estudio es el que compromete la disciplina, puesto que por
lo general se da prioridad a la parte grabada de la inhibición o compulsión (y a la terapia coherente) y no a la
situacional que obliga a actuar o no en función del bloqueo o descarga de los llamados mecanismos de defensa
o protección.
571

cerebro existen “fantasmas”, la substancia de éstos lo constituyen los recuerdos; en toda
relación en el mundo presente se agolpan seres y “realidades” del pasado operantes en el
recuerdo, como también lo hacen aquellos que integran el presente; en esa perspectiva, la vida
pasada coexiste, y la futura viene a instalarse también en el hoy para otorgar estructura al
hecho, en virtud de que el ser humano se proyecta (N. Braustein): como en el robot en la
comedia assimoviana, son segmentos aleatorios de código, que se agrupan para formar
patrones en dirección a la gestación del alma. Empero, esa propuesta reflexiva conduce a la
conclusión sobre que la conciencia no es conocimiento del mundo, o sea, que ésta no
constituye ese cúmulo de circunstancias grabadas que permite el reconocimiento de la
realidad como requisito para poder ser en ella, esto es, reconocerla y seguir conociéndola;
mundo, que se presenta siempre raro debido a la operación medial –en dicha captación- de los
sentimientos (los cuales constituyen la expresión orgánica de la satisfacción o insatisfacción
de las necesidades), y como al efecto de alineación de la conciencia. Los fantasmas son el
producto de internalización del nivel fenomenológico de la realidad en la mente y de la
reificación de los sucesos; por tanto, no se trata de hechos referentes a procesos de
introspección/extrospección simplemente, es decir, el sinceramiento y extroversión libre del
mundo mental interno, como los factores y las medidas, que permiten conocer el yo y
abordarlo, sino de la modificación de las condiciones reales de existencia. De manera que se
supone más práctico en sentido político, abordar el tratamiento de las estructuras cerebrales
con los conceptos sociológicos de “ideología teórica” e “ideología práctica”.
Si el estudiar las estructuras de la mente, mediante la aplicación de mecanismos
conducentes a lograr la libre exposición de sus contenidos en la pesquisa de patrones, es un
acto de crasa especulación; la ilusoriedad consustancial con la práctica de “interpretación de
los sueños”, lo es mucho más, y lo es, como casi todo lo que salió de la pluma de S. Freud
(desgraciadamente, Louis Althusser también cayó en la impostura de atribuir y reconocer
carácter científico en y a tales divagaciones; pero Freud, al final de sus días, en el exilio,
–cosa rara- se reivindicó, sobre todo en su última obra: Moisés y el monoteísmo). Los sueños
constituyen procesos de la mente, no susceptibles de interpretación; es una ridiculez de la
razón el imputar orden y sentido preestablecido o autónomo a los sueños, puesto que en ellos
no está de por medio el efecto de racionalidad o programación de sentido alguno; de manera
que con los sueños se tiene en frente representaciones operantes armadas sin responsabilidad:
sin mediación direccional de la voluntad 907 . Dicho de otro modo: durante el sueño se
reproducen hechos de la vida coherentes a veces, intermitentes otras; lo cual debe ocurrir,
porque las experiencias se asientan de modo cronológicamente ordenado en la memoria (en
las neuronas intermedias del sistema nerviosos central); en el sueño prevalece la forma de
funcionamiento “cuántica” del cerebro, es decir, es un fenómeno de operación de los
programas básicos sobre el hardware sin participación medial ordenadora, lógica, de la
conciencia. En substancia, en los sueños se asocian recuerdos, temores y aspiraciones; son en
suma: fragmentos desordenados (simulaciones parcialmente coherentes) de lo que pasa en la
realidad. Ahora bien, del mismo modo como se hallan grabados los hechos pasados en la
mente, los cuales constituyen el material fundamental de los sueños, la ideación imperfecta
(proyección, prospección, predicción), que la conciencia hace sobre el futuro anticipándose a
él, también debe transformarse en material, al momento en que se producen sueños, que
parecen percibir episodios de la vida que viene (si una mujer está en gestación, la mente
puesta en la realidad se figura el nacimiento; lo mismo lo hace el hardware preprogramado en
ciertos caso de sueño; en efecto, las propiedades actuales de las cosas, en su dinamismo e
interacción, permiten predecir las nuevas propiedades a que ellas dan lugar).
En ciertas ocasiones la mente (el hardware parcialmente autoprogramado) se pone a
trabajar (el subconsciente, se diría en lenguaje freudiano) como efecto de la preocupación
intensa, de modo que en ese estado de la conciencia estructurada, se cumple un deseo; en
ciertos momentos, este trabajo de asociación “autónomo” produce una respuesta mientras se
dormía, que no se la encontraba, que se estaba esperando, precisamente al despertarse (pero
no es el sueño y sus leyes –el inconsciente- el proceso responsable, sino el trabajo conectivo
de información, dado en el interior de dicho estado). Por consiguiente, quienes, como los
907
Una función más apropiada para los sueños, es aquella que sostiene que “tienen el papel de fijar los
recuerdos y organizarlos; y para descarga emociones”. ¿Cómo se puede interpretar algo (los sueños) que está
fuera del control de la conciencia (voluntad)? Eso significaría aceptar, que en los sueños hay un orden natural,
autónomo, como en el funcionamiento del corazón.
572

freudianos (biologismo irracionalista), realizan todo tipo de esfuerzo interpretativo de dicho
fenómeno, parten irreverentemente de prejuicios supersticiosos, como lo hizo originalmente
su mentalizador. A los “sueños”: únicamente se los entiende, puesto que su estudio conduce a
encontrar su explicación 908 . Los sueños constituyen amalgama con cierta coherencia (en
virtud de que –como ya se ha dicho- en todo cerebro hay un orden prefijado, como
impregnación en él, de la armonía diaria de la existencia) de deseos, temores y recuerdos.
Deseos: no morir (el cielo); temores (los problemas cotidianos, la picadura de una
serpiente,...); el recuerdo (de los seres queridos que se fueron). Los sueños son la fuente, el
origen, la causa, de la invención (tanto en el pasado como en el futuro, pero no en el presente,
puesto éste es el mundo real, de vigilia, si se quiere: consciente) de mundos fuera de este
mundo, del alma, de la inmortalidad, de Dios, nociones éstas, en su totalidad producidas en el
período infantil de la humanidad, es decir, en aquel del reinado de la ilusoriedad religiosa,
como hechos construidos en la imaginación de las hordas primitivas; cosmovisión que,
desgraciadamente, todavía gobierna la mente de grupos poblacionales enteros, en la sociedad
posmoderna; en efecto, toda religión mira a la historia “… como un camino hacia una meta
fuera de ésta, que no inmanente a ella” (dixit: Cardenal Carlos Martini, Obispo de Milán,
1995) La idea sobre “sublimación”, es mera y completa especulación. El renunciar al deseo y
transferir las “energías” implicadas o liberadas de esa zona de realización de la vida a otra en
la que aquellas se despliegan con éxito y reconocimiento, es un hecho contra natura que
conduce a fóbicas consecuencias; pues, una es la circunstancia conducente a descubrir hacía
dónde deben dirigirse las “energías” de tal manera que un individuo pueda concentrarse y
especializarse, y otra muy diferente el verse forzado a cambiar de ruta por imposibilidad de
“ser” libremente, como sucede cuando jóvenes normales, por necesidad o inducción, son
persuadidos de ingresar en las órdenes religiosas imponiéndoseles el “celibato” (antes, una
mujer pobre se casaba con un viejo, claudicando a su felicidad sexual). La “sublimación”, por
tanto, es subordinación, por presión o de modo consciente, del hemisferio derecho del cerebro
al izquierdo; es un acto de voluntad, de renunciamiento, por no haber alternancia de opción
frente a lo que se desea, sobre lo que se tiene inclinación o habilidad “natural”, para asumir
funciones no del agrado, según determinación de móviles racionales. De este acto de la razón,
muchos han hecho cátedra; pero todos estos sabios idealistas no han podido entender
(algunos: si, como parece ser el caso de Nietzsche y –por supuesto- de Marx), que el futuro es
de la humanidad sublimada. En esa fase, cesará el oprobio. Cuanta gente en la historia ha
tenido que esforzarse, rebajarse, quedar bien frente otros (ante la soberbia del poder
intelectual, del económico, del político) como medio de obtención del alimento, para alcanzar
el reconocimiento y la aceptación en el grupo o para encontrar la realización satisfaciendo a
otros por influjo de esas ideas torpes de “ser útil a los demás” o de “saber ganarse la vida”.
Por ejemplo, buscar mecenas, tener que ridiculizarse en público, como es el caso de los
payasos (o al sector dominante parasitario; éste –dicho sea de paso-: siempre tuvo cualidades
ontológicas para la ridiculización y el desprecio en la sátira), para ganarse el sustento, todo lo
cual: ¡es chocante, bajo! ¿Quién está en capacidad de dar el veredicto sobre otro? ¡Nadie! No
obstante, todo esto sucede, cuando han sido puestas las premisas para el efecto: a partir de que
la distribución originaria de los medios de producción, está plasmada, es fácil evangelizar con
las palabras libertad, democracia, trabajo, respeto a la propiedad, precisamente cuando “los
principios básicos de convivencia en democracia han fracasado”.
¿Qué es el llamado “inconsciente”? Tan sólo la conducta fortuita del cerebro, la
reacción limitada del hardware biológico puro, simple (memoria y procesador), de aquel que
opera con las reglas básicas, o sea, que no ha recibido la dirección de software del “segundo
sistema de señales” (la conciencia) o que cuenta con deficiente configuración; en una palabra:
modo de operar del “ser”, cuando el pensamiento racional se halla sin ejercicio sobre él (el
estado animal latente en el ser humano: el proceso que dirige la operación autónoma de los
sentidos, tanto si éstos se accionan por perurgencia de las necesidades o por estimulación
908
Un ser que no ha vivido: no puede soñar; la conciencia real es la que “preprograma” los eventos del sueño
(también lo hacen ciertas impresiones súbitas): los deseos, los problemas pasados reiterados como malos
recuerdos, las presunciones, las imágenes que recirculan persistentemente en la conciencia,…, todo esto en el
marco casi autónomo de operación del hardware y software humano, sin intervención del “hardware y
software” de la voluntad (es una especie de vida paralela, carente de participación sobre ella, de la
autorregulación consciente).
573

externa; en suma: ausencia del software racional). Pero a las tres categorías psicoanalíticas:
consciente, subconsciente e inconsciente, se las ha transformado en misterio, creando mitos a
su alrededor, volviéndolas fenómenos artificiosamente complejos (el supraconsciente: el
carácter de la conciencia que viene, es la verdadera propiedad admirable). Categorías
idealistas freudianas, de las cuales lamentablemente se halla atiborrado el pensamiento y el
referir cotidiano y académico. Afortunadamente, con los hallazgos científicos sobre la
conformación óntica del cerebro humano, el lugar de asiento de la memoria, el entendimiento
de la función a ella asociada y debido al desarrollo de los procesos de formación de
inteligencia artificial, en ciertos sectores de la población cada vez más se amplía la
comprensión de la vida de la mente.
En la actualidad, la configuración de la mente in abstracto, sostiene imágenes en
reajuste. La conciencia –se arguye nuevamente- si bien fundamentalmente consiste en la
representación inmediata del mundo burgués hípermoderno, enrevesada todavía más, como
efecto del impacto de los suplicios en ella, de las dificultades, temores y complicaciones de
reproducción de la vida, en la esfera cotidiana en crisis, se reestructura progresivamente de
modo objetivo. Los fantasmas religiosos, los del amor en la comedia literaria, todas esas ideas
sobre el terror que van de los aparecidos hasta las máquinas del futuro que se especula se
vuelven en contra y destruyen al género, van desapareciendo de la mente; su estructura, en
consecuencia, se va descomplicando, puesto que la especie cada vez requiere menos de la
esfera ilusoria para sostener sistemas de integración y cohesión, pues, los nuevos agentes de
interconexión humana pasarán a ser la verdad objetiva y la ampliación de ésta, liberada de
mitos y de fetichismos (para que la persona adulta “pase los años”, no se necesita de tanto
mito, como ocurre con los niños). ¿Acaso una máquina inteligente es susceptible de
experimentar temores, de asustarse, de que operen en su “conciencia” fantasmas? Es posible a
condición de que se elaboren los programas de simulación correspondientes; en el ser
humano, la forma en cómo la naturaleza ha dispuesto el proceso de defensa de la vida y su
reproducción (el gusto, el dolor y el embobamiento de la conciencia, la formación de muchos
pueblos o “culturas”), es la responsable de todo misterio y embuste mitológico, al cual se le
ha sumado la aleatoriedad de la vida clasista liberal. No obstante, la ciencia positiva y la
madurez intelectual, otorgan mayor transparencia a la vida, por lo que los vericuetos formales
yacentes tras su concepto, están en retirada y, con ellos: el objeto del psicoanálisis.
La represión, efecto del carácter ontológico del cerebro, esto es, la relativa autonomía
de la mente, pues, uno puede estar pensando una cosa y balbucear otra o no decirla, es el acto
de callarse, de ocultar el disenso en el juicio, al cual se suma el hecho de que el pensamiento,
en las formas de comunidad escindidas, es producto de la efectividad del “poder material
dominante”. Opinar libremente sin hacer frente a censura alguna (la que es la realización de la
voluntad del poder en la Ley), es posible ejercerse en función de la posición estructural y de
los intereses de los individuos. El Psicoanálisis puede resolver in vitro formalmente dicha
barrera autoimpuesta a la verbalización del pensamiento, pero la determinación real pone de
vuelta los hechos a su punto de origen, cuando el sujeto se integra de nuevo al mundo: a las
condiciones en las que la represión es una acción práctica de “aceptación”. La libre opinión:
¡cuesta! (son los supuestos materiales favorables los que ponen en correspondencia la palabra
con la realidad; dicho de otro modo, aquellos suprimen la retención coercitiva, de la opinión
auténtica). La memoria, en el acto, se vuelve, en realidad “inventora”, empero no porque sea
constitutivamente tal, es decir, en el sentido de que nunca el recuerdo es objetivo, dado que
cada uno incluye la imaginación en el levantamiento de los hechos, de que ésta es interpelada
por la memoria del otro y por cuanto la misma evoluciona, se mueve (como se sostiene), sino
por conveniencia. Si la memoria fuera, en verdad: inventora (reinventora, mas bien), el mundo
pasado sería siempre distinto (como el caso de la Historia, la que es reescrita en función de las
posiciones ideológicas de los nuevos sujetos que la abordan, o cuando es mirada a partir de la
óptica de los renovados recursos técnicos e interpretativos); la realidad pasaría a ser una farsa,
una pura construcción especulativa falseada cada vez más por la práctica de la vida futura, lo
que tornaría inefectivo todo acto en la vida; la especie misma ya no estaría aquí, puesto que su
inobjetividad impediría acertar en las decisiones.
En una palabra: es la estructura fenomenológica del mundo que inmediata y
fácilmente capta el ser (como ya se ha dicho), la que vuelve fantástica a la mente; la esencia
real, en cambio, la torna objetiva: allí intervine la ciencia. La memoria de la muerte,
simplemente no existe, puesto que los hechos no personales o aquellos que no tienen substrato
574

para su representación real, no pueden asentarse en los sitios cerebrales en las que ellos lo
hacen; es posible, que a la manera cómo se producen ciertos aprendizajes indirectamente, o
sea, por “modelo social” (Bandurra), sea posible figurarse o idearse su realidad (irrealidad) de
antemano; ahora bien, esta “memoria”: no es más que el acto de presuponer, mientras se
acerca la muerte y en tanto de modo mucho más racional se capta el mundo, lo que se pierde,
lo que queda atrás (la negación del ser), cuando se acerca el cambio de estado de un átomo de
la materia consciente. La mayor parte de personas en el planeta, antes que terapias lo que
necesitan es trabajo, buenos ingresos, jubilación, atención adecuada a las necesidades; esta
condición eliminaría todo tipo de tensión, estrés, represión, esquizofrenia, paranoia, dado que
no son fobias de tipo clínico; esto es, las adversas situaciones materiales de la vida derivadas
de razones históricas y estructurales, por lo que se suprime el tener que batallar en doble
frente: en la realidad de cara a la explotación y la miseria, y en la mente ante los fantasmas
que vienen siendo la superestructura de esa condición material, circunstancias conducentes a
estructurar de modo ordenado y lógico el cerebro (tan sólo las enfermedades de carácter
orgánico, genéticas, traumáticas, etc., serán verdaderas fobias a tratarse por vía médica). Por
ruta racional, dicha meta, en la perspectiva teórica del neomarxismo de Frankfurt y de todo el
racionalismo ilustrado europeo de última generación, se preveía alcanzarlo de modo racional
(“praxis liberadora como momento de la razón” –G. Lukács); el marxismo, en cambio,
postuló una vía más pragmática (“filosofía darwinista de la Tercera Internacional” -sic) al
respecto y lo logró, aunque sea en forma focalizada y fugaz. La historia, mientras tanto, está
realizando el cambio, pese a que el mismo sea de modo más temerario y radical, a través del
movimiento de las fuerzas productivas, pues, la automatización pone las cosas en su sitio: el
ser humano a pensar y las máquinas a producir (la última división del trabajo entre segunda y
tercera naturalezas).
De manera que puede parecer chocante, que una persona lega se ocupe de abordar
materias que no son de su entero domino (se espera no ser incompetente del todo en la
audacia; en realidad, aquí se topan aspectos temáticos, que sólo conciernen a las necesidades
de la trama de la reflexión, que por su importancia subjetiva, por fuerza deben ser abarcados);
empero, más insufrible es el coraje que genera el advertir cómo ciertos (o todos) tratadistas
–aún de izquierda- especializados, conducen sin rigor epistemológico sus exposiciones, su
discurso. Si bien es verdad, que sería impropio abrir la boca con carácter crítico en el terreno
del desarrollo del discurso, o sea, en la parte en la que intervienen los datos interpretados
sobre aspectos específicos en torno de la materia tratada; en lo relativo a los fundamentos de
la visión de la cosa, en cambio: si es posible actuar, puesto que todo saber científico se
sustenta en determinados plintos de dominio general, que determinan su carácter, consistiendo
éstos: las premisas filosófico-materialistas. Para abordar el fenómeno de la mente en su
dimensión más abstracta, es necesario anotar ciertos principios, a los cuales corresponde la
conformación teórica ulterior; de lo contrario, como muy bien se conoce, en la trama
expositiva aparece el más elocuente anarquismo (nihilismo), eclecticismo y subjetivismo.
En el caso presente, estos puntales deben ser: 1) la conciencia, si bien es de la
humanidad y de toda la vida de un ser humano (de casi toda, pues, la misma en el niño todavía
se está introyectando), ella es histórica; 2) la conciencia es la forma de entender la realidad y
de participar activamente en ella, para perennizar la inteligencia y contar con las condiciones
para su realización; 3) la conciencia es la actividad de la materia altamente organizada, como
relación entre función, necesidad y entorno, y en cuanto recurre al carácter grabado del ser,
principalmente es memoria estable, pero que se incrementa y modifica en su dimensión
conceptual; 4) en las etapas clasistas, esta conciencia es de clase, en todas sus diferentes
formas; tanto, que se puede extender el argumento a la conciencia científica; 5) la conciencia
se vuelve objetiva, transparente, en el momento en el que salen de la escena histórica la
estructura organizativa de división social del trabajo, la propiedad privada y el trabajo
humano, es decir, cuando la esfera automatizada de la producción induce a dejar atrás las
relaciones sustentadas en la propiedad privada, modificándose la conflictiva y asimétrica vida
social. Allí termina la necesidad de sufrir la operación de métodos indirectos, simbólicos, de
conexión y cohesión humana. 6) La Psicología, luego, aunque trate con un objeto real
intemporal en sentido histórico, al variar en el curso de las etapas de evolución humana e
histórica, sus categorías devienen históricas, hasta el momento en que la mente humana deje
de ser objeto de estudio, si se concreta el caso por el cual la inteligencia artificial reemplace a
la natural; y, 7) por tanto, los cambios que se dan en la mente, responden también a los
575

cambios materiales como efecto de su adaptación activa. La voluntad puede reestructurar la
conciencia, pero no la memoria, esto es, únicamente puede ser reinterpretada la
información 909 .
2.5.5.- EL PENSAMIENTO SOBRE EL OBJETO.
El planteamiento que pretende fundar una nueva ciencia: la Ecología Política en la
perspectiva de la Economía Política (lo cual es pertinente), de modo análogo constituye un
aparatoso despropósito intelectual, que indispone a la ciencia; pues, si bien es cierto que el
uso de la naturaleza viene mediado por el carácter de las contradicciones sociales (de manera
abstracta se sostiene, que el ser humano históricamente: respeta, aprovecha –impacta- y cuida
a la naturaleza en diversos momentos de su ruta), el estudio y búsqueda de resolución de
problemas medioambientales, tiene su propia estructura cognitiva. Es verdad, que en la “fase
ecológica del capital”, en el planeta se presentan distintas percepciones en torno de la
problemática ambiental, traducidas en “más de una” formaciones discursivas sobre las causas
de la crisis de recursos, sobre la distribución social de costos ecológicos, sobre los beneficios
y desventajas de la dependencia tecnológica y espiritual y, paralelamente, en torno del
establecimiento de condiciones de apropiación de un paradigma, de ciertos conceptos
ambientales (la Tecnológica-ambiental, la Ecosocialista y la Ecológica), los cuales entran a
participar en la producción de la realidad. Estos discursos constituyen formas de lucha por la
naturaleza y por el modo de apropiación de ella y que pueden “… dar forma a la realidad a
que refieren…”; formas de la percepción, no necesariamente detentadoras de carácter objetivo
sobre la ella, sino reflejo de la refriega por definir los hechos en cierta manera; combate que
enfrenta a los actores en el ámbito del poder, escenario del cual emergerán políticas e
intervenciones sobre el entorno natural, que no son neutras, en relación a sus efectos en torno
de la esfera social 910 .
Sea, no obstante, es sabido, en el ámbito sociológico científico, que en el status
ontológico de la realidad, se puede entrever la existencia de tres órdenes bien definidos de
relaciones, las cuales dan lugar a la vigencia de tres tipos de nociones racionales: 1) sujetosujeto
(S-S), ciencias sociales; 2) objeto-objeto (O-O), ciencias naturales; y, 3) sujeto-objeto
(S-O), “ciencias” fácticas (por consecuencia, la conjunción de los tres frentes relacionales
componen el “objeto” de la ciencia filosófica). La Economía Política, constituye, con todo
derecho, una ciencia, y se trata de una disciplina de carácter social, puesto que examina las
leyes que presiden la estructuración, el funcionamiento, desarrollo y cambio de las relaciones
entre sujetos, que tienen lugar en la esferas de la producción, la distribución, el intercambio y
el consumo; y, es un tratado de política, puesto que debe abordar por fuerza, las
contradicciones que mediatizan la realización de dichos procesos, como efecto de la operación
del status estructural asimétrico y antagónico de los actores 911 . Las relaciones entre cosas (O-
O), son por antonomasia objeto de la ciencia natural, dado que su proceso regular permite
aprehenderlo según la modalidad cognitiva nomotética. La “Ecología Política” no puede
estatuirse como ciencia en sentido cabal, dado que es una práctica colectiva sui generis,
909
La administración empresarial ha recurrido a la Psicología para calibrar la articulación del trabajo al
capital, en las distintas épocas en las que la evolución de los hechos, ha dejado obsoleta la relación entre las
dos disciplinas; y, lo ha hecho con pertinaz interés y rigor técnico, en la era de ampliación y sinceración de la
conciencia (visión de futuro; cultura, clima organizacionales; valores; resistencia al cambio, parálisis
paradigmática; visión corporativa;…). La Administración ha invadido el campo de la Psicología; la Psicología
lo ha hecho con el campo de la Administración: las dos se han desarrollado sinérgicamente, por necesidad de la
valorización.
910
Guerra, Francisco. Las teorías del desarrollo sustentable.
911
Si los activos naturales no tuvieran límite, no entrarían en el campo de la disputa, por tanto, no serían
materia de preocupación teórico-fáctica, sino exclusivamente como divertimento comprensivo del entorno por la
mente. “Un planteamiento autollamado ´ecomarxismo´ se propone brindar instrumentos teóricos para analizar
la contradicción entre las barreras físicas y las crisis de valor en el capitalismo, es el realizado por J.
O´Connor” (Debates: La cuestión ambiental en Marx; fotocopiado); O´Connor, a la primera contradicción
entre capital y trabajo (sic) adiciona una segunda entre el funcionamiento del capitalismo y sus condiciones
externas, “su resultado sería que el capital se encuentra con límites físicos creados por el mismo”: los
capitalistas luchan por recursos naturales-mercancías, provocan incremento de precios dando lugar al
aparecimiento de barreras económicas en forma de crisis: ésta es una crisis de costos, lo cual va en contra la
teoría de la renta del suelo, pues la reducción de la tasa de ganancia es efecto del desarrollo de la primera
contradicción (la composición orgánica del capital; sólo se puede “externalizar” costos hacia la fuente de
valor: el trabajo ).
576

mediante la que, los programas de restitución de la armonía natural o de aplicación de
modelos preventivos de uso racional de recursos naturales, requieren de la realización de
diagnósticos, los cuales han demostrado, que un segmento humano minúsculo en un momento
histórico específico es el causante, el beneficiario y el que se halla al frente de la reiteración y
agudizamiento de los problemas ambientales; de lo cual se desprende, que su resolución es
política, por esas razones, pero ello no da pie a que se propenda a la creación de una nueva
ciencia denominada “Ecología Política” 912 .
La cuestión ambiental, puede ser mirada de modo alternativo y simple: no es que los
recursos se agotan, per se, como materia (rescatándose también el impacto positivo que su uso
en condiciones criminógenas del capital, paralelamente ha ejercido sobre la especie); por el
contrario, la materia está, siempre allí, como recurso transformado en otro tipo de materia; y,
si la materia existe, ésta puede ser reconvertida en recurso (reciclada), mediante aplicación
tecnológica, con el cual el problema maltusiano se resuelve (la contradicción que mueve el
proceso, es totalmente interna) 913 . Tampoco la hecatombe mundial dada por el cambio
climático, es del todo una catástrofe previsible; mas bien, los procesos de cambio en curso en
los ciclos y en todo el sistema natural de la tierra, deben ser concebidos como un salto
necesario en el movimiento evolutivo del Cosmos (un problema, que el propio ser humano –
por interpuesta persona capitalista- se ha puesto), en el que las nuevas condiciones llevará al
ser humano a efectuar renovados esquemas de adaptación, en la que la inteligencia
desarrollará la conciencia. La propensión moral de otorgarle carácter fáctico a las
presunciones teóricas sobre la problemática medioambiental recurriendo al impacto
movilizador de la “fuerza de la razón cuando ésta se enseñorea en las masas”, conduce a la
ubicación de dicha “cuestión” en la región política; en ciertos círculos de estudiosos y
activistas, por tanto, se pretendió inaugurar una nueva tópica ideológico-teórica con el nombre
de Ecología Política; hoy, en cambio, se moviliza condumio intelectual con el objeto de
conferir derechos a la naturaleza (la naturaleza como “sujeto de derechos”). No obstante, para
que dicha actitud no se convierta en despropósito de la razón, hay que llamar la atención en
torno de que la naturaleza puede recibir derechos, siempre y cuando éstos sean considerados
como simples instrumentos de realización de los auténticos y únicos derechos: los derechos
humanos (en la medida en que dicho “cambio de locus”, sea la única maniobra en la
coyuntura, a través de la que se pueda impugnar y frenar el extractivismo rentista del
capitalismo sobre los “activos” naturales, esto es, impedir que la naturaleza siga siendo
incorporada al “circuito del capital” 914 ).
En relación con el sentido de la aseveración expuesta arriba, en el marco de una
pequeña digresión al respecto, incluso Francisco de Asís no tiene pertinencia todavía hoy,
cuando nombra a los animales como: “hermano ciempiés, hermana mariposa,…”; no obstante,
llegará a tenerlo –al igual que los radicales defensores posmodernos de los animales- en el
momento en el que la ciencia y la técnica automaticen los procesos de producción de proteína
animal e incluso de la elaboración de monosacáridos en la fotosíntesis artificial (de modo que
los animales pasen a ser beneficiarios del proceso de producción proteico de las máquinas:
912
Es un quehacer cognitivo-prescriptivo, que por lo mismo aparece, no para poner al descubierto las
estructuras profundas, el modo de ser de objetos y procesos, sino como efecto de la emergencia de problemas
(causa: el carácter clasista, capitalista de la estructura social; consecuencia: desequilibrio en los ciclos
naturales), que necesariamente deben desembocar en dos órdenes de medidas: 1) estratégicas (políticas), ante
el poder dominante y 2) técnicas, frente a la esfera de los problemas concretos. Contrario sensu: el
planteamiento de la nueva ciencia es tan absurdo como querer entender el problema ambiental al margen de la
estructura económica, esto es, que se trata de un defecto de conciencia, en la cual, por consecuencia, se debe
actuar para propiciar el cambio (de algún modo “la Jurisprudencia ambiental”, va un poco más allá, al
implantar la enrevesada tesis de los “derechos” de la naturaleza).
913
En la naturaleza, la recuperación en el agotamiento de un elemento constitutivo de ella por exceso de
extracción, se produce espontáneamente por mortalidad registrada en el frente de individuos que han
consumido y se han reproducido en demasía a costa de la drástica reducción de tal elemento; el ser humano
hace lo mismo. Sin embargo, el ser humano no debe necesariamente reducir su población por hambruna a lo
Malthus, puesto que éste puede conscientemente reponer el recurso; y, eso es lo que el ser humano viene
haciendo con los programas de reforestación, descontaminación y de reproducción en cautiverio de plantas y
animales.
914
Según estudiosos de la materia (A. Tandazo): si constitucionalmente en el Ecuador, en el 2008, se
reconocieron derechos a la naturaleza, la convirtieron en “ciudadana”, en sujeto; en este caso, debieron
también –frente al estatuto de su protección- exigirle “deberes” a la naturaleza: que no erupcionen los
volcanes, que no haya terremotos, etc. (con dicha conducta, saludable en el campo de la lucha política, se restó
seriedad a la Constitución, por otra parte).
577

el ser humano no comerá carne sacrificando animales, las fieras no depredarán más, pues, su
alimento provendrá de la producción artificial: las ideas de San Martín de Porres y de los
Mormones, no habrían sido del todo insulsas; no obstante, este pronóstico especulativo es
impráctico, pues, automatizar el sistema de manutención de animales vegetarianos y
depredadores, induciría cambios de conducta en las bestias cazadoras –la agresividad y el
ataque-, en las presas –el temor y la huida-, debido a que perderían su esencia, desfigurando
un reino, el cual se sustenta en esos principios) 915 . En verdad, el cuidado denodado del
planeta: sólo tiene sentido en la sensatez, asociada a las nociones humanas afines a tareas de
conquista del cosmos, de la sabiduría (es, pues, la determinación de conducta, que deja de
lado la contemplación y el deleite sobre la belleza del paisaje natural sostenible, de la
satisfacción por la existencia de otros seres al margen de la vida inteligente: la biodiversidad;
o sea, cuando amainen el sentimiento de conservación, el dolor, el instinto, el amor, el ego).
En una palabra, esta preocupación por la suerte del hábitat humano, tiene sentido en la
medida en que se necesita todavía del planeta para reproducir la vida racional –la
inteligencia-, esto es, para poder producir la logística medial en el cumplimiento de la misión
suprema humana (realidad bella, hermosa, como ver cómo se van alineando los jalones en un
lugar selvático, en el trabajo de levantamiento topográfico). Sin embargo, pronto quien
maneje vehículo a gasolina será objeto de repudio, el que ostente bienes excedentarios, similar
experiencia enojosa pasará; la mayor parte de la población del planeta modificará su régimen
alimentario sustentándolo en la ingesta de hierbas, con la consecuente degeneración cerebral,
la que será tratada por medios técnicos; pero también, más a largo plazo, quién fornique será
abucheado, pues, órgano que ha extraviado su propósito, debe pasar a ser funcional.
Por su parte, la “contabilidad ambiental”: ¿tiene sentido como práctica evaluativa del
estado de la naturaleza una vez que ésta ha recibido el impacto desmedido del proceso de
acumulación capitalista a escala mundial, frente a estándares ideológicamente definidos en
dictamen de orden conservacionista, que desprenda políticas para su sostenibilidad, esto es,
levantamiento sobre activos conducentes a la observación de conductas racionalistas de
propensión al simple equilibrio o al equilibrio dinámico natural? El ser humano crea nuevos
paisajes, modifica, modela, el entorno a medida que crece en número y que se multiplican las
necesidades, pues, es un animal –como comúnmente se sabe- activo, cuya acción en la
naturaleza es de diferente carácter a la del resto de seres vivos (el ser humano no se adapta al
mundo –la naturaleza es adaptada a sus necesidades-: interviene sobre él modificándolo,
incluso desequilibrándolo, puesto que hallará oportunamente la manera de arreglar el “daño”;
debe decirse de todos modos, que en el caso de los animales, el sobreuso de “recursos”
naturales generado por su multiplicación, es arreglado por el propio movimiento coercitivo
natural –retorno hacia el equilibrio espontáneo y violento-, esa misma operación la naturaleza
debe hacerla ante el exceso humano pero con “permiso” de éste o por su intermedio). Esta
capacidad es buena si la misma produce cambios que llevan aparejada la instauración de un
nuevo estado coyuntural de balance: equilibrio transformador, de modo que no es dable
pensar únicamente en transferir un “estado de situación inicial” de los ecosistemas análogo a
las futuras generaciones sin poner atención al nuevo rol que es responsabilidad de aquellas
(además, aún no se sabe si los cambios en la naturaleza que ha producido en la historia un
modo de producción –el capitalismo- y una clase –la burguesa 916 - constituyen fenómenos
destructores per se que ponen en peligro al planeta, o si los mismos representan el inicio de
una fase autónoma natural necesaria, la cual coloca en un nuevo nivel a la especie y al planeta
–quizá esto quiera decir James Lovelock, cuando sostiene que el “calentamiento global” es
915
Por hoy, el ser humano debe seguir sustentando su alimentación esencial, en la producción y sacrificio de
animales. En efecto, en una clase de Genética (Quito, UCE) el profesor sostiene, que el cerebro requiere de la
dotación de un aminoácido esencial: Triptófano, para su funcionamiento, el cual está disponible sólo en la
proteína animal, es decir, no se halla en los alimentos de origen vegetal, como tampoco puede sintetizarlo el
cuerpo humano a partir de la nutrición vegetariana (algún día, por manipulación genética, el ser humano es
posible que pueda incorporar dicho requerimiento y otros más en los vegetales, concluye). En cuanto al ser
humano, ya el poder se anticipó, a fin de impedir el fraccionamiento de la propiedad, a poner como solución a
los problemas sociales a la tecnología (Revolución Verde); a medida que el capitalismo decae, esa solución
oportunista se va volviendo una opción. Si a la tecnología se la enfila preferentemente a la producción de
alimentos, no solamente el hambre humana se eliminaría, sino también el peligro de extinción de varias
especies.
916
Esta aseveración encuentra sustento histórico, puesto que, es obvio que la Revolución Industrial iniciada en
el siglo XVIII, es el comienzo de la contaminación.
578

una “repuesta” de la naturaleza ante el mal comportamiento humano, mediante la drástica
reducción de la población).
Las nuevas promociones humanas (las generaciones hípertecnologizadas que vienen):
¿deben cumplir la misma misión que las generaciones que han vivido en agregaciones
clasistas de antaño y presentes? ¿En todo momento y lugar, el ser humano: hace siempre lo
mismo? Evidentemente: ¡no! La tendencia y la práctica destructiva de la naturaleza
automáticamente se suspenden al decesar la economía de lucro –y de las seudo
superestructuras mundiales de dominio y gobierno- de manera coincidente con la
modificación y elevación de la conciencia (hasta tanto –dicho sea de paso- debe transferirse la
factura al súper industrialismo de su maldad; de manera que la contaminación por la que el
poder imperial debe pagar –“Cupos de carbono”-, es también un ejemplo conspicuo de
boomerang: el rebote que el capital recibe de la naturaleza por mediación social, puesto que
no es que la “naturaleza se vengue frente a procesos antrópicos”, como se dice por ahí); la
tarea de preservar y/o reequilibrar los ciclos naturales se torna una decisión de política
técnica: todo este trabajo se transforma en reto para la inteligencia, para la creatividad, y el
mismo tiene sentido siempre y cuando se constituya en vehículo del desarrollo de la ciencia,
de la técnica, de la conciencia, del dominio de la mente –en sentido aviesamente prometeico-
sobre su entorno, por hoy: inmediato, luego: remoto y total (en efecto, un pensador ruso
considera tres niveles de avanzada humana sobre la realidad: 1.- controlar el poder del átomo,
2.- someter a su dominio todo el poder de la “energía” de una estrella y, 3.- controlar toda la
“energía” de una galaxia) 917 . Ahora, si está en duda que la conducta humana (su segmento
capitalista) sea la causante del calentamiento global, éste mismo sector se halla medianamente
preocupado por los problemas ambientales; por ejemplo, se plantea ya la producción de
“árboles artificiales” (sintéticos), que capturen el CO2 y mitiguen el impacto (hoy hay
tecnología que puede convertir metano en electricidad, para efecto de reducir el calentamiento
global). De manera que, todo el orden natural supedita su promoción en el sentido expuesto; lo
otro, no pasa de ser superchería ecologista obscena, pues, ya no es momento de que la
humanidad siga entretenida en la sensualidad (y el paradigma ecologista a ultranza, es un
comportamiento tal). De igual forma como a futuro el arte será la destreza sentimental
objetivada encaminada a resaltar y a promover la práctica y el desarrollo de la razón y no la
plasmación de la exaltación del amor para alcanzar la efectividad en el proceso de
reproducción de la especie como lo era antes (lo es aún hoy), la promoción de la naturaleza
(no de su belleza o equilibrio) sigue igual designio, sirve: en cuanto base en el proceso de
consecución del nuevo hito en el recorrido humano: del punto de llegada para la actividad de
la indagación formal. Una casa para un grupo humano (la familia en las formas humanas
clasistas), es cierto lugar de asentamiento y protección, es un sitio de consumo, de
recuperación de la fuerza de trabajo, de realización del modo de vida particular; pero todo
esto, no tiene carácter per se; el hogar es, mas bien, el lugar que prepara las condiciones, que
impulsan la realización de tareas más sobresalientes en la vida de las personas, fuera de él. No
debe perderse de vista el hecho de que al principio el ser humano desarrolló conductas
nómadas; a futuro –contando con caparazón mecánico inteligente-, el posthumano volverá a la
trashumancia, a las andanzas, a la “romería” sideral: la tierra se convertirá tan sólo en una de
las “bolsas de canguro” posibles para la súper persona; en realidad, dejará de tener
importancia para ella, como no sea en la reminiscencia. El ser humano cuidará que la tierra
continué siendo el santuario para la vida natural, dedicará esfuerzo a la preservación de la
vida menor, de aquella que sostuvo a la superior en las etapas naturales, precientíficas,
paratécnicas, en actitud similar a la observada cuando se rescata y perenniza las ciudades
antiguas.
La humanidad se ha instalado en la etapa actual de su desarrollo, emerge de ella el
objetivo que de modo inadvertido persigue, y el cual debe ser abstraído, fijado y teóricamente
917
No debe olvidarse el hecho cardinal, que especifica el comportamiento humano, de que “el ser humano
trabaja, crea, configura su mundo y supera lo dado” –G. Lukács-; por tanto, es un componente diacrónico
(cadena de coyunturas, de microtransiciones, de las relaciones de los elementos componentes) en la historia
natural, en la medida en que es el factor de inestabilidad en la estructura inconsciente, en tanto proceso de
articulación y rearticulación (posibilidad del movimiento de innovación), en el que tanto la naturaleza como el
ser humano mismo se ubican en niveles superiores de su evolución, siempre en el curso de despliegue y
realización absoluta de la inteligencia.
579

sustentado en su realización racional. Descubierto el propósito que históricamente ha ido
configurando la humanidad: acceder al conocimiento completo, dominar al Universo, y, por
tanto, adoptar naturaleza divina, la vida humana en su entera dimensión, sobre todo, la que
viene, debe ser entendida en su pertinencia o conformidad con dicho fin. La citada constituye
una ley, de la que, de ahora en adelante, no se escapa toda actividad humana mientras ella se
figura en la conciencia, si quiere hallarse dotada de sentido. Es probo tratar los problemas
medioambientales, en consecuencia, siempre que la preocupación sea portadora de elementos
preceptúales, que resitúen al ser humano en el centro del escenario natural y que operen como
presupuestos del entorno teleológico. La nueva, novísima, categoría “huella ecológica”,
deberá ser ubicada en el filón de la “reacción”, si las políticas a que ella da lugar, no se hallen
contextualizadas de manera apropiada, en atención, de forma particular, al carácter
teleológico (tomada esta palabra en su sentido propio), que como determinación ha asumido
el movimiento en devenir de la especie. No obstante, tal como se halla anotada dicha noción,
la misma arrastra límites de orden sociológico en su concepción y ausencia de
correspondencia con el sentido de la existencia (de esa suerte, no se libran muchas categorías
ya existente, como tampoco lo harán las que deben venir, si su matriz epistemológica sigue
siendo la misma).
En el primer caso, siempre a todos los miembros de la especie y a todas las épocas se
los ha colocado en el mismo compartimento matricida de la naturaleza (todos tienen
corresponsabilidad, en la medida en que estructuran el polo de la demanda efectiva, de los
consumidores en el mercado); en el segundo, a la vida humana y a la armonía natural, se las
asume como objetivos por sí mismos, y no como medios en el camino hacia la cumbre de la
verdad y del poder. En la coyuntura y en lo concerniente a la “cuestión global
medioambiental”, siempre teniéndose presente, que ésta “cuestión”, vertebrada a las otras dos
fundamentales, que conforman el frente de máxima preocupación humana: la “social” y la
“científico-técnica”, no es más que un punto de apoyo, un jalón, un obstáculo a ser removido,
en el camino en el que se realiza la verdadera “cuestión”: la “humana”; por tanto, el proceso
de su remoción como obstáculo epistemológico y real, debe partir de una interpretación
objetiva de los hechos. El diseño creativo de políticas conducentes a la restitución del
equilibrio en los ciclos naturales y al manejo sostenible de la naturaleza, requiere asumir la
conceptualización teórica apropiada para abordar el diagnóstico, esto es, examinar la
estructura del sujeto (la sociedad) en su fundamento: la economía, y, más específica y
relacionalmente, a la Economía Política y a la Geopolítica; este enfoque conduce a sostener,
que las fricciones ambientales constituyen acciones en operación, de incorporación de la
naturaleza al circuito de reproducción ampliada mundial del capital, posible mediante el
ejercicio de dominación por la fuerza. La preocupación debe: ¿avanzar a la elaboración del
recetario comptista? Esta vez: claro, o sea, es necesario plantearse medidas en los diversos
frentes de actuación política: control del poder de los monopolios 918 , uso de tecnologías
blancas, reducción y optimización de la escala de consumo, redistribución equitativa del
ingreso.
2.5.6.- EL BONAPARTISMO DE LAS CREENCIAS.
Análoga circunstancia se produce en filas de la ideología propiamente dicha: el ser
social cada vez más se torna escéptico sobre el valor de las "verdades reveladas" y sus
profetas (en Cristo; Cristo, por ejemplo, se autoproclamaba “Hijo de Dios”, frente a gente
humilde, crédula, que le seguía; en esa conducta podría decirse –en caso de no ser cierta su
procedencia divina-, que se transparentan grados significativos de esquizofrenia, de egolatría,
de narcisismo); en efecto, la credulidad de las personas crece, pero cada vez menos actúan en
aplicación, observancia y respeto por esas creencias (a su vez, las más fundamentales formas
de arte: la música, la literatura, el teatro, la pintura, la escultura, el cine, la arquitectura, dejan
de constituir áreas de trabajo social gratuito –formas sensitivas que se “usan e inmediatamente
se desechan”-, que se movilizan para edificar y mantener el “drama de la Fe”, el permanente
momento de subsidiariedad frente a la ideología). Es digno para el común de los mortales el
pensar que no tiene por qué haber individuos privilegiados a los "ojos de Dios" en la esfera de
918
El monopolio: ¿simple fracaso histórico del capitalismo?, o, ¿falla en el funcionamiento del mercado? Sea.
Pero detrás de las estructuras y del proceso se halla la mano, la política de los agentes hegemónicos, que operan
tanto en el uno como en el otro.
580

la Religión; o sea, de personajes especiales elegidos que se hallen dotados de la virtud de
comprender algo que no puede ser comprendido (la representación de lo que no tiene
substrato real para la representación), que se dediquen -dizque- a "pescar seres humanos"
(sic), a difundir la Palabra de Dios, a evangelizar el mundo, a entrometerse en la vida de los
demás (para la Iglesia jamás hubo historia, en el sentido del despliegue práctico de la
inteligencia, pues, todo se halla escrito; no obstante, es clásica la manía de la Religión de
acudir de modo maniqueo a la ciencia, para intentar fundamentar su persistente relegitimación
–la ciencia, en cambio, la combate). La "Revelación" debe ser democrática, amplia, inmediata
para cada y todo ser humano (pues debe darse a través de la operación natural de la "glándula
de la espiritualidad", lugar en el que reside Dios, según se afirma –esta glándula, se dice
también, que es el equivalente universal). Por tanto, mientras haya individuos que se dedican
a predicar la Palabra de Dios bien instalados en el poder (en verdad: los comensales de aquel),
Palabra que enceguece a las personas (la prédica acerca de la salvación del alma, no incide
sobre las brechas terrenales, no exige poner coto a la explotación, compartir la riqueza
socialmente generada o detener la acción de neotorquemadas sobre la vida -de Monseñor
Arnulfo Romero), habrán otras que se dediquen a su recusación 919 .
El discurso del sector de “Evangelistas”, de estas personas que se encuentran
coordinados por el Pentágono (que un día fueron creyentes católicos o que siguen dicha
determinación de la conducta por tradición), está destinado, como todo en el capitalismo
moribundo, a producir resultados positivos para la nueva forma social cuando ésta, de manera
“invisibilizada” (sic), se instala. Las proclamas abstractas y sin determinación
comprometedora material emanadas de las creencias de este sector (peroración profusa,
mediada por una práctica masiva y militante, enceguecedora de la capacidad analítica y crítica
derivada del sólo hecho de cerrar los ojos y elevar los brazos, susurrar y estremecerse,
atmósfera en la que la conciencia queda inerme y atrapada), van a ser puestas en
cuestionamiento, una vez que las conciencias sean liberadas de la maraña paralógica de su
forzada atribución empírica, esto es, de la base de las construcciones nebulosas religiosas:
ideología forjada como fundamento de su representación distante con el propósito de alcanzar
el status real de aquel falso paralelo real, en ese instante –precisamente-, recibirán respuesta
racional. La racionalidad será impuesta: la representación reclamará siempre su substrato
material; por lo que dicha gala oracular, se detrae también. La parafernálica prédica religiosoevangélica,
es la antesala de la negación de la Religión; inconscientemente, de modo
contraproducente, este sector contribuye en su autoabstracción. La contradicción ulterior, que
el sistema clasista le hereda a la humanidad de todos modos conformada como “sujeto de
pensamiento”, aquella que precisamente proviene del muy remoto pasado, esto es, la
filosófica: la pristinidad de la materia o del espíritu, monismo/dualismo, no obstante se
perfila, se mantiene; pues, parte de la bronca está en que, mientras las religiones a menudo se
plantean explicar el mundo siempre y sólo recurriendo a la Deidad, la ciencia atea se devana
los sesos en la empresa de forjar la idea del mundo partiendo de él mismo, con su esfuerzo
investigativo.
La ciencia ha soportado histórica, estoicamente el embate del Teísmo, más crudamente
en la fase de sus primeros vuelos; contraposición taimada en la etapa intermedia y
audazmente estilizada en el momento en decurso. Las cruzadas devienen, por lo visto, en
marco en el que el saber científico ha debido procurarse arrestos para cristalizar su “acto en
potencia” (“todo lo que piensa el Todopoderoso es”), su orgullo: tornar efectivo el reto de
pragmatizar heurísticamente los valores de la mente develando los misterios del mundo por
propio esfuerzo y paulatinamente encontrar su auténtico destino en la región del conocimiento
(obviamente, es la determinación proveniente del prurito del desarrollo material, elevado a la
enésima potencia –tanto por la acción de las leyes de reproducción del capital como por las
psicológicas de ellas derivadas y plasmadas en el deseo concupiscente de lucro- en el modo
capitalista de reproducción de la vida, que subyace como supuesto en el acto de progresión
919
Todas la religiones importantes en el mundo se dedican a condenar de palabra la riqueza (Cristo mismo
dijo: “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”; y,
el aludido: “ni se mosqueó”), a pedir de boca que se comparta, etc. El hacer llamados retóricos a practicar la
justicia, es como cuando se asiste a un episodio en el que un individuo le agrede a una mujer y la acción de
intervención se limita desde cierta distancia y protegidos, a exhortar al agresor que deje de pegarla. Lo
adecuado, lo práctico, lo razonable, es meterse a impedir el daño: correr el riesgo y solventar el problema o
también ser afectado. Y así procede el socialismo científico revolucionario. Sin embargo, para legitimarse, la
religión plantea ser el baluarte de la moral; empero, es la racionalidad dicho baluarte.
581

captativo real de los hechos). No obstante, este cruento proceso en el que el sector más débil:
el perteneciente a la ciencia, ha debido pagar “los platos rotos”, encuentra su desenlace
triunfal con el polo subordinado en la cima (hay un denominador común entre todas las
religiones: no se interesan por la Arqueología, por la investigación sobre el pasado del ser
humano, puesto que dan por hecho que el ser humano ya acabado fue creado por Dios, con
fundamento en los textos bíblicos y en otros libros denominados sagrados). Al final, debe
producirse la anulación mutua de los contrarios: entre la ciencia y la Religión (entre la
supramoderna concepción y la protoconcepción), superación que necesariamente habrá de
desembocar en una nueva forma de conciencia ontorobóticológica: el imperio del saber que
puede plasmarse en práctica en cualquier momento y lugar, puesto que gracias a ella se será
capaz de realizar toda ilusión (Religión Cristiana, que se toma la molestia de llamar “paganas”
a otras religiones, cuando ella de similar modo es pagana, puesto que también predica la
existencia de “tres personas en un solo Dios” e induce a la sujeción de este politeísmo
resumido a todo ser humano que se le pone en frente 920 ).
En la consideración expuesta más arriba, para el tozudo acto religioso, a menester
imponer la sentencia: “nadie sabe –finalmente- para quién trabaja” (la Religión, como es
obvio, cumple un papel estructural en la sustentabilidad de la especie, principalmente en los
órdenes iniciales de estructuración de su vida; superados imperfectamente dichos estados, han
sido retiradas las razones para la persistencia del uso de instrumentos y de nociones
ingenuas); en efecto, hay órganos en el ser humano, hechos y objetivos, que pierden sentido
con el “paso del tiempo” (con el movimiento procesal de la materia, debería decirse en
estricto sentido; pues, el término “tiempo” es el fetichismo del movimiento de la realidad
–una noción se manifiesta como cosa material-, tal como la ganancia es la “reificación” de la
plusvalía): los mitos, los cuentos, la “ritología”, las maromas mentales, son innecesarios hoy:
el capitalismo ha cohesionado tradeunionísticamente a la humanidad, el nivel de racionalidad
alcanzado a la fecha por ésta (efecto directo del desarrollo de la técnica comunicacional e
informacional sobre la mente colectiva) la ha disciplinado, mientras que las nociones inscritas
en la denominada “conciencia ecológica”, tornan masivamente armónica cada vez más su
convivencia con la naturaleza (aunque, también en estricto término, ésta constituye nada mas,
que un tipo de neoactavismo, sobre todo en su versión exageradamente burda o en su índole
fanática contra antropocéntrica). ¿Tienen algún sentido los juguetes, los juegos infantiles, los
cuentos de Hadas, para la edad adulta? Evidentemente ¡no! Estos “instrumentos” de
integración, aprendizaje (preparación para la vida futura, se dice) y de ocupación del
“tiempo”, por lo menos, se le presentan a la persona adulta como rezagos y resabios, que
permanecen en un rincón de la casa y de la mente: recuerdos de la infancia reproductores de la
nostalgia. Ahora bien, hechos, conductas e instrumentos, quedan atrás, como debiera quedar
la Religión si no fuera por el impacto a largo plazo del recuerdo, de las tradiciones y del poder
beneficiario retroalimentador.
Las recusaciones hasta aquí hechas, muestran una línea de proceder de ubicación
unívoca: ¡son materialistas hasta el tuétano! Las mismas generarán la animadversión de
consabidos sectores, tal como ha acontecido con la promulgación del ideal comunista. Buena
parte del odio, que mucha gente destila respecto del comunismo proviene de la mala
propaganda, que el capitalismo ha hecho de él, aprovechándose del terreno nutricio preparado
por la larga prédica religiosa y de la parodia socialista de la era postestalineana. En la lucha de
perspectivas entre capitalismo y comunismo ocurre un cuadro similar al que históricamente se
ha dado entre idealismo y materialismo, entre deísmo y ateísmo. El saldo favorable de esta
escaramuza real, lo ha obtenido el pensamiento cuyos pies descansan sobre la determinación
absoluta del capital, en su condición global, total; esa fuerza material en tono desmedido ha
conducido la declaratoria satanizadora de la concepción objetiva y de autodesarrollo de la
materia en pro de la visión estática y teísta, que pone en primer lugar al Verbo; el susodicho
esquema de percepción se permite imputar los males al Demonio y otorgar todos los méritos a
Dios. Como efecto de esa misma regularidad, se parangona maniqueamente al Angel Caído
con el enfoque histórico, dialéctico y solidario de la existencia, y se propala males y males
920
Que las muy reconocidas religiones monoteístas presumidas crean en un solo Dios, en nada les diferencia de
las por ellas interesadamente denominadas religiones politeístas paganas y sobre las cuales se descarga
abundante y aguda crítica. Se crea en un solo Dios o en varios, el principio mítico, acomplejado, de la creencia,
en dicha creencia se halla vivo, intocado. De modo que, el mérito radicaría en renunciar a las creencias; pero
toda esa gente es muy cobarde, oportunista y obsecuente de clase, para conseguirlo.
582

sobre el comunismo; por supuesto, se deifica al capitalismo, por interés y por supina
ignorancia (sería atractivo invertir talentos en reflexionar sobre estas temáticas, para poner en
el tapete, el hecho de que toda esta imaginería responde a los primeros pininos de la
inteligencia y a la postrera adulteración de la conciencia por efecto de la intromisión de la
cosmovisión clasista, o sea, analizar la composición del espíritu, de los conflictos que él trae
en su funcionamiento en el entorno, a objeto de los fines de la vida; sería deseable también
transparentar y simplificar el dilema con la superación ideológica del enredo clasista, en
suma: hacer evidente “las raíces clasistas gnoseológicas de toda teoría”, su condicionamiento
objetivo).
Ahora bien, la única manera de argumentar con sentido lógico sobre la posible
existencia de Dios, es recurriendo nuevamente al carácter de la propiedad de la inteligencia.
Dios creó a la inteligencia y se escondió, para que ésta tenga sentido, es decir, de modo que
encuentre en qué ocuparse (en lo desconocido produciendo el concepto, la teoría, la
cosmovisión, el saber; para que pueda sortear obstáculos; de modo que el ser humano in
abstracto encuentre formas de ser más feliz); o, en su defecto, para que descubra los misterios
del mundo y alcance la compresión de Dios. Al respecto, el ejemplo sencillo, de a
continuación, cursa.
La hija pequeñita, de seis añitos, le pregunta al padre:
- Oyes Papi: ¿qué es un picaflor?-. El padre le habla:
- Es un ser vivo, que vuela-. La niñita vuelve a preguntar:
- Oyes Papi: ¿y por qué vuelan los picaflores?-. El padre enseguida contesta:
- Porque tienen alas, mijita-. La niña nuevamente interroga:
- ¿Y por qué tienen alas los picaflores, Papi?-. El Padre responde:
- Porque con el transcurso de millones de años, el código genético, la adaptación de los
organismos a su medioambiente: para el picaflor es posible sobrevivir, a condición de que
puedan volar…-.
Lamentablemente estas respuestas no están en la sagrada y sabia Biblia; por el
contrario, es el ser humano, en aplicación de la cualidad más desarrollada y última de la
naturaleza: la inteligencia, el que debe darse el trabajo de responder, para sobreponerse a los
problemas que le sobretraen lo desconocido (peligros, enfermedades, nuevas necesidades,
orgullo por saberlo todo,…), mejorar su calidad de vida y, en el trayecto: alcanzar el saber
total y devenirse en Dios. Se advierte, como este ejemplo sencillo encierra todo un
impresionante sentido filosófico en la existencia.
2.5.7.- EL MAL O BUEN USO DE LA INTELIGENCIA.
El proceso de prospección, en torno del status universal de la realidad, a cargo de la
elaboración teórica de la inteligencia natural, se encuentra al filo de la fase de recolección de
información; el acceso social a dichos productos, se hace posible a través de la presentación
de informes parciales de avance de investigación de índole neopositivistas, relacionados con
la intelección de aspectos de la contextura completa de la materia. Estos pertrechos de la
conciencia, sin embargo, cada vez más se constituyen en el material, en la colosal base de
información en torno del “hecho” total, a partir de la cual debe despegar el proceso de síntesis
conceptual, de evolución ascensional de lo abstracto a lo concreto en la mente, de forma como
procede la materia, siempre sobre el carril metodológico, que procede de las relaciones y
determinaciones simples y aisladas, hacia la totalidad representada organizada (su desarrollo,
su mudanza y nueva conformación, sin embargo debe quedar todavía en estado de concreto
real; precisamente, de eso trata el último libro de Mr. Hawking: El gran designio).
La aspiración máxima de realización de la forma de materia consciente, en proceso de
hominización (Leontiev), de racionalización “absoluta” (Hegel), esto es, del más encumbrado
nivel, que en su experiencia individual puede lograr la posición cognitiva particular (la
“verdad relativa” -Lenin), puesta al canto la plasmación práctica de la acción en la esfera
política en una sociedad asimétrica –supuesto teleológico de justificación de la existencia-,
desemboca en la meta por la cual se consigue arribar al nivel de vanguardia en la idea sobre el
583

Universo (Marx) 921 . La humanidad en el momento en que “resuelve” tomar como
responsabilidad suya el acto de atención de sus necesidades, esto es, cuando decide
distanciarse de la dependencia directa de la “producción natural” de los bienes para la
reproducción de la vida a través de ejecutar las más elementales formas de trabajo: cazar,
pescar, recolectar, en ese preciso instante se enreda en la más colosal conflictualidad interna;
en efecto, la “reproducción ‘social’” (esclavista, señorial y burguesa) constituye formas de
autoproducción de la existencia, en las que la inteligencia queda sometida –en un significativo
porcentaje- a sostener y resolver conflictos de clase.
La humanidad ha usado la inteligencia: 1) para enfrentar peligros y limitaciones
orgánicas; 2) para encontrar nuevas maneras de reproducir su existencia; y, 3) en medio de la
vertebración de grupos establecidos de conformidad con la ubicación estructural de los
individuos en la totalidad “social”, la determinación ha impuesto la utilización del
pensamiento para someter o liberarse. Mecanizada la reproducción de la vida (colocada la
especie en manos del proceso de “reproducción automatizado”, “robotizado”) y no bien
superadas las diferencias clasistas –modernamente estamentales-, la inteligencia (la
conciencia) puede perder sentido, volverse un estorbo. Dispararse a realizar todas las
potencias de la mente en el saber, es el único destino que le espera a la humanidad en la sui
generis etapa en la que ha ingresado: ¿de qué otro modo se puede hacer uso de la inteligencia?
(la forza del destino; en verdad: la fuerza del asar; la tragedia individual: “se estuvo en el sitio
y en el momento equivocados”, ahora, esta misma “ley” ha sido la razón de la formación de
grandes fortunas, de felicidad, de satisfacción, es mas: de lo que se puede llegar a ser “sin
envidiar y con trabajo”). La humanidad madura: ¿debe simplemente entregarse al solaz
permanente con el recuerdo de la niñez o la juventud?, ¿puede quedarse entrampada en el
ascetismo sobre las épocas recorridas, en las que se impuso la vida sensitiva, desordenada,
imitativa, modelativa? El peligro radica en el de hecho de que la humanidad madura, vieja,
senil (pero propuesto el hecho, no es sentido orgánico, biológico, puesto que estos procesos
podrán ser manipulados al antojo; sino en relación con el carácter que tendrá ella, al ser la
depositaria de todo el cúmulo de saberes, experiencias, instrumentos, métodos, técnicas, que
le otorguen clara visibilidad sobre el mundo) se le ocurra sostener como algunos personajes
viejos a lo largo de la historia: “¿me estaré volviendo sentimental?”: allí se friega la cosa.
En tono demagógico, en la sociedad burguesa, suele decirse (en especial por parte de
aquellos sobre los que también se dice que la “suerte les ha favorecido”, de quienes se han
realizado a su gusto y que como consecuencia se hallan bien instalados en el mundo en la
estructura de relaciones sociales capitalistas, de las que son sus agentes de conservación), que
“uno es lo que quiere ser si se lo propone”. Luego aparece el argumento colateral: todo
depende de uno mismo, de la fuerza de carácter, de la confianza, de ser positivo, está en los
genes, hay que seguir el ejemplo –el señor Diego Cornejo, en este punto tiene la palabra: ha
hecho su agosto-; se corona la parafernalia conducente a instalar la “ideología del optimismo”
en el cerebro de quienes para los que la realidad viva material nada tiene de optimista, citando
los ejemplos exitosos “contados con los dedos”: Ford, Onassis, Noboa Naranjo, Gates, Slin,...
Solamente una conciencia superior muy alejada de los “mortales comunes”, la que
mentalmente ha tomado los cuernos del toro de la realidad gracias a que se ha elevado a la
comprensión hipotética general de la historia y del cosmos, puede decirse que se halla lista
para resolver su vida, esto es, respecto de integrarse o no a jugar el papel que material,
histórica y estructuralmente le ha sido asignado (material: conversión de montón de arena a
estado consciente; histórico: en qué etapa de desarrollo humano vivir; estructural: ser
distribuido entre las clases y capas sociales, una vez dada la forma social o capitalista de la
921
El proceso de enajenación, a su vez, se concretiza de modo segregante (real dualismo estructural):
concentración de la riqueza y del conocimiento (de la máxima concepción del mundo) en el poder mundial del
capital; y, pobreza y alienación perceptiva filosófica de la gran mayoría de población del planeta, población
inmersa en procesos de reproducción simple de la vida. En suma, esta última no participa en el proceso de
generación de la Teoría sobre el Universo ni en la “concienciación” de la misma (no es depositaria del deleite
de “dejar este mundo”, luego de haber alcanzado la satisfacción de conocer el más alto nivel del sentido del
mundo), no arriba a la comprensión por la cual la materia de modo inconsciente, sujeta a la actuación de la
ciega ley del desarrollo, desemboca en la gestación del ser dotado de inteligencia, el cual –de modo también
estocástico- se ve inducido a utilizarlo en la producción del modelo conceptual de la realidad (la progresión es:
teoría celular, teoría de los tejidos, teoría de los órganos, teoría del sistema… teoría del Universo; lo cual
vuelve “cuasi” intencional, teleológico, al sistema evolutivo; pero no existe, en verdad, intencionalidad alguna
antes de la emergencia fortuita de la conciencia, en el proceso evolutivo de la materia).
584

especie). Por curiosidad, por regirse a decesar, por querer afrontar el reto de desempeñar la
misión personal, es posible decidirse a continuar en la vida; puede hacérselo por contribuir a
empujar el carro de la historia, por ejemplo, en la ciencia, en el liderazgo o en el tumulto, pero
es posible tomar la decisión de no hacerlo en vista de que hay suficiente personal en el mundo
y en la propia historia, que puede ocupar el lugar (incluso los grandes exponentes de la
humanidad, tienen su doble).
En realidad, toda la historia humana hasta aquí vivida se presenta tan sólo como
proceso de preparación, de lenta y cruenta marcha hacia la conquista de la manumisión de la
inteligencia respecto de las ataduras que impone el proceso de sobrevivencia asumido por el
ser humano como suyo (una vez que supera su estado animal y empieza por producir por
medios propios –con mediación del trabajo- su existencia material) y de la determinación
clasista devenida de esa condición de producir su existencia por esfuerzo propio. Sin
embargo, la humanidad como la niñez y la juventud –éste, en verdad, es un argumento al que
se ha apelado en varios acápites del presente escrito, por tanto, insistentemente reiterado-, ha
requerido de cuentos, de novelas (todos estos productos de la imaginación humana, no son
documentos serios, es decir, carecen de valor histórico legítimo), de los juegos, del arte, del
show, del baile, del sexo, como móviles necesarios para conducir la existencia hasta el lugar y
momento alcanzados; de similar forma ha requerido de la organización social clasista
moderna para coronar el acceso a la racionalidad (la irracionalidad de la cosmovisión Oriental
es cautivante, entrega respuestas sencillas, claras, categóricas, evidentes, comprensibles, a las
grandes preguntas de la mente; además: es muy impresionante, puesto que –como es el caso
de las religiones- es capaz de vulnerar el rigor y el objetivismo de la mente edificada sobre la
ciencia –la misma persona que garabatea estas ideas, reporta la experiencia de ciertos
camaradas entonces de izquierda, que hoy son carismáticos evangélicos).
Echar una mirada a esas películas mejicanas de antaño, del cantante macho, de pelea
de gallos, de serenatas, de apuestas en las que un lado pierde todos sus bienes y se sume en la
miseria, en la depresión, en la dependencia, el cual pone en apuros a la familia, pues, la
sacrifica, antes de terminar suicidándose; episodios que reflejan la viva realidad del desarrollo
de la existencia en escenarios comandados por la institución de la propiedad privada y de total
vinculación a los “conflictos de faldas”, conduce a disponer de datos ilustrativos respecto de
los argumentos aquí expuestos; la sensación es similar a aquella que produce la revisión o el
recuerdo de episodios vividos en la niñez, repleta de ingenuidad, esto es, de vergüenza y de
culpabilidad. Ahora bien, hay gente en todo el planeta y, “quien creyera”: sesuda, de
izquierda, que se entrega a la teorización y difusión de fundamentos seudo justificatorios,
respecto de la necesidad, por ejemplo: de la actividad sensorial estética como modo superior
de vivir, expresar y desarrollar la esencia del ser humano (la teoría marxista de la estética,
como se sabe en círculos ortodoxos, remite a las condiciones económicas, sociales,
ideológicas, políticas e históricas, donde se origina la obra); seres, que reivindican la llamada
“sensibilidad popular”, lo mismo que el “saber ancestral”, sin percatarse quizá, del carácter
especulativo empirista de dicho conocimiento (un ejemplo también ilustrativo: en Santo
Domingo de los Tsáchilas, provincia ecuatoriana, el “pueblo originario” del mismo nombre,
es famoso por la supuesta capacidad de “sanación” y adivinación de sus jefes; en cierta
ocasión se pudo entrar en contacto con uno de ellos con motivo de la ejecución de un
proyecto; luego de saludar, lo primero que hace el Señor Calazacón, es repartir una tarjeta en
la que se puede leer: “Se curan todos los males del cuerpo y del espíritu”; al preguntarle, en el
marco de la conversación: ¿dónde se halla la esposa?, responde: “fue a Santo Domingo al
médico, porque el niño amaneció un poco resfriado”). Sentimiento popular, que en alto
porcentaje expresa la miseria, la tristeza, la derrota, la impotencia, las taras, que ha germinado
en la forma clasista de sometimiento y el cual la clase dominante promueve con el alcohol,
porque así el mismo recircula y obnubila la conciencia común.
Generalizando la cosa: todo lo expuesto anteriormente tiene muy de cerca que ver con
la presencia del primordial elemento cognitivo y ordenador del entorno y del grupo primario,
en su orden, que opera como garante de la sobrevivencia del ser humano indistintamente: la
mitología; el totemismo, el tabú, la ritualidad, los oráculos, el saber elemental trasmitido
verbalmente de generación en generación, serían incluidos por la Antropología Cultural
doctoral en el sistema; o sea, el conjunto de percepciones, valores y principios ordenadores de
la conducta, que han emergido del escenario en el que se desarrolla la vida y que vuelven a
éste procesados mentalmente, dándose lugar a la formación del marco nocional, normativo y
585

coercitivo en tanto proto institucionalidad, gobierno y racionalidad, inherentes a la moderna
forma de gestión social. La colosal mitología religiosa es común a todos los pueblos de la
tierra en su tierna edad: Amón Ra, Inti, Quitu-Pactá, Alá, Jehová, etc. ¿De qué otro modo
podían sobrevivir y preservar la inteligencia (su presión sobre el juicio) si no engañándola, en
un medio grupal humano bajo en racionalidad? Magia, religión y ciencia; culto a la
naturaleza, politeísmo, monoteísmo, ateísmo, en esta progresión: la Antropología evolutiva,
está en lo cierto. No obstante, todas las religiones (sobre todo las cristianas) acomodan el
poder a los preceptos de la solemnidad religiosa; no hay problema de “ethos”: en ellas
coexisten, sin dificultad alguna, el bien y el mal para los seres humanos, y sólo el bien en la
abstracción nebulosa.
El cambio en las condiciones materiales de existencia que hacen posible la persistencia
de la forma inteligente de vida en el mundo, en las agrupaciones actuales (posmodernas,
hípermodernas) conduce el proceso de negación del estado espiritual pretérito y la apertura de
una esfera de comprensiones y comportamientos en los que el progreso se expresa
debidamente en la consolidación de la ciencia, el Derecho Positivo y la conducta racional in
abstracto; esta transición, si bien es verdad que debe plantearse las preguntas sobre cómo
debe pensar, sentir y actuar cada subgrupo para asegurar su reproducción y la del orden en su
totalidad, ella impone los designios inherentes a la consolidación de la naturaleza del
momento próximo, en la línea de las determinaciones de la historia, que por hoy,
precisamente cuando la voluntad presume actuar e incidir sobre su marcha, dirige los
episodios como estructura sin acompañamiento de la conciencia 922 . En la “sociedad”
avanzada, espiritual, robotizada, paradójicamente muchos rubros asociados al proceder
antiguo, normal, necesario, se mantienen, pues, las formas modernas de sí, responden
propiamente al proceso de concretización de las anteriores, en la medida en que a ellas se las
advierte como la sola reiteración de aquello que fue, en un nivel superior de su despliegue. En
el escenario que se esboza en el presente –en cambio-, el protagonista principal de esta
formalización del pensamiento y la conducta, deja de ser el ser humano (por lo que las
subdivisiones internas al grupo y su antipodización, inmediatamente se detraen), puesto que la
esencia en determinados órdenes del “ser” se abstrae, en virtud de que la verdadera realidad
(las actividades y sus nexos) deviene la del espíritu.
En la cima del conocimiento objetivo integral, el ser humano se mueve en los
dominios de los dioses (se transforma el mismo en uno de ellos) e inmediatamente decesa
(pues, incluso el supra poder se constituye en determinación, que se corroe a sí misma, puesto
que operan en ella fuerzas regresivas autodestructoras de modo análogo como sucede en
hechos, poderes y sistemas puramente profanos). Una vez accedida a la conciencia completa,
la tarea está cumplida y lo que sigue es el descanso, el festejo, las palmaditas de felicitación
recíproca; pero en la cima del saber, toda distracción y placer se presentan tontos, torpes,
repudiables, no observables. En esa fase, el ser humano inicia a vivir (transitar) el momento
de su autonegación; el paradójico, el insólito medio proviene del desarrollo de la conciencia
hasta su plenitud, que en su sostenido proceso de innovación ontológica, produce el
presupuesto del progreso del conocimiento; superación, que no es impulsora hacia una nueva
instancia, sino a un nuevo ciclo de la realidad (Universo acordeón, pulsátil, oscilante, creación
continua, infinita: sin origen ni fin). Hoy, para el género, es necesaria la conciencia, porque el
ser humano tiene ante sí interrogantes cognitivas a las que debe conferir respuesta objetiva
adecuada –según esa razón le perurge reproducirse (recurrir a la preracionalidad del Eros, en
vista de que no puede hacerlo todavía masivamente a través de la fertilización in vitro, de la
clonación), como unidades biológicas, requiere hacerlo todavía profusamente: tanto para
disponer de “cerebros”, como para contar con una adecuada reserva de ellos: stock que pasará
a sustentarse, a valerse de un proceso completamente artificial de dotación, más tarde-;
empero, alcanzada su intemporalidad, la inteligencia pierde función y queda autoclausurada
(en tanto todo está representado, no tiene sentido ya la mente: la existencia del instrumento
de la representación –cuando hace de las suyas la “antigravedad”): toda vida racional cesa,
la materia reinicia su existencia determinada de nuevo, desde el principio (Big Rip).
Ahora bien, la inteligencia, no es que entra a actuar cumpliendo su papel (realizando
922
Se esfuma la esfera de los intereses y como consecuencia, la región de Derecho; en realidad: alimentarse,
tener un techo, vestirse y la atención de las necesidades espirituales están comprehendidas en la realización de
los simples actos del vivir diario, en similar orden a como todo ser vivo recibe inmediatamente aire en el acto de
la respiración, ve la luz, duerme o se desasimila.
586

su propiedad: la capacidad de reflejar cada vez más objetiva y holísticamente la realidad) en la
praxis intelectual de una sola generación, tal como lo hacen las plantas y los animales en su
dominio y en sus “competencias”; seres vivos todos estos, que ingresan al mundo natural y
que proceden a entregar su contribución a su equilibrio, funcionamiento y evolución (esto es,
en la forja de condiciones orgánico-materialmente necesarias –al nido del cual desplegará la
humanidad- en las que debe desenvolverse el ser humano de modo evolutivo hasta hallarse
listo para producir y operar en el interior de la comunidad de la espiritualidad de inmediato),
función una vez cumplida de seres inferiores en la escala evolutiva y en la jerarquía de
propósitos, luego de la cual éstos –plantas y animales- se retiran de la escena natural y se
reiteran en innumerables replicaciones, destinadas a operar del mismo modo en el mundo. La
inteligencia, por el contrario, debe encontrarse lista para realizar progresivamente su
propiedad exclusiva y superior: se dota en cada nueva generación de mecanismos siempre
más complejos, eficaces y eficientes para obrar (en efecto, un mismo cerebro de hace diez mil
años atrás, no podía realizar la cualidad de la inteligencia del hoy, puesto que no disponía del
método científico, de la tecnología ni del conocimiento acumulado; en el sentido expuesto, el
capitalismo equipa al ser humano para que inicie la fase de estructuración de la “teoría para
todo”). Este proceder expuesto inmediatamente arriba, está penetrado hasta el tuétano de
modos anómalos de conducta. En las formas humanas preespirituales y, sobre todo, en la
burguesa concupiscente y atesoradora, cada nuevo ser humano que viene al mundo (como
usualmente se dice de modo idealista), en verdad: lo hace al circo del mercado (la felicidad
del que ha concentrado medios de producción), a las lágrimas (de quién no tiene propiedad,
que debe someterse a los “rigores del destino”), a la sentimentalidad (ricos y pobres), esto es,
a pacer. De modo que los pobres: no solamente que constituyen la reserva germoplásmica
inteligente de la inteligencia que se halla en el estrellato, sino que, además, son un payaso
desgraciado en la fanfarria capitalista (forman parte de la estructura marginal del consumo y
de oferta de ciertos servicios de bajo prestigio, integran el ejército industrial de reserva: de
este modo se vinculan funcionalmente –subsunción formal- al capital). La posición mercantil
conservadora ha dejado –por lo menos en el Ecuador: país sudamericano neocolonial- de
modelar el comportamiento humano; en dicho Estado, a mediados del siglo pasado, el estudio
en “buenas” escuelas y colegios, no descuidaba la formación en buenas costumbres, esto es, el
aprendizaje de “normas de urbanidad” era uno de los principales componentes del currículum.
Se enseñaba cómo comportarse en público, en la mesa (manejo de cubiertos), respeto a los
mayores, no comer en público, no masticar chicle, etc. En cambio hoy, este elemento
componente de la “red de poder” en la que se aplica la “política de disciplinamiento”, ha
relajado la propia modelación comportamental, necesaria para contener la “ristopía”; la
desesperación por la venta de productos en situaciones de aguda competencia y observancia
formal de las reglas de la “calidad en el servicio”, no solamente que ha destruido el proceso
de formación incluso de contenidos de tipo feudal, sino que en el colmo a la niñez se la ha
puesto a trabajar y a la juventud se exige ingresar en colegios técnicos, para que
inmediatamente pasen a llenar los bolsillos de ciertos empresarios (aquí como en otros
documentos, debe quedar registrado para la historia, este momento infame, que el poder del
capital hizo vivir a la humanidad).
Por otra parte, el mundo evoluciona poniendo nuevos “objetos reales” de
conocimiento a la mente, lo cual hace que la inteligencia solamente al final de la vida de la
humanidad realice su propiedad plenamente (cuando incluso su poder resida y se multiplique
por “n” veces en el fenómeno bio-artificial de la conexión en red de los cerebros y de éstos
con la inteligencia artificial –conexión en interfaz de los cerebros naturales, teniendo como
cerebro central, a uno de orden artificial-, hecho que superará de modo definitivo todo
complejo de inferioridad respecto de las posibilidades de la mente, como las limitaciones que
han imputado a la inteligencia tanto Godel como Hegel, y dará concreción a la predicción de
Hawking: el cerebro colectivo de la humanidad, entenderá la mente de Dios) 923 . Ahora bien,
923
No está en lo cierto quién asevera que la “mente tiene fallas al no advertir correctamente la realidad”, como
cuando es engañada por los actos de prestidigitación de los magos; tampoco es cierto, que el ojo humano capte
por partes una escena, adosando la tarea de la recomposición del conjunto, al cerebro. En el primer caso, es
más acertada la solución clásica para el fenómeno de la magia: “la mano es más rápida que la mente” (o sea,
que el cerebro marcha retraído en la aplicación de su poder de captación y discernimiento); el engaño se
mantendría, como consecuencia, hasta que el truco sea revelado en su mecánica secreta. En el segundo hecho
587

cuando una persona va a una factoría y mira la materia prima que luego se transformará,
dígase: en un automotor, la misma puede verse como boba e incrédula, cuando el entendido
en materia de producción vehicular le dice, qué materiales y proceso de trabajo inherente,
terminarán en el output: automóvil; si se observa a una recién nacida, es difícil creer
inmediatamente que la niña se transformará en señorita, en novia, en esposa y madre; de
modo análogo, mirándose el ajetreo y el aspecto indiferente de los integrantes de la mayor
parte de la humanidad de hoy, es poco creíble suponer, figurarse, que de ellos provendrán los
seres de la futura vanguardia espiritual humana, que se volverá integrante racional en el saber
completo; pero el hecho es de ese modo, y los padres de quienes perpetrarán dicha magnífica
proeza, no lo sospechan.
En consecuencia, no es tiempo todavía, no es el momento de que todas las susodichas
aspiraciones se terrenalicen por entero en la población de modo masivo, como que la
humanidad, por término medio, deje de lado la búsqueda del placer como índice de calidad en
materia de medición del estándar de felicidad, pues, no se le puede pedir a la humanidad que
haga algo que todavía no está en su naturaleza (el ser humano todavía es una máquina de
cuidado de la vida personal y de reproducción biológica de la especie, en suma: de diversión,
de consumo y sexo). Incluso en lo personal corre riesgo la voluntad y la racionalidad; son
hermosas las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi: música lírica, mágica, excepcional, se
sienten ganas de escucharla (o aquellas obras que la humanidad las ha recogido con cariño y
que las ha convertido en patrimonio indisoluble suyo como Aída, la Traviatta, Rigoletto de G.
Verdi; Tannhauser, El Anillo de los Nibelungos o La Caminata de las Valkirias del gran R.
Wagner); pero: ¡no, no volverá la sentimentalidad a tomarse la conciencia, a controlarla, a
dirigirla!; es obvio, que ésta es una reacción oportunista a la manera del ladino de San
Agustín: quién se acordó de la existencia de la santidad y se convirtió sólo cuando viejo, o
sea, en momentos en que la fase en la que reina el deseo se estaba disipando: una vez que ya
se gozó (empero no es posible dejar de escuchar aquel conjunto regio de ritmos populares
rusos de Glinka, de Borodin, puesto que dichas pequeñas, líricas y hermosas piezas musicales
alentaron al gran pueblo soviético en la Segunda Guerra Mundial frente a los asesinos
alemanes). Ahora bien, el objeto filosófico completo espera; espera de la inteligencia la
respuesta afirmativa (“Ser comunista en filosofía es ser partidario y artesano de la filosofía
marxista: el materialismo dialéctico” –dixit L. Althusser-, el materialismo histórico y la
lógica dialéctica).
2.6.- DETERMINACIÓN HISTORICA DEL SISTEMA, LA LEY, LAS CONTRATENDENCIAS, EFECTO
BOOMERANG.
2.6.1.- FUNDAMENTACIÓN.
De las regularidades de conformación, movimiento, concreción y devenir de la
sociedad, descubiertas y/o desarrolladas científicamente por Marx, cuatro interesan para el
propósito inserto en el apartado en curso: la “ley del valor”, el “patrón” de la “plusvalía”
(acumulación), la condicionalidad de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia”
(“constante” de movimiento, declarada apropiadamente por su formulador: como la más
importante “norma” de la Economía Política toda, la cual deviene en momento estructural –la
coyuntura- poseedora de la pauta de intervención sistémica de la razón
conservadora/revolucionaria) y la antinomia de la “lucha de clases”. La “regla” que encarna el
límite estructural de la formación social realiza su naturaleza apoyada sobre dos causalidades:
1) la competencia y, 2) el progreso sostenido de las fuerzas productivas; sobre los efectos
entrópicos que emanan de esta determinación, operan en su desarrollo normatividades
en referencia, para explicar erróneamente el fenómeno, se recurre a la mecánica yuxtaposición de los procesos
de formación de la imagen completa, que por partes capta y “recompone” un televisor; no obstante, el cerebro
capta (refleja) por entero un escenario y en su continuidad, de modo diferente a lo que ocurre con una película
del clásico celuloide (la película expone su realidad por cuadros; para el cerebro, la realidad ontológicamente
se dispone continua). Está también el caso por el que una persona a la que un extraño le hace una pregunta
sobre un mapa y a la que luego le cambian el sujeto interrogador, ésta no se da cuenta; el episodio no responde
a falla del cerebro ninguna, sino, más bien, a un hecho meritorio de precisión por el cual el cerebro se concreta
en un hecho aislado, o sea, el cerebro no pone atención en el contexto (ese no es su propósito) sino en lo
singular, y allí no hay fallo alguno (vendría bien el dedicarse a refutar esa gran cantidad de explicaciones
equívocas que produce el positivismo de los sabios cerebros –la especialización-, mediante la revisión lógica de
las conclusiones sobre los datos que arrojan los experimentos).
588

antitéticas singulares de raigambre estructural, en conexión con las que derivan su fuente, en
la vertiente de la voluntad 924 . Las fuerzas de resistencia al efecto “límite sistémico”:
conciencia y voluntad conservadoras (contratendencias dilatorias), al momento, se presume
han detraído su efectividad, según es interés abordar, en el presente numeral 925 . Ahora bien, la
forma capitalista de reproducción humana ha sido necesaria en el desarrollo de las fuerzas
productivas, en determinado tramo histórico; luego, una vez elevado el nivel de conciencia
general de la población (de entendimiento del mundo), el citado modo de producción se vacía
de contenido ético-histórico, puesto que el progreso material puede continuar sin el sacrificio
de amplios sectores humanos: sin sufrimiento, pobreza, exclusión, o sea, en el interior de
colectivos en los que se han suprimido las contradicciones de clase (las multilaterales:
corporativismo sin escrúpulos, que tiene secuestrada a la humanidad; sistema no idóneo para
manejar la historia) 926 .
En la sociedad concurrencial moderna, su nueva fenomenología devela el arribo de la
completa formación humana burguesa, hacia el momento absoluto de totalización. Strictu
sensu, entre las características más expresivas del escenario, se cuentan: la difuminación de
las relaciones de tráfico y de poder en la esfera toda; integración funcional de las diversas
subculturas –formas económicas pre y pos capitalistas- en la matriz del proceso burgués de
reproducción económico, superestructural e ideológico –la ciencia y la técnica, el
conocimiento objetivo moderno es la “artillería galáctica”, el arma que derriba toda muralla
de “conocimiento ancestral”-; articulación de la vasta y multifactorial geografía del planeta
–de sus recursos naturales y “humanos”- a su metabolismo sistémico, dícese: sociedad de
consumo, agregación aprehensora de ideología de masas. En aquella (sociedad) y en momento
en decurso (coyuntura), la estructuración abstracta de sus nexos: la “unidad dada en la
dimensión histórico-diversa” en la determinación concreta, deviene en la materialidad del
movimiento de reproducción humana. Esta conformación cronológica, absoluta: esta realidad
total, abarca, en su interior, en resumen, el desplazamiento histórico general del “ser
social” 927 ; alberga en sí, a su vez, los principios a través de quienes cada forma social y, en la
intrinsicidad de dichas estructuras: sus organizaciones y los sujetos insertos en la
determinación, subvierten su actuación en procesos sinérgicos singulares, en la cadena de
realizaciones, que se agregan en sentido de la direccionalidad inmanente del sistema.
Es necesario, a objeto de precisar la razón de cada ser, proceso y elemento de la
realidad al interior de esta última, situarlos a todos ellos en el contexto más amplio del
movimiento del mundo. En el caso concreto, debe ubicarse a cada época, a cada pueblo y a
cada individuo en su lugar histórico específico, en su papel: juzgarlo y “reivindicarlo” con esa
base. En cierto modo, la aplicación de esta regla contemporiza con las aberraciones
atentatorias contra la especie y libera de culpa a sus mentalizadores, ejecutores y
“beneficiarios” (empero, Cristo no habría cumplido con su obra divina y pasado a la historia,
si no hubiese sido crucificado); hace extensiva, también, la notificación de liberación de
responsabilidad a aquellas supuestas malas acciones, que tienen lugar en el mundo animal (la
conducta de animales de presa, el latrocinio de las hienas, el papel de las aves carroñeras,...).
El rasero citado, resitúa a los sujetos y sucesos en su condición, es decir, en necesarios tanto si
924
Incluso en la época de máxima descomposición y salida, el capitalismo sostenido sobre su despojo (el capital
ficticio especulativo-financiero) funciona con las leyes descubiertas por Marx; la subfase neoimperialista del
capitalismo es una coyuntura contradictoria, que expone eventos guerreristas de baja intensidad,
revolucionarios moderados, y masivo persistentes de levantamiento popular.
925
Sobre la bondad equilibradora del desarrollo inmanente al comercio libre, tesis en torno de la que las
creencias neoclásicas sostienen que conduce espontáneamente hacia el equilibrio dinámico, ésta no tiene
eficacia: “… la pérdida de flexibilidad de los salarios y de los precios, el abandono del patrón oro, la muerte de
la competencia y la interferencia sistemática de los gobiernos”, han cancelado su supuesto ejercicio contra
cíclico.
926
Todo el proceso en decurso, en el frente humano, constituye el despliegue secuencialmente jerárquico del
contenido de las contradicciones matrices de su movimiento: 1) entre las “fuerza productivas” y las “relaciones
de producción” (conflicto político); 2) entre el carácter privado de la apropiación de los productos del proceso
automatizado de producción y la índole social de las necesidades humanas hemisféricas (recesión); y, 3) entre
la producción mercantil capitalista y su realización (iliquidez: dificultad creciente de conversión de valores de
“uso” –pues, las postmercancías carecen de trabajo vivo en su “producción”- en dinero).
927
En efecto, en la etapa anciana de la vida, aunque sea a manera de simples estados de la reminiscencia, en el
individuo se agolpan todas las fases vividas: la niñez por partida doble: su recuerdo –la memoria histórica: sus
testimonios documentales concretos- y su reafirmación en la senilidad, según se dice; la pubertad, también el
recuerdo de la juventud febril; la adultez (pero una nueva generación da la vuelta la página), la niñez y la
ancianidad se juntan, se aprestan a recorrer el nuevo tramo del sendero.
589

son buenos como si son malos; confiere sentido, a la vez, a la presencia y a la extinción, por
ejemplo, de los dinosaurios, a las plagas de langostas, a la depredación: los animales
carnívoros, a los genocidas: Hitler, Truman, Bush, tanto como a la Madre de Calcuta o a San
Francisco de Asís. En verdad, el sentido interiorizado en dicha regla, da origen a una posición
enteramente racional, fría, sin perjuicio del ser, que evalúa los hechos, que le permite advertir
el papel del capitalismo como necesario en la historia para el objetivo humano, así como del
proceso de explotación y sus ejecutores. En efecto: el capitalismo, tomado en perspectiva
humana abstracta: ha sacado a la humanidad de las cavernas, del circo romano y de las
Catedrales Góticas y la ha ubicado en la dimensión de la racionalidad (dicho sea de paso, esto
conduce a la conclusión, de que el proceso humano no debe evaluarse con el concurso de
variables nimias como el arte, las tradiciones, la identidad, etc., sino apelando a factores
importantes y magnos como el conocimiento y la técnica –el movimiento de las fuerzas
productivas-, que se dirigen hacia la concretización de la conciencia).
El patrón al que se ha hecho referencia en acápite precedente, es un fenómeno
mundial, que debe ser comprendido con espíritu progresista, como acto libre, generoso de la
razón, que reconoce lo bueno y trascendente (la computadora: adelanto tecnológico
extraordinario; debería decirse con todo derecho: gracias al cerebro capitalista). “Las formas
de propiedad... [los distintos modos de organización del trabajo humano]... tanto estatales
como privadas en la historia han jugado un papel diferente, ambivalente y progresivo”. En
unos casos, éste fue un rol positivo; dígase: “en la edad media la sociedad europea conoció la
propiedad estatal del feudo absolutamente de todo y fue muy buena para derrotar a la
esclavitud, pero fue destruida con el surgimiento del capitalismo, como una compresión
distinta”. En el capitalismo, el “´capital monopolista de Estado´ desempeñó funciones de
desarrollo técnico”, y en la producción y acumulación de riqueza material; “pero también lo
hizo en la obstrucción del desarrollo de muchos sectores sociales”; “el capital financiero es
una forma de propiedad, que ha desarrollado intensamente al mundo, ha desarrollado las
fuerzas productivas, el conocimiento y ha inducido su socialización”. En la alborada de los
Siglo y Milenio, “... al haber surgido una economía mundial: proceso nuevo, no preconocido,
sobre el cual no debe haber preconceptos, hecho que va rompiendo las economías nacionales,
el cual tiene al frente a la empresa trasnacional que desarrolla el comercio mundial, en él se
realiza el nuevo momento de la historia: el de la ciencia y de la técnica...”; éstas, se socializan
permanentemente y se convierten en poder de toda la especie, merced a la operación de los
ordenadores y del Internet; además, el conocimiento es un medio de reasignación social de la
renta mundial.
En su hoja de presentación, la clase y la organización productiva burguesas, permiten
entrever, entre sus paradojales, perentorios e históricos méritos (tomada esta aseveración en la
perspectiva de creación de las condiciones a través de las cuales la historia se abre paso y,
todavía más: se torna efectivo el desarrollo general de la humanidad –en verdad: “toda
formación social aporta en el torrente del progreso de la historia”; dixit: René Mauge): 1) la
asunción del papel de quién forja y sustenta las premisas materiales sobre las que se edifique
la “sociedad” madura 928 ; 2) la pragmatización del proceso de integración de la humanidad,
hasta estructurarla como una sola comunidad ilusoria (hecho dado en la región económica
productiva, pero inacabado en la esfera mercantil, en la región “superestructural” y en la
perceptual; son los “pequeños relatos” con los cuales arranca la humanidad en su infinidad de
pueblos desperdigados en el planeta, los que finalmente se supeditan al “gran relato”
capitalista en la “globalización”); y, 3) la edificación de los presupuestos que conducen el
ingreso del género, en la "dimensión" de la “espiritualidad”, de la “nueva era”. Huelga
reconocer empero, que solamente en integración y llegados a un cierto tope el desarrollo
tecnológico y el quantum poblacional en el orbe planetario, en su orden, en la humanidad
928
Es un hecho conocido, que el capitalismo es la primera forma de producción en establecerse en la historia
como “modo de acumulación”; en realidad, antes de esta estructuración de largo plazo de la sociedad, los
procesos económicos precedentes, definían una forma de atención de necesidades dada por el aporte del trabajo
presente, es decir, se “vivía al día” (dixit: Dr. Luís López S.). El capitalismo, por tanto, “al agrupar a
individuos indistintos, soberanos, en igualdad de oportunidades” (sic), cuya actividad devenía inmersa en
entornos de división social del trabajo y de cooperación, genera, acumula y concentra, en forma privada, la
riqueza social, la que queda como aporte al desarrollo de la etapa restringida, focalizada, suplementaria, de
acumulación social: la socialista, como fases que ponen, en conjunto, los supuestos de la forma comunista de
vida humana a nivel material. A partir del capitalismo, el ser humano ensaya sus primeros vuelos, en torno de la
realización de lo que es su verdadera misión.
590

entra en ejercicio este fenómeno; en efecto, el vertiginoso crecimiento vegetativo de la
población, que no ha podido ser diezmada por las reiteradas guerras, epidemias y catástrofes,
hecho en el que ha intervenido de modo eficaz la característica de adaptabilidad de este ser
–factor inscrito en los cánones de la inteligencia-, induce también la ampliación de
necesidades, o sea, el desarrollo de la producción, de los intercambios por ella motivada y el
progreso de la ciencia y de la técnica (la exigua población, la dispersión, la ausencia de
división del trabajo y de economía liberal, habrían imposibilitado en la humanidad la
superación de la fase de animalidad, emocionalidad, mitoligicidad religiosa, tanto peor
propiciado encumbrarse al cosmos, pues esos no son marcos sociales habilitantes del
desarrollo de las fuerzas productivas) 929 .
En la forma “sociedad” de la humanidad, en su subfase “neoimperialista”, las
relaciones que en ella se contienen, subordinan su movimiento a esta condicionalidad
histórico-espacial particular; las funciones de sus principales agentes constitutivos, en cambio,
de fuerzas progresivas impulsoras de la dinamia sistémica, se transforman en frente de
contención de la reiteración cíclica expansiva. En el continuum transicional, ciertas
instituciones se reconfiguran, otras cesan en su estado procesal (el progreso personal,
concebido en sentido moderno: individualidad, que promueve el desarrollo intelectual de cada
sujeto en el marco del orden vigente, por ejemplo, requisito –a su vez- de producción de la
ruptura en la unidad básica del edificio de las sociedades clasistas: la familia, promoción que
ya no otorga importancia a la reproducción biológica, es la condición de integración social no
mediatizada por la clásica familia monogámica, conforme a la que la forma social de la
humanidad se metamorfosea). Estas transformaciones de carácter cuantitativo, no pueden
operar al margen de su designio, pues, las mismas sobrevienen en circunstancias de índole
esencial, en virtud de la tensión existente entre las nuevas condiciones materiales de
reproducción de la vida y las relaciones que, en coherencia, contraen los individuos en el
interior de la “civilización”. En la comunidad ilusoria de concreción establecida, las
regularidades específicas que enrumban su camino, que presiden su modificación, responden
a un doble carácter de inmanencia y coyuntura: 1) la tendencia creciente a la reducción de la
tasa de ganancia (proceso de desvalorización del capital, propensión a la desacumulación:
“Las tasas de ganancia son más bajas por el gasto improductivo”) y, 2) la incremental
dificultad de conversión del plusproducto en dinero (del trabajo concreto en trabajo nominal);
este hecho asume realidad sustantiva, precisamente como efecto de la reducción del trabajo
(tanto del físico –progresivamente- como del intelectual) a pura abstracción (dixit Marx).
En la fase de producción de la riqueza material, sobre cuyos hombros debe edificarse
la nueva forma social de la especie, cada inversor, constreñido por la determinación
inmanente a la reproducción ampliada del capital, ha debido “acumular, tan rápidamente
como sea posible” (Anwar Shaikh) –incluso de manera parasitaria, expoliadora, especulativa
(en el Ecuador, por ejemplo, jamás terminó –o coexistió con el proceso de acumulación
ampliada- el proceso de acumulación originaria, expresado en el uso del aparataje estatal por
parte del capital financiero -ficticio, parasitario-, para formar riquezas de manera ilícita). La
práctica de reconversión de la “sobreganancia” en capital, basada en la erráticas indicaciones
recogidas de la experiencia de la operación del “libre” mercado, circunstancia ésta –a su vez-
consustancial con la espontaneidad y anarquía de la producción social agregada, concluye en
la formación de condiciones de emergencia de problemas de realización del producto, esto es,
directamente, en la institucionalización de crisis de base recesiva (sobreacumulación,
929
Según ciertos estudios de índole geoeconómico-demográficos, el planeta (sus recursos), con el nivel
tecnológico alcanzado, permite sostener, se arguye, a más de dos decenas de miles de millones de personas
(Malthus e incluso Josué de Castro, “han sido rebasados por la técnica”); hoy, la población alcanza a los seis
mil setecientos millones de llamingos en la esfera terrestre (se dice, empero, que si toda la población del planeta
accediera al nivel excedentario de vida que tienen ciertos estratos poblacionales de las metrópolis, se
necesitaría tres planetas para el efecto; uno de ellos se dice que ya ha sido descubierto: Kepler-22b, gemelo de
la tierra). La tendencia moderna en el proceso de poblamiento define la reducción “consciente” de su número
(la ley económica del momento, deriva en ley de la población: el movimiento ascendente de las fuerzas
productivas, en su expresión como proceso de hiperurbanización). En un futuro mediato, la población va a ser
reducida drásticamente (la clonación y la fertilización in vitro no serán suficientes para detener esta propensión
al despoblamiento). El riesgo es –dicho sea de paso-, que también la población humana ingrese en la
determinación inherente al movimiento de las “especies en peligro de extinción”. En este punto, se impone una
regla opuesta a la clásica: “el ser humano es el lobo del ser humano”, en el sentido contrario de: “la persona
protege a la persona”, caso contrario, la especie se extinguirá sin la práctica permanente y activa de este
cuidado solidario mutuo (la moral, el sentimiento, tienen base material).
591

sobreabundancia de bienes y de activos productivos -Maurice Dobb). En efecto, la
discrepancia entre trabajo/necesidades no puede ser conjurada con la conformación de una
estructura de reglas fijas favorables al sistema, con la aplicación de estrategias de estabilidad
institucional, a través del ejercicio de “políticas de Estado”, en la perspectiva de “apostar a
largo plazo”, tampoco con las prescripciones de la microplanificación económica: con las
políticas de desarrollo sectorial o mediante la implementación de los principios de la
programación general: con la política macroeconómica (Charles Bethelheim). Pero: si todos
los consumidores en edad de trabajar estuviesen empleados, no habría “problemas de
realización”, de manera que el desempleo actual –en la era “hípermoderna”- no es asimilable
a la categoría “ejército industrial de reserva”, sino al de “desempleo tecnológico” (conversión
de la categoría “superpoblación relativa” en “superpoblación absoluta”: pauperización,
marginalidad, cuentapropismo; esta percepción, sin embargo, no pierde de vista el hecho de
que tanto el desempleo coyuntural como el crónico, están ligados a la acumulación de
capital) 930 .
La estructura fenomenológica de la crisis capitalista –en su carácter abstracto- entrevé:
I.- sobreproducción; II.- desajustes entre sectores (financiero y real) y ramas de producción; y,
III.- deterioro de la tasa de ganancia (contracciones en la producción, desempleo y
standflactión; en suma: “debilitamiento del patrón de crecimiento de la metrópoli y de las
acciones puestas en escena por el capital –financiero- internacional, para manejar la crisis”).
Los supuestos fácticos (la génesis) de la asimetría entre el consumo y producción, se ven
vinculados a: 1) la contradicción entre la producción social (automatizada) y la apropiación
privada del producto; 2) la producción anárquica, sustentada en la operación libre de las
fuerzas del mercado; y, 3) incremento de la composición orgánica del capital; determinación
–esta última- puesta en escena con el objeto de alcanzar niveles de competitividad en la esfera
de los precios. Las contratendencias principales a la orden, frente a este cuadro de
conmociones, se sitúan en la esfera de decisiones que inducen: a) destrucción de recursos
productivos, encaminados a conseguir equilibrios parciales entre oferta y demanda, de modo
que el sistema recupere su dinamismo; y, b) la “gestión estratégica”, proceder con el cual
afrontar la incertidumbre, en tanto rasgo que atraviesa la formación (programas, que ayuden a
la recomposición de los mecanismos de acumulación de manera que la tasa de ganancia media
se mantenga en un nivel adecuado), (las consideradas por Marx son: incremento del comercio
internacional, economías de escala, reconversión de desechos industriales, utilización más
eficiente de la materia prima, uso de materias primas de origen natural, la apropiación de
espacios vírgenes de la naturaleza carentes de precio, la expansión política y militar 931 ).
Es verdad, que el subconsumo no es el problema de la sobreproducción, pues, “el
consumo y la inversión no son funcionalmente independientes 932 ; no obstante, en la época
neoimperial, no solamente los obreros transforman materia prima en producto (lo cual
desequilibra la ecuación: producción/consumo); luego, la producción se incrementa por
operaciones maquinizadas (y la inversión en máquinas no puede realizar el producto; en
realidad, la automatización representa un límite para el capital, puesto que contrariamente a
930
“… la acumulación tiende a socavarse a sí misma”. “… a comienzos del año, mediante su consumo y sus
gastos de inversión, la clase capitalista determina la demanda efectiva”. “Las decisiones respecto de la
producción y el consumo son tomadas por cientos de miles de capitalistas individualmente, sin pensar para nada
en la reproducción del sistema en su conjunto” (Anwar, Shaikh. Valor, acumulación y crisis, Pp: 267-268).
931
De modo instintivo se realiza el ensayo de ampliar el concepto de “contratendencias” a otras esferas de la
reproducción del capital y del sistema, para sortear la objeción: “… que las denominadas contra-tendencias en
la dinámica del capital social –es decir, las fuerzas que se oponen, según Marx, a la tendencia dominante en su
movimiento- no tienen más remedio que reducirse a uno de los casos posibles de acumulación de capital, ya que
en definitiva las contra-tendencias son meras tendencias a la disminución del capital invertido” (Díaz, Emilio.
Teoría del capital: Una aproximación matemática al esquema de reproducción de Marx; septiembre del 2010).
932
Remarcando la tesis de “brecha de demanda”, sobre la crisis actual (2010) en un sitio en Internet se
sostiene: “El sistema capitalista ha experimentado una profunda transformación. La recesión mundial, en
realidad una crisis de sobreproducción sin precedentes desde 1929 agudizada por el desplome del sector
financiero y la explosión de deuda pública en los países capitalistas más poderosos como consecuencia de la
aplicación generalizada de planes de rescate, ha sacudido los cimientos económicos y políticos del capitalismo
internacional”. “Cuando se habla de crisis de liquidez para explicar lo que está ocurriendo, hay que responder
que este tipo de argumentos no tienen nada que ver con la realidad. No es un problema de liquidez de capitales,
que por otra parte han sido concedidos a manos llenas a la banca por el conjunto de los estados capitalistas,
sino de la incapacidad del mercado mundial por absorber el exceso de mercancías, bienes y servicios, en un
contexto de deudas masivas de la población y desempleo galopante” (La crisis del capitalismo mundial y las
tareas de los marxistas. Areal, Bárbara y Ramos, Juan; enero del 2011).
592

los trabajadores que constituyen demanda para el sistema, las máquinas no compran 933 ),
mientras que la demanda de consumo se reduce, al haberse incrementado el “paro” por
mecanización (al capital no le es posible programar el consumo previamente como inversión
en salarios, esto es, autoequilibrarse y crecer). Por otra parte, es cierto que el “paro” impulsa
la formación de empresas de pequeña escala, los cuales realizan compras de medios de
producción de gran tamaño (maquinaria y equipo) y materias primas al departamento I del
sistema, hecho que provocaría una especie de sobredemanda, pero estas compras no son
suficientes para reducir la brecha de demanda abiertas en él, como tampoco de la del
departamento II, puesto que la producción microempresarial tiende a crear su propio nicho de
mercado (el cual se forma como efecto de sustracción de compradores del sistema oficial). El
fenómeno de la sobreproducción pasa a ser variable interior y esencial del sistema y de su
crisis, puesto que el volumen de la producción definida planteándose la idea de la ganancia,
no puede ser realizado. La tesis que sostiene que la crisis actual (2008) del capitalismo es
producto de la intensificación de la contradicción central del capitalismo global, esto es, crisis
de sobreproducción, de sobreacumulación o de sobrecapacidad, pasa a ser cierta, solamente
cuando se incluye en su estructura teórica a la variable “automatización”; en efecto, el
subconsumo únicamente es posible (y el capitalismo es “no viable”), si la inversión
programada por el capitalista en salarios o demanda, no se hace presente a la hora de realizar
la producción, debido al elevado desempleo tecnológico, esto ha conducido a la quiebra de
empresas y a la reducción de la demanda por “rotación”.
Según Marx, una de las tendencias intrínsecas al sistema consiste en el progresivo
reemplazo de trabajo humano por máquinas. La presión de la competencia genera, en
cada empresario, incentivos a mecanizar el proceso productivo para ahorrar costos
salariales. No obstante, concentrados en sus pequeños intereses individuales por
maximizar la eficiencia, los empresarios no son conscientes de que el reemplazo de
personas por máquinas tiende a destruir los fundamentos mismos del sistema: la
extracción de plusvalía en la fábrica. Sin embargo, a fines del siglo XIX, el sistema
sufrió una serie de modificaciones que condujeron a la formación de monopolios y
oligopolios: así comenzó la era de las grandes corporaciones multinacionales. De esta
forma, la concentración económica habría contrarrestado la tendencia decreciente de la
tasa de ganancia (Karl Marx, el profeta del colapso del capitalismo. Publicado por
AHM en Ast Federico Editor de MATERIABIZ).
2.6.2 LAS CONTRATENDENCIAS.
En la cotidianidad configurada por estos límites: ¿cómo ha superado esta “brecha de
demanda” el orden (la locomotora estadounidense; y, ahora, las tres cabezas del sistema: EU,
UE y Japón –y los BRICS)? 934 .
(La clase dominante adquiere conciencia “para sí” de su situación histórica –de su
interés y del carácter clasista, agudamente conflictivo de la coyuntura- y procede en
coherencia de modo público, mixto o privado: a nivel general, el Estado –el grupo al frente de
este aparato- corta gastos e incrementa impuestos, aumenta la deuda para financiar programas
económicos, y mantiene el maridaje “capital monopolista de Estado”. Los gobernantes de los
países imperialistas -EU, UE, Japón- operan en cuanto gerentes contratados de las empresas
multinacionales de locación doméstica actuantes en la esfera geopolítica mundial, según el
programa económico transnacional de tales conglomerados -Obama, Merkel, Sarkozy,
Berlusconi, Cameron, Kan. Similar circunstancia lamentablemente ocurre en los BRICS y en
los países neocoloniales: Sudamérica, Asía, Africa. No obstante, hay “una” excepción: Corea
del Norte, Vietnam del Norte, Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Libia, Irán: sus
gobernantes representan –mutatis mutandis- a sus pueblos, no a las empresas de capital ni al
mercado, frente a otros Estados y ante organismos internacionales -OMC, FMI, BM, CIADI,
ATPDA,…; conformando este frente de países, la “tendencia” de la voluntad
contrahegemómica en el plano del dominio económico-político global.
933 “La tasa de ganancia cae, no porque el trabajo se haga más improductivo, sino por el contrario porque gana
en productividad. No porque el obrero sea menos explotado sino, porque se lo explota más…” (Shaihk, Anwar.
Valor, acumulación y crisis).
934 Cuando el capital ha superado la crisis, es porque el trabajo ha sido afectado.
593

Recurre a la política de “administración productiva”: ajuste de la producción a la
demanda efectiva; de forma históricamente general lo hace: con el ejercicio de prácticas de
concentración, centralización y transnacionalización económica; a través del incentivo sobre
la operación de procesos de innovación tecnológica: creación de nuevas ramas y sectores
productivos; merced a la aplicación de políticas de fomento al armamentismo –“incremento
de la producción que no tiene mercado”, de modo de no reinvertir excedentes, que eleven los
niveles de producción que no es realizable, que se la consume en criminales intervenciones
como es el caso de Libia en el 2011- 935 ; por medio de la implementación de programas de
conquista espacial, los cuales generen contratos a favor de empresas privadas; a través de la
puesta en marcha de medidas de expansión de sus fronteras a zonas precapitalistas -las
guerras de rapiña-; mediante el ejercicio de maniobras dirigidas a disminuir competidores;
con la aplicación de procesos que consoliden la tendencia internacionalizadora del capital,
encuadradas en el diseño y aplicación de estructuras de decisiones de programación global
del sistema, encaminadas a reducir la incertidumbre –unipolaridad militar, globalización,
los aparatos del ETN, o sea, la combinación dialéctica entre evolución de la estructura e
intervención de la voluntad rectora de entornos conflictivos-; e, incluso, con la toma de
decisiones de retorno a la ortodoxia económica).
Mediante la destrucción periódica de fuerzas productivas (“El capital ha convertido el
cambio incesante de las fuerzas productivas en mecanismo interno de su proceso de
valorización y no en fundamento del fin de la escasez” –A. Moreano: El Apocalipsis
perpetuo) 936 ; a través del ejercicio de políticas de desarrollo del monopolio (concentración y
centralización del capital); con la dinamización y multilateralización del proceso de
exportación de capitales (Lenin); recurriéndose a la creación de anillos estatales de
dependencia y al programa de intercambio desigual (Emmanuel, Prebisch). A través de la
expansión del sistema al mundo no capitalista –dixit Rosa Luxemburgo- (disputa de
mercados) 937 ; mediante la puesta en marcha de medidas keynesianas (manipulación de los
resortes estatales activadores de la demanda agregada) 938 , incluso a través de la incorporación
a la economía de la rama de la guerra (complejo militar-industrial, con el objeto de hacerse
con zonas de influencia y superar coyunturalmente la recesión –Karataev-; “... aún antes de
que se produzcan los efectos destructivos de la guerra, ya están estructuradas las empresas
–los contratos- para la reconstrucción” –M. Benítez-; “... la reconstrucción de Irak es un
935
La aventura criminal de las oligarquías del mundo a través de su mercenario: la OTAN en Libia, es un
suceso genocida, extremadamente grabe. Si bien es verdad, que se debe ver con mirada fría lo hechos puntuales
que tienen lugar en el desenvolvimiento de la humanidad, esto es, aquellos que siempre empujan el progreso
histórico, se cree que en esta hora del género está demás en la esfera terrestre la presencia y acción infame de
los agentes del capital. Libia era un país equilibrado, con grandes inversiones, con futuro propio; luego de la
invasión yanqui va a quedar destruida y a merced del repartimiento de recursos entre las potencias
interventoras; en Libia se juegan objetivos económicos y geopolíticos por parte de la fracción clásica del
capital: control de recursos estratégicos y de hegemonía en la zona llamada de la Media Luna árabe frente a
capitales emergentes, con sentido progresista (China) y a la población con proyecto de liberación. En Libia, el
70% de su población estaba con Gaddafi; Estado Unidos, Inglaterra y otros países del circulo imperialista, han
envidado efectivos (mercenarios, asesinos) a Libia; en el Consejo de Transición se encuentran militares y otros
personajes enemigos del País y agentes de la CIA; mientras que la población del mundo está engañada por el
“relato único”, que sobre los acontecimientos ha distribuido el poder genocida mundial a través de los mass
media globales; orquestación de la mentira: criminalizar en el discurso a Gaddafi y justificar la intervención
genocida sobre un país soberano, alinear el mundo en torno a la inconciencia que inmoviliza, mientras el poder
mundial hace lo que quiere utilizando a ese aparato espurio: la ONU (dixit Stella Calloni).
936
Esta destrucción de acuerdo con la que anteriormente se cerraba el ciclo y se abría otro (circunstancia
provocada, en la modalidad del papel que desempeña una bisagra), puesto que en la etapa de “crisis” se
procedía de este modo, precisamente para que se inicie la fase de “reanimación”, hoy ha perdido su
periodicidad para tornarse intermitente. Eso ocurre fundamentalmente con los desarrollos informáticos, pues,
impelido por la necesidad de mejorar la posición competitiva, cada capitalista renueva hardware (y software),
deja obsoleto el stock existente (mata al capital), se ve obligado a vender estos bienes por “debajo” de su coste
de producción.
937
El comercio internacional es la forma por la que el capital amplia el proceso de conversión –también en
competencia- de la plusvalía real en monetaria (en verdad: la actividad coadyuva en el proceso de superación
de problemas de realización), a su vez: propicia la transferencia intraclasista de la misma, fuera de las
fronteras; para el efecto, el capital apela a la acción de una forma particular suya: el capital comercial, con el
cual se derriba las barreras nacionales, y en el que el “patrón dólar”, al actuar como “dinero mundial”
vehiculiza la transferencia del excedente global a las arcas del principal centro imperial, a través de la
manipulación de la política monetaria.
938
“…cavar un hoyo para tapar otro” (Keynes); generar trabajo ficticio, para no tener que otorgar
directamente bonos a desocupados (Varsavsky, Oscar. Marco teórico constructivo).
594

negocio gigantesco”) 939 . El enfoque de política económica de orientación contracíclica en
ejercicio (“keynesianismo de guerra”) destinada a distraer del proceso económico real al
excedente de ahorro (strictu sensu: sustraer numerario del circuito de reproducción del capital
industrial 940 ), despliega su entera eficacia en el proceso de expansión del ciclo financiero del
capital; esta medida deviene en estrategia proactiva dispuesta frente al peligro de que el
sistema ingrese en la etapa de sobreacumulación, caída de precios y reducción de ganancias;
mientras que la merma de posibilidades endógenas de valorización, ha conducido al sistema a
la instrumentación de una novísima contratendencia: la programación económica a escala
mundial (la “globalización trunca” -neotriádica 941 -, civilista). Esta práctica de conducción
económica, se ha puesto en conexión, en relación de coadyuvancia con la esfera institucional;
de modo colateral, la misma denota perspectivas de consolidación en torno de la propensión
natural de multilateralización del efecto sobre la sociedad de las “trincheras de la sociedad
civil” (movimiento tendencial de “occidentalización” planetario), es decir, según
observaciones no especulativas: incremento en la asignación del excedente imperialista
global, en la promoción y sostenimiento de las “nuevas determinaciones del Estado” 942 .
Para contener la caída de la tasa de ganancia, se ha procedido a reorganizar la gestión
y el trabajo. La estructura histórico-social de free trade, ha efectuado cambios en el modelo
productivo: “...transición de una economía de escala, a una economía de variedad; ha
modificado el patrón de gestión: paso del esquema fordista al toyotista, de la producción en
serie a la producción flexible” 943 y al fortalecimiento de la automatización (la competencia y
la norma de la acumulación –necesidad de sobrevivir del capital-, ha desatado la “nueva ola
de innovaciones tecnológicas originada en EU, la Unión Europea y el Japón: robótica,
electrónica, nuevos materiales, informática, comunicaciones, exploración de fondos
939
El sustento de la economía imperialista actual es la guerra (“Economía Política de lo absurdo”: “…el
sistema capitalista no puede vivir sin guerras, éstas constituyen un aspecto sistémico de su reproducción…):
“…producción que no se consume (o se lo hace en un porcentaje insignificante), mas bien se deshecha, entra en
la obsolescencia, como no ocurre en la economía normal, puesto que si se consumieran todos los pertrechos
bélicos, el planeta ya habría estallado…”.
940
“… las organizaciones capitalistas responden a la sobreacumulación de capital que limita lo que puede
reinvertirse lucrativamente en los canales establecidos de comercio y producción, sosteniendo en forma líquida
una proporción creciente de sus rentas corrientes. Esta tendencia crea lo que podemos llamar las ‘condiciones
de oferta’ de las expansiones financieras -una superabundante masa de liquidez que puede movilizarse
directamente o por medio de intermediarios hacia la especulación, prestando y generando endeudamiento”
(Arrighi, 1997). “Aquí es necesario incorporar al análisis el sector financiero. Como sucede en toda crisis, en
sus inicios enormes masas de capitales se retiraron de la inversión y se mantuvieron líquidos, alimentando los
circuitos financieros, que a su vez fueron impulsados por la subida a largo plazo de las tasas de interés; esto
acentuó, paralelamente, la caída de la tasa de ganancia empresaria, debilitando más la inversión productiva”
(Astarita, Rolando. Sobre las tendencias actuales del capitalismo).
941
En efecto, “La tarea de mantener las enormes potencias de extracción de plusvalía dentro de los límites
fijados por la necesidad de convertir esa plusvalía en valor de cambio se hace cada vez más difícil a medida que
el sistema capitalista avanza hacia sus etapas de mayor desarrollo …[frente a cuatro límites estructurales, el
sistema posee cuatro alternativas político-económicas, pese a que no le convenga escoger]… 1) los salarios
deben ser incrementados para aumentar la demanda efectiva… [algo se ha hecho aquí con las políticas de
reducción de la jornada laboral]… 2) debe extraerse menos plusvalía… [redistribución del ingreso]… 3) los
productos deben ser distribuidos sin tener en cuenta la demanda efectiva… [producir para todos, ha sido una
práctica impropia, puesto que la misma impone el principio contracapitalista de la gratuidad]… 4) los
productos que no pueden ser vendidos no deben ser siquiera producidos… [ajuste de la producción a la
demanda]…” (Martín Nicolaus).
942
El proponente de la tesis explicativa acerca de la fortaleza imperial exhibida frente a la amenaza de la crisis
económica inmediata, basada en la operación de la coraza de la “sociedad civil”, es Gramsci. No obstante,
Gramsci, en su afán de fundamentar la existencia de una gama de contratendencias dilatorias ubicadas en la
dimensión política incurre en equívocos. Y, lo hace, quizá debido al carácter de la coyuntura sobre la que hizo
recaer su proceder intelectual político tendenciosamente subjetivista, pues, las trincheras en las que se protege
el sistema concurrencial del Occidente desarrollado, no se ponen en conexión directa en la realidad con la
operación homeostática de aparatos tales como la familia, la escuela, los sindicatos, los medios de difusión de
masas y otros; por el contrario, las trincheras efectivas devienen en una sola: la acción del pensamiento
práctico sobre la propia “base” (económica) –idea que abominó el “comunista sardo” con el anatema de
“marxismo economicista vulgar”-; en efecto, John Maynard Keynes es el personaje que apelando a la ciencia y
a la economía, forjó la más efectiva “trinchera” protectora del sistema: la acción programada de la
superestructura sobre la estructura, esto es, la política presupuestal deficitaria sustentante del intervencionismo
contracíclico estatal: estímulo monetario y fiscal (Keynes –dicho sea de paso- quizá es el único economista
grande, que ha dado la ideología económica convencional, después de Ricardo).
943
“Acumulación flexible” (D. Harvey): emergencia de nuevas actividades (productos financieros, nuevos
materiales, formas de organización, innovaciones tecnológicas y de mercadeo).
595

submarinos, microtecnología, biotecnología” –“reajuste cibernético del mundo capitalista”-;
fenómeno objetivo, que reactúa sobre la base productiva hasta entonces en vigencia y que
excluye a la mano de obra del proceso y desvaloriza las exportaciones primarias; por ejemplo:
“Tal como ocurrió en el pasado con el vapor, la electricidad o el conjunto de innovaciones de
pos guerra, esta revolución tecnológica ...-la informática-... es un elemento central de las
nuevas formas de acumulación” –Katz, Claudio. Cómo estudiar hoy el capitalismo; 1998);
está propiciando cambios en coherencia en el modelo de dominación estatal, pues, se
instrumentaliza a los Estados tanto centrales como periféricos, para que se conviertan en
agentes de ejecución y penetración de políticas globales dictadas por el sistema de
instituciones supraestatales, con las cuales se organiza al mundo en dirección de los intereses
económicos de las corporaciones globales. Ha echado mano de las estrategias de
administración de marketing: Gerencia de Marketing, Mezcla de marketing,... Ha
desbloqueado momentáneamente la vía de reproducción del capital recuperando su
normalidad, con la promoción de las nociones de “ruptura de paradigmas”, del benchmarking,
los clusters, de la creatividad y la competitividad (en especial, con la aplicación de políticas
concretas: cadena de valor, círculos de calidad, políticas caníbales, producción “just in
time”,...); mediante la conversión del mundo en aldea de emprendedores, de innovadores (la
llamada “vida wired”).
Se ha procedido también a aplicar medidas de promoción de créditos de consumo: una
de las razones del forzado endeudamiento externo de las neocolonias (deudocracia: desarrollo
del crédito para realizar el producto –financiarización: mecanismo de recuperación de la tasa
media de ganancia-, política agotada al inicio del nuevo siglo de cara al incremento del “paro”
estructural y especialmente tecnológico, siendo la “burbuja inmobiliaria” estadounidense una
de sus expresiones); endeudamiento a nombre de su “desarrollo” y de la técnica, a tasas altas
para cubrir la inflación del centro (financiarización: la inversión y reinversión en la
producción real arroja efectos de sobreproducción, por lo que “grandes cantidades de fondos
excedentes circulan y son reinvertidos en el sector financiero. Es decir, el sistema financiero
gira sobre sí mismo… la desconexión entre economía real y la financiera no es accidental:…
la economía se disparó precisamente para hacer frente al estancamiento dimanante de la
sobreproducción de la economía real”); de obsolescencia programada, de innovación técnica
(drástica reducción del tiempo de vida útil de bienes intermedios y finales; de promoción de
nuevos materiales; de ejecución de políticas optimizadoras y maximizadoras: la reducción del
coste de producción). En lo tocante al acceso y uso de la variedad de recursos estratégicos
empotrados en la geografía universal, se divisa en curso el ejercicio del programa de
hegemonía global (incluso en el ámbito del manejo de la naturaleza -la biodiversidad-: a
través del impedimento para que países catalogados de “autoritarios", trogloditas -las
neocolonias sudamericanas- administren la mayor reserva de agua y de producción de
oxígeno: la Hoya Amazónica). “A ojos vistas”, el sistema capitalista ha perdido todas sus
virtudes, su inocencia fingidamente respetuosa y competitiva: “no solamente que es, sino que
también parece ser”, al contrario que la mujer del Cesar, y ha devenido en la “ramera…en
jefe… de los océanos: del Atlántico y del Pacífico”: altanera, intrigante, expansionista,
polarizante, genocida.
El sistema burgués de producción ha dispuesto para sí, con el objeto de realizar la
mercancía de modo natural, del crecimiento vegetativo de la población 944 : del sostenido
proceso de incremento de las necesidades inherente al despliegue de la norma de
desarrollo social –empero, en “sociedades” en las que la forma burguesa de existencia no ha
calado hondamente, en aquellas en la que dicho modo de producción no existe o que ya ha
dejado de ser, la población no se rige por la ley de la acumulación capitalista-; a la nueva
determinación de la demanda humana, se ha integrado la generación de aspiraciones ficticias,
acto con el cual queda conformado el conjunto de paliativos, que han hecho plausible
sobrellevar de modo temporal el impacto de la crisis: cerrar la brecha e inducir el ejercicio de
renovados ciclos de autoexpansión del capital (en este cometido se encausan las llamadas
“estrategias de conectividad, de equilibrio, de diferenciación”, o sea, el programa en espera de
944
Siempre que ésta cuente con una fuente de ingresos; pues, “… el problema de la realización de la plusvalía
no es de demografía, sino de demanda efectiva, demanda sustentada por la capacidad de pagar”. “Pero resulta
que, curiosamente, durante estas últimas décadas, el incremento de la población ha sido constante, mientras que
la crisis del sistema ha seguido profundizándose con porcentajes de vértigo” (Corriente comunista
internacional).
596

evolución dinámica entre oferta y demanda; el cuadro de reveses, no obstante, está puesto, por
ejemplo: la adhesión al consumo de productos orgánicos, recusa el objetivo de alta
productividad en el proceso de producción agrícola llevado a efecto con insumos químicos,
aversión dirigida al núcleo mismo de la productividad, de la competitividad neoliberal) 945 . El
empleo incremental de la componente: “trabajo muerto”, en la estructura de capital, en el
proceso productivo, según lo exige el marco de desempeño impuesto por la “carrera
tecnológica” (densidad de medios de producción, que no se valoriza de acuerdo con el
porcentaje según las expectativas de retorno), inducen de forma cada vez más fuerte a poner
límites al crecimiento de la técnica (“crecimiento cero” 946 ). La aplicación de medidas de
política macroeconómica (estudios de mercado) y sectorial en el ámbito de la regulación de la
producción, no son nuevas en la evolución de la estructura económica burguesa; frente a
problemas de sobreproducción, el nivel del producto debió hacérselo corresponder a la
demanda efectiva, pese a que la decisión desembocase en incrementos de la capacidad
instalada ociosa; la práctica apropiada, devino en la reducción de la producción.
Al agudizarse la crisis, la intelligentzia del status ha debido declarar la primera medida
inhibidora de la dinamia fundamental del proceso en su conjunto; directiva ésta, sucesora y
contraria, de y a las relacionadas con la reconversión de la plusvalía en capital, el desarrollo
técnico, las reconversiones industriales y sectoriales, las reingenierías de procesos
administrativos y de mercadeo, de la reingeniería de los procesos mentales. Entratándose del
último aspecto aquí abordado, las políticas de “reingeniería mental” tienden a lograr la
asunción, por parte de la fuerza de trabajo –hoy denominada “fuerza de venta”; a futuro se lo
denominará: “fuerza de pensamiento”, dicho sea de paso-, de los “valores de compromiso”
de cara al negocio: “...unidos a la empresa en espíritu de cooperación, para llevar adelante las
metas de productividad y competitividad” (sobre esta verdadera estrategia se ha dicho, que
concretiza la explotación de la fuerza laboral de modo individual, puesto que alcanza a todas
las esferas del ser de una persona: la dimensión física –la fuerza laboral-, la intelectual –la
creatividad- y la ideológica –los valores, los buenos deseos, como se ha aseverado
anteriormente). Sin embargo, el ensalzamiento a ultranza de la “creatividad” ha conducido,
por ejemplo, hacia el estado de “exuberancia irracional de los mercados financieros” (Alan
Greenspan, citado por Marco Romero), pues, “La creatividad y la búsqueda de ganancias por
parte de los diversos actores financieros... [han generado]... elevados niveles de innovación
financiera y el surgimiento de nuevos productos financieros (principalmente los derivados y
los futuros, al igual que la creciente ´titularización´...)”, hecho que ha estado facilitado por el
avance de las TICs, provocando burbujas bursátiles y su afectación sistémica (Marco Romero
Cevallos, en: ¿Otra crisis financiera o un cambio fundamental en el capitalismo financiero?;
Quito, 2008).
Al capitalista no le interesa el futuro ni siquiera de sus hijos: ¿“es por eso que vive en
el corto plazo, que consume todo, que no le importa arruinar a la naturaleza”? No.
Preocupación, en esa dirección, existe; pero la misma se halla soterrada, implícita o
inconsciente; asume compromiso por su sangre, por su filial clasista, e incluso por la realidad
que lo sostiene y por quienes conforman el mercado. El señor burgués, elegantemente
ataviado, impecable, reflexivo, encuentra el bálsamo axiológico para su proceder
(metaideológico) en el “enfoque de los ´activos´ en curso” (perspectiva teórica contraria a la
visión estructural de la pobreza: la herencia de la conquista, la colonia, la época republicana
semicolonial y neocolonial), de conformidad con el que “…el crecimiento de la producción de
bienes y servicios trae aparejada la superación de problemas de pobreza y desigualdad social”.
945
La interrupción del proceso normal de acumulación ampliada del capital ha tendido a restablecérselo
también con la promoción de las guerras entre Estados neocoloniales (el estímulo al espíritu bélico susodicho,
no es menos criminal que el tráfico de drogas, como lo son la producción y venta de armamento; este negocio
debe ser penalizado, debe acusarse a Estados Unidos y a Europa, por esa razón). Factores todos estos, que
integran el modelo imperialista de dominación/dependencia: económica, financiera, comercial, ideológica,
política, científico-técnica y bélica. En realidad, 5 son los mecanismos a través de los cuales se forma el
mercado de demanda de pertrechos bélicos: permanente tensión entre Estados, la guerra, la obsolescencia
armamentística y los negocios underground; contratendencia económica, pues, “se produce armas no para
tenerlas en exhibición sino para venderlas (si es posible, para ser usadas)”.
946
La declaratoria burguesa de los “límites al crecimiento”, puede advertirse como una prueba empírica del
ejercicio de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (en efecto, la mecanización creciente del
proceso de producción eleva la productividad del trabajo y, por tanto: de la explotación por la ruta de la
generación de plusvalía relativa; el descenso de esta tasa es directamente proporcional al incremento de la tasa
de explotación y, el aumento de ésta: del incremento del desarrollo técnico).
597

El “consumismo”: la “creación de constantes impulsos de compra” (sic), misión subsumida en
el proceso proactivo de planeación estratégica del staff de marketing y del trabajo de la
“fuerza de venta”, es también (o deviene a posteriori) “impulso hacia su límite, he incidencia
en sentido inverso”: la respuesta que confiere la saturación mercantil –la sobreproducción (el
subconsumo)- a los agenciosos negociantes. La gente consume, agota su reserva adquisitiva
líquida (obstruye los canales de circulación monetaria, con lo cual se vuelve vehículo del
“carácter clasista de la inflación” 947 ), se endeuda (en EU la política protectora gringa optó por
verter llamados nacionalistas al consumo entre la población estadounidense de cara a la falta
de competitividad registrada en los años 80 del Siglo pasado, sobre todo de sus productos
durables frente a los provenientes de territorios japoneses) 948 . Como efecto del éxito
persuasivo de la estrategia impulsora del consumo entre la población, se desequilibra la
ecuación macroeconómica de la inversión:
P=C+I Y=C+S P=Y C+I=C+S S=I 949 ;
déficit de ahorro y especulación monetaria inducen: 1) el desate de procesos inflacionarios (el
ingreso se asigna a la demanda agregada y se monetiza la economía, en su orden) y, 2) el
incremento del paro, ponen a la economía frente a una de las vías hacia la crisis (el caso
argentino –registrado en la década de los noventa del siglo pasado-, es conspicuo; en él
tuvieron incidencia el proceso hiperinflacionario efecto de los negocios devaluatorios
especulativos de la Banca, la convertibilidad, y el despojo y volatilización de los activos del
Estado privatizados y de los dineros resultantes). No obstante, todas las dificultades citadas,
son síntomas de la enfermedad que experimenta el sistema en la esfera real a nivel global,
productiva, pues, “... el dinero no es un fantasma autoconducido...”; el capital financiero no es
papel simplemente; lo que explica su circulación –en último término- “... es la existencia de
valores y derechos derivados de la generación de plusvalía ya creada o por crearse” (Katz,
Claudio. Cómo estudiar hoy el capitalismo; 1998) 950 .
Amén del “comercio intrafirma” (“Se calcula que las corporaciones multinacionales
controlan el 66% del comercio internacional, del cual el 33% se realizan en el interior de cada
una de ellas), el sistema global de acumulación, inicialmente segmentado en la
jurisdiccionalidad republicana, ha abierto nueva trocha por la beta de maniobras que le provee
las opciones estatal y supranacional: la política gubernamental y las uniones interestatales de
diverso grado de convenio: aduaneras, comerciales, económicas, políticas. Del
proteccionismo a la política de ruptura estratégica del capital multinacional en tres zonas
principales de acumulación, en el presente se mantiene la tendencia unionista en bloques
(triada: EU, UE, Japón), al interior de la cual se ha incrustado la política neoproteccionista.
Dicha decisión de federalidad constituye, no otra, que una maniobra clásica de centralización
espacial del capital multinacional (el territorio nacional, en un momento dado de su
desarrollo, le resulta un ámbito reducido, limitado, para su reproducción), de modo que la
dimensión geopolítica real se ha presentado como un recurso (estrategia) para sus fines:
sostener la competencia (ventajas comparativas locacionales) frente a los otros bloques de la
neotriada (reparto institucional del mundo): proteccionismo en la extracción de plusvalía y
trasferencia de ésta de un bloque de multinacionales corporativas a otro, mediante los vasos
comunicantes del comercio entre estos messo parnerts (“naciones” globalizadas).
947
Sobre el fenómeno, se ha escuchado sostener a un comentarista económico de la CNN como conclusión, que
la inflación es un flagelo tanto del capitalismo como del socialismo (al referirse a Venezuela). ¿Qué curioso?
Venezuela, en el 2011, pese a las declaraciones que allí se hacen, es un país en el que el proceso todavía es una
intención. Si un grupo humano experimenta procesos inflacionarios, es porque no es socialista, esto es, que no
es una economía planificada: no hay coherencia entre medios de transacción y el producto real.
948
La monetización, la bancarización, el consumismo, constituyen componentes estratégicos dilatores
contratendenciales (en EU se apela directamente al mecanismo de la persuasión patriótica de la población para
que consuma; medida reactivadora de la economía ésta, conducente a sostener el sistema mediante el desahorro
o el endeudamiento masivo a corto plazo).
949
El clásico modelo keynesiano cerrado, de ahorro-inversión. Ahora bien, en la actualidad la inversión (I) no
es como en Keynes el ahorro(S) de las familias, sino directamente el proceso de reconversión de plusvalía en
capital; el hecho se debe a que el empleo (L) se ha tornado relación inversa proporcional al desarrollo de la
técnica (K).
950
En la lógica, toda forma de dinero en el mundo, representa trabajo; en unos casos se rompe la regla y pasa a
ser simplemente numerario, como no sea para el evento de que se adelanta su existencia, para que luego sea
objetivizado (respaldado) mediante actividad productiva.
598

2.6.3 EFECTO BOOMERANG.
Esta constelación de factores, en el movimiento del devenir actual del género humano
hemisferizado, revierten el carácter de su proyección (propensiones marginales) y de prácticas
terapéuticas se trasmutan en tendencias, las cuales se alinean con la principal inclinación de
cambio (es posible denotarle al fenómeno con la noción de “efecto boomerang”; este hecho
–dicho sea de paso- refiere a la gestación –en el interior de la estructura- de procesos
espontáneos de generación de efectos contraproducentes, adversos, de la aplicación del
recetario fiscalista; paralelamente, de la formación de condiciones inmanentes a la propia
estructura, de las que se desprenden factores de disfuncionalidad sistémica; y, de pérdida de
eficacia en los modelos de represión de las contradicciones, en realidad: paradójicamente
inductores –mas bien- de la creación de nuevas fricciones en el proceso de reproducción
ampliada). Las acciones de la población (empoderamiento; economía solidaria; sociedad de
microemprendedores; modelo malasiano de reproducción; cooperación en el acceso,
producción, desarrollo y uso gratuito de tecnología), por su parte, semejan diligencias
cooperativas aglutinantes soterradas, que edifican la calzada -todos los caminos- por la cual
tomarse Roma 951 . En efecto, el sistema burgués mundial de vida prepara hasta el último los
presupuestos de la nueva forma social que viene; en el ejemplo, a modo de “para muestra tan
sólo un botón”: la formación de entidades supranacionales de gestión de la dominación
planetaria y la incorporación subordinada a los objetivos de tales instituciones de los aparatos
estatales desconcentrados en el planeta, avanza hacia la concretización de la esfera
superestructural; ésta, sin embargo, en el último momento experimentará un viraje hacia el
“sistema de coordinación”, que oriente la vida humana hacia otros objetivos, en el nuevo
marco relacional social (relaciones de trueque mediadas por la forma simple de valor,
proemio del acceso directo al producto de procedencia maquinizada), en el que se hayan
inhibido todas las contradicciones de clase (en la Base Espacial Internacional, por ejemplo:
no hay jerarquías, sino cooperación entre personas ejecutoras de competencia en áreas
definidas; no obstante, esa obsesión en la mente que ha marcado el malvado capitalismo, hace
pensar, que la carrera tecnológica espacial azuzada por la “guerra fría” podría desembocar en
“guerra comercial”).
Para disponer del adecuado grado de cohesión social interna, el mando del sistema
socio-económico particularmente estadounidense, ha echado mano de la treta de
magnificación de la amenaza del “comunismo soviético” (Robert Reich: “El trabajo de las
naciones”). Los objetivos de los estadounidenses, en la etapa “nacional”, fueron
prístinamente los intereses de la clase dominante imperial: los problemas de la “nación” eran
los problemas de cada estadounidense. Superada la “guerra fría”, el estadounidense común, se
despoja del compromiso ideológico de protagonizar la defensa de los “intereses patrióticos”
(los objetivos de la clase dominante estadounidense -y mundial-, de la clase que debe
sustentar esa supremacía y que, por tanto, no le queda otro recurso que ocultar
permanentemente la verdad: las “guerras globales entre las distintas facciones del
corporativismo financiero global” en torno del domino de áreas estratégicas de la economía
imputadas a personajes y organismo creados por las mismas corporaciones –Bin Laden, Al
Qaeda,…-, con lo cual se estructura el poder económico de modo jerárquico y se mantiene
integrado al pueblo bajo el móvil del miedo) y advierte que tiene problemas, que no se
generan en el exterior, tanto peor en el “comunismo soviético” (como se arguye
insistentemente a lo largo de la exposición de estas ideas: falso sistema socialista a partir de
1956), sino en los intereses y actuación de su propia clase dominante; y, pese a que los
halcones han puesto frente a las narices de la población la proyección mediática de la
amenaza terrorista de Ben Laden, Al Qaeda, El Taliban, Sadán Hussein, etc., poco a poco se
pierde la unidad “opresión/oprimidos” en función de un supuesto objetivo común, a lo interno
951
Marx sostiene en “Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política”, que el sistema burgués
promueve tres medidas (con relativa conciencia), para ordenar y sustentar su modo de vida (premisas teóricas,
que las desarrolla, y empíricamente los fundamenta, en el tercer tomo de El Capital): 1) crea los órganos que le
falta, 2) activa los factores preexistentes para sí y, 3) rechaza la acción de agentes patógenos; pero también
procede a regular el desenfreno de la relatividad autónoma provocada por la actuación de algunos órganos
creados por él, tal como es el caso de la técnica. Para el evento del que se ocupan las presentes líneas, se hace
referencia al impacto enrevesado, que produce el ejercicio de las contratendencias dilatorias programadas por
la dirección del sistema (aspectos que los aborda Sweezy, en “El capital monopolista”, en sentido positivo para
la forma burguesa de vida, pero que deben ser perceptuadas mas bien en el plano de su negatividad dialéctica).
599

de EU. El citado fenómeno nítidamente se deja ver en el disenso entre la población local
estadounidense demostrado en los últimos años frente a la presencia del imperio en Irak y de
cara a la política asumida para con los emigrantes (paulatinamente adquiere objetividad el
proceso de superación en conjunto, de las fuerzas opuestas al avance humano), de la “razón de
Estado”.
En “teoría celular”, en Biología, se dice, que al llegar al término de su existencia la
célula, un “órgano” suyo: los Lisosomas, encargados de su defensa, se vuelven en su contra y
pasan a participar de los procesos que conducen su deceso (eso ocurre en el momento de
concretización, en la vejez de la unidad fundamental de la vida). La ciencia y la técnica (las
fuerzas productivas) juegan ese papel en la formación social burguesa en la fase actual 952 ,
como bien –y también- lo anota el científico de la robótica: Hans Moravce. A más de la
descomposición inmanente de sus elementos constitutivos (deterioro cronológico de los
mismos, conclusión de su vida útil), en el sistema necrótico de “libertad e iniciativa
individual”, varios son los factores, que tienen puesta la marcha en reversa, frente a la
estructura 953 . En el trabajo de citarse uno que otro de ellos, se empieza por el plano de la
conciencia y la voluntad: por la Política Económica (la intervención sobre el impacto anómico
de las distorsiones resultantes de la operación del mercado de competencia –imperfecta,
monopolística 954 ; esto es, la acción del Estado: de esa “colosal farsa montada para la
explotación”); estas prácticas, aplicadas diaria e intermitentemente en la estructura de
eslabones del sistema de acumulación planetario, describen el itinerario dado en la “teoría
marginalista” de los “rendimientos decrecientes” (se asume aquí una conducta de “... simple
constatación intuitiva de la existencia de ´rendimientos decrecientes´, caídas de la ´eficacia
marginal del capital´ o ´contracciones de la renta tecnológica´”) 955 . Empíricamente, las leyes
antimonopolio, la política económica redistributiva, los fondos mutuales, las
devaluaciones/revaluaciones, la administración de las tasas de interés, constituyen acciones
que se estrellan frente a la fuerza antivectorial de la política de los “nuevos friedmanianos”
del resto de potencias (no obstante, “los neoclásicos no tienen en su repertorio lexicológico el
concepto de ‘crisis’ –ellos llaman ‘crisis’ a ciertas perturbaciones derivadas del movimiento
normal del capital, de las que no hay que preocuparse demasiado, las cuales deben ser
superadas por la vía de la no intervención del Estado en la economía”-, consideran al
descenso de la tasa de ganancia –reducción de la tasa de crecimiento del PIB- como algo
normal en la vida de las naciones) 956 .
Este descenso del PIB real, asociado con la reducción de la vida media de la
tecnología (compresión de la vida útil de los llamados “bienes durables”; en un momento, ésta
fue una política de reactivación económica), la carrera tecnológica a la que dicho factor
estructural da lugar, merced a la que el proceso absorbe un quantum incremental de recursos,
952
“Ningún capitalista aplica voluntariamente un nuevo tipo de producción, por muy rentable que pueda ser o
por mucho que pueda aumentar la cuota de plusvalía, cuando hace disminuir la cuota de ganancia. Pero
cualquier tipo nuevo de producción de esta clase abarata las mercancías” (Marx: III tomo de El Capital).
953
Uno de los síntomas (que tiene carácter retroactuante) vinculados con la realidad de que el capitalismo
como forma civilizatoria está en declive, es la legitimación y legalización de la homosexualidad y su matrimonio
(como siempre, en lo que al atavismo se refiere, los europeos se encuentran a la vanguardia).
954
Manipulación del mercado (neoclasicismo bastardo); en EU se reduce la intervención de la política social,
se apela a las contribuciones obligatorias y al aumento del porcentaje de la deuda para financiar el presupuesto
fiscal (huelga decir, que son todas medidas homeopáticas conducentes a aplazar la hecatombe).
955
“La intervención del Estado siempre ha sido un arma de doble filo. Evitaba que los primeros síntomas de la
crisis se desarrollaran en un colapso absoluto. Pero también obstruía la capacidad de algunos capitalistas de
restablecer sus tasas de ganancias a costa de otros” (Economía marxista, la tasa de ganancia y el mundo actual.
Revista En lucha. Anticapitalismo y revolución).
956
En el sector oficial de las multilaterales o en el de sus doctrinarios, la crisis se la imputa a la política fiscal
expansiva: exceso de gasto público para financiar necesidades del Estado del Bienestar. EU sigue siendo, se
dice, fortaleza mundial, puesto que los 10 millones de millones de dólares que constituye la reserva monetaria
global (suma de los activos de los Bancos Centrales del mundo), el 65% está en dólares y las personas siguen
demandando Bonos Soberanos estadounidenses, haciendo abstracción del indicador negativo inherente al
descenso de la calificación a 2A (degradación crediticia) en la confianza de ese país. Luego, ni hay crisis ni EU
está en desahucio. Esta tesis da prioridad al sector monetario de la economía (la cual se ha independizado de la
esfera social y se ha tornado especulativa), deja de lado la desestructuración que el aparato productivo gringo
está experimentando como efecto de las políticas de formación de zonas francas y maquiladoras (contrarias a
las políticas anteriores de conversión de las neocolonias como simples plataformas de exportación), que han
implementado las multinacionales (las cuales en la actualidad cada vez más se limitan tan sólo a ofrecer
marcas) y la conversión de la sociedad gringa en consumidora (lo demuestra la deficitaria balanza comercial
estadounidense).
600

induce el descenso persistente de la tasa de ganancia, por lo que el capital va a otra esfera
fuera de la real de la economía para poder realizarse como sistema de valorización (en la
producción de armas, las cual cumple una función en la acumulación de ciertos capitales
mediante el sistema de ventas mundial, y el cual se dice que hundió a ex URSS, en la medida
en que en aquella Zona, la armas se amortizaron como stock). En la esfera monetaria, el
capital se troca en especulativo, su efecto ha venido luego, con el aparecimiento de la
conocida “burbuja financiera”. Los procesos de modernización, de intentos de
homogenización e integración de los países europeos, por su parte, vistos como medida de
recomposición del sistema de acumulación, copió la imagen del american way of life: Europa
way of life; esta expectativa movilizó a la población de las zonas de capitalismo dependiente
estimulando la emigración. La externalización central de los efectos de la crisis de
reconversión a zonas periféricas transformó a la fuerza de trabajo en variable exógena de
ajuste de la economía neocolonial; una vez cumplido el propósito, la migración (efecto de la
diferenciación social a escala mundial) ha debido ser frenada, lo cual ha afectado la
estabilidad del capitalismo periférico: reducción de remesas e incremento del desempleo. La
rebeldía se encuba, se consolidan las formas económicas solidarias y los procesos de
desconexión de la economía tradicional 957 .
Los acuerdos de fusión empresarial, a los que conduce la determinación estructural de
concentración y centralización del capital (generalmente luego de la crisis), desemboca en
tabla de salvación de las organizaciones de negocios, en verdad: en pilares en la reproducción
del sistema; en efecto, estructuras de capital fuertes, consolidan el negocio, incrementan la
capacidad de negociación e influencia, confieren seguridad al tráfico, inciden en la generación
de empleo, de utilidades, de impuestos y de estabilidad económica global (la eficiencia micro
y macroeconómica). No obstante, en respuesta, esta concentración (captación de nichos de
mercado de inmediata saturación) desemboca en la destrucción de la base empresarial
mediana y pequeña: de las PYMES (de la estructura de “capitalismo popular”,
“democrático”), o sea, de la reproducción simple en el interior de formas concurrenciales
segmentadas según status de ingresos, a lo que viene atada la reducción del valor de los
salarios, el incremento del “paro” y la depresión de la demanda. Este hecho tiene que ver,
pues, con el fundamento, con la creación de condiciones de descomposición social:
delincuencia 958 e ingobernabilidad (inseguridad política, riesgo país; en suma: con la realidad
concreta de crisis de realización del dominio) 959 . Adviértase un caso conocido: el propósito
de ampliar el mercado para la producción agrícola transable de Estados Unidos, en el contexto
de la operación de los acuerdos del NAFTA, ha destruido la economía campesina y la
pequeña producción alimentaria mexicana (apertura y destrucción de la industria nacional
para convertirla en compradora): ha desindustrializado la economía azteca (México, en
algunas ramas de actividad ha incrementado las compras al exterior, ha pasado a ser
importador neto, en otras; su saldo en cuenta corriente, expresa una tendencia crónicamente
deficitaria) 960 ; dicha acción geoeconómica, geopolítica, ha traído aparejada su reacción: el
narcotráfico, la desestructuración del tejido social, el incremento del proceso migratorio de
población mexicana hacia Estados Unidos, población que –dicho sea de paso- “…es víctima
de una cruel persecución” (que sepan, que se vivió también en tiempo de ¡miserables!: Nixon,
957
En alguna medida se cumple la sugestión de S. Amín: “La organización de un sistema de criterios de la
racionalidad de alternativas económicas fundadas sobre una ley del valor con base nacional y con contenido
popular, independiente de los criterios de la racionalidad económica, tales como emergen de la dominación de la
ley del valor capitalista que opera a escala mundial” (Molina, Ernesto. El capitalismo global y la teoría del
“Sistema Mundo” en los autores contemporáneos: Samir Amín e István Mészáros).
958
Con el aparecimiento y desarrollo de la llamada Neurociencia, apresuradamente se ha empezado a sostener,
que se pueden producir medicamentos para que se dejen de cometer crímenes. Ahora bien, el capitalismo es un
sistema que vuelve malos a los individuos: los capitalistas delinquen, la pobreza delinque; el único remedio
eficaz es eliminar el capitalismo.
959
El autoatentado de las Torres Gemelas (la desclasificación confirmará esta aseveración), va a generar
condiciones de inseguridad para la inversión extranjera en Estados Unidos (en realidad: solamente el capital
sionista se fidelizará a ese país imperial por un cierto tramo a futuro), dando al traste con los objetivos de
política devaluatoria del Dólar, con lo cual –dicho sea de paso- las condiciones asociadas a la “necesidad
histórica de cambio”, que permiten resolver la “cuestión mundial”, se terrenalizan cada vez más.
960
Este fenómeno de quiebra de pequeños emprendimientos, constituye el desate de la operación de la
estrategia de reducción artificial del precio de los “alimentos/salarios” de procedencia exógena: el comercio
desleal estadounidense, pues, no ha desmantelado los sunsidios a la producción agrícola, con protervos fines
geopolíticos, que piensa generalizarlo a toda América Latina.
601

Reagan, la marimacha Thatcher, Bush, Obana, Cameron, Netanyahu) 961 .
Generalizando la cosa. Si las migraciones de conquista forjaron la época colonial, los
desplazamientos del capital lo ha hecho con la imperialista; la “retro”migración, en cambio,
afecta al neocolonialismo, en cuanto lo descompone internamente. La libre modalidad del
“factor” trabajo: la Tierra concebida como la “polis”, cuna y vecindad de y entre personas, se
ha vuelto en la tendencia más preocupante y letal para las economías selectivamente cerradas
(libre movilidad de factores, excepto de la fuerza de trabajo), de real enclave. La “muralla de
China”, la “cortina de hierro”, constituyen el efecto de la objetivación de la teoría de los
“polos de atracción”, de la teoría “gravitatoria” en el “análisis espacial” de tipo formal, en la
que la riqueza social concentrada, el dinamismo de la economía y el flujo abierto de
actividades: la potencia del capital (en la reflexión esencial) es un poderoso imán sobre todo
para la mano de obra joven no cualificada del mundo: oportunidades, espectáculo de
modernidad, salto de status en la escala social. Es el propio capital multinacional, como
determinación real (que todavía se halla –debe estar- situado y espacialmente concentrado), el
que promueve la globalización y paralelamente la bloquea; este “factor” necesita de trabajo de
baja remuneración como complemento en interés competitivo; el búmeran se hace presente a
la vez, cuando ese mismo trabajo positivo en un sentido para los negocios genera paro en el
sector de los trabajadores pertenecientes al territorio de los centros imperiales (los gringos
importaban fuerza laboral barata, ahora repelen esa fuerza), provocando disfuncionalidad
social, desacumulación (remesas; la crisis de la deuda europea y estadounidense es su
contratendencia), convulsión en el orden endógeno de la vida y desterritorialización en el
sentido de pertenencia, de conformidad con una perspectiva tendencialmente neosincrética.
Nótese cómo similar destino sigue la práctica de medidas promotoras del desarrollo
tecnocientífico, los llamados a la formación de sociedades de emprendedores, el desarrollo de
la química y el ejercicio de procesos de desmaterialización productiva (su efecto inmediato
desemboca en la reducción de puestos de trabajo y de la demanda efectiva, en la formación de
múltiples mercados de competencia -socialización creciente de la producción mercantil,
antesala de su negación- y en el decremento de la demanda de materias primas de origen
neocolonial) 962 . Propicia la instrucción, en relación con la sustentación aquí expuesta, el
sentido comprehendido en el sistema de indicadores en torno de los resultados
contraproducentes de balanza de pagos provocados para Estados Unidos (“Ser o no ser, that is
the question”; la dificultad para el capital ubicado en el asiento del comando del sistema
proviene de “la encrucijada para EU: por un lado como potencia financiera y monetaria debe
disponer de una moneda fuerte, pero necesita un dólar débil en tanto que potencia económica
y comercial”; en los hechos la crisis, como moneda de reserva mundial, es la compañera del
dólar), la aplicación del Plan Marshall y el fomento a la política intervencionista de los
modelos proteccionistas de política económica en la zona conformada por los denominados
“Tigres del Asia” (los países beneficiarios de estas medidas, hoy se presentan como los
competidores más eficientes de la producción exportable estadounidense, de sus
transnacionales; esta infidencia deriva en efecto de direccionalidad inmanente de las
“racional spectatives” en las relaciones económicas internacionales –dicho sea de paso:
puesta la estructura de reparto del excedente mundial, en teoría económica, se toma la mente
la “crematística matemática”; entre los pueblos, por su parte, también la racionalidad
intuitiva opera conforme a esta norma, cada vez con fines de protección de la vida: los
ciudadanos procesan, reaccionan, se anticipan, anulan el impacto de políticas
desacumuladoras, redireccionan y aprovechan de modo favorable la fuerza de la estrategia
foránea).
“Las armas creadas por la propia burguesía son enfiladas en su contra” (“el sistema
financiero como Frankestein -¿?- se volvió en contra de su creador” aseveran los Indignados).
La creatividad popular hemisférica se tropieza de “modo gratuito” con elementos técnicos
producidos por el proceso sistemático de inversión de capital, ingresada la humanidad en la
fase de la “onda tecnológica” (al respeto, la “Ley de Moore: predice que los
961
Ecuador, Perú, México, Centroamérica, Africa, son los mayores exportadores (contrabandistas) de fuerza de
trabajo; en el proceso, las remesas desacumulan al imperio.
962
Se pueden citar otros elementos y se llega a la misma conclusión: el capital por acciones; el
empoderamiento; la estructura orgánica virtual, flexible, del negocio; la economía del conocimiento, la era de
la espiritualidad, la sociedad de la información (la técnica permite desembarazarse de la presencia enojosa de
los obreros en la empresa, pero el aumento del “paro” crea problemas estructurales de demanda).
602

microcomputadores se vuelven dos veces más poderosos por la mitad de su coste
aproximadamente cada 18 meses” 963 ). Este tipo de decisiones de colocación del excedente
mundial, es, nada más, que una conducta impuesta por coerción, es decir, en la misma: poco
tiene que ver la conciencia y la voluntad del “posburgués”, puesto que la misma es derivación
directa de la determinación de la carrera tecnológica, en la esfera de la gestión de negocios. El
frente opositor, por su parte, se ha notificado de ello y encuentra la oportunidad de convertir
el hecho, en arma conspirativa. Es un frente de batalla total; los guerrilleros informáticos: los
hackers ejercen la resistencia en la red mediante el mecanismo del infowar: guerrilla
virtual 964 . El hackerismo, los virus informáticos, pasan a desempeñar el papel de boomerang,
de modo particular en su condición de programa subversivo proveniente del hackerismo
internacionalista subversivo, ya que operan a manera de resistencia global del ciberterrorismo.
Todo este conjunto de acciones de combate tienen el objetivo de boicotear y anarquizar el
sistema de acumulación capitalista mundial e inducir la emergencia de un “nuevo orden
tecnológico, que permita usar la tecnología en beneficio de los oprimidos”: el capital ha hecho
el gasto, o sea, se le va de las manos la masa de plusvalía asignada a la esfera de la innovación
tecnológica y a la de la ciencia y la tecnología en general. La “revolución científicotécnica” es
un proceso humano dado en el interior de una forma histórica concreta suya: el capitalismo;
ésta, en la medida en que se organiza en su seno, se inclina más hacia apoyarlo; no obstante, si
dicha revolución bloqueó el avance socialista, no puede hacer lo propio con el comunismo, al
cual –mas bien-impulsa y encamina al género; es en ese sentido que este tipo de progreso de
las fuerzas productivas tiene carácter revolucionario, contrapuesto a su matriz 965 .
La tecnología se transfiere; la base productivo-material se relocaliza. Las
multinacionales solamente negocian marcas en la actualidad; “… a China, a la India, al Brasil,
se ha trasladado la fabricación de mercancías de consumo masivo (zapatos, por ejemplo), en
el mundo se ofertan dichos bienes como si hubiesen sido producidos en EU…” (el que
fabricaba bue jeans en EU se está dedicando a otro oficio, porque tales artículos se está
produciendo en otras partes del mundo); allá se acumula el capital resultante de las
superganancias asociadas con costos bajos de la mano de obra (plusvalía absoluta), no
obstante su aparato económico real ha sido diezmado y solamente la economía de papel se
agranda en la Bolsa de New York. Luego, el poder de ser la primera potencia productiva
territorialmente equilibrada, se agota, y en otras zonas sociales se generan puestos de trabajo,
se incorpora valor y se ordenan sus economías y a sus pueblos. Con Anonymous (en el 2011),
se inicia la desclasificación total de la información histórica (las tropelías criminales del
capital y de los gringos quedan al descubierto), termina el sigilo, y la población se plantea el
acceso a todo: “el país es el mundo”. En ese frente tiene lugar el inicio de la transparentación
del todo (información, estratagema, estrategia, no van más: sinceración completa, el naipe va
a la basura). En otro frente, los estudios formalistas neurofisiológicos que avanza la ciencia
oficial de los centros de capitalismo posdesarrollado, que conducen a encontrar patrones que
permiten inferir, a través de símbolos (encefalogramas: mapeo cerebral), cómo se está
pensando, en qué se está pensando, cuál será el pensamiento que sigue, desbarata la
inmanencia de una mente: su autonomía relativa, derivada de la operación críptica cerebral de
963
El desarrollo tecnológico puesto a merced del mercado hace posible su acceso y el despliegue de la
capacidad innovadora de los pequeños emprendimientos y la recuperación del trabajo como actividad creadora.
964
“Comenzó la guerra cibernética” (en el 2003). Para los subversivos, la noticia de las acciones de
Anonymuos, es buena, muy buena. El soldado hacker es un ser indiviso, anónimo, que puede actuar en el lado
del bien o en el del mal (en del mal, tal es el caso de las acciones de defensa de la libertad de prensa burguesa
por incomprensión), pero el más afectado va a ser el poder. “No perdonamos, no olvidamos”: la lucha de clases
al interior de los hackers la pagarán los bancos, el capital financiero, los Estados imperialistas (tanto los
impactos como la inversión en defensa). ¿A un hacker le interesa arremeter en contra de un pobre? Aquí se
niega la proactividad, el Plan B empresarial. Se fuerza a que el ser humano pase a ser bueno para poder
manejar tal instrumento de modo edificante: o se procede bien o se hunde la humanidad; empero, que el ser
humano se torne bueno, no depende de la racionalidad o de la voluntad, sino del carácter del escenario puesto
para la reproducción material de su vida.
965
“Esa crítica superadora tiene que distinguir entre esencia y apariencia de la revolución microelectrónica. La
esencia de estas nuevas fuerzas productivas es un potencial, o sea, una posibilidad que el capitalismo no
produjo en beneficio propio, sino para su abstracto fin en sí mismo de la valorización. La realidad aparente de
ese potencial no puede dejar de ser afectada por tal hecho. De acuerdo con su configuración material, la
apariencia concreta de las fuerzas productivas microelectrónicas es también capitalista, y debe ser superada
juntamente con su forma social” (Kurz, Robert. Antieconomía y antipolítico: sobre la reformulación de la
emancipación social después del fin del "marxismo"; primera parte, Alemania, 1997).
603

la persona. Todo este novedoso desarrollo y la socialización correspondiente de las fuerzas
productivas, son necesarios para que la humanidad ingrese a una nueva etapa de vida. Los
pobres no tienen nada que perder en esta “revolución frenética de la tecnología”, más que sus
cadenas.
Si el conocimiento mediatiza al capital, tanto al constante como al variable (strictu
sensu: lo desplaza en su importancia en el interior del ciclo de reproducción social); luego,
ésta es una forma tutelada clave en la que se devuelve la acción de la “eficacia” de la
acumulación, en la medida en que ella opera siempre, todavía como proceso de reinversión
propenso a la valorización, dada la naturaleza de ser la continuación del proceso tradicional.
El sistema –se insiste- se encuentra frente a sus límites: el capital, ya no se sustantiva en
activos (la inversión bruta de capital decrece e incluso, lo hace la formación de capital social);
el capital-dinero, ya no se transmuta en salarios 966 ; el proceso en su entera complexión se
vuelve “cualitativo”, virtual, (diríase: especulativo, en cierto sentido, pero ésta es una
especulación diferente a la de tipo financiero-comercial, pues, allí éste queda entrampado en
la sola circulación de la moneda y de las mercancías, se realiza y recicla en ellas, habiendo
perdido contacto con la economía real; en el conocimiento, en cambio –podría decirse: en la
“onda larga tecnológica”-, se reproduce la creatividad, en verdad: se realiza una demanda
histórica fundamental del género en su proyección futura), pero la generación de los
productos se vuelve paralela en la mecanización y los agentes económicos pierden solidez en
la historia (en el proceso de automatización “… surgido de la batalla de la producción”, de la
obligación de reducir constantemente los costes unitarios, de acortar la tasa –lapso, el
movimiento- de rotación del capital); y, esta forma histórica concreta misma, se desdice de sí.
En la subfase histórica aquí examinada, emergen nuevas formas de trabajo que
conspiran y paulatinamente arrinconan al capitalismo, en la etapa de acumulación basada en
un nuevo producto: el conocimiento, las que, a su vez, son la expresión sintomatológica de
crisis sistémica: wired, trabajadores de portafolio, emprendedores, los cuales vuelven más
caótica su reproducción. El desarrollo científico-técnico, como forma anhelante y galopante
de sostener adecuados niveles de productividad competitiva, ha puesto en crisis las clásicas
formas sistémicas y funcionales de las empresas; el impacto inmediato de este hecho ha sido
el arrastrar consigo al filo del precipicio al trabajo sustentado en las profesiones: el
capitalismo ha impulsado al máximo el desarrollo del trabajo diversificado, creativo e
individual, con lo cual estas personas pasan a ser los pioneros en encontrar la forma de
concretizarse; en efecto, los nuevos estilos de sobrevivencia en el interior de un sistema en
degeneración asumen el carácter de gérmenes –en un frente específico- de una nueva
civilización, pues, doble, triple, múltiple personalidad, varias vidas en una sola se producen en
un trabajador que es sabedor de algunos mini oficios, lo cual conduce a los sujetos hacia la
complejización de su persona, en pos de su estructuración multilateralizada. La “forma wired
de productividad (rápida, con redes globales, concentrada alrededor de proyectos)...”, en tanto
comportamiento “ultraneoliberal” observado por gente que intenta sobrevivir en las nuevas
condiciones en los anillos centrales del capitalismo en crisis, es la manera más expedita de
formación del nuevo ser humano, aunque la epifenomenía del hecho, denuncie lo contrario.
La “vida animada por las virtudes de la temeridad y la audacia a través de los cuales se recrea
perpetuamente y perfecciona la propia identidad...” (Flores, Fernando y Craw, John. El
espíritu emprendedor y la vida wired: el trabajo en el ocaso de las carreras; Londres, 2000),
la permanente innovación efecto de la plasmación constante de la creatividad, que cambian
formalmente la moral, pues, cada forma económica crea su propia moral, constituyen un
camino que desemboca en una misma y nueva civilización, que el capitalismo ayuda a crear,
tanto por conveniencia de ampliar el mercado o por sus límites internos 967 .
966
Dicho sea de paso, el dinero mide el valor, porque contiene valor por “sí mismo” (imputado por la
legitimidad y juridicidad social –el dinero, aun cuando simple papel, la mercancía-dinero oro, tiene una medida
mínima, despreciable: la cantidad de trabajo empleado en su producción; el valor del papel moneda viene
establecido jurídicamente: es un símbolo que reconoce el valor: la cantidad de trabajo realizado), no entra al
mercado sin valor, como tampoco lo hacen las mercancías contrariamente a lo que piensan ciertos sicofantes
neoclásicos –dixit Marx): representa una cierta cantidad de trabajo realizado (al menos para el caso del
obrero; para el burgués el valor del dinero se determina de otro modo), que se compara con el trabajo directo y
con el indirecto objetivado en la mercancía.
967
En realidad, toda política tiene su propia moral, pese a que ésta precede a aquella; en ese sentido, esa esfera
de modo subordinado, unilateral y abstracto, opera en el interior de una práctica más concreta; la política debe
ser suprimida con su consecuente moral; la moral precede a la política, pero se adapta a ella; por tanto, debe
604

Respecto del grado de acumulación, el proceso de sobreacumulación (hecho de
naturaleza estructural, no de orden programático) una vez alcanzado cierto nivel, en virtud del
quantum de productos y de la escala de pauperización relativa de la población, imposibilita la
práctica del proceso de recolocación productiva de excedentes (la “onda financiera” viene a
ser –en este caso- una contratendencia, en la medida en que excedentes económicos se
entrampan en su circuito), porque incrementa inventarios no realizables (como se conoce, la
obesidad resta eficiencia a la actividad del organismo). La venta de armas y la preparación
sobre temas de la guerra se inscriben estructuralmente en el sentido de la hipótesis; estos
pertrechos y su consustancial capacitación estratégica se apuntan en contra de la estructura
proveedora al caer en manos subversivas o al anidar en la mente de los “mílites” (es el caso
del gran General José Omar Torrijos, del señor Coronel Hugo Chávez Frías 968 ; el de John
Perkins, uno de los jefes de la inducción del endeudamiento forzado de las neocolonias,
denunciado en el documento: Confesiones de un sicario económico; del ex agente de la CIA
Philip Agee; de Saddam Hussein; de Joseph Stiglitz, Paúl Krugman; últimamente, el de los
Zetas en territorio mexicano: militares originalmente preparados por la CIA para hacer frente
a la Guerrilla y al narcotráfico;...) 969 . Es evidente, que este fenómeno se encuentra inscrito en
el proceso de reversión de los programas ideológicos (de educación), pues, a la larga, los
programas de instrucción intelectual que propone el dominio al pueblo, a menudo ponen las
bases para la formación de la conciencia, según los principios de la criticidad 970 . En la
pertinencia de la inclusión retórica, la Educación, en su tópica de ciencia (las diversas
corrientes) y como práctica, concluye al arribar a término el capitalismo, esto es, en el instante
en el que el ser humano deja su naturaleza clásica asignada por la determinación históricoestructural,
dígase: en su forma más transparente de recurso, de talento (cuando la carreras
entran en crisis y emerge el wired como la forma más moderna de ganarse la vida frente a la
constante innovación tecnológica), en momentos en que la producción in abstracto, sea
transferida a manos de las máquinas (dicho sea de paso, ha historia pone fin al presuntuoso
constructivismo, a las competencias,…, en boga).
“El poder es un personaje que atraviesa todos los escenarios en los que se despliega la
vida humana”. Su operatividad está en las instituciones destinadas al disciplinamiento:
escuela, cuartel, fábrica y cárcel. Formas de disciplinamiento: conjunto de discursos “que
deben alojarse en la cabeza del dominado y a considerar como natural lo que desde el
nacimiento se lo está imponiendo”. Al formar de ese modo a los sujetos, el “poder moderno
produce individuos gobernables”. El discurso de la empresa es este mecanismo, pero el
mismo opera en sentido inverso, conspirativo a la fecha: plano de igualdad entre todos
integrantes de un negocio, manejo de estrategia, aprendizaje continuo, autoestima,
autopreparación, crecimiento personal, calidad, excelencia, forman al ser humano moderno
desaparecer como forma específica con la abstracción de la política, esta última se abstrae del todo con la
cesación de la región económica, esto es, del trabajo humano.
968
4F: jornada de revolución en Venezuela; día (4 de febrero de 1992) en el que el Ejército venezolano, luego
del “caracazo”, volvió las armas contra el poder transnacional y criollo, en oposición al modelo de ajuste
estructural del representante de las oligarquías domésticas y testaferro yanqui Andrés Pérez, y se puso al lado
de la ciudadanía; Ejército que ha dejado de ser el clásico “brazo armado de la burguesía” y la inefable “boa
constrictor en cuyos brazos parecía anidad el amor”, para ponerse a las órdenes de su pueblo.
969
Incluso la guerra (negocio seguro, necesario para los imperialismos) se vuelven en contra del capital: en el
2011, EU hace alardes de querer arremeter en contra de Irán; pero concretar dicho plan es imposible, puesto
que de cerrarse el Estrecho de Ormuz por razones bélicas, importadores y exportadores de petróleo
comprometerían sus economías por varios años; y, en Siria la arremetida de Occidente hará que su Presidente
tome posición cada vez más comprometida con el pueblo y empiece a atender sus demandas.
970
La educación, en el plano del interés utilitario burgués (en la concepción pedagógica neopositivista), asume
naturaleza de ciencia puramente instrumental; de modo que, como disciplina aplicada: constituye tan sólo el
fundamento de política conducente a transformar a la población en “recurso humano” calificado, o sea, su
preocupación teórica (empírica) estriba en la inquietud atinente a cómo generar y reproducir la genialidad (o,
por lo menos, cómo alcanzar la meta conductista neoclásica asociada con las tesis de kaizen, de los “cero
defectos”, la calidad, la excelencia, la competitividad: las “competencias”). En la posición marxista en torno de
la cuestión, en cambio, el interés viene puesto sobre la pragmatización de una estrategia de “resistencia”
(Henry Giroux), que dé lugar al alejamiento de la juventud del cerco racionalista-tecnocrático y pragmático
burgués del fenómeno, de modo que su carácter clasista, alienante, se sustraiga y ésta pase a constituir un
proceso consciente de formación del nuevo ser humano. Es evidente, que –aquí como en otras esferas de la vidala
lucha política inscrita en la determinación marxista del pensamiento, discurre de modo paralelo al efecto
estructural, que sobre el cambio de patrón sistémico, están provocando, de modo soterrado, las fuerzas
productivas y su desarrollo “autónomo”.
605

despertándolo, modificando la imagen simbólica de la unidad productiva capitalista, creando
un mundo diferente en la cabeza del neoobrero. Este cambio, no es efecto de la necesidad,
sino que es la determinación la que está de por medio: para sobrevivir la empresa debe
competir y el aprovechamiento más eficiente de la conciencia y la esfera de los valores del
trabajador, mejoran el producto. Si bien en la microesfera de las relaciones sociales, la
correlación de fuerzas y la dimensión impersonal son vectores que dan cuenta de la resultante
del proceso tensional entre poderes, en el plano macrosocial, en cambio, la balanza se inclina
hacia la clase y al poder como instrumento amplio de dominación. El control a través de la
tecnología satelital y el Internet, de la conducta disciplinada y el feed back para alinear
comportamientos predecibles mediante la clásica pareja de “premios y castigos” (garrote y
zanahoria), son los instrumentos: “países del mal”, enfrentan la guerra preventiva, y sólo la
crisis económica puede poner freno a tal desate criminal.
La información no debiera ser actividad empresarial (lo dijo Marx en la Gaceta
Renana), por principio; la empresa privada es la organización particular de la que se sirve el
capital para realizar exclusivo propósito: valorizarse. Si la información no es una mercancía
(el público no paga para tener acceso a ella), la actividad ligada a su desarrollo no rinde
beneficio, por tanto, no interesa al capitalista. ¿Por qué, luego, el capital se halla “mal”
ubicado en dicha área? Con la información (noticiero, entretenimiento) se concita la atención
del público con lo cual aparece la opción de negocio en triple sentido: 1) venta de spots
publicitarios (negocio), 2) formar la subjetividad colectiva (caso de la emisora HCJB en
Ecuador) y 3) induce comportamientos: “emisión de directrices ideológicas que influyen en la
forma de ver el mundo, de juzgar los hechos, de intervenir en él” (desinformación,
alineamientos equívocos: CNN, BBC,…). La información debería ser materia exclusiva del
Estado (del Gobierno), incluso si éste fuese contrario a los intereses del colectivo como
normalmente sucede en Occidente, ya que en él se hallan ubicados los representantes del
capital y lo utilizan como aparato ideológico (formar la conciencia con la ideología del poder,
movilizar a la población en favor de sus intereses y desorganizar a los sectores contrarios al
poder, difamándoles –caso de las FARC en Colombia, Gadhafi en Libia, Chávez en
Venezuela). No obstante, las TIC, Internet son auténticos “medios de comunicación”, en la
medida en que constituye un eficaz instrumental de relación intersubjetiva: “el ciudadano ha
dejado de ser un simple consumidor de información, para transformarse en directo productor
diario de ella”. Si bien en una primera etapa se degrada el rigor del dato, en virtud de este
“empoderamiento”; cuando el parecer general de la población se cubre de objetividad, el
simple rumor asume carácter de racionalidad. La necesidad histórica en medio de la cual se
forma la subjetividad colectiva, en forma futura se determina también de este modo: las redes
sociales constituyen el nuevo “macropoder” contradisciplinario, contracontrolador,
contrahegemónico, que desmonta la eficacia de la instancia ideológica coadyuvante en la
reproducción del poder, y el tradicional sectarismo de clase de los mass media, cae en
desgracia: finalmente se instaura la efectiva y plural “libertad de expresión”. Dicho sea de
paso, la Universidad (principal aparato ideológico-institucional suplementario en la política de
disciplinamiento y fundamental en la formación del “recurso humano” calificado) también
decesa, y todas las entidades integrantes de la red de disciplinamiento zozobran; y, termina la
consensuada, legitimada y formalizada tarea de disciplinamiento de la población a través de
los cuales el “poder moderno produce individuos gobernables” (dixit M. Foucault).
El capital tiende a hacerse con el consenso activo de la población, puesto que requiere
de esta mediación necesaria para el proceso de su reproducción; para el efecto, apela a la
consolidación de los “aparatos privados de la hegemonía” (sus “trincheras”); pero éstos –a
medida que el “tiempo” discurre- 971 , salen cada vez más de la esfera de su control y
progresivamente se autonomizan y asumen principios organizacionales contrahegemónicos
(preocupaciones antibélicas, antidominantes, ambientalistas, sobre los derechos humanos,…),
que recusan al sistema y a su “clase fundamental”. En las neocolonias, esta disidencia (la cual
971
Debe decirse: que la realidad se mueve; pues, en ésta, solamente existe materia y movimiento -dicho sea de
paso, “materia y movimiento eternos”: es el principio de la edificación lógica de todo saber; al mismo deben
corresponder todos los desarrollos teóricos, para tener sentido objetivo-; el movimiento es el despliegue de la
materia, el cual lo capta la mente según la noción de tiempo; el “roce”, la acción recíproca de los cuerpos,
implica la influencia mutua a través de la puesta en contacto de sus propiedades –información- su efecto
ulterior son los procesos de transformación y desarrollo, mediante la generación espontánea de leyes y de su
operación.
606

posee su propio portador material: la población, los ciudadanos; en su defecto, el mismo lo ha
formado a través de la aplicación de mecanismos de cooptación de antiguos aparatos para ese
fin, procesos de reversión mental logrados –en suma- mediante el ejercicio de estrategias de
reingeniería), incluso alcanza a ciertos aparatos públicos de la “coerción”: los ejércitos (en
Venezuela, por ejemplo), con lo cual este aparato, ha dejado de ser “... esa gigantesca boa
constrictor en cuyo cuerpo parece anidar el amor” (Marx). Ha llegado el momento en el que el
poder “ha escupido al cielo”; en efecto, verbi gracia: los “gusanos” que dejaron despotricando
el territorio de sus mayores: Cuba, hoy se han convertido en un estorbo para el yanqui otrora
dadivoso y para el sistema en general (en su situación particular: estadounidenses y
emigrantes isleños se encuentran mutuamente decepcionados, en su orden: los unos ya
cumplieron su misión en la “guerra fría”, los otros advierten que el sistema no es tan bueno
como un día se los pintara).
En la sociedad de la “espiritualidad”, en la era “posindustrial” 972 , la empresa se ve
avocada a formular como su nueva misión: responsabilidades sociales, o sea, adquirir una
justa utilidad poniendo en el centro de la atención las necesidades del cliente, a los
trabajadores, al desarrollo social y al cuidado del aire. La empresa, en realidad, se reestructura
significativamente y casi deja de llamarse tal (unidad productiva). El trabajo pasa de la
empresa al hogar; en éste, el trabajador da más horas de su vida al negocio y toda su familia
se ve vinculada a su labor. En la actualidad el conocimiento no vale per se, sino en la medida
en que el talento es capaz de realizar la neocompetencia: cómo aplicar lo conocido a nuevas
situaciones para desatar procesos renovados; el trabajador moderno es una persona que es
capaz de cambiar de un sector de actividad a otro, susceptible de aprender antes que de ser
“ser aprendido”, de aprender de modo permanente y volverse generalista; para eso tiene la
ventaja de que en la actualidad las barreras tecnológicas cada vez son menores como efecto de
la globalización; cuando se producen nuevos productos, la persona misma cambia, adopta
nuevas ideas, nuevos comportamientos, nuevas formas de pensar y ser (procesos y formas de
ser superiores en masa, “que solamente es producto de la revolución social”). El aprendizaje
nunca acaba; una persona de 70 años está en condiciones muy bien de aprender Derecho, pues
el futuro es de las personas que pueden mejorar o crear algo nuevo. Esta realidad, ha
conducido a la formación de un nuevo concepto de empresa: conjunto de gente que tienen
propósitos múltiples, que usan a la gente con ese fin y para el propósito de la organización
(hacer de la gente que está en ella, feliz). La empresa debe ser una organización que aprenda,
flexible, innovadora; en ésta, el liderazgo es colectivo, distribuido y transformacional;
además, la empresa fomenta valores y propende a la felicidad de su entorno humano interno y
externo. Todos los citados, constituyen cambios contraproducentes; si en una ocasión el
capital rompió la unidad entre trabajo y creación, con la promoción del talento humano, por
necesidad intrínseca, el capitalismo devuelve formalmente el valor de la creación al trabajo.
La empresa, en la “lógica”: ha muerto; no se olvide, sin embargo, que las empresas
multinacionales que controlan el mundo, continúan con su clásica forma de dominación por
coerción; no obstante, en otro segmento de empresas se está provocando la serie de cambios
arriba citados, descritos por la propia percepción de la intelligentzia del capital: los
administradores. Este giro edulcorado en la perspectiva que nace de los apremios de la
sobrevivencia del capital in abstracto, coincide con la propuesta moral de largo plazo
(proyecto político) de los llamados “movimientos sociales”, a pesar de que este planteo, en su
nocionalidad de “socialismo moderno”, se lo entiende como un orden regulado de
capitalismo, morigerado, democrático, racionalizado (intento de desacumulación privada y
paso al proceso de acumulación social). En verdad, constituye un proceso convergente: si por
la presión de las “huelgas”, las protestas y otras movilizaciones, no se consiguió arrancar
toda la gama de conquistas democrático-populares en las neocolonias y ablandar al capital,
972
Se la denomina también “posmodernidad”, fase del fin del keynesianismo y del “Estado de bienestar”;
“…en la que el conocimiento científico-técnico, aparte de ser mercantilizado, va a convertirse en principal
fuerza productiva…; momento de caída de los grandes relatos…”, de los paradigmas, de las redondas utopías
(los cambios sociales fundamentales en los que ha dejado de creer la gente), de la instauración de una conducta
nihilista colectiva; “…el más desacreditado ha sido el metarelato ilustrado emancipatorio, no por
inconsistencia sino por descreimiento…; …queda atrás el fuerte componente emancipatorio que anidaba en la
modernidad…; …avance a toda máquina de la homogenización, del consenso, de la estabilidad del sistema:
integración y estabilización; …pero los pequeños relatos: colectividades parciales con su propio juego de
lenguaje…, garantes de la justicia, por oposición a la crisis de los esquemas ideológicos totalizantes, no se
advierten y no son efectivos…”.
607

éste –por designio histórico-natural- incorpora a su recetario anticrisis las demandas de las
subfuerzas políticas, las cuales se hacen de nuevos ámbitos en el seno mismo de la
administración y aun, del mismísimo poder.
Pero también en la idea se produce una circunstancia bastante similar. Apréciese. El
capitalismo se descubre; la ideología, en su naturaleza de “falso conocimiento”, esto es,
cuando la percepción se queda en el hecho fenoménico y lo asume como la determinación
esencial de la realidad, es observada; en esa nueva condición de la percepción, la idea
subvierte su supeditación al orden liberal; un caso: el trabajo doméstico, aquel que no
reconocen las tesis económicas neoclásicas, puesto que encubren procesos de
superexplotación del trabajo, dado que el mismo contribuye a abaratar su reproducción
-verbi gracia-, tiende a ser reconocido mercantilmente, lo cual consiste también en un golpe
al pensamiento y la práctica del statu quo. En el desarrollo de la idea introducida atrás en este
mismo párrafo: para efecto de corregir el cálculo burgués del PIB, debe incluirse el trabajo
doméstico (desempleo encubierto); pero en el análisis marxista, esta actividad no es incluida,
pues, la misma no genera valor, puesto que simplemente se trata de uno de los mecanismos
que permiten reducir el costo de reproducción de la fuerza de trabajo, aun si en el cálculo del
salario ya esté incluido el costo de reproducción de todos los miembros de la familia del
trabajador (la educación que corre a cargo del Estado, lo paga el obrero; la educación privada
lo financia directamente el trabajador, amén de que, además, con sus impuestos, el verdadero
productor coadyuva a financiar la formación del recurso humano). No obstante, en ciertos
círculos de intelectuales alternativos, cuando ya debe dejarse a un lado el uso de las categorías
de la Economía Política burguesa en la percepción y planeación de la realidad, se siguen
haciendo eje de sus análisis al PIB y la tasa de su crecimiento, así como la noción: clase
media, por ejemplo; en efecto, se dice que si América Latina quiere acceder a la escala de los
BRICS, debe crecer de modo sostenido un 4% anual durante los próximos 20 años.
El ininterrumpido, acelerado y vertiginoso progreso de la técnica, por su parte, difunde
automáticamente los substratos de la dimensión cognitiva e ideológica (“cultural”) que tiene
aparejada; o, por el contrario, el poder se ve forzado a ceder, a hacer concesiones, poniendo al
alcance de la población el conocimiento y los desarrollos de la tecnología (desde luego,
aquellos que no le son geopolítica –clasísticamente- estratégicos), con el objeto de preparar de
mejor manera a la población, de modo de elevar la productividad del trabajo. La población
cada vez más “agrega valor” a la estructura comprensiva de su entorno, sobre la historia y en
torno de la conformación del mundo social en que vive (dicho efecto tiene como causa
directa, al influjo que el desarrollo de las fuerzas productivas ejerce sobre la mente: la
información, aunque esté preresignificada, llega a raudales a la cabeza; ésta, es suficiente para
llegar a ser el vehículo de presión sobre el “salto” cualitativo, que tarde o temprano dará una
conciencia); este fenómeno de masivo acceso al entendimiento racional colectivo de la
realidad por parte del género, en verdad: nivel de creciente criticidad, encumbra su status
intelectual de orden político; el engaño intencionado de modo persistente empieza a reducir
eficacia, a pesar de los esfuerzos que se siguen haciendo a través de la aplicación de
renovadas medidas de control y dominio 973 . Este nuevo carácter cognitivo ubica al “ser
social” en general, en la esfera esencial de la praxis política; todo ser humano se vuelve
“intelectual” (Gramsci), en el sentido de todos sus atributos prácticos: analiza, rechaza, actúa
en el proceso masivo de renovación del mundo (la invención de la “imprenta”, por ejemplo,
“…facilitó la transmisión escrita, abrió la posibilidad para masificar el conocimiento”) 974 .
Es de conocimiento amplio, que una significativa porción de plusvalía ha asignado la
973
“El Internet sirve más a la democracia que al dominio” (aseveración castellsiana); en esta tecnología, la
simple difusión de información (la mayoría de las veces interesada en forjar, conducir, desinformar y anular la
conciencia crítica), se vuelve verdadera comunicación, o sea, de doble vía, intereferencial.
974
La discusión de los problemas y el pensamiento de las estrategias concretas de solución hasta hoy, han
primado en las preocupaciones analíticas de la población en general (“los límites del sistema democrático se
resuelven con más democracia”, se afirma machaconamente, prescindiendo de la consideración teórica y en
forma suprahistórica, de que la noción “democracia” es la forma de organización política de la economía
liberal o capitalista, que genera las dificultades de sobrevivencia y a la cual se dice oponerse). La génesis
estructural de esos problemas no son materia de preocupación (las olas lo son y no el mar); por tanto, las
categorías que sustentan la compresión, explicación, la proyección y las medidas de acción son firmes y
precisas, éstas se hallan amalgamadas; su recusación, no obstante, viene de otro paradigma (sobre esto, la
derecha misma llama la atención con su discurso sobre el “efecto paradigma”); pero éste es también un hecho
reactivo, en la medida en que afinca la atención crítica de la población sobre la realidad y su componente
ideológica.
608

ectoría del aparato económico en el área de promoción del talento humano (cuando el capital
asume estos costos –llamados “gastos”- o en el momento en que renuncia a esta fracción de
plusvalía, puesto que el personal “beneficiario” paga de su bolsillo dicha preparación) con el
objeto de disponer de una población intelectual y psicológicamente instruida y adaptada para
actuar en la esfera de los negocios, esto es, convertida en ejército de realizadores del
producto. La médula curricular de esta formación descansa –también se sabe- en las temáticas
asociadas con el “arte de la guerra”, conducentes a formar en las personas competencias en la
esfera empresarial (a las llamadas “competencias” se las concibe y aplica de modo simplista y
unilateral, de manera que se orientan a subutilizar la capacidad intelectual-conductual-afectiva
del ser humano por atender las necesidades de la empresa; pero, la verdadera competencia se
define frente al reto cognitivo el mundo). En los “descriptores” teórico/estratégico/prácticos:
gestión estratégica, creatividad, innovación, valores (Ética Profesional), aprendizaje continuo,
desarrollo de la inteligencia, cultura y clima organizacional, empoderamiento, calidad, acción
corporativa, pensamiento sistémico, holístico, plan de contingencia, pasantías, se despliega el
proceso de formación del talento humano más apropiado a la coyuntura de necesidades, que
experimenta el gran capital; a su vez, en la área del “marketing”, es en la que se sintetizan y
aplican todos estos saberes y haceres, es decir, en la esfera de realización del producto, de
conversión de la plusvalía real en monetaria, en el difícil escenario de la comercialización
(realidad subconsumista: determinación abstracta, que se vuelve cada vez más concreta, a
medida que una condicionalidad de mayor contextura estructural se desarrolla: la
automatización productiva).
“Una sociedad jerarquizada sólo es posible sobre la pobreza y la ignorancia”. No
obstante, para personas que prestan atención al fenómeno, es sencillo colegir, que la política
en curso, a través de la que el empresariado se surte de recurso humano calificado, conduce a
la preparación multifacética de la población: la despierta, abre su entendimiento, le dota de
argumentos y de los métodos de análisis, lo cual está permitiendo al pueblo, utilizar el
mecanismo de “transferencia” de estas destrezas, para su aplicación en otros planos de la vida,
incluso sobre la evaluación adecuada y el diseño de la actuación rebelde sobre los males del
sistema; de manera que ha quedado atrás, por necesidad del propio capitalismo, la estrategia
de sumir y/o mantener en la ignorancia a la población como inveterado recurso de control,
sumisión, obediencia y silencio (a propósito, la gran masa poblacional europea se
autoconsidera bien educada, de pensamiento inquisidor, analítico y superior, como que ha
logrado superar el efecto de la maniobra de control por ignorancia; sin embargo, esa
presunción, es formal, pues, dicho segmento humano se siente cómodo en el capitalismo, es
racista, no le importa las penurias de sus semejantes en el mundo, es religiosa y hedónica,
como cualquier vulgo; no obstante, la “crisis terminal del modelo neoliberal” del primer
decenio del nuevo siglo -XXI-, le está haciendo reaccionar). Pero también el capital ha
desarrollado las técnicas del marketing propiamente tales y de nuevos productos (productos
que se venden y que a la vez sirven de instrumentos de propaganda): celulares, televisores,
computadoras, Internet,... tecnologías y procesos asociados, los cuales han provocado
contactos más estrechos entre la población, incremento de conocimiento, de intercambio de
experiencias y saberes, lo cual ha establecido condiciones mucho mejores para el desarrollo
de la conciencia en dirección de la reflexión crítica. Por tanto, este fenómeno también se
inscribe en el concepto de boomerang. En el 2010, el poder hemisférico ha respondido frente
a la crisis financiera con fórmulas de “acumulación primitiva”: salvataje bancario, y con la
represión: desalojo de los campamentos de Indignados contra el sistema financiero y EU 975 ;
con dichas medidas ortodoxas ha fomentado la creatividad en las acciones de lucha, el odio
975
La eclosión de este neosujeto parcial (el movimiento de los Indignados) como protagonista en el seno del
proceso evolutivo humano actual, es muy meritorio, puesto que el mismo ha sabido rebasar el embotamiento
“red” de las interrelaciones humanas mediatizadas por la trampa tecnológica diversionista, anárquica,
contraria al orden organizacional de Internet y los teléfonos celulares (S. Hessel tiene la palabra), el
ocultamiento oficial de los hechos, su desvirtuación por los mass media, las amenazas, la represión y el
descabezamiento del liderazgo. Del ku kux klan, el macartismo, a la casa de brujas, el poder yanqui torpe ha
respondido ante la protesta pacífica de Ocupa Wall Street con la represión: bombas lacrimógenas, golpizas
policiales y cárcel; mientras que los grados de represión suben, el pueblo toma conciencia certera de la
catadura de sus auténticos enemigos (uno de ellos, negro, candidato republicano ha dicho: si tiene problemas
no culpe al sistema, cúlpese a Ud. mismo; báñese y vaya en busca de trabajo): quienes son (banqueros
estafadores), qué defiende (el robo parasitario, el salvataje), como proceden (con avaricia, con la violencia),
pierden el miedo, aprenden a luchar y se tiemplan.
609

(se atiza el sentimiento anticapitalista y antiimperialista en el mundo: “salvataje a la
población”, “ me interesa solamente el indicador del paro: que se solucione el desempleo, el
resto de índices macroeconómicos me importan un bledo”, opina un maduro indignado
español) y la consolidación de la resistencia, promoviendo la solidaridad a través de las “redes
sociales” y la formación de una multinacional de la indignación.
La brecha entre el pensamiento común y el ilustrado permanentemente se reduce 976 ;
paralelamente, la relevancia de la estructura graneada elitaria de los sabios con su status, se
relativiza y la conciencia del pueblo se eleva al rango del dominio subjetivo de los iniciados.
Y, esta es una necesidad de jerarquía racional, pues, la misma se coloca en el plano del salto
del género de las etapas primeras de su condición como animal, en la medida en la que su
desempeño en las mismas comparte procesos de reproducción conforme la vida de sistemas
orgánicos autodirigidos, hacia el rumbo sin retorno de la hominización absoluta. Quién no se
eleve hacia la región en la que domina el proceso de internalización de la más completa y
moderna comprensión cosmológica de la realidad, reduce su vida al común denominador dado
por el resto de seres de menor cuantía en la naturaleza. Naturalmente, la nueva razón
justificatoria, que llena de sentido a la forma racional de existencia de la materia en la frontera
de la etapa vivida, se redefine una vez dado el período de ruptura clasista de la realidad social;
fase en la que el objetivo vital, que vuelve racional a la existencia, es el de orden político.
Paralelamente, por esta vía, la ingenuidad y la persuasión fácil (el control ideológico masivo),
se diluyen. No obstante, si la producción física ha pasado a responsabilidad de substratos
mecánicos, mientras que la esfera espiritual se ha tornado fundamental en el sistema de
ejecutorias humanas, para la era “espiritual”, del trabajo virtual plenamente intelectual, tiene
razón Michel Foucault cuando sostiene, que la dominación ha pasado a ser hegemónica:
control, castigo y corrección sobre el “alma”.
Por su parte, la técnica, convertida en el principal componente de las fuerzas
productivas: la máxima proeza y el más letal enemigo al unísono del sistema burgués de
reproducción humana, nunca como hoy se ha desarrollado, acicateada por la propia
intencionalidad interna de la estructura, la cual, luego de asistirle en un cierto tramo, se vuelve
en su contra. En los modos de producción no capitalistas –dicho sea de paso-, jamás se podía
disponer de los presupuestos para la robotización –de la determinación material de
instauración de la “sociedad” comunista- y, tanto peor, para la emergencia de los robots
dotados de inteligencia artificial (también el ser humano –huelga decir-, en el interior de los
procesos de su producción mecánica, pasa de la mecánica a la creación de los organismos
autodirigidos: los robots dotados de mecanismos neuronales; no obstante, que a estos
“esclavos” –lo mismo que de los llamados saibor- se los dote de programación perversa
previa, depende de si los ciudadanos permitan que su pertenencia sea privada y concentrada a
la manera del capital, y de producirse el hecho debe reprimírselos como se hace con los virus;
en efecto, ¿deben predefinirse las relaciones entre humanos y robots?: ¡no!, deben redefinirse
las relaciones entre seres humanos: pero este hecho se determina por la operación y cambio de
leyes histórico-sociales, no de forma voluntaria). La presencia de las condiciones citadas
inmediatamente atrás, se debe a razones inherentes al desarrollo de la propia ciencia: de la
evolución de su concepción, del progreso de sus métodos y del perfeccionamiento de los
instrumentos (a la sazón: momento anterior caracterizado por la presencia de una humanidad
inmadura; la insipiencia de la técnica en esa específica región: en la de las tareas propiamente
científicas), por la inexistencia del móvil de atesoramiento (las leyes de reproducción del
capital), de la ausencia de las contradicciones específicamente capitalistas (la competencia).
Sólo el capitalismo –y en una fase post capitalista muy restringida: el socialismo- tienen esa
virtud, la que aprovecha la ciencia para impulsarse fuera de la tierra, una vez ajustadas las
cuentas con su propia matriz mentora.
El capital finalmente, en el movimiento humano de entre siglos y milenios, se ha
ubicado en la dimensión superior de su realización, en la que, a la vez, se concretiza como
hecho “para sí” y en la esfera terrestre: el sector financiero; asentado allí ha desarrollado el
impresionante sistema institucional de la especulación: titularización de activos reales y
976
Los límites del pensamiento común (falla en la percepción incluso descriptiva): lo que no se ve por no estar
ahí; porque se necesita asociar, conjuntar sucesos para alcanzar el sentido de ellos; ya que se requiere disponer
de “tiempo” (de vida cuantificada) para poder dedicarse al estudio de esos procesos; puesto que se debe contar
con otras opiniones, estar académicamente institucionalizado; en tanto la realidad es móvil: ésta ya pasó y los
hechos quedan desencadenados.
610

monetarios, desarrollo de productos derivados, de los seguros de riesgos, alargándose
ficticiamente el quantum de valor; esto ha traído el aparecimiento de burbujas: informática,
inmobiliaria y financiera, la quiebra de bancos de inversión y de actividades reales
(automotriz), y la intervención del “Estado” en el primer gran salvataje hemisférico: tiembla
todo el colosal proceso de extracción de plusvalía a nivel mundial, así como el capitalista
ideal colectivo, antes de verse obligado a desatar el proceso de formación de una sola
comunidad mundial, en la que otra fuerza se le pone en frente: el pueblo planetario.
Paralelamente, el capital ha administrado la tendencia globalizadora del proceso histórico,
mediatizándolo con la formación de parnerts cuasi continentales de reproducción (allí uno de
sus papeles reaccionarios). El proceso más acabado de triadización es el europeo: la Unión
Europea; no obstante, esta absurda pretensión unionista, como la que propuso el principal
imperio con las maniobras del ALCA y/o los TLC, no tienen futuro: lo bloquea el movimiento
asociado con el destino general de la humanidad, signado por el proceso de globalización.
2.6.4 LA LEY.
Postura de Perogrullo es, en el pensamiento político histórico-dialéctico, el afirmar,
que las corporaciones mundiales ligadas territorialmente a EU (el nodo de comando de la red
comercial, financiera y de poder globales), han dispuesto a su Ejército la ocupación del
planeta, con el objeto de crear y sostener –manu militari- las condiciones requeridas a efecto
de su reproducción: acceso libre a recursos estratégicos (recursos que las principales cabezas
del imperio lo tienen agotados, mientras que los requieren con urgencia, de modo vital, en
razón de lo que van tras los que hay en la Cirenaica en Libia por intermedio del magnicidio y
el separatismo), control de la producción y comercialización de la droga, y represión de la
insurgencia. Esta contratendencia político-militar de control de la esfera (el pretexto de modo
deliberado se hizo brotar de los episodios del autoatentado perpetrado el 11 de septiembre del
2001 a las torres Gemelas –“el más grande engaño a costa de vidas inocentes”-, a partir de
entonces el imperio se dotó de la justificación para intervenir y controlar en y a cualquier
parte y el mundo, luego de la segunda post guerra fría -del nuevo “orden mundial” a
continuación de Postdam-, mediante la división del planeta en “quienes están conmigo y
quienes están en mi contra” y el despliegue de la estrategia de “ataque preventivo”; el efecto
multiplicador principal del suceso, permitió criminalizar la inmigración), se sostiene en tres
soportes generales: 1) seccionamiento del planeta en cinco regiones de control castrense, en
las que se han establecido Bases Militares y en las cuales operan comandos de vigilancia e
intervención: europeo, del Pacífico, Sur, Norte y Central; 2) el “escudo de protección” de su
geografía: la “iniciativa de defensa estratégica”; y, 3) la “militarización del espacio” (espada
de Damocles). Dicho sea de paso: el imperialismo yanqui, entre la última y primera décadas
de los siglos XX-XXI ha abusado sórdidamente de cuatro subconjuntos humanos de Oriente
Medio: Afganistán, Palestina, Irak y Libia 977 ; está pendiente la reacción, pues, tales pueblos:
¡no olvidarán!, ¡no perdonarán! la presencia lesiva de la bota imperial en sus territorios.
Luego, “La construcción de la brutal maquinaria militar de EEUU tiene incorporada su propia
vulnerabilidad”; en efecto, la propensión (bélica) opuesta a la ley (la ciudadanía) tiene en
frente (y, de hecho: en varias ocasiones los reveses se han producido –Estados Unidos ha
dividido al mundo en 5 regiones; Gustavo Herrera) a la “inteligencia humana, al ingenio y la
creación son superiores a toda tecnología” (de aquella que aún no sea inteligente, por
supuesto).
Ahora bien, para el 2007, la cabeza del imperio (diríase: la “cumbre estratégica”, el
nivel gerencial global, la operatividad contradictoria de la política financiera) se encuentra
977
Con el cobarde asesinato yanqui (ONU-OTAN) al líder libio Noammar El Gadhafi a finales del 2011, uno de
los planes del Pentágono para Oriente Medio pasará (“Dios no quiera”) a ser realidad: la creación de un
nuevo Comando Militar gringo en Africa, precisamente en Libia, puesto que dicho país presenta condiciones de
emplazamiento favorables para el efecto (luego de vulnerar el principio de las relaciones internacionales:
“autodeterminación de los pueblos”, en Libia las empresas monopólicas globales sobre todo gringas, tienen
algunas tetas a las cuales prenderse como ventosas ténicas y succionar: la reconstrucción, el petróleo, la
destrucción de la OPEP y el control geopolítico zonal; en realidad, el objetivo magmático, estratégico,
inconfesado gringo, inductor de la “Primavera Arabe” –sic-, se corresponde con ese móvil). En suma: en Libia
el imperio montó la tragedia: el objetivo evidente fue despejar el camino para empotrar siempre una Base
Militar en ese país, para desde allí controlar Oriente Medio con la anuencia de la reaccionaria Liga Arabe (la
fracción hegemónica del capital global contra Siria a través de su títere -socio- de turno: la Liga Arabe).
611

cercada. Las principales contratendencias dilatorias ofensivas (y criminales) detraen su fuerza.
Los movimientos tácticos: ALCA, TLCs, capítulos de la estrategia estadounidense
conducente a sostener la supremacía mundial (maniobras geopolíticas en operación para
mantener la inveterada “división internacional del trabajo”, en la que las neocolonias se
perennizan en la producción de conmodities), se muestran inefectivos; el programa de
reformas y ajustes jurídico-institucionales y neoconcurrenciales, en su orden, impuesto en el
subcontinente hispano-luso americano, se ha bloqueado temporalmente en el Brasil,
Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile (?), Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela; en
coherencia: la cruzada recolonizadora de la América no anglosajona, el control de su mercado
y de los recursos naturales de su pertenencia, en su condición de política de asiento del
atributo de la competitividad de cara a bloques comerciales extracontinentales, se muestra
incapaz de ser instrumento coherente con sus objetivos (dicho sea de paso, el “orden de la
unipolaridad” hemisférica nunca existió). A escala planetaria, las acciones bélicas militares
del “capitalismo de rapiña” (los comandos, las bases militares, las flotas, las corporaciones
patrimoniales rentistas), reditúan éxitos a escala decreciente frente al objetivo de conferir
continuidad al proceso de reproducción concentrador de la riqueza por otra vía: el “modelo de
acumulación por desposesión” (acumulación originaria contemporánea a partir del uso de la
estatalidad e institucionalidad capitalista: apropiación de recursos nacionales ajenos, por la
fuerza) y de supresión de la presencia de la enojosa fuerza laboral en el seno del negocio,
acudiéndose al constante incremento del trabajo muerto, en la composición orgánica del
capital. En el interior del pensamiento marxista se sabe, que la crisis capitalista consiste en la
interrupción del proceso normal de acumulación ampliada del capital. Un sistema (como el
burgués) se agota tanto, que no puede recuperarse de la crisis; es el momento en que se
enfrentan las voluntades antitéticas intrínsecas y, en dependencia del carácter coyuntural de
las fuerzas en pugna, el sistema se mantiene (operan los esquemas de reproducción) o muda
(interviene la racionalidad revolucionaria) 978 . La actual crisis capitalista de entre siglos, es de
“realización”, más que de “sobreproducción”, pues, el sistema aplica ajustes a la capacidad
productiva para no incurrir en sobre stocks, mientras que amplios sectores marginales de la
población no acceden al producto 979 . De las crisis de sobreproducción el capital se recupera
mediante la destrucción de fuerzas productivas; en el subconsumo, en cambio, la reducción de
costos mediante el incremento de la composición orgánica del capital, la acumulación por
“desposesión” y la guerra son las medidas reactivadoras; sin embargo, las citadas maniobras,
generan resultados contraproducentes: la carrera tecnológica lleva cada vez más al
“rendimiento cero” (deja también al margen del proceso productivo al trabajo, con lo cual se
comprime la demanda efectiva), la toma abusiva de recursos (petróleo, salvatajes) y las
invasiones permiten identificar al verdadero enemigo de la humanidad y provocan el rechazo
de la población (Los Indignados). Economía ficticia (sector financiero y automatización),
reducción de utilidades, deseconomías ambientales, impiden que el sistema pueda ir más allá:
se hacen presentes en el acontecer histórico los neoproletarios y la humanidad en general, para
dar forma acabada a la obra de transformación sistémica empezada por el proletariado y
legada a la humanidad.
Por tanto, de lo que trata la porquería completa hasta aquí vertida (expuesta aunque sea
en tono polémico, pues, se ha dejado volar la imaginación), es que en la medida en que el
capital arremete contra el trabajo (y del resto de sus antípodas), que deliberadamente procede
978
Marx “… sabía que el proletariado tenía que acabar con al capitalismo porque este se derrumbaba y,
recíprocamente, que no se derrumbaría si la acción humana no procedía a la correspondiente ejecución... esta
relación recíproca siempre ha dado lugar al descubrimiento de ´dos Marx´. El ´subjetivista´, que plantea… que
´el motor de la historia es la lucha de clases´, y el ´objetivista´ que indica que son las ´relaciones de producción
en choque con las fuerzas productivas´ las que determinan ´la revolución´ social… oposición completamente
ficticia… (puesto que)… lo ´objetivo´ y lo ´subjetivo´ son dos aspectos íntimamente vinculados de un todo
único… cuanto más vivimos nos acercamos a la muerte y como consecuencia de las leyes de nuestro propio
desarrollo…” (Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre
del 2006).
979
Momento de sobreproducción es, cuando la producción real es superior al consumo potencial; si el nivel de
producción es igual al nivel de consumo y no se realiza el producto, el problema es de subconsumo. Por otra
parte, si bien cae la tasa de ganancia por mayor participación de los salarios en el producto (brecha de
salarios), en cuanto la demanda de consumo sube como efecto del aumento del poder de compra, la tasa de
ganancia cae en intensidad pero se incrementa en extensión; además, el incremento salarial es inmediatamente
trasladado a los precios.
612

a destruirlo 980 , en la misma proporción se liquida a sí mismo (no obstante, en la “economía
del conocimiento”, el trabajo se desquita del capital, pues, prescinde formalmente de él); y,
ésta constituye la determinación más general: la ley de movimiento, de la reacción
autodemoledora engendrada frente al sistema. El capital es una condición, que necesita de su
recíproco para que exista en su posición de tal; la captación y acumulación de excedente de
trabajo social mediante el ejercicio de la explotación, hace a éste crecer, pero a medida que se
valoriza, prescinde de la fuente del valor: del trabajo (literalmente: “mata a la gallina de los
huevos de oro”), por efecto –entre otros factores- de la mecanización (de reducción del
número de obreros empleados merced al sostenido e incremental proceso de reemplazo de
trabajo vivo por máquinas, tanto como de la micronización: de la merma del quantum de
materias primas por unidad de mercancía –desmaterialización de la información: medios
digitales, verbi gracia-, en el plano del cambio internacional; puesto que la guerra competitiva
lleva a la innovación tecnológica permanente, lo cual ha conducido a la obsolescencia a las
clásicas “carreras” y a la pérdida de empleos por este concepto, crisis que no puede ser
superada con “reformas estructurales en el mercado laboral ni con la refracción keynesiana,
como tampoco con ulteriores entrenamientos en nuevas carreras”).
Es verdad lo que dice Marx:
“La naturaleza no construye máquinas, ni locomotoras, ferrocarriles, telégrafos
eléctricos, hiladoras automáticas, etc.... Son órganos del cerebro humano, creados por la
mano humana; fuerza objetivada del conocimiento. El desarrollo del capital fijo revela
hasta qué punto el conocimiento o saber social general se ha convertido en fuerza
productiva inmediata, y, por lo tanto, hasta qué punto las condiciones del proceso de la
vida social misma han entrado bajo los controles del intelecto colectivo y remodeladas
conforme al mismo… ...el trabajo inmediato se ve reducido cuantitativamente a una
proporción más exigua, y cualitativamente a un momento sin duda imprescindible, pero
subalterno frente al trabajo científico natural, a la aplicación tecnológica de las ciencias
naturales…” (Marx citado por: Guillermo Rochabrún S.; en: Hay Marx para rato, a mi
manera).
O lo que escribe Toffler de modo chatamente descriptivo y prosaico, simple y
tautológico, 150 años después de Marx:
“Los nuevos medios de producción no se encuentran en la caja de herramientas de un
artesano ni en la pesada máquina de la era de las chimeneas. Antes al contrario, palpitan
dentro del cráneo del empleado, donde la sociedad encontrará la fuente, de por sí más
importante, de riqueza y poder para el futuro” (Albin Toffler citado por: Guillermo
Rochabrún S.; en: Hay Marx para rato, a mi manera).
Si se acepta como abstracta una de las definiciones dadas por Marx de capital: “valor
que se autoexpande” sin ligarse al trabajo, se cae en el fetichismo, pese a que a reglón seguido
se sostenga elegante y resueltamente por parte de Guillermo Rochabrún S., el sesgo cuasi
estructuralista de que: “La contradicción central del capitalismo no estaba para Marx en el
antagonismo entre ‘burgueses’ y ‘proletarios’, sino en la antítesis entre el carácter
crecientemente social de la producción, y el carácter privado de la apropiación” (Guillermo
Rochabrún S., en: Hay Marx para rato, a mi manera). En ese sesgo desembocan aquellas
personas que persisten en sostener, que la humanidad presente vive la forma relacional
burguesa en su acepción conocida, que el capital se autovalora al margen del trabajo
productivo; cuando el hecho es, que el proceso todo de producción, reproducción y vida del
capital trata con seres humanos, y que si el trabajo humano ha decesado (sea físico, industrial,
980
En momentos de crisis particularmente lo hace; eso ocurre actualmente (2010) en Europa, como efecto de la
crisis financiera y fiscal; el capital arremete contra el trabajo usando el aparataje del Estado, lo está haciendo
Holanda, Alemania, Grecia, Irlanda (otro “milagro económico” –el irlandés- que cae), España, Francia,…
(reducción del tamaño del Estado, del gasto social, del Seguro Social, con lo cual se golpea al trabajo). Irlanda,
Grecia, Portugal, España: los ámbitos principales objetos de la crisis; ¿qué hacer para que estos casos no se
vuelvan sistémicos? Ya se tienen –se dice- instrumentos para enfrentar la crisis, los cuales no son más, que el
recetario abarcante de las clásicas políticas de acumulación y legitimación: incremento de capital constante,
financiación con dinero impreso, medidas fiscales restrictivas, socialización de las pérdidas a nivel global y
reducción del salario real.
613

de servicios o intelectual, siempre que sea productivo, o sea, que se ligue al capital en su
única índole de productor de plusvalía –dixit Diego Guerrero), con él también lo ha hecho su
antípoda: el capitalista, y la estructura real se ha negado a sí misma y superado. Pero, dicho
sea de paso, tampoco es cierto que sólo de la mente va a vivir el ser humano del futuro como
sostienen Toffler y Drucker; el abastecimiento, la proveeduría conducente a satisfacer, por
ejemplo, las necesidades de reproducción material de la humanidad, procederán siempre de la
producción material, en esta vez, realizada por máquinas diseñadas, construidas y puestas en
operación por el trabajo pretérito de la especie.
Ahora bien, esta reacción del ente burgués sobre la esfera del trabajo, conduce a la
reducción de la tasa de ganancia (“... crisis de valorización a partir de la sobreacumulación del
capital...”: en el sector financiero se rompe la ley de la oferta y la demanda, pues, los bonos y
otros títulos, mientras más elevada está su cotización, más alta es su demanda); el índice de
desempleo incide en el nivel de demanda: sobre el déficit de demanda estructural (se reduce el
nivel de consumo y de su “propensión”). Con la formación de microempresas, el capital
estructura su contrario competitivo, es verdad que reduciendo el paro laboral; pero, los
procesos de concentración y de destrucción de empresas (su quiebra en la competencia
imperfecta, monopolística; a propósito: esbozo de “mercado de competencia perfecta”, en la
fase actual de desarrollo del capitalismo, solamente se encuentra en el nivel en el que operan
los “microempresarios” 981 ), lanza a la miseria a los “trabajadores por cuenta propia” (crisis
del cuentapropismo, en el frente satelital de las post neocolonias, es particular). De manera
que el capital se ha metido en un atolladero, en un callejón sin salida, cuando ha propendido a
hacer frente a la crisis, a manejarla, a recargarla en la espalda de toda la especie, y sobre la de
los anillos periféricos, en especial. Sin embargo, el proceso de adaptación del sistema burgués
sigue adelante en condiciones diferentes, degenerativas, propias de su salida (el cántaro se ha
deteriorado) 982 . El mundo prolijamente construido por los capitalistas nipones, europeos y
yanquis, se derrumba; la excelencia, la calidad, la productividad, la creatividad, pasan a ser
formas de conciencia y prácticas de patrimonio social en la nueva forma de vida del trabajo
emprendedor, e individual atomizado en la forma wired; mientras que en la neocolonias, estos
atributos se integran como componentes de la reciprocidad de la economía popular.
En el escenario mundial de última data el ejercicio de la ley citada, produce procesos
de recomposición en las esferas más fuertemente posicionadas en la trama de la vida. Los
Zapatistas han suavizado su posición; ETA se ha desmovilizado al igual que el IRA inglés; las
FARC han sufrido bajas en su dirección sólo como efecto de la abismal diferencia tecnológica
armamentística (todos los desarrollos electrónicos, aviatorios, satelitales, de espionaje y
conspirativos yanquis han sido puestos al servicio de la oligarquía y el militarismo
antinacional y antipopular colombianos al mando del testaferro de turno: Juan Santos). En la
zona del gran capital ha operado la necesidad de ampliar su estructura con la formación de
otros polos equilibrantes: Rusia, China, Brasil, India, Indonesia, Sudáfrica, Colombia 983 , Perú;
981
M. Kalecki sostiene, que solamente en un período y muy corto al inicio del capitalismo, la competencia fue
un hecho fáctico, precisamente luego de la guerra franco-prusiana; a partir de allí, las formas monopólicas
(oligopólicas) han dirigido el mercado, en el que el acopiador intermediario y el intermediario actúan en
cadena (diálogos con el señor economista Lucas Pacheco; Quito, junio del 2011).
982
El capitalismo está enfrentado en su interior: las batallas globales que libran los monopolios planetarios,
producen una dinámica turbulencia que confiere discontinuidad y cambio en la intimidad del proceso; fenómeno
progresivo hasta cierto momento y degenerativo, destructivo, a partir de determinado punto (de su salto hacia el
escalón de su concretización). Se trata de este mismo capitalismo, el cual ha desarrollado una teorización y una
práctica estratégicas, como un pensamiento y forma de actuación creativo y sagaz, que enfrenta a todos contra
todos (empero, estos son prodigios tributarios de objetivos inferiores, elementales: la sostenibilidad del proceso
competitivo y la obstinación por la acumulación); no obstante, ésta es una herencia colosal (en ese sentido,
paradójicamente, el sistema burgués se coloca en la vanguardia del pensamiento como del sainete), que sin
embargo está destinada a la arqueología, cuando el sistema que lo produjo en su última fase, decese y se lleve
consigo el tramado de relaciones, a la base material de ese pensamiento y de ese comportamiento; de modo que
esta herencia no sirve, no es rescatable para sustentar en ella una nueva proyección humana, ya que en la forma
histórica por venir se superan las contradicciones de reproducción de la vida material.
983
El caso especial, cuasi estable y próspero, del capitalismo colombiano (aunque la pobreza, la crisis social y
la delincuencia –que ha sabido exportarla muy bien a sus países vecinos y que se expresa en medio siglo de
conflicto bélico- ha cubierto a amplias capas de la población), se explica por la confluencia y manejo coercitivo
de varios factores: exiguo precapitalismo y asentamiento étnico, santanderismo liberal, poder cupular
bonapartísticamente cohesionado, gestión estatal preventiva y represiva (la presencia de la guerrilla ha
sostenido la carrera armamentista, el apoyo gringo y ha justificado las políticas de represión del poder sobre la
protesta social), apoyo externo (yanqui), comercio y farándula, posición geográfica favorable (estratégica) y
614

el capital se democratiza en sus altas esferas aunque simplemente en su formalidad territorial,
diezma su proceso de concentración geográfica a medida que se debilita en el frente del sector
que ha sido su locomotora: el capital financiero. Cuba impone reformas mercantiles a su
economía (no ha habido necesidad de intervención militar directa en la Isla: ésta “sigue
actualizando su modelo”; ya se puede vender productos, sin burocracia y con calidad -sic); en
Europa, en EU y en otros países, el movimiento de los Indignados emerge, se conforma y va a
crecer paralelamente a la persistencia y desarrollo de la crisis; la población mundial mantiene
ritmos todavía significativos de incremento vegetativo, lo cual impone mayor presión sobre la
propiedad de recursos, en torno de la estructura de distribución del ingreso y sobre la
naturaleza.
En Libia y en otros “Estados” tribales de Medio Oriente se propende, en este tramo de
la historia, institucionalizarlos en sentido occidental; contrariamente a su agudización, las
discrepancias religiosas han ingresado en la zona de la tolerancia, de modo que las guerras
entre civilizaciones se hallan en suspenso por ahora, pues, no hay necesidad de cubrir con ese
ropaje los conflictos relacionados con los intereses reales de reproducción de la esfera
material de la existencia; incluso reformas que vulneran la tradición como el voto, la
instrucción educativa y el cambio en la vestimenta femeninas, expresan la sintomatología de
la renovación. El desarrollo de las comunicaciones, la Internet, las redes sociales favorecen
más a las aspiraciones de los pueblos, en la medida en que se tiene acceso a más información,
se interlocuta y se teje una red de conveniencias, por encima de los organismos oficiales y sus
resoluciones como la ONU, que ha servido (para eso fue creada) para legitimar los crímenes
del gran capital alrededor del mundo, en contra de la humanidad. El planeta lenta y
cruentamente se va unificando; crea las condiciones numéricas sobre las cuales el salto
necesario concrete la nueva cualidad: una sola humanidad, moderna, racionalizada, empeñada
en atender otros sentidos para la vida.
2.6.5 DETERMINACION HISTORICA DEL SISTEMA.
El "aprendizaje continuo" y “espontáneo” sobre el movimiento del mundo social y en
torno de las maniobras particulares efectuadas por sus jeques, de los cuales es resultado su
composición actual, ha estado a la orden del día en el frente de la población llana. Mírese el
caso del Ecuador (el mismo que puede ser generalizado sin mayor problema para el planeta,
en consideración a otro tipo de circunstancias formales): en 1972, la organización militar del
sistema, permitió al Pentágono y al poder doméstico, ordenar su entorno político de
acumulación en la coyuntura con la instauración de regímenes dictatoriales, el pueblo, en
cambio, tuvo acceso a discutir sobre el fenómeno; con la “sucretización” en 1982, se transfirió
al pueblo el diferencial cambiario de la deuda privada, efecto de la ineficiencia empresarial,
mientras que la ciudadanía la advirtió; con los “golpes de Estado” (1996, 2001 –recambio- y
2004), los círculos de poder económico atemperaron sus diferendos internos echando mano de
la movilización popular, el pueblo, por su parte, reflexionó y apercibió; con la estafa bancaria
(1999), en el que el sector especulativo financiero licuó las deudas, la ciudadanía observó,
analizo, tomó nota; con la Constituyente (2008), el pueblo de manera masiva ha tenido la
oportunidad de acceder a tratar temas de alta importancia política otrora vedados, elevando su
nivel de conciencia a la región de la racionalidad política. Póngase la monta también en el
caso de EU; por ejemplo, la intensa campaña propagandística que sostienen con motivo de las
elecciones presidenciales Obama y Maccain, deviene en impresionante proceso “mediático”
de traslado de datos de distinta índole, no solamente hacia la población estadounidense sino a
la de la esfera terrestre toda; ahora bien, es cierto que esta información viene sesgada,
interpretada y compuesta para servir a los intereses del frente cupular del capital mundial;
pero la mente común, asistida por los apremios que sobre el pensamiento impone el acto de
sobrevivencia en las condiciones de una realidad en crisis, convierte a la misma en materia
prima destinada a jugar papel esclarecedor de la conciencia.
En la neocolonia citada, la necesidad del comando oligárquico del sistema, de dotarse
recursos naturales cuantiosos (petróleo). El proceso arranca tempranamente con los “padres de la Patria”:
mientras que Bolívar sustentaba sus ideas libertarias en sentido abstracto y superior, el pérfido Santander ligó
estos ideales a intereses económicos, directamente de clase (lo cual daría pábulo, luego, al control castrense del
movimiento insurgente en Colombia: “Hace quince años, cuando la guerrilla trató de organizarse como una
fuerza política y armó la Unión Patriótica, le asesinaron a cinco mil cuadros en menos de un año” –dixit Atilio
Borón).
615

del marco de legitimación general adecuado para su reproducción, ha inducido la promoción
intelectual del pueblo. El pueblo se ha encastado, ha cobrado seguridad, su rebeldía es
intelectual, emprendedora, estratégica, proactiva, la política modeladora de su bienestar es
incontenible; ahora bien, el artífice de todos estos aconteceres históricos edificantes, ha sido el
mismo poder, puesto que se ha visto llevado por la propia necesidad a “alfabetizar” al pueblo
(en eso se ha adelantado a P. Drucker), a dotarle de tecnología, procesos a los cuales
–naturalmente- se han vertebrado la acción popular educadora y revolucionaria de la
Izquierda. En este punto, un paréntesis necesario. Hoy: día miércoles 5 de noviembre del
2008, el pueblo estadounidense por primera vez ha dado una alegría al mundo, habiendo, en
cierto modo, reivindicado a ese País, pues, los principales órganos de difusión masiva, en
grandes titulares informan sobre el triunfo de Obama en las elecciones presidenciales;
finalmente, una persona de raza negra (de aquella cromática, que sufriera durante largos años
el terror perpetrado sobre ella por esa raza maldita, desteñida e insípida: la blanca –raza
gringa: muchas tetas y pocas nalgas; “¡no guta!, ¡no guta!”), ha ganado. Quizá se vean
cumplidas las palabras formuladas con motivo del acontecimiento por ese gran
latinoamericanista: el señor Coronel Hugo Chávez Frías, presidente de la República
Bolivariana de Venezuela: “... esperemos que Obama esté a la altura de la Historia” (en
respuesta, el negritillo Obama se ha pronunciado en sentido negativo sobre Chávez, días antes
de asumir el “poder” y ha actuado como el brazo ejecutor de la política criminal de los
“halcones de Washington”: el magnicidio de N. Gadhafi; en efecto, “el libreto para el ‘patio
trasero’ y la contemporización/promoción –se ha dicho- del ‘terrorismo de Estado’ en
Colombia, se mantienen sin variantes” con el “moreno” en el sillón de Lincoln 984 ). EU, tiene
la oportunidad de convertirse en una “potencia de solidaridad”, por su parte ha dicho alguna
voz. Y, aunque el Partido Demócrata sea tan perverso como el Republicano, dado que los dos
constituyen –como es evidente- la representación del poder económico-político imperial, que
integra la estructura políticamente atrasada bipartidista, con la cual se operativiza la estrategia
de simulacro del cambio en el gobierno, la presencia de Obama, debe entenderse como una
primera clarinada: el anuncio del pueblo estadounidense, acerca de que en ese Estado (cuna,
asidero, del imperio) empiezan a gestarse cambios (que allí también se apuntalan los brotes
mañaneros de la súper modernidad, o sea, comienza a plasmarse el cambio en potencia,
legado por el proletariado: de su paso por la historia, a ésta).
En el Ecuador se está produciendo un fenómeno, podría decirse que: muy curioso. La
derecha, el poder, la oligarquía vendepatria, se halla desconcertada, alarmada e impotente
frente al movimiento imponente de la historia, a la cual dicho segmento reducido humano, ya
no pertenece (tampoco EU define, hoy por hoy, el futuro de la humanidad). Ese sector debe
estarse preguntando: ¿cómo sucedió todo?; ¿en qué momento perdió las riendas?; ¿cómo
frenar su creciente descrédito entre las masas y la transferencia paulatina del “poder político”,
como ellos llaman a la gerencia de su hacienda: la “nación”? Obviamente, que este grupo ha
cedido supremacía en la institucionalidad (gobierno) a través de la que operativiza sus
decisiones (poder político), mientras reduce su real poder político (la Constitución y el
esquema legal en coherencia, en la actualidad han dejado de ser su voluntad: la escritura de
sus intereses transmutados en decisiones, las cuales se socializan en forma de Derecho y se las
aplica coercitivamente mediante la fuerza); pero el poder económico (la cuantía y la
propiedad del capital) se halla intacto y tras el van los ciudadanos y su Gobierno, enarbolando
la Bandera del Socialismo del Siglo XXI (proyecto que, en verdad, según dicen sus mentores
no es otra cosa que la articulación balanceada de Estado, mercado y sociedad; o sea, llámese
por su propio nombre: “Revolución democrático-institucional”). En todo caso, ¿en qué
circunstancias el poder endógeno perdió su naturaleza implacable, cruel; su capacidad de
represión, aquella que se mostró eficiente en el Cono Sur en la década de los 70 del siglo
pasado, con Videla, con Pinochet, con Strossner, ...? Así se procedió –como se sabe- con
Allende, con Roldós, con Gaitán, con Hoyos Rubio, con Torrijos, en Centroamérica, en
África, en Medioriente. Luego, ¿por qué el poder no actúa ya de esa manera y, más bien hoy:
procede con cautela, de modo timorato?
La respuesta es simple: está sucediendo lo anotado, porque la realidad es otra en el
mundo (la historia ha cambiado); y la diferencia radica en que los procesos, que fueron
descabezados y socialmente anulados recurriendo a los asesinatos masivos, eran básicamente
984
Este personaje puede ser (y, en efecto: ha sido) más devastador para el pueblo estadounidense y para el del
mundo, por hábil, que el propio torpe, directo, del Bush.
616

individuales o, cuanto más: partidarios (naturalmente, la afirmación es pertinente, si se hace
abstracción, en la interpretación de los hechos, de factores más concretos relativos al
momento socioeconómico, político, e ideológico); en verdad, estos procesos de carácter
parlamentarios o desarrollistas, que intentaron imprimir coordinación en la economía a través
de los Estados a fin de reducir la brecha social, no tenían respaldo masivo, pues, la población
de ese entonces manejaba conceptos no muy claros sobre los fenómenos: se movía, mas bien,
prisionera de la conciencia del orden. En la actualidad, en cambio, la realidad se ha invertido:
a la relativización del poder del liderazgo, le han seguido procesos crecientes de maduración
política del pueblo. Los fenómenos: Chávez, Morales, Correa (¿?), detentan estructura
masiva, y cupular decreciente (los actores son ellos, pero, sobre todo, la presencia masiva de
sus pueblos); de allí que la derecha no piense en una salida genocida a su problema. Ese
mismo fenómeno se va a repetir en el proceso político de los anillos centrales del capitalismo.
Pero el caso de EU, como todo el mundo lo sabe, es diferente: qué paradoja la que se cierne
sobre las espaldas del recién elegido presidente (Obama), esto es, el sino de un negro: tener
que actuar en el frente de intereses de quienes lesionaron profundamente a sus ancestros (en
verdad, por una vez más debe apelarse, en tanto proyección explicativa de la conducta que
está por venir, a aquella determinación ya clásica y, según unos en desuso: “no es cuestión
racial, sino de clase”).
En EU en concreto, si Obama hace honor a sus raíces y al origen de su votación, su
representación estará comprometida con el pueblo y con el mundo (en este caso, el poder
imperial frente al disidente se verá tentado a actuar a la típica manera de una “banana
republic”); si actúa como brazo ejecutor, en el Ejecutivo, de las políticas neoimperiales, el
pueblo soportará en silencio un período más (no debe olvidarse el hecho, de que también en
EU, el gobierno constituye una simple función administrativa: en ella no reside el poder
político real). Probablemente los vicios conocidos como “inestabilidad política” imputables al
errático desenvolvimiento del “sistema democrático” de los “patios traseros”, van a ser
trasladados y/o a emerger en EU of América. Hasta hoy, la colusión bipartidista es una
maquinaria que históricamente ha demostrado eficiencia en el control de la población, en su
función de asistente, de garante de la reproducción del “orden” yanqui 985 ; pero una vez que
las masas insurjan estimuladas por el impacto de la crisis económica, por la puesta en
evidencia de la impostura de las elites y como efecto de la reestructuración de su conciencia,
además: contándose con un aliado suyo en la presidencia, la reacción del poder mafioso,
engreído, soberbio, no se va a hace esperar. Habrá, por tanto, sobre el nuevo mandatario
(sobre Obama, por supuesto), presión de lado y lado, el cual deberá definirse (su actuación
dependerá de su conciencia –posición- de clase y de su voluntad política), y de hacerlo
por la población –extracción de clase-, el poder barajará las tres clásicas opciones: presión
para la renuncia, el golpe de Estado o el asesinato (este País: su clase dominante, cuenta con
amplia experiencia en esos menesteres: Lincoln, Kennedy, Allende, Roldós, Juan Pablo I,
Torrijos, Hussein,...). Y la función más expedita y propia para la coyuntura en materia
libertaria del individuo medio estadounidense, es “librarle de una ideología, que ha
entorpecido profundamente la comprensión de la existencia, del Universo, respecto de dónde
radica la tragedia, la pobreza, la tristeza, y dotarle de una nueva conciencia, de una nueva
moral para hacer la historia”.
De manera que, en el remate expositivo del tópico político de coyuntura
subrepticiamente en esta parte del texto incorporado, como es simple advertirlo, la verdadera
posición del “ser humano más poderoso del mundo”: Obama, es clara. No se pueden cifrar
esperanzas en Obama, pues, este señor es únicamente un “inquilino de la Casa Blanca” tal
como ocurre en la Moneda, en la Casa Rosada, en Carondelet (por poco tiempo),... (ya no
sucede en Miraflores”); en consecuencia, lugar común en teoría política es aseverar, que el
yanqui negro, ocupante del sillón de T. Jefferson: no tiene poder (ni económico, ni político; el
poder aquí, directamente está ubicado en las chequeras, en el aparato militar, en la Banca, en
los Mass media; en efecto, la Constitución no ha sido modificada, como tampoco lo ha sido el
985
A excepción de EU, sitio en el que el gobierno se disputa y dirime a lo interno del poder en el forcejeo o
recambio entre dos opciones partidistas (Demócrata y Republicano), en los otros Estados capitalistas del
mundo, las elecciones son el mecanismo mediante el cual el poder lleva sus diferencias (varios partidos) al
pueblo y hace intervenir a éste para que sea quién dirima la indefinición respecto de qué sector del poder debe
gobernar, y cuando se desbordan los desacuerdos (afectaciones económicas) o cuando una opción popular
aparece en el horizonte, los golpes de Estado son la salida. Escenario de todo esto es la llamada “democracia”.
617

sistema legal imperial –esto ha ocurrido en Venezuela, en Ecuador y próximamente sucederá
en Bolivia, acto por el que en dichos países parte del poder político ha pasado al Presidente, el
cual lo ejerce por encargo del soberano: el pueblo): sobre él sobreyacen las llamadas
estructuras de poder imperiales, a las cuales debe enfrentar en el caso de que el Presidente
número 44 de Estados Unidos se decida realizar cambios en la perspectiva del interés de la
población estadounidense y del mundo. En todo caso, sólo una sólida determinación de su
carácter (el de Obama) y una no menos fuerte presión de la población mundial, podrán
constituirse en soporte para que el nuevo Mandatario actúe en coherencia con los dictados de
la historia. Sin embargo, no hay que engañarse ni pecar de optimismo, pues, la realidad gringa
es compleja: pueblo alfabeto funcional, que ha vivido por años el sistema mercantil burgués,
el adoctrinamiento luterano, que tiene todos los fetiches, las inducciones (Disneylandia,
Hollywood,...; el American way of life: dar rienda suelta a los sentidos, de aquellos que tienen
con qué), que impiden la toma de conciencia adecuada de su función en el viejo y en el nuevo
órdenes; de modo que Obama representa el agente represor de las contradicciones, reductor de
la dinámica de los procesos de la historia, los cuales pudieron haber avanzado más a prisa,
con el reaccionario Mccain.
Ahora bien, el boomerang global del capitalismo: el colosal sentimiento consumista
desatado por las estrategias creativas, innovadoras de marketing, generalizadoras del
paroxismo de la compra en el planeta, cuyos alcahuetes son las políticas de kaizen, de la
“calidad”, del “cero defectos”, de la “excelencia”, del liderazgo empresarial, de la
competitividad; que –por ejemplo- han inundado de automotores el planeta
(congestionamiento), han incrementado los deshechos (contaminación), la polución, el
calentamiento global (estratagema de la neoizquierda), la eliminación de la conducta de
propensión al ahorro, están llevando –como ya lo han hecho notar observadores profundos del
hecho- al colapso global de los restos del sistema burgués de civilización. Se entrevé, a este
respecto, cómo el sistema pone en ejercicio todo un arsenal de acciones sobre todo para
incrementar la demanda efectiva; pero estas medidas, luego de presentar un nivel determinado
de eficacia, se agotan; de allí el planteamiento de la “creatividad”. Mas estas son actuaciones
que proyectan al género en el largo plazo y en la perspectiva histórica, puesto que se hallan
determinadas por el principio de la contradicción dialéctica, presupuesto –a su vez- de la ley
del desarrollo, en la cual se encuentra nítidamente, en la actualidad, enredada la humanidad
(fase del “salto”: sus determinaciones se concretan en forma material). “Es el gran fresco de la
crisis global, perpetrado por el Nuevo Orden Criminal de la globalización corporativa…:
concentración extrema de la riqueza y del poder, y la extenuación de los recursos naturales”
(“capitalismo, crisis, guerra, destrucción medioambiental, son una misma cosa”: la acción de
una sola clase; realidad que debe ser reducida a cenizas por la acción “evolutiva” de los
subversivos/ciudadanos)
Probablemente, de este cuadro espeluznante intente marginarse la sociedad europea
(Comunidad burguesa hipócrita: los “Acuerdos de Asociación”, son el equivalente a los TLC
yanquis). La racionalidad aparente, la discusión civilizada y consensual, el desarrollo
institucional (a la luz de las líneas del pensamiento de la Democracia Cristiana y la
Socialdemocracia: el avance efectivo en la “construcción del Estado Social”), el supuesto
orden y seriedad, interponen un nuevo velo ideológico (espejismo) a la población en general,
frente a este “loco proyecto” de mancomunidad 986 ; mas, la historia aquí no ha llegado a su fin,
precisamente por cuanto la historia capitalista ha llegado a su término, con el “ser humano
´único´”, sobre sus posaderas. Los ya históricos procesos de integración regional europeos,
son, en esencia –como anotan observadores atentos del hecho-, maniobras supraterritoriales
encaminadas a verter armonía en el sistema caótico de intereses de los fragmentos nacionales
986
La intentona de integrar los subconjuntos capitalistas europeos (a la sazón: los únicos elementos
diferenciadores de estas sociedades, vienen siendo el idioma, el grado diferente de desarrollo mercantil de cada
parnert dado por su específico tipo de división del trabajo, amén de la locación territorial; dicho de otro modo:
la identidad global del sistema deviene de la transversalidad de las relaciones burguesas de producción y
cambio), se ha hallado a cargo de las fracciones dominantes del capital en el afán de eliminar fricciones
geopolíticas a la competitividad; es obvio, que el proceso se ha orientado según los principios económicomercantiles
del capitalismo, de modo de salvar los negocios y fortalecer al subsistema en el llamado
enfrentamiento entre bloques. Por supuesto que este objetivo tendrá éxito cuando el modelo y el sistema
cambien. No ocurre lo mismo con los procesos integracionistas que se inician en América Latina; en ellos, a la
vez que se tiende hacia la superación de los enclavamientos, en el proceso se persigue poner a un lado el
modelo de política económica y el sistema como tal.
618

de la clase burguesa europea, de modo que le permita actuar, en conjunto, de manera
defensiva y competitiva en el interior de la “neotriada” (“… la política de salvataje a costa de
vecinos es muy visible en las devaluaciones competitivas y en los aumentos de aranceles… ha
puesto en peligro a la UE…” –dixit C. Katz): de los campos comerciales definidos de modo
imperialista (demarcación, defensa y avanzada de, de y sobre mercados de demanda y de
oferta –puntos de venta de productos y de fuentes de materias primas). En el interior de este
Acuerdo, las contradicciones entre los intereses de las distintas fracciones del capital persisten
(antinomias que cuentan con la base normativa e institucional para su procesamiento en los
Acuerdos de Maastricht: política monetaria, BCE, Euro); a éstas, el sector dominante y rector
del proceso de este componente neotriádico (las recientes firmas de “Tratados
Internacionales”, precisamente demuestran el carácter trunco de la “globalización”,
acomodada por vías capitalistas), las trata en orden subsidiario frente a la contraposición
imperialista general, dominante y principal; mientras que la contradicción clasista: capitaltrabajo,
se vuelve secundaria y su “resolución” ha quedado confinada al “Estado-nación”.
En una palabra, si una definición de tal tratado debiera darse, la misma se ensayaría en
los siguientes términos: la UE es una liga de las oligarquías europeas, en cuanto contradictoria
unión de capitales multinacionales, forjada para ampliar el ámbito de acumulación, luego de
lo cual proceder a enclavarse, a protegerse, con el fin de armarse estratégicamente para
competir de forma corporativa en el globo con el resto de fracciones multinacionales
oligopólicas del propio capital (UE –nueva determinación supranacional del Estado-:
trinchera de la “sociedad política” –contratendencia dilatoria- “bloque histórico”, supremacía
intelectual, política y económica de definidas multinacionales). En la UE, en el año 2005, no
se pudo aprobar su Constitución; en consecuencia, esta “Unión” evoluciona trunca; el hecho
se debe a la coexistencia de intereses contrapuestos en el interior de la estructura de actores
que operan en la cumbre estratégica del ensayo, esto es, entre Estados miembros anglosajones
y eurocéntricos, sobre los que se yuxtaponen intereses estratégicos extracontinentales de
grupos con propensión hegemónica como el estadounidense y el ruso. Mucho tiene que ver en
los episodios, la fuerte tradición monárquica de la Europa nórdica y el espectro de la Thatcher
(liberalismo económico absoluto) frente a la mediterránea y socialdemócrata, en la que sin
embargo no ha dejado de incidir la índole mercantilista de la praxis económica (la
financiación de estos modelos ha tenido como fuente de ingresos y de reducción de gastos en
su orden, a las exportaciones y al efecto comportamental social de la racionalidad dada en el
feed back de la política de austeridad indirecta, apoyada en el control del crecimiento de la
población). Dos factores, en realidad, registran mayor incidencia en la marcha del proceso de
desbalcanización: 1) la política monetaria de la Unión, cuya estabilidad sustentable,
necesariamente afecta al sector laboral (razón estructural); y, 2) las distintas visiones sobre la
realidad y su movimiento (razón ideológica-política), circunstancias que no permiten que este
grupo de países pueda programar una verdadera política interna y definir la política
internacional en coherencia. El denominado “enanismo político” de la Unión es, pues, la
expresión de las contradicciones económicas y de la disidencia ideológica en el seno del
actual liderazgo.
El tratamiento del problema que embarga a la UE, es una cuestión de “sentido común”
(sic): mientras no se reduzca la avaricia del capital, no se limite el poder del sector financiero
(tanto en Europa como en el planeta), se democratice la estructura de detentación de los
recursos económicos y se apoye a la economía real (lo cual implica ralentizar deliberadamente
el desarrollo y uso de la técnica, con el fin de incrementar significativamente la oferta de
puestos de trabajo; y, políticamente, que sobresalga un sujeto parcial del propio capital: el
sector productivo, cuyo interés asuma la supremacía en la composición y operación de la
economía, en la dirección de la mancomunidad), no se puede racionalizar el funcionamiento
del capitalismo en éste y en otros anillos centrales del sistema (la crisis financiera de los
Estados europeos conspira contra el establecimiento de un “gobierno común económico”
–Manifiesto de los economistas aterrados: Philippe Askenazy et al). En su defecto, la crisis
estallará en cualquier momento en Europa, en virtud de que el proceso requiere de la fuerza de
la unidad para enfrentar el impacto del ejercicio de las contradicciones desplegadas en el
escenario de la geoeconomía triádica global (y ha ocurrido con la crisis financiera yanqui del
2008); en tal virtud, esta unidad es artificial: tiene como pegamento a la “saliva” del
voluntarismo frente a la asimetría social intrínseca (Merkel debate el costo de mantener la
Eurozona: los programas de rescate de la banca de sus miembros, que restringe el sector
619

externo de su economía): razón del desarrollo interno desigual y contradictorio de la base de
estas relaciones; en efecto, en el presente: incluso la solidez de la pomposa “Unión
Americana”, cuando ésta también tiene que integrarse al mundo, está en entredicho, por lo
que debe avenirse a la determinación: en un comienzo para aprovecharse de esta difusión y
licuación, pero luego para ceder e indiferenciarse en una economía de “juntos y revueltos”
(por lo pronto, EU se está convirtiendo en un país “tercermundista” con armas atómicas) 987 .
Sobre el tema en cuestión: el proyecto de la Unión Europea, este ensayo de
programación económica regional se halla destinado a agotarse, en virtud de los principios de
concepción burguesa que lo animan (organizar un mercado liberal, poco participativo, a partir
de las cúpulas 988 ), por cuanto debe supeditar la reproducción de la vida al simple “control de
la inflación y a la estabilidad monetaria”, regulaciones que por su parte devienen impactantes
en los niveles de empleo; se suma a este defecto, la presencia de oferta de trabajo emigrante y
el repudio de los trabajadores europeos sobre actividades de bajo prestigio (no intelectuales).
Por tanto, este proyecto (la UE) está destinado al fracaso –dixit Juan Martín Seco 989 - (por
todos lados el capitalismo se cierra, dicho sea según un “vaticinio” más. Tortosa
-Globalización y diferencias culturales; en: Globalización: mito y realidad, Quito, 1998-,
sostiene, que las predicciones sobre el desastre del capitalismo han fracasado, pues, este
sistema ha salido de muchas crisis, de modo que es aventurado decir, que se va a acabar; debe
advertirse, sin embargo, que aquí no se realiza predicción alguna sobre el desenlace del
sistema, sino que se sostiene directamente la hipótesis de que el capitalismo es un hecho del
pasado -respecto de Marx, él: claramente advierte, que la robotización, obviamente: dicho en
otros términos, proscribirá a la mercancía; de hecho, se está avanzando a ese punto) 990 . Pese a
que la aseveración aparezca retórica, debe afirmarse, que todo esto acontece en el marco de un
sistema, en el que el desarrollo de las fuerzas productivas ha rebasado a la historia (al régimen
humano capitalista), es obvio, conforme al efecto fundamental de la sobredeterminación en
ella, de las acciones revolucionarias más notorias como de aquellas de menor intensidad,
987
Como la que propuso el principal imperio –EU- con las maniobras del ALCA y/o los TLC, esta medida
unionista bloquea el movimiento asociado con el destino general de la humanidad, el cual está signado por el
proceso de globalización. En concreto, dicho intento de federalidad constituye una maniobra clásica de
centralización espacial del capital multinacional (el territorio nacional, en un momento dado de su desarrollo,
le resulta un ámbito reducido, limitado, para su reproducción), de modo que la dimensión geopolítica real se ha
presentado como un recurso (estrategia) para sus fines: sostener la competencia (ventajas comparativas
locacionales) frente a los otros bloques de la neotriada (reparto institucional del mundo): proteccionismo en la
extracción de plusvalía y trasferencia de ésta de un bloque de multinacionales corporativas a otro, mediante los
vasos comunicantes del comercio entre estos messo parnerts (“naciones” globalizadas).
988
“La UE en realidad es un club capitalista dominado por los bancos y grandes monopolios de los estados
miembros. Los nuevos estados miembros de Europa del Este son utilizados como una fuente de mano de obra
barata, con precios ‘europeos’ y salarios ‘del Este’. Por otro lado, la UE es un bloque imperialista que explota
a las antiguas colonias de los países europeos en África, Oriente Medio, Asia y el Caribe. Es imposible unir
economías que empujan en diferentes direcciones y los gobiernos europeos están pagando el precio de crear
una moneda única sin las instituciones o sistema regulador capaz de manejar una única economía. En el
próximo período inevitablemente aparecerán tendencias proteccionistas. Los intentos de los gobiernos
individuales de atraer miles de millones de euros en ahorros de otros países son un anticipo de la política de
‘fastidiar al vecino’ que podemos esperar según se profundice la crisis”.
989
A finales del año 2010, ya se advierte con enorme preocupación, por parte de “expertos, economistas,
politólogos, gente vinculada al quehacer empresarial y productivo de Europa, la posibilidad de un
desmembramiento de la Unión Europea y el abandono de la moneda única y de las políticas comunes
especialmente en lo que tiene que ver con el manejo financiero y monetario… Se teme que la crisis de la deuda
europea esté a punto de generalizarse entre sus socios (varios países de la UE están quebrados: tiene deudas,
que sobrepasan los guarismos del PIB; deuda que aparece cuando los Estados se endeudan para impedir la
quiebra de los bancos privados): deudas diferenciadas –desarrollo desigual-, que requieren de planes de
rescate, que ponen en jaque al proyecto unionista…”. En suma: desempleo y alto endeudamiento “está retando
la cohesión frente a la moneda común”; de modo que las previsiones del señor doctor Martín Seco, parece que
empiezan a hacerse realidad. Y, a finales del 2011, “Europa no tiene rumbo” (dixit coronel Hugo Chávez F.);
esta zona está plagada de tecnócratas neoliberales en su dirección, esto es, gentes con grandes intereses
económicos como dueños o representantes del capital multinacional (si fuesen efectivamente racionales, como
piensan de sí, éstos –los más ricos: solamente Berlusconi se dice que tiene una riqueza que supera los 5 mil
millones de euros- deberían poner sus patrimonios a la orden de la salvación de la Unión.
990
Ubicarse de golpe en la totalidad (a la manera de la conducta teórica de L. Trotsky) y sobre el estado de
consumación de la tendencia general de la historia, siempre trae aparejadas consecuencias de crítica adversa,
en la medida en la que en dicha postura no encajan los argumentos relativos a la practicidad o el interés
nocional sobre la terrenalidad asociada a la concepción sobre los “problemas del tiempo presente”, que define
las tareas en concordancia. Pero, “no hay nada más práctico que una buena teoría” (dixit Sergio Boisier), aún
en los dominios de la propia teoría.
620

ocurridas en el transcurso del Siglo XX. Por tanto, el problema que envuelve a la humanidad
toda en la coyuntura, no se libra de una de las razones clásicas de la crisis: la dificultad no
deriva de la deficiencia, sino de la abundancia: déficit de capacidad adquisitiva para acceder a
los potajes, que el sistema ha puesto en vitrina: realizada la variable “caducidad”, dichas
delicias deben ir al tacho de basura 991 .
El capitalismo financiero no es solo anglosajón. Es universal y tiene mucha vida por
delante, simplemente porque no es una creación arbitraria, como podía ser un sistema
de tipo soviético. Este capitalismo es la expresión de incontables procesos espontáneos
creados para responder a las necesidades de los seres humanos. El capitalismo cumple
dos funciones fundamentales: orientar los recursos del ahorro hacia las actividades
donde éstos obtienen la rentabilidad más alta y hacerse cargo de los riesgos de la
manera más eficaz. Ciertamente, el capitalismo financiero no puede cumplir estas
funciones de manera perfecta, porque la información no puede ser jamás perfecta.
Pero ciertamente las cumple mejor que cualquier otro sistema imaginable. Las
dificultades actuales no son en absoluto una manifestación del fracaso de este sistema.
En efecto, la crisis financiera es esencialmente una crisis del intervencionismo estatal.
La crisis resulta en particular de la extraordinaria inestabilidad de la política monetaria
estadounidense de los principios del siglo XXI, política monetaria que evidentemente
no está controlada por el mercado, sino decidida arbitrariamente por las autoridades
públicas. Para que este capitalismo financiero se extinga, se necesitaría o bien que
todo el sistema financiero sea estatizado –lo que se excluye– o bien que explote a
causa de la incoherencia del sistema, que no es el caso. En el largo plazo, la crisis
actual aparecerá como un simple accidente de recorrido que permitiría tal vez liquidar
las empresas financieras peor manejadas e incitar a las otras a evaluar mejor los
riesgos. La amenaza más grande viene del reforzamiento probable de las
reglamentaciones (Pascal Salin, profesor de la Universidad Paris-Dauphine).
En 30 años contados a partir del 2010 (variación más, variación menos), finalmente la
humanidad saldrá de la duda, pues, conocerá quién estuvo en lo cierto respecto del itinerario
de la especie: si aquellos que sostienen, que el capitalismo es eterno o que “tiene mucha vida
por delante” (el citado P. Salin y todos los integrantes del pensamiento económico liberal), o
aquellos que han avanzado la tesis sobre el carácter histórico del capitalismo, como que dicha
formación social se halla a portas de su disolución (E. Wallerstein, H. Moravce, V. Vinge);
naturalmente, la tesis airada sostenida aquí, acerca de que el capitalismo es un despojo “más
muerto que vivo” y que la civilización que viene (tomada a la humanidad como un todo y en
su perspectiva no coyuntural sino histórica, puesto que la inmediata forma de vida para el
género es “a todas luces” la sensualista 992 ) no es la del “Ethos-deseo y valor de uso”, sino la
991
“Los fundamentos de la ideología burguesa predominante en estas últimas décadas y los pronósticos de los
estrategas del capital han sido desmentidos por los hechos. La idea de un futuro de prosperidad y democracia,
repetida insistentemente en los medios de comunicación, en las tribunas parlamentarias, universidades y en los
aparatos reformistas de las organizaciones de la clase obrera, han dejado paso al desconcierto y las previsiones
más sombrías. Todas las certezas del periodo anterior se han hecho añicos, mientras en los foros de la clase
dominante se discute sobre la viabilidad de la UE, la nueva escalada de proteccionismo económico, el
enconamiento del enfrentamiento interimperialista por el mercado mundial y, lo más importante, los efectos de
la crisis en la lucha de clases” (Areal, Bárbara y Ramos, Juan. La crisis del capitalismo global y las tareas de
los marxistas; enero del 2011).
992
En la coyuntura, los seres humanos habrán de tornarse simples “máquinas adiposas del sexo”, mecanismos
inútiles en cuanto a reproducción, aparatos sensualistas homosexuales. Luego de transcurrido del lapso de vida
propuesto (para el 2050), cruentos putsh por expropiar el sistema automatizado de producción, la realidad se
transforma: sale de escena el capitalismo; no obstante, el problema no se ha resuelto, puesto que se cierne el
peligro inminente, de que la humanidad ingrese en una verdadera etapa de Sodoma y Gomorra: adorar al
“becerro” del placer mientras se espera la llegada del Moisés de la racionalidad, la disciplina y la sapiencia:
la noesclavitud de los sentidos, erigida sobre la automatización, deja al ser humano libre para la realización del
deseo, del prurito hormonal, del imperio de los cerebros derecho, límbico, reptiliano: descanso, buena vida
(buen vivir), la farra, la contemplación, los viajes, las reuniones sociales, en suma: despreocupación por las
actividades espirituales, racionales de la existencia. El riesgo está a la vista: sumirse en Eros como algo natural
y edificante, perderse allí para siempre, no levantar cabeza, hundirse y desaparecer. Ese el verdadero peligro
que se cierne sobre el cerebro izquierdo del género, mas no el parricidio del robot. ¿Podrán las mentes lúcidas
halarse ellas misma de los pelos y salir del fango al que les ha llevado el máximo desarrollo de las fuerzas
productivas? That is the true question.
621

“civilización metaracional”, se somete igualmente a prueba por esas mismas fechas (para
entonces, la persona que escribe, ya estará “bajo tierra”; pero ciertos jóvenes de los cuales se
es conocido, que se han notificado de estas declaraciones, tendrán entre 50 y 60 años; ellos
podrán corroborar y decir: “el finado tuvo razón”, “el finado estuvo equivocado”; para superar
toda impostura, ellos juzgarán, como personas vivas, lo que sostuvo frente a ellos cuando
vivo, una persona decesada). Dicho sea de modo incidental, lo simpático e inmanente a esa
transformación estructural, es que inmediatamente todo rezago relativo a problemas de
sociales (estratificación de ingresos), políticos (imperialismo, geopolítica, panóptico,
micropoderes, poderes fácticos, sociedades disciplinarias y de control) de género, raciales,
geográficos, de derechos (los generacionales, existirán siempre), ambientales, etc., caerán de
un solo plumazo (a excepción, por supuesto, de la homosexualidad; aberración monstruosa,
cochina ésta, que más bien volverá a ser proscrita: la alta racionalidad, no puede tolerar tal
atavismo).
El idioma es el elemento central en la tipolojización de la humanidad en diversos
grupos “culturales” (como la cosmovisión se dice que es el elemento característico de ésta –de
la “cultura”); aquel demuestra, que un colectivo ha evolucionado territorialmente separado de
otro. No obstante, la esencia del hecho no reside allí, sino en que el proceso de designación de
la realidad, captación del mundo y desarrollo de la “lógica”, que es similar para la especie (el
pensamiento Oriental es parte de los balbuceos de todas las agrupaciones humanas primeras),
recurre al lenguaje para el efecto (además, si la lengua es el elemento primordial de la
“cultura”, no obstante, esta variable se ha vuelto cada vez más accesoria con el desarrollo de
las fuerzas productivas, al haberse creado el mecanismo de la “traducción simultánea”, al
imponerse un idioma como dominante, o al incrementarse su formalidad cuando el contenido
desborda la diferencia: proyecto de unidad económica expresada en varias lenguas). Las
guerras de conquista han devenido en hechos conducentes de procesos de integración de la
humanidad y de paralela sustentación de ésta. Las religiones, si bien han incorporado a la
humanidad al capitalismo blandiendo el símbolo de la Cruz, en el marco de cristalización del
compromiso de redención de almas, tanto el capital como aquella han constituido
impresionante vehículo de integración y subsunción a y en la “cultura” dominante material
(positivísticamente desarrollada), al género en su conjunto. En ese sentido, ese par de esferas
de la existencia han jugado revolucionario papel en la historia, en los fines de la inteligencia.
Capitalismo y Religión han creído (y aún lo creen), que su esfuerzo se inscribía en el designio
propio del objeto de su interés; pero: no es así. Los países europeos hablan diferente
“idioma”: diversos y asimétricos niveles de desarrollo y de productividad del trabajo, en los
que se evidencia la lucha entre las disímiles fracciones del capital multinacional: transferencia
de plusvalía y descapitalización mutua; la crisis financiera la aprovecha el FMI, para desmotar
el Estado del Bienestar, con lo cual se afecta a los estratos de ingresos medios y se precipita el
fin de la Unión: del idioma en común y la vuelta de la religión “liberal” 993 .
El capitalismo y las conquistas anteriores han desarrollado la técnica y el pensamiento,
a la vez, en su forma: la especie se ha reproducido; la Religión, en cambio, ha homologado la
conciencia y la ha educado (socializado, alienado, disciplinado, alineado en sentido inverso),
preparándola para que sea perpetradora de la próxima infidencia frente al stablisment,
detracción, silenciamiento y parricidio. Las tesis sobre la promoción de la diversidad, por su
parte, se muestran reaccionarias, puesto que propenden fomentar la falsa riqueza de las
diferencias que tienen separado al género (Etnicidad se denomina en Antropología, a este
fraccionamiento nacido de forma natural en el curso del devenir de la especie de modo
espontáneo y aislado, en el sentido de “conjunto de marcadores que identifican a una
individualidad, aprehendidos subjetivamente en el proceso de socialización”; sin embargo, la
integración de las diversidades en una identidad única, actualmente es un hecho; esa es la
característica de la llamada posmodernidad, mas que aquella que propende mirar a esta
descripción como razón del narcisismo, hedonismo, esteticismo, transexualismo,
consumismo, sociedad sin contenidos y religiosidad formal: separar de modo cáustico y
radical según las características diferenciales particulares y formales a la especie, como
preámbulo para su indiferenciación definitiva); estas tesis reproducen el parecer de la
tradicional hegemonicidad: ya Stanley Casson (discípulo del historiador burgués conservador
993
Los neoclásicos, sin embargo, sostienen que la crisis no es culpa del capitalismo, sino el no haber respetado
las reglas del capitalismo. Ellos mismos sostienen a continuación, en franca impostura contradictoria, que el
capitalismo ha logrado producir tanta experiencia, que le permite absorber grandes choques y salir adelante.
622

A. Toynbee) considera a la Historia Universal como “laboratorio de civilizaciones
experimentales”, con lo cual se niega la unidad del proceso histórico y se rechaza la existencia
de progreso 994 . El sistema, después de haber obrado, llega extenuado y con el jaloneo de estos
estorbos a su cima.
La vitalidad mostrada por el capitalismo durante el “boom” no fue la de un niño, un
adolescente ni aún la de un adulto en plenitud. Fue la de una persona mayor, que
después de haber estado cerca de la muerte, obtiene una herencia, se estira la piel, y
vuelve a las andadas con la ventaja de la experiencia acumulada. Su aspecto parecerá
jovial, pero no podrá evitar el envejecimiento de sus células. Su experiencia le permitirá
aún hacer frente a nuevos percances, pero ha envejecido irremediablemente. Sus
recaídas serán cada vez más periódicas y profundas. Es esta la situación que vive el
capitalismo desde principios de los 70 (Castillo, Christian. La crisis y la curva del
desarrollo capitalista. Cuestiones de método. Investigaciones, ensayos y debates;
Estrategia internacional Nro. 7, Marzo/Abril -1998).
Economía (sistema monetario), ideología (mass media, religiones protestantes), milicia
(complejo militar industrial; bases, comandos, flotas militares); de esta trilogía constitutiva
del poder de la primera potencia: EU, su liderazgo militar está vigente, pues, “… es aceptado
por sus competidores”; no obstante, en el propio frente de los cerebros del poder se sostiene
(con sesgo pro nipón en la apreciación), que hoy el poder militar ha pasado a desuso, en la
medida en que la ciencia, la técnica, el conocimiento, la capacidad estratégica creativa del
pensamiento, son los verdaderos poderes en el planeta (para el 2011, EU, Japón, la UE tienen
deuda; China: ¿tiene deuda u otro déficit?; China –mayor acreedor de EU-, pese a la
diferenciación interna de su sociedad, ha pasado a ser la primera economía del mundo). Ahora
bien, suprimir de un solo tajo la estructura residual del sistema capitalista sobremadurado, es
impropio a finales de los Siglo y Milenio, incluso cuando el último sistema clasista ya no es
de este mundo; tiene razón Margarita Yourcenar al sostener que “... adelantarse demasiado, es
una forma de errar”; de modo que debe haber algo más de tolerancia frente al recorrido
singular, propio, que deben llevar adelante ciertas parcelas humanas. Ahora bien, en el presente
escrito, la tesis sobre la caída del capitalismo, no está sustentada en factores de crisis financieras (que
también lo son), en revoluciones o en actos de locura supuestamente individuales como el de Hitler;
por lo contrario lo está, en las variables: desarrollo de las fuerzas productivas, mediante las que la
composición orgánica del capital llega a ser absoluta y decesa al obrero (al trabajo), como a la
desconexión de las economías solidarias, que proponen una forma de civilización diferente, cuyo
portador material son los pueblos, los ciudadanos, la humanidad; en efecto, los “esquemas de
reproducción de Marx” sostienen, que el capitalismo es viable “siempre”; pero el pensamiento
progresivo de Marx sugiere, que la voluntad transformadora y el desarrollo de las condiciones
materiales de producción introducen a la humanidad, en la etapa superior de la historia.
En verdad, “…que cambiado está todo…” (dixit Federico Engels) para el Ecuador,
para el subcontinente, para el mundo, para la humanidad entera (“…todo lo sólido se
desvanece en el aire… y la humanidad se ve impelida a considerar serenamente su
existencia…” –Manifiesto del Partido Comunista) 995 . “La teoría en general, no tiene más
valor, que en la medida en que ayuda a prever el curso del desarrollo y a influenciarle
hacia los objetivos (el marxismo es un arma de orientación social e histórica)”. Esta
magnificente preocupación teórica (la marxista), precisamente revela a la mente, que “a cada
994
La zalamería empresarial, también tiene en su “imaginario” (sic), (¡bah!), el concepto maniqueo de
“diversidad”. Como desarrollo de la perspectiva burguesa de la historia y de su traslación de la misma al
tratamiento del individuo en el plano psicológico por parte de la empresa, hoy se habla en ese sector de los
“cuatro cuadrantes de la personalidad”. Esta criteriología oportunista centrada en la visión de los intereses
individualistas, sensualistas, elementales mercantiles, tiende a encasillar, según el reconocimiento de supuestas
fortalezas de personalidad in abstracto y de modo maniqueo empiricista, a los individuos en un esquema de
supuesta diferenciación de carácter. La propuesta que se adelanta para el triunfo, como derivación de la
dirección de este pensamiento, es la síntesis de habilidades (conjunción de fortalezas): el líder es la fusión de
todos los colores, el “arco iris”.
995
La perspectiva cosmovisiva actual –debe incluirse aquí determinada forma de pensamiento materialista e,
incluso: de tipo marxista-, ha perdido su carácter teórico, por lo que debe remozarse para que pueda dar cuenta
de la nueva realidad naciente: el movimiento del mundo desembarazado ya del desaguisado de las relaciones
burguesas y su marcha por la lustrosa senda de propósitos exclusivamente humanos: el conocimiento, la
tecnología, la trasformación consciente, el saber.
623

gran época en el desarrollo de las fuerzas productivas, corresponde un régimen social
definido” (León Trotsky). Para realizar sus intereses, el capital –coyuntural y aparentemente-
debe sacrificar los de la humanidad e, incluso, los suyos propios en el colapso total de la
esfera. El capitalismo mafioso de la “financiarización” (o sea, “el proceso de crecimiento
exponencial de capital ficticio”: la colosal “economía de papel”), estaría dispuesto muy
gustoso de eliminar a la población antípoda del planeta (al “terrorismo”; o sea, a la “respuesta
desesperada y última del débil ultrajado, que no encuentra ya ninguna otra salida posible”); a
la vez, la “crisis del capitalismo abstracto y cibernético”, podría inducir al burgués a llevarse
consigo al infierno al planeta si fuere del caso, como una manera de joderlo todo (“… el
proceso de reproducción de riqueza en su modo capitalista es genocida y suicida al mismo
tiempo” –dixit B. Echeverría). Sin embargo, las tácticas criminales selectivas de la
“organización transnacional del crimen”, se diluyen en el obstáculo, que la resistencia de los
pueblos del mundo, imponen. Estas son las maniobras genocidas apocalípticas del
capitalismo; pero es también la visión en el corto plazo de la historia; el pensamiento, sin
dejar de señalar esta letal “espada de Damocles” que pende sobre la cerviz de la especie toda,
de sentir un santo horror sobre la misma, debe trascenderlo: atalayar más con la mirada.
Hoy por hoy, hay una “nueva” economía en el mundo, que le anuncia al capital
financiero-comercial –“golondrino”- (que se ubica en los negocios especulativos, de alta
rotación y en los paraísos financieros; que “determina el valor de las monedas, desestabiliza
las finanzas y socava los sistemas administrativos locales” –en la aseveración del señor doctor
Alfredo Castillo Bujase-; de estas “mafias político-administrativas que dirigen el mundo”: los
integrantes de la “versión conspiradora estándar que aplica el ‘plan global’ de permanente
dominio, que a través de las generaciones va siendo implementado en la historia mediante
actividades coordinadas de distintos personajes y organizaciones”), que el nuevo sector: de la
ciencia y de la técnica, ligado a las demandas de toda la población, al proceso humano de
coordinación simple que autoconduce hacia la “comunidad robótica de objetivo”, hacia el
pináculo de la vida en su consumación filosófica, es la fase que se viene; que esta “onda
financiera”: debe renunciar a la “dulce vita” en la “especulación monetaria (usar el poder del
dólar para destruir la economía del mundo), en el abuso de la humanidad, en la ´telecracia´,
que conduce tan sólo hacia los requerimientos, que únicamente esta forma de acumulación
impone. En efecto, la “onda financiera” y la aplicación de políticas liberales, concentran
capital en el sector financiero y asfixian la capacidad del sector productivo…, este sector hace
dinero sólo a través de la especulación del mismo…, se realiza en operaciones comerciales de
corto plazo…, busca reproducirse en el menor tiempo posible y con los mayores márgenes de
utilidad…” (en la transformación esencial en curso, sobre la que no es efectivo el freno que
proviene del poder del dominio ideológico, juegan un papel decisivo las TIC 996 ; la población
mundial no vive más el oscurantismo del pasado; ésta: inmediatamente conoce, critica,
sospecha, opina, actúa, se ha vuelto –se dice- responsable: ciudadana; en efecto, nítidamente
se advierte cómo la conjunción entre el desarrollo de las fuerzas productivas con la
experiencia, también promueven el masivo progreso del pensamiento humano: del
pensamiento objetivo, crítico) 997 .
La crisis del sistema capitalista global como tal, no se advertirá hasta cuando se
ciernan sobre la población los nubarrones efectivos de la muerte (desempleo, pobreza extrema
masiva, represión); la reacción de ésta será variada, diversificada: convulsiones sociales,
manifestaciones, anarquía, suicidios, saqueos, muertes por inanición o, como en Africa:
pandemia de languidecimiento por hambre, con brazos caídos. Si la crisis en los círculos muy
cerrados del poder ha topado fondo (quiebras masivas de empresas, conatos interimperialistas
residuales, suicidios, terrorismo), en la población en general los problemas no tendrán
manifestaciones cruentas, letales, pues, la economía informal (y formal: UNASUR, por
ejemplo), la solidaria, los arrimazgos, la reducción del consumo (canasta) al mínimo (a “pan y
996
El comportamiento travieso del poder era harto sencillo –quedaba siempre en el anonimato- cuando la
tecnología de las comunicaciones aún no había desplegado; en etapas pasadas, la opinión pública era
fácilmente manipulable (carta, telégrafo, comunicación verbal directa, radio); los fraudes electorales eran una
constante; hoy: no; por lo que se ha recurrido a los fraudes científicos para el recambio en los circos
electorales burgueses por ejemplo, como la última forma de engaño.
997
El sistema ha sobremadurado, ha ingresado en la fase de la senilidad acicateado por su propio desarrollo,
por la acción política de su sepulturera: la clase obrera; y, en la vejez, con consuelo o sin él, con o sin
resignación, las acciones terapéuticas, el autoestima de los pobres: la caridad, la solidaridad, espontáneamente
ayudan al sistema a bien morir.
624

agua”), constituyen el colchón sobre el que la humanidad pervivirá, no obstante con un precio
alto para la historia como secuela, puesto que se suspendería el desarrollo de las fuerzas
productivas, tornando fofo el orden de la vida racional. En este punto se hace presenta la
verdadera determinación desconectadora de orden evolutiva, socialdemócrata, denominada
transición, en la que el gran capital languidece, se desanima y cae; mientras que el nuevo
orden empieza a crecer, puesto que ya ha nacido y se nutre de la herencia material del pasado,
la cual se apresta a hacerla fructificar.
2.7.- SUSTANTIVACIÓN FACTICA A POSTERIORI, DE LAS LUCUBRACIONES EXPLICATIVAS
SOBRE EL CARÁCTER DEL SISTEMA.
La moderna forma de división social del proceso de producción (de acumulación a
escala planetaria), las relaciones de tráfico y el sistema de dominación que en coherencia se
erige, para el género en su consideración abstracta: crea la ley social, que condiciona la
función de cada partner en la totalidad, y del proceso de dependencia recíproca entre las
diferentes formas de “comunidad” situadas en la esfera. El citado tipo peculiar de fisonomía
institucional de la realidad, por su parte, estatuye –para las diluidas estructuras específicas de
la “comunidad” humana planetaria- el sentido de la existencia, tanto como el significado de la
realidad. Esta forma de integración forzosa entre pueblos, responde a la “necesidad de ‘ser’”
interno a cada uno, la cual se satisface sólo mediante su participación en la totalidad, en la
medida en que la misma contribuye a la consecución del objetivo sectorial prevalente en el
conjunto, y en el que se implican la determinación natural de los procesos con la voluntad, la
cual toma nota sobre la naturaleza de los hechos y se aviene. El homo sapiens, en este punto,
en su entera extensión alcanza su configuración final, definitiva, de la fase: el “ser social” se
estructura como “Formación histórico-social humana” a imagen y semejanza de la
comunidad ilusoria hegemónica particular de libre concurrencia: articulación conflictiva de
formas de producción y de las superestructuras seccionales, en la que el carácter funcional de
cada componente proviene de la demanda histórica encarnada en la supremacía de la forma
burguesa de reproducción (“ser social universal”, “comunidad humana planetaria”,
“globalización” –a la manera de la típica helenización de antaño, en el mundo conocido de
entonces) 998 .
En la comunidad humana inmanentemente escindida, que se instala en la cumbre, la
metamorfosis de las determinaciones abstractas la ubica en la estación final: en la forma de
totalidad concreta (en verdad: la “globalización”, juzgada en sentido filosófico y de los
hechos, se halla destinada a ser catalogada –se insiste-: como el movimiento histórico de
formación de un organismo inteligente global, o sea, una estructura suprasocial; se entrevé,
por tanto, que este proceso de integración geográfica, puede ser categorialmente tomado como
la plasmación del mecanismo de reconocimiento de los cerebros aislados y de su
interconexión, proceso en el que se desestructuran los subconjuntos humanos, espacial,
histórica y psicológicamente situados). En la coyuntura dispuesta, las normas de movimiento
del “ser” de la humanidad ejercen influjo en toda la riqueza de su condicionamiento sobre las
diversas esferas que componen el contexto de realización de la vida del género: la técnica en
especial –sus sustratos-, se empotra en la entera multiplicidad de los momentos particulares de
reproducción social. Sin embargo, la circunstancia no puede ser vista como la nueva realidad
de un organismo que ha mudado en su substancia exterior, pues, las contradicciones derivadas
de la matriz sistémica, persisten y someten al resto de esferas de la existencia a las puras
formas de esta determinación; el sistema orgánico-funcional, por tanto, mantiene su
configuración mercantil-liberal, de conformidad con el carácter de la más prístina
determinación pasada. En efecto, la estructura conflictiva interimperial de multipolaridad
intrínseca, llega a la cima de su realización en el instante en el que, para el burgués
posmoderno, el interés primordial de sus ajetreos no es el crecer, sino: ¿cómo mantenerse
sobre la faz de la tierra? (“Hasta el momento, la tendencia más destacada para Estados Unidos
998
En la fase denominada “globalización” -se dice: “capitalismo monopolista transnacional”, lo cual es una
simple tautología de la sociología científica-, en el interior todavía de la formación social burguesa, el Estado
aún no desaparece en la medida en la que perviven la “división social del trabajo” y las clases aunque sea en su
carácter blando cuasi estamental. La globalización capitalista es un hecho (hecho real del que se sirve la clase
dominante, pero dicho subperíodo, de todos modos juega un papel esencial en la progresión de la historia): es
la etapa “superior” y final de la historia burguesa: su concreción (en ella se instituye de modo interino y
sinérgico el reino de “los mercados, la democracia liberal, la calidad total y la prosperidad” instrumental).
625

sigue siendo cosechar los frutos de su liderazgo del capitalismo mundial en la era de la Guerra
Fría” –G. Arrighi), fase en la que todos quieren parecerse a todos (“copiar y mejorar”), pues,
pugnan por hacerse con utilidades, con “agregar ‘valor’”. Esta aseveración adquiere evidencia
en la teoría y en la práctica de la Mercadotecnia.
El capital intra-firma, se ha desconcentrado “...en un sistema de producción en
partes...”, de división del proceso de producción transnacional a escala mundial (lo ha hecho,
para aprovechar ventajas comparativas de escala y de especialización); este fenómeno
conduce hacia la formación de un proceso vertebrado de reproducción mundial que demanda
el “libre comercio”, exigente en desarrollo de la Informática y de las comunicaciones y de la
internacionalización de las finanzas. La contradicción principal: aquella dada entre clases
antagónicas en el seno de la sociedad burguesa, por su parte -siempre en el momento
societal en examen-, antinomia resuelta en su esencia por la praxis política obrera, se
mantiene vigente en su carácter formal al haber descargado su “energía” sobre la
multiplicidad de antinomias asociadas derivadas, a la práctica de las diferentes subformas
sociales y de sobrevivencia (étnicas, de género, generacionales, geográficas,…), en las que se
estructura y debate el mundo como efecto –entre otras razones- de este proceso de
deslocalización y desconcentración planetaria del sistema de acumulación. No obstante, tal
complejidad, no es más que el resultado de “la centralización del capital a nivel de la nación,
y aun a nivel del bloque imperialista, el cual no representa en sentido alguno un movimiento
hacia una real economía supranacional; todo lo contrario, teniendo en cuenta que los
antagonismos imperialistas se proyectan hacia una escala de destrucción de enormes
proporciones, tal tendencia representa la incapacidad del capitalismo para transformarse en
una economía mundial unificada. Es esta incapacidad la que en último análisis conduce a la
destrucción del capitalismo” (Teorías económicas y lucha por el socialismo. Submitted by
RevistaInternacional on Junio 4, 2006).
En este escenario, por primera vez se reviste de carácter de verdad todo ese arsenal de
apreciaciones especulativas sobre la existencia y operación de una íntegra red de
contradicciones rectoras del devenir, erigidas en el interior de la formación mercantil
burguesa intermedia (monopólica), de modo especial: en la porción neocolonial 999 ;
proposiciones formuladas con excesiva anticipación para entonces: sin beneficio de sentido
concreto, en virtud de que para aquel momento la acción combinada de la lucha
revolucionaria del proletariado y el proceso de desarrollo inmanente de las fuerzas
productivas, aún no habían generado los presupuestos materiales de su efectividad (proceder
especulativo asociado con el movimiento independiente de la mente de gramscianos,
neomarxistas, eurocomunistas, comunistas prosoviéticos y la izquierda Light, folclórica;
supuestos teóricos aspirantes, a su vez –en algún momento-, a su constatación práctica). Estas
presunciones, utópicas en toda la línea en la coyuntura de su promoción, en la actualidad
–en cambio- en la fase de concreción definitiva del sistema, resultan cada vez más ciertas 1000 :
1.- El trabajo (el obrero: el “trabajo ‘productivo’”, de modo especial), ha dejado de ser la
fuente principal de la riqueza elaborada, esto es, las destrezas de la actividad laboriosa en
999
“La historia habría alcanzado, de alguna manera, este punto, habría producido este presente específico
excepcional donde las abstracciones científicas existen en estado de realidades empíricas, donde la ciencia, los
conceptos científicos existen en forma de lo visible de la experiencia como otras tantas verdades a cielo
despejado” (Althusser, Louis. Para leer El Capital).
1000
Precisamente en el instante en que las transformaciones sociales se han desprendido de la determinación de
la organización, estrategia y acción proletarias, para quedar subsumidas en los cambios que el progreso de las
condiciones materiales dinámicas de vida (la noción y el proceso de la “logística” burguesa) asumen por
propio encargo en estrecho maridaje con la actividad política de sujetos sociales fragmentados. En efecto, la
relativamente corta experiencia socialista de la Unión Soviética, inscrita en el lapso comprehendido entre 1917
y 1956 coetánea con los procesos revolucionarios y de liberación nacional, que se habían abierto en toda la
esfera, en realidad constituyeron la constelación de actos de la voluntad con los que las previsiones de Marx y
Engels, alcanzaron terrenalidad. La historia, a la manera del buen conocimiento, el cual constituye la
transmutación dinámica de la realidad en ideas, en la conciencia, debe estar plenamente plasmada para que se
pueda hacer referencia a ella. El presente recupera la cronología de los hechos; los interpreta sujeto a una
visión, transformándoles en las diversas versiones de aquella. En el acomodo del año 2001 y al bordear el
primer lustro, se percibe con notable claridad la dirección del mundo en el primer siglo. La técnica se muestra
en su carácter de determinación y el ser humano contempla; contempla cómo los resultados de su trabajo
intelectual y de diseño, operan por él: mueven la rueda de la historia; pero, en su entorno perviven los rezagos
de la “lucha de clases”, los cuales refuerzan y otorgan nitidez al esbozo inscrito en las tendencias evolutivas
naturales.
626

general, que como tal, históricamente han detraído su carácter instrumental frente al
trabajo objetivado y a su incremento. En dicho aserto reside la conducta –sea enunciado
de paso- que hace “caso omiso de la base real de la historia”, pues, “ignoran el carácter
concreto de las condiciones económico-sociales y priorizan su consideración como algo
prehistórico, que ve la conformación de los distintos tipos de la realidad como efecto de
actos políticos, de la interacción simple del trabajo en la superestructura y las relaciones
comunicativas del pensamiento -de Frankfurt: “corriente acientífica, subjetivista,
perjudicial”-: el espontáneo entenderse unos con otros, en la dimensión de la acción
colectiva, y, por tanto, como las esferas exclusivas de preocupación en las que se halla
inscrita la posibilidad de la transformación de las estructuras sociales 1001 . “La gran virtud
de esta teoría es su simplicidad. Incluso en el capitalismo la “política manda” (Shaihk,
Anwar. Valor, acumulación y crisis).
El capital –por tanto- no se enseñorea más sobre el trabajo (Habermas, por ejemplo
sostiene, “que en la ‘sociedad capitalista tardía’ no es la explotación de los obreros, sino la
revolución científico-técnica por sí sola la que se ha convertido en fuente de plusvalía”
–B. Biessonov. El antimarxismo bajo la bandera del neomarxismo), mientras que la lucha
social no se cumple en las categorías económicas productivo/burguesas: “la dialéctica de
las fuerzas productivas y las relaciones de producción no pueden llevar a la emancipación
del género humano” (el trabajo, en su libre determinación histórica, ha quedado
simplemente recluido a la denominada economía de los servicios en los imperios y a los
procesos de marginalización en las neocolonias, bien atendido en las conquistas sociales y
borrada su conciencia de clase –como se nota que aquí habla una voz recluida a la
academia y en la jurisdicción de los países pertenecientes a los anillos centrales del frente
capitalista) 1002 .
Este género de revisión del marxismo, se inscribe en una más amplia concepción sobre
la categoría denominada “praxis”. En efecto, el gramscismo, el neomarxismo (psicólogos
y literatos: completos estos tipos -¡bah!-; “Es la unión del humanismo y del historicismo
la que representa, es preciso decirlo, la tentación más seria, ya que procura las más
grandes ventajas teóricas, al menos en apariencia” –Althusser, Louis. Para leer El
Capital) y demás adeptos de “Praxis”, principalizan la “praxis política” –las
superestructuras, su concepto sobre la fase del imperialismo social de la ex URSS y la
evidencia sobre estabilidad económica de 1933 a 1960 experimentada por Occidente-
conducente a la “hegemonía” fuera de la práctica real; como resultado, la materia queda
diluida en la práctica y la práctica convertida en “base ontológica social”: entendida como
actividad creativa del sujeto en general y considerada, en esencia, como independiente de
la práctica material efectiva; a eso lleva la categoría de “práctica”, enfocada de modo
subjetivista, es decir, la práctica teórica, ideológica y política, al margen de la práctica
productivo material. No obstante, la realidad: el mundo objetivo, base de la práctica, debe
ser conocida primeramente, esto es, debe producirse su reflejo objetivo dinámico en la
mente, y este entendimiento no se opone a la praxis creadora mucho peor a la actividad
política: este conocimiento es, mas bien, su sustento, la base de su certeza: el fundamento
teórico de la acción; empero, los reformuladores “creativos” modernos del marxismo,
consideran que éste: no es la filosofía del ser, sino la filosofía de la acción (Biessonov, A.
El antimarxismo bajo la bandera del neomarxismo).
En las lucubraciones de última data de Habermas, sobre la base de la abstracción
inicial: “relaciones comunicativas”, las cuales plantean que no puede haber “justicia social
1001
“De acuerdo con esta formulación, el conflicto con el capital se dirime sólo en el mercado como
dominación; y por eso el objetivo socialista de reducir la desigualdad se lleva a cabo con las política sociales
para reducir la desigualdad de género, étnica, educativa y de manera focalizada para hacer ‘subir’ a los más
desventajados en sus ingresos; así como acciones para crear una nueva hegemonía cultural” (Stolowicz,
Beatriz. El debate actual: posliberalismo o anticapitalismo; en: ANALES, revista de la Universidad Central del
Ecuador, Nro. 368, Quito marzo del 2010).
1002
Que la existencia del género en su integralidad, ya no se determina por los “toscos hechos económicos”.
Empero, debe observarse, que en todo momento histórico la reproducción de la vida material mantiene su
carácter esencial, sea que su asistencia efectiva –la generación de bienes y servicios- se lo consigne a través del
trabajo físico directo del ser humano, o bien mediante el “trabajo” de los substratos automatizados de la
técnica. Por tanto, no es posible olvidar, que la madurez procede de la juventud, que ésta se encuentra presente
en aquella como supuesto y que –por consiguiente- la predetermina (en una palabra: que la “fase de la febril
acumulación” pone, en cierto modo, sus condiciones y se encuentra omnipresente en la etapa humana de
“consumo”), por atender y otorgar más prelación a la esfera espiritual de la sociedad.
627

sin un proyecto moral compartido” que conduzca al proceso emancipatorio de las
sociedades contemporáneas por la senda del “planteamiento comunicativo, discursivo e
ínter subjetivo” (“… sin romper los fundamentos de la ‘democracia’ capitalista” –Feijoo,
Cecilia y Gutiérrez, Gastón. Zizek y su Lenin posmoderno), pese a que la idea está hecha
para las sociedades europeas, la misma acusa subjetivismo extremo. En efecto, allí, la
justicia es vista tan sólo como producto del movimiento de la voluntad, mas no del
proceso de desarrollo material, al llegar éste a una determinada etapa; esto es, se supone,
que la justicia social no requiere o no presupone la existencia de una base material sólida
que lo sustente: el knowhow de las máquinas, conducente a la producción de valor
agregado por fuera del trabajo humano; no obstante, sólo al llegar a una determinada
estación de su trayecto, el ser humano puede utilizar la esfera comunicativa para alcanzar
logros racionalmente planeados (del mismo modo que no se puede pedir, que una mujer
quede embarazada fuera de su edad fértil).
En efecto, en cada etapa la humanidad debe cumplir objetivos parciales; dicha
consecución se halla condicionada por el desarrollo de las fuerzas productivas, hecho que
se refleja en la mente y cuya conciencia conduce a potenciar el susodicho progreso
material, en trabazón con la realidad, en el proceso de reificación. En la comunidad
primitiva el ser humano deja atrás la barbarie y se conforma como hecho orgánico,
regular: fuerzas productivas y relaciones de producción; en el esclavismo aparece la
contradicción: motor que impulsa el desarrollo social, humano; similar proceso, en una
fase superior, ocurre en el feudalismo y también en el capitalismo (en la larga formación
clasista de la humanidad), con la salvedad de que en la forma burguesa el ser humano
desarrolla la robótica y se constituye como sujeto de pensamiento: crea las condiciones
para la resolución del conflicto de clase (el proletariado insemina esas condiciones) e
ingresa en la “era de la espiritualidad”.
Ahora bien, como esta palabrería (la neomarxista) es retórica, las apreciaciones a las
que se haga merecedora, tienen el mismo carácter. Cuando todavía la técnica no ha
alcanzado el nivel basto de concretización en la automatización, en la productividad
(niveles de) y en la I. A., no es posible que se constituya en el fundamento de las elevadas
manifestaciones de la espiritualidad e interconciencialidad. Y, pese al pronunciado grado
de desarrollo científico-técnico alcanzado en Europa, el mismo es todavía insuficiente
para que pase a ser precondición de viabilidad de la propuesta habermasiana; además, en
el momento actual en dicho continente (el europeo) está presente el embate de la crisis
mundial (deuda, desempleo, incremento de precios) como fenómeno que súper concentra
riqueza social en un grupo minúsculo, el cual hace caer las ganancias en círculos
intermedios del empresariado y asola con el desempleo a la población (las políticas del
Banco Central europeo permea esta condición). Estas circunstancias suelen volver
sórdidas, barbáricas las actitudes de procura de la sobrevivencia, las que son precisamente
condiciones adversas para la resolución de conflictos en armonía.
Las razones que preceden, conducen a plantearse la cuestión de cómo acelerar el
proceso de automatización y el diseño de políticas de acceso democrático a los resultados
de la producción mecanizada. Solamente ahora es posible la discusión, una vez que las
condiciones de reproducción material ya están maduras como para abastecer a todos con
prescindencia del trabajo humano (el cual necesariamente, para existir como tal, debe
estar y hallarse sometido a relaciones clasistas); diálogo a desarrollarse, incluso sin
perjuicio de que los tradicionales atesoradores no sean afectados inmediatamente, como
una de las maneras de conseguir, que estos sectores no interfieran en el parlamento.
En relación con el tema central de este numeral, en suma, el ser humano de la práctica,
es un ser activo limitado históricamente por la naturaleza y condicionado por la estructura
social, en la medida en que las leyes del mundo exterior son la base de su actividad, de
forma que no es posible enfrentar la filosofía de la práctica (dialéctica social) y la filosofía
del ser (dialéctica de la naturaleza): la praxis y la ontología, como lo hacen los
neomarxistas, en cuya visión “la naturaleza es diluida en la práctica del sujeto, como
actividad que ‘construye’ le mundo”. En resumidas cuentas, la praxis es la producción
material y la elaboración de ideas (Biessonov, A. El antimarxismo bajo la bandera del
neomarxismo); pero por más moderna, aniñada y desembarazada que se halle la vida
respecto de su base de reproducción material, ésta se mantiene como supuesto e
indirectamente la crematística comprehende todavía a un tramo de la vida futura.
628

“Filosofía de la praxis” (materialismo histórico): “inmanentismo absoluto” en Gramsci; la
filosofía de la naturaleza es recusada por todos quienes han desontologizado el proceso de
la praxis, para los cuales la naturaleza no entra como presupuesto, ni siquiera como “dato”
en ella, por lo que no es necesario su conocimiento y peor si éste es de tipo positivista.
Ya “Los predecesores de Marx consideraban los fenómenos y procesos económicos
como fruto de la razón… Los economistas burgueses consideraban también la división del
trabajo como un principio de la razón”. Marx “Puso de manifiesto el carácter objetivo de
las leyes y categorías económicas al demostrar que ellas son expresión de las relaciones de
producción. Marx estableció que leyes y categorías están, a su vez, determinadas por las
fuerzas productivas, por su carácter y nivel de desarrollo. En una determinada etapa, el
desarrollo de las fuerzas productivas hacen cambiar necesariamente las relaciones de
producción”; este cambio modifica la expresión ideal de la realidad (Karataev, Rindina y
otros. Historia de las doctrinas económicas). “… filisteos altamente civilizados”: “… los
predecesores de Marx consideraban al capitalismo como una forma eterna y natural…”;
los personajes en consideración estiman a la realidad como cosificación voluntaria de la
mente, manipulable arbitrariamente.
2.- La primacía de la “guerra de posiciones” gramsciana (la “racionalidad ética
intersubjetiva” deliberativa de construcción de la nueva realidad habermasiana) en la era
de la posmodernidad, en cuanto mecanismo de transformación del sistema, frente a la
“guerra de movimiento” leninista; pero la “hegemonía” (el programa que derruye el poder
de las “trincheras de la sociedad civil” en el presente, tanto en los anillos céntricos del
sistema burgués como en la periferia, puesto que éstos han experimentado un proceso de
transformación a su imagen y semejanza –“occidentalización”, uniformización:
sincretización, fractalización neobarroca posmoderna) se presenta en su condición de
estrategia certera, una vez que el programa político revolucionario del gran ruso cuajó,
con lo cual devinieron puestas las premisas de modo que los restos del poder sean
removidos por la acción política de fuerzas sectoriales inscritas en el “bloque histórico”,
en la sociedad de Occidente.
En la propuesta relacionada con el pensamiento de mayor desarrollo en el ámbito de la
esfera política: el gramscismo, ésta previa la transición regulada del sistema de mercado a
la sociedad socialista (en las sociedades “desarrolladas” de Occidente) 1003 . Esta previsión,
no obstante, no se cumplió. El manejo de la ideología en el interior del Estado por parte de
la “sociedad civil” o del “bloque histórico”, que hegemonice sobre la política (la
coerción), en los hechos, no produjo resultado alguno. Puede aceptarse, que el socialismo
“fracasó”; pero éste cumplió su misión: al actuar como la espuela en la ancas del
capitalismo en pro de la robotización (al socialismo, finalmente a eso lo redujeron la
traición jruschoviana, la arremetida capitalista y la historia -fue entonces cuando “En
Rusia se articuló como unidad contradictoria que Marx separaba en su temor: la
revolución socialista en el continente europeo y su eventual destrucción por el desarrollo
de la sociedad burguesa en el resto del mundo”. A. Moreano: El Apocalipsis perpetuo), es
decir, en dirección del comunismo (en otro sitio y a lo largo de la exposición contenida en
este documento, se fundamenta teórica y “empíricamente” esta aseveración).
La “guerra de movimiento” se la propuso como estrategia propiciante del paso al
socialismo para el capitalismo atrasado, bloqueado, deformado, dependiente; la “guerra de
posiciones” –en cambio- fue planteada para alcanzar análoga meta en los niveles del
capitalismo maduro (capitalismo tardío o de organización, como asevera Habermas),
1003 Es la concepción de la “esfera política” particular de la civilización occidental, propuesta por el “único
…[sic]… teórico-revolucionario -…[Antonio Gramsci]…- que alcanzó a comprender al Estado capitalista luego
de Lenin”, en el siglo finisecular. En Marx, sin embargo, la noción: “sociedad civil” constituye nada mas que
un sinónimo de “formación social capitalista” en su conjunto, o sea: la economía que se organiza como Estado,
dándose lugar a la reestructuración singular de las categorías de estructura y superestructura, antes que
estructura económica, como sostienen los gramscianos (y la politicología oficial), para los cuales “sociedad
civil” constituye el abstracto “instituciones ideológicas no oficiales”. “La sociedad civil y su resumen”, dice
Marx: “síntesis de la sociedad burguesa bajo la forma de Estado”. En efecto: la llamada “sociedad política” se
halla completamente copada por la clase dominante (la cual usa a intelectuales y funcionarios –miembros de la
denominada “sociedad civil”-, para darle efectiva cobertura), pero ésta introduce sus tentáculos en la llamada
“sociedad civil” (su base), sobre la cual ejerce la supremacía; la clase subordinada –ni siquiera en el presenterecluye
para sí algún aparato estatal, aunque porcentualmente integre de modo mayoritario la llamada
“sociedad civil”, la que no domina, puesto que se integra en dicha específica “sociedad” –y en la sociedad
toda- , carente de riqueza material.
629

engrosado por nuevas determinaciones en su Estado (no obstante, el mundo ha
evolucionado hacia estado de polarización contradictoria: por una parte, el bloque
transnacional de poder económico y político; por otra, la supranacionalización de la
resistencia). Se ha sostenido, por tanto, la tesis en torno de la efectividad del proceso de
absorción de la “sociedad política” por parte de la “sociedad civil” (la extinción del
Estado y, en consecuencia: del capitalismo, por obra del pensamiento y de la acción de la
voluntad creadora de “bajo perfil”); sin embargo, dicha prognosis ha terminado siendo
completa ficción, sobre todo cuando la “unipolaridad” imperialista (coerción) amenaza
con arreciar al mundo 1004 .
No obstante, esta vez, la historicidad de la estructura social, se vuelve cada vez más
visible al pueblo en general. La masiva población pobre, trabajadora, la intelectualidad,
asume características de “clase social” en el sentido clásico de la acepción, es decir, de
sujeto histórico que plantea el cambio: proclama a las estructuras del régimen vigente
como históricas, superadas, arcaicas (la solución no puede venir de las manos de los
responsables y beneficiarios de la crisis; en la coyuntura: del capital financiero
especulativo global); masiva población mundial socialmente consciente, destinada a
fundir la nueva realidad, en el molde que forjó la verdadera clase (esta conducta: ¿ingresa
en la inmanencia de la noción de “bloque histórico”? Evidentemente: ¡no! ¿Es posible
–por tanto- hablar de “bloque histórico”, en los albores de la sociedad capitalista? A
Gramsci –a los gramscianos- le ha tocado sufrir el efecto de su propia ley: su
apresuramiento a glosar al leninismo).
En la perspectiva opuesta a la aseveración expuesta un par de párrafos atrás, varias de
las previsiones políticas gramscianas van a tener realización a futuro; no obstante, dicha
circunstancia no se deberá a la bondad práctica imputada a la “acción libre y activa del
espíritu”: al ejercicio tan sólo de la voluntad creadora (al “constructivismo”), sino, sobre
todo, en virtud del influjo de la determinante en el diseño de las nuevas relaciones sociales
a cargo de la operación de la técnica (eh ahí el sesgo del “constructivismo”: suponer que
por el solo consenso y la inteligencia está facultado a hacer lo que sea, sin poner atención
a los grados de libertad alcanzados: el nivel de conocimiento y desarrollo de las fuerzas
productivas, o sea, el movimiento de la regularidad material; en efecto, sólo las mentiras
se “construyen”, la vida real: se la forja racionalmente, con arreglo a sus leyes). En
consecuencia, en la actualidad se habla profusamente sobre la “revolución ciudadana”;
sin embargo, se advierte otra revolución mucha más profunda puesta al frente de la esfera:
la “revolución subversivo/intelectual”. Pero la sola “revolución ciudadana” carece de
“Estado Mayor”, mientras que la “revolución subversiva” no cuenta para sí, con la
indispensable presencia forjadora de la historia: la “tropa”. Es la revolución
subversivo/intelectual lo propio (revolución espiritual, de los hackers, de la razón de la
historia), que se dice “ciudadana”, porque los sectores en conflicto se hallan cada vez más
ubicados en las mega urbes.
La determinación más próxima a los hechos, en la que se interpenetran, con misiones
específicas y sinérgicas: vanguardia y destacamento, responde a la inclusión, en el
proceso, de estos dos agentes: la “revolución subversivo-intelectual”, y este es un
fenómeno de movilización de masas libertario mayormente “democrático” en la era del
conocimiento y del empoderamiento de la política (el saber objetivo y la acción, que
alcanzan también a los pueblos), pese a detentar carácter menos centralizado. La sociedad
de los líderes ha concluido (en un momento dado de la historia de la humanidad, la acción
masiva de ésta se verá como la de un solo individuo); la base de reproducción material
restringida puso límite a la articulación del colectivo (en la “sociedad” primitiva; en las
“sociedades” clasistas; mientras que en la burguesa se la reprimió, se impidió la
mancomunidad del liderazgo). Hoy, esa misma base, desarrollada, multiplicada (la
sociedad tecnológica-red), invierte el proceso y permite la implantación del llamado
“empoderamiento de masas”.
Se pone a la orden del día una de las previsiones hechas por Engels hace más de un
siglo: el mundo se encamina a hacer práctica esta norma antelada por el gran teórico y
revolucionario: al alcanzar significativo grado de racionalización sociopolítica humana, el
1004
La realidad humana, bien se sabe, es estructura y voluntad; en el presente, la estructura ha perdido la
propiedad de apoyo específicamente para el capital de mayor concreción (reducción de retornos por exceso de
progreso); el sistema se mantiene por voluntad del poder de las elites (halcones de Washington): por las armas.
630

consenso mayoritario de los miembros de la población dictarán los cambios, de cualquier
tipo de profundidad, necesarios para su futura reproducción, sin recurrir a posiciones
cruentas (ésta –dicho sea de paso- la posición del Gran Presidente chileno Salvador
Allende, desgraciadamente antelada con mucho –surte efecto significante sobre el
desenlace de los hechos, la expresión: “adelantarse demasiado es una forma de errar”-,
como producto de la influencia de las nociones asociadas a la “guerra de posiciones”
gramscianas, en momentos en que estaban puestas –todavía- las condiciones objetivas
para el despliegue de la “guerra de movimiento” leninista).
3.- La transferencia de la importancia del plano de la “reforma” frente a la “revolución”, en
detrimento de esta última; inversión que procede, una vez que éstas (la revolución y la
experiencia del socialismo –y desgraciadamente también: del socialimperialismo) tuvieron
lugar en la ex URSS a nombre de toda la humanidad, proceso con el cual se transformó de
modo efectivo el mundo (“Y esta obra grandiosa tiene su importancia no sólo para Rusia,
es una cuña en la obra de liberación del mundo mismo… las cadenas que Lenin rompió en
Rusia estaban preparadas también para nosotros” –Adler, H. Vladimir Ilich Lenin; citado
en el Prefacio editorial: Marxismo y cultura en Max Adler, a la obra de Max Adler: La
concepción del estado en el marxismo; México, 1982) 1005 ; dicho fenómeno creó, a la vez,
las condiciones ontológicas en torno de las que los simples cambios parciales, en el
inmediato futuro, llevarán a término efectivo la gran obra revolucionaria del proletariado.
Pero el partido de la clase obrera: el marxista-leninista no ha muerto (también él ha
entrado en la determinación de la omnipresencia; en verdad, el antiguo Partido proletario
se ha disuelto en la “comunidad política” transnacional, global, “Glocal”: debe abastecer
político-estratégicamente la lucha de los ciudadanos, ser su facilitador; el Partido y sus
miembros en su actuación por separado, deben proceder de este modo: de manera
militante en su modalidad orgánica o “libérrima”, pues, “al buen músico, el compás le
queda”).
Todo el mundo hereda, aprehende y desarrolla ideas, instrumentos y prácticas,
pasándolas mejoradas a las nuevas promociones; las ideas son, empero, conforme el
desarrollo material es, en cuanto el ser humano espiritualiza la realidad y mediante la
práctica –como se sabe- demuestra, en los productos de su actividad, quién es, en
proyección hacia la metaracionalidad. Si el sujeto proletario cumplió su papel y se recluyó
en la historia: parte de su ideología se desmantela (todo el Leninismo: la revolución
proletaria, la dictadura del proletariado, el socialismo en un solo país), mientras que el
resto (la doctrina sobre el modo de ser del mundo y la moral comunista) se vuelve tan solo
conciencia general, neutra, vigente en la mente de toda la humanidad, de la cual también
parte se torna material en el interior de las “prácticas significantes” (los principios de
actuación del ethos suprahumano), que definen el ser de la futura humanidad (por
ejemplo, en la primera etapa de la formación socialista de la ex URSS, la mayor parte de
personas se habían acostumbrado a trabajar conscientemente para el bien común; no
obstante, este cambio de conducta no es efecto de la racionalidad tan sólo, sino efecto de
racionalización: las condiciones materiales inciden en la conciencia y en la conducta,
pues, defender el medioambiente y la tierra en general, se debe a su carácter de “bien
común”: si se arruina la tierra, se arruina toda la humanidad).
Ahora bien, si la misión del proletariado, en su plasmación socialista efímera, fue
cumplida, es posible pensar en otro tipo de “sujeto” y de lucha, para cristalizar la
multilateralización de la nueva determinación de la historia. “Se puede admitir –escribe
Engels- que la vieja sociedad podría llegar a transformarse pacíficamente en otra nueva en
aquellos países en los que la representación popular concentre en sus manos la totalidad
del poder, donde se pueda hacer lo que se desee por cauces constitucionales, siempre y
cuando se cuente con la mayoría del pueblo…” (Engels, citado por Karataev, Ryndina y
otros en: “Historia de las doctrinas económicas”, volumen primero), pero, el proceso
precedente que la hace posible, debe haber sido plasmado: creado la base material
oportuna y desplegado la racionalidad del Materialismo Histórico.
4.- El cuadro aislado de acciones parciales de filantropía, caritativas, espontáneamente
realizadas por particulares y por instituciones (la Madre Teresa de Calcuta, varios premios
1005
En otros términos, como se suele decirse en el argot popular por estos lugares en América hispana: la
Revolución y el Socialismo, Lenin, Stalin, el proletariado, el pueblo soviético y el Bloque Oriental “ya lo dieron
haciendo” y edificando, en su orden, a la humanidad.
631

Nobel de la Paz), en la perspectiva de superación de las incomodidades del poder (por
ejemplo: las medidas de autogestión en el marco de la dotación de satisfactores para la
reproducción colectiva –barrios urbanos populares- de la fuerza de trabajo), convertidos
en actos de servicio no reembolsable (tienen el carácter de “transferencias unilaterales”
del bolsillo del pueblo al del dominio), en apoyo a la permanencia del status, han revertido
su carácter y cada vez más afincan la nueva forma social. En ese sentido también, toda
actuación contraria a la estructura efectuada en cualquier parte del planeta, por más leve,
aislada e inintencional que ésta sea, engrosa el sistema de vectores, cuya sumatoria perfila
la resultante demoledora en una misma dirección de desastre (en verdad: las escaramuzas
focalizadas preparadas por los grupos sociales subalternos han dejado de ser luchas,
razones y acciones ilusas).
En efecto, “Me gustaría salir un poco de los ejemplos más conocidos (zapatistas, sin
tierra, piqueteros), para mostrar cómo en muchos rincones del continente se están
procesando movimientos que van en direcciones semejantes…”: huertos familiares,
asociación de vecinos para auto dotarse de servicios de consumo gregario al margen de las
responsabilidades del Estado, que no permiten la presencia de relaciones sociales
capitalistas y en pro de mantener un ethos comunitario, están creando iniciativas
autogestionarias y solidarias con lazos horizontales, sin jerarquías, que indican que los
sectores populares marchan en una dirección nueva, procesos que “han sido objetados de
que tales iniciativas son sólo paliativos circunstanciales ante situaciones de extrema
gravedad… que estos emprendimientos serán inmediatamente absorbidos por la lógica
avasallante del sistema, hasta tanto no se consiga desplazar a quienes detentan el poder
estatal y, entonces sí, podrá comenzarse a construir ese ´otro´ mundo” que deseamos”
(Zibechi, Raúl. El otro mundo es el “adentro” de los movimientos; revista América Latina
en movimiento, Quito julio del 2004).
En el plano prospectivo, sin embargo, el centro de las aseveraciones glosadas: ethos
comunitario, de todos modos conduce a dicha población a que se hallen bien ubicados en
un sistema propio de sobrevivencia: en el sino de simple reserva germoplásmica, de
quienes de modo criminal hacen la verdadera historia.
5.- Las contradicciones secundarias, las cuales mantuvieron su carácter subordinado durante
todo el período clasista de la formación histórica humana y, de modo particular: en la fase
de las revoluciones proletarias, pasan a constituirse en un complejo sistema dominante de
antinomias (intensamente teorizados por Laclau, Lechner y Mouffe, “priorizando deseos,
gustos, apetencias” y en rechazo de la centralidad obrera: “… haciendo total abstracción
de la estructura dinámica del capitalismo contemporáneo y sus tendencia hacia la
concentración monopolística de la riqueza y el poder, la superesplotación…” –dixit A.
Borón): las de género 1006 , las étnicas, las de los derechos humanos, las ecológicas, las
generacionales, las espaciales e incluso algunas de carácter contranatura como las de la
homosexualidad atizadas por el propio poder con carácter diversionista y autorregulador
de la tasa de crecimiento poblacional 1007 (no obstante, esta aberración sucia, es la antesala
del hermafroditismo humano socialmente producido y de la indiferenciación sexual o de
la desaparición de la actividad sexual como mecanismo de perennización genérica -los
métodos tecnológicos se ocuparán de este papel a futuro: la clonación, por ejemplo; sin
embargo, cuando la cópula ya no es necesaria para tener críos, precisamente es el
momento en que su práctica se ha vuelto un prurito anhelante diario generalizado).
Tradicionalmente el macho humano ha impuesto su triunfo y la vergüenza sobre la
1006 Este tipo de reivindicación ha alcanzado su concreción, merced a la modificación que ha tenido lugar en las
leyes económicas de movimiento de la realidad, mas no por la sola lucha de líderes o grupos de mujeres
esclarecidas, que han intervenido en el activismo con la bandera de la llamada "contracultura". El desarrollo
de la técnica (la electrónica, que ha tornado fáciles múltiples operaciones productivas; la píldora y los
anticonceptivos en general), los procesos de urbanización de la sociedad, el cambio de proveedor familiar
(tarea que clásicamente lo ha realizado el ser humano masculino), son los supuestos de la superación del
"modelo patriarcal". En la ciudad -en la actualidad y con tendencia a la reducción a la mínima expresión: un
crio- se procrea pocos hijos (generalmente “la parejita”), con lo cual la mujer dedica no más allá de un
quinquenio para la maternidad, conforme es la recomendación de los galenos, esto es, observándose el tiempo
imprescindible para la recuperación de la gestante (es obvio, que aquí no se añade el lapso social de la
crianza); el resto de tiempo lo usa en educarse, en profesionalizarse, es decir, en pensar, en autoproveerse y en
organizarse para reivindicar sus derechos.
1007 Esta es una flagrante aberración, pues, la homosexualidad heredada o adquirida constituye la ruptura de
una ley natural: la irrestricta coherencia que debe existir entre órgano y función.
632

mujer, cuando él ha ido hacia ella en búsqueda de placer utilizando a la hembra como
objeto y sujeto de culpa que carga con las secuelas del embarazo. No obstante, si se opera
un giro en la mente que conduzca a modificar la percepción sobre el hecho (circunstancia
que está ocurriendo hoy a diario), la cosa cambia radicalmente. Por ejemplo, si la mujer es
la que se desplaza en la búsqueda de placer: elige a su macho, lo disfruta, se despide de él
y no queda en cinta, es el macho esta vez el que ha sido burlado, humillado, utilizado,
vencido, reducido a simple instrumento de satisfacción de la hembra (pero, en la relación
amorosa, por lo menos, la mujer hasta ahora ha gozado, dejándose gozar). La tortilla se ha
virado: las cosas se han puesto en orden, como efecto simbólico, “simplemente”
ideológico, de la puesta en pie de factores histórico-económicos: cuando la mujer se halla
en capacidad de abastecerse materialmente por sí misma: de ser su proveedora; hecho que
sucede gracias a su incorporación al mercado remunerado del trabajo, condición puesta
como determinación concreta, capitalista (mujeres y niños –como se sabe- han sido
incorporados al “trabajo productivo”, con el propósito de reducir el costo de producción).
Por otra parte, se ha dicho que el cerebro participa en la división de género: el
hemisferio derecho (el corazón) es la estructura natural-social hegemónica en el
desempeño vital de la mujer: quien lo gobierna, con esto de la maternidad, de la vanidad
muy oportunísticamente estimulada por la conducta interesada hedónico-egoísta del
sátrapa como del orden burgués de los negocios (en este sentido la mujer vendría a ser el
frente frágil, de sometimiento de la raza; pero, a su vez: su “mal” es su fortaleza, puesto
que su fuerza eclosiona de allí y en la que se siente inerme el macho); mientras que el
cerebro de las guerras, del dominio y quizá de la racionalidad: el izquierdo, le pertenezca
al cari humano, lo cual es su debilidad, pues, el estado racional es sensato, reflexivo,
serio, ecuánime. Y, aunque el fenómeno es histórico: se entiende, que las reivindicaciones
feministas están dirigidas a borrar la diferencia referida, del mismo modo como parece
que similar sentido siguen los atavismos homosexuales. De manera que el “feminismo” es
un movimiento de conspiración frente al predominio del cerebro aparentemente racional
del macho, pero, sobre todo, de liberación de la coerción del hemisferio emocional del
cerebro de la mujer, sobre ella. El trámite, dicho al final, no responde ni a genialidad ni a
asar alguno, puesto que la “buena suerte no es más que el encuentro entre la oportunidad y
la preparación”.
[Una vez llegado a esta parte de la exposición, merece que se efectué un adendum
pertinente, para desarrollar en él, algunas ideas que operen como fundamento empírico de
una percepción alternativa respecto de una de las cuestiones resonantes en la actualidad,
por cuanto la misma cubre al 50% y algo más de la población: el problema llamado de
“genero” (aspecto relevante incluso en las formas humanas occidentales, pese a que la
antinomia no tiene carácter tan cruento y brutal como lo ha sido en algunas de las
sociedades árabes). El caso es como sigue.
Reconstrucción de los hechos: una amistad de la persona que realiza estas anotaciones,
cuenta que hizo hogar con una mujer que trabajaba; al hallarse cesante, tuvo que recluirse
en casa y asumir sus asuntos (actuar como la clásica ama de casa): cocinar, arreglar los
cuartos, cuidar a la prole infante,... Un buen día, recibe a la esposa –que en la mañana se
levantara, se aseara, se vistiera detenida y diligentemente, recibiera el desayuno de parte
de su consorte y con un beso, partiera al trabajo-, alrededor de las 14 horas; le invita a
sentarse a la mesa a almorzar –naturalmente, ella se había sacado el “frac”, lavado las
manos, estaba toda llena de confianza, pues, trabajaba y el trabajo afirma la personalidad-;
acepta el alimento, se sienta, él le sirve la sopa. En eso, empieza la discusión, la misma
sube de tono; ella se levanta, toma el plato de sopa y le arroja a él, bañándole todo el
pecho.
Allí está el quid, esto es, los hechos (el típico comportamiento machista del esposo
proveedor, apoderado –esta vez- de la persona proveedora/protectora: la mujer: machismo
invertido) para entender apropiadamente la naturaleza de la dominación de género, es
decir, a fin de descartar explicaciones culturalistas, de imputación a la conducta de simple
machismo, etc. (o sea, la afirmación de que la dominación está en la cabeza del macho
–obviamente, que también lo está, por tradición e impavidez, en la de la mujer-, que es
fruto de la fuerza de la costumbre –“cultural”- y que su superación, consecuentemente, se
corresponde con el cambio de paradigma mental, con la organización y movilización de
las afectadas, sobre todo de sus iluminadas, resueltas y muy inteligentes lideresas) y
633

entender que sus determinaciones y, por tanto, su solución, responde a la operación y
realización de un realista diagnóstico respectivamente, de y sobre condicionalidades
económicas bien definidas, inherentes a un momento histórico dado. En efecto, es el
proveedor –en una pareja- quien domina (protege) y se impone históricamente en la
relación interna a la familia y fuera de ella, independientemente de si es padre, madre,
hijo, hermano, amigo, etc. 1008 .
Sin embargo, se podría hacer el intento de refutar esta aseveración con el argumento
atinente a que existen esposas que trabajan y su consorte: no; que cumplen doble función
en el hogar: hacer de ama de casa y de proveedora; que, por tanto, mantienen al vago y al
holgazán de su marido (lo cual es cierto y reprochable): ¡sea! Pero el fenómeno es un caso
y no patrón; el mismo se debe, por otra parte, a que sobre este hecho sui generis, incide la
forma de conducta que domina, que está impuesta, en la generalidad del grupo, que lleva a
que la proveedora deba someterse por efecto del control social (por la derivación
conductual de la conciencia colectiva 1009 ), mientras que el mantenido debe ser inducido a
asumir el patrón, para no desviarse del comportamiento usual. De modo que, tal como se
insinúa en la nota al pie de página penúltimo precedente, la superación de la contradicción
de género, es posible una vez que las formas materiales de reproducción de la vida se han
modificado dando lugar al establecimiento de condiciones para la solución.] 1010 .
Género, sexualidad, identidad étnica: los estudiosos postmodernos encuentran micro
poderes en todo esto, que pueden ser examinados y tratados sin necesidad de
determinación y, lo que es más peyorativamente sintomático de este proceder, consideran
que remitirse a un patrón básico para significar en su contexto y condicionalidad los micro
conflictos y sus sujetos parciales, consideran una aberración del intelecto de posiciones
totalizantes, orgánicas, en el que –según ellos- no hay un hecho esencial que define y
condiciona el conjunto de sus otros procesos. Por tanto, el conveniente procesamiento en
curso de toda esta gama de problemáticas parciales tiene lugar una vez que ha sido
resuelta la contradicción fundamental entre el trabajo y el capital, proceso en el que el
titán histórico: el proletariado, cumplió su misión, de modo que se crearon las condiciones
para la emergencia de estos hongos presuntuosos en apogeo (los "movimientos sociales";
sin embargo, de esta anatemización se libra la Teología de la Liberación: la declaratoria
de la “opción preferencial por los pobres”, la acción política práctica por la supresión de la
miseria por parte del ideario evaluatorio y programático de este movimiento, puesto que
ésta –la pobreza- es la resultante de la explotación por parte del capital –se evidencia la
fuerza cognitiva del marxismo en dicha vertiente teológica, razón suficiente por la que
fuera perseguida virulentamente por parte del que ha llegado a ser el Papa actual, el
retardatario y pro imperial Cardenal Joseph, neoinquisidor, Ratzinger) 1011 .
1008
Por ejemplo, detrás de la corrupción está el sistema socio-económico capitalista que todo lo vuelve
mercancía (dinero-compra-satisfacción), sistema que diferencia, genera pobreza, cierra opciones y provoca
trastornos de la personalidad anómicos para sí. Esto lleva a la clásica aporía: ¿son las ideas las que cambian la
realidad”? o ¿es la realidad la que cambia las ideas? Aquí se asume el segundo supuesto; y, como prueba se
acude al hecho empírico de que compañeros marxistas aferrados, amigos de quién escribe, hoy han pasado a
formar parte del sistema de mercado –“si hay opciones en él”, han dicho- (la derecha es paciente frente al
joven incendiario, pues, sostiene: “esperen no mas, ya llegará a la madurez”. Rousseau afirma que se “debe
educar al niño para no fustigar al adulto”. Esta afirmación es falsa en doble sentido: 1) si el adulto se porta
bien, es porque como niño ya fue socializado, alienado; y, 2) el comportamiento del adulto no depende de su
educación, sino de su posición estructural (si un ser educado está desempleado y carece de medios de
subsistencia, podrá verse tentado a delinquir, como lo hace el león privado de su territorio, cuando ve llevado a
robar reses del hato ganadero como única fórmula de supervivencia).
1009
“Imaginario” llaman a este aspecto conciencial-histórico, ciertos pedantes, cursis, coberos, de la
disparatada “izquierda Light”.
1010
Debe advertirse, que esta preocupación (la de “genero”, como otras: derechos humanos, étnicas,
ecológicas, de la opción sexual, la acumulación de riqueza, la egolátricas de dominio) es y está, aunque muy
importante para el 50% de integrantes de la especie, coyuntural y espacialmente situada en los países en los
que todavía impera la forma burguesa de sobrevivencia humana; esta contradicción derivada: “pequeño
relato”, es, en realidad, tan sólo una preocupación de hoy, pero que no será de interés para el mañana, cuando
las próximas generaciones persigan propósitos superiores.
1011
Los movimientos que alanzan proyección histórica son aquellos que tienen claro sentido reivindicativo
económico (todo movimiento es expresión directa o indirecta de esta determinación); los que no se impulsan
primariamente por este móvil, se agotan inmediatamente o deben institucionalizarse (es el caso de las demandas
ideológicas religiosas, las cuales deben asumir carácter formal y perenne, como palanca impulsora, en el
proceso de reproducción social). El movimiento de Los Indignados en España (y en otras partes del mundo)
exigen trabajo, formación universitaria gratuita y empleo; en Chile, ocurre hecho similar: la diferencia aquí, sin
634

En consecuencia, varios de los síntomas que se han mantenido como derivación de la
contradicción de clase y, en muchos casos, de modo específico: la superación del imperio
del ser masculino sobre la mujer, de la supremacía racial de la blanca, del reconocimiento
a existir de diversas formas de vida (“subculturas”, nacionalidades,…), el uso irracional
capitalista de la naturaleza; el progresivo desmantelamiento de esas tres instituciones
históricas de soporte del sistema capitalista y de las sociedades de clase: la familia
monogámica (la familia “es una sola persona”, por tanto, animal, egoísta: “reino animal
del espíritu”; esa estructura sectaria, autárquica, el principio “social”, la célula de la
agregación humana clasista: esclavismo, feudalismo, capitalismo; estructura que refleja
cómo las personas adultas sólo se dedican al cuidado de hijos ajenos por la paga: en las
guarderías o por disposición –esta última ha sido la forma propia colectiva en el
socialismo 1012 ), la propiedad privada (el pecado original de las estructuras parasitarias de
vida, que afectan a todas las áreas del convivir humano; en efecto, no es raro que el
embrutecimiento en el amor, no sea más que el impacto de la propiedad privada en la
región de los menesteres reproductivos, esto es, el querer tener un “tesoro humano” sólo
para uno: el no aceptar –aunque “nadie ha muerto de amor”- compartir con otro a la
persona amada) y el Estado (esa “junta que administra los intereses comunes de la
burguesía” –dixit Marx-Engels); todas estas antítesis “sociales”, se hallan en cuestión
(“Paradójicamente muchas de las ideas y de las instituciones consideradas más serias,
como son la patria, la familia, la religión, el honor, las tradiciones, etc., han sido las que
más daño han hecho al ser humano…” -dixit Salvador Freixedo). Strictu sensu, solamente
la inteligencia, como propiedad ontológica, es trashistórica, suprahistórica: trasciende las
diversas etapas, del progresivo flujo humano.
En suma, en la etapa humana de mudanza en camino, paulatinamente declinan las
condiciones sobre las que se monta toda forma de dominación. El perenne status de
ignorancia, la ausencia de contacto racional colectivo: sin acuerdo, sin un plan, sin
dirigentes, una clase, un pueblo o cualquier otro sector social parcial, vive las
circunstancias en las que se registra la inobjetividad del cambio, mientras que se posan
vigentes siempre las condiciones para el sometimiento en masa, a través de la
reproducción coercitiva de dichas condiciones. La producción moderna, el efecto del
proceso tecnológico en constante desarrollo y difusión, en una palabra: la presencia de una
base material sólida en acto de creciente productividad, la cual incida sobre el cerebro, es
la que crea el momento de la liberación, en la perspectiva planteada por el marxismo: “la
abolición de todas las formas que impiden el desarrollo del proceso de hominización para
todos los miembros del género”.
6.- La noción sobre “aprender-haciendo”, cuando la institucionalidad educativa –de
naturaleza crecientemente virtual en el presente-, que en la sociedad del capital fuera el
resultado del divorcio entre el proceso de socialización y el proceso de la vida misma
(Aníbal Ponce), marcha cada vez más hacia su desmoronamiento, y el joven se educa
–siempre in cressendo- inmerso en el desarrollo colectivo e “inmaterial” de la existencia
(en la actualidad, la persona cada vez más aprende que “inventa”, y lo hace: incluso por
sobre la forzada presión sobre el desarrollo de la creatividad a la que está sometido; “Nada
es mío”, sostiene, con mucha razón, el escritor italiano Giovanni Papini). En esta etapa, el
docente, el profesor, el maestro, el cual es el más eficiente y abnegado agente de
socialización, de realización masiva de la ideología burguesa, el que para hacer efectiva su
función debe ejerce su propio poder (micropoder, autoridad), pierde majestad, autoridad,
pertinencia.
En efecto, si en el modelo del “aprendizaje cooperativo” que viene imponiéndose (en
el que el Maestro relativiza su papel, mientras que el aprendizaje, la investigación y la
embargo, radica en que esta juventud tiene altos niveles de conciencia e indican que “Chile ya cambió”, que la
nueva fase de lucha es de formulación de los instrumentos programáticos y el diseño de las acciones
estratégicas para su plasmación frente a un gobierno de derecha (la Juventud Comunista, en este caso,
concentra las cualidades políticas del moderno sujeto histórico: juventud subversiva, intelectual creadora de
realidades y agente de movilización popular)
1012
La determinación de la sobrevivencia en cada etapa (el carácter de los medios con los que se la consigue)
condiciona el comportamiento humano; en la sociedad primitiva, esto es, en la fase de la cópula colectiva, todo
adulto asume la responsabilidad paterna frente a todo vástago; ahora bien, esto ha cambiado, sobre todo en el
capitalismo, estadio en el que se práctica el culto al individualismo, en razón de lo que incluso se vuelven
enemigos los sujetos entre sí (la competencia).
635

colectividad se integran en el objetivo de “construir” –sic- el nuevo mundo) la
Universidad se funde con la sociedad, ésta –por su parte- se diluye y desaparece,
circunstancia por la que la formación de la conciencia y la conducta cuanto la esfera de la
actitud, es decir, la apropiación individual de la experiencia histórica y su conversión en
knowhow, deja de estar a cargo de un órgano especializado, como ha sido en las
sociedades clasistas (Marx fuera de la Universidad y de los círculos académicos,
desarrolló su pensamiento). La institucionalidad educativa, comprehendida en sus tres
niveles básicos: escuela, colegio y universidad (aparatos creados por el sistema para
garantizar su reproducción), y el profesor, en su orden, constituyen instancias y agente de
“socialización”, de “alineación”, o sea, entes mediales en el proceso eficaz de
asentamiento de la ideología oficial, en la organicidad y asociatividad del cerebro, sobre
todo juvenil (eso explica el reaccionario esmero denotado por parte de las Religiones, de
intervenir en la educación de la niñez y la juventud). El modelo europeo signado como
Tunning, los procesos de socialización virtual en tiempo real, constituyen la antesala de la
clausura de la modalidad histórica de maduración técnica formalizada de los individuos
(se agota el patrón napoleónico, renacentista, iluminista, profesionalizante de la
Universidad); al respecto, debe hacerse notar, que los mismos entusiastas empresarios o
sus portavoces doctrinarios, con toda nueva innovación, no se percatan que progresiva y
sistemáticamente sacan al capitalismo de la historia. Es obvio, que dichas
transformaciones tienen posibilidad de ser, por cuanto la determinación históricoestructural
de la humanidad de ese modo hace que se proceda.
Esta certeza, no se desprende del simple planteamiento abstracto de la actividad de la
mente brillante, ilustrada y creativa adosada a la ideología del “constructivismo” 1013 ; el
hecho se muestra, mas bien, como resultado de la generación de condiciones reales, que
encarrilan la conciencia en esa perspectiva (en verdad, en la era denominada de la
“posmodernidad” por parte de determinados círculos, adjetivación sustentada en un acto
de intelección llevado tan sólo sobre la epifenomenología de las circunstancias, la prédica
táctico-operativa de la praxis política tiene la siguiente base categorial: particularismo,
diversidad, juventud, voluntarismo, constructivismo; posmodernidad: el capitán de una
embarcación italiana que naufraga en enero del 2011, es el primero en salvarse).
Pero el llamado “constructivismo”, si cuenta con una tabla de salvación, puesto que el
mismo puede ser reclamado para oponerse a la “verdad revelada” por la Biblia; pues, nada
de eso: el ser humano debe construir (¡bah!) la verdad el mundo, del ser humano, de su
trascendencia, por sí mismo (es pertinente recordar, que el nuevo conocimiento se
produce, en tanto que el conocimiento existente se reconstruye 1014 ). La aseveración
expuesta de ningún modo lleva a aceptar, que las concepciones míticas tienen cabida en el
futuro: el chamanismo, la medicina naturalista, las tradiciones, la atrevida pretensión de
igualar los saberes empíricos (la especulación intuitiva generalizante formalizada 1015 ) y el
racional (el neopositivismo de Occidente; es verdad –dicho sea de paso-, que en Occidente
se experimenta una “crisis del yo”, dada por su encierro en la concepción idealista), o la
presión por alcanzar su diálogo –entre saberes- en igualdad, etc. En realidad, si el ser
humano produce materialmente (fuerzas productivas) y a la misma vida (“al mismo
1013 En el proceso de alienación más importante: la educación, ésta a futuro tiende a ser cada vez más virtual,
personalizada e impersonal (en el medio social de reproducción de la vida, privada de su carácter colectivo
presencial), esto es, de modo "significativo" y por "modelo social". Pese a que la manía en la actualidad sea
aseverar y tender hacia la "construcción" de todo: hoy ostentosa y banalmente se dice que se "construye
consensos", se construye identidad, se construye poder, se construye democracia, se construye viabilidad, se
construye conocimiento, etc.; no obstante, en la realidad nada se construye frente a la presencia del poder
efectivo y de la vigencia de múltiples determinaciones materiales de la existencia (hasta hoy, tan sólo el poder se
reproduce de modo cuasi voluntarista debido a que cuenta con los presupuestos objetivos para el efecto).
1014 También en ciertos sectores de evangélicos se prospecta. En ese sector se dice que lo que está pasando en el
mundo en la coyuntura de entre siglos está anunciado en la Biblia y que el camino del ser humano está trazado
(incluso llegan a sostener –retomando devaneos absurdos de los “padres del evangelismo”-, que aunque una
persona sea un buen cristiano, si Dios ya le condenó, no hay manera que se redima. En Ecuador, un “pastor”
pro semita, histriónico, locuaz, fanático, quinta columna del sionismo, del cual se prefiere omitir el nombre,
afirma haber escrito un libro, cuyo título dice ser precisamente: Historia del futuro; como siempre, como se
puede suponer por los argumentos que se exponen con motivo de su difusión, tal trabajo debe ser la adecuación
de los hechos a la letra de la Biblia (para eso son maestros).
1015 “… la comprensión del mundo excede ampliamente la comprensión occidental del mundo” (De Sousa
Santos, Buenaventura. El Foro Social Mundial y la Izquierda Global).
636

‘tiempo’”) produce ideas (conciencia), el progreso material pone al frente a los pueblos
que in abstracto provocan dicho desarrollo; luego, es la “civilización” (las fuerzas
productivas materializadas) las que permiten establecer diferencias entre pueblos
(naturalmente, si se admite la herejía en torno de la existencia de un solo objetivo para la
humanidad: llegar a ser el “súper ser humano”, al que se avanza de modo lineal y
unitario).
Esta categoría neoizquierdista maniquea de “diversidad”, que no entiende que la
humanidad va hacia la homogenización absoluta: a la eliminación de todas las diferencias
con las cuales hasta ahora se ha movido la naturaleza para conformarse y sostenerse como
tal, se impone en la mente, promovida por la acción narcotizadora procedente de la
actividad académica doctoral de vertiente empirista/subjetiva. La humanidad contraría las
formas de organización que impuso el proceso de reproducción del capital tanto en su
vertiente desconcentrada por Estados como en la concentrada de la globalización; la
antípoda de respuesta procedente del género es la de carácter desconcentrada regional:
algo como Ciudad-Estado; no obstante, esta diversidad y descentramiento se produce en la
parte formal, territorial, pues, la técnica ha vertebrado de una vez y para siempre al género
dando lugar al aparecimiento de premisas de formación de la forma: metahumanidad, por
móviles particularmente electrónicos y virtuales.
En su determinación natural, a la homosexualidad –por ejemplo- también debe
vérsela como el paso previo a la anulación en conjunto de los géneros femenino y
masculino, a la eliminación del sexo como forma de reposición humana de las “unidades
de inteligencia” y como hecho que facilita la búsqueda del placer en el conocimiento, esto
es, como fenómeno que también conduce a la humanidad hacia la homogenización (en
verdad: superar toda “seña particular” existente entre todos los grupos humanos en los que
se descentra la contextura de la humanidad, es el proceso en curso, llevado de modo
natural). No obstante, incluso para iniciarse en el proceso de investigación en el área seria
de las ciencias, se requiere contar con ciertas condiciones: recursos económicos,
institucionales, de ambiente general, de un espíritu que induzca, que enrole a la persona en
ese entorno o de creatividad para superar barreras.
Pero, si bien es verdad, que a futuro –en el largo plazo-, en lo personal se supone que
el ser humano cambiará tanto en todos sus aspectos que le volverán irreconocible, como
efecto de la supresión del trabajo en tanto responsabilidad esencial, de la robotización y de
la reproducción biológica mediada por métodos artificiales; en el presente la actividad
sexual deviene en prurito generalizado y es vista como elemento fundamental de la
felicidad; además: dicha actividad se la valora por sí misma, esto es, apartada del fin que
la asignó la naturaleza: la multiplicación humana, por tanto, el “sexo” debe ser cumplido
profusamente y sin restricciones. ¿Por qué esta exhortación? El matrimonio, tal como se lo
conoce está quedando obsoleto, se está desintegrando la familia monogámica y los
manidos conceptos de fidelidad y adulterio sufren golpes por todo lado (incluso el SIDA,
está siendo controlado por parte de quienes no lo produjeron); si la familia se agota como
institución económica fundamental de la forma humana clasista y si la pareja deja de “ser
un dominio por excelencia de producción de sentido y construcción identitaria” (la
fidelidad femenina, el machismo, el matrimonio, la familia monogámica, son premisas
sine qua nom del funcionamiento de las “sociedades” clasistas, o sea, de aquellas en las
que opera la propiedad privada 1016 ), si la mecánica abastece al ser humano, si la
multiplicación se consigue por inseminación artificial, por clonación, por fertilización in
vitro, el sexo puede (y de hacho lo es) ser practicado fuera del matrimonio y de la fecha
estipulada socialmente para su iniciación; al fin y al cabo, cuando los órganos sexuales
han madurado, éstos ya no pueden estar simplemente allí, como parapeto (en efecto, que
una mujer, dígase: cuarentona, tenga sexo con un mozalbete de 18 años, debe ser todo un
impresionante episodio digno de aplauso, pero la estructura de roles en las comunidades
clasistas, la mojigatería, actualmente lo censura y lo ha proscrito 1017 ).
1016
“Si el matrimonio, la adopción, la herencia, etc., no estuviesen ligadas a las relaciones de propiedad, el
derecho se ocuparía de ellos tan poco como se ocupa del amor, de la amistad, etc.” (Kelle y Kovalzón:
Sociología marxista).
1017
¡Quién se ha atrevido a anunciar, que fornicar es malo? ¡Qué la infidelidad es mala? (en el capitalismo lo
es, porque un solo y exiguo ingreso debe ser fraccionado para atender a más de un hogar, dinero que no
alcanza para abastecer tantas bocas y necesidades, poniéndose en peligro la reproducción de la fuerza de
637

Una, dígase: “prueba”, de que la virginidad (uno de los solaces para el machismo), que
el celibato, la fidelidad son términos tabú, que viven en el cerebro (“en el imaginario”,
suele decirse zalameramente hoy 1018 ) de muchos ejemplares de ambos sexos de la
humanidad diferenciada en clases actual (del mismo modo como persisten las diatribas
entre quienes reivindican al Dios verdadero, la Religión verdadera: entre paganos,
cristianos católicos y evangélicos, mahometanos, budistas, sintoístas,…), proviene de ese
pueblo emplazado en algún lugar de la geografía asiática (?), árabe (?), del planeta, una de
cuyas costumbres es ofrecer al visitante, como un regalo especial de amistad y pleitesía, a
su mujer, para que el extraño huésped pase la noche del modo más agradable (y vuelva a
visitar), para que “tenga sexo”. El gran Marx (y Engels) platea en una de esa bellas y
profundas páginas de la Ideología Alemana, que la familia (monogámica, clasista) será
suprimida por la historia (Obras Escogidas en tres tomos en español, pg. 63), de igual
modo como lo será el trabajo y de la división del trabajo (Idem., pg. 64).
Debe resaltarse el hecho, luego, de que la humanidad ha ido planteándose una serie de
verdades (principios, leyes, categorías), de una vez y para siempre, sobre todo a partir de la
consolidación de la etapa cognitiva caracterizada en término modernos: como reflejo en la
mente de la correlación entre las dos estructuras de la realidad (esencia y fenómeno),
subjetivamente puestas en relación con la totalidad, en la que esta representación adquiere
sentido. Uno de estos principios responde a la norma científica del “monismo
gnoseológico” (obviamente, de vertiente dialéctica materialista e histórica), el cual recusa
la impostura posmodernista de los “múltiples relatos”, la “diversidad epistémica”
(episteme: palabreja pedante y cursi a la vez), el descentramiento del conocimiento, la
aceptación, tolerancia y promoción de múltiples ciencias (no es gratuito, que se reconozcan
5 géneros, o sea, 3 más –producidos por la sociedad y la historia: ¡bah!- por sobre los dos
dados por el orden natural: macho y hembra; ¡eh ahí un conspicuo ejemplo de la
“diversidad”), actitud reaccionaria en el pensamiento, desorientadora y disociadora de la
mente 1019 . En realidad, para un marxista por lo menos, en la actividad política práctica
pueden incluirse tácticamente acciones no desarrolladas en el frente propio (la NEP, por
ejemplo); pero a nivel filosófico, ideológico, teórico, jamás se puede actuar de modo
ecléctico, esto es, la inclusión del pensamiento burgués en el modelo marxista, so pretexto
de desarrollarlo.
7.- La política deja de representar y ser la lucha de clases por el poder, para transferir su locus
hacia la simple gerencia de recursos materiales y técnicos, en la búsqueda candorosa del
bienestar humano. El Estado suaviza su carácter de clase, tambalea su esencia: su
condición de aparato espacialmente recluido, “poder acumulado”, predireccionado, en
favor burgués y pasa a constituirse en la "consensuada y equilibrada" representación
resumida de los más disímiles intereses de la comunidad ilusoria global; en verdad: tan
sólo se reduce a un conjunto de aparatos de la administración supranacional, en su fase
póstuma. No se puede hablar ahora, desde luego, de la operación de procesos puramente
estructurales en el cambio de la forma social vigente (como los que precedieron las
revoluciones liberales clásicas, esto es, de los siglos XIX y XX, que tuvieron una forma
nacional) ni tampoco de procesos activo-“racionales” (como los inherentes a la “vía
junker” de desarrollo del sistema concurrencial o de las revoluciones socialistas); por hoy,
una amalgama de varios procesos se enhebran para concluir la gran obra de cambio legada
por el proletariado (la “vía” franfurktiana, ciudadana, americana, malasiana general para
la especie, de este proceso de conclusión de la transformación humana).
En suma: las fundamentales fuerzas del cambio en escena son, pues, el progreso de las
trabajo). Es una mente madura, la que rechazará la infidelidad y la práctica sexual misma, como hechos regidos
por leyes naturales, que gobiernan ciegamente la vida humana y que tienen a la voluntad en el lado opuesto.
1018
Palabreja ésta, usada por un sector de sociólogos folclóricos. Con la misma se elementaliza a la conciencia
humana: solamente los animales tienen “imaginario” (es decir, memoria asentada en forma de imágenes: su
estructura de recuerdo); puede decirse que en los niños, en su fase icónica, su conciencia es “imaginario”; en
las personas adultas, en su conciencia se vertebran imágenes con semantia, pero sobre todo dicha estructura
grabada del mundo es conceptual, esto es, forma de reflejo, de representación de la realidad y del acto
dinámico de reconocimiento del mundo.
1019
Es particular el comportamiento de estos sujetos. La conducta informal desarrollada por el “revisionismo
Light”: el “tuteo” incluso entre desconocidos y sin respetar generaciones, el saludo con “mucha”, el llamarse
sólo por el nombre; la lexicología “cobera”: construir, desde, cruza, lectura, lógica, invisibilizado, imaginario,
lo de género, conversatorio,…
638

fuerzas productivas, cuyo movimiento se destraba del bloqueo de las relaciones
concurrenciales de producción, con la reestructuración de estas últimas; las acciones
políticas voluntario-racionales; el efecto de sobredeterminación transformadora del sistema
de las luchas aisladas de sobrevivencia; y, la reversión del efecto contracíclico del
programa de política económica, del programa ideológico y del proyecto social oficial (el
propio modelo de acumulación fordista-keynesiano, ha sido cancelado). Si, en efecto, la
"sociedad civil" (tejido de organizaciones privadas que queda –según se afirma en círculos
neogramscianos- luego de la desaparición del proletariado) ya no está integrada por
"clases" sino, a la manera de la "sociología funcionalista" parsoniana, por puras capas
sociales; esta teorización sociológica conduce a sentenciar, que los órganos políticos de la
lucha ya no constituyen los típicos representantes conspirativos de cada "clase": los
"partidos políticos", sino los movimientos sociales (“La necesidad de un parrido político
para los obreros la originan las condiciones objetivas…”; éstas han sido cambiadas por el
mismo proletariado). Se pasa entonces a definir "´lo político` (sic) como lugar de
descomposición de la hegemonía dominante y lugar del afloramiento de una nueva
hegemonía de las clases dominadas" (Jean Lojkine).
En sectores menos jacobinos incluso se sostiene, que la formación de una sociedad
única –la nación mundial- no puede estar precedida por confrontaciones ideológicas o
militares, en momentos en que “...la humanidad tiene el reto de sobrevivir frente a
problemas globales: la contaminación, la capa de ozono, la supervivencia de la propia
naturaleza, la pobreza, el ´subdesarrollo´; problemas que atañen no a un pueblo sino al
género en su conjunto, puesto que con ese objeto se requiere crear mecanismos
organizacionales, económicos y de gobierno universales o regionales... tomar decisiones
políticas (sic), que van mucho más allá de las fronteras. Desde este punto de vista, los
´Estados´ están en crisis...” 1020 . Este es el móvil, la cortina, tras de los cuales “el poder
económico transnacional, penetra los Estados, se impone a ellos y los coopta para
consolidar el proceso de vertebración de las superestructuras policéntricas”.
“Proyecto nacional, consenso y hegemonía …[debe aceptarse, que constituyen]…, los
mecanismos de la estrategia de transición al ´socialismo´”, o sea, hacia aquel remedo de
sistema “de producción directa para las necesidades humanas, renunciando a la producción
sometida al interés de la ganancia o del desarrollo de los medios de producción”, con
trabajo humano. No obstante, la “comunidad” humana planetaria no tiene como Norte
dicho tipo de estructura social (la forma social paradójica: sin clases y con trabajo, ya se
gestó, cumplió su papel como un “caso” a nombre de la humanidad toda en la coyuntura
socialista de la ex URSS y su Campo, para luego dejar la escena histórica). El “proyecto
nacional” (proyecto político), en el momento de concretización sistémica, no cursa más; el
consenso será posible allí donde existan condiciones objetivas para su establecimiento;
mientras que el proceso de coordinación de los distintos actos humanos es lo que se ve
venir en lugar de la “hegemonía”.
Ahora bien, no se registra experiencia que rubrique resultado exitoso, de un trabajo tal.
¿Limites en la comprensión y en la propuesta, o “utopía frenada por la realidad”, como
propone la llamada “Teoría crítica”? La versión estilizada de esta perspectiva (al menos en
el interior de la intelligentzia Light ecuatoriana), conjuga tres teorías: el “socialismo
libertario”, la “Teoría crítica” y el “postmodernismo afirmativo”. Proyecto de desarrollo
social ético, renuente a la violencia realizadora, el cual se mueve según la dinamia de
coexistencia de diversas posiciones en disputa en el largo plazo, las que constituyen
perspectivas de acción paralela hacia su afirmación; se atiende a partir de la perspectiva
lógica, con la razón de los hechos que se hallan en curso de afirmación histórica de la
hegemonía, en cuanto racionalidad deconstructiva, que retira consistencia real al
1020
Y las agrupaciones políticas de similar modo lo están -sobre todo los partidos políticos de las neocolonias y
los de la plebe-, cuando la sociedad ha entrado en una época de decadencia, en que ésta se halla empujando a
sus fuerzas hacia la formación de un momento de armonía en sus relaciones, de transformación del capital; por
eso, “los partidos políticos se hallan sometidos a un proceso de presión de renovación, que deviene de la
operación de la historia actual del mundo: su crisis, no constituye la derivación de la mala actuación de las
dirigencias, sino del cambio del proceso histórico, en la que su función no puede ser la misma, pues, hay un
nuevo proceso universal en el cual deben reflejarse”. Además, la delincuencia (que tiene su raíz en el
capitalismo) también se ha transnacionalizado, se ha corporativizado (la economía subterránea de la droga); su
solución (amén de la profunda e histórica: abstracción del sistema que lo crea: el capitalismo) asume, a la vez,
ribetes de necesidad asociada con estrategias supranacionales.
639

fundamento de un interés, realizable en la institucionalidad; y, superación del programa de
progreso fragmentado al cual se asimila el complejo social, que trasgrede el iluminismo de
la tecnocracia y de afirmación del ser humano sobre el entorno, consolida el nuevo ethos el
cual dibuja el cuadro de la nueva realidad.
8.- Que la ciencia y la técnica se han constituido en las principales fuerzas del cambio, que
con ellas se puede –antes que con la actuación política (en su acepción clásica, o sea, en
tanto proceso de “lucha de clases antagónicas por el poder del Estado”, para transformar o
conservar la estructura social contradictoria)- resolver los problemas de la humanidad y
que las relaciones políticas adquieren carácter a ellas subordinado en el moderno proceso
de reproducción social (implica esto, que el monopolio de la violencia, patrimonio
legítimo, exclusivo, del Estado, observable sólo en las sociedades clasistas, ha sido
coartado; en realidad, “los científicos no pueden hablar legítimamente de ´objetividad´ o
´neutralidad científica´…”) 1021 .
En las formas de agregación humana, en las que la estructura se cualifica mediante los
actos de la voluntad (hecho que sugiere, que la necesidad encuentra su fundamento en la
conciencia), jamás las puras determinaciones articuladas a las condiciones materiales de
reproducción conducen de modo pleno su proceso (el “tiempo propio de la revolución”);
tampoco el ejercicio de la sola voluntad creadora, la praxis consensuada, tienen ese
derecho; de manera que siempre habrá en ellas “espacio” –dependiendo de su estado
evolutivo-: 1) para el imperio de las circunstancias, 2) para la regencia de la voluntad, 3)
para el ejercicio del sinergismo entre 1 y 2 en diverso grado, momento y geografía (en
verdad, en la actualidad hecho y voluntad se dan la mano).
Si se ensaya una somera revisión sobre el proceso humano recorrido conforme a
coordenadas burguesas de movimiento, se advierte, que los problemas existenciales para el
capitalismo se inician en 1917, al recibir la “estocada” de la Revolución Socialista de
Octubre; luego, experimentará su primera recaída entre 1929-33, período que evidencia los
principales síntomas de la “gran depresión”; le seguirá otra crisis asintomática en 1969 en
el Japón (el capital inicia el deceso del trabajo y se destruye a sí mismo) con la irrupción de
la fase de automatización productiva (“... el capital se conserva y se multiplica gracias a su
cambio por trabajo vivo” –Historia de las doctrinas económicas –I-: Karataev, Ryndina y
otros); en 1980 el sistema atravesará un momento de crisis estructural de orden energético
y financiero (nueva crisis en el Japón en 1989); y, en el presente, el stablishment “hace
aguas” y se enfila hacia su etapa de desenlace (la entelequia sistémica, ya no estará para
verlo): la crisis trae aparejado el proceso de concentración y centralización del capital, en
el primer caso: a través del mecanismo del “salvataje” (asunción de pasivos bancarios por
el cuasi Banco Central de EU), en el segundo: mediante la absorción de bancos pequeños o
en quiebra, por bancos grandes; en la fase moderna de crisis, la humanidad entera se ha
vuelto “sujeto político” en la medida en que deviene en conductora de su destino: se
apresta a “realizar el designio que la historia impone a todo pueblo, producir el cambio en
su entera dimensión” 1022 .
El nuevo “sujeto histórico” se integra de ciudadanos, de subversivos (no de los
1021
La “lucha de clases” concluye con el robot, o sea, cuando la producción pase a constituirse en
“responsabilidad” de las máquinas complejas en general, pero, sobre todo, una vez que este sistema sea
desmonopolizado y desprivatizado (la lucha política adquiere aquí nuevo y pleno sentido), y sus productos se
derramen gratuitamente sobre las necesidades de la población entera: se inicia la verdadera historia (el fin de
la última etapa de la lucha de clases, según la ideológica denominación de “modernidad”), en el sentido de la
plasmación progresiva de la finalidad de la razón, que ésta tiene a futuro. Mientras tanto, continúa en vigencia
la percepción usual sobre el hecho: “Todo esto ignorando convenientemente que la pobreza y la injusticia no
son problemas tecnológicos y que no habrá ninguna nueva tecnología que resuelva viejas injusticias” (Ribeiro,
Silvia. ¿Qué nos deparan las nuevas tecnologías?; revista América Latina en movimiento, Quito julio del 2004).
1022
Japón es el país más endeudado del mundo; si sirve la deuda por completo: ¿qué queda con los nipones?
Pocos activos fijos. La “segunda economía el mundo” sufre de: crisis bursátil del 89, población envejecida
(inactividad, incremento de los “gastos” de la seguridad social), terremoto y tsunami, Yen apreciado, tasas de
interés en cero: política monetaria atada de manos. Paradójicamente, el progreso de la humanidad (desarrollo
de las fuerzas productivas, base del paso de la humanidad a un nuevo nivel de percepción sobre la realidad y en
torno de los objetivos de la conciencia) está todavía atado al destino del capitalismo. Las principales economías
del mundo en declive; países neocoloniales y sectores poblacionales progresistas, sumidos en el humanismo
hedonista ecologista; amenaza, por consecuencia, quedar trunco o ralentizado la marcha sobre el gran objetivo
de la humanidad; la esperanza proviene de la existencia y consolidación de una visión mixta, intermedia
asociada los BRICS: desarrollo técnico con redistribución.
640

voluntaristas y soberbios “movimientos sociales”); el desempeño de este actor se
multilateraliza en los episodios de la “revolución subversivo/intelectual”; son su
vanguardia: los “subversivos” (“francotiradores”, que ha generado también de modo
espontáneo la historia y no es programa de “construcción de actores y discursos”, pues, el
capitalismo ha convertido al pos proletario en terrorista). En el carácter de la sociedad
actual, la naturaleza parroquiana, simplemente terrenal, desaparece para tornarse
cosmopolita en los “actores sociales del futuro”, en la medida en que incluso sin necesidad
de moverse de su sitio natalicio, el ser humano alza el vuelo -adquiere el nivel de elevación
del Aguila- a través del acceso y uso del Internet, del teléfono celular, de la computadora,
de la televisión y empieza a abarcar el mundo con la mirada: se torna crítico y va en pos de
la transformación, que ahora se vuelve –en tanto masiva- menos cruenta (el capitalismo
supertecnológico produce las armas con las que los subversivos/ciudadanos deben darle
muerte definitiva).
En verdad, el movimiento general de la historia genera los agentes, las percepciones,
las técnicas de esta transformación. Sin embargo, comúnmente se sostiene, que este
prodigio: el “salto cualitativo” de elevación de la conciencia crítica y objetiva de la masiva
población planetaria, es el resultado del desarrollo de las solas fuerzas productivas como
efecto del acceso masivo al uso de los modernos productos de la técnica; nueva
mentalidad, que recusa la persistencia de atavismos a lo interno de la especie, precisamente
en razón de su inserción en el proceso de renovación de los productos de la técnica
(naturalmente, fenómeno de transformación nocional, que es evidente en América hispana,
que indistintamente seguirá en Asía, luego en el mundo árabe –la gestación de un nuevo
movimiento pan-árabe, artífice de una segunda independencia- y, finalmente, se producirá
en el África).
Si los resultados del trabajo físico (su productividad) se eleva con el desarrollo de la
técnica, algo similar se produce en el trabajo del pensamiento incluso ideológico (la verdad
científica como presupuesto en el desarrollo de la criticidad) 1023 . Los productos del
pensamiento son diferentes con hacha de piedra que con Internet, sobre todo cuando el
acceso a diferentes versiones de los hechos –que forma una visión múltiple y general- y su
filtraje a través del pensamiento racional “bien informado”, confieren carácter axiológico a
la idea. Sin embargo, es la calificación de la vida de la mente con la representación política
de los hechos, la fuerza movilizadora del pensamiento: la “lucha de clases” (burgués contra
burgués, capitalista contra trabajador, capitalismo contra socialismo, capitalismo contra
socialimperialismo, capitalismo contra subversivos/ciudadanos), el fenómeno que llevó al
Internet, en la medida en que impulsó el desarrollo técnico.
La revolución ciudadana, pacífica, democrática (la humanidad, en la coyuntura, no
está para más, incluso se dice que ésta “se está feminizando”; en verdad, tal como sostuvo
Lenin: las generaciones actuales deben decesar, para que el cambio detente sustento
humano), en virtud de la cual el aparataje del Estado pasa a manos de la población la que
cambia el sentido de este instrumento (del “poder constituido”), es posible en su condición
de paso último de la “revolución permanente” 1024 , en la que la batalla final y definitiva
protagonizada por el proletariado y el socialismo de Vladimir y Iosif, ha abierto el
horizonte a la múltiples escaramuzas en ciernes: la “revolución permanente” continua de
otro modo, como “guerra permanente” (pues, la “evolución” es sistemática, en tanto que la
“revolución” es súbita, violenta, es salto, no pasos sucesivos), como “rebelión permanente”
(la clase capitalista nacional creó al obrero y al fusil como sujeto y arma en la
determinación de su deceso; la clase capitalista mundial, en cambio, ha generado a los
subversivos y a la “TICs”, en tanto modernos agentes e instrumentos de su definitiva
expiración).
A propósito, en torno de los medios modernos de última generación, huelga decir, que
el Internet, las TIC, esto es, los canales principales a través de las cuales se difunde
1023
Las TIC van en la vanguardia en este verdadero acontecimiento, pues, la información permite discernir
(Simón Bolívar decía al respecto: “más que por la fuerza nos dominan por el engaño –dixit Dr. Diego
Delgado); la estructura, el proceso y las maniobras del poder, ya no pueden ocultarse, y el buen juicio de las
personas empieza a imperar.
1024
Se dice que por ubicarse de golpe en la dimensión de la totalidad estructurada del capitalismo mundial,
Trotsky desarrolló la Teoría de la “Revolución permanente”, estrategia –no obstante- bastante difícil de lograr
aplicación; mientras que por abordar la situación particular, Lenin elaboró la Teoría del “eslabón más débil”,
modelo históricamente impropio para alcanzar realización en la totalidad.
641

masivamente la información en el mundo de hoy, incluso aquella que intrínsecamente tiene
carácter alineante, promueve la criticidad; por tanto, la simple información, o sea, aquella
que no “forma” (es decir, aquella que no modela objetiva y críticamente la mentalidad de
las personas), adquiere finalmente esa índole, y el ser humano es cada vez también otro por
dicha vía.
9.- Finalmente, en torno del curso a seguir en el frente de la política de cambio, en concreto.
La Escuela de Frankfurt (como la gramsciana y conexas), ya se ha dicho, se anticipó a
vetar el enfoque marxista de la revolución, partiendo de la premisa de que los cambios de
última data en el sistema capitalista (occidentalización –proceso que se trata también de
desoccidentalización: de pérdida de hegemonía económica de la neotriada –EU, UE,
Japón- y de formación oligopolar del mundo, con la conformación de los BRICS y la
CELAC)- y racionalización del mundo), ponían en obsolescencia al llamado marxismo
clásico. El destinatario, en el nuevo escenario, el “sujeto de la revolución”: el proletariado,
había dejado la escena histórica, debido particularmente al avance del proceso de
automatización y por cuanto el desarrollo de la producción capitalista mejoró las
condiciones sociales generales del sistema, acercando su bienestar al obrero. Por otra parte,
el capitalismo se estabilizó en la segunda post guerra habiendo superado las
contradicciones; mientras que la Rusia soviética post estaliniana (claro, la versión de
Frankfurt sobre la historia, como en otros casos, no hace esta distinción) se semejaba a
Occidente, fenómeno que condujo a buscar las razones de la opresión en una región fuera
de la económica: en la cultura. Se pasó a poner interés en la subjetividad, en la formación
de la “autoconciencia de las masas”, mediante la búsqueda cooperativa de la verdad, a
término de lo cual el “conocimiento crítico” tenía función emancipadora humana 1025 .
En el presente documento, no se recurre a este tipo de planteos para fundamentar
conclusiones propias, que paradójicamente parecieran repetir, coincidir o aproximarse a
puntos de vista revisionistas, reaccionarios, antimarxistas. Por el contrario, la percepción
final, que sobre el proceso, la estructura de la realidad actual y la forma de la acción
pertinente que se propone en estas anotaciones debe hacerse a efectos de la incursión de la
voluntad en la producción de la nueva realidad humana, se sustentan en premisas teóricas,
ideológicas y políticas bien definidas. Teóricas: el desarrollo de la técnica que sustituye al
trabajo a pasos agigantados (lo cual hace que la ley del valor se detraiga –Marx: Los
Grundrisse); la PEA mundial y, sobre todo la PO (población ocupada) mediante relaciones
1025
¿Cuáles son determinaciones concretas, la base material, el tiempo histórico y los intereses que
fundamentan este tipo de doctrinarismo subjetivista? Tienen su asiento en la Europa mediterránea, aquella de la
recuperación gracias al Plan Marshall, al desarrollo tecnológico inducido por la exigencia de mejorar la
competencia intermonopólica; desarrollo de las fuerzas productivas acelerado, que reestructuró el sistema
económico, forzándolo hacia la producción automatizada y a la liberación de mano de obra del sector real y su
consecuente colocación en la esfera terciaria; hecho que se complementó con el advenimiento de la etapa
imperial monetarista globalizada. En consecuencia, se trata de un pensamiento que emerge del centro mismo de
las contradicciones del postmodernismo, del postindustrialismo de postguerra. El primado del ciclo monetario
de la economía, la automatización creciente de la producción, la dotación de excedentes de intercambio
(asimétrico) y la agudización de la competencia entre monopolios centroeuropeos, permitió que se inflen las
actividades del área de los servicios; este proceso estructural evolucionó forzado por la implementación de una
política proteccionista regional integradora europea, a fin de sostener superávit de balanza de pagos. El sector
terciario de la economía hiperdesarrollado, sustentado gracias a las rentas imperialistas y a la demanda de
puestos de trabajo en los Estados europeos, para formular políticas de integración y proteccionismo, acrecentó
paralelamente la esfera de los servicios y las actividades estatales. Estos sectores de actividad (terciario y
público), se constituyeron en el terreno privilegiado de la capa social de los intelectuales y de los burócratas; y,
el crecimiento de estos dos ámbitos, devino en incremento correlativo de la capa social citada. Como
pensadores y administradores de la cosa pública (entre ella: de la Universidad burguesa), se dedicaron a
teorizar sobre el Estado (y sobre la “cultura”), pues, era la esfera administrativa, gubernamental, la que estaba
inmediatamente a sus pies; impugnaron a la economía y al economicismo y se centraron en la superestructura:
Gramsci hizo el “descubrimiento” de la “sociedad civil”, Habermas sustituyó al trabajo productivo (la
producción, en concreto) como la fuente de ascenso positivo humano por las llamadas “relaciones
comunicativas” y procedió a elaborar una concepción del proceso revolucionario “… solo como un resultado
de la conciencia… exagerando el papel de las categorías…” y, junto con el resto de correligionarios,
impugnaron la fundamentación materialista (la Economía Política) existente en la concepción de los clásicos
del marxismo y en quienes contemporáneamente se han ubicado en esa perspectiva. Estas concepciones
superestructuralistas, por tanto, se corresponden con el ascenso de la burocracia, con la consolidación
desarrollista y autocentrada de los aparatos administrativos del sistema político burgués principalmente
europeo; y, sus planteos de teoría política están condenados a no ser más que la transcripción sistematizada de
la ideología de los agentes de la administración y del intelectualismo pequeñoburgués universitario.
642

salariales formales, a inicios de Siglo (XXI), se ha reducido drásticamente frente a la
población total, en relación con las cifras que arrojan las estadísticas para los años
intermedios del siglo XX, y esta tendencia mantiene su signo incremental; en el planeta los
valores de desempleo y subempleo crecen; mientras que la “economía marginal” se
estructura como una verdadera “forma” progresiva de reproducción humana.
Ideológicas: el proletariado cumplió su papel histórico y ahora se ha retrotraído a
sujeto “en sí”, empujado por los programas de “reingeniería mental” y los deontológicos
acometidos por la avaricia empresarial 1026 ; el socialismo verdadero cuanto el denominado
“real”, empujaron al capital hacia la automatización productiva absoluta (“la fruta madura
capitalista está por caer”: lo que la razón no puede –del todo- lo hace la historia –la
robotización-, y la racionalidad homeostática de la intelligentzia del sistema va a ser
incapaz de impedir dicho desenlace); y, Marx, Engels, Lenin y Stalin, estuvieron en lo
cierto: la teoría, la estrategia, la acción práctica demostraron su justeza. Políticas: el
proletariado se ha negado y renacido en los nuevos sujetos edificadores de la “otra
historia”: los subversivos, los intelectuales, los ciudadanos; el “socialismo del siglo XXI”
(la “revolución institucional”) es la forma en que la población terrenaliza la herencia
legada por el proletariado en estado potencial: las nuevas relaciones sociales, mientras las
zonas imperiales completan el proceso de automatización.
En lo tocante con la objeción puesta: a la conciencia, prisionera del influjo de
esquemas de ilusorias aspiraciones situadas con creciente preponderancia en el exclusivo
plano abstracto de la voluntad y de la praxis transformadora, de los escuetos deseos morales y
de la conducta oportunista del pequeñoburgués, la han puesto a merced de su conformación,
por sobre el mundo real, la cual se ha metaobjetivizado en el sistema de prescripciones en
referencia 1027 . No obstante, las principales divagaciones anotadas (abstracción del
proletariado, tendencia posmoderna evolutiva de renovación social, la filantropía como
actuación revolucionaria, las contradicciones parciales rectoras del cambio, la política como
acto de gestión social, la técnica como recurso de sustento de necesidades, la actuación
política en el seno institucional de los ciudadanos), han alcanzado el presupuesto de su
terrenalidad, de ningún modo sobre un lecho de espontaneidad, sino en las circunstancias
históricas puestas por el acelerado desarrollo de las fuerzas productivas (sobre los hombros de
los procesos precedentes, procesos que –en buenas cuentas- “otorgan continuidad a la
historia”), el que ha devenido según el efecto combinado entre las luchas proletarias a nivel
mundial, la presencia del socialismo, del socialimperialismo y la paradojal competencia entre
1026
Dicho sea de paso, los procesos de reestructuración proburguesa de la conciencia de los últimos
proletarios, se piensa han resultado efectivos en relación directa con la operación de tres factores: 1) si la
realidad determina la conciencia, las condiciones de vida capitalistas asumen su rol favorable al lavado de
cerebro; 2) la reducida oferta de trabajo y la competencia, obligan, predisponen a colocar la mente en
coherencia con las exigencias subjetivas del stablishment; y, 3) el efecto eficaz del propio programa de
recableado neuronal. Esta regla encuentra su excepción en Colombia: entre el 2009 y el 2011 fueron liberadas
varias políticas (L. Betancourt), militares y policías retenidos por las FARC; lo primero que hicieron estos
personajes fue “dar gracias a Dios”, magnificar la libertad, la democracia y el sistema de mercado, y
despotricar contra las FARC; lo cual quiere decir, que estos individuos burgueses llumis (tercos), nada han
aprendido durante su encierro en la selva (no se han rehabilitado), que ese “apostolado” les ha sido en vano.
1027
En detrimento del proceso de construcción socialista, de la revolución y de los propósitos de las “guerras
de liberación nacional”, Jruschov –el más grande infidente de la causa proletaria y reformista inconsecuentetempranamente
planteó dos tesis: 1) el grado de desarrollo alcanzado por la ex URSS y la ausencia de clases,
mandaba a reemplazar la “dictadura del proletariado” por la democracia; y, 2) que la correlación de fuerzas
favorable al socialismo en el planeta, había vuelto sensato al capitalismo, de modo que se podía entrar en la
política de la “coexistencia pacífica” (mas, el socialismo y el capitalismo jamás podían coexistir, en tanto
modos de producción con tendencias universalizantes y antagónicas). El gramscismo –en cambio- es uno de los
responsables de haber desarmado ideológicamente el proceso revolucionario, al haber plantado la renuncia a
tomar inmediatamente el “poder del Estado” (en las sociedades “desarrolladas” de Occidente) y, mas bien,
optar por asediarlo, para transformarlo a través del ensayo de una lucha larga, que propenda alcanzar la
hegemonía por parte de la sociedad civil (por ejemplo: la propuesta de no arremeter “de golpe” –como
planteaba el PCI y la IC- y, mas bien, promover el advenimiento de una fase intermedia democrática entre la
caída del fascismo y el establecimiento del socialismo, oponiéndose a la llamada “tendencia maximalista” del
“todo o nada”). Otro tanto lo ha hecho el pensamiento reaccionario de la “praxis” frankfurtiana, al priorizar la
especulación teórica y el activismo romántico, que al resultar conductas políticas fallidas, concluyeran
desprestigiando la causa y generara desconfianza en la teoría y en la práctica revolucionarias, en las efectivas
fuerzas del cambio.
643

capitalistas 1028 .
Estos son, pues, los supuestos que prefiguran el proceso de transformaciones
esenciales, que han dado piso a las especulaciones arriba detalladas, en el que la expresión
más notoria tiene su punto clímax, en la dinámica evolución de la base subjetiva de las
condiciones de reproducción material. En las citadas circunstancias, las tendencias
homeostáticas opuestas a la Ley (entropía sistémica), se han alineado en su dirección, hoy son
–por tanto- factores que empujan la fase transicional hacia el comunismo, amén del deceso del
que han sido objeto las nociones de proletariado, revolución proletaria y socialismo,
precisamente en virtud de su concreción histórica 1029 . En efecto, la superación de la
"institución de la propiedad privada", en su intento político racional, superficialmente "no
pudo llegar a ser"; formalmente, pues, la impronta racional del proletariado orilló al
capitalismo hacia la robotización. Sin embargo, no es la añorada “sociedad socialista”,
conceptuada en sentido clásico, el sistema de vertebración social que la humanidad tiene en
frente ni a corto, mediano o largo plazo; la “sociedad red” se la opone: la desconcentración
empresarial formal del capital, la formación de una sociedad de microemprendedores y la
robótica (la “vuelta a la pequeña producción: ´socialismo reaccionario, pequeñoburgués´”, se
impugna de modo maximalista por parte de determinado sector de la Izquierda radical; pero
este hecho no es tan sólo un planteamiento programático, sino de realidad viva relativa a la
apertura de un proceso “natural” de desconcentración del monopolio capitalista que por su
escala no puede flexibilizarse, competir y adaptarse a las nuevas condiciones que impone la
competencia) 1030 .
En una palabra, el monopolio formalmente se desconcentra (la necesidad de competir
–y el comercio intrafirma, intraparnerts imperiales- lleva a segmentar a los conglomerados
corporativos, en unidades circunscritas que afincan la fenomenología de “red productiva”, en
pro de la flexibilidad); la empresa se ve inscrita en la tendencia a su desmaterialización
(polifuncionalidad, teletrabajo; “ventajas de fluidez y rapidez, que provienen del fenómeno de
la virtualización”); y, el dinero mundial pierde sus atributos principales: se convierte cada vez
más en un simple signo carente de valor (en su no convertibilidad y en permanente proceso de
depreciación de facto), en “dinero virtual”. El moderno sistema capitalista edifica las bases de
su irrealidad absoluta (los factores esenciales son el resultado, no obstante, de razones
históricas devenidas). Se multiplican los procesos ligados a la circulación mercantil de la
1028 En una palabra, los defectos de esta apreciación a priori, devienen de actos de valoración inapropiada de la
historia (inapropiado proceso de “aferentización de retorno”), a la presencia de una especie de desconexión de
la realidad actual con la pasada, a una versión cognitiva simplemente descriptiva, politicista y pretendidamente
antieconomicista de los hechos, a la penetración en la praxis de una concepción en la cual se exagera el
carácter constructivo de la voluntad sobre el mundo, a los devaneos de la utopía, tributaria de la concepción
eticista de la realidad y de su cambio.
1029 Termina, a su vez, el papel significante del edificio teórico de la Economía Política, en tanto corpus
conceptual científico, que ha dado cuenta intelectiva, positiva y axiológicamente saludable, de esa realidad,
puesto que el principio que lo sostiene: la categoría valor/trabajo, deja de ser su fundamento (también las ideas
del marxismo, que dieron cuenta de la realidad del sistema capitalista, de sus fases de constitución, vuelo y
consolidación imperial, no pueden ya iluminar la realidad que ha nacido). Sin embargo, inmediatamente hay
que interesarse sobre el hecho de que: no es que el marxismo llega a su término como ideología científica y
poder transformador de la realidad social; por el contrario, la nueva realidad queda librada al proceso de
transformación marxista de la intuición y representación en conceptos, como sustento de la renovada táctica,
que debe direccionar el proceso político del cambio revolucionario (pacífico: la concreción de la herencia
cualitativa obrera). Pero, más brutal va a ser la caída de la teoría económica convencional, la cual, al periclitar
las nociones epistemológico-teóricas subjetivistas burguesas como la de “escasez” (por la presencia abundante
de bienes y servicios provenientes de la producción cibernetizada), la de “rendimientos decrecientes”,
“productividad marginal”, en suma: el “marginalismo” todo; las tesis poskeynesianas de la “función agregada
de producción”, el “equilibrio general”, el “equilibrio dinámico”, etc., o sea, toda la teoría económica
burguesa: la neoclásica y la neokeynesiana junto al resto de versiones derivadas (el monetarismo de vertiente
friedmaniana, el institucionalismo, etc.), la Econometría avanzada, defeccionan en su sentido formalista, y la
vieja clase capitalista se queda sin discurso y sin realidad.
1030 "La revolución científico-técnica, prólogo de nueva civilización". En efecto, "... la principal preocupación
de la economía burguesa era la ganancia y no los seres humanos". Más ésta ha sido una determinación
inconsciente. En su condición primigenia "... la necesidad de acumular es la que le obliga al capitalista a
desarrollar los poderes de la tecnología" (para sostener las contratendencias: la depresión, la competencia, la
presencia organizada del obrero, del socialismo, del socialimperialismo: tendencia al derrumbe, frente a las
tendencias dilatorias. El esfuerzo sigue puesto hoy en relación con el propósito de regular el movimiento
descencional de la tasa de ganancia; luego habrá de continuar en ese camino con el simple fin de detener su
deceso; el freno al desarrollo técnico, aparece como la medida).
644

mercancía, de las promociones, del marketing, lo cual implica distracción de plusvalía de la
esfera de la acumulación y la consecuente detracción de la ganancia (no obstante, esta
aseveración es desmeritada por Diego Guerrero –Guerrero, Diego. Capítulo II: La teoría del
trabajo productivo e improductivo-: “Sin embargo, algunos autores, más interesados en
resaltar, a toda costa, los “elementos de putrefacción” del capitalismo, ligados a los “costos de
realización crecientes”, que en profundizar en el análisis marxiano del trabajo productivo...”).
De todas maneras, en la fase neoimperialista “… la socialización de la producción alcanza tal
nivel, que se crean las premisas materiales para…” la instauración de la fase transitiva hacia
una nueva etapa de desempeño humano, pues, esta socialización “…exige insistentemente la
necesidad de superar el carácter mercantil de los nexos económicos no solo nacionales sino
también internacionales…” (E. Andrés).
2.8.- PERSPECTIVA DEL CONOCIMIENTO, DE LA TECNICA, DE LA MIRADA.
En la “sociedad” primitiva: en la primigenia forma de agrupación preproductiva, la
fuente de abastecimiento (el abastecedor) del ser humano se halla ubicada directamente en el
“trabajo” de la naturaleza; en esta fase, la persona era “propietaria” de los productos que
provenían de ella (los aprovechaba, simplemente usufructuaba de ellos), mas no de los medios
de producción, particularmente de la tierra o de cualquier otro “elemento natural” (en verdad:
al encontrarse con un proveedor fuera del trabajo –de la “producción”: de la actividad que se
lleva a cabo en sociedad entre los individuos y la naturaleza, que se encuentra encaminada
conscientemente a un fin-, al margen de esta actividad de la “sociedad”, la propiedad privada
–la noción histórica de posesión y su ulterior metamorfoseo jurídico como concreto, de
reconocimiento recíproco de los individuos propietarios e iguales en el mercado- era del todo
absurda –el trabajo es a la propiedad privada y recíprocamente). En su condición de animal
gregario, este ser fundamentalmente se dedicaba a recolectar, a cazar y a pescar (la ausencia
de excedente, el desarrollo y la concentración de múltiples destrezas en un mismo individuo,
restringían el cambio); ahora bien, como entidad humana proclive a la estructuración grupal,
ésta operaba en el interior de una organización autárquica rigurosa, endogámica enclavante,
sostenida mitológica, simbólicamente, pues, se hallaba en formación del “medio” de la
conciencia (y de ésta misma), en el trabajo y sobre la palanca de la asociación 1031 .
En la comunidad futura, la propiedad privada está ausente, de modo similar a cómo lo
estuvo en la primera forma de asociación cooperativa “por obra y gracia” de la inexistencia
del trabajo en su moderna acepción y de la disposición de la “producción” sobreabundante de
las máquinas (aquí opera la “segunda naturaleza”); en verdad, el proveedor pasan a constituir
las máquinas, y la población de aquel entonces (tercera naturaleza: el supramoderno ser
humano que se hace “servir” de la naturaleza –primera- y de la mecanización –segunda
naturaleza- en consuno) se organiza simplemente para consumir (en efecto, la precaria técnica
habría de inducir a la primera comunidad a organizarse para usufructuar del entorno natural
mediante el ejercicio del trabajo preproductivo asociado; las fuerzas productivas altamente
desarrolladas conducen a lo mismo: a disfrutar de los productos del entorno robotizado de
modo también asociado e indiferenciado; como la naturaleza, que produce trigo para las
tórtolas, sin que una y otras se percaten, el sistema automatizado de producción,
autopreprogramado y sin saber por qué –lo que da la apariencia de que la “leche sale del
refrigerador”-, producirá la manutención humana). Se infiere, que sólo de este modo queda
abolida la propiedad privada de medios e instrumentos de producción: la división del trabajo y
la diferenciación sociales (este supuesto, a su vez, desprende la premisa en torno de que es
coetánea la presencia articulada del trabajo –producción- y la propiedad) 1032 , la
1031 En las “sociedades” primitivas, trashumantes, tanto como en los pueblos rústicos (los Pigmeos, por
ejemplo), la casi totalidad de la vida se ha utilizado para dotarse de los elementos necesarios para atender la
sobrevivencia material, por lo que no se ha dispuesto de tiempo para promover la actividad de la conciencia. Al
organizarse mejor el proceso de trabajo, al dotarse de nuevos instrumentos y al aplicar métodos más eficientes
de producción, se reduce –como se sabe- el “tiempo” de trabajo necesario para la reproducción material del
grupo. Con la técnica establecida en la realidad como determinación concreta, en cambio, el ser humano se
libra de la actividad laboral (fusiona la sedentariedad y trashumancia a través de las Telecomunicaciones) y
pone a su disposición todo el “tiempo” del mundo (y el “espacio” –en verdad: su “energía” –de la cantidad de
masa implicada en dicho proceso) para dedicarlo a la producción espiritual: estética, filosófica, del espíritu
practico, etc., pero también para la producción en la ciencia (la realidad a representar).
1032 El trabajo preproductivo realizado en “sociedad” es la fuente de generación de la conciencia; el trabajo
productivo consolida y desarrolla la conciencia hasta arribar a la “era del conocimiento”; el trabajo
645

superestructura (jurídica) y la forma de conciencia social (ideología): propiedad y posesión.
En realidad, visto bien el proceso: no es la sola revolución social, el acto histórico racional de
la voluntad, que conduce al comunismo, sino el desarrollo de las fuerzas productivas hacia la
robotización.
Las fases de vida contradictorias humanas, devienen viables, merced a la división
histórico-social-estructural de funciones entre los miembros de un mismo colectivo, dicho sea
de modo necesario; pues, todo grupo que está obligado a actuar en la coalición de sus
integrantes para subsistir, demanda de aparato conductor, esto es, de programa e
institucionalidad (considerado el hecho en otro campo y según análisis comparativo, en la
abejas, las funciones de sus miembros que estructuran el orden y la operatividad del todo,
tienen prefijación genética; en el ser humano, marginada la predestinación de roles en la
reproducción biológica, todos los individuos son en principio iguales y pueden hacerlo todo;
por tanto, los papeles son impuestos o libremente aceptados, formándose la jerarquía, de esta
manera, como en el panal; la estructura: propiedad/no propiedad de medios de producción
resultado de la conquista o de la apropiación del excedente en condiciones históricas
aparentemente incruentas y libres, yace en la base de ese edificio, mientras que la política y la
ideología, es condición de su sustentabilidad) 1033 . La división natural, social y técnica del
trabajo, se mantiene siempre en el trabajo (mientras la humanidad se dedique ella misma a
trabajar); únicamente suprimido éste (el trabajo), con la automatización (robotización
inteligente), se supera la división del trabajo (la condición, una vez suprimidas las clases, de
la burocracia como clase, como se asevera en documento: Stalin. Del marxismo al
revisionismo. Capítulo 4. Los límites del bolchevismo); pero tal división continúa su status, en
el interior del “trabajo” de las máquinas, puesto que es necesaria la programación, la “toma de
decisiones” y la operación, como la reina y las obreras en un panal, cuando debe haber
muchas tareas que cumplir, para que el sistema atienda las múltiples necesidades de
reproducción como totalidad; en verdad, sin división –técnica- del trabajo, en sociedades
complejas, no es posible su reproducción. Esta división, que coloca en el mercado como
recíprocamente iguales a los individuos –y así se reconocen entre ellos- y que es la base del
Derecho (C. Marx), con la mecanización y la segmentación técnica de operaciones interna a
ella, se ha anulado, tanto como a los sujetos y a las determinaciones de la juridicidad de éstos.
En el estadio de conexión universal de los diversos planos humanos: en su
indiferenciada totalización, la humanidad se hace cargo de un modo muy enteramente
diferente a cómo ocurrió en la larga etapa intuitiva transcurrida, como en la del racionalismo
empirocriticista reciente, del decurso del proceso de hominización, en su forma filosóficoracional.
El género –por esas fechas- se ubica propiamente en el momento de acceso al
conocimiento del modo de ser universal de la realidad en su carácter significativo esencial, de
su condicionalidad, de la índole determinada del orden natural y social (pero cuando los
cerebros se hallen conectados en interface, no será necesario apelar a la forma fortuita
denominada “junta de médicos” para tomar la decisión; lo que demuestra que, con cierto
límite, la reflexión en el círculo de especialistas puede producir el pensamiento de la totalidad;
en ese plano, los historiadores se han adelantado: aunque sea de manera superficial y
descriptiva, han reseñado el movimiento de la vida de un pueblo en sus múltiples facetas).
Esta posición racional, proceso ascendente siempre, en modo alguno conspira con el
patrimonio de los sentimientos inmanentes al “ser social”, con los afectos ligados
especialmente a la esfera de la reproducción y al cuidado de la vida que se inicia (por
ejemplo: la ternura por el primor de la infancia): el tener la conciencia en torno de que algún
día las generaciones venideras conocerán la verdad –verificarán su hipótesis- sobre el entorno
postproductivo de una economía robotizada, mantiene a la conciencia “construida”, la desarrolla, pero no le es
esencial a ella, puesto que su desarrollo discurre por vías autónomas.
1033
En realidad, es por cuanto los seres humanos, para poder vivir y multiplicarse, deben hacerlo en grupo (en
organización), que se someten al orden y a la regularidad y por lo que se lo puede estudiar a la sociedad, no
sólo de forma descriptiva sino nomotética y científicamente, por sobre las acciones individuales de su voluntad;
la división del trabajo se expresa también en las condiciones instrumentales en las que se prolongan los órganos
humanos para la realización de los diversos trabajos, las cuales (instrumentos) constituyen el propio ser
humano objetivizado, las cuales crean las fuerzas productivas materiales, cuyo límite en su utilidad práctica
frente al aparecimiento de nuevas necesidades, promueve su desarrollo, entran en contradicción con las
relaciones de producción y se revolucionarizan en conjunto.
646

universal 1034 , la noción acerca de que ellas se dedicarán a disfrutar –de buen grado- de los
resultados acumulados, esto es, del aporte del esfuerzo entregado por parte de las
promociones humanas precedentes –inclusión hecha de la presente- no genera celo alguno,
sino –por el contrario- solaz por esta contribución.
El presuponer, que en el futuro habrá un momento objetivo necesario de arreglo de las
contradicciones que hoy vuelven indigna la vida, por quienes al fin y al cabo serían nuestros
hijos, despierta –mas bien- un sentimiento de satisfacción razonable (aunque aquí es posible
referirse al hecho con el adagio: “¡qué gano con dichas ajenas?”, la proeza emociona de todas
maneras y hay que reconocerla, pues, la misma contagia, alcanza la mente común y la imbuye
de mayor racionalidad), tal como ocurre con la madre y el padre, que ven realizados los
sueños que no se concretaron en ellos, en los logros de sus hijos, para la concreción de los
cuales se contribuyó (tiene sentido, por tanto, la frase: “todos han empujado el tren de la
historia”). Es, en todo caso, un sano experimentar felicidad en torno de la gesta humana
técnico-racional hasta hoy alcanzada, sintetizada en el exitoso “periplo” de la Voyager (sí:
humana, puesto que todo el planeta ha financiado el impresionante proceso de desarrollo
científico-técnico del poder mundial, merced a la contribución dada en el servicio de la
deuda externa, en el comercio asimétrico, en la repatriación de utilidades, en el despojo
abusivo de recursos, en la fuga de cerebros, en el hurto de inventos,...). También, participar
de ese placer, pero no de la entrega de medallas, de la celebración con “buen vino” o en la
degustación del potaje de los “platos a la carta”; sino, tan sólo: del resultado serio de la faena.
En esta etapa, por fin el ser humano supera su status de "ser alienado", se libera
significativamente del despotismo natural y de clase (se desenagena), y se realiza de modo
colectivo, mientras se recluye –en una primera y muy próxima etapa- en el disfrute creativo
estético de una bien alta y privilegiada coyuntura histórica. Con la presencia del proceso
humano exitoso el Universo óptimo se valida, pero, propiamente, la materia se encamina al
estado de “autoconciencia”; el citado: no constituye el resultado de un proceso predirigido,
evaluado de antemano por la conciencia, sino que se trata del producto del ejercicio de la ley
del desarrollo sobre el movimiento de la materia orgánica, inteligente.
Los momentos de alienación que siguen, pueden ser asumidos como tales, únicamente
cuando en la estructura combinada de relaciones de producción “con dominante”, prevalece la
forma mercantil capitalista de producción. Las nuevas formas de reproducción humana
sustentadas en la operación de las “máquinas pensantes”, se imponen sobre el “ser social”
integrado –esta vez- en comunidad de idioma, de raza, de historia, de territorio –la morada del
ser humano: el planeta tierra-, de conciencia, de intereses. Esta forma de supeditación a los
substratos por los brazos de la artificialidad generados, en esencia, es de otro orden, pues, la
citada no detenta carácter coercitivo alguno e independencia frente a las demandas del
colectivo, no coarta su desarrollo (la comprensión y la conquista del Universo), ni se impone
según una voluntad particular de un grupo de individuos sobre otro. Sin embargo, este hecho,
esta subordinación, constituye una realidad: la vigencia del proceso de “alienación” no
enajenante.
Este estado de cosas, en una palabra: es necesario, por cuanto la capacidad del cerebro
no es posible mejorarla (incrementar su eficiencia) por vía tan solo orgánica, de la ingeniería
genética, sino –de modo paralelo- por rutas de carácter artificial: a través de los productos de
la técnica, de la creatividad, de la inteligencia artificial, mediante la implantación de un chip
1034
En relación con la aseveración avanzada, Marx sostiene que la mente del ser humano, sea de forma
individual como en su carácter colectivo, no se halla en el mundo únicamente para realizar descubrimientos
pírricos, parciales y aislados en referencia con el mundo (por ejemplo: descubrir el fenómeno de la circulación
de la sangre o representarse el mapa genético…); ésta sería una conclusión incluso mezquina sobre el poder del
cerebro humano y sobre su misión; pues bien, el cerebro, en su estado de conexión mecatrónica genérica, se
proyecta como la medida subjetivo-abstracta de la objetividad. En una palabra, la presencia del ser humano en
modo alguno está ligada tan sólo con la razón de ser un agregado más en la cadena del equilibrio natural (se
conoce, que la vida en el planeta le precedió al ser humano y que ésta la puede suceder); por el contrario, el
agregado de cerebros (de átomos dotados de inteligencia, sin embargo con capacidad parcial y limitada) es la
potencia, que junto a los aparatos neuronales paranaturales y al concurso de procedimientos gnoseológicos de
“última generación”, conforman el poder del pensamiento futuro y de la concepción, coherente con la
dimensión de las esferas universales a concebir. Este es el sino de la “obra más perfecta de la creación” o del
último y cimero prodigio del desarrollo evolutivo de la materia, tomada esta expresión en sentido
exacerbadamente narcisista antropocéntrico. Parafraseando a Dante, debería repetirse la alusión que sobre el
gran florentino hiciera Marx: Y ante la ciencia y a la conquista del Universo como frente a la entrada al
Averno, esta consigna se impone: “déjese aquí cuanto sea recelo, mátese aquí cuanto sea vileza”.
647

en la cabeza, que vuelva más eficiente a la inteligencia en su estado natural, en la
neurogenética (es posible que la prolongación de la vida más allá de su esperanza potencial
establecida por determinación natural –los 130 años-, rebase la capacidad cerebral actual para
receptar la historia; de allí la necesidad de representar el mundo por vías electrónicas) 1035 . En
el plano del anecdotario: la persona que escribe, tuvo ocasión de escuchar un diálogo, en el
que un sector de opinión abogaba por la permanencia del libro impreso; otro, en cambio,
sostenía que luego de 600 años (Gutenberg) era hora ya de que el libro físico llegue a su fin,
para dar paso al libro electrónico, por razones económicas, de comodidad, de modernidad: en
un aparato tipo “memory flash”, pueden almacenarse 200 libros. En el criterio personal, salvo
un ligero interregno, el futuro no es ni del “libro físico” ni del “libro electrónico”; la fase de
formación intelectual del ser humano realmente que viene, tiene como mecanismo al
empotramiento de un chip en el cerebro, con el cual se integrarán directamente contenidos de
libros, que pasarán a formar parte de la estructura de la conciencia, de modo que ya no será
necesaria la lectura (el futuro será maduro, selectivo: buena información atiborrará el cerebro,
datos orgánicos objetivos, científicos, no románticos, descriptivos, sensuales, como
corresponde a una persona mayor).
En acto de digresión respecto del razonamiento inmediatamente precedente, en el
mismo reside una de las razones de la necesidad de prolongar la vida por cánones
tecnológicos: la realidad es “infinita”, luego: su captación subjetiva “total”, no solamente que
requiere 1) por lo menos de 10 mil millones de unidades de inteligencia actuantes en la tierra
y más allá de ella: en el Universo, 2) del apoyo de la inteligencia artificial, sino también 3) del
alargamiento de la vida de la masa de la humanidad considerada. Esta índole de prolongación
existencial (la cual puede –debe- en algún momento tornarse en inmortalidad) no es pertinente
contrastarlo en el proceso de recusación con la capacidad de sostenibilidad del planeta en
cuanto a recursos se refiere, sobre todo cuando dicho correlacionamiento es formal, simplista,
mecanicista, o sea, según la construcción lógica formal por la cual el planeta no podrá
abastecer a miles de millones de viejos inmortales; en realidad, con el nivel tecnológico
finisecular alcanzado, el planeta se halla en condiciones de sostener a cinco veces su
población actual, incluso en condiciones de diferenciación social y manteniéndose el estándar
de vida de sus sectores poderosos (además, el ser humano tiene los recursos del todo el
universo). Paracelso, la “búsqueda de la Piedra Filosofal”, del “elixir de la vida eterna”,
abraza y se hallan por hacerse realidad en las primeras décadas del Siglo XXI, en su orden.
Por lo menos en el inmediato presente, ya se tienen noticias del Teloma y la Teloneraza, de
gen Foxo 3ª, del inicio de la producción en laboratorio de los “tejidos eternos”, de la
clonación de órganos, del descubrimiento y uso de la “célula multipotencial”, de la
Nanomedicina, de la Medicina Regenerativa y de la Farmacogenómica 1036 . El ser humano va
para allá, sin miedo ni complejo: es su “fijación”, su obsesión. .
El razonamiento expuesto, se desprende del examen de la realidad que, como efecto
del primado ontológico sobre su conocimiento (existencia e independencia de la realidad
1035 Es evidente, que el palo con el cual se prolonga la capacidad del brazo y se alcanza el fruto (lo que no
ocurre con la zorra cuando ésta pretende alcanzar unas uvas que más se le alejan en proporción directa a su
ansiedad, en la comedia de Tántalo), no modifica la capacidad intrínseca del miembro superior, la que, como es
obvio, se mantiene igual; para el caso del cerebro, su capacidad puede ser incrementada por ruta genética,
pero, a la vez, dicha capacidad puede ser potencializada por vía electrónica. Este aumento de capacidad es la
base de las futuras proezas cognitivas y prácticas del ser humano estructurado como elite espiritual, teniendo
como objeto de estudio y de aplicación al Universo. Debe tenerse presente el hecho de que: de la calidad del
lenguaje (de su evolución; circunstancia, por otra parte, que no se halla desligada del desarrollo general de las
fuerzas productivas, como del de la conciencia en tanto tal) depende también la eficacia del pensamiento, de
similar modo como el poder del cerebro se supedita hoy por hoy al aprendizaje y a la complejidad y versatilidad
de los recursos auxiliares que tiene a su disposición (es diferente la potencia del cerebro con Ábaco, que con el
Ordenador).
1036 El reporte del estado presente en el 2010 sobre el desarrollo tecnológico, ponen de manifiesto
espectaculares avances efectivos y en proyección: Ives Rossy ha desarrollado el avión individual, el Jetpark
(helicóptero personal) está casi listo, la máquina que imprime objetos (ED) está en operación, ya existe una
máquina que puede hacer impresiones de las partes de sí misma, existen máquinas que pueden imprimir
órganos (bioprinting), un robot realiza ya acciones que una mente piensa. En Medicina todo empieza a ser
digital, el diagnóstico tiende a ser personalizado, están ya listas píldoras inteligentes, la informática médica, la
morfogénesis; en suma: venciendo el dictado de los genes se pasa a actuar sobre las leyes de la naturaleza.
Estos avances tecnológicos cada vez más bajan de precio y se socializan; por otra parte, las ciencias clásicas y
las profesiones, debido a ese efecto, empiezan por quedar obsoletas (se están produciendo máquinas, piezas e
insumos para producir artefactos en casa, con lo cual la conspiración anticapitalista se agudiza).
648

frente al concepto), determina una presencia gnoseológica póstuma a la conformación
definitiva de su estructura. Se debe, por tanto, tener acceso a los primeros brotes de
surgimiento de los nuevos procesos de la realidad, para percibir las tendencias y extrapolarlas
(esto es, es preciso mantenerse siempre sobre la tendencia real que se desplaza, advertir cuáles
son los factores que lo impulsan –contradicciones- e identificar plenamente su dirección). En
verdad, debe estar constituida la vida que se insinúa en sus rasgos o determinaciones más
abstractas, para disponer de las condiciones que posibiliten acceder al conocimiento de ella
(incluso para plasmar una política de “desarrollo teórico” adecuada) y, a la vez, especular en
torno de su movimiento posterior, para definir, sobre base de esas aproximaciones, el
argumento atinente a su desplazamiento progresivo, o sea, “…la necesidad que tienen las
relaciones sociales de transformarse, para corresponder a los cambios de las fuerzas
productivas…”. “…esta justa concepción nos hace descubrir el movimiento del devenir y los
puntos que hacen presentir la abolición de la forma actual de producción y prefigurar la
sociedad futura” (Marx), así como incluir en él, los tramos aún no perceptibles.
Incluso en el proceso de levantamiento intelectual de las realidades sociales (por sobre
las consideraciones antropológicas), es posible la objetividad. La confrontación entre quienes
sostienen que la mente “construye objetos de conocimiento”, esto es, que no trabajan con la
realidad directamente, y los que consideran que dicha demarcación está propiciada por la
realidad misma, es sustantiva. En el primer caso, a la manera schrodingeriana, el observador
afecta la realidad, razón por la que su saber pasa a ser irreal; la bendecía empirista, en cambio,
puede ser superada mediante la elaboración teórica respectiva de los datos. ¿Cómo se
“construye” el objeto de estudio, cómo se legitima el conocimiento? (intervención
epistemológica). Esta pregunta es propensa al nihilismo, al agnosticismo. La ciencia no es
neutra, está sesgado su uso a ciertos propósitos (Economía Política de la ciencia). ¿Sólo la
mente tiene poder sobre la realidad? (las visiones del mundo pueden sesgar el conocimiento,
por ejemplo, en las ciencias naturales), o la realidad: ¿se impone a la mente? (a la
Epistemología: elaboración del objeto de estudio, proceso de producción de conocimientos,
autentificación), como ocurre con físicos, químicos, biólogos, que han producido
conocimiento objetivo, sin embardo de detentar ubicación de clase burguesa, apoyo burgués y
de que su trabajo es realizado en el interior de instituciones burguesas. En el estudio del
problema del alcoholismo, verbi gracia, los factores sociales y orgánicos se entrecruzan. La
anomia “es semántica, simbólica y somática”. El inicio en el vicio es social, a continuación
ideológico y finalmente político; luego interviene la parte orgánica, en el curso de la
producción de elementos biológicos de defensa, que se vuelven autónomos en su producción;
a continuación, aparece la sostenida sinergia entre factores sociales –políticos- y la exigencia
orgánica. La explicación solvente para el hecho se emparenta con el tipo de ideología con el
que se estructuró la conciencia (los evangélicos no permiten el alcoholismo; el marxismo:
mucho menos).
El método de aproximación al concreto objetivo: de su reproducción como concreto
espiritual, consiste en mantenerse –mientras la mente se comporta de forma puramente
especulativa- siempre en el plano fáctico: la adecuación biunívoca entre la representación
científica y el substractum real a través de aproximaciones sucesivas (Marx). Este
procedimiento en la refiguración mental de los procesos de concretización (Zeleny), postula
elevarse de la fase abstracta a la concreta por la vía del pensamiento (Marx); dicho de otro
modo: avanzar de la dimensión infante a la plenamente desplegada, según el orden de
determinación de los elementos en el conjunto. Empero, la determinación fundamental, una
vez que hace efectiva su incidencia, se detrae, permanece como simple supuesto y en el todo,
ciertas relaciones abstractas subordinadas se anudan en su unilateralidad general e ingresan a
integrar el proceso esencial de negación y de cambio (la humanidad ha perdido “su cuerpo”
–L. Althusser-, se ha vuelto historia, ha desmontado el “efecto de sociedad”, deja de funcionar
como “sociedad”). Las determinaciones se liberan de su génesis histórica y de su prevalencia
jerárquica estructural, y en su vertebración (red, complejidad) crean la potencia de la
transformación: la situación objetiva, sobre la que la razón debe actuar (el “ser social” alcanza
su libertad plena una vez que cuenta con el saber íntegro; curiosamente, sólo en una sociedad
sin nexos de trabajo se cumplen las creencias profusamente propaladas por la corriente de
pensamiento burguesa: la libertad absoluta, que es atribuida al mercado) 1037 . Dicho de otro
1037
Se advierte pertinente, intercalar, en este punto, una reflexión de orden “epistemológica” en relación con el
proceder expositivo, que se viene desarrollando, en la intención de introducir un fundamento de principio, que
649

modo, sobre las condiciones objetivas se sobreponen los rasgos procedentes de la acción de la
voluntad, que encuentra sustento en el conocimiento; este último, para una persona de
Izquierda, tiene un sentido simplemente instrumental: es un medio para actuar en el acto de
transformación de la realidad, en un momento, en la medida en que “…para dominar la
naturaleza, primero hay que aprender a obedecerla…” (El nombre de la rosa –H. Eco),
luego: a conocerla; pero el saber realista se transforma en un fin por sí mismo, al acercase el
momento final de la vida del género, en el cual la tarea humana deja de tener estructura
ontopraxeológica (y vuelve a ser simplemente ontológica).
El método de conocimiento verdaderamente de Marx (que lo consiente en el Prólogo a
la Primera Edición del Primer Tomo de El Capital: asimilación en detalle de la materia
investigada, análisis de las diversas formas de desarrollo de la materia y la necesidad de
descubrir sus nexos internos –Kohen, Alberto. Marxismo, Estado y Derecho; Buenos Aires,
1972) es el descensional/ascensional dinámico. Consiste en el proceso de elaboración teórica
de la realidad, dado por el paso de la dimensión concreta real a la concreta mental: proceso
que desmiembra el hecho en su totalidad transformándolo en abstracto real, efecto de la
descomposición mental en sus partes, para luego recomponérselo como totalidad conceptual
en la conciencia, la que en los hechos sigue el camino de su autoanulación y superación. El
concreto real se volatiliza en sus aspectos constitutivos (descenso del todo a las partes: la
abstracción real); a este nivel, de la descripción se pasa al concepto siempre en el plano
abstracto (concepto: exposición de la estructura contradictoria interna) de cada parte (la
realidad ya es de la mente en la temática espiritual aislada); en este punto se inicia el camino
de regreso, de ascenso en el ámbito de la mente: la interrelación de las partes conceptuales,
para reconfigurar la totalidad con determinación en proceso de autosuperación 1038 (la
humanidad es resultado, es producto de la historia, pero a la vez, es ella misma, o sea, lo que
ha hecho, lo que ha puesto en la esfera de su evolución a través de su propio ajetreo –Engels
dice: es la misma y a la vez otra- (la esquematización de este proceder es formalmente
lustroso). Esta conducta cognitiva es arrogante (contrapunteando a Tom Bottomore; a
propósito, su recensión del pensamiento marxista es limitada y sesgada), pues, se sustenta en
la posición anímica de autoseguridad, que todo ser humano debe tener: mantener y defender
los puntos de vista personales, sobre todo cuando estima que los mismos tienen el favor de la
percepción lógica objetiva. Se pueden concluir estas aseveraciones con una herejía: este
método, no solamente es propio de la Economía Política, sino que vale con carácter general
para las ciencias sociales 1039 .
la justifique. En efecto, si bien se requiere de una gran cantidad de material empírico que corrobore una
hipótesis (cuando el conocimiento se amplía por vías teórico-deductivas), debe tenerse presente, que los hechos
fácticos constituyen un elemento que formalmente se opone a la ciencia, frente a los cuales –esta última- debe
luchar o “ignorarlos”, para llegar a ser tal (lo cual no significa, que las presentes líneas se adhieran a las tesis
racionalistas, que excluyen el fundamento material del conocimiento). El saber científico es “…ciencia de una
ideología” (Néstor Braustein), pues, para llegar a alcanzar el status de conocimiento objetivo, una reflexión
lógica debe negar la impresión directa que los hechos dejan sobre los sentidos (el mundo no termina en las
Columnas de Hércules en el Gibraltar); un ejemplo secular se ubica en la distancia existente entre el saber de
Ptolomeo y el de Copérnico. Ptolomeo expuso como explicación de la relación tierra-sol a la percepción
inmediata de sus sentidos; Copérnico, en cambio, no vio lo que vieron sus ojos y lo que habían visto los de
Ptolomeo, solamente entonces pudo exponer la teoría heliocéntrica. Una conducta de orden similar se ensaya
aquí; nada mas que con la pretensión de intentar esbozar la formulación de una concepción general abarcativa
de la variada gama multisecular de fenómenos inherentes sobre todo al proceso capitalista de transición,
cuando éste opera en el nivel más elevado de su concreción (la convergencia tecnológica); “teoría” de tal
amplitud, que pueda comprehender todo el drama y el escenario en decurso y establecido, en su orden, y en la
que encuentren indicios de explicación la totalidad de fenómenos sociológicos del presente y que goce del sello
“positivo” de la predictibilidad (todos los sucesos humanos deben ser puestos en “línea”, debe encontrarse su
pertinencia procesal inmanente –lógica; sic-, a la manera de los hechos insertos en el movimiento de evolución
natural, hacia metas de orden superior, o sea, dar con su sentido particular en la cadena de casualidades). No
obstante, quizás el límite más evidente de la idea, es que se recurre de modo reiterativo a los mismos
argumentos (sobre todo en materia económica), a fin de sustentar varios temas, como por ejemplo: las
afirmaciones que se hacen sobre el agotamiento del sistema de mercado moderno, los fundamentos del ser
humano nuevo, el carácter de la estructura naciente, etc.
1038
“Es ciencia una teoría sistemática, que abarca la totalidad de su objeto, y capta el lazo interior que
relaciona las esencias (reducidas) de todos los fenómenos económicos” (Altusser, Louis. Para leer El Capital).
1039
El método “ascensional”, es este caso, permite notar el “árbol”, pero no su papel en el “bosque”, sin
embargo de que conduce a advertir su función en sí mismo, lleva al hedonismo; el método descensional lógico,
en cambio, que admite ver el “árbol”, partiendo de la función del “bosque”: guía a la racionalidad. Así están
dispuestos los individuos, las conciencias, en la estructura del pensamiento actual. Si se aplica una óptica de lo
650

¿Hasta dónde se desplazan la ciencia y la técnica? A descubrir y actuar sobre las
dimensiones globales de la realidad (en estricto sentido: posiciones, no dimensiones, incluso
en el caso en el que se adicione a las tres objetivas la temporal o movimiento propiamente
dicho): el principio y el fin, el plano finito lo mismo que el infinito, el macro y el micro
cosmos. Las nociones con las que en el pasado y actualmente se trató y se propende concebir
la finitud y la infinitud, el movimiento conjunto del Universo, nociones que todavía operan en
la mente, son inapropiadas o limitadas para captar la realidad de los “grandes números”,
puesto que ellas emergen de la representación de la finita y limitada realidad de la vida
humana en su particularidad presente e individual; la superación de la problemática cuestión
va a ser lograda con el concurso de percepciones nuevas sobre hechos que están por venir 1040 .
No obstante, en este proceso de ascenso en el movimiento intelectual del género debe tenerse
presente, que siempre el desarrollo superior, que es el resultado del progreso de la etapa
anterior, supedita (y quizá: mata –lo sobrevive) a su creador (Dios está amenazado por el
Demonio; y, el ser humano lo está por el robot: a futuro, se percibe una nueva contradicción,
ésta está planteada entre el desarrollo de la inteligencia natural –biopensamiento- por vía
genética y el progreso de la inteligencia artificial –IA-; “... como el dinosaurio, tuvieron su
oportunidad” –Matrix); el “ser humano” cibernético (el metahumano), producto del trabajo
científico-técnico del ser humano natural: ¿conspirará contra éste y lo liquidará (lo sustituirá;
en realidad, mucho se teme que la robótica inteligente, desarrollada por el ser humano, podría
eliminar al ser humano del futuro), puesto que esta creación estará mejor equipada para
“vivir” –por ejemplo- en un medio en crisis ambiental? O, ¿se hermanará y convivirá con él;
será “otro de sí mismo”: “robot sapiens” -posthumano? (dixit, Christian Torres), (se teme
también, que en la mente tendrán lugar batallas como ocurre entre virus y antivirus
informáticos, lo cual puede darse si el sistema humano es asimétrico). Nada de eso.
Los productos inteligentes creados por el ser humano no se revelan ante él, tampoco
complotan o lo supeditan, puesto que en la nueva “sociedad” erigida en la abstracción de la
“división social del trabajo”, del trabajo, caducidad de la institución de la propiedad privada
sobre medios e instrumentos de producción, exenta de la noción económica convencional de
escasez, en suma: entratándose de grupo humano totalmente integrado, eximido de la regencia
de relaciones de tráfico como de los nexos económicos en general, degeneran los principios y
la creencias vernáculas –por tanto: las conductas- hasta ese entonces asociados al
comportamiento individual y colectivo. El robot inteligente (como el ser humano del futuro:
“un mismo individuo, producido de forma diferente”) carece de base material para actuar de
ese modo (detenta otra estructura histórico-social de conformación de su “personalidad”) y no
opera más en él la noción sobre la necesidad de acumular riqueza, sobre el prurito de
sojuzgar, de ordenar, de perjudicar, de matar, se halla también libre de su reproducción
vegetativa por vía sexual, amorosa (o sea, no va en pos de buscar o de pelear por una pareja,
evitándose celos y demás); en una palabra, desaparece la base material de todo tipo de
perfidia: la división estamental/clasista de la humanidad, tanto en su ubicación sectorial como
global (el ser humano mira con otros ojos al ser humano; pero, habrá caído también la
sensorialidad).
Expuesta de otro modo esta misma cuestión: la conciencia artificial sobrevivirá a la
conciencia natural; hecho, sin embargo, registrado no en el sentido de que la creación mata a
su creador (la conciencia –una propiedad que aparece en la materia en el instante en que ésta
se organiza del modo más alto, no puede matar a la materia). Es absurdo pensar, luego, que la
Materia: su ajetreo aleatorio siempre enfilándose en dirección progresiva apoyada en el
general a lo particular, se ve la meta de la especie y en ese trayecto se observa a las particularidades: su papel
y la forma en que se realiza en sí mismo para el efecto (como el padre que debe preocuparse de sí mismo, para
cumplir el rol que le da sentido: sostener a la familia). En el estudio de la realidad, si se va de lo particular a lo
general, se llega a un resultado; si, en cambio, se parte de lo general hacia lo particular, se llega a otro. En
efecto, si la mente se ocupa de la historia humana en la etapa capitalista, se queda en la individualidad: en el
hedonismo (“en la chicha está la verdad”); incluso en el marxismo ocurrirá de ese modo, si no se incorpora esa
regla. Es por eso que la mayoría de funcionarios (intelectuales) de calidad en el mundo, se hallan sosteniendo
una sociedad clasista, hedonista, mitológica. .
1040
La matemática clásica, fue un óbice para que la mente pueda ver más allá de los límites inmediatos del
entorno; la formulación del cálculo infinitesimal, rompió ese dique y la conciencia descubrió y abordó nuevas
dimensiones. La construcción del avión, por ejemplo, incorporó en la cabeza la representación de realidades
desconocidas. Las relaciones salariales, develaron otro mundo en los nexos humanos para la conciencia, con el
objeto de entender los cuales, fueron creadas nuevas categorías: las marxistas.
651

evento de lanzamiento de los dados que “acierta”, concluya o sólo sea para crear un escenario
en el que las máquinas (la I. A.: “raza de máquinas capaces de sentir”) producidas por el ser
humano conspiren para eliminarlo y que este combate, esta defensa, sea la forma superior de
la mente en su más alto grado de desarrollo (las máquinas ponen de modo coercitivo al ser
humano a su servicio; dicha especulación es imposible, dado que el reemplazo de los
capitalistas por máquinas pensantes que se vuelven en contra del género, es, en realidad,
deficiente neoficción). La conciencia artificial, por tanto, coordinará a la conciencia natural al
final de su tiempo (es decir, esta última seguirá vigente por interpuesta persona) 1041 . No
obstante, si la idea teológica es una creación humana, ésta decesará en su representación
cuando la misma –de manera individual o en colectivo- pierda realidad en el cerebro y en la
documentación.
Por prejuicios debidamente fundados, recién en noviembre del 2008 se decidió ver la
película: “Yo, robot” (Karel Capek), puesto que el citado film se pensaba que podía tratarse de
otro ejemplar más, típico de la basura conspirativa, narcisista, propagandística, mercatilística
cinematográfica yanqui. Al hacerlo, fue sorprendente, en lo personal, advertir cómo muchas
de las especulaciones futuristas que allí se plantean, habían sido producidas por la mente de la
persona que escribe estas líneas (este “descubrimiento” –su paralelismo- puso en revisión el
criterio asumido como principio metodológico de reflexión parcialmente aplicado en el
presente trabajo, el cual consistía en recurrir lo menos posible a la percepción ajena, al menos
sobre las materias de este tipo tratadas, de modo de poder otorgar más importancia a la
producción intelectual personal). La película referida, según juicio propio, es una maravillosa
obra de ciencia ficción (allí se ve a los robots en una mega ciudad estadounidense cual
esclavos caminando en medio de patricios y plebeyos, en la Grecia clásica), pero que
desgraciadamente magnifica y traslada (como suele hacerse por compromiso de clase o por
cuanto la mente se halla atrapada por la determinación de las circunstancias presentes) a la era
en la que reina plenamente la robótica y la inteligencia artificial: los vicios y las
contradicciones humanas inmanentes a la sociedad burguesa: su estructura social (es decir, de
hechos que no van a producirse a futuro y en esa nueva forma “social”, puesto que el mal
entre los seres humanos es la resultante del fenómeno de asimetría en las relaciones sociales,
en el interior de las cuales se produce la lucha por la vida de grandes masa en condiciones
materiales limitadas, adversas; por el contrario: en una situación de necesidades satisfechas
holgadamente, no se hacen presentes las preocupaciones o las rivalidades) 1042 .
El mensaje personal captado sobre el film en cuestión, advierte que allí se entrega un
adelanto de escenificación del mundo –de modo formal especialmente- que está próximo, los
problemas humanos (de clase) que son trasladados mediante programación al comportamiento
de los robots, y la pérdida de funcionalidad y sentido por parte del robot “único”, para el que
una vez agotado su papel se ve bloqueado: “ahora que he cumplido mi propósito, no sé qué
hacer” (la sugerencia que viene del “software” humano, es que busque la libertad: del
sometimiento a la “lógica” –la idea de libertad, esto es, aquella que se genera solamente en el
interior de las sociedades clasistas, como aspiración del sometido y como pantalla de quien
domina). Sobre el punto citado en segundo lugar: por iniciativa científica iluminada (el
criterio de élites, de individualidades, de héroes, sigue dominado por la concepción sobre la
resolución de problemas humanos), la técnica se transforma en vehículo del orden y seguridad
1041
No es sorprendente ya, el suponer que el ser humano producirá en laboratorio su cerebro (las computadoras
cuánticas era imposible pensarlas a principios de los años 90 del siglo pasado, sin embargo hoy –2008- se dice
que son una realidad). Las máquinas: ¿pueden llegar a pensar? Así es. Los programas son constitutivos del
pensamiento, puesto que éste es también un algoritmo. Un robot de tercera generación no solamente podrá
simular procesos físicos, sino también los psicológicos; un robot de cuarta generación escribirá poesías. Si un
robot piensa, normal es presuponer, que puede actuar mal y en contra del ser humano (sobre todo si la mente
está imbuida de la experiencia de la vida capitalista que, por esencia, vuelve malo todo lo que toca); no
obstante, este “comportamiento” se presentará si existe un daño interno a la estructura del robot pensante;
pero, el peligro mayor proviene del sistema burgués, de sus ilusos individuos, pues, ellos pueden someter la
programación a fines criminógenos; en ese caso, deben promulgarse leyes corporativas, que permitan el control
de unas compañías por otras, de aquellas que programen mal a las máquinas (H. Moravce).
1042
La bondad y la maldad no tienen su origen en la contradicción y lucha entre Dios y el Demonio, como es
usual decir: al “principio de los tiempos”, por parte de las ideologías religiosas; bien y mal aparecen como
móvil en el interior del proceso de pugna por la sobrevivencia en el seno de “sociedades” clasistas; los dos
tipos de conductas deben anularse en conjunto (Dios y el Diablo) con el ingreso de la humanidad en el sistema
automatizado postclasista de economía: la escasez desaparece (el financiamiento de la vida está garantizado de
la cuna a la tumba) y con la neurogenética lo hacen las patologías psicológicas, posibles gérmenes del mal.
652

humanas, es decir, con ella se quiere impedir el carácter suicida de la humanidad, sobre el
supuesto de la continuidad del enfrentamiento entre seres humanos buenos y malos; esta
postura especulativa, no conoce el hecho (o se ignora a propósito) de que el cambio en las
relaciones sociales dado por razones sociopolíticas y técnicas, es el que torna superflua la
acción de los robots (hecho que a su vez les provee de un “alma” buena), como protectores de
las travesuras suicidas del género humano in abstracto. VIKI está y no en lo cierto; en lo
cierto: porque se propone proteger a su creador; no está en lo cierto: porque en su diagnóstico
le falta el análisis sociológico de clase 1043 ; en verdad, debe matar a su creador visto como
sistema y proteger al resto de la humanidad, es decir, no puede abstraerse de actuar en sentido
político. Pero, supervivencia: ¿para qué? ¿Para seguir libando? –Sumak kausay. ¿Para seguir
adorando a dioses?
Por otra parte, los robots: ¿tienen secretos? ¿Debe programárselos para que oculten
información? En el capitalismo: sí, pues, en el susodicho sistema todo puede pasar, e incluso
la perfidia es asumida como síntoma de creatividad, de audacia, de positivismo en materia
técnica de competitividad. En efecto, los secretos son componentes de la estratagema, por
tanto: parte de la actuación estratégica, y la estrategia se plantea frente a enemigos inteligentes
a los cuales se les debe derrotar; en suma, el ocultamiento de información es módulo
componente de eficacia en la competencia. Si bien el capitalismo conduce al robot y a la
“sociedad” de la inteligencia artificial, éste orden no va a gozar de este magnífico desarrollo
de la especie en su entero despliegue, por lo que la tecnología supramoderna, no puede ser
conspirativa. Pero todo esto pronto será una realidad: “... algún día la simulación cognitiva se
acercará a los modelos compuestos del intelecto” (Leontiev diría: a la hominización); “a Dios
gracias” el hecho ocurrirá: en el marco de una nueva comunidad humana. Si un robot es malo
(si su cerebro positrónico viola las “tres leyes de la robótica”, como se dice; a propósito:
reglas a cumplir por un “organismo” mecánico de inteligencia artificial concebido in
abstracto, es decir, para una “formación social” burguesa clásica, en la que la conducta
general sigue siendo de tipo “policías y ladrones”, como los apologista del capitalismo y
costumbristas lo siguen creyendo), es por cuanto detrás de él se advertiría la presencia de un
individuo capitalista, es decir, de un mal sujeto manipulador –“radical libre”- del “simulador
de su personalidad” del ente mecánico, es decir, de su “alma” (en las formas humanas, esto es,
en sentido estricto, la información, el conocimiento ideológicamente estructurado, la
conciencia).
No obstante, hay otra película cuyo título es: Bicentennial man; ésta trata de la historia
imaginada de un robot pacífico, sumiso, que va progresando hasta llegar a ser, por
transformaciones y adiciones sucesivas, un completo ser humano: cumple las funciones de
éste, pide envejecer y morir (la omisión que inmediatamente se detecta en el argumento, sin
embargo, es que se pone la monta en la dificultad que experimenta el robot al complejizarse y
saberse inmortal, y el no haberse enfatizado sobre el hecho de que, para ese entonces, también
el ser humano natural habrá encontrado y aplicado métodos de manipulación genética de
prolongación de la vida en su forma natural, asumiendo ésta, carácter de intemporalidad
relativa; además, se proyecta la impresión de que se puede crear el alma –en sentido idealista-
también artificialmente: el robot Andro finalmente es reconocido como ser humano, en virtud
de que en el proceso de su antropomorfización se ha dotado de alma, la que se encontrará
–en la postulación ideológicamente intencional- en el más allá con la de su consorte). Esta
fantasía se produce en el interior de una forma de organización humana más próxima a la que
viene, pues, casi han desaparecido los conflictos, los odios, etc. (a pesar de que la percepción
burguesa, clasista, de la vida, nítidamente esté presente en ese drama prospectivo, en la
permanencia de nociones burgués-idealistas en torno de alma, libertad, propiedad privada
–cuando el robot Andro termina de construir su casa, satisfecho dice: “mi casa”). La
evolución (¿involución?) de la lógica a las emociones es patética 1044 ; al fenómeno se lo da alta
prelación, precisamente para que el robot deje de ser una máquina, asumiendo la “condición
1043
En el film X-Men (“hijos del átomo”), se contiene mucho más fundamento filosófico y político exegeta en su
trama; sin embargo, el comportamiento pérfido anárquico que se deja entrever, no se corresponde ni axiológica
ni objetivamente con la realidad humana que viene.
1044
“Es la fuerza del corazón humano la diferencia entre el ser humano y las máquinas”, se dice, con la
intención de rescatar el valor del ser humano por sobre los instrumentos pensantes producidos por él; luego, en
la fusión máquina-ser humano, éste contribuye tan sólo con el corazón, o sea, con la esfera arcaica de la
sensibilidad, con lo cual se degrada al ser que se pretende enaltecer.
653

humana” –sic-; empero, no se tiene referencia de una forma más inhumana de degradar la
“condición humana”, en tanto se considera implícitamente, que la racionalidad no es la
esencia procesal y terminal de la especie (con un robot inteligente, cuando éste interactúa con
un ser humano: es “conciencia” con conciencia las que están puestas en relación):
Sistema nervioso va, en substancia, a realizar la forma en que percibas y sientas el
mundo a tu alrededor, no estoy hablando sólo de frío, calor, pequeñas punzadas y
cosas así; pongámoslo de este modo: conforme tus experiencias varían así serán tus
sentimientos, emociones y sensaciones estimuladas por esa experiencia y mientras
algunas de ellas serán sutiles y maravillosas, matizadas y sombreadas, otras serán
profundas e intensas y difíciles de tolerar... conforme tus experiencias así son tus
emociones.
También este film está dedicado a resaltar la región de los sentimientos y su operación
(la complejidad del ser humano es la perturbadora reacción y acción de los sentidos y la
conciencia en evolución, sobre la formación de la emocionalidad del robot). Un robot no se
podría programar con todas las experiencias malas del capitalismo ni con todas las referidas a
la lucha por la vida en general y en las comunidades clasistas (no arribarían a tener realmente
sentimientos: la mala y buena experiencia, la mala y buena sensación,...). Pero, un ser
humano: ¿querría volverse robot? Un robot con voluntad: ¿pediría volverse humano?
(mecanización de los seres humanos y humanización del robot, o sea, “superación de la
barrera entre ellos”). En el caso primero, la respuesta puede ser negativa; en el segundo:
quizá, pues, no tiene sentido ni lo uno ni lo otro, sino tan sólo en el evento de la
experimentación y el divertimento. Como conclusión se obtiene, que la imaginación reúne
–por hoy- deseo y razón; en efecto, para hacer poesía, hay que tener sentimientos, ser mortal,
procrear biológicamente. Las personas de ciencia sobre todo aquellas vinculadas más al
campo natural y al lógico no son propensas a la poesía. Los animales tienen sentimientos
(acción de los sentidos en su propia cronología o en su contacto con los seres humanos), pero
no hacen poesía, puesto que para practicar dichas artes se debe contar con inteligencia; de allí
que la inteligencia: como se puede utilizarla para hacer ciencia, puede hacérselo para producir
arte; y, en el robot (en su producción por conducto humano intencionado) se funcionan las
dos.
Se entrevé, en substancia, que estos Films siguen arrastrando las escorias de la forma
capitalista de ver el mundo (tienen su origen en la meca del séptimo arte burgués del primer
centro imperial); su trama opera en un trasfondo, en el que los sentimientos aún controlan a
los individuos, mientras que el mercado contiene en potencia su satisfacción y el impulso de
su desarrollo. El denominador común de los dos filmes citados en concreto es: 1) querer
introducir en el robot características del ser humano (la esfera afectiva), que deben ser (y lo
serán mañana más tarde) abolidas en las personas; y, 2) presuponer que los robots, con sus
líderes, deben liberarse de la “esclavitud de la lógica”, reconocerse y agruparse e iniciar
formas de vida similares a las del ser humano, incluso en el marco de un proceso de
perennización generación tras generación, sin que para ellos se advierta función visible en el
planeta, en el Cosmos, en el proceso de la Materia. Respecto de esta última cuestión, en
necesario traer a colación el simple hecho atinente a que tanto animales como vegetales se
hallan dispuestos en la naturaleza para mantener el equilibrio participando en el juego de
equilibrio/desequilibrio (los lobos deben engullir a las liebres para que éstas no desertifiquen
al multiplicarse demasiado; pero la reducción de liebres, conduce a la reducción de lobos; lo
cual permite que el pasto se recupere, las liebres también y los lobos cuenten nuevamente con
qué subsistir y multiplicarse,...); el ser humano (la inteligencia) no participa de esta
determinación coercitiva natural, pues, la naturaleza se equilibra intrínsecamente poniendo las
condiciones para que el “Rey de la Creación” cumpla el designio forjado en el curso
estocástico de los hechos: producir la conciencia total de todo (en efecto, si los robots suceden
a su creación, su objetivo único es completar esta meta iniciada por la conciencia natural, que
alguna vez fue).
En la mayor parte de ejemplares de ese forma de distracción (el cine), el denominador
común es utilizar la ciencia –la que en ella está comprehendida y carente de importancia- para
generar la “condición humana” –en el caso anotado del robot frío, sin sentimientos- en el
robot: su esfera sensorial. Películas, documentales y otros ejemplares de similar orden, se
hallan dirigidos a magnificar la esfera sensorial, sin hacerse eco respecto del hecho de que las
654

emociones constituyen una forma primitiva de existencia humana, tras de la que la
inteligencia se guarnece y desarrolla, la que al fin se libera de ella y la anula; pero allí se
considera a los sentimientos como la esencia humana, como la condición superior de su
singularidad (es el caso de la película del afamado director yanqui Steven Spielberg: Artificial
intelligence; en dicho film, el robot no puede amar, por tanto, el reto es programar emoción
–simulador de emoción- en él). En otras ocasiones, se tiende a buscar argumentos para hacer
patente la existencia del alma; en unas terceras, se hace esfuerzos lógicistas de demostración
de la pertinencia esencial de los sentidos y del alma en el género humano, en este último caso
se funden en un solo acto de defensa las dos intenciones. Lo valioso de estas películas, sin
embargo, refiere al hecho de que en ellas se esboza un adelanto sobre la delicada temática
concerniente a la creación de vida, y no de cualquier clase de vida, sino de la racional;
proceso en el que al principio interviene el ser humano, luego su desarrollo sigue vías
artificiales, esto es, como proceso de autodesarrollo a cargo de las propias máquinas. En
relación con el film en mención (Artificial intelligence), su mérito está en que en el mismo se
adelanta la idea de que la inteligencia artificial sucede, de modo pacífico, a la natural; pero, la
trama, se queda ahí: en los sueños.
En el planeta, por otra parte, la mayoría de personas que se dedican al arte asociado
con la robótica y la inteligencia artificial, bien se ve que consideran que a los robots
antropomorfos debe dotárseles de programas que los sensibilicen (esto es, que estos “abre
latas”, sean poseedores de sentidos); este afán, no tiene otro interés, que el proveerles del
máximo parecido al ser humano, de modo que interactúen de forma similarmente racional
como él, o sea, que puedan llorar, ser capaces de tener iras, de sentir amor, dar cariño, etc.
Pero ésta proclividad hacia la amigabilidad, es una conducta boba. Hay otra preocupación,
que aquí se la considera buena, interesante, puesto que la misma propugna dotarle de órganos
sensores a un robot; ahora bien, este comportamiento se produce en interés de otorgarles
propiedades y condiciones a un mecanismo forjado de modo artificial, que le permita captar
información sobre el entorno para conocerlo, para percibirlo (el buen o mal temporal, etc.);
estos datos luego serán procesados generando pensamiento sobre la realidad (asociación
simbólica y semántica) en orden a la toma de decisiones. El caso inmediatamente citado
(sensoriedad que capta el mundo) consiste, pues, de preocupaciones y diseño técnico, que
conducen al ejercicio de la verdadera inteligencia: el robot actuando por propia voluntad, pero
siempre en el marco de la orientación preestablecida de su “existencia”, en tanto dictada por
el ser humano conducente a propiciar acciones sinérgicas encuadradas en el propósito
superior de la inteligencia natural.
En torno de la reflexión que antecede: ¿por qué se ha dado importancia a los filmes
citados en un documento que pretende ser serio y fundamentado? Estas películas se dice que
son adaptaciones de textos de ciencia ficción; da la casualidad, no obstante, que dichos textos
(los de Assimov, por ejemplo), pueden ser calificados como pertenecientes al género literario
posmoderno de “ilusión realista”, en la medida en la que tienen como sustento un alto bagaje
de fundamentación científica real e hipotética (no debe olvidarse el magistral arte predictivo
de Julio Verne). Toda historieta, aunque la misma no sea más que pura y simple ficción y
fantasía, remite a la realidad en tanto su origen tiene en ella; la ilusión no puede, luego, salirse
del marco acotado por la realidad; en efecto, si una persona vieja se imagina a sí mismo como
joven, es porque esa etapa existe aunque no en su ser, puesto que dicha fase ya la “gastó”; por
tanto, de algún modo la especulación remite a lo posible (¿acaso la mitología griega, que
realiza en un estadio inferior de desarrollo de las fuerzas productivas su verdad, su aspiración,
su deseo, esto es, lo que parece imposible en un momento dado, no ha tenido cumplimiento
–en el curso de la humanidad, por supuesto- una vez superada dicha etapa?). La historia
indica, que el ser humano siempre realizó en la imaginación lo imposible, mientras que esa
figuración se convierte en reto que espera realización. Hermes voló con alas de ave, hoy el ser
humano lo hace de modo muy normal aparapetado en artefactos mecánico-automatizados, los
cuales, como muy bien es conocido, son el producto de la “aplicación del conocimiento a la
producción”; por consiguiente, las proyecciones ilusorias, en sentido técnico, que contienen
las películas de ficción anotadas y afines, alcanzarán terrenalidad pronto.
Finalmente. De las cuatro películas, que se ha tenido la ocasión de mirar y comentar en
líneas que preceden: The Bicentennial Man; Yo, Robot; Matrix; e, Inteligencia Artificial,
filmes todos de Ciencia Ficción (pero de la buena: “con la ciencia ficción estamos ejerciendo
la imaginación y nos estamos explicando”), que tratan con aspectos de Robótica e Inteligencia
655

Artificial, se han sacado las conclusiones, que a continuación se anota (es verdad que existen
muchas películas que abordan temáticas de parecido orden y a las que no se hace referencia,
es decir, no se rinde tributo a ese carácter verdaderamente creativo por no haber tenido la
ocasión de verlas, al menos detenidamente, como aquella cuyo argumento central alude a la
rebelión de un robot que concreta el fin parricida que tanto preocupa a Hawking, al cual el ser
humano persigue para destruirlo). De la Persona Bicentenaria, se colige el proceso de
intercambio que tiene lugar entre las condiciones: ser humano y máquina inteligente, y la
noción de inmortalidad; de Yo, Robot, la interrogante sobre el objetivo, que debe dar sentido a
la “existencia” de un robot inteligente, una vez que este ha llegado a ser tal y de que se ha
liberado de la tutela de la inteligencia natural (humana); Matrix, la propuesta de conexión
cerebral en red con la inteligencia artificial, y la vida virtual de la conciencia; y, de
Inteligencia Artificial, el encuentro de dos generaciones de robots inteligentes, en la que se
esboza el tipo de seres, que reemplazarán al humano en un lejano futuro. Por supuesto, la
problemática citada, está planteada casi en su totalidad, en los siguientes aspectos:
inmortalidad, objetivo de la vida, vida virtual de las conciencias integradas, la conformación
de los futuros seres que condensan la condición humana y la artificial. Ese es el futuro, nada
más que el mismo deberá darse en el marco de nexos “sociales” covivenciales: el “régimen”
de la humanocovivencia.
Ahora bien, el ser humano se degrada por varios frentes: “con la nanotecnología la
persona pierde su carácter natural, cuando su ser se halle infestado de estos minúsculos
mecanismos” (sic); con la biónica (incluso con los humanos artificiales); con la manipulación
genética, que desarrolla los órganos de procedencia natural por rutas artificiales (Ingeniería de
Tejidos); a medida que el individuo se especializa para pensar y deja de cumplir otras
actividades (las tareas clásicas de proveerse el sustento y las relacionados con el pensar),
conducen al descanso forzado de los mecanismos biológicos base de las mismas, siendo las
citadas, algunas de las razones que degeneran los sistemas de trabajo de un individuo.
Además, en el momento en que la máquina empieza a pensar se convierte en dispositivo
“consciente” (como ocurre en la actualidad con el Universo, como también sucede con el
recién nacido en su evolución psíquica), pues, deja de ser simple mecanismo físico y se
convierte en un “ser”: el “robot sapiens” ya citado (la inteligencia natural deviene en
inteligencia artificial: “el robot se manumite de su creador” –sic- y se instala como realidad
óntica para la culminación del proceso de autosubjetivización de la materia). Si se atiende y
da importancia a la razón aquí detectada sobre el sentido de la vida humana, de la inteligencia
y de los avatares de la conciencia, esto es, el conocimiento del mundo a través del proceso de
la inteligencia (y la inteligencia reside en la base neuronal del córtex, del neocórtex y los
lóbulos frontales, ambas: innovaciones evolutivas, propiedades privativas del ser humano,
pese a que deben existir rudimentos en otros seres), se entrevé que la inteligencia se niega a sí
misma al cumplir su rol: el desarrollo de la teoría sobre el Universo; no obstante, más
asombroso es advertir y admitir, que este papel debe cumplirse sea con la operación de la
inteligencia natural, con la que deviene de la inteligencia natural neurogenéticamente
mejorada, con la de tipo artificial, con el esfuerzo sinérgico proveniente de las dos (con la
interconexión de los cerebros por intermedio de un chip, merced a lo que el poder de la mente
del ser humano se potencia en esta conexión –es decir, tal vez no haya necesidad de recurrir a
mejorar la capacidad neuronal individual por manipulación genética, si se produce esta
intervinculación entre cerebros, elevada su productividad por su desempeño en el entorno de
prodigiosos instrumentos técnicos) o por la inteligencia artificial, cuando su creador
eventualmente se haya ido (en efecto, se ha llegado a estas conclusiones, dicho sea en interés
personal, sin estar en el mundo de la robótica, ubicado mas bien: en el “Tercer Mundo”; pero
las mismas son más objetivas que aquellas que allá se producen, en la medida en que su
análisis está atravesado por las tesis del Materialismo Histórico).
En la digresión pertinente, muchas de estas ideas fueron barajadas en la “ciencia
ficción” algunos años atrás; respecto de las mismas, el poder permitió que se convirtieran en
negocios en el cine estadounidense, advirtiendo su funcionalidad económica, como su
mercenarismo ideológico. Por tanto, si se mira los filmes de ciencia ficción ofrecidos al
público a partir de la década de los 70 del siglo pasado, se advierte lo avanzado que se
hallaban los yanquis en ideas en dicha área (las ideas, aunque descabelladas, son la base de la
nueva realidad efectiva; pero estas ideas comportan pensamiento: asociación de
conocimientos en nexo con la realidad y de frente a los deseos, en su realización como diseño
656

simplemente mental, en el mapeo/maqueteo o en su construcción real, viable o no). Los
gringos en algunas de sus películas alternan seriedad con cursilerías. Así, sobre el estado de
comprensión en torno de la estructura y operación del hardware, se dice que allí se dan
únicamente flujos lógicos lineales; mientras que el cerebro humano opera según miles de
contactos neuronales, que disparan información en forma simultánea: el pensamiento; si se
aplica esto al computador (mediante orden o por móviles de necesidad, por supuesto), éste
pensará. Estas ideas han sido realizadas en su representación estética e inscritas en los
propósitos de la “guerra fría”, explotándose su función en la dominación. De análogo modo,
recurriendo a hechos que yacen atrás, muy lejos del presente, la mitología griega fue auténtica
“ciencia” ficción: especulación encargada de realizar los deseos, sustentada en el
conocimiento empírico; la “ciencia ficción” posee análoga estructura metodológica que dicha
mitología (moldear las fuerzas de la naturaleza al antojo de la creatividad subjetiva), nada más
que la nueva “mitología” extrapola las leyes conocidas con impresionante sentido lógico
(convincente, posible) para crear con la mente la realidad anhelada por placer, negocio o
necesidad de poder (naturalmente, se insiste, en la realidad se hallan los presupuestos para su
realización efectiva). A medida que el género humano avanza en el conocimiento y en la
técnica –como es normal deducir-, la “alquimia ideal” se hace cada vez realidad incluso en la
simple magia, pues, ésta es una manera –como se sabe- creativa, tramposa, artística, de hacer
ficticiamente efectivas realidades inverosímiles 1045 .
Ahora bien, debe llamarse la atención sobre un hecho perceptual de evaluación, en
torno del que no se tiene cabal comprensión. La “nanotecnología cambiará el mundo como lo
conocemos”, se dice en círculos científicos y de apreciación de su trabajo y sus proyecciones.
Pero: ¿qué mundo? En la respuesta se filtra el punto de vista falso, normalmente asociado al
“obstáculo epistemológico”: “filosofía espontánea de los sabios” (G. Bachelard, M. Castells).
El mundo de las “fuerzas productivas” cuanto el formal del saber (Ciencias Naturales), serán
objetos de esta transformación; es verdad, por otra parte, que la nueva información y la
moderna tecnología, presionarán por romper el dique que impide (¿impulsa paradójicamente?)
su desarrollo: las relaciones de propiedad y de tráfico vigentes; no obstante, el activismo
político y social, modificarán realmente al mundo, montados sobre tan grande desarrollo
científico-técnico. No es la clarividencia y genialidad de individuos aislados el móvil
activante del progreso de la ciencia; su desarrollo depende, más bien, de las necesidades de la
historia y está impulsada por el movimiento vital de toda la agrupación humana. Ahora se
principaliza el criterio de que es la simple curiosidad la que desarrolla la ciencia; esa, en
realidad, es la opinión de ciertos físicos despistados. Es verdad, que a futuro dicha variable
psicológica se pondrá a la vanguardia (se tornará inmanente) del proceder humano; no
obstante, en el pasado, y aún hoy, el capital, la competencia, el mercado han sido la
determinante del desarrollo científico-técnico. Una vez que las formas de cambio (sobre todo
las mercantiles simples y las capitalistas): el “valor” (y también la categoría “valor de uso”,
efecto de la clausura histórica –en la automatización completa- de la “división de trabajo” y
de la propiedad de medios de producción), se hayan diluido en el pasado, la determinación de
la “racionalidad instrumental” y del “saber positivo” habrán perdido su fuerza; paralelamente
reinarán en la humanidad niveles altos de racionalidad (“valor´ de usufructo): es allí que la
“curiosidad” adquiere (pero antes: ¡no!) “carta de naturalidad” y pasa a cumplir el papel de
“principio moral de actuación” como responsabilidad y sentido único y superior de la
existencia: acceder y fomentar el saber objetivo.
El “ser humano” cibernético que alcance el estado de racionalización, del pensamiento
propio, al principio no es más, que un apéndice de la persona en su carácter naturalmente
determinado (se fusionará o será otro de sí mismo), pues, el ser humano tal como es y se lo
conoce hoy, incorporaría –en un primer momento- para sí las mejoras incluidas en su
producto racional cibernético generándose características deseables (una nueva variedad
resistente de individuo, como ya lo hay en la esfera social: resistencia a los virus de la
explotación, de la pobreza y de la exclusión –a la solitaria burguesa-, con costes mínimos
vitales de sobrevivencia); por ejemplo: la resistencia a los rayos ultravioleta, que el horamen
en la capa de ozono produce 1046 ; pero luego este “ser”, ingresará en la fase de determinación
1045 En el caso de la magia, para una persona prevenida, no importa ya el acto en sí, el truco como tal, sino su
concepción, cómo fue hecho éste: la llamada creatividad.
1046 Están prestas a emerger también características psicológicas deseables, pues, la base material de toda
maldad: la propiedad privada sobre las condiciones de producción, la diferenciación social, la pobreza, en
657

entrópica. Y este fenómeno es la conclusión de un proceso anterior: con la Ingeniería
Genética, con la Robótica, con la Biónica (se entiende: reemplazo de órganos en el cuerpo
humano producida en el Valle Biónico), con la Inteligencia Artificial, con la
Nanotecnología –mas, esta aseveración poco tiene que ver con la exageración, con la
demencia, con la ficción- el ser humano se vuelve –de verdad- “milagroso”: los cojos
caminan, los ciegos ven, los viejos se vuelven jóvenes, la vida se prolonga, la existencia
humana derrota a sus “enemigos” microscópicos letales, la ciencia se apropia de los cerebros
(mediante un chip implantado en la cabeza, se puede utilizar el segmento “vacío” del ADN de
las neuronas intermedias del sistema nervioso central, con lo cual el “ser” pasa a ser portador
de “ideas metafísicamente impuestas”: saber estructurado, sin saber cómo se llegó a saber
-“revelación”; interface cerebral-; por esta ruta, la más rudimentaria persona a temprana edad
dominará la Teoría de la Relatividad, será todo un Einstein –Mileva- 1047 ; la llamada
“telepatía” –por otra parte- es posible que se haga realidad también aquí, cuando cuerpos
informáticos se instalen en la mente y en el momento en que éstos se hallen conectados en
interface –cuerpo calloso supracerebral) 1048 . El ser humano se replica a sí mismo en los
resultados de la tecnología. En la teoría, las potencias conceptuales, creativas, operativas del
ser humano se objetivizan; en el conocimiento (“tercera naturaleza”), la realidad, la técnica
(tanto la primera como la segunda naturalezas), se subjetivizan (las películas: Jurassic Park, el
Robot y otras, especulan en el sentido expuesto; respecto de las que, para dar crédito a estos
divertimentos de la imaginación comercial, hay que tornarse juvenil, volverse niño).
Sin embargo, ¿qué tan reales son estas especulaciones de ficción, mirados los hechos
de acuerdo al estado de la ciencia y de la técnica y los proyectos, en el 2011? Tres proezas
aparecen como colosales en metería de desarrollo científico-técnico, en ámbitos que no son
los negocios: invisibilidad, borrado de la memoria y la teletransportación. Respecto de la
primera, volver invisible los objetos corporales (invisibilidad aparente) como efecto de que
los rayos de luz no se reflejan en el cuerpo; en este caso, el objeto no desaparece, sino que el
ojo no lo percibe, sin embargo el experimento no tiene utilidad práctica definida. En relación
con la segunda, el borrado de las malas experiencias, vuelven más llevadera la vida; no
obstante, primero se deben suprimir las condiciones estructurales, históricas, que provocaron
los episodios provocantes de los malos recuerdos; además, la personalidad sufriría
mutilaciones desfigurantes sin que este esfuerzo en concreto, tenga fines prácticos. En lo
atinente a la tercera: la teletransportación (la cual es sólo fotocopiado –dos partículas gemelas
a distancia simultáneamente cambian-, por más que se diga que ya se ha conseguido
transportar partículas volviéndoles “nada” en un sitio, con su reaparición en otro), es vital
para el conocimiento; la verdadera teletransportación es aquella que en pocos momentos lleva
a personas y/u objetos de un sitio en el Universo, a otro; ahora bien, la hipótesis antigua con la
cual se soluciona el problema es el principio de desmaterialización y materialización
(reconstitución exacta o del mismo individuo u objeto en un lugar diferente, sin necesidad de
un vehículo); se cree que lo que impide que un objeto o persona se encuentre en otro sitio del
Universo ubicado a años luz, es el tamaño (“la realidad imita a la ficción”; no obstante, la
llamada teletransportación sí: no es posible; es factible sí, la transmisión de información por
luz –desplazamiento de fotones portadores, que llevan esa información o programados para
producir cambios- y el hecho se entiende porque las partículas –masa- tienen propiedades y
son susceptibles de asumir propiedades) 1049 . De paso debe decirse, que los técnicos creadores
suma: la vigencia de la forma de sociedad burguesa en general, serán realidades superadas. Una estructura de
la personalidad completamente nueva, en la que impere un modelo mental carente –por la ausencia de su base
ontológica capitalista, precisamente- de las nociones (conductas: ideología práctica) de egoísmo, envidia, sed
de riquezas, venganza, crimen y guerra (competitividad).
1047
Del mismo modo como a una computadora se lo incorpora nueva información y sistemas operativos a
discreción al rato, ya se dice que similar procedimiento se aplicará al cerebro humano; de manera que, sin
necesidad de educación o la educación procederá de otra forma: mecánica, artificial, biológica.
1048
Los griegos deseaban volar: crearon a Vulcano; a la vuelta de los años, esta aspiración se ha hecho
realidad. ¿Quién no sueña en la actualidad a la manera de Paracelso, con dar con la “piedra filosofal”, o sea,
con volverse inmortal?
1049
Transportar la información y no el átomo (el dato y no el hardware), es posible. El problema consiste en
encontrar el otro átomo (cuerpo humano) gemelo en otro lugar del Universo (o al otro cuerpo); lo cual es
imposible: 1) porque se debe producir el individuo gemelo in situ y luego teletransportarlo y 2) teletransportar
materia, sea a nivel atómico o macrocorpuscular organizado, es imposible por las distancias, las que ponen
dificultades incluso al desplazamiento de la luz (es verdad que en el plano de la fantasía con la mente puede
658

de las computadoras cuánticas, la IA, etc., creen que se hallan aplicando los principios falaces
cuánticos en sus prototipos: una partícula es 1 y 0 a la vez, todas las partículas son un
complejo de propiedades, partículas gemelas, partículas que son y no son al unísono,
partículas que se hallan en el presente y en el pasado y demás absurdidades, devaneos que se
enmascaran en algoritmos matemáticos, en el insondable y no observable microcosmos, lo
que da lugar a la construcción de todo tipo de “teorías explicativas” esotéricas
posmodernas 1050 .
En la continuidad de la reflexión de la temática iniciada en párrafo precedente, un
cuerpo para desplazarse de un lado al otro del Universo, debe por lo menos poder recorrer a la
velocidad de la luz (se podría aprovechar velocidades superiores a la luz, recogiendo el
experimento de aquel investigador Lijun Wang de Princeton, que logró en laboratorio, rebasar
dicho record); no obstante, sea a nivel subatómico o como sistema humano, la materia debe
moverse, recorrer, desplazarse, por lo que dicha aspiración se enfrenta a dos problemas: la
velocidad y los procesos de desintegración/integración. El segundo problema puede alcanzar
solución; el primero es el crítico, puesto que las partículas pueden chocar, ser atraídas o
desviadas en su paso por entre la materia estelar, por los cuerpos allí yacentes y por la acción
gravitacional existente en el cosmos. Si los propósitos humanos demandan de dicha
tecnología, la inteligencia futura superará tales barreras, pero no lo hará por el atajo falaz de la
Física Cuántica (los muy contados conocimientos de la Física Cuántica, no son más que
reflejos objetivos de ciertas determinaciones inscritas en el modo de ser de la materia no
captados por los otros paradigmas físicos) o de la ideología contenida en las nociones de
“espacio/tiempo”. La imagen es posible que pueda trasladarse en instantes a miles de años luz
al otro lado del Universo, como ocurre con la voz o con la imagen en los modernos teléfonos
celulares; el problema técnico a resolver (el cual es, ante todo, problema de conocimiento) es
cómo incorporar la conciencia en el interior de la imagen “transportada”, de modo que ésta
capte la realidad lejana, sin necesidad de que el “cuerpo ‘físico’” esté allá o mediante
mecanismos substitutos del ser humano. En conclusión, antes que utilidad práctica, estos
desarrollos científicos y técnicos, entregan más bien datos sobre el despliegue del prodigio de
la inteligencia: de lo que ella es capaz.
Si en el delfín, en el mono, en el perro, en la orca, en el pulpo, en el prodigioso cuervo,
en el fascinante marrano, se encuentran destellos de actos “inteligentes”, es porque en su
cerebro subsisten rudimentos no desarrollados del grupo de neuronas especiales, que se hallan
completamente desarrollados en el ser humano –y por cuanto se han vinculado al ser humano,
el cual ha inducido dichos gestos y los ha dado sentido- (¿será posible la interfaz entre
animales subhumanos y el ser humano, aunque sea por mera lúdica?; el ser humano se
“beneficiaría” de sus sensaciones, de su información sensorial, de sus destrezas
particulares) 1051 ; en realidad, en el ser humano se hallan concentradas todas las capacidades
“intelectuales”, que se encuentran unilateralmente distribuidas por partes en los distintos
animales, y la realización de estas capacidades –en el ser humano- es acumulativa, como se
sabe. Pero qué ocurriría si en la estructura corporal del delfín se empotrara un cerebro
humano: los lóbulos frontales y el córtex; el animal: ¿sería capaz de utilizar la base material
trasladarse a los confines del Universo y retornar en un segundo: con la mente se puede resolver todo misterio,
una vez que se tiene la pista sobre el proceso real).
1050
En materia sociológica, el pensamiento que va de Heisenberg hasta la moderna creación absoluta humana
de su futuro como una opción entre tantas, pasando por la “teoría de las probabilidades”, es tan elemental
como absurda. Primero: no es posible poner en boca de la inteligencia la acción mecánica (clásica, einsteiniana
o cuántica) del mundo subatómico (o cósmico); segundo: el hecho de que los constructores y cultores de la
Física Cuántica estén vivos y hayan llegado a proponer ese cuasi invento, manifiesta que la mente se da su
orden en el trasfondo del orden natural: por eso están vivos (y coleando); si no hubiese orden y si no se pudiese
producir mediante la conciencia y la voluntad (uso consciente de las leyes del entorno), no habrían tales
teóricos.
1051
El famoso Instituto Konrad Lorenz, en el que se investiga la inteligencia del cuervo, y en el que los señores
científicos se ven sorprendidos y magnifican a ese animal y a esa capacidad. Allí se define a la inteligencia:
como la actitud de interesarse por cosas diferentes, en su relación activa con el entorno; de representarse
(inventarse) distintas realidades; como la habilidad para proponerse nuevos retos, de plantearse y resolver
dificultades. Sin embargo, todas las acepciones dadas: no refieren al concepto de inteligencia (recusación hecha
a partir de otra perspectiva, por supuesto); es, mas bien, la referencia hecha sobre la “inteligencia en acción”,
pues, si no se dispusiese del factor óntico para el efecto, no se presentaría tal proeza (una lombriz de tierra, por
ejemplo, no es capaz de realizar las estraordinariedades, que hacen los cuervos: ¿por qué?, simplemente porque
carecen de la mayor parte de neuronas y, en especial: de las células nerviosas de la asociación, que permite la
conectividad de los hechos).
659

de la inteligencia en todas sus bondades; o, la inteligencia podría servirse de dicha limitada
estructura animal? ¡No! Sería un desperdicio, puesto que el “conejillo de indias” necesita de
otros elementos: las manos, la posición erecta, la visión en perspectiva cónica, hallarse fuera
del agua,… Por otra parte, se debe percatar, que la existencia de la base neuronal productora
de la conciencia es “condición necesaria pero no suficiente” para la formación de aquella,
pues, es la sociedad la que instala la conciencia generacionalmente forjada (mientras que un
individuo inmaduro la internaliza) en la preexistencia de dicha capa; la conciencia plasmada
en la sociedad de similar modo “es condición necesaria pero no suficiente” para su
aprehensión por parte del ser humano niño (como de su desarrollo mediante aporte
individualmente dado a la conciencia constituida), si no existiese tal fundamento material.
En este sitio del trayecto, una digresión se impone. La “inteligencia” de los animales
(producir ciertos instrumentos, “trabajo” en equipo, resolución de ciertos “problemas”,…), su
uso: no les conduce a dejar de ser animales. Ciertos prodigiosos animales, operan no por
iniciativa propia, sino por necesidad cognitiva humana de su reino y en condiciones puestas
por el ser humano investigador; luego, no pueden rebasar determinados límites de
comprensión, memorización y asociación; finalmente, trabajan (accionan) sólo por
recompensa. Nada hay, sino remotamente en la mente de los animales magnificados como
actitudes de genialidad en demérito de la capacidad humana, que se acerque al cerebro
humano. La diferencia entre los prodigiosos animales que son objeto de estudio de ciertos
investigadores desprevenidos y el ser humano, está en el neocórtex, en la estructura del
cuerpo, en el trabajo y en la colaboración. Mirando documentales, que tratan estos temas de la
BBC (Documentales de la Nacional Geografic) se asiste al planteamiento de conclusiones tan
estúpidas (no todas, es obvio), que realmente molestan, como es el caso de una niña de
alrededor de 3 años de edad, a la que se le presenta una muñeca, y a la que se le pide que diga
cuál de los vasos –entre dos- elegirá la muñeca en el que está escondido un caramelo; la niña
responde correctamente señalando el vaso que escogerá la muñeca; y, el investigador
concluye, que la niña “leyó adecuadamente la mente de la muñeca”; pero, falso, pues, la niña
no es que lee la mente de la muñeca (puesto que no la tiene), sino que pone en nombre de la
muñeca la decisión que ella tomaría, en virtud de que conoce en qué vaso está el caramelo. En
realidad, el cerebro de los animales podrá operar como cuando uno mira el horizonte sin
pensar en nada (ellos tienen conciencia solamente del momento, y la cual acciona en
exclusiva perurgencia de sus necesidades materiales).
Se intuye (teme) el fabuloso escenario, que el ser humano tiene en frente; este poder
impresionante que está por llegar, constituye el resultado de actos de conquista propios,
humanos, palmo a palmo conseguidos (el “ser social” mediante el trabajo creó indirectamente
su propia existencia material; en el trabajo edificó la base material de la conciencia y su
contenido; con la revolución proletaria abolió el sistema clasista de vida; y, hoy están puestas
las premisas para la conquista de la verdad de la materia) 1052 . Está lejano el “día del juicio
final”: la resucitación de los muertos (por lo menos, en la actualidad se anuncia, que con el
“scanner” se puede descubrir las intenciones de las personas; con este mismo desarrollo
tecnológico, sería posible desencriptar los colosales descubrimientos que deben hallarse en la
interioridad del sigilo de la “clasificación”, en los cerebros del poder imperial 1053 ). En ciencia,
el próximo problema –paradoja- a resolver es el relativo a la “información” (dixit Franklin
Erazo): esa información está allí; ¿cómo alcanzarla, si se encuentra difusa, perdida en el
pasado, desestructurada? El reto es el método (el método lo es todo: es la potencia frente a la
cual nada se resiste –Hegel-; pero el método es lo que es, siempre que sea tributario de una
Doctrina apropiada). Estos episodios van a tener cabida, “para que lo que está escrito, se
1052 El ser humano hasta hoy se ha creado a sí mismo de modo permanente, persistente, generacionalmente, en
el trabajo, en su vida en sociedad, en la cultura. Hasta hoy. En adelante, una vez conformada su ontología (la
estructura antropológica, la materia cerebral gris, la técnica, la conducta metaclasista y los esbozos de la
concepción objetiva del Universo), el ser humano se libera formalmente de estos presupuestos –en verdad: éstos
se inhiben exclusivamente en su naturaleza de tales- y pasa a utilizarlos de mejor manera y a mejorarlos
(gnoseología): el progreso es la norma (teleología), continúa sin trabajo aunque si en medio de la actividad
armónica (axiología) e inclusive lo hace en el ostracismo, en la presencia fosilizada de su esencia: “del
conjunto de sus relaciones sociales”.
1053 Sin embargo, esta propuesta es imposible, por razones prácticas e inclusive técnicas; de por medio está el
carácter de la época en que cada ser vivió; “…cada época forma a su imagen y semejanza a sus integrantes…”
(Kelle y Kovalson), por tanto, la estructura mental específica –incluso su individualidad- volvería extraños,
incomprensibles, a seres históricamente situados.
660

cumpla”. No obstante, ¿tiene sentido “volver al pasado” si los hechos se hallan registrados (en
la memoria, en los documentos, en la historia) y en tanto la realidad sinuosamente ha
procedido por la única ruta posible, luego de encontrarse con ella azarosamente?
En el momento inaugural de la subfase transicional (neoimperialismo o tramo último
de la etapa imperialista del capital): “… al ser cada vez mayor la cantidad de trabajo muerto que
hay que valorizar, la valorización del capital adquiere un carácter cada vez más estrecho. Sin
embargo, esto no lleva a la liquidación del trabajo y los asalariados, sino a transformaciones en el
mismo. La ley del valor no caduca, sino que sus contradicciones se exacerban en su búsqueda
incesante de nuevos campos de acción”. “La revolución tecnológica, la computarización y la
automatización cibernética han iniciado ya un proceso de metamorfosis del valor, abriendo la
posibilidad de que su impulso dictatorial se marchite. La constante socialización de los
procesos laborales ha alcanzado un nivel en el cual la ley del valor va comenzando a agotar su
racionalidad económica como norma de distribución y medida de riqueza…” 1054 . Individuos
que se comportan de esa manera, conducen al género en su conjunto hacia el “comunismo” de
modo indefectible. Cuando se examina de cerca este proceso, se advierte que el mismo ha
tenido un impulso de aceleración particular y cómo se ha hecho realidad, mediante directa
intervención del proletariado (en su actividad política teórica: el marxismo; en su vertiente de
acción revolucionaria –el marxismo-leninismo-: la clase obrera como sujeto político; en la
práctica histórica de construcción socialista –Lenin-Stalin-; con el aporte de la lucha mundial
de subsectores de clase contra la forma burguesa hegemónica de producción), pese a que el
fenómeno habría tenido lugar aún sin participación racional, puesto que el desarrollo de las
fuerzas productivas así lo determina. En el presente, el proceso de cambio continúa y, de
darse el caso en el que le sea negada al ser humano la actuación consciente dentro de él, éste
ocurrirá simplemente de modo más lento 1055 . Ahora bien, este proceso sólo tiene lugar en el
ser humano; entre los animales, su ciclo de vida, verdad de Perogrullo: es monótonamente
repetitivo. Las fuerzas productivas solamente las desarrolla el ser humano; y, estas, una vez
llegado a cierto grado de progreso, fuerzan al ser humano a cambiar el tipo consabido de
relaciones; esta modificación se produce con conciencia en las transformaciones
precapitalistas y capitalistas, y de modo racional en las postcapitalistas. Porque el ser humano
desarrolla constantemente la técnica, es que éstas, en un momento dado, no soportan más la
etapa histórica puesta, por lo que, incluso al margen de la voluntad, trastocan dicha realidad.
En efecto, este entreacto de cambio sostenido debe seguir su curso, con independencia
de la ilusa y precipitada proclamación, formulada con sentido políticamente clasista, en torno
de tres fines: de la ideología (de su modificación en la designación nominativa, semántica y
cosmovisiva –cambio del “objeto” que reside detrás de la palabra “ideología”-, y de su
reemplazo por el término asexuado, tramposo y hueco de “cultura”, por parte de la conducta
intelectual zalamera del neorevisionismo folclórico), la concepción marxista respecto de la
sociedad y su futuro perdió vigencia con la caída del “comunismo” (las evidencias empíricas
le retiraron el piso a las aspiraciones) 1056 ; adiós a la política (de la ideología práctica): la lucha
1054 Amín, Samir. Los fantasmas del capitalismo. Es obvio: se está frente al nuevo “modo de consumo” (el
comunismo cibernético), pero si bien la revolución tecnológica ha cumplido su rol, no hay que olvidarse del
aporte colosal dado por la lucha proletaria y el socialismo. Dicho sea de paso, el imputar los cambios últimos
de la humanidad al solo movimiento de las fuerzas productivas, poniendo a un lado la lucha de clases,
incorpora dificultades estructuralistas a la reflexión de Samir Amín, de las cuales responsabiliza a Althusser al
cuestionar sus categorías de determinación y sobredeterminación y supeditarlas a la de “subdeterminación”,
concepto este último, de dudosa valía teórica.
1055 “La contradicción entre el poder social general en que el capital se convierte y el poder privado del
capitalista individual sobre estas condiciones sociales de producción se desarrolla de un modo cada vez más
clamoroso y entraña, al mismo tiempo, la supresión de este régimen, ya que lleva consigo la formación de las
condiciones de producción necesarias para llegar a otras condiciones de producción colectivas, sociales. Este
proceso obedece al desarrollo de las fuerzas productivas bajo el régimen de producción capitalista y al modo
como este desarrollo se opera” (Marx: III tomo de El Capital).
1056 La discusión sobre la historia, por tanto, de ningún modo llegó a su fin con su declaratoria. Con la
determinación formal de la producción es verdad que la ideología llega a su fin, pero no antes de que se hayan
producido esas transformaciones materiales. En efecto, por ejemplo: el principio sano (el valor) –para
quienes hoy cuentan con un empleo por lo menos- de sentir satisfacción y tan sólo placer de atender necesidades
con el resultado del trabajo propio y únicamente del propio, cesa de inmediato con la “producción” de las
máquinas; la doble determinación de oferente y demandante del individuo capitalista (Marx), la libertad e
igualdad formales que nacen de la condición de propietarios de mercancías, que se representa en esa
disposición, que es la base de las relaciones jurídicas (de su noción), también desaparece con la cesación de la
determinación del sujeto como propietario; el individuo no es ya para sí, en cuanto como propietario de una
661

de clases se adormeció en la cooperación entre inversores y trabajadores, en la búsqueda del
éxito empresarial; punto final de la historia (del desplazamiento de la humanidad liberada del
trabajo actuante en el seno de la comunidad democovivencial): la sociedad empresarial
ahistórica (“Hasta un economista burgués tan relevante como Ricardo consideraba que el
cazador primitivo era un capitalista, y sus armas, capital” 1057 ), que se inició antes de la
emergencia y apogeo de la Grecia clásica, continuó con el “empresario” Cristo y que con el
fracaso soviético establece que la humanidad no tiene otro período histórico en frente: el
capitalismo, el que ha sido el único orden social en la larga marcha de la sociedad hasta la
fecha y el cual proseguirá “hasta la consumación de los siglos” (“… el fin de la historia no es
solamente el fin de un cierto concepto sobre la historia” –J. Derridá 1058 ; en realidad, el
abstraccionismo ateo burgués conservador considera como fin último de la vida racional, la
conquista –preservación- de la “libertad” en sí misma: vivir la “libertad”, o sea, su sistema).
Toda esta gente –la de la referencia-, cree que existe el sistema humano perfecto como
pragmatización de sus intereses e ideas, que la humanidad puede alcanzarlo, que el mismo
–luego- permanecerá para siempre; obviamente, ese sistema es: mercado, democracia y
religión.
Esa sensopercepción inmanente al carácter estructural de su determinancia, generaliza,
naturaliza, ahistoriza una visión particular de la realidad, unas concretas aspiraciones de clase
y necesidad, en la medida en que se cree que “... no existe necesariamente límites al sistema
capitalista ni a su existencia histórica: abandonado a sí mismo –teoría neoclásica- o dirigido
adecuadamente –Keynes- puede sobrevivir por siempre” 1059 . En el susodicho concepto, la
persona pasa a ser solamente y para siempre parte de la humanidad mercantil: reino
consciente (deshumanizado) de los animales, sistema egoísta atomizado de necesidades en el
que el sujeto “desarrolla la individualidad que es para sí mismo”, en ausencia de formas
psicológicas de racionalidad moral. Ahora bien, el tratamiento científico, que permite la
comprensión de cada etapa histórica de la vida de la humanidad, para superar el empirismo
“pasa por el rodeo de una comprensión teórica de las características internas” de cada una de
ellas, “características que se refleja en las categorías singulares” que integran el sistema de su
intelección. En realidad, la ideología, por ejemplo (lo mismo que la historia), llegará al límite
de su funcionalidad, en el momento en el que el ser humano pase a reinar sobre el Universo
(hoy lo hace, aunque mal y de modo todavía imperfecto, debido a la hegemonía en ella –
reinado- de las relaciones burguesas de reproducción humana, sobre la naturaleza terrestre);
en orden propio, la vida debe tener siempre un sentido: esa es la declaración más ideológica,
la que, a su vez: es una aplicación real de su concepto. Sentido: dicha estructura de la
racionalidad define el status y el rumbo de individuos y grupos, en el interior de un mar de
oposiciones, el cual no admite abstención; sentido: frente al reino de los dioses conservadores
o revolucionarios, pero, sobre todo, en circunstancias en las que la racionalidad se enfrenta a
la sentimentalidad históricamente subsumidora, como contradicción nítida en la que el polo
romántico, piensa extraviar el rumbo de la razón.
Esta concepción inmovilista de la realidad, se ha producido precisamente en una época
en la que la sociedad –ahora mundial-, ha ingresado en un momento de vertiginosos cambios
mercancía que sirve al otro, es para el otro y viceversa, en cuanto medio y a la vez objetivo en esa relación
recíproca, en la división del trabajo y en el intercambio (Marx); desaparece, por tanto, la conciencia jurídica.
1057
El hecho de que un pueblo conquiste a otro, lo despoje de los medios e instrumentos de producción y los
someta a la esclavitud, le imponga un tributo o le pague un salario por trabajo devengado, depende de las
condiciones históricas, de la constelación histórica de las relaciones de producción, del modo de producción del
pueblo conquistador. En realidad, si es una ilusión creer que el conquistador puede comportarse a su arbitrio
con el pueblo sometido, también lo es mantenerse sólo en las abstracciones generales al momento de revisar el
movimiento humano y no en los hechos concretos, que establecen la diferencia de cada tipo determinado de
producción (Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982).
1058
Esta es una declaración saliente, que merece ser recogida, pues, incluso pensadores modernos se ven
impelidos de cuando en cuando a ver regularidades en el funcionamiento de la realidad (se hace referencia a
pensadores indeterministas, caóticos, en el área de las humanidades y las ciencias sociales como el propio
Derridá, Baudrillard, Guattari,…; excepción hecha, claro está, en la rama de las ciencias económicas, en las
que no se puede jugar, pues, se requiere posturas de seriedad, rigor, el pensar ordenado, determinista, lejos del
malejemploso proceder de la Física Cuántica); generación de pensadores indeterministas, caóticos, es decir, del
bando de la irracionalidad ilustrada académica, que no reconoce la necesidad, que conduce a pensar, que de
motu propio se puede hacer o no hacer lo que libremente se desee.
1059
Sin embargo, “... aunque el capitalismo sea un sistema autoexpandible, el proceso de acumulación ahonda
las contradicciones internas en que se basa hasta que estallan en crisis: los límites al capitalismo son inherentes
a él” (Shahik, Anwar. Valor, acumulación y crisis):
662

a través de los cuales progresivamente se impone la nueva “era” (cambios, también y sobre
todo, dados por el febril movimiento de la conciencia, del pensamiento, de la inteligencia, en
la medida en que la especie se halla coyunturalmente, mas bien, instalada en la “sociedad
estratégica”: la necesidad exhibida en la esfera de los negocios ha puesto a pensar a todo el
mundo con excelencia, de manera creativa, corporativa, innovadora, pero con “maña”, de
forma situacional, estratégica, prospectiva y competitiva; en el trato en el mercado, empero,
siempre alguien sale perjudicado, y como corolario: a menudo se generan desafectos). Pero la
humanidad debe alcanzar su madurez plena, en su ciclo, en la tierra. La vejez representa la
etapa de máximo desarrollo (de acción total de los “radicales libres”): de experiencia, de
conocimiento (de sabiduría o de experticia), escala conceptual superior hasta un momento en
el que el cerebro aún no acusa degradación orgánica sustantiva (este hecho comienza –para
ciertos casos individuales y a inicios del proceso- con la cibernetización de las faenas
inherentes al pensamiento; no obstante, es ese mismo factor el que reanima la conciencia y la
impulsa innúmeras yardas adelante a través de la neurobiocibernética); en la humanidad: este
fenómeno se análoga con un estado de progreso intelectual al límite, en el que el desarrollo
científico-técnico dotado de autodesignación, es su concreción (progreso técnico que es
evidente, que es el resultado directo -en la última etapa clasista de progresión humana- de la
lucha de clases a escala planetaria: contradicción intraclasista burgués-burgués en el mercado
nacional y mundial de oferta y de demanda, burgués-obrero en el interior de la empresa,
capitalismo-socialismo entre EU y Cuba).
Este proceso (el expuesto inmediatamente arriba) no puede ser sometido al solo
imperio de la voluntad ni darse en cualquier momento del movimiento humano: por ejemplo
en la niñez (las formas comunitarias), en la pubertad (las formas transicionales), en la
juventud (la forma “valorización” del trabajo) e, incluso: en la madurez (la forma socialista),
esto es, por parte de la praxis de generaciones cuyas circunstancias de racionalización (de
desarrollo de las "fuerzas productivas" científicas) no se encuentren en un estado lo
suficientemente avanzadas como para que actúen como supuestos posibilitantes del acceso,
incluso a una mal llamada "complejidad existencial" de la realidad 1060 . En efecto, por
ejemplo, el exigir un cambio masivo de conducta a la humanidad de manera que pase del
simple circo, del cuento, de la realización de la mayor parte de la vida en las faenas del placer
a la vida madura (la llamada “autorrealización”), es una petición desprovista completamente
de sentido; es adelantarse, “pedir peras al olmo”: la humanidad debe continuar haciendo lo
que hasta ahora ha hecho por algún tiempo más –pues, en su conducta operan, como se
conoce, leyes-, dígase: en el transcurso de unas dos generaciones; esto es, un noventa por
ciento: dedicada a la reproducción rutinaria y básica de la vida (las prácticas religiosas no se
desentienden de esta estructura de existencia), un cinco por ciento: entretenida en la
dominación planetaria y seccional del género, y el restante porcentaje dedicada a la ciencia y
a la política.
La primacía de la concepción objetiva sobre el orden de la existencia que adviene, no
puede borrar la esfera afectiva del ser humano –ni siquiera el Eros, el homo ludens- (bien se
ve, que una vez conocida la esencia, sólo queda campo para la emotividad; pero,
paradójicamente, esta última se niega cuando la anterior se enseñorea), aunque sí lo haga
respecto de la “intuición”. ¿Acaso para el viejo sus sueños no constituyen sus recuerdos? La
edad senil: ¿no es propicia tanto para soñar las vivencias idas, como para recordarlas (soñar
despierto)? Para el joven, sus sueños son su realización, su futuro, el curso de la vida que
viene (la dimensión vivida por el viejo, en un momento de singularidad generacional); para el
anciano: ¡no! Para la humanidad madura apropiada multilateralmente del planeta, la
preocupación consiste en confirmar la conclusión de un ciclo (clasista burgués en la
1060
¿Complejidad/constructivismo o concreción/coadyuvancia? Obviamente, la segunda pareja categorial. En
la fenomenología reside la base material de la noción de “complejidad”. En efecto, es en esta dimensión en la
que la totalidad se expresa como complejidad; en la esencia, en cambio, la totalidad se comprime como
singularidad, se encañona en la pendiente –en el símil- de un agujero negro. Por su parte, el análisis esencial
sintético, centra el proceso de reflexión y captación de la realidad, en la determinación concreta de su
contenido. Para poder formular la idea de la totalidad, no es posible asumir el criterio metodológico de la
complejidad, sino centrarse totalmente en la noción de abstracción que va hacia la esencia, pues, da cuenta de
la totalidad compleja, mientras que el presupuesto de la complejidad es una simple divagación sin sentido. En
frases sencillas: “…quién conoce demasiados detalles no puede ver la totalidad… la suma de los detalles no da
nunca la totalidad” (José de Jesús Martínez: Mi General Torrijos), “… no puede advertir la esencia…”, diría
Burawoy.
663

coyuntura), que está más cerca el término de la vigencia de la forma de materia colectiva en
su naturaleza abstracta y en su estado consciente, y que otro ciclo similar debe tener lugar a
futuro o se está dando o debe ser inseminado en otro sitio del Universo (esa es la afirmación
del insigne pensador y revolucionario Federico Engels, en la perspectiva genuina del ilustre
Giordano Bruno –Introducción a la dialéctica de la naturaleza) 1061 . Es verdad que para la
humanidad todavía no han llegado a término las razones para su existencia; pues, se advierte
la presencia de una colosal obra que concluir para la madura sociedad actual, en cuanto
misión ubicada en el frente de su progreso instrumental (tareas, que son un atributo de la
vanguardia burguesa mundialmente desplegada), la misma, en el sector que encara el
porvenir, deviene en la superación de las formas prehistóricas de relaciones sociales mediante
la práctica de procesos revolucionarios descentrados en el planeta: la juventud subversiva, la
mocedad ciudadana, que hagan efectivos del todo las transformaciones legadas por el
proletariado; y, la conclusión de la fase de comprensión espiritual del mundo 1062 .
La niñez, la inocencia, la humanidad aún no las ha perdido del todo (“Dulces juegos
infantiles, alrededor de la pila...”: Ernesto Noboa y Caamaño); éstas yacen inscritas en la
naturaleza y conducta de ciertos pueblos: los Secoya, por ejemplo (los pueblos que combinan
la pureza racial con las formas más modernas de mercado como en Estados Unidos,
formalmente son “pueblos originarios”); no obstante, estos son nada más que primorosos
resabios de una época pasada, de encanto: “museos vivientes” (como se ha dicho), que
vivamente le recuerdan al género, quién fue, de dónde viene: son, en verdad, “tecnologías
vernáculas”, tradicionales, simples alternativas en los modos de vida: su camino ha llegado a
su término. Formas bárbaras de existencia, también se agolpan en el mundo, pero nada más
constituyen el resultado de la penetración capitalista, de su crisis y de la descomposición de
las estructuras antiguas, de la que es responsable su presencia. De igual modo como todos los
estadios de la evolución se contienen en la metamorfosis biológica de un ser humano antes de
formarse como tal, en el período social de concretización en curso, el género: en sus variadas
edades e historias (¡no!: el mundo tuvo muchas historias y edades en los diversos pueblos de
la humanidad, mas hoy -2001- tiene una sola edad y una sola historia: la capitalista), es el
zumum de toda su cronología, en su fase actual; fase que está lista para dejar el mundo de los
vivos, para dar paso a la unicidad, al monismo social, cromático y perceptual. El juego, el
deporte, las diferentes distracciones (los títeres, la pintura,…) no deben ser vistos como
esferas del “ser” en sí mismos; sino, mas bien, como procesos coyunturales, temporalmente
situados y desempeñando un rol, en el interior de una vida, derivados de la maduración
evolutiva psíquica de la personalidad, efectivamente en su índole de movimiento progresivo
hacia la madurez racional, y en cuyo camino dichas actividades, inclinaciones o necesidades,
deben quedar suprimidas.
Es también el momento del crucial tránsito de la edad del embeleso sensorial,
intuitivo, de la esfera romancera hacia aquella en la que impera la razón objetiva, cientificista,
para la que la creación artística es nada más, que la recuperación cognitiva de tramos que
yacen a espaldas en cuanto entretenimientos que condujeron al género a sobrellevar el “peso”
de la vida mientras éste ganaba “tiempo” para que se asiente el proceso de conformación del
“ser del conocimiento” (el cambio de actividad entre una jornada y otra en el interior de una
misma línea de montaje de productos de la mente, se interpondrá como momentos, que no
pueden ser otros que la distracción, la disipación, los procesos de recuperación de la “fuerza
de pensamiento”); instante, que, sin embargo, debe constar en la conciencia, como
presupuesto forjador de la heráldica, cosmopolita e integral identidad humana (la verdadera
“completitud del ser humano” está en el conocimiento universal). Definitivamente, la
conducta emotiva, artística, es propia de la fase biológica de pervivencia humana; pero, podrá
proponerse en son de refutación –por parte de alguien que lea y se intereses por estas
reflexiones-, que cuando la técnica era un hecho exiguo, casi inexistente, los pueblos de ese
entonces carecían de “vida espiritual” (de aquello que llaman “cultura”: relatos, ritos, danzas,
1061 Esta idea la comparten muy pocas personas. No obstante, ellas tienen existencia por sí mismas, pues, “si
tan sólo una persona sostiene una tesis, ésta existe como tal” (dixit Ortega y Gasset). Brillante señor don
Federico Engels: consecuente continuador de la obra científica materialista, revolucionaria proletaria radical
de Marx.
1062 Pero también subsiste el riesgo: si un anciano deja de trabajar, esa “inutilidad” aligera el paso de su
deceso; sobre este hecho –en su determinación abstracta- el género debe asumirse clara conciencia,
considerarlo como una posibilidad y tomar medidas que inhiban el efecto: el deporte y el entrenamiento de la
mente, deben ocupar una intención estratégica.
664

pintura,...), puesto que todo el trabajo dedicado a la reproducción de la vida simplemente
material, la trashumancia, etc., hacían imposible la emergencia y desarrollo de tal esfera, y
que, como consecuencia cuando se desarrolla la técnica de modo vertiginoso, el proceso se
torna en condición del híperdesarrollo de la región imaginativa, artística, ..., puesto que el ser
humano se sacude de procesos de trabajo que hasta ahora han sustentado su vida material; la
impugnación es verdad: en parte, esto es, deviene verás cuando plantea que se aproxima una
primera e inmediata fase de desate de la dimensión artístico espiritual, de los juegos, de la
diversión en el posthumano, pero allí no está el verdadero sentido de la vida futura de la
humanidad madura, por lo que emergerá y se consolidará la esfera mental-cognitiva científica
de una vez y para siempre, dejando como muy suplementarias otras actividades del espíritu.
No obstante, deben clausurarse con ese objeto, conductas tonterosas que amenazan con
mantenerse y proyectarse, en su orden, sobre varios pueblos en el planeta. Se hace referencia
–sobre todo- a ciertos juegos por demás estúpidos de los gringos estadounidenses como el
“jineteo de toros”, la monta por diversión y espectáculo de caballos salvajes (en realidad, las
historias de heroísmo –sobre todo en la Segunda Guerra Mundial: el famoso y tan publicitado
“Desembarco en Normandía”- de los gringos impúdicos: son muy dudosas, son equiparables
con los cómics de Superman, la Mujer Maravilla, Rambo, etc.; esta gente piensa, que realiza
cosas importantes y que su vida es el centro del mundo y de todo 1063 ); la pelea de perros, de
gallos, las “corridas de toros” (especialmente esos episodios en los que se atormenta y mata a
la bestia frente a testigos desalmados, desnaturalizados, que se solazan con el acto); el box, la
pelea a mano limpia entre individuos por apuestas, la “lucha libre”; la estupidez del llamado
“fútbol americano”, el Golf, el Béisbol; Disneylandia, Las Vegas. Debe advertirse a la vez,
que también estas distracciones, emociones, deportes, artes, forman parte de la esfera
sensitiva, gustativa de la casi totalidad de integrantes de la especie humana, que distraen hasta
cierto momento y se justifican: mientras el ser humano aún no ha pisado el siguiente escaño
en su ascenso evolutivo conciencial, en el que la racionalidad prima por sobre todo. Pero:
¿qué pasaría si a los brasileños se les retira el fútbol, el carnaval (el Sambódromo)? ¿Si se
perpetra algo similar con los europeos al prohibirles el fútbol y la cerveza? ¿A los gringos:
toda la basura fantasiosa de Hollywood? (pero no es lo mismo referirse a la señora Susan
Sarandon, a J. Penn que a ese payaso cretino de Stallone; en verdad, molesta tener que escribir
el nombre de este imbécil, puesto que se estaría cumpliendo la sentencia de otro no menos
estúpido: ese seudo pintor español, que respondía al apellido de Dalí, cuando sostuvo: “que
hablen de uno aunque sea mal”).Y, a la humanidad: ¿si se le retira el baile y el alcohol? No es
posible hacerlo; por tanto, todavía hay que esperar, e, incluso: “participar”.
En Ecuador, por lo general: los viernes, en la Televisión Pública recién estrenada, en el
2009, en el programa nocturno: Palabra Suelta, su presentador –Xavier Lasso- sostiene, “muy
libre de huesos”, que ese día está dedicado al arte y especialmente al cine; en efecto,
sorprende la naturalidad y laxitud con las que el señor periodista dirige dicho “espacio”, por
lo que en lo personal se mira al rostro del sujeto (el cual debe tener medio siglo de edad),
hecho que causa hilaridad, estragos, al pensar en el tipo de estructura de conciencia, que debe
radicar en ese cerebro, que le permite actuar así. En otro ámbito: en el de la juventud instalada
en la geografía pos neocolonial, el principal arte es la música (Reggaetón; o esas formas
vulgares, monótonas, “aguardentosas”, pesadas, conocidas como Ballenato); es, pues, música
cargada de full erotismo inductor, a la cual la inmadurez de la juventud –y aún de cierta gente
de edad- no puede escapar. Ahora bien: “después de la tormenta viene la calma”; por tanto, a
continuación de tal desenfreno, la mente se hallará racionalmente bien organizada, su
“decorador de interiores” será el sentido que de razón objetiva de la experiencia y el perfil del
frente de conflicto en avanzada hacia la forja de la identidad terminal, científica (es obvio, que
para el efecto, hoy aceleradamente se producen las condiciones materiales).
El arte: es una de las “prácticas elevadas del espíritu”, en tanto efecto del sentir, que
interioriza los hechos del entorno, los resume, los reprocesa y los expresa (los pone a merced
de los sentidos del resto de personas) de conformidad con la ideología personal, sobre todo
1063
Batman, Superman, Mujer Maravilla, etc., constituyen la idealización y simbolización en torno de la
existencia de un misterioso poder interno al propio capitalismo y al imperialismo yanqui, capaz de defender al
estadounidense común de la amenaza del comunismo (otrora soviético, como de los nipones) y del terrorismo
islamista; esa estrategia logra someter la conciencia al temor, pero al mismo tiempo estabilizar el ánimo,
inocular confianza y credulidad en el sistema y en sus verdugos: Roosevelt, Truman, Nixon, Reagan, Bush. Es
completa la estafa: trabajo, ilusiones, negocio y control social.
665

como modo de obrar en las épocas tempranas de la existencia, tanto de la humanidad como
del individuo. El arte tiene determinación histórico-estructural; allí reside su impulso; y, es
fácil ubicar un lugar empírico que de sustento a la aseveración. La Música Clásica, por
ejemplo, floreció antes de la “revolución industrial”, con antelación a la emergencia y
consolidación del capitalismo, es decir, en la etapa servil-señorial; empero, si esta forma de
esteticidad (la cual también se halla presente de modo rudimentario en los animales: el
ruiseñor, el zorzal, consistiendo la diferencia con el ser humano en ese campo, en el carácter
consciente del que está penetrada y repleta la tarea), persiste en la época neoimperialista –a
más de la incidencia en el fenómeno, de la voluntad perennizadora-, es en virtud de que esas
formas de la belleza sonora son depositarias de rasgos comunes adosados al sentir humano de
modo ahistóricamente considerado y, además: por cuanto contienen el principio de la belleza.
Y, si por ventura, esa música continuará siendo rescatada, el hecho se debe a que la
humanidad se replantea etapas de vida pasada en un grado mayor de desarrollo de las
fuerzas productivas (lo cual es distinto a decir, que “los pueblos repiten la historia”), siendo
el instante cuando la serenidad atrape al cuerpo de la humanidad al no tener que trabajar
(hecho que permite recuperar la confianza, el buen ánimo, la estabilidad emocional, el
optimismo), pues, esta tarea será entregada a las máquinas (en efecto, hasta ahora las
máquinas han hecho más fácil el trabajo, han reducido el “tiempo”, las “energías” empleadas,
los procesos de la vida dedicados a la producción material y han elevado la productividad del
trabajo), tal como en el esclavismo, en el feudalismo y en la sociedad burguesa, la clase
parasitaria depositó dicho rol sobre la clase trabajadora (en la que -en ciertos segmentos del
todo depauperados: el lumpenproletariado- se concentran todos los males psicológicos, que se
expresan de modo prístino en su “arte”, en esperpento –caso de Julio Jaramillo en Ecuador;
para “curarse en salud”, puesto que habrán reacciones, se arguye que el amor al pueblo no
quiere decir que se tolere sus aberraciones 1064 ).
Pero, un joven (la forma societal, que ha prendido sus raíces actualmente en el mundo,
en el proceso de globalización; un joven maduro, que propone la excelencia, la calidad, la
educación en valores,…): no puede llegar a ser viejo sin tornarse senil (es decir, modificará su
status etáreo, tan sólo después de haber dado término a su misión específica: la generación de
las condiciones para que en la propia forma burguesa de producción se encuben las premisas
de transición hacia la “sociedad” sin trabajo, sin clases –“… sería una sociedad humana sin
conflicto,… una sociedad no de amigos, sino de hormigas…”, según el decir burgués: John
Horgan; “El fin de la ciencia”-, espiritual, heráldica: “sociedad” ilustrada, frugal, con Apolo
(el Dios romano de la luz), sin Eros, sin Baco, Cupido, Morfeo, pues, homo faber y homo
ludens se han anulado recíprocamente). El viejo ha puesto sus huellas en el mundo; el joven
las sigue y modifica la realidad recibida, y en el proceso: coloca su propia impronta, y en el
acto: se seniliza; al hacerlo: se encuentra en una posición, que es a la vez su realización, en
efecto: la evidencia de su capacidad real, pero al mismo tiempo es su final y el punto de
partida para la nueva sangre, la que debe realizar su verdad en medio de un acto prolongado
de acciones en cadena, que se acumulan en forma progresiva y que engrandecen al mundo.
Empero, del mismo modo como el viejo revive la etapa de sus años mozos en la expectación
del paso, de los sucesos a cargo de la juventud presente (a la cual añora), el joven: ¿no se
siente vivamente impresionado por la serenidad y circunspección de la vejez (momento
liberado del trabajo, dedicado por entero al pensamiento y a los periplos por el “espacio”),
fase a la que tiene que llegar, puesto que en ella se representa su devenir? 1065 . No obstante,
1064 También el arte deplorable mata paulatinamente al espíritu; de modo que no solamente la Religión es el
opio del pueblo. Esta forma de tormento tiene efecto parecido a la Estricnina: fulmina la visión de la razón, se
vuelve innoble vehículo de la más grande de las miserias espirituales; es el caso también en Ecuador de
Segundo Rosero, o de los Valses en el Perú.
1065 Esta realidad, constituye el sino necesario de todos los pueblos del planeta, incluso de aquellos más
bárbaros, que abogan por la “unidad en la diversidad”, esto es, por instaurar (o alargar) una vía paralela a la
clásica capitalista de desenvolvimiento formal humano. “Una nación puede y debe aprender de otra... El país
industrialmente más desarrollado no hace más que mostrar al menos desarrollado el cuadro de su propio
porvenir” (Marx). En efecto, parece abominable, pero mientras más se desestructuran los modos vernáculos de
reproducción humana particulares, enclavados, autárquicos, la historia –sea por caminos bastardos y
criminales de la imposición de culturas que arrasan con otras- acelera la formación de una sola humanidad
homogénea; y eso, en oposición de quienes son afectos a las “diversidades”, es apropiado para la humanidad
–y es también una determinación- (curiosamente, quienes son partidarios de un “nuevo orden económico
mundial democrático”, proscriben la realización de dicho interés en el campo etnológico). Esta, no constituye
una simple recusación, declaración o deseo; adviértase cómo la algazara que actualmente se levanta sobre los
666

mientras más la senectud se afinca, el individuo retorna formalmente a la etapa de arranque de
la vida: se vuelve sentimental; de modo que tanto el desconocimiento como lo mucho que se
conoce, son los presupuestos de la sensorialidad.
El capitalismo tiene el mérito de haberle dotado de conciencia científico-técnica
positiva al ser humano, pero lo ha hecho en el contorno de procesos precedidos por lágrimas,
sangre y muerte de la entera población mundial 1066 ; hoy ese grado de conciencia permite al ser
humano continuar con el compromiso de desarrollar la conciencia con prescindencia de las
relaciones capitalistas, esto es, avanzar sobre el camino de la conquista del Universo a través
del desarrollo de la ciencia y de la técnica en escenarios en los que se ha proscrito la
competencia, la explotación, las guerras genocidas, la dominación (la “gobernanza”), o sea, en
la “sociedad” robótica, comunista, comunidad: que se prepara a instalarse en el planeta. Hoy:
es necesario revaluar la historia con serenidad, a la luz del nuevo objetivo, en el cual se
comprehende el desvelo del género. Según dicha consideración, todo ser humano presente en
el mundo (pasado y en el que vendrá): vale solipsísticamente por sí mismo, puesto que se
encuentra formando la masa humana, otorgando seguridad a la estadía y avance de la especie
(“… yo me salvo porque hago cosas, que otros continuarán haciendo” –dixit Rafael Chirbes);
por más cosas inútiles o tontas que haga un ser humano, éste: tiene un lugar en la historia (a no
ser que conspire directamente contra la ontología de la especie), puesto que él puede ser padre
de quién a futuro designe la historia, el grupo, para conducir procesos esenciales. De modo que
nadie está demás ni tampoco puede censurarse a persona alguna por bobo que parezca ser,
pues, Beethoven (el genio que escribió música para otros cerebros, para otros tiempos, para
otra humanidad), si existiera hoy, de seguro que sería un perreador, un roquero, un melenudo
hippie. ¿Por qué la juventud humana en el instante en el que se acerca al más alto nivel de su
productividad y de perfección automatizada, cuando precisamente pone el supuesto abstracto
sobre el que se instalen las dimensiones ordenadas de racionalidad, serenidad y sabiduría
–experticia-, no debe ser recogida como etapa transcurrida en medio de procesos repletos de
solemnidad, como un momento en la existencia, que se deja atrás con pesar y que está presto a
perecer? No. No es posible perder de vista la nostalgia que produce en la conciencia el ingreso
del atardecer (la reducción del trabajo a pura abstracción), tanto como la noción de la realidad
del cierre de la vida, de la posmodernidad: el anochecer. Muchos pueblos actuales ya están
entrando en esta categoría; europeos y japoneses son viejos normales: han trabajado en el
interior de formas conflictivas, primitivas, de relacionamiento social –la mayoría, todavía lo
hace, pese a su cosmética madurez y magnanimidad-, han entregado a la humanidad el trofeo
de la ciencia y de la técnica; su misión, por tanto, está cumplida. El muy elevado respeto y la
admiración que produce esa fase de desarrollo (la burguesa de la febril acumulación en
declive, presupuesto necesario del mundo nuevo, de conclusión del proceso de reproducción
ampliada del capital, en la extensión transnacionalizada del sistema de dominación), deviene
del hecho de que la misma representa el futuro y el desenlace de las contradicciones maduras
inscritas en la dimensión de la reproducción material de la vida, como planos superados, al
final de cuya senda forzosamente las sociedades neocoloniales se hallan destinadas a
integrarse, como portadoras del “código genético” del nuevo amanecer.
¡Subversivos del mundo, uníos!
derechos (monstruosos) homosexuales, constituye un claro indicador y, al mismo tiempo: la notificación de un
factor insidioso de aceleración y de descomposición de la sociedad levantada sobre el matrimonio monogámico
(pero, a su vez, es un golpe sobre la ideología de la “diversidad”; cierto día –cuando la reproducción
orgánica de la especie se lo consiga por medios técnicos- ya no se requerirá ni siquiera de la diferenciación
sexual; el ser humano puede llegar a ser un ser hermafrodita naturalmente infértil).
1066
El símil es el petróleo: es la materia prima más conspicua, tanto en el proceso de desarrollo industrial,
como en sus efectos negativos para con el entorno natural. En efecto, el petróleo ha sido el elemento natural
(uno de los valores de uso), que ha movido a la humanidad, que la ha colocado (por interpuesta persona) en el
nivel en el que ésta está; pero, sobre todo (paralelamente a su índole contaminante, por supuesto) el
combustible y la petroindustria han puesto la base para la realización del nuevo impulso de racionalidad
científico-técnica; época, dicho sea de modo incidental, en la que incluso se podrá producir petróleo
técnicamente a partir de transformar materia orgánica de deshecho, haciendo en días, lo que la naturaleza ha
tardado siglos.
667

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26.- Zeleny, Hindrich. La estructura lógica de El Capital de Marx.
668

669

PORTADA: descripción.
Cavernícola, Hypatia, Beethoven, Newton, proletario, Marx, de Chardin, Mileva,
astronauta, Hawking.
Representación del Universo viable (determinación; forma ordenada de la Materia en la
fase expansiva de su movimiento pulsátil, de acordeón, integral); el prehumano: ardipithecus
ramidus; humanidad en acción: la elite cognitiva histórica conformándose como “sujeto de
conocimiento”; la inteligencia en operación: progresivo otorgamiento de conciencia a la Materia.
La Materia, en forma de Universo, se introduce en el espejo del “alma” (de la gnosis, de los
cerebros humanos): la idea, el Verbo se levanta, mientras produce a “Dios” en el proceso evolutivo
de la mente (el neocórtex tiene en potencia, el poder para convertir al ser humano en “Dios”), y
cronológicamente se refleja en ella de modo más completo, se reconoce en esta representación y se
reafirma. Proceso de movimiento (contradicción) paralelo material y de la inteligencia, camino
hacia la concreción del saber.
La Materia pasa de su estado mecánico hacia la fase siguiente de su organización y
movimiento “evolutivo”: la orgánica, con el aparecimiento del primer “coacervado” (materia en
estado mecánico-orgánico); con la presencia del ser humano (agregado de “unidades de
inteligencia”), luego, la Materia se ubica en su etapa superior, se conforma de modo “trinitario”:
mecánico, orgánico, inteligente-demiúrgico (Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y Dios Padre); la
naturaleza se jubila del “trabajo” evolutivo, mientras que la conciencia (natural y, luego: la
artificial -mixta) se hace cargo de este proceso (desarrollo de las fuerzas productivas), en el que (la
humanidad) se libera del influjo de las determinaciones materiales y sociales, y pasa a dirigir su
entorno superando la estocastia (el producto supremo de la materia se eleva de la condición animal
–Lucy- a la condición humano-racional –Marx- y, de ésta: a la condición “divina” –la
representación pictórica de ser humano y Dios). Luego: concluye todo (la indeterminación).
Pero la Materia es cíclicamente vanidosa: cada ciertos millones de años el corazón material,
después de una nueva “gran explosión”, en la fase de “sístoles”, en el “Universo viable”, óptimo,
crea, a través del proceso de trabajo del ser humano, a “Dios” (al ser que decide sobre sí mismo), o
sea, al ente todopoderoso que es capaz de decirle, que le “calienta las orejas”, que le recuerda (a la
materia) subjetivamente: “quién es”; qué puede hacer; hasta dónde ha llegado. Este galanteo, es el
conocimiento humano del mundo: la conciencia de la humanidad, la que pone a ésta en condiciones
cada vez mejores para sustentar la vida; y, en cuyo lento, cruento e histórico despliegue, desarrolla
la “conciencia de sí”, de sí mismo y de la Materia. En una palabra: el ser humano está para
producir el retrato hablado del Universo.
¡Subversivos del mundo, uníos!
☭
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Título original de la obra:
La omnipresencia del proletariado. El papel de los
trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad.
Registro derecho autoral: IEPI, 80-04-2011
Certificado Nro. 035491.
Diagramación: Darwin Gualotuña
Roberto Conrado.
Edición informal, de prueba: febrero del 2010.
Quito-Ecuador.
674

A la memoria de Manuela León y Fernando Daquilema:
indios
alzados
puruháes, de
lujo.
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INDICE.
LIBRO TERCERO.
3. Ideas del Siglo XIX-XX, para el tercer milenio 677
3.1 Concreción histórica del estadio capitalista 677
3.2 ¿Cómo y por qué el sistema capitalista debe derrumbarse? (una predicción "más") 701
3.2.1 La autosuperación del proceso: anulación recíproca de los contrarios 701
3.2.1.1 Desarrollo 701
3.2.1.2 El capitalismo puesto en el largo plazo: evaluación 729
3.2.1.3 Compilación 733
3.2.2 El límite ontológico para la reproducción de la subjetividad de clase 744
3.2.2.1 El fundamento material y su dislocación 744
3.2.2.2 La religión como efecto necesario, en una etapa de la vida humana 747
3.2.2.3 El placer: su estimulación y frontera 757
3.2.2.4 La acción recíproca entre la materia (masa) y la idea (movimiento) 764
3.2.2.5 La sinrazón de la afectividad y la razón 770
3.2.2.6 El sino del pensamiento herético 775
3.2.3 Universo, energía, tiempo,...: algunas observaciones más, al respecto 782
3.2.3.1 Enfoque general 782
3.2.3.2 Sobre la clausura del Universo óptimo 800
3.2.4 El saber absoluto 802
3.2.4.1 Bloqueo y pretensión 802
3.2.4.2 La forma trinitaria del saber: el mundo cerebral 807
3.2.4.3 El cerebro en operación: ejercicio 816
3.2.4.4 El complejo y la insurgencia de la confianza 817
3.2.5 El nacimiento y desplome del “alma” 822
3.2.6 Elementos formales: el lenguaje 837
3.2.7 La conciencia en sí: reafirmación de la idea 841
3.2.8 El robot, en concreto 843
3.3 Los presupuestos del proceso 845
3.3.1 El fundamento racional 845
3.3.2 Formulación conceptiva del poder y su recusación 861
3.3.2.1 Reflexión general 861
3.3.2.2 Clausura del despotismo ilustrado burgués moderno y posmoderno: fin de la democracia
874
3.3.2.3 Otra “civilización” (grado de), otra humanidad: nuevas ideas 879
3.3.2.4 La cuestión en el frente de izquierda 881
3.3.3 Reformulación de la ley de la distribución 891
3.3.4 La piedra de choque 895
3.3.5 La totalidad concreta: la “vía” de deconstitución 899
3.3.5.1 La forma de la realidad, la ilustración subjetiva, la formulación propositiva 899
3.3.5.2 La particularidad de la “opción” 913
3.3.5.2.1 Disquisición teorética 914
3.3.5.2.2 La discusión en el argot programático 921
3.3.5.2.3 A modo de conclusión 929
3.3.6 El aporte de la voluntad y su defección 931
3.3.6.1 Aproximación teórica e histórica 931
3.3.6.2 El proceso soviético y de su campo 941
3.3.6.3 El efecto "dominó": los casos de China, Cuba y Albania 960
3.3.6.3.1 Apreciación general 960
3.3.6.3.2 China 963
3.3.6.3.3 Cuba y Albania 971
3.3.6.4 Desenlace 977
3.3.6.5 En defensa del MarxismoLeninismo 989
3.4 La viabilidad de la especie, de aquí para adelante 1007
3.4.1 Reflexión 1007
3.4.2 Conclusión 1017
Bibliografía 1021.
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3.- IDEAS DE LOS SIGLOS XIX-XX, PARA EL TERCER MILENIO.
3.1.- CONCRECIÓN HISTÓRICA DEL ESTADIO CAPITALISTA.
La trayectoria del período “social” del género (el “agua que ha corrido bajo el puente”,
la marcha que se apura en el presente y las millas que se divisan frente, en “universo
abierto”), en su determinación abstracta, se encuadra en la estructura gráfica gaussiana (el
vector ascensional: la fase de acumulación de variaciones cuantitativas, que instituyen una
nueva cualidad: el salto, deviene en hecho objetivado, en la circunstancia). En el modelo
descriptivo, el momento cimero de la modalidad clasista superior del ser humano universal, se
eleva hasta ubicarse en la cumbre de la contradicción absoluta: la estructura burguesa
moderna en la meta de su concreción en la especie y en la esfera, en el proceso de exacción
monopólico planetario de plusvalía, coextensivo con sus seudo estructuras de gobierno. La
modalidad de vida que sigue, que se halla en curso: ruptura de orden esencial en la comunidad
intrínsecamente escindida, que es la continuación de la actividad política del trabajador
orgánico, en su radicalidad, se despliega en variedad de cadencias político-conspirativas, en
su índole de procederes fácticos –desobrevivencia material- de la conciencia; paralelamente,
la estructura de mercado se detrae a medida que la nueva forma de comunidad (la civilización
del ethos supraracional del “valor” de usufructo), lenta pero progresivamente, como hecho
vivo, en desarrollo, pleno de contenido histórico real: se instala entre los vivos, mientras
transcurre la fase descensional 1067.
La movilidad existencial socio-natural humana: la forma social de ésta 1068 -a partir de
ese instante-, decurre enteramente condicionada por la operación de fuerzas inmanentes al
poder concentrado de los productos de la praxis de la cultura: de la realización plena de la
faceta específicamente humana (éste, constituye un hecho históricamente abstracto, pues,
encuentra su origen en la producción del primer instrumento, el cual deviene en indicador de
apertura del proceso de conversión de los órganos humanos en sistemas robóticos,
mecatrónicos; es, en suma: el modelo más prístino de “alienación”, o sea, de sometimiento
formal –en el sustento material- de la voluntad colectiva a los substratos de sus facultades
creativas cosificadas: subordinación de carácter “a”clasista, aunque estimulada –al mismo
tiempo que frenada- por ésta). El hecho que se ha citado, alcanza naturaleza objetiva,
primeramente como efecto de impacto de los signos evolutivos, consustanciales con el
proceso de automatización productiva y, luego: en relación directa con la tendencia inserta en
el proceso de mecanización progresiva, de ocurrencia en el interior del sistema genéricotrascendente,
de producción del conocimiento 1069 . Las “ondas” socio-renovadoras de distinto
tipo que se suceden, que se sobreponen y se incluyen, que constituyen su supuesto (políticoadministrativas,
empresariales, estructurales, sistémicas, tecnológicas), de similar modo en
que trazaron la línea de progresión hacia el pico mayor contenida en la función filosófica del
“homo de la espiritualidad”, hoy lo hacen hacia el percentil opuesto, de mayor dispersión, de
exiguo dinamismo, pero de amplia “democracia”.
En términos más generales, la periodización hipotética –pues, para precisar las fases
de esta trayectoria, se requiere de la fundamentación estadística pertinente- se presenta como
1067 Esta etapa no representa una nueva forma de organización humana, que pueda ser denominada como
“poscapitalista” atentos los cambios formales, que ha provocado en las distintas esferas de la vida el acelerado
y multilateral desarrollo de las fuerzas productivas; no obstante, tampoco en ella tan sólo se reafirma o se
reacomoda la estructura de relaciones burguesas per se, pues, una conclusión de este orden conduciría a omitir
–en la consideración subjetiva- el efecto, que sobre el sistema ejercen las innovaciones parciales una vez
llegado a un determinado grado de su desarrollo, por lo cual, además. perderían sentido transformador las
luchas sociales del pasado (en realidad, hoy por hoy, existen cualidades nuevas de la historia, que aún no se las
advierte, que se expresan en una nueva fase del propio imperialismo: su etapa superior –Atilio Borón).
1068 El concepto de “sociedad” en sentido riguroso vale sólo para la forma integrativa humana burguesa, pues,
la “sociedad” es un estado muy desarrollado en el que los seres humanos entran en recíproco contacto general,
en razón de que esta relación universal, a través de la organización de la propiedad privada, reúne a los
individuos pero en abstracto (Hans-Jürgen Krahl, en referencia a Marx, en: “La introducción de 1957 de
Marx”).
1069 No obstante, esta norma natural debe –va a ser- también ella transgredida, a través de la puesta en escena
del proceso de generación de nuevos poderes ónticos para el pensamiento y en la conformación de una
renovada estructura de principios para la vida, cuyo efecto de inducción procede de la misma realidad y de las
necesidades, los cuales próximamente instituyan el estudio, el trabajo, la frugalidad, para sobrevivir, para
conquistar esferas desconocidas en la personalidad; niveles de dimensiones colosales (los pioneros son seres
operando en sentido colectivo).
679

sigue: ondas largas humanas (no clasistas, clasistas y pos clasistas); ondas intermedias (tres
formaciones clasistas: esclavitud, servilismo, asalariado; esto es, la “sucesión de sistemas de
clase, cada uno con su modo de extraer ingresos para su clase dominante”); y, ondas cortas:
las fases componentes del “ciclo de vida” de la formación económico-social burguesa:
concurrencial o ascendente (industrial premonopólica), monopólica o madura (financiera
imperialista) y sobremadurada o neoimperalista (tecnológica degenerativa). Esta –la teoría de
las ondas largas humanas-, propone ver al itinerario de la especie como movimiento de
choque entre tendencias de desarrollo de continuidad conflictiva, realizado sobre la base de su
reorganización permanente. Todo este proceso singular de distinta proyección histórica,
política, económica, ocurre en el interior de dos ondas súper largas: el período que va de la
“edad de la piedra” (por ubicarlo cronológicamente de algún modo, puesto que el mismo
arranca con el homo sapiens sapiens naturalmente acabado) hasta la del robot, la que puede
ser vista como lapso de conformación del ser humano como sujeto de pensamiento, de la
racionalidad, en el que tanto el trabajo como la esfera sensorial dejan de tener carácter
esencial en el movimiento de la existencia humana (trabajo y praxis pierden su carácter
inmanente), una vez que han jugado el papel conformativo de la conciencia, en la procreación
y en el de ser vehículo de aceptación de la vida en el lecho de la afectividad, cada cual por su
parte. En la nueva fase: cuadro social mas bien de equilibrio, la cual emerge –como es
obvio- de la estructura precedente (mediada, no obstante, por un interregno transicional: el
“socialismo del siglo XXI”, la sociedad de pensamiento globalmente estratégico, etc.), el “ser
social” –en primer lugar- sucesivamente empieza por perder las virtudes estético corporales
clásicas (cualidades garantía de la manutención y la procreación, la denominada era
posmoderna se detrae, puesto que el narcisismo de la perfección del cuerpo –la anorexia- y el
hedonismo se niegan por realización excedentaria en el sentimiento de antiposmodernidad);
trátase, pues, del preludio asociado con el inicio –en segundo momento- de la cesión de sus
propiedades intelectuales conducentes al pleno saber, en la que la conducta indagativa y los
procesos de inferencia lógica ingresan en el polo de discontinuidad dialéctica, mediatizados
por la incidencia creciente de la operación de las máquinas pensantes. De modo que el
comportamiento del género no puede inhibirse de describir la órbita campanular completa 1070 ;
o sea, evadir el condicionamiento formal inscrito en la zona restante del patrón gaussiano: el
sistema burgués se cierra, una vez generados los presupuestos sobre los cuales se alcen los
magníficos episodios de riqueza espiritual y de conquista humana de “ultramar”
-“ultrasideral”- (el género desborda el planeta, esta vez, no obstante, lo hace habiendo dejado
atrás su cascarón de formas relacionales –y finalidades- clasistas, anacrónicas, irracionales,
iracundas; proceso –in fact- empotrado en la superación del principio universal gaussiano al
que se acomoda formalmente todo sistema orgánico: el incremento creciente de la magnitud
de la depreciación del capital fijo) 1071 . En efecto, la sociedad burguesa, en tanto que concreto
universal, ha hecho su ingreso en la etapa de su mudanza, la cual hoy –por lo tanto-, marcha a
1070 En la historia del capital, con su debida definición estructural y delimitación temporal (e incluso espacial:
su carácter nórdico-occidental), se destacan cuatro subformaciones: 1) el proceso de acumulación primitiva o
su génesis; 2) época de la reproducción simple; 3) la fase de la reproducción ampliada; y, 4) el momento de
reproducción degenerativa, de transición. Subjetivamente, por tanto, se tiene en frente la “onda larga”,
matemáticamente modelada, del capital. No obstante, a fin de o mistificar la historia: la conversión del trabajo
en mercancía, los procesos de acumulación originaria y la composición agregada plana de las escala
empresarial, definen la etapa competitiva del capitalismo; la emergencia del monopolio, la fusión del capital
bancario con el industrial, el capitalismo de Estado, la formación de los grandes conglomerados
multinacionales, componen la fase imperialista del ciclo; y, el indicador de la relación capital/trabajo, el de
economía monetaria/economía real y el índice de la PEA desocupada y subocupada (paro tecnológico), perfilan
la fase de descenso, degenerativa del capitalismo (la globalización, la cima, el concreto).
1071 En verdad, el capitalismo dio sus primero pininos libre y concurrente, la competencia condujo al monopolio
y al indetenible progreso técnico en marco de despliegue de su misión histórica: forjar los presupuestos
materiales del mundo nuevo: el sistema automatizado de abastecimiento de la vida, mas ahora se está
preparando para su clausura, no sin antes recoger sus pasos retrotrayéndose hacia su fase superada: la forma
mercantil simple, libre y concurrencial, socializada; de esa suerte dan fe el capitalismo accionario, la
relativización de la jerarquía, de la hegemonía y del poder en el seno de la “unidad de negocios”, el
agotamiento de la macro escala económica ineficiente (incapacidad de adaptación funcional frente a la
incertidumbre, a la rapidez de las transformaciones del entorno, a la imprevisibilidad, esto es, todo el nuevo
discurso económico, ambiental y social de la empresa), las nociones sobre “sociedad de pequeños
emprendedores solidarios”, el “nuevo socialismo” como negación y recuperación de roles en un mismo agente:
capitalista y trabajador unidos en él, colaborar y no competir, etc.
680

pasos de gigante, hacia la más auténtica “comunidad humana de objetivo”.
En el supuesto lógico-histórico de la mente sobre la tendencia hacia la estructuración
“sistémica” de la sociedad (en substancia: la emergencia de la moderna comunidad liberada
de contradicciones inmanentes), se representa el trazado de su porvenir: momento de
“reversión”, de “retorno” al pasado, a la época de la “comunidad primitiva” (y este es un tipo
determinado de movimiento en espiral): la inserción de la vida humana en la red de relaciones
de cooperación enlazadas por la cibernetización de la cotidianidad de la existencia; conexión
intergenérica, dispuesta a materializarse sujeta a la determinación que encarrila la conducta
del ser por la senda del disfrute del esfuerzo legado por las pretéritas formas de metabolismo
social. El nuevo modo de conexión suprasocial que, en sentido histórico: está próximo, se
incorpora completamente supeditado al imperio de específicas condiciones sociales
(relaciones sociales de “producción” supranacionalizadas), las cuales no se eslabonan de
acuerdo a presupuestos antitéticos de índole clasistas. La forma social subsecuente –por otra
parte- se apresta a manifestar su contenido en circunstancias en las que prevalece el desarrollo
más rico y más multilateral de las fuerzas productivas “per se”, y en la convicción que
sustenta la “renuncia” a “ser”, por parte de la humanidad in abstracto, tan sólo en la esfera
terrestre (metamorfosis plena: la mariposa humana rompe su cápsula terrenal; renuncia al
simple cambio de piel observado en el capitalismo con el fin de crecer, esto es, de engullir
riqueza social, seres humanos y elementos de la naturaleza –destrucción constructora de
capital). Este flujograma (el reflejo dinámico de replicación de momentos pasados en niveles
superiores de comprensión, organización y actuación genérica) del acontecer de la especie,
condición que es propia del pensar objetivo, que –a su vez- se presenta útil todavía en el
interior de la operación de la etapa de captación subjetiva vigente, constituye en sí misma una
forma de intelección del concreto real en su especificidad cronológica, de posibilidad objetiva
mayor, que aquel que se propone –por ejemplo- como “ondas hegemónicas”. Pero aquí se
advierte también, cómo se enseñorean dos enfoques contrapuestos: 1.- el que expresa un
prurito agnóstico, nihilista, que reivindica tan sólo la postura de “cierre ideológico”, en la
medida en que expone sus dudas sobre la capacidad del simbolismo del lenguaje actual para
captar la realidad –Gödel, Kurt- (también Hegel opina algo parecido:
“…el infinito no puede ser comprendido en el concepto…, es preciso indagar la
facultad de conocer para ver si es capaz de realizar semejante tarea; se debe aprender a
conocer el instrumento antes de comprender la labor que por su medio ha de llevarse a
cabo; porque si el instrumento fuese insuficiente, todo esfuerzo resultaría estéril.”
-Hegel, Fiederich. Lógica-;
no obstante, el gran Hegel –matriz de esa pléyade de titanes del pensamiento que registra la
historia, cuyo mayor exponente, evidentemente es K. Marx- aquí no opina conforme a la
realidad, y quizá sea como efecto del estado del conocimiento y del carácter ideológico de la
época en la que le tocó vivir, pues, el ser humano puede mejorar cualquier instrumento, puede
generar otro nuevo, etc. –va a conectar todos los instrumentos cerebrales, es decir, la
información o los conocimientos, los métodos y las técnicas del pensar, en uno solo, dándose
lugar a la conformación de un cerebro universal humano grandilocuente en información y
potente en procedimientos cognitivos, en conexión con un cerebro de inteligencia artificial,
con los cuales producirá el saber absoluto-; ¡ah! Hegel ¿qué debe ser dicho adicionalmente?:
el ser humano tiene la capacidad de modificar el instrumento de la mente) 1072 ; y, 2.- el que se
1072
También Malthus vio límites para la vida, sobre todo por razones ideológicas definidas, en otro campo. Esta
reflexión, llevada al extremo, conduce a plantear el “fin de la ciencia” (su sustento se aloja en el Teorema de la
Incompletitud Semántica: cualquier teoría –lógico-matemática- contiene conclusiones indecidibles –Vof- al
exceder un cierto nivel de complejidad)). Sectores instalados en la Izquierda moderada, aquellos vinculados con
capas de la intelectualidad oficial (quienes han generado la “teoría de la Complejidad”, por ejemplo; y, las
tesis antignoseológicas derivadas de la operación del obstáculo epistemológico: “filosofía espontánea de los
sabios”), se constituye en sector que aboga por este límite (pretender comprender todo y autodirigir su vida, es
una actitud alevosa autosuficiente, es una blasfema contra Dios; así razona el Evangelismo, por su parte). El
estrato exclusivo de la dominación mundial -en la etapa burguesa acabada de reproducción humana- ha puesto
las premisas empíricas y nocionales de sustento de esta especulación: cuando el costo marginal (la inversión
adicional de una unidad monetaria en el proceso de investigación científica y técnica –factor variable) no
permite la recuperación de esa misma unidad (ingreso marginal –el factor fijo es la capacidad adquisitiva de la
población), el capital pierde interés y el proceso de apoyo financiero al desarrollo de la ciencia y de la técnica
681

apoya en la huella cognitiva histórica y la extrapola en su condición de “apertura científica”, y
que prevé que la conjunción entre la forma ontológica cibernética de sustento de la existencia
material y la conciencia colectiva –interpuesta una nueva simbolística, que sustituya al
modelo del lenguaje que está llegando al límite de su factibilidad 1073 - superarán cualquier
limitación que se presente en el camino del proceder racional explicativo (“…conexión de
interfaz entre cerebro y máquina que conduzca con el ‘tiempo’, …, a una comunicación de
cerebro a cerebro…” 1074 ).
“¿Limitaciones a la ciencia? Respecto del avance científico, cabe preguntarse: si
existen límites que marcan un tope en esta empresa, condenando a las “sociedades” futuras a
la persistencia de la vida, en un escenario repetitivo signado por el sino de oscuro
agnosticismo; si la historia no procede de ese modo, el ser humano detentará inevitablemente
un día el conocimiento absoluto de las leyes de la naturaleza (‘para controlar el destino
humano’). En el sentido empírico, el famoso principio de la Incertidumbre de Heisenberg, de
la Mecánica Quántica 1075 , indica la imposibilidad de arribar a resultados igualmente precisos
en la medición simultánea de pares de magnitudes físicas como la velocidad y la posición de
una partícula; mientras que del lado teórico, el menos famoso teorema de la Incompletitud
Semántica de las teorías estructuradas propuesto y demostrado por el matemático checo Kurt
Godel, alude directamente a esta temática.
“´Nada más denso que el aire podrá sustentarse en él´, se decía desde hace mucho. El
acto de volar para el ser humano contenía una limitante lógica para la primaria estructuración
ideológica de su ´ciencia´. La densidad de los fluidos, sin embargo era válida para la época
por la correspondencia en el sentido empírico. El principio de Heisenberg es el resultado de
una falla estructural en la definición del fenómeno de la medición en tanto observación
cuantitativa de la realidad, pues, según se entiende: en este fenómeno, el observador no debe
interactuar con el sistema que mide, pero a niveles atómicos, esta característica se pierde, por
lo que se avizora que tal limitante sería superada solamente bajo una profunda
reestructuración epistemológica de la ciencia al respecto del paradigma en el concepto de
medida y la apreciación completa de la realidad, integrada a la ciencia. Esta reestructuración
deberá, en su parte operativa, incluir un parámetro de Interacción Observador/Observado. ´El
ser humano no podrá volar mientras crea que objetos más densos que el aire no lo pueden
hacer´. “En cuanto al teorema de Godel. Según este teorema, el lenguaje adolece de una
limitante intrínseca, pues, cualquier teoría de la incertidumbre con una complejidad mayor al
de la Aritmética, arrojaría, en su movimiento lógico, proposiciones indecidibles, es decir,
se detiene, se declara tanto el apotegma de los límites al crecimiento como del crecimiento cero; el modelo
positivista tecnocrático, sustento del proceso de acumulación del capital llega a su límite y quedan puestas las
premisas para anunciar el “fin de la ciencia”. Pero ésta es una aberración más del pensamiento que se mueve
según supuestos ideológicos; la mente extraviada hace estas declaraciones, a la cual hay que oponer el
entusiasmo, que la confianza en la capacidad intelectual del ser humano dispone para asumir el reto de
alcanzar la compresión máxima del Universo, apoyado en el saber acumulado, en los procedimientos
gnoseológicos existentes (en los que vendrán) y en el auxilio proveniente de los substratos de origen tecnológico
inteligentes, que coadyuven en esa tarea.
1073 En el presente, se ha tornado común sostener, que el primado en la comunicación genérica e
intergeneracional según la modalidad de la palabra escrita llega a su fin, para dar paso a la transmisión de
información mediante la representación directa de imágenes y, con ello: a la reemergencia de una especie de
tradición oral (también la ciencia –en su versión procesal- declinará cuando ya no haya qué representar,
cuando se haya inferido las básicas leyes de composición y movimiento del mundo).
1074 La limitación que el lenguaje tanto hablado como escrito en sus diversas variantes formales trae a la mente
en el proceso de compresión de los fenómenos complejos macro y micro cósmicos, o sea, en la esfera de las
grandes dimensiones, en la inmensidad pretérita, presente y futura del “tiempo” (del movimiento de la materia),
va a ser resuelta mediante la apertura y aplicación de formas cibernetizadas intelectuales de captación de la
realidad. La computadora actual con su capacidad todavía precaria, permite operaciones de asociación de
datos en gran escala de acuerdo con procesamientos en tiempos récords; mientras que organismos mecánicos
cuasi inteligentes pueden ya realizar actividades “específicamente” humanas; éstos y otros desarrollos
agregados se expresan en el sentido de otorgar, de permear el salto cualitativo, que requiere concretar la
humanidad para captar procesos mucho más complejos e integrales, que la pongan en la frontera de la
intelección de los más grandes misterios. En suma: cibernetización del pensamiento e ingeniería genética, que
amplié la capacidad cerebral, constituyen la potencia cognitiva, que superará toda barrera en la intelección y
dominio sobre la realidad.
1075 Este principio de la Mecánica Quántica, es alcanzado de manera teórica, pero su significado indica una
limitante en la observación empírica de las partículas atómicas. Esta limitante no es detectable a nivel
macroscópico, no obstante para niveles atómicos es contundente (nota del señor Físico Franklin Erazo).
682

proposiciones cuya veracidad pueda ser demostrada verdadera y simultáneamente falsa. Un
ejemplo de esta afirmación es el siguiente: Juan dice la frase (proposición) ´yo siempre
miento´; sobre este hecho empírico, se halla una flagrante contradicción, puesto que si se
supone que lo que Juan dijo es cierto, Juan falló ante su costumbre de mentir, y si, por el
contrario, se supone que mintió, entonces fue fiel a su costumbre, pero al mismo tiempo se
debe admitir, que al considerar falso el contenido de la frase, se descubre otra vez que Juan
dice la verdad.
“Es evidente que el ser humano primitivo, quien solamente manejaba sumas y restas
de números naturales, vea limitadas sus capacidades al querer por ejemplo operar con
cantidades fraccionales de la unidad, o multiplicar, o dividir. Muchos problemas aritméticos
que enfrentaron infructuosamente los clásicos griegos, fueron de un tajo resueltos por la
nueva matemática newtoniana del siglo XVIII: los Cálculos Integral y Diferencial. La
Geometría de Euclides corrió igual suerte con el advenimiento de las visiones
híperdimensionales del espacio de Hilbert y Riemann. El punto crítico de la estructuración de
las teorías se halla en la cantidad de información necesaria para establecer sus fundamentos:
en cuanto a elementos y en cuanto a operaciones. Cuando se excede este punto, las teorías
colapsan en este círculo vicioso; no obstante, cabe señalar, que para la demostración del
Teorema, Godel acude a una estructuración lingüística primaria: en ella, el carácter sintáctico
automáticamente queda caracterizado con la mencionada inconsistencia, que se manifiesta en
su naturaleza semántica, como una antinomia.
“Abriendo el panorama se puede aseverar, que la teoría defectuosa, con el movimiento
cognitivo progresivo de la mente, desentraña sus propios defectos; por tanto, debe admitirse la
existencia de nuevos defectos en las proposiciones recién encontradas, y luego: en las
siguientes, y así sucesivamente ad infinitum. Pero esta incesante fuente de defectos puede
llegar a término si es modificada la potencia del lenguaje –quizá el lector esté pensando en un
simple corrimiento del punto crítico- y, es posible, a menos que un salto dialéctico del
carácter sintáctico del lenguaje supere de manera definitiva dicha limitante. Este cambio de
paradigma en la comunicación futura será, pues, el último escollo a superar por parte de la
humanidad del futuro, para llegar al loable acometido del saber absoluto” –“¡Esto tiene
perfecto sentido!” 1076 . Luego de expuestas estas ideas, poco queda por decir, pues, con estos
argumentos se desmorona todo resabio de complejo de inferioridad, que ciertos sectores de
tendencia monástica comúnmente suelen imputar a la capacidad de la mente –es probable, que
el enunciado de este defecto revele el avanzado estado de complejo de inferioridad, que
aquejan a tales personas-; mas bien: ella -la mente colectiva conectada del modo que queda
expuesto más atrás- es la potencia cimera frente a la que ningún hecho de la realidad, tanto
como ella misma, se le resisten (no obstante, no es que una inteligencia privilegiada y aislada
pueda crear lo que se proponga; en los hechos, la proeza inventiva se halla acotada por las
necesidades de cada momento, y del estado de desarrollo del conocimiento y de la técnica).
Diáfana y directamente, es este el modo de proceder de la realidad. El lenguaje, esto
es, el elemento de la cultura, que más influye en los procesos de racionalización colectiva, es
decir, de evolución de la conciencia social (humana), en la medida en que “el mundo
individual es del tamaño del vocabulario” (dixit Carlos Matus; afirmación que es parcial,
puesto que la misma deja de lado el proceso de la percepción mediante imágenes, sensaciones
e impresiones), se acomoda para advertir los avances en la percepción del mundo; lenguaje
que debe reformarse sustantivamente para superar sus límites cuantitativos simbólicos, en
calidad de medio para la realización del reflejo de la realidad en la comunicación. También en
el lenguaje se ponen, por tanto, de moda ciertas palabras, determinados decires, todo un
conjunto de alegorías; puede decirse que el hecho tiene lugar como parte de la evolución
intrínseca de la esfera, del dominio de los propios lenguajes, puesto que nada permanece
estático; pero, sobre todo, el fenómeno es producido por obra y gracia de la injerencia en la
comunicación verbal y en la escrita del snob (cursilería, debilidad mental: “huyendo de lo
1076
Los cinco párrafos que preceden, fueron escritos por el señor Físico Franklin Erazo; el distinguido señor
Físico, tuvo la gentiliza de darse el trabajo de redactarlos de modo exclusivo para que sean incorporados en
este documento, en el lugar puesto, pues, luego de haberlo leído, creyó oportuno desarrollar el fundamento para
las afirmaciones que aquí se hacen (sobre todo la relativa a que el ser humano superará todo escollo en el
camino de cumplir su fin supremo: abarcar la totalidad de la realidad material con conciencia), de modo que se
reduzca el carácter especulativo y aventurado de las mismas. Esta colaboración, se la incorpora de modo fiel en
su sentido, pues, solamente ha sido modificado muy ligeramente el escrito, en su parte formal.
683

convencional”), de la moda, de las preferencias que transparenta la comunicación de las
nuevas generaciones, que los académicos acogen y a las que otorgan fundamento. Ahora bien,
el idioma (los idiomas, pero sobre todo el Inglés) hoy evoluciona como efecto y en
correspondencia subordinada con el desarrollo de la principal fuerza productiva posmoderna
rectora del carácter de la existencia humana: la ciencia y la técnica; en realidad, el sino que le
espera al idioma, tiene también determinación material 1077 .
En el marco del límite hipotético autoimpuesto por parte del género a su capacidad
cognitiva y de poder sobre el mundo, sin embargo, con el propósito de rematar reflexivamente
el tópico tratado, es preciso remarcar el hecho, de que no solamente se abriga poca fe sobre la
destreza subjetiva humana, tendencia expuesta en la nocionalidad sobre su sino por parte de la
especie a sí misma, sino que también dicho pesimismo alcanza a la ontología en cuanto tal, de
la existencia racional, pues, se rebuscan razones para sostener la idea de que la humanidad
pronto puede desaparecer (el “Juicio final”, el “caos social”, los desastres ambientales y
extraterrenos). Más, la presencia de la humanidad y su desplazamiento real con seguridad, con
fe, en el futuro: es su mérito. Los dinosaurios desaparecieron. La extinción juega un papel en
dirección de la evolución de la naturaleza hacia el ser humano. No obstante, la mujer (la
humanidad): no va a desaparecer “así como así”. Teleológica y hasta religiosamente, la
inteligencia tiene un rol que cumplir (“Todo en este mundo tiene un fin que conseguir,...”);
ésta: no descansará, no desaparecerá, hasta tanto no haya llegado a realizar su “acto en
potencia”. Se insiste: como muy comúnmente se pronostica y se teme, hoy se ciernen todo
tipo de amenazas respecto de la sustentabilidad del ser material de la especie; no obstante,
pronto el ser humano conocerá y se montará sobre el potro de las fuerzas universales (“hoy
domina el poder de la energía –sic- del átomo; pronto lo hará con la de una estrella; mientras
que luego, conseguirá hacerlo con la de una galaxia”), con lo cual despejará toda telaraña
peligrosa, que atente contra su existencia.
La necesidad empresarial de acceder a la ganancia, ha llevado al inversor de capital a
estimular el desarrollo de la imaginación, de la creatividad, de la solución de problemas. Al
ubicarse frente a fricciones en el proceso de acumulación, el empresario no se queja, sino que
forma equipos de manejo de crisis; esta conducta el negociante “emprendedor” lo patenta en
la frase: “hay que ver los problemas no como problemas, sino como oportunidades”. En esa
perspectiva, la humanidad dará el salto, rebasará tantas veces sea necesario cuanto obstáculo
se le ponga en frente (pero la humanidad no tiene que vérselas diaria e históricamente con
problemas: esa es una superchería anímico-ideológica zalamera; ésta –mas bien- se siente
permanentemente perurgida por la presión de las necesidades; y, es precisamente en el curso
de buscar –tal como en este panfleto se reitera- su atención, que se ve enfrentada a obstáculos,
los que se asume como problemas; los cuales, en último término: constituyen
contradicciones –la superchería está en las concepciones asociadas con la Planificación
Estratégica, el Marco Lógico, el ZOPP, la Lluvia de Ideas,... En efecto, dicho sea de paso, se
deberá en algún momento proceder a desmitificar ese conjunto pedante de “nuevas”
categorías que integran el primer componente de las parejas: ¿matriz problema-solución
–funcionalismo- o necesidad-satisfactor –¿dialéctica?, ¿complejidad o concreción? 1078 ,
1077
Logicismo especulativo: las predicciones (advertencias), que se dice que estarían contenidas en la Biblia, en
otros libros y voces con inclinación generalmente masoquista (sadista) hacia el lado tenebroso del futuro
humano: advenimiento de acontecimientos destructivos a niveles parciales, significativos o totales de la especie,
solamente se advierten por acomodo y en pasado: la construcción de patrones, datos, hechos, indicaciones, al
correr ciertos programas inducidos en el análisis de esos mensajes, que se esfuerzan por acomodar hechos
buenos y malos a la letra de la Biblia, dicen que de igual modo que el ser humano tiene eclosión de una fuente
única, también los idiomas tendrían el mismo origen y que su dispersión se debe a la afrenta a Dios,
objetivizada en la Torre de Babel. Los fenómenos (las determinaciones), sin embargo, son diferentes. La vida
humana emerge en el sitio en el que evolucionó la naturaleza hacia el cromosoma humano y de allí se ha
dispersado por el planeta; a partir de entonces los subconjuntos humanos viven en forma paralela (esa la razón
del aparecimiento de lenguas diferentes; hasta hoy, en que la reunificación humana condiciona la formación de
un medio único de comunicación (un solo lenguaje); mientras que las múltiples lenguas aparecen de forma
independiente merced al aislamiento de los grupos humanos, en la práctica histórica, por la necesidad de
representarse el mundo, de simbolizar auditivamente esta representación como medio de interrelación y
desarrollo de la conciencia.
1078
Concreción: desarrollo multilateral de la esencia. Hoy está claro, que si no se recurre al procedimiento
cognitivo de la “abstracción”, el cual prescinde de los aspectos secundarios, profundiza, va a la esencia y
formula la ley, es imposible el acto del conocimiento en la esfera del movimiento social y lógico de la realidad.
La visión de la “complejidad” no es conocimiento en estricto sentido.
684

¿construcción de conocimientos o producción, uso y socialización?).
En la dimensión terrena de la percepción, en la esfera promedial del Universo (en
aquella en la que se despliega el movimiento orgánico autorregulado, en especial: en la
modalidad de existencia consciente de la materia), la representación nocional de continuidad y
ruptura, en el interior de su cobertura general, el proceso de acumulación material y espiritual
progresivo secuencial del género –lineal: suele decirse; y, secuencialidad, a la que
virulentamente se la impugna por parte de escribas teorizantes- se esboza la vertebración de
estructuraciones sociales de naturaleza definida: las etapas periódicas que proceden de la
“comunidad primitiva” hasta instalarse plenamente en el “socialismo”. En el terreno de la
generalización: las relaciones primitivas de colaboración para la sobrevivencia precaria,
momento de entera supeditación de la especie a la provisión natural de los satisfactores para la
existencia, las relaciones clasistas de explotación (formas sociales del trabajo: esclavista,
feudal y capitalista) y las modernas relaciones de cooperación exentas de todo tipo de
actividad productiva -se entiende: humana-, para el disfrute (modo de consumo: el
comunismo), son otras tantas formas progresivas de aprehensión cognitiva de la realidad, las
cuales definen nuevas maneras de dominar intelectualmente al mundo. Visto el proceso
conocido como “Comedia humana” (Honoré de Balzac) a partir de una perspectiva más
amplia, los modos de producción constituyen la forma del marco progresivo organizacional
adecuado en el que la conciencia queda sometida al flujo de la historia, en el cual evoluciona
ésta, y sobre el que marcha en pos de su objetivo cimero.
En general, en el futuro: para la “actividad creadora de riqueza”, productora y
multiplicadora de la conciencia: el trabajo, con la invasión cada vez creciente de la máquina
en todas las actividades del proceder humano: “… la suerte está echada…”; incluso en varios
ámbitos deportivos la presencia humana se vuelve cada vez más prescindible (no se diga en
otro campo, por ejemplo: en la aviación, pues, en el manejo de los modernos aviones de
combate de conducción cada vez más automatizada con que dota el imperio a la fuerza aérea
estadounidense: a la guardia pretoriana del poder supranacional, la destreza del ser humano ha
pasado a segundo plano). Por ejemplo: Niki Lauda objetó el novísimo procedimiento que
tiene lugar en la carrera de automóviles Fórmula 1, por su excesiva automatización: “un mono
podría conducir”, en alguna ocasión aseveró. En efecto, a futuro: cada vez más esta
competencia tiende a transformarse en lucha entre coches de carrera dirigidos a control
remoto; entonces serán las marcas y la técnica (las cualidades creativas plasmadas) las que
entren directamente en el forcejeo por la victoria, pero éste no es más que un momento de
ruptura adicional, que se despliega en el camino en cuyo curso pierde cada vez más sentido el
tipo primigenio humano de competencia (la carrera de motos en circuito, se presenta
espléndida; en ésta se demuestra la maestría artística, la estética en conjunto, del ser humano y
la máquina, sobre todo al dominarse las curvas: el piloto se inclina, contrarresta la fuerza
centrífuga en sinuosidades sin peralte, la rótula besando a la peligrosa rodadura: el
asfalto) 1079 .
Con el fútbol ocurre algo análogo: hoy, “robots” (¿“esclavos”?; paradójicamente,
obreros del deporte, perceptores de espectaculares “latisalarios”) humanos, atléticos,
depositarios de esquemas sistémicos y tácticos, con férrea disciplina, compiten en estadios
europeos, según las normas de la maximización del esfuerzo, la calidad total, la productividad
pragmática expresada en el producto: goles, al margen del espectáculo y de la estética, o sea,
la efectividad del imperio absoluto (holístico, complejo) del patrón ideológico “neoliberal” de
la competitividad trasladada mecánica, simplísticamente, al deporte; pero a futuro de modo
paradójico y por un lapso perentorio solamente, el fútbol tanto como otros deportes, será
rehumanizado a la manera del sentido de los magníficos jugadores con mentalidad estética del
“jogo bonito”, que aún quedan en el Brasil. También la competencia automovilística en
Fórmula 1 volverá a ser “rústica”, a tener el donaire sentimental de dejar advertir la potencia
de las destrezas humanas naturales (precisamente en el momento en el que la pugna por
1079
El deporte físico (los juegos deportivos, las olimpiadas, el físicoculturismo…) llamado a mantener la salud y
a desarrollar la complexión corporal, lentamente deja de preocupar -aunque por un momento en la humanidad
se instale una especie de paroxismo por el deporte físico: el ciclismo, el trote, la natación, for example-; en su
defecto, adquiere preeminencia el “deporte” intelectual, el cual está llamado a incrementar la “masa
muscular” del intelecto. En Europa, de acuerdo al grado de automatización de la vida alcanzado, el nivel de
ocupación humana ha bajado; si la actividad desarrolla la mente, su carencia lo atrofia; por eso, para mantener
el sentido lógico de la mente en la juventud de dicho continente, se están diseñando complejos de gimnasia
mental.
685

hacerse con el primer lugar, pertenezca a la paleontología de la realización), como hoy se
compite con lanchas movidas por brazos humanos, por remos (la gimnasia, sobre todo la
rítmica, es la verdadera formación de la esteticidad demostrativa humana; los deportes de
fuerza y competencia, he hallan destinados a perder interés y vigencia con mucha más
antelación en el género, puesto que responden a la emocionalidad y no a la racionalidad) 1080 .
Ahora bien, la importancia de esta reflexión tautológica reside en que la misma permite poner
al corriente, el hecho de que únicamente la “intuición” es estética, mientras que la razón
detenta siempre proyección hacia el conocimiento objetivo (si se mira bien la cosa: la
juventud es estética –tesis-, la madurez: racional –antítesis-, mientras que la vejez: es su
compaginación -síntesis –, pues, en esta fase se funden el recuerdo y la serena razón).
El trabajo productivo (o sea, el moderno) es medio para la atención de necesidades,
solamente si una forma de propiedad ha emergido en la historia: la individual, la privada; eso
quiere decir, que la comunidad internamente se ha fracturado, se encuentra enfrentada tanto
técnica como socialmente; la unidad de estos polos en tensión, es el mercado y la política,
respectivamente. En su carácter histórica y socialmente condicionado, los presupuestos de la
dinamia de las formas humanas de esencia conflictiva, instaladas cronológicamente en el
planeta, en las que sólo el armisticio vinculante, fluctuante, inestable entre poseedores y no
poseedores de medios e instrumentos de producción provee la base de su viabilidad (la
imposición violenta de la unidad de contrarios, manifestación que se materializa en la anomia
social), se corresponsabilizan como configuradores de la región de la conciencia política, la
que –a su vez- deriva en acción práctica de transformación social. Estas comprensiones
constituyen la base subjetiva integradora de índole sectorialmente clasista sobre la que
descansa el planteamiento de los modos de resolver las contradicciones: las interpretaciones
específicas de estos diversos momentos, los sujetos de la conducción social
circunstancialmente coherentes, las estrategias y su substanciación práctica. La resolución de
la antinomia principal de la forma burguesa de producción entre el trabajo y el capital en
virtud de la acción revolucionaria del proletariado (actuación en dos frentes: como clase
política y en tanto forma-poder –el socialismo de 1917 a 1956), debe su sentido prácticohistórico
a la producción de la condición de desbloqueo de la senda progresiva humana por la
cual fluye su devenir, de manera que –en ella- el desarrollo de las fuerzas productivas, con la
participación coadjutora de las luchas políticas, pulvericen la propiedad privada sobre los
medios de producción y someta a la oposición entre el trabajo manual y el intelectual 1081 .
En la determinación sistémica concreta; en la precisión reiterativa en torno de la
fisonomía humana; propiamente: sobre el momento histórico que atraviesa la humanidad en
particular, bien pueden hacerse las siguientes anotaciones. Este: ¿“se trata de una época de
cambios”? o, ¿“de un cambio de época”? (lo uno y lo otro: “época cambiada”, que
paulatinamente se está plasmando: la cigarra, que ha emergido de su cápsula, se prepara:
estira sus alas, las llena de “sangre”, aletea…: le espera protagonizar por sí misma, los
episodios inaugurales). Strictu sensu: ¿el proceso deriva en una determinación binaria y
simultánea? o ¿qué precede a qué? ¿Cuál es producto y cuál presupuesto? En la perspectiva
histórica, los cambios acumulativos confieren fundamento a la modificación de la estructura;
no obstante, en sentido lógico, la nueva forma instalada se despliega en múltiples variaciones
de la realidad, que permite crear las condiciones para que ella se asiente; a decir verdad: todo
el proceso global transparenta la vigencia de una “nueva época”, la cual cada vez más se
materializa ante la mirada; y, en esa dirección, la modalidad conformada de relaciones
humanas impulsan las modificaciones necesarias (variaciones provenientes de múltiples
direcciones, se acumulan ascensional y gradualmente, y son portadoras de una nueva realidad
–el “salto” dado-; ésta: modifica el todo según su determinación, de modo inverso: desciende
de lo concreto a lo abstracto mediante el ejercicio de cambios cuantitativos, regresivamente
cada vez menos numerosos y más simples).
"Si en la forma histórica, la renta del suelo precede al capital y no a la inversa, sin
1080
Se retornará a reproducir la imperfección, según lo asevera Baudrillard (La ilusión del fin); sin embargo, a
futuro: ser humano y máquina formarán un todo, proyectarán la imagen de constituir un solo ser, como antaño
produjo a los aborígenes americanos el individuo español y el caballo. Los estúpidos y deformantes de la
personalidad concursos de belleza, saldrán de escena, pues, frente al imperio de la razón, no hay atavismo
ideológico que se le resista.
1081
La técnica ha subsanado también formalmente la contradicción entre la ciudad y el campo con la creación
de la “casa autosuficiente”: comunicación computarizada en tiempo real -chateo-, producción hidropónica,
energía solar, agua de pozo, biogás,…
686

embargo de que allí es posible comprender el capital (y las determinaciones sobre las que éste
incide, incluida la propia ´renta´) sin necesidad de la compresión previa de su fuente"; en la
intelección sobre la presente sociedad, como precondición cognitiva, la génesis de la
transición requiere del análisis de sus supuestos (la acción política proletaria, el socialismo y
el desarrollo natural de las fuerzas productivas en su vertiente histórica), tanto como de la
conformación de la nueva vida material de la sociedad en su totalidad (en su consideración
lógica), para que uno y otro tengan sentido en la conciencia, como procesos simultáneos que
se interpenetran e inciden mutuamente. No obstante, la determinación que parte del factor
dimanante natural del movimiento de las fuerzas productivas, es su devenir: en ella se afinca
el modo de “consumo ´mecatrónico´”, o sea, la más reciente relación abstracta. En la “época
cambiada” (del establecimiento de la fundamental transformación dada), todos los aspectos
parciales sobre los que se sustentaba la precedente se afectan, se remozan y reacondicionan;
ese hecho semeja el paso de la pubertad a la adolescencia en un individuo joven: la pelota
debe ser reemplazada por la foto de una chica, los tirantes por una correa elegante de
conquistador, debe adquirir implementos para afeitarse y ropa acorde con la nueva posición,
en suma: su vida empieza a ser otra, en la evidencia de sus manifestaciones más simples y
múltiples. En efecto, Wallerstein lo anota: en la etapa de bifurcación histórica “... el sistema
comienza a abandonar rápidamente su situación de sistema en condiciones de equilibrio... el
sistema deja atrás dicha etapa de equilibrio, en la que predomina claramente el principio de
autoreproducción constante de su lógica –sic- inicial y en la que pequeñas turbulencias o
reacciones individuales, lo mismo que los grandes impactos colectivos, pueden tener grandes
efectos sobre todo el sistema en su conjunto y sobre sus posibles distintos futuros” (Aguirre
Rojas, Antonio. Wallerstein y el diagnóstico sobre el mundo contemporáneo; México, 2004).
En la percepción crítica, las tres “visiones” devienen separadas: “cibernética,
mercadológica, contextual” (de Souza); empero, en la particularidad histórica del momento,
las tres modalidades de la contextura presente del “ser social” –en su enemistad y repulsión
recíproca-, se necesitan: su pujanza y deseo de ser, crea un nuevo producto. Sin la cibernética,
la ciencia, la técnica, cesarían, transformándose la existencia en ciclo extensamente
monótono, sin reto para la mente y la creatividad (ya que esta característica, que se encuentra
directamente ligada a la imaginación –pero no en el aire-, juega en los adultos similar papel
que en los niños –y en los animales, por ejemplo: en los primates-: la superación de la
monotonía y el fastidio); sin el mercado, el motor clasista de la competencia se detiene y la
fuerza impulsora de los móviles libertarios de la conciencia sobre el “ser”, habría perdido una
batalla 1082 ; y, sin la percepción cosmovisiva “contextual”: en ausencia de su esbozo, la
perspectiva racional del género –en la ruta de la verdad de la inteligencia- habría de
clausurarse. De manera que las tres modalidades de la complejidad se estructuran en una
instancia siempre “con dominante”, en la que la tercera se vuelve cada vez más concreta,
multilateral; en rigor: aquella pone el tinte general en la conformación de la totalidad, se
despliega y sacrifica a las demás paulatinamente, sin embargo de que su existencia actual
todavía se perfile “borrosa, sinuosa y parcial” (para el caso, la llamada “Angragogía” no es tal
fuera de ciertos límites de formación intelectual previa, que tienen los individuos adultos; en
una persona mayor de formación completa, no es requisito indispensable aprender, cuanto
entender e inmediatamente asociar los elementos de esa comprensión, con fines de
conducción social e intelectual).
En el teatro de operaciones desplegado, la forma social en avanzada (sociedad total,
supranacional, el momento de la concreción), no deviene en proceso de conversión del
planeta en “sistema-imperio-mundo”: la noción de “sociedad imperial” es –en ese sentido-
sólo la apariencia; pues, el proceso jerárquico, estructurado según la hegemonía de un polo
regulador exclusivo en la moderna “comunidad” burguesa, es intrínsecamente de naturaleza
heterogénea y, cuanto más: el sistema de contradicciones apenas ha alcanzado un estado de
precaria coordinación establecido de modo autoritario por las transnacionales ligadas
1082
Esta expresión, en verdad, linda –paradójicamente- con posturas de glorificación del mercado, de
aceptación, de buen grado, del “neoliberalismo”; empero, lo único que la especulación advierte, es que a falta
de la acción del sujeto central del cambio social (el proletariado político), una vez que éste remarcó los
contornos del devenir histórico, el mercado pasa a constituir la natural palanca “reaccionaria” impulsora del
desarrollo de las fuerzas productivas; es obvio, que la misma trae aparejada las secuelas de lesa humanidad,
que de ella se derivan. Este proceso, “por desgracia”, impulsa el avance técnico-material de la especie, esto es,
el mismo constituye el presupuesto necesario en el desarrollo espiritual ulterior.
687

territorialmente a Estados Unidos (por su estructura militar unipolar imperial) 1083 ; y, en la
base de esta pirámide se expresa el crujir de los intereses de la sobrevivencia (en verdad: “…
el horizonte se ilumina cada vez más por los primeros destellos del amanecer y cada vez
menos por los abismos del atardecer”). El término: "imperio" –dicho sea de paso- (noción con
la cual comúnmente hoy se designa a la configuración del mundo), es, en este caso, una
formulación idiomática simplemente descriptiva y de raigambre burguesa (por ejemplo, en
Negri –Imperio-; tesis reaccionaria ésta, de Negri y Hardt, que induce a pensar, que la
humanidad va a desenvolverse en un escenario capitalista de mercado global, bajo la
dirección de la cabeza estadounidense: gobernanza sobre la “multitud”), de ningún modo
considerable a la hora de captar un proceso de evolución real de la especie, en su objetividad,
el cual se halla mediatizado por un orden de concretización capitalista, monopólico e
inmanentemente contradictorio 1084 . En efecto:
De conjunto el mundo capitalista va a tensiones crecientes y luchas competitivas entre
las burguesías; como había advertido Bujarin, la tendencia hacia la mundialización del
capital no anula los impulsos nacionalistas. Si bien no se advierte un curso hacia una
nueva guerra interimperialista imperialista, los bloques comerciales proteccionistas, las
devaluaciones competitivas, la lucha por las zonas de influencia entre las grandes
potencias, están a la orden del día (Astarita, Rolando. Sobre las tendencias actuales del
capitalismo).
1083
En lo tocante al fenómeno de “reestructuración unipolar del mundo”, que se lo asocia con la “caída del
muro de Berlín”, éste: no fue un hecho simple, ligado a la inviabilidad histórica del Socialismo, al agotamiento
de un modelo de sociedad denominado cuartelario, burocrático, ajeno a las nociones de libertad y democracia
burguesas; responde, más bien, a complejas determinaciones del progreso humano, a la traición revisionista
jruschoviana al proceso de construcción socialista y al agotamiento de un modelo monopólico
socialimperialista por el control del planeta. En previsión del hecho: de acuerdo “con su concepción, las
reformas de Gorbachov pretendían la reestructuración de la economía y la modernización de la tecnología”,
pero “la incapacidad del... [socialimperialismo]... para adaptarse a las condiciones tecnológicas y económicas
de una sociedad informacional... [e insertarse con ventaja competitiva por el dominio del mundo]... fue la causa
subyacente más poderosa de la crisis del sistema soviético...”. El propósito de estas medidas reformistas, fue
captado como decisivo por parte del poder revisionista, las cuales debían ser implementadas, si el afán era
mantenerse vivo en la disputa interimperialista. La crisis inmanente al ciclo económico estructuralmente
derivado del modo de ser del capitalismo, se expresa, en esta ocasión, con contundencia devastadora; a esta
contradicción cardinal de carácter endógena, se articula el problema de diferencia de competitividad
productiva y bélica, derivado del bajo desarrollo de las fuerzas productivas rusas, las cuales se hallaban
rezagadas en paralelo con las formas estatales y jurídicas subsistentes. El modelo de política económica
socialimperialista que buscaba darle competitividad interimperial a la ex URSS fracasó. Los satélites del
socialimperialismo soviético cayeron de forma inmediata; este fenómeno semeja el desplome de un castillo de
naipes. La explicación racional del hecho muestra el trabajo soterrado, que la dirigencia revisionista rusa había
adelantado sobre los partidos comunistas del Bloque, principalmente mediante el chantaje y descabezamiento
de la dirigencia marxista-leninista consecuente. El caso de China fue diferente: ésta jamás superó los
postulados del modelo mixto de economía, por lo que nunca fue un sistema socialista en el auténtico sentido de
la expresión. En los casos de Albania y Cuba: en el primero, en su caída incide el insipiente desarrollo de las
fuerzas productivas en circunstancias de la determinación histórica de la integración humana mundial, el
bloqueo ruso y la conspiración externa (pero también el hecho de que en la coyuntura decesa la principal
cabeza del proceso: Enver Hoxha y se reemplaza la dirigencia); Cuba resiste, pues, se trata de un sistema que
se sustenta en tres determinaciones: la decisión de su líder, la organización y el fortalecimiento ideológico
permanente de las masas (no obstante, en la actualidad -2010- este modelo ha cumplido su papel de resistencia
al capitalismo manteniéndose como flama viva socialista, Luego: ya requiere de reformas para integrarse al
movimiento general de la historia). .
1084
El capitalismo -como modo de producción- es el verdadero "imperio del mundo" (el auténtico matón
inconsciente del barrio) y no el poder del bloque económico estadounidense, en una unívoca proyección
jerárquica ordenadora del planeta al margen de toda disidencia celosa, ambiciosa (competitiva, de
sobrevivencia, concentradora) intrínseca. Es por esta razón que persiste la posibilidad de nuevas guerras
mundiales –de baja intensidad- a futuro (guerras de rapiña entre naciones: los putsh se desatan entre los tres
más importantes bloques comerciales cuasi continentales, las cuales no son mas que escaramuzas por el control
comercial); si se puede emplear la palabra “guerra” en sentido propio, con ella se capta el enfrentamiento
(agresión) entre el poder centralizado mundial y el denominado “terrorismo” (“privatización de la guerra”).
Dicho sea de paso, el Tío San anhela una sociedad imperial mundial (“Pero no se le va a hacer… para que lo
desniego…”; dixit Mario Moreno, Cantinflas), en la que haya un Estado mundial, una Constitución mundial,
una normativa global -los acuerdos sobre inversiones y los organismo de arbitraje, son un paso hacia allá-, un
gobierno mundial, un Ejército, una estrategia única de dominio, al servicio del capital (terminantemente: no se
va a formar un “Estado mundial” en sentido liberal; un aparato de coordinación y superación de los problemas
globales es lo que está en marcha).
688

En consecuencia, si al objeto empírico: "unipolaridad", el cual posee connotación
simplemente formal: filopolitológico y geográfico, la percepción la hace frente con las
categorías económicas y de clase, gnoseológicamente se concluye, que jamás la esfera va a
constituirse en imperio-mundo, de conformidad con la hegemonía coercitiva de Estados
Unidos, pese a que esta potencia unipolar bélica, sea portadora de ese poder, pues, la unidad
jerárquica militar de la OTAN es inestable, ilusoria (se halla enredada en escaramuzas
internas de baja intensidad; el propio Wallerstein sostiene que Europa –euroimperialismocamina
a formar su propio ejército sin la tutela de la OTAN o de EU) 1085 . Incluso,
históricamente la categoría mantiene su tinte descriptivo, pues, considerado de modo atento el
movimiento cronológico de la especie, los imperios absolutos denotados geográficamente, son
cosa del pasado, de las sociedades precapitalistas clasistas y de las etapas “sociales” de
transición (es el caso de la conquista española, llevada a cabo con sello semifeudalsemicapitalista).
En la sociedad “pos moderna”, en la que formalmente rigen las
contradicciones de clase: entre las corporaciones planetarias y los subversivos, la fricción
entre monopolios globales se sobrepone y prevalece sobre deleznables consensos, y esta
refriega alcanza dimensión político territorial (sobre todo porque a Estados Unidos le interesa
“… preservar el sector estatal del cual depende la economía para socializar los costos y los
riesgos, en tanto se privatizan las ganancias”). Strictu sensu: los monopolios se hallan
operables en el mundo (formas internacionales éstas, no por su carácter, sino por sus
funciones, pues, son organismos transnacionales, pero situados): la esencia del imperialismo,
que como el gestante en el interior del cuerpo de su madre extrae su esencia del contenido
plasmado de ésta sin reparo alguno (parásito maligno es el proceso capitalista-imperialista en
este caso, hecho degenerado, en degeneración), es precisamente la coyuntura que Atilio Borón
denomina: “fase superior del propio imperialismo”, o sea, la “globalización” 1086 .
Es evidente, que las transnacionales/multinacionales –en su tránsito histórico natural-
se estructuraron en el planeta primigeniamente (con cierta racionalidad) en ejes de acción
socio-espaciales de carácter “trilateral” (Triada) al interior del modo de producción
capitalista; mientras que en la esfera de las relaciones políticas mundiales, el globo se
transformó en sistema conflictivo realmente “bipolar” (el Nuevo Orden Internacional; dos
“fronteras ideológicas espaciales” en la tierra; por supuesto, esta división del planeta,
plasmada en Teherán, Yalta y Potsdam, estuvo precedida por móviles geopolíticos):
capitalismo trilateral (Washington-Boon-Londres -Japón) y Bloque Socialista (Moscú), en el
período comprehendido entre las primeras décadas del siglo XX hasta atravesar las
intermedias del mismo. No obstante, en fechas posteriores, al agotarse también este modelo
de configuración societal geopolítico y de clase al interior del sistema de mercado y al haber
“caído” el socialismo, el GATT, el Grupo de los 7 (de los 8), la OMC, han sido las instancias
de acoplamiento de la llamada “trilateral” 1087 . Trilateral, que devino, en realidad en
“tetralateral” (“Cuarteada”; a pesar de que la cabeza del imperio occidental: su punto focal de
coordinación, estuviese localizado en Washington; dicho sea de paso, S. Amín, a esta
estructura sui generis imperial la denomina “imperialismo colectivo” y, naturalmente en ella,
no incluye a la URSS pre 1989): contradicción entre cuatro polos hegemónicos, conformada a
partir de la segunda mitad de la década de los 50 del siglo pasado (el nuevo socio en conflicto,
1085 La propuesta de agresión militar de Estados Unidos sobre Irak (represalia sobre un antiguo aliado suyo:
Saddam Hussein), previa la formación de una nueva coalición (la primera –como se conoce- se formó y actuó en
la década del 90 del siglo pasado), que formalmente respetara los principios de la ONU, se consumó
únicamente con Estados Unidos, Gran Bretaña y España; esta coalición interimperial, tuvo la oposición de
Francia, Rusia, China y otros países, quienes aspiraban a formar una nueva polaridad, que contrapese la
unipolaridad militar estadounidense, “de manera que no actúe a partir de su solo arbitrio”, que sus intereses y
su poder, no se constituyan en fuente de Derecho Internacional sobre los pueblos (además, en el pueblo
estadounidense existen ya referentes en su seno, respecto de la pretensión absolutista de poder en sus
“halcones”; esta conciencia se traduce –en ese entonces y hoy- en las protestas gigantescas del propio pueblo
estadounidense, en las que el miedo general de la población se disipa y ésta se moviliza, generando un nuevo
polo –el polo contrahegemónico verdadero-: la voz y la movilización de la población mundial –dixit José
Saramago).
1086 El proceso de globalización en ciernes, se inicia en 1956, con la conversión del “sistema de coordinación
público” soviético, en Estado; y, de la primacía en él, de la visión de Nikita Jruschov.
1087 En realidad, CAN, MERCOSUR, UE y otras formas de integración, así como el GATT, la OMC, no son más
que lobbyings de los empresarios.
689

a la postre vendría a ser la URSS de Jruschov) 1088 . El epifenómeno de la “Caída del Muro de
Berlín” ha llevado –se asevera con normal naturalidad- al fin de la “Bipolaridad” (“conclusión
de la Guerra Fría”). Este hecho fetichista, en su ocasión se halló revestido de carácter
esencial: la organización socioeconómica de la ex URSS hasta bien entrada la década de los
50, marcó la verdadera bipolaridad del planeta: capitalismo/socialismo.
La desaparición del Pacto de Varsovia indujo la formación de una precaria
unipolaridad militar del planeta: la OTAN, la cual posteriormente fuera fortalecida con el
ingreso de la propia Rusia y de varios países del ex Bloque Oriental al seno del Tratado (no
obstante, a esta estructura militar unidimensional se le opone la conformación de la
Organización de Cooperación de Shanghái –SCO; en concreto: la unipolaridad militar
estadounidense, tampoco es un hecho real, pues, se le enfrentan Rusia, China e Irán; mientras
que, para detener el avance del proyecto de expandir la influencia gringa en Asia Central,
China y Rusia han creado las alianzas militares: SCO y CSTO –Organización del Tratado de
Seguridad Colectiva 1089 ). Esta organización castrense imperial única, que tiene como
contradictores –por lo menos actuantes en la alba del siglo XXI- a las FARC, a la “Triada
Socialista” (Cuba, Corea del Norte y Vietnam del Norte) y a otros grupos de países y
organizaciones disidentes antiestadounidenses, anticapitalistas y contrarios a la religiosidad
Occidental (entente Irán-China-Rusia, contrahegemónica frente a Occidente, en proyección
juega un papel geopolítico saliente, de similar manera como lo hacen Chávez y Venezuela),
mimetiza la característica imperialista del capitalismo aún en su fase madura, la que se perfila
con nitidez en el plano geoeconómico-político 1090 , en el que se advierte su esencia
íntimamente antinómica (en verdad, esta subcomponente de la realidad, no puede operar al
margen de la ley de la estructuración contradictoria y conflictiva de la existencia, como
tampoco del principio inherente al desarrollo desigual de los procesos, sobre todo cuando la
vida discurre en consonancia con la determinación de su movimiento espontáneo) 1091 .
1088
Detrás de esta configuración geopolítica mundial móvil: de la Triada, se hallaba la Bilderberg: el llamado
“Gobierno paralelo” o los “poderes ocultos”, esto es, la sociedad de los contados capitales más poderosos del
planeta (como lo están hoy frente a Obama, lo cual incluye a dicha administración en el inveterado sistema
histórico de actos simplemente formales de operativización de decisiones que se toman en dichos lugares); en
efecto, la llamada “Comisión Trilateral” o “máximo organismo de gobierno mundial”, propendía –en su
momento de constitución en 1973 (su antecedente: la Comisión Bilderberg, creada en 1954)- establecer un
“nuevo orden mundial”: un orden imperial (ultraimperial) en cuya cúspide se colocaba el capital monopólico
financiero global, y su objetivo era repartirse el mundo y eliminar a la URSS.
1089
Chossudovsky, Michel. El corredor euroasiático: la geopolítica de los óleo y gasoductos y la nueva Guerra
Fría; 2008.
1090
En efecto: “...las preocupaciones de momento de la burocracia estatal política estadounidense, se centra en
el… procesamiento de problemas vinculados con el terrorismo, con el narcotráfico, sobre cómo imponer un
sistema seguro para la reproducción de sus monopolios” (un eje de la estrategia desemboca en la política de
restitución de la funcionalidad en los “patios traseros” mediante acuerdos: ALCA, TLCs, con cuyo concurso
poder enfrentar a los otros imperios; con ese propósito fueron resueltos varios conflictos limítrofes entre
Estados latinoamericanos y defenestrado Fujimori –presidente de Perú-, debido a que éste pretendió
reenrumbar el comercio hacia el Japón); en suma: conferirle seguridad a la dominación y a la toma, mediante
el poder de la fuerza, por parte de Estados Unidos, de los pueblos y recursos estratégicos del mundo (de la
aplicación –sobre el silencio de los perjudicados- del “modelo de acumulación por desposesión”). En la
coyuntura política subcontinental americana: ALCA, TLCs, Tratados de Protección de Inversiones, constituyen
porciones componentes de la estrategia de recolonización y de aseguramiento de la hegemonía mundial por
parte de EU, que se halla en picada, frente a la respuesta dada por los pueblos; la nueva carta de navegación
neomercantilista tiene a babor las “autonomías”: los monjes budistas en China, Guayaquil en el Ecuador, Zulia
en Venezuela; Tarija en Bolivia, Loreto en Perú (entente en torno al objetivo de construir estructuras de súper
balcanización proscriptoras de los rezagos del Estado-nación: los embriones disfuncionales del sistema
transnacional geoeconómico-político).
1091
Una rica discusión se ha abierto al respecto entre Wallerstein-Arrighi y Fiori. “Mi divergencia con Arrighi
y Wallerstein no es coyuntural, es teórica, no está en la caracterización que los dos hacen de la coyuntura
inmediata, está en la teoría en que los dos sustentan sus proyecciones de largo plazo; la hipótesis es de que el
´sistema mundial moderno´ requiere la existencia de ´potencias hegemónicas´ sucesivas para mantener el orden
político y el buen funcionamiento de la economía internacional. Dentro de esta teoría, el ´líder´ aparece en la
historia como una especie de respuesta funcional al problema de la ingobernabilidad de un sistema que es
anárquico porque está formado por Estados nacionales soberanos. En general, esta teoría destaca las
contribuciones positivas del hegemón para el ´gobierno global´ del sistema”; y concluye: “Por esto, él no
consigue controlar el movimiento continuo de competencia y expansión de los Estados y economías nacionales
que ya conquistaron la condición de ´grandes potencias´ y forman parte del ´núcleo central´ de todo el sistema,
pero siguen compitiendo entre sí, incluso en los períodos que aparentan una alta ´tranquilidad sistémica´. Este
análisis –el de Fiori- privilegia el movimiento y las contradicciones que mueven este sistema, impidiendo su
estabilización y cualquier tipo de gobierno global estable o de paz perpetua. Él se parece a un universo en
690

Inclusive al propio poder militar cada vez más se lo pone en tela de duda y se lo cuestiona en
la esfera, según las nociones asociadas con la superación de las barreras fronterizas entre
sociedades, de la distensión (de la pacificación del mundo, “de la feminización de la
´cultura´” -sic), de la racionalidad, de la espiritualidad; por lo que en la actualidad ha
adquirido –mas bien- mayor importancia la guerra intermonopólica por el control de
mercados, en materia de la carrera tecnocientífica y en el sector financiero-monetario.
En el caso referido en último lugar, se insinúa la propensión relativa a la organización
regional de continentes económicos (Partners) en el interior de la forma burguesa de sociedad
planetizada; el signo más conspicuo de la determinación lo constituye la regencia de tres
monedas: Dólar, Yen, Euro –por lo pronto, pese a que la moneda gringa pierde cada vez
poder, en coherencia con la crisis y descomposición internas 1092 . Es obvio, que esta
configuración posee caracteres contradictorios, elevada inestabilidad y –por supuesto-:
dinamia, la que de manera permanente perfila modificaciones formales de las relaciones de
producción y de renovación constante de las fuerzas productivas (“innovación destructiva”
–Schumpeter). En realidad, esta forma de “regionalización” comercial es, por sí misma: efecto
de la contratendencia puesta por las estructuras multinacionales a su entorno (por los
monopolios corporativos globales); “regionalización” que constituye –por tanto- la “rediviva”
estrategia de sobrevivencia del poder, empotrada en el marco de la globalización, estimulada
por el desarrollo imperialista del capitalismo, el cual toma cuerpo en la lucha competitiva por
el control de mercados de demanda y oferta. El escenario ha variado radicalmente:
“degenerada” la clase proletaria, el Socialismo y el “imperialismo social” soviético, la
burguesía global no forma una clase, pues, “...no puede conducir una batalla común contra
otra clase...”, sus miembros –los monopolios globales- quedan enfrentados entre sí en la
competencia –coacción recíproca intermonopólica- y formalmente unidos contra la subversión
y los ciudadanos; a los garantes del sistema, la vida les lleva por el camino de procesar las
contratendencias que se desprenden de la tendencia natural: el proceso integrador de las
diversas unidades histórico-espaciales, en una sola forma de agregación humana 1093 . El
corolario: el eje conflictivo clásico integrado por la Trilateral: EU, UE, Japón, en el que
amainaron las contradicción al contar con un enemigo común: la URSS de Stalin, se ha
ampliado asumiendo carácter oligopolar, con la incorporación de la Rusia
possocialimperialista y los BRICS.
expansión continua, movida por la lucha de las grandes potencias por el poder global y que por esto están
siempre creando, al mismo tiempo, orden y desorden, paz y guerra. Lo que ordena y estabiliza este sistema… no
son los hegemones, sino la existencia de ´ejes conflictivos crónicos´ y la posibilidad permanente de guerra. El
sistema no acumula poder y riqueza sin la competencia de las naciones y no se estabiliza sin las guerras”
(Revista La Onda digital: entrevista a José Luis Fiori). En los hechos, Fiori es el proceso, mientras que
Wallerstein-Arrighi el resultado.
1092
En el análisis sobre las “relaciones políticas internacionales”, es usual advertirlas como si éstas trataran
la relación entre “naciones” consideradas como unidades internamente homogéneas, sin diferendos de clase,
tal si fueran simplemente: “bolas de billar”. Empero, las relaciones políticas, abstractas en su origen,
adquieren carácter multilateral al pasar a cubrir a grupos humanos cohesionados por geografía, idioma, vida
en común y a sus territorios: la organización jurídica de las naciones, bajo la forma de Estado (sociedad,
territorio, gobierno y soberanía); debido a este particular, la política no solamente será el acto real de lucha
por el poder entre clases al interior de la república capitalista –entre la burguesía y el proletariado, entre
burgueses entre sí-, sino también un sistema de pugilato por alcanzar supremacía en el mundo al interior del
poder económico (las relaciones políticas internacionales: la guerra y la paz). Las Relaciones Políticas
Internacionales –en evolución hacia su trasnacionalización- consisten en prácticas a través de las cuales las
diversas fracciones geográficamente situadas de la clase capitalista mundial resuelven sus diferencias,
subsanan las contradicciones, se reparten el mundo, se equilibran, colaboran para la explotación del trabajo y
la distribución de la plusvalía –en suma: realizan sus intereses- (en la circunstancia, el mundo en “estado de
naturaleza” fundamenta el Derecho, el cual se establece de acuerdo a la capacidad de poder con el que cuenta
cada Estado –T. Hobbes).
1093
Se cree que no es pertinente la crítica heterodoxa de Lenin, sobre todo a partir de posiciones esteticistas
(Alejandro Moreano: El Apocalipsis perpetuo), en el afán de proponer otra teoría, que no es la del
Materialismo Histórico, para entender a la humanidad. Moreano considera salvarse y rebasar la ortodoxia,
apelando a la categoría de “reproducción social” (en otro lado, el referido señor recurre a la categoría
espacial –región, país, mundo: a la variable territorial en definitiva-, para presentar un análisis aparentemente
novedoso de la historia, sin advertir, que las categorías: “región”, “país”, “mundo”, son formales); debe
tenerse presente, que el proceso de la “reproducción social” tiene lugar en el interior de un “modo de
producción” (en concreto: en una estructura compleja condominante de ellos) y que esta “reproducción” no
solamente es “social” sino humana, o sea, que tiene tras de sí a la “reproducción natural” y ante sí, a la
“reproducción robótica” del “valor de usufructo” .
691

La unión en bloques de continuidad geográfica subcontinental, continental o
extracontinental, es el límite al que puede llegar el sistema capitalista en su afán de ampliar
las reglas de la competencia a nivel hemisférico (es la nueva humanidad la que realmente
copará el mundo en su condición supramoderna de verdadera comunidad). Toda opinión en
contrario, por tanto, está condenada a toparse con el movimiento concreto de la realidad, el
cual está destinado a desmentirla; en efecto, los hechos se pondrán de pie para desacreditar
toda “... exageración transnacionalista, que destaca la aparición de un ´capital global´
centralizador de una ´burguesía multinacional´, que ejercita su dominio a través del FMI y la
ONU..., visión heredada de la teoría del ultra-imperialismo... –pues-... una cosa es el salto
en la internacionalización y otra muy diferente es... la ´desaparición de las fronteras
nacionales. La clase capitalista no puede existir, ni el capital acumularse, sin Estados rivales
que produzcan las condiciones de esta competencia”. El nuevo trazado del mundo “... no está
dictado por el ´capital global´, sino por el conflicto hegemónico que libran las grandes
potencias” (Katz, Claudio. Cómo estudiar hoy el capitalismo, 1998) La supuesta
“globalización unipolar” (la hipotética formación imperial del mundo, ha puesto a los
revolucionarios nacionalistas como enemigos internos): el mundo es de EU (hecho que no es
real, al menos en el adjetivo, pero que es cierto en el sustantivo, por tratarse de un fenómeno
natural y empírico), transformaría al Ejército estadounidense en fuerza policíaca: en el ente
que “vigila y castiga” (con apoyo de los ejércitos del resto de países del orbe), que crea y
cuida el orden mundial (la conflictiva formación de un orden de seguridad para las
multilaterales), que organiza expediciones para punir a los terroristas y que lleva a
Guantánamo a los “Estados delincuentes”.
La realidad capitalista hemisférica, por consiguiente, en el proceso de articulación
funcional de los “Estados-nacionales”, de los “Estados-países” y de las Bases-militares
(Israel, Afganistán, Irak, Polonia, Colombia), en un escenario de formación de una
“...autoridad centralizada planetaria, que represente al conjunto de capitales competitivos...”,
ha conformado un tipo de autoridad colectiva mundial encargada de organizar las condiciones
de conjunto (acumulación/legitimación, coerción/consenso, desorganización de la subversión:
política fundamental de la intelligentzia de las multilaterales es fragmentar a la población
neocolonial: impedir la unidad multinacional de los movimientos antisistema), de realización
de la mercancía, de acumulación y de reproducción del capital, o sea, la base institucional del
ejercicio del dominio y gobierno de la clase oligopolística planetaria sobre el sistema de
contradicciones reales. Ahora bien, sólo en la conducta genocida de los gringos
estadounidenses disparatados, se cumple esa ley jocosa que repite el pueblo y que reza: “ellos
lo saben todo y lo que no: lo inventan”; en efecto, la horda de asesinos liderados por Bush
conocía lo que había en Irak: petróleo, e inventaron que Saddam Hussein poseía todo un
arsenal de armas de destrucción masiva (la mentira de Bush para legitimar el genocidio que
hasta ahora -año 2009- no se detiene). En el plano de aplicación de la política personal
expositiva de la “incursión episódica” y coyuntural en los hechos reales pertinente, las
maniobras pérfidas inscritas en la estrategia de control del mundo por parte de EU, se están
haciendo paulatinamente públicas, con lo cual este imperio se seguirá ganando el reproche del
mundo; los detractores surgen de su propio seno; a esa determinación responde el filtraje de
documentos clasificados a través de WIKILEAKS; página ésta, que da a conocer la
información extraída de un hacker joven del Ejército estadounidense, en noviembre del 2010
(empero, tales revelaciones deben ser tomadas con precaución: “una medida, ¿a quién
beneficia?”; allí está la verdad. En EU la crisis va ya por su tercer año -2010-, un guarismo
superior al del PIB estadounidense se ha entregado a la Banca; nada raro es, luego, que dichas
desencriptaciones no sean más, que una “cortina de humo” para tapar la crisis, dado que no se
han publicado los planes verdaderamente truculentos de principal imperio –“mucho ruido y
pocas nueces”-, amenazándose con abrir próximamente la “caja de Pandora”; no obstante, la
sospecha sobre el carácter diversionista del imperio se agranda o la confirmación de lo que ya
se sabía).
En el nuevo movimiento de concretización de la superestructura, las “...funciones del
estado-nación están variando de la formulación de políticas nacionales a la administración de
políticas a través de la instituciones supranacionales...” (en esta perspectiva se insertan las
estrategias negociadoras de los TLC). El hecho político hemisférico, en su conflictivo e
intenso movimiento presente, ha devenido –en consecuencia- en proceso de “...transformación
de los estados-nación y el ascenso de instituciones políticas y económicas supranacionales...”.
692

Las burguesías transnacionales (y sus cipayos y turiferarios: su credo y demanda –correas de
transmisión, cordón umbilical o cadena- descansa sobre la importancia sobre el desarrollo y la
creación d empleo con el ingreso de capitales), “...ejercen su poder de clase a través de una
red de instituciones supranacionales y relaciones que crecientemente se saltan a los estados
nacionales...”. Estos Estados se han transformado en simples unidades jurídicas
territorializadas, en bandas de “...transmisión y dispositivos de filtración...”, en
“...instrumentos colaboradores de avance de la agenda del capitalismo global...”. Este cambio
aparece en la evidencia resultante del desarrollo de las fuerzas productivas per se; no obstante,
“...la innovación tecnológica es el efecto de las fuerzas sociales en lucha, que es la causa del
cambio histórico...”. Ahora bien, toda forma económica, a más de preexistirle a su propia
conciencia, tiene su respectivo correlato superestructural; las relaciones sociales que se
desprenden de la Economía Solidaria, se yerguen en el escenario, como la línea ofensiva, que
arrincona cada vez más al sistema mercantil burgués, en la orilla devenida de la vida.
En el plano de la trama del análisis en curso, mientras que entre 1847 (fecha de
declaración del ideal comunista en el “Manifiesto”) y 1989 (hito seudo histórico de
claudicación a todo ideal socialista por parte de la ex URSS), la conciencia operó como
condición determinante en el flujo revolucionario, en la nueva era, el carácter metacualitativo
de la fisonomía humana se subordina al movimiento ontológico de la técnica (si en las etapas
primeras de vida del ser humano se enseñorea la estructura ciega de los hechos sobre la
conciencia; en las intermedias, en la humanidad se impone un cierto balance entre las dos; en
la transición vuelve a adquirir relieve la estructura; y, en la sociedad moderna, cibernética, en
cambio, prevalece formalmente la conciencia sobre las estructuras inconscientes, en
proyección hacia su completo dominio; en la vida en curso: la ciudadanía comienza por
desconectarse del poder mundial, mientras que la voluntad colectiva consciente, asume la
dirección del proceso). El colosal desarrollo científico-técnico alcanzado por las principales
huestes del imperio: los conglomerados económicos globales estadounidenses, representa el
más significativo y prometeico progreso de las fuerzas productivas de la humanidad toda;
avance que, a su vez, constituye la punta de lanza del incontrovertible proceso de
hominización que vive el género (empoderamiento, autoconciencia, desalienación), hecha
abstracción –por supuesto- de su determinación genocida intrínseca. Quien no advierta el
sentido de este movimiento ascensional de la historia y se le oponga apelando a razones de
moralidad coyunturales, hace lindar su conducta con dominios reaccionarios (es el instante en
el que la moral se vuelve racional: es la concepción global del mundo la que define el
“ethos”) 1094 .
No obstante, la red de instituciones –multilaterales- en las que se modula el
pensamiento del poder, se diseña y pragmatiza la política de neovasallaje –esta es una forma
de información crítica que compone la conciencia de múltiples sectores sociales del planeta;
y, lo es, debido a que el nivel de desarrollo espiritual de la especie se ha elevado
significativamente en los últimos años, efecto en la mente del intenso progreso de las fuerzas
“productivas” difusionales tanto como del trabajo ofensivo ideológico de los cientistas
sociales, particularmente de izquierda- (el capitalismo en su avance deja tras de sí una global
estela de sangre de “Las venas abiertas de América Latina”; dicha mancha es la muestra de la
eficiencia de la estrategia y del diseño de las entidades trituradoras de lesa humanidad: FMI,
Banco Mundial, el Pentágono, la CIA; acuerdos comerciales bilaterales entre los principales
Partners trilaterales y las neocolonias, la OMC, el ALCA: programa de reprimarización
subordinada; en el caso concreto de Ecuador, sujeción por partida doble: “reprimarización con
dolarización”) y la espeluznante brecha tecnológica, o sea, la nula capacidad competitiva de
las estructuras de producción burguesas periféricas (la conducta “vende patria” de la
contraparte endógena), son las circunstancias, que cierran para las sociedades neocoloniales
un muy posible horizonte de prosperidad y de evolución ordenada de la existencia.
Los europeos –ya se ha dicho- pretenden hallarse al margen de esa responsabilidad y/o
fuera de sus efectos, pues, presumen de orden, respeto y honestidad: se creen civilizados, muy
educados -¡bah!-; pero estos “señores” –que cuentan con toda una cohorte de holgazanes:
1094
La moral: entendida en sentido histórico-esencial, como “objeto real” (relaciones humanas, cuya práctica
cotidiana no la regula el llamado “Derecho positivo”) de la Etica o su “objeto teórico”. En los hechos se puede
advertir una moral individual y una moral social, por tanto, correlativamente emerge en la conciencia un
tratado denominado Etica Individual y otro con el nombre de Etica Social (pues, la Etica es la ciencia de la
moral –Shiskin).
693

einas, reyes, sires, loores, príncipes, infantas, magnates…- ya robaron (en otro tiempo): son
delincuentes auto reformados, reinsertados en la sociedad en el presente, que –según ellos- es
lo que cuenta; no obstante: ¡ni perdón ni olvido! En verdad, para evaluar a esta gente europea,
hay que hacerlo de modo individual antes que en colectivo, o sea, contando con los dedos a
quienes se han destacado. En el escenario histórico, miles de crímenes han quedado sin
castigo, pues, sus protagonistas están muertos; al respecto, si no es posible la reparación (el
perdón, para quienes tienen la decencia de pedirlo, es acto legítimo y no huero, si el mismo va
seguido de la efectiva oferta de reparación de los daños perpetrados, en una cuantía similar o
superior al daño infringido –los empresarios frente a casos similares, suelen decir: “pago por
lucro cesante”), no debe haber perdón ni olvido; luego, debe ser rechazada la actitud de
comodidad neocolonial del llamado “perdón” exhibida por parte de las generaciones
descendientes directas de los que fueron afectados: los esclavos, los siervos de la gleba, los
obreros, la mujer oprimida, los negros del apartheid,… (el genocidio inglés a los pueblos
originarios de Norteamérica, el español en meso y sur América; el asesinato masivo de
aborígenes en Guatemala; el holocausto nazi-fascista y el sionista actual contra el pueblo
palestino (“ahora los nazis son los sionistas” -Saramago); los crímenes de las dictaduras del
Cono Sur Americano; Hiroshima y Nagasaki; las invasiones a Granada, a Panamá, a
Afganistán, a Irak, a Libia,…).
¡Qué bonito! En Ecuador hay ejemplos de esta “buena conducta”: un día un choro
(vulgarismo ecuatoriano para ladrón), que estafó en una ciudad interiorana (Riobamba), se
trasladó a la Capital y con aquel dinero mal habido, se convirtió en empresario
(Radiodifusor); por supuesto: ese individuo es ahora un personaje respetable, bien educado y
que deplora la corrupción; es, en suma: nórdico, todo un europeo con letras mayúsculas.
Claro: europeo, pero no de los venidos a menos, o sea, español, sino de los pura sangre, como
los caballos: nórdico, inglés. Si: inglés. Estos ladinos, que durante 500 años se llevaron el oro
y la plata de los territorios del hoy llamado continente americano a través de barcos (esta
horda de atracadores juntamente con otras subculturas centroeuropeas, en Africa y Asia
hicieron lo mismo: chuparon su sangre llevándoles al estado de miseria que algunos pueblos
experimentan y que ha dado origen a la diáspora actual -2010-, que ahora mismo afecta a
europeos en general, amenazando con su comodidad); en la república, en cambio, cuando con
trabajo se recuperó económicamente, por ejemplo, el Ecuador, puso sus reservas
internacionales en oro en el Banco Central de Inglaterra –allí tenía depositados los lingotes-
(en circunstancias en que Londres precisamente era el centro financiero mundial), dicho
Banco congeló tales reservas y luego las devolvieron en papeles (Libras Esterlinas)
devaluados (se consumó la estafa, se acabó la convertibilidad); se repite: estos se cogieron el
oro y en su lugar entregaron papeles luego de una gran devaluación 1095 . Eso hicieron a
nombre del Rey (“Dios salve al Rey”: ¡bah!) con el Ecuador y con varias de las semicolonias
de entonces (dixit Econ. Pedro Paz).
La sobrevivencia en estas formas contrahechas neocoloniales de evolución
mercantilizada de la vida –en este escenario absoluto- solamente puede alcanzar status
precario, merced a la práctica de la prolija racionalidad de la convergencia, de la cooperación,
pragmatizada en el interior de procesos marginales de subsistencia 1096 . El acceso y el valerse
1095 Una perla más de la perfidia cobarde: ingleses mañosos, saqueadores, a hurtadillas se llevaron las semillas
del árbol de caucho de Manaos, quebraron al Brasil e hicieron pingues negocios con la producción de tal
recuso en Malasia (dixit Juan y María López Vigil).
1096 Los programas de “cooperación para el desarrollo”, para la superación del proceso de reproducción de la
vida por debajo de la línea de la pobreza, etc., no son viables a futuro, pues, no existe una razón geopolítica
–clasista propiamente- para ellos; de modo que las neocolonias se quedan siempre solas. Esto no ocurrió en
tiempos pasados de la “estructuración bipolar” del planeta. Por ejemplo, en el marco de la primera “guerra
fría” frente a Stalin y al Bloque Socialista, Estados Unidos emprendió con el “Plan Marshall”: el llamado
“programa de recuperación de Europa y el Japón”; de similar forma, en el entorno de la segunda “guerra fría”
frente al socialimperialismo, paralelamente al mercenarismo, Estados Unidos se hizo de la vista gorda frente a
la aplicación de programas proteccionistas, que permitieron el despegue económico de los denominados Tigres
del Asia (más recientemente Estados Unidos fue en apoyo de Chile, para legitimar el Golpe de Estado y dar
sustento a la política noelibrecambista de Pinochet, modelo que de todos modos ha entrado en crisis); estas
decisiones, como se conoce, tenían el sentido de impedir la emergencia de crisis capitalistas y del peligro del
engrosamiento del frente tras la “Cortina de Hierro” en y por parte de dichas zonas sociales; proceso de “baja
intensidad” producido en el interior de la refriega por la disputa neocolonial del mundo. En el presente, todos
los países (incluida China) frente a los cuales Estados Unidos se tornó generoso, se han expandido dominando
mercantilmente el planeta, y hoy hay desesperación por parte de la sede central del imperio, por recuperar el
694

de esta regularidad objetiva (cooperación y empoderamiento de masas), vienen puestos para
capear la conspiración total del sistema totalitario mientras se despliega el proceso de lucha
política, que propende democratizar el poder de la fuerza productiva constituida. A inicios del
primer siglo y milenio (2001), lo hacen notar los economistas que estudian el fenómeno
global, el capital comercial-financiero (capital ficticio) se halla al frente de la aplicación de
programas globales de regulación de la aldea planetaria; las secciones sobresalientes de tales
instrumentos entrevén estrategias comerciales liberalizadoras, mediatizaciones
supranacionales a las Constituciones y coerciones de naturaleza militar; en suma: esa clásica
gama de mecanismos transestatales en operación sobre los cuales se desliza el proceso de
valorización y acumulación, singulariza la gestión total en curso (en la realidad, los intereses
del capital no se hallan situados allí donde sus diversas fracciones tienen sus fuentes de
ingresos –por ejemplo: en Arabia Saudí: el petróleo-, sino en la central del capital
multinacional: EU, la Bolsa de Nueva York, los centros de comando de la Banca
Internacional).
A la conformación ficticia del capital, se asume, en la teoría económica neoclásica,
como una vertiente alternativa de apalancamiento empresarial; en verdad, en su presentación
como deuda pública, este es “un poderoso mecanismo de acumulación originaria” (Marx).
Esta forma virtual de “riqueza”, no incrementa la riqueza general, pero constituye una fuente
disyuntiva de activación o reactivación de la dinamia del sistema, en el momento en que se
cambia por activos productivos (en la medida en que quebranta la “ley del valor”, esta forma
autorepresentada de trabajo, incentiva la demanda y se desvaloriza en su simple nominación).
En ese sentido, el capital “especulativo-parasitario”, se convierte en poderosa contratendencia
dilatoria. No obstante, esta beta también se halla agotándose en la coyuntura mientras se
desplazan los procesos, en la medida en la que la misma está dejando al descubierto su
esencia: la perversidad del anatocismo viene siendo impugnada, las Bolsas de Valores se
hallan en crisis, los Estados ya no pueden emitir bonos a discreción, el capital bancario y todo
tipo de especulación se hallan vetados por el cuestionamiento de la población. En ese marco,
la fuente de incremento de los fondos de pensión es la plusvalía (el trabajo excedente), que se
deduce de la ganancia; si estos fondos se entregan a crédito según la modalidad denominada
“colocación en inversiones financieras”, de manera que no se deprecien y, por el contrario:
para que rindan intereses, los mismos constituyen el resultado de procesos de reasignación de
plusvalía (trabajo excedente que retienen los trabajadores, visto el proceso en conjunto –en
este caso los trabajadores subsumen formalmente sus ahorros en el proceso de reproducción
del capital); por tanto, el crecimiento de estos fondos, nada tiene que ver con el capital ficticio
y su “valorización”: la ganancia ficticia.
La nueva fase de la política, se instala en la mente como el movimiento de formación
de seudo estructuras planetarias de índole estatal no centralizadas y del sistema de normas
jurídicas en coherencia (Derecho global), las mismas que en esencia detentan el carácter de
reglas que eclosionan de la abrogación de funciones legislativas por parte de cuasi
parlamentos globales; estos aparatos generatrices de la juridicidad burguesa operan enancados
en órdenes de legitimación que suponen el trato con problemas globales del tiempo presente:
ambiéntales, de pobreza, del subdesarrollo, etc. El capital trasnacional no necesita más que
estas instituciones paraglobales: ONU, FMI, OTAN, BM, G8, FEM, OMC (institucionalidad
de la integración global según signo burgués neoconcurrencial; pero, no se olvide que las
sociedades por acciones, derivan en el preludio de la forma comunitaria de propiedad, en la
medida en que se legitiman ampliando la esfera de su constitución social) 1097 . Ahora bien,
dicho sea de paso en la antelación concluyente, en el status de coadyuvancia, la
superestructura planetaria (la materialidad institucional y normativa) ha dado el marco de
encadenamiento de Estados transnacionalizados y la estrategia política adjunta de coyuntura,
que, en esencia, se ve como el presupuesto de la destrucción del Estado propiamente tal
(Estado, dicho sea de paso, que no llega a adquirir naturaleza mundial en el entorno de
relaciones estructuradas en modo alguno en “sistema-mundo”) y la emergencia del “sistema
equilibrio en su balanza de pagos. Dicho sea de paso, a la vuelta de los años, esta medida estratégica pro
capitalista, se ha tornado paradójica para su mentalizador: Estados Unidos, habiéndose exigido la
desactivación inmediata de modelos estatal reguladores y proteccionistas de los llamados “tigres” del Asia,
política hegemónica ésta, que ha significado el inicio de la crisis económica en dichos sectores.
1097
Según las apreciaciones de William Robinson, en: “La globalización capitalista y la transnacionalización del
Estado”, intercaladas con argumentos personales.
695

de coordinación”, el cual deviene montado sobre el efecto de las luchas sociales y del
progreso de la técnica, proceso en el que la “mercancía” conocimiento se consolida como
forma ficticia de capital, pero que en cuya inherencia se anula todo el complejo primigenio de
contradicciones.
No es, por tanto, necesario (no es posible) para el poder transcontinental, en la
realización de sus intereses, en la transición, forjar el Estado global (es verdad que la
reproducción terminal burguesa demanda de la constitución del “Derecho” global, no obstante
éste también desemboca en formal, puesto que el mismo no va a lograr carácter jurídico
hemisféricamente legítimo). Por su parte, la humanidad que insurge, enarbola la bandera de
otro proceso (alternativo, suele llamársele), que no atañe a la praxis de la valorización del
capital, mas sí al acrecentamiento y socialización del conocimiento, pues, le conviene gestar
sistemas de coordinación global, que articulen esfuerzos y aportes, que valorizan la cadena de
la espiritualidad. La política contraria que se correlaciona con la del sujeto oficial, promueve
la realización de diversidad de actos de persistente resistencia ante la instauración del carácter
unidireccional de la tendencia, la que se encamina en retrosentido frente al proceso de
concretización económica y de totalización política (Estado transnacionalizado y dominación
mundial); o sea, en la ubicación y perspectiva neocoloniales, la medida efectiva se cohonesta
con la actitud de no quedarse fuera del movimiento del progreso de la ciencia y de la técnica
(mas bien, de aprovechar cierto carácter de desarrollo autónomo a ella ligado, y de la
propensión hacia su desencriptación). Es práctico actuar en el interior de la globalización
según cuasi postulados neo-bernsteinianos de la “izquierda social” (cibercontrol,
ciberliberación), redireccionándola, aprovechándose del incremento histórico de la
impotencia, de la inoperancia creciente en las que han ingresado las maniobras de la clase
burguesa mundial en decadencia (la “globalización de la resistencia”) 1098 .
La tendencia genérica y coyuntural de concretización en la que se encuentra envuelta
la especie (la que ha recibido impulso especial en la forma de sociedad burguesa y en su fase
imperialista), llega a su cima: el ser humano deviene en “ser total”, en el cauce horadado por
fuerzas impulsoras estructurales, ideológicas y superestructurales, que a la vez que
absolutizan la forma capitalista de producción, hacen de ésta el canal necesario hacia ese
desenlace. Tampoco está dinamia se refleja en la mente en su integralidad, pues, ella destaca
una de las partes con exclusión o relativa significación de la otra. Es normal encontrarse, en el
discurso, con el criterio de que las actuales guerras de conquista que lleva adelante la
superpotencia estadounidense sobre la geografía económica y social del planeta, constituye un
hecho que avanza condicionado por el impersonal flujo de determinaciones meta históricas,
precisamente: de aquellas que dictaminan la vida superior del género; o, por el contrario, que
se trata de una operación de raigambre simplemente espiritual: el concurso de la subjetividad
y la voluntad del interés prevaleciente, que tiene por fin incorporar aquellas condiciones que
aseguran la reproducción en los términos de su dimensión abstracta, que no se configuran de
modo natural en la estructura.
Por tanto, si en el proceso de aprehensión cognitiva del mundo prevalece el enfoque de
la “estructura”, en dicho caso es cuando la interpretación se mueve en el interior de la
prioridad que tienen los monopolios de dotarse –por ejemplo- de materias primas (interés
particular); en cambio, si la balanza subjetiva se inclina hacia la percepción del fenómeno cual
proceso que tiene por meta alcanzar el dominio global de los grupos monopólicos ligados al
territorio estadounidense, a su Estado y a su poder bélico (para lo que se requiere controlar
estos recursos estratégicos, supeditar al Euro, impedir la aparición del Dinar-oro –controlar el
chantaje chino de conversión de su reserva a Euros-, apoyar al sionismo, convertir en
terroristas a otras ideologías, mediatizar a los Estados nacionales y fortalecer a aparatos de
diseño de políticas y de compulsión de su adscripción supranacionales, o sea, echar mano de
programas coercitivos de dominio general), el hecho se ubica tan sólo a nivel superestructural
(en la dimensión pura de las condiciones de reproducción colectiva del capital hegemónico
1098
“… la posibilidad de construir el socialismo en el seno del capitalismo dependiente por medio de reformas,
o la necesidad de superar al capitalismo revolucionando todos sus cimientos…”, es un tipo de discusión, que ha
queda atrás. En realidad, el contenido de fondo, que encierra la temática implicada, constituye, so solamente
una cuestión de discusión teórica, estratégica o de voluntad arbitrarias (sólo en parte la inefectividad de la
actuación de la izquierda en la historia se debe a errores analíticos: “el ‘desarme ideológico’ de la ‘utopía’ de
izquierda por el desmoronamiento del ‘socialismo real’”): de por medio están sobre todo las condiciones
objetivas dadas por la necesidad histórica.
696

transnacional y/o multinacional) 1099 . En este evento, el poder corporativo se toma el mundo:
lo convierte en zona de abastecimiento y de seguridad (ésta, pues, constituye una arista del
proceso denominado “globalización”); en estricto sentido, el ejercicio oligopolístico del
poder: pocas empresas monopólicas globales ejercen el dominio sobre el mundo a través de
sus amanuenses y sicofantes: los presidentes de los seudo Estados.
Sin embargo, en la realidad –como se reconoce-, estos dos aspectos detentan
naturaleza ontológicamente determinada y de acción recíproca: en el interés de corto plazo de
los grupos monopólicos energéticos, se expresa el plano estructural y el cual puede avanzar
torpemente, o sea, aun sin el concurso del procesamiento racional (en ausencia de un sistema
centralizado de gobierno mundial, con el objeto de mejorar los niveles de gobernabilidad).
Pero en el largo plazo (en la estrategia), se precisa programar el dominio sobre las
condiciones abstractas (la dirección general del mundo, en torno de la institucionalidad
paraestatal mundial); esta supremacía es el presupuesto de la sobrevivencia sistémica y de los
grupos monopólicos por separado; mientras que el control monopólico de recursos
estratégicos es la operatividad (la táctica) y el sostén del proceso de dominación hemisférico.
En efecto, “el capitalismo global ha penetrado en todo el mundo: se ha vuelto universal; la
migración –dicho sea de paso- es un interfaz en este proceso de
descomposición/incorporación del precapitalismo o del capitalismo autónomo nacional”, lo
cual implica que toda perspectiva de transformación social debe ser pensada –como ya se ha
dicho- en términos supranacionales.
Y, si el planeta, incluso atiborrado por todos los poros de capitalismo, no se va a
convertir en sistema-mundo imperial, tampoco sus unidades componentes a su interior,
pueden desconectarse del único sentido que ha asumido el mundo.
La formación de un sistema capitalista mundial, y su transformación subsiguiente de ser
un mundo entre muchos mundos hasta llegar a ser el sistema socio-histórico del mundo
entero, se ha basado en la construcción de organizaciones territoriales capaces de
regular la vida social y económica y de monopolizar los medios de coacción y violencia.
Estas organizaciones territoriales son los estados, cuya soberanía se ha dicho que va a
ser socavada por la ola actual de expansión financiera. En realidad, la mayoría de los
miembros del sistema interestatal nunca tuvieron las facultades que se está diciendo que
los estados van a perder bajo el impacto de la ola actual de expansión financiera; e
incluso los estados que tuvieron esos poderes durante un tiempo no los tuvieron en otro
(Arrighi, Giovanni. La globalización, la soberanía estatal y la interminable
acumulación del capital).
La “mundialización” –en un sentido- es un proceso natural abierto por el movimiento
de las fuerzas productivas a través del mercado; el Estado estadounidense, en su condición de
representante del capital multinacional, debe capturar y ordenar este mercado, para que el
mismo se reproduzca real y/o especulativamente (la defección de la ex URSS, “... generó un
vacío de poder en el Mar Caspio, en el Cáucaso, en el Golfo Pérsico –nación árabe
balcanizada, polvorín de alta inestabilidad política-, en la Cuenca del Pacifico” -dixit
Alejandro Moreano-; fue, en efecto, “una bendición de Dios” para los gringos: aparte de
generar una coyuntura de poder indivisa y la posibilidad de ordenar y articular dicha zona a y
para los intereses geopolíticos yanquis, las nuevas repúblicas independientes –muchas de las
cuales: Turkmenistán, Tayikistán, Kirguizistán, Kazajstán, Uzbekistán cuentan con riqueza
petrolera, gasífera, carbonífera, metalúrgica preciosa y radioactiva- podían poner sus recursos
a su disposición y permitir la presencia gringa para someter a la Región y controlar
militarmente al mundo). Sin embargo, en el escenario se activan las contradicciones
interimperialistas (disensiones y enfrentamientos en el interior del capital, que no ostentan la
misma catadura que las fracciones de clase que perviven en el interior de las repúblicas, pues,
éstas son de tipo cuasi regional, económicamente sectoriales, es decir, han dispuesto su
segmento de reproducción de modo más o menos autárquico): con la ex URSS, con la UE,
1099
“En ese conflicto entre ‘poner y sacar plusvalor’ se dan contradicciones entre el interés individual del
capitalista que pugna por ‘ponerlo’, y quienes buscan preservar al capitalismo como tal y para ello plantean
restricciones o regulaciones, buscando que el Estado represente el interés general de clase” (Stolowicz, Beatriz.
El debate actual: posliberalismo o anticapitalismo; en: ANALES, revista de la Universidad Central del Ecuador,
Nro. 368, Quito marzo del 2010).
697

con Japón, China,...; estas antinomias entre segmentos económicos globales y territoriales del
capital, constituyen la ontología de la geopolítica (las “… rivalidades de poder sobre
territorios y sobre las personas que los habitan” –Mihailovic, Dejan. Geopolítica y orden
global: posibilidades para un nuevo meridionalismo), que luego de 1945, abrió la coyuntura
de las llamadas “Guerras Frías” (momento, dicho sea de paso, que permitió el proceso de
constitución de la UE).
El sentido lógico del drama del mundo; el mismo, se sigue pensándolo con las
categorías antiguas, cuando deben ser formuladas nuevas hipótesis, que reflejen la situación
concreta, en el marco del continuum histórico. La presencia el socialismo y del
socialimperialismo indujo en el planeta la consolidación de la tendencia globalizadora del
capital; el cierre del sistema socialista (1956) y la caída del socialimperialismo (1989), en
cambio, estableció la tendencia restauracionista del sistema imperialista. En la etapa del
predominio de la “racionalidad instrumental”, estratégica, positivista, la cultura (la conciencia
y conducta humanas) ha empujado a la civilización (según el sentido de “esfera material del
proceso histórico”); fenómeno en cuyo interior se han anulado recíprocamente el capital y el
trabajo: también la estructura conduce el movimiento humano (los animales no progresan, por
cuanto no producen –trabajan- ni fabrican y ni mejoran instrumentos –alienación positiva-, en
forma contradictoria). Las contradicciones entre dos sistemas: capitalismo/socialismo, e
incluso entre imperialismo y socialimperialismo, han dejado la vida, se dice: momento de
parto de la historia. El capital gringo ha ganado la guerra militar, pero está perdiendo la guerra
económica frente al surgimiento de grandes potencias económicas que le hacen la
competencia: China (incidencia de la ideología), Rusia, Brasil (incidencia del pueblo), India,
esto es, de cara a esos capitales, que son también Estados. El nuevo tablero ha sido propicio
para realizar procesos de refraccionamiento imperialista del mundo: recrudecimiento del
nacionalismo (repotenciación de trincheras locales –bloques- de capitales en un escenario
jerárquico de tipo imperial); es un teatro de contradicciones: lucha entre capitales
territorializados (antinomia principal), lucha entre las distintas formas y fracciones del capital
y el resto de “naciones”, lucha entre capitales y la población mundial y lucha entre la vida
consciente y la ontología. Ahora bien, la decadencia imperial es fuerte (“EU se ha vuelto una
república bananera con armas atómicas”); no obstante, la guerra a escala planetaria (cacería
de recursos) no va a ser permanente: no durará más allá de dos décadas. El enemigo principal
de éste (EU y el sistema inestable de sus aliados) y del resto de capitales es el progreso
civilizatorio de las fuerzas productivas y la insurgencia de los pueblos fuera y dentro de los
imperios, que vienen blandiendo la bandera del orden mundial ético y solidario.
El “poder absoluto” en la esfera, “inicializa” sus paquetes computacionales de
simulación prospectiva, afina la visión, formula planes a largo plazo en la creencia derivada
–de modo unilateral- de su posición objetiva, material, en la realidad actual, pues, piensa que
su don es eterno: supone que está construyendo, que ha construido el mundo perfecto: el reino
de la libertad en los negocios, de la libertad de la democracia y de la libertad en el
pensamiento religioso luterano, el cual le advierte perenne (pero un anciano con cáncer
terminal –aunque sea, precisamente en esta circunstancia cuando se le presentan los mayores
deseos de vivir y la lucidez postiza para proyectar e inusitado optimismo para producir- no
define materialmente la vida para sí, sino la del ser que viene, que emerge de sus entrañas: el
proletariado ha sido el semental, éste ha inseminado la semilla de la nueva forma social en
la matriz del propio sistema burgués de existencia –viuda negra-, embrión que ha
eclosionado y que los movimientos sociales planetarios lo han recibido). Ahora bien, a veces
el porvenir se presenta paradójico, ingrato: se ha “trabajado” tanto por parte del señor burgués
(se ha explotado, se ha hurtado, se ha acumulado, se ha concentrado y centralizado la riqueza
socialmente generada por el trabajador; pero a la tumba se lleva sólo los propios huesos, y
nada más); sin embargo, las fuerzas se han ido, ya no se goza de vida a plenitud, para su
usufructo, tan sólo queda la pena, la amargura de ver cómo los que sobreviven se disponen a
degustar del pastel (afortunadamente, quienes se aprestan a aprovechar del legado son gente
buena: subversiva, ciudadana, mundana). En ese caso, son los herederos los beneficiados; no
obstante, ahora éstos están llamados a dar buena cuenta de la colosal riqueza acumulada,
producida y legada por el modo burgués de existencia humana, levantando –admitiendo- la
nueva base de relacionamiento humano, en el que se enseñoree el imperio de la razón.
En una palabra: el género se encuentra frente al momento histórico de concreción total
humana (lo cual no es mas, que una aseveración tautológica reincidente), de superación de las
698

contradicciones social-naturales, puesto que la entera dimensión precedente (la naturaleza) y
toda la “hecha” (la “cultura”: segunda naturaleza), la completa realidad existente se pone a
pleno servicio humano, en el más amplio sentido antropocéntrico y humanístico (la
“sociedad”, in abstracto, accede al momento de superación de las relaciones sociales
cosificadas, alienadas: la tercera naturaleza). Pero antes, la especie debe rebasar la
estructuración bipolar más reciente, dada por la presencia de formas capitalistas
convencionales altamente concentradas y automatizadas, de un lado, y de las semiestructuras
de producción, trueque y consumo, en las que se acomoda la vida emergente de los sectores
populares del mundo, por otro. En el proceso concreto de robotización no tienen sentido los
bancos, el comercio, el dinero, el atesoramiento, la explotación, el Estado; tampoco lo
detentan los presupuestos de “economía solidaria” alguna, el trueque, el trabajo cooperativo
(aunque para dar el paso hacia la nueva fase interrelacional del género, sean imprescindibles),
pues, el acceso al producto de procedencia “productiva” robotizada, será directo. No obstante,
en la reproducción automatizada de la existencia material adquiere preeminencia la
programación global del “trabajo” de las máquinas en coherencia con las necesidades sociales
del quantum de población del momento y de reposición y desarrollo del sistema mecánico –de
las exigencias del cumplimento de la colosal tarea por venir- (la cual, como es obvio, ya en la
actualidad diáfanamente expresa la tendencia hacia su progresiva reducción numérica) 1100 y
con la absorción (reposición) del “costo” de la depreciación de los “medios de producción”
implicados, inherente.
El planeta, de este modo, se ha convertido (de conformidad como se sostiene muy
comúnmente entre los críticos de la civilización) en “aldea global”, en simple “conglomerado
de consumo” o, expuesta la situación con propiedad objetiva: en arena total de guerra
(tecnológica, financiera, política, ideológica, social, de sobrevivencia). Estas relaciones
antitéticas de clase (oposición, en general, intra e interclasistas, fratricidas), relaciones
universales según la circunstancia, advienen necesarias en el proceso de eclosión de la nueva
forma social en esta etapa. Es una sociedad, en efecto, consumidora en masa de productos que
esparce a los cuatro vientos el aparato productivo concurrencial, en el interior de episodios
sostenidos de agresión tecnocientífica, bacteriológica, electrónica, de alta intensidad contra el
“terrorismo”: enfrentamiento abierto entre el capital y todas las formas contrapuestas y de
resistencia posibles; putsh al interior del campo de la burguesía monopolista; conato de
incidentes entre el capital y la población; aversión fratricida: padre contra hijo, hermano
contra hermano, pobre contra pobre, en el trasfondo de la lucha “política” por la
democratización del acceso a los productos del sistema automatizado supraestatal de
producción, hecho mediado, no obstante, por un proceso racional de convivencia cooperativa
de emprendedores populares solidarios. Una vez cerrado el conflicto, inmediatamente la
humanidad pasa a conformarse como verdadera “comunidad de consumo” (del consumismo al
“modo de consumo”), o sea, se instala, en la esfera toda, un régimen social de apropiación
particular del “producto” en el que el ser humano “…aprovecha su propia fuerza productiva
general, su comprensión de la naturaleza y su dominio sobre la misma…” (Marx).
En el propósito de forjar los supuestos humano-materiales de ese colosal proceso,
siempre existe la necesidad de la revolución, actualmente: no en su entera dimensión, pero se
la requiere, pues, renunciar a ver la realidad en “términos de fuerzas objetivas que afectan la
1100
En Europa, por ejemplo, el proceso reproductivo orgánico en el ser humano ha perdido su finalidad, lo cual
ha puesto las condiciones para la progresiva pérdida de viabilidad reproductiva. Y, ésta es una tendencia, que
se abre paso alrededor del mundo. La inclinación sexual natural, ostenta una razón prístina y tan sólo una:
constituye un pretexto encaminado a perennizar la especie; o sea, contiene el prurito a través de cuya
satisfacción se cumpla el propósito de la reproducción natural de la vida (aquí, el fin justifica los medios; esto
es así, dado que esta justificación, estos medios, han ido de la exaltación subjetiva del amor, pasando por la
práctica de los actos rituales a ella ligados, por la reproducción in vitro, hasta apoyarse incluso en procesos de
violación). En la actualidad –de modo generalizado- el acto sexual mantiene su forma, pero el mismo ha sido
vaciado de su contenido; dicha práctica ha sido simplificada, banalizada, simplemente sensualizada, ha perdido
su sentido; no obstante, por muy obsesiva que sea la necesidad de satisfacer un deseo (lo cual acontece con la
juventud actual), si ésta carece de su razón natural (y de la racional), ha perdido su razón y se presta para su
recusación. En esa dirección en la homosexualidad, tan sólo la forma concupiscente es la que pervive;
aberración lamentablemente tolerada/promovida por ciertos movimientos neorevisionistas. Sin embargo,
cuando el mecanismo que hace posible la reposición de las unidades biológicas que sustenten a la especie corra
por vías tecnológicas (reproducción in Vitro, incubación, clonación,…), el sexo y su degustación –luego de la
hegemonía coercitiva del sentido- perderá razón, los órganos sexuales se volverán funcionales; es el instante
también, en el que salen de escena los factores más nimios del machismo, de la segregación.
699

acción humana...”, esto es, negar las “leyes de movimiento”, es paralizar la historia: sostener
que todo cambia, menos la sociedad, la cual lo hace incluso sin un sujeto nacido para
destruirla, a causa de la operación en el largo plazo de esas regularidades dinámicas internas
(“relaciones cosificadas: de mercado, de precios y ganancias”). Si, en efecto, en las economías
centrales: “... una relación creciente de maquinaria a trabajadores, también implica una razón
creciente de trabajo ´muerto´ a trabajo vivo...”, de modo que la norma de la tendencia
decreciente se detraiga o no se cumpla (pese a que el propio capitalista acepta que “... a
medida que las economías se van agrandando, la tasa de crecimiento se reduce...”: a economía
más grande, tasa de crecimiento en disminución 1101 ), allí opera la razón para derribar el
sistema, puesto que no solamente hay que resistir a él, sino también abolirlo (y eso hicieron
los trabajadores y el socialismo; aseveración que, por su parte, parece contradecir el carácter
de la realidad social en curso). Es verdad, que los análisis de Marx sobre la economía
capitalista no se hallan dirigidos a demostrar lógicamente su caída, sino a hacer visible su
movimiento progresivo contradictorio; en efecto, no todas las crisis de valorización se pueden
explicar con los supuestos de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, pero,
en cuanto propensión, ésta regula la evolución del capital, o sea, sus contradicciones, las
cuales alientan la actuación de la voluntad 1102 . En Europa se pronostica letales incrementos
del desempleo para fines del 2009, ruina acicateada por la crisis económica general que vive
el mundo; es a partir de esa fecha, que también se anuncia la emergencia de una serie de
explosiones sociales. Si la financierización ha articulado y dinamizado la economía del
mundo, paralelamente ha azuzado las contracciones orgánicas del sistema, de lo cual se está
haciendo eco la mente, conduciendo a la voluntad hípermoderna a intervenir.
Dicho de otro modo: si el sistema del capital no se cae solo -contratendencias-,
tampoco se sostiene solo –tendencias- (esto es, siempre debe haber una voluntad de clase que
le asista, sea para revivirlo como para demolerlo; en el presente: la “revolución
subversivo/ciudadana”, tiene su oportunidad), o que la tendencia de la tasa de ganancia a caer
quiere decir, que las clases tienen que reaccionar: la dominante para revertir el proceso, la
proletaria para afincar, en el hecho, el proceso revolucionario (al término del año 2008,
finalmente se reconoce que EU se halla atravesando la fase recesiva del ciclo, pues, lleva más
de 2 trimestres de decrecimiento económico –período oficialmente establecido para reconocer
cuándo una economía ha entrado en crisis- 1103 ; la coyuntura: ¿será parte de las condiciones
objetivas en coherencia con las cuales deben emerger y operar las condiciones subjetivas que
desaten una situación y una actuación revolucionaria?; no, pues, los cambios propiamente del
presente –aunque parezca una posición cuasi o definitivamente revisionista-, debe sostenerse,
que el complemento de la transformación fundamental realizada por el proletariado va por
vías evolutivas no necesariamente incruentas). En consecuencia, decrezca o no la tasa de
1101
El pensamiento neoclásico acepta que EU alguna vez creció en cifras cercanas al 10 %, mientras que en la
actualidad –2007-, como economía de “demanda madura”, lo hace a menos del 4% (cifra de crecimiento anual
del producto superior en todo caso al PIB de Argentina); el fenómeno se dice que se debe a que su tamaño
actual imposibilita crecer y sostener el crecimiento que alguna vez tuvo cuando se trataba de una economía
emergente, como ocurrió con el Japón hasta 1975 (China se hallaría en esa fase).
1102
Manejar la economía mercantil capitalista en el plano nacional e internacional o global –como se conocees
una labor aciaga; sobre la tarea se puede aplicar la regla: “palo porque bogas y palo porque no bogas”
(pero se insiste y se pondera las bondades de dicho sistema por la versión neoclásica de la concepción). Si se
devalúa la moneda (lo mismo que si se revalúa), fomento las exportaciones, pero a fuerza de reducir la
capacidad adquisitiva real de los salarios (encarezco las importaciones); si fomento la inversión, torno
excedentaria la capacidad productiva: incremento la producción e induzco a la deflación, con lo cual
desincentivo la inversión; si monetizo la economía (políticas de expansión monetaria activadoras de la
demanda), estimulo el consumo, pero la inflación (exceso de dinero en circulación) pone a los precios a la alza;
si incremento el valor nominal de los salarios (con el traslado de estos aumentos a los precios), se reduce la
capacidad real y el consumo efectivo,…; es el resultado de la operación de las leyes del mercado, pero, sobre
todo, de la manipulación monopolista de ellas. Para romper este círculo vicioso, se debe –por lo menosdemocratizar
la economía: sustentar la oferta en las MIPYMEs, esto es, asumir el principio neoclásico de
“igual número de productores para igual número de consumidores”.
1103
Para fines del año 2010 (hasta aquí se sigue, en sentido de la coyuntura, el rastro de este sistema en el
presente documento), la locomotora del sistema global: EU, ha transpuesto su cuarto año de crisis (ésta se hizo
visible con los problemas asociados a los préstamos subprime en el 2007), el rasgo general más conspicuo dice
relación con el ingreso de esa economía en el grupo de países en los que está omnipresente la pobreza; en
efecto, la pobreza, que fuera un fenómeno marginal en la “yone”, se está volviendo estructural: la mal llamada
“Unión Americana”, es ya un novel banana republic; en realidad, el planeta en 10 años se ha modificado la
geopolítica en el planeta: bipolaridad, transición (seudo unipolaridad), BRIC (dixit Econ. Pablo Dávalos).
700

ganancia (que la acumulación se anule a sí misma), el capital se sigue concentrando y
centralizando, la pobreza se incrementa y con ella la polarización social: el capital recurre a
mecanismos especulativos para recuperar la tasa de ganancia –tipos de interés, devaluaciones,
inflación, subida de precios, al Estado, a la contaminación y depredación del
medioambiente,...-, mientras que los círculos cada vez más crecientes de la miseria delinquen,
se prostituyen, destruyen la naturaleza –deforestan, amplían la frontera agrícola allí donde se
causa perjuicio al recurso seguidos de actos inintencionados de destrucción de la naturaleza e
incremento del tiempo de “trabajo necesario” (esto es, el ejercicio general de las “fuerzas
contrarrestantes de la ley para anular sus efectos, por medio del aumento de la tasa de
explotación, el abaratamiento del capital constante o los cambios tecnológicos ´ahorradores de
capital´” –Katz, Claudio. Cómo estudiar hoy el capitalismo; 1998).
En una palabra: de similar modo como al capitalismo le faltará “tiempo” para instalar
una nueva onda Kondratieff y/o hegemónica en el mundo (no es posible repetir la experiencia
ni siquiera por intermedio de la avalancha china 1104 ), tampoco será posible que alcancen
terrenalidad las previsiones ultraimperialistas o las tesis sobre el Imperio. La reunión del G20
en marzo del 2009 en Europa, daría la idea de que por allí se dirige la historia, o sea, por la
senda abierta por conductas signadas por la operación del sistema burgués mundialmente
regulado a partir del consenso jerarquizado 1105 ; sin embargo, debe advertirse que EU llega a
tal evento en condiciones de imperio extenuado, como uno más del grupo; la cita es, pues, de
dilucidación burguesa sobre los diferendos que atraviesa el mundo, propende –por tanto-
tomar medidas para reducir los efectos de la crisis asumiendo fórmulas de regulación
financiera, por lo que en la agenda no se ha registrado para nada la formación de un cuerpo
mixto de dirección política del planeta. Es el socialismo el factor que indujo la endeble unidad
coyuntural de las diferentes fracciones del capital a escala hemisférica: se vieron forzados a
actuar como clase mundial, supranacional para enfrentar al enemigo común. Llegada a
término el ensayo socialista y el subsecuente socialimperialista, se detrajo el móvil congruente
con la forzosa unidad: el “ultraimperialismo”, el “imperio” se retrotrajo a imperialismo, en
cuanto los monopolios globales seguían disputándose el planeta a efecto de su reproducción
(se agudiza la competencia intermonopólica: Afganistán, el Talibán, Al Qaeda, O. Ben
Laden,…). Si a futuro, la propia persistencia de la crisis y el efecto subjetivo (peligro) en las
élites mundiales de la espeluznante postración de millones de desposeídos de la Tierra, lleva a
que se impongan razones morales, de diálogo y solidaridad (la noción sobre el “bien común,
la cual debe exigir la formación de un órgano de gestión que lo defina y lo represente” –Pablo
Trivelli), dicha racionalidad institucional mundial ordenadora, ya no puede ser vista tan sólo
como una estrategia de acuerdo ínterimperial humanitario (Ultraimperialismo, Sociedadimperio),
por lo que, ahora sí, tal hecho se tratará de la conformación inicial de un verdadero
sistema-mundo, en el que un órgano racional, “democrático”, dialógico, asume la
representación de la humanidad, a la manera del proceder coordinador cubano clásico.
No obstante, por el momento, la conspiración burgués-militar contra la humanidad
está presente. “Un grupo autodenominado ´Halcones´ de Washington luego de la defección
del socialimperialismo soviético (Caída del Muro de Berlín), decidió que no iban a permitir
que nunca más surja en el planeta una potencia que rivalice con ellos; se propusieron someter
ad terroren al género con la creación de nuevas Bases Militares, Comandos y otros puestos de
avanzada castrense, listos para atacar preventivamente puntos-objetivo de otros grupos
económicos y a los pueblos que propugnen liberarse” (dixit Ana teresa Gutiérrez), (dicho sea
de modo intempestivo: sólo ahora la humanidad puede hallarse en condiciones de entender a
Stalin). La pretensión imperial no sistematizante y organizadora del mundo sino coercitiva de
sometimiento violento, que ven y no ven quienes adhieren a la tesis del “imperio”, es la que se
halla en curso (de colisión con la economía solidaria y la democracia deliberativa) y en vías
de frustración. En efecto, la historia (la tendencia creciente a la reducción de retornos, que
erosiona la acumulación) no está permitiendo que los Halcones de Washington consigan su
1104
No es posible que ejerza como ley “una parábola moderna del mito del eterno retorno”; no obstante, parte
de dicha realidad existe: el ciclo monetario persiste, por su parte ciertos sectores de los países
neorecolonizados blanden la tesis del modelo productivista como programa de gobierno.
1105
Esa es la apariencia, pues, como lo sostiene Fiori (La ONDA digital. Entrevista al profesor brasileño José
Fiori: Fiori polemiza con Arrighi y Wallerstein sobre poder global), en la realidad impera el principio del
“concepto de poder global”. Pero, para Fiori –se insiste- no hay fuerzas productivas: la realidad opera
solamente a través de acciones humanas (y únicamente del poder).
701

propósito. El freno a los Halcones sicópatas de Washington está es casa: en el propio pueblo
estadounidense; si deciden atacar a Rusia y a China (a Irán, a Siria, a Venezuela) y asesinar a
media humanidad: ¿cómo van a justificarse ante su pueblo, cuya vida y criterio no les
interesa, pero que le es útil para sus planes económicos y dado que la rebeldía o revolución in
situ, será difícil controlar?
La transición societal planetaria, por tanto: no puede ser pintada “color de rosa”, pues,
la resolución de complejos y antinómicos conflictos sociales desplegados en los cuatro puntos
cardinales del planeta, problemas que comprometen a la humanidad toda, merced a las
determinaciones a ellos asociadas (instauración de un sistema de atención automatizado de las
necesidades de reproducción del colectivo humano en condiciones de ascenso de la
“racionalidad” del ocio –y de la pobreza-, propensión conductual denotada, sobre todo, en las
generaciones jóvenes; redistribución del saber objetivo entre la población mundial toda;
cuidado de la tierra; bloqueos puestos al fluir de la conciencia a ser superados en la arena
política en materia de la finalidad de la tecnología); asimismo: en virtud de la estructura
transnacionalizada de intereses financiero-especulativos yacentes en escena, resulta humana,
espacial y racionalmente imposible que fluya por una calzada incruenta, a la manera cómo
discurre maravillosamente el tránsito de la fase de la “Tormenta Borrasca” mediante un
diálogo de acordes instrumentales magníficos, de pureza transparente, hacia la “Calma”: el
retorno a la armonía perdida y anhelada, en el transcurso del Cuarto al Quinto movimientos de
la majestuosa Sexta Sinfonía “Pastoral” del gran Beethoven. Pues, no se trata de una simple
puesta en vigencia de la misma base de la cotidianidad, sino del renunciamiento (tanto en el
plano material como en el espiritual) a ella y de un tortuoso avenirse a aceptar y plasmar en
paralelo, la nueva.
En los pequeños islotes sobrantes de socialismo: Cuba, Corea del Norte y Vietnam del
Norte, la ruta es el aparente retroceso histórico en sus formas de organización (el poder,
regodeándose sostiene al respeto: que en la Isla se está por “permitir lo que una vez se
prohibió: la propiedad privada”): asumir tipos socialdemócratas, occidentales, ciudadanos de
vida, para igualarse con el racero general de estructuración de la especie, como paso previo
para ponerse en línea en conjunto y emprender la marcha por la ruta que debe transitar todo el
género sin excepción: las relaciones democovivenciales; también en los colectivos estatales
periféricos a la Unión Europea se está produciendo fenómeno análogo: el Movimiento de los
Indignados de España por el momento, y como procesos de lucha de “baja intensidad” 1106 en
cuanto al planteamiento programático se refiere (concentración extrema del capital,
exorbitantes riquezas, transferencias millonarias para salvar a la Banca –dineros de los
contribuyentes para rescatar al sistema financiero; se debe hacer responsables a los accionistas
de los problemas generados en la Banca-, inversión en “activos tóxicos” y de baja
rentabilidad, desmantelamiento del Estado de Bienestar: indignación, rechazo al abuso, a
ser atropellados por un sistema infame, que desprotege, explota, excluye –Stéphane Hessel:
Indignados); la juventud inglesa en Londres se ha levantado, demostrando también su
indignación frente a la prepotencia y arbitrariedad del poder (las “redes sociales”, arma de
doble filo: disturbios en Londres, “lo que vale para Egipto, vale para Inglaterra”; en Londres
se ha suspendido el servicio telefónico –lo mismo se puede hacer con Internet-, y casi nadie se
reunió para continuar la rebelión, porque no pudo comunicarse; ahora bien, si se procede así –
suspensión oficial de servicios-, los negocios –la economía- también se afectan 1107 );
fenómenos coherentes tienen lugar en la Media Luna Arabe: el mundo se ha
revolucionarizado. Este momento de conflicto, por tanto, del que debe ocuparse la razón
colectiva de la resistencia supranacional subversivo/ciudadana con el objeto de reducir los
1106
Este actor histórico tiene que saltar de movimiento tradeunionista hacia cinetismo político: asumir en su
ideario y en la práctica, la consigna comprometerse a conducir a un mundo convulsionado hacia su próximo
destino: la nueva etapa civilizatoria, en la que la racionalidad se impone, caso contrario, el mismo se agotará y
perecerá una vez alcanzado su fin coyuntural.
1107
Mientras en las instancias de poder se halla formalizado el ejercicio de la dominación, al frente de la que
operan cuadros de la derecha, ellos sí: bien formados, dotados de planes estratégicos, disciplina y pertrechos;
la resistencia adolece de consistencia, lo cual demuestra la debilidad, la deleznabilidad de los movimientos
posmodernos que dependen de la técnica, es presa fácil de los vicios del espontaneismo, dado que carece de
organicidad institucionalizada, de objetivos claros, de dirección estable, de un programa. Dicho defecto, no es
responsabilidad exclusiva de los nuevos movimientos, pues, ese carácter impone la propia realidad, como
también lo hace respecto de su eficacia por sobre los límites estructurales, los cuales terminan siendo su
fortaleza.
702

dolores del pos parto, tiene su procesamiento según un orden básicamente natural, de acuerdo
con la operación modificada de la ley: “la revolución es la partera de la historia” (Marx) 1108 .
La sociedad burguesa, por tanto, ha llegado al momento de su concreción
paradójicamente impulsando la formación de condiciones contrapuestas a su propia demanda
objetiva (el modelo malasiano de reproducción social; la sociedad de microemprendedores; el
empoderamiento, desarrollo y uso gratuito y solidario de la técnica computacional: economía
solidaria sustentada en el valor concreto, en el valor de uso), premisas apropiadas:
consideradas respecto de principios de sentido humano general. En adelante, todo tiene que
tener sentido; poco a poco se va afincando aquella tendencia espiritual, que deja de lado la
mitologización, la fabulación y la escatologización de los hechos; el “pesimismo de futuro”:
cambios sociales rápidos, caóticos, sin sentido, que llevan a la catástrofe”, es una percepción
reificada del momento actual (coyuntura en la que impera la determinación extenuante del
trabajo, la diversión y el consumismo: la humanidad de existencia inmediata encuentra
indebidamente en Eros el refugio), pues, la sociedad erotizada, hedonista, que sólo busca el
placer, también es una inducción burguesa: el capitalismo se hace eco de la debilidad
generalizada para sustentar en ella el consumismo y realizar el objetivo. No obstante: el futuro
entenderá la transición “como un rico e increíble momento: uno de los más difíciles de la
humanidad, porque fue el tiempo del renacimiento, el tiempo de recomenzar”.
3.2.- ¿COMO Y POR QUE DEBE DERRUMBARSE EL SISTEMA CAPITALISTA? (Una predicción más).
3.2.1.- AUTOSUPERACIÓN DEL PROCESO: ANULACIÓN RECIPROCA DE LOS CONTRARIOS.
3.2.1.1.- DESARROLLO.
Las formas progresivas particulares de estructuración “socio”-económica de la especie
humana, en su encadenamiento periódico, en el eje del “tiempo” (tomada esta categoría, en su
acepción simplemente psicológica), una vez constituidas, integran las condiciones de índole
material, sobre las que se realiza el ejercicio de la praxis, por medio de la que el pensamiento
produce la “conciencia de sí” y de su entorno. El género –por su parte- debe, no solamente
alcanzar la conciencia del status objetivo de su existencia en cada configuración evolutiva
humana: en torno de las contradicciones de la reproducción de la vida material en el interior
de las formas específicas de su contextura histórica general, sino que se encuentra destinado
(por el mismo hecho de disponer de inteligencia) a vulnerar y transformar dichas “trabas” (en
el supuesto de la superación de esas confrontaciones) y –sobre todo- a encumbrarse de manera
asertiva hacia la representación del mundo, en su generalidad 1109 . De estas modalidades
particulares de ejercicio de la actividad social, en su conformación –como se desprende del
acto de concepción objetiva de la realidad-, el impacto condicionante del progreso permanente
1108 Substraer de manos de la economía monopolizada la tecnología súper avanzada, para ponerla al servicio de
la humanidad toda, cuando el empleo haya desaparecido por entero, en momentos en que el ocio se haya
apoderado de la especie y una vez que la producción informal de las formas de reproducción mercantiles
simples, marginales y comunitarias, sean procesos que no se enfilen más en conjunción con la historia ni con el
aporte del quantum de valores de uso necesarios para la reproducción de amplias capas poblacionales de las
neocolonias, “construye” un escenario de guerra generalizada. El capitalismo se retira, pero lo hace
convirtiendo al planeta en “campo de batalla global”, en arena hemisférica de lucha por la sobrevivencia: la
guerra se generaliza. Esta refriega por la superación de la antinomia histórica: “producción social
automatizada y apropiación privada” de los satisfactores provenientes de la red maquinizada en operación,
incluye el rechazo que debe presentarse al proceso de inducción ideológica, que las sectas escatológicas de
raigambre anglicana ejercen sobre la población mundial ligada de modo especial con Estados Unidos (en la
anécdota sobre el fanatismo y en torno de su efecto nocivo de religiones alineantes: un Pastor Testigo de
Jehová, joven, refiere, que su líder: “habla con Dios”; se le pregunta si lo hace en Inglés, éste responde que
“si”. “Siempre me ha impresionado el contraste entre la eficiente y desarrollada tecnología norteamericana y
la ínfima calidad de su vida espiritual”. José de Jesús Martínez: Mi general Torrijos).
1109 A esta prospectiva que sale del campo de visión de una existencia, determinados sectores la anatemizan con
epítetos parangonables con posturas del idealismo escatológico; en efecto, se afirma que la certeza acerca de
que la materia en su movimiento está avanzando hacia el consciente por intermedio de una forma y estado
específicos de sí misma (la razón humana colectiva), constituyen evidencias del “catecismo marxista”: la diosa
naturaleza creó a su hijo omnipotente (el ser humano), el cual debe cumplir la misión de otorgar subjetividad a
su objetividad, recusan. “Qué desperdicio si Marte …[el cerebro]… fuera yermo”. “Dejadme creer, que no viví
en vano”. Al no coincidir su teoría con la realidad –refiere Carl Sagan- Kepler aceptó la verdad de los hechos y
no sus sueños: “ese es el corazón de la ciencia”, pues, “… sin la ciencia, la maquinaria de la vida sería
invisible”.
703

en las determinaciones materiales de reproducción, son su presupuesto (strictu sensu: los
nexos intergenéricos se sistematizan en coherencia con el designio que deviene del aspecto de
mayor significación, que estatuye la manera como el “ser social” procede para alcanzar la
satisfacción de sus necesidades: la producción de medios e instrumentos; se dice incluso, que
hasta que el prehumano no produjo su primer instrumento, no se contó con los fundamentos
de la marcha hacia la producción del cerebro –de la conciencia).
La faceta humana, que inquiere sobre las razones inmanentes de la existencia,
mediatizada por la determinación de producir, de modo constante y previo, su base de
reproducción en condiciones gregarias, produce el primer efecto: empuja a los individuos a
vincularse entre sí, esto es, a la configuración de un sistema de conexiones, precisamente por
cuanto esta necesidad eclosiona ella misma de su relación entre la limitación física-orgánica
de la persona aislada para sobrevivir, frente a la carencia de atributos destrezales orgánicos
(los cuales se especializan de manera particular en los animales –en los microorganismos y en
los vegetales-: la vista telescópica en el águila, la velocidad en el guepardo, las agallas en el
pez, las alas en las aves, el radar en el murciélago, etc.), sobre todo en la niñez, la cual debe
llegar a superarlos en grupo y a dotarse de dichas capacidades mediante la promoción de la
mente y el progreso de la técnica (debe totalizar todas las destrezas que se unilateralizan de
modo individual en seres que cohabitan en el planeta, en su persona; pero también está
llamado a mejorar y producir in vitro –por vía artificial- la destreza exclusiva suya: la
inteligencia, la conciencia, el pensamiento). Esta limitación –dicho sea de paso- obliga a
“echar mano” de (a generar) la inteligencia en colectivo, a ponerla como medio de su
desarrollo y de los instrumentos implicados en el acto por el que las necesidades inherentes a
cada etapa son cubiertas 1110 . Tanto en el interior de las etapas históricas singulares como en la
formación encadenada general de la historia, los procesos humanos que se inician en “estado
larvario”, inmaduros, como simples brotes de una realización mayor y plenamente
desplegada, alcanzan su multilateralización definitiva a través de esta larga evolución y
ruptura, en la que el “ser social” (la especie humana) supera limitaciones orgánico-naturales y
se totaliza en su status de máximo desarrollo.
Una misma determinación inicial comprehendida en la potencia de su presupuesto
ontológico, se expresa de modo particular en cada “edad” humana; la diferencia cronológica
interna dada entre procesos ordenados de forma histórica ascendente, no es más que el efecto
que producen las premisas que cierran el ciclo anterior, a la vez que los mismos se ubican en
la base de la reiteración de la vida, en una fase superior. En efecto, en una formación
económico-social llegada a ser, en su movimiento propio (en su índole natural y social), sus
elementos constitutivos: las determinaciones no desplegadas en sus inicios, se encaminan
necesariamente hacia el instante de su concreción (Kosik); al acceder a su estado de totalidad
ricamente determinada, ésta se ve enfrentada a su momento de negación: la conflictiva
articulación, en su propio interior, de los factores activos de su autodestrucción con los
gérmenes del estadio, que les supera y les sustituye (visto bien el hecho, el caso no está para
reproducir repeticiones, para “romper récords”). Esta norma natural ejerce su designio de
manera abstracta, enteramente en las distintas fases de la progresión humana; y, esta
condicionalidad entra en conexión con el supuesto particular de las relaciones capitalistas, o
sea, con las determinaciones históricas de movilidad de carácter ascensionalmente dinámicas,
que aceleran colosalmente el desarrollo de la estructura específica inmanente al sistema
burgués de producción. Al llegar la existencia humana a una determinada fase de su
desarrollo, en la forma histórica orgánica mercantil moderna, se pone en pie el patrón que
regula su mudanza, o sea, alcanzan determinación plena todas las cualidades potenciales que
caben dentro de la totalidad procesal (Marx); una vez transcurridas sus etapas progresivas,
ésta inicia su reversión (Baudrillard), víctima de sus tensiones internas 1111 .
1110 De acuerdo con la concepción idealista, el ser humano se encuentra desvalido al nacer; para
sobrevivir -por tanto- debe permanecer al amparo del grupo familiar; éste, en consecuencia, sólo se
independizará de ese núcleo para formar una nueva familia, hecho que consiste en crear a sus hijos hasta que
ellos hagan lo mismo (pero en la época en la historia, y entre aquellos grupos humanos en los que se encuentra
la “familia sindiázmica” –Engels-, esta protección, este cuidado, vienen dados no por la familia monogámica –
en ese momento todavía no hay rastros de ella-, sino por la familia ampliada y, directamente: por el conjunto
humano). Estas ideas embusteras del pensamiento nefasto del poder burgués, se desploman en la actualidad y
cada vez más a futuro, al afirmarse los presupuestos de la “clonación”, por ejemplo.
1111 Esta cuestión ha sido teóricamente resuelta por Marx alrededor de 1857 (Nicolaus, Martín. El Marx
desconocido).
704

La tendencia inevitable al derrumbe (y su derrumbe efectivo) del sistema capitalista es
producto directo de la “lucha de clases” (de razones extraeconómicas, políticas, en este caso);
este motor está presente en todas las formaciones clasistas: cada clase dominante se preocupa
por el rendimiento del trabajo, es por eso que rompe el sistema: los esclavos en su conversión
en productores parcialmente libres en el feudalismo, los siervos, transformados en mercado
obrero en el capitalismo; por tanto, el propio desarrollo de las fuerzas productivas es producto
de la competencia (lucha competitiva a lo interno de la clase capitalista) y a la “lucha de
clases”, esto es, a los procesos de la voluntad 1112 . Como forma histórica acabada, reciente y
satisfactoriamente examinada, la capitalista entrega a la mente, un completo y riguroso cuadro
de su devenir interno; el levantamiento intelectual del paso por el mundo de la modalidad
social del género, revela la naturaleza procesal de ésta: la índole de permanente generación,
resolución y planteo de antinomias 1113 . La contradicción real primigenia en la economía de
mercado, paradójicamente recurrente entre integrantes de un mismo polo: los capitalistas
entre sí, se resuelve y se mantiene en la “competencia” mediante la apertura de niveles
superiores de choque (el monopolio), en los que cada contendiente, en la disputa de la
plusvalía, ha echado mano de los procesos de innovación técnica (la unión marxista del
progreso técnico permanente con la competencia: la coacción para acumular –dixit René
Báez) y, con esa conducta, ha impulsado el desarrollo de las fuerzas productivas (el capital es
colocado en nuevas ramas de producción; debe relievarse, remarcarse en alta voz; sin
embargo, la mecanización no es producto de la resistencia de los obreros ni de la presión
salarial, sino de la antinomia interna al bloque capitalista) 1114 . En empeño análogo, el
capitalista se ha visto enfrentado a su antípoda histórica verdadera: al obrero, a quién también
debe destruir; y, lo hace: lo sustituye en la producción maquinizada, decisión que le lleva a
elevar constantemente la composición orgánica del capital, hecho que conduce –como es
natural-, hacia niveles más altos de desarrollo de las fuerzas productivas: la técnica, la
organización y el trabajo calificado (en efecto, “…al incrementarse la productividad del
trabajo una cantidad cada vez mayor de medios de producción puede ser explotada con menos
gasto de fuerza humana… Cuanto más se eleva la productividad del trabajo, tanto menos
obreros se requieren…”).
Dígase de modo incidental, que si bien Ricardo acierta cuando es el primero en haber
vinculado el progreso técnico con la competencia, queda prisionero de la fenomenología en el
instante en que sostiene, que siempre debe haber una proporción de “paro” pertinente, de
modo que el incremento del valor de los salarios reales, no consuma toda la ganancia; pero los
trabajadores absorberían todas las ganancias (incluso equilibrando –en términos de la
ideología burguesa- la distribución de la renta nacional y, luego, inclinándolo hacia su sector)
si su lucha presionaría por el incremento del valor del salario –“estrangulamiento de
ganancias”-; sin embargo, la realidad no opera de ese modo, pues, los capitalistas no admiten
dicha condición (“... la propia acumulación capitalista marca límites objetivos dentro de los
cuales queda confinada la lucha por los salarios...” -Marx). Ahora bien, en estos dos primeros
momentos (la competencia entre capitalistas y la lucha de clases en el frente de la
productividad), se advierte la emergencia de un hecho de enorme significación para la
historia: el proceso de relativización de la importancia del trabajo en la reproducción genérica
(que reduce su número y se desplaza de la esfera real de la economía) y la marcha de la
técnica (mecanización) por el sendero de su absolutización. Los poderes de la ciencia y de la
técnica reducen la presencia del trabajo vivo, el proceso pasa a producirse “fundándose en su
mezquina base. In fact, empero, constituyen las condiciones materiales para hacerla volar por
los aires” (C. Marx citado por Martín Nicolaus, en: El Marx desconocido):
La contradicción puesta posteriormente en escena, de carácter –esta vez- exterior al
proceso, de índole incluso más letal, puesto que en el momento: el contradictor actúa con
conciencia, con base organizativa y territorial, se configura a partir de la presencia del
1112 “El derrumbe del capitalismo en Marx depende del acto de voluntad de la clase obrera; pero esta voluntad no
es una elección libre, sino que está determinada por el desarrollo económico” (La bataille socialiste: 1934 la
teoría del derrumbe del capitalismo –Pannekoek-).
1113 La acción de la suprema ley, la base del movimiento, del progreso: la contradicción (la competencia en la
esfera burguesa de producción) lleva de la mano al ser humano hacia arriba; y, hoy lo ubica frente al reto
filosófico: a disputar la esfera de la excelencia subjetiva, aquella solamente reservada a los dioses.
1114 En la actualidad, la técnica se transfiere del proceso de producción al proceso de compra-venta
(marketing), a la puja permanente para vender el producto (las máquinas, cada vez más se encargan de la
producción, mientras que las personas se recluyen en la esfera del mercado y en la burocrática, por supuesto).
705

“socialismo” de Lenin y de Stalin: los obreros no solamente le plantean al capital batalla
dentro de casa: en la fábrica y en el país por razones tradeunionistas, de su reproducción
simplemente ontológica como clase, sino que –en el frente teleológico- le disputan
políticamente el mundo (la verdadera “geopolítica”), directamente: la dirección de la
historia 1115 . Una vez más el capitalista recurre a la aplicación de medidas creativas cuya
incidencia recae sobre el desarrollo de las fuerzas productivas: renueva la técnica, con el
objeto de sostener y rebasar la competencia a escala planetaria entre dos modos de producción
(en verdad: el mundo se ha dividido en dos bandos enemigos: la burguesía y el proletariado
–el socialismo: los obreros en el “poder”); el sistema concurrencial en perspectiva de
concretización, luego, hace suyo todo el poder de la maquinaria bélica y de los
procedimientos estratégicos asociados con la guerra, esto es, los mecanismos postpolíticos
principales, que audaz y agudamente se enlazan en el escenario del forcejeo interimperialista
de la “geopolítica” (se dice, que “los países no tienen amigos ni enemigos, sino intereses”; no
obstante, en el nivel de intelección de mayor profundidad sobre el fenómeno, en la llamada
“geopolítica” se expresa la lucha competitiva entre los intereses de la clase dominante
mundial segmentada territorialmente; en su sentido lato: la “geopolítica” verdadera es la lucha
intraclasista del poder por el dominio del mundo, frente a la resistencia –lucha de clases- del
segmento popular dotado de conciencia, el cual cada vez más engrosa sus filas). De modo
análogo, esta medida conduce a la reducción del número de trabajadores activos, mientras se
eleva la composición orgánica del capital.
Cerrada la “vía asiática” de reproducción socialista para la especie, límite, que es
evidente, que es consecuencia de su defección -en la determinación humana, efecto de la
acción combinada entre la traición jruschoviana al marxismo-leninismo (factor interno,
evidentemente principal) y la participación conspirativa externa liderada por Estados Unidos:
“no hubo ‘espacio’ suficiente para los dos”-, a partir de la segunda mitad del siglo XX 1116 , la
sociedad capitalista se ve enfrentada a una nueva contradicción también exterior a sí:
capitalismo/socialimperialismo soviético, la cual en la arena antagónica habrá de asumir la
modalidad de enfrentamiento intermonopólico denominado: “guerra fría”; strictu sensu, en la
historia: la recíproca anulación entre el capitalismo en su fase neomonetarista y el modelo
burocrático estatal capitalista (denominado vulgarmente “estatismo”) de la ex URSS. El
período histórico comprehendido en la dirección del nuevo Estado soviético entre Jruschov y
Gorbachov, planteó la exigencia para el capitalismo clásico, de promover nuevos e intensos
desarrollos tecnocientíficos, particularmente en el ámbito de la guerra 1117 . Llegado a término
1115 Para controlar la intromisión de la “amenaza roja” en la clase obrera estadounidense, los estratos sociales
burgueses de ese país, de forma paralela a la represión permitieron que se formen grandes asociaciones de
obreros cuyos representantes discutían bis a bis las condiciones de trabajo con los dueños del capital,
arrancando prebendas que los aristocratizaron y los inmovilizaron; esta selecta clase obrera de año en año ha
venido estableciendo las circunstancias de trabajo de modo “favorable” al sector, puesto que este trato
preferencial constituía otra modalidad de asignación de recursos (del excedente imperialista) para sostener la
reproducción del sistema (política económica legitimadora –James O´Connors). A los salarios superavitarios y
a la tolerancia a la formación de grandes sindicatos obreros, se ha sumado el establecimiento de “bonos de
desempleo”, “comedores estatales”, prebendas a la etnia negra, etc., con el fin de impedir se formen frentes de
oposición anticapitalistas en el seno mismo del imperio, sobre todo de aquellos de ingresos bajos y de la
pobreza (similar suceso se desata en el presente -2010- en la UE, con la política estructurante del modelo del
Estado del Bienestar). Pero, hoy por hoy, el mercado impone a todos –incluido los Estados Unidos- la
productividad como base de la competitividad, lo cual exige la robotización productiva y lo que demanda el
despido de obreros y el desmonte de todas las acciones emparentadas con las medidas inherentes al
“presupuesto estatal deficitario”.
1116 En la confrontación bélica de la Segunda Guerra Mundial –dicho sea de modo incidental-, con seguridad
que los obreros en el poder de la ex URSS de Lenin y Stalin hubieran derrotado al Nazi-fascismo sin la
“contribución” imperial de Estados Unidos e Inglaterra, pues, la refriega tenía en la arena a una clase: la
burguesa alemana manipuladora de su pueblo y de frente a un pueblo como tal: el gran pueblo soviético. Este
último se estructuraba como un solo ejército: el pueblo, el Ejército Rojo propiamente dicho y la dirigencia
marxista-leninista comandada por José Vissarionovisch; esta fuerza socialista tarde o temprano habría
supeditado a la clase imperial belicosa de ese entonces, pues, los pueblos no sucumben frente a la acción
fratricida de una clase a la que se le opone su antípoda interna.
1117 Si bien el socialimperialismo forzó al capitalismo a desarrollar la técnica y, con ello, a reemplazar trabajo
vivo por trabajo pasado (reducción de la masa laboral), el capitalismo tiene el mérito, en cambio, de haber
presionado, por su parte, para que el socialimperialismo soviético pierda en esta competencia, caiga como
“segundo” súper imperio, con lo cual se quitó la careta falsa de socialismo; este episodio ha dado
transparencia a los procesos sociales-políticos de fin de siglo –XX- en el planeta (en efecto, la ex URSS se
presentaba al mundo como una colectividad socialista, mientras que para su interior lo hacía como una
706

el conflicto de “baja intensidad” interimperial –período en el que la lucha de clases y, de
modo particular: las luchas obreras, se mantuvieron vivas en la dimensión entera del planeta-,
el desarrollo técnico (y su pensamiento de base) registrado en el área bélica, de manera
especial: en Estados Unidos, de forma similar a lo que ocurrió en etapa precedente, fue
inmediatamente transferido a la producción, al comercio y a la esfera de los servicios; este
trasplante incidió de modo regresivo sobre el nivel de empleo productivo y consolidó la
tendencia de los mercados hacia su saturación (en la praxis concreta, el hecho afectó la esfera
productiva tanto como la del intercambio, de forma exclusiva: sobre el polo de la
reproducción de la “fuerza de trabajo”, pues, la misma devino en la elevación de la
productividad del trabajo y en la reducción de la capacidad de demanda) 1118 .
La yuxtaposición de la praxis individual de marionetas ávidas de atesoramiento y de
realización puramente sensualista de la existencia que constituye, en último término, la forma
de sociedad concurrencial neoburguesa (hecha excepción –por supuesto- de los procesos
condicionados por la sobrevivencia y la conducta propia de unos cuantos levitas y soñadores),
en una palabra: la esencia de la estructura de sociedad burguesa clásica, a través de este modo
singular de actividad, se ha abierto paso la historia, una vez instalado el siglo décimo primero
del milenio anterior (se tienen indicios de que el capitalismo tuvo sus orígenes en Florencia,
en Italia, en el siglo XI, esto es, que allí se produjo el pago de un salario por el trabajo ajeno,
en cuanto que productivo). En los intersticios de la controversia pragmático-intelectual
inherente al uso interesado, clasístico, de la voluntad, de manera que se asegure la eficacia de
la operación del principio de la “mano invisible” o bien a efecto de desactivar el mecanismo
inmanente de reproducción de secuelas negativas, ha devenido el desarrollo de las fuerzas
productivas, según su propia determinación. La necesidad de persistir como especie debe
realizarse y, se lo hace, a través de conquistar el conocimiento y dominio de las leyes
naturales; el deseo de afirmarse materialmente y superponerse en el contexto social se alcanza
en la operación de las regularidades de movimiento del capital; dos vías, en suma, que han
colocado a la humanidad en el estado de desarrollo actual 1119 .
En sentido histórico agregado, la evolución del sistema deviene de la operación
vertebrada, secuencial o simultánea, de las contradicciones (lucha de clases): capitalista contra
capitalista (la mecanización es un medio para elevar los niveles de la productividad del
trabajo y reducir los costos unitarios, de modo de librar la batalla de la competencia),
capitalista contra obrero, capitalismo contra socialismo, capitalismo contra socialimperialismo
y una vez caído este último se pone en escena nuevamente la contradicción intracapitalista:
monopolio contra monopolio, esto es, los BRICS y la oligarquía mundial clásica (la antinomia
principal póstuma está planteada entre el capitalismo –oligarquía mundial clásica coludida
con los BRICS- y el resto de formas de sobrevivencia de la humanidad, esto es, entre
monopolios supertecnológicos del capital multinacional y las formas simples de economía –de
subsistencia, de consumo- de los ciudadanos; es obvio, que en este “complejo con dominante”
hemisferizado, perviven las cuatro contradicciones vernáculas de la fase imperialista
–capital/trabajo, socialismo/capitalismo, seudosocialismo/capitalismo, países
imperialista/neocolonias-, como también aquella dada entre la “humanidad toda y la
globalización neoconservadora”; se trata pues, de la acción combinada entre la “tendencia
decreciente de la tasa de ganancia” y la “lucha de clases”: la expresión política de la
determinación económica); no obstante, el desarrollo de las fuerzas productivas se da en el
organización mercantil liberal: “los privilegios de la burocracia la empujaban hacia la apropiación privada del
patrimonio estatal y a su negociación con el… –otro-… capitalismo; su carencia de poder autónomo y su
dependencia de la propiedad social y de la revolución internacional le empujaban hacia la izquierda”).
1118
El movimiento evolutivo centrado en el sistema de contradicciones, en su resolución y elevación hacia un
estado de conflicto superior, proceso en el que se niega el estado anterior, se lo supera y se instaura otro de
mayor significación jerárquica (hecho producido mediante la regencia de su propia ley de desarrollo
inmanente), constituye una rica determinación multiasociada, que condiciona el fluir humano hacia la esfera de
la comprensión total del Universo. El capital enfrentado a diversas antinomias: con el propio capital, con el
trabajo, con el socialismo, con el socialimperialismo, frente a los movimientos de liberación nacional, con los
movimientos sociales antisistema o ante una articulación de todos sus oponentes a la vez, ha debido desarrollar
la técnica y progresivamente anular al trabajo; o sea, crear las condiciones apropiadas en el plano del
desarrollo de las fuerzas productivas, las que sirvan de base para impulsar la formulación de la concepción
filosófica del Universo. Esa ha sido una magnífica trayectoria, sinérgica, coadyuvante, potenciadora de la
creatividad entre interés capitalista y los designios de la historia.
1119 Pero, ¿qué pasaría si a un Shyri de hace 500 años se le presentara el Código Genético? Obviamente, que
se mostraría estúpido y escéptico.
707

departamento II (producción de medios de producción), en el sistema de contradicciones
actual, la lucha competitiva entre capitales individuales, por tanto, “define siempre la
tendencia: la crisis y decadencias del capitalismo” 1120 (hoy: 2012, más la decadencia que la
crisis). El efecto de desarrollo de las fuerzas productivas, que la contabilidad burguesa registra
como una mayor relación de K (capital) respecto de L (trabajo), se debe entender –en su
determinación transparente-: como el incremento de los conocimientos y del dominio humano
sobre la naturaleza, y la progresiva salida de la escena histórica, del “trabajo”; mas, si el
trabajo (especialmente el físico-productivo) desaparece, deja de existir de modo "simultáneo"
su antípoda: el capital 1121 . La “derecha” y la “izquierda” se han eliminado en conjunto 1122 ; en
Europa: el bienestar de la denominada “clase media” –para la que no existen más estas
nociones- se debe a la presencia del (seudo) socialismo soviético (el poder tuvo que morigerar
su ambición y tornarse equitativo frente a la pesadilla de este imán situado a un par de
cuadras), a la aplicación de políticas keynesianas (redistributivas) y al excedente imperial
monopólico (con el cual han financiado cierto estándar de vida democrático: Estado del
Bienestar, en el 2011 en desmantelamiento).
La Renta Nacional de los países neoimperialistas –como muy bien se conoce-
les permite emprender en programas redistributivos del ingreso (crear, sostener o impulsar la
consolidación de la famosa “‘clase’ media”); en las neocolonias, en cambio, en tanto la
mayoría de ellas intervienen como exportadores netos de capitales hacia el “centro
desarrollado” (sic), en el proceso de formación de la renta imperialista, el incremento del PIB
no desata acciones redistributivas ni se expresa en la corrida de la población de los polos de la
carencia y de las posiciones superavitarias hacia el centro de equilibrio; en algunos países, en
concreto, como es el caso de Chile, por ejemplo, el modelo económico aperturista y
liberalizante, en cuanto cumplimiento de designios políticos del capítulo geopolítico del frente
hegemónico del neoimperialismo estadounidense, se le ha facilitado el incremento de la Renta
Nacional, y sin embargo de que la renta per cápita ha crecido, el bienestar de la población y el
aparecimiento de la “‘clase’ media” no se han producido. El proceso, en este último caso, es
tan sólo un espejismo; expresa el cruento proceso de superexplotación del trabajo, de
concentración de la riqueza y de la casi ninguna movilidad social en materia de status de
ingresos, pese a que las cuentas nacionales indiquen una realidad diferente, postiza,
maquillada. Además, el “caso chileno” constituye un falso oasis, en la medida en que, como
concluye J. Sthigliz, dicho “milagro” no es el resultado prodigioso de procederes
liberalizantes de los managers, de la apertura total, indiscriminada, a la inversión extranjera,
esto es, de la aplicación dogmática de esquemas de política de inspiración teórica neoclásica,
sino de la intervención reguladora del Estado; no obstante, este patrón “mixto”:
1120
TEORÍAS ECONÓMICAS Y LUCHA POR EL SOCIALISMO | CORRIENTE COMUNISTA
INTERNACIONALCORRIENTE; R. Weyden.
1121
La tesis no se formula en la perspectiva de los neomarxistas (Marcuse, Gorz, Habermas,…), quienes
plantean el “paraíso tecnológico” al desaparecer el trabajo (la automatización), pues, el desempleo es efecto de
la crisis del capitalismo (¿“Crisis del trabajo” o crisis del capitalismo?, elaborado por Juan Chingo, Julio Sorel
y Graciela López, publicado en Estrategia internacional Nro. 11/12, abril/mayo 1999). Los supuestos son: 1) en
la actualidad (época de declinación del trabajo industrial, fordista), el capital ha subsumido a todo tipo de
trabajo “a su lógica” (sic); 2) ciertas “ramas” de trabajo, en la etapa posmoderna, van asumiendo la forma de
“trabajo industrial” (el diseño de software, por ejemplo); 3) actualmente, el capital sostiene los niveles de
renta, afectando más al trabajo (reducción de salarios y despidos); y, 4) no obstante, la tendencia media en el
interior de la historia, es a reemplazar trabajo vivo por muerto (desarrollo de las fuerzas productivas), por
sobre la determinación del proceso de acumulación de capital.
1122
Si la organización del poder al estilo clásico: sistema de partidos políticos representantes del capital, se
halla, ella sí: en crisis en la casi totalidad de los Estados capitalistas del planeta (en la cabeza imperial: EU, es
verdad que el sistema bipartidista por el momento no lo está), el régimen que es (ha sido) el escenario natural
de actualización de esos actores: la democracia, se ha agotado y ha entrado en crisis, y no a la inversa.
Mantiene vigencia, no obstante, la compartamentalización llamada maniquea, inadecuada y arcaica, con la
cual se ha identificado y clasificado las posiciones estructurales de los individuos en la esfera de la
reproducción material de la vida (la que, a su vez, se asoma en la región política): derecha/izquierda. La
Transición, es verdad, que borra las diferencias en los bordes superficiales del contacto entre sujetos sociales de
la historia al interior de la humanidad globalizada, hecho que toma desprevenido al pensamiento, lo ubica en
un cuadro confuso de percepción de la realidad: en status de indefección en la producción de nuevas ideas,
formación de agrupamientos, declaración de objetivos y formulación de programas. Esta aparente resolución
del conflicto (pensar en la ciencia y en la técnica, más que en las nociones políticas izquierda/derecha),
desarma la conciencia política y de lo cual pretende aprovecharse el pensamiento legitimador del stablishment.
708

interpenetración de dictados neoclásicos y fiscalistas de enfoque de política económica, no ha
conducido a la superación de la pobreza (Chile está contabilizado entre los 10 países más
inequitativos); en sentido estricto, en la base del “milagro chileno” reside el “proteccionismo”
aplicado en dirección invertida por parte del mundo capitalista hacia dicha economía, en el
marco geopolítico: guerra fría Este-Oeste (Allende-Pinochet).
La determinación del descenso tendencialmente creciente de la tasa de ganancia opera
de forma general con diferentes efectos, de modo multilateral, tanto en las condiciones de una
sola unidad productiva hipermonopólica como a nivel del sistema en su conjunto, en la etapa
de reversión, neoimperialista o de transición (el negocio, una vez que fuera preincubado, que
se instalara plenamente en la etapa de incubación, ingresa –luego- en la fase de
postincubación citada, en el proceso orgánico de su ciclo de vida). Al llegar a cierta fase de su
desarrollo (postincubación), en la unidad empresarial, la sobreacumulación, las excesivas
ganancias, estructuralmente están impedidas de ser reconvertidas en capital, expandiendo el
proceso, puesto que la sobrecapacidad instalada del capital y la crisis de demanda, se
transmutan en sobreproducción y presión a la baja de los precios (el movimiento autónomo y
racional de la historia es el responsable: el desarrollo de la ciencia y de la política obrera;
el sistema –en consecuencia- adolece de sobrecapacidad productiva instalada en general,
sobrecapacidad, que ya no puede ser subsanada con la destrucción de fuerzas productivas, y,
la población, por su parte, se ve afectada por la escasez). A las presiones que las
contradicciones económicas (competencia), políticas (interimperialistas) y sociales (de clase)
ponen sobre la composición orgánica del capital (reducción de la nómina), se suman las crisis:
Actualmente, una nueva tecnología, que reemplaza con robots y computadoras el
trabajo humano, está destruyendo la economía industrial y a la sociedad construidas en
torno a ella. Los trabajadores del estado de Míchigan, de este país y, de todo el mundo
están siendo desplazados del sistema capitalista y dejados sin medios para sobrevivir.
En cada crisis cíclica de sobreproducción ocurridas en los 60’s y los 70’s, se
introdujeron en los procesos, nuevos dispositivos para eliminar trabajo humano.
Al ahondarse la crisis en la década de los 90’s debido a una mayor automatización y
uso de robots, y mientras se desarrolló un mercado global, se hizo claro que el
gobierno no proveería programas sociales para los trabajadores que ya no eran
necesarios para los capitalistas 1123 .
En una palabra, el desarrollo de la técnica: la tendencia favorable hacia el incremento
del capital constante en su composición orgánica, conduce al descenso de la tasa de ganancia,
condición que, a su vez, provoca la reducción de la capacidad adquisitiva de la demanda
agregada (debido –de modo muy particular- al crecimiento del paro laboral y al subsecuente
abaratamiento del precio del trabajo, como efecto de la propensión de la economía burguesa
toda, hacia la consolidación de los procesos de automatización) y el incremento del fenómeno
de la “marginalidad” (o sea, del crecimiento de las actividades económicas extracapitalistas,
de las de pequeña escala: de la sociedad de “emprendedores” –el “cuentapropismo”); el
mercado se satura y se estrangulan los canales de los flujos nominales 1124 . En efecto, esto
ocurre “…en la medida en que el motor mismo de la economía capitalista, que es la elevación
de la productividad del trabajo vivo por la acumulación del trabajo cristalizado, entra en
contradicción con ‘el fin mismo de la producción capitalista…: la producción de
plusvalor’” 1125 . El proceso de reproducción capitalista se torna cada vez más unilateral y
abstracto, esto es, se ve obligado a recorrer el camino inverso a su concreción.
La fábrica, el aparato productivo en su conjunto: ya no constituyen las instancias
inmediatamente reproductoras de la base material (tanto como de la superestructural y de la
1123 Michigan: precursor del futuro de la nación. Por Marian Kramer, General Baker, and Claire McClinton;
diciembre 2005.
1124 En verdad, el sistema de mercado ingresa en un estado psicológico de extrema desesperación: no puede
vender los productos, no dispone de materias primas estratégicas (gas, petróleo, metales radioactivos), el
avance técnico revierte su propósito; recurre a la implantación de fórmulas salvadoras: kaizen, "cero defectos",
Marketing, la creatividad en ventas, la mafia, la guerra directa. El movimiento asintótico concluye al término de
la mirada, se produce el cortocircuito, la negación del orden, frente a la fase inaugural del sucedáneo.
1125 Lojkine, Jean. El marxismo, el estado y la cuestión urbana; Siglo XXI editores, México, 1981.
709

espiritual) del sistema, es decir, de las clases (el capital retira para sí la plusvalía y la
reproduce en tanto capital; el capital, con el salario reconoce un valor asociado tan sólo con la
reproducción simple ad infinitum, de la fuerza de trabajo, de manera que la estructura de
clases se proyecte hasta la “consumación de los siglos”), de las relaciones sociales de
producción, en general: del modo de producción capitalista (Marx, Althusser). En suma,
puesto que el capitalista invierte cada vez más en capital constante (en la reproducción
ampliada de la tecnología y del conocimiento) y se “desacumula” en capital variable, el
capital y todo el proceso se han vuelto estrictamente reproductores de una “clase”: de su
substrato material en la mecanización y en la robotización, en desmedro de la otra (los obreros
productivos), o sea, se está lanzando progresivamente a las nuevas oleadas de la PEA, cada
vez más a la frontera del sistema (paralelamente, se degenera su conciencia y se agudiza la
crisis entrópica –perdida de “energía”, desorganización- al interior de la clase obrera; esto
quiere decir, que las categorías de la Economía Política inherentes al status ontológico social
de la “guerra fría”, ya no son pertinentes para el análisis politológico actual) 1126 .
La fórmula clásica que capta el proceso de valorización, o sea: Cc+Cv+P viene siendo
progresivamente reemplazada (en la realidad, pero también en la abstracción) por el modelo
en extremo cosificado de: Cc+“P”, esquema inherente al proceso automatizado de
“producción”, en el que tanto los “capitalistas” como los managers y el resto de personal
“improductivo”, se reparten la plusvalía generada por el trabajo productivo de unidades
empresariales no o parcialmente automatizadas, y, este proceso de transferencia ocurrirá
mientras quede un solo obrero en el planeta, sobre el cual –en la lógica- recaerá todo el peso
de la explotación del sistema 1127 . Pero –de forma como se ha aseverado- sólo el trabajo
productivo del obrero genera valor (“… el trabajo productivo es una categoría histórica. En
las condiciones del capitalismo éste se cambia por capital, y rinde plusvalía al capitalista…”;
trabajo productivo en su acepción general: el productor de las mercancías bienes y servicios,
en particular: el productor de bienes y servicios para el mercado capitalista, en específico: el
que se cambia por capital y produce bienes, es decir, en las ramas de producción material) 1128 ;
1126 El “proletariado” se torna cada vez más una categoría política formal (y, directamente: se convierte en una
abstracción) debido a que sobre su ser ejerce influjo de descomposición la historia, de modo particular: el
movimiento ascendente de las fuerzas productivas. En efecto, la crisis industrial-empresarial (la quiebra de
empresas, el proceso de concentración y centralización y la vertical tendencia de mecanización creciente de la
producción) incrementa el ejército industrial de reserva (la PEA se marginaliza de modo incremental); por otra
parte, el trabajo cada vez más se cualifica y pasa a engrosar el sector de los profesionales, la capa de los
funcionarios, de los intelectuales. Las dos razones: la crisis de empleo y su formación crecientemente
académica, inciden en la pérdida de la “conciencia de clase” (la “extracción de clase” se pierde en relación
directa con el proceso de movilidad sectorial del trabajo en el interior de la estructura económica burguesa, y la
“posición de clase” se ve diezmada por la emergencia de un baratillo mercantil de nociones sobre el carácter
de la realidad en curso). No obstante, el encuentro entre la fuerza de trabajo emigrante y la endógena (por
ejemplo: en España), puede generar una estructura de solidaridad y de prolongación de la lucha contra los
amos comunes, en sentido histórico.
1127 El petróleo (y otros recursos naturales), se dice que es generador de renta: de “renta natural”, o sea, que
ciertos recursos naturales constituyen componentes principales en la estructura de costos del producto (precio
de producción: depreciaciones, materia prima –recurso natural-, trabajo, ganancia). Pero, la renta –el valor-:
¿de dónde viene?; tan sólo del trabajo, pues, el trabajo habilita a los recursos naturales, operando al capital,
para que éstos se hallen en condiciones de adquirir la cualidad de atender las necesidades; por tanto, no existe
“renta” de procedencia del capital como tampoco de los recursos naturales per se. Se sostiene, a la vez, que
Marx, por otorgar más importancia a la determinación cuantitativa positivista del valor, en una inferencia
sustentada en el trabajo y en su cantidad, descuidó el valor de cambio que tienen ciertos “bienes” naturales por
sí mismos (sic). Conclusión que, por lo visto, no es pertinente. En una sociedad en transición, en la que en la
producción se prescinde cada vez más del trabajo y en la cual se incorpora mayor cantidad de capital (materia
prima, en este caso), el “valor” ya no es creado por el trabajo; pero esta anomalía teórica es transitoria, puesto
que ocurre mientras se mantiene la “transición”, o sea, el proceso de salida definitiva del trabajo; luego de lo
cual, el modo de producción ha cambiado y las categorías: renta, utilidad, valor, han cesado (con la
automatización –la cual constituye un proceso progresivo, hasta convertirse en relación concreta, determinante
y multilateral- el ser humano deja de trabajar, la fuente del valor y la plusvalía salen de la escena histórica: el
modo de producción ha cambiado). En realidad, la categoría abstracción inicial, a la que se corresponde todo
el edificio de la “critica de la economía política”: la ley del valor, se ha transmutado en la categoría de
“´valor´ de usufructo”.
1128 ¿Cómo entender que se incremente la riqueza procedente de la actividad humana, si el trabajo productivo:
el físico, el de los servicios, el trabajo en sentido tautológico: todo tipo de trabajo, trabajo en general, han
dejado –deben hacerlo- la escena histórica en circunstancias de cibernetización productiva? Hay que hacerse
cargo del hecho, de que es la última categoría clasista histórica: “modo de producción capitalista” en su
acepción clásica, la que pone los contornos de validación, para que un trabajo sea catalogado como generador
710

otros tipos de trabajo como el intelectual, encargado de organizar de manera óptima el
proceso administrativo o el científico-técnico que mejora las condiciones del proceso de
producción, no generan valor alguno, pues, solamente tornan más eficiente el proceso de
extracción de plusvalía (o asisten al proceso de traslado del producto hacia el consumo), por
lo cual reciben un estipendio de parte de los capitalistas, cuya remuneración puede o no
coincidir con lo históricamente necesario para su reproducción (dicho de otro modo: este tipo
de trabajo puede como no, estar siendo objeto también él de la explotación, pese a que todo
trabajo es explotado siempre en las formaciones clasistas de la humanidad).
En la ampliación y desmenuzamiento pertinentes, de la idea arriba esbozada, todo
trabajo que produce plusvalía, con independencia del sector al que pertenezca, esto es, al real
o al de los servicios, es productivo –Guerrero, Diego. Capítulo II: La teoría del trabajo
productivo e improductivo- (por ejemplo: el del médico o del profesor, en tanto profesionistas
que laboran a sueldo para un empresario que acumula); pero no todo trabajo que produce
plusvalía (trabajo excedente), es creador de valor (categoría ésta, percibida no en la noción
subjetivista de “agregación de valor”, muy común en la lexicología contemporánea de la
avaluación del proceso empresarial de vertiente convencional administrativo).
Consecuentemente, trabajo productivo es aquel que produce plusvalía, pero que a la vez
produce valor, y ese es el industrial: el productor de bienes reales (según una forma de
percepción marxista, o sea, en aplicación de la regla marciana de que “… una explicación
para ser tal, debe indicar la differentia specifica…”). El desarrollo de las fuerzas productivas
(la automatización) “... permite tener en cuenta la evolución interna del capitalismo, y el
impacto de esta evolución en el trabajo colectivo y en el trabajo productivo”. La producción
obtenida por máquinas es el resultado del “trabajo improductivo”; en realidad, dicha oferta: es
producto del “no trabajo”. No es la predominancia o no de la esfera de los servicios en una u
otra fase de desarrollo del capitalismo (sesgo estructuralista), el hecho que define si la esfera
económica es productiva o improductiva, sino si el trabajo se cambia por capital (trabajo que
da su carácter a éste, en tanto produce plusvalía), y si éste es generador de valor; caso
contrario, el “trabajo productivo” en la esfera de los servicios se ha cambiado por renta y no
ha incrementado el “valor agregado nacional”. En el proceso evolutivo, el “contenido” del
trabajo (su resultado) no ha variado; pero su carácter “formal”, histórico: si lo ha hecho 1129 .
En la sociedad denominada “imperialismo global”, la transformación formal, técnica,
de mayor catadura responde al sistemático proceso de desalojo de los obreros de las fábricas y
su colocación en la esfera de los llamados “servicios” (como simples consumidores, tanto
como su colocación en el subempleo y desempleo). Determinadas actividades de este tipo,
producen plusvalía, es decir, son objeto de explotación capitalista; pero, en este trabajo: ¿se
condensan las clásicas condiciones necesarias para emprender en acciones en pro de su
emancipación –de los trabajadores- y de modificación estructural de la realidad histórica
–cierre del sistema capitalista-, o sea, las que conducen de modo necesario a asumir la
conciencia de clase y constituirse en sujeto político? Evidentemente: no o muy poco. Si el
capitalismo se desenvuelve –en apariencia- actualmente montado sobre el capital ficticio y si
todo el sistema evoluciona hacia la esfera económica de los denominados “servicios”,
mediante la transferencia de la producción real de manos humanas hacia las operaciones de la
mecánica automatizada, el proletariado ha dejado la historia y el trabajador recluido en la
esfera de los servicios no puede tomar su lugar, pues, a más de no contener las condiciones
estructurales –sociológicas- tendientes hacia su politización, estos actores económicos son
de “valor”, en primer lugar; y, quién incrementa la riqueza de la humanidad, en segundo. Al haber pasado a la
historia el trabajo en general y el productivo en particular, la práctica productiva material y el capital también
se incluyen en ella; en la especificidad, el sistema burgués de vida se ha vuelto pretérito lo mismo que la noción
“valor”. Por tanto, los resultados de la acción de las máquinas no encajan en dichas categorías (en las de
producción abstracta y valorización).
1129 El trabajo comercial asalariado, por su parte, “... obtiene sus ingresos de la ganancia porque su tarea no
es productiva... mientras que el capital comercial... se da como supuesto como improductivo”; el trabajo
asalariado comercial (el que se realiza en su esfera como la transportación de mercancías que las disponen y
acercan para y al consumo) no genera plusvalor, pero produce “plusvalía” al ser remunerado de acuerdo a la
norma del trabajo asalariado industrial, en tanto no permite que el real valor del trabajo que proviene de la
plusvalía, vaya al trabajo comercial (la remuneración al trabajo comercial es redistribución de plusvalía). “...
el trasporte de mercancías que eleva el valor de cambio de las mercancías es, por tanto, productivo (y lo hace y
lo es, porque se vincula a la mercancía-objeto, que tiene valor; cosa que no ocurre con la mercancía-servicios).
El trabajo comercial incorpora más trabajo a la mercancía, pero no utilidad; en verdad, no produce valor, pero
conserva a la mercancía, de una mercancía-objeto, respecto del cual nada tiene que ver el capital-servicios”.
711

trabajadores de tránsito (capas sociales y no propiamente clase; no constituyen una “clase”,
puesto que su objetivo común ha sido realizado por la Revolución de Octubre) en cuanto sus
faenas también ingresan en el proceso de automatización.
En las factorías totalmente automatizadas, en concreto: ¿de dónde proviene el valor, si
el capitalista recupera la inversión en capital constante y obtiene una ganancia, sin haber
invertido en capital variable (el único que crea valor) y, por tanto, plusvalía, en la medida en
que el trabajo de los obreros ha sido transferido a las máquinas? En este escenario económico
se presentan las condiciones, que permiten al burgués “demostrar” el apotegma suyo de que
“el capital genera valor” o declarar, que todo tipo de trabajo crea valor (por ejemplo, el de los
inspectores del proceso maquinizado de producción); empero, en la circunstancia, los
productos son simplemente bienes (o servicios) provenientes del proceso artificial de
producción de bienes y servicios, mientras que el valor procede del trabajo realizado por los
compradores de productos con mediación del dinero. En efecto, mientras que en el
capitalismo clásico el valor era creado en la producción por los trabajadores y convertido a la
esfera monetaria en la venta del producto en su “equivalente” en dinero, en el presente –al
haber sido desalojado de la fábrica el obrero- una parte del “trabajo” de las máquinas se
convierte en ganancia, una vez que el comprador (detentador de dinero por cualquier razón:
rentas, ganancias, intereses, sueldos, salarios, emisión inorgánica, créditos,...) adquiere por un
precio un producto; implica esto, que ya no hay trabajo humano en el interior del proceso de
elaboración de un producto, pero en el dinero del demandante hay trabajo plasmado (esfuerzo
sea improductivo, sea productivo o mixto); en este caso, el valor podría decirse, que proviene
del trabajo productivo contenido como paga en el dinero que está tras del agente económico
que actúa como consumidor. Por otra parte, el valor del producto (Cc+Cv) ha sido pagado en
dinero, como precio por el comprador del producto; pero el mismo no fue a manos del
trabajador en su totalidad, sino que parte (trabajo excedente, en el caso por el cual todavía
haya trabajo en el producto que se transa) se quedó en manos del “capitalista” (si el bien fue
comprado con un préstamo, el comprador cede valor –tiene que trabajar para pagar el interés-
al prestamista) 1130 .
En la producción mercantil simple (elaboración de los productos –destinados al
consumo o al cambio- por parte de los propios propietarios de los medios de producción), las
mercancías no son portadores de plusvalía (pero como trabajo realizado, concreto, este tipo
1130
Para el caso –dicho sea de paso- de un negocio de servicios situado en el área de la salud: salarios, sueldos
y ganancias, pagan los servicios médicos; pero salarios y sueldos (remuneración a los empleados, es decir, a
quienes realizan actividades administrativas e intelectuales) constituye “tiempo” de trabajo necesario, mientras
que las ganancias comportan plusvalía, es decir, “tiempo” de trabajo excedente apropiado por el capitalista.
En el primer caso, los ingresos del empresario-servicios (capital-salud), es la parte alícuota del salario y del
sueldo, que se asigna para garantizar la reproducción de la fuerza de trabajo, en materia de restitución de la
salud; en el segundo caso, se trata nada mas, que del proceso clásico de redistribución de la plusvalía entre las
diversas fracciones del capital: el capitalista paga para ser atendido en el área médica. ¿Con que lo hace? Con
plusvalía. Una vez percibidos los ingresos por parte del capital-servicio (empresa-salud), con éstos se remunera
al personal (y, desde luego, en lenguaje neoclásico, al resto de factores), pero no en relación con todo el
“tiempo” trabajado, por lo que el “tiempo” excedente queda sin reconocimiento. Ese es el “valor” que retiene
el capitalista, por ser el dueño de los medios de producción. Puede verse, en el caso del ejemplo, que en el
mismo no se ha producido valor alguno, aunque sí se ha realizado un servicio, el cual es condición accesoria en
el proceso productivo fundamental de reproducción social, sin que por ello deje –éste- de tener importancia,
pues, el trabajo simplemente ha utilizado parte del salario como gasto normal para el restablecimiento del
equilibrio en el funcionamiento orgánico; mientras que el capitalista ha cedido parte de su renta (plusvalía) con
similar propósito. Algo parecido sucede con la educación y servicios análogos. El capital de crédito y el
accionario (Bolsa de Valores), es capital ficticio, parasitario. En el comercio, hay diferencias; el trabajo del
comercio (transporte, por ejemplo), retiene para sí parte de la plusvalía generada en el proceso de producción
material por parte del obrero y apropiada por el capitalista, remuneración que no cubre todo el trabajo
realizado, por lo que este trabajador es también sometido a explotación, en tanto en el proceso hay “tiempo” de
trabajo excedente, pese a que el mismo no genera valor y, por tanto, plusvalía en sentido estricto. En suma, el
trabajo-servicio, no produce valor (tangible), tan sólo interviene creando, extendiendo, conservando, mejorando
las condiciones en medio de las cuales se produce el proceso de generación de valor y plusvalía (el trabajo
científico-técnico se ha dicho, por ejemplo, exclusivamente produce nuevos instrumentos, métodos y formas
de organización del proceso –valor intrínseco-, a fin de elevar la productividad del trabajo productivo –y del
improductivo). Luego, este trabajo es improductivo (lo cual no significa, que no haya desgaste de “energías”
con un objetivo, ni que el mismo no tenga utilidad, como tampoco que haya dejado de ser una mercancía), no
porque no produzca una mercancía material –además-, sino porque se halla vinculado al gasto del salario o a
la redistribución de la plusvalía, o sea, se halla vinculado al capital, pero no lo reproduce, sino que interviene
como sostén del proceso (hay que anotar sin embargo, que Mariano Enguita –El problema del trabajo
productivo- es del parecer opuesto).
712

de productos contienen valor: valor de uso, en potencia: base del valor de cambio –trabajo
abstracto- y de la contradicción); en la producción capitalista las mercancías son portadoras de
plusvalía (trabajo abstracto, valor excedente, contradicción real). En el primer caso, el trabajo
del productor directo define el hecho; en el segundo, el trabajo ajeno lo hace. En la
producción maquinizada, las mercancías ya no son portadoras de plusvalía en sentido
riguroso, sin embargo de que el capitalista posmoderno de su venta obtiene ganancia, pues, la
realización de estas mercancías ha adquirido el don de extraer valor, plusvalía, riqueza,
trabajo excedente del cliente (en la producción capitalista clásica, el demandante pagaba por
el capital constante y el capital variable invertidos en la producción de la mercancía que
adquiere, de acuerdo con su “precio natural”; hoy, el comprador de mercancías se hace con un
producto en cuya producción el “capitalista” sólo ha invertido en capital constante,
volviéndose el proceso una “estafa”: gana el empresario lo que el demandante pierde, a la
típica manera de la realización del capital comercial). El modo de producción ha cambiado:
“valor de uso” y “valor” se han negado (superado) en la síntesis como “´valor´ de
usufructo”, se reitera (pero, de este hecho no se da cuenta ni el burgués ni un vasto segmento
de la población del planeta), porque el trabajador productivo ha sido desalojado de la empresa
y, por tanto, de la historia; y, en ausencia de éste, el capitalista pasa a ser un seudo capitalista:
cualquier cosa, menos capitalista, aunque en la mirada (en la superficie) siga apareciendo
como tal 1131 . En realidad, la historia “se ha enriquecido con la negación de lo viejo y con la
inclusión en sí mismo de su contrario: es la unidad de lo viejo y de su contrario”; y en los
hechos, el proletariado dejó de ser “fuerza externa” al capitalismo (su destructor), pues,
cumplió su papel en el marco de la realización de su cualidad esencial, y las tendencias del
desarrollo futuro de la especie, ya no se describen científicamente en estos actores (capital y
trabajo), mientras que el movimiento dialéctico ha cesado en este proceso (pero sólo en él) y
ya no se puede pensar en esas categorías.
En la convención lógica, el capitalismo es un sistema de acumulación turbulentamente
dinámico, en el que se registran ciclos y fluctuaciones que oscilan en torno de una tendencia
de crecimiento intrínsecamente generada; los períodos de acumulación normal que tienen
lugar en el sistema, inevitablemente desembocan en fases de estancamiento y crisis; existen
fuerzas interiores al proceso del capital, que socavan en forma progresiva su solidez; entre
ellas, el factor central es la tendencia de la acumulación normal a erosionar la tasa media de
ganancia (Anwar Shaikh: Crisis económicas y tasa decreciente de ganancia; en: Valor,
acumulación y crisis). Sobre la estructura actúa la conciencia, de modo que emergen
contratendencias que se oponen y definen a y la ley: la tendencia decreciente de la tasa de
ganancia (en la fase de producción manufacturera, o sea, antes de la Revolución Industrial, el
incremento de la productividad –plusvalía relativa- se alcanzará por la dotación al trabajador
de mejores herramientas, caso contrario: no –en el sistema desarrollado el aumento de la
productividad ocurre por explotación del trabajo, por una mejor organización del negocio, por
el mejoramiento de la capacidad del trabajador o por la conjunción de los tres procesos-; a
partir de la introducción de la máquina en el proceso de valorización, es cuando empieza a
operar la ley de la tendencia decreciente, como fenómeno que incluso alcanza mínimamente a
la fase competitiva, concurrencial, del capitalismo). El capitalismo de manera turbulenta se
reproduce; esta reproducción es creciente en su fase de ascenso, tendencia que se mantiene
hasta llegar a la cima; en todo este período se manifiestan las conocidas crisis cíclicas de corto
plazo (alrededor de los 10 años), las cuales no provienen de limitaciones de mercado
(sobreproducción, sobreinversión, sobreacumulación, subconsumo, brecha de demanda).
Cuando la forma humano social se ha concretizado, su reproducción se vuelve únicamente
repetitiva (el proceso simplemente repone el valor del ciclo anterior, de modo que no hay
crecimiento; pero un capitalismo sin crecimiento es imposible, defecciona, degenera), fase
que se mantiene hasta el ingreso, luego, en la etapa regresiva, degenerativa, implosiva del
capital, en la que el subconsumo ingresa en escena a constituir uno de sus topes: límites, que
se anudan a causas inherentes, las que crecen en magnitud, como factores que le retiran
progresivamente de la escena, y proceso en el que participa el activismo político social.
Ahora bien, si es verdad, que el capitalismo crece de modo inmanente, también se
1131
Strictu sensu, el sistema se transforma: 1) por despojo revolucionario de la propiedad privada de los
“activos productivos”; 2) formalmente, por el ingreso a participar, por parte de los obreros, en la propiedad de
la empresa; o, 3) porque ya no hay obreros en la empresa (automatización completa). Naturalmente, este último
fenómeno que empieza casi de modo imperceptible y se va totalizando de modo creciente e inconmovible.
713

destruye de similar forma, pues, al automatizarse cada vez más, crea las condiciones para la
apertura de momentos de sobreproducción, de tal manera que el descenso de las ganancias y
la compresión de la demanda efectiva en el mercado, son sus fronteras históricas (Lenin-
Luxemburgo 1132 ; el ex Campo Socialista y China cooptado por las multinacionales, le darían
razón a la revolucionaria polaca 1133 ). Las leyes naturales, que operan como los principales
diques, que aprisionan al sistema, se engarzan y se refuerzan:
Esta interrelación entre los dos aspectos de la crisis está implícita en el análisis de
Luxemburgo …[pues]… su análisis se basa en la restricción del mercado causado por el
aumento de la composición orgánica del capital (y por tanto en el descenso de la cuota
de ganancia). Los diagramas de Marx de la reproducción ampliada (acumulación de
capital), que se incluyen en el “Capital”, Vol. II, demuestran que cada año, toda la
plusvalía producida en términos de bienes de producción y de consumo, es reabsorbida
como nuevos elementos de la producción (capital constante y variable). Es en base a
estos diagramas que …[suele afirmarse]… que no hay problemas de mercado mientras
que la acumulación continúa a un ritmo suficiente. Pero estos diagramas no toman en
consideración el aumento de la composición orgánica del capital. Luxemburgo
demuestra que cuando se tiene en cuenta este aspecto, es el propio proceso de
acumulación el que al reducir constantemente el capital variable en relación al capital
constante crea el problema de la sobreproducción (La “teoría de la cuota decreciente de
ganancia” como crítica histórica. R. Weyden) 1134 .
El señor burgués, preocupado por la utilidad, a conseguirlo en condiciones de aguda
competencia, se preocupa más del departamento II y descuida el Departamento I. Sin
embargo, en Marx se halla con todas sus letras la expresión, en concreto, que a nivel de la
“superestructura” de la economía: el mercado, experimenta el ejercicio de la ley fundamental
de la economía política (tendencia decreciente de la tasa de ganancia: el desarrollo de este tipo
de economía “se halla en permanente estado de lucha interna, está acompañado por un cruel
trabajo involuntario contra sí mismo, sólo de este modo se autoproduce”): la dificultad
incremental de conversión de la “plusvalía real” en “plusvalía monetaria” (el capital ha debido
competir con sus congéneres; con la necesaria y, a la vez, enojosa presencia del obrero en la
fábrica –sustituir trabajo vivo por muerto-; con el socialismo; con el imperialismo social; y,
con todos estos frentes a la vez, para lo cual, ha desarrollado la ciencia y la técnica, o sea, ha
incrementado la composición orgánica del capital y la desproporcionalidad entre oferta y
demanda, propendiendo a nuevos “nichos de mercado”); fricciones naturales, que amenazan
con los restos del capitalismo a principios de los nuevos Siglo y Milenio, y que junto con las
luchas residuales proletarias, completan su obra. En la coyuntura presente -2010- la crisis de
la deuda de la UE, de EU, del Japón, la herencia transformadora proletaria y el desarrollo de
1132
“Rosa Luxemburgo dice que si hay una crisis de sobreproducción, una salida a ello es exportarlo al mercado
externo (levantando el supuesto de economía cerrada); por lo tanto, las empresas de los países desarrollados
exportan a los dependientes. De aquí concluye que el sistema capitalista tiende a engendrar políticas
expansionistas de carácter imperialista. Lenin critica a Rosa Luxemburgo porqué dice que se exportan los
capitales excedentes hacia las economías dependientes por medio de las empresas trasnacionales. Aquí se ve
nuevamente cómo una misma teoría puede dar origen a otras (en la realidad se dan ambas)”.
1133
“Éste se basó, entre otros aspectos, en factores derivados de las derrotas del movimiento obrero en Europa,
EEUU y América Latina en los años setenta y ochenta, y la posterior restauración capitalista en los antiguos
países estalinistas –sic- (URSS, China, Este de Europa), que permitieron incrementar globalmente la
explotación de la fuerza de trabajo y reducir los salarios reales, propiciando una nueva división del trabajo
internacional. El crecimiento del comercio mundial y una intensa explotación de la clase obrera gracias al
aumento de la jornada laboral, la intensificación de los ritmos de trabajo, la precarización y desregulación del
mercado laboral y la caída de los salarios, contribuyó al abaratamiento de los costes de producción,
contrarrestando la tendencia decreciente de la tasa de ganancias. También jugó un papel relevante en este
sentido las privatizaciones en el sector productivo estatal, las telecomunicaciones y los servicios sociales, que
aceleraron la acumulación capitalista de los grandes monopolios estadounidenses y europeos. La aplicación de
la nueva tecnología de la información también sostuvo esta dinámica” (La crisis del capitalismo mundial y las
tareas de los marxistas. Areal, Bárbara y Ramos, Juan; enero del 2011).
1134
En efecto, en los diagramas; pero Marx hace alusión directa a dicho aspecto (aumento de la composición
orgánica/sobreproducción) sobre todo en Los Grundrisse, cuando alude al proceso de automatización completo
a producirse a futuro como efecto del propio proceso de desarrollo de las fuerzas productivas, por el que el ser
humano queda a un costado del “proceso productivo”: es el momento en el que colapsa el modo de producción
sustentado en la extracción de valor.
714

las fuerzas productivas, establecen implacablemente el cierre histórico de la forma humana
burguesa. Ahora bien, el análisis de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” dejó
Marx inconcluso; y, nadie ha podido completarlo como sucede con el problema de la
“transformación”, el cual tiene resolución, como cuestión empírica, en el plano lógico. En
relación con la “tasa decreciente de ganancia”, hasta allí llega la realidad, lo cual quiere decir,
que no hay forma de que los hechos cambien por sí solos a partir de sus leyes de movimiento
(éstos pueden estar repitiéndose infinitamente) 1135 ; es política: la acción de la conciencia que
se cansa de los mismos (crisis de reproducción del trabajo y su reacción), la que lleva a actuar
como “sistema” por encima de la “estructura”, provocándose la ruptura del “círculo vicioso de
la valoración”, con la gestación de una nueva realidad.
Siempre la anuencia entre los dos factores fundamentales del fluir humano: la
estructura y la voluntad; en efecto, estas variables operan prístinamente en la etapa en la que
prevalece de modo creciente, progresivo, el proceso de desasimilación, de desacumulación;
éstas son: los rendimientos decrecientes de la inversión en capital constante (desarrollo
tecnológico) y la marginalidad (la desconexión de amplias esferas sociales del
cuentapropismo solidario, de la economía mercantil simple, como vehículo, esta vez: no de
surgimiento o relance del capitalismo, sino de su deceso). En la fase originaria, de despegue,
competitiva, el sistema se reproduce de modo fundamentalmente autónomo; en su madurez,
requiere de los mecanismos de dirección, los cuales demandan mayor complejidad en su
diseño y operación, al hacerse cada vez más cortos los períodos entre caída y recaída y al
agudizarse la profundidad de las mismas; en la fase de salida, a la actuación de los principios
de operación internos conducente a la producción de fallas en la reproducción, se anuda el
efecto de la automatización, el cual se convierte en una realidad, puesto que la reñida
competencia impone la aplicación de políticas tecnológicas de reducción permanente de
costos unitarios. Topes en la acumulación, automatización y reacción social, son los factores
que operan en el desenlace histórico del sistema, hecho agravado por los efectos entrópicos en
el anómalo proceso, procedentes del comando mundial de la “economía ficticia”.
El capitalismo, a partir del marxismo se sabe que es una forma orgánica, viva; como
tal, se rige por la ley del ciclo de vida de un sistema. Por tanto, en su momento de ascenso,
dicho modo de producción constituye la típica conformación societal de acumulación
autoexpansiva; en la cumbre (totalización) el proceso simplemente conserva su volumen;
mientras que en la etapa de descenso, es una formación social, que se degrada merced a la
operación al interior de su funcionamiento del proceso de acumulación autolimitado (el
incremento cada vez creciente de la relación capital a trabajo, es el factor inherente más
conspicuo –automatización- relacionado con la sobreproducción; de allí la práctica de
políticas inflacionarias, de manipulación de los tipos de cambio y de las tasas de interés
–emisión de moneda sin respaldo para activar demanda agregada tanto como para financiar
inversiones-, la subida artificial de precios, los créditos de consumo, los putsh
interimperialistas por el dominio y redistribución de zonas de influencia, la inversión en la
industria de la guerra –producción que no sale al mercado pero que expande la inversión y
reactiva la economía-, la reconstrucción luego de las guerras de invasión –Doctrina del
Choque: Naomí Klein-, las políticas de marketing –producción de bienes del departamento I y
su venta por promoción-, con el objeto de superar temporalmente la brecha de demanda
presente en la fase degenerativa). De este modo quedan ubicados en el largo plazo, en la onda
total del capitalismo, en el modelo abstracto, puro, esto es, en el acto de aprehensión de la
realidad prescindiéndose de las contingencias y de las perturbaciones de la historia -la acción
conductora de las elites del poder sobre los hechos, la coexistencia de la forma económica
capitalista básica con otras formas de producción, como la mercantil simple-, en una palabra:
la complejidad del fenómeno.
En la fase degenerativa corporal del ciclo de vida del capitalismo, la propensión
cambia: de la reproducción autoexpansiva hacia el estancamiento como tendencia normal, el
capital ya no puede ampliarse indefinidamente, en la etapa en la que es el consumo (efectivo)
1135
“… el valor trabajo de los medios de producción (C) no aumentará tan rápidamente como su volumen e,
incluso, puede llegar a disminuir. Marx afirma que, a pesar de todo, aumentar C, por lo que también aumentará
C/L, produciéndose la tendencia decreciente. Pero, dicen los críticos, supóngase que el valor trabajo de los
medios de producción disminuye rápidamente o, incluso, más rápidamente de lo que aumenta su volumen. En
este caso, C/L permanecerá constante o incluso disminuirá, y no se ejercerá ninguna presión descendente sobre
la tasa de ganancia” (Shaihk, Anwar. Valor acumulación y crisis; pp.: 285).
715

el que formalmente determina la oferta. Ahora bien, pronunciándose con apego a la pura
verdad, reproducción autoexpansiva es posible, mas no en todo el sistema, como tampoco
entre medianos y, sobre todo, pequeños negocios, no obstante la misma: si es dable entre los
capitales súper concentrados (“Doctrina del shock” –Naomí Klein-: las fracciones cupulares
del capital aprovechan la crisis para crecer: “crecen en tiempos de crisis” –concentración y
supercentralización del capital-; no solamente las empresas han aprendido a sacar provecho
del desastre, sino también a provocarlo), lo cual también es raro, porque la tendencia es hacia
la desconcentración de la escala, como ley dirigida a reducir la adiposidad, la inflexibilidad, la
falta de movilidad y de reacción instantánea y proactiva de la empresa capitalista, como
aseveran los propios teóricos de clase del sistema; pero el seccionamiento de las grandes
empresas ocurre no porque el inversor se haya volcado a pensar en satisfacer las necesidades
de la población –pese a la declaración retórica, que dice, que el objetivo de la empresa
moderna es la satisfacción plena del cliente-, pues, el programa de movilización de activos
sigue domeñado por el nivel potencial de ganancia, sino por cuanto: el paro estructural, el
desempleo tecnológico (el desarrollo científico-técnico conduce al hecho en conjunto
–mientras avanza- a la etiología de “sobrecapacitación y subempleo”), el descenso en el poder
adquisitivo y la desconexión de la “economía popular solidaria”, generan “brecha de
demanda”; o, en todo caso: “problemas de realización”. De igual modo como la acumulación
crece y se socava a sí misma, la política económica ingresa en una fase de retroacción
creciente, luego penetra en el limbo.
El capitalista, en la fase de salida, piensa –no obstante- en revitalizarse, en
rejuvenecer; no obstante, por más vitaminas que tome, ejercicio que haga y alimentos
fortificados que consuma, no puede volver atrás la rueda de la historia: no le es dado
recuperar la lozanía (“ni Dios cambia el pasado”, decía Catón); pero, lo intenta. De igual
modo que el anciano que debe llevar una dieta y una vida aconsejables para que sus años de
senilidad transcurran con normalidad hasta encontrarse con su deceso, el capitalismo
sobremadurado debe administrar medidas para atemperar las crisis degenerativas propias de la
vejez, penurias obligadas con las que se encuentra en la ruta de la retirada (dicho sea de modo
necesario, todas estas afirmaciones: ¿son solamente aventuras subjetivas sin piso, del
pensamiento, dado que constituyen un planteamiento filosófico sobre el materialismo de la
economía? ¿Cómo sobreponer su univocidad empírica? Bueno: la conducta refiere a la
manida aplicación de un método especulativo que desarrolla la teoría en el ámbito cerrado en
sí misma; pero toda teoría remite de algún modo a la realidad, el concepto se “construye”: es
el producto del trabajo de la mente real, que se halla en el mundo y por más que ella sea un
reflejo inadecuado, parte tiene de objetividad, sobre todo cuando opera apoltronada sobre
premisas teóricas y de método ya probados; lo anterior quiere decir, que se trata de un
planteamiento básicamente lógico-racional, esto es, pensamiento cuasi alejado de su base
empírica, pero no en el sentido de que se nieguen las leyes históricas objetivas).
En la realidad abierta por el propio movimiento del capital, la forma de reproducción
material sustentada en la estructura productiva del robot, se abre paso entre las distintas
formas de reproducción social que subsisten en el tejido de relaciones configurantes de la
sociedad actual; en ella, la base ontológica de la nueva praxis humana, cada vez más se
multilateraliza en tanto determinación. El trabajo social cristalizado ha devenido en la
formación generacional de este mecanismo; este cuadro simplemente mecánico de la
economía carece –no obstante- de sentido en el proceso de generación de “valor”. En verdad,
los dispositivos en mención, tan sólo son productores de “valores de uso”, tal como procede la
naturaleza, como lo hacía ésta (la humanidad) en la comunidad primitiva, es decir, en la época
en la que se advierte la ausencia del trabajo (productivo) y, sobre todo: de propiedad, esto es,
en el sistema de “reproducción natural” de los individuos que lo integraban. La naturaleza
(primera naturaleza) proveyó al ser humano de los productos para su reproducción cuasi
animal, en las primeras etapas de su vida (“reproducción natural”); en el segundo momento
(reproducción social), el ser humano se autoreproduce materialmente (acción de la “segunda
naturaleza”: la cultura); pero, en un tercer episodio –el cual pronto estará aquí de modo
definitivo- la “tercera naturaleza” provee los bienes y servicios para la reproducción material
y espiritual (“reproducción robótica”: naturaleza y cultura fusionadas en ausencia de
participación del ser humano, como no sea en la etapa de consumo: instalación de la
determinación del “valor de usufructo”) del privilegiado ser humano, que sobreviva a las
presentes generaciones; “tercera naturaleza”, se dice: la “inteligencia artificial”, para el caso
716

de que los productos del ser humana le sobrevivan.
El nuevo fetichismo (la producción de valor por parte de la operación de las
máquinas), se desprende del hecho de que estos “valores de uso” se hallan todavía insertos en
un clima jurídico-social de propiedad privada, lo cual les lleva a presentarse formalmente
como valores de cambio (como mercancías: como productos del trabajo asalariado, que
atienden requerimientos, destinados al cambio), en un medio en el que aún imperan las
condiciones de la escasez, frente a la determinación real de la necesidad. ¿Qué significado
develan estos hechos? Única, lacónicamente: que el modo de producción burgués se ha
desintegrado. En ausencia del trabajo físico productivo: ¿de dónde proviene el valor (la
plusvalía)? En verdad: el modo de producción ¡ha cambiado!; las máquinas sustituyen al ser
humano en el trabajo; la naturaleza (junto con el proceso artificial de producción) vuelve a ser
la fuente de los valores de uso 1136 ; el ser humano (reducido drásticamente en número y
masivamente convertido en “emprendedor” sideral), se dedica a someter, en su orden, a los
procesos de un nuevo “modo de vida” mecánicamente complejo, pero fácil, abundante: al
consumo, a la recreación y al conocimiento (obviamente, este es el registro especulativo, de
un hecho por venir).
Si ha sido eliminada la relación salarial en la determinación fáctica, su antípoda teórica
ha defeccionado en la determinación abstracta, esto es, la categoría “salario” ha dejado de
existir, tanto en la realidad como en la mente; y, epistemológicamente se experimenta una
ruptura real, que tiene su incidencia determinante a nivel subjetivo, pues, la categoría
“plusvalía”, la de “capital”, la de “valorización”, la de “acumulación”, la de “reproducción
ampliada”, etc., en la medida en que conformativamente se corresponden con ese principio (a
nivel teórico, o sea, en la abstracción inicial de valor/trabajo y plusvalía –la mercancía, la cual
deja de ser la condensación de todas las contradicciones del sistema), se desploman en el
vacío (implosionan), el edificio se cierra y no es pertinente proceder más, con el desarrollo
teórico en esa perspectiva (no es posible, por tanto, continuar con la captación abstracta de la
realidad con la linealidad conceptual: valor/trabajo, plusvalía, acumulación, a nivel
económico; o, explotación, lucha de clases, dominación, en la instancia política). Y, como el
proletariado ha dejado la escena histórica (por lo menos en la presente coyuntura de
desempleo de la fase depresiva del ciclo capitalista), pese a que sus restos físicos todavía se
hallen presentes por doquier, y de que progresivamente el trabajo del ser humano está siendo
sustituido por la mecánica “cibernetizada”, la aspiración de forjar una sociedad socialista a
futuro se convierte en pretensión desprovista de contenido (a decir verdad: los restos del
proletariado –en la “subfase” neoimperialista- se tornan reaccionarios, pretenden detener el
movimiento de la rueda de la historia, mientras participan –se han visto forzados a hacerlo- en
los “círculos virtuosos de la calidad” burguesa o reaccionando violentamente contra la
automatización, como lo hicieron sus antepasados con las máquinas, en la llamada
Revolución Industrial; a modo de ejemplo, debe tenerse en cuenta el caso del comportamiento
de la clase obrera argentina en los episodios de entre siglos, cuando se pasaron al bando del
menemismo).
“Es en este punto donde Marx plantea una hipótesis de superación de la relación de
producción dominante muy distinta de aquella, y de las expuestas en otros textos. En
el ´Fragmento´ la crisis del capitalismo no está ya más imputada a las desproporciones
internas de un modo de producción realmente basado en el tiempo de trabajo erogado
individualmente (no está más imputada, pues, a los desequilibrios conexos a la plena
vigencia de las leyes, como por ejemplo, a la caída de la tasa de ganancia). Llegan al
primer plano, más bien, las contradicciones lacerantes entre un proceso productivo,
que hoy gira directa y exclusivamente sobre la ciencia, y una unidad de medida de la
riqueza todavía coincidente con la cantidad de trabajo incorporada a los productos. El
progresivo ensanchamiento de esta contradicción conduce, según Marx, al ´derrumbe
1136
La técnica se ha supeditado al trabajo elevando su rendimiento en la fase de su emergencia, o sea, en el
instante en el que la “energía” de todo movimiento “productivo” provenía de la actividad del ser humano; al
emerger un nuevo tipo de proceso técnico (revolución industrial, se ha dado en llamar al hecho) por el que la
máquina produce “energía”, en el instante en el que ésta se origina fuera de las personas, la técnica entra en
contradicción con el ser humano trabajador, en los modos clasistas de producción -y sólo en ellos- y empieza a
diezmarlo; en la tercera y última etapa, esto es, en la era de la robotización, la técnica anula al trabajo en su
entera dimensión. Tecnológicamente, por tanto, se advierten tres fases: técnica y “energía” humana; técnica y
“energía” intelectual, y técnica en tanto “energía” física e intelectual.
717

de la producción basada sobre el valor de cambio´ y, por lo tanto, al comunismo.
“Esto que salta a la vista, en la época postfordista, es la plena realización factual de la
tendencia descripta por Marx, pero sin algún aspecto emancipador. Antes que foco de
crisis, la desproporción entre el papel absoluto del saber y la importancia decreciente
del tiempo de trabajo ha dado lugar a una nueva y estable forma de dominio. Las
metamorfosis radicales del mismo concepto de producción están inscriptas para
siempre en el ámbito del trabajo bajo patrón. Más que aludir a una superación de lo
existente, el ‘Fragmento’ es una caja de herramientas para el sociólogo. Describe una
realidad empírica ante la mirada de todos: la realidad empírica del ordenamiento
postfordista”. “El postfordismo ¿es la realización empírica del ´Fragmento sobre las
máquinas´ de Marx?” (Virno, Paolo. Diez tesis sobre la multitud y el capitalismo
postfordista).
En Marx este hecho adquiere relieve abstracto, cuando la conciencia 1137 supone la
consolidación de “un aparato productivo capitalista más totalmente automatizado que el de
cualquier sociedad actual… [1857]… y declara que, pese a la virtual ausencia –dentro de este
orden social- de una ´clase obrera´ según se la define corrientemente, esta organización
económica debe derrumbarse". En una palabra: Marx advierte –siglo y medio ah- el paso de la
humanidad hacia la forma histórica de “reproducción robótica” (hacia la “tercera
´naturaleza´”: el comunismo), automatizada, artificial (luego de haber dejado tortuosa,
convulsivamente atrás las reproducciones “natural” –la recolección, la pesca y la caza: la
“´primera´ naturaleza”- y “social” –las formaciones clasistas: la “segunda naturaleza”, la
cultura: la reproducción esclavista, feudal y burguesa-, y esclarece las nuevas tareas).
“Escribe Marx: ´El robo del tiempo de trabajo ajeno sobre el cual se apoya la actual
riqueza se presenta como una base miserable respecto a esta nueva base [el sistema de
máquinas automatizadas] que se ha desarrollado mientras tanto, siendo creada por la
misma gran industria...´. En el ´Fragmento sobre las máquinas´ de Los Grundrisse, de
donde he extraído la cita, Marx sostiene una tesis muy poco marxista: el saber
abstracto- aquel científico en primer lugar, pero no sólo él- se encamina a convertirse
en nada menos que la principal fuerza productiva, relegando al trabajo parcializado y
repetitivo en una posición residual. Sabemos que Marx recurre a una imagen tan
sugestiva para indicar el conjunto de conocimientos que constituyen el epicentro de la
producción social y, al mismo tiempo, preordenan todos los ámbitos vitales: general
intellect, intelecto general. La preeminencia tendencial del saber hace del tiempo de
trabajo una ´base miserable´. La denominada ´ley del valor´ (según la cual el valor de
una mercancía está determinado por el tiempo de trabajo incorporado en ella), que
Marx considera el arquitrabe de las actuales relaciones sociales, es, sin embargo,
refutada y resquebrajada por el propio desarrollo capitalista 1138 .
En palabras del propio Marx (Elementos fundamentales para la crítica de la Economía
Política de 1857):
“En la medida, sin embargo, en que la gran industria se desarrolla, la creación de
riqueza real se vuelve menos dependiente del tiempo trabajado..., sino que depende mas
bien del estado general de la ciencia y del progreso de la tecnología... La riqueza real se
manifiesta más bien –y esto lo revela la gran industria- en la enorme desproporción
cualitativa en el trabajo, reducido a una pura abstracción, y el período del proceso de
producción vigilado por aquel...; el ser humano se comporta más bien como supervisor
y regulador con respecto al proceso productivo... Se presenta al lado del proceso de
producción, en lugar de ser su agente principal. En esta transformación lo que aparece
1137 De la mente que se proyecta gnosceológicamente a base del eslabonamiento de supuestos sobre la
dimensión real, cuando ésta todavía no ha llegado a ser.
1138 Esta cuestión, también tuvo ventilación en círculos de reflexión en los que alguna vez participara la persona
que realiza estas anotaciones: “La contradicción entre trabajo manual y trabajo espiritual no se resuelve por
vía racional” se aseveró en aquella ocasión; se manifestó también, que quizá Marx no proyectó su reflexión
hasta este punto; a lo que se replicó que: una lectura más detenida del gran Marx, podría arrojar una nueva
sorpresa en el sentido de que sí lo trató.
718

como pilar fundamental de la producción y la riqueza no es ni el trabajo directo
ejecutado por el ser humano ni el tiempo por el trabajado, sino la apropiación de su
propia fuerza productiva general, su comprensión de la naturaleza y su dominio sobre la
misma... Tan pronto como el trabajo en forma directa ha cesado de ser la gran fuente de
riqueza, el tiempo de trabajo deja, y tiene que dejar, de ser su medida y por tanto el
valor de cambio [de ser la medida] del valor de uso... Con ello se desploma la
producción fundada en el valor de cambio...” 1139 .
Las sociedades maduras señalan el camino a seguir –de su propio porvenir- a las
infantes (Marx: Prólogo a la primera edición alemana de El Capital); de manera que todos
los pueblos del planeta se hallan destinados a ingresar (sufrir su impacto) en la forma de vida
de la “civilización Occidental” en su fase más alta (cuando el objetivo de estas sociedades no
es la ganancia sino el ganar, un pueblo se ubica en la cima de su desarrollo –dixit Marx-; en
efecto, la “excelencia” sólo es una conducta asociada a la “calidad” valorada con el parámetro
de la rentabilidad, o sea, si se califica la destreza práctica humana según un acto de valoración
a posteriori al incremento de la masa de capital, al margen de si su posición concentradora sea
producto de la pragmatización de creencias o si la misma responda únicamente a simples
caprichos) de modo irremediable por sobre el bloqueo al desarrollo técnico impuesto por la
bota imperial a las neocolonias 1140 , como por aquella discusión, que proviene de la oposición
que deviene de la renuencia chaupi humanista forzada por movimientos políticos
neorevisionistas. En ese sentido, todas las llamadas “culturas” parciales: ese modo espacial
específico de organizarse y enfrentar la vida surgido de forma independiente (esas diversas
expresiones formales a través de las que la inteligencia in abstracto, de modo
geográficamente autónomo, ha encontrado su camino; pues, la cuestión antropológica toda se
reduce al reconocimiento de la verdad tautológica –premisa epistemológica-, de que el
denominador común a todos los pueblos, es que éstos cuentan con inteligencia) no son más
que afluentes de la “cultura mundial”, que se aprestan a desembocar en el ramal único de la
historia 1141 : el comunismo cibernetizado, pues, “… a pesar de todos sus crímenes… [el
capitalismo]… ha sido el instrumento inconsciente de la historia al realizar… [la acumulación
necesaria para sustentar la futura vida y, con la técnica, articular a todas las civilizaciones en
una comunidad –ilusoria en principio- única] …” 1142 .
Conforme al hilo conductor de la reflexión, en esta compleja circunstancia, el obrero
queda al margen del proceso de valorización y explotación directos capitalistas, mientras que
el proceso de acumulación se socava a sí mismo (Shaikh). “Las fuerzas productivas y las
relaciones sociales –unas y otras, aspectos diversos del desarrollo del individuo social- se le
aparecen al capital únicamente como medios, y no son para él más que medios para producir
fundándose en su mezquina base. In fact, empero, constituyen las condiciones materiales para
hacerla volar por los aires” (Marx). La Ley del Desarrollo de las Fuerzas Productivas en
operación en el límite que imponen las relaciones de producción capitalistas deriva en la Ley
de la tendencia decreciente en la realización de inventarios: el plustrabajo no puede
convertirse en plusvalor monetario. Frente a este límite temporal (el trabajo asignado se
contrapone a las necesidades sociales), el proceso –la racionalidad del proceso burgués de
reproducción- desemboca en la configuración de rasgos colectivos del carácter (“psicología
social” neoburguesa), inherente a la propensión hacia la colaboración intercapitalista formal:
la “gestión corporativa” para enfrentar el riesgo 1143 . La novel contratendencia dilatoria –la
compresión del mercado de consumo, que ha convertido a la “fuerza de trabajo” en “fuerza de
venta”- pone a los burgueses frente a frente en el G20, les obliga a sentarse en la mesa de
1139 Marx citado por Martín Nicolaus; en: “El Marx desconocido”.
1140 Al estamento imperial, no es posible pintárselo color de rosa, pues, aquí se habla de personas sólo como
personificación de categorías económicas, como portadores de determinadas relaciones e intereses de clase. El
enfoque sobre la historia como un problema histórico-natural, define la imposibilidad de hacer responsable al
individuo de unas relaciones de las cuales socialmente es su producto (Marx: Prólogo a la primera edición
alemana de El Capital).
1141 Kelle y Kovalson. Sociología Marxista.
1142 Marx citado por René Báez; en: “Crítica al paradigma del progreso”.
1143 Se va volviendo “popular” la muy restrictiva acción de las “sociedades secretas del poder mundial”: “…
Bilderberg contribuyó a instaurar el capitalismo que conocemos hoy y a solidarizar entre sí a las principales
elites mundiales del ámbito de los negocios” (Los amos del mundo. El nuevo orden mundial: ¿realidad o
fantasía?).
719

las negociaciones, aguijonea su creatividad –“fuerza de pensamiento”, “fuerza estratégica”,
“fuerza de creatividad e innovación”- (rearticulan y programan hemisféricamente el trabajo
mundial), la cual desemboca en devaneos en torno de la “doctrina social de la empresa”: la
“empresa ciudadana”, el emprendedor solidario que se hace cargo de los problemas de
desarrollo de la sociedad, la estrategia de la “mejora continua”, en los “círculos de calidad”
(en los que, dicho sea de paso, queda atrapado el obrero pos político reaccionario
“moderno”)… 1144 . La principal preocupación de la economía burguesa: la ganancia y no los
seres humanos ahora empieza a revestirse hipócritamente con la apariencia de una ética sobre
el trabajo, la población y la naturaleza; el contrapensamiento “democrático”, en cambio, se
mantiene en la preocupación de demostrar en variables empíricas la explotación, a fin de
escapar de la esfera ética.
La estructura social humana se ve abocada a ser presa de la supremacía ideológica
(hegemonía) de la neoconcepción conceptual de la empresa moderna como “mancomunidad
de intereses”, en la que se ha puesto a un costado la variable real “lucha de clases”: en el
interior de dicha institución sometida a reingeniería completa, ya no se perenniza la estructura
social en cuanto productora y reproductora constante de trabajo y capital (de las clases, de las
relaciones sociales capitalistas) en sentido conservador, reaccionario de la historia, mas bien,
esta “unidad mínima” del sistema de valorización; ahora, mas bien, es necesaria en la
producción del desarrollo, puesto que ésta se rige por los principios ecológicos de
sostenibilidad ambiental, humanistas de responsabilidad social (protección al débil: al trabajo,
con el cual se “llevan bien”) y de factibilidad económica (rentabilidad). Con pena la realidad
ha contrariado las previsiones y la estrategia propuestas por A. Gramsci; en efecto, Gramsci
está de cabeza, pues, la “dirección intelectual y moral del conjunto social ha pasado
totalmente al capital, el cual ha integrado a su Bloque Histórico al trabajador (tradeunionista).
No obstante, en la realidad también este último hecho miente, pues, esta hermanación, esta
derrota política obrera tiene que verse, no como la renuncia voluntaria para dar lugar (en aras)
a la consolidación de una ruptura mayor: la Transición (cruce de épocas) hacia la abstracción
definitiva de la forma “social” de la humanidad.
El empresario particular asume el status de “sujeto converso”; no solamente que tiene
que poner en práctica estrategias competitivas letales frente a sus similares, sino que debe
organizar a la sociedad, a los consumidores, a su “nicho de mercado” (los disciplina, inyecta
el prurito consumista, pese a que con esta última instrucción, esté cavando su propia tumba,
en la medida en que defenestra el sentimiento de propensión al ahorro); su intención se
edulcora, pero también se sincera: el bienestar del consumidor sin esconder el sentido de
persecución de ganancia. En este momento, en el instante en el que el sistema burgués
sobremadura, es cuando la realidad y la conciencia se acoplan (las puras formas ya no
esconden más a la esencia: ésta emerge y se pone a la vista –se registra una especie de
identidad neohegeliana entre el “pensar y el ser”-, se forman las condiciones para que entre a
operar el proceso de formación de la “conciencia autoatribuida” –dixit G. Lucaks: Historia y
conciencia de clase); en efecto, el aspecto individual de la cuestión, que daba la impresión de
ser la determinación real de la existencia (la iniciativa privada, la individualidad, en el
proceso de lucha por la existencia), aparece nítidamente como lo que en verdad es: como una
ficción tan sólo; y, se percibe cómo un ser que piensa enfrentar la vida de modo individual,
debe actuar de acuerdo a cómo la determinación social lo exige, aún en el marco de la
intención de plasmar el sentido particular de la existencia.
La empresa en su interés de mantenerse en escena debía actuar sometida a una doble
determinación social: 1) generar empleo para constituir la “demanda efectiva” (el trabajo,
primero ha sido oferente de su fuerza, para poder demandar, en segunda instancia); y, 2)
producir un bien, que satisfaga las necesidades del consumidor (de algún modo: tanto del
1144
Por su parte, el direccionamiento de la operación de la técnica administrativa en su modalidad competitiva,
ha conducido a la unidad productiva empresarial, partiendo de su organización departamental funcional y
atravesando esquemas divisionales, matriciales, procesales, por equipos, orgánicos y en red, hasta la forma
virtual (el proceder, a su vez, refina sentidos y propuestas: planeación estratégica, gerencia estratégica, calidad
total, logística...). De modo que la gran empresa universal se volatiliza, pierde su status ontológico en la
abstracción formal del capital constante, de los activos fijos; el sistema se torna un plasma gigante, indefinido y
se apresta a empalmar con la corriente de bienes de naturaleza maquinizada. El problema del desempleo y del
subempleo se dispersa en el “desempleo” general, luego de haber tenido lugar el ejercicio de una cruenta red
de refriegas fratricidas. La virtualización de la empresa anuncia de clara manera, que el sistema burgués de
producción y de vida, opera en su momento de conclusión.
720

consumidor final como del intermedio: sectores I y II de la economía). El trabajador debe
satisfacer la necesidad de la entidad ubicada en el polo opuesto, o sea, el interés económico
del burgués; éste, en cambio, no puede rehusarse a atender las necesidades del trabajo (cubrir
el mínimo histórico para la reproducción de clase) y de los consumidores (pese a que las
inquisiciones en torno a qué y cuánto producir, no se basen en el presupuesto de las
necesidades humanas, sino tan sólo en el interés empresarial y en el cálculo a priori de la tasa
de ganancia). En el sentido expuesto, la reproducción de la existencia, de ningún modo asume
carácter individual merced a la especialización del proceso de producción neoburgués; no
obstante, hay que advertir el hecho de que la programación segmentada y coordinada del
trabajo cibernético, constituye el supuesto de la verdadera individualidad de la persona.
Cuando este proceso se vuelve multilateral y abstracto, la sociedad opera en el instante en el
que se han creado las condiciones ontológico-sociales, para que entre a operar la Ley póstuma
capitalista, de su salida definitiva, encarrilada en la acción de las luchas disgregadas en el
planeta, coordinadas y racionalizadas “desde la tumba por Marx y Engels”, por el marxismoleninismo
de los nuevos tiempos.
La crisis en configuración, en el capitalismo actual: crisis de sistema y crisis de
modelo (“crisis de civilización” suele decirse; o sea, no solo de la civilización del trabajo, del
“valor de cambio”, del paradigma del progreso –del desarrollo de las fuerzas productivas-, de
la ciencia y de la técnica en particular, del pensamiento positivista, sino también de las
nociones liberales y del modo de vida en coherencia; lo cual quiere decir, más bien, crisis
“cultural” –creencias, idiosincrasia-, no civilizatoria), por tanto, deviene del movimiento de la
contradicción entre la producción cada vez más cibernetizada que tiene lugar en un régimen
de propiedad privada de las condiciones de esa producción, la cual es capaz –hoy- de atender
todas las necesidades que experimenta la población mundial (estudios de organismos
internacionales sostienen, que se necesitan alrededor de diez mil millones de dólares para
erradicar el hambre en el mundo; pero los gringos insolentes tienen un presupuesto que se
acerca al billón de dólares anuales para guerrear 1145 ), frente a gente sin propiedad, sin trabajo
(sin ingresos; el sistema –en la coyuntura- impide el trabajo por dos vías: no genera
empleo en el aparato económico oficial –privado-estatal- y con el control monopólico del
mercado bloquea la creación y el éxito de nuevas empresas –del cuentapropismo-, mientras
lleva a la quiebra a las existentes) y con necesidades de sobrevivencia: las relaciones
capitalistas se convierten cada vez más en directo (inveterado) obstáculo para su reproducción
cuanto de la vida misma –de la sobrevivencia del capital, de la especie y de las condiciones
materiales de la existencia: la naturaleza- (hoy esto es verdad, pues, el sistema no genera
empleo y concentra para sí monopólicamente –y la regula-, la condición de la solución
moderna a los problemas: la técnica). Y, esta regularidad se desprende de la contradicción
entre “la necesidad de elevar la productividad del trabajo y la necesidad de mantener la tasa
de ganancia” (Jean Lojkine) 1146 .
En efecto, por un instante se advierte la vigencia pronunciada de la paradoja de las
sociedades clasistas (capitalista y en su última fase): la existencia suficiente de "bienes y
servicios" de procedencia productiva cibernética necesarios para la reproducción de la vida y
la correlativa imposibilidad de acceder a ellos, puesto que estos "satisfactores" son objeto de
apropiación privada y en virtud de que para la gran mayoría de la población del planeta no se
presenta la posibilidad de hacerse con un puesto de trabajo en el proceso del capital, como
tampoco puede ingresar en el proceso de reproducción simple por carecer de capital. De
manera demagógica el staff de pensadores maquiavélico y de predicadores fatuos (expertos,
estudiosos, voces autorizadas, consejeros, motivadores, gente de éxito en los negocios y
demás mala hierbas -dixit Diego Delgado) intentan aplacar la angustia procedente de la
penuria, de la derrota, de la extensa mayoría de población del planeta, promoviendo el
supuesto de que en la actualidad ya no se necesita disponer de capital para ponerse una
1145
En la televisión se ve cómo se han accidentado aviones de guerra (F 16, Caza furtivos), helicópteros, etc., lo
cual representan alrededor de las dos decenas de miles de millones de dólares estadounidenses tirados a la
basura; estos valores constituyen el presupuesto anual de varios países neocoloniales o que muy bien pueden
remediar el hambre en Haití o de países del Africa subsahariana (gringos malditos: ¡qué muerte tendrán!).
1146
Las relaciones de producción capitalistas no han sido obstáculo para el desarrollo de las fuerzas
productivas, más bien lo han impulsado colosalmente; pero este desarrollo, procurado por necesidad del
sistema, progresivamente ha sido una de las fuentes de autodestrucción sistémica. En estricto sentido, no es que
el capitalismo ha entrado en crisis; por lo contrario, las dificultades que experimenta expresan el hecho de que
dicha forma humana ha cumplido su papel histórico y debe salir –lo está haciendo- de la historia.
721

empresa (negocio), que el déficit o la carencia absoluta de capital (y de cualquier otro factor)
se supera con la asociación de emprendedores audaces y creativos (esta es una reflexión que
traslada el “lamarkismo” –la “teoría” de la “generación espontánea”- o la creencia de que la
“energía” se convierte en masa, a la esfera del pensamiento económico); en último caso, que
una persona puede fácilmente vivir de la conversión en mercancía del diseño técnico de ideas
innovadoras (Redi habría impugnado también esta última sugestión).
Mientras tanto, con la llamada “tercerización” y su práctica, el mundo se ve envuelto
por la presencia de una forma parcial, tendencialmente dominante, de esclavización moderna,
pues, unas empresas en extremo parasitarias se dedican a realizar negocios con el ser humano:
compran “fuerza de trabajo”, pero no la “consumen” empresarialmente, sino que vuelven a
vender dicha “fuerza” tal si se tratase de una simple mercancía, pero el hecho no resulta ser
tal, pues, ésta mercancía es especial: es productora de plusvalía (se asiste al predomino del
ciclo comercial del capital en el mercado del trabajo: D-M-D´ -el obrero tercerizado debe
generar doble “ración” de plusvalía: para el burgués que consume su fuerza de trabajo en la
producción de un bien o un servicio, y la parte alícuota que se lleva el “capitalista
esclavizador”; en este último caso: el capitalista gana lo que el obrero pierde, a la típica
manera mercantilista-; empero, en la relación no existe dinero previamente desembolsado por
parte del empresario especulador, puesto que el trabajador tercerizado, a más de haber perdido
todos los beneficios de ley, genera valor para un empresario que no invierte en medios de
producción, tanto como para el empresario inversor, que se hace con el excedente de su
trabajo: los dos se reparten la plusvalía, el trabajo ha ingresado en una nueva etapa de
esclavización).
Ahora bien, la cuestión humana de entre siglos, no puede ser caracterizada
propiamente como “crisis de civilización” ni “civilizatoria” (como comúnmente se da en
llamar a la coyuntura, con exceso de histrionismo en la declaración), lo cual implicaría
sostener –por otra parte-, que se trata de crisis de la humanidad; y, esta última afirmación es,
obviamente, un contrasentido, pues, la especie no entra en crisis, sino que ésta evoluciona
regularmente de sus estados inmaduros hacia la concretización de la conciencia. Puede
sostenerse, que se trata de un momento de crisis sistémica general de “civilización”, pero
como hecho interno a la determinación material de todas las esferas de la reproducción de la
existencia –puesto el enfoque, en términos economicistas “chatos”. Sistémica, en la medida en
que abarca a todas las esferas del ciclo de reproducción material de la humanidad (proceso
mediatizado por la necesidad de valorización, es obvio): debacle del subsistema financierobancario,
del capital productivo (industrial, agrario, inmobiliario), comercial y científicotécnico
(“… los acelerados procesos de sustitución tecnológica;...”); crisis en la esfera de la
reproducción individual y colectiva (consumo) y en la de la distribución (regresiva) del
producto. Y, crisis general, en virtud de que la misma abarca a la contextura completa de la
humanidad y del planeta 1147 . Es obvio, que esta crisis fundamental se expresa en el plano de
las instituciones (en la región política y de las normas: la superestructura) y en las ideas (en
las formas de conciencia social, o sea, en los llamados paradigmas); la humanidad se
encuentra frente a frente, por tanto, con dificultades estructurales y globales, que una forma
histórica de producción experimenta e irradia, en tanto base de sustento de la vida in
abstracto. En efecto, la formación social capitalista es un cuasi sistema mundial (economíamundo,
capitalismo-mundo, sistema-mundo –I. Wallerstein): una forma de reproducción
acumulativa global, total, absoluta; en su forma red, en la que los nodos de mayor
envergadura (los centros financieros) determinan la corriente y dirección de los flujos de
relocalización del valor (reconversión programada de plusvalía en capital) y de impacto de la
crisis, no deja intocado punto alguno en el planeta; el desmoronamiento integral, en
consecuencia, se distribuye de forma progresiva entre sus parnerts, a la manera de “efecto
dominó”.
1147
“Los valores bursátiles de las empresas financieras, bancos de inversión, bancos comerciales,
constructoras, eléctricas, telecomunicaciones, aeronáuticas, automoción... del conjunto de la economía, se han
construido sobre una montaña de créditos que ahora son impagables. El parón de la economía productiva, el
descenso en las ventas, el crecimiento del desempleo y de la morosidad y, por supuesto, el crack financiero, han
puesto punto y final a la fiesta… las montañas de deudas bancarias y empresariales acumuladas en estos años
de orgía especulativa son muy difíciles de recuperar en un momento en que la economía real, productiva, se
desplaza con fuerza hacia la recesión” (Análisis marxista de la crisis mundial del capitalismo. Humanoide Z;
abril de 2009). En el 2011 la tormenta no ha amainado: crisis irlandesa, griega; recesión japonesa, china y
brasileña, tenue recuperación estadounidense con desempleo.
722

En palabras de G. Arrighi:
… en la historia del capitalismo mundial desde sus más tempranos comienzos en la
Europa medieval tardía hasta el presente, los períodos caracterizados por una
expansión rápida y estable de la producción y el comercio mundial invariablemente
terminan en una crisis de sobreacumulación que hace entrar en un período de mayor
competencia, expansión financiera, y el consiguiente fin de las estructuras orgánicas
sobre las que se había basado la anterior expansión del comercio y la producción
(Arrighi, 1994).
Esta antinomia (la expuesta en párrafo anterior a los inmediatos) se agudiza
crecientemente en los países de “mayor desarrollo técnico-económico”, a medida que se
suprimen los puestos de trabajo físico (obrero) y de que dicha “modernización” alcanza
incluso al trabajo improductivo intelectual-burocrático (a los empleados de alta calificación en
la esfera administrativa o intelectual). ¿En qué se emplea y cómo subsiste el grueso de la
PEA? La respuesta fácil (contratendencia dilatoria) –la cual propende reprimir la
contradicción- está orientada a formar una sociedad de emprendedores (el nuevo “modelo
democrático de negocios” constituye una salida coyuntural insistentemente propuesta para
procesar la crisis de sobrevivencia de las neocolonias, mediante la política de
desconcentración reproductiva), y el portafolio de proyectos, la “vida wired” y el
“crecimiento cero” es la oferta planteada con similar objeto para las metrópolis (“El capital es
la contradicción en proceso,… Por un lado despierta a la vida todos los poderes de la ciencia y
de la naturaleza, así como de la cooperación social y del intercambio social, para hacer que la
creación de la riqueza sea –relativamente- independiente del tiempo de trabajo empleado en
ella” –C. Marx citado por Martín Nicolaus, en: El Marx desconocido”). No obstante, esta vez,
la tendencia se impone y las luchas políticas tienen por misión bloquear la acción de las
contratendencias dilatorias (o sea, de la capacidad “racional” del sistema, para adaptarse a
nuevas circunstancias: la operación coaligada y/o coincidente, de las principales
multinacionales, de los organismos multilaterales y de los Estados de la neotriada
-tetrada).
En el proceso de identificación, evaluación y selección de disyuntivas de apertura de
posibilidades de sobrevivencia, la fuerza de trabajo se desplaza de la periferia a la metrópoli
(el trabajo rompe la fuente “contenedora de población”: desborda los límites estatales de
destino, se transnacionaliza en las huidas migratorias; obviamente, no sin resistencia sectaria,
racista, represora de ese flujo por parte de las metrópolis “desarrolladas” cuando la migración
rebase el quantum indispensable para atender oportunísticamente requerimientos y se
convierta en factor de incremento del paro, de secuelas sociales), reemplaza a la población
económicamente activa en el centro, en la medida en que aquella se vende por debajo de su
valor (ciertas empresas aplican estrategias de “dumping social” de carácter informal, esa es
una “ventaja competitiva” intrasectorial). De manera que, de similar modo como fuerzas al
interior al sistema burgués de reproducción reducen su eficacia (frenan la acumulación, puesto
que reducen la tasa media de ganancia debido al ejercicio de prácticas de incremento de la
composición orgánica del capital, a la elevación de la productividad del trabajo y de su
explotación), fuerzas internas, socavan los cimientos del imperio de modo paulatino (los
emigrantes renuevan la población –se estima que en las próximas dos décadas, la suma de
hispanos, africanos, asiáticos, va a ser la mayoría en EU-, se toman la dirección de
instituciones, cambian usos y costumbres, receptan la crisis: se organizan, protestan,
participan en la configuración de la historia).
La particularidad de éste con respecto a los cambios anteriores en la historia (del acto
estamental/clasista de resolución política de la contradicción), por ejemplo: con las
revoluciones liberales, radica en que las revoluciones proletarias y aquellas que tengan lugar a
futuro, ocurren y se producirán por vía enteramente racional (dialogal, consensual y de
“preferencia”: incruenta); todas estas transformaciones poseen la impronta de la conciencia en
ellas, verbi gracia: con Lenin y la doctrina marxista como guía (estructuras y motivaciones de
los individuos –de las clases- se correlacionan en distinto grado en la historia –el peso de las
estructuras es mayor mientras menos desarrolladas se hallan las fuerzas productivas y la
conciencia; en tanto que la voluntad se va imponiendo sobre los hechos, siempre en sujeción
consciente a las leyes del mundo: “límites, que presentan los procesos plasmados, a las
acciones de los sujetos”). Por supuesto, Marx formuló la existencia de dos vías de superación
723

del sistema de mercado moderno: la de orden revolucionaria, en la que el conocimiento de los
hechos proporcione márgenes de maniobrabilidad a la actuación política de la clase
ascendente, para que ésta intervenga con conciencia de la necesidad histórica sobre ella, de
modo que se torne práctica la posibilidad de forjar un mundo racional (superación del simple
deseo, de la utopía) en el que sea posible planificar su movimiento ulterior (las circunstancias
hacen al ser humano, como éste hace a aquellas –Marx: Carta a Pannekoek-; este “hacer
humano”, se debe a la presencia de la conciencia generada históricamente en el trabajo en
sociedad, en el desarrollo de la ciencia y de la técnica). En segundo término –tal como se
anotó más arriba-, “…no se descarta en su pensamiento que el proceso humano avance de
modo espontáneo hacia la esfera más alta de relaciones sociales mediante el desarrollo de las
fuerzas productivas”.
En la continuidad necesaria del objeto de reflexión atrás abierto, debe enfatizarse, que
Marx jamás consideró que la economía capitalista se iba a derrumbar sola en el corto plazo
histórico como efecto de las contradicciones abiertas por el desarrollo de las fuerzas
productivas (dixit Diego Guerrero); por el contrario, sus esquemas de reproducción
demostraron la posibilidad de su prolongada vida (la frontera de este sistema debía ocurrir en
su vejez: cuando haya cumplido su papel histórico –o sea, una vez que esta fase humana haya
dado todo lo de sí en la producción de las condiciones materiales del mundo nuevo- e
ingresado en el momento de crisis sin retorno, en el que debía obrar el obrero político
perurgido por los síntomas del desempleo, el descenso del poder adquisitivo, la “insalubridad”
–carencia de satisfactores para el consumo o reproducción colectivos-, y la racionalidad). Las
acciones revolucionarias del proletariado y su presencia en el poder han devenido, en
consecuencia: en el “acelerador” de ese desarrollo impulsándolo violentamente hacia su
desenlace potencial (hacia la “cibernetización” de la vida), en el que la llamada pluralidad de
acciones revolucionarias de múltiples sujetos tiene por objeto simplemente completar esa
obra, mientras el capitalismo “recoge sus pasos” (en verdad, históricamente la forma burguesa
de producción “vive” tan sólo el instante fugaz en el que tiene lugar el traslado del “occiso”
hasta el sitio de su descanso final; el cortejo fúnebre lo componen los capitostes de la
Dirección Contingencial y sus enterradores vienen siendo los “movimientos sociales” 1148 ).
En realidad, el descenso de la tasa de ganancia obliga al capital a arremeter contra el
salario (reducción del salario real –inflación, devaluación-, compresión de la nómina,
incremento de la taza de rotación, eliminación de los beneficios de ley, endeudamiento y
aumento del monto de su servicio –anatocismo-, intercambio desigual, acumulación por
desposesión, marcas y patentes, maquiladoras, trabajo por horas, evasión tributaria, asalto a
los fondos públicos –salvatajes empresariales y bancarios-; éstas, dicho sea al pasar, algunas
de las contratendencias que estructuran el sistema de defensa del capital); el trabajo se
depaupera (depauperización relativa y absoluta), se organiza y se enfrenta la capital. Este
último puede reproducirse por siempre sea recurriendo a sus fuentes internas (Lenin) o al
precapitalismo (Luxemburgo) si en la lucha puede logra supeditar al proletariado, llevar a la
tumba a fracciones enteras de la población (destrucción de fuerzas productivas, acción
necesaria para iniciar un nuevo ciclo); ahora bien, en la lucha el capital parece haber ganado
(el socialismo ha caído y el proletariado se ha tradeunionalizado), no obstante, la inmolación
proletaria (lucha de clases) ha provocado el desarrollo de las fuerzas productivas, la
mecanización, el progreso científico-técnico (lucha en la fábrica, lucha a nivel del país, lucha
contra el socialismo, lucha contra el socialimperialismo, lucha contra la población
empobrecida mundial –incremento de la productividad y reducción de costos), ese cambio en
el “modo” de producción prescinde cada vez más del trabajo vivo y el capital se queda solo en
la historia, como consecuencia: ya no puede valorizarse, porque el valor procede del trabajo
vivo (O. K.).
Estas rutas, en su concreción –por tanto-, se han influenciado recíprocamente, en
función de la condicionalidad coyuntural. La inteligencia: la capacidad máxima de expansión
de la especie humana (como toda especie) al no encontrar límites naturales para ella tal como
sí ocurre con otras especies (topes que operan en el marco de los ciclos intrínsecos de
1148
Capitalismo: sistema agónico o muerto; tanto la una como la otra situaciones son el producto de la
Revolución de Octubre, de la experiencia socialista y postsocialista, de las luchas populares y del proceso
progresivo de automatización; esta subfase (la actual de transición), por su parte, va a durar unos 30 años en la
zona de capitalismo central y unos 50 en la periferia, una vez concreto y antes de volverse abstracto para la
especie, para el planeta, para la humanidad.
724

equilibrio), adquieren relevancia mayúscula al ingresar el género en las relaciones
concurrenciales burguesas. A medida que cambia la base material de reproducción de la
existencia, se modifican las relaciones institucionales de su organización: de aquellas
prácticas sociales, que las procesan y las sostienen de modo racional. Cada etapa clasista de
desarrollo detenta su forma superestructural propia, aunque la misma sea reestructurada de
modo coyuntural en coherencia con las necesidades históricas que determinan su evolución
inmanente. La etapa de acumulación originaria, tuvo como forma suya de organización a la
pura y simple coerción; la ocasión fue propicia para poner en operación mecanismos parciales
de formación del capital, puesto que los estrechos márgenes del desarrollo técnico
determinaban esta segmentación y territorialización; en la etapa concurrencial y en la
monopólica, la ubicación a medias de los procesos de acumulación es el presupuesto en el
proceso evolutivo hacia la acumulación a escala mundial dado como subnivel de legitimación
de naturaleza fundamentalmente ideológica (producción, comercio, Derecho y relaciones
políticas internacionales; o sea, modelo de acumulación global: plusvalía, explotación,
dominación, globales) 1149 .
En el pensamiento gramsciano, el hecho se recoge en la categoría de “nuevas
determinaciones del Estado”: las “trincheras de la sociedad civil”, poniéndose en primer lugar
su derivación: la política. Los neofrankfurtianos, en cambio, cavilan en la perspectiva del
sentido que traen las nociones “capitalismo tardío”, “gestión”, “post-industrial” o
“neocapitalismo”, momento en el que el mercado autónomo ha sido penetrado por la
regulación estatal en sentido sistémicamente sustentante, mientras que los beneficios los
recepta el mercado y las pérdidas las asume el Estado; piensan a la realidad sociopolítica
como hecho que ha podido capear la crisis, en virtud al éxito habido en las maniobras de
“´desubordinación´ sistémica” y “desplazamiento de la crisis” (planteamiento que, en esencia,
dicho sea de paso, es falso, por cuanto mercado y Estado no son entes humanos; en todo
análisis abstracto, como en el citado –tozudo en corrientes de pensamiento voluntaristas
subjetivistas en boga, los que ganan terreno en el presente como un nuevo extravío retórico de
la mente- se deja de lado a los sujetos del proceso: a las clases; como tampoco es susceptible
conceptualmente relacionar economía con sociedad, es decir, entre una actividad y el actor,
por encima de la estructura de éstos). Pero, al final, también la superestructura deviene en
instrumento en el designio del cambio, tan pronto este aparataje pasa a manos de una
población, que ha elevado históricamente su conciencia, la cual se dispone a asumir una
actuación de carácter consensual. En este punto, la ciencia producida en el seno del
proletariado: por sus representantes teóricos, empieza por dejar su carácter “revolucionario” e
inicia su conversión en “doctrinaria” (metafísica, filosófica), en coherencia con la misión, que
en la nueva etapa debe entrar a cumplir la especie.
Visto bien el hecho, el modo de producción capitalista se transforma en un supuesto si
carece de su estructura cuanto del fundamento de su dinamia: las clases y la lucha de clases
(es el momento en que se advierte, que la “sociedad” se halla ingresando en la fase de
concretización robotizada de las fuerzas productivas), o sea, si opera al margen de la acción
natural y socialmente reprocesada de la regularidad del desarrollo desigual. Las
contradicciones intermonopólicas de la época –es pertinente anotarlo- han desplazado a las de
orden “nacional”; los putsh interimperialistas por el reparto del mundo –por la apropiación
manu militari de recursos estratégicos- y por la disputa del excedente mundial (aunque
procedan en el marco de la “negociación” y de la “centralización” en sociedades estratégicas),
jamás pueden voltear al mundo a conducirse como imperio. De conformidad como se ha
1149
Las “relaciones políticas internacionales”, como hecho empíricamente dado –dicho sea de paso-, en estricto
sentido, el proceso de intercomunicación desigual y conflictivo entre fracciones de clase en el interior del
“sistema-mundo” capitalista organizado fraccionariamente como conjunto de Estados soberanos (sistema de
reproducción y de acumulación parcial del capital: la política interna organiza el conjunto de condiciones
sociales que le son favorables), constituyen el resultado de su evolución: de la evolución de las condiciones
materiales de reproducción de la vida, del orden que está destinado, como todo proceso, a desarrollarse. La
clase dominante, fragmentada de modo político-territorialmente, se relaciona entre sí (compite, busca la
supremacía a su interior) poniendo al frente al Estado (de este modo fetichiza el proceso: relaciones políticas
–estatales- internacionales). En la globalización: ¿cómo reaccionan las fracciones territoriales de la clase
dominante en el proceso de su reproducción? A través de acuerdos tensivos parasistémicos, que dan al mundo
una apariencia unipolar cuasi imperial (el capital sectorialmente fragmentado, organiza el mundo como esfera
de conjunto para su reproducción: hegemonía en su propio polo; coerción, cohesión, desorganización de la
subversión).
725

sostenido en texto precedente: los imperios son cosa del pasado -tal como históricamente
puede evidenciarse-, de las formas sociales precapitalistas, estamentales, en que las
comunidades escindidas interiormente se imponían sobre otras, según el simplificado
desarrollo desigual de los procesos; en la sociedad: en la moderna comunidad humana
contradictoria, de complejo y móvil realineamiento de la hegemonía de las fracciones y de las
sociedades capitalistas en la estructura del “bloque histórico mundial” en formación, la última
fase antinómica es el imperialismo (fase concreta de acumulación y de dominación
planetarias, según Lenin; Shaikh, no suscribe del todo esta tesis, sostiene, por su parte, que
con monopolio o sin él, el capitalismo –en el comercio internacional- no nivela a los pueblos,
como lo sostenía Ricardo, sino que los destroza –Anwar Shaikh: Valor, acumulación y
crisis) 1150 .
Este movimiento ascensional (extensivo como intensivo) del proceso de valorización
deviene en hemisférico y multilateralmente social; su operación demanda de la formación de
un ente conductor abstracto: “autoridad colectiva de la clase gobernante mundial” que implica
la creación de instituciones supranacionales y de procesos de transnacionalización estatal, con
las cuales se ejerce el predominio de las relaciones burguesas de producción en declive, en un
escenario plenamente articulado de relaciones capitalistas, precapitalista y poscapitalistas (en
las que los neocapitalistas son, más bien, “fideicomisarios”, según Drucker). En la etapa en la
que el sistema finaliza, la “producción se descentra y se centralizan los comandos de control
de la economía global”. La coyuntura social planetaria deviene, de este modo, en escenario de
ejercicio de la dominación y del gobierno transnacionalizados, mundializados, en que se
ejerce el poder de clase del nuevo “bloque histórico” mundial, en el sistema de prácticas a
cargo de instituciones supranacionales. Es, en substancia, el efecto de negación y superación
–su reafirmación y/o elevación hacia el nivel superior- del Estado-nación: de sus funciones
propias de las etapas anteriores y su conjugación con el trabajo de “los foros internacionales”
(de la emergencia del seno de las relaciones que se sustentan en estos aparatos transformados
e integrados de la nueva superestructura, de la formación del sistema de coerción y
legitimación planetario: dixit William Robinson).
El acto final del drama más fecundo en la producción del género (denomínase a esta
subetapa: coyuntura “neoimperialista”, epílogo y a su vez: preludio, en el continuum
humano), trátase, pues, de la articulación paradójica que consubstancia la ley que media el
proceso de “concretización” y la inmanente al “cierre del sistema”. A medida que el
capitalismo se desarrolla, la producción potencial se desfasa frente al consumo (naturalmente,
se habla de la fase degenerativa gaussiana del ciclo de vida del capitalismo 1151 ); a mayor
productividad menor costo de producción por efecto de economías de escala y,
consiguientemente: precio más bajo; a salario monetario constante, el descenso de los precios
hace elevar el salario real; este razonamiento coincide con la realidad en condiciones de
competencia perfecta, pero la competencia queda suprimida con el monopolio, éste clausura
el descenso de los precios aún con bajos costos de producción; los salarios se retrasan frente a
la productividad, hecho que explica la disconformidad entre producción potencial y consumo
(El intercambio desigual. Cuadernos de Pasado y Presente; Córdoba, 1972). En un momento
dado de su movimiento, el capital se hace mundial; este desplazamiento provoca la ruptura de
las fronteras nacionales; las fuerzas centrífugas constituyen la reducción endógena de esferas
de inversión y la apreciación del salario real, tasa media de ganancia exógena incremental, y
presencia en ultramar de recursos abundantes y de precio exiguo. Si el proceso de
1150
No obstante, aquí A. Shaikh trastabillea: Lenin, al plantear al monopolio como eje de sus reflexiones,
actuaba como político (práctico): ponía teóricamente la premisa necesaria para la crítica abstracta del sistema
en la coyuntura capitalista como concreto y para la praxis revolucionaria. Ahora bien, si las neocolonias se
hallan vivas, es porque su clase dominante interna ha aplicado cierto grado de proteccionismo (retroacción de
la “ecualización de la tasa de ganancia”, de la tensión centro/periferia en el intercambio desigual, según E.
Wallerstein) aprovechando determinadas coyunturas geopolíticas externas, esto es, han renunciado a las
prácticas de gestión económica inspiradas en el enfoque neoclásico de política económica.
1151
“La última etapa del capitalismo fue anticipada ya por Marx en el mencionado capítulo XXIV de ´El
Capital´, cuando explicó las tres dimensiones que eran propias del ciclo histórico del capital: la de la
acumulación primitiva, cuando al expropiar al productor precapitalista crea las premisas de su propia
producción; la segunda fase, cuando procede con sus propios métodos a confiscar el valor producido por la clase
obrera que ha creado; la tercera, cuando esta confiscación se extiende al propio capital, revela su límite histórico
y plantea que el desarrollo de las fuerzas productivas se hace incompatible con las relaciones de producción
capitalistas” (Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre
del 2006).
726

valorización doméstico se detiene –reduce-, la evasión del capital se convierte en la salida
(Lenin-Bujarin). En suma: es el descenso de la tasa de ganancia y la reducción en la escala de
la acumulación, aquello que lleva al capitalismo a abrirse al mundo, obviamente en el hecho
poco tiene que ver el factor: “brecha de demanda” 1152 .
En el “centro” se producen procesos de sobreacumulación resultantes –a la vez- de la
transferencia regional de excedentes institucionalmente mediados; aspecto este último, que
reprocesa el movimiento objetivo del valor: intercambio asimétrico internacional en precios,
que se expresan en distintas remuneraciones de la fuerza de trabajo; estos excedentes de
ahorro no pueden ingresar en un nuevo ciclo agrandando el proceso mediante la reconversión
de plusvalía en capital, por lo que, ante la imposibilidad de incrementar el ingreso del trabajo
por sobre su productividad, “excesos de ahorro se queman inflando las actividades
burocrática-estatales, terciarias, de los juegos de azar, monetarias y bélicas” (“importante
apropiación de plusvalía que no continuaba la acumulación”). Dicho sea de paso, el
subconsumo, la sobreproducción, la desproporcionalidad del desarrollo, en el modelo,
aparecen como las variables independientes del proceso y, en suma: de la generación de la
crisis del sistema. No obstante, brecha de salarios, “excedentes” de inventarios y deficitario
nivel de cubrimiento de necesidades, constituyen efectos: el capital, a medida que se valoriza,
hace descender la tasa de ganancia para sostener márgenes de utilidad siempre a la alza en
condiciones de aguda competencia intermonopólica y, como efecto: desata los poderes de la
técnica y reduce costos, al precio de desplazar trabajo vivo. La variable endógena constituye,
por tanto, la operación de la ley marxista que rige el proceso: la tendencia decreciente de la
tasa de ganancia (“…desgaste del capital constante fijo…”), como mecanismo inmanente de
autoanulación estructural del sistema 1153 .
Pero el capital, en el lugar en el que “hace pie”, reproduce unas condiciones (de modo
particular: de descapitalización) a imagen y semejanza del centro: en el sitio de su locación, se
hacen presentes fuerzas esta vez de orden centrípetas, convirtiendo a las zonas promisorias tan
sólo en un espejismo: mercados sin capacidad de demanda, retraso técnico, mano de obra no
calificada, pérdida de valor de ciertas materias primas frente a sucedáneas tecnológicas
(micronización, desmaterialización productiva, miniaturización 1154 ), emergencia de
condiciones políticas adversas a la inversión (riesgo país; crisis orgánica del sistema de
dominación burgués), o sea, los típicos factores que caracterizan la ausencia de
“competitividad”, que socava la tasa de valorización y que llevan al capital a volver sobre sus
pasos (“el sistema burgués ´implosiona´”: dixit H. Dietrich). El capital se retrotrae en su
esfera real (se autoenclava: ejecuta la estrategia de “comercio intrafirma” –intra bloques- de
materias primas, de productos, de capitales, de ciencia, de tecnología, se agazapa y prepara su
último ardid: la reingeniería global). En efecto, la forma de reproducción burguesa de la vida
es un mar sistémico de crisis económicas, las que devienen en crisis políticas, o sea, lucha de
clases, la cual aún se realiza mediatizada en forma nacional; el mando mundial va en auxilio
de la empresas dolientes imponiendo tratados de comercio bilateral, “recomienda” medidas
devaluatorias, de endeudamiento, aprecia las tasas de interés de créditos externos, toma
abusivamente recursos estratégicos, impone su ley: la guerra.
En la vertiente expositiva, siempre de naturaleza histórico-descriptiva, alcanzada la
década de los 70 del siglo pasado, el proceso de acumulación policéntrico arriba a su punto
máximo: el sistema ha devenido integrado por mecanismos parciales denominados nacionales
1152
En efecto, la política imperialista es un típico búmeran. La competencia (crecer, renovarse para no
sucumbir), que hace que los capitales (en este caso: productivos de la ultramontana industria), que no es que
han perdido opciones de reproducción endógena, salten la barrera nacional de los límites territoriales de EU en
búsqueda de más altos retornos, se colocan en zonas con ventajas comparativas locacionales, que desinvierten y
desindutrializan a este imperio, sin advertirlo (parecería que por codicia), EU se está convirtiendo en una
“banana republic”, en un “Estado fallido”, en una economía de “falsa industria”: país tercermundista con
armas atómicas.
1153
“El régimen de producción capitalista cae aquí en una nueva contradicción. Su misión histórica consiste en
desplegar la capacidad productiva del trabajo humano en una progresión geométrica implacable. Pero
traiciona esta misión histórica cuando él mismo se interfiere como un obstáculo, como ocurre aquí, ante el
desarrollo de la productividad. Con ello sólo demuestra una cosa: que este régimen de producción va
caducando con el tiempo y tendiendo a desaparecer” (Marx: III tomo de El Capital).
1154
La socialización no está en la grandeza, sino, a la inversa, en la pequeñez de la tecnología (Kurz, Robert.
Antieconomía y antipolítico: sobre la reformulación de la emancipación social después del fin del "marxismo";
primera parte, Alemania, 1997).
727

de producción de plusvalía y de acumulación 1155 ; en cohabitación con el proceso principal
subrepticiamente ha operado el supranacional, esquema dado en el ejercicio de tres
mecanismos cuasi vertebrados de intervinculación republicanos: el comercio internacional, la
deuda externa (anastomosis) y las inversiones directas (éstos dos últimos mecanismos,
integran los principales procesos de exportación del capital; en efecto, con la exportación de
capitales, éste rompe las barreras nacionales, cuando en el centro se sobreacumula y desciende
la tasa de ganancia; no obstante, la inversión imperial en los países del área equívocamente
denominada “subdesarrollada”, se hace con la mente en la ganancia, lo cual supone poner a
“trabajar” al capital –explotar a la mano de obra neocolonial, transformarla en demanda y
aprovechar materias primas- para valorizarlo, pues, dicha decisión es tomada sin pensar en el
consumo “tercermundista” e incluso en el del propio “primer mundo”, esto es, al margen de la
noción en torno de que el “nivel de consumo regula la producción”) 1156 . Luego de la fecha
citada, la segmentación y articulación del proceso de producción a nivel global, conduce a la
ruptura de los reglamentos nacionales, de los obstáculos geopolíticos a la libre actuación del
capital, de su traslado flexible y de la imposición de sus condiciones endógenas al trabajo,
fuera donde fuera. En una palabra: el sistema global se encuentra perurgido de disponer para
sí de una organización institucional de mando mundial en coherencia; esta concretización de
la explotación y del poder es, no obstante, tan sólo otro espejismo, pues, comienza un alejarse
del capital de la escena de los vivos, en virtud de que su institucionalidad cambia de cualidad:
del gobierno hacia la coordinación.
El capitalismo –en consecuencia- constituye el modo de producción encargado de
convertir a la humanidad en una sola (concretización del proceso histórico) 1157 ; ninguna
forma social anterior se ha hallado dotada de este atributo: ni el esclavismo ni el feudalismo
(en realidad, estas formas precapitalistas constituyeron tejidos de relaciones sociales
autárquicas, predominantemente enclavantes; por ejemplo, en la China feudal, luego de la
dinastía Min al “país” se lo cerró coercitivamente al mundo, cuando el nuevo emperador
mandó a quemar las embarcaciones) como tampoco lo tienen ciertos rezagos comunitaristas
andinos o asiáticos debido a los límites estructurales de expansión de que son portadores,
pues, el capitalismo es la fase que concretiza a la humanidad en el plano unilateral de su
progreso material 1158 . Capitalismo, que con ese propósito de modo inconsciente se ha volcado
una vez más sobre la sociedad ex soviética, esto es, sobre aquella zona social de socialismo
bastardo o capitalismo bastardo, en tanto la cosa no varía mucho; capitalismo, que para
cumplir, entre una de sus funciones: la de homologar, indistinguir, homogenizar y articular en
un solo cuerpo a los diversos conglomerados humanos planetarios (articular también al
socialismo al proceso general de la historia), ha debido recurrir al auxilio de la historia para
absorber a Oriente y concretizar su aporte objetivamente necesario en la ciencia y en la
técnica. La cooperación en la “Estación Espacial Internacional” ruso-estadounidense,
demuestra, que hace rato la contradicción “socialismo”-capitalismo había cesado; rusos y
yanquis como buenos capitalistas se dan la mano; pero si dicha cuestión ha sido un problema
1155 El capital sobreacumulado, recluido al ámbito “nacional”, demandaba de un ámbito social y espacial
mayor y, sobre todo, de flexibilidad, para continuar con su proceso; el sistema de patrón oro, de cambio fijo y
de regulación estatal, bloqueaba la exportación del capital; el capital rompe esas barreras y se
transnacionaliza, a través de su fracción hegemónica: el capital financiero (su “volatibilidad” le otorga
elasticidad de traslado).
1156 Brasil, India, China (países que no han firmado TLC) son quienes más inversión externa contabilizan, han
desarrollado el mercado interno (lo cual no ha pasado, por ejemplo, en México, país en el que el NAFTA ha
destruido su economía, lo ha vuelto importador neto de productos y exportador de seres humanos y drogas, y ha
desarrollado la inseguridad), para la realización de la producción con capitales multinacionales.
1157 La particularidad de la forma burguesa de sostenibilidad genérica, se corresponde con su naturaleza
pertinazmente dinámica: modifica formal y permanentemente las relaciones sociales y esencialmente lo hace
con las técnicas de producción (como se conoce: relaciones técnicas entre obreros, entre el obrero y la máquina
y entre los medios de producción); en substancia: el sistema es “expansivo y tiende a ser integral”.
1158 En el presente está clara también, la noción acerca de que tampoco el socialismo tiene cualidades
expansivas inherentes, esto es, vocación universal por sobre la voluntad racional que lo amplié para supeditar a
sus antípodas (incluso se percibe una tendencia hacia el anquilosamiento, a la monotonía; en cierto modo, el
bloqueo imperial puede ser considerado como un agente exógeno, que ha despertado la iniciativa y la economía
cubanas); de modo que en algunos círculos de opinión se ha formulado la idea acerca de que el “socialismo no
era una estructuración social adecuada para promover el desarrollo del individuo, de la sociedad y de la
técnica” (y, en verdad: en la madurez y, sobre todo en la vejez, se reducen las iniciativas cuando –aparte de la
edad- se tienen las mejores condiciones para el efecto). En realidad, el tipo de “economía mercantil simple”
ostenta fuerzas centrífugas mayores que el socialismo.
728

ideológico real para los verdaderos comunistas del mundo, para la historia, en cambio, es un
paso positivo: al fin y al cabo, el aparente triunfo del capitalismo empieza a “hacer aguas” por
intervención de la propia historia; por tanto, finalmente la historia (la voluntad consciente)
está llevando a la humanidad por donde debe ir.
El capitalismo se instituye como el escenario más apropiado para que se plasme el
progreso de la técnica; es la forma más encumbrada que existe en la periodización y ascenso
humano: el estado de desarrollo de sus fuerzas productivas representa el punto de arranque de
cualquier estructura social nueva que se pretenda “construir”, mientras la prepara
materialmente para el paso al comunismo “cibernético” (en verdad: en la humanidad, todos
los pueblos primitivos tuvieron una etapa comunitarista con hacha de piedra, jeroglíficos o
quipus; hoy ésta se encamina en bloque al comunismo “cibernético”) 1159 . De modo que el
capital puede susurrarle al oído al trabajo: “te he sacrificado por una buena causa: el avance
de la racionalidad occidental y el desarrollo de la técnica, con lo cual he sacado a la especie
de las cavernas, del circo romano y de las Catedrales Góticas –del estadio animal, de la
sensualidad y del oscurantismo-; así que cholito: mi culpa está espiada, justificada con
creces”, pues, para dar pábulo a la racionalidad, se está llamado a pagar un costo (es como
engordar con cariño a una res y luego llevarle al matadero para que produzca carne, y decirle:
“te voy a sacrificar por una buena causa: la causa de la humanidad, que debe llegar a ser Dios
un día, por tanto: tu sacrificio no ha sido en vano”; de modo que en la situación se interponen
“sentimientos encontrados” 1160 ); sin embargo, la lucha política moderna trata de hacer notar,
que la humanidad puede continuar con el proceso de acumulación, pero sin explotación (sin
capitalismo, a estas alturas), es decir, sin deleite por parte de una minoría y de sacrificio de la
mayoría, y allá va: a que la racionalidad impere sobre la brutalidad.
En efecto, la robotización (la liberación del ser humano de la esfera del trabajo para
que pueda utilizar todas las potencias de su “energía” colectiva de cara al objetivo que da
sentido a su existencia) podía producirse con sacrificio humano (capitalismo) o de modo
racional y fraternal (socialismo); en los hechos fácticos, la pugna entre las dos vías se resolvió
a favor de la capitalista, en virtud de la operación –en el proceso- de la traición jruschoviana y
del hecho estructural asociado a que el capitalismo era el sistema humano más apto para el
efecto, en tanto detentaba el mecanismo más potente: la “competencia”, instrumento de
eficiencia superior que el de la “emulación”. En realidad, las transnacionales, las
multinacionales, las empresas globales han jugado un papel vital en el proceso de híper
racionalización de la humanidad: han creado una nueva realidad (han coadyuvado
poderosamente en el proceso de plasmación de la heredad proletaria, de Marx, de Engels, de
Lenin, de Stalin), de la cual no preexiste su concepto acabado aún; todo el período
monopólico de la forma burguesa de reproducción humana –y particularmente dicha fase- ha
creado y desarrollado las fuerzas productivas: la ciencia y la tecnología. Ahora bien,
transcurrida su absolutización histórica, esa forma de producción se desconcretiza, se revierte
(de la perfección, de la demagógica declaración del “cero defectos”, da el salto hacia atrás: “a
la reproducción de los procesos imperfectos” –Baudrillard: La ilusión del fin); y, este hecho se
produce en el momento en el que se reduce el quantum de utilidades en ultramar (en casa y
fuera de ella; pero, en la reiteración del concepto: “…un capitalismo estacionario: un
capitalismo sin acumulación, es imposible…”), el capital se retrotrae y se reubica in situ,
vuelve a su lugar de origen para morir y ser sepultado 1161 .
Dígase de paso, que también en las sociedades neocoloniales, los grupos de poder
corporativos, inclinados siempre a sacar del país sus capitales en búsqueda de seguridad
(según se arguye), en la medida en que la crisis capitalista sistémica, afecta la libre y exitosa
1159 En una aseveración audaz, construida de modo a priori, se sostiene, que la forma burguesa de las relaciones
humanas es la encargada de robotizar a la sociedad; su vigencia concluye al llegar a término dicho proceso.
1160 “… incluso la conquista ‘represiva’ de la naturaleza, el crecimiento de los conocimientos sobre la
naturaleza y el mundo, por más ‘tecnicistas’ y ‘positivistas’ que sean, crean las premisas objetivas y materiales
tanto para las transformaciones sociales como para el desarrollo espiritual de los seres humanos” (B. N.
Biessonov). La famosa “cultura”, aunque sea direccionada a fines de lucro, en un marco de explotación
inhumanizante, se ha desarrollado en el interior de las formaciones clasistas, en especial: en la burguesa.
1161 El sistema concurrencial burgués decrépito, constituye un barco a la deriva (su Capitán, propiamente su
locomotora: el segmento pionero de la cadena capitalista mundial constituye una cabeza desquiciada,
confundida, neurológicamente agotada), su principal vela se encuentra agujereada, semeja realmente “…una
bandera en permanente derrota” (“El viejo y el mar; Ernest Hemingway), los “milites” se le vuelven en su
contra, se halla obeso por riqueza, esta hiena ha sido pillada.
729

inversión foránea, las oportunidades extranacionales, dificultades que incluso alcanzan a los
llamados “paraísos financieros” (off Shore), vuelve la mirada hacia sus propias “naciones”; en
ese sentido, se produce una especie de reforzamiento del “Estado-nación”. Esta temporal
táctica defensiva, de autoprotección, dispuesta por parte del capital endógeno en contra de la
transnacionalización absoluta en boga, no puede supeditar –empero- a la norma instituida por
la condicionalidad de la historia, en la que la “comunidad” mundial única, es la salida. A nivel
sistémico, y esa es la percepción ampliamente difundida por el pensamiento de izquierda, al
menos hasta el año 2000, la crisis se trasladada de los anillos centrales hacia las economías
periféricas, en especial, a través de los efectos de deseconomías de dependencia que las
“cartas de intención” dictadas por el FMI y el BM provoca sobre las neocolonias
–afirmación ésta, que ha pasado de la simple inferencia a la constatación- 1162 , del servicio de
la deuda, del comercio internacional asimétrico y de las presiones políticas, factores que se
vertebran al impacto económico, socialmente nefasto derivado de la instalación del proceso
del capital en las neocolonias (succión de excedentes), los cuales crean condiciones de
subacumulación en estas últimas, viéndose el capital obligado a repatriarse (generalizando la
afirmación, es obvio que cuando se anudan todas las estructuras sectoriales del capitalismo,
todo efecto de crisis se vuelve sistémico con mayor o menor intensidad, se irradia con mayor
o menor velocidad, tanto en el frente de la acción como en el de la reacción).
El capital individual frena su expansión (se autoprograma para atender tan sólo a la
demanda efectiva; formula la declaración de la inviabilidad económica del crecimiento;
postula su “doctrina social” 1163 ) y se recluye en casa, como el toro de lidia herido, obeso,
sobreabundante, fortachón, pero que ha perdido sus fuerzas y se aladea “en tablas”, sometido
y cansado, forajido, que ha abusado, que ha hecho de las suyas (en México, en Hiroshima y
Nagasaki, en Panamá, L. Johnson y Tonkín en Vietnam de Norte, en Grenada, en Nicaragua,
en Irak, en Afganistán, en las Torres Gemelas, en Libia), sin saber que ha sido utilizado por la
necesidad histórica, como el macho mujeriego, que presume, que no sabe que ha sido simple
instrumento de la naturaleza, en la multiplicación de la especie 1164 . Parece justo –por tanto-
razonar sobre la realidad presente, partiendo del supuesto fáctico inmediato, en acto de
percepción sin historicidad en torno de la vida en decurso, conforme al cual ésta aparece
como la simple proyección de las relaciones dadas, sin que en ella medie discontinuidad
alguna; pero, si se mira bien el producto de dicho proceso de abstracción, “el mismo se revela
como falso”. En efecto, los brotes de la realidad por venir, invierten las conclusiones. El
capital es un concreto efectivo, si se deja de lado la abstracción cada vez creciente del trabajo;
sin embargo, es él también una ficción, cuando se proyecta en su ser, la tendencia que define
1162 Como lo registra la historia: en Bretton Woods, en 1944, se reparten la fracción capitalista del mundo
(recuérdese que para aquel entonces, el país socialista de los soviets: la ex URSS, se hallaba boyante) entre
Inglaterra y EU al ubicar al frente del FMI a EU y del FMI a Inglaterra, mediante un acuerdo verbal dado bajo
la mesa. El FMI es el filtro en el curso de acceder al Sistema Financiero Internacional; filtro técnico, pero
sobre todo político, puesto que con él se ejerce el control de sus miembros (el temor de Keynes, sobre el diseño
original de dicho aparato).
1163 Esta autoreingeniería mental y de la conducta del empresario, este milagro (esta conversión bondadosa),
tiene como base: ¿el amor al prójimo, es un acto de valoración humana o de generosa preocupación sobre el
desarrollo social per se; es una pura manifestación –por fin- de la razón, del reconocimiento de la igualdad, de
la libertad, el efecto saludable del imperio de la sensata solidaridad sobre el brutal individualismo capitalista?
Nada de eso. Este reciclaje, este reencauchamiento, este reenrumbamiento forzado de la mentalidad y la
conducta burguesas, otrora diletante: autocrática, racista, despectiva, soberbia, hacia una actitud insólitamente
humano-democrática (en verdad: no exenta de hipocresía), se debe a requerimientos que impone la necesidad
de hacer sobrevivir, de reposicionar, el negocio en las nuevas determinaciones históricas del capitalismo (de la
“civilización”): saturación de mercados, aguerrida competencia, política imperialista al límite, topes naturales
al crecimiento, paroxismo y extenuación del consumo, descenso de la tasa de ganancia. En suma, es el miedo al
“lucro cesante”; pues, sin pudor ahora en la lexicología y en la conducta del modo de vida burgués se
presentan como normales, términos otrora miserables y vergonzantes (“socios estratégicos” –el compinche
exógeno en la superexplotación con “calidad total” del trabajador, o sea, la estrategia de exacción de energías
tanto en la faceta física como en la intelectual y en la de los valores, de éste-, “alianzas
estratégicas” -ídem.), que antes eran rechazados por la estética como por la buenas maneras.
1164 El conquistador, el macho, el Don Juan, el Casanova, se queda acorralado, pues, las condiciones
favorables procedentes del sistema clasista que le eran sólo suyas, se generalizan para todos (por fin la
sociedad se democratiza y pasa, de ésta, a ser legítima humanidad); pero su viveza criolla de súper mujeriego,
también se desploma, pues, la naturaleza le da un terrible revés, al recordarle que la hermosura y el coito son
una simple trampa puesta por sus determinaciones para todos los animales. El cuerpo humano de la mujer en la
etapa fértil de ésta, no es para el ser humano masculino, sino para la naturaleza (tanto como lo es el de él), por
cuanto este tipo de contacto, mediatiza la permanencia de la especie.
730

el nuevo rumbo histórico, la cual –a su vez- la constituye. La historia que viene, es la historia
de la mancomunada lucha de las inteligencias formalmente individualizadas en varios
cuerpos, por alcanzar la sabiduría total, en un escenario en el que se hallan puestas a las
espaldas de la humanidad, toda división, contradicción y lucha de clases.
La batalla entre APPLE y SANSUNG, por ejemplo, es un canal de concretización
positiva del flujo de la historia, en cuanto hecho progresivo que da la espalda a los mezquinos
intereses burgueses (a pesar de que la evidencia indica que fuese más bien, factor de
afincamiento), tanto como a los inherentes al humanismo progresista 1165 . En torno del
aparecimiento de la computadora personal: APPLE 1, se pondera el mérito personal de la
pareja de “púberes” estadounidenses: Steve Jobs y Jef Raskin, al reseñar que “en una garaje”
crearon el ordenador individual, que revolucionó la Informática y con lo cual se hicieron
millonarios y triunfadores en el ámbito del desarrollo de los llamados “modelos de negocios”.
A partir del enfoque estructural vertido como reflexión sobre el suceso, no se quita méritos a
estas personas, incluso como efecto de un abstracto agradecimiento, puesto que incluso el
presente documento ha sido elaborado en un ordenador de ese tipo (reconocimiento que se
extiende a toda la moderna tecnología electrónica de las comunicaciones: Internet, TIC,
Google y “motores de búsqueda” en general, Redes Sociales, programas informáticos, etc.);
no obstante, fríamente hay que imputar el mérito a la inteligencia establecida en un par de
unidades humanas, que tuvieron la coincidencia (azarosa para ellos, pero no para la historia)
de “encontrarse en el sitio y momento adecuados” (necesidad histórica), “feliz fortuna”, que
estuvo previamente preparada por las “creatividades innovadoras” de sus antecesores, por las
necesidades de sobrevivencia personal y por las demandas del mercado. “Mantener vivo el
espíritu de innovación”, al margen de los intereses incursos en la esfera de negocios (postura
racional, psicológica), para que el progreso de la ciencia no se detenga, es prioridad “uno”, en
la esfera de las preocupaciones de la razón, en adelante.
El capitalismo, en suma, no se desconoce: fue el momento febrilmente juvenil de la
especie humana, necesario y útil en el ininterrumpido proceso de progreso de las fuerzas
productivas, esto es, mientras ese tipo de avance, era una precondición contradictoria del
desarrollo humano (vinculación empresa-Universidad-Estado para desarrollar las fuerzas
productivas en bien del capital y de su sistema); hoy dicha determinación, está llegando a su
fin (el proceso de automatización y de desarrollo científico-técnico, es un hecho socialmente
empoderado), por tanto, el sistema y su clase en modo alguno son objetivamente necesarios,
ya no tienen pertinencia teleológica (“causa final” –dixit Aristóteles): su papel coercitivo
natural ha terminado y deben retirarse (ser retirados) de la historia, pues, otro tipo de ser
humano (el ser humano indiferenciado) está listo para tomar la posta y dar conclusión
pertinente a ese desarrollo material (“producir las condiciones materiales del mundo nuevo”
–dixit Marx), en el contexto de renovadas relaciones humanas, que niegan de modo directo y
terminante las relaciones de clase burguesas (el cerebro reptiliano primitivo, pasa a ser del
todo funcional, pues, sobrevivencia y reproducción dejan de ser instintivas). Esta aseveración
implica que EU y su atrasado sistema bipartidista político representante de las multilaterales
ligadas formalmente a su territorio, están demás en el mundo, tanto como lo están europeos,
japoneses y las clases dominantes que todavía se guarnecen en zonas neocoloniales del
planeta (pues, hasta un dado momento en la historia, la correlación entre promoción política
popular y desarrollo técnico debe seguir siendo negativa, esto es, en tanto aún no existe ni la
base material ni la conciencia con las cuales fluya este desarrollo con la misma dinamia como
lo ha hecho perurgida por las necesidades de acumulación). Estos sectores deben entender de
una buena vez: ¡que el proletariado les sacó de la escena y que ya no son bien venidos en la
tierra!
3.2.1.2.- EL CAPITALISMO PUESTO EN EL LARGO PLAZO: EVALUACIÓN.
En “Dialéctica de la naturaleza”, el gran Engels, a finales del siglo XIX, realiza, en el
interior de la perspectiva histórica, una evaluación objetiva, desapasionada del momento
burgués del movimiento humano; a dicha forma de estructuración del género la recoge
perceptual –en univocidad con el pensamiento del cerebral Carlos Marx-, en calidad de etapa
progresiva, prometeica, necesaria en el curso ascendente de la especie; pero, como proceso
1165
Sin embargo, “La necesidad del desarrollo social sólo se lleva a cabo en las aspiraciones clasistas de los
miembros de la sociedad” (Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982).
731

contradictorio en su determinación, recalca sus secuelas negativas, también necesarias, dada
la índole de premisas de su auto negación y superación. Considera, que el escaño a
substituirlo, viene puesto por el ejercicio de la racionalidad: por la operación consciente de las
“unidades de pensamiento”, insertas en un nivel muy encumbrado de dominio intelectual del
mundo; mérito este, devenido de su desarrollo material, como cualidad para la cual el
desarrollo objetivo de la base material de la especie, es su supuesto.
Si se mira con carácter tan sólo coyuntural y pueblerino la realidad (eso hacen el
imperio, las multilaterales; pero también el “modelo malasiano”, los “Sin tierra” de Brasil,
Pachacutic en Ecuador; lo hicieron los llamados “grandes liberadores de la conciencia”:
Gandhi, Mandela, Luther King –contrario sensu, no lo hizo Cristo, pues, él sostuvo que “su
Reino no era de este mundo”), el producto de la observación y la aspiración fulmina la
perspectiva de largo plazo en el atalayar; si se capta el hecho –en cambio-, con ubicación en el
futuro y en las Pléyades, muchas conquistas pequeñas que otorgan satisfacción en diversas
épocas a grupos humanos completos, aparecen como retardatarias de y frente a la ruta racional
de la especie; mientras que grandes catástrofes de procedencia clasista, se advierte, que
devienen en presupuesto necesario, frente a los objetivos más amplios y finalistas del trayecto
humano. Desgraciadamente, hay cerebros, que no se dignan detenerse para mirar tal paradoja
de la existencia: sus ojos tienen dirección únicamente hacia los terrenos del disfrute, de la
acumulación, de la egolatría, mas no en cómo continuar por la vía de la racionalización
dejando de lado la división del trabajo, el propio trabajo y la propiedad 1166 .
“En el concepto simple de capital deben estar contenidas en sí sus tendencias
civilizadoras, etc., y no presentarse como en las economías precedentes, meramente en cuanto
consecuencias. Del mismo modo, se comprueban en él, de manera latente, las contradicciones
que se manifiestan más tarde” (Marx, Carlos. Los Grundrisse). Las críticas al paradigma
positivista del progreso (desarrollo) generadas en intereses racionales de coyuntura, pueden
ser puestas en duda, consideradas según la noción de “largo plazo” inmanente al curso de la
humanidad. La contradicción entre la humanidad y su desarrollo, cuya unidad es su objetivo
mayor, contiene el límite (la razón) inherente al enfoque sobre el proceso en particular, y la
desestimación del mismo, en su generalidad; objetivo, que encuentra su frontera en la
humanidad y su tendencia a superar toda particularidad, lo cual pone en evidencia el
fundamento de la superhumanidad. La propia humanidad se presenta como condición de su
desarrollo, el cual requiere a la conciencia como su impulso exterior, sin embargo de que ésta
se presenta en unidad de acto como su freno.
¿Quién crece: la humanidad o tan sólo una clase en su interior? La acumulación
finalmente: ¿es para provecho de sectores específicos, es decir, es un proceso de explotación
social y de destrucción de la naturaleza, que pierde sentido debido a que es el triunfo de unos
pocos en perjuicio de la mayoría y de la vida? O, el desarrollo: ¿es una necesidad, por tanto,
una determinación de la historia, la cual se sirve de ella –su principal mediación- como
instrumento de la clase dominante, de su supuesto éxito? El incremento del producto es, en
cualquier caso, el abuso de clase de los propietarios del trabajo pasado objetivado sobre
amplios sectores sociales y, a la vez: depredación del entorno natural, expresado en
indicadores de crecimiento o desarrollo, el cual debería ser visto como absurdo si fuese
únicamente para solaz del poder; no obstante, paradójicamente, la riqueza acumulada en
ciencia y tecnología, en formación de “capital social”, pasa a ser la base material de la
actividad social en constante progreso, el cual se mide en el índice de la “productividad del
trabajo” o del knowhow efectivo de un pueblo. La forma de ver la realidad cambia
radicalmente, cuando se advierte o se impone sobre la testa el sentido de la vida racional, de la
“obra más perfecta de la creación”: el mal concebido en términos absolutos se relativiza y el
bien, también.
1166
El problema existencial del fin, de la desaparición. ¿Qué valor tiene la búsqueda de legitimación para la
existencia personal, para la presencia de una vida efectuando proezas que sean ensalzadas por el grupo de
referencia como pago por el aporte dado en alguna esfera de la sustentación de éste, sí se sabe que dicho grupo
en un momento va a desaparecer y con él, uno también? El carácter efímero no sólo de la individualidad sino
también de la generalidad, demerita toda la esfera de la vida racional; y, solamente un acto decente, positivo
según el ethos reinante, sirve para el efecto según el criterio de que se está vivo y de que de algo debe servir
aquella condición, en la medida en que un factor de autovaloración es la aceptación, reconocimiento y el aporte
que se cree se da al grupo, y que esta compensación coadyuva en el sostén de la propia existencia, pues, si se
está ahora, aquí, sano y en disposición de capacidades, alguna utilidad debe dársele al hecho, aunque mañana
ya no se sea como parte o como todo.
732

¿Quién hereda los desarrollos científico-técnicos en materia robótica, de la Ingeniería
Genética, de la Inteligencia Artificial y de la cosmología? ¿Lo hace siempre –se quedan con
la herencia- los descendientes del poder o sus nuevos integrantes, o quizá: la humanidad in
abstracto? Este progreso: ¿pasará a manos de la humanidad, una vez que el propio desarrollo
de las fuerzas productivas y el activismo de los movimientos subversivos/ciudadanos le
transformen a la especie en verdadera comunidad esencial? De los conocimientos, aunque sea
tarde, de modo restringido y discriminatorio se benefician incluso los sectores de la pobreza;
ese alimento espiritual tiene su valor en el sentido de que un ser puede vivir pobre y en la
ignorancia, o, por lo menos, vivir pobre, pero haber satisfecho las necesidades espirituales,
que el nivel de conocimiento al que ha llegado la humanidad hace posible. La toma abusiva de
recursos, la deuda, el comercio asimétrico y administrado, el sistema de repatriación de
utilidades, las marcas y patentes, los royalties, la renta tecnológica, etc. (para implantar dicho
esquema de exacción se requiere de la dominación ideológico-política, o sea, de la fuerza y
del consenso, la actitud domesticada del sujeto disciplinado), son devueltos al mundo como
ciencia y tecnología. De manera que históricamente el capitalismo (y todo el período clasista
humano tiene razón de ser), desgraciadamente con el aporte de masivo sufrimiento. O: ¿se
quería la igualdad plena y la ignorancia absoluta? (“no hay mal que por bien no venga”). Sólo
hoy es realmente censurable el sistema clasista, o sea, cuando el mismo ha generado el nivel
de desarrollo de la ciencia y de la técnica –la condición material de su posibilidad-, de la
racionalidad, de modo que ese desarrollo puede continuar, pero fuera de las estructuras
clasistas, esto es, en igualdad, hermandad, en paz, en cooperación responsable (y ese fue un
postulado científicamente planteado por Marx y se hizo efectivo a partir de la Revolución
Socialista de Octubre 1167 ).
En el punto de mira puesto sobre la locomotora del sistema: Estados Unidos de
Norteamérica, como arquetipo común del período burgués de existencia de la humanidad,
capta todo el poder, complejidad y riqueza multilateral, que ostenta la formación histórica
capitalista. Ella se presenta como una economía de múltiple división social y técnica del
trabajo en los tres sectores (aspecto que se refleja y expresa en la complejidad del desarrollo
de la mente y de los substratos de la técnica), diferenciación, sobre todo en el frente primarioindustrial
y, ahora, en los subsectores de la ciencia y la tecnología: en el conocimiento; es un
aparato económico interdependiente, extremadamente vertebrado sectorial, técnica y
territorialmente balanceado, multicéfalo. Sistema completo: producción (rural, urbana),
distribución, intercambio, consumo, gestión y nocionalidad (ideológica, científica y técnica),
y su consecuente apoyo de formas espaciales, por poco autosustentable como “Unión”, que
solamente es dependiente de recursos estratégicos (el último imperio, cuenta con reservas
petroleras propias para abastecer la demanda interna, hasta el 2020; mientras que Venezuela
se calcula que tiene hidrocarburos para 200 años; en verdad, Venezuela es la primera reserva
de hidrocarburos en el mundo, posee minas de oro: “es un majar muy apetecible para EU, país
este último, quebrado económica y financieramente” al rebasar la humanidad la primera
década del siglo XX 1168 ), requerimiento en torno de los cuales aumenta en proporción al
crecimiento de su escala, lo que le obliga a romper las barreras nacionales, por lo cual debe
darse lugar a la formación de un mercado imperfecto mundial de “oferta y de demanda”. Esta
forma particular de la estructura, es el producto de la sinergia, dinamia y pujanza, de una
economía formalmente mixta: mercado-Estado, o sea, del poder que se sostiene y multiplica
sobre dos tipos de formas de propiedad: la oligopólica privada desconcentrada y la estatal
comunitaria centralizada, en la cual su comando proviene del capital monopolista de Estado
neokeynesiano, que pone en relación directa al sector real con el monetario, a la teoría con la
práctica, a la Universidad con la economía, a la investigación con la empresa, que induce
1167
Los marxistas del mundo tienen 7 años para iniciar los preparativos para la apoteósica conmemoración de
los 100 años de la más grande y maravillosa Revolución, que ha protagonizado la humanidad: la Revolución
Socialista de Octubre de 1917; los marxistaleninistas del mundo tienen 13 años para organizar con júbilo
revolucionario, los 100 años del deceso del mayor estratega que ha dado la humanidad: Vladimir Ilich Ulianov
Lenin.
1168
Se dice que en el 2012 los gringos han encontrado un nuevo campo petrolero, con el cual van a superar la
dependencia de Venezuela, además de incidir en los precios (se cree que estos especímenes hace rato que
debieron conocer de dicha existencia, pero que lo mantuvieron en secreto como estratagema geopolítica); se va
a ver qué pasa en adelante según la torpe reflexión que hacen los neoclásicos sobre la llamada “maldición de
los recursos naturales”, la “enfermedad holandesa” y estupideces similares (relación invertida entre recursos
naturales y desarrollo –sic).
733

poderosamente el desarrollo de la técnica y del pensamiento según la ley del movimiento del
capital, pero que en último término es el medio de promoción de la inteligencia.
Ubicadas en contextos más amplios y en perspectiva la particularidad y la coyuntura
correspondientes con el hecho, se ve: ¿cómo es de diversificada (grado máximo de división
técnica del trabajo), organizada (“planificada”) por propio requerimiento inmanente, y
profunda (compleja) esa economía (la gringa)? La misma, constituye un proceso intermedio
entre automatización y manufactura: entre uso de materia humana y materia mecánica (retraso
técnico, que ahora le es favorable, pero que encierra en potencia traumas sociales a futuro en
la competencia frente al resto de parnerts neoimperiales); producción y consumo, mediado
por el intercambio, en cadenas complejas bien eslabonadas de requerimientos entre sí,
espacialmente distribuidas en todo el Hinterland, coordinadas por centros urbanos
dimensionalmente balanceados que acumulan riqueza y desarrollan el conocimiento y la
técnica, en principio en total subordinación a las demandas de la reproducción del capital,
pero, en último término: completamente sometidas al proceso de desarrollo humano. De esa
característica se desprende el “orgullo ‘nacional’”, su confianza y su poder (el poder real de
su moneda), incluso imperial. Imaginación, creatividad, audacia plasmada, que los europeos
han seguido de modo reposado, los japoneses lo han emulado (copiar y mejorar) y de la cual,
chinos, hindúes, pakistaníes y brasileños, son los legítimos herederos. Es la resultante de la
paradójica imbricación entre leyes de la vida (necesidad) y el prurito de la razón: lo que se
llama “destino” (manifiesto). La historia universal fluye de ese modo: de la hominización a la
divinización de la especie. Ahora bien, curioso es advertir, que en el otro lado del mundo el
socialismo práctico, hizo lo mismo, cuando Stalin (hecho que hace decir simplísticamente a
ciertos estudiosos, que el “estalinismo no fue mas, que el desarrollo de las fuerzas productivas
por otros medios”): dos mundos hacia un mismo destino, coadyuvaron cada uno dándose la
espalda para llegar a la transición: época en que todo y nada vale (neopopulismo), se
construye y se deconstruye automáticamente, pero que, en realidad en tal aparente caos y
atomización sobrepuja la vida colectiva sometida a la determinación de la fuerza productiva
de la ciencia. Escenario, no obstante, propicio para el advenimiento de crisis periódicas
permanentes; cada desastre ha sido empleado para ubicar a la vida en una nueva etapa,
superior, como solución; la determinación del progreso: vale lo mismo la industria del sexo, la
protohistoria de la virtualidad cinematográfica, las tareas monetarias ficticias, como la
producción real, en comportamiento sinérgico. Todo el mundo allí (la inteligencia) se halla
entretenido, haciendo lo que debe; y, así vive, se justifica y encuentra sentido para su
presencia.
En la coyuntura de entre siglos, este poderoso sistema-red de necesidades, trabajo y
pensamiento producido por la conjunción entre “lógica histórica” y “lógica real”, ha sido
perturbado por el hipercrecimiento del sector financiero-especulativo; proceso
socioeconómico que persiste por cuanto las necesidades reales, básicas, presionan sobre él,
como debido a la existencia de una extensa, diversificada y desconcentrada capacidad
productiva instalada, encargada de ser la fuente de la oferta; conmocionada también, por el
desarrollo de la automatización, la competencia, efecto de penetración el ella, de la
producción exógena. Esta estructura básica siguen los otros países: la Unión Europea, los
Tigres Asiáticos, Rusia y aceleradamente asume este modelo China. A su vez, a futuro, este
complejo debe ser simplificado, puesto que mucha de esta industria es suntuaria o
directamente inútil para los propósitos que vienen, como el Complejo Militar Industrial. El
capital lo ha desarrollado todo, hasta lo innecesario amparado en los criterios de la libertad de
empresa, de la iniciativa privada y de la creatividad; en adelante, este magnífico, portentoso y
geográficamente desplegado sistema de especialización, esta forma de multiplicación de la
producción y del cambio, al llegar a su punto máximo de desarrollo se revierte, pues, una
sociedad llega al momento cumbre de su existencia en el momento en el que todas las
potencias se han puesto en marcha respecto solamente de los objetivos de una época, lo que es
lo mismo decir: cuando los nuevos valores que se descubren, desolan, mientras que los
usuales se hallan tan claros, que ya no despiertan interés sino indiferencia, así como ocurre
por ejemplo con la moda, con los estilos: la base psicológica de la “ruptura de paradigmas”.
En la actualidad (2009), muchas mentes deploran la existencia del modo de
producción burgués; esta recusación, no estaría lejos de pedir su proscripción histórica: la
substracción del movimiento genérico, de esta fase: dejar un hiato, un vacío, en la historia, en
el sentido de pretender abolir la etapa juvenil en el desarrollo individual. El capitalismo, sin
734

embargo, para la mente madura que reflexiona sobre cómo se han presentado las
circunstancias (e inexorablemente debían conformarse en el contexto de las leyes de
operación material y para gracia del ser inteligente): es un hecho; en efecto, sobre todo, es –se
insiste-, una etapa clave y requerida por el flujo humano, si se quiere ver a éste, como
movimiento de la inteligencia hacia la racionalidad plena (sobre el particular, no hay
necesidad de argumentar más).
Aspectos monstruosos y esenciales de su devenir (de la formación histórico humana
burguesa): el lucro, el pragmatismo, la tecnocracia, el positivismo, el individualismo, la idea
abstracta de libertad, la democracia, el funcionalismo, el conductismo, el memorismo, la clase
magistral (el magíster dixie), la especialización, la parroxista obsolescencia programada que
renueva el mercado, todo ese exacerbado dinamismo, el trabajo nipón extenuante de la
calidad, las guerras yanquis, en una palabra: la explotación, la dominación y la alienación del
espíritu, son su mayor verdad; y, aquí, viene el pero: pero, paradójicamente, no solamente que
la realidad se ha dado así en lucha con el frente racional de su evolución, sino que sigue con
su temeraria tozudez, confirmando la conformación del sujeto nuevo, que debe actuar en la
etapa en la que el pensar es la tarea que domina la completa realidad humana: ese objetivo,
que engarza todas la vidas y que redefine la completitud de los hechos a su merced: es el éter
especial hípermoderno. A decir verdad, la fase racional, política, proletaria, socialista, ha
dejado el escenario de la vida (ésta ha retirado a aquella); “la propiedad privada ha vuelto a
ser el sujeto de progreso de la historia”.
Es difícil que esta perspectiva de la apreciación brote del modelo mental, que se ha
conformado con formas intuitivas, afectivas, esteticistas e incluso político-revolucionarias de
la existencia 1169 ; para aquel, todo sufrimiento, asimetría, son impropios en todo momento,
pues, solamente se tiene ojos para “lo bueno”, pero no para el precio, para sus objetivos e
inevitables inversiones y secuelas (es como los evangélicos: “ellos conocen el bien y el mal, y
sólo ellos son la expresión del bien” 1170 ). Si la fase burguesa de la vida es una etapa de
obligado ocurrir en la “diáspora” humana, el carácter racional de la conciencia conduce a
propender limitar su extensión en el camino (en la apreciación alegórica: pasar un pantano
obligado, que se quiere hacerlo ligeramente y sin muchas bajas, tomando de él el impulso para
al fin llegar a emprender en la nueva ruta), cuando el aporte que debe dar al progreso del
género, puede conseguírselo con otro marco de relaciones: solidarias, populares, malasianas:
ese el desvelo marxista (aunque en cierto modo anticipado) por abolirlo como preocupación y
proeza de la razón (no se puede pretender suprimir algo que no existe o que aún no ha
cumplido su razón).
De por medio está la necesidad histórica. En efecto, visto en el trayecto de todo el
movimiento del género: el capitalismo es un hecho dado e ido; no obstante, no es que el
capitalismo vaya a derrumbarse, puesto que su viabilidad histórica ha quedado palmariamente
demostrada (y los esquemas de reproducción –como se ha dicho- así lo demuestran), pues, ha
sabido salir avante de múltiples crisis (Grecia –año 2010- es un ejemplo actual: en este caso,
el capitalismo pone en juego toda la experiencia sacada de crisis anteriores –naturalmente,
también colosales cifras de numerario por el salvataje- y el instrumental, que ha movilizado
para capear cada una de ellas; el paquete responde a las típicas medidas de ajuste estructural
(en la Eurozona), con las cuales el capital hace caer el peso de la crisis sobre el trabajo); el
hecho, trata, mas bien, con la observación filosófica, de que el capitalismo es una etapa
histórica, destinada a cumplir su función (misión, visión), luego de lo cual perderá (ha
perdido) su carácter óptimo y viable. El modelo de proceder, es patrón; el caso de una muy
1169
Es penoso advertir, cómo mentes prodigiosas se quedan cortas en el análisis, por reflexionar tan sólo en la
coyuntura o por hallarse limitadas en información. Para el caso del pensamiento del poder (su intelligentzia
turiferaria), esta limitación, con frecuencia proviene del obstáculo epistémico de clase, puesto que esa gente
únicamente tiene la mira puesta en los aspectos cuyo estudio le conviene a efectos de su reproducción.
1170
Estos “doctores”, constituyen el arquetipo (la peor especie) de esclavos mentales, del sometimiento sin
beneficio de inventario a las nociones religiosas creadas por la humanidad en su etapa infante; sector crédulo,
de tendencia conquistadora abusiva aberrante de otras mentes: de cerebros desprevenidos, desolados, con
elevados grados de conflictos existenciales, achacados por todos lados de los rigores de la pobreza, de las
enfermedades, desequilibrio emocional, predispuestos, en búsqueda de un bálsamo para sus tribulaciones. A
veces cuesta creer, cómo un ser humano puede contar con un cerebro tan elemental, obsecuente, resignado,
como el sector de los evangélicos; se trata de simple ingenuidad o de ejecución del compromiso contraído con el
poder genocida imperial (EU), para el cual se realizan servicios especiales de lavado de cerebro de grupos
enteros de población en el planeta, con las ideas fidelistas afines al poder y en contracorriente con la historia.
735

pequeña, microscópica, neocolonia: Ecuador en 1993, es ilustrativo. Flexibilización
(liberalización) del mercado financiero por parte de la presidencia “neoliberal”; créditos
vinculados, concentración de crédito, fuga de capitales, crearon iliquidez en el sistema
financiero; la coyuntura indujo el alza de los tipos de interés, lo cual, a la vez, liquidó al sector
productivo, un vez que el mismo no pudo servir sus deudas, debido a bajos márgenes de
utilidad por altos costos del capital, lo cual impidió la recuperación de créditos (cartera E);
apertura de la crisis de 1999 (dolarización). El Estado (los representantes del capital), fue a
salvar a la Banca.
3.2.1.3.- COMPILACION.
En sentido avieso, compulsivamente abstracto, se anota, que la forma de la realidad
que ha adoptado la humanidad para concretar el salto (transitar de la posibilidad –herencia
cualitativa proletaria- hacia la realidad de la estructura relacional de comunidad, que debe
emplazarse en el mundo: a.- paso de la autoproducción de la vida material a la producción
maquinizada de la existencia genérica en comunidad humana –“economía”-; b.- supresión del
sistema político “democrático” y emplazamiento de la forma superior de relacionamiento
intergenérico: la democovivencia –“política”; y, c.- racionalidad objetiva de la realidad de
carácter nocional-teórico –“forma de conciencia colectiva”), se concentra en el proceso
dinámico de desarticulación/articulación de la triádica manifestación siguiente: 1) la
componente de la reproducción degenerativa del capital financiero (fin de la onda financiera
Kondratieff e inicio y agotamiento de la onda tecnológica como función del capital), éste: es
el movimiento real, el aspecto principal, que paulatinamente deja la realidad; 2) la
componente de avance de sustitución del trabajo vivo por la automatización; y, 3) la
componente de reproducción en ascenso de la “economía popular”: ley de movimiento, que
progresivamente se toma la realidad: se vuelve multilateral, concreta. El capitalismo –por su
parte- ha dado todo lo de sí de modo que su realidad yace a espaldas, pues, ninguna forma
social periclita sin antes haber desarrollado todas las potencias que caben en su interior (el
proletariado ha sido el primer sujeto en cumplir su misión y en dejar la historia: ha creado las
condiciones –con su anulación en la robótica- para que el burgués se transforme en su
contrario –obrero, ubicado también en el escaño superior: trabajador en primer lugar,
superado en su labor física, luego elevado a “analista simbólico” y, finalmente: “trabajador”
por su bienestar corporal y espiritual 1171 ).
De modo que las tres fases, propias del movimiento de todo sistema orgánico, se han
realizado en él: 1) formación y ascenso o fase competitiva concurrencial del capital, 2)
instalación en la cumbre del proceso o fase imperialista del capital, y 3) descenso y defección
o fase neoimperialista, postindustrial, posmoderna o transicional del capitalismo
(naturalmente, en este escrito –como se podrá haber advertido-, en lo tocante al movimiento
social de la especie humana, se pone la monta en la fase última o transicional) 1172 . En este
juego de fuerzas, dos se quedan en el camino: la primera, esto es, el capital con su última
punta de lanza: la forma financiero-bancaria, consumida por la crisis de la financiarización
(del crecimiento exponencial del capital ficticio, de la “economía de papel”), se vuelve cada
vez más irreal, virtual; y, la segunda: el trabajo físico, productivo, humano: es superado en la
mecánica. La tercera (el “modelo malasiano” de reproducción humana masiva y de abajo), es
1171
El proletariado ha sido el único sujeto capaz de pensar más allá de sí y del presente: negarse a sí mismo y
plantear un marco relacional humano distinto.
1172
Wallerstein (Wallerstein, Emmanuel. El moderno sistema mundial; fotocopiado) sostiene que todos los
sistemas humanos terminan afectando su propia posibilidad de vigencia; que el sistema-mundo capitalista se
halla maltrecho y en trance de deceso, puesto que ha cerrado la senda de expansión al cubrir el mundo; al
haberse hecho coextensivo con el planeta, ha puesto a la historia en fase de transición. Hay mucho de verdad en
tales conclusiones; empero, ellas adolecen de base teórica y empírica: 1) de por medio en ellas se halla
prevalente la tesis subconsumista sobre la capacidad reproductiva inmanente al capitalismo; y, 2) ¿por qué la
transición y hacia dónde? Primero como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas dadas en el marco de
la división del trabajo, el rol de cada país mediatizado por la acción estatal, que genera plusvalía y excedente
que se acumula en el anillos centrales; segundo, por efecto de la lucha de clases, en el caso concreto: la
Revolución de Octubre, el socialismo, el socialimperialismo y las luchas sociales en el seno de la “economíamundo”.
Finalmente, se asevera que la pérdida de hegemonía en el interior del sistema por parte de EU, podría
restablecerse, como globalidad neoliberal; en realidad, el capital y el trabajo se hallan en proceso de anulación
mutua, y la efectivización de esta abstracción, es parcialmente cruenta, en la que tiene papel estelar que jugar
la subversión política, la intelectualidad y la población mundial, durante las cuatro décadas que vienen.
736

la verdadera potencia en la que se impulsa la historia; ahora bien, que ella también es
temporal, transitoria, pues, una vez que ha llegado a un cierto nivel de su desarrollo y función,
debe agotar su sentido para la historia, incluso con independencia de su carácter de ser
indispensable para ella, en la medida en la que sostiene la vida de las generaciones a las que la
historia les plantea la pregunta en la “gymkhana”; siendo su conducta la búsqueda de la
respuesta en cooperación en torno del sentido de la vida racional, de modo de hacerse con el
premio: galardón consuelo, presea no en metálico: la simple satisfacción de haber llegado a la
respuesta.
En el devenir, el capital patalea y más se hunde en el mar proceloso, embravecido de
la Bolsas de Valores, de las finanzas internacionales, mundiales, de la especulación (la venta
de “títulos valores” por sobre su precio “real”), del índice fetichista del incremento de la
productividad del capital, de la gestión, de la tecnología, del conocimiento, de la información,
de los factores “para sí” en general (en suma, del verdadero indicador calculado –índice de
desarrollo-: la productividad del trabajo humano), de la financiación del desarrollo técnico, de
la droga (se comenta, que después del petróleo, el narcotráfico es el segundo rubro de ingresos
para el poder mundial: 500 mil millones de dólares estadounidenses se mueven en el planeta a
través de la Banca por dicho concepto) y de la realización comercial. El paro estructural,
tecnológico, “espontáneo”, incrementa la sobreinversión aparente, de modo que ganancia y
salario se anulan (la tasa media de ganancia desciende y de eso lo hace notar empíricamente
Anwar Shaikh: Valor acumulación y crisis; Pp: 385-407). La fuerza humana desplazada (de
trabajo, de venta, de conocimiento, de tarea: el “trabajador del pensamiento”) asume el papel
de emprendedor corporativo solidario rumbo a su anulación (negación) en el posthumano. El
proceso someramente descrito, “... se produce ante nuestros ojos”. De hoy en adelante, en la
economía real, la capacidad productiva queda sobreampliada permanente e incrementalmente
siempre, como efecto de la conversión de la categoría: “automatización”, en más concreta y
general, en eje de color en el que se bañan el resto de determinaciones formales; momento en
el que –a la vez- las formas económicas cuasi no capitalistas (economía malasiana, los “sin
tierra” del Brasil, las solidaridades africanas, hispanoamericanas, la economía non profit
estadounidense) reducen la demanda efectiva para el sector de la economía convencional.
Esta salida: la capitalista, de la escena histórica, es progresiva, no violenta, traumática,
súbita; por el contrario, la burguesía desmaya, se le van las fuerzas, en el retorno cada vez
insuficiente para las inversiones, en la reducción del spread y de reanimación de la inflación
(la crisis financiera del capital es de larga data, se profundiza en cascada, es la antesala de la
recesión: contracción de crédito, del consumo, de la producción, del empleo), en la
decadencia del automóvil, en la bancarrota de la economía rentista, comercial, especulativa,
de la droga (el narcotráfico, el narcolabado, estructuran la contratendencia efectiva, que habrá
de frenar la estrepitosa caída, en la picada de la crisis financiera global), de los juegos de azar
(imprimir billetes para atender compromisos atinentes a la abultada deuda externa
estadounidense, congestiona los canales del flujo monetario: genera inflación –eh ahí los
efectos de la inconvertibilidad del dólar declarada en Bretton Woods por Nixon en 1971-; si el
dólar se derrumba sus tenedores habrían acumulado sólo papel, se habría producido una nueva
estafa mundial). “La conversión de la reserva china a otras monedas” (Euro, Yen), llevará a la
deposición de EU de su condición de fuerza económico-política mundial y a la formación de
lo que ciertos teóricos políticos dan en denominar: nuevo “hegemón” (no obstante, el
fundamento teórico, que se halla en la base del concepto “hegemón”, pierde sustento en el
movimiento sociopolítico actual del mundo, puesto que nuevos procesos se encuentran a la
vista; en efecto, la humanidad se halla poniendo en cuestionamiento al poder, al poderío, a la
dominación, esto es, la superestructura que asegura la reproducción del capital se redefine y
se disipa como base de dicha onda) 1173 .
Por tanto, el proceso que lleva al final al sistema socioeconómico que ha dado tantos
aportes como sufrimientos a las nueve décimas partes de la humanidad, no es el
1173
Sin embargo, éstos (las multinacionales territorialmente ligadas a EU, Europa, Japón, especialmente) son
sapos hasta la médula, pues, las principales cabezas del sistema imperialista mundial, son deudores y
acreedores recíprocos, en un juego macabro en el que cada uno está tomado del cuello del otro, de modo que si
se condonaran las deudas, todos quedarían fifty fifty: tienen “rabo de paja” y “entre ellos no se pisan las
mangueras” (el problema de la deuda puede ser falso –si se deja de lado su proporción relativa-, si se considera
que todos se deben entre sí); claro, eso no ocurriría con las potencias rivales y con los países llamados del
“tercer mundo”.
737

acontecimiento súbito de caída estrepitosa, en vista de que la razón de su contrario (el modelo
alternativo de economía solidaria) le ayudará a bien morir; puesto en otros términos el
enunciado: así hay que proceder. En verdad, sólo la intelligentzia y los halcones como
especímenes rezagados de la barbarie burguesa, obrarán de modo aislado y estarán dispuestos
a prolongar la iracundia y el derramamiento de sangre ajena, sin efectividad. De todas
maneras: una confesión de parte. ¿Cómo se eslabona la economía real, en la que opera la ley
de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, con la economía monetaria? La ley:
¿procede también en la esfera de la economía monetaria o, su crisis: es un efecto de ella? En
el complejo mundo actual de la transición: ¿qué tienen que ver las formas económicas
populares, que se desconectan del sistema oficial? ¿Son simplemente procesos de reducción
del mercado para la producción capitalista, de modo que una parte del producto no se realiza
y, ahora sí: el capitalismo pasa a experimentar crisis de sobreproducción por subconsumo?
¿Qué papel juega aquí la perdida de esencialidad del trabajo, como efecto de la
automatización productiva? El dinero se expande en manos del trabajo en función de la
cantidad realizada del mismo; en manos del capital lo hace por otros medios. La cantidad de
dinero neoimperialista que circula puede decirse responde a varias fuentes: por
establecimiento respecto de la cantidad de mercancías a realizarse (oro, el patrón de cambios
–la divisa- o el PIB real), por la velocidad de circulación del dinero (cuatro veces
generalmente); por acto de multiplicación bancaria; por emisión inorgánica (liquidez para
balancear niveles de “inflación” o para cubrir el crecimiento de la economía; en EU ya no se
llevan estadísticas sobre la cantidad de dinero impreso y no se sabe cuántos dólares se hallan
en circulación en el mundo, o sea, el poder real de compra) y por titularización: activos reales
(y, aun: los propiamente financieros) volcados en activos financieros y lanzados a las bolsas
de valores, medida que da pie al desarrollo del mercado de “seguros de riesgos” y de otros
productos (acciones además de bonos: cuasi dinero). De esa manera, el dinero no aparece ni
circula por arbitrio propio, sino que lo hace en función de las veces que las mercancías entran
y salen del mercado, y por exigencia de la operación general del sistema (desarrollo bursátil).
Según parecer cuasi personal, el dinero es la representación institucional de trabajo; en
efecto, una persona que es poseedor de dinero, implica que ha realizado un trabajo (que ha
desgastado masa corporal y cerebral, en el transcurso de un lapso de su existencia), por lo cual
ha recibido una paga; remuneración, para el caso del “trabajo productivo”, que equivale a un
valor inferior al plusproducto producido; y, el cual le permite actuar como demandante en el
mercado. El dinero tiene doble valor: el muy pequeño correspondiente al trabajo asignado en
su producción (el contenido en la producción de sus materias primas: el papel, por ejemplo), y
el asignado de forma subjetiva (su denominación); el dinero, valor y medida de valor (trabajo
y medida de trabajo); ahora bien, porque tiene designación fuera de la esfera real y por
legitimación, es que el dinero puede representar la no realidad (la simple emisión). La emisión
de medios de pago sin respaldo (en las propias divisas, en oro, o en el trabajo) genera
capacidad de compra, esto es, valor monetario sin que se haya trabajado; como se conoce, por
este medio se activa la economía, en virtud de la estimulación artificial de la variable
“consumo”; podría pensarse que el instrumento alienta la subida de los precios de carácter
inflacionario con la consecuente elevación de las tasas de interés, pero esta tendencia tiene
efecto entrópico menor al de tipo homeostático proveniente de la contratendencia, que es
superior, pues, estabiliza en la coyuntura el desenvolvimiento de la economía como un todo.
Luego (aunque la reflexión parezca poco marxista, pero de ningún modo friedmaniana), este
dinero, forjado al margen de la actividad productiva y del trabajo, induce a la creación de
trabajo y a sustentar el existente, como también lo hace con la producción, dinero que luego
se “lava” al incorporarse al sistema “legal”.
En la etapa de concretización de la conciencia, todo proceso de pensamiento individual
tiene su límite; tope, que es temporal, puesto que la propia realidad configura el
procedimiento y el coeficiente intelectual (en suma: las condiciones apropiadas, como la
asociación de cerebros para potenciar la cualidad de la reflexión), cuando la necesidad
histórica se presenta y la demanda. En este caso, quizá: se ha resuelto lo más, enfrentándose,
luego, a la dificultad de resolver “lo menos” (¿siempre lo particular trae aparejadas mayores
dificultades –en el acto cognitivo- que lo general?). Ahora bien, la asistencia financiera estatal
(EU, UE, Japón,...) a la crisis de liquidez de finales de la primera década del siglo XXI (estafa
bancaria mundial), deviene en proceso consciente y manipulado de concentración de la
riqueza, puesto que el mismo constituye acto de movilización de “valor” generado por los
738

trabajadores del mundo al sector especulativo bancario (en el momento se dice que “el
colapso del sistema bancario decidirá el destino del mundo”); mas, la crisis no termina aquí,
debido a que esta recaptación de “plusvalía” va dirigida al sector superfluo de la economía,
esto es, no al déficit que registra la población endeudada por la estrategia de los créditos
subprime 1174 . El sistema financiero y de actividades artificiosas coaligadas (las Bolsas y otros
mercados) en general, se ven golpeados en su centro neurálgico: la confianza; el hecho se
ubica en el lado derecho del cerebro: desconfianza mutua ente el sistema financiero y la
población; en todo casa, el trabajo de la población del planeta todo, reexpresará el dinero
nominal, que circula sin respaldo, como problema atinente a la coyuntura histórica.
De manera que, las determinaciones que sobre los hechos abordados, una mente con
pretensión abarcante puede anotar: ya están formuladas. El trabajo pretende univocidad entre
asociación representativa y desplazamiento de la realidad, como proyección de la teoría
existente. El aserto puede alcanzar su prueba, sea como efecto de que los hechos fluyan según
lo estipulado en la especulación (carácter predictivo coincidente), ya sea en el encuentro de
pistas empíricas probatorias. La Física Teórica, para citar un ejemplo en otro sector del
conocimiento, ha actuado de ese modo: modo esencialmente deduccionista, puesto que
moviliza la razón sobre la realidad en acto de imposición de la suposición lógica en atención
al movimiento epifenoménico del “objeto de estudio”. En el sentido referido, la dificultad de
abordar perceptualmente los procesos humanos estriba en que éstos se mueven siguiendo
tendencias de modo ordenado, no obstante: evolucionan; cambios, que no son del orden del
movimiento browniano o de la incertidumbre atómica. Estas anotaciones (lo cual es obvio),
por otra parte, tienen límites de consistencia empírica; parte debido a la complejidad del
material de datos con el que se requiere contar (prácticamente es una totalidad, o sea, disponer
de variedad y generalidad de índices e indicadores, de modo que la elaboración mental de
tanta información asocie, establezca su nexo interno, su conexión universal y encuentre su
sentido), parte por limitaciones materiales de orden personal, pero también por el límite que la
propia realidad pone, cuando se trabaja a base de tendencias, según una conducta, que podría
llamarse: “prospectiva marxista”.
Sin embargo, es posible mantener fidelidad con los hechos y, aún: rigor, cuando las
materias tratadas tienen un pronunciamiento en el interior de su esfera inmanente, de su
propia doctrina, método y conceptualidad, es decir, respetándose su propio estatuto teórico y
metodológico, y observando cuidado en su correlación transdisciplinaria integradora
filosófica; de modo que el carácter de episodios de dimensión natural físico-biológicos ha sido
considerado en la modalidad propia y clásica de su abordaje intelectual; en igual sentido
(aunque aquí hay que asumir una perspectiva), se ha procedido con el tratamiento de las
esferas social y del pensamiento, para no asumirlo todo traspapelando ilegítimamente
procedimientos, doctrinas y conclusiones. Desde “tiempo” atrás, a la vez que se reprocha la
compartamentalización estanca del proceder positivista de la mente que piensa, se persuade al
pensamiento a que aboque porque aflore de él, la concepción total de la realidad; frente a esta
“petición de principio”, todo esfuerzo individual al respecto es tan sólo esbozo parcial, pues,
la ley en este campo es: la mente colectiva, apoyada en lo que pueda darle su símil artificial,
es la potencia que totalice, que concrete el saber como esencia y complejidad, como
racionalidad y empiricidad. Mientras tanto, la inquietud individual en la dirección señalada,
que examina la realidad en su multifacética generalidad, requiere capacidad de análisis y
síntesis: en el análisis adquiere relieve el método de la abstracción y en la síntesis, lo hace el
de la asociación, en suma: la relación entre esencias, liberadas de su complejidad secundaria.
El material reflexivo hasta este momento consignado en numerales arriba adjuntos, se
reduce a lo siguiente. Si la estructura económica del sistema capitalista periódicamente se
enferma, la voluntad (la intelligentzia burguesa) interviene aplicando tratamientos de
recuperación; las típicas medidas de restablecimiento son inherentes al ejercicio de la
voluntad política y a la creatividad de la mente (después de Keynes, se ha vuelto usual la
retroacción de las estructuras político-ideológicas conscientes, en cuanto proceso
contrarestante de la crisis –de acuerdo a lo dicho, Gramsci llama al hecho: “las trincheras de
la sociedad civil”-; un obeso no deja que le afecte su corazón, por el contrario: hace ejercicio,
toma medicamentos, se cuida). Sin embargo, en la actualidad, la administración de todas las
medidas (enunciadas por Marx y por otros estudiosos de la crisis y del derrumbe), no tienen el
1174
“… miles de millones de dólares que no encontraron colocación rentable en la producción de mercancías,
fueron a para en el sector inmobiliario y provocaron el alza espectacular en los precios…”.
739

efecto terapéutico que mostraron hasta la década de los 90 del siglo pasado, por lo que el
sistema opera prístinamente, de modo transparente con su ley huérfano de apoyo
homeostático proveniente de la aplicación de medidas arrancadas de la mente por la voluntad
(si, por una parte, el sistema: no puede derrumbarse por sí solo, esto es, sin la intervención
revolucionaria de la clase destinada a derruirlo, por lo cual es posible suponer que operará
por siempre; por otra, en cambio, el sistema no puede sostenerse sobre sus crisis
inherentes, sin la intervención de su clase, a través de la superestructura), por ejemplo: los
3 millones de millones de dólares (¿?), que en el 2008 los diferentes Estados –EU, UE, Japón,
China, Rusia- se aprestan a inyectar en el sistema financiero para evitar su quiebra y sostener
al sistema burgués senil: ¿lo salvarán? o, ¿lo hundirán?; según las premisas que aquí se han
asumido: acelerarán la crisis (pues, la empresa: ya no es el mecanismo productor y
reproductor de trabajadores). No obstante, “El capitalismo es un modo de producción que en
su caída sigue creciendo,...”, de modo que “La tesis de la declinación histórica sirve
únicamente como un principio general de contextualización histórica, pero hay que llenarle de
contenido...” (dixit Claudio Katz).
Por otra parte, si es exacto, que la era del trabajo productivo en la especie se ha
tornado en abstracción con la detracción histórica paulatina del obrero del sector real o del de
los servicios (debido al impacto sobre el proceso de reproducción material de la existencia
humana, del proceso creciente de automatización), el capitalista –como consecuencia- se
anula, se queda solo, ya no existe como tal en la estructura social contradictoria; además, si la
clase obrera cumplió su misión como un acto de designio histórico previo a su desaparición
puesto que legó –por lo menos- la conciencia de los hechos humanos (lo que hoy reivindican
en su programa los “movimientos sociales”) y, sobre todo: el Norte para la especie, esto es:
porqué debe desvelarse y luchar la humanidad (su segmento consciente –político, científico-
subversivo, ciudadano, mundano, sistema solarseano, universiano), consecuentemente el
capitalismo es también una abstracción; strictu sensu: el sistema oficial es un moribundo, que
incluso en ese estado contribuye a que llegue a término el proceso de automatización (“crear
las condiciones materiales del mundo nuevo” –siempre Marx), a medida que decesa del todo.
Dicho en términos de los especialistas:
“... para Marx, una cosa es el derrumbe de la economía capitalista –que él no defiende-
y otra cosa distinta es el derrumbe del sistema capitalista –elemento central de toda su
teoría-. Por tanto, Marx elaboró, inequívocamente, una teoría del derrumbe del sistema
capitalista, pero de ninguna manera una teoría del derrumbe de la economía capitalista...
Por esta razón, puede afirmarse que... 1) el mecanismo económico capitalista no es
´imposible´, ni se convierte en ningún momento en imposible, a pesar de la anarquía de
la producción. Los esquemas de la reproducción (simple y ampliada) demuestran la
posibilidad de supervivencia ilimitada... del capitalismo, pero también demuestran la
necesidad de crisis capitalistas periódicas. 2) Las crisis capitalistas... serán cada vez más
graves... hasta que el capitalismo llegue a su fin. Pero este fin no se producirá por
razones puramente económicas. La tesis de Marx es que el ciclo capitalista se
reproducirá constantemente... si no existieran determinadas fuerzas... que en un punto
determinado del desarrollo histórico del capital, pusieran fin a dicha reproducción. Sólo
que estas fuerzas aparecen, en último término, como consecuencia del propio desarrollo
del modo capitalista de producción...” (Guerrero, Diego. Aproximación polémica a la
teoría marxista de la crisis económica; Madrid, 2005).
Oros estudiosos del proceso finisecular del capitalismo, también sostienen tesis
similares (Daniel Oleskar, Economía capitalista mundial: ¿fase expansiva o crisis sistémica?
¿Hegemonía de EEUU o hegemonía compartida? ¿Liderazgo del capital productivo o del
dinero?), es decir, que el mismo no se halla de salida y, tanto peor: que sea un hecho del
pasado 1175 . Para este pensamiento, el capitalismo mas bien ha ingresado en una nueva onda
larga Kondratieff expansiva, en cuyo interior se van a presentar riesgos de recesión corta; de
modo que la crisis actual no es sistémica, la hegemonía estadounidense no se halla
compartida, y el liderazgo no es financiero sino del capital productivo. Es verdad, que hasta
1175
Hay estudiosos, que sostienen que en el capitalismo del siglo XXI muestra una tendencia al aumento de la
tasa de ganancia; empero: ¿se puede asumir un razonamiento de este carácter, cuando en el sistema, como
totalidad, la norma es la concentración y la quiebra de empresas?
740

fines de siglo, la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la relaciones de
producción no pudieron ser resueltas con el cambio de sistema (lo cual es una hipótesis
inverosímil) sino con el cambio de “modo de acumulación”; sin embargo, a partir de esa fecha
tales modelos, sean endógenos o mundiales, fordistas o toyotistas, no entran más en el curso
de la historia (o se hallan saliendo de él); las fuerzas productivas plenamente instaladas en la
fase de automatización, activan el interés sobre la inversión y el producto, mas no en torno del
empleo, por lo que la onda tecnológica (el desarrollo de las fuerzas productivas conductoras
de forma cuasi autónoma de la historia) se impone afinando, mas bien, las bases de un nuevo
sistema. En el presente, puede decirse que el ciclo A y el B se han fusionado, sin o reduciendo
drástica y progresivamente el empleo, esto es, con la necesaria caída tendencial de la
ganancia; fenómeno de nueva data, en el que los avances tecnológicos ingresan en el curso de
obsolescencia permanente. En efecto, “... la hipótesis global de I. Wallerstein es que este
sistema-mundo capitalista no alcanzará a vivir el tiempo necesario para permitir la
constitución de una cuarta hegemonía planetaria en su seno, dado que se encuentra ya en su
etapa terminal y definitiva,...” (Aguirre Rojas, Antonio. Wallerstein y el diagnóstico sobre el
mundo contemporáneo; México, 2004).
A propósito, el triunfo del candidato de raza negra: B. Obama en la contienda electoral
en las presidenciales del año 2009 en EU, ha desatado la imaginación y el ajetreo
interpretativo del fenómeno, de los estudiosos de la economía y de la socio-politología
planetaria. Mr. Immanuel Wallerstein (teórico estadounidense del “sistema mundo”), sostiene
–en un artículo publicado en estos días: marzo del 2009 1176 - con ocasión de la elección de
Obama, que el capitalismo en crisis “... ya no puede asegurar que los propios capitalistas
tengan la incesante acumulación de capital que es su razón de ser...” –el sistema se volvió
caótico: no se sabe qué medidas serán seguras, o sea, las indicaciones que emanan del
mercado se han vuelto “encontradas” y son inocuas para hacer descansar en ellas las
decisiones de inversión-, que esta debacle conduce al término del sistema. Wallerstein
sostiene, que el capitalismo desaparecerá en 30 o 40 años, pero afirma desconocer, qué le pasa
al mundo actualmente, como tampoco hacia dónde va la humanidad: qué forma de asociación
entre individuos integrantes de la humanidad le sucede a la clasista burguesa; además,
descuida poner la monta en el hecho de que es la realidad (y la influencia de la Revolución
Rusa, así como la experiencia Socialista y la lucha social mundial) por su propia
determinación, el factor que está llevando al capitalismo a su orilla (Wallerstein falló en su
“… anticipación sobre la posibilidad de un tercer sistema mundial: un gobierno socialista
mundial…” –y no sólo él, puesto que en la década de los ochenta del Siglo XX, era muy
común suponer, que el “mundo marchaba hacia el socialismo” 1177 ). En efecto, la real
dificultad consiste en que en el horizonte la clase capitalista no cuenta con una nueva salida
para la crisis (aun a condición de que acicatee la creatividad de sus estrategas: ¿producción de
vehículos eléctricos, de bicicletas, de alimentos orgánicos, aviones unipersonales, viviendas
en el fondo de los mares, turismo espacial y terráqueo, “zoológicos” de la biodiversidad,
flores para el romance, medicina estética, bebés bajo pedido,…?), lo cual no significa que aún
hoy el sistema no sea viable, incluso si no puede garantizar condiciones de vida mínimas para
la reproducción de la fuerza de trabajo 1178 .
1176
El cual es la extensión de otras ideas desarrolladas por el mismo E. Wallerstein en un artículo suyo: El
Foro Social Mundial en la encrucijada, incluido en la revista: América Latina en movimiento, de junio del 2004;
se hace referencia al artículo “La depresión, una visión a largo plazo”, publicado el 3 de julio del 2008.
1177
“… la dificultad para pensar en futuro en cuanto a direcciones posibles y optar por tratar de recorrer
alguna, tiene que ver con la falta de claridad sobre lo que está agotado”. Al momento, la humanidad atraviesa
una subetapa de transición, caracterizada por una nueva forma de división humana/mundial del trabajo: los
anillos centrales de la cadena capitalista mundial deben completar el proceso de automatización, mientras que
los periféricos transformar las relaciones sociales, rumbo a la forma humana comunista sin trabajo.
1178
Mr. Wallerstein en el mismo artículo, a la Izquierda la considera como históricamente incapaz de
aprovechar la presencia de gobiernos centroizquierdistas en el planeta (Roosevelt, Mitterrand, Mandela, Lula);
de modo que recomienda no ubicarse en la oposición sino aplicar una política de apoyo y presión (empero, debe
recordarse un argumento elemental en Ciencia Política: que Obama es tan sólo un gerente contratado, no el
depositario del poder); aconseja seguir dos tácticas diferentes pero articuladas: una de tipo coyuntural para
atenuar la pobreza y ganarse el interés popular; y, la otra para dirigir el largo plazo con frugal optimismo, de
lo contrario el sistema que viene puede ser peor que el vivido. Por otra parte, realiza una comparación ilegítima
entre políticos progresistas que llegaron al gobierno en distintas épocas, a los cuales no se puede dar un
tratamiento in abstracto. Dice, que el pueblo estadounidense al elegir a Obama, se ha pronunciado por el mal
menor y en la medida en que en su gobierno habría “espacio" para los movimientos sociales. En lo tocante a la
741

Se ha vuelto lugar común, el aceptar, que el capitalismo: no va más; nociones como:
“cambio de época”, “época de cambios”, “nueva era”, posmodernidad, crisis global o de
civilización, “sociedad de la espiritualidad”, Pachakutik, “segunda venida de Cristo”, etc.,
connotan dicha generalizada percepción. También esas sectas archirreacionarias evangélicas,
se han notificado sobre el derrumbe próximo del capitalismo (en este documento, aún antes
del 2001, cuando se empezó a prepararlo, ya se anunció: no la virtual desaparición del
capitalismo, sino que éste, herido por la espada de la Revolución de Octubre, era un
moribundo que, una vez trascurrida la coyuntura histórica de sus últimos días -los 30 o 40
años, a los que hace referencia en su vaticinio Wallerstein-, esperaba ser enterrado, ahora se
sabe: por la acción de los supra proletarios: los subversivos, los ciudadanos, los intelectuales).
Los evangélicos, oráculos del desastre humano, en Ecuador, en el canal denominado
Asomavisión, propalan que se acerca la segunda venida de Cristo a enfrentarse con el
Presidente de la Unión Europea (el Anticristo), puesto que dicen ellos, según la Biblia, que es
el nuevo imperio que reemplaza a EU, el cual cae, y, sostienen, además, estos disparatados,
que en Europa se implantará el comunismo; no obstante, si estas tonterías fueran ciertas,
Cristo no debería venir antes que el ser humano haya comprendido el Universo (natural,
social, cerebral), por propia cuenta, es decir, de haber entendido a Dios (sic): de haberse
realizado a cabalidad la propiedad de la inteligencia.
En el plano de la comprensión personal, en este opúsculo se sostiene, que la coyuntura
transicional en curso representa la fase terminal del sistema burgués de reproducción humana
decesado, que los que se producen en él, no se trata de movimientos de recuperación
sistémica, sino de los estertores de la vida que se ha ido: muerte cerebral o cerebro vivo
yacente en un cuerpo exánime, cuadripléjico, distrofia muscular (los hechos por venir,
dirimirán la controversia). El señor J. M. Tortosa, en uno de sus escritos incluido en la revista
Globalización: mito y realidad (Quito, septiembre de 1998), afirma que las predicciones sobre
el desastre del capitalismo han fracasado, pues, este sistema ha salido de muchas crisis, de
modo que es aventurado decir, que se va a acabar. Qué diría el señor economista Rolando
Astarita, sobre estas ideas: que el capitalismo como civilización está muerto, que la transición
completa el proceso de automatización productiva a cargo de los países de capitalismo
desarrollado y de transformación de las relaciones sociales, siendo esta competencia propia de
las neocolonias, y que en frente se ubica el comunismo robótico, cuando en las conclusiones
de su trabajo en la Web intitulado: Crédito, crisis financiera y ciclo económico (octubre del
2008), frente a la propuesta de que el capitalismo ha entrado en un momento de crisis
irreversible, sostiene que:
Como es más o menos habitual, algunos analistas de la izquierda ya se han apresurado a
proclamar que se está de nuevo en presencia del inminente derrumbe del sistema
capitalista (con cataclismos revolucionarios incluidos), y/o que se está entrando en una
depresión de proporciones parecidas a lo que ocurrió en la Gran Depresión.
Indudablemente, la crisis financiera es de proporciones gigantescas, como no se ha visto
desde la década de los treinta. Sin embargo, las tendencias que se pueden visualizar
ahora no apuntan a que se vaya a una caída del producto mundial de tipo catastrófica, ni
a un colapso del mercado, como sucedió hace siete décadas. Cuando se habla de caídas
“catastróficas” se hace referencia a caídas del orden de las que hubo en Argentina en
2001-2002, o en Estados Unidos entre 1929 y 1933. Pero sí se estaría yendo a una fuerte
desaceleración de la economía mundial, y a crecimientos cero, o negativos, en los países
perspectiva, manifiesta que se abren dos ocasiones: el corto plazo, en el cual la izquierda debe trabajar para
minimizar el dolor de la desocupación y la pobreza; en el mediano plazo, en cambio, debe hacerlo para
garantizar un sistema que sea mejor que el anterior (el capitalismo de 5 siglos). Cree que la lucha está
planteada entre Davos y Porto Alegre; las acciones fundamentales para la izquierda deben ser: 1) alcanzar
claridad intelectual, 2) estructurar organismos para empujar el proceso por el lugar correcto
(descomercialización, experimentar con todas las formas de organización que tengan más sentido en términos
de justicia social y sanidad ecológica) y, 3) alentar un optimismo sobrio sobre el “mediano plazo” (“... estamos
muy lejos de obtener la victoria, pero ésta es posible...”). No obstante, en estas observaciones no se repara en el
hecho de que el proceso humano (el de transformación social-humano lenta –la transición-, como su desenlace y
afirmación: el comunismo robótico) no es precisamente un proceso dirigista, por el contrario, éste emerge y se
modela conforme a la operación de las determinaciones legadas por el trabajo proletario: teórico (Marx-
Engels), político (Marx-Engels, Lenin), estratégico (Lenin) y administrativo (Lenin-Stalin); (esto, también para
cerrar la boca de quienes sostienen, que el proceso humano a futuro es espontáneo, o sea, libre de
racionalización y conducción incluso automatizada).
742

más importantes, entre ellos Estados Unidos. Es posible que a través de esta dinámica se
produzca una desvalorización bastante generalizada de capitales. Las intervenciones
masivas de los bancos centrales y de los gobiernos estarían impidiendo que ocurra una
desvalorización masiva, de tipo deflacionario, de los capitales mercancías 1179 .
Frente a la crisis, Obama, en noviembre del 2011, ha salido a decir, que “EU siempre
será triple A” (en alusión al índice de más alta calificación que otorgan las calificadoras de
riesgo a una economía). Como los neoclásicos prácticamente no creen en la crisis, puesto que
consideran que el mercado provee opciones para todos, que los problemas son oportunidades
que estimulan la creatividad, que el triunfo o fracaso por ineficiencia es un asunto personal,
que, por tanto, las crisis son episodios normales y tratables en la vida de las naciones si se
deja funcionar libremente al mercado, muy pocas veces se han pronunciado sobre los aciagos
acontecimientos ocurridos en el sector financiero de EU y la UE. La propaganda es el
mecanismo efectivo de formación de la subjetividad colectiva y de cohesión social; una voz
(una imagen) ha dejado de hacer “mutis por el foro”, saliendo por los fueros de la defensa de
la principal cabeza imperialista: EU, en Discovery Channel. Un gringo rechoncho, viejo,
encorbatado se ha propuesto responder a quienes sostienen que EU es un imperio en
decadencia, con la misión de persuadir en torno de la vigencia del poderío yanqui, blandiendo
cifras astronómicas sobre activos de ese país, suponiendo que los grandes guarismos que
expone, cambian la realidad. Presenta un balance contable, en el que en el “haber” incluye
inventarios: catastro rural y urbano, pertenencias familiares de los estadounidenses, capital
social (red vial, puertos, aeropuertos, puentes,…), el knowhow, el valor a futuro del trabajo, el
ejército (barcos, aviones, misiles). El patrimonio así concebido y estructurado lo estima en
295 billones de dólares; la deuda gringa asevera asciende a los 15 billones, debitada la cual,
EU vale –asevera- 280 billones de dólares estadounidenses, de modo que cada gringo, en una
hipotética repartición, sería propietario de un millón de dólares, mientras debe apenas 140
mil. El individuo referido, concluye que EU sigue siendo la primera potencia en el planeta y
lo será a futuro.
En la operación matemática referida, bajo el supuesto de que “todo tiene precio”, se ha
incurrido en varias arbitrariedades; en efecto, en dicho cálculo no se tiene en cuenta el
consumo, la depreciación, así como las externalidades negativas o afectaciones a la
naturaleza, como tampoco que dichos activos son el producto del saqueo histórico sobre
pueblos, de guerras, mafia y crimen; además, no se explica cómo en esa potencia el
desempleo, la pobreza, la delincuencia conviven con los magnates, esto es, como se asevera
que por cada 100 estadounidenses hay un rico, 99 serían pobres y tan sólo 1 es millonario;
finalmente, ¿por qué no se procede racionalmente a repartir dicho colosal valor de activos
para la población, de modo que cada estadounidense efectivamente sea propietario de un
título valor por un millón de dólares? En realidad, no es que los gringos se hallen en
decadencia por pobreza, sino que se trata de un imperio viejo, degenerado, malévolo, que
continua aplicando medidas criminales para mantener e incrementar su riqueza malhabida:
penalización a la emigración; que en su interior persisten las lacras inherentes de desempleo,
pobreza, quiebras de empresas y estafas bancarias, el negocio criminal de la guerra (venta de
armas, invasiones destructoras y negocios de reconstrucción), de la droga; toma abusiva de
recursos, endeudamiento inducido a las neocolonias, anatocismo, comercio asimétrico
(administrado, dumping); luego: es la operación del sistema la que exhibe dificultades,
sorprendentemente sobre tanta riqueza. El imperio estadounidense es, en efecto, un viejo
millonario, cuya riqueza es el producto del robo, la explotación y la depreciación de la
naturaleza; es más, se ha ganado el odio del mundo. ¿De qué le vale a un viejo dicho status, si
otra generación está a la espera de tomar posición de tal riqueza? Esa bonanza, es parte del
activo sobre el que debe enseñorearse el momento civilizatorio a la vista, pues, EU ha sido el
ariete en la misión llamada a cumplir la formación social capitalista: producir la base material
del mundo nuevo (K. Marx).
Ahora bien, siempre la tasa de ganancia baja con el incremento de la inversión en
capital constante por trabajador en el largo plazo; si ocurre lo contrario: si el PIB crece y la
tasa de ganancia decrece, se debe a la incidencia de otros factores, que compensan u
1179
En otro documento (La bataille socialista: 1934 la teoría del derrumbe del capitalismo -Pannekoek) se dice
algo similar: “Cualquiera que estudie a Marx en estos días es impresionado profundamente por la irresistible
naturaleza del derrumbe y da la bienvenida a estas ideas con entusiasmo”.
743

obscurecen el fenómeno. No obstante, el verdadero dilema no radica en la exagerada
preocupación por dar cuenta intelectiva objetiva, exacta, sobre el fenómeno de la primera
crisis capitalista posmoderna (hipermoderna: la del 2009), sino en imaginarse que el sistema
puede reagrupar sus últimas y diezmadas fuerzas para aplicar una política que le permita
capear una vez más sus dificultades de reproducción (en efecto, algunos analistas, afirman,
que en la actualidad el sistema cuenta a su haber con experiencia, nuevos instrumentos,
estrategias e instituciones para afrontar y resolver positivamente la crisis); pero: “no hay mal
que por bien no venga”, en el caso de ello ocurrir, las fuerzas productivas dispondrían de
tiempo extra a su favor para continuar su desarrollo por su vía natural (es obvio, si las tesis del
“crecimiento cero” de corte burgués, no se interponen: la declaratoria reaccionaria del Club de
Roma, que con dedicatoria sugieren frenar el dinamismo económico capitalista para la zona
neocolonial), en el interior del mejor sistema que la historia ha generado para el efecto: la
estructura burguesa-competitiva de producción y reproducción. En realidad, no como efecto
de los llamados de dicho Club, como tampoco por la presión del ecologismo hedonista
(puesto que el capital es un proceso histórico-natural que sigue leyes, la propia propensión
degenerativa del capital al haber arribado al absoluto, representa su límite: la última ola
tecnológica, que permitió ganancias extraordinarias al capital, las cuales fueron transferidas al
sector monetario-financiero, esto es, la “revolución” de la electrónica, de las comunicaciones,
de la informática, en los sistemas en general, se ha agotado, enrareciéndose el horizonte en
materia de innovación tecnológica como una nueva vía de escape para la crisis (el
conocimiento, la nanotecnología, la biotecnología, la robótica, la inteligencia artificial, son
inversiones que no solamente producen rendimientos decrecientes, sino que en perspectiva, no
van generar retorno alguno, pero que sí desarrollan las fuerzas productivas).
El capital debe negarse a sí mismo: su abstracción inmanente, proviene del desarrollo
de las fuerzas productivas y/o del frente de las relaciones sociales (la lucha de clases); el
capitalismo es una fase histórica (afirmación, que no es más que una de las varias tautologías
con las que se opera en este ensayo; ahora bien, frente a tanta confusión, incluso entre
expertos en unas materias con respecto a otras, forzoso es hacer referencia a aspectos teóricos
elementales conocidos), nada más que un momento transitorio humano, de modo que los
esquemas de reproducción, sólo son posibles en una fase bien definida de su existencia. El
capitalismo (la clase capitalista) en el largo plazo, sin intervención de la clase que lo supere,
debe dejar espontáneamente la historia, pues, no hay forma económica eterna, puesto que,
agotada toda su “energía”, o sea, realizadas todas las posibilidades de sí (su reproducción
indefinida e incluso con auxilio de la voluntad de la intelligentzia de clase), debe dar paso a
otra forma “social”; sin embargo, es interés humano a la vez (de la clase que representa el
porvenir y/o que sufre su peso), el buscar bloquear la prolongación de un sistema que opera
fuera de la razón (ética, suele decirse según una argumentación ideológica de última data):
acumulación por explotación, por desposesión (enajenación, alienación), por destrucción de la
naturaleza, por sufrimiento del grueso de la población hemisférica, factor que mueve a la
incorporación de la voluntad revolucionaria en el movimiento natural de las fuerza
productivas.
Sin embargo, debe admitirse, y quizá: entenderse (y éste: no es un planteamiento
simplemente retórico), que el proceso de automatización, que finalmente desembocaría en la
robótica (y en el robot inteligente), desplazará de la historia al trabajo humano de forma
definitiva (esa también ha sido una aseveración formulada por Marx en sentido subyacente).
En ese instante la sociedad burguesa habrá concluido con revolución o sin ella, pues, con la
producción encomendada la mecánica automatizada ni racional ni irracionalmente se
presentarán condiciones reales para obrar de modo consensual de manera de crear empleo,
como para retornar a la edad de la piedra con el fin de dar ocupación a la PEA. Y, este
fenómeno –por extensión necesaria-, anularía todo el andamiaje teórico –no solamente en
materia económica- con el cual se ha pensado la realidad (el refrán: “me cambiaron las
preguntas cuando ya tenía las respuestas”, habrá realizado su determinación). El mismo,
pondría también límites a la desenfrenada especulación, por ejemplo, de ciertos estudios sobre
el capitalismo actual, en los cuales se presenta como novedad dos tesis: 1) que las crisis del
capitalismo, no son solamente económicas y, 2) que, como consecuencia, para entender el
sistema se precisa ensayar un análisis multivariable del mismo y de la entera sociedad; para
cerrar toda crítica a esta teoría multideterminada propia del idealismo sistémico, se demerita a
otras posiciones motejándolas de reduccionistas; sin embargo, zalamerías a parte, la crisis de
744

la formación social capitalista tiene su base en la esfera de la reproducción material: en la
economía, el resto de fenómenos anómalos, constituyen expresiones de este proceso
fundamental (por ejemplo, el capital, en la actualidad –2008-2009- atraviesa una crisis de
coyuntura –la cual constituye el desate de su movimiento concentrado anterior-; esta seriada
sistémica de problemas, definen el largo plazo de la humanidad).
Ahora bien, una vez que el proletariado ha actuado en la historia cumpliendo su
misión, es posible ayudar a bien morir y a cristiano sepultar al sistema capitalista con la
aplicación concertada de programas de política económica éticos, racionales, tecnicistas,
dirigistas, masificantes (dicho sea de modo necesario: también el proletariado se halla
envestido de una propiedad singular que debe ser realizada –que efectivamente lo ha sido-, la
cual se deriva de las características históricas y estructurales de su “masa crítica”: emergencia
en la etapa “social” de la especie; las condiciones de esa fase se hallan suprimidas en su ser:
carece de propiedad privada de medios de producción, no desea instaurar una nueva
dominación de clase o de división social del trabajo, tiene la experiencia de la cooperación en
el interior de la empresa y como derivación de la coercitiva gestión burguesa,... Esta
propiedad teórico-revolucionaria, le ubica: 1.- como creador de la riqueza material del mundo
nuevo sometido a explotación y dominación de clase, y 2.- en tanto destructor del sistema,
condición orgánica necesaria de esa creación). Este programa, que antaño formaba parte del
arsenal de modelos (a la sazón: 2, el liberal y el regulado) con los cuales la clase dominante
resolvía coyunturalmente su diferendos internos mediante el recambio (“ley del péndulo”, se
dice), ahora cerca y reduce cada vez más al sistema oficial, ahonda la ruptura del orden y
consolida la economía solidaria; este programa es el denominado “capitalismo regulado”, el
“socialismo del siglo XXI” o “economía popular alternativa solidaria” (“no interesa de qué
color sea el gato, lo importante es que cace ratones”) 1180 .
Se entrevé, por tanto, que por sobre el preciosismo lógico, analítico, modelístico
matemático que da cuenta del fenómeno social en curso, incluso en esferas de la reflexión
marxista, que si se pierde de vista el sentido de la vida humana y su propósito principal (en
realidad, la especulación y el argumento filosófico siempre juegan papel cognitivo esencial, a
la hora de encontrar el sentido de los hechos, más allá de sí mismos; sentido que no entrega
listo el objetivismo riguroso muy aplicado, el valor intrínseco de los datos o la
matematización de los factores 1181 ), la mente podrá llevar a suprimir la fase capitalista de la
evolución humana –como hacerlo precipitadamente con la juventud en la vida de una persona,
se reitera, debido a consideraciones de que esa “edad del burro” es insoportable-, o a
pretender reducir su tamaño histórico, con lo cual la humanidad no podría contar –haber
contado- con el conocimiento positivista y la tecnología (las condiciones materiales del
mundo nuevo), en su condición de supuestos sine qua nom para avanzar a la etapa que está al
frente, es decir, para iniciar el curso del trabajo intelectual, del conocimiento, de la
espiritualidad: el trayecto del ser humano en dirección a convertirse en Dios. En el caso arriba
citado, no valdría de nada la exactitud, el rigor y el esfuerzo intelectual de tanto investigador
marxista sobre el capitalismo (del propio Marx, de Amín, de Shaikh, de Katz, de Ballesteros,
de Guerrero,...): en torno de sus crisis y caída revolucionaria, si el examen científico de la
coyuntura histórica capitalista, no se le inscribe en la onda total humana y, sobre todo: si no se
pone el pensamiento en relación de correspondencia filosófica (el camino citado hacia el saber
total), con la respuesta que debe darse a la pregunta: ¿para qué se halla participando del
1180
“Más bien, la tarea consiste en perseverar en la superación de la propiedad privada de los medios de
producción, aunque ya no desde aquella perspectiva ingenua e ilustrada de un «poder a disposición» de un
determinado grupo sociológico y, por tanto, tampoco como paradójica propiedad estatal, sino como
desvinculación de un espacio social de cooperación emancipatoria respecto al intercambio mercantil, a la
relación monetaria y a la compensación productiva abstracta. En una palabra: se trata de desarrollar
elementos y formas embrionarias de una «economía natural microelectrónica» que escape fundamentalmente al
principio de socialización del valor y ya no pueda ser asimilada por éste” (Kurz, Robert. Antieconomía y
antipolítico: sobre la reformulación de la emancipación social después del fin del "marxismo"; primera parte,
Alemania, 1997). La superación de la propiedad privada y de la división social del trabajo, no obstante, es obra
de la salida de la escena histórica del trabajo efecto del desarrollo y generalización de la automatización,
proceso que cursa una vez que el proletariado cumplió a cabalidad su misión histórica según del marxismo.
1181
J.M. Keynes se mostró mucho más sensato cuando sin haber leído jamás a Marx afirmó, siendo él mismo un
matemático de fuste: “Una parte demasiado grande de la economía ´matemática´ reciente es una simple
elucubración, tan imprecisa como los supuestos originales que la sustentan, que permite al autor perder de vista
las complejidades e interdependencias del mundo real en un laberinto de símbolos presuntuosos e inútiles”
(Azcurra, Fernando. Marx y Sraffa sobre el excedente; Buenos Aires, 2012).
745

proceso natural la forma humana de la materia?
Para concluir esta parte de las presentes anotaciones, en una nueva referencia a los
últimos escritos de E. Wallerstein (como en el de la ocasión arriba citada) a propósito de la
sinceridad exhibida en ellos, puesto que declara que no sabe qué sistema viene después del
capitalismo, debe de modo paladino manifestarse (para llenar este horamen en la especulación
teórica prospectiva y la de muchos otros), que la humanidad se dirige en bloque hacia la
forma relacional “comunista robótica” (el capitalismo integró, homogenizó a la especie, y la
dotó del sistema automatizado de producción y del resto de esferas de la vida; el socialismo
estimuló dicho proceso y puso el fundamento ideológico de la nueva “sociedad”): esa es,
precisamente, la forma histórica, que supera, anula y reemplaza al modo de existencia burgués
(Marx, Engels, Lenin, Stalin,... estuvieron en lo cierto entre 200 y 50 años ah). La fase en
vigencia es la transicional, en la que el capitalismo desarrollado, sobremadurado, parasitario
de las multilaterales, la financiarización y la gobernanza (EU, Europa, Japón), completa el
proceso de robotización, mientras que el capitalismo subdesarrollado, deformado, bloqueado,
dependiente, contrahecho (Malasia, África, Porto Alegre, ALBA,...), erige las nuevas
relaciones “sociales” (humanas), a medida que los monopolios y la competencia seden paso a
las PYMES y a la colaboración, y en tanto el vector de la automatización acelera el paso para
encontrarse en un preciso punto con la nueva humanidad que ha perdido la noción -todo
interés- por el trabajo (como la juventud acumuló para abastecer a la vejez, el capitalismo ha
trabajado en la robotización para sostener a la “vieja” humanidad). Este proceso (el que tiene
lugar en el interior de la transición) es histórico-sociológicamente de carácter mixto: se halla
(por una parte) predirigido por la impronta de la lucha obrera y popular pasada como por el
socialismo de primera etapa (1917-1956), y es un movimiento subyacente al propio progreso
de las fuerzas productivas (por otra), el cual deviene coronado por la racionalidad de la
agenciosa actividad ciudadana 1182 .
En la inmediata coyuntura componente de la subfase transitiva, el proceso geopolítico
en curso en América Latina, en la primera década del nuevo siglo, es un rico momento de
recomposición de fuerzas, que le confiere carácter de experiencia diferente, puesto que no se
trata de simples procesos democráticos eleccionarios comandados por los inveterados
caudillismos o definidos por el marketing político. Consiste, mas bien, de incidencias
componentes de un fenómeno de viraje histórico; es obvio, no hacia el socialismo, sino de
formación de un polo de poder, dado en el progresismo (neoliberalismo con rostro social) de
ciertos gobiernos (Lula, Kirchner, Vásquez), que situándose en el ámbito de la política
internacional, como medio de integración sudamericana, crean un frente de mancomunidad
económico-político alternativo al hegemónico estadounidense, con lo cual afinca la tendencia
de formación de un mundo multipolar compuesto por varios centros de poder regional 1183 .
Este, no es un modelo contra el capital multinacional, sino antitético frente a la hegemonía
estadounidense (pero también la formación de una economía productiva, no solamente
comercial). EU, por su parte, pretende bloquear la creación de esas unidades geoeconómicas
integradas por varios “mercados emergentes” (como ya se lo efectuó antes con los
planteamientos del ALCA y los TLC, con el sabotaje que a la formación del MERCOSUR se
hizo por parte de Menen y Fujimori) a través de Colombia en el área andina, de México y de
Centroamérica. Este intrincado forcejeo, ha creado escenarios sociales de aparente
1182
En referencia al caso cubano, al libio y otros, J. Posadas (El Estado revolucionario y el socialismo), por
ejemplo, asume la tesis fetichista (personificación de un aparato histórico), curiosa, ateórica (a la cual su autor
la llama comprensión de realidades no vistas por Marx, Lenin y Trotsky) de “Estado revolucionario”, como
aprehensión subjetiva de la tercera naturaleza de ese instrumento expandido (la globalidad socioeconómica y
política de una sociedad, en el interior de la cual está el gobierno como realidad coyuntural), de cara al Estado
capitalista y al Estado socialista, que sostiene que fueron reconocidos por Marx, Lenin y Trotsky, y que es el
puente –transición- entre el capitalismo y el socialismo. Esta tesis insólita ha sido completamente vapuleada por
los fenómenos de implosión del socialimperialismo (a la cual lo llama burocracia in abstracto) y de
globalización (en realidad, fase de verdadera transición, esto es, de negación mutua entre el capital y el trabajo
o de implicación recíproca, en el momento de vida humana presente).
1183
“La hegemonía aplastante de los años 1990 no es sustituida por otra forma de polarización dura (como fue la
bipolaridad en la época de la Guerra Fría) sino por una situación muy original (no tiene paralelo en la era
moderna) de despolarización que le abre el paso a una suerte de multipolaridad floja de futuro incierto. Mientras
la superpotencia declina no emergen centros dominantes de reemplazo. Amplios espacios del sistema mundial
aparecen así sumergidos en un capitalismo difuso, sin control imperialista fuerte (por parte de potencias
declinantes o emergentes).” (Beinstien, Jorge. América Latina en la trampa progresista: el reinado del poder
confuso, 2006).
746

inorganicidad en América Latina, como efecto de cambios económicos y sociales, de
incidencia directa en la estructura política institucional, en los que EU ha gobernado a través
de sus embajadas. El proceso electoral en la subregión, cobra inusitada importancia, puesto
que de la orientación de los gobiernos, depende la consolidación de bloques latinoamericanos,
que con los africanos y asiáticos, descentren el poder en el planeta (Radio “La Luna”; Quito,
2007).
[De todas maneras, las características específicas de la transición –a la que en
América comúnmente se da en llamar “Socialismo de Siglo XXI” 1184 - tanto como de la nueva
estructura “social” que viene, se exponen a lo largo del presente trabajo, empezando por la
“Sinopsis introductoria” y concluyendo en la llamada “parte poética” o final. A continuación,
sin embargo, en sentido concreto, o sea, en términos demasiado comprimidos, se hace
referencia a algunos aspectos relevantes más, inherentes al “Modelo Estándar”, “Campo
Unificado”, “Theory for everything” de la dimensión histórica (humana) del Universo, que se
ha esbozado. Pero antes, algunas palabras sobre el curso que están siguiendo (deben seguir)
los países otrora neocoloniales, en los que se inserta Cuba, merced al planteo de sus últimas
reformas (las sugeridas por el propio Fidel a finales del 2010). Cuba, Venezuela, Bolivia,
Ecuador, Nicaragua, esto es, los subconjuntos humanos continentales estatalmente situados de
mayor inclinación hacia la izquierda, propenden obrar según los lineamientos del modelo de
reproducción ciudadano, denominado “Socialismo del Siglo XXI”; esta propuesta constituye
el programa para la reestructuración socio-económica interna: censo poblacional sobre
desempleados, subocupados, personas con bajos ingresos y pobres en general, para aplicar en
ellos una política de generación de autoempleo (Estado: investigación sobre opciones de
negocios, desarrollo del proyecto, inversión en su implementación; y, “traspaso” tutorado al
nuevo empresario-s- solidario-s); en la esfera exógena: la integración en el ALBA, en el
MERCOSUR, el establecimiento de una Unidad Monetaria, la creación del Banco del Sur, en
el marco de la “construcción de una nueva arquitectura financiera”.
De vuelta al tema: en la transición termina la larga era del trabajo, lo cual quiere decir,
que el proceso de hominización dado por ruta natural en la especie se ha completado (esto es,
el relativamente largo proceso de conformación de la humanidad como sujeto del
conocimiento objetivo total, llega a término: fase –en efecto- de detracción del ser humano
como homo faber, homo luden y su paso a homo espiritual, lógico, racional, del saber
objetivo). El capitalismo, que ha sacrificado a las 9/10 partes de la humanidad, pero a la que
concomitantemente le ha dado la mayor proporción de la racionalidad y que todavía tiene algo
que hacer en el desarrollo de las fuerzas productivas necesario para alcanzar el fin superior de
la raza, deja la escena de los vivos 1185 . Es la fase de resolución de la “cuestión histórica”, esto
es: 1) de la “cuestión social” (supresión de la asimetría social clasística, estamental); 2) de la
“cuestión espiritual-tecnológica” (amplia socialización del conocimiento y de la técnica entre
los miembros de la humanidad in abstracto); 3) de la “cuestión global” (ambiental: cuidado
de la tierra como trinchera de impulso de las nuevas generaciones hacia los confines del
Universo en la era supramoderna); y, 4) inicio de la atención a la “cuestión humana”
(producción del retrato hablado del Universo). Fase también de paso de la democracia a la
“lógicocracia”, a la “demoracionalidad” (democovivencia); régimen en el que se practica el
sexo en grupo (el sexo en grupo puede ser visto como una forma creativa, alternativa, de
satisfacción; no obstante, recusable juzgada a partir de la noción sobre las elevadas funciones
que debe realizar la inteligencia), de reposición de las unidades de inteligencia (crecimiento
vegetativo de la población) todavía natural, de pensamiento a través del trabajo de las
inteligencias atomizadas.
Luego: ¿“´sociedad’ de la espiritualidad” o “comunidad de consumo”? (las dos). Si se
reflexiona a nivel de la esfera supra superestructural (en las “formas de conciencia social”), la
forma humana dispuesta hipotéticamente en el horizonte es la de la “espiritualidad”; ahora
1184
El socialismo, el socialismo del siglo XXI o la transición efectiva, constituye un período de compleja,
multilateral y global lucha de clases (Transición: porque la realidad en curso no es lo uno ni lo otro, esto es: no
es ni socialismo ni socialismo del siglo XXI o contiene en un solo cuerpo, los caracteres de los dos).
1185
Ahora bien, en este punto se intercala la idea precisada, de que el capitalismo va a dejar la escena de los
vivos, no a causa de las crisis que le son inmanentes, por la revolución o por una coyunda; lo va a hacer,
porque el sistema fue derruido, porque ya está cuarteado en sus estructuras fundamentales debido a la acción
revolucionaria del proletariado llevada cabo en el Siglo XX, pero, sobre todo, por designios de la historia
(desarrollo de las fuerzas productivas: automatización, robotización, IA) asistidas por la múltiples acciones
subversivo-populares (revolución intelectual-institucional).
747

ien, si se cavila sobre el nivel matriz, de la esencia (la “económica”, la esfera de
“reproducción material” de la vida): ésta es la “comunidad de consumo”. Es obvio, que la
suprahumanidad (el “comunismo robótico”, la “humanocovivencia”), es un “tiempo”
básicamente de aprovechamiento de la “producción” automatizada de satisfactores tanto
materiales como espirituales e, incluso: suntuarios; sin embargo, esta tarea de subsistencia
“gratuita”, es la base del consumo y reproducción de ideas: la “humanidad de la
espiritualidad”, en orden de alcanzar las dimensiones de toda la materia con la conciencia.
Empero, cuando se visita un manicomio, un antro de diversión, una cárcel, al presenciar
indirectamente una fiesta de los banqueros o las actividades del folclor hoy: en el 2008,
resulta difícil presuponer, que esas personas son parte –los progenitores- del género
inteligente, serio, denodado, el cual se elevará hasta los dominios de la Providencia, habiendo
renunciado a la sensualidad, al arte, a la diversión; en efecto, en un “chongo” por ejemplo
–ambiente atestado, música estridente morbosa, mujeres semidesnudas insinuantes y shows
sexuales, licor y cigarrillo, animadores incitando al coito, pasión y presión de los celos al
advertir, que alguien se adelantó, que separó para él la mujer de la afición-, el cerebro
izquierdo es el más afectado, el mayormente agraviado, maltratado, ultrajado, humillado,
salpicado de porquería, mas allí hay germoplasma de la inteligencia, a la que habría que
recurrirse, si acaso].
3.2.2.- EL LIMITE ONTOLOGICO PARA LA REPRODUCCION DE LA SUBJETIVIDAD DE CLASE.
3.2.2.1.- EL FUNDAMENTO MATERIAL Y SU DISLOCACION.
En la instancia histórica en la que está entrando la humanidad a principios de los
nuevos siglo y milenio (XXI y tercero, en su orden), el carácter ascendente del proceso de
reproducción de su existencia material, dimana de la operación de su contradicción principal,
esto es, de la naturaleza crecientemente social de la producción de ciencia y tecnología, y de
los términos privados, monopólicos, de apropiación de los resultados de dicha praxis (ésta,
según se aprecia, es una afirmación transcrita y puramente tautológica). En la etapa, la cual
yace a las espaldas de la “sociedad”: la imperialista, la antinomia referida, se ubicó en el
plano más elevado de exacerbación y multilateralidad; la misma, mantuvo en escena a los
contendientes de mayor transparencia: la burguesía y el proletariado. En el interregno, por su
parte, la lucha de clases deja de contar como su principal exponente al trabajador clásico,
puesto que el otrora gran proletariado revolucionario, gestor político del derrumbe efectivo
del sistema, en la época de la acción “autónoma” de la técnica y de la variada lucha social
mundial, esto es, de preparación para dar el paso a la comunidad cibernética, se retrotrae a
etapas prepolíticas reaccionarias, por cuanto se ve forzado a enlistarse en el ejército de la
colaboración que propende el éxito empresarial, debido a que el “ejército industrial de
reserva” ha experimentado un vertiginoso incremento y de que el éxito de la empresa es
percibido como el factor sine qua non de su existencia.
La subfase de organización humana referida en párrafo precedente, por otra parte, es
una etapa de retroacción del conocimiento sobre sí mismo; hecho que le autoinscribe en una
tendencia de desarrollo constante e ilimitado, y la que no puede ser detenida ni sometida a
designios específicos, pues, en la perspectiva lógica (y real): la más moderna relación social
determina el conjunto, es decir, en la sociedad posindustrial -en sentido estricto, la sociedad
posmoderna, constituye: no otra realidad, que el momento de “triunfo” definitivo de la
máquina sobre el trabajo humano: la fase previa y generatriz de la “nueva era”-: la industria se
subordina cada vez más a la producción de conocimiento, y en la que el capital
permanentemente cede su dominio. No obstante, el carácter clasista (estamental) que mueve
el proceso social, no ha sido superado aún; y, mas bien, éste se desplaza y atrae para sí a las
más diversas subformas sociales del planeta, cargadas con intereses propios; vectores en
enfrentamiento, que empujan al mundo hacia un solo desenlace: a la comunidad humana sin
disensos reales 1186 . En la complejidad de la dinamia de este escenario del género, inciden de
modo natural y directo, los frutos en que deviene la operación progresiva de las fuerzas
1186
La contradicción principal pervive al mantener corporeidad uno de sus aspectos: el capital; éste se conduce
sobre la intención de constituir su antinomia: contra la población en general (de la “sociedad civil”, suele
simplísticamente sentenciarse); esta contradicción no ha perdido su fuerza, sigue siendo mas bien: la rectora
del camino, la cual viene impuesta por la historia, por la materia misma, sobre la voluntad que representó su
esfuerzo, en orden de su autoconcepción.
748

productivas (pues, la concretización es el autodespliegue ordenado de la complejidad),
substanciada en los substratos de la robotización y en los procesos de desarrollo de la
inteligencia (lo que es lo mismo: en robotización, no puede existir forma burguesa alguna de
reproducción).
El sentido de un período de estructuración de largo plazo de la humanidad, no se
encuentra en el supuesto del desarrollo histórico de sus determinaciones, sino en la
conformación interna de éstas, en la totalidad; esto es, en el elaborado de la consideración
lógica, en torno de sí. En efecto, por ejemplo, la ley del valor alcanza su carácter concreto en
la historia, únicamente en el momento en el que el trabajo se transforma, también él, en una
mercancía como cualquier otra. Sin embargo, en el presente, el trabajo, para una significativa
porción de la población, ha dejado de ser la capacidad humana, “destinada al cambio”. En el
momento transitivo, la producción automatizada se generaliza y se transforma en una
constante en el desenvolvimiento económico y en el modo de ser general de la “sociedad”; en
realidad, esta nueva condición, no significa el inmediato derrumbe del carácter asimétrico del
acceso al producto (hecho que, lógicamente, define la naturaleza del sistema, aun en la
inmediata coyuntura). La reproducción de la existencia material de los individuos en el
escenario globalizado de su actividad, a consecuencia, conserva su naturaleza antitética, tanto
en los hechos como en la conciencia, pero formal y perentoriamente
La propiedad de la tierra, según Marx, constituyó el sustento material del Feudalismo;
cuando se despojó a ésta de su carácter privilegiado al sobreponerla la propiedad del trabajo
objetivado como relación social (la industria), el modo de producción fundado en el capital se
estructura como totalidad al ingresar a su devenir también los presupuestos para sí: los
procesos agrarios. "Si el molino de viento generó la sociedad servil, mientras que el de vapor
–el caballo de acero: la locomotora- lo hizo con la burguesa", el "molino" del conocimiento
–el robot: el “ser humano de acero”, la IA- (la ciencia y la técnica burguesas –y la ideología
científica del proletariado) –el cual, se insiste, ya no es una mercancía capitalista en estricto
sentido- (la economía de los servicios, los procesos ligados al intelecto, sobre el substrato de
la “producción” cibernetizada), está generando la sociedad comunista. Sin embargo, en esta
sociedad, en este momento histórico, las creencias y la oposición de ideas esperan el turno de
su superación; ahora bien, estas reyertas formales, constituyen nada más, que la resonancia
superficial de las contradicciones de la vida material: el arsenal obsoleto de equívocos, del
que la humanidad debe desembarazarse (no obstante, en ese futuro, el ser humano será “mejor
en la edificación, que en la demolición”).
3.2.2.2.- LA RELIGION COMO EFECTO NECESARIO, EN UNA ETAPA DE LA VIDA HUMANA.
Varias de las versiones historiográficas de orden filosófico elaboradas en torno de la
esfera espiritual del “ser”, recuperan el doble y coercionante papel, que las religiones
–sean del signo que fueren- han desempeñado en la marcha y en la preservación de la faceta
inteligente de la existencia. 1) No bien se instaló en el nivel superior respecto de la mitología
clásica, el referido tipo de conciencia ideológica, se perfila necesario en el acto “racional” de
producción de sentido de las estructuras de cohesión en las formas humanas intrínsecamente
segmentadas y confrontacionales, en las que recircula un tipo de razón antiingenua; de modo
particular, esta captación es cierta, sobre todo en lo referente en la comunidad formal
burguesa, en relación con la disciplina que propugna imponer el credo de raigambre
evangélica sobre la conducta descuidada de la vida de amplios sectores marginales (el saldo
no deseado, que ha traído aparejada la citada diligencia, tiene que ver con la reapertura de
condiciones para el avance de la ciencia y de la técnica, esto es, del presupuesto de su
superación). 2) Es el bálsamo, que ha frenado –por ejemplo- el desate de posibles actos de
eliminación colectiva. En este último caso, estímese: la conciencia, seducida por este marco
de pensamiento, condujo al ser humano a sobrellevar la información respecto de la meta de la
vida: la muerte, y su asociación con las penalidades cotidianas, concomitantes con las
diferencias interindividuales, que el capitalismo heredó de la forma de civilización anterior, a
las cuales las ha preservado y desarrollado (la negación del “ser”); esta solución parcial y
ficticia, ha obrado también en el acto de interrogación en torno de los propósitos de la razón y
sobre el golpeteo sistemático de preguntas filosóficas en general, en la cabeza pensante;
interrogantes que llevan al estrés, y que cada vez se agudizan al alcanzar la mente más altos
niveles de dominio racional del mundo. El inadmitir la muerte, la intolerancia ante la
diferenciación social, la explotación, la pobreza y la dominación, así como la ausencia de
749

espuestas para problemas e inquietudes existenciales en un momento dado, podían haber
llevado a desbocar a la voluntad. Ahí es cuando ha entrado a operar la concepción ilusoria de
la vida, mientras el ser humano no haya llegado a ubicarse en ciertos grados de madurez, de
modo que la templanza le lleve a aceptar los hechos y a seguir en la investigación. Mientras
tanto, “... a veces no me importaría ser como los religiosos: sin ningún interés en la batalla...”,
que libra la ciencia.
En la volatilización de la expresión de significación mayor, inherente a la esfera
clasista subjetiva de la especie (la negación del garante de la reproducción del sistema: la
ideología), de forma análoga como en el “proceso de autoproducción indirecta de su propia
existencia material”, el ser humano ha elaborado dispositivos técnicos y modos de operación,
que se comportan como superadores –socialmente diferenciados- de limitaciones físicas en el
proceso de su sobrevivencia, con el diseño y permanente innovación del “ordenador” se
dispone del vehículo abstracto, que permite rebasar la supuesta barrera infranqueable de la
intelección de la infinitud micro y macro cósmica de la realidad, frente a una aparentemente
diezmada capacidad cognoscitiva individual humana. El uso democrático, generalizado y
óptimo de este descubrimiento colosal y del cúmulo de conocimientos heredados (los cuales
deben ser reprocesados, deconstruídos con la “estrategia” del pensamiento históricodialéctico)
–a pesar de que de todos modos esta conquista deba ser alcanzada por vía cruenta-,
constituye “la artillería pesada que derrumbe todas las murallas de China” religiosomitológicas,
que mediatizan a la humanidad en su consigna de ser la medida subjetiva
racional frente a la realidad (para las futuras generaciones a instalarse en el planeta, “la
ciencia pasa a ser su Religión”; en ese sentido debe entenderse la expresión “sociedad de la
espiritualidad”).
No se olvide, que la primigenia fórmula con la cual se superó la limitación material a
la que se hallaba enfrentada la mente conceptiva (en virtud de que la “sociedad” originaria no
contaba para sí, con la fecundidad de la experiencia, con el aporte proveniente de la esfera del
trabajo intelectual acumulado, pasado: el conocimiento –de esa “colosal masa de datos”,
como arguye Marx, o con la “base de información”, como se suele decir actualmente;
tampoco disponía de procedimientos, de técnicas, de instrumentos, de todo un estado de
tradición…), fue el acto de “división social del trabajo”: la separación entre el trabajo material
y el trabajo intelectual entre los miembros de la “comunidad” humana. En la actualidad,
también esta modalidad de organización funcional se concretiza, se enrumba hacia la
especialización absoluta, esta vez entre la “naturaleza” (el ser humano) y la “cultura” (las
máquinas) 1187 . De modo análogo: si por remediar el problema del desempleo que actualmente
aqueja a la humanidad, o por impedir que la actividad del trabajo desaparezca, por ejemplo:
por consenso, se tomara la decisión de frenar el desarrollo técnico o retornar a formas de
producción pasadas, se infligiría un perjuicio más grande que el perpetrado por el capitalismo
a la humanidad (debe tenerse presente, que el capitalismo es una fase necesaria en el curso
humano y en su perspectiva final); esto: es así, pues, se habría sacrificado la racionalidad en
aras de atender reproductivo materialmente a las nueve décimas partes de ésta; similar
circunstancia se produciría si se propende el garantizar la felicidad concebida en términos
“humanos”, es decir, en cuanto esa palabra trae su sentido a partir de la sensación general y de
la etapa en la que se vive (¿qué habría pasado con la Física si Newton hubiese aceptado la
1187
Algo similar ocurre con la posición genial de los sabios. El cerebro humano tiene similar capacidad en
todos los individuos; y, si unos sobresalen, no se debe el hecho a que sean superiores, sino a que en
determinadas coyunturas se crean circunstancias que potencializan de golpe a una común capacidad neuronal.
La superinteligencia no es don genético de los genios, sino tan sólo una determinación específica de la
necesidad histórica (es jocosa la actitud de quienes han intentado estudiar el cerebro de Einstein como un
producto especial, en el cual esperan encontrar impresionantes superioridades, lo cual demuestra la ingenuidad
de ciertas mentes). Al respecto, es posible que en ciertos individuos la activación de determinadas zonas
cerebrales sea perezosa o que éstas no despierten nunca en el transcurso de su vida (que no se multipliquen las
sinapsis); sin embargo, el cerebro se conoce que constituye un órgano de órganos, plástico, flexible, versátil, su
potencia total inicia a operar no bien se impone la necesidad como el móvil inductor; el cerebro propiamente
puede reubicar funciones, puede recuperarlas, puede formar sistemas funcionales, pero su real función depende
de la determinación histórica. Ahora bien, la genialidad de todos modos, no es otra cosa que el efecto de
concentración de las potencias intelectuales de una época en las neuronas de una sola persona, en varias de
ellas, cuando la historia, para su movimiento cualitativo, requiere de ella. De modo reiteradamente terminante:
no existen los genios; los pueblos son los genios, es la humanidad la que se lleva el mérito, la inteligencia in
abstracto, la naturaleza y la materia, que con sus leyes estocásticas ha llegado a producir la “idea de sí”, a
través del producto cimero suyo: el ser humano.
750

propuesta de matrimonio, que le formulara una jovencita de su tiempo? Unas cuantas leyes
habrían quedado sin descubrirse. Obviamente, alguien dirá: “otro lo hubiese hecho”).
En realidad, mérito bien grande de la Sociología histórica debe ser el que no se
comporte únicamente con sesgo populista: estudiar tan sólo a los próceres, a las revueltas, a
las revoluciones, sino también enfocarse en los malos: ubicar su función, el aporte dado, esto
es, encontrar el sentido necesario de su presencia en el flujo general del movimiento humano.
En el caso que ocupa buena parte del presente escrito: el referido a la formación económicohumana
capitalista, la monta está puesta en citar, una vez más, los aspectos negativos de la
fase humana burguesa, esto es, la propiedad privada del capital, la acumulación originaria (el
despojo por la fuerza), la explotación y dominación; la reproducción ampliada (el despojo por
coerción jurídico-legítimo), la concentración y la centralización la riqueza social (las guerras,
las invasiones, la acumulación por “desposesión”); y, sobre todo, el régimen de división social
e internacional del trabajo, que es la base de la exorbitante producción material y espiritual
excluyente. El sistema, que por el momento da sus últimos suspiros, ha sido colosalmente
positivo, en cuanto a la dotación de conocimiento, métodos e instrumentos de mejoramiento
de la vida y de su comprensión. Es verdad, que no debe alabarse al capitalismo, como
tampoco anunciar su canonización; solamente se remarca el aporte dado por el sistema a la
civilización en circunstancias de ignorancia humana, de debilidad técnica, de oscurantismo
espiritual; luego, una vez entendida la vida: sus determinaciones (proeza imputable al propio
capitalismo, pues, en su interior se generaron las condiciones y el sujeto que volvió
transparente el enigma de la historia), el mismo es recusado, proscrito, puesto que existe ya al
frente otro modo de ser de la especie, el que debe continuar por vía racional, incruenta,
solidaria y moral, por los derroteros de la historia.
Los patricios griegos sostenían (en actitud desembozada, totalmente desprovista de
inocencia, pero repleta de verdad para cierta etapa histórica, puesto que necesariamente debe
darse el principio de la “división social del trabajo” en un momento determinado de desarrollo
de las fuerzas productivas –división sustentada en las funciones naturales y en sus estructuras
orgánicas respectivas, como viene a ser, por ejemplo, la reproducción: reproducción biológica
y reproducción social), que la producción, que la existencia de la sabiduría demandaban la
presencia de esclavos (como abastecedores materiales tanto como en su condición de
paydagogos). En la actualidad estas mismísimas condiciones (originalmente arcaicas,
interesadas, de clase), son “necesarias”; pero aquí el “esclavo” (“etimológicamente” hablando,
en el sentido del origen geográfico del término “robot”), el “plebeyo”, que libera del trabajo al
amo, al patricio, lo conforman el sistema de máquinas; máquinas que proveen de bienes y
servicios necesarios en el proceso de reproducción material de la primera naturaleza, pero que
también se hallan destinadas a extender la eficiencia del pensamiento, antes de pasar a
conformarlo (de lo cual se sigue, dicho sea incidentalmente, que la lucha política proletaria
tuvo, entre sus papeles, el de autoanularse en el proceso cibernético de “producción”, en
incentivar la producción de su reemplazo: el esclavo mecánico; pero no para dedicarse al
“Eros”, como sostiene personalmente A. Moreano, que es la expresión de Marx, pues, aquí se
inicia mas bien el verdadero trabajo humano: el intelectual, en pos del pensamiento total 1188 ).
Los modos animales de ser –huelga decir en este punto- se mantienen en las
sociedades clasistas contraponiéndose a la conciencia; conciencia, que en unos casos se
esfuerza por justificar como inevitable la pervivencia de tales estados prehumanos, en otros
–en cambio- se advierte preocupación por recusarlos; conflicto que se expresa en el plano de
la contraposición de ideas. Esta contradicción es socialmente sostenida; la misma se realiza de
modo permanente en el progreso material y espiritual de la especie. El arribo al conocimiento
total (al desarrollo de la “teoría para todo” einsteiniana; pero ésta no es todavía la concepción
objetiva general, pues, simplemente abarca el modo se ser mecánico de la materia), constituye
el momento de acceso a la “libertad total”, a la conciencia de la necesidad absoluta (“Miro la
obra poderosa,... [que debe desarrollar el ser humano]... y: ¡tiemblo!); con la objetivación de
esta blasfemia completa y burda: con esta necedad, con lo cual se borra precisamente toda
1188
“A diferencia de la utopía de Fourier, la automatización, prevista por Marx, comprendía el fin de la
civilización del trabajo y el comienzo de la civilización del Eros” (Moreano, Alejandro. El Apocalipsis
perpetuo”: pp. 314). No obstante, que el autor de estas líneas se halle prevenido, Marx jamás planteó que la
civilización del placer es la que substituye a la del trabajo y la valorización; se piensa que sostuvo sí, que el ser
humano se “liberará” del trabajo (físico, productivo, económico), para dedicarse a aprovechar de la fuerza
material constituida, al conocimiento y dominio de la naturaleza (lo cual demanda de “trabajo” intelectual).
751

necesidad (“... conozco tu orgullo, tienes que batallar,...: un día el ser humano de ´carne y
hueso´, hará lo que quiera,..”), el “ser” llega a la negación de toda negación: a la negación
universal (pero, entonces, “habrá pasado tan sólo un día”). Ahora bien, mucho antes que esta
previsión insolente suceda, la realidad se desfetichiza, gracias a que el ser humano in
abstracto, inscribe su acción en la praxis total (en verdad, se trata del momento de la
abstracción de la praxis físico-productiva), en la que se supera la división social del trabajo y
la segmentación clasista transitoria de la sociedad, en consonancia con el efecto estructural
del pensamiento de la clase avanzada, en cuyo ser –ontológicamente- se anuncia el
advenimiento de la nueva sociedad.
Todas las contradicciones sociales, nacidas en la división del trabajo, en el excedente,
en la apropiación privada de éste (en su acumulación) y de los medios de producción –y
exacerbada en la forma mercancía del valor del trabajo humano en la que éste se enajena-, se
vienen abajo con la robotización. En efecto, la contradicción fundamental del capitalismo
entre el carácter crecientemente social de la producción y los términos privados de su
apropiación, formalmente se transmuta en la antinomia entre la naturaleza incrementalmente
automatizada de la “producción” (mecanización que, llegado a este punto: a su valor abstracto
y multilateral, constituye el legítimo y completo patrimonio –propiedad- de toda la
humanidad) y la apropiación privada de los productos del “trabajo” (operaciones)
maquinizado (control individual, que se desprende aún de la regencia coercitiva de la
propiedad jurídica de los productos de operaciones maquinizadas en el sistema). Este paso,
constituye la antesala de la disolución de las relaciones capitalistas (desde luego: mediante la
oportuna intervención de la acción política subversivo-ciudadana; en verdad, el criterio de
“ciudadanía” debilita al de Estado), de modo análogo a como la renta servil en dinero,
representa la frontera del régimen feudal (de similar manera en que la forma servil-señorial de
producción concluye o tiene como momento de transición a la “renta en dinero”, el “capital
´conocimiento´”, representa el momento de clausura y/o de paso de la formación social
capitalista a la comunista; en efecto, la ganancia procedente de la realización mercantil del
conocimiento semeja la renta feudal en dinero: la forma que preludia la disolución de la
sociedad del “valor”). En la generalización, así como el “excedente” acumulado devino en
condición de disolución de la “comunidad primitiva”; la forma de la “esclavitud
individualizada” fue la frontera de la sociedad esclavista y el estadio transicional hacia la
feudal; mientras que la renta en dinero constituyó el límite de la forma de asociación humana
servil y su tránsito hacia la mercantil moderna; la forma “conocimiento” del capital es el
supuesto de transición de todo el período clasista de la humanidad, del que el modo burgués
de producción es su cima.
La humanidad actual entrevé una significativa parte de su conducta no registrada como
saber de sí; en psicología idealista este hiato de conciencia se lo categoriza con la nominación
“área ignorada”, la cual preceptúa aquella parte de uno, que no se registra en la
autoconciencia. Yace inadvertida en la esfera de la nacionalidad el estado simplemente animal
(pretendidamente racional), al que se halla recluida la existencia de la mayor parte de
individuos en el momento actual (la vida de grandes masas, distantes del status de la
vanguardia genérica planetaria). Un forma de edulcorar este sino fatal, siniestro, es la
adscripción a la concepción religiosa de la vida: el ser humano no constituye un elemento más
de la naturaleza, se diferencia de los animales: de “los monos en los árboles”, porque su vida
discurre de modo consciente y esa cualidad distintiva deviene en la creación de la mitología,
de la idea de Cielo, de Dios, de otra existencia (el sueño, las pesadillas, el recuerdo, el temor
primigenio a las fuerzas naturales, la imaginación, o sea, la pretensión de adquirir certeza
frente al porvenir y la no aceptación de la muerte: del “no ser”, son las motivaciones del
hecho); en efecto, sentirse hijos de Dios (reconocer su existencia), someterse y adorarlo, son
los supuestos que las religiones (sobre todo las fundamentalistas bíblicas) ponen como
términos por los cuales el ser humano se diferencia de los animales (venturosamente, los
católicos de base –como es el caso del ecuatoriano Monseñor Leónidas Proaño, extinto obispo
de Riobamba- sugirió que un ateo puede alcanzar el Reino de los Cielos, acudiendo a las
palabras de Jesús en el Juicio Final ante los resucitados: “Venid benditos de mi Padre a gozar
de felicidad eterna, porque cuando tuve hambre me disteis de comer...”-; además, resulta
obvio pensar, que Dios no se va a sentir molesto porque una persona de buen
comportamiento, no lo haya recocido).
752

El sentido real de la vida se encuentra proscrito en la urgencia de realización de las
necesidades cotidianas: una buena pareja para sí, múltiples satisfactores a disposición, una
profesión, hijos, recreación (“… el principio del placer sostiene la vida”) 1189 ; a esta forma de
percepción de la realización de la existencia se anuda la concepción metafísica, deísta del
proceso vital todo: es lo suficiente (cerebros programados sólo para vivir apenas en el entorno
de necesidades y propósitos puestos por el capitalismo). No obstante, el “ser trascendente”, es
un hecho que también emerge de y en la historia; es un estado que el género lo produce
cruenta y contradictoriamente en el movimiento de reproducción de su existencia material,
que se provee en el devenir de su evolución finisecularmente puesto por el proceso del
conocimiento, de su desarrollo. La Religión dice, que una vez cumplida la misión del ser
humano según designios acotados por Dios, el ser humano merecedor de la redención, subirá
a los cielos “… a estar sentaaaado a la diestra de Dios Padre”; ahora bien: ¿para qué?, ¿qué
viene luego? La Religión: lamentablemente no tiene respuesta, porque ésta: no se encuentra ni
en la providencial Biblia.
El pensamiento sustentado en la Cosmovisión Oriental tanto como el religioso, de
modo específico: luterano, sostiene reservas sobre el valor de la ciencia y del progreso
racional humano. En efecto, en toda etapa transicional (cuando la especie se apresta a pasar de
un momento histórico a otro –dixit V. I. U. Lenin) se crean las condiciones, que conforman el
terreno nutricio sobre el que se enseñorean todo tipo de cuestionamientos, de incredulidades,
de populismo intelectual (de desestructuración de los esquemas ideológicos 1190 ); en la
coyuntura, en coherencia, en el ambiente gravitan sentencias neoagnósticas, nihilistas,
dispuestas de modo: no siempre a ultranza, sino en calidad de conclusiones que se apoyan en
la “razón” para negar la razón. “El ser humano no puede conocer nada”, su saber no es mas,
que un cúmulo de devaneos mentales de los nuevos sacerdotes de la “razón positivista”, que
se han autoconvencido de que las tesis que arguyen tienen carácter de “verdad”, afirman
determinados sectores incluso de la intelectualidad. La citada aseveración, trae aparejada su
respaldo lógico-histórico: una tesis que en un momento goza de legitimidad, luego recepta la
oposición de otra, que la desacredita, que la impugna, la anula, que la hace caer en desgracia
(¿la niega y la supera? 1191 ); esta última, en cambio, adquiere status de credibilidad por un
momento, y el fenómeno ocurre así ad infinitum. En concreto: el proceso cognitivo humano
aparece exclusivamente como un divertimento tramposo de rechazo y sucesión de mentiras.
El clásico ejemplo es: Kepler, Galileo, Newton, (Mileva) 1192 . No obstante, Marx recusa tales
1189 Sin embargo, hasta hoy (2010), solamente. Luego de unos 200 años, será el principio de la racionalidad
consciente, la norma que impulse y regule todas las acciones humanas.
1190 En cada momento de transición: de paso de la humanidad de una coyuntura histórica o de una fase a otra
de reproducción material, se desestructuran las ideas, el pensamiento yace embriagado, pierde el rumbo por un
instante; pues, allí precisamente debe cerrarse el ciclo del pensamiento ideológico sobre la ontología del ser
social anterior, y debe pensarse la transición y dar inicio al plan del pensamiento de la nueva estructura de
representaciones con la cual se refigura el porvenir.
1191 A propósito, en relación con la voluntad y el pensamiento contemporáneos, se dice que se inscriben en una
época en la que “…los grandes actores y su relato han entrado en crisis”. Nada más falso que esta aseveración.
Es la clausura de una época la determinación, que ha dejado disfuncionales al actor y su concepto; en efecto, si
el reflejo de una época estuviere errado y, como consecuencia, el programa de este actor no hubiese alcanzado
el objetivo (su misión), habría lugar para sostener el criterio de “crisis”; pero, por lo general, la realidad al
volverse otra es la que espera de un nuevo actor que la defina y se proponga modelarla. Una nueva coyuntura
no genera crisis en los antiguos actores como tampoco lo hace en su pensamiento; en esencia, únicamente los
pone al margen de los hechos a la par que genera –paralelamente- un vacío en la ontología y en la mente,
mientras emerge un nuevo actor en coherencia, que se abroga para sí, la responsabilidad de formar la idea.
1192 Se halla en recusación la efectividad del pensamiento de Einstein, producido luego de la formulación de la
“teoría de la relatividad”. No obstante, no existe aún el oportuno Jean Francois Champollion o la “Piedra de
Rosetta”: no se ha podido todavía –según se afirma en círculos de iniciados- descifrar los “jeroglíficos”
matemáticos einsteinianos producidos en la segunda fase de sus estudios; la “Teoría de las supercuerdas” ha
ido hacia él –de acuerdo con la opinión de eruditos en la materia-, en ese sentido ella es la determinación
cognitiva, que se acerca hacia la formulación de la “teoría para todo”. ¿Cómo se encuentran unidas
(estructuradas), funcionando y en desarrollo todas las cosas? Hacia allá se encamina el interés intelectual
actual: la unión de la teoría sobre la gravedad, o sea, la acción de la fuerza que mantiene unido al
macrocosmos, con la teoría del electromagnetismo: la fuerza que mantiene unido al microcosmos (la atracción
y repulsión dialéctica entre polos antitéticos que se necesitan, entre procesos –la actuación de las cuatro
fuerzas: gravitación, electromagnesis, decaimiento Beta y la atracción de protones). En el funcionamiento
orgánico (termolábil), la estructura del cuerpo se mantiene mediante el ejercicio de la existencia
(asimilación/desasimilación a la temperatura de la vida); al término de ésta, los elementos orgánicos se
753

posturas del idealismo, tanto sobre la limitada capacidad cognitiva que se le confiere al ser
humano, en torno de su inefectividad y ausencia de veracidad (criterio de verdad) como
cuando se intenta fundar una concepción metaantropológica, mediante la degradación de los
seres humanos a la “…condición de marionetas de una conciencia que le es metafísicamente
sobrepuesta…” 1193 .
En lo tocante a la ideología prevaleciente: la religiosa, no se olvide el hecho de que la
conciencia del ser humano creó a Dios a su imagen y semejanza “… transfiriendo a la
divinidad su propia naturaleza humana…” (L. Feuerbach), pero no siempre: al principio,
todos los pueblos cosificaron su miedo, sus dudas, su desconocimiento, sus inhibiciones, en
deidades naturales; de similar modo procedieron con sus preocupaciones, incertidumbres e
ilusiones. A las sociedades clasistas les corresponde el “mérito” de haber generado la idea
simplificada machista de Dios según su imagen y semejanza (como individuo dominador o
dominado, tanto como en su naturaleza de estructura social asimétrica; como dominador sobre
la mujer, pues, el macho realmente existe: “No desearás la mujer de tu prójimo”) 1194 ,
trasladando mecánicamente sus cánones estructurales y organizativos de orden jerárquicos,
sus iras y sus bondades: el Zar, el Rey, el Cesar, los patricios, los plebeyos, los esclavos, los
indios yana; el politeísmo griego con su amalgama de virtudes, vicios y diferencias de statusrol.
En verdad, el ser humano genera, histórico-estructuralmente, conductas específicas; de
manera que no existen fuerzas del bien y del mal metafísicas, que manipulen, a modo de
marionetas, a los individuos y determinen momento a momento según la correlación de
fuerzas, el rumbo y destino de la personalidad humana.
Esta jerarquía vertical se reproduce enteramente en la noción monoteísta patriarcal
estructurada del “Cielo” y la misma va a persistir por un tiempo más en el universo
ideológico, hasta cuando los principios de la “calidad total” (base de la “ruptura de
paradigmas”, del paradigma más viejo, mimetizable, experimentado y al servicio siempre del
poder, por término medio) todavía no obliguen a ingresar también a la construcción nocional
de “Reino de los Cielos”, en un proceso de democratización, empoderamiento, productividad,
enfoque estratégico y de Género, o sea, la “verdad” requiere de construirse una nueva
revelación, fresca, posmoderna (sobre esto, en la Biblia no existen símiles, que puedan ser
disocian: “…un organismo vivo no puede permanecer en reposo, pues, perdería su estructura…”, iniciaría su
putrefacción –incluso el fenómeno se produciría en cuerpos inertes).
1193 En su versión absoluta: la necesidad de realización a como dé lugar del producto, lleva al capital a
promover la liberalización de las ideas y de las conductas de manera masiva en el género, a su vez, induce su
ubicación en el nivel de las extravagancias de modo indistintamente generacional (del consumismo, de la
demanda innecesaria); por lo que en el presente, en la sociedad se admite como normal y se promueve la
libertad sin límite (en esas zalamerías ha ingresado determinado sector de los llamados “movimientos
sociales”); de ello resulta un escenario “construido” en el que se tolera el trabajo sexual, la homosexualidad, el
consumo de drogas, de alcohol y todo tipo de aberraciones, lo cual se vuelve un medio ocasionalmente perverso
para la sociedad; y, en medio de ello: se busca fundamentos –verbi gracia- para refutar la “teoría de la
evolución” de Darwin (puede o no tener la razón Darwin, la teoría de la Complejidad o la de la Simbiogénesis,
pero lo que vuelve honrosas y necesarias estas “búsquedas”, es que todas pretenden explicar el mundo
“partiendo del mundo mismo” y en la medida en que al abordar los hechos a partir de varias perspectivas,
coadyuvan en la fundamentación del conocimiento). Mas esta empresa sí que es imposible (tal como en el
pasado ya ocurriera con otra: la “teoría de la plusvalía” de Marx, pues, el poder mundial ha desplazado a la
intelligentzia mayor del mundo con el propósito de desacreditarla, pero le ha sido inútil, puesto que ella es
ciencia). La teoría darviniana es exacta; un sencillo ejemplo: todo el proceso evolutivo de la vida se representa
tan sólo en una existencia humana: los gametos, con cuya fusión se inicia ésta (y, los cuales, no son, en rigor,
células), luego –en su unión- devienen en célula: el cigoto, a partir de lo cual se inicia el proceso evolutivo que
atraviesa múltiples etapas: la de “reptil”, la aérea, la animal, la que le transforma en simple homo, hasta
convertirse –por procesos sociales- en homo sapiens sapiens. Luego, gran parte del ADN que rigió dichos
procesos (configuración del cuerpo en el feto) se inactiva, se desactiva.
1194 Mientras que en las sociedades egipcias antiguas, la mujer dirigía sus procesos, tenía su papel de
sobreimportancia (para la estúpida clase dominante esclavista romana, en cambio, sobre una "sociedad"
también esclavista -Egipto-: Cleopatra no era más, que la "ramera del Nilo"), las sociedades fundadas sobre las
creencias religiosas hebreas fomentaron el machismo (no obstante, los judíos de antes, no son los sionistas
asesinos de hoy); en verdad, este tipo de religiosidades tienen un pendiente segregacionista infame respecto de
las "reivindicaciones" (derechos) de las mujeres, pero estás (las mujeres) aún no se han atrevido a echarles el
guante a las religiones tanto católicas como protestantes; de modo que, paralelamente a su conexión con el
poder y la irracionalidad capitalista neoimperialista, estas formas ideológicas mantienen al "sexo" masculino
como eje de sus divinidades. Qué tienen que ver Juan Pablo I, Paulo Sexto (designado por la CIA, pero que no
pudo desdecirse del todo del influjo del pensamiento de su predecesor) o el gran Juan XXIII, frente a la postura
reaccionaria del Papa actual: Juan Pablo II; con seguridad, que Giuseppe Roncalli, habría superado ese
atavismo sexista (misógino), poniendo a esa Religión nuevamente a la vanguardia ideológica.
754

profusamente perorados: ¡eh ahí el bochorno! 1195 ). El cielo, el paraíso en la vida práctica de
las personas: constituyen un sueño (como la “sociedad” de la robótica lo es en el presente);
ilusión, que se implica en doble sentido: en el de la felicidad completa en la nocionalidad
idealista, como en el de la realización integral de las facultades y aspiraciones humanas de
estirpe materialistas (el verdadero cielo, ilusión, felicidad, perfección, etc., se halla al final del
camino humano: cuando toda la potencia de la inteligencia se haya realizado; no obstante, al
alcanzar la perfección, el ser humano, convertido en Dios, no puede morir). Ahora bien, debe
morir, pues, cuando un ser humano maduro ya se halla listo para existir, se viene encima la
degradación orgánica, la vejez y la muerte; este ser con experticia, intenta vivir cuando
aconseja al joven (a quién “ni le va ni le viene” dichas sugestiones) sobre cómo existir; de
modo que, cuando se llega a ser Dios, ya no se quiere seguir siéndolo.
Las prescripciones ideológicas católicas, pese a su carácter ortodoxo, no son dañinas
(ladinas, avezadas) en la completa intención de la idea, pues, en ellas se generó el
pensamiento más avanzado –en las neocolonias de Occidente- que en ese sector exista: la
Teología de la Liberación (“hay un Clero que es respetable: el que cuestiona al poder, a la
explotación, que se diferencia del otro que es parte del poder”); por el contrario, el
evangelismo de raigambre anglosajón, ha quedado como la verdadera ideología coercitiva
colonizadora más reaccionaria de la subjetividad, pues, estas sectas, al contrario que la
Católica, presuponen la existencia letal del mundo infernal, por lo cual obligan a creer en Dios
y a humillarse ante El (ante esa supuesta “… Gran energía inteligente creadora de todo en el
Universo…”, según es el decir infidente del ex jesuita Salvador Freixedo; en la impugnación
directa: en ninguna parte existe esa “energía –información- inteligente”: la Materia es la
“inteligente”, una de cuyas propiedades es precisamente la energía-información –la parte dura
produce la blanda; la blanda –la conciencia social- se encarna en la dura –en el “CPU”
cerebral), de otro modo no hay posibilidad alguna para la salvación (en círculos católicos ya
se acepta, que incluso personas heréticas pueden acceder al Reino de Dios si han llevado una
vida moralmente digna); (evangélicos: esta gente atrasada en sentido social, reaccionaria, pero
avanzada en sentido histórico; por lo menos los católicos –sus bases- trabajan con los
desarrapados, no en sentido capitalista sino en dirección solidaria); (evangélicos: estos
especímenes, con datos a la mano en torno de la debacle y conclusiones sobre la imposible
recuperación del capitalismo luego de la crisis financiera mundial y su impacto a esa misma
escala, detonada a principios del 2009, ya huelen, sospechan, intuyen, que se acerca el
comunismo al que lo asocian con el Anticristo y con la segunda venida de Cristo –
ilusamente a salvarles a ellos de los impíos-, pues, con comunismo: no hay lugar para
imperios, para patrones, para la fraseología embustera bíblica, para el sionismo).
Si no fuese por la Biblia, el evangelismo vendría siendo una forma de pensamiento
racional; desagraciadamente, su epistemología (tomada esta palabra como estructura de
principios de un discurso conformado), es falsa, mítica, lo cual arruina la elegancia y
rigurosidad del esfuerzo argumentativo. Si se mira de cerca la Biblia, ella propone las
normativas de la vida, en sentido inverso de lo que acontece en la realidad y de la dirección a
dónde se encamina ésta. Por ejemplo, se insiste de modo en que la hembra humana fue
“diseñada” sólo para un macho y viceversa 1196 ; de modo que se censura el adulterio,
precisamente cuando la nueva vida material del mundo está aceleradamente destruyendo esta
tradición en el sexo en grupo, en el intercambio de parejas, en la unión libe, en los
1195
Como debe ser: la “ruptura de paradigmas” no se produce por vía puramente voluntarista, intuitivo, como
tergiversadamente lo presenta la percepción burguesa del fenómeno denominado “pionero”, sino por razones
inscritas en la necesidad histórica, por operación de las regularidades ontológicas (esto, pese a que el
conocimiento –base del ejerció de la voluntad- cada vez vaya ganando terreno).
1196
¿Cómo se puede ofrecer calidad en el sexo si se omite la política de benchmarking? Know-how en esta
actividad de la multiexperiencia, de la transferencia de lo aprendido a nuevas situaciones de coito (franquicias).
La “mezcla” (de marketing, los clústeres) de experiencias sexuales conduciría a la excelencia, a la calidad
(círculos de calidad) y calidez, al autoestima, a la fidelización (al sexo), a hacer más amigable la relación
(deliberación, inclusión, consenso, alianzas estratégicas). Además, el ser humano se sacia, se hastía, se repite y
se aburre, pierden interés la persona conocida y la situación (se vuelve táctico, desarrolla estratagemas de
justificación para la infidelidad), busca nuevas experiencias: se repotencia (viagra); y, en la multipráctica está
el enriquecimiento (“lluvia” –de ideas- de placer), aprendizaje continuo, creatividad (agregación de valor,
cadena de valor en la morbosidad: ISO XXX), la universalización del conocimiento y las destrezas, de la
“cultura” (sexo libre, en grupo: ruptura de paradigmas, provocación: homosexualidad; misión: satisfacción sin
objetivo natural, nueva “visión de futuro”: mancomunidad sexual).
755

divorcios 1197 , en la práctica sexual como acto normal sin compromiso entre amigos. Una
persona materialista, atea, según su moral (la comunista), está de acuerdo con la noción
religiosa cristiana de la fidelidad, de la monogamia y sobre la familia nuclear, pero no por
razones bíblicas o por argumentos religiosos o burgueses; se está, en virtud de que el
pensamiento que proyecta el futuro respecto de los grandes objetivos humanos, vuelve simple
y hasta trivial todo placer y, de él: la sexualidad, cuando ha sido reducida a elemental
consumo, marginado de la reproducción. En la actualidad y, sobre todo, en el escenario por
venir, todos los Mandamientos (las antiguas y las nuevas leyes) son violadas, pues, son
principios de actuación diametralmente opuestos a la conducta del mundo, que se afinca. Es
claro que solamente con la abolición de las estructuras clasistas, parte de tales preceptos
alcanzarán terrenalidad, al haber perdido piso la matriz, tanto de esas reglas como de la
conducta inherente a su violación.
Gente ilusa: evangélicos, católicos y de las demás religiones llamadas monoteístas, se
creen con autoridad para pronunciarse de modo autoritario sobre la vida humana, piensan que
deben regularla apelando a puras habladurías. Toda esta gente prepotente, que supone que
tiene la verdad y que está facultada para evaluar la conducta, censurarla y prescribir reglas de
modo omnitemporal, considera que el sexo, por ejemplo, no puede ser practicado antes de
haber alcanzado la mayoría de edad ni fuera del matrimonio (la norma históricamente
estatuida, responde a la penetración de la determinación clasista -esclava, servil, burguesa- en
la forma de ver y otorgar función al sexo); cuando, en realidad, individuos maduros
sexualmente (13 años en la hembra y 14 en el macho) deben iniciar de modo espontáneo y
libérrimo la copulación, puesto que los órganos sexuales plenamente desarrollados no deben
estar simplemente de adorno; y la mujer: ya presiente el hecho relativo a su manipulación
como objeto sexual (la virginidad), lo que ha conducido a que por un simple acto de la mente
y de la voluntad (el dictamen personal; naturalmente, cuando ya las nuevas regularidades de
reproducción de la existencia material lo posibilitan) la realidad ha sido modificada: quién ha
convertido en objeto de posesión a la mujer ha sido transformado en instrumento de disfrute
por parte de la moderna mujer, en el momento en el que ésta elige a quién debe proveerla
placer (el poder de la ideología contra el poder de la ideología en diferentes etapas de
desarrollo material). El Vaticano hipócrita (y el luteranismo y sus derivaciones, no menos),
comensal y servidor del poder, que vive el boato (quienes incluso han dispuesto mentir a sus
miembros en aspectos sensibles a fin de salvar a la secta), se ha vuelto a entrometer, sin
escrúpulos, en decisiones de los laicos. En realidad, estos señores pueden realizar injerencia,
pero en el grupo de los convencidos. Hoy (año del Señor: 2008 –finales), de modo
como se hallan acostumbrados por una actitud reiterativa en el Medioevo, en el fatídico
oscurantismo, a persistente, sistemática y prepotentemente a sancionar los actos ajenos, se han
pronunciado en contra de la píldora del “día después” (afortunadamente ya no tienen
templarios), de la manipulación genética humana, del ensayo con embriones. Deberían, más
bien, preocuparse de sus pecados: de la vida excedentaria de ciertos “hermanos” ubicados en
niveles de privilegio, de sus riquezas mal habidas, de su hipocresía (doble discurso: en la
palabra, ponerse de lado de los pobres; en los hechos: conducta complejamente de derecha) y
connubio con el poder; en suma: deberían interesarse por la expiación de sus pecados y de su
salvación.
En lo concerniente al tema, esta traslación mecánica de la cosmovisión bíblica europea
por parte de la misión conquistadora sobre los pueblos de Oriente (de Hispanoamérica)
producida en la época colonial, constituyó una grosera yuxtaposición (¡quién les dio la
potestad a estos ofrecidos –tanto como a los actuales- de entrometerse en la vida de los
otros e intentar conducirla –supuestamente convirtiéndoles en “hijos de Dios”, por la “gracia
de la creencia en El”; mediante la oferta demagógica de “sentarles a la diestra de Dios Padre a
cambio de la sumisión, la obediencia y el silencio”- con sus estúpidas creencias extraídas de
la Biblia, de otros textos llamados “sagrados” o de los también denominados “profetas”?;
1197
La “mala práctica” del divorcio se está ampliando de la edad madura (40 años), pasando por la juvenil (20
años), hasta la mayor adulta (60 años en adelante); se explica, en este último caso, que el hecho se debe a la
incompatibilidad que se ha ido creando a lo interno de un matrimonio normal en el lapso de su desarrollo: de
pronto se encuentran con el “nido vacío”, la pareja se vuelve a encontrar en calidad de desconocidos luego de
haber participado en el proceso de formación de las nuevas “unidades de inteligencia”, puesto que en ellos se
han producido cambios fisiológicos (climaterio femenino/masculino, rasgos fisonómicos de la vejez,
perspectivas diferentes ante los tres momentos de la vida: lo que fue, lo que es y lo poco que viene,…).
756

obviamente, fue la conspiración del poder de clase y la miopía de quienes ingenuamente
sostienen tales ideas nebulosas); a decir verdad: una simple estructuración coercitiva
funcional sincrética de las creencias, en la que la faceta idiosincrásica (el simbolismo
–proceso difusional, en ocasiones: comunicacional, y de sujetación, representado-, la
conducta) del pueblo sojuzgado se subordinó a la esencia ideológica del yugo, la cual devino
inserta en un acto de imposición hegemónica sobre las puras formas, a pesar de que éstas
jugarían el papel principal en la esfera práctica del sometimiento y del dominio. Para los
colonizadores de los pueblos amerindios por lo menos, el ganarse la gracia del Rey y de Dios
se alcanzó de un solo plumazo: sometimiento de los conquistados para alcanzar mercedes e
inclusión de pueblos idólatras al rebaño de Dios, para asegurar la salvación del evangelizador.
Bien hecho tiene el poeta al decir:
Y a un Cristo, adrede tan trujeron,
entre lanzas, banderas y caballos.
Y a su nombre, hiciéronme agradecer el hambre,
la sed, los azotes diarios, los servicios de la Iglesia.
La muerte y la desraza de mi raza.
... di. Da diciendo. Dios te pague 1198 .
En la fase “neoimperialista” (de transición): el orden del “Cielo” (el “Reino de Dios”,
la “Monarquía Celestial”: el Rey, la Reina y los Infantes), como trasplante mecánico de la
jerarquía y funcionalidad representada del mundo clasista real, aún persiste (en esta temática,
las interpretaciones bíblicas de raíz evangélicas –pese a ser éstas una visión en el interior de
un mismo paradigma idealista- han dado un colosal paso, al volver impersonal y alejada de las
formas de pensar y proceder humanas su concepción de la esfera de la trascendencia:
ideología, preceptuada según una supuesta “lógica divina” de carácter espiritual); pero con la
salida del capitalismo y la promoción de un estado real de organización formal democrática,
se desploma la estructura de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, el nivel de los
Ángeles, de los Santos y el status que ocuparían las personas salvas, en su relación estática,
eterna y armónica, sin determinación entrópica (desaparece el verdadero demonio: el burgués,
la propiedad privada sobre los medios de producción y se pone en vigencia una de las más
importantes proclamas del marxismo, a saber: en el planteo de la disolución de todas las
formas sociales que bloquean el desarrollo individual de la persona, especialmente de la
propiedad privada del capital). No obstante, si esta derivación luterana de la Religión
Cristiana tiene visos progresistas en sus construcciones nebulosas; la versión católica
ortodoxa, tempranamente dispuso su orden en dirección de la más moderna forma de
conducta humana: la renuncia a la práctica sexual (celibato), a todos los placeres de la carne, a
la riqueza y a la vanidad (con lo cual puso en ascuas al cerebro derecho; cerebro
principalmente de los adolescentes), de modo que: si en la abstracción la Religión Católica ha
sido una institución retrógrada, reaccionaria, en la vida práctica, en cambio, ha sido
posthumana, del futuro; y, de manera inversamente análoga, la Religión Evangélica, en la
mente (sin quererlo), ha tenido una posición menos iconoclástica de las creencias, pero en la
vida de forma machaconamente oportunista, se ha acomodado al mundo aplaudiendo el
matrimonio (monogámico: soterrada apología al placer), a la empresa y el sometimiento a la
juridicidad burguesa.
Los preceptos eternos: los Diez Mandamientos, a su vez periclitan; pues, ¿que queda
del mandamiento: “No robarás” frente a la producción cibernetizada y abundante, capaz de
otorgar satisfacción plena en todo a todos? A un pobre, el que ya ha sido víctima del despojo
histórico (en la “distribución”; status reproducible, perpetuable, en el proceso de producción)
del objeto y los instrumentos de trabajo: ¿se le puede substraer algo? Como es simple
deducirlo, solamente a quienes son dueños de la riqueza social acumulada como capital
–atesoramiento producido mediante exacción histórica: despojo directo y jurídicamente
mediatizado- es plausible imponerle tal mandamiento; pero la infracción de esa norma “divina
y eterna” significa poner en orden las cosas, pues, se le estaría despojando de la capacidad,
1198
Cesar Dávila Andrade: “Boletín y elegía de las mitas”. Cesar Dávila Andrade: poeta ecuatoriano,
cuencano inmenso, bohemio; que desempleado componía versos a las meretrices desdentadas en el lupanar
(dixit Paco Velasco, Radio La Luna).
757

que tiene tal propietario de apropiarse del trabajo ajeno, es decir, de violar sistemáticamente el
principio providencial del “no robar” a causa de detentar la propiedad del capital, que hace del
trabajo (de la vida) un simple recurso de producción y explotación. ¿Tiene sentido para
cerebro sensato alguno y qué queda, en la posmodernidad –supramodernidad-, de la ley
eterna: “No desearás la mujer de tu prójimo”, frente a las relaciones “copulativas” libres,
desprendidas de sus lazos monogámicos? Si la manutención de los pollitos está garantizada,
no tiene sentido la monogamia, la fidelidad (el matrimonio en la actualidad se ha vuelto un
juego, una broma, un hecho pasajero, de poca monta; pero, no importa dicha conducta de
banalidad mental: si ya la pareja cumplió el papel de la reproducción, el objetivo está
plasmado); y, tanto el macho como la hembra humanos, mediatizada su conducta
“reproductiva” por los dictados de la razón, buscan probar nuevas experiencias, no se
mantienen siempre en lo mismo, puesto que cada ser humano es un mundo interesante que
vale la pena conocer, que invita a investigar (parece que fue Hemingway quién respondió al
rechazo de su esposa a su traición, con estas palabras: “¿se comete pecado alguno al amar a
dos mujeres a la vez?”; no obstante, de lo que se trata de alcanzar es la paridad: que también
las mujeres opten del mismo modo).
Tres atributos, los asiduos estudiosos de la Biblia, dicen que adornan a dicho
documento: 1) su coherencia (es una trabajo realizado por varios autores, en diversas épocas y
en diferentes lugares; cada uno de sus aportes, se sostiene, se ensamblan perfectamente,
debido a que hubo la dirección de un modelo de diseño previo divino, sobre sus autores
parciales; lo cual no hace mas, que relievar el poder de la inteligencia humana, la cual es la
diseñadora de la idea de Dios); 2) el cumplimiento exacto de las predicciones (Isaías,
Jeremías, etc., sobre Cristo; esto, suena a acomodación, a trampa, como ordenación a
posteriori sobre los hechos, para que encajen); y, 3) es un libro al que no se lo lee; sino que la
Biblia lee al lector (en la medida en la que evalúa, confronta la vida e impone normas, ata; sin
embargo, esta cualidad, solamente servirá para homologarla con la conducta clasista de la
humanidad, derrumbado este extenso régimen histórico –esclavismo, feudalismo, capitalismo-
otros escritos cumplirán dicho papel, de ser necesario, quedando el referido Libro obsoleto).
No obstante, este discurso tan bien logrado se malogra, una vez que siempre remata con la
admonición y llamado, sobre que el proceso religioso de conjunto y la intervención divina,
tienen como objeto alcanzar la redención al ser humano, como con el arcaico llamado pagano,
de adoración a Dios y a Cristo (con esto lo friegan todo: cae el carácter doctoral de su
discurso, pero este debe ser el sacrificio que tienen que hacer –estos agentes del capital- a fin
de conseguir reproducir la alienación 1199 ).
La Religión Católica es una forma ideológica atrasada, “ingenua” y, en muchos casos:
humanista, popular, siempre en la usanza de su versión ortodoxa aplicada a las neocolonias de
Occidente (en sus bases: clasista popular auténtica) 1200 . La forma ideológica evangélica es
moderna, por tanto: clasista burguesa en las estructuras imperiales de Occidente; esta última,
en tanto etapa progresiva, contiene los supuestos naturales inherentes a su superación y de
negación absoluta de toda ideología religiosa (es verdad, que en la atrasada forma ideológica
católica, históricamente se han producido brotes de lucha política popular –lo que ocurre hoy
mismo-, con lo cual ésta se inscribe en las más modernas formas de progresismo), pero al
propiciar la disolución de la base ontológica de su representación: la iconografía, la ideología
religiosa evangélica se torna pura idea: se vuelve nada o información especulativa, virtual, y
al no tener hardware propio –que no sea la letra de la Biblia-, solamente las ideas estimulan al
cerebro fuera de él (las ideas -Dios- requieren del ser humano o de un ente material –del
1199
Esta ideología tramposa (sobre todo la Evangélica) también es fetichista. El Cristianismo es una forma
mitológica ideológicamente coercitiva pagana y sexista: tiene el mismo orden de origen y lógico de axiología
dóxica, que el seguido por el helenismo providencial griego: “un solo dios en tres personas”, y como fue
gestado dentro de dicha tradición en la época del “florecimiento” de la esclavitud y del patriarcalismo, refleja
el atavismo estructural deshumanizante de una de las víctimas: la mujer. “Una mujer no puede reinar en los
Cielos al lado de Dios”, aseveran estos imbéciles (como si no tuvieran Madre, suele decirse).
1200
Los señores Sacerdotes Católicos, cada vez más se quedan sin dogmas; los evangélicos han sido más
intuitivos y francos: renunciaron a la mayoría de representaciones mundanas de su Dios (de sus dioses), de este
modo han renovado la formalidad de las creencias, con lo cual tienen una nueva trinchera desde la cual
presentar batalla por unas cuentas décadas más. Predicadores evangélicos payasos, comediantes; su discurso
está dividido en dos estructuras: 1) para el vulgo, como sistematización moralista de argumentos de sentido
común; y, 2) para su intelligentzia, sistema oracular de demostraciones mesiánicas ideologístas bíblicas; se
acepta el sistema capitalista empresarial, se tolera la diferenciación social, se cuestiona de palabra la
explotación y la dominación del capital: siguen siendo agentes del poder yanqui.
758

cerebro sólo humano- para materializarse); ideas predeterminadas, nacidas en otro mundo,
según principios y designios metamateriales (si los griegos pudieron inventarse un colosal
mundo mitológico, nada de raro hay en la inmensa y lógica construcción nebulosa de las
actuales religiones: no hay tinte divino en ello).
Por ejemplo, en el pensamiento religioso no se percibe el hecho atinente a que podría
considerarse una falta de respeto de Dios para con su creación, cuando habiendo producido al
ser humano, luego se ocultó de él, dejando solamente abierta la posibilidad de llegar a saber
de su existencia o de su “realidad” cuando nuera (esto es: ¡jamás!); en estas condiciones, el
ser humano está destinado a no superar su animalidad, su inferioridad: no conoce, es
ignorante (y, ésta es la mayor valla a superar por la inteligencia). Este revelarse a Dios: ¿es
grabe, punible? Todo quién se alce contra Dios es anticristo, Satanás; luego,... Tampoco hay
admisibilidad sobre tanto error, inexactitud, ingenuidad y ultrismo prescriptor, del que
adolece el relato bíblico como hecho humano: como obra de la sabiduría humana (también la
Biblia, al ser historia, constituye una forma de apología de la vida de grupos instalados en el
poder). Tómese por caso un ejemplo de inexactitud en el que está incurso el libro sagrado
llamado Biblia: el “diluvio universal”; el mismo: no es tan universal, pues, según los
descubrimientos del filólogo galo J. F. Champollion, cerca de la meca del racismo
providencialista, esto es, Israel, coetáneamente se desarrollaba magníficamente la gran
civilización egipcia de Zeti I. Ahora bien, las innúmeras religiones tienen un mismo principio
histórico y lógico; todas las religiones operan y se subordinan a un mismo proceso de
terminación, precisamente cuando el supuesto objetivo del saber haga madurar la conciencia.
Champollion, con su descubrimiento echó por los suelos la especulación estúpida de
los no menos disparatados evangélicos (mercenarios del imperialismo estadounidense), que
sañudamente sostienen que el ser humano proviene de la nave “Titanic innaufragable: el Arca
de Noé y de la única filiación genética: Noé”. “Sueños de perro” de los evangélicos: cómo
desantropomorfizar su discurso, para darle carácter divino a sus prédicas: la “Verdad
revelada”; pero eso pretensión es imposible, puesto que nada está fuera de este mundo. La
coherencia del escrito bíblico, que le da supuesta procedencia divina, es producto de la
reunión de tres factores: resistencia de la conciencia a la muerte, la incógnita; los patrones de
vida humana susceptibles de idealización (su modo de ser: concepción de Dios siempre con
nociones humanas –representaciones del marco de vida, del desenvolvimiento terreno de la
inteligencia); y, la construcción histórica con el aporte de varias generaciones sujetas a esos
patrones: resistencia a dejar de ser, la imaginación para sortear esa determinación a través de
sistematizaciones simbólicas imaginarias, el desarrollo y precisión de construcciones utópicas
generacionales, que reafirma las situaciones de vida y que aguza la creatividad para
desantropomorfizar la creencia –algo imposible, aunque se acuda a la frase: el ser humano fue
creado a imagen y semejanza de Dios, esto es, reflexionar sobre esa construcción con ideas
próximas al modo de ser de los seres humanos). Aquella, proeza que parece sorprendente, ya
fue exhibida por grupos humanos o por cerebros cuasi de modo independiente: las Escuelas
de Pensamiento (paradigmas, formaciones ideológico-teóricas, corrientes, doctrinas),
Homero, Confucio, Marx. En realidad, en la lógica-histórica, el Cristianismo viene a ser el “disfraz
metafísico del automovimiento” de la humanidad; el mismo debe ser puesto de pie, para que esa
impresionante farsa montada para la sujetación, finalmente sirva para elevar el autoestima humano.
3.2.2.3.- EL PLACER: SU PERCEPCION Y FRONTERA.
“Ojos divinos ojos,... cual dos luceros...
Siempre serás mi amada, con inefable pasión...”.
En la conquista de pareja como necesidad de los individuos (anhelo en el que, no
obstante, se desplaza en forma inmanente el prurito de realización de las necesidades de la
historia –conformar el homo de la espiritualidad-, de la naturaleza –perennizar la especie-, del
Universo –validarlo- y de la Materia –adquirir el atributo de su conciencia-, en sentido
abstracto), se acumulan todas las formas rituales de conquista, en el marco de la operación de
una estrategia sencilla la cual cuenta con oposición simulada, dado que el mismo interés se
presenta en un lado como desinterés (en el femenino) 1201 . No obstante, la juventud de hoy ha
1201
Naturaleza pilla: en el campo de la región costanera ecuatoriana, en las noches oscuras pueden divisarse
luciérnagas; son, se dice, animales que despiden destellos de luz; esa es su forma de comunicación, de
759

sincerado la farsa: con un ademán, como queriendo decir: “vamos”, el asunto afectivo entre
mozos queda resuelto (ahora bien, ambos sexos están dispuestos; el redactor de estas ideas,
escuchó en una ocasión un diálogo en intimidad entre dos mujeres casadas –sin que se
percaten, por supuesto-; se preguntaban: entre servirse un rico plato de alimento
encontrándose con hambre o sostener una relación sexual: ¿qué elegirían?; las dos
convinieron en que se decidirían por la segunda opción). Por su parte, la juventud gringa (la
europea y la japonesa, naturalmente), aquella que danza apretujada en semi antros atestados,
mantiene vigente conductas arcaicas, dado que pone la monta, encuentra razón de
entretenimiento y argumento para la existencia en dichos menesteres. Es el ejercicio de la
conjunción de dos fenómenos: buscar ocupación en la diversión, en dirección siempre de las
faenas reproductivas. Esta ley, siendo también esta afirmación tautológica, es potente,
supedita al más fuerte; en efecto, incluso aquellas personas que han alcanzado un grado
superior de racionalización, no pueden abstraerse del ejercicio en ellas de esa condicionalidad
poderosa, natural, de hierro (el apetito, la atracción sexual); al respecto se anota
adicionalmente, que seres que actualmente renuncian espontáneamente a este “arcaísmo”
–salvo aquellos que conscientemente asumen el celibato y la abstinencia-, se debe a que son
portadores de cierta anomalía en su diseño orgánico de origen.
La alegría, sin embargo, termina frente a la letal presencia del producto imprevisto de
la diversión sexual. Respecto de la píldora del “día después”, el tópico, es, en verdad, un tema
controversial. Para una parte de la oposición, es cierto que en el cigoto genéticamente,
instruccionalmente, se encuentra contenido un ser completo no desarrollado o en desarrollo;
para otra, este ser es un proyecto muy lejano de ser humano, que no tiene conciencia, pues,
aún no se han formado las neuronas del neocórtex y todavía en las “intermedias” no se ha
ontologizado la conciencia social, por tanto, no es realmente una persona (¿acaso lo curas en
la época de la conquista, no abogaron por la idea de que los indios tenían rabo y, por tanto,
que eran animales, esto es, que carecían de alma, justificándose –con este argumento falaz y
estúpido, puesto que era cuestión simplemente de agarrar a un indio, alzarle el taparrabo y
confirmarlo- todos los crímenes para con ellos?); a decir verdad, el entorno humano
precedente vuelve persona a un individuo como efecto de la operación de la ideología
(Althusser: Ideología y aparatos ideológicos de Estado): el grupo social de referencia le
reconoce y el sujeto se sabe tal (autogénesis del sujeto –cosmovisión-, pero en comunidad).
La Religión Católica cierra filas en torno a lo que denomina “defensa de la vida”, sin
considerar otras variables que estructuran su determinación (pero los curas apoyaron siempre
a las dictaduras criminales y combatieron a los movimientos revolucionarios o guerrilleros).
Por ejemplo: depende de en qué grupo componente de la estructura socio-económica se
produzca la concepción. En la “sociedades” escindidas (y la capitalista es la típica, por
antonomasia, sociedad fracturada, polarizada, conflictiva, asimétrica y diferenciante), la
distribución de los individuos en la estructura viene predefinida, esto es, el carácter del statusrol
del futuro sujeto, como es la lexicología de la clásica sociología funcionalista (recuérdese
que en la “sociedad” servil, las deudas se heredaban).
La tópica tiene relación directa y repercusiones con y de orden filosófica; su reflexión,
como consecuencia, es necesaria. No está en cuestión la supresión del embarazo producido
por descuido, que determinadas “damas de la alta” o que les atraer el sexo, como es el caso de
ciertas neofolclóricas, al que lo definen como un argumento de la calidad en el estándar del
bienestar y la felicidad, las cuales abogan por el aborto en tanto mujeres descuidadas y
arrepentidas, que no quieren asumir responsabilidades; esa conducta desviada, no es materia
del análisis presente. La preocupación se sitúa en aquellos casos de mujeres, que se ven
llevadas a tomar la desgraciada decisión de interrumpir el embarazo, en razón de
correspondencia con las tribulaciones de orden económico, esto es, cuando no existen las
condiciones materiales mínimas para sostener el proceso. La “eugenesia” fue una norma
conducente –entre los primeros pueblos, efecto en su desenvolvimiento del bajo grado de
desarrollo de las fuerzas productivas- a desprenderse de la carga que representaba la presencia
de individuos con limitaciones físicas o de quienes por su condición no podían avanzar al
ritmo con el grupo trashumante, poniendo su demanda de cuidados en peligro al resto. En la
actualidad, que un nuevo ser complete su gestación y llegue al nacimiento, en ciertas capas
relacionamiento “amoroso” para emparejarse, procrear y perennizarse. Eso sucede con todos los animales,
incluido de modo concentrado el ser humano. Mas, el ser humano ha burlado también esa ley: puede procrearse
no consintiendo que la naturaleza lo determine: hay la clonación, la fertilización in vitro, etc.
760

sociales y entre individuos, es un riesgo para su vida y la de la madre por razones de carencia.
El capitalismo ha ahondado las diferencias y ha creado y desarrollado el percentil de la
miseria; como es muy bien sabido, el sistema no da soluciones para la marginalidad, y siendo
el responsable de la pobreza (como lo son los sistemas clasistas; de modo que la miseria no es
eterna, dado que, en buenas cuentas, cuando la economía se haya automatizado totalmente y a
la vez eliminado la propiedad privada, habrá todo para todos), no afronta los problemas que
produce.
Por ejemplo, el recrudecimiento del proteccionismo en los países centroimperiales, es
una respuesta de política económica internacional a la crisis particular que azota al mundo:
crisis del capital financiero global ligado a dichos países (“la tendencia hacia la
mundialización del capital no anula los impulsos nacionalistas” –G. Bujarín); la misma ha
demandado la transferencia de alrededor de 3 millones de millones de dólares (según últimas
estimaciones realizadas por expertos) en la estrategia de salvataje bancario; mientras que para
impedir la ruina de las empresas de producción de automotores, se baraja la posibilidad de
transferir un guarismo cercano a los 15 mil millones de dólares 1202 . Estudios de organismos de
la propia ONU, sitúan –por su parte- un estimado de 10 mil millones de dólares, que se
necesitarían invertir para subsanar el hambre en el planeta. En el interior de la perspectiva
rescatada, el problema –el del aborto necesario por cualquier vía, cuando la mujer se halla
inerme presupuestalmente-: ¡no es problema de los mojigatos de toda laya que lo impugnan!
Estos, mirando “desde los palcos” a buen recaudo el problema, formulan comentarios,
censuras y llamados en torno a no concretar el crimen; no obstante, la decisión que debe
tomar una “madre” acorralada por la pobreza, por la exclusión e, incluso: por el rechazo, es
crítica; en cierta ocasión una joven y muy inteligente socióloga ecuatoriana –“¿Cuál era el
nombre de la rosa?”- en un canal de televisión cuando se discutía el tema, frente a curas,
“humanistas”, defensores de la vida y demás malahierbas expertos en moral, les increpó
diciéndoles: “la decisión que una madre se ve obligada a tomar por carencias insalvables es la
más dura, la cual la hace en la más completa soledad: ¡dónde estuvieron en ese momento los
doctos moralistas que hoy se rasgan la vestiduras abogando por la vida, para entenderla y,
sobre todo, para ofrecerle una salida real a su crisis”! (“... te das cuenta, Babau”).
Las parejas que se mantienen unidas toda la vida siendo mutuamente fieles, se
encuentran entre ciertas especies de animales (si uno de los integrantes enviuda, éste
permanece solo el resto de sus días); esta modalidad de “conducta” de la naturaleza, asociada
a la procreación y a la sobrevivencia, para el caso referido, viene totalmente dispuesta por las
instrucciones del ADN, o sea, como única forma de hacer exitosa la sostenibilidad de la vida,
de acuerdo con las condiciones intrínsecas de la pareja y no tanto de las que le presenta el
entorno. El “verdadero ‘amor’” en el ser humano tiene un origen totalmente físico, químico,
“inconsciente”, espontáneo, irracional; primeramente físico, puesto que las características
antropofísicas agradan o desagradan al corresponderse o no en el filtrado frente al patrón
natural particular del gusto, que crea la sensación de placer prefigurada en las zonas
cerebrales respectivas (generación de químicos de bienestar); químico, cuando se produce la
empatía hormonal recíproca; e, irracional, debido a que el proceso de atracción “verdadera”
no tiene consistencia en las variables “interés económico”, “status social”, “correlación
ideológica” o “visión de futuro” congruente. Son las parejas que se aman y que permanecen
(en la mayoría de los pocos casos) unidas toda la vida, las que demuestran la realidad del
atributo de la realización absoluta del “valor” de la fidelidad. Las parejas cuya relación
matrimonial monogámica (en las formas humanas clasistas) ha tenido orígenes racionales:
considerar la ética del otro, la planificación económica, la intelectualidad, la coincidencia de
pensamiento, de religión, incluso de raza, al hallarse unidas por esos lasos incluso
“contranatura” (efecto de la “estrategia de seducción”), generalmente se hallan destinados a la
infidelidad, al fracaso, en el preciso instante en el que las determinaciones naturales de la
atracción se imponen y una vez que han realizados ciertos objetivos 1203 .
Sin embargo, la norma en el ser humano es la infidelidad: pasiva en la mujer, muy
activa en el macho (el macho produce muchos gametos a diario; estos “bichos” se hallan
1202
Qué curioso: a un viejo no se busca rehabilitarlo como se propende con un joven herido, por ejemplo; a un
anciano se le aplica medidas para que deje el mundo de los vivos con el mínimo esfuerzo y dolor. El sistema
hace lo mismo con la Ford, Chrysler, GM.
1203
En un programa de televisión de la llamada “prensa rosa” (qué paradójico), se pudo escuchar decir a una
mujer joven que lo conducía: “la infidelidad es fenómeno humano, no es de género”. Nada más cierto.
761

perurgidos de cumplir su papel en cada nueva proporción de esperma); hecho producido por
la variedad de personas dotadas de características antropomórficas atrayentes (alguna vez se
dijo, que los individuos centroeuropeos son los de mejor conformación antropomórfica) todos
de la misma química y conducta, pero también por el deseo que produce la “novedad”. El
llamado matrimonio por interés, por conveniencia, arreglado, es la condición en potencia del
divorcio, la que se torna real, una vez que el interés ha sido realizado o se lo puede hacer
efectivo de otro modo, respetando la coerción del “flechazo” (en alguna de esas telenovelas
baratas, de pasada se escuchó: “el amor no se escoge, se siente”). Por otra parte, hay personas
que desean normar la vida de otros (los padres a los hijos, en especial): quieren imponer la
fidelidad a “raja tabla” (los evangélicos están más comprometidos, puesto que si uno de los
“pastores” eligió mal a su pareja, se fregó), sin considerar el hecho de que ciertas personas
quieren cambiar de pareja, incluso “por gusto”. La contradicción “vivita y coleando” que
opera en el hecho, es la dada entre la determinación natural y la histórica: para que funcione la
“sociedad” de clases, debe tener siempre el mismo zócalo y muy firme: el matrimonio
monogámico, institucionalmente fiel, divididas las tareas sociales y técnicas a su interior,
autosustentable en economía, cariño y sujetación, exigencia a conseguirse, incluso de modo
coercitivo.
Así es la naturaleza humana –y que naiden contradiga-, la cual se está poniendo en
evidencia de modo conspicuo y global en la actualidad (inicios del siglo XXI), precisamente
con el enseñoramiento unilateral de las tesis de la “liberación femenina” también en el cuerpo
social de las neocolonias “atrasadas” (dicho sea de modo incidental, en otro tiempo Lenin se
pronunció en contra del llamado adulterio, censurando la ligereza del conquistador que asume
a la mujer como si fuese un recipiente desechable una vez que se la utiliza; mas esa reacción
debe comprenderse como el rechazo perpetrado por el gran dirigente del proletariado mundial
y de la historia, sobre la relajación extrema, que merecían la hipocresía y el fomento a los
placeres pasionales ocultos en la “comunidad de las esposas” burguesa; mientras que él llevó
una vida austera, como debe de ser) 1204 . El incremento de casas de tolerancia, en las que se
ofrecen servicios sexuales, y la demanda masculina de dichos “satisfactores”, estructuran el
mercado; el índice de infidelidad se ha incrementado merced a la vigencia de este negocio, el
que también se halla impactado por las estrategias de marketing, la calidad y la
competitividad (aquí la oferta, no es que crea su propia demanda como en el mercado burgués
clásico, sino, como en los hechos: la demanda –la necesidad-, es la que estimula el
aparecimiento y regula la oferta).
El fenómeno reseñado, cuanto el incremento de la vida pasional (del plano racional
que es convertido en instrumento de la esfera sensorial), tiene raíces directamente económicas
(también el sexo se ha vuelto temporario y multidestrezal). Uno de los factores responsables
del incremento del influjo de la esfera sensorial en el actual modo de vida humano, es la crisis
económica (capitalista, por supuesto): el desempleo, el cual conduce a que las personas hagan
cualquier cosa para sobrevivir (creatividad; situación en la que hace su agosto ese pedagogo
de la hegemonía burguesa posmoderna: Diego Cornejo); se recurre, por ejemplo, a la apertura
de “cerveceros”, de sitios de disipación, de tiendas de expendio de licores. El capital en crisis
de acumulación, fomenta la realización de espectáculos, de consumo de bienes innecesarios
(tintes de cabello, cremas para la piel, de ropa, de refrescos, de mascotas, de juegos de azar,
de adornos, de libros sobre magia,...) a través de la promoción con comerciales que afincan el
Eros, el sentimentalismo y la esfera emocional en general, en una población que aparece
excesiva y que necesita de circo, de diversión para no aburrirse, para renovar el “estado de
1204
En un programa de televisión, una jurisconsulta en el seno mismo del imperio: allí donde se predica por la
defensa de la fidelidad, del matrimonio monogámico, una vez sostuvo, cuando un marido infiel reclamaba
fidelidad por parte de su esposa, lo siguiente: "... nadie está asistido del derecho de exclusividad sobre otro. La
vida no constituye un episodio estático: la simple prolongación de la monotonía; ésta es, mas bien, un hecho
dinámico; ...[esta tautología recuerda]... que un ser humano atraviesa por múltiples circunstancias, condiciones
en las que una persona puede volver a enamorarse, pues, en un momento dado se puede entrar en relación con
una persona que sea mejor que la otra, que pueda impactar e incluso cegar consiguiendo que pierda sentido la
promesa anterior...". En efecto, así es (paradójicamente, la condición de “marimacha” de la doctora Polo, le
hace pronunciarse de dicho modo); además, todo cansa en la existencia, ese estado psicológico es un móvil para
el cambio; los seres humanos buscan siempre el estadio nuevo y, en el capitalismo, aunque maduros, estos
también hacen que aquello ocurra en el amor. La fidelidad es, luego, una coerción de los intereses de una
sociedad con apetencias hegemónicas particulares sobre el conjunto, para conseguir coherencia de "valores" y
cohesión, sobre la mente y la conducta particulares.
762

conciencia”, para ser perfectamente sujetada (en el Ecuador, en Quito, por ejemplo, las
domésticas y toda esa población que pasa recluida trabajando como asnos en el transcurso de
toda la semana, invaden los parques los días domingos por la tarde). En efecto, es la etapa de
concreción del sistema de intercambio productivo o simplemente de la esfera mercantil: la
pintura, la música se convierten en puros y simples negocios; con el turismo (otra forma de
ensalzar a Eros, pero “pelucona”) también se ha promovido la producción artesanal de
suvenires. Fuerza de incidencia sobre la forma de realización humana que prioriza la vertiente
afectiva, es aquella que proviene de las políticas gubernamentales como de toda esa serie de
instituciones espontáneamente agenciosas y de ciertos personajes, que con programas
educativos, medidas informales (proyectos) y toda clase de sugerencias, incentivan sobre todo
a la niñez, a otorgar importancia al folclor, al rescate y práctica de las tradiciones, sobre el
supuesto de recuperar y mantener viva la identidad (respecto de toda esta aberración
troglodita, la técnica, la ciencia, las comunicaciones y los fenómenos de integración mundial,
operan oponiéndoseles).
Por otra parte, la apertura de centros de diversión sexual para mujeres, demuestra la
naturaleza –en esta caso sí: genética, natural, hereditaria- poligámica y poliándrica –esta
última reprimida en las sociedades clasistas- del ser humano (el grado de antigüedad de la
“institución” de la prostitución –“morigerada” por los llamados harenes-; ¿acaso el
monopolio de los harenes tornaba escasa la presencia de mujeres, incrementando su valor,
promoviendo la prostitución mediante la cual una mujer satisfacía a varios machos,
resolviendo el problema del desbalance?); las dos tendencias comportamentales han logrado
ser parcialmente reprimidas por las relaciones clasistas de producción, por el carácter casi
exclusivamente económico dado a la llamada familia; sobre esta última -se anota de paso- se
ha producido toda una teoría apologética sobre sus virtudes (“hay una institución que da amor
durante 365 días del año,...”), la que ha prendido en el pueblo, sobre todo en aquel que acusa
elevados índices de apego a la mitología religiosa. Ahora bien, “no hay derecho” de utilizar a
una persona o a otras personas a fin de buscar uno ser feliz; es egoísmo elegir a una persona
para tener “mis hijos”, para acceder al placer, incluso si la otra o las otras, manifiestan desear
lo mismo; de ese modo se concreta en la esfera social la tesis intuitivista de Hayek: el orden
espontáneo montado sobre la pulsión inmanente a los intereses individuales, como fuerzas
ciegas que coinciden, se buscan y realizan su propósito. A decir verdad, el ser humano que
viene: será bueno, muy bueno, enteramente racional, producto precisamente del diálogo de la
intersubjetividad ética y ciudadana de Habermas 1205 .
La prostitución, en la era posmoderna (moderna simplemente, puesto que “lo
moderno” no es más que “lo nuevo en el contexto de lo que siempre ha existido”; lo
posmoderno, por tanto, viene siendo lo similar), ha asumido una forma normal en toda la
esfera terrestre, incluso en contradicción (¿o superación?) del concepto de la época que
produjo W, Benjamín de ella: ya no pertenece a las esferas sombrías, nocturnas, a los pasajes
y al anonimato: mercancía-servicio que tienta a mirarse a sí misma (en realidad, al día
siguiente de la constitución de la institución del matrimonio monogámico, con la instauración
de primer sistema clasista: el esclavismo, se debe haber iniciado la prostitución). Las actuales
generaciones inician la práctica sexual incluso antes de que hayan madurado los órganos
reproductivos: a los 10 años en promedio; la “institución” de la “amistad con derecho” (al
coito) se ha vuelto usual; el número de divorcios y de uniones libres va siempre en ascenso;
los matrimonios no llegan a durar el quinquenio; y, el acostarse por parte de una mujer con
varias parejas en forma paralela o sucesiva, se ha tornado común. Las prácticas de la
prostitución, que se entendían en sentido únicamente profesional, se han regado en la
sociedad, con la diferencia de que mientras las clásicas meretrices recluían para sí la dignidad
de toda actividad que es considerada como “trabajo”, esto es, de orden económica, en las
personas “normales”, se realiza esa actividad atada al bochorno de la sola “putería”.
Según las citadas consideraciones, la teoría y la práctica de la sexualidad humana
termina en la historia al instalarse –retornar- el género en su –a- etapa más desarrollada de
ella: la comunidad sexual (bonobo racional). Y, a esta forma de realización del “amor”, ciertas
1205
Tempranamente en el siglo pasado (XX), en la década de los treinta, se da una idea (o se la desarrolla)
sobre la forma humana futura por venir como efecto del desarrollo de las condiciones materiales de vida de la
especie; en efecto Max Adler en el penúltimo capítulo de su libro “La concepción del Estado en el marxismo”,
ensaya toda un descripción del nuevo habitus del ser humano, que ha superado el modo de ser burgués. En una
palabra: con la abstracción histórica del capitalismo, el ser humano se volverá bueno.
763

eligiones fundamentalistas, debido a su clásica costumbre de naturalizar patrones sociales, la
denominan “etapa de barbarie”. En realidad, la prostitución, por lo menos: concluye al
advenir dicha fase en el mundo; ahora bien, el citado salto en esa esfera de la historia ostenta
carácter regular: se produce como efecto de transformaciones ocurridas en el aspecto que
sustenta y vertebra la praxis humana en general: la región de la reproducción material de la
vida; en todo caso, el fenómeno se presenta, no por la exhortación ingenua de Cristo: “…
tampoco yo te condeno, ve y no peques más”, pues, Cristo no se detiene a averiguar la razón
del “mal” oficio de la meretriz objeto de abucheo: 1.- por “putería” (muy bonita, deseada,
perseguida por el sexo “opuesto”: la solución era presentarle un semental posesivo), 2)
hiperactividad sexual (administrarle ampollas inhibidoras de producción hormonal) y 3) por
necesidad (en este caso: se debía dársele dinero y proveerle de un “empleo” diferente,
permanente –la base del llamado “cambio cultural”); (dicho sea de paso, ésta, como otras
fallas existentes en el discurso cristiano demerita su rigor argumental y pone más que en
evidencia –que pena, desgraciadamente para el pueblo humilde creyente cristiano en el
planeta-, que no hay nada de divino en Cristo); y, en el avance explicativo sobre el fenómeno,
siempre siguiendo la índole “regular” de los procesos: todo hecho parcial empieza y se detrae,
no sin antes volverse general, o sea: cuando el comportamiento singular de un género pasa a
ser constitutivo de los dos, es el momento en que el proceso vigente empieza a dejar este
mundo: la persona masculina posmoderna se halla incursa en el patrón conductual de la
mujer. En lo que respecta al tema en específico, posteriormente, en la “sociedad” de más
adelante, la reproducción (generalidad) se tornará en hecho técnico-artificial; mientras que la
racionalidad pondrá a un lado el deseo y la conducta consecuente (quién la practique –la
relación sexual- será visto como un troglodita). En una palabra, la larga era humana del amor
llega a su fin; en un futuro previsible: “sin el amor... Adson de Melk..., qué pacífica, qué
segura, qué tranquila será la vida... y qué triste” (Eco, Humberto. El nombre de la rosa).
La esfera del arte desempeña papel central en la vida en curso; la misma se ha
globalizado y reina en el mundo con auspicio del capital, en su condición de arte profesional
una vez que “… la sociedad se encuentra en condiciones de mantener a quienes han hecho del
arte su profesión y, al propio tiempo, tienen necesidad de influir en los sentidos, en la
voluntad y la razón con ayuda de medios estéticos…” (Kelle y Kovalzon). Académicamente
se dice que la praxis estética cumple funciones, no solamente sensoriales en la sociedad, sino
que, junto con la Filosofía: unas veces comporta el aspecto culminante de las ejecutorias
humanas, o bien permite captar la realidad, en su entera dimensión. El mundo se refleja en la
conciencia de diversos modos a través de la operación de los sensores: los sentidos (color,
brillo, armonía, suavidad, superficialidad). Estos modos son: conocimiento de tipo inmediato
o remoto (ciencia), saber fantástico (mitológico) y percepción estética (el artista jamás deja la
esfera puramente empírica) 1206 . La belleza opera inmediatamente a través de transiciones en
las que ésta encuentra su sentido (la poesía, por ejemplo) sobre el ser en particular; la belleza
recoge las características atractivas, que estimulan la producción de químicos corporales que
la realizan, en la percepción de una persona; ahora bien, la belleza, que es un reflejo en la
conciencia, una representación de las propiedades reales, pude ser objeto de una transición
más como “representación representada” (“reflejo indirecto de la realidad”), como es el caso
de la pintura, la escultura, el cine.
Si el arte es una forma de superar los estados del movimiento de la vida (tiempo:
pasado, presente e, incluso, futuro), comunica también: pone en contacto las conciencias
transgeneracionales. Si bien la forma de representación estética primigenia es transparente,
inmediatamente recibe el influjo de la historia, de la sociedad, de la estructura (como toda
obra humana, en el interior de una conformación que obliga ubicaciones, tiene una intención,
acoge un sentido el cual “está determinado estructuralmente por un sistema social”); ésta,
como el resto de “capas” de la vida del espíritu, no pueden retrotraerse a dicha
condicionalidad: su dinamia se vuelve conservadora o evolutiva en su interpretación por fuera
del momento de su producción. Arte: forma doble de representación, de captación de la
realidad natural y social, de relacionamiento espiritual con ellas (el mundo se calca en la
mente, se reprocesa en ésta dinámicamente a tenor del modelo conciencial y retorna a ella
como producto: un lienzo), alternativa a la ciencia. Mientras que la ciencia tiene una sola
función o arroja un solo producto: el conocimiento objetivo, en el proceso de hominización, la
1206
“… tres tipos fundamentales de relación del sujeto y el objeto…” en consonancia con los cuales se
constituyen tres modos de dominio espiritual del mundo: ciencia, ideología, estética (Kelle y Kovalzon).
764

cual es la base de la praxis, el arte en su propio origen –en cambio- provoca múltiples efectos
en la historia: cognición, información, terrenalización de habilidades, intersubjetivización,
cohesión, superación de la fractura del movimiento (enlace de épocas), fantasía, visivilización
de aspiraciones –pura ideología-, producción de sensaciones de belleza, coadjución en la
liberación o en el sometimiento –política: ideología práctica 1207 . Por tanto, permite hacer en
forma restringida lo que ha hecho la naturaleza, de manera científica (en ambos casos, se
satisfacen necesidades); además, conduce a objetivizar las capacidades (los sentimientos) en
cuanto es la intervención de la inteligencia en ese frente; y, experimentar satisfacción: el
cerebro tiene el hemisferio derecho y éste es el encargado en mayor medida de garantizar la
reproducción de la vida (la otra parte que tiene que ver con ese porcentaje total de garantía,
corresponde al hemisferio izquierdo, en su condición de ser factor optimizador del proceso).
“¿Cuál es la realidad que se revela al ser humano en el arte?”. “Si las obras dramáticas
de Shakespeare no son ‘otra cosa que’ la representación artística de la lucha de clases en la
época de la acumulación originaria, si un palacio renacentista no es ‘otra cosa’ que la
expresión del poder de clase de la naciente burguesía…” 1208 , a esta interpretación se llega por
la ciencia. En una palabra, puesta a un costado su función estética, el arte es el substrato real
de una representación representada al revés: una representada representación; en efecto, un
artista capta la realidad (caso diferente al del músico o del poeta, los cuales sacan su realidad
interior-afectiva al entorno una vez que la misma fuera afectada por éste), lo aprehende
subjetivamente a través de la estructura ideológica (del filtro de su paradigma) y luego lo
plasma, lo representa en la obra. El arte sitúa el instante y pone en relación momentos pasados
con el presente y con el futuro; se expresa como destreza, entretiene y transfiere información
(sensaciones), sea como actividad espontánea o mercantil, como medio de sustento, o en su
rasgo más desnaturalizado: como agente contrapunto frente a lo establecido. Dicha actividad
es una tarea del espíritu y como tal, goza del terreno en el que puede distanciarse de su matriz
y actuar con sentido autónomo (claro, cuando la esfera material de la vida lo propicia al
hallarse apropiadamente acondicionada). “Los labios dicen una cosa y la mente otra”, se
asevera, en circunstancias en las que la trampa no afecta el sentido vital de promoción de la
vida. Esa autonomía (relativa) permite (en última instancia) incluso separarse de la percepción
primera y compartir la realidad reexpresada según la injerencia de la creatividad, o como
medio que realiza en la fantasía la utopía (los productos a cuyo substrato se está vedado, al no
disponerse del grado necesario de conocimiento y tecnología).
¿Crisis del arte? La crisis consiste en el bloqueo experimentado en el proceso de
reproducción (permanencia y desarrollo) de un hecho. Hay crisis cuando un hecho histórico,
que todavía es necesario, atraviesa dificultades para seguir siendo y cumplir su papel. Mas,
cuando un componente social ha hecho realidad su rol y debe dejar el mundo de los vivos, no
se trata de crisis alguna lo que experimenta, sino la ausencia de condiciones y de necesidad
para su desenvolvimiento habitual. El capitalismo, que ha experimentado crisis periódicas,
hoy ha ingresado en la fase en la que no tiene sentido en la historia y es la tozuda acción de su
voluntad funcional, lo que provoca la crisis. La sensibilidad (la específicamente humana,
aquella que no es el producto de la pura operación orgánica de los sentidos) no es un software
que viene con el hardware impregnado en el sistema de instrucciones en el ADN; ésta
progresivamente se va generando (¿despertando?) en el grupo, en las experiencias en relación
con él; llegado a un momento, también la forma de conciencia estética ingresa a formar parte
de la ideología: de la configuración interna de la estructura de ese “sistema de ideas que
expresan los intereses de un grupo humano particular y reflejan la realidad a través del prisma
de dichos intereses” (Kelle y Kovalzon), por cuya razón pasa a ser un hecho histórico. El arte
surgió como un componente de la praxis humana, subsumido al proceso de reproducción de
ésta, en una fase de su itinerario, en el cual operó como aspecto neutro hasta un momento
dado 1209 ; por lo mismo, debe concluir, cuando los vectores que lo motivaron hayan frenado su
1207
“… propiedades estéticas, de medio de fomento de la sensibilidad del ser humano, de medio de educación de
las masas y del estímulo para el cumplimiento de las tareas sociales” -Kelle y Kovlazon- (ahora bien, ¿de qué
modo podrían estimular la vida inscrita en el trabajo serio el Cubismo o las pinturas extravagantes de ese
esquizofrénico de Dalí?).
1208
Kosik, Karel. Dialéctica de lo concreto.
1209
Cuando se le otorgó el Premio Nobel de literatura al escritor peruano Vargas, cierto sector de la población
latinoamericana no vio con buenos ojos dicho conferimiento, por la índole reaccionaria de la personalidad del
galardonado; como es obvio, se alzaron también voces en su defensa, manifestando que su arte era
técnicamente perfecto. Como es natural también, para un marxista la ideología es una dimensión de la vida del
765

impulso, esto es, una vez que las fuerzas naturales sean doblegadas y la esfera sensorial haya
perdido su índole de esencialidad en cuanto medio de sustentación de la vida, puesto que la
conciencia humana se ha clareado tanto, que la sensibilidad se ve como un hecho arcaico y la
fisonomía espiritual de este nuevo ser humano se delinee, ante todo, en la formación
intelectual, para bien del género 1210 .
3.2.2.4.- LA ACCION RECIPROCA ENTRE MATERIA (masa) E IDEA (movimiento).
Cínica inocentada constituye la afirmación que hace el idealismo en su afán de
sostenerse en la región subjetiva, de acuerdo con la que: las “palabras son energía” y como
tal, inciden sobre las conciencias movilizándolas, cristalizando sus productos en hechos (la
famosa “idea fuerza”: el slogan; o, la superchería de la “Guija” -¿?) 1211 . La expansión del
aserto deriva en la tesis de que la conciencia –en tanto “energía”- crea la realidad (se
materializa). En la historia real, no obstante, el poder movilizador de las palabras reside en su
sentido y en la forma (situación) en la que el mismo es captado. La idea moviliza recursos, en
la medida en que la comunicación transfiere nociones sobre proyectos de conciencia a
conciencia, siempre y cuando ésta (idea), presente coherencia de miras y propósitos (identidad
en la situación material), hecho que –por su parte-, podría nominarse con los términos
“interreferencia coincidente”. Esta neomitología (las palabras concebidas según un grado de
materialización en el plano “energético”), se sustenta en principios y extensiones sesgados
propios de la Física Cuántica; esfera del “conocimiento” esta última –debe ser dicho-, cuyos
exponentes se han malacostumbrado a transferir de modo mecanicista a campos muy
disímiles sus construcciones con el ímprobo objeto de producir racionalidad sobre ciertos
fenómenos “paranormales” por ejemplo, con apoyo del folclorismo de la Psicología idealista
(en otro plano, en Ecuador gana terreno, en la coyuntura política, estas imposturas, puesto que
al promover el valor de culturas pasadas, se advierte cómo ese segmento social ha dejado
atrás el “neoliberalismo” –de un tipo específico de compresión de la globalización y actuación
en coherencia- y se ha pasado al “folclorismo”).
Se torna necesaria la apertura del debate respecto de un tema, crucial y caro, tanto para
el neoclasicismo económico en la esfera de los negocios, como para el neorevisionismo
filosófico puritano. En la actualidad (indeterminación y postmodernismo; neosubjetivismo) se
están abriendo paso todo tipo de dislates ideológicos sobre tópicos asociados con la esfera de
la conciencia, de la psicología; el que estos aspectos de la vida humana hayan ganado
relevancia, se debe a que, en efecto, la humanidad se halla ingresando en la etapa de la
denominada “era de la espiritualidad”. Verbi gracia: hay Escuelas de Pensamiento en el área
de la Medicina, que sostienen que las enfermedades (muchas de ellas) son mentales,
psicológicas (“pensamiento que altera la fisiología”, incluso el “soma”); eso: ¡no es cierto! (o
es parcialmente cierto, para determinados casos muy puntuales, en el ser humano). Un
sencillo ejemplo demostrativo de desvirtuación cabe: los traumas físicos (accidentes
automovilísticos, las caídas,...), las infecciones, la mordida de serpientes, las agresiones con
arma blanca, la mala alimentación, el cigarrillo,...; una enfermedad en una planta, dígase: la
Monilla en el cacao; el “moquillo” en el perro, la “fiebre aftosa” en el ganado,..., ¿son efectos
psicosomáticos de “pensamientos que alteran la fisiología”? Es evidente, que no. No obstante,
el idealismo asociado a la reflexión equívoca expuesta, está ganando terreno. Se dice también,
insistiendo en la teoría de las varias inteligencias y de los “tres cerebros” (hemisferios), que la
inteligencia emocional, la cual tiene su base en el hemisferio derecho del cerebro, es la única
creativa (en otro plano, diversionismos similares pretenden dividir a los sujetos en aquellos
espíritu (en las formaciones humanas en las que ella es) perpendicular en su realización como ser; luego, si la
forma (la estética) tiene importancia, la función de la misma (conciencia estética: su papel) se corrobora con el
carácter racional de la creación (incluso Dios se dice que no pudo sobreponerse a esta determinación, puesto
que creó el bien y el mal).
1210
En suma: ¿crisis de un “modelo de estética”?, o, ¿crisis de la estética? Ni lo uno ni lo otro; más bien,
historicismo de la sentimentalidad ilustrada, formal, institucionalizada. ¿Relance de la esfera mediante
remoción voluntarista de su teoría –de la recepción, de la discursividad, de los códigos, del autor, de la obra,
del receptor- (obra abierta por arte del receptor a una pluralidad de significados, dinámica, Web, que margina
al autor, al contenido y a la época)? No. “El ser humano que trabaja crea, configura su mundo y supera lo
dado”; hoy, debe rebasar lo que ha traído en sí de modo natural como instrumento de apoyo para su
reproducción, puesto que su mundo ya no es el de la grotesca biologicidad.
1211
Las palabras: ¿tienen poder? ¡No! El sentido encerrado en la palabra, es el que tiene “poder”, el cual es la
representación de la realidad (incluso ficticia –mentira-, pretérita o proyectada).
766

que tienen mentes abarcantes de la totalidad, denominándoles: “erizo” –modernidad-, de otros
de tipo particularizante, a los cuales llaman: “zorra” -postmodernidad). Tampoco dicha
aseveración, es cierta. Pero: ¿cómo contradecir y ganarse crédito frente a investigadores del
“Primer Mundo”, que han recibido galardones por su “aplicación”, y que se pertenecen al
círculo elegido de los científicos, en su orden? 1212 .
Frente a estos pareceres debe: ¿aceptarse la percepción estatuida?, o: hacer un esfuerzo
ciclópeo por animarse a perder el respeto y alzar la voz (parece prepotente, abusivo, altanero,
atrevido, decidirse a tratar estos temas, frente a personas versadas en la materia, que tienen la
“verdad”, mucho peor animarse a cuestionar a los conocedores: a las “vacas sagradas” de la
ciencia positiva). Cuando se hace ejercicio: ¿se consume materia en forma de “energía”? (con
el ejercicio se libera “fuerza muscular”, no energía). ¿Qué son los alimentos? Estos: ¿son
materiales asimilables, digeribles, que producen “energía”? ¿Son energéticos los
combustibles, por ejemplo: los fósiles? El calor, el ascenso de la temperatura corporal, que
produce el consumo de alimentos: ¿es efecto de la operación de una fuerza llamada
“energía”? Los alimentos –como sabe cualquier lego- permiten: 1) formar la materialidad
corporal: músculos, estructura ósea,… (proteínas, lípidos y minerales), 2) incrementar la
materialidad corporal en la fase de desarrollo de la persona (proteínas, grasas y minerales), 3)
reponer la materialidad corporal perdida en el movimiento: en el ejercicio o en el trabajo
(proteínas, minerales y grasas), 4) incorporar un tipo de masa, que pone a funcionar al cuerpo
(carbohidratos, ácidos oleicos, eventualmente proteínas), 5) mediar en el funcionamiento del
cuerpo (enzimas, vitaminas, hormonas: ¿las cuales se energizan para el efecto?); (las
mitocondrias: ¿producen “energía”?, o: ¿confieren un tipo especial de movimiento a la
materia-alimento?; ¿es verdad el “ciclo de Krebs”, en los términos en los que está planteado,
esto es, el proceso por el cual las “células del cuerpo convierten ‘alimentos en energía’”?).
Las proteínas producen masa corporal, lo mismo que los minerales y los ácidos oleicos; los
carbohidratos aportan simplemente “energía” (y obesidad); lo mismo lo hacen las grasas
(“energía” acumulada, almacenada; protección para radiación solar), las vitaminas, las
enzimas, las hormonas, son catalizadores u operadores. Pero, ¿qué pasa en un alto horno?; ¿se
genera allí energía?; no; el calor debe ser una propiedad de los cuerpos inducida a
desarrollarse por la acción de las propiedades de otros cuerpos 1213 .
Sobre el mismo punto, surge la cuestión: si un cuerpo echa mano de la “energía”
almacenada como materia en las grasas; si un cuerpo toma “energía”, en caso extremo, de la
masa muscular preexistente (proteína, y la hace operar como hidrato de carbono), en estos
eventos se asume que la “energía” finalmente es un “tipo” de masa 1214 . Y eso es así, pues, de
lo contrario se podría pensar, que es dable encapsular “energía” (substancia misteriosa
invisible, incolora, inodora, insabora, incorpórea, o sea, pura nada, vacío, pero capaz de
condensarse y convertirse en materia, de moverse, de ser potente) en un recipiente de metal o
apropiado y ofrecérselo, por ejemplo, a un fisicoculturista, de modo que la “ingiera” y se
obvie los procesos de conversión y retroconversión de alimentos proteínicos hasta llevarlos a
masa muscular. Sin embargo, eso no ocurre ni siquiera cuando se dice, que se “queman
grasas” en el ejercicio, pues, la reducción de masa corporal como efecto del ejercicio, no
consiste en el desgate de energía al incrementarse el “aura”, sino la simple pérdida de masa,
puesto que el sudor es pérdida de agua en estado líquido o gaseoso tanto como de sales, y las
sales son minerales que conforman las distintas (toxinas) estructuras materiales del cuerpo
(elementos químicos). Incluso en la Biblia parece que hay una referencia seria, objetiva, que
1212
En el plano del proceso de asentamiento perenne de la información en el ser humano también se ha
recurrido a imposturas; en efecto, se habla de la “memoria emocional”: la grabación de las experiencias
sensoriales en contraposición con la fijación para el recuerdo de las experiencias semántico-lógicas
(experiencias abstractas); en realidad, existe solamente un proceso de retentiva: grabación de sucesos
sensoriales y racionales, en el que el primero se ubica en el orden primitivo, arcaico del ser, el cual pone el
nexo con el carácter animal, natural, de la persona, mientras que el segundo es de orden superior,
específicamente humano, y el cual es su futuro.
1213
A propósito, el calor es un fenómeno que debe producirse de modo análogo al relacionado con el de la
imantación en la materia. Cuando fornico, no es que pierdo o transfiero “energía”, sino que entrego calor y
semen, y las dos transferencias son materia; además, cuando una mujer embarazada gesta, no es que se
alimenta de “energía” y lo transforma en la masa corporal de su crío, sino que consume masa alimenticia y la
convierte a ésta, en un nuevo ser corporal.
1214
Cuando un físicoculturista incrementa su masa muscular, no es que consume energía y está la convierte en
masa (musculatura) mediante el ejercicio, sino que la proteína que consume pasa a formar parte de su ser como
proteína sin desconversión y conversión en masa, en su orden.
767

declara que “polvo eres y en polvo te convertirás” (amén de que Adán fue hecho de barro y no
de energía; claro: se dirá, que a continuación Dios le sopló el espíritu, sin embargo no se ha
visto ni hay manera de comprobar tal milagro), esto es, allí jamás se dice: “energía eres y en
energía te convertirás”. Ahora bien: ¿qué pasa con la “energía”, que se almacena en un
acumulador (batería)? ¿Es realmente algo inmaterial, sin masa aquello que se almacena en
una pila?; y, cuando ésta se descarga: ¿pierde masa, o pierde “energía”? (esta pregunta se la
hace, precisamente, cuando –a inicios del año 2010- ha sido posible colisionar en Europa dos
partículas, con el fin de acercarse a la comprensión del Big Bang, al funcionamiento del
Universo; y, experimento en el que la noción de “energía” juega un papel estelar) 1215 .
Cada vez, la tentación es caer en el paradigma de la “energía”, a fin de explicar los
hechos en movimiento. También la hipótesis que se la contrapone, esto es, en torno de la
actuación de la masa y sus propiedades como razón de todos los fenómenos del mundo, es, a
su vez, una explicación estándar, universal, absoluta. En efecto, respecto de ella, solamente se
debe utilizar la imaginación para hace entrar en su constructo (en el supuesto de “masa y
propiedades de esta”, como móvil de todos los hechos) los procesos de la realidad, de modo
de encontrar su carácter. Por ejemplo, un teléfono: ¿acciona por efecto en él, de la energía
eléctrica? No. Es movimiento eléctrico de cierto tipo de masa (electrones) el implicado en el
proceso. La propiedad del movimiento de las cuerdas bucales, siguiendo el caso, asume
temporalmente las del aparato implicado: conversión y reconversión de movimiento de
distinto carácter, hasta llegar al oído y al cerebro, el que otorga sentido a la palabra, en
coherencia con el sistema de representaciones preexistente (con la música clásica no se
“educa al oído”, sino al cerebro: producir hormonas que actúan sobre los centros sensibles,
con lo cual sentir placer al escuchar esos acordes -sonidos).
Por otra parte, no es que existen tres cerebros en el ser humano sólo por razones
hereditarias, sino por cuanto el cerebro debe cumplir tres (o más) funciones: paleo-córtex, el
mamífero, el neocórtex; en sentido lineal coherente: función de sobrevivencia, la afectiva y la
del pensamiento (la que en su mayor proporción sólo es del ser humano, de allí su
racionalidad), y todas éstas responden a mutaciones en el ADN (y en un momento
determinado, el desarrollo artificial, tecnológico, provocará y/o dará continuidad a esta
“mutación”). En efecto, el ser humano debe cumplir todas estas funciones (del mismo modo
que está ubicado en el último –superior- nivel de la cadena alimentaria en su condición
omnívora) provenientes de sus predecesores antes de la robotización, fase en la que impera el
“cerebro racional”, hasta cuando la función del pensar no se transfiera también a máquinas
especiales. El hecho a relievar es, que las células humanas (todas) tienen información,
contrario que la de otras especies de animales, para producir neuronas corticales
(neocórtex) 1216 , es decir, la base correspondiente al asiento de la conciencia (y esa es la
última y terminal mutación progresiva –especialización sin parangón- dada en el reino
animal).
¿Tiene sentido en el presente “bordar a mano”, por el simple disfrute de hacerlo,
asignando elevados tramos de la vida (no de “tiempo”) para el efecto, los cuales pueden ser
utilizados en menesteres más productivos relativos a las necesidades de última generación (la
esfera del conocimiento), puesto que existen máquinas y programas automatizados, que lo
hacen con menor inversión de “energía”? (algo como el “costo de oportunidad”). Bueno, hay
quienes piensan que sí. Pero las personas de este criterio, son aquellas que dan importancia al
folclor, o quienes cuyo campo de mira existencial se halla atrás: en el pasado (aquí, es propio
recordar, que “los individuos que se adelantan en la historia, siempre son castigados por la
sociedad contemporánea”). Esta conducta, ¿responde a efecto de carácter hereditario? Se dice
que ciertas tendencias de comportamiento (temperamento: forma de reaccionar frente al
entorno) tienen origen en la composición de los genes; no obstante, la voluntad (la
racionalidad) se sobrepone a la ley natural.
En el debate, o sea: en la controversia en juego, por lo menos en lo que a la
perspectiva significante personal de quién garabatea estas líneas se trata, se halla la naturaleza
de esa “substancia” misteriosa (tanto como otras de similar catadura: tiempo, espacio,
espacio/tiempo, alma, información; nociones –dicho sea de paso- caras para las
construcciones místicas de cierto tipo de pensamiento cuántico) llamada “energía” (las
1215 No es que los cuerpos se “cargan de ‘energía’”, o sea, de alguna fuerza que es “nada”; por el contrario,
más bien, se cree que debe ocurrir algo en la misma, que le hace operar de un modo concreto.
1216 O, si tienen esa información, la misma se halla desactivada.
768

kilocalorías). En la declaratoria personal, ese hecho, fenómeno, proceso o activismo, que se
conoce como “energía”, no es más, que la capacidad de un cuerpo que se mueve, de poner en
movimiento a otro por roce, por choque, por empuje, por rechazo (la fuente primaria del
movimiento es la polaridad). Póngase por caso ilustrativo de empiricidad, la reflexión sobre el
proceso dinámico que ocurre en un motor a explosión; este motor: ¿produce “energía” o, por
el contrario: genera alta presión (compresión por acción mecánica: reducción o aumento del
volumen de la masa de O2 y combustible; antes se “daba ‘manivela’ para ‘encender’ un
motor”), de manera que luego se mueven gases (masa) por expansión y reacción química (la
chispa procedente de la bujía), lo cual empuja a otra masa: el pistón, mientras que éste lo hace
a través de la biela al cigüeñal, el cual, a su vez, transmite el movimiento, mediante el árbol
de transmisión, a cono y corona: al diferencial, y de este: a las ruedas? Es evidente, que no se
produce “energía” alguna en ningún momento en ninguna fase del proceso, como tampoco
información, sino tan sólo movimiento relacional entre masas. Perfecto.
Permítase realizar un acto, un intento más de legitimación, con otra “ilustración”,
sobre la infidencia puesta en torno del pensamiento estatuido de la inefable y fidedigna
ciencia oficial, respecto, en este caso, de la tópica de “energía”. A una persona famélica, no se
la puede decir, que se va a inducir la recuperación de su peso, suministrándole “energía”;
propiamente, habrá que responderle, que el propósito se conseguirá a través de dotación
alimentaria. No obstante, de modo inmediato se replicará, que los alimentos, que son materia,
se convierten en “energía” en el interior del cuerpo, para luego volver a mutar, en el mismo
interior, en materia muscular, o sea, en proteína, masa ósea, grasa, etc. Mas, tampoco dicha
impugnación es cierta. Cuando una persona se alimenta, dígase: con carne (animal, puesto que
ahora la zalamería ha producido también “carne” vegetal; acto, en este caso, de simple
simulacro, puesto que formal y no esencialmente dicho producto es carne), la proteína tan
sólo es desdoblada a nivel del sistema digestivo en unidades materiales (másicas) más
pequeñas absorbibles: los aminoácidos; estos componentes, una vez absorbidos, son
nuevamente reunidos, reestructurados como el tipo de proteínas requeridas para integrar el
sistema muscular, verbi gracia, con aporte procesal de una forma de materia: los
carbohidratos, las vitaminas (enzimas), las hormonas, todas estas últimas: materias másicas.
En el proceso, en ningún momento aparece algo como “energía”. Un terremoto: ¿consiste en
la liberación de energía? Bueno. Supóngase dos luchadores de Sumo, que se empujan
recíprocamente sin utilizar los brazos: ¿hay energía de por medio en el hecho o la simple
acción de masas corporales que se empujan, dependiendo el resultado de la contienda, de la
fuerza, es decir, del tamaño de la masa?
Ahora bien, para “dividir bien las aguas”. No es el concepto de “materia-energía”
(avalado históricamente por las lumbreras del saber de la comunidad científica mundial,
muchos de los cuales han sido galardonados con el Premio Nobel en disciplinas tan austeras,
rigurosas, en modo alguno vulgares, como la Física, la Química, la Biología, la Medicina de
Cambridge, Copenhague, Oxford,…) sino el de “masa-movimiento” (materia) el que debe
anidar en la cabeza como axioma, tanto de la reflexión científica, como de la filosófica (“Ya
la realidad es un axioma, ´no puede ser demostrada´, existe como tal”). En la realidad, es la
“masa” la que existe, no la “energía”; esta última: no existe, al menos en su acepción usual,
esto es, como esa fuerza misteriosa distinta y opuesta (que se transmuta en materia) al
concepto de masa, o sea, en su condición de poder, que aparece –por ejemplo- en la división
(fisión) del átomo o del choque entre partículas elementales (se recalca: choque entre masas o
acción recíproca entre sus propiedades). En la mente, por lo general, residen una serie de
fetichismos sin excepción, por desconocimiento, por defectos de interpretación, por
estratagema ideológica; uno de esos fetiches es la noción de “energía”, el cual es similar al de
“mercancía”: se cree que el valor que contiene proviene del capital y no tan sólo del trabajo, o
que las relaciones económicas ocurren entre factores, no entre personas 1217 .
1217
Fetichismo del “tiempo”, del “espacio”, de la “energía”, de los “cuantos”, en el sentido de que son
términos forzosamente ontologizados, o sea, representaciones imaginativas a las cuales se las ha dotado de
substrato real, del cual carecen; nociones, debajo de las cuales se halla la verdadera realidad y que
desempeñan, en ciertas cabezas, la condición de tal: “falacia de composición”, como error espontáneo de los
sabios. Eso pasa en economía, pues, los críticos socialdemócratas del capital dicen: supremacía del capital, del
mercado, sobre la sociedad; en realidad, no es el capital el que domina sobre la sociedad, sino que un sector
minoritario de humanos se aprovecha del capital (cosa) para someter a la mayoría.
769

La masa es siempre en estado de movimiento absoluto (materia); si no hubiera
movimiento, no existiría la masa (ésta se autodestruiría) y viceversa (y, consecuentemente: la
materia se volatilizaría –desaparecería- o no existiría; y, aquí: “existencia” se entiende, en
tanto verificación sensible, de realidades que, “paradójicamente” tienen presencia con
independencia de los sentidos y de la conciencia, por más diminuta que esta sea), es decir, el
movimiento existe porque hay masa que se mueva y, existe masa: porque ésta se mueve (o
sea: el concepto y la realidad de la “materia”). Pero el movimiento es la propiedad central de
la materia; este “don”, este “talento”, esta cualidad, en primer lugar, es de carácter
simplemente mecánico: electromagnetismo, gravitación, decaimiento Beta, la atracción de
protones y la unión entre éstas (Strong Unification Five –SU5), todo lo cual ocurre por la
existencia de masa, esto es, de algo físico que tiene propiedades, que puede moverse; cuadro
de realidad –en suma-, que no es el caso de la “energía”. Estas formas de movimiento
sencillas de la masa, que son obra de la operación de sus propiedades (de una de las
características de la materia), desencadenarán otras formas de movimiento (de manera
exclusivamente mecánica van apareciendo nuevas propiedades -el salto dialéctico-, como
ocurre por la simple agregación de bits en el área de la programación informática):
características químicas, biológicas, humanas (inteligencia), concienciales (pensamiento).
La “energía” es –simplemente- una forma de movimiento de la masa, como todos los
procesos que ocurren en el Universo; es el caso, por ejemplo, de la luz del sol, la cual se
demora 7 minutos en llegar a la tierra, en virtud de la velocidad de desplazamiento (300 mil
km./seg.) de las partículas físicas denominadas fotones (masa). En la electricidad, el
fenómeno, se tiene la impresión, que dicha forma de movimiento de las partículas másicas
nominadas electrones, debe ser distinto: debe tratarse de la activación automática al mismo
tiempo de los electrones dentro de un definido “campo de acción”, el hecho que genera el
proceso eléctrico; este movimiento también decae con la distancia: en un alambre extenso, la
potencia se detrae con la extensión, al final decrece el poder para luego desaparecer. El caso
más ilustrativo sobre la falacia del pensamiento sobre el carácter de la “energía”, es el
relacionado con la idea sobre el movimiento de rotación, que produce un motor eléctrico: una
licuadora, por ejemplo: ésta opera por acción de la “energía” eléctrica; sin embargo, el
fenómeno se produce por el cambio de polaridad dado entre dispositivos apropiados
dispuestos en forma circular, en el que – y + se atraen y se rechazan mutuamente de manera
reiterada, provocando el desplazamiento de materiales; en el hecho, nada que tenga que ver
con una tal “energía”, interviene.
Algunos conceptos, para aclaración personal, lo cual debe parecer una completa
herejía (si se notifican) para los clásicos proseres humanos de la ciencia:
- Materia = masa y movimiento.
- Masa = corporeidad (tanto compacta como blanda -espacio), substancia sensible
–subatómica: en proceso de sensibilización- con propiedades.
- Movimiento = acción recíproca entre masas, merced al despliegue de sus propiedades 1218 .
- Energía = masa en movimiento (fuerza, luz, calor,…).
Estas deben ser las abstracciones iniciales, tanto en Ciencia (Ciencia: verdad objetiva,
demostrable; la verdad científica es apócrifa: no es producto de la Revelación) como en
Filosofía (Filosofía: reflexión lógica –desarrollo inmanente de las ideas-, madura, erudita, de
“sentido común” sobre la realidad), con lo cual, parece que la Filosofía vuelve a tener razón
frente a la ciencia.
De conformidad con la cavilación expuesta, se concluye, que los átomos carecen de
ese espíritu, que le imputan los pesadores idealistas y en el cual encuentran la explicación del
“comportamiento” (el impulso primero vital o divino) de la “unidad fundamental de la
materia”; por el contrario, los átomos poseen propiedades y de éstas, la más elemental es la
polaridad (el verdadero “impulso vital”): cargas positivas y negativas en un mismo cuerpo o
en distinto cuerpo (hecho que debe ser motivo de estudio a partir de otra perspectiva, para
descubrir su verdad y con el objeto de no caer en la ficción mesiánica). Aquí cabe, dicho sea
de paso, en el proceso de incorporación en el ámbito espiritual de la humanidad de la realidad,
la aplicación del principio “metodológico” (ideológico): “ruptura de paradigmas” (la
1218
Si la masa no tuviese propiedades, atributos, características inmanentes, no existiría movimiento y la
materia misma.
770

“intuición” filosófica que se opone a la “filosofía espontánea de los sabios”). La acción
recíproca entre el “más” y el “menos” y el intercambio de posición permanente (ahora
positivo luego negativo: multi combinación de esta característica binaria, que concluye en la
complejidad a la manera de la programación informática) generan toda la variedad de
movimientos del mundo, sin que haya la necesidad de incorporar, en la abstracción, la
presencia y acción de aquella fuerza misteriosa llamada “energía” o “espíritu de la materia”.
Si son ciertas las tesis sostenidas atrás: que la más simple propiedad de la materia es la
polaridad, o sea, el positivo y el negativo (y la neutralidad: neutrones, para el caso de
partículas subatómicas “mayores”); que debe haber mínimo tres tipos de cuerpos que sean
afectados recíprocamente por sus propiedades en acción (de existir sólo dos, estos girarían sin
fin, el uno en torno del otro, con lo cual quedarían truncos el proceso y el progreso
materiales), para que el intercambio de esas propiedades generen nuevas propiedades –formas
de movimiento- hasta llegar a la inteligencia: forma de movimiento superior y absoluto
(combinaciones, permutaciones, conmutaciones, pero con sentido inintencional jerárquico);
que –por tanto- la relación entre propiedades se expresa como movimiento; que si la masa no
tuviere propiedades no habría movimiento (“energía”) como proceso de la realidad, se
concluye, luego, que todo lo que existe no es más, que masa existiendo –sea dicho en forma
de gerundio redundante- en sus diversas o a través de sus distintas formas de movimiento
ascendente, en espiral. Siendo así: no hay “energía” alguna en el Universo (mucho peor:
“divina”), sino que la “fuerza” (“energía”) no es más, que masa en movimiento 1219 .
En lo atinente al punto, la ciencia física oficial (y conexas) y sus diletantes, aseveran
de modo radical, que “no existe materia; existe sólo la energía”. Como ya se sostiene en nota
(aparato crítico) cercana puesta al pie de página de este documento, el parecer personal, luego
de haber realizado varias cavilaciones, estudios y consultas, esto es: no de manera lega,
improvisada, prepotente, sino: de forma próxima al status autorizado (la prueba es que
modestamente el autor de estas líneas está informado de modo cuasi riguroso, sobre los
contendeos de las principales disciplinas del saber científico en áreas de las ciencias naturales,
sociológicas –Economía, Sociología, Politología-, lógicas y filosóficas, que le permite
revaluar, ubicar los distintos aspectos de la realidad –de su saber- con mayor pertinencia y
llegar a conclusiones de mayor objetividad y alcance), es que -contrariando a los eruditos-: no
existe algo en la realidad como “energía”, sino que lo que existe es sólo materia. El primero y
quizá: el único en plantearse de ese modo la tópica, fue el viejo y genial Federico Engels en el
seno de la formación ideológico-teórica materialista, objetiva, marxista: el contacto entre las
propiedades de los cuerpos produce el movimiento, pues, “Los fenómenos de ese género de
contacto ‘poseen la propiedad de que un grado determinado de intensidad y en circunstancias
determinadas producen nuevos efectos: calor, la luz, la electricidad y el magnetismo’” 1220 .
1219
Como parece denominador común en el sino del presente trabajo, después que fuera conformada y
transparentada la opinión personal, la persona que borronea estas líneas, por curiosidad ingresó a Internet, en
diciembre del 2009, con el propósito de averiguar si alguna conciencia en el planeta consideraba que la
“materia” (masa y movimiento, según noción particular) es la realidad que existe mas no la de “energía”, se
encontró con una “buena noticia”. En efecto, en un Blog destinado a recoger opiniones sobre el tema,
intitulado: “¿Realmente existe la materia?”, luego del desencanto de encontrar en tal sitio en la Web
(Comunidad de psicofxp) la prevalencia de opiniones gallardas, firmes, aún pedantes, sobrestimadas, soberbias,
de quienes piensan que la materia no existe, pero sí la energía (en verdad: en Google, la casi totalidad de
páginas aceptan el concepto de espacio, tiempo, energía, de modo exasperantemente colonizado, fijado,
místico), hubo de toparse con un criterio afín al personal, esto es, que la energía no existe según la noción
inveterada de los eruditos de alta versación en ámbitos de Física, Cosmología y Filosofía; que la tan decantada
“energía” (para muchos: fundamento de todo) es tan sólo una propiedad de la materia (de la masa).
Concretamente, con la nominación “mbertelotte”, la persona que deja su opinión en dicho Blog, dice: “… yo
creo que la energía es una propiedad de la materia que presenta la forma en que los cuerpos materiales
interactúan”. “Eureka”; perfecto; hay materia (“energía”) ya, para “llevar el agua a mi molino”. Por sobre la
“verdad”, “exactitud” y superdotación de los teóricos de la Física Cuántica y demás indeterministas como del
novel pensamiento de las “súper cuerdas”, allí está un ser que con “lógica” y fundamento –¿irreverencia?-
(dado que apela a Philip K Dick, que, se supone que debe ser un proser humano en el tópico en tratamiento)
contradecía la comprensión habitual. Es evidente, que aunque en lo personal no ha habido ni la más mínima
dubitación sobre el criterio propio y primigenio (es decir, que no existe una “realidad” denominada “energía”;
que el fundamento de la realidad, por el contrario, es la “materia”, concebida como masa-movimiento), el
saber de esta opinión legitimó y cimentó el punto de vista personal.
1220
Federico Engels citado por B.M. Kedrov, en: Clasificación de las ciencias; Tomo I: Engels y sus
predecesores, Ed. Progreso, Moscú 1974.
771

De este modo se llega a la conclusión en torno a que, el aserto de ciertos
planteamientos de determinados seudo científicos, aficionados o comentaristas, que
desacreditan a la Filosofía frente a la ciencia: ¡no tiene pertinencia!; sobre todo cuando, en
verdad, hoy la filosofía se fundamenta más directamente en la ciencia: en el momento en que
un pensamiento científico o filosófico carece o se le quita el concepto de masa al de materia,
éste cae en el idealismo. Y estas reflexiones son extremadamente importantes, puesto que en
ellas reside o se ausenta la posibilidad de dar una respuesta deísta a varias preguntas
filosóficas (la permanente lucha entre el idealismo y el materialismo). En una palabra, esta
“nueva” o alternativa forma de pensar sobre los hechos referidos, puede parecer absurda; sin
embargo, la misma: es únicamente formal, pues, es posible reemplazar a la noción “tiempo”
por el concepto de “movimiento” y la cosa pareciera seguir igual como en el “juego de
palabras”, la noción “energía” por la de “masa en movimiento” (refundición esta, que ya no es
simplemente formal, puesto que la misma es muy sensible en materia ideológica), a la noción
“espacio” por la de “masa blanda”, a la de “materia-energía” por la de “masamovimiento”
1221 .
3.2.2.5.- LA SINRAZON DE LA AFECTIVIDAD Y LA RAZON.
Generalizando la cosa: el cerebro derecho es de los animales, de las antiguas
generaciones humanas, de los niños, de los jóvenes y de la mujer (lo cual no quiere decir, que
el imbécil –el macho humano- sea superior o que esté liberado de culpa, puesto que
comúnmente se aprovecha de las circunstancias, sobre todo en materia sexual -las cuales
fomenta- para sus protervas y bajas pasiones, mientras que en muchas ocasiones él mismo
está sometido al corazón). El pasado es la era del imperio del cerebro derecho en la
humanidad, o sea, del hemisferio que promueve la sobrevivencia; el futuro es el primado del
cerebro izquierdo, es decir, del desarrollo del pensamiento objetivo, de la conciencia
universal. El hemisferio derecho, debe perder sus funciones primigenias y, por plasticidad,
pasar a reforzar las del izquierdo, debido a varias razones: a futuro, la reproducción ya no es
copulativa, por tanto, el galanteo y la afectividad se suprimen; paydagoga: ya no es la Madre,
por lo cual desaparecen las funciones maternas y la maternidad propiamente dicha; el trabajo
se encarga a las máquinas; la religiosidad (la emocionalidad en la conciencia), se reemplaza
por el saber objetivo; por tanto, la humanidad: madura, y, en adelante, persigue la
racionalidad.
En el presente caso, por el contrario, se asevera, que los hemisferios cerebrales tienen
la misma estructura; empero, éstos cumplen funciones temporales (o perennes) de acuerdo a
una predeterminada “división del trabajo” y especialización entre ellos; mas, aun así: los
cerebros pueden cambiar roles, si de esa manera el organismo vivo humano los exige. La
prueba: se dice que uno de los grandes físicos nucleares rusos (Prior Kapitza ¿?), en un
accidente quedó imposibilitado de su lado izquierdo del cerebro; que, como efecto, tuvo que
aprender todo de nuevo: el idioma, la profesión, a revisar el trabajo científico y técnico por el
realizado; y: lo consiguió utilizando el lado derecho de su cerebro. Por tanto, un cerebro que
no tiene información: ¿puede ser intuitivo?; ¿puede generar corazonadas, ser creativo?
“¡Falso: de falsedad absoluta!”. La creatividad: ¿es intuición? ¡Absurdo! Si se enciende una
1221
A propósito: ¿quién estaría dispuesto a poner algo de interés en estas lucubraciones?, o sea: que no existe
tal composición dual de la realidad como materia-energía. Atreverse a otorgar un poco de crédito a estos
dislates de la divagación de una mente bien situada, identificada y aislada, implica poner en tela de duda las
nociones de la Termodinámica e impugnar la tesis sobre la “muerte térmica del Universo” y, a la vez:
considerar que la materia, en forma de Universo o de cualquier otra realidad, se expande y contrae (movimiento
pulsátil), pero que ella es una y eterna (la tesis dualista sobre la realidad “materia/energía”, es anticientífica,
idealista, falsa). En verdad, la “muerte térmica del Universo”, tesis concluyente para cierto círculo de
pensadores, de teóricos y de formuladores de cosmovisiones, es falsa. Como se ha dicho de manera insistente en
este escrito, no hay nada en el mundo que exista como “energía”; segundo, de igual forma como se va
“energía” (materia en forma de partículas subatómicas: luz –fotones- calor,…) del sol hacia los confines del
“espacio” y se pierde, de este último viene “energía” –masa con propiedades simples- hacia acá; tercero: si la
“energía” –en el decir vulgar de los sabios- viene y se va en similares magnitudes del y al “espacio”, en su
orden (aunque sea en el hipotético postulado de la “reversión” o del Big Crunch) el supuesto de la tendencia al
estado de equilibrio en el movimiento de la materia es una tesis, que conduce a otra; cuarto: la de la eternidad
(todo lo que está estático se halla en equilibrio; pero todo lo que va y viene en las mismas proporciones, está
vivo y en su interior se producen ingentes procesos de desarrollo/degradación), indestructibilidad e infinitud del
Universo.
772

fosforera cerca de la mano de una persona que no ha visto el fuego, como tampoco a dicho
aparato, ésta: ¿intuirá y retirará la mano? No. La creatividad es el mecanismo de atención a
necesidades previamente evaluadas y conceptualizadas, sobre las cuales se hace avanzar la
capacidad asociativa de la mente, hecho de integración, que conduce a diseños. Por tanto, no
es posible la creatividad, la intuición, sin racionalidad previa, aunque ésta esté tan
concentrada y automatizada, que no sea posible advertirla a la hora de enjuiciar el hecho
(“muchas más operaciones mentales y uso de información deben estar implicadas en las
reacciones automáticas o en las decisiones y acciones intuitivas”). Pero así está discurriendo
el pensamiento.
En análogo sentido al expuesto en párrafo precedente, en un programa de la Televisión
de la BBC, dedicado al estudio de la mente, se expone un ejemplo más complejo y casi
convincente sobre la llamada “intuición”. No obstante, dicha argumentación también es
incompleta, puesto que se basa en los clásicos principios erróneos: sexto sentido, hemisferio
derecho del cerebro, presentimiento, etc. Allí se habla de un caso de intuición, que salva a los
bomberos de una explosión cuando uno de ellos –que tiene su sexto sentido desarrollado (sic)-
decide pedir la retirada a los compañeros sin saber por qué, momentos antes de que ocurra (el
relator sin embargo cae en una contradicción flagrante, pues, luego de expuesta la situación,
se sume en vericuetos mentales con el objeto de encontrar argumentos en pro de intentar
entender racionalmente la conducta); o el caso de la Enfermera que puede interpretar los
componentes borrosos en una imagen de un eco de una mujer embarazada, hecho que para la
mente de otras personas no es posible, puesto que no está preparada, en vista de que carece o
no se ha formado todavía la “intuición”. La contradicción se agranda, cuando el relator pasa al
caso de una gimnasta, que durante varias ocasiones intenta desarrollar sin éxito una nueva
rutina en la barra, al final tiene primero que figurarse cómo se vería su cuerpo haciendo el
acto bien, luego de lo cual lo consigue; este fenómeno: concebir el ejercicio en la mente,
realizarlo virtualmente para luego alcanzar el éxito fáctico, el narrador lo denomina
“figuración” (hecho que también es una refutación del llamado “constructivismo”).
Otro caso: la ética intuitiva. Se dice que existen siete tipos de éticas: la intuitiva, la
emocional, la positiva, la relativista, la natural, la racional y la trascendental. Sin embargo, la
ética (la moral) es una forma de ideología teórica y práctica de carácter histórico, socialmente
condicionada; es racional y de clase. No es que se juzga un acto intuitivamente como bueno o
como malo. La intuición no existe. Si no sé qué le pasa a un ser humano cuando se le ha
clavado un puñal en el pecho, no puedo (por intuición: sobre la ignorancia) decir que dicho
hecho sea malo; se debe saber primero, que se trata de una acción que produce dolor, que
quita la vida y, que el ser agredido va a morir y empezar a descomponerse, para concluir que
la misma es mala (el conocimiento de las consecuencias, en este caso, es lo que lleva al
veredicto). Todo acto humano de juzgamiento es racional: se basa en el conocimiento previo,
en la experiencia, como premisas; en efecto, quién no conoce se inhibe de pronunciarse
respecto de los sucesos. El ser humano actúa por instinto o por razón, no por intuición (por
ese algo misterioso, mágico, sin conexión con la razón: percepción automática, que
desemboca en acción o reacción inmediata); incluso frente a lo desconocido, e l investigador
que se arriesga carente de datos a horadar sobre el objeto investigado en interés de conocerlo,
previa la aventura, se plantea la pregunta: ¿qué puede pasar? El término “intuición”, es
fetichístico, como son otros, como los de energía, tiempo, espacio, constructivismo,
complejidad, inteligencia y memorias emocionales, indeterminación, marginalismo, “n”
dimensiones, viajes al pasado y al futuro (en el tiempo), posmodernidad, cultura,
hermenéutica (descripcionismo, comprensión), en diversos campos.
La intuición no es una propiedad con la que cuente el ser humano, a no ser que se trate
de un ser primitivo, esto es, que no sea capaz de prerepresentar su entorno y sus actos en la
conciencia (un niño que no tiene la experiencia procesada en la mente, sería incapaz de intuir
el desastre o entender una radiografía). No obstante, esta forma de reflexionar tiene su mérito:
ser una negación –como ya se ha dicho más arriba- más para el abstruso “constructivismo” del
“aprender haciendo” (el paquete completo de esta aberración es: construcción del
conocimiento, aprender haciendo, se hace camino al andar, dañando se aprende; mas la
réplica viene: “si no se sabe, no se mete”; en efecto, sólo la naturaleza “hace camino al
andar”, pues, su operación se basa en la estocastia derivada de carecer de conciencia, el ser
humano, en cambio, prerepresenta y planifica sus tareas –aunque se crea: no hay
constructivismo en la conducta indagadora y aprehensiva sobre y de la realidad objetiva del
773

mundo). Por otra parte, la fundamentación teórica en torno de la “figuración” que allí se
pretende, experimenta bemoles, puesto que ésta falla cuando se la traspola como efecto sobre
la conformación física de un cuerpo humano, sin mediación del ejercicio, quemado de
“energía” o formación de masa muscular resultante de la alimentación proteica especial. La
“figuración”, que tiene el importante papel en el proceso de desarrollo/incorporación de
habilidades motoras complejas en el cuerpo humano, sobre todo joven, cuando es transferida
hacia la consecución de un objetivo de somatización, en el sentido en que si una persona se
figura que puede alzar una pesa y efectivamente lo hace en la mente, se especula que es
también el proceso mediante el cual el cerebro puede enviar órdenes para que los músculos se
fortalezcan y crezcan en ausencia del esfuerzo real (esto es, sin tan siquiera realizar aquel
simulacro de ejercicio, denominado “tensión dinámica”). Lo cual, por supuesto: ¡es un
absurdo!
Insistiéndose con la anotación de más detalles sobre las temáticas en cuestión, las que
en la actualidad presentan sumo interés tanto para la empresa capitalista como para los
detractores de ella, y para quienes piensan sobre las acciones a desplegar por la mente del
futuro, se arguye lo siguiente. Profusamente en la actualidad en círculos “científicos” se
sostiene, que en la cabeza del ser humano hay dos cerebros; que el emocional está más
potenciado en la mujer (el macho entra en la hembra a través del sentido del oído), el
individuo que llora o se queja lo hace con el lado derecho de su cerebro, la creatividad no está
mediada por la conciencia,... (lo cual es absurdo, pues, por más que el macho le lave el
cerebro a la hembra con profusas alabanzas y promesas -con la llamada “estrategia e
seducción”-, la resolución deja de ser instintiva, puesto que la mujer analiza de algún modo,
en cierto grado, y elige). En un sentido, es plausible la existencia de dos mentes en un mismo
individuo: la que se ha heredado como efecto de la procedencia animal, instintiva del ser
humano, que define la naturaleza biológica de éste; y, la racional, que le permite operar fuera
de su razón animal, biológica. Si bien es verdad, que las emociones tienen su propia base
neuronal, cuando a éstas se les dota de carácter consciente, pasa a gobernar sobre ellas y sobre
toda la esfera del proceder humano, la dimensión racional: la conciencia social o información
internalizada, es decir, su base (el hemisferio izquierdo, si se quiere, para opinar en los
términos de la “teoría de los dos cerebros”, la cual es extremadamente formal, puesto que no
hace intervenir para nada el efecto sobre el cerebro, de la estructura humana histórica).
El proceso de la percepción integral, que se dice que motiva la intuición (a la que
vulgarmente se la define como una reacción repentina sin que medie, por tanto, la razón en
dicho acto), precisamente desvirtúa las premisas que sostienen dicho postulado, pues, la
intuición es la conducta más racional, dado que se trata de una reacción que se sustenta en una
idea dinámica completa, sintética, de los hechos, la cual se asume que deviene de la
característica particular de la funcionalidad del cerebro derecho: su horizontalidad de miras.
No obstante, el proceso de la llamada “mente emocional”, no conduce al conocimiento en
sentido estricto. No se puede pensar correctamente se dice, cuando se está alterado; pero eso
ocurre no porque está operando el cerebro emocional, sino porque sobre el cerebro en general,
se está recibiendo el impacto de las reacciones químicas, hormonales (la ameba, no tiene
cerebro, sin embargo reacciona ante estímulos del medio). De todos modos, hoy el lado
derecho del cerebro de los individuos y de él de la humanidad, gobierna el mundo. Por eso el
deber del ser humano es supeditar a la “mente que siente”, la cual está ligada a su
preservación biológica, para absolutizar la “mente que piensa” (lleguen tarde o temprano las
sensaciones a ella), puesto que a futuro con el concurso del conocimiento objetivo y la técnica
estará garantizada la sobrevivencia, mientras que el ser humano del futuro –como ser maduro-
debe dedicarse a pensar.
La realidad pareciera avenirse, mas bien, a la determinación subjetiva de “hemisferio
derecho” del cerebro como sitio de “alojamiento” y rector del carácter, en cuanto forma
voluntad del comportamiento; por ejemplo, racionalidad es ocupar la mente, la inteligencia,
en aspectos maduros, productivos, de la praxis humana: el conocimiento objetivo; voluntad:
es dejar atrás la intuitividad, la diversión, las inclinaciones de la carne, o sea, reprimir el
placer fácil, vulgar y mundano, para concentrarse en la “lógica”. En diciembre, la algazara
entre seres humanos del planeta es full; antes, se festejó el Día de los Difuntos: motivo de
celebración; luego viene Navidad: comilona, Pascuas, es decir, Santa Clauss y Mery
Christmas; a continuación, el fin de año: desenfreno plus (licor, opíparas comidas, dancing,
formicadera: diversión y negocio redondos); después llega la fiesta de los Inocentes, San
774

Valentín y, finalmente: Carnaval (de esto: ni que hablar). En la vida real, cierta vez una
persona mayor, agria, aburrida, se mortificaba por tal comportamiento: lo censuraba; mas otra
inmediatamente le salió al paso aseverando: “tienen derecho, han trabajado, es chulla vida;
además, su nivel de desarrollo cerebral: no les da para más”. En una ocasión se debía rozar
monte en terrenos en la cuenca media costanera ecuatoriana; allí se tuvo la oportunidad de
comprender a los ecologistas radicales, aquellos que se atan a los árboles para impedir sigan
siendo talados por unos cuantos ignaros que se dedican al negocio fácil de la madera,
destruyendo las microcuencas, propiciando el lavando de la tierra buena por la lluvia
(miserables que han fregado al resto y a las futuras generaciones para obtener dinero para
whisky, comilonas, mujeres; sus concubinas, en cambio, demandan perfumes, esa ropa
obscena que se ha sabido llamar: baby doll). Pero las iras y el esfuerzo terminaron; se retornó
a la ciudad: “ha disfrutar de su espectáculo”, como dijera un estudioso de la urbanización; y,
tiene razón, pues, si bien en el campo se hacen descubrimientos prácticos día a día (aquellos
que constituyen la sabiduría común del campesino), en la ciudad está el poder de los cerebros
asociados, como un simulacro de la futura conexión en interface 1222 .
No se niega el papel jugado por las emociones (“negativas”: dolor –“función de
protección para la sobrevivencia”-; “positivas”: placer y sus múltiples combinaciones y
derivaciones) en el hecho vinculado con la pervivencia y multiplicación de la humanidad. No
obstante, el ser humano se sobrepone ya a los simples dictados de la naturaleza en su
conducta, produciendo sucedáneos para su sustentación y desarrollo. Con la voluntad, por
ejemplo, puede inhibirse la producción de hormonas (pues, este mecanismo también responde
a los estímulos del medio a la típica manera reflexológica, conductista) o anular su efecto:
simplemente dejo de pensar en ello, en el elemento “perturbador”; y, a dicha conducta
humana la llaman “fuerza de voluntad”. En efecto, a una persona de género femenino (mayor,
madura, desde luego) en alguna ocasión se escuchó decir, frente a la obstinada desesperación
por el sexo que se expresa en ciertos seres humanos: “sólo es cuestión de pensar en otra cosa,
de ocupar la mente en algo positivo”. Cuando la persona que escribe estas líneas, tuvo un
momento de extravío emocional precisamente (“para acabar de amolarlo”) al ingresar en la
etapa madura de su vida, frente a la impostura de su pareja, los sonidos de esa música peruana
de las Chicas Mañaneras, al haberse asociado y concentrado con el hecho y en la conciencia,
siempre que se lo escuchaba se entraba en depresión; la solución, como es muy usual
practicarlo, fue el optar por no oír más dichas notas o proceder a anular su efecto en la
producción de hormonas.
En último análisis, estas afirmaciones posmodernistas cuánticas en el aire: intuición,
inteligencia emocional, lado derecho del cerebro, neomitología, etc., constituyen una de las
manifestaciones del sistema capitalista senil en crisis, de una estructura en alta
descomposición, que concibe demagógicamente la historia (también ciertos movimientos
musicales impúberes estrafalarios -“góticos”-, son efecto y mecanismo funcional de control
de dicha conformación de vida –del sistema capitalista, que vuelve mercancía todo lo que
toca, lo supedita al negocio y al prurito de atesoramiento, por tanto, los torna bienes de
inmediato consumo y descarte-, son, en verdad: válvulas de escape, bien se ha dicho). En este
punto cabe salirse por un momento de la esfera especulativa y, en el ensayo de una conducta
desalineada en la exposición, ingresar en el plano de los hechos, de la episódica. Cuando niño
la persona que realiza estos garabatos, por oponerse de forma malcriada, retobada, a la
práctica coercitiva de la Religión y, obviamente: a la Madre, puesto que fue el ser, que era el
más dedicado a que se implante aquellas creencias en sus hijos, cometió el pecadillo de
empezar a “hacer las cosas” con la mano izquierda contraviniendo la orden de realizarlo con
la diestra: comer, dominar la pelota en el fútbol y en el resto de actividades a cargo de la
mano derecha por lo común; y: se lo logró, es decir, fue desplazada la extremidad superior
diestra a segundo plano 1223 .
1222
La ciudad (inserta en el modo de producción que sea) es la creación histórico-colectiva más prodigiosa de
la humanidad: es la reunión de cerebros buenos o malos; sitio en el que se acumula de todo (capital, fuerzas
productivas, pérfida conciencia en el capitalismo): trabajo, riqueza, pobreza, delincuencia, se desarrolla la
ciencia, la técnica: la modernidad, los antros de perversión: toda la vida humana se comprime y se reproduce
allí; es el sitio en el que se realiza la inteligencia, progresan las fuerzas productivas, se dan las pugnas
políticas, se desarrolla la conciencia. Su cambio o reutilización, depende del estado de desarrollo de las fuerzas
productivas, de la necesidad histórica.
1223
Quizá algún día se demuestre, que esa división no es más que la forma en que la naturaleza “programó” a
uno de sus componentes para que cumpla funciones de sobrevivencia (su carácter animal) en principio, para
775

Frente a la muy publicitada teoría de los dos hemisferios del cerebro, teoría que aquí
no se comparte en absoluto, por la que el cerebro, si bien tiene similar estructura está dividido
funcionalmente, es decir, conforme a la manera de captar y procesar la realidad mentalmente:
cerebro racional y cerebro emocional, es fantástico poder darle globalidad al cerebro y a su
función: mirar la realidad en su integralidad con todo el cerebro (sustancia gris) y también
hacerlo en su particularidad analítica, de modo que, al hacerlo, se habría incrementado la
potencia, por simple artificio, de una mente individual (otro experimento personal: de
adolescente se advirtió, que se tenía destrezas para tocar la guitarra, pero no inclinación hacia
dicho instrumento: su sonido le parecía vulgar, grotesco, hasta que se escuchó Aranjuez,
Alhambra y las preciosas Zarzuelas españolas; en ese entonces, por el contrario, se puso el
interés en aprender a tocar el aristocrático piano, pero mas bien ahí parece que se careció de
habilidades, pues, no se pudo independizar el movimiento de las manos). En la reflexión
actual sobre el recuerdo de ese acto (volverse ambidextro por voluntad), de modo “intuitivo”,
sin conciencia, se asume que se estaba anulando el papel emocional del hemisferio derecho
del cerebro; dicho en otros términos, no se era consciente del maravilloso acto de ejercitación
y cambio de rol del lado derecho de cerebro, que se estaba realizando por el cual se le
asignaba también funciones lógicas, racionales a dicha sección; ahora se ve, que esa conducta
fue buena, en el sentido en que se ha logrado reducir –se supone- significativamente la parte
emocional como componente fundamental en la estructura de la vivencia de la existencia.
Y esta experiencia personal: cabe recalcarla, esto es, el haber parcialmente conseguido
–por simple majadería, contrapunteo y retobamiento infantil, en ese entonces-, que el lado
derecho del cerebro deje de cumplir tan sólo funciones afectivas, amorosas, eróticas, de
disfrute sensorial, pasional, por acto de intervención de la voluntad, mediante el ejercicio de
las extremidades izquierdas del cuerpo, poniéndolas a éstas a realizar aquellos papeles que
tendencialmente fueron predefinidos genéticamente, de modo que quede libre y se duplique
–en su orden-, la capacidad neuronal de la esfera racional: evaluada dicha conducta a partir
del punto de vista nocional maduro actual, se concluye, que fue un dislate, una ocurrencia,
formidables (es obvio, que la osadía trae aparejada el peligro, que se produzca cierto tipo de
subocupación relativa de la capacidad cerebral del hemisferio izquierdo). La nueva faceta
humana (no la hipermoderna, como actualmente se ha dado en llamar a las características que
devendrían en rostro del momento en curso y en consolidación, en y de la humanidad; sino,
por el contrario, a la coyuntura abstracta y fenomenológica, que mas bien puede ser motejada
como supramodernidad, o sea, fase de continuidad y salto hacia un peldaño más elevado en la
esfera de la reproducción material de la existencia en la que el ser humano ha completado el
proceso de conformación como “sujeto de pensamiento”): es histórica; histórica, en el sentido
en que no en cualquier momento de desarrollo humano o etapa de vida individual, es posible
alcanzarla; en realidad, existe la opción de que la misma se haga presente –por consiguiente-,
únicamente en la edad madura, tanto del individuo como del género, es decir, en la edad
recatada: cuando la “energía” activadora de la esfera pasional, se ha desplazado hacia la
racional y la vida biológico-socialmente se ha realizado, de modo que la inquietud y la
“energía” que opera sobre la actividad del cerebro pensante, se ha desplegado; debe ser el
momento, en el que “... cada individuo tiene la obligación incondicional de respetar a la
humanidad en sí mismo, de no actuar contra el fin de su naturaleza, de no despojarse de su
dignidad innata” (Lipovetsky, Gilles. El crepúsculo del deber: la ética indolora de los nuevos
tiempos democráticos).
Toda esta gente, de pensamiento idealista, burgués, obviamente, cuando encontró la
idea de la llamada “amígdala” en el cerebro, a ella ha procedido a imputar las reacciones de la
personalidad humana; para estos individuos, los valores racionales provenientes de la
conciencia política, filosófico-revolucionaria de orden superior, no ejercen efecto alguno
sobre el hardware de la mente (en este preciso momento, estos señores se tornan más
materialistas que los materialistas –mecanicistas, por cierto- al imputar a la composición y
fisiología del cerebro, la fuente de los actos humanos). La conciencia elevada, la voluntad de
un individuo maduro, que se ha encumbrado hacia la comprensión general del movimiento de
la naturaleza, de la historia, del pensamiento y de la materia toda, conciencia: que pareciera
luego adecuar sobre ella, las condiciones de desempeño de la inteligencia, y que ésta debe suprimir a la primera
(lo cual ocurre en el robot inteligente, en el marco de un fenómeno que opera en sentido inverso: el ser humano
debe despojarse de sus ataduras sensoriales, mientras que los mecanismos inteligentes antropomorfizados,
carecen de sentimentalismos).
776

ser un hecho autónomo y desligado del cerebro, de la realidad y de los propósitos de la
existencia –y que como consecuencia de esta aparente ambivalencia, genera la idea mítica de
“alma”- es la que pasa a gobernar la ontología de la conciencia al final del proceso, aunque
luego ésta se descomponga como efecto de la degradación de su base material (el cerebro). La
integralidad de este fárrago oracular, que destila la parafernalia del “intuitivismo” moderno,
puede muy bien receptar el contenido de la admonitorica frase denominada “síndrome del
toro”: “pensar con el corazón y empujar con la cabeza” (y eso es lo que creen que hacen y
reivindican los empresarios neocoloniales).
Como conclusión de toda la discusión expuesta en párrafos precedentes, se arguye
finalmente, que la inteligencia no es ni racional ni emocional. Puede ser, mas bien, el modo de
captar subjetivamente el mundo: a través de los sensores humanos o de suponerlo mediante el
ejercicio parcialmente autónomo de la sola razón, de la especulación; pero ambas maneras
intervienen en dicha captación, pues, la información que ingresa al cerebro es luego procesada
por la conciencia: por el sentido estatuido en la estructura de la información ya existente y
conforme a procedimientos, que forman parte también de ella (del saber o conocimiento del
mundo preexistente). La inteligencia es un grupo especial de neuronas, que tienen función
asociativa en conjunto con la información grabada en las denominadas “neuronas
intermedias”, datos recogidos por las neuronas receptoras y alcanzadas al cerebro por las
neuronas transmisoras. Por otra parte, se dice que un individuo es capaz de manejar las
emociones propias o ajenas, es decir, el efecto resultante de la operación de la dupla dolorplacer
en los individuos: sus múltiples gradaciones y combinaciones, si se domina la teoría de
las “diversas inteligencias” (la Psicología, debería decirse), no obstante, dicho acto de
manipulación es posible merced a la racionalización de todos esos procesos y al bajo grado de
raciocinio de los sujetos afectados por tal estrategia de control de la voluntad, en la cual han
caído los empresarios como sujetos activos; por tanto, la cuestión no rebasa la esfera racional
(en verdad, durante miles de años el ser humano ha sido “todo corazón” –y esa es una frase
comúnmente endilgada a la psicología de la mujer, lo cual es un insulto a ella y a su carácter
en la medida en que ese punto de vista se halla ligado unilateralmente a la relevancia de la
maternidad-, para que ahora se piense –por ejemplo- incorporar dicho estado a los robots, de
acuerdo al supuesto chaupi sociológico de que la “sociedad se está feminizando”).
Todas estas supercherías en medio de las que muchas personas encuentran de modo
espontáneo un bálsamo para el tormento, que se halla contenido en sus inquisiciones
filosóficas, o las que penetran o estructuran la ideología como efecto del programa de
modelización de la mente que aplican los profesores del poder, así como la necesidad de
satisfacer el deseo sensorial en el mercado burgués, aprisionan la conciencia: la doblegan, la
someten, y la vida queda atrapada en la creencia en la existencia de dimensiones fuera de la
real (de la esfera real) y de divinidades consustanciales, y en la profusa oferta de diversiones;
tanto también dicha “conciencia filosófica” y actuación hedónica, forma en la idea temerosa
del advenimiento de las tinieblas completas, la creencia relativa a que el placer no debe
acabarse en el infierno, a la fe en que los individuos malos no deben quedar sin castigo, como
también que el ser humano no es semejante en estructura y destino, que el simple animal.
3.2.2.6.- EL SINO DEL PENSAMIENTO HERETICO.
En su determinación no ontológica, un ser humano desprendido de la mitología, se
mantendrá en calidad de tal, a condición de que: tanto las facultades físico-orgánicas, cuanto
las de la razón, se hallen a punto, incólumes, como tampoco que viva presa de miedo o en
riesgo 1224 . Cuando los achaques, que preludian la salida del estado consciente de la materia de
un individuo, se hacen presentes y se van afincando de modo progresivo (y una vez que se
pone en peligro su ser), se quebranta la voluntad, la racionalidad, y empiezan a amoldarse o a
reemerger los rasgos propios del deísmo, frente a los cuales antes se tuvo vigilancia, no
consintiéndose que los interrogantes sin respuesta y los temores, sustenten el desvío de la
mente filosófica por el atajo de la esfera ilusoria. Para determinados individuos, la
1224
En una ocasión, en una Emisora de derecha de Quito (Radio Visión), se entrevistaba a un General de las
Fuerzas Armadas ecuatorianas (es decir, a uno de los jefes de ese “brazo armado de la burguesía”); una de las
preguntas formulada a ese “héroe de guerra”, distinción concedida por su “valor en batalla” frente a los
seculares enemigos del pueblo ecuatoriano: la oligarquía y el militarismo peruanos (en realidad: héroe, sin
haber disparado un solo tiro) fue: -Señor General Moncayo, Ud.: ¿cree en Dios?; la respuesta no se hizo
esperar: -Si: licenciado Oquendo; en la guerra: no hay ateos.
777

acionalidad de las no creencias en órdenes sobrenaturales, durará mientras permanezca en sí,
la fortaleza física, la seguridad y la razón 1225 . En suma: una persona que se declara atea, que
es realmente atea (militante: ateo militante, aquel espécimen que a más de no profesar
creencia deísta alguna, se da el trabajo de salir a pescar seres humanos para que crezca el
rebaño de los herejes, a combatir enemigos –“impíos”- del ateísmo: a paganos neomodernos
que adoran a Jehová o al conveniente Dios Trino), mantendrá su posición, mientras la razón
–responsable de esos dictados- sea parte incorruptible de su ser (el ejemplo viviente lo pone el
autor de la descodificación del ADN y creador de la “célula artificial”: el fantástico biólogo
empresario: John Craig Venter, el cual ha declarado paladinamente ser ateo –joven, lúcido,
sin problemas económicos, dedicado a la ciencia) 1226 .
Estas percepción y respuesta (las que quedan expuestas inmediatamente arriba),
constituyen una especie de fundamentación empírica personal en torno de la afirmación sobre
que una mente lúcida, libre de temores (en el caso específico: la muerte), es el factor asociado
con la racionalidad, que sostiene una conducta al margen de las creencias. En todo caso, está
visto que es la evolución de la conciencia (dominio intelectual objetivo de los hechos) la que
hace que los pueblos superen el paganismo, el cual está bien metido en el lado derecho del
cerebro, y no las persuasiones asociadas con el trabajo de las religiones consideradas
verdaderas (se hace alusión a las monoteístas). Es la muy elevada elaboración, objetivación y
sofisticación intelectual sobre el mundo, en torno de la vida humana, respecto de la temible
responsabilidad de contar con inteligencia, los recursos que le vuelven anti racional el acto de
la adoración a dioses, como las prosternaciones politeístas o las monoteístas; como también
las otras esferas que conspiran contra la racionalidad, esto es, el sexo, el placer y la simple
vida animal, vulgar (alcanzar una profesión, reproducirse, educar a los hijos, jubilarse y
vigilar, que con los hijos resulte el mismo ciclo), las que son puestas en cuestión, y conducta
que habrá de resultar valiente, renunciadora de nimiedades, la cual habrá de conducir al ser
humano a pensar y a actuar de modo superior; mas, debajo de esta cosmovisión y
cosmoactuación, debe hallarse bien ubicado el nuevo entorno material de reproducción de la
existencia, como presupuesto. En la actualidad sorprende advertir, cómo muchas cualidades
que caracterizarán a la futura persona superior, se despliegan en varias individualidades
componentes de la humanidad actual.
En el sistema (en la fase “imperialista global” de la forma social de vida en curso), una
persona mayor –incluso en el caso en el que cuente con Seguro de vida, si no quiere pasar a
ser, nada más que una carga para sus allegados o residir en los ancianatos- debe fijarse “vivir
hasta cuando pueda valerse por sus propios medios”, como se dice. Luego, lo más probo
vendría a ser, proceder a poner término a la vida por propia mano (debe practicarse este
“valor” de decencia, esto es: autoconcluir, renunciar al resto de la vida, cuando se ha llegado a
ser un peso para sí mismo y para la humanidad, en momentos en los que ya no se puede dar
más). Este “sacrificio”, esta “autoinmolación”, incluso en la ancianidad, no puede ser un acto
de decisión fácil; para el efecto: se debe ser bien valiente, en el sentido clásico del término,
para acabar con uno mismo, luego de que se ha pasado toda una vida protegiéndose, una vez
que el vivir se ha hecho costumbre y muy a pesar de que el cuerpo ha sido objeto de la
invasión de los achaques (¿por qué se dice esto, que puede sonar a un nuevo horror?; bueno:
es más fácil matar que suicidarse, las cifras estadísticas sobre asesinatos, vicariatos en el
mundo, lo demuestran). En realidad, en determinadas condiciones: hay que hacer lo sugerido:
mostrar decisión y heroísmo frente al dilema, expuesto en líneas que preceden. Vista sin
perjuicios las circunstancia, la misma se presenta como un acto bravío y de orgullo: tomar
como pretexto la complicación de la vida anciana, para poder al menos al final, estar listo a
decidir por uno mismo sobre la existencia personal, dejando en el camino la potestad del azar
1225 Con la madurez llega a la vida la etapa en la que “el ´poder´ pasa a valer más que el sexo”; también ella es
la fase antesala de aquella en la que el ser humano se vuelve religioso (la Fe pasa a valer más que el poder): la
vejez, en la que, a la vez, la conciencia se ve colocada ante el momento de su negación: la muerte.
1226 En referencia al pensamiento marxista, tal forma de captación mental del mundo debió ser atea no
solamente por efecto de sus formulaciones filosóficas sino, además, debido a que debía ajustar cuentas con la
práctica y la conciencia del Clero reinante en la época en la que emergió tan colosal concepción de la historia:
1) el Clero formaba parte de las estructuras de poder; y, 2) su sistema filosófico conservador fulguraba en un
orden en el que hallaba justificación subjetiva la estructura clasista imperante, que impedía reproducir la
verdad objetiva necesaria para fundamentar el punto de vista proletario revolucionario y su correlativa acción;
las creencias deístas –tal como ya alguien ha sostenido- "impedían asumir una posición profana frente a la
realidad en procura de la aprehensión de su verdad".
778

o de la Jerarquía más alta del Reino de la mitología, respecto del momento a decesar (si uno
de estos sectores definieron el ser y el momento del nacer, la razón madura debe manumitirse
y decidir –ahora si en libertad y en democracia, y por lo menos en este punto por el momento-
sobre la existencia o inexistencia personal).
No obstante, sólo el sistema mecanizado (automatizado, robotizado, de inteligencia
artificial) de producción, instalado en los procesos atinentes a todas las demandas de la
reproducción humana, puede ser receptor de la carga, que los problemas de la vejez montan
sobre la generaciones vivas, las cuales deben cumplir sin distracción su propio papel. Junto a
los servicios personales automatizados, la medicina plenamente desarrollada se halla en
condiciones de proceder de modo que la etapa de desasimilación creciente, o sea, la de
degradación progresiva hasta el cierre de la vida, se produzca de manera normal: la
sobrecarga para los vivos, el estorbo y los problemas personales de la vejez, por las vías
citadas, se habrían subsanado. En este caso, la elección sobre vivir hasta que llegue el fin de
modo natural o el fijarse una fecha para el efecto como acto volitivo, es ya un privilegio
personal (es obvio; y, aquí aflora nuevamente la fantasía -¿académica?-, si para entonces no
se haya descubierto todavía el “elixir de la juventud”, de la “eterna juventud”).
Con la muerte concluye todo –incluido su propio temor-, también para el ser
humano 1227 ; éste es como el resto de sus similares orgánicos superiores de menor escala
evolutiva (el mono, el simio, el chimpancé, el póngido), aunque esté obligado a generar
históricamente la conciencia, pues dispone de estructuras en el cerebro (información genética
en las células madre productoras de neuronas de la asociación), que permiten la captación del
entorno en vínculo con el auto movimiento del sujeto (la experiencia) para la satisfacción de
sus necesidades.
Y yo me iré, y se quedarán los pájaros cantando...
Y en el rincón aquel de mi huerto florido y engalado
Mi espíritu errará nostálgico… 1228 .
El día en que yo me muera, morirán todas las flores.
Y en la losa de mi tumba, cantarán lo ruiseñores... 1229 .
Con su muerte, descienden también a la tumba sus ideas deístas; sin embargo, estas
sugestiones adquieren perdurabilidad en la conciencia de quienes viven (el ser humano frente
al límite del conocimiento, ante una nueva interrogante siempre apela a Dios: ésta, la
poderosa ventaja de “Dios” sobre la racionalidad, aunque la idea de Dios sea creada, en un
momento evolutivo, en la conciencia del ser humano; por tanto, no hay duda que la idea de
Dios, alma, cielo, es el resultado de la imaginación humana surgida en la “etapa de
precariedad cognoscitiva de ésta”, siendo una de las razones que explican esta conducta: la no
1227 La muerte, ignorada en la niñez, desafiada en la juventud, representada en la madurez y temida en la vejez,
es una bendición. Se dice que la vida útil (la existencia en su entera dimensión), el combustible, la entereza, en
suma: el paquete instruccional vertido de modo genético-natural en el ser humano, alcanza los 130 años; luego
de transcurrido ese lapso, todo concluye (pero aún esta determinación es plausible de ser “profanada”,
reconducida, modificada, con la operación de la llamada “Ingeniería Genética”; en efecto, en ciertos círculos
científicos ya se habla de que esto es posible, o sea, la prolongación artificial de la vida, pues, se sostiene que
el siglo XXI es el de la biología –el siglo XX también se afirma, que fue de la Física). La percepción de la
muerte (“… el ser humano, es un ser para la muerte… la vida es la preparación para la muerte…”
–Kierkegaard, Heidegger, Sartre), es admisible racional y anímicamente. En la vejez –“… nadie llama a nuestra
puerta para hacernos compañía…”: Jorge Carrera Andrade- no importan ya los años por venir (como no sea la
esperanza, que reside en la vida de la prole), salvo que se tenga pendiente alguna misión por cumplir, lo cual no
es nada raro, pues, cuando escasea el “tiempo”, es cuando más se le ocurren a uno los proyectos. El “tiempo”
se ha ido; mas bien, el movimiento de la materia orgánica (el más perceptible), es decir, la razón por la que la
noción aquella, con su proyección, emerge en la conciencia, empieza por representarse en estados de
semiinconsciencia –según la percepción burguesa psicológica freudiana-; el cerebro ha entrado en la etapa de
declinación. ¿Qué le importan al viejo los nuevos descubrimientos, la buena alimentación, los placeres de la
existencia, frente al cierre de su vida, ante la dentadura careada, cuando se dispone de un sistema digestivo
agotado o frente a la pérdida de las fuerzas y del encanto hormonal de la juventud? Además, para una mente
inscrita en la racionalidad, la pregunta normal es: ¿se ha justificado la vida? Las enfermedades, los malos
recuerdos, los fracasos, la vida conforme a las relaciones burguesas, la operación de la entropía (el haber dado
todo lo de sí, el desgaste, el proceso de degeneración irreversible, el avance hacia tales estados de
inconsciencia, pues, el cerebro mengua más y más), son las premisas que concretan el carácter sapientísimo de
la naturaleza: la muerte puesta en términos de solución.
1228 Juan Ramón Jiménez.
1229 Popular ritmo boliviano.
779

aceptación de la muerte, el “no ser” del individuo, tensión subjetiva que se ha plasmado en
ese libro de extraordinaria urdimbre lógica y normativa que es la Biblia, en la que se
conjuntan dos mundos: el imaginario, que debe ser conquistado, y el real, al que se debe
integrar el individuo, en los dos casos con la mediación, los dos en función de una serie de
reglas coercitivas, las que, en último término, someten a unos seres al poder de los vivos, a la
vez que sustentan la asimetría). De lo cual se sigue, que la eternidad de Dios depende de la
continua transmutación de la materia en su estado natural hacia su forma consciente (el flujo
intermitente de generaciones humanas), pues, si la mente forjadora de la noción de Dios existe
reponiéndose (e imponiéndose) en todos los tiempos y en diversas partes del Universo por
siempre, esta idea es eterna en su gestación intuitiva, en el movimiento sustentante de la
enajenación; entonces desaparece la necesidad del alma como principio inmaterial eterno, que
establece el vínculo entre la dimensión trascendental y la humana-material; además, si en el
futuro el ser humano procede a trasladarse de mundo en mundo e incluso conquista la
eternidad (la inmortalidad).
No obstante, como debe ser común pensar entre los cultores de la robótica y de la
inteligencia artificial: la conciencia (base de datos ideológicamente sistematizado, programa)
una vez formulada, es “eterna”. La reencarnación, por métodos humanos, artificiales, es
posible: a la conciencia (información de tipo racional) puede dársele mantenimiento y
desarrollarla, no obstante la base de ella (el “chip de personalidad”) se deteriora y se destruye
con el funcionamiento constante; empero, sus partes pueden recibir mantenimiento y
reemplazo; en último caso: un programa puede instalarse en otro cuerpo (humano-artificial,
robótico) una vez que el viejo no sirve más como información que se traslada a un ordenador
nuevo de uno cuya vida útil ha llegado a término (el alma va de cuerpo en cuerpo, y las
especulaciones de las fantasías de la reencarnación, no han sido del todo absurdas). En efecto,
la conciencia se reencarna permanentemente cuando el cerebro de las nuevas generaciones
recepta parte (mucho) de la conciencia existente (pero la autoconciencia es única); cuando se
esté ya en condiciones de escanear la conciencia de una persona viva, ésta puede llegar a
instalarse en un dispositivo mecánico apropiado; será el momento cuando la estructura mental
de un ser que puede morir, se conserve y perdure en dicho mecanismo; conciencia, que ya no
será consciente, puesto que no es proceso similar al que piensan los afectos a la reencarnación
del alma, esto es, de aquella “substancia misteriosa” que sale del cuerpo y luego entra en otro
y en el cual se instala como personalidad ya formada. ¿Seré yo consciente en mi conciencia
escaneada, que me sobrevive en otro cuerpo, de modo que pueda sentir y ser como lo soy hoy
una vez muerto?
No se puede preservar viva solamente a la conciencia; de modo que la inmortalidad no
es posible con la sola perennización de la información, esto es, sin que similar status alcance
la estructura iónica de los enlaces entre nucleótidos del ADN de las células nerviosas
intermedias del sistema nervioso central, las que constituyen el substrato material de la
representación. El monismo, la unicidad entre hardware y software (cerebro y conciencia de
una persona plenamente formada), se trata de una determinación insalvable (o salvable
solamente por la inmortalidad, es decir, que el sistema de neuronas intermedias no se
deteriore o peor: que éstas decesen); debido a lo cual el ser humano no se tornará inmortal, si
el cerebro no ha sido prolongado en su existencia y en su funcionamiento tal cual es, y con él:
la conciencia (en un orden de reflexión análogo: no habrá necesidad de reparar la médula
espinal de cuadripléjicos, si se lo dota al cerebro de un cuerpo artificial, robótico –cuerpo
mecánico también asistido por un “cerebro” propio, puesto que el mismo no tendrá conexión
directa con el cerebro natural, por lo que no podrá recibir órdenes de éste-, que le permita
desplazarse, recibir oxígeno, nutrientes y desasimilarse, a la manera del experimento de
Demikhov y White). Eh ahí porqué los cultores del espíritu, del alma, de esa sustancia
inmaterial que residiría en el cascarón corpóreo humano o lo que sea, se demuestra una vez
más, que están equivocados; esa identidad, que según los idealistas es la conexión del ser
humano con Dios, no existe, pues, no puede haber conciencia sin su propio y único cerebro en
el que le fuera implantada social e históricamente: cada hardware con su software 1230 .
1230
Morfogénesis. La producción de neuronas intermedias para reemplazar a las dañadas, como ocurre con
otros órganos del cuerpo, no puede contribuir a la operación normal de la persona, puesto que en las
sustituidas estuvo asentada la memoria adquirida (la conciencia, la personalidad, la historia); a no ser que se
pueda escanear la información de las neuronas intermedias dañadas con su respectivo sistema de sinapsis y sea
digitalizada en las de reemplazo producidas por el proceso de neurogénesis. Si escanean mi conciencia y si se
780

¿Qué es realmente la conciencia humana, la percepción individual? Es procedente
admitir al respecto, que la conciencia individual es el saber ideal, simbólico y sensorial,
asentado en el sistema de su memoria, aprendido y/o autogenerado. El ser consciente es la
suma de la conciencia y la autoconciencia actuantes en la dinamia presente del entorno.
¿Puede ser prolongado el ser consciente más allá de la vigencia del período natural dado a la
vida? Es decir: ¿es posible recoger la conciencia (rescatarlo, verbi gracia, de una persona que
está a punto de morir), ubicarlo en otro recipiente, mediante, por ejemplo: el proceso llamado:
escaneo? ¡No! (lo cual prueba la certeza de la concepción monista de la vida). Este “software”
(el ser consciente) no puede ser fuera de su propio y único “hardware” (de lo cual se colige
que: sin hardware biológico –memoria y procesador naturales- no puede existir mente,
espíritu o alma algunos 1231 ); si la conciencia es la información que circula y da vida subjetiva
a la sociedad, la que es internalizada en el cerebro y es razón de funcionamiento de éste, aquí
el fenómeno no ocurre como cuando se elabora un programa lógico y éste es insertado en
cualquier disco duro (en verdad, debe hallarse la conciencia colectiva en operación, para que
la individual funcione y se provea de sentido; pero, la conciencia social –omnipresente- tiene
como condición suya a la actividad de la individual). La realidad material se impone: si bien
es verdad que el software es el mismo para cada cerebro que vive en una época, lugar y clase
social, el hardware es único, de modo que siempre debe haber ese cerebro para que el
individuo funcione y sea tal. La única forma de prolongar la conciencia es preservando
orgánico-funcionalmente (mantener en nitrógeno líquido la cabeza completa de una persona)
la estructura material del cerebro por fuera de su límite biológico. La individualidad y el ser
consciente, por más que ésta provenga o sea la réplica de la conciencia social (humana), lo
pone la materia, el hardware, el cerebro (ya se ha dicho que el dualismo considera, que puede
conservarse la conciencia fuera de su base material neuronal por escaneo, de modo que poco
importa que el cerebro se descomponga con la muerte; pero la ciencia, que está preservando
este órgano está actuando bien, pues, almacena tanto el CPU como la información en unidad
indisoluble 1232 ).
Ahora bien, así como no es práctico perennizar la vida de una fruta o de su árbol,
puesto que en otro lado habrá o nacerá otro árbol, el cual dará su fruto –aunque los “bancos
germoplásmicos” tiendan hacia allá (“... millones de personas sólo vegetando en la vida”
-Matrix)-, no es posible la prolongación indefinida de una forma de vida en una parte del
Universo (sin embargo, a los artistas, a las personas en las que prevalecen las destrezas
afectivas en la inteligencia, se los oye decir: que no tendrá sentido una vida exenta de
misterios), la necesidad de pensar en la presencia de una sustancia inmaterial y de una Entidad
supramaterial “principio de sí mismo” (Sartre), se vuelve innecesaria; y, esta contradicción in
muere mi cerebro y se coloca esa información en otro cerebro: ese ya no seré yo, pues, si bien el sistema de
movimiento ha sido recuperado, la materia coherente no lo ha sido (la esfera sensorial es el problema, el cual
paradójicamente individualiza la conciencia, la personalidad, la identidad mediante el sistema de la experiencia
o realidad social vivida).
1231
El sistema cibernético que contenga la conciencia como información (escaneo de la conciencia humana e
implantación en un dispositivo automatizado): ¡sigue siendo inconsciente! (este hecho se mantendrá, incluso si
se diseña todo un programa complejo de “simulación de personalidad”, con el que se pretenda volver
consciente a una máquina inteligente –que pueda sentir, tener sentimientos). En la conjunción: inteligencia
natural/inteligencia artificial, la porción natural del software de la inteligencia será la parte del complejo
mixto, que dote de conciencia auténtica al entramado. La conciencia digitalizada, esto es, la información
histórica e ideológicamente orgánica fuera del hardware cerebral natural, se tornaría en simple información: en
sistema orgánico de datos que habrán perdido su cualidad “espiritual”, pues, paradójicamente, es la esfera
sensorial la que permite “sentir” a la conciencia (la ley es: cada software con su hardware; es por eso que las
mitologías de la reencarnación y la resurrección son insulsas; luego, si se desea prolongar la existencia de la
conciencia/espíritu, la única vía es la prolongación de la vida o la conquista de la inmortalidad directamente
–aunque al final de todo, se deba renunciar voluntariamente a ella).
1232
En una película (de ciencia ficción, claro), se dice que se ha procedido a realizar procesos transhumanistas,
según los cuales fueron escaneados segmentos de la conciencia de una persona viva e implantados en el cerebro
también vivo de otro ser humano; en esta última, el fragmento de conciencia implantada operó como recuerdo y
la persona receptora empezó a “ver” imágenes del pasado en las que fornicaba (el eufemismo es: hacía el
amor) con su consorte (en realidad, lo que había hecho el “donante” con su esposa). Ahora bien, una
conciencia escaneada, deja de ser tal y se transforma en simple información únicamente, puesto que ha sido
retirada del hardware propio, original (de la esfera sensorial histórica, individual, exclusiva); y, si puede volver
a ser conciencia la parte escaneada y transferida, es por cuanto el cerebro receptor (hardware) está vivo, tiene
la estructura sensitiva, por tanto, esa información vuelve a adquirir las propiedades de conciencia al entrar en
contacto con dicha esfera. Fuera del cerebro vivo y del correlativo, la conciencia solamente se torna
información, conocimiento o banco sistémico de datos.
781

sujeto, concluye (“los dioses no harán por el ser humano, lo que él debe hacer por sí
mismo”) 1233 . No obstante, queda claro, que el Evangelismo radical, tozudo, coordinado
por el Pentágono –apoyado en las precariedades cognoscitiva, crítica y contestataria de
amplios sectores populares empobrecidos, cargados de conflictos, sin orgullo y carácter,
inermes frente a potentes paquetes lógicos reestructuradores de la conciencia- contiene
gérmenes letales de reflujo, por lo cual el fenómeno deviene históricamente más positivo para
el sino humano, que el ateísmo militante (lo grave –e históricamente simpático- es constatar,
cómo antes los gringos tenían que desembolsar recursos para financiar el proceso de dañado
mundial de la mente de la población pobre e inculta, con la prédica del Evangelismo; hoy, sin
embargo, esta siniestra supracolonización mental está alcanzando a las capas medias de la
población y ha logrado hacérsela económicamente autosustentable: los engañados pagan por,
agradecen y reproducen la estafa).
En concreto, respecto de quienes poseen una elevada preocupación en relación con el
futuro del ser humano: sobre aquellas generaciones, que en ese futuro oficien la existencia,
que coronen la obra humana por vías heréticas, vida racional que tiene su inicio en el Africa
con “Lucy” (el Ardipithecus ramidus) y que comprehenderá los episodios de ocurrencia fuera
del planeta tierra (aunque éste sea visitado por el propio ser humano en acto reminiscente, de
similar forma como ocurre con un emigrante que deja su terruño para ubicarse en otro que le
permite mejorar su condición económica en el interior del modo de vida burgués, progresar,
desarrollarse, “crecer”), interés que responde al hecho de que se formó parte del propósito
humano, coadyuvándose en la empresa en el horizonte de cierto tramo en el flujo, en el
torrente de la inteligencia y que, por tanto, motiva conocer a dónde va todo; estas personas
tienen como bálsamo para sus preocupaciones, a la evolución de la conciencia, en acto de
asistencia medial mutua, entre ésta y la esfera axiológica. Dicha preocupación, en efecto, se
centra en hipotetizar los cambios que deben producirse en el interior de la especie para crear
las condiciones a partir de las cuales ocurre la proeza: el momento de la graduación luego de
tanto esfuerzo, es la materia que ha alcanzado completa representación en la conciencia (mas,
el proceso se implica en el conjunto de sujetos dispuestos en el escenario, o sea, también con
el capitalista, el cual es un animal; en ese sentido, no se puede hacerle desdeñar la conducta
del león que procede según las leyes del mercado, con el argumento acerca de que este
holgazán debe permitir primero que coma la hembra cazadora y la prole que sostendrá a la
especie, pues, éste dirá que él es quién defiende al clan y quién empreña a la hembra; el
capitalista: invierte, arriesga, genera empleo, y como sostuvo Lenin, si las operaciones
matemáticas afectaran sus intereses, las pondría en tela de duda).
Este cambio de terreno en el desenvolvimiento de la personalidad humana es el
resultado de tres renunciamientos (por así decirlo, puesto que los mismos no tienen que ver
con el despliegue de actos voluntarios de conciencia, del mismo modo que un capitalista no
1233
Es posible que aquellos seres tozudos de raigambre principalmente estadounidense, que sinceramente se
dedican a leer y releer la Biblia (la “verdad revelada”), tengan razón cuando afirman que en este texto se halla
registrada la subjetividad sobre el pasado, el presente, el futuro del ser humano y la verdad sobre el Universo.
Mas, aún en la eventualidad de que fuese así, de que dicho relato detente criterio de verdad, el mérito no está en
simplemente haber advertido en qué documento se encuentra la verdad, en haber hecho el descubrimiento de la
existencia de esa verdad expuesta en sentido críptico al margen del esfuerzo de la racionalidad humana. Por el
contrario, la real proeza para la inteligencia radica en hacer abstracción de esa “verdad” y dedicarse como ser
humano en tanto tal, con su capacidad intelectiva, a descubrir paso a paso esa verdad. Así como la ciencia no
tendría razón de ser, si la esencia coincidiera inmediatamente con el fenómeno, la mente tendría muy poco
sentido, si la verdad ya estuviese escrita en libro alguno; y, la simple comprobación de la correlación
existente entre lo que se dice intuitivamente y en un lenguaje alegórico con lo que se ha llegado a dictar
mediante el proceder científico, sería incluso una labor ímproba. En esta materia, la Religión Católica ha sido
más cauta, pues, ha propendido siempre a fundamentar sus postulados ideológicos en el avance y demostración
de la ciencia; el Protestantismo, en cambio, continúa confirmando la idea deísta en la lectura, relectura y
acomodo de la comprensión de la estructura y razón de los hechos a la versión bíblica; es verdad –por otra
parte-, que el Protestantismo literalmente está devorando en el mundo al Catolicismo, pero: ¡nadie sabe para
quién trabaja!, reza un conocido adagio popular; y bien, ésta es una premisa de concepción científica
antimitológica (“el triunfo del que se cree es detentadora la ideología burguesa primigeniamente anglosajona,
es un equívoco, puesto que hoy se registra la presencia en el planeta de toda una nueva concepción, que
reconceptúa al ser humano, al Derecho, al mundo…”, a las creencias…). Estas sectas, que no se consideran a sí
mismas religiones, cuya práctica se inscribe todavía en las intenciones del dominio transnacional del
capitalismo tardío, con su renuencia a todo rastro de iconoclastia (la representación parafernálica de la
“nada”), representan un gran avance, el cual es el presupuesto de su autonegación, en ese sentido ponen
cimientos para el advenimiento de una nueva conciencia.
782

puede cambiar su conducta por dictamen racional, esto es, si se le dice, si se le demuestra, que
una distribución más equitativa del ingreso no solamente que superaría el riesgo del desborde
social de los haitianos, de Calcuta, sino que a nivel macro dicha justicia redistributiva le sería
beneficiosa al ordenar y, por esa razón, reactivar, dinamizar la economía; el capitalista va a
aducir, que requiere ingentes masas de utilidad, para financiar la modernización del negocio a
efectos de poder competir, puesto que de no ocurrir lo cual, la empresa saldría del mercado y
todos se perjudicarían): 1) al trabajo (tendencia natural hacia la automatización, en virtud de
que se trata de un proceso creciente de mecanización, que viene de atrás: herramienta –H.
Habilis-, máquina –homo faber-, conocimiento (robot, IA) –homo “spiritualis”), 2) a las
creencias religiosas (la ciencia, es una tautología decir, avanza cada vez más y arrincona a la
Religión; se supera la ignorancia y la ingenuidad; se ubica a las espaldas la mitología) y, 3) a
la esfera sensorial (la forma propia de sentir y de actuar en términos animales, prehumanos,
en su condición de garantía natural de la supervivencia; en la humanidad supramoderna,
madura, los sentidos se adormecen, su vitalidad energética sensorial se reduce, la forma de ver
el mundo se vuelve realista, áspera).
La forma de inteligir la realidad por parte de la percepción herética, ostenta como
característica común, que cruza sus diversos tipos y matices, a la autoimpuesta exigencia de
advertir la realidad en su objetividad. La fuente del pensamiento herético es la ciencia y la
Filosofía materialista, primigeniamente empiricista; rechaza toda concepción fantasiosa de la
vida (como la hipótesis del “diseño inteligente”, como causación del mundo); luego, esta
actitud intelectual ha forcejeado siempre por instituir la racionalidad, y, la ha conseguido en el
estrato de la intelligentzia: hoy este nivel, que cuenta cada vez más con nuevos integrantes en
el planeta todo, goza de una vertiente de entendimiento de los hechos, que es el resultado del
trabajo de la propia mente a través de la penetración de ésta, en la esencia, en la interrelación
y acción recíproca de los componentes de la realidad, en el proceso: en el movimiento
ascendente continuo de los hechos y en la totalidad contradictoria en camino de una nueva
totalización, de la materia; tales productos de la aplicación del algoritmo investigativo y en los
que se expresa dicha comprensión, ha elevado a sitiales encumbrados a la esfera espiritual del
género, colocándole al borde de la verdad.
En el orden cosmológico estas deducciones establecen eras integrales del devenir
del Universo (períodos de 26.000 años en la tierra –fases solares, al final de las que tiene
lugar el inicio de fenómenos catastróficos –inversión del eje terrestre- que preludian el
cambio y del cual darían cuenta independiente los relatos de varios pueblos-, de modo que –
en esta perspectiva de análisis- Cristo habría venido y ejecutado su obra redentora varias
veces en lo que va de la existencia de la tierra, o lo habría hecho en varios mundos alrededor
del Universo, como asevera Giordano Bruno), las cuales se comportan como condiciones, que
regulan la vida presente; este movimiento histórico supratemporal, construido de modo
predominantemente silogístico, vendría dirigiendo al ser humano e impulsándole hacia la era
de la espiritualidad, la cual ya ha dado inicio en el planeta. ¿Cuál es la línea divisoria,
entonces entre la ciencia y la especulación? La “posición de clase” en la interpretación: la
perspectiva ideológico-teórica marxista 1234 . En efecto, contrario sensu: aquí se trata de seguir
el tránsito real interno de la materia altamente organizada en la tierra y su proyección,
partiendo de su ontología misma (por tanto, que en el interior de la tierra se repitan varios
ciclos –solares- enteros humanos conforme al sentido ideológico sesgado, acomodado, que se
quiere dar, queda por demostrar por vías objetivas).
El sino fatal del pensamiento herético, es la efectuación póstuma de la determinación
de la propiedad de la inteligencia, esto es, producir el saber total en su carácter unívoco con la
ontopraxeoteleología del mundo: el modo de ser de la materia referida en términos
semánticos. En ese marco, a partir del planteamiento de la idea que expone esta “cuestión”
(“cuestión total, absoluta”: la contradicción entre Teología y ciencia) la historia advierte su
sentido y el punto al que debe llegar el proceso (si la materia se inicia como indeterminación,
ésta poco a poco se trasmuta en su contrario: la determinación, y todo el rumbo finalmente
pone los presupuestos para que se cierre la obra con la puesta en escena del capítulo final: la
sobredeterminación, o sea, el ser humano cabalga sobre las fuerzas del Universo). Como se
1234
A esta formulación se ha llegado por rutas idealistas de reflexión y conclusión, la cual muy bien
puede empatar con una visión marxista del hecho, según también se asevera. En el “Informe Lugano" -Susan
George-, se deja en claro, mediante una posición expositiva interdialogal entre técnicos del pensamiento oficial,
la pretensión ideológica del poder, que yace detrás de tales “teorías”.
783

sostiene en el pie de página precedente más próximo, la capacidad de pensar estaría demás en
el mundo, si por algún canal se tuviese a la mano (saber dispuesto con anterioridad al trabajo
de la ciencia) la verdad del mundo. Por curiosidad el ser humano se ha dispuesto a inferir o a
investigar y conocer la realidad; no obstante, tomado en sentido agregado, el ser humano ha
sido perezoso en dicha esfera; la naturaleza (y la historia en el interior de los modos de
producción clasistas) ha puesto peligros, dificultades, enfermedades al frente de la vida
racional, induciéndola a que afronte tales obstáculos, de modo que pueda sostener la
existencia y mejorarla; y, al proceder de ese modo, el ser humano ha progresado en las esferas
científicas y técnicas, precisamente en aquellos aspectos que permiten conocer y dominar el
mundo. Se insiste, la realidad humana tiene tres dimensiones componentes: naturaleza, ser
humano, praxis, historia y sentido (ontropraxeoteleología); la conciencia de la praxis es
descubrir/realizar el sentido y la finalidad de la vida humana: de su ser genérico, para el cual
cada individuo, cada generación y formación social (como etapas progresivas) coadyuva en
crear las condiciones para descubrir (como lo hace el individuo al alcanzar “uso de razón”) el
telos y asumir ese rol con conciencia.
3.2.3.- UNIVERSO, ENERGIA, TIEMPO,...: ALGUNAS OBSERVACIONES MAS, AL RESPECTO.
3.2.3.1.- ENFOQUE GENERAL.
El contraste perceptual, en torno del carácter intrínseco de cierto grupo de variables
axiales estructurantes del Universo, rodea de modo permanente el sentido de las
preocupaciones humanas, proyectadas cada vez con mayor exigencia sobre el plano
cosmológico. En la medida en que los productos de la práctica cognoscitiva respecto de estas
magnitudes lindan con las fronteras de la ciencia, las proposiciones abstractas sobre ellas, se
prestan para motivar la adhesión a la visión estática, escatológica de la vida (la filosofía
espontánea de los sabios, dixit G. Bachelard). La ciencia, progresivamente le ha ido cercando
a la ideología religiosa; posiblemente la bancarrota en el frente de las ideas mitológicas habría
sido más contundente, de no haber mediado los episodios de 1989 (de 1956); en verdad,
dichos acontecimientos (sin que tengan la razón), pusieron en jaque al Materialismo, y como
“arte de magia” reconstruyeron el “castillo de naipes” de la visión burgués-idealista de la
existencia. El curso de la historia ha inclinado la balanza artificial, provisional y
coyunturalmente, hacia el lado escolástico.
En consecuencia, el pensamiento, en el terreno filosófico transparenta la primacía del
concepto, que se aloja en terrenos especulativos; por ejemplo, eso ocurre, en especial: en el
tratamiento epistémico de la naturaleza de la “energía” (la información), de la luz y del
proceso de desarrollo de la técnica, como un hecho -este último-, se declara, que continúa por
vía virtual, inmaterial (la famosa idea de la Termodinámica”, acerca de que “la energía ni se
crea ni se destruye, sólo se transforma”, es un principio, en realidad: de la materia; pues, la
“energía” es una propiedad de la materia, no su otro transmutado; en el ejemplo craso, decir
de la “energía” –una de las propiedades de la materia; en estricto sentido: la existencia de la
“energía” presupone la preexistencia de la materia-, que ésta se condensa, proceso el cual da
lugar a la aparición de la materia, equivale a sostener el elemental punto de vista: que los
pensamientos constituyen materia neuronal transformada, y que la condensación de
pensamientos generaría materia cerebral) 1235 . La posición de racionalidad objetiva, que de
manera permanente interroga los hechos, reformula siempre, con consecuencia materialista,
las conclusiones que la actividad de la experimentación provee.
1235
La tecnología moderna, en su conformación y progreso, no necesita –se dice- de una de sus propiedades: la
masa; luego, ella aparece simplemente como un proceso inmaterial, espiritual (empero, hay que advertir el
hecho de que no puede haber un software que opere en el vacío, en el aire; siempre debe haber interacción (de
este tipo secundario de materia) con la materia propiamente dicha; Aristóteles ya lo dijo: causa material/causa
formal; por ejemplo, las computadoras cuánticas; pero la información, en estos aparatos, se registra de todos
modos, en la orientación del spin de determinadas partículas: Qubit; las computadoras biológicas van más
allá). También la mente puede operar aparentemente en la simple asociación de conceptos, de movimientos, por
sí mismos, con ligereza calificables de inmateriales; no obstante, estos movimientos autónomos, requieren de la
base material para su operación: el cerebro, aunque sea molesto aceptarlo. El pensamiento, si no se lo graba en
la mente o si no se lo perenniza en sentido documental, se pierde (desaparece tan sólo en la idea, pues, el
substrato del reflejo: la realidad, se representará en otras conciencias); no obstante, esta pérdida (o
recuperación) no resulta en una afectación de la materia cerebral, o sea, que por causa de ella el cerebro
físicamente se reduzca o se agrande.
784

En el marco del detalle anterior, la “energía” –dicho de modo radical y convencido- se
reafirma, se precisa: es una propiedad de la materia; a través de aquella –del movimiento en
general-, ésta se realiza (se transmuta, se despliega, se desarrolla hasta asumir la modalidad de
“energía” intelectual mediante cuyo trabajo la materia alcanza su representación abstracta); la
“energía”, por tanto, no es origen ni destino final de la materia (es decir, de dónde viene y a
dónde a dar ésta), una vez que la misma haya completado un proceso suyo (como tampoco es
la nada, como lo propone Guth; en efecto, si un enfoque físico postula que la luz “es flujo de
fotones”, la “energía”, el calor, la temperatura, que dilata los cuerpos, debe ser efecto de un
tipo especial de movimiento de partículas, de la masa). La especulación “científica” común da
lugar a la puesta en pie –con el argumento en contrario- de todo tipo de misticismos sobre el
origen del Universo en la nada por intervención de Dios a discreción (Dios deja libre al ser
humano en el mercado, en el libre albedrío; a la materia en el movimiento browniano, en el
caos y en la incertidumbre del macro y micro universos; sólo en el Cielo pone orden, como en
la mansión del burgués sobre la servidumbre); no obstante, a mayor profundidad de la
“partícula-Dios” habrán otras, como existirá más materia más allá del Universo visible (en
todo caso, no es lo mismo decir “espacio visible”, que “Universo visible”). La materia no
tiene dimensión; ella misma es su dimensionalidad en los extremos auto comprehendidos del
llamado infinito; y, la mente que opera en el plano medial, que se halla afectada por procesos
que comienzan y terminan, autoinduce la representación del todo como hechos que tienen
comienzo y fin, concepto que se le extiende al fenómeno material, en su generalidad. La luz,
definitivamente es masa; masa, que tiene la propiedad de permitir a otra masa: la ocular, que
perciba la masa del entorno. La “energía” es masa en movimiento, que provoca el movimiento
de otra masa; lo mismo ocurre con el calor, con las emociones o con el pensamiento (todo es
masa en movimiento). De ahí que cuando el globo se infla (expansión del Universo), si éste se
revienta o se desinfla (reversión), no es que desaparece la materia, puesto que queda siempre
una cantidad de masa básica (los despojos o la vejiga original).
En el Big Bang: no es que tienen su origen el “espacio” y el “tiempo”; esa aseveración
es parte del obstáculo epistemológico: “filosofía espontánea de los sabios” (la frontera de su
racionalidad); en el Big Bang, nace propiamente una forma específica de movimiento de la
materia: el movimiento ordenado, la determinación, y, luego: el cerebro, esto es, el elemento
que capta ese movimiento (origen, fin; pasado, presente, futuro; lentitud, constante,
aceleración;...) según la noción de “tiempo”. La dificultad, en todo caso, incluso para los
expertos, estriba en concebir y hacer entender cuestiones como la relativa a cuánta materia
hay y queda en la compresión máxima al final del proceso de reversión (agujero negro),
puesto que sobre las propiedades de la masa (siendo la única que tiene propiedades; concebir
lo contrario llevaría a la aberración de afirmar, que la esfera inmaterial tiene propiedades) que
provoca el movimiento, o sea, la atracción-repulsión; como se ve: resulta fácil la inferencia.
De haber tan sólo dos partículas originarias, no se producirían nuevas propiedades como
combinatoria (el equilibrio, no produce movimiento; la cual ha sido la tesis neoclásica en
economía por cierto tiempo, y de los centristas en política, en tanto su prescripción ha
propendido reprimir las contradicciones inherentes a las fuerzas del mercado), lo que quiere
decir –este hecho ha sido observado ya-, que debe haber más de una pareja de partículas para
que se produzca el multienlace y la emergencia de nuevas propiedades (si hubiese únicamente
un par de partículas, la una giraría en torno de la otra y viceversa, infinitamente), del mismo
modo que un par de células, que no se dividen no pueden dar lugar al tejido. O sea, la
compleja realidad es el resultado de la combinación en cadena, de las propiedades de tres
tipos de partículas (todo es producto de la existencia másica de la materia).
Por otra parte, si la materia (la masa) no se hallare en movimiento permanente, en ese
caso sí: ésta se autodestruiría y sobrevendría (¿?) la “nada”; es por eso que la inferencia
filosófica conduce a sostener, que la materia es eterna, pues, ésta: no ha sido creada, no tiene
fin, su modo de existencia es el movimiento cíclico ascensional permanente de la dimensión
simple a la compleja (“la materia no tiene principio ni fin”; son los procesos que tienen lugar
a su interior, los que tienen comienzo y término: nuevo comienzo, nuevo fin). Enfatizando la
idea: ¿por qué no se detiene el movimiento y se destruye la materia?; porque el movimiento es
cíclico; luego, condición absoluta de la materia, de la masa, es el movimiento; si el
movimiento cesara, la materia se autodestruiría, “aparecería” la “nada”; pero no existe
movimiento sin algo que se mueva, entonces: si la masa desapareciera, cesaría el movimiento;
el movimiento de la materia es eterno porque es cíclico: ascenso/descenso, nuevo
785

ascenso/nuevo descenso, etc. De manera que la muerte del Universo (hecho posible no
consentido, o sea, retorno de la determinación al caos, que es el presupuesto de una nueva
determinación) sería producto a posteriori de la cesación del movimiento (el cual se presenta
a la mirada de la conciencia principalmente como “energía” y como “tiempo”; de allí el sesgo
idealista, que concibe la idea, de que la materia se transforma en “energía” y viceversa); no
obstante, el movimiento, es, a su vez, la evidencia de la naturaleza contradictoria interna de la
materia, la cual determina su existencia, incluso como masa. Para un materialista consecuente,
en suma, la “teoría corpuscular” del modelo estándar de la Escuela Física de Copenhague es
la que filosóficamente se corresponde más con la realidad, en contraposición a Schrödinger,
Heisenberg, Alan Guth o del mismo Hawking.
La “luz” –por tanto-: ¿es nada (transmutación de la materia: pura y simple “energía”
cinética, “lumínica”, calórica, sin portador material alguno 1236 ), que se desplaza en el vacío
(en la realidad inmaterial: en la materia desprovista de masa; vacío como idea sin asidero
material –los agujeros negros, a donde va a dar también la luz, tienen la capacidad de atraer a
la nada, a la “energía”, a la información, al “tiempo”) a la manera clásica planckiana
(“cuantos de energía”)? O, ésta: ¿está compuesta de partículas (fotones, neutrinos, quartz,…)
micro partículas que golpean, que chocan con los cuerpos y producen la visibilidad, dígase: en
la versión corpuscular; los cuerpos se ven: ¿por qué emiten ondas?, o ¿por qué estas ondas se
corresponden con el desplazamiento ondulatorio (fuerzas centrípeta y centrífugas
microscópicas) de determinado tipo de partículas cargadas de propiedades –los distintos
colores-, que hacen que el cerebro los refleje como tales?; ¿qué demuestra el daltonismo, sino
que el cerebro tiene “daño”, que hace que interprete las características del movimiento de la
masa que llega al cerebro, de modo alterado?; y, sobre la refracción de la luz en el prisma, el
argumento también cursa) 1237 y, en último término: de masa, que tiene la particularidad de
desplazarse a la máxima velocidad natural (una de las constantes cósmicas), puesto que existe
un medio que no es la nada, el vacío, que frena su impulso ondulatorio, que hace que se
“vea” a la luz? Por otra parte: ¿esta forma de movimiento –“energía”- se ontologíza
misteriosamente, esto es, se vuelve materia -masa? ¿Existe el vacío? 1238 . ¿Cómo se ontolojiza
la “energía”, que se produce en el principio de la “acción y la reacción”?; en este conocido
principio –dicho sea de paso-, no se halla implicada esa tal “reacción”, pues, el fenómeno es
tan sólo un cambio de dirección del movimiento de la masa producido por el encuentro con un
obstáculo; en verdad, solamente entre las formas de vida orgánica una acción provoca una
reacción (o una inacción): se devuelve, por ejemplo, un agravio verbal.
La “presencia” de lugares vacíos (materia oscura: “… hay una materia invisible, y
oscura, que debe estar manteniendo unidas a las galaxias. En otras palabras, que toda la
materia que vemos podría ser sólo espuma flotando sobre un mar profundo y oscuro”
1236 El calor está asociado a la actividad de los cuerpos; esta actividad es su movimiento; el movimiento es la
manifestación de la regularidad de la contradicción; la contradicción es la confrontación entre propiedades
antitéticas de la masa y ella se supera y se reafirma en el desarrollo; y, la percepción mental de ese hecho,
conforma la noción de “tiempo” (el “tiempo” es el número del movimiento –Aristóteles). El proceso de
subjetivización de esta realidad, en cambio, toma la apariencia de un simple conflicto de ideas entre grupos de
pensadores; el mismo, no obstante, no se resuelve en la confrontación entre diversos planos de la abstracción
(de la ideología), o sea, en torno de la verificación sobre si se trata de un supuesto de la mente o una
determinación de la realidad. La condición viva debe prevalecer. La categoría de “movimiento”, es verdad que
se trata de una especulación de la conciencia, mas ésta remite a una forma de ser de la realidad, comprobable
por la pura sensación y por el dato que registra el cambio de estado. La categoría “tiempo”, constituye un
sencillo acto de formación de la noción sobre el cinetismo de la masa en la mente, de la cual se deriva dicho
comportamiento de la realidad, o sea, la tiene como presupuesto. Eso demuestra, que la realidad puede existir
(de hecho) sin necesidad de la presencia y funcionamiento de la cabeza humana.
1237 La energía de ningún modo es un hecho de existencia paralelo a la materia, sino una de sus características,
de sus expresiones; en efecto: los procesos (el movimiento) de la materia generan energía o éstos ocurren
debido al cinetismo contradictorio las propiedades de la materia.
1238 El vacío –como idea- existe, pero como condición, como “medio” imperturbable, para que la luz se
desplace, para que las partículas se transformen unas en otras, para que los procesos tengan lugar (en realidad,
para que los procesos tengan lugar, se requiere de la antinomia: materia compacta/materia blanda); de lo
contrario, el movimiento no llevaría a la materia hacia la gestación de la modalidad racional: el ser humano,
que genere históricamente la conciencia total. Ahora bien, por lo menos: la “historia del tiempo” no existe,
existe sí: la “historia” del movimiento de la materia, pues, resulta absurdo sostener: “nos hemos hecho viejos,
porque el tiempo ha pasado”; de ningún modo ocurre eso, dicho sea de paso, bien se advierte que es la materia
la que se ha movido, ha ejecutado su modo de ser procesal, lo cual le ha llevado a un “cambio de estado” (de la
juventud a la vejez, pero no por obra del llamado “paso del tiempo”).
786

–Scarmm citado por Horgan; en: Horgan, John, “El fin de la ciencia”) no es dable al interior
de la esfera terrestre 1239 ; de presentarse este fenómeno (que ha sido parcialmente posible
conseguirlo en el laboratorio), el proceso conocido como “implosión” degeneraría la realidad
(dixit Físico Franklin Erazo): la realidad orgánica (después de todo, a la materia le importa un
bledo esto: no es consciente del temor, del sufrimiento; además, puede “rehacerlo”). Esta
suposición, por tanto, carece de asidero material. Un cuerpo que se mueve en la atmósfera, en
la biosfera, en la litosfera, no lo hace en el vacío, sino entre “lugares” ocupados, mediante el
desplazamiento inmediato, automático, de materiales allí existentes. A nivel sideral, tampoco
debe tener “realidad” el vacío, puesto que de haberlo, la materia se desplazaría hacia aquel
lugar para ocuparlo (luego, el vacío es un divertimento de la lúdica de la investigación,
empero humanamente inalcanzable; en todo caso, en el cosmos puede ocurrir algo como
“equilibrio de vacío”, es decir, que el “vació” en todas direcciones le sea indiferente a la
masa, en virtud de lo cual el Universo no implosiona –obviamente, colapsan partes de él,
cuando ingresan en esos fenómenos denominados “agujeros negros”). A medida que el
Universo se expande, se va creando materia de la nada o la misma materia se extiende a costa
de la reducción del “espacio”, que ocupa la nada (es absurdo reflexionar de ese modo). Ahora
bien, la realidad: no es dual, como hasta ahora se ha creído, es decir, la estructura materia-
“energía” (masa-nada). La materia es masa con su propiedad (ahora se dirá, que estas
propiedades, su creador y permutador pragmático, precisamente es y vuelve a ser Dios): el
movimiento. La materia es masa y movimiento en unicidad (movimiento=propiedad de la
masa). No existe materia sin masa y sin la propiedad indisoluble de ésta: el movimiento. No
hay una fuerza misteriosa llamada “energía”, que sea realidad sin su presupuesto de masa. La
“energía” es flujo de masa.
En suma: no existe el vacío absoluto, no hay reposo absoluto, tampoco 0 grados
Kelvin de movimiento (calma total). El Universo: se mueve; el cambio espectral de la luz
(este fenómeno ocurre sólo en la mente –en los instrumentos de medición- o el mismo se da
en la mente como reflejo de propiedades, que aparecen o desaparecen con la distancia)
entrega el dato en torno del que se concluye que el Universo se expande de modo “infinito” a
la manera de un “globo al que se le infla” (el Universo pierde “energía”, se desorganiza, va
hacia su defenestración térmica –lo cual: ¡no es cierto!; el Universo tiene un principio y un
final -según esta conclusión, en ella se reaviva la noción de creación, de la negación del
presupuesto absoluto de preexistencia de la materia; no obstante, si se dice que el Universo se
expande en todas direcciones, es posible pensar también, que se acerca en todas direcciones;
el Universo “es como un globo: se infla en todas direcciones y crea espacio/tiempo”; esta
última explicación es equívoca, puesto que deja abierta la opción de la existencia de la “nada”
en la reflexión 1240 ). El Universo se expande (con la expansión pone en equilibrio a las fuerzas
centrípetas –de la gravedad: “curvatura de la forma y del movimiento de la materia”;
“atracción entre dos cuerpos de carga diferente”), de lo contrario colapsaría, circunstancia
que, de hecho ocurre: el colapsamiento (la reversión: el Big Crunch; entropía
cadenciosamente cristalizada, en fases de degeneración, regresivas, a la manera de la
ancianidad 1241 ; dicho sea de modo incidental, el Big Crunch coincide con el conocimiento
1239
Dicho tipo clasificatorio de materia es lógicamente impertinente, a no ser que inmediatamente se aclare,
que por materia oscura se está entendiendo materia de polaridad negativa, cuyo choque con su antípoda: la
materia “brillante”, genera partículas másicas más pequeñas y no de ningún modo “energía”, puesto que en el
proceso está implícita una forma de movimiento, que podría ser la “fuerza”; si se dice que no está implicada la
llamada “energía”, quiere suponerse, que no existe “energía oscura”, como tampoco “energía” reluciente, que
al chocar con el mito de la “energía oscura” diera lugar, a no se sabe que arbitraria cosa.
1240
Por parte del presente pensamiento, en cambio, se tiene la creencia de que el Universo debe semejarse a un
trompo de doble punta que se retroalimenta en autogiro (ciclo eterno: inicio, desarrollo, involución, término);
“fuera” de sus fronteras, las nociones “vacío”, “nada”, “materia oscura”, “antigravedad”, etc., no tendrían
sentido.
1241
En realidad, el proceso terminal del universo, no debe presentarse como un shock repentino (paro
cardiaco). “Las cosas se deshacen como se hacen”; pues, los procesos ordenados se resisten a dejar la
organización (su estructura interna es el óbice): a entrar súbitamente en el caos, el cual es ya una
determinación (entropía); es por eso que Hawking piensa en la reversión como proceso ordenado de
movimiento de una película que se la retrocede (el cual no es de vuelta al inicio, sino de degeneración, de lento
y ordenado agotamiento del impulso, en la que la última fase pone las condiciones del inicio del nuevo ciclo, en
este caso: no es que en el seno del anterior se ha producido un nuevo proceso como ocurre en los fenómenos
orgánicos –nacimiento-, sino el inicio de un ciclo futuro independiente –como ocurre en los proceso mecánicos).
787

universal y con el deseo de renunciar, por parte del ser humano, a la inmortalidad) 1242 . Ahora
bien, la noción “expansión del universo”, tiene sentido sólo como la capacidad máxima de la
propiedad de la materia compacta de transformarse en su contrario: la materia blanda (ésta,
tiene su límite: la entropía).
En el Universo, la presencia de la masa y del “vacío” (“lugar”, según Aristóteles),
configuran las formas de la composición y organización de la materia, pues, si la realidad
estuviere atiborrada de masa compacta, faltaría la condición para que la materia opere
procesalmente (por ejemplo: la transmutación recíproca entre partículas); por su parte, la
“energía” (el otro “modo de ser de la materia”), la luz, la información, en suma, son
cualidades (segmentos de masa más pequeños), son características del movimiento de la
materia misma, puesto que la materia, de conformidad con su masa, detenta una cierta
cantidad de “energía” cinética (y ésta no existe tanto real como en su valor sino en su
condición de atributo de la materia; la “Carne” opera en su cualidad esencial: el “Verbo”; sin
embargo, el Verbo es Carne). Otro tanto debe reafirmarse sobre el “tiempo” (el movimiento de
la materia es el que genera la entelequia: “tiempo” en la idea, a la vez que crea el
“espacio” al cambiar ésta de “forma” –expansión/compresión- y no al revés, como
históricamente filósofos, cosmólogos y físicos erróneamente lo han creído; si la materia no se
moviera, no existiría el tiempo; de modo que es equívoco subsumir a la materia en el
interior de la noción “espacio/tiempo” y no a la inversa, como debe ser); en efecto, por
ejemplo: en el sueño no hay movimiento alguno (propiamente: la conciencia no registra el
estado de movimiento de la materia, no hay tiempo –y no por que falte la conciencia que lo
capte o que produzca dicha noción), en rigor, el tiempo inexiste tanto en su noción como en la
intuición de sus estados retardados o acelerados de tránsito: se puede dormir media hora o seis
horas, da igual. En consecuencia, las categorías de “espacio”, de “tiempo”, de “energía”, de
“nada”, son presunciones estrictamente idealistas.
En otro orden de reflexión, para el caso de las llamadas “regresiones”, no es que el
sujeto vuelve en el tiempo, sino que –por el contrario- éste se limita a hurgar en sus recuerdos
–introspección, se llama a este proceso- (tampoco es posible volver al pasado: esa realidad
–comprendida en sentido racional- ya no existe). La “adivinación”, por su parte, puede ser
intuitiva, regulada por la llamada “creatividad”, por operación del “lado derecho del cerebro”,
esto es, como aventurada y deficiente especulación; ésta, no obstante, puede gozar de
credibilidad (pronosticación, prospección), si se sustenta en factores, en proyecciones, en
deducciones, esto es, cuando la misma se halla mediada por la racionalidad, por la deducción
lógica, por la operación del “lado izquierdo del cerebro” (del cerebro como un todo
indivisible, debería afirmarse). La conciencia, por tanto, es la realidad para la persona, sin
embargo lo es, jamás al margen de la verdadera realidad del mundo. En ninguna persona el
“tiempo” pasado existe, como no sean las representaciones de procesos que tuvieron lugar, las
que al evocarse inducen sensaciones, fenómeno sobre el que se dice que fue un “regresó al
pasado” (con el sufrimiento –en el presente- de su efecto virtual). El “tiempo” pasado –en
sentido figurado- existe, porque se tiene memoria y materia modelada (por ejemplo: una
pintura, un libro,...); el “tiempo” presente existe (el movimiento en curso de la materia en sus
distintas formas, una de las cuales es, precisamente, el movimiento que lo capta: el de la
conciencia) por cuanto existe conciencia y materia modelándose; el “tiempo” futuro “existe”
1242
De hecho, más que un solo Big Bang, la observación de los procesos posiblemente pruebe la existencia de
múltiples Big Banges parciales (Hoyle; Teoría del Universo Cíclico), o sea, el despliegue de la multiplicidad
procesal, cíclica, en espiral, de la manera de ser y “proceder” eterno material (de todos modos, hay un “antes”
del Big Bang –R. Penrose). Y esta posibilidad debe ser realidad por sobre la insistencia de que al principio todo
era tinieblas, nada, energía e información (el comienzo era todo, menos materia, para la cosmovisión idealista),
luego advino –por generación espontánea, por voluntad de Dios: el misterio- el fenómeno de “fluctuación de la
información” en el “alto vacío”, en los tres primeros segundos que precedieron al Big Bang (esta aseveración –
no obstante- en la realidad se halla antinómicamente inscrita en otro hecho: el proceso ininterrumpido de
“autogeneración constante” del Universo; apreciación teórica, que no tiene un límite de unicidad, sino que
perfectamente posibilita la idea sobre la generación permanente de este fenómeno). Sin embargo, en el Universo
el comienzo no es el comienzo, pues, éste es el final y éste último es, a su vez: su recíproco contrario, los dos se
interpenetran, se vuelven “el otro” en conflicto permanente (y este es el impulso inicial y, a su vez, el acto final,
como eterno proceso de movimiento y desarrollo). Los límites del pensamiento asociados a las nociones sobre el
primer impulso, el final, a la forma, conforman preceptos mentales (prejuicios) refigurados sobre la vida
cotidiana; éstos se los extrapola en el ensayo de representación de substratos, cuyo entendimiento se halla en
estado embrionario (la mente –la conciencia colectiva- actual no tiene la capacidad funcional suficiente para
ser coextensiva con el “objeto real” macro universal).
788

(se presume, en virtud de la capacidad de la mente de extrapolar el movimiento realizado
sobre el plano que se asume que tiene proyección, o sea, como deducción de la operación de
las leyes materiales en su realización posterior) porque existe evasión de la mente hacia
adelante sobre los hechos y por cuanto la materia propende a seguirse modelando 1243 .
“Otra vez la burra al trigo” (hay que modernizarse: vuelve el virus al hardware).
“El tiempo existe, es real: mire si no, ¿cómo las manecillas del reloj lo miden?”. Siempre el
fetichismo: el reloj es un instrumento real, que se mueve y que al hacerlo se convierte en
medidor del movimiento de la materia (movimiento patrón, que mide al movimiento, como la
dimensión: metro de platino e iridio yaciente en Londres a una temperatura estable, se
compara y mide a las otras dimensiones; o el “patrón dólar”, en la inmanencia del cual se
valoran el resto de mondas). Si la realidad no se moviera no lo haría el reloj, pues,
tautológicamente debe decirse, que el reloj es realidad, caso contrario: no habría tiempo ni en
la mente ni en el reloj 1244 . En la analogía: una pesa mide el peso de otros cuerpos, porque se le
ha dado a ella misma un peso de medida el cual mide por comparación, aunque hay que
advertir, que aquí el peso es real tanto en los cuerpos como en el instrumento creado de
medida; en el caso del reloj y del tiempo, no ocurre lo mismo. Por ejemplo, el dinero expresa
el valor monetario de una mercancía, pero el valor del dinero no existe como tal sino en su
condición de metal precioso o de signo monetario atributo de valor dado; en realidad, en los
hechos se compara cantidad de trabajo con cantidad de trabajo: trabajo contenido en la
mercancía y trabajo contenido en la extracción y elaboración del metal o en el símbolo de su
representación, cuando el dinero actúa como unidad de medida del trabajo plasmado (en
Economía Política marxista, si se utiliza la palabra “tiempo”, es porque aquella permite medir
para comparar e intercambiar: “tiempo de trabajo” frente a “tiempo de trabajo”, aunque luego
el hecho se aleja más de la realidad, cuando la noción “tiempo” es sustituido por la de
“dinero”).
En referencia a la reificación del tiempo. En el marxismo se usan los términos:
“tiempo de trabajo necesario”, “tiempo de trabajo excedente”, etc.; aquí, sin embargo, resulta
fácil reemplazar la palabra “tiempo” por la de “energía” y la cosa no cambia: “energía de
trabajo necesaria”, “energía de trabajo excedente”, muy a pesar de que la reflexión, por la
segunda vía, descienda más a la realidad (a la remuneración objetiva del trabajo –dicho sea de
modo incidental-, propuesta por Dietrich 1245 ). En efecto, el capitalista –siguiendo con la
reflexión en la dimensión de la realidad en la que se ha puesto el ejemplo, esto es, en la
Economía Política marxista- no es que no destine su “tiempo” (su “energía”, el movimiento
de su humanidad) a alguna actividad, lo que ocurre es que no desgasta su “energía”
trabajando; en verdad: ésta la desgasta el holgazán burgués en otras tareas, por lo que se ve
obligado a hacer uso de la “energía” (no del tiempo) de sus obreros, plasmada en la
producción, para reponer la “energía” que él ha gastado mediante el consumo o, si no la ha
hecho: para acumularla (a fin de cuentas: si una persona tiene –dígase- 100 dólares en su
cartera, no es la duración de 10 horas de trabajo realizado a razón de 10 dólares por hora, lo
que le ha dado dicho poder de compra, sino que esos 100 dólares representa la “energía”
gastada (la actividad de la masa muscular corporal y cerebral) por el obrero –puesto que el
obrero puede asistir a la fábrica, pasarse 10 horas en ella sin trabajar y no por ello se ha hecho
1243
Como no es posible, como no sea en las llamadas escenas de la ciencia ficción, volver al pasado, tampoco es
dable traspolarse al futuro; en el primer caso se dice, por cuanto al hacerlo se podría modificar el futuro
inhibiendo la realidad de la que forma parte el viajero; en el segundo, puesto que para “ir al futuro”, éste ya
debe haber sido, de lo contrario: ¿a dónde se llegaría?, lo cual es imposible (en concreto: no es posible viajar
al pasado, porque éste ya no existe; y no lo es al futuro, por cuanto éste todavía no existe –paradojas lógicas).
1244
Si la cosa fuere tan simple, sencillamente se debería proceder a suspender de facto el movimiento a lo
interno del reloj para que la vida no avance o, mucho mejor, para que la persona no se envejezca; no obstante,
el asunto en la realidad no es de ese modo, salvo en la mente de quienes substancializan la noción “tiempo”.
Dos consideraciones más. 1) Modernamente ya no se asume al metro como esa barra de iridio y platino, que a
temperatura especial reposa en Inglaterra, hoy se dice que el metro es el recorrido de la luz durante trece
millonésimas de segundo; ¡falso!, craso fetichismo: el tiempo ha sido burdamente ontologizado en la cabeza de
los famosos sabios (como decir, que el metro existe en la realidad); los hecho son otros: movimiento de fotones
a determinada velocidad en la distancia (así como el metro es el patrón de medida de la distancia, de la
extensión o del “espacio”, el segundo es la medida del movimiento a determinada velocidad). 2) Se dice que es
necesario retroceder millones de años para entender a qué responden determinados ecos del Big Bang; pero el
pasado no existe sino sólo como representación supuesta de hechos (movimiento, procesos) dados.
1245
Hans Dietrich: político alemán, ponente teórico de la fase de organización humana denominada
“socialismo del Siglo XXI”.
789

merecedor al salario: no ha invertido “energía” elaborando materia prima, pese a que el
“tiempo” haya pasado-, la cual debe reponer: no con “tiempo”, sino con la “energía” –la masa
muscular y cerebral gastada o empleada por una vida que trabaja- almacenada en los
productos mediante su consumo, lo que equivale a decir: con la “energía” contenida en ellos).
En consecuencia, el “tiempo” es una noción fetichística poderosa: su percepción y
nocionalidad proviene del pasado (carece de substancia inmanente; mas, domina la captación
del movimiento de la vida). Por ejemplo: cuando una persona no tiene nada que hacer, su
percepción no encuentra en qué dedicar el “tiempo” disponible, desocupado; de esta manera,
el tiempo aparece no como la medida y dirección del movimiento, sino como una abstracción,
que se desprende de su realidad propia. Algo análogo ocurre con la velocidad de circulación
del dinero en el mercado burgués, pues, a la mirada parece que éste circulara por sí mismo
imprimiendo su propia dinamia; pero, en realidad, el dinero circula y lo hace a cierta
velocidad, de “acuerdo con la tasa a la cual las mercancías entran y salen del mercado”. En
economía convencional –verbi gracia-, en la etapa de evaluación de un proyecto, la noción:
“valor tiempo del dinero”, ¿con qué mecanismo reflexivo/expositivo reemplazar esta
“formulación lógica”, cuando de lo que se trata es de captar el hecho real por el que el dinero
gana interés o se deprecia –en una “comunidad” mercantil monetaria moderna- con el “paso
del ´tiempo´”? De manera que el tiempo debe ser considerado de forma no ontológica, es
decir, no como aquel proceso real, que tiene efecto sobre la vida, sino en su naturaleza
simplemente hepifenomenal: como un recurso de la mente al que de modo imprescindible
debe recurrirse, en vista de que la conciencia colectiva está estructurada de ese modo.
Nótese en este punto, que es posible superar dicho fetichismo por años replicado
(intento realizado dos párrafos atrás, en el ejemplo, en este documento, del reemplazo del
término “tiempo” por el más concreto de “energía”, en Economía Política marxista); no
obstante, es difícil desmontar la serie de ideas reificadas asociadas al uso de la noción:
“tiempo”. En realidad, incluso el uso de la palabra “energía” para medir el esfuerzo de trabajo
realizado por el obrero en la producción de una mercancía, constituye una postura subjetivista
de la mente, que propugna captar el hecho real, puesto que el trabajador no gasta energía
alguna mientras trabaja; por el contrario y en sentido objetivo, el desgaste es material, de
masa corporal, la que debe ser recuperada en la alimentación mediante la realización del
salario 1246 . Ahora bien: ¿cómo y quién puede dedicarse a la tarea de reestructurar párrafos,
textos enteros, paradigmas y la vida subjetiva misma, modificando la terminología
inapropiada que allí se usa, sustituyendo el fetichismo con la verdadera nocionalidad? Es
verdad, que esta inquietud puede ser tan sólo personal y únicamente un divertimento; empero,
la misma tiene razón valedera en su planteo, sobre todo de orden epistemológico.
Son tan absurdas las especulaciones que sostienen que por haber encontrado partículas
que viajan más rápido que la luz en el experimento de la colisión de Hadrones en Suiza, se
1246
Sañudamente, una vez más. No es el tiempo el que da el valor a un producto, sino la “energía” gastada en
su fabricación (conversión de materia prima utilizando para el efecto máquinas complejas y simples, “energía”
humana intelectual y física, métodos, conocimientos), “energía” que va (distribución) parte hacia la reposición
de la “energía” intelectual y física gastada por el obrero (costo del trabajo), otra porción al dueño del negocio
para reponer la “energía” pasada (depreciación) y la fracción restante para el consumo capitalista y la
inversión neta. De manera que Mario Bunge tiene razón parcial cuando sostiene, que paradigmas o parte de
ellos no pueden trasladarse de una disciplina científica cuyo objeto de conocimiento en muy distinto; no lo tiene,
en cambio, cuando de transpolar conceptos específicos se trata (el mismo concepto de “energía” que se utiliza
en Física, puede ser utilizado en Economía; por otra parte, la noción de “energía”, es equívoca, esto es, la idea
en torno de la existencia de una “fuerza sin masa” –“si Dios da vida”, como dicen los creyentes, ese parece ser
uno de los frentes de trabajo y batalla intelectual, que debe aprestarse a dar en el futuro personal inmediato: el
pensamiento como materialidad). Por su parte, en el área física del conocimiento, el defecto está en haber
creado una noción (artificio) con la cual la mente puede captar un seudo atributo sin substancia física de la
realidad y luego haber ontologizado dicha noción (eso ocurre con los términos “tiempo” y “espacio”: la
gravedad es producto de la curvatura del espacio/tiempo); a decir verdad, no es que existimos en el tiempo: es
el tiempo el que existe en nuestra cabeza a partir del momento en que fue creada esta noción; en realidad, el ser
humano es una forma de movimiento (orgánico-inteligente), que vive o forma parte de otro movimiento: el de la
materia en general. Este movimiento general, “empezó” antes del Universo (de la gran explosión); pues, el
movimiento es propiedad absoluta de la materia: es su condición mutua. La explosión creó una forma de
movimiento y el proceso de expansión del Universo (esto es, no creó ni el tiempo ni el espacio, cono
normalmente se cree, puesto que su supuesto ya existía: el movimiento); incluso el proceso de expansión o
movimiento de alejamiento de las galaxias unas de otras, puede verse como proceso de acercamiento entre ellas
(por alejarse de unas, se acercan a otras). Por tanto, la “gravedad cuántica” no es un hecho empírico, aunque
se pretenda darle sentido lógico: generación de universos de la nada.
790

invertiría la relación causal: primero el efecto, luego la causa (primero muero y después
nazco) o la ilusa idea de que se puede viajar al pasado (puedo irme a encontrar con mi
abuelo). Quienes piensan así, se hallan tan perdidos, que no se detienen a considerar, que los
dos hechos (velocidad mayor que la de la luz y el orden inverso de determinación) no guardan
relación alguna, pues, puede ocurrir dicho fenómeno, pero éste nada tiene que ver con la vida
humana, o que, de imponerse tal “ley” a los procesos biológicos, la vida desaparecería. En las
malas inferencias citadas, se mezcla las cosas, puesto que el orden causal, el flujo de la vida
(no del “tiempo”) hacia adelante es condición para que exista la conciencia y que de
subvertirse esa dirección desaparecerían incluso las “geniales” mentes que formulan tales
anodinas ideas. En realidad, resulta sugestiva la prospectiva acerca de que el ser humano al
tornarse omnipotente, puede llegar a hacerlo todo: volver a la vida a sus ancestros, etc.; no
obstante, a más de tener un objetivo de curiosidad, el divertimento referido no contendría
ningún otro sentido práctico. Dicho sea de paso, ¿por qué el sol, que emite radiación (energía
o masa –fotones) de modo sostenido por siempre, no reduce su tamaño (de hacerlo el
equilibrio entre fuerzas centrípetas/fuerzas centrífugas se vendría abajo), altera su peso o se
enfría? En cuanto a la teoría energética, ella conduce a la idea de la “muerte térmica del
Universo” (entropía: pérdida de energía, desorganización); sobre la hipótesis másica, el sol
debería haber ya reducido su tamaño al estar desprendiendo fotones ininterrumpidamente. Un
supuesto alternativo sobre el particular, consistiría en que no es energía o masa lo que se
disipa del sol, sino que el fenómeno trata con la presencia de una forma especial de
movimiento de la materia que incide sobre cierto material específico del entorno, el cual
asume, bajo esa influencia, la capacidad de alumbrar (longitudes de onda) los cuerpos,
imantarlos y crear calor, es por eso que la masa del sol o la cantidad de energía se mantienen
constantes, ya que la propiedad no afecta la masa. Además, la materia oscura y una propiedad
de ella (movimiento) llamada “energía oscura” también está siendo levantada
perceptualmente según el paradigma clásico idealista de “energía”: fuerza inmaterial
contrapuesta a la masa, que se transmuta en ella (masa) y retorna a ser energía (la energía
oscura es la nada de la nada, capaz de producir efectos.
La luz (reacción en cadena, automática, casi espontánea, en la distancia, de fotones),
como se conoce, inicia su desplazamiento y lo termina allí donde encuentra un obstáculo
material (en verdad, no puede haber movimiento si no hay materia –masa y un medio de
despliegue-, esto es, algo corpóreo, objetivo, que se mueva, dado que la “energía” no puede
ser la nada, que se mueve en la nada, que sea capaz de producir una sensación, dígase: calor
–incremento del movimiento de las partículas microscópicas, “energización”) 1247 . La
“energía” es a la substancia material lo que el pensamiento es al cerebro (aseveración que se
sostiene en su carácter análogo, sin otorgar mayor importancia a la recusación en torno de la
legitimidad de la traslación de una esfera del saber a otro; ¿puede la “energía” transmutarse en
materia y viceversa?, ¿pueden las ideas transustanciarse en neuronas o al revés?) 1248 . Las tres
1247 Esta es una especulación candente, pues, si se admite que la luz es energía, que la energía no es materia
(que carece de sustancia material), en suma: que “existe” un algo en la realidad que no es materia, que actúa,
opera (se mueve), entonces la concepción filosófica idealista se habría reconvertido. Según una posición
científica, la materia en movimiento se desplaza como “energía”; la “energía”, en último término, es
información. Esta información produjo la realidad al “condensarse” como energía y, luego, esta última al
hacerlo como masa en la nada, en el alto vacío. Esta progresión tiene su pertinente modelo matemático. No
obstante, en la simple intuición, este aserto científico es defectuoso (defecto visible a partir de un enjuiciamiento
apelando a un modelo filosófico diferente). La materia en estado de relativo reposo, tiene en sí el mayor
porcentaje de su “energía” en su forma potencial; si la energía potencial deviene en cinética (la fuerza física de
la atracción y la repulsión pueden concebirse como el primer impulso; “lo que está en potencia deviene en acto
en tanto está en potencia”), ésta se transforma en información (pero debe advertirse, que la materia en el estado
potencial de su energía, contiene información, información “latente”). Por tanto, la materia es la que cuenta
con “energía” potencial (con una propiedad de la masa a la que se la llama energía), que al moverse se
transforma en su contrario: en “energía” cinética (masa cinética), o sea, en información (aunque la afirmación
sea atrevida y anacrónica, ésta: vale). También el pensamiento es información, pero ésta debe contar, de todos
modos, con el substrato material: la masa neuronal, que ve transformarse la “energía” potencial (propiedad de
la masa no desplegada, como el cerebro que cuenta con la propiedad para pensar, pero que no lo hace) en
cinética, en el proceso del pensamiento.
1248 Luego de revisar estas notas, un joven científico teórico ecuatoriano: Físico Franklin Erazo, ha formulado
las siguientes recusaciones: 1) que ignorar el tiempo, como determinación real, y el desligarlo del espacio, “es
un craso error científico”; 2) que hablar de masa sin involucrar a la energía, duplica el equívoco, pues, la
realidad objetiva es masa-energía; 3) que, en la realidad, la aceleración de partículas, muestra desaparición de
masa y aparecimiento de cuantos equivalentes en energía: “Decaimiento BETA”; 4) que no es pertinente
791

categorías materialistas con las cuales se comprehende mentalmente el Universo, por tanto, se
mantienen: la realidad es materia en movimiento sujeto a leyes, esta última ni se crea ni se
destruye: solo se transforma –y la “energía”: es tan sólo una propiedad de ella-, el
resultado es precisamente el Universo –tanto del viable como de los inviables-; así,
pues, materia (masa compacta y masa blanda -“espacio”), movimiento y desarrollo
constituyen la trilogía, en el supuesto antiescatológico de su eternidad, infinitud,
multiformidad e indestructibilidad.
Este movimiento (sujeto a leyes como interacción regular permanente de propiedades
en desarrollo de nuevas), no obstante, puede ser descifrado (lo está siendo ya); esto es,
conocido en su expresión sintética, en su dimensión ontológicamente esencial. En efecto, las
siete franjas principales, matrices, del Arco Iris (las siete leyes generarles fundantes del
Universo viable: las “constantes cósmicas”), son enteramente representables, aunque la
eternidad de las formas, de productos de la combinatoria de éstas (su complejidad), pueden
ser infinitas, o sea, no representables en su totalidad. Sin embargo, la realidad se transforma
permanentemente: si viviéramos en un planeta en el que nada cambiara –comenta Sagan-, no
habría mucho por hacer, nada que resolver; no habría impulso para la ciencia; pero vivimos
–finalmente concluye-, en un mundo intermedio, cambiante, pero dentro de ciertos patrones,
reglas, que llamamos “leyes” de la naturaleza; al captarlas, es posible descifrar cosas, puede
haber ciencia y así mejorar nuestra vida; en una palabra: dar rienda suelta a las potencias de la
mente, el reto para la conciencia (“…la raza humana no tiene futuro si no va al
espacio” -Hawking). Por tanto, las fuerzas materiales inmanentes, que mueven al Universo
(su metacomprensión: Strong Unification Five –SU5), que explican diáfanamente “todo” el
movimiento comprehendido en el mundo, y que ponen a la mente humana y a sus manos en
condiciones de abarcar con la mirada el misterio en torno suyo y ejercer el sentido de la
manipulación, o sea, de poner esas “energías” (-propiedades- leyes) a la orden del imperio de
la razón. En su articulación apropiada, completa en sus rasgos nodales, esta comprensión en
torno de la totalidad de los hechos reales más generales y en su más alta abstracción, la misma
deviene ejercicio teórico de revelación de la realidad del movimiento de autogeneración
procesal de todo tipo de existencia o presencia material, de su desplazamiento progresivo
enmarcado en momentos (estructuras) de estabilidad relativa, de cambio y culminación, de
“reinicialización”.
En la perspectiva cuasi penrosiana, guthsiana, saganiana, eraciana (modelo teórico que
transparenta mayor coherencia lógica y correspondencia con la realidad hipotéticamente
abordada), la característica propiamente ontológica de la materia: su naturaleza contradictoria
(en su abstracción física más inicial: las cargas positivas y negativas –propiedades de los
polos de la materia preexistente, por supuesto), deviene en permanente inestabilidad (la
potencia de todo proceso no desarrollado, pero que tiene que realizarse forzosamente).
formular la traslación mecánica de conceptos de la Física al locus de la Filosofía, con el fin de realizar
analogías (apela a las reflexiones de Mario Bunge); 5) que la existencia de energía sin masa, es un hecho
comprobado, pues, la masa de un fotón es igual a cero, pero que sin embargo, algunos físicos sostienen que la
“radiación electromagnética”, puede contener, por último, pequeñísimas partículas (neutrinos, antineutrinos)
con masa liviana no detectable aún; y, 6) que la concepción de Guth sobre el Universo, lleva a la conclusión
sobre su irrealidad, su afirmación es que “el Universo es nada”. En torno de las objeciones, debe responderse,
más o menos, del modo siguiente. La masa, muy pequeña, desplazada a alta velocidad es de difícil detección
precisa (principio de “incertidumbre”), de allí la ilusión sobre que la masa se convirtió en energía; y, la
energía que reduce su velocidad hasta “detenerse”, se “transforma” en corpúsculo, lo cual da pie a sustentar la
idea ilusoria de que la energía se materializó (la desaparición y el aparecimiento súbito de la partícula). La
reversión del movimiento: no existen el antes, el hoy, lo posterior (en la noción descriptiva, fenomenológica de
“tiempo”: el pasado, el presente, el futuro). Partículas cuya aceleración excede el límite de velocidad lumínico:
“regresan antes de haber salido”; el taquión se mueve más rápido que el fotón, el cual debe interceptar al
taquión e iluminarlo, para que la vista lo detecte. Sobre este último caso, también puede considerarse la idea de
que la velocidad reduce la distancia hasta anularla el instante que alcanza su valor absoluto, o sea, la velocidad
devora la distancia, pues, a mayor velocidad “menor” distancia (el “espacio” se ha “comprimido”), hasta que
ésta asume el valor cero, a partir de lo cual el “futuro converge con el pasado”. A este nivel, se dan la mano
Heisemberg y Schrödinger: el “principio de la incertidumbre” y el límite del conocimiento (el “gato de
Schrödinger); el nihilismo: no se puede conocer nada con exactitud debido al carácter de la propia realidad,
porque el observador modifica el objeto, por cuanto ésta reacciona de forma estocástica. Sin embargo, en el
plano de la tozuda esperanza del saber, debe reiterarse el criterio en torno de que estos límites serán superados
con el desarrollo intelectual (en su esfera óntica y en la cognitiva) y técnico, futuros, cuando el modelo puro del
experimento, sea capaz de admitir la interferencia del investigador y su posterior discriminación, e incluir la
complejidad de la realidad.
792

“Fluctuación en alto vacío” (estado de movimiento permanente: inestabilidad; singularidad: el
Universo se genera en condiciones aleatorias, en un estado de alto vació -Guth), “segundos
-4- de la gran explosión” (el Big Bang -Hawking) en los que se “fijan las constantes
cósmicas” (velocidad de la luz; constante planckiana; gravitación; campo eléctrico; masas del
protón, del electrón y del neutrón; las demás constantes de partículas menores y sus valores
correspondientes de “energía”, determinan el calibre del Universo –dixit: Físico Franklin
Erazo): se inicia el proceso viable luego de superado el momento azaroso (abundancia de
posibilidades de universos, que se generan aleatoriamente de manera permanente; solamente
unos pocos en los primeros segundos de gestación –infantes- de sus leyes, son óptimos; y en
el que no tienen objetividad, realizabilidad, los universos no óptimos -Penrose, Guth, Sagan,
Erazo), el flujo adecuado: la producción de la conciencia que testifica al Universo (dixit:
Franklin Erazo) 1249 . El modelo de la “gran explosión” –la “partícula Dios”- como comienzo
del Universo, su expansión en sí mismo (o sea, no en el interior de otro “algo”: el “espacio”
aparece como ocupación y anulación de la nada) y reversión a un estado diminuto de
“energía” pura en cuyo exterior reside la presión de la nada que permite su expansión (la
cual –nada- desaparece en la expansión, la que será, luego, creada o reaparecerá con la
implosión), es una especulación sórdidamente idealista 1250 ; el modelo de “acordeón”,
pulsante (pulsátil), es el adecuado, en el que se preasume la existencia de la materia, se
abstrae las ideas de principio y fin y se admite la conjetura sobre el constante despliegue
cíclico de la materia (el “tamaño” sigue siendo la incógnita, en el sentido de que la Materia se
integraría de Universo y “espacio”, en el cual aquel se expande para luego dejarlo “libre”).
El proceso cíclico se objetiviza en cuatro fases: los universos generan su propia
existencia; en el “viable”, se crea la forma biológica de la materia; se produce la inteligencia;
y, se elabora la conciencia universal, la cual valida su existencia 1251 . Las fases primeras del
ciclo guardan carácter mecánico, casualístico; los dos últimos, en cambio, gozan de su reflejo
en la mente, en la medida en que su éxito ya no depende únicamente de su propia
determinación, sino de la retroacción que la voluntad y la tecnología ponen sobre su perfil
general, por el cual se asegura o se reduce el riesgo de la estocástia y la conciencia se inhibe
de ser simple marioneta de la impredecibilidad. En efecto, este monumental ensayo
explicativo abstracto de la totalidad absoluta de la realidad, debe ser corroborado en la prueba
de los hechos; este encargo pesa sobre los hombros de las futuras generaciones, propiamente:
de la inteligencia artificial. Pensamiento redondo, en el que sin embargo debe tenerse cuidado
con la penetración subrepticia de dos propensiones: 1) cierta tendencia a la personalización de
la realidad, cuando se ve en la operación del “evento viable”, rasgos de direccionalidad
preestablecida (mas bien, el ser humano es el producto de incidencias aleatorias anteriores
hacia sí); y, 2) la inclinación a despersonalizar al ser humano, en el instante en el que se
asigna una función pasiva, en tanto se asume que su sola presencia constituye la prueba de la
“optimidad del Universo”. La majestuosidad, el carácter opuesto, diferencial, a la naturaleza
animal y a todo el reino infra animal, se pierde cuando al ser humano se le asigna un rol
simplemente implícito en los mecanismos de viabilidad del Universo, por cuanto su presencia
solamente lo corrobora: es su fatalidad. Si la producción de la “conciencia de sí” del
Universo, es una responsabilidad del ser humano, en cuanto que éste es el único ser
poseedor de inteligencia: la humanidad tiene que usarla no de otro modo, sino en esa sola
dirección (el sensualismo debe “colgar el guante”).
Por tanto, la concepción sobre la génesis, el proceso y la “meta” del Universo viable
(como también en torno del proceso más general, en el que se contienen, tanto los abortos
1249 Diálogos con el señor físico Franklin Erazo; Quito, 2004.
1250 Esta concepción es censurable por su carácter idealista mas no por su naturaleza especulativa, pues, de
acuerdo al nivel tecnológico, científico y metodológico alcanzado por la humanidad en el 2008, el razonamiento
teórico –como recurso de conocimiento- es plausible todavía. No obstante, en el sentido de la recusación, la
cosmovisión de la “gran explosión” incluye el algoritmo: el espacio y el tiempo se crean en el Big Bang; y, el
tiempo produce el cambio y este último, al movimiento. Nada más absurdo que dicho razonamiento; el mismo
está invertido –y esa es una manera de pensar común del ser humano en el planeta indistintamente sea cual sea
su posición ideológica: si idealista, religiosa, artística, materialista, atea, cientificista, racionalista,
empirista,...-; la realidad es otra: la materia tiene como su propiedad absoluta al movimiento (si no existiría
movimiento, no existiría materia), el movimiento produce el cambio y, éste, a su vez, produce el tiempo, o sea, el
cerebro que genera la noción de “tiempo”, como medida del movimiento y fijación de los procesos (antes, hoy,
después).
1251 Idem.
793

–universos inviables: Big Bang-Big Crunch- como los eventos desplegables), si es verdad que
aladea supuestos teológicos en la concepción de la totalidad universal, esta proeza se consigue
“… al precio de retirarse a posiciones que…” humanizan al proceso de la materia y, de modo
paralelo: ignoran el papel de la materia consciente; rol, cada vez más creciente sobre el
enrutamiento de la optimidad del Universo: la conciencia –a partir de un momento-
coadyuva a éste a avanzar y coronar esta vez de modo racional su meta: el ser humano es el
bastón de la materia (a decir verdad, la sola comprensión de las leyes del “ser”, es ya su
demostración; pero con este entendimiento el ser humano empieza por liberarse de su ciega
supeditación a las leyes de la materia). La materia es una sola; no puede tener paralelos 1252 .
La materia es la base de los universos; el viable y exitoso contribuye con la conciencia, que
no solamente refleja el sentido de la alternativa óptima, sino la razón de los fracasos y del
proceso en su conjunto en la dimensión de la macro universalidad. Los universos paralelos, en
cuanto son parte constitutiva de la realidad, pueden ser alcanzados por la conciencia, por la
mente producida por aquel en el que se ha realizado su optimidad, de manera que la mente sea
también multiuniversal, total; de otro modo: no puede ser la sola presencia del ser humano la
prueba irrefutable de la optimidad del Universo (“principio antrópico”: “…el Universo se
explica en función del ser humano…”), al margen de su misión (ésta, incluso puede ser
simulativa, divertida: la imaginación impertinente sobre otros “universos posibles” como en
Sagan, cuando el brillante teórico de la Cosmología se plantea una reubicación mental de los
elementos químicos primarios de la vida, lo cual modificaría la estructura, la “arquitectura”,
de ésta; ahora bien, el Universo ya es óptimo –habiendo “probado suerte”- de esta manera, tal
como ha llegado imprevistamente a ser).
“El caos es un modo de determinación de la realidad, de la que no se ha alcanzado
todavía el nivel de su comprensión”; el caos es la potencia, que se resuelve en la imposición
de la causalidad y direccionalidad; el desorden, la anarquía, la casualidad, son todos insumos
que dan cuerpo a su contrario y con el cual coexiste: la regularidad (caos y orden en acción
recíproca constante: del caos emerge el orden, éste coexiste y luego vuelve a aquel: el orden
procede del desorden muchas veces se ha dicho ya, en la dinamia constante de la existencia).
El azar es el padre de la condicionalidad; la inconsciencia es la madre de la conciencia; la
conciencia es la realidad objetiva de la realización “de aquello que antes estuvo en potencia”
(en la inconsciencia se hallaba contenida en potencia la conciencia: la superación y
transformación mutua); la materia llega a ser consciente al final del proceso, en el momento
en el que se hace realidad el efecto de su transformación en la máxima forma de
determinación y de orden. “La realidad efectiva, es la realización de lo que antes estuvo en
potencia”; potencia, no materialmente representada como el cigoto una vez fecundado el
óvulo, el cual contiene en sí todas las directrices para el desarrollo del nuevo ser, sino en
cuanto allí residen las pautas que tejen la regularidad como efecto propio, que se niega y
supera en el sentido del progreso: sólo la realidad “hace camino al andar”, pues no tiene su
ruta prefiguración, sino que el resultado avanzado es la evidencia del diseño imprevisto,
que cada vez afirma el orden. La conciencia no hace camino al andar, pues, de algún
modo, en algún nivel, ésta piensa el camino a andar (el constructivismo debe “recoger sus
haberes”).
1252
A no ser, que en una misma fase se creen formas universales viables, que coexistan y en las que se
desarrolle inteligencia. Quizá en cada universo óptimo solamente, por paradójico, simplística y
determinísticamente que parezca, a un planeta y a los seres racionales producidos en él, les sea posible generar
el conocimiento; en su condición de único Universo viable (en el cual no se puede transitar al pasado como
tampoco al futuro), sea factible producir su teoría, mas no realizar contacto alguno entre inteligencias (en
verdad, es mucho tiempo –movimiento material- el que media, para que sea factible hacerlo). Obviamente, si la
mente se instala en el plano de la ficción, puede asumirse la hipótesis acerca de que en un mismo Universo
puede (en alguna Nebulosa, Vía Láctea,…) existir un sistema solar, del cual sea posible la transferencia de
población, en un momento dado, a otro sistema. Sin embargo, es “cuento” eso de la “máquina del tiempo”; este
divertimento no sirve tan siquiera para adosar las utopías más puras de la ciencia ficción; no se puede
retroceder en el tiempo, pues, éste no existe (tampoco el espacio tal como usual y “científicamente” se lo
concibe); se puede pensar sí, en plantearse realizar el retroceso de procesos, lo cual tendría como propósito tan
sólo conocer los detalles de un hecho dado, no el volverlos a vivir, modificándolos (strictu sensu: si no hay
tiempo, no es posible viajar a través de él: ni al futuro ni al pasado, a pesar de que si pudiese ser factible
relativamente inmovilizarse un proceso o acelerarlo o retardarlo, pero siempre en el sentido dado hacia delante
–aunque ello ocurra como simple ensayo destinado a verificar las posibilidades, en el ejercicio de las
capacidades absolutas adquiridas).
794

En la reflexión filosófica pura y simple: la realidad se va creando a sí misma (ella
forja, esta vez sí, de conformidad al precepto: “intento y error”, su legalidad, la que luego
orienta el despliegue de su potencialidad), prosigue inventándose de conformidad con el
ejercicio de un proto proyecto carente de evaluación ex ante, a través del desarrollo de sus
contradicciones internas, sin que medie ningún interés en ello, necesidad ni dirección
preestablecida, consciente. El producto exitoso de esta marcha simplemente intuitiva, no
programada, pionera (lo cual indica, que la llamada inteligencia emocional fue primera:
preparó el camino para la emergencia, instalación y reinado de la inteligencia racional, y de
acuerdo con esta reflexión se confirma –una vez más- la declaración del carácter primario de
la materia), que sustantivamente deviene tal en el mero impulso de las antinomias, solamente
al final –cuando se pone de pie, como efecto de ese mismo movimiento, el evaluador ex post-
aparece como tal (luego de haberse lanzado millones de ocasiones al vacío), una vez que este
mismo producto final ha desarrollado la propiedad de juzgamiento (el neocórtex); producto
supremo (materia altamente desarrollada, organizada en movimiento), que se halla supeditado
también a la inexorable ley: “todo lo que ha nacido es digno de morir”; norma que se impone
esta vez incluso por designio consciente: la eternidad aunada al saber de los saberes se torna
reiteración que entra en conflicto con la inteligencia -creativa por naturaleza-, para la que
debe haber la condición de su realización y justificación de su existencia. A la materia
tampoco le importa el fin de la humanidad, esto es, si ésta corona o no su camino; para ella, la
frustración, de tener conciencia, sería nada más que un intento más; y, con “paciencia”,
volvería a empezar todo de nuevo, pues, en algún intento, el ciego proceso desembocaría en el
“objetivo” 1253 .
El Universo se dota de inteligencia, de conciencia y de sentido en su proceso (del
millar de posibilidades aleatorias, que se generan espontáneamente y en un mismo momento
en el proceso de movimiento de la materia, la mayoría son indeterminadas, pero una se hace
con las premisas de la racionalidad; éste se desarrolla y provee al conjunto direccionalidad,
conciencia y significado –la razón de la persona “consiste en ese viaje”), mientras que el ser
humano supera el presidio de su determinación (“la inteligencia artificial cuando sea capaz de
pensar y tomar decisiones, alcanzará autonomía y también se liberará de la supeditación a su
creador” -del ser humano- y concluida su vida útil, se reproducirá replicándose en varias
generaciones, en el interior de un propósito –misión estatuida por el extinto ser humano
natural-: participar en el proceso de producción final de la modalidad espiritual de la
realidad) 1254 . ¿Cómo “finaliza” todo? ¿Con el Big Crunch? No. La “reversión”, tal como está
planteada: como circunstancia que implica un retorno: desandar lo andado y vuelta al inicio a
la manera de una película que se la retrocede, no es pertinente en el pensar lógico; sin
embargo, se presenta la tentación de inferir esa posibilidad: un muerto resucita como anciano,
éste se vuelve joven, luego niño e ingresa en el vientre de su progenitora; ésta retorna a la
juventud, a la niñez e ingresa a la matriz… Esta es una de las reflexiones de Hawking, aunque
finalmente descartada. La ley universal de todo movimiento debe operar también aquí: un
proceso se origina, se desarrolla (se expande), se estabiliza, degenera progresivamente (se
contrae) y finalmente concluye; eso sí, generando las condiciones de su estado primitivo (Big
Rip), antes de recibir un nuevo impulso “pulsátil” (Universo pulsátil, oscilante, creación
continua) de ascenso en espiral (en el “reciclaje” la materia se reinicializa y se confirma
superior).
Es esta conciencia –de este modo generada- (éstos conocimiento y práctica), que es
producto en el ser humano –en su dimensión- de la adaptación y del cambio contradictorios
(políticos) a través del trabajo, que se perpetúa a sí misma “sin” trabajo, pero que se adapta y
1253
Y esta desidia, en sentido negativo contaría, con apoyo humano in abstracto. En un documental, preparado
para difundir la posible desaparición súbita de la humanidad por el calentamiento global, se hipotetiza el lento
proceso a través del cual en miles de años se borra toda huella material de la civilización en la tierra a
excepción de la dudosa pisada yanqui y un vehículo dejado en la luna. Empero, eso no va a ocurrir: no debe
ocurrir, sino cuando el ser humano así lo decida, una vez que haya realizado todo su poder y forzosamente
renuncie a ser. Lo absurdo de este documental, es que proyecta al ser humano como inepto, pasivo, cruzado de
brazos, impávido, que no va a pasar a controlar la tierra, al sistema solar, a la galaxia,…
1254
Suele objetarse, que los libros son, la mayoría de las veces, una simple recopilación de ideas ya anotadas;
en el caso presente, esa impugnación es verdad en lo que corresponde a su mitad: en lo que concierne al
pensamiento, método y operatividad marxista de ellos, la censura sea válida, y quizá también en lo referente al
contenido de los párrafos que quedan expuestos; por lo demás, debe argüirse, que se ha tenido el cuidado de
develar las leyes de los temas tratados y de enfatizar en las asociaciones categoriales ensayadas.
795

cambia siguiendo el ritmo de desarrollo de la materia por designio del imperio de la
inteligencia, la cual inmediatamente se representa, mas bien: se prerepresenta en la mente:
desarrollo consciente en adelante siempre, que supera las formas aleatorias equívocas de
mutación (el azar, la casualidad inherente al desenvolvimiento del estado mecánico
–“cuántico”- del Universo), y pone al frente solo una ruta: el dominio del modo de ser
consciente, creativo, en el que se expresa totalmente la ley del desarrollo de la materia. En
este punto, la naturaleza cede todos los derechos de su “empresa” al ser humano –al “robot
sapiens”; la ruta concreta es: naturaleza, ser humano, robot –nuevamente naturaleza)
y se jubila, traspasa el poder (la toma de decisiones) a la cultura, a su hija: a la actuación del
otro modo de ser, de sí. En suma: el ser humano se realiza en la generación de su
autoconciencia: se sabe quién es en diversos grados hasta llegar a la instancia absoluta de su
ser “para sí”. Mas ésta no es la proeza máxima, definitiva, pues, debe entregarle a su matriz la
cualidad conquistada por él, en tanto la materia debe alcanzar el estado de conciencia “de sí”:
debe reflejarse en la mente del ser humano (en el “robot sapiens”: “… había sugerido que los
ordenadores, dada su acelerada evolución, pronto podrían superar a sus creadores humanos en
inteligencia y alcanzar la teoría final ellos solos…” –Hawking citado por Horgan; en Horgan,
John: “El fin de la ciencia”), de modo más abstracto y científicamente metafórico: en la
conciencia, cuando ésta alcanza su concreción. Esta fase es las definitiva: la materia renuncia
a la nueva esfera racional producida y al autosentido mediatizadamente conseguidos, se apaga
tanto en la esfera viva racional como en el orden de la materia mecánica: han sido dados el
momento de “auto origen”, el momento de “auto despliegue”, el momento de “consumación”,
en el interior de un proceso general ininterrumpido de “historias” combinadas varias.
En el orden general de la exposición: el primer gran proceso se produce por entero
alrededor de la formación del Universo a través de la operación de mecanismos de selección
estocástica; le sigue el proceso de formación del ser humano de acuerdo al movimiento
evolutivo de las especies por selección natural (Darwin); el desarrollo de la inteligencia
natural en el trabajo adviene luego, hecho llevado a cabo en el interior de la contradicción
entre naturaleza y ser humano, en la división social del trabajo y del cambio, para la
sobrevivencia de éste (Marx); el siguiente paso, conduce a la generación de la inteligencia
artificial en el proceso de la “lucha de clases”; la forja de la conciencia del Universo hace su
arribo a continuación, merced a la operación del proceso de evolución de la contradicción
entre el sometimiento de la conciencia a la naturaleza y el prurito de su liberación (este
fenómeno lleva a la “conciencia absoluta”). Desplegada toda la potencia de un proceso, éste
lentamente se extingue (Heráclito) y se convierte en supuesto de su reiteridad avanzada
(lentamente se enciende -Heráclito). Como un ser humano sexualmente maduro que no
copula, tiene en potencia la realizabilidad de la nueva vida, baste que se encuentre con su
pareja, puede, por tanto, hacerse realidad esa posibilidad; y, a esa misma condicionalidad se
somete la materia misma, en la medida en que en ella residen en potencia todas las
posibilidades (ahora bien, con la conciencia absoluta: todo movimiento cesa; por
consecuencia, el “tiempo” se paraliza, esto en la medida en que una máxima filosófica reza
que “no hay tiempo, si no hay movimiento”; y, con dicha expresión, se ha afirmado todo).
Y esta ficción hipotética debe encontrar su confirmación (se apoyará en el dominio y
sometimiento de las fuerzas cósmicas –las murallas del Universo-, en la tecnología –el
esclavo mecánico inteligente- y en la creatividad de la inteligencia –la facultad asociativa y
diseñadora de la mente): al Sol le quedan muchos años de vida antes de convertirse en una
“gigante roja” 1255 ; el Universo tiene muchos años de existencia en su estructura actual, antes
de devenir temporalmente en una masa informe de fotones, protones, neutrinos… Si se
superan los efectos negativos producidos por una etapa histórica (la formación social
capitalista), una clase (la burguesa) y un interés (la acumulación) sobre la ontología terráquea,
existe “tiempo” suficiente para el efecto. Sin embargo, un seudo límite deriva de la propia
contextura de la mentalidad realística: toda teoría (conciencia) se supedita a la ley descubierta
por Bachelard (la irrupción de un obstáculo epistemológico): llegado al límite de su poder
exploratorio, la ciencia dubita y nerviosamente recibe la asistencia (el paño de lágrimas) de la
religión; o bien, la mente se apresura por los atajos atractivos del “existencialismo”; no
1255
En efecto, conforme a una explicación alternativa científica, esto es, diferente a aquella que sitúa el
fenómeno cada 26 mil años, el eje de la tierra varía ligeramente cada 23 mil años, produciendo cambios en el
clima no de mucha importancia; ya se sabe, de modo igualmente alternativo, que no fueron meteoritos los que
produjeron la extinción de los dinosaurios, como tampoco del Período Perneano.
796

obstante, la filosofía moderna debe desplegar su “… esfuerzo por resolver los problemas
situados más allá del alcance de la investigación empírica y científica.” (Horgan, John. El fin
de la ciencia: los límites del conocimiento en el declive de la era de la ciencia. Buenos Aires,
1998). La ciencia es universal. Al respecto, se cuestiona a la Filosofía, con el argumento de
que ésta se limita a reiterar generacionalmente pocas preguntas fundamentales (en ese sentido
se declara su supuesto límite): ¿qué somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, el lugar
del ser humano en el cosmos, sobre las motivaciones de la vida (“interrogarse sobre la
existencia y sobre todo lo que forma parte de ella”). Estas preguntas, si bien se repiten -debe
anotarse-, alcanzan en cada nueva época, respuestas cada vez más ajustadas y próximas a la
verdad.
ADENDO 1256 .
Para realizar la reflexión crítica de algunos aspectos de la ciencia Física, se parte del
siguiente modelo filosófico de premisas, el cual ha sido ingresado en la Sinopsis
Introductoria, en la segunda parte: Post scriptum, y someramente también en el subnumeral
3.2.2.4, en este documento:
Materia: masa-propiedades y movimiento.
Masa (Bosón de Higgs): infinitud de partículas subatómicas, atómicas, moleculares,
cuerpos.
Propiedades: electromagnetismo, gravedad, atracción fuerte y débil; químicas;
biológicas; sociológicas, pensamiento.
Movimiento: acción recíproca entre propiedades de la masa.
Impulso vital: perturbación simultánea entre las propiedades de las partículas más
elementales.
Complejidad del mundo: desarrollo cuantitativo y cualitativo múltiple de la
realidad, producto de la acción recíproca acumulativa entre
propiedades de las masas (movimiento físico, químico,
biológico, mental).
Einstein se dice que relacionó (montado imaginariamente sobre un haz): luz, tiempo,
y espacio. Advirtió que la teoría de Newton de que el espacio y el tiempo eran fijos y
absolutos, no se aplicaba a la velocidad de la luz ((¿Por qué se hace referencia tan sólo a la luz
y no a toda forma de movimiento de la materia o al movimiento en tanto tal? El “espacio” se
amplía o se reduce con el movimiento de acordeón del Universo, con su encurvamiento, así
como con la mayor o menor velocidad de objetos que cruzan a su interior)). En el mundo de
Newton, espacio y tiempo estaban separados, razonan Einstein y sus seguidores: si son la 10
en la tierra, también son las 10 en Venus, en Júpiter y en todo el Universo ((Materia blanda y
movimiento están separados, debería decirse. Pero es plausible pensar también, que los
hechos en el interior de mundos que se desplazan a velocidades distintas, deben regirse por las
mismas leyes)). El tiempo ((el movimiento)) era una flecha en la idea de Newton; una vez
disparada, no podía volver ((aquí Einstein se vuelve defectuosamente cuántico)) ni se
desviaba ((no era afectado por la forma de la materia -gravedad)). Einstein dijo: “el tiempo es
como un río que gira alrededor de las estrellas, y se acelera y se hace lento” ((No. El
movimiento es quién se acelera o desacelera y no el tiempo, el cual no es esa variable
fantasma inventada y sobrepuesta sobre los hechos, sino simplemente la notación nocional de
la verdadera realidad: el movimiento)).
Si el espacio y el tiempo pueden cambiar ((Es lo justo decir: si la forma de la materia
blanda y el movimiento de la materia compacta pueden cambiar)), eso cambia todo lo demás.
Lo que se sabe de los átomos, lo que se conoce de los cuerpos y del Universo, cambia una vez
que el espacio y el tiempo son alterados ((el tiempo es alterado porque el aparato que mide el
movimiento se vuelve más pesado –y, por tanto: su funcionamiento se lentifica- al aumentar
la velocidad y por cuanto el “espacio” se ve ficticiamente reducido al aumentar la velocidad
del aparato que se desplaza en su interior ¿?)). Einstein demostró su teoría con el
“experimento del pensamiento”: la paradoja de los gemelos. Uno de ellos sube a un cohete y
1256
Reflexiones críticas sobre uno de los temas del contenido del documental pasado por la televisión pública
ecuatoriana: Los 100 descubrimientos más importantes del canal de la ciencia, en octubre del 2010. Las
objeciones personales, se presentan entre doble paréntesis y al final del subnumeral.
797

éste despega; para esa persona, al acercarse su cinetismo a la velocidad de la luz, el tiempo se
hace lento ((No. Al acelerarse el movimiento de los cuerpos, éstos se vuelven más pesados, lo
cual hace que los procesos se retarden. Si la vida se ralentiza en el gemelo desplazándose a
velocidades cercanas a la luz, eso se debe a la única razón creíble: que los cuerpos se hacen
más pesados –densos- al acelerarse el movimiento del aparato en el interior del cual están,
suceso que desacelera los procesos y, por tanto, su envejecimiento –personalmente se piensa,
que los procesos vitales conservan estable su ritmo en el interior de un aparato, sea cual sea su
velocidad)); cuando las dos personas se reúnen, el gemelo de la nave espacial, se ve más
joven que el de la tierra.
El tiempo tiene diferentes velocidades a través del Universo (No. El movimiento, que
es el suceso real fundamento de los procesos y que es la base ontológica de la idea de tiempo,
tiene diferentes velocidades a través del Universo, sea porque la naturaleza más compacta o
más blanda de la materia lo permita, debido a la propia condición de velocidad del aparato
que se mueve o según operación combinada de las dos variables)). Y eso: ¿de qué depende?
M. Kaku responde: “de su velocidad –del tiempo- -sic-; mientras más rápido se mueve –el
tiempo- -sic-, más lento paso el tiempo” ((O sea: ¿de la sola idea, de la abstracción del
movimiento? ¡Absurdo! Es la comparación o la existencia paralela entre y de cuerpos que se
mueven, en su orden, el hecho que permite se dé y se advierta el suceso tanto en la idea:
tiempo, como en la realidad: movimiento)). En el ejemplo que cita Kaku, el GPS se desfasa de
su funcionamiento normal en la tierra, porque los relojes se desplazan a velocidades diferentes
en el espacio y en la tierra ((Pero los relojes no se mueven en el interior del cuerpo en el que
se encuentran, pese a que el cuerpo –nave espacial, mundo, satélite, etc., se mueva; y, esto es
verdad, puesto que de la masa del cuerpo continente y de su velocidad de desplazamiento, se
debe su propio valor de gravedad, por ejemplo. El fenómeno responde quizá, a que la
diferente velocidad actúa sobre los componentes del reloj aligerándolos o volviéndolos más
pesados, o sobre el funcionamiento de éstos, y no a la fábula en torno del retardo o
aceleración del “paso del tiempo)).
La ecuación más famosa: e=mc2. Al acercarse a la velocidad de la luz el tiempo se
hace más lento ((Nada más falso, porque no existe una variable real –agente activo- del tipo
“tiempo”, que se halle participando de la realidad y provocando impactos sobre ella: el tiempo
es la forma subjetiva de captar, medir, direccionar y utilizar el movimiento; esta noción, es
verdad que le es muy útil al pensamiento y a la voluntad –instrumento intangible-, por
ejemplo: en la programación económica, de manera que es una componente medial subjetiva
a través de la cual el ser humano acomoda su existencia e incide sobre el mundo, pero nada
más. En realidad, al acercarse a la velocidad de la luz –al moverse los hechos a esa velocidad-
los procesos se hacen más lentos)), el espacio se contrae ((No es cierto. El “espacio” se
mantiene igual –relativamente, en el sentido de que éste se expande/contrae, en tanto forma
corazón: sístoles y diástoles material-; es el movimiento más lento o más rápido del hecho
–asteroide, cometa, galaxia, sistema solar, planeta, estrella, base espacial, etc.- que le
atraviese, el que hace que aparezca extenso o contraído)) y uno se hace más pesado. La
energía del movimiento se ha aplicado para hacerlo a Ud. más pesado, comenta Kaku. “‘m’
representa la velocidad, la energía”, afirma; y, prosigue: “así es como lo hizo Einstein, se
imaginó una linterna emitiendo un haz de luz; sabía exactamente cuanta energía salió de la
linterna; pero la linterna demostró que pesaba menos: la linterna pesa menos al emitir un rayo
de luz, por tanto “e” de la luz, salió de “m” de la linterna a razón de “c”2. Así es como
funciona” ((Sí y no. Sí, para el caso relativo a la idea del peso; no, para la de energía, puesto
que no es energía lo que se desplaza, sino masa: partículas, ya sean fotones, electrones, con
sus propiedades: electrón=electricidad, fotón=luz,…)).
La ecuación también sugiere la enorme cantidad de energía contenida aun en una
diminuta cantidad de materia ((No. En sentido materialista, se traduce tal aseveración como la
cantidad de materia más diminuta en la que se puede subdividir la materia, la cual es capaz de
actuar con sus propiedades provocando la emergencia de nuevas propiedades: de nuevas
formas de movimiento, una de las cuales es la llamada “energía”, o sea, esa fuerza material
misteriosa, fantástica: “espíritu de la materia”, principio vital, es decir, el Dios para los
perorantes idealistas crédulos, súbditos de reinos fuera del reino material, religiosos)). Una
pelota mientras más rápidamente se desplaza, más energía tiene ((No. Su propiedades
intrínsecas –sus variados tipos de movimiento- operan desplazando la masa)). Pero, ¿qué pasa
cuando está inmóvil? ((Las propiedades inherentes a la masa se hallan inhibidas, por causas
798

que se deben investigar)). Tiene una enorme energía (potencial), ((cuenta con materia en
capacidad de moverse, de “actuar”, debería decirse)). De allí surgió la idea de la posibilidad
de desintegrar el átomo y liberar energía ((No se libera energía alguna, pues, ésta no existe
según el concepto que de ella tiene la Física; lo que se libera son partículas, las cuales han
exacerbado la propiedad de la forma de movimiento: movimiento y calor o radioactividad)).
Todas estas ideas lógico-deductivas y, por tanto: filosóficas de los grandes físicos,
inducen al debate, de forma similar que en las disciplinas sociales; de manera que ahí va.
Arriesgada, aventurada, abusiva la tarea espontánea, de querer encontrar peros en el
razonamiento científico oficial; sin embargo, de todos modos se lo hace, para aclarar (o
confundir) el concepto personal sobre tales materias. Ahora bien, es verdad, que el
pensamiento común no alcanza la visión de los hechos en su esencia de inmediato, sino que lo
hace solamente en su esfera superficial, ya que aquella se “esconde” y la otra la escamotea
(por eso es que Marx sostiene, que si el fenómeno coincidirá con la esencia no habría razón
para la existencia de la ciencia); no obstante, hay aspectos profundos de la realidad, que
paradójicamente pueden ser captados con la reflexión madura lógico-filosófica; es en este
plano en el que aquí se especula, no en el de las matemáticas o de las construcciones
hipotéticas físicas profundas, por supuesto (no se olvide el hecho de que las matemáticas son
un tipo especial de lenguaje lógico simbolizado, formalizado).
¿Un reloj que va dentro de un vehículo que marcha rápido, se ralentiza? ¿Un reloj, que
está en un sitio o que va en un vehículo que marcha lento, se acelera? (lo cual induce a pensar,
que también los procesos orgánicos proceden de ese mismo modo). ¿Qué relación guardan los
relojes ubicados en vehículos moviéndose a diferentes velocidades de desplazamiento? Se
tiene la idea de que los relojes de uno y otro caso deben marchar igual, y si uno se retrasa se
deberá a que, en efecto, la mayor velocidad aumenta el peso de los materiales del reloj (y no
al efecto derivado de esa misteriosa naturaleza resultante de la conjunción espacio-tiempo).
Mientras que es la distancia de llegada la que cambia para cada vehículo: el rápido llega antes
(para él, se ha comprimido el “espacio”), lo cual parece indicar, que el tiempo se desalijeró
para el más rápido. El reloj es un mecanismo que tiene existencia propia; ha sido producido
para actuar como patrón, o sea, como movimiento fijo, que permite medir el movimiento real
de los hechos: el giro en su propio eje de la Tierra en horas, el desplazamiento de la Tierra en
su órbita alrededor del sol, en días,… Lo medido, no puede actuar sobre su patrón de
medición (si se lo conserva en determinadas condiciones, es obvio), a no ser que éste esté
afectado por el “objeto” que mide, o sea, que el reloj esté puesto en el interior de una nave
espacial que se desplaza a velocidades cercanas a la de la luz, la cual ha vuelto más denso (lo
que es creíble) al reloj y a su piezas, cambiando las leyes de funcionamiento de las piezas del
reloj y de éste.
En realidad, en torno de la reflexión sobre el ejemplo de la Tierra expuesto en párrafo
precedente: ésta –la Tierra- ¿se demora en girar una vez sobre su propio eje 24 horas
(ontologización del tiempo) o un giro completo de la Tierra sobre su eje da lugar a 24 horas?;
naturalmente, que el movimiento de la tierra da lugar a las horas (podrá objetarse que el
tiempo está fuera de la Tierra, y que si se está, verbi gracia, en la Luna, el tiempo pasará aun
si no se moviera la Tierra; sea; pero el movimiento de la Luna –días de duración en
coherencia con el diámetro lunar- o de la materia –movimiento continuo o tempo continuo-,
sea compacta, blanda o las dos, dará lugar al tiempo, puesto que no hay tiempo si no existe
movimiento). Luego, las variables reales: movimiento, velocidad y distancia, son las que
están en escena, y no nada que se parezca a tiempo, a energía-luz o espacio, como nociones
formalmente concebidas a la usanza einsteiniana o cuántica. La linterna que alumbra pierde
masa. Esta masa son los fotones que se desplazan; flujo que debe ser igual a la pérdida de
masa de sus pilas (los electrones que se transforman o desplazan a fotones). De allí que la pila
se descarga; y, la recarga es la recuperación de masa (o el movimiento activa ciertas
propiedades –electromagnéticas- de la batería –el movimiento del cigüeñal del motor del
vehículo que hace girar la dínamo). El razonamiento de Einstein, al menos a nivel formal de
las palabras, acusa insuficiencias 1257 .
1257
Se tiene la tendencia a exagerar la genialidad de los genios: deslumbrarse por su supuesta inalcanzable
superioridad, efecto ideológico de formalidad, instrumentalidad y parafernalidad (como Newton, Pavlov,
Einstein, Hawking, Planck, Heisenberg, el cual ha deslumbrado a Carnap, a Popper, a Feyerabend y su
fenomenologismo); así mismo se piensa, que los señores físicos son una autoridad infalible en todos los géneros
del saber, y que su pronunciamiento está autorizado, garantizado, cuando la mayoría de ellos se muestran
799

No obstante, no se niega que estos brillantes personajes de ciencia (y tecnólogos: la
bomba atómica), sean, en realidad: verdaderas “vacas sagradas”, esto es, intocables por sus
méritos, por su aporte dado a la racionalidad científica e instrumental, a la historia y quizá
también a la humanidad (en la medida en que fueron proseres humanos de pensamiento
positivista, de adscripción ideológica burguesa, y de que sus ejecutorias resultaron en apoyo o
fueron aprovechadas por el capital, la gobernanza y la hegemonía). Además, sus teorías tienen
la ventaja de que han sido probadas en la práctica; y, este es un poder invulnerable: no
solamente que la crítica debe venir de sus iguales, de quienes tienen currículum y
reconocimiento, sino en cuanto gocen de legitimidad. Por tanto, no es que aquí se incurra en
el despropósito ímprobo de cuestionar su saber profundo, sino la forma oral de presentarlo, la
cual es aprovechada por el oportunismo religioso para relanzar su mitos: 1) la palabra
“emergía” es un “inocente” término ideológico idealista, precisamente la pareja materia-idea,
conduce como derivación lógica a la noción fidelista cuerpo-alma (o espíritu); 2) la noción
“tiempo”, se presta para las más ridículas construcciones hipotéticas sobre el Universo: su
composición y funcionamiento; 3) el retiro de la categoría “masa”, da pie a las nociones
fantásticas de “nada” (Guth), vacío, final, generación espontánea, Dios creador, etc.
Todas estas aberraciones son llevadas al extremo de lo absurdo en ciertas
construcciones de la Física Cuántica (construcciones reaccionarias, que se han vuelto el puntal
de la rediviva mitología religiosa, del acupunturismo, del chamanismo, etc.; y,
particularmente de la visión posmoderna de la vida, enfoque acotado por la complejidad
aparentemente desordenada, registrada en el nivel epifenomenológico de la existencia). Por
ejemplo, es verdad que la luz es el movimiento ondulatorio de partículas (no “cuantos” de
energía como en Planck), que otras partículas subatómicas alteradas en su estado inicial se
comportan de modo intrigante; no obstante, de allí sostener, que una partícula está en varios
lugares al mismo tiempo es dotarle de carácter divino (o que Dios comparte sus cualidades
con la simple materia), o que éstas desaparecen en su otro como cantidad igual de energía, ya
es del todo absurdo: fantasía, folclor. A futuro se refutará todas estas especulaciones
prerenacentistas, de soñadores; y, se volverá a asumir el juicio serio (quizá sustentado en la
mera evidencia) acerca de que el tiempo no existe, que el movimiento cósmico es lineal y que
la distancia más corta entre dos puntos, vuelve a ser la línea recta.
Una vez más se sostiene: que no hay tiempo como proceso ontológico capaz de actuar
en la realidad afectándola o siendo incidido por ella; el espacio es la condición de existencia
de la realidad: una propiedad de la misma materia, éste: no se comprime con la velocidad de
la luz (si un cuerpo va a dicha velocidad) ni se expande a menor velocidad (se expande y se
contrae, según la teoría saganiana del universo oscilante); no hay “energía”, lo que existe es
masa y propiedades, las cuales, puestas en interacción, dan lugar a las diversas formas de
movimiento: calor, desplazamiento, luz, frío, corriente eléctrica, reacciones químicas
inorgánicas, sistemas orgánicos, vida, pensamiento; la realidad es incertidumbre/certidumbre,
caos/organización en permanente juego dialéctico; y, corresponde al ser humano hacer que
prevalezca la determinación sobre la indeterminación al final de sus días. Por lo expuesto y de
acuerdo al lenguaje utilizado en ciertos aspectos de la ciencia, se tiene la impresión, que
incompetentes fuera de la disciplina en la que se expresa su genialidad (a Einstein, por ejemplo, a alguien se le
ha ocurrido pedirle su opinión sobre materias sociales, humanas, psicológicas, resultando un desastre sus
argumentos; algo similar sucedió con I. Pavlov: hizo observaciones torpes en torno de la política y sus actores).
Otro ejemplo: Hawking endilga erróneamente, en uno de sus últimos libros, a los genes: a sus rezagos, como los
responsables de las lacras inherentes al mal comportamiento de la humanidad in abstracto, las y él, en su orden,
que tienen en la actualidad su verdadero origen en las estructuras sociales capitalistas: las guerras de rapiña
imperialistas, la explotación, la dependencia, las estafas financieras, el saqueo de pueblos enteros, la
dependencia, los crímenes (el capitalismo vuelve malos a los seres humanos sin excepción: si el negocio no
crece, se estanca, decrece y sale de escena; por lo que, sometido a las leyes de la competencia, de la anarquía,
de la incertidumbre, nerviosamente debe buscar, provocar, aprovechar, oportunidades y ganar a cualquier
precio; debe permanentemente planear, negociar, diseñar y poner en práctica rutas estratégicas: su psiquis se
torna inestable, maliciosa, ladina, implacable, fenómeno dañino que es denominador común aun entre los
especímenes que se hallan sueltos en el anillo de los monopolios; el individuo burgués y el de mentalidad
burguesa, no pueden estar en paz ni siquiera cuando en frente de sus emprendimientos se hallan sendos
gerentes, líderes creativos, innovadores o en tanto su gorda chequera le garantiza seguridad para generaciones;
esta degeneración de la personalidad, se vuelve más aguda en forma directamente proporcional con el descenso
de la escala de la economía: busca vidas, tramposos, mentirosos, arribistas, hipócritas, intrigantes, faltos de
palabra, ególatras, conspiradores, falsos creyentes, traga ostias).
800

queda un rico campo de trabajo en varias esferas de la realidad, cuando de desmitificar la
ciencia se trata.
Se cree, que el problema se sitúa básicamente a nivel semántico, pero no por ello
menos importante, puesto que la ciencia ha sido rigurosa todo el “tiempo” (atavismo que tiene
su causación en la penetración ingenua al principio y clasísticamente deliberada –aún en
ciencias naturales- posteriormente, con motivos de control y explotación por parte del capital
apoyándose en la Religión, del subjetivismo especulativo); por ejemplo, el “tiempo”: el
simple registro mental del movimiento de la realidad, sea del proceso que fue, del que se halla
en curso o de aquel que vendrá, así como su intensidad o velocidad (rapidez, lentitud,
estabilidad), está reificado tanto en la Teoría de la Relatividad como en la de última data:
Teoría M 1258 ; en realidad, ¿para qué avanzar en el discurso profundizándolo, si se ve que los
axiomas, los principios, las abstracciones iniciales, que le sirven de zócalo, se hallan
deficientemente formulados? (tiempo, energía, espacio, cuantos o paquetes de energía, 10
dimensiones, las leyes de la entropía, etc.); empero, como solamente se trata de un sesgo
gramatical evidente en varios aspectos de la teoría (nuevamente, la idea sobre energía en las
leyes de la entropía), al final, las conclusiones que obtiene la ciencia son correctas (además,
nunca se ha querido perpetrar un acto de capites deminucio de las grandes lumbreras de la
ciencia). Energía mecánica (fuerza, movimiento), energía calórica (calor, temperatura),
energía eléctrica (electricidad), energía magnética (atracción), energía electromagnética,
electroquímica, electromecánica, energía muscular (fuerza humana o animal), energía solar
(luz, calor: lo que captan los instrumentos preparados por la técnica son fotones que tienen la
capacidad de cambiar el estado de luz hacia el de fuerza), energía lumínica (luz), energía
atómica (calor, luz, fuerza) son todas formas de movimiento de la materia: acción y reacción
de las propiedades de las partículas materiales.
Así como es difícil (incluso para los expertos, para los científicos especialistas)
concebir al pensamiento como algo material, como un hecho que ocurre al interior de la
materia, también se vuelve prácticamente imposible (sin recurrir al artificio de la “energía” en
su noción como fuerza inmaterial; en realidad, en el caso anterior al “tiempo” se lo ontolojiza,
en éste, en cambio, a la “energía” se la desonotologiza), comprender el funcionamiento de
aparatos a control remoto (en lo personal se cree, y por simple inferencia, por deducción), que
el haz de luz que emite el control remoto, son partículas que traspasan incluso ciertas barreras
materiales (un vidrio 1259 ). Uno mira los hechos de la realidad, éstos se representan en la mente
(cerebro) en relación con su diferente longitud de onda (tipo de partículas en movimiento);
éstas ponen en operación las propiedades electroquímicas de ciertos componentes orgánicos
de la visión, hasta llegar al centro especializado: el lóbulo occipital, en éste se compara con el
patrón existente en las neuronas intermedias y se reconoce, caso contrario, se graba temporal
1258
A propósito, al respecto en el Evangelismo se razona del siguiente modo: tres fuerzas fundamentales
(gravedad, electromagnetismo,…), tres partículas fundamentales (bosones, leptones,…) y 10 dimensiones, su
armonización en la ecuación singular, que definiría todo: con esta ecuación se conocerá la mente de Dios
(esperanza posmoderna de esta ideología). Ecuación de singularidad, que expresa una dimensión más alta, que
interpenetra fe y ciencia: si hay Dios debe haber dejado un camino hacia El, si hay cielo debe haber una puerta,
el quid es encontrarlos (la esclavitud mental eterna). El ejemplo es la hoja vegetal y sobre ella una oruga a la
cual se le acerca un dedo y ella reacciona, pero cuando se le retira para ella el dedo deja de tener existencia,
con el cual se intenta demostrar “filosóficamente” la presencia de universos paralelos u otras dimensiones
frente a los que el ser humano común es ignorante, mientras que ellos esperan demostrar su existencia; el
ejemplo no es pertinente, pues, es como aducir, que el pez no sabe que existe la biosfera, es decir, que él que no
conozca, no quiere decir, que ésta no exista.
1259
Sucedió que en casa, en el vehículo que se hallaba en el garaje se accionó la alarma como efecto de un
trueno que sucediera al rayo; para superar el fastidio decidí operar el control remoto sin abrir la ventana de
vidrio, que se interponía entre el vehículo y el control; para sorpresa, el mecanismo funcionó. Luego, se
procedió a realizar el mismo acto, pero con el televisor; se interpuso entre el televisor y el control remoto la
pasta de plástico transparente que cubría un texto, al operar el control remoto, el televisor cambió (deben ser
átomos muy huecos los de la pasta de plástico transparente), pero cuando se interpuso el documento entre el
control remoto y el televisor, el control no afectó al televisor. ¿El lector del televisor no pudo divisar el mensaje
del control remoto? O, ¿el haz de luz no pudo atravesar una masa más densa? Repetí el experimento
interponiendo simplemente una hoja de papel en blanco y el televisor receptó el mensaje; lo hice luego con dos
hojas de papel en blanco y el control remoto no afectó para nada a la televisión. Mi conclusión fue, que con dos
hojas o más, la superposición de átomos –de sus núcleos: protones y neutrones- era tal, que las partículas del
haz de luz emitidas por el control remoto, no avanzaron a atravesarlas (a fin y al cabo, no eran radiaciones de
radiografía). Conclusión: son partículas las que llevan información (propiedades) hasta el vehículo, el televisor
o a cualquier otro mecanismo similar.
801

o definitivamente los nuevos datos (el recuerdo). Eso ocurre con los demás sentidos. ¿Qué es
el pensamiento? El nexo entre las propiedades de cierto tipo de partículas de la mente
(información), con las que provea (capte) el medio externo y con los que provienen del cuerpo
del ser mismo conducentes a alcanzar el equilibrio (necesidades): información-necesidad,
información-cerebro, información-medio externo, interacción de las tres informaciones en el
cerebro, para sostener el equilibrio y reproducción del cuerpo. En definitiva: un nuevo respeto
para el ser humano y sus extraordinarias habilidades para llegar a conocer la realidad.
2.2.3.2.- SOBRE LA CLAUSURA DEL UNIVERSO OPTIMO.
Con el avance en el pensamiento de la Física moderna, nuevas teorías han venido
desacreditando la vieja hipótesis sobre la “muerte térmica del Universo”, tales como el
postulado del propio Big Bang-Big Crunch, o el más aceptable referente al “Universo
oscilante”, de acordeón, de Carl Sagan; no obstante, las ideas, que fundamentan la tesis sobre
el fin del Universo (que contrarían el postulado de que: “la materia ni se crea ni se destruye,
sólo se transforma”), las que están concebidas sobre la doctrina de la Termodinámica y, sobre
todo, en torno de la segunda ley: “cualquier proceso crea un incremento neto en la cantidad de
desorden o entropía en el Universo”, todavía perviven o quedan remanentes de las mismas,
sobre las que hay que volver. Si se parte de la hipótesis, de que la radiación solar es masa en
movimiento (desplazamiento): fotones, ¿cómo explicar, que el sol no pierda tamaño (consuma
todo su combustible), o cuál es el mecanismo que le permite restituir la materia perdida en
tantos años de operación? (naturalmente, si en la sugestión se reemplaza materia por energía,
la conclusión es: la muerte térmica del Universo) Y, ¿cómo hacerlo, en cambio, con la tierra
(incremento de su masa), que día a día (noche y día) recibe el flujo de materia del sol y otras
estrellas?
Según la reflexión lógico-filosófica materialista, no es concebible la noción en torno
de la muerte del Universo, como cesación de toda presencia y acción material, y, por lo tanto,
de interacción alguna. Este supuesto en examen (el de la “muerte térmica”), considera que la
“energía” es el factor que mantiene vivo, activo, al Universo y que al desaparecer, agotarse,
disiparse ésta, cesaría todo proceso material. Sin embargo, según un punto de vista alternativo
y materialista, por supuesto, el movimiento de la materia no depende de la existencia y
operación de la “energía”, puesto que ésta no existe concebida en términos usuales en la
subjetividad de la mente científica y aún, de la común; el movimiento de la materia (masa),
por el contrario, se debe a la presencia y acción recíproca entre las partículas materiales con
sus propiedades inherentes de la masa y bajo la acción de las interacciones conocidas, a saber:
electromagnetismo, gravitacional, interacción débil e interacción fuerte (lo enunciado, a pesar
de que, en última instancia teórica, el fenómeno de atracción o repulsión implicado en una
interacción, puede atribuirse a la presencia de esa misteriosa realidad –o irrealidad-
denominada “energía”), y la interacción de todas ellas.
Las propiedades de las partículas más pequeñas: fotones, neutrinos, quarks,…, como
componentes de toda la realidad en general y en particular de las clásicas partículas
elementales del átomo: protones, neutrones y electrones, deben justificar el aparecimiento de
las propiedades de estas últimas. Tanto el electrón como el protón se hallan provistos de
mecanismos internos, que les permite rechazar o atraer cuerpos subatómicos. En el protón,
por ejemplo, a grandes distancias interprotónicas, la propiedad operable, principal
característica frente a otro protón, es el rechazo 1260 , y hecho similar ocurre con el electrón
frente a uno del mismo orden; en el protón con relación al electrón, la característica que prima
de las dos, es, por el contrario, la de la atracción. Las nuevas propiedades puestas en relación
(origen del movimiento en un nivel) generan otras propiedades de valor cualitativo superior,
en sentido de orden, de organicidad; este proceso continúa (y se detiene) hasta llegar a la
producción de la propiedad más alta de la materia: la inteligencia, la cual es poseedora, en
potencia, en las primeras etapas del homo sapiens, del pensamiento, de la conciencia.
El calor es una forma de manifestación de la operación de una específica propiedad
de la masa, que debe ser descubierta; el calor, por consiguiente: no es una forma de energía;
1260 Los protones se repelen, y si son acercados su repulsión es más grande, esta interacción es de tipo
electromagnética; sin embargo, si se persiste acercándolos, a cierta distancia crítica “desaparece la repulsión y
en su lugar “aparece” una tremenda fuerza de atracción, se le llama “interacción fuerte”, esta es la
responsable de que los protones se mantengan juntos en los núcleos atómicos. Este hecho es de total certeza
empírica, fue descubierto por Yukawa, japonés hace 40 años aproximadamente (F. F. Erazo).
802

puede ser, sí: una manifestación de trabajo, como cesión de masa del elemento que ha
trabajado sobre el resultado (verbi gracia, si el trabajo humano y de maquinaria, equipos y
herramientas, recae sobre suela, cuero, clavos, etc., lo que aparece como producto es el par de
zapatos, pero este bien, es sólo materia transformada; si una partícula se desintegra, lo hace en
componentes suyos materiales menores, como efecto del “trabajo”, sin el desgaste o
producción de energía alguna). Fotones y leptones, no tienen energía, sino propiedades que en
contacto recíproco producen el movimiento; luego, como la masa es eterna de igual forma que
sus propiedades, el movimiento es permanente; dicho de otro modo: la realidad, la materia, el
Universo, el mundo, terminarían por morir si desaparecen las propiedades de la masa (o esta
misma) que dan lugar al cinetismo (el cual se halla en estado potencial, si los cuerpos no se
encuentran en influencia mutua), pero esta conclusión no se deberá a la perdida de la llamada
“energía” 1261 .
Las estrellas: ¿consumen todo su combustible y desaparecen? No, pues, es la forma de
operar de la materia que las constituye, la que se modifica. Si de todas las estrellas se despide
“energía” hacia los confines del Universo, la cual no tiene retorno, éste pierde energía, se
desorganiza, se equilibra y muere; pero el Universo desprende “energía” en todas direcciones:
“fuera” de sí y hacia sí; por tanto, la “energía” va y viene, y este movimiento pulsátil
mantiene en equilibrio y a la vez en movimiento al Universo (no se trata de
“equilibrio dinámico” –desarrollo- o de “equilibrio estático” –conservación del carácter de la
realidad ad infinitum-, sino de procesos de cambio ascendente, que tienen lugar en el interior
de un estado estable, permanente). Pero no es “energía” (ese algo misterioso, espiritual,
divino, esa nada que se desplaza en el vacío 1262 ) lo que va de un lado al otro del Universo
generando calor, luz,…; por el contrario, es masa (partículas corpusculares) que se mueven
según el carácter de las propiedades constitutivas específicas, el que provoca todos estos
fenómenos.
Por ejemplo: cuando trabaja un motor eléctrico, es la influencia recíproca de rechazo y
atracción entre las dos cargas (propiedades) lo que produce el movimiento mecánico circular
de una barra –bendix-; es la caída y choque del agua, lo que hace girar la dínamo para la
producción de una propiedad específica de una partícula denominada electrón, conocida como
electricidad; en un motor a explosión a cuatro tiempos, es la reacción química de masas
comprimidas: combustible y comburente en el interior del cilindro lo que mueve al pistón, a la
biela y al cigüeñal (algo similar ocurre en el experimento de Watson); cuando se consume
alimentos, en el organismo, por reacciones químicas entre masas en el sistema digestivo, éstos
son simplemente divididos en compuestos orgánicos más pequeños asimilables (las proteínas
en aminoácidos, por ejemplo) para el organismo; “quemar calorías”, no es “gastar energía”,
en el proceso, mas bien, se reduce peso mediante la cesión de agua en la sudoración, en la que
se pierde masa corporal: sales minerales (la acción corporal o el trabajo desgasta masa
muscular, no energía); por tanto, nada hay que se llame “energía”, en los hechos (ahora bien,
los ejemplos se inscriben en casos sencillos, por lo que pueden generar dudas, siendo
necesario trasladar el ejercicio mental a los núcleos duros de la reflexión macro y
microfísica).
Luego del experimento realizado por Michelson y Morley, el Universo es un sistema
que no tiene ambiente, o sea, realidad externa, que le contenga o que interactúe con él; puede
ser, más bien, un sistema ni cerrado ni abierto -o al revés-, continente y contendido (dixit: F.
F. Erazo). Por tanto, no puede haber transferencia de “energía” del Universo hacia su entorno
(exotérmico) o al otro con el cual se halle en interacción (endotérmico), de modo que, en un
momento determinado, la “energía” pase a equilibrarse entre las dos partes y que impere el
reposo; es decir, que sólo ocurren transformaciones internas, de modo que la “difusión”
energética no se produce en una realidad auto comprehendida, como no sea tan sólo a su
1261
Sobre estas ideas, las opinión del señor Físico Franklin Erazo es: “Sugiero revisar todo este párrafo puesto
que allí se hacen tajantes afirmaciones en contra de ideas muy fundamentadas teórica y experimentalmente,
(ejm.: la energía no existe, las partículas se desintegran sin desgaste de energía, los fotones no tienen energía).
No dudo de que bajo su nueva visión epistemológica de los conceptos científicos y sólo en razón de una
re-definición de conceptos físicos, pueda afirmarse lo que se afirma, sin embargo pienso que debe aclararlo
antes porque en caso contrario se arriesga la seriedad del resto de todo el trabajo”. Pero decir, que el “tiempo
se dilata”, eso sí es inaceptable, a si dicha aireada especulación “intuitiva”, se ubique frente a celebridad
eisnteiniana.
1262
Parece elemental y torpe esta frase, pero hacia ese nivel ha obligado a descender la conducta de ciertos
súper científicos.
803

interior, en sí misma. Luego, ésta y parecidas hipótesis cosmológicas, que se sustentan en los
principios de la Termodinámica, no son aceptables, en este punto por lo menos.
Por otra parte, la muerte biológica vendría a ser el retorno desde las propiedades
complejas de un estado superior de la materia hasta las elementales de un orden inferior,
mínimo (desandar lo andado), propio de las partículas simples, mecánicas, de la materia. En
efecto, la materia altamente organizada (el ser humano, cuando muere, por ejemplo) se
desordena, se desorganiza y su cuerpo inerte es masa orgánica, que se descompone y que
vuelve al estado de simpleza inherente al mundo mecánico molecular y/o atómico. Es curioso,
por otra parte, cómo la mayoría de científicos de Occidente del frente de las Ciencias
Naturales, considerados como serios, se mantengan en niveles letales de idealismo, al
mantener la idea de “energía” como eje de reflexión en sus trabajos investigativos e
intelectuales, en los rendimientos de todos ellos, cuando en la Filosofía materialista de la ex
URSS, ya se advirtiera de los peligros de seguir con el subjetivismo en la Física. Eh aquí –a
continuación- un resumen.
La filosofía idealista afirma, que puede existir movimiento sin materia; pero, si no
existiera materia, nada podría acontecer y, en general, nada podría existir. De ello se
desprende un absurdo: el movimiento (la “energía”) sigue existiendo después de haber
desaparecido la materia; al admitir lo dicho, se supondría, que el movimiento es inmaterial y
que el pensamiento puede darse separado de la materia (las ideas deben ontologizarse incluso
como texto escrito en un documento –los sentidos sólo perciben lo material; en realidad, las
ideas son materiales: su sentido no es más que una forma específica de las propiedades de la
masa). La energía no es sino la expresión del movimiento inherente al objeto material;
separada de la materia, no existe ni puede existir. Hay físicos que consideran al fotón como
“energía pura” sin materia alguna: electrón y positrón desaparecen y se transforman en
energía pura (fotón); pero los fotones son objetos materiales que poseen energía (sic). No hay
hecho que pruebe la “transformación” de materia en energía; la materia no puede
transformarse en ninguna propiedad suya, de tal modo que esta propiedad se quede sin su
portador material. La energía es la medida del movimiento… [como el tiempo es también, tan
sólo la medida de la duración y dirección de los procesos materiales, y, el espacio, la forma
blanda de la materia]… (Academia de Ciencias de la URSS; Instituto de Filosofía.
Fundamentos de Filosofía Marxista; Ed. Grijalbo, México, 1965) 1263 .
3.2.4.- El “SABER ABSOLUTO”.
3.2.4.1.- BLOQUEO Y PRETENSIÓN.
Es más fácil, que un niño trasvase toda el agua del mar al hoyo que con su dedo ha
hecho en la playa, que un ser humano (la humanidad) acceda a la comprensión del Universo
(San Agustín de Hipona -¿?). Conveniente contratendencia puesta en frente de la propensión
natural concretizadora de la conciencia. La “inquisición” y, de modo particular, las ataduras
ralentizantes del desate, del desboque de la “razón pura” profana, en la modalidad de su
admonición ideológica, propende hacerse con mayor eficacia, que aquella que proviene de la
censura apelando a métodos homicidas directos, de la coacción inmediatamente carnal. “Y,
sin embargo: se mueve” (Galileo Galilei); ésta la respuesta en el anonimato, que ha dado la
ciencia a la doctrina en la que fundan su conducta de permanente proscripción científica, la
mayoría de las religiones (T. de Chardin –como muchos otros-: fue religioso, no la Religión).
Expuesto de modo disyuntivo el sentido del “discurso” en ciernes, en la vida que viene para el
ser humano: “no hay respuestas, sólo alternativas”; sin embargo, a medida que se opta por una
de ellas y se la transita, se produce, quiéralo o no, la respuesta (se fija una sola opción; por
ejemplo: entre la soltería y el matrimonio, al elegirse una, la alternativa queda establecida); en
efecto, ¿qué puede hacer, a qué más puede dedicarse el ser humano una vez conocidos los
1263
En la actualidad (año 2010) subsiste un programa en la televisión hispana, de discusión entre dos partes
frente a un árbitro, a un público y ante cámaras, en el que, para efecto de resolver sobre un problema técnico
controversial de no dominio de la conducción, se hace ingresar al set a un perito. En este documento, se ha
procedido de modo análogo, por tanto, el contenido de este subnumeral, ha sido revisado por el señor Físico
Franklin Erazo; no obstante, sus objeciones se las asume en parte, ratificándose en aquellos aspectos
recusados, incluso sobre algunos de los cuales se llama mucho la atención al pesarse que se hallan
equivocados, concluyéndose que de no rectificar, el documento puede perder credibilidad. .
804

secretos de la producción inscritos en la tesis de la “calidad total”, sino a escudriñar en el
Universo: a conocer lo desconocido: el micro y el macro cosmos, el misterio de la vida? 1264 .
Al principio era la nada, las tinieblas (la inexistencia de “estados de conciencia” en
múltiples puntos de la realidad pre y pos universales; en esencia: la ausencia de la base
ontológica para el registro de la realidad fuera de la mente); strictu sensu: el cierre y la
apertura –da igual- de un ciclo sectorial de la materia (el estado de inconsciencia total, esto es,
proceso de negación en el que residen las premisas de la vida); en una palabra: la fase del
caos, de la desorganización, indeterminada (en la “singularidad”; el Big Bang: forma y
movimiento en la materia carecen de regularidad) y, sin embargo: el naciente estado de
armonía (el “Verbo”), que emerge del interior de los despojos de la entropía, del complejo de
presupuestos de la determinación, de la reestructuración de la contradicción dialéctica
inhibida. La materia inicia su ciclo sistémico, procesal, en el universo viable: su desarrollo; la
materia es una y misma, pero, a la vez, es diferente: es siempre nueva (la “negación de la
negación” perpetua); en su proceso de movimiento, de cambio y progreso: deviene siempre en
otra de sí misma; mutación y desarrollo vuelven diferente de sí a la materia. En su
transformación la realidad crea la vida y: la base de la existencia en su estado consciente, con
lo cual se plantea la contradicción natural/histórica real: materia y conciencia (Dios ha creado
a Luzbel, en su etapa de infancia: un ser bello este último, ingenuo, inofensivo, no mal
pensado, creyente; en el momento: no hay rasgos de ateísmo 1265 ).
Luzbel, no es creación instantánea de Dios: en sus fases ni joven ni madura. El
conocimiento “absoluto” desemboca en hecho real, una vez plasmado un proceso de
desenvolvimiento humano largo, el cual va de las cavernas, pasando por las clases sociales,
hasta llegar a la abstracción del trabajo en la esfera del aprovisionamiento material de la vida
(el uso humano de la “energía” del robot); larga vía crucis, que conduce a su constitución
como tal. La contradicción, en su despliegue, “hace aguas”: el saber “absoluto” humano, que
reclama el cetro, frente al “ser absoluto”, que inconscientemente triunfa, se reafirma, al cerrar
el ciclo precisamente con el advenimiento de la metaconciencia (la conciencia absoluta es
Luzbel cuando viejo; cuando conspira, cae y se pone de pie el verdadero mal, el demonio: el
hereje). El conocimiento humano es el mal (sólo al llegar a cierto nivel de dominio cognitivo
del mundo –en ciertas mentes únicamente-, aparece el ateísmo, la incredulidad, la duda, la
pérdida de la inocencia), el Diablo, el poder sedicioso, que reta a Dios (Dios ha muerto porque
el ser humano, con el conocimiento, se ha desembarazado del icono –Nietzsche: El
anticristo); la pugna entre el maestro y el alumno, este último: otrora diletante, que reclama su
derecho de igualdad (las diversas formas históricas –las religiones- de coartar el acceso al
conocimiento constituyen la reacción infanticida, mas bien: parricida -el instrumento de Dios
contra el Demonio-, permanentemente conspirativa, para detener el avance del pupilo hacia él,
hacia su superación –se diría: la táctica de oposición ciega, apoyada en una forma de razón,
del “macho alfa”).
Ahora bien, este “demonio”, de ningún modo constituye un estado perenne, eterno
hasta la consumación de los siglos (en su status de proceso conspirativo en su juego dialéctico
con Dios); contiene, en sí, los supuestos de su autodestrucción, el límite inmanente de aquello
que ostenta carácter absoluto: el saber total es un hecho inútil una vez alcanzado (en verdad:
se convierte tan sólo en un ejercicio reiterativo de rememoración de lo sabido, esto es, en un
caso de monotonía insufrible: es por eso que se colige, que Dios: no pueda tolerarse a sí
mismo); por tanto, su detentador: debe caer, debe cesar 1266 . Bien y mal (materia-leyes-saber
1264
Cuando se supone intuirlo todo en sus rasgos generales, muy referenciales, el bello anhelo de conocer
devalúa –al no poder realizarse- la vida; en ese instante ocupa el lugar de la emoción, la craza y verdadera
emoción: dedicar la vida a reiterarle la experiencia a los sentidos.
1265
No obstante, en torno del pasaje bíblico en el que se narra la creación de Luzbel y su subsecuente caída, es
posible ensayar una interpretación alternativa: como la relación entre la materia y su evolución consciente. Por
otra parte, se advierte cuál es la relación real entre el bien -el Angel de la Guarda- y el mal –el Demonio- (la
proscripción de Luzbel por su alzamiento): el ser humano (su sino, aunque se suavice la determinación
apelando a la posesión por parte de éste del libre albedrío, de la conciencia), es el resultado (total o coyuntural)
–strictu sensu: la marioneta- de la eficiencia en el proceso –creado por la imaginación- de forcejeo eterno, entre
estos dos opuestos.
1266
En una palabra: la persona colectiva, en aquel futuro, preñada del conocimiento total, responderá: Tú
Dios, todopoderoso, “Principio de Ti mismo”, creador del Universo, creador mío a tu imagen y semejanza,
responsable de que yo disponga de conciencia, has sido conocido por mi actividad intelectual; por tanto, ahora
me creo igual que Ti, puesto que utilizando la capacidad y libertad de que me has proveído, empezando de cero
en las cavernas he llegado al “saber absoluto”, ahora te conozco y mi esfuerzo ha sido grande, he arribado
805

en potencia = “Dios”; conocimiento = mal), se anulan recíprocamente (los vectores masaenergía,
en Guth) y todo comienza de nuevo (“universo -materia- inflacionario,
autoreproductor constante de vida”). Por tanto, Dios: no es el Dios de los hebreos; Dios es la
pronunciación alegórica de la realidad, de la materia, del Universo en su condición de
optimalidad. Luzbel, es, en efecto, una “creación” de Dios (de la materia: un pedazo de su
transformación); éste –Luzbel-, viene siendo la humanidad, que se desarrolla, que incrementa
su conciencia del mundo y es el contrario dialéctico de su creador. Dios (la “materia”, la
“totalidad panteísta existencial”) no puede destruir a su criatura –pero tampoco puede permitir
dejar que lo sobrepase-, pese a que le “ve” crecer y “advierte” (“sabe” de “antemano”) de sus
intenciones (pero, para eso está). La materia no conoce, no es consciente de este proceso (la
conciencia es la que le imputa este estado en la noción de Dios), empero su criatura –al
llegar a un momento determinado de su desarrollo- descubre que es conciencia, que deviene y
ha dotado de la cualidad consciente a la materia; es, en suma: su porción consciente a través
de la que adquiere conciencia plena, inhibiéndose de ser un simple dispositivo mecánico,
casual, inconsciente (el ser humano se autolibera de la determinación material, que hasta
ahora ha pesado sobre él; el robot tampoco conoce en sus etapas simplemente mecánicas,
luego adquiere conciencia, entra en contradicción con su creador: la inteligencia natural, la
supera, la abstrae y toma la posta de su función).
La tentación, Venus, el “pecado”, inhiben la vislumbre de la disyuntiva de la razón (en
Derecho, al contrario que en la ideología religiosa, el pecado es tipificado como delito). Las
religiones, especialmente cristianas, han convertido en materia de reflexión, combate, censura
y represión al sexo desmedido, a la práctica sexual no regulada por las normas de la Moral
idealista ahistórica, pues (y es verdad), su ejercicio desbocado acarrea el peligro de imponer
entornos humanos de caos, de pasión desenfrenada, de separación entre la mente y la
actividad de la producción útil (en el capitalismo, como todo cuesta, si no se trabaja y, si por
desgracia: se tienen vicios, la delincuencia aparece como estrategia de financiamiento), con lo
cual se pondría en cuestión la existencia racional misma (“en el placer existe el deseo; y
aquel que aumenta su placer, en igual medida incrementa su deseo”). Este hecho lo percibe
la conciencia, la que deriva en tolerante, incluso frente a comportamientos extremos; por su
parte, el ser humano detenta un mérito en su conducta: “hallarse siempre al filo del precipicio
y nunca saltar”, esto es, todo empalaga, cansa y del fango es posible resurgir renovado (se
dice, que siempre el ser humano quiere más, no se sacia; sin embargo, cuando no ve venir un
nuevo nivel de satisfacción, también se comenta, que se desquicia y se pasa al otro extremo:
un individuo, que ha gozado de todo y en demasía en el sexo con mujeres, se especula que
busca más placer y nuevas experiencias en la homosexualidad; fenómeno anómalo éste, que
se produce en las hormonas y que debe estar regido por instrucciones dadas por el cerebro
derecho). La tentación convierte al deseo en sobredeseo, y ese papel ha jugado, en la
perennización de la especie, la mujer; esa la razón de haber sido satanizada: la bondad de la
multiplicación de la especie frente al peligro de entrar en la depravación. En el cristianismo, a
la mujer se la ha proscrito (sobre todo en el Medioevo); en las otras religiones monoteístas, a
la mujer se la ha escondido detrás de tantas ropas y prohibiciones (éste sería un buen tema
–o quizá: ya lo ha sido-, para que despliegue su arte un prolijo ensayista).
Sin embargo, hay otro sentido más esencial en los sorprendentes aconteceres, que
quedan reseñados muy ocasional y someramente en párrafos precedentes. En la alegoría, el
ser humano debe ir hacia Dios (llegar a ser Dios, pues, no existe Dios antes del Big Bang,
dado que Este se va forjando en el ser humano, a través de su desarrollo objetivo intelectual);
en el camino, no obstante, el Demonio le tienta, al supuesto cerebro racional, tras el biombo
de la figura femenina (el “Demonio”, en los hechos, tienta a los dos géneros). El verdadero
hecho es: la inteligencia quiere ir a la razón, mas los deseos garantes de su reproducción
biológica la desvían aparentemente de su ruta (el capitalismo es tanto Dios -promotor de
la ciencia y de la técnica- como Demonio -azuzador de las pasiones instintivas, pues, incluso
hacia la debelación de los misterios del Universo sorteando múltiples obstáculos y me creo infinitamente
poderoso, de status similar al tuyo (esta blasfemia le cuesta caro y el Angel cae). Ha llegado el momento en el
que se inicia la verdadera entropía genérica, puesto que ya no hay lugar para la actividad de la inteligencia:
para el despliegue de la característica propia del ser humano, la persona se ha revelado y el ciclo material llega
a su fin (en realidad, el principio dialéctico de la negación inmanente cesa en este ciclo, para volver a ser en
posteriores). La materia, por su parte, reafirma la estructura procesal de su cualidad absoluta: omnipresencia,
omnipotencia, omnisciencia, omnisapiencia.
806

existe toda una teoría sobre las gestión de la esfera sensorial de los individuos con propósitos
mercantiles-: ha apelado al sexo, lo ha impuesto como moda consumista, sin embargo, la
conducta de ello derivada se ha autonomizado e impuesto por sí misma, de modo que –el
“consenso activo de los oprimidos”- ya no necesita de acciones de refuerzo). Dios y Demonio
son necesarios (el primero, al tratarse de Quién chuta al ser humano rumbo al saber; el
segundo lo hace en dirección de la reproducción de la base material humana, sostén de la
producción de ese saber); ahora bien, los dos frentes se presentan absurdos fuera de su época
y sentido: si la inteligencia se desplaza tempranamente hacia el lado de la razón, el sostén
biológico de la conciencia periclitaría (¡cómo renunciar a escuchar, por ejemplo, a la suave
elocuencia del canto al amor del grupo musical hispano: Mocedades, en: “Eres Tu”, o a oír
nuevamente a Jeannette en: “Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así...”?); si, en
cambio, la inteligencia quedara prisionera de la carne, el ser humano suprimiría su objetivo
superior. Finalmente, Dios (que aquí no puede transmutarse en su contrario) vence, puesto
que la tentación es superada: 1) cuando la mujer se descubre (su cuerpo, reiteradamente
tapado por las estructuras clasistas preservantes de la fidelidad y del matrimonio
monogámico), se libera y asume conductas desembozadas propias del macho en la época
anterior (una forma de feminismo actual), 2) en la medida en que ya no es necesario el sexo
(el apareamiento humano) para reproducir la vida y, 3) una vez que la propia inteligencia
encuentra posibilidades en su artificialización.
Es posible, que los resultados de la colisión de partículas (Hadrones) que se espera
realizar en Europa (Suiza) al final de la primera década del Siglo XXI, arrojan información
que permita conocer empíricamente el origen del Universo; de ser así, habría efectivamente
nacido el Anticristo, o sea, tendrían emergencia en la conciencia, los esbozos de la razón
superior. Al final, Luzbel, en su acepción humana dotado del saber integral, luego de superada
la fase pasional (el ángel históricamente autodotado de la perfección completa en el saber
absoluto en su modalidad demoníaca: “… el conocimiento por fin permitirá conocer lo
ilimitado..”) no sabe qué hacer consigo mismo y promueve su fin (término, que es su sino
natural como especie y como portador de la conciencia absoluta, que debe negarse a sí mismo
para volver a empezar, para volver a ser en la fase expansiva de la modalidad pulsátil del
Universo; la materia vuelve a ser una máquina, un simple dispositivo mecánico, aleatorio,
casual, indeterminado: inteligencia natural e inteligencia artificial, tocan a su fin en la fase de
reversión en el vaivén reiterado del Universo). Sólo la materia persiste en su modalidad
absoluta inconsciente; mas, ella contiene en sí las condiciones, las determinaciones de
producción de la conciencia, su simple perspectiva tendencial (la materia “inerte” es eterna; la
que ha adquirido el don del reflejo por cuanto es poseedora de la propiedad singular de la
inteligencia y, sobre todo, la asociada con el “segundo sistema de señales” según Pavlov –en
la referencia tautológica-, es mortal; no obstante, el movimiento orgánico y racional –la
determinación que surgió de la indeterminación para luego dar paso a ella- es progresivo,
cíclico y finito, el mecánico –de su lado- es eterno y es la condición de todas las demás
formas de cinetismo).
El ser humano: no sabe de antemano, llega a conocer y se piensa igual en su posición
frente al “saber absoluto” preimplicado, se autoasume superior, de allí la expulsión del
Paraíso (este hecho es una especie de “harakiri”, pues, representa el inicio de la cruzada de la
evolución de la conciencia, el saber, que luego se automanumitirá en su retorno a la
inconsciencia, pasando por la fase de la actuación de la inteligencia artificial. En palabras
religiosas, al final de la proeza Dios dice: acércate hijo mío, ven a mi seno: a fundirte
conmigo una vez que has cumplido tu misión: por vías terrenas, de tu esfuerzo intelectual, has
descubierto quién soy como “El que Soy” (el eterno presente en su autorrealización
transformadora, performativa). Por tanto, la conciencia humana es el instrumento especular de
Dios, en el que El se mira a sí mismo (expuesta la sugestión según una posición cuasi
neotomista collinsiana –Konstantinov, F. V. Fundamentos de filosofía marxista; pp. 650), la
liquidación del ser consciente (lo propuesto al inicio ocurre al final; la determinación –en la
pura especulación- del bien y del mal en continuo, mutuo y eterno forcejeo, se cierra en un
ciclo, en el cual “un polo” se conserva: Dios al fulminar a su creación; la materia al agotarse
en el límite de eficacia en las determinaciones de la evolución: el Big Crunch, proceso que no
se trata de “reversión” alguna, sino de vejez de la sistematicidad viable, de auto reciclicidad
807

-negentropía) 1267 . Este es un impresionante proceso, a través del cual se terrenaliza la más
grane utopía: alcanzar la perfección.
En torno de la noción de “perfección” implícita en las reflexiones precedentes, debe
aseverarse lo siguiente. Es evidente, que alcanzar este status (la perfección) ha sido la más
cara aspiración de la mente precavida. No obstante, la palabra “perfección” ha sido
bastardeada en su sentido, por la intromisión en ella, de los mezquinos intereses económicos
del neoburgués. Los japoneses, por ejemplo, apoyados en Dennin, Jurán et al, han invertido
esfuerzos en la ímproba tarea de conseguir el status de la perfección en la esfera de los
crematísticos negocios con la concepción y aplicación de las llamadas estrategias de
“mejoramiento continuo”, la constante “agregación de valor”, del trabajo creativo de los
“círculos de calidad”, de modo de establecerse en la cima absoluta de los “cero defectos”.
Ahora bien: “hablando en serio”, la idea de la perfección se halla asociada, mas bien, con la
especulación filosófica desarrollada por cierto grupo de físicos de la llamada Escuela de la
Física Cuántica; los cuales sostienen, que el ser humano está en camino de convertirse en
Dios, es decir, de alcanzar la perfección (omnisapiencia, omnipotencia, omnipresencia,
omnisciencia). En efecto, el ser humano: es una “perfecta imperfección”; arranca imperfecto
en su itinerario evolutivo y tiende hacia la perfección de modo natural (en la esfera del
dominio intelectual del mundo). Empero, la sola idea de la perfección: su planteo y
posibilidad, es ya un principio de camino hacia ella, es su reto, es su mayor concreción. La
perfección: no consiste en dar cuenta de todo detalle, de la superación de todos los errores en
la dimensión absoluta de la infinita complejidad; sino, en comprender las leyes esenciales de
la materia y figurarse o hacer realidad toda la potencialidad fáctica, contenida en ellas. Amén,
una vez “alcanzada” la perfección: no es posible volver a reproducir la imperfección (como
las empresas que elaboran prendas de vestir ridículas y con defectos en la actualidad (2008)
-sin querer queriendo- y lo lanzan al mercado con el nombre de: nueva moda), sino iniciar
otro ciclo de nuevo.
En el proceso de desarrollo de la conciencia humana, la materia se ve en su yo
alternativo (el concepto) producido de modo cada vez más completo, y ella asiente:
-“perfecto”-. El ser humano, por su parte dice: -“bueno”, “listo”, “hay se va”-. La perfección
es el máximo grado de desarrollo de la materia y, por tanto: del ser humano, pues, éste: es
el medio de dicho desarrollo (o sea, es lo que puede hacer la inteligencia –natural, asociada,
natural-artificial, artificial- en su cruzada hacia el absoluto); y, ese punto extremo (ese
límite), no puede ser otro, que el de status alcanzado en la inteligencia y el producto de lo que
puede ser su pragmatización, su realización plena. El saber absoluto es la perfección.
Perfección en el despliegue de la realidad; perfección en la idea: cuando la realidad no puede
ir más allá de la idea. Por tanto, en la posición relativa del dualismo actual (objetividad y
reflejo), no puede el termino (el final) sino receptar una argumentación tan sólo especulativa,
filosófica. La perfección, en suma: es la realización de la entera capacidad de la
inteligencia; es llegar al saber absoluto: alcanzar a, o llegar a ser Dios (el ser humano cuenta
con una gran proeza tras de sí: el haber superado su condición primigeniamente animal
–mono antropomorfo: Lucy- y llegar a transformarse en ser humano –homo sapiens-; pero
tiene una muy álgida tarea que cumplir: el llegar a ser Dios –homo providencial).
Ahora bien, ¿alguien medianamente sensato puede admitir, que Lucy (ese animal, que
hace un millón de años pasó a ser el primer bípedo) pudo evolucionar dejando atrás su
condición animal, hasta convertirse en ser racional? Nadie lo hará. Sin embargo, el “milagro”
ocurrió, y hoy el ser humano racional se halla plenamente instalado y pavoneándose en y por
el planeta. De similar manera: ¿una persona cuerda, hoy puede pensar, que el ser humano tal
como se lo conoce: degenerado, ambicioso, hedónico, estúpido –Bush, Berlusconi, Sarkozy,
los jeques de Kuwait-, puede alcanzar la condición divina? Nadie lo hará. No obstante, este
otro “milagro”, se producirá. La característica de Dios (según la idea religiosa de esta noción),
es su dedicación permanente a volver material, la idea, su deseo. El ser humano ha actuado de
ese modo: produce eventos, o sea, sus ideas y su querer los vuelve reales de modo progresivo,
lo cual ocurre incluso en el caso de que su hacer, no consista más, que en la repetición de lo
1267
En sentido plenamente religioso –reafirmándose la idea, en la perspectiva exclusivamente católica-, el
hecho tiene este cariz: el ser humano se levanta de las cavernas hasta la robotización, viaja por el Universo y
desarrolla su conocimiento; al final se encuentra con Dios cara a cara y le dice: “te admiro y te venero por
cuanto ahora se cuán grande y poderoso eres; te agradezco por haberme permitido llegar a conocerte”;
entonces Dios le recibe en su seno.
808

que Dios ha hecho, de aquello que ya existe. Según este proceder, el ser humano actúa como
Dios, emula a Dios. A decir verdad, Dios ya tiene un pequeño contendor: Tomás Alba Edison.
Y Dios dijo: “hágase la luz, y la luz se hizo” (La Biblia). Edison hizo la luz artificial, con lo
cual otorgó claridad al ser humano en sentido físico como en el subjetivo, pues, la
prolongación del “estado de vigilia”, que ha permitido al género ganarle “espacio” a la
obscuridad (como los holandeses al mar) y prolonga la vida activa, ha implicado un colosal
salto en la esfera del dominio racional del mundo.
Este planteamiento se lo formula con reservas, pues, de modo usual, entre las diversas
escuelas de pensamiento filosófico, sea de vertiente objetivista como metafísica, se censura
drástica, finalísticamente, la tendencia absolutista, en el pensamiento. “La sensatez en
ciencias, es actuar en el interior de la perspectiva relativista”, se prescribe. No obstante: ¿son
estas “abstracciones iniciales” –en el modo de producción de sentido y de metas para el
proceso de la mente en toda circunstancia y momento-, válidas? ¿En dónde reside, cuál es el
criterio de veracidad en la intrincada problemática, en la post “epistemología” de la mente?
Siempre hay un principio en el pensar (éste, es puramente lógico); los primeros brotes
emergen de modo espontáneo, de manera axiomática, sin otra determinación, que la
especulativa, pero son los supuestos que permiten fácticamente pensar (obviamente, partiendo
de lo que no se quiere –no se puede- pensar; Althusser). Teoréticamente, el principio es el
absoluto: la completa y supina ignorancia; aquí se inicia el camino: la negación progresiva de
toda relatividad, marcha conspirativa, que conduce hacia el plano absoluto: al tope, al
conocimiento total (en todo caso, es una aspiración, diríase: ilusa, ímproba; Einstein, se dice,
que se pasó el resto de su vida buscando modelar la “teoría para todas las cosas” –claro: ya no
tenía el poder de la mente de Mileva a su lado-: del “Campo Unificado”, las Supercuerdas, de
la que ya se halla a la mano en sus presupuestos centrales, su esbozo 1268 ). El conocimiento
absoluto no es más, que aquella visión total de la estructura del mundo, de sus normas de
proceder interno, que las transmuta permanentemente, en su máximo resumen. En este
instante, el proceso cognitivo se invierte: no es la realidad la que impregna de sentido
empírico a la mente (de sentido fenomenológico, ideológico, el cual, en tanto dato, debe ser
elaborado en la conciencia), puesto que en él, la “práctica no es el punto de partida y base del
conocimiento”; por el contrario, es la especulación la que produce la idea de la realidad
(“teoría”), la cual espera ser certera (correspondiente con los hechos) y comprobada luego,
cuando la conciencia tenga acceso a los procesos concretos merced a la disposición sobre todo
de instrumentos técnicos (como ocurre con el estudio de la célula a través del microscopio);
de hecho, el proceso de conformación de la “teoría atómica”, ha seguido el primer camino.
3.2.4.2.- LA FORMA TRINITARIA DEL SABER: EL MUNDO CEREBRAL.
En consecuencia, en Cosmología, la investigación se ha desembarazado de esta
discapacidad mental, esto es, sostener la idea sobre la imposibilidad de acceder a la cumbre
del saber (la “ley natural”: adaptarse a nuevos medios, esto es, triunfar sobre entornos
diferentes en la tierra para sobrevivir –homo habilis-: ya no es el objetivo esencial de la
humanidad –su nuevo escenario desconocido y al que debe “adaptarse”, es el cosmos-, la
obcecación racional se encarrila en el sentimiento de alcanzar el objetivo superior y final
inherente a “triunfar” intelectualmente sobre la materia, a sobreponerse sobre su razón y
matriz), en la medida en que, al horadar en las grandes dimensiones del Universo, aquella va
en pos de producir la teoría general sobre la materia (“Dios no tiene nada que ocultar”), esto
es, en el cumplimento de la más ampulosa ley, que mueve a la humanidad en el ámbito
sideral. Las dos proyecciones mentales, que por cada lado (abordando una parte por separado
del carácter de la realidad) intentan ser la fuente de respuestas para las inquietudes
cosmológicas, como se conoce, son: la “Mecánica Quántica” y la “Teoría de la Relatividad”.
Sin embargo, el defecto de todo este pensamiento, es la ausencia de sintonía respecto del
carácter dialéctico, contradictorio, como norma sine qua nom con la que se rige la totalidad de
la realidad, y la cual es necesario seguir, para la mente (el “principio de complementariedad”
de Heisenberg). La unidad de sus diferencias sobre la que se asienta el fenómeno, debe
conducir a la unicidad: la Teoría de las “Súper Cuerdas”, posiblemente. La “Teoría para todo
de las cosas” –cosas: simplemente materiales (de la ontología material –de la materia-:
1268
A este respecto, los cuánticos se aprovechan de la ocasión y sostienen que Einstein por no haber aceptado
su teoría, “Einstein fracasó”.
809

solamente la humana está totalmente dilucidada: reproducción natural -primera naturaleza-,
reproducción social -segunda naturaleza: la cultura- y reproducción robótica -la “tercera
naturaleza”: “concepción científica del desarrollo humano”-; la cósmica, se halla en estado
hipotético; mientras que la conciencial: cerebral, ideal y del entorno, se encuentra también en
estado inferencial)- debe considerar, que la armonía deviene de la articulación de leyes
contradictorias en su síntesis: “La teoría de Unificación de las Interacciones
Fundamentales” (todas las fuerzas se integran: gravitación –relatividad einsteiniana-,
electromagnética, débil y nuclear fuerte) 1269 .
La tópica inherente al saber objetivo sobre el mundo, se halla en el siguiente estado:
Teoría Cosmológica (Penrose, Guth, Sagan, Erazo); Teoría Sociológica (Marx-Lenin); y,
Teoría de la Psiqué (Leontiev-Shorojova, P. L. E. Panchout). En este documento se ha hecho
un intento grueso por fusionar las tres. Respecto del mundo cerebral-conciencial es dable
adelantar algo en orden a modelar intelectivamente el tercer módulo de la “Teoría para todo”,
esto es, el de la Psiqué. ¿Cómo trabaja el cerebro internamente? En la medida en que no se ha
dicho la última palabra en torno de la manera cómo datos (señales “energéticas”
–propiedades- de tipo electro-químico 1270 ), información, representaciones de la realidad,
quedan fijados en el cerebro, hay campo abierto para la inferencia, hasta que una de las cuatro
hipótesis existentes al respecto (formación de señales, estructuración proteica, expansión de
los ácidos nucleicos, hipótesis sobre los “enlaces” de nucleótidos), se haga con el beneficio de
la prueba empírica 1271 . Es obvio, que en la cabeza humana el almacenaje de datos no puede
ser sólo del carácter asociado con la forma propia del grabado artificial (tipo de huellas,
quemado con rayos láser,...); más cerca de la realidad parecen estar los supuestos sobre la
retención biológica, química, física. De manera que en el ser humano no puede almacenarse la
información del segundo sistema de señales de otro modo que no sea la forma biológica, pese
a que su funcionamiento sea “energético”: químico-eléctrico, esto es, la memoria no debe
tener esencialmente carácter subatómico o interatómico, o sea, tan sólo como efecto de la
combinación de propiedades a ese nivel (“Q bits”). Ahora bien: ¿cómo podría ser el hecho, si
la presunción fuese correcta, esto es, si la memoria residiera en la recepción y ontologización
de señales en la células cerebrales de modo físico, químico, biológico, o sea, en forma de
proteínas, aminoácidos o nucleótidos? (para no incurrir en imprecisiones, debe advertirse, que
ciertos investigadores impugnan este razonamiento, puesto que no se ha encontrado en el
citoplasma o en el núcleo de las neuronas corticales, la inmensa cantidad de estructuras
biológicas subcelulares, que serían el respaldo material de la representación permanente).
La hipótesis que se maneja en este escrito, es una que establece la relación entre
anatomía y proceso (estructura=grabación biológica de información, o sea, fijación de datos
que reflejan el mundo en forma de proteínas, aminoácidos o enlace entre nucleótidos en las
células corticales; fisiología=“conversión” de materia viva –sin que esta se destruya- en
realidad química y eléctrica (operación de este tipo de atributos), esto es, en la forma única
1269
La obsesión por construir la “teoría que explica todo” (aspiración audaz de mentes heréticas de ciertos
seres humanos), debe provenir de la conjunción de las prácticas teóricas: cosmológica (mundo universal), de la
Sociología (mundo humano) y de la Psicología (mundo cerebral); la coherencia, por su parte, corre a cargo de
la intervención de la “Ciencia Madre”: la Filosofía. El Universo (la materia en sentido más amplio, total,
absoluto) constituye una “entidad” mecánica; no obstante, estocásticamente se encuentra con la dirección
hacia la razón: sus fuerzas son físicas, cósmicas (gravitación, electromagnesis, atómica débil y fuerte, en su
última integración: Strong unificaction five), por tanto, en la horadación intelectual de su ontología, se ubica el
quid cognoscitivo; ésta, primera (y ulteriormente) se evidencia como pensamiento general sobre el mundo, en
cuanto simple intuición, luego se generaliza científicamente, y en este caso su substrato es la humanidad que
piensa (la individualidad que se interroga). En el sentido expuesto, en el despliegue de la potencialidad óptima
del Universo, hacen pié otro tipo de interacciones: las sociales, las que en un dado momento, empiezan por
convertirse en “fuerzas” determinantes y necesarias en la perspectiva misma del proceso de la materia; y,
finalmente, las inherentes al flujo del pensamiento.
1270
Los neurotransmisores (transmiten impulsos entre neuronas) no transmiten energía, no generan energía, no
son operados por energía; su funcionamiento es químico, de reacciones químicas, provocadas por la influencia
recíproca de las propiedades de la materia subatómica (de los elementos materiales componentes de la masa
cerebral); en suma: son procesos materiales y no energéticos, como comúnmente se supone al momento de
proceder a explicar los procesos que tienen lugar sobre todo en las esferas físicas, químicas, biológicas,
neurológicas (y deben ser también eléctricos, considerados en la distancia de su acción)
1271
Para que la computadora sume, se la dota de un programa; en los animales se presenta de modo automático
este misterio de la “asociación” (se llama “reflejo condicionado”: un perro al que se lo ha golpeado, huye al
ver al agresor); en el ser humano, esta función se ubica en la conexión recíproca entre el “primero” y el
“segundo sistema de señales”.
810

con la cual el proceso puede producirse: información que fluye por el axón hacia las ínter
sinapsis). En las células cerebrales del córtex (para el efecto, se reflexiona sólo sobre esta
parte del cerebro), las proteínas, los aminoácidos, el enlace entre nucleótidos (información
almacenada, ontologizada), cuando la mente trabaja, cambian de forma sin efecto “lábil” –en
la computadora: la información trabaja, mas no se borra- y se convierten en impulsos electroquímicos,
hecho por el cual están listas para asumir la naturaleza de información (materia que
tiene/lleva propiedades y que genera nuevos atributos en su contacto con otras propiedades) y
ser conducidas por las redes neuronales para encontrarse con otra información en las
conexiones nerviosas de modo de provocar la asociación y el pensamiento (esto debe ser así,
de lo contrario: sostener que el pensamiento no es más que el producto del viejo
asociacionismo motivado por estímulos externos sobre la mente o de la pregrabación
resultante de la composición del ADN y del RNA, es asumir una posición subjetivista pura);
es verdad, que los productos de la mente son mejores cuando las conexiones nerviosas se
multiplican, no obstante eso ocurre una vez que ya hay grabada información en las células
cerebrales, pues, si no existe información ontologizada en forma biológica –memoria de larga
duración; y cada nuevo dato grabado debe tener carácter diferencial en cuanto a la estructura
proteica, de aminoácidos o de nucleótidos (enlaces)- de nada valdría la más rica interconexión
neuronal: en los hechos, las neuronas estarían simplemente interconectadas, pero no
comunicadas.
De modo que interesa aquí: no las simples conexiones interneuronales, sino: los datos
de la memoria asentada en los enlaces entre nucleótidos de las neuronas pertinentes (neuronas
intermedias) del sistema nervioso central (proceso que se dice que es subatómico, atómico e
interatómico), que es la que fluye por el canal de las ínter sinapsis. Datos grabados, que son
indispensables, incluso si bien es verdad, que el cerebro (la mente, la conciencia, la razón)
funciona en relación del propio cerebro con el entorno y merced al móvil de la sobrevivencia
(la que en la persona puede ser simplemente biológica; política o socialmente elevada;
ideológica o promovida por la conciencia de las necesidades, los intereses y las características
del entorno; o bien: filosófica, en cuanto a la vida se la ha convertido en proceso, cuyo fin es
advertir la verdad total). De manera que, es la personalidad estatuida, tanto la memoria
histórica individual como la colectiva, el factor esencial en el funcionamiento de la persona.
Por otra parte, el proceso del pensar es de tipo “cuántico”, mas no porque sea un hecho
indeterminado, sino por cuanto se produce a nivel atómico y subatómico; este fenómeno de
racionalización, es una onda heisenberg, mas bien es una red de ondas heisenberg en sentido
topológico; esta(s) onda(s) constituye el desempeño de partículas elementales, cuyo tipo y
movimiento (posiciones, desplazamiento, estados, espín, niveles, valor, etc.) representan
condiciones que la mente las percibe como datos, información, símbolos, imágenes,
representaciones abstractas.
Es verdadera la afirmación de Minsky, de que la mente es una “computadora de
carne”. Los sentidos y el libre albedrío, no pueden emerger de modo natural en las máquinas
inteligentes aun cuando “lleguen a ser suficientemente complejas” (y eso lo “intuye” R.
Penrose cuando expone su sospecha de que su teoría y las usuales, se hallan incompletas, al
decir que debe haber algo en la mente de naturaleza no computable –es obvio, que no debe
referirse a dimensiones metafísicos), pues, ellos en los humanos se deben a la presencia de
necesidades, a la reproducción sexual y a la coerción sobre la conciencia y la voluntad, por las
leyes naturales. Solamente si las máquinas estuviesen sometidas (y puede hacerse eso
mediante la implantación de programas lógicos de simulación) al designio de las necesidades
y al coito (sentidos), cuanto a la presión de las determinaciones del entorno, podrán generar
históricamente en la praxis social del trabajo la esfera sensorial, la conciencia y el libre
albedrío. Penrose, a pesar de sus altas destrezas matemáticas, de su apelación a la Teoría de la
Relatividad, a la Mecánica Cuántica, a la Cosmología, a la de la Complejidad, al teorema de
Godel (la Filosofía y la Psicología las utiliza de modo formalista, mientras que su idea sobre
la conciencia y su génesis, es burguesa), no puede comprender algo que los filósofos
marxistas entienden: que la conciencia es un producto histórico-social (efecto tardío del
trabajo en colectivo, de su división y de los apremios del intercambio -C. Marx), como
resultado de la actuación del mundo específicamente humano sobre el físico-biológico. Toda
la comunidad física anglosajona (de esto no escapa ni siquiera Sagan) seguirá dando palo de
ciegos, si no se encuentran con y dan importancia al aspecto sociológico citado, a las
necesidades, y a la organicidad biológica que constituyen el móvil para alcanzar su
811

satisfacción, el deseo de transcender el impacto de las leyes naturales (y sociales), así como si
siguen entrampados en las falsas nociones de tiempo, energía, espacio, entropía 1272 .
Ahora bien, la ventaja es, que las conexiones ínter sinápticas pueden combinar,
durante el proceso de asociación (pensamiento), información de larga duración, con la de
corta duración, como con aquella que recién llega al cerebro por los sensores y que no ha sido
guardada aún, e incluso con los datos inherentes a la pregrabación genética contenida en la
“información” de los “enlaces de hidrógeno” (sic) de los ácidos nucleicos (memoria
biológica), acto en el que –dicho sea de paso- se demanda de la repetición a fin de dar
“tiempo” para que se forme la corporeidad “biológica” que la ontologice (no se olvide, que
pensamiento es materia altamente organizada en movimiento intrínseco, por influjo del
entorno y sujeto a intereses). La información que parece ser inmaterial (allí la base de
edificación de la colosal mitología religiosa), aquella que estructura la conciencia según
diversos grados de complejidad en coherencia con su desarrollo histórico (del nivel de
conocimientos de la humanidad) con los logros personales de asimilación, es captada por los
sentidos (como también lo son aquellos datos que ingresan al cerebro como representación
inmediata del mundo) la cual se relaciona con la información yaciente en el cerebro, pero
siempre como acción material: biológica o químico-eléctrica; estos flujos, según necesidades
y los respectivos grados de dominio del mundo, inducen la estructuración de conexiones y de
la respectiva formación de huellas, que quedan también grabadas y que posibilitan el recuerdo
de las inferencias pasadas (razonamientos), de partes de ellas o de simples datos. De modo
que todo es movimiento material, como por ejemplo: pensamiento, que se activa como efecto
de captar y responder ideas dichas por otra persona, información que forma ondas –materia
blanda: el aire- de la palabra que ponen en acción el complejo dispositivo material del oído
interno, cuyo movimiento conduce tales vibraciones que excitan a las neuronas de la zona
respectiva (generan movimiento, nuevamente material).
El hecho, en forma muy resumida y aproximada, podría ser: presencia de las neuronas;
ingreso en ellas de información –ondas: movimiento químico-eléctrico- y su
transformación/fijación en forma “biológica” (dicha impregnación, solamente será posible si
se da “tiempo”, o sea, mediante la repetición, que permite la absorción de aminoácidos
–“energía”- de la alimentación y su estructuración respectiva en las células cerebrales del
córtex); actuación de las necesidades, condicionamiento del carácter del entorno en el cual se
hallan contenidos los recursos de forma más o menos complicada para su satisfacción;
operación del cerebro: datos biológicos se transforman en movimientos químico-eléctricos;
conjunción ínter sináptica de información: pensamiento (naturalmente, el proceso es complejo
y se halla intermediado por factores de la voluntad, y por la presencia y operación de
hormonas, enzima y otros lectores, neurotransmisores,...). Del mismo modo como en la vejez
es cada vez más difícil producir masa muscular, también en dicha fase debe serlo producir
unidades subcelulares (o enlaces) de la vida, que guarden el reflejo del mundo a partir de la
presencia de componentes esenciales resultantes del proceso de la alimentación: incidencia de
las propiedades contenidas en los materiales de los nutrientes, sobre la masa cerebral
pertinente; de ahí el descenso de la capacidad de memorización, que se experimenta en la
madurez y, sobre todo: en la vejez (a partir de cierta edad -40 años- ya no se necesita tanto
aprender cómo entender, explicar, predecir y decidir); reducción que es menor en la esfera de
la destreza del pensar, puesto que las conexiones neuronales establecidas tanto como las
nuevas que exige el nuevo razonamiento deben destruirse con menos velocidad o exigen de
menor esfuerzo, que para el caso de su grabación, en su orden. Ahora bien, la voluntad: la
1272
Entropía, no en el sentido de desorganización de la materia, sino del criterio usual de “pérdida de energía”.
Se pueden hacer algunos comentarios más sobre Penrose como estudioso de la mente, como por ejemplo: que la
teoría del asiento de la memoria en los enlaces de hidrógeno del ADN de las células intermedias y que la formaproceso
del pensamiento es un complejo hecho mesológico de ondas heisenberg, es más próxima a la realidad
que la suya de los microtúbulos –citoesqueleto-; que la “prueba de Turing” es floja para escenificar la
diferencia entre una máquina inteligente y un ser humano o para declararla como inteligencia; que a los seres
humanos les fascina aceptarse físicamente inferiores a las máquinas, pero que habría celo y oposición a la
superioridad de las máquinas inteligentes (La mente nueva del emperador), cuando de ellas depende en grado
cuasi determinante, que la inteligencia realice su misión superior: ir hacia la idea total; y, que Penrose asume
una posición adecuada al proponer su hipótesis de la “censura cósmica” (similar al “mecanismo de censura
cerebral”) como protector inconsciente del sistema solar humano (con lo cual se refuta la idea sobre la
“incertidumbre” y el “caos” como principios a los que se quiere someter la explicación las esferas cósmica,
microcósmica e incluso la social).
812

potencia total ordenadora de la existencia con sujeción “ideológica”, es un hecho “fantástico”,
que incide tanto en los procesos de la memorización cuanto en los del pensamiento; por
experiencia personal se supone, que uno puede incluso incidir sobre el sueño: cuando en él se
enfrenta de modo ficticio a un percance (pesadilla), es posible decir: “no es verdad, es tan sólo
un sueño” y la mente responde, la ilusión se desvanece 1273 .
Después de Santiago Ramón y Cajal, el descubrimiento portentoso que le siguió, fue el
desarrollado por la poderosa Psicología materialista soviética sobre la sustentación objetiva de
la memoria en la formación de orgánulos subcelulares en el interior de las neuronas
cerebrales: el mecanismo de ontologización biológica de la memoria, dando al traste con la
especulaciones idealistas, en torno de las fuentes deístas, fantasiosas de los procesos de la
mente. Este país, esta zona social: la ex URSS, el ex Bloque Oriental, desarrolló de modo
científico varias ramas de la ciencia, proezas que no han sido divulgadas como es debido, en
razón del idioma, de la distancia y del bloqueo abstruso de gringos, europeos, nipones y de las
clases dominantes de todos los Estados capitalistas, a dichos productos del saber objetivo. Por
supuesto, fue este sector (esta “ciencia de clase”) la que dio la primera clarinada en materia de
la estructura y funcionamiento del cerebro, en relación con el entorno social de cada época, la
estructura social y sobre el desarrollo de la individualidad de cada persona. Esta perspectiva
de desarrollo del pensamiento, se sustenta en una premisa obvia: que si el cerebro, liberado de
la mitología religiosa, propugna la comprensión subjetiva del mundo que le rodea (el marco
de su actuación, las condiciones objetivas de la existencia) y la naturaleza de su propio ser, es
necesario también entender el órgano que lo hace posible, y el mecanismo y la razón de este
esfuerzo supremo: el cerebro individual y el colectivo en proceso de trabajo. A partir de
dichos emprendimientos científicos, en Occidente se han realizado investigaciones en tal
perspectiva, que han desembocado en la teoría de los enlaces de hidrógeno entre nucleótidos
del ADN, como lugar y mecanismo de asentamiento de la memoria (también se cuenta con la
hipótesis penrosiana, por la que los datos quedan retenidos en los microtúbulos de células
cerebrales -“modelo Penrose-Hameroff: la información física del medio queda registrada
cuánticamente en las tubulinas”; “... en la conciencia se produce el paso de la indeterminación
a la determinación: tránsito cuántico-clásica, a través de la ´reducción adjetiva´”).
La “hipótesis” sobre los “enlaces” es análoga a la de la memoria por formación de
proteínas u otros orgánulos subcelulares –aminoácidos-, la cual trabaja con el criterio de
uniones de hidrógeno sin alterar la organización de los nucleótidos en el ADN (adenina,
guanina, timina y citosina, esto es, las bases purínicas y pirimidínicas). En síntesis, la misma,
refiere: 1) que la memoria es un fenómeno que ocurre en el cerebro: en el núcleo de las
neuronas; 2) que la memoria genética se encuentra inscripta en el genoma; 3) que la memoria
adquirida se posibilitó en función de la evolución de las capacidades de las células, que fueron
sus antecesoras, por tanto, 4) que el asentamiento de la memoria adquirida se debe encontrar
también a nivel del genoma, o sea, del alineamiento de nucleótidos y de los enlaces de
hidrógeno, que unen las dos cadenas que lo forman; 5) que el genoma no usa todos los pares
de nucleótidos en el proceso de formación y operación de la vida, por lo que muchos millones
de ellos se encuentran capaces de cumplir otra función (¿el asentamiento de la memoria?); 6)
que la memoria adquirida se acumula en el ámbito de los enlaces de hidrógeno entre pares de
nucleótidos sin alterar su organización ni su número; y, 7) que en este mismo nivel se ubica la
memoria (H:/El funcionamiento cerebral – Monografías_com.htm). Listo 1274 .
1273
Estas afirmaciones, pueden parecer groseras, especulativas y sin autoridad (autorización); no obstante, no
se olvide cómo se dio el proceso de producción de la estructura teórica de los Acidos Nucleicos (ADN y RNA) o
la de la Relatividad (se comenta que Watson y Crick, y Watson y Danielly, recogieron los apuntes de muchos
investigadores, los asociaron y armaron el todo; Einstein, en cambio, en su trabajo en la Oficina de Correos y
Patentes, tuvo ocasión de notificarse de los avances que de modo epistolar se hacían llegar varios
investigadores). En todo caso, el factor que induce la reunión selectiva de componentes subcelulares y su
articulación diferencial para materializar la representación del mundo y su fijación neuronal, esto es, para que
en el cerebro quede contenida la colosal información (conocimientos: imágenes, símbolos, representaciones
abstractas) de la que es poseedor y que maneja, aún no se halla esclarecida del todo; del mismo modo ocurre
con los mecanismos de selección de contenidos y su adecuación a la necesidad, su subsecuente transformación
en flujos electroquímicos y producción racionalizada, son hechos por averiguar.
1274
En 1960 (+ o -), los teóricos de la Psicología soviética plantearon como el mecanismo de asentamiento de la
memoria adquirida, al proceso de formación de proteínas en las células nerviosas corticales; si bien esta tesis
no fue del todo acertada, como materialistas que fueron tales investigadores, su camino era correcto, el cual
sentaría las bases para el descubrimiento posterior sobre el carácter de dicho fenómeno.
813

La lectura del citado documento, resulta extremadamente interesante. Sobre él, no
obstante, es pertinente formular algunas acotaciones en torno de aspectos, que se hallan
implícitos. 1) en estricto sentido, las preneuronas cumplen funciones directoras y
coordinadoras en los organismos unicelulares: los ácidos nucleicos gobiernan su
funcionamiento. 2) en los multicelulares 1275 , el genoma gobierna el funcionamiento de cada
célula, pero en forma coordinada, sincronizada y dirigida por el genoma de ciertas células
especializadas denominadas neuronas. 3) el asentamiento de la memoria se halla en el genoma
de ciertas neuronas (intermedias); no obstante, debe tenerse presente, que no deben ser los
enlaces por sí mismos los receptores de la memoria, sino las propiedades de los nucleótidos
en pareación y la nueva característica, que da sus enlaces (o a nivel subatómico). 4) esto
quiere decir que: ¿en el propio genoma se halla en potencia la capacidad de la memoria
adquirida?, que la naturaleza: ¿ya “previó” el curso de la necesidad de hominización?; pero si
el fenómeno es el mismo en los animales superiores: ¿por qué no se produce el hecho en
ellos? (quizá por dos razones a.- debido a que ellos, si bien poseen neuronas intermedias, los
mismos carecen de las neuronas del neocórtex; y, b.- porque el trabajo y la conformación
antropomórfica del cuerpo humano no están presentes en ellos -incluso la interacción
comunicativa ha intervenido).
5) “... se sabe que la diversificación de las células del cuerpo de un animal
multicelular le ofrece al conjunto del ser un mayor campo de acción,...” (en el ser humano,
este campo es la conciencia y el conocimiento total). 6) la memoria depende del alineamiento
de los nucleótidos, sobre todo: de los enlaces de hidrógeno, que unen las dos cadenas (en este
caso la alimentación no contribuye con los elementos componentes de la memoria, sino tan
sólo con la “energía” (atributos de ciertos elementos químicos) con la cual se realinean lo
enlaces, de modo que no importa consumir los pobres carbohidratos o proteínas ricas en
fósforo como el triptófano; pero esto, contrariando irreverentemente a los eruditos: no debe
ser así, pues, no es ese algo misterioso, espiritual denominado “energía” lo que actúa en la
reubicación de los enlaces, sino la propia materia con sus formas específicas de propiedad
(proteína animal de alta calidad o presencia de elementos químicos para el caso especiales,
como el fósforo) o movimiento la que produce nuevas formas de movimiento –ahora bien:
¿por qué no ocurre esto o sucede parcialmente en los animales superiores?). Y, 7) esta es una
formulación teórica consistente: todo está bien, pero el factor social y, sobre todo, el político
(como el filosófico) se hallan ausentes, por lo que en ella no se da una definición abarcativa
del hecho, esto es, de procesos, que como los de orden biológico, los ligados a la
sobrevivencia, preparan al cerebro para que se convierta en la poderosa herramienta de
producción de la representación de sí, de todas las cosas.
Si como demuestran las investigaciones de Conrad Lorens: ¿es a la cuarta generación
que se fija y expresa un carácter conductual, luego de habérselo repetido constantemente en
el desempeño de las tres anteriores? O: ¿son las condiciones generales de un mismo entorno
que es extrapolado, el responsable de la producción de una nueva destreza, en la medida en
que lo que se ha heredado son esas condiciones, que hacen que un mismo genoma actúe como
si éste haya sido profundo, esencial, genéticamente modificado? En las aves: el nido se
construye igual (y aquí la palabra “construcción” está bien utilizada); las abejas actúan de
modo similar (la ausencia de una verdadera “división... [histórico-social]... del trabajo”, entre
otros factores, impide su desarrollo subjetivo –o: ¿intersubjetivo?). Cierta clase de monos han
inventado operaciones como construir determinadas herramientas o métodos para despojar de
la cáscara dura a almendras, o lavar el arroz en la playa aprovechando el movimiento de las
olas; mas, todos esos prodigios son posibles en virtud de que estos animales superiores deben
contar con trazas del córtex, lo cual les permite mínimamente asociar; sin embargo, las
descendencias tienen que aprender dichas destrezas, esto es, las mismas no se trasmiten de
modo lamarkiano a las nuevas generaciones.
Se ha llegado a descubrir, que todas las células del cuerpo almacenan cierto tipo de
información adquirida en vida; el hecho se debe a que toda célula humana está integrada al
cuerpo y contiene en su ADN ciertos segmentos “no ocupados” por la información genética
(memoria biológica), que pueden hallarse dispuestos para operar como asiento de información
tal como ocurre en las células intermedias del cerebro. A una persona a la que se le injertó un
1275
La nueva hipótesis en torno a cómo se formaron los organismos pluricelulares, dicho sea al pasar, es la
“endosimbiosis”: captura de células por otra célula, en el interior de la cual aquellas viven cumpliendo una
función específica, siendo ésta, la manera en que se ha formado el organismo completo.
814

iñón, empezó a experimentar deseos de comer alimentos, que nunca se había servido, pero
que estos fueron de consumo común de la donadora. Sea. No obstante, en el caso concreto se
trata de información siempre elemental, instintiva sobre gustos, y no de datación compleja
proveniente del procesamiento colectivo cerebral, racional. Hasta hoy: nadie nace sabiendo lo
que debe aprender en sociedad y solo en ella (quién haya sido alcohólico o drogadicto, bueno:
se puede argüir su insólita y repentina inclinación, con el aforismo “el cuerpo le pide”;
empero que el donador haya sido hincha del fútbol, por ejemplo, y que el receptor de un
órgano trasplantado, desee ir al estadio, eso sí es cuento). Se dice que ciertos animales tienen
conciencia, o sea, memoria trabada con la representación presente, pues, la conciencia es la
vida: es la materia altamente organizada en tanto se mueve (hecho en el que interviene incluso
la noción de la vida futura, como cuando se representa en la mente, por ejemplo, la
especulación sobre lo que va a ser un niño en su adultez, deducción obtenida por
yuxtaposición particular de lo que a la generalidad le ocurre). Sin embargo, esa “conciencia”,
que parece que hace que los elefantes prodiguen actos de reverencia cuando pasan por un
cementerio de huesos, es elemental, ocasional y nada tiene que ver con la poderosa e
indescriptible conciencia humana. Para “amolarlo más” (el idealismo religioso estaría de
plácemes), se cuenta que una persona que lleva un órgano trasplantado, reconoce los sitios en
los que estuvo el donante. Hay razones sencillas, que explican dicha ilusión; no obstante, lo
apropiado sería preguntar si la persona que cree conocer lugares en los que nunca ha estado:
de nombres, relate situaciones, reconozca personas, etc., para ver si puede 1276 .
Esta percepción –por otra parte- ha dado pié a que se crea que los cambios en la
cadena del ADN producto del aprendizaje de los individuos modernos, se tornan hereditarios
(esta es la recuperación posmoderna de la creencia antigua por la que se sostenía que los
cambios en el soma –el fenotipo- se transmite hereditariamente a la descendencia de forma
genotípica). Se ha dicho, por tanto, que el hardware humano (la estructura neuronal de las
substancias blanca y gris) no es estática. Sin embargo, esa aseveración hay que tomarla con
cuidado, pues, Pierón (un antropólogo francés del siglo pasado) demostró lo contrario, esto es,
que la misma capacidad neuronal se mantiene en la historia y que un mismo cerebro funciona
de forma diferente empotrado en medios histórico-sociales distintos o ante desarrollos dados
por nuevas etapas de la experiencia (si a un recién nacido perteneciente a los grupos selváticos
“no contactados” se lo incorpora al resto de los “niños índigo”, éste operará como uno de ellos
en todo; en verdad: actualmente no se puede engatusar a un niño con la leyenda de la
“cigüeña”, pero igual cree que la “leche sale del refrigerador” –algún día la leche saldrá,
efectivamente, del refrigerador) 1277 . En efecto, dicha modificación en los enlaces de
hidrógeno en el genoma de las células cerebrales (genotipo), jamás puede ser heredada a las
próximas generaciones como se cree por parte de ciertos investigadores, los cuales incluso
sustentan su punto de vista en supuesto registro empírico. La refutación es sencilla, si se
repara en el hecho de que estas mutaciones que se producen en las células del cerebro o del
córtex específicamente del individuo cuajado y maduro, no es posible que se transmitan, no
habiendo el mecanismo oportuno y adecuado, para que las mismas sean incorporadas al
material genético de los gametos, es decir, tanto del óvulo como del espermatozoide (en éstas
protocélulas, el genoma ya está conformado íntegramente). En verdad, el cerebro de cada ser
aprehende toda la cultura en sociedad, o sea, tanto la esfera espiritual y la civilizatoria; de
manera que solamente a través de manipulación genética es posible actuar sobre los enlaces y
producir efectos de aprendizaje, que pueden ser heredados.
1276
Sólo el trasplante de cerebro (y de éste: las zonas neuronales en las que reside la propiedad de asentar la
memoria adquirida) puede conducir a sostener, que se ha trasplantado la memoria y que el receptor puede
hallarse en condiciones de conocer lo que el donante conoció (en alusión a un film en el que a una mujer se le
trasplanta el corazón y súbitamente ama a la hija de la donante).
1277
Los famosos Comics, como actividad colocada en el ámbito de los negocios, de los emprendimientos, en la
producción de capital y su acumulación, como siempre tienen mucho de culpa en la construcción de esta
percepción colocada por fuera de la realidad, que muchas personas, incluso no sólo niños, tienen; en efecto,
según los estudiosos del fenómeno, estos “relatos” de la realidad direccionada a la mente niña y joven,
adolecen del sesgo de la simplificación, alteración de roles, insensibilización y falacia, o sea, figuración
prejuiciada, legitimación y sujetación. No obstante, hoy un nuevo tipo de socialización en el ordenador y en las
TIC, que deploran equívocamente las generaciones viejas: los jóvenes se han volcado al Internet, tornándose en
extremo individualistas, se dice; pero no se repara en el hecho de que la Web, el facebook, twitter, etc.,
constituyen la más eficiente forma de socialización tomando como ámbito al mundo. Por otra parte, a las
generaciones viejas, la tecnología les abruma, mientras que a las jóvenes, su ausencia las limita.
815

Ampliando algo más la reflexión consignada, se sostiene, por parte de ciertos
estudiosos (genios), que en la actualidad el mundo asiste al obrar de un nuevo tipo de niños
(¿a la manera las conclusiones de K. Lorenz?): niños superdotados, índigos (de forma chusca
se sostiene, que esta nueva especie, estaría equipada con una nueva mutación natural: una
tercera hélice en el ADN, que les dota de condiciones espirituales superiores, de la
telepatía,…, y que todas estas nuevas posibilidades se harán efectivas en año 2012; en
realidad, todas estas fantasías sí van a ocurrir en la humanidad, pero como efecto del
desarrollo de la ciencia y de la técnica, y en el mediato plazo). ¿Una nueva especie de la
familia homo sapien sapiens producida por la cultura? Aunque se diga que el proceso humano
no es estático: ¡nada de eso! De manera que se arguye, que los niños actualmente han
acelerado su sentido de apropiación del mundo: entienden de mejor manera su medio personal
–pero siguen convencidos de que “la leche sale del refrigerador”-, del mismo modo lo hacen
con el entorno de los demás, de forma que pueden más fácilmente acomodarse a la
civilización con inusitada rapidez (a esto los “expertos” lo nominan: “Teoría de la mente”).
Ahora bien, estos estudiosos no cavilan sobre el hecho de que todo este seudo prodigio no se
corresponde con la pretendida conclusión sobre el nuevo estado de genialidad que estaría
acompañando a los nuevos seres que la humanidad trae al mundo, sino con el carácter de la
sociedad en materia de pensamiento (conciencia) y desarrollo científico-técnico, esto es, de la
experticia de los viejos, o de lo que llaman “cultura” (no se debe olvidar también el hecho de
que los genios han trabajado en condiciones especiales, especialísimas); en efecto, es el poder
del desarrollo material y espiritual y el trabajo de los adultos sobre los niños (por ejemplo: de
la llamada “estimulación temprana”) los factores que arrancan proezas que erróneamente
imputan las llamadas “voces autorizadas” a la capacidad cerebral de los infantes
posmodernos. Por ejemplo, es posible mermar el número de años actualmente asignados al
aprendizaje escolar, secundario o universitario, una vez que nuevas tecnologías han reducido
la cantidad de vida dedicada a los procesos educativos formales (compresión del tiempo y del
espacio –sic); pero antes de este colosal desarrollo de la técnica, no es dable.
Desplegando mucho más el argumento expuesto en párrafo anterior y ubicándolo en el
caso sobre el desenvolvimiento sobrio, que muchas personas jóvenes en la reflexión política
presentan, puede argüirse lo siguiente. Todo el poder de la reflexión generada por el
movimiento humano (información, métodos, técnicas, instrumentos) se condensa en la forma
de operación del pensamiento actual e, incluso: en el trabajo intelectual de mentes jóvenes. El
mérito no está en la complejidad, versatilidad, objetividad o en el rigor del discurso, que sale
de labios de ciertos cuasi adolescentes, con el cual pueden dejar “abierta la boca” a personas
adultas; pero sí lo está, en el deber, que tienen los modernos cerebros de plasmar con justeza y
resultados óptimos, la potencia contenida en la conciencia legada, que ha llegado hasta ellos.
Eso es lo que también hoy “hay que poner en diálogo”; de lo contrario, el proceder intelectual
actual y el inmediato futuro, pueden transparentar la idea de que recién con ellos empieza el
verdadero pensamiento, de que éste no hubo antes de la era presente. Más que la idea sobre la
calidad y profundidad del pensamiento, está el juego la responsabilidad de demostrar, que la
“lógica” posmoderna de la renovada izquierda juvenil, se halle a la altura de las
circunstancias. La idea es, luego: ¿”descolonizar la memoria”?; o, por el contrario:
¿desmitificar la memoria? La realidad social se descoloniza; mientras que a la conciencia se la
desideologiza. En todo caso, la falla de toda forma de pensamiento crítico actual, es que
impugnan sin beneficio de inventario la presencia del capitalismo en la historia, y de que no
tienen noción alguna respecto del sino final humano.
Dicho en otros términos y en sentido complementario, sería fantástico que las personas
pudieran, en la actualidad, “nacer sabiendo” o poseedoras de destrezas especiales producto de
haber heredado capacidades fijadas en los genes de sus padres y transmitidos en forma
gamética; dicha capacidad sería mejor que la proveniente de la “estimulación temprana”, de la
de la “educación y liderazgo”, de la que promete enseñar a leer un libro de 200 páginas en una
hora, etc. Lo anterior no quiere decir, que no pueda (y deba) darse el salto hacia un nuevo
estado de la mente en el propio individuo naturalmente conformado (aunque en los dos mil
años de la era cristiana, dicho fenómeno tampoco ha ocurrido), como efecto de la incidencia
en la humanidad de la colosal cantidad de cambios en la civilización (instrumentos), esto es,
en la producción tecnológica y metodológica inherente. No obstante, estos cambios, que tal
vez pudiesen quedar fijados en el genoma como ontología a heredarse, sería posible
traspasárselos a las futuras generaciones, pero por vía artificial. En el plano especulativo
816

(como siempre), es posible que el hecho ocurra, sobre todo cuando la esperanza de vida se
triplique, mas no en el período natural actual. De manera que, si el asunto fuese tan simple y
automático, incluso los animales que acompañan a la civilización, podrían experimentar saltos
cualitativos en su psiquis, los que no se los ven (en cierta ocasión, cuando la persona que
escribe, que había ya asumido la “teoría de la evolución”, le refiriera a una experimentada
mujer bióloga de su círculo de amistades, que el “ser humano proviene del mono”, recibió la
merecida respuesta: “de ser así, ya algún mono hubiese procreado a un ser humano”) 1278 .
Para cerrar la trama de la reflexión que precede, debe acotarse el hecho de que las
neuronas corticales (las intermedias) no deben morir y ser reemplazadas, obviamente en el ser
humano (al menos no todas y al mismo tiempo); por el contrario, tal como ha sido la usual
creencia, deben “durar” toda la vida de la persona hasta cuando el órgano cerebral no empiece
a acusar niveles altos de degeneración en la senilidad, pues, si estas células mueren en el
transcurso de la existencia, se llevarían consigo (a menos que el cuerpo produjera clones de
estas células o que la memoria adquirida estuviese asentada en todas las células nerviosas) la
memoria histórica personal y colectiva, el pasado, la identidad, la personalidad, del mismo
modo como ocurriría si fuese posible formatear un cerebro. Por tanto, los descubrimientos de
F. Nottobohn (que las neuronas se regeneran), quizá sean parcialmente ciertos, es decir, que el
reemplazo celular ocurre para aquellas células neuronales, que contienen la información
natural (memoria genética) en su ADN, mas no para las que son el asiento de la memoria
adquirida 1279 . De modo que diferente vendría a ser la situación por la que el cerebro
incrementa su quantum neuronal en el transcurso de su vida (hecho que, como en el
experimento del canario, la necesidad de contar con la base material de la nueva función –la
necesidad hace al órgano-, induciría la producción de nuevas neuronas). Incluso el proceso de
alimentación selectiva, tiene mucho que ver en el hecho, pues, este precioso fenómeno, éste:
milagro, requiere de la provisión de “energía” de la buena: de la proteína animal, de fósforo:
de la propiedad específica que debe tener esta masa (puesto que el ser humano, no solamente
que es omnívoro, sino que se halla en el eslabón superior de la cadena alimentaria, por tanto,
no puede convertir pasto en proteína –para eso están los rumiantes, que acortan pasos y ponen
en la mesa del ser humano dichos alimentos; división en el reino animal del trabajo, que
permite al ser humano divinizarse). Strictu sensu: se trata de la eximia “división natural del
‘trabajo’”, de la especialización: las plantas producen materia vegetal (forraje), los animales
transforman esta “materia prima” en producto preparado para el consumo humano (carne), y,
el ser humano, abastecido de este modo, produce el concepto.
La reflexión conexa sobre la temática que se viene abordando, esto es, con la
formación del banco de datos de la memoria, el cual permite reconocer la realidad (sus leyes),
fijarse en ella y actuar, induce la emergencia de la interrogante: ¿qué produce realmente la
conciencia, es decir, los códigos, los protocolos de la mente, que cohesionan a las personas,
que las gobiernan y que orientan su desarrollo, el aprendizaje continuo? Al principio la
conciencia se forma mediatizada por la sensorialidad, la afectividad, la imaginación y la
práctica; luego entra a operar la racionalidad y la voluntad (“... la función de ADN es ´guardar
información´.”; ¿qué información habrá de almacenarse en adelante en la especie: la de los
sentidos o la racional?). La conciencia la han producido históricamente el trabajo y las
relaciones de coordinación en el marco del puente de la comunicación (la conciencia, no se
hereda, se la aprehende de las generaciones maduras vivas y de los instrumentos en los que ha
quedado “escaneada”: libros, en forma electrónica y en otros documentos); ésta se ha
instalado en cuanto información en las partes no utilizadas del ADN neuronal de las
“neuronas cerebrales intermedias”, sobre las que operan las más evolucionadas y
diferenciadas: las neocorticales, que integran, asocian, a todo el ser con su medio natural,
1278
Se presenta obligatorio manifestar, que los otros aspectos de la existencia como: la formación gamética, la
fertilización, el proceso de desarrollo del cigoto, del feto y del nuevo ser, así como su funcionamiento corporal y
su deceso, son esferas del saber, que prácticamente han coronado su labor; tanto, que ahora la ciencia y la
técnica se han volcado su atención en erradicar enfermedades, programar el soma de las nuevas vidas y su
prolongación. El proceso evolutivo que lleva de la unicelularidad a la multicelularidad, a la variación y
especialización de las neuronas corticales, es también una tarea intelectual –en esencia- cumplida, como lo
asevera John Jorgan (opus citada).
1279
Neurogénesis: “regeneración” de neuronas sobre todo a nivel de hipotálamo, se produce si se realiza
ejercicio físico; esta hipótesis se comprueba en forma filosófica (Filosofía marxista, desde luego), puesto que los
argumentos en torno de la formación del cerebro y la emergencia de la conciencia de esa procedencia,
sostienen que el trabajo produjo dicho órgano y su respectiva función.
817

social, artificial. La conciencia, que no es aprendizaje sino movimiento de este aprendido,
proviene del entorno social (humano), pues, la humanidad ha generado históricamente la
conciencia: diversos tipos de conciencia (afectiva, religiosa, moral, artística, filosófica,
política, autoconciencia, racional o científica). Este el misterio y cuya dilucidación se produce
en el marco de la relación internucleótida entre todos los seres de un grupo, en un momento
específico de su evolución histórica, y de eso es de lo que se ha encargado la Teoría de la
Psiqué, como movimiento de la materia de máxima organización.
¿Por qué esto? Porque: si la memoria genética es grabación de información material,
biológica, en los cromosomas; la memoria adquirida debe constituirse del mismo modo, tanto
en los animales y especialmente en el ser humano, es decir, como fenómeno a darse según el
mismo principio. En el código genético, en el ADN, la combinación de bases, siempre
respetando su naturaleza de par, es la forma de almacenamiento; más aquí se experimenta la
ventaja de que se trata de dos pares de bases, que pueden permutar hasta el infinito en
secuencia o hasta cuando la extensión de la cadena (el tamaño de la doble hélice del ácido
desoxirribonucleico) lo permita (la cual viene a ser el doble de lo que se puede alcanzar con la
combinatoria: +/-, 0/1, negativo/positivo, encendido/apagado). La memoria adquirida debe
usar o fijarse en las bases ya existentes, en la reubicación de esta pareja, o en los enlaces de
hidrógeno, o en cualquiera de estos mecanismos, por fuerza ontologizándose (una confesión
de parte: siempre que el autor de estas líneas trata temas de esta índole: trastabilla, pues,
inmediatamente le viene a la memoria la recusación que cierto epistemólogo –Rigoberto
Lanz- hiciera a quienes tienen tendencia hacia el pensamiento filosófico como concepción
positivista general de la realidad; el citado investigador impugnó tal propensión, en tanto tan
sólo –según su opinión- conduce a demostrar incompetencia).
3.2.4.3.- EL CEREBRO EN OPERACIÓN: EJERCICIO.
En relación con la fenomenología física, en cambio: ¿por qué se curva el
“espacio/tiempo” (sic)? Cuerpos grandes, redondos (en su soledad impera el estatismo; en el
caso de encontrarse en pareja, en cambio, inmediatamente se hace presente la fuerza de
atracción; y, en la multiplicidad de cuerpos las tensiones recíprocas se equilibran –se anulan),
de todas maneras ejercen presión sobre los que están apoyados, con lo cual curvan el
epicentro de “sustentación” (pese a que aquí el fenómeno de la “gravedad” se halla ya
implícito como premisa y de que lo mismo acontezca con la definición de “dirección”:
arriba/abajo, dado que existe un punto de referencia); esta “presión” se hace mucho más
notoria, cuando el cuerpo sólido se “apoya” sobre una materia blanda: produciéndose la
causación de la curvatura de la “forma y el movimiento” (“espacio/tiempo” -sic) de la
materia, siendo ésta la razón última (intelectualmente concebida hasta hora; penúltima, la
última es la hipótesis sobre las cuerdas) del fenómeno de la “gravedad”. Estas fueron las
inquietudes de Einstein, quién utilizó inapropiadamente la terminología: “espacio/tiempo” en
el propósito suyo, y limitó la realidad a una sucesión continua de “eventos”, en la que a cada
uno le corresponde cuatro parámetros: tres posicionales y uno dinámico: largo, ancho,
profundidad y tiempo, en lugar de: largo, ancho, profundidad, movimiento y desarrollo (así
procedió –dicho sea de paso- el pensador semita, cuya sabiduría se dice que provino de su
primera esposa: genio idealista y, a la vez, reaccionario, al haberse adscrito a los proyectos de
los gringos, cuyos resultados genocidas del proceso al que adhirió, son conocidos -Hiroshima
y Nagasaki-; que tampoco fue la personalidad impresionante que se presume hay detrás de
tanto cita célebre que se hace en su nombre en situaciones memorables).
Ahora bien, aquí emergen ciertas inquietudes, consideradas aunque sea en la
perspectiva intuitiva en torno de reflexiones ya realizadas sobre la materia, respecto de las que
se están formulando anotaciones. El “peso”: ¿es causado por la gravedad; por el efecto
recíproco de dos masas en el “espacio”? O: ¿es el resultado de la densidad, del volumen de la
masa de la materia compacta –de sus fuerzas inerciales inherentes-, de los cuerpos en la
gravedad? Estos (peso/gravedad): ¿se generan y se influyen de modo recíproco? Un cuerpo
(esférico, de dimensión y masa), curva su entorno (el “espacio” que ocupa en la materia no
compacta en la que está; la forma de la materia blanda se tuerce alrededor de cuerpos
esféricos compactos –éstos, tienen ésta forma debido al efecto en ellos del movimiento
circular-; esto es obvio: un cuerpo en movimiento levanta polvo, abolla las ramas de los
árboles, afecta el movimiento -o su estado de reposo relativo-, pone a otros en “actividad”,
pues, desplaza ondas materiales) en los diferentes medios: gas (“vacío”), líquido o compacto.
818

Un cuerpo (en el “vacío”): ¿curva el “espacio/tiempo”? La gravedad es, mas bien, efecto del
movimiento –circular (según otro planteamiento, “la gravedad es efecto de la curvatura del
espacio causado por el movimiento de cuerdas”). La fuerza centrípeta (la “gravedad”) es
producto de la fuerza centrífuga (ya se ha dicho, que una masa mayor que se mueve va hacia
el cuerpo que fenoménicamente parece como que atrae, dando lugar a la fuerza centrípeta,
mientras que aleja a otros cuerpos cuando éste se aleja de ellos, generando, para éstos, la
fuerza centrífuga). En efecto, la explosión produjo a y el movimiento (de la Tierra), el cual
determina su curso; éste se mantiene en equilibrio entre las dos fuerzas: centrípeta
(“gravedad”) y centrífuga (el desplazamiento rectilíneo, que llevaría al infinito a la Tierra, si
no tuviera la influencia atraccional del sol; en cambio, si no tuviera movimiento a la velocidad
dada, la Tierra caería en el sol)
Pero: ¿cómo se determina esta última (en la explosión, en la expansión ésta
–éstas- queda fijada –en tanto constantes- en un momento de constitución del universo
viable)? Podría, por tanto, explorarse la siguiente hipótesis: la gravedad es el resultado de los
movimientos de rotación y traslación de la tierra (estos movimientos, por su parte, se fijan
–como constantes- luego de la explosión en la expansión), los cuales curvan la forma y el
movimiento de la materia, aquello que hace que una masa pequeña sea atraída por una mayor
en la que esta última yace contenida (el fundamento es la simple observación del
comportamiento de un líquido contenido en un balde, a los cuales se hace circular –como se
jugaba cuando niños- alrededor de uno: el líquido gira en círculos en el interior del balde en
torno nuestro, pero también gira en su propio terreno”; en efecto, cuando se hace girar un
recipiente con agua alrededor de un eje, el líquido no se derrama, tiende –mas bien- a girar
y a correrse al epicentro). En fin, la fusión lógicamente coherente de las cuatro axiomáticas
fuerzas que mueven al Universo y la Teoría del Big Bang (la fijación de las constantes
cósmicas y el desarrollo en curso del Universo) explican hipotéticamente “todo” el proceder
no social y no mental de la realidad; queda su precisión y prueba en los años que vienen 1280 .
3.2.4.4.- EL COMPLEJO Y LA INSURGENCIA DE LA CONFIANZA.
Sobre el escepticismo en torno del posible acceso de la mente al nivel absoluto del
conocimiento, en ciencias parciales, la palabra “absoluto” con la cual es muy común que se
cierre todo sistema filosófico especulativo, está proscrita en el saber objetivo. Es una palabra,
que transparenta una conducta conceptiva sospechosa, pues, le resta seriedad al pensamiento,
a una posición cognitiva frugal, se objeta. Quién se toma la molestia de usarla, cae en la
desgracia de la denigración. Es imposible, está prohibido el plantearse el acceso a la
dimensión absoluta; así se procede también en círculos de reflexión incluso marxistas, esto es,
a la típica manera acomplejada y vasalla, propia de las religiones (Eva y Adán fueron
expulsados del Paraíso, porque pretendieron acceder al conocimiento y revelarse en igual
circunstancia que Luzbel; hoy materialismo e idealismo penalizan a quienes se plantean la
idea que pretende aproximarse a los dominios de Dios). No obstante, en la actualidad este es
un prejuicio de la mente a derrocar (está vencido ya), pues, en su realidad, será desmentido
por la práctica humana, que decurre (la regla es: “las ilusiones de hoy, son las realidades del
mañana”; para lo cual, no es procedente desafiar la autoridad de la ciencia, pues, ello
significaría “… negar que la ciencia pudiera alcanzar alguna vez la verdad absoluta -John
Horgan: “El fin de la ciencia”, 1998). El ser humano se autoeleva a la condición de Dios con
el poder del conocimiento sobre el Universo (las especulaciones científicas colocan este techo
–el acceso a la superación de la tristeza, con el proceso de verificación de las hipótesis
actualmente a la mano: sobre el cosmos y sobre la mente-, a través de una proposición
1280
El Universo, en su modo de ser material, no se halla en etapa de autoextinsión, ni el tiempo es su enemigo;
toda aseveración en contrario es falsa, de falsedad absoluta, según es el decir en la práctica de la abogacía. La
idea del “tiempo” y su uso analógico en la perspectiva de procesos mesocósmicos, es el defecto (dicho sea de
paso, la desacreditación de la noción ontológica “tiempo”, afecta a muchas reflexiones elaboradas sobre ese
axioma, como por ejemplo: en Karel Kozik, cuya “Dialéctica de lo concreto” se ve invalidada en muchas
páginas, sobre todo en lo que respecta al tratamiento del arte). Podría decirse –en la ruta abierta por la
concepción equivoca en uso-, que el “paso del ‘tiempo’” es la razón del autosuicidio del Universo (de
conclusión de un ciclo); no obstante, incluso en la perspectiva del “tiempo” (de su supuesta existencia
ontológica) en la realidad se abren nuevos procesos, que niegan la hipotética acción letal del “tiempo” (en todo
caso, el “tiempo” sucumbe frente a la irrealidad de la materia y del cerebro que: ¿lo capta? ¡No! Que produce
dicha noción).
819

arbitraria en los 10.000 años en el futuro, conforme es la insinuación de Carl Sagan); en
adelante –empero-: en la historia humana no habrá progreso en el conocimiento una vez
alcanzada la forma definitiva de éste, “...sino, tan sólo una continua y sublime recapitulación”
(Eco, Humberto: El nombre de la rosa); si una persona ha sido corrompida, cuando la lucha
por hacerse de bienes materiales ha surtido efecto afectándose a otros seres, respecto de tales
circunstancias, al verse pasar un cortejo fúnebre, se suele decir: “tanto que se ha jodido, nada
más para terminar así”. No obstante, no se puede ingresar y mantenerse en un estado de
monotonía estacionaria: la “muerte térmica del universo” racional, contiene la solución de
ésta última contradicción (ahora bien, debe darse un paso previo: la racionalidad práctica,
pues, cuando ya se conoce lo suficiente, la tecnología reemplaza a la ciencia, es decir, su
aplicación; y, a partir de allí: ¿para qué? El existencialismo siempre mal acompaña a la
razón).
¿Cómo administra Dios su condición de ser omnisapiente, omnipresente, omnipotente
y omnímodo? Esto es: ¿de qué manera sobrelleva la pesada carga y la responsabilidad de
saber todo, hallarse en todo sitio, tener todo el poder, ser infalible, ser depositario de las
condiciones totales de perpetuidad? (no se olvide, que Dios es una creación ideal humana
como efecto del único atributo que es capaz de realizar dicha proeza: la conciencia, por tanto,
que su caracterización parte de tomar como modelo al ser humano y a la estructura de sus
agrupaciones históricas). Se dirá, que la mente humana no es capaz de comprender el hecho;
quizá, incluso se añadirá, que tampoco le es dado a un cerebro minúsculo y aislado intuir el
fenómeno (“El verdadero Dios no es el que creó este mundo”, se sostiene; “El está más allá de
toda comprensión”, se añade; “Es el espíritu, el corazón, quien lo entiende”, se concluye; eh
ahí la trampa lógica, ideada para cerrar el paso a quien se plantee el reto y realice el esfuerzo
de hacer el intento de comprender la realidad en sí misma y en su totalidad). Empero, esta es
una cuestión, que también abona al cuadro de argumentos lógicos sobre la imposibilidad de
existencia de una entidad tal, pues, el poder total sólo existe en su “construcción”, el cual se
niega a sí mismo ni bien es alcanzado (esa la torpe postura especulativa nipona, cuando
construyeron toda esa fanfarria interesada empresarial obscena de los “cero defectos”, que
llevó a Baudrillard –La ilusión del fin- a plantear, que todo lo perfecto es inútil, debiéndose
retornar a producir lo imperfecto).
En la vida orgánica, mundana, la operación del designio natural de la búsqueda de la
perfección o, por lo menos, del entendimiento pleno de las cosas, trae aparejada muchas
complicaciones para la conciencia, en relación de correspondencia con el desplazamiento del
proceso hacia su desenlace. Cuando el objetivo está cerca, se presume que el camino está
llegando a su fin, que todos los medios –en los que se incluye a la mente- pierden razón una
vez alcanzada la meta (la perfección, es la ausencia de metas), que debe procederse a
plantearse nuevos retos o disponerse a reiterar el ciclo en un nivel más alto de la espiral; sólo
entonces, incluso puede aceptarse la existencia de la deidad (la cual debería reencarnarse para
ser el impulso y el diseñador del software con innovaciones, del nuevo proceso sideral que se
abre). Todo ser vivo resguarda su vida: el dolor y su acomodación al mundo (su atractivo, en
el caso del ser humano), definen el carácter de su temporal permanencia (del cumplimiento
del ciclo vital). Las formas orgánicas sin conciencia, cuidan su vida de modo instintivo,
reactivo; en el afán, realizan su propósito; papel éste, que vertebra dos frentes de acción: el
encaminado a subsanar las necesidades intrínsecas y el conducente a atender la demanda
sobre sí, del medio (el cual es su condición de existencia). El ser humano ha superado esta
etapa, incluso la subestima y la rechaza; la causante de esta alevosía, es la conciencia, pues,
ésta es quién le confiere históricamente libertad a la persona, en cuanto: mientras más se
esclarece el pensamiento merced al impacto en él del progreso en el conocimiento objetivo,
tanto más se aclara la mirada y el alcance de la mente sobre y respecto del mundo.
Un ser humano, por azar, se vio envuelto en esa forma de la materia (la consciente);
esa naturaleza aleatoria se relativiza más, debido al carácter de prescindencia, que abate a los
individuos en la operatividad de los hechos del mundo: los genios tienen su doble, su
sucedáneo e, inclusive: su paralelo (Newton/Leibniz, Darwin/Wallace, Marx/Dietzgen,
Lenin/Luxemburgo, Stalin/Trotsky, Fidel Castro/Camilo Cienfuegos, Daniel Ortega/Edén
Pastora,...). Si un ser humano –en términos generales- llega a representarse el proceso del
mundo y su lugar en él, únicamente debe ponerse a esperar tranquilamente (hedónicamente) el
desenlace. El drama vital, en este caso, pasa a semejarse al lector de una novela de misterio,
que conoce de antemano el acto final, pero que de todos modos se halla impelido de leerla,
820

por cuanto debe otorgarle ocupación y, de alguna manera, sentido a la vida (al “tiempo”, suele
decirse), empleándolo en algo (para no aburrirse); o, en el caso de ser actor en un drama y
escenario conocidos (como la actuación en películas), simplemente debe limitarse a realizar el
papel. Ahora bien, el drama humano es real e implica al desarrollo de la vida misma: el
concepto que se haya llegado a formularse de ella, su desvelos, sus objetivos, de modo que
puede ser presentado alegóricamente como a continuación se lo grafica. Por su parte, el saber
que una persona es nada mas, que un átomo quizá innecesario o que tan sólo pertenece a la
masa común de individuos, que entra a jugar un pequeño rol en la “Comedia humana” total y
que debe salir de escena antes de que la misma llegue a término, sobre todo cuando se conoce
el principio y el desenlace del drama, podría llenar de tristeza una conciencia, incluso generar
ansiedad o desesperación; el antídoto para el mal proviene de la propia reflexión: solamente
habría que compungirse, si el papel jugado ha sido contrario al flujo de la historia o si el
mismo ha sido mal realizado, pues, hay lugar para todos y otros deben intervenir en su
momento (el cual está en atender al hecho de que se la ha dado la oportunidad de representar
un papel en el proceso terminal de la “lucha de clases”, debiendo hacérselo cada vez mejor).
La historia consiste no más, que en un campeonato de fútbol a jugar por la especie,
empezando por el homo sapiens primigenio y concluyendo en el último posthumano: en el
humano/divino; el objetivo es ganar la medalla, o sea, hacerse con la conciencia completa de
las cosas; Aristóteles jugó los primeros partidos, Marx lo hizo en los partidos intermedios, las
generaciones actuales lo hacen de los ¾ para adelante, mientras que el último cuarto de hora o
partidos finales, lo jugará la metahumanidad; luego llega al fin todo y ya nada hay que hacer
sino festejar y pensar que vendrá otro campeonato a protagonizarlo otra humanidad. A medida
que el ser humano se representa y prerepresenta la realidad y su curso de modo cada vez más
objetivo y abarcante, el último es el caso que se impone, es decir, el ser humano con
conciencia de lo que es, de lo que hace y a qué meta da cabida, simplemente es el instrumento
de un libreto definido; no obstante, hay una salvedad, que reduce el carácter de marioneta
consciente: el proceso de la materia sigue un itinerario azaroso, el ser humano debe darle
dirección segura al mismo, con lo cual pasa a gobernar los aleatorios hechos de la materia y a
autoliberarse del ciego rumbo (ocurre aquí algo similar a lo que sucede con la sociedad
burguesa: al principio el mercado es la enajenación, luego la razón pasa a someterlo y a
dirigirlo con la programación económica).
De modo más concreto: como en una viaje, dígase: de Quito a Guayaquil en Ecuador
(unos 600 Km.), a quién escribe estas líneas –se supone- le ha tocado embarcarse en el “tren
de la historia” en uno de los últimos vagones como legítimo integrante del segmento
neocolonial (¿un país que empuja, que hace el gasto”, que trabaja?) y lo ha hecho en
Babahoyo (en la mitad el camino: en el Anapurna respecto del punto que a uno le vuelve
respetable en el itinerario anhelado: el Everest, desde allí se mira su cumbre, hasta allí no
más: allí concluye todo), sabiendo que debe bajarse en Milagro (casi al final del sendero: allí
concluye todo para uno) a kilómetros nada más de la meta lamentablemente, o sea, que no
puede proseguirse aunque quisiera hacérselo vehementemente. Se conoce el pasado, de dónde
viene el tranvía y qué tramos ha recorrido, con qué tipo de actores lo ha hecho: las personas
que se han bajado de él en las distintas estaciones anteriores y destinos: aquellos que
“partieron”, que cumplieron su ciclo como forma consciente de materia, que empujaron el
vehículo en el frente del conocimiento, de la técnica; a la vez: se presupone el futuro, se sabe
claramente que el tren va a Guayaquil: al saber total. Empero, no es posible empecinarse en ir,
en llegar al destino; hoy: todavía no, pues, no se dispone o no se tiene acceso a las tecnologías
de prolongación de la existencia en años, en décadas, en centurias, con el concurso de las
cuales poder pensar en la ilusión de permanecer vivo e ingresar a protagonizar o a ser testigos
de los episodios por venir.
Es evidente, que en el “arte dramático” de la vida real strictu sensu, el papel a
desempeñar por el ser humano viene doblemente determinado por las leyes del fluir natural y
el cual es desde todo ángulo de mira: inconsciente; preracional hasta cierto punto; el mismo
consiste, pues, en la realización de los actos, que reproducen la propia vida de cada integrante
del colectivo, y con ella –al mismo tiempo-: ocurre la del resto de individuos y de la
naturaleza en tanto tal, mientras ésta realiza su designio sobre la senda de la predeterminación
de la determinación (pese a que hay personas, que sostienen que la naturaleza puede muy bien
vivir sin el ser humano, como lo hizo en la época de los dinosaurios). Se ha dicho al respecto,
que el proceso humano es un hecho ambivalente, puesto que este ser –una vez producido por
821

la objetividad real- forma parte de la ontología biológica, mientras que ésta es precondición
(cuanto toda la materia y su movimiento mismos) para que la forma de movimiento
infranqueable de la Materia (insuperable: incluso por ella misma, sin empacho de que el ser
humano con su praxis mejorará la producción de su progenitora: la materia): la inteligencia
–esta vez: con sentido-, realice su producto en la conciencia universal. Esta reflexión, no
obstante, puede parecer una nimiedad, una minucia, un simple acto reflexivo de sentido
común; mas ella expresa la vocación de todo ser humano: alcanzar independencia en la región
de la subjetividad, de la sociedad que le formó, mediante la estructuración del modelo propio
de personalidad dado en el proceso histórico-personal de evolución del grado de conciencia
del mundo, como percepción propia (al fin y al cabo: ¿qué es la “vocación” sino el acto de
definición “espontáneo” o coercionado de una inclinación preasumida por la experiencia
histórico-personal, esto es, sin influjo de otros, pero para entrar en relación con ellos?). Las
precedentes, son, mas bien, reflexiones muy trilladas, pues, desde hace mucho el ser humano
viene formulándoselas; actualmente se las hace; y, seguirán planteándose, mientras el saber
no haya alcanzado un nuevo nivel de concreción y difusión, respectivamente.
La película, en concreto, en este entorno, es el despliegue abstracto del proceso
universal; movimiento en el que –es un hecho- se enmarca la multifacética apertura del
proceso humano particular, en general. En este drama natural-consciente, no obstante, se
conoce el pasado humano, se deduce el del Universo; se cuenta con documentación en torno
del presente humano y sobre el decurso del Universo visible; y, se presupone el movimiento,
que viene respecto del género y algo más nebulosamente es este supuesto sobre el Universo.
En una película, la realidad está previamente creada; los actores deben plasmar en hechos y
circunstancias la modelación dramática de los libretistas; en el mundo real, en cambio, la
trama es la deducción de la proyección de las tendencias, que se abren en el proceso de la
especie y en el del entorno (materia, universo, naturaleza), y mientras el sentido presupuesto
de las cosas se crea, esta producción tiene como “actores” al ser humano y a la realidad
misma (escenario). Hasta hoy, la realidad se mueve y comprehende al movimiento del ser
humano en dirección progresiva, aproximándose a la meta en el largo, muy largo plazo. Hay
razones para vivir (siempre que el desconcierto vital, la angustia, el deseo de suicidio 1281 , no
provenga del desquiciante modo de vida burgués denigrante de la mente y de la conducta –de
la moral), entre ellas están: la vida misma; la protección que la naturaleza ha puesto sobre su
preservación; el aliento de procedencia racional (“... la vida es un tesoro invaluable,...”, “...
sólo se vive una vez...”, “... con la muerte concluye todo”,...); la advertencia de la
contribución que se puede dar a los procesos en curso (sobre todo en materia socio-política),
con conciencia de la dirección de los mismos y de su desenlace (el mundo va al comunismo);
el mantenerse respirando de manera de poder asistir a la validación de la justeza de ciertas
hipótesis prospectivas avanzadas, de muy corto plazo.
Volviendo a polemizar sobre el tema introducido en párrafo anterior, dos razones
podrían explicar la decisión sobre el suicidio: 1) la que puede ser referida directamente con el
término: “racional”, que podrá ocurrir cuando se crea que uno debe ser el amo de sí mismo: el
dueño de la propia vida (es el caso de ciertas personalidades materialistas, ateas, de carácter,
que piensan, que su tarea está cumplida; podría citarse a una serie de personas que lo hicieron
y que han permanecido en el anonimato, pero los eventos quizá más conspicuos –entre otros-
sean los de E. Hemingway, W. Benjamín, de N. Poulantzas, Deleuze); y, debido al
“heroísmo” que proviene de la desesperación, en momentos en los que la situación ha llegado
a su extremo insoportable, no sobrellevable en el sistema de clases, en el que el único acto de
valor, subversivo y de evasión es el suicidio (el heroísmo en la guerra consiste en haber
provocado el mayor número de bajas al enemigo, arriesgando la vida). Se ha dicho, que el
suicidio es un acto de cobardía. ¡Nada más inexacto! Una persona mentalmente degenerada,
que opere al margen de toda moral (incluso de la esclavista), podría ser capaz de matar, de
convertirse en asesino infringiendo daño y dolor a otro –como ya ha sido referido en páginas
atrás-, pero jamás lo haría consigo mismo: eso es cobardía; en efecto, esta categoría de
individuos, se quieren demasiado a sí mismos, de modo que matarían para vivir ellos (entre
los representantes destacados de esta “fauna” se cita a las multilaterales, e individualmente a
Roosevelt, Truman, Nixon, Bush, Pinochet, Uribe). En el acto de suicidio se advierte uno de
los más paradójicos roles de valentía y “heroicidad” (sobre todo cuando la negación de uno
1281
Entre ciertas personas maduras, el no asistir a los controles o a los servicios de salud requiriéndolos, es una
forma de lento, gradual y progresivo suicidio.
822

mismo es actuada para dejar libre al resto, para proteger la vida de otro o por cuanto no puede
sostenerse un compromiso de sustento de otros seres, en las condiciones puestas por la
sociedad asimétrica). No obstante, se reitera: una persona debe mantenerse con vida por
cuanto dispone de defensas naturales al respecto; y, luego, porque debe aprovecharse la vida
con algún sentido: ser un aporte al proceso general.
El bálsamo destinado a atemperar complicaciones de angustia vital en personas
sensibles al conocimiento y a la Filosofía, esto es, pesar que se desprende del conocimiento,
de las preguntas y “respuestas” sobre cuestiones fundamentales, trascendentes (“nadie se ha
muerto de amor”, pero de amor a Sofía, parece que sí), no proviene de su ignorancia o de la
imposición de la correcta y valiente disposición de la voluntad (por ejemplo: -deseo
vehemente fornicar-, pero no puedo decir: -me aguanto, me reprimo, ¡puedo hacerlo!); el
mismo, mas bien, proviene del argumento de la razón, que incluso vuelve consciente y serio
el acto de la voluntad: la argumentación para tomar la decisión (-no fornico porque si lo hago,
este acto me ubica en una posición subanimal, puesto que al hacerlo por simple placer, se ha
retirado todo propósito). Más aún: sería bueno entretenerse en el sexo coyunturalmente de
modo de evadir el peso de la conciencia de la realidad del ser. De hecho: eso está ocurriendo.
Véase lo que pasa en estos precisos instantes (noviembre del 2008): en México se está
regalando Viagra a ancianos de 70 años en adelante. ¡Muy bonito!: poner a fornicar a los
viejos. Bueno: antes, era común entregarles al descanso, aprovechar su experticia, ponerles a
cuidar a los vástagos nietos. ¡Así está la humanidad! Si el pragmatismo burgués desmaya, el
folclorismo insensato de la seudo izquierda y de los movimientos ciudadanos, lo reemplaza.
Esta gente incluye en el índice de calidad de vida, de la felicidad, al sexo sin discrimen hacia
la aberración homosexual.
Esta (la anterior), es una de las tantas pruebas palmarias en torno de que la humanidad
está entrando en la era pasional-intuitiva: los pueblos originarios, promueven el rescate de su
saber; los jóvenes, hacen fila tras el éxtasis; a los viejos se les da Viagra; las mujeres, van en
pos del sexo libre; la empresa, promociona la inteligencia emocional (gastar dinero, disfrutar
de la vida); la Izquierda, se mantiene en la tesis sobre el desarrollo multifacético de la
personalidad; las religiones, se inclinan ante los libros sagrados y los profetas; en suma:
reinado de Eros y la cuentería. Sobre la empresa en particular: una variada gama de
conferencistas avezados, muy bien presentados, proyectando una imagen formal de éxito
personal el cual seguir, propalan ideas muy sugestivas sobre el oficio de los negocios y de la
vida en general, siendo la trilogía salvadora: programación neurolingüística 1282 , inteligencia
emocional, competencia inconsciente (quizá quede “tiempo” –vida, strictu sensu- para
desarmar ideológicamente, tales supercherías sofísticas); es el “pudín”, la fanesca, la ensalada,
que ingiere el ser humano incauto, para aceptar, para adaptarse y apoyar el proyecto burgués
de vida, pues, el citado constituye uno de los nuevos instrumentos de integración y cohesión
social: Gorbachov, C. Sánchez, Cornejo y Vargas Llosa (la famosa motivación: optimismo,
positivismo, alegría –un amigo al respecto y ridiculizando estas simplezas en cierta ocasión
sostuvo: “desempleado, sin dinero, cornudo, con necesidades y defecándose de la risa”) 1283 .
¡Qué miseria! ¡Qué vergüenza! Ahora bien, de este fango, de estas cenizas debe emerger el
“Ave fénix”: el supramoderno ser humano, que supere su pasado animal, que renuncie a la
mitología y serio: se dedique a realizarse de modo racional en brazos de Apolo (de la
inteligencia).
1282
Esta superchería demagógica debería denominarse más bien “reprogramación semántico-mental”. Ya la
prédica bíblica ha encabezado este tipo de lavado de cerebro con los pobre;, esfera de formación de la
subjetividad y control de la conciencia colectiva iniciada por el poder, dada continuidad por los predicadores;
en efecto, la prédica bíblica y la neurolingüística no se aplican ni surten efecto con los “halcones de
Washington”, por ejemplo.
1283
Respecto de este personaje (peso pesado de la política reaccionaria capitalista mundial, pues, se dice que es
miembro de la Comisión Trilateral), que ha utilizado su habilidad como cuentista para subrepticiamente hacer
pasar por debajo (y aun desembozadamente) su maniobra de defensa irrestricta del sistema burgués de
existencia (por lo cual se ha hecho merecedor del Premio Nobel), debe decirse, que se trata de una inteligencia
doblemente desperdiciada: 1) en la literatura; y, 2) en su ubicación en la derecha política y en el liberalismo
económico remozado. Ahora bien, no habría razón alguna para meterse con este sujeto, si el mismo no se
hubiese atrevido a despotricar contra el señor coronel Hugo Chávez, Fidel Castro, Daniel Ortega y Evo
Morales; es verdad, por otra parte, que tales brillantes líderes populares e históricos, no necesitan de terceros
para apartar las telarañas que encuentran a su paso, pero no está por demás el apoyar el hombro en defensa de
sus personas y de su causa.
823

Si de algún modo ya se tiene el grado de conciencia arriba descrito (intuir qué es el
Universo, qué es el ser humano y cuál es su papel; cuál es el desenlace de todo), la vida no se
ofusca y se vuelve llevadera, en tanto la idea es asumir, como en una película, que la
satisfacción está en actuar en el papel asignado de la mejor manera posible (claro que este
aserto no sirve para desarrollar la vida en la etapa de la “forma social” de la humanidad,
puesto que allí la calidad, la excelencia, son el producto de modificar el papel histórica y
estructuralmente impuesto y la estructura como tal). En una palabra: ese futuro (que aparece
tan sólo como una construcción a priori a la que se la va a retirar credibilidad, pues, falta
mucho, mucho por demostrar), consiste no en otra cosa, que en recorrer, en la realidad viva,
lugares ya “conocidos” (supuestos) en la mente. En este trayecto: ¿puede una persona
altamente instruida descender a realizar el papel de “extra”, de “doble” (el placer, el sexo,
Eros), en lugar de desempeñar el rol estelar (racional, consciente, prometeico), como función
y reto personal que le permitan “dejar este mundo” con la satisfacción de haber invertido, y en
tareas serias, la cualidad de la inteligencia individual? La respuesta es obvia. Por supuesto, el
desconcierto vital que genera la reflexión sobre estos temas, se resuelve con la conciencia de
las mismas: uno es un actor en el drama humano, el cual debe realizarse bien; no obstante, no
es que esta conclusión racional de modo unívoco, automático, aplaque el sufrimiento que
provoca el abordaje de dichas temáticas; y, no lo hace, puesto que dicha ansiedad es el efecto
de la operación de la química cerebral sobre la psiqué, es decir, es un hecho psicosomático,
por lo que la conciencia debe progresivamente inhibir la secreción química neuronal, con lo
cual retorna la conformidad en la sensación.
El recorrido asociado con todo esto, ya lo empezaron a practicar, en la coyuntura
histórica denominada: “Edad de las Luces”, el pensamiento de la “Ilustración”, esto es, el
enciclopedismo de D´Halember, de Diderot, etc. De cualquier modo, la mujer (la humanidad)
se encamina a realizar toda la potencia de su propiedad absoluta y única: la inteligencia;
inteligencia vertebrada de todas las unidades individuales humanas y asistida, apalancada, por
la inteligencia producida por ella (la capacidad de pesar y tomar decisiones puesta en ciertas
“máquinas”): la inteligencia artificial. Su camino (aunque sea una tautología repetirlo: el de la
especie humana) es el que conduce al saber absoluto: llegar a ser Dios. De lo cual se sigue,
que Dios no existe al principio del movimiento y en el intermezzo del Universo viable, sino
que se produce de modo paulatino y tormentoso (clasista), en la realización de la optimidad de
la especie racional, esto es, al final del proceso de la determinación. Por tanto, Dios no es una
formación de sí mismo, sino de la realización de lo específicamente humano en el ensayo
exitoso del Universo viable. Su instrumento es el desarrollo evolutivo orgánico, de la especie
humana. Si la humanidad desaparece o no aprende a capear las amenazas del proceder
estocástico de la materia, esto es, si no concluye su camino, Dios no llegaría a ser, a existir.
De modo que: Dios no existe en ningún lado; únicamente se hace a través del tortuoso
proceso histórico humano, precisamente cuanto éste aprehende el conocimiento total de las
leyes de la materia y se hace poseedor también de las cualidades divinas de la omnisapiencia,
omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia. La pregunta que permanentemente golpetea la
cabeza es: ¿se quedará así como Dios por los siglos de los siglos?; o, ¿se negará a sí mismo
para volver a ser?
3.2.5.- EL NACIMIENTO Y EL DESPLOME DEL “ALMA”.
Si el cerebro (la sección –es- a través de la –s- que opera la conciencia: la propiedad de
la materia absolutamente organizada en movimiento) es un genuino producto de la presencia y
acción históricas del ser humano (la naturaleza no entrega ni la conciencia ni la base material
antropológica de ésta a este ser: los “órganos neuronales” especializados, singularmente
humanos, tampoco el contexto de las condiciones sociales ni el objetivo –prístinamente-
de su existencia), tanto más lo es la conciencia. El “alma” (la conciencia madura, que reactúa
y pone en operación al cerebro: a las zonas cortical y subcortical, pues, “... la conciencia y la
voluntad pueden reestructurar al cerebro, según sus necesidades...” -sic), es un producto de la
materia en su forma humano-social, esto es, aparece en el instante en que ésta –la materia-
llega a dicha coyuntura “histórica” (alma –en este caso-, entendida en sentido cuasi religioso:
como esa metasubstancia, que conduce –se sirve del- al cascarón corpóreo humano, sin
embargo que ni pre ni pos existe al nacimiento y al término de la vida de la envoltura
material, en su orden; puesto que en sí mismo constituye una cualidad sociológica, una forma
824

de ser de la misma materia 1284 ). Es obvio, que este hecho –la presencia de la conciencia,
considerada en sentido moderno- se produce al llegar la humanidad a una específica fase de
desarrollo (momento que, como todas, requiere del sustento material del mundo, pues, el
cerebro no puede operar –como incluso no es posible que lo hagan los organismos que
carecen de cerebro- fuera de la existencia de la realidad y de su movimiento). Extremando la
nota, ni siquiera Dios puede prescindir de la materia, puesto que Este llega a Ser como efecto
de la realización exitosa del proceso de evolución de la naturaleza y del “ser social”,
momentos antes del Big Crunch.
La “mano” (el instrumento natural primigenio y básico, que viene con el cuerpo, con
el cual se ejecuta el trabajo gregario en dirección del efecto de presión inmanente del proceso
de desarrollo de las fuerzas productivas y de la determinación sobre él, de la presencia de
necesidades nuevas: su emergencia, es realización de dicho progreso) “procreó” al neocórtex,
pues, en mira la circunstancia: ontogénicamente se advierte cómo en la historia mientras más
compleja se torna la estructura de la vida (tropiezo de la especie con horizonte de fines
inscritos en la región de la razón), de modo cuasi simultáneo emerge el cerebro; en adelante:
éste complica su estructura, en virtud de que aparecen zonas cerebrales modernas. La
esencialidad de la cuestión radica en que las nuevas necesidades y contradicciones, fuerzan la
creación y/o adaptación de zonas cerebrales, que habrán de ser su sustento, representación y
resolución (Leontiev, por ejemplo, sostiene, que el cerebro es capaz de generar órganos
funcionales: asociaciones neuronales “sinérgicas”, cuando la vida lo exige; intuye el proceso
de reestructuración de la conformación cerebral para captar y advertir –por ejemplo- la
esteticidad académica, multipolifónica, de la música clásica). El desarrollo biológico del
cerebro futuro es propio y acto consciente del ser humano: de la ciencia, de la técnica –esa la
razón por la que un mono no se ha transformado o ha procreado en o un ser humano, como
también porqué el cerebro del ser humano no se ha modificado estructuralmente, a pesar del
efecto en él, de las potencias del conocimiento y de la técnica a la que se halla sometido, no
obstante de que su proceso de “adaptación” a las fuerzas del conocimiento sideral, es de orden
cada vez más artificial (en ese plano opera, por ejemplo, la denominada Psicofisiología: la
relación software/hardware humanos, como decir también: el Universo y sus leyes). Ninguna
duda queda, pues, en torno del efecto de retroacción de la razón sobre su estructura material
–el software natural cada vez mejora el hardware (la memoria y el procesador) de los
ordenadores, pronto se hará lo mismo sobre el hardware natural.
El cerebro de los animales opera en forma autónoma: en ausencia de regimiento de
conciencia alguna (en la persona, las motivaciones primarias son de índole propiamente
interna; sin embargo, éstas adquieren realización en conexión y como efecto de la
incorporación y acomodación –transformación- de los insumos del entorno y a los factores de
aquel, en su orden); dicho movimiento material conduce a los diferentes componentes de su
cuerpo -y a la substancia corporal como tal-, para que se hallen preparados de modo que
puedan actuar en su medio, en estado de sobrevivencia y de instrumento de equilibrio
respecto del entorno; el organismo de los monos –por ejemplo- es un sistema autoregulado,
su cerebro (exclusiva sustancia blanca con algunos trazos de córtex) es el subsistema que lo
dirige. El cerebro del ser humano (subsistema de dirección autorregulado de forma
consciente), en cambio, es la medida subjetiva de la realidad. Las funciones que éste cumple,
derivan en sistema de regulación natural, espontánea, de su humanidad; de relacionamiento
con el entorno a la manera de los animales (proceso “autoarmonizado” por el movimiento de
la masa encefálica, que detentan todos los animales superiores); de producción y operación de
la conciencia, en virtud de lo cual el ser humano se torna racional; y, finalmente: dota de este
carácter a la naturaleza misma, sirviéndose del córtex, esto es, del efecto evolutivo neuronal
diferenciador del ser racional respecto de los animales superiores. Por fin, el cerebro viene
siendo un potente ordenador natural: materia altamente organizada, que ha generado
históricamente la conciencia (el pensamiento, el espíritu, el “alma”), la cual se va
1284
Las ideas son propiedades elaboradas de la masa cerebral pensante, que descubren su sentido una vez que
se reontologizan como lenguaje, como representaciones al compararse con el esquema asentado de memoria
personal y, sobre todo, frente al saber conformado en el entorno social. Las ideas son materia: datos,
información, expresión de la operación de los atributos de la materia que se representan materialmente
(reontologizan) cuando se las escribe, al momento en que se las pronuncia: ondas de aire que llevan
propiedades, las cuales inciden sobre los atributos yacentes en estado potencial en las neuronas asiento de la
memoria y en las asociativas del interlocutor, para posibilitar la comprensión y otorgar una respuesta.
825

perennizando en la medida en la que esta conciencia genérica se internaliza en las nuevas
unidades cerebrales a través del “hecho educativo” (de forma no mentalista, como sostienen
los “constructivistas” de pacotilla, para quienes cada individuo debe acceder al conocimiento
de modo individual y por propia práctica: estos idiotas piagetianos seguirán descubre y
redescubre el “agua tibia”) y se desarrolla con el aporte de las nuevas generaciones. La
conciencia humana históricamente formada, se apodera de cada nuevo cerebro y lo pone a
operar; este cerebro capta, aprehende, refigura información y métodos para su uso en
dirección de la sobrevivencia (de la formación de “culturas” como rayanamente insiste el
culturalismo antropológico) y para cumplir su rol de acuerdo a cada momento histórico, pero
siempre en razón, en el telón de fondo del flujo general de la historia hacia el conocimiento o
conciencia total.
Un cerebro moderno, dotado de las más variadas y versátiles proyecciones de su
estructura (inteligencia artificial, mejoramiento neurogenético, asociación intercerebral) es el
tamaño de la realidad como esencia en su síntesis más apretada, es decir, la cuenta que da de
aquel cuadro de “pocas y hermosas leyes generales con que opera el universo” (leyes, se dice;
pero, en la realidad se trata de las propiedades de la masa y de la regular relación entre ellas);
en su despliegue pleno, en su carácter multilateral y en su complejidad –en cambio-, esta
“medida” requiere el aporte del trabajo de diversidad de cerebros articulados, por así decirlo,
a la manera de las conexiones sinápticas (el cerebro –sociedad- “red”; esta condición, que la
estudia de modo sociológicamente vanguardista Castells, aquí es necesaria), para producir el
reflejo y la representación. Por eso mismo, entender/explicar el cerebro en su orden de
movimiento consciente (su estructura y funcionamiento) es un trabajo intelectual tan
elaborado como aquella tarea destinada a proveer del sentido a la conciencia del Universo en
tanto tal (esto es, de la realidad a comprender por parte de la mente). Se requiere tener –en
dicha empresa- como premisa epistemológica, heurística, cognitivamente, al materialismo
dialéctico e histórico, pues, si la dialéctica tiene que ver con el movimiento del mundo, la
dialéctica histórica (y la lógica) lo hace con el de la humanidad: la potencia de las dos (tres)
debe conjuntarse para alcanzar la máxima proeza intelectual; lo contrario consiste tan sólo en
“dar palos de ciego”; y, también aquí la reflexión hipotética (teórica, filosófica) cobra
realidad.
Según F. Engels, es el trabajo en colectivo (su división social y técnica, y el
intercambio “económico”, como determinaciones que individualizan y, a la vez, integran) y la
modificación de la conducta alimentaria (hacia la ingesta de proteína animal) los presupuestos
que dieron cabida –en el mundo- a la irrupción del cerebro humano (al órgano generador de
sentido: de las interacciones mediadas por éste, en el lenguaje); es obvio, como fenómeno
condicionado por el movimiento de las necesidades histórico-sociales (la práctica colectiva
material), del ejercicio de las tendencias de desarrollo material (puede parecer cursi y pedante,
el tener que recordar estos tópicos; pero el hacerlo, es necesario, frente a la escalada de todo
tipo de especulaciones empiristas deformantes del criterio, que nuevamente invade el mundo).
Su estudio (de la psiqué y de su fundamento real: el desentrañamiento de los “misterios, de los
enigmas insondables de las profundidades de la mente”) debe partir de la relativa separación
entre la estructura “arcaica” (sustancia blanca) y la que forma la base de la conciencia (los
grandes hemisferios). Pues, suponer que el funcionamiento fisiológico de las estructuras
corticales y subcorticales del cerebro, es la conciencia, es una aberración; como también lo es
el pensar, que el cerebro funciona simplemente por acción remota. Es natural, que el mal
funcionamiento –o su estimulación directa, por ejemplo: cuando se perturban, con fines
experimentales, los centros del sueño- del neocórtex y de los lóbulos frontales crea problemas
a la estructura de la conciencia y pone límites a la operación de ésta; también una “mala”
conciencia (modelo mental clasista, que se impone desde fuera: la denominada “reingeniería
mental” burguesa en orden de buscar la sumisión del neotrabajador) puede aprovechar de
modo incoherente los “órganos” cerebrales; mas, es la conciencia la que, de todos modos,
asume la posición dominante en la conducta. El cerebro es uno solo; por tanto, segmentarlo
mediante la división del “cuerpo calloso”, divide al cerebro de una persona en dos mitades, las
que progresivamente asumen el papel del todo inhibido por la separación (se diría, en apoyo
risible a los apologistas de la “inteligencia emocional”, que en cada cerebro de los dos con los
que contaría una persona –una vez dividido éste por “particionamiento” a través del “tercer
826

cerebro”-, se operaría la reestructuración para dar cabida a la base de las dos
inteligencias) 1285 .
CICLO ASCENDENTE DEL PENSAMIENTO HACIA LA CONCIENCIA PLENA
NEURONAS INTERMEDIAS
(Asiento de la memoria
adquirida)
Elaboración: Autor del documento.
Fuentes: Varias.
Fecha: marzo del 2011.
NECESIDADES
(problemas)
Nuevas neces/probl.
INTELIGENCIA:
Neuronas del neocórtex
(asociativas)
ENTORNO:
Potencialidades (re-
cursos)
Limitaciones
PENSAMIENTO
Conciencia
Libertad
En verdad, como el software y las instrucciones hacen operar al computador una vez
encendido éste, es la conciencia constituida (la información –el banco de datos: la memoria, la
experiencia, las técnicas de asociación y la ideología que las dan sentido y las cohesiona) y la
realidad, quienes ponen en marcha –encienden- al hardware y a su sistema operativo, esto es,
a esa máquina orgánica, viva, llamada “cerebro”. La computadora aún necesita recibir el
impulso y las instrucciones del exterior para operar (ciertos dogmas sostienen, que el alma se
introduce en el nuevo individuo en la cópula, en el momento de fusión del óvulo con el
espermatozoide; el ser humano –el cerebro-: si recepta el “alma” –la conciencia social-, pero
1285
Cada parte asumiría las dos funciones. ¿Cuál la razón real de la segmentación del cerebro en dos partes?
(la respuesta ligera será “la división de funciones inherente a los procesos afectivos y lógicos humanos”). El
fenómeno es materia todavía de investigación, puesto que no se cree que la susodicha sea la causa real, pues,
una vez que el cerebro se separa al dividirlo al segmentar el cuerpo calloso o cuando se extrae uno de los dos
hemisferios (por razones de salud o debido a accidentes), el ser humano sigue viviendo con normalidad. Al
cerebro puede enseñárselo a realizar nuevas funciones, del mismo modo a como un programador lo hace con un
hardware; en este caso, es otro hardware (el humano) quien situado en su exterior actúa: es una forma de
materia dotada de superiores propiedades el que incide (“educa”) sobre el otro poseedor de pocas propiedades
(si su capacidad material lo permite, como se ha procedido con un animal, cuyo aprendizaje por intervención
humanan no rebasa su capacidad estructural), para que opere según nuevas necesidades (en verdad, éstas son
la razón generatriz del desarrollo cerebral y conciencial humanos). Bien se ve, que la teoría psicológica
anterior expone puntos de vista mucho mejores que la especulación actual: las tres habilidades de la
inteligencia. Propensiones: afectiva (la Madre abnegada); operativa (el piloto Schumacher), semántico-lógica
(Aristóteles, Hegel, Marx, Hawking). De las tres, la persona que realiza estas anotaciones, siempre propendió
que pase a la hegemonía absoluta la tercera, es decir, la habilidad semántico-lógica de su modesto cerebro.
827

no en el momento de la fecundación, sino a través del proceso largo de aprendizaje). A
determinada edad y de forma progresiva, el ser humano deja de recibir instrucciones de sus
mayores, pues, en esta nueva fase de su ciclo evolutivo parcialmente auto opera, empero
jamás se abstrae de las determinaciones del entorno sobre el movimiento de su ser. Luego, su
conciencia se vuelve relativamente autónoma, incluso respecto de su matriz: el cerebro. Cosa
monstruosa, las máquinas pensantes, algún día también lo harán: se “individualizarán”; hecho
que provoca horror incluso en el presente (sin base; hay un divertimento torpe en el cine al
respecto: un robot que se sale de control, adquiere conciencia, se vuelve malo y empieza a
atacar a los seres humanos –por supuesto, para que sean realmente dañinas estas creaciones
humanas, deben hallarse puestas algunas condiciones: necesidad y sentimientos
reproductivos, forma social clasista, clase burguesa, propiedad privada, parasitismo,
explotación, deseo de lucro y atesoramiento a costa de otros, necesidad de dominación,
ego,...). Se ve, que la razón final de todo el trabajo de la inteligencia colectiva, es la
generación de la conciencia (vida consciente por vía artificial) y la liberación de ésta, de sus
ataduras materiales, aunque ésta deba servirse de aquella para ser y actuar (eso pasa con un
individuo: cuando ya tiene la conciencia máxima de su tiempo –cuando se impone sobre la
materia y sus leyes- precisamente éste ha ingresado en el momento de su deceso).
En concreto, la forma algorítmica simplificada del proceso atinente a este fenómeno
progresivo, puede plasmarse del siguiente modo: la inteligencia es una cualidad sistémica de
cierto tipo de neuronas y del organismo que las posee (las del córtex, especialmente, y del ser
humano); el pensamiento es la capacidad de asociar ideas (representaciones objetivas o
ilusorias –información, datos, propiedades materiales- de la realidad en la mente –en las
neuronas del córtex temporal en cuanto operación de sinapsis, efecto de presiones
motivacionales intrínsecas y extrínsecas); las ideas son (asociaciones de) datos: información
que ingresa y se bioontologiza en el cerebro (en los enlaces entre nucleótidos del ADN de las
neuronas intermedias) a través de la operación de los sensores corporales. La conciencia es el
sistema histórico de conocimientos, refigurado ideológicamente, que detenta la humanidad (o
desperdigado en todo individuo) en un momento determinado de su desarrollo material y
espiritual, establecido en el cerebro de cada nuevo ser a través del proceso educativo, mientras
éste crece biológica, psicológica e ideológicamente; ésta (conciencia), permite entender el
mundo, situarse en él, transformarlo (adecuarlo para sí), o sea, racionalmente (con
conocimiento de causa) actuar sobre el entorno, siempre en el marco de la necesidad de
sobrevivencia de conformidad con las características del medio social (estructural,
ideológico), natural, histórico, y de cara al objetivo que en cada etapa se fija la especie
(sobrevivencia ante el desamparo frente a la agresión del medio natural; constitución como
“sujeto de conocimiento” en el desarrollo de la ciencia y de la técnica en situaciones cruentas
de las fases clasistas; y, despliegue intelectual pleno, en la etapa supramoderna, robótica y
comunista, rumbo al saber total).
Ahora bien, las representaciones de la realidad deben grabarse y quedar fijadas de
alguna manera en el cerebro, de otro modo: no podrían existir las nociones de pasado,
presente o futuro (nociones, que son subjetivas, muy a pesar de que la realidad también está
plasmada y de que ésta cambia). Si no se dispusiese de memoria, esto es, de representación
cerebralmente registrada, tampoco habría reconocimiento del mundo: de su porción constante,
así como de las nuevas modalidades del ser: el cambio, el desarrollo, lo que emerge y lo que
muere; no se contaría, finalmente, con los presupuestos para la realización adecuada de la
vida a través de lo que los gringos llaman “modelo dinámico de la realidad” o lo que para los
rusos es “aferentización de retorno”; tampoco se produciría el fenómeno conocido como
“ruptura de paradigmas”, como efecto de la presencia de nuevas realidades o de remozadas
necesidades reflejadas en la mente. Esa es la verdadera cuestión, mas no las relativas a
aspectos formales asociados a ¿quién es más veloz en el procesamiento de datos o cual tiene
mayor capacidad: si la actual computadora o el cerebro humano?, ¿en qué consiste la libertad
o las bases para la elección? (la relación cuerpo-mente, se trata precisamente en este numeral,
a través de un ejercicio de reflexión materialista-monista). La libertad, tomada dicha palabra
en sentido dinámico, es un proceso de conquista progresivo directamente determinado por el
conocimiento y la técnica; es conocimiento de las leyes de organización, funcionamiento y
cambio del mundo (su uso consciente), de las necesidades y de las condiciones objetivas para
su realización: de las determinaciones del surgimiento de nuevas; por tanto, de acuerdo al
grado de dominio del mundo son los grados de libertad conquistados, pues, frente a las leyes
828

de la naturaleza el ser humano, en un momento dado de su desarrollo puede: 1) someterse a la
ciega necesidad, 2) conseguir que las mismas pasen por un lado, 3) aplazar su ejercicio o 4)
usarlas, dominarlas, domarlas: eh ahí la libertad de elección.
Una cuestión adicional. ¿Puede el pensamiento –el movimiento de la materia más
altamente organizada dirigido por la voluntad, por la conciencia- modificar el cerebro, es
decir la base material de su sustento, como dice la teoría de la “terapia cognitiva” del
“recableado”? ¡No! (el acto de la lógica formal, cuanto de la dialéctica no modifica la
estructura material fundamental del cerebro; la forma de funcionar de dicho músculo: sí). El
pensamiento no puede alterar la estructura del cerebro; pero, el ingreso de nueva información:
lo hace, en una primera instancia cuantitativamente, luego cualitativamente, lo que quiere
decir, que un cerebro –la conciencia- es una misma y otra a la vez (identidad dinámica). La
estructura de información: la conciencia (el “imaginario”, dicho en lenguaje cobero, zalamero,
del neorevisionismo Light) puede ser modificada por el pensamiento (pensamiento: materia
que actúa sobre materia; los pensamientos son materia: movimientos químico-eléctricos con
sentido dado por la multiplicidad y diferenciación de las demandas corporal-espirituales
–incluso el significado se ontologiza, por lo cual puede ser diferenciado por el trabajo de
“lectura” enzimático- de la información contenida en el cerebro, mediante impacto del
entorno y presión de las necesidades); cuando el cerebro recibe nueva información o
diferentes visiones del mundo convincentes, en cuanto son más atractivas, como en el
momento en que un idealista es tocado por las ideas materialistas o debido al efecto de la
estrategia burguesa de la “reingeniería mental”, un obrero revolucionario se torna pro
patronal, en efecto: el contenido de la mente (la información) se ha transformado (con su
consecuente modificación ínterneuronal y sináptica), siempre en consonancia con las
condiciones que impone la vida. En la realidad, la experiencia es la que modifica la
conciencia, más no la estructura material fundamental del cerebro. La llamada
“neuroplasticidad”, es la propiedad de ciertas neuronas para establecer nuevas conexiones,
modificarlas o sumir otras y renovadas funciones, cuando las propiedades de su materia han
sido ampliadas en correspondencia con el ingreso de nueva información y/o de datos de
mayor calidad.
Siempre tiene uno la libertad de elegir frente a la existencia de opción; pero esto es
posible en la vida racional porque se tiene un objetivo o por cuanto se está condicionado por
las determinaciones sensoriales inherentes a la reproducción orgánica. Un robot: un
mecanismo no biológico inteligente (al que se la ha dado un fin de forma lógica), puede
decidir por optar, pero no porque la reproducción de su existencia así lo determine, sino
porque el ser humano: su creador, de ese modo lo condiciona (en el caso del ser humano, la
premisa expuesta: no procede, pues, el ser humano tiene que buscar la forma de sobrevivir y
dotarse a sí mismo –descubrir implícito en la “lógica” natural y en la histórica-: su objetivo);
esto quiere decir, que la elección o la libertad, no vienen condicionadas por la esfera sensorial
o afectiva, pues, éstas no existen en el robot y poco importa que estos “seres” no tengan
dichas facetas, puesto que su multiplicación no es –por ejemplo- por el coito, con mediación
del goce. De allí se sigue, que no se presenta isomorfismo ontológico alguno, entre el soporte
material de la inteligencia natural y el de la inteligencia artificial, como no sea en relación con
la razón, el propósito y el resultado del trabajo de la inteligencia, que, como toda inteligencia:
está para inteligir el mundo (aunque ocasionalmente se diga, que la inteligencia está para
vencer obstáculos y mejorar la “calidad de vida”). Los físicos teóricos de la inteligencia
artificial (detractores), no están de acuerdo con estas ideas; los señores, como siempre, se
hallan entrampados en ver todas las dimensiones del mundo a través de las leyes de la Física
de manera roma: todo hecho debe ser juzgado en relación a si cumple o no las leyes
newtonianas, las einsteinianas, las heisenbergianas (por allí se dice que el “conocimiento es
una onda heisenberg” 1286 ) o las de la Teoría M. En realidad, “según Marx, la historia no es
1286
Sin embargo, con el mismo enfoque materialista dialéctico con el cual se aborda intelectivamente la
naturaleza y la sociedad, se debe abordar la psiqué (la memoria y el trabajo de la mente que produce la idea
sobre la realidad ¿operan con leyes propias, nuevas o diferentes –incertidumbre, ondas heisenberg…inherentes
al mundo subatómico? O ¿esta región también se rige por las mismas leyes que imperan sobre el
resto de esferas de la realidad?). Tales ondas no pueden hallarse al margen del axioma de constitución y
funcionamiento de todo aspecto de la realidad en su orden general, dada la unicidad material y procesal del
mundo y la regencia en él, del principio historicista en su modo de ser: partículas que se mueven de forma
cíclica ondulatoria, merced al tipo de atributos especiales (de las propiedades de lo psíquico) de las que se
hallan cargadas.
829

una mera prolongación de la naturaleza, sino una cualidad social nueva, surgida sobre la base
de aquella, con sus propias leyes y fuerzas motrices, siendo la causa originaria y base de las
mismas la producción material” (Biessonov, B. N. El antimarxismo bajo la bandera del
“neomarxismo”; Buenos Aires, 1982).
Todo lo expresado, puesto en otro terreno quiere decir, que por el hecho de que ha
habido una sola forma de perennización de la especie: el coito, la naturaleza ha producido seis
mil millones de seres humanos sexualmente viables y dispuestos (ahítos) a copular. Con las
nuevas alternativas de reproducción, la permanencia de la realidad “social” está garantizada;
de modo que ya no es necesaria tanta gente en el mundo, esto es, que puede reducirse
drásticamente el banco germoplásmico de reserva humana, en el sentido darviniano y
malthusiano a la vez 1287 . En efecto, aunque parezca monstruoso afirmarlo, será una elite
racional, liberada del trabajo (de la propiedad privada de medios e instrumentos de
producción, de la división sexual, social, técnica e internacional del trabajo, de las clases, de
la política), mentalmente equilibrada, la que corone la misión de la inteligencia (elite
depurada, receptora del escarmiento de clase, del que incluso ha puesto en peligro la base
material, natural, terráquea de la existencia humana: el calentamiento o el enfriamiento
globales; las epidemias virales, la reclusión en el consumismo, etc.). El “saber absoluto” –el
“gran relato” entre los “grandes”- es la perfección; pero el “saber absoluto” (el “retrato
hablado del Universo”, dicho en términos personales –la “teoría celular” es el retrato hablado
de la “unidad mínima fundamental de la vida”; la “teoría atómica” es el retrato hablado de la
unidad mínima fundamental de la materia; la “teoría del Universo”, es el retrato hablado de la
unidad completa de la materia), no es otra cosa, que la realización plena de la propiedad más
elevada del desarrollo de la materia: la inteligencia (que solamente la detenta el ser humano).
A propósito, en un programa de televisión (en el momento en el que ese aparato, en la
esfera de distracción neocolonial, deja de ser esa “caja de bolos” operativizante de la política
de Bilderberg mediante el pasaje de programas basura idiotizantes de la población –cuando el
dominio ideológico endógeno decide alternar el pautaje de deshechos con la transmisión de
reportajes que verdaderamente importan al interés educativo de la población, siempre con el
objeto de sostener legitimidad), que aborda la temática: “conocimiento, tecnología y cerebro
en perspectiva”, se problematiza el hecho del modo siguiente: la capacidad actual (sobre todo
futura) del ser humano de comprender el cerebro; el temor por llegar a conocer esta perfecta
“maquina”; su posible reproducción por vía artificial; el peligro de que este conocimiento sea
usado con fines manipuladores megagenocidas –como en realidad lo está en EU-; la necesidad
de guerrear por parte del sector inerme frente al poder manipulador, para que eso no ocurra; el
optimismo por el desenlace de la potencialidad de la mente sobre el poder de los poderes: la
inteligencia, la conciencia; y, a esta etapa se la signa de “singularidad”. Perfecto. Es verdad
que el ser humano va hacia la producción de la versión artificial del cerebro, sobre todo al
estarse fabricando las computadoras cuánticas (los cerebros artificiales); la neurociencia
permitirá (la “neurotécnica”), de este modo, producir una nueva clase de humanos de orden
mixto y/o artificial, de manera que el ser humano natural pase a ser un ser inferior (no
obstante, todos estos prodigiosos e impresionantes episodios van a ocurrir en el marco de una
nueva estructura de relaciones “sociales” -esta es la clave).
Al respecto, un investigador español (Delgado), en un experimento con un toro de
lidia, ha logrado intervenir las conexiones eléctricas intersinápticas introduciendo electrodos
en el cerebro del animal, con lo cual ha inhibido sus reacciones naturales; no obstante, es
necesario advertir, que también este prodigio la naturaleza se anticipó a hacerlo (no se olvide,
que Leontiev sostiene, que el desarrollo “tecnológico” no es más, que la producción artificial
de lo que ya se encuentra hecho por la naturaleza; en efecto, la mente no puede rebasar la
realidad: el modelo para la mente se halla en la realidad 1288 ), cuando ciertos parásitos de
1287
No obstante, cada ser vale, no está demás en el mundo, pues, si desapareciese el 99, 9% de seres humanos,
se recurriría al que ha quedado, para repoblar la especie.
1288
Si en el arte humano hay belleza, es porque la inteligencia, la racionalidad, median el proceso de
elaboración de los productos estéticos, los cuales, como la ciencia y la técnica, no son más que reproducción de
aquello que preexiste en la realidad. En la música, por ejemplo, los distintos sonidos se encuentran en la
naturaleza, pero su conjunción y armonía, de acuerdo a lo que existe también en la realidad: los estados de
ánimo, son producto del raciocinio, de la creatividad (ahora bien, toda forma de irracionalismo –de locuracomo
el cubismo, el deconstructivismo, la escritura carente de división en párrafos y de signos de puntuación,
etc., tampoco están –como “creatividad”- por fuera de la realidad: de las posibilidades que ella acota). Hay
una clásica bronca entre ciencia y arte: los científicos deploran la impostura de los artistas (ellos consideran
830

modo natural proceden a apropiarse del cerebro de determinados animales, lo cual les permite
tomarse la libertad de conducirles hacia sus fines (sería letal para la humanidad, que este
mecanismo sea desarrollado y utilizado por George W. Bush y sus secuaces); otros
portentosos experimentos se asocian con la rata a “control remoto” o aquel del mono que se
da cuenta y aprende a dirigir un brazo mecánico conectado a su cerebro solamente con su
mente: en realidad, advierte, que puede dirigir este aditamento conectado a su cerebro, como
si fuese su extremidad (este experimento, ya se ha hecho con seres humanos cuadripléjicos,
con total éxito; pero el hecho se da, no a la manera de la burda idea de los supuestos
telequinésicos -¿?) –a decir verdad: la naturaleza ya se adelantó en todo esto con la forja del
propio ser humano.
Las citadas investigaciones suponen, que con métodos físicos –la comprensión del
proceso de los ordenadores, incluso si éstos hubiesen llegado a la fase inteligente- y
sometiendo a estudio el cerebro de ciertos animales, se puede entender el cerebro humano: el
órgano que representa la última frontera, “impenetrable” (en verdad, el fenómeno es inverso;
Marx sostuvo: la anatomía del ser humano es la clave para estudiar la anatomía del mono
–ingeniería inversa-; no obstante, algún día el estudio de la inteligencia artificial permitirá
disponer de los supuestos para entender la inteligencia natural tanto originaria como
mejorada) 1289 . Pues, desgraciadamente en los impulsos eléctricos que emiten las neuronas en
su actividad asociativa, no pueden “leerse” los pensamientos: su significado (como sí ocurre
cuando por observación computarizada de la reiteración del movimiento del brazo de un
mono –en el experimento citado- se llega a deducir, qué sección, qué células se hallan en
operación en el cerebro del animal, pero no es posible anticiparse al hecho –qué movimiento
luego hará el mono- o a deducir un plan urdido y plasmado en la mente de una persona –en
Religión se dice: el demonio no puede conocer el futuro, esto es, qué es lo que hará el ser
humano, puesto que este personaje mítico no tiene entre su arsenal la metodología de la
prospectiva estratégica: aunque tenga ante sí desplegado el escenario, las fichas y los
jugadores, no sabe qué movimiento se hará 1290 ). En el fondo: la tecnología de la
neurociencia: ¿puede mejorar esencialmente –el conjunto de sus relaciones sociales o
interpersonales- a la sociedad? ¡No! Es la sociedad con la superación política de sus antítesis
internas, la que pone los presupuestos de mejoramiento estructural y funcional de la
humanidad: la modificación de su valores y fines, con lo cual se procede también a dar buen
uso a la tecnología –la que sin embargo es a la vez supuesto del proceso.
+/-, 0/1, apagado/encendido, izquierda/derecha, verdadero/falso, excitación/inhibición,
enlaces entre nucleótidos del ADN de las neuronas intermedias del sistema central: su
combinación múltiple (sistema binario, octal, decimal, hexadecimal; en adelante: la
complejidad –multiplicidad de conexiones sinápticas), el fundamento de la conciencia (del
almacenaje y ampliación de información); la base de la concentración, irradiación e
inducción, con que se empieza a pensar: la abstracción y la generalización (E. V. Shojoroba:
Fundamentos fisiológicos de la conciencia). El ser humano aprende, en cierto modo, a utilizar
su cerebro en sociedad, a gobernarlo (en el proceso, la función de la voluntad resalta: “yo no
sé Informática, pero te ordeno a ti cerebro que aprendas” –la voluntad), en función de sus
convicciones e intereses, de los retos de la vida, de la competencia, de la emulación, del
desafío al poder de los poderes; en una palabra: la conciencia adquiere autonomía relativa, se
transforma en pura ideología: guía al ser corporal-cerebral y al grupo humano (al soma social
en general), en el liderazgo. Es como si, en verdad, la conciencia se diferenciara y se apartara
de su matriz, de su generatriz material y empezare a actuar como “realidad” con sentido
propio: como el “alma” en la acepción religiosa. Pero la conciencia actúa así, porque la
evolución del cerebro –su configuración en el entorno social- lo permite. La conciencia dará
técnicas solamente a las ciencias naturales); los artistas, dicen que ellos son los únicos creativos. ¿Qué es el
deporte “juego de ajedrez” (y últimamente el “monopolio”)? Es la simbolización sincrónica (materialización
ideológica) de la realidad de un momento histórico de la humanidad (sin ella, la idea no podía surgir) y la
dinamia en potencia (diacronía) de procesos bélicos simulados.
1289
Inteligencia humana entendida en su faceta restringida: como “modelo puro”, en la esfera de su simple
funcionamiento en cuanto mecanismo, mas no como órgano que opera en interacción con el medio natural,
tanto peor con el mundo instaurado por el ser humano: el completo entramado de las relaciones sociales, en el
marco de la intelligentzia, creatividad, estrategia.
1290
Sin embargo, este prodigio de la “adivinación”, es posible en el “ajedrez de la vida”, o sea, una vez, que se
conoce el objetivo, que se tienen desplegadas las fuerzas en un escenario: sólo allí se podrá deducir
lógicamente, qué hará o no hará un cerebro o un conjunto de ellos.
831

azón del Universo y lo someterá 1291 ; por ahora lo hace con el “universo cerebral” (el
desarrollo de la conciencia lleva al ser humano a ser Dios; o, dicho de otro modo: Dios llega a
ser tal, gracias al proceso de evolución intelectual del ser humano, en tanto si no hubiese
conciencia, no se hubiere generado la idea de Dios y en cuanto Este habría reinado tan sólo
sobre ovejas, como se asevera en los relatos bíblicos 1292 ).
El “alma” ha sido generada incluso para que Dios no reine sólo sobre rebaños, pero no
para operar fuera de los “grandes hemisferios” (ya que, enrevesadamente, ellos mismos la
“producen” –lo receptan) o para sobrevivirlos (al cerebro), sino como un estado de interésconciencia
social, que pone en acción al córtex (la paradoja: el cerebro genera la conciencia
–la estructura de propiedades más compleja- en el proceso histórico-estructural de
internalización de la generalidad específicamente humana –la cultura- y natural, pero éste
opera según el designio de ella, siempre en la etapa madura de la vida; ¿qué significa si no la
frase: “no me soporto ni a mí mismo –el software racional reacciona sobre el hardware
natural). En el ser humano cuajado, la conciencia asume el papel del operador –dentro de uno
mismo- de una computadora, esto es, de la persona que da las instrucciones al equipo referido.
Cuando muere el sujeto, es como si tanto el computador como su operador decesaran juntos;
este hecho se produce, por cuanto el cerebro auto opera a través de la conciencia (o
viceversa). Los “datos” son propiedades de la masa de partículas elementales (el carácter de
su estructura interna) de la “materia” en estado estable, potencial; éstos se transforman en
“información”, cuando se activan, se ponen en movimiento; y, lo hacen, al entrar en contacto
los “materiales” (cerebro y realidad) entre sí: en su estado relacional. Dicho sea de modo
incidental, la materia es lo primario y absoluto; las propiedades de la masa, en su interacción
compleja, procuran las leyes de su movimiento (la conciencia, por supuesto, es el elaborado
histórico, presente y en desarrollo, más impresionante de las propiedades de la materia; ésta,
se presenta como existencia, como leyes, como información, como razón, como relación, en
forma subjetiva); eh ahí porqué se habla de la fijación de las constantes cósmicas en los
primeros 4 segundos del Universo 1293 . La “información”, a medida que la tendencia al orden
se afirma en el interior de la ruta óptima (del Universo viable), se transforma en “instrucción”:
en “energía” sistemática en potencia, resultante de procesos de codificación estocásticos (la
contraposición a esta afirmación es la burda ejemplificación de la existencia del “reloj”: un
cataclismo dio lugar a las piezas, una erupción volcánica elaboró la envoltura y un maremoto
armó el producto, todo por inverosímil coincidencia). La conciencia (propiedad de la materia
altamente organizada en movimiento) es información construida (representada
biológicamente –en su status sincrónico- en ciertas células cerebrales de modo subatómico
–en “Q bits”), en su naturaleza de datos que atesora el cerebro (la memoria), los cuales se
ponen en movimiento –en su status diacrónico- al entrar en contacto con la realidad.
En sentido filosófico –dicho sea de paso-, el principal instrumento de acomodación y
transformación del ser humano respecto y sobre el entorno: el conocimiento, en su condición
de tal, es o comparte las propiedades de la materia viva (de “lo vivo”, suele decirse).
Específicamente, el conocimiento es propio de la esencia abstracta de los sistemas de vida
autorregulados y, de modo particular: de los sistemas conscientemente autodirigidos. Es muy
posible, que tenga proto razón, por tanto, aquella proto teoría desarrollada por la poderosa
1291
La conciencia universal, no es más que el completo conocimiento del Universo, en su naturaleza de datos
estructurados con sentido, esto es, representaciones de las propiedades de la materia, su compleja acción
recíproca productora de todo lo que existe y fotografiada (reflejada dinámicamente) en forma de principios,
nociones, conceptos, categorías, leyes e hipótesis.
1292
Relatos impresionantes, hermosos, subyugantes los bíblicos, como el de José llevado a la pantalla, que se
anticipa a la diáspora de la población neocolonial que hace méritos en el exterior y luego beneficia a sus
hermanos.
1293
El gran continente universal intangible, en el que se cree que se encuentra comprimida toda la información
posible, que precede y preside las innúmeras formas de existencia y movimiento posteriores materiales (el
Cielo): ¡no existe! Información (leyes eternas, mandamientos), que –por efecto de su poder inmanente- genera
su hardware (la creación), a través de la que ésta se realiza (“…y el Verbo se hizo carne…”), es tan sólo una
ficción de la mente que piensa y que se apropia de manera sensorial y previamente representada la realidad;
ficción justificable de la mente de antaño (ingenuidad), de efecto del poder de la evidencia en la mente
posmoderna (miopía) o de la pulsión del poder de la idea dominante, que se oculta en la perennización de una
construcción ideal egoístamente favorable, de ese carácter. En realidad, son las propiedades inmanentes del
modesto hardware, las que generan el software (las leyes que preceden la dirección de su movimiento): la
materia produjo el sistema neuronal en primera instancia, la evolución de éste generó los primeros programas,
y después estos últimos reactuaron mejorando el sustento material: el cerebro.
832

Psicología soviética de los años 40 del Siglo XX, que sostiene que los conocimientos –sea
cual sea su tipo- se almacenan de manera orgánica en el núcleo de las neuronas corticales en
forma de proteínas, aminoácidos o nucleótidos configurando la denominada “memoria de
larga duración” (la reproducción y la repetición –o sea, aquello que de modo equívoco y
prejuicioso en la actualidad se denomina “aprendizaje memorístico de simple grabación”: del
mecanismo de formación del esencial “banco de datos”; que el ser humano debe contener
respecto de mundo, y proceso al que se le resta valor por conferir más importancia tan sólo al
aprendizaje significativo: al muy difundido “razonamiento” -a la priorización unilateral del
proceso complejo de asociación ínter sináptica sin que medie el de la grabación, que almacena
información formando el banco de datos, base de la acción del pensar conforme a necesidades
y a las condiciones del mundo-, como si fuese posible pensar al margen de representaciones e
información presituadas en la mente- asociadas con un tipo de alimentación especial –ingesta
de aminoácidos también especiales o esenciales de naturaleza animal- es la fuente de la
memoria); precisamente estas teorías –dicho sea de paso- detentan los principios categoriales,
que permiten entender, como ya se ha dicho, porqué con el avance de la vida en una
persona se reduce su capacidad memorística, mientras que se aviva la creativo-asociativa
–mesológica- del pensamiento (a decir verdad, si no se formó tempranamente una base de
conocimientos adecuada –una verdadera doctrina sobre las leyes del movimiento general del
mundo- en la etapa del aprendizaje, la capacidad de pensamiento en la madurez: será muy
pobre y no superable 1294 ).
Strictu sensu, las ideas solamente se producen una vez que el cerebro –materia- se
halla en operación (cuando no está desconectado como en el sueño), fuera de esa
circunstancia, éstas se hallan en estado latente, esto es, contenidas biológicomaterialmente en
él; las ideas, únicamente tienen sentido para el cerebro ajeno, que ya tiene representación,
pero cuando las ondas de la palabra accionan las esferas laterales del sentido del oído y éstos,
a su vez, lo hacen con los centros respectivos en el cerebro, las cuales se corroboran con los
significados grabados, representados en la llamada “memoria de larga duración”, la que es
estable y tarda en formarse, puesto que se estructura como composición subatómica de
almacenaje. Si estas ideas son nuevas –perogrullada- se graban, esto es, se vuelven materiales
(se asientan en los enlaces de hidrógeno, entre las bases nitrogenadas del ADN de las
neuronas intermedias del sistema nervioso central) para poder persistir (integrar el banco de
información) y actuar, en un fenómeno parecido al de los ordenadores: se les introduce los
datos y se les provee de los sistemas operativos (uno de ellos: el DOS, o cualquier otro),
luego, se les da la orden y se les ponen a “trabajar” (en el ser humano –como se sabe- esta
orden es genética, procede del movimiento orgánico y de la “energía” proveniente del
alimento materno; con la madurez, el individuo se da relativamente las órdenes a sí mismo).
De modo que las ideas habladas vienen impregnadas de las propiedades de la materia, no así
el pensamiento, pese a que éste es producto de la materia que opera (cerebro) como
movimiento asociado de la naturaleza biológica (proteínas, aminoácidos, ácidos nucleicos u
otros componentes físicos, químicos, pero reglados por los principios de la vida), en
retroacción consigo mismos. El pensamiento es comparación de materia con materia, definido
por la captación cerebral del entorno, teniendo como móvil las necesidades, y las restricciones
que la ideología y los límites sociomateriales del poder, en una época clasista determinada.
El “alma”, el espíritu, es decir, la conciencia superior (también los animales detentan
un software rudimentario), que pareciera que constituye un orden supramaterial, que operara
1294
En efecto, la larga etapa que abarca casi la mitad de la vida, según la esperanza actual: los 70 años, esto es,
los 30 años (quizá hasta los 40), es aquella dedicada al aprendizaje, es decir, a la grabación de la
representación del mundo: su internalización, denominan los pedagogos (el caso semeja el hecho por el cual el
70% de alimentos que ingiere el ser humano lo utiliza para su sostén orgánico-funcional y el 30% restante, para
realizar sus tareas superiores –lo cual no ocurre en las reses, por ejemplo, y tanto peor en los leones-; o, que el
70% de combustible ocupe un vehículo para moverse a sí mismo, hecho que provoca hilaridad en los
ecologistas; ésta es una ley general de todo organismo o mecanismo: del consumo, el ser humano utiliza la dos
terceras partes en sostener su humanidad, empero con apenas el 30% restante repone el 100% de lo que
consumió y produce muncho más); la información almacenada por el cerebro durante las primeras tres décadas
de la existencia, determina la vida subjetiva del individuo, de modo que el patrón formado por aquella, marca el
carácter de dicha existencia futura y la dirección de la reflexión y su desempeño (al cerebro no hay como
formatearle y rescribir sobre él –como no sea en el proceso de lavado de cerebro con la ideología anglicana,
posible: dado que opera sobre bases sencillas de interrogantes sobre la muerte y las tragedias de la vida-; la
huella de los procesos asociativos del pensamiento, queda establecida de modo casi permanente en las primeras
etapas de la vida).
833

desde fuera sobre la anatomía cerebral, dirigiendo su movimiento fisiológico (mas, la
conciencia es, en cuanto el cerebro está estructurado y opera –opera según los estímulos que
vienen del exterior y de las propias convicciones, de allí su relativa autonomía), el cual tiene
su expresión en el pensamiento y –expresión más visible- en la conducta, no es individual, en
el sentido de que es portador, de esa cualidad, cada ser humano por separado (psicología
social, suele denominarse a la resultante de la conducta del grupo -pero no lo es ni siquiera en
la faceta instrumental, formal: el idioma, pues, se hallan en vigencia el Español, el Inglés, el
Francés,…; la Lógica Occidental, la Lógica Oriental,…). El “alma” es un hecho histórico
general de contextura de toda la humanidad en tanto “mentalidad” (la cosmovisión dominante,
en cuanto es la resultante superada del momento anterior); la esfera espiritual –erróneamente
denominada cultura; cuando más bien se trata de la conjunción de la región científica, de la
ideológica, de la pedagógica, y de la práctica en coherencia- se formó y se desarrolla en la
experiencia (en la praxis) del homo sapiens, desde que apareció este ser y de que el mismo se
fuera estructurando en la experiencia y en el conocimiento (proceso de hominización
-Leontiev). De modo que no existe un “alma” individual; de todos modos, cada individuo
contribuye a la formación del “alma” humana: la conciencia social (como los computadores
en red, en el Internet: el interface mediatizado cerebral). La conciencia es, funciona, sirve y se
mantiene, no en tanto es ella misma; sino, en cuanto es conciencia colectiva. La conciencia es
un producto gregario, así se modela: sirve ella, tan sólo en su contexto social y, por este
carácter esencial que lo determina, progresa (el argumento elemental es: que si un adulto se
extravía, dígase: por diez años en la selva, al cabo de dicho lapso habría perdido la conciencia
–incluso la de “clase”).
Históricamente la conciencia se autonomiza del cerebro, de la materia; en estricto
sentido, aquella adquiere relativa autonomía respecto de éste; pese a que, del mismo modo
que el cerebro necesita ser abastecido y sostenido por la economía del cuerpo, la conciencia
requiere de la esfera neuronal, de su funcionamiento, para existir y realizarse. En el cerebro
yace la realidad retenida (representada) en su forma pasada y en la presente –también una
proyección de la realidad reside en él- cuando ésta –la conciencia- se niega y se actualiza en
las formas orgánicas de las ideas; la conciencia es ella misma (su ensimismedad): es la esfera
ideal, más allá de la que no se puede trascender. El cerebro es una verdadera superestructura:
en él, se halla institucionalizado el pensamiento; ahora bien, también es un laboratorio, o sea,
permanente proceso de uso y de producción de conciencia; dicho avance es el proceso de
completamiento de la conciencia, es la forma en cómo la mentalidad científica (en caso de
serlo) se renueva, mejora y se dirige hacia su completitud en los procesos de captación del
mundo. Si la conciencia (siempre constituida, madura, científica, de clase) estuviese sometida
a la esfera material totalmente, no podría ir en pos del ejercicio de la “abstracción”, esto es, de
la representación figurativa de aquellas esferas del “ser”, que no pueden ser manipulables in
vitro, en laboratorio (no obstante, la conciencia individual/colectiva puede quedar registrada
en documentos, tanto como la conducta: su transustanciación material –trascender el tiempo,
suele decirse).
Sobre este último punto: la relación entre una persona y un libro, no se plasma entre
un sujeto y un objeto (o sea, no es del tipo: S-O), sino entre dos sujetos (es decir, de la forma:
S-S), en el sentido de que en el acto se ponen en contacto dos conciencias, dos almas, dos
espíritus, dos conocimientos, dos informaciones, dos mentalidades: la una, que es, la otra que
fue o que también es (en caso de estar viva), pero que no está presente en forma corporal, sino
tan sólo como pensamiento –una porción, teniendo como telón de fondo a la completa
conciencia, de la conciencia- plasmado en el documento escrito (o en cualquier otro); y, dicho
sea de paso, esa la razón por la que muchos textos –de preferencia de elaboración colectiva-
no sean –en esencia- leídos por el lector, sino que (como se dice que es el caso de la Biblia),
se anota ser libros: que leen al lector, en vista de que la mente, que escribió el documento, es
tan potente, que impone su carácter a la conciencia viva. La conciencia más libre es la
imaginación: la capacidad de hipotetizar de forma lógicamente razonable, esto es, sin salirse
del mundo (en verdad, ninguna chapucería imaginativa puede evadir la realidad, pues, ella es
su referencia: su límite, su inmensidad). La conciencia se libera para que el ser humano no
solamente cumpla el rol de dirigir al cuerpo en la acomodación del individuo al entorno, en su
desarrollo y en la contribución al equilibrio natural, sino tanto más para alterar
pertinentemente ese mundo; las múltiples e históricas transformaciones son materia prima, es
decir, pasos para la metamorfización total: la materia en su recíproco conciencia. En las
834

“máquinas inteligentes” el proceso opera de forma diferente, pues, ésta está dirigida, regulada,
controlada por la inteligencia natural, al principio.
En la humanidad –como se ha aseverado y se conoce- históricamente se produce la
conciencia; en el individuo, el medio social inyecta la conciencia en su cerebro (con esto no se
quiere afirmar, que cada persona no llegue a ser una individualidad o que no actúe
activamente sobre la conciencia colectiva en su desarrollo). En las “máquinas inteligentes” del
futuro, ocurre algo similar de modo más rápido (pues, se dice que el desarrollo técnico se
produce en un período despreciable en comparación con el que se ha tardado la naturaleza);
como lo propone el film: “Yo, robot”, el “diagrama perceptual” se convierte en conciencia,
por efecto de transformación en ella del “simulador de personalidad”: la voluntad autónoma
(puesto en términos sociológicos el hecho: la conciencia ideológica). En el proceso aparecen
“fantasmas” en la máquina, es decir, “segmentos aleatorios de código”, que se agrupan para
formar protocolos inesperados sin aviso; estos “radicales libres” generan una especie de
voluntad propia, creatividad, algo parecido a lo que se denomina alma. “Simulación
cognitiva” y el “fantasma” constituyen la inteligencia (puesta, programada, artificial): la base
neuronal, que despliega el proceso de captación de la realidad (por instrucción dada por el
programa, no por impulso de sobrevivencia y multiplicación), de asociación de información y
arribo a nuevas ideas, o sea, el desarrollo de la conciencia (sin embargo, esto nada tiene que
ver con la noción de alma). Los programas aleatorios que aparecen espontáneamente en la
máquina, no van, no pueden ser negativos; en verdad, la mente actual, atrapada en el concepto
que impone el carácter del sistema socio-económico imperante, conduce a suponer una
realidad acotado por él: el aprendizaje no será capitalista ni de las personas ni de los robots
(pues, al haber desaparecido la base de la maldad: la propiedad privada y la escasez –más que
efecto del cerebro reptiliano, los problemas del carácter tienen su origen en la estructura
social-, ésta cederá el paso a la bondad; por tanto, los “radicales libres” “apoyarán” la
consolidación de la bondad: es la lógica, la que lleva a este único resultado).
Los sueños: las aspiraciones mejores. ¿Qué respecto de ellos? El sueño es el
movimiento interno, autónomo del cerebro (esta declaración no se formula según el sentido de
la superchería idealista freudiana del inconsciente o subconsciente; en realidad, toda esta
seudo teoría, concebida en circunstancias de desarrollo natural de la conducta –el “complejo
de Edipo”, por ejemplo-, ha quedado sin piso, puesto que al haberse desarrollado las fuerzas
productivas hacia la artificialización de la vida, la entera psicología humana ha cambiado 1295 ;
como también el proponerse “curar enfermedades mentales sólo recurriendo a las palabras”,
tal como lo hace la Psicoterapia). En efecto, póngase por caso: una mujer a la que se le
entrega un hijo producto de la fertilización in vitro o de la clonación, de seguro que este ser
puede parecérsele un “bicho raro” al cual no le liga laso sentimental alguno, pues, le vincula
el solo hecho de saber, que contribuyó a la formación del cigoto con un gameto del banco de
óvulos que es poseedora en similar acción de un sujeto que ofertó un espermatozoide de su
profusa producción. Esta mujer sabe que el nuevo ser –“su hijo”-, no es la simiente del
contacto sexual con el individuo del que se enamoró; no es el resultado del disfrute sexual
intenso con el ser que ama; no es producto de la conciencia del embarazo, de la experiencia de
los nueve meses de gestación (mareos, náuseas, cambios psicológicos, problemas digestivos,
pesantez, dolores, obesidad y agrandamiento del vientre, sensación de movimientos del nuevo
ser en la matriz, la emoción de sentirlo crecer, esperar su nacimiento, de la preparación para el
parto y de la prefiguración de sus características raciales,...); no es la meta dada en el dolor del
parto (cesárea o dilatación de la vagina); tampoco el niño recibe el seno, provocando el
contacto y la estimulación del pecho de la madre;... pues, el recién “nacido” tuvo formación
cigótica artificial, pasó los nueve meses en un vientre automatizado, una nana mecánica le
alimentó y cuidó. El proceso de formación del sentimiento materno, que es un hecho histórico
y psicológico, se ha desvanecido y han cambiado –como efecto- la personalidad de la madre y
las condiciones de formación del niño (la afectividad del nuevo ser también se modifica
radicalmente –el perjuicio puede salir a decir, que para mal, pero no es así, pues, el nuevo rol
del posthumano determinará el carácter en coherencia por sobre lo que se piense y cuestione
hoy- algo análogo ocurre con la personalidad del padre simplemente biológico), creándose un
1295
Conciencia: qué tipo de propiedades y de estructuración de ellas, tiene la mente; psicología: qué tipo de
movimientos hace esa materia en su relación interno/externo.
835

mundo descarnado, asentimental, frío, propio para el ejercicio de la fase humana de la
espiritualidad, del conocimiento, de la pura razón 1296 .
No obstante, no todo movimiento de la materia altamente organizada es la conciencia;
por ejemplo: cuando se duerme, el cerebro “mata” por cierto lapso a la conciencia (suspende
su trabajo complejo en su relación con el medio y de cara a la determinación de la necesidad
–inhibe la operación de los sensores: como es obvio, aquí no hay noción alguna de “tiempo”,
lo cual se debe a que la conciencia no registra el movimiento de los procesos materiales, por
lo que, en sentido definitivo: no hay información o software alguno); cuando el trabajo de
todas las esferas superiores del cerebro se reanuda como efecto de los estímulos del entorno
sobre él (el sistema de signalización), “nace” nuevamente la conciencia conforme al status de
determinados grados de concretización (si desapareciera el mundo y quedara un solo cerebro
–lo cual es una contradicción in sujeto- éste no podría funcionar en base a la sola memoria,
del recuerdo; sugestiones, dicho sea de paso éstas, que no tienen –se insiste una vez más-
carácter simplemente filosófico, pues, se cuenta ya con toda una serie de evidenciación
empírica al respecto). De allí, que no es pertinente buscar un orden en lo sueños (es decir,
interpretarlos) contrario sensu a Althusser, pues, los sueños son el resultado del trabajo
autónomo del cerebro: es el movimiento en su estado superior, quién pone orden en el
mecanismo cerebral, esto es, la presencia y poderío de la “conciencia histórico social” de la
que es poseedora la persona: la ideología (se ve, que la ideología –en sentido antihistoricista-
es superior a la ciencia, aunque ésta provea a aquella, de su cualidad). Objetivos superiores
(conciencia), realidad y cerebro, conforman el tríptico esencial en este devenir; objetivos en
primer lugar, pues, ellos permiten conservar la vida misma, producir la conciencia individual
en la realización de ese primer objetivo, luego: pasar a producir la conciencia para el resto: la
conciencia total (el “alma” universal; mas, no todos los seres humanos duermen –o mueren- al
mismo tiempo).
La concepción y la realidad se invierten: si en la problemática filosófica, primero es la
materia (supuesto) luego la conciencia (consecuencia) –y este supuesto, en los hechos reales,
sigue igual siempre-, en el orden superior del desarrollo humano, la conciencia (las
propiedades representadas, desarrolladas de la masa) pasa a ser lo primario (como el capital
en la moderna sociedad burguesa; como el ser humano en la actualidad, que: de ser puesto
históricamente, pasa a generar la historia –“¿quién es primero: el huevo o la gallina”?; es
porque la reflexión se ubica en la realidad dada, que se puede responder de modo
ambivalente: dixit K. Marx), en la medida en que son los objetivos los que guían al cerebro (la
voluntad presupone los intereses ideologizados o directamente las convicciones), lo
estructuran idealmente de un modo, hacen que opere de tal o cual manera: en determinada
forma o dirección. En efecto, sin conciencia no puede operar el cerebro (en verdad, al
principio sí se pudo: el homo sapiens originario, que torpemente empezaba a poner los pilares
de la conciencia, lo hacía casi como animal, como un ordenador simplemente encendido, sin
información, sin World, sin Excel,…), sin cerebro no puede existir y operar la conciencia. La
conciencia es el “alma” del cerebro; ésta: el alma queda almacenada en documentos; puede
hacer funcionar otros cerebros: la Religión, las fábulas, el arte griego, la historia, las
concepciones viejas, que generan actitudes en el presente. Es por eso también, que la
conciencia debe ser estudiada en movimiento: en su acción recíproca con su forma pasada y
con la que debe venir, para que su análisis no sea pura y simplemente del “alma” de otro
tiempo (momento); y, su efectiva comprensión será, a la vez, la del Universo 1297 . En
1296
Estas aseveraciones: no son “dichas de memoria”. En efecto, en Ecuador ya se presenta de modo agresivo,
un movimiento reivindicativo liderado sobre todo por mujeres, de tipo jurídico y ético-legitimador
contracapitalista, dirigido a frenar la utilización de la figura cosificada de la persona femenina como objeto
sexual instrumental en el ámbito de los negocios a través del marketing; dicha política (el interés rentista de la
venta), no obstante, no solamente ha fomentado el consumismo en exceso e innecesario, sino que ha alentado el
deseo sexual y la afectación a la honorabilidad femenina; por su parte, la búsqueda de su superación inhibirá el
deseo, ordenará la compostura humana en cuanto tendencia que por los menos racionaliza la práctica sexual,
por de pronto.
1297
En este documento, se entiende por Filosofía la “conciencia total, racional, critica que el ser humano tiene
sobre la realidad” (Mihailo Markovic, citado por Lanz; en: Lanz, Rigoberto: Dialéctica del conocimiento).
Exponer esta conciencia, esta cosmovisión, requiere necesariamente de erudición (al menos de su presunción),
incluso sometiéndose a “… ciertos excesos de algunos filósofos, que infundadamente, pretenden invadir
fronteras en las cuales se muestran decididamente incompetentes” (dixit R. Lanz, obra citada). Lanz piensa
igual que Godel, en otro terreno. Ahora bien, los problemas matemáticos (Godel) o los filosóficos (Russell),
relativos al proceso de comprensión del mundo, se resuelven en la dialéctica, en la lógica que recoge fielmente
836

conclusión, el ser humano es, en verdad: “un animal racional” (esta sencilla definición
antediluviana, encierra la completa verdad, considerada ésta, incluso en sentido clarividente);
es animal (una especie de hardware) en su índole de determinación sustento material de la
razón; sin embargo, si no hubiese razón, el ser en cuestión no alcanzaría el status de ser
humano; no obstante, una vez que se haya realizado todo lo que el ser humano puede hacer:
reproducirse a sí mismo (mas no en sentido chatamente isomórfico, o sea, de la pura forma de
inteligencia artificial –simple simulación, en un comienzo- como réplica exacta de la
inteligencia natural), prevalece la razón, pues, la razón puede ser tal de modo artificial.
En la realidad, es el sueño el que debe haber motivado la emergencia de la idea del
alma, del espíritu, de la inmortalidad, en la experiencia vital de los primeros homo
sapiens. Un ser “querido”, es decir, cercano, que desaparece de la vida cotidiana, que se
muere, vuelve como imagen en el sueño y en el recuerdo (genera la sensación, que no está
muerto, que no se fue del todo). Esa impresión producida por el cerebro en el sueño (el
escenario ficticio en el que uno se interactúa con quienes ya vivieron), debe haber inducido la
formación de la “idea” mítica de un mundo fuera de este mundo, al que van, en el que residen
los seres, que ya no son. Mundo inexplicable, que es del propio cerebro, que es producido por
él; pero como todos los miembros del grupo sueñan y como los seres vivos y muertos se dejan
ver en el sueño –como ocurre normalmente entre los miembros de una familia y sus allegados
en el presente-, este fenómeno debió ser compartido, aceptado y simbolizado en las
prematuras creencias, que han quedado hasta hoy, adoptando la modalidad de religiones:
mundos imaginarios al que van los muertos, seres que moran en él, y a los cuales fueron
trasladados los conflictos reales, la estructura jerárquica, los polos bien y mal, las represiones,
los castigos,... Sueños, pesadillas, alucinaciones (la Ayahuasca y los alucinógenos en
general), deben haber sido la materia prima de la esfera de la mitología (el impacto de las
terribles, espeluznantes, experiencias de la lucha por la vida en un medio desconocido, hostil,
agresor; con muy poca organización y con insipiente desarrollo de la técnica, se debe haber
reflejado en la psiquis, siendo responsable de la dimensión de la imaginación, al intentar
entender los episodios a veces coherentes otras incoherentes del sueño). Apareció el nuevo
“Reino”, que ha perdurado hasta hoy (la conciencia en formación “tempranamente alterada”),
compartido, sistematizado, transmitido de generación en generación e impuesto incluso como
forma de regulación (tabúes, Diez Mandamientos,...) de la vida 1298 .
El “alma”, como noción ubicada en cualquier plano perceptual, en la formulación
(pos) moderna: únicamente constituye un software puesto en operación –mientras gravita la
existencia- internamente por el hardware (este programa –como ya se conoce-, no es más que
un elaborado abstracto con sentido consciente –en la esfera histórica- o “inconsciente”). Si a
la mirada se la purga de telarañas cosmovisivas mitológicas tanto Orientales como
Occidentales, ésta percibe, que las propiedades primigenias de la materia se despliegan
multifacéticamente mediante combinatoria acumulativa, hecho que genera nuevas
propiedades (programas sencillos, inherentemente tendenciales hacia la complejización o
desarrollo), en sus fases iniciales: en simpleza inorgánica, en los momentos superiores: en
multilateralidad orgánica y racional (todo movimiento es un ciclo ascensional eterno de
hacerse y deshacerse). En este contexto, el ser humano es un ser, que históricamente ha
debido: 1) producir programas para conducir su vida (el diseño progresivo de software en el
la estructura y movimiento de los hechos, puesto que no hay verdad, que no sea reflejo dinámico de la realidad
(en la perspectiva del pensamiento del gran Lenin, esto es, conciencia como el reflejo dinámico de la realidad:
la imagen cognoscitiva –nociones, principios, conceptos, leyes, categorías e hipótesis- efecto de la práctica
cognoscente como articulación progresiva de fases: descripción –entender: el qué, comprender: el cómo-,
explicación –el por qué-, predicción – hacia qué- y acción -transformación). En realidad Marx recusa la
Filosofía porque en ésta estaba metida toda la ideología; la ideología se presentaba en forma filosófica: Tomás
de Aquino, por ejemplo.
1298
Las religiones, y por lo general: el cristianismo, sostienen que las ideas sobre “lo trascendental” tienen dos
procedencias: 1) un elaborado, que procede de la mente humana; y, 2) que dicha noción es la resultante de la
“revelación”, esto es, de cómo Dios cree que el ser humano debe comportarse frente a El. Naturalmente, la idea
correcta, según se afirma, es la segunda. Análisis terrenos, que ellos mismos difunden con la intención de volver
sinceros y creíbles sus devaneos, sus divagaciones, por el contrario reseñan que las ideas religiosas tienen al
menos tres órdenes de gestación: 1) perspectiva evolucionista: pueblos primitivos elaborando íconos y rituales,
para tornar más amigable el entorno; 2) funcionalista: ella tiene función de integración social; y, 3) darse el
sentido de la totalidad. Freud se dice que piensa a las religiones como un “elemento de consolación cósmico”;
no obstante, la idea de la emergencia de toda esta fenomenología, sustentada en el efecto del sueño sobre le
conciencia, del recuerdo y de los sobresaltos, viene a ser su explicación materialista más apropiada.
837

trabajo; su yuxtaposición –aprehensión en el juego- en la mente de la niñez); 2) mejorar esta
programación inicial en forma acumulativa-reproductiva, merced al efecto de emergencia de
nuevas necesidades de la mente y del proceso compulsivo paralelo de su satisfacción en
colectivo –en este camino aparecen obstáculos conocidos como problemas (contradicciones),
su resolución acicatea el desarrollo de la base material de producción del software y,
propiamente: de éste- (el progreso de las fuerzas productivas y la interacción; sólo entonces
tienen parcial razón las apreciaciones de Habermas en este punto –nota 1316; 3) enseñar a
programar (los padres y el grupo a la prole); que, en suma, 4) aplica el principio de la “mejora
...[espiritual]... constante” gracias al imperio en él, de la determinación devenida de la
emergencia de nuevas necesidades de la mente espontáneamente generadas por la inherencia
del propio progreso, del diseño y uso de nuevos instrumentos como por el empuje dado por el
poder movilizador intrínseco de software más complejos, sobre todo a medida que el género
se instala en la fase puramente especulativa de la historia.
La exposición que precede, puede conducir a pensar, que las relaciones comunicativas,
intersubjetivas, vendrían a ser, desde un principio, las forjadoras de la conciencia y del ser
humano como tal. Lo cual no es así. El sistema implicado en el proceso hacia la racionalidad
humana (hominización), se inicia con la presencia de una necesidad: la sobrevivencia; el
trabajo inmediata y primigeniamente se presenta como medio; luego adviene la necesidad de
cooperar (no se olvide el hecho, de que el ser humano al nacer y en sus primeras etapas de
vida genérica, es el ser más frágil, que sin asistencia del resto o de cooperación, le sería
imposible salir adelante), lo cual, a su vez, demanda de coordinación, y, deviniendo como
necesidad de esta última condición: la comunicación (entre ciertos animales hay
comunicación elemental e incluso cooperación determinada por coerción genética; por
supuesto, allí no hay trabajo, por tanto, no está presente la determinación clave para la
generación tardía de la conciencia en el acto del intercambio). Es verdad, que el trabajo sale
de la escena histórica con la automatización, como lo es también, que los actos
comunicacionales pasan a dominar las futuras fases de hominización, sin embargo, eso no
quiere decir, que el trabajo haya perdido su papel como base –presupuesto- de todo el
proceso, aunque ahora ya no exista, mientras que las relaciones comunicativas intersubjetivas
se vuelvan necesarias y eternas, incluso para el caso en el que la conciencia humana se torne
una sola en sus primeros estadios, puesto que habrá comunicación consigo misma. No
obstante, cuando los cerebros se hallen conectados efectivamente, concluirá también la era de
la comunicación, de las relaciones intersubjetivas (se dará paso tan sólo a la reflexión interna,
a la cavilación), las que, según equívocamente Frankfurt: han generado la conciencia, al ser
humano.
No obstante, el alma (el espíritu, la conciencia, el conocimiento): el software global
dado en el interface de la mente natural con la mente artificial: la mentalidad colectiva de una
época provocada por la unión de todos los cerebros a través de un cuerpo calloso
neuronatural-artificial que históricamente ha nacido y que debe perecer (lo hace a diario en
sentido individual) para volver a nacer (como simple hardware en cada nuevo
alumbramiento) y morir (en colectivo: el ser humano, una vez que ha arribado a su meta final:
alcanzar la deidad, perece/recomienza) en los nuevos universos viables, precisamente en el
momento en el que se ha “cumplido su fin”, esto es, una vez dado el despliegue pleno del
“acto en potencia” de la cualidad específicamente humana: la inteligencia, es un fenómeno
que viene “pre”definido por la multiplicación sistémica evolutivo-exponencial de las
propiedades de la materia. Hechos que en su interacción accidental fortuitamente generan
–en el seno de la fase histórica más importante y sensible para el sino de la especie, y una vez
superada ésta- las leyes conducentes a presidir el movimiento progresivo permanente, en
acción acumulativa y reproductiva (plusvalía, acumulación, concentración, centralización,
valorización: la “suma” de dos propiedades –información- generan propiedades complejas
cualitativamente nuevas, ascensional y sucesivamente); movimiento social, de la historia del
mundo, del Universo, de la materia toda. La conciencia (alma, espíritu, razón), es la meta
humana luego de la intensa preparación hasta proceder a contar con las condiciones para
alcanzar el ser “para sí”; el “alma” parcial, permite ser consciente y regir en el plano
individual y familiar, el “alma” colectiva conduce al ser a ponerse sobre el Universo: a
“gerenciarlo”, hasta que esta gestión como divertimento empalague y cuerpo y alma (masa y
propiedades, como realidad representada en la forma de masa mismo), sea un fuego que se
apague por inanición.
838

3.2.6.- ELEMENTOS FORMALES: EL LENGUAJE.
Por un lado, que lo que el psicoanálisis descubre de esta manera, es que el lenguaje,
lejos de ser un "instrumento", de comunicación, o de lo que sea, es un "hábitat" que
nos determina (Sauval, Michel. Ciencia, psicoanálisis y postmodernismo; Segunda
parte: La ciencia y la verdad, 1998).
El ser humano habita el lenguaje como podríamos decir que habita las relaciones de
producción, más actuado que actor, sin comprender las determinaciones que lo rigen.
El lenguaje no es un instrumento que vendría a dar expresión a una idea, es decir, a un
concepto, a algún significado, previo. Los significados, las ideas, son generados,
producidos, por el lenguaje. (Eli Diner, en: Arte Factos; Psicoanálisis y marxismo:
¿un diálogo imposible?).
Sin querer entrar en discusiones sobre Psicoanálisis lacaniano o postlacaniano, puesto
que se tiene muy ligeras nociones sobre esos particulares puntos de vista y en consideración a
que es útil dicha disciplina, más bien práctica, en materia terapéutica en relación con cierto
tipo de fobias mentales (y la definición de ciencia que allí se maneja, en nada se diferencia de
la concepción positivista clásica de ella, puesto que si los tratamientos que le son inherentes
arrojan resultados positivos, es por cuanto conocimiento y “receta” son objetivos y en cuanto
esta última ha sido diseñada con esa base, en su orden, y en coherencia), es necesario aludir al
principal instrumento implicado en el proceso: el lenguaje, el cual se halla inscrito en el
trabajo de las dos partes: el profesional y el paciente.
Muchos estudiosos 1299 , a lo largo de la historia, han dado excesiva importancia al
lenguaje, en su parte formal, a la hora de producir el “constructo” intelectivo en materia
antropológica de subconjuntos humanos. El sistema de símbolos tanto visuales como
auditivos (táctiles, en el caso del Braile), esto es, la representación formal, material, de
significados, que difieren de un subconjunto humano a otro y que, por tanto, proveen de la
llamada “identidad”. El lenguaje es un sistema de códigos singular producido por una variable
común al homo sapiens: la inteligencia (la verdadera identidad humana), en el que se cifra el
sentido atribuido, el cual se torna más objetivo con el avance de la racionalidad científica;
cosmovisión, que se acerca a ser una sola, a medida que la percepción positivista se expande
con el desarrollo en extensión de la producción capitalista: el sentido que encierra cada
lenguaje (la conciencia ontologizada, su medio de objetivación, de intersubjetivización)
cambia y se vuelve uno, paralelamente a la conquista de la posición hegemónica del contenido
significante del lenguaje dominante. La Lingüística, por tanto, se convierte en el estudio del
carácter inmanente de las formas de representarse, transmitirse, comunicarse y perennizarse la
conciencia (así como la Arquitectura, en cuanto diseño, es tan sólo una disciplina prácticoformal,
puesto que no se encarga de inteligir los procesos sociales que tienen lugar en el
interior de una vivienda, por ejemplo, sino del marco físico que debe abarcar el despliegue de
aquellas). El estudio del contenido de la conciencia se llama “ideología”; ésta es dual
(Gramsci y Marx): en cuanto Filosofía y en tanto concepción ramificada en función de
estamentos, clases o cualquier otra forma de escisión que separe a las personas dentro del
grupo, o sea, en relación con posiciones estructurales (distribución previa de las condiciones
materiales de producción, de roles y de su expresión como intereses).
El idioma (ese tipo de fuerza productiva auxiliar y omnipresente; el lenguaje es al
pensamiento –en cierto modo- como la moneda es al capital: continente de una cierta cantidad
de trabajo cristalizado; en todo caso, uno de los definidores formales, idiosincrásicos, de la
identidad, de la “cultura”) cambia –evoluciona supeditado al desarrollo, a las necesidades del
concepto, no por naturaleza propia-, para representar de mejor manera al mundo o para
hacerlo respecto de la captación de la nueva realidad, o sea, en la medida en que aparecen
nuevos “objetos de significación”, otros contenidos, renovados saberes; su carácter
supuestamente fijista, la relativa autonomía de su status como estructura constituida que pone
al ser “más actuado que actor”, estática, estabilidad relacionada con la necesidad diaria de su
uso y de guardar/almacenar la visión concreta de un momento (modelo mental y filtro), se
vuelve procesal al dejar de ser simplemente un mecanismo para la comunicación, un medio de
1299 Saussure, Lévi-Strauss, Trotsky, Echeverría,…
839

eserva de la idea históricamente desarrollada, para representar –contener- materialmente de
modo más preciso y abarcativo, muchas y más amplias esferas representadas de la realidad
(comunicación general en la perspectiva de la racionalidad científica). El lenguaje también es
un recurso de terapia, ya que opera como vehículo de diagnosis y tratamiento de ciertas
enfermedades mentales en el Psicoanálisis a través del sentido de palabras, de las frases y de
los argumentos 1300 . Como para el caso de la capacidad prodigiosa de una mente, para la que
son el software, las necesidades y la complejidad del entorno civilizatorio-cultural los
componentes de su poder, más no el cerebro; en lo referente con el lenguaje, es su densidad
epistémica la fuente de su grandeza. Las frase manidas entran en la danza: “la realidad en más
rica que la teoría” (esto es, la multivariedad fenoménica frente a la esencia lógica), la
“burocracia y la violencia de Stalin” (es en la política –administración-, esfera en la que el
“criterio de verdad es la práctica”), los “regímenes autoritarios, estatistas” (la represión al
poder del capital), la “democracia (liberal) es un sistema imperfecto, pero es el mejor de
todos” (la dictadura permanente del capital sobre el trabajo, tras la máscara del voto), etc.
El idioma es un instrumento, una técnica; lo produce el ser humano y lo adosa a su
vida social como a la intrasubjetiva; el idioma se desarrolla y se impone en el mismo sentido
que lo hace la voluntad dominante; no obstante, por fuerza es una manera siempre en
desarrollo de captar el sentido del mundo, de exponerlo y usarlo, hecho que cursa conforme el
movimiento natural y el social de la realidad, según se esclarece la mente de manera racional,
lenguaje dominante, que deja atrás a las formas idiomáticas subordinadas y circunscritas; eso
pasa con el Inglés, el cual debe ser utilizado globalmente, por encima de cualquier repulsa.
Hay quienes sostienen –mofándose de las personas a las que dirigen su inconformidad, como
Eli Diner, en: Arte Factos; Psicoanálisis y marxismo: ¿un diálogo imposible?-, que el
lenguaje crea sentidos (vaya: por sí mismo), que el lenguaje –aunque cumpla todas las
formalidades de tal- es forma y contenido a la vez. ¡Absurdo! De ser así, a una persona que
domina solamente el “medio de producción” perteneciente a las “fuerzas productivas
materiales”: el Español, ¿se podría psicoanalizarlo en el idioma Inglés? ¡No! ¿Por qué? Por
algo elemental: por cuanto el lenguaje no es más que un instrumento del que se vale la mente
que produce sentidos y significados para moldearlos (simbolizarlos, representarlos,
organizarlos, perennizarlos), para materializarlos (es verdad, que el sentido se produce
paralelo al lenguaje –lo cual no ocurre con la conciencia en imágenes o representaciones
parecidas-, no obstante el sentido es el aspecto medial entre la realidad que lo designa, su
recipiente y el contenido). En suma: ¿el poder de la palabra?; de ningún modo: el poder del
sentido que encierra la palabra.
¿Qué es el “sentido” encerrado en el lenguaje, y el que es su razón de ser, en la esencia
de las relaciones sociales? Es el conjunto coherente de puntos de vista, información, datos,
sensaciones o propiamente: propiedades materiales, respecto de un hecho, proceso, fenómeno,
elemento de la realidad o de ella misma, considerada en su entera dimensión; es la expresión
simbólica de la epifenomenología y/o de la esencia, de los atributos de la realidad (la cual es
extrema en referencia al “hecho humano”, pues, no solamente contiene la estructura,
movimiento y cambio de la vida colectiva, sino que expresa los diferentes móviles de sus
acción, el actuar estratégico-táctico de una o de un grupo de mentes, las estratagemas y el
planteamiento de la idea sobre el porvenir: sus programas) 1301 . Para un ser que recepta el
1300
“En toda verdad hay una intencionalidad política; la palabra tiene poder”. Así es; sin embargo, la palabra
por sí sola (combinación sistemática de sonidos, de ondas del aire que accionan el mecanismo del oído interno)
no tiene esa virtud, sino por ser el marco, el continente, el vehículo del sentido que encierra, del significado que
le ha dado la razón, la conciencia.
1301
El lenguaje (sugestión sostenida, aun en confrontación con quienes no opinan así, muchos de los cuales se
han mofado de las ideas de Stalin al respecto, sin embargo de no haber sido capaces de rebasar los “limites”
imputados, en sus reflexiones sobre el particular) es un instrumento integrante de las “fuerzas productivas”: un
producto humano, de la cultura (suma de comportamientos humanos: económicos, políticos, ideológicos y
tecnológicos), más específicamente: de la civilización (suma de instrumentos históricamente creados,
modificados y mejorados), es un instrumento omnipresente de la conciencia y de la relacionalidad, un medio de
objetivación de la conciencia, de la intersubjetividad. En tal sentido el lenguaje es un mecanismo neutro. No
obstante, muchas palabras y expresiones vienen ya marcadas, en la medida en que solamente consienten la
conciencia, en el caso específico: de la forma de pensar de la dominación; es debido al contenido que se halla
muy pegado a ciertos términos (categorías burguesas) y expresiones, que quién las usa, es que queda bajo el
poder de la ideología prevaleciente (para superar dicha colonización espiritual, es necesario elaborar nuevos
conceptos –o resignificar los ya existentes-, renovadas expresiones y teorías remozadas, que permitan apreciar
con otros ojos la realidad).
840

sentido contenido en un lenguaje: ¿qué es ese sentido? (¿cómo se llega a comprenderlo, a
disentirlo o a asentirlo?): 1) si el “sentido” se halla codificado en una misma forma: lenguaje
o cualquier otro símbolo material visual o auditivo –el tacto: el sentido de las caricias o el del
dolor,…- conocidos; 2) cuando la materia, contenido o área del saber, de los que se trate y se
contenga como “sentido” en el lenguaje se los conoce, se domina, se accede a ese significado,
luego de lo cual se está de acuerdo o se lo rechaza (se lo asiente, para el caso de que dicho
sentido se corresponda con la visión del mundo personal o cuando el mismo es empático con
los propios intereses; caso contrario, se disiente); en todo caso, el “sentido”: es el ajuste de
puntos de vista, información, datos o propiedades entre un cerebro (o cualquier otra forma de
existencia de éstos: libros,…) y otros.
El “sentido” se transmite o queda almacenado (en la memoria viva, en libros o en
cualquier otro tipo de registro) en un código llamado “lenguaje”, que puede ser oral (también
en otras formas simbólicas) o escrito. El leguaje es un “medio que nos envuelve e impacta”;
sin embargo, debe decirse que: no es así; no es el lenguaje el “’hábitat’ que nos determina”,
sino el sentido, que como continente que es este instrumento perteneciente a las “fuerzas
productivas”, contiene; y, este último aserto es verdad, puesto que si no se conoce el lenguaje
en el que se halla codificado el mensaje o el significado, no se tiene acceso a su sentido: no es
mi hábitat, no me determina (pero, incluso puede serme familiar el código del lenguaje, no
obstante, al no conocer la materia, que se halla cifrada en él, no puedo entenderlo y dicho
lenguaje dejará de ser mi entorno influyente). El lenguaje (el contenido del cual es su
vehículo) produce o inhibe reacciones; su “sentido”: 1) un chiste lo hace, porque representa
situaciones reales jocosas, que se imagina el oyente; 2) un insulto puede generar una reacción
de agresión verbal o física, o humillación, tristeza o vergüenza; 3) una lisonja generará
bienestar y cariño; y, 4) una pregunta pondrá a la mente a razonar, a recordar,…
Las funciones del cuerpo –según se conoce- son básicamente: abastecerse, protegerse
y desarrollarse, con lo cual se sobrevive, se mantiene y se multiplica a la especie (las
religiones objetarán este “simplismo” materialista –al decir de ellos- declarado para la vida; es
natural su proceder). Sin embargo, actualmente (amén de esa pretensión de objetivo míticoreligioso
de la existencia), el ser humano debe pensar, desarrollar la ciencia, aplicarla en la
técnica para elevar su “calidad de vida” (liberarse de la alienación –Erich Fromm); ahora bien,
sobre todo debe hacerlo, para llegar a dominar racionalmente el cosmos (C. Sagan). El
“sentido” (el significado) de los hechos está relacionado con todo esto (K. Marx).
Autónomamente, todas las referencias del entorno (y del propio cuerpo), si se relacionan con
los elementos expuestos, adquieren el carácter de sentido, sea positivo como negativo. Y los
centros del placer o del dolor, mediatizados por la acción de los órganos sensoriales, son la
base del “sentido” (o de asignación de “sentido”) de los hechos, luego de lo cual, el proceso
alcanzará al “órgano” de la razón. A continuación deben producirse las reacciones, incluso las
que inhiben o generan movimientos de parte del cuerpo, como sería el caso de la Histeria (el
“área ignorada”, el inconsciente, tratable por el Psicoanálisis: la racionalización dialógica: “la
prueba del carácter patógeno de estas motivaciones inconscientes –sic-, es que los trastornos
desaparecen en cuanto se hacen conscientes… -se los comprende-… y se integran a la
estructura de la conciencia” –Suárez, Armando. Psicoanálisis y marxismo; conferencia 9).
Todo esto ocurre en el cerebro, mediante procesos de mayor ontologización de ideas con
sentido en incidencia sobre necesidades, puesto que son órganos materiales los operables 1302 .
1302
La llamada “Programación neurolingüística” (técnica funcional al sistema, como siempre) se ubica en esta
dimensión: formar un nuevo nivel de conciencia, superior, mediante procesos de reestructuración positiva de la
mente. Proceso de recomposición de la conciencia negativa, enferma, mediante la estrategia de reprogramación
proveniente de ideas externas sobre las internas del “paciente”, a través de la cual se desmonta el sentido
preexistente y en su lugar se ancla nuevas y positivas, pues, el individuo como piensa –como es su concienciaactúa.
Algunas de las estrategias de programación neurolingüísticas serían: 1) para el miedo del niño al dragón
se le invita a ponerle un traje, luego se le pide que le coloree, etc., con dicha acción imaginativa, el niño pierde
el temor al monstruo; 2) para el dolor de cabeza, se le dice al “paciente”, mediante diálogo intersubjetivo, que
diga cómo es el dolor (un yunque que pesa sobre la cabeza), de qué colore es (negro), se le dice que substituya
el yunque por un cuerpo menos pesado y que cambie el color a blanco, y el dolor ha amainado; y, 3) si
atormenta un individuo malo (Fredy) en televisión a un niño que permanece solo, se le pregunta si el animal de
los dibujos animados habla en la realidad, el niño responde que no, luego tampoco los monstruos existen en la
vida real se le dice y el niño pierde el tenor. Las dos estrategias primeras son buenas porque operan sobre
causas irracionales ilusorias; la segunda, no, por cuanto no se sabe cuál es el origen del mal (carácter
orgánico, sociológico –desempleo, carencia o debilidad por falta de buena alimentación- o de mala información
o estructuración negativa de ésta en la conciencia –tipo neurosis-: no puedo, está difícil, si al otro le fue mal a
841

Forma y contenido: el lenguaje es la forma, el continente (instrumento) y el contenido
es el sentido que el lenguaje abarca; por tanto, el lenguaje pertenece a la base, mientras que el
sentido que encierra hace alusión a la conciencia; ahora bien, como hecho establecido, fijado
y en uso, es un proceso institucional. En suma, en términos clásicos, en el lenguaje se produce
una paradójica compenetración, concentración, totalización en desarrollo o concretización
dinámica entre los principales fenómenos que contempla la vida física y la espiritual: la base
(lenguaje: instrumento, mecanismo, medio, fuerza productiva), superestructura (costumbre,
institucionalización, normas) y formas de conciencia social (espíritu, sentido solipsista e
intersubjetivo).
3.2.7.- LA CONCIENCIA EN SI: REAFIRMACIÓN DE LA IDEA.
En Wikipedia se dice, que “la mente ES el cerebro en funcionamiento”; ésta, no
obstante, es una apreciación engañosa, pues, la mente no es el movimiento del cerebro per se,
tanto peor lo es, cuando este último todavía no ha recibido la conciencia (banco sistematizado
de información y software aperativos), que le preexiste (la mentalidad y la conducta de la
humanidad), la que está fuera en el conjunto social o humano y en el entorno en “estado
práctico” (esta conciencia no tiene origen extraño, divino; no previve a la humanidad; ésta ha
sido generada históricamente por el ser humano en su evolución –esta aclaración, precisa ser
hecha para que no se filtren sombras asociadas a la ilusa concepción idealista, de que
“primero fue la idea, luego la materia”); conciencia, que moviliza al cerebro, lo pone a operar,
lo dirige de un cierto modo, cuando todavía el individuo: no se ha elevado hacia la categoría
de sujeto (en sentido althusseriano del término); una vez que el individuo forja su identidad,
ésta da el carácter a su cerebro, a la operación de éste: acomodo/transformación al y/o del
entorno de la conciencia social, en su orden. La conciencia siempre es externa al “sujeto”, la
cual se convierte en estructura del cerebro al internalizarse, cuando éste se llena de
información externa (primario–sensorial, al principio; complejo–conceptual, luego); el hecho
se advierte, que es análogo a la computadora: al CPU debe ser ingresada información y
métodos de trabajo; sin embargo, la diferencia –mutatis mutandis- está, en que una vez
formado el cerebro, éste actúa bajo la influencia de tres factores: su base biológica (químicaeléctrica),
la personalidad (conciencia propia) y el entorno (conciencia social y realidad social
y natural). En efecto, no existe tipo alguno de dualidad en el individuo (cuerpo y alma)
aunque los hechos se hallen envestidos de esa apariencia; lo que ocurre aquí, es que el
hardware de cada individuo (su cerebro biológico plenamente formado, el cual si no recibe el
software o conciencia social, no valdría nada, o sería un subhumano como vendría a ser
Tarzán) se llena de conciencia (información), la que está fuera y ha sido producida por la
historia en su conjunto de seres en la práctica social del trabajo, y que debe ser internalizada
en cuanto mecanismo medial de estructuración del cerebro.
El verdadero Trazan, es decir, el niño hijo de padres muy cultos europeos, que en la
historieta se extravía en la selva africana a muy temprana edad y que tiene que convivir con
los monos, sería, en verdad: hardware sin software, o hardware en el que se refleje la realidad
con su representación directa, no conceptual (información básica), y cuya operación tenga
lugar con un software elemental (pues, su vida transcurriría de modo muy simple, ésta –en
realidad- le sería de exigencia muy sencilla). El verdadero cerebro posmoderno (más aún: el
supramoderno, que se avecina, que se está forjando en estos precisos momentos) funciona en
su encuentro con la conciencia; y, la conciencia –se reitera- es el saber históricamente
generado, el cual tiene determinación social, y el que recircula y se desarrolla en los cerebros
de los vivos, y que –a su vez- se conserva en el relevo generacional (la educación es la
reproductora, la multiplicadora, la conservadora de la conciencia; la investigación, la ciencia,
la técnica –por su parte-, reproducen de forma ampliada la conciencia). Las tradiciones, las
mí me irá peor, tengo mala fortuna,…). La falla está en que la reprogramación puede ser en exceso optimista,
pues, puede chocar con las determinaciones deficientes o contrapuestas de la realidad y la cura ser inefectiva;
además, se trata de una forma de “terapia” (que se dice ampulosamente que deben seguir todos) de naturaleza
funcional al sistema que crea la mayor parte de traumas, psicosis, histerias, estreses, etc., dado que es también
optimismo técnico simple, no critico ni cuestionador. En sentido semántico, este procedimiento debe llamarse
más bien “reprogramación semántica de la conciencia”, puesto que se opera con nuevos sentidos que se
asientan en el cerebro el cual no tiene daño alguno, fobia que se ubica en la esfera de la programación negativa
de información.
842

costumbres, lo mismo que la diversión, que los actos de satisfacción de los sentidos, detienen
su avance y el despliegue del proceso de la racionalidad.
La conciencia individual es una recreación de la conciencia colectiva existente, como
replicación en la mente de cada nuevo ser que nace. En todo individuo se produce la
conciencia (la introyección de la conciencia humana existente); la conciencia de cada ser
humano alimenta, luego, a la estructura de la conciencia inicialmente recibida. Cada nuevo ser
se integra funcionalmente a la humanidad entera y al torrente de la historia; pero en toda
nueva “persona” la conciencia colectiva se inscribe de modo particular, hasta un momento en
que el ser humano se individualiza (se vuelve persona, en estricto sentido) e ingresa en el flujo
de la conciencia general en curso, no solamente para funcionar en ella, sino para poner su
impronta. Ahora bien, así como el ser humano no puede pensar, poner a volar su imaginación,
por sobre los límites, que la realidad lo impone, tampoco puede hacer, producir, otra realidad,
que no esté contenida en la estructura y producción de la materia: la computadora es el
cerebro humano; los universos en miniatura, son réplicas en miniatura del universo real; la
clonación ya está en la realidad, como el avión, el telescopio,... (si el ser humano pertenece a
la materia: sus procesos creativos, tecnológicos, le pertenecen a ella). La conciencia lo
produce la historia y se ubica en cada nuevo individuo, como proceso –uno de ellos- que pone
en acción al cerebro (es lo general lo que se apodera de lo particular, que se graba en la esfera
neuronal, le da sentido y lo conduce –la mentalidad de una época se siembra en el cerebro y,
si el sujeto “es despierto”, aporta ubicado en su posición particular, al desarrollo de la
conciencia general, la que volverá a plantarse en las nuevas generaciones).
Sobre la tópica que se ha iniciado a realizar anotaciones, se asevera: la conciencia no
es el espíritu, pues, el ser humano no ha sido tocado por trascendencia alguna. El espíritu es
una noción sobre la conciencia de la humanidad niña, del mismo modo como lo son las ideas
sobre dioses y demonios (la representación sistematizada de las escenas del sueño y del
recuerdo). En la realidad objetiva: no existe nada fuera de la frontera del mundo. Se dice por
ahí, que el espíritu introduce Dios en el cigoto, en el momento en el que el espermatozoide
penetra el óvulo (la fertilización in vitro reproduciría el milagro, pero la clonación no, por
tanto, los individuos que “vengan al mundo” por esta última vía, serían unos completos
desalmados). Se suele asociar al ser humano con tres substancias: conciencia, espíritu, alma,
obviamente: todas residiendo en el cuerpo o cascarón; espíritu: intervención divina,
inmortalidad; conciencia: conocimiento mundano, personal, materia de desaparición con el
deceso del individuo; alma: “energía” que tiene una persona y que desaparece con ella. Se
dice también, que si no hay espíritu, no hay conciencia: el alma vendría a ser la conciencia (el
espíritu); ésta, sin embargo, no sería objeto de destrucción con el cambio de forma material
del individuo: la muerte. Empero: ¿qué es la conciencia? Es el producto del proceso de
captación histórico-humano del mundo por parte del cerebro humano; la conciencia es: pura y
simple información, conocimiento grabado, estructurado histórica y sistemáticamente de
modo filosófico, cosmovisivo, en el cerebro. El alma se va formando en el nuevo ser en la
experiencia y en el aprendizaje, es decir, en cuanto captación por parte de la mente, del
mundo. Este es un proceso largo, tanto humano como individual (el ser humano, una vez
conformado su hardware cerebral, usa el software natural de partida con el que también viene
equipado, para operar el equipo, al cual finalmente lo desarrolla en forma biológica y, luego:
de modo artificial –la computadora, la inteligencia artificial). De modo que el individuo puede
ser definido también de otro modo: como el hardware biológico generador histórico de la
conciencia, banco de reserva de ésta y ente que lo reproduce de forma ampliada.
La conciencia emerge paulatinamente con la humanidad: se va formando con la
evolución de ésta. La conciencia (la razón, el espíritu, el alma), no surge antes de que
aparezca la corteza cerebral en el proceso de evolución biológico de la materia; la cual
empieza a reflejar el mundo de modo consciente; en la misma, este reflejo se va ampliando, es
decir, la información grabada se cualifica y luego se transmite: la investigación –o el
conocimiento accidental- es la ampliación de la conciencia, y el aprendizaje: la instalación de
la conciencia en los nuevos hardware, o sea, su perpetuación (del conocimiento, de la
conciencia, del “alma” de la humanidad, generacionalmente; naturalmente: con mejoras de
promoción a promoción). La conciencia es el saber grabado en el cerebro, el cual empezó de
cero cuando niño y la que se desvanece cuando el individuo decesa (se destruyen las
proteínas, los aminoácidos, los nucleótidos, los enlaces de hidrógeno en el ADN o demás
formas físicas, químicas de la materia neuronal cerebral regulados de modo biótico, que son
843

su base material); sin embargo, así como no puede haber conciencia antes del aprendizaje y
entronque con el mundo, cuando el órgano que tiene el conocimiento se descompone, la
conciencia desaparece también, al igual que un disco duro que se destruye. La conciencia sólo
tiene existencia grupal; si un niño que naciera no se encontrara con la humanidad (con la
conciencia ya constituida) no llegaría a ser humano: no tendría quién le facilite la conciencia
(debería dar inicio al doloroso proceso de producción de la conciencia por sí mismo). Con
cada ser humano que muere, desaparece la conciencia; no obstante, la conciencia pervive por
cuanto existe en los otros miembros de la humanidad (memoria histórica e historia viva),
puesto que ha quedado registrada en documentos y otros medios, e incluso: hoy se dice que la
mente puede ser escaneada. La conciencia –nuevamente se reitera- la forjó el ser humano en
su práctica social, la ha perfeccionado de generación en generación, la ha transmitido de igual
modo y desaparecerá cuando llegue a término la humanidad.
En realidad, la conciencia (saber, ser y actuar) es –sobre todo- el saber humano
acumulado, percibido e internalizado por un individuo inmaduro en su contacto con el mundo
y con los adultos y la cual, como el banco de información y el sistema operativo que introduce
el ser humano en una computadora merced al cual el dispositivo opera, hace que funcione su
cerebro (se vuelve a recordar, que de este modo se explica las enfermedades denominadas
psicosomáticas, tanto como el intento de tratamiento con la psicoterapia –la historia: es un
virus, y el Psicoanálisis: el antivirus “informático” 1303 ). El agente introductor de esta
información y de los métodos de trabajo del pensamiento con aquella, es el grupo al que
pertenece la persona: la humanidad unificada y globalizada en el presente. La persona es
unicidad de neuronas e información; la conciencia –la información estructurada
ideológicamente- es la última en aparecer –pues, es el reflejo de la realidad en el cerebro, a
pesar de que luego esta pase a representarse a sí misma, en su puro interior- y en instalarse en
la substancia gris, esto es, la que se graba y apodera del cerebro biológico-materialmente
formado, pasando a constituir –los dos- una sola “masa”. La técnica permite entender la
realidad natural, pues, el desarrollo ulterior provee la clave para entender el anterior (Marx):
el ser humano comprenderá el movimiento de la conciencia mientras la produce de forma
artificial. La computadora posibilita entender el cerebro; la conducta del individuo –por
término medio- depende del tipo de información (la ideología, para las formaciones clasistas)
y del sistema operativo (profesional) con los que se han llenado el cerebro. La computadora
no funciona si no se la enciende y provee de “energía”; el cerebro viene encendido (dispone
de “pila” propia) y continua mediante la alimentación; además, cuenta con instrucciones
(reflejos) aunque no con información de arranque; la información introduce paulatinamente la
humanidad en la mente del nuevo ser mediante la educación.
A propósito: ¿cuáles serían las posibles formas de ocupación no cognitivas, los
pasatiempos de la nueva humanidad sería, madura, esto es, de la renovada conciencia al
quedar al margen los conciliábulos de los negocios, el cortejo, la farándula y los chismes, los
enredos, las difamaciones; es decir, los entretenimientos que reemplacen a los espurios,
esperpentos de hoy: telenovelas, baile erótico, el alcohol, los cuentos, las novelas, los juegos
de azar? Una vez alcanzada la conciencia superior: aquella escrita con letras mayúsculas, los
supramodernos pasatiempos deberán ser las noticias, los “debates”, las ponencias, los
simposiums, el estudio de la historia de los pueblos anteriores (“culturas” –sic), de los restos
fósiles. Lo serán aquellos que le catapulten cada vez más a la humanidad supra moderna
hacia la realización plena de su ser: dominar toda la realidad con la mente, esa será la nueva
1303
Con esto no se quiere absurdamente contrariar la idea respecto de la existencia de conexión entre, por
ejemplo: cierto tipo de emociones y el colon (irritable), proceso sobre todo incurso en el área reflexológica. La
curación de estos males del “alma”, no se recluye sólo ni mucho menos a la autoconciencia del hecho y su
terapia subjetiva, puesto que las enfermedades sintomatológicas requieren ser descubiertas su causa como base
para fundamental en ella, su tratamiento; en éstas, no es que se puede curar la enfermedad acudiendo al sentido
de la palabra o a la voluntad, puesto que el estrés y otras fobias, tienen raíz en el medio social. Si la causa de
una enfermedad, dígase: de la amigdalitis, se halla en el interior mismo del cuerpo, una vez que éste ha sido
penetrado por el estreptococo; en muchas de las enfermedades llamadas de la mente, en cambio, sus
condiciones desatantes existen fuera del individuo, en el medio social. La terapia realizada en el individuo en sí
en tales condiciones, provocará en el individuo paciente efectos positivos perentorios (como cuando la cura es
simplemente funcional sobre un problema anatómico), retornando reincidentemente el mal no bien el paciente
se reinserte en el entorno. Ahora bien, muchas enfermedades están en el presente y no en el pasado, no
pudiendo ser tratadas con la llamada hipnosis. Por tanto, son las condiciones materiales de vida del paciente,
las que deben ser modificadas para que desaparezca la enfermedad (esa es la razón de la inefectividad de cierto
tipo de terapias psicoanalíticas).
844

aspiración no triunfalista, no individualista, egolátrica, dicho de otro modo: la ausencia de
aspiración. Este meta objetivo, no pude alcanzárselo sin el concurso del robot (humanoide).
3.2.8.- EL ROBOT, EN CONCRETO.
La razón por la que, de modo estocástico, la Materia corona el movimiento de sus
propiedades (en el ciclo en curso) mediante la creación de “Dios” (puesta la expresión en
sentido alegórico, obviamente): la producción de la “otra de sí misma”, o sea, su reflejo
cognitivo, informacional, su conocimiento, su conciencia, no puede lograrse con la sola
presencia y actuación de la forma orgánica limitada del cuerpo humano. El ser humano debe
llegar a la meta de las metas: ser o representar a Dios, a través del concurso del robot (sea del
tipo humanoide o no). Esta cima, debe ser alcanzada, por tanto: 1) por la acción de la mente
natural, con la asistencia de dispositivos mecánicos no inteligentes; 2) por el trabajo de un
ente mixto, resultante de la asociación: inteligencia natural-inteligencia artificial; o, 3) por la
operación, tan sólo: de la mente artificial, esto es, cuando la forma natural clásica de la
inteligencia, haya desaparecido. En cualquier caso, en el proceso, el concurso mecánico
complejo, está presente en el futuro trayecto y sueño humanos. Y, el sucedáneo humano: el
humanoide, debe entrar a operar como algo usual en el círculo “social”, mas siempre en el
entorno de una forma intrarelacional de los miembros de la humanidad diametralmente
distinta a las de tipo clasistas, y a la conocida, todavía vigente y clásica capitalista. No hay
otra manera de que los robots o, propiamente: las máquinas inteligentes, tengan sentido y
función en la historia, en el mundo, en el cosmos (caso contrario, las fantasías incursas en los
filmes de Matrix, Terminator,..., dejarían de serlo). Para el propósito, en los robots, no es
necesario reproducir todas las capacidades e incluso todos los conocimientos (experiencias)
inherentes al ser humano; por ejemplo, el aprender a jugar balón cesto: ¿para qué? ¿Qué
sentido tienen en la conformación, desarrollo y función, de los robots, muchas actividades
practicadas por el ser humano, vertebradas a su funcionamiento biológico como la digestión?
En efecto, ni siquiera por simple divertimento, interesa incorporar software relacionados con
la diversión, mucho peor con las actividades superfluas como la de los juegos de azar (el
simulador de sentimientos automotivados, de las reacciones humanas: la base material de la
lucha por la vida, que en un momento histórico el capitalismo lo tergiversará, lo malversará,
lo degradará).
Ahora bien, una vez llegado a este momento en la historia (en doble sentido: en el del
escrito presente, como en el del flujo de la humanidad), emerge directa y necesariamente la
pregunta: ¿para qué el robot? ¿Acaso para vivir más confortablemente? ¿Para saldar los
términos del reto supremo puesto al frente del pensamiento: “duplicar la más grandiosa
producción de la Materia, de manera que el ser humano pueda mirarse en un espejo”? ¿Por
simple sentido utilitario?: para el capitalista, el robot es el trabajador perfecto (no se olvide,
sin embargo, que los robots –como ya se especula y teme- pueden verse envueltos en
movimientos reivindicativos de sus “derechos”; no obstante, lo harán, tan sólo a condición
–dicho sea de paso-, de que a los mismos se les incorpore sentimientos asociados con la
autoreproducción (en pareja o en grupo: miedo, gusto, dolor) o por razones de racionalidad,
en cuanto formen parte de un torrente que deba cumplir con un objetivo –propósito, pero no a
la manera de la Religión, es decir, por gusto y designio de alguien). ¡La realidad no es así! Ya
se ha dicho: es preciso que se produzca el robot, que éste evolucione y alcance su propia
optimidad, para que el ser humano realice en todas sus posibilidades y consecuencias las
potencias de la propiedad de la inteligencia, esto es, que alcance la perfección.
Por otra parte, en el robot se superan algunos conflictos (económicos, sociales,
ideológicos), que tiene perplejo al ser humano todavía hoy y sobre todo hoy (año 2009). El
robot ya no es ni femenino ni masculino (no necesita del apareo para reproducirse: para
reponer las “unidades de inteligencia” artificial, ya que incluso al tener el humanoide una
“esperanza de vida” infinitamente mayor, no es interés directo su “incremento vegetativo”,
sino su reemplazo y desarrollo; no puede, por tanto, incorporárselo el instinto, el apetito, el
deseo sexual; y lo cual genera múltiples simplificaciones en su diseño y, quizá: la ausencia de
toda la esfera de los instintos afectivos propiamente tales); a dichos substratos provenientes
del desarrollo del conocimiento y de la técnica, no le es dado: “elegir su opción sexual” (sin
embargo de que en el Japón se conoce, que se está produciendo entes mecánicos, que
reproducen el cuerpo de la mujer con rasgos humanoides en atención al gusto y bajo pedido,
para utilizarlos desviadamente en prácticas sexuales; estas aberraciones típicas de las
845

sociedades “desarrolladas”, es normal, que hayan receptado el impacto del progreso técnico,
el cual empezó con genitales artificiales y eléctricos, pasando por la muñecas inflables, como
se sabe) 1304 .
Manteniéndose siempre en el plano del sentido de la reflexión planteada, la
complicación, que ya está siendo lógicamente resuelta, radica en que “al robot hay que
ponerle metas para que opere”; contrario sensu: el ser humano lo hace por necesidad (la
sobrevivencia y, al hacerlo: propulsa su desarrollo). La dificultad propiamente dicha consiste
en el hecho de que “cuerpo e información deben trabajar en colaboración”; en el niño el
cuerpo crece y simultáneamente se adapta en coherencia con el aprendizaje y el desarrollo de
necesidades (conocimiento, deseo, órganos y movilidad): es la adecuación paralela entre
información, “propósito” y acción (motivación, software y hardware). En el ser humano, la
disposición de su cuerpo y su conciencia, que lo preparan para el pensamiento, proviene de la
conjunción de tres factores: necesidad, las neuronas corticales (grabado de información y
procesamiento) y el entorno (el escenario que abarca tanto los recursos como las limitaciones
para el ejercicio de la inteligencia, de cara a la atención de necesidades). Al robot hay que
darle metas; y, paralelamente en coherencia diseñar el instrumento corporal que sustente las
distintas funciones implicadas en su cumplimento, lo cual requiere de su contraparte lógica (o
al revés).
Para acceder al sentido y poder entender, por ejemplo: los sonidos musicales, se debe
contar con sensores orgánicos, hormonas, enzimas, proteínas o algo parecido, así como
información previamente asentada en el cerebro: propiedades materiales con un específico
tipo de estructuración. No obstante, es prácticamente imposible proveer con tales receptores
(condiciones) al robot; mas bien: es innecesario, pues, sería absurdo conseguir, que un robot
se entregue a escuchar, verbi gracia: música, a cerrar los ojos y suspirar (una efímera consorte
joven de la persona que garabatea estas anotaciones, al escuchar las Sonatas para Piano de
Beethoven, preguntó: -¿qué son esos ruidos”?-). Ahora bien, los sentidos funcionan de modo
básicamente hormonal, en el interior de una complejidad biológica, por lo general gatillada,
para el caso, por causalidad externa: el sabor de una manzana, el olor de un bistec, el
argumento de una película, la forma y la química del cuerpo de una mujer, la brisa tenue que
atempera un clima que sofoca. El robot de “última” generación, debe cumplir funciones
esenciales definidas, como las asociadas a la inteligencia y al pensamiento; para el efecto,
contará con los órganos indispensables en coherencia. En el ser humano, la sobrevivencia y la
multiplicación de la especie, son procesos que requieren de esa colosal cantidad de funciones
y órganos, que se resumen en las esferas sensitiva y racional. El robot, actuando en campos
específicos no numerosos, se mantiene operativo mediante el “trabajo” de mecanismos, que
no son del orden biológico sino mecánicos y lógicos. No se necesita ser portador de una
capacidad especial, para advertir el hecho de que los robots que cumplen específicas
funciones, no requieren de múltiples y variados órganos, sobre todo en el campo de la
sensorialidad. Sin embargo, la mayoría de especulaciones e, incluso: de aquellas posiciones
serias sobre la Robótica, mucho se preocupan por endosar la esfera sensorial en el robot.
1304
En la actualidad se comenta mucho y con fuerza sobre la tesis “opción sexual”. Esta, es una flagrante
aberración de la mente: una confusión, un desquite, una maldad. Aun a riesgo de que el relato que sigue, de pie
para que le reboten una serie de desaguisados mentales, tales como: homofóbico u homosexual invertido o
reprimido, desajuste psicológico provocado en la infancia, resentimiento social, conducta anticuada y
argumentos análogos, se comenta el hecho. La persona que escribe estas líneas, cursó sus estudios secundarios
en un pensionado de curas. En el primer curso, se pudo advertir, cómo un sacerdote, que daba la apariencia de
ser toda una personalidad con carácter, tenía tras de sí un séquito de mozalbetes de entre 11 y 12 años
cursantes del primer año de bachillerato: eran niños con los cuales el señor sacerdote se distraía sexualmente.
En la lista de prospectos había estado mi persona; y, si me salvo de entrar a integrar el “harén” del curita, es
por cuanto uno de estos muchachos “amantes” del reverendo padre (el de mayor estatura, por supuesto),
celoso, en cierta ocasión procedió a agredirme; esa paliza (“Bendito sea Dios”) hizo que me alejara de todo
sitio al que acudía mi agresor y, por supuesto: del señor cura. Al comentar este incidente a jóvenes
universitarios en clase, o sea: que por poco me hacen gay cuando indefenso niño, uno hizo el siguiente
comentario: “de haberle ocurrido, no estaríamos recibiendo clase aquí en el aula, sino que al señor ingeniero
hubiésemos tenido que ir a escucharle en una peluquería”. En lo personal, la “opción sexual”, no fue materia
de elección, pues la misma estuvo predefinida de modo natural, genético, como es lo debido; un macabro
incidente (social), que no se dio por fortuna, pudo haber desviado la normalidad en el comportamiento sexual
personal (desde entonces he procurado no encontrarme con dicho religioso, para no mancharme las manos de
sangre).
846

De manera que, querer reproducir de modo artificial al ser humano en forma exacta
(ántropo isomorfismo), es un despropósito; lo propio es hacerlo en atención tan sólo a las
funciones básicas, que se requiere para que el robot colabore o lleve a cabo las tareas a
emprender en la nueva etapa en la que está ingresando la humanidad. Es obvio, que en un
principio estos entes se convertirán en siervos y asistentes en el modo de vida de las personas:
en su cotidianeidad; luego avanzarán hacia convertirse en “seres que lleven el legado de la
evolución humana a través de las estrellas”. Esa, en realidad, no es su misión fundamental; lo
es la producción del retrato hablado del Universo, proceso en el que queda instalada de modo
subsidiaria la actuación citada. Bien se ve, que la producción de robots inteligentes se reduce
en complejidad y dificultad, en el momento que se percibe que la corporeidad sustento de la
inteligencia artificial, es simplemente especializada, unilateral (a no ser que, por razones no
del todo objetivas, se pugne por crear dispositivos mecánicos pensantes, que actúen a la típica
manera humana en todo, esto es, en forma amigable), de modo que el campo de la Robótica
básicamente se cerrará, cuando la producción de seres artificiales haya llegado a la réplica
sustantiva y objetiva, práctica y sensatamente necesaria, del ser humano maduro; o sea, en el
momento en el que la “industria” de la robótica haya entendido el sino y el trayecto del ser
humano, que se halla en curso y que se desembarace de los resabios de la estructura mental
arcaica de clase. Este es un problema que enfrenta, en la “reproducción de sí mismo”, el ser
humano, o sea, el modelo mental y la forma de organización en la que deben actuar u
organizarse los robots; otro es el relativo a que no se trata de reproducir a animales o plantas,
sino a la vida humana misma y a la inteligencia, lo cual necesita del aporte de todas las
potencias creadoras de la especie; es por eso, que en la producción del robot humanoide
inteligente ha emergido una especie de “división técnica internacional del trabajo”, cuando en
varias partes del mundo inventores producen órganos y funciones parciales con los que cuenta
el ser humano natural, los que luego se integraran conformando el robot sapiens (“la ciencia
ha superado a la ficción”) 1305 .
La atención en el robot está puesta, en el sistema de relaciones “sociales”
(interpersonales), que éste –que como determinación histórico-material de la vida racional
futura- da lugar como producto elaborado por la última intervención humana en su
reproducción material y en el desarrollo de las fuerzas productivas 1306 ; relaciones, que
revolucionan de manera total los esquemas del modo de vida: las ideas (las visiones, las
esperanzas, los proyectos), las normas, las instituciones, las conductas de la entera entidad
humana global (y a la entidad humana propiamente, pues, el robot, dotado de inteligencia,
puede llegar a contar con autonomía: a pensar por propia cuenta, siempre y cuando ésta
facultad responda a una necesidad de reproducción de su “especie”, lo cual está directamente
relacionado con la existencia de un sentido para su “vida”; de no ser así, su permanencia
deviene de una obligación: el concluir el proceso de subjetivación de la materia, que dio inicio
el antiguo ser humano). Por tanto, es el robot globalizado (la mecanización, la automatización,
de todas las esferas de la vida y para todos los “estratos” de la “estructura” “social”; en
verdad: sólo con el robot, en tanto proveedor “económico” fuera del trabajo, de la entera
comunidad humana, se reitera: se da el “comunismo”, no de otro modo), la verdadera y
1305
Según un científico checo (Rodan Richta), la humanidad ha atravesado por tres revoluciones tecnológicas:
la primera dice relación con la invención de las herramientas; la segunda con la creación de las máquinas; y, la
tercera, refiere a la producción del autómata (máquinas que se controlan así mismas); quedaría por
completarse la última revolución tecnológica, de acuerdo a una opinión “personal”: la de la inteligencia
artificial. Siguiendo tal perspectiva, hoy ya se acepta que la tecnología se desarrolla tanto de modo evolutivo
como revolucionario (tal como lo prescribe la Filosofía Marxista en su frente dialéctico); la evolución se dice,
consiste en cambios parciales y lentos que tienen lugar en el progreso de la técnica, mientras que la revolución,
también se asevera, tiene que ver con el cambio total: la nanotecnología, la neurogenética, la informática
(Qubits, computadoras cuánticas), la robótica, etc., son asumidas como revoluciones simultáneas que ocurren
en el presente y que están convergiendo para dar lugar al posthumano, una vez que la información se difunde
rápidamente (cada invento induce la producción de nuevos): se genera y se comparte conocimientos, por lo cual
confluyen todas las ramas de la ciencia.
1306
"Definamos una máquina ultra-inteligente como una máquina que puede sobrepasar en mucho cualquier
actividad intelectual de un humano por inteligente que éste sea. Como sea que el diseño de una de esas
máquinas es una de esas actividades intelectuales, una máquina ultra-inteligente puede incluso diseñar
máquinas mejores e, inevitablemente, llegaría a darse una "explosión de la inteligencia" que dejaría a la
inteligencia del ser humano muy atrás. Por lo tanto, la máquina ultra-inteligente es el último invento del ser
humano, suponiendo que esa máquina sea lo suficientemente dócil para decirnos como mantenerla bajo
control..." (I. J. Good, citado por Vernor Vinge, en: Singularidad tecnológica).
847

definitiva negación del capitalismo, pues, representa en sí misma, la supresión práctica de la
realidad “empírica” de la “escasez”: la alcahuetería epistemológica del catecismo económico
liberal remozado. Con la creación de su substituto artificial, la humanidad llega a su máximo
nivel de concretización. Sin embargo, el robot inteligente está destinado a cumplir otro papel
mucho más esencial.
Al someter a reflexión con mayor interés la forma-conducta de una persona cualquiera
hasta hoy viva, la mente se queda perpleja, tremendamente anonadada, alarmada, por advertir,
que la conciencia, la voluntad, la inteligencia, se hallan completa, total, forzosamente
atrapadas por la naturaleza sensitiva: a cualquier edad, condición o lugar, se siente hambre y
se encuentra placer en el comer (claro: el disgusto es que para conseguirlo, normalmente se
debe trabajar); se tiene frío, la satisfacción está en abrigarse; se experimenta cansancio, se
procede a alcanzar solaz en el descanso, en la recreación, como sensación de bienestar que
embarga al cuerpo (se evita el dolor y se busca el placer, de lo contrario se será tildado de
masoquista); se siente curiosidad y la satisfacción proviene del conocer; se necesita hacer la
micción y por el acto de realizarlo, se obtiene satisfacción. La máquina: no tiene necesidad de
invertir “energía” en la tonterosa esfera de los sentidos, de los deseos, o sea, de aquella región
de la vida, que vulgarmente suele decirse: “el lado humano” (el que –en realidad- es el lado
más abyectamente animal). Sin embargo, algunos desgraciadamente disparatados que se
desempeñan en la propia área del desarrollo robótico, se plantean temas de investigación
tecnológica conducentes al desarrollo de software creador de sentimientos en las máquinas
pensantes, o sea, a introducir la esfera vergonzosamente sensorial casi propia del ser humano.
Por eso, ni siquiera el ser humano, en su desarrollo, es quién devendrá en Dios, si no renuncia
a la esfera de los sentidos y se transforma en súper ser humano, esto es, si no asume la razón
fría como la condición cinética de su vida. En realidad, el ser humano es tan sólo el medio de
la Materia en la producción de su Dios. Dios es, en ese sentido, tanto creación ideal,
mitológica de la mente humana como el sujeto que resulta de la conversión de dicha idea, en
realidad empírica, palpable. Dios, de existir, debe ser sólo razón, únicamente razón, no
corazón: no puede sentir miedo, amor, felicidad, odio, valor, tristeza: la esfera pasional no
puede estar en Dios; por tanto, la inteligencia artificial llegará a ser Dios
El ser humano al crear inteligencia artificial, conciencia artificial, voluntad o
personalidad artificial, es decir, al robot sapiens, ha generado el instrumento para la
producción de Dios. Sólo el espíritu artificial puede avanzar, en su propio desarrollo, a la
condición divina, mas no la conciencia humana, natural, por más desarrollada que ésta se
encuentre. ¿Por qué esto? Por cuanto el ser humano al regir su vida fundido en la esfera
sensorial, es un marioneta de la naturaleza: ésta es el titiritero y aquel el títere; pero en el
robot se halla de entrada suprimida la esfera sensorial e impuesta la lógica como dominio
absoluto (incluso la dotación de “energía” para que funcione el robot inteligente no provoca
sensación de placer alguno en el mecanismo de inteligencia artificial: eh ahí el “ser” superior,
el Dios). El ser humano empezando como animal, avanzó hacia la condición racional y debe
pretender alcanzar a Dios: saber todo, hacer todo, poderlo todo; está es la tendencia de la vida
inteligente y que nadie se asuste: el reto para la inteligencia es descubrir el misterio de Dios y
asumir dicha investidura. La marcha lo realizan Afrodita y Ulises; el retorno, en cambio, es de
Atenea y el robot sapiens. El intenso proceso de búsqueda de la inteligencia termina cuando
la realidad se agota como objeto de compresión. Y en el caso de la mente que piensa, una
nueva interrogante la asalta, en relación a qué viene luego. Terrenamente se puede decir, que
la formación humana que viene, tendrá la clásica periodización trinitaria: humanidad servida
por las máquinas productivas; humanidad de carácter mixto: articulación funcional entre
inteligencia natural-inteligencia artificial; y, la predominancia de la inteligencia artificial: la
materia con su propia conciencia (en verdad, es el robot sapiens, quién “entenderá la
mente de Dios” –Hawking-; será recibido por Dios en su seno –Chardin-; o se coronará como
Dios –el pensamiento herético). De todas maneras, se cumplirá temerariamente el temor que
Dios tuvo frente a sus criaturas: Eva y Adán, el que lleguen a conocer, aspecto crucial éste,
sobre el que la serpiente (el Demonio revestido de género femenino, debe entenderse)
insidiosamente les perurge: “cuando lleguen a conocer, serán como Dios”, es decir, la
serpiente sugiere que el homo sapiens salido del cascarón, renuncie a la “sabiduría”, a la
848

intuición, al empirismo, a la mitología, al sentido común, a la identidad dada, para proveerse
de su propia naturaleza 1307.
3.3.- LOS PRESUPUESTOS DEL PROCESO.
3.3.1.- FUNDAMENTO RACIONAL.
La doctrina política actual, la de los movimientos sociales (según es el caso –por
ejemplo- del Ecuador con Pachakutik, Nuevo País, CONAIE, Coordinadora de Mujeres...;
circunstancias político-sociales, que constituyen parte significativa de una determinación
política universal de baja intensidad: Arafat en Palestina, Rigoberta Menchú en Guatemala,
Evo Morales en Bolivia, Lula en Brasil, el FSM 1308 , Chiapas, Acción Ecológica, Derechos
Humanos, Nuevo Orden Mundial; Gandhi, Mandela, Luther King; gramscianos,
neogramscianos, neomarxistas, postmarxistas, revisionistas, en general 1309 ), los
autorepresenta a sí mismos “no como resultado histórico, sino como punto de partida de la
historia”. Los actores y su práctica política en el presente, se inscriben –a sí mismos- en
diversidad de procesos sin conexión alguna con el pasado: con la tradición, con la ortodoxia,
con argumentos estructurales, objetivistas, que confieren primacía –en su programa de
movilización social- a los procesos de reproducción material de la existencia 1310 ; en una
palabra: con la heroica gesta realizada por el proletariado sepulturero del capitalismo (con su
lucha política y su autoanulación en la técnica –en la robótica; en su transustanciación como
“robot sapiens”) 1311 . Tanto los estudiosos de la llamada “vía malasiana” de transito societal en
curso, como la de la “economía solidaria” de los pequeños propietarios emprendedores
asociados, caen –a su vez- en esta impostura plushistoricista, conforme a la cual: la
consolidación de esta forma emergente de economía por sí sola, es la negación de la economía
imperial de mercado cercada, en crisis y en disolución.
En esta concepción especulativa ahistórica, Marx, el viejo Engels de los Diamat e
Hismat, Lenin, Stalin, Castro, Guevara, han perdido importancia, no tienen vínculo alguno
con el momento actual; los movimientos sociales –los nuevos sujetos sociales- han emergido
como por encanto (como hongos) de la noche a la mañana: “han surgido de golpe,
completamente acabados, como Minerva de la cabeza de Júpiter” (Biessonov en referencia a
las apreciaciones de Lenin sobre un caso similar; en: Biessonov, B. N. El antimarxismo bajo
la bandera del “neomarxismo”, Buenos Aires, 1982). En esta “visión”, en consecuencia, el
proceso de transformación hemisférica no tiene continuidad, ni táctica ni en cuanto a los
1307
Todas las prohibiciones que interponen varias religiones a la actividad cognitiva racional, han
transparentado la intención de proteger de ante mano del temor que va a experimentar un ser cuando se
proponga conocer los llamados “misterios del Universo” el solo y en una época no consistente para el efecto,
cuanto la sospecha ligada a la operación de la intuición, sobre la imposibilidad de llegar al conocimiento
absoluto.
1308
Por ejemplo, en el plano político el FSM es un “… movimiento ni práctico, ni concreto en su orientación…
está subordinado a las ONGs occidentales, por tanto, es una estructura ´objetivamente´ contra-revolucionaria…
no es sino cháchara. No se involucra con la acción; por lo tanto es inherentemente ineficaz... no ha desarrollado
con claridad los parámetros organizacionales y estructurales del nuevo orden social. Por el momento, la
división es mas bien emotiva y no de paradigmas alternativos” (Wallerstein, Immanuel. El Foro Social Mundial
en la encrucijada; revista América latina en movimiento, Quito julio del 2004). Leyendo el discurso sobre el
FSM de Buenaventura de Sousa Santos (El Foro Social Mundial y la Izquierda Mundial), se advierte el carácter
hedónico de ese fenómeno. En realidad, aunque recién inician, los movimientos de Los Indignados y Ocupa
Wall street, se presentan más prometedores y efectivos.
1309
Personajes, todos estos, que sin duda tienen sus méritos también.
1310
Esta actitud soberbia, sobre todo entre los representantes teóricos del poder burgués y pequeñoburgués (las
socialdemocracias que han llegado al gobierno de varios Estados de América Latina al concluir la primera
década del Siglo XXI), se extiende también sobre la teoría científica revolucionaria del proletariado: el
marxismo; sobre el mismo, se ha argumentado, que es un corpus doctrinario político integrado por puntos de
vista que pertenecen al pasado. Es la opinión del llamado “socialismo democrático” (que es lo mismo que
decir: capitalismo democrático), de esta paradoja que plantea la igualdad económica en el seno del capitalismo
cuidando la “vigencia de las libertades”(de empresa, de monopolio, de reunión, de credo, de asociación, de
opinión, sobre base de la distribución asimétrica previa de los medios de producción); no son tontos, los
proponentes saben que la libertad formal, enunciativa, retórica, no lleva hacia la igualdad real, pero permite
marear, ganar tiempo, torear la llamada “distribución igualitaria del ingreso”.
1311
“Un desarrollo de las fuerzas productivas que disminuyese el número absoluto de obreros, es decir, que
permitiese en realidad a toda la nación llevar a cabo su producción total en un plazo de tiempo más reducido,
provocaría una revolución, pues pondría fuera de combate a la mayoría de la población” (Marx: III tomo de El
Capital).
849

actores, o sea, la “revolución” no se prolonga, ininterrumpe (transmuta en “evolución”), no se
transforma de local en nacional, en regional y en mundial (la tonalidad del cambio, no
presenta relevo en los diversos planos territoriales, sociales y programáticos; en realidad, la
“revolución subversivo/intelectual/popular” es la derivación de la “revolución proletaria” y el
“poder racional-intelectual”, es la metamorfosis del “poder proletario”). Ahora bien, esta es
únicamente la apariencia: apariencia puramente estética de las grandes y pequeñas historietas,
en las que los héroes surgen de la nada. A los nuevos profetas políticos del siglo XXI surgidos
por generación espontánea, naturalmente: les resulta cómodo sostener, que a las mujeres, a las
nacionalidades, a los ecologistas, a los cultores de los derechos humanos, a los ciudadanos, a
los intelectuales, a los inconformes, a las formas económicas solidarias,… se les ocurrió un
día y se transformaron en los nuevos “Mesías”, de los problemas del mundo 1312 . En realidad,
estos novísimos “actores de la historia” han alcanzado el derecho a sostener una vela en el
entierro del capitalismo, una vez que el proletariado –único contendor coteja del capital-
cumplió su misión histórica (libró la “madre de todas las batallas”) 1313 .
En efecto, la forma societaria burguesa, yace herida de muerte: la Revolución
Socialista de Octubre es la responsable (a partir de ese acontecimiento, el capitalismo
agoniza: la clase burguesa hace todo porque no muera, el proletariado ya no está, no obstante
los neoproletarios: los subversivos/intelectuales/mundanos, pugnan por su deceso); el
proletariado –por su parte- se niega y se recupera en los nuevos procesos político civiles de
los “ciudadanos” (esto es, de los modernos sujetos abstractos ocupantes de las neopolis),
antitéticos a todo rezago clasista en la sociedad; esta articulación conflictiva constituye un
estado inacabado de comunidad, por tanto, muy dinámico y en búsqueda de su concreción. El
proceso de transformación humana en la coyuntura, se singuraliza en su carácter de
intermitencia: la apertura de este tipo de sucesos, rememora la inauguración de la era
revolucionaria con las tesis anarquistas. No obstante, la consolidación del movimiento de
conformación material-espiritual del portador material de la razón universal, no se atiene a
vías revolucionarias per se, pues, es propio hablar de “revolución” cuando al proceso le
precede formato lógico y el sujeto implicado responde a designios naturales (proletariado); si
su naturaleza es espontánea, nada más se trata de un hecho evolutivo (por tanto, los
movimientos de “liberación nacional” –abstractos-, los urbanos, reivindicativos -parciales-,...
adolecen de identidad, tampoco forman parte de abstractas revoluciones permanentes o
internacionales).
Sobre este hecho, no habría siquiera que rozar el tema, si el mismo no habría generado
conductas de insidia y animosidad, en torno del sujeto histórico de transformación social: la
Clase Obrera. La realidad, por su parte, se presenta harto diferente a la versión, que
actualmente exponen sus más conspicuos observadores. El movimiento de renovación de las
formas de asociación humanas preracionales, por supuesto: en los procesos
sobrecondicionados por la participación de la voluntad de segmentos sociales específicos, se
inicia con Marx y concluye –en su frente fundamental- con Stalin (pese a que la heroica Cuba
sigue en pie –año 2001) 1314 ; el mismo, puede derivarse del modo siguiente. “En las primeras
1312 Epoca, en verdad, caracterizada por el ascenso y hegemonía de las resistencias sociales en circunstancias
de una situación defensiva de la lucha de las clases: "ilusión social" (utopías neolibertarias de poder cambiar el
mundo sin tomar el poder o contentándose con un sistema equilibrado de contrapoderes) que refleja la
autosuficiencia de los movimientos sociales y el rechazo de la cuestión política (Bensaid, Daniel. Sobre el
retorno de la cuestión político-estratégica; enero 2008).
1313 En el símil, desde 1847 -fecha en la que Marx y Engels escriben el Manifiesto del Partido Comunista- hasta
1917, cuando Lenin dirige la triunfante Revolución Socialista de Octubre, la arena política mundial semeja una
gran plaza de toros bellamente descrita por el gran poeta ibérico don Federico García Lorca, en la que el
torero (el Proletariado) se enfrenta solo al toro (el capitalismo), que entontecido por el dinero y guiado por la
determinación natural de intervenir como fuerza impulsora de la producción de riqueza y de su acumulación,
arremete contra todo y contra todos (y contra sí mismo a través de la lucha competitiva); finalmente el torero le
asesta el golpe letal (le deja herido de muerte con la introducción certera de la espada de la Revolución
Socialista de Octubre), pero, al hacerlo, el toro le asesta la cornada con la cual le decesa (estos dos actores
fundamentales se anulan en conjunto). Es esta acción radical, la que ha desbrozado el camino para que otros
“sujetos sociales” alcen la voz y hagan efectivas sus luchas por destruirle del todo. Luego, sin la mediación de
la acción del principal contendor del sistema, ninguno de los hoy llamados “movimientos sociales” y demás, ni
solos ni asociados, hubiesen podido enfrentarle ni, peor, derrotarle, porque no son coteja para él.
1314 En verdad, antes de que se provea del fundamento cognitivo racional a la lucha, los seres humanos, ciegos,
perdidos, avanzaban guiados por la direccionalidad inmanente al desarrollo de las fuerzas productivas per se:
viaje extremo del ser humano, sin conocimiento, sin brújula, mas hoy ya se sabe a dónde le lleva la corriente;
esta limitación se supera con el advenimiento del marxismo, con la consigna:“... la fuerza de la razón no puede,
850

etapas de su vida, el ser humano permanecerá durante un largo tramo cronológico como un
ser básicamente sensitivo; este período durará varios milenios. Posteriormente el ´ser social´
experimentará una decisiva transformación hacia ser racional, sacudiéndose de su pasado
puramente vegetativo” (dixit Econ. Lucas Pacheco: Lecciones de Política Económica; UCE,
Quito, 1980); en esta fase, la resolución de las antinomias históricas, deviene precedida por el
predominio soberano del aspecto objetivo del proceso (de la preeminencia en la escena, del
movimiento de evolución natural de las condiciones materiales). En la historia bien se ve, que
el papel de la percepción objetiva en torno de la realidad conduce hacia sacudirse, en diverso
grado, de las amarras naturales y sociales; a eso se debe que el empresario de los vehículos
estadounidense de principios del siglo XX H. Ford, manifestara que la población no debe
conocer cómo se hacen los negocios bancarios, de lo contrario haría la revolución.
La concepción científico-revolucionaria marxista de la historia (forma de pensar
objetiva, la cual emerge a partir de la susodicha transformación), representa la más radical
ruptura filosófica de clase (político-práctica) de la humanidad con su pasado y con la
estructura del saber dominante; en verdad, este hecho habrá de encumbrarse como la
determinación del ingreso del “ser social” en la denominada “era del conocimiento”,
circunstancia que –a su vez- le permite al género contar con la base racional para modelar la
forma de organización social, en correspondencia debida entre estructura y conciencia. En
adelante, las “condiciones subjetivas” inmanentes al despliegue del proceso de desarrollo,
comienzan a desempeñar un papel de creciente significación en la historia: ésta se torna
destino, en tanto queda prefijada su ruta en la advertencia de su desenlace. Este inédito status
de la mente, de racionalidad históricamente condicionada (óntico, lógico, práctico y
teleológico), de refiguración objetiva y utilitaria del mundo, presenta una imagen estructural
dispuesta en cadena: comprensión (desarrollo de la sistematicidad teórica de su integralidad);
explicación (establecimiento de la determinación de la estructura); previsión (preestablecer el
conducto del movimiento de la realidad a través de sus brotes que devienen); y, la dimensión
axiológica de la práctica revolucionaria transformadora (“hasta hoy, os seres humanos han
interpretado de diversos modos el mundo -...[modos precientíficos]...-, cuando de lo que se
trata es de transformarlo”).
En la continuidad del proceso natural en el social, el ser humano debe producir su
propia existencia material en "sociedad", esto es, generar indirectamente su cuerpo orgánico
partiendo de la matriz natural: “El movimiento de la histórica comienza desde que el ser
humano produce una parte de sus medios de producción” (Marx) 1315 . La condición básica en
la circunstancia es el trabajo: el acto, que permite la reproducción humano-"social", en su
doble determinación: relación con la naturaleza y conexión intergenérica. En la naturaleza se
hallan puestos todos los medios para su reproducción (de la especie), más no los modos e
instrumentos hacia ella; es necesario producir estos apéndices: acumular en ellos experiencia,
conocimientos, perfeccionarlos. La satisfacción de necesidades bien se ve, que se trata de un
proceso secundario -aunque, en su determinación, sea el impulso inicial de todo suceso
humano-, pues, puede hacérselo según procederes animales, instintivos: hecho que no encierra
en sí todo el sentido de la actividad de reproducción de la propia vida (trabajo), sino el simple
claro está, supeditar a la fuerza de las armas, pero ésta ...[la razón dialéctica]... se convierte en fuerza
movilizadora material, tan pronto se enseñorea en las masas”: “la filosofía es la cabeza de la emancipación del
ser humano, el proletariado es el corazón, así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas
intelectuales, el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales y tan pronto como el rayo del
pensamiento muerda a fondo este candoroso suelo popular, se llevará a cabo la emancipación de los alemanes
como seres humanos” (Marx, C. y Engels, F. De la sagrada familia y otros escritos filosóficos de la primera
época; Grijalbo, México, 1976). Por tanto, en el marxismo, el proletariado ha tenido su cabeza, en el
proletariado el marxismo ha dispuesto de su brazo operador.
1315
El ser humano, no obstante, no solamente que se libera del despotismo natural el instante en que empieza a
producir su propia existencia material en el trabajo, sino que desde un principio ha participado en el desarrollo
de sí mismo como cuerpo orgánico con el proceso de autoproducción de la conciencia. Sobre el hecho, ni Dios
para los creyentes ni la naturaleza para los evolucionistas, dieron forma acabada a su obra maestra. Una vez
formadas las condiciones ontogenéticas (características antropomórficas, la base cerebral encargada de
gobernar al cuerpo y al proceso de subsistencia natural –lucha por la vida), el ser humano en “sociedad”,
mediante el trabajo, con el acceso a un nuevo tipo de alimentación (proteína animal) y sobre ese fundamento
antropológico, forjó paulatinamente la base material de la conciencia y a ésta misma; con la conciencia el ser
humano debía superar las limitaciones físicas y conferir eficacia a los procesos atinentes a realización de los
actos de sobrevivencia, a su vez, debía representarse el mundo de modo conceptual y temporal y, finalmente,
alcanzar la forma superior de la espiritualidad: la filosófica.
851

acomodo espontáneo al entorno, condicionado por el impulso y uso del propio cuerpo como
medio. La asociación de individuos en el acto de producción trae aparejada la condición de
emergencia de la conciencia (su producción por vía histórica humana): las relaciones de
intercambio de percepciones y la constitución de su medio: el lenguaje (primero el trabajo,
luego el lenguaje; pues, el lenguaje no podía aparecer sin que medie una razón ubicada en la
base de la esfera reproductivo material de la sociedad) 1316 ; si bien existen animales que viven
en grupo, que han formado colectivos perfectos como las abejas, que incluso mantienen un
sistema de "relaciones comunicativas", ninguno de ellos ha generado la conciencia (“estos
seres constituyen un solo gran organismo dividido en partes, puesto que cada uno realiza el
mismo trabajo”), pues, ésta aparece como producto de la actividad del trabajo (división de
tareas) en su conexión recíproca "social", en el medio en el que el ser prepara los instrumentos
de producción en elementos que se hallan fuera de su cuerpo. Luego, las relaciones
comunicativas, intersubjetivas, sólo se dan una vez que ya existe material representado,
asentado en las neuronas intermedias, hecho que ha tenido lugar en la relación entre el
sujeto y la naturaleza, esto es, en la práctica social del trabajo. El concreto mental marxista
de la historia, parte de la premisa de la producción social (de su abstracción teórica más
simple: el trabajo en general, actividad social, que luego produce los diversos valores de uso y
de cambio, los cuales se objetivizan empíricamente en la mercancía), cual fuente que genera,
articula y asigna el sentido y su status venidero a la integralidad de las esferas de la vida: su
automodificación y el desarrollo de aquellas; en esta Filosofía se hallan dispuestas, en
conexión recíproca, tanto la naturaleza como la interconexión humana para autoproducir su
vida, como supuestos de la reproducción material y de la producción de ideas 1317 .
El modo de vida material condiciona la forma de existencia espiritual; pues, la
producción es una categoría de la totalidad, que comprehende y determina la distribución, el
cambio y el consumo, a las leyes, a la política y al pensamiento. La economía es la base de la
vida material y espiritual del ser humano integrado en sociedad aun incluso en la época del
comunismo cibernético, cuando el trabajo en general se transforma en una abstracción del
pasado y pese a que –como reserva- sostiene totalmente al “presente”; en efecto: “... lo que es
claro, es que ni la edad media podía vivir del catolicismo, ni la antigua de la política, por
el contrario, las condiciones económicas son las que explican por qué en una el
catolicismo y en otra la política jugaban el papel principal”. En el futuro es el trabajo
pasado: la base material del mundo nuevo (el sistema automatizado de producción), generada
especialmente dentro de condiciones económicas burguesas, lo que explica por qué el
conocimiento, la técnica, los dispositivos mecánico-electrónico-neuronales, el “ocio” y el
disfrute racional, jueguen el papel principal.
Ahora bien, aquí: una digresión. El mundo se representa en el individuo antes del
1316 El trabajo –la actividad- forjó al ser humano (Alexei Leontiev) no las llamadas "relaciones comunicativas"
(Habermas, Vigostky, Piaget), pues, la comunicación no es patrimonio exclusivo del ser humano; los animales
intercambian sensaciones ("mensajes"), en cambio, el trabajo (trabajo y división del trabajo) es una actividad
privativa del ser humano (producción en colectivo), que crea instrumentos, los guarda para su reutilización y
los mejora. Con las TIC, de todas maneras el proceso de hominización se degrada. Sin trabajo: ¿se
desnaturalizará la conciencia al desaparecer la actividad productiva material; y, al permanecer solamente la
comunicación, se desmentiría la aseveración de Leontiev: trabajo autoproductor de la vida y de la conciencia?
No, pues, ésta ya está constituida: el conocimiento plasmado –base de datos-, que puede ser implantado en la
cabeza de un ignorante incorporando un chip “orgánico”; mientras que el trabajo y toda la actividad
productiva y económica, yacen como supuestos. Además, los fenómenos intercomunicacionales, esta vez,
jugarían el papel de perennización y desarrollo de la estructura plasmada de la conciencia. En las condiciones
sugeridas, la humanidad: ¿adquirirá el carácter tan sólo de aglomeración amorfa, o sea, de individuos
simplemente sensualistas? No. Los jóvenes proceden –en ciertas fases del ciclo juvenil- así, pero las personas
mayores no, y mientras más entran en edad asumen una conducta frugal, centrada, sensata y llena de sentido (es
más, en la actualidad ya se cuentan con dispositivos automatizados para la “´gestión´ administrativa”, de modo
que la dirección “social” –humana- se vuelva impersonal y automática). A la “sociedad” madura le compete
acometer el reto de desarrollar de modo integral la faceta espiritual humana, en esta perspectiva persigue: 1)
alcanzar a entender colectivamente la mente de Dios (Hawking); 2) con el ininterrumpido proceso de
comprensión del Universo, tender hacia Dios, porque eso lo quiere El (de Chardin: Gnoosfera); y, 3) con la
consolidación del proceso de racionalización, convertirse en Dios.
1317 “En sus críticas y ampliaciones de la teoría de Vigostky… [Leontiev]… señala: ‘no son los conceptos (ni,
por consiguiente, los significados ni los signos ni los instrumentos), sino la actividad real que une al organismo
con la realidad circundante, la que determina el desarrollo tanto de la conciencia en su conjunto como de
algunas funciones psíquicas’” (UNL. Teoría y desarrollo curricular. Compilación; Loja, 2000).
852

trabajo; no obstante, la sistematización de esta representación fenoménica deviene luego en su
práctica. Las formas del trabajo primero se institucionalizan, a continuación se captan
conciencialmente, luego devienen en la base de las relaciones comunicativas, en virtud de que
la división del trabajo incorpora el atributo de la abstracción al grupo. La superestructura es
propia de las sociedades clasistas y, sobre todo, de la sociedad capitalista; mas, las formas de
conciencia (las “visiones del mundo” y la que corresponde a su forma objetiva), si bien
pertenecen a la sociedad capitalista, éstas son inmanentes ontológicamente (sobre todo la
ideología) a la comunidad humana en general (es obvio, que estas formas al principio poseen
carácter enteramente mitológico, después proceden a tornarse objetivas, realistas). La
conciencia, en el presente, sigue siendo un “producto tardío de la división del trabajo”; ésta,
pervive luego de la superación de dicha división (entre géneros, entre campo y ciudad, la
división social y la internacional), lo cual se debe al hecho de que ésta (la conciencia) está
plasmada y por cuanto su producción ulterior corre a cargo de máquinas entre las que hay
también una división: entre quienes sustentan al ser humano y al propio sistema automatizado,
y aquellas que producen las nuevas ideas si fuere del caso (lo primero, por cuanto incluso las
máquinas deben “reproducirse”, para que el proceso prosiga).
La naturaleza de la realidad, en cuanto forma autónoma frente a la conciencia, se
advierte en su status de estructura general, que deviene: génesis, configuración, desarrollo,
mudanza; en coherencia, el pensamiento (el cual debe mantenerse siempre en el plano real
con el objeto de registrar fielmente su movimiento), en la comprensión positiva de las cosas
existentes, incluye la dialéctica de su necesaria decadencia, deceso y mudanza (Marx). Al
principio, el pensamiento, como atributo natural (propiedad histórico culturalmente no
desarrollada del ser humano), le es dada la misión de volatilizar la ontología concreta en una
representación abstracta, a recluirse en el plano de las formas generales. Mientras que el
procedimiento que recoge y procesa esta representación volatilizada, empíricamente directa
del mundo, conduce, siempre al pensamiento, a elevarse de la dimensión abstracta hasta la
concreta, proceso que debe recibir otra reformulación: aquella que se deriva de la
conformación interna de la estructura presente, para que la representación abstracta sea
conforme a la realidad. Este proceso cognitivo extraordinario, tuvo lugar en el lapso
comprehendido entre 1960 y 1990; en efecto, la profusa, rica, rigurosa, producción intelectual
se corresponde prístinamente con el ascenso de la “lucha de clases” dada en dicha coyuntura,
particularmente por la presencia de dos sistemas sociales: socialismo-capitalismo (a pesar de
que por entonces, el sistema socialista marchaba a pasos de gigante hacia la restauración del
capitalismo). Hoy, tanto la institucionalidad (universitaria) como los exponentes (el
“intelectual orgánico”) en el planeta todo, se han mediocrizado al unísono; la fuente de esta
defección tiene raíces –como siempre- materiales: la “lucha de clases”, en su versión clásica,
se ha modificado sustancialmente en la dispersión de problemas “red”, en los que se plantea el
conflicto societal de la “posmodernidad”.
En disposición de los principios estructurantes del procedimiento gnoseológico de
racionalidad científica (el pensamiento lógico, el que constituye una poderosa conquista
intelectual de Occidente), en el género se ha operado el “salto”: el cual le pone en ruta de
transición de la posibilidad a la realidad de aprehensión intelectual de la contextura objetiva
de la realidad y en ella ("razón pura", conforme a Kant) sustentar la acción práctica. En
efecto, para la humanidad in abstracto, han sido forjadas las premisas cognitivas, que le
permiten transmutar la utopía (el simple deseo, cuando los medios todavía carecen de
existencia) en hecho susceptible de alcanzar la realidad, su terrenalidad; esta forma de
pensamiento y de conducta, detenta su presupuesto material en la estructura clasista industrial
de reproducción de la vida, o sea, esa realidad material es su impulso y su explicación. La
captación subjetiva de las leyes, que presiden la conformación de la estructura (génesis), el
funcionamiento, desarrollo y las tendencias de cambio del organismo social, crea el “sujeto de
la historia” en su naturaleza subjetiva, en la medida en que pone a la vista la senda que
conduce el paso de la ciega necesidad hacia la conciencia de ella, sobre la cual el género
marcha hacia la conquista de progresivos niveles de libertad: el dominio racionalmente
mediatizado de las condiciones de posibilidad, que presenta la historia, necesidades y
condiciones sobre las que descansa la probabilidad de su satisfacción.
Con el ingreso de la humanidad en la coyuntura histórica burguesa (el campesino ha
perdido la propiedad de la tierra y el artesano los instrumentos de producción como
propiedades suyas -Marx), ésta ha madurado y emergen en ella los presupuestos ontológicos-
853

subjetivos, para que se conozca a sí misma (Kelle y Kovalson). La mente (la intelligentzia de
la clase ascendente), de cara a estas transformaciones, procede a responder a través de la
reconceptualización de su visión en consonancia con la estructura real del mundo, con su
sentido inmanente: el movimiento necesario de cambio, en el cual el “sujeto social” imprime
su impronta racional. La especie se eleva, de la simple posición ideográfica, a tratar el
substractum social: el "ser social" (la vida material de la sociedad) en cuanto "cosa" (en el
sentido plenamente durkheiniano de esta palabra): "la realidad existe independientemente de
cómo aparezca en el pensar", de manera que se despliegue una conducta nomotética sobre el
concreto fuerzas productivas y relaciones de producción. Esta nueva forma de racionalidad
abre el camino al dominio de sus leyes, es decir, la verdad sobre el enigma de la historia (el
pasado, el presente y el futuro hipotetizado de la forma social de la naturaleza, como efecto de
la extrapolación de dichas determinaciones) se enseñorea en la conciencia, lo cual da pie al
uso de los patrones empíricos a los que obedece la historia, dotándoles de la grandeza de
incluirse entre los instrumentos al servicio del interés del género. En el lugar de ocupación de
los mitos hace su entrada la ciencia; con ésta, es posible conocer el objeto social, como única
base racional-objetiva para proceder con su transformación 1318 . En efecto, la realidad se la
reconoce con una mirada diferente, con un formato mental bien distinto, no con el saber, que
permite acomodar el concepto de los hechos a la coerción de intereses hegemónicos.
Este paso crucial tiene lugar en el momento en el que el marxismo se instala en la
subjetividad colectiva (en una fracción significativa de los integrantes de la especie), como la
conciencia de sí ("la doctrina sobre el carácter objetivo y regido por leyes del desarrollo
social" -Biessonov); “innovación”, que se pone en el plano de equivalencia con el
aparecimiento de la corteza cerebral, con los cambios antropomorfos del homo prehumano
(posición erecta, reducción del tamaño de las extremidades superiores, la oposición del pulgar
al resto de dedos de la mano, la perspectiva cónica en la visión) o con el redireccionamiento
nutricional hacia el consumo de la proteína animal, en el homo sapiens originario. Sólo
entonces el ser humano (la clase proletaria dotada de conciencia política) se torna racional,
supera su posición de marioneta y pasa a constituir la mediación consciente de las leyes de
la historia. Y estas actitudes cognitiva y práctica, emergieron –como bien se conoce- en
circunstancias materiales concretas: el advenimiento de la fase capitalista y la presencia
madura de la clase depositaria de las condiciones de vida burguesas superadas, lista para
generalizarlas a la sociedad.
En sentido más amplio, en un momento preciso de su movimiento (teleologismo podrá
decirse): la historia produce una forma social contradictoria, competitiva, que opera según el
exclusivo móvil de la utilidad: el sistema burgués de producción, y dos sujetos históricamente
fundamentales a su interior: la burguesía y el proletariado, encargados, en conjunto (forma
social y sujetos), de generar, desarrollar y consolidar el sistema productivo automatizado, que
permita llevar a cabo la producción de bienes y servicios, que sostenga a la sociedad pos
capitalista, cuando el trabajo físico deje la esfera productiva. Es el trabajo humano (excepción
hecha de los “productos” generados en forma natural), la actividad productora de los bienes y
servicios, que satisfacen las necesidades; por tanto, el progreso acumulado en inventarios y la
entera potencia de las fuerzas productivas automatizadas, han sido, de forma particular,
producidas por el trabajo obrero fundamentalmente en la fase industrial (en tanto que trabajo
no capitalista ha generado también inventarios, en el marco de procesos encaminados
hacia el autoconsumo –economía natural- y/o de relaciones mercantiles simples). La
burguesía ha intervenido en el proceso en calidad de impulsor y de manager, sometiendo a un
fin (imponiéndole su interés) y organizándole; ahora bien, en un momento dado, estas
relaciones impiden el progreso social, lo estancan y la clase obrera debe actuar rompiendo el
sistema en el cual trabajó, sometida al dominio burgués, mediante la creación de las
condiciones referidas, para “financiar” la sociedad comunista.
Del mismo modo como la naturaleza asigna un momento histórico y prepara la trampa
de la atracción irresistible que produce la figura femenina para la masculina al llegar a la
adolescencia y mientras no se haga presente la fase del climaterio, a fin de que tenga lugar la
“cópula”, para que la especie se “valorice”, la historia “predispone” anímicamente en un
1318
Esta sociedad históricamente situada, preestablece las condiciones sustentantes del inicio de la verdadera
superación de la comprensión religiosa (mítica) del mundo; renuncia a esa forma conceptiva, que se anuda a la
percepción clasista y que en asocio representan los niveles simplemente sensoriales de la posición intelectiva
del ser humano y que, como tales, preceden a la emergencia de la concepción objetiva.
854

momento dado –y tan sólo en él- al ser humano de manera que un sector suyo: la clase
burguesa, cumpla una misión trascendental para su sino: sea el instrumento inconsciente de la
historia, rector del proceso de acumulación, producido enteramente por la clase trabajadora;
“reserva” (robotización “productiva”), que deben dar uso las postrer generaciones tal como
ocurre entre la juventud y la vejez, en la particularidad de un individuo. Sobre este hecho,
ciertos sectores “humanistas” arguyen, que el ser humano no requiere de la técnica ni del
modo de vida burgués para ejercer el proceso de reproducción simple de su existencia; no
obstante, debe tenerse en cuenta, que esa aspiración hecha realidad anquilosaría la existencia,
pues, al retirarle el reto para la inteligencia (la contradicción) a la existencia humana, ésta se
vería inmersa en la operación de un ciclo simplemente animal (en verdad, las comunas rusa,
andina, china, constituyen estados sociales arcaicos, enclavados y congelados; en sus
modelos, en su referencia, por ejemplo, queda insoluble la cuestión acerca de si la
“emulación” contenía en sí todas las consecuencias comprehendidas en la categoría
“competencia”) 1319 .
Hay que hacerse cargo del hecho, de que este fundamento material acumulado, que
constituye el fondo de reserva que sustente el proceso de reproducción regresiva de la anciana
humanidad (momento histórico, que no representa un fin en sí mismo, pues, el ser humano
semiartificial surcará el “éter sideral”, se sembrará en otras galaxias, para lo cual deberá
previamente alcanzar una dimensión cognitiva y de dominio de las leyes del universo muy
elevada; en efecto: los nuevos Naymlaps, Marco Polos, Magallanes: saludarán al Universo
con el corazón, con la palabra, con el pensamiento), no se expresa en reserva monetaria, en
inventarios, en stock privado de capital o en bienes raíces como ocurre en la etapa en la que se
despliega la “energía” juvenil, que prepara el “palacio de invierno” para la conformación
última de la existencia, en ciertos estratos del modo burgués de vida. Esta acumulación previa,
por el contrario, se sustantiva en el condicionamiento material, que en términos abstractos
pone la articulación de conocimientos, métodos de “producción” y de conducción social de
procesos, y en la determinación mecánica autónoma, legados por los antiguos procesos
económicos. Es un aparato “productivo” y su correlativo sistema de organización y
métodos, en la autonomía dada por la programación general, la herencia de la que es
portadora la futura humanidad, y la que debe sustentar su existencia, al margen de
preocupaciones entrópicas del sistema, dada su estructuración homeostática
autorreguladora.
En la sociedad burguesa moderna, “el capital es la potencia que lo domina todo”;
asigna al trabajo su función, cual mercancía especial única generadora de valor: ser el “factor”
principal, en el proceso de valorización. Si cada elemento del sistema (cada trabajador) viene
preparado para producir más de lo que requiere para su autosostenimiento (potencia, que se
incrementa al entrar en contacto con la técnica –productividad, explotación, plusvalía
relativa), la plusvalía acrecienta al capital; y, este hecho tiene lugar, a partir del momento en
que el productor directo es despojado de los medios de producción. Este proceso se da en la
esencia; no obstante, en el mundo de las apariencias relativas al período concurrencial, la
remuneración es equivalente al valor íntegro de la "fuerza de trabajo", o sea, el precio de la
fuerza de trabajo es igual a su valor; la “transformación de valores en precios”, tiene –en este
contexto: en la fase monopólica de apropiación de plusvalor- un objetivo: demostrar, en
1319
Estos sectores recelan sobre la potencialidad de la tecnología (la “paradoja de Jevons”); sostienen que el
ser humano jamás va a generar tecnología completa, porque en el proceso se encuentran de por medio actuando
los principios de la Entropía (Termodinámica), pues, detrás de lo que se crea, se va generando desorden, por
tanto, a mayor tecnología mayor desorden (Assimov); los deshechos de la tecnología son mayores que su éxito,
sostienen. Huelga decir, que esto es verdad para el sentido capitalista del hecho. Un principio filosófico que
orienta la formación de este discurso, se sustenta en la visión ecológica de los límites intrínsecos de la
naturaleza en su condición de recurso, lo cual desemboca en la propuesta de “aplicar restricciones al
desarrollo”, argumento que viene precedido de la crítica al progreso y del modelo de civilización predominante.
Si es verdad que hasta un momento determinado, el capitalismo consumista sobreexplota la naturaleza y
amenaza con destruirla; en otro, el propio capitalismo pone la solución parcial a esta antinomia. En efecto, la
“micronización” (la tecnología “virtual”) reduce el uso de la naturaleza en su condición de materia prima
(también el índice de crecimiento vegetativo de la población se ralentiza, con lo cual se comprime la demanda),
el hecho ocurre porque la técnica –como se conoce- eleva su eficiencia, mas siempre supeditada a la
determinación competitiva del proceso concentrador del capital. Si la desmaterialización de la producción
reduce el uso cuantitativo de la naturaleza, tanto la técnica como las decisiones capitalistas coadyuvan para que
no se hagan realidad las predicciones apocalípticas de tendencia malthusiana, de los ecologistas radicales
modernos (en cuyas advertencias, se invita tan sólo a poner límite al uso de la naturaleza a las neocolonias).
855

variables empíricas cuantificables, el mecanismo de la explotación. El proceso de exacción
referida –como es bien conocido- puesto en términos planetarios, se apareja en dos frentes: 1)
real, en el “intercambio desigual”, en cuya base yace la correlación entre productividades y
niveles de remuneración relativas, la cual se diferencia del otro tipo de apropiación
supracional del plustrabajo, 2) la especulativo-coercitiva: la deuda y su servicio, repatriación
de utilidades (su antípoda: las remesas), asimetría en la balanza de servicios,
neoproteccionismo, marcas, patentes,... Al alcanzar conciencia del proceso, los trabajadores
disputan su “bienestar” y la dirección de la historia al burgués (en verdad, la misión del
proletariado en la historia es evidente: consiste en producir la “base material del mundo
nuevo” subyugada al interés y al dominio burgueses y, desmantelar el sistema en el interior
del cual forjó las premisas materiales y espirituales del comunismo); está no correspondencia
entre la base y la superestructura abre una época de revolución social (pero la revolución no
es un “acto de amor”, sino un acto de la razón); y, la lucha de clases, constituye el
componente exacerbante del desarrollo de las fuerzas productivas.
En el momento en el que la técnica se ve históricamente impedida de cumplir su
misión (sin embargo de que todavía sea insuficiente el nivel al que ha llegado su desarrollo al
iniciarse el tercer milenio, frente al interés del propio sistema), la clase percibe la trampa del
crecimiento y del progreso de las fuerzas productivas: sus límites para alcanzar el objetivo de
la acumulación (ésta, se torna proclive a estallar, como ocurre con una vejiga que se lo infla
demasiado) 1320 ; y, el sistema se ve obligado a formular su última estrategia (a jugar su última
carta), a plantear una nueva contratendencia dilatoria: el freno al desarrollo científico-técnico
(freno, que no se opone a ese desarrollo, sino que lo ubica en nuevos niveles y productos), que
amenaza con desbocarse y llevarse consigo al precipicio a su mentor, frente a la tendencia
–absoluta en el presente y que se impone- de deceso del capital. Por su parte, al capital no le
queda otro camino, que seguir hacia adelante con conciencia plena, como un anciano
desahuciado, que quiere abarcarlo todo: la sociedad hemisférica, el planeta, el poder absoluto,
que advierte cómo sus últimos alientos lo conducen irremediablemente a “virar la esquina”,
mientras prepara de mala gana “la mesa en la que Cantará Misa” la nueva forma social. Si el
poder económico hemisférico toma conciencia, en torno de que el progreso desbocado de las
fuerzas productivas por él acicateado con fines de alcanzar altos niveles de competitividad, se
ha vuelto “revolucionario”, en el sentido en el que este desarrollo conspira contra el
establecimiento, la racionalidad capitalista se invierte y debe (va) a frenar dicho desarrollo, y,
al hacerlo, estanca el proceso de valorización del capital y las consecuencias que la decisión
trae aparejada, le son letales (es el efecto de la “fundamental ley de la Economía Política toda
descubierta por Marx; o la previsión de Moravce, cuando sostiene, que la competencia
interempresarial será tan aguda, que todas las ganancias serán invertidas en desarrollo
tecnológico, lo cual hará que se pierda interés en la inversión).
El ejercicio de la norma, que gobierna el proceso de desarrollo de las fuerzas
productivas (aumento constante de la composición orgánica del capital), incluye al sistema en
su conjunto, en el movimiento tendencialmente decreciente de acumulación; la respuesta
inmediata de los factores directamente condicionados, conduce al bloqueo automático del
proceso de realización de la mercancía, mientras el capital impide que la técnica cumpla el
papel de ser la solución –esta vez- al problema de los desocupados (solución planteada: de
ningún modo en el sentido de la generación de empleo, sino en el de extender los resultados
del progreso, de la forma automatizada de llevar la vida, a esos sectores). No obstante,
“ninguna sociedad cambia mientras no hayan sido utilizadas y agotadas todas las
posibilidades que caben dentro de sí”; pues, “bien miradas las cosas, los problemas no se
presentan sino cuando ya existen las condiciones para su solución”. El capitalismo llega a
conformarse como “todo orgánico” y a mantenerse perentoriamente en esa condición,
mediante la puesta en ejercicio de cuatro procesos: 1) “crea los órganos que le falta”; 2)
“funcionaliza todo lo existente para sí”; 3) “anula los factores de oposición”; y, 4) regula el
desarrollo de órganos que hipercrecen y se vuelven contra sí (se produce la declaratoria del
“crecimiento cero”, el proceso de ralentización de la dinámica natural de la técnica); la forma
burguesa de producción, además, no puede desaparecer sin antes haber cumplido su misión en
la historia: “generar las premisas materiales del mundo nuevo”, en el plano de la esfera toda.
1320
A este hecho, o sea, al proceso de reversión de la funcionalidad, se lo está denominando “efecto
boomerang”; precisamente, a la actuación detractora (retroacción), de “cuñas del mismo palo”, que inciden en
la degeneración de su matriz.
856

El proceso de apropiación teórica de una “totalidad real”, de su ubicación como
concreto: de ponerlo como concreto espiritual, no trata con el análisis de los resultados que
arroja la práctica racional impulsora de la historia (del modo de producción capitalista), sino
de ese producto, que se forma espontáneamente de acuerdo con la regularidad más genérica
del movimiento humano, que viene impuesto por el desarrollo de las contradicciones de la
vida material (el cual demanda el uso del “enfoque negativo”: “pensar en contradicciones”
para captar el desarrollo de la competencia hacia el monopolio: su multilateralización y
superación sistemática): primigeniamente, por la competencia entre capitalistas; en segundo
lugar, por la oposición entre obrero y capitalista; en tercero: de acuerdo con la confrontación
entre socialismo y capitalismo; y, en último término: por la operación agregada del cuadro de
contradicciones, brevemente descrito (en buenas cuentas: los procesos que responden a la
evolución de las propias leyes de funcionamiento: el desarrollo de las fuerzas productivas per
se, condiciones, que se encuentran muy ligadas a las decisiones de conducción de los
“gerentes”, pero que, en su estudio, comúnmente se las disocia por razones analíticas). En un
momento dado de este suceder de la historia, la estructura básica en la que se produjeron
cambios fundamentales, que definieron los contornos de la conformación futura de la
humanidad, ésta se polarizó hasta ubicarse al borde de la separación del mundo en dos
campos enemigos: la burguesía y el proletariado (en la “región” económica; y, entre
socialismo y capitalismo, en la esfera de la organización humana), de modo que se
establecieron las premisas materiales de conformación del escenario para el ejercicio de la
lucha política, proceso en el que alcanzó resolución la contradicción general, en ese nivel.
La modificación sustantiva de las relaciones sociales (cualidad histórica, que aún no es
apreciable en su entera esencia), o sea, el corolario práctico de realización de ideas, estrategias
y aspiraciones proletarias; en efecto: innovación radical sustentada en el saber científico,
materialista, revolucionario, en la capacidad trasformadora de la clase obrera y en la
conducción estratégica, táctica, logística leninista, es materialmente ostensible en la forma
social socialista establecida en una significativa dimensión social y geográfica en el planeta.
A pesar de que la forma en referencia se estableció y degeneró con inusitada celeridad, la
verdad se transparentó: mostró la posibilidad fáctica de su realización; el ensayo, en una
palabra: “degeneró en vida”, principalmente debido a la traición jruschoviana. La forma de
“socialismo” posterior contrahecha: el imperialismo social, receptó la puntillada final de parte
de la acción de los “Mass media” –“efecto mediático”, suele llamarse a este tipo programado
de embuste de la subjetividad colectiva: “… hegemonía burguesa que se impone
electrónicamente en un complejo aparato creador de deseos y necesidades…”-, maniobra en
virtud de la cual se desprestigió al “socialismo real” y se obligó a su capitulación 1321 . Estos
instrumentos de explotación y supeditación (los Medios de Idiotización Masiva: prensa, radio,
televisión), dicho sea de paso, en su condición de formas de capital y propiedad
pertenecientes a los grupos de poder económico, en cualquier sitio del planeta, cumplen tres
funciones (económica, ideológica y política): 1) “acumulación”, de acuerdo a su carácter de
ser negocios; 2) de “legitimación”, en la medida en que comportan “aparatos ideológicos de
Estado”; y 3) desorganización de clase, puesto que también constituyen aparatos políticos de
Estado; y, así actuaron en la ex URSS. Sin embargo, el socialismo (el imperialismo social)
tuvo su sentido histórico: participó en la aceleración del proceso de autodesarrollo y anulación
intrínseca de la sociedad burguesa, sociedad, que aparentemente devino triunfante, luego de la
segunda post “guerra fría” 1322 . Todas estas peripecias históricas tomaron cuerpo en el interior
1321
La lucha de clases falló (aparentemente): retuvo el desplazamiento de la rueda de la historia (traición
inmanente, intervención capitalista: factores prisioneros de la condicionalidad histórica), pues, el socialismo
–en su principal anillo- fue suprimido. No obstante, debe observarse, que la determinación histórica no se
centra en el destino parcial del socialismo o del capitalismo, sino en el proceso evolutivo general de la
especie, la cual impulsa el desenlace progresivo del movimiento de la humanidad en articulación o con el
sacrificio de relaciones sociales específicas, en una fenomenología como si tuviera por determinación a la
pura teleología. La intención socialista –de modo inconsciente- a la sazón: viene a ser un forma de procurar el
desarrollo humano con prescindencia de los tormentos asociados con las relaciones clasistas que constituyen su
marco general, esto es, la abolición racional del presupuesto sine qua nom de ese desarrollo (la contradicción,
determinación sin la cual no es posible ese desarrollo por vía impersonal natural).
1322
Hoy (2011) la neotriada: Washington-Bon-Tokio, se halla cosechando el producto de su estúpida
perversidad: jodieron y jodieron hasta conseguir que el falso socialismo soviético posestalineano cayera; ahora
ya no tienen un “cuco” a quién endosar pretextos justificatorios de la crisis o el peligro de tótem malévolos y la
correlativa represión social, que amenacen con afectar la vida de la población yanqui, inglesa, japonesa e
israelí. Hoy está claro, que todos los males que aquejan a la población de esos países y mundial provienen del
857

del propio modo de producción capitalista; si es exacto que en la formación burguesa no se
contienen los gérmenes (ella y su clase, no los producen) del porvenir, de la forma social que
la anula y la substituye (Konstantinov), esta tarea la tocó cumplir al proletariado.
En efecto, en el plano teórico “… en las entrañas del viejo régimen, es decir, el
capitalismo, no aparecen más que las premisas para el modo de producción socialista: las
fuerzas productivas, sociales por su carácter, la clase de los proletarios, la ideología socialista,
el partido proletario, etc… las relaciones de producción socialistas, en plena correspondencia
con las fuerzas productivas desarrolladas, no se constituyen… en la sociedad capitalista. ¿Por
qué… no surgen ni pueden surgir las relaciones socialistas en la economía capitalista? Las
formaciones socioeconómicas antagónicas, que se sucedían en el curso de la historia, no
cambiaban la esencia de las relaciones de producción, solamente substituían un tipo de
propiedad privada por otro, una forma de explotación… por otra… Por eso, ya en las entrañas
de la formación feudal, basada también en la propiedad privada, pudieron surgir, desarrollarse
y alcanzar una situación dominante los capitalistas privados…”. La transición hacia la forma
superior respecto de la capitalista, se produce de modo diferente: “Como se sabe, la clase
capitalista defiende la propiedad capitalista, y se vale para ello del poderío de la
superestructura creada para reprimir todo intento de liquidación de dicha propiedad”; la
transformación de dicha forma de propiedad “… sólo puede comenzar por el derrocamiento
de la dominación política de la burguesía… en la construcción consciente y planificada de la
nueva sociedad”. Luego, la forma de resolución de las contradicciones del capitalismo
difieren cualitativamente de las que correspondieron a las formaciones anteriores (Kelle y
Kovalzón: Sociología marxista). En el plano real, la ley se realizó en la restricción de la
Revolución de Octubre en nombre de la revolución mundial, en la experiencia socialista
(destrucción de la superestructura de esa zona) y socialimperialista y en el impulso dado al
progreso de las fuerzas productivas de la conocida automatización.
La forma social humana establecida en la dimensión planetaria, en verdad: el corolario
de todo el proceso inscrito en los avatares humanos: el “neocapitalismo”, continua su marcha
paradójicamente en coherencia con la dirección de la historia; el sentido de este movimiento
coacciona a la conducta a proseguir con él, en el momento de su final, de su desenlace. En una
palabra, la expresión burguesa: “...se conoce hacia dónde va el mundo y uno va con él...”, se
torna infelizmente una verdad universal: voy con el flujo natural de la historia, pero de otra
manera. En concreto, la subfase deviene en momento de “declinación de la supremacía
estadounidense... y la creación de una hegemonía transnacional...” (la pérdida de hegemonía
yanqui en el mundo, se expresa precisamente en el hecho de que EU debe participar en el G8,
en el G9 y en el G20); por una parte, la clase dominante (los grupos monopólicos globales)
cooperan y luchan entre sí por la supremacía en el interior de los conglomerados globales de
dominación, en el seno del nuevo “bloque histórico mundial”; por otra, las luchas sociales,
que siempre han tenido base nacional, debido a la carencia de condiciones económicas, de
“tiempo”..., para transnacionalizar la organización, su lucha..., en la actualidad desata
impactos de largo plazo y de dimensión planetaria, puesto que sus acciones se vuelven
supranacionales, pues, cuenta con tecnología a disposición, ejecutable con ese propósito: los
teléfonos celulares, la red de ordenadoras, la Internet. El capital agota su “energía”: concluye
la fase de reproducción ampliada, se torna regresivo, implosiona según el decir del profesor
Hans Dietrisch; se inhiben las antinomias (“el orden dominante deja de hallarse incluido en
todas las esferas de la realidad”) y se divisa un solo objetivo en frente para el género,
exclusivamente un sendero.
Si comprendemos el colapso de estos paradigmas, de acuerdo con su clasificación
histórica, no como «victoria» del capitalismo occidental, sino como el inicio de una
crisis absoluta del sistema productor de mercancías, en cuyo final se rompen todas
las cadenas históricas evolutivas de la forma del valor, entonces entra en escena la
versión «fuerte» del esquema de transformación de Marx. En el plano de las fuerzas
productivas, es sin duda la microelectrónica, como tecnología universal de
racionalización y de comunicación, la que conduce al umbral de un tipo de
transformación ya no más inmanente al sistema. En la misma medida en que la
capitalismo, de los países imperialistas, de la clase capitalista financiera de EU, Inglaterra, Alemania, Francia:
ya no hay fantoche a quién inculpar y el sistema y su clase se descubre: su ambición, incapacidad, frente a lo
cual el mundo se pronuncia en contra de modo cada vez consciente, enérgico y masivo.
858

evolución microelectrónica se vuelve la fuerza productiva de la crisis para el
sistema productor de mercancías, también puede volverse una fuerza productiva de
la emancipación social en relación a las formas fetichistas del valor (Kurz, Robert.
Antieconomía y antipolítico: sobre la reformulación de la emancipación social
después del fin del "marxismo"; primera parte, Alemania, 1997).
Se arriba a la conclusión, en suma, extendiendo la afirmación de Spiridonova (Curso
superior de economía), que el comunismo cibernético: el inicio efectivo del proceso de
autosubjetivización de la materia (el modo de consumo como formación social post
capitalista) “... viene preparado por la marcha de todos los modos de producción pasados y, de
forma especial...”: por el capitalismo (la “sociedad” llega a su estado “absoluto” –en y por vía
burguesa- “arrastrando tras de sí diferentes historias”, esto es, diversos grados de desarrollo de
las fuerzas productivas y de relaciones de producción); período que se registra en el
pensamiento como el cimero y ulterior del proceso humano, puesto que el mismo debe
hallarse inscrito en el escenario de los cambios dados en las leyes de organización del sistema
físico-biológico de su entorno espacial inmediato 1323 . En la perspectiva del gran psicólogo
soviético Alexei Leontiev, de modo similar a su ocurrencia en el movimiento de la naturaleza:
la relación naturaleza-humanidad demuestra –en el hilo de la reflexión expuesta-, que con la
presencia del ser humano la naturaleza ha concluido el proceso evolutivo (“el ser humano es
el último eslabón de las especies” y el que actúa y define todo), en virtud de lo que ésta (por sí
misma) ya no era capaz de producir un individuo superior a futuro, pero que el desarrollo de
la naturaleza –y del propio ser humano- no ha concluido, puesto que el mismo continúa a
través de la tecnología (proceso biológico-mecánico), o sea, mediante la actuación de su
producto supremo: el ser humano; y, que el desarrollo científico y el progreso técnico no
constituyen otra realidad, que el proceso artificial de reproducción en reverso, de lo producido
por la naturaleza (la representación “para sí”, o, mas bien: lo único que no produce la
materia, es su representación, esta proeza corre a cargo, en forma exclusiva, del ser
humano; en otras palabras: su concepto es lo que no puede elaborar la realidad, para el
efecto se sirve del ser humano: siendo el concepto el aporte humano y su razón de
participar en el Cosmos (de su existencia y desarrollo; “la diosa naturaleza –sic-,
efectivamente ´creó´ al ser humano, para todo eso”), conforme a las posibilidades, que las
leyes de la misma han puesto (Allan Guth ha producido experimentalmente universos en
miniatura; la generación de inteligencia artificial debe seguir el algoritmo natural: bacteria
–computadora-, ameba, insecto, mono –robot inteligente-, o sea, debe transitar de estadios
preneuronales a neuronales) 1324 .
Del ciclo: producción, distribución, intercambio y consumo: del nexo orgánico
progresivo necesario entre tales fases, en la nueva etapa (en la que viene: en la robótica), ¿en
1323 Sobre éste como sobre muchos aspectos de la realidad objetiva, la ciencia soviética realizó sólidos y
significativos avances (en Ecología, en Psicología,…). El socialimperialismo fue positivo en ese sentido, pues
–en el marco de la “Guerra Fría”-, investigaron en las diversas ramas del saber con criterio bastante
dialéctico; también apoyo el trabajo de grupos y de individuos en el mundo, dedicados a la realización de
estudios de análogo orden; por esa razón la humanidad cuenta con un vasto campo teórico de filiación
marxista, que ha enriquecido la conciencia. En efecto, en la ex URSS se alcanzó un desarrollo teórico
impresionante en torno de varios campos del saber aún en la etapa “socialimperialista”; desgraciadamente,
con la reinstalación del sistema capitalista plenamente en este bloque, hoy la otrora gran población soviética ha
defeccionado miserablemente, puesto que se halla encantada, entretenida, entontecida en la discusión de temas
relativos con el mercado; en efecto, se encuentra ocupada al máximo alrededor de cuestiones pueriles tales
como: cómo competir, cómo exportar más, cómo valorizar el capital; obviamente, se ha optado por copear las
estrategias burguesas de gestión de su sistema con desenfado: mediante la aplicación de medidas que
propenden la elevación de la productividad del trabajo súperexplotado por la aplicación de técnicas, o de la
capacitación de recursos humanos y experimentación con métodos organizativo-administrativos más intensos, o
con la aplicación de todos a la vez (“mezcla de marketing”).
1324 Con el descubrimiento del mapa genético, con la clonación, el ser humano se halla a las puertas de
producir una nueva variedad de individuo, resistente a plagas y enfermedades, a los cambios negativos
producidos sobre la naturaleza por el sistema clasista concurrencial; puede modificar su estructura en términos
cibernéticos, para surcar las dimensiones espaciales. Pero, a su vez, se infiere, que no es posible crear un
universo mejorado, de conformidad con los procesos de “manipulación genética”, como comúnmente en la
actualidad se practica con especies animales, vegetales, bacteriales o virales, por parte del subsistema
inteligente. La naturaleza produjo los riñones, el ser humano ha emulado su función en los aparatos mecánicos
de la diálisis; la materia generó vida (y vida consciente), el ser humano la producirá también, en su carácter
complejo y completo.
859

cuál de ellas se implica el ser humano como actividad, como realización del trabajo? Si se
detiene en advertir con meticulosidad la nueva circunstancia, solamente en la última fase se
inmiscuye el ser humano; esto es verdad y terminante, puesto que ni siquiera en las
operaciones de gestión del supramoderno proceso de producción material y espiritual
automatizado de su existencia, participa la mano humana, o sea, en la esfera de replicación o
ampliación de la cadena. El ser humano no produce (si el presente es la materia prima del
pasado en la historiografía; el futuro, en cambio, ha sido prefijado de modo determinado por
el pasado, pues, la producción técnica ha entregado el trabajo a las “manos” de las máquinas
poseedores de voluntad sometidas al proceso de reproducción humana y de sí mismas –el
presente, es mas bien el proceso de “conocer” el pasado e intuir el futuro); la distribución ha
sido anulada, de modo que se presenta una sola colocación de todos los seres humanos en la
estructura social; el intercambio queda anulado, sobre todo como esfera mercantil, e incluso el
trueque se suprime; finalmente, es el consumo la tarea a la que el neo ser humano recluye
todo su empeño, el cual tampoco es esencial, sino formal, programado, puesto que su rol es
mantener con vida y precautelar la permanencia de las unidades útiles de inteligencia natural
(en un dado momento –dicho sea de modo incidental-, también el consumo desaparecerá,
precisamente cuando la inteligencia natural, luego de fundirse con la artificial, se diluya y se
anule en ella).
Al avanzar la última década del siglo pasado, la humanidad habría de hacerse
poseedora de las más significativas de sus realizaciones: la estructura burguesa, prisionera de
la determinación temporal de ser la creadora de la base material de sustento del futuro,
objetivizó su sino (el proceso de "producción" mediatizado de modo cibernético); ha sido
generada la forma objetiva de intelección de la realidad social: la dialéctica-histórica; el
principal sujeto de la transformación social: la clase trabajadora –por su parte- dio
cumplimiento a su misión (la Revolución de Octubre, el socialismo, las luchas de liberación
nacional). Sin embargo, esta obra proletaria no derivó en todas sus consecuencias; subsiste –a
su vez- una tarea inconclusa: la salida definitiva del sistema burgués de producción, problema
planteado, que espera solución. Esta solución –por su parte- representa la meta de mayor
alcance por parte de la humanidad en la esfera en la coyuntura, la cual se alinea en la
perspectiva de la práctica de los nuevos procesos políticos supraproletarios, la reproducción
de cuya base material bloquea el capital 1325 .
Heredera de las condiciones sociales de reproducción pasadas, la sociedad burguesa
conserva la esencia clasista, renueva las formas de producción, reproduce y recrea nuevos
1325
El proceso de construcción socialista luego de 1924 es comúnmente considerado como de forzada
industrialización de la atrasada Rusia a partir de posiciones del totalitarismo estatal, que cobró varias vidas
–en marchas forzadas, suele decirse- a fin de alcanzar un desarrollo al mismo nivel de Occidente para luego
integrarse a él. Llevando al extremo este tipo de argumento, para Alejandro Moreano (sociólogo y profesor
universitario ecuatoriano), el estalinismo no fue un proyecto histórico de creación de una nueva sociedad: de
una sociedad socialista, sino un proceso de marcha forzada hacia la industrialización de la ex URSS
(modernización industrial burguesa refleja a la yanqui; tesis conformantes de un diagnóstico insidioso y
erróneo, que si son pertinentes para captar el proceso chino: su capitalismo de Estado, en tanto esta sociedad se
valió del trabajo social –membrete socialista- para implantar el modo de producción capitalista), política
implementada deliberadamente con el propósito de modernizar la economía, de ponerla a tono con el desarrollo
de las fuerzas productivas alcanzado por Occidente, pensando en una futura integración al capitalismo
desarrollado mundial. Para los marxistas-leninistas de vertiente estaliniana en cambio, Lenin y Stalin
construyeron realmente una nueva sociedad a nivel de las condiciones materiales, mientras avanzaba la
gestación de una nueva conciencia bajo los efectos de esa realidad material y de un proceso sistemático de
adoctrinamiento, cuyo propósito era la destrucción de la conciencia clasista-idealista de la vieja sociedad (en
las generaciones maduras el cambio estructural no es suficiente para modificar las ideas y los comportamientos,
en tanto la conciencia tiene cierta autonomía en la reproducción de pautas y actitudes aun por sobre los
cambios registrados en la vida real, sobre una estructura de pensamiento formada, de memoria asentada), como
el provocar una ruptura en la transmisión de esa conciencia a la nueva generación, a fin de crear el ser humano
de nuevo tipo (en efecto, la propiedad privada había sido desterrada, por tanto, habían nuevas condiciones de
vida; restaba eliminar el sustento de la burocracia: la división social del trabajo y los rezagos de la vieja
conciencia ligada a la generación madura y afianzar una nueva “ideología” en la novel generación). La
“desestalinización”, por lo mismo, fue precisamente la práctica de destrucción de todo ese proceso de
construcción socialista (intento de organización racional de la sociedad, que se produjo entre 1917 y 1956),
tanto de la realidad objetiva pero, principalmente, de los elementos fundamentales de la nueva subjetividad; de
este modo, no parece serio, a partir de la comodidad del presente y según una posición especulativa, afirmar
que Stalin cayó en la impostura de querer igualar, con el concurso de conductas despóticas sobre la población,
el desarrollo económico de Estados Unidos, para luego proceder a integrar a la entonces URSS, al capitalismo
desarrollado.
860

modos y productos de la percepción, y se institucionaliza de manera más simple y
optimizadora. Este, que en buenas cuentas constituye un proceso evolutivo de estructuración
de la fisonomía humana de orden superior, es la fuente de la acción de frentes de oposición en
su interior; esta lucha conduce a ubicar a la humanidad en su integralidad en su punto clímax:
en el actual sistema de relaciones concurrenciales (la contradicción de “género” –por ejemplo,
entre muchas otras-, que es más vieja que la burguesa –la que es más actual y concreta-, pasa
a ser en la postmoderna humanidad, una derivación de la principal de clase entre el capital y
el trabajo; al hallarse en resolución la antinomia de clase, el proceso ha avivado a la antinomia
de “genero” elevándola a la condición de una de las contraposiciones dominantes; en el nuevo
escenario, la exacerbación de la “problemática de género”, conspira contra su matriz
determinante: la realidad social –humana- se modifica en sus fundamentos e insufla
dinamismo en sus frentes derivados; a su vez, la esfera de los efectos –la esencia de
negatividad- alienta al sistema en su deceso). En adelante, por cruentas y mundialmente
masificadas que se proyecten las reyertas político-sociales, las contradicciones –al haber
bajado de tono- reclaman para su resolución de la presencia y acción de sujetos históricos y de
dirigentes de menor catadura, que aquellos que demandara el instante en que se produjo el
pico más alto del conflicto social: la burguesía y el proletariado en la forma de organización
humana liberal moderna; el ser humano, una vez resueltas las antinomias históricamente
derivadas y de inferior ralea, se convierte en conductor: tan sólo en líder de sí mismo (en
sentido individual), y nada más.
¿Qué relación tiene la trayectoria seguida por la humanidad con el momento mismo
que ésta atraviesa? La respuesta a la inquietud antelada, permite establecer los presupuestos
de soporte de los episodios finales del drama burgués de la existencia. Sucinta, clara y
categóricamente, para que no quepa duda y a fin de dar una lección teórica a los
representantes doctrinarios del movimientismo social, ciudadano, socialdemócrata,
neoizquierdista pedante Light, la trayectoria y el momento históricos para el género ostentan
el siguiente modelo: 1) ubicación en el locus científico, el objetivo y la práctica del cambio
social (“Para comprender acertadamente la esencia de los acontecimientos históricos hay que
valorarlos como un resultado de la lucha de las clases puestas en condiciones objetivas
determinadas…”); 2) masiva socialización del paradigma científico revolucionario; 3) ensayo
revolucionario; 4) establecimiento de la dictadura del proletariado; 5) instauración del sistema
socialista; 6) presión sobre la empresa capitalista mundial, conducente hacia la consolidación
del sistema de automatización inteligente; y, 7) la meta alcanzada es la fase de “transición” en
la que se debe resolver el atavismo de la asimetría social, de la espiritual y la problemática
ambiental La inteligencia todavía debe residir, reproducirse y usar como “cabeza de playa”
para impulsarse, para lanzarse al Cosmos, a la Tierra, por tanto, debe cuidarla. Naturalmente,
este proceso es obra del proletariado: del “sujeto histórico” por excelencia y en el que no
participaron los “sujetos políticos” actuales, puesto que la historia aún no lo había parido
políticamente.
Las condiciones citadas al final de párrafo precedente, conforman la base requerida
para el cierre de la última etapa social clasista, cuanto para la apertura de la oportunidad, e
manera que el sol relumbre sobre una nueva modalidad de sobrevivencia humana. Es este el
instante en que sólo entonces se han abierto las circunstancias en las que se produce la
aparición de los “movimientos sociales” a nivel mundial 1326 ; los cuales –en el interior de su
perspectiva autónoma- toman simplemente la posta de manos del proletariado en un tramo
más ligero de actuación frente a objetivos muy concretos inmanentes a la conformación
racional del devenir “social”; este conjunto abigarrado de “sujetos sociales”, debe pasar a
constituirse en legítimos herederos de la clase obrera revolucionaria; pues, en el proceso
1326
Conceptualizados según el último grito de la moda en la pérfida perspectiva superestructuralista, que
recusa al economicismo y al reduccionismo clasista pero que sin embargo, aquella, para tener sentido, reclama
un análisis explicativo de mayor profundidad que no es otro que aquel que reprocha; visto bien el hecho:
recusación formulada a partir de una postura dualista abstracionista, en que la que yace perdida la totalidad y
su determinación esencial. Teorización pos marxista (gramsciana y neomarxista) de “sociedad civil” y
“sociedad política” en la que los “buenos estarían representados por quienes actúan al margen del Estado (un
aspecto que abarcaría desde los magnates de las finanzas hasta el último desocupado y mendigo) y los “malos”
-el aparato administrativo del Estado- comprendería desde el presidente de la república hasta el más anónimo
teniente político”: o la oposición entre las “llamadas formas ‘naturales’ -familia, etnia, etc.- de organización
social a las modernas organizaciones partidistas” (René Báez, en alusión a la vida y obra de Agustín Cueva).
861

político histórico universal en ciernes, la clase obrera mantiene su presencia 1327 . En la
historia, actor social alguno emerge por generación espontánea: como simple concentración
de “energía” intelectual, que luego explota y se ontologiza en sujeto material, esto es, exento
de nexos con el pasado. En verdad, la cronología de la existencia social enseña, que los
actores políticos vigentes en el mundo (en varios frentes de su sociogeografía), encuentran su
razón ontológica a sus espaldas (incluso en la pertinencia de fines, de ilusiones, de utopías:
son la expresión de las nuevas necesidades, que encarnan el progreso de la vida); esfera en la
cual éstos se constituyen, de cuya matriz eclosionan, sobre cuyos hombros se monta su praxis,
por lo cual otorgan, de este modo, continuidad al movimiento renovado de la existencia (pero
tampoco se puede hacer responsables de circunstancias de las cuales los ciudadanos –sin
saberlo- son su resultado). El sujeto difuso en boga en el mundo de hoy, en verdad, son los
denominados “movimientos ciudadanos”.
¿Cuáles son los antecedentes de los movimientos subversivos, sociales, ciudadanos?
De manera mediata lo son, en primer término: el proletariado, esto es, la clase obrera tanto en
su pura forma, o sea, en cuanto simple trabajador, luego: en su metamorfosis política y,
finalmente, en su acción en la cima de su devenir, en su forma institucional: como operador
racional de la “dictadura del proletariado”: el socialismo (el proletariado para la humanidad en
la actualidad semeja –en la aseveración muy simplificadora- el “apéndice” para el cuerpo:
están sus restos allí, no obstante: una vez fue). Inmediatamente a continuación, destaca la
presencia y lucha de otros sujetos parciales (desde este punto de vista, los “ciudadanos” se
constituyen como sujeto total, mundial, en la medida en que el capitalismo en su hora final ha
vuelto a dividir al planeta en dos campos enemigos: la undécima fracción de población
mundial propietaria del capital multinacional y las 9/10 partes de la humanidad trabajadora,
subocupada, desocupada, marginada) también ha contribuido en la configuración de las
condiciones necesarias para la emergencia y despliegue de la moderna praxis política
ciudadana; por ejemplo, en Ecuador: los movimientos étnicos o los llamados “pueblos
originarios” (indígenas). Este: el tramado de sujetos presentes, en su ocasión, en el momento
histórico, en el sentido trazado del camino, que no puede ser modificado, debido a que el
movimiento de las fuerzas productivas exigen ese cause. De manera que solamente en la
mente (en la evocación), la vida tolera soberbias derivadas de procederes perceptivos
abstractos construidos fuera de los hechos.
Para el caso de los “ciudadanos”, su conducta de animadversión hacia el sector obreril,
no ha sido tan sórdida, puesto que este sector incluso reivindica la palabra “socialismo” (del
Siglo XXI). En esta consideración (y dado que el propio capital ha preparado a la población
en el pensamiento y desempeño estratégicos –ha creado las nuevas armas que deben
conducirle a la tumba), la lucha transformadora se instala en el interior de la propia
institucionalidad burguesa, no obstante, asistida por la intensa movilización ciudadana,
pacífica, masiva y por la respuesta favorable ante la permanente preparación subjetiva
(pedagógica, empoderadora) dada por la población. En realidad, el cambio social: está dado;
su difusión puede ser rápida o lenta; la misma depende de cómo se organicen y actúen los
ciudadanos, los subversivos, en suma: la población, que es el sujeto del acto político moderno
en general; como es obvio, depende también de la capacidad de resistencia, que anteponga el
poder en actitud, que muy bien puede receptar la noción encerrada en el dicho popular: “se
1327
Los partidos políticos: la expresión subjetivo-práctica de las clases, en la sociedad burguesa clásica, en la
que la estructura de clases se simplifica y se transparenta, constituyen las asociaciones más genuinas de la
representación de la fractura social, del antagonismo y de la lucha; son, en efecto: “el instrumento privilegiado
de síntesis política” en el plano social más abstracto, la praxis constructora de metas colectivas, de objetivos, en
el sentido ideológico concreto, de la totalidad. El sistema de mercado se halla en su declive; este hecho se
expresa también en la crisis de la “democracia”, en sus instrumentos: los partidos políticos. El ascenso cada
vez más vertiginoso del “movimientismo” (expresión de la formación de una realidad cada vez más estamental),
forma la envoltura, la manifestación de la multelateralización de los antagonismos y del primado de formas
poscapitalistas de estos antagonismos. La “hegemonía” –“la dirección del proletariado sobre las capas y clases
sociales no antagónicas”- ha perdido sentido y eficacia en las circunstancias, pues, el proletariado (su Partido)
sucumbe en doble dirección: en la dimensión política (sus consignas se han vuelto patrimonio de toda la
humanidad) y en la esfera real (su aparato se descentra en las múltiples organizaciones parciales
supranacionales). Se ponen en escena de forma verdadera los intelectuales (la “sociedad civil” en la
superestructura –dixit Antonio Gramsci); en la época de la supremacía de la formación subjetiva de la
personalidad humana, cuando el trabajo productivo cesa, este estrato se vale por sí mismo, pues, también este
sector se transforma en estamento auxiliar en la conducción del proceso de complementación del cambio con su
pluma.
862

defiende como gato panza arriba”, en una lucha, que tiene vencedor.
3.3.2.- FORMULACION CONCEPTIVA DEL PODER Y SU RECUSACIÓN.
3.3.2.1.- REFLEXION GENERAL.
La fase concurrencial de reproducción del capital, desplegada en la plenitud de su
realización necesaria (momento a cuyas espaldas yace el proceso de su generación): la
acumulación originaria, conduce a la estructura de free trade a insertarse en el curso maduro
de la vida, en el que ésta empieza a moverse sobre sus patrones inherentes. El proceso de
reproducción turbulento interiormente producido es su resultado: la intermitencia de los ciclos
de acumulación y la reacción social frente a sus efectos, condiciona la intervención exógena
de la voluntad (en realidad: ésta, debe encausar la contradicción dispuesta entre la estabilidad
y la dinamia); en lenguaje de Nicolaus (Nicolaus, Martín: El Marx desconocido): la forma
capitalista del “valor”, se halla destinada de modo permanente a procesar las contratendencias
destructoras opuestas a la ley (la tendencia principal de las relaciones de mercado, que se abre
paso frente a una amalgama de propensiones opuestas), merced a la actuación de la voluntad
del poder, en la región en la que la función histórica viene condicionada para asegurar la
reproducción del proceso: la Política (la contratendencia estructural, originaria). La Política,
como propensión marginal sistémica, en cuanto realidad, entrevé el momento histórico
estructurado de represión coercitiva o consensuada del conflicto proveniente de la ruptura de
la ley de la correspondencia entre la simple posición y uso de bienes o elementos de la
naturaleza (con fines de consumo individual y colectivo) y los instrumentos de producción, y
las relaciones de colaboración productiva.
La citada antinomia, trae aparejada –a su vez-, la determinación histórica de las formas
de organización y de institucionalidad, que asume, que edifica la sociedad y que
dinámicamente las calibra (una clase), en virtud de las necesidades de su evolución material
(el capitalismo no se derrumba por sí mismo, tampoco se mantiene ad infinitum solo). En
concreto, expuesta su condicionalidad histórica y estructural, la Política –como objeto real-
abarca el campo de los procesos de lucha de clases por el poder del “Estado”, que albergan el
propósito de utilizarlo para reproducir la totalidad social supeditada a la consecución
sostenida de un interés. Este propósito: la acumulación, en su carácter disperso policéntrico
primigenio, esto es, históricamente segmentado en la geografía (capitalismo policéntrico
premonopólico y posmonopólico), como efecto de su movimiento evolutivo, se encuentra y se
articula. Si la explotación se torna dimensionalmente global, el proceso que lo racionaliza y
coadyuva, debe asumir –por fuerza- esa misma índole; no obstante, el aparato que lo realiza
(el Estado: su materialidad) no se enfila en el sentido de alcanzar naturaleza central y total,
como el símil del Estado-nación a escala mundial (sociedad imperial); la razón radica en el
carácter económico –contradictorio, competitivo de las distintas fracciones del capital global,
que rondan por el planeta- de la subestructura “neoimperial”, en la resistencia de la
reproducción mercantil simple y en la coerción, que proviene del efecto de desarrollo de las
fuerzas productivas (la era de la acumulación ampliada del capital –dicho sea de modo
incidental- está llegando a su fin; la transnacionalización del Estado es, evidentemente, desde
este punto de vista, una contratendencia de orden superior en la era global).
El sentido de la anotación formulada inmediatamente arriba, goza de respaldo en la
circunstancia fáctica. En la determinación real, el proceso de acumulación ampliada llega a
los límites de su posibilidad; por su parte, la remota fase de acumulación originaria (el
proceso de enriquecimiento a través del despojo: el modelo de acumulación por desposesión,
en la referencia de Samir Amín) jamás se ha detenido; en realidad, esta modalidad coercitiva
de apropiación privada del trabajo social ha coexistido con el movimiento de reproducción
ampliada, concentración y centralización del capital, dada su índole de hecho signado por la
“Ley del Desarrollo Desigual y Combinado” (dixit Lev Trotsky). El estadio de nacimiento del
capital, como el de su decrepitud, se encuentran también en el instante de totalización o de
concretización final de la formación social (la vejez del capital, es también su segunda
infancia) y cuya fusión provoca el movimiento exactamente contrario a la inmanencia de esta
pareja de edades, es decir: su vertebración da lugar a la etapa de acumulación degenerativa,
desacumulativa; los dos momentos (acumulación y desacumulación), y los intermedios (las
necesarias fases “hacia sí” del sistema: las formas precapitalistas), van a ser vencidos en
conjunto por la regencia de una nueva norma infanticida y de eutanasia (psicológico-
863

somáticamente patógena) a la vez, a la que da cabida esa senilidad monstruosa. Esta es, en
verdad, una “desventaja competitiva”, histórica, del modo burgués de vida; para el otro lado:
para el grueso de la población mundial, la misma representa una ocasión para operar una
maniobra estratégica inteligente de cambio; las oportunidades la aprovechan las mentes
instruidas, éstas existen: han sido creadas como cuando el obrero (“los brazos que empuñarán
las armas para darle muerte”), por parte del mismo movimiento y necesidad del capital: el
talento humano preparado con excelencia, hasta ahora: útil en la resolución de problemas en
los negocios, es el staff, el “círculo de calidad” en la conspirativa forma posterior de
desagregación de valor.
El contenido del párrafo precedente, sirve –a la vez- de modo sinérgico para recuperar
una vez más, en el presente documento, las nociones de “totalidad” y determinación, respecto
de la conformación y operación del proceso social. La conducta positivista cognitiva (y de las
nuevas escuelas sociológicas neomarxistas), que conduce a la especialización (la que en
muchos casos es pertinente, como en el de la Medicina, puesto que ésta se desagrega en varias
áreas de la salud dada la complejidad del “organismo perfecto” que vendría a ser el cuerpo
humano), no solamente que está presente en el tratamiento teórico y de política en la esfera
social; también lo está en otros ámbitos como el atinente a ciertas enfermedades psicológicas:
se aborda el problema de modo abstracto, en la ensimismedad de una sola parcela en la que se
presenta el caso (la pobreza, el desempleo, la no satisfacción de necesidades por carencia, se
sabe que alteran la conducta, conduciéndola a la delincuencia, a la “histeria”); en otros
términos: se aíslan los hechos, se enmudece la naturaleza sistémica de los mismos. Esta
actitud lleva a obrar prácticamente sobre los efectos relacionados con un problema, puesto
que la causa del síntoma se halla en otro componente del sistema. Su tratamiento se limita,
por tanto, a la prescripción de bálsamos, los cuales finalmente dejan intocadas las razones
estructurales de la fobia (en materia de “teorías del desarrollo social”, así procede el
funcionalismo estructuralista). Un ejemplo tautológico es suficiente para evidenciar la ceguera
de recluir en el examen de las contradicciones internas a un subsistema (una parte del todo),
cuando la determinación yace en las antinomias correspondientes con el aspecto principal del
sistema.
En efecto, la urgencia de perfeccionar las capacidades y el desempeño de la moderna
fuerza de trabajo (de la fuerza no productiva de “labor”), que persistentemente transparenta el
burgués, ha gestado nuevas patologías en el grueso de la población; morbos, por otra parte,
todos imputados, en su causalidad, a sus simples manifestaciones. El caso del diagnóstico y
tratamiento del “tecnoestrés”, en el cual se expresa la manida tendencia a ensayar análisis de
los hechos recluyéndose exclusivamente a la esfera de su sola inscripción interna, o sea,
considerándolo como que se trata de un proceso encerrado en sí mismo, que se mueve por sí
mismo y que debe ser manejado en la particularidad endógena, puesto que la creencia relieva
tan sólo su realidad sistémica sin conexión con el entorno, dejándose de lado la identificación
y procedencia de su determinación. De similar modo como ocurre con el abordaje intelectual
objetivista de la región política, también aquí es la componente económica, la esfera en torno
de la cual se organizan y condicionan su sentido el resto de dimensiones de la vida social,
siendo la que en la actualidad más se ha plagado de tecnología, que ha convertido al ser
humano en un simple apéndice suyo (instituyéndose –de este modo- una nueva forma de
alienación); en consecuencia, el hecho proviene de la modalidad rentista, nerviosa, urgente,
que sobrepone a todo y a todos la naturaleza competitiva del capitalismo senil: la raíz de
dicho mal, en el que los lentos y los analfabetos tecnológicos carecen de opción certera 1328 .
Las psicoterapias en esta patología (en el tecnoestrés), tal como sucede en otros campos en los
que se actúa cognitivamente de modo similar, muy poco pueden hacer, pues, las recetas se
estrellan frente a la estabilidad, reiteración, persistencia, tozudez, de la realidad fuente que
genera el morbo. La calidad, la excelencia, la famosa corriente educativa de las
1328
Una persona en cualquier parte del mundo suele sostenerse, que es analfabeta, pese a que la misma haya
concluido la instrucción primaria, si no conoce el Inglés, si no domina metodología de investigación científica y
computación; lo es también –y en sentido moderno- si no maneja el (La) Internet. Y esto es así, si el rasero base
de la sentencia lo constituyen las variables: sobrevivencia y el éxito en el interior del stablishment (calidad de
vida, crecimiento humano, espiritual, es normal decirlo en épocas posmodernas), esto es, en parentela con el
saldo de la acción de mindalaes en el interior del tianguis burgués, o sea, en absoluto en el escenario racional
de la vida, el cual sí exige dicha urgencia cientificista y tecnocrática de modo creciente a todo ser humano post
posmoderno.
864

“competencias” (el wired, el portafolio de proyectos) que le son coherentes, constituyen la
tierra nutricia para la generación y desarrollo del llamado tecnoestrés.
En el ámbito de la formulación conceptual de la tópica de la Política, según la
consideración en desarrollo, como campo conceptivo debe registrar, de manera reflejamente
dinámica y teóricamente consecuente, la trama de relaciones objetivas de la sociedad y su
movimiento; en verdad, la Política jamás puede ser definida en sentido funcional abstracto,
esto es, como el quehacer supraindividual, que busca tornar felices a los demás (“el arte de
gobernar”), porque entonces ya no se estaría hablando de “política”, sino de un simple
servicio humano administrativo, llevado a efecto en el interior de un grupo sin diferencias. La
Política “es la expresión concentrada de la economía” (Lenin), su dominio intelectual y la
actuación práctica organizada en su esfera, ha sido la fuente de la transformación social. La
Política –en su determinación factual- se deriva de la Economía lógica e históricamente (“se
constituye en relación con ella”); encuentra su razón real y teórica fuera de sí misma: de su
esfera abstracta compartamentalizada y positivista, en la contradicción económica
determinante: propietarios y no propietarios de medios de producción; antinomia –en su
proceso reproductivo-, de la cual se desprende una nueva condicionalidad: la dominación 1329 .
Esta ciencia, constituye –por tanto- saber derivado, pues, no se explica por sí misma (en el
símil, determinadas formas de narcisismo expresan el carácter competitivo en el mercado de
empleo, del éxito).
La noción de Estado se inscribe en análoga determinación paralógica (“Estado” y
“poder del Estado”), o sea, del instrumento poseedor de poder implícito (potencial),
espejismo que le hace pensar como persona (“Del mismo modo como Marx deshizo el
fetichismo de la mercancía, o sea la apariencia engañosa de una vitalidad y de una autonomía
que se adhiere a la mercancía misma contra el ser humano –sic-, deshizo también el
fetichismo del Estado, o sea, la autonomización de la personalidad del Estado contra la
sociedad” –Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982). Estado:
aparato prediseñado (“Estado rico y ciudadano pobre” -sic) 1330 , en modo alguno neutro
(“articulación de poderes” –en perspectiva restringida político-administrativa, esto es,
1329 Concretización del proceso político: la totalidad diacrónica: el sistema histórico de contradicciones. 1)
Contradicción en potencia: en la sociedad primitiva (precario desarrollo de las fuerzas productivas, relaciones
de colaboración e indiferenciación social) se halla en germen la paradoja entre “coordinados y
coordinadores”, antinomia que perfila la tendencia hacia la “dominación”; contradicción abstracta, no
desarrollada, que refleja la necesidad administrativa de otorgar coherencia y cohesión al grupo, para
garantizar el proceso de “reproducción natural” (“primera naturaleza”). 2) Contradicción real: coordinadores
y coordinados solamente instituyen la verdadera contradicción (gobernantes y gobernados gramsciana) con el
advenimiento del status de la diferenciación social (aparecimiento del excedente, de la división social del
trabajo, de la instauración de la propiedad privada, como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas, en el
marco del recién instalado proceso de “reproducción social”); en este ambiente se instala la superestructura, la
esfera de las relaciones políticas: la lucha por el poder (“segunda naturaleza”). 3) Multilateralización de la
contradicción: las relaciones políticas, abstractas en su origen, alcanzan a grupos relacionados por geografía,
idioma, vida en común; se instituye el Estado y la organización jurídica, en efecto, aparecen las clásicas
funciones represivas y las técnico-ideológico-administrativas, inherentes a la operación de dicho aparato. El
desarrollo del capital crea un sistema de reproducción mundial y tiende a forjar entidades político-jurídicas de
esa dimensión (el aparato estatal transnacionalizado: ETN; William Robinson). 4) Ruptura de la linealidad: la
democracia socialista. 5) Reversión desconcretizadora: la hegemonía de la ciencia y de la técnica anula la
contradicción entre los momentos antitéticos de la ontología social, con la abstracción del trabajo y de la
propiedad, en la superación de la determinación de la “escasez”, como momento histórico inserto en el proceso
de “reproducción robotizada”: la “democovivencia” (“tercera naturaleza).
1330 “… determinar cuáles son los aparatos en que se concentra el ´verdadero poder de Estado´…" (Nervo,
Adriano y Monseff, Renato. El Estado como institución. Una lectura de las “obras históricas” de Marx, 2008);
realmente debería preguntarse sobre quiénes confieren ese poder a aparatos (aparato y poder plasmado en él
–Estado-, lo cual no dejan de ser objetivaciones que tienen poder reificante), que parece que tuvieran por sí
mismos ese poder en virtud de que por su diseño recogen (para dominar se debe tener con qué; el león tiene las
garras; en el ámbito social está en el carácter de la Constitución, en las leyes y en los aparatos de la coerción,
pues, éstas son la voluntad del poder –económico-político- traducidas en preceptos y normas: ¿acaso en uno de
los primeros artículos de la Constitución no está garantizada la propiedad privada?) el interés de capital -en un
arma el poder está en la pólvora, pero porque alguien lo fabricó así; los miembros del gobierno lo único que
hacen es apretar el gatillo de un arma que tiene poder y dirección previa dadas por el poder económico;
precisando: el Estado es un aparato especial, dotado de poder en potencia y previamente direccionado –como una
arma a la que se le ha dotado de pólvora (poder) y cuya dirección al ser disparada va siempre a favor del capital;
quien lo dispara, en cambio, es el gobierno (Marx llama al Estado esa junta –personas que representan a la clase
dominante- que administra los intereses comunes de la burguesía), de manera que se deja de lado las
aberraciones del neoinstitucionalismo.
865

funciones: ejecutiva, legislativa y judicial-, o en sentido más amplio como “sociedad
políticamente organizada”: población, territorio, gobierno y soberanía), pues, se encuentra
previamente direccionado en cuanto intención inherente, que se constituye por razones de
necesidad de la reproducción histórico-material (de las sociedades internamente fracturadas y,
de modo particular: del capitalismo). Strictu sensu, en el proceso de funcionamiento social, la
idea de sí, debe corresponderse con su equivalente operativo y realizarse en la condición de
“materialidad compacta”: el fragmento humano económicamente dominante prevé imponer
orden en el sistema y en el proceso de su reproducción en el seno de este derivado de
sustentabilidad, del ambiente general, como efecto debe organizarse de forma colectiva y
dotarse del aparato para tornar efectiva la supremacía; esa forma de organización es el Estado
(el sustento material de la relación de dominio); Estado: aparato especial: Constitución, leyes,
funciones y otros órganos de la dominación, en cuanto reificación de la nocionalidad del
poder (verbi gracia, terrorismo de Estado; el poder se vale de él, para mimetizar sus acciones
criminales: el Estado es un “ente ficticio”, pues no tiene ni conciencia ni voluntad, por tanto,
no puede ser llevado a la cárcel si “comete” un delito; luego, la Política no se ocupa del
Estado sino de la “lucha de clases por el poder”).
No es la apreciación del Estado “como una persona aparte”, la apropiadamente
gnoseológica; pues, el Estado no es más, que un segmento de la sociedad encargado de
realizar la superestructura: coadyuvar en la reproducción del orden. El “poder del Estado”
reside en las manos de quien lo ocupa, pero también en el carácter de su diseño, en su
concepción implícita: la Constitución (el “Poder Constituido”), por ejemplo, en la mayoría de
Estados explícitamente declara que garantiza la vigencia de la propiedad privada (un solo
derecho universal: la propiedad) e instituye la norma, dispone la ubicación de recursos (cargas
impositivas) y el aparato de la compulsión de su cumplimiento (en atención a dichas
consideraciones, es absurdo que se hable de “terrorismo de Estado”, en vista de que se trata
del ejercicio genocida que la clase dominante ejerce sobre el pueblo utilizando ese
instrumento, por acción de individuos de “carne y hueso” –testaferros, gestores propios o
sicarios-, para imponer su voluntad) 1331 . En ese marco se insertan, tanto los partidos políticos
como la burocracia; los primeros, representantes del interés del capital (o del trabajo) para
alcanzar las posiciones de la administración en la arena de la disputa de los votos para hacerse
con los aparatos de gobierno a través de los cuales se concreta el poder: se hacen efectivas las
decisiones; la segunda, constituyen la “mano de obra”, los obreros en las instancias de la
administración (el gobierno). En Chile, por ejemplo, se ha gobernado más de 20 años con las
Constitución de Pinochet; en dicho lapso ha imperado la voluntad del poder “Dios mediante”
los principios constitucionales, proceso en el interior del que se han sucedido gobiernos
democratacristianos, mixtos, “socialistas” (Bachellet) y el actual neoconservador (Piñera); la
Constitución –por tanto- es parte fundamental del sistema reificado de aparatos del poder
político, la que da sincrónicamente continuidad al orden 1332 .
En el marco de la perspectiva personal siempre, el fragmento de la sociedad
(denominada –equívoca, abstracta y machaconamente por la “Sociología Política” moderna-
1331
El instrumento, el aparato, la materialidad Estado ha sido siempre propiedad del capital (de sus dueños), de
los empresarios privados; incluso los que se hallan alejados de él (pequeños y medianos negociantes) asumen
que en el plano internacional, los Estados deben pelear por ellos en su guerra entre ellos. Estos farsantes
empresarios, dicho sea de paso, que se creen el “sector productivo”, cuando, en realidad, el verdadero sector
productivo son los trabajadores.
1332
Los poderes financieros se hallan copando por interpuestas personas o por propia mano como empresariosfuncionarios
los aparatos de gobierno (de ejecución de las decisiones): FMI, BM, los gobiernos de los Estados
imperialistas, los congresos, los bancos centrales, los ministerios de hacienda; es por ello que las medidas que
se aplican a través de estos organismos son siempre de protección del capital: salvatajes trillonarios,
préstamos, reducción de impuestos, mientras que el otro frente de la política económica descarga la
ineficiencia, la corrupción, la mafia y la avaricia empresarial sobre la población, las medidas usuales son:
reducción de partidas y de valores presupuestales del frente social, reducción de puestos de trabajo, incremento
de impuestos indirectos, elevación de tarifas,… Si se tiene la impresión de que en el aparataje del Estado y en
sus personeros reside el poder político, se debe a que los mimos se rigen por la Constitución y las leyes (uno de
los frentes plasmados del poder político), y por cuanto todas las plazas directivas de la administración pública
están copadas por representantes del poder económico y consecuentemente del poder político (sólo se puede
tomar decisiones sobre algo que se tiene en propiedad). Si bien el gobierno estadounidense es un subsistema de
la “colosal farsa montada para la explotación”, pues, está puesta para sostener el proceso de acumulación
capitalista, los grupos económicos que operan tras los bastidores de republicanos y demócratas, se pelean con
el fin de acceder al gobierno e inclinar la balanza a su favor, en el seno del objetivo abstracto de reproducción
de todos ellos.
866

“sociedad política”), que representa en el Estado a la sociedad total (denominada –errática,
mundial y tozudamente- “sociedad civil” 1333 ), constituye, en efecto –como descriptivamente
alude Marx- el “resumen” de la sociedad en su conjunto: zumum, esencia, de índole abstracta.
Sin embargo, en los hechos fácticos, este “resumen” no constituye compendio indiviso, por el
contrario: el mismo asume significación enteramente concreta, pues, comporta la
representación nítida de clase, del sector de la sociedad que detenta –en el interior de ella- el
poder económico-político (“despotismo del trabajo muerto sobre el vivo”), el cual se maneja
ideológicamente en la comunidad escindida en general, en el sentido en que oscurece el
proceso real de explotación así como el de la dominación; a su vez, dicha nocionalidad
desorganiza el sistema de las opiniones y opciones opuestas, y promueve las aspiraciones
específicas del poder, ornamentándolas de apariencia genérica (en efecto, “… la manipulación
ideológica tiene como objetivos: a.- ocultar la violencia estructural; b.- legitimar la represión
institucional; y, c.- deslegitimar toda violencia social contra el sistema”. –dixit Guillermo
Navarro J.). La Ciencia Política, por tanto, se halla penetrada también por doble naturaleza: es
teórica y aplicada; conocimiento: doctrina oficial y contra oficial, y fáctica: diseño funcional
conservador de la dominación, elaboración de la estrategia y la táctica revolucionarias.
En sentido socio-politológico, el aparato estatal constituye –por antonomasia- el
instrumento de realización de la dominación (la verdadera relación superestructural):
dominación acumulada, poder pasado, institucionalizado, política de clase metadirigida,
quantum de plusvalía (cuota del esfuerzo social) asignado por el capital para coadyuvar en la
sustentabilidad del status. Este fenómeno histórico jurídico-institucional sustantiva la base
objetiva, dinámica, efectuación de las relaciones sociales de dominación (el mecanismo
ontológico de la “institucionalización de las relaciones de clase”: de su constancia, refuerzo y
reproducción), en la medida en que se le calibra, refuncionaliza generacionalmente (en las
formaciones sociales clasistas y, de modo especial: en las de orden burguesas), según las
necesidades coyunturales de la acumulación; sus funciones más salientes son: “acumulación,
legitimación y desorganización de clase” (O´Conors-Lojkine). En el plano de la incursión
histórica de la reflexión, el Estado en su condición inicial (tanto en su carácter de nación,
como es el caso de la balcanización europea; en la índole de países, verbi gracia: las
repúblicas latinoamericanas, del Medio Oriente o las africanas; y, de las cuñas estatales
empotradas en cuanto bases militares, como viene siendo la substancialidad coercitiva
territorial de ese país fantoche llamado Israel 1334 ), constituye el sistema de aparatos
geográficamente sustentados, “a través del cual se ejerce un conjunto de prácticas de
dominación de clase”; verbi gracia: el Consenso de Washington abriga, como uno de sus
propósitos, la “desestructuración del tejido social de América Latina”, en dicho cometido el
aparataje estatal: la superestructura de los ETN, pasa a cumplir el papel de bloqueador de la
organización del pueblo (“las instituciones de gestión económica y política en las neocolonias,
se han convertido en franquicias del poder global”).
En el proceso de evolución del modo burgués de reproducción humana en su
integralidad, el Estado-nación (esto es, en la forma primigenia de conformación del proceso
de acumulación en el momento en que la clase burguesa ostenta ubicación patria –ésta
característica: los perjuicios nacionalistas, no detenta la proletaria, puesto que el proceso de
explotación: la relación salarial, en su esencia abstracta, constituye propiamente un fenómeno
inmanente a todo ámbito territorial en el que han hecho pie las relaciones de producción
burguesas), no se transnacionaliza; en verdad, cesa en sus funciones exclusivamente internas
de garante del proceso ampliado de reproducción del capital y “rompe los limites inscritos en
su aparataje político y legal para la acumulación”. El capital, en un momento dado de su
1333
En el capitalismo (y en todo conjunto humano escindido) la “sociedad política” es einsteinianamente
determinada, mientras que la “sociedad civil” es heisenbergianamente indeterminada (carácter que no profundizó
el discurso populista gramsciano).
1334
El Estado simulado de Israel se inventa en el contexto de la primera Guerra Fría (EU y la entonces URSS de
Stalin), para cumplir funciones geopolíticas de la principal cabeza del imperio: el yanqui (resolución de
conflictos entre países con diferente sistema socioeconómico y, luego: para procesar reyertas intraclasistas
interimperiales) de dominación mundial. Concretamente, en 1948, en la inmediata postguerra, en el marco de la
primera “Guerra Fría”, se crea la Base Militar Israelí en Oriente Medio mediante afectación a Palestina, para
satisfacer las necesidades bélicas de intervención en el planeta por parte de EU: la “guerra permanente”
(“Israel está siempre en guerra”). Sin embargo, hoy: 13 de diciembre del 2011, ha sido izada la Bandera de
Palestina en la UNESCO; existe alborozo por este hecho en el mundo civilizado: la soberanía y los derechos del
sufrido pueblo palestino por el holocausto sionista israelí, han dado un paso adelante; loor a este hecho.
867

desarrollo requiere de un ámbito socio-territorial mayor para realizar el proceso de
valorización, esta nueva condición supranacionaliza la economía y la política (en verdad, si a
una economía liberal le es propio un Estado Nacional, a una economía “neoliberal” le
corresponde una forma estatal transnacionalizada). El primer reacomodo se efectiviza en el
proceso de exportación de capitales; este tipo de expatriación de riqueza social ha
interconectado al mundo en una unidad compleja, su regulación demanda de aparatos
superestructurales de gobierno: de la “integración de las superestructuras” 1335 . En la época
“posindustrial”, la superestructura planetaria integrada (la comisión Bilderberg), opera en el
propósito de forjar las condiciones adecuadas de conjunto a nivel hemisférico, afines a la
reproducción de los intereses de los grupos económicos globales.
El materialismo histórico demostró y reconoció analíticamente que la socialización
capitalista y burguesa bajo la forma-mercancía surgió como forma embrionaria en el
seno de la sociedad feudal. Ella no comenzó con la revolución política (como, por
ejemplo, la francesa), sino mucho antes, para luego, poco a poco, después de un largo
desarrollo, hacerse valer como fuerza autoconsciente con vistas a la cuestión política
del poder. Las formas embrionarias socioeconómicas del capitalismo se desarrollaron
mientras persistía, durante mucho tiempo, el poder feudal «paralelo y superior».
Cuando en las revoluciones burguesas «el envoltorio feudal fue roto», la sociabilidad
burguesa bajo la forma de la mercancía se encontraba prácticamente presente: no sólo
indirectamente, como forma política y negadora, sino de modo directo y positivo,
como forma real de producción socioeconómica. El movimiento político no precedió a
la nueva forma de reproducción como expresión de una voluntad abstracta y
simbólica; al contrario, fue su consecuencia secundaria, su necesaria forma
fenoménica (Kurz, Robert. Antieconomía y antipolítico: sobre la reformulación
de la emancipación social después del fin del "marxismo"; primera parte,
Alemania, 1997).
En la continuación del movimiento mental de afirmación lógica sobre la esfera
superestructural en revisión, el “poder político”, el poder substancial en la configuración
orgánico-funcional de la estructura social del período burgués de la historia humana, no posee
en sí sustento propio. Tras suyo existe una cadena de supuestos, que configuran su realidad
como efectividad (la ideología de la “complejidad” impugna estudiar los hechos centrados
sólo en sí mismos; el problema de este discurso postmoderno, en cambio, es que adolece de
indeterminación). La propiedad del capital confiere el denominado “poder económico” a
quien es su detentador: la red de propietarios de los medios de producción; este poder –en
segunda instancia- ha forjado el “poder de la fuerza”, la capacidad de coerción: las fuerzas
armadas, los tribunales, las normas represivas (cuantitativamente, el poderío) 1336 . Sólo
entonces se enseñorea en su entera dimensión el “poder político”: la capacidad de tomar
decisiones, el atributo de mando (sobre la población, en la medida en que ésta se halla
despojada de los medios de producción y, por tanto: convertida en fuerza de trabajo –sometida
económicamente- y/o cuando su nivel de conciencia es deficitario –sujetada
extraeconómicamente- o ella –su mentalidad- es tan sólo la proyección masiva del interés
dominante –lo cual equivale a decir lo mismo), la “destreza” para hacerlas prácticas en
cualquier medio, hecho que luego se proyecta operativamente en los aparatos de gobierno: el
momento de simple ejecución de las decisiones (constitucionales), la administración de la
“rex pública”, desplegada en las denominadas “funciones del Estado” montesquiusianas (“la
1335
Se afirma, que en la fase de transnacionalización en curso, la clase capitalista mundial ha alcanzado un
nuevo poder relativo sobre el trabajo global, no obstante los procesos de informalización, de formación de
emprendedores, de desempleo y subempleo creciente (incremento de la dependencia de los miembros no activos
respecto de los activos en la composición familiar), de mecanización incremental productiva, de primacía del
sector terciario, deconstituyen al trabajo (y también lo hacen con el propio capital), hechos con los cuales se
relativizan tales argumentos, sobre todo si los mismos son puestos en perspectiva.
1336
No se niega que la violencia (la distribución previa, la separación por la fuerza entre los objetos e
instrumentos de producción y los productores) es el supuesto de la violencia en el interior del funcionamiento
del modo de producción capitalista constituido, como proceso omnipresente de su autosutentabilidad; lo que se
dice es, en una configuración humana dada (la capitalista), la violencia (coerción y hegemonía) y su aparataje
de ejercicio, son posibles montados (concebidos no en forma dualista) sobre la propiedad del capital y del poder
que éste atribuye; que, por tanto, la violencia no se sustenta por sí misma, pese a que ella preceda a la
propiedad y al poder del capital.
868

distribución equilibradora del poder entre las fracciones de la clase dominante”) 1337 . El
estudio de un fragmento de las relaciones sociales: la política, debe ser “construido” (sic) en
sentido epistemológico; ahora bien, este “trabajo del sociólogo” será operativizado con
cuidado, pues, no es que se “construye el Objeto”, como plantean y proceden Passeron y
Bordeau, sino que se “formula idealmente el objeto”, en el sentido de que se traslada a la
mente la porción fenomenológica de la realidad de la que se quiere producir su teoría, pero,
además, dicha “representación inmediata” de la realidad-objeto, necesariamente demanda la
realización de un rodeo ideológico-teórico previo de la totalidad en la que se halla incursa (o
sea, estimarlo en sus relaciones y en su desarrollo, de modo objetivo), así como descubrir su
carácter en el sistema o ponerla a la misma, en términos de la determinación 1338 .
El poder no solamente es nominal, actuacional, procesal, como lo pone M. Foucault y
la mayoría de los agudos exponentes de la teoría neocrítica de la sociedad (qué puedo –influir
y ser influido-, en función de la correlación de estrategias y de fuerzas –conocimiento-poder-
en la trama de relaciones sociales); pues, para existir y realizar su designio, el poder debe
disponer, ante todo, de materialidad (real: medios de producción y propiedad; conceptivadiseñadora:
cerebro e intereses; operativa: Estado o aparatos): capital y posesión efectiva,
institucionalidad (las “funciones del Estado”: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y otros
órganos) y aparatos (militares, policiales, tribunales, cárceles), e individuos concretos (podría
decirse de modo abstracto, sujetos ya constituidos, poseedores de diversas densidades de
poder) 1339 . El “poder”: no es “una relación social que está en todas partes”; el “poder”
(estructural o por delegación 1340 ) es, mas bien, un instrumento inmaterial de la imposición; el
ejercicio del “poder” (capacidad de decidir y ordenar –normar y prescribir) tiene lugar en el
marco de una relación de propiedad o de autoridad. Es a partir de dicha componente
ontológica, en su movimiento (técnicas y tácticas de dominación), cinetismo de intereses
depositarios de la supremacía, que el poder se expresa como “lucha de estrategias, desarrollo
de tecnologías de dominio y resistencia, en el seno del cual se producen nuevas ´realidades´,
es decir, el poder es productor de saberes, formaciones discursivas y campos de visibilidad”.
Esto es, cómo para concretarse el “bio-poder” debe hacer intervenir a todos los individuos,
configurarse como instituciones y penetrar en todos los intersticios de las relaciones sociales
(la microfísica o los contrapoderes compensatorios), producir e internalizar saberes que
1337
El proceso de valorización, debe hacerse realidad; para el efecto, la intención está destinada a transmutarse
en decisiones; las cuales, a su vez, requieren alcanzar contextos de terrenalidad, mediante el despliegan de
actos de destreza productiva. En la conversión de los intereses en decisiones, las cuales deben llegar a la parte
operativa (administrativa), se requiere de una instancia de fuerza intermedia mucho más densa que el poder que
confiere la propiedad del capital: el “poder político”, a través del cual el grupo dominante convierte las
decisiones tomadas en prácticas a llevarse a cabo de modo obligatorio, pasando el proceso a la dimensión de la
gestión, al frente de la que se sitúa el gobierno.
1338
Se incursiona en los dominios de la reformulación de la percepción; posible, una vez que la conciencia (la
intelligentzia) ha alcanzado un específico grado de experiencia histórica y el efecto de modificación de las
circunstancias materiales, que pivotan el pensamiento. Estructuración semántica, de sentido (cuya ontología es
histórica y social); por tanto, para su reemplazo con un modelo mental de arquitectura moderna (libertad,
autonomía, eticidad), reclama necesariamente más que de la esfera del liderazgo (sobreestimación de la
“política” tomada en sentido no ontológico, original y real, esto es, praxis percibida de modo tangencial al
proceso de escisión social y a los inherentes a los sistemas de reproducción material) que le lleve en esa
dirección; procesos materiales de vida nuevos, pues, la resignificación de la conciencia dada en los proyectos
emancipadores marxistas completamente planteados y ya de incidencia, requieren su reconocimiento en el acto
de contacto con formas materiales nuevas, profundas, en tanto ellas conducen –como regla- la vida espiritual.
1339
El enfoque instrumentalista del Estado (R. Miliband) está más cerca de la realidad, en complemento con la
visión estructuralista (N. Poulantzas), puesto que el “funcionamiento” de las diferentes “regiones” de la esfera
social sigue leyes (posición positivista). No obstante, al plantearse el concepto de Estado como “simple
instrumento”, tras del cual se parapetan seres humanos con intereses y, en particular: una clase (dialéctica); y
que los diversos aparatos que lo integran (Constitución, leyes, reglamentos, que dan lugar al sistema
institucional y a sus funciones), además, no son neutros, sino que se hallan cruzados por la impronta de
predireccionamiento dado por el poder que preestablece su carácter coadyuvante, se asume que no solamente
que hay que destruirlo sino que debe direccionárselo de otro modo, para que cumpla perentoriamente tareas
nuevas en la transición. Max Adler al respecto dice: “La lucha política contra el Estado da lugar a una ´lucha
en el corazón de la sociedad´ …(de la historia). Es necesario, por tanto, contraponer una ciencia de la sociedad
a nuestra anterior ciencia del Estado” (Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982);
y, a las dos: una ciencia de la Historia, como lo ha hecho el marxismo.
1340
En una ocasión se escuchó decir a un militar, por tanto: conocedor de estrategia, actuante como
asambleísta, que necesitaba de un par de votos para controlar el “proceso de toma de decisiones”: la
presidencia y la dirección de la Asamblea Nacional; en términos propios: el poder político, esta vez sustentado
en la votación.
869

configuran la subjetividad actuante en los “aparatos de encierro” (escuela, fábrica, cárcel,
manicomio, medios de difusión), en las sociedades “disciplinarias” o “de control” deleucianas
(ahora bien, si las proyecciones wallersteinianas y las moravcianas son exactas –al
capitalismo le restaban 50 años de existencia, a partir de 1990-, la “sociedad de control”, va a
durar poco y representa la frontera del sistema).
La Política como ciencia (tomada esta disciplina en su acepción clásica, esto es como
“convención”) es la expresión ideal de un tramo de las relaciones sociales; como objeto, en
cambio, consiste en el segmento de vínculos grupales humanos de dominación/dependencia,
empero según enfoque procesual, aborda la episódica de lucha de clases por el poder para
mantener o modificar la estructura social. El instrumento (del mismo modo como en la
explotación, el medio es el capital) en la dominación es el “poder” (del Estado), en su
consideración también clásica: postulados de la propiedad, de la localización, de la
subordinación, del atributo, de la modalidad y de la legalidad (Michel Foucault: El
pensamiento de la contingencia; Dr. Francisco Guzmán Marín, Universidad Michoacana,
México 2007); en realidad, el “grupo” que detenta el “poder” actúa a través de la violencia
física e ideológica, mediante represión permanente, que “anula la potencia de los sujetos vía
extrañamiento de la conciencia”. En la misma empresa se reproducen las relaciones sociales
(económicas, políticas, ideológicas): el poder, la dominación; mientras que en el seno del
“capitalista colectivo ideal” (el Estado) se establecen las condiciones que institucionalizan
dichas relaciones. El poder no solamente es el ejercicio correlacionado de “técnicas y
tácticas” en todo el entramado social; de ser así, el conflicto tendría resolución en el plano de
la inteligencia y de la habilidad estratégica (en ese frente del enfoque, coinciden Gramsci,
Foucault, Habermas).
Un proceso orgánico da inicio en un punto, se consolida en él, luego se expande: la
colonia propugna ampliarse en su medio circundante, como lo hace la agrupación de
bacterias; su límite lo pone el entorno: el tamaño de éste o la presencia de otros organismos.
Esta ley absoluta, no puede ser burlada por el capitalismo: luego de su origen (acumulación
originaria), de establecimiento de la fase competitiva, va hacia la monopólica expansiva en
extensión, en la que empiezan a operar los mecanismos internos de autodestrucción y los que
son atribuibles a factores provenientes de su entorno: el marco planetario y las formas de vida
que se le contraponen. La instancia que asegura la reproducción sistémica: la política, emergió
como condición de la base económica, y a cuyos cambios se acomoda en coherencia. La
política, no conceptuada en forma ideológica ilusoria, funcionalista asexuada, o sea: “acción
de servicio”, sino en sentido alegórico clásico: en cuanto superestructura, en tanto relaciones
de dominación/subordinación/reacción real, entre grupos económico-estructuralmente
desiguales y antagónicos, que inextricablemente integrados realizan el poder y su
reproducción. In abstracto, la Política, se reitera, es la disciplina científico-social, que
examina las leyes que gobiernan el proceso de lucha de clases por el “poder del Estado” para
utilizar este aparato, a objeto de conservar o transformar la estructura económico-social.
Ahora bien, a lo interno del poder se presentan contradicciones efecto del desarrollo
desigual en su seno, entre actores que compiten por captar la plusvalía, para lo cual se vuelve
una prioridad el alcanzar la supremacía en el Estado; el capital más fuerte asume la dirección
del Estado, en coyunturas que no son de balance, de debilidad, vacío de poder, proclives a las
alianzas. En el plano transnacionalizado la política se metamorfosea en geopolítica, esto es, en
esfera real de lucha a lo interno del capital (lucha en la que el conflicto de clase queda
subordinado, opacado, implícito) por crear corporaciones interestatales, para disponer de
marcos regionales y globales funcionales al proceso de valorización; strictu sensu, lucha por
la hegemonía (jerarquía de poder) con ese mismo objeto. La geopolítica, por tanto, refiere al
manejo de los aparatos estatales por parte de los grupos económicos hegemónicos, que
imponen su voluntad a lo interno del país y en las relaciones interestatales, situación
contradictoria que opera sin embargo como marco de desenvolvimiento de los capitales
menores y de la sociedad en general. La urdimbre interestatal polarizada encargada de
mantener el orden mundial, facilita la producción de plusvalía, la extracción y la
concentración en los grupos corporativos más poderosos (terrorismo financiero). La evolución
desigual entre grupos económicos globales, la competencia y las crisis producen permanentes
tensiones bélicas peligrosas.
El argumento expuesto en líneas precedente, está claramente situado en el nivel global:
al frente del poder económico mundial se ubica el capital financiero; el poder político cuasi
870

global se halla en la Comisión Bilderberg, en la Trilateral, en las multilaterales (sede de
comando del capital financiero); el sistema de gobierno (gobernanza) con pretensión
planetaria (en un mundo multipolar imperialista) se despliega en un abanico de organismos
protervos como ONU, FMI, BM, SIADI, OMC, aparataje exudado de las bilis de los
sicopáticos “halcones de Washington”. Esta colosal farsa institucional y normativa maneja el
sistema financiero-bancario global, protege y resuelve la crisis (salvatajes) asignando el valor
creado por el trabajo mundial, hacia las arcas de la especulación financiero-comercial. En
efecto, según una confesión infidente de uno de los miembros del sector financiero-ficticio,
Goldman Sachs gobierna el mundo, y al que el pueblo no le interesa un bledo; y, en el 2011,
como los valores de los depositantes van a desaparecer, el sistema debe estar preparado para
hacer frente a la protesta ciudadana (represión al movimiento de los Indignado en el seno de
los países del “primer mundo”). Poder cuasi global: la dictadura planetaria de EU; sin
embargo, el pensamiento precisamente sobre el “equilibrio” oligopolar del mundo, no
solamente que es una exigencia subjetiva, sino la realidad contradictoria, que mueve la
existencia del capitalismo, lo cual niega cualquier forma de evolución de tipo imperial.
En el curso de la discusión política, se advierte la inclinación a tomar al Estado como
centro de la reflexión, como objeto esencial de estudio, dejándose de lado a sujetos e intereses
que interactúan y que sobre todo actúan a través de él, así como a la estructura de operatividad
que yace detrás de ese aparato, con lo cual se fetichiza el pensamiento tanto sobre la
superestructura como de la política misma (Capital: poder de mando sobre el trabajo a través
de la empresa y sobre la sociedad a través de la mediación del Estado). En realidad, para no
mantenerse en la impostura de la reificación en la instancia referida, objeto de estudio debe
ser la esfera de las relaciones políticas, las cuales gráficamente se las representa con la
categoría supraestructura y cuya realización práctica se concreta en el aparataje estatal. Así
proceden Miliband y Poulantzas. Ahora bien, no es debido a que la “región política” ostente
autonomía relativa respecto de la estructura económica, que se la pueda estudiar por separado;
se opera de ese modo porque las relaciones políticas constituyen una parte de la totalidad
susceptible de examinarse con cierta exclusividad, siempre que como premisas se hallen su
referenciación al conjunto y al principio de determinación, la jerarquía y el papel que
desempeña en el movimiento de conjunto 1341 . Las categorías de la Política (de la práctica
científica encargada del examen de las leyes que regulan los procesos de estructuración de la
dominación, de lucha y de transformación social en el interior de sociedades escindidas)
pueden ser organizadas de acuerdo al siguiente orden: propietarios/no propietarios de medios
de producción, seres improductivos/trabajadores, explotadores/explotados, poder
acumulado/supeditación, coerción/legitimación, relaciones político-sociales, que se
corresponden con su par empírico: las clases, lucha de clases, poder político, Estado (aparato
de clase geoeconómicamente particularizado o en desarrollo en perspectiva global: poder
acumulado, previamente direccionado en sentido del interés de la clase dominante),
dominación (la coerción, la hegemonía); finalmente: el gobierno (la esfera formal del ejercicio
de la llamada democracia), la gestión del proceso de reproducción del sistema concurrencial
en su conjunto, estatal o supranacional 1342 . Es de este modo como los desarrollos posteriores
pueden responder a este principio (el de la dominación).
La dominación es el punto de partida de la representación empírica y el punto de
llegada de la totalidad desarrollada de la abstracción mental. Ahora bien, la categoría de
“dominación”, no solamente que está presente en una sociedad con régimen del capital; a
decir verdad: ésta es una determinación más amplia, que compromete a todas las sociedades
clasistas y a su articulado de “castas” (“…la microfísica del poder imperceptible…”), a pesar
de que solamente en la forma social capitalista madura, concretizada, mundializada, someta a
su substrato, todas las esferas de relaciones a una sola forma de dominación: a la del
1341
La razón epistémica se cohonesta con el hecho –como se conoce- atinente a que la contextura compleja de
la realidad no permite el acceso ideal a ella de golpe y en su entera complexión; razones prácticas están de por
medio en el proceder parcial de estudio: aproximación parcial a la totalidad, así como para la toma de medidas
abstractas y coyunturales de programación conducentes a remediar anomias endógenas a la Región Política.
1342
La “gerencia estatal” encargada al llamado Presidente de la República. En realidad, “…en el proceso
electoral no se disputa el poder, lo que se hace es rifar la más alta jerarquía en el personal de servicio: la
presidencia de la república, para desde esta función servir a intereses ocultos internos del capital, y vender a
los países, enteros o en piezas, al capital externo…”.
871

capital 1343 . En cuanto a la sociedad desprovista del “capital”, la pregunta pertinente es:
“¿democracia o dictadura del proletariado”? (como última y necesaria forma de dominación;
en realidad, la “dictadura del proletariado” confirió contenido a la palabra huera democracia;
el “Estado constrictor”: su presencia se debe a que tiene que obligar a que todos trabajen de
modo centralizado, siendo la robótica su superación). La democracia: es al sistema de
mercado (la gestión por parte del poder, o por intermedio de sus managers, de los procesos de
reproducción del orden en una sociedad diferenciada); al socialismo, dicho sea entre
paréntesis y en la medida en que viene al caso: ¿qué forma de dirección le corresponde? Le es
propio el sistema coordinador/represivo: “hegemonía” ante la comunidad en general y
coerción sobre la oposición para con la forma infante superior de sociedad (superada esta
oposición y la forma individual de propiedad, la dominación concluye –lo cual acontece,
efectivamente, en la sociedad robótica, que es lo mismo decir: comunista). Hay que advertir el
hecho, sin embargo- de que el enfrentamiento más amplio en el seno de la sociedad
históricamente es entre pueblo y estrato dominante; en ese contorno, con propósitos de
sujetación de la plebe el estamento dominante inventó la palabra “democracia”, su discurso y
la farsa de la equidad y libertad a ella asociadas, nociones hipócritas magnificadas en la forma
burguesa de conexión humana; la nueva posición política debe negar dicho término, puesto
que el mismo encierra una específica visión.
En efecto, el poder del capital se ha antelado y procedido a definir la palabra “libertad”
en sentido abstracto y demagógico, como: “la capacidad de alterar el curso del entorno”. Si se
examina toda Constitución burguesa, en ellas están contenidas proclamas ampulosas y
retóricas por las que se garantiza la libertad: de tráfico, de empresa, de credo, de opinión, etc.,
las que se sustentan en la noción citada. Los gringos estadounidenses estúpidos se llenan la
boca con toda esta fanfarria hipócrita y cuestionan machacona e insolentemente la conducta
oficial, de aquellos países (como Cuba) en los que ha anidado precisamente la más prístina
praxis de ejercicio y respeto de las libertades posibles, o sea, de aquellas maniobras humanas,
que facultan las determinaciones de la existencia y su conocimiento. No obstante, tal
licenciamiento no es posible si se opera al margen de las leyes y de la posición de los sujetos
del y en dicho entorno, en su orden. La discrepancia proviene incluso de los datos resultantes
de observar el desempeño de los procesos en la naturaleza; pues, ya Newton los condicionó a
sus principios, por ejemplo: a su segunda ley, y la cual estaría en cuestión, la que dice: “los
cuerpos permanecen en reposo o movimiento hasta que otro cuerpo o energía intervenga”. En
el plano psicológico, la capacidad abstracta de garantizar que se haga lo que le plazca,
también tiene sus bemoles; in fact, en el mercado, merced al ejercicio de las políticas de
marketing, las personas están siendo manipuladas, sin embargo de que ellas creen actuar de
manera autónoma, con soberanía, es decir, que proceden decidiendo por ellas mismas;
además, el pensamiento está siendo guiado por los hechos puestos, por la historia, de manera
que las personas no son libres: son determinadas, con lo cual queda impugnado también el
denominado “neoliberalismo” (dixit: Egas Ortuño José Gabriel) 1344 .
La estructura eclosiona de la coyuntura (ella misma –estructura- se desplaza sobre
todas las –coyunturas- que puede abarcar en su interior); la coyuntura actual ha adquirido
relevancia en cuanto es supuesto en la formación del estado estable y definitivo del género
(formulada la idea en la perspectiva de “cierre histórico” de matiz hegeliano). En lo atinente
al tema, en un artículo se lee reflexiones aquí pertinentes: “… la teoría política se ve
enfrentada a la necesidad de fundamentar su propio objeto” 1345 . En lo tocante con la susodicha
aseveración, que busca encontrar el rumbo para la actuación de la voluntad transformadora,
caben las siguientes preguntas: ¿objeto de conocimiento? u ¿objeto de su actividad? El objeto
1343
Sin embargo, en el sistema burgués de existencia, como efecto de la tensión intrasocial, este proceso se
convierte en verdadera superestructura, la que a su vez asume el carácter de relativa autonomía, o sea, cuando
el sector de la clase dominada, que adquiere el sentido de la historia, decide elevarse sobre la coyuntura, para
configurarla de acuerdo a un proyecto racional y revolucionario; es, dicho sea de paso, el momento en el que
tiene origen la llamada “era del conocimiento”.
1344
El liberalismo económico (su doctrina) impera mientras los seres humanos no alcancen conciencia de los
hechos y no decidan someterlos a los dictados de la razón. Precisamente cuando fracasan los primeros pasos
dados en ese sentido, sus partidarios objetan la intervención del Estado en el mercado y propugnan atar de
manos a la voluntad colectiva.
1345
Saltos, Napoleón. Muerte y resurrección de la política; en: ANALES, revista de la Universidad Central del
Ecuador, Nro. 386, Quito marzo del 2010. Esta aseveración es muy común en la reflexión posmoderna en teoría
política.
872

de la actuación política parte de levantar cognitivamente la problemática social (la intelección
del carácter del sistema global de mercado burgués –neoimperialismo: globalización,
hecatombe financiera, problemas ambientales, marginación y pobreza, crisis de civilización-,
la explotación, los modelos fiscalistas y neoclásicos de economía, la dominación espiritual;
los frentes de actuación en torno de las debilidades del sistema para insertar en el políticas que
lo debiliten susceptibles de su transformación, la formación de la conciencia de las masas, su
organización); plantearse el objetivo, diseñar la estrategia y la forma de su operativización.
Ahora bien, la ciencia, la idea: ¿va, debe ir hacia la constitución de su realidad, para poder ser
tal? O ¿toda ciencia es, en cuanto aprehende categorialmente un objeto real dado? No
obstante, una ciencia no puede construir hechos para representar sus constructos teóricos a
priori. “… la lucha de clases retornó al centro, como campo de la política, pero ya no en su
versión economicista, sino en su carácter transversal, atraviesa las prácticas políticas,
económicas y culturales… (sic)…; marca en particular la historia de las batallas teóricas, las
batallas de las ideas” 1346 . Para el caso del sentido del punto de vista glosado, debe consignarse
la tesis de que ese tipo de lucha sólo ocurriría si todos los problemas (necesidades, en estricto
sentido) económicos estuviesen subsanados de modo indistinto para los miembros de un
“clan”, mientras que las demás esferas de la reproducción de la vida atravesasen problemas o
estuviesen mal (lo cual es un contrasentido, pues, si el fundamento de la vida –el elemento de
coordinación del todo- se halla bien, se desprende del hecho, que el resto se hallará “en línea”
o en proceso); es en este último caso en que las luchas se presentarían de otro modo, en otro
frente; sin embargo, los otros ámbitos de problemas (aunque resulte para ciertas mentes
mecanicista, simplista, el sostenerlo), no son mas, que la forma cómo se reexpresan las
dificultades de reproducción de la vida material. La Política es más una técnica (evaluación y
proposición: objetivo y estrategia) y un arte, que una ciencia en cuanto tal (de allí la dificultad
de definir su objeto); la política usa las categorías de economía, sociología, psicología y
filosofía, para abordar su objeto: lucha y cambio. En parte, tal consideración epistémica sobre
la Política se encierra en la frase: “El objetivo del estudio crítico es ubicar las fisuras del
sistema, los puntos de condensación de la lucha de los oprimidos por un cambio de vida” 1347 .
La conciencia (cuando se comporta de modo especulativo, teórico) está gobernada por
los hechos, es el reflejo dinámico de ellos, esto es, la idea no puede ser por fuera de su
substrato real. Después de 1917, 1956 y de 1989, las anomias de la realidad social ya no le
ponen a pensar al cerebro en la trama de la revolución como el mecanismo racional y
programado, dispuesto en el plano de su negación definitiva. Como en el proceso de
producción artificial del complejo mecanismo humano, en el que en varias partes del mundo
se crea de modo aislado, independiente, como efecto de la división técnica del trabajo, las
destrezas humanas y sus órganos respectivos, desarrollo de aplicaciones que desembocará en
una nueva y última “singularidad” (concreción), en política varios pensadores de modo
coincidente han tratado teórica, estrategia y ejecutorialmente las diferentes contradicciones en
las que la antinomia capitalista central se ha desplegado como efecto de la Revolución de
Octubre y el socialismo de primera etapa, y escenario el cual, es el legado del proletariado y
su praxis a las nuevas generaciones: la realidad y su transformación en potencia (la noción
sobre la finalidad del proceso: la negación de la formación humana capitalista y la edificación
de la forma superior que la sustituye; la revolución realizada y la intentona socialista y
burocrático-estatal; el pensamiento sobre lo nuevo para la humanidad: la utopía).
Gramsci, Habermas, Derridá, Foucault, Echeverría, Baudrillard, Jamesson, Bourdieu,
Wallerstein, Stolowicz (cuanto pensadores de tendencia más sistémica y estratégica como
Shaihk, Amín, D. Guerrero, C. Katz, O’Connors, A. Cueva, L. Vitali, J. Bengoa, Zizek,
Quijano, Arrighi), abordan determinados aspectos de la determinación sociológico-política de
la realidad y plantean la táctica coyuntural, parcial, in situ para avanzar en el camino de la
transformación (itinerario puesto por la determinación histórica actual: la transición y por la
acción del propio sujeto principal –la clase capitalista global-: el desarrollo de la ciencia y de
la técnica): múltiples determinaciones de la mente, que se sintetizan como concreto espiritual
a medida que la realidad decurre: “todos los caminos se dirigen a Roma”, hacia el régimen de
la “democovivencia”, como modo de ser comunista sostenido en el trabajo de las máquinas,
en coherencia con el planteamiento de Marx expuesto en los borradores de El Capital (Los
1346 Idem ibídem.
1347 Idem ibiden.
873

Grundrisse). En el presente escrito se deja constancia de la creencia “a pie juntillas” en los
postulados de Marx contenidos en el documento referido, puesto que el Marx maduro,
prometeico, del progreso, no se pronunció invalidando el sentido de dichos mensajes. Nadie, a
excepción de Marx, ha atalayado el rumbo completo de la humanidad (de allí la llamada
propensión positivista de su pensamiento maduro): cuando la máquina reemplace al trabajo,
éste se dedicará a usufructuar de la potencia del trabajo pasado y a la compresión y gobierno
sobre la naturaleza; y, como corolario, es necesario relievar este hecho, puesto que la solución
dada por los neorrevolucionarios, puede ser “peor que el problema”, esto es, crear las
condiciones de igualdad, libertad y satisfacción de todas las necesidades materiales y
espirituales, en el marco del simple “estar en el mundo”, por parte del ser humano.
La estructura de comando planetario vigente, por su parte, es compleja y transicional
(Estado-s- en transición hacia su disolución): Estado burgués “explotador” clásico, Estado
socialdemócrata, Estado popular (Estado de todo el pueblo, en la recuperación de una noción
reaccionaria en tiempos de Marx y de Engels así como de la ex URSS socialimperialista, pero
que hoy paradójicamente adquiere pertinencia), este último es, manifiestamente: el Estado de
Transición, el que asume carácter “de dominante” en el complejo “formas de acción política”,
el cual paulatinamente desplaza a los demás y finalmente se “destruye a sí mismo”, en la
medida en que subversivos/intelectuales/ciudadanos, una vez cumplido su papel: no tienen ya
sobre quién gobernar, hecho que induce, como desarrollo necesario, a la creación de un
aparato coordinador, por lo cual la humanidad vuelve a su estado prepolítico inicial: la
Comunidad Primitiva, de la contradicción en potencias, no desarrollada y en la que se anulan
todos los desarrollos de su despliegue concreto dado: coordinadores y coordinados. El proceso
se está dando en Venezuela, claramente en Cuba, en Bolivia, en Ecuador (cuya base material
es el “modelo de economía popular y solidaria”), en Nicaragua, en Paraguay, en Uruguay y
quizá en Perú con Humala, también se estén produciendo los brotes 1348 . De todos modos,
describir el proceso en curso es una labor aciaga y compleja, y materia de un profundo y
minucioso estudio. Transición ideológica, transición política y transición económica: la ley de
funcionamiento de la historia se invierte, pues, clásicamente las transformaciones económicas
han sido coronadas con su par políticas; hoy, en cambio, primero se ha puesto en efectivo la
nueva concepción de la realidad (como efecto de la herencia revolucionaria y socialista
proletarias legados a la humanidad, por supuesto), la idea ha devenido práctica con la
representación popular como “Estado”, a partir de allí se inicia la aplicación del programa de
transición económica, la que esta vez “reactúa” sobre la superestructura y las formas de
conciencia social.
Si bien todavía existe una clase capitalista dirigente, por lo cual se puede calificar al
mundo como “situación capitalista”, en vista de que las rentas provienen de la explotación del
trabajo, el proceso de cambio histórico se invierte: en la historia la nueva clase siempre se
conforma primero como tal en materia económica y luego conquista el poder político; en el
presente la clase dominante ha perdido funcionalidad económica, pero se halla todavía en la
cúspide. El nuevo modo de producción no sale completamente desarrollado del anterior; éste
puede establecerse sólo una vez que se ha alcanzado el máximo grado de progreso de las
fuerzas productivas y de que las transformaciones en las formas de convivencia (racionales,
solidarias, cooperativas) se hayan hecho con la iniciativa en el planeta. Tal como se presentan
los hechos en el escenario en ciernes, se puede suponer que existen dos maneras de transición
al comunismo: 1) los sectores monopólicos del capital compiten entre sí y desarrollan la
técnica sacando al trabajo y a sí mismo del proceso histórico (esta es la vía realmente
revolucionaria, la que, además de ser la consecuencia, el producto del movimiento real
incluye en su determinación a la lucha de clases tredeunionista, revolucionaria, economicista);
y, 2) ethos barroco y valor de uso (la producción en pequeña escala), la cual si bien es un
camino que aunque sirve como modo de transición no puede hacer mucho en todo caso para
derrotar al modo burgués de producción, sino que mas bien lo conserva y se sirve de él, y
eventualmente se convierte en obstáculo para el despliegue de la nueva forma humana
1348
Perú: Humala entre la espada (el poder del capital) y la pared (el pueblo y la promesa del cambio); la
salida es la traición, la renuncia al cargo, el Golpe de Estado (como en Honduras con el Presidente Zelaya, en
tanto el citado mandatario se oponía a la presencia de Bases Militares yanquis en territorio hondureño) o la
muerte (según la tendencia puesta por los cambios cubanos, la conducta de Zapatero, de Lula y de la actual
Presidenta de Brasil: D. Rousseff, de Bachelet y de Correa, la funcionalización de Humala se ve como la
perspectiva real, pues, durante la campaña, con el fin de ganar las elecciones, pequeñoaburguesó su discurso).
874

comunista automatizada. Esta es una estructura compleja, precursora de los grandes cambios
en el frente estructural, que va a experimentar la humanidad; dos vías, que deben confluir
necesariamente en la unicidad de una sola racionalidad dada por la supraidentidad constitutiva
de la humanidad: la inteligencia y el telos que es su inmanencia (esto es lo que se puede decir
por el momento).
Todo sistema es histórico; para el caso de las formas clasistas de estructuración
humana, su historicidad se expresa al desaparecer la clase que lo sustenta; ésta protege las
relaciones de producción viejas y caducas que lo sustentan, lo cual supone una traba para el
avance de las fuerzas productivas; para el efecto recurre, como demanda objetiva, al diseño y
emplazamiento, en su orden, de instrumentos de dominación: el Estado (gobierno y demás
aparatos), la Constitución, el Derecho, otros órganos paraestatales coadyuvantes de la
población (ONG); estas concepciones y prácticas sobre y del poder, respectivamente, reflejan
en cada caso concreto su “tiempo” y su orden económico. En los buenos tiempos de la ex
URSS se sostenía que “… el socialismo crea, en el curso de su evolución, las premisas para su
propia extinción”. Las condiciones internas de dicho suceso “… solamente pueden surgir en
la etapa superior del comunismo”; en tanto que las externas emergen “… al lograrse la
victoria del socialismo en todo el mundo. Mientras no se ha llegado a ese período persiste la
necesidad del Estado… Esto significa que el proceso de extinción del Estado consiste en la
transformación del Estado de todo el pueblo en autogestión social comunista” (Kelle y
Kovalzón: Sociología marxista). En el marco de las tesis aquí sostenidas, en cambio, se
asevera que la premisa necesaria para la desaparición del capitalismo, de su Estado, como
para la instauración del comunismo es el proceso de concreción absoluta, total, del proceso de
automatización como sistema de “producción” (es el capitalismo, con sus últimos alientos,
quién corona tal empresa); mientras que la llamada “gestión” también se trasforma en gestión
lógica, automatizada 1349 .
“´En la teoría de Marx, la economía política halló su culminación, pero también su
liquidación como ciencia. La continuación sólo será -aparte de ciertos desarrollos de
detalle de la teoría marxista- la transposición de esta teoría a la acción, es decir la
lucha del proletariado internacional por la realización del ordenamiento económico
socialista. El fin de la economía política como ciencia entraña pues un hecho histórico
mundial: la traducción a la práctica de una economía mundial organizada de acuerdo
con un plan. El último capítulo de la teoría económica es la revolución social del
proletariado mundial´. Rosa Luxemburgo: ¿Qué es la economía política?” 1350 .
La Política como “ciencia” y como práctica debe dejar la esfera de los hechos fácticos
tan pronto como la abundancia de bienes de procedencia exógena al trabajo humano (en la
“sociedad robótica” -comunista) supere la realidad de la noción cognitivamente fundante,
malintencionada burguesa de escasez (“La insaciable codicia del capitalismo transformada en
un atributo de la naturaleza humana...”) y torne innecesario todo tipo de dominación
supranacional 1351 ; propiamente: la base de ésa, o sea, los ciclos económicos, la crisis, la
pobreza, la enajenación y sus consustanciales contratendencias. Es el instante en el que la
ciencia Política habrá de convertirse “en la representación de algo sin representar”, como una
forma histórica de concebir la realidad, que ha perdido su substrato real 1352 . En esa dirección,
1349
“Mientras en un conjunto social, las fuerzas productivas no se hayan desarrollado todavía de manera que
garanticen la suficiente satisfacción de todos …(o mientras el poder concentre e impida el acceso a la
abundante producción maquinizada forjando escasez ficticia, con el fin de acumulación)…, la violencia –hacia
el exterior o hacia el interior- será siempre la función de este tipo de nivel de producción” (Adler, Max. La
concepción del Estado en el marxismo; México, 1982); este tipo de sociedad estará necesariamente dividida en
clases (con su expresión formal: como simples estamentos) y dejará de estarlo cuando el trabajo no baya más,
en el marco de la proveeduría automatizada.
1350
(TEORÍAS ECONÓMICAS Y LUCHA POR EL SOCIALISMO | CORRIENTE COMUNISTA
INTERNACIONALCORRIENTE; R. Weyden).
1351
Paradójicamente (por conveniencia), el proceso de reproducción ampliada del capital promueve el
despilfarro de recursos (de productos en el consumo), que contrasta con la tesis de la optimización de recursos
en la producción.
1352
El objeto de la ciencia política (la cual aparece y es válida solo para el período clasista de la humanidad)
constituye el sistema de relaciones de confrontación frente al propósito de conservar o transformar un orden (es
obvio, que este fenómeno tensional se desplaza a todas las esferas de la vida: el micropoder). En consecuencia,
la “politología” no es la administración pública” (el Gobierno, sus aparatos: el Estado), o sea, el inocente
875

la Política (la de la clase ascendente) ha detentado las premisas de su propia destrucción aún
antes de que haya llegado el momento de su sustentación fáctica, puesto que ha propendido
cómo entender la realidad ontológica y procesal de replicación sistémica, de qué manera
diseñar la estrategia de cambio, cómo ponerla en ejercicio, en qué forma eliminar las clases
(la propiedad y no propiedad de activos productivos): la lucha de clases (la división social del
trabajo), o sea, la esfera real y su conocimiento 1353 . La efectividad real de dicho rumbo está
siendo dada como un fenómeno que precisamente ocurre “ante nuestros ojos”: la colosal
revolución que vive el mundo; en efecto, la elevación cualitativa en el plano histórico-social
lo ha producido la “Revolución de Octubre”, el socialismo de Lenin-Stalin, la “lucha de
liberación nacional” y de carácter social en el planeta; la derivación del “salto” se expresa de
modo objetivo como la entrada “en coma” del sistema burgués de reproducción de la
existencia y su lenta agonía en la etapa transicional, en la que los “nuevos actores de la
historia” –los subversivos/intelectuales/ciudadanos- están llamados a desempeñar un papel
destacado en la esfera global (mas no se olvide, que detrás de todo esto están Marx y el
proletariado).
3.3.2.2.- CLAUSURA DEL DESPOTISMO ILUSTRADO BURGUES MODERNO Y POSMODERNO: FIN
DE LA DEMOCRACIA.
El sistema burgués (y las formas precapitalistas de clase, en general), de formalización
de la comunidad ilusoria membretado de “democracia”, llega a su fin. En la actualidad se
admite cada vez más la idea de que dicha estructura de organización de largo plazo, es un
orden humano que ha inclinado su cerviz; la expresión inmediata del suceso topa a la
exterioridad: en la analogía con el proceder de una enfermedad que concluye, los síntomas
“caen primero”, en la medida en que la esencia del mal ha sido derrotada (la estructura no
puede ya, reproducirse en base a sus propios fundamentos: sus fuerzas inherentes le han
abandonado, necesita muletas, en sus últimos días) 1354 . La forma institucional de acción de
las clases –en estos precisos instantes- se encuentra en entredicho: los “movimientos
políticos”, o sea, los sistemas abiertos de representación y acción de las clases, de los partidos
que los han constituido han extraviado su Norte “frente a un nuevo proceso económico social
universal, en el que deben reflejarse”. En el sistema central de la formalidad de los Estados
(europeos, norteamericanos –Canadá, EU, México-, asiáticos,…), los partidos políticos
oficiales mantienen cierta fortaleza, legitimidad, respetabilidad, diplomacia (ejercen el “arte
de la guerra, sin la guerra”), cosmética del orden: su objeto consiste en mediar el proceso de
transición pacífica, racionalizada, hacia la nueva modalidad de disposición de las unidades
humanas en la tierra (del orden a imponer por la primacía final de la migración “sudaca”). En
las neocolonias se advierten pataleos -es obvio, como todo lo que espira- en el frente burgués
del “poder político”; el escenario deja entrever, que es difícil transformar el “poder (el
sistema) constituido”: su institucionalidad, las normas, las conductas por ellas impuestas y las
ideas en coherencia (ese el frente de batalla, de la “lucha ciudadana”; campo desminado,
triunfo proletario, que las nuevas acciones políticas deben mantener y consumar). En la
historia, la tortilla también se vuelca: la “Derecha”, diezmada, se aferra, se moviliza en
defensa del “orden constituido”; el pueblo lo reprime instalado en el gobierno, desorganiza al
sector dominante inveterado y otorga orden jurídico constituido a su “poder”.
proceso de guiar a la sociedad y a sus organizaciones hacia el “bien común”; pues, los personeros que se
ponen al frente de la gestión pública (representantes del poder, miembros del poder u ocasionalmente: sus
adversarios) aunque han llegado a su sitial siguiendo el rito burgués de las elecciones, todos tienen sobre sí
pendiendo las normas coercitivas del “poder constituido”: la Constitución y su derivación legal, o sea, la
voluntad del poder. En suma: la política como “objeto real” sólo aparece en las formas sociales clasistas:
esclavismo, feudalismo, capitalismo; la política como “objeto teórico” se corresponde con ese substrato
ontológico y se supera con la consumación del mismo; la política –como ciencia, en el marco de la perspectiva
marxista- es la teoría de la “lucha de clases”. Ahora bien, existen varias ciencias que son propias de los
sistemas clasistas (y del modo de producción capitalista en específico) como la Psicología, la Economía
Política, la Politología, la Sociología.
1353
“Los economistas marxistas reivindican el honor de ser la primera categoría de seres humanos de ciencia
que trabajan conscientemente con vistas a la supresión de su propia profesión” (dixit Ernest Mandel).
1354
Este proceso, dicho sea de modo incidental, no se trata de una “implosión”, de “reversión” ni siquiera de
carácter entrópico, pues, como la vida anciana que se extingue, éste pierde progresivamente la estructura de
propiedades materiales de sustento como proceso especial y deja simplemente de funcionar, para ser sustento
–sus restos se incorporan al ciclo siguiente como materia prima- de un nuevo proceso, distinto, superior.
876

Es en este sector socio-regional del mundo (la esfera neocolonial), que se conforma el
sujeto que reposta, ajusta cuentas con el pasado de la Jurisprudencia y su desarrollo en el
derecho del más fuerte, en el Derecho Unipolar; en la medida en que reta la esfera
conformada de la teoría y praxis del Derecho, tanto Constitucional como Jurídico, de manera
que se crean poderes contra hegemónicos alternativos, conducentes a la instauración de una
nueva polaridad intelectual y pospositiva, institucional y normativa de regulación de las
relaciones humanas (en verdad, la polaridad posmoderna efectiva está dada entre la economía
popular alternativa solidaria y el capitalismo clásico; entre quienes van al salvataje bancario y
de la industria de vehículos, y aquellos que renuncian al dinero y a las prácticas mercantiles;
entre la vieja economía burguesa en declive y las formas amigables, fraternales de
colaboración para la sobrevivencia). Teoría neoconstitucionalista, que sin embargo adviene
sujeta todavía a la noción de “democracia”, pero que tiene la razón en la coyuntura
transicional, en la que empieza por desmontarse todo el aparataje –y su fundamento
ideológico-conceptual- coadjutor en la reproducción del stablishment. El Derecho
Constitucional, el Derecho Legal, en este orden, en su consideración esencial, sostienen el
principio exclusivo de “protección de la propiedad”, fundamento del Derecho Económico,
liberal, burgués (obviamente, el principio cursa, una vez plasmada la fase de “distribución”
del sistema de reproducción material de la sociedad, esto es: asignación previa de roles
económicos, derivada de la preasignación de la propiedad de los medios de producción). El
supuesto epistemológico implicado, dice relación con el postulado inserto en la creencia de
que: protegida la propiedad privada del capital, quedan establecidos, de un solo plumazo,
todos los derechos de la persona, en tanto la propiedad del capital es axioma, garantía y fuente
de desarrollo de derechos. Empero, en la realidad: las 9/10 partes de la sociedad está
desprovista de propiedad; por tanto, debe renunciarse a este “Derecho”, para poder forjar una
“sociedad de propietarios”, en la que pueda imperar incluso el Derecho tradicional.
El símil se encuentra en el Derecho Internacional: en la movilidad de las personas, la
cual carece de liberalidad y la que está presente en relación con el resto de “factores”, tales
como el capital financiero, las mercancías y la ideología (Evangelismo). En Ecuador –en su
Proyecto de Constitución del 2008- se incorpora el principio de la “ciudadanía universal”
(amén de otros argumentos verdaderamente novedosos y constructivos propiciadores
conceptuales del “otro mundo posible”); los imperios (EU, UE, Japón), en cambio, se cierran.
¿Por qué? Los susodichos actores hegemónicos globales, proceden de ese modo, de ninguna
manera debido a razones teóricas –en el sentido de que la Doctrina no se ha remozado- sino
en virtud del imperio de móviles empíricos, prácticos, proteccionistas, económicos. En efecto,
si el Ecuador se abre al mundo (política ilusa, en cambio, en materia de comercio en la
coyuntura histórica) casi nadie va a utilizar dicha estrategia aperturista unilateral y
desplazarse acá, debido a que las condiciones económicas –jurídicas, de dotación de
servicios, de infraestructura, de demanda efectiva,...- del país, cuanto de otras repúblicas
similares, “no son atractivas para la inversión extranjera”; precisamente, esa la razón de
fondo que explica por qué allí debía surgir esa idea (el principio de “ciudadanía universal”).
En cambio, en países receptores de población emigrante no les atrae la intención encerrada en
dicho principio revolucionario, innovador, alentador de la instauración de procesos
supramodernizadores globales no conservadores, por cuanto deben proteger a su población, a
su economía, sus derechos y a los que les conviene organizar al mundo de acuerdo a los
principios atinentes al concepto geopolítico de “Estado federado” 1355 .
La eclosión de una multiplicidad de “derechos” (se estima que los mismos –más o
menos: unos 70- se triplicarán a futuro cuando la sociedad en los cuatro puntos cardinales del
planeta “salga del closet” y los plantee): a la vida, colectivos, de la infancia, de la juventud, de
1355
Si México acoge la declaratoria inherente a la “ciudadanía universal” (la que, evidentemente, constituye un
colosal principio de desarrollo civilizatorio) y se abre, el sector emigrante de la población del planeta: ¿iría a
México? Evidentemente: no; a no ser que la decisión de instalarse en dicho país sea nada más que una escala
en el objetivo de llegar a EU. El capital es el único que inveteradamente ha gozado del principio de
“ciudadanía global”; éste ha elegido libremente en qué país instalarse (recientemente ha hecho goce de este
derecho y se ha establecido en los Tigres Asiáticos, México, Chile, China, España, Rusia, India, Brasil,
Pakistán, Colombia, Perú). ¿Iría el capital a Cuba? Sí, para el caso de que allí se abran condiciones para la
valorización, o con fines políticos conducentes a desgarrar del todo ese proceso social. La reacción
conservadora proyanqui de los países neocoloniales del mundo, siempre han argüido, que la migración no va a
los países ex socialistas o socialistas, sino a los de capitalismo desarrollado en busca de bienestar, de progreso,
de crecimiento.
877

los minusválidos, de la mujer, de las etnias, del trabajo, del arte, de la “naturaleza”,..., en fin,
respecto de cuanto prescriba la esfera que los origina: las necesidades como fuente del
derechos; marejada, que torna en superchería, en estafa y ridiculez al derecho burgués de la
“propiedad”, el cual, dicho sea de paso, ha instrumentado completa y perfectamente al aparato
estatal, para que “actúe” como garante de la observancia coercitiva de este derecho absoluto;
en efecto, esto es así, si se parte del concepto de que el Estado no es un instrumento de clase,
como proponen las modernas teorías políticas Light, esta propensión –por tanto- es
precisamente la que reconstruye de modo incruento y progresivo la forma estatuida de vida.
Es decir, esta idealización normativa de los hechos, provee las condiciones reales (las que
deben ser reconocidas intelectualmente), para que se disuelva de modo espontáneo el canon
del Derecho fijado por el establecimiento, tanto como la correspondiente conciencia sobre los
“derechos humanos”. Si la complejidad impide que la mayoría de derechos sea tipificado y
reglado en su entera diversidad, de modo que abarque toda la dimensión de casos
concernientes, conviene recurrir en la conducta social a la aleatoriedad, a los recursos de la
espontaneidad, a la buena fe y a la sensatez (en círculos de pensamiento burgués se sostiene,
que el Derecho es producto de la desconfianza entre individuos in abstracto; no obstante, el
Derecho es –en sentido superfluo- producto de la desconfianza en el comportamiento de los
individuos en las formaciones sociales clasistas, por eso precisamente esta esfera surge en ese
tipo de “comunidades”), es decir, al desate de comportamientos, que se sustenten en la razón
superior: la moral comunitaria, principio de observancia de creación permanente de
condiciones de sustento de un adecuado vivir individual y colectivo (no del “buen vivir”,
porque dicha expresión trasunta la proclamación sobre todo del Eros –“el espíritu es historia,
mientras que el inconsciente: Eros, es destino”-, de la “Biopolis”, del “Biosocialismo”).
No se olvide, que la mayoría de derechos constituyen la contraparte reivindicativa de
la vigencia de “contra derechos” ("inderechos", exclusiones, abusos,...), que ha puesto el
capitalismo sobre la humanidad (por ejemplo: la destrucción de la naturaleza por el capital; la
ejecución de Saddam Hussein, de Gadhafi, de Reyes, de Cano...); si a dicha variable se añade
la racionalidad como atributo masivo de la nueva personalidad, la exorbitante cantidad de
derechos, se reduce considerablemente, mientras que el sentido común y el comportamiento
habitual quedan programados para reconocer y no violar derechos (en el submundo, en la
subcultura capitalista actual: “...el brote de la fiebre ética parece no tener límites”). En ese
sentido, la disciplina teórica “neoconstitucionalista”, llega a la cima de su desarrollo
conceptual y requerimiento, cuando el “objeto real” que se le corresponde, le retira
pertinencia categorial. Ahora bien, el “buen vivir” es un concepto, que no puede ser definido
in abstracto, pues, el mismo comprehende un hecho histórico-estructural; histórico, en cuanto
se define por los objetivos inmanentes a cada etapa etárea de la humanidad; estructural, puesto
que en las formaciones humanas escindidas, el modo de vida se corresponde con la posición
–dada por previa distribución de los medios de producción-, que los individuos tienen en la
escala social (en el Medioevo, por ejemplo, el buen vivir se centra en las realizaciones
religiosas, en las románticas; en el momento capitalista, en la razón práctica, instrumental, de
plasmación de las “energías” y destrezas del trabajo, como riqueza individual, conforme a la
determinación de la visión del poder dominante; a futuro, cuando hayan sido superadas las
racionalidades inherentes al “deseo de lucro” y al deseo “sobre el deseo” -la inmanencia de
los sentidos-, el buen vivir será la terrenalización de la tendencia procesal inmanente “de la
racionalidad” -de la erudición, del conocimiento objetivo de la existencia de la humanidad en
general).
Por otra parte, una pregunta crucial en torno de una cuestión clave para el trayecto
humano –penosamente todavía inadvertido, incluso por la intelligentzia de la especie-, merece
formulársela una vez más en acto de desprecio para con las diminutas rencillas humanas
heredadas del pasado, que aún ocupan al género: ¿es suficiente el actual desarrollo de las
fuerzas productivas globales, tanto para otorgar sustentación de forma automatizada a la vida
de especie, como para que el progreso técnico siga adelante como condición básica de
realización del objetivo humano en la futura etapa atinente a conocer la realidad en su
momento de concreción, de modo que el mismo no se frustre retrotrayendo al ser social al
plano de la simple intuitividad y de la sensiblería; o se debe tolerar la presencia de los restos
del capitalismo: de la democracia, con ese objeto? Contemporizar, por ejemplo, con el Pacto
de la Moncloa, el de Copenhague de integración regional en circunstancias de desarrollo
desigual del capitalismo y de aguda competencia intermonopólica, o con los nuevos
878

movimientos socialdemócratas dirigidos a reprimir las contradicciones (si la respuesta es
positiva, dicha posición será objeto de los más agudos reproches de posiciones políticas
maximalistas e históricamente coyunturalistas, así como de una correspondiente actitud de
solaz por parte del poderío mundial). Es obvio, este es un hecho a dilucidar, pero por simple
necesidad de comprensión; en la realidad viva, la determinación histórica sobrepuja la ruta en
coherencia con el sentido abierto hasta alcanzar el grado necesario de desarrollo de las fuerzas
productivas, de modo que este nivel les permita operar como regularidad que clausura la fase.
De similar modo como en economía (tanto en la realidad como en la idea) los hechos
no han cambiado mucho, pues, la moderna Teoría Económica oficial, no es mas que la clásica
ideología esmithiana reforzada con aportes dados por Friedman, esto es, liberalismo mercantil
y monetarismo de consuno, expuesta esta “doxa” con la cosmética de la rigurosidad formal
matemática; la política convencional, en las esferas real y subjetiva, no ha podido avanzar
más allá de Montesquieu: teoría de la división de poderes, el constitucionalismo (libertad,
derecho de propiedad y su garantía, y límites al poder) y la democracia. La democracia es la
forma histórica coherente con la comunidad escindida en clases (nació y operó en el seno del
primer estadio clasista humano: el esclavismo; en el feudalismo, régimen en el que las
condiciones materiales de reproducción de la vida se asoman en la esfera ideológica, la
democracia adormece en los diversos momentos autocráticos, de los poderes palaciegos,
cortesanos y está inhibida para la gleba; en el capitalismo se despliega a toda plenitud,
precisamente como concreto rumbo a la deconstitución); su ampliación y desarrollo, es la
antesala de la disolución política del sistema liberal moderno, una vez que en su interior una
parte de la sociedad se desconecta de la estructura unidimensional del empresariado
multinacional y las ganancias, promociona su percepción crítica, forja nuevos procesos de
vida y aplica a ellos el progreso de la modernidad: en el torrente socialdemócrata general del
devenir humano, esto es, del incesante desarrollo científico-técnico y su redistribución. Sin
embargo, la aplicación de esta ficción: la democracia, ha expuesto los límites de su
irealizabilidad, en cuanto sistema eficaz para la población.
… no existe de hecho un problema real de la democracia sino únicamente fenómenos
que deben resultar contradictorios porque se le aplica el concepto de democracia a una
situación social del Estado que no le corresponde.
… el hecho de que todas las formas de organización que ésta debe producir, para
alcanzar sus objetivos, se esclerotizan inmediatamente…
… Los órganos se convierten pronto en una burocracia, en un estrato con poderes de
clase y de dominio, que presentan nuevamente un elemento de conflicto en el interior
de la democracia.
… el proceso de automatización de los órganos de la sociedad… que transforma a sus
funcionarios… de servidores en patronos.
… De este modo el individuo podría hacerse la ilusión de ya no verse obligado a tener
un representante como elector, sino de poder actuar directamente para sus fines, en
cuanto miembro autónomo de una colectividad.
… ¿cómo es posible todavía la democracia en general ante este dominio inobjetable
de la tendencia a la burocratización?
… “paralizar lo más posible” estas tendencias nocivas, tarea esta que debe ser
desarrollada principalmente por la “pedagogía social” 1356 .
Aunque Max Adler (el autor austriaco de cuyo obra se ha extraído la separata que
precede; estudioso del fenómeno éste, cuyas ideas se remontan a un siglo atrás, pero que se
hallan vigentes, puesto que el capitalismo es un sistema que en su dimensión jurídico-estatal
rota en sí mismo con mayores o menores calibraciones reproductoras, conservadoras) sostiene
que “… la ideología es una función de la economía y de que el cambio global… de la
economía de una sociedad solidaria, basada en los instrumentos de la técnica y de las culturas
modernas, tendrá repercusiones en el espíritu… de las generaciones que crezcan en ella”, lo
cual permitirá que funcione la “democracia” en su acepción pura 1357 , dicho régimen espurio,
debe desaparecer. El problema de la democracia está en ella, no fuera de ella, en este modelo
de organización y funcionamiento de los intereses del colectivo humano que apareció en un
1356 Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982.
1357 Idem.
879

momento histórico: en sus condiciones materiales (el sistema esclavista griego y no podía ser
un régimen que surgió en una circunstancia específica en el pasado que deba esperar el
aparecimiento de otra –por ejemplo: la socialista- para llenarse de contenido; en realidad, en
el objeto real específico de estudio: la cuestión de la democracia, el ser humano no se adelantó
a crear un sistema para el futuro); por tanto, no puede ahora decirse que la democracia es un
sistema defectuoso porque hay una base que así lo sesga; luego, se concluye que si la
democracia no es capitalista, ella será buena. Debe haber un proceso fuera de los seres
humanos encargado de ordenar, dirigir y controlar los actos cotidianos grupales de la especie
para que desaparezcan todos los vicios estructurales de la democracia, es decir, para que se
abstraiga ella misma; ese proceso empieza con la eliminación del trabajo humano, con el
gobierno sobre las cosas y luego con la automatización de los procesos de coordinación
humana (coordinación se dice, no “gobierno”, en contraposición a Gramsci) en el comunismo
(y ese régimen “político”, aquí se sostiene, es la democovivencia).
… el concepto de democracia… el anticipo ideológico de una situación social
determinada que todavía no existe: el anticipo de la condición de una sociedad
solidaria…
La democracia, es como dijimos, la autodeterminación de un conjunto solidario.
… la minoría no considera su sujeción como una sumisión o un acto de dominio…
… ya que la norma de la decisión de la mayoría es mas bien directamente sólo una
disposición de utilidad relativa al modo de conducir los acontecimientos, en los que,
aún antes de cualquier votación, está garantizada, por principio, la salvaguardia de
todos los intereses personales fundamentales.
… la mayoría… decide no tanto porque es la mayor parte… sino más bien porque es
el único método posible para establecer, a través de la consulta de los miembros de la
comunidad, el interés solidario.
La dictadura es en sí misma una forma de democracia, es decir, de la democracia
política.
¡Sí, dictadura! Pero esta dictadura …(la del proletariado)… consiste en la manera de
aplicar la democracia, no es su eliminación (Adler, Max. La concepción del Estado en
el marxismo; México, 1982).
Los primeros puntos de vista de la separata que precede, en estricto sentido, no hacen
referencia a la “democracia”, sino al régimen de la “democovivencia”, que es el propio de la
formación humana comunista, estadio en el que vive una comunidad de alta racionalidad, sin
clases, aprovisionada por el “trabajo” de las máquinas y coordinada de modo automatizado
por un software, en el que se asienta el efecto preeminente, de conducir al ser humano cada
vez más hacia la absolutabilidad del pensamiento. El relación con la parte intermedia de la
misma separata, se antepone la idea, de que el problema no reside en la tautología del “interés
solidario”, puesto que solamente un desquiciado estaría en descuerdo; y: ¿la contradicción: los
dos o más puntos divergentes, que deben ser procesados mediante el proceder democrático?
Caso contrario habría consenso en una situación como la descrita en la glosa, y allí no habría
necesidad de “democracia”. La democracia es el régimen a través del cual se mantiene un
sistema antagónico en bien de la minoría con apoyo de la mayoría (este poder proviene de la
determinación económica, puesto que a la democracia –el régimen propio de los sistemas de
clase- no puede regionalizársela: democracia económica, política o social). Sobre la última
parte (que el autor lo atribuye a Rosa Luxemburgo como crítica a Lenin y a Trotsky, la cual
parece exacta), la dictadura es la imposición de los intereses de la minoría sobre la mayoría,
sobre la negación de los derechos, las garantías y las “libertades”. La dictadura del
proletariado es la forma consciente que recurre a la fuerza, de eliminar las clases y el sistema
correspondiente. Dictadura y democracia no están en contradicción porque son lo mismo: la
democracia es dictadura encubierta de la clase económico-políticamente dominante (eso es el
bipartidismo yanqui).
La democracia es el régimen puesto por la necesidad histórica para generar la
organización y el orden de operación de un colectivo escindido, de división del trabajo entre
gobernantes y gobernados; la formación del ente de gobierno se establece a través del
pronunciamiento de la totalidad poblacional para nombrar la representación integrada por un
grupo reducido, que torna operable el ejercicio de gobierno. En el más alto grado de
desarrollo civilizatorio han desaparecido las condiciones propiciatorias del reclamo de la
880

democracia como régimen de manejo político-administrativo; este nuevo tipo de colectivo, en
la realización de tareas de reproducción material subvencionada, en el conocimiento y
dominio de la naturaleza, la operatividad humana se adecua al principio de “ajuste mutuo”
(“las leyes no son necesarias en una sociedad, donde ya las costumbres son eficaces”). No
más gobernantes y gobernados ni siquiera un orden de coordinadores y coordinados, como
ocurriera en la época de Stalin o de Fidel Castro: simple multitud humana dotada de alta
racionalidad, escenario en el que se ha confiado el ordenamiento y su sostén, a un software
impersonal, independiente, aséptica, cuya tarea es plantear qué debe hacerse, asignar las
unidades de inteligencia en las diferentes ramas de necesidades del saber objetivo, establecer
horarios, sugerir resultados, siempre en materia del desarrollo de la conciencia.
Vista bien la historia, se advierte cómo con el desarrollo del trabajo se organiza la
producción: la división del propio trabajo, emerge la esfera económica, la región política en
su faceta formal: el régimen democrático, como forma de organizar la actividad de
subsistencia humana de modo gregario; con la abstracción del trabajo, aunque la vida humana
se sigua llevando en grupo, todos los fenómenos que le tienen a él como su determinación
(producción, división de tareas, economía, ideología, la noción política) pierden carácter de
realidad; las fuerzas productivas materiales, cuyo progreso responde (a la plasmación de las
propias capacidades subjetivas humanas: objetivación de la idea) al desarrollo del modo como
los seres humanos han procurado la satisfacción de sus necesidades, tanto como la emergencia
de nuevas y su correspondiente sistema de atención con renovados instrumentos, métodos y
estados de conciencia respectivos, finalmente han cumplido su designio al liberar al ser
humano del trabajo y tomar para sí el proceso de “producción” y de indirecta gestión de las
acciones humanas a través de un impresionante proceso de “tercerización”. Lo supuesto
ocurre en la fase “paraíso”, más alta de relacionamiento intersubjetivo o comunista de la
especie: democovivencia, sistema éste, complejo de valores enteramente racionales (ethos
supramoderno y “valor” de usufructo).
En el pensamiento, el “objeto real” lo constituyen las (nuevas) relaciones de
colaboración conducentes a cosechar los productos de la “energía” del robot, la generación de
nuevas unidades de inteligencia natural (incluso por vías in vitro, clonación, replicación,
duplicación,...) y de índole artificial, a fin de coadyuvar en el proceso de validación del
Universo óptimo: demostrar con su sola presencia, que el Universo alcanzó la cima, que su
movimiento tuvo éxito (Penrose, Guth, Sagan, Erazo); el “objeto teórico”, en cambio, devela
la principal y novísima categoría: la de “humanovivencia” (la que reemplaza a las de
superestructura, Política, democracia) y en la que la gestión –tan sólo de los recursos
materiales y las máquinas inteligentes, rudimentarias en una primera fase- tienen su impresión
teórica en el concepto de “interparticipación” (en lugar de democracia). Ahora bien, en la
mente se produce también una modificación de percepciones, pues, la categoría “pueblo”
(demos), que es expresión incluso de nociones precapitalistas, no tiene sentido a futuro, en
momentos en que la humanidad se ha unificado y responde a su cariz; de modo que se pasa a
usar la palabra “humano” en lugar de pueblo, y covivencia en lugar de poder (cracia), esto es,
“humanovivencia”: nunca más democracia. Por tanto, en el nuevo “régimen” los seres
humanos conviven para garantizar su existencia; ésta se convierte en el presupuesto material,
base de sustentación del acto de colaboración espontáneamente convergente, para probar la
viabilidad del Universo, pero sobre todo para dotarle a éste, de su otro yo: su reflejo, su rostro
teórico, con lo cual se alcanza la suprema misión.
3.3.2.3.- OTRA CIVILIZACION, OTRA HUMANIDAD: NUEVAS IDEAS.
Para el efecto, a la fecha, no es posible recurrir –en apoyo de la empresa- al
pensamiento europeo, al japonés o al yanqui: estos grupos humanos yacen perdidos; amén de
uno que otro pensador marxista o socialdemócrata que de modo aislado se pronuncia por allí,
que suponen que deben continuar horadando en el fango capitalista putrefacto como razón que
dé sentido y continuidad a su disciplina, en los otros frentes sociales, no hay mucho por
encontrar ni se avizora inquietud prometedora alguna. En cierta ocasión, de manera pedante y
cursi, los japoneses declararon encontrarse sobre la frontera del “homo oeconomicus” (los
europeos, en actitud no menos galante, dijeron encontrarse en plena época de la espiritualidad;
éstos sujetos, que hoy –año 2008- criminalizan la emigración (el “‘recurso’ humano” para el
mundo) de los hijos de los padres a los cuales los suyos despojaron groseramente, que actúan
como el enfermo, que es prohibido de servirse determinado alimento, pero que lo hace, pues,
881

si los gringos y los europeos permitiesen el desarrollo equilibrado del mundo de modo de
suprimir la asimetría, la espeluznante brecha entre pueblos, no tendrían necesidad de levantar
muros en su frontera sur, o penalizar la emigración, en su orden); y, lo hicieron, precisamente
cuando muchos obreros morían por razones de extenuación física y mental, luego de haberse
autoimpuesto las normas de la calidad en el trabajo, de la competitividad; los chinos (la
llamada sociedad del futuro) por su conducta devienen en bípedos adefesiosos, pues, denotan
que son capaces de vender el cuerpo de sus mujeres con el propósito de conquistar el mercado
mundial, de que se le abran las puertas del consumo global: copian e imitan sin desenfado,
plagian sin decoro, son perfectos tramposos, no tienen miramiento alguno a la hora de operar
en los negocios, a la típica usanza de Occidente. Pero: ¿se puede todavía decir algo serio y
científico sobre el capitalismo? ¿Qué pueden susurrar los europeos, los japoneses o los
yanquis sobre economía, sociología, politología o filosofía? Evidentemente: ¡nada! Sin
embargo, hay gente que piensa, que aún se debe estudiar el capitalismo: ¿quizá para saber
algo más sobre el crepúsculo?
En el comunismo, la economía cesa de ser “objeto real”, en cuanto preocupación para
la mente, en interés fáctico, pues, la realidad de la que procede la teorización: el capitalismo,
ha pasado a conformar tan sólo una determinación semántica pretérita, en realidad: un simple
presupuesto; tampoco la política ocupa la tarea de la mente, pues, las clases aparecen
únicamente en el recuerdo, en análogo modo la lucha: la beligerancia se ha abstraído, o sea, el
substrato ontológico de la Ciencia Política. Por el contrario, debe emerger una ciencia, que
estudie a la humanidad como un todo en comunidad real (Humanología), es decir, ya no a la
sociedad o a las comunidades escindidas o premodernas en sus diversos géneros geográficos e
históricos o de otro tipo como las naciones, nacionalidades, etnias, culturas, etc. No obstante,
otras ciencias como la Psicología constituyen saberes investigativos que persisten y se
afirman, en tanto la conciencia y la conducta de la especie en general, se modifican con el
paso de la historia: con el cambio de formación humana; perduran también la Filosofía y todas
las ramas de las ciencias físicas, químicas, biológicas (Neurogenética, Medicina); ciencias
como la Electrónica, los Sistemas (Cibernética, Mecatrónica), la Nanotecnología y las
tecnológicas en general, adquieren preeminencia, pero con carácter de disciplinas de
desarrollo investigativo automatizado. La Cosmología se vuelve esencial, de modo similar: la
Genética, la Neurología; además, deben eclosionar nueva ciencias y disciplinas aplicadas. En
el comunismo, a lo sumo se recupera la historia de la Economía Política, sobre todo en
capítulos relacionados con: cómo está dejó la historia con la terminación del modo burgués de
reproducción de la vida humana, qué papel jugó,... (solamente con la automatización
productiva completa la economía pierde sentido como eje de reproducción de la vida material
y espiritual: termina la vigencia teórica de la Economía Política –Peobrajensky- y la
conciencia pasa a regir la existencia humana –ese es el momento comunista).
En el temática propuesta, la nueva fase que adviene, no se trata más de “sociedad”, por
cuanto ésta (la sociedad) es, en tanto el mercado lo es sobre un segmento o sobre la totalidad
humana (Hans-Jurgen Krahl); consiste, mas bien: una verdadera “comunidad humana”,
completamente diferente a las comunidades ilusorias clasistas de antaño (antigua, servil,
burguesa); no obstante, constituye una forma muy similar a la primitiva comunidad, pero
instalada en el superlativo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas: de un correlativo
grado muy elevado de civilización (de civilización como base de la cultura, tomada esta esfera
siempre en su acepción restringida: como tareas y rasgos fisonómicos del espíritu y, por tanto:
metafísica), puesto que éstas han evolucionado en espiral, por tanto, es un orden desprendido
de los lasos originarios de sangre (identidades primarias) como de los secundarios
mercantiles, en la que el vínculo es de naturaleza racional y de compromiso respecto del
nuevo rol humano, el cual para la fecha ya se ha hecho consciente (rol, no escatológico, no
mitológico); en una palabra, unidad en la homogeneidad, dada por una determinación elevada
de conciencia y racionalidad únicas. También los nexos terciarios, jurídicos, son abolidos,
como efecto de la ruptura, en el seno de la “’ciudadanía’ mundial”, de las relaciones
contractuales de trabajo y producción, de propiedad y tráfico, que son su base. “Sociedad”
selecta, altamente ilustrada e igualitaria, en declinación su tasa de rendimiento vegetativo,
liberada de los instintos, incluso de los denominados “específicamente humanos”, pues, su
contextura mental y moral, se expresan nítidamente como racionalidad y templada voluntad.
En la vida: todas las contradicciones esbozadas alcanzan superación, sea de modo
natural, de forma racional revolucionaria o de manera mixta; luego, si se derruye la
882

determinación real, es decir, el modo de ser de un sector de la totalidad histórico-social, la
determinación abstracta unívoca (categoría) queda sola, yace huérfana de consistencia
material. Superada la “política” como relación empírico-social, esto es, el sistema objetivo de
la dominación de clase (y, obviamente, el sector opuesto: la subordinación portadora del
sentimiento de insubordinación), de suyo debe enseñorearse una nueva forma de articulación
sobrepuesta a esa comunidad denominada “sociedad red” (en realidad, el concepto burgués de
“conectividad” aparece más profundo que el de “red” castellsiano). El status ontológico de la
especie en su esfera espiritual, “cultural”, entrevé una fisonomía singularizada por ciertas
determinaciones concretas: trabajo tan sólo intelectual y en el disfrute, libre asociación,
objetivos particulares en correspondencia directa con el propósito (función) general de la
comunidad, esto es, la base que dispone el ejercicio de la cohesión del conjunto mediante
actos de coordinación suplementarios (democovivencia). En la realidad han sido eliminadas
las relaciones a través de las que se pragmatiza el poder y las formas de gestión encaminadas
a acoplar a seres con intereses e ideas asimétricos. En la mente, por tanto, las dos nociones
deben ser superadas en conjunto: los términos Política y Democracia (“… la democracia
también desaparecerá cuando desaparezca el Estado” –Lenin, V. I. El Estado y la
revolución”); no es apropiado, en consecuencia, mantener estos símbolos nocionales con los
cuales designar hechos adversamente diferentes, pues, en el nuevo escenario, desaparece el
denominado Estado de Derecho, esto es, un estado en el que la Ley prevalece (en efecto, todo
Estado tiene tras de sí un interés que lo constituye; este interés, es el dominante; el interés
dominante es una voluntad que se plasma en el Derecho 1358 ; el Estado de Derecho deviene
–por tanto- en instrumento al servicio del sector dominante y de su reproducción). ¿Cómo
antelarse a nominar a estas nuevas determinaciones y relaciones listas a componer la nueva
“totalidad real” en su traslación como “todo del pensamiento”, esto es, en el designio de la
mente, que procede de modo abstracto, especulativo, sobre una humanidad, simplemente
coordinada? Ya se ha propuesto el término (los términos): 1) para la etapa que prepara las
condiciones de emergencia de la verdadera estructura: la comunista, se aplica el término
transición, mientras que 2) para el régimen de autoregulación por “ajuste mutuo”
correspondiente con dicha formación humana, se separa el término democovivencia.
3.3.2.4.- LA DIMENSION EN EL FRENTE DE IZQUIERDA.
En la praxis política marxista (o cercana), las formulaciones ideológico-teóricas que
han sobresalido, que persisten, son las propuestas por Marx, Lenin, Gramsci y Habermas.
Marx –mutatis mutandis- viene siendo la matriz de todas ellas; sus categorías
fundamentales filosófico-económico-políticas definen el carácter histórico del sistema
burgués de reproducción humana, la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” y las
contratendencias dilatorias: su derivación como lucha de clases, la revolución y el cambio de
sistema.
Lenin (verdadero gran factótum) pertrechó con el fundamento de la teoría económica,
política, estratégica y con la práctica, a la concepción revolucionaria marxista, mediante la
entrega de postulados epistemológicos como: el imperialismo, fase superior y última del
capitalismo, el eslabón más débil, la revolución comunista, la dictadura del proletariado y el
socialismo en un solo país (Stalin las dio concreción administrativa exitosa).
Gramsci, con su especial visión sobre la ideología, adaptó los presupuestos de los
sistemas precedentes a la realidad de las economías “desarrolladas” en las cuales, el Estado
había ampliado sus determinaciones en las “trincheras de la sociedad civil”, con categorías
sistémicas tales como: indeterminación económica; gobernantes y gobernados, aparatos de la
hegemonía, tejido social gelatinoso, amalgamado; papel activo de la conciencia (los
intelectuales), voluntad transformadora, acción cultural (ideología y política); consenso
activo. Para efecto de la transformación, el activismo proletario estaba llamado, en primer
1358
“Por supuesto que para el burgués la ley es sagrada, ya que es su propia obra, promulgada con su anuencia
y para su protección y beneficio… todo el complejo de la legislación protege sus intereses y sobre todo la
santidad de la ley, y la intangibilidad del orden… El obrero sabe demasiado bien, y lo ha experimentado con
harta frecuencia, que para él la ley es una vara hecha por el burgués para azotarlo, y cuando no tiene necesidad
de hacerlo no hace caso de la ley” (Adler, Max. La concepción del Estado en el Marxismo; México, 1982); en
efecto, para sostener el sistema, el capital recurre a la democracia o a la dictadura discrecionalmente, cuando
así lo considera necesario (y el sistema político yanqui es la más embozada dictadura permanente de la
burguesía).
883

lugar, a conquistar el nivel de dirección intelectual y moral en el interior de las fuerzas del
cambio, de modo que el “bloque histórico” proletario popular era el encargado de la
aplicación de la estrategia de la “guerra de posiciones”: larga y difícil lucha de disolución de
la “sociedad política” en la “civil”.
No se olvide que Gramsci abordó la realidad humana de la coyuntura burguesa a partir
de la esfera política; sus categorías fundamentales (su “abstracción inicial”) fueron las de
“gobernantes y gobernados” (abstracción mala, que debía ser reelaborada a medida que
progresa la rama de conocimiento inherente, pues, el “objeto de conocimiento” no es un
simple “elemento de la naturaleza”, sino “materia prima”, esto es, noción que tiene cierto
grado de elaboración intelectual). Habermas, por su parte y en su pretensión de emular y
superar a Marx, analiza la realidad social con ubicación en la esfera ideológica (psicológica)
de la intersubjetividad; su categoría nodal es la de “relaciones comunicativas”. Marx, en
cambio, organiza su edificio teórico sobre la abstracción “trabajo”, y, más específicamente:
sobre la categoría de valor/trabajo; comienzo lógico del discurso, que permite avanzar de la
economía (mercancía) hacia la política (lucha de clases) y a la de ideología (conciencia de
clase), de manera que los niveles de reflexión especulativos de Gramsci y Habermas, se
integran en la trama de la tópica teórica con determinación y de modo histórico, en la
formación ideológico-teórica marxista 1359 .
La visión gramsciana, fue desarrollada teóricamente (sic) por Togliatti y los
eurocomunistas; y, ahora, lo ha sido por el neomarxismo de Frankfurt y por Habermas,
específicamente. Los resultados de la praxis política amparada en la teoría y en los diseños
estratégicos referidos, son disímiles: el marxismo-leninismo produjo varias revoluciones (de
Octubre de 1917, la china, la cubana, la nicaragüense), formó el Campo Socialista y se cerró
históricamente (no obstante, Revolución y experiencia socialista han sido, de todos modos, los
hechos encargados de cambiar la historia; en el proceso, el trabajo obrero ha inmolado al
sujeto proletario en la robótica, una vez cumplida la misión inmanente a su ser), sin embargo
se mantiene en Cuba hasta el año 2010, en el que se empieza a hablar de reformas
democrátizantes; el gramscismo, en cambio, pocos resultados ha alcanzado en el planeta 1360 ;
mientras que el pensamiento denominado “Praxis”, se halla en plena promoción a nivel cuasi
hemisférico. Por tanto, toca ahora ocuparse, de manera muy somera, sobre el constructo
“europeo” de la llamada Sociología Crítica, en boga, sobre todo al que tiene como eje al
planteamiento habermasiano.
De modo indirecto en la aproximación expositiva (Zulay Díaz Montiel: Racionalidad
moral y justicia social de las instituciones políticas), este pensamiento tiene el formato que
sigue. El proceso emancipatorio en la sociedad contemporánea se asienta en el acto
promocional de las ideas de moralidad pública y justicia social; el primer impacto de esta
racionalidad, deviene en el tránsito de las relaciones políticas clásicas, a las relaciones
sociopolíticas (entidades de gestión oficial en vuelco hacia estructuras de integración social
menos determinantes y más plurales) en las cuales discernir y consensuar a partir de procesos
1359
La intersubjetividad es un proceso racional a darse entre ideologías y situaciones materiales similares,
niveladas; la misma, no depende simplemente del alto grado de racionalidad (ésta está penetrada de ideología,
por tanto, responde a locaciones antipódicas de intereses) o de la eficiencia en los aspectos formales
intervinientes en el acto comunicativo.
1360
La “Vulgata” especulativa gramsciana de N. Kohan; la que nunca estuvo en crisis, porque jamás existió en
la realidad, pese a su elocuencia y profundidad, sino tan sólo en la especulación; Kohan (Gramsci y Marx:
hegemonía y poder en la teoría marxista, y El humanismo marxista como historicismo), quien está persuadido de
que se puede explicar “las relaciones de producción no por el desarrollo de las fuerzas productivas, sino por la
voluntad de los individuos”; no obstante, en Marx la naturaleza, la humanidad y el pensamiento se presentan
luminosamente expresados en forma racional como ningún otro ser humano lo ha hecho, así como el valor
axiológico de la ciencia como instrumento del móvil de superación de las formas humanas clasistas (superación
de la explotación –enajenación-, de manumisión de la conciencia –alineación-, de la pobreza, de las
desigualdades, de los sufrimientos). Marx (el maduro) considera la historia un proceso progresivo históriconatural;
Kohan anatemiza con los términos: “marxismo vulgar”, al DIAMAT, esto es, al Materialismo
Dialéctico, a la Dialéctica de la Naturaleza, a la Ontología; da importancia en su pelea, a la tesis de que en la
actualidad la naturaleza ha sido tocada por la praxis, por tanto: no puede ser considerada al margen del ser
humano, además afirma que: fuera del ser humano, nada en la naturaleza tiene sentido; sea, pero nadie
contradice dicha tesis, lo que se ha criticado es a quienes exageran el papel del individuo en la producción del
mundo y en la autoproducción del ser humano, al dejar de lado totalmente a las leyes de la naturaleza: a la
regularidad objetiva. Lo sensato para todo crítico, debe ser exponer sus tesis lo más claramente, de modo que
dicha “didáctica” sea persuasiva y legitimadora, y no apelar al descrédito no riguroso de las tesis del otro, con
dicho propósito.
884

de racionalidad comunicativa; comunicación, discurso e intersubjetividad, son los
mecanismos mediante los cuales la ciudadanía usa el ámbito público para construir un mundo
objetivado en dichas aspiraciones (ciberdemocracia, democracia deliberativa, deliberación
popular directa). Las condiciones: “... cambios sociales que solicita la ciudadanía, en la
diversidad y heterogeneidad ideológica o de clases deben interpretarse en el escenario
institucional y político en los que estos ciudadanos actúan más allá de los partidos políticos y
los aparatos de poder del Estado...”, pues, “... hoy día las sociedades de la modernidad
capitalista se enfrentan al fenómeno de mayores demandas de participación directa y
cogestión negociada entre intereses particulares de los ciudadanos y aquellos generales que se
los proponían como colectivo social” (empoderamiento, en términos de los negocios).
En el presente, la presencia del Estado –sostiene el enfoque- debe pasar por un sistema
de relaciones e interacciones, lo cual exige el diálogo para alcanzar fines comunes a partir de
la diversidad de intereses de los involucrados. El poder constituyente debe fundar normas
morales, que permitan liquidar las fuerzas coactivas del Estado de modo que aparezcan las
fuerzas comunicativas y argumentativas, en las que la dimensión pública funcione como el
escenario de reconocimiento del colectivo social (“democratización del aparato del Estado,
para que la población lo controle” –dixit PTB). La sociedad emancipada de las estructuras de
dominio, se convierte así en un proyecto de vida para todos: inclusivo, deviniendo en mucho
más abierta a la deliberación, al disenso, a la tolerancia y a la justicia. Se ha formado una
“comunidad de comunicación sujeta a la necesidad de cooperar”, como efecto del despliegue
práctico del paradigma intersubjetivo de la Teoría de la Acción Comunicativa. En Ecuador
–huelga referirlo-, desde el 2006 (incluso antes, en el gobierno de Lucio Gutiérrez, se puso ya
en práctica un ensayo con las llamadas “mesas de diálogo”, que el poder oportunamente lo
desactivó –primera derrota), con el arribo a la administración del Estado de la llamada
“Revolución ciudadana”, este paradigma se halla en ejecución “viento en popa”: la hegemonía
del dinero como opción propagandística sobre la opción argumental –por ejemplo-, ha sido
regulada; mujeres, jóvenes, etnias, “minusválidos”, etc., se priorizan en la estructura de la
representación; se ha hecho de las instituciones oficiales, el “´espacio´ de discusión y
consenso”, de “formación de una voluntad común”, con la elaboración de la nueva
Constitución, en la que se adscriben múltiples derechos (incluso de la naturaleza), “derechos
universales”: garantizar en el país para las personas extranjeras, lo que se exige para los
ecuatorianos en otros Estados, conforme a supuestos neconstitucionalistas; etc. 1361 .
Ahora bien, el proceso renovador paradigmático en curso, en dicho país: ¿es el triunfo
del neomarxismo? ¡No! Es, mas bien, la concreción de la hazaña proletaria, que ha heredado a
la humanidad toda las condiciones (“época cambiada”) para que las propuestas de
racionalidad ética, dialogal, pacífica, Light, cursen. Por tanto, este mundo: ¿es posible como
derivación de una práctica comprehendida en el propio discurso a la manera demiúrgica (“...
todo lo que piensa Dios es...”)? No. Para que una construcción a priori del devenir y su
estructura aterricen, se debe contar previamente con condiciones de posibilidad materiales
objetivas. Para regocijo de esta “apuesta” especulativa voluntarista, dichos presupuestos de
factibilidad han hecho pie y la humanidad toda se apresta a ingresar en ese orden prefigurado.
Con la superación de la esfera del trabajo, el género pasa al reino de la comunicación y de la
intersubjetividad (conexión cerebral en interface), del diálogo y la racionalidad; su orden ya
no es producto de la superación de contradicciones, sino de la cooperación; acto en el que no
participan los llamados ciudadanos como tampoco detenta carácter público alguno, pues, tan
sólo se trata de un hecho humano, emprendido para cumplir metas en la dimensión de la
espiritualidad.
Una vez que el aparataje estatal a partir del cual el poder económico-político aplica sus
decisiones en la modalidad de la “gestión de gobierno”, ha pasado a manos de movimientos
poblacionales de vertiente política progresista democrática, es que se han creado los
presupuestos para que las prescripciones políticas de Habermas y del andarivel sociopolítico
al que se pertenece o ha fundado, se hagan con beneficio fáctico parcial, pues, el poder puede
reagruparse e ir en pos de la reconquista de dicho aparataje. Por tanto, es la visión leninista la
que pervive, como mecanismo de desalojo del poder tradicional en la institucionalidad estatal
1361
Es una lección, una “estrategia civilizatoria”, que el Ecuador da al mundo, del mismo modo a como los
Arabes, los Moros, enseñaron muchas costumbres y letras a los europeos en la era feudal y en la ilustración
(empero, es, mas bien, una norma, una regla civilizatoria –entre otras-, que el país sudamericano entrega a la
humanidad en la Constitución elaborada en el año 2008).
885

incluso en forma violenta (la “resistencia del ciberterrorismo global”; Internet: “resistencia
pacífica”, criptográfica, la información como poder, por ejemplo) o mediante elecciones; este
proceso se vuelve actualmente “fácil”, en vista de que el proletariado ha abierto trocha. De
modo que la teoría resumida (el neomarxismo habermasiano), es una percepción ahistórica, en
el sentido que el mismo parte del supuesto de considerar, que no ha habido sujetos,
paradigmas y acciones de las cuales es producto la realidad que modelan en la mente, los que
han puesto las condiciones para que dichas propuestas gocen de parcial viabilidad (y se dice:
parcial, puesto que todas las nuevas reflexiones sobre la realidad social que no fundan su
edificio interpretativo en la dimensión económica, se alejan del carácter objetivo de los
hechos sociales y confieren demasiada preeminencia a la voluntad en la producción de la
realidad social; es obvio, que en tales circunstancias, su “deber ser” queda simplemente en el
plano de la aspiración ética). Debe anotarse un lugar común a propósito: que tanto el ignorar
las leyes a las que está sujeta la humanidad como la negación de la lucha pasada en la
conformación del mundo, vuelve indivisa a la idea; lo cual hace aparecer a tales planteos
como propuestas novedosas y únicas 1362 .
Es requerido considerar el hecho, sin embargo, de que a menudo se pensó, que la
racionalidad, la moral, el buen juicio, podrán conducir a producir un nuevo ser humano por
reflexión, por acuerdo, en algún momento. Sin embargo, si algo debe ser reconocido de este
discurso, es que pone la monta sobre sistematizar los pasos, que debe dar el nuevo ser humano
(ciudadano), en qué orden actuar (el Estado y la institucionalidad), cómo intervenir (la moral
y la justicia) y el método (la relación comunicativa intersubjetiva). No obstante, el límite
evidente, es que no se toma en cuenta el hecho de que no se puede de fuera o en una situación
subordinada de y en las instituciones respectivamente, aplicar procedimientos de
transformación cualitativa de éstas (o sea, sin antes haber “conquistado el poder”). Por otra
parte, este pensamiento vendría a ser la base “doctoral” de la proposición del “buen vivir”;
por tanto, huelga pensar: ¿hasta qué punto estas ideas que cuestionan al capitalismo a partir de
posiciones racionalistas abstractas, se oponen también a la consolidación de condiciones que
requiere la humanidad para iniciar/continuar en su ruta hacia sus metas racionales (apoyar en
el desarrollo de la ciencia y de la técnica el ejercicio total de la capacidad de la inteligencia
–el destino común de la humanidad-: llegar a la cima del saber, el dominio del Universo), la
que debe ser necesariamente “tecnocrática”? El anuncio –empero- es realizable en la fase
última de la transición, una vez que la supremacía burguesa haya sido desmantelada en su
esencia por la acción subversiva y de la lucha popular, como radicalmente por el progreso de
la ciencia y de la técnica (tecnificación de toda las esferas de la vida); y, por cuanto el caos
social, que quede como secuela de la retirada capitalista, requiera de reflexión argumentativa,
consenso, tolerancia, justicia, observancia de valores ético-sociales.
Todas las movilizaciones humanas, sean éstas de orden individual (artistas: protesta
social de poetas, novelistas, pintores, cineastas, cantautores,…) o de naturaleza colectiva
(políticas, sociales, humanistas, municipalistas, migratorias, ecologistas,…), tienen como
impulso razones de sobrevivencia, aunque en la superficie, las mismas adopten variado tipo
de rostros (ninguno de estos actores puede reproducir su existencia de la actividad que
despliegan fuera de la economía, puesto que aquella tiene como presupuesto a ésta). En
realidad, ni uno solo de estos actores puede vivir de la “renta” que retorna dicha actividad
movilizadora activista concreta, sino que debe hallarse previa y materialmente abastecido (en
condiciones corporalmente de poder actuar), para atender la pulsión racionalizada de su
1362
La manía de todas estas personas (Trotsky, Gramsci, Habermas), ha consistido en esforzarse para apocar a
Marx (ahora se dice, sin pudor alguno; que Bolívar Echeverría superó a Marx en el manejo de la categoría
“valor de uso”, con lo cual se asevera, que se comprende mejor la relación entre trabajo y naturaleza y gracias
a lo cual se ha definido una medida efectiva para el cambio social); el presentar sus teorías como originales,
ruptoras de paradigmas, adalides; y, otra proclividad ha sido desconocer el trabajo y el mérito de sus
predecesores. Hoy (año 2009), como se ha dicho, en Ecuador y en otras neocolonias similares, los cultores
criollos del paradigma habermasiano, se hallan aplicándolo a “pie juntillas”. La soberbia de esta gente, es que
subestima el papel del marxismo y de la clase obrera jugado en la forja de las condiciones sobre las que se
monta su visión y propuesta, tal si fuesen hongos misteriosos, que han surgido de la nada, de la noche a la
mañana. En lo tocante con el concepto de “valor de uso”, esta relación real sólo es tal en una etapa histórica
–fase en la que el trabajo humano impera- y no tiene valor heurístico más allá de esa frontera; es verdad, que
en la etapa comunista que viene va se a revivir este tipo de “valor” (de uso), no obstante, el mismo ya no es
producto del trabajo humano o simplemente el elemento de la naturaleza, que toma el ser humano para el
consumo inmediato (no se olvide, que el robot es el producto del trabajo pasado de la humanidad, por tanto,
creado por ésta).
886

preocupación (interés). El individuo, para actuar en cualquier plano (debe recordarse este
“lugar común”), tiene que “hallarse en condiciones de poder vivir” (alimentarse, vestirse,
contar con un techo -las supervivencias de la “dialéctica objetiva” en la “social”: el proceso
regular, regido por leyes, de la historia 1363 ); este presupuesto necesario, debe hallarse
presente, lo mismo en el pasado, en el presente, que en el futuro, puesto que la razón y acción
responden al desate de una fuerza corporal, de un sistema orgánico, de un aparato biológico
inteligente autodirigido, que tiene la maldición de estar compuesto de materia y, por más que
se reduzcan las necesidades (suntuarias), de que sea mantenido por el producto de operaciones
maquinizadas y, por tanto, que goce de la proveeduría de un sistema de alta automatización,
ese mínimo presupondrá la producción, la que tiene a la actividad humana (trabajo) tras de sí,
en el pasado como presupuesto posibilitante (Mar-Engels: La ideología alemana).
Los colosales cambios, que ahora mismo registra la dinamia humana global, efecto del
vertiginoso desarrollo de la ciencia y de la técnica, han hecho olvidar este sencillo y arcaico
hecho; por otra parte, en el momento transicional, con pertinencia o no, las ideas sociológicas
van envejeciendo rápidamente (usualmente, las percepciones mueren con el deceso de las
generaciones, lo cual da paso al advenimiento de formas renovadas de ver la vida), desuso
dado: ya no con la remoción de las generaciones, sino en el interior del propio transcurso de la
existencia de ellas. La conducta moderna entrevé soberbia, vergüenza, desprecio por el
pasado; también exagerado prurito de diferenciación con el concepto y las formas de vida
precedentes: con aquellas que precisamente han preparado las condiciones para la emergencia
de la personalidad y conducta actuales. La futuras generaciones tienen la ventaja atinente a
que su actividad se aparapetará (en la perspectiva de la aseveración de Newton) sobre los
hombros de las generaciones actuales tanto como en los de sus similares pasadas por
mediación de las vivas; no obstante, el común denominador, mientras avanza la vida y de que
ésta se renueva, es la propensión a negar el nexo con los sujetos y la praxis pasada, en el
sentido en el que el mérito de las futuras generaciones no es visto como la continuación
(impresionante linealidad –onda larga total- en medio de transiciones de evolución y salto) del
trabajo que realizan las actuales promociones humanas, sino que, por el contrario, están
tentadas de advertir a la suya como el principio, la inauguración de toda actividad. Aquella es
la propensión de ecologistas, feministas, etnicistas,… La “nueva izquierda” posee la más
visible forma tumoral de esta prepotente ingenuidad: el “socialismo ético”, como novedad
superadora, en su sentido, del orden clásico 1364 .
La propia inversión fetichista entre relación social y material, que también se manifiesta
en el aspecto del valor de uso capitalista, es aclamada como visión positiva del futuro.
Tal hecho se burla de toda pretensión emancipatoria. No por azar esta tendencia
posmoderna va acompañada por la indiferencia con relación a las formas de mediación
tácitamente supuestas del dinero, cuya superación no constituye un tema serio. El
antiguo marxismo del movimiento obrero, la crítica alternativa de las fuerzas
productivas a cargo del Partido Verde y la izquierda posmoderna representan sólo
variantes de la misma incapacidad (y de la misma mala voluntad) de superar el sistema
productor de mercancías. Contra esto, se ha de defender una superación de la forma del
valor fetichista, que incluye en la negación superadora tanto la forma aparente de
mediación del dinero como la forma fenoménica del valor de uso capitalista,
aprovechando los potenciales de la revolución microelectrónica justamente por el hecho
de escoger de manera crítica los artefactos capitalistas, en lugar de someterse, sin
ninguna crítica, a la lógica represiva de su valor de uso (Kurz, Robert. Antieconomía y
antipolítico: sobre la reformulación de la emancipación social después del fin del
"marxismo"; primera parte, Alemania, 1997).
1363
Pues, si no se acepta a la dialéctica como una propiedad misma de la realidad, se divorcia la conciencia de
la realidad.
1364
Este sector se plantea cambiar el sistema –muchos de quienes critican el teoricismo- rebuscando en la
ideología: análisis crítico de la “cultura” como arma para el cambio social. La realidad se ríe de esta
“praxis”; ella hasta ahora ha hecho lo que en gana le ha venido. Sólo la revolución y la “lucha callejera
subversiva” han frenado, redirigido y finalmente liquidado al capitalismo. Desde luego dicha posición
perfumada, de aguda reflexión teórica: “ethos barroco”, “la hermenéutica y el multiculturalismo”, desprecian
a la ortodoxia “estructuralista” que formula la complexión esquelética del sistema, descubre la determinación y
las tendencias, y apoya en ellas su acción práctica transformadora: la política práctica.
887

Mayo del 68 (“la imaginación tome el poder”: movimiento efectivamente
pequeñoburgués, romántico, demagógico, propiciado por los propios centros financieros
hegemónicos por ese entonces EU e Inglaterra contra de Gaulle y Francia) representa la
irrupción de la impostura posmodernista en la actuación política (el sucesor conspicuo e
inmediato de este suceso fue el “movimiento alternativo de los verdes”: los ecologistas 1365 );
con regocijo, ciertos jóvenes del segmento social pequeñoburgués, apertrechados con la teoría
de la praxis frankfurtiana (diletantes de Marcuse) en el presente y en otros lados del mundo,
advierten cómo ese tipo de lucha no se “institucionaliza”, por lo cual se colige que debido a
ese hecho esa experiencia no muere: su significado es trascendente, sirve de modelo para las
nuevas luchas; en efecto, el Mayo francés se halla vivo en los movimientos de intelectuales
alrededor del globo 1366 . La tesis “cuántica” (yo estoy al mismo tiempo en otras dimensiones
–lugares- de modo intemporal) ha desbordado la esfera de las ciencias físicas para avanzar
sobre la intelección y el trabajo en torno de los hechos sociales y el activismo, en su orden (en
el arte, en la “hora social”, en las distintas formas de diversión, puede dislocarse el orden de
los procesos; no obstante, en lo atiente con la realización de las formas vitales: ¡no!). Las tesis
doctrinarias inherentes a dicho Movimiento expresan “una profunda desconfianza hacia todo
tipo de ideología, incluida la socialista…” (deploran y combaten el dogmatismo, se proponen
luchar “por un pensamiento independiente y crítico”; “los caracteriza una desmesurada
presuntuosidad filosófica, un indignante desprecio por el análisis del material fáctico,
combinado con un revolucionarismo teatral”); “… censuran duramente la amoralidad y la
falta de humanismo del capitalismo contemporáneo”; y, a consecuencia de lo cual, se
constituyen en “tercera vía”. Esta perspectiva de “conciencia intelectual” juvenil, si bien
“critica acerbamente la insensibilidad de la realidad capitalista” y de que constituye la
“expresión teórica de la lucha democrática y antimonopolista”, ignora el análisis económicosocial
del entorno que impugnan, por lo que trabajan a partir de “posiciones del idealismo
subjetivo” políticamente radicalizado, en el marco de un proyecto inconformista de rebelión
individualista y anarquista. Ahora bien, dejando de lado su crítica in abstracto de la sociedad
industrial, este frente de acción política contrahegemónica, tiene un lugar en la historia, en
tanto continuidad en la lucha dado en el nuevo escenario heredado a la humanidad por el
proletariado.
¿De dónde arranca y cómo se consolida la “civilización del trabajo y la racionalidad
instrumental”, tan denostada actualmente por cierta intelectualidad crítica, la cual se impone
por sobre las disidencias como razón necesaria, como mirada superior de la especie? Viene de
atrás en la historia, como “ley de hierro”, como cruel determinación abominable para la
racionalidad sensualista. La “victoria de la racionalidad instrumental” es coetánea con todo el
curso de desenvolvimiento humano hasta 1989, circunstancia en la que se advierte cómo los
opuestos capitalismo-“socialismo” se han anulado (interpenetrado) en conjunto: el
pensamiento griego y romano asume una hipótesis regresiva del proceso humano: “la
degeneración del oro hasta el hierro”; en el medioevo se impone un hiato en esta
comprensión: el presente es tan sólo la preparación para el futuro, a juzgar con normas de la
moralidad (las dos percepciones referidas constituyen el intento por subvertir el ascenso
involuntario humano en las artes, en la ciencia, en la filosofía, en la esfera de las fuerzas
productivas); adviene el enfoque economicista del progreso humano: expansión colonial
europea camino hacia la unidimensionalidad: ideología del progreso (diversificación de
patrones conductuales: signo de ascenso social, de modernidad y de riqueza), cosmovisión
racionalista, razón instrumental (su fuente es el pensamiento europeo a partir del siglo XVIII:
iluminismo, acumulación de riqueza, expansión geográfica de la civilización europea:
ideología utópico-conservadora); finalmente, el “socialismo asimilará esta idea del progreso”,
de la “visión optimista de la historia” (sic): la contradicción entre fuerzas productivas y
1365
“Todos judíos y casi todos ´hijos de papá´” que jugaban a revolucionarios. Muchos de ellos están hoy en la
extrema derecha sarkociana, imperialista y proyanqui, convertidos en fanáticos “neocons”. El hecho de que con
el tiempo, casi toda la izquierda europea se volviese antisionista y pro-palestina tiene mucho que ver con este
viraje” (dixit Bogdan Khmelnitsky). Efectivamente, “esta moda pasajera se hundió como ´día que pasa en un
día´, bajo el peso de sus inconsistencias y veleidades”, pues, solamente el desarrollo de las fuerzas productivas
es el trasfondo que da sentido y algo de praticidad a los llamados “movimientos sociales”.
1366
“La liberación del deseo” (el hedonismo, Eros, Afrodita, la sensorialidad, la emocionalidad, la esfera
arcaica, pobre y materialmente condicionada de la vida, elevada al nivel de inmanencia, debía venir
precisamente de la juventud y de los pensadores de cafetín). ¿Eros y civilización?; ¿Jehová y civilización?; o,
¿trabajo y civilización? Trabajo y civilización: proteína animal más trabajo igual civilización.
888

elaciones sociales inducirá el desarrollo material y espiritual genérico, en el interior de un
proyecto único de modernización: simple trasplante de la civilización industrial 1367 . La
“misión civilizadora” del paradigma del progreso ha operado en pro del capital y del retraso
histórico de la mayoritaria proporción de habitantes de la tierra; no obstante, el hecho es un
“dato”; sin que se justifique, los hechos dados de ese modo, ponen el sendero, sobre el que la
conciencia debe poner la lumbre.
Se entiende muy bien. Eros y Civilización: Marcuse, Garaundy, Gorz, Moreano 1368 .
En estas mentes anida la creencia de que la nueva civilización es el simple resultado de la
resolución incruenta, dialógica, intersubjetiva de la contradicción: Atenea-Eros, Prometeo-
Afrodita, Apolo-Baco, ciencia positiva-sensorialidad estética, a favor del polo de la
emotividad/intuitividad, mediante la conquista de la pluridimensionalidad, de la
desalieneación y de la destrucción del paradigma tecnocrático occidental. Estas genialidades
no se hallan prevenidas por la idea de que la esfera sensorial, ideológico-mitológica ya la
vivió largamente el ser humano, que representa su pasado cuasi prehumano, que la ciencia, la
seriedad, la objetividad y la madurez mental han reemplazado la esfera de los sentidos y que
el futuro es de ella: de la racionalidad positivista y luego de la dialéctica (del “sujeto de
pensamiento”, que hoy se halla en franca conformación ante nuestros ojos). Estos personajes:
una concepción personal, vieja, sensualista, que la historia la está superando, mañosa, pedante
y deshonestamente la proponen como la “verdad”, como una idea aparentemente
revolucionaria, superadora del positivismo tecnocrático unidimensional del progreso de las
fuerzas productivas; idea que ha sido desacreditada por el pensamiento marxista serio y
maduro, fenómeno que incluso las “elites” de la especie la han advertido, teorizado y
expuesto: la humanidad en pleno año 2011 ha ingresado en el paroxismo del deseo cual
Sodoma y Gomorra y la cual se hundirá más en dicho fango a medida que se consoliden los
procesos de automatización de las esferas de la vida, pero que de dicho cieno surgirá el nuevo
ser humano liberado de la sentimentalidad, de la mitología, y por supuesto: del trabajo (es
obvio, que para ganarse el derecho de superar la unidimensionalidad, recuperar la inmanencia,
de alienarse, y alcanzar nuevos grados de libertad real, es necesario conocer y dominar a la
naturaleza).
El formalista Louis Althusser, fue uno de los primeros en criticar al “marxismo
oriental” (al “estalinismo”, así denominado por el filósofo argelino-francés), de insistir en el
“economicismo” (fue, pues, el enfrentamiento entre el epistemologicismo teoricista filisteo y
la práctica política racional, objetiva, consecuente, de edificación socialista). Esta crítica
provino de un filósofo, de un académico, de un teórico, es decir, del cerebro de una persona
perteneciente (como muchos otros de similar visión y conducta) a la capa de los intelectuales
(en realidad, todos proletarios, en la medida en que fueron y son trabajadores productivos –se
venden al capital por un salario, realizando un trabajo que rinde beneficio en el interior de la
Universidad burguesa- pero de status social simbólicamente elevado, de prestigio), de
aquellos que viven en el limbo de las especulaciones; por tanto, en su condición de tales, no
tienen calidad ni autoridad para criticar a quién usó las ideas para enfrentar la difícil tarea de
conducir a un pueblo: atender los procesos de reproducción material, acudiendo precisamente
a la “rigurosidad científica de Marx”: los cambios históricos se producen a partir del
desarrollo de las fuerzas económicas, es decir, de aquella región que atiende, en primer lugar,
la sobrevivencia inmediata del pueblo; en realidad, esa posición intelectual y práctica, es la
más auténtica visión humanista racional.
“Deshielo estalinista”: Frankfurt, Marcuse, eurocomunismo, ascenso del
movimientismo, Arte y Eros, Hippies, contracultura, etc., todo este esquema de acciones de
protesta artísticas, éticas, intelectuales, psicológicas, tienen tras de sí la mano titiritera oculta
del poder, han sido absorbidas oportuna y convenientemente por el stablishment (la protesta:
si no afecta el bolsillo, que curse). Fueron, mas bien, efecto de las estrategias revisionista y
yanqui legitimadora del orden con su permisibilidad, planeada para administrar la exhibición
callejera verbal, con la promoción de este tipo de movilizaciones inocuas, con lo cual se ha
dado gusto a sus promotores, se les ha dotado de aires de satisfacción, de realización; no
1367
Báez, René. Critica del paradigma del progreso; Revista DESARROLLO, Bogotá, septiembre de 1998.
1368
Esta persona en particular, relieva el valor de la inteligencia emocional, en ese sentido promociona
posiciones que no son marxistas sino, mas bien, neomarxistas, pues, allí se da prevalencia al subjetivismo
especulativo de Frankfurt y de Marcuse; el mismo se refiere a menudo en términos procaces de José Stalin, que
aquí no se van a responder.
889

obstante, el resultado neto es que se ha reducido la presión inserta en este activismo, se ha
capeado el descontento y finalmente se ha perneado y agotado el “civismo”. Si tales
visibilizaciones hubiesen sido acciones revolucionarias (o contrarrevolucionarias como el
caso de Tiananmen en China), las mismas se habrían ganado el “premio” de la represión; no
obstante, también en su centro palpitan razones reales, como aquella que denuncian ciertos
jóvenes manifestantes en la España de mayo del 2011, los que alegan que siendo
profesionales y posgraduados, o no tienen empleo o se hallan de meseros. La
“desestalinización” (aplaudida por los diletantes de Eros, de la poesía, del arte surrealista, de
la democracia, de los apologista de la libertad in abstracto, etc.), fue el desmontaje de la
revolución y el socialismo; el “deshielo estalinista”, constituyó la cobarde entrega de las
armas al poder del capital mundial en una coyuntura en la que la acción violenta organizada
gozaba todavía del escenario apropiado para su ejercicio; y, el rechazo al “dogmatismo
marxistaleninista”, ha sido la afectación al verdadero pensamiento (socialismo científico) y
camino (revolución social) para la renovación humana.
El Movimiento de los Indignados en España, aunque se sostenga lo contrario, no es la
continuación y desarrollo de Mayo 68 (movimiento provocado, administrado por el propio
poder), sino la reacción a la tragedia que a la población ha sometido el capital financiero (las
políticas de la UE). Este movimiento, en el 2011, ostenta mayor dimensión conciencial, efecto
directo en la mente de la crisis económica de las economías populares, que, dígase: el
boliviano de E. Morales, el ecuatoriano de R. Correa, el uruguayo, el paraguayo, y el cual es
solamente equiparable en contextura ideológica al venezolano, puesto que los dos van en la
búsqueda de la renovación social en dirección “socialista” moderada: mejorar las condiciones
de desenvolvimiento de la vida fijando límites al poder, para lo cual deben organizar a la
población: que ésta participe y actué en forma racional y solidaria. En Ecuador, por su parte,
el “movimiento ciudadano”, aparapetado en las instituciones del Gobierno y en la gestión (lo
cual representa un paso adelante frente al Movimiento de los Indignados y mucho más
respecto de la vocinglería de Mayo Francés del 68 del siglo XX), ha sido mediatizado y está
en franca absorción por el stablishment: ha caído en las garras de la estratagema del poder
clásico.
Es verdad, que los elevados montos de inversión en proyectos estratégicos (formación
bruta de capital social) dinamizan la economía; mucho más: dotan de condiciones productivas
modernas a los países neocoloniales, las cuales se requieren para preparar a sus sociedades
para que se integren en el movimiento general de la humanidad; no obstante, la desconexión,
el socialismo “moderno”, reclaman políticas redistributivas de los “factores” para su
concreción. En Ecuador, a 4 años de ejercicio gubernamental de la agrupación política
Alianza País, la “derecha” ha logrado bloquear la realización de reformas profundas (agraria:
desconcentrar la propiedad monopólica de la tierra; urbana: democratizar el sector industrial,
el financiero, el comercial, el inmobiliario; científico-técnica: formar el know-how de manera
masiva en la población 1369 ) dirigidas a instaurar el “socialismo del siglo XXI”: supresión del
trabajo y del capital al meterlos en el saco de una misma persona, formar una economía
popular y solidaria de pequeños y medianos empresarios, eliminar los monopolios, “construir”
un nuevo sistema monetario sudamericano, formar un bloque propio (UNASUR) y
desconectarse del sistema de división internacional del trabajo; ha cercado al gobierno,
conduciéndolo a que se dedique tan sólo y penosamente a implementar políticas de
inversiones en obra pública; frente a este bloqueo en dirección hacia el “populismo” (e
incluso con perspectiva clientelar y asistencialista) 1370 , Alianza País ha conducido a sus
miembros al acomodo en sus puestos burocráticos; ha puesto en enfrentamiento las
generaciones jóvenes con las viejas, otorgando preeminencia a las nuevas. El poder real de la
1369
En lenguaje cobero, light: “las lógicas de acumulación no han cambiado en el país”.
1370
En este Plan, difícilmente puede ingresar ese ensayo aislado apadrinado por una secta religiosa cristiana:
el Proyecto Salinas de Bolívar-Ecuador, que evidentemente es el ejemplo más claro de la fusión de los
hedonismos empresarial y mitológico: modernización capitalista cooperativa e ideológica (salir de un hueco
para caer en otro). En realidad, se trata de un ejercicio atípico burgués-comunitario, bastardo tanto en un
sentido (capitalismo: el capital-semilla no ha podido ser reproducido rentablemente, no ha provocado
reinversión endógena y acumulación ampliada, por lo que ha sido necesario subsidiarlo permanentemente; si se
evalúa con costos reales el Proyecto, éste trabaja a pérdida; y, es por eso que no ha sido replicado en ningún
otro lugar) como en el otro (solidaridad); en el un caso, porque su arcaísmo le vuelve competitivamente no
sustentable, en el otro puesto que la búsqueda de la competitividad destruye la solidaridad, amén de que todo el
Proyecto es ineficiente.
890

derecha está allí; el “socialismo del siglo XXI” está fracasando; estos gramscianos,
habermasianos, foucaultsianos y echeverrianos, se han topado con la cruda realidad: con la
estructura; y, si en Venezuela tiene éxito el modelo, es por cuanto allí se ha accedido a cierto
margen de poder real (aunque en el Ecuador, el gobierno ya ha hecho para sí algunos ejes del
“poder político” –capacidad de tomar decisiones- como una nueva Constitución, la que ya no
es la “voluntad del poder erigida en preceptos”, se ha neutralizado al brazo armado y a los
guardianes del poder: militares y policía, y cuenta con el apoyo del pueblo). No obstante, por
ahí se va tozuda e increíblemente la historia.
Para todo este pensamiento, el proceder Leninista se inscribe y constituye, en su orden,
en los últimos suspiros de la toda esa extensa época en la que los pueblos procedían a
conquistar y someter a otros, en el proceso primigenio de expansión o de los primeros indicios
de globalización (Chiapas y su Comandante Marcos, por ejemplo, hace el aspaviento de
enlistarse, pero luego declara, que no es un grupo violento). En el pasado, como se conoce en
todo mundo, el poder se conquistaba en el campo de batalla y con las armas, según la manera
que todavía hoy lo hacen EU, Inglaterra, Israel. Las revoluciones del siglo pasado, sean estas
liberales o socialistas, tienen ese sello, como lo son los actos guerrilleros, por ejemplo: de las
FARC (las cuales han sido anatemizadas de anacrónicas). La humanidad, por otra parte, y el
grueso de ella, aún sometida al imperio de la fuerza (el Estado: sus diversos aparatos
represivos, ideológicos y administrativos –de disciplinamiento) ha suavizado su carácter, no
cree en la fuerza o la repudia, pero porque ante la masividad de la razón ya no es necesario
recurrir a la mecánica de la toma de las armas para reivindicar sus derechos y propiciar el
cambio, pues, el proletariado ya libró las batallas con la espada y la razón, la técnica
comunicacional ha mejorado la comprensión racional del mundo, y la humanidad se encuentra
lista para librar la batalla en el plano discursivo e interreferencial. De modo que Habermas, en
realidad, describe y prescribe él y sobre el proceso, que se apresta a vivir la humanidad en su
orden; no obstante, hecho a darse una vez que hayan sido reducidas las relaciones reales, que
determinan el problema. También Wallerstein dice que la transición será caótica, incierta; por
lo que hace llamados a los intelectuales comprometidos a influenciarlo, a dirigirlo por el
sendero apropiado (obviamente, orden cercano al “buen vivir”); el mérito de esta proposición
radica en que, contrario a Habermas, apela al liderazgo para que funcione. Ahora bien,
precisamente el carácter inmanente ordenado de la técnica, la tendencia hacia la
multelateralización de los supuestos de la “economía solidaria” y el paradigma intersubjetivo
de la racionalidad moral, influirán sobre el posible desagradable y horrible desorden de la
transición (desorden, que no dependerá de la lucha entre el viejo poder y la nueva
racionalidad cooperativa, sino de la mayor o menor influencia de Eros y de la ausencia de
trabajo, en los comienzos de la era robotizada) 1371 .
Finalmente, en este trabajo: ¿se esboza (recupera) una teoría sobre la sociedad, en
torno del hecho político y una estrategia? Es términos generales, podría decirse que si (las
mismas, empero, se hallan regadas en el escrito), del siguiente modo:
Pretérito (capitalismo), transición (encuentro entre el pasado y el futuro), futuro (súper
humanidad):
Pasado: capitalismo en crisis en salida; factores desencadenantes de la “tragedia”: desarrollo
de las fuerzas productivas; Revolución Rusa, socialismo de la ex URSS, luchas
populares.
Presente: transición: completamiento del proceso de robotización a cargo del capitalismo
desarrollado (UE, EU, Japón); cambio de relaciones sociales: su actor es el
capitalismo “subdesarrollado” (caída de los imperios, desconexión, economía
solidaria); resolución de la “cuestión social” (asimetría social: el vector de la
automatización se encuentra en un punto y momento específicos con la humanidad,
que ha perdido el sentido del trabajo –productivo, económico), de la “cuestión
global” (ambiental) y de la “cuestión técnico-espiritual” (desenagenación del saber
y de la tecnología).
1371 El trabajo formó la espiritualidad; el goce: lo inhibe (el “buen vivir”, en su sentido restringido de bienestar, tiene mayor
incidencia del estado de los sentidos); mas, el trabajo (la producción, la economía) es el padre de la razón, germen que hoy
se ha dejado atrás y que se quiere desconocer; el trabajo es a la racionalidad como el niño es la ser adulto: la niñez yace
atrás, en los inicios del “tiempo” de una persona, para la que ya no importa tenerla en cuenta.
891

Futuro: supramodernidad: sociedad sin trabajo, racionalidad científica; su objetivo: el
conocimiento universal (producir el retrato hablado del Universo);
humanocovivencia. La noción “democracia” (cara para la dominación en el largo
período internamente diferenciado, asimétrico, humano: de la Grecia antigua hasta el
presente), concluye en su eficacia y da paso a su negación y superación: a la
“humanocovivencia” (demos = pueblo, cracia = poder; humano en lugar de pueblo
y covivencia en lugar de poder).
Si es verdad, que en este trayecto, la “lógica de la historia” debe hacer su papel (pues,
aún “no se puede pedir al pueblo que sustituya el instinto de sobrevivencia por la urbanidad”),
a la misma habrá de sumarse la acción subversivo/intelectual/ciudadana (subversiva: presión
con liderazgo; intelectual: el diseño estratégico; ciudadana: el diálogo y el consenso 1372 );
empero, en la coyuntura es necesario aplicar una nueva forma de política práctica reflexiva y
táctica, puesto que el poder (la voluntad que hasta hoy se desparrama, que direcciona y que
pone a operar el Estado y, por tanto, a la colectividad humana), ha adoptado carácter
denominado “micro”, en tanto el mismo se halla atrincherado en cada intersticio del aparataje
institucional (N. Bobbio), además del poder intermedio (“nacional”) y del macro poder, en la
medida en que la formación social capitalista ha llegado a su máximo límite de concretización
(o sea, en cuanto la misma se ha hecho hemisférica y humana), pasando a reestructurarlo todo
a su imagen y semejanza o articulando cada átomo social, recurso o proceso, al sistema de
reproducción degenerativo del capital a escala mundial. El consenso activo, la dirección
intelectual y moral (Gramsci) se convierte en un proceso, ahora sí, a efectuarse “de abajo
hacia arriba”, mediante la conversión de cada aparato de la gestión (la “cárcel” en términos
foulcaultianos), en ámbito público privilegiado e incluyente para la discusión intersubjetiva y
el consenso, según supuestos emancipatorios de moralidad, justicia social: material y de
derechos humanos (Habermas), y de racionalidad objetiva.
En tal sentido la “tropa de pensamiento” (Internet, WIKI, TIC, IA, cerebro humano
conectado en interfaz) debe actualizar las ISO relativas al proceso (mano invisible: la historia,
las fuerzas productivas), como marco para la aplicación de un plan de calidad:
FODA de la humanidad (y planificación estratégica) 1373 :
Visión estratégica: “Ser la especie que de modo racional y fraterno se coloque en el
mundo como sujeto de validación de la optimidad del Universo
viable y se garantice ser el futuro rector de la materia”.
Misión: Auto esculpirse hacia “Dios” (llegar a ser) día a día.
Avanzar permanentemente hacia la condición providencial.
Objetivos: Alcanzar el status de providencia.
Llegar a la meta al morir (Honoré de Balzac); validación de la optimidad
del Universo y regirlo.
Alcanzar y realizar la libertad.
Fortalezas: cerebro izquierdo, la inteligencia; ciencia y técnica acumulada;
racionalidad marxista.
Debilidades: cerebro derecho; cuestiones: social, espiritual, global.
Oportunidades: los recursos de la materia “para sí”.
1372 En el Ecuador, por ejemplo, en las elecciones presidenciales del 2009, luego de aprobada la nueva
Constitución, frente al “socialdemócrata” presidente Rafael Correa y su Revolución Ciudadana, tanto la
derecha como la izquierda se le han ido encima; no obstante, la conducta adecuada de todo político de
izquierda serio, maduro, consiste (como lo sugiere I. Wallerstein frente al presidente Obama en Estados Unidos
y en el mundo) no en propender cerrarle el paso en su proyecto de reelección, sino en ratificarle en su “trono”,
organizar al pueblo y ejercer presión sobre su gobierno para que radicalice posiciones y ejecute políticas de
ejercicio de los derechos del pueblo (la Izquierda ha sido históricamente incapaz de aprovechar la presencia de
gobiernos centroizquierdistas), de modo que tampoco debe irse a la oposición sino aplicar una política de apoyo
y presión (también Correa –éste seudo socialista- es tan sólo un gerente contratado, no el depositario del poder
efectivo; aunque la nueva Carta Magna y el régimen que a partir de ésta, éste gobernante “construya”, le
envestirá de poder; esto, en realidad, ha ocurrido para el 2010); el pueblo ecuatoriano al elegir a Correa, se ha
pronunciado por el mal menor y en la medida en que en su gobierno podría haber “espacio" para los
movimientos sociales.
1373 Forma y método burgueses empresariales de ver y actuar sobre la realidad.
892

Amenazas: la C. Bilderberg, la C. Trilateral (Neotríada), del FEM (Dabos), el CFR
(las guerras interimperialistas), los movimientos humanistas hedonistas:
FSM, Socialismo del Siglo XXI, Ecologismo 1374 ; el calentamiento
global.
Valores: frugalidad, templanza, voluntad.
Políticas: debe asignarse todos los talentos humanos en el desarrollo de la ciencia y de
la técnica, como de las nuevas formas de organización humana, para
profundizar el proceso de desarrollo espiritual.
Se priorizará la lucha por la expropiación del sistema automatizado de
producción, o la relacionada con la recuperación el poder del desarrollo
científico-técnico (misión histórica de los anillos centrales del sistema
capitalista) y la práctica de evolución racional, solidaria de la vida (tarea a
cargo de los países de la periferia).
Habrá de ser actividad clave, la conclusión del proceso de
autoconformación de la especie, como sujeto de pensamiento.
Estrategias: transferencia consciente del propósito superior de la vida a las nuevas
generaciones.
Conexión en interfaz de todas las unidades de inteligencia de la
humanidad; concreción del proceso de producción de la IA; formación de
un solo cerebro humano y de inteligencia artificial.
El pueblo llega a la dirección de los Estados y los transmuta es sistemas
de democovivencia.
Formación de nuevos bloques regionales, a articularse a través de la
formulación de objetivos amplios consensuales, respecto de las nuevas
tareas del trabajo espiritual.
Generar cadenas de valor espiritual; agregar valor al conocimiento.
Logística: sistema robotizado de producción 1375 .
3.3.3.- REFORMULACION DE LA LEY DE LA DISTRIBUCIÓN DEL PRODUCTO.
Considerado a partir del punto de vista del desarrollo general de la conciencia, el siglo
cumbre del segundo milenio, deja tras su retirada, significativos segmentos del colectivo
humano, instalados a plenitud en el status teórico integral de aprehensión veraz, espiritual, de
la existencia. La estructura de representación y nominación objetiva de la realidad, en su
entera composición, reposa sobre la determinación de la acción político-revolucionaria
plasmada en el ex Bloque Oriental y en otros flujos voluntario-racionales de lucha y
constitución socialista; en realidad: su rastro, aquel colosal salto histórico (Octubre 17 y el
socialismo de primera etapa), no se pierde aún en el planeta; rasgos de una nueva sociedad,
que se advierten como modificadores de la fisonomía sociopolítica del género. La citada, es
una posición subjetiva de incidencia práctico-social sobre el conglomerado completo del
mundo; en la visión concreta: el modelo de pensamiento en torno del devenir histórico en el
que se recogen los diversos estadios de existencia humana, los cuales responden a la
operación de la regularidad de génesis, desarrollo, concreción y mudanza: el paso de un
momento estructural hacia otro de desarrollo más elevado de las fuerzas productivas, como
efecto de la consumación de procesos interiores –lucha de clases- y en el que el progreso
consiste, nada más que en esta sucesión 1376 .
1374
Amenazas internas al proyecto superior de la humanidad.
1375
Según actos de programación formal, compete formularse una ley que mande sobre la conducta humana, de
la cual se desprenda una política y la que debe volcarse operativa, mediante el diseño del plan general
respectivo, conducente a asegurar el cumplimiento de la misión sobre los riesgos que la evidencia de factores
estocásticos tendenciales advierte (estrategia para lidiar con el “dejar hacer, dejar pasar”, la mitología y el
hedonismo).
1376
El fenomenal descubrimiento pre-dialéctico de la mente humana: el racionalismo positivista, producto del
efecto de proyección del desarrollo de las fuerzas productivas en la conciencia y de la necesidad histórica de
comprensión del movimiento de la sociedad según condicionalidad tecnocrática, o sea, para que el mismo opere
como medio de sustento del proceso de acumulación capitalista; este prodigio de la inteligencia, no se trató
simplemente de una proeza humana del pensamiento per se, el mismo, mas bien, tuvo como determinación a las
leyes de evolución naturales de la materia en su estado orgánico-racional. Si se mira detenidamente la realidad
de la progresión humana (el desarrollo de las fuerzas productivas), se advierte que no hay otra manera que no
893

La premisa que se desprende de la revisión analítica de la práctica vivida, en la
primera etapa de concretización de la forma social que sucede a la de orden burgués, sustenta
el hecho de que, el proceso de evolución social –por un momento y en un área geográfica bien
situada- se ha movido en sentido socialista (hacia la estructura social definida por la ausencia
de propiedad privada sobre los activos productivos –control colectivo sobre los medios de
producción-, en la que el trabajo es condición esencial para todos los miembros de la especie,
mientras que la distribución del producto ha venido establecida en función del quantum de
trabajo rendido -abstracción hecha de su carácter cualitativo-, luego de retirados del producto
global la reposición del “capital” consumido, la reserva destinada a la expansión del proceso,
los gastos del consumo colectivo y de la “superestructura”; en concreto, el principio de la
distribución socialista reza: “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según su
trabajo”, puesto que aquí “la fuerza de trabajo ya no es tan sólo una mercancía”). En lo
tocante con la segunda y verdadera estructura de la formación, la idea postuló su
desplazamiento en dirección a la fase madura del comunismo, en la que la distribución del
producto del trabajo social, una vez deducidas ciertas asignaciones: consumo colectivo,
“gastos” de coordinación y de "depreciación”, se estipularía según la norma: “de cada cual
según su capacidad, a cada quién según su necesidad”. No obstante, ésta abstracción de la
mente, de ningún modo constituía una receta metahistórica inherente a la instalación de un
orden volitivo de “sociedad”, que “prefigure el despliegue del paraíso al lado de los horrores
del capital”, pues, el comunismo se lo recoge en el plano nocional, como “el movimiento real
que anula y supera la realidad existente” (ahora bien, el comunismo constituye también y,
sobre todo, “...la negación continua del orden dado, la maduración de formas renovadas de
vida realmente existentes, en el marco de la incertidumbre de los modos anárquicos de
existencia burgueses”).
En la apreciación evolutiva de la vida humana, en la concepción marxista, la primera
fase del comunismo: el socialismo (etapa inferior, no desarrollada de la nueva “era”),
participó en el drama de la historia, por un instante casi fugaz (1917-1956): “de lo bueno
poco”; con la desaparición del modo de producción socialista, según las consideraciones
teóricas, que en este documento se formula, la regla marxista de la distribución del producto
ha quedado en suspenso tanto para el socialismo como para su fase avanzada: el comunismo
(en realidad: el socialismo ingresó en la escena histórica, cumplió su papel en ella y luego
“fue borrado del mapa”, el comunismo, en cambio, espera: espera pacientemente el arribo de
la humanidad al estadio en el que el ser humano ha pasado los brazos del trabajo a las
máquinas; y, por fuerza dicha norma de distribución se modifica, en los términos en los que al
respecto se hace referencia unas cuantas líneas adelante. Por su parte, la “sociedad del
trabajo” se ha ido (el capitalismo manufacturero); el trabajo productivo, el que se cambia por
capital y genera plusvalía, paradójicamente: no ha asumido carácter universal; el capital se ha
vuelto universal, en momentos en que ha penetrado todas las esferas de la vida de la
humanidad, sin embargo de no haber alcanzado generalidad en la producción automatizada.
Luego, esta norma: “de cada quién según su capacidad y a cada cual de acuerdo con su
necesidad”, en el sentido de su previsión marxista original, la cual estaba llamada a orientar el
paso hacia el proceso de asignación proporcional del trabajo social entre las diferentes ramas
de la producción como para el acceso de todos los miembros del género a los resultados de su
actividad asociada (“imposición” de cláusulas de “Derecho desigual”, con cuyo concurso dar
paso a la nivelación en el acceso a la satisfacción de necesidades, en un ambiente humano de
desiguales capacidades –strictu sensu: como se trata de una sociedad “sin” trabajo, la
desigualdad proviene de la diferencia de necesidades tan sólo y las que derivan de las
asimetrías biológicas), debe reformulársela en condiciones de robotización productiva. El
comunismo como “modo de consumo”, de reproducción humana asistida por las máquinas
“productivas” y por las “pensantes”, en relación de “trabajo” orientado a la “sobrevivencia”
sea la capitalista para acelerar el progreso de la técnica concebida en sentido moderno (la acumulación
material y espiritual como necesaria pre-determinación de la conformación de la sociedad comunista); o sea, el
proceso se despliega sólo en el marco ontológico de las relaciones capitalistas (las formas precapitalistas ya se
sabe que fueron anquilosantes; mientras que el proceso de “emulación socialista” no alcanza el status dinámico
de la “competencia” –aquí la contradicción es muy fuerte y determinante); en ese mismo contexto también se
creó la clase reivindicadora del ser humano, la intelligentzia revolucionaria y las estrategias en coherencia.
Nada tiene de sobrenatural –ya se ha sostenido- la presencia de los grandes cuadros dirigentes –los “jefes”marxistas
del proletariado mundial, como cuanto científico y revolucionario ha “pasado” por este mundo.
Procesos intelectuales y volitivos debían darse con éstas o con otras personalidades o grupos.
894

en acto colaborador y de ajuste mutuo por parte de los individuos, hace vigente de manera
exclusiva a la segunda parte de la sentencia, esto es: “… a cada quién según su necesidad”
(Marx), distribución posible, una vez desglosados los gastos de la reproducción colectiva y la
compensación del trabajo pasado consumido (en substancia: reposición de los medios de
producción utilizados, ampliación de la producción, formación del fondo de reserva; la parte
restante es la fracción destinada al consumo, con ésta se cubrirán los gastos generales no
relacionados con la producción, los gastos de administración y los originados por la
satisfacción conjunta de necesidades –escuelas, hospitales-; el fondo preasignado a la
manutención de los que ya no pueden trabajar; y, la parte restante será utilizada en el consumo
individual –Karataev, Ryndina y otros: Historia de las doctrinas económica I), etapa en la
que, a la vez, otro principio rector del devenir del modo burgués de vida cesa, esto es, el de la
“suma cero”: uno gana tan sólo lo que otro pierde (en esta fase, la reproducción –la expansión
del proceso- ostenta carácter cualitativo) 1377 .
Por supuesto. El proceso de reproducción natural de la especie, tanto como el que
inmediatamente le sucede: el proceso de reproducción social, tocan a su fin. Ocurre aquí, que
la reproducción maquinizada se instituye en la superación y abstracción de las dos: la natural
y la social (reproducción natural, no en el sentido de que se autoreproduce la naturaleza
como lo ha hecho ésta antes de la emergencia del ser humano; reproducción social, no en la
perspectiva, de la óptica, de su evolución homogénea –sin presencia de la propiedad privada,
del trabajo productivo, de la diferenciación o del impresionante efecto de acicateo sobre el
sistema de tecnificación, de conocimiento, de concretización del proceso de hominización:
sentir, pensar, transmitir-; tampoco en el orden de reflexión, que puede suponer, que las
máquinas inteligentes se autoreproducen aladeando al ser humano –circunstancia, que en un
momento también tendrá que darse-, contraponiéndose a él, sino en la dirección en la que
éstas se replican en cuanto base de sostenibilidad humana y de la reproducción de este mismo
proceso robotizado, en el marco del establecimiento de la categoría “valor de usufructo”,
sobre los escombros de sus “valores” predecesores: el de “uso” y el de “cambio” o
simplemente “valor”). En el sistema natural de sostenimiento material de la existencia, el
trabajo en la perspectiva contemporánea: como la acción que pone en relación al ser humano
y a la naturaleza con propósito preestablecido, se halla completamente ausente; el trabajo, en
sentido moderno: trabajo productivo en general, bien miradas las cosas, aparece cuando se
establecen las verdaderas estructuras humanas, en cuyo interior se experimentan fracturas y
polarización social, sucesos dados merced al surgimiento de la propiedad privada (del
excedente: del perfeccionamiento de los instrumentos de producción y del aumento de la
productividad del trabajo), en su condición de hecho histórico, que sucede a la división del
trabajo y al cambio.
La “reproducción social” solamente es posible en presencia del trabajo en concreto:
trabajo productivo, lo cual implica, que la sociedad se ha dividido en sí misma y se ha
trenzado en antagonismos internos debido a la presencia de la propiedad privada (el “valor de
usufructo” únicamente es dable en un escenario carente de trabajo humano). En la
“reproducción natural” se halla ausente el “trabajo” en general (se hace referencia al trabajo,
como aquella actividad que realiza el ser humano en todas las etapas del curso histórico hasta
ahora conocidas y la cual es radicalmente distinta a los movimientos que realizan los animales
con el fin de aprovecharse de los “productos” que arroja la naturaleza, o sea, la pesca, la caza
y la recolección), pues, la propiedad privada es una abstracción; en la “reproducción social”
(formas esclava, servil y proletaria del trabajo): el trabajo lleva al aparecimiento de la
propiedad privada unas veces, la propiedad privada conduce a la emergencia del trabajo en
otras (sin embargo, en los hechos, los dos son consustanciales). En la “reproducción
cibernética” (en la fase de desempeño del “robot sapiens”), propiedad privada y trabajo
productivo se anulan en conjunto; strictu sensu: la abstracción de la división del trabajo, de la
institución de la propiedad y de la actividad económica sientan las premisas reales de las
1377
Son los contornos de la nueva sociedad, la cual no está sustentada en el trabajo productivo humano, sino en
el del robot; en efecto, la sociedad comunitaria, solamente es posible en condiciones de la abstracción total del
trabajo manual; por tanto, el precepto de “a cada quién según sus necesidades”, se realiza en las necesidades
de conocimiento, en el acto de aportar en su desarrollo, de acuerdo a la división humana terráquea del
“trabajo”, en el proceso de producción y acumulación del conocimiento.
895

elaciones comunistas de reproducción del “homo spiritualis” 1378 . Si el trabajo productivo (ya
se ha dicho: el que se cambia por capital y produce plusvalía), cuanto el general, decesan,
solamente la contabilidad de las necesidades humanas tiene sentido, puesto que estos
indicadores estadísticos sirven para aparejarlas con la cantidad de operaciones y su
distribución sectorial, que debe realizar el sistema automatizado de fabricación del
producto 1379 .
La distribución simétrica del producto (en consideración a la aspiración
pequeñoburguesa de la socialdemocracia en cuanto instrumento de política neoredistributiva
conducente a superar las lacras –los efectos- del sistema capitalista; sociedad que, como se
sabe, debe reproducir la desigualdad continuamente como sustento de su movimiento
dinámico), tampoco puede tener cabida en el “comunismo”, considerada ésta, como una
forma social en su acepción clásica, esto es, como “sociedad” sin clases, la cual que sustenta
su reproducción todavía en el trabajo humano. La afirmación que queda expuesta, se la ensaya
en virtud de que la “sociedad” (la comunidad) debe atender a individuos biológica y, aún,
socialmente desiguales. Solo en la “sociedad” completamente mecanizada, se produce algo
que se parece a la distribución equitativa del producto; sin embargo, este fenómeno atípico en
las relaciones humanas frente a los resultados del trabajo, no responde a la programación
racional y voluntaria (y no obstante necesaria), sino que aquello se produce en virtud de que
allí cada quién tomará libremente lo que necesita para sobrevivir del “fondo de trabajo”
automatizado, en el momento en el que se han disipado los nubarrones de la escasez.
¿Y la parte que corresponde a la naturaleza: la distribución hacia ella (la reposición de
elementos y procesos tomados y realizados del entorno natural, que no implican
transformación positiva para el género –razón de su propia evolución y a la cual debe
contribuir el entorno-, sino para una clase en particular –la “depreciación” de los “activos
naturales”), el aporte que debe darse al medio luego de haber tomado tanto de él, aunque de
forma desigual por épocas y por clases? ¿Es exagerada la alarma sobre el cambio climático: la
amenaza de la existencia en el sentido de que la especie humana es la que realmente ha
entrado en “peligro de extinción” por obra y gracia del capitalismo y de la clase capitalista?
La cuestión es controversial: el capitalismo no reconoce, que es el responsable del cambio
climático; mientras que la humanidad, no admite el colosal aporte civilizador incurso en él
(por tanto, la paradoja está en que el capitalismo es malo en un sentido y necesario para el fin
histórico de la humanidad, en otro. La población mundial se reduce y envejece: por razones
económicas –la fuerza de trabajo y su número era importante en la época de la reproducción
extensiva del capital; incluso el fenómeno de la urbanización incide en el hecho; la tecnología
es su medio: los anticonceptivos-; por razones políticas de control de la natalidad; por motivos
ideológicos: de no parecerse a los pueblos arcaicos, de inclinación primitiva ante el sexo: este
fenómeno tiene lugar en los pueblos de mayor desarrollo burgués, sobre todo en España; no
obstante, la misma es una tendencia general para la humanidad).
El ser humano in abstracto (el empresariado fomentador del consumismo con las
llamadas “estrategia de marketing”) ha variado antrópicamente las condiciones del planeta (ha
sobre explotado los recursos, ha contaminado el entorno natural y ha alterado sus ciclos, sin
que el proceso guarde coherencia con las necesidades de reproducción sana del género) y hoy
debe adaptarse dinámicamente a ellas. La evolución de la especie humana moderna, no se
presenta como en la reflexión del gran Darwin: “…por selección natural”; ésta está dada, mas
bien, merced al efecto de los resultados degenerativos perpetrados por la agresión capitalista
sobre la ontología de la vida y respecto de la vida social misma (o sea, el ser humano cada vez
más se va liberando del ejercicio directo sobre él, de las leyes de la naturaleza; en ese sentido,
1378 Si la reflexión se expande, aquí ésta conduce a la conclusión siguiente: todas las generaciones humanas
hasta llegar a la comunidad robótica, han tenido por misión mantener viva, renovándola, a la especie; ésta ha
sido, por tanto, una función básicamente reproductora, mientras llega el momento de inicio del cumplimiento de
la verdadera finalidad cognitivo-filosófica.
1379 El paso de la “reproducción natural” dada en la “comunidad primitiva” (en sus albores, por lo menos)
hacia un nuevo tipo de reproducción –suponiendo la presencia del trabajo productivo-, no podía ser
objetivamente pensable en este momento histórico de desarrollo de las fuerzas productivas (del nivel de
acumulación existente: la mecanización y la no automatización). En efecto, el paso directo de la “comuna rusa”
al socialismo (carta de Marx a Vera Zassoulitch) era procedente si en otra parte del mundo se hubiese generado
un nivel de acumulación capitalista muy elevado (en vedad: como el que se tiene hoy día) y, consecuentemente:
la revolución y el socialismo; pero, sin este proceso burgués, la historia había quedado amputada: no habría
contado con la base material, necesaria para su evolución ulterior.
896

el cenit de la adaptabilidad lo pone, lo alcanza, la inteligencia). Penosa la situación de la
humanidad de hoy (2010): inmersa en el capitalismo: trabajo a marchas forzadas hasta la
extenuación y la muerte (en el Japón), atontada por la diversión (condición del “buen vivir”,
que también aplauden, añoran y otorgan importancia, ciertos movimientos sociales
neorevisionistas), heredera de una naturaleza herida y sometida a las políticas ladinas que le
han conducido al consumismo permanente. El ser humano poco a poco ralentiza su
crecimiento vegetativo; con dicha conducta merma la cantidad de elementos naturales que
ocupa; si se reduce el impacto vegetativo perpetrado por el proceso de acumulación del
capital sobre el entorno natural y si se ensayan acciones de remediación, la naturaleza puede
restablecer su equilibrio cíclico, por lo cual la futura humanidad dispondrá nuevamente de
abundancia de “recursos” naturales, tornándose innecesaria la formación de un fondo para
reponer los extraídos, los utilizados. No obstante, si se deben realizar cálculos de
“depreciación” de activos naturales, éstos serán hechos sin complicación.
El ser humano tiene que asimilarse a las nuevas condiciones creadas; estas –“míreselas
por el lado amable”- acicatean su desarrollo. Sólo en este sentido las pérdidas individuales (lo
cual da paso a pensar, que las clases dominantes son siempre necesarias para el movimiento
humano en momentos específicos de éste –y en la perfidia de la reproducción social ligada a
las estructuras inconscientes: los ciegos hechos le han proveído de su función, o sea,
actuación a la manera de las reinas y los zánganos en un colmenar) se entienden como un
sacrificio válido, en su consideración como tributo para que el conjunto avance por sobre los
fines particulares y coyunturales, hacia el objetivo global. Ahora bien, ¿podrá el ser humano
frenar a tiempo o asimilar la tendencia destructiva de su entorno natural dimanante de su
praxis en el interior de un escenario sometido al capital? La paradoja está en pie, puesto que
sobre el hecho pende la espada de Damocles contenida en la frase: “…la humanidad se
propone siempre únicamente objetivos que puede alcanzar…” (Marx). Al detentar el
problema ambiental carácter de una verdadera “cuestión” en el sentido gramsciano del
término (en cuanto parte de la cuestión humano-universal), un acto de racionalidad y
consenso global es pragmatizable en aplicación de programas restauradores del orden natural
que incumbe a todos de modo vital; la factibilidad de este proceder, establece roles
fundamentales a desempeñar por parte del colosal desarrollo de la técnica, el cual tendría
también que ser desclasificado y usado en bien de la especie, de la defensa de su fundamento
material: de la determinación objetiva de la continuación de su marcha. En efecto, el ser
humano es consciente, está en eso: debe poner los cimientos (lo está haciendo) para
“remunerar” apropiadamente a la naturaleza, para no dañarla, para no sobreexplotarla más. En
la forma de “democovivencia” que viene, se facilitan las cosas: si con el estado de desarrollo
de la técnica actual es posible atender a una población superior a la que existe hoy (2008)
sobre todo si se racionaliza el proceso, a futuro ese poder y recursos impresionantes
aparecerán excesivos frente a las necesidades de la población de entonces; además, allá: las
contadas prácticas humanas serán óptimas, sencillas, su cumplimiento se apoyará en
dispositivos en miniatura, además las necesidades suntuarias habrán desaparecido tanto como
el deseo de acumular, por consiguiente, el uso de los “bienes naturales” será limitado, cuando
estos recuperen el carácter de abundantes (incorporados los de Marte, por ejemplo; su
explotación, dicho sea de modo incidental, si bien integrará rezagos capitalistas en un
principio, su uso a gran escala estará presidido por el valor inherente a la colaboración
solidaria) 1380 .
3.3.4.- LA PIEDRA DE CHOQUE.
El problema es hoy: asimetría social global, millones de personas establecidas bajo la
línea de la pobreza, las multilaterales genocidas apropiadas del mundo, los glaciares en
proceso de disolución, hedonismo y pérdida de interés de la lectura de los “grandes relatos”,
el exagerado consumismo y la hegemonía de las “legitimaciones”. El capitalismo: ¡vuelve
malos a los seres humanos! (inconscientes, oportunistas, egoístas, mañosos; su pensamiento
normal es: “si no me afecta a mí y en este instante, no importa”; el sistema genera el
1380
Empero, si en situación actual (2008), la economía suntuaria para todas las capas sociales se desmontara,
se produciría toda una hecatombe asociada con la quiebra de grandes y pequeños negocios, con el incremento
vertical del desempleo, incluso como salto del subempleo al desempleo.
897

delito 1381 ); pruebas empíricas vulgares al canto (la citación de ejemplos muy conocidos
alrededor del mundo): la subcontratación, la sobrefacturación, las comisiones bajo mesa por
contratos, los sobreprecios, la compra de conciencias, el chantaje, el nepotismo, la doble
contabilidad, balances maquillados, los salvatajes bancarios, el peculado, la elusión; la
falsificación, la venta de títulos profesionales, el plagio, la estafa, los desfalcos, la
piramidación, los préstamos subprime; los cambios en pesas y medidas en lugares de
expendio de productos (en las gasolineras, verbi gracia), el contrabando, poner agua en la
leche; el redondeo, la especulación; los daños a propósito de electrodomésticos que se envía a
reparar, la substracción de piezas para venderlas como repuestos, los cobros por desperfectos
inexistentes; la maldad perversa de los abogados, que asumen la defensa de causas perdidas o
de delincuentes; mentir, robar, querer hacerse ricos de la noche a la mañana, la creatividad; el
sicariato, las empresas fantasmas, las mafias; el cuento, la ruleta, la magia; el manejo de los
tipos de cambio, las devaluaciones, la inflación, los capitales golondrinos, el dumping, el
comercio administrado, el anatocismo, los negociados, el tráfico de influencias; las promesas
de los infieles en el amor, la pedofilia, el egocentrismo de la familia monogámica,…
El capitalismo “es lo que es”. Por ejemplo: una prostituta “de bajada”, en Ecuador
cobra entre 6 y 10 dólares estadounidenses por 10 o 15 minutos de placer ineficiente (en
relación de dependencia laboral informal –carencia de estabilidad y de filiación al sistema de
seguridad social- al interior de una casa de tolerancia: trabajo productivo en la esfera de los
servicios de alta productividad), mientras que un trabajador que roza monte en el campo
costeño (trabajo productivo de baja productividad y exigua remuneración) recibe esa misma
cantidad por todo un día de trabajo (8 dólares con comida y 10 sin ella, un dólar de
remuneración por hora, para ser exactos). Una meretriz “término medio” (trabajo
improductivo de mayor productividad), cobra alrededor de 200 dólares estadounidenses por
una noche de placer; el mismo campesino citado, cuente a su haber con similar cantidad por
todo un mes de trabajo. Una odalisca Light (trabajo improductivo por cuenta propia de
máxima productividad) cobra entre dos y cuatro mil dólares estadounidenses por una noche
(el dato caliente lo dan las “belinas de Berlusconi”, presidente de turno de Italia). Un gerente
de una empresa “timbra” alrededor de 30.000 $ al mes; nuestro jornalero campesino, deberá
trabajar 20 años para igualar el ingreso de un mes del espécimen aludido. ¿Qué decir de Slin,
Gates, Noboa,...?; el citado campesino deberá vivir mil vidas y trabajar como asno de sol a
sobra, para alcanzar tales niveles de acumulación. Dicho sea de modo exigido, realidades
objetivas parecidas estuvieron tras de los ideales revoltosos de muchos revolucionarios;
empero, la praxis de los modernos justicieros ha estado pertrechada de fundamento
científico 1382 , los que, por lo visto y sin mucha parafernalia, incluyen los valores de la llamada
moral, o sea, sustentos ideológicos, que no impidieron actuar con mano dura.
No depende de los individuos ser malos en el capitalismo: tienen que obligatoriamente
serlo para sobrevivir y, sobre todo: para surgir, “crecer”, pues, el sistema extrae su dinamia de
la operación de la propiedad básica de la materia: la contradicción merced a su constitución
polar, la que es responsable del colosal desarrollo que ésta ha alcanzado, que en la coyuntura
histórica se denomina competitividad y la cual está llamada a colocar al ser humano en la
cima del saber, en el pedestal de la grandeza. En un país capitalista neocolonial, en el que al
igual que en el resto del mundo, como es muy bien conocido: la vida tiene alguna
significación y es posible realizarla, en la medida en que ella se halle integrada al mercado de
consumo, por lo que se debe desempeñar un papel en el proceso de valorización del capital,
de lo contrario no es posible vivir y surgir; esto es, en Ecuador: un profesional de izquierda de
la Veterinaria, comenta que en el sector de San José de Minas (un pueblo ubicado al norte de
Quito) reside una población campesina mayoritariamente pobre, la cual se reproduce
precariamente en el marco de la operación de sistemas productivos mercantiles simples
complejos, en los que juega papel preponderante en la economía la crianza en pequeña escala
1381
“En su lucha por el éxito, el individuo ve en su prójimo un rival o un medio de lograr sus propios
objetivos… La psicología y la moral del individualismo nacen de las condiciones creadas por la sociedad
burguesa” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista). No obstante, la nueva psicología y moral singulares y
colectivas debe cambiar necesariamente con el nacimiento de las nuevas condiciones sociales (humanas): la
producción totalmente automatizada y el acceso espontáneo y libérrimo a ella, proscriben el individualismo.
1382
“Lo que me interesaba en la filosofía era el materialismo y su función crítica: por el conocimiento científico
contra todas las mistificaciones del ´conocimiento´ ideológico, contra la denuncia simplemente moral de los
mitos y mentiras, a favor de la crítica racional y rigurosa” (Para leer El Capital; Louis Althusser). Así pensaba
Althusser, cuando era marxistaleninista.
898

(familiar, artesanal) de animales: reses, aves de corral, ovinos, porcinos, conejos, cuyes; en el
sector, periódicamente se producen epidemias que diezman los “hatos”; problemas que, según
se afirma, él los ve como posibles de ser erradicados con el recurso a la aplicación de simples
métodos; cuando quiso hacerlo, sufrió amenazas veladas de los colegas y de las casas
oferentes de medicinas. En realidad, el señor doctor llegó a descubrir, que eran sus congéneres
en connubio con los farmacéuticos los que infectaban de cuando en cuando el área, para poder
hacer negocio.
Todas las afectaciones a la moral comúnmente perpetradas en los grupos humanos en
los que ha hecho pie la sociedad burguesa (en la era global, la población hemisférica entera),
es obvio que tienen el objeto de disponer de dinero para poder intervenir en el mercado y
sustentar la vida (las meretrices recurren a la única mercancía que disponen: su cuerpo,
ofertando servicios que permiten la “reproducción” –recuperación- de la fuerza de trabajo,
de venta, de pensamiento), incluso para acumular riqueza para presumir, para saberse más y
someter al prójimo. En la historia: la paradoja siempre se halla a la orden, pues, esta forma
humana social (la capitalista), es la determinación del impulso, del avance de los procesos: la
humanidad se ha vuelto tanto más racional precisamente enclavada en el interior del fango del
sistema burgués de existencia, esto es, a partir de la vigencia y funcionamiento de la sociedad
de la violencia: la burguesa en toda la extensión de la palabra (juventud: fuerza física,
crecimiento, desafío, competitividad; el guambra ha peleado, ha fornicado, se ha embrutecido
en el alcohol, ha hecho uso de la “energía” incontenible encerrada en la corporeidad de esa
etapa; pero al final ha dejado la mejor descendencia por selección natural por
predomino del más apto –el capitalismo frente al socialismo naciente-, ha hecho que las
generaciones humanas maduras hereden la ciencia y la tecnología).
De modo que, en cada grupo particular de miembros componentes de la humanidad
(pasada, presente, incluso en la que vendrá) hay cerebros utilizados de manera dañosa
(Luteros, Gandhis,..., esto es, cándidos pacifistas siempre han existido a la manera del propio
Cristo; todos los cuales terminaron en las fauces de sus enemigos o contemporizando con el
sistema de clases) 1383 ; ahora bien, también en ellos existen márgenes potenciales
significativamente subutilizados de vida inteligente; este hecho se debe a la objetivación de
razones histórico-sociales: a la posición estructural de los individuos (trabajo material
permanente, pobreza), a la presencia de curas, a la desorientación y obstaculización de la
ideología y poder burgueses, a la pereza, a la obnubilación de cerebros (a las
“legitimaciones”), que teniendo cómo rebasarla, se mantienen en la alineación mitológica y
hedónica. A decir verdad, con el ascenso en el mundo de la adoración a Eros y de la tolerancia
y promoción del gaycismo al despertar del siglo y milenio, las reivindicaciones históricas y el
cambio que persiguen los pueblos, se exige sean conseguidos en acciones solamente de paz; la
violencia, por tanto (según se especula), ya no es la “partera de la historia”; curiosamente, la
razón exige la violencia como medio, mientras que el placer: la calma.
Mas, quienes aceptan y tácitamente promocionan la deplorable conducta de la
homosexualidad (en Argentina se presenta mediáticamente al mundo como un triunfo, a
finales del 2009, el matrimonio entre dos individuos de sexo masculino; ahora bien, “hay
victorias que avergüenzan”), impugnan el incesto. Sin embargo, no hay autoridad moral hoy
en ningún lado del mundo capaz de realizar ese reproche. El incesto es malo, de conformidad
con la mente que lo percibe encerrado en la fase de la historia en la que emergió y cumplió su
papel, una vez que se tomó conciencia de él, o sea, momento en el que la producción de
nuevas unidades de inteligencia se ha logrado a través de la actividad copulativa entre sexos,
cuando la fusión de caracteres daba lugar a la necesidad de producir el biotipo demandado
para su desempeño óptimo en las tareas del grupo (el incesto en malo juzgado a través del
punto de vista reproductivo), el incesto devenía –se dice- en atavismo en razón de la
implicación de factores de consanguinidad; y, debido a que económicamente eran más
redituables las uniones matrimoniales fuera del grupo, que al interior de él (dixit Mauricio
Godelier: Teoría marxista de las sociedades precapitalistas). No obstante, en la actualidad, a
pesar de que el hecho no tenga mucha importancia, puesto que las relaciones afectivas y
sexuales no procuran la multiplicación de la especie, el afecto y la unión incestuosa, esto es, el
1383
La izquierda que ha llegado al gobierno, intenta superar la pobreza en el marco de su desempeño en el
interior de una estructura capitalista, propone políticas que el sistema las observe de modo funcionalista. Esa es
una actitud socialdemócrata, que propende resolver los problemas, que genera un sistema, manteniéndole en
tanto tal.
899

amor entre hermanos o entre ascendientes y descendientes, tales relaciones vienen a ser tan
normales tanto como las consideradas comunes hasta hoy. La producción maquinizada y la
fertilización in vitro (las fuerzas productivas), reestructuran todo el modo de vida (economía,
organización, pensamiento, conducta), en el presente, pero sobre todo lo harán a futuro.
En la existencia, fenómenos raros tienen lugar en la complejidad de hechos de la vida
humana (homosexualidad, bestialismo, fetichismo, celibato, abstinencia, onanismo,
violaciones, raptos, renuencia a la copulación y a la unión matrimonial –una pariente
solterona de la persona que borronea estas líneas, al ser requerida sobre por qué no contrae
nupcias, respondió: “querer a individuo ajeno: ¡por qué pues!”); por tanto, es posible que
ocurran hechos de compatibilidad hormonal y atracción entre parientes de distinto sexo de
primer grado de consanguinidad. Esta, no es una aberración contra natura, pues, aunque con
secuelas genéticas, en ella no se rompe regla natural alguna (en los animales, como seres
también orgánicos, el suceso normalmente ocurre); mas bien la cuestión se presenta como
recusable en el momento en el que la mente sigue el orden natural de los hechos, el cual ha
sido reconsiderado, redirigido por precaución racional. En el relato bíblico de la formación
social esclavista, en los acuerdos para conservar el poder entre elites de todas las agrupaciones
humanas antaño ubicadas en las variadas formaciones ecosistémicas del planeta, en los
mayorazgos para interceptar su fraccionamiento, históricamente el incesto ha estado de por
medio; ahora bien, el fenómeno, cuando los intereses que subyacen a todas estas ententes
desaparecen, se flexibiliza, pierde importancia: es y no transgredido por la concupiscencia del
capital (muchas veces dicha conducta ha sido llevada en secreto), sobre todo cuando la unión
de pareja no es para la reproducción vegetativa y una vez que la economía deja de sustentarse
en la “energía” del trabajo humano, esto es, en el esfuerzo de individuos física, mental y
actitudinalmente normales.
En la posmodernidad: en el escenario de la condicionalidad de características
disonantes de dispersión y atomización de hechos y procesos, los pequeños discursos
conjuntados (los “pipers” en Internet), desembocan en la materialidad subjetiva del cambio
(que, en realidad, se reducen a dos, hecho que, por otra parte, se produce quizá para dar paso
al emplazamiento de la contradicción –siempre-: a.- las ruinas del pasado modo de vida y, b.-
la colectividad cooperante, en la que se enseñorea el proceso que ya está aquí: dualidad
funcional a devenir estructural, cuando la forma social subordinada –economía solidaria de
los ciudadanos- se consolide, se separe totalmente de la forma hasta ahora coercitivamente
supeditante y se imponga sobre la otra que desmaya, pues, el modo de producción burgués ya
no puede dar más de sí y al que el resto de la estructura le dejan solo –la supramodernidad).
Sobre su curso, las recetas no son pertinentes cuando éstas se revisten de carácter funcional,
esto es, en el momento en que éstas están pensadas para restañar las heridas del sistema; el
pragmatismo, por su parte, eleva su voz: objeta el carácter especulativo de posturas que no
aterrizan, en el sentido de que se limitan “…a realizar un simple análisis crítico de los datos,
en lugar de prescribir recetas... [¿Comptistas?]... para los figones del futuro” (Marx). Cuando
los sujetos aislados cumplen sus tareas como se dice: “con responsabilidad y con moral”,
operan de modo revolucionario a su manera (el pueblo mueve la rueda de la historia en su
lucha diaria por la sobrevivencia); y, lo son, a pesar de que ésta aparezca como una
proposición manipuladora procedente de la hegemonía burguesa. Si el sistema continúa su
mudanza lenta e imperceptiblemente, si se presentan desates múltiples de transformación
consciente general, estos pequeños llamados a cambiar de conducta pequeñoburguesa
intrínseca a la misma situación, arrojan efectos mayormente contrarios frente a su intención
funcionalista originaria. Allí reside el carácter clasísticamente conspirativo del movimiento de
la propia historia.
Y este argumento: es exacto. El camino para el ser humano del futuro: ¡está trazado!
Con consenso o huérfano de él (incluso con conciencia o al margen de ella), la humanidad
marcha –de forma abstracta- sobre una sola y misma calzada (perentoriamente de modo dual
al momento: los países llamados desarrollados, siguen el camino de la creación de tecnología
–su tarea es el persistente desarrollo de las fuerzas productivas-; las sociedades periféricas, en
cambio, su encargo en curso consiste en negar las relaciones sociales actuales e implementar
los presupuestos estructurales e ideológico-políticos del sistema de la humanocovivencia).
Esta determinación proviene de la acción obrera y del socialismo devenidos. Estímense: 1) la
proclama de la igualdad entre los géneros lo planteó el proletariado y el socialismo lo
concretó; 2) la superación de la segregación racial, el proletariado lo postuló y el socialismo
900

lo hizo fáctico; 3) la defensa y observación de los “derechos humanos”, el proletariado lo
promulgó y el socialismo los aplicó; 4) la “igualdad”, fue un principio, que los trabajadores lo
enarbolaron y el socialismo lo observó; 5) las preocupaciones ecologistas, el proletariado las
planteó (Engels: El papel del trabajo en la transformación del mono en ser humano). Las
consignas de cambio de las que se hace gala hoy, por tanto, no son tan nuevas; pues, el hecho
consiste nada más, que en el paso de la tarea de la transformación completa de la fisonomía
humana a responsabilidad de toda la especie 1384 ; y, el mismo debe hacerse efectivo con el
concurso de la acción política, de ya larga tradición, de los restos de las generaciones
maduras, pero sobre todo con la praxis de las jóvenes y la de la promoción inmediata.
3.3.5.- LA TOTALIDAD CONCRETA: LA “VIA” DE DECONSTITUCION.
3.3.5.1.- LA FORMA DE LA REALIDAD, SU ILUSTRACION SUBJETIVA, LA FORMULACION
PROPOSITIVA.
Los rasgos fisonómicos deducibles de quién está llamada a ser la nueva comunidad
humana, captados y puestos en perspectiva por la operación de una conciencia, en el lapso
equivalente a la existencia de una generación; en verdad, los presupuestos de la imagen
hipotetizada del futuro de la sociedad globalizada, se desplazan entre las asíntotas (la una:
inicia, se pierde en el infinito; la otra: concluye, se queda en el horizonte) de la determinación,
que de momento impone, en el fluir humano, la apertura de una nueva forma social; en su
inmediatez (en su modelo puro, abstracto, o sea, en su contextura liberada de contingencias
fácticas perturbadoras: el efecto de ejecución del recurso de agresión bélica imperial), ésta
muestra carácter de coyuntura histórica transicional. La misma, conflictiva y
defectuosamente, se abre paso entre contratendencias de naturaleza decadente: límites al
crecimiento, “doctrina social” de la empresa, militarización planetaria, transnacionalización
institucional del dominio, “legitimación: “escatología” evangélica (la “hegemonía”: la
desorganización de clase). Mientras más prospecta la mirada, de manera conspicua se
advierte, en la pareja de décadas que se ubican frente, la consolidación de los procesos de
“triadización” formal, en los que se configura el poder interimperial (las firmas oligopólicas
multinacionales anexadas a los clásicos imperios agrupados en la Trilateral, los denominados
BRIC 1385) .
La sociedad denominada “mundial” (la que no es de tipo imperial) sobrepuja su
anatomía: la técnica, que en buena parte de su tramo la impulsó, detrae su eficacia frente al
proceso de “valorización”; este límite alcanza al género, a sus demandas, pues, se hallan
enfrentadas las necesidades de orden superior cada vez más socializadas, por un lado, y la
producción mecanizada –el elemento estructural de su satisfacción- apropiada de forma
privada y concentrada, por otro (este proceso reactualiza la condición del momento de
enajenación humana planetaria). Sin embargo, el “agua en las manos, se va por entre los
dedos”: las empresas globales desarrollan áreas de punta en la tecnología como los
ordenadores y el Internet -y promueven la estabilidad en la estructura de ingresos como
mecanismo de realización del comercio global-, áreas, que de manera extraordinaria se han
socializado; el conocimiento, en consecuencia, es un medio de redistribución del ingreso. En
el tramado social ubicado en el inicio de siglo, de modo especial: en el estrato de la juventud,
la pérdida del sentido del trabajo se incrementa y, con él: el “ocio juvenil”. Para los niveles de
baja ubicación en la escala económico-social, el proceso de reproducción cotidiana de la
existencia se complica en ausencia de ingresos, puesto que los frutos del progreso
tecnocientífico –que mantiene su condición alienante- no pueden alcanzar la subvención, que
exige el vivir en condiciones de dicho ocio. Si, por una parte, la vida de la población mundial
se vuelve cada vez más indivisa, las empresas monopólicas globales se reproducen cerca de la
frontera en la que cesa temporalmente el efecto de las “contratendencias dilatorias”, mientras
el impacto de la “reversión” (“implosión”; debidamente, la materia implosiona, no el
“espacio”) se manifiesta de modo penetrante.
La forma burguesa de existencia del género va cediendo; sus rasgos característicos,
1384
En realidad, si frente a una “nación”, el foquismo guerrillero es un proceder limitado, reducido; la
revolución en un país, hoy por hoy, adopta ese mismo carácter, de cara a la humanidad toda.
1385
En este grupo emergente de potencias, se suele sumar Sudáfrica (puerta comercial de entrada a Africa) y en
el que el NAFTA ha impedido que ingrese México.
901

empero, todavía se dejan sentir (secuelas que, precisamente, deben ser removidas por la
“acción política en bloques sociales diversificados de la humanidad toda”). Esta presencia se
torna incluso más rapaz: la subclase capitalista propende ejercer una nueva forma de
apropiación del mundo (incautación de recursos naturales, del agua –the blue gold-, de la
biodiversidad; ocupación del mercado de demanda; control del crecimiento vegetativo de la
población marginal, supeditación de las políticas autocentradas de crecimiento,
supranacionalización del dominio). No obstante, agresión y alarde, constituyen únicamente
síntomas histriónicos: simples “patadas de ahogado”. Los factores actuantes en este parcial
desenlace, se vertebran de doble manera: 1) la operación en grado mayor de profundidad de la
ineluctable ley de la “tendencia decreciente de la tasa de ganancia” (“el capitalismo es un
sistema de acumulación internamente autolimitado” –Anwar Shaikh-; además, el modo de
producción se ve enfrentado a problemas de realización como efecto del incremento del
desempleo tecnológico, razón por la que los trabajadores reducen su participación en la “renta
nacional” y en la estructura de la “demanda efectiva”; y, debido también, a que éstos se hallan
dejando físicamente la escena histórica –a dicha causalidad de la crisis refieren las tesis
socialdemócratas sobre la “desproporcionalidad del desarrollo” y la del “subconsumismo”
catastrofista-, como en vista de que el sistema ha cubierto toda la esfera: no le quedan ya
zonas de expansión –“senda de expansión”, se diría en Planificación Regional- y debe “vivir
sólo dentro se sí”) 1386 ; y, 2) la actuación del trabajo dotado de conciencia “para sí” (de sus
herederos en la lucha: los movimientos subversivos). En suma: la acción conjunta entre la
determinación de autoanulación sistémica (la gran ley marxista de cierre de la formación) con
el concurso de la voluntad, conduce a la instauración del proceso de reproducción global
regresivo 1387 .
La condicionalidad orgánico-racional, portadora de la “energía” y voluntad, para
transformar en realidad la posibilidad de la necesidad histórica, se supera en su naturaleza
subjetiva como en el de su materialidad, en su realización; en el horizonte, como
consecuencia, no se advierte más la aspiración socialista. Emerge la necesidad de crear las
bases reales para instituir la “sociedad de la espiritualidad”, hecho que presupone la
superación de la forma primitiva, sustentante de los conflictos sociales inscritos en su misma
estructura: la satisfacción genérica de necesidades mediante el trabajo (sea por parte del
propio como por la apropiación del ajeno), para dirigirse a cumplir, en el interior de una
“economía” robotizada, la “nueva” función: la marcha hacia la comprensión intelectual y
dominio universal de y sobre la materia. Este paso al reino de la libertad –del conocimiento-
(el desplome de la ley del valor y de la economía, tanto en su determinación real como en
aquella de la mente) en torno de la conducción racional de la vida según supuestos asociados
a la toma de conciencia plena del rumbo y del punto de avanzada, transita sobre la acción de
un “Frente mundial”, cuya formación deviene de la identidad global y particular, que en la
actualidad constituye la característica de problemas y aspiraciones: pobreza, desequilibrio en
los ciclos naturales, enajenación técnica y búsqueda de la masiva elevación social en la
formación intelectual.
Este “portador material” difuso (agente social de la ideología, o de la hegemonía), de
1386
Hace bien el ilustre economista marxista pakistaní Anwar Shaikh en dirigir sus baterías contra el
capitalismo, cuando se propone entender el sistema capitalista en la revisión y desarrollo de la “teoría de la
reproducción ampliada del capital” o “teoría de la crisis” y en las teorías del comercio internacional (Ricardo,
Hercher-Olhin- Samuelson, el costo de oportunidad, la ventaja competitiva: teorías burguesas todas erróneas
–erróneas según el juzgamiento a partir de una perspectiva ideológica clasista-; y, la teoría marxista del cambio
mundial); y, las teorías sobre las crisis: capitalismo como sistema autolimitado (brecha de demanda y tasa de
ganancia decreciente). Si la Teoría del Comercio Internacional de Ricardo (y similares) es errónea: ¿por qué
los países con ventajas comparativas absolutas en todos los frentes no han terminado desapareciendo a los
países menos competitivos, es decir, sin ventaja alguna? No es el efecto equilibrador del patrón oro (divisa), el
que se interpone en esta posible eliminación, sino, el hecho se debe a que en cada neocolonia, sujeta a esta
división del trabajo, opera el capitalismo como sistema también endógeno (su propia división del trabajo), en el
que la clase dominante criolla estructura la cadena del proceso de transferencia de plusvalía hacia el exterior,
condición que le permite acceder a parte de ella.
1387
La coyuntura no escapa a la fenomenología de la crisis, pues, sobresalen tres tipos de ella: crisis
económica, crisis orgánica de realización del dominio, crisis revolucionaria permanente (está por agotarse la
regularidad del “ciclo político” pendular bipartidista: el recambio funcionalismo-ortodoxo/funcionalismoheterodoxo
de los Estados Unidos, Inglaterra, Venezuela -antes de Chávez, por supuesto-, Paraguay, Ecuador;
funcionalismo/Izquierda oficial: bipartidismo de España, Francia, Chile, Brasil; y, el caso típico del PRI en
México).
902

manera espontánea, intuitiva (predireccionamiento coincidente de la lucha antisistema, que
arroja el proceso de condensación de las contradicciones, de la “autoconciencia” resultante de
la difusión natural de las concepciones, que tiene lugar como efecto de la práctica intelectual
de un educador colectivo, el que es la propia humanidad -la conducta de su intelligentzia en el
Internet-: de tanto intelectual cosmopolita, de la evasión espontánea por parte de la ciencia y
de la técnica de la tutela privada, esotérica, del poder, y de su libre y gratuita instalación en la
conciencia colectiva, fenómeno que dirige de modo unívoco las conductas), apropiadamente
plantea la correlación entre las diversas formas de lucha (coercitivas, hegemónicas),
llegándose a estructurar, de esta manera, el mecanismo de concretización de los cambios
sociales efectivos, que el proletariado legara a la humanidad todavía en estado potencial 1388 .
Este proceder es de índole parcial y focalizado en la instancia de la lucha combinada con la
cual se persigue la resolución de problemas de sobrevivencia y aquellos que de forma general
aquejan a la especie (la cuestión –“Glocal”-, en este punto, se torna individual, local y
mundial: aborda la reproducción personal-familiar de la vida misma, la reproducción del
colectivo inmediato y de la humanidad en general, abarcando estos tres niveles, en el interior
de los cuales se reproduce el capital).
La fracción social amplia, colocada en la base de la pirámide poblacional, procede en
su lucha de modo espontáneo (espontaneidad, que no linda con la arbitrariedad, con la
anarquía –bakuniana, kroportkiniana o proudhoniana- o con el romanticismo, dadas las
nuevas condiciones de la historia), con programas muy mínimos (los “pequeños relatos”
característicos de la “posmodernidad”), con organizaciones flexibles, “sin vanguardia”. Esta
nueva concepción de la teoría y de la práctica de la labor del cambio social, no constituye tan
sólo un modo de recusación a conductas pasadas; la misma responde, más bien, a la operación
de formas ontológicas presentes en el sujeto total humano, de reciente instauración. En
verdad, esta praxis se instituye en coherencia con la necesidad histórica renovada: en la lucha
en defensa de la vida, de la naturaleza, de los recursos para el desarrollo, para resolver la
cuestión más crucial: la propiedad y el objeto de la técnica, para acceder al conocimiento, para
volverse espiritual (“…la necesidad elevada a conciencia y convertida en praxis
transformadora”). El citado proceder se supedita a la más útil perspectiva que le cabe al
mundo, que percibe y desea alcanzar porvenires renovados para las sociedades
posneocoloniales in abstracto: “avanzar en base a seguir la corriente de la apertura y la
globalización” (incluso en el marco de realización de la “teoría difusionista”: el centro
moderno se irradia sobre la periferia); si el futuro de los pueblos no se encuentra fuera de los
principales procesos humanos generales, para alcanzar el “tren de la revolución tecnológica”
no se debe avanzar a saltos, hiperbólicamente, por propia cuenta, sino conquistar el acceso
con habilidad a ella. La diferencia entre esta propuesta y el eurocomunismo, por ejemplo, es
que mientras que el eurocomunismo no se plantea eliminar el capitalismo; la propuesta en
mientes, en cambio, propende acelerar y encausar el desarrollo final del capitalismo para que
cumpla su misión histórica, reduzca la virulencia sobre la población y la vulneración sobre el
entorno natural, y cuanto antes deje la historia. Por pertinente, se vuelve a glosar una
aseveración de última data formulada por el ex presidente de Brasil: Fernando Enrique
Cardoso, en su calidad de teórico de la “no” dependencia:
Considerábamos que la manera en que estábamos integrados en el sistema capitalista
mundial era la causa de nuestras dificultades a la hora de alcanzar el desarrollo... Hoy
día... (los sociólogos latinoamericanos –yo incluido-, sostiene Cardoso)... identifican
la integración y la participación en el sistema internacional con la solución de sus
problemas en lugar de con la causa de sus dificultades 1389 .
En la actualidad, dolorosamente la referida tesis “neoliberal” de Cardoso, es una
comprensión apropiada, por lo menos en materia de programación del desarrollo (entendido
este último término, en sentido clásico de crecimiento económico y modernización
tecnológica). El sistema de mercado burgués está arribando al cumplimiento de su misión:
1388 El poder, en esencia, ha sido destruido por el proletariado; por tanto, se han creado las bases para que la
“autoconciencia” (la humanidad cono “sujeto total”) y la praxis política pluralista espontáneamente
concordante, desplegada en el territorio mundial de reproducción regresiva del capital (dispuesta en la arena
frente al “bloque mundial dominante”), se vuelva protagonista de sus reivindicaciones (la supervivencia del
sujeto portador del mecanismo de la espiritualidad).
1389 Cardoso, Fernando. "La prosperidad compartida"; El País, Madrid, 1994.
903

automatizar el proceso de producción; la vida ha madurado; en esas consideraciones, la
revolución (en perspectiva leninista) no es viable; en verdad, del mismo modo como no es
posible intervenir con intención de asistir en el parto a una mujer que cursa el cuarto mes de
embarazo, tampoco se puede hacerlo con el bisturí, una vez que la nueva vida tiene ya la
cabeza fuera del órgano reproductor externo de la Madre (la revolución no puede hacerse
antes de tiempo; tampoco se lo hará fuera de tiempo; hoy, es la forma evolutiva de las
reformas –la revolución pacífica en especial, la que hace de eje y en torno de la que se dan las
otras formas de lucha: revolucionaria, guerrillera, las rebeliones, las huelgas, los sabotajes
informáticos, etc.- la que termina la obra empezada por el proletariado –en el interior de la
humanidad: también luchan los muertos –Marx, Lenin, Nasser, Torrijos, Arafat, Bolívar,
Alfaro, el Che).
En concreto, vista la humanidad en términos de corto plazo, de coyuntura histórica, es
decir, en su fase burguesa, la política, la revolución, la concepción marxista es lo propio; no
obstante, ubicada en la mirada el plano total de la historia del género, dichos propósitos se
relativizan grandemente, pues, la etapa de la febril acumulación adquiere sentido en ella, y no
es sensato el planteo respecto de su destrucción, sobre todo si no se halla en curso la fase de
organización humana alternativa o que tome la posta, que lo reemplace en términos
prometeicos. En realidad, la necesidad histórica determina la vida: cuando el cuerpo como tal,
en su totalidad ha envejecido, un órgano de él: no puede abstraerse y evadir la senectud, pues,
para los pueblos subalternos: “su incorporación en la economía mundial es un fenómeno
inevitable, debido a que éstos deben aproximarse a los nuevos procesos tecnológicos a fin de
alcanzar niveles elevados de conciencia y mayores grados de libertad (con el conocimiento el
ser humano alcanza la libertad y realiza la utopía), puesto que conseguirlo implica que el
saber y el hacer posmodernos entren en la cabeza de cada uno de los miembros de sus
colectividades (eh ahí porqué no es pertinente acoger el llamado a reducir la complejidad del
lenguaje reemplazando términos técnicos por el descripcionismo sustentado en el habla
común; de suceder así, los idiomas no se desarrollarían, no evolucionarían); knowhow, con el
que no cuentan dichas sociedades”; es obvio, que el Estado debe fortalecerse, en coherencia
con el encargo de desarrollar a la población, de modo que ésta pueda luego diluirse en la
comunidad mundial, como un parnert 1390 .
Ahora bien, del mismo modo como no es procedente descartar propuestas
programáticas de acción política práctica (en el sentido de cómo anudar el trabajo “partidista”
de transformación con medidas inmediatistas que pongan el pan en la mesa de la población);
tampoco deben integrarse de modo ecléctico elementos “teóricos” del pensamiento no
marxista en el diagnóstico (obstáculo epistemológico: pluralismo gnoseológico); por el
contrario, es pertinente recoger ciertos puntos de vista de la corriente filosófica burguesa, en
cuanto éstos contrarían su matriz y, mas bien, sirven para afirmar la marxista en su pureza. En
una economía mercantil burguesa desarrollada en extremo como la que hoy domina el mundo,
si bien es cierto que la “división social del trabajo” puede seguirse desarrollando y, como
consecuencia: ampliándose el mercado (V. I. Lenin); no obstante, el proceso productivo
llevado adelante por la operación de máquinas, diezma el quantum de compradores (R.
Luxemburgo). El capitalismo es un hecho mundial, de modo que programar su salida
inmediata o frenar la dinamia de sus últimos pasos, “es una de las utopías más absurdas, más
reaccionarias y más perjudiciales...”, para la humanidad. En los albores del Siglo XXI, el
proletariado “ya ha agotado sus posibilidades revolucionarias”; por su parte, empero, el
capital retomó su papel revolucionario al exacerbar el desarrollo de las fuerzas productivas al
1390
Mientras la humanidad –dicho sea de paso- no supere los antagonismos internos y no devele de una vez por
todas las leyes que determinan la estructura y movimiento de la naturaleza, se avendrá a reproducirse en
condiciones de alto riesgo. Es verdad, que “En América Latina, el capital productivo y el capital financiero, a
través de las transnacionales, actúan en forma conjunta y potenciada”; no obstante, hace bien el posliberalismo
neodesarrollista en separar el capital malo (financiero: excesos de la globalización) del capital bueno
(productivo), puesto que con él, se presenta la opción de actuar en el sector real de la economía (producción de
bienes para el mercado interno y externo) mediante inversiones de largo plazo que formen activos productivos,
transfieran tecnología y reinviertan utilidades, que reinviertan in situ la utilidades; para el frente neocolonial:
allí radica una opción de salida del atraso y de inserción (subordinada) en el proceso civilizatorio global, en el
que se juega el destino de la humanidad, y en cuyo interior poder realizar alguna maniobra (las alternativas de
quedarse al margen o revivir la antigua estrategia revolucionaria, ahora son inefectivas; pues, no hay
condiciones para que se produzca una revolución –esa ya fue hecha en 1917- o para la gestión social al margen
de la ciencia y de la técnica).
904

verse frente a frente en el mercado sus fracciones globales conformadas como bloques cuasi
continentales, las que realizan su determinación en enconada competencia, alentando –a su
vez- la contradicción con las propias relaciones capitalista de producción, supuesto de su
salida. El corto período en curso, por su contenido humano ha vuelto a ser socialista, y por sus
métodos: pequeñoburgués.
En varios países de la orbe mundial, capas medias de intelectuales, poetas y sectores
pertenecientes a la pequeñoburguesía, se hallan conduciendo los aparatos estatales con el
membrete –en alguno de ellos- de “Socialismo del Siglo XXI”; esta vez su actitud, no
obstante, no se cobija bajo el manto de la función de agentes del capital en la gerencia
pública; en la ocasión, mas bien, dicha tarea patriótica, de carácter social, es realizada por
propio encargo, pero, sobre todo, su presencia en la conducción del Estado ocurre en
condiciones nuevas, las cuales perfilan rumbos diferentes a la sola funcionalidad de la gestión
gubernamental respecto de los inveterados planes de reproducción del capital a escala
hemisférica (este proceder, es recusado por el marxismo radical, como propósito que
propende mantener los mismos marcos económicos, políticos e ideológicos, del sistema
como, en realidad, vendrían a ser los casos de Zapatero, Lula, Bachelet: peones del capital
multinacional 1391 ). Estas condiciones hacen alusión a la vasta experiencia y conocimiento
político que actualmente tiene la población (la humanidad), la cual se halla directamente
relacionada con el proceso de alfabetización e incremento del nivel de instrucción incluso
universitaria, a la incidencia de la Informática, del Internet y de las TIC en general, en la
formación de la subjetividad ciudadana, como obra directa de la nueva fuerza productiva
dinámica fundamental: la ciencia; a la mecanización constante de la producción material y
demás esferas de la vida, a los procesos de “desconexión” popular del sistema económico
oficial, etc., o sea, del movimiento efectivo de las determinaciones de la transición. En estas
condiciones, los resultados del Management producen “acumulaciones” (C. Matus), que
coadyuvan en el afincamiento de la tendencia de desmantelación sistémica, impuesta por la
justa política proletaria y transferida como herencia a la generación actual, en el flujo
ascendente de la historia 1392 .
El proceso social en curso en el mundo, en la humanidad, está poniendo lenta y
conmocionadamente los presupuestos de conversión del Estado (aparato de dominación de
clase) en “no Estado” (en instrumento de coordinación); esta transformación de las categorías
del pasado, que precisamente tiene lugar en el período de transición (denominado: “cambio
de época”, “socialismo del siglo XXI”, “neoimperialismo”,...) “... tiene lugar a través de la
regencia de la norma de la mutación de los hechos: la negación de la negación, en cuanto
proceso de ascensión de los estadios inferiores a otros más altos...”; transformación en la que
la forma no puede corresponder inmediatamente con el contenido, viéndose en la necesidad
de convertirse aquella en límite para el desarrollo de éste, en virtud de que la producción
crecientemente maquinizada exige de la “superestructura” nuevas funciones (incluso del
mismo Estado 1393 ). Ahora bien, el estudio del contenido que está asumiendo el Estado y las
nuevas funciones inherentes, en el zócalo de su clásica contextura (administración,
acumulación, legitimación y desorganización de clase –coerción, hegemonía, anarquización-
en el entorno institucional de disciplinamiento y control, en el que la estrategia y las
relaciones de fuerza realinean el poder en el interior de la trama de micro relaciones) debido a
que se transforma, lenta, imperceptible, por consenso (F. Engels), pero efectivamente, cada
vez más en aparato de coordinación, rebasa las preocupaciones que urgen a estas anotaciones;
1391
La señora Bachelet: narcisa, pasará a la historia como una ficha del poder mundial; ahora que ya fue
utilizada, empiezan las reacciones en su contra (“así paga el Diablo a sus devotos”) por parte de ese mismo
poder (en el modelo de Lorenz, en Chile la pobreza es alta con Producto Per capita alto).
1392
Respecto de quienes sostienen que el socialismo, tomado en términos clásicos, no es viable para el futuro
por razones ontológicas, de concepción, de modelo o por el dictado de circunstancias de orden práctico, se
hallan en el equívoco; esta forma de organización de la humanidad, no es viable para el futuro, por cuanto el
sujeto histórico de su determinación: la clase obrera, ya no está (se fue, cumplió su papel allí en el sitio –la ex
URSS y su Campo- y en el momento -1917-1956- en los que se presentó la ocasión, entregando su legado a la
historia).
1393
El “nuevo ‘espesor’ adquirido por el Estado capitalista de ‘Occidente’ (A. Cueva): el sistema de trincheras
de la guerra moderna” (A. Gramsci) se ha desarrollado grandemente en todo el planeta: planeta
occidentalizado; en adelante, este colosal aparataje institucional es escenario de la acción subversiva,
intelectual y popular transformadora, y en cuyo curso muchos de sus componentes se reducen a escombros, en
la medida en que el sistema que asignó sus funciones, se comprime, se simplifica, se reduce a la mínima
expresión: ser el sustento de la reproducción frugal de la vida del pensamiento.
905

a futuro, entre los estudiosos de la transición y de la consolidación del nuevo orden, estos
temas pasarán a ser materia de interés intelectual, y dicha conducta de revisión del pasado
será apropiada, incluso frente a las grandes tareas que “llenen la correspondencia” humana de
entonces, puesto que el contenido de la nueva forma se hallará plenamente desplegado, cuanto
las manifestaciones institucionales, en coherencia. En todo caso, el nuevo rol del aparato
coordinador devendrá creado por las necesidades objetivas de la propia realidad: a ellas
corresponderá su esencia, mientras que las nuevas funciones habrán de reforzar el contenido
creado a la vez que sepultarán cada vez más el carácter tradicional del Estado.
En la etapa en curso, el poder –de la producción real- debe quedar aún en el estamento
burgués (si la tesis acerca de que “la historia retiró a la sociedad socialista del escenario
humano”, es exacta, no tiene viabilidad, validez, sentido, el tozudo esfuerzo por contrariarle
–tanto peor si se complementa el aserto precedente, con el argumento de que esta clausura fue
tan sólo formal- e inmediatamente instalar al pueblo en el poder a través de la consumación de
un acto revolucionario clásico, o del ensayo de cosa que se le parezca. Si se transfiere el poder
a la población de modo directo, peligra la continuidad del proceso de desarrollo de la ciencia
y de la técnica en sentido de Occidente (no se olvide, que ciertos cuadros políticos modernos
jóvenes e inexpertos en materia de dialéctica de transformación social, que reivindican la
“ética”, la ecología y la poesía, deploran el saber positivista y su consecuente operatividad
tecnocrática), mientras que, si éste –el poder- va a manos del estrato productivo del capital,
esta continuidad está asegurada (queda en firme la forja de la base material que consolide la
verdadera economía de las sociedades neocoloniales, el progreso de la ciencia, de la técnica
subsecuente, se mejorarían –a la vez- los índices de productividad del trabajo –de las
máquinas-, y paralelamente se experimentaría significativos niveles de desarrollo de la
conciencia... Este hecho, además, debe conducir potencialmente a eliminar la impunidad: las
tropelías del poder de clase de los dueños del capital (“la historia burguesa está hecha de
crímenes legales”, pues, el Derecho es su voluntad), a bloquear la reproducción del poder
mediante la práctica del quehacer político dominante del recambio entre las opciones
electorales de éste, barajar la opción de dotarle a la población de la auténtica conciencia
acerca de las razones del atraso, la pobreza, la inequidad: de actuar frente al poder, de poder a
poder (en muchas de las aseveraciones de señor doctor Alfredo Castillo B). En una palabra,
revolución institucional tecnocrática, es una etapa que por fuerza debe darse, si se tiene en
cuenta el destino común de la humanidad, en las condiciones de la estructura del mundo,
dadas.
En este escenario, para las sociedades territoriales (las que quedan luego de la fractura
de los Estados-países), se pone en frente un problema de orden técnico-estratégico: el paso del
planteamiento de política de “Frente parcial” a “Frente único mundial” convergente de modo
automático, con el que se aboque conocimiento objetivo sobre los problemas concretos de
orden hemisférico, de manera que la lucha de algún modo se vertebre, adquiera carácter
global (“glocal”), en función de las determinaciones abstractas de la historia. Es el momento
de la vinculación de la lucha por la sobrevivencia particular con la lucha por la socialización
de la técnica; programa, en suma, que eslabone la visión corporativista con la de carácter
universal 1394 ; lucha contra la coacción del poder imperial estadounidense y frente a la
hegemonía europea y nipona (incluso a la ejercida a través de China, pues, muy bien se sabe,
que un elevado porcentaje de la dinamia, del crecimiento y de la acumulación, que en estos
precisos momentos se produce en dicho País, se debe a los agentes del capital multinacional),
de las empresas monopólicas mundiales y de la gestión de su intelligentzia supranacional. El
propósito del programa político propende, por tanto, alcanzar la destrucción de las relaciones
de dominación de la burguesía financiero tecnológica sobre el conjunto de la población
mundial (el impacto desequilibrador de la macroeconomía sobre la microeconomía personal),
hecho que no conspira con el proceso de acumulación necesario, sobre cuyos hombros debe
apoyarse el proceso de la edificación de la nueva sociedad, puesto que en lo fundamental
(esencial: en la esfera del conocimiento) éste ya está dado. Sin embargo, “hoy hay una sola
1394
Naturaleza histórica, teleológica y universal, pues, el género se ve enfrentado a un nuevo riesgo: la
propuesta de renunciar a la carrera tecnológica tanto por el dictamen del interés del capital como por el tácito
apoyo de las tesis moralistas y apocalípticas, que sustenta el ideario de movimientos neorevisionistas, que
deploran el positivismo y la tecnocracia, lo cual representa poner freno al desarrollo de la técnica y al
conocimiento, frente a la necesidad de elevar el saber científico y el dominio tecnológico sobre la materia por
parte de la humanidad, cuál es su postrer y único objetivo instrumental.
906

opción económica en el mundo”, pues, la acumulación socialista ha salido del teatro de la vida
de la humanidad, mientras que la “acumulación capitalista ha vuelto a ser sujeto de progreso
de la historia”.
Al haberse difundido a lo largo y ancho del planeta la institucionalidad y la forma de
gestión burguesas modernas (“proceso de occidentalización del mundo”; pero, sobre todo, en
la medida en que se encuentra en consolidación “un sistema centralizado de dominación
transnacional en el que han quedado atrapados, de modo subordinado y funcional, los Estados
nacionales”; obviamente, con excepciones a la norma: Cuba, Venezuela, Corea, Vietnam, Irán
y posiblemente Ecuador; hecho que se trata, a la vez, también de desoccidentalización: de
pérdida de hegemonía económica de la neotriada –EU, UE, Japón), se vuelven universales el
pensamiento, la estrategia y la práctica política (los rasgos característicos del concreto
planetario, delinean el camino mundial hacia la sociedad del consuno cibernético). La
“condensación” de todas las variables del sistema ha convertido a la humanidad en “sujeto
político mundial” (Moreano); en dichas conclusiones se enfila el activismo táctico
revolucionario tras el objetivo de superación de la dominación mediante el ejercicio de la
estrategia combinada de las guerras de presión, de fuerza y resistencia 1395 . En la perspectiva
del pensamiento de Foucault, la sociedad mundial, en su condensación como totalidad, los
extremos en coexistencia se despliegan en plenitud, se sobrerelieva la confrontación, se
desplaza la idea a la región de la acción en el segmento que ejerce la hegemonía y la práctica
hacia la instancia del pensamiento, en la antípoda dominada (dominación, que tiene como
instrumento de realización al poder a ejercerse sobre la acumulación de seres humanos en
instituciones en las cuales éstas se someten a la disciplina y al control, hecho que actualmente
evoluciona a la desacumulación institucional de seres humanos y su masificación en el
consumo). En la relación entre un polo y otro, los dos aspectos experimentan un movimiento
ascensional de consolidación según influjo quid pro quo e inadvertido. En la esfera de la
dominación, la dinamia desemboca en el límite puesto por el proceso de hiperconcentración
multilateral del poder del capital, en su condición de eje de esa totalización: concentración
económica, del saber, del poder.
Por ejemplo, el Foro Mundial de Alternativas, constituye un organismo político, que
opera en tal andarivel, como elemento central de su real politik en la coyuntura, trae aparejada
la propuesta de desacoplamiento de las neocolonias, del marco de políticas liberales. Por
consenso (Engels) se puede cambiar el orden de ejercicio de las determinaciones del
movimiento “natural” de la realidad; obviamente, hecho voluntariamente realizado (praxis
trans subjetiva), no fuera de la necesidad histórica objetiva como tampoco al margen de la
alta, objetiva, versátil y compleja ilustración que debe alcanzar la conciencia en forma
masiva, como cualidad derivada de la misma condicionalidad o necesidad históricas. La
recusación puesta a la actuación del y en contra de la aplicación del instrumental de políticas
de inspiración neoclásica en su orden (política económicas neoliberales; sin embargo, el
“neoliberalismo” es una vertiente de comprensión en torno del fenómeno económico mundial
presente), es un primer paso en la crítica, rechazo y superación de los restos mundiales del
modo capitalista de producción y vida de la humanidad planetaria, en el momento actual. En
1395
En este movimiento subversivo-ciudadano, Venezuela tiene la posta, muestra el camino y en tanto las
sociedades que detentan alto grado de homogeneidad dado por su proceso de occidentalización, su experiencia
es el paradigma (las recetas “comptistas”, también en el argot revolucionario han perdido peso). La nueva
época, que a su vez es cambio en el sentido en que se conjuntan estructura y proceso (estructura arcaica que se
desvirtúa en su proceso; proceso que se fija como novel estructura mientras se realiza), los pueblos en el
interior del sistema burgués usan los propios recursos de éste: el principal órgano del poder político: la
Constitución (la voluntad del poder inamovible en el “poder constituido”), es objetivo y a la vez medio. Con la
Asamblea Constituyente, en cuyo interior el momento histórico define condiciones de correlación favorables a
los pueblos y al cambio, se elabora una nueva Constitución; pero, si ésta establece para el burgués el marco
político, jurídico e institucional, para su reproducción, para el “poder popular”, en cambio, el diseño de
aquella se concibe como un instrumento que inicia y posibilita un proceso (la racionalización de la “época de
cambios” en el interior de la “época cambiada”). Esta fase complementaria de la “revolución proletaria”,
deviene en facticidad de la práctica política humana en el plano de continuidad/discontinuidad: la transición,
momento en el que la Constitución no fija una realidad en la sola reproducción de su exclusiva cualidad, sino
que recoge en coherencia, el proceso de transición imperante en el momento por el que el cambio se está dando.
Si esta vía no es practicable debido a la reacción burguesa, en la medida en que el proceso de cambio como
necesidad histórica se halla en curso, la ruta alterna toma su lugar: el ejercicio de la “autopedagogía
ciudadana” y su realización: la masificación de la discusión, la generación del saber, su apropiación y su
empoderamiento práctico (también los pueblos humildes ingresan a la era de la espiritualidad, a la economía
del conocimiento, a la sociedad de la inteligencia, en la etapa primera de su manumisión).
907

esas consideraciones, el hecho –en las condiciones concretas- trae aparejado la emergencia y
la concentración a la vez (desconcentración, masificación), del contrapoder: la formación
de una nueva moral –desplazamiento de la lucha revolucionaria hasta la dimensión ideológica
en las modernas “objetivaciones sociales” de la transformación, en las que la ciencia se ha
vuelto “filosófica”-: la axiología de la resistencia intelectual, incruenta, destinada a forjar un
contrapensamiento, una contrahegemonía, un contrapoder, que desplaza la oposición respecto
de la unicidad absoluta (Marcuse, Petras).
En sentido lato, la hora para la estrategia de transición a la sociedad “estatalmente”
regulada (tanto peor en un solo país, frente a la transnacionalización económica, del poder y
de la superestructura en general) ha pasado; ésta ha perdido viabilidad, se halla huérfana de
oportunidad (esta condición de inejecutabilidad, no estuvo siempre, pues, la misma fue
pragmatizada enteramente por parte del proletariado victorioso en un momento y en un
segmento territorial, a nombre de la historia y de la humanidad: en la ex URSS de los Soviets,
de la primera etapa: de Lenin, de Stalin). La nueva fórmula racional de la acción política –por
el contrario-, tienta a enfrentar y superar los últimos golpes que el capitalismo está y se
apresta a seguir propinando a la humanidad y a la naturaleza, respectivamente (en verdad, en
el escenario todavía capitalista, las dos se hallan en peligro: la guerra nuclear), mientras el
proceso hacia la formación de la “comunidad cibernética” continua, o sea, en la marcha
rumbo a la definitiva instauración con celeridad y de modo racional, de la forma social sin
trabajo, sin propiedad, exclusivamente de consumo, de desarrollo intelectual y de disfrute. En
esencia, no se trata de un proceso de absorción de un tipo de sociedad por otro, sino de la
imposición de un dado carácter de voluntad, aquel que se encausa según los dictados de la
historia, cuyo curso sigue de acuerdo con los dictámenes del poder formal proveniente de la
esfera de actuación de los “coordinadores”, que mutuamente ajustan deseos y prácticas
colectivas al objetivo simultáneamente consensual de orden superior (en verdad: superados
problemas y preocupaciones ultramontanos, solamente los universales asumen “imperativo
categórico”).
El capitalismo, que se iniciara con la fase concurrencial, que avanzara hacia la
monopólica, imperialista, se apresta a abstraerse de la realidad retornando a su forma
competitiva, desconcentrada, del primado de los emprendedores dispuestos en red, en suma:
subetapa neocompetitiva. “La impureza del capitalismo inglés es un objeto real y definido que
Marx no se propuso estudiar en El Capital… esta impureza es, bajo su forma inmediata, lo
que podemos provisoriamente llamar ´sobrevivencias´ en el seno del modo de producción
capitalista, dominante en Gran Bretaña, formas de producción subordinadas y todavía no
eliminadas por el modo de producción capitalista” (Althusser, Louis. Para leer El Capital).
Estas “impurezas” han vuelto a la escena de la historia; las relaciones fundamentales entre
capital y trabajo se enrarecen; y son las formas de producción anteriormente subsumidas, los
nuevos gestores de la historia. En América hispana, la contradicción idiosincrásica entre “lo
mestizo” y “lo barroco” no puede ser resuelta en la recuperación y hegemonía de las formas
vernáculas, sino en el adecuado sincretismo, en el que “lo mestizo” lleve la batuta (las fuerzas
productivas de más alto desarrollo, su promoción y difusión), dado que en términos
civilizatorios, este último se halla más adelante en la historia.
Precisamente en Ecuador (y podría decirse que en todas las neocolonias
latinoamericanas), si en las nuevas Constituciones el Poder Constituyente configura el Poder
Constituido para ejercer reformas de la propiedad urbana y rural, desconcentrará la propiedad
del capital, con esto: dará paso a la formación de una sociedad de pequeños propietarios
solidarios asociados; forma competitiva, con lo cual a la sola determinación de la historia, se
sumará el componente racional programático (ejercicio del “poder taumatúrgico”: el
“milagro” del “socialismo del siglo XXI” –movimiento hemisférico para acabar con el
capitalismo: “hacer realidad todos los derechos de las personas a nivel mundial-, defender un
sistema fiscal fuerte, que imponga impuestos y controles para redistribuir el ingreso,
promover respeto por la ecología, en suma: “realizar cambios que supongan avanzar hacia la
implementación de políticas más de izquierda, mientras se capea las dificultades que
interpone la reacción del poder ´neoliberal´”). En realidad, en la abstracción de esta idea, en
los procesos de cambio que se tienen inmediatamente en frente en la población humana en
general, se invierte la posición de la praxis política clásica: en el pasado, la dirección política
ha conducido al pueblo, el cual se hallaba muy bien sujetado al orden por la acción ideológica
de la dominación; hoy, al haberse elevado y masificado la conciencia objetiva en torno de la
908

ealidad clasista y su comprensión en los pueblos, fruto combinado entre su larga experiencia
en el interior del vía crucis de la explotación, del efecto del discurso antisistema del liderazgo
de izquierda y popular, y del impacto del legado proletario, es el pueblo el que tiene la
claridad, el que se moviliza y se entronca con el liderazgo para conducir el cambio en la
historia. En esas consideraciones, al Socialismo del Siglo XXI, debe reconocérsele con su
propio concepto: la audaz sobreimposición en el movimiento natural, capitalista de la historia
(en su interior y con sus propios recursos) del programa de la voluntad, que edifica las bases
de la humanidad supramoderna, a la que directamente se le debe llamar también con su
nombre: el comunismo.
En realidad, el “socialismo pequeño burgués”, de la actuación de la “socioburguesía”,
que recurre al Estado para realizar reformas estructurales como antaño, que reduzcan las
diferencias y forje una “sociedad de propietarios” (también por esta vía el trabajo obrero
decesa), se encuentra entre los vivos. En el mundo, en la década de los 50 del Siglo pasado en
adelante, habría sido recusable por parte de la Izquierda radical pronunciarse en el sentido
expuesto: enarbolar las tesis fiscalistas; sin embargo, hoy constituye una vía de desarrollo
histórico humano tan pertinente como la que reside en la reafirmación de la proletaria, de la
guerrillera o de la democrático parlamentaria. La historia, en todo caso, ha de juzgar si esta
“apuesta” es un engaño más del poder o si se trata de todo un proyecto evolutivo, destinado a
completar la obra iniciada por el proletariado en el escenario posmoderno, de múltiples
progresos de las fuerzas productivas, o sea, si el mismo consiste en un desplazamiento
“táctico”, que permea su necesidad. Del mismo modo como la lucha política planteada para
suprimir la explotación y la diferenciación social con la abolición revolucionaria de la
propiedad privada, ha sido enteramente pertinente, también lo es la obra revolucionaria
conducente a evitar, que el grueso de la población del planeta se mantenga en la ignorancia, es
decir, en un estado mental, que deviene en caldo de cultivo para que emerja y prospere la
conciencia idealista y el sensualismo concupiscente en la fracción mayoritaria de la
humanidad, esto es, para que este tipo de modelo mental no someta al individuo, o sea, que no
haga de las suyas.
Pero, una cosa es que una persona o que todo un grupo de ellas deban mantenerse
como “suplente(s)” en estado de folclor frente al movimiento de la historia como efecto de la
opresión y de la dependencia (por razones ideológicas o de subsistencia), y otra muy diferente
el pacer en estadios atrasados de la razón con entera “conciencia” del hecho o como
derivación de la abundancia de capital, que habilita procesos superavitarios de reproducción
ampliada del espíritu en la modalidad suntuaria del placer (el Casino, los club privados, las
playas, las reuniones sociales,...). De modo que las prácticas ancestrales de existencia del tipo
citado, llegan a su límite de aplicación y de funcionalidad (lo dicho, se lo explicita sin pena,
pues, ellas cumplieron su papel: fueron la expresión y jugaron la función al unísono, de la
hermosa vida que desplegó la juvenil humanidad en varios refugios del planeta); las mismas,
no pueden ser reclamadas en acto de rescate, de rememoración del pasado proveedor de
“identidad”, según se sostiene (para que no hayan actitudes de animosidad frente a la
aseveración, debe decirse, que la “memoria” es lo que no se debe perder: la contribución dada
por los pueblos y los proseres humanos, en la efemérides de la especie: el haber llegado,
empujado el caro de la existencia colectiva hasta aquí, con posibilidades ciertas de avanzar a
la cima de las cimas, en enfrentamiento, a su reto esencial). Es verdad, que el ser humano
pudo desplazarse en el pasado a grandes distancias a fin de colonizar el mundo, conquistar
pueblos, ampliar sus horizontes por razones de diversa índole, precisamente en el momento en
que aprendió a conservar alimentos; no obstante, las técnicas vernáculas, por ejemplo (a las
que se las llama: “cultura”), no pueden ser rescatadas cuando estos desplazamientos son
interestelares, o sea, de conquista del conocimiento creciente de Lares supragalácticos; en la
pragmaticidad del caso: el “tostado” no sirve más, mientras que el alimento simplificado y
comprimido en cápsulas, es lo propio. Por tanto, resulta en consecuente política
revolucionaria el propender que Hawking, Sagan, Penrose,... se reproduzcan en la mente,
verbi gracia: de los marihuaneros, de los borrachines, de las meretrices, de los rumberos, en
suma: de quienes tienen como norma de vida tan sólo atender los placeres de la carne.
Según la consideración dada, las sugerencias que anteceden, no son, por lo menos, del
todo dogmáticas; pues, debe advertirse el hecho de que: cuando los procesos –en este caso:
humanos- se universalizan: se vuelven “espíritu del mundo” (naturalmente, con la oposición
–inefectiva- de las singularidades); y, al mirarlos en su índole de procesos vertebrados en una
909

sola trama global y al generalizar una vía común de transformación (es obvio, con la
matización de particularidades), dicha “receta” deja de ser dogmatismo. En referencia a lo
afirmado, el colmo del subjetivismo-voluntarista palabrero, zalamero, pedante y megalómano,
de vertiente neogramsciana y neomarxista, se sustantiva en el algoritmo: “construir discursos
para construir actores, de ida vuelta; asediar al Estado, no pretender conquistarlo; apoyar toda
lucha social a través de la construcción de un organismo político no vanguardista, poroso, en
el que los actores deben entrar y salir de acuerdo con sus reivindicaciones puntuales; proceso
dirigido mediante actos renovadores de sofisticación de las estructuras de la conciencia, que
permitan renunciar al anti intelectualismo, que recluye a los actores a visiones de corto plazo
infectivas (reconversión ideológica), la disputa es por sentidos con el poder, en medio de
acciones éticas (ethos)” 1396 . Este enfoque puede ser generalizable y efectivo, mas su
factibilidad y viabilidad no provienen de la supuesta agudeza de su planteamiento, sino de las
condiciones que han abierto procesos políticos anteriores (a los cuales se los deplora,
desconoce, los mismos que incluso son objeto de mofa machacona y de ligereza en su
justipreciación) como del propio proceso natural de avance de la historia.
El devenir humano es objetivo; el proceso realiza la contradicción real: fuerzas
productivas materiales y relaciones de producción (objeto-sujeto); luego, la antinomia no
hace referencia directa a la “lucha de clases”: sujeto-sujeto (como opina N. Kohan 1397 ); esta
contradicción tiene que ser resuelta en el frente del sujeto: lucha de clases (una clase se
propone frenar el desarrollo, la otra procura desbloquearlo, para que sea efectivo el progreso:
para que la humanidad transite a una nueva forma social, y allí se expresa la historia como
proceso de la praxis, como momento inmanente, esto es, también transitorio). El concepto de
dicha “objetividad”, no obstante, no es fetichístico. En realidad, las fuerzas productivas son el
mismo ser humano y su inteligencia ontolojizada de modo material y espiritual; la
contradicción entre fuerzas productivas y relaciones de producción es la forma más prístina de
“lucha de clases”, en el sentido en que el proceso de objetivación progresiva de la creatividad
(desarrollo científico-técnico, en términos modernos), del despliegue de la propiedad de la
inteligencia, es bloqueado por las relaciones de producción que sostienen una clase, en la
medida en que en dicho status se sustenta su poder, su dominio, su reproducción. Por tanto,
no son las fuerzas productivas materiales (los productos ontolojizados de la inteligencia y el
ser humano trabajador considerado como ente físico) las que chocan con las relaciones
sociales, o las que progresan de modo automático como proceso sin sujeto, sino los bloques
humanos enfrentados a través de las fuerzas y relaciones de producción.
La realidad, en la esfera social esencial, a final y principio de siglos y milenios: ¿ha
cambiado tanto, que invite a formularse nuevos útiles teóricos, nuevas concepciones, otros
paradigmas, a fin de entenderla en términos renovados (como por ejemplo: “imperio” en lugar
de “imperialismo”) de modo de fundamentar en esa comprensión: el cambio y su proceso?
Esa es la conclusión de cierto tipo de estudiosos. En un sentido, la realidad es otra (el
capitalismo está muerto); empero, el capital vive en sus manifestaciones (como el obrero se
mantiene en su forma tradeunionista, ya fuera de la historia: ya no como “sujeto”) y la
teorización vernácula se sostiene en ellas, en cuanto vigencia. En la mayoría de análisis
sociopolitológicos actuales se halla ausente el proletariado; tampoco se encuentre en ellos la
categoría “fuerzas productivas” (ésta ha sido reemplazada por los términos ciencia y
tecnología), esto es, carece de referencia el factor que ha desplazado al obrero de la historia y
que lo está haciendo también con el capital y con el sistema: las fuerzas productivas
automatizadas; la reflexión citada, de modo abstracto, se sostiene sólo en la dimensión crítica
del ámbito financiero, del político, del ético, como aspectos de movimiento (cambio de la
realidad), mas no sobre el papel dinámico que la ciencia y la técnica tienen en la historia. ¿Es
lícito argüir, luego, que se deben modificar los referentes conceptúales con los que se ha
pensado la realidad y su cambio (por simple imposición de la intuitividad)? La realidad es el
referente de la vida y del pensamiento; ella se impone, más no el prurito incurso en
1396 Uno de los flancos flacos del gramscismo-kohanismo: suponer que el éxito de la revolución es, sobre todo, el
producto del conocimiento a cabalidad de la sociedad, base del diseño estratégico inasible. Para el otro
extremo, “el desarrollo de la humanidad no se realiza de acuerdo con el ‘proyecto humanista’ ilusorio de los
intelectuales pequeñoburgueses, sino en una aguda lucha de clases con todas sus contradicciones y
dificultades”. Es posible que de ahora en adelante, la tesis de la “reforma de la conciencia” habernasiana, se
haya hecho con asidero real. Por tanto, luchar en el plano de la “dominación y hegemonía” en términos
gramscianos, es viable, pero según los supuestos de ese nuevo status del mundo legado por la lucha proletaria.
1397 Kohan, Néstor. El humanismo marxista como historicismo.
910

imperativos subjetivistas innovadores.
No obstante, en el caso concreto, el Plan Colombia (la lucha contrainsurgente
colombo-estadounidense), es un gran obstáculo frente a la gestación y despliegue de la
iniciativa popular-ciudadana prevista 1398 . La determinación genocida de la conducta de los
halcones de Estados Unidos de Norteamérica tiene como propósito, en la primera etapa de
dicho Plan, desalojar, manu militari, a las FARC del Putumayo y apropiarse de la “energía”
fósil allí existente; la Segunda Etapa del Plan Patriota-Plan Victoria, propende crear un Estado
gendarme, tipo Israel, en el centro mismo de la Hoya Amazónica: Colombia, con el cual
controlar la Región y usurpar la principal fuente de agua dulce, los recursos hidrocarburíferos
–en Brasil: de ese modo se explica el incremento de inversiones, la facilidad comercial y su
posible ingreso en el “primer mundo”- y la biodiversidad (es obvio, que esa misma
determinación está puesta para Medio Oriente en la estrategia recolonizadora del mundo: el
proceso de “globocolonización”, tras la mirada sigilosa de rusos, europeos y japoneses. Los
chinos pueden vengarse del poder gringo mundial, prescindiendo del Dólar –dixit René Báez);
en todo caso, este objetivo está en proyecto. El ALCA –el proceso geopolítico de absorción en
masa de los patios traseros de América por parte de la principal cabeza del imperio, de modo
de consolidar su poderío económico frente a los bloques comerciales extracontinentales-, los
TLC –propensión hacia el mismo objetivo, mediante el ejercicio de maniobras
desconcentradas de cooptación-, han fallado; al llegar a término la presencia militar
estadounidense en América Latina con la conclusión del Convenio de la Base de Manta,
Estados Unidos debe poner en vigencia nuevas medidas. El fracaso de la formación del
ALCA –por tanto- ha asestado un golpe letal a EU; esta potencia genocida imperialista
propendía recolonizar América Latina, encontrando en el ALCA la fortaleza requerida para
que los capitales allí ubicados cierren el mercado a europeos y japoneses, y el continente se
transforme en punta de lanza para proyectarse (recolonizar) el mundo. La maniobra (el plan
B) de los TLC (política realizada a medias) no operó como sucedáneo del ALCA; EU ha
perdido posiciones comerciales en América Latina y en el mundo con la inefectividad de la
citada estrategia, los gringos has reforzado la política (el plan C) de recomposición de la
estructura de zonas de influencia en el planeta a través de tomarse directamente los recursos
por vía de la invasión (Irak, Libia y posteriormente Irán).
En América Latina, de modo particular, se lleva a la práctica la decisión de reactivar la
Flota Militar estadounidense en reemplazo de la Base de Manta, frente a cierta resistencia
interpuesta por parte del pueblo peruano en torno del empotramiento en su territorio de una
Base Militar; esto, con el propósito, es obvio, de mantener el control político de Sur América,
como un movimiento estratégico de dominación global. Ahora bien, puede la conspiración de
las multilaterales terrenalizada en la acción de los órganos de inteligencia y de los ejércitos
subvertir la democracia al interior, por ejemplo: de los países signatarios del ALBA o de la
UNASUR (es el caso de la creación de nuevas Bases Militares por parte de EU of A. en
Colombia en el año 2009 y de la Operación Salomón); pero la realidad se ha movido en su
esfera material (las fuerzas productivas) e incluso en la conciencia general de la humanidad,
de manera que la presión del cambio de las relaciones sociales (iniciado en Estados como
Venezuela, Ecuador o Bolivia, por supuesto: en Cuba) va a ser permanente, socavando
progresivamente el dique. La intención de pretender detener el flujo de la historia, es una
respuesta natural, que los rezagos imperiales van a dar al movimiento de la rueda de la vida;
pues, incluso para las personas que miran con buenos ojos el cambio, les resulta cruento su
advenimiento, en virtud de que deben avenirse a dejar atrás las percepciones jurídicas, las
concepciones y las prácticas que son la costumbre, la identidad vieja, que se corresponden con
la situación anterior, para dar paso a la nueva (“… tanto las instituciones antiguas como las
personas de otro tiempo están destinados a perecer, antes de que la nueva forma de sociedad
pueda desarrollar efectivamente su verdadera esencia” –Adler, Max. La concepción del
Estado en el marxismo; México, 1982). Esa resistencia subregional a la presencia militar
estadounidense en América Latina por parte de su población y de varios de los dirigentes de la
1398
Para la cabeza más saliente de la esfera imperial: EU, a la conflictualidad social de América Latina,
especialmente en lo atinente al Sur, se la ve como un problema combinado de terrorismo y drogas. No obstante,
en realidad, la misma se trata de una cuestión compleja, en la que se articulan procesos subversivos, de
reproducción popular y de producción y tráfico de estupefacientes, que amortigua la crisis sobre todo del
capitalismo colombiano, cuyos capitostes no pueden darle una respuesta en el plano militar, en el político ni en
el económico.
911

izquierda y de la socialdemocracia, es también una muestra de que el capitalismo, que se
retira de la historia, es empujado a hacerlo por parte de los herederos de las justas
proletarias 1399 .
Es probo ponerlo por escrito también en este opúsculo, el hecho de que una de las
operaciones capitulares componentes de la versátil y genocida estrategia yanqui en curso
dirigida a alcanzar el propósito de someter a América Latina, se inspira en la clásica fórmula:
“divide y vencerás”. Los grupos de presión económica, que se hallan instalados en zonas
territoriales, que gozan de ventajas comparativas naturales (a las cuales se las ha
potencializado mediante la colocación de cuantiosas inversiones apelando a recursos
financieros estatales y de deuda; en todo caso: recursos del pueblo), abogan por las
autonomías o la descentralización; la necesidad de la entente se la presenta demagógicamente,
o sea, como requisito superador del centralismo (al cual responsabilizan de la asimetría social
y el atraso) como para que la población pueda iniciar la marcha por la senda del progreso. No
obstante, la citada aspiración de las elites económicas constituye estrategia endógena en
interés de cristalizar designios externos, conducente a quebrar la unidad nacional, que la
nueva dirigencia gubernamental ciudadana requiere para implantar su programa de reformas.
Este apoyo y unidad ciudadana contrapesa, equilibra, incide en la correlación de fuerzas y la
inclina a favor de los intereses históricos de la población. En el citado contexto, debe
afirmarse, que la discusión en torno de los modelos territoriales de organización y gestión
social es estéril, esto es, la misma constituye nada más, que una cortina de humo, una
preocupación sin trascendencia, formal, pues, con el cambio de modelo políticoadministrativo
de los países no se topa la esencia del problema: el “subdesarrollo”, la
explotación, exclusión y la pobreza, dado que tanto con la vigencia de esquemas
decentralistas (“desplazamiento territorial de las hegemonías”) como centralistas, las
relaciones sociales quedan intocadas; relaciones que activan las conveniencias del capital,
profundizan la miseria y la consecuente asimetría social, por más que la administración se
halle más cerca del ciudadano.
Strictu sensu, alrededor del mismo tópico: si la determinación estructural sigue en pie,
en la medida en que al frente del poder se mantiene la relación diferenciadora del capital, la
realidad en su esencia debe persistir, y toda propuesta de cambio redistributivo del poder
formal, en sociedades y territorios, desemboca en maniobra favorable al poder yanqui e
interno a los países implicados. En todo momento para el separatismo burgués, conviene
poner como ejemplo de modernidad y progreso a la división político-administrativa del
territorio yanqui: Estados federados; esta forma geoinstitucional vendría a ser –conforme es la
aseveración- mejor que un Estado unitario, de modo que se dice, que allí reside la prosperidad
mas no en el carácter imperial estadounidense; no obstante, tras esa segmentación formal, en
esencia, opera el designio fiscalista en la administración de recursos y en la política
económica, verbi gracia: en la agricultura el Gobierno estadounidense remunera la suspensión
de actividades productivas en el subsector con el objeto de sostener precios, política de
comercio desleal con la cual se alienta la crisis alimentaria mundial, la que se agudiza con la
paralela aplicación de la política de agrocombustibles. Patrones de política económica
liberales, mercantilistas, de iniciativa privada, son compatibles con modelos socioterritoriales
de gestión de descentralización, en la medida en que desintitucionalizan la producción y
concentración del capital; esquemas de desarrollo fiscalista y autocentrados se cohonestan
más con formas de organización administrativa territorial de corte centralistas, pues, con ellos
el Estado interventor puede asignar recursos en coherencia con fines de desarrollo armónico,
1399
En Colombia, también existen personas, que se hallan en contra de la trilogía coercitiva que gobierna al
País: EU, el capital colombiano y el militarismo. Sin embargo, su expresión y acciones prácticas, han sido
veladas por los medios de difusión y la represión radical del paramilitarismo. En Colombia, la coerción ha sido
el mecanismo dominante en el control social ejercido de forma implacable, por parte de la entente yanqui con el
poder endógeno civil y militar. La criminalidad de clase en Colombia, ha sido superior incluso que el genocidio
producido en el Cono Sur, puesto que ha sido capaz –en democracia- de acallar a las fuerzas políticas
militantes contraimperiales y antiologárquicas; en el presente, se retira de la escena política real el presidente
Uribe y le toma inmediatamente la posta un líder de extrema derecha de similares características: el presidente
electo Juan Santos, el cual va a dar continuidad al soterrado programa macartista, mediante el cual se seguirá
fustigando a líderes populares, generando miedo, terror y silencio en el pueblo. Qué pena: el pueblo
colombiano, acallado por la vota militar y paramilitar, ha sido sometido a una política de brutal control
mediante el ejercicio de una serie de programas de inducción ideológica: telenovelas, la ideología de los
“emprendedores”, el consumismo, el vallenato.
912

ordenado, equilibrado, del todo nacional. Esta determinación formal, coadyuva de mejor
manera el desarrollo endógeno de una base material, que permite elevar la conciencia pública
sobre los hechos sociales, el compromiso y la movilización.
Sin embargo, la historia y la nueva conciencia, tienen la palabra: la “revolución
subversivo/intelectual”, deviene en el proceso político de baja intensidad forjador del “poder
racional-solidario”, esto es, la realización de la condición movilizadora general de la
población, sistémica y procesalmente transformadora (dícese, en el interior de los procesos
políticos que tienen lugar en América Latina: el Socialismo del Siglo XXI -lo cual torna al
proceso “globocolonizador” en un hecho trunco, al encontrarse en ciernes la formación del
fenómeno geopolítico denominado de multipolaridad –“altamente inestable”) 1400 ; el
capitalismo de modo masivo y “consensual”, competitivo e infante, se encumbró hasta el
monopolio y se volvió autoritario, posteriormente ha envejecido y se vuelve “niño”, se está
desconcentrado de conformidad con los designios de la “necesidad histórica”, se torna
estructura de emprendedores y de modo consensual está dejando la escena de los vivos; en
suma, la caracterización apretada de la coyuntura se vertería en el siguiente planteo: crisis
sistémica, hegemonía compartida, liderazgo del dinero –en oposición del criterio de Daniel
Olesker). Las razones del paso de la “revolución proletaria” a la “revolución
subversivo/intelectual” (e, incluso: de la fase “populista-caudillista” a la “popularilustrada”;
coincidiendo casi con Laclau: el “socialismo” como una aparente fase superior del
populismo 1401 ) –dicho sea de modo incidental-, en el proceso político general de las
neocolonias del planeta –pero, de forma especial: en definidos sistemas periféricos de
Occidente-, tienen su debido sustento explicativo en la experiencia (la población es testiga y
beneficiaria inconsciente de la práctica política proletaria: ésta supera el atraso ideológico
como clase dominada) y en el substancial elevamiento de la conciencia colectiva producido en
la época del acelerado proceso de desarrollo de las fuerzas productivas de naturaleza
cualitativa.
No obstante, hay que dejar de una vez sentado, que no existe estructura social alguna,
que pueda ser nominada como “socialismo del siglo XXI” (capitalismo regulado), por
oposición al denominado “socialismo clásico” (equívocamente motejado de “estatismo
centralizador” 1402 ; en realidad, el “socialismo clásico” –sic- fue la nueva forma social
socialista, caracterizada esencialmente por tres determinaciones: ausencia de propiedad
privada –de clases-, el trabajo como responsabilidad general, remuneración en coherencia con
la cantidad de trabajo plasmado). Y, no lo existe: ni siquiera en la mente de Dietrich; pues, el
momento humano, que prepara el advenimiento del nuevo proceso histórico, es transicional,
en la medida en que allí se concluye el proceso de automatización productiva (se libera al ser
humano del trabajo) y se deshacen las relaciones de clase convencionales (la propiedad
privada y la entidad empresarial de valorización y reproducción, el mercado y su
1400
Se retrasa de este sino el Brasil. El modelo neoeconómico brasileño responde a la estructura ideológica del
desarrollo de corte socialdemócrata posmoderno, con clara tendencia geopolítica hacia la polarización
hegemónica en el hinterland inmediato de países sudamericanos (Estados Unidos y Brasil: “una sociedad con
Brasil en el control de algunos gobiernos regionales”); luego de la experiencia neoconservadora de Collor de
Melo, la socialdemócrata moderada, ilustrada, de Cardoso, el estructuralismo ha tenido continuidad con el
obrero socialista Lula Da Silva y va a continuar con la nueva presidenta: Dilma Rousseff. Reacomodos
fundamentales no se han producido en dicha economía en las últimas décadas; cambios que se correspondan
con el sentido renovador que expresara el pueblo en las últimas elecciones; en esa dirección, el “Gobierno de
izquierda” ha actuado en términos morigeradores, antes que de estimulación (profundización bonapartista) y de
desate de las “pasiones” transformadoras populares. En efecto, de acuerdo con los supuestos de la “teoría de
del crecimiento económico”, Brasil está bien; no obstante, la inequidad, el desempleo y la pobreza en dicha
fracción económica del “sistema-mundo”, se mantienen latentes y estos problemas no están en la mira de la
fracción del capital multilateral, que comanda ese “milagro” (debe recordarse, no obstante, que en toda nación
–capital que se reproduce en ella- opera la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, al ingresar
necesariamente ésta, en la modernización).
1401
Laclau y Maeffle disienten con el “enfoque de los factores materiales y el interés central del proletariado”:
substituyen los intereses materiales por ideas (teoría de la polifonía: mujeres, negros, ecologistas, emigrantes,
consumidores), con lo cual niegan la meta del devenir social: el comunismo; su propuesta es la “democracia
radical”, llevando, de este modo, al extremo la teoría de la hegemonía gramsciana.
1402
O “modo de producción burocrático”, como le gustaría decir al refinado E. Mandel, en lugar de
“socialista”, sobre todo al período de Stalin. También M. Castells cae en tal impostura al nominar al régimen
socialimperialista Jruschov-Gorbachov como “estatismo”, lo cual le lleva a concluir, que el derrumbe del
régimen soviético se debió al hiperindustrialismo y al estatismo, “incapaz de integrarse plenamente a la
llamada revolución informacional, ruptura decisiva y total en el progreso tecnológico”.
913

institucionalidad de realización, la Política y su aparateje de coerción, la Ideología y las
organizaciones de la sujetación). Además, debe advertirse, que en correspondencia con los
dictados de los nuevos tiempos, la “revolución” actual tiene diseño intelectual, programático,
movilizador incruento de masas, por lo mismo: ella da respuesta estratégica, incluso frente al
ataque con aviones a control remoto provenientes de la agresión genocida imperial; a decir
verdad, al “haberse feminizado la sociedad”, no existe sitio para la acción de nuevos Che
Guevaras, aunque sí para la subversión que se auto inmola.
El interés social en esta materia, en la zona del mundo referida, destaca la discusión
teórico-constructiva sobre la Constituyente, la Constitución y el diseño de la forma societal
del futuro de segmentos socio-geográficos chaupi soberanos; sobre “Poder Constituido”: el
poder plasmado; y, “Poder Constituyente”: el forcejeo (nítido proceso de lucha de clases
derivada –de la fundamental realizada por el proletariado político en su momento), por el
cambio en el interior del sistema y acudiendo a sus propias reglas, al margen de la promesa y
acción, de todo tipo de proyecto y de redentor neoburgueses. En el sentido expuesto, el
camino a seguir por parte de los neotransformadores: los “ciudadanos”, está trazado; la
historia tiene predirección, este Norte lo puso el proletariado, el socialismo (en ocasiones
anteriores, la humanidad perdida, extraviada, daba “palos de ciego” y de ese modo seguía
adelante guiada por el desarrollo de las fuerzas productivas y la simple intuición; en el
presente, el proletariado ha fijado el rumbo de la historia: por él, marchan la diversidad de
sujetos políticos, movimientos sociales y demás actores políticos, en consenso: construyendo,
“haciendo camino al andar”); el trayecto, no obstante, deben hacerlo los sujetos políticos
modernos: los movimientos sociales, los ciudadanos, los subversivos, los intelectuales, que
cada día son más; sin embargo, los mismos deben “tan sólo” apartar los obstáculos presentes
en su marcha (como ocurre necesariamente en todo desplazamiento humano, en un escenario
en el que también las tesis “catastrofistas”, dicen: presente): deben simplemente sofocar los
focos de resistencia neoimperialistas, que aún se interponen en el avance.
Este (en Europa –en el interior de la Triada en general- el forcejeo combina la reyerta
interna, en la que cada vez más asumen primacía los sectores “ciudadanos”, con la pugna en
la arena del mundo), es el proceso más hábil en la actualidad, a través del cual la sociedad en
general, se inserta en la práctica política de modo permanente, en adelante; es también, el
proceso de formación del “poder consciente” transformador, del pueblo. El “proceso
constituyente”, representa la tercera y última etapa movilizadora política en el interior de la
forma de sociedad burguesa (de análogo modo como a la estructura económica lo es la
plusvalía relativa asociada a la realización mercantil del conocimiento), la debe asir la posta
de la “revolución proletaria”, devenida la cual: el “poder proletario” cede el lugar al “poder
ciudadano”; proeza ésta, que toma cuerpo aparapetada sobre el presupuesto necesario de la
acción del sujeto histórico clásico del cambio. Al suceso (debe enfatizarse en interés
develatorio del sentido del hecho perceptivo), se lo caracteriza como que “liquida una etapa
histórica”, esto es, con esta expresión se pretende exponer una sensación muy común entre la
intelligentzia in abstracto, particularmente adosada a una fracción de la elite política de
izquierda, de etiquetamiento simplista sobre la transformación legada por el proletariado. De
moda está la palabra “ciudadano”: ser humano investido de la esencia socio-histórica; ahora
bien, el obrero politizado, esto es, el trabajador industrial consciente de su razón histórica
movilizado, completamente dedicado a la plasmación de la esencia de su ser, fue la más
genuina objetivación de la neoesfera social ciudadana (ciudadano de “ciudad”, en cuanto
evolución de la horda campesina a la aglomeración en la polis, sitio en el que se debe contraer
deberes y demandar derechos, en el que un ser se individualiza y se reconoce recíprocamente
en los demás; a la vez, es en este término-realidad geográfica, en el que se concretizan todas
las contradicciones derivadas, secundarias, y en el que concomitantemente quedan puestas las
premisas para su resolución).
Es en el teatro de operaciones de la ciudad burguesa, en el que dirigentes y dirigidos
emergen y entrecruzan razones, fines y acciones, en diversos momentos; sitio, cascarón este,
en el que éstos construyen, levantan, sustentan su propio frente, o sea, realizan su práctica
colectiva. Escenario en el que, como el artista que aleja de su boca el micrófono y permite que
el público, identificado completamente con él, con su proeza, con su tema: cante, continúe la
canción en coro: agrupación de voces lejanas y potentes; luego, el cantante aplaude a su
público y le agradece cruzando los brazos, superponiendo los muñones sobre su pecho y
formando un “v” con sus manos en puño; es un momento sublime, de plena identificación
914

entre actores, que hacen y disfrutan –y a la inversa-, pues, se han invertido y compartido los
papeles en la belleza con sentido asociado: representa el poder de la afectividad social
encerrada, cautiva, en un coliseo.
3.3.5.2.- LA PARTICULARIDAD DE LA “OPCION”.
3.3.5.2.1.- DISQUISICIÓN TEORETICA.
La marcha hemisférica del capital comercial a partir de los viajes de Colón, dispersó
por el mundo la Civilización Occidental; este nuevo rostro dispuesto a cubrir a la especie
entera, el que se inaugura con la formación de la “‘Comunidad’ democrática helénica”, en
forma coincidente con el término de siglo y milenio (XX y 2000, en su orden), se ha tornado
universal, apoyado en esa forma de riqueza social: base de la “modernidad” y medio de
integración de todos los continentes; en efecto: “… la plata y el oro americanos, permitieron a
España convertirse en el gran comprador en el Viejo Mundo, de esa manera impulsó el
desarrollo del capitalismo en Europa”. El primer contacto mundial del género, proveerá de
mano de obra esclava (África) y de metales preciosos –en verdad: de fuerza de trabajo
realizada en dichas mercancías- (América) al proceso naciente del capital principalmente
europeo: en la fase de acumulación originaria (dixit F. Guerra). La gestación de estas
primigenias diferenciación social inter“nacional” y división planetaria del trabajo
(deformación de las economías post coloniales, atraso, pobreza, su articulación funcional
dependiente en el sistema de “desarrollo” planetario; en suma: la formación de las bases del
denominado “subdesarrollo”; en estricto sentido: la grandeza de las sociedades europeas se ha
forjado aprovechando –mano militari- de la riqueza de los pueblos coloniales y la de los
yanquis con el saqueo y el sacrificio de las colectividades semicoloniales y neocoloniales que
estuvieron asentados en lo que hoy es el continente americano), acarrea el efecto de
establecimiento de estructuras deplorables, que trajeron aparejados problemas en la evolución
de dichos conjuntos humanos periféricos, fenómeno que será captado a través del prisma
epistemológico-teórico positivista, tecnocrático y de crecimiento, el cual derivará en la
formulación de la “teoría del desarrollo” indefectiblemente eslabonada a la generalización, a
todos los subconjuntos poblacionales neocoloniales, del tránsito por una etapa de
industrialización a la usanza metropolitana (Rostov). La ausencia del sector en mención en la
estructura económica de estos países, el grupo oficial estableció se debía a la indisponibilidad
(o escasez) de capital y de tecnología –el “paradigma del progreso”-; factores de debilidad
endógena, que devendrían en determinantes de la baja productividad del trabajo imperante.
El orden mundial general, indispensable en la realización del momento de
reproducción ampliada global del capital, ha debido demandar, con motivo de su
establecimiento, coherencia frente al modelo interpretativo prescrito por parte de la
intelligentzia de la metrópoli; la intervención en la generación de dicha conformidad derivó,
en su correlato práctico, en aplicación de la política de empréstitos, la formación y manejo de
las conciencias, la intervención militar directa y las inversiones para apoyar el desarrollo. En
este último caso, la asistencia para el desarrollo constituye el “caballo de Troya” en la
integración de los Estados en un sistema apropiado de “gobernanza” (estabilidad del orden
internacional; Estados: administraciones de la estructura de poder global; niveles de
gobernabilidad: distintos gados de obediencia y de sometimiento de los pueblos a las elites, al
mando mundial 1403 ); en efecto, instituciones supranacionales y las ONG, han perneado el
proceso de homogenización económica, social y estatal en el planeta, y su convergencia hacia
sistema de roles de reproducción capitalista mundial. Esta es la base de sustento de la apertura
de la etapa –al menos pertinente en la percepción- denominada de la “posmodernidad”, esto
es, asimilación general del mercado, de la ideología de la globalidad, supresión subjetiva de
todo rastro de socialismo: el fin de la historia. Ahora bien, en perspectiva histórica, esta
estructura de dominación es el germen material del verdadero “desarrollo” (patrón de
desacumulación): la supresión de las nociones de crecimiento cuantitativo, de riqueza, de las
relaciones de poder institucionalizadas.
La fase mercantil societaria “tardía” de la formación social burguesa, se ha provisto
para sí, del efecto de eficacia de la operación direccional del aparataje supraestructural
1403
En términos morochos, cierta persona, respecto de esta estructura de poder directivo mundial, dijo: “el
poder mundial logra el saqueo de los pueblos del planeta, utilizando a sus gobiernos”.
915

transnacional; este tipo de regulación es necesaria frente al permanente movimiento social de
innovación de las fuerzas y relaciones de producción, a la amplitud y complejidad del sistema:
el objeto de la reingeniería conduce a la integración, en totalidad estructurada “con
dominante”, de las diferentes formas humanas hemisféricas (las subzonas de acumulación
particulares subordinadas en la escala, en la etapa, no actúan de modo recíprocamente
indiferente entre sí y con relación a un centro, al contrario: éstas se buscan, se necesitan
–forjan testaferros y “socios estratégicos” creativos, pues, transforman en más “amigable” la
penetración supracolonial, debido a que mediatizan el ejercicio de la contradicción).
Instituciones, concepción sobre el crecimiento y la praxis concreta, se cohonestan en la
estructura de mercado, la democracia, el sistema de gobierno (bipartidismo pendular, política
económica fiscalista: EU, es una democracia bipartidista atrasada; en ese paisillo: ¡jamás se
permitió que la plebe cuente con aparato partidista propio! 1404 ) y el simbolismo religioso
luterano. La estructura institucional del proceso comprehende al Estado y al Ejército
estadounidenses, y a las instituciones especialmente financieras, internacionales por su
accionar, y particular-“nacionales”, por su adscripción (“Las clases dominantes de la región
actúan con estrategias propias, especialmente en el sur del continente y no se verifica el tipo
de sujeción neocolonial que impera en África. Un eventual escenario multipolar presentaría
rasgos opresivos y acentuaría la asociación de las elites locales con las potencias
hegemónicas”. Opiniones: América Latina frente a la crisis global; Claudio Katz,
http://www.ecoportal.net).
Es conveniente la conducta político-.económica anteriormente citada, exhibida en la
“locomotora del sistema”: está nítidamente pensada y tutorada; la representación oficial del
poder de clase en su bifurcación partidista (el sector imperial endógeno se afirma, se
robustece “…al transformar a la población –productores/consumidores- en actores de su
desarrollo, con el contingente jurídico que le provee el gobierno; y, en el plano internacional
con la firma de tratados comerciales propiciantes de la libre circulación de factores y de
convenios militares que provean de seguridad internacional”; de manera que la crisis y el
descontento, condicionan la alternancia de modelos de conducción gubernamental, sinergia
bajo el dominio de la visión formalmente socialdemócrata). De análoga manera procede
Europa con la conformación de su unidad (pese a lo cual, sigue siendo un “enano políticomilitar”)
y Japón con la ideología de la calidad y la política de reubicación de la fuerza de
trabajo en las ramas de los servicios, país que asignó –se dice- todos los recursos al proceso
de fortalecimiento técnico-material, organizativo y comercial del proceso productivo,
aladiando decisiones de uso del excedente imperial en la conformación de un complejo
militar-industrial (“máquina del apocalipsis”: para proteger al país de la libertad –sic- y al
mundo de las armas en manos incorrectas -sic). En las zonas de vanguardia sistémica, se
evidencia sorprendente continuidad en la gestión gerencial de sus Estados; política de largo
plazo que se añora y se la pone de ejemplo por y para las neocolonias, en su orden, en las que
–dicho sea de paso- denominador común, en su evolución política, ha sido la inestabilidad-,
en la medida en que un mismo “sujeto” (el financiero-bancario) se ha mantenido en la
conducción económica interna y mundial en el largo aliento, a través de la representación del
staff de intelligentzia y Management en el aparataje de dirección gubernamental y estatal, el
cual dispone para jugar siempre el mismo par de cartas, incluso mediante estrategia pendular:
neoclasicismo europeo, keynesianismo moderado estadounidense (estímulo fiscal y
monetario), en el sentido de ser las dos propuestas programáticas de ejercicio regulador de la
voluntad, sobre la propensión inmanente capitalista al desorden.
Secuela del modo de operar contradictorio de esta estructura de acumulación, vienen
siendo el evento de cimentación del presupuesto del proceso de evolución desigual de sus
1404
EU: dictadura permanente disfrazada de democracia; simulacro de democracia: dictadura de una sola
clase (el capital) a través del recambio de dos representaciones políticas: Demócratas y Republicanos, que no
ha permitido que el pueblo cuente con sus propias organizaciones partidistas. Y esta dictadura es vieja, se halla
en vigencia y va a mantenerse por unas dos décadas más; tan vieja y tan corrompida, que Federico Engels hace
referencia a ella hace casi doscientos años: “No hay ningún país en que los ´políticos´ formen un sector más
poderoso y más separado de la nación que en Norteamérica. Allí cada uno de los dos grandes partidos que
alternan en el gobierno está a su vez gobernado por gentes que hacen de la política un negocio… dos grandes
cuadrillas de especuladores políticos que alternativamente se posesionan del poder para fines más
corrompidos; y la nación es impotente frente a estos dos grandes cárteles de políticos, pretendidos servidores
suyos, pero que en realidad, la dominan y la saquean” (Engels, Federico. Introducción a la Guerra civil en
Francia, de Marx).
916

componentes, y de afectación de los más débiles. Las esferas reforzadas del sistema y su
correspondiente operatividad guardan coherencia entre sí, y atraviesan momentos de relativa
estabilidad en cuanto matriz del frente burgués, merced a la aplicación de esquemas
proteccionistas agroproductivos (alimentarios) y sindicales –las “trincheras de la sociedad
civil”- y de la praxis del proceso de dominación planetaria (las instituciones supranacionales
de programación del dominio: Comisión Bilderberg, la Trilateral, ONU, OMC 1405 , FMI,
FEM) en el frente del “patrón de cambios”, del complejo militar industrial y de las maniobras
conjuntas de las neocruzadas de los “templarios” de la OTAN. La crisis, por su parte, se
agudiza en los eslabones secundarios (sobre todo en lo que va del primer lustro del Siglo XXI,
las neocolonias todavía se presentan como el receptáculo de los conflictos económicos
gestados en el área central; ésta se anuda a la propia crisis estructural –en ese sentido, la crisis
se globaliza, pero inmediatamente es transferida y toma cuerpo en los “ciclos políticos”
dictatoriales y/o democráticamente inconclusos de los niveles marginales de la cadena de
acumulación –se “glocaliza”), ésta es de naturaleza económica; no obstante, la misma se
expresa en la dimensión política y en la administrativa: la “representación política inestable
protectora de la estabilidad del poder” 1406 .
En las neocolonias, la depresión abierta en el movimiento de evolución ordenado del
sistema (en el proceso de su racionalización volitiva superestructural), constituye, en esencia,
una brecha de balance y de dirección en el seno del poder y, de supremacía entre los
diferentes estamentos que integran su neoestructura económica (entre el capital y las “clases y
estamentos subalternos” –sociedad estamental: “… lo que constituye una ulterior
determinación de la misma relación”; K. Marx: Contribución a la crítica de la economía
política). Pues, la externalización de los principios sustentantes de la “doctrina social de la
empresa”, del “capitalismo con rostro humano” (la “hegemonía”: el proceso conscientemente
programado de “dirección intelectual y moral de la sociedad” y demás “legitimaciones”
conducentes a “alcanzar el consenso activo”, en coetánea misión de desactivación de la
organicidad y operatividad de las opciones políticas de la oposición), se estrellan frente a la
base ontológica: el mercado, a la manipulación del sistema por el capital financiero (la
competencia, la sobreoferta, el proceso de depresión de la demanda, la supremacía de la forma
ficticia de valor), de su control y del disenso abierto entre las variadas subestructuras de
visión y pretensiones de la amalgama de las formas subordinadas de la sociedad burguesa (en
efecto, se está desactivando la formación social capitalista, de modo que toda su axiomática:
sus principios sustantivos, se hallan en recusación, lo cual es abominación y un escándalo
para los conservadores burgueses). Esta forma compleja en que superficialmente se objetiviza
la esencia del devenir social, advierte que “...cuando los problemas no se resuelven por el
ejercicio de la conciencia y la voluntad colectivas, se impone la historia mediante un proceso
que no es el consenso sino el caos, porque la historia siempre es así como desata y rompe los
diques que enfrenta...” (Castillo, Alfredo Dr.).
Al interior de la dominación neocolonial, la crisis en la esfera de la acumulación ha
inducido la pérdida del equilibrio en la estructura de reproducción de las diferentes fracciones
que componen el poder; las infidencias interiores y la reubicación de fuerzas (correlación),
constituyen fuentes generadoras de dificultades en la Dirección, o sea, en la percepción (y en
la forma de su ulterior efectuación), en torno de cuál debe ser el modelo de gestión, que deba
imprimirse al conjunto de la estructura y del proceso de modo que sea plausible crear las
condiciones materiales homeostáticas generales y la adhesión de la población a la política
oficial (el efecto de “sujetación” de la ideología), a través de las cuales se acceda a la eficacia
en la operación del sistema (librecambismo o intervensionismo). En la dimensión interna del
1405 Dicho sea de paso, se había creído que Rusia podía ser uno de los países que retome le Norte racional que
conviene a la especie en virtud de su pasado; desgraciadamente, las últimas pujas de su Primer Ministro: Putin,
por ingresar a la OMC, va en detrimento de tal expectativa.
1406 Proteccionismo, dependencia, terror: ¡eh ahí, la trilogía del dominio global! Con las dos primeras, se
descarga el fenómeno de la crisis sobre las neocolonias (es evidente que la primera es la medida casi exclusiva
de europeos y japoneses por lo menos en su relación con América Latina; también es obvio, que estos bloques
recurrirían a la trilogía de factores de dominación expuesta a principio de la presente nota, de no ser por los
episodios producidos en la segunda pos guerra por los que dichos sectores pasaron a ser potencias de segunda,
tal como lo ensayó el revisionismo soviético jruschoviano-gorbachoviano con sus satélites. El trabajador
endógeno estadounidense, por su parte, no ha receptado los efectos de la crisis, porque está convenientemente
atendido en la dimensión salarial (hasta ahora), hegemónicamente controlado, funcionalizado. Huelga decir
que, con el tercero: “no más zanahoria”.
917

poder, la consideración no se centra de modo privativo en la temática de la “hegemonía”
(strictu sensu: la supremacía al interior de la clase dominante, la articulación “con dominante”
de los intereses de las diversas fracciones del capital, y la coerción sobre las clases antípodas),
pues, “No es la hegemonía capitalista la que está en cuestión sino la definición de sus
modalidades y sus representantes paradigmáticos” (Cedeña, Ana. Las ilusiones hegemónicas;
revista América Latina en movimiento, Quito julio del 2004), sino, mas bien, se halla en “sala
de situaciones”, el análisis de brechas, o sea, de los aspectos ligados a la consecución del
equilibrio macroeconómico dinámico, la dirección del sistema y su correlativa forma, en
coherencia con la práctica de la política económica de reproducción transnacionalizada del
capital global (el ejercicio del dominio sobre los recursos naturales estratégicos).
La “legitimación”: el pensamiento (en el entorno de una sola y misma concepción
–esto es, en la superestructura de los intereses y de los propósitos), la decisión y su
imposición, constituyen la fundamental materia de discusión y diseño entre los sectores
orgánicos, que de modo principal integran la organización geoinstitucional burguesa; el
balance –la democratización de la esfera gubernamental- tampoco se halla en tela de discusión
por ningún lado –puesto que de ocurrir lo cual, la clase dominante pondría en riesgo su
condición- sino simplemente la “visión” en doble dirección: el sentido y la meta de las
acciones de la “gerencia” estatal (lo cual, para el efecto, son una sola y misma cosa), esto es,
la cuestión ideológico-teórica asociada con las tesis neoclásicas de política económica, con las
cuales “conducir” el proceso y cuál es el resultado que debe lograrse al final (una sociedad
burguesa ordenada, libre de conflictos, apertrechada en la fortaleza de la institucionalidad
paraestatal –creencia, que no pasa de ser ella misma: tan sólo una ficción-, frente a la
disyuntiva de la disidencia emergente, que propende a la “construcción” de un nuevo tipo de
“civilización”) 1407 . En los países neocoloniales de la cadena capitalista
hispanoamericana –sean éstos de mayor o menor desarrollo relativo-, en la coyuntura, la
necesidad histórica impone la aplicación de un modelo de gestión “representativo de la
totalidad social” y un “programa de política económica que confiera prioridad al sector
productivo, cuyos integrantes asuman la dirección del conjunto social 1408 ; pues, no hay
manera de cambiar el poder, es decir, que éste pase de manos del capital monetario
especulativo, mediante la modificación del esquema de política monetaria, a las de la fracción
productiva, cuando se reciben los coletazos de la onda financiera”; esto, puesto que las
determinaciones externas (la internacionalización y la integración inevitables del capital y de
la humanidad, en su orden) sobre los cuasi Estados soberanos, imposibilitan la plasmación de
las tareas revolucionarias proletarias clásicas (en verdad, en otro momento se tuvo la ocasión).
Ahora bien, en las sociedades eslabonadas al sistema de mercado del centro, las
transformaciones van a tener lugar de forma más acelerada (incluso en Estados Unidos –la
locomotora del sistema- la desactivación forzosa de “prebendas” mantenidas más allá del
tiempo debido por parte de las transnacionales sobre su vasto sector obrero fabril, va a generar
“efectos traumáticos” -dixit: Celso Furtado-; en efecto, los procesos de modernización
–despido de obreros; robotización- necesario llevarlos a cabo a fin de sostener la carrera
competitiva frente a europeos y a los gigantes asiáticos a los BRICS –amén de la sobrecarga
obreril emigrante-, provocará movilizaciones y protestas: el bienestar en potencia, que reside
en la técnica, apropiada y recluida monopólicamente, se advierte nítidamente en el frente de
disputa). En las estructuras del occidente nórdico, por tanto, prevalece una forma de cambio
impuesto por las determinaciones del desarrollo material de la vida vertebrado a
modulaciones provenientes de la percepción y lucha de la sociedad en general, de sus capas
medias racionalizadas, sensibilizadas (las funciones de la institucionalidad política:
“acumulación y legitimación”, se han desplegado de modo eficaz, de acuerdo a la fase del
ciclo de reproducción del capital) el cual se supedita a la programación postkeynesiana y a las
líneas de política de comercio intertriádico.
1407
En el interior del curso de estos hechos se desatan procesos soterrados de violenta “lucha de clases” en la
percepción en plena posmodernidad: el poder, para impedir que esa acción “fundamental” se le vaya de las
manos, en el entendido de que la misma no sea tan inocente en el fondo y pase a representar un auténtico
peligro; y, en la intencionalidad de la antípoda, de utilización del show de la discusión para poner los cimientos
hegemónicos de transformación.
1408
En los casos de China, India, Brasil, Chile, el sujeto del presente proceso de programación de la política
económica ha obrado de este modo, puesto que al capital le exige la historia recolocar la estructura de
acumulación en la esfera real. En suma: se reestructura el poder político en los países dominados por el capital
financiero, cuando se pone en la hegemonía los intereses del sector productivo.
918

En las neocolonias se advierte la presencia de un lugar amplio y sugestivo para el
ejercicio de las funciones del “espíritu, de la voluntad y la acción política” (dixit Gramsci),
-estos anillos periféricos se han occidentalizado a imagen y semejanza del centro-; la
prolongación de este forma de praxis, proviene de la necesidad de rechazar la política
recolonizadora imperialista del mundo, la que se alinea tras el propósito de controlar el
crecimiento poblacional y de la apropiación, manu militari, de recursos naturales todavía
estratégicos (“energía” fósil) para usarlos por los próximos 50 años (la práctica de este tipo de
estrategia de rapiña, de parasitismo, es vital, puesto que toda la industria se halla basada en la
petroquímica y dado que las “energías” alternativas se muestran “aún” incapaces de
reemplazarlas, por el momento; de todos modos, en el 2009, con la elección de Obama como
presidente de EU, esta política se va a ver ralentizada). Por cuanto debe frenarse la arremetida
siniestra del capital doméstico subalterno, que como en el caso del Ecuador ha abusado del
pueblo: ha propiciado la pérdida de su territorio, el monstruoso endeudamiento, la
desnacionalización del uso de sus recursos, la muerte de su moneda: el Sucre y de su política
(el experimento de adoptar el patrón de cambios mundial, hace que el Ecuador no puede
incidir en el comercio internacional, puesto que no es posible intervenir en la formación de los
precios relativos), el renunciación a su soberanía (Base Militar de Manta), la reproducción del
atraso, la polarización y exclusión social, es suma: la imposibilidad de que la población
accede a la comprensión clara de los hechos históricos. Pero, sobre todo, por cuanto deben
ponerse en escena objetivos de redistribución tanto del ingreso como del desarrollo subjetivo
de las fuerzas productivas y, a su vez: del propio capital (acceso a la tierra, al crédito, a la
tecnología, al conocimiento), de la supresión de la extrema pobreza, en virtud de su carácter
de luchas sustantivas en el inmediato futuro, en medio de un orden el cual atisba cada vez más
los efectos de la contradicción entre el despojo y el ocio.
En sentido más general, el sistema de contradicciones asociadas: 1) con la disputa
interimperial Este-Oeste, 2) con la hegemonía del Norte sobre el Sur, 3) con el status de
poblaciones “no alineadas” o 4) con las asimetrías ligadas al proceso de “tercermundización”;
este fenómeno de contraposición, en efecto, se encuentra presente en el escenario, el cual
recibe la sobredeterminación de aquella. Sin embargo, en el movimiento de estas antinomias,
no residen los indicadores del proceso acertado de diagnóstico. El conflicto, mas bien, se sitúa
en la “articulación forzosa de economías neocoloniales, que tienen que vincularse con el
mundo en condiciones neoimperialistas”, o sea, “enfrentar los desafíos provenientes de una
economía internacional despiadada”, que afinca la forma clásica de división social
internacional del trabajo y que se neoprotege, que se reproduce de modo sistémico, que
domina utilizando la tecnología: esfera ésta, que hoy mueve al mundo, que se halla controlada
por pocos países y corporaciones mundiales y que gobierna el planeta a través de instituciones
de gestión transnacionales, que relativizan la autonomía de sociedades jurídico-políticamente
territorializadas. Una condición –en verdad- mediatizada por “la deuda externa, por la
injerencia de la tecnología”, que se la define e instrumentaliza para suprimir la libertad e
implantar el sometimiento completo (“el silencio o la defensa de lo equívoco” frente a la
fuerza bélica del poder imperial); de dominación planetaria por la fuerza y por la persuasión;
de existencia de grupos internos afectos a la globalización en su propuesta “neoliberal”, que
operan en los aparatos estatales locales, en pro de conferir eficacia al proceso de valorización
a escala planetaria.
La cuestión más importante del momento: la tecnológica, constituye una problemática
humano mundial; esta contradicción universal, en el corto plazo, es favorable al poder
neoimperial, pero en el largo aliento se transmuta en condición esencial en la perspectiva de la
verdad de la humanidad. En el proceso, la disputa deviene sobre el mundo (no sólo sobre los
recursos que existen en él), sobre la historia (no únicamente sobre la acumulación y la
sobrevivencia) 1409 . En el entorno prospectivo, las fuerzas principales que definen la
1409
La “cuestión neocolonial” antigua, era una “cuestión ´nacional´”, pretransnacional; por lo mismo, en ella,
el objeto de la acción política derivaba en “democrática” (inducción del desarrollo industrial para forjar la
base material del mundo nuevo en el marco de una forma de Estado capitalista de manera de propiciar la
estructuración de la clase proletaria: del sujeto destructor del sistema), “antiimperialista” (eliminación de la
dependencia) y “socialista” (supresión de la propiedad privada). A la fecha, la problemática socioespacial ha
cambiado, se ha tornado en una “cuestión mundial” (la técnica, el conocimiento y la base natural de la
existencia, son sus ejes). En la perspectiva imperial, en cambio, esta “cuestión” sigue asociada directamente a
sus intereses de reproducción estamental, en condiciones de seguridad; los ejes incluyen: gobierno centralizado
mundial, control de recursos, erradicación del terrorismo y subordinación de la población toda al poder; su
919

contextura del planeta, sostienen las fracturas en las que se debate toda formación clasista; en
ésta, la provisión de instrumentos tecnológicos bélicos de su protagonista principal –el que
eslabona el escenario-, es de tal envergadura, que frente a ella, las fuerzas políticas
neocoloniales –en sus status de dispersión actual- simplemente se convierten en el “David” de
la Biblia. La “honda” en manos de este titán en miniatura (en cuanto a cifras de su “poder
económico”), obviamente, no es más que la astucia: el desplazar temporalmente de locus al
conflicto histórico-político: a la esfera de la sola gestión pública, tal como, en efecto, se lo
está haciendo. En ese sentido, el programa efectivo de la actividad ideológica-práctica, es
necesario que promueva alcanzar la meta puntual (parcial y sectorial) de reconstituir los
aparatos de la administración: repotenciación del Estado (o sea, pragmatizar una especie de
“revolución democrática institucional”, en cada uno de los eslabones de la cadena
“neocapitalista” tanto centrales como periféricos y “...ubicar en ellos –en su dirección- a los
actores de la esfera de la economía productiva…”). En realidad, el pueblo no puede crear
directamente la “base material del mundo nuevo” y, sin ella: no es posible la instalación de las
nuevas relaciones humanas; para el efecto, aunque hay que recurrir a la “industria” (a los
organizadores de la producción, como resultado de cuyo rol éstos se llevan las ¾ partes del
pastel) y a su sistema (eh ahí porqué Stalin –en la referencia incidental- entre otras razones,
implantó la política de industrialización –modelo llamado “etapista”- en la atrasada ex
URSS). Esta etapa, en concreto, tiene por meta –en un momento dado- ejercer sobre el sector
productivo real en el comando del proceso, la supremacía de la visión transformadora
instrumental y subjetiva, con el objeto de preparar los supuestos que faciliten el paso póstumo
a la “comunidad cibernética”, de conformidad con el acelerado proceso de cambio dado en la
revolución tecnológica, en la que sus ciclos cada vez más se acortan, que hace posible que una
generación sea testiga de varios de ellos (el ejercicio de la “táctica defensiva” leninista; dicho
sea de modo incidental: la “táctica ofensiva” la desplegó el proletariado; la “táctica
defensiva”, está en marcha) 1410 . Si el imperialismo está vivo, la lucha revolucionaria es la
acción propia; frente a la “democracia” (al sistema de la dictadura encubierta burguesa): su
profundización, su radicalización, también asumen el carácter de acciones pertinentes; pues,
en las circunstancias del tipo de composición política del mundo, éstas se conducen
perfectamente a manera de “estrategia”, pese a que la misma pueda parecer una concesión
destinada a fortalecer las posiciones del poder y del capital neoimperial; no se olvide, que la
lucha proletaria modificó en potencia al género, que las fuerzas productivas (la ciencia y la
técnica) juegan un papel singular actualmente en la modelación social de la esfera, y que el
capitalismo ha entrado en la fase de declive.
Si los modelos político-programáticos que adalizaron ciertos representantes de la
izquierda por lo menos en América hispana (Allende, Siles Suazo, Ortega,...) en su momento
no contaron con el sustento en condiciones reales para su factibilidad –de allí su “fracaso”-,
puesto que en ese entonces los procesos legítimamente revolucionarios proletarios detentaban
dicho status; es la práctica electoral, el cambio de la normatividad constitucional y jurídica los
que tienen a su merced el fundamento objetivo –es obvio que no in abstracto- y no los de
orden revolucionario proletarios. Esta aseveración tiene como sustento a varias premisas,
tanto de orden especulativo como empíricos: a) el supuesto de que el proletariado cumplió su
plan –en tal propósito-: financiero-militar (la deuda externa, provocación permanente de guerras de conquista
en la entera geografía del planeta: agresiones bélicas de control; la creación –para el efecto- de bases militares
–el poder mundial se entrega a la tarea permanente de “vigilar y castigar” –Foucault-, en la perspectiva de
Noam Chomsky: Hegemonía o supervivencia).
1410
En la época de la concretización socio-hemisférica del capital, no caben más las revoluciones proletarias,
pues, “...el país ya no es el sitio propicio para practicar la revolución...” (éstas ya tuvieron lugar, demostraron
su exactitud y la terrenalidad práctica de su enunciado propositivo y dejaron su influjo potencial transformador
como herencia); tampoco la revolución mundial permanente tiene cabida en los desvelos transformadores de
futuro; caben únicamente, las luchas fragmentarias, reivindicativas efectuadas por el nuevo sujeto social
mundial: los subversivos, los intelectuales, los ciudadanos, cuyo propósito más saliente consiste en participar en
la pugna por poner en práctica las conquistas alcanzadas por la revolución proletaria de antaño y, en su
proceso, aladear del mundo y de la historia, a los restos de la gran clase burguesa mundial, pero, es de ese
modo que el sistema de automatización productiva, deriva en la condición material sostén del mundo nuevo, que
cubre a toda las especie. La moderna forma de “lucha de clases” está planteada de este modo, en el plano de la
esencia institucional, entre su reforma y su conservación: entre el ejercicio del poder originario residente en la
inmanencia soberana del pueblo o su supeditación conservadora al poder constituido, el cual encarna y
preserva el interés del poder del capital.
920

papel histórico, referido al cambio del sistema; b) el desarrollo de la ciencia y de la técnica
–en esencia: el movimiento progresivo de las fuerzas productivas, en el nuevo contexto-, se
convierte en el aspecto principal en la antinomia que conduce el devenir humano (es
pertinente incurrir en una tautología: sin fuerzas productivas no es dable la producción, esto
es, el trabajo; sin trabajo no puede instaurarse el sistema de relaciones sociales y la vida
humana misma) 1411 ; y, c) el sistema de mercado en extenuación se halla en la mira de la
variada gama de proyectos de reproducción de la especie en la esfera, los cuales prevén
utilizar todo el poder de las fuerzas productivas y de la superestructura burguesa, para su
cometido. En el discurso, sin embargo, no es prudente sostener, que el “modelo neoliberal ha
fracasado”, puesto que dicha conclusión conduce a liberar de culpas al sistema capitalista;
dejando, por otra parte, la opción a pensar, que dicho orden puede funcionar bien con el solo
cambio de modelo, supuesto, en consecuencia, pensado en la perspectiva del reformismo:
planificar, organizar al capitalismo y por vía parlamentaria alcanzar el Estado para controlar
la economía.
En el marco expuesto, el liderazgo colectivo del “intelectual orgánico”, llamado a
administrar políticas de concientización y organización popular conducentes hacia la
consecución de una “nueva hegemonía”, cuya materialidad (el “bloque histórico obreropopular”)
modifique el sentido del “consenso activo” de la población, ha sido, mas bien,
ganado por parte de la irrupción dotada de nuevos niveles de conciencia de las masas: la
supremacía político-administrativa inscrita en el llamado “empoderamiento” (naturalmente:
esta nueva cualidad histórica registrada en los pueblos, es efecto directo de la acción larga y
paciente sobre ellos del trabajo político de la elite progresista; debe advertirse al respecto, que
la política sólo se socializa subjetivamente, no empíricamente, pues, empíricamente se la
anula y, a ello contribuye la socialización política teórica). Empero, esta nueva acción
colectiva, en modo alguno constituye la plasmación de una etapa de implantación de la
democracia, de ejercicio real de la democracia, de la practicidad del verdadero poder del
pueblo. Las preguntas al respecto son: ¿poder: de quién?; ¿ejercicio del poder del pueblo
sobre sí mismo?; ¿sobre el bloque dominante de clase? En una “sociedad” diferente a las de
orden clasistas (esclavista, feudal, capitalista), la palabra “democracia” se vuelve vocablo
mañoso y huero; lo solvente es unir a la palabra: demos (pueblo) alguno de los siguientes
términos: autocoordinación, autodirección, en la ruta de la plasmación del destino final en
cooperación (“democovivencia”; aseveración ésta, dicho sea de paso, que puede ser motejada
como devenida de un acto de derivación inmediato, no mediado, simplista, mecanicista,
economicista, pero el interés y el apresuramiento tiende simplemente a antelarse a nombrar
ciertos hechos por venir, de modo de enfatizarlos como aspiración).
No obstante, si las acciones de transformación del sistema: proceso estructurado según
las tesis de la organización de la violencia, no se perciben como factibles en el futuro,
“tampoco el porvenir va a ser tan sólo de consenso (pavimentado, exclusivamente de
discursos: hay acuerdo y la tasa de interés baja, la liquidez se aumenta, el crédito se
democratiza, la tecnología se traslada a las …-neocolonias-…, la ciencia se apropia de los
cerebros, los pobres se enriquecen, los viejos rejuvenecen…: ¡no! la historia no es así…”; en
efecto, el ejercicio de la llamada “revolución pacífica”: ¡qué bonito!; es como querer hacerse
con la corona en ese “deporte” conocido como Box, sosteniendo diálogos y simplemente
haciendo pantomima de ataque y defensa); a decir verdad, la necesidad histórica –sus leyes de
hierro- acota todavía los actos de la voluntad, se tenga o no conciencia del escenario. Por
tanto, huelga considerar la práctica que tienda a “vincular la sustancia monetaria con las
diferentes fases del ciclo de producción -inversión del orden de jerarquía en la determinación
estructural, en el interior del proceso de reproducción del capital: financiero, comercial,
productivo- (este cambio incide en el resto de esferas de la estructura social: la ideología, las
leyes, las instituciones)”, para que se desactive con prontitud el largo ciclo especulativofinanciero,
corporativo, monopólico de la riqueza social, pues, es el responsable de la
1411
“… la forma en que los seres humanos llevan a cabo la producción depende de los medios de que
disponen”. Las fuerzas productivas expresan el estado de evolución de la conciencia en variables empíricas: el
grado de cualificación destrezal de la fuerza de trabajo y el índice de desarrollo de las máquinas, equipos,
herramientas y de las demás condiciones materiales artificiales de producción (la ciudad, la red vial, la
aeronáutica,…), es decir, el índice de la productividad del trabajo. ¿Cuál es el aspecto principal en la
contradicción fuerzas productivas y relaciones de producción? Las fuerzas productivas, pero no según su
enfoque cosificado, sino de acuerdo con el que recaba el hecho como el resultado de la propia acción
objetivada de los seres humanos.
921

destrucción de las economías de los anillos periféricos del frente único capitalista mundial.
Las medidas genéricas, que cubren la actuación concreta, deben considerar la “necesidad
histórica” particular; la definición de criterios de política económica, que otorguen prioridad
al sector real; el planteamiento de decisiones sobre ampliación de la representación en el
Estado (“revolución pacífica”), en la que se incluya las diferentes formas de reproducción
social, condición básica para ingresar en el proceso mundial de producción, con el fin de
poder superar el atraso 1412 .
Este desplazamiento táctico (revolucionario), prevé propiciar la generación de
condiciones, en la interioridad de la propia institucionalidad democrática burguesa existente,
de manera de modelar en ella, canales que propendan la formación oficial de subsistemas
autorregulados, inteligentes, políticos, integrados, de gestión, concordantes con los nuevos
componentes sociales emergentes, cuyo esbozo debe plasmarse en concreción coordinadora,
corporativa racional, fundamento a su vez, sobre la que se encarrile la objetivación de la
necesidad histórica (representación y acción de las determinaciones racionales del futuro, en
el propio Estado). Esta catadura política del procedimiento se incluye en su estrategia; es
exigente en creatividad en términos de coadyuvancia: la articulación con sentido en el
porvenir, de los distintos elementos que se presentan objetivamente en el escenario y que
demandan vertebración funcional en el sistema y para el cual, la direccionalidad inmanente
del proceso (la ruta viable entre múltiples), es el garante de efectividad. Al detentar
fundamento real el proceso, éste ha alcanzado sustentabilidad y el movimiento evoluciona
garantizado, en una específica dirección: necesidad y conciencia (la voluntad) marchan de la
mano (en realidad: esa es la intencionalidad de sectores reformistas, en la coyuntura
sociopolítica del mundo).
3.3.5.2.2.- LA DISCUSIÓN EN EL ARGOT PROGRAMÁTICO.
El programa mínimo (cuyas líneas básicas, se intuyen fácilmente), discurre sobre la
acción de un nuevo sujeto histórico conformado por la articulación de segmentos de clase y de
capas sociales (la denominada acumulación de fuerzas, en un frente democrático) 1413 ; aparato
1412 Estas ideas, solamente pudieron haber emergido del proceso de trabajo de una mente criolla, brillante;
innovación: nueva concepción de la política práctica, producida sin duda aquí (Ecuador) y no en otra parte del
mundo. Es hora ya de rendirle merecido tributo a su mentor: máximo exponente –al momento- del pensamiento
dialéctico, académico-político, nacional: “…la fuerza física del cerebro…” -dixit Lenin sobre Plejanov-… del
Señor Doctor Alfredo Castillo Bujase. Pero, poco se ha oído hablar de Marx al señor doctor. Qué pena: ¿será
por estrategia?, ¿por no ahuyentar a la audición?, ¿por subestimación?, ¿por hacer el intento de realizar una
valoración frugal de los hechos? El mismo señor que, a propósito de los sucesos del 89 del Siglo XX (hecho que
produjo una impresionante e interesada discusión sobre el Marxismo, en la que el segmento dominante de la
humanidad a escala mundial tonara la iniciativa, con el propósito de aprovecharse de aquellos aciagos
acontecimientos para reafirmar su paradigma y “hacer leña del árbol caído” del socialismo, del comunismo,
del materialismo, del marxismo), se refiere en estos términos de Marx: “… no le atribuyamos todos los méritos
a Marx… No pensemos que el marxismo fuera la única doctrina que pretendió –sic- ser científica… El
capitalismo de la globalización ha cambiado tanto, que si Marx viviera ahora, no le entendería” (“con esos
amigos, para qué los enemigos”). Qué pena que un gran pensador se exprese de ese modo del pensador mayor.
Pero: ¿por qué no entendería Marx el capitalismo en su fase de concretización absoluta, si incluso en lo
personal se cree comprenderlo? Gracias genial, todopoderoso (San) Carlos Marx: de modo lambiscón,
obsecuente, diletante, se te agradece, se te reconoce, como el mayor pensador y revolucionario que ha dado la
historia: como el modelo dominador de la racionalidad. Aquí, por ti suprapensador, se han llegado a estas
ideas, de modo que toda apología se vuelve auténtica. No obstante, debe pedirse disculpas porque las
reflexiones expuestas en este panfleto, no hayan alcanzado la máxima agudeza; esta frontera transparenta una
limitación inherente a la propia naturaleza, que se expresa en la persona que realiza las presentes anotaciones;
naturaleza que, en cambio, demuestra todo su poder en tanto genio que ha dado la humanidad, especialmente el
de C. Marx.
1413 Política constitucional (Proyecto Político restringido), que habilite la incorporación en el aparataje estatal e
institucional, de la representación de las diferentes formas económicas constitutivas de la Formación Social, de
manera que se democraticen la toma de decisiones y el manejo del Estado (modelo político de gestión
“participativo” –representativo- y democrático). Se desprende de esa nueva estructura política, el diseño y
aplicación de un modelo de política macroeconómica y sectorial, que induzca el paso de la hegemonía de la
“onda financiera” del capital a la “productiva”, o sea, “que los intereses de la producción nacional pasen a
comandar el destino de los países”; dicho “estilo de desarrollo” impuesto por una nueva correlación de fuerzas
dispuesta en el andamiaje institucional de la “gerencia pública”, es obvio que va a priorizar la producción a
través del fomento de la apertura de emprendimientos pequeños y medianos, impulsores de la generación de
empleo, centrados en la producción correspondiente con la demanda del mercado interno; medidas concretas
que –a su vez- resguarden el poder adquisitivo de los ingresos, que promueva el ahorro y no el consumismo (la
922

que participe en las elecciones democrático-burguesas por acceder a la “gerencia” del
Estado 1414 . Una vez allí, el principal objetivo propende formular nuevas Constituciones e
instrumentos legales, en los que se exprese la voluntad –erigida en ley- de los pueblos; con
este instrumento (uno de los mecanismos básicos del poder político; dicho sea entre
paréntesis: el poder político constituye, en esencia, el ejercicio de la voluntad de la propiedad
del capital plasmada en decisiones –normas- de clase para su reproducción; no se olvide que
mientras haya capital y su correspondiente superestructura, “… un Estado no puede existir sin
un interés –de clase-, que lo determine…”; pues, “… los Estados están construidos sobre
intereses vinculados a la economía…”), es posible equilibrar el poder e incluso alcanzar la
supremacía por parte de la acción concertada de las diferentes demandas de la reproducción
social 1415 . A esta estrategia, máxima en las nuevas condiciones, debe adscribirse el conjunto
de tácticas de ocasión (la estrategia se ha trocado en táctica, en los pasos de su concreción) de
presión y persuasión (incluso las anacrónico-violentas tienen algo que aportar aquí:
terroristas, guerrilleras, revolucionarias, subversivas, la “guerra asimétrica”), encargadas de
“dispersar al enemigo, de debilitarlo” y de ubicarlo en el campo abierto de la lucha
comandada totalmente por las fuerzas precursoras del futuro, de modo que se diezmen las
reservas históricas a su haber. En el trasfondo, sin embargo, tanto en el centro como en la
periferia, se devisa la operación inexorable de la regularidad material de la historia.
En concreto, de manera inadvertida –debido al efecto de opacidad, que la ideología del
poder (libertad, democracia y religión: nociones estratégicas del discurso oficial a escala
mundial) dispersa en la conciencia, de modo que a ésta todavía le es difícil advertir de forma
inmediata los hechos efectivos debajo de su mascarada-, está emergiendo el sujeto social de
una nueva “legitimación”: el “pueblo”, la ciudadanía (esta “abstracción seudocientífica”)
como tal y a la que corresponde una especie de vanguardia: los “subversivos”. En el pueblo
se halla fundido –de allí su naturaleza de agente político- la ontología del sujeto histórico
convencional del cambio y, en su mente (de modo difuso, no estructurado, amalgamado,
folklórico –dixit A. Gramsci) se acomodan los principios de la ideología científica de
transformación social. El sistema administrativo burgués es común en la mayor parte de
“naciones” (éstas se hallan forjadas a imagen y semejanza de los Estados imperiales, pues, si
bien entre los países capitalistas de vanguardia y los rezagados aún existe una colosal brecha
económica y tecnológica, en el resto de esferas del modo de vida, se presenta una
reinversión en el sector real), que administre con sentido nacional y soberano los recursos productivos
endógenos y la deuda (que procese los obstáculos clásicos, que han detenido el despegue económico:
estructurales, la desacumulación y la asignación dispendiosa-especulativa del ahorro nacional), y, que se
proponga la integración entre partners igualitarios, complementarios, solidarios –acuerdos estratégicos
interneocoloniales de largo plazo- (este nuevo “patrón de desarrollo” –todavía de acumulación- debe incluir
instrumentos de política financiero–monetaria del Estado, que induzcan la salida del país –de las “naciones”de
la esfera de determinación del Dólar y del vasallaje de los organismos internacionales, los cuales
vehiculizan –como muy bien se conoce- el control de la economía del planeta por parte de los monopolios
mundiales: una nueva Arquitectura Financiera, como la que se avanza en Ecuador).
1414
Crear formas de poder paralelo al poder que bloquea el cambio, se dice, sobre todo en circunstancias
neocapitalistas en cuyo cimientos se advierte los gérmenes del cambio civilizatorio en marcha, con las cuales se
forja el canal, o sea, la vía de flujo del grupo de tareas de transformación política o de implementación del
programa político pragmatizable en el interior del esquema y operación del sistema de la democracia burguesa,
cuyo sujeto de acción es un agregado de fuerzas sociales.
1415
La medida reformista de captación de la “función ejecutiva” (la Presidencia), con el objeto de utilizarla
para provocar el diseño y regencia de una nueva Constitución –tal como está sucediendo en varios países de
América Latina- (el ejercicio del “Poder Constituyente Originario”: cuando la voluntad soberana del pueblo se
activa, decide reorientar su destino y recurre al poder inmanente), puede derivar en decisiones plebiscitarias a
través de las cuales la población apruebe una nueva Carta Política estratégica y sigilosamente elaborada, que
reestructure el modelo de poder: el económico, el político, el administrativo-operativo; en su defecto, el
ejecutivo en manos de una representación popular, permitirá convocar a elecciones para estructurar una
Asamblea Nacional Constituyente, que elabore una nueva Constitución, que entre en vigencia inmediatamente
una vez promulgada o que sea sometida a la institución del plebiscito; en tercer lugar, pueden plantearse
acciones encaminadas a provocar reformas constitucionales antineomonetarístas, democráticas y nacionalistas,
por las vías anteriormente citadas –especialmente mediante la institución de la “consulta popular” (la táctica
en ningún caso debe recurrir a uno de los más efectivos órganos del poder: el Congreso, puesto que éste
aparato ha perdido fecundidad histórica, direccionalidad popular y se halla plenamente cooptado por el poder;
en realidad, debe recordarse, que el Estado es un instrumento originario de la dominación, que puede ser
recusado, pero también intervenido por las fuerzas populares, en las condiciones históricas de un determinado
escenario socio-político); obviamente, la medida concreta a tomarse, se supeditará a la coyuntura de la
“correlación de fuerzas” en escena (la indetenible acumulación de fuerzas populares dada en los cada vez más
altos grados de racionalidad que ellas acceden), presente en cada eslabón de acumulación.
923

impresionante similitud); si al pueblo se le torna urgente llegar a los aparatos del gobierno
para utilizarlos como instrumentos del cambio, deben hacer valer su voluntad en el interior del
lineamiento político-jurídico, que ha instituido la tradición del Derecho Político y
Constitucional burgués. En estos terrenos, sólo la voluntad mayoritaria de la población
(producto de una elevada conciencia general e histórica del pueblo), puede pretenderlo todo.
Los subversivos –por su parte- actuarán de modo más activo, allí donde la fuerza bélica
imperial y la represión de los grupos dominantes endógenos, se exacerbe.
De manera que, la lucha se torna descentrada y espontánea (al respecto se asevera: “de
las formas de resistencia múltiples al capital” transnacional y al sistema supranacional de
dominación); promueve la institucionalización del “valor de uso” –tal como es la normal
opinión en círculos de acción política contraoficiales-, pues, el proceso de desarrollo
vertiginoso de las fuerzas productivas modela el escenario futuro: trabajo concreto, trabajo
abstracto, se niegan, en la objetivación de la “energía” mecánica, que pasa a sostener la vida;
empero, en las circunstancias puestas de más largo plazo, no queda lugar en el que colocar –
en el sentido autónomo de la injerencia humana sobre su sino- la práctica de las tesis
consensuadas inherentes a la “Democracia Participativa”, ni las asociadas con la intención
pragmática de sustentar la distribución equitativa del producto mediante la estrategia de la
“remuneración objetiva del trabajo”: distribución en función del tiempo de trabajo
–Dietrisch: El socialismo del siglo XXI, “Bases de la democracia participativa”- (estos
postulados son meros resabios de las antiguas nociones “voluntaristas”, que en la actualidad
vivifican el divertimento del “constructivismo”, o sea, la pretensión de modificar
sustantivamente la realidad, sin el presupuesto de la destrucción del poder –“arqueología del
saber”; Foucault) 1416 .
La manifestación prístina, espontánea, del cambio (en torno a ella gravitan la de
procedencia voluntario-racional, la estructural de orden tecnológica –efecto de retroacción
negativa de las contratendencias- y la eficacia de las acciones contrahegemónicas
planetariamente múltiples y unilaterales), se condensa en tres vertientes: 1) conquista
tecnológica (presión por su espontánea difusión democrática); 2) conquista política (captación
de la institucionalidad gubernamental por parte de representantes de sectores populares o de la
migración neocolonial; por ejemplo, al inicio del Siglo XXI, obispos africanos gestionan la
Religión en Italia, éstos van con una nueva perspectiva de la vida); y, 3) conquista
socioterritorial (migración joven, que repone la población vieja en retirada –en Europa, por
ejemplo) por parte de las sociedades neocoloniales (“subdesarrolladas”, “no alineadas”,
“tercermundistas”, del “hemisferio Sur”) sobre las sociedades “desarrolladas”, del “primer
mundo”, “del Norte” (el Nuevo Mundo, al cual se le declarara “viejo” pocos años atrás por
europeos, estadounidenses y japoneses, vuelve a ser “Nuevo”, como lo fue en las proclamas
de Colón) 1417 . Este mundo remozado (en especial, en la coyuntura, por la acción de los “Mass
media” y merced a la difusión de la tecnología céntrica –de las TICs) toma la batuta de la
gestión del planeta, lo reestructura y lo inserta en su “visión esencial”, pues, la sociedad se
transparenta, se simplifica en dos bandos enemigos: los conglomerados monopólicos globales
rapaces y la población mundial pobre, subversiva (la nítida conciencia generadora de “otro
mundo”) 1418 . Este es el modo de comportamiento político común, por supuesto, para las
sociedades principalmente latinoamericanas en el proceso de transición, el cual se supedita a
las modificaciones esenciales, que se producen en el movimiento de las fuerzas productivas,
quién, a su vez, rige el proceso de modelación de las nuevas relaciones “sociales”.
Otros subconjuntos sociales, muchos de los cuales viven monásticamente controlados
1416
El Derecho se retrotrae a su fuente primigenia: la esencia del ser humano consuetudinaria; es deber del
ciudadano convertirse en un ente filosóficamente integral (es obvio: luego de haber alcanzado la verdadera
“democracia”: la igualdad material, una vez superada la etapa histórica del trabajo y las relaciones erigidas
sobre la propiedad individual de los medios de producción; y, luego de conseguida la plasmación práctica del
proceso denominado “construcción de ciudadanía” –su determinación deviene del movimiento de las fuerzas
productivas), en el contorno de un tejido humano total, universal.
1417
Constituye ésta, una “triada” de “genios”; en verdad, son muy vivos: han desarrollado al máximo la
ciencia, la técnica, han sido y son muy pulcros organizadores de shows, de campeonatos, pero son incapaces
hasta ahora de proponer y, sobre todo: de aplicar fórmulas para erradicar la pobreza, para superar la
desigualdad del mundo.
1418
Los “… nuevos, más cruentos y frecuentes enfrentamientos no serán ya, entre extremistas, terroristas o
gobiernos, sino entre ciudadanos esclarecidos y grupos privilegiados que, lejos de toda convicción democrática,
determinarán la vida, la libertad y derechos de millones” (Los amos del mundo. El nuevo orden mundial:
¿realidad o fantasía?).
924

e instalados de modo anquilosado en las estructuras concienciales de antaño como, por
ejemplo, el Integrismo Musulmán (monarquías teocráticas), deben primero superar esa etapa.
Ahora bien, sólo el capitalismo tiene la capacidad para penetrar y derribar estas trincheras
milenarias de pubertad humana (fase en la que la vida de la humanidad ha girado en torno de
la diversión), con el arma del mercado, la sed de atesoramiento y la anhelante renovación
técnica; acción destructora de sociedades estamentales, no sin la resistencia de conjuntos
humanos reaccionarios –para la fecha y frente a los nuevos propósitos del ser humano- de
mentalidad desviada, expresada de modo superior en las creencias: el Budismo, el Islamismo,
el Judaísmo (tráigase a la memoria el hecho atinente a que, para destruir y/o transformar el
fanatismo cristiano ortodoxo, fue necesario reformular totalmente los fundamentos del
catolicismo, llevándolo hacia el luteranismo-calvinismo; luego de lo cual la propia nueva
religión evangélica, rápidamente se anquilosó en su frontera de clase y en sus construcciones
mitológicas 1419 ; pero el Islam –por el momento- es también parte de la resistencia a
Occidente: “el Islam político es antiimperialista, libertario y protege sus recursos para su
propio desarrollo; eso afecta a EU”). En efecto, si bien la Revolución Islámica produjo
significativos cambios a la manera, podría decirse: de las Revoluciones Liberales en
Occidente –por ejemplo: en Irán-, a la vez que se convirtió en peligro tanto para EU como
para la ex URSS, la misma consistió nada mas que proceso de transformación a medias
cuando el Ayatolá Khomenei, puesto que fue traicionada, castrada, y en vista de que la misma
pudo avanzar incluso hacia objetivos socialistas 1420 . En la actualidad, no obstante, estos
subconjuntos humanos se hallan en la senda de la perspectiva humana, quizá sin plena
conciencia, pero lo están; Irán mismo es un pueblo progresista, que ha decidido abrirse al
mundo neocolonial, sobre todo de América, como potencia en ciernes.
Si bien es verdad, que el mercantilismo –como determinación abstracta y
cualitativamente no desarrollada- está presente desde tiempos inmemoriales en estas
“sociedades” (en la India, en las cuasi naciones árabes, en Africa, en China –en este último
caso, el capitalismo está destruyendo de modo acelerado su pasado arcaico, por tanto, la
forma clasista más moderna y desarrollada en Oriente, termina por ser una presencia
paradójicamente progresista), la ausencia de auténticas formas productivas industriales en la
historia económica de estos pueblos, ha perennizado sistemas ideológicos primitivos, los
mismos que advienen: en tanto peligro (por ejemplo, ese hermoso, pacífico y poético relato,
esa “corriente espiritual y ética": el Corán, vivido como dogma) para que los modos
renovados de existencia humana (capitalismo, socialismo, comunismo), hagan pie y le
otorguen auténtico sentido a la presencia humana en el mundo, como para que ellas no
encierren la inteligencia, en la apariencia de la sola reproducción fabular, religiosa fanática.
Las religiones politeístas orientales y las monoteístas, han predicado la igualdad (la
estructural), la felicidad (hedónica) y la libertad (libre albedrío) en sentido abstracto, lo cual
les ha llevado a no malquistarse con nadie; el cristianismo originario, sin embargo, tiene para
sí el mérito de tornarse comprometido, de haber asumido una posición parcializada de clase,
en la medida en que ha ubicado su discurso en el sector de los pobres. Si el capital: el bajo
precio de las mercancías, es el factor inexorable que derriba toda “Muralla de China”, puesta
su relación en la esfera de la ciencia y de la técnica más próxima a la generación joven, toma
la posta y globaliza el modo de vida clasista más desarrollado que ha producido la historia,
precisamente antes de anular las relaciones arcaicas y la forma propia de la cual ella es
instrumento de creación del nuevo status estructural humano. En suma: el carácter expansivo
del capitalismo, el que se mantiene aún en su fase degenerativa (búsqueda de nuevos
1419
El Protestantismo se encubó y emergió, en su orden, en y del rango estamental del “Bajo clero” europeo, en
la fase de descomposición del sistema servil-señorial, como evidencia del carácter histórico-dual de desempeño
de este tipo de forma ideológica de la estructura de la conciencia social (Religión Cristiana): revolucionario y
retrógrado; hecho histórico en el que no puede dejar de advertirse la contradicción de intereses materiales: el
Protestantismo “colaboró con el proceso de proletarización del campesinado, con lo cual puso su sello
progresista en la historia”; ese rol, ha sido superado por el movimiento social al cual ayudó a establecerse en
las etapas de despegue capitalista, retornando a asumir el papel reaccionario: el reproductor sistémico, en
cuanto aparato mistificador al servicio de los poderosos.
1420
Para la historia, fue más positivo el Sha de Irán: Reza Palevi, y no el personaje místico que le sucedió: el
Ayatolá Khomenei. El Sha intentó occidentalizar a su País de manera autoritaria, bonapartista, frente a una
multitud frenética fanatizada, religiosa (curiosamente, el mundo capitalista: EU, Francia, retiraron el apoyo al
Sha). Esta si fue una “revolución traicionada”, pues, fue un cambio para sostener el orden. No obstante, por
otra vía, con la derrota del Sha se inicia el proceso de occidentalización en ese país y en la zona.
925

mercados de oferta –de materias primas estratégicas- y de demanda –de colocación de
productos), el poder de la ciencia y la técnica (sometida a la necesidad de reproducción del
capitalismo y a la determinación histórica) y la exposición al mundo de dichas sociedades (la
globalización, efecto de esa misma forma de expansión mercantil burguesa), constituyen los
factores coercitivamente integradores de dichos subconjuntos humanos en la trama general de
la historia: historia unidimensional.
Las monarquías teocráticas de Oriente, poco a poco van a ser conducidas a la
“democracia”, como efecto de la internacionalización del modo de vida Occidental y de la
globalización de la tecnología. “Creo que si yo fuera japonés no me gustaría para nada lo que
los que no son japoneses escriben sobre Japón” (Bourdieu, Pierre. Razones prácticas. Sobre la
teoría de la acción). En estas líneas, en torno de las sociedades árabes, musulmanas,
africanas, se hace referencia a ellas, a partir de una postura de pretensión universalista de
pensamiento de carácter unidimensional; autoriza dicha conducta, la tendencia globalizadora
de la época, del conjunto de la vida de Occidente: de ella se desprende la oportunidad de
actuar de ese modo; coyuntura histórica ésta (la llamada posmodernidad), en la que se agrupa
a la humanidad en torno a un gran y único “relato” espacial y cultural (la tierra y el espíritu
burgués), en oposición a la percepción particularizante, por la que en la mente de los teóricos
actuales (modernos) de la civilización, ésta se refleja tan sólo en su cascarón. Es a partir de
ese modelo abstracto que se generaliza el carácter teórico de una percepción sobre la índole de
la realidad y su proyección; evocación, que a la vez es real. Se realiza, por tanto, una
evaluación comparativa –cuasi hermenéutica- entre sociedades a partir del enfoque de
asimilación de todos los subconjuntos humanos al tipo de sociedad más adelantada en el
camino capitalista por determinación histórica (Civilización Occidental), propensa a la
homogenización de la especie y que deja a un lado la opción del antropólogo de efectuar
análisis refinados y particularizados sobre la humanidad segmentada “culturalmente”, para
coercitivamente entrar en el uso de pocas y grandes leyes interpretativas del hecho social, que
permitan advertir la situación actual y la tendencia de todo el grupo humano.
Quizá por estar borroneando estas líneas, tal vez se crea que se esté asistido por el
derecho o por la obligación (responsabilidad) de emitir una opinión sobre los episodios que se
hallan ocurriendo a principios del año 2011 en la “sociedad de los faraones”: Egipto, en acto
de reflexión sobre sucesos humanos geográficamente situados y de muy corto plazo, en los
que se concretan las transformaciones históricas legadas por el proletariado en estado
potencial, en coherencia con lo que aquí se denomina “época cambiada”. Para el efecto, las
categorías sociopolíticas comunes sirven: “imperio occidental en decadencia”; crisis
financiera global; irrupción de las masas en el devenir histórico, conducente a desconectarse
del sistema oficial y a forjar un nuevo mundo; coyuntura política –en consecuencia- que
realiza sectorialmente la condición estructural de largo plazo de la especie. La principal
cabeza del imperio propende –soterradamente, mediante la actitud parca, endeble, llamada:
cobarde, de Obama, o sea, del Presidente de turno de EU- sostener el control geopolítico de la
Zona Arabe; el adecuado grado de gobernanza se apoya, sobre todo, en mantener el sistema
de acompañamiento (consenso activo de los países vecinos) al sionismo atómico israelí, hecho
subjetivamente restaurado en el frente epidérmico del choque religioso; el peón clave durante
3 decenios ha sido Hosni Mubarak, en el control social y en el acceso a materias primas
energéticas estratégicas y a mercados de la Región. Mubarak (forcejeo entre Occidente y
Oriente situado en Egipto –caso en el que se aplica parcialmente la hipótesis de la “guerra de
civilizaciones” de Huntington, en el interior de pueblos de múltiples y disímiles concepciones,
que podrán ser articulados a través de un “filtro” de orden ideológico), es la última ficha del
viejo poder y la provisional en la forja del nuevo, que debe salir de éste (la caída de Mubarak
es el simple cambio de personas, por ahora, en el interior de una misma estructura de poder:
momentáneamente nada cambiará, para el trayecto total humano, no obstante, todo se habrá
modificado), en el que, si bien se afecta la hasta ahora (primeros meses del año 2011) sólida
hegemonía geopolítica estadounidense en el sector, la democratización implica mayor grado
de occidentalización de las áreas árabes-musulmanas referidas, como mecanismo de avance
de estos pueblos en la perspectiva histórica de la humanidad 1421 .
1421
En el “ocaso del Occidente”, por ejemplo, en Irán se ha sometido al analfabetismo, se ha desarrollado la
educación universitaria y más del 50% de su población es la femenina; esa es la forma humana de ser
denominada despectivamente: “aldea global”. A decir verdad, el “mundo árabe no es islámico en el sentido
estricto de la palabra, puesto que dicha zona es muy heterogénea, en virtud de lo que se halla en transición”;
926

Esta anomia geopolítica árabe para EU, en sentido humano, es un episodio
históricamente focalizado; sin embargo, su condición casuística eventual incide directamente
en el rumbo tomado por la integralidad de la especie y en la realización de la totalidad. El
movimiento supra“nacional”, de carácter sistémico (este episodio, pronto ocurrirá en los
propios EU: denuncia y alzamiento de y en contra la dictadura reaccionaria permanente
bipartidista Republicanos/Demócratas), denominado “regional” o de “efecto dominó” en la
coyuntura, no va a ir más allá de la solución, que el poder suele permitir/imponer: atención al
reclamo poblacional de instauración de un Estado de Derecho de mayor democracia (régimen,
que constituye la antesala del cambio) 1422 ; esta plurimanifestación, es solamente popular
interestamental no emergente como un auténtico “bloque histórico”, es decir, de articulación
orgánica de fuerzas, pivotadas por el liderazgo progresista de mayor perspectiva histórica;
luego, se trata de forcejeos propensos hacia la concretización en el sentido de Occidente de la
esfera social de esos subconjunto humanos, proceso dirigido y retardado, a la vez, por los
límites de la visión humanamente viable en boga: la socialdemócrata. Los episodios no son la
expresión de realineamientos económicos profundos, que presionan sobre la institucionalidad
y la conciencia, sino del efecto del “todo sobre las partes”: de la coerción que la
mundialización de la vida inserta en la dominación sistémica de la principal determinación
(neoliberalidad) produce sobre sociedades anquilosantes: inestabilidad del régimen de
gobernanza in situ. El líquido hierve encerrado en su recipiente; su vapor presiona la
mampostería monárquica y de gobiernos autoritarios perennes hereditarios; la tapa (las
autoridades militares pro occidentales) sofoca la “energía” disidente popular, la que no
solamente recusa al liderazgo formal, sino que en penumbra deletrea textos de cambio, que no
tienen eco en el poder, como tampoco gozan de una fuerza propia constituida de modo
autónomo que les lleve hacia la realización de ejercicios conducentes a su concreción. El
“efecto dominó” contra Israel, puede incluso asumirse como conformación de una nueva
estructura de contragobernanza mundial mediatizada por una fuerte participación de las “redes
sociales” con apoyo tecnológico, transparentemente motivada para atender los problemas que
atañen a toda la especie 1423 .
Generalizando “la cosa”, tanto el nacionalismo del extinto Nasser como el
panarabismo de Gadhafi, son, a la vez, factores político-voluntarios reaccionarios como
progresistas para la historia de ese pueblo. Reaccionarios, en cuanto promueven la escisión de
mientras que, al haber recibido los ecos, socialmente reaccionarios pero históricamente progresistas,
transformadores de Occidente, su crisis produce ecos considerables de respuesta en otras zonas del mundo, en
la inmanencia del “efecto dominó”.
1422
Una argumentación impertinente más, sobre la muy apretada coyuntura. En 1993 se presentó el fenómeno
denominado “efecto dominó” en el antiguo Bloque Oriental; el mismo produjo regocijo en Occidente; ahora el
evento ocurre en la zona árabe de Occidente. EU está detrás e intentará resolver la crisis totalmente a su favor:
reconstituir y relanzar su hegemonía en Egipto, sacudiéndose de las fichas viejas, desgastadas, y también
afectar a regímenes desafectos (“pescar a río revuelto”), como son los casos de Irán: Mahmud Ahmadinejad y
de Libia: Gadhafi (pero el “líder libio” ha dicho que es un revolucionario y que morirá en combate contra la
secesión, como debe de ser; en efecto, los analistas han concluido, que lo que sigue en Libia es la guerra civil,
salga o se quede Gadhafi; finalmente, ese organismo espurio conocido por sus siglas como ONU –oligarquías
unidas del mundo- ha decidido invadir Libia el 19 de marzo del 20011 con la alevosa primera incursión aérea
realizada por el gobierno criminal y cobarde presidido por Sarkozy, sin que medie mas, que la protesta tibia de
Rusia y el valiente pronunciamiento en contra de Venezuela y del Ecuador, eso conduce a la necesidad de
formar la Organización de las Naciones Unidas de los pueblos; finalmente, la guerra tecnológica la ganarán
estos cobardes, pero como en Irak el pueblo libio dará inicio a la resistencia); en Irán y Libia se moviliza la
conspiración reaccionaria de la colusión de la derecha interna y externa –mercenarios infiltrados-
(“levantamiento popular sin liderazgo”, también se ha dicho), mientras que en el resto de países del orbe es el
pueblo el que se viene alzando en contra del poder doméstico y foráneo (sin embargo, el “efecto dominó” está
asociado al “efecto boomerang”). Sobre los sucesos hay solaz en el mundo capitalista (reduccionismo,
demonización de la persona de Gadhafi a través de los medios de difusión de masas mundial, conducente a la
legitimación y justificación de la intervención de las multinacionales neoimperiales: sistema de ventosas
geopolítico aferradas a las reservas petroleras); sin embargo, si el efecto de contagio ha topado a China, el
próximo en sufrir el impacto de su “propia medicina” serán los gringos: a alguien en Internet se le ocurrirá
denunciar a la dictadura permanente y absolutista del capital multinacional en EU, a través del bipartidismo
reaccionario: Republicanos/Demócratas, formulado llamados a la secesión.
1423
El mapa del mundo trazado por Europa (fragmentación, diferenciación, confrontación) se rediseña;
mediatizada por razones ideológicas focales entre sunitas-shiitas, la juventud (las estadísticas advierten que en
esa zona el mundo, más de 50% de la población no supera los 30 años) luchan por la democracia y por mejores
condiciones de vida. Se perfila una nueva estructura de “federación” entre Rusia, China, países árabes,
América Latina (cuyo resultado, como proyecto político particular, empujado por la historia, depende de la
claridad y diligencia de los pueblos), que deja al margen a la clásica triada: EU, UE y Japón.
927

una nacionalidad y debido a que fomentan el integrismo musulmán, en su orden; y,
progresistas, en la medida en que abrazan el sistema democrático occidental y se oponen a ese
orden unidimensional (sistema-mundo), que anula la contradicción impulsora del desarrollo.
Esta contrariedad histórica, debió superarse en el proceso de síntesis entre la balcanización
democrática nacionalista árabe en el interior de la amplia comunidad islámica: un solo
mercado ínter regional del trabajo, que acoja las más modernas formas de producción,
promotoras del desarrollo de la ciencia y de la técnica, y de ideas que remozan la conciencia
endógena, en coherencia. Esta visto, que la Religión y las formas sensoriales de vida
anquilosan a ésta; mientras que el iluminismo liberal y la frugalidad emprendedora acicatean
el establecimiento de formas de producción acordes, frente al progreso de la historia. Las
escaramuzas dadas entre la población y su resumen conductor político, que sacuden y
estremecen el hasta hace poco controlado y estable orden social árabe y que vuelven a generar
un momentáneo “vacío de poder”, forjado en torno a regímenes monárquicos, esto es, de
brazos ejecutores de la hegemonía geopolítica estadounidense en un escenario de micro
balance establecido por la presencia de cuñas también “totalitarias monárquicas” de signo
socialista como rezagos del influjo soviético, responden al ejercicio de necesarios reacomodos
de la historia en dicha Zona; el mundo se unifica y homogeniza por encima de proyectos
históricos particulares y de varias coyunturas de poder que deja como corolario la secesión,
preparando las condiciones para que sobre la humanidad se yerga la determinación que está
de lado de la esencia cósmica del “ser”.
La técnica de Occidente, al difundirse y homogenizar al mundo, es el portador material
que desembaraza a dichos pueblos de esa coraza (además, el petróleo obliga a abrirse a esta
sociedades, puesto que para poder realizarlo en el mercado mundial, tienen que entrar en
contacto con compradores de Occidente) 1424 . La técnica de última generación desplegada en
las más disímiles facetas de la vida, prende en la juventud (“característica de juventud es
buscar con más rapidez, más avances”), lo cual vuelve a la cuestión del cambio en las formas
sociales de Medio Oriente, en un hecho de orden generacional (por ejemplo, el anonimato tras
sus ropas de la mujer, la nula participación de ésta en asuntos de rex pública, la hegemonía
despótica de la persona masculina,... respecto de lo cual las generaciones jóvenes de mujeres
ya reniegan). Esta cuestión se vincula a la de género: técnica (cambio), generación y género,
abren el camino a reformas que proceden internamente en dichas sociedades, y que van a ser
estimuladas por el curso general, que ha tomado el mundo. La lucha por la “hegemonía
global” (por recluir para sí, la “dirección intelectual y moral” de la humanidad, del mundo, en
la sociedad de la espiritualidad a la vista) está planteada en estos términos, cuando la
“sociedad civil de los de abajo” del planeta, se integre en “bloque histórico” universal y
despliegue su proyecto político, en coherencia con las demandas del tiempo presente 1425 . De
1424
El dominio del proceso tecnológico de Occidente sobre todas las “culturas” del mundo (esto es, el proceso
de cambio cultural homogenizante y pernicioso, según la perspectiva de un específico punto de vista ultrista y
sectario, apreciación radicalmente peyorativa inscrita en determinada vertiente socialdemócrata de izquierda),
no debe verse simplemente con los ojos de la coyuntura, sino en la proyección más amplia de la necesidad, de la
dirección de la historia. Cualquier solución que se proponga para la “cuestión humana planetaria”, que define
la problemática general de la especie a inicios del tercer milenio (la tecnológica, la espiritual, la
medioambiental): su perspectiva superadora del presente burgués (la entrada en el momento de la negación que
conserva lo positivo y supera lo negativo de la instancia anterior), tiene como premisa a las relaciones y a la
base material más desarrollada de ellas: la producción mercantil supertecnológica, al margen del costo por
soportarlo que debe asumir la propia humanidad, o sea, el segmento mayoritario de ella.
1425
En el decurso histórico de la dominación neocolonial, varios ciclos políticos quedan por venir. En la década
de los 90 del Siglo XX se produjo el desplazamiento pendular del Estado del Bienestar (“derechización del
mundo”) hacia el Oligárquico-neoliberal en varios países céntricos –EU, Inglaterra- y dependientes; hoy, en
cambio, el Estado Neoliberal se traslada hacia el Estado con “rostro humano”. En la base de estos cambios
superficiales yace el capitalismo respirando, son su expresión: la explotación, la concentración de la riqueza, la
dominación, la imperialización, no se han movido. Por tanto, ¿estos cambios constituyen hoy como en todo
momento, cantos de sirena a la manera de antaño? Dicho de otro modo: en las actuales condiciones en las que
se desempeña el mundo, las transformaciones de poca monta y circunstanciales en materia societal:
¿representan tan sólo tácticas funcionales al status o, por el contrario, su dirección se sospecha que por lo
menos es incierta? Para controlar el descontento, el movimiento de masas, el poder opera así y la Izquierda
Light coadyuva en el amortiguamiento de las contradicciones a través de asimilar el discurso progresista. No
obstante, la gente se acostumbra, se aparapeta en tales discursos (éstos: “ya no entran por un oído y salen por
el otro”) y se moviliza. De todas maneras, ésta es una etapa de transición, pasada la cual, se impone una nueva
conducta: los griegos entre ellos (entre los “patricios”) daban sentido al juego democrático, el cual estaba
suprimido para los esclavos; algo similar ocurre en el futuro y las máquinas pasan a ser los “ilotas”.
928

hecho, el fenómeno se halla en pleno desarrollo en la India, en Pakistán; en aquellas zonas, a
medida que se estructuran instituciones de tráfico, de regulación oficial y de aplicación de las
prácticas inherentes concebidas en la perspectiva de Occidente (o sea, tan pronto como el
sistema evoluciona de la fuerza hacia el momento superior de dominación por hegemonía),
precisamente con el propósito de inducir la formación de las bases tecnológicas afincados en
las cuales sea posible vulnerar el poder hemisférico (las llamadas “redes sociales” juveniles);
dichas políticas –por su parte- inducen transformaciones in situ: ni Occidente ni Oriente serán
lo mismo allí luego del cambio dado en el carácter de las fuerzas productivas, pues, éstas
modifican (en lo que pueden) progresivamente la naturaleza anterior de las relaciones
sociales, sobre todo por cuando éstas no se hallan asistidas por el esclarecimiento que entraña
la razón 1426 .
En el caso de la India, sus elites presentan altos grados de iluminación, de
bonapartismo, mientras que su población se halla atenazada por la más antigua y compleja red
mitológica, la que la convierte en una población completamente elemental. El capital
multinacional, que ha ido en pos de rentas allí donde hay mercado de oferta (materias primas)
y mercado de demanda (consumo), ha penetrado dicha mega zona social y está modernizando
la colectividad hindú (debe entenderse: occidentalizándola), esto es, simplificando
reduccionistamente la conciencia y las relaciones sociales precapitalistas abigarradas allí
existentes, y superponiéndola una forma conceptual y actitudinal inherente a la vida
capitalista, de ese manera el capital procede de modo revolucionario, en la medida en que
apila subconjuntos humanos en la orilla positiva de la historia, aunque en la coyuntura esa
tarea se presente censurable. Dioses, mitos, tótems, ritos, tabúes, reproducción de largo plazo
(sexo) y de mediato plazo: alimentación en grupo; con el predomino de tal ideología
cohesionadora ha podido sostener procesos de reproducción simple: país de más de mil
millones de habitantes, de tradición estamental jerarquizada, que Inglaterra no pudo destruir
en la época colonial, pero que el movimiento prístino del capital lo está logrando
(simplificando su complejidad estamental de castas y direccionándola hacia la pureza bipolar
de trabajo productivo y trabajo improductivo, en el segmento activo de la población). El
capital ha permitido el traslado de las factorías a la India, volviéndola una economía de
mercado, una maquiladora, una plataforma de exportación; cierta sedimentación endógena de
ese proceso de acumulación, la ha estructurado como cuasi “cultura nacional” tardía, lo ha
modernizado, entrando a ocupar un sitial importante entre los países de mayor desarrollo
capitalista, lo que le ha permitido organizarse en el interior de los BRICS.
Tanto éstos como otros procesos (Pakistán está más cerda de Occidente), que tienen
lugar en la esfera episódica humana global, incluso de aquellos de sello mucho más particular,
mantienen su naturaleza cuasi autárquica y enclavada (singularidad forzada, que no se debe a
la fuerza interna de su constitución frente a la penetración frenética de la “modernidad”, de la
“posmodernidad”, en suma: de las relaciones –homogenizantes- concurrenciales en su
momento neoimperial, sino, más bien, como efecto de la tozuda voluntad –diferenciante-, que
pretende frenar el desplazamiento de la rueda de la historia). Se dice de ellos, que transcurren
con ritmos distintos, son historias y fisonomías particulares, que seguirán una ruta paralela y
1426
En Libia, el mercado ha jugado papel secundario camino hacia la “occidentalización”. A finales de agosto
del 2011, el Régimen está por “caer”. En los hechos, no es que los “rebeldes” se han tomado Libia; es el
imperialismo estadounidense criminal –se dice de modo indignado-, alentado por los cobardes Sarkozy y
Cameron, y por los hipócritas agenciosos de la ONU: Ban Ki Moon, los que han invadido y se han tomado
Libia, tras la pantalla de reacción de unos cuantos traidores libios (siervos de potencias intervencionistas, que
actúan a nombre de la “verdad”, de la “libertad y la democracia”, abrogándose el nombre de la comunidad
internacional; en realidad, la presencia genocida del poder occidental mundial en Medio Oriente, constituye
acción de reforzamiento del control geopolítico sobre el Golfo Pérsico, dirigido en el mismo sentido que el
mantenimiento de las Flotas Militares, los Comandos y las Bases que se hallan operativas en el planeta y cuyo
financiamiento representa porcentaje significativo de la deuda estadounidense, a pagar por parte de la
población mundial). En Siria no se han metido con su “artillería” y sus efectivos los gringos cretinos, genocidas
y cobardes comandados por los sicópatas “halcones de Washington”; a lo sumo han declarado con hipocresía,
que el dictador debe dejar el poder; tiene explicación esa conducta: en Siria, es el auténtico pueblo, que deplora
al poder interno y externo, el que se halla alzado. En Libia se inicia la intervención genocida y la larga lucha de
resistencia: la guerra civil fratricida (no obstante, en el largo plazo, los sucesos del triunfo no son sostenibles
para gringos ni para el capital). Empero, los acontecimientos han dado un giro completo a noviembre del 2011:
en Siria el movimiento popular estuvo inicialmente en contra de sus gobernantes, del poder y del sistema; pero
ni bien notaron la intromisión oportunista de la mano criminal del imperio yanqui, cerraron filas junto al
gobierno ante el cual inicialmente se levantaron, para defender la soberanía de Siria (el guión imperial de los 7
países árabes a invadir dentro del Plan Bush para Oriente Medio, va a fracasar).
929

disímil frente al único patrón (el Occidental), por siempre, esto es, o bien se trazarán un
camino de respuesta propio para la pregunta filosófica: “cuál es la razón de la presencia del
ser humano en la tierra: para qué existe este ser”, o por sendero alternativo desembocarán en
el mismo fin, meta aquí vislumbrada con base en la observancia del paradigma de la
proyectación (extrapolación de las tendencias históricas de las variables estructurales de la
sociedad) como la necesaria realización de la plena capacidad de la inteligencia naturalartificial
conducente a conferir al ser humano, mañana más tarde, el status de gobernador
universal; por tanto, si se atalaya más sobre el largo plazo de la humanidad, se advierte cómo
todas las parcialidades humanas son formas genéricas que se dirigen a un mismo punto,
terminan por parecerse, asumir o imponer formas de ser autónomamente dotadas de un mismo
sentido (en el ejemplo demostrativo craso: todos los seres vivos en la naturaleza vienen
puestos para cumplir la sustentación cíclica de una estructura de equilibrio en ella: carnívoros,
herbívoros, fotosintetizadores; el ser humano es un caso particular: se somete en las primeras
etapas al despotismo natural participando como simple animal en sus ondas de
desequilibrio/equilibrio/ cambio estable, luego afectando su matriz provocándose inusitados
cambios necesarios para su propio desarrollo, y finalmente: en armonía natural y humana, en
la carrera espiritual).
Esta dinamia singular de prominentes parcialidades humanas, geográficamente
situadas en la esfera, se integra y subordina en y a la complejidad del mundo, la cual –a su
vez- se opone al desplazamiento coercitivo general de la especie; formas tenuemente
diferenciadas que se encuentran –en verdad- aisladas, y que se resisten a ser formal o
realmente subsumidas. El planeta, se torna fácil advertir, en el decurso presente, se organiza
en función del supuesto “civilizatorio” predominante, tanto en la dimensión entera de la
“formación”, como en la muy ocasional de la coyuntura (régimen de gobernanza en cuanto
designio del “mundo corporativo que difunde la idea de democracia y la financia, que pone a
títeres que fomentan el interés de los grandes consorcios desde los gobiernos”). El modelo de
reproducción económica de raigambre neoclásica, el cual se edifica en la premisa de
conformación y devenir de la base de la existencia: en la norma de la “libre movilidad de
factores” (asignación natural de orden formal, puesto que en su interior subrepticiamente
operan políticas neoproteccionistas), la etapa neoimperialista, marca la ruta de penetración
definitiva del capital y de las relaciones que de su presencia se derivan, en el planeta. En el
Asia, dicho patrón de acumulación se lo asume cual oportunidad de alcanzar el desarrollo
tecnológico y material en general; en Europa se disfruta (“si no puedes con él, únete a él”) el
sistema de mercado y el planteamiento neoconservador; en América hispana, por su parte, al
neoclasicismo en economía, se le advierte como una agresión, por lo que este continente da
respuesta al modelo, al sistema, pasando de la resistencia a la proposición (posición
evolucionista no maximalista); en los pueblos árabes –de tradición y fe conservadoras-, en
cambio, la presencia de políticas de mercado de signo neoclásico, se las asume como un
fenómeno de “agresión ideológico-militar” (dixit Francois Houtart).
En substancia, no solamente que el pueblo más desarrollado muestra el camino de su
propio porvenir al pueblo menos desarrollado, sino que es la fuerza de la corriente histórica la
que derriba todas las “murallas de Berlín” enclavantes (las asesinas interpuestas entre México
y EU, entre Israel y Palestina) y atrae para sí a toda forma específica de reproducción,
rompiendo su resistencia, en un mundo que forzosamente en sus particularidades (en su esfera
esencial determinante) se ha vuelto uno. Las relaciones sociales se reestructuran como efecto
del cambio en las formas de conciencia social en las nuevas generaciones por el influjo
exterior de la técnica y de los modos de vida de vocación mundial de Occidente (esto, para el
caso concreto en reflexión y en curso), hecho que en apariencia nada tiene que ver con el
conflicto puesto en la contradicción económica. Es un proceso de cambio interno, provocado
por la influencia de fuerzas externas (no obstante, la dialéctica de la correlación entre “lo
externo y lo interno”, no ha variado, puesto que al integrarse el mundo en un solo hecho, la
fuerza determinante de la contradicción interna aparece viva y en primer orden). En el bloque
de sociedades en las que su conciencia se halla simbolizada aún de modo fantástico, el
sistema interno –la propia vida- degenera; se va borrando de la memoria histórica el cuadro de
percepciones que hoy las anquilosan (tampoco les queda carta para el futuro), pues, sus
existencia, tal como hoy está, se vuelve disfuncional al propósito de más largo alcance de la
humanidad (la espera de estos pueblos no tiene argumento frente a lo que aspira de ellos la
meta histórica).
930

3.3.5.2.3.- A MODO DE CONCLUCIÓN.
En consecuencia, la forma de la lucha política que se avecina, que ya se halla en
ejercicio “de manera espontánea, sin vanguardia, diversificada, múltiple, amalgamada” (pues,
en la fase de máxima concreción histórica burguesa –en las dimensiones estructural y
superestructural-, la sociedad recoge y vertebra la totalidad de sus relaciones de reproducción
pasadas –así como de las presentes y de las futuras-: la cooperación primitiva, la esclavitud
–la “tercerización”-, las formas serviles –la reedición de procesos precaristas de reproducción:
el arrendamiento mercantil (leasing) de medios e instrumentos de producción-, por supuesto:
las relaciones salariales y los nexos humanos del trabajo poscapitalistas –el socialismo
cubano-; trátase de un conglomerado arcaico de nexos humanos -“...un conjunto de
temporalidades humanas... en virtud de que el mundo tiene más de una edad...”-, que se
encuentra listo para ser anulado por la sociedad mecatrónica), que se muestra en frente, forma
que constituye la mediación negativa en el continuum humano, en verdad: el acto de dejar
atrás un orden para ingresar en otro, incluye –en esencia- a la movilización de la población
humana en su conjunto contra el estrato transnacional del capital universal 1427 . La misma se
inscribe en un proceso táctico sostenido de extensa duración (Gramsci), por alcanzar la
primacía sobre el programa de desarrollo ulterior de las fuerzas productivas, el cual
paulatinamente debe pasar a cubrir todas las demandas genéricas.
El cambio histórico en su estado real: deviene de modo evolutivo y espontáneo
(espontáneo: luego de que los presupuestos de esa nueva cualidad procesal de evolución
humana, han sido dados por las luchas políticas pasadas), al extinguirse de manera gradual la
institución efectiva y jurídica de la propiedad del capital –el cual deja de serlo- (y de todo
medio e instrumento de producción en general. No obstante, esta aseveración es en cierto
modo reduccionista, en razón de que todo organismo vivo asistido por la voluntad, no
desaparece por sí mismo o como culmen de su proceso evolutivo natural, sino como efecto
del acto de cierre de la llave de oxígeno por parte de la mano del sujeto esencial de la nueva
fase histórica que le supera y le sustituye, pues, ya lo aseveró Marx: “el trabajo no solamente
debe resistir al capital: debe derrocarlo”), una vez que ya no es necesaria en el momento de la
producción totalmente automatizada; o bien, se produce por el acto de la voluntad ciudadana:
decisión soberana (cuando la mayoría absoluta de los miembros de una colectividad así lo
deciden), legítima, de superación de ese tipo de propiedad (aquella que sirve para explotar y/o
someter), vertida en la institución constitucional, en cuanto ésta concreta el “poder
constituido” del pueblo (en realidad: el capitalismo no se cae solo, tampoco se sostiene solo;
el fenómeno de puja se expresa como el conocido proceso de “lucha de clases”: una clase
conservadora, la otra revolucionaria; entre estamentos o entre simples bloques de sujetos) 1428 .
De manera cabal, la reflexión conduce a considerar la circunstancia de que “... por
debilitado que esté, ningún sistema económico fundado en el capital se viene abajo por sí
mismo de manera automática”. Hay que ´derribarlo´”; y, las formas de economía alternativa
desplegadas en todo el mundo tanto como en los propios EU, que se desconectan de la
sociedad convencional y forjan un mundo paralelo, no es que reducen el mercado y afectan al
capital, puesto que el desempleo si bien es cierto que comprime el consumo, escatima a la vez
el monto de inversión del capitalista y, por tanto, la producción, tendiendo el sistema a
equilibrarse en sentido regresivo; el efecto es, que el capitalismo se deprime merced a la
operación de sus leyes internas, en tanto que otra forma civilizatoria se enseñorea en el
planeta (toda crisis provoca desempleo; la crisis actual –del 2008- no es la excepción; y, los
desempleados pasan a engrosar la “nueva ´civilización´”: la economía popular, solidaria,
1427
Todo organismo está revestido en su particularidad y concreción estructural, de la dimensión de la
universalidad (la totalidad del movimiento en sus diferentes fases), que le tornan omnipresente como “ser”. El
pasado, el presente y el futuro, esto es, rasgos de su procedencia, su conformación actual y los supuestos no
desarrollados del porvenir, en su carácter inacabado al haber dejado el pasado, no hallarse del todo en el
futuro, como tampoco comprehender la totalidad de la complejidad del presente. La clásica formulación
teórica, de la “articulación de modos de producción con dominante”: varias historias, coexistentes formas
etáreas y maneras de organizar la reproducción de la existencia, en la conjugación entre sobras del pasado, la
determinación de la modernidad presente y de los brotes, de los anuncios del marco de vida que viene, que están
llamados a determinar, a imponer el nuevo orden, en el que debe alcanzar su sentido máximo el género.
1428
Incluso un argumento de corte filosófico puede ser blandido para reafirmar los hechos: las crisis
capitalistas han sido capeadas mediante la vuelta a cero en los procesos y el reinicio de todo de nuevo, en virtud
a que los implicados se encuentran con vida, tienen fuerzas y necesidad de continuar existiendo, y algo hacen al
respecto; esta conducta tiene a la inteligencia como soporte, la que evalúa, propone y se pone en acción.
931

alternativa), hecho por el cual esta economía asume carácter contra capitalista activo,
haciéndose virar conscientemente los restos de la comunidad burguesa, hacia el “socialismo
del siglo XXI”.
En verdad, toda política se ejerce en un momento histórico determinado; en la nueva
circunstancia, una clásica estrategia arroja, por tanto, distintos resultados; no obstante, hay
personas que sostienen que el desarrollismo en curso en varias economías del planeta, es una
medida vitalizante del sistema neoconservador, que mínimamente lo cambia para relanzarlo.
Mas, la realidad, esta vez, no opera así. La política reguladora es una fuente de
establecimiento del porvenir: la acción que descabeza al buey de lidia capitalista, quién fuera
estocado por la Revolución de Octubre. En una palabra, “la lucha... [por la democratización
de los productos de la ciencia y de la técnica]… se torna larga y difícil” –dixit A. Gramsci-, en
cuanto “larga fase de agonía del capitalismo” –Chesnais, citado por Claudio Katz, en: Una
interpretación contemporánea de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia-;
se realiza de modo paralelo al tiempo que devenga el desarrollo de la técnica, en que llega el
momento en el que ésta debe posponer al trabajo material vivo 1429 .
3.3.6.- EL APORTE DE LA VOLUNTAD Y SU DEFECCION.
3.3.6.1.- APROXIMACION TEORICA E HISTORICA.
El sujeto histórico-natural, estructuralmente ubicado en la dirección del cambio, en la
época de la apertura de la revolución social, en la formación humana (sociedad) capitalista
coextensiva con la especie y con el planeta, en la teoría y en la práctica políticas Marxista-
Leninista, es el proletariado. La “clase”, debe recibir la conciencia de su posición objetiva en
la historia y de su misión de parte del partido de los trabajadores (la “intelectualidad
orgánica”) y, de este modo, transformarse en la portadora de dicha concepción y de su
operatividad estratégica.
El proletariado (sujeto estructural y sociopolíticamente privilegiado), no ha sido
forjado por voluntad alguna, sino por el propio movimiento histórico real: por las leyes
inmanentes del desenvolvimiento humano, como determinación material, económica, es decir,
en coherencia de circunstancias históricas de expropiación de los medios de producción y de
transformación de éstos en capital, de la conversión del trabajo humano en mercancía: “en
instrumento inmediato de valorización del capital”; fase en la que la sobrevivencia es posible
solamente a condición de que la población despojada de medios e instrumentos de
producción, se vincule al capital en calidad de mano de obra (fuerza de trabajo), viéndose el
capitalista obligado a contratarlos, exclusivamente en el marco del proceso de valorización.
El proletariado estructurado en Partido, en Ejército Revolucionario, dirigido por su
Vanguardia consciente, mediante la movilización conspirativa de masas, es el llamado a
tomar el poder, a través del ejercicio de la “violencia organizada”. Una vez en la conducción
del Estado burgués, debía convertirse en el artífice de la “construcción” socialista,
destruyendo la maquinaria de dominación e imponiendo sus condiciones de vida (los
principios del modo burgués de vida en su ser antológicamente suprimidos), a toda la
sociedad 1430 . El proletariado –de este modo-, deviene en el agente social indicado para
estelarizar la edificación de la primera fase de la organización superior de la sociedad, en la
que éste se anulaba como tal, mientras aquella asumía la forma definitiva de comunidad
humana.
La teoría, por tanto, prevé el itinerario de la acción. El marxismo (cosmovisión
filosófico-científica revolucionaria), en el proceso de materialización, se reviste, luego, de las
propiedades del leninismo: “del mismo modo que la filosofía marxista encuentra en el
1429
Las escaramuzas, los putsh políticos entre el capital altamente automatizado y la marginalidad y el
desempleo, esto es, la lucha social por el cambio o por el sostenimiento de los restos del sistema, constituyen
divertimentos, tan sólo distracciones, mientras se consuma este proceso: la concretización de la técnica. La
población ligada a la reproducción del capital (de la ciencia y de la técnica, en su específica vertiente), sostiene
el desarrollo de las fuerzas productivas, esto es, del progreso necesario en la línea de la misión humana;
mientras que la población común, sustenta tan sólo el proceso de reproducción orgánico-genérico, de
mantenimiento de la especie (su repoblamiento).
1430
Invertida la reflexión: si en el ser del obrero el capitalismo está suprimido; en el del capitalista la
alienación no registra existencia (mayores grados de libertad, es propietario del producto sin trabajar, como
ocurrirá con todo el conjunto de personas en la forma humana comunista plenamente automatizada).
932

proletariado su instrumento material, el proletariado halla en la filosofía marxista su
instrumento espiritual” (¿Cambio en la forma de mirar el mundo? No. Renovación en el modo
de representarse, de entender y actuar el y sobre el mundo). Ese encuentro debe darse a través
de una mediación, de una transición: la teoría y práctica leninista. Teoría de la revolución y de
la edificación socialista: percepción objetiva concreta de la fase imperialista del capitalismo;
teoría del partido de la clase obrera; teoría de la estrategia y táctica revolucionarias; teoría de
la dictadura del proletariado y de la forja de la comunidad socialista, y de la revolución
mundial.
Esta teoría es justa, no sólo porque se estructura conforme a principios definidos de
modo “positivo”, cuanto por haber sido modelada según una racionalidad científico-política y
valoración moral (axiológica), sino, a su vez, porque la misma ha registrado favorablemente
la prueba de la realidad (la práctica como criterio de verdad; no obstante, “es porque la teoría
de Marx es ‘verdadera’ por lo que pudo ser aplicada con éxito, y no es porque fue aplicada
con éxito por lo que es verdadera” -Althusser, Louis. Para leer El Capital). La antigua URSS
y su Bloque, Albania, Cuba, China y otras experiencias, fueron procesos que se suscitaron
parcial o totalmente según tal “esquema”. Por su parte, la definición del curso que debía
seguir el proceso –una vez conquistado el poder a cargo de los obreros organizados como
clase política- de conformidad con la actuación consciente y estratégica de la voluntad, remite
a la obra, cuya formulación concreta se corresponde de modo inequívoco con la agudeza
intelectual de los grandes cuadros del proletariado mundial 1431 .
Una vez pragmatizada la entera previsión teórica de la cosmovisión histórico-social
marxista-leninista, en la sociedad de los soviets, alrededor de los años 20 del siglo que ha
decurrido, en torno al curso que debía seguir el nuevo Estado Socialista, prevalecían dos
opciones: 1) la que consideraba, que Rusia debía convertirse en una especie de punta de lanza
para el desate de la revolución mundial (la Revolución Permanente); y, 2) la que planteaba,
que principalmente se debía organizar el socialismo en la ex parcela capitalista conquistada
por el gran proletariado ruso (la “revolución ininterrumpida”) 1432 . La alternativa primera, era
inviable para entonces, y resulta serlo, incluso evaluada a partir de la percepción prevaricante
de los hechos, de ubicación en el presente; en efecto, los Soviets debían renunciar al poder
conquistado mediante la Revolución de Octubre (la maquinaria estatal de una fracción
capitalista) y pasar a la clandestinidad, esperar o azuzar a que se produzca la revolución en los
“Estados Unidos de Europa”, como única garantía para que el socialismo se sostenga en la ex
URSS (esa era la posición de Trotsky, de Zinoviev, de Kamenev y de Bujarín; y, en cierto
modo fue la postura del Che Guevara en otro momento y según una diferente percepción
ideológico-política en Bolivia) o avanzar en la edificación de la sociedad de los
trabajadores 1433 . Dicho sea de paso, si Cuba hubiese seguido al pie de la letra la propuesta
1431
En su desarrollo efectivo, las jornadas ideológico-prácticas de la clase obrera y el socialismo (auténtico y
“real”) en conexión con la regularidad de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia en el interior del
sistema societario burgués, se constituye en componentes definidores del proceso en su doble condición:
estructural y racional, momentos a su vez inscritos en el movimiento irreversible de superación del sistema
burgués de vida de la sociedad; el carácter inductor sobredeterminante de la cadena de hechos que han
conferido inusitado dinamismo al proceso de acumulación de orden capitalista –por su parte-, responde a la
presencia e influjo de la conducta de los obreros organizados con racionalidad político proletaria. El ritmo
espontáneo y cadencioso de la marcha capitalista, en la determinación de los solos designios naturales,
apresuró el paso por la senda de la denominada “compresión del tiempo y del espacio”, proceso producido por
el influjo del escenario político revolucionario, en el que ha flameado la bandera roja con la hoz y el martillo,
como emblema y símbolos de la lucha de los trabajadores por la toma del poder y la transformación social.
1432
“Pero al llegar aquí, surgía en toda su envergadura el problema de las perspectivas, del carácter de nuestro
desarrollo y de nuestra edificación, el problema de la suerte del socialismo en la Unión Soviética. ¿En qué
dirección debía orientarse la edificación económica de la Unión Soviética, en la dirección del socialismo o en
alguna otra dirección? ¿Debía y podía el País Soviético construir una economía socialista, o estaba condenado
a abonar el terreno para otra clase de economía, para una economía capitalista? ¿Era posible, en general,
construir una economía socialista en la URSS, y en caso de que así fuera, era posible construirla cuando la
revolución se demoraba en los países capitalistas y el capitalismo se estabilizaba? ¿Era posible construir una
economía socialista por la senda de la nueva política económica que, al mismo tiempo que fortalecía y
desarrollaba por todos los medios las fuerzas del socialismo dentro del país, daba también por el momento un
cierto incremento del capitalismo? ¿Cómo había que construir una economía nacional de tipo socialista? ¿Por
dónde había que empezar este obra de edificación?” (Historia del PC-B- de la URSS. Moscú 1947, Pág. 348).
1433
Se conviene en admitir, que también Trotsky tenía razón; no obstante, entre dos tesis (en cuanto
conclusiones sostenidas mediante razonamientos) en torno de cómo se debe proceder, una se hizo realidad y,
con su “fracaso”, se transformó en objeto de evaluación negativa, lo cual no puede hacerse con la que no se
pragmatizó, la que adicionalmente cuenta con el beneficio de la duda: el trotskismo quedó “libre de refutación
933

etórica, impráctica trotskista de la “Revolución Permanente”, hoy sería sólo un recuerdo; “a
Dios gracias”, pensó y actuó de otro modo; hoy: ese pueblo resiste y los gringos se admiran,
no entienden por qué no se rinden.
Mutatis mutandis, el problema esencial para el ex Bloque Oriental, en la encrucijada,
no aludía al hecho atinente a que la humanidad se había globalizado, sino a la presencia
perturbadora del frente capitalista imperialista mundial, el cual aprovechó la “tierra nutricia”
puesta por el revisionismo y la traición jruschoviana para desplegar su labor de zapa (pues, el
capitalismo sí requería del territorio mundial, como una contratendencia dilatoria). Esta
aseveración: es justa, por lo menos en virtud de un par de razones: 1) de no haber capitalismo
en el mundo por entonces (si el capitalismo fratricida se hubiese autodestruido en sus guerras
interimperialistas) o si éste no hubiese conspirado contra el socialismo (lo cual es una
proposición ilusa), la ex URSS y su Bloque habrían evolucionado según el modelo puro de su
programa y quizá el revisionismo no hubiese alcanzado la “mayoría de edad”; y, 2) la Unión
Socialista era detentadora de una vasta extensión territorial, de multiplicidad de recursos y
talentos, para avanzar en el proyecto axiológico más encumbrado de la razón: la formación
del “nuevo ser humano” por cuenta propia, lo cual implicaba atender las necesidades de
desarrollo multifacético de modo igualitario de todos los miembros de su colectivo y de su
“crecimiento” cualitativo (proceso que habría, dicho sea de modo incidental, impulsado el
desarrollo de las fuerzas productivas necesario para el progreso general de la humanidad 1434 ),
precisamente por esa razón, en las primeras etapas se formó el Bloque: para promover el
desarrollo multi“social” antocentrado (el socialismo no necesitaba del capitalismo ni de los
países desarrollados de Europa convertidos en socialistas, para avanzar). Estas especulaciones
se las formulan, pese a su carácter de simples supuestos, para hacer notar, que el proceso no
falló por incapacidad teórica o por razones de perversidad inherente a los cuadros
revolucionarios a cargo del mismo, como simplísticamente algunos sicofantes quieren hace
creer. En lo tocante al supuesto, del cual el subsiguiente fue un continuum, en un documento
se lee: “… Octubre no rompió la cadena imperialista. Rusia no estaba integrada en los centros
de acumulación de la economía mundial en formación. Era una economía marginal,
dependiente y semicolonial”; al respecto, tan sólo huelga decir, que la afirmación “eslabón
más débil”, no hacía alusión al quiebre revolucionario inmediato de la estructura de
reproducción del capital hemisférico, sino al carácter desigual (y si se quiere: “combinado”)
de dicho proceso, lo cual ponía las condiciones –oportunidad- para que la voluntad incorpore
su voz en la historia, o sea, que había un eslabón en la cadena propenso a admitir el proceso
revolucionario 1435 . Luego, una sociedad socialista en ciernes, extensa en territorio, de
objetiva”, y la que se transformó en fiscal. En el proceso real “la máquina sustituyó a la lucha de clases, el
progreso a la revolución”; como se dice que lo sostuvo Zhdanov, el proceso de forja socialista cuando Stalin:
fue la realización de “un punto de vista del futuro sobre el presente”. El suceso fue convenientemente
denominado “Acumulación socialista” (Preobrajenzky); está acumulación no podía ser objeto de expropiación
de la propiedad capitalista desarrollada, sino acometido por el propio socialismo dadas las circunstancias (la
Rusia atrasada y debido a que Europa no se iba a dejar despojar por la Revolución permanente). Hoy está
claro, que el desarrollo tecnológico, en efecto, es un continuum, como medio para que el ser humano llegue al
absoluto. Las fuerzas productivas, en verdad, son el “fundamento de las distintas civilizaciones”; ahora bien,
ese precepto opera libremente hasta cuando “el potro no ha sido domado”, luego el género conquista el
derecho a romper esa Ley, totalmente en la robotización. Ciertos “teóricos” insisten en que el socialismo debe
darse con democracia, que debía irse a la extinción del Estado no a su consolidación; estos señores: sí
advierten la falacia de su argumento, pero se hacen los tontos y lo repiquetean para fastidiar. Si el socialismo
hubiese sido una isla, es probable que sus ficciones moralistas, utópicas, se hubiesen realizado;
desagraciadamente, el socialismo se dio en medio de un escenario de intensa lucha de clases interna y externa.
Alejandro Moreano (un teórico nacional) considera que solamente en el cine, en la poesía,... hay creatividad (o
sea, en el onanismo mental); esta persona, diletante de Eros, se burla sañudamente del esfuerzo realizado por
un pueblo: el soviético de Stalin, acerbamente criticando a Makarenko, a Stajanov, a Nikolai Ostroski (a este
extraordinario escritor revolucionario, que muriera joven: a los 32 años) refiriéndose dañinamente a su obra:
¡Así se templó el acero!
1434
En este punto se advierte una contradicción frente a lo que se sostiene en otro lado de este mismo
documento: de que la contradicción (la competencia) el único móvil del desarrollo de las fuerzas productivas;
en todo caso, la realidad había dirimido esta “aporía”.
1435
“En consonancia con el desarrollo general del país, la base sobre la que se formó la clase obrera rusa no fue
el artesanado corporativo, sino la agricultura; no fue la ciudad, sino el campo. Además, el proletariado de Rusia
no fue formándose paulatinamente a lo largo de los siglos arrastrando tras de sí el peso del pasado, como en
Inglaterra, sino a saltos, por una transformación súbita de las condiciones de vida, de las relaciones sociales,
rompiendo bruscamente con el ayer. Esto fue, precisamente, lo que, unido al yugo concentrado del zarismo, hizo
934

variedad “cultural” (precapitalismo), con elevados niveles de pobreza material y espiritual,
destrozada por los efectos de la Primera Guerra Mundial, plagada de grupos antisocialistas,
prozaristas, con intenciones restauracionistas en su interior y cercada por la reacción externa,
constituía no propiamente la fortaleza proletaria a partir de la cual arremeter contra el
capitalismo de las principales potencias. Seguir esa vía habría significado, por lo tanto, la
liquidación de la revolución en su misma cuna (el potencial revolucionario de la clase obrera
de los países europeos de alto desarrollo capitalista aún antes de la aplicación de las políticas
keynesianas o del Estado del Bienestar, era una ficción; el caso de la experiencia de R.
Luxemburgo indica que en el “eslabón más débil” el proceso conspirativo estaba maduro, mas
en los “fuertes”: ¡no!) 1436 . La propuesta por la que se optó, fue la más adecuada dadas las
condiciones. Se planteó construir el llamado “socialismo en un solo país”, fortalecerlo, a fin
de disponer del ejemplo y del poder para desgajarle progresivamente al capitalismo eslabón
por eslabón (según una ruta descentralizada de maduración revolucionaria natural, partiendo
de abajo), mediante la aplicación política de la ideología internacionalista proletaria y la lucha
de liberación nacional, interna a las neocolonias (en verdad, la revolución no se exporta, la
hacen los pueblos en función de la necesidad histórica y de las circunstancias concretas, sea
en condiciones balcanizadas o globalizadas, dejándose de lado alusiones a su éxito y
sutentabilidad) 1437 .
En la historia, pasar del orden feudal al capitalista fue posible en cada “país”; en
Europa tuvo lugar la llamada balcanización: la formación de Estados nacionales merced al
apoyo de los Borjia y los Tudor; la organización englobante del nuevo sistema se produjo a
través del comercio exterior, pasando a ser el capitalismo una realidad global a partir de su
formación mismo, por efecto estructural del intercambio. El socialismo peligraba como un
simple brote en un mar capitalista, cuya características (de la forma burguesa de reproducción
humana) eran su esencia expansiva y hegemónica; no obstante, así como el capitalismo
nacional se mantuvo por obra de la voluntad de la clase (fronteras, ideología de la soberanía,
leyes, ejército), podía el socialismo realizar políticas bonapartistas con decisión y disciplina
logrando contrarrestar la vocación englobalizadora capitalista (controlar el signo de las
fuerzas productivas); para el efecto, contaba con las armas de la conciencia y la voluntad
proletaria conductora de los procesos, y con la capacidad programática para implementar
modelos autocentrados y autosuficientes de pervivencia, en circunstancias en las que las
fuerzas productivas aún no se habían desarrollado tanto, para obligar a que la civilización se
vuelva una sola y de escala planetaria. Las fuerzas productivas son, en efecto, el “fundamento
de las distintas civilizaciones”, éstas, forman civilizaciones (en el interior de la civilización
humana, pues, si bien en ella se produce el desarrollo por saltos, lo cual incluso ha conducido
a proponer la división de la historia humana por eras: lítica, bronce, hierro, industrial,
tecnológica, la civilización rescata para sí, todas las formas funcionales de los pasados
desarrollos) pero en condiciones de inconciencia; cuando impera la voluntad, el “potro de las
fuerzas productivas puede ser controlado”, se convierte el movimiento de la base material de
la historia en un continuum.
El socialismo no solamente consiste en “el control consciente de las fuerzas
productivas”. Esa es una tesis, que emerge de considerar los hechos solo en el laboratorio de
la mente; en la realidad, el socialismo debía eliminar a las fuerzas humanas, al sistema que
controlaba y desarrolló dichas fuerzas materiales: el capitalismo, para luego perseguir el
hacerse con nuevos grados de libertad, mediante el desarrollo de la idea, como captación de la
realidad y su subsecuente dominio prático-creativo 1438 . El capitalismo, como fase necesaria en
que los obreros rusos asimilaran las conclusiones más avanzadas del pensamiento revolucionario, del mismo
modo que la industria rusa, llegada al mundo con retraso, se asimiló las últimas conquistas de la organización
capitalista” (Trotsky, León. Historia de la Revolución Rusa; Tomo I, Buenos Aires, 1972, pp 26-27).
1436 Stalin, José y Zinoviev, Grigori. El socialismo en un solo país. Ed. Siglo XXI, España Editores, Madrid,
1976.
1437 La industrialización de la URSS en la década de los 30 del siglo XX, tenía el preciso propósito de forjar las
condiciones objetivas para resistir la eminente ofensiva guerrerista por parte del “frente mundial del
imperialismo” sobre tal trinchera. Dicho sea de paso, esta faceta real de la construcción socialista en la
coyuntura histórica de Stalin, es la variable que no incorporó Charles Bethelheim al juzgar el programa
económico desplegado entre los años treinta del siglo pasado, lo cual le llevó a formular conclusiones en exceso
economicistas (deficiencias en el discernimiento), al sostener que en ese preciso instante la ex URSS perdió el
camino del socialismo.
1438 Algunos “socialistas”, “comunistas”, “marxistas” (cuanto las acomplejadas y vasallas religiones),
impugnan el desarrollo productivo per se, a la manera de la censura mitológica. “El crimen de Prometeo, a los
935

el movimiento progresivo de la historia, en la primera etapa de su existencia (conformación) y
de modo indefinido, operó en aspectos de sí mismo: desconcentrado en componentes
mercantil-productivos subsistémicos (pues, superimperialismo, imperio: no se avizora ni en el
lobyng entre los G20, ni en el seno del Comisión Bilderberg o en el de la Trilateral). Dicha
forma era natural y eficiente en su modo de ser intrínseco; la relación internacional entre estas
partes, no produjo condiciones sobre las que su antípoda: el proletariado, se conforme como
un solo cuerpo antagónico en la arena (Wallerstein). La “desconexión” parcial se perfiló en la
mente, no como incomprensión del proceso general, sino porque allí se presentó una aporía:
entre el ideal y su concreción estratégica; incluso en el 2008, cuando el potro chúcaro de las
fuerzas productivas ha vuelto uno solo al mundo, la tesis apropiada en el ámbito de la real
politik es : la “desconexión”, la formación estructural de dos mundos, como la primera etapa
(todas las formas de existencia giran en torno del proceso por etapas) de la concreción del
cambio legado por las luchas anteriores.
Si bien las condiciones de posibilidad real del socialismo los hechos lo planteaban sólo
en términos mundiales (de la humanidad), al no haberse descubierto (quizá por no haber ese
camino: la Revolución Permanente y la Revolución Mundial, eran simplemente una
especulación axiológica voluntarista, traducida en términos de factibilidad) era impráctica.
¿Qué fuerzas podían enfrentar al capitalismo europeo (y al yanqui) en su fase de ascenso,
quien tenía a su vez, además de recursos financieros, humanos estratégicos, geografía,
institucionalidad, logística militar, efectivos en sus pueblos, los medios de propaganda,
ideología y la fracción proburguesa de la clase obrera, la estrategia ultraimperial como
contratendencia dilatoria, y como trinchera y ariete (Segunda Guerra Mundial) para resolver
la contrariedad planteada en el escenario mundial por la “Liga” proletaria, como fuerza bélica
superior en el escenario real de la contienda? No obstante, las contradicciones geopolíticas
interimperialistas, ponen en la palestra de los procesos “como la sumatoria de actores
políticos nacionales” (en efecto, incluso por sobre la configuración social del capitalismo
posmoderno en los llamados “bloques” cuasi continentales, a su interior se ha “recrudecido el
proteccionismo”, que amenaza con dar al traste con años de esfuerzo unionista por ejemplo en
Europa); en aquella etapa, las burguesías localistas no deploraron la estrategia de los
movimientos de liberación nacional.
En los sucesos concretos, Lenin puso las primeras líneas del trazado de la senda (su
Norte, el programa y el método), en el curso conducente a la forja de la comunidad socialista
en la zona social liberada, o sea, en los territorios de la naciente Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas: desmontaje de los aparatos del Estado burgués, desmantelamiento del
régimen democrático liberal, instauración del sistema conscientemente dirigido de evolución
social, y la nueva estructura de principios en la relación con el resto de sociedades del mundo.
Stalin continuó con la aplicación de la política asumida, en orden de las necesarias
variaciones, que las condiciones cambiantes del escenario sobre todo externo, en las diversas
coyunturas deparaban. De modo que, en el sinuoso trayecto histórico experimentado en la ex
URSS, el proceso global: 1917-1989, es posible –en coherencia con una perspectiva de
levantamiento intelectivo de los hechos- realizar una micro periodización, en la que se
advierte tres momentos: 1) la real praxis de edificación socialista, la que se inicia con Lenin y
que concluye inmediatamente luego del deceso de Stalin (etapa socialista, en estricto sentido);
2) el momento de toma de la “coordinación” por parte del revisionismo y el giro del timonel
en sentido restaurador de la forma económica mercantil burguesa, la que llega a su fin con la
crisis burocrático-estatal momentos antes de la Reforma, simbolizada por la Perestroika y la
Glasnost; y, 3) la fase dinámica y efímera de desestructuración de la URSS y del Campo, en
1993. Luego de Stalin, el siguiente análisis, puede ser pertinente, para advertir una de las
facetas del fenómeno ocurrido en la ex URSS y su Campo:
… la unión de la teoría del periodo de transición al socialismo y la teoría de que la
dictadura del proletariado ya no es la forma política del socialismo contiene, en
potencia, peligrosas consecuencias prácticas para el proletariado, en el sentido de que
ese nuevo discurso teórico prepara las bases para la liquidación de su lucha de clase
ojos de Zeus, fue haber levantado a la humanidad de su degradación y miseria primitiva hasta su nivel donde
pudiese intentar rivalizar con los dioses. Fue apropiadamente castigado para toda la eternidad” (Debates: La
cuestión ambiental en Marx; fotocopiado; cita de Nisbet, 1985 p.32).
936

evolucionaria durante el socialismo. Y en el socialismo, aunque la visión que tiene el
bolchevismo no lo contemple así -al reproducir fielmente la tesis kautskiana de que la
supresión de la propiedad privada supone la supresión de las clases-, permanecen las
clases o la tendencia de éstas a recomponerse, porque se mantiene lo que “subyace” en
ellas, la división social del trabajo. La desaparición de la dictadura de la clase
revolucionaria entre los elementos de la línea política que persigue superar esta etapa
del desarrollo social, otorgando el papel principal de esta transformación al
desenvolvimiento según el dictado de factores nuevos como la “técnica moderna”,
supone arrebatar la dirección de ese proceso al proletariado como clase revolucionaria,
única garantía de que la dirección del mismo continúe orientada hacia el comunismo.
A cambio, resurgirán los elementos sociales que se benefician de la reproducción de
las condiciones económicas que respalda la vieja división del trabajo, y estos
elementos usurparán la dirección del proceso social invirtiéndolo con el fin de
restaurar el capitalismo… Sin embargo, la división del trabajo es también una fuerza
productiva. No considerarlo así, significa reducir las fuerzas productivas al simple
desarrollo tecnológico. En la producción social, sin embargo, las fuerzas productivas
son todo un conjunto de factores inseparables entre sí del que forman parte tanto la
división técnica y la división social del trabajo como los modos de organización de las
clases sociales en tanto que clases productoras. Entonces, el libre desarrollo de las
fuerzas productivas supone directamente la reproducción de las condiciones de
desarrollo de esas fuerzas productivas y, por lo tanto, la reproducción de la división
del trabajo en las condiciones dadas, que son las condiciones heredadas del viejo
modo de producción. Sólo con la revolucionarización consciente de esas fuerzas
productivas dispuestas en función de la organización de la sociedad en clases pueden
suprimirse definitivamente las bases de la misma y conjurarse el peligro de
restauración. Pero la liquidación política de la dictadura del proletariado, como
principal instrumento de esa revolucionarización, deja a la clase obrera desarmada
ideológicamente ante la recuperación de la burguesía. En la práctica, el proletariado
carecerá de los elementos teóricos adecuados para detectar esta recuperación.
Finalmente, será desbancado del poder casi sin haberse cerciorado de ello (Stalin. Del
marxismo al revisionismo. Capítulo 4. Los límites del bolchevismo) 1439 .
A finales de la segunda década del Siglo XX (1917-1923), en torno del curso a seguir
por parte de la fracción desarrollada de los países capitalistas de Occidente como de los de
Oriente (el “resto del mundo”), en el seno de la intelligentzia al frente del proceso
revolucionario, se supuso la emergencia –en ellos- de procesos de “marejada revolucionaria”,
pues, la mecha había sido prendida en Octubre. Esta previsión no ocurrió, incluso de por
medio el sacrificio de Rosa Luxemburgo, produciéndose, mas bien, salidas reaccionarias a la
cuestión planteada: el proceso de “globalización”, esto es, la formación planetaria de una sola
amalgama de reproducción del capital y de dominación, a través de la integración de los
diversos Estados en la cadena transnacionalizada de los mismos, ratificándose el centro de
comando del cuasi sistema, en Estados Unidos. Esta tendencia propende a la formación de un
“Estado-mundo, transnacional y emergente, que cuenta entre sus ´módulos´ o colaboradores
asociados y subordinados a numerosos Estados y regímenes políticos de las metrópolis y las
periferias. Todos los Estados y regímenes políticos del mundo se encuentran desde 1972-80
(desde Pinochet, Reagan y Thatcher) en proceso de desestructuración y reestructuración
funcional. El objetivo final del nuevo modelo de dominación y acumulación es lograr algo
que combina lo funcional, lo dialéctico y lo práctico, y a lo que los nuevos ´expertos´ llaman
1439
Sin embargo, a Lenin le ha dado la razón la historia: no es que regresó a la percepción errónea de Kausky
y la II Internacional, en torno a la determinación tan sólo de la historia por parte de las “fuerzas productivas”
(pero hay que considerar el hecho de que las “fuerzas productivas”, no sólo son inteligencia ontologizada, sino
efecto de la “lucha de clases”), subestimando el papel de la “división del trabajo” y de la “lucha de clases”;
Lenin, siguiendo a Marx, adelanta la idea en “Estado y la revolución”, como Marx en el “Programa de Gotha”,
de que el progreso de la técnica, que hará fluir a raudales los satisfactores para las necesidades humanas,
finiquitará toda asimetría humana, una vez que la voluntad revolucionaria ha hecho lo suyo. Ahora bien,
únicamente la automatización (elevado grado desarrollo de las “fuerzas productivas” –el máximo es el robot
inteligente), que saca al trabajo de la esfera de las actividades humanas, es el fenómeno que elimina de un solo
tajo, tanto la propiedad privada como la división del trabajo (y hecho este último, que es efecto del desarrollo
de las fuerzas productivas y de la actuación de la voluntad transformadora).
937

´gobernanza´...: el arte de construir estados, gobiernos y elecciones funcionales al Estado
Transnacional emergente, el cual se integra a los complejos empresariales-militares que lo
crean para asegurar la dominación” (René Báez). No obstante, este proceso de concreción
material y económica, tanto como ideológica, no puede ser terminal a nivel superestructural
(en el sentido político y jurídico, de orden burgués) 1440 .
La “onda larga”: el modelo contracíclico global, o sea: el momento imperialista clásico
–patrón, en substancia, cuantitativo de reproducción sistémico- entra en cuestión; en buenas
cuentas, la compleja articulación entre el desarrollo y la represión de la contradicción
-administración de la crisis del capitalismo central de vanguardia- incorpora al mundo al
movimiento de acumulación y a los actos de superación superficial de la crisis. Esta coyuntura
cede el paso a la instauración de la nueva forma de relación social, esto es, a la
meoimperialista: control del mundo por bloques, de la crisis y de la posibilidad de expansión
(el imperialismo en su conjunto, constituye la contratendencia en su más alta expresión); pues,
el movimiento que desemboca en la transmutación del imperialismo en neoimperialismo
(momento álgido de descenso del capitalismo, precisamente es un fenómeno de crisis de
reproducción del capital en la periferia del sistema: éste se supera y avanza hacia su estadio
superior). La etapa imperialista clásica (fase de expansión neocolonial), llegará a su término
con la Segunda Guerra Mundial (1945), su crisis principal se expresa en la Gran Depresión
del 29-33. El imperialismo (libre circulación mundial de capitales especulativos oligopólicos)
constituye una contratendencia expansiva estructural de larga duración; la contrapropensión
intensiva viene luego con la etapa neoimperialista (globalización), en la que –frente al ensayo
de la clásica política de reconquista de zonas de influencia- aprovecha los territorios del
bloque capitalista adverso del antiguo Bloque Oriental, a medida que también convierte en
esferas mercantiles de rentabilidad a sectores de la vida económica y social inéditos: la tierra,
la biodiversidad, los servicios públicos, mediante el ejercicio de la contratendencia de la
privatización (A. Borón).
El centro territorial de este poder imperial ha sido –el origen de su eje coordinador-
Estados Unidos y sigue en operación de este modo en la etapa neoimperialista (pues, se
necesita de una oficina de comando mundial, para que, entre otros requisitos, se pueda
transferir el peso del financiamiento del desarrollo investigativo-tecnológico sobre los
hombros de la población mundial): el primado del poder planetario es impensable al margen
de este “Estado-nación”, de este gendarme absoluto (dixit Atilio Borón). La fase imperialista,
por tanto, se periodiza en dos momentos: el imperialista clásico; y, el neoimperialismo
(globalización); etapa transicional ésta: exenta de guerras interimperiales 1441 , y la que
concluye el proceso de robotización; proceso dado en el marco complejo de las
contradicciones capitalistas, de permanente y generalizada operación de la crisis, que define
su momento de degeneración y salida. Empero, si bien es cierto, que la “globalización” es una
“fase superior del imperialismo”, es también la etapa en la que se objetivizan los presupuestos
materiales de la nueva sociedad; esta transformación, este paso, no constituyen procesos
socialmente incruentos sino intensamente conflictivos, en quienes el clásico proletariado ya
no participa; y, ante la guerra declarada por la esfera imperialista a la masiva población pobre
mundial, responden las acciones subversivas atomizadas, en principio, y en bloque
supranacional, luego. Como se piensa y ya se ha aseverado, el planeta se vuelve realmente
1440
En efecto, sólo si el sistema capitalista, en su fase de ascenso terminal, mostrara una faceta orgánica, de
pujanza económica y de fortaleza moral como propias de su ser, se podría pensar en la coetánea maduración de
su complejidad interior; no obstante, el aspecto superestructural, en el que se expresan –dicho sea de paso- los
conflictos gestados en el plano más hondo de reproducción de su anatomía, es un subsistema, que no remata su
movimiento, en el momento concretizador (el avivamiento de factores críticos internos y la movilización
poblacional mundial, devienen en sus límites).
1441
Es verdad: las zonas imperiales experimentan inusitado crecimiento económico entre los años 30 y 60 del
siglo pasado, o sea, en el período entre guerras y en la segunda pos guerra mundial, gracias a la destrucción de
excedentes productivos después de la gran depresión, que permitirá impulsar un nuevo ciclo, sobre todo por la
política de reconstrucción de Europa y el Japón, a través del ejercicio del proceso de funcionamiento
económico precedido por la política keynesiana (Mileikovski, A G. y otros. Economía política no marxista
actual: un análisis crítico; Ed. Progreso, Moscú, 1981); luego de lo cual –como se ha anotado en páginas atrás-
, se hace nuevamente presente la crisis en 1970 y en la década de los 80: crisis de la deuda, crisis energética y
del modelo empresarial fondista, todo lo cual generará la complejidad global del mundo, en la que el proceso
de acumulación cualitativo, flexible, la reproducción sistémica y la conformación de un forma estatal cuasi
mundial –cuyo centro de comando territorial se halla en Estados Unidos, como se ha observado por parte de
analistas del fenómeno- determinan el carácter de la humanidad.
938

ipolar, pues, la esfera se divide, de modo transparente, en dos campos enemigos: bloque
neoimperial comandado por la Triada: Europa, Japón, Estados Unidos y la población de las
repúblicas neocoloniales, que no se somete a los designios de la cabeza del imperio y sobre
los cuales se descarga la coerción belicista 1442 .
Actualizando los “datos”, el capital financiero-especulativo, no ha sido desbancado de
su posición de “director del mundo” (“onda financiera del capital”); su ejecutoria ha
devenido, en los primeros años del siglo en curso (2008), en un nuevo “crack financiero” en
EU, el cual, según es la opinión de los expertos, enrojece frente a fenómeno similar ocurrido
entre 1929-33; esta crisis, por otra parte, reviste índole sistémica, mundial (en verdad, se
afirma que el “sistema ideológico, programático e institucional de gestión financiera del
capital global se halla en crisis”), la misma, podría sostenerse también, que representa el “fin
de la orgía capitalista y de su clase”. La referida crisis, abierta en la esfera inmobiliariofinanciera
de EU, es expresión del fracaso de la operación de las leyes del mercado en el
proceso de reproducción del capital financiero, pues, la política de desregulación del
movimiento del capital financiero-comercial, dejó el camino libre para que se produzca el
desate de operaciones especulativas (institucionalización de los mercados Offshore, de estas
“zonas francas” al revés). El resultado ha sido la creación de una serie de burbujas (aumento
artificial de precios): informática, inmobiliaria, financiera, emisora, petrolera (dadas esas
circunstancias, finalmente los liberales se volverán fiscalistas: el Estado –el capital financiero
propiamente- irá al rescate de la Banca; Europa, por ejemplo, está renunciando a la política de
compras a futuro de petróleo con el objeto de equilibrar dicho mercado y la demanda de
dólares, y recurriendo a la depreciación de su moneda). Si en el plano económico la recesión
estadounidense es una forma de expresión de la tendencia en la caída de retornos, en el de la
desestructuración civilizatoria de la humanidad, la misma bloquea la formación imperial de
aquella; en efecto, la crisis económica de EU (crack financiero de inicios del siglo XXI,
mitigado –enmascarado- por la contratendencia de centralización bancaria: ocultación de
quiebras mediante fusiones, absorciones, asunción estatal de pasivos), bloquea todo camino
imperial para el mundo; el planeta, por tanto, se vuelve una estructura “subimperial”, esto es,
la humanidad geopolíticamente se balancea, puesto que “se equilibra en cuanto a centros de
poder económico”: EU, UE (Canadá y Australia siguen el mismo patrón, pero de modo más
moderado), Japón, Rusia, China, India, Brasil, Pakistán, Irán.
Según la aseveración de A. Arrighi:
Después que todo: Bretton Woods era un sistema global, así que lo que realmente ha
ocurrido ha sido un cambio desde un sistema global (jerárquicamente organizado y en
su mayor parte controlado políticamente por los Estados Unidos) a otro sistema global
más descentralizado y coordinado mediante el mercado, haciendo que las condiciones
financieras del capitalismo sean mucho más volátiles e inestables.
Con el paso del tiempo, sin embargo, la turbulencia socavó el poder de los viejos
centros organizadores, y preparó su desalojo por nuevos centros organizadores,
capaces de promover y mantener una nueva expansión importante de la producción y
el comercio mundial (Arrighi, 1994) 1443 .
1442
Ya no se producen guerras interimperiales evidentes: es cierto; no obstante, éstas, habiendo cedido
“energía”, se han transferido a la esfera contradictoria de los negocios: en aquellos que se llevan a cabo en el
marco de la operación de los monopolios corporativos; la hegemonía en este sector, por su parte, se expresa
como la voluntad impuesta por el frente que comanda el “bloque histórico” imperial. Las contradicciones
interimperialistas se han simplificado con la caída del Muro de Berlín; en virtud de este hecho, la geopolítica se
ha tornado casi unipolar. En el plano de la practicidad revolucionaria, la absolutización del carácter rapaz,
cruento, genocida del imperialismo: atenerse solamente al signo de su sola negatividad intrínseca, impide
avanzar en su destierro definitivo; por otra parte, ya se sabe que toda radicalización, toda política maximalista
en el papel revolucionario fuera de la coyuntura que define este proceder, vuelve fofa la lucha o aladea al actor
del proceso. El apoyar ciertas concesiones democráticas que hace el poder: profundizar la democracia, es una
forma de lucha esencial en las circunstancias actuales, en las que hay que frenar a este poder inmenso, del que
puede apoderarse la arbitrariedad (el “matón del barrio” puede hacer de las suyas –arrasar con el planeta
todo-, antes de caer derrotado por una conjura histórico-popular), también con la cesión de virulencia y
frontalidad en la lucha transformadora; esta conducta, en modo alguno significa apreciar de manera sesgada,
en crisis, o de forma revisionista el hecho global imperial actual.
1443
Este orden geoinstitucional de desplazamiento del proceso de acumulación visto en sentido simplemente
directivo-operativo, se corresponde con razones más profundas relacionadas con el proceso de relocalización
programada de inversiones de carácter neoimperial: el mundo ha quedado a disposición de los grupos
oligopólicos del capital multinacional, ellos –en cerrada competencia intermonopólica- van reconquistando
939

En el 2009 el sistema capitalista hemisferizado experimentó una nueva crisis de
dimensiones globales, advertida sobre todo en sus anillos centrales (quiebra en cascada de los
principales mega Bancos de inversión y atribuida al “exceso de desregulación del sector”):
crisis de orden financiera, la que inmediatamente fuera asistida por la trasferencia de colosales
montos de plusvalía mundial (asistida por el uso de dinero impreso) al sector financierobancario
y a determinados oligopolios productores de bienes estrella, como el sector de la
fabricación de vehículos (Ford, Chevrolet, Chrysler) 1444 . Los síntomas globales de
recuperación de la forma capitalista que en el primer semestre del 2010 se experimenta
(primero en las economías emergentes y latinoamericanas –impacto capeado, como efecto de
la aplicación de un modelo de política contraortodoxo-, luego en EU y últimamente de modo
vacilante y nervioso en Europa) no quiere decir que el sistema deje el hospital y recobre el
tren usual de acumulación en sus actividades normales; la máxima actual es: todo momento
de bienestar sistémico supone el éxito del proceso sostenido de primacía de la economía
mecanizada sobre la fundada en el trabajo vivo (“poca creación de empleo”), con lo cual se
desindustrializa más la formación social y se da cabida a la conformación de un fortalecido
sector de economía paralela, en el que el proceso de desconexión solidaria se agranda.
“Economía recalentada”, recuperación tenue, nuevas caídas, diseño y uso del recién diseñado
panel de herramientas, etc., es el patrón de comportamiento del sistema en la inmediata
coyuntura, mas siempre en un escenario en perspectiva en estado progresivo de degeneración.
“Actualización” (Robert Stack: Misterio sin resolver): la primicia noticiosa al término del año
2010, es que la GM ha recuperado el nivel de sus ventas (a costa de la reducción paralela en la
cartera de pedidos de Toyota) y ha obtenido utilidades. La pregunta es: ¿el nivel de ingresos
podrá ser suficiente para saldar la deuda, puesto que aún el Estado es propietario del 62% de
la multinacional; tendrán la voluntad para pagarla; o, se estará frente a un nuevo acto de
licuado?; además: ¿se podrá financiar con recursos propios la inversión para el nuevo
ejercicio productivo? En verdad, el incremento del stock de ventas se debe a la política de
descuentos a clientes, a las facilidades del crédito y a las ventas a crédito (los procesos de
chatarrización –vida útil reducida- deben haber incidido favorablemente, mientras que el alto
nivel de desempleo -10% en EU- lo habría morigerado).
Es pertinente preguntarse, en consecuencia –retomándose el hilo de la exposición,
propio del presente subnumeral-: ¿por qué no se produjo la revolución en Occidente y en la
Europa burguesa desarrollada, luego de 1917, si en tales zonas se hallaban presentes las
condiciones objetivas (y subjetivas) para el efecto? Estos factores –en el área en cuestión-
podrían agruparse del modo siguiente: mayor desarrollo industrial, el cual deriva en la
presencia de un sector obrero numeroso y fuerte; crisis económica –precisamente la que
desencadenó las Guerras Mundiales Primera y Segunda-; y, por lo mismo: elevado desarrollo
subjetivo (no necesariamente clasista, de orden político). No obstante, estos presupuestos
derivaron –mas bien- en la fuente del establecimiento de sistemas fascistas, nazistas, en la
guerra mundial y en la aplicación de modelos estatal interventores (la “economía social de
mercado” del “nacional socialismo” alemán) de programación económica y política, a escala
mundial; y, en último término, como el sistema se había desarrollado subjetiva e
institucionalmente, las “trincheras de la sociedad civil” (sic): sus nuevas determinaciones,
actuaron como sus estabilizadores (variable exógena de ajuste). En una palabra: luego de
haber resistido en efecto de la epidemia, el sistema salió de la crisis y quedó vacunado.
De forma sumaria y esquemática, sobre las causas respecto de por qué no se produjo la
revolución proletaria en los países de mayor desarrollo burgués, se cita al concurso de dos
factores: 1) la clase capitalista asimiló y procesó internamente el fenómeno de Octubre 1445
zonas de influencia según el criterio de ventajas comparativas zonales variadas, provocando liderazgos
intermedios, como es el caso de las BRIC.
1444
El rescate financiero a la GM, se sabe que ascendió a 40 mil millones de dólares, que el Estado
estadounidense (los contribuyentes, del mundo entero) otorgaron a dicha transnacional; por lo cual, el Estado
tiene la más alta participación en tal empresa; pero aún (2010) no se ha hecho pago alguno.
1445
El capital, en su frente zarista ruso (y chino de la secesión campesina), no se hallaba preparado para
enfrentar la primera Gran Revolución Socialista de 1917, carecía de experiencia, le tomó por sorpresa y
desarmado, no pudo reaccionar adecuadamente: “… así como el que la burguesía rusa carecía de la suficiente
experiencia para usar a la clase obrera y establecer compromisos políticos, como los que poseía, por ejemplo,
la burguesía inglesa” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista), esa una de las razones por las que no pudo
frenar el proceso revolucionario; a partir de entonces, el capital en los centros imperiales queda vacunado.
940

(aceleró la creación de las “trincheras” de la “sociedad civil” 1446 ; frenó, de modo consciente,
la marejada revolucionaria, mediante la concepción y práctica de política económica
keynesiana: se aplicaron medidas reactivadoras de la economía –“presupuesto estatal
deficitario”-; se expandió el mercado de trabajo a través de la generación de empleo
ficticio –“cavar un hoyo para tapar otro”-, para impedir que se difunda el mal ejemplo
soviético, amén del ensayo de reprogramación geoeconómica global del mundo -dicha medida
exigió la “gran renovación de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Era
la única manera en la que podía funcionar”-; se instrumentó el programa de bonos para el
desempleo financiado por el excedente imperial -UNRRA, Plan Marshall, OTAN; Hoxha,
Enver: Eurocomunismo es anticomunismo-; se promovió la resignación en la población pobre
con la prédica del evangelismo -de ese retórico, falso, mañoso, pero convincente mensaje-; se
ejecutó la práctica genocida endógena del sicariato contrarrevolucionario: el kukuxklán, la
“caza de brujas”, el macartismo -los hechos se explican si se pasa revista a sus actores,
Churchill, por ejemplo, individuo dado a poeta, desestimó la presencia de los luchadores por
el socialismo, motejándoles simplísticamente de envidiosos; pero, ¿acaso este monigote
olvidó la masacre en Norteamérica, en la India,... realizada por estos pérfidos ingleses
supuestamente civilizados?). Y, 2) el movimiento natural de la historia dio continuidad al
proceso de acumulación geoburgués hemisférico aún no concluido, debiéndose aprovechar
–tal como formula la ley- todas las potencias que caben dentro del sistema (del subsistema de
Estados capitalistas de desarrollo económico de vanguardia), particularmente para que la
humanidad avance hacia la robotización 1447 .
Las previsiones de Marx y Engels no se cumplieron. Gramsci hace responsable a las
transformaciones en el aparato estatal y a fallas en el paradigma estratégico, mientras que
otros sectores imputan a defectos de teoría. Empero, la concepción marxista de la realidad y
de su transformación, sustentada objetivamente en el levantamiento cognitivo de la realidad
en su formulación pura, o sea, como modelo teórico imperturbado por determinación de las
contingencias históricas concretas, era genuina –sigue siendo-; mas, frente a la correlación de
fuerzas reales, la tendencia natural se modificó (en efecto, se abrían tan sólo tres futuribles: el
triunfo del proletariado en las sociedades de capitalismo desarrollado; el triunfo de la clase
burguesa; o, su anulación conjunta); de allí la necesidad urgente –en ese entonces- de forjar el
sujeto histórico en el nivel político, de lanzarlo con sagacidad, sorpresa y resolución, sin
pérdida de tiempo, a la lucha, puesto que el “capitalismo no se cae solo”; el choque frente a
una fuerza colosalmente superior, fortaleció las determinaciones de la historia, precisamente
sobre las cuales se pensaba actuar, y se tuvieron los resultados conocidos (la predicción de
Marx podría cumplirse, si en la lucha de clases habida en los países de capitalismo
desarrollado, los obreros se esforzaban y cumplían su misión; pero la arenga estaba
planteada).
Marx y Engels vivieron en el período del capitalismo premonopolista, cuando el
capitalismo se desarrollaba en línea ascendente y no todo el capitalismo había
madurado todavía para la revolución proletaria, cuando las condiciones materiales de
ésta alcanzaban cierto grado de madurez sólo en los países económicamente más
avanzados de Europa y América.
La tesis de que la revolución proletaria sólo podía triunfar simultáneamente en todos
los países capitalistas desarrollados era justa para el período del capitalismo
premonopolista y respondía a las condiciones históricas de esa época.
El hecho de que el monopolio sustituyera a la libre competencia significaba la
aparición de la tendencia al estancamiento en la economía (Kelle y Kovalzón:
Sociología marxista).
1446
Los gringos (dicho sea esta expresión en sentido despectivo), el capital, no solamente que tienen
“trincheras” (las trincheras de la “sociedad civil”), sino que también poseen “tanques” que pueden llegar a
objetivos decenas de metros bajo tierra.
1447
Gramsci explica los límites que experimentara el proyecto revolucionario, en la incomprensión de la
vanguardia revolucionaria sobre las nuevas determinaciones del Estado de Occidente, en que no se pasó a la
“estrategia de posición”, a que no se pretendió la hegemonía por parte del partido proletario en el Bloque
Histórico, mediante la educación, la organización y el consenso alcanzado por la praxis del “moderno
Príncipe”. Otro sector, en una posición menos objetiva, lógica y edificante, sostiene: que Marx se equivocó en
su previsión: el socialismo en el nivel desarrollado de la formación, jamás se dio. No obstante, tampoco esta
percepción, que homologa mecánicamente los hechos y el orden de la conciencia, es pertinente.
941

Es el Estado al que acudió el poder, con cuya mediación socializar las pérdidas:
contener la lucha interna mediante concesiones a los trabajadores. La estrategia descentrada
conducente a la edificación de la formación social socialista a escala planetaria (como fue
planteada en el seno de la Tercera Internacional y en el KOMINTERN: el programa político
direccionado a la construcción de la globalización socialista), sustentada: 1) en la previsión
sobre la instauración de procesos revolucionarios en los anillos centrales del sistema
(planteamiento original de Marx); 2) en las reformas democrático-burguesas, previas a la
revolución proletaria de los Movimientos de Liberación Nacional en las neocolonias
(reformulación de Lenin para el proceso en las condiciones presentes –de ese entonces); y, 3)
la consolidación de la nueva estructura económica en la ex URSS y su Bloque, se perfilaba
como la ruta de edificación del Socialismo en el planeta entero. La República Socialista real –
además- debía concentrar, desarrollar y mostrar al mundo el valor de sus cualidades
intrínsecas; ser el ejemplo: triunfar en el frente social, en el moral, anular sus
contratendencias 1448 . Es esta la estrategia, la que –dicho sea de paso-, se afirma, que
finalmente falló. ¿Cuál la determinación? Estímese.
La sociedad capitalista no constituye un todo orgánico-racional. La presencia de la
propiedad privada en ésta, viene siendo la base de permisibilidad, para que cada individuo,
según sea su poder sobre los medios de producción, decida de modo independiente: qué hacer
con ellos (y con los demás). Una especie de coordinación por “ajunte mutuo” tiene lugar a
través del mercado y sus leyes; leyes, que pronto son burladas por la acción monopólica (en
verdad: el efecto y el mecanismo reforzador del proceso de diferenciación y concentración del
capital en el interior de cada unidad espacial de acumulación particular y de la operación del
“libre comercio” entre “naciones” en el plano internacional y, luego: transnacional),
transformando la regulación automática (mano invisible) en ajuste coercitivo (ahora bien, la
llamada “mano invisible” que induce orden relativo y temporal en el sistema, es el proceso de
programación de la inversión –consumo e inversión en medios de producción y trabajo-, que
cada capitalista por separado realiza en su negocio –desde luego, si no hay reventa de
mercancías, es decir, la actividad que permite que uno gane lo que otro pierde en una
operación ficticia de generación de valor). El Estado aquí, calibra la operatividad de la
formación social en su conjunto, arreglo que se preestablece de conformidad con la prioridad
que imponen las necesidades del propio sistema, de una clase y de sus intereses.
Con la sociedad socialista ocurre algo diferente. Esta, se constituye en verdadero
sistema, en la acepción orgánico-teleológica del vocablo, una vez que se elimina la propiedad
privada y la división burguesa del trabajo; las decisiones personales pierden significación e
incidencia en materia de la forja de las condiciones y finalidad de la producción. La sociedad,
acostumbrada a tomar decisiones autárquicas según una intencionalidad intrínseca de
conveniencia personal, ahora debe sujetarse a trabajar en grupo (en verdad, se “cede” cierto
grado de libertad individual, en aras de impulsar la vigencia de una modalidad de libertad,
propiamente social 1449 ); en realidad, debe articularse a un proceso de reproducción en
asociación espontánea, pues, se hallan puestas las determinaciones materiales de ese carácter
subjetivo de la conducta (paradojalmente, por primera vez la “igualdad de oportunidades no
de resultados”, y el “orden espontáneo” de Friedman y de Hayek, respectivamente, cuentan
con la base para devenir en supuestos, en realidad; es decir, cuando el orden humano burgués
ha desaparecido).
La sociedad socialista, con la eliminación de la propiedad privada, necesita de un
“subsistema de dirección” (división social proletaria del trabajo) que, en el símil: a manera del
cerebro en el cuerpo humano, “decida” y coordine la acción del resto de subsistemas; ahora
bien, este “sistema de dirección”, no viene impuesto como en el cerebro por una legalidad
1448
En la coyuntura sociopolítica (geopolítica) en curso entre las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado, la
tesis de construcción del “socialismo en un solo país” en la ex URSS y su Bloque, la “Revolución permanente”
a promoverse en los países de forma burguesa desarrollada, el “Frente popular” (el KOMINTERN, en
concreto), constituían una fórmula de organización ofensiva-defensiva táctica vertebrada a la necesidad
histórica de despliegue, alineamiento y acción de las fuerzas políticas de clase en dicho momento.
1449
“… aunque los intereses sociales tengan siempre la primacía en comparación con los individuales, la
subordinación de estos últimos a aquellos no es más que un elemento del proceso de solución de las
contradicciones entre sociedad y el individuo” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista). “El reconocimiento de
la autoridad de un ordenamiento que se impone como obvio, por ser útil, o de un jefe, de una organización, de
un maestro, es también un acto de libertad por parte del que lleva a cabo el reconocimiento” (Adler, Max. La
concepción del Estado en el marxismo; México, 1982).
942

fatal, natural, sino que constituye la manifestación histórica nítida de las necesidades sociales,
expresión de la selección y elección consciente y democrática por parte de los integrantes de
la colectividad toda, de los miembros más prominentes y adecuados para desempeñar ese
papel. La sociedad, retirada la “mano invisible”, requiere para su funcionamiento de un plan y
de una dirección centralizada (autocrática al principio para detener todo intento
restauracionista –“dialéctica entre democracia y dictadura y viceversa”-, y democrática luego,
cuando la parte fundamental de sus miembros haya acogido como norma, la nueva forma de
organización 1450 ); este plan y este proceso de dirección proletaria sobre la división sectorial y
técnica del trabajo, constituyen la operativización consciente de las nuevas legalidades del
naciente orden social. Ahora bien, la “división social del trabajo”, como forma institucional
necesaria: constitución humana de la desigualdad, en ella radica la posibilidad estamental de
las “clases”: su retorno a la contradicción clasista o el germen de su instauración. Y esta
jerarquía debe darse, puesto que todo grupo que edifica su destino, requiere de armonía y
dirección.
En el socialismo –dicho sea de modo incidental necesario- rige también la ley del
valor –formalmente: los efectos de la planificación económica- 1451 , puesto que la distribución
del producto se realiza teniendo como base una medida: el trabajo cristalizado entre
individuos desiguales, integrantes de un proceso que brota del tipo de sociedad capitalista
anterior. Y éste, no consiste en hecho simplemente ubicado en la esfera de la distribución, en
virtud de que, en su esencia, el mismo ocurre en el interior del proceso en el que se genera el
producto: el acceso al fondo de subsistencia guarda coherencia con la cantidad (incluso con la
calidad) del trabajo aportado. Es en la fase madura del socialismo –posterior a la etapa de
transición no socialista y coetánea con el proceso socialista cubano y quizá también de Corea
del Norte y Vietnam del Norte-: en el comunismo, en la que se inhibe esta ley –pues,
desaparece su fundamento: el trabajo, la división proletaria y técnica del trabajo vivo-,
circunstancia que produce como efecto precisamente del ingreso de la comunidad humana en
su conjunto, en la fase de disfrute coordinado de la abundancia de bienes y servicios de
procedencia cibernética (en la que, al no haber trabajo, no interesa ya más el carácter de esta
cualidad humana, en la referencia sea cuantitativa o cualitativa).
Según el análisis en formulación, se advierte con claridad, que el subsistema de
dirección (la acción de la “elite” conductora del proceso social, para hablar sin apego al
simbolismo empírico sistémico), adquiere relevancia por primera vez; la voluntad colectiva
cobra importancia y alcanza capacidad de maniobra sobre el sino de la nueva sociedad, en
coordinación con las leyes de desarrollo de orden social socialista. La sociedad, diríase que
casi se pone a las órdenes de su dirección “política”; ésta, la conduce, la orienta, pero
conforme a modalidades de actuación esencial, desprendidas del hecho, de que este bloque
socialmente selecto de coordinadores, constituyen el verdadero “resumen” de la sociedad: la
“sociedad ´política´”. Ya se ha dicho, que en tiempos de Lenin y de Stalin, hasta 1956,
prevaleció el direccionamiento socialista consecuente en la ex URSS, a pesar del impacto de
desestructuración, que experimentara el País luego de la Revolución de Octubre, de la acción
insidiosa de la reacción interna y externa, y de la Segunda Guerra Mundial. Con Jruschov se
reenrumba el sentido socialista establecido; este personaje, determinante en los procesos de
evolución futura del socialismo (el cual representa la figura visible de un grupo y proceso más
numeroso y complejo) desalojó a los obreros de la dirección cimera del Partido y del Estado:
los mediatizó, reduciendo su presencia en las nuevas estructuras de poder, promovió las
actividades privadas mercantiles: la de los Koljoz, con lo cual se generó la base burocrática y
los gérmenes de la estructura productiva de carácter comercial, en la que la competencia
privada por razones de conquista de la eficiencia ligada al prurito del lucro y expresada a
1450 Por principio (y por concepto), contrariamente a lo que acontece en el capitalismo, en el que puede optarse
por el ejercicio de dos patrones de desarrollo (acumulación): el modelo liberal y el regulacionista a efecto de
conducir la economía, el esquema de manejo de la economía socialista: del sistema de producción y
distribución de este modo de producción, es monomodelo, uniestilo o unidimensional: el social-centralizado, al
frente del cual está el Estado, como aparato rescatado del capitalismo y modificado para que opere a nombre
de toda la sociedad y en detrimento del antiguo poder burgués.
1451 Por necesidad de la industrialización, de la acumulación socialista, de creación de las bases materiales
(económicas), técnicas, militares, para enfrentar al enemigo de clase, para crear las bases materiales de la
sociedad comunista, o sea, de la comunidad humana supranacional de objetivo, sin trabajo; para completar el
desarrollo de la técnica hacia la robotización, esto es, “... construir el socialismo con las herramientas
tecnológicas del capitalismo, ...” para darle alcance, superarlo e inducir su supresión.
943

manera de ventaja comparativa de un régimen sobre otro en el mercado mundial, terminó
imponiendo la forma de producción capitalista, ya no solamente como política de Estado, sino
como efecto estructural.
Los rusos siempre dijeron, que su socialismo se encaminaba hacia el comunismo,
cuando los chinos en 1960 manifestaron más bien, que los soviéticos estaban de vuelta al
capitalismo (y los chinos tuvieron la razón 1452 ); además, ya varios de los propios
representantes doctrinarios del capitalismo se pronunciaron en ese sentido, por ejemplo R.
Aron sostuvo “que la tendencia de desarrollo en nuestra época es la ´sociedad industrial
única´”. La responsabilidad directa de este malhadado desenlace –la tendencia detrás suya-
estuvo vinculada frontalmente con la conspiración soterrada del “revisionismo”, o sea, de la
práctica derivada del alejamiento de los principios del Marxismo-leninismo por parte de los
integrantes del Politburó y de las instancias gobernantes de más alto rango en la ex URSS
(“...revisionismo enmascarado, que conservó la apariencia socialista...; utilizó como trampa la
terminología marxista y, según el caso, las consignas revolucionarias...; a través de esta niebla
se ocultó la restauración y la realidad capitalista recompuesta...”). Stalin planteó, como es
debido y para el largo plazo, en su último opúsculo, en su “testamento político”: Problemas
económicos del socialismo en la URSS, las medidas para combatir al revisionismo (para
atacar a la base de éste): la eliminación de la circulación mercantil y la socialización completa
de los medios de producción. Malenkov, por su parte, hizo visible como medida para operar
en la coyuntura (principios de los años 50 del siglo pasado) de modo paralelo al debate, a la
lucha ideológica intrapartido y a las medidas punitivas, el recurrir directamente a las masas
para enfrentar a la conducta de falsificación consciente de la ideología proletaria.
Lamentablemente, el proceso de construcción socialista hasta entonces seguido bajo
comando de Stalin, si bien había reducido a la propiedad privada, el mismo no se hallaba
maduro todavía para someter a la “división social el trabajo” como fuente alternativa de
reencarnación de la sociedad de clases (“la realidad frena la ambición enmarcada en el
planteamiento de la utopía”; en efecto, la guerra en los frentes de la reacción interna
–restauracionista y revisionista-, de la externa nacifascista y respecto del despreciable grado
de desarrollo de las fuerzas productivas en la Unión de los Soviet, distrajo el programa de
edificación socialista, lo distorsionó, demandó de todo un conjunto de funcionarios a la
cabeza de los grupos dedicados a hacer frente a tales tareas, haciendo necesario dicho tipo de
“división”, desarrollándolo y ampliando el quantum del sector de los funcionarios). En
verdad, ahora se sabe, que dicha brecha (separación de los miembros del colectivo en frentes
directivos y operativos) requiere de soporte material para su superación; y, condición a
conseguirse a través del salto dado por el grupo en particular o de la totalidad humana en
general, hacia la forma más desarrollada de comunidad: la comunista, con la automatización
productiva, sólo entonces los seres humanos de dedican de modo indistinto a las tareas del
espíritu, coordinados (“alienados”) por un programa cibernético de regulación del proceso.
Un nuevo proceso de lucha de clases se avecinaba; desgraciadamente esta vez la
confabulación burgués-revisionista, que se enfrentaba al único obstáculo en contra de los
contrarrevolucionarios: el viejo bolchevique, Stalin, triunfó. No hubo tiempo para actuar en la
batalla planteada. El extraordinario Partido Comunista del Gran Lenin, de Trotsky y de Stalin,
que triunfara sonoramente durante 30 años en innúmeras batallas de clase (y en la Segunda
Guerra mundial), sufrió una nueva derrota tal como le ocurrió a Lenin en 1905; pero esta vez
no estuvieron ni Lenin ni Stalin para encarar el proceso; y, en esta ocasión el socialismo fue
sacrificado para dar paso a la determinación ontológica de la nueva forma social, por la vía
prioritaria del desarrollo de las fuerzas productivas. En el presente, en cambio, las actuales
1452
Como se sabe, algunos sectores de izquierda afectos a Moscú, hicieron mutis por el foro ante el anuncio al
mundo por parte de los chinos, atinente a que los soviéticos con Jruschov a la cabeza, habían abdicado al
socialismo; para estos señores, el inicio de la nueva etapa había significado, mas bien, el librarse de la “tiranía
de Stalin” y la incursión de la Unión Soviética y de su Bloque sobre la “verdadera senda de construcción
socialista”. A estos sectores, como se mantenían en la creencia de que la ex URSS de Gorbachov seguía siendo
socialista, es normal que les resultara una sorpresa la llamada “caída del muro de Berlín” en 1989. Ahora
bien, como es conocido también, los sistemas no caen de golpe, como se cree que ocurrió en la ex URSS en
1989; las estructuras no se van abajo, mientras no se han creado a su interior las condiciones para su
autodestrucción; en la URSS luego de la muerte de Stalin sistemáticamente se fueron creando las causas para
la transformación degenerativa , una vez dado el cambio de mando en la “superestructura” a partir de 1956; el
proceso contenido en la aseveración expuesta está muy bien documentado ya y seguirá dilucidándose con la
desclasificación progresiva de los archivos referentes a la gestión de Stalin y a la de Jruschov especialmente.
944

generaciones de rusos, se han retrotraído a la época de la inconsciencia, han perdido la
grandeza que adornara otrora a aquella generación de revolucionarios: sus Padres, se han
convertido en rusos comunes, vulgares, de la masa; se hallan gobernados por el flujo natural
de los hechos; estas circunstancias colocan a las poblaciones de hoy de dichas áreas en actores
de un proceso de defección, de regresión, de vuelta a estadios anteriores de la vida 1453 .
3.3.6.2.- EL PROCESO SOVIETICO Y DE SU CAMPO.
En la Rusia zarista de 1900, se habían concentrado las principales contradicciones
económico-sociales, a escala planetaria, del sistema burgués de producción. Por aquel
entonces, dicho país constituía el eslabón más débil de la cadena capitalista mundial; en
verdad, allí habíanse conjugado las condiciones objetivas y las subjetivas (leninistas),
indispensables en la ruptura de las relaciones capitalistas, “…instaurándose una situación,
verdaderamente revolucionaria”. La Revolución de Octubre, colocó en el poder al
proletariado soviético; a partir de dicha circunstancia –como conoce la histórica- habrá de
iniciarse el proceso de “construcción” socialista. La forja de la nueva sociedad avanzará
sorteando diversidad de obstáculos (oposición restauracionista endógena, cerco capitalista
imperialista, pugnas internas revisionistas en la Dirección Política, insuficiente grado de
desarrollo de las fuerzas productivas, multiplicidad de visiones ligadas a la diversidad de
pueblos, crisis productiva coyuntural, basta extensión del territorio, agresión nazi fascista,…)
ininterrumpidamente hasta 1956 (momento brillante este, en la vida de la humanidad, en el
que floreció la ex URSS). Transcurrido ese lapso y los episodios cronológicos inmanentes
(desarrollo industrial acelerado, colectivización, producción de la bomba atómica, envío del
primer ser humano al "espacio" 1454 , derrota del nazi-fascismo -del intento del imperio alemán
de provocar un nuevo reparto del mundo en su beneficio y superar la crisis económica
endógena), se demostró fehacientemente, que el ser humano puede modelar el contorno de su
desempeño apelando a la razón, en coherencia con las regularidades objetivas 1455 .
1453 El socialismo en competencia por su afirmación en el mundo, en abstracción del mercado. La experiencia,
responde al patrón inherente a la pelea que se produce entre un púber y un adulto: este último cuenta con
fortaleza física, con conocimiento y experiencia; mientras que el púber recién se halla formando su
musculatura, adquiriendo experiencia, estructurando su conciencia y veleidosamente puede torcer el curso de
su vida por la senda del viejo animado por éste, como ocurrió en la ex URSS. La sociedad es sistema,
estructura, régimen; sistema: conjunto de estructuras (económica, jurídico-política y formas de conciencia),
estructura (fuerzas productivas y relaciones de producción), régimen (Constitución, leyes, forma de gobierno).
En la “sociedad” la realidad es el mercado (por sobre las convulsiones, las necesidades han de ser satisfechas
en el mercado: empresas/familias); si la base de reproducción entra en crisis, los aparatos del subsistema
jurídico-político, son relanzados espontáneamente, pues, la institucionalidad y la normativa vive en los
individuos; la conciencia es la sobreestructura más poderosa, pues, instalada en el cerebro, su formateo es
difícil (la tradición, las creencias); luego, el capitalismo es una estructura fuerte, resistente. En el socialismo la
esfera fuerte es la conciencia, la elite, la dirección; en dicha forma aún no existe tradición, costumbre, en la
conciencia de sus miembros se produce conflicto entre la subjetividad burguesa y la nueva en gestación (en la
conciencia colectiva no se ha fijado todavía su forma nueva con el poder que da la masividad); la
superestructura es coordinación y dictadura: organiza a la mayoría del pueblo y reprime a la conspiración
interna y externa (destrucción del antiguo orden, creación y afincamiento del nuevo). El mercado es sólido,
espontáneo y tiende a ampliarse: es una determinación histórica; en realidad, solamente suprimiendo al
mercado y automatizando la vida, el capitalismo pierde su base de sustento real y la conciencia queda a merced
de su renovación gracias a las nuevas condiciones materiales que destruyen la tradición y ponen al frente (y se
hacen carne) los nuevos conceptos de la vida. Este es un esbozo de explicación de los hechos de ocurrencia en
la ex URSS y su Bloque, que se contrapone a enfoques simplistas asociados con la contradicción entre técnica y
cultura, racionalidad y sentimentalidad, opresión política y libertad democrática, modernidad y socialismo, etc.
1454 En relación con un hecho curioso: sorprende por qué los rusos, que superaban con mucho en la carrera de
conquista espacial a los gringos, no hayan arribado a la luna y aquellos sí.
1455 En el corto período de transición en el que el proletariado en el poder del ex Bloque Oriental fecundó en el
capitalismo las bases de la sociedad comunista, o sea, la forma socialista de 1917-56, operó la ley del valor; en
efecto, en una sociedad en la que impere el trabajo como el mecanismo de reproducción social, su división
sectorial y técnica –distribución en diferentes ramas-, y el cambio subsecuente (contrariamente a lo que
sostienen Luxemburgo, Mandel, Preobrajenzky et al; y, como lo impugna Oscar Lange: La economía en las
sociedades modernas), se produce esta determinación, puesto que la distribución del producto se realiza
teniendo como base una medida: el trabajo cristalizado entre individuos desiguales, integrantes de un proceso
que brota del tipo de sociedad antagónica precedente. Al respecto Marx en el Programa de Ghota sostiene:
“…en la primera fase de nacimiento de la nueva sociedad, rige el mismo principio que en el intercambio de
mercancías equivalentes; se cambia una cantidad de trabajo, bajo una forma, por otra cantidad de trabajo, bajo
otra forma distinta…el Derecho sigue siendo aquí, en principio el Derecho burgués, aunque ahora el principio y
la práctica ya no se tiren de los pelos”. Lenin es de similar opinión en El Estado y la revolución: en el “Estado”
945

Para la Rusia socialista y revolucionaria de ese entonces, la tarea política principal en
la coyuntura, era forjar una zona socialista que cuente con una base material, un sujeto social
vertebrado al nuevo modo de producción, que se halle en condiciones de empuñar las armas
junto al proletariado de los diversos países del planeta, que se enfrente con capacidad material
acumulada a su enemigo; que disponga de trinchera, o sea, de una estructura espacial en cuyo
lugar reproducirse de modo permanente, en el cual poder dotarse de organicidad, de la
posibilidad de formular y reformular el planteo estratégico, de establecer una juridicidad, de
poder desarrollar las fuerzas productivas socialistas tanto como la ciencia y la técnica; en una
palabra: disponer de sitio seguro para el repliegue y el reabastecimiento en la lucha por
desarrollar el sistema y por borrar del planeta todo rezago de capitalismo. Para el efecto, debía
actuarse en dos frentes: 1) de la producción y, 2) de la defensa. Producción que utilice los
métodos, técnicas y procedimientos burguesas de la industria pesada (fenómeno exento de
toda novedad, pues, el sistema burgués había descubierto y puesto en marcha, incluso las
técnicas de gestión fordista, taylorista, fayolista y posteriores psicológicas, sistémicas y
contingenciales, con éxito) de manera de insertar a la “sociedad” de los soviets en el camino
del progreso (en sentido rayana y deliberadamente positivista y estajanovista), esto es, forjar
el presupuesto material del mundo nuevo; militar, para vérselas institucionalmente
(materialidad organizada: el país de los proletarios) en el plano de la guerra con el
capitalismo.
La historia contiene un hecho –entre tantos- muy ilustrativo al respecto: en Pearl
Harbor, Hiroshima y Nagasaki, Franklin Delano Roosevelt (al momento: cabeza representante
de la clase imperial) fue quién empezó todo: provocó al Japón para que ataque Honolulu (el
día del ataque los portaviones yanquis desaparecieron por “arte de magia” de dicha Base),
puesto que EU deseaba entrar a la Segunda Guerra Mundial por las tranqueras y propiciar la
retirada nipona de China para continuar libremente colonizando la mente de la población de
ese Estado oriental con la ideología religiosa anglicana a través del trabajo de las Misiones
Religiosas yanquis (The History Channel. Roosevelt y Pearl Harbor: Conspiración); pero,
sobre todo, era urgente entrar en la guerra para desbloquear al complejo militar industrial y
beneficiarse político-económicamente con la reconstrucción de Europa y el Japón (en la
prospectiva gringa, en sus escenarios, debió haber aparecido la figura de Mao). Por tanto, no
se olvide que el enemigo de Stalin y del Socialismo era el capitalismo: un sistema, que es
guerra de pies a cabeza (que necesita de la guerra para subsistir; el capitalismo –como modo
de producción clasista- es un sistema generador permanente de guerras), insidioso, intrigante,
belicoso de extremo a extremo y al cual solamente con la guerra es cómo es posible detenerlo,
apaciguarlo, destruirlo (“… la naturaleza de este sistema bestializa al ser humano…” -dixit
Ernesto Guevara) 1456 ; esta era una cuestión de vida o muerte, que se hallaba directamente
ligada a la política de “construcción del socialismo en un sólo país” y al desarrollo de las
fuerzas productivas inherente –la acumulación material socialista necesaria-, conseguida
mediante la industrialización según cánones burgueses de organización, en su faceta formal.
La URSS de Stalin –por tanto- debía arremeter contra la locomotora del frente capitalista y
descabezarlo: destruir a Estados Unidos de Norteamérica (la ¿“revolución permanente”?); no
obstante, esa decisión significaba poner en peligro al mundo; la vía alternativa era la más
apropiada, pues, los pueblos por sí mismos son quienes deben librarse del viejo sistema y
labrarse el futuro, con lo cual el socialismo podía volverse mundial por adición (Stalin dijo:
“La historia enseña que los Hitlers van y vienen, pero el pueblo y el estado...
permanecen”) 1457 . La historia registra, que para Hitler: Stalin; para los alemanes: el gran
socialista se conservan aún elementos del Derecho burgués, pero sin la burguesía, ya que se aplican raceros
iguales a seres humanos desiguales: la distribución se hace con arreglo al trabajo; en efecto, la sociedad
socialista engendra relaciones iguales respecto de los medios de producción y nadie puede vivir del trabajo
ajeno, pero en este tipo de comunidad no se brinda igualdad en la distribución. En todo caso, Preobrajenzky
debe referirse a la etapa de “socialismo desarrollado”: el comunismo, en la que la “sociedad” en la producción
empieza a regirse aquí por la norma “El trabajo invertido aquí en la creación de productos se manifiesta tan
poco como valor de los mismos, cual si se tratara de cualquier propiedad material” (Marx: Crítica al
Programan de Gota).
1456 “… en el capitalismo del período imperialista, la ´paz´ no es más que un respiro entre las guerras, sea cual
sea la careta con la que se enmascaran esas guerras” (Las verdaderas causas de la Segunda Guerra Mundial.
Corriente Comunista Internacional).
1457 Se conoce que en 1945, Japón, luego de la ofensiva del ejército estadounidense, tácitamente estaba rendido,
siendo innecesario el lanzamiento criminal, por parte del genocida Truman, de las dos bombas atómicas; si se
lo hizo, fue por cuanto se quería enviar un mensaje de atemorizamiento al mundo –sobre todo a la poderosa
946

pueblo ruso (a Stalin: le deben, la historia y la humanidad; no obstante, la inmodestia, la
ingratitud, la soberbia, los intereses y la irracionalidad, impiden asumir conductas
agradecidas, reconocidas, por parte de quienes han recibido favores; tanto improperio
gratuito, obligan a cerrar filas en torno a Stalin: ¡brillante Stalin!).
La característica principal de Rusia en 1917, era su índole de país, sobre todo,
precapitalista, de capitalismo concentrado; en ese mismo instante, Europa marchaba a la
vanguardia del más moderno desarrollo capitalista. La Revolución de Octubre se produce en
medio de un escenario de “… tensa contradicción entre tendencias estatales, nacionales y
capitalista de la dinámica interior… y el carácter socialista de la revolución mundial…”.
Trotsky se ubicó de golpe y muy tempranamente en la totalidad (la contradicción externa), lo
cual le llevó a “adelantarse demasiado” (“y esa es una forma de errar”, según Margarita
Yourcenar) y a plantear el proceso ininterrumpido de la revolución general; sobre tal
proposición, la que tiene sustento teórico: “el carácter mundial de la economía, del desarrollo
de las fuerzas productivas y de la lucha de clases”, se puede especular aseverando, que si el
capital por poco consigue eliminar el socialismo estructurado como país (liderazgo, ejército,
población) en 1940, fácil le hubiese resultado sepultar la conspiración de los obreros
soviéticos renunciantes a ejercer sobre el Estado conquistado: el de los Zares, incluso
coaligados con el proletariado de los países europeos de capitalismo desarrollado, en su
acción revolucionaria mundial. El capitalismo mundial en las primeras décadas del Siglo XX
todavía se encontraba territorialmente segmentado, de modo que las contradicciones internas
regían el proceso (precisamente el progreso de las fuerzas productivas –“formadoras de
civilizaciones”- aún no había integrado a la humanidad in Fac; el proceso de globalización
culminó más tarde: en la inflexión temporal de entre siglos, con las “revoluciones”
electrónica, informática y de las telecomunicaciones). Rusia no se hallaba integrada al
proceso principal de acumulación mundial, esa la razón por la que cada bando optó por
marchar cuasi por su propio camino: no se produjo la revolución en Europa y el imperialismo
fue en pos de incorporar a su sistema al socialismo en la Segunda Guerra Mundial.
En el proceso de la ex URSS: ¿no había de por medio la presencia de racionalidad, de
voluntad rectora, de dirección consciente: un objetivo con cuya política se comandaba al
“potro de las fuerzas productivas”? El punto de vista motivo de impugnación por parte del
razonamiento contenido en la anterior inmediata interrogación, no alcanza a entender, que el
progreso material de la ex URSS de los primeros 30 años, se realizaba en un marco diferente
al del capitalismo clásico, que controlara la contradicción entre propiedad social 1458 y el
carácter tecnocrático-positivista de producción de la base tecnológica. En lo tocante con la
“estrecha base económica nacional”, la misma sólo es verdad si se juzga el proceso con el
arsenal de la teoría económica burguesa (hay que ponerse de acuerdo: el socialismo, ¿es
progreso o deseo?), lo cual es cierto para el período posestalineano. La explicación más
cercana sobre los hechos, sigue siendo la de naturaleza filopolitológica: el revisionismo y la
traición. Marx sostiene que el molino de viento conduce a la forma humana feudal, mientras
que el molino de vapor lo hace hacia la forma burguesa; en realidad, mientras que en la
encrucijada humana de entre siglos y milenios (XX-XXI y 2000-3000) el molino del
conocimiento (“ser humano de acero”: inteligencia artificial –IA) lleva al género a la
“sociedad” comunista, el “molino” del placer, del deseo y de la creatividad hedónica y lúdica,
en cambio, guía al ser humano hacia el fango (se adelanta a decir, que estas aseveraciones
serán objeto de anatemizaciones: amoralidad, inhumanismo, dislate de mente sesgada, forma
grotesca de advertir al vida, etc.; pocos hablarán de ellas como “inmanencia racional”).
La premisa a tener presente, a fin de justipreciar con sentido los procesos pasados (la
anatomía humana clave para entender la del mono –K. Marx), alude a que el ser humano que
está a la vista: es el “ser unidimensional del conocimiento”, el cual viene preparado en la
historia, por una parte, por la contribución a la formación de su contextura por el anterior ser
humano oeconomicus, faber, unidimensional positivista, de la ciencia, de la técnica, del
progreso de las fuerzas productivas, como de la injerencia de la “polidimensionalidad”
entonces URSS- respecto del sino que le esperaba, a quien osara enfrentar al “destino manifiesto” yanqui. Mas,
en 1949, un equipo de científicos rusos, por méritos propios, le entregó a la URSS la bomba atómica, con lo
cual se volvía al equilibrio en materia bélica entre la potencia socialista y la potencia capitalista.
1458
“Formas de propiedad e historia”, modo diferente de apercibir los hechos de cara a la reducción del
análisis a la condicionalidad autónoma del desarrollo de las fuerzas productivas o de la imperceptible
determinación capitalista, sobre todo de su esfera instrumental.
947

creativa característica del ser humanista, luden, por otra. En los momentos iniciales de la
nueva estructura, naturalmente que junto con este tipo de ser (unidimensional del
conocimiento) coexisten formas aisladas polisémicas pertenecientes al anterior tipo de
civilización de Eros, dedicados a “fumar la pipa de la paz”, cuanto a experimentar todo orden
de sensaciones ligadas al placer (“creador”); en esas tareas se consumirá la vida: en el
ascetismo, en el ethos (barroco) del “valor de uso” –sic-, en la contemplación sobre la
fenomenología de la vida, en la meditación subyoica. El objetivo puesto para el desenlace de
la vida humana, el que aquí se “propone”, consiste en asumir la “regencia del Universo”
sobre la base de la conquista del “saber absoluto” (o por lo menos el “salto galáctico” de
Ernesto Cardenal; el imaginar la épica del cosmos en cuya complejidad se encuentren los
orígenes del amor y del socialismo, como se dice por ahí, que sostienen los zapatistas de
Chiapas 1459 ); la proeza es producto de la realización plena de la propiedad característica y
privativa del ser humano: la inteligencia, puesta en ejercicio de modo frugal, frío,
desapasionado (por eso es que se asevera, que sería toda una vergüenza que la inteligencia
sea utilizada como aplicación creativa en la esfera del deseo –no se maldice a quién fabricó la
primera guitarra, pues, ella cumplió su papel en el pasado y la historia futura la pondrá en
desuso); en la “empresa”, las esferas de la emocionalidad, de la intuitividad y la del trabajo
realizado para autosustentar la reproducción material de la vida, deben ser superadas (del
mismo modo que la racionalidad no habría sido tal sin el predominio anterior de la
emocionalidad de la cual ha eclosionado, su persistencia ulterior es su negación).
Ahora bien, la base de todo el mundo sensible humano es la actividad productiva, lo
dice Marx, no la recreativa, la sensual o la mitológica; y, la base de esta base, es la naturaleza:
“ese algo que existe por sí mismo independientemente a cómo aparezca en el pensar”, que
debe ser entendida (ontología) para transformarla, humanizándola. Naturaleza, de la que
forma parte la “naturaleza humana”, a la que cada vez más se opone la historia: superándola,
en acto de unidad y acción recíproca continua; realidades existente y forjada, que deben ser
conocidas, sobre todo la naturaleza derivada (la “segunda naturaleza”: la cultura, y también la
“tercera”: el proceso superior de reproducción humana automatizado, centrado en la actividad
e imperio de la conciencia), dado que “vemos que la historia de la industria y la existencia
establecida objetiva de la industria, son el libro abierto de las potencias esenciales del ser
humano, la exposición a los sentidos de la psicología humana…” (Marx, Karl. Escritos
económico-filosóficos). Por el momento, las formas parciales civilizatorias, que proceden de
diversas vertientes anteriores están siendo (deben ser) derrotadas por la propia praxis
espontánea de la formación de una sola historia, de una única colectividad, de una exclusiva
humanidad. Ni Oriente ni Occidente, puesto que la forma de ser y saber de religiosos, de
filósofos, se niegan en la crítica del imperio nomotético, del mismo modo como esta última,
ha dejado de ser en la noción lucrativa, superada en la optimidad de la máquina (dicho sea de
paso, si por lo menos los existencialistas y freudianos: los hedónicos -Marcuse, Echeverría,
Moreano, A. Páez-, hubiesen sido capaces de entender bien el desate evolutivo de la
correlación de fuerzas al interior de la contradicción entre estoicos y epicúreos, esto es, el
predomino de la sensorialidad en las formaciones precapitalistas, el balance en la racionalidad
instrumental entre emocionalidad y racionalidad en el modo de producción burgués, y la
inanimación de la esfera hormonal hedónica a medida que se implanta la forma superior de la
humanidad dispuesta en el horizonte: el ser humano maduro impávido frente a los mitos, a los
juegos, al placer).
En el denominado Bloque del Este, el proceso de forja del “nuevo ser humano” en los
términos referidos, duró cronológicamente muy poco: tres décadas y media (1917-1956).
Razones internas de orden sociopolíticas (la traición jruschoviana y el ascenso a la
coordinación del sistema por parte de la burocracia), la conspiración externa (el cerco
1459
La búsqueda de Einstein (la Teoría para todo), de Sagan (humanidad: materia estelar, que debe alcanzar la
conciencia plena), de Hawking (el ser humano agregado comprenderá el Universo), Penrose (el ser humano
demuestra la optimidad del Universo y con su sola presencia lo valida), las referidas de Cardenal y de los
Zapatistas, pone en evidencia, que el pensamiento en torno del destino de la humanidad (percepción propiciada
por el desarrollo de las fuerzas productivas: el “culto al progreso técnico”) se ubica en la ciencia positiva y en
el Cosmos, como efecto de la determinación del progreso material, que se refleja en la mente induciendo dichas
divagaciones; prospectivas, que evidencian las limitaciones que provienen de la unilateralidad de su reflexión y
por cuanto no está presente en dichas “búsquedas” y propósito, la impronta objetiva del verdadero
Materialismo Histórico: las guías maestras del pensamiento marxista “ortodoxo”, las cuales, por su parte, han
sido utilizadas en las reflexiones y conclusiones expuestas en el presente documento.
948

capitalista y las maniobras diversionistas del poder de la oligarquía mundial) y la
determinación histórica (la necesidad objetiva de que el desarrollo de las fuerzas productivas
llegue a su tope, a través de la operación del sistema social más apropiado para el efecto: el
burgués competitivo), constituyen los factores provenientes de la voluntad y de la historia,
asociados con el bloqueo al desarrollo de un intento racional de conducción del sino de la
especie. La otrora gran Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas -en consuno con su
campo- al concluir la década de los 60 del siglo pasado devinieron de Estados socialistas en
Estados semicapitalistas y la URSS específicamente, en una nación socialimperialista, cuya
presencia inviabilizó la formación utraimperialista del capital, hasta 1990 (el revisionismo se
transmutó en imperialismo seudosocialista, el cual pasó a la aplicación de políticas
expansionistas: economía socialdemócrata, centralizada, burocrático-estatal; el neocoloniaje
soviético sobre sus satélites –en cambio- devino impuesto mediante el esquema de división
internacional del trabajo de carácter burgués: la especialización productiva unilateral).
De manera que el conocido y muy publicitado derrumbe de la ex URSS se produce
cuando esta Región había dejado de ser una fracción humana socialista. El poder burgués
hemisférico, expresó su solaz frente a los episodios en el discurso de la victoria: “en la ex
URSS había triunfado la libertad”; “pero, con la sola palabra: libertad, no está precisada la
cosa, pues, si ésta es traída fuera de los intereses reales, conduce a profundos equívocos: hacia
una concepción demagógica de la historia, a un desconocimiento de la vida...” (porque a
nombre de la libertad, el genocida Harry Truman lanzó dos bombas atómicas –para probar su
eficiencia- en Japón 1460 ; en nombre de la libertad, el imperialismo social soviético, invadió
Checoslovaquia; a nombre de la libertad el genocida George W. Bush, lanzó el ataque a
Irak;... –guerra por intereses geoeconómicos, montada sobre una mentira, que ha
transformado al Ejército iraquí en “fuerza de ocupación de su propio país”; Irak, tendría
similar desarrollo que Irán si no hubiese experimentado la intervención yanqui, la destrucción
de su economía, de su tejido social y del bloqueo económico; a inicios del 2011 los “halcones
de Washington” han dado la orden de realizar el simulacro de retirada de Irak y Afganistán:
retirada con cola-; gringos criminales, bárbaros, basura, ¡qué asco -stupsh-!: se salieron
con la suya, ¡disfrútenlo!, mientras puedan 1461 ; “Perdónales Señor, porque no saben lo que
hacen”, pero su perfidia tiene un lugar en la historia, pues, no es una condena individual la
que aquí se ensaya, es mas bien, la constancia del incidir de relaciones que dirigen el proceder
de las personas: sobre los individuos la historia descarga sus leyes: las leyes del capital) 1462 .
La penetración de intereses capitalistas ignaros en esa zona del mundo –la ex URSS-
doblegada por el revisionismo monopólico, área social –dicho en son de recuerdo- que una
vez se cubriera con los arreboles y la aureola de la gran victoria de la Revolución Socialista de
Octubre, empezó por Polonia (como en Afganistán, los gringos utilizaron al Talibán para
contrarrestar la fuerza de la ex URSS socialimperialista; quienes, luego, han terminado
criminalizados tal como han hecho con Ossama Ben Laden). En Polonia, la ley leninista del
“eslabón más débil” surtió efecto matemático, esto es, resultó en suerte de emulación de
Octubre del 1917: el imperialismo social primeramente se derrumbó en este anillo; de manera
que la historia le deparó a este segmento de la clase trabajadora, el papel propio de
“esquiroles”. Su percepción –en verdad, no había claridad respecto del proceso en mientes,
1460
Quienes quieren justificar a este genocida del demonio, tal como ya se ha referido, sostienen que las
personalidades importantes deben tomar grandes decisiones, que este asesino mató a miles de personas para
salvar a millones. No reparan estos cretinos en su forzada justificación, que existen datos acerca de que el
Japón se había rendido, siendo innecesario lanzar las bombas, pero que estos criminales las arrojaron de todos
modos con el propósito de realizar una prueba de eficacia (de calidad) en la realidad viva.
1461
EU está unido a Pakistán contra El Talibán; eso le obliga a hacerse de la vista gorda en la producción de
energía atómica por parte de Pakistán y lo que impugna respecto de Irán. Esa ubicua moral, el doble discurso,
la hipocresía del imperio en decadencia, frente a un país, que luego le abofeteará. En efecto, EU un país en
degeneración irreversible: parte de la juventud gringa (como aquella que se queda sola como efecto de la
deportación de sus progenitores indocumentados) son ignorantes y delincuentes; el susodicho, es uno de los
productos visibles de la descomposición de ese sistema cretino: les está llegando su hora (¡bienecho, por
malos!).
1462
Por lo general, en la izquierda Light recircula el falso diagnóstico sobre el problema de la ex URSS:
“nivelación económica, pero coartando las libertades, lo cual hizo que colapse el sistema”. La compleja
cuestión de la traición o del “derrumbe” al o del socialismo, es reducida a la ausencia en el sistema, de una
variable derivada: la libertad; esto es, si a la igualación económica se sumaba la democracia (la libertad
concebida en términos burgueses) el socialismo habría triunfado. Mírese bien, en el capitalismo reina la
libertad (concebida de modo burgués abstracto: disponer de la vida como se crea) y véase el resultado.
949

como tampoco indicios de “intuición de clase”- les hacía advertir, que su actuación se
inscribía en un proyecto histórico en perspectiva de avance del género; pero, en realidad, el
poder del capital actuaba a través de la “energía” organizativa, movilizadora y táctica de los
obreros polacos en los que la reingeniería mental surtiera efecto, mediante su consustancial
visión del mundo, de la historia y de la coyuntura, frente a un régimen hipócrita, falaz, que se
presentaba como comunista. Dicha movilización no fue dirigida a destruir el falso socialismo
y a reconstruir la historia, procediendo a negar tanto al revisionismo como a la intentona
burguesa de recuperar el sistema neomercantil. En efecto: hoy estos bastardos se hallan
orondos, pues, cuentan con un marco de vida a su medida luego de haber escalado posiciones:
con religión y con capitalismo.
La “primavera de Praga” (1968) fue el primer anuncio de la descomposición del
seudosocialismo del ex Bloque Oriental; la figura estelar fue Dukeleb. Los sucesos de
Polonia: en la arena del conflicto se levantaba el régimen corrupto, autoritario, revisionista,
descompuesto de Jaruzelski –el que se auto proclamaba comunista, con lo cual se embarró
dicha muy encumbrada aspiración humana-, y este sector obreril atrasado, adoctrinado por la
labor de zapa de curas y gringos, que se hizo llamar “Solidaridad”. Obreros que incluso se
prestaron para participar en shows relacionados con el “sacramento de la Misa”, en la que
estos traidores “recibieron el Cuerpo de Cristo” en la Comunión, cometiendo así: “sacrilegio”.
En los episodios se destacó la figura detractora de la historia de Walesa, sobre cuya
personalidad y actuación se montó toda una apología mediática financiada y coordinada por el
imperio estadounidense, esto es, por parte de los beneficiarios del oscuro proceso: curas
(Wojtyla, Popieluszko) y el poder capitalista mundial (los yanquis). Qué curioso: en los
episodios fueron utilizados los instrumentos, que los desarrollara el modelo leninista de la
estrategia y de la táctica en la lucha proletaria contra el capitalismo, en retirada frente al
revisionismo de Jaruzelski. La política de los “sindicatos libres”, movilizó a los trabajadores
reconvertidos a la ideología patronal del capitalismo; acto de traición, que llevó a la patronal
revisionista burocrática a tomar medidas de represión (Ley Marcial), la cual radicalizó la
lucha de los sindicatos amarillos, alcanzando la conspiración, dimensión de masas. La
burguesía mundial y los curas habían triunfado; Walesa se envalentonó, la crisis económica
opero como detonante y las huelgas masivas finalmente derrumbaron el régimen revisionista,
retornando el país al sistema democrático burgués del circo de las elecciones con papeles. Con
Walesa en Polonia triunfó la “libertad” y las viejas clases dominantes recuperaron su ansiado
trono (y este muy diligente y aplicado agente del poder capitalista mundial, fue premiado con
la Presidencia de la República y, si eso fuese poco, con el bizarro Premio Nobel de la Paz). En
Checoslovaquia (país que se pone como ejemplo de transición pacífica y éxito económico;
empero, dicha “prosperidad” es el rezago de la acumulación socialista previa y de la alta
formación espiritual derivada) se suscitaron hechos análogos: un escritor de nombre Vaclav
Havel firmó la carta de los 77 junto con Dzkhar Dudayev en 1989 y se pusieron al frente de la
conspiración contra el socialimperialismo y en pro del capitalismo; Havel asumió la
presidencia de la “nueva” Checoslovaquia y luego de la República Checa.
Posteriormente, los acontecimientos principales en el mundo en las últimas décadas
del Siglo XX, se vieron opacados por los sucesos relacionados con la “caída del Muro de
Berlín”, o sea, por los síntomas evidentes del fracaso de la actuación del revisionismo en
aquella Zona. El capitalismo marchaba raudo hacia su concretización: al status que luego
sería denominado globalización. Las “sociedades” árabes: el mundo islámico y judaico, los
pueblos tribales africanos, en conjunto, no eran protagonistas reales del mundo (“… el
nacionalismo tuvo que promover la industrialización hacia el mercado interno y, a la vez,
fortalecer el enclave en tanto fuente de divisas para la importación de bienes y equipos
destinados a la industria”) 1463 ; el “subdesarrollo” latinoamericano, en cambio, había sido
cooptado completamente por el imperio de Occidente, merced a la imposición de las
dependencias económica, política, ideológica y tecnológica, por la actuación de gobiernos
cipayos y debido a la operación de todo tipo de inducción ideológica sobre la población: el
espejismo, el falso reflejo de libertad, democracia y desarrollo, en el desierto capitalista. El
1463
Por su parte, el fundamentalismo islamista –para el caso paradójico: reaccionario- “no quiere que en sus
países se imponga el capitalismo occidental” (y esta transformación a imagen y semejanza de la forma humana
más moderna y hegemónica en el planeta: la burguesa, a pesar del punto de vista de corto plazo de los
detractores, es condición para que también esas sociedades ingresen con derecho en flujo general de la
historia).
950

destino del mundo se jugaba en lo que venía a ser la contradicción principal del momento: el
capital geopolíticamente comprehendido y el socialismo bastardo. Sin embargo de que en
1961 habían transcurrido ya 5 años del XX Congreso del PCUS, o sea, de aquel conciliábulo
del revisionismo soviético, que sentara las bases jurídico-políticas para restablecer el modo de
producción burgués, la ya mascarada de socialismo: la nomenklatura (Jruschov), de modo
apresurado intervino en Berlín, dividiéndola, rompiendo la unidad burguesa en esa ciudad con
la construcción del Muro. La decisión era acertada; constituía el acto de defensa de lo que
quedaba de socialismo, de enfrentamiento al sistema capitalista, para no facilitarle las cosas;
pese a que en sentido histórico dicho objetivo se ponía en contrapunto con la misión de la
inteligencia. Con la “implosión” del sistema soviético, las pasiones reprimidas procapitalistas
de la RDA se descargaron en contra del “símbolo esclavizante del comunismo”: el Muro de
Berlín, en 1989.
El pueblo alemán, de la alta tecnología y de la guerra, no había rebasado ciertos límites
de comprensión ideológica de la carrera humana, y se dejó llevar por los cantos de sirena de la
libertad, la democracia y el bienestar, en medio de la operación del conflictivo entramado de
la psicología social burguesa: razón/emoción. El frente federal alemán, con la alcahuetería del
Plan Marshall y la apertura comercial alcanzó altos niveles de crecimiento económico y
promoción social, gracias a la política keynesiana redistributiva, la cual atemperó la
brusquedad de la dinamia mercantil. En la RDA, la realidad era diferente; el discurso de la
libertad, de la democracia y el ideal instrumental del progreso, eran términos hueros,
desgraciadamente cuando las condiciones materiales e históricas de legitimidad (la
racionalidad) aún no se habían instalado como base material firme de ese parecer. Las
maravillas inherentes a un estrato privilegiado de clase presente en el Estado burgués, en el
común de las personas se representó como accesible y propio; este status se debía alcanzar, es
obvio, viviendo en el sistema, que aparentemente lo provee: occidente, el capitalismo. Puede
parecer chusco el argumento: es como el mal, que despide perfume y belleza, que envuelven y
atrapan, y una vez en sus brazos: se abre la desilusión, la cruda realidad y la irreversible
comprensión de la decepción; esa conducta se ve en los “balseros” cubanos.
Los alemanes y el mundo, se quejan ahora (al conmemorarse, en noviembre del 2009,
el vigésimo aniversario de la Caída del Muro de Berlín); estos fariseos culpan al
“comunismo” su tragedia (y nada dicen –en cambio- sobre la construcción del Muro de
Palestina); no obstante, hay que recordarles, que ellos: sus padres, empezaron todo: por
razones imperialistas iniciaron la Segunda Guerra Mundial, rompieron el Pacto de Varsovia
de no agresión entre la ex URSS y Alemania: Riventrov-Molotov, invadieron
traicioneramente Polonia y obligaron a la entonces Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, a entrar en la Segunda Guerra Mundial. En 1940, la ex URSS contaba, nada más,
que con José Stalin como su líder; con Stalin: ¡no se jugaba! Stalin, el Ejército Rojo y el gran
Pueblo Soviético, le dieron su merecido a los belicosos alemanes, y: ¡bien hecho! (qué pena el
tener que referirse en tales términos sobre aquellos sucesos; pues, “palabras sacan palabras”).
Se recuerda, que a Stalin no le interesaba participar en guerra interimperialista alguna por un
nuevo reparto del mundo, puesto que la Unión Socialista de la libertad real, contaba con
recursos de sobra para organizar su desarrollo autocentrado, endógeno como planteaba la
determinación histórica en aquel momento; de manera que él centró su atención en
implementar el proyecto de edificación del “socialismo en un solo país”.
Los episodios asociados con la “heroica hazaña” fueron síntomas, mas que del triunfo
capitalista y de sus ardides, del retraso ideológico del “culto” pueblo alemán, de los límites
que la reacción pequeñoburguesa había impuesto sobre el socialismo y de la implacable
marcha de la historia asentada sobre la necesidad de que las fuerzas productivas preparen a la
inteligencia para marchar sobre rutas de mayor trascendencia. En el episodio mundialmente
expectante de la “Caída del Muro de Berlín”, el propagandismo mercantil aprovechó la
circunstancia: la libertad estaba triunfando; allí se expresó sin cicatería alguna el histrionismo
de jóvenes, viejos, niños: caía el Estado de Obreros y Campesinos; se iniciaba la superación
de la crisis. Pero con mucha pena hoy se constata cómo luego vendría el desencanto: la
vergüenza de no haber sido capaces de entender el mensaje científico dado en la racionalidad
lógica brillante expuesta por un propio coterráneo suyo: Carlos Marx, el cual con maestría
años antes había expuesto las bajezas e inmundicias de un sistema que la cerrazón ahora ponía
como la máxima aspiración humana. Esa es una mancha, que acompañará siempre a la culta
Alemania, y que llena de oprobio la conducta de ese pueblo frente a mentes despiertas de todo
951

el mundo (¡pobre gente!).
Sobre los hechos, cabe una digresión adicional a modo de sentencia. Indigna a
personas, que se hallan informadas con responsabilidad sobre la teoría, la estrategia, la
práctica y la historia comunista, que estas gentes –conociendo perfectamente bien, que no se
enfrentaban a verdaderos comunista- apelen a la mentira como argumento sobre el cual hacer
avanzar sus propósitos, esto es, ofendiendo la respetabilidad, cientificidad, inteligencia,
ingenio y la templanza acerada del proceder comunista. Hay una perfecta explicación sobre el
fenómeno: el atavismo de clase, la actuación de “cuñas del mismo palo”, las cuales siempre
suelen ser más letales frente a la matriz de la que emergieron, que cuando estuvieron frente a
los auténticos enemigos. En efecto, por ejemplo, en el presente, la conspiración gringa en
territorios del ex Bloque Oriental y específicamente en la jurisdicción balcanizada de la ex
URSS, tiene como actores a quienes otrora fueron adversarios del capitalismo en general y del
Estado gringo en particular, con Stalin a la cabeza; dicha conspiración se sustenta sobre todo
en la formación de la GUAM: entidad corporativa geomilitar entre Ucrania, Azerbaiyán,
Georgia y EU (e Israel), la cual es el instrumento de control yanqui de dicha región, esto es,
para impedir, que se restablezcan los lazos de cooperación económica in situ y dotarse de
petróleo por parte de Estados Unidos de Norteamérica, a fin de eliminar la dependencia al
petróleo de Medio Oriente y de Venezuela 1464 .
En Rusia, empero, no se reimplantó el capitalismo a partir de 1960; decirlo así, es tan
sólo una manera de referirse a la traición jruschoviana al socialismo, pues, los pueblos no
repiten el pasado (la historia no va hacia atrás) ni éstos se equivocan dos veces (esta
aseveración, muy común en la historiografía, es falsa; pues, sólo en la pura lógica se presume,
que el camino histórico está lleno de recovecos, de retrasos, de vueltas al pasado). Carece de
verdad, por tanto, la opinión, por ejemplo: de Zizek, relativa a que “las cosas que salen mal se
repiten para que salga bien, corrigiendo los errores”; eso no es cierto en la historia, puesto que
ésta avanza y nuevas tareas deben emprenderse; no es posible volver a realizar en la madurez,
lo que se hizo mal en la juventud; es ese criterio el que hace cifrar la esperanza a muchos
políticos de “izquierdas” (como es el caso del propio Zizek), de que se produzcan nuevas
revoluciones (se pone esperanza en los guetos, en la favelas, acudiendo a la revolución
campesina maoísta, que no fue proletaria, ortodoxa). Mas bien, en Rusia se implantó, luego
del corto “ensayo socialista”, el capitalismo, en la medida en que allí las relaciones sociales
insertas en el movimiento de la “febril acumulación” devino en una forma social inacabada;
este proceso de implantación demandó el uso del aparataje de coordinación existente hasta ese
entonces, previa su transformación en Estado por acción contrarrevolucionaria de la troika
sucesora de Stalin y de los viejos bolcheviques de la Revolución de Octubre (este hecho da
pie a sostener erróneamente, que el período de Lenin-Stalin, fue la realidad de “Capitalismo
de Estado” o “Estatismo”, como arguye Castells); en efecto, si bien en Rusia se agolparon
todas la determinaciones del capitalismo, cuando Lenin Rusia era una megageografía
predominantemente precapitalista: feudal, comunal. El capitalismo expansivo, toma zonas
sociales del planeta (incluso poscapitalistas) no cooptadas todavía en la perspectiva teórica
subconsumista de Rosa Luxemburgo, pues, ésta es una “contratendencia dilatoria” puesta en
escena, componente del arsenal a disposición del sistema. Y este fue el fenómeno registrado
allí.
“La historia se repite”; “la historia vuelve atrás”. En la ex URSS se dice: se produjo
ese retorno, con la reinstalación del sistema democrático de mercado, una vez sofocado el
fuego del socialismo. Se insiste, ese no fue el verdadero hecho, pues, en la ex Unión Soviética
el capitalismo era un modo de producción incipiente, muy a pesar de que en la esfera
superestructural del intercambio, las contradicciones del capitalismo hemisférico se habían
condensado, con lo cual se tornó zona de tormenta revolucionaria. Ahora bien, “un proceso no
deviene mientras no haya agotado todas sus capacidades potenciales” (incluso se podría
afirman, en forma machaconamente lineal, que en el orden de los hechos, no se pueden saltar
fases necesarias de la contextura del devenir); el capitalismo, en la entonces URSS, estaba
latente (suspendido, reprimido) y sólo la voluntad (lucha de clases, correlación de fuerzas)
podía mantenerlo así, o inhibirlo del todo; su “reinstalación” ha sido efecto de la defección de
la voluntad, no un hecho de orden histórico fatal. La “memoria”, tiene carácter de
determinación parcial, en cuanto al cinetismo de los hechos humanos. Memoria histórica;
1464
Chossudovsky, Michel. El corredor euroasiático: la geopolítica de los óleo y gasoductos y la nueva Guerra
Fría; 2008.
952

historia y memoria. Historia: sucesos encadenados en el marco de la progresividad del
movimiento de las fuerzas productivas; memoria: registro documental o vivo de esa episódica.
En la primera, los hechos se ontologizan o se trasforman; la segunda asume el carácter de
registro o es golpeada por la amnesia. También la memoria puede ser vista a través del prisma
de la Economía Política: el “poder” falsea los hechos, produce discursos interesados y los
inocula en la subjetividad colectiva; además, el “poder” induce el olvido selectivo en el
pueblo. Memoria falsa: conciencia estructurada básicamente por los discursos equívocos
decantados por la dominación en torno de los hechos reales, sobre la historia (versión del
“poder”); se debe, por tanto, reescribir la historia y refrescar siempre la memoria.
A la flexibilidad liberal abierta para la economía soviética, se sumó el cambio de
control de los órganos de dirección a favor de los burócratas y en desmedro de los obreros; la
alteración del “modelo”, se sustentó en el diagnóstico forjado sobre la crisis, lo que dio pábulo
al planteamiento de políticas liberales tempranamente a finales de la década de los 60 del
siglo XX apelando a la conducta de Lenin cuando la NEP (ésta, era una medida necesaria en
la circunstancia, para superar la recesión, precisamente derivada de la teorización política
expuesta en la obra “Un paso adelante dos pasos atrás”). En torno de la situación de
conmoción transicional pre-89, si la burguesía mundial consideraba, que ésta se signaba por el
fracaso del socialismo, rusos y aliados mantenían la tesis de que la crisis, que experimentó su
sistema inmediatamente antes de los episodios de su derrumbe, era momentánea: crisis de un
modelo cuartelario, burocrático, de planificación centralizada, cuyos efectos podían ser
superados con la aplicación del modelo de la Perestroika 1465 . No obstante, ésta, en realidad,
constituyó el producto estratégico del proceso de racionalización ideológica, sobre la primera
gran crisis general capitalista que experimentara la otrora gran Unión Soviética, que
propendía adecuar la institucionalidad y conciencia a la nueva forma burguesa de producción,
pragmatizable en el plano legitimador inherente a los devaneos de la Glasnost.
El desafuero de los Koljoz (granjas productivas de cooperación privadas) recurrió al
uso de obreros perceptores de salarios (los cuales fueron perdiendo paralelamente peso en la
conformación de las estructuras directivas del Partido y del “Estado”), cuyas mercancías han
seguido el secular destino: los mercados internos y externos, en medio del desarrollo de un
proceso liberal de ventajas comparativas, de competencia, de acumulación de capital, de
valorización y de reproducción ampliada (en realidad, se pasó de la planificación a la
programación, el modelo Stajanov se conmutó por “los estímulos salariales… la libre
utilización interna de fuerza de trabajo por los directivos de las empresas y la introducción del
trabajo a destajo”: “la introducción del lucro y de los incentivos materiales como criterios
reguladores” condujo a dónde debía: a la reinstauración del sistema capitalista, que hace poco
había sido desechado). En fase de posmodernidad en dicha zona., los bancos han penetrado en
la ex URSS en busca de utilidades; otras transnacionales se hallan enfrascadas en la
explotación de los obreros soviéticos; los gobiernos de Jruschov-Gorbachov han permitido la
explotación foránea de su pueblo; frente a su fracaso, han diseñado estrategias de
reemergencia capitalista y de inserción en el mercado internacional para aprovecharse del
intercambio desigual con las colonias, para captar el excedente externo producido por el
proletariado mundial. Este Bloque ha entrado a formar parte de la disputa geopolítica mundial
con Estados Unidos, Inglaterra y el Japón, poniendo en peligro la paz mundial (Guerra Fría);
ha asimilado el circo burgués de las elecciones en orden del recambio procapitalista de
testaferros en la gerencia del Estado burgués; en suma: perdieron la “moral comunista”, aún
antes de su caída.
Las premisas sostenidas por parte de cierto sector de estudiosos sobre el fenómeno
soviético, en referencia a que jamás el socialismo fue realidad en la ex URSS, que con Stalin
la burocracia emerge, se consolida y se toma la dirección del proceso, se constituyen en punto
de partida epistemológico que da pie para captar teóricamente los episodios insertos en tal
experiencia con las categorías de “acumulación primitiva socialista” y “acumulación
ampliada” (ampliación de la base de reproducción), prelación del departamento II sobre el I,
industria de consumo de masas, etc. Generalmente el tipo de pensamiento referido, desestima
la guerra en su condición de variable exógena de crucial efecto sobre la evolución del
“modelo puro” socialista; dicho vacío intencional, ha desembocado como derivación lógica en
1465
Ahora bien, si un grupo humano (dígase: Cuba) se encuentra con vida y realizándola con específicos valores
de evaluación, su proceso no puede ser visto como “fracaso histórico”; es una maliciosa, visceral e interesada
forma de opinar la que procede de ese modo.
953

la tesis en torno del “culto por el progreso técnico”, para luego concluir, que el colosal trabajo
social objetivado en los activos de la ex URSS pasó a manos de la burocracia (esa es un
contradicción lógica, una verdadera aporía: desde Stalin opera la burocracia; ésta genera el
colosal “capital social” de la ex URSS; la burocracia se apropia de la producción del pueblo
bajo su dirección; luego, debía haber un período diferente al capitalismo, para que su producto
sea usurpado –privatizado- por la burocracia). Son quienes han cantado loas en el inmediato
pasado al supuesto socialismo soviético posestalineano y aquellos que se beneficiaron incluso
con el “oro de Moscú”, los que hoy no ven los dos grandes procesos que allí ocurrieron: el
estaliniano y el posestalineano, y los mismos que publican dicho tipo de análisis (a éstos les
tomó con los “calzones abajo” la llamada “caída del socialismo en 1989). Ahora bien, aún en
el caso de que quienes sostienen que Stalin murió en forma coincidente con el agotamiento y
fin de la fase llamada “acumulación primitiva socialista”, Stalin deja un país boyante en todo
sentido, listo para avanzar: no hacia la fase de “acumulación ampliada”, sino en la efectiva
senda de la continuidad de la edificación de la “civilización” socialista en su nivel avanzado,
precisamente por eso, con esa base es que Jruschov se aventuró a plantear, que en el curso del
siglo XX, el comunismo se establecería en la ex URSS 1466 .
Uno de los críticos acervos de Stalin: Alejandro Moreano 1467 , asume encontrar las
razones del “fracaso” del socialismo en la ex URSS a partir de 1917 (1928-32), en la
aplicación de la política conducente a forjar el capitalismo (desarrollo de las fuerzas
productivas) y del socialismo (recuperación de la inmanencia del trabajo) al mismo tiempo.
Esta actuación ha sido considerada como un ardid de la burocracia, esto es, de Stalin (al cual,
dicho sea de paso, en cada momento Moreano eleva a la categoría de malévolo “súper ser
humano” 1468 ): la burocracia política, la empresarial y la que dirigía la economía subterránea
(¿ya presente en la época de Stalin?). Sostiene, que “… las fuerzas productivas no
perdonan…: la acumulación primitiva socialista se inclinó a asumir formas similares a la
capitalista, cuya concreción política fue la monarquía absoluta”; cuando no se apela al
abstraccionismo voluntarista en la explicación, en cambio, se sostiene que la “estrecha base
nacional de la economía”, fue uno de los aspectos de la caída de la ex URSS. La réplica es la
siguiente: ¿por simple informalidad (de acuerdo a Moreano) Stalin se planteaba crear lo que el
capitalismo había realizado en tres siglos: una base industrial siempre a la saga, copiando,
hurtando su desarrollo del capitalismo apoyado en un sistema estatal y burocrático? (el nuevo
proceso siempre niega y rescata los elementos civilizartorios anteriores). En toda mente
sensata anidaría la idea atinente a que el socialismo no se podía edificar partiendo de la nada y
en el aire, pues, se necesitaba del progreso técnico: del “culto al progreso técnico”, puesto que
el desarrollo de las necesidades y de la conciencia lo exigían. Los inventos que precedieron la
creación de la base industrial capitalista, que llevaron años, ya estaban a la mano y por muy
ético que sea el comportamiento revolucionario, tampoco puede lindar con la torpeza (la
función histórica del capitalismo es crear la base material del mundo nuevo –K. Marx).
1466
Al respecto, las impresiones que como tesis se deja constancia en este escrito, son: 1) la burocracia aparece
a finales de la vida de Stalin, sus razones se hallan asociadas con la guerra, el atraso económico, la vasta
extensión territorial, la diversidad de pueblos (desarrollo desigual humano) y la reacción interna; 2) sí hubo
realmente una nueva civilización en la ex URSS de Lenin-Stalin, su defección fue producto del revisionismo y la
traición; 3) en la ex URSS, la nueva civilización fue del trabajo, de la frugalidad, del realismo, de la creatividad
de clase; y, 4) dos etapas estructuran el proceso: a.- la socialista hasta 1956 y 2.- la de la restauración
capitalista, que hace crisis en 1989.
1467
En el transcurso de la investigación realizada para dotarse de los fundamentos necesarios a efectos de la
escritura del presente documento, causó sorpresa personal, el haber encontrado en un documento ecuatoriano
la mejor elaboración crítica (sesgada e insidiosa) sobre los acontecimientos del socialismo y no en autores de
otras partes del planeta. Frente a quienes simplona, mecánicamente ven los cambios de 1928 en la ex URSS
como la renuncia al socialismo concebido paradójicamente en términos occidentales: libertad, democracia,
diversidad, se plantea que las decisiones tomadas en dicha fecha por Stalin y el Partido relativas a iniciar el
proceso de industrialización y colectivización (la experiencia real con la que contaba la humanidad en materia
de desarrollo de las fuerzas productivas era la capitalista; había necesariamente que retomar ese proceso
sometiéndole a una razón histórica diferente), fueron la base para el triunfo futuro en 1942: industrialización
para darle poder material a la naciente forma social para enfrentar a los enemigos externos, a fin de dar de
comer al pueblo, modernizar la sociedad y demostrar el poder que residía en la socialización de los medios de
producción, la planificación y el trabajo social. Se puede especular incluso diciendo que de no darse dicho
fenómeno, la ex URSS no habría ni siquiera vivido los 30 años de socialismo (1917-1956), la Alemania fascista
habría triunfado, y la fisonomía del mundo hoy podría ser peor.
1468
Ahora bien, como no se ha podido atribuir el absolutismo a una sola persona: a Stalin, se inventaron o
extendieron un sujeto portante del futuro al pasado, para sustentar en él la monarquía: la burocracia.
954

La insistente crítica ejercida cronológicamente in abstracto sobre el proceso de
industrialización de la ex URSS, basada en la aplicación de los criterios: 1) que el “progreso
no es neutral” y 2) que su edificación (del progreso en la entonces URSS) siguió el paradigma
tecnológico de Occidente (“las fuerzas productivas no perdonan”), nuevamente se lo hace de
modo desprevenido, ingenuo o con intención de encontrar una argucia para dañar la historia;
pues, se deja de lado el hecho de que el “progreso” es neutro en la perspectiva general de la
historia y socialmente condicionado en cada momento particular a su interior; en verdad, el
pueblo técnicamente más desarrollado pone al resto el camino de su propio porvenir (en la
mente y en los hechos, la ideología del progreso y del “alcance” conducen el movimiento de
la vida racional). La ex URSS tenía que defenderse, mas no lo haría con la idea on line de la
“revolución permanente” o “mundial”, con los trovadores o los ascetas, sino con armas y
efectivos en el nivel de mayor concreción de la lucha de clases: la guerra 1469 . La conclusión
por la ruta de la reflexión, que aquí se cuestiona, es que en la entonces URSS en todo
momento, sin mediar diferencia alguna entre actores, no se proponía elevarla hacia status de
sostén de la “nueva civilización”, puesto que restringió la revolución al orden político y
económico-social. La nueva “civilización” según su concepto: el “comunismo”, se caracteriza
por la trabazón entre “deseo y potencia creadora” (por oposición a la humanidad del trabajo:
físico, intelectual, sublime, de la conciencia). Es el imperio de los sentidos, la rehegemonía
del cerebro derecho, del límbico y de la dopamina, lo que lleva a plantearse de ese modo la
nueva forma: la forma superior de sentido, organización y actuación humana; en realidad, en
la estructura de tales mentes trabaja la esfera sensorial: la animal, la niña, la juvenil y la de la
mujer, en vista de que es el instinto lo que impulsa los actos de protección y de búsqueda de
estados de bienestar, la psiquis aún no ha madurado, la que se halla en proceso de transición
hacia la madurez y la que debe actuar de ese modo dadas la funciones natural-sociales
asignadas para atender al crío, en su orden. La nueva civilización (la que sigue a la de Eros,
luego a la de Eros-trabajo y a continuación a la del trabajo-racionalidad; y, algo de ella hay
–por ejemplo- en el arte realista socialista) es la del “conocimiento”, racional, frugal, fría, de
carácter serio, maduro, de pensamiento, en la búsqueda de la conquista del saber absoluto.
Ahora bien, en 1956, luego de las resoluciones reformistas dirigidas a la
“restauración” de las relaciones de mercado, tomadas en el XX Congreso de PCUS, la ex
URSS, sobre todo en el plano de su base económica (circunstancias que en este material se las
expone de pasada, en forma exploratoria y a un nivel muy general de tratamiento del tema),
dejó atrás la senda de construcción del ser humano de nuevo tipo y desembozadamente estos
pueblos se incorporaron al cauce común del desarrollo capitalista. A partir de este momento
en su historia, cualquier disquisición teórica sobre el carácter del sistema, que se lo formule
con las categorías teóricas inherentes a la formación socialista, es del todo especulativa. Pues,
el proceso, desde esa fecha en adelante, deviene cada vez más en la consolidación de los
nexos mercantiles en el fluir social; de manera que las crisis que desembocaron en el
denominado "derrumbe del 89" del siglo pasado, constituyen el movimiento de imposición
violenta de la unidad de los contrarios, contradicción resuelta posteriormente, con la puesta en
correspondencia entre la base económica con la superestructura, con la reformulación
proburguesa de esta última. Es el momento de captar el proceso según la determinación de la
tipicidad abstracta de las categorías económicas del modo burgués de producción.
La ex URSS (sobre todo con su Campo) era un segmento humano que se hallaba
dotado de condiciones para tranquilamente formar un mundo aparte, fuera de la determinación
global; en realidad, poseía territorio suficiente, recursos, población y formas racionales de
proceder para enclavarse y no pedir favor a nadie, en el proceso civilizatorio de la
“modernidad socialista”. Como socialista, esa era la determinación de la Zona. Los problemas
aparecen antes de la instauración del proceso de unificación humana, que posteriormente será
conocido como globalización, e ingresará a formar parte de dicho fenómeno, esto es, de la
conformación de una sola economía mundial de orden capitalista. Como parte del mismo, en
el Bloque Oriental se introduce el modelo anárquico de reproducción económica, la forma
desproporcional del desarrollo, los procesos de proletarización, explotación, concentración,
pauperización y de crisis periódicas, que son inmanentes al sistema de acumulación y
reproducción capitalistas. De manera que tampoco el “arrastre histórico” del “aluvión
1469
“… es el momento en el que el Estado inicia la ejecución de un plan de desarrollo, las fuerzas
revolucionarias acaban en el él su vitalidad y su inmanencia”: pobre visión sobre la mecánica determinación de
las “fuerzas productivas”.
955

globalizador” explica el fenómeno de defección, sino que –mas bien- -este dio paso a aquel, y
una vez establecido como contradicción bipolar capitalismo (soviético) contra capitalismo
(yanqui), en la carrera competitiva por el dominio del mundo el socialimperialismo caerá en
1989 y será absorbido por el proceso general unidimensional de la historia, según los explica
Castells, pero no antes.
En efecto, la entonces URSS –a partir de las Reformas Constitucionales referidas- se
había transformado en un sistema socialimperialista (la nomenklatura posestalineana
finalmente había privatizado los activos productivos formados durante el período socialista)
por obra y gracia del revisionismo burocrático contrarrevolucionario, el cual condujo a la
nueva potencia capitalista con métodos extensivos de administración, incompatibles con el
tipo de estructura económica de un país capitalista monopólico de Estado en carrera con el
clásico imperialismo principalmente estadounidense, por la hegemonía en el planeta, cuando
la tecnología era la base de la competitividad mundial (la ex URSS no modernizó su
producción, pues, el paso a la etapa “informacional” cogió al país con una estructura
productiva obsoleta, cuyo eje básico de acumulación fue la explotación de rubros
tradicionales, con un sistema de gestión anacrónica y la consecuente deficiencia en materia de
competitividad; además, era un “imperio al revés”, pues, las repúblicas adscritas
“´explotaban´” a la metrópoli) 1470 . La URSS "perdió el tren de la revolución de la tecnología,
al mantener un modelo de acumulación fiscalista, extensivo de hiperindustrialismo". "... la
industria y la agricultura soviéticas dejaron de ser capaces de competir en la economía
mundial justo en el momento histórico en que se formaba un sistema global interdependiente"
(Castells, Manuel: Fin de milenio), precisamente porque la URSS debía completa y
obligadamente ingresar en él (dejar de lado la autarquía y el comando de su Bloque), puesto
que la naturaleza de su economía era, desde hace tiempo atrás, capitalista e imperialista (es
obvio, que de no haberse dado los sucesos de traición y restauración, la determinación
tecnológica y de contacto coercitivo planetario para el verdadero socialismo estaba dada: para
la defensa y el ataque como para su desarrollo, el socialismo debía ingresar en la carrera de
modernización tecnológica, puesto que la coexistencia pacífica de sociedades con diferentes
sistemas económicos, era una ficción, mientras que la necesidad histórica imponía la
continuidad del progreso de las fuerzas productivas, base del desarrollo de la conciencia).
En este punto, Castells tiene razón frente a comunistas y socialistas. A la muerte de
Stalin concluye, coincidencialmente, el período de “acumulación primitiva socialista”; a partir
de allí, se requería pasar a la fase de “acumulación ampliada” ininterrumpida: P-C = Exc.1;
(P2+Exc.1)-C2 = Exc.2,...; la citada etapa demandaba romper las fronteras nacionales, de
manera típicamente imperialista, se arguye 1471 . Ahora bien: ¿para qué ese movimiento
sostenido de desarrollo material en el socialismo? ¿Para mejorar el status de “calidad de vida
del nuevo ser humano en trámite”? ¿Para alcanzar al capitalismo y superarlo? Pero: ¿para qué
todo este ajetreo humano para desarrollar la base material, en un modo de producción
diametralmente opuesto a la forma económica que desarrolla las fuerzas productivas? Hoy
está claro –al menos para el criterio de la persona que escribe las presentes líneas-, que el
progreso de las fuerzas productivas es un continuum necesario en el marco del cual el ser
humano, no solamente que alcanza el nivel máximo de desarrollo en la variable “calidad de
vida” (tratamiento de enfermedades mortales, por ejemplo), si no que supere tecnológica y
socialmente al capitalismo –en ese sentido es, mas bien, el capitalismo el que se integra al
comunismo-, pero, sobre todo: alcanza a divisar –ese desarrollo de las fuerzas productivas
amplían la conciencia- la razón de la vida racional. Hay gente que cuestiona el progreso, el
desarrollo técnico, a Prometeo: esa es una conducta liliputiense; el desarrollo de las fuerzas
productivas permiten mejorar la forma de atender el desarrollo de la vida orgánica, pero,
1470
Se asevera que la ex URSS cayó porque no se insertó en la producción electrónica (vender estos productos
a más bajo precio en el mercado que el capitalismo para derrotarlo en la competencia) o que no se proveyó de
estos productos a precios inferiores frente a los de su mercado interno. Esta explicación olvida el carácter
imperial dominador (dependencia) del capitalismo: estaba terminantemente prohibido a los países subalternos y
a los monopolios domésticos comprar o vender, por ejemplo: chips de alta calidad a la ex URSS y su Campo (el
conocido bloqueo).
1471
“Marx lo señaló de pasada, luego Rosa Luxemburgo, Mandel, Cristian Pailloix y otros insistieron en ello: la
expansión imperialista es cuestión de vida o muerte para el capital” (también lo hicieron Lenin y Bujarín); de
esa manera se analiza la coyuntura. No obstante, la expansión global del sistema, siempre capitalista, es una
determinación histórica necesaria para el desarrollo de las fuerzas productivas a través del movimiento del
capital.
956

sobre todo crean las condiciones para el crecimiento de la conciencia y para que se advierta el
papel del ser humano en la historia, en la naturaleza, en el cosmos: el sentido de la vida (el
cual –para el 2011- no está en la cabeza de comunistas y socialistas).
Sobre el insuceso, en un documento 1472 , se observa, que Mandel sostiene que el
capitalismo debía caer alrededor de la década de los 60 del Siglo XX, debido a la condición
dada por los siguientes factores (obviamente, se imputa a Marx, la fuente de parte de este
razonamiento): la URSS y el campo socialista arrebataron un tercio del mercado mundial al
capitalismo; las revoluciones coloniales redujeron más ese mercado; la industrialización de
los territorios de ultramar, transformaban de demandantes en competidores a dichas zonas; el
comercio se contrajo en países que se pasaron a la órbita de la URSS y debido a su propia
industrialización y desarrollo. Se añade, que este “nuevo orden mundial” llevaría al derrumbe
del capitalismo como efecto de la “... modificación del sistema internacional de precios,
nuevas reglas para las inversiones extranjeras, préstamos internacionales y los mecanismos de
transferencia de tecnología...” en la órbita de “países no alineados”, factores contendores de la
expansión capitalista (contracción), de caída de la taza de ganancia y colapso. No obstante,
toda esta teoría aparentemente coherente de Mandel y consortes: ¡cayó!, porque partía de
supuestos falsos: 1) que el capitalismo sólo podía sostenerse recurriendo a procesos de
expansión geográfica y no mediante su propia “energía” endógena (hacia allá condujo el
asumir la tesis subconsumista de R. Luxemburgo, que da preeminencia al mercado); 2) creían,
que la ex URSS, luego del año 56 del siglo pasado, era una sociedad verdaderamente
socialista, confiable; 3) que los procesos de liberación nacional eliminaban la clase burguesa
de las neocolonias; y, 4) que el capital no disponía de “trincheras de la sociedad civil”
(“creación de instituciones para dar urgentes respuestas y soluciones a la crisis”: Comisión
Trilateral, FMI, BM, ONU, el modelo económico keynesiano -“el keynesianismo jamás puso
en peligro al capital o a sus propietarios”), la utopía del Welfare State, el Plan Marshall -para
detener el avance del comunismo-; protegido con este paraguas, el capitalismo se expandió y
creció entre 1945 y 1970, habiendo optando por varias salidas: la guerra –el Complejo Militar
Industrial-, nuevos materiales, explotación del fondo submarino, la conquista espacial,...).
Ernesto Guevara: el Che, formuló una propuesta mucho más convincente, prolija,
política, de la cuestión por esas mismas fechas. El capitalismo es un sistema mundial; el
método de lucha para destruirlo es también sistémico de guerra, pues, es imposible hacerlo
pacíficamente. Método a operarse mediante la apertura de una situación de confrontación
mundial: “crear dos, tres… muchos Vietnam… Atacar dura e ininterrumpidamente en cada
punto de confrontación… Crear varios focos de guerra contra EU, para agotarlo…”; la clase
obrera estadounidense no se da cuenta de la explotación, por lo que el internacionalismo en
una necesidad revolucionaria conducente a liberarse de la opresión neocolonial, para lo cual
se deben agudizar las contradicciones imperialistas destruyendo el sistema de precios y la
estructura de intercambio comercial existente, esto es, derruir el domino del centro dejándolo
sin materias primas, recursos y mercados de venta y rebasando así los límites del sistema
capitalista (Ivanov, Oleg. La concepción de revolución en Ernesto Che Guevara. En: Revista
América Latina, Nro. 9, Academia de ciencias de la URSS, Moscú, septiembre de 1988). La
realidad fue por otro lado: la ex URSS se quitó la careta de socialista en 1989; el capitalismo
ensayó la estrategia de “comercio intra firma”; las oligarquías “nacionales” se tornaron
“vende patria”; y, el capital corporativo, impuso su voluntad con las bayonetas (al final, no es
que la ex URSS, el “Campo Socialista” y los países de los anillos neocoloniales, redujeron la
capacidad expansiva de mercado de EU, sino que –mas bien- coyunturalmente la han
ampliado; la historia obró de otra manera: “… el foco insurreccional establecido en el Sudeste
de Bolivia, zona estratégicamente inconveniente para conquistar el poder del país…” no
materializó las aspiraciones de una revolución mundial y la periferia no llegó a constituirse en
el centro de la misma). Sobre R. Luxemburgo, E. Mandel y A. Moreano, se impusieron las
tesis de Marx, V. Lenin y A. Shaikh 1473 .
La reflexión de Mandel, no obstante, es pertinente al interior del propio sistema (sin
embargo, Lenin sigue teniendo razón frente a Mandel y a Luxemburgo). En apoyo a lo dicho,
se incorpora el siguiente argumento:
1472
El Apocalipsis perpetuo; Moreano, Alejandro; Quito, 2002, pp: 174-175.
1473
En efecto, la teoría subconsumista de la “brecha de demanda” de Mandel, fue desacreditada por el
movimiento de la realidad (el capitalismo tiene medios internos –contratendencias- para superar la “brecha de
demanda”: la deuda externa, los créditos de consumo, la obsolescencia programada, el marketing,...).
957

¿Cómo explicaría el debilitamiento a largo plazo de la economía real desde
1973, lo que usted llama la larga caída?
Lo que lo explica es sobre todo un declive profundo y duradero de la tasa de
rendimiento en inversión de capital desde finales de los sesenta. La incapacidad de
recuperar la tasa de beneficio es lo más destacable a la vista de la enorme caída de los
salarios reales durante el período. La causa principal, aunque no la única, del declive
de la tasa de beneficio ha sido una tendencia persistente a la sobrecapacidad en las
industrias manufactureras mundiales. Lo que ha ocurrido es que nuevos poderes
industriales fueron ingresando, uno tras otro, al mercado mundial: Alemania y Japón,
los nuevos países industrializados del noreste asiático, los tigres del sureste asiático y,
finalmente, el Leviatán chino. Esas economías de desarrollo tardío producían los
mismos bienes que ya producían las economías más tempranamente desarrolladas,
pero más baratos. El resultado ha sido un exceso de oferta en relación con la demanda
en una industria tras otra, y eso ha implicado precios y, por lo mismo, beneficios
bajos. Las empresas que han sufrido reducción de beneficios, además, no han
abandonado dócilmente sus industrias. Han intentado conservar su lugar recurriendo a
la capacidad de innovación, aumentando la inversión en nuevas tecnologías. Huelga
decir que eso no ha hecho más que empeorar la sobrecapacidad. A causa de la caída de
su tasa de rendimiento, los capitalistas obtenían plusvalías cada vez menores de sus
inversiones. De ahí que no tuvieran más opción que aminorar el crecimiento en
maquinaria, equipo y empleo; y, al tiempo, a fin de restaurar la rentabilidad, contener
las indemnizaciones por desempleo, mientras los gobiernos reducían el gasto social.
Pero la consecuencia de todos estos recortes de gasto ha sido un problema de demanda
agregada a largo plazo. La persistente endeblez de la demanda agregada ha sido el
origen inmediato de la endeblez a largo plazo de la economía 1474 .
En actitud transparente frente a estos sicofantes, el proceso es como sigue. El gran
descubrimiento de Marx, es la naturaleza intrínseca dinámicamente turbulenta de la
reproducción del capital, en el interface mecanización-automatización: producción,
reproducción, crisis (destrucción violenta de fuerzas productivas: “la burguesía supera la
crisis, creando las condiciones para crisis futuras”): reproducción condición de la crisis, crisis
condición de la reproducción. La crisis es la contratendencia estructural más efectiva en la
vida y desarrollo (acumulación, concentración, centralización, monopolización, reproducción
ampliada) del capital. El capital se autodestruye para crecer (a un árbol se le tala y produce
varios más); no obstante, ese crecimiento no es ilimitado: en el 2008, por ejemplo, quiebra
bancaria (crisis); presión al Senado, al Parlamento (desesperación, depresión) –en la
producción: desempleo, recesión, deflación, quiebra de empresas; en la esfera financiera:
suspensión de pagos, reducción del consumo, “inflación”-; salvataje (reanimación); auge (de
los monopolios súper concentrados en pie, que emergen). Nuevo ciclo de acumulación: el
impulso y los límites del crecimiento son inherentes al capital (el gran economista marxista
pakistaní: Anwar Shaikh, tiene inmensa razón hasta aquí: sus apreciaciones son enteramente
justas, objetivas, profundas: constituyen el nítido rescate y el continuum de la perspectiva del
extraordinario Marx) 1475 .
Se perfila una contradicción coyuntural entre la producción automatizada y producción
manufacturada, entre el paro de tipo tecnológico y la compresión de la demanda, y la
recuperación económica productiva y de empleo (solución de empleo y de conversión de la
1474
Análisis histórico económico de la crisis actual. Robert Brenner entrevistado por Seonigjin Jeong; martes 24
de febrero del 2009.
1475
Update: a mediados del 2011, en el forcejeo político bipartidista conservador estadounidense en contra de
la reelección de B. Obama (tomar directamente las riendas del gobierno por parte del Tea Party Movement y
desmantelar ciertas medidas redistributivas), se ha puesto al descubierto, que la crisis fiscal de ese país está
topando fondo: al borde de default. Pese a la degradación de EU, al ponerlo en la clasificación doble A, este
país sigue hallándose en el ranking de confianza, puesto que continúa siendo la “primera” economía
capitalista, tiene al patrón de cambios, el fusil rastrillado en sus manos, el activo intangible eufemístico de ser
“país de la democracia”, de las “libertades”, de las oportunidades, de la vigencia del mercado como estructura
administrada y del apoyo del capital subalterno hacia su matriz, como requisito para la realización de sus
propios intereses (al haber dolarizado el planeta, todo el mundo es acreedor de EU; además, como para
ahorrar se ha adquirido bonos del tesoro estadounidense, si quiebra EU, quiebran todos –se quedarían sin
recuperar el valor de sus inversiones en bonos-, por tanto, hay que ayudar al deudor).
958

plusvalía real en monetaria). Esta antinomia no puede ser resuelta volviendo al pasado: a
Keynes (la voluntad comanda los hechos contra natura; la expansión del gasto público,
política eficaz en las reneocolonias, en virtud de su estado de retraso en el desarrollo de las
fuerzas productivas, su aislamiento y la subsistencia de formas de producción arcaicas, como
es el caso de varios países sudamericanos que han podido capear la crisis financiera global
que se iniciara en el 2008), sino mediante la puja por modernizar más la economía y aplicar la
tercera posibilidad marxista: “los productos deben ser distribuidos sin tener en cuenta la
demanda efectiva” (Nicolaus, Martín. El Marx desconocido; en: Marx, Karl. Elementos
fundamentales para la crítica de la economía política –borrador- 1857-1858, Buenos Aires,
1971), esto es, distribución de la producción para satisfacer las necesidades en forma gratuita.
En el ensayo de seguimiento coyuntural de los procesos económicos en curso de finales del
2011, si en Europa no tiene sentido la posición de Merkel (que cada país integrante de la
Union resuelva sus problemas endógenamente) como la de Sarkozy (que el Banco Central
Europeo adquiera bonos del tesoro de los países deficitarios y próximamente de la propia
Francia; dicho sea al pasar, China e India –los “poderes emergentes”- se beneficiarán de la
expansión del gasto europeo), tampoco ingresar voluntarísticamente a una nueva onda
productiva kondratieff (revolución industrial bajo sujeción a la ley del valor: innovación y
expansión productiva para incrementar el margen de beneficio), es decisión proba: las
condiciones civilizatorias (fuerzas productivas) han cambiado, con lo cual se vuelven inocuas
y reaccionarias esos dos tipos de medidas 1476 .
En su fase de automatización y robotización, el capital no se desarrolla (reproducción
expansiva) sino que se mantiene en “reducción” (a escala macroeconómica), la “tendencia
decreciente de la tasa de ganancia” ha obrado; el “excedente” ya no proviene del sobre
trabajo, sino de la sobre operación de las máquinas y la “brecha de demanda” procede del
paro tecnológico; este escenario de “subconsumo” (sobreproducción) no es producto del
desarrollo (sobreinversión) del capital, sino de su abstracción cada vez creciente (esta realidad
posmoderna, como se ha dicho ya reiteradamente, es producto de la acción combinada de
economía y política). El excedente, en un forma humana clasista, en particular: en la social o
capitalista, proviene del sobretrabajo o del remanente del trabajo social, esto es, del trabajo en
exceso que se requiere para satisfacer las necesidades (es verdad, de este excedente se apropia
el capitalista), el cual se expresa como momento de sobreproducción resultante aparente de la
“sobreinversión” –aparente, pues, el capital crea su propia demanda cuando programa la
oferta, puesto que los salarios son costos; de modo que la sobreproducción es una
manifestación de la crisis-; por tanto, sobre todo en la coyuntura actual, el excedente, no
solamente que tiene origen en el plustrabajo sino en el incremento de la “productividad” de la
mecanización, es decir, el poner a operar a las máquinas por encima de lo necesario –consumo
potencial- para atender las necesidades (el excedente artificial, es obvio que proviene de la
monetización por impresión sin respaldo). En una palabra: las crisis capitalistas no son crisis
de sobreproducción; son crisis de la estructura y funcionamiento del propio capital: condición
de su existencia y reproducción (de la lucha de clases: “Los capitalistas prueban todos los
métodos de incremento de la tasa de explotación. Pero, al mismo tiempo, la fuerza creciente
de la clase trabajadora ha limitado considerablemente los intentos por alargar la jornada de
trabajo y/o reducir el salario real”), (el marxismo es MARXISMO, lo demás: ¡pamplinas!).
Sobre el fenómeno en mientes, en la realidad, no obstante, el realineamiento de las
cuatro contradicciones fundamentales del mundo, dieron lugar al advenimiento de una nueva
coyuntura. Luego de la caída del verdadero socialismo (hecho que fue una realidad, pese a
que tirios y troyanos ilusos sigan negándolo), las antinomias básicas, que determinaban el
orden y la regularidad del mundo, fueron: imperialismo social-imperialismo liberal,
socialismo-capitalismo, imperialismo-nacionalismo, proletariado-burguesía global. El proceso
de crisis en el frente del imperialismo social (ex URSS), redujo la determinación de esta
contraposición en el flujo humano; el fenómeno de compresión a la mínima expresión de la
esfera socialista real (Cuba), cambió la relación bipolar esencial del planeta: nueva-vieja
sociedades; el movimiento subjetivo de reconceptualización de la noción de soberanías
nacionales, al consolidarse el proceso de reproducción del capital a escala mundial
(globalización), diezmó la “energía” en los movimientos anticolonialistas; y, el creciente
1476
La mayor parte de estudiosos y analistas equívocamente hacen centro de sus reflexiones, preocupaciones y
sugerencias, al problema del empleo y al de la producción (manufacturada), cuando la vida marcha en sentido
contrario.
959

esquema de automatización productiva, que indujo la pérdida de la importancia del trabajo en
la reproducción del capital (el sujeto natural del cambio –la clase obrera-, defeccionó una vez
cumplida su misión en la esfera cualitativa), volcaron el escenario geopolítico mundial, en su
carácter. La verdadera contradicción en la inmediata coyuntura que movía al mundo se
comprehendía en dinamia de la superación de la esencialidad del trabajo hasta ahora
predominante y la forma “automatización del proceso de valorización”.
Ahora bien, en dicho escenario, si la ex URSS socialimperialista a partir del segundo
quinquenio de las década de los 60 del Siglo XX, mantenía su decisión de desconectarse del
“sistema-mundo”, la única manera de hacerlo era con las armas e inserta en la “carrera
tecnológica” con Occidente; caso contrario, debía humillarse y someterse a desempeñar el
papel, que el capital multinacional le asignara, en el proceso de acumulación global. En los
hechos, como muy bien se sabe, sucedió el caso segundo. Por su parte, solamente la crisis
endógena del capitalismo y la lucha popular podían diezmar el brío guerrerista de EU,
condición necesaria para que la ex URSS no persista en la guerra-guerra y en la guerra
tecnológica, e imponga supremacía en el planeta, ya no en términos de “modernidad
socialista” sino de “modernidad positivista”, desgraciadamente. Al respecto, en un documento
escrito en la época en la que la entonces URSS vivía los “coletazos” del socialismo realmente
serio (Sociología marxista de Kelle y Kovalzón) se cita a L. Brézhnev: “Camaradas, tenemos
planteada una tarea de trascendencia histórica: combinar orgánicamente los adelantos de la
revolución científico-técnica con las ventajas del sistema socialista, desarrollar más
ampliamente nuestras propias formas de socialismo, de conjugar la ciencia con la
producción”: ¡qué bueno habría sido!
En el citado contexto, en la época de Gorbachov, se consolidan algunos rasgos
expresivos de una crisis con fondo capitalista (estancamiento económico 1477 ); crisis inherentes
al propio ciclo económico en el marco de su integración al sistema general. El modelo
extensivo de acumulación monopólico socialimperialista se agotó frente a la determinación
competitiva en el mundo capitalista clásico centrado en la revolución tecnológica, y quedó
cerrada la posibilidad de insertarse con ventaja competitiva por el dominio del mundo. Ante
“…la falta de competitividad bélica y económica, frente a Estados Unidos…” y a la
inefectividad de las políticas reformistas de la Perestroika y la Glasnost (reforma, aceleración
–uskorenie- y transparencia) la salida –para la todavía URSS- fue la renuncia a su exhibición
como gran potencia y su colocación subordinada en la jerarquía del sistema de reproducción
mundial del capital (fenómeno conocido como “unipolaridad”). La cabeza de estos sucesos
antihistóricos fue Yeltsin 1478 . La ex URSS se desintegró; Rusia pasó a ser una “nación”
económicamente organizada al más puro estilo liberal, mientras que su superestructura
política asumió el “sistema democrático” de Occidente; las repúblicas integrantes del Bloque
salieron de la esfera de su influencia y muchas “nacionalidades” de la Unión se declararon
repúblicas. A la fecha, todas estas fracciones de los otrora gran País y Bloque socialistas,
están readoptando el modo burgués de vida; en estas zonas sociales, empero, se hace presente
la crisis de raíz concurrencial y se agudiza; sus pueblos empiezan por mostrar descontento (la
estrategia migratoria no es suficiente), a añorar el sistema socialista perdido a medida que se
sufre con más rigor los efectos del neomercantilismo (también aquí los “ciudadanos” se
aprestan a actuar).
Al proceso de expropiación de la colosal base material, producida entre 1917 y 1956
en la ex URSS por el pueblo a instancias del modelo administrativo estajanovista de
asignación del trabajo proporcional y planificado, luego del deceso de Stalin, suele
calificárselo como el más grande acto de hurto registrado en la historia, perpetrado por la
burocracia: “La privatización comprendía la repartición del mayor patrimonio estatal…
(sic)… de la historia de la humanidad: inmensos complejos industriales, la infraestructura
nuclear, electrónica, eléctrica, de comunicaciones, las tierras de los Sovjoses y Koljoses y de
1477
“La mayoría de la izquierda mantuvo la confusa creencia de que estos eran Estados “socialistas”. Esto
impidió que muchos analistas comprendieran que estos estados colapsaron porque la tasa de ganancia ya no era
lo suficientemente alta para cubrir sus costos de equipamiento para la competencia internacional. También
impidió que analizaran el impacto que la desaparición de estas grandes sumas de capital tenía en el sistema
mundial” (Economía marxista, la tasa de ganancia y el mundo actual. Revista En lucha. Anticapitalismo y
revolución).
1478
La “desestalinización” (el proceso de destrucción del socialismo en la entonces URSS) culminó con Yeltsin:
este neobufón, destructor de la Historia, desaparecido en estos días (abril del 2007), y por el cual han
derramado lágrimas algunos rusos inconsecuentes.
960

las ciudades, los sistemas de transporte aéreo, marítimo y terrestre, los servicios de salud y
educación, las empresas comerciales, los centros financieros y mil otras actividades y
empresas de todas las repúblicas soviéticas y de los países del Este… La pelea a muerte
condujo… a que las distintas burocracias regionales invocaran las diferencias para asumir el
control económico y político y apropiarse del patrimonio estatal de la ex URSS”. Sea. No
obstante, no se puede sostener, que Stalin y “su” burocracia fueron quienes incurrieron en el
referido acto de enajenación de los resultados del trabajo socialista, puesto que dicha riqueza
socialista, se hallaba en proceso de producción durante todo el período en el que Stalin se
encontró al frente del sistema de coordinación del pueblo soviético, precisamente
propiciándolo. En todo caso, para dar gusto a quienes quieren a toda costa hacer responsable a
Stalin del susodicho crimen, debería decirse que Stalin y la “burocracia” se aprovecharon del
trabajo social vivo realizado en el proceso de formación de esa acumulación, esto es, mientras
se producía dicha base; lo cual, en rigor: ¡tampoco es cierto! En realidad, en este sui géneris
suceso, solamente después de concluida la faena conducente a la formación del “capital”
social socialista, incluso cuando muchos de los héroes socialistas del trabajo esforzado,
cooperativo y patriótico hubieron muerto, el aporte dado al proceso de formación de la “base
material del mundo socialista” (del mundo nuevo), tal trabajo pasó a presentarse como
“trabajo productivo”, es decir, el mismo fue convertido en capital: “en medio facilitador del
poder de mando del capital sobre el trabajo”, por parte de la verdadera burocracia, en cuyo
frente se alzaba horondo N. Jruschov.
El socialismo propendió ser –y por un período efectivamente lo fue- “... la superación
de la contradicción fundamental de la producción mercantil capitalista: producción social y
apropiación privada; antinomia ésta, condicionante de todo el conjunto de contradicciones del
sistema: carácter social y privado del trabajo, trabajo concreto y trabajo abstracto, valor de
uso y valor, mercancía y dinero”. La experiencia socialista fue (es), a decir verdad, una
ensayo extraordinario, de veras: impresionante, una cruzada digna de todo respeto y
admiración: el haber tomado la decisión consciente (visión) y valiente (proactiva) de montar
el potro de la historia y someter a control de la voluntad las determinaciones estructurales del
orden de la vida humana; el profundo trabajo de la intelligentzia colectiva (corporativa):
diseño de nuevos paradigmas modificadores de la conciencia, su aplicación a la apertura de
metodologías estratégicas, el planeo pionero sobre nuevos caminos por hacer (creatividad). Si
el capitalismo es sentarse a esperar, que los supuestos de la teoría económica liberal hagan su
milagro: regalen el bienestar general a la humanidad por asignación eficiente de recursos
según principios darvinianos en el mercado tanto nacional como internacional; el socialismo
se propuso demostrar el poder de la razón (ciencia) y voluntad (praxis estratégica) humanas,
en la forja de un orden racional (axiológico). En la ex URSS posestalineana se intentó negar al
“valor” como forma cosificada de trabajo social (el proceso se dispuso avanzar como
necesidad consciente, esto es, de manera planificada), pero la economía mercantil mediatizada
por el dinero (el cual no alcanzó el carácter de “bonos o talones de trabajo”), permeó el
camino de retorno hacia la forma real “valor” de la economía, de modo que no se pudo
superar la contradicción entre el carácter social de producción y la forma privada de
apropiación. Este ensayo histórico de la praxis colectiva racional, no ha sido objeto de la
importancia analítica que se merece, tampoco de él se ha hecho una valoración objetiva,
desgraciadamente: por animosidad de clase.
El primer intento racional y singular en la historia de edificar una sociedad libre de las
absurdas creencias acerca de la eficacia autorreguladora inherente a la operación impersonal
de la “mano invisible del mercado”, en calidad de guía autónoma organizadora en equilibrio y
armonía de la vida de marionetas humanas sujetas a selección natural, o sea –contrario
sensu-, de la intención firme de recusar las ataduras y lacras de un sistema pivotado por una
red de bizarros intereses particulares, en efecto, llegaba a su término 1479 . En ese entonces,
como todavía hoy, la principal muletilla de los adversarios de todo signo del proceso fue la
mitologización negativa de la figura de Stalin, especialmente de quienes (enemigos gratuitos)
de forma maniquea impugnando el “culto a la personalidad”, el “culto a la memoria”, se han
1479
El revisionismo le jugó sucio a la historia; luego, parecía que las predicciones de Hayek se habían cubierto
de certeza. En efecto, “En su obra mayor, Socialismo, predice el fracaso de las experiencias socialistas: la
planificación sólo puede conducir al caos o al estancamiento” (Boneau, Denis. Friedrich el padre del
neoliberalismo; Dimarts, 2009); no obstante, el socialismo no ha muerto, sigue cumpliendo su misión en asocio
con el capitalismo en la subfase imperialista transicional.
961

encargado de convertir a José Vissarionovich, en súper ser humano. De este modo fue creado
el chivo expiatorio y el icono ante el cual se han estrellado todo tipo de inculpaciones y
epítetos (lo curioso es, que esa gente que critica a Stalin, es gente de conducta falta de
seriedad, pues, son personajes que, actuando fuera del tiempo del gran georgiano, fuera de las
circunstancias históricas, ideológicas, prácticas, le reprochan con alevosa y supina
ignorancia); proceso infamante, que ha servido al poder reaccionario burgués mundial de
instrumento para satanizar el ideal socialista, su experiencia práctica y la doctrina científica
inherente: el Marxismo-leninismo 1480 .
Las generaciones actuales sobre todo de rusos, tampoco merecen consideración
alguna, pues, han dejado que el cretinismo y la imbecilidad mundiales manchen el nombre del
gran Stalin 1481 ; rusos sinvergüenzas: poco se han pronunciado sobre Stalin; pero cuando lo
han hecho, ha sido únicamente también para despotricar contra Iosif. ¡Qué pena! Los gringos
degenerados, putrefactos, malditos, por ejemplo, han desarrollado todo un plan de
documentales, películas, artículos, etc., con las cuales han realizado sistemáticas apologías
sobre sus mafiosos y, en muchos casos: estúpidos y criminales caudillos, para mantener vivo
su nombre: W. Wilson, J. F. Kennedy, Roosevelt, Truman, Reagan, Bush, Churchill... (no
obstante, se insiste: esta recusación no es personal, pues, estos individuos no son más que la
cabeza visible de procesos completos mucho más hondos; además. “es necesario ver la culpa
entera, las causas que han determinado procesos criminógenos humanos, porque la visión de
la individualidad suprime la comprensión y la posibilidad de aportar intervenciones
reales…”).
3.3.6.3.- EFECTO “DOMINO”: LOS CASOS DE CHINA, CUBA Y ALBANIA.
3.3.6.3.1.- APRECIACION GENERAL.
En relación con los satélites de la ex URSS, el proceso por el cual, de modo pertinaz,
la simulación socialista del período después de Stalin del ex Bloque del Este llegó a su
término en 1989, asumió el carácter de un típico “efecto dominó”. Derribado el “muro de
Berlín”, luego de la llamada “caída” del "comunismo" e inmediatamente desmoronado el
“socialismo” en su eje motor (la parodia jruschoviana-gorbachoviana), los satélites se
desactivaron. El sistema de países dependientes del socialimperialismo, cayó de forma
automática, arrastrado por la precipitación de su anillo central: la ex URSS. Países que no
habían ingresado en la “dictadura del proletariado” como efecto de la aplicación de una
acción programática de transformación endógena urgida por la “necesidad histórica objetiva”,
que siguiera la ruta universal de la revolución socialista; generaciones nuevas, en cuya
conciencia no dejó huella formativa el proceso de pensamiento, formulación y aplicación de
1480
En la interpretación, apelándose a la visión política, sobre el proceso de desaparición del socialismo (la
defección rusa-china, vista de consuno), es pertinente recurrir al uso de la categoría sociopolítica, que
concentra conceptualmente el movimiento de redefinición burguesa de las ideas (y de las prácticas) en el nivel
superior de conformación de la organización de la vanguardia proletaria. El “revisionismo” es la “presencia
de la ideología burguesa en el seno del Partido Comunista y el movimiento revolucionario proletario”. “El
revisionismo es un movimiento de carácter internacional”, que emerge de las propias determinaciones de la
configuración capitalista de todas las esferas de la vida, de la ofensiva ideológica de la clase burguesa y de la
extracción de clase de quienes integran el Estado Mayor del partido proletario. Esta revisión se ha sustentado
en la muletilla de que hay que obrar de acuerdo con la nueva situación histórica, evitando una comprensión
dogmática, manualista y esteriotipada del marxismo; las prácticas contrarias al marxismo-leninismo que de ello
se deriva, se deben a la “presencia de elementos infiltrados por el enemigo de clase en el partido y por la
actuación de miembros descompuestos en su seno, en proceso de agrupamiento hasta conformar una fracción”.
El revisionismo –en la ex URSS- consiguió degenerar principalmente a la Dirección del Partido, luego alcanzó
al partido como tal; en las neocolonias la instrucción de mayor significación política dada por el revisionismo
de Moscú: la vía pacífica y electoral de construcción socialista, puso a la mayor parte de los partidos
comunistas en el mundo a disputar el gobierno a la burguesía, en el seno de su propio sistema; éstos –como
efecto de esta política- devinieron en socialdemócratas.
1481
Jruschov, Constantinov (el “filósofo”) y todos los enemigos de Stalin, que criticaron a Stalin en la teoría y
en la práctica, han sido golpeados por la historia: han recibido su merecido. Estos iniciaron el desmontaje del
estalinismo (“léase”: el desmontaje del socialismo hasta ese entonces avanzado en su edificación) y terminaron
donde debían: en Yeltsin. Cretinos que se dedicaron a vivir bien como burócratas usufructuando el portentoso
trabajo cristalizado por el pueblo ruso y por Stalin, a costa del esfuerzo del proletariado ruso y de las
generaciones vivas, y amañaron su traición con fraseología seudo dialéctica, chaupi revolucionaria, felona:
“rescate filosófico de la ley de la negación”, “victoria del socialismo”, “nuevo período en el desarrollo del
Estado Socialista”, “las clases en el interior de la URSS han sido suprimidas”, Perestroika, Glassnos, etc.
962

la estrategia revolucionaria, en las que no se determinó el sino de sus ideales por el sendero
cruento de la inevitable búsqueda de la nueva sociedad: su acción en la revolución y captación
del poder, en la formación del ser humano de índole diferente, fueron inmediatamente
portadores del deseo de experimentar las delicias de clase, de un modo de producción, no
vivido en su extensa y entera pureza 1482 .
La determinación conceptual de este hecho (el "efecto dominó"), de manera objetiva y
en su profundidad, pone en conexión la analogía y la estrecha vinculación de dichos procesos
con el fenómeno soviético, que dio las espaldas a la práctica y aspiración socialistas en la ex
URSS y en la esfera, a partir de 1956. El desplome del "castillo de naipes" responde al
movimiento de determinaciones esenciales, que provienen de la intervención en cada una de
estas repúblicas "socialistas" integrantes del denominado "Campo": Polonia, Hungría, la
RDA, Checoslovaquia, Mongolia, Rumania, Yugoslavia, del mando insidioso y traidor de la
principal república "socialista": la ex URSS postestalineana, que indujo el retorno al
capitalismo en masa de las demás repúblicas a imagen y semejanza de cómo se procedió en la
"Unión" (similar tipo de alineamiento en la “nueva” ruta de la historia seguirá más tarde el
socialismo africano sostenido por mano cubana). Consistió, en verdad, el acto de
pragmatización de una perversa estrategia combinada de "colusión" e intervención
socialimperialista sobre la dirigencia revolucionaria consecuente, que se mantuvo al frente de
los Partidos Comunistas y del Estado de Dictadura del Proletariado, que construía el
socialismo en cada uno de los países del Bloque, inmediatamente al deceso de Stalin 1483 .
El equivalente ruso de la CIA estadounidense: la KGB, el revisionismo y la reacción
interna a las repúblicas integraron la colusión (el Pentágono acicateaba el proceso tras
bastidores), se encargarían de encabezar el movimiento de liquidación de la Dirección
Marxista-leninista: bien conocían estos avezados estrategas del mal, que el quid radicaba en el
equipo que integra el Estado Mayor revolucionario en las zonas sociales semiautónomas
conquistadas por el proletariado, una vez descabezado el cual, el pueblo quedó a merced de la
retórica hipócrita de los falsos revolucionarios, que la colusión colocó al frente del Partido y
en la Dirección de dichas “naciones”. El “Campo Socialista” debía pasar a estructurarse a
imagen y semejanza de su contraparte imperial “americana” (estadounidense), pues, concluida
la lucha de clases por el socialismo (en verdad: entre dos modos de producción
extrínsecamente antitéticos), la nueva refriega se planteó en el plano del dominio imperialista
del mundo; el objetivo reciente, requería de la formación de los anillos periféricos protectores
del núcleo central del imperio en ciernes, plasmándose éste, en la reestructuración de fondo
(en la esfera de los cuadros revolucionarios) de las una vez repúblicas socialistas (en la
actualidad, en el 2010, estos otrora magníficos países, se han convertido en Estados mafiosos,
gobernados por familias concupiscentes).
Fue un sistemático proceso de presiones, chantajes, amenazas al Estado Mayor
Marxista-leninista, que guiaba a estos pueblos por la senda socialista; dirigencia consecuente,
la cual fue depuesta y físicamente liquidada, en la mayoría de los casos, a través de
misteriosos complots asesinos (muertes "accidentales"), en cuyo lugar, el dirigente de turno:
Jruschov, puso a sus mercenarios y a través de los cuales pudo pragmatizar el proceso de
traición y desmontar a control remoto el socialismo, en cada una de las repúblicas hasta ese
entonces socialistas 1484 . A 1989, la cabeza detractora de las repúblicas conformantes del
Bloque Socialista, eran ya corporatividades descompuestas, a la sazón: también capitalistas;
no obstante, sus pueblos no tuvieron culpa alguna, no fueron responsables de las intrigas, de
las maniobras traidoras realizadas por los dirigentes, que quedaron luego del
1482 Posteriormente, “Los pueblos de Europa del Este se unirán a la UE con la idea de que disfrutarían del tipo
de nivel de vida que veían en Alemania o Francia. Pero estas ilusiones pronto se comprobó que eran falsas. Una
pequeña minoría de la población se enriqueció gracias al saqueo de la propiedad pública a través de las
privatizaciones. Pero la mayoría de los polacos, checos, eslovacos y húngaros no han sacado ningún beneficio
del regreso al capitalismo. Durante el boom fueron explotados como mano de obra barata en los países más
ricos. Ahora Europa del Este se enfrenta a la bancarrota. Y el colapso económico en Europa del Este arrastrará
a las economías de Austria y a otros países de la UE muy expuestos en esta región”.
1483 La conexión universal del sistema, la dominancia y la acción recíproca, operaron también en la
circunstancia, como determinación formal del proceso.
1484 También el camarada Enver Hoxha, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Albania, al no someterse
a los designios del revisionismo socialimperialista de Moscú de Jruschov, ingresó en el programa de los
supuestos accidentes aviatorios, al haberle echado el guante a esta hiena en su propia madriguera, en Moscú, y
valientemente haber denunciado y rechazado su traición; pero, en este caso, el complot falló.
963

descabezamiento. El proceso de defección se produjo en las testas revisionistas colocadas por
Jruschov frente a cada una de las ex repúblicas socialistas, que integraban el entonces Bloque
Oriental, o sea, en la conducción del proceso, tal como normalmente ocurre; y estas “cuñas
del mismo palo”, supieron actuar en coherencia. Estas sociedades, sin embargo, no se
merecían esos dirigentes y ese destino en el cual forzosamente unas veces, inconscientemente
otras o mediante engaño, fueron obligados a ingresar. El poder mafioso soviético y los
restauradores del sistema burgués de mercado internos (Jruschov, “Brézhnev” 1485 , Andropov,
Chernenko y Gorbachov), condujeron a la degeneración de la estructura socialista de la ex
URSS y del Bloque, con lo cual se puso en el escenario de la burla a estos pueblos frente al
capitalismo, deshonrando la causa 1486 .
“Nadie escuchará. Nadie escuchará ya más, ni siquiera el simio de Vespasiano” 1487 .
Sin embargo, respecto de esta verdadera tragicomedia, debe decirse, como una voz
disidente de la oficial en el mundo, que ese grupo de sociedades que integraban el Campo
Socialista comandado por la URSS socialimperialista, eran conjuntos humanos básicamente
buenos, disciplinados, maduros. Para el caso de Rumania, no obstante, lo que cierto sector de
fanáticos anticomunistas criminales hicieron con Chauchescu: ¡no tiene nombre y la historia
no perdonará!, pues, el régimen rumano fue aceptable si se lo parangona con el resto de
repúblicas “socialistas” prosoviéticas, pero sobre todo si se lo hace de cara a los Estados
capitalistas del mundo 1488 . Finalmente, la caída de la ex URSS y la terminación de la segunda
Guerra Fría (enfrentamiento geopolítico de baja intensidad imperialismo
estadounidense/socialimperialismo soviético), unilateralizó (empobreció, banalizó) el análisis
de los problemas del mundo: FMI, BM, universidades estadounidenses y europeas,
impusieron el pensamiento conocido como “único” a la sociedad planetaria (la crematística
económica: leyes del mercado, la democracia: la dictadura permanente del capital tras el
biombo de las elecciones; la libertad: toma de decisiones en un marco de diferenciación
social, el luteranismo: la realidad invertida, la mitología), silenciando a sociólogos,
politólogos, antropólogos, pedagogos, literatos, religiosos, que entre 1920 y 1990 habían
sometido a reflexión, a partir de la perspectiva social, los avatares del mundo, cuando la
aparente división bipolar del planeta, ponía al futuro en términos de opción: capitalismo o
socialismo 1489 .
1485
Leonid Brézhnev, sin embargo, sale formalmente en parte de entre esta horda de sinvergüenzas, pues,
realizó aparentemente intentos de recuperación de los principios fundamentales prácticos del verdadero
socialismo; y, además: fue el único que habló en términos positivos de Stalin (aunque sea como “rehabilitación
ficticia” –dixit Sison José María: Lenin y Stalin: Relación entre las revoluciones democrática y socialista en los
países coloniales y semicoloniales), en una de las conmemoraciones de la victoria de Stalingrado.
1486
No obstante, esta interpretación tan solo resalta un factor subordinado en el proceso de liquidación
socialista del Bloque del Este; es, en verdad, una formulación interpretativa filopolitológica (Ya que para ellos
todo lo que es necesario para sobreponerse a circunstancias económicas desesperadas y lograr el socialismo es la
línea correcta del partido, es igualmente lógico que un cambio de la línea partidaria pueda alterar otra vez su
carácter de clases -La vida y la muerte del estalinismo: introducción. Liga del Partido Revolucionario, LRP-
EEUU). En su determinación esencial, el límite histórico del socialismo en su condición de realidad instaurada,
provino de la plasmación –en los hechos- de una de sus dos posibles vías frente al cumplimiento de su misión:
el socialismo podía hacerse mundial y cibernetizar la vida, o empujar al capitalismo a hacerlo. De acuerdo
a las condiciones puestas, el socialismo figuró como un ejemplo fugaz (tan sólo como un proceso en sí, que
entró en la historia, cumplió su misión y “salió” de ella) y fue el factor ulterior principal en la aceleración del
desarrollo técnico, de acuerdo con el cual, las fuerzas productivas directamente han pasado a gobernar el
movimiento social y el cambio presentes (formalmente, pues, el cambio está dado).
1487
Palabras cuasi finales del General romano Silva, en la mini serie MASADA, ante la derrota mutua de los
dos bandos.
1488
El gran trompetista ecuatoriano: Edgar Palacios, en una entrevista sostenida en una radiodifusora de
Quito, recuerda muchos episodios maravillosos vividos por él, por otros ecuatorianos y por pobladores de otras
partes del mundo, en Rumania y con su dirigencia, y describe la organización y armonía de las que gozaba la
población de ese País; sin embargo, los mass media yanquis, los del Vaticano y los de la hipócrita Europa toda,
alteraron la verdad; y lo hicieron, puesto que todos estos mafiosos criminales requerían desembarazarse de la
presencia de la molesta ex URSS y de su Campo, así como de la idea comunista, forzando (coadyuvando a) su
“fracaso”.
1489
Finalmente, toda la credibilidad de la poderosa teoría marxista se vino abajo a partir de 1989: una vez
hecho evidente el fracaso del socialimperialismo soviético barnizado de “socialismo”, y de lo cual se aprovechó
el capitalismo para exagerar la nota mañosamente como siempre. Por ejemplo, en entrevista en TeleSUR a Sr.
Mahmud Ahmadinejad (Presidente de Irán) en diciembre del 2011, este excelente personaje también repite la
manida frase: “el socialismo fracasó” (y para suavizar la expresión extiende esa sentencia al capitalismo: “el
964

3.3.6.3.2.- CHINA.
A no ser, que un grupo humano en la Tierra se halle afectando la estructura
fundamental de la existencia: el planeta y otros intereses comunes para el género
(“desgraciadamente” se comparte la esfera, se forma parte de la humanidad como
supraidentidad, se conforma el torrente de la historia), no debería importar lo que haga o deje
de hacer un segmento social con su vida en cualquier lugar del mundo se encuentre éste. Por
tanto, importaría poco lo que haya hecho o su proceder actual de la China; en orden similar,
no llamaría la atención la conducta de la ex URSS o el comportamiento cubano; incluso lo
concerniente con el modo de ser, por ejemplo: de esos países fofos como Holanda, Irlanda,
Noruega,… no sería materia de interés, de preocupación (incumbiría de modo relativo la
presencia de Japón en la Tierra, de no ser por el hecho de que estos amarillos se hallan, en el
2011, cazando ballenas para dárselas como alimento a sus mascotas). Sin embargo, una vez
que un grupo humano, un país o una región asumen públicamente como “cosa” suya la
doctrina MarxistaLeninista, se integran al torrente revolucionario materialista histórico y
quedan fundidos en el interior de los mejores compromisos racionales, que abraza a todos
quienes acogen dicha Filosofía y se exponen al juicio recíproco de los marxistasleninistas; en
realidad, su conducta (la de unos y de otros pertenecientes a un mismo círculo) afecta los
propósitos comunes, en la lucha por destruir al enemigo mutuo, que ahora se ha apoderado del
planeta (las Torres Gemelas, Israel, los BRICS –los 7F-, expresan las contradicciones
geopolíticas en tensión permanente por el control del mundo entre las diversas fracciones del
capital). Si es lícito hablar (y hacerlo de modo insidiosamente negativo) de las potencias
imperialistas y de las clases dominantes al interior del propio país, se debe a que condición de
bonanza y soberbia es la otra cara de la moneda: la miseria del pueblo; hacerlo respecto de los
otrohora países socialistas y de los marxistasleninistas del mundo, en cambio, se justifica por
cuanto a todos cobija una doctrina común, con lo cual se ha dado visto bueno para la
coevaluación.
En China, posiblemente fueron las primeras intenciones del “revolucionario” Mao Tse
Tung, del Partido Comunista Chino y de su dirigencia, organizar una sociedad socialista en
esa mega geografía. Esas debieron ser las determinaciones al momento en que se registraban
los nexos entre la ex URSS de Stalin, Stalin y Mao, luego de 1949. A la muerte de Stalin (en
1953), la dirigencia china, tempranamente advierte y denuncia la traición jruschoviana al
socialismo en la ex URSS; ese proceder, sin embargo, no se inscribe en el ámbito de una
conducta consecuente de defensa del marxismo-leninismo y de la revolución proletaria, sino
en actitud de pretensión hegemónica en el interior del sistema “socialista”; en todo caso, ya no
es un acto de carácter, del otrora gran Mao Tse Tung del “Libro Rojo”, de la “Larga Marcha”,
del discurso preciso, radical y brillante, sino de una postura mental socialdemócrata asociada
a la ideología del “taoísmo”, la cual será profundizada por los posteriores dirigentes maoístas.
De manera que, difícilmente puede sostenerse, que China fuera socialista algún día, si por
“socialismo” se entiende una forma de reproducción vital asociada, carente de propiedad
privada de los factores físicos de la producción, producción basada en el trabajo obligatorio
para todos los miembros del colectivo, asignación de recursos de manera proporcional y
planificada, remuneración en función del tiempo de trabajo realizado y gestión “estatal” del
proceso económico autocentrado.
Exceptuándose los casos de las comunas de Shanghái y de Cantón, las cuales fueron
desarmadas en su organización campesino-proletaria por el propio Mao, al resto del país:
simplemente se lo modernizó por la senda concurrencial –con el membrete de socialismo- en
el marco de una articulación económica regulada formal de propiedad estatal, mixta, privada y
ancestral comunitaria. Los principales factores intervinientes en el proceso, todos ellos
inscritos en la temprana neutralización de la “vía socialista” para China, tienen que ver: 1) con
los cambios ideológicos de Mao (del “gran timonel”), que fundamentaron el “pensamiento
Mao”, que desembocó en la llamada “revolución cultural” (“… la verdadera revolución
cultural es hoy el capitalismo…” –dixit S. Zizek), la cual conspiró contra la organización y el
papel dirigente del Partido, pues, dio pábulo a la anarquía y espontaneísmo de la “línea de
masas”, en la conducción social; 2) la “revolución cultural” haría el resto, ya que creó las
destino de los colonizadores es su desaparición, mientras que el de la humanidad es el futuro”), pero no
acompaña a su afirmación una explicación del insuceso, tampoco pone la presencia y conclusión al socialismo
“fracasado” en términos de la necesidad histórica.
965

condiciones para el ascenso al poder de Hua Kuo-Feng (luego de Deng Xiaoping –el “gran”
reformador capitalista –“arquitecto en jefe”… [sic]… del proceso de reforma y apertura de
China-, el modernizador proponente de las tesis de las peculiaridades chinas, del socialismo
de mercado-, de Jiang Zemin y hoy: de Hu Jintao 1490 ) con cuya presencia la ideología
burguesa borra todo vestigio de marxismo-leninismo del Partido Comunista chino,
otorgándose forma definitiva al proceso de desmontaje del ideal socialista para China,
habiéndose dado caza, incluso a las tesis revisionistas reaccionarias de la propia “revolución
cultural” 1491 . El resto, lo haría el propio capital, pues, el capital multinacional prendió y se ha
afincado en China, y es el que conduce el proceso de su expansión (“… el 40% de las
exportaciones chinas está en manos de las multinacionales”); en parte, puesto que allí si se
advierte ciertas trazas de una estrategia bonapartista; por ejemplo, China es la poseedora de
los principales yacimientos de las llamadas “tierras raras”, necesarias para la elaboración de
complejos informáticos armamentísticos y civiles, luego, si los gringos “desean tener acceso a
ellos, el chantaje se expresa en que la cesión de los mismos será hecha a condición de que los
capitales se instalen en China: operen allí y transfieran tecnología”.
Acudiéndose a un ejemplo concreto, el estadounidense, Premio Nobel de Economía:
Josef Stinglistz relata (dixit Antonio Gaybor), que los maoístas en 1960 solicitaron de él la
formulación de un proyecto de apertura de la China al mercado capitalista: de “integración a
1490
“… pareció innovador, en el caso de la República Popular China –RPCh-, identificada por la existencia de
rasgos feudales, semicoloniales, con escaso o relativo bajo desarrollo, al proclamar el rumbo socialista, que se
erigiera en instrumento fundamental, un Partido Comunista, para dirigir las tareas que antes debió resolver la
revolución burguesa. El papel de la burguesía nacional y la hegemonía del proletariado la asumió la ideología de
un partido obrero”. Las políticas estratégicas fueron: las “cuatro modernizaciones”, el “Gran Salto Adelante” y
la “Revolución Cultural”, con lo cual “Se generalizan en las ciencias sociales los métodos políticos” y se “…
hace que la teoría en la ciencia económica (1958-1965) pierda su carácter objetivo…”. Posteriormente, “La
atención de la teoría económica recayó en las cuestiones del período de tránsito al socialismo, la planificación y
la producción mercantil socialista”. “Se arguyó como contradicción principal de la sociedad china: la derivada de
las crecientes necesidades materiales y culturales de la población y el atraso de la producción social”. En
coherencia, “La modernización era la vía obligada para remodelar la sociedad”. “En el plano externo se insertó a
China en el proceso de globalización mediante la política de apertura; atraer y utilizar los frutos avanzados de la
civilización de los diversos países del mundo, incluidos los capitalistas desarrollados”. “… el pragmatismo de
los hechos, más que cualquier construcción a priori, o fundamentada por la teoría, ha resultado determinante”
(China. Etapa primaria del socialismo o socialismo con características chinas. Julio Días Vásquez. Rebelión),
el cual ha desembocado en el objetivo de forjar una Sociedad modestamente acomodada de Hu Jintao, en el
20020.
1491
En el ensayo evaluativo de los hechos muy al interior del pensamiento marxistaleninista, en el presente
caso, es la cabeza –regla común- la que actuó mal. ¿Por qué ocurrió el proceso degenerativo en el Partido?
Tempranamente se afincaron diversas variantes de revisionismo en él. Cuando los revolucionarios proletarios
asimilan y ponen en práctica los principios de la concepción marxista-leninista, determinan el rumbo correcto,
la dirección certera de los procesos revolucionarios; su no aplicación, en cambio, su tergiversación, su olvido o
traición, conducen al fracaso. Las clases explotadoras y opresoras jamás se retiran tranquilamente de la
historia: la lucha es permanente hasta derrotarlas definitivamente. La tergiversación metafísica de las leyes
fundamentales de la dialéctica materialista (priorización de la “identidad” y no de la “lucha” de contrarios)
constituyó la esencia de la formulación de orientaciones políticas y económicas, que en China condujeron al
Partido a su degeneración revisionista y al fracaso de la revolución: Mao abogó por la “unidad de los
contrarios”, por la “mutua dependencia para coexistir” (“coexistencia de las 100 flores”); dicha tesis facilitó
la existencia de varias líneas en el partido, la presencia de elementos burgueses y su relación con EU y el
Japón: la teoría de los “tres mundos” planteó –luego- la alianza con un imperio para fustigar a otro. El
carácter selecto del partido fue roto, transformándose en una organización abierta, de masas; por dicha razón
el Comité Central perdió su papel dirigente colectivo y se tornó el centro de pugnas de diferentes facciones
antimarxistas. Se priorizó las “particularidades nacionales” por sobre el carácter universal de los principios
del marxismoleninismo (el papel del campesinado), se desmontaron los ensayos socialistas de Shanghái y
Cantón, se burocratizó la composición del Partido, en ese marco: la Revolución Cultural fue expresión de la
lucha entre diversas facciones burguesas y revisionistas por consolidar su hegemonía en el poder (Revista
Política; Revista Teórica del Comité Central del Partido Comunista Marxista-Leninista del Ecuador, Quito,
noviembre de 1979), muy a pesar de las afirmaciones de Bethelheim y Echague, de que se trató de una
estrategia de desarrollo del “pensamiento Mao” que buscaba superar el “error” estaliniano de no haber
recurrido a las masas a fin de sofocar la contrarrevolución revisionista en el seno del partido. Se podría
suponer y justificar por consiguiente, que visto el desenlace del proceso en la ex URSS y Albania (y ahora, de
Cuba), la vía seguida por los chinos era la que no tenía alternativa; en realidad, con la “perestroika” cubana
desgraciadamente “la tesis reaccionaria de la inevitabilidad de la restauración –sic- capitalista en los países
donde se ha llevado a cabo la revolución proletaria” se ha hecho efectiva, paradójicamente para dar paso a la
transición directa al comunismo, en la medida en que lo que hizo el proletariado: está hecho (según juicio
personal, la clase obrera, el marxismoleninismo, transformaron la realidad histórico-mundial-humana por su
esencia; queda, luego, abrazar la forma: la parte fenomenológica de la modificación).
966

la economía mundial”. Y, aunque las bases de su esquema formalmente planificado de la
economía: nivel nacional, nivel regional y nivel local, se montan sobre las tesis de
Bethelheim, éste último formuló un reproche al proceso por su banalidad capitalista en su
opúsculo “La comuna de Shanghái”. El intento de llegar a ser una colectividad socialista, no
fue real en China. Es verdad, que se hicieron simulacros focalizados colectivistas in vitro a los
cuales se recluía las visitas a extranjeros, pero nada más. Es normal, que China: no “cayera”
cuando 1989-92 (el susto no fue más allá de Tiananmen, en 1989, suceso por el cual la
Academia Sueca ha otorgado, en el 2010, el premio Nobel de la Paz a un chino disidente, que
actuara en forma destacada en la incruenta asonada), pues, se trataba de un país abiertamente
capitalista con fuertes nexos con Estados Unidos (“…el crecimiento de China ha dependido
de la demanda estadounidense; EU, ha necesitado de créditos concedidos por aquella,
provenientes de su superávit comercial, para activar el consumo…”, pues, capitales chinos
han incrementado su propiedad en EU; mientras que el capital multilateral, a través de las
exportaciones chinas, se reposiciona en el mercado mundial). La variante revisionista
sustentada en las tesis antimarxistas expuestas, alejó a China del verdadero socialismo. Visto
cómo se ha producido el proceso del “socialismo” del ex Bloque del Este, China se ahorró el
trabajo de forjar una clase verdaderamente burguesa (dixit Samir Amín) “vía junker”, de
modernizarle a su sociedad por la ruta de la industrialización capitalista para integrarse a la
sociedad burguesa en la era de la globalización. “¿… por qué no reproducimos lo que los
ingleses han hecho con Hong Kon”?, sostiene alguien, era la idea que gravitaba en la cabeza
de los dirigentes neorevisionistas chinos 1492 ; ahora bien, para el capitalismo fiscalista chino y
sus intereses de emulación imperial, la entrega de la Isla “desarrollada” por parte de los
“sires”: Taiwán, fue una bendición.
Sortear la determinación proveniente de la barrera de la “división internacional del
trabajo” en la fase imperial-global del sistema burgués de reproducción de la especie,
sometiéndose parcialmente a ella, esto es, mediante afincamiento de la esfera manufacturera
de la producción destinada al mercado externo dado el grado relativo de arcaísmo de las
dimensiones socioeconómicas chinas y de la insipiente capacidad adquisitiva de la población,
devino en premisa prioritaria. A escala global, en el capitalismo, la única manera de evadir
supeditaciones intraclasistas (geopolíticas), es a través de desbordar el condicionamiento de la
esfera de la división del trabajo. El Gigante Rojo, el cual inicialmente se separó de la
economía del mundo, propició alianzas estratégicas con multilaterales, a fin de acceder a
tecnología y al mercado: si la ex URSS perdió el tren de la tecnología (M. Castells), China se
aparapetó sobre él, a partir de 1970. China: economía arcaica, feudal-comunitaria, campesina,
rural, estatalmente dirigida con slogans antiliberales (dícese: “capitalismo de Estado”; pese a
que no existe en la historia “modo de acumulación social” alguno –sea liberal o socialista- en
la abstracción del Estado), ha sido su fin superior –de esta formación social particular-
alcanzar el máximo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en atención al influjo del
“efecto demostración” de los procesos de la China insular y del Occidente estadounidense, de
manera de equilibrar, de rebasar y luego hacerse con el dominio del mundo, por la única vía
posible en la coyuntura: el bonapartismo visionario de las elites, quienes pronto se dieron
cuenta del límite que pone el “trabajo colectivo” al desarrollo de las fuerzas productivas (una
economía comunitarista, al no contar con la fuerza de las contradicciones internas
dinamizadoras –caso de la “comuna rusa”- debe receptar esta motivación de las antinomias
externas –fue también el caso de la ex URSS de los primeros años), no obstante los conflictos
sociales, que desatan procesos sustentados exclusivamente en el “trabajo individual”, a su vez,
ejercieron papel ralentizador. Al final se impuso el objetivo autoritario de la modernización,
de modo de equilibrar fuerzas en la economía mundial, aprovechándose el discurso
socialistoide como “idea fuerza”. En verdad, en los chinos y sus neomandarines: su “éxito”,
reside en la utilización proactiva de las potencias asociadas, del trabajo social del pueblo:
1492
El país asiático no tuvo necesidad de quemar todas las etapas del proceso de globalización seguido por la
Triada en tributo hacia el proceso de concretización humana: la revolución industrial, la científico-técnica, la
del conocimiento (en verdad, China realizó dos ensayos en laboratorio en paralelo antes de decidirse –a
mezclar- por uno de ellos: uno socialista y otro capitalista; el viraje ideológico y la presencia cercana de Hong
Kong, inclinaron la balanza hacia la economía de mercado programada).
967

economía doméstica, de reproducción simple, que se abre al mundo y que encarece una serie
de bienes transables en el mercado internacional (commodities) 1493 .
China, en realidad, se ha integrado de modo sui generis al mundo; mientras que las
empresas globales se han ampliado en forma extensiva proveyéndose, con dicha
incorporación socio-territorial a su circuito, un nuevo mecanismo de sustentación. El salto del
GATT a la OMC se ha producido cuando el capital de los grandes conglomerados
multinacionales se ha supercentralizado y de que estos últimos han procedido a un nuevo
reparto del mundo; en efecto, la apertura total de mercados ha sido inducida una vez que el
factor eficiencia se ha consolidado en dichas empresas; competitividad fundamentada en su
escala, en el nivel superlativo de desarrollo tecnológico, ubicadas sus opciones en áreas de
punta, de modo que pueden intervenir en el mercado armados con los consabidos atributos de
calidad y precios (incluso con precios de monopolio). Ya no es la flota naval, la aviación o los
tanques, esto es, el poder militar estadounidense (realización de la geopolítica por “otros
medios”, en cuanto “expresión concentrada de la economía”), quién ha provocado la apertura
china, sino la subterránea acción de conquista territorial, a través de la cual el capital
multinacional se ha incrustado en el hinterland de la citada zona. Opción de ocupación
territorial, que representa una paradoja tanto para los chinos como para los estadounidenses.
Para los primeros, en cuanto los tentáculos del capital pueden desviarlos del todo de su
objetivo cuasi socialista, pero a la vez moderniza a esa sociedad; en el segundo caso, el
capital usa esa vasta extensión para sus negocios, no obstante, pueden terminar siendo “tontos
útiles” en la estrategia por la que se encarrila el despertar de dicho gigante (en verdad, del
movimiento progresivo general de la historia).
Hoy China ocupa la atención como la detentadora del futuro capitalista más
promisorio (este “continente” ostenta similares –y en algunos casos superiores- condiciones
que EU, para actuar como potencia: quantum de población -1500 millones de habitantes para
finales del 2011-, extensión territorial, recursos naturales, riqueza histórica); el indicador más
conspicuo, es su tasa de crecimiento: alrededor de una década de incremento sostenido del
producto (PIB) a ritmos cercanos al 10%; en verdad, este país aparece como el gigante
poderoso de la Cuenca del Pacífico: en él se advierte, de todos modos, el poder del trabajo
asociado –masivamente subvalorado-, optimizado, potenciado por el poder de la
racionalización de la planificación. Luego de Roma y el “Mare Nostrum”, de Estados Unidos
y el “Mar Atlántico” y de otros “hegemones” intermedios, seguirá China con su “Mar
Pacífico” –sucesión oceanográfica ensayada de conformidad con el enfoque simplista de las
rutas comerciales; esto es, la afirmación no lleva a sostener: que “el mundo se encamina hacia
un Siglo Asiático”-: república de capitalismo tardío, economía mixta: programación y
mercado, estatalmente racionalizado, innovador, creativo, propenso a la polarización y a la
hegemonía (opción tipologizadora paralela a la que lleva a la formulación de la categoría de
“sistema-mundo” –E. Wallerstein-: hegemonía holandesa, británica y estadounidense). La
estrategia de reproducción ampliada del capitalismo chino, en una primera etapa expansiva,
“conectitiva”, se sustenta muy claramente en el ejercicio de técnicas de captación de “nichos
de mercado” (mercado de maquiladoras, de inversión directa e indirecta: La silenciosa
conquista china –P. Cardenal) de amplitud considerable en todos los rincones del planeta:
sectores de demanda masiva –segmentos transables de bajo “valor agregado”- desechados o
no advertidos en su potencial intrínseco por el grueso de intereses transnacionales. Este
programa táctico (diríase: de “posicionamiento” en la compleja concurrencia planetaria), se
ejecuta mediante el arma de la generación de ventajas comparativas de segmentación de
mercados no atractivos ni coherentes con el tipo de bienes y desarrollo científico-técnico
alcanzado por la industria de lanza de Occidente, con el concurso de políticas devaluatorias y
de remuneraciones bajas al factor trabajo en la producción de bienes desechables (“dumping
social” –moderna forma de “acumulación primitiva”-; prácticas de comercio desleal, que,
dicho sea de paso, limita la absorción interna de mercancías), política avanzada en el marco
1493
“El comunismo chino ha creado un paraíso capitalista”. El orgullo y bonapartismo chinos: modernizar a
esa comunidad humana diferenciada, para que deje de ser inferior a otras en sentido tecnocrático, para que no
continué en su estado animal de dominación feudal. Puesto a un costado todo tipo de consideración censurable,
¿qué más grande pragmatización del precepto “amor al prójimo”, que aquella política que promueve la
igualación de la vida hacia el rasero de la más alta modernidad tecnológica, sometida a los ecos de la razón
socialista, puesto que solo masivamente se puede alcanzar ese proyecto de nivelación, como condición para
negarla y rebasarla?
968

de la sistemática captación de los desarrollos científico-técnicos de Occidente y su
incrustación en el aparato productivo mixto 1494 .
La estrategia se aleja de la verdadera lucha competitiva en el mercado –en una primera
etapa: programa de rápida industrialización a partir de 1970, que ha generado problemas
ambientales, efecto del carácter capitalista, depredador del entorno-, la que está sustentada en
la producción de bienes de capital con elevado grado de innovación y componente
tecnológico, y de la “mercancía” conocimiento, del típico modo de actuar en la esfera
monopolista en la disputa imperialista del mundo (es el cuadro siguiente de la política de
largo plazo de conquista del mercado mundial –“…sin disparar un solo tiro…”- en el que no
tendrá contendor una China que sin embargo “caerá por su propio peso”, según lo determina
el nuevo movimiento del mundo: el letal ejercicio del descenso de la tasa de acumulación
global y de la interna a China –tendencia decreciente de la tasa de ganancia-, gestante de la
crisis y la devastación sistémica ulterior 1495 ). No obstante, la apertura china se inscribe
también en la determinación de la contratendencia, que el capitalismo anciano desplaza en su
último vuelo. El planeta “…ha ingresado en una fase de desinversión una vez concluida la
etapa de sobreinversión: de exceso de capacidad productiva…” (complejidad que incluye
procesos de sobreproducción: “… tendencia clave en la economía global…” –innovación
tecnológica y aumento del stock de capital constante: incremento de la productividad-,
subconsumo –desempleo/subempleo, poder adquisitivo devaluado de los ingresos- y
consumismo –políticas de marketing, activadoras forzosas de la demanda de consumo); los
capitales se han dirigido a China (este Estado “…ha incrementado de forma significativa su
capacidad industrial…” 1496 , y su sector monetario, pues, China se ha vuelto el nuevo
banquero del mundo: prestamista de última instancia), de este modo este país se ha convertido
en el coyuntural equilibrador macroeconómico global del sistema, sin embargo, esta función
deviene efectiva mientras los vicios del sistema –en embrión- no estallen también allí 1497 .
“China: está comprando a Europa, sobre todo a países en crisis: Grecia, España, Irlanda,…,
con sus enormes reservas en divisas” (es uno de los capítulos de su estrategia geopolítica);
ahora bien, no es una multinacional la que compra, sino un Estado, lo cual marca una
diferencia fundamental en movimiento de la historia; demás, aplica la maniobra del “dumping
en las licitaciones de grandes obras”.
Este es el marco general. Pero: ¿cuál es la direccionalidad procesal inmanente,
objetiva, de este escenario humano en evolución conflictiva, esto es, de la época del derrumbe
capitalista y de encuentro del camino promisorio para la humanidad? El carácter del período
que se vive es la conclusión coyuntural de la contradictoria evolución económica con signo
capitalista. En efecto, desde 1980 se presenta una serie de estallidos económicos en el “frente
mundial del imperialismo”, cuya naturaleza es suficiente para advertir la tendencia hacia crisis
general: crisis financiera y salvataje en el gobierno de Reagan; crisis japonesa en 1989; crisis
de la Deuda en América Latina; crisis tailandesa y del Sudeste asiático; derrumbe de la Bolsa
de Hong Kong y de la de Nueva York; pérdidas bancarias millonarias. La propensión puesta
por este fenómeno de evolución inestable del capital financiero, desemboca en el crack del
2008 (crisis fiscal, financiera y de empleos en Europa a finales del 2010), el cual reviste
carácter mundial, sistémico, general; el común denominador de los sucesos ha sido la
presencia de la coyunda en la gestión planetaria: banca, industria y Estado, la imprevisión y el
1494
China no vuelve a mirar a su mercado interno (elevado potencial, gigante verdaderamente dormido), porque
le interesa sacrificarlo en aras de vincularse al mundo, de modo de apropiarse de la tecnología, formando su
propia comunidad científica, su intelligentzia; pero en algún momento lo hará, con lo cual se conflictuará el
sistema mercantil global.
1495
Esta aseveración quiere connotar, que el modelo productivo de mercado de este país asiático, a pesar de
hallarse muy bien planificado, no podrá resistir las contradicciones tanto internas como externas de la forma
oligopólica global de reproducción del capital, finalmente viéndose rebasado por otras propuestas
desarrolladas en el mundo (como las latinoamericanas), a las cuales deberá adherirse (y a las que contribuirá
y dará impulso); su integración a la “economía-mundo”, transferiría los coletazos de la crisis sistémica.
1496
“Todo esto le ha permitido competir con los países desarrollados como mercado de exportación para muchos
productos. Pero sus altos niveles de inversión ya están impactando en la rentabilidad”.
1497
China (quizá a lado de otras potencias menores: la India y Pakistán) compone el nuevo eje del dinamismo
económico mundial, el cual va a empezar a cooptar a muchos países del planeta; ahora bien, todo debe ocurrir
hasta cuando tiendan a nivelarse los salarios a escala global y el ciclo corto económico capitalista llegue
también (el colapso de esta potencia, se proyectará como ola expansiva a toda la esfera; la “sobreestructura”
keynesiana de la “sociedad civil” de Occidente, no está presente y no habrá otro redentor jamás; para efecto de
remediar el caso, nuevas formas de sobrevivencia relativamente paralelas retomarán las iniciativas del mundo).
969

fracaso de los organismos de regulación económica internacional (del equipo de salvataje) y
el reiterado recurrir al Estado, por parte de quienes han sido sus más contumaces detractores.
Por tanto, mientras que el capital global se reproduce en la esfera de la circulación del dinero
y las mercancías, en los polos emergentes (el Sudeste asiático; Rusia, China, India, Brasil, en
el presente), se experimenta niveles tales de sobreinversión por endeudamiento, “que el
mercado no puede absorber la producción sin producir un derrumbe general de los precios y
los beneficios, y el derrumbe del capital sobreinvertido” (mientras las masas del mundo viven
la sequía, el capital mundial vive la inundación; donde quiebra el deudor, quiebra el acreedor
y el acreedor es el capital financiero internacional, de modo que a los acreedores de EU no les
conviene que esa economía defeccione, por lo que habrá solidaridad –utilizando los dineros
del pueblo- en el nivel de los altos intereses monopólicos 1498 ). “El ascenso conduce al
derrumbe”; el crack financiero es el efecto de la crisis del régimen monetario internacional: si
el sector financiero de la economía capitalista domina al mundo, si esta conducción combina
mercado más intervención especulativa en él, la crisis tiene carácter mercantil monopolista: el
capital ha salido de la esfera real a la cual la ha asfixiado y se ha colocado en el sector de
reproducción falsa, artificial, especulativa, demostrando su carácter de sobrefinanciación de la
esfera comercial 1499 .
El capitalismo constituye un sistema de acumulación autolimitado: restablecido
totalmente en la antigua URSS y su Bloque, profundizado en China, en la India, en Brasil, en
Sudáfrica, en Chile, Perú, Indonesia, a esta forma histórica de praxis humana no le quedan
zonas de expansión en la tierra, y empieza por presentársele el efecto de sus determinaciones
conspirativas internas: crisis recurrentes y cada vez más agudas de reproducción ampliada, en
la esfera toda. En verdad, en el frente “desarrollado” del capitalismo, si
“… el período de gran ocupación de los cincuenta y sesenta fue un paréntesis en la
larga historia del capitalismo; otros períodos de crecimiento de Estados Unidos o de
Inglaterra, como sucedió a fines de siglo pasado y comienzos de éste, vieron tasas de
desocupación ‘normales’ del 10% promedio. La tasa de crecimiento del capitalismo a
comienzos de siglo era de unos 2% anuales, en promedio, pautadas con crisis
financieras profundas. Se trae a colación estas referencias no para comparar
mecánicamente, sino para combatir el prejuicio de que, o bien el capital debería crecer
a las tasas de la ‘edad de oro’, o bien se estaría en la ‘crisis crónica en fase aguda’"
(Astarita, Rolando. Sobre las tendencias actuales del capitalismo).
Por tanto, en el momento transicional para el frente de capitalismo “desarrollado”,
“… lo más probable es que se vea un largo período de este tipo de crecimiento débil,
acompañado de caídas muy fuertes financieras (como la de Japón en 1991, la posterior
mexicana, la actual de Tailandia, etc.), y el mantenimiento de un alto desempleo (y la
"explosión" de la desocupación en zonas extensas como China). La lenta pero
sostenida tendencia al aumento del capital invertido por obrero, podría desembocar en
un plazo mediato en una nueva caída de la tasa de ganancia, y en una consecuente
desvalorización masiva de capitales” (Astarita, Rolando. Sobre las tendencias actuales
del capitalismo).
Para el caso específico de China, las teorías de Rosa Luxemburgo se aplican
plenamente en el funcionamiento económico de coyuntura: su capitalismo se expande
tomando áreas precapitalistas (o en palabras de A. Shaihk: incorporación de la naturaleza y
de las formas premercantiles de vida, al circuito de reproducción del capital). Los principales
imperios de la “cuarteada”: EU, UE, Japón, (China, Rusia, Brasil, India), deberían volver los
ojos al “espacio” sideral a manera de la “Guerra de las Galaxias”, a fin de encontrar causes de
evasión para los límites geográficos que a la reproducción del sistema pone en frente el
planeta, esto es, de modo de encontrar respuesta a la crisis en la ampliación de fronteras; no
obstante, las dimensiones extraterrestres están reservadas para su conquista científica por
14981498 El carácter intrínsecamente contradictorio del capital (la antinomia entre la disputa de un territorio y la
necesidad de tomarse el planeta como espacialidad para la reproducción del capital) se hace presente también
en el Mar Pacífico, pues, la cromática negra que gerencia a contrato EU, ha declarado que construirá una
nueva Base Militar en Australia (petróleo y gas en el subsuelo), para efecto de actuar sobre China.
1499 Jorge Altamira: Aspectos de la actual crisis económica internacional; Buenos Aires, marzo del 98.
970

parte de una humanidad repleta de renovados objetivos y detentadora de una nueva
mentalidad. Respecto de China se sostiene, que este país se convertirá en la mayor
superpotencia alrededor de la década de los 30 del siglo en curso 1500 ; sin embargo, ésta, es
una “visión de futuro”, que proyecta el dinamismo económico chino y la ralentización
paralela de las otras superpotencias, de modo totalmente estático, es decir, sin considerar los
cambios fundamentales, que en el marco de las relaciones sociales de la humanidad se hallan
en curso: China es el más grande imperio, que llegará a su cúspide, cuando la humanidad se
halle en pleno cierre de la forma clasista de organización y de vida; ahora bien, no hay otra
manera de volverse potencia, si no es en sentido imperialista (capitalismo monopolista de
Estado, que se desparrama por el mundo).
Y, el exhibicionismo actual –agosto del 2008- es la expresión de la grandeza postiza
de esta “gran nación” de capitalismo e imperialismo tardíos (empresa, inversión extranjera,
tecnología, programación, valorización); sus juegos olímpicos (“lo mejok de lo mejok”)
parecen grandiosos (la “geopolítica –dicen- pasa a la Cuenca del Pacífico”; las Olimpiadas
Beijing 2008 –apoteosis del capital y los negocios-: constituyen la carta de presentación
mundial de la nueva China, simbólicamente el triunfo de China –el anfitrión- representa para
el género la advertencia de que tiene una nueva potencia); empero, en el fondo ese pavoneo
consiste en el último grito de la “modernidad”, de las potencias del trabajo social y de la
organización (“planificación”) sometidos al proceso acelerado de acumulación originaria y, a
la vez: ampliada; es el primer acto deportivo en plena globalización, realzado por los medios
de difusión masiva, la tecnología y la psicología histrionista. A propósito, es saludable que la
nueva “punta de lanza” de la humanidad en el otro lado del mundo (de América Latina) y del
frente semicapitalista, sea precisamente la China, pues, esta nación no le tiene miedo a la
modernidad, a la posmodernidad: a la supramodernidad; mas bien, ha puesto como
instrumento de su vida futura al conocimiento y a la tecnología y no a las supercherías
culturalistas del pasado; así es, allí se juntan las tradiciones, la noción y algo de la praxis
socialistas, con la excelencia de la ciencia y la tecnología.
En efecto, el discurso actual de los dirigentes chinos (de Hu Jintao), encierra la idea de
que en China, el proceso que se sigue responde al efecto de pragmatización de una forma muy
moderna y particular de concepción de socialismo: el “socialismo con características
chinas” 1501 . En la comprensión endógena, la sociedad que allí se reproduce exitosamente
articula dos sistemas: producción empresarial de punta y relaciones sociales sustentadas en las
tesis, en desarrollo, del marxismo (los “sucesos de Tiananmen”, pusieron en evidencia la
acción concertada de la reacción criolla y la conspiración imperial, dirigida a coartar las muy
leves insinuaciones de socialismo existentes, conducentes a la liberalización total). La
economía deliberadamente evoluciona sobre cánones de planificación por ciclos
quinquenales, en la promoción de la armonía, pensando siempre en el bienestar social; en
realidad, se propone, que la trilogía que conduce las maniobras económicas, políticas e
ideológicas hacia el “renacimiento”, es el desarrollo científico, la promoción social y la
apertura, dados en la perspectiva del pensamiento de Deng Xiao Ping y la “revolución
cultural”. Si se juzga por los hechos la bondad de la praxis, el “fenómeno chino” no es mera
propaganda, puesto que el país asiático es una potencia militar (tiene incluso una moderna
marina de aguas profundas), es el tercer país con tecnología espacial y dispone de “energía”
atómica. Por otra parte, es verdad, que los chinos han superado a EU en el nivel de
contaminación (deseconomías humanas, que también están siendo objeto de atención); pero si
se registra el hecho en movimiento, esto es, de cara a la sumatoria de años de contaminación
perpetrado por los gringos y consortes, China se queda corta; además, los chinos no han sido
1500
¿Cómo opera simbólicamente el capitalismo monstruoso? Hoy, cuando China, sin haber suprimido los
grandes bolsones de pobreza sobre todo del campo, se ha convertido en el mayor mercado de consumo del
planeta, una vez inducida la conversión de un segmento de su población en “estrato de ingresos medio” y de
que mantiene su solidez económica real, de las alabanzas anteriores, ahora se empieza a derramar críticas
malsanas por parte de quienes se ven afectados en la competencia en el planeta (eso ocurrió con Fujimori en
Perú: mientras sirvió a los intereses yanquis, Fujimorí era un presidente democrático, ejemplo, un líder sensato,
práctico, inteligente, un gobernante moderno, honesto, etc.; pero cuando intentó reenrumbar el comercio del
Perú hacia Japón, inmediatamente le colmaron de epítetos y pronto-pronto le hicieron caer en desgracia –dixit
Dr. Diego Delgado Jara).
1501
El “socialismo de mercado”, está arrojando resultados. No obstante, ¿quién ganará a quién? ¿El mercado
o el socialismo? Esta vez se producirá lo imprevisto: la voluntad supeditará a la estructura, puesto que la
sociedad tecnológicamente madura, dispone de la base para que se produzca esa inversión histórica.
971

perversos como los yanquis: no han lanzado bombas atómicas, no han ido a guerrear en
Vietnam, no han provocado el genocidio en Irak, no han atado al mundo con la deuda externa
o el comercio asimétrico, o con la dependencia, en general (ahora bien, “deja que continué la
existencia; ´el paso del tiempo´: ¡no!, los nuevos episodios de vida harán olvidar los malos
recuerdos”).
En una palabra, todas las miradas del mundo hoy se hallan dirigidas a China: el motor
de la economía global, la nueva locomotora del sistema encargada de impulsarlo en su ocaso.
En verdad, se trata de toda una autentica potencia hemisférica configurante de la “cuarteada”
(de un mundo en realidad cuarteado), retroalimentada por el “milagro económico” de Hong
Kon: por la eficiencia de su modelo proteccionista-aperturista en un momento
contemporizado por las potencias de Occidente; forma de producción específica “triádica”:
mercado, Estado, trabajo comunitario, de corte monopolístico de Estado despótico-tributario
en operación en la visión y gestión de una clase capitalista bonapartista, absorbente de trabajo
subvalorado. Este éxito capitalista barnizado (la hipocresía de la propaganda del “milagro
chino”, ni de broma topa la desigualdad social, la pobreza, el abandono de seculares
realidades enclavadas en las profundidades de su extensa geografía interiorana), cristalizado
en las “zonas especiales económicas” del experimento capitalista (casuística, que luego ha
sido generalizada, como casi anulados han sido los experimentos socialistas), acusa brechas
relacionadas con bajos estándares de calidad de las mercancías, problemas medioambientales
y de sobre explotación de las sociedades comunitarias. El coeficiente de Gini es bajo –por
ejemplo- en el Japón; esto se debe a la aplicación de una política “populista” al interior y al
aprovechamiento de fuentes externas de financiamiento, pues, este país es una economía
imperial “grande y abierta”, esto es, que recoge el excedente mundial y lo redistribuye
endógenamente; caso contrario al de China, que sobre explota la fuerza de trabajo interna.
De acuerdo con planteamientos especulativos de teoría política funcionalista, la
presencia de este país (China) como el actor principal en el proceso de circulación mundial
del capital, se debe al simple fenómeno de “desplazamiento territorial de las hegemonías en el
globo terráqueo”, o sea, un comportamiento conducente a aprovechar de mejor manera las
opciones del mercado internacional. No obstante, en verdad, con este país, la forma “social”
de la humanidad arriba a la cima de manera absoluta (se concretiza) poniendo en entredicho al
imperio occidental geopolíticamente hegemónico, no quedándole otro sino –a la humanidad
toda-, que la metamorfosis. “Para América Latina, en cambio (he ahí el aspecto positivo de
este fenómeno de consolidación y desbordamiento global de la formación social capitalista),
China –la India y Brasil- destruye la Doctrina Monroe”: “América para los estadounidenses”,
incluso en su versión moderna: el mundo para los estadounidenses. En palabras de Giovanni
Arrighi (La globalización, la soberanía estatal y la interminable acumulación del capital
–globalización.org), sobre los destinos del “hegemón” mayor: Estados Unidos de
Norteamérica y del que lo substituye (¿China?):
Tomando prestada una expresión de Fernand Braudel (1984: 246) -el inspirador de la
idea de los ciclos sistémicos de acumulación- estos períodos de competición
intensificada, expansión financiera e inestabilidad estructural no son sino "el otoño"
que sigue a un importante desarrollo capitalista. Es el tiempo en el que el líder de la
expansión anterior del comercio mundial cosecha los frutos de su liderazgo en virtud
de su posición de mando sobre los procesos de acumulación de capital a escala
mundial. Pero es también el tiempo en el que el mismo líder es desplazado
gradualmente de las alturas del mando del capitalismo mundial por un emergente
nuevo liderazgo.
No obstante, los factores políticos, militares, etc., que en el largo plazo inciden en la
economía, tienen procedencia exógena, es decir, se deben a pulsiones de la reproducción de la
base de la vida material. De manera que los procesos de renovación tecnológica
(Schumpeter 1502 ), la estructura institucional a través de la cual se organiza y opera el sistema
en forma dinámicamente recurrente (Galbray) o el ciclo de vida de una potencia hegemónica
(Wallerstein), que darían lugar a la noción de eventos largos en la dinamia de la economía
capitalista, son todos aspectos derivados de la condición operante del modo de producción y
1502
En el hecho tiene razón Schumpeter cuando plantea al desarrollo como “destrucción creativa”: la negación
del proceso anterior y la producción del nuevo y superior sobre los escombros (materia prima).
972

de cambio, en el seno del momento burgués de realización humana, esto es, en el interior de la
formación social, puesto que todo otro tipo de aspecto del sistema ha sido generado por la
determinación, y precisamente asiste al aspecto principal de manera homeostática. De lo cual
se desprende, que la política, la ideología, la guerra o la mayor o menor modalidad de
centralización o descentralización de la forma de reproducción del capital, etc., que se piensa
son por sí y para sí mismos como componentes “extraeconómicos”, que existen y se auto
readecuan, y a lo sumo: reactúan sobre su determinación, constituyen, mas bien, instancias
nacidas de forma condicionada, que sirven al fundamento del proceso (luego: la emergencia
de una nueva onda larga en la época actual –lo cual no es posible de ninguna manera-, no
depende de factor exógeno alguno, dígase, de la política, de la derrota de la clase obrera o de
la restauración del capitalismo en los ex países socialistas, proceso dado propiamente a partir
de 1956). China crece y diversifica sus relaciones, pero lo hace con prudencia, sin afectar el
predominio geopolítico de EU, esto es, opera prioritariamente en el frente de consolidación de
la economía penetrando el área de influencia imperialista yanqui, pero sin presentarse como
obstáculo para la pervivencia de esa hegemonía, en espera mas bien, por ejemplo, en el caso
de América Latina que por propia iniciativa sus países actúen de forma contrahegemónica;
esta conducta en las relaciones políticas internacionales, expresan la correlación de fuerzas
interna entre los capitales allí afincados, que han impulsado el desarrollo sostenido, la
modernización y el sentimiento nacional “socialista” de la dirigencia china; esa la razón
porque en la coyuntura la historia se vuelve proceso más natural.
China no va reproducir las etapas completas seguidas por el capitalismo clásico
estadounidense hasta ubicarse en la fase global (formación como imperio, reclusión terminal
del capital en el sector especulativo financiero-bancario de la economía, desarrollo técnicobélico:
Estado canalla, que acumula por “desposesión”, imperio del mal): no es esa la
determinación que proyecta el desarrollo subsecuente de las fuerzas productivas (salto del
capital del sector financiero al científico-técnico, tendencia creciente hacia la automatización,
procesos de micronización nanotecnológica productiva). China no es solamente la resultante
del proceso geoeconómico-político de manipulación hedonista de ciertas fracciones del
capital global en la lucha competitiva interimperialista por el dominio del planeta: el Estado
chino tiene un 49% de la propiedad de las inversiones multinacionales que operan en su
interior, además: los cambios globales que las fuerzas sociales progresistas apuran en el
planeta, bloquean la posible concreción de sino macabro de ese orden 1503 ; tampoco China
sustituye al principal imperio en sus tropelías criminales para comportarse como la
locomotora del sistema. Verbi gracia, el comercio de China con las “ex” neocolonias
estadounidenses no va a producir la clásica dependencia imperialista; en ese sentido China no
va a comportarse como el imperialismo yanqui; China no va a succionar excedente de modo
exagerado: va q comprar conmoditties, a realizar préstamos e invertir bajo la fórmula “ganarganar”,
esto es, no golondrinos, sino en el sector real, con reinversión, transferencia de
tecnología y apoyo al desarrollo. Mas bien, la revisionista China: es la esperanza; puede estar
destinada a cumplir la tarea histórica heroica, honorable, humanista, de hacer frente al capital,
proteger y salvar a la humanidad de la arremetida genocida del imperialismo estadounidense a
perpetrar al verse enfrentado al callejón sin salida del rechazo mundial, del posible desate de
su furia contra la población planetaria movilizada en torno de los Indignados contra el
“neoliberalismo” y el capitalismo (ya que va a ser objeto de la nueva arremetida belicista
yanqui, cuya cabeza de playa es la Base Militar a emplazarse en Australia, para controlar el
corredor Asia-Pacífico y a China; pero China: ¡es CHINA!).
3.3.6.3.3.- CUBA Y ALBANIA.
Si los satélites inmediatamente dependientes de Moscú, cayeron con una fragilidad e
inocencia realmente inmaculadas en el mismo instante en que la parodia socialista de segunda
etapa (Jruschov-Gorbachov) de la entonces URSS se venía abajo, si China no experimentó
1503
Cuando las decisiones pasan de una, dos o tres individuos para ubicarse en la decena colegiada de ellos, la
voluntad se transforma en estructura (la teoría administrativa asume el principio de que para cada siete
empleados debe haber un jefe). Es por eso que en China, las decisiones no son simplemente individuales y las
multinacionales allí emplazadas deben negociar con el Estado y no con voluntades singulares (la lucha
geopolítica en esa mega geografía, no solamente es de competencia entre conglomerados globales). Es en esa
perspectiva que en las relaciones internacionales se puede pasar del análisis de la “lucha de clases”
(manteniendo como invariable la ley del valor) al de los putsh entre Estados.
973

afectación alguna frente a los sucesos derivados del “derrumbe” del Muro de Berlín, de la ex
URSS y de la Europa del Este, dada su estructura capitalista sui generis y su adhesión a la
política imperial estadounidense (frente a quién, China se apresta a formar el polo en
supremacía, en la nueva estructura multipolar mundial –desarrollo policéntrico, según S.
Amín), la nota rara en esa gran melodía de estruendos lo pusieron Cuba y Albania. En efecto,
por entonces, se tenía la impresión, que el también “falso” socialismo cubano iba a periclitar
en no más de tres meses luego de los episodios del 89 del siglo pasado: “Cuba es un herido de
muerte”, se sentenció 1504 . Respecto de Albania, en cambio, al menos en el frente marxistaleninista
estaliniano, reinaba la clara convicción, de que esa estructura socialista sólida
ideológica y políticamente –aunque con significativos niveles de retardo en el desarrollo de
las fuerzas productivas-, iba a convertirse en el único adalid de la sociedad realmente
socialista.
En Cuba, sin embargo, se han producido hechos sorprendentes. La formación como
república socialista, fue el resultado de un proceso histórico-natural de cambio revolucionario,
en el que la generación actora del mismo le dio carácter de sostenibilidad más allá del 89-92,
pues, la nueva modalidad de vida era su “constructo”: constituía la resultante objetiva de actos
masivos de creatividad, de ruptura de paradigmas, de empoderamiento poblacional de la
historia y de uso del ingenio para aprovechar el “problema”, la pesada carga capitalista, como
oportunidad de superarlo conscientemente, mediante la agregación del valor de la
racionalidad; en realidad, se sentía al proceso y había que orgullosamente mantenerlo. Cuba
tampoco fue del todo un satélite de la ex URSS postestalineana, aunque el control de acuerdo
con la política de la “especialización productiva” y del peso del “suero a la vena de La
Habana que procedía de Moscú”, ponían las premisas para la autarquía subordinada 1505 ; pese
a todo esto, Cuba mantenía diversidad de relaciones con pueblos y países de diferentes
sistemas en el planeta, como una estrategia que amainaba la subordinación que provoca la
unilateralidad de la división internacional del trabajo. Eh ahí la connotación objetiva en torno
a la que un país socialista, si su afán era mantenerse como tal en un entorno agresivo,
diversionista y malejemploso capitalista, debía organizar y defender un sistema autosuficiente
en los diversos planos de su reproducción material y espiritual –aprestándose a sortear,
obviamente, límites endógenos de “ventajas comparativas”-, o sea, renunciar a las relaciones
internacionales de carácter comercial, en el plano burgués de su reproducción 1506 .
1504 Fidel, en septiembre del 2010, ha formulado declaraciones contrarias al método violento –en el presente-
como recurso de cambio del sistema; ha sostenido, que el Estado se ha convertido en un óbice (en la Isla), para
el procesamiento de problemas económicos; y, ha puesto en duda la viabilidad del modelo de ejercicio del
socialismo. Sin embargo, eso no quiere decir, que lo hecho estuvo mal, que el sustento teórico de la experiencia
es inexacto o que la forma específica socialista cubana se haya autoclausurado, o que la misma no jugara un rol
edificante en la historia humana. ¿Por qué se ha desarrollado la técnica? Una de las razones es la inherente a
la competencia capitalista; no obstante, también en virtud del forcejeo entre dos formas económicas, de
“sociedad” y de civilización. En realidad, en el período transicional: todas las formas de producción existentes
entran en la centrifugadora de esta transición. Luego, ¿años de resistencia para volver al capitalismo?; no es
así; en primer lugar el proceso-Cuba ha sostenido la experiencia socialista, ha mantenido en alerta y viva una
concepción, en segundo: se ha dado el Norte no indigno a toda una generación y, en tercero: se ha sostenido la
contradicción con la principal cabeza imperialista, la que ha acicateado el desarrollo de las fuerzas productivas
y la creatividad estratégica.
1505 Es curioso advertir: cómo incluso marxistas de los que jamás se puede formular sospecha de insidia alguna,
han sesgado la percepción intelectiva del hecho, o sea: de las relaciones comerciales inversamente asimétricas
entre la ex URSS y el resto de países de su bloque. Se sostiene –en acto de reflexión al más puro estilo burgués-,
que la Unión Soviética subsidiaba a sus “neocolonias”, era –en consecuencia-: un imperio al revés, pues, de
ella succionaban excedentes los satélites. En verdad, lo que realmente sucedió, fue la realización solidaria de
flujos comerciales insertos en una política de intercambio internacional simétrico, en el que las materias primas
eran tranzadas en su justo valor, mientras que los productos industrializados no se hallaban sobrevalorados,
por lo que no se producía el fenómeno de transferencia regresiva del excedente mundial. El trabajo, en suma:
era considerado como gasto de “energías” similares in abstracto (en cualquier rama de dedicación e
indistintamente en toda etapa de desarrollo técnico) y remunerado en coherencia.
1506 En el llamado “Campo Socialista”, en esa integración de sociedades parciales, que edificaban de forma
solidaria la nueva sociedad: el nuevo ser humano, se pensó organizar un entorno regional complementario y de
asistencia recíproca: autosuficiencia económica y promoción solidaria de cada subsistema (las relaciones de
complementariedad -puesto que no puede haber autarquía absoluta aun entre parnerts comunitaristas, debido,
por ejemplo: a la diferenciada dotación natural de recursos-, se trató de abordar la cuestión a través de
institucionalizar relaciones comerciales en el COMECOM). El paso a la especialización que tuvo lugar en el
marco de las reformas establecidas a partir de la segunda mitad del siglo XX, rompió esta política inicial de la
unidad socialista, desbrozando el camino para la apertura de prácticas de comercio internacional de raíz
burguesa entre dichos “Estados”. Como el principio de las “ventajas comparativas” y el equilibrador
974

En la permanencia, hasta la fecha (año 2001 –y 2010), de la “sociedad” socialista
cubana, forma “social” antitética a la del Tío SAM, instaurada en las mismísimas barbas
canas del propio centro hegemónico del poder imperial, frente a la avalancha del modo de
vida del sistema burgués global y a la perpetua conspiración yanqui (del bloqueo y de la ley
Helms-Burton) 1507 , resaltan tres factores esenciales: el Partido, el aparato ideológico y las
masas (dixit Antonio Gaybor). El componente rector del proceso de construcción y defensa
socialista, ha sido el Partido: su presencia ha marcado la ruta por senderos marxistasleninistas
al pueblo radicado en la Isla (es obvio, que la proeza se ha gestado: “no en el aire”,
sino a través del impacto de los productos positivos de la revolución: satisfacción normal e
igualitaria de las necesidades primarias y elevación socialmente equilibrada de las demandas
de la esfera espiritual del “ser”). La conciencia social socialista establecida plenamente en la
vanguardia, se ha insuflado y reproducido en la masa, la que en respuesta se ha adherido al
programa socialista, mediante su “consenso activo”. Esta percepción revolucionaria pervive,
merced a la constante recirculación de la ideología científica del proletariado en la conciencia
del pueblo (en el marco del respeto de sus propias creencias) y de su reafirmación y vigencia,
en cuanto acto proveniente de las altas esferas de la dirección revolucionaria 1508 . Esta ha sido
la manera a través de la cual se ha forjado de modo permanente el sujeto colectivo
revolucionario, artífice de la transformación y de su institucionalización 1509 .
Ahora bien, la razón histórica de la existencia de Cuba responde –en la coyuntura- al
hecho necesario de resistencia frente a la arremetida del poder mundial, el cual se ha
propuesto sepultar la Revolución, en primer lugar; y, en la medida en que debe seguir siendo
el Norte para la humanidad, en segundo término (no obstante, en el largo plazo todos
estos procesos puntuales son irrelevantes -aparentemente). Una vez dado cumplimiento a
ese papel, no le queda otro al grupo humano cubano, que el adherirse al de la ciencia y de la
teoría; en verdad: la ruta sin opción es profundizar el proceso visionario, que es seguido ya
por la dirigencia y el pueblo cubanos, precisamente para no devenir en un país en hibernación
a la manera de la ex URSS de Brézhnev, según la apreciación de M. Castells en Fin de
milenio (en realidad, superados los “problemas técnicos” de la sobrevivencia –la región del
knowhow y de la automatización-, suprimida la condición internamente diferenciada de la
especie –la esfera de la política-, para el sujeto, no quedan más, que dos caminos: a.- recluir la
vida en los desafíos que presenta el objetivo de búsqueda de la felicidad en términos
hedónicos circulares –generación tras generación- o, b.- someter la existencia al primado de
monetario ricardianos no desembocan en el equilibrio internacional sino que constituyen el fundamento mismo
del “desarrollo desigual” entre naciones (Anwar Shaikh), en el bloque socialista, este proceso produjo la
dependencia. Entre países socialistas, las relaciones debieron ser únicamente ideológicas sinceras, en su etapa
de prefusión.
1507 Mas, el “bloqueo” es parte o una forma de “lucha de clases” entre dos sistemas antagónicos, o sea, una
táctica o cuasi “guerra fría”: ¨lucha política por otras vías”; por tanto, no hay porqué quejarse, como tampoco
propender justicia en el interior del sistema legal, cuando un guerrillero ha sido ajusticiado por los órganos de
represión burgueses.
1508 Fidel, es un caso especial de líder. Aplicando sus propias palabras a su persona (esta descripción, sin
percatarse, deviene autoimputable): el verdadero líder es “aquel que se pone al frente de un pueblo, cuando éste
ha perdido su rumbo, cuando experimenta dificultades: lo orienta, le pone en dirección de su sino racional”;
pues, la creatividad del Comandante Castro es insólita al momento de anticiparse y anular el efecto de las
medidas contrarrevolucionarias yanquis aplicadas a través del aparataje mercantil, tecnológico, bélico y de la
geopolítica, mediante la confrontación a estrategias nacionalistas prosocialistas.
1509 En lo atinente al “caso nicaragüense”. La Revolución de Nicaragua (de Granda, el “caso de Barbados” y
el abuso militar yankee, como de otros tantos procesos revolucionarios ocurridos en el planeta), la lucha de del
gran General Augusto Cesar Sandino, del Frente Sandinista, de Daniel Ortega y la Revolución popular del país
centroamericano, tienen el carácter de haber sido la plasmación una vez más del coraje, de la grandeza del ser
humano; el prurito por luchar y vencer, de ponerse por sobre las determinaciones simplemente estructurales
que acotan las condiciones de su vida; el orgullo de ser superior, pues, tiene en que basarse: en la inteligencia,
en su perseverancia y acumulación generacional, lo cual va de la mano con la ideación de mecanismos que
guíen a conciencia la existencia. En Nicaragua el imperio cambió de estrategia, renunció a la intervención
militar directa, pues, organizó la revuelta contrarrevolucionaria interna con los “Contras” a los cuales
financió, armó y les dotó de estrategia mercenaria; instauró el conocido “bloqueo” genocida; y, lo
complementó con maniobras diversionistas. Esta presión llevó a los líderes de la Revolución –en el marco de
buscar medidas que capeen la arremetida yankee- a asumir el sistema burgués de las elecciones; en este
proceso, por las condiciones críticas existentes luego de todo período revolucionario y por la arremetida del
poder interno y externo que no dudó en utilizar a una de las combatientes de la Revolución: Violeta Chamorro,
Ortega perdió el Gobierno del Estado con “papelitos (lo que hubo conseguido con las armas)”, como se
reprochó a sí mismo el gran General Eloy Alfaro en el Ecuador de inicios del siglo XX .
975

los procesos de la inteligencia: la producción de conocimientos, rumbo al saber universal;
cualquier persona sensata, madura, repleta de juicio, a su vida le adjudicaría la segunda de las
opciones).
Las últimas decisiones (septiembre del 2010), que viene tomando el nuevo comando
de la “Coordinación social cubana”, encabezada por Raúl Castro y por el propio Fidel
(conversión de un vasto sector de la “burocracia” en pequeños emprendedores), para efecto de
su entendimiento, obliga mirar el escenario de largo plazo de la historia. Explicar, en
consecuencia, este fenómeno, demanda poner como premisa de intelección de dicho “objeto”,
la noción en torno de la “ruta general de la humanidad”, o sea, dejar atrás la tesis emparentada
con el triunfo, consolidación mundial y ratificación histórica de la formación humana
capitalista; a su vez, considerarse como una necedad el programa revolucionario clásico,
dirigido a construir el socialismo. En atención a la consideración expuesta, la reflexión debe
partir de otra matriz epistemológica. En realidad, el proletariado y el socialismo fijaron el
Norte de la humanidad (remarcaron, hicieron notorio y evidente, repujaron la tendencia
natural de los hechos); no obstante, no les fue posible cristalizar todas las consecuencias
fácticas de su cometido, puesto que el desarrollo mercantil capitalista siempre se perfilaba
como el más efectivo móvil del progreso de las fuerzas productivas; en efecto, el capitalismo,
ha sido requerido por la historia para cumplir dicho rol.
Muy lamentablemente, la historia ha convertido a la dirigencia cubana, de
revolucionarios en burócratas, en simplemente administradores aun antes de haber cumplido
su misión: la edificación del comunismo; en efecto, la empresa, “la máquina ha sustituido a la
lucha de clases, el progreso a la revolución”. Daría la impresión, que la teoría del “eslabón
más débil” y la de la “forja del socialismo en un solo país” hayan sido, por su base, erradas,
mientras que las tesis trotskistas de la “revolución permanente” se alzaren luminosas (ahora se
sabe, una vez desatados los hechos, que la historia ha marchado por otros senderos: la
producción del sistema automatizado de producción, que le quite la “melena” al trabajo, de
manera que el ser humano utilice toda su masa corpórea en las faenas de la esfera espiritual,
podía hacérselo con competencia o emulación; al final, dicha transformación antropológica
radical se ha conseguido por vía mixta). El socialismo en Cuba ha permanecido heroicamente
lo suficiente para realizarse como sistema, de manera de haberse desplegado en toda su
magnitud, como modelo que cumple su rol, luego se agota (la marginación ha sido, a su vez,
el obstáculo para su marcha, como su contrario impulsor). Quizá la objeción que pueda
interponerse a la experiencia isleña, es que el sistema socialista no se haya negado a sí mismo
para dar lugar al nuevo y superior orden de civilización: el comunismo y, mas bien, el haberse
retrotraído hacia la instauración de políticas reformistas socialdemócratas en el 2011, a fin de
no sucumbir y sostenerse sobre una forma moderada de socialismo, como determina la
posmodernidad y la economía mundial. El ensayo deja una lección: el ser humano, para
instalarse en el comunismo, no debe ni siquiera laborar como administrador, como burócrata;
serán las máquinas (por programación y mandato humano, por supuesto) las que realicen el
manejo del sistema por completo: naturaleza, sistema automatizado de producción y la vida
humana.
Si la forma de organización socialista ha sido levantada por la propia historia, el
capitalismo también se modifica; el escenario semeja dos saetas opuestas, que se
interpenetran: la una, que viene del pasado y que concluye en dirección diestra, es la fase
terminal de la forma de civilización dada; la otra, lo hace en sentido ascendente, pues, se
inicia y va hacia el futuro; en suma: técnica muy avanzada (automatización) y relaciones
solidarias de convivencia, es el cuadro de la realidad puesta. En el referido teatro, se percibe
que Cuba se modifica; los imperios también lo hacen (los episodios necesarios de
transformación real, no lo ven los actores en el interior de las circunstancias); la
democratización de la propiedad es el epifenómeno registrable: en Europa se consolidan los
estratos de ingresos medios, en varios países americanos, se plantea el modelo “socioburgués”
para sus economías: la propiedad privada se socializa en consuno con las reglas del mercado,
de los negocios. Este último esquema bonapartista, en Ecuador se lo denomina “socialismo
del nuevo siglo”; Cuba ingresa en este modelo: renovación del sistema, a través de instituir la
empresa mercantil solidaria, como uno de los ejes de la nueva forma de reproducción de ese
subconjunto humano en circunstancias concretas. En los hechos en curso, en conjunto y en
perspectiva: no debe verse errores o aciertos (modelos fracasados, milagros económicos o
programas exitosos), santos o demonios conduciendo la vida, imperialismo o comunismos
976

perversos, tampoco debe quedar margen para sollozos o sonrisas, para inculpaciones mutuas o
para felicitaciones: es la fuerza humana que se pronuncia, como sujeto incipientemente
constituido: contradictorio, que avanza arrastrando resabios y rezagos, pero que tiene la
mirada puesta en el provenir, el cual todavía se presenta difuso, en penumbra, que se desea
pero que también se resiste, a avanzar sobre una ruta, que abre la nueva historia.
La humanidad está llamada a conformarse como unidad mancomunada de
pensamiento; y, debe hacerlo, puesto que de otro modo no puede ingresar en la fase superior
de su existencia. Con ese fin, tanto “‘mercado’ como ‘Estado’”, deben suprimirse, pero no de
modo violento, inmediato, sino de forma evolutiva y consensual; de por medio (para que no
vuelva a imponerse el mercado o el Estado y el proceso siga destartalado), se hallan actuando
las fuerzas productivas; éstas, al tiempo que requieren todavía de las relaciones mercantiles
como marco competitivo impulsor de su progreso y de completamiento de su desarrollo,
anulan de forma directamente proporcional a ese desarrollo, esto es, a las mismas relaciones
mercantil capitalistas, que las han impulsado. La conciencia, la actuación de la voluntad
humana, no desea quedarse al margen de los sucesos: en el clásico frente burgués, entre el
sector más retardatario financiero-bancario y comercial monopólico, de las multilaterales y la
gobernanza, se pugna todavía por detener el flujo de la historia, mientras que los movimientos
políticos de distinto orden a escala planetaria, presionan por el afianzamiento de la nueva
realidad. El referido orden en ciernes, para su afincamiento pleno, demanda al menos del
curso de la vida inserta en cinco decenios; una vez allí, la humanidad inicia el verdadero
recorrido histórico, en el sentido planteado en este documento. Ahora bien, Cuba: ha resistido,
“… sin necesidad de robar compañía, de implorar acompañamiento,…”, en el entendido anti
maquiavélico incluso de saber, que la historia no se allanaba al designio de la voluntad
particular; el vaticinio: “Cuba es un herido de muerte”, ¿se ha cumplido? Sí y no. Lo ha hecho
veinte años después y antes de integrarse a la corriente dominante de la historia en el planeta,
y este cambio no ha sido a la usanza del ex Bloque Oriental: con revueltas, asesinatos,
histrionismo, equívocamente enarbolando la bandera de la libertad burguesa.
Albania era realmente una isla. La decisión de la Dirección del Partido del Trabajo de
Albania, del Partido y de las “masas”, de aplicar de modo consecuente los principios de la
“construcción” socialista marxista-leninista; los logros prácticos que en el orden de la
vigencia de las relaciones socialistas se estaban alcanzando, merecieron el aplauso y el apoyo
de los verdaderos marxistas-leninistas del mundo. Razones geográficas (geopolíticas), de
relaciones sociales desarrolladas frente a fuerzas productivas atrasadas en el marco de una
dramática determinación mundial del capital (el proceso constante de innovación; strictu
sensu: el desarrollo material especialmente productivo, en la medida en que es el factor del
aparecimiento de nuevas necesidades, determina el progreso de la conciencia masiva de un
pueblo, por tanto: del nivel de su conciencia política), como la deficiencia en el plano de la
conciencia y práctica consecuente del principal órgano rector del proceso (el cual es también
objeto de la incidencia de la causalidad atrás citada) que debía darle sustentabilidad al mismo:
el Partido, junto a condicionantes de orden ontológico más amplias a escala humana,
histórica, explican su tan vertiginosa caída, dentro del “efecto dominó”.
En torno de la insólita defección del socialismo albanés (“establecer en qué
condiciones externas debe realmente realizarse un fenómeno y en cuales otras no pudo
realizarse, a pesar de que ya era requerido”), es posible especular con el argumento blandido
por sociopolitólogos oficiales, el cual otorga importancia exclusiva a las fuerzas productivas:
su bajo desarrollo. Los rusos con Jruschov se opusieron tenazmente a la industrialización, a la
diversificación productiva y al status de autonomía económica de Albania, en este último
caso: por vía de la autosuficiencia en la satisfacción de sus necesidades 1510 . Allí su
corresponsabilidad en el estancamiento, el cual no provino exclusivamente del freno que,
según se sostiene, ponen las relaciones sociales socialistas al desarrollo de la técnica.
Sabotajes, bloqueos sistemáticos provenientes del socialimperialismo (la ex URSS de
Jruschov y en adelante, fue para Albania, lo que Estados Unidos -el imperialismo yanqui- es
hoy para Cuba), bloquearon el desarrollo y consolidación industrial de la república socialista
de Albania, precisamente en la etapa de desarrollo humano en su momento de determinación
científico-técnica, y cuando era imperativo recurrir a este tipo de modelo de organización y
uso del progreso hasta entonces alcanzado, a fin de sostener los procesos de sobrevivencia y
1510 Hoxha, Enver. Los jruschovistas.
977

esistencia frente a la arremetida imperialista, dado en el contexto forzoso, de la
determinación de una humanidad interconectada y hemisferizada (en efecto, la abundante
discusión sostenida entre los años 25 del Siglo XX, en torno de la “construcción del
‘socialismo en un solo país’”, era la evidencia de que el mundo se había globalizado).
Al haberse convertido la ciencia en “fuerza productiva directa”, ésta: “ha logrado
vulnerar formas de organización económica, políticas, de pensamiento, costumbres, usos, que
ya no son fuente del progreso humano”. La ciencia (su aplicación práctica: la técnica), ha
rebasado los diques sociales puestos frente, paradójicamente merced a la operación –en el
hecho- de una versión teleológica; como consecuencia, en este proceso el ser humano ha sido
conducido –por un momento- a ser un simple instrumento de las determinaciones del
movimiento progresivo natural. Al concluir el Segundo Milenio, de forma coincidente entre
movimiento cronológico y humano, el “actor de la historia” cambió: la economía nacional
(capitalista o socialista), “no sólo por sus fronteras rotas, sino porque su escenario se redujo a
un minúsculo ámbito, sustento de un proceso que requiere mayor dimensión; llegó a término
la economía nacional, el Estado nacional y la consecuente ideología, que fecundó, en
coherencia, la conciencia y la actitud colectivas”; y, murió, por supuesto, la visión y la
práctica sobre el “socialismo en un solo país”: decesó la mascarada socialista pos estaliniana
del Europa del Este y lo hizo también el socialismo en Albania. De manera que los contrarios
(las dos poderosas fuerzas históricas, que se enfrentaron en el siglo XX: el socialismo –y el
socialismo imperial- y el capitalismo), han sido anulados en conjunto; en el marco de esta
“revolución” colosal se ha agotado el modelo de reproducción descentralizado del capital,
hecho que ha dado lugar al advenimiento del fenómeno denominado “globalización”; y, en
términos más generales: de la instalación, en el seno de la humanidad, del gozne efectivo: la
transición.
En efecto, la sola conciencia, la organización, la unidad férrea del Partido y del pueblo
albaneses, en suma: las condiciones subjetivas, en modo alguno fueron suficientes para
resistir el “cambio de época” (o para marchar por él), o sea, el ingreso de la humanidad a la
“era informacional” (dixit Manuel Castells), de modo que no hubo fuerzas, preparación y
experiencia (el conocido knowhow) para actuar en una línea similar a la cubana. Una vez aquí,
también cierto tipo de reflexiones que formulara Hoxha (Hoxha, Enver: “Los jruschovistas”),
en torno de la conducta política exhibida por los viejos cuadros que le sobrevivieron a Stalin
en la conducción de la ex URSS, que en análoga manera quedaron luego del deceso de Enver
y a quienes les cupo la responsabilidad de continuar con su obra, inciden en la explicación en
torno de la descomposición ideológica del Partido del Trabajo de Albania 1511 . Es verdad, que
tuvieron que ver en el desenlace fatídico experimentado otros hechos: su pequeña dimensión
territorial, la fusión todavía parcial de subculturas, los conflictos limítrofes, el bloqueo (el
cuasi ostracismo: su casi ninguna relación con el imperialismo y el socialimperialismo), etc.;
pero todos éstos constituyen factores de carácter formal 1512 .
Llegada a término la experiencia socialista albanesa, el proceso llevado a acabo allí,
puede parecer un ensayo banal; un esfuerzo sobrehumano experimentado sin sentido histórico
trascendente, susceptible –mas bien- de no habérselo efectuado. En realidad, todo el proceso
“socialista” en su conjunto puede adquirir estos caracteres valorativos al ojo del burgués y del
revisionista adocenados. Un hecho sin objeto y proyección, ejemplo de lo que no se debe
hacer. Mas, los pueblos no se equivocan: “deciden intervenir para retomar el rumbo de la
historia cuando el sector dirigente muestra incapacidad”, siempre en sentido positivo, incluso
si los resultados no cuajen de inmediato (Cristo, Espartaco, Lluminabi, Bolívar, Tupac
1511 Stalin, en los últimos días de su vida, recelaba de sus “lugartenientes”. Los viejos cuadros revolucionarios
(Malenkov, Molotov, Vorochilov, Kaganovich, Beria,…), integrantes del Comité Central, habían perdido su
espíritu revolucionario, se habían convertido en representantes típicos de la rutina y legalidad burocrática
instituida, eran cadáveres del bolchevismo, habían dejado de ser marxistas-leninistas (dixit Enver Hoxha: Los
jruschovistas). En forma general Stalin, sobre ellos y, en particular, en relación con los nuevos cuadros de aquel
entonces, Stalin aseveró: “…cuando yo no esté, Uds. van a vender a la Unión Soviética”. La realidad de los
hechos, es implacable.
1512 La caída de Albania: este hecho ha demostrado, que esta “sociedad”, en su tiempo, no constituía una isla,
que, por tanto, el mundo entero se hallaba interrelacionado: el movimiento progresivo de la humanidad imponía
una determinación más esencial en la historia, sobre las formas histórico-estructurales de ella. Sobre este
“objeto real” de la historia, no hay manera de utilizar, en la perspectiva cognitiva, las herramientas inherentes
al “cuantitativismo positivista” ensambladas por los modelos ecuacionales matemáticos, como mediación
ideológica, para exponer la explicación del proceso; por el contrario, la estructura de la materia a considerar
impone recurrir a la abstracción y la inferencia lógica socialmente comprometida.
978

Amaru, Daquilema, Fourier, Marx, Lenin, el Che, entre otros, aspiraron y tuvieron razón en su
tiempo; no obstante, “el éxito o el fracaso, no son necesariamente la prueba de que una
persona tenga o no, la razón” –Fidel Castro: El papel del individuo en la historia). En efecto,
la percepción sensorial, sobremediatizada en algunos casos por la posición ideológica del
mezquino interés burgués, lleva a la conciencia a tener por límite a esas concepciones.
Realizar un esfuerzo, precedido por una teoría, por una estrategia, sustentado de modo
organizacional y en acciones de movilización revolucionarias, para luego regresar, para
retrotraerse a lo mismo, resulta iluso. No obstante, el proceso descubre su esencia detrás de su
simpleza y entredicho, cuando se lo contextualiza históricamente; en el momento en el que se
recupera la simple determinación para el análisis: en la naturaleza y en la historia: no hay
hecho sin sentido, sin razón, dentro del “camino teleológico” –advertido a posteriori- del
progreso.
3.3.6.4.- DESENLACE.
El socialismo no logró supeditar al capitalismo (“amparar a las tres cuartas partes del
género, hacerse mundial e imponer su propia modernidad” a la humanidad), sin embargo pese
a no haberle substituido como modo de producción instituyéndose en su condición de tal en la
esfera toda, en asocio con las luchas políticas obreras y la acción movilizadora de los
Movimientos Sociales y de Liberación Nacional desplegada en la entera superficie del
planeta, destruyó a la forma burguesa de reproducción social; realizada dicha tarea, la primera
fase de la formación comunista y el proletariado como clase política, han dejado la escena
histórica (excepción hecha, para el 2010, de Cuba y, quizá: de Corea el Norte y Vietnam del
Norte). En verdad, el capitalismo ha debido prolongarse por un instante más e incluso
“sobrevivirle” al socialismo en virtud de que la humanidad debía completar el desarrollo
faltante de las fuerzas productivas, como premisa para ingresar al comunismo -¿de golpe?, no,
pues, la madurez es la transición entre la juventud y la vejez- por vía cibernética (como el
joven, ésta es la forma económica robusta y competitiva más eficiente para el efecto) 1513 .
Según dicho aserto, la historia: su rueda, no ha dado marcha atrás; mas bien, una forma
social –la capitalista- no destruida, continua en pie y en cumplimiento de su misión
inherente a la necesidad histórica; en efecto, en Occidente no se ha dado el paso posterior
en el movimiento progresivo humano, por lo que tampoco es lícito sostener, que la historia
retrocedió: si el socialismo llegó a abarcar tan sólo a la tercera parte de la humanidad, si
en los dos tercios de ella el capitalismo capeó, la historia retrocedió para la tercera parte
del género y mantuvo continuidad cuestionada en la dos terceras (luego, la fementida tesis
del zigzag, no es la norma en la progresión humana; tampoco es posible sostener el argumento
sobre la “derrota transitoria del socialismo”). Hoy adquiere claridad, que la forma de
propiedad capitalista es en la que la riqueza se desarrolla mejor al contar como supuesto al
trabajo humano y a la competencia; éstas, dicho sea de paso, “las determinaciones que se
encuentran conduciendo a la humanidad a modificar sus formas de organización” 1514 .
“En el fondo-fondo”, sin conciencia de la dimensión y función “cósmica” para aquel
entonces, el socialismo trató de resolver la contradicción entre desarrollo material, científico y
1513 Dado que el progreso del conocimiento y su aplicación fáctica dependen del retorno sobre la inversión,
sacar al capitalismo de golpe y dedicarse a poner en orden la economía (popular) ralentizaría o suspendería el
proceso de desarrollo científico-técnico; de dicho escenario se puede salir mediante conciente, racional,
relanzamiento del proceso de desarrollo de las fuerzas productivas materiales o mantenerse en él, a través de la
repetición cíclica estacionaria del modelo sensualista de la vida.
1514 En la “caída del comunismo” (del “imperialismo social” de Jruschov-Gorbachov) –visto el hecho de
manera abstracta como fracaso inherente por la percepción burguesa- colaboró diligentemente la pareja polaca
Walesa-Wojtyla (persona esta última, cabeza de la Iglesia Católica, jerarquía alcanzada con la intervención de
la CIA, luego de ocurrida la extraña y prematura desaparición de Albino Luciani); esta dupla anticomunista
camufló su alineamiento con el imperialismo estadounidense, con el sistema capitalista, en coherencia con su
posición burguesa de clase, en la defensa de la Religión, de la democracia, de la libertad, en la lucha contra el
terror de la dictadura comunista (mas ésta era una simple villanía, debido a que en el “problema del
socialimperialismo soviético no estaba en juego la libertad –que fue la mascarada inscrita en la euforia del
discurso coyuntural del triunfo de la forma social de Occidente-, pues, la palabra fue traída fuera de los
intereses reales, con lo cual se desconoció la vida y se instauró una concepción demagógica de la historia”); no
obstante, el sector procapitalista sindical-religioso se alzó con una victoria pírrica: colaboró con el imperio
principal en su lucha por la caída del socialimperialismo soviético como falso Estado socialista y su Bloque de
títeres y lacayos. Con esa acción –triunfalista para toda esa confabulación anticomunista- ha contribuido no
con un grano de arena sino con una playa entera, para que la humanidad vaya al tan odiado comunismo.
979

técnico, y el genocidio social derivado de dicho proceso de progreso dado en el sistema liberal
burgués; desarrollo fundamental humano, que no podía producirse en condiciones
estructurales de comunitarismo, sino en el interior de la dinamia natural del mercado. Por
tanto, el socialismo llamado “real” (se refiere al proceso-Stalin frente al utopismo de Mandel
o Preobrajenzky, quienes planteaban, que la coerción debía eliminarse inmediatamente del
todo en la ex URSS, puesto que tenían la creencia de que con el arribo de los soviets al poder,
súbitamente se había disuelto la “ley del valor”) resultó ser una especie de verdadera “tercera
vía”, en la medida en que debió plantearse una política de desarrollo material de la sociedad
detrayendo todo impacto negativo y afectación al grupo y al individuo. Pues, en el sistema
vigente todavía a estas alturas, por ejemplo, si una afección a la salud aqueja a un grupo
humano, la inversión y, por tanto, su tratamiento en el proceso en sus fases de investigación,
producción del medicamento, prueba y administración, está sujeta al “retorno”, a la capacidad
adquisitiva del grupo. Es el precio que se debe pagar para subsanar problemas caseros y
mediar en el proceso de progreso de la especie, puesto que ésta no puede atenerse a efectuar la
vida en la simplonería de la equidad romántica, del placer y en la noción de realización de la
existencia en el marco de las nociones vulgares, que al respecto pululan hoy en el globo. Pero
también la “institución” de la “división social del trabajo” como fuerza productiva, debía
seguir siendo el elemento temerario de permanencia de las clases y de desarrollo de la ciencia
y de la técnica; en realidad, la “división social del trabajo” estaba llamada a mantenerse en la
producción del período de transición, debido a dos razones: 1) el bajo grado de desarrollo de
las fuerzas productivas materiales y, 2) a la constante conspiradora, puesta en frente por parte
de la reacción interna y externa (¿qué habría sido de la ex URSS de 1940, sin el desarrollo
material bélico?).
Concebida en términos de fase particularmente esencial en el itinerario humano
(coherencia respecto de la razón central, finalista, de la especie; pues, se advierte el propósito
concreto en ella, de arribar a la etapa tecnológica de la robotización, la que, por su parte, está
penetrada de la fuerza emancipadora de las “energías” humanas, en orden de su ulterior
asignación de toda su potencia en la conquista del “espacio sideral”), la estructura capitalista
estaba obligada a cumplir su destino: mientras que el socialismo devenía puesto en cuanto
que episodio coadyuvante en tal meta, en tanto que convertido en “motor dual” de él
(strictu sensu, para hacerse con la esencia humana comunista –la “sociedad” robotizada- hoy
se infiere, que ante el género se abrían dos perspectivas: la socialista –la razón, la voluntad, la
conciencia- y el desarrollo material máximo capitalista –el propio designio histórico: el
desarrollo de las fuerzas productivas-; en los hechos, la ruta es mixta: el capitalismo ha tenido
como apoyo esencial al socialismo –su “compañero” en un tramo-: como mecanismorefuerzo;
esta realidad puede alegorizarse del siguiente modo: “¡Desaloja mi silla ciudadano!;
¡Reasumo mi mando!” 1515 –no deseo seguir compartiendo el poder en la historia- le dijo el
capitalismo al socialismo, en la medida en que este último perdió la oportunidad de conducir
el proceso de desarrollo de las fuerzas productivas por vía racional). La propiedad privada en
1989, de modo prístino volvió a convertirse en el “sujeto” del desarrollo de la humanidad por
un ligero instante más; y, el capital tiene como forma axiológica de su devenir, al lucro; este
hecho debe ser comprehendido en el escenario correspondiente con el tramo último, que la
historia le depara cumplir al capitalismo, en el desarrollo de las fuerzas productivas. Pues, el
desarrollo de la conciencia no discurre con “hacha de piedra” de por medio en los fenómenos
de cotidianidad en la reproducción vital, sino con el robot inteligente, ni tampoco en forma
terminante lo hace en un marco de relaciones sociales socialistas puras, mucho peor en las
comunistas, si la etnología aún no ha llegado al grado de concretización más alto. Ahora bien,
el bajo precio de las mercancías, las guerras interimperialistas y las prédicas cristianas
(“anunciar el Evangelio a todo el mundo”), han inducido la ruptura de toda muralla localista;
el desarrollo de las fuerzas productivas en la perspectiva de la automatización, la formación
de una sola conciencia y ontología humanas en su conformación de neocórtex único, ha
rebasado la segmentación de la humanidad en dos sistemas socioeconómicos: el socialismo y
el capitalismo.
El socialismo, si bien venía siendo la vía para la emancipación social, ella: no era la
practicable para alcanzar la manumisión por parte de la conciencia del despotismo natural; es
por eso que muchos estudiosos de Marx ven contradicciones entre sus obras primeras (1844)
1515 Dixit General Cornelio Flavio Silva en el film: MASADA.
980

y Los Grundrisse; en las juveniles se hace hincapié antropológico en la superación de la
alienación del trabajo, mientras que en la segunda aparece un Marx heterodoxo mirando la
automatización, el usufructo y dominio de la naturaleza. El Marx de Los Grundrisse: abarca
con la mente todo el horizonte de la vida y articula el momento de superación histórica del
trabajo con el arribo a la forma de conciencia superior, mediante la revolución y el desarrollo
de las fuerzas productivas. Aunque no se expresa como temor, Marx advierte el
anquilosamiento al que pueden llegar ciertas sociedades socialistas; es el caso de la URSS de
Brezhnev (período que algunos autores catalogan de “vuelta al estalinismo”): como el
capitalismo, por esas fechas, entró en una etapa de programación y reanimación: 1940-1960
(Plan Marshall, New deal, recuperación de Europa y el Japón, eficacia máxima del Modelo
Fordista, Alianza para el progreso, época de oro del keynesianismo), también la ex URSS
goza de un escenario de sosiego para experimentar procesos evolutivos amparados en las
bondades del estajanovismo, de Liberman. Ese período demuestra nada más, que la actuación
humana en la gestión productiva supeditada al sensualismo humanista socialista; y, de no
haber contendor (contradicción: la determinación expansiva del capitalismo), la URSS se
habría, quizá, hundido en el marasmo. Las leyes de movimiento del capital (acumulación,
competencia, deseo de lucro) eran necesarias en la historia, tanto para el desarrollo material y
de la conciencia, empujándole a ésta hacia a su meta supraracional, como hacia el socialismo
e integrándole funcionalmente también a éste a su destino: el destino general de la humanidad
(el proceso inconsciente también tiene su valor).
¿No hubo cambio alguno en la época de Stalin en la ex URSS y su Bloque, como
cierto sector de modo compulsivo de la falsa izquierda lo aduce? El pensamiento que intenta
gestar el nuevo tipo de “civilización”: la comunista: ¿no es realmente cambio? Acaso el
cambio, que ya está diseñado como idea: ¿no es cambio en realidad? ¿Qué es la idea (el
diseño conceptual proyectivo del socialismo, de la nueva civilización), sino la prefiguración
de aquello que va a devenir en realidad, puesto que la ilusión o la utopía siempre se acogen al
movimiento objetivamente tendencial real, o éste se representa antes de ser en ellas, para
poder precisamente llegar a “ser” como producción voluntario-racional, en la mediación de la
concepción humana y su praxis? El ponerse “manos a la obra” en el curso de plasmación de
un ideal: ¿no es acaso su realización, incluso si no se lo alcance, si se ha visto bloqueada su
cristalización o si se ha aplazado dicha misión? ¡Muy bonito!: el “sabio” Slavoj Zizek, dice
que Stalin no sabía lo que hacía; ahora bien, hay que recordarle a este señor (y a quienes
piensan como él), que Stalin propendía al socialismo, que tenía el faro de Marx-Engels y la
brújula de Lenin, pero sobre todo su criterio, su juicio, su determinación, tanto como la de la
Dirigencia revolucionaria y del Partido, empero fueron fuerzas extremas, imprevistas, que se
presentaron, quienes revolvieron el tablero de lo que se estaba haciendo según lo
calculado 1516 . “El fracaso no es la prueba de que se estaba equivocado” (dixit Comandante
Fidel Castro R.); la no realización de un ideal, no significa que el mismo no exista. Una idea
puede quedar trunca al medirse con la realidad en la arena frente al poderío material de una
idea oponente plasmada, esto es, en la guerra o por ausencia de compromiso de los actores
concebidos como sujetos forjadores de la misma. Las “fuerzas productivas” creadoras de
civilizaciones, configuran el ser humano como “ser genérico”, en concreto. Dichas fuerzas
constituyen el “ser humano” como ser productor y los outputs mediales implicados en el
desarrollo del acto creador, el cual se acota por el estado de las necesidades racionalmente
procesadas, sobre todo en la etapa superior de la conciencia. Las formas de organización
dadas por el estado concreto, objetivado, de su propia potencialidad creativa humana,
permiten sean posibles los procesos de reproducción, en el que contradictoriamente se
renuevan fuerzas y relaciones, merced a la apertura de un horizonte de nuevas necesidades.
En un momento la urgencia fue la superación de la “alienación del trabajo”, a futuro se perfila
el rebasamiento de la alienación hedónica (la larga etapa civilizatoria de “Eros”, que aún se
mantiene y se consolida en la especie toda, como la hora más obscura antes del alba) de la
conciencia y su liberación para promover y acceder a la racionalidad.
Los críticos del Proceso-Stalin, hacen eje de su recusación a la categoría “civilización
del trabajo”. El trabajo no es la esencia eterna del ser humano, pues, éste (lo previó Marx
como efecto del desarrollo lógico de su discurso materialista histórico) perderá su carácter
1516
Y la propia determinación histórica orientadora de los hechos sociales (así como en el capitalismo, la
“mano invisible” del mercado pone orden relativo al grupo, antes de que éste se adentre por la senda de la
monopolización).
981

inmanente, al llegar a término la concretización del proceso de la máquina; “… el capitalismo
remata un prolongado período de la historia humana, el período de la sociedad antagónica…”
y del amplio campo abierto para el progreso, pero, sobre todo cierra la extensa etapa del
trabajo como razón de ser humana. Ahora bien, si tal afirmación es verdad por un lado (el
trabajo va a perder su esencialidad), por otro no lo es, en vista de que sin el trabajo (y la
división del trabajo) la esencia de orden superior: la racional, no se habría dado en el ser
humano y por cuanto el trabajo se agota precisamente cuando la conciencia formada por él,
pasa el trabajo a las máquinas: el trabajo se niega en el ser humano en el momento en el que
lo ha forjado en su entera y multilateral dimensión. Por tanto, no debe procederse de modo
desafecto con el trabajo ni subestimarlo (lo cual no lo hacen Marx, Engels, Lenin ni Stalin).
La “nueva civilización”, para los impugnadores de Stalin, no es la del trabajo ni de la
racionalidad objetiva, tildada como tecnocrática, del “culto al progreso de las fuerzas
productivas” (“Así se templó el acero”), sino que la nueva civilización debe tener como nudos
críticos al deseo y la creatividad (creatividad también en la esfera de la producción de los
satisfactores que atienden el deseo, puesto que los señores, reprochan la creatividad inmersa
en el desarrollo de la tecnología unidimensional, opuesta al humanismo hedónico
polidimensional –incluso homosexual). Luego, si a la nueva civilización se la etiqueta como
“comunismo”, en ésta no hay trabajo sino creatividad para mejorar los grados de
productividad del placer. Ahora bien, la esfera sensorial, no obstante, es propia de los
animales, de los niños, de los jóvenes y de la mujer en su rasgo maternal; la misma ha
acompañado a la especie durante la larga etapa que precede al comunismo (reproducción
vegetativa por coito), como mecanismo efectivo de sobrevivencia de la inteligencia; a futuro
debe darse paso a la instauración de la humanidad madura (reproducción in Vitro,
clonación,…), racional, objetiva, de operación del ser “social” conformado como “sujeto de
pensamiento”, que también trabaja (siempre trabajará, de lo contrario: ¿en qué se
“entretendrá” la inteligencia?) en las esferas elevadas de las faenas del espíritu: dar sentido a
la información que sobre la realidad le alcance el sistema automatizado de investigación. Si
se mira el período de Stalin sin la animosidad que obnubila el discernimiento, se podrá
advertir cómo allí se perfilaron ciertos rasgos de la forma superior de civilización.
En suma, una nueva civilización: ¿para el goce? ¡No! Así como la humanidad se
renueva en los nuevas “unidades de inteligencia” para continuar en la empresa de
desentrañamiento de los misterios del mundo, ésta requiere de la sucesión de formas
civilizatorias que sean la consecuencia de la superación y negación de su conformación
anterior. Las civilizaciones pasadas, entre las que se incluye a la capitalista: la del capital y
del trabajo físico, han sido pasos dados por la historia; la civilización del hedonismo, en
cuanto goce del “deseo de lucro” (capital), de la creatividad estética (humanista per se) e
ilusorio-mitológica (religiosa), ha sido ya de modo completo en el mundo. La nueva
civilización montada sobre el proceso de concretización del proceso progresivo de las fuerzas
productivas, la tiene a esta nueva cualidad como presupuesto de la inmanencia del
compromiso que destaca preocupación y actividad del colectivo humano (democovivencia)
por llegar a la idea. La humanidad (salvo excepción aislada: los estoicos, Sócrates, Cristo,
Newton, Francisco de Asís,…) ha consumido todo el combustible fósil: las brasas
sustentantes de la muy larga etapa definida por el goce, el hedonismo y la lúdica. Los Beatles,
el deconstructivismo arquitectónico, el baile, el whisky, la pornografía, la luna de miel, el
fútbol, el cine y los óscares, la literatura romántica, las prédicas religiosas, la cuenta bancaria,
han sido el leitmotiv del mundo: la civilización de Eros ha sido y es realidad, y debe pasar a
formar parte del estercolero de la historia; por tanto, el nuevo ser humano es la negación
implacable de la etapa precedente inmadura del deseo. “Eros y civilización” es el más
desembozado y descarado llamado a vivir el paroxismo de los sentidos; constituye la nube
negra más enceguecedora librescamente puesta en el camino de la inteligencia: obstáculo
(epistemológico) hacia la frugalidad de la razón. Es el pasado de la infante humanidad: a
temprana edad se puede pintar, cantar, tocar piano, correr, componer una pieza musical
(Mozart), bailar, etc.; sin embargo, el pensamiento serio solamente viene en la madurez,
cuando la individua ha madurado, se ha documentado, disciplinado y formado; y, la
sentimentalidad es un paso previo, necesario, pero transitorio, temporal, en la formación de la
personalidad científica. La renovación generacional humana y de civilizaciones, por su parte,
son necesarias, tienen sentido inmanente, sólo en el marco de realización ininterrumpida de la
inteligencia hacia el saber absoluto; fuera de esta misión, nada tiene sentido en el Universo.
982

De acuerdo a las consideraciones antedichas, se sostiene que los procesos históricos de
carácter estructural –a pesar de que la aseveración asuma apariencia teleológica- no tienen
ocurrencia al margen del sentido (esa razón se advierte de manera a posteriori); por el
contrario, en ellos existen coordenadas de orientación inmanente (Einstein se dice que
sostuvo: “la naturaleza siempre encuentra un camino”, aunque la vida no sea mas que “una
simple probabilidad matemática”), las cuales operan como trazos generales en el orden
progresivo de la especie: como pistas que permiten resolver el acertijo del futuro (la tendencia
y la llegada desde la química elemental e inorgánica hasta la compleja y orgánica; el ascenso
partiendo de los organismos unicelulares hasta ubicarse en la materia altamente organizada: el
cerebro, en la naturaleza, inducen al pensamiento hacia una conclusión en esa dirección). El
capitalismo y el socialismo constituyen, por tanto, formas orgánicas de la periodización en la
trayectoria humana, requeridas y sustantivadas por la necesidad histórica, en la que la
causalidad en medio de la casualidad siempre encuentra un sendero para el ascenso del
género. El capitalismo deviene en el papel de ser la formación económico-social forjadora de
la base material del nuevo mundo (no se puede pelear en cualquier momento y circunstancia
contra el capitalismo –Marx entendió con su extraordinaria agudeza, este hecho: su aversión
fue a la prolongación del sistema capitalista, cuando ya la humanidad podía cumplir este papel
por vías racionales, de modo que se inhiba el sufrimiento de grades masas poblacionales- o
contra el neoclasicismo económico; además, aquellos cuentan con soporte estructural y de
voluntariedad racional para responder y persistir; del mismo modo que sería impropio luchar
por la eliminación de la etapa de la juventud en una vida humana o bregar porque ésta termine
pronto, esto es, antes de haber cumplido su papel). El socialismo (proceso “natural”, que
ingresó en la escena histórica en calidad de momento necesario de ningún modo recusable
subjetivamente, desempeñó su rol, para luego retraerse), en cambio, ha puesto las premisas
subjetivas de la nueva modalidad de vida de la sociedad: esa la razón de ser tanto de la una
forma histórica como de la otra 1517 .
Si el capitalismo está dispuesto para cumplir un papel necesario, intransferible, en la
historia, es imperativo identificar y comprobar está ley. En las primeras páginas del libro: La
concepción del Estado en el marxismo de Max Adler, se lee una cita de Gramsci: “La doctrina
del materialismo histórico es la organización crítica del saber sobre las necesidades históricas
que sustancian el proceso de desarrollo de la sociedad humana, no es la comprobación de una
ley natural, que se cumple ‘de manera absoluta’ trascendiendo al espíritu humano”. Parece
exacta dicha aseveración, pero en el fondo ella está penetrada por vicios de voluntarismo: en
primer lugar se debe acceder al conocimiento y a la comprobación lógica de dicha ley, pues,
cuando las condiciones materiales de la revolución no se hallan presentes, maduras, es el
conocimiento de la “ley natural” lo pertinente al momento de decidir cómo proceder; en
realidad, precisamente el conocimiento de dicha ley indica cuándo y cómo actuar; por otra
parte, y aunque esta conducta sea adelantarse demasiado, una vez superada la sociedad de
clases: ¿qué transformación queda? (el Materialismo Histórico, o bien muere, o se transforma
en una simple ontología humana). En una organización humana sin clases, la praxis se
transforma en el omnipresente acto de levantamiento intelectual del “telos” en los hechos,
“que agota sus fines en el aprendizaje verdadero”: la comprensión teórica subvierte su orden
de coherencia, en la medida en que su fundamento se halla en sí misma, fuera de la praxis
(productiva material).
1517
El modelo de valores (con los cuales de modo abstracto se aprecia el mundo), en su consideración de hecho
social, no puede desprenderse de su determinación estructural histórica; caducan, prescriben. Este límite
histórico-estructural, abarca a la esfera abstracta del género como a la faceta clasista e individual. Los valores
redefinen el objetivo terreno de la existencia, pese a que entre estos dos aspectos puede establecerse influjo en
sentido inverso. La interrogante precisamente es: ¿un ser dotado de inteligencia, puede verse reducido a
cumplir funciones simplemente animales, o sea, a realizar papeles que no demandan de la presencia de ella?
Los objetivos de la vida se corresponden con los estados de conciencia; estos son –mutatis mutandis- dos: 1)
natural; y, 2) racional. El propósito natural se reserva el derecho a la simple existencia, en el que se cumplen
fines asociados a la realización de la vida: su producción y reproducción, procesos suplementados (o de modo
esencial) con razones de orden teológico; el propósito racional (el de los líderes y/o dirigentes, o sea, de las
personas de conciencia esclarecida), radica en cumplir propósitos esenciales, trascendentes, sociales; en cada
etapa histórica y en su condicionamiento de clase, estas metas difieren. En la “comunidad cibernética” el valor
es aprovechar responsablemente la herencia, en asociarse para comprender el Universo y en responder en las
relaciones recíprocas con un sentimiento de ingenuidad consciente, dado que yacen puestas nuevas
determinaciones materiales; en efecto, emerge una nueva razón para el existir: descubrir y/o solazarse con la
aprehensión y aquilatamiento del descubrimiento procedente del ejercicio intelectual de los demás.
983

Ahora bien, por ejemplo, el capitalismo y su clase son responsables de los problemas
ambiéntales y, por su carácter corruptor, de inducir a otros seres humanos a actuar de ese
modo (el consumismo); sin embargo, la parte de responsabilidad en dichos problemas
provenientes de los procesos de desarrollo económico de los países socialistas y de los
socialimperialistas posteriores, también es responsabilidad del capitalismo, pues, este sistema
impuso el peligro de la guerra, la guerra efectiva y las “guerras frías”, así como la
demostración de viabilidad que fue llevado a exhibir el socialismo ante el mundo; por tanto,
de no tenerse en frente a este enemigo criminal, no hubiese habido la necesidad de forzar
procesos e, incluso: de agredir a la naturaleza. Instalado el socialismo en la ex URSS de
Stalin, se abrió la lucha a muerte con el capitalismo; el reto llevó a tomar la decisión de
industrializar la Zona (alimentar a la población), mantener un ejército y armarlo (la
promoción de las industrias productiva y militar: la defensa de la Patria Socialista). No había
opción: entregar las armas y desaparecer en las fauces del capitalismo o prepararse para
medirse con él. Puede decirse que, conocido el desenlace, habría sido mejor someterse; esta
conjetura -ya dada- es plausible en la mente de quienes no perciben dos hechos: 1) que la
traición interna destruyó al socialismo de Stalin mas no el capitalismo de Truman, Churchill o
Hitler; 2) que el socialismo impulsó el proceso de evolución humana a la situación actual, en
la que un capitalismo en crisis, se halla a merced de los movimientos subversivo/mundanos.
Es verdad, que sin la contradicción socialista, el capitalismo hubiese llegado de todas maneras
a la robotización (puesto que pervivían las otras contradicciones: capitalista-obrero,
capitalista-capitalista y las intermonopólicas), pero el socialismo se constituyó en la
contradicción principal que apresuró el paso hacia la automatización; además, puso en la mira
del mundo el cuestionamiento al sistema capitalista desentrañando el misterio de la
explotación y las premisas posibles de un nuevo modelo de sociedad.
De forma más clara y consistente, en el marco de observación de la política de
reiteración evocante de ciertos aspectos (crisis y defección del capitalismo, transición,
comunidad robótica, sentido de la vida racional y función de la inteligencia, naturaleza del
Cosmos y desenlace del proceso) considerados nodales en la formación de sentido de la trama
de este documento, la observación es la siguiente. La emergencia de la característica humana
de ultima data: la “globalización”, entendida como la resultante del cinetismo natural de la
especie, movimiento indiferente respecto de las estructuras de organización concretas
(formaciones sociales) de la raza y determinante en la dirección de la vida (la técnica es la que
integra al género en el marco de operación de las relaciones de tráfico, las cuales adquieren
ultra resonancia en la formación capitalista), efecto de contacto entre todos los pueblos del
planeta y de la consecuente conformación de una comunidad escindida única mundial
(producto, una vez más, de la competencia ínter burguesa sobre las fuerzas productivas
–Ricardo, Marx, Báez), condujo al cierre de toda particularidad en el movimiento humano:
del modelo estructuralista de los Estados Nacionales, del ingreso en el letargo y la
desactivación de los Movimientos de Liberación Nacional (proceso que incide también, de
modo cuasi determinante, en el acto de sinceración de la forma “política” soviética con la
economía: la llamada “caída del comunismo”). El hecho semeja el episodio dado en otra
esfera de la vida: como en medicina, cuando ya se ha hecho lo pertinente ante un paciente, se
dice: “hay que esperar que el cuerpo reaccione”.
La unificación humana, no puede hacerlo el socialismo (incluso el proceso de
automatización a merced de la operación de dicho sistema, es posible que pudo haberse
bloqueado –recuérdese a Chayanov y a la Comuna Rusa, así como la previsión de Marx en
torno a que esta forma de organización arcaica podía integrarse a la sociedad socialista, sólo
una vez que ésta se hubiese establecido y desarrollado). Sobre la evocación puesta en el
último entre paréntesis, normalmente se oponen objeciones en torno de ella, por parte del
pensamiento marxista en general. La refutación, sin embargo, proviene –en primer lugar- del
hecho de que la misma no ve hacia dónde va la humanidad en o luego del comunismo (se
dice, en el marxismo –de similar modo como el capitalismo sostiene, que la sociedad
capitalista y la realización del ser humano dentro de ella, es la frontera de la historia-, que la
forma social que entrega las condiciones para que la personalidad humana se desarrolle
multifacéticamente es la meta; es decir, jamás se hipotetiza el “saber absoluto” como dicha
meta), o se asevera que el trabajo socialista es superior en producción y productividad al
capitalista, y se pone como ejemplo al período de Stalin, sin prodigar atención al hecho de que
el socialismo se vio forzado (allí las objeciones de Bethelheim y otros cientistas sociales,
984

cuando dicen que en 1929, la ex URSS extravió el camino del socialismo) a desarrollarse
tecnológica y materialmente acicateado por la competencia en la arena mundial con el
capitalismo y por necesidad de su defensa (sin Stalin –“culto al desarrollo de las fuerzas
productivas”-: ¡no habría habido la Skaylab!). Este proceso (globalización por desarrollo
técnico) de todos modos debía proseguir como determinación histórica, de manera que frente
a la traición en el seno del socialismo, al relance del capitalismo luego de la Segunda Guerra
Mundial y de la necesidad de que la especie pase de la “reproducción social” a la
“reproducción robótica” o “tercera naturaleza”, el capitalismo se ratificó como su artífice.
Con la concretización mundial del capitalismo, éste pasa a ser realmente un sistema de
reproducción autolimitado y a reproducirse regresivamente en base a sus propios fundamentos
(en efecto, en las esferas extraterrestres no hay mercado de consumo ni fuerza de trabajo)
De conformidad con las consideraciones expuestas en parágrafos precedentes, para el
género universal, global, unificado, todavía socialmente fracturado, el día ha avanzado lo
suficiente: se encuentra en la hora 15; las fibras de oro, que se desprenden del sol, besan la
tierra y penetran ligeramente en las aguas del lago sagrado de los Aymará: el Titicaca; se debe
precisamente a ese fenómeno de movimiento hemisférico, que en la tarde cobriza el líquido
vital se “tiñe” de un profundo “rubor” azulado: su mágico ensueño se recoge en un solo de
charango, en el canto grave, penetrante, profundo, de los Toyos gigantes: instrumentos
andinos que emulan el sonido del viento, que se enreda entre la vegetación ramosa de los
páramos. En el interregno, tanto la forma burguesa de existencia como el ensayo “fallido” de
socialismo (e incluso del socialismo imperial), cuanto la gesta mundial del proletariado y del
socialismo realmente hasta ahora vigente: el cubano, son hechos que se inscriben (han
inscrito) su presencia, su acción, su nombre y su razón histórica en la ineluctable ley
contenida en los primeros versos de la bella canción folklórica del formidable conjunto indomestizo
boliviano, los Kjarkas: “Por un mundo nuevo”:
Todo en este mundo tiene un fin que conseguir,
son designios que se tienen que cumplir... 1518 .
En la concepción objetiva de la historia (el marxismo-leninismo, que es tal, puesto que
ella niega toda reflexión puesta por fuera del mundo –principio lógico-dialéctico de la
objetividad), aparecen a la luz los hechos como una “construcción a priori”; Marx en los
Grundrisse, alrededor de 150 años ah, advierte el desenlace del mundo en su faceta burguesa
de organización: cuando la máquina ponga al ser humano a un costado del proceso
productivo, la medida del valor deja de ser el trabajo y allí termina el modo de producción
fundado en el capital (cesa el trabajo productivo -económico), concluye el trabajo intelectual
(científico, técnico): la persona –de ese entonces- no requiere hacer esfuerzo para aprender,
pues, un chip orgánico empotrado en su cerebro, recepta el conocimiento generado por la
estructura de la inteligencia artificial. Ahora bien, la acción humana que se desprende de esta
concepción ha tenido validación justa en Octubre de 1917 hasta 1953: la etapa socialista vivió
la humanidad en el microcosmos temporal de la ex URSS y su campo. El sujeto histórico del
cambio: el proletariado, ha producido la base material del mundo nuevo a marchas forzadas
presididas por el dominio burgués; pero se ha alzado también contra el sistema, siendo el
artífice de la acción central de su destrucción (este proceso no se lo ve, como si se cree ver a
estrellas que ya se han extinguido, debido a que su luz hace su arribo recién a los ojos). Estas
transformaciones semejan a aquellas que ocurren con los rayos infrarrojos, pues, tampoco se
1518
No obstante, hay una excepción a la ley, la cual se aplica a la esfera de la vida de este mismo grupo: los
Kjarkas. En efecto, en el presente –2007- este conjunto ha arribado a la cima de su defección: iniciaron su arte
en la esfera político-social (“Los obreros de Bolivia, como trabajan,...), fusionaron el objetivo social con el
romance (“Todo en este mundo...”), luego se produjo la transferencia de su música a la esfera romántica (“No
se acaba el mundo, cuando un amor se va,...), finalmente algunos de sus miembros han sido cooptados de
manera vergonzosa por la aplanadora ideológica evangélica: han reemplazado los Quipus por la Biblia. Su
primer trabajo, no obstante, no produjo impacto efectivo en la historia de la lucha social, tampoco lo hizo en la
esfera romántica; es posible esperar que lo tenga en el sentido reaccionario de su nuevo arte; empero, si la
prédica de la Religión neoevangélica es la etapa que cierra el ciclo mitológico de existencia de la humanidad a
la cual aquella contribuye, la adscripción y realineamiento ideológico de este arte, se tornará –sin quererlo,
contrariando su intención- paradójicamente positivo en perspectiva histórica.
985

las atribuye a su verdadero artífice: al proletariado; sin embargo, el cambio está en marcha
sobre los cimientos construidos por la clase obrera 1519 .
El escenario humano de “tornasiglo”, es una tabla de ajedrez, la cual deja ver el
desenlace (el fin es conocido) y sobre la que resalta la corporativa dinamia de resistencia
reaccionaria, por aplazar la fecha de llegada: la forma humana de reproducción robotizada; su
adalid, ha sido el Proletariado. En Oriente Medio, a las luchas originales tribales, le sucedió el
proceso de fragmentación social y territorial impuesto por la intervención colonizadora
externa (inglesa); el descubrimiento del petróleo incorporó a la Zona al mercado
internacional, generándose poderes proimperialistas; la incursión socialimperialista soviética
(Afganistán), introdujo tesis democráticas y socioeconómicamente modernizadoras, en ella
dicha presencia dio paso a la instauración de luchas ideológico-políticas, de disputa de
recursos estratégicos entre superpotencias: EU, la ex URSS, Israel (sobre los intereses
internos fueron sobrepuestos los externos, en el marco de una integración endógenamente
traidora) 1520 ; en adelante, el fundamentalismo y el fanatismo, constituyeron el “caballo de
Troya” de inviabilización de ese conjunto humano, transformando su vida en avispero y
permanente polvorín, caldo de cultivo para la intervención yanqui-sionista: para el ejercicio
de la política de control militar de la resistencia. La única auténtica revolución dada en Irán,
fue redireccionada por el Ayatolá Khomeini: perdió su espíritu socialista y la opción de
formar núcleos con ese carácter, en una de las semi naciones de mayor emergencia. Dicha
área en la actualidad es un complejo entramado de reyezuelos, clanes, dictaduras, insurgencia
armada, separatismo, integrismos, fundamentalismos, nacionalismos, terrorismo, precarismo
económico, fanatismo religioso; expresión de múltiples intereses contrapuestos, de la
intromisión insidiosa y disociadora yanqui, en una palabra: es la obra de la penetración
capitalista y del imperialismo yanqui.
La India (uno de los países componentes de los denominados BRIC), ha sido objeto de
la penetración, contrario sensu de la inglesa: manu militari, del anestésico poder del capital.
El proceso de occidentalización (y a la vez, también de desoccidentalización: de pérdida de
hegemonía económica de la neotriada –EU, UE, Japón) es una determinación de movimiento
real en la historia. Jawaharlal Nehru diseña una Constitución “socialista” luego de la
independencia en 1947; los principios de dicho instrumento normativo debían volverse hechos
reales, en una zona “social” caracterizada por una población numerosa (para el 2011, 1.250
millones de habitantes), con propiedad estatal de la tierra y distribuida ésta, cuasi a la usanza
de la Patricia Bíblica: por 99 años de uso particular; conjunto indiviso de pueblos existiendo
en forma tribal y servil; y, sometida al marasmo de la hegemonía religiosa hinduista (lentitud,
déficit de aspiraciones, propensión al estado de ánimo placentero, con muy poco interés en
volcarse al mundo, pues, tienen una mercado potencial basto: en ese escenario se ha instalado
cierto segmento del capital multinacional y ha propiciado alrededor del 8% de crecimiento,
esto es, la replicación cuasi -asociación capital foráneo con capital doméstico- del mismo
cuento que otros capitalismos). Dicha ideología integró y dispersó, a la vez, ha referido
subconjunto humano, en virtud de que se afirma que la creencia en la reencarnación sometió
al marasmo a la vida, puesto que una de las máximas era “no hay que apresurarse, en la otra
vida será” (se dice, en cambio, que en Occidente la ideología cristiana -resurrección: objetivo
en una sola vida; el cuerpo vuelve a ser- condujo al inusitado movimiento social, puesto que
al contar con una sola vida, en su lapso debía alcanzarse todo; ahora bien, la razón real de la
1519
Sobre este pensamiento deben operar también los procesos de la “metaautocrítica” (los principios que
tienden a invalidar las bases de otros modelos ideológicos de aprehensión intelectual de los hechos, impuestos a
la idea propia), o sea, el enunciado sobre cuáles son las condiciones materiales que han hecho surgir este
pensamiento (y su consecuente práctica). El capitalismo está muerto y sobre su cadáver el mundo arremete con
las batallas finales. Cualquier otra versión, deviene de la tesis acerca del “pluralismo gnoseológico” o del
pensamiento del poder; la verdad es una sola y expresa la unidad material del mundo, pero éste se halla
“expuesto a las miradas antagónicas de diversos grupos sociales y su reflejo tiene consecuencias directas en la
práctica social”.
1520
Precisamente, para librar(se) de la presencia soviética a Afganistán el Tío SAM creó Al Qaeda (política
homónima de Los Contras en Nicaragua, de Israel en Oriente Medio); una vez concluida exitosamente la
maniobra geopolítica incursa en los conflictos de “baja intensidad” de la denominada “guerra fría” en el
citado País, se han producido tensiones internas entre el clan petrolero Bush y Ossama Ben Laden, su antiguo
aliado en el trust. Hoy lo gringos se han vuelto a adjudicar un nuevo asesinato: el de Ben Laden declarado
como terrorista, luego de haberle endilgado el supuesto acto de terrorismo perpetrado sobre las llamadas
Torres Gemelas en septiembre del 2001. En mayo del 2011 ha sucedido esto; ahora viene la reacción de los
seguidores de Ben Laden y del Islam: quizá dicha respuesta sea contundente.
986

conducta tiene que ver con el imperio de las leyes de movimiento del capital sobre las
voluntades) 1521 . Esta sociedad deidizada fue objeto de una anterior penetración con la política
de la “Revolución verde” por parte de EU, la que tenía por objeto incrementar la dotación
alimentaria y precautelar la posible explosión social; superado el problema en la coyuntura, la
medida ha traspasado el momento inaugurando dificultades que se advierten hoy: destrucción
de las condiciones agrícolas. El capital multinacional actualmente ha hecho pie en dicho país
dinamizando el sector secundario; es un proceso de modernización forzosa, traumática, como
aquel que impuso la naciente Unión Europea con la atrasada España. La India está integrada
al mundo, a Occidente, alegóricamente como parte de este delta histórico al revés: el gran
estuario de la historia se impone, en el torrente del G20 (estas corporaciones del poder, dicho
sea al pasar, han forzado la creación, de modo espontáneo, “telepático”, de su opuesto: la
“cumbre alternativa al G20”, que protesta contra el capitalismo, contra el sistema productor y
beneficiario de las crisis).
Africa ha sido una zona social de “grandes contrastes”, sin mayor incidencia
geopolítica: “explosión demográfica y economía primaria (ventajas comparativas de materias
primas, en una economía global que demanda cada vez más productos y servicios con alto
contenido tecnológico)”, “economías nacionales inviables, entidades caóticas, ingobernables”
(sic) 1522 ; en la actualidad, no obstante, se recompone económicamente (segmento poblacional,
que recepta de modo más acelerado el fenómeno de transformación de la economía de
subsistencia en comercial: explotación del recurso básico del “tercer mundo” –su mano de
obra- y represión del carácter explosivo de la pobreza), pues, en dicho continente se
incorporan a la modernidad y salen de la pobreza (sic) miles de habitantes, es decir, allí
avanza una nueva oleada penetradora del capitalismo, expresión conspicua del proceso de
modernización refleja, que se impone en dirección de Occidente, pero que también es un
fenómeno correspondiente con la línea de la historia: ubicarse en una de las dos aristas
posibles para el futuro de la humanidad: 1) mejorar los índices de calidad de vida, en su
realización tal como usualmente ésta se define en los parámetros vernáculos; o, 2) promover
la actuación de la inteligencia en su vertiente de racionalidad objetiva. Sudáfrica (y los países
ubicados al Noroeste de ese gran Continente: el MAGREB), representa la modernidad
capitalista: el posible eje de uno de los componentes de la estructura multipolar del mundo en
el nuevo milenio; Etiopía: la originalidad desbastada por fuerzas sociales y naturales; Congo:
el socialismo frustrado. Africa, aunque tardíamente, se estructura como el orden clásico de
países en el que sus economías y aparatos estatales simplemente ingresan a cumplir la
función, en la “división internacional del trabajo” (esto es, formas de inserción en la economía
global, en coherencia con las características de la etapa de la economía mundial), de ámbito
de operación del capital absoluto, para el cual los países de vanguardia mercantil burguesa,
constituyen su sede.
A la lucha política fundamental llevada a afecto mediante las armas en algunos
Estados africanos, se le suele oponer la lucha anti apartheid puesta en práctica por parte de los
grupos socialdemócratas que participaron en ella, pero, sobre todo, el espíritu de dicha forma
de entender la cruenta realidad proviene de la boca de los círculos de poder internos y
externos, que no fueron perjudicados en su status esencial con el anuncio y concreción de tal
reivindicación. Los episodios triunfantes de Sudáfrica de finales del Siglo XX, no fueron
producto exclusivo de la percepción, programación y actuación de la llamada “subversión en
masa”, del FDU, del “Comité de boicot”, de la movilización de esa entelequia denominada:
“sociedad civil”, de la bondad de la estrategia de “resistencia pacífica” a lo Gandhi o del
1521
Es sugestiva esta creencia en la reencarnación: dualidad de la persona (cuerpo y alma); propósito en varias
vidas; existencia de Dios; el cuerpo muere, el alma es eterna; el cuerpo envejece, el alma busca otro cascarón;
el alma trasciende los estados espacio/tiempo; yo existía antes de nacer, yo viví en el pasado (múltiples
identidades); el ser humano aspira a la perfección; la reencarnación plantea que el alma es una entidad, que
habita en el cielo y que se proyecta parte de sí misma hacia una serie de vidas sucesivas, como oportunidades de
ir mejorando hasta alcanzar un nivel suficiente para integrarse al ser superior (realización en sí misma de la
Entidad); teoría de la evolución espiritual: el ser humano puede redimirse a sí mismo y perfeccionar, estos
cometidos, no pueden ser alcanzados en una sola vida, las personas de vida buena reencarnarán en un ser
superior de modo progresivo hasta alcanzar la perfección.
1522
Sometida a un clima inclemente (el desierto del Sahara avanza), a hambruna extrema; con reiteradas
guerras tribales islámicas, e incluso entre Estados que se han autocalificado como “socialistas”:
enfrentamientos bélicos promovidos por rusos y chinos, y también entre Repúblicas prosoviéticas por problemas
territoriales; han sufrido guerras civiles, llevadas al margen o en el interior de la geopolítica mundial; han
padecido tsunamis y han ingresado en la piratería (como es el caso de Somalia).
987

impacto sociopolítico de la larga reclusión de Mandela. Fue la acción de la ANC, del Partido
Comunista y de otros movimientos de izquierda sudafricanos, que se aprestaban a iniciar la
“lucha armada”, el factor que persuadió al poder racista de Pretoria a ceder, optando por
aceptar la presencia de posturas políticamente centristas en la administración del Estado, que
dejen intocada la situación social, tal como los voceros y el propio poder (Peter Botha)
públicamente lo declararan 1523 .
En efecto, mientras que los movimientos ciudadanos de negros, buscaba suprimir el
apartheid, los comunistas propendían alcanzar algo mucho más básico, que incluía la
conquista de tal aspiración: el cambio de sistema. Ahora bien –para ser justos-, en el episodio
de principio a fin (y algo que las voces interesadas, que han dado a conocer el hecho al
mundo, no lo reconocen), se vio la impronta del pensamiento, mano y acción del frente de
izquierda: de su activismo revolucionario, combativo, del mismo modo como en la India
(suceso cuyo éxito relativo –la liberación del yugo inglés- también es mañosamente
emparentado con la sola conducta de Gandhi), en el que se aladea toda injerencia de posturas
de izquierda, populares y de otro signo. El capitalismo inglés cedió en dicha zona, mas no
porque la estrategia de Gandhi haya sido efectiva, sino por cuanto dicho imperio en
decadencia comprendió, que se encontraba frente a la oportunidad de empezar a reproducirse
según otras condiciones. Los procesos de Sudáfrica y de India, vistos a la luz de la perspectiva
histórica, fueron reaccionarios, en la medida en que constituyeron la salida menos escabrosa
para el poder de ese entonces (quizá sea esta reflexión la que llevara a Marx a exponer un
criterio muy modesto sobre Bolívar) 1524 .
Ampliándose geográficamente la reflexión. Los indígenas suramericanos, que
participaron en las batallas de la independencia en el siglo XVIII, debieron haberlo hecho con
el sentimiento de superar la explotación y de alcanzar el status de simbólico de igualdad
frente al español, al portugués y al francés. Sin embargo, la independencia significó la
utilización de la lucha del “criollo”, que ocupó el lugar del colonizador luso-hispano, pues, el
indio siguió “esclavo”. En sectores negros pequeñoburgueses surafricanos, “Mandela es
amado” (sic); Mandela, en efecto, permeó la realización de un paso decisivo para un
segmento de inteligencia encerrado en un cascarón negro, en el interior del escenario
capitalista (fue un cambio cosmético para solaz de la “negritud”; a este fenómeno en Quito, en
Ecuador, la creatividad popular –dixit Agustín Cueva D.- lo caracterizó con la lapidaria frase:
“Ultimo día de despotismo y primero de los mismo”; en realidad, para el oprimido: ¡nada
cambió”; en Africa: con la lucha de Mandela específicamente, los negros alcanzaron status de
igualdad, Mandela llegó a la Presidencia y los negros pasaron a desempeñarse libremente en
el mercado). Los negros dieron un paso formal adelante con Mandel, de manera que, como se
valora con su justo racero la llamada independencia Americana, de análoga forma no se
magnifica el rol de Mandela o Gandhi.
Desde tiempos inmemoriales, la estructura y la voluntad dominadora, acceden a
permitir cambios que contenten la conciencia inquieta, siempre en el interior de las fronteras
del orden; caso contrario, la estructura escupirá el elemento desestabilizador, mientras que el
poder se aventura a reprimir el cambio, si no puede integrarlo en el modelo reproductor. En
los episodios citados en párrafos precedentes, hay una correspondiente sinergia entre la
tolerancia y el carácter de la aspiración; la humanidad se mueve de forma regular: cada
cambio y su magnitud tiene sus propias condiciones. Política de similar orden puede reposar
en la carpeta de los poderes económicos mundiales (la Trilateral): repotenciar a la sociedad
hemisférica, pues, a más de la rehabilitación previa de los mercados de Rusia, China, India,
Brasil para las multinacionales, vestigios de mercado quedan en Africa: recuperación de la
1523
En Sudáfrica “ganó la democracia”, o sea, el capitalismo reformista; al fin y al cabo, luego de tan largo
encierro, Mandela ganó la Presidencia; y, en la presidencia: “se hace bien el amor” (Sarkozy, Clinton,
Berlusconi, Bucaram, Menen,…). Es lindo ser presidente, aún en su condición de testaferro; la presidencia es la
más digna, lustrosa forma de ser marioneta (es obvio, hay sus excepciones: Castro, Chávez, Morales, Correa,
Ortega, Lugo,…): se tiene buen estipendio, vivienda, guardaespaldas, vehículo blindado con chofer, avión,
menú, posibilidad de discursear, aplausos, cámaras, admiradoras; se hace poco esfuerzo, el cual es
sobrevalorado, pues, tras bastidores se elaboran y toman las decisiones, se está asistido por el automatismo de
la funcionalidad institucional del sistema constitucional y jurídico y del mercado: la realidad, se va sola: no se
requiere genio sino ser juiciosito; yo: “¡ pagaría para ser presidente!”.
1524
Un día Carlos Marx será rescatado como lo que en verdad es en el seno de la especie toda: como el hijo
predilecto de la entera humanidad: será su real patrimonio (ante el sector proletario mundial y su
vanguardia, ya lo está), entonces los “arios” tendrán realmente de que ufanarse.
988

población pobre formándole como demanda efectiva (finalmente el capital debe entender, que
su permanencia depende de su decisión de reducir la brecha entre ricos y pobres, y no en
ahondarla; esto es, impulsar el crecimiento de los mercados internos), mediante la creación de
puestos de trabajo y el fortalecimiento del poder adquisitivo: todo el mundo debe competir,
todo el mundo debe tener los mismos artefactos en casa (en los hechos, todavía quedan
mecanismos internos a la reproducción del capital para su crecimiento; no obstante, a partir
del Siglo XXI el progreso tecnológico irreprimible, es su límite).
“Al otro lado del charco”: en América, se nota la primacía de movimientos ligados a
actuar sobre el carácter de las relaciones sociales: la remoción de la economía de la empresa
capitalista, como centro de la reproducción humana; en Asia Central, estas relaciones actúan
en correspondencia con altos niveles de progreso técnico, las que, a la vez que se oponen a la
economía neoburguesa, constituyen el asiento de las nuevas relaciones ínter humanas; en
Oriente Medio la lucha fratricida y la injerencia de Occidente: “están haciendo entrar en
razón” a sus sociedades. En Africa, en la gran mayoría de países: en aquellos que no integran
el MAGREB y Sudáfrica, esto es, el Africa subsahariana, en cambio depende de los designios
de la historia, en su condición de área social arcaica, que no solamente recibe el impacto de
las contradicciones humanas sino también de las naturales (la “ventaja” de dicho
subcontinente es, que si allí se encontró la mano de obra esclava días atrás, en la actualidad
–cuando la fuerza de trabajo se ha vuelto prescindible- allá sólo se “producen rábanos”;
Nigeria ha sido la excepción: séptimo productor de petróleo bueno, dirigido por elites
perversas, que han usufructuado del recurso y descompuesto la economía de la población; no
obstante, este basto continente tiene cuantiosos recursos codiciados por los capitales globales,
mucho más importantes cuando los propios –países donde tienen su asiento matriz las
multilaterales- se han agotado); en las zonas imperiales fuertes, la movilización interna se
sirve del más alto desarrollo técnico. La batalla campal desatada en la arena mundial por el
“cambio” en múltiples frentes geográficos (cada uno de ellos es una historia; mas todos saben
hacia dónde se encaminan: se dirigen hacia la instauración mundial de los principios de los
“derechos humanos”), deja de ser retórica; en dichos momentos aciagos últimos, se terrenaliza
la utopía, con conciencia o sin ella, pues, nuevos valores cifrados de modo racional guían
cada putsh: éstos solamente tienen sentido como portaestandarte de paz, solidaridad y
racionalidad.
Empero, en la naciente formación humana, si se mira bien el hecho: cuando un
proceso se inicia, las microtendencias que hacen pie positivamente en su interior, no pueden
ser degradadas más por la conspiración intencionada del viejo sistema (las estructuras
impersonales ceden cada vez más capacidad para autoreproducirse; el sistema se queda a
merced de lo que puede hacer la sola voluntad de la saliente esfera dominante supranacional
para sostenerlo), ingresándose, mas bien, de modo incorruptible: en un movimiento real, en el
que se produce una compensación de refuerzo mutuo entre el proceso general emergente y los
fenómenos particulares que desbrozan su camino, todo en el sentido mancomunado de
consolidación de la nueva progresión humana. En frente aún queda una opción racional:
Cuba, la heroica gesta del titánico y gran pueblo cubano y su líder: Fidel (Raúl); pueblo y
dirigente: representan la excepción racional en una aldea burguesa mundial gestionada por
cretinos 1525 ; pueblo y líder: constituyen el plano medial y el “eslabón perdido” entre la forma
antagónica anterior y el nuevo modo de ser racional del sino humano; Cuba y su revolución:
constituyen el David ejemplar, que “vive eternamente en nuestros corazones” 1526 .
Sin embargo, luego de los sucesos del 89 y del 93 ocurridos en el Siglo pasado, Cuba
1525 Uno de éstos: el más conspicuo, fue Hitler. El horror del “Holocausto nazi” no fue responsabilidad
exclusiva de Hitler, como la clase burguesa alemana y la mundial pretenden presentar, a fin de individualizar la
responsabilidad en una entelequia bípeda y, de este modo, poder expiar su culpa y la del sistema concurrencial
en general. En verdad, esa ha sido una de las conductas reiteradas del burgués en su historia, para la
preservación del sistema (el fin aquí, justifica los medios): por ejemplo, los magnates del acero ajusticiaron a
Kennedy por haber enviado al Congreso estadounidense la Ley Antimonopolio; del hecho culparon a Oswald,
embrollando el asesinato como un acto aislado. De modo que Hitler fue el burgués, que dio simplemente la
cara.
1526 Junto a Cuba, se libra una lucha de todos los “terroristas” del mundo, contra la neoinquisición de la
neotriada: Estados Unidos (unipolaridad militar genocida neoproteccionista), Unión Europea
(neoproteccionismo opositor a los flujos migratorios), Japón (intercambio asimétrico neoproteccionista); contra
la reinstalación en el planeta del oscurantismo y del medioevo escatológico, sobre todo del cristianismo
evangélico.
989

se mantuvo como la última espina clavada en una de las ancas del Tío SAM, jugando el papel
de incentivo exógeno para el desarrollo de la automatización; al encontrarse en la frontera de
su conclusión dicho desarrollo, tampoco Cuba mantiene su carácter imprescindible en el
proceso; es debido a esta realidad, que la Isla se está integrando a la fundamental
determinación de la historia: occidentalización socialdemócrata (“¿ola de democratización?”
–dixit Huntington-; ola de occidentalización, de democracia liberal dialogante). Al bordear la
primera década de los nuevos siglo y milenio una nueva tendencia destructora se pone en
frente del sistema; en efecto, “un fantasma: el fantasma del comunismo recorre nuevamente el
mundo”; fantasma, que empieza a despejar el velo de sombras con el que fuera cubierto por la
coyunda burguesa-clerical: el “fantasma” de Carlos Marx y el del Comunismo. En el “año del
señor”: 2008, el pensamiento de Marx, quien fuera considerado un espectro, se pone de pie,
éste: articula las torpezas en las que incurre la cabeza del imperio (el agotamiento del modelo
de las ganancias), el inusitado desarrollo de las fuerzas productivas y la lucha de los
movimientos sociales antisistema, en el carril de la determinación de la necesidad histórica.
Para el 2012, los rasgos evidentes, que configuran el cuadro de condiciones que
propician el advenimiento del subsecuente punto de inflexión en la historia, que tienen
felinamente agarrado al capitalismo: pareja de afilados incisivos, que aprietan sostenidamente
su garganta impidiendo que el oxígeno del salvataje financiero lo reanime y se dé tiempo para
lanzar una nueva ofensiva al complejo militar industrial, son producto del propio poder
dominante: severa crisis económica de las cabezas mayores del imperio EU y la UE, mutis
por el foro de Japón (el desastre natural y atómico de mediados del 2011 fue el dardo
inmovilizador de este subimperio servil); la agresión militar estadounidense sobre el pueblo
árabe (Afganistán, Irak, Libia, Siria, Irán) ha desatado el odio de la mayoría de la población
hemisférica hacia los gringos (EU se ha quedado solo con Canadá –Colombia y Chile no
cuentan, pues, a su interior existen fuerzas neutralizantes del proimperialismo-; en EU los
movimientos sociales internos frustrarán todo nuevo intento de agresión, luego del perpetrado
contra Libia, además, tienen en contra la crisis económica suya y la de sus aliados); la
emergencia de los BRICS (hechura del propio capital) ha creado un nuevo bloque polar de
balance; la “desconexión” y estabilidad económica de América Latina ha sido el escudo que
ha cortado la correa de transmisión de la crisis económica del Norte sobre las espaldas del Sur
in abstracto (se esperaba que el contagio de la crisis financiera global del capital desordenara
las economías del ALBA, de UNASUR, de América Latina, forjando el pretexto para
reconstruir el “caballo de Troya” reneocolonizador del FMI); la formación de organizaciones
que recuperan la autonomía para los pueblos luso-hispanos: ALBA, UNASUR, CELAC
bloquea el efecto de dominación/dependencia política e ideológica; el rechazo de la propia
población al sistema financiero muestra que el capital tienen opositores en casa; la asociación
en la mente de la población mundial de capitalismo/neoliberalismo con la crisis ambiental.
Preocupaciones de coyuntura: la suerte de la CELAC. ¿Quiénes se hallan detrás de los
procesos de integración en el mundo; qué intereses representan? De la ONU se ubican las
oligarquías del mundo para ejercer maniobras corporativas de gestión del dominio y de
anarquización de las fuerzas populares mundiales (ONU: instrumento de regularización de la
imposición del poder de la fuerza, del más fuerte); en la UE las oligarquías de ese continente
y el interés geoeconómico contradictorio en el seno de la Triada; en la OTAN: el monopolio
de la fuerza del poder mundial, brazo armado de dichas oligarquías (TIAR, Escuela de las
Américas: boa constrictor yanqui, think tanks de la muerte). ¿En lo concerniente al ALBA,
UNASUR y CELAC? En las tres mancomunidades citadas, se emplaza el pensamiento de
izquierda, el socialdemócrata y el popular, esto es: subversivos, intelectuales y ciudadanos, a
excepción, por el momento de Chile, Colombia y uno que otro país centroamericano, que
llevan la voz del stablishment: constituyen su “punta de lanza” 1527 . Frente a la ONU, pronto se
levantará la Organización de los Pueblos Unidos: OPU, por sus siglas en español, con lo cual
perderá legitimidad este organismo espurio alcahuete yaqui; la UE (órgano del capital
fraccionalmente desarrollado de modo desigual, que necesita y que tiene que apoyarse de un
territorio y en una población, en su orden, para reproducirse) va a sufrir transformaciones que
en la práctica le vuelvan organismo simplemente decorativo. La CELAC, en cambio, es una
propuesta unionista en el que participan los pueblos con un proyecto histórico diferente,
1527
Sobre la conducta de los “Jefes de Estado” de estos países, el valiente y preclaro Presidente boliviano: Evo
Morales, en su intervención en la Asamblea Constitutiva de la CELAC, ha dicho: “todos aceptan la existencia
de la pobreza, pero se rehúsan a identificar a los responsables de ella”.
990

emanado de la crisis capitalista y del agotamiento del patrón de acumulación neoconservador
financiero-especulativo, en coherencia con el movimiento de la historia y la lucidez racional
axiológica humanista de su intelligentzia: políticas de solidaridad, comercio de
complementariedad, nueva arquitectura financiera.
En realidad, nunca como hoy el capital ha estado tan cercado ni la estructura
económica burguesa tan madura, como para que a empellones arrastre al género hacia otro
estadio; en el camino pierden el resto de su fuerza los elementos conservadores
(contratendencias dilatorias) al verse mutuamente anulados en el “espacio vectorial”: la
impresión inorgánica de Euros para cubrir los “déficit gemelos” de los países integrantes de la
Unión, revalúa al dólar estadounidense e induce la “guerra de impresiones monetarias”. Cada
uno de los agentes que tienen voz y voto en los hechos se convierte en artífice forjador del
nuevo escenario del mundo: el conservadurismo con medidas salvacionistas complejiza el
desorden y agudiza la crisis, pone cada vez más a espaldas de la vida al sistema; quienes
propugnan el cambio, ven cómo sus anhelos empiezan a contar con vía libre para su
realización.
3.3.6.5.- EN DEFENSA DEL MARXISMOLENINISNO.
En lo tocante con cierta actitud compulsiva hostil de algunos marxistas y no marxistas,
acostumbrados a anteponer a la discusión sobre Marx la tozuda expresión a priori: “Marx
también tuvo errores”, debe escupírseles en el rostro la siguiente respuesta: -“si dicen que
Marx tuvo errores, no va a darse el trabajo quién piensa diferente inmiscuyéndose en una
bizantina discusión anónima en el intento de demostrar lo contrario”; mas bien, la respuesta
es: “puntualicen dicho ´error´ y demuéstrenlo, esa es la tarea de su alevosa conclusión, que la
persona que escribe estas líneas se encargará de interponer un ´recurso de casación´ -o de
remitirlos a investigadores versados en la materia-, sobre la afirmación y su correspondiente
proceso de demostración, a través de la pertinente intervención epistemológica” (actitud
insidiosa frente a Marx, que contrasta con la conducta noble de uno de los grandes marxistas
contemporáneos: A. Shaik; pues, él, con respeto y con cautela, afirma que no todo está dicho
en la teoría que sustenta la “ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia”) 1528 . En
realidad, suelen hacerse críticas a Marx (conducta que se extiende a Engels, a Lenin y a Stalin
en forma crasamente teorética) partiendo de modelos mentales antitéticos al suyo, o sobre el
examen de pocas de sus obras y en relación con las no esenciales (esto es, no en torno de
trabajos fundamentales, tales como: El Manifiesto, La Ideología Alemana, Los Grundrisse, El
Capital –los cuatro tomos- o el Programa de Gotha), o sin haber alcanzado niveles suficientes
de comprensión, completos y rigurosos, sobre su pensamiento.
No ha habido que esperar mucho, pues, las infidencias abundan en el mundo; de modo
que se debe “calzar los guantes”.
En primer lugar, el marxismo ha fracasado en explicar el cambio social. Ha perdido
su capacidad de constituirse en saber. En segundo término, que ha extraviado la
facultad (si alguna vez la tuvo) de revolucionar al capitalismo y construir un mundo
socialista. En otras palabras, su "verdad" como praxis transformadora ha sido
desmentida. Esas condiciones actuales refractarían dos hechos: vivimos en una
sociedad poscapitalista en la que los saberes del marxismo son obsoletos y donde es
evidente que éste carece de una teoría convincente de la política 1529 .
El marxismo tiene como uno de sus capítulos en la inmanencia de su orden sistémico
lógico (dado que es un saber objetivo totalizante) a la Economía Política (“crítica teórica del
capital”), por tanto, aunque su parte nodal sea la transformación revolucionaria, el marxismo
no solamente es política; en la actualidad se vive un momento humano de transición, en el
que confluyen dos épocas, producto precisamente de la actuación del proletariado, del
socialismo y del marxismo; la “praxis transformadora” del marxismo ha quedado plenamente
realizada (y demostrada) en la Revolución de Octubre, en la experiencia socialista de 1917-
1528 Todas estas actitudes adversas para con el marxismo tienen un denominador común: “sólo se proponen
´atacar´ el marxismo mas bien que estudiarlo”… con lo cual “… acreditan tranquilamente como deficiente
compresión de Marx y Engels las cosas que ellos mismos no han logrado concebir a fondo en el marxismo”
(Adler, Max. La concepción del Estado en el marxismo; México, 1982).
1529 La irresistible seducción filosófica del marxismo (Acha, Omar).
991

1956 y en el legado proletario a la humanidad, tanto en sentido cuantitativo (la experiencia
real del Bloque Oriental) como cualitativo –el capitalismo sí puede ser derrotado por la
voluntad- (el diseño estratégico de la factibilidad del proyecto de forja del “nuevo ser
humano”); y, el marxismo es la formación ideológico-teórica de mayor objetividad y
universalidad con la que cuenta la humanidad, en las tres esferas del “ser”: naturaleza
(materialismo), sociedad (teoría de la plusvalía, crisis y revolución social) y del pensamiento
(hominización).
… la idea marxista de una simplificación de las clases en la sociedad avanzada se
comprobó como falsa… 1530 .
Es el Manifiesto del Partido Comunista, el documento en el que Marx y Engels
anuncian la prístina transparencia a la que tendencialmente (en la coyuntura) se inclina la
sociedad: dividirse en dos campos enemigos: la burguesía y el proletariado (la Revolución de
Octubre, reorientó esta tendencia). El Manifiesto es una de las primeras obras maduras de
Marx (y Engels), en la que se realiza una exposición más objetiva de los hechos sociales,
superándose el enfoque antropológico-filosófico de sus pronunciamientos anteriores; no
obstante, el Manifiesto es todavía un documento descriptivo, epifenoménico, hipotético
(expresa la contrariedad –estado intermedio- desatada entre quienes dividen al Marx joven,
precientífico, humanista abstracto de los “trabajos centrales y fundamentales”, del Marx
maduro, científico, sociológico objetivo; entre los que ven continuidad y profundización entre
el pensamiento de juventud de Marx y el de su madurez; y, también con aquellos que
sostienen –sostenemos- que “no todo lo que salió de la pluma de Marx y en todo momento,
puede considerarse marxismo” -dixit Agustín Cueva Dávila) 1531 . En otra de las primeras de
sus obras maduras: Los Grundrisse, Marx pasa ya al contenido esencial sobre la realidad
social, no vuelve a referirse al fenómeno de síntesis de la realidad capitalista en dos clases
fundamentales, sino para sostener la contradicción y la necesidad de la revolución; allí, mas
bien, apunta la depredación progresiva del trabajo muerto sobre el vivo, que lleva a la
automatización. En conclusión, éste como otros análisis (los de la citas) sobre el pensamiento
de Marx, son puramente sensoriales; los mismos han sido incapaces de efectuar el
movimiento de profundización hasta la esencia de los hechos y del pensamiento de Marx, por
eso siempre se presentan terminantes y alevosos.
Esta posición (el hacer prevalecer el pensamiento en formación de Marx frente al
maduro), no solamente continúa vigente en el seno del oportunismo antirrevolucionario
actual, sino que la misma se ha tomado el panorama ideológico de sectores socialdemócratas
y de seudo izquierda hegemónicos (expresiones que se anudan con las del pensamiento
convencional al unísono para arremeter contra la escuela marxista motejada de ortodoxa); la
misma exige se la haga referencia, no tanto para cruzar espadas y persuadir con y a ese sector,
sino en el marco de la refriega por la conquista de la conciencia de las nuevas generaciones,
en acto que permita resaltar la pureza del estilo de pensar marxista maduro.
Cuando en 1859 Karl Marx evaluó su carreta intelectual, condenó a un
merecido olvido a todas sus obras precedentes, excepto cuatro. Afirmó que en
Miseria de la filosofía (1847) había expuesto por primera vez los aspectos
fundamentales de sus opiniones científicas, aunque la exposición fuese polémica. Y
dio a entender que lo mismo podría decirse del Manifiesto del partido comunista
(1848), del Discurso sobre el libre cambio del mismo año y de una serie incompleta
de artículos titulada Trabajo asalariado y capital publicada en 1849. No mencionó a
los Manuscritos económico-filosóficos (1844), a La sagrada familia (1845), ni a las
1530
Idem.
1531
En realidad, Marx avanzó de los Escritos Económico-filosóficos de 1844 (superados a sus treinta años de
edad, según su propio pronunciamiento) al Manifiesto, a la Ideología Alemana, a Los Grundrisse, a El Capital y
al Programa de Ghota; mientras que los neomarxistas clásicos y posmodernos (de “praxis”, “teoría crítica”,
“critica a la sociedad capitalista”) lo han hecho en sentido inverso a la trayectoria seguida por Marx: han
reemplazado la objetividad con las “charlas sobre la alienación y la autoalienación en calidad de bases para
las transformaciones sociales”. Se vuelve y se repite; éstos operan al revés: Marx empezó estudiando Derecho,
luego se preocupó por temáticas filosóficas, políticas, antropológicas; al fin advirtió que tales disciplinas no le
conducían a entender la sociedad, por lo que pasó a preocuparse por abordar el estudio de la economía: la
anatomía de la sociedad para poder comprenderla.
992

Tesis sobre Feuerbach (1845) y habló –sin mencionar su título- del manuscrito de la
Ideología alemana (1846) como de un trabajo que él y Engels abandonaron
alegremente a los ratones. Se dice que tres años antes de su muerte, al ser interrogado
acerca de la eventual publicación de sus obras completas, respondió secamente:
“Primero habría que escribirlas”.
Por ese entonces Marx consideraba a la mayoría de sus primeras obras –obras
que tanto entusiasmo han suscitado en los intérpretes contemporáneos- con un
escepticismo que linda con el rechazo. Y hacia el final de su vida tenía una dolorosa
conciencia de que los trabajos que había presentado o estaba a punto de presentar en
público eran tan sólo fragmentos.
Solo una vez en su vida habló entusiastamente de uno de sus libros como de
una obra lograda. Sólo una vez anunció que había escrito algo que no sólo abarcaba
todos sus puntos de vista sino que también los presentaba científicamente. Fue en
Prefacio a la Crítica de la economía política (1859), obra que también quedó como
un simple fragmento debido a sus dificultades con su editor. Sólo dos capítulos
llegaron al público,… los… Elementos fundamentales de la crítica de la economía
política (Borrador) 1532 .
En realidad, con los Grundrisse der kritik der politischen okonomie, se inicia el verdadero
pensamiento de Marx, pues, éstos contienen su concepción realista integral de la realidad y fueron los
borradores de la magna obra que como fundamento de factibilidad científica iba a entregar a la lucha
transformadora del proletariado. Como se sabe, Marx esperaba escribir su obra completa para lo cual
había elaborado este esbozo; del mismo, tan sólo el primer tomo del El Capital cumplió dicho
cometido, los otros dos fueron completados y publicados por Engels, mientras que el cuarto (Teorías
de la plusvalía -historia de las doctrinas) se preparó y publicó en la ex URSS, luego de la falzación
dada al púbico por Kautsky. En las mismas, Marx expone su punto de vista esencial sobre la historia
como totalidad determinada, como proceso progresivo; en efecto, el Marx maduro se presenta
“productivista” (da más importancia a la Civilización que a la Cultura; en realidad: antropocentrista,
“Con ello se entiende que el interés por la naturaleza radica en la importancia que tiene para la
realización de la especie humana” –Debates: La cuestión ambiental en Marx. Fotocopiado), por lo que
no se planteó directamente los problemas de “género” y el “ambiental”; empero, fue Engels el que
trató estos aspectos en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado y en la Introducción a
la Dialéctica de la Naturaleza, así como en La transformación de mono en ser humano. No está por
demás recordar, que la “deshumanización de la víctima” (el racismo), la cuestión militar, los derechos
humanos, la moral, también fueron tratados por el Materialismo Histórico: “ciencia que jamás pierde
el punto de vista la totalidad” (dixit Agustín Cueva D.). Estas obras, no despiertan el interés de los
filósofos actuales estudiosos del marxismo; el realidad, el neomarxismo fue siempre afecto al discurso
palabrero de la “cultura”, esto es, a la revolución con las ideas; mientras que el marxismo-leninismo se
pronunció por la “civilización” o revolución con las armas (pues, es elemental: no es por razones
racionalistas éticas o por novelería que los pueblos se movilizan en contra del establecimiento, sino
cuando atraviesan problemas de bienestar material 1533 ).
Es verdad, que la civilización Occidental, la civilización del trabajo: la formación
económico social burguesa (dicho sea con todas sus “siglas”), se origina especialmente en los
grupos humanos no europeos marginales a la conformación humana planetaria de los
“grandes pueblos antiguos”, en la que los segmentos humanos de Oriente (Medio Oriente,
India y China, regiones de “esclavismo generalizado” –duración entre 3000 y 2000 años antes
de nuestra era-: fuerte orden estatal, recaudación de tributos, construcción de grandes obras
públicas; “dichos centros tuvieron periferias: Japón, Europa Occidental con presencia de
relaciones feudales, regiones que pasaron al capitalismo”) constituyen una masa mayor y más
diversificada de episodios, de modos de vida, etc.; no obstante, medir el peso específico
ejercido sobre la trayectoria progresiva de la historia (para el caso de que un pensamiento sea
dialéctico, esto es, que entienda los hechos en movimiento ineluctable y en desarrollo
1532
Nicolaus, Martín. El Marx desconocido; en Karl Marx: Elementos fundamentales para la crítica de la
economía política (borrador) 1857-1858; México, 1973.
1533
Como ya ha sido dicho, la mayor parte de los teóricos revisionistas en el seno del marxismo han recorrido el
camino inverso al andado por Marx; en efecto, Marx no nació marxista, se realizó como tal en su madurez,
como es el proceso evolutivo humano lógico-natural; varios de aquellos, en cambio, fueron marxistas al inicio
de su formación y han retornado al “joven Marx” (a Hegel) en su “madurez”.
993

forzoso), lo que equivale decir: para el destino de la inteligencia, no se limita a poner la
exclusiva monta sobre la variable cuantitativa y de las tradiciones, sino el valorar qué
designios para la historia encierran cualitativamente las transformaciones que plantea un
grupo y sus formas de organización, por más reducida numéricamente que sea. Oriente sigue
anquilosado y se resiste a la inculturación aun hoy, por parte del positivismo monoteocrático
mercantil, el cual, dígase lo que se diga, es la ruta “racional”, que da sentido superior a la
humanidad (La visión de los Otros, de todas las otras experiencias de la humanidad a la luz
de la plantilla del metarrelato derivado de la de la historia europea, tiene como expresiones
paradigmáticas los textos de Marx sobre la India y la polémica de Lenin contra los populistas
rusos… como la aplicación unilateral de una visión progresista de la historia, en la cual,
como es el caso del pensamiento neoliberal contemporáneo, las especificidades históricas,
culturales sociales de las sociedades y las prácticas de vida de sus poblaciones pueden ser
obviadas 1534 ).
Ni Marx estuvo equivocado, tampoco Lenin; con todo derecho un militante, en el
2011, reafirma dicha formación ideológico-teórica (¿dogmáticamente?; la crítica común
posmoderna al interior de marxismo se centra sobre el “marxismo manualizado” 1535 , que
según se arguye: bloquea el desarrollo del pensamiento; en este documento se demuestra lo
contrario: es la necesidad histórica la que define el rumbo de la conciencia 1536 ). El
“eurocentrismo y el colonialismo”, es la resultante de la praxis de las formas superiores de ver
y proceder sobre el mundo; las formas ancestrales de vida (aunque hayan sectores que se
resistan a admitirlo) son estadios superados por la historia humana general (puesto que –hay
que recordar esta tautología- el movimiento de la historia es progresivo), en los cuales no
reside el destino supramoderno de la inteligencia, como de la dignidad de la razón. El
marxismo: ¿es eurocentrismo? ¡No! Este, toma la concepción más avanzada de la completa
humanidad (no puede ser de otro modo) y su método, para disponerse a mirar la vida de otro
modo, con otra comprensión (proletaria, de clase). La verdad es una sola; ella guía la mente
hacia el monismo conceptual; a la verdad se llega por la vía del desarrollo de las fuerzas
productivas, de las proposiciones del “realismo epistemológico” y de la “teoría del reflejo” de
Engels y Lenin. El desarrollo progresivo, ascendente, de las fuerzas productivas: la tecnología
valoriza el capital, pero hace avanzar de modo prometeico al género. La economía determina
todo, por más aniñada que se halle la sociedad; para el caso de la plena automatización, el
nuevo horizonte de la vida, tendría como presupuesto a la economía, como hecho
perteneciente a la actividad pasada, del cual proviene la situación presente. La inteligencia
debe sobreponerse a la naturaleza: al principio con fines de acumulación, luego para sustentar
en su conocimiento y uso racional su reproducción espiritual, para que la inteligencia realice
su potencia. La “tensión entre necesidad y libertad”, entre determinismo y voluntarismo, está
resuelta en el marxismo (a su modo, claro) en la dialéctica sujeto/objeto: la voluntad se
sostiene en un cuerpo; los dos se referencian, pues, la conciencia debe realizarse en el límite
de las condiciones de corporeidad personal, social y natural. La historia es un proceso regular,
sigue leyes; a éstas se debe la noción de “superioridad” de unas “culturas” respecto de otras, y
la de la absorción funcional por parte de quienes se creen serlo, de las “inferiores”. La
1534
Lander, Edgardo. La teoría marxista hoy. Problemas y perspectivas; el Administrador, agosto del 2010. Este
documento, encontrado en Internet, realiza una exégesis del Marxismo, la cual, mirada a partir de una
perspectiva más leninista, no es pertinente. Aquí se somete a crítica esta “critica” con disquisiciones
argumentales no muy rigurosas (quizá haya “tiempo” para desvirtuar los planteamientos antimarxistas
embozados o desembozados, que circulan por allí en el mundo; en todo caso, en el cuerpo de ideas
desarrolladas en este documento, reside la pertinente recusación).
1535
Neogramscianos y neomarxistas (siempre: y socialdemócratas en general) de pacotilla, pedantes, fatuos,
presumen de ser antimanualistas, contraortodoxos, creativos (¡bah!); no entienden estos ignaros presuntuosos,
primero que no hay que ser criticones: los otros pueden proceder como bien deseen y puedan; seguidamente,
que un manual contiene el conocimiento producido con anterioridad por el esfuerzo del trabajo investigativo
pasado por necesidad: que no se puede partir de cero, sino de las abstracciones que se contienen en el manual,
como base para producir e incorporar nuevas capas orgánicas de conocimiento (ya sea las anteriores
reconceptualizadas o mediante las que se agregan).
1536
No hay contradicción entre “el Saber” marxista (Filosofía), con su carácter teórico crítico y demoledor
revolucionario práctico. Todo ser debe conocer qué es la realidad en general, cuál es su ubicación en el mundo,
su papel, según conformaciones discursivas, que siguen el patrón sistémico (el “saber proletario”). Luego, no
tienen razón Castells, Echeverría y tantos otros autores de diversa tendencia ideológica, al proscribir la
categoría de “modelo” de la producción discursiva marxista. Si el marxismo es una “totalidad que se
retotaliza”, no se ha detenido.
994

“alteridad” no es un estado de equilibrio permanente, un dato, un fin en sí mismo, pues, la
vida se desarrolla. El modelo cartesiano se acerca más a la esencia de los hechos, que el
descripcionismo fenomenológico de las “culturas” ancestrales 1537 .
El marxismo es una actitud revolucionaria: para realizar su inmanencia con éxito (allí
la diferencia entre ciencia proletaria e ideología o saber burgués), se recurre a la “ciencia
positiva”; luego, una vez realizada la revolución y los procesos de transformación
subsecuentes, se torna principal el conocimiento objetivo del mundo: para “dominar” y
conocer a la naturaleza, para alcanzar la comprensión completa de la realidad. La base
epistemológica radicalizada se halla en el Leninismo: así es, créase o no en él. Este
planteamiento debe ser igualmente asumido o rechazado, no sujeto a crítica parcial de los
aspectos confortantes de su discurso, puesto que en él se halla operando una determinada
concepción, esto es, no es serio bastardear la doctrina en sus principios axiomáticos con
supercherías pedantes y premarxistas: verdad objetiva, historia como proceso natural,
socialismo producto del análisis científico de las contradicciones de la sociedad capitalista y
de sus tendencias; el conocimiento (verdad absoluta) como articulación dinámica de verdades
relativas sobre la realidad objetivamente existente: el proletariado es el sujeto natural
privilegiado, para generalizar el orden de su existencia a la sociedad toda; la política: lucha de
clases por el poder, la revolución. El socialismo jamás quiso actuar según canon capitalista; a
lo sumo se propuso recuperar lo bueno del capitalismo, para forjar un nuevo objetivo
histórico, para la especie 1538 . Para ciertas cabezas ignaras y ligeras, el marxismo está en crisis;
para los auténticos marxistas, el futuro será marxista, en el pleno sentido de la palabra: forma
comunitaria democovivencial exenta de trabajo físico, regida según la norma de acceso al
producto: “a cada cual según su necesidad”.
El punto de vista proletario es científico, porque dicha clase busca la verdad, no
solamente como necesidad ético-espiritual, sino por cuanto el conocimiento verdadero
garantiza el éxito en la comprensión de los hechos, sus tendencias fundamentales, la visión de
los objetivos superiores del género, el diseño y la aplicación de la estrategia (el proletariado
fue capaz de pensar más allá de sí y de su momento). El marxismo es un “metarelato”
científico, objetivo, comprometido, revolucionario: guía para la acción transformadora, sobre
un mundo que se ha occidentalizado, eurocentrado por necesidad y por voluntad. Hoy, en el
2011, se advierte claramente que la mundialización de la conducta y la conciencia, no deja vía
alternativa para el flujo superior de la historia: “el futuro nos pertenece”, la historia ya tiene su
“guión”. De lo cual se colige, que en modo alguno fue estéril el debate en torno del carácter
feudal o capitalista de América Latina; tampoco las subculturas amerindias fueron o son
formas puras e independientes en las cuales residan rutas alternativas futuras
contraeurocéntricas para la historia luego de 1942; esa precisamente la controversia
ontológica, que produjo el debate; la discusión llamada “estéril”, tuvo como principal objeto
disponer de luces para emprender la lucha transformadora (tal fue el caso del Che para
América Latina, en su desplazamiento a Bolivia). Estas reflexiones tienen su matriz en el
marxismo. El mérito completo es de quién advirtió en primer lugar el carácter de la realidad
(después vinieron los Trotsky, los Weber y todos los críticos a hacerse valientes, a presentarse
como mejores, una vez que Marx había “abierto el mercado”), aunque la “solución” a un
“problema” de intelección de los hechos haya sido provisoria, puesto que su dilucidación
1537
Si no existiesen posiciones y roles como efecto de la distribución histórica (acumulación primitiva), previa,
de los individuos en la esfera productiva (división del trabajo), y si ésta conformación no se replicara en el
proceso de reproducción, micropoderes, sociedades de control, disciplinarias, aparatos de encierro,
occidentalización institucional, racionalidad instrumental del derecho positivo de la modernidad, tuvieran
lugar. La mayoría de estas teorizaciones, emergen de cabezas cuyos cuerpos tienen específica extracción de
clase, lo cual les pone en contra, sin beneficio de inventario, del positivismo de las Ciencias Naturales. La
mayor parte de los teóricos modernos marxistas o cercanos al marxismo (empezando por el propio Gramsci y
concluyendo con Echeverría) repiten el saber producido ya por los clásicos del marxismo, a veces en forma
distorsionada, esquemática y atemporal (lo cual aprovechan para ejercitar acerba crítica e irreverencia). Un
amigo académico de la persona que escribe estas líneas, estudioso de disciplinas sociológicas, antropológicas e
históricas, le enseñó una vez una matriz sobre las tesis principales de los pensadores marxistas. Claro que se
puede proceder de esa manera con varios autores marxistas o cuasi marxistas, pero no se puede hacer eso con
Lenin, con Engels y mucho peor con Marx, sin simplificarlo hasta la caricatura.
1538
Ciertos pareceres investigativo-teóricos son tan elementales, que sostienen que Stalin, una vez que no se
produjera la revolución en Alemania y el resto de países imperialistas (previsión de Marx no realizada, por lo
cual se imputa a Marx dicha “equivocación” de modo también simplista), se dedicó a demostrar al mundo la
superioridad del socialismo: ¡qué torpes!
995

pertinente requería de una nueva mirada de mayor profundidad, y la que no fue posible
realizarla por parte de la persona pionera, puesto que Marx no alcanzó a volver los ojos sobre
los objetos de su estudio. Las supuestas inconsistencias de Marx tienen que ver con el lapso
limitado de vida y la colosal magnitud de los hechos en teorización; no obstante, los
principales axiomas han sido puestos por él, como objetivación de una tarea realizada más
allá de las fuerzas de un humano genial (lo que se diga después, es mera zalamería).
Strictu sensu, la negación voluntarista posmoderna de la conducta que busca alcanzar
la comprensión objetiva del fenómeno social en su totalidad, no quiere decir, que en los
hechos no exista (no pueda diseñarse) una fórmula de la mente que alargue el entendimiento
en general del entorno real (metodología para la formulación del metadiscurso
omnicomprensivo respectivo; paradójicamente se pone en tela de duda esta capacidad y esta
necesidad de la conciencia expresadas por parte de algunos de los miembros de la
colectividad humana, precisamente una vez que el desarrollo científico-técnico ha producido
métodos e instrumentos capaces de ampliar la capacidad intelectual y el nivel de
productividad del trabajo cerebral, y la visión de la conciencia: cuando ésta debe
necesariamente atalayar más). Es probable que la imagen de la realidad, al presentarse ésta a
la mente como concreción total: cosmos (naturaleza), sociedad (humanidad) y mente, cree
problemas gnoseológicos; sin embargo, estos constituyen un nuevo reto para la mente: la
producción del concreto mental total, el reflejo del sistema “totalización de totalizaciones”,
que no acaba allí, puesto que también la realidad integral es un proceso cíclico que progresa a
partir de un dado momento en el muy largo plazo hacia la regresión; esa clave hay que
encontrarla, la que quizá ya ha estado “entre nosotros”, puesto que la humanidad, la ciencia
“no nacieron ayer”, de manera que no es necesario entregarse a su diseño (no se habla en
sentido de método), sino de emplearlo. En Medicina: no hay posmodernidad, pues, o se
comprende el organismo íntegro o se queda en la ignorancia del conocimiento especializado
de las partes y el mal diagnóstico; si el Universo es un organismo, su representación subjetiva
total es una necesidad, la clave reside en su carácter ontológico y en el de la inteligencia, en el
primer caso: en cuanto se proyecta, empuja, busca en la conciencia realizar su necesidad
paralela de existir como idea.
Se han dado también varias críticas sobre el marxismo, provenientes de algunos
subidos exponentes (factótums) del cristianismo católico y evangélico. A estas personas se les
echa en cara la recusación en torno a que no es pertinente su trabajo gratuito y comedido
(intervención epistemológica forzada). 1) A excepción de la ex URSS y su Campo, en el
mundo en las dos terceras partes ha operado el capitalismo; luego, yo estoy facultado para
criticar al capitalismo en el que vivo (como al idealismo: a su visión, métodos y prácticas en
coherencia) y el cual me afecta, no ciertos curas prepotentes sobre una forma económica y un
pensamiento, que no les envuelve: “¡cierren la boca, metidos!” (quizá cierta generación de
rusos pueden criticar al régimen en el cual vivieron; no puede criticar al Marxismo, al
Socialismo y a los procesos de la ex URSS ninguna boca de Occidente, puesto que ni la
URSS socialista de Lenin-Stalin ni la posterior socialimperialista, como tampoco Cuba y
todas las llamadas “democracias socialistas” en el planeta, han afectado a la humanidad
amparada bajo régimen capitalista como lo han hecho los gringos facinerosos: anatocismo,
intercambio desigual, frustrada invasión a Cuba, a Vietnam, bombas atómicas en Hiroshima y
Nagasaki, invasión criminal a Grenada, invasión genocida doble a Irak, invasión a Libia,
complots sobre presidentes nacionalistas como Omar Torrijos, Jaime Roldós, General Hoyos
Rubio, Salvador Allende, promotores de dictaduras sangrientas del Cono Sur, colonización de
la subjetividad con el Evangelismo, CARITAS y la esterilización de pueblos del
“subdesarrollo”, experimentos médicos y genocidio con virus, bacterias, etc.). 2) Si desean
tener alguna posición frente al marxismo, éstos deben buscar entender al marxismo y asumirlo
si les convence; caso contrario: deben proceder a dejarlo de lado y a no criticarlo más. 3) Su
crítica (la del marxismo por parte del idealismo religioso) no es pertinente, del mismo modo
que yo, como ateo, no puedo pues, entrar a observar su concepción y actitud sobre el
sacramento de la Misa: si practican esa tradición, ritualidad y dogma mitológico bien, regular
o mal (aquello sería como si se procediera a criticar la fenotipia del mono a través del modelo
zoofísico del burro, por ejemplo 1539 ). Esta, como una recusación de muestra, en alusión al
1539
“Ya que la crítica sólo es posible sobre el mismo fundamento del que forman parte los conceptos criticados;
de otra manera, en lugar de la crítica de un punto de vista se tiene otro punto de vista…” (Adler, Max. La
concepción del Estado en el marxismo; México, 1982). No puede haber una crítica inmanente de una doctrina
996

ejercicio de exégesis sobre Lenin expuesto en el documento elaborado por Antonio
D'Ambrosio y Luigi Cecchini: L´Imperialismo, última fase del capitalismo (La edición
italiana, a cargo de. Ed. Fasani. Milán, 1946”).
Ahora bien: ¿cómo es posible tan supina falta de seriedad y de rigor observados por
ciertos críticos del marxismo? Muchos de ellos (Korsch, Lukács, Schaff, Marcuse, Piaget,
Benjamín, Rubianes, Habermas, Lechner, Laclau, Bowles, Gintis, Aple, Bobbio, Foucault,
Kohan, Lander, Lanz, el último Castells, Fannon, Lipovestky,…), suponen que los “errores”
que imaginariamente han encontrado en Marx, están efectivamente en Marx y no en la
incomprensión de su pensamiento 1540 , o acaso que los puntos de vista divergentes entre ellos y
Marx pueden ser (y de hecho: lo son) el factor que les hace ver “errores”, limitaciones o
exageraciones en Marx (“fallas” imputadas y expuestas en tono muy subido, prepotente e
irrespetuoso, a y sobre Engels, al cual consideran que como “subalterno” de Marx, una vez
muerto Carlos, había perdido el sentido del marxismo –de ese modo procede Althusser, por
ejemplo) 1541 . Cierta gente se dan de sabihondos, de conocedores, de expertos; se creen
detentadores de “patente de corzo” para encontrar fallas en el pensamiento de Marx, mas
nunca se detienen a pensar en la opción en torno a que quizá los supuestos sesgos de su
pensamiento (ahora sí: de su “imaginario” -sic), hace que los errores estén en sus cabezas.
Estos eruditos campantes, prepotentes, ponen por escrito supuestas superaciones, correcciones
y “desarrollos verdaderos” en relación con el pensamiento de Marx. A la vista de quienes
piensan asumir una posición más discreta de los hechos, dicha conducta produce una sonrisa
frente a actitudes inmaduras e insidiosas.
El propósito no confeso de todas estas gentes, es el de desacreditar al marxismo; en
ese sentido, su presencia y actuación en el seno de la Filosofía, de la Economía, de la
Politología marxistas, juegan un papel reaccionario, de agentes del capital. Como parece que
esta gente si conocen los “manuales” (Diamat e Hismat), la discrepancia proviene de una
particular forma suya de comprender la realidad y el marxismo. Este sector es tan protervo,
que piensa que Marx, Engels, Lenin, Stalin y quienes comparten sus ideas son
intelectualmente inferiores a ellos, que no han alcanzado a comprender materias que ellos
dicen haberlo hecho: “los grandes y dinámicos cambios experimentados por el capitalismo,
que los marxistas-leninistas supuestamente no ven”. ¿Qué se puede esperar, si todos éstos son
“académicos”? ¡Da coraje! No se olvide que la “teoría del Partido”, de las “condiciones
objetivas y subjetivas” que abren la posibilidad revolucionaria, la mecánica de la insurrección
toda, las filosófico-gnoscelógico-epistemológicas, recién tienen su creación y realización con
Lenin; y, las mismas no deben ser objeto de crítica por parte de zánganos, que muy bien
apoltronados en el presente apuntan sus desacuerdos con el marxismo, con el fin de apoyarse
en el material y en los pensadores que critican, para ganar en importancia promocional
personal: “afirmarse en la aspiración de presentarse como ‘fuerza espiritual’ por encima de las
clases”; lo dicho anteriormente, estos señores debieron (deben): aceptar o no, los puntos de
vista marxistas.
El grupo referido (al que debe incorporarse a Wallerstein, Lanz, Lyotar, Morín,
Guattari, Deleuze, Jameson, Echeverría, Acha,…; y, respecto de los cuales son más potables:
por parte de otra; pues, “… no es posible, a la luz de una concepción global esencialmente burguesa, criticar en
forma inmanente la concepción marxista” (ídem.). Por otra parte, el ejemplo permite demostrar también, “…
que el marxismo es mucho más criticado que comprendido, y que se cree siempre que, basándose en un número
mas bien extenso de citas tomadas de las obras de Marx y Engels, se puede obviar el estudio de la doctrina en
su conjunto” (ídem.); pues, el dominio a profundidad de una doctrina preciosísima como la marxista, “que es
para la humanidad como el Evangelio lo es para el cristianismo”, que predica y lucha por la justicia entre los
seres humanos en la tierra, no puede dejar de tocar cerebros y adscribirlos a su causa: la causa de la
humanidad.
1540
Por ejemplo: el segmento sobre las máquinas expuesto por Marx en Los grundrisse, es un punto que no
comprende, verbi gracia, Habermas, por lo que procede a denunciar defectos en Carlos, dado que al haberse
centrado –dice Habermas- al estudio del primer momento de la industrialización, planteó al socialismo en
forma idealizada como “asociación de productores” (Habermas, Jünger. Problemas de legitimación en el
capitalismo tardío; buenos Aires, 1975). Habermas es reincidente sobre prejuicios y pedantería frente a Marx.
1541
Neomarxismo contemporáneo: posición política pequeñoburguesa posmoderna. Estas personas recuperan
las críticas arcaicas, no consistentes, equívocas y negativas enfiladas contra el marxismo (Berstein, Kaustky,
Struve, Bauer, Crose, Sorel, Korsch, Weber, Lukács, Goldman, Mannheim, Lefebvre, Garaundy, Gorz, Marcuse,
Horkheimer, Adorno, Kosik). Como se ve, ningún pensador economista marxista integra este tropel de
“filósofos”, como por ejemplo: Lenin, Tugan-Baranowsky, Sweezy, Barán, Dobb, O’Connors, Amín, Rowthorn,
Yaffe, Grossmann, Mattick, Shaikh, Astarita; si la influencia habría venido de este sector, la conducta
subjetivista especulativa de tales personajes habría sido golpeada por el “economicismo”.
997

Petras, Chomsky, Mailer, Dietrich y, es obvio: El Che y Fidel), son los herederos de los
representantes de la “teoría crítica de la sociedad” (críticos independientes –sic- de la clase
obrera y del marxismo institucionalizado), quienes censuraron acerbamente de modo
hegeliano, existencialista, antropológico y neofreudiano la amoralidad y falta de humanismo
del capitalismo contemporáneo: la insensibilidad de la “sociedad industrial”, su carácter
autoritario y totalitario, la hegemonía de la “racionalidad tecnológica” (la imposición de la
fría racionalidad administrativa al haber desaparecido la esencia de la política de la
dominación -sic), la nivelación burguesa e irracional de la conciencia de la población;
objeción hecha al margen de la comprensión e importancia que para la formación de sus
convicciones y en la fundamentación de sus fines, tienen las leyes del desarrollo social (a lo
cual catalogaron de positivismo ontológico, con lo que desorientaron a muchos que se
inclinaban hacia la doctrina marxista), lo que indujo la voluntad de sus adeptos prácticos
unilateralmente hacia priorizar un esquema de valores morales abstractos: inconformismo,
individualismo y anarquismo, la defensa de los ideales de la razón, la libertad y la justicia
(dixit N. B. Biessonov). Los aspectos a vulnerar y a oponer, en su orden, por parte del tropel
clásico y actual de seudomarxistas y detractores de la “ideología científica del proletariado”,
dicen relación con el enfoque del marxismo como “doctrina unitaria” y tendiente a establecer
una doctrina “abierta” y “pluralista”; la “dialéctica de la naturaleza” y del “materialismo
filosófico”, en apoyo a la “filosofía de la praxis”; el principio neomarxista de la “creación” en
contraposición a la “teoría marxista-leninista del reflejo” 1542 ; y, el conservadurismo de la
“dialéctica negativa” y el “racionalismo técnico”, contra la dialéctica objetiva de las fuerzas
productivas y las relaciones de producción 1543 .
La “base material” (la extracción de clase) de las posiciones filosófico-políticas
sostenidas por el referido sector (hegemonía, intersubjetividad), constituyen expresión de la
inserción de sus portadores en específicas relaciones sociales: su pertenencia a la capa social
de los intelectuales, del academicismo iniciado en las economías de vanguardia en el
desarrollo capitalista, de los neoshamanes (curas, evangélicos), la cual ninguna relación ni
teórica ni práctica tienen con la clase obrera o con el proceso productivo real, precisamente
cuando en apariencia la economía ficticia, financiera, comercial, de los servicios, rige el
mundo posmoderno. “… grupos de la intelectualidad de los países capitalistas avanzados que,
al ocupar en la sociedad burguesa una posición intermedia entre las clases… asimilan
solamente algunos aspecto del marxismo… asumen una conducta filosófica ecléctica,
indecisa y retórica, por encima de los extremismos…”. Ideología que refleja la contradicción
(antagonismo de intereses) entre las capas sociales de burócratas e intelectuales con los
trabajadores: con sus puntos de vista y su institucionalidad partidista, y con el capital (el
dinámico desarrollo de éste, la tecnología, el saber de las ciencias naturales base del progreso
empresarial, la formalidad institucional, la concentración económica y homogenización
mercantil). Al no ser capaces de distinguir entre el socialismo y el socialimperialismo, han
identificado todo el proceso con el falso socialismo del período de Jruschov-Gorbachov, y a
éste, con el capitalismo clásico; esa obnubilación ha conducido a sostener conductas de odio
hacia los “dos” sistemas; esta ideología, que ha encarnado los intereses de las capas
favorecidas por el capitalismo (accionar simplemente retórico de cuestionamiento al sistema),
ha mediatizado la contradicción real, presentándose ésta: de modo “deforme y cobarde”, esto
es, en el plano simplemente ético legitimador del stablishment, de oportunismo sustentante de
la conducta de revaluar la teoría y la práctica marxista a la luz de los nuevos fenómenos de
mundo posmoderno (en realidad, no se trata de “interpretar”, como hace la “hermenéutica” de
Dilthey, sino de verificar si una teoría -la marxista- es conforme a la realidad y de producir el
1542
Al decir: “creo la realidad”, tan sólo estoy afirmando: “transformo la realidad” (la reflejo y la
reproduzco), repito lo ya hecho por ella (el invento de la anestesia, por ejemplo, ya se halla en aquellos
murciélagos que horadan la piel de los cascos de ciertos animales, a los cuales aplican químicos que evitan la
coagulación y el dolor).
1543
Pretender transformar un sistema histórica y socialmente situado (que tiene sustento material, que se rige
por leyes, que tiene raíces profundas), y necesario, a partir de la operación de la sola voluntad imaginativa
plasmada en la teoría y “práctica” de la estrategia pedagógica y movilizadora discursiva y negociadora,
apoyada en el supuesto de la racionalidad moral y la justicia, es totalmente una ilusión; no se olvide que toda
estructura cumple un papel edificante en la producción de las condiciones etáreas secuenciales, que permiten
forjar la personalidad humana, como sujeto que se conforma para cumplir su propósito como ser y que dicha
función (completar la fructificación de las “civilización del trabajo”, del progreso, del desarrollo de la ciencia y
de la técnica, del avance de las fuerzas productivas) debe concretarse de todos modos.
998

conocimiento objetivo sobre la nueva realidad).
El referido grupo, sin embargo, tiene diferencias cronológicas en relación con sus
congéneres pasados: aquellos enemigos del marxismo actuantes en la época de Lenin, en la de
Stalin, así como en el período de la traición jruschoviana y de vuelta al capitalismo en la ex
URSS y el Bloque. Lo que incuestionablemente determina esta distinción, primero es que el
neomarxismo posmoderno actúa en condiciones de caída del socialimperialismo soviético y
de modificación de las formas de organización humana: una sola economía en el mundo,
escenario formal que se asume superficialmente como de estructuración humana “monopolar”
(unipolaridad); el segundo aspecto remite al debilitamiento de la autoridad del
marxismoleninismo como efecto de los episodios de 1989-1993 y de la arremetida mediática
imperial, sobre todo yanqui (como se dice: “guerra de cuarta generación” –guerra mediática-,
que crea la atmósfera para legitimar la intervención armada real); y, en tercero, de crisis del
capital financiero global, del incremento de la pobreza y del ascenso de la lucha popular en
todo el hemisferio. Dicha situación produjo el caldo de cultivo para la afirmación del
teoricismo huero, el cual proclama el cambio, pero teme a la revolución (“haz el amor y no la
guerra”), sin embargo de que la acción política revolucionaria ya no es posible; promueve la
idea de la transformación social pacífica, racional, ética, que no incomode su status
privilegiado, la fuente de sus ingresos, su estándar de vida, el simbolismo de su ubicación
doctoral en la escala social: esta gente “ha terminado viviendo como piensa”, ha abierto un
frente político: la capacidad pedagógica y transformadora de la crítica teórica al sistema, y
piensan agrupar en torno de él, a la población entera alrededor de su criterio. El sector en
cuestión ha planteado otro camino de desarrollo para la humanidad fuera del progreso técnico
y el socialismo clásico: renunciar al desarrollo y asumir el hedonismo (volver al pasado del
“valor de uso” y la diversión de la carne) 1544 .
Marx productivista y antiecológico. Se critica la posición filosófica productivista (en
realidad: antropocentrista) de Marx (bajo el supuesto de que la actitud productivista es mala
per se, y enmascarándose el hecho de que la posición impugnante es una perspectiva
ideológica) coincidente con el espíritu del mito de Prometeo de Esquilo, que no prevé los
posibles límites físico al desarrollo económico. La ciencia y la técnica (la inteligencia)
tendrían para Marx capacidad ilimitada (dígase al pasar, que la tecnología permite reciclar,
producir o encontrar sucedáneos para recursos no renovables: con la tecnología, todo se
vuelve renovable), es por eso que dio tratamiento indistinto a recursos renovables y no
renovables (utilización de la naturaleza para el desarrollo de la humanidad y ese mismo
desarrollo permite hacer uso racional de ella, pues, será difícil alcanzar la ansiada armonía
con la naturaleza sin desarrollo técnico –el obstáculo es la pervivencia del proceso de
acumulación capitalista más allá de su frontera histórica necesaria). Problema ambiental:
¿contradicción con la naturaleza o en el interior de la sociedad? “… de los dos resultados de la
producción capitalista, el esquilmar al obrero y al suelo, Marx dedica su atención al primer
término”: “el problema social y político está siempre por delante de cómo considerar la crisis
ambiental”: “la producción capitalista de mercancías para incrementar la ganancia no tiene
límite alguno”. La determinante es la contradicción social, la cual deriva en antinomia con la
naturaleza. Así trató Marx la cuestión, en la doctrina de la ley del valor frente al uso de la
naturaleza (en los esquemas de reproducción de Marx no se tiene en cuenta la variable
ambiental -progreso ad infinitum-; pero Marx trabajaba mediante un metodología por
aproximaciones sucesivas). En realidad, “la actitud de Marx hacia el mundo siempre conserva
aquella creencia prometeica glorificadora de la conquista humana de la naturaleza”: “espíritu
indomable que debe someter la naturaleza en la búsqueda de su autorrealización”, lo cual
conduce a reivindicar “tanto la tecnología, como la creatividad y liberación de las ataduras
religiosas”. Pero Marx sostiene que “desde el punto de vista de una formación económicosocial
superior, la propiedad privada del planeta en manos de individuos asilados parecería tan
absurda como la propiedad privada de un ser humano sobre su semejante. Ni la sociedad en su
1544 “Marx dijo que todo progreso de la agricultura capitalista es un progreso no sólo en el arte de depredar al
trabajador sino también, y al mismo tiempo, en el arte de depredar el suelo; y que todo progreso en el aumento
de la fecundidad de la tierra para un plazo determinado es al mismo tiempo un ´progreso´ en la ruina de las
fuentes duraderas de esa fecundidad. Ahora, gracias a la ecología y al ecologismo social, sabemos más de esa
ambivalencia, pero los millones de campesinos proletarizados que sufren por ella en el mundo han aumentado”
(Buey, Francisco. Elogio de Marx en el 125 aniversario de su muerte).
999

conjunto, ni la nación ni todas las sociedades que coexistan en un momento dado, son
propietarias de la tierra”; en esa forma humana ya no habrá propiedad privada de la tierra: los
individuos “sólo son sus poseedores, sus usufructuarios, y deberán dejarla mejorada, como
boni patres familias, a las generaciones venideras” (Debates: La cuestión ambiental en Marx;
fotocopiado; El Capital, tomo III).
La ciencia positiva, no obstante, ha tenido éxito (más allá de las palabras) en dar
cuenta teórico-práctica de la realidad natural; la ciencia proletaria (el marxismo) lo ha hecho
con la realidad social. No hay duda que el proceder positivo de la mente frente a la realidad
demuestra ser exclusivo y poderoso: representación objetiva y en perspectiva del mundo, y
conversión de la idea en instrumentos que elevan verticalmente las formas en que se asienta y
desarrolla la vida material y espiritual del ser humano. Máquina, electrónica, automatización,
informática, biotecnología, biónica, robótica, inteligencia artificial, ingeniería genética,
nanotecnología, tecnología espacial, marítima,… Todas esferas en las que la inteligencia ha
dejado ver sus poderes, la verdadera creatividad acumulativa del trabajo social. Para
Nietzsche, para Foucault et al, la visión iluminista de la historia, rectilínea origen-meta,
renacentista, ilustrada, enciclopédica, aparece como una impostura de la modernidad, defecto
que se proponen superarlo a través de la instauración de un nivel (¿?) superior de
“racionalidad”: ruptura de la tradición racionalista, del pensar sistemático, la que asume la
“historia” como una decisión entre un abanico de posibles. Este es el voluntarismo más
revoltoso, contrapunteador subjetivista “sin causa” y arbitrario, inmaduro; es una forma de
irracionalismo, que se plantea para poner la realidad en la boca falsa del abstraccionismo (es
una forma específica de la “teoría de la praxis”: considera que los hechos son sólo producto
de la lucha entre poderes; se ha hecho desaparecer totalmente a la “dialéctica objetiva”, al
recorrido de las “fuerzas productivas”, a la base en la que se asienta la actividad del ser
humano: la regularidad real). Gente ésta, que vivió la coyuntura que impugna y que se ha
valido de la “logística”, legado de la ilustración, para suponer que hacen bien, que han
superado fórmulas comprensivas simplemente lógicas, que concluye que la visión racionalista
ilustrada es sólo un capricho, una forma de percepción, y no la única y más sensata, que se
corresponde con la realidad, que está definida, dirigida y que es coherente con ese carácter. A
eso lleva la simple novelería, el buscar poner distancias, diferenciarse, aparecer como
innovador, exclusivo; el no considerar la necesidad de reproducir seriamente la realidad en la
conciencia, sino que impone seudo conceptos a los hechos: complejidad, rizoma,
procedencia/emergencia,… 1545 . Según este enfoque, el ser humano no puede planificar,
incidir sobre el futuro: vuelve a ser un animal en el presente, que no sabe por dónde ir frente a
varias rutas.
Individualismo, nihilismo, anarquismo (Foucault: el incorregible “inincasillable”,
“transgresor de todo orden”). Ahora bien, cada nueva generación viene a actuar sobre
condiciones dadas: hereda dichas circunstancias, se monta sobre el nivel situado del progreso
de las fuerzas productivas y sobre ellas se incorpora con su aporte modificatorio –en lenguaje
sencillo-: cuantitativo/cualitativo. Precisamente dicho nexo, en el que se expresa la praxis
productora de momentos de continuidad/discontinuidad, es quién crea la determinación real,
objetiva de la historia (por eso es que hay historia: C. Marx, Carta a Pannekoek). Si el ser
humano no puede presentarse como simple marioneta de la estructura real, tampoco puede
asumir libremente una opción entre tantas supuestamente abiertas referente a su futuro. El ser
humano adquiere conciencia sobre la tendencia histórica y el ejercicio de su libertad (“libertad
condicionada”) es incidir definiendo los trazos, llenando de contenido el bosquejo objetivo
1545
También en el discurso llegó la moda (el folclor): términos diferentes para nominar las mismas situaciones,
nada más que ahora la exposición está construida de modo desalineado, posmoderno. El ejemplo está en las
antiparras; éstas eran diseñadas en coherencia con las líneas del rostro, los espejuelos eran amplios para
cumplir su función: protegerse del sol para aquellos que tenían los ojos “zarcos” y/o superar límites en la
visión, y los brazos tenían un diseño tan delgado con el fin de mimetizarse con el rostro, de manera de parecer
lo más natural: se utilizaba el concepto de la construcción arquitectónico de “no desentonar con el entorno”.
Hoy ocurre todo lo contrario: los lentes guardan relación asimétrica con los rasgos el rostro, el tamaño de los
espejuelos es diminuto y alargado, con lo cual se perjudica la visión panorámica, los brazos son de ancho
exagerado y de colores subidos (semejan esas anteojeras que se ponían a los caballos para que no se
distraigan). En el pensar, la forma indeterminada, fractal, se impone, lo que no representa avance alguno
puesto que el contenido es la recuperación empobrecida de su antecedente. En realidad, sólo en ciencias
naturales y en el campo de la tecnología se crean verdaderas nuevas categorías, las que desarrollan el lenguaje
a tono con las nuevas nociones objetivas que reflejan los nuevos aspectos del mundo que se ha conocido (o
creado).
1000

general del designio material: la realización histórica necesita del ser humano para
materializarse; y el ser humano requiere de la historia como base de sus acciones (Kelle y
Kovalson: Sociología marxista). El capitalismo viene preparado en la secuencia de todas las
formas progresivas económicas anteriores (Spiridonova citado por Karataev, Rindyna y otros,
en: Historia de las doctrinas económicas).
… la actividad de los seres humanos entra en la cadena objetivamente necesaria de los
acontecimientos que integran el proceso histórico… Al margen de la actividad
práctica de los seres humanos ni siquiera cabe hablar de las leyes del desarrollo social.
Pero, la dialéctica de la historia es tal, que el ser humano modifica las circunstancias:
que las leyes del desarrollo social manifestándose sólo en la actividad práctica de los
seres humanos, determinan también el contenido y el sentido de dicha actividad (Kelle
y Kovalzón: Sociología marxista).
Puesta en la trama histórica, la evolución de la crítica del stablishment al marxismo, se
percibe atraviesa tres momentos. La primera de éstas, se circunscribió a su carácter clasistarevolucionario,
conspirativo, partidista; la misma, se entiende, estuvo condicionada por el
peligro inmanente inserto en la irrupción de este pensamiento, esto es, cuando todavía no se
había constituido en “fuerza movilizadora material”, en tanto se hallaba prendiendo en las
masas; sus adversarios burgueses y pequeñoburgueses, aceptaban solamente su carácter
doctrinario y rechazaron su médula transformadora, mientras que su impugnación fue
teorética: a la concepción filosófica, a su estructura temática, al método. La siguiente
peculiaridad de la actuación de los mismos citados sectores, fue su revisión: la combinación
de la “concepción anticapitalista con el modo de pensar burgués”; el sentido práctico de esta
“revisión de los principios básicos” asumía imponer vaguedad, tornar intencionalmente
amorfo al pensamiento marxista, exigiendo la integración teórica, el intercambio de ideas,
para que emerjan “nuevos modelos” que combinarían socialismo con la democracia y con la
libertad; este es un fenómeno que aparece al haberse tornado realidad el leninismo: la
revolución, la dictadura del proletariado soviético y sobre todo, una vez que en la ex URSS
había hecho pie el socialimperialismo, esto es, cuando dicho falso socialismo empieza a
parecerse cada vez más y a competir por el dominio del mundo, al y con el capitalismo
clásico, en su orden. La moderna forma en la que opera el sentimiento burgués y
pequeñoburgués respecto del marxismo, es su declarado desprecio, el reiterado
pronunciamiento neoformalista sobre la “elementalidad” (sic) de la reflexión lógica marxista
frente al preciosismo y genialidad supuesta de la compleja modelación matemática de la
“econometría avanzada” gringa.
En suma, en la primera etapa (en vida de Engels y Lenin), se criticó al marxismo con
la intención de mejorarlo; en la segunda (hasta la década de los 60 del siglo XX) se lo hizo
“revistiéndose” de él, para “actualizarlo”; en la actualidad, en cambio, se ha declarado
directamente ser antimarxista, imputando errores, caducidad, influencia social negativa a la
teoría y práctica socialista “real”, con sustento ligero en la experiencia socialimperialista. Este
proceso “evolutivo” denota la conducta de tendencial alejamiento del marxismo: su crítica
acerba y, en algunos casos, la negación total de la objetividad, consistencia transformadora y
doctrinario integral como saber del mundo de la “ideología científica y revolucionaria del
proletariado”, a través de posiciones de supino eclecticismo y especulación, en el sentido de
apreciar que el marxismo no es una teoría científica, sino sólo una de los postulados posibles
entre los cuales se puede elegir. Para el último caso, el capitalismo supuestamente triunfante
en 1989 sobre “su otro” (mismo): el imperialismo social soviético, carecía de contendor
(“unipolaridad”); con soberbia sobre la premisa de la “implosión” del sistema socialista (debe
decirse de paso, que ciertos teóricos sostienen, que los modelos fracasan; no obstante, los
modelos no fracasan, porque no tienen voluntad, quienes hacen exitoso o inoperables a los
modelos son las fuerzas sociales: ellos dependen de la correlación de fuerzas), de un solo
plumazo se declaró que la historia había finalizado, que el marxismo es inútil, que ha
envejecido, luego de haber dado paso a la instauración de un “régimen de terror”; esta última
posición posmoderna irracional, fue también política: se declaró que la ideología marxista, es
falsa, fue negativa para la historia y fracasó, se afirma en algunos círculos a propósito del
resurgimiento del pensamiento marxista frente a las convulsiones del 2008, a los últimos
1001

suspiros de la economía ficticia 1546 . Frente a la inviabilidad de realizar revoluciones, puesto
que el proletariado se ha vuelto patronal y de que se ha reducido en número (lo cual es
verdad), se fortaleció la propuesta del “socialismo ético” (del Siglo XXI), sostenido en la pura
racionalidad, interdialogicidad y en la conversión de la retórica filosófica, en arma de
transformación: a la teoría, a las categorías como instancias determinantes de los procesos de
transformación social (humanismo estético, interculturalidad, diversidad, racionalidad moral,
ethos barroco, …).
Si en la época del socialimperialismo (1060-1990) el levantamiento diagnóstico del
mundo arrojó como útiles cognitivos los de unidimensionalidad tecnológica, economía
privada/economía estatal, alienación institucional, ideología “positiva” del progreso, como
elementos que cambian las relaciones sociales; la moderna forma de evaluar el escenario del
mundo es en sentido contrario, la civilización del trabajo: la ciencia y la técnica son negativas
(“positivas”), el progreso, el desarrollo de las fuerzas productivas, el “neoliberalismo”, han
destruido a la humanidad y al planeta (el lado perverso de la globalización –y del
capitalismo); el desmontaje del “capital social”: reificación de la “ideología del progreso”, se
vuelve prioritario y la instauración de la civilización del valor de uso y del deseo, como paso
previo necesario para la instalación del verdadero ethos: “valor” de usufructo y racionalidad
objetiva. Ahora bien, si de este modo se han camuflado los “quinta columnas” en el interior
del pensamiento filosófico, científico y revolucionario, la historia “se ha valido” de éste, para
destrozar al capitalismo y a sus fatuos detractores: una vez que el capitalismo ha cumplido su
misión en la historia (poner las premisas materiales del mundo nuevo), la herencia nocional
proletaria sobre la fase que viene, se halla en proceso de objetivación, como proceso que
niega los aspectos superados por la historia (las relaciones sociales burguesas y las formas de
conciencia en coherencia) y recupera en sentido conservador positivo, los efectos hábiles para
el futuro (el sistema automatizado de producción y las formas de conciencia objetivas).
Una de las formas más mañosas de arremeter contra Marx, es clasificarlo como
“clásico”, esto es, como una voz que no guarda ya relación con el presente y que, por lo
mismo, nada tiene que decir a las presentes generaciones; esta manida desacreditación, asume
que por el hecho de hallarse muerta, una conciencia perdió automáticamente pertinencia (no
obstante, incluso en el plano histórico, todo ser humano reseñador relevante de su tiempo, se
constituye en testigo y su obra enlaza la vida, con lo cual las generaciones venideras tienen
noticias de su pasado; además, su actuación deja la impronta en la gnosis general y en los
hechos). ¿Descuido? ¿Perfidia? ¿Ignorancia? Perfidia e ignorancia coludidas. En realidad,
Carlos Marx estará vigente hasta el fin de los tiempos, aunque su nombre ya no se lo
pronuncie (lo cual será raro, si las futuras generaciones se supone que serán racionales,
buenas: todo unos cerebros): como el ser humano que puso el piso de la conciencia objetiva,
que fundamentó el proyecto factible (técnica, económica y administrativamente) y la
viabilidad del mismo, conducente a superar las diferencias sociales, el cual, a su vez, se
anticipó a decir hacia dónde va la humanidad por sí misma, al término del proceso de su
autodesarrollo. Ahora bien, las formaciones de la subjetividad, no son descartables por
decreto. En efecto, en la arena del pensamiento: a un modelo filosófico debe oponérselo otro
sistema filosófico. La simple crítica o el ignorarlo, no anula a una formación teóricoideológica
anterior, “pasada”. En buenas cuentas, cuando la humanidad dispone de un
paradigma filosófico alternativo más completo y de mejor contenido que el en vigencia (lo
cual indica que un nuevo sujeto ha saltado a la escena histórica, es decir, que el proletariado
se ha vuelto humanidad, siendo este el nuevo y definitivo actor de la historia), este último
automáticamente cae en desgracia. Esto no ha ocurrido con el marxismo; respecto de él se han
levantado voces aisladas en su contra, pero nada más. Estas “voces asiladas” lo constituyen la
mitología religiosa y sobre todo el clásico poder imperialista de la explotación, de la
dominación, de las guerras, de las mafias, de la corrupción, de la afectación a la naturaleza, de
la miseria espiritual; el citado sector es el que reacciona contra la doctrina objetiva más bella:
1546
Esa ha sido la postura declarativa común de los teóricos representantes del poder: los economistas famosos,
súbditos doctrinarios del capital; su sino ha consistido en pasarse toda su miserable existencia practicando
morboso onanismo mental: construyendo modelos econométricos de equilibrio general de mercado a largo plazo
cobijados por la ideología económica convencional; mas, con sus devaneos no han sido capaces de entender
tanto peor diseñar medidas homeostáticas (el capitalismo de todos modos se cae), sin embargo muchos de ellos
han sido galardonados de diversas formas por sus mecenas.
1002

el marxismo (ideario que “predica” la igualdad, la justicia, el desarrollo multifacético). En
realidad, “error práctico” de una vía de aplicación de sus premisas políticas, no anula su
vigencia filosófico-política. El marxismo tampoco ha entrado en crisis, como ciertos teóricos
de entre “sus filas”, practicándose harakiri, suelen afirmar; el marxismo debe desplegarse
mucho más a tono con el movimiento objetivo de la realidad: allí no hay ningún exabrupto.
Strictu sensu, la formación filosófica marxista es proceso: pensamiento rumbo a la
totalización y a la objetividad.
En el plano de la práctica, la defección del socialismo soviético ha dado píe a todo un
festín explicativo y rectificador propositivo, tanto de las ideas como de la actuación del
pensamiento y la conducta marxistas. En efecto, en una ocasión se leyó un trabajo en Internet
(Debates sobre el socialismo 2: Notas motivadas por la lectura de Eric Hobsbawm) a través
del cual su autor (Julio Godio), después de sentenciar que Marx, que Lenin, que Hobsbawm
estuvieron equivocados (¡vaya atrevimiento!), asevera que el mercado es el que debe salvar al
socialismo y pone como ejemplo virtuoso a China. Se sostiene también, que el mercado es
cuasi eterno: le presidió al capitalismo y le sobrevivirá; que por no haber advertido ese hecho
Marx y Lenin fracasaron, mientras que China tuvo éxito con su “socialismo de mercado”. En
verdad, mientras el proceso de autoreproducción humana se realice en colectivo, la división
del trabajo (que es efecto de la proveeduría de los satisfactores a través del trabajo) requerirá
del cambio (esa es la relación cuasi eterna); no obstante, cuando el trabajo pase a las
máquinas, desaparecen el mercado, el trueque e incluso el cambio, puesto que en una
colectividad regida por la ley del “´valor´ de usufructo”, sus miembros simplemente toman los
outputs necesarios para su reproducción directamente del fondo robotizado de existencias, en
el interior de una comunidad democovivencial.
Quizá la impugnación más radical y compendiada se contenga en el siguiente texto:
¿Acaso alguna vez el marxismo ha pronosticado exitosamente un hecho nuevo y
asombroso? ¡Nunca! Tiene algunos famosos fracasos predictivos. Predijo el
empobrecimiento absoluto de la clase trabajadora. Predijo que la primera revolución
socialista se produciría en la sociedad industrial más desarrollada. Predijo que la
sociedad socialista se vería libre de revoluciones. Predijo que no habría conflictos de
intereses entre países socialistas. De modo que las originarias predicciones marxistas
fueron audaces e impactantes, pero fracasaron. Los marxistas explican todos sus
fracasos: explicaron el nivel de vida ascendente de la clase obrera inventando una teoría
del imperialismo, incluso explicaron por qué la primera revolución socialista ocurrió en
la Rusia industrialmente atrasada. “Explicaron” Berlín 1953, Budapest 1956, Praga
1968. “Explicaron” en conflicto ruso-chino. Pero todas sus hipótesis auxiliares fueron
amañadas después de los hechos para proteger la teoría marxiana de esos hechos. El
programa newtoniano conducía a hechos novedosos, el marxismo atrasaba con respecto
a los hechos y ha estado corriendo rápidamente para alcanzarlo 1547 .
Habría que darse a la ímproba tarea de escribir todo un libro, a objeto de desbaratar
varias de estas simplezas. El referido y otros impugnadores: ¿habrán predicho algo y
acertado? El contenido y la intención insertos en la separata que precede deben ser afrontados
sucintamente con la letanía consabida: el marxismoleninismo se probó en los hechos con la
triunfante Revolución Socialista de Octubre y con la exitosa edificación socialista de 1917-56,
hecho producido en una sección del planeta a nombre de la humanidad y de la historia; el
capitalismo está muerto, debiendo los neprolatarios (subversivos, intelectuales, ciudadanos)
colocarle en el sarcófago; y, paralelamente, con la automatización prevista por Marx, el ser
humano se encamina, de modo cuasi natural, al comunismo (predicción suprema, también
hecha por Marx), fase histórica ésta, en la que el ser humano se dedica a aprovechar “de la
fuerza productiva constituida, a conocer y dominar a la naturaleza” (K. Marx: Los
grundrisse). Ahora bien, el marxismo, antes que epistemología, en la dimensión histórica, es
una forma de conciencia social racional-ideológica en cuanto actitud ante la vida; su paso a
los dominios de la ciencia, responden a una necesidad: fundamentar objetivamente su función
transformadora. Por tanto, es normal que la concepción fundada en principios humanistas
ofrezca carácter antelado frente a su “fundamentación”.
Si el objeto de la razón superior es intervenir proactivamente en la creación de una
1547 Lakatos, citado por Burawoy, en: El marxismo como ciencia: desafíos históricos y desarrollo teórico.
1003

forma humana racionalmente justa, libre y en desarrollo multifacético, la ciencia se vuelve
una componente crucial en el diseño estratégico; del mismo modo como en el presente
documento se sostiene, que el ser humano se autoedifica contradictoriamente como absoluto,
la forma más apropiada de asegurar objetualidad para dicha “ilusión”, requiere del diseño de
la praxis con sustento científico. En una palabra, es obvio: esta conducta valorativa la asumen
Marx, Engels, Lenin, Stalin, al abordar el plano humano de la realidad: en el Materialismo
Histórico; en las esferas natural y cerebral (Materialismo Dialéctico: “filosofía del ser”), en
cambio, el marxismoleninismo se coloca en el plano más neutral posible, en estricta
coherencia con la conducta de la ciencia positiva. Una vez que las formas clasistas hayan sido
superadas, las “anomalías” en el concepto que genera dicho carácter se inhibe, y toda la
realidad puede ser (pasa a ser) representada de modo completamente objetivo. A decir verdad,
en el modo de producción capitalista, la ciencia social es funcional o revolucionaria; superada
dicha etapa la ciencia social se torna base de la “tecnología social”, para finalmente
convertirse en medio de formación del “espíritu universal”.
Su “hijo putativo”: el “socialismo del siglo XXI”, se ha atrevido a levantar la voz
(“¿Tú también Bruto?”) contra su ascendiente inmediato. “Las armas son los votos y los
ejércitos son los ciudadanos; la lucha de clases, la revolución, el Materialismo Histórico ya no
son aceptables en el siglo XXI”, se ha dicho. Lo risible en el parecer de estos sectores, es que
desconocen por qué ya no es aceptable el socialismo “clásico”. En realidad, que las
condiciones hayan cambiado aparentemente dándoles la razón a los “socialistas”
posmodernos, no quiere decir, que tengan la razón y que cuenten con el argumento veraz para
criticar al “socialismo clásico”. Por ejemplo, en Venezuela Chávez ha ganado las elecciones
en los comicios del 2012: perfecto, es un prodigioso mérito de proyección histórica
continental (freno al proyecto reneocolonizador del subcontinente americano no anglosajón) y
mundial; no obstante, ese triunfo no es contundente (puesto que el mismo demuestra el límite
del modelo: coexistir/tolerar con y al capital, en espera de algún día destruirlo; y, los frutos y
soluciones no alcanzan inmediatamente para todos; en Ecuador, por ejemplo, el desempleo y
los bajos ingresos persisten, y la lacerante realidad se trata enmascarar con el clásico discurso
típico de la derecha, de los indicadores macroeconómicos del crecimiento del PIB,
disminución del índice de pobreza, reducción de la tasa de desempleo, incremento de la tasa
de inversión, estabilización de precios, reducción del porcentaje de la deuda, etc., pero el
capital no ha sido realmente afectado en casi una década de gobierno): 1) el ausentismo se
acerca al 20%, cuando lo óptimo habría sido el 5%, esto es, el margen de error; 2) del 80% de
electores, el 70% -como mínimo- debió votar por Chávez, el 20% por Capriles (el exponente
de la derecha) y el 10%, repartirse entre nulos y blancos; 3) el candidato de la oposición:
Capriles, no reúne las condiciones mínimas que toda persona seria imputaría a un líder, sin
embargo ha obtenido significativo apoyo. Seis millones de personas han votado por Capriles:
eso es mucho; por sobre sus deméritos: golpista, vacío, mendaz, quizá se diga, que su
condición posmoderna, la juventud y las características antropológicas de Capriles, así como
su mensaje falaz (ocultamiento de los verdaderos objetivos e integración demagógica de
segmentos del discurso del contendor), fueron factores que explican el 44% de adhesiones,
pero la distribución de la población (Venezuela si está dividida, lamentablemente) es un factor
espeluznante en el evento de presentarse una guerra civil. En todo caso, si bien es verdad, que
Capriles queda posicionado para el 2019, el hecho civilizatorio y el paralelo desarrollo de la
conciencia, recortan los números de esa espera.
La perspectiva referida, es típicamente hedonista; desconoce que es el avance
civilizatorio y la misión cumplida por el proletariado, los factores que le han proveído de vela
y “parte en el entierro” del capitalismo. Con liviandad los cultores del enfoque, se pronuncian
en contra de la “vieja” izquierda. Para generar simpatía y aceptación del señor Buenaventura
de Sousa, por ejemplo, la “nueva” izquierda debe ajustarse a la idea que el señor tiene de la
buena izquierda (en verdad, a través de de Sousa Santos habla Morín y la ideología de la
complejidad). El problema principal de esa “apuesta”, es que si no se ha producido una
revolución e instaurado la dictadura de la clase ascendente que liquide el poder, las fuerzas en
el gobierno deben resignarse a vivir (“guerra de posiciones”) el permanente asedio de la
reacción (“guerra de movimiento”): ésta dará golpes de Estado (tempranamente el antecedente
es el Chile de Allende, Venezuela: golpe de Estado, paro petrolero, paro financiero –allí la
derecha utiliza todas las artimañas y mantiene en zozobra constante al gobierno y al pueblo:
las elecciones son una tragedia, un episodio repleto de ansiedad: Chávez ha ganado los
1004

comicios del 2012 con el 54% de los sufragios, mas este triunfo no es contundente-,
Honduras, Libia, Paraguay), organizará conspiraciones (Ecuador, Bolivia, Argentina),
sabotajes, transformará los medios de difusión masiva en sus representantes políticos directos
(la llamada “guerra de cuarta generación”: la mediática): “de la política de partidos a la
política de ´lo social´” (ocurre al interior de toda la América no anglosajona), llamados a la
anarquía y a la violencia (la derecha venezolana) y se mantendrá en su status económico; es
decir, no dejará gobernar, bloqueará la puesta en vigencia del proyecto político reformador, en
espera del retorno de la “ley del péndulo”. En una palabra, los triunfos eleccionarios del
“nuevo socialismo” electorero, no es contundente; demuestra el esfuerzo que debe
permanentemente hacer para logar modestos cambios (incluso todavía funcionalistas), para
quienes (constructivistas) creen en el “intento y error”, que “se hace camino al andar”, que la
“pelea es peleando” y/o en las “transformaciones en paz, en democracia y con el diálogo”.
Sobre las críticas de “buena fe” a Marx. Hans-Jurgen Krahl (La introducción de 1957
de Marx):
“… si la sociedad posee una estructura conceptual, entonces el concepto y conciencia
son también categorías estructurales. En cambio, las determinaciones hechas por Marx
no tienen en cuenta lo anotado. Pero, si es así, la conciencia no constituye una categoría
de la superestructura… sino de la base… tránsito y desarrollo del intercambio provocan
el desarrollo de una específica forma de racionalidad como fuerza productiva… En
Marx aparece una separación entre producción y conciencia, idéntica a la separación
entre base y superestructura… El hecho de que el ser social determine la conciencia rige
sólo para el establecimiento de instituciones de dominio, pero no rige sin más para la
teoría del conocimiento” 1548 .
Son del mismo orden las que plantea Althusser (Discurso del método de la filosofía
marxista): si las abstracciones iniciales que toma Marx de los economistas anteriores son
ideológicas (falsas representaciones) o científicas; si ellas son el producto de la aplicación del
verdadero “modo de producción de conocimientos”, que no solamente es riguroso por sí
mismo, sino que se diferencia del proceso de ideología.
“La conciencia es un hecho de la base”, en sentido abstracto: ese es su origen y allí se
objetiviza en cuanto instrumentación técnica; en la forma humana capitalista, como realidad,
la conciencia pertenece a la base, pero como representación ocupa el nivel superior de las
actividades (hominización) del ser humano; la superestructura (normas e instituciones) forma
parte de la vida (comunidades escindidas), pero se separa de ella y adquiere relativa
autonomía en el sistema capitalista como realidad y como representación (formas de
conciencia social); la alegoría del “edificio”, no constituye realidad como tal, “sino la
elaboración de los esquemas que organizan la comprensión de esa realidad”, esto es, de la
forma anatómica, muscular y cutánea del organismo humano. Si el concepto es fiel copia
(dinámica) de la realidad, éste debe legitimarse coherentemente en la estructura general del
discurso (demostración). De manera que no es posible ver el concepto de la realidad al
margen de sus implicaciones políticas (verdadera ruptura epistemológica), simplemente
poniendo interés en los imperativos lógicos.
Respecto del “problema de la transformación” y de las “ondas largas”. La solución
dada por P. Sraffa al “problema de la transformación”, termina cosificando el proceso:
desaparecen las personas como actores históricos y el hecho solamente es tratado a nivel de la
circulación-distribución en términos matemáticos: como en la naturaleza, “las cosas producen
nuevas cosas” (no se olvide que el interés de Marx no era académico, sino el de sustentar en
variables empíricas el fenómeno de la explotación) 1549 ; A. Emmanuel (El intercambio
1548
De ese modo es. La superestructura y su constitución: cómo conoce el ser humano y de qué modo
institucionaliza su saber integrándole a los sistemas (los elementos que le falta para tornarse a ser
orgánicamente sistema) que requiere para su reproducción. Cómo se forman la conciencia social: la ideológica
y la científica (la representación inmediata de las cosas y la figuración objetiva de ellas); y cómo se transforma
en modos reglados de proceder, que valen para un grupo y un momento (teoría del conocimiento, del diseño de
estructuras organizacionales y de la necesidad).
1549
Un economista interesante luego de Keynes ha sido el italiano Piero Sraffa (Smith –trabajo en general-,
Ricardo –teoría del valor-, Marx –doctrina de la plusvalía: Economía Política como ciencia revolucionaria-,
Cournot –la potente teoría burguesa del marginalismo-, Keynes –la política económica-, Sraffa –negación del
marginalismo y de la teoría del valor). La intención de Sraffa fue crear una nueva “verdadera economía”
1005

desigual) asume que el referido es un falso dilema y propone una particular formulación
epistemológica para salir de la aporía; también D. Guerrero 1550 sostiene argumentos críticos
sobre la forma tradicional de tratar la cuestión: la que ve diferencias entre los conceptos de
“valor” y “precio”, y concluye que no se tiene todavía solución definitiva; se dice que
Duménil y Foley, y Shaikh han resuelto la cuestión; en realidad, solamente se tiene la
solución (la que no es tomada como tal por los economistas burgueses especialmente 1551 ) que
propone Marx (y la que lo relieva Engels en el prefacio al tercer Tomo de El Capital
matizándola con un argumento lógico acerca de que el fenómeno no coincide con la esencia
–movimiento aparente y movimiento real-, y que la distorsión desaparece cuando se analiza la
economía en su totalidad), sigue impertérrita. El establecimiento de “períodos amplios de
desarrollo capitalista depende de la disponibilidad de suficientes datos estadísticos”;
Kondratieff: “la base material de los ciclos largos es la depreciación, la reposición y el
incremento del fondo del capital básico (la reinversión periódica del capital fijo), la
producción del cual requiere de enorme inversión y para materializarse requiere de tiempo
largo”; este proceso no es continuo, se realiza a saltos: los ciclos largos. Respecto de este
último tópico, “está solución guarda poca relación con el funcionamiento en la práctica del
sistema capitalista. En realidad, la renovación del capital es un proceso continuo”: no es larga
ni tiene forma regular (48-60 años); no existe razón para que los bienes de inversión se agoten
simultáneamente en términos regulares de aproximadamente medio siglo, en verdad,
Kondratieff utilizó únicamente los datos estadísticos que apoyaban su tesis: el permanente
equilibrio económico; el desarrollo capitalista no se puede reducir a una cuestión de ciclos
económicos; el error de Kondratieff es que trata al capitalismo como un sistema lineal simple
(el método formalista) 1552 .
No solamente que el trabajo de Kondratieff adolece de defectos formales en materia de
la praxis investigativa, sino que deja de lado el carácter social contradictorio del hecho
económico y, finalmente, es utilizado por los representantes doctrinarios de la economía
capitalista en “crisis” 1553 . El capitalismo es un modo de producción históricamente
condicionado y, por lo tanto, condenado a agotarse como consecuencia de sus propias
contradicciones; es lo esencial del planteamiento de Marx y la clave para comprender lo que
(Gramsci quiso hacer lo mismo en Política; Piaget en Psicología; Foucault, Habermas en Sociología),
deconstruyendo al marginalismo y al marxismo tildándole (al marxismo) de subjetivismo (teoría del valor),
desociologizando y despolitizando a la economía: el “costo real fijo” (“producción de mercancías por medio de
mercancías”: el valor se ha reducido a valor de uso y éste a la materia producida), fetichizando en sentido
formalista y cientificista (positivismo ontologizante), dicha disciplina; empero, al eliminar la “indebida
contaminación de los niveles sociológicos e institucionales”, la pretensión de volver a la economía una ciencia
exacta modelada matemáticamente, al trabajar con “trabajo no fechado”, se pierde el concepto de “capital”:
se puede ver capitalismo en cualquier época histórica y se elimina el carácter revolucionario de la Economía
Política (la epistemología de clase de Marx).
1550
Guerrero, Diego. Valor-trabajo: de la teoría al análisis empírico (I), enero 2004.
1551
En realidad, sólo a nivel de la disputa alrededor de la demostración empírico-lógica en torno del perjuicio o
no, que el capital infringe sobre el trabajo (y respecto de la ontología de la vida: la naturaleza), puede haber
cierto acercamiento entre la Economía Política marxista y la convencional; fuera de ese caso, en la esfera de
cómo mirar los hechos relativos al sistema y a los procesos de reproducción material de la existencia humana,
no existe punto de encuentro: son dos modelos mentales antitéticos, que se refractan mutuamente. La “teoría”
marginalista, que es la proyección de la Economía Vulgar, objeta al marxismo colocada en posiciones del
subjetivismo, verbi gracia: el postulado de sentido común de la “utilidad marginal” (los famosos 5 vasos de
agua frente a la sed), no considerar el problema de las “pérdidas del capital” en momentos en que no se realiza
la producción, o el “no tratar”, sobre el criterio simplemente visual, las múltiples percepciones (a la manera de
las “n” dimensiones cuánticas) del valor en las subastas (cada postor tiene un precio sobre el objeto subastado,
lo cual indicaría que la formación de los precios es subjetiva), por ejemplo; para la economía vulgar,
gobernada por el positivismo, conceptos como “plusvalía”, no pertenecen a la economía, y, como derivación, la
economía no es una ciencia social sino el tramado de supuestos objetivos, insumo de la tecnología empresarial.
1552
Woods, Alan. El marxismo y la teoría de “ondas largas”; enero del 2002.
1553
Excepción hecha de determinado sector de trotskistas, también sobre Rosa Luxemburgo se han alzado
cualquier cantidad de críticas incluso descomedidas, por parte de gente que escribe en el presente, que no
considera el hecho de que hoy se está más preparados que la legendaria revolucionaria para comprender los
hechos de ese entonces (Díaz, Emilio. Teoría del capital: Una aproximación matemática al esquema de
reproducción de Marx; septiembre del 2010); en realidad, se deja de lado por parte de eruditos rigurosos sobre
la citada persona y otras, que sus “errores” se inscriben en su interés político de fundamentar la acción
revolucionaria de cambio del sistema y no en imperativos simplemente académica. Lenin: no se dejó coger; sus
formulaciones gnoseológicas en materia económica son de orden concreto, forjadas para servir inmediatamente
a necesidades prácticas de la revolución y creación socialista: para comprender los hechos y para la praxis; a
Lenin tienen que hurgarle en la esfera creativa político-revolucionaria, estratégica, y ahí: ¡todos se callan!
1006

el mismo llamó la "ley del movimiento" de la sociedad moderna, objeto de su obra más
célebre (El Capital). "Marx concibe, pues, el desarrollo capitalista como un proceso plagado
inevitablemente de movimientos catastróficos" porque pone de relieve la tensión última,
extrema y definitiva en que el capital coloca a la civilización humana. O el ser humano se
emancipa de la explotación secular llevada al paroxismo por un modo de producción que ha
cumplido su misión histórica o la sobrevida del capital, más allá de sus propios límites,
entraña una destrucción abismal de las condiciones de existencia de la especie y de su medio
ambiente como un todo” 1554 .
Es pertinente también hacer alusión al libro y a los cometarios prologados sobre él: El
orden de El capital. Por qué seguir leyendo a Marx de Carlos Fernández Liria y Luis Alegre
Zahonero. Brillante, imaginativa y seria reflexión ésta, que se distancia de la ortodoxia
marxista y del neomarxismo de consuno, pero que se declara marxista. Ingeniosamente
cambia de frente de análisis, por lo cual se pierde el sentido clásico marxista y del criterio de
objetividad. Cuestiona diplomáticamente a aquella generación de pensadores marxistas, que
dedicaron su vida al proyecto de resolución del enigma (¿insoluble?) de la Transformación
(precio natural y precio de mercado). En realidad, no es la democracia, el Estado de Derecho
o la ciudadanía por lo que hay que abogar, sino por la democovivencia, por el orden racional
proactivo y por la humanidadnía. Explicar científicamente el sistema capitalista es la
exigencia de todo marxista para dejar de recurrir a argumentos ideológicos (los de la
Ilustración, como propone Santiago Alba Rico -Prólogo del libro antes citado) a efecto de
recusarlo, como para tornar factible la estrategia revolucionaria. La dificultad lógica de
comprensión-explicación-derivación de un “problema” de conocimiento (poner a tono la
realidad con cómo ésta se presenta, requiere quizá de la imaginación, y la imaginación es la
dialéctica), no suprime la existencia de la realidad (por los síntomas se percibe un problema;
si éstos persisten, el problema es tal y está allí; la “ley del valor” tiene el propósito de mostrar
en cifras la explotación, esto es, el origen y la reproducción del capital; tampoco el
pensamiento se reinstituye en la idea de la vida pasada, sino que debe tener su propia
personalidad). El socialismo (definido en sentido marxista) es incompatible con el “Estado de
Derecho” (esta “empatía” lo planteo el “socialismo democrático”); lo que propone el
Socialismo del Siglo XXI, no es socialismo: es sólo un régimen social de mercado regulado,
para lo que se debe contar con “Estado de Derecho”, con lo cual se persiste en el mismo modo
de producción y en el hedonismo contrafuturo (el futuro del ser humano es “celestial”, para
eso se requiere de fuerzas productivas en crecimiento “ad infinitum”).
En concreto, en los estudios expuestos en párrafo precedente, se contienen una serie de
tesis, que tienen –por lo menos- su paralelo. En efecto, allí se hace una valoración indebida
del capitalismo, pues, no se asume el papel real de este modo de producción en la historia; los
motivos presentes llevan a la rebelión, no las razones del pasado; según la idea, también el
colosal desarrollo de la ciencia y de la técnica, es sublime; el capitalismo no es que “frene
acelerando”, sino que lo hace con el motor en primera marcha; en los hechos, el capitalismo
impulsa el desarrollo humano y lo impide a la vez (eh aquí un “truco de prestidigitación”); no
hay futuros posibles: hay sólo uno, y éste se halla predeterminado de forma natural; sobre el
dilema de la transformación: la persona que escribe estas líneas, estuvo tentado en ingresar en
el laberinto, pero precisamente el “fracaso” previo de mentes brillantes hizo que se
desmotivara, de manera que se decidió más bien ir por la solución fácil: la esencia no coincide
con el fenómeno (“no creo en la brujería, pero lo que lo hay, lo hay” –en la empresa
capitalista posmoderna, a esta actitud se la denomina “administración por intuición”);
marxismo e ilustración: no puede haber articulación entre elementos de esencias distintas,
además: la ligazón debe hacerse entre sujeto y sujeto (S-S), no entre mercado (institución),
capital (una cosa, que tiene la propiedad de dar una característica a su poseedor en una época
histórica) y la ciudadanía (el sujeto por excelencia de la sociedad capitalista); sobre el “corpus
teórico”: el problema no está en el diálogo, que lleva, en el mejor de los casos, al
eclecticismo, sino en reproducir la realidad objetivamente; en el 2012, no es al socialismo
(incluso al bastardo denominado “del siglo XXI”) la forma de organización humana a la que
se encamina ésta, sino directamente al comunismo, luego de transcurrida una etapa
transicional, en la que tanto resabios del capitalismo como del socialismo cooperan con ese
efecto (el capitalismo completa el sistema de automatización, mientras que el socialismo
1554 Rieznik, Pablo. Catastrofismo, forma y contenido; Revista: En defensa del marxismo, diciembre del 2006.
1007

permea la cristalización de las nuevas relaciones sociales); la “revolución bolivariana”: es
simplemente proceso evolucionario, hecho que es producto del desarrollo de las fuerzas
productivas y de la histórica acción política proletaria.
Además, la ley de hierro del siglo XX, es una reflexión estructuralista; democracia: el
socialismo no es compatible con este régimen político (político: régimen de las sociedades
clasistas); el ejército “garante del sistema bolivariano”: es el pueblo venezolano y sus fuerzas
políticas las que han sostenido el proceso, fuerzas que movilizaron a la población (en el
Golpe) y obligaron al ejército a definirse (pero, más bien la reacción de capital en Venezuela
ha sido tibia por cuanto “La revolución” aún no le ha tocado); Ilustración: proyecto utópico
burgués (pecado de rechazo a “lo burgués”) de la etapa competitiva del capital; todo lo que
puede hacer la humanidad en Estado de Derecho: ir al monopolio; la postura política que se
propone es “compatible con una lectura posible de Marx”: ¿con el Marx de la Comuna de
París?, ¿del 18 Brumario de Luis Bonaparte?, ¿de las Luchas sociales en Francia?, ¿con el que
criticó acerbamente a Bolívar?; comodidad burguesa: la derecha puede ceder su banco
categorial, si la oposición es inocua; en realidad, la historia en Venezuela, no empezó con
Venezuela; no es la conciencia, la verdadera interpretación de Marx o su consecuente
vertebración con otros paradigmas, lo que explica el éxito del fenómeno venezolano
(Bolivariano –sic), sino el impacto en dicho subconjunto humano de la marcha general de la
historia, de la que la voluntad es su consecuencia. Empero, esta “critica” sobre las tesis
expuestas en el prólogo, no busca desautorizarlas, puesto que se asume compromiso con el
gran proceso venezolano, al que se desearía estar vinculado más estrecha y realmente, del cual
se espera mucho (además, se dice que ese es el proceso por el cual, en la coyuntura, se va
definitivamente la historia); lo que se trata es de ripostar la desautorización, que los autores y
el prologuista del libro: El orden de El capital. Por qué seguir leyendo a Marx de Carlos
Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero hacen del marxismoleninismo indebidamente
ubicados en cuasi otra perspectiva. Strictu sensu, lo que hoy es el mundo es expresión directa
del proceso político humano, que tuvo su expresión vívida en la Revolución de Octubre, en el
socialismo de Lenin-Stalin, en el socialimperialismo de Jruschov-Corbachov y en las luchas
populares desplegadas en el planeta, sobre todo en el siglo XX.
Algunos estudiosos sostienen que Hegel no ha sido superado; y, frente a prominentes
marxistas que concluyen que Marx rebasó a Hegel, contrapuntean con la afirmación de que el
marxismo solamente significa el desarrollo de Hegel (debe hacerse notar, a ese respecto, que
el proceso de superación de un pensador –o Escuela- por otro, no responde a determinaciones
metafísicas, o sea, que dicho encumbramiento sea simplemente producto de la mejor
racionalidad de una unidad de inteligencia privilegiada; por el contrario, es el movimiento de
la realidad, que se supera a sí misma como estadio anterior, la que se refleja en nuevos
contenidos de la mente, que resultan mejores que los precedentes y que conducen a que un
cerebro aparezca como mejor que el anterior necesariamente). Sin embargo, Marx reinterpretó
(ruptura epistemológica de clase) el pensamiento hegeliano, lo reestructuró para hacerlo
operable tanto teórica como prácticamente, lo desarrolló otorgándole atributos económicos y
sociológicos (totalidad), lo utilizó en la intelección de la realidad (el análisis del modo de
producción capitalista, en particular: “La lógica de Hegel, siempre a juicio de Marx, es el
disfraz metafísico del automovimiento del capital” –Krahl, Hans-Jurgen. La introducción de
1857 de Marx; fotocopiado) y lo volvió práctico, revolucionario; en ese sentido, Marx
ampliamente superó a Hegel 1555 .
El término “modernidad” (posmodernidad), con la que subrepticiamente se ha querido
sustituir al marxismo de buena o mala fe, no es una noción sustantiva, que haya sido acuñada
por una persona teórica de carácter. Tampoco es sucedáneo de categorías teóricas
rigurosamente fundamentadas, que permiten la aprehensión conceptiva de la realidad, como
son las leyes expuestas por Marx respecto del movimiento de la historia y la sociedad. Una
serie de palabrejas nacidas del “desencanto de la razón”, que han sido patentadas por adhesión
legitimadora de conciencias no rigurosas (modernidad, posmodernidad, ethos, cultura,
sociedad civil, complejidad, etc.), en tanto ideológicas, ofuscan la mente, son abstracciones
preconceptuales, malas y dañinas. Es el caso del término aludido de “posmodernidad”, creado
y utilizado sin más por una serie de estetas (poetas, novelistas, cineastas, pintores, músicos,
1555
Hegel y sus predecesores prepararon las condiciones conducentes a la producción del salto en la historia:
ese es su aporte y nada más; y, es Marx el que ha dado el salto: la verdadera inauguración de la historia en el
conocimiento y en la práctica.
1008

arquitectos, teatreros, circenses, comediantes), antropólogos, sociólogos, psicólogos,
politólogos, que para justificar su posición en el ámbito intelectual burocrático han debido
actuar de modo “creativo” inventando términos que llamen la atención, pero que cierran la
posibilidad de abordar la realidad con las verdaderas categorías del Materialismo Histórico.
Estas categorías son: trabajo, división del trabajo, clases (dinamia); formaciones sociales:
preclasistas (comunidad primitiva); clasistas: esclavismo (generalizado e individualizado),
feudalismo (renta en trabajo, en especie y en dinero), capitalismo (etapas competitiva y
monopólica -neoimperialista); postclasistas: comunismo (socialismo y socialismo superior:
comunismo). Estructura socio-económica –determinación- (fuerzas productivas y relaciones
de producción), superestructura jurídico-política y formas de conciencia social (ideología y
ciencia); y, totalidad. La contradicción entre fuerza productivas (aspecto principal) y
relaciones de producción (lucha de clases) dan lugar a las distintas formaciones humanas en el
interior del continuum civilizatorio; corona este edificio categorial la prognosis: el ser humano
debe pasar el trabajo a las máquinas, dedicarse a usufructuar de los outputs del sistema
automatizado de producción, a conocer y a controlar a la naturaleza (Carlos Marx). Este es
todo un arsenal teórico clásico no superado aún 1556 .
Los teórico palabreros seudo marxistas, deploran la praxis socialista y
socialimperialista de la ex URSS, de Cuba y de otras zonas sociales inherentes, como
materialismo metafísico, dogmático y mecanicista del “marxismo oficial” (DIAMAT). ¡Qué
supina torpeza! Se critica al marxismo en su realización práctica y en sus productos, como no
equivalentes a los devaneos teóricos del “marxismo” filisteo, escribano neogramsciano,
neotrotskista, neomarxista y antimarxista. Por ahí se repite algo, que bien viene echarles en
cara a estos líricos: “una cosa es con guitarra y otra con violín”. Jamás el ser humano, hasta
tanto no se conquiste todo el saber, puede aplicar su completo programa, controlar todas las
variables y anticiparse a los imprevistos (maniobras inteligentes); el modelo teórico es
precioso, exacto en el papel, pero frente a la realidad es una aventura (una “apuesta”, se dice);
en efecto, ubicados en el modelo, es fácil encontrar torpezas, mecanicismos,
institucionalización de ideas y de prácticas, por parte de quienes no comenten errores porque
no han bajado a la práctica y siguen creyendo que el éxito depende de imperativos teórico y
de la modelística. Sin embargo, el marxismo no sectario recupera las más grandes conquistas
legadas por la humanidad en todas las épocas (en el colmo, para N. Lechner, según su parecer
personal, “no existe una teoría que permita entender el proceso histórico de conjunto”;
empero, aquí se le da una respuesta).
Todas las críticas soberbias sobre el marxismo reseñadas, si algo de razón detentan, es
porque, sin saberlo, tienen como telón de fondo ontológico y legitimador al proletariado: a su
lucha, a su ideología (el marxismoleninismo), a su acción (considerada fallida por ellos). A la
vez, actuando con ponderación, todas la teorías nuevas (racionalidad instrumental,
unidimensionalidad, dominio científico-técnico, praxis, teoría crítica de las sociedades
occidentales, panóptico, microfísica del poder, sociedad de control, complejidad, rizoma,
relaciones comunicativas, legitimaciones, logocentrismo, multiculturalismo, ethos moderno,
lógica cultural del capitalismo tardío, etc.; como antes fueron: hegemonía, bloque histórico,
aparatos ideológicos de Estado, clases efecto estructural; o como en el caso personal son:
unidades de inteligencia, época cambiada, transición, democovivencia, ethos supramoderno
1556
Navegando en Internet, se tuvo ocasión de revisar un documento (Filosofía de la posmodernidad. Crítica de
la Modernidad desde América Latina de Samuel Arriarán) en el que se contiene una de las típicas explicaciones
subjetivistas deleznables sobre la “caída de socialismo”. Allí se dice que se va a intentar explicar el colapso del
"socialismo real" con base en el esquema del conflicto entre la modernidad y la modernización: socialismo
productivista el de la ex URSS, entendido como proceso deshumanizado por estar desligado de las necesidades
subjetivas y culturales; lo que se dio fue una experiencia de transición a la modernidad en términos de un
productivismo o desarrollismo económico (sic) impuesto por un Estado autoritario; en Rusia lo ocurrido no fue
una sociedad socialista, sino solamente una frustrada modernidad; la caída del "socialismo real" no sería otra
cosa, sino una variante frustrada de transición a la modernidad. Para no folclorear, debe decirse, que por
“modernidad”, en el presente documento, se entiende al salto cualitativo dado en el cinetismo de las fuerzas
productivas, al proceso implícito -en cambio- se lo denomina “modernización”, mientras que el llamado
“modernismo”, es la parte formal de la percepción, derivada de dicho movimiento material de reproducción de
la vida; proceso que implica a la inteligencia y a sus productos plasmados: fuerzas productivas materiales
(incluido el ser humano como fuerza muscular no cerebral: las habilidades corporales, las instituciones) y a las
formas de conciencia social, entre las que sobresale la ciencia, la cual va arrinconando a la ideología, a los
valores, los que también se someten a la racionalidad absoluta; pues, lo otro es recurrir al Arte o a la llamada
“cultura” para explicar la realidad, lo que es un fiasco.
1009

y racionalidad, “valor” de usufructo, primera y tercera naturaleza fuentes de los valores de
uso,…) no son contrarias (aunque algunos de sus autores así lo ven y lo proponen con el fin
de parecer creativos, originales y diferentes 1557 ) al planteamiento columna vertebral
formulado por Marx: visión del mundo correcta esbozada de una vez y para siempre (la
“concepción científica del desarrollo humano”), pues, ellas abordan ciertos aspectos,
determinaciones derivadas, parciales, formas de ser existentes o creadas a última hora por el
movimiento de la formación social; por tanto, deben ser integradas como desarrollos de la
teoría que permite entender de mejor forma la realidad humana, con modestia y con ubicación
en el sitio de la mampostería que les corresponde, como ladrillos que son. El
marxismoleninismo: ¡no tiene la pólvora mojada, maestros!
3.4.- LA VIABILIDAD DE LA ESPECIE, DE AQUÍ EN ADELANTE.
3.4.1.- REFLEXION.
¿Un nuevo conflicto armado de dimensiones globales, se perfila en el horizonte?
Atender la inquietud, lleva a reflexionar, nuevamente, sobre las condiciones políticas,
geoeconómicas y humanas del mundo (coyunturales, estructurales, históricas), con el
propósito de advertir, si alguna de éstas o todas, frenan o conducen a la humanidad hacia una
conflagración de impredecibles consecuencias, como suele decirse. En concreto: 1) anotar la
situación económico-política particular en la que se desenvuelven los monopolios globales
con ligazón territorial a Estados Unidos, y su necesidad de afincarse en esa geografía, para
prolongar el sometimiento del mundo, como determinación de su reproducción; 2) medir el
impacto de los “obstáculos ´externos´” sobre la sostenibilidad sistémica del capital absoluto;
y, 3) la proyección de las controversias del complejo movimiento de reproducción humana, en
conjunto. La tarea indagativa sobre el “objeto de investigación” secundaria delimitado,
inmediatamente advierte, que Estados Unidos, al continuar con su política internacional
guerrerista del “garrote”, de dominación por la fuerza (con la colaboración de países cobardes
y traidores como Polonia, sitio en el que el TIO SAM instalará mísiles a mediados de la
segunda década del Siglo XXI), se confirma que no cuenta con los atributos formalterritoriales
en el país (sobre todo: materias primas estratégicas –EU dispone de recursos
petroleros que se agotarán en 20 años: en el 2030- y mercado de demanda), para auto
sustentar el proceso de reproducción ampliada del capital, de propiedad del selecto grupo, que
se halla detrás de las multilaterales imperiales. Naturalmente, la reflexión se extiende de modo
necesario a advertir, que el propósito general de reproducción “unipolar”, se bifurca en fines
intermedios: sostener 1) la economía basada en la inversión en el “sector” bélico industrial y,
2) la hegemonía militar, no solamente en Medio Oriente, sino en todo el planeta.
La conocida como “cabeza del capitalismo global”: Estados Unidos, de forma
reiterada viene siendo calificada como imperio en decadencia, en descomposición (“Dada la
magnitud y la preponderancia de la economía estadounidense, sus tendencias son definitorias
del sistema internacional” –Katz, Claudio. Cómo estudiar hoy el capitalismo, 1998) 1558 . La
errática evolución económica estadounidense se expresa en desajustes económicos internos;
pérdida de competitividad en el mercado de bloques regionales: “... agotamiento de la fase
expansiva de EU sustentada en la Nueva Economía...” (René Báez G.); necesidad de materias
primas estratégicas y de mercados para impulsar una nueva ola exportadora. La superación de
dicha desarmonía, carece de opción en el frente de las variables endógenas. Sostener niveles
adecuados de retornos, conduce a recrudecer las políticas de control de mundo,
específicamente a nivel militar: comandos y bases militares alrededor del planeta (cárcelmundo:
“disciplinamiento”, “vigilar y castigar”), es una constante, luego que el persistente
estado de guerra tenga por objeto: 1) justificar y asignar recursos al complejo militar
industrial, sector que opera como factor de dinamización económica (en realidad, como se
conoce, el presupuesto militar de EU, al finalizar la primera década del Siglo XXI, se acerca
1557
En efecto, como ya se ha dicho, en las últimas décadas del siglo XX ha surgido un sinnúmero de nuevos
estudiosos de la realidad social, que en su afán de presentarse como originales, diferentes, innovadores
(esnobistas) han terminado presentando una serie de hipótesis, muchas veces absurdas (como son los casos de
El choque de civilizaciones de Huntington o El imperio de Hardt y Negri), que van desde Foucault hasta
Echeverría.
1558
Para pagar la deuda, toda la población estadounidense debería trabajar 3 años y medio sin comer; si los
gringos pagan su deuda, quedarían casi, casi, en la calle: ¡qué buen imperio!; ¡qué país más exitoso!
1010

al billón de dólares anuales; justificación encuentra en la permanente tensión en la que las
multilaterales han puesto al mundo; esta “economía de guerra”, es causa y a la vez resultado
del carácter imperialista de la formación en su fase de liquidación sistémica; pero la guerra
recicla la estructura, lo cual no sucede en un conjunto humano socialista serio, de eso se ha
aprovechado la burguesía global para forzar el estallido del imperialismo social), 2)
abastecerse de factores y 3) controlar el mercado mundial (en suma: a la subversión, a la
ciudadanía, a los movimientos de descolonización tardíos; en verdad, en la actualidad, por un
momento, el Derecho Internacional es un derecho de conquista, del más fuerte).
El entorno externo a EU –al cual debe recurrir-, por su parte, es un complejo no
recluible y en recuperación, incluso en el escenario de incremental “occidentalización”. La
economía rusa se halla en ascenso; su carácter de otrora gran potencia, le confiere el status de
potencia militar, económica, tecnológica, organizativa e ideológica, que al menor impulso
puede despegar, por lo que es un desacierto estratégico, el subestimarla. China, por su parte,
continúa alcanzando laudos en su pretensión de llegar a coronarse como gran potencia; y, en
Rusia y China –mutatis mutandis- existen fuertes supuestos en pro de la formación de un
factor de identidad. El resto de “potencias” de Oriente: Irán, India, Pakistán, son países, que
pueden entrar en una entente regional, fuera de los clásicos: EU, UE, Japón y los Tigres del
Asia. En cuanto a América, la unidad se ha dado y se mantendrá exclusivamente en el área
anglosajona; en América Luso-hispana (Brasil), en cambio, se advierte la tendencia hacia la
formación de un bloque socioregional autónomo, que entrará en contactos con el Boque
Oriental ruso-chino. El staff de pensamiento del poder (su conciencia): el Foro Económico
Mundial (FEM), en una primera aproximación percetual economicista y simplista, sobre la
tendencia en la conformación geopolítica del planeta, consideró que en la coyuntura de inicios
del 2000, se perfilaba la conformación de un nuevo bloque en el planeta, al que le denominó
BRIC (Brasil, Rusia, India y China); la reexpresión de esta previsión, sacó del “Bloque” a
Rusia y China (pretextando, de que dichas economías habían alcanzado la cima del
crecimiento), mientras que fueron incorporadas las economías de Colombia y Perú, de modo
que el bloque corregido fue BICP, en virtud de la tasa de crecimiento proyectada, que se dijo
iban a experimentar las dos repúblicas suramericanas (en el verdadero Bloque en ciernes, a los
BRIC se suma Sudáfrica).
Dicho sea de paso, ¿son el modelo y la presidencia de Cardoso, los factores
correlacionados positivamente con la emergencia del milagro brasileño? En parte 1559 ; los
aspectos concurrentes hacia dicho resultado, se relacionan con la propia crisis de EU, la
necesidad histórica de crear un nuevo actor en el balance mundial, que le torne más seguro,
esto es, estructura imperial equilibrada necesaria para los propios oligopolios mundiales; la
escala geográfica, poblacional, económica de Brasil y la lucha ciudadana (pero Colombia y
Perú no tienen características, que les conviertan en “Tigres del Asia” sudamericanos, ni
siquiera en las condiciones de Chile: población, territorio y recursos, coyuntura histórica y
correlación de fuerzas políticas) 1560 . De manera que a inicios del Siglo XXI, se advierte, que
el principal derrotado del supuesto triunfo capitalista de la “caída del Muro de Berlín”, son los
EU y el momento burgués de asociación y reproducción humana (sobre el particular, merece
1559
En realidad, el teórico de la Dependencia, junto a su colega weberiano uruguayo de artes teorizadoras:
Enzo Faletto, denostó la principalización explicativa hecha de los factores externos en el bloqueo al desarrollo
de América Latina en su pensamiento juvenil, para considerar que en ese mismo sector, en el que se ubican las
razones causales, se hallan contenidas las condiciones de la superación del atraso y el enrumbamiento por la
senda del progreso; en efecto, “Hoy día... los sociólogos latinoamericanos -yo entre ellos-,... identifican la
integración y la participación en el sistema internacional con la solución de sus problemas en lugar de con la
causa de sus dificultades”, habría aseverado el señor sociólogo ex presidente de Brasil.
1560
En Brasil ha habido recursos (metales, petróleo, gas, foresta, el segundo más grande acuífero en el planeta,
una inmensa población que puede salir de la pobreza y pasar a formar parte de la “clase media”, es decir,
convertirse en demanda efectiva para el capital) para las transnacionales, actores políticos potencialmente
subversivos, su tamaño y posición le ponen al frente como posible gendarme de América del Sur; dichas
condiciones condujeron al imperio a desplegar la movida estratégica de desplazar/fomentar la migración de
capitales hacia Brasil para impulsar el desarrollo capitalista en dicho cuasi continente. Que el Brasil entre a
jugar en las grandes ligas del poder mundial (en la Comisión Bilderberg, en la Trilateral, en la ONU), el
imperialismo yanqui no lo va a permitir (a los mandamás gringos no les interesa sus aliados y desprecian a los
que les son serviles); Brasil ha sido requerido por EU (esa función lo ha asignado) para controlar América
Latina (sobre todo ahora que súbitamente, y no se sabe cómo o porqué, apareció en el tablero geopolítico
Chávez y Venezuela) y frenar la “expansión chavista”. Brasil pasará a ser parte del tercer Bloque en disputa
mundial si se nuclea en torno de los BRICS o si forma la cabeza de una sola subregión luso-hispana americana
(dixit Atilio Borón, TELESUR, diciembre del 2011)
1011

que se otorgue alguna importancia a un hecho relacionado: de igual modo como la ley del
crecimiento es cíclica e incremental –rendimientos crecientes a escala-, la ley del
decrecimiento en los sistemas orgánicos, es cíclica, en caída progresiva). A nivel políticoformal,
el principal síntoma del carácter de la nueva realidad se expresa en la reestructuración
geopolítica del mundo en varias secciones territoriales y sociales: EU, UE, Japón-TA, Rusia-
China y Oriente, y América no anglosajona. No obstante, este cuasi sistema globalizador
trunco, por su naturaleza de proceso de formación conservadora del mercado mundial, de
sistema de consumo global, es requisito en el plano de la conformación de la denominada
“ciudadanía mundial”: la humanidad realmente planetaria.
Sobre Rusia y China, en Particular. En esta geografía reside la esperanza: no es posible
que rusos y chinos no se miren en su pasado, que den simplemente las espaldas “así porque
así”, “como si allí no hubiese pasado nada”, a aquellos extraordinarios momentos en los que
sus mayores fueron la nueva sociedad que derrotara al capitalismo, al feudalismo in situ, al
nazi fascismo y liberara a la humanidad en la Segunda Guerra Mundial. Los hijos, los nietos
de esa heráldica, cosmopolita, heroica y portentosa civilización que fue (en el mundo existen
personas que todavía respetan a Rusia y a China, por la memoria histórica sobre los procesos
revolucionarios y socialistas allí avanzados; por el omnipresente nombre de los más
destacados revolucionarios que ha dado la historia: Lenin, Stalin, Mao), están llamados a
reconquistar para la humanidad el mundo perdido (“donde hubo fuego, cenizas queda”):
aquella sociedad superadora de la irracional forma burguesa, capitalista, clasista de vida, para
insertarse en el proceso de transición mundial, que hoy adalizan los pueblos latinoamericanos,
del que pronto se verá contagiado el mundo 1561 . El nuevo eje Rusia-China, es un elemento que
acelera el derrumbe del polo occidental (EU); mientras que la tradición Oriental, la huella
socialista y la movilización de la población tanto neocolonial como de las “naciones”
céntricas –contrariamente a lo que se cree-, llevarán a este eje hacia la instauración de una
forma social transicional global, en dirección a la nueva “sociedad”; en verdad, se presiente la
formación de un nuevo “meridionalismo”, en el sentido en el que da a este término Mihailovic
(Mihailovic, Dejan. Geopolítica y orden global: posibilidades para un nuevo meridionalismo;
México, 210), esto es, como “… un fenómeno reciente que posee elementos ideológicos,
culturales y civilizatorios diferenciados. Se trata de una alianza heterogénea compuesta por
varios países que tienen un propósito común, esto es, buscar un equilibrio en la estructura
actual del poder global limitando los poderes tradicionales de los bloques regionales
hegemónicos”.
No obstante, la realidad en la coyuntura se presenta compleja: “China tiene intereses
(petróleo) en Irán a través de Siria, no le conviene, por tanto, que en el 2012 la OTAN
replique en dicho País la invasión genocida realizada en Libia; Rusia mantiene intereses en
Siria, puesto que es su primer abastecedor de armamento y en Irán porque es su vecino y
mediante quién tiene acceso al único puerto de salida al mar por Occidente; de manera que los
dos países deben darse la mano en el Consejo de Seguridad en defensa de Siria. Empero, hay
contradicciones históricas entre Rusia y China, y rupturas actuales entre capitales asentados
en esos territorios que buscan valorizarse en el mundo; esa la razón por la que sus posiciones
y alineamientos geopolíticos en el “conflicto Arabe” son calculados, inestables; y, el único
factor de precaria unidad de criterio entre Rusia y China en la ONU es la presencia
imperialista de la neotriada: EU-UE-Japón. En este marco: ¿qué sentido tiene el crecimiento
económico, su exhibicionismo, galantería y tanta impostura chinos? Mucho más: ¿en qué
razón se encarna todo ese histrionismo puesto en términos filosóficos, esto es, en el objeto de
la vida racional, en el largo aliento humano y en la trayectoria del fin global y definitivo de la
humanidad? El mismo hay que encontrarlo en esa perspectiva: dicho proceso masifica el
desarrollo material (asimétrico, obviamente) del género en tanto lo lleva a otra zona del
mundo (supramoderna), carga la psicología de suficiencia, de confianza tecnológica, masifica
1561
Ahora bien, no es el deseo: el simple querer y la razón, los protagonistas de la historia; a decir verdad, tras
de las posiciones hay estructuras que determinan la conducta de los individuos y la resultante de la praxis
humana. En la ex URSS se ha vuelto a imponer la fatalidad; la necesidad histórica es la gran conductora de ese
proceso. ¿Podría presentarse una excepción? ¿Una que sea el resultado de la influencia transgeneracional de
su pasado glorioso a ser efectiva en el marco del “espíritu” reinante en el ambiente de la moral, la equidad y
racionalidad como herencias proletarias? “Entonces y sólo entonces” se podrá hablar de una posible manera
en que Rusia se ponga nuevamente a la izquierda del proceso de occidentalización socialdemócrata del mundo,
tornándose en instrumento consciente de la historia: en mediación hacia la verdadera forma superior de
humanidad.
1012

una tradición positivista y cientificista como recurso moderno, mecanismo en el que se debe
basar la forma humana solidaria y de cooperación para catapultar el pensamiento; pero
también anula nociones sobre “teorías” geográficas del desarrollo (Norte/Sur), superioridad
racial y designio divino.
De manera que otro “imperio” se catapulta a la cima (único o mixto); su función es
diferente, ya que status-rol inherente, se constituye y opera en otro momento de la vida: la
esencia misma de la nueva cabeza es distinta, pues, la determinación histórica no le faculta
actuar según el clásico estilo del que cede el lugar: EU; el referido imperio, operando en uno
de los picos confrontacionales del sistema, desarrolló el papel natural sin racionalidad previa
ni modulación determinable: siguió el rumbo espontáneo y los términos del conflicto con los
otros ejemplares dispuestos a participar en el proceso de la “febril acumulación, supuesto
necesario para el advenimiento del mundo nuevo” (“todo lo que es requerido es racional y
todo lo que es innecesario es irracional y debe perecer” -Hegel). La nueva cabeza entra a
operar cuando el trabajo se halla casi concluido (proceso de formación de la base material del
mundo nuevo -dixit Carlos Marx), esto es, en el instante en el que el desarrollo de las fuerzas
productivas pisan los talones de la nueva forma de asociación humana, en la que se aprovecha
la colosal acumulación material, de modo de conferir continuidad al proceso de acumulación
espiritual. La función del nuevo “imperio”, es pareja: debe redondear la tarea conducente a
concretizar el sistema de automatización productiva y mediar en el tránsito traumático hacia
las nuevas “relaciones ´sociales´”: el encuentro entre la alta tecnología y las relaciones
“filiales” (Rusia y China, por su pasada experiencia socialista, se supone que se dirigen hacia
allá: a reunir el aporte de la “racionalidad instrumental” de los gringos, europeos y japoneses
–potencializado con el propio- con el proveniente de la “economía solidaria” –América
Hispana, Africa, Malasia). Esto es, la misión de reunir a la humanidad toda, como entidad
completamente nueva: superdesarrollo técnico, humanocovivencia, alejada del Eros, dirección
del desarrollo pleno de la inteligencia, en la búsqueda de otorgar conciencia a la Materia.
Se dice, que la humanidad moderna tiene alrededor de 30.000 años de vigencia; de
éstos, se tiene referencia, que el conocimiento, considerado en su carácter de reflejo objetivo
aunque prioritariamente fenomenológico, se remonta a los 3.000 años; y, que el auténtico
saber científico, no va más allá de unos 300 años. Si de imponer la razón en los actos
colectivos humanos se tratase, hace unas cinco centurias que la especie pudo utilizar su
conciencia para organizar procesos de vida “supramodernos”, cuando se planifique atender a
todos los miembros de un colectivo, en similares condiciones 1562 . Mas, el desarrollo del saber
y el status de juicio racional de la conciencia, requieren del ejercicio de todo el proceso de
formación del “sujeto de conocimiento”, esto es, de la historia vivida por el género; sólo de
ese modo era posible llegar al nivel de racionalidad y de tecnología alcanzado. Ahora bien,
incluso para que la programación impere en la organización entre seres humanos, esta noción
debía contar con su base histórico-material de sustento, esto es, crearse ciertas condiciones:
ampliarse el dominio perceptual de la realidad (tanto en forma cuantitativa como cualitativa),
desarrollarse métodos de cognición de mayor potencia conducente hacia la veracidad, junto a
este florecimiento de la ciencia la técnica estaba llamada a progresar, todo en el marco
contradictorio único posibilitante, que venía a ser presupuesto necesario, hasta que, llegado a
cierto nivel de su desarrollo –la automatización y la conciencia madura-, puedan darse
prácticas de consenso, de cooperación y de búsqueda de propósitos de bienestar colectivo y
del prójimo, como determinación del propio –en los hechos, el intento fue mas bien violento,
revolucionario, es decir, cruento, aunque con razón- (¿se debe amarse –como se dice- primero
1562
Al respecto, el señor físico F. Erazo, prepara un documento en el que expone cómo la razón que avanza,
crea condiciones para administrar el capital de modo racional; sostiene que si, por ejemplo, el capital, que él lo
llama: “inútil” y que estima que un volumen similar al capital realmente planeado (o sea, la limosna que se da,
los centavos que se pierden y otros “sueltos menudos”, que no entran en la macroprogramación del gasto), son
utilizados apropiadamente, vendría a ser una razón más para que el capitalismo se derrumbe; sostiene, que si a
quienes tienen ingresos solventes se programa su tarjeta de pago al ingresar al peaje con un chip, por ejemplo,
de modo que se les debite un centavo de dólar con el cual formar un monto para arreglar la vía, no va a haber
rechazo al “cobro”; de igual modo manifiesta, que el caso puede operar si a los seis mil millones de personas
habitantes del planeta se le debita un centavo, se tendría dinero para reparar los daños sociales, la pobreza e
impulsar el desarrollo de zonas enteras del planeta, sin causar perjuicio (al capital, a la acumulación de éste).
Ahora bien, esto es lo que no quiere el capital, por lo que, si la sugerencia entra en ejercicio efectivo, será por
cuanto históricamente se han creado condiciones materiales que sustenten la efectividad de propuestas tales y
similares.
1013

uno para luego amar a los demás?; o, por el contrario: ¿me amo a mí, como efecto primero de
amar a los demás?; la contestación, que prevalece es: si no me amo a mi mismo, ¿cómo puedo
ser capaz de amar a los otros?; empero, la respuesta a este “acertijo” es diametralmente
opuesta: sin no puedo apoyar, colaborar, ayudar, “dar una mano”, no tiene sentido mi
presencia –me amo a mí amando a otro, lo cual quiere decir, promoviendo su bienestar; y éste
es un principio de la moral comunista; o sea, a partir de otra perspectiva: me aprecio a mí
mismo en el aprecio que profeso a los demás, afecto que depende terrenamente, de cuan útil
sea el prójimo camino a la consecución de las realizaciones superiores de la especie: la
formación democovivencial humana y la incursión en el camino del saber objetivo) 1563 .
“En los años cincuenta del siglo XIX algunos populistas rusos afirmaban que el MIR
podía servir de base para una transición directa al socialismo, sin tener que pasar por los
horrores de la industrialización capitalista.” (A. Shaikh: Valor, acumulación y crisis; p.: 270),
es decir, la humanidad –en esta visión centrada únicamente en la felicidad humana hedónica,
humanista e igualitaria- debía avanzar en su progreso histórico como especie, obviándose el
papel capitalista de la acumulación, del desarrollo necesario de las fuerzas productivas y de la
conciencia de las personas a través del conocimiento y la técnica (aquí –por supuesto- se
ponía la monta tan sólo en ahorrarle suplicios a la parte mayoritariamente subordinada de la
especie, mas no en el rol elevado sobre la conciencia que tiene el capitalismo, como tampoco
en la función del sistema burgués de vida como preparador del homo de la espiritualidad; es
decir, se prestaba importancia únicamente a la esfera sensorial y no a la espiritual del ser
humano). Hasta ahí había llegado el pensamiento, y todavía hoy se tiene evidencia en torno a
que hay seres, que demuestran hallarse anclados en él, cuando sostienen y bregan en torno del
qué y porqué, en su orden, la transformación exclusivamente debe alcanzar ese objetivo:
igualdad, libertad y fraternidad, con hacha de piedra, pero no en avanzar a prepararlo para que
cumpla el objetivo superior de la inteligencia con empresa, explotación, acumulación,
automatización, código genético, inteligencia artificial (strictu sensu: superada la pobre y fácil
especulación sobre el carácter divino de la procedencia del ser humano y de su designio sobre
él, la nueva perezosa e interesada concepción sobre la episódica humana, argumenta, que el
ser humano está para realizar el goce, mientras que todo su entorno se halla programado para
que éste alcance la felicidad, cuando mas: superando las contradicciones internas, fuera de la
determinación racional del saber).
En tanto la economía sobre todo estadounidense, continúe basándose
fundamentalmente en la industria bélica de manera que la crisis endógena no estalle de modo
definitivo (complejo militar industrial); si el capitalismo mundial se fractura en frentes
multipolares; para el caso en el que se produzcan asociaciones internacionales, para equilibrar
el poder o supeditar a bloques hegemónicos ya existentes, el rearme va a continuar y el
fantasma de una nueva “guerra fría”, e incluso de una conflagración mundial real, vuelve a
rondar (es obvio, esta vez, los pueblos no participarán en ella; mas bien: la recusarán). Al
respecto, y en la “incursión episódica” a la realidad, si Estados Unidos (el polo bien/mal)
bombardea Irán (el polo mal/bien), las guerras imperialistas se mantendrían sobre el mundo y,
sobre él: se cerniría el fantasma del Apocalipsis –“la proyección de las frustraciones del
presente”- (el peligro crece con la reactivación de Rusia). Esta visión espeluznante del futuro,
se halla por fuera de otra (mas bien: no le da importancia dentro del rango de posibilidades):
la de la determinación, aquella que sostiene, que de todos modos con guerras de rapiña
fratricidas, con catástrofes ecológicas, con degeneración antropológica, la especie debe seguir
adelante (hoy esa responsabilidad asume carácter plenamente teleológico). Por eso, el quid, la
quintaesencia de la lucha política se ubica en el lado de la brega por imponer un camino, entre
varios, para alcanzar un mismo fin: el monetarismo neoclásico o la solidaridad racional (en el
caso último, dicho itinerario debe avanzar siempre asistido por los desarrollos de la ciencia y
de la técnica, que el sistema de free trade y el modelo económico neoclásico se han encargado
de desarrollar de modo colosal), pues, la cuestión no trata con hechos de carácter puramente
1563
“… la Iglesia Católica inculca la idea de que sin religión, sin creencia en Dios no puede haber moral y que
el que lucha contra la religión destruye las bases y la fuente de la moral” (Kelle y Kovalzón: Sociología
marxista). Con el avance en el proceso de racionalidad humana (efecto directo del progreso de las fuerzas
productivas), adquiere creciente importancia la Moral: es la formación espontánea de un “código de honor”,
que se observa sin necesidad de presión, puesto que las condiciones materiales así lo determinan: el nuevo
“contrato humano”, marco en el que se realiza dichas objetivaciones.
1014

escolásticos; por el contrario, ella se inscribe y se resuelve en la praxis política
transformadora de la realidad.
El carácter imperialista de este choque (del que ha sido comentado en parágrafo
anterior), habrá de definir el destino del mundo: el desenlace es fatal, “... de impredecibles
consecuencias...”, de modo que la humanidad misma peligra desaparecer y, con ello: quedaría
inacabada su misión, resultando la presencia humana: completo fiasco (por efecto de la
“Guerra Preventiva”, de la “privatización de la guerra”, de la “guerra sin rostro”
–“conspiración en red: nadie da la cara”). No obstante, la realidad globalmente ha cambiado:
se entrevé una nueva percepción generalizada en el público sobre los hechos, tanto como
renovados conceptos de la vida; “la humanidad se ha feminizado”, racionalizado; el poder, la
gran propiedad, el lujo, el consumismo, el automóvil, el frac (la moda moderna se
confecciona con materiales de reciclaje), se hallan en cuestión; la economía oficial se ha
anclado en la fase depresiva; la noción ecológica, frena la ambición empresarial de lucro.
Pronto se formará una transnacional más efectiva de los pueblos por la paz, la justicia, la
igualdad, la moral (la tecnología de la electrónica y de las telecomunicaciones es su plano
medial, catalizador, en virtud de que sus substratos han sido masificados en el marco de la
expansión y del interés de la realización de los negocios, substrayendo a la población del
anonimato y de la ingenuidad). Serán recuperados los tratados de respeto entre las naciones:
en el planeta una nueva “Liga de Naciones”, como institución emergerá, a la manera de
aquella que fundara provisionalmente la Paz en Wesphalia.
El aparecimiento de una nueva cualidad humana: la “globalización”, entendida en su
acepción sencilla, esto es, como el fenómeno de contacto entre todos los pueblos del planeta,
encuentro esté, precedido por el desarrollo de las fuerza productivas y el mercado (en verdad:
la “globalización” ha sido, para la humanidad, su designio histórico; mientras que el
capitalismo: su brazo ejecutor principal más eficaz y terminal –sistema y mecanismo de dicha
planetización) y la consecuente formación de una sola comunidad escindida mundial, condujo
a la conclusión del modelo de estructura de los Estados nacionales y, consecuentemente: de
los movimientos de liberación nacional alrededor del mundo (proceso que incidió también en
la sincerización de la “forma política” soviética: la llamada “caída del comunismo”), esto es,
al cierre histórico de la formación perturbadora, por lotes, del género, para pasar al
centralizado proceso de acumulación a escala mundial, premisa del reencuentro de todas las
formas de inteligencia que han supervivido en el mundo: las llamadas “culturas”. El proceso
se expresa y va hacia adelante: el “proyecto” de formación de una humanidad integrada,
marcha a pasos de gigante. Este acercamiento, reconocimiento, trabazón y mezcla de distintos
pueblos, poderes e intereses, es medianamente cruento. Los conflictos por venir, asumen la
modalidad de “guerras frías”, tal como es el proceso pasado y en curso: primera “guerra fría”,
conato de “clases” y entre “sistemas económicos”; segunda “guerra fría”: de carácter
geopolítica imperial e imperialista; tercera “guerra fría”: entre el imperio y el “terrorismo”; la
cuarta “guerra fría” responde a la fusión de todas las contradicciones: el capital contra el
mundo (EU contra Rusia-China –la reminiscencia del socialismo-; EU contra Rusia-China,
por el poder y el control de recursos; EU contra el “terrorismo”, la subversión y los
ciudadanos).
Probablemente el último ataque imperialista de EU (invasión criminal), utilizando su
base militar: Israel, sea a Irán (País catalogado por la megritilla Condolessa Risse, como
integrante del “eje del mal”), tal como lo advierte el comandante Fidel Castro Rus 1564 . Esta
aventura (objetivo militar), de consumarse, encontrará a un pueblo iraní organizado y
preparado para su defensa, el cual va a responder a la agresión de similar manera como lo
hizo otrora el gran pueblo vietnamita; pero, sobre todo, la intervención genocida recibirá el
rechazo del mundo, viéndose obligado el agresor a suspender las acciones y a celebrar una
retirada moralmente vergonzosa y humillante. No debe olvidarse (y el poder imperial iluso
puede entrar en pánico, en ofuscamiento, y no recordar que estuvo al filo del precipicio) el
hecho de que “... las consecuencias de las disputas interimperialistas que estuvieron de por
medio en las dos grandes guerras mundiales del Siglo XX... casi acaba con el propio sistema
capitalista”, de manera que la dominación mundial va a actuar con mucho tino, incluso en la
1564
Uno está dispuesto a ser contemporizador, amable con toda esta gente, pero no puede efectivamente serlo,
porque a cada rato dan motivo. A la Banca iraní se le ha incluido en el GAFI, puesto que se aduce que Irán
financia al terrorismo; ¡Qué se han creído estos imbéciles, que no dicen nada frente al verdadero terrorismo
genocida estadounidense, que financia el “complejo militar industrial”, las Bases, los Comandos y las Flotas!
1015

acción policial de los ejércitos en la “cárcel mundial”, puesto que las “revoluciones”
subversivo/intelectual/ciudadanas pueden aprovechar la guerra para “poner en jaque al
sistema”; en efecto, durante la Segunda Guerra Mundial se destruyó al nacifascismo, tuvo
lugar la revolución china, la yugoslava, la vietnamita, la albanesa, la formación del campo
socialista, se independizaron varias colonias, aparecieron teorías y se implementaron políticas
de desarrollo autocentrado.
En otro orden de reflexión, el mundo conoce, desde la década de los 80 del siglo XX,
que en el ex Bloque Oriental ya se contaba con tecnología de defensa frente a toda arma
misilística; si este tipo de armamento (Campos de Domo Tesla Escalar) es realidad, las
potencias que lo poseen, evidentemente que pasarían a ser invulnerables o estarían protegidas:
no habría posibilidad de daño entre ellas, lo cual los proveería de seguridad y se les retiraría la
capacidad de infringir daño, como de la posibilidad de invertir recursos de manera inútil en
los complejos militares industriales (el capitalismo será el más afectado); solamente quedarían
inermes la necolonias. La guerra saldría definitivamente de la historia, más que por razones
éticas, debido al desarrollo y límites inherentes a la propia tecnología; y, esta nueva realidad
constituiría un factor más, que se incorpore al torrente de los hechos, encargados de crear la
renovada fisonomía humana. Huelga, por tanto, sesgar la reflexión para argumentar sobre la
hipótesis, de que no va a haber una tercera guerra mundial, ni siquiera una focalizada guerra
de grandes proporciones tiene cabida en el horizonte; pues, aunque una de ellas se inicie, las
propias condiciones del conflicto, su proceso y desenlace y la voz mundial no la dejarán
seguir (es como la simplona pelea, que se produce entre dos personas, que luego de alardear
pico a pico, de retarse envalentonadamente de forma mutua e ingresar en la reyerta, los
amigos, conocidos y demás personas, intervienen para frustrar la gresca, para que se den la
mano como signo de paz, disculpa y amistad; a propósito, en una pared de la ciudad de Quito,
en cierta ocasión pudo verse pintarrajeada la frase: “haz el amor, no la guerra”). En efecto, en
Siria confluyen varios intereses: libaneses, rusos, iraníes por un lado, estadounidenses,
israelíes, europeos por otro; de manera que en el 2012, si EU decide invadir Siria puede
desatarse la Tercera Guerra Mundial; no obstante, la misma será frustrada por intervención de
los pueblos.
Lo dicho (prueba parcial de hipótesis): también la guerra (necesaria para la vida del
capital: ella es uno de sus negocios) se convierte en búmeran para EU; la razón por la que ésta
se vuelve imposible en cuanto determinación concreta: política=expresión concentrada de la
economía (Lenin), guerra=continuación de la política por otras vías (Klausewitz) es
consustancial al hecho de que no solamente los pueblos de las potencias imperialistas (EU,
Inglaterra, Israel) sofocarán la sed de sangre de sus halcones (si la dialéctica debe operar, el
capitalismo debe ser destruido desde dentro), sino que la población mundial reprimirá dicha
intentona; pero el factor que operará con fuerza decisiva, proviene del lado de la
interdependencia económica y de la correlación de fuerzas geopolíticas (Rusia, China, Irán,
Siria, Túnez). En diciembre, mientras el planeta llano se apresta a dejar el año 2011 y a
festejar la apertura del 2012, el belicismo gringo ha desplazado buques de guerra al Estrecho
de Ormuz y amenaza a Irán (pero Irán ¡se está haciendo respetar!: ¡viva Mahmud
Ahmadinejad! 1565 ). Son alardes cobardes de EU contra Irán, puesto que por el Estrecho se
transporta el 1/3 de la producción mundial de petróleo (15.5 millones de barriles diarios),
luego, si se inicia un conflicto en dicha área, tanto los países importadores como los
exportadores se verían afectados económicamente por varios años, de modo que los agresores
deben andarse con cuidado. Para completar el cerco contra Rusia a través de la cadena que va
del Mar Báltico a Hungría y asegurarse la dotación de petróleo, los gringos deben ocupar Irán
y Afganistán, al no poder hacerlo directamente deben desmantelar el sistema de resistencia a
los planes estadounidenses de Irán y Siria en Medio Oriente. En ese escenario: no va a haber
agresión o guerra alguna, no por falta de intención, sino porque las repercusiones para el
1565
A inicios del año 2012, Irán no es una república socialista ni siquiera socialdemócrata, tomada esta última
palabra en su sentido cabal: predominio, en la escala social, del estrato de ingresos medios de la población (lo
llaman “´clase´ media”) efecto del ejercicio de políticas económicas dirigistas de carácter redistributivo; al
interior de Irán, en los escaños superiores de su estructura socio-económica, vive una oligarquía cupular, que
hace buenos negocios y que se aprovecha del sistema, la que incluso pasará a actuar de modo reaccionario en
coherencia con su condición de clase, cuando de ir a otro modelo de sociedad se trate; pero, en la circunstancia
su postura defensiva antiyanqui y antisionista (dado que Irán no forma parte de la estrategia de alianzas
subordinadas en el proyecto geopolítico yanqui de dominio de la zona árabe, de cara a controlar a Rusia y a
China), es una contribución inmensa en el desplazamiento coyuntural de la historia.
1016

agresor: EU, pueden ser letales (dixit Reimundo Kabchi, TeleSUR). Como saldo de toda esta
“joda” yanqui, su intervención en Oriente Medio está permitiendo conocer más en América
Latina sobre los pueblos árabes y norafricanos y viceversa, y establecer y estrechar relaciones
económicas y fraternales.
En la actualidad, la “sociedad se ha feminizado” (los gay, los metrosexuales y
similares, los Strippers -¿?); la gente busca la paz, la diversión, el arte, la moral, el Eros. En
Ecuador los jóvenes hacen fila para entrar al “perreo”, para proveerse de la ocasión de
practicar el “vacilón” en antros en los que sus propietarios se esmeran por atender con
“calidad y calidez” al cliente, por fidelizarlos 1566 (en efecto, dichas formas espaciales para la
relajación son sitios cerrados, adecentados de modo macabro; a horas tempranas se riega un
poco de alcohol en el piso, para que el lugar sepa a perversión y estimule los sentidos –el
Eros, Afrodita, el homo luden-, más tarde se aplican vaporaciones con humo de cigarrillo para
inducir sensaciones bizarras, a continuación se repite la dosis pero con estupefacientes, de
modo que se incorpore valor a ese ambiente: un nuevo eslabón en su cadena -de “valor”-, que
está listo para inducir el desate de las bajas pasiones y el consumismo; ¡eh ahí en ejercicio,
con excelencia, los principios de la calidad, del liderazgo en ventas, de las normas ISO!,
propia de la genialidad nipona; en una palabra, los negociantes –como muy bien se conoce-
solamente se movilizan, se esmeran, si frente está la recompensa en metálico, de modo que:
calidad, calidez, cultura, clima,... son los eslabones de uno de tantos cuentos burgueses
hipócritas 1567 ). Mientras que la juventud de las anteriores generaciones, “hacían cola” para
enlistarse para la defensa de la Patria (“... que cambiado está todo...” decía Engels; “todo
tiempo pasado fue mejor” han balbuceado las generaciones maduras).
Puesto en sentido filosófico, azaroso, el tema, la materia: ¿podrá “arriesgarse” a
frustrar todo el tramo recorrido por el ser humano (las penurias de su constitución como homo
sapiens, la “agresión” de la telúrica de la naturaleza, los enfrentamientos fratricidas, el
sometimiento de clase; e incluso a “botar por la borda” todo el incesante trabajo invertido en
la superación de dicha problemática en todos los frentes por parte de la inteligencia),
precisamente cuando el proceso de conformación ontológico-espiritual de la humanidad está
por llegar a su término (supresión de los restos clasistas y completamiento de la fase de
robotización), conformación de la fase ontocognitiva del género como presupuesto para
iniciar el tránsito por la ruta en la que se realiza la razón de su propiedad sui generis: la
inteligencia y, con ello: el cumplimiento de su objetivo meta, final, especial: la formulación
de la teoría-conciencia de sí del Universo? La materia no sabe de eso, no tiene conciencia (“la
vida es una serie de golpes de suerte”); precisamente la forma ontopraxeológica: “ser
humano”, es la encargada de dotarle del reflejo espiritual; por tanto, a la materia no le importa
liquidarlo todo, pues, puede estocásticamente volver a hacerlo todo de nuevo (la aleatoriedad,
azarosamente no enrumbó la vida hacia “una modernización no capitalista del mundo”, pues,
el suceso requería de elevada conciencia general de la humanidad y ausencia de oposición; en
la inconsciencia, en la muerte, en el sueño: las nociones sobre nanosegundos o años luz, son
iguales, no existen). En las consideraciones expuestas, corresponde al ser humano utilizar su
conocimiento y dominio del mundo, para que su presencia no resulte en caso fallido, en
“universo” humano frustrado en su optimidad –“también que iba la cosa”- en las “puertas
del horno…” 1568 .
1566
En otros tiempos, a esta estrategia empresarial, se la habría denominado: volverlos viciosos. Curiosamente,
también en ciertos círculos de la intelligentzia se proclama loas por Eros: rebelión de Eros contra Prometeo
(del ser humano que desea contra el que trabaja), del Demonio contra Cristo, la juventud del Mayo Francés, la
Primavera de Praga,… Eh ahí la arista ideológica de la postmodernidad como variante del revisionismo
diversionista, que pareciera imponer para siempre la que debe ser la conducta de la humanidad: el balance
entre sensualismo y racionalidad. Mas, ese es tan sólo el espejismo en el que se expresa la añoranza, la frontera
del propio deseo, pues, el mundo futuro es estoico.
1567
Paradójicamente, un estamento del propio sistema: el gorilismo militar les califica, y con mucha razón:
“seres emocionales sin inteligencia”.
1568
Educación y conciencia. Esta “educación” proviene del agencioso trabajo de las multinacionales, la que
han desarrollado la técnica y articulado al prójimo, que han propuesto el salto del GATT a la OMC, de manera
que aparecen y regulan nuevos valores en y el comercio internacional; principios dirigidos en algún modo a
reducir la brecha entre ricos y pobres, y premisa para la realización del producto a esa escala. Acceso a los
productos y substratos de la ciencia y de la técnica, que figura como la “política” más importante, trascendente
y sustentable de redistribución del excedente mundial dado en la esfera terrestre toda; en efecto, con el
conocimiento, con las destrezas que él instala en el soma e, inclusive: con la técnica propiamente tal que se
futra del poder y va a manos de la neocolonial, en la fase transicional: de reacomodo de las relaciones
1017

La más desplegada forma de humanismo: es la “racionalidad” (o sea, la atención a la
“cuestión” planteada, que espera abordaje, esto es, la “espiritual”): racionalidad objetiva,
exacta, frugal, pues, la misma expresa la cristalización y efecto de la propiedad del
pensamiento individual y colectivo: la realización de las potencias específicamente humanas.
Cada época clasista se plantea y promueve una idea en torno del “humanismo” (sobre los
derechos de las mayorías frente al grupo que los tiene por sobre la omisión de los demás); las
modernas concepciones respecto del “humanismo” incluso se ocupan del entorno humano: la
naturaleza, pues, este “derecho” indirecto, vendría a conformar parte del bienestar y de las
demandas humanas (“… el modo que tiene el ser humano de autoafirmarse e identificarse
mientras se define o se determina en referencia a la naturaleza” –dixit B. Echeverría-; en
relación el Cosmos, es en realidad 1569 ). En sentido abstracto: también los animales buscan su
bienestar y realización con la mejor eficiencia, dado que minimizan riesgos y maximizan
oportunidades: se satisfacen instintivamente, puesto que motivaciones internas les impulsa a
actuar; la razón no opera de este modo, incluso sus éxitos (si hubiese plan) difícilmente
cubren la urgencia de satisfacción (cuantas veces se ha oído decir, sobre todo a personas, que
optan por los cursos de postgrado: “estudio para mejorar mi situación económica; si no lo
consigo, no tiene sentido perder el tiempo”). El “humanismo”: es un “estado mental” –sic- (C.
Barnard); uno y otro, por otra parte, son el resultado del tipo y nivel de desarrollo de la
racionalidad: de renunciamiento a la felicidad hedónica, de uso de la voluntad, para conducir
al cuerpo a conseguir objetivos que no arrojan beneficio aparente (o sea, fuera de la
percepción histórica burguesa) en el plano de la felicidad sensorial. El “humanismo
supramoderno”, tiene que ver con lo expuesto: propender a que cada ser humano disponga de
las condiciones para que sea capaz de “agregar valor” continuamente en los dominios de la
razón: abarcarla completamente. Pero: todavía interesa la opinión de los demás; del contrario;
¿de quién?
Como consecuencia, todo lo expuesto (cuanto los elementos dispuestos en la realidad
misma) conduce a la conclusión, de que no se presenta dable pensar, que actos de neobarbarie
de naturaleza bélica que pongan en peligro la vida del genero sean susceptibles de ocurrir al
final de la era “posmoderna” (algunas personas de pensamiento pequeñoburgués suelen
argumentar al respecto: “de ocurrir eso significaría que la humanidad no ha aprendido nada en
tantos años de vida cruenta”). Ya se ha dicho: 1) que a nivel mundial el nuevo balance de
poder en consolidación y el agotamiento del modelo de acumulación de dimensión
hemisférica de signo financiero-comercial, niega esa posibilidad. 2) En el plano estructural, en
cambio, la humanidad es “sujeto político”, que de ningún modo tolerará el desate de una
nueva violencia genocida (aunque ahora de cierto modo contemporiza con la agresión
criminal sionista sobre el pueblo palestino 1570 ). Y, 3) en el lado histórico de la tríada de
factores enunciado como componentes de estudio para formular el planteo sobre la
“sociales” (humanas) en el marco de la urgencia de la sobrevivencia en condiciones restringidas para su
consecución, la educación dada en la red del ordenador: en el Internet y en la forja el saber a través de quienes
serán los futuros socializadores: los medios de comunicación, se forja el saber y el hacer en la población
humana. Knowhow, que es el resultado de la recolección de la experiencia y la sabiduría del mundo, con lo
cual se puede hacer cosas, desplegar las energías creativas, tornar en prácticos los objetivos de la subjetividad
y poner las premisas que conduzcan hacia una nueva etapa de desarrollo de la especie, está vez de orden
espiritual.
1569
Modernidad hedónica y naturalista, enclavada, reducida al sino del ser humano en el interior de su historia
planetaria y episódica, como propone Bolívar Echeverría.
1570
En la propia zona de conflicto, las bases del pueblo israelí han desbordado el control de las elites sionistas
asesinas y se encuentran haciendo causa común con el sufrido pueblo palestino. Las tres religiones monoteístas
en el mundo están orando, formulan declaraciones, acompañan al pueblo sobre todo palestino, en apoyo a la
solución pacífica del conflicto. La candidez de la conducta de estas personas estriba en que dicha resolución
implica la destrucción del poder sionista asesino y la cesación del poder geopolítico gringo en la zona, esto es,
los capitales hebreo-estadounidenses, cuyos intereses se realizan en el control militar de Oriente Medio, con su
retirada volverían a provocar el vacío de poder, que quedara luego de la caída de la ex URSS. Mientras tanto,
según lo denuncia el Embajador iraní en Ecuador, el connubio yanqui/sionista en Oriente Medio tiene una
bitácora geopolítica bien definida: sabotaje terrorista informático al programa nuclear iraní (incluso se dice
que pueden inducir fallas en el proceso para que se produzcan accidentes y de ese modo desprestigiarlo y
encontrar pretexto para intervenir por parte de estos asesinos que por su lado han utilizado, producen y venden
armas atómicas y que cínicamente se presentan como fiscales); y, el holocausto palestino a cargo del sionismo
cobarde israelí (si las instituciones globales de gobernanza y legitimación no sirven para mantener el dominio
de los principales capitales monopólicos, se les retirará el apoyo económico).
1018

interrogación que abre este subnumeral, para la humanidad en el largo plazo en el que se
despliega su completa misión como especie inteligente, esta vez el azar ha perdido fuerza: el
ser humano ha pasado poco a poco de modo creciente a comandar su vida, su existencia social
y el entorno más externo y de amplio aliento, asegurándose que ningún evento fortuito pueda
interponerse letalmente en su camino, esto es, que sea capaz de bloquear el cumplimiento de
su objetivo esencial, superior y definitivo: realizar lo que sólo el ser humano sabe y puede
hacer: producir conciencia (y si este objetivo no es alcanzado, el curso humano habría
quedado trunco y su razón letalmente mutilada; de allí que el desarrollo del conocimiento y la
técnica debe avanzar aceleradamente, de modo de poder controlar incluso la casualidad en el
movimiento del Universo). La previsión de Lenin se ha convertido en realidad: la guerra se ha
tornado tan destructiva, que se ha vuelto imposible (Lenin: diálogos con Krupskaya).
Este último viene siendo el conjunto estructurado de visión-“estrategia” (la finalidad)
en el “organigrama” espiritual de la especie, en el que las funciones de la mente la elevan de
la condición humano-racional hasta la muy prometeica condición divina; y, meta sin la cual,
la inteligencia, el ser humano, la conciencia y su devenir (las guerras, el poder, la hegemonía),
no tendrían sentido alguno (“todo lo necesario es racional”), en la cadena ascendente de los
procesos azarosos del Universo. En el fondo, el triunfo de un segmento humano sobre otro
(del poder sobre el pueblo o de éste sobre aquel, del conquistador sobre el conquistado, del
fuerte sobre el débil) no sería mas, que el que ocurre entre el león y el impala o la huida y
puesta a salvo del impala frente al fracaso de la leona, la que ve puesta en riesgo su vida y la
de su grupo; sólo ascendiendo a la “condición divina”, el ser humano reivindica todo su
pasado azaroso, bárbaro, de sometimiento, de inocencia y establece la diferencia frente a otros
seres vivos con los cuales cohabita en el planeta. Ahora bien, estas aseveraciones se hallan
penetradas de su propio carácter histórico, de su devenir en doble sentido: ellas serán
rebasadas por el nuevo marco de pensamiento adosado a las generaciones que vienen; y, en
vista de que “las palabras no deben ser aceptadas sin ser cuestionadas” (la primera regla es
concluyente; sobre la segunda, no es necesariamente fatal, puesto que a todas luces ella es en
exceso especulativa, pues, la verdadera búsqueda de racionalidad en todo discurso se
corresponde, mas bien, con la permanente confrontación de las ideas con la realidad: el
encuentro de univocidad de ésta con aquella, disintiendo, por supuesto, con el criterio al
respecto, del señor R. Lanz).
La premisa general que columbra todas las ideas vertidas en este escrito, es la
siguiente. La historia: ¿todavía es un conjunto de rutas abiertas, de posibilidades, de opciones
a elegir “libremente”, por consenso, por el poder o como resultado de la lucha de clases?; o,
¿ésta, está ya determinada, marcada, definida; y, frente a la cual al ser humano solamente le es
facultado acceder al conocimiento de este “guión” y de someterse a él, realizando su papel
con la dignidad de proceder con conciencia, de manera eficiente, con calidad y calidez, y
excelencia? Si se mira en la trama general de los hechos materiales, la historia siempre estuvo
predeterminada y determinada, no en sentido metasubjetivo, sino en términos metaobjetivos
(del resultado de la acción recíproca óptimamente coadyuvante de las propiedades de la
materia). Dichas propiedades han operado como impulsos progresivos productores de
gradaciones siempre en forma ordenada y ascendente al interior del devenir material (los
procesos permanentemente encuentran un camino; “Dios no juega a los dados” (tampoco el
poder puede simplemente destruir a la humanidad por venganza, por despecho, por
impotencia); la tendencia media –los mínimos cuadrados- se abre paso entre múltiples hechos
azarosos: la ley –en este caso, siempre como determinación del desarrollo): movimiento
físico-mecánico a movimiento químico, al biológico (célula –“organismo” unicelular-,
tejido, órgano, sistema, cuerpo –organismo pluricelular-: plantas, animales, primates, homo
sapiens), a la inteligencia: pensamiento, conciencia, razón (formaciones sociales preclasistas,
clasistas –esclavismo, feudalismo, capitalismo- y postclasistas: el comunismo): dominio
intelectual del Universo (conciencia de la necesidad; de este modo, dicho sea de forma
incidental, la necesidad del comunismo queda científicamente fundamentada).
¿Cómo puede adelantarse una conciencia a “probar” una hipótesis sobre un hecho por
venir, modelado lógicamente en el presente? Mientras mayor número de variables entren en
escena (necesidad), más apoyo tiene la predicción (determinación) de llegar a ser verdadera,
puesto que el sistema complejo es más difícil que falle, en la medida en que el mismo se
sostiene y reclama con necesidad a cada una de sus partes. Una niña que nace sana, su ser en
estado abstracto goza de los factores internos y externos para realizarse como madre de
1019

familia, esto es, desplegar todas sus potencialidades y volverse concreto. Estas
determinaciones propias y del entorno son: órganos en perfecto estado, óvulos viables
inmaduros, funciones normales; familia atenta, cariñosa y solvente económicamente, grupo
social funcional y condiciones naturales, telúricas y cósmicas óptimas, estables, en el largo
plazo. La estadística dice, que, en tales condiciones, se tiene una probabilidad de un 99.99%
de éxito. La conciencia debe llegar al concreto: las “unidades de inteligencia” se encuentran
en buen estado (se reproducirán por vía sexual o asexual), las funciones mentales son
normales y son cada vez más eficientes, mejoradas genéticamente y con apoyo de la IA, los
sujetos se hallan superando las anomias humanas (oponiéndose a la explotación, a la guerra, a
la dominación, a la exclusión) y los desajustes ambientales: el esfuerzo aplicado en el
tratamiento de estas crisis promueven el acelerado desarrollo de la ciencia y de la técnica, de
la racionalidad; con el saber objetivo, la humanidad va hacia su estadio maduro; los procesos
del Universo fuera de la tierra indican mantener condiciones “protrópicas”, decenas de miles
de años a futuro, período suficiente para que la humanidad complete su desarrollo y “cumpla
su misión”: llegar a ser madre, o sea, parir la idea completa sobre la realidad.
3.4.2. CONCLUSIÓN.
Siglo XXI: ¿crisis de una civilización? 1571 .
La imagen inmediata de la entidad humana (la coyuntura histórica), gesta dos tipos de
tesis: 1) se considera que el capitalismo capea la crisis y persiste morigerado, en plazos muy
largos (en esta posición debe incluirse el punto de vista de la izquierda, que sostiene que como
efecto de la “caída del Muro de Berlín”, en el planeta impera una sola economía: la moderna
de free trade; que la supresión histórica de ese orden es materia de una nueva revolución; que
la técnica –la productividad-, por propia necesidad y decisión del capital, no va a destruir al
proletariado); y, 2) se supone que para el 2050 la humanidad se despojará del sistema en cuyo
interior ha existido por más de cinco centurias (siglo XI-siglo XX): la formación
socioeconómica capitalista 1572 . Esta segunda hipótesis merece atención, puesto que la primera
tiene su propio “punto de ebullición”; pero, sobre todo, la citada postura demanda interés
analítico, a fin de encontrar respaldos lógicos, que posibiliten desarrollar acciones
coadyuvantes en el finiquito del sistema, a la vez: en acto de preparación frente a los
acontecimientos a presentarse. Indican la practicidad del vaticinio, la “crisis” sistémica,
global, general (degeneración senil), que ha experimentado el capitalismo; los límites a la vida
excedentaria y a la acumulación de riqueza, que encuentran en los valores naturales contables
del “debe”, topes para su sostén; los crecientes procesos de automatización que reducen la
demanda efectiva; y, el convulsionado mundo político, que consensualmente cuestiona al
capitalismo.
La UE se encuentra entrampada en su crisis (deuda, déficit fiscal, contracción
económica, desempleo); la crisis ha pretendido solventarla endógenamente en el intento de
actuar con honor y proyectar la imagen de autosuficiencia, aunque ahora ya haya pedido
ayuda a los BRICS. Los BRICS se hallan en la fase de despegue y ascenso como potencias
capitalistas intermedias (en esta etapa, las contradicciones promueven el avance, mientras que
los sacrificios se consideran necesidad del proceso): su moral y su confianza están altas; los
sectores público y privado, por tratarse de estructuras sui géneris (estructuras de economía
mixta), coordinan intereses de manera fácil y animada, con el estímulo procedente de
escenarios endógenos y foráneos, comercialmente favorables. Los grupos económicos de EU
e Israel (los más poderosos, belicosos, pues, por su misma envergadura demandan altos
1571
Se toma como trasfondo de estas reflexiones, el diálogo sostenido el 10 de noviembre del 2011 con motivo
de la publicación del libro: “Siglo XXI: crisis de una civilización”, en la Televisión Pública Ecuatoriana, en el
que se entrevistó a su autor y a uno de los comentaristas de la citada obra.
1572
Casi mil años de existencia. Siglo XI en los territorios de la actual Italia, la economía mercantil se transforma
en capitalista con el primer pago realizado por una persona a otra por un trabajo realizado, esto es, una vez que el
trabajo se transforma también en una mercancía y esta relación se multilateraliza por entero, llega al concreto.
Con los periplos del capital comercial por el mundo a partir de los viajes de Marco Polo y de Colón, se da inicio
a su carácter globalizador. La “revolución industrial” consolida su desarrollo con el ingreso de la máquina en el
proceso productivo. La guerra franco-prusiana (1870) descubre al mundo el carácter monopólico, imperialista
del sistema. En el presente el capital recurre a todas las formas posibles de sustento, mediante la subsunción de
todo tipo de trabajo (de reproducción de la población) al proceso de valorización; sin embargo, su “suerte está
echada”.
1020

valores de insumos, su caída puede ser más estrepitosa), al haberse quedado el uno (EU): solo,
debido al fracaso del ALCA y de los TLCs, y el otro (Israel) al ser objeto de la mirada
indiferente de Oriente Medio, no pueden apelar mas que al canallesco hurto directo, a plena
luz del día y con testigos: mediante las armas, de recursos estratégicos y mercados. Este es el
sector peligroso del que hay que cuidarse y al cual se debe someter para sortear la actual
encrucijada en la que se halla sumida la humanidad (sobre todo, los propios pueblos
estadounidense e israelí tienen una ardua y decisiva tarea que cumplir, en orden de cortar los
colmillos, las uñas, las guías de los halcones del mal yanqui y sionista -un nuevo
Nabucodonosor debe salir de las propias entrañas de este pueblo criminal).
Debacle bancaria, salvatajes, endeudamiento recíproco de los gobiernos de las
potencias neotriádicas, desestructuración sistémica de la formación social hemisférica cuasi
burguesa, se muestran como indicadores fatídicos de la nueva “década perdida” (sic) para la
humanidad, una vez transcurrido el primer decenio del Siglo XXI. El principal actor del tenso
escenario, se acepta de modo general, es el capital financiero, el cual se despliega en el
abanico de las más procelosas formas especulativas, ficticias, de casino, de la economía; con
el objeto de sosegar el ambiente del riesgo de operaciones virtuales, han sido construidas
estructuras de aseguranza a la medida: pirámide de títulos levantada sobre un mismo quantum
de riqueza social: titularización, ventas a futuro, seguros de riesgo, seguros sobre seguros
(reaseguros), seguros incluso sobre espectativas de variaciones de las tasas de interés. Esta
colosal estafa de papeles, al verse en el aire, se precipita sobre la riqueza real: los
especuladores forcejean por transformar las simples notas en activos reales (tierras, empresas,
bienes raíces, patentes, maquinarias, conocimiento). Gorbachov, con cinismo, en referencia
con la tormenta ha dicho: “está por caer el muro de Wall Street” (no obstante, los hechos
expresan la sintomatología del fenomenal cambio de curso que está experimentando el
mundo, efecto de la anulación en conjunto del capitalismo y del socialismo, del
neocapitalismo y del socialimperialismo, caso este último al cual hace referencia Gorbachov).
Los grandes banqueros estadounidenses, el complejo militar industrial (keynesianismo
de guerra: la guerra es un negocio y el capital lo necesita; “en los eventos: debe seguirse el
flujo del dinero y habrá de descubrirse qué grupo económico se ha beneficiado”) y los dueños
de las corporaciones multinacionales, se exhiben como los ganadores de coyuntura, y
propenden llegar a ser los beneficiarios finales del gran fraude: “aprovechan la crisis para
crecer” (crean la crisis: Torres Gemelas, Irak, Libia), “son los únicos que crecen en tiempos
de crisis”. A las fracciones del capital territorialmente ligado a Europa, la formación de un
“mercado global del trabajo”, les impone desmantelar el Estado del Bienestar, a trasladar el
interés fincado en la renta absoluta y en la relativa, hacia la renta de monopolio adquirida
mediante la patentización del producto de la creatividad. Bilderberg, la Trilateral (neotriada),
el TEAPAR, es el entramado institucional de fuerzas neofascistas de los millonarios en contra
de la humanidad: los capitales expuestos a su destrucción se “volverán como fieras” ante la
especie, los cuales sostendrán el sistema de gobernanza planetario cuando éste sea rebasado
por la movilización popular mundial, con la represión armada eficiente: creatividad, calidad,
cadena de valor tecnológica planeada para la muerte, y en acto similar a los dados en Irak,
Libia, Afganistán, Palestina, Colombia (está próximo el ver si se cierra –Irán- el Estrecho de
Ormuz). “Década perdida”, “crisis de civilización”, “de una civilización”, entramado de
crisis: económica, alimentaria, social, política, moral, ambiental, cultural (sic).
Los ejércitos que no integran la OTAN, los países no alineados con las consignas de la
ONU, los organismos de paz no pueden enfrentar, persuadir o impedir la guerra. Frente a esta
amenaza, ante una crisis de esta magnitud, solamente el actor total de la historia: la
humanidad puede intervenir. En efecto, el movimiento popular de oposición a la guerra ha
empezado ya en Africa. En la tierra, no habrá una nueva conflagración mundial, incluso si
ésta –como ya se ha dicho- tuviese efectivamente inicio, pues, el actor de la historia: el
movimiento popular mundial retomará las riendas de la ésta e frenará el desate de la guerra;
en verdad, “los pueblos deciden irrumpir en la historia y conducirla por propia mano, cuando
sus líderes se han extraviado, y una vez zanjado el entredicho, se retiran a continuar con sus
faenas diarias” 1573 . En el seno del verdugo principal: EU, se carece de la “base económica”
1573
Por ejemplo, en el 2012 se advierte la reacción del pueblo libio en respuesta a la invasión criminal gringa a
su país; en Irak, el pueblo responde con acciones “terroristas” a la invasión yanqui y a la presencia militar; y, en
Turquía, su pueblo se pronuncia en contra de la provocación guerrista de su gobierno a Siria (el gobierno turco
alega que, en medio de la guerra entre la neotriada –EU, UE, Japón- a través de mercenarios terroristas pagados
1021

para sostener la guerra: el excedente imperial que alimentaba los ingresos de EU (servicio de
la deuda, intercambio asimétrico, repatriación de utilidades, balanza de servicios y capitales
periféricas deficitarias, saqueo de recursos), se ha reducido; ya no es posible realizar
impresiones inorgánicas de dólares, es decir, utilizar la posición especial como depositario del
patrón para incrementar acreedores en los cuatro puntos cardinales del planeta, puesto que hay
monedas alternativas en el mundo; EU tiene exorbitantes endeudamiento y déficit fiscal
(déficit gemelos); su balanza comercial (la de pagos en general) es negativa: los capitales
transnacionales para sostener la competencia intermonopolística, han trasladado las empresas
a otros países del planeta, luego: EU ya no es la potencia industrial (científico-técnica) bien
encadenada, ahora productos chinos han invadido el mercado estadounidense.
Ahora bien, una forma humana que todavía desarrolla las fuerzas productivas, que
experimenta en un frente suyo problemas que afectan a la humanidad a la que está por ceder
su progreso, no puede ser considerada como en estado de crisis civilizatoria (un joven macho,
que arremete contra todos y procede a dejar la mejor descendencia, no puede ser entendido
como un hecho en crisis o como fracaso). El capitalismo se halla en crisis (crisis de una forma
de civilización: el capitalismo); una vez que el mayor porcentaje del aporte que debe dar la
forma humana burguesa en la creación de las condiciones materiales sobre las que se afinque
el nuevo mundo, ha sido efectivamente otorgado, pero sobre todo por cuanto el nuevo orden
humano –la transición: “nueva ecología” resultado de la conjunción del mundo real y el
mundo virtual, del mundo de la conciencia artificial (“nube”) y el mundo de los procesos
físicos al que se suma la conciencia natural- encargado de completar ese desarrollo de modo
racional se halla ya inscrito en la historia, listo para tomar la posta y liberar a la humanidad de
las lacras del capitalismo, ésta se ha vuelto insustancial y debe abstraerse; cuando el capital
afincado en EU, la UE y en los Tigres Asiáticos ha cumplido su papel en el desarrollo de las
fuerzas productivas, su presencia es prescindible y, por su beligerancia e irracionalidad, la
historia le está poniendo donde debe estar: en la rueca. En la perspectiva de largo plazo, si el
capitalismo está en crisis, indica que esa forma coyuntural civilizatoria sobre la que avanza la
humanidad se halla en pos de dar un nuevo salto positivo para ella, que afecta y deja absortos
al capital así como a los movimientos hedonistas que temen la hecatombe. Una vez destruido
el capital en su fundamento imperialista (hecho que no solamente es producto de la crisis e
insostenibilidad de éste, de las acciones de los movimientos humanos y de otra índole, sino de
los propios designios de la historia: el desarrollo de las fuerzas productivas), la civilización
sigue su curso, incluso de modo espontáneo: efecto de la realización del sentido procesal
inmanente de las condiciones materiales y del nuevo status de racionalidad.
La humanidad es una sola (su identidad supraindividual viene dada por la presencia de
la propiedad exclusiva suya: la inteligencia): el papel de unificarla y de heredarle el sistema
automatizado de producción que le libere del trabajo físico y le ponga en condiciones de
dedicar todo su esfuerzo vital a lo que realmente importa: producir la conciencia objetiva
total, le ha competido cumplirlo al capitalismo (en realidad, en cuanto al segundo caso se
refiere, esta tarea le ha tocado jugarlo al proletariado, el cual, a su vez, ha legado a las futuras
generaciones el nuevo mundo en sus contornos cualitativos, potenciales: el régimen apolítico
o de política superior de la democovivencia); en el interior de este proceso, la especie en un
momento dado se vuelve civilización (cuando el ser humano originario asiste al trabajo con el
concurso del producto de sus invenciones: los instrumentos); a partir de entonces, va dando
pasos progresivos merced al impulso de sus contradicciones internas y en un dado momento
sin dejar de seguirlo siendo, la civilización se despierta con un nuevo rostro: el ser humano
espiritual, asistido en sus urgencias de sobrevivencia material por el más acabado instrumento
de las fuerzas productivas creado por él en la práctica histórico social del trabajo: el robot, y
en interfaz con el cual la inteligencia realiza la máxima etapa civilizatoria: la concretización
del saber. La convergencia tecnológica es el primer acto de concreción fenomenal, que se está
produciendo, luego del llevado a cabo como proceso similar en la forma capitalista; la
siguiente gran tarea conducente hacia el segundo frente de concretización, es la “confluencia
sociológica”: non profit, software libre, modelo malasiano, FSM, Los Sin Tierra, Movimiento
Piquetero, economía solidaria, altermundismo, contracultura, Los Indignados, los Zapatistas,
el ALBA; en todo esto (en los dos frentes: fuerzas productivas y relacionen sociales) el
y el gobierno y pueblo sirios en defensa de su sistema y soberanía, Siria ha agredido a territorio turco; empero,
hay que pensar en el Maine, en el Reichstag, en la Bahía de Tonkín, en las Torres Gemelas, en la armas letales
de Irak).
1022

designio prospectivo proletario es una determinación presupuesta: el carácter normativo de
este acto, prescribe el prestigio humano necesario, el llegar al concreto en ese escenario de la
personalidad humana que está a la vista: “ethos supramoderno y ´valor´ de usufructo”.
Luego: ¿crisis de civilización; de cultura? Problemas en el frente de la “cultura”
(sistema de valores, creencias, habitus), en el ambiente humano de la razón, es evidente, que
sí; ahora bien, en la dimensión de las fuerzas productivas, de la civilización: es obvio que no.
Las fuerzas productivas en general (ser humano e instrumentos de producción), se ve que han
seguido una ruta verticalmente creciente de desarrollo, de modo particular en el ámbito de la
tecnología –del conocimiento objetivo, que es su base-; el proceso civilizatorio, por tanto, ha
sido continuo de las etapas simples a las complejas. En las esferas del espíritu, el desarrollo de
la conciencia ha avanzado espectacularmente, pero de modo desigual; en el pensamiento
materialista, este proceso de crecimiento subjetivo ha sido constante, pues, se conoce ya lo
suficiente sobre el Cosmos, la naturaleza, la sociedad, la mente, como para saber en qué
consiste la realidad, cuál el papel de todos sus componentes y la razón de ser del mundo, del
ser humano y del Universo.
¡Subversivos del mundo, uníos!
1023

BIBLIOGRAFIA.
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política; México, 1.974.
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crítica de la economía política/1.857”. Cuadernos de Pasado y
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13.- Lenin, Vladimir. El Estado y la revolución. En Obras Escogidas, 3 tomos; Ed. Progreso,
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16.- Marx, Karl y Engels, Federico. Manifiesto del partido comunista.
17.- Epistolario.
18.- Nicolaus, Martín. El Marx desconocido. En: “Elementos fundamentales para la crítica de
la economía política (borrador) 1.857-1.858” de Karl Marx. Siglo XXI
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20.- O´Conors, James. El capitalismo en la sociedad norteamericana.
21.- Portantiero, Juan. Los usos de Gramsci. Ed. Pasado y Presente, México, 1.977.
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23.- Portelli, Hugus. Gramsci y el bloque histórico. Ed. Siglo XXI, México, 1.972.
24.- Shaikh, Anwar. Valor, acumulación y crisis. Ensayos de economía política. Tercer mundo
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25.- Wells, K., Harry. El pragmatismo: filosofía del imperialismo; Ed. Platina, Buenos Aires,
1964.
26.- Zeleny, Hindrich. La estructura lógica de El Capital de Marx.
1024

1025

PORTADA: descripción.
Cavernícola, Hypatia, Beethoven, Newton, proletario, Marx, de Chardin, Mileva, astronauta,
Hawking.
Representación del Universo viable (determinación; forma ordenada de la Materia en la fase
expansiva de su movimiento pulsátil, de acordeón, integral); el prehumano: ardipithecus ramidus;
humanidad en acción: la elite cognitiva histórica conformándose como “sujeto de conocimiento”;
la inteligencia en operación: progresivo otorgamiento de conciencia a la Materia. La Materia, en
forma de Universo, se introduce en el espejo del “alma” (de la gnosis, de los cerebros humanos): la
idea, el Verbo se levanta, mientras produce a “Dios” en el proceso evolutivo de la mente (el
neocórtex tiene en potencia, el poder para convertir al ser humano en “Dios”), y cronológicamente
se refleja en ella de modo más completo, se reconoce en esta representación y se reafirma. Proceso
de movimiento (contradicción) paralelo material y de la inteligencia, camino hacia la concreción del
saber.
La Materia pasa de su estado mecánico hacia la fase siguiente de su organización y
movimiento “evolutivo”: la orgánica, con el aparecimiento del primer “coacervado” (materia en
estado mecánico-orgánico); con la presencia del ser humano (agregado de “unidades de
inteligencia”), luego, la Materia se ubica en su etapa superior, se conforma de modo “trinitario”:
mecánico, orgánico, inteligente-demiúrgico (Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y Dios Padre); la
naturaleza se jubila del “trabajo” evolutivo, mientras que la conciencia (natural y, luego: la
artificial -mixta) se hace cargo de este proceso (desarrollo de las fuerzas productivas), en el que (la
humanidad) se libera del influjo de las determinaciones materiales y sociales, y pasa a dirigir su
entorno superando la estocastia (el producto supremo de la materia se eleva de la condición animal
–Lucy- a la condición humano-racional –Marx- y, de ésta: a la condición “divina” –la
representación pictórica de ser humano y Dios). Luego: concluye todo (la indeterminación).
Pero la Materia es cíclicamente vanidosa: cada ciertos millones de años el corazón material,
después de una nueva “gran explosión”, en la fase de “sístoles”, en el “Universo viable”, óptimo,
crea, a través del proceso de trabajo del ser humano, a “Dios” (al ser que decide sobre sí mismo), o
sea, al ente todopoderoso que es capaz de decirle, que le “calienta las orejas”, que le recuerda (a la
materia) subjetivamente: “quién es”; qué puede hacer; hasta dónde ha llegado. Este galanteo, es el
conocimiento humano del mundo: la conciencia de la humanidad, la que pone a ésta en condiciones
cada vez mejores para sustentar la vida; y, en cuyo lento, cruento e histórico despliegue, desarrolla
la “conciencia de sí”, de sí mismo y de la Materia. En una palabra: el ser humano está para
producir el retrato hablado del Universo.
¡Subversivos del mundo, uníos!
☭
1026

PARTE CUARTA
1027

1028

1029

Título original de la obra:
La omnipresencia del proletariado. El papel de los
trabajadores y del socialismo, en el desarrollo presente y
futuro de la humanidad.
Registro derecho autoral: IEPI, 08-04-2011
Certificado Nro. 028009.
Diagramación: Darwin Gualotuña
Roberto Conrado.
Edición informal, de prueba: febrero del 2010.
Quito-Ecuador.
1030

A la memoria del gran Iosif Vissarionovich Dzhughsvili
Stalin (Koba). Ser humano: verdaderamente de ¡hierro!
1031

1032

INDICE.
LIBRO CUARTO.
4 Derivación refigurativa del movimiento de la totalidad 1033
4.1 La esencia: los límites del proceso de conducción racional de la historia 1033
4.1.1 Condicionalidades que regulan el devenir 1033
4.1.2 Complejidad: acción y reacción impredecible 1053
4.1.3 El curso de acción burguesa: fase efímera, perjudicial y necesaria 1049
4.1.4 La reproducción intelectual de la etapa histórica 1055
4.2 Determinación y reacción 1065
4.2.1 Tendencias que tempranamente se abren frente a la nueva ley: diversidad y
homogenización 1065
4.2.2 Contratendencias que operan como tendencias: el proceso de socialización 1072
4.2.3 El complejo en descomposición y en desacoplamiento 1080
4.2.4 Procesos sociales acelerados por la técnica: extienden las responsabilidades de la vida
1095
4.2.5 Amenaza seria, sobre la transición 1098
4.3 Historia, lógica y praxis programática transformadora 1106
4.3.1 La concepción oficial sobre el proceso: recusación; praxis política 1106
4.3.2 Sobre la política revolucionaria en concreto (generalización) 1121
4.3.2.1 Recapitulación del proceso: concepto 1121
4.3.2.2 La conducta de la razón en la coyuntura 1124
4.3.2.3 El “moderno príncipe”, en concreto 1136
4.3.3 El efecto de las políticas de reestructuración capitalistas 1139
4.4 El trabajo: poderosa propiedad humana creada por la materia a través del ser humano,
puesto en perspectiva 1144
4.5 La historia (esbozo) 1155
4.6 Nuevamente: la humanidad antes, hoy y luego 1158
4.6.1 Apreciación general 1158
4.6.2 ¿Afrodita (Eros) o Atenea (Prometeo)? 1171
4.6.3 Inteligencia, “culturas”, noción total 1181
4.6.4 ¿Cultura o civilización? 1182
4.6.5 Los pueblos originarios 1185
4.7 El proceso supremo: trabajo y naturaleza –tercera naturaleza 1188
4.7.1 Proceso de la vida consciente: el desempeño de la inteligencia (inteligencia evolutiva) 1188
4.7.1.1 Operación del cerebro en el entorno para la sobrevivencia 1188
4.7.1.2 En la Transición: extensión de la vida útil, en la vejez 1189
5 Los actores en escena 1191
5.1 Stalin: el precio del proceder consecuente 1191
5.2 El Proletariado: artífice de la gesta 1209
6 Diálogos imaginarios 1222
7 Karl Marx (F. Engels): la figura cimera del proceso 1311
7.1 La proeza 1311
8 “Canción ‘poema’”: testimonio viviente 1327
Glosario de categorías 1351
Bibliografía 1355.
1033

1034

4.- REFIGURACION DERIVATIVA DEL MOVIMIENTO DE LA TOTALIDAD.
4.1.- LA ESENCIA: LOS LÍMITES DEL PROCESO DE CONDUCCION RACIONAL DE LA HISTORIA.
4.1.1.- CONDICIONALIDADES QUE REGULAN EL DEVENIR.
Las formas de conciencia de orden superior a instalarse en la mente –y fuera de ella-
de la intelligentzia mundial in abstracto; strictu sensu: los supuestos intelectuales, mediante
quienes la materia confiere continuidad al proceso de edificación de la “verdad de la certeza
de sí misma”, en su producción se supedita en dependencia mayor, al acto de creciente
injerencia de la dirección político-social sobre el boceto general de la marcha “en sí”, de la
historia. En su momento particular, este movimiento se encuentra condicionado por el vector
resultante de la correlación de fuerzas dispuestas en el frente político: los putsh entre la
conspiración de las “sociedades secretas” del capital financiero global que somete a su
designio a la humanidad y los cuadros orgánicos, que por su grado de conciencia y ubicación
en el drama general de la vida, subvierte el status de subjetivación del género, acercándole
hacia la forma-virtud del carácter, en cuanto revestido de proposiciones racionales 1574 (en el
escenario mundial y en el “nacional”: que un número cada vez mayor de personas accedan a
la percepción filosófica de la existencia, en la estructura de límites temporales de ésta
–aunque ella sea también su moderno vehículo real-, en el inmediato futuro, depende del
rumbo, que tome la mencionada reyerta, como de su duración).
El ser genérico, en la fase en curso, no puede actuar de otro modo, que conforme a los
preceptos de la anteriormente citada dualidad; a su vez, debe modelar su nexo, la dependencia
recíproca y la retroacción de la voluntad frente a la esfera objetiva (la superación del simple
movimiento de la “cosa en sí”), no solamente con el fin de retirarle fatalidad a la conciencia,
sino por cuanto debe cumplir ese papel “metamaterialmente” impuesto, en el cual ésta se
realiza mientras la realidad deviene “para sí”. De este decurrir, en el presente, se desprende
una coyuntura excepcional, “cuyos indicios aún no han desarrollado en ella su significación
plena”; momento particular, susceptible de registrárselo del modo siguiente, en atención y
estricta coherencia con la magnificencia intelectual plasmada en los “geniales avances
teóricos” prospectivos, puestos al frente de la mirada de la conciencia del género, por Marx:
a) La humanidad sólo se plantea problemas para los cuales ya se hallan a disposición los
supuestos para su resolución, “…cuando las fuerzas productivas que se desarrollan en la
sociedad… brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de ese
antagonismo”.
En la primera mitad del siglo que ha finalizado: ¿existían las condiciones materiales
suficientes para la edificación del "socialismo", como proceso humano superior y global?
¿Se disponía de la acumulación necesaria para el efecto? Evidentemente, que en los
centros geográficos y en los círculos dominantes del frente capitalista, sí; pero ésta no
pudo ser tomada por “asalto” por parte de la acción política estratégica de una forma
social sustentada en la razón, de modo que dicho esfuerzo social pudiera ser utilizado con
fines comunitarios 1575 .
En su defecto, tal requisito quiso conseguírselo (la citada acumulación –acumulación
socialista) en el interior de la forma socialista de producción (simplísticamente
denominada “forma de producción de propiedad estatal”) por la ruta de la
industrialización, en la cual el componente esencial venía siendo el trabajo planificado
obrero y no la automatización (“… el ímpetu revolucionario ruso y el espíritu práctico
1574
“Lucha de ideas”, que conduzca a la formación de una nueva hegemonía, mediante la que el grupo sea
conducido hacia el afincamiento del arquetipo de comunidad humana, signado por la racionalidad objetiva.
1575
En relación con el status neocolonial y con la presunción del cambio de forma económica de producción, la
perspectiva “socialista” trotskista ha sostenido, que el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, en
concreto: que el grado de acumulación, no constituía factor de incidencia sobre este cambio, pues, “… desde el
momento en que existe un modo de producción socialista que tiene un espectacular desarrollo …[se hace
referencia al seudo socialismo soviético de los años anteriores a su caída]… ya no es válida la tesis …[la
concepción etapista de raigambre leninista: la revolución democrático-burguesa y la revolución proletaria
-socialista]… de que para socializar los medios de producción en determinados países es indispensable
previamente acumularlos en cantidades óptimas” (Pacheco, Lucas. Política económica; UCE, Escuela de
Postgrado en Planificación; Ed. Universitaria; Quito, 1985).
1035

estadounidense”, en opinión de Stalin 1576 ); proceso llevado a cabo en medio de la traición
y en competencia con el capitalismo, el cual “fracasó” (en realidad, en el movimiento
metahistórico, la antinomia plenamente desplegada determinaba el sentido de la
coyuntura; su aprehensión cognitiva se mueve en torno de la hipótesis: vigencia del
socialismo y paralela ralentización del proceso de acumulación y del progreso técnico, o
relance del capitalismo y aceleración del movimiento de acumulación y del desarrollo
técnico) 1577 .
En efecto, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas periclitó; no obstante, el
suceso tuvo lugar, no porque se hubiesen hecho realidad los vaticinios planteados por
Trotsky sobre la marcha de la URSS sin él (las tesis de la “Revolución Traicionada” 1578 ;
documento que transparenta inobjetividad producto de la operación de sesgos
emparentados con posturas de insana depresión y egolatría, y de amargura histórica,
atavismos de carácter: también sistemáticamente experimentados por sus seguidores); esto
es, no porque los indicadores que expone el legendario revolucionario, hayan asumido
carácter objetivo. Por el contrario, la lucha mundial de clases (el revisionismo y las
maniobras burguesas imperiales) y el movimiento general de la historia, signaron el
camino futuro del capitalismo, del socialismo y de la humanidad toda 1579 .
b) Ninguna forma social se extingue antes de que en su interior se hayan desarrollado todas
sus capacidades potenciales o, lo que es lo mismo: una totalidad abstracta evoluciona
siempre hasta su concretización absoluta antes de volverse otra de sí misma, de
“autoregenerarse” en un nuevo sistema orgánico de orden superior, en este último caso: el
ser humano (una fracción de él) interviene con conciencia, de forma activa y
revolucionaria -hecho que no tuvo lugar en los “cambios de estado” ocurridos en
anteriores formaciones sociales.
Por ejemplo, una vez concluidas las etapas: socialista y socialimperialista, y la de la
presencia determinante del obrero en la fábrica, queda solamente la competencia
intercapitalista como acicate para el desarrollo hasta ahora ininterrumpido de la técnica;
pero la contradicción política se mantiene en la acción de los “terroristas”, de los
subversivos y de la ciudadanía del mundo; si se solidarizarían los empresarios entre sí, no
habría el móvil competitivo para continuar con el desarrollo de la técnica (en efecto, si la
fuerza que hasta hoy ha catapultado a la ciencia y a la técnica: el interés de lucro, se
1576
Siempre estuvo de “moda acusar a Stalin de ‘subjetivismo’. Esta acusación la lanzan en coro los trotskistas
y los revisionistas modernos. La cuestión se plantea casi como si Stalin hubiera defendido, ante el retrasarse de
la revolución en occidente, su propia línea por un deseo subjetivo de "seguir adelante" independientemente de
las condiciones objetivas existentes. Esta acusación,…, es completamente falsa. Stalin basaba su
convencimiento en consideraciones científicas y, hay que recalcarlo, apoyándose en Lenin”. En verdad, “el
socialismo entra en la existencia como movimiento, como ideología, debido a las contradicciones
irreconciliables del capitalismo y el reflejo de esas contradicciones en las mentes de los más grandes
pensadores”.
1577
La caída de ese gran país del socialismo valiente: Albania, en paralelo con el colapso de la cadena del
social imperialismo, se debe precisamente a la prevalencia que tuvo el cuidado de la vigencia y desarrollo de
las relaciones sociales de producción; este "descuido", en circunstancias en las que la determinación de la
unificación humana en un solo movimiento, catapultó los procesos científicos y técnicos, y los consolidó como
los hechos nodales del fluir humano futuro, puso en condiciones inermes a esa sociedad, frente a la avalancha
de la “sociedad de la información”.
1578
En efecto, el proceso de evolución humana, no es como lo preceptuó Trotsky (con su prepotente tendencia
incorregible presuntuosa psicologicista de juzgar a los individuos: a quitar y atribuir capacidades a las
personas, mientras él se pone ileso, al margen y, por tanto: en buen sitial) para indisponer a Stalin: “La crisis
histórica de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección revolucionaria” (incontinencia verbal de Trotsky,
acostumbrado a descalificar a medio mundo; conducta que llevó a Stalin a sentenciar, en su opúsculo sobre El
Leguaje: si la demagogia tuviera precio, los charlatanes serían ricos). A futuro, incluso como vehículo de
realización del mismo interés del poder, la dirección del fenómeno social referirá al corrido de un software.
1579
Es penoso tener que asistir a los lamentos de personas afectas a Lev Bronstein, cuando arguyen que Stalin
fue de talla inferior y al mismo tiempo tener que reconocer (si acaso), que Stalin triunfó en los planos históricos
más significativos frente a Lev; los detractores de Stalin (en su mayoría palabreros) de todo tipo, no hubiesen
podido vivir un solo día las responsabilidades asumidas por Stalin al cual cuestionan y en el que ven todos los
males: literalmente se “habrían defecado en los pantalones”; con razón en la Rusia actual, como en otros
países aledaños, se está reivindicando la figura de Yosif; mientras que en varios países del mundo todavía se
bautiza a niños con el nombre de Stalin, contraviniendo la animadversión virulenta que el poder del capital y
varios sectores de “izquierda” forzadamente han implantado. Ahora bien, el ánimo de este documento, no es
aprovechar la ocasión para administrar improperios sobre personajes sobresalientes en los procesos que se
comenta; por el contrario, no hay empacho en rescatar el aporte dado al proceso por parte del propio L.
Trotsky, como de N. Bujarín, V. Beria, Zhukov, Constantinov o el propio Brezhnev.
1036

detrae: ¿de qué modo el proceso de desarrollo de dichas esferas sigue?; continúa, puesto
que la humanidad ha tomado conciencia de que el trabajo en dichas esferas es su vida a
futuro, o sea, se impone la curiosidad, el deseo o la necesidad de conocer); sin embargo, el
último jalón que necesita este desarrollo viene dado por la presencia combativa de los
“terroristas”. Por tanto:
c) El capitalismo tiene cualidades potenciales no cesadas todavía, para cumplir la misión, en
la escala humana, de avanzar en el proceso conflictivo y contradictorio de creación de la
acumulación colosal material y “espiritual” (misión, en la coyuntura “neoimperial”, que le
compete a las corporaciones globales en un marco político de cuasi concretización de la
supraestructura), base para financiar la nueva “sociedad”, madura, serena, liberada de todo
tipo de trabajo e inscrita en “relaciones” sociales armónicas, solidarias, idílicas, que
concurran hacia el disfrute, o sea: hasta convertirse en concreto absoluto en la tierra (ésta
es la forma de proceder por parte del género de cara a la realidad natural, como por el
sistema burgués con la naturaleza y también con la sociedad: una y otro, para alcanzar el
proceso de concretización).
Marx conceptúa lo expuesto: “El capitalismo inglés, al desarrollar el mercado mundial,
se convierte en ´el instrumento inconsciente de la historia´, que prepara una ´revolución
fundamental en el estado social de Asia´ y se propone lo que es la misión del ´período
burgués de la historia´, a saber, ´crear la base material del mundo nuevo´” (cursiva del
autor) 1580 . De acuerdo con esta referencia y otras más -dicho sea incidentalmente- los
“nuevos” estudios sobre las tendencias evolutivas humanas inscritos en la línea de
pensamiento marxista, no son más que retrocesos, en unos casos; un retorno a
concepciones premarxistas, en el otro; o, simplemente: un redescubrimiento de este
brillante pensamiento, como pretende ser el caso de las presentes líneas 1581 .
La “comunidad primitiva”: ¿podía desarrollar el pensamiento objetivo y la técnica,
entendida en sentido moderno? Esta sociedad era enclavante, extendía su esfuerzo tan sólo
hasta cubrir sus necesidades anquilosadas (Chayanov). ¿Podría hacerlo el “esclavismo”,
con la holgazanería de la clase dominante? ¿Sería posible con la vigencia del modo de
producción feudal, al frente del cual se hallaba una clase dominante, que deploraba el
progreso y el trabajo productivo? 1582 . Es el capitalismo la forma socio-económica en la
que la clase dominante está interesada en el progreso del conocimiento y de la técnica para
sostener la competitividad en los negocios (en realidad, en ella nace la psicología del
“lucro”), la que desarrolla la técnica (se extiende al mundo y lo integra) y, con ella, hace
avanzar a toda la humanidad hacia la era en la que el objeto de la vida social es el
conocimiento de los “grandes números del Universo”. En suma: la llamada
“globalización” se inicia en 1942, cuando el capital comercial imbricado a ciertas formas
rezagadas serviles, completa su periplo por el mundo al llegar al actual continente
americano. En 1917, el planeta se desglobaliza en su faceta económico-social: se
bipolariza con la instauración de un régimen de tipo socialista en la ex URSS. En 1956, el
planeta retoma el proceso de globalización económica truncado y se tetralateraliza (EU,
URSS, Europa, Japón); en 1989, este fenómeno se hace visible y concluye en su estado
evidentemente universal.
Esta vocación generalizadora e integradora del sistema mercantil burgués, tiene
también su incidencia –dicho sea de paso- sobre la fisonomía espacial de la sociedad. En
efecto, la globalización no puede avanzar sin debilitar, funcionalizar y derribar todo
particularismo cicatero de la formación “nacional” de los Estados; la respuesta dada por
algunos agentes locales (pequeñas burguesías patrióticas) pretende imponer cierta
autonomía a las ciudades, intentando recuperar el modelo anterior a la era presente: las
“ciudades-Estado” (glocalización). Esta tendencia desconcentradora/centralizadora
inscrita en la determinación de la homogenización imperturbable del desarrollo local, se
ha intentado reforzarla, en tanto propensión, por parte de los agentes del capital
1580
Marx: “La cuestión hindú”, citado por Godelier (Godelier, Maurice: “Teoría marxista de las sociedades
precapitalistas”; Ed. LAIA, Barcelona, 1977).
1581
Debe tenerse presente, para juzgar un pensamiento (en la presente circunstancia: el pensamiento marxista),
que no hay crisis en el marxismo, sino disímiles modos de ver la realidad y su producción teórica. La teoría se
agota, en este caso, no porque sea falsa, sino por cuanto la realidad se ha movido; y, este nuevo status
ontológico de la realidad, es un momento no refigurado, que requiere de su reflejo.
1582
Los kibutz y otras formas socialistas “naturales”, “puras”, israelíes, no se han anquilosado, pero al precio
de descomponerse, es decir, de ingresar a la danza del tráfico burgués.
1037

monopólico global, siempre en desmedro de la evolución territorial de las sociedades y de
su soberanía. Ahora bien, la dirección que tiene el proceso en su conjunto, despoja a la
vida en su forma burguesa, de la condición básicamente favorable, sustentada en cánones
territoriales.
En la dinamia del movimiento de la realidad, los procesos particulares es posible que
queden truncos, los generales no: un individuo puede desaparecer antes de realizarse a
plenitud, de llegar a su vejez; la especie y el orden histórico no (pues, éstas deben cumplir
una misión imprescindible en el proceso de autosubjetivización de la materia; a no ser que
en la dimensión universal, la humanidad sea tan sólo un elemento de la especie; proceso
–dotación de la conciencia al “ser”-, que requiere de la humanidad entera). No obstante,
ciertos pueblos de sólida presencia en la geografía de Oriente, anclados en formas
ideológicas vernáculas (el Integrismo Islámico, por ejemplo), se oponen y retardan el
proceso de formación de la “comunidad” universal, el desarrollo material equilibrado y el
correspondiente proceso de racionalización (es cuestionable este caso, pese a que el
enfrentamiento al terrorismo sionista en la coyuntura, sea políticamente edificante)
En verdad, la agresión de ultima data de parte del guerrerismo expansionista hebreo al
Líbano -de esa cuña, de esa base militar estadounidense, de avanzada, de control del
Medioriente, que en realidad es el “Estado” de Israel: pueblo miserable, asesino, con la
mira puesta siempre en guerrear como norma de existencia, que propende blanquear
étnicamente la zona de Gassa, área que mantiene ocupada con la muletilla de otorgarse
seguridad-, a pesar de que en la corteza el hecho aparezca como una guerra entre
“civilizaciones”, en esencia el mismo constituye la inauguración de las llamadas guerras
-económicas- posmodernas por el agua –según se sostiene). Israel: pueblo sin honor, pues,
no solamente los sionistas cerdos son unos malagradecidos dado que nunca reconocieron a
Stalin, al Ejército Rojo y al pueblo soviético como sus liberadores, esto es, a quienes
destruyeron al nazi-fascismo y con ello cesaron el genocidio judío, sino que incluso éstos
deben haber proferido y seguir lanzado improperios contra Stalin (no fue su Jehová el que
los salvó, sino el demonio comunista, para su desgracia).
Hay pueblos que han desaparecido tempranamente de la faz de la tierra debido a
diversas circunstancias, no obstante la humanidad sigue su marcha hacia su vejez, hacia su
concretización definitiva como “sociedad” y como especie, marco en el que (y en la
presente etapa de tal ascenso) deben completarse los procesos de acumulación material y
“espiritual”, mas –en esta ocasión- el hecho de ningún modo se halla subordinado a la
determinación de la prevalencia del trabajo obrero productor de mercancías sea de bienes
o servicios, sino mediante la vigencia de un proceso de cibernetización “productiva”, en el
que el ser humano interviene simplemente con responsabilidades de “veeduría”.
Según este punto de vista, fue la intervención de estas tres regularidades “naturales”
articuladas a la acción de la conciencia de sí del poder económico mundial (principalmente de
la concepción Keynes), la circunstancia que "dio al traste" con la empresa de Lenin y Stalin, y
no tan sólo la acción de la voluntad inscrita en la traición, la burocratización, los defectos
imputados al socialismo estatista, totalitario, cuartelario o policiaco, al incipiente y bloqueado
desarrollo técnico u otros hechos colaterales, que tomados sin determinación y de forma
aislada, se muestran absurdos 1583 . En efecto, el deceso del socialismo (1917-1956), no fue el
1583
En relación con Keynes, se sabe que este economista burgués supo prospectar bien la tendencia del
capitalismo (mucha de su sabiduría no obstante, se dice que la obtuvo de un viaje que realizara a la Rusia de
Stalin), fue -en cierto modo- su "ángel de la guarda" coyuntural, aunque su pensamiento de clase ,funcionalista
(inadvertencia de los límites históricos del sistema burgués: cavar un hoyo para tapar otro), cortoplacista (en el
largo plazo todos estamos muertos), no le permitió advertir el desenlace sistémico del proceso de mercado. En
concreto, en relación con la “pregunta del millón” en la coyuntura crítica del galopante desempleo
experimentado en la pos Primera Guerra Mundial: ¿cuál es el origen del desempleo? Keynes responde: la
insuficiente demanda (las creencias neoclásicas por su parte sostienen, que el desempleo se debe al déficit de
inversión; su diagnóstico evidentemente es inútil como argumento para sustentar una estrategia efectiva); pero
el consumo depende fundamentalmente del gasto de reproducción de las familias, éste incide sobre la inversión;
la determinación causal por esta vía, permite la toma de la estrategia apropiada, encaminada a superar la
recesión. La solución: la aplicación de políticas contra cíclicas activadoras de la demanda efectiva de consumo
(política monetaria expansiva) deviene en la propuesta de participación del Estado en la generación de empleo:
el capitalismo supera la crisis en el corto plazo, aunque no alcanza el pleno empleo (Keynes: ¡“enemigo”!, pero
¡grande!, “… que pensaba en grande...” –en otro contexto: dixit Juan Montalvo-; ¿qué habría sido del
capitalismo sin él?). De todos modos, la Ley marxista que sostiene que en el capitalismo viejo, mientras más
1038

esultado del autocierre de un sistema endógenamente no viable, como asevera el yanqui y el
poder capitalista mundial; tampoco fue el producto de la aplicación de un modelo cuartelario,
burocrático, impuesto por la personalidad dictatorial y egolátrica de Stalin (la “Revolución
traicionada”), tal como es la condena de trotskistas y “comunistas” prosoviéticos; y, tampoco
–tan sólo- el resultado de la traición revisionista jruschoviana, como aseveran los marxistaleninistas.
La historia debía llegar a la robotización (al comunismo: a la sociedad sin trabajo)
bien con socialismo o con capitalismo (la realidad se sirvió de los dos sistemas; la emulación
no puede ser igual a la competencia –inviabilidad sistémica intrínseca) y en competencia el
socialismo concluyó (la transición), y la meta al comunismo la asumió la vía capitalista.
Desde Marx se sabe, que la finalidad de la producción capitalista, no se enfoca en las
necesidades (en el consumo), sino en el beneficio. En la época de descomposición parasitaria
del capitalismo: de su salida, el capital fija la obtención de ganancia en sectores monetarios,
especulativos, ficticios, de casino. Este salto y específica ubicación del capital, modifican
mucho más la operación de la “ley del valor”. En el escenario, todo se halla dispuesto para
alcanzar y sostener el objetivo único que persigue el capital: la utilidad (para lo cual se ha
subsumido también en dicho proceso a las formas no capitalistas de producción y a los
elementos naturales). Cada paso que da el poder se enfila a crear y mantener las condiciones a
través de las que se realiza la ley fundamental del sistema capitalista: la producción de
plusvalía (la tecnología tiene ese efecto, como mecanismo directamente dirigido a la
producción de plusvalía relativa). La citada realidad, no ha cambiado en sus manifestaciones;
luego, son las condicionalidades anotadas en los tres literales precedentes, de manera
conjunta, las que norman la evolución del mundo de hoy, las que tienen expresión concreta a
su vez en cinco procesos:
a) El capitalismo ha venido paulatinamente desmantelando los obstáculos racionales que se
le han opuesto en el camino de su marcha hacia su concretización en la especie y en el
globo (se ha globalizado: ha borrado los sistemas parciales de acumulación –supresión de
los modelos ISI, a través del reposicionamiento del patrón económico neoclásico y de la
reafirmación del esquema de división del trabajo vernáculo, o sea, del proceso que se
conoce como reprimarización-, para pasar a sostener procesos conflictivos –“de rapiña”-
de reproducción a escala mundial: “modelo de acumulación por desposesión” –Samir
Amín); ahora bien, estas contratendencias dilatorias en adelante tendrán expresión
paradójica, como signos que consoliden los procesos iniciales de la futura forma social (la
Revolución Verde fue una apelación del poder mundial a la tecnología para elevar la
productividad del trabajo e incrementar la producción, con la cual afrontar el hambre, la
pobreza, las probables convulsiones sociales, sin tocar la propiedad concentrada de los
medios de producción, sobre todo de la tierra, esto es, para desmontar a las
“revoluciones rojas” –dixit: Rosa Paré) 1584 .
El capitalismo planetario también ha desarrollado maniobras defensivas del tipo:
“una paso atrás”, mediante las cuales ha desbloqueado por cierto período hasta ganar
“tiempo”, lo diques puestos al desarrollo de las fuerzas productivas en las neocolonias
sobre todo de su “patio trasero”; la reforma industrialista en determinados renglones
económicos, la parcial apertura del mercado internacional para dichos productos y la
envejece más cruenta se vuelve la contradicción entre la plusvalía real y la monetaria, opera y responde a la
acción de una determinación mayor que la precede: la anarquía de la producción (aquí la importancia de la
programación económica keynesiana), pues, si bien a nivel microeconómico se hacen estudios de mercado, de
oferta y demanda para regular la producción, esta anarquía se mantiene en el nivel macroeconómico.
1584
Con el descubrimiento por parte de los agentes del capital transnacional situado en territorio de la neo
triada, en torno de la falsedad del socialismo y la debilidad del Bloque Oriental, a partir de la segunda mitad de
la década de los 80 del siglo pasado, Estados Unidos gira el timón del carácter de las relaciones de dominación
y control en ejercicio sobre las neocolonias, de modo particular: con las americanas. La nueva política de
control socio territorial devendrá en la dramatización de procesos de desactivación de los modelos
desarrollistas de signo castrense, inscritos en la confrontación geopolítica de “baja intensidad”. El apoyo a
la superación de la pobreza y las crisis de los países de la órbita neocolonial –conducta contextualizada en
el escenario de la “guerra fría”- se sostuvo en el puntal la concepción y ejecución de medidas de estilo
reformista, técnico y administrativo: Reformas Agrarias, Fiscales, Tributarias, Monetarias, Educativas,
Sociales; Revoluciones Verdes, Tecnológicas; programación económica, de asistencia productiva. Empero, al
percatarse de lo dicho, el modelo de política de Planificación Indicativa y los supuestos estructuralistas de
estrategia de política económica, serán reemplazados por esquemas aperturistas, neo librecambistas, que
contrastan con patrones proteccionistas céntricos.
1039

implantación de las tesis del “Estado del Bienestar”, supuso el reconocimiento de la nueva
correlación de fuerzas dada en el planeta luego de la Segunda Guerra Mundial: el
capitalismo tenía ahora un nuevo contendor geopolítico -la ex URSS- y una población
movilizada en varias partes de la esfera. No obstante, este momento de evolución continuó
siendo subordinado y significó el sustento del inveterado sistema de división internacional
del trabajo. En efecto, una cosa es que una sociedad se integre al mundo como efecto de
los resultados del ejercicio de una política de crecimiento, para la que un ámbito más
amplio es su nueva condición de posibilidad; otra, en cambio, es su reintegración forzada
al mercado externo triadizado, en el cumplimiento de un rol impuesto, es decir, en
condiciones de reprimarizacion, como derivación de la necesidad de crecimiento del
capital transnacional.
Por ejemplo, en las estructuras burguesas periféricas de producción (formas
republicanas neocoloniales; las cuales se “desconectan del intercambio” -Samir Amín), el
sector de propietarios de los medios de producción ha transparentado la urgencia de
desembarazarse del estamento burocrático, que en algún momento llegara a disputar el
“poder del Estado” a la clase dominante, mediatizado por la percepción ideológica de que
este “poder” residía en el control de las instancias administrativas (la división de
funciones, en el interior del Estado capitalista) o en la posesión formal de los niveles
operativos del gobierno y de dichos “poderes”, como fue la equívoca creencia del
pensamiento “marxista” ilustrado de Frankfurt et al (Marcuse, Hokheimer, Adorno,
Habermas; Sartre, Bethelheim, Mandel,…; a propósito: Marx es el producto del ascenso
del capitalismo, mientras que ciertos otros “teóricos” recientes y actuales, lo son de su
crisis y descomposición).
Empero, incluso la tecnoburocracia dorada, o sea, aquellos funcionarios mimados, que
cumplen funciones delicadas en los aparatos claves de la administración principalmente en
la esfera neocolonial, que ostentan alta especialización y que gozan de elevadísimas
remuneraciones, tales como: los empleados de la Banca Central, de las Juntas Monetarias,
de las Superintendencias, de las Bolsas de Valores, de los aparatos de seguridad política y
de alta Dirección del Estado (la llamada “tecnoburocracia”), no tienen el poder efectivo en
sus manos, pese a que la formulación –a nivel técnico- de la estrategia de dominio, sea su
responsabilidad privativa (la razón efectiva de este rechazo burgués de la burocracia se
cohonesta con el hecho de que esta última se encontraba sostenida e incrementalmente
consumiendo significativa parte de la plusvalía, gasto improductivo que ha incidido en la
reducción ascensional de las utilidades 1585 ).
La funcionalidad global del mundo se concretiza en la “dependencia”; ésta forma de
articulación subordinada de división del trabajo, jamás ha podido alcanzar su ruptura. Las
propuestas para América Latina de la CEPAL (R. Presbich) y de la “Teoría de la
Dependencia” (Dos Santos), en sus implicaciones sociales, derivaban en la intención de
formar economías nacionales internamente suficientes, que retengan el excedente y se lo
destine a mantener de modo autosustentado programas proteccionistas de
industrialización, a través de la implementación de modelos de política económica de
índole estructuralista (ahora bien, en la época en la que un solo sistema económico impera
en el mundo, la “dependencia” no es una categoría cuyos pilares de diagnosis fundamente,
el diseño de una política de salida estratégica para las neocolonias, pues, el retraso
científico y técnico impone vincularse al mundo para acceder a dichas esferas, cuando
éstas definen el sentido de la especie).
1585
Suerte análoga corren los eslabones bélicos de la cadena militar mundial capitalista: los Ejércitos
“nacionales”. Si la guerra entre Estados ha perdido su funcionalidad histórica frente a los requerimientos de la
reproducción parcial del capital (los nuevos enemigos constituyen –como se sabe- la subversión interna, e
interna y externa en el caso de EU); si –como acontece en ciertas neocolonias, en Venezuela, por ejemplo- los
ejércitos no están más para cumplir el papel de “brazo armado de la burguesía” (en la medida en que se
rehúsan a participar en la lucha contra los “terroristas”); y, si –a mas de ponerse al lado del pueblo, incluso de
ser protagonistas de Golpes de Estado- se integran a la población con programas de desarrollo (como es el
caso parcial del Ecuador), su presencia y la plusvalía que cede el poder para su sostenimiento, no tienen
sentido. Los ejércitos y la policía, como se sabe, fueron creados para actuar como centinelas de la propiedad
privada al formarse los “Estados nacionales”; propiedad: tanto interna como externa a esas unidades
geográficas de reproducción del capital; y, una vez que esta forma de organización humana finalmente ceda, los
ejércitos dejarán de ser el brazo armado del poder: sus perros guardianes; pero en ese entonces, la cosa habrá
cambiado tanto, que tales aparatos habrán perdido sentido. El sino del Ejército –por tanto. “está echado”.
1040

Estos esquemas de política de desarrollo nacional autocentrado, tempranamente fueron
desacreditados y desactivados con el apoyo de cipayos 1586 , que adhirieron a la “teoría
económica neoclásica” del crecimiento y a los recetarios fondomonetaristas (políticas de
ajuste estructural, privatizaciones, apertura y liberalización; asociación ilícita entre el
bloque interno de la clase dominante con las multilaterales: “robo para la corona”; salida
reaccionaria, represiva a la crisis social); Argentina constituye el caso conspicuo -la
dependencia: el “gran hermano”- (¡Abajo, abajo, abajo mafiocracia”. ¡Adelante,
adelante, adelante Movimiento PIQUETERO! Los “tira piedra, también hacen la
historia”). “El cari propone, la mujer dispone”, con lo cual se pasa la responsabilidad a la
hembra; malhadado adagio, pues, es falso: el macho propone, pero no “en frío”, sino
cuando ya ha lanzado la celada –con el apoyo de los “cantos de sirena” de los felipillos-,
de modo que la huarmi casi siempre dice “si”).
b) Está gestando progresiva y aceleradamente los órganos que le falta para concretizarse y
dejar la escena histórica (procesos, muchos de los cuales constituyen, en realidad, las
premisas del “socialismo” 1587 ; o sea: momento de transición hacia el comunismo, que
difiere de la concepción de la clásica fase de “dictadura del proletariado”), entre ellos: la
Comisión Trilateral, la OTAN, la UE, el NAFTA, la OMC, el G8; así como elevándose
hacia la fase pos industrial del “informacionalismo”, como parte de la evolución
ascendente y lineal del género humano a partir del sector económico primario, una vez
que se ha pasado del secundario o manufacturero, hasta el terciario o de los servicios: el
“capital ficticio”, la “economía de casino” (las sobrestructuras de la “sociedad civil” 1588 );
como lo ha hecho también, iniciando con la fase concurrencial o premonopólica hasta la
imperialista y de allí a la “neoimperialista” o transicional. En esta fase, el
“cuentapropismo”, la creatividad, juegan también su rol, en su legitimación por el poder.
En lenguaje del gran comunista sardo: Antonio Gramsci, las nuevas determinaciones
históricas, que como apéndices –malformaciones cancerígenas- ha desarrollado el sistema
son el conocimiento y la tecnología: la robótica, la informática, la electrónica, la
biotecnología, la IA, la astronáutica, las TIC.
En efecto, el eje central del poder propende la consolidación de su hegemonía en la
esfera planetaria toda a inicios del nuevo siglo; la aplicación de acciones militares y no
militares, sobre todo en lo atinente a la forja de una zona continental de comercio que le
proteja frente a la UE (del proyecto de integración y racionalización capitalista) y a los
gigantes asiáticos (proyecto de cambio tecnológico constante, siempre en dirección del
status de competitividad), devienen como las estrategias de orden, en las que desempeñan
un importante rol el ALCA y los TLC –dicho sea incidentalmente: las prácticas de
comercio administrado, desleal, el “dumping”, asumen el carácter de principio de ventaja
comparativa imperialista, en las relaciones económicas internacionales 1589 . Es obvio, que
la razón inconfesable se materializa en el tramado de acciones de recolonización del
mundo, en concreto: el coercitivo proceso de autoprovisión de seguridad por parte de los
Estados Unidos de Norteamérica, fundada en el ejercicio del control de los recursos
naturales del planeta (dixit René Báez);
1586 “Enemigos de la Patria son aquellos,
que se juntan con el jefe del imperio
y reciben bajo cuerda los millones,
para mí tienen un nombre: son traidores.
Si el camino es largo yo lo voy a andar,
porque estoy seguro que voy a llegar...”.
1587 El sistema mantiene (renueva) las condiciones material-subjetivas para su reproducción. En la inmediata
anterioridad, no solamente su piel lo regeneraba, sino también lo hacía con órganos enteros, como la
salamandra. En la actualidad esta capacidad le es extraña y, mas bien: sus creaciones se vuelven en su contra
(“… ya no puede controlar las fuerzas que ha desatado con sus conjuros…”).
1588 Las llamadas “nuevas determinaciones del Estado de Occidente”, tienen un antecedente estructural y
subjetivo; pero, su determinación es enteramente infraestructural, pues, el capital de los anillos centrales del
sistema se ha visto precisado de renunciar a parte del excedente mundial del que se hace por su naturaleza
imperialista, para sostener su sistema económico, ya sea haciendo concesiones a la aristocracia obrera, ya
consolidando al sector burocrático-intelectual necesario para ejercer el proceso de “programación global” del
mundo.
1589 El comercio libre y la especialización son perjudiciales para los países de costos absolutos más elevados,
además de lo cual, el principal poder imperial de la neo triada: Estados Unidos, fuerza a considerar al precio
administrado como indicador de ventaja comparativa en el comercio internacional, en la negociación de
tratados comerciales bilaterales (dixit Ing. Antonio Gaybor MSc.).
1041

c) Se encuentra desarrollando y convirtiendo en funcionales a los órganos preexistentes
–presupuestos- (así procede la “humanidad” –se insiste- con todo lo que existe en la
naturaleza y el capitalismo con la naturaleza y también con la propia humanidad: una y
otro, para devenirse concretos): una de sus últimas funciones “positivas” en el sentido
humano, radica en la dura competencia y lucha que la Trilateral desarrolló frente al
“socialimperialismo” soviético, hasta hacerlo sucumbir con el retiro de su careta (la
parodia socialista Jruschov-Gorbachov 1590 , fue una tendencia anómala distractora del
ascendente flujo de la historia; con su “caída”, se desbloqueó nuevamente su cauce). Para
el efecto, la clase burguesa mundial, mediatiza cada vez más a los “Estados nacionales”
volviéndoles transnacionales, esto es, simples correas de transmisión de los designios del
capital oligopólico global, en el cuadro de formación de una seudo superestructura política
central planetaria, a través de la cual ejerce la dominación sobre el mundo 1591 .
El autoatentado de las Torres Gemelas (acción conjunta de los servicios de inteligencia
estadounidense e israelí –dixit Francesco Cossiga, ex presidente de Italia), fue la acción
geopolítica forzada de los gringos sobre los resultados de la cual formalmente
reenclavarse y perurgir el resurgimiento del sentimiento “nacional” (territorial) en la
población estadounidense. Este hecho ha llevado a cierto sector de la intelligentzia de
izquierda, a considerarlo como la evidencia de que la “globalización” (como fenómeno
históricamente inevitable) es una ficción; que, por tanto, el sistema mercantil moderno aún
se estructura conforme al patrón clásico de Estados. No obstante, la globalización de
hecho (el contrabando, la emigración informal, la economía del hunderground; amén de
los crecientes procesos de transnacionalización financiera, tecnológica, comercial e
ideológica), desfiguran dicha percepción. Es precisamente el capital mundial afincado en
territorio gringo (el sector de derecha más retardatario y radical), el que fabricó el hecho
terrorista de las Torres Gemelas, para transformar al sentimiento de la población en coraza
suya, de modo que con aquella seudo legitimidad abalanzarse sobre los recursos
estratégicos de Medioriente (en realidad, en esta Zona, la intromisión genocida yanqui, es
la que ha desatado/impulsado el terrorismo), sobre el “terrorismo” y formalmente sobre el
proceso de producción, “industrialización”, tráfico y consumo de droga.
En este proceso de transnacionalización, el Estado clásico deriva en aparato detentador
de soberanía parcial, en la medida en que la nueva estructura político-territorial del mundo
se despliega en el grupo de organismos supranacionales los cuales se han hecho con poder
sobre los Estados nacionales (“clanes territoriales”: capitalismo desconcentrado,
republicano). Sin embargo, ni los Estados “nacionales” han desaparecido del todo (éstos
actúan de modo formal ejecutando políticas foráneas), ni los organismos supranacionales
constituyen una estructura coherente tipo “Estado mundial” (éstos toman decisiones y
necesitan de los aparatos estatales desconcentrados para su aplicación en beneficio de los
monopolios corporativos in situ). Esta es una vertebración funcional, efectiva para la
reproducción del sistema en la coyuntura, la misma que va a operar hasta su reemplazo
con una nueva “superestructura” objetiva: la coordinación, en la etapa de la comunidad
robótica.
Básicamente, las principales corporaciones globales yacen aún ligadas territorialmente
a Estados Unidos (su deslocalización espacial siempre será parcial, ocasional, funcional, o
sea, al país de recepción de la nominación imperialista). A esta sociedad le es propia la
inmanencia procesal evolutiva del poder: una sociedad territorial dominante inicia su
ascenso luego de la época de la acumulación originaria, específicamente en la fase
1590
Este individuo (Gorbachov) alguna vez tuvo estampa de líder aunque sea al frente de un sistema adulterado,
bastardo, falso: como adalid de los pasos finales dados por el “imperio social” de la ex URSS; hoy ha pasado a
convertirse en un estúpido más del montón; el mismo un par de años atrás vino al Ecuador en calidad de
conferenciante invitado nada más que por la vieja oligarquía guayaquileña, haciendo pareja con Clinton, y su
proeza consistió en volver a predicar las viejas recetas devenidas de las tesis socialdemócratas, en calidad de
vara mágica para salir de la crisis e impulsar el desarrollo.
1591
Con la caída del socialimperialismo soviético se produjo una situación indivisa para los afanes de los
gringos (de esa fracción del capital): este imperio se quitó un peso en la lucha en el mercado y un estorbo en el
camino de control geopolítico absoluto del mundo, pero paralelamente perdió sentido el pretexto con el cual se
mantenía controlado al pueblo estadounidense y al del planeta con la amenaza del fantasma del comunismo, así
como la justificación para la existencia del complejo militar industrial y del presupuesto de “defensa”: el
capitalismo, la crisis, la explotación, la dominación, como causas de la pobreza, de las guerras, de la afectación
al medioambiente, se volvieron transparentes ante la humanidad.
1042

concurrencial; se realiza plenamente en la etapa monopólica en su carácter político
todavía asociado a la noción de Estado nacional; a continuación esta estructura se
descentra, se vuelve organizacional e institucionalmente flexible y de supraestructura
transnacional, en su orden de imbricación (no obstante, en la circunstancia la palabra
“imperialismo” ha perdido su carácter categorial cognitivo).
Este proceso: ¿evoluciona hacia la formación de un poder mundial institucionalizado?
¡No! Los vertiginosos cambios neoconcurrenciales producidos últimamente en el planeta
(caída, separación de los Estados del ex campo socialista y su integración a Occidente; los
proyectos unionistas de Europa y Asia; la irrupción de China como gran potencia; la
creación de UNASUR,...) y sin embargo inherentemente adversos, no le dan “tiempo”
(cabida, oportunidad). La sociedad burguesa, en su pretensión de concretizar una
superestructura mundial como analogía superior del modelo estatal nacional (los “poderes
ocultos”), deja del todo la escena histórica, pues, creadas las bases necesarias –en el plano
humano, luego de dada una más o menos larga etapa generalizada de caos, de anarquía
global- se estatuyen los principios de la nueva conciencia y se crea un verdadero “sistemamundo”
(en postulación como “sistema económico integrado de carácter vertical: sector I
y II” de Sismondi y Hobson), la que viene siendo la fase que niega y supera la forma de
sociedad anterior: anula las relaciones sociales clasistas arcaicas en las que hasta ahora se
han desenvuelto los individuos y afirma el desarrollo de la técnica vertebrada con el
despliegue pleno de la esfera de la espiritualidad.
De manera que, únicamente si se formase una sociedad imperial global, cabe pensar en
la mutación de la población del planeta en ciudadanía; o sea, si y sólo si el mundo se
volviese un Estado, es cómo se crearían las condiciones constitucionales, legales, para que
sus habitantes formen algo como: “ciudadanía mundial” o “sociedad civil” hemisférica. El
“neoconstitucionalismo” promulga tal desenlace para el proceso 1592 . Pero ese carácter, no
va a adquirir el gremio humano, por muchas razones perfectamente conocidas (el carácter
dialéctico del proceso humano), e incluso debido a que modelos fracasados
experimentados en la particularidad de las economías “nacionales”, de las subparcelas
identitarias de libre tráfico, alertan al género y le incitan a descartar su reedición en el
nivel del plano general. Ahora bien, es verdad que la especie, convertida en un solo
organismo, requiere de mecanismos globales para proseguir en orden (derechos
universales); no obstante, no debe perderse de vista el hecho de que lo que generaliza,
también particulariza; mientras que la evolución automatizada de los procesos
administrativos, induce la conducción social de modo impersonal.
Por otra parte, deberes y derechos, constituyen percepción y norma de conducta, que
prima en agrupaciones humanas en las que esquemas de liberalidad institucional,
promueven la retención del excedente social en ciertas capas, las que se reproducen en
forma territorialmente concentrada (la ciudad); es ese entorno, el cual también es el
equipamiento para la reproducción de la colectividad y de su progreso en la esfera de la
racionalidad, el modo de vida en cotidianidad, que transparenta índole de “ciudadanía”.
Incluso en la esfera de la transición misma, todas los requisitos, que el conjunto ha puesto
a cada elemento que lo compone, de forma que se mantenga vigente el marco adecuado
para la realización de la vida, pierden sentido antes de desmoronarse y dar paso a las
nuevas comprensiones y reglas, de un ser que se reconceptualiza a sí mismo en coherencia
con las transformaciones materiales en curso.
¿Por qué se habla siempre de derechos? El derecho a la vida es un principio
suprasocial, natural: hallarse apto para cumplir un rol; los depredadores cuentan con
garras para su consagración, las “presas”, con mecanismos de protección con similar
objeto: es un derecho en cada lado, en permanente cuestión y conquista. La soberanía es
expresión directa del poder; en ella, se realiza las atentas diligencias, que dan curso a las
demandas reproductivas del grupo: los derechos territoriales, para que la inteligencia se
reproduzca y pueda cristalizar su propiedad. La discusión sobre los “derechos” se halla
vigente, por cuanto las necesidades se han visto incrementadas y en tanto un grupo (el
minúsculo sector dominante) ha coartado el encuentro y operación de los mecanismos
para su satisfacción. De “derechos” solo se habla en el período “social” de la humanidad
1592
Este proceso si va a tener lugar en segmentos humanos localizados: Estado Constitucional de Derechos, que
permea el diseño de políticas públicas constitucionalizadas, por el cual el Gobierno es un “potente planificador
de políticas”.
1043

(en el que se incluyen las formas extraeconómicas de dominación): no antes, no después,
puesto que el más fuerte allí ha alcanzado todo derecho y el derecho de inhibirlo para los
demás, como condición de viabilidad de la inteligencia. En la era que viene, como anuncio
anticipado, los derechos están comprehendidos, como obligación de los demás: el
producto de la inteligencia, la conciencia racional, se ha impuesto.
d) La clase dominante (su fracción piramidal principal mundial, pero también los sectores
localizados a nivel de cada país), enfrenta y elimina a aquellas fuerzas que se le oponen
(conversión del planeta en “cárcel-mundo”: la “… ‘policía internacional’ que mantiene a
raya a los ‘Estados independientes’, tales como Libia e Irán: son las tropas de la ONU”);
en especial, luego de los sucesos del 11 de Septiembre (aunque hay sectores de opinión,
que consideran que esta conspiración es absurda, hoy está claro ya, que este fue un
miserable autoatentado del poder financiero global, que se hizo detonar dinamita en los
cimientos de las llamadas Torres Gemelas, a fin de darle a la opinión mundial el
justificativo en torno de la invasión a Irak, para la reanimación de la presión bélica en
Afganistán, como para el recrudecimiento de la intervención sionista sobre Palestina, o
sea, a fin de consolidar la política de “control militar del mundo”, dotándole de
superioridad militar a Israel y dinamismo a la maquinaria de producción de armas),
convierte a todo pronunciamiento, organización o acción antiestadounidense,
antigubernamental y anticapitalista, como conspiración terrorista, en el inicio de la
llamada “guerra sin rostro” (“…las ambiciones expansionistas de una nación vigorosa
relativizan los derechos y la cultura de los pueblos débiles”).
En este cuadro de acciones, pensadas y operativizadas para alcanzar el interés parcial y
coyuntural de acumulación por parte de individuos, que derivan en soporte de las
relaciones a que da curso el movimiento del capital, la historia realiza su designio. En
efecto, la “era financiera” de violenta y ficticia acumulación de capital (onda, ciclo), se
halla ante su encrucijada; de la estructura cronológicamente determinada del capital:
comercial, industrial, financiero, “conocimiento”, la fase de reproducción D-D´, es la
forma que ha conseguido ser el eje direccional del todo (en esta aureola se bañan el resto
de colores, al interior de la estructura del capital).
Esta modalidad artificiosa de desempeño humano, que se aleja de su regulador
“natural” (el tiempo de trabajo socialmente necesario): el patrón oro (de la economía real
del valor de uso) y frente al cual debe volver a referirse, a sopesarse en tanto simple forma
monetaria, cede paso a la forma “tecnocientífica” de riqueza social, en la que se clausuran
las formas del capital existentes: el conocimiento concentra todas las contradicciones
históricas del vía crucis del trabajo humano y las resuelve, negándose el proceso en esta
absoluta totalidad –pero no a la manera hegeliana de la “elevada síntesis espiritual- (el
“ciclo ´conocimiento´ del capital” se impone: D-TH-MC-D´; el que da paso al “ciclo
´tecnológico´ del capital” –y en el cual también se “valoriza”-: D-M de P-TH-MTEC-D´;
a continuación se despliega un seudo proceso de valorización: D–M de P–TR–MTEC–D´.
Ciclo del capital-conocimiento, ciclo del capital-tecnología: constituyen la antesala del
ciclo reproducción simple de la conciencia y de reproducción autónoma ampliada de la
misma; trueque de valores de uso materiales y espirituales, que sustentan la reproducción
de la base de la conciencia, acumulan, concentran, centralizan el conocimiento: su
reproducción ampliada constante, progresiva: V de U C-T-V de U C-T´, mediada por la
operación del robot con “veeduría” humana 1593 . Y,
e) El cenáculo de pensamiento asociado a las estructuras hegemónicas del dominio mundial
(La Trilateral), asume conciencia cada vez más clara sobre la dimensión alcanzada por el
desarrollo de ciertos órganos “creados” en una determinada fase de evolución del sistema,
que hipercrecen, que lo desajustan, cuya expansión y rol –una vez llegados a una
específica frontera- le resultan contraproducentes. Sobrellevar esta dificultad, ha
conducido a la conformación burguesa de reproducción del capital y de la existencia,
hacia la pragmatización de patrones reguladores: promoción selectiva de áreas de
desarrollo técnico e imposición de topes al crecimiento, en virtud de que la eficacia
marginal del proceso de valorización a ellos vinculada, se vuelve descendente, en
consonancia con los límites que para este tipo de crecimiento ponen los ciclos naturales.
1593
D = dinero, TH = trabajo humano, MC = mercancía conocimiento, D´ = dinero “valorizado”, M de P =
medios de producción, MTEC = mercancía tecnología, TR = trabajo robótico, V de U = valor de uso, C-T =
conocimiento-tecnología.
1044

La producción y comercialización de pocos productos claves, insignia, que ha
permitido sostener al sistema a través del ejercicio de la política keynesiana: automóviles,
bienes durables (línea blanca) –en la perspectiva siempre de Furtado-; computadores,
teléfonos celulares, productos no perecibles y todavía automóviles –según sea la fase-
(los que vienen siendo paulatinamente reemplazados por los provenientes de la
biotecnología y la genética), experimentan problemas, tanto en la esfera comercial
propiamente dicha (computadores y equipos celulares) en tanto que los automóviles por
razones de “espacio” (ámbito, sitio, lugar geométrico), como por aquellas relacionadas
con los combustibles y con la ideología del medioambiente, pero por cuanto las nuevas
generaciones crecientemente detestan y renuncian al consumo de los productos otrora
emblema del bienestar (los licores caros, el cigarrillo, las telas y el propio patrón de
vestido que reemplazara al frac: el terno, mediante el que la burguesía se ha pavoneado y
ha llenado de lustre y personalidad ficticia a sí misma como a su séquito), del estándar de
desarrollo de la fase burguesa industrial, han entrado en decadencia y, con ellos: el aparato
productivo matriz (porque no hay recursos para su acceso, por razones fundadas en el
impacto de la llamada “conciencia ambiental” o por el simple cansancio; o sea, las
decisiones económicas de corte psicológicas de los agentes, que la economía convencional
la trata en el apartado Economía del Comportamiento) 1594 .
Como se sabe: el capital fijo instalado es inelástico en cuanto a decisiones de
reconversión (reasignación, relocalización). Al concluir la era del automóvil la inversión
(la cual ha sido completamente recuperada en los primeros ciclos de producción, como
efecto de la cristalización del programa de ventas, de los supuestos sobre proyección de
precios, del estimativo en torno del flujo de ingresos y egresos) entra en la fase de
obsolescencia y se transforma en un estorbo (a este fenómeno precisamente suele
denominarse fase posindustrial: el capital ya no puede reproducirse en esta esfera, termina
el proceso de valorización real). En su reemplazo, la “robótica” –afirmación que se ha
tornado en verdad de Perogrullo- es la que viene; de ella, el primer período es también
comercial; luego, el mismo perderá progresivamente peso mercantil, para devenir en
trueque y finalmente: en hábito de acceso directo al producto ("valor de usufructo”), a su
uso y posterior e inmediato descarte por efecto de la permanente agregación –en él- de
“valor” en dirección hacia la perfección, hecho en el que la caducidad tiene la palabra.
Todo esto ocurre en ausencia de trabajo real. La determinación y la política de
“globalización”, traen aparejado el impacto de reacción: la retroacción tenuemente
consciente, de las partes hasta ahora subordinadas.
Finalmente el proceso visto en su totalidad:
PRAXEOLOGÍA: Tratado de la estructura, los tipos y el fin de la praxis.
- Estructura: propósito, elementos, relaciones, procesos.
- Tipos: económica, científica, ideológica, tecnológica, estética, política.
- Objetivo:
o a.- Práctica política: racionalidad en la estructura y funcionamiento humano
(transformación social, dado el carácter de dicho período).
o b.- Práctica científica: conciencia plena del mundo.
La historia tiene sentido, siempre lo tuvo (Universo mecánico,
naturaleza, homo sapiens, comunismo).
Condición animal, racional, “divina”.
Formaciones sociales: CP, E, F, C, C.
1594
En lugar de mantenerse en la producción de los bienes y servicios clásicos, se crean otros que concentran
cada vez más en miniatura una seria de usos, que antes se desperdigaban en mecanismos únicos y diferentes,
tipo “asistente de cocina”, los cuales son –a su vez- portadores de procesos de innovación tecnológica
constante. Estos bienes, que ofrecen servicios “en combo” (telefonía, fotografía, Internet, música, grabación de
imágenes en movimiento, computación, agenda, calculadora en un único aparato diminuto), es un atractivo
grande, sobre todo para la niñez y la juventud; el bemol, como se conoce, asociado a la estrategia de
consolidación técnica posmoderna, viene dado por el acomodo que a dichos productos ha hecho la masiva
población, al haberse generado un mercado alternativo de compra-venta de productos de segundo uso y de
procedencia ilícita, que atiende a sectores de bajos ingresos.
1045

LUEGO DEL COMUNISMO: ¿QUE?
La propiedad de la inteligencia define el sentido del ser humano: la frontera de la
materia, en la fase supraracional, metahistórica.
LA REALIDAD ADVERTIDA EN CONJUNTO.
Salirse del presente y ubicarse en el futuro y en la totalidad para advertir el sentido
de la historia y en su interior, el del capitalismo y el del comunismo.
- Capitalismo: producir la base material (robótica) del comunismo.
- Comunismo: fase en la que el individuo ya no labora en faenas físicas (“valor
de usufructo”); como “sujeto de pensamiento” (la sensorialidad otorga sentido a
la información sobre la realidad), completa la idea total del mundo. Luego
concluye todo.
LA HISTORIA PODIA IR AL COMUNISMO (ROBOT) CON:
- Capitalismo.
- Socialismo.
- Los hechos reales han sido mixtos, luego de la traición jruschoviana al
socialismo.
CAPITALISMO Y SOCIALISMO SE HAN ANULADO EN CONJUNTO.
- El capitalismo está muerto.
- El proletariado (1917 y el socialismo de Lenin-Stalin) y el desarrollo autónomo
de las fuerzas productivas (contradicción: C/C, C/T, C/S, C/SI, C/Resto de
formas de vida) son los artífices.
LA VIDA SE DIRIGE HACIA EL REGIMEN DE DEMOCOVIVENCIA (EPOCA CAMBIADA,
INTERRREGNO TRANSICIONAL).
- A través de los modelos occidentales socialdemócratas: momento de transición.
o Automatización (países llamados desarrollados).
o Nuevas relaciones sociales (el bloque neocolonial).
- El sujeto que completa la obra del proletariado es el
subversivo/intelectual/ciudadano.
SABER TOTAL: MISIÓN DE LA PROPIEDAD DE LA INTELIGENCIA.
- Control del Universo.
- Inmortalidad, libertad.
- Epílogo (inicio de un nuevo ciclo al interior de la materia).
4.1.2.- COMPLEJIDAD: ACCIÓN Y REACCIÓN IMPREDECIBLE.
Los subconjuntos “sociales” situados en los anillos periféricos del sistema, “ahora
mismo”: en los tramos iniciales del Siglo XXI, proceden con la quiebra del proceso de
acumulación capitalista a escala mundial; en verdad, bloquean el proceso de realización de la
plusvalía (de la valorización plasmada). Los satélites –en la consideración abstracta- acechan
al centro y preparan la calzada por la que la metrópoli debe dirigirse para dejar la historia: el
consumo (el consumismo), ese factor sine qua nom para la existencia y reproducción de las
formas mercantilizadas de la vida, se comprime; indicadores, que denuncian el hecho, son:
cifras de venta de autos a la baja, compresión de la demanda de artículos de “línea blanca”
(del esnobismo modernizador), merma en la cartera de pedidos de bienes suntuarios
“populares” (supercherías del embellecimiento personal de estratos de bajos ingresos; el uso
concupiscente de la madera,..., detraen su demanda); todo sucede por el efecto de alarma
provocado sobre la “psiquis” general, del anuncio de la hecatombe ecológica a portas, a la
presencia de factores exacerbantes de hiperconcentración poblacional urbana, al impacto
sobre el programa de compras efectivas proveniente del creciente desempleo estructural y
tecnológico, los cuales erosionan el poder adquisitivo de los ingresos (del consumo
dispendioso e innecesario, se libra la demanda de “alimentos salarios”, puesto que se deja a un
lado la compra de alimentos chatarra, transgénicos, enlatados,...), e, incluso por simple hastío.
Esta descripción, que parece ser propia del frente neocolonial del capitalismo, también lo es
de los anillos centrales; además, al tratarse el sistema, un complejo mundialmente eslabonado,
los procesos a su interior tienen repercusión a nivel global. Por tanto, si la periferia no
1046

demanda, el “comercio exterior” de los Estados triadizados se contrae; la cartera de compras
endógena no es suficiente para absorber la producción: tiembla, se conmociona la estructura.
No obstante, en los citados anillos centrales de la forma dominante de producción en
la esfera: la neotriada (EU, UE, Japón y ahora China, India, Brasil), se defienden (para el
sector neocolonial, exigen la puesta en curso de programas de conducción estatal de ajuste
estructural, aperturistas); por su parte, tales parnerts se tornan renuentes de cara a la
liberalización de la economía: mantienen las medidas proteccionistas para los sectores
concebidos como estratégicos para su reproducción como para su aparato productivo en
general (asumen medidas de política económica neoproteccionistas, proceden a administrar el
comercio y a profundizar el tráfico intrafirma y entre bloques; se devalúa la moneda para
modificar el saldo en “cuenta corriente” o para equilibrar la “balanza comercial” e
inmediatamente el “interfecto” hace lo propio, en un juego homeopático criollo de nunca
acabar), se oponen a propuestas de política de comercio internacional de “preferencias
arancelarias” e impiden el flujo libre de personas entre países bajo regencia de las directivas
de Bilderberg. En todo caso, se trata de un proceso de “globalización selectiva”, en la que se
dice, que las tres fuerzas, que dinamizan el escenario económico, lo constituyen la propia
globalización, la desregulación y la digitalización (siendo la primera, la consecuencia del
empuje de la segunda y la siguiente).
En la reseña de la incursión episódica más concreta sobre la realidad: en el marco de la
“guerra fría”, la poderosa clase capitalista estadounidense –por ejemplo- proyectó una imagen
magnificada, paradisíaca, de su sistema económico (especialmente del status alcanzado por la
población “gusana” cubana), producto de lo cual hoy todo mundo quiere trasladarse al “país
de la libertad”, de “las maravillas”, de la democracia, del progreso ad infinitum (algo similar
ocurre actualmente con Europa: los pueblos que fueron colonizados hoy invierten el hecho,
aunque sea de modo vergonzante; pero por poco tiempo, puesto que la crisis financiera asola a
estas economías a finales de la primera década del nuevo siglo -XXI). Esta forzosa
trashumancia moderna de la pobreza, resultante combinada –por una parte- de las crisis que
ha generado el capitalismo doméstico al interior de los países dependientes de la órbita
capitalista y –por otro- del efecto de transferencia de las crisis de acumulación a escala
mundial sobre los Estados de la periferia del sistema (de su pérdida de autonomía, de su
identidad), tiende a escapar de la crisis y a forjarse el susodicho “sueño americano” (hoy:
¡pesadilla americana!) 1595 .
Los capitalistas metropolitanos (sus capitostes) han presumido siempre de actuar
racionalmente (de modo frugal, tecnocrático, pragmático); no solamente que se hallan
predispuestos para aprovechar oportunidades para generar beneficio, sino que también
volitivamente las desatan –dicen- (el espionaje, la extorsión, la colusión, el peculado, los
sabotajes, la cruenta lucha competitiva: la creatividad, la innovación –esta práctica, tiene
también una vertiente psicológica de determinación, pues, lo hecho es apreciado sólo por
determinado tiempo, luego se vuelve muy conocido, cansa, ingresa en la esfera de la
monotonía; así ocurre por ejemplo con los modelos de calzado, de ropa, de vehículos,...-, el
actuar estratégico y proactivo, son conductas que indistintamente ingresan en el concepto).
Nótese, que también los animales instintivamente actúan de este modo (como lo hace el
burgués, de lo cual se colige, que su sentido instintivo, intuitivo -regulado por la “inteligencia
emocional”, por el hemisferio derecho del cerebro-, se lo asume como racional, lógico).
Este fárrago no es transferible para juzgar el comportamiento de amplios sectores de la
pobreza del mundo: el pueblo migra a la “usanza” de los animales en busca de bienestar según
el movimiento de las estaciones (de las estaciones económicas; así procedieron otrora los
mismos gringos ilusos, y a sangre y fuego hicieron lo que hicieron en América del Norte).
Según las pretensiones del burgués del poder central gringo y europeo –contumaces
saqueadores y asesinos, sin embargo hoy autodeclarados santos y tan bien educados,
consumidores de chocolates-, el joven desarrapado del mundo no puede actuar en la
1595
Esta medida no puede tampoco ocultar el carácter oportunista, mafioso, huérfano de humanismo, que
constituye la conducta burguesa de europeos y estadounidenses, de modo particular; pues, Europa ha
promovido el ingreso en su territorio de habitantes procedentes de las neocolonias, tan sólo de ciertos estratos
de edad y género (se admite a jóvenes de edades comprehendidas entre los 18 y 30 años en especial: mujeres,
para que realicen labores de servidumbre que exigen de fuerza física, con docilidad); esta admisión ha
procedido hasta conseguir un número adecuado a sus mezquinos intereses; luego, sobre el excedente de
migración viene la represión, el racismo, el odio.
1047

actualidad (en momentos en que impera el Derecho global por fuerza constituido: de la
prescripción de las “buenas maneras” en la civilización), como grotesca, desesperada y
criminalmente lo hicieron ellos para poder sobrevivir en circunstancias inhóspitas, tal como se
ven obligados a proceder los animales. Pero, de similar modo como la entera geografía de los
océanos es de la zoología marina; la completa geodistancia terráquea y atmosférica es de los
mamíferos, de las aves, de los insectos, lo es también del ser humano de modo irrestricto, para
que insolentes se crean asistidos de la potestad de poner restricciones a la libre migración.
Pese a tener en frente esas deficiencias, en tanto el timonel del sistema se halla
completamente en manos de la estructura de intereses del poder constituido y en cuanto ella
fija la determinación general de la configuración y conducta del mundo: el sentido del
desempeño de los actores se despliega íntegramente en el escenario concurrencial (la
aspiración socialdemócrata de instituir una forma social en la que prime la estructura de
pequeños productores libres asociados, no se sustrae del efecto paradigma del intercambio
mercantil). Ha sido eficazmente controlada la recusación subjetiva al sistema; esta inhibición,
ha alcanzado también a la práctica política contestataria, de oposición; en esa forma de
carácter y de reacción humanas, no se diferencia de ningún modo, entre el Norte y el Sur del
planeta: no hay distinción entre europeos, gringos, nipones, rusos, chinos, australianos,
subsaharianos, los pobladores de Calcuta, mexicanos, colombianos, peruanos, chilenos (no
hay diferencia, excepción hecha del minoritario sector de izquierda y de los movimientos
sociales). La organización institucional del sistema constituye tan sólo un “dato”, sin pasado y
sin futuro, omnipresente (estrategia de sobrevivencia bastarda: “ethos barroco” –dixit Bolívar
Echeverría). Por un instante, se ha conseguido borrar de la mente de la población planetaria,
sobre todo a partir de los sucesos del 89 y 93 del Siglo pasado, la imagen de la historia de la
lucha popular y la ilusión sobre el cambio de la realidad social (quizá la frase que de mejor
manera caracteriza esta aparente circunstancia rectora de la vida política finisecular sea la
expuesta en un grafiti: “Pobre Ecuador, hasta tus comunistas son de derecha”) 1596 ; por un
instante, pues, en el 2011 el mundo ha levantado el rostro y en Europa se escriben consignas
como: “Si nos quitan las ilusiones les quitaremos el sueño” o “Este es el primer paso de la
revolución”. Luego, “la hora más oscura precede al…” ALBA, ésta: ¡ya está aquí! (la historia
por fin, reivindica al Gran Libertador de 5 naciones: Simón Bolívar: la doctrina
Latinoamericanista integracionista eclipsa a la Doctrina Monroe).
La realidad económica de mercado, la democracia y el sistema legal electoral acotan el
desempeño de los ciudadanos en el mundo, en el plano de procedencia unidireccional. Esta
camisa de fuerza (cinturón de castidad, de inocencia subjetiva) establece procesar todos los
males del sistema dentro de él, con sus reglas: “los problemas de democracia se resuelven con
más democracia”; parece tornarse difícil romper el sello de seguridad: la ruptura del orden (en
efecto, la teoría y práctica de Marxismo-leninismo en su versión clásica, aún no ha recuperado
su carácter funcional en los tiempos posmodernos, de modo que se pueda fundar en él, en su
índole de ideología estructural, la política de cambio; el Marxismo-leninismo en sus fuentes
nodales, fue auténtico en su propio tiempo: su remembranza revoloteará en la mente de
muchos subversivos, es decir, de todo individuo, que tiene problemas de sobrevivencia y de
aquel que, a partir de una posición racional, se opone militantemente al sistema). En efecto, en
esta posmoderna realidad, se ha vuelto escasa la reflexión sobre la “lógica” (posición racional
intencional comprehendida) del discurso oficial hegemónico: ausencia de ejercicios de
metareflexión, de crítica de la componente ideológica a través de la aplicación del modelo de
exégesis de Manuel Castells o de Pierre Garnier: desmontaje epistemológico de las categorías
con las cuales se impone un sentido sobre la realidad, o de F. Jameson: el metacomentario
para encontrar el inconsciente político de los discursos a los cuales subyacen el efecto de
poder y dominación. Este es un momento de transición, en el que la formalidad del
capitalismo hostiga, molesta (“el vestido formal no garantiza nada”), es un ambiente viciado
de lo mismo (Iglesias, abogados, Bancos, Bolsas, supermercados, dinero empresa, grandes
riquezas, inmensa pobreza) del que sobre todo las nuevas generaciones quieren salir; se
cuestiona, por tanto, todo lo que es disciplina, control, órdenes: la juridicidad fundada en el
derecho de propiedad, la heterosexualidad, la belleza femenina famélica clásica, el arte formal
(cualquiera canta, pinta,…; curiosamente, a las candidatas a reinas se dice que se les va a
1596
Estos actos de publicidad clandestina del pensamiento, tienen su mérito, puesto que en ellos se ponen de
manifiesto razones fuera de lo común con las cuales se propende sobrellevar y justificar la vida.
1048

exigir que haya leído tres libros por año), el matrimonio monogámico y para siempre, el
mantener intacta la piel (no tatuarse), la modernidad toda (la racionalidad instrumental).
En realidad, las sociedades se “cansan” –en el largo plazo- de los sistemas y de los
modelos imperantes (el hecho ocurre, es obvio, en forma coetánea –es su expresión-, esto es,
en coherencia con los cambios que produce el desarrollo de las fuerzas productivas). En la
actualidad todos los componentes que enmarcan el modo de vida eslabonado a la matriz
capitalista de reproducción social ingresa en entredicho: la forma de vestir, el automóvil, el
ritual, el ceremonial relativo a la convivencia... Strictu sensu, el mundo se halla frente al
ajetreo de las últimas generaciones que usan corbata y manejan automóvil; en realidad, todas
las formas (creencia, costumbres, hábitos y usos), que estructuran el modo burgués de
existencia, entran en cuestión. El capital ha desatado sus fuerzas contra sí mismo: el teléfono
celular empleado en actos “terroristas”, Internet (Anonymous), el “uso de la modernidad
contra la modernidad”. En este limbo, aparecen nuevas formas de relacionamiento social, que
configuran un renovado cascarón o tejido social. En Cuba, por supuesto, existe este cansancio
(patología de la formalidad, de la institucionalidad –E. Fromm); pero el marco social
preexistente se mantiene en orden del efecto de la refriega, que se cumple con el sistema
yaciente a pocas millas, el cual se halla –por su parte- en degeneración permanente. No
obstante, la paradoja opera en el interior de este ardid (cascarón burgués) total, plena y
espuriamente controlado; en efecto, la sorpresa para el poder está a pocas cuadras, la
proactividad no sirve, el complejo de “alianzas estratégicas”, los “clúster” de dominación se
rompen, no hay un “Plan B” (la “magia” ha sido revelada, las “fuerzas de Porter” 1597 ,
Ishikawa, son insuficientes) frente a la definitiva, genuina, sólida y total “rebelión de las
masas”, en curso 1598 .
En las entrañas del poder, como se sabe, cohabitan dos tipos de mentalidades: la
postura neoclásica, adicta a la creencia de que el ser humano debe abrirse paso usando las
capacidades; la fiscalista, que supone que el colectivo gubernamental debe asistir al proceso
para atender distorsiones. Sea. Pero estas tesis de filosofía social se hacen trizas, cuando
toman como dato la situación de arranque: diferente, desiguales condiciones en el punto de
partida, que hace abstracción del principio de la “acumulación originaria” y de la
sostenibilidad coercitiva del poder; también de las determinaciones diversas que se presentan
en el camino de la vida para los agentes humanos. El pensamiento que coincide con la
tendencia de los hechos (movimiento de la racionalidad estratégica hacia la racionalidad
1597 Contratendencias: los clusters de Porter. Una forma de intervención del Estado en el marco de las teorías
sociológicas neoinstitucionalistas, para promover conductas de mayor racionalidad integrativa al interior de
procesos del sistema económico mediante la formación de encadenamientos hacia adelante y hacia atrás, con lo
cual se eliminan eficiencias de costes; este ajuste organizativo permite ahorros financieros, “agregación de
valor”, reestructuraciones en la distribución de márgenes de intermediación y reaprovechamiento de
excedentes. También esta medida técnico-administrativa tiene latente la contradicción, la cual se desata cuando
la política se generaliza.
1598 Poder material, poder espiritual dominantes; sometimiento material, sometimiento espiritual. El sector
social hegemónico capta subjetivamente la realidad social y sus contradicciones en correspondencia unívoca
con sus intereses, con su ubicación estructural en la sociedad, según su ideología, se ha dicho; en esta
aprehensión se formulan las nociones sobre la realidad, en coherencia. Este mismo sector, generaliza e impone
ese saber al conjunto de la población; el resto de segmentos sociales se alinean, piensan la tópica real de los
problemas del sistema (aquellos que los afectan) a través y en la continuidad del objeto teórico del poder,
también se sabe. Si bien es verdad, que los “datos empíricos no tienen cualidad demostrativa” (Jean Pierre
Garnier), el desarme epistemológico inmanente a la ideología con la que piensa y obliga a pensar el dominio a
la subordinación, proviene de renunciar a sus categorías, a su teoría y a su modo de pensar (si se usa y piensa
con las categorías oficiales, se supone que se está reflexionando de modo crítico, esto, es, en sentido adverso al
del poder; sin embargo, este supuesto constituye una trampa: nociones, conceptos y categorías del bagaje
teórico inmanente a la conciencia de la dominación, no sirven para volcarlos en su contra, lo cual induce la
reclusión en dicho despropósito); para el efecto, es necesario volver a la realidad, para abordarla con una
nueva visión, con nuevos “útiles teóricos”, para procesarla con un nuevo método, de modo de generar
supuestos de la conciencia alternativos, con la aplicación a ellos de la “categoría política”, conceptualización
que irrumpe sobre la ideología oficial y la desmitifica (Manuel Castells). En la actualidad, no obstante –y esa
constituye una prueba del carácter transicional, de composición biestructural que ostenta la sociedad actual (de
la derrota de todas las ideologías: de la capitalista y de la falsa socialista)- el pensamiento se torna
paradójicamente ecléctico: el proletariado cuida su bienestar mediante el apoyo a los proyectos del burgués; el
burgués sostiene su bienestar favoreciendo al obrero (sólo que el apoyo proletario es sincero, mientras que el
del burgués es hipócrita). Cambio de locus teórico-ideológico, aunque esta reubicación perceptual no alcance el
locus material; pero la conciencia se ha reestructurado, de modo que se ve de otro modo el mundo, no con los
ojos del burgués.
1049

axiológica) plantea que el conjunto, por intermedio de su cúpula ética, crea el marco general
adecuado, para que la individualidad realice sus funciones vitales, en condiciones propicias
para que empuje el vehículo de la historia hacia la racionalidad trascendente. Quien mira de
este modo la vida: ¿debe comportarse de manera hipócrita y desear, boca para afuera, que EU,
la UE y el Japón superen su crisis? La auténtica personalidad conduce a contentarse
desembozadamente frente a los problemas que experimentan esos bloques imperiales y a
desear su caída, puesto que de esos escombros se encumbrará la renovada mentalidad que se
reconozca en los nuevas formas humanas, que se están gestando en el mundo.
Ahora bien, en el curso de las investigaciones realizadas con motivo de la elaboración
de este documento, se pudo descubrir un hecho muy importante en la vida humana: que sobre
todo a partir de la denominada caída del Muro de Berlín en 1989, la historia se desplaza
nuevamente sola 1599 ; no obstante lo hace: ya no en sentido burgués, sino por la “espontánea”
senda de supresión y superación, en su orden, de toda separación y antagonismo de clase. En
realidad, la humanidad empieza por homogenizarse, merced al despliegue a plenitud, de la
más grande y colosal revolución, que se ha producido al interior del género: la Revolución
Socialista de Octubre. Si la Revolución Cristiana convocó a gran parte de la humanidad a
superar la visión panteísta de la vida, con lo cual ordenó las creencias en dirección de la
cohesión clasista, revistiendo póstumamente al trabajo de carácter prometeico (Lutero y la
Reforma Protestante); si la Revolución Liberal instaló efectivamente el nuevo paradigma (la
“modernidad”) desbrozando el camino para la consolidación positiva de la ciencia, de la
técnica, de la espiritualidad frugal: la racionalidad de Occidente 1600 ; la Revolución Rusa, al
promover la razón dialéctica, conducía a la humanidad a renunciar a los mitos y al trabajo (al
capital, a la explotación, a la “lucha de clases”), conformándola como sujeto del interrumpido
programa espiritual, camino hacia la metafinalidad providencial 1601 .
1599
Sin embargo, este proceso en modo alguno es ciego: son los subversivos de las ideas los que lo alientan y lo
direccionan.
1600
La Revolución Liberal, Francesa, es el acontecimiento histórico que legitimó la sociedad burguesa; la
Revolución de Octubre, en cambio, puso los cimientos de la forma superior y última de la especie: el
comunismo. La “revolución” que vive actualmente (inicios del siglo XXI) el mundo, se expresa de múltiples
maneras: gobiernos progresistas en América Latina, en Oriente Medio, en Africa, en Asia; movimientos de
indignados en Europa, EU y en varios países de América Latina (México, Chile, Colombia), abanico de
agrupaciones sociales que reivindican demandas parciales: género, étnicas, derechos humanos, ambientales;
políticas de “desconexión” del establecimiento: economía solidaria, nuevo orden mundial multipolar; creación
de organismos unionistas en oposición al de los oficiales (ONU, OEA, FMI, BM, TIAR, OTAN, Escuela de la
Américas): ALBA, UNASUR, CELAC, etc., constituyen las vías por las cuales se concreta la herencia proletaria
(Filosofía, revolución y socialismo).
1601
Algo sobre el Ecuador y su revolución: la Alfarista de 1879. García Moreno (“tirano grande que pensaba
en grande” –dixit Juan Montalvo F.), representante del ala conservadora semifeudal, presidente bonapartista
de la República en la segunda mitad del siglo XIX, se situó en el vórtice de la historia republicana de coyuntura:
la modernización empujada por los procesos económicos mundiales y la defensa del establecimiento por parte
el sector latifundista; García Moreno inició las reformas proburguesas: educación laica, emancipación de la
mujer, creó la Politécnica, inició la construcción del ferrocarril y otras vías, desarrolló la Banca (Ayala,
Enrique. Consolidación del Estado oligárquico), medidas –entre otras- tomadas en dirección de formar un
mercado moderno del trabajo, que tuvieron la oposición del clero y el latifundismo, lo cual condujo a su
asesinato. El revolucionario liberal: Eloy Alfaro, llegó al “poder” (al gobierno del Estado) a través de las
armas e impulsó algunas de las medidas del finado García Moreno, a las que consolidó con las propias de su
programa liberal: separación de la Iglesia y el Estado, educación laica, libertad de pensamiento, de opinión y
de culto, estudio y voto a la mujer, matrimonio civil y divorcio, consolidación del Estado, promoción de los
trabajadores y otras relacionadas con la base económica (proyecto de desarrollo capitalista). El general Alfaro
también será asesinado por una coyunda clerical-latifundista y la “traición” (sector de liberales
“conservadores”). La muerte de Alfaro bloquea el paso del liberalismo hacia su gradación superior: al
liberalismo social (socialismo del siglo XXI); al ser el alfarista un modelo demasiado adelantado, dicha
radicalidad progresista impedía la concreción de la etapa histórica necesaria para la república: la forma
semicapitalista; la determinación histórica habrá de servirse de las fuerzas “reaccionarias” citadas,
imponiéndose un régimen híbrido comercial-agroexportador, en coherencia con el rol que debía cumplir el país,
en la estructura de división internacional del trabajo, en el sistema capitalista insipientemente mundial, en la
modernidad (pues, los procesos de globalización se inician con los primeros periplos del capital comercial en el
mundo), en las primeras décadas del siglo XX (a 100 años del magnicidio, se declara el nexo entre la
Revolución Liberal y su derivación en “Revolución” Ciudadana, metamorfosis permeada por la Revolución
Socialista Soviética y los acontecimientos subversivos mundiales).
1050

4.1.3.- EL CURSO DE ACCIÓN BURGUESA: FASE EFÍMERA, PERJUDICIAL Y NECESARIA.
La forma “social” de la humanidad nació en el instante en el que el proceso de
producción mercantil simple se transformó en proceso de producción capitalista, o sea, en el
momento en el que se adquirió el derecho –por parte de unos individuos- al uso de la fuerza
de trabajo –de otros- a cambio de una remuneración temporal “en metálico”, es decir, cuando
el trabajo del ser humano se metamorfoseó también él en mercancía, pero especial: la única
generadora de “valor”, como efecto de la separación de los productores directos de los medios
de producción (de la tierra en el agro y de los instrumentos de trabajo en la ciudad) en la etapa
de acumulación primitiva (Marx: El Capital, tomo I). En verdad, es el comienzo: el punto de
partida del proceso por el cual se plasma –en adelante- “...el movimiento febrilmente juvenil
de la producción material...” (Marx: El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte).
En su condición de estructura orgánico-histórica, la forma mercantil capitalista de
reproducción humana debía alcanzar concreción etárea y espacial: arribar a la mayoría de
edad, cubrir todo el ámbito del globo (“Precisamente esa universalidad del capital frente a la
particularidad de la URSS fue la causa –sic- del triunfo del primero sobre la segunda en la
Guerra Fría” –A. Moreano: El Apocalipsis perpetuo) y cumplir su misión (según la
“concepción científica del desarrollo humano”, sin la presencia del capitalismo no es posible
el advenimiento del comunismo; si no hay juventud no puede haber madurez ni vejez, si no
tiene lugar el desarrollo de las fuerzas productivas hasta alcanzar el estado de automatización
absoluta: paso de la fase de “reproducción social” a la de la “reproducción robótica”: la
“tercera naturaleza” –nivel conquistado en el marco de relaciones competitivas y cruentas-, no
es posible que sea resuelta la contradicción entre los trabajos manual e intelectual (división
del trabajo) o, lo que es su similitud: no puede tornarse efectivo el proceso de superación de la
vigencia de la propiedad privada sobre los medios de producción hasta conseguir la supresión
del trabajo en general). En palabras del propio Marx: "Pero en cuanto la vida ha superado
cierto período de desarrollo, ha salido de una fase y ha entrado en otra, empieza a regirse
por otras leyes. La vida económica presenta en este caso un cuadro análogo al que
observamos en otras categorías de fenómenos biológicos..." (De las palabras finales a la
segunda edición del primer tomo de El Capital) 1602 . La historia muestra, que el capitalismo
debía cumplir su misión (el proletariado mismo es hechura del capital en la fase de la
acumulación originaria), caso contrario: ¡no podía haber historia; el ser humano se encuentra,
produce esta ley con su praxis progresiva; el proletariado debe sufrirlo, pero hasta un dado
momento: cuando ya está en condiciones, no sólo de seguir produciendo el progreso histórico,
sino que puede asumir su dirección; hasta cierto momento el capitalismo vale; luego, se torna
criminógeno innecesariamente: es la razón de su impugnación y de la revolución.
1602
El proceso, en buenas cuentas, es la resultante de la vigencia de un contorno de condiciones inevitable, en
el que se mueve el mundo, que lo encausa hacia la formación de una sociedad mundial, hecho que, a su vez, se
determina por el impacto que sobre el mismo ejerce el desarrollo de la ciencia y de la técnica: el producto de
mediato plazo del proceso, es el cambio de la estructura de poder mundial (agotamiento y reemplazo de la onda
financiera de reproducción del capital –“larga ola expansiva”: T. Dos Santos-; cambio, que no impone la
vigencia de una nueva onda productiva Kondratieff –la instalación y vida útil del capital privado y social
plasmado- para la humanidad, sino la emergencia lenta y sinuosa de una onda larga de carácter “mecatrónica”
para los anillos centrales del sistema, creencia, que se ha hecho notar; mientras que una de tipo “marginal” de
prelación de la economía mercantil simple, para las neocolonias), en la que el capital debe necesariamente
reducir la brecha de ingresos nacionales (la inversión del capital va a propender a superar los desequilibrios;
en ese sentido se producen procesos de reproducción burguesa regresivos) e individuales (el mismo poder
económico-político mundial adquiere conciencia de la necesidad de aplicar esa contratendencia dilatoria). En
el escenario productivo global se consolida un solo proceso de reproducción planetario, al cual todas las
“sociedades” parciales tienen que asimilarse (pues, otra vía de reproducción social no es posible), sobre todo,
debido a que en las neocolonias no se genera ni ciencia ni tecnología (las tecnologías y el llamado saber
ancestral, en su mayor parte, son elementales, empírico e ingenuo, en su orden); y, puesto que prosigue el
proceso de ruptura de las relaciones sociales burguesas, “que ya no son escenario de desarrollo y progreso
humano”, llega a su término la política de comercio internacional, debido a esa ruptura geoeconómica y en
virtud de que el comercio entre transnacionales y a su interior, se incrementa. Este, es un ámbito mundial ajeno
a la voluntad: desconcentrarse del capital, asimilarse a la “globalización homogenizante” por parte de las
subculturas vernáculas (este hecho –en su formalidad- lo intuye y lo reconoce el propio staff tecnoburocrático
del capital al aseverar: “en el fenómeno de la globalización las grandes empresas no dominan y engullen a las
pequeñas; el tamaño de la organización se está convirtiendo en una condición secundaria… muchas
organizaciones grandes se están dividiendo para conseguir agilidad y flexibilidad…”).
1051

Al llegar a su plena madurez una vez cumplido su rol, la estructura burguesa de
sociedad ingresaría en el estado de creciente entropía, pues, “todo lo que ha nacido, debe tener
la dignidad de morir”. Lenin “se propuso” abolir el capitalismo y realizar la necesaria
acumulación para beneficio de la humanidad, en el interior del régimen socialista (el
“socialismo en un solo país”); el proceso –en buenas cuentas- se cumplió en la mitad: se
abolió la columna vertebral del capitalismo in abstracto, pues hoy es de notoria claridad, que
la legalidad capitalista y su conciencia –en circunstancias en que una cúpula detractora, no
solamente que no apuntaló el desarrollo socialista de Lenin-Stalin, sino que directamente
coadyuvó y potencializó la consolidación capitalista y su ofensiva antisocialista y
antiproletaria, con lo cual las determinaciones del mercado y de la evolución lineal de la
historia se reapoderaron de los procesos-, se alzaron en contra y lo han derrotado, alargando
los estertores del último sistema clasista, cuya seudo vigencia debe encontrar sentido en el
acto de completar el desarrollo “faltante” de las fuerzas productivas (los modos clasistas de
producción experimentan una paradoja social: someten a los suplicios del “vía crucis” de la
explotación y la miseria -en ciertos pueblos de América caribeña, en los noticieros se presenta
a personas preparando y sirviéndose tortillas de tierra- a las nueve décimas partes de la
población y en ese marco de sacrificio tiene lugar el progreso instrumental de la humanidad
–progreso que aparece como realización mezquina del interés específico de un grupo-: el
proceso de estructuración de las premisas de la formación de la “conciencia de sí”, del
Universo).
De la reflexión sobre la experiencia vivida tanto por el socialismo como por el
“socialismo real” (Brezhnev), se desprenden supuestos teórico-reales, destinados a reorientar
el pensamiento en torno del movimiento humano (dicho sea de paso, un auténtico
pensamiento marxista revolucionario, no puede ser desafecto respecto de L. Brezhnev; se
tienen razones para ello: 1.- destronó al bufón de Jruschov, 2.- reivindicó a Stalin y 3.- tomó
medidas conducentes a rescatar la gran herencia legada por Stalin, “contraperestroika”, que ha
sido nominada con el término “hibernación”: período de estabilidad y reflorecimiento de la ex
URSS). Estos tienen que ver con el hecho de que existen principios generales en la economía
(supuestos históricamente necesarios emparentados con el proceso de reproducción material
de la existencia humana, presentes en todo estadio épocal), que los asume para sí como
básicos el capitalismo (en verdad: en esa forma social éstos –sobre todo la ley del valor- pasan
a cumplir papel determinante y de los cuales se aprovecha también el progreso abstracto de la
especie), y que el socialismo no puede soslayarlos debiendo necesariamente avenirse a
vivirlos la humanidad (obviamente, al comunismo –como etapa sólida, consensuada y
conscientemente determinada de vida- sí le está facultado abstraerse de dicho
condicionamiento; sin embargo, para el efecto: debe arribarse a dicha fase): el desarrollo de
las fuerzas productivas siempre en el interior del marco definido por la competencia, pues, la
conciencia y la voluntad se convierten incluso en óbice cuando el estado de progreso material
de la sociedad no ha alcanzado un cierto nivel, que permita aladear la contradicción y faculte
admitir la emulación.
En la inferencia lógica, el supuesto nocional de inherencia marxista (en este punto
precisamente se ubica el momento inaugural del ingreso de la humanidad en la etapa
denominada “sociedad de la imaginación”: liberación de la mente de su substrato real
inmediato y salto de ésta hacia el movimiento venidero, ocurrencia de ningún modo fundada
en los simples buenos deseos, en las utopías más puras, sino en la aprehensión antelada de las
formas humanas que vienen, hecho intelectualmente producido como efecto necesario de la
concreción de las tendencias abordadas mediante el ejercicio teórico de proyección del efecto
de las regularidades reales), se postuló al “socialismo” como la primera fase del “comunismo”
(estado social en desarrollo y supuesto de su concreción efectiva). Sin embargo, el
desplazamiento concreto de los sucesos históricos (dinamia social sometida al influjo de la
condicionalidad recluida en el vaivén de la lucha de clases), instituye la determinación inscrita
en el proceso de robotización (de cesación del trabajo productivo y del trabajo en su acepción
tautológica: de proscripción del esfuerzo intelectual y físico relacionado, en especial, con la
reproducción programada de la vida material del género) como etapa que prepara el salto
(definitivo y radical) de la humanidad, “sin mediación estructurada”, al “comunismo”. En la
perspectiva teórica abierta, el ensayo socialista: espacial, temporal y “socialmente” situado,
fue un factor de impulso de ese proceso; fenómeno, en suma, de mayor amplitud y
significación, para el devenir humano.
1052

En el decurso de la praxis del momento –en cambio-, el flujo de la totalidad social
planetaria deriva de la incidencia de la operación del principal aspecto en movimiento: el
ejercicio regresivo de la “perecuación”; en sentido inmanente, el escenario fija el proceso de
interpenetración y acción recíproca de la tendencia hacia la acumulación del capital en su
carácter de regularidad abstracta del desplazamiento del moderno sistema burgués de
mercado, frente a la contrarestante retrotendencia puesta por el proceso integral del fluir
humano. En efecto, las primigenias y estructurantes leyes de la dinamia del capital cuanto la
sobrecarga “energética” exógena generada en la actuación consciente estabilizadora del
status, viene a ser una combinatoria, que ha perdido eficacia para sostener la misión
reproductora nomopólica y la replicación de la estructura como tal. En concreto, pese a que el
sistema opera con estas leyes, las mismas ya no son suficientes para sostenerlo e impulsarlo.
Esta, se trata de una inferencia lógica, que indica que el sistema no se amplía como antaño,
sino que se mantiene en el declive de su descenso: de reproducción regresiva; esto acontece
muy a pesar de que persistan ciertos intentos por aprovecharse de ámbitos periféricos al
capitalismo (las zonas del ex Bloque Oriental y las no occidentalizadas del todo) aún no
cooptados en la funcionalidad de sus intereses. Esta expansión socioterritorial, no goza de
finalidad reproductora; ella constituye –mas bien- mecanismo de reducción de la extrema
pobreza y de represión de la marejada insurreccional existentes en áreas neocoloniales, hecho
que se concreta en inversiones en procesos tercerizados, maquiladoras y “zonas francas” 1603 .
“No todo lo que brilla es Soros”. En la apreciación reiterativa, puramente especulativa,
en torno de la estructura y eficacia del subconjunto humano estadounidense, dicha realidad
constituye tan sólo perversa ficción. En efecto, las transformaciones que dieron inicio en 1917
y que concluyeron en 1989, influyeron sobre todas las ideologías del mundo; su acción
prístina duró hasta 1956, momento éste, en el que tuvo inicio una nueva disputa Este-Oeste en
el Globo (la segunda “Pos Guerra Fría”), fecha en la que –por supuesto- los opuestos
empiezan a anularse en conjunto; “… de modo que –viene bien traer de nuevo a colación- la
victoria de la cual se cree es beneficiaria la economía neoclásica y el capitalismo, como
consecuencia de los hechos: 1989-93, es equívoca…”; dichos episodios, mas bien, han
aperturado la etapa de “transición”, en la que “… la ciencia y la técnica progresivamente
derrocan los sistemas sociales, que ya no son escenario de progreso material humano…” en
coherencia con el efecto coadyuvante proveniente del ejercicio de la política del movimiento
político-social progresista. Este polo hegemónico –EU-, se ve enfrentado a condiciones
desfavorablemente extremas para reproducir su establecimiento; los elementos que le son
adversos se condensan tanto en su “entorno externo” como en su “medio interno”; dichos
factores, por ahora, se interpenetran y se potencializan. Los indicadores estructurales más
conspicuos, insistentemente se ha dicho, comprehenden: reducción de su producto “nacional”,
caída de las exportaciones (balanza comercial deficitaria), elevada deuda externa, abultado
déficit fiscal (este indicador estructural está por estallar en el 2011: el gobierno de Obama
posiblemente declare la “suspensión de pagos” de su deuda), presión y desvalorización laboral
endógena, demanda permanente de inversión en investigación y desarrollo tecnológico y de
recursos naturales para reactivar la producción (la necesidad de guerrear propia de todo
1603
Cuando la sociedad burguesa (la clase) promulga como principio sine qua nom de su vida a la
“competencia” (la “calidad total”, al “cero defectos”, a la “perfección”), precisamente ésta ha llegado a su
límite y al inicio de su desintegración como forma orgánica estructurada. La competencia llevada a su extremo
(la “competitividad” artificiosa, interesadamente magnificada como medio y fin de la existencia, en su
despliegue abstracto: en los negocios, en el deporte, en la ciencia…), es el supuesto inmediato de la “reversión”
(Baudrillard): la sociedad del trabajo ha cesado, se inicia la época de las máquinas, se presiente que una
“nueva era” se instituye, en el trasfondo de los estertores de la crisis ambiental, de las catástrofes telúricas, de
la modificación en el eje de la tierra, de la glaciación (la “corriente conductora del Atlántico”: si se rompe la
faja conductora activa –si se desactiva-, da inicio al período glacial, el “culpable” será no el capitalismo y su
clase sino –se dice- el hielo derretido del Artico, como efecto del denominado “calentamiento global” –o que el
“transportador termo-salino” no se destruya) o del calentamiento; en suma: en la esotérica y sofística alegoría
con la que se cubre el desate final de las crisis capitalistas, de la crisis de más amplio fondo: la crisis de
civilización, que involucra al género todo (la miseria masiva, la mortalidad, el desempleo, la degradación
moral, la ignorancia, la pérdida de la alegría, la destrucción de la naturaleza, es obra del capitalismo). Es el
preludio de la emergencia de la nueva estructura y del nuevo ser humano; humanidad madura, frugal, con el
peso sobre sí, del cumplimiento de objetivos superiores (puesto que hasta ahora solamente ha debido
constituirse como tal y verse enredada en conflictos absurdos, que han amenazado con su destrucción), para
cuya realización no cabe la vigencia de las antiguas relaciones, conductas y de sus concomitantes pensamientos
de clase.
1053

imperio, asume aquí carácter real, cuando se tense el enfrentamiento entre el Euro y el Dólar,
frente a la pretensión de control sobre los recursos del Mar Caspio, del sector árabe y de
América Latina).
Acentuada la reflexión, que queda expuesta en párrafo anterior (como en varios de
ellos, de precedencia remota) en un nivel de abstracción elevado, esto es, fuera del análisis
concreto de clase, debe decirse, que en las condiciones del año 2008, EU constituye tan sólo
una entelequia imperial, pues, este país pierde influencia paulatinamente en Medio Oriente, a
medida que China crece, que Rusia se recupera económica y militarmente; su supremacía
–por tanto- está siendo rápidamente retada, por la emergencia de polos contra hegemónicos de
las multinacionales emergentes –eclosión de “potencias nucleares, que buscan rodearse de
mecanismos de autoprotección”. Esta nueva estructuración geopolítica vuelve inestable al
hemisferio, en verdad: torna inseguro al sistema capitalista, tanto como al proceso de su
reproducción. Sus patios traseros (varias neocolonias latinoamericanas) se le insubordinan; el
valor de la divisa se halla en declinación (“la economía del dólar toda, está en picada”; la
“crisis de dólar” está haciendo pensar en monedas nacionales); está perdiendo control sobre
las reservas petroleras (el precio del barril de petróleo sube); experimenta el impacto de los
“déficit gemelos” (fiscal y comercial); su banca privada opera de modo vacilante en medio de
equilibrios parciales, efecto de la resaca sobre ella, de la denominada “burbuja inmobiliaria”
(un cerebro sensato debería disponer, que esta Banca sea estatizada, para eliminar esa clase
parasitaria, superflua); sufre la “progresiva pérdida de control político y económico del
mundo; mientras que las políticas que aplica para conjurar este complejo cuadro de
problemas, le resultan desfavorables” (se dice, que un imperio en crisis la supera
necesariamente en el acto de negación y mudanza; eso le ocurrió al imperio nazi-fascista
alemán). La referida lista de inconvenientes a través de los que se manifiesta la operación de
la ley de su reproducción, se conmociona mucho más, en el momento en el que debe hacer
frente al efecto de fuerzas menores, emergentes, del frente de la migración y de la opinión
pública desfavorable (en verdad, el imperio estadounidense: la cabeza de Medusa que sostiene
al sistema burgués todo, debe ser carcomido “desde dentro”: los factores principales son la
depresión económica y el alzamiento de la población en contra de sus fatídicos halcones).
Además, las dificultades de reproducción que experimenta EU, tienen propiedades sistémicas:
su efecto provocará episodios de recesión mundial (los problemas económicos actuales, son
sistémicos, por ejemplo, directa e inmediatamente ellos impactan en el empleo emigrante y,
consecuentemente: en las remesas y en el financiamiento de la economía del país importador
neto de fuerza de trabajo).
El sistema financiero estadounidense, ha monetizado al mundo (puede atender “bonos
del tesoro”, con emisión inorgánica de dólares; o, si China decide dejar de invertir en deuda
estadounidense no acabaría con la esperanza de su reactivación económica, pues, “la Reserva
Federal reemplazaría a su homólogo –el Banco Central chino- comprando los títulos
vacantes” 1604 ); estas acreencias del resto del planeta sobre la economía yanqui, de modo
directo constituyen el producto de la potestad de este país de ejercer la libertad de
manipulación de la política monetaria: al ser EU el titular del patrón –el Dólar-, ha recurrido
a la emisión inorgánica para equilibrar su balanza de pagos (E. Andrés) –es de dominio
general, que el llamado Banco Central estadounidense, no es un Banco Central propiamente
dicho, esto es, la institución financiera del Estado, sino una compañía: oligopolio privado
integrado y determinado por varios mega Bancos (he ahí, de cuerpo entero, la falacia de la
oposición Estado-mercado), debido a lo cual el Sistema de Reserva opera según sus
propósitos-; como consecuencia, el “sistema monetario internacional en la actualidad funciona
casi por inercia”: realidad atiborrada de “papel denominado” e inscrita en la tendencia
virtual –oro, papel, simples guarismos-, antesala y culmen de su rol (el Dólar estadounidense
cada vez pierde valor frente al Euro y al Yen: como se sabe, el carácter del aparato económico
determina la fortaleza y estabilidad de una moneda). En el nuevo entorno, las funciones del
dinero se reducen a una sola: “unidad de cuenta”; hecho según el cual, el proceso mercantil
reproduce su modalidad inicial y se desvirtúa: la moneda pierde su carácter de ser “medida de
valor”, mientras el trabajo decesa de modo progresivo. En el planeta, por su parte, se dejan
1604
“Si China deja de comprar deuda estadounidense…”. Dean, Baker (Economista, codirector Del Center for
Economic and Policy Research, Washington). Para cada tendencia negativa, siempre la voluntad actúa
oponiendo una contratendencia, sobre todo cuando se dice que el sistema cuenta con un acumulado de
experticias, en el sentido de “panel instrumental” a ser más efectivo.
1054

sentir los efectos asociados a la fase económica paradójicamente recesiva a escala general
(devaluación/reevaluación, inflación/deflación, constituyen expresiones de la crisis del
sistema en la esfera de la circulación monetaria, de las maniobras financieras estabilizadoras
“de clase”) 1605 . Al poder financiero hemisférico, estrategias ofensivas, conservadoras y
defensivas (mini-mini, maxi-maxi, mini-maxi, maxi-mini), le son inocuas en adelante. En
realidad, los restos de la clase capitalista mundial “es una presencia malévola, devienen en
estorbo para la humanidad: ¡oscurecen su inteligencia!”.
Las demás superpotencias, en cambio, se resisten a continuar supeditadas al
monopolio de la divisa estadounidense (el sometimiento a la política financiero-militar del
principal “Estado-guarnición”); insisten en forjar polos equilibradores (China, Rusia, Unión
Europea, Japón, la India, Irán, Pakistán…), con el objeto de frenar la hegemonía especulativa
del dólar, de modo particular: en las transacciones internacionales; en similar sentido se
procede frente al uso de la entidad militar. En esta relación de fuerza, se dice que, sobre todo
en China, cada vez se reduce la pobreza; no obstante, no es que en China e India, cada año
millones de habitantes salen de la pobreza, sino que –por el contrario- el capitalismo penetra
cada vez más en dichas “sociedades” (esta población ingresa en el sistema de la explotación),
polarizándolas (proletarización tardía), cuentopropismolizándolas, es decir, convirtiéndoles en
“aldea de consumo”, en agentes de la economía mercantil (este incremento hemisférico de la
demanda de materias primas y alimentos, ha desequilibrado la estructura de oferta/demanda,
con el consecuente aumento del nivel de precios). En el mundo, de modo incremental se
instala un patrón de cambio (canasta de monedas) trimonetario; el Yen es una moneda, que
siendo originalmente nacional, ha rebasado las fronteras patrias para abarcar su zona de
influencia; el Euro, en cambio, es un signo, que ha emergido por consenso sobre las
reminiscencias de los DEG, en la Unión Europea. Tanto Japón como Europa, han otorgado
soberanía monetaria a sus regiones económicas, dotándoles de la política correspondiente,
precisamente con el objeto de impedir la fuga de excedente (el proceso asimétrico imperial de
redistribución de plusvalía), de captarlo en el comercio internacional en las ramas de
influencia e impedir la transferencia de la crisis asociada al desenvolvimiento capitalista de la
economía del Dólar (la tendencia de desarrollo desigual, obra sobre la evolución de los
aparatos económicos y determina las relaciones intertriádicas, promueven –además- pujas por
reasignación de zonas de influencia y deja abierta la permanente posibilidad de la guerra en
sus diversos niveles de realización).
Si EU, desde los comienzos de su organización como república, optó por la política de
la unidad territorial, los europeos han recuperado esa “forma de Estado” gestando la Unión,
pero sin poder desembarazarse todavía del status balcanizado, sobre todo de carácter
idiomático, tanto más: habiendo tenido que admitir el Inglés como elemento central de
formación de su supranacionalidad (en verdad: elemento fundamental del proceso de
formación de la nacionalidad europea y de la mundial). El declive del patrón Dólar (debido,
sobre todo, a razones emparentadas con la baja productividad del trabajo –competitividad- y a
los menores ritmos de crecimiento económico), la formación de unidades comerciales
regionales y el multilateral desarrollo de las relaciones mercantiles, constituyen indicadores
estructurales de la “colosal revolución que vive la humanidad, comparable sólo con las
revoluciones religiosas y con las liberales de antaño”, la que se expresa, de modo
fundamental, en la crisis que experimenta la locomotora del frente imperial del capital (las
otras superpotencias sigilosamente toman distancia), “…la cual preludia el advenimiento de la
nueva ´sociedad`”, en la que se vertebran, de modo sinérgico, los valores del nuevo “modo de
1605
La “división del trabajo” (el desarrollo del cambio) dio lugar al aparecimiento del dinero (y a su forma
especial: la moneda), como forma desarrollada máxima de la mercancía: forma total o desplegada del valor
(precio) –de la producción mercantil y de la contradicción entre el trabajo privado y el trabajo social- expresión
nítida del trabajo abstracto. La fase de desarrollo suprauniversal del equivalente general: “la necesidad
objetiva de la desaparición del dinero en las etapas superiores de desarrollo del género humano”. El
aparecimiento del papel moneda y la suplantación del oro por éste, fue producto de la necesidad objetiva dada
por la socialización –mundialización- de la producción capitalista (1944-1971, Bretton Woods). El dinero
virtual ya no es la representación del oro (el cual es una mercancía que contiene trabajo y que una vez operó
con todas sus funciones: medida de valor, medio de circulación, instrumento de acumulación y medio de pago;
equivalente universal y patrón), sino del papel moneda (representación simbólica del trabajo); el dinero
inmaterial, simplemente es “numerario”, en una sociedad en la que el capital “reproduce” al capital –en una
específica, falsa y paradójica cuasi capitalista forma de reproducción de la “sociedad”, en la que el trabajo se
vuelve crecientemente una abstracción). En todo caso, el reemplazo del oro por el papel moneda y, de éste por
el dinero electrónico, virtual, es un indicador de reestructuración capitalista.
1055

vida” recogidos en los principios y normas de la “moral comunista” y el poder de la dinamia
inscrita en el progreso de las fuerzas productivas.
No obstante, no ha debido esperarse mucho. Las contradicciones que mueven el
proceso de “reproducción turbulentamente dinámico” del eslabón coronario de la cadena
capitalista (sus efectos han sido transferidos a las economías de los anillos periféricos a través
de la correa de transmisión inherente a los nexos geopolíticos –relaciones económicas
internacionales, vínculos totalmente abiertos en época de globalización, que confieren
carácter inmediatamente sistémico a la crisis, en razón de la naturaleza del patrón de cambio
mundial: el dólar-; concretamente, mediante el ejercicio de la política económica interna a los
eslabones más débiles –cartas de intención del FMI-; y, en último término: pesada carga
puesta sobre los hombros de la fuerza de trabajo neocolonial), regresan, se agolpan y se
condensan en dicha instancia superior hegemónica: EU. En la actualidad, la defectuosa
realización del capital en la esfera financiera (monetización, fomento al consumo, demanda
inmobiliaria) y de descenso del valor del principal instrumento de esa forma de la estructura
del capital, constituyen detonantes de la crisis (recesión) y el presupuesto real, sobre el cual
abrir una brecha.
Todos los continentes del mundo se encuentran frente al comienzo de la fase depresiva
del ciclo económico (pos) capitalista, pos industrial, global; por tanto, los mismos se hallan
incluidos en una realidad de dimensión integral, para la que –esta vez- el sistema no dispone
de tiempo para preparar la transferencia de activos recuperados, renovados (del interior de la
abundancia que ha debido ser destruida a fin de generar el incentivo de la escasez), hacia una
nueva fase de recuperación, puesto que el fenómeno ocurre en el epicentro del sistema (en
verdad, siempre ha sucedido así –a excepción de la crisis asiática, rusa..., sin embargo, el
nuevo momento que vive el mundo otorga renovado carácter al hecho-, pues, el imperio en su
nivel superior ha enfermado: sus elites no pueden imponer su voluntad sobre la masiva
población mundial, puesto que ésta asume cada vez más las cualidades que hasta hace poco
les estaba reservadas al peldaño de la dirección. Es el momento del ejercicio del “efecto
dominó”, en sentido inverso, esto es, tal si fuesen los episodios que se dejan advertir en un
película que se la pasa en reversa: la periferia devuelve la pelota al centro: ésta rebota (“efecto
dominó” y “efecto boomerang” en acople); incluso en EU, es posible que se renuncie a seguir
usando el “traje –militar- que se ha utilizado durante mucho tiempo” y se asuma el Euro, el
Yen o la moneda china: si la crisis desnacionaliza más la economía estadounidense, si cono
efecto inmediato de la circunstancia –como se pronostica y teme- otros “países” (en verdad:
los propietarios de capitales situados allí) van a imponer sus reglas frente a la pérdida de
supremacía yanqui, lo cual puede motivar la objetivación de ese “imposible” (el mercado no
responde: si se deprecia el dólar a fin de estimular las exportaciones y equilibrar el comercio,
esta medida afecta a sus congéneres en otro lado del sistema).
Dicho sea a propósito, a finales del 2009, se acepta públicamente que el otrora sólido
Japón ha entrado en la fase mundial recesiva; este país de cobardes, de copiadores y
mejoradores, pudo resistir el embate de la “onda subprime de las hipotecas tóxicas”; no
obstante, le ha llegado su turno, pues, la economía capitalista se sostiene y se concentra de
modo imperturbablemente cíclico; en su condición de forma de producción sistémica y global,
en la “economía-mundo” capitalista ningún eslabón se queda al margen de sus contradictorios
efectos; en Japón están a portas despidos masivos de trabajadores, pese a los 150 mil millones
de euros que se van a movilizar para intentar su recuperación; por fin, se avecina el
agravamiento de una crisis de bajo consumo, gestada en la maniquea oscilación libre
mercado/regulacionismo. En una palabra, detrás de las expresiones expuestas, de forma
abstracta y sinóptica, se trata de advertir el curso de acción y la estación alcanzada
(aproximación hacia el estado de autoalienación positiva) por parte del ser humano en su
parcialidad genérica (cibernetización de la vida y establecimiento de la base para elevar a la
enésima potencia –en la sociedad de la espiritualidad- la capacidad de la inteligencia: la
Ingeniería Genética y la Inteligencia Electrónica): la concreción universal, en la que se ha
resaltado la descripción de la trivial y doméstica complejidad de la dinamia particular y
terrestre, de las contradicciones de ese movimiento. La existencia de un ser humano aislado,
la presencia misma del “ser genérico” en sus diversas formas cronológicas, tanto más en la
fase en curso, se muestra como un momento ínfimo, fugaz, históricoestadísticamente
despreciable, sin importancia; sin embargo, ella es una fase necesaria en el curso de la
totalización absoluta de la conciencia (el ciclo de la negación de la negación, hasta arribar a la
1056

autoconciencia, al “otro de sí mismo”, mediante el presupuesto de la praxis positiva del ser
humano) 1606 .
A una de las conclusiones a las que en esta reflexión filosófica, polémica,
especulativa, se ha llegado, es que el capitalismo está puesto en la historia, para integrar a las
diversas comunidades de inteligencia (“culturas”), en el fenómeno simplemente conocido
como “globalización”: que la diversidad de “hormigas” humanas se encuentren, se junten, de
modo que todas remen en una misma dirección. En el cometido, el capitalismo que segmenta,
diferencia, contrapone, a la vez une y, de este modo, crea la condición ontológica de la
contradicción, merced a cuya dinamia la vida sigue su desarrollo, este sistema:
inmanentemente propicia el orden a través del cual, esa antinomia humana se resuelve: los
grupos emparentados con la denominada “elite”, se diluyen en la masa humana común,
cuando esta última paulatinamente accede al conocimiento, a la técnica; la población común,
en cambio, deja de ser la sola reserva germoplásmica de la inteligencia activa, protagonista,
estelarizadora, del proceso de forja de la “comunidad espiritual”. Y formada de este modo la
“comunidad red de inteligencia”, se conforma de manera definitiva la ontología corporativa
inteligente, que adquiere el “tamaño del Universo”, con la cual la humanidad puede dar
cuenta de él, al que luego yuxtapondrá su gobierno.
La revisión del proceso de movimiento cósmico, natural y humano registrado hasta el
presente (el proceso de captación subjetiva de la mente sobre ellos), pone al descubierto –una
vez más- el papel de la esfera cognitiva en el movimiento de la materia: alcanzar su
representación abstracta En la concepción materialista, éste no constituye un objetivo
previamente definido –la tendencia que se perfila nítidamente de esta función en los hechos
reales estocásticos del movimiento eterno de la materia, que se rige por la ley del desarrollo y
que deviene en el hecho por el cual: en los fenómenos orgánicos de modo particular, el
proceso de mutación viable se fija y avanza (los otros pasan al cajón de los deshechos de la
historia)-; se trata, mas bien, de la conciencia del resultado dado: sólo al último, esto es, una
vez realizada la conciencia, ésta se da cuenta, que es tal, a la manera del niño que adquiere
“uso de razón” (que es niño –autoconciencia-, que de algún modo ha llegado a ser) en un
momento dado de su evolución. Ahora bien, el ser humano controla, direcciona, esta vez, el
flujo de los episodios; en efecto, J. D. Bernal sostiene que “… la ciencia no tardará en darle el
poder al ser humano necesario para dirigir su propia evolución (Bernal citado por Horgan; en:
John Horgan, “El fin de la ciencia”). Y, en medio de todo esto, ha estado viva, dinámica,
como protagonista principal y con sentido, la forma burguesa de vida del género.
4.1.4.- LA PRODUCCION INTELECTUAL DE LA ETAPA HISTORICA.
En lo tocante a la cuestión misma, un aforismo se impone: “no hay nada nuevo bajo el
sol” (en ese sentido, los datos empíricos y la interpretación muy particular, que de ellos se
formula –los cuales se hallan en esta propuesta cosmovisiva vertidos-, no tienen otro papel,
que de operar como simples elementos coadyuvantes en el proceso de “chequeo” en torno de
las aventuradas y muy abstractas afirmaciones que se ensayan, de modo de otorgarlas cierta
credibilidad) 1607 . Para el período organizacional capitalista de la humanidad –de modo similar
que para antaño-, ésta es una aseveración concluyente; y, lo es, incluso al margen de ciertos
detalles, para los que tal conformación conceptual incide en el rango no significativo de su
1606
Para el efecto, tanto con la teoría (pensamiento hipotético) como con la “práctica”, el ser humano debe
abarcar el Universo, es su necesidad deambular por él (por el microuniverso gracias a la “nanotecnología”),
puesto que está impelido de captarlo sensorialmente: debe "ver, para creer”, para confirmar u otorgar
fundamento real a sus especulaciones. De las transformaciones que preludian el establecimiento del hecho, no
serán testigos las generaciones actualmente vivas, pues, “…en el largo plazo, todos estaremos muertos” (John
Maynard Keynes)
1607
En el belicismo, por ejemplo, la concepción sobre la guerra, el diseño de la estrategia, la parte operativa,
son patrones, esto es, todos los ejércitos del mundo los conocen, dado que tales tópicos (incluso las formas de
preparación y entrenamiento) son parte de los curriculums de las llamadas Academias de Guerra (Escuela de
las Américas); la novedad quizá resida en las decisiones, en la creación de acciones de sorpresa (para lo cual la
deducción y las anticipaciones, son medidas de neutralización) y en las particularidades del territorio escenario
del conflicto (cartografía y visión satelital, son su contraparte), en los objetivos y en el temperamento. ¿Qué
factor define una guerra? ¿La valentía?; ¿la inteligencia? (de ser así, Isamina –Rumiñahi-, Apushqui-pay
Calicuchima y Apushqui-randin Quisquis, habrían resultado vencedores en la defensa del Tahuantinsuyo –del
Reino de Quito). ¡No! Lo hace el poder tecnológico y la capacidad económica, que en la práctica vienen siendo
variables principal y subsecuente derivada: una sola, o la primera efecto de la segunda.
1057

determinación probabilística, sobre la estructura y movimiento categorialmente captado del
proceso. Marx, en un acto de conocimiento, que ha demostrado las posibilidades predictivas
inherentes al saber científico estructurado en torno a la formulación de regularidades y según
una conformación tetradimensional: orden temporal –pasado, presente y en proyección-;
status de estabilidad relativa –estructura-; esfera contradictoria de autoconcresión –la
totalidad-; nivel político –presencia de la razón remodeladora de la perspectiva, expuso la ley
que precede –en el plano de la inmanencia económica- el movimiento del modo de
producción capitalista en su fase madura: a mayores grados de concretización sistémica, más
fuertemente se expresa la dificultad de conversión del plusproducto en plusvalor monetario.
En verdad, las dimensiones tratadas son 5: las tres clásicas (X, Y y Z), la cuarta: el
movimiento (desarrollo) y, la quinta: la conciencia (o sea, las dimensiones fijas, la dinámica
y la reacción de la conciencia sobre el movimiento) 1608 .
Esta creciente dificultad de realización de la mercancía, se impone cada vez con mayor
fuerza, con efecto demoledor, tanto a nivel productivo-tecnológico (puesto que la misma ha
llevado a la reducción de la escala productiva y a frenar el desarrollo técnico en el proceso de
producción industrial clásico; y, por cuanto los procesos de desconexión Samir aminianos, se
incrementan cada vez) al propio “tiempo” sobre el modelo administrativo como frente a las
políticas puntuales de marketing, que constituyen las tendencias contrarestantes, que emergen
del paroxismo de la creatividad (competitividad comercial) a la que se ha sometido a la
población íntegra del planeta (pero luego se apodera de la sociedad el cansancio, el
hostigamiento, el fastidio y ésta pasa a reprochar toda la forma de vida vigente –hartazgo:
Mayo del 68, España en el 2011-, es por eso que la gente en la actualidad, sobre todo organiza
su vida en torno a la Fe y no a la razón 1609 ). La evidente contratendencia, que el capital ha
opuesto a la operación de esta ley, se objetiviza en el efecto exclusivamente empírico y
estratégico en el que ha variado el enfoque y la práctica de la gestión empresarial; en
concreto: la administración se centra con aguda tensión, en el proceso de venta de los
productos; los llamados “marketing” se encuentran ya en la generación denominada:
“comercialización en red multinivel” (el consumidor se vuelve vendedor de "Noni", así tiene
sus propios clientes y puede consumir el producto a bajo precio, paralelamente haciéndose
con un margen de ganancia; después del merchandising, el productor se convierte en
vendedor directo, con lo cual el proceso retorna al sistema de los antiguos “oficios”).
El predominio de las formas conceptivas de las generaciones vernáculas, bloquea la
posibilidad de emergencia de modos renovados de ver la realidad, tanto si se trata de la
inmediatamente vivida como de la que se encuentra ante la mirada. Estas formas de
conciencia filosóficas plasmadas, ejercen su influjo sobre la conciencia en formación (“efecto
paradigma”), como saberes establecidos, que divorcian la idea de su substractum real. Si para
la cosmovisión consuetudinaria, la idea forjada se vuelve indeleble e irrenunciable, para la
percepción joven, encontrar el debido curso hacia el pensamiento objetivo se enfrenta a la
impronta, de la interpretación clasista dada y a la ausencia de huellas autoatribuidas, que
objetivamente lo encarrilen (el mundo se mueve con el Rap, con los Gay, con el Eros, con la
tradición idiosincrásica, cultural,...). El proceso en decurso se refleja en la mente subordinado
a la imagen presituada, o sea, al margen de la pureza del substractum objetivo de la realidad
(mas, las nuevas percepciones ciudadanas, rompen este atavismo intelectual). En círculos de
izquierda la conciencia filosófica determinada, pervive en el interior de la comprensión, que
sostiene que el capitalismo ha triunfado, por lo que es detentador de una larga vida 1610 ; esta
tesis constituye el fundamento cognitivo, de una conducta oportunista de asimilación y/o
acomodación al sistema 1611 .
1608 Gilles Deleuze es de opinión (anterior a la presente) en tal sentido; ahora bien, su tesis se inscribe en la
posición einsteiniana de “tiempo” y en la teológica de “espíritu”.
1609 “La impugnación o el descontento se están dando en los usos, costumbres y comportamientos, y apuntan a
una dirección por lo pronto muy poco ‘política’”, pero al final de cuentas es una resistencia que puede corroer
poco a poco el sistema hasta hacerlo caer” (dixit Bolívar Echeverría).
1610 Al respecto, el jesuita panameño Gorostiaga por ejemplo, llega a captar los cambios de mayor profundidad
inmanentes a una modificación sistémica, con una concepción inherente a la acelerada movilidad temporal de
procesos, de anticipación de fenómenos sociales en la escala normal del tiempo (“Ya comenzó el siglo 21”,
titula uno de sus documentos publicado una década antes que el siglo termine), pero jamás como procesos que
ya no pertenecen –en esencia- al modo de producción secular.
1611 Para un individuo creyente, el objetivo de su vida está por descontado: simplemente y de manera
oportunista debe hacer méritos de paso por este mundo, para poder alcanzar el premio en el cielo; para quién
1058

En sectores de la “derecha” se advierte, de todos modos, intentos, esbozos de
entendimiento en penumbra de la circunstancia, en vista de que se habla profusamente de
“cambio de época”, de “cambio civilizatorio”, etc., pero jamás de cambio de “formación
social” (muy a pesar de que la vanguardia intelectual del poder mundial conoce perfecta,
detalladamente lo que ocurre –en indicadores de la noción sobre la “nueva era” se resume este
punto de mira-; no obstante, su percepción lo mantiene en el anonimato), puesto que su
limitación de clase le impide reflexionar a nivel de la matriz económica –el comportamiento
del movimiento de las fuerzas productivas-, dimensión en la única en la que es posible
encontrar los supuestos que establezcan una verdadera interpretación (en las simulaciones, en
los escenarios prospectivos de los gringos, en la medida en que no se advierten las
determinaciones radicales del cambio o la conciencia de ellas, estos trabajos conducen a la
voluntad a ejecutar el programa que detiene el movimiento de la rueda de la historia, hasta
cuando se pueda) 1612 . El sistema burgués de vida representa un moribundo (tiene cáncer
terminal), que produce todas estas imágenes mentales, debido a que se encuentra ahí, en la
medida en que al no decesar del todo, mantiene vigente la esperanza de una muy posible
recuperación en la mente de sus deudos: sus beneficiarios.
Mientras menos monopólica es la conformación del mercado burgués, más rápida y
eficientemente se recupera de sus fases críticas; tanto más concentrada y centralizada se halle
la estructura de capital, su convalecencia es lenta, traumática, prolongada; de igual modo, la
eficacia de la acción de las clases a favor (conservadora) y en contra (revolucionaria), alternan
sus posibilidades. Ahora bien, dicho sea de modo incidental, esta aseveración: ¿espera de
demostración empírica?; o, por el contrario: ¿es ella el resultado de su demostración? Esta
constatación, esta ilustración, esta verificación, se hallan plenamente dadas en la teoría de los
ciclos económicos de diverso signo ideológico y conceptual, mientras que la misma es
evidente en la realidad; pero también lo es, en el comportamiento de sistemas orgánicos, que
tienen similitud de estructura y movimiento: más volumen de trabajo muerto se requiere para
impedir, que el rendimiento empresarial frene su tendencia a la caída, no obstante, el
incremento del capital constante hace caer la tasa de ganancia (como a un viejo se le debe
administrar cuidados adicionales, en la asistencia en su deceso –pero para advertir la vejez y
la insuficiencia del organismo, no se necesita de indicadores que vuelvan racional la realidad;
la evidencia, en este caso, autoatribuye su esencia). Todo proceso envejece, se agota, pierde
“energía”, se desorganiza; aquellos sistemas autorregulados, que detentan dirección
consciente, retroalimentan el ciclo, pero cada vez se necesita más “energía”, puesto que la
inmunización es rebasada por un nuevo ciclo de crisis: las autodefensas caen y los agentes
patológicos vuelven más recurrente y fácil la infección. El despojo capitalista, no obstante,
herido de muerte, produjo los efectos coadyuvantes en la destrucción del socialismo y
determinantes en la salida del socialimperialismo en su momento, tanto como para la
detracción de la escena, del “trabajo” obrero; también ha convertido a la mayoría de
integrantes de la otrora “vanguardia revolucionaria” en “arrastrados buscavidas”, folklóricos
del ecologismo, de los movimientos de los derechos humanos y de las agremiaciones étnicas,
entre otros.
En el decurso de la sociedad puesta ante la mirada, se produce una especie de retorno
general del género a las formas de existencia –en el nivel de las relaciones sociales y de las
figuraciones espirituales (insólita emergencia de la cosmovisión Oriental intuitivototalizante)-
primigenias, anteriores, parangonadas con la forma de intelección comunitaria
profesa como propósito vital la acumulación de riqueza –para aquel que evoluciona prisionero de las leyes del
capital-, la concreción de su existencia se produce en el interior del despliegue de un proceso de creciente
atesoramiento de bienes materiales y de efectivización de satisfacciones sensuales; pero para una persona de
pensamiento herético: ¿qué respecto del estado racional, que le impide formularse objetivos fuera de este
mundo, afincar su ser en la búsqueda de la simple riqueza material o interiorizar un lacónico sentido
preracional para la vida? La dirección de la vida, en este último caso, deviene de la apropiación de la posición
filosófica más racional existente: su vinculación absoluta en el torrente transformador de la estructura
irracional del preconcepto humano, a la manera de Nikolai Ostrovski (Así se templó el acero); Diego Delgado
dice, parafraseando a algún sabio: "al ser humano no le queda más que tres opciones en su vida en la coyuntura
actual: hacerse cura, convertirse en ebrio o enarbolar la bandera de la revolución" (la cuarta y verdadera
opción es aferrarse a acceder al conocimiento).
1612
En verdad, en la trayectoria humana se evidencia cómo la especie reitera episodios de su existencia
transcurrida; esta “repetición”, no obstante, tiene lugar en condiciones distintas al cuadro de su configuración
precedente; por tanto, conforme a este argumento, es del todo absurdo sostener, que el desconocimiento de la
historia condena a los pueblos a repetir errores.
1059

primitiva, de los hechos. En la esfera de la conciencia colectiva, el retroceso se presenta más
significativo todavía, puesto que la “larga” etapa de la hegemonía de la racionalidad humana,
que ha conducido hacia el hastío y al rechazo generalizados de la denominada Cosmovisión
de Occidente –lamentablemente mediatizada por una forma científica de tipo positivista (se
sostiene, que esta es una vía exclusiva de ascenso en la racionalidad, pese a que se haya tenido
que soportar en paralelo dialéctico-histórico, tanto su aporte “civilizatorio” como su atavismo
de clase)- cede el paso a aquellas formas intuitivas, orientales, de concepción filosófica
(Feyerabend), en las que predomina la intuición y el juzgamiento fenomenológico y abstracto
de los hechos, por la ruta seguida de la simple acción contemplativa, descriptiva (naturalista:
Dilthey) y gracias al carácter asociativo del que está equipada la mente (paso del ser racional
al homo ludens, precisamente en la madurez de la vida); sin embargo, a riesgo de atenerse a la
satanización, la corriente racionalista absoluta debe propenderse a que impere en el género
serio del futuro: la superchería del Eros, de Ona, de Cupido, debe ser superada –la inteligencia
no va por ahí-, debe apelarse a Apolo, a Atenea, esto es, a la imposición en el carácter de
posiciones maduras, supramodernas, de la mente; ahora bien, para el efecto, la confrontación
incruenta a darse se ejerce en el frente –obviamente de la ideología religiosa, del lucro, del
superyó- de los poetas, pintores, escultores, cineastas, músicos, esto es, de los representantes
del Eros –verdadero pasado-, del amor, de la sensualidad 1613 . En realidad, el mundo hasta
ahora ha sido de los poetas; esa hegemonía: ¡tiene que cambiar!, para bien de la posición
racional del género.
Esta forma de especular sobre el futuro, va a parecer brutal, un tamaño dislate de una
mente aislada y anónima (la misma se encuentra atravesada por la debilidad de constituir una
estructura de supuestos proyectivos; pero, de su deleznabilidad emerge también cierta
fortaleza: la prueba de su justeza o de su absurdidez –lo cual es una tautología decir- se
presentará solamente cuando los hechos previstos lleguen, mientras que la generación madura
actual se halla fuera del horizonte de su probación –disconformidad, que no puede darse
apelándose a los términos de refutación de los principios de la edificación del constructo
predictivo, como tampoco a la validación lógica del desarrollo de su discurso, sino –a lo
sumo- con la formulación de un modelo alternativo de proyección; de todas maneras, las
especulaciones en referencia pueden ser objeto de cavilación antropológica gnoseológica:
cómo el ser humano diseña su objeto de investigación, cómo produce la “verdad”, la valida,
legitima y la usa). Por tanto, si algún impacto la idea llega a tener en el medio social actual,
ella se hará merecedora de la violenta impugnación de los defensores de la familia
monogámica, de los clérigos y de los evangélicos que bogan porque el ser humano renuncie a
la ciencia y a la técnica, que bregan –cuando menos- porque dichas prácticas racionalizadoras
no se las extienda a la modificación progresiva del organismo humano; la reacción vendrá
1613
La reedición de la eterna lucha entre el idealismo y el materialismo, que aquí se expresa como una nueva
contienda entre la intuición y el “racionalismo”; racionalismo de orden positivista, que en la coyuntura
finisecular está siendo supeditado por el saber de orden “naturalista” puramente comprensivo, totalizante, de
carácter eticista. Esta forma de ideología, alcanza su clímax hegemónico; la complejidad, el descentramiento de
los procesos político-sociales, el consenso, la indeterminación sistémica, la holística, la inteligencia emocional,
la comprensión, la ética, las tradiciones, el constructivismo, la Nueva Era, el Opus Dei, entre otras, constituyen
el material nocional con el cual se viene conformando epistemológicamente la nueva concepción especulativoabstraccionista,
que va a dominar la conciencia en los próximos años. No obstante, de análoga manera como el
proceso evolutivo de la conciencia se eleva de lo abstracto a lo concreto, el pensamiento –a su vez- se encumbra
de la intuición a la razón. La mitología alegórica ligada al movimiento del pensamiento en su estado de pureza
primigenia, tímida, nerviosamente, sigue ofreciendo sentidos explicativo-predictivos en torno de los hechos a la
conciencia, encausada, con tozudez (sin concesiones), sobre la vía del examen científicamente formalizado de la
realidad. Ahora bien, los intereses (del poder) lo ensucian todo (la penetración de la concepción de la seudo
ciencia esotérica, ecléctica, que se sustenta en la complejidad de la regularidad). La ciencia tiende a ser
objetiva siempre, sintética, esencial (en el ámbito social, la objetividad se corresponde con la percepción de la
clase avanzada –Michel Löwy-, ésta, pone el presupuesto de la cientificidad; incluso en el sentido positivista de
la verdad concebida al margen de la política: su denominada neutralidad). Es verdad que, en cuanto es e
interesa al ser humano, la ciencia natural, la exacta, se integra a la funcionalidad de reproducción del poder.
Pero ella no va más allá. Si digo: “Cristo resucitó al tercer día”, ¿con qué método demuestro esta afirmación?
Tan sólo apelando a la Fe; fe inserta dentro de un pensamiento institucionalmente encargado de operar como el
piso de una falsa conciencia. Algo análogo ocurre con el Horóscopo, con los milagros, con la credulidad del
pueblo llano, de su ingenuidad y de la manipulación con “verdades” psicológicas de Perogrullo (sería risible
que Hawking, en su estado de salud, acepte ser abordado con la práctica diagnosticadora del cuy o con la
“terapia” asociada a una limpia con el huevo). ¿Cómo se prueba que Cristo fue hijo de Dios? Los faraones se
declaraban hijos de sus dioses, el gran Atahualpa era hijo del sol. Esta, que puede parecer una conducta propia
de la población pobre de las neocolonias, también impera en la culta población europea.
1060

también de los artistas, de quienes promueven la moda, la vanidad, del consumismo (del
comercio), de los etnicistas, de los defensores de los derechos humanos, aunque quizá no de
los defensores de los derechos de los animales y de la naturaleza, pues, ellos expresan cierta
aversión por la raza que come carne y destruye el medio natural, esto es, de capitalistas y
conservadores de múltiple pelaje.
En el plano referido, la contradicción tiene su más alta y escueta solución a manera de
la gran síntesis dialéctica idealista de Hegel: tesis (saber intuitivo), antítesis (saber racional) y
síntesis (pensar dialéctico: el principio del monismo material en la intelección correspondiente
con la unicidad del movimiento incesante del mundo). El tipo de operación de la mente, que
se halla de por medio, viene siendo una simple corazonada intuicionista, la cual ha sido
procesada espiritualmente mediante la irrupción de ciertos ribetes de racionalidad; y, orden de
la mente, sobre el hecho que aún no es, se ha conseguido gracias a la posición lógicodeductiva
de la asociación cognitiva de las ideas y seguida de un momento subjetivo de
refiguración de la totalidad según los postulados de determinación, que expresan la esencia de
los hechos y de la realidad, en su conjunto. En todo caso y momento, la realidad se ha
propuesto ser recuperada en toda su fidelidad: la aparente estructuración “dual” sistémica del
Universo (el “ser” y su inherencia: la conciencia, puesta por el ser humano; el “ser” y solo
“ser”: materia y sus propiedades, argumentos del movimiento, que se expresan también como
futuro), cuya superación doble arroja a la rueca de la historia tanto la escoria del intuitivismo
como la inherente al empirocriticismo: la posición mítica y la falsa conciencia asociada a los
puros deseos de la concupiscencia de la valorización.
La antimodernidad, el antidesarrollo, representan actos de recusación a una conducta
paraintuitiva y pararacional, ligada al interés del modo burgués de existencia, inscrito en el
aparataje transnacional. Se trata tan sólo de vivir la vida pero no a la manera ni según los
intereses capitalistas; de renuncia a aquella falsa “filosofía de la vida” impuesta por el poder,
que remite a acoger sin altivez ni beneficio de inventario, los “principios” de la “calidad”, del
“cero defectos”, de la “competitividad” (lo cual induce a levantar la tesis opuesta de la
“ruptura del paradigma” de la calidad, de la “competitividad”, de la “gestión de procesos
hacia la excelencia”, del lucro, de la propiedad privada, del mercado, de la percepción
burguesa interesada nipona de la “filosofía de la vida”, del capitalismo en general; “El ‘capital
humano’ alude, en la teoría neoclásica, sólo a aquellas habilidades que posee el ‘factor
trabajo’ que al mercado le interesa emplear”) 1614 ; recusar la yuxtaposición de esos
preconceptos en la esfera propiamente del “modo de vida”, en la cual, mas bien, debe
imponerse la percepción axiológica, humanística tanto en su sentido clásico, como en el
supramoderno: sólo es racional y humano –persona- un ser, cuando éste llega a dominar el
significado del mundo; no obstante, debe también rescatarse y desarrollarse la técnica en
dirección de la cibernetización de la producción material y del conocimiento, como el rumbo
inevitable del ser humano, en dirección de la conquista material del Universo y de la "razón
absoluta".
1614
La “eugenesia” (evolución de la especie por selección “social”) constituía una manera de librarse del peso
de seres nacidos con defectos insuperables, como medida tomada entre los primeros pueblos para salvar al
grupo, cuya reproducción –debido al precario desarrollo de la técnica- era en extremo incipiente (en el
presente, la “eugenesia prenatal” es igual a “control de calidad”, hecho posible en relación con el desarrollo
de la tecnología en el área de la salud). La eugenesia actual, en cambio, aparece como la forma más moderna y
camuflada de genocidio por parte del gran capital, en el sentido de que el grueso de la mano de obra que no ha
alcanzado niveles de competitividad (personas que no son proactivas, altamente efectivas, aquellas en las que el
nivel de eficacia, calidad y calidez no alcanza para sustentar al sistema del capital), sale del planeta porque es
una carga y un peligro para la reproducción de las transnacionales: sobrevivirán –por tanto- solamente los
“competitivos”, los trabajadores preparados con calidad, los que no incurran en defectos (“cero defectos”).
Nuevamente las “fuerzas productivas”: en un estado precario de su desarrollo, forzaron al grupo humano a
desechar seres con defectos físicos; en un nivel muy elevado de su desarrollo –en la etapa capitalista salienteestá
forzando a una clase, a desechar a los “retrasados” (con limitaciones intelectuales, incapaces de ingresar
en los axiomas de la “reingeniería mental”), a quienes no le sirven en el proceso de acumulación y, mas bien:
se hallan utilizando recursos naturales, que deben ser de uso exclusivo del neoburgués (la población que no
sirve al capital, está depredando y contaminando masivamente la naturaleza). A todos éstos, que de paso deben
ser cristianos, hay que recordárseles, que Cristo sostuvo, que el ser humano no debe tener temores sobre su
sobrevivencia, pues, si las aves del campo sin gozar de la importancia de los seres humanos, tienen el sustento
gratuito de Dios, mucho más las personas, que han sido creadas a su imagen y semejanza.
1061

[Dicho sea de modo digresional, el ser humano debe perder el miedo “a jugar a ser
Dios” 1615 ; ¿por qué no?; es evidente, que debe pretender serlo siempre que sus magníficas
proezas de dominio del entorno, sirvan para su felicidad en forma de existencia democrática,
seria, serena, al principio hedónica, luego prístina, final, racional; por lo pronto, en octubre
del 2007, se conoce que se ha producido ya en laboratorio el primer cromosoma artificial: la
creación de vida se halla a portas; no obstante, se dice, que el ser humano conoce la estructura
de los componentes de la vida, su función, pero que no alcanza a descubrir la llave que los
hace funcionar; pues bien, éste es un escollo a derribar, como cuando se lo hizo superando el
atavismo de la mente, que pensaba, que era imposible volar, sin embargo de que se tenía en
frente a las aves, lo cual puede hacérselo conociendo y dominado las leyes de la naturaleza
–una vez decodificado el “software más maravillosos: el ADN”, la célula sintética ha sido
producida) 1616 . Jugar a ser Dios: en efecto. ¿Acaso esta aspiración es ilegítima, prepotente,
una blasfemia? Para cierta mente acomplejada: ¡sí!; pero para quién tiene aspiraciones en el
plano sereno y racional: ¡no! Pues, si se sigue el proceso de constitución y evolución de la
especie, se advierte cómo el ser humano ha avanzado superando su “condición animal” hacia
la “condición humana”, en la que se encuentra plenamente instalado; luego, es plausible
asumir, que las nuevas promociones de la especie se encaminan a asumir la “condición
divina”. Ciertas formas religiosas, sobre uno de los problemas existenciales vitales: el sentido
de la vida, sostienen, que “la vida es una preparación para la muerte” (cosmovisión
primigeniamente egipcia); además, recogen en la mente los elementos que componen la
existencia de Dios, la vida y el juicio final. No obstante, la vida individual, es el proceso de
contribución al sostenimiento y avance en el accionar de la humanidad, en su trayecto hacia el
absoluto; incluso si se acepta la hipótesis que sostiene, que la vida fue “creada” una sola vez,
mientras que el resto de seres –como sostiene el postulado-: reinos, clases, géneros, especies,
etc., no son más que agentes de su preservación –de la existencia-, la realidad es de ese
modo]. Las seudo formulaciones teóricas con las cuales, con urgencia, en el contorno de
sendos seminarios cargados de boato (opíparas comelones: vino, champaña –¿mujeres,
droga?-, no faltan en ellas; tiene razón Giovanni Papini, al afirmar, que la manducación es tan
asquerosa como la defecación), colonizan la mente de los pueblos neocoloniales a través de
conferencistas avezados en narcotización de la conciencia, demuestran cómo los capitalistas
son capaces de ofrecer en la Bolsa el cuerpo de sus progenitoras, o sea, convertirse de la
noche a la mañana en auténticos demonios (si bien es verdad, que por la vía de múltiples
documentos, mecanismos y demás, las generaciones del futuro serán notificadas sobre los
hechos que ocurren en el presente –la vida humana planetaria de entre siglos: XX-XXI y
2000-3000- también aquí se eleva una voz más –la versión de los “vencidos” sobre la historia-
con la que se pretende rescatar el honor de quienes creen haber interpretado de modo cabal las
circunstancias); pero también se constata, cómo pueden volcarse al otro extremo: a la
metamorfosis de la santidad, como ocurre en el presente, pues, intempestivamente el más
pírrico de los burgueses asume a los trabajadores como principal preocupación: los ama,
busca su bienestar (empowerment) 1617 ; desea a los clientes (a seres totalmente extraños, de
1615 El movimiento histórico humano desemboca en la creación de Luzbel; este ángel cae, puesto que para un
ser humano no es posible llegar a ser Dios: dioses y demonios no existen, son creaciones fantásticas del cerebro
humano en cierta etapa de su evolución y funcionamiento material. Un hijo se eleva hasta el nivel de su padre
cuando adulto y los supera, lo reemplaza; la humanidad se encumbra hasta la cima de Dios, o sea, de la materia
y lo supera temporalmente, en cuanto sus leyes lo determinen.
1616 Hoy por hoy, la técnica –según una aseveración tautológica- penetra todos los órdenes de la vida. Incluso
en el ámbito de la gestión pública, frente al agotamiento del sistema político, de los modelos de gestión y del
afincamiento de procesos institucionalizados de corrupción en los aparatajes estatales a escala mundial, se
reclama el ingreso de la técnica, o sea, del ejercicio de una función profesional no con sentido político, de un
funcionario (propuesta ingenua, pues, todo puesto público de libre remoción tiene un rumbo predireccionado,
supeditado a un interés).
1617 En la época del primado del capital financiero-comercial, de crisis de realización de la mercancía, la
“fuerza de trabajo” se convierte en “fuerza de venta” (en verdad, la proyección histórico-real es: fuerza de
trabajo –producción-, fuerza de venta –tráfico-, fuerza de pensamiento –creatividad- y fuerza de consumo
–comunidad mecatrónica). En esta novísima modalidad de explotación de la fuerza de trabajo, el trabajador
accede a las acciones del negocio (pasa a detentar el carácter de copropietario formal –el capital por acciones,
como se sabe en círculos de pensamiento marxista, es la forma más acabada del capital, tendiente hacia el
comunismo); no se lo ve como un simple recurso, sino como “socio estratégico” (ciertas empresas se
autoexpropian, el empleado se siente parte de la compañía, el trabajador ha sido ideológicamente cooptado por
la creatividad del “liderazgo gerencial”). La empresa se transforma en “hogar”, en el primer hogar del
1062

status sociales para él, inferiores), pues propugna satisfacerlos con calidad (fidelización);
adora a la naturaleza -luego de que ésta ha sido sometida a destrucción por el mismo-, ya que
se ha comprometido en su defensa; expresa cariño y preocupación por el pueblo: apoya el
desarrollo social, sin renunciar al justo beneficio 1618 . Con este nuevo credo mojigato,
determinadas hordas, muy definidas turbas de neoempresarios: de esa “merienda de blancos”
(reunión de asesinos en las Torres Gemelas para programar sus fechorías en contra de la
humanidad; de esa raza maldita, que tantos daños ha hecho a las otras) –“…miembros de la
sociedad protectora de animales, que residen de modo particular en EU, EU y Japón, cuanto
sus hermanos menores de las neocolonias,…”-, son serios candidatos al Premio Nobel de la
Paz (a Obama, ya le han otorgado) 1619
Desarrollo social medido por el tamaño de la promocionada “clase media”. El
capitalismo moderno se distingue de aquel del siglo pasado, pero ni la sustitución del
capitalista individual por el “colectivo”, ni el hecho de que los propietarios hayan abandonado
la administración de las empresas y confiado su dirección a los managers, ni siquiera el que
una parte de los medios de producción esté en manos del Estado, que se hayan entregado
ciertas acciones a los trabajadores, el denominado empoderamiento o el crecimiento de la
llamada “clase media”, cambian la naturaleza del capitalismo si los medios de producción
revisten la forma de capital. El ardid que comúnmente se utiliza para canonizar al capitalismo,
es el indicador “clase media”; si ésta es amplia, se concluye que el sistema es exitoso: el
capitalismo ha demostrado ser bueno, óptimo, ¡viva el capitalismo! Estos insensatos no se
detienen a pensar sobre el hecho de que este segmento poblacional puede estar bien, como lo
está el reducido grupo de oligarcas, pero el sector de la pobreza, de la miseria, se reduce cada
vez más: no porque saltó a la ·clase media”, sino porque dejó de existir; pero lo más grave es
que la “clase media” no aparece en muchos países del mundo, como en Haití o Somalia, por
ejemplo. Los términos “clase media” comportan un concepto ideológico; se incluyen en esta
categoría descriptiva por su nivel de ingreso: tanto aquel que se halle en el rango de
remuneraciones que le permite disfrutar de un exclusivo estándar de vida ni muy alto ni muy
bajo, independientemente del lugar que ocupe en la economía y de la fuente de sus ingresos
como perceptor; luego, dicho sector social indiviso, no es una “clase”, sino un estrato
socioeconómico; una “clase” constituye un grupo definido de personas, que tiene una
ubicación específica en la estructura económica y que cumple un rol específico en ella,
derivado de su relación con los medios de producción.
trabajador, en virtud de la proporción del uso de su “tiempo” de vigilia; ambiente muy culto: cultura
organizacional, clima hogareño, cultura de servicios a los clientes internos y externos.
1618
En la era de la creciente incapacidad de realización de las mercancías en mercados cada vez más saturados
por la competencia y la reducción de la capacidad adquisitiva de la población, las transnacionales japonesas
desarrollaron el "credo" del kaizen, de la "calidad", la "excelencia", la "competitividad", el "cero defectos",
como valores inmediatamente transformados en normas de comportamiento mundial. Este fárrago
terminológico, sin embargo, esconde el hecho –sobre una supuesta búsqueda de perfección humana y amor al
trabajo- de tratarse de toda una ideología movilizadora de la creatividad y la innovación, que ha puesto a todo
el mundo a pensar las mil y una maneras de vender los productos, de modo que estos holdings realicen el stock
y puedan superar coyunturas de recesión/deflación. Todos estos "paradigmas" interesados de los monopolios
japoneses con los cuales se está colonizando profusa y masivamente al mundo, o sea, diezmando la conciencia
planetaria, deben tener su ruptura consecuente por parte de un pensamiento más humano y sincero; ruptura
esencial que demuestre, que la vida puede ser vivida fuera de las relaciones de mercado, del sistema de la
empresa privada, incluso como lo hacen las termitas: sin noción ni del mal ni del bien. En efecto, hay otro modo
de existir muy sencillo y humano, por fuera del dominio del absolutismo autoritario de la concepción burguesa,
de aquí en adelante, esto es, cuando el sistema febrilmente interesado en sobrepujar el proceso de valorización
ha creado las bases del mundo nuevo: el reino espiritual de la conquista del Universo.
1619
Las políticas empresariales actuales de los “emprendedores sociales” (de aquellos que “hicieron bien” y
que ahora se encuentran boyantes en el mercado: Gates, Slin,…): responsabilidad social y ambiental,
compromiso, igualdad entre trabajador y empresario (coadyuvar en las acciones del Estado, no competir;
apoyar los proyectos de la comunidad, promover la educación de los hijos de los trabajadores –del futuro
recurso humano-, seguro social y justa remuneración). Estas políticas edulcoran, suavizan, humanizan al
capitalismo; el capitalista se ha vuelto bueno, pero porque no le queda más (antes se explotaba con garrote; hoy
se lo hace con dulzura, con la eficiencia de las habilidades y competencias del gerente); no obstante, la
explotación sigue. Por su parte, el Estado debe (chantaje) asumir como política pública principal las funciones
de legitimación: educar, prestar seguridad jurídica y garantizar la salud, para que el sector privado invierta.
Ahora bien, se aprovecha la presencia de algún destacado empresario (destacado por su posición monopólica)
para fustigar a las corrientes adversas: “se sigue discutiendo de ideología, como si no hubiese caído el Muro de
Berlín”; empero, en estricto sentido: sólo se dejará de hablar de ideología, cuando el capitalismo caiga.
1063

El cuello de botella práctico-político más complejo puesto en frente de las
generaciones que se avecinan, constituye la paradoja existente entre el salario convertido en
pura noción perteneciente a la historia, la vigencia de un seudo valor generado de forma
maquinizada, con la continuación de su apropiación particular, la acumulación y la
concentración (la centralización –en el momento transicional- constituye un proceso en
reversión). En una palabra, el reto consiste en alcanzar, que el más alto resultado de la
producción social generacional e históricamente generada: la producción cibernetizada, deje
de estar en manos privadas y pase a ser “propiedad” social, como esta vez corresponde. En la
contradicción suprema entre la producción social y la apropiación privada de los resultados
del trabajo social, interesa que estos productos lleguen a tener carácter social 1620 ; en la forma
moderna de esta antimonia, preocupa tanto que el producto sea objeto de acceso social
equitativo, como que el sistema mismo de producción automatizado sea expropiado (y esta es
una condición de sobrevivencia para la humanidad, puesto que de otro modo no es posible
sostener una sociedad moderna, en la que su juventud se dedica cada vez más al baile, al goce,
al descansó, que va perdiendo el sentido del trabajo y del esfuerzo), resolviéndose, de este
modo, a la vez, el problema de la asimetría en el acceso al producto o de su inacceso absoluto.
De la misma manera como en la barbarie, cuando la persona se comportó simplemente
según su correspondiente condición animal, en la medida en que se trata de un ser recolector,
cazador y pescador y –por lo tanto-: de ningún modo su actuación práctica en dicha etapa
consiste en un ser productor (de la barbarie a la civilización y de allí a la metahumanidad: a la
era de la espiritualidad 1621 , luego de que el ser humano asume una conducta puramente animal
y, por tanto, natural, pues, en esa fase se limita a tomar el sustento, que le es dado de modo
espontáneo por el entorno y de que pase luego a ser productor: agricultor en principio, a
continuación industrial y finalmente productor de servicios, hasta elevarse a la era
“posindustrial”, de la economía del conocimiento y devolverse a ser “recolector” del sistema
cibernetizado de producción), en el comunismo no es posible hablar ya más de “homo
oeconomicus” y de su organización social como “modo de producción”. En la nueva frontera
es pertinente referirse a este ser colectivo y, sobre todo: a su sustrato interconexo, como
momento histórico, en el que las personas conviven en relaciones de cooperación en un acto
meramente de disfrute, de usufructo de los productos que la segunda naturaleza: la cultura
(dixit Marx), le hace la entrega de las vituallas, de la logística,… producida por las
generaciones anteriores y autorregulada de modo cibernético (el ejercicio de los “software de
la gestión” del proceso material y espiritual de reproducción de la especie, sobre el “hardware
robotizado” y póstumamente inteligente).
Marx pone sumo interés en reflexionar, en el plano sociológico, sobre la
“superestructura de la economía” (dixit René Báez): las relaciones de tráfico, o sea, sobre la
verdadera polaridad humana, la esfera de la transparencia extrema, exenta de burbujas
distorsionadoras: en ellas están puestas las más prístinas condiciones para la realización como
para el juzgamiento del poder de las acciones humanas, en la comunidad burguesa; identidad
económica secundaria, que no obstante, pone los parámetros, que definen toda existencia y a
la que ésta se sujeta cada vez más (la “cultura”, en un sentido, abarca a la sociedad, por cuanto
1620
En el presente –tal como es de dominio general-, un solo sistema de acumulación se halla en ejercicio a
escala mundial, el cual ha dado pié a la vigencia de un solo proceso de reproducción planetaria del capital. La
gran masa global de perceptores de ingresos experimenta acceso crecientemente asimétrico al valor agregado
mundial; los efectos inmediatos de tal disparidad devienen en el empobrecimiento general del trabajo y de la
marginalización, debido, en especial: a la reducción del ingreso por habitante (a la regresiva participación en
el PIBM; en efecto, la remuneración a los factores trabajo y capital mantiene los índices de 20 y 80%
respectivamente) y al aumento de la redistribución asimétrica del ingreso, al hallarse en radical eliminación la
política social del “Estado del bienestar” (“repetidos intentos ´neoliberales´ de los capitalistas y los Estados de
aumentar las tasas de ganancia recortando lo que le pagan a los trabajadores ocupados, los jubilados, los
desocupados y pensionados”).
1621
En la época del neodominio europeo ilustrado, el nuevo pacto social en la interioridad de éste poder; la
etapa de sobrevivencia social en la que impera el “neopositivismo” actualizado (la noción explicativa en torno
de la causalidad de los hechos –problemas- es reemplazada por la de interrelación, por la complejidad y por la
interdisciplinariedad): las necesidades capitalistas, puestas en el programa sinérgico tripódico: empresa,
Estado, Universidad, para producir emprendedores competentes (preparados en las artes de las
“competencias”), que desarrollen programas de investigación en los que el conocimiento inmediatamente se
transforme en tecnología (se supera la distinción entre ciencia básica y ciencia aplicada, puesto que al
duplicarse cada 72 horas el conocimiento, con la misma velocidad éste queda obsoleto y, como consecuencia: se
pierde competitividad): en solución de problemas empresariales.
1064

esta última es una fase de la humanidad –formación capitalista-, mientras que la “cultura” es
la humanidad en cuanto tal: el ser humano por oposición a la naturaleza). En realidad, todos
los nexos, necesidades y acciones, intereses, pensamientos, valores, convicciones se
acomodan, deben entrar o se desprenden, para ser legítimos, en la región social del cambio;
las ideas religiosas se intercambian y debe haber presupuestos para su promoción, una
institucionalidad formal (jardines, escuelas, colegios, universidades), una institucionalidad
informal (las Iglesias); todo –el deporte, la belleza, el conocimiento,...- se vuelve mercancía o
se eslabona al proceso que conduce a la calidad: liderazgo en ventas, como el ejemplo
máximo de excelencia en la gestión de la inteligencia. La existencia es inejecutable e
insufrible fuera de la base de juridicidad: el mercado. El mercado es suficiente; de él emerge y
en él se realiza la libertad, la democracia, la igualdad (de oportunidades), el orden, la
racionalidad, la verdad absoluta. La razón natural (concurrencia de individuos que ofrecen y
demandan frente a otros de igual status) ha intentado ser renormalizada por la razón de la
voluntad asociada (eufemismo del Estado); la supradeterminación del cambio libre, frente al
que sucumbió el intervencionismo gubernamental, hoy se suaviza en los términos de la
“desconexión”, de la “economía solidaria”, de la recuperación de la tradición comunitarista;
este orden primigenio se despliega en la recusación de todo el orden jurídico derivado, y en
los supuestos de formulación de nueva doctrina y raseros de la conducta social humana, al
margen del mercado y sus derivaciones.
Este proceso viene dado en el marco de relaciones, que le están puestas (dicho sea
incidentalmente, la comunidad humana esencial, la forma de conexión suprapersonal exenta
de fracturas internas –el comunismo-, tiene efectividad únicamente en presencia de un aparato
económico fraguado en la determinación de la robotización y tan sólo en ella, por lo que una
sociedad que no se ha impulsado hasta ese estadio, no puede alcanzar la fase comunista
–racional- de la vida) 1622 . Esa la razón primordial por la que se deplora todo intento de
restaurar, reinstituir y someter a uso obligatorio elementos propios de estadios pasados de
vida (medicina ancestral, idiomas de los pueblos originarios, el Derecho Consuetudinario, las
cosmovisiones orientales 1623 ,...; postura modernista, prometeica, que no debe ser entendida en
el sentido de que se haga de menos a dichos modos de vida y que se resalte indebidamente al
Inglés por ejemplo –idioma de los repugnantes gringos- y que no deje de considerase que –es-
debe ser –con congoja-: la lengua universal), que perviven en ciertos subconjuntos humanos,
puesto que los mismos frenan procesos de “aculturación” (de sincretización) necesarios en la
marcha racional en unicidad de la especie.
Cada vertiente del proceder discursivo, en el seno de un mundo escindido, ha
conformado el bagaje semántico pro legitimación y perseverancia, de las tesis básicas
inherentes a la esfera significante de la matriz, de la cual ella es su franquicia. El sentido
normativo implacable comprehendido en el aforismo: “lo que vale para unos, vale para
todos”, carece de jurisdicción, por lo menos para el caso de su extensión sobre la doctrina, que
científicamente propone el sentido materialista-dialéctico de la historia: el marxismo, en el
cual se comprehende dicho modo de ser del género. El retorno a los clásicos del marxismo: a
la génesis ortodoxa de dicha doctrina, como ya se ha referido, “… encuentra por lo contrario
los motivos de su reactualización en los problemas concretos que plantea la historia
contemporánea”, siempre en el marco de ensayo de una “crítica fundada en una mejor
apropiación” del pensamiento fundante (Colliot-Thélene, Catherine. Releer El Capital; en:
Sobre el método marxista; Teoría y praxis; Ed. Grijalbo, México 1974). El pensamiento
aristotélico, por ejemplo, no solamente que contiene aspectos del saber, que tienen vigencia
1622 En las sociedades de capitalismo desarrollado el grupo dirigente se da el lujo de “… reducir la jornada de
trabajo; la tecnología se convierte en soporte –en su sentido fundamental- para la diversión y el
entretenimiento; el ocio mejora la calidad de vida y en su torno gira toda una trama de relaciones económicas:
en el espectáculo se mueven cantidades de dinero, por lo que el ocio, la diversión, los juegos de azar,
constituyen …[sectores improductivos, suntuarios]…, en constante expansión; incluso organizaciones de
beneficio social se mueven con el dinero de los juegos de azar; en suma: la vida inscrita en la frivolidad, la
búsqueda constante y cada vez más creciente del gozo a toda costa, se impone como patrón de existencia, como
el objetivo vital de cada fin de semana: la diversión sin límite”. Programa televisivo de la Televisión Española,
TV´HOY).
1623 “… no es la génesis histórica de las categorías, ni su combinación en sus formas anteriores, lo que nos da
su comprensión, sino el sistema de su combinación en la sociedad actual, el que nos abre también la
comprensión de las formaciones pasadas, dándonos el concepto de variación de esa combinación. Del mismo
modo, sólo la elucidación del mecanismo del efecto de conocimiento actual puede darnos luces sobre los
efectos anteriores” (Althusser, Louis y Balibar, Entienne. Para leer El Capital).
1065

general para el pensamiento, sino que el mismo se halla presente en la conciencia de la
civilización occidental, por ser su cuna. La cosmovisión marxista proyecta de modo científico
las tendencias más modernas del desarrollo de las fuerzas productivas y la incidencia de dicho
movimiento progresivo sobre el marco relacional humano, así como el horizonte plausible
para la conciencia. En esas consideraciones: con el movimiento moderno robótico, la
humanidad tiene ante sí, los presupuestos para alcanzar su integridad como “ser”, su
identidad; en verdad: tiene la posibilidad de transformarse en comunidad real, en su única
representación “para sí” (en las reflexiones que preceden, dicho sea de modo incidental, se
“han remasticado ciertas frases hechas”, según la expresión del “genio” Gamsci: apología a la
“filosofía de la praxis”, pero jamás praxis revolucionaria; tautologías que tienen sentido, en
tanto reconocen leyes que mantienen vigencia, que operan como “transiciones” epistémicas
entre lo que fue y lo que es, que reconocen esfuerzos de producción teórica anterior, cuando
se corresponden de modo objetivo con la realidad) 1624 .
4.2.- DETERMINACION Y REACCION.
4.2.1.- TENDENCIAS QUE TEMPRANAMENTE SE ABREN FRENTE A LA NUEVA LEY: DIVERSIDAD
Y HOMOGENIZACIÓN.
¿Qué curioso, la “uñas”, en el ser humano, se han reducido solamente a aditamento
corporal sin función; no obstante, para que no aparezca frente a la razón, simplemente como
un elemento fofo, la mente le ha provisto de sentido integrativo: capas de queratina en
crecimiento, que se usa para embellecer vanidosamente el cuerpo; en ciertos miembros del
género masculino, se advierte este fenómeno: en los denominados “metrosexuales”
–“afeminados”-, los cuales no llegan tan siquiera al nivel de guarmishas, es decir, de sujetos
que ayudan a las mujeres en las tareas asignadas históricamente a ellas de modo machista:
atender a los retoños infantes, cocinar, lavar la ropa y la vajilla, limpiar la vivienda, hacer las
camas, planchar, ir al mercado, ser fieles y quedarse en casa. A su vez, el sexo como factor
natural de diferencia en el interior del género humano, desaparecerá en un futuro previsible;
esa es una realidad, que en el largo plazo conspira contra los defensores/promotores de la
diversidad (también separar un mujer bella de las feas, una persona “inteligente” de las
“tontas”, como suele hacer el burgués, es fomentar la diversidad). La diversidad es un hecho
natural hasta un dado momento. ¿Acaso no hay una raza “superior”, formalmente hablando?
Los idiomas más desarrollados se diferencian de su matriz por los rasgos de su evolución, de
su variación; si existe una raza matriz: las que han salido de ella como efecto de su inclusión
en nuevos nichos ecológicos, derivaciones que se constituyen como índice de status de
progreso, son obviamente: mejores (¿qué dirán al respecto, si se notifican, aquellos que
impugnan la versión eurocéntrica del pensamiento y magnifican el “saber ancestral” “cholo”,
como es el caso del señor Dr. Aníbal Quijano, teórico de la “urbanización dependiente”?);
mas, la planetización (de la técnica, del sistema financiero, del mercado, de las
telecomunicaciones, de las percepciones, de los gustos sexuales raciales exóticos) confiere las
condiciones sociales de formación de un nuevo nicho “natural” planetario: todas las razas se
incluyen en él y se homogenizan, aportan con un gen a la concreción (el viejo ubica los
términos futuros de su vida, al que viene tras de sí). Esta es una realidad, acéptesela o no 1625 .
1624 Al comentar estas ideas a un “amigo” en el 2001 mismo, obviamente de pensamiento burgués, con el
propósito de conocer su impresión, en un momento de la exposición al escuchar los nombres de Carlos Marx y
de Federico Engels, detuvo en seco el diálogo con el siguiente comentario: “que facilidad la suya para traer al
presente y hacer válidas las opiniones de seres que vivieron en el siglo pasado, las mismas que han sido
invalidadas totalmente por la realidad en curso”. No hubo sorpresa en lo personal al recibir tal rechazo, pues,
el calificativo de “dogmático”, se ha escuchado reiteradamente; por el contrario, se dejó caer el lápiz que se
tenía en la mano y mientras se lo levantaba se procedió a replicar: “¿ve cómo Newton está presente? Se
continuó la exposición y se dijo que Newton había muerto antes que Marx y Engels, pero que su aporte al
entendimiento del mundo estaba presente, precisamente con el descubrimiento de la categoría de Gravitación
Universal; por tanto –se arguyó-, que si bien es necesario tener en cuenta otra ley: “que con las generaciones
mueren también los pensamientos y que surgen de la humanidad formas renovadas de comprender su propio
pasado”, debe advertirse que en la realidad social existen regularidades, que tienen vigencia más allá de la
frontera histórica de su producción (y de la presunción de modernidad en el pensamiento), en la medida en que
hacen referencia a relaciones de períodos dados del género, en su movimiento general
1625 La determinación racial, realmente existe; o sea, no es solamente maniobra mañosa construida por la visión
europea del mundo para deshumanizar y dominar, pues, todo hecho tiene factura material. El principal teórico
de la impugnación: Fanon, arguye que la noción “negro” es una construcción de Europa (raza blanca), en el
1066

Con independencia del origen, todo pueblo tiende a responder de similar modo frente a un
mismo grupo de estímulos: las cosas gustan o disgustan, pues, hay en ellas y en los seres
señales que resultan naturalmente atractivas o repulsivas (Psicología Evolutiva); no obstante,
no sólo la selección natural produjo al cerebro humano; en su desarrollo ya interviene el
propio ser humano (el trabajo); pero al ser humano superior ni le halagará ni le molestará cosa
alguna. En acto digresional. La raza denominada blanca, por azar, esto es, debido a que al
ubicarse los ancestros comunes negroides en zonas geográficas específicas: los Trópicos, y
sobre todo: en el de Cáncer, sufrieron mutaciones (color de la piel, de los ojos, del cabello;
estatura; forma física del cerebro y rostro,...), pudo desarrollar (al contar con condiciones
bioclimáticas “favorables”) las fuerzas productivas, la conciencia, sus formas de organización
con mayor celeridad (la unilateralización y el énfasis desmedido aplicado a este detalle, han
creado las “teorías raciales… -racista-… del desarrollo”), se han convertido en el grupo étnico
más apto para desparramarse por el planeta y conquistar a otros pueblos: los de las razas
denominadas negra y colorada. Ha sido clásico y muy normal, por tanto, ver en el Ecuador,
por ejemplo, que los gamonales (los herederos del despojo abusivo de tierras a los ancestros
originarios): aquellos que han montado a caballo, que ha manejado vehículos Land Robert,
esto es, los patrones, han sido los “blancos”. Piel blanca, barba y estatura algo más
pronunciada que el promedio, son los rasgos antropomórficos, que consuetudinariamente han
estado emparentados con el poder y el dominio (sin embargo, en la actualidad: ya no son
necesarios los gigantes de dos metros de estatura; los corpulentos están demás en el mundo,
tienen mucha “materia prima” en su corporeidad, su “mantenimiento” es muy costoso, se
hallan subutilizados; ¿acaso para pasar metido en una oficina y manejar con los dos índices
un ordenador, se necesita ser un gigante?; Marx no fue un langarote, tampoco lo fueron
Beethoven, Eloy Alfaro, José Martí, Lenin, Bolívar, N. Bonaparte, Arafat, Mario Moreno,
Roberto Gómez; Maradona hizo bailar a los grotescos jugadores ingleses). Por eso hoy
cuando se ve a un negro, a un indígena o a un mestizo indio en carro, de frac, el hecho todavía
parece raro, inaceptable, antinatural, rechazable. ¿Qué habría sucedido si negros e indios (esta
inteligencia) hubiesen dispuesto de condiciones formales ambiéntales –favorables o adversas-
para desarrollarse más y conquistar el mundo? La raza blanca habría sido la esclava, la sierva
de la gleba, la obrera; quizá también a la raza caucásica habríasela denominado “inferior” y
concomitantemente tendría que haber sido objeto de rechazo (los europeos –como buenos
ilusos- aún son racistas).
En junio del 2009, un domingo de votaciones en el Ecuador, en uno de los canales de
televisión pasaron un programa musical conducido por un tal Andre Rien; se trató, nada más,
marco de la dialéctica de la explotación y dominación. En verdad, las razas degeneran con el maltrato y
viceversa; las poblaciones originarias de América se han rustitizado por ese efecto: trabajo excesivo, deficiente
alimentación, ausencia de descanso, represión psicológica. Sin embargo, tratado el hecho en la dimensión del
simple proceso de reproducción biológica o en el de la sola satisfacción de la manera como en la actualidad
acontece, la selección de pareja es eminentemente “racista” cuando aún no se entrometen los factores socioeconómicos
(el mejor dotado –por belleza o por fuerza- es elegido por la naturaleza); un ejemplo: un macho
“sensato”, ¿a cuál elegiría: a las señoras Menchú o Pacari,... o a la señora Bo Derek? Si se margina todo tipo
de consideración ideológica o racional parafernálicamente especulativa moralista, es obvio, que sería objeto de
selección, con fines reproductivos mediados por la forma externa –se dice, que “la mujer entra en el cerebro
del macho por los ojos”-, la europea, a pesar de que la “gringa” no tenga caderas proporcionadas y sí mamas
prominentes y colgantes (hay estudios y crónicas, que afirman que las mujeres americanas nativas, en un
momento en la época de la conquista llegaron hasta a disputarse a los españoles; claro: estos individuos eran
pocos, diferentes, parecían verdaderos hijos del sol por su color de piel, de ojos, de cabello, por sus costumbres
algo más estilizadas, puestas por el mayor grado de desarrollo de las fuerzas productivas). El planteamiento de
que el sentimiento sobre la belleza tiene origen “cultural”, no es siempre cierto ni está en la base de la decisión;
se dice que la belleza depende de la perspectiva ideológica a partir de la que se la juzga, que ésta está modelada
por la visión dominante y coercitiva eurocaucásica, de ahí sus consecuencias; no obstante, en la naturaleza
existen bellas y feas flores, flores olorosas y supirosas, la elección está asociada a los sentidos (a las
necesidades de la conservación natural). Como broma, se comentaba en una ocasión en clase a jóvenes
estudiantes, que los españoles fueron en extremo zapos, pues vinieron a América sólo caris (macho humano) a
fornicarse a las féminas de los pueblos originarios, que adrede no trajeron ni una española, por lo cual “mi
parcero, mi yunta, mi ñañón: Rumiñahui” murió sin haberse dado el gusto de servirse a una ibérica: “eso es
insoportable, doloroso: un derechazo directo al hígado”, se dijo; pero se afirmó también, que en estos precisos
momentos (2008), como efecto de la migración inversa, un llamingo se estará “cenándose” a una española, con
lo cual reivindica a los ecuatorianos y también al gran Cara de Piedra; y que, por dicha razón los expertos
genialólogos sostienen que por el lado paterno un hispanoamericano tiene como antepasados a un español, a un
negro o a un indio, pero que por el lado de la madre, sólo se tiene a una aborigen como ascendiente.
1067

que del desarrollo de un repertorio de piezas clásicas particularmente de Verdi para una
concurrencia de empresarios o dirigentes políticos. Este es un evento, que se supone se lo
presenció a nivel mundial. El mismo fue impresionante, lleno de distinción. Tuvo la
apariencia de un cuento de hadas posmoderno. Todo estuvo lleno de orden; primó la raza
blanca, europea, nórdica. Desde aquí se puedo oler el perfume; fue impecable, pues, esa gente
quiso dejar constancia en el planeta de sus buenas maneras, de absoluta corrección y buen
gusto. No obstante, en esencia, tanto ese como otros actos que realiza esa gente, se trata nada
más, que de la presencia de Eros reencauchado, perfumado, redecorado; de la fragancia de la
oligarquía rancia mundial, de gente selecta vista a sí mismos como tales. Pero, también y
sobre todo, fue y es una distinguida y colosal farsa. Este oro no es como brilla. En los países
de todos estos seres pulcros y cultos (que vergüenza), el marco de sus providenciales vidas es
el capitalismo: las lacras de diferencias humanas, el desempleo, la corrupción; elegancia
formal, que se desploma cuando se pone a pensar en cuál es el orden social que impera en el
lugar de origen de todos estos individuos, y –vaya: ¡qué chasco!-, se advierte, que no es otro,
que la formación humana burguesa, el sistema absurdo que prodiga tanto boato a esta
descendencia de los colonizadores, el cual mantiene –por su intermedio- tanta miseria en el
mundo. En el contorno de las consideraciones que se han expuesto, las diferencias culturales
registradas históricamente al interior de la humanidad, que han reclamado la atención
principalmente en el período de entre siglos –entre milenios- por parte de la Antropología
Cultural y de los representantes teóricos de ciertas “subculturas comunitarias” y “minorías
étnicas”, en esencia constituyen formas específicas de cómo la inteligencia (este factor
singular, que provee de identidad a la especie homo sapiens sapiens: y sólo a ella) se acomodó
a las condiciones del entorno –en un principio- produciendo las más variadas, pero no
diversas, formas de reproducción humanas (el ser humano no podía modificarse como la
tortuga galapagueña –pese a que sí lo hizo antropomórficamente con la variación de la
cromática de la piel, por ejemplo-, su diferenciación requirió –siempre en el plano mental- del
cambio en sus instrumentos, en la técnica, en la civilización) 1626 . Formas, que han dependido
directamente del estado de desarrollo de las fuerzas productivas locales y que –las mismas- se
cualifican o retrasan en su orden, en función de las mejores o peores características del
entorno (es la inteligencia lo esencial aquí, sin embargo de que incluso los grupos
pertenecientes a otras especies han cambiado de formas y hábitos en diferentes hábitats, como
lo hiciera notar Darwin). La cuestión toda se reduce al hecho de que las mal llamadas
“culturas” comportan modos de vida (“suma de comportamientos humanos aparejado a sus
respectivos instrumentos –civilización”), que han sido generados por las inteligencias
individuales integradas en relación de correspondencia con los diversos planos geográficos (el
problema aquí reside en el hecho teórico de que, mientras que el pensamiento oficial
positivista del poder, no ve la diferencia, mas bien: generaliza, homogeniza en la percepción
todo lo que existe bajo la tierra y lo somete a su mando y perspectiva; los cultores de la
diferencia, de la diversidad, actúan de la misma forma pero en sentido inverso, pues, en todo
ven la diferencia o pugnan maximalísticamente por construirla; en verdad: recuperar
conductas anteriores –las tradiciones, las formas de existencia de las llamadas “culturas”
ancestrales-, implica subutilizar la capacidad intelectual de ellas y de la propia: potencia de la
mente, recluida a reproducir estados de vida simplemente emocionales, en verdad: equivaldría
a pedalear una motocicleta dotada con un potente motor).
En la realidad de la conducta epistémica, se registra un sorprendente paralelismo entre
el saber Oriental y el positivista. Heisenberg y seguidores asumen el principio de
indeterminación en la preparación de su juicio sobre la formación y la composición del
conjunto del pensamiento: cada cerebro se formula el concepto, de modo que coexisten tantos
conceptos sobre la realidad en correspondencia con la multiplicidad de cerebros existentes, de
acuerdo con una perspectiva que no se pone a considerar la incidencia de sistemas sociales,
épocas y lugares sobre el proceso de producción del sentido de la existencia y solamente lo
hace en la línea de ocurrencia de ciertos fenómenos subatómicos, para los cuales se supone
1626
Las diversas culturas: las maneras como la inteligencia ha operado para reproducirse en los cuatro puntos
cardinales del planeta, dando lugar a la emergencia de específicas características formales humanas, que hoy
se centralizan, fenómeno que aprovecha el aporte parcial de cada una de ellas en el proceso de concretización
genética y espiritual, pues, solamente en unicidad es posible a la especie seguir adelante: su fuga es,
necesariamente, hacia delante en la conquista del saber pleno.
1068

que se constituyen como producto sin causalidad. En el susodicho enfoque en torno de la
génesis y conformación del pensamiento, se tiene la impresión, que son los principios físicos
microcósmicos los que se imponen en la cabeza de ciertos físicos cosmólogos
contemporáneos que abordan conceptualmente aspectos de la vida social y no la irrupción en
el seno de su conceptuar, de la hegemónica ideología sociológica liberal. No obstante, es esta
última la que organiza la percepción de connotados cerebros a la hora de formular el concepto
en torno de la esfera social. Cabe indicar, que en el presente caso se hacen esfuerzos muy
grandes por razonar y por cuanto el carácter del documento (filosófico: estructurar el
completo saber) así lo demanda (y con asesoramiento pertinente) sobre los fenómenos físicos,
siempre con inserción en su ámbito propio y con los presupuestos epistemológicos de la rama,
mas no en acto de extrapolación ilegítima de otro cuerpo de principios, categorías, métodos y
leyes. Heissenberg (la Teoría Cuántica) tendría algo de razón en su condición de ser matriz
de principios teóricos y metodológicos de quienes liberalizan el concepto y el proceso de su
formación, si la conciencia se determinara de forma subjetiva e individual; no obstante, la
conciencia es la realidad dinámicamente ubicada en la cabeza humana y está histórica, social
y estructuralmente condicionada. La falsa conciencia es producto de la precariedad
cognoscitiva, de los límites temporales de captación objetiva por parte de la mente de la
realidad natural (el cual se supera con el avance científico de la percepción), mientras que la
conciencia errónea es resultado –sobre todo- del “efecto de verdad” que produce la ideología
en la mente, del discurso del poder dominante en la subjetividad colectiva de los miembros de
sociedades internamente escindidas (y ésta se vuelve adecuada, una vez que la humanidad se
fraterniza colaborativa y equitativamente). Heisenberg, se dice que destruyó los conceptos de
órbitas y trayectorias (con los cuales alejó la percepción de los hechos de los simples
mortales; en verdad, volvió esotérico al conocimiento); ahora bien, se si asume la “verdad” de
que detrás de todo hecho se hallan implicadas partículas másicas dotadas de propiedades,
estas debe tener “lugar” y movimiento (órbita y trayectoria), pues, si los objetos físicos: un
elemento de la Tabla Periódica permanece en estado estable como componente macro de la
realidad del mundo (una barra de hierro), es porque en su dimensión micrónica debe tener ese
estado (orden); de hecho, el propio Heisenberg termina aceptando la existencia del orden y la
finalidad (sic) de la realidad, lo cual hace posible su conocimiento. De paso, ¿qué es el
proceso cognitivo dialéctico (proceso de producción de conocimiento) sino la conjunción
dinámica entre elementos teóricos y metodológicos con el modo de ser autónomo de la
realidad y bajo su determinación?
Los profusos tratados de Antropología (los académicos, los centros universitarios, las
ONG) –dígase de modo incidental- sea cual sea su signo ideológico, ponen exclusivo interés
en la parte epifenoménica que rodea a los formalmente diferenciados grupos asentados en el
globo. Por ejemplo, la monta está puesta en las costumbres, en las fiestas, en los rituales, en la
vestimenta, en el idioma (idiosincrasia, toda recluida al efecto particularizante de las
características diferenciales del entorno; en muchos casos, tal actitud conduce a magnificar el
carácter “cultural” y su defensa irrestricta de aberraciones de la conducta-costumbre de
prácticas como peleas de gallos, corridas de toros o el box, e incluso de esos “deportes”
llamados “extremos” de gringos, europeos y japoneses, los cuales se pone en riesgo la vida y
los cuales son la expresión de la crisis del sistema capitalista sobremadurado saturada en la
mente de ciertos ilusos); y, dejan siempre de lado la parte esencial y verdadero indicador de la
identidad humana: la inteligencia (es usual también poner a un costado la parte históricorelacional:
las clases, la estructura de conciencia). ¿Qué es lo que existe en común, es decir,
de esencial, entre una persona que hable Inglés, otra que juegue fútbol, toque las zampoñas,
tome cerveza, vista kimono, venere a Buda, monte camello, tenga un Harén, duerma en una
carpa o coma larvas de escarabajo? ¿Qué hay de común entre tanto grupo humano
aparentemente tan distinto ubicados en los más disímiles puntos geográficos del planeta? Es
obvio: la inteligencia, la conciencia, el pensamiento; el que cada pueblo está integrado por
muchas “unidades de inteligencia”, que concretan en colectivo la determinación natural de
sobrevivir de diversas maneras, mientras no se encuentre una que garantice y abarque a todas.
Esto, está ocurriendo hoy con la denominada “globalización”.
Luego: ¿por qué no a la “uniformidad”?, ¿por qué sí a la “diversidad”? Frente al
bullicio mundial hecho respecto de la proclama: “unidad en la diversidad” (en realidad,
“diversidad sin unidad”), hay que hacer notar, que la consigna constituye una de las muletillas
1069

de contestación propia de grupos, que vienen arrastrando ritmos de vida superados (el
“relativismo cultural”, de inspiración einsteiniana, como extrapolación ilegítima de campo
–de la Física a la Socio-antropología-, dice lo contrario), frente a la tendencia de imposición
de la noción unidimensional sobre los hechos por parte de la razón mercantil burguesa
(empero, en esencia, todo este embrollo constituye arma de la neoconcurrencia conducente a
multiplicar las esferas de los negocios con gustos y sabores múltiples, lo cual incide
fehacientemente tanto en la conducta como en la mente; la creatividad es su par en coherencia
y es también la más sólida palanca que permite la proliferación de circunstancias y la libre
concurrencia de gentes; en realidad, el capitalismo maneja muy convenientemente las
determinaciones de la realidad social: homogeneidad/heterogeneidad, de modo eficaz a su
causa). La realidad concreta es composición de “unidad de lo diverso” (Marx), esto es,
resultado de la compleja conexión e interacción temporal de componentes y procesos en
disímiles grados de desarrollo (desigual), de contacto, proximidad, mediatización e influjo. Si
se advierte el simple hecho diario de que el ser humano individual y en colectivo está sujeto
por todos lados por la presión que imponen innúmeras necesidades (división del trabajo), se
colige que debe corresponderse a ellas múltiples esferas productivas, institucionales, formas
mentales (sectores I y II; en sentido económico neoclásico: sectores, subsectores, ramas y
actividades): su unidad compleja, excluyente, complementaria, provee de los bienes que
posibilitan la reproducción humana (totalidad estructurada en concreción). Luego, diferencia
sí: de funciones, no de las formas ni su magnificación y perennización. Strictu sensu: en el
comunismo la humanidad se hace realmente una sola; no obstante, el capitalismo pone los
presupuestos de dicha homogeneidad.
Esta determinación, no obstante, es totalmente referencial y episódica al interior de la
ontología humana: de su conformación y comportamiento; en ésta, toda diferencia es de fase y
de modificación funcional, es decir, formal: los ojos –por ejemplo- sea cual sea su color,
cumplen una función común inherente (salvo el carácter estético-romántico, que es su
sobredeterminación). Algo similar ocurre con la conciencia. La unidad material del mundo (la
cual lleva forzosamente al monismo cognitivo y perceptual), enruta a la mente en una sola
dirección: al saber objetivo, científico. La presencia de diversidad de prismas en la
sobremoderna sociedad, es manifestación de una variada gama de circunstancias que se
agolpan en un mismo momento histórico, pero en la coyuntura prevalece, en la configuración
de la plurimentalidad, la determinante social del patrón establecido por el modelo de
reproducción dominante (que todavía lo es), precisamente merced al efecto de la tradición
estatuida en esa (s) mentalidad (es); claramente, el episodio constituye acto de sujetación: el
actual modo de mantener la cohesión, el consenso activo en medio de las contradicciones. La
noción “diversidad” está en la esencia del interés burgués; entra en el escenario y juega su rol.
La realidad –de su lado- siempre indica, que la tendencia en el interior de la vida es hacia la
homogenización tanto en la forma (racial), en la región idiosincrásica (usos, costumbres,
creencias) como en el plano de la abstracción (la racionalidad); esto ocurre precisamente
cuando el imperio de las conjeturas fantásticas en la resolución espiritual del mundo, los
resabios procedentes de la época de precariedad cognoscitiva, la adulteración intencionada de
la subjetividad de clase, se detraen; y, en la medida en que se hace caso o miso –la historia le
da la espalda- a aquellas quejas sobre que la homogenización devendría en hecho monótono
insufrible (el mundo es nueva Pangea, gracias al desarrollo de las comunicaciones). Al ceder
toda forma de orgullo, de pasión reminiscente y al perder su libreto todos los factores de
poder diferenciador, el ser se eleva a grados superiores de racionalidad (status que es
patrimonio de ciertas elites). A futuro no habrá lugar para el disentimiento, al perder piso su
sustrato material.
Sin embargo, en este punto, huelga preguntarse: ¿en qué momento, un ser humano, lo
mismo que la “sociedad”, provoca el tránsito del primado de la fase sensorial, intuitiva,
empírica, simplemente afectiva, preracional, hacia la racional, objetiva, científica,
fundamentada de forma realista? La esfera afectiva viene atada de modo natural al cuerpo de
funciones que derivan de la estructura de instrucciones genéticas que gobiernan la fase
primitiva de reproducción (la esfera racional, el ser humano se da a sí mismo de modo
dialéctico, esto es, siempre en lucha con su pasado afectivo y mítico), a la cual el ser humano
la descubre y reviste de formalidad simbólica en las diversas formas de ritualidad (por
ejemplo: el baile como preámbulo al hecho reproductivo como es el caso de ciertos animales,
el ceremonial asociado con la despedida y entierro de los muertos, la idea representada en el
1070

arte rupestre,...); el uso, despliegue y éxito de la realización de esta esfera, no tiene –en
verdad- mérito alguno (que la especie esté viva, lo demuestra), pues, cada individuo
espontáneamente puede sentir hambre, atracción, miedo, rencor; mientras que advertir
objetivamente la realidad del mundo exige la ejecución de actos planeados, analíticamente
profundos del mundo: la ciencia.
Lo preocupante –por otra parte-, es que si no se produce este tránsito (paso de la visión
y conducta sensiblera estática a la frugal y objetiva dinámica), no aparecería la dimensión
racional del ser humano, habiéndose abolido el principal reto de la inteligencia: arribar al
estado de conciencia objetiva, racional, puesto que las habilidades artísticas se hallan tan sólo
asociadas a la esfera afectiva, tanto que se dice que “de poeta y loco, todos tenemos un poco”.
Este es un hecho crucial, pues, el ser humano se queda en la sensiblería (lo cual actualmente
se busca y se fomenta, debido al hastío que ha generado el cientificismo positivista) o pasa a
la dimensión racional, para cuyo efecto, se debe prescindir dolorosamente de la afectividad
intuitiva. Sin embargo, ¿qué se puede hacer cuando la mayoría d miembros del conglomerado
humano se comportan de ese modo en el planeta? En momentos en que todos hacen eso
(bailan, gozan, cantan, pintan, esculpen, relatan, actúan, bromean, esto es, se hallan
completamente entregados a dar rienda suelta al prurito de los afecto/desafectos), la
“superación” personal (superación: en el sentido de dejar a tras la vergonzosa etapa de la
existencia, signada por el imperio de los sentidos) adquiere tinte de represión y es
anatemizada de aburrida. Se llaga a la conclusión, abstrusa para la mayor parte de habitantes
del planeta que viven o dan prioridad a la etapa que aquí se ha recusado sin éxito, en virtud de
que carece de legitimidad, de que el “arte” (magnificado en exceso en el presente) por más
“regio” que sea, constituye el rezago de formas pasadas de vida; que la expresión
hípermoderna esa de: “la belleza de sentir”, debe ser reemplazada por otra más seria, no
zalamera, folclórica, culturalista de: la madurez de pensar en el saber objetivo (¿“muchos
lugares que ver antes de morir”?; ¡no!; mucho saber científico que aprender –o desarrollar-
antes de morir).
En realidad, se vuelve a constatar, que las comparsas, la hora social, el teatro,
constituyen parte esencial, especialmente de la reproducción de la vida de los niños, de los
jóvenes, esto es, de aquellas etapas de la existencia, que se encuentran gobernadas por el
despliegue de la “energía” de la sensorialidad. En sentido histórico humano, dichas
actividades y otras más de su género, o sea, esas distracciones, se compatibilizan con la
conducta de las poblaciones infantes (con el sistema de las castas, de las clases dominantes):
los griegos con la mitología, otros pueblos con el folclor. Para el viejo como para la madura
humanidad, como derivación incluso lógica de la línea de reflexión que precede, le urge, con
serenidad y paciencia, actuar en la esfera del liderazgo, de la consejería, en acto de madurez y
suficiencia personal, en el que la intuición, pese a que se sostenga lo contrario, no tiene cabida
para nada, puesto que debe actuarse con cabeza fría (en este punto del trayecto aparece la
necesidad y la función del saber como experiencia, como la demanda de más saber para
orientar la vida ajustada a un algoritmo detentador de diseño racional; dicho sea aprovechando
el tema: en los actos de la llamada impulsividad por intuición, el cerebro humano emula y,
quizá: supera al ordenador, puesto que en una súbita acción el cerebro procesa información a
velocidades abismales y toma una decisión, sin que el actor lo perciba –luego: ¿es cierto que
el movimiento de las manos es más rápido que la vista?). En verdad, los objetivos han
cambiado: divertirse (jóvenes) y orientar (viejos) la vida de quienes se divierten; ahora bien,
la diversión se detrae como esfera principal mientras se desplaza la vida, pasando a gobernar
–después- a ésta: la razón suprema del conocimiento.
La población mundial ha crecido y con ella las comparsas, los juegos de azar, las
entidades de diversión, de disipación, de relajación, los programas turísticos (en el Ecuador
mismo, ciertos sencillos campesinos se han “puesto las pilas” y han transformado sus
humildes fincas en “Proyectos Turísticos”, en cuyo embeleso han caído ciertos europeos
folclóricos amantes del campo, pues, esta gente paga por ayudar en el trabajo rústico de
producción para el autoconsumo y cuidado de la naturaleza; en verdad, muchos capitalistas o
burócratas de alto rango jubilados, ponen plata y persona en dicha “estrategia”, es un proceso
de respuesta: de explotación en sentido inverso). Podría decirse, respecto del incremento
biológico de la humanidad, que mientras en la naturaleza: demasiados individuos tienden al
sobreuso de recursos territoriales y alimenticios reduciendo áreas y provocando
enfrentamientos, enrareciendo las fuentes de abastecimiento (el equilibrio aquí se impone
1071

–como muy bien se conoce- de manera espontánea del mismo modo como ocurrió el
“problema”, por reducción poblacional de la especie superpoblada, esto es, por carestía de
presas o de insuficiencia de pasto), en el ser humano la superpoblación garantiza y conflictúa,
a la vez, la supervivencia humana, no obstante, lleva también al exceso de brazos, a la
necesidad de reducir las horas laborables, a la duplicación de funciones y al recluirse en los
pasatiempos relacionados con la diversión (¿a partir de qué cifra puede sostenerse, que la
humanidad está superpoblada?; ¿la técnica y las decisiones administrativas –políticas- pueden
superar los problemas que se desprenden de índices poblacionales altos con una mejor
distribución de los productos?; esto último, es así).
Muchos pueblos e individuos, aún hoy en día, no saben para qué se encuentran en el
mundo, esto es, desconocen cuál es la razón de que sean parte de la forma viva, consciente, de
la materia. Grupos enteros de seres humanos y de individuos como tales, puesto que la
incógnita arriba expuesta se presenta en algún momento de la vida, a efectos de resolverla,
han asumido (han sido introducidas de modo coercitivo, histórico y legítimo –por presión del
tumulto- en su cerebro) las ideas vacuas de las religiones, de los Textos Sagrados, de la voz de
los profetas (el programa de lavado de cerebro religioso, que viene de los yanquis, es un
paquete tan bien armado, que surte efecto en la mayoría de los casos; ahora bien, lo
impresionante a la vez, es que el mismo tiene tantos candados cuantas objeciones se le ponga,
de modo que es difícil formatear la mente de un converso; por ejemplo: si se le dice a un
fanático de éstos, que el orgullo de ser Shyri llevaría a no someterse a los cuentos de los
pastores evangélicos incluso en el caso de que se demuestre, que ellos tengan la razón, la
respuesta es: “Ud. nunca pude convertirse, puesto que no tiene humildad”; y, cuando se les
comenta que los gringos utilizan la religión con fines geoideológicos, manifiestan que “los
gringos son seres humanos como nosotros, que también están buscando la verdad en
Cristo”) 1627 ; y, este ideario mitológico: paralógico y de fe, conduce a modos de ser, que no se
diferencian de la actitud que guía la vida de seres preracionales (ser reserva germoplásmica y
perennización del material genético de su especie, como necesidad de concursar en el evento
el cual tiende a dotar de armonía a la naturaleza; en el caso humano: el individuo no pasa de
ser reserva genética de la inteligencia, mientras otra inteligencia paralela –la privilegiada por
la división social del trabajo y la diferenciación social- asume el rol de forjadora de la razón).
¿Cómo se demuestra palmariamente –una vez más-, que las sectas religiosas cristianas
sobre todo evangélicas, son nada más que agentes del capital, paralógica y parafernálicamente
actuantes en el seno de la masiva población críticamente inerme del planeta? Estas sectas (a
excepción de ciertos disidentes aislados a su interior) aceptan la estructura social como un
dato; y, la diferenciación social, la pobreza, el sufrimiento, los asumen como productos del
pecado. Ahora bien, ¿qué es el pecado? En sentido herético: comportamientos individuales
axiológicamente adversos a lo que requiere el grupo en un momento histórico. En tal sentido,
el pecado no existe, sino sesgos inconscientes y conscientes en la conducta que afectan la vida
individual a persistir como necesaria en el torrente del grupo, que debe cumplir su meta. Estos
procederes, no son solamente de causación individual, sino dados en relación directa de los
límites que impone el entorno societal, los cuales operan como el mecanismo de
internalización de procederes. Sobre esta anomia, inmediata e interesadamente interviene el
criterio operativo de la dupla Pastor-ovejas. Cristo se creyó pastor y al resto los consideró
ovejas, en el marco dado por el sentido en que las ovejas constituían el cerebro derecho,
emocional, que –por tanto- debían ser conducidas por la racionalidad hacia la razón.
Contrario sensu, en la consideración literal religiosa sobre el punto, la misma se acomoda
para realizar una intromisión abusiva, perversa en la vida de los demás, puesto que concreta el
supuesto racista discriminante, de que el pastor es el sabio, mientras que las ovejas, la simple
emocionalidad animal reactiva, reflejamente condicionada. Si se “lee” bien el mensaje de
Cristo, su discurso persuasivo por el cual el líder induce a la masa hacia la meta superior,
tiene pertinencia, por cuando la cabeza no puede ir sola a dicha meta de la humanidad (“Mi
1627
Para la mente común –y de allí la necesidad de sofisticar, complejizar y desarrollar este pensamiento, de
modo que el mismo alcance al de las élites, para no proceder al revés como proponen ciertos personajes, los
cuales sostienen que el conocimiento científico debe ser vulgarizado-, le es más fácil receptar y encontrar
sentido en la significación contenida en el discurso religioso; el concepto de la ciencia le es extraño, difícil e
incluso inútil, increíble, a esta forma plasmada de captar el mundo, como efecto de la reclusión de la mente en
la apariencia, en la “seudoconcreción”, en la inmediata cotidianidad definida por los dominios de las
sensaciones, de las urgencias, para las que los instintos funcionan mejor.
1072

Reino no es de este mundo”) y “todos deben empujar el carro”. Tiene sentido el plantearse esa
meta para uno mismo y deseos para los otros porque alcancen también la misma (tan sólo
deseos, porque no se puede controlar a otra voluntad); ahora bien, incluso la meta personal,
sobre la cual se está decidido a conseguirla, es también una aspiración indivisa, puesto que
mis metas se deben realizar en un entorno de condiciones externas (articulación de variables e
invariantes), que establecen ulteriormente el resultado. Las prioridades, las importancias
(tanto como las urgencias) de la vida personal debe acoplarse al propósito de la vida racional:
la hominización.
Ahora bien, sería –se insiste- desperdiciar la experiencia acumulada y el intelecto, el
someter el trabajo del pensamiento moderno al diseño y aplicación forzada de fórmulas
conducentes hacia la perpetuación de formas de vida del pasado, llámense éstas:
nacionalidades, culturas, pueblos,…; los hechos indican, mas bien, cómo la humanidad
todavía necesita de la corriente de pensamiento positivista y del modo de ser derivado de ella,
y de la especialización por un tiempo más en su marcha en materia crematística. La esencia
de la aseveración expuesta, se presenta perfectamente clara, si se mira a la especie a partir del
rasero de su misión superior (su elevarse hacia el pensamiento completo, total), esto es, si se
desecha la manida costumbre intelectual de actuar de modo analíticamente ahistórico; sentido
no dialéctico por el cual se suele impugnar al capitalismo, al positivismo, al afán de lucro: de
considerar a dicha forma de estructuración humana simplemente como una afrenta genocida y
no en su faceta positiva, es decir, en aquella que permite entrever al sistema burgués como el
momento juvenil necesario de febril desarrollo de las fuerzas productivas; mas, también como
instancia proveedora de uno de los propósitos de la inteligencia (de manera que nunca tendrán
asidero las tesis constructivistas, naturalistas, reconceptualistas, sociotécnicas,
agregacionistas, de la complejidad o de la comprensión en cualquier campo sea, pues, ni bien
éstas se acaben de gestar, un nuevo orden social eclosionará –de echo: ya lo ha hecho-
perdiendo piso material sus presupuestos, muy a despecho de que para ciertos “marxistas”
estos episodios resulten difícil de aceptarlos) 1628 . Por lo tanto, es necesario pensar dos veces
antes de recusar sin beneficio de inventario al capitalismo y al positivismo, lo cual resulta
cómodo hacerlo una vez que éstos han generado el colosal desarrollo de las fuerzas
productivas apoyado paradójicamente en el uso de esas mismas conquistas (debe tenerse en
cuenta la circunstancia de que ninguna otra forma de estructuración humana goza de los
presupuestos antitéticos para realizar dicha proeza, sobre todo cuando este tipo de estructura y
de racionalidad le han dado sentido e impulso a la inteligencia). El saber cientificista –por
tanto- es utilizado, rebota, en su contra; el positivismo ha sido vejado con las botas
obsequiadas por él a sus detractores; las armas que él ha engendrado y dotado a ciertos
individuos, se vuelven en su contra
En una palabra: las civilizaciones Oriental (formas colectivas de asociación humana) y
Occidental (el conocimiento positivo, la técnica, la utilidad) deben ser superadas en conjunto,
en una nueva síntesis: la “comunidad covivencial de objetivo automatizada”. Los pueblos
ancestrales perviven hoy, su presencia: estimula, aclara el pensamiento; no obstante, hay que
hacerles notar, que otras realidades van adelante, muy a pesar de que sus formas propias de
asociación, no sean las más edificantes; en América, estos pueblos siguen siendo sagrados,
pueblos etéreos, pueblos originarios: Iroqueses, Aztecas, Mayas, Incas, Aymaras, Araucanos,
Shyris de la Minga, del Randipa; pueblos, que elevan voces al firmamento a medida que
usufructúan el fruto de la Pachamama o que cosechan el tesoro que año a año les da la tierra
cuando cantan: el Jahuay, con el aporte de voces hermosas (¿no sé cómo lo hacen?; ¿cuándo
empezó?; ¿cuál fue su autor?; ¿en qué momento han ensayado?), mientras Atabalipa
permanece en el “trono” haciendo las veces del Sol. Hoy existen estos pueblos: pueblos sanos,
generosos, valientes, que han despertado, son la semilla del futuro; han decidido, frente a las
sociedades europeas viejas, mañosas y en decadencia, están llamados a dejar su posición de
segunda e “ingresar a la cancha” a escenificar los portentosos episodios del futuro de la
especie, sobre los hombros del antiguo sistema burgués de existencia y de la noción de
1628
El algoritmo completo de este nuevo paquete muy comprimido, dirigido, estándar, en el que se mutila la
realidad –en cuanto a ella se la asume simplística y reduccionísticamente como estructura de problemas- y se
terminan planteando “recetas comptistas”, funcionalistas, es: problemas, complejidad, constructivismo,
estrategia, competencias (podría decirse, que en el pensamiento asistémico materialista, el mismo puede
formalmente traducirse como: anatomía, fisiología, necesidades, contradicciones y desarrollo de la realidad;
esencia, coadyuvancia, praxis revolucionaria y hominización).
1073

colectivización socialista: negación y conservación, el uso de la nueva contextura humana: la
humanidad está cociendo su nuevo marco de vida con las ruinas del antiguo (en esa dirección,
es prudente renunciar a exaltar el arte, o sea, resistirse a ser simplemente un punto en el
trayecto humano: yacer pasionalmente en el mundo o contribuir en su desenvolvimiento; para
el efecto, debe centrarse la atención en la belleza del pensar racional, objetivo, es decir, de
figurarse la realidad tal cual es).
4.2.2.- CONTRATENDENCIAS QUE OPERAN COMO TENDENCIAS: EL PROCESO DE
SOCIALIZACION.
En el proceso histórico de formación de la conciencia y la psicología colectivas, en
algunas “sociedades” antiguas y en las “modernas”, la esfera educativa formalizada,
experimenta preeminentes grados de participación. En la referidas formas del “ser social”, la
clase dominante ha disuelto y vuelto borroso el carácter determinante de su presencia en el
sistema de modelación de la conciencia (y de la conducta tanto mental como motriz, en su
orden), mimetizándose en el “currículum oculto” y en la institucionalidad educativa. La
educación, considerada en su acepción fetichística institucional (los estereotipos de Escuela,
Colegio, Universidad), constituye esfera, que tiene emergencia histórica progresiva por
niveles, precisamente a medida que se establecen y suceden los modos clasistas de producción
(el Liceo y la Academia en la forma esclavista; la Institutriz en la feudal; y, la Escuela en la
capitalista); como concepto y función, ha sido establecida para cumplir los papeles de
producción e incorporación de trabajo calificado a la empresa (volver útiles para el capital, a
las personas), y de alienación y sujetación a nivel general del conjunto humano (“intelectuales
orgánicos” del catolicismo, del evangelismo y del stablishment como tal, en Occidente han
escrito su ideología mitológica, machista, de clase, en la tabula rasa del hardware natural
cerebral –red neuronal- de la niñez y la juventud 1629 ); en sí misma, la esfera de la
socialización constituye uno de los elementos estructurales (superestructurales) coadjutores en
el proceso de reproducción del stablishment (del sistema, que se apoya en los procesos de
explotación y dominación de clase).
El fenómeno educativo, básicamente se compone de un hecho histórico: la conciencia
(información estructurada, procesada, acumulada); uno político: la sujetación; y, uno
“pedagógico” (ideológico-didáctico): el proceso de internalización de la conciencia del grupo
material dominante en el asiento de la memoria, el cual permite entender las condiciones de
existencia y convertir esa comprensión en destrezas que demanda el proceso de subsistencia
integrado al sistema de reproducción material del entorno dado, esto es, la formación del
output de orden psicológico provisto en el desempeño de la personalidad en la praxis
cotidiana (el comportamiento). La educación, en la era “planetaria”, impone nuevos
derroteros para la estructuración del esquema de capacidades laborales: competencias,
flexibilidad de currículo, versatilidad de desempeño profesional (centrado en la formación de
habilidades en la región de la inteligencia), creatividad,...; factores conformantes de su
naturaleza, como presupuestos transicionales (es en la etapa transicional en la que la
educación pierde su carácter “reproductor” para pasarse al frente de la “resistencia”;
precisamente cuando el talento humano altamente calificado -calidad, excelencia-, es factor
sine qua nom de la competitividad, y cuando han pasado los mejores momentos en que la
disidencia podía usar a la Universidad como mecanismo de resistencia, de cuestionamiento
crítico, de conspiración incluso); y, en sus límites: crisis de los modelos en vigencia. Los
anteriores, pueden considerarse como los elementos fundamentales, que constituyen brotes
que estatuyen paradójicamente los principios de “retorno” al verdadero “hecho educativo”.
La declaración que antecede, surge de representarse conceptualmente el término
“crisis” (impacto sobre la práctica educativa, de defectos sobrevenidos en el proceso de
reproducción del capital), con el cual se expresa la realidad que vive el “sistema educativo”
escolarizado de formación del “recurso humano” en la fase presente, que en su momento
impuso el sistema clasista y que fuera optimizado por el modo burgués de reproducción
1629
Los evangélicos en la actualidad “reeducan” a la “población meta” de sus programas (que para ellos es la
entera población mundial: la humanidad), en el sentido en que agenciosamente se entrometen en la vida de los
adultos, realizan praxis andragógica y de este modo cambian la estructura ideológica de la persona, los arman
con nuevas habilidades y actitudes preactivas, con las cuales modifican sus roles en la esfera esencial del
entorno social.
1074

humana; crisis, concebida como la interrupción de su aporte al proceso de reproducción
normal del capital, al tornarse disfuncional uno de los elementos más expeditos de la
superestructura, encargado de formar la conciencia, de cortar los cerebros con la misma tijera
sobre similar molde (socialización): la percepción burguesa de los hechos; proceso, en suma,
de formación de la conciencia clasista, capitalista, alienada. La “crisis” educativa –que en
esencia no es mas, que el efecto de traslación de bloqueos inmanentes al proceso de
reproducción del capital y de anomias en la práctica de gestión del recurso humano en el
interior de la empresa, a la institución formadora del “talento humano”, obstáculos que
cronológicamente han dado curso a cambios en las corrientes teóricas de la Administración
(enfoques: vulgar, científico, humanista, sistémico, por objetivos, contingencial, estratégico,
de las calidades,...; y, del tránsito de la disciplina de la gestión de la producción a la esfera del
marketing), conducentes a maximizar la inversión en capital variable: elevar la productividad
y alcanzar niveles paralelos a las exigencias del mercado en materia de competitividad-, trae
aparejada el efecto de compulsión de retorno al proceso primigenio de formación de la mente
y de la persona inmaduras, mediante el acto normal de esta maduración llevado a cabo
espontáneamente en el seno de la propia humanidad (dixit: Aníbal Ponce), mas no ya en el
seno de la familia (a futuro, la familia monogámica perderá viabilidad como célula de la
“sociedad”).
De similar modo como Hitler, Truman, Pinochet, Bush, son arquetipos de genocidas
que solamente tienen sentido en el seno del sistema, clase y coyuntura histórica en los que
emergieron y para los que fueron; nociones como: calidad, excelencia, cero defectos,
productividad, competitividad, son vocablos progresivos y necesarios en el interior de su
propia época: crisis de realización de la mercancía, que se despliega como efecto de
sobreproducción derivada, a la vez, del proceso que instala el desarrollo de las fuerzas
productivas en el nivel de la llamada automatización. En esta etapa, el centro de interés en la
formación del recurso humano como destreza para el trabajo físico, ha sido desplazado hacia
la preocupación por el desarrollo de las capacidades mentales, que demanda la atención del
manejo y supervisión de la operación de máquinas complejas. Pero cuando el sistema
maquinizado ha copado totalmente la esfera del trabajo, no queda ya lugar para seguir
reivindicando los términos de “calidad” o “excelencia”: la urgencia que los precedió se
desvanece, se está desmaterializando, y el ser humano se vuelve: ser sin ansiedad, ya no
perurgido por la rapidez y la inclinación hacia la perfección destrezal ficticia y,
paradójicamente encaminándose rumbo a ella (a la perfección de la conciencia), por medios
distintos al anhelo del rendimiento burgués.
En el orden de formulación de precisiones sobre la relación existente entre sistema
social y la dimensión educativa de él derivada, se anotan algunas observaciones adicionales
concluyentes. La concepción sobre el esquema de preparación del “recurso” humano, que
gana terreno en la coyuntura, es la de las “competencias” (las “competencias”: el último
“arco-reflejo” de la humanidad organizada en sociedad, de la forma clasista de acumulación,
que prepara la estructuración de las características de la personalidad suelta, individual, del
mañana: vida wired, portafolio de trabajo, de proyectos); sin embargo, persona férreamente
unida, atada al grupo, puesto que el individuo debe pertenecer a él, a fin de tener acceso al
producto generado por el robot, como para gozar del marco en el cual cumplir su misión en la
vida). La visión del mundo (el interés empresarial) que se halla de por medio, conduce a la
aplicación de políticas educativas que impulsen la “formación” en desmedro de la
“educación”: aptitudes tecnológicas, sociales y organizativas, mentalidad adaptable y
comportamiento flexible en situaciones de competencia, capacidad de solución creativa de
problemas y su transferidad, la preparación continua por cuenta propia, audacia, respeto a las
instituciones y la disciplina, constituyen el cuadro axiológico-técnico del nuevo trabajador;
éste se recicla a sí mismo exitosamente en el medio y para sí (Enrique Díaz Gutiérrez). En el
hecho, si bien la intención metodológica, que yace detrás de la “formación profesional por
competencias” puede ser factible, la persistencia de la clásica institucionalidad: la
Universidad (la Politécnica) como eje de realización del proceso, es cuestionable 1630 ; a decir
1630
La Universidad (institución del sistema), tiene a su haber una función típicamente reproductiva; ésta se
despliega a través de la ejecución de cuatro actividades básicas, de densidad debidamente ponderada en sentido
ideológico: 1) formación profesional (del sujeto técnico-científico); 2) investigación científica y técnica
(generación de ciencia y tecnología); 3) extensión universitaria (socialización del saber y de la técnica); y, 4)
formación de la esfera espiritual (de su comunidad y de la sociedad); este trabajo de modelación espiritual y
1075

verdad, se pide que esta institución haga lo que solamente la propia empresa puede hacer, a
través de recuperar el antiguo status precario del trabajo: el “aprendiz”; el estudiante, en
consecuencia, debe dejar la Universidad 1631 y trasladarse a la empresa en calidad de pasante
permanente.
Este modelo de “talento”, es óptimo para el capital en la encrucijada presente,
inherente al cuello de botella de la realización de la mercancía, pues, avanza sobre móviles de
desarrollo competitivo (nuevamente la supuesta sociedad de vanguardia europea, es la que se
halla a la cabeza de estas miserias: la propuesta Tunnig), “instrumentales a objetivos
economicistas y de efectivismo”: producción de “profesionales que funcionan con efectividad
dentro de la maquinaria empresarial, cumpliendo un rol pasivo como simples piezas” (el
trabajador wired, dicho sea de paso, es también un espécimen funcional al sistema global
como tal, pues, el portafolio de proyectos, auto promueve sobrevivir multiplicando soluciones
a problemas de la “sociedad”); no obstante, el tipo de estructura mental y conductual
propiciado por dicho estilo, sustenta las premisas de un ser diferente: allí se encuba –puede
parecer paradójico- la personalidad de la “sociedad” en ciernes. La educación evade la
institucionalidad erigida en las sociedades clasistas (la capitalista) y retorna al seno de la
“comunidad”: esta necesidad del sistema, prepara también, en este frente, su autodestrucción
(entre tanto, los últimos pataleos antes de virtualizarse del todo y retornar al seno de la
sociedad, la disciplina atiende: el constructivismo piagetiano –voluntarismo empiricista-, la
“zona de desarrollo próximo” vigostkiana –neoadivinación-, morigeradas con las frases “se
hace camino al andar”, “estimulación temprana”, constituyen la trilogía principesca, en la que
en la actualidad se mueve dicha práctica).
El capitalismo –margínese toda exageración histriónica-, está muerto, pues, esta
medida: el programa educativo posmoderno (parte del grupo de fuerzas dilatorias), en verdad
lo sostiene en el corto plazo, pero a la vez ella va configurando el nuevo ser humano en el
interior mismo de la formación social burguesa; aquí también el sistema ve cómo acciones
estratégicas suyas (ventajas competitivas: inversión en el desarrollo del talento humano), se
vuelven en su contra. La afirmación que precede es exacta, puesto que al revés de cómo
piensa el neoizquierdismo Light, que gana terreno gubernamental en las neocolonias
latinoamericanas, la buena educación es una consecuencia de los procesos consolidados de
reproducción material de un colectivo, no causa de ellos. Este: el lado “positivo” de la
“negatividad” (individualidad: que se asocia y adapta espontáneamente, colabora y respeta;
dedicada a la formación permanente: construye su propio “capital”, etc., serán los valores y
“competencias” de la potente persona futura –el ser humano nuevo-, una vez que el proceso
de automatización cree las condiciones que exige la verdadera sociedad del conocimiento y la
espiritualidad).
El artificio de las “competencias” subsana el requerimiento coyuntural de un tipo
específico de profesional por parte de la empresa posmoderna (en verdad, la Universidad le
hace el juego a la empresa, se torna funcional a ella una vez más –para eso está-, en tanto las
generaciones profesionalmente maduras preparan a las inmaduras para que pasen a cumplir
roles empresariales de acumulación, con responsabilidad, creatividad, flexibilidad, impacto
multiplicador de aplicaciones y “eticidad”; en esencia: comportamiento, que marca la ruta de
observación de la realidad empresarial y su entorno externo –sic- con el enfoque
reduccionista-funcionalista tan sólo por problemas, con lo cual se amputa los hechos, pues, la
realidad tiene una estructura concreta: génesis, anatomía, fisiología, necesidades, problemas
–los cuales ni siquiera conforman el aspecto de mayor importancia- y desarrollo) 1632 . Ahora
conductual de la sociedad por parte de la universidad llevada adelante por encargo sistémico, se concentra
básicamente en dos tareas concretas: 1) educar-profesionalizar; y, 2) desarrollar el pensamiento y la técnica.
La Universidad, no obstante, no debe tener como principal función la de formar el “recurso humano” de una
sociedad; por el contrario, su principal tarea es formar la intelligentzia del pueblo, la mente de los jóvenes
acercándoles las condiciones necesarias para la captación y desarrollo del pensamiento universal (dixit J. M.
Velasco Ibarra); pero como el joven debe proveerse de los emolumentos para financiar la reproducción de su
vida en un sistema en el que la distribución es anterior a él, para sobrevivir debe integrarse a él, tiene que sacar
un título profesional admitido por el sistema de empleos.
1631
Universidad: “forma de propiedad social autoadministrada por un segmento especial de la sociedad: los
científicos, el cual no halla asidera en la sociedad común y tiene que nuclerarse en los centros de investigación,
en la cátedra” (dixit Dr. Luis López Silva).
1632
En tanto se mantiene atención sobre las tendencias de moda, se es objeto de impacto en el ánimo de las
mismas, sobre todo cuando éstas chocan con la ideología personal, y el prurito es pronunciarse. En el Ecuador,
la principal Universidad: la Universidad Central en el 2011, se halla reconvirtiendo su quehacer (misión,
1076

ien, en el largo aliento, también este tipo de formación prepara a los individuos en aquellas
posturas cognitivas, destrezales y axiológicas, en coherencia con la conducta de sujetos en
cuyos motivos de la vida se anida la necesidad vehemente del desempeño frugal, preocupado
por el avance racional del grupo, en el interior de la “sociedad de la espiritualidad”, de la
“inteligencia”, del “conocimiento” (“nadie sabe para quién trabaja”, el arma de la “formación
por competencias”, desarrollada por el capitalismo como una de las maneras de utilizar la
inteligencia potencializada de la futura capa social de los burócratas y de los intelectuales de
modo que éstos delineen el curso de negocios inmersos en los turbulentos escenarios
económicos: los líderes). Momento humano, ya se ha dicho, en el que el trabajo se ha vuelto
tan sólo una abstracción, en el que el “gobierno” se realiza sobre máquinas y cosas (la dupla
política gramsciana: “gobernantes/gobernados”, concluye y se instituye la práctica
deliberativa intersubjetiva), y en el que la praxis conducente a redondear el saber racional, es
su quintaesencia (sin embargo, uno, en el presente: no puede abstraerse de admirar, valorar e,
incluso: practicar el arte, puesto que se halla contaminado por las condiciones de una sociedad
que magnifica la esfera sensorial de la vida, por cuanto el individuo es la resonancia interior
de su tiempo -es su prisionero-, al cual es imposible evadir para volverse estrictamente
racional).
Las clases dominantes posmodernas pragmáticas de principios de los nuevos siglo y
milenio, abominan la situación actual de la estructura de la matrícula universitaria en el
“mundo en desarrollo”: “supremacía de las carreras humanísticas y otras que ofrecen poca
carrera laboral” (en la muy inmediata coyuntura y según el canon de los más simplones
intereses relativos al lucro, éste es un llamado ideológico que espera surta en la juventud el
efecto de reemplazar la abstracción por el experimento de laboratorio, con el fin de desplazar
el pensamiento crítico de la conciencia de las nuevas generaciones). No obstante, ésta (la
elección de carreras sociales y humanas) es una tendencia histórica correcta (“hablar más y
hacer menos”: “qué pena con” los pragmáticos), pues, a futuro las ciencias naturales y el
diseño técnico (la producción), serán monopolio exclusivo de las máquinas y de la
inteligencia artificial; mientras que el verdadero acto del pensar, será privilegio de la elite
humana. En efecto, la inteligencia artificial pondrá en la “mesa del consumo espiritual”
(previamente, en la mesa del consumo material), la información más objetiva posible sobre el
“modo de ser” de la realidad, la que deberá masticar la mente natural con el objeto de
redondear el saber. No obstante, por un lapso muy corto, puesto que la automatización
invadirá también dicho campo, las ciencias naturales y “tecnológicas” volverán a cubrirse con
una aureola necesaria; en realidad, la colonización del espacio desarrollará las profesiones en
el área de la Física, de la Biología, de la Genética y de las disciplinas fácticas
(nanotecnología, robótica, inteligencia artificial y la tecnología espacial en general, pues, ya
visión, valores, estructura, según el lenguaje de programación empresarial burgués) de la mano de autoridades
afectas al stablishment. El perfil de la propuesta de “reforma” se legitima en el concepto sugestivo de
“sociedad del conocimiento”. La propuesta, según la perspectiva teórico-metodológica en boga, no considera el
concepto de “postuniversidad”; se propone, mas bien, en sentido clásico, ofrecer una formación profesional por
competencias (cambios que se adelantaron a hacer las “universidades” privadas y europeas –entre comillas,
pues, mas bien tan sólo son politécnicas-, con semestralización), en coherencia con los problemas principales
que cada profesional de elite proactivamente debe abordar en su rama, de cara a las necesidades sociales, y en
cuanto política de aliento de la “construcción”, in situ, de ese tipo de sociedad; el cometido demanda tres ejes
programáticos de actuación: saber, saber hacer y ser (conocimientos, destrezas operativas y valores, en
concreto), con lo cual se espera integrar al país a la referida “sociedad del conocimiento”, mientras que la
Universidad pasaría a cumplir su papel, mediante el ejercicio profesional de ese tipo de egresados. En sentido
histórico, este planteamiento: está bien (el conducir a una sociedad atrasada hacia los niveles científicotécnicos
de vanguardia, de modo que pueda insertarse formalmente en los procesos fundamentales del mundo, será
positivo, muy a pesar de que la estrategia devenga en matricidio, puesto que la Universidad desaparece con
anticipación al dictamen de la condicionalidad histórica); en el coyuntural (ideológico: la verdad es subversiva)
e institucional (del honor: autonomía, conducta propia), no es pertinente: el pensamiento no comprometido de
los intelectuales de la academia, yace embargado, al servicio de la “racionalidad instrumental”, habiéndose
retirado de la institucionalidad educativa la nominación “universidad”. En realidad, el sistema puede llevar a
la humanidad hacia la meta liberal-tecnocrática de la “sociedad del conocimiento” por sí solo, o sea, sin el
dadivoso aporte de la Universidad pública por antonomasia crítica. La Universidad (del “tercer mundo”; no se
pierda de vista el hecho atinente a que en la coyuntura histórica el “primer mundo” debe completar el
desarrollo de la automatización, mientras que las neocolonias tienen por misión avanzar en la forja de las
nuevas relaciones sociales) puede ir por su propio proyecto (incluso si su esencia siga siendo el “sesgo”
sociológico, humanista, político contrasistema), éste en nada alteraría el curso general del movimiento
histórico: pero en la práctica concreta, permitiría por lo menos contar con momentos de ejercicio racional del
proceder intelectual académico.
1077

Hawking ha advertido, que el ser humano no pude mantenerse escondido en su “cuna”: la
tierra, sino que el uso vital del “espacio” es necesario).
Más concretamente todavía, aquellos que ofician de figuradores vanguardistas
–Discobery Channel: El futuro en el 2111- (a más de prever el sistema de robotización, la
inteligencia artificial, la comunicación “telepática”, los robots que se “replican” a sí mismos,
etc.), sostienen que todas las profesiones actuales y los trabajos en general (sean calificados y
no calificados) pasarán a manos del robot. Eso es cierto. Afirman a la vez, que emergerán
otras profesiones como: cuidadores de personas de edad, modificadores de clima, diseñadores
de bebés, tecnoagricultores, médicos clonadores, nanotecnólogos, reparadores de robots,
policías ambientales, etc. No obstante, los señores están equivocados: eso les pasa por
mantenerse tozudamente entrampados en la ideología capitalista. En el futuro ya no habrá
profesiones; la tecnología las habrá retirado de la historia. No se quiere decir, que cesa toda
actividad humana; pues, persistirá la relacionada con la ciencia y el pensamiento, no como
profesiones, es decir, como ocupaciones encargadas de producir los emolumentos para
sostener la vida, sino como formas en las que se materializa y se desarrolla la capacidad
intelectual, en tanto se ocupa, se entretiene, se distrae (en este último caso, la división de
tareas futuras tendrá preeminencia: la llamada creatividad artística –cine, pintura, escultura,
música, arquitectura, literatura, teatro), las teóricas sobre el arte, la de los encargados de la
discusión, de la programación. Empero, poco a poco la distracción perderá importancia; su
lugar ocupará las discusiones científica, filosófica, histórica.
¿Educación on-line interactiva? Esta también es una presunción falsa. Más bien, la
“educación” en grupo asistida por las novedades robóticas, holográficas, virtuales,
desempeñará el papel de motivación externa en el acto de socialización, de recreación
intersubjetiva. No habrá modelo de enseñanza alguna: la base de datos con que cuente la
humanidad al momento, será implantada (depositada –educación bancaria-, para insolas del
egregio profesor Paulo Freire: Pedagogía del oprimido) mediante un chip o por integración al
sistema de interfaz. La “educación del futuro” no tiene sentido como sistema de formación del
talento humano para producir, para integrarse la aparato económico, para ser explotado y
obtener un ingreso), es decir, la propensión a formar la emocionalidad burguesa y la
genialidad creativa científica y técnica instrumental. La conciencia del ser humano actual es
un tramado básicamente de ideología burguesa, sistema de creencias religiosas y ethos de
trabajo profesional; de análogo modo a cómo la esfera civilizatoria se modifica, también la
conciencia y la conducta de las personas habrá de ser renovada: pensamiento filosófico recto,
mentalidad objetiva, racionalidad axiológica epistémica.
El proceso de socialización (de alienación, de sujetación de la población, con el cual se
la prepara subjetivamente –en la región de la “conciencia social”, esto es, en las áreas
científica e ideológica, al ser- y destrezalmente –la denominada formación del “recurso
humano”-, proceso a través del cual se produce una de las condiciones sociales de conjunto de
modo que opere el proceso de reproducción del capital –proceso de reproducción ad infinitum
de la clase dominante y de su sistema en general, así como de la clase dominada, y en el cual
ingresa la praxis comprometida con el poder de todas la religiones por igual), es la praxis de
la educación formalizada, institucionalizada, lógicamente orientada. A futuro, dicho proceso
se torna significativo, conceptual, virtual, tan sólo destrezal-mental; se vuelve, como la
actividad sexual de ese entonces: una determinación recreativa. Si el nuevo interés de la
especie es responder un número cada vez mayor de preguntas sobre su entorno más remoto, la
empresa en coherencia que viene consiste en desembarazarse de las ataduras del trabajo
productivo económico; es con ese efecto (en esa dirección), que debe impulsarse y
conferírsele sentido a la actividad investigativa científica cuanto a la de orden tecnológica: su
propósito esencial es completar la esfera automatizada de la producción de manera de poder
liberar las manos de la inteligencia para dedicarse a aprehender mentalmente la estructura y
operatividad (optimidad) de la materia, en su completa y real catadura. La educación, por
tanto, pasa a ser –se insiste- proceso de formación intelectual, pero también premisa que
desata el prurito de educarse más, conducta ésta originada en el torrente inherente al propio
devenir humano estatuido por el flujo pasado, o sea, la vigencia del interés constante en orden
a captar subjetivamente nuevas modalidades del “ser” mediante el ejercicio de prácticas de
aprendizaje, investigación y difusión (el homo oeconomicus, ha quedado definitivamente a un
lado y con él, los bajos instintos, las pasiones concupiscentes, la educación institucionalizada,
las competencias, el trabajo productivo del servicio educativo de la institución empresarial
1078

privada y el trabajo improductivo del educador estatal, pero también la mitología religiosa y
su hipocresía 1633 ).
Esta delineación subjetiva a priori avanzada sobre la perspectiva humana, esto es, la
proposición de un futuro no centrado en el deísmo o en la hegemonía en curso, de cánones
puramente sensualistas como el objeto de su realización y sentido (la que sin embargo se
sostiene, para dejar de ser una simple construcción nebulosa de la mente, en las tendencias
generales anteladas por el propio movimiento de la historia: la progresión del saber objetivo,
la recreación de procesos naturales por vías artificiales, la creciente apropiación de los
secretos del mundo en orden a mejorar el bienestar humano –siempre in abstracto- y su
ejercicio en el hecho de esa misma operación, y la propensión de la mente en sentido de
conocer), se autoalerta de una amenaza, que se cierne sobre la humanidad (que se suma a la
que proviene de la reemergencia de las aspiraciones de los denominados “pueblos originarios”
de llegar a ser luego de que quedara trunco su proceso de vida por efecto de la conquista y
colonización, interés fomentado por cierta vertientes de la llamada Izquierda Light,
revisionista, pequeñoburguesa, folclórica, citadina, “ciudadana” e incluso “subversiva”), que
puede dar al traste el resultado de trabajo y avatares aplicado y registrados, en su orden, en su
etapa de conformación del género, como sujeto para la espiritualidad.
En este punto (el referido en párrafo ubicado inmediatamente arriba), los evangelistas
tienen parte de razón, pues, ellos sostienen, que es soberbia de los individuos el creer que
pueden hacerlo todo sin permiso, sin dirección y sin reconocer, que las condiciones en las que
opera su vida son puestas por Dios. Otro sector, en el que se ubica lamentablemente toda la
Izquierda, que obviamente se declara ser no fatalista, no providencialista, sostiene la creencia
(hedonista, corto placista, maniqueamente limitante del carácter de la obra humana) relativa a
que el ser humano propende la felicidad en su realización plena; en efecto, esta posición
transparenta una postura ilegítimamente antropocéntrica: estabilidad en la familia, éxito en los
“negocios”, desarrollo espiritual libérrimo, vida social y recreativa sin trabas, igualdad,
equidad y paz en el entorno social, medioambiente sano. Pero ésta, es una forma oportunista
de conceptuar al ser humano: el creer que todo está dispuesto para que el ser humano de
realización a sus sensaciones y a objetivos diminutos, siempre como conducta que da rienda
suelta a la satisfacción de sus necesidades en el corto período de su vida, y en el curso de la
cual los individuos deben bregar para que dichas aspiraciones se hagan efectivas; esa
presunción precisamente elimina el carácter trascendente de la presencia del género en el
Cosmos en relación con un propósito (inadvertido hasta que se alcanza conciencia del mismo)
inscrito en la naturaleza del pensamiento. En efecto, la existencia tienen un propósito; de
modo que en este punto se torna verdadera esa especulación constructivista, puesto que la
materia en el despliegue de su movimiento se va racionalizando; en realidad, va diseñando
como la imagen de la Justicia en el Derecho burgués: una dama ciega que imparte
imparcialmente justicia, y edificando ese propósito a medida que la realidad se desplaza sin
dirección y punto de llegada preestablecido. Esta es una propiedad extraña de la ley del
desarrollo: las cosas –en el Universo- se autodotan de dirección a medida que operan, que se
realizan; la realidad es la que “hace camino al andar” de manera cómo se supone que
intuitivamente lo hace el personaje pionero (pero se piensa que el líder es un ignorante
completo, que no tiene conocimientos y experiencia previos, que su acto audaz carece por
entero de evaluación; incluso los animales cuando llegan a territorios nuevos, echan una
mirada previa), the explorer (¿acaso no se especula, sosteniendo: que el líder se aventura en
1633
Tanto católicos como evangélicos, los cuales han priorizado el trabajo con la mente de niños, adolescentes y
adultos jóvenes a fin de formar su grey (trasvasar sus ideas mitológicas y pro capitalistas), como se sabe operan
con normal disposición y fomento con las reglas del capitalismo: ellos también concentran plusvalía de modo
indirecto, pues, las altas pensiones de sus prestaciones explota a los padres de los estudiantes en escuelas,
colegios y universidades (que pena: tener que pagar para que le hagan el peor lavado de cerebro a los hijos),
los bajos sueldos al personal, implica explotación directa al trabajo por parte del capital clerical, de modo que
por doble vía se despoja y acumula riqueza. Curas y pastores contratan personal no por bondad, sino por
cuanto el tiempo de trabajo del personal es mayor que el socialmente necesario, esto es, por cuanto el trabajo
efectivo rinde más que el trabajo retribuido (“lo único que querían de mí era el dinero que ganaba para ellos”,
dijo una vez un ex profesor de un colegio católico); sólo entonces curitas y pastorcillos se avienen a contratar
personal para realizar su obra ideológica macabra, con consentimiento de los adultos (de los afectados).
1079

terrenos desconocidos, sin saber lo que le espera y normalmente se encuentra con el
éxito?) 1634 .
La especie, por tanto, puede ingresar en una fase obscura de degeneración en el curso
de su racionalidad, pues, la virtualización y la automatización de las actividades de la mente
provocarían “paro” forzoso generalizado en el sector del trabajo intelectual; el esfuerzo
lógico, riguroso, científico a cargo del cerebro, cesaría. Antaño se ha sostenido, que si un
pueblo pierde a las generaciones sobre los 12 años, éste retrocedería al paleolítico: perdería la
sabiduría; pese a que la humanidad actual cuenta con mecanismos para mantener y trasladar el
knowhow generacionalmente, la desocupación de la mente en sus tareas lógicas, puede derivar
en efecto parecido. El positivismo y el tecnocratismo como actividades investigativas teóricas
y aplicadas recluidas de modo casi exclusivo a las universidades y politécnicas, o sea, como
proceso institucionalizado llevado a cabo fuera de la sociedad, han jugado un papel crucial en
la formación de la racionalidad. La “educación” formal, llega a su término como hecho
institucionalizado; si la humanidad toda no asume sus roles, el peligro es inminente. Es
verdad, que el acumulado de ciencia y tecnología ha ejercido el efecto de “salto” en la mente,
aun así la reducción de las actividades de la producción y conexas, puede desvirtuar, anular, la
nueva cualidad humana. Es por eso que hace tiempo los europeos han pensado en crear
centros y aparatos de gimnasia mental 1635 .
Y, si la Universidad “se va a la casa”, los medios de “comunicación” la substituyen
por un dado momento en el itinerario humano. Los aparatos de información, recreación y
educación –sic- (“aparato ideológico de Estado” –Althusser), principalizan el último rol,
hecho por el cual el conocimiento se transforma en la base del poder humano, “se vuelve el
medio más idóneo de distribución del ingreso”, en la medida en que el saber se socializa a
través de filtrado de los substratos, métodos y procedimientos que el desarrollo del mercado
exige, esto es, a consecuencia de la difusión de las tecnologías de punta como los ordenadores
(Ley de Moore) y el Internet. En efecto, el conocimiento, de mercancía sui géneris, poco a
poco pierde su calidad de objetivación del trabajo históricamente concreto (“productivo”),
puesto que se apodera de los cerebros cada vez y cuando como proceso educativo de
absorción de la experiencia humana, se expresa como potencial verdadero en la capacidad de
hacer cosas” (knowhow). En este punto se materializan los deseos: “el hacer material su
querer” de los seres humanos y “hacer espiritual sus recursos materiales”: el ser humano
consigue incorporar en su gran “espacio” espiritual a la naturaleza entera (A. Castillo). La
fase de vigencia del “capital monopolista de Estado”, es el escenario en el que tienen
ocurrencia los hechos citados; en efecto, el desarrollo de la ciencia y de la técnica, la
reducción de la brecha entre países del centro y los de la periferia, se cuentan entre los
mecanismos, que habilitan la realización fluida del comercio exterior; ahora bien, como todo
lo que resuelve el sistema a último momento, es evidente, que factores que en apariencia
alientan el progreso unilateral encerrado en una etapa superada, tienen, mas bien, carácter de
boomerang.
Esto es lo que no ven los profetas de la “nueva educación” en la “nueva era”, es decir,
el hecho de que al descomponerse el último sistema antagónico y con él: todo el período de
formación clasista de la humanidad (como efecto de la política proletaria y del desarrollo de
las fuerzas productivas), se cuartean también sus más gruesos pilares; uno de ellos es
precisamente aquel encargado de reproducir la ideología de la clase dominante con fines de
sujetación (sujetación psicológica en la niñez y en la adolescencia; sujetación ideológica en la
adultez, pues, el adulto ha sido madurado espiritualmente en la escuela y en el colegio, ha sido
madurado técnico-profesionalmente en la universidad, y sobremadurará en los estudios de
postgrado, pero siempre –en estos últimos dos casos- en actitud tributaria de sus intereses: la
1634
La llamada “intuición” del pionero, no es más que la operación de la “lógica común” en su proceder, esto
es, la elaboración perceptual sobre un hecho y de toma de decisiones de una mente hiperactiva con insumos de
información limitada o relativa a la esfera epifenoménica tan sólo.
1635
Ciertas personas dicen advertir el fenómeno curioso por el cual la niñez y la juventud actuales detentan
mayor desarrollo de la llamada “inteligencia emocional”, vinculada con el mayor dinamismo operativo que
tendría en ellos el hemisferio derecho de su cerebro; no obstante, si bien es cierto que la parte lógica diezmada
en el ser humano (aunque dicen también, que los jóvenes actuales deben recibir un trato más maduro), puede
pasar a los auxiliares mecánicos, y puesto que la afectividad no puede llegar a ser una propiedad de las
máquinas (aun de las inteligentes) -lo cual implicaría sostener, que solamente la organicidad natural es
afectiva-, la esfera lógico-racional debe ser defendida, promovida y consolidada, para afincar la base de toda
realización posible de la conciencia, incluso para percibir y realizar de modo consciente la afectividad.
1080

educación, en consecuencia, deja de tener índole psicológica para ser invadida por la
dimensión ideológica), de apoyo de la reproducción del modo de producción social sustentado
en el trabajo humano, la división del trabajo, el trabajo productivo, la administración, todos
como hechos que se hallan en retirada y con ellos lo hace el modelo de formación del “recurso
humano” recluido a las universidades y, en especial: a las llamadas “politécnicas”, frente a los
cuales, las “competencias” son uno de sus últimos esquemas modelísticos. Las competencias
aparecen como la respuesta a las demandas de realización de la subfase neoimperialista del
sistema burgués de vida de la humanidad; momento global, en crisis, en descomposición, en
retirada; y, como supuesto de instalación de la nueva sociedad: la “comunidad de objetivo”, el
“comunismo robótico”.
¿Qué le quiere decir la realidad a la mente? Que, si bien, en una primera etapa (en la
fase incrustada entre el final de la transición y la inaugural de la comunidad humana de
pensamiento) el conocimiento se transforma en acto de curiosidad práctica
(“constructivismo”), luego se apoderan del nuevo grupo humano (verdadera comunidad
cohesionada por la necesidad de cada uno de sus miembros y de todos de acceder al sistema
automatizado de “producción”, pues, el sujeto depende totalmente para su provisión, del
sustento base de su sobrevivencia del aparato mecánico/inteligente de elaboración de bienes y
servicios, por lo que no puede individualizarse), se apodera del grupo se dice, las formas
virtuales y neurogenéticas, biónicas, de captación de la experiencia histórica. Este
“knowhow”, por su naturaleza, ya no va encaminado a permitir “hacer cosas”, sino, sobre
todo, a “pensar en las cosas”. ¿Cómo se produce el conocimiento, la idea del mundo que está
por apropiarse por parte de la conciencia colectiva? Por vías artificiales. ¿De qué manera se
internaliza de forma masiva esta nueva idea? De modo indirecto, significativo y virtual, y se
incrementa merced al propio movimiento lógico de la unicidad del cerebro colectivo. Todo
indica, por tanto, que el sistema educativo, en su condición de aparato, se modifica y está
cambiando mucho más de lo que se percibe y se imagina. Cuando un sistema se modifica: se
desarrolla; en el caso de la institucionalidad educativa, el sistema se suprime, se borra de la
vida; en el suceso, quien va primero es el nivel superior de la educación y profesionalización.
La Universidad tuvo su origen en un momento preciso de la historia; ha jugado un papel en
ese estadio y, sobre todo: éste ha sido muy importante en el curso de conformación de la
especie como “sujeto de pensamiento”; al decesar el primero y llegado casi al final dicho
proceso de conformación, la Universidad concluye su existencia: su rol en uno y otro casos.
Y, eso está ocurriendo, por ejemplo: en Finlandia, una vez que la economía se instala en la
“economía de la mente”, la que reclama la Universidad de la Innovación, en la que la
preocupación principal es saber pensar en qué va a necesitar la gente a futuro para sentirse
mejor, de manera que el investigador se introduce en la mente de las personas para descubrir
su aspiraciones.
Por ejemplo, en la actualidad sorprende advertir cómo con las TIC se puede acceder
automática, gratuitamente y en el momento que se desee a cursos académicos, conferencias,
diálogos, debates, simposios, ponencias, etc., que ocurren o que constituyen el desarrollo de
programas de estudio en diversas áreas del conocimiento de las más acreditadas universidades
del “primer” mundo (lo cual impone dominar, quiera que no, el Inglés) y socializar el punto
de vista personal (asumir el modelo de la vida laboral Wired); estos eventos científicos no
tienen valoración económica debido a que espontáneamente han salido de la esfera directa de
los negocios, están a la mano de quién habla varios idiomas, cuentan con acceso a un
ordenador y al Internet y domina los procedimientos de navegación en la Red. El
conocimiento se redistribuye como se lo hacía con el “capital” (con la riqueza social) en
períodos de ejercicio de la política económica fiscalista, fomentando hoy por hoy la
formación masiva del knowhow, el cual se constituye en base de la sobrevivencia de la
pobreza moderna. La comunidad universitaria se ha tornado virtual, desestructurada y ha
pasado a formar el centro mismo de la nueva vida: así como un día la actividad productivomaterial
se desplegó en múltiples empresas de escala diversa diseminadas en el tejido social
todo, la actividad ligada al conocimiento, a la conciencia, se descentra en islotes repletos de
informalidad, pero en conexión recíproca, sinérgica, constante entre ellos y entre todos,
formando la llamada “red de pensamiento” castellsiana (dixit Manuel Castells).
Es una forma en la que la masificación del saber se concretiza y en la que los caminos
elitistas por los que progresó la ciencia (y la técnica), yacen a espaldas del nuevo tipo de
proceder inherente. No obstante, en adelante, ya no se necesita de discursos, de disertaciones;
1081

pues, cada individuo cuenta con mecanismos individuales, anónimos, privados, de procurarse
su propia formación, acudiendo al colosal banco de datos que se halla en la red 1636 . La
Universidad, habiendo arrancado al finales del modo de producción feudal: en el marco del
cumplimiento de funciones ideológico-filosófico-religiosas, luego de haberse consolidado y
atravesado varios momentos de reforma (modelos de educación superior) en coherencia con
las demandas de la estructura económica en las sucesivas coyunturas; la formación social
capitalista y las etapas de acumulación inherentes (competitiva, monopólica, regresiva;
científica, psicológica, sistémica, contingencial, de las calidades, de la excelencia), decae por
efecto de la virtud de la propiedad de la principal (única) fuerza productiva: el ser humano, su
inteligencia concretada en las fuerzas productivas materiales (la ciencia y la técnica),
objetivación de sus ideas. En definitiva: la Universidad cae primero en el proceso en curso de
transformaciones de la historia, y todas las instituciones que componen el sistema educativo
experimentan ese mismo destino; deja de formar parte de la red de aparatos masivamente
responsables del “disciplinamiento” de la población a través de los cuales el “poder moderno
produce individuos gobernables” (M. Foucault).
Este órgano creado por la humanidad por necesidad de una etapa de ella: ¿debe ser
evaluado a su término? ¡Jamás! A la Universidad in abstracto: no se la puede evaluar. Quién
pretenda hacerlo, es un ¡fatuo propotente! ¿Se puede avaluar a la ciencia? ¡No! Nadie puede
asumir el carácter de factótum, que se halle facultado de ubicarse sobre la genialidad como
actor nun plus ultra en la dimensión metacientífica, metateórica, para pronunciarse. Una
ciencia, un científico se evalúan a sí mismos internamente; la estimación es positiva, es
negativa, cuando una nueva percepción aparece y se instala, proponiendo en perspectiva de
desarrollo al saber. En términos abstractos, es la vida, la historia, la humanidad en cuanto tal,
quienes emiten opinión sobre la Universidad. Es obvio: en función de la percepción que se
tenga, que se profese en torno de la Universidad. La Universidad debe ser un “Estado dentro
de otro Estado” (la ciencia como la Universidad, son el prototipo de aparatos que deben
regirse por el más abyecto régimen liberal), cuando el capitalismo se descentra en subzonas de
acumulación; la Universidad tiene como función fundamental formar la intelectualidad
colectiva sobre todo de la juventud y de modo subsidiario internalizar conocimientos,
destrezas y actitudes para que su egresados puedan hacerse con recursos para subistir. La
Universidad solamente debe exponerse al juicio de la historia.
4.2.3.- EL COMPLEJO EN DESCOMPOSICIÓN Y EN DESACOPLAMIENTO.
La vida presente viene de atrás; constituye un cuadro dado de realidad; y, es:
presupuesto. Pero: ¿de qué atrás? Procede de ese género humano cotidianamente diluido en
los apremios de realización de la vida en terreno concurrencial in abstracto (trabajo,
diversión, religiosidad, deseo de lucro). Humanidad en tanto es, yace enredada en los
1636
En realidad, el dinamismo del cambio tecnológico y de desarrollo del pensamiento actuales en el mundo, es
impresionante; los mismos sacuden incluso a una persona marxista madura (y ortodoxa), que se cree no sentirse
abrumado por las estrepitosas innovaciones, que tienen lugar y que se los aplaude (en el argot popular
ecuatoriano se suele decir: “camarón que se duerme, le lleva la corriente”). El pensamiento oficial habla ya de
la “postuniversidad”, y tiene entera razón. En una entrevista radial en el 2011, una persona de nombre Pisiteli
(¿?) habla locuazmente (como todo argentino) de que “el estudiante está aburrido, desinteresado, no escucha lo
que dice el docente (fatiga cognitiva)”, como la razón por la que el hecho se produce. Sostiene, además, que
están en crisis las profesiones “P”: Profesor (monopolio de la palabra), Periodismo,…; que la “transmisión”
de conocimiento se está trocando en una “transacción” de conocimiento (intercambio de conocimientos,
experiencias e intereses entre profesor y “alumnos”), prosigue, que en la actualidad se ha producido ese
fenómeno conocido como “aceleración cognitiva”: el aprendizaje ya no requiere de mucho tiempo, pues, cada
estudiante con una laptop demanda que el profesor defina el tema y ellos buscan en Internet información al
respecto. El profesor del futuro, por tanto, debe cambiar de actitud frente a la imposición del proyecto
Facebook, el cual rediseña el aula para pasar la palabra al estudiante. Además, la “dieta cognitiva” (el
currículo), que hoy se provee a través de los libros, a futuro se entrega en Internet mediante navegación, dado
que el mundo de la podósfera (¿?), de los blocks, es tan rico porque todos opinan. Ahora bien, en sentido
formal, dichas aseveraciones son correctas., puesto que las mismas se mueven en la superficie. ¿Por qué todo
eso? Por cuanto el sistema económico ha cambiado y dispone se reestructuren las colosales edificaciones que
sobre él se sustentan y lo coadyuvan; el desarrollo de la técnica ha creado todo lo expuesto y si la propuesta es
eficiente, se debe al nivel formativo al que ha llegado la humanidad, también por razones técnicas. No obstante,
la maravilla del nuevo momento esconde el hecho de que en él pasa a regir la especulación (la verdad se
produce por legitimidad, ya no por cientificidad), el empirismo (las opiniones libres del conglomerado) y se
empobrece el rigor de la concepción (el conocimiento magistrado concluye y el estudiante “el mismo construye
su saber”).
1082

tentáculos de la contradicción interimperial polarizada de capitales fraccionales (EU, UE,
Asia, China-Rusia; India, Pakistán, Brasil; dicha fragmentación, en el presente, como es
obvio: se extiende, incluso a la esfera militar); se encuentra cercada por los ejes de poder:
exacción, coerción, legitimación y desorganización social, que cuadran el esquema de la
política internacional de dominación monopólico-financiera-guerrerista hemisférica (en su
operación fáctica, el sistema de gobernanza de las multilaterales renueva sistemáticamente
estilos de gestión local y global, camino de frenar intentos de emergencia de contrapoderes
balanceadores: “póliza de seguro” en el abastecimiento de materias primas estratégicas y de
sostenimiento de mercados marginales). En esa predefinida ruta, la hegemonía hemisférica
coloca a la población planetaria (a sus maquiladoras, zonas francas y cabezas de exportación)
a merced de la vanguardia de las determinaciones de la carrera tecnológica, de la
competitividad; de modo que es natural, que se ponga atención en salvaguardar las
condiciones de reproducción clasística y sistémica.
En la forma concreta del presente, el patrón más moderno de reproducción de la
especie humana, descansa en tres dimensiones de conflicto; bloqueos a la acumulación, éstos,
de conducta jerárquica y dinámicamente interactuantes. 1) Aspecto general de la crisis:
sistémica, de sobreproducción (desproporcionalidad del desarrollo, brecha de demanda,
subconsumo 1637 , efecto de paro estructural y tecnológico: no solamente que la taza de
ganancia decrece, sino que no se obtiene retorno alguno e incluso no se recupera la inversión,
como producto –en realidad- de la persistencia de la contradicción entre la producción social
y la apropiación privada de la riqueza humana); 2) particularidad de la crisis: del capital
financiero y de la estructura de pagos, de estilo liberal de desregulación, por tanto, de aparente
anarquía financiera especulativa de sobre financiación (“expansión artificial del crédito”), de
híper especulación (titularización, futuros, aseguranza); y, 3) especificidad de la crisis (crisis
de los países centrales): crisis de coyuntura profunda, ligada a una forma concreta del dinero y
su gestión: la moneda dólar estadounidense (de las divisas de la neotriada: guerra de divisas).
Problemas presentes en la marcha, que el sistema financiero global tienta enjugarlos,
movilizando los distintos instrumentos de regulación, que el capitalismo ha diseñado en su
contradictoria evolución histórica (financiamiento chino; salvataje; los commodities:
reducción del precio del petróleo suspendiendo compras a futuro, de modo que esta materia
prima entre a actuar como “deflactor”;...) 1638 ; crisis (de alimentos): sin retorno, de
afianzamiento del proceso mundial de desconexión sistémica de la “economía popular
alternativa” (aislamiento del imperio, desconcierto vital del subconsumo, desesperanza, de
masiva ansiedad y evasión, de los sedantes), de actuación de la historia natural (la tecnología):
de incidencia del efecto de la acción proletaria y del socialismo “decesado”, como
movimiento de las fuerzas productivas. El impacto de la crisis, es visible en todo el planeta.
Por supuesto, esta realidad entrevé el límite del modelo económico hegemónico
(acumulación extensiva neofordista: anexión de nuevas zonas sociales del planeta al ciclo del
capital –los BRIC, más Chile, Colombia y Perú): su agotamiento; fenómeno registrado, de
modo especial, luego de los años 70 del siglo pasado, de manera particular a partir del instante
en que la determinación del progreso técnico (flexibilidad creativa toyotista posindustrial)
comenzó a sobreactuar, de forma más directa e intensa, sobre el movimiento de la historia (la
empresa ha llegado a la fase de concretización de la competitividad, en la que los retornos ya
no son atractivos para sus propietarios; éstos, consecuentemente: dejan de invertir –de
reconvertir plusvalía en capital-; la etapa histórica productiva –del trabajo-: está destinada a
1637
De este grupo de factores externos (incremento de precios de las materias primas y del producto, crisis
energética, alimentaria), que actualmente inciden más directamente en la operación del sistema, queda
marginada de las tendencias en curso de la crisis, el “estrangulamiento de ganancias”, pues, la variable
“salarios” no se ha recuperado por vía real, como tampoco cuantitativamente, dado que el paro mundial es
elevado: el ingreso de los trabajadores no ha erosionado al capital.
1638
Sobreacumulación de capital a escala mundial (“China frenó esta tendencia en los años 90, pero la impulsó
luego, a tenor de su propio crecimiento”). “Otros factores, como la caída del precio de las materias primas o el
desarrollo de la economía china, contrarrestaron las tendencias a la recesión existentes en occidente facilitando
la expansión del comercio mundial. En el periodo más intenso del anterior boom económico (2003-2007), la
economía china se convirtió en la primera receptora de inversión de capital extranjero de todo el mundo, en la
principal fuente de financiación del consumo privado de los EEUU (en mayo de 2009 llegó a acumular 800.000
millones de dólares en bonos del tesoro norteamericano) y también en el mayor proveedor del mercado
doméstico norteamericano”. Ahora bien, China, expuesta la idea en términos maniqueos, sostiene al momento
al mundo (capitalista); no obstante, si el resto del mundo entra en recesión, el decrecimiento económico
afectará al gigante asiático: “cierre de fábricas, desempleo”.
1083

cerrarse). Género dado, en suma, en el interior del cual, de manera coetánea, perviven, operan
y experimentan dificultades las formas de acumulación, concentración y centralización del
capital, con las antiguas aspiraciones de liberación de los oprimidos, en ascenso. Estas
demandas, en la actualidad, propenden realización mediatizadas de modo racional, merced a
la pervivencia del planteo declarativo de las formas sociales (los vestigios de la práctica
proletaria y socialista), que pretendieron moverse (y que efectivamente se mueven –hasta hoy:
finales del 2010-: Cuba) en un estadio superior, en relación con el sistema burgués de
reproducción de la existencia humana. Este diagnóstico es superficial y aproximado; por
tanto, huelga poner interés respecto del mismo, en remarcar cierto hecho fundamental en los
dominios teóricos del pensamiento: en el enjuiciamiento sobre las ideas inmediatamente
expuestas –como en torno de las hipótesis que pueblan el documento en general- no debe
enfatizarse sobre el grado de su fundamentación empírica, en la precisión en el análisis o en el
nivel de rigurosidad alcanzado en la fase demostrativa, sino, mas bien, la monta es propio
ponerla: en relación con el grado de coherencia y de imperturbable seguimiento en una sola
dirección exhibidos en el discurso (su demarcación ideológica), en el cual se empotran
argumentos lógicos, que han visto la luz.
Acto de “cuento de Hadas” en plena posmodernidad, vendría a ser, que en un mismo reino
se pudiese realizar el deseo, que tanto los restos del poder económico planetario como el del ideal
revolucionario marxista (y de otro orden) tienen respecto del porvenir: el primero, aspira volver
eterno el “sistema-mundo”; el segundo, ansía el retiro inmediato del último y pequeño tramo del
capitalismo del escenario vivo. Empero, el modo de realización de la “forma inteligencia” de la
materia, presupone carácter regular inmanente, el cual define el papel del factor subjetivo en él;
merced a ese atributo de la realidad, asume índole de premisa necesaria, para cualquiera de los dos
casos, para el pensamiento y la voluntad, considerar el nexo entre las fuerzas productivas y las
relaciones sociales de producción, pues, si es negada la base objetiva del movimiento humano, las
aspiraciones, sean conservadoras o revolucionarias, se tornan simplemente retóricas e imprácticas.
En primer lugar, no es posible conseguir el fin reaccionario, puesto que un anciano, que vive sus
últimas horas, carece de horizonte frente a sí, como no sea para realizar los últimos arreglos como
preludio a su partida (concretar la robotización de la vida), en segundo lugar; para las fuerzas que
anhelan la trastrocación real de los hechos, incluso en el presente (2008), en las penumbras
vespertinas de la formación humano burguesa, como continuidad en el determinante avance
realizado por la Revolución de Octubre y por las luchas populares, no es dable todavía coronar la
cima, aun encontrándose a pocos metros de ella (para las intenciones del burgués, la realidad ha
dado el primer paso sobre una ruta sin retorno; para las de las fuerzas innovadoras, el capitalismo
tiene que llevar a término el proceso de automatización, por lo que debe respirar unos días más).
Lo que es posible hacer hombro con hombro por parte de los dos sectores (el que deja la historia y
el que la asume), es poner a los agentes de la producción real en la conducción de los procesos
político-administrativos del mundo, supeditando, de este modo, a la economía financiera, de
manera que la ciencia y la técnica continúen su progreso y completen su proceso.
Si se desea marchar de forma sinérgica con el desarrollo de las modernas fuerzas
productivas: la ciencia y la técnica (de modo de no volver a ser marioneta de la historia), debe
propenderse el cambio de sujeto en el proceso económico y no seguir cifrando interés en
reemplazar el modelo de política económica predominante (liberal monetarista) como acción de
arreglo de los problemas, que acusa la reproducción regresiva, saliente, del capital, los cuales
impactan en la sobrevivencia general de la especie. No es dable, por tanto, persistirse en el
discurso que cuestiona el esquema de política económica en vigencia en muchas de las
neocolonias que tienen dependencia directa de las multilaterales; tampoco es apropiado plantear la
sustitución de dicho patrón por uno nuevo; la medida correcta se encuentra de lado de la directiva
con la cual impedir, que la toma de decisiones y la gestión económica esté en manos de los
mismos actores políticos (técnicos del stablishment) representantes del sector financiero bancario
(éstos, si se consigue la aceptación de la sustitución de modelo –contrario para ellos- burlarían su
aplicación y se mantendrían operando –como, en efecto: lo han hecho- con el esquema favorable a
los intereses que representan, manteniéndose la crisis); si se cambia de sujeto, éstos pondrán en
vigencia un estilo de desarrollo acorde con los requerimientos de la producción, de la ciencia y de
la técnica y de la moral apoltronadas en las instancias sobre todo de aplicación de las decisiones,
gestionarían el proceso, lo mejorarían y lo sostendrían (dígase de paso, que la cuestión radica en la
simple cavilación en torno de si se debe pugnar por destruir del todo al capital productivo o aliarse
a él para respaldar el cumplimiento de su función, merced a lo cual cuajaría el acto supremo de la
1084

misión histórica del proletariado).
Puesto en términos especulativo-teóricos, el esbozo conceptual de esta realidad
(apreciación, que no deja entrever rubor alguno en el rostro al momento de su declaración,
pues, el mismo adelanta conceptos, nada más hipotéticos sobre los hechos por venir 1639 ,
sentido que –junto con otras apreciaciones que se han ensayado en diversas partes del planeta,
en distintos momentos, sobre diferentes dimensiones de la vida que se proyecta, las mismas
que se plasman en múltiples cosmovisiones-, no es otro que dejar sentado el pensamiento
actual sobre lo que “deber ser” la forma próxima futura de la humanidad, como legado a
someterse a verificación por otros seres, sitio y momento, precisamente para advertir el valor
de la mente que ya fue), la misma denuncia consistir en una fase transitiva en la que hacen pie
grupos humanos atados a la estructura de doble determinación: 1) el sistema moderno de
“división natural de la praxis humana en el globo”, o sea, el proceso de desarrollo tecnológico
fraguado con signo imperial, por una parte; y, 2) el proceso de forja de las nuevas relaciones
humanas a cargo del trabajo de las neocolonias, por otra (registrando hechos congruentes con
la muy pequeña coyuntura, en Ecuador, por ejemplo, el programa de la Revolución
Ciudadana, se ha adelantado mucho al respecto: el establecimiento constitucional de la
“ciudadanía mundial” –política letal para EU y la UE-; otorgar mayor importancia al sector de
la economía real –medida genocida para con el capital financiero especulativo-; imponer la
norma de declaración de utilidades de ejercicios empresariales sólo luego de que se haya
reconocido remuneraciones adecuadas al trabajo –decisión de distribución progresiva
desconcentradora del capital-; estrategia incruenta de eliminación del capitalismo mediante la
fusión del rol de propietario de medios de producción con el de trabajador de forma solidaria,
en un misma persona –Socialismo del Siglo XXI). En una palabra: cada frente social
constituye la “media cara de la moneda” histórica: la automatización y las relaciones
democonvivenciales, que conforman la “estructura ´económica´” del mundo futuro (la
supramodernidad).
La nueva fase de polarización del planeta (mientras exista propiedad privada y/o
trabajo humano cual mecanismo de provisión de la humanidad, ésta: se mantendrá
fracturada), se apoya estructural y funcionalmente en doble y parcial corporeidad: 1)
fragmento social de tipo convencional, en descomposición (sobre el cual se conoce ya lo
suficiente como para estar seguro de lo que se trata 1640 ); y, 2) modalidad disyuntiva de
asociación de micro emprendedores, que avanza aparapetada en la sabiduría que brota de la
experiencia de ejercicios económicos de reproducción simple habidos y en curso
(acompañada de escaramuzas políticas), morigerada en forma racional por la conciencia y la
mancomunidad, que socializa premios y esfuerzos, en el interior de la sana vida colectiva: “no
competir sino compartir”; uno y otro procesos formalmente articulados, son receptores del
efecto sobre su sino, de la “nueva cualidad humana en la que se desenvuelve la historia”: la
carrera hacia la automatización. En el segundo frente, la multiplicidad de satisfactores, que
cronológicamente demanda la forma moderna de sociedad para la realización de la vida, trae
aparejada la necesidad de aplicación del principio de programación económica de división del
trabajo, el cual conduce a la formación en una compleja red de micro productores (división
social de la producción: asignación del trabajo humano de modo proporcional en función de
las demandas de reproducción del conjunto), a la institucionalización de relaciones de
1639
En efecto, aquí –como a lo largo de todo el documento- se recurre a información de segunda mano, para
chequear y fundamentar en ella, las hipótesis que se avanza. Strictu sensu: se examina el desarrollo de la
ciencia y la técnica, y las formas de colaboración económica solidarias que tienen lugar en las neocolonias,
puesto que las mismas “sirven de ilustración al desarrollo de las teorías” aquí esbozadas.
1640
EU se halla atravesando, se dice: “una de las peores crisis económicas de su historia”. En efecto, el
obstáculo coyuntural más saliente que yace frente a los propósitos del imperio en el año 2008, se le denomina
“burbuja inmobiliaria”; esta variable de determinación interna, amenaza con estallar y extender su efecto a
varios bancos; otro aspecto relevante de la crisis es el relacionado con los déficit fiscal y financiero, el cual se
vería agravado cuando la banca “pública” vaya en auxilio de la privada. Por su parte, “China se ha convertido
en una potencia manufacturera, recipiente de las inversiones mundiales de capital”; en tanto que “Rusia se
recupera como potencia imperial capitalista económica y militarmente, gracias a su poderío hidrocarburífero”;
“China y Rusia se vienen constituyendo en potencias emergentes, que se asocian y ponen en cuestión la
hegemonía económica y militar estadounidense”; el hecho en referencia, “frente a la debilidad del dólar
–circunstancia que destronaría a la divisa como patrón de cambios mundial-, reduce el papel de EU como
superpotencia mundial”. “El crecimiento de los movimientos ciudadanos en América Latina, merman la
influencia de EU en la subregión”; la creación de nuevas institucionalidades: Banco del Sur, UNISUR, ALBA,
Acuerdos Militares Sudamericanos, son hechos sintomáticos.
1085

complementariedad, mediadas por el ejercicio de prácticas de intercambio de bienes y
servicios; tráfico que viene asistido por monedas de curso restringido (puesto que se trata de
una sociedad de cambio altamente desarrollado), cuya función principal no es la de ser medio
de atesoramiento, sino medida de valor, medio de circulación y de cambio (pero “los bienes
intercambiables se transforman en cuasi mercancías”) 1641 . Y, moneda de cambio
“internacional” (en verdad, la nación luso-hispana americana y caribeña será, realmente; su
germen es el ALBA, la UNASUR), sobre nuevos términos unionistas de supranacionalización
de normas, tácita armonización de políticas, al margen de la visión de abogados,
“acostumbrados a medir la sociedad con los parámetros de las teorías jurídicas”. Es aquí como
se terrenaliza el supuesto de la “libre circulación de factores”, se equilibran los ingresos y el
precio de los bienes, se forma una estructura balanceada de “capital” regional, se nivela la
productividad y el ingreso per cápita.
En el curso de la historia, zonas sociales diferentes a los polos capitalistas clásicos
ingresaron también en el tren del desarrollo; Paraguay, Argentina en la década de los 50 del
siglo XX, por ejemplo (e incluso Brasil y México) “estuvieron por traspasar la línea de
frontera, luego de la cual el desarrollo es irreversible”, desgraciadamente ese proceso se
truncó como efecto de la intervención colusoria de los capitales que en ese instante
dominaban el mercado (el desmantelamiento de la economía Argentina fue producto de la
colusión entre el imperialismo que bloqueó la realización de su producción de bienes de
capital en el mercado externo y las oligarquías criollas que desmantelaron el aparato industrial
para pasar a vivir parasitariamente de las rentas, de la especulación financiera “y sacarse de
encima la presión de un proletariado que amenazaba con´tomar el cielo por salto´” ). China,
Brasil, India han sido unidades territoriales del capital, que han gozado de todas las
condiciones para avanzar al sitial en el que hoy (2011) se encuentran: población, territorio,
recursos, ubicación (más bien, se han retrasado); si no lo hicieron antes se debió al peso
mayor de formas precapitalistas de producción en su estructura económica, a la dependencia,
al bloqueo a su desarrollo, a su condición semicolonial. Hoy, no obstante, están puestas las
determinaciones para promover el desarrollo colectivo de la Patria Grande: la CELAC, esta
vez con la mirada hacia adentro: al hinterland sudamericano y caribeño, sobre presupuestos
de alta modernidad y racionalidad 1642 . Por supuesto que este proceso de integración social
(humana) va a estar precedido de episodios hedónicos desprendidos de la activa presencia de
los modos de vida de los pueblos originarios: ese también es un aspecto componente de la
transición, mientras éstos no asuman como “visión de futuro” para la especie toda, el objetivo
social de llegar a la sabiduría objetiva completa, como función a realizar, dentro o fuera de
sus rasgos idiosincrásicos.
La agresividad militar-económica de EU y de la UE sobre el resto de pueblos y
procesos productivos del mundo desatada con virulencia en tiempos normales, como efecto de
la crisis y del repudio mundial, hoy ha aminado; de todas maneras es necesario responder en
bloque a los retos de la economía globalizada conducente a forjar un “nuevo orden
pluripolar”; con ese propósito, aprovechándose esa “distracción” (gringos e ingleses se hallan
enredados en los problemas de su crisis), para los pueblos luso-hispanoamericanos es posible
saltar las etapas de integración, que respondieron a la necesidad de procesar problemas de
desarrollo desigual y de hegemonía entre grupos del capital en Europa, por ejemplo, de
manera que este proceso sea de integración democrática popular sin la presencia de gente
extraña: gringa y europea. A la cabeza se hallan los países más “desarrollados”: Brasil,
Argentina, Venezuela, esto es, quienes cuentan con aparatos industriales modernos y con
recursos como el petróleo, para conducir el flujo social por donde debe ir y no por el
hedonismo barroco de los pueblos originarios bajo auspicio ideológico preponderante de su
representación conservadora (las izquierdas light y el ecologismo). La CELAC aparece como
1641
En esta esfera simple de intercambio ubicada en plena posmodernidad neocolonial, la cantidad de dinero se
corresponde con la cifra necesaria de “papel moneda” en manos del público para la realización del producto,
alejándose el peligro de la inflación o de la especulación, sustentándose el poder adquisitivo de los ingresos.
1642
Si bien es cierto que los pasos de transformación, que hoy se están dando en el planeta es obra de la lucha
proletaria, puesto que el titán histórico no ha muerto: vive en los presupuestos que hacen efectiva la lucha, que
es su mayor legado, es un enorme mérito de las fuerzas sociales del subcontinente luso-hispano americano y del
Caribe el haber creado las condiciones para la formación de la CELAC: hay que sacarse el sombrero al paso
de esta pléyade de proseres humanos, que no solamente que han sabido capear las crisis global del capital
financiero sino que han hecho frente a la oposición de las oligarquías internas y externas; ya se lazarán
merecidamente voces que pongan en alto este extraordinario hecho histórico.
1086

el más promisorio “bloque histórico” de las américas hispana y lusitana, listo a concretar las
premisas de la “revolución intelectual/ciudadana” en el pleno supranacional, primeramente
como foro creado por la historia alternativo a las instituciones políticas del derecho positivo
de la racionalidad estratégica del poder, en el interior de la que se pueda aplicar la
participación, la deliberación ética e intersubjetiva, puesto que esta acción no es posible de
concreción en las instituciones políticas del capital.
Este nuevo sector, se plantea, por tanto, poner en ejercicio un patrón diferente de
asignación de recursos (planificación), en el marco de lo que ha sido propio llamar: economía
solidaria. Su principio rector, contiene el atributo en sí, de propiciar la sustitución “del
mecanismo de la competencia por el de cooperación”: el capital pasa a ser simple instrumento
de producción, esto es, presupuesto del móvil de satisfacción de necesidades colectivas no
mediadas por la contraparte del dinero o de su capacidad adquisitiva, puesto que tampoco
organiza su desempeño interno conforme el supuesto de la productividad per se, es decir, en
función de los dos órdenes de factores, que promueven el incremento del rendimiento del
trabajo por unidad de tiempo, recurso o capital: 1) la renta; y, 2) la presión de la demanda.
Este tipo de economía no es complementaria frente a la oficial o capitalista, en la medida en
que se acuda a ella, se la promocione o se la tolere, en razón de que la misma: 1) exprese
propensión generadora de empleo (hecho que devendría en aporte totalmente funcional al
statu quo: reducción del “paro” y activación de la demanda); y/o, 2) participe
significativamente en el proceso de formación de la renta nacional 1643 . Por tanto, en la nueva
perspectiva, la razón autónoma inmanente del “renovado sector económico”, avanza tomada
de las manos con el reto de maximizar el beneficio social a largo plazo, en el marco de
potenciación de las capacidades humanas (triunfo de las ilusiones asociadas con la noción de
“derechos colectivos” –también en el frente popular las luchas se concretizan, y lo hacen: en
el sentido de que a la reivindicación de la “minga”, se vertebra el iluminismo de la “libertad,
la igualdad y la fraternidad”-, emerge refulgente la “iniciativa privada, de los que han estado
privados de iniciativa”). Esta propuesta necesariamente demanda el ejercicio de una política
de dirección centralizada, que coordine las diferentes “ramas” de la producción (no así la
economía liberal, en la que –se dice- que esta sincronización la hace el mercado); realice el
cálculo económico apropiado y establezca los diferentes precios: precio natural, precio de
mercado,...
Estrategia de formación de los activos productivos de los ciudadanos (fase que extrae
su sentido, en la medida en que viene siendo una especie de proceso de “acumulación
originaria”: capital semilla, regulado en su evolución por el ejercicio interventor de una
política cuasi estatal) de sectores, que no son poseedores de instrumentos de producción, por
tanto, de quienes no pueden emprender por sí solos, debiendo actuar con una conducta de
sobrevivencia clásica: ofrecerse en el mercado de trabajo a la empresa privada; huelga anotar,
sin embargo, que la estructuración de una moderna forma de producción de productores
pequeños libres asociados (formas económicas en las que se ha suprimido la separación entre
el trabajo y el capital, puesto que sus integrantes han asumido las categorías de dueños del
“negocio” y de “jornaleros”, a la vez, a la manera de la producción mercantil simple), no se
respalda en la aplicación de medidas que produzcan cambios traumáticos, esto es: de las
antiguas expropiaciones, pues, la mentalidad de la época –que no está para soportar más el
ejercicio concentrador del capital- tampoco se inclina hacia los cambios radicales (las arengas
de la vanguardia, son estériles, cuando la población ha formado su criterio). En verdad, en la
población de modo general (puesto que la humanidad, a la fecha –2008-, es una sola) se ha
instalado una nueva “ley”, la cual induce hacia la racionalidad a la mayor parte de los
habitantes: mientras más se informa (por atraer la atención y volcarla sobre las mercancías),
analiza (la bondad de las mercancías), debate (para discriminar entre mercancías) las materias
económicas, sociales, políticas que inmediatamente les compete, afecta, interesa, de forma
directamente proporcional mejora su posición política frente a la necesidad del cambio. El
poder, en el forcejeo por mejores ámbitos de legitimación, se ve obligado a discutir –permitir-
de modo público temas generales otrora vedados para la población, con lo cual contribuye, se
convierte en un componente del ejercicio de la ley por la cual se masifica la racionalidad del
1643
En el escenario, el concepto cambia: el índice que mide el progreso humano -la productividad del trabajo-,
deviene en la medición de los resultados de un proceso que se libera de toda amarra relativo a intereses de
acumulación burguesa, para ser advertido de modo natural, es decir, en tanto sometido al desarrollo de la real
capacidad, en el desempeño humano.
1087

cambio. Por su parte, la ley es una estrategia de sectores que propugnan el cambio (eso mero,
pasa en el Ecuador del hoy). En realidad, la gente en general, “está mejorando sus discursos
simbólicos y tecnológicos, su acceso a los discursos globales”; se está formando una especie
de “supercultura”: el ser humano ostenta su propia manera de pensar, para cuyo efecto ha
utilizado recursos exóticos: “mi cultura formada a partir de la cultura global” (sic).
Este modelo tendencial, mutatis mutandis, toma la forma de asociación libre de
pequeños emprendedores, de economía encadenada (sistema: producción, redistribución 1644 ,
cambio y consumo), complementaria, que se desconecta del neomonetarismo conservador y
se opone al sistema de acumulación por “desposesión” y al de gestión de la llamada
“gobernanza”. Es una etapa o momento en los que se razona, planifica sobre la marcha y se
hace, entorno del carácter natural de la interacción entre los componentes de procesos de
composición de la existencia; en los que se inhibe la racionalidad liberal burguesa: de la
orientación de las acciones hacia alcanzar la máxima utilidad, para proponerse maximizar la
capacidad potencial de la interacción democrática y solidaria de la razón. Forma(s) que se
acopla(n) al socialismo cubano 1645 , a los kibutz, al sistema comunitario andino, como también
al que rescata las estrategias de sobrevivencia de los pobres, generadas en el interior del
propio orden neoburgués. En Venezuela, Ecuador, Bolivia, a esta fase de transición (al
período en ciernes, se lo membreta con dicho término –transición-, en el presente trabajo,
puesto que se considera, que la fase no contiene los verdaderos presupuestos de modo de
poder configurarse como una auténtica tópica empírico-social), usualmente se lo denomina:
Socialismo de Siglo XXI (la Izquierda radical trotskista, se pronuncia de manera maniquea y
ultrista sobre el Socialismo del Siglo XXI: “En realidad –dice-, no hay nada nuevo aquí: sólo
regurgitaciones de las viejas ideas tomadas de los socialistas utópicos en la prehistoria del
movimiento” 1646 ); en otras partes del mundo dicho momento existencial del género asume el
nombre de economía solidaria, cooperativa; en EU tiene también su presencia: las “empresas”
del non profit y del tercer sector (economía solidaria, que no pertenece al sector privado ni al
estatal; dixit: Juan Fernando Alvarez et al) 1647 . Es una metodología sui generis la aplicada:
“construir” libre, espontáneamente, sobre los universos del conocimiento dado y del cúmulo
de opciones, que el instrumental técnico subjetivo y físico existente ofrecen, la forma de vida
1644
Sobre la “distribución” en estos neosistemas, las afirmaciones anotadas, partiendo de las reflexiones de
Marx expuestas en su opúsculo: “Programa de Ghota”, en el subnumeral: 3.3.3: “Reformulación de la ley de la
distribución” (pg. 891), son extensivas aquí. En todo caso, la distribución tendría como principio rector a la
remuneración en función del “tiempo” de trabajo devengado, esto es, en razón cuantitativa.
1645
Según las “últimas tendencias en la moda” posmoderna, con seguridad que es la economía cubana
receptora de la Uskorenie anunciada por el propio Fidel a fines del 2010, la que va a integrarse, mas bien, a
esta nueva onda, conocida como: “sociedad de los pequeños propietarios libres”.
1646
Woods, Alan: Intelectuales comunistas cubanos discuten el futuro del socialismo; Cuba noviembre del 2010.
Particularmente el señor Woods, no solamente que abuchea indebidamente la “búsqueda”, que un segmento de
la sociedad (la pequeña burguesía, el intelectualismo y la burocracia) se plantea hacer frente a la crisis
capitalista finisecular, sino que vuelve a responsabilizar a Stalin, a partir de posiciones tozudas trotskistas, del
fracaso de la ex URSS, que empezó a forjarse luego de la muerte de Stalin: este personaje, sigue emputando de
modo cobarde a un muerto la responsabilidad de procesos que vinieron luego (como si Jruschov, Brezhnev,
Andropov, Chernenko y Gorbachov hubiese estado atados de manos), con la manida intención de reivindicar,
por debajo, el trotskismo. Sobre Dietrich y el enunciado de Socialismo del Siglo XXI, se pronuncia de modo
dogmático, terminante y soberbio, sin considerar, que estos sectores se plantean “hacer camino al andar” (“…
imagínate que vas al dentista con un dolor de muelas y el dentista te dice: ´En realidad, nunca he estudiado
odontología, pero abre la boca de todos modos y veré qué puedo hacer´. Usted saldría corriendo de la consulta”,
arguye Woods); propuesta que no es del todo ilusa, pues, el desarrollo de las fuerzas productivas y los
significativos niveles de racionalidad en los que el propio capital ha hecho ingresar a la humanidad, ponen las
condiciones para que la sociedad de pequeños propietarios solidarios (forma en la que el capitalismo
finalmente se “disuelve”), sea una respuesta frente a la amenaza burguesa, que no ha podido dar ni siquiera
Cuba (el Che en Bolivia), esto es, la ficción de la revolución proletaria permanente. La persona que escribe
estas líneas, se declara estalinista radical; no obstante, no es desafecto a Trotsky, puesto que esta personalidad
formó parte del proceso revolucionario y jamás vio con buenos ojos al capitalismo. Las reminiscencias en torno
de las discrepancias entre Lenin y Trotsky, entre Stalin y Trotsky, normales frente a la forma de entender una
compleja situación social y el futuro de la misma, no pueden obnubilar la mente e impedir entender, que Trotsky
fue un revolucionario a carta cabal. En la perspectiva personal, por tanto, no se insulta a Trotsky con el fin de
favorecer la personalidad de Stalin; simplemente se relieva la persona de Stalin.
1647
"La gente sin empleo ni ingresos, pero que tiene que vivir en el mercado, está en una trampa. En su mayoría
va a la esclavitud, sin más, pero un creciente número alrededor del mundo empieza a resistir y a organizarse
bajo relaciones solidarias, creando redes alternativas que sientan las bases de nuevas visiones de la política y el
poder. Esta sociedad paralela es todavía pobre y débil, pero ya comienza a verse en India, Brasil, Argentina"
(dixit A. Quijano).
1088

acional necesaria vista previamente como problema; así se procede en una mecánica, en un
hospital, en una universidad: allí hay conocimiento, trabajo preparado humano, propósitos,
herramientas, opciones,...
En este punto y en este instante, es cuando precisamente se ponen en pié en la esfera
terrestre, las premisas, que readecuan las relaciones humanas. Es un lugar especial, en el cual
desaparece el mercado interno puesto que dejan de intercambiarse los denominados “bienes
económicos” y empiezan a hacerlo los “bienes de uso” (inclusión hecha de los “no
transables”); no obstante, el intercambio subsiste de todos modos en esta fase (lo cual no
ocurre en la estructura humana madura, comunista, en la que la persona toma directamente los
bienes de uso del fondo común de las factorías automatizadas). Los nuevos procesos de
integración de los diferentes grupos humanos en el planeta (proceso hacia el trueque común
de valores de uso), desembocan en prácticas de la más amplia colaboración en el acceso a la
técnica, al conocimiento, al desarrollo multilateral de la persona. Este es un fenómeno propio
de “globalización ciudadana” (A. Gorz), en el que se rompen las barreras a la libre movilidad
de personas, que forman un frente común sobre el presupuesto de la conciencia y la conducta
(“cultura”, comúnmente, se suele llamar) que las promocionan hacia grados superiores de
razón. El mundo, por tanto, se convierte en auténtica “aldea de consumo” (en el buen sentido
de la expresión), en tianguis global: utopía y realidad en consuno. Queda suprimida la
superestructura del territorio: esa demarcación espacial, reducto de reproducción del capital
aproximadamente parcial. La integración humana –acelerada y completada por la forma
burguesa de vida-, es también utilizada y reorientada por la humanidad planetaria, para
ejecutar la nueva “política internacional”, la cual fija el objetivo de programar un sistema de
seguridad de la existencia de la mujer (del ser humano): sobrevivencia del género humano,
consolidación del conocimiento, sostenibilidad de la ontología natural.
Es, en suma: una “política” de armonización de fraternidades, de deseos de cooperar y
superar falencias humanas, esto es, la vigencia del principio de la “ventaja cooperativa
absoluta”, a través de la que, merced a la conciencia de la necesidad, todos generan una
“nueva relación de ´precios´ sociales”, que revalúa el trabajo, que iguala las potencias de las
mujeres (de la humanidad); empero: siempre que se cumpla la “teoría cualitativa de la
emulación y solidaridad” 1648 . Los criterios de asociatividad, en las economías populares,
garantizan la sostenibilidad de la vida de los grupos de familias pobres; este y otros
comportamientos conexos se implican como retroceso o por lo menos como reducción del
dinamismo tecnológico; sin embargo, dicha “estrategia” tiene sentido en cuanto medida
dirigida a tratar problemas inmediatos de sobrevivencia, de organización y de nivelación
social, de modo que, una vez que se han atendido las deudas asociadas con la reproducción de
la vida y de haberse equilibrado su desempeño, queden puestas las bases que permitan
retomar el proyecto de preparación espiritual.
La comuna china ha quedado al margen del proceso, pues, los mandarines atarantados
actuales, la han destruido (no obstante, este acto malévolo paradójicamente goza de
perspectiva progresista en sentido de la historia, y es perceptualmente impresionante en la
coyuntura); tampoco lo hace la antigua unidad de producción y consumo asociada rusa
(comuna), pues, el socialismo de las primeras tres décadas y el “socialismo” posterior,
bastardo, contrahecho, lo transformaron con fines progresivos (al respecto: debe ponerse
atención y seguirse de cerca la experiencia de Malasia, de alguno de los países africanos, de
Venezuela, tanto como la que vive el Ecuador, en estos precisos momentos -junio del 2008).
En Ecuador, por ejemplo, para la “derecha”, la Asamblea Constituyente y sus resultados: es
una sorpresa (Asamblea liderada por sectores ciudadanos democráticos, que han elaborado
una nueva Carta Magna –como refiere ampulosamente la derecha, a su voluntad
objetivamente plasmada en los llamados principios constitucionales-, con cuya vigencia se
1648
Los “presupuestos municipales participativos”, se dice que constituyen una versión de avance en el sentido
de covivencia, llevado a cabo en el interior de la forma social vigente. La participación popular hoy es factible
como conquista legada por las luchas políticas pasadas y por las condiciones para el efecto creadas por el
desarrollo de la base material de la vida (de la tecnología). Consuetudinariamente, son las elites las que han
podido participar, porque han tenido asegurada su reproducción material y han contado con los medios para
cubrir egresos que implica la participación; además: por su posición estructural, se hallan preparados e
informados. Para que el pueblo participe deben darse dos condiciones: disponer de recursos para el
sostenimiento (hallarse libres para participar y disponer de manutención para el participante y su familia); o
que el desarrollo y acceso de y a la técnica, les permita participar sin necesidad de disponer de determinados
recursos (como es el caso de la educación virtual).
1089

espera “construir una nueva civilización” -sic); momento de inflexión histórica que tiene
determinaciones estructurales, que deben ser puestas en claro y cuyo curso continúa. La fase
en decurso –de demarcación de dos fronteras de vida que se oponen y se interpenetran- es
eminentemente transicional (fase a la cual han llevado a la humanidad tanto el socialismo
como el capitalismo y en las que, los dos, se anulan en conjunto; por tanto, no es la
Revolución Liberal –a veces tardíamente dada en ciertas zonas sociales del mundo-, la que ha
llevado a la Revolución Ciudadana –subversivo/intelectual-, por el contrario: es la Revolución
Proletaria el presupuesto de aquella, la cual ha seguido cronológicamente a la Revolución
Liberal). Este proceso, no obstante, tiene en su interior como línea tangente, al efecto del
proceso de progreso natural de la historia: el desarrollo de la ciencia y de la técnica, las cuales
animan el progreso objetivo de la razón. La ley que ha dirigido el fenómeno global se impone
como desarrollo tecnológico y cambio cultural, esto es, la pugna histórica entre la felicidad
del ser humano normalmente comprendida (la cual cambia, cuando el nivel de racionalidad en
un ser humano se eleva) y la apertura de condiciones para que se plasme la propiedad de la
inteligencia: el conocimiento (la superación del hasta hoy período de “lucro social intelectual,
cesante”).
El desarrollo de la forma: “socialismo del siglo XXI” (capitalismo tardío planificado),
se está produciendo en aquellos países y grupos humanos más afectados por el sistema
imperante, de mayor pobreza y dominación, pero que gozan de alguna ventaja comparativa a
su favor: petróleo 1649 , por ejemplo: Ecuador, Venezuela, Irán,… (en los “eslabones más
débiles”), en los que se percibe la realidad con renovada conciencia y que gozan del suficiente
liderazgo colectivo, poseedor de claridad de miras, al menos sobre la esfera puntual social de
coyuntura (es de advertir, no obstante, que hoy hay una racionalidad general en la especie,
cualitativamente nueva, la misma que está llamada a incidir en el curso del desenvolvimiento
del propio liderazgo; pese a que el proceso devenga sopesado por la correlación y lucha de
clases, esta neo organización humana está dejando de lado esa “cárcel” –Foucault-, que es la
sociedad capitalista, o sea, se está trasladando de la inconsciencia –ideología- hasta la
conciencia –a la ciencia). En esta forma naciente de organización social (la cual propende el
beneficio social), en la medida en que se modifican las relaciones sociales, las formas de
propiedad -las cuales se derivan de la propiedad privada de los medios de producción- están
cambiando (es natural, con la resistencia de las relaciones capitalistas rezagadas -beneficio
privado- dispuestas en el mercado en la disputa interimperial por el excedente, frente a la
intención de dar vuelta la actual estructura de división del trabajo: dejar de exportar materias
primas, o sea, romper las relaciones de dependencia y de extranjerización de riqueza nacional,
que de ellas se derivan).
Las leyes económicas del capitalismo “comienzan a insinuarse como leyes económicas
de la nueva sociedad. A medida que estas leyes se van volviendo más operativas, retrocede el
papel del Estado”, o, dicho en términos modernos y sociológicos: la sociedad se empodera.
De este modo continúa la destrucción de los rezagos del capitalismo a la fecha: a medida que
se pasa del gobierno de los seres humanos al gobierno de las cosas, empieza a mediatizarse el
Estado (la desactivación de los “poderes fácticos” –red de nodos-, esto es, de reingeniería
popular, ciudadana, de la institucionalidad, de la superestructura burguesa) 1650 . Estas
1649
Es cierto, que el recurso que constituye la “ventaja comparativa” referida, en la mayoría de los casos ha
sido saqueado por el capital transnacional en contubernio con el capital vendepatria endógeno a tales
neocolonias; pero, algo ha quedado en dichos países, como infraestructura, puesto que la misma forzosamente
requiere el capital para realizarse. De no contarse con dicho recurso, la vida de muchas neocolonias, estarían
reproduciendo la lastimera existencia de Haití, por ejemplo (y esa es una limitación de Cuba; aunque puede
argüirse también, que al contar con un recurso tal, la Isla habría sido colonizada, saqueada, sometida a la
dependencia, ultrajada, controlada, en similar modo, no habiéndose creado las condiciones subjetivas y
materiales, para su liberación).
1650
Es obvio, que se traspapela todo el sistema de gestión económica y de gobierno de esta esfera determinante
de existencia del grupo, por tanto: se descoyunta el movimiento espontáneo de la realidad, de la teoría y
práctica burguesas, en conjunto. La visión social y la economía real pasan a supeditar a la crematística y a la
economía monetaria (onda financiera). Incluso la política pública pasa a ilustrarse como política social. Sólo en
el frente de las relaciones extra grupo (“internacionales”), siempre que se mantengan eslabonamientos
limitados con el sistema oficial, impera la teoría de la política económica. En la esfera interiorana se abstrae la
política económica –pese a que el funcionamiento del grupo todavía sigue leyes-, pues, al haberse suprimido la
operación independiente de la moneda, sede el paso la política monetaria a la política financiera, la que no
busca equilibrar el sector real con el sector monetario, sino ser un instrumento de la simple función de
1090

aseveraciones “tienen perfecto sentido”; en realidad, en la historia, de la conformación
humana comunitaria se despendió un sector, que dio origen a la formación esclavista; del
interior de ésta, emergió un nuevo sujeto: el señorío, sustento de la formación feudal; del seno
de la susodicha surgió una renovada clase: la burguesa, forjadora del capitalismo; las
modernas relaciones de tráfico crearon a la clase del futuro: el proletariado, la que forjó el
socialismo (lo hizo focal y temporalmente: en la ex URSS y su campo, y entre 1917 y 1956);
en la encrucijada se produce una variante histórica con respecto de la lógica: el proletariado
preparó el ideario y el ensayo socialista, mecanismos, avances sobre los que los “ciudadanos”
(el sujeto humano) creen y vivan en la formación comunista.
En la primera transición (la que no es todavía política, como tampoco lo es
ideológica), la contradicción política fundamental de las postneocolonias americanas, realiza
su contenido por intermedio del forcejeo entre la forma económica capitalista mercantil en
decadencia y la economía popular solidaria en germinación. En los hechos fácticos, como
suele decirse, los paradigmas teóricos con los cuales hasta hoy se ha tratado de reconocer la
realidad, en la circunstancia, han quedado obsoletos. Las nociones teórico-económicas
convencionales mantienen los principios inherentes a la operación libre del mercado, la
empresa y la utilidad; la superación de los vicios de coyuntura, se declara, que se sostienen en
la efectividad de decisiones de incentivo a la inversión extranjera (privada), la eliminación del
riesgo país, a la apertura, etc.; su modelo de verificación del éxito del programa de política
económica se encuentra conformado por los clásicos indicadores macroeconómicos del PIB,
tasas de interés, ritmos de inflación, empleo, ingreso per cápita, etc. Esta modelística es la
que se halla en decadencia, en coherencia con su matriz material. En el otro extremo, los
principios de la “economía popular solidaria” en construcción (sic), o sea, según propalan sus
mentalizadores, se distancia de las bases empíricas como de las expresiones teóricas
congruentes con el tipo de estructura económica inveterada; el pautaje de los medios de
difusión masiva (la mayoría de propiedad del gran capital y cuya función –enmascarada tras
las tareas fetichísticas autoimpuestas de informar, educar y entretener- es triple: de
acumulación, de legitimación y de desorganización de clase 1651 ; Mass media: propiedad del
poder, simulacro de socialización del punto de vista del colectivo y que hoy en Ecuador -en el
mundo en el 2009- han pasado a jugar el papel de los partidos políticos del poder venidos a
menos: la práctica cotidiana de representación de ese poder), critican y quieren arrastrar al
debate en el terreno de las ideas oficiales y a retrotraerse a los cultores de la “economía
alternativa” (los cuales hasta ahora no lo han consentido), sin embargo de que no son
intercambiables los términos entre una y otra. La forma de sobrevivencia naciente, se
desentiende de la estructura nocional imperante y forja nuevos “lenguajes” para abordar la
realidad propositiva en curso 1652 .
Ahora bien, esta forma provisional de vida que se halla adoptando la humanidad, no
constituye –se reitera- una estructura económica, que pueda ser pronunciada con todas sus
letras (dicha organización provisional no alcanzará el status de “ciudad-Estado”, según el
proceso parecería indicar); es, mas bien, el temporal complejo de dinámica cristalización del
cambio, que semeja la construcción perentoria aledaña, que han levantado y ocupan los
obreros de la construcción, mientras erigen el edificio principal, o la cápsula de la cual
programación trabajo-necesidades, en la que las fluctuaciones ficticias del valor del producto y su reexpresión
monetaria llegan a su fin, resolviéndose –en los hechos- el problema de la “transformación”.
1651
La información (periodismo, comunicación) debe ser declarada como “bien común”; por tanto, su
satisfacción no debe hacerlo la empresa privada; por el contrario, debe haber un órgano público que lo defina y
lo gestione; en suma: debe ser un “monopolio” público (el Gobierno) el encargado de facilitarlo a la población,
al margen del carácter de clase de dicho órgano.
1652
En realidad, en los medios de difusión masiva (en uno de los aparatos ideológicos de Estado, que han
pasado a desempeñar la función preeminente en la conformación de la subjetividad colectiva, desplazando
incluso de esa posición a los clásicos de la escuela, iglesia y partidos políticos), no se realiza el proceso de
“deliberación pública” transparente sobre los aspectos trascendentes para el colectivo, pues, detrás de dichas
instituciones se hallan intereses concretos; eso se demuestra en la coerción o parcial esclavitud, que se ejerce
sobre los empleados periodistas, o sea, sobre los “obreros de la información”, los cuales son conducidos a
difuminar el parecer del establecimiento y del oficialismo mediático, como compromiso garante de su
remuneración y estabilidad (también en este medio está presente el patrón clásico que norma el comportamiento
del individuo burgués en general, o sea, en la discusión política e ideológica, en el frente de la “derecha” opera
el cerebro emocional (el cual, para alcanzar los objetivos, recurre al “cerebro racional”: estudios psicosociales,
programa, estrategia, táctica, técnica, arte), esto es, los intereses (riqueza, bienestar, seguridad,
adulo).
1091

eclosionará la auténtica nueva estructura intergenérica: la comunidad humana. La
superestructura (esfera que siempre se necesita, en la medida en que las formas que se
promueve, son de orden socialistas sui generis) lentamente se edifica: la antigua
institucionalidad y sentido de la normatividad, pasa a manos de representantes de la
ciudadanía (sic) y cualitativamente se modifican, en el interior de la propia juridicidad y del
conjunto de aparatos represivos y administrativos burgueses; el cambio está planteado, no en
la esfera económica propiamente dicha, sino en la conciencia y organización de la gente, para
reemplazar un modelo de superestructura por otro, que permita alterar el estado de cosas a
través del pronunciamiento democrático del pueblo a partir de su ubicación en esa
institucionalidad, sin violencia, sin armas, se ha dicho. De todos modos, las condiciones
requeridas para la resolución de este litigio, están dadas ontológicamente en la realidad, en
virtud de que no es la razón la que determina la vida sino la existencia real la que condiciona
y conduce a la idea, pues, a “toda forma política siempre le precede una forma plasmada de
reproducción de la vida material de la humanidad”.
Luego de los múltiples ensayos realizados en el mundo con fines de sobrevivencia, en
los cuales se ha debido apurar hasta la heces, todo el peso de las relaciones capitalistas
concentradoras de riqueza social (en el interior de los Estados), atracadoras de excedente (en
el comercio mundial) y explotadoras (en el seno de la empresa), las actuales propuestas
alternativas en materia de “teorías alternativas de desarrollo” son muy poco originales y
creativas 1653 . No obstante, todas ellas tienen la virtud de ser inherentemente pragmatizables
frente a los límites que advierte el sistema oficial de vida y en vista de que las mismas
normalmente actúan según los principios de la programación sistematizando la experiencia y
puesto que se sustentan en la audacia (el criterio del empresario dado a pragmático recusa la
idea que intenta fomentar la idea programadora; no obstante, el concepto tiene superioridad
sobre la acción inmediata; ya un planificador regional liberal, Sergio Boisier, sostuvo que “no
hay nada más práctico que una buena teoría”); resolución ésta –por su parte-, que proviene de
la necesidad de vivir, esto es, conducta determinada por las condiciones reales de existencia,
en las que se crea opciones, se busca oportunidades en el interior del “estado de sitio” propio
del sistema global del que no se puede prescindir, puesto que la interrelación y la
determinación técnica, impiden renunciar a la “civilización” puesta, cuando todos los
subconjuntos humanos se han encontrado y estructurado en la llamada “sociedad red” y en su
destino común (en ese sentido, cualquier proyecto de vuelta al pasado, es una aberración
reaccionaria impráctica).
A lo interno de las postneocolonias, el hecho consiste en un pasar del dualismo
funcional, al dualismo estructural (dos tipos de economías –y sociedades- superpuestas con un
limitado grado de comunicación, incluso a nivel institucional: la creación del Banco el Sur, de
la nueva “arquitectura financiera”; puesto que el dinero es un instrumento necesario en las
economías mercantiles: está presente y el sector oficial ha utilizado el sistema monetario para
operar y administrar el sistema económico todo, en adelante el dinero debe ser utilizado para
el funcionamiento y manejo de la economía solidaria; además, frente al sector externo
monopolizado de la financierizacion, debe operar como escudo -monetario y fiscal); la
empresa clásica se automatiza más y arroja mano de obra a la desocupación, la economía
popular alternativa se solidariza cada vez más, pero también se automatiza; estas dos
tendencias evolutivas deben dirigirse hacia y coincidir de manera cronometrada, con la fase
de reproducción robotizada en la que toda estrategia, sea que busque la ganancia como aquella
1653
La persona convertida en “busca vida y busca bulla” (como ser vivo y como político). De algo tiene que
vivir la gente (también del cuento, no sólo literario). Conductas tramposas también pueden sorprender y obtener
réditos de los incautos y desesperados capitalistas, que desean sostener la acumulación, siempre recurriendo a
la forma relativa de plusvalía, del trabajo productivo realizado fuera de la esfera real. El deseo de contar con
recurso humano eficiente y sumiso, ha inducido a algunos empresarios a recurrir a la llamada Psicomorfología,
seudo ciencia que sostiene que el “alma se refleja en el rostro”, que las facciones, la fisonomía, la
configuración del facial son la expresión del carácter. No obstante, es la ideología la que define la
personalidad, son los intereses los que se hallan tras de todo movimiento de la corporalidad humana, los que
determinan la caracterología; una misma ideología desatará conductas similares entre individuos con distintas
formas antropomórficas craneanas, rasgos de la cara, expresiones, color de la tez, etc. (nipones, yanquis,
ingleses, caucásicos, negros, indígenas, rostros ovalados, redondos, cuadrados, alargados, simétricos,
desfigurados, etc., que pertenecen a una misma clase: la capitalista monopólica, forman una comunidad, se
comportan de modo igual). En realidad, si bien el hecho confirma el carácter material de la vida, el mismo se
desploma frente a la irreal hipótesis de que el cambio mediante cirugía de las facciones del rostro, modificaría
el modo de ser y la conciencia automáticamente mediante dicho giro formal.
1092

que tiene como móvil cooperar para vivir, no dependan más del tiempo de trabajo humano
realizado, sino de la operación del trabajo pasado. En ese sentido, la realidad madura orienta
de mejor manera los pasos pertinentes, que deben ser dados para el efecto (la intuición
colectiva misma –esa propensión conductual espontánea, que se halla históricamente cuajada
en el ser, resultado de tantos años de vivir lo mismo, de experiencia transgeneracional- es un
faro que inhibe la ceguera sobre dominios desconocidos para la decisión –la teoría de la
decisión no necesita de muchas variables ni de las matemáticas). Puesta la reflexión en un
plano más amplio y en el otro lado del mundo, se advierten la presencia de condiciones, que a
la vez que expresan el agotamiento del sistema, son vientos que promueven el desenlace, ya
previsto por la humanidad.
En estos precisos momentos (año 2009) los economistas que siguen de cerca el
movimiento económico del mundo, sostienen que la locomotora de la Unión Europea:
Alemania unificada, se halla ingresando en una etapa de depresión; y, esto es obvio, pues,
crecimiento sin fin no existe y cada fase de expansión se ralentiza en un momento dado. El
Banco Central Europeo discute –en el marco ideológico de la más pura teoría económica
convencional-: si debe elevar las tasas de interés para controlar la subida de precios, o bajarlos
para reactivar el proceso económico (en la práctica, las dos medidas tienen impacto negativo
en el nivel de salarios –la llamada Curva de Philips); la sólida Europa, por tanto, se decolara.
Por otra parte, los últimos acontecimientos del mundo (en Georgia) inducen a suponer la
existencia de estrategia de por medio en la política internacional rusa (lo mismo se puede
hipotetizar sobre China: exitoso producto del capitalismo planificado) frente a las principales
cabezas del imperio global, que su derrumbe no fue un simple acto de cooptación y triunfo del
capitalismo occidental, que el proceso socialista no ha muerto del todo, pues, empieza a hacer
efecto sui generis en la nueva situación humana concreta. Por tanto, si las fuerzas productivas
han progresado y si este desarrollo se ha difundido entre el género, si el conocimiento ha
seguido igual camino, la racionalidad humana –por término medio- ha mejorado; si Rusia (los
rusos algún día fueron libres), China y el antiguo Bloque Oriental en general, tienen tras de sí
la experiencia de la nueva sociedad: la socialista; si, además, el mundo vive los últimos
coletazos de los capitalismos perversos, de rapiña, inmorales estadounidense, inglés, israelí
(“Estados canallas”); en el antiguo Bloque Oriental, es plausible pensar, que puede repetirse el
milagro: el milagro transicional, el cual será un duro golpe al capitalismo y la puesta de las
bases de un nuevo momento social en dirección, esta vez de la forma humana definitiva.
La estrategia (“alianza estratégica”) en la historia, en la ocasión, es la “coadyuvancia
de factores” (dixit Galo Verdesoto; también él creía en el Gran Marx, el pensador materialista
ario: “en su notable, lógica, dialéctica, política,… y revolucionaria… inteligencia”), que se
integran por asociación sinérgica de sus propiedades, para dar lugar a un proceso ergódico
(mesológico; Los todos y las partes: Oscar Lange), que se sostiene realimentado por la
voluntad a la manera de la ficción (“MacGyber”). No obstante, en la historia real desconocida
y en la cual toda acción tiene dispuesta una reacción inteligente y en la que el pensamiento se
vuelve clave, no tienen cabida estos individuos supuestamente inteligentes y desquiciados (si
fuese tan sencillo, a Fisher, Kasparov o Karpov se les podría confiar el destino del mundo; la
cuestión radica en el hecho de que la brillante asociación de ideas no es nada sin el banco de
conocimientos y los verdaderos inputs: dificultades de la realidad, las convicciones, los
anhelos). Es por eso por lo que ciertos campesinos –por ejemplo- son poco innovadores: por
cuanto en los hechos no se puede correr riegos –no se puede aplicar aquí la creencia absurda
liberal darviniana, de acuerdo con la que el agente económico está destinado a ensayar varios
intentos hasta conseguir el éxito, y en el que el no apto desaparece- (lo cual si es posible en la
realidad de los negocios urbanos, cuyo ciclo de rotación del capital es corto, sobre todo en los
que la elasticidad de reasignación de la inversión fija es alta -frente a las alternativas de
inversión cuando la acumulación y el conocimiento permiten ampliar la cartera de negocios,
en un entorno de operación de variables extraeconómicas). Pues, la situación viene controlada
colectivamente, dejando atrás una circunstancia por la cual el resultado es el producto del
sopeso multivectorial, en el que se naturalizan los hechos sociales 1654 .
1654
Ahora bien, el poder mínimo para enfrentar un nuevo intento de infanticidio por parte de la consabida
coyunda del poder interno-externo como se lo hizo con Allende, Torrijos, Ortega, Roldós, exige la formación de
un “bloque regional”. La organización nacional del poder, se dirige a proteger y promover este proceso
socioeconómico, que emerge del propio seno del capitalismo neocolonial, siempre pensando en la integración
complementaria y desconectadora (MERCOSUR remozado; la “Nueva Internacional Subversiva-Ciudadana”),
1093

Los gobiernos democráticos actúan desempeñando un papel fundamental en este
escenario social de coadyuvancia o sinergia (se acabó el entreguismo: no más deudas o
anuencia frente a incrementos unilaterales de tasas de interés; “una tapia”: oídos sordos a los
cantos de sirena de la inversión extranjera, pues, “... se nos decía que sin endeudamiento no
hay desarrollo, que somos deficitarios en capital...”); en verdad, atienden las más urgentes
demandas populares y sobre esa base proponen, se legitiman y pasan a conformar el órgano
social del proceso, por lo cual se constituyen en la necesaria “correa de transmisión” entre la
micro planificación de los actos populares de la transición, la visión de conjunto y su
inserción en el colectivo internacional más amplio; se sitúan –a su vez- frente al opositor
poder burgués, que busca desvirtuar ideológicamente los procesos de transformaciones
subversivo (las FARC) y ciudadano (las fuerzas democrático populares, actuantes en la
administración estatal). La presencia de las susodichas fuerzas en el Estado, deviene en
acción-beneficio de las políticas públicas (políticas asistenciales), en torno de sectores que
experimentan problemas de sobrevivencia y que realizan su vida sobre escasos niveles de
instrucción. Es obvio, que el sector en el que la reproducción se halla actualmente garantizada
en condiciones superavitarias, que además detenta preparación de estudios superiores y que
tiene injerencia sobre el sistema de formación de la opinión pública: es en los medios de
difusión masiva, es la percepción en la que se motejará de modo inmediato dicha conducta
estatal, como “populista”, esto es, como acción de gobierno que asiste a la población pobre,
en cuanto dicho proceso no pasa por el mercado y no se sustenta en las opciones que apertura
el sector empresarial (si, por una parte: “no hay proyecto de poder que no pase primero por
los mass media, porque ellos son los que ubican –legitiman- el proyecto en la subjetividad
colectiva –M. Castells-, ese mismo aparato ideológico es movilizado para vaciar de contenido
y de razón a las propuestas populares).
En suma, nunca como en el presente el carácter de la realidad que viene, es la
proyección estricta del efecto de acciones pasadas: más que en otros momentos, los seres
humanos vivos se aparapetan sobre los hombros de los muertos; se trata de un hecho
semejante al típico modo de proceder de una persona madura que siembra árboles con la
conciencia de que no podrá en vida mirar y gozar del producto, que el provecho quedará para
la descendencia, puesto que el ciclo de producción de dicho recurso “natural” rebasa los años
de vida (que le quedan) por venir del silvicultor. Podrá decirse, luego, que no hace falta
imaginación –este aserto de algún modo torna más fácil el proceso de instauración del
llamado empoderamiento-. Aseveración, que no es verdadera, puesto que ésta (la
imaginación, que dicho sea de modo incidental, se piensa que solamente procede en la faceta
humana de las artes, cuando, en realidad, la creatividad pertenece, mas bien, a las esferas de la
ciencia y de la técnica: el diseño de métodos heurísticos es lo propio de la creatividad en
ciencias 1655 ) tiene un papel doble que jugar: en el forcejeo estratégico de baja intensidad entre
la “revolución subversivo/intelectual/ciudadana” y los últimos focos de resistencia burgués
(las disparidades interindividuales e intergrupales debe llegar a su fin), como en el acto de
completamiento del diseño de la hipótesis general sobre la realidad del Universo (material,
social, mental; a pesar de que algunos físicos bobos en este ámbito todavía forcejean por
encontrar un única explicación para fenómenos de distinta naturaleza, como el de forzar la
incrustación del funcionamiento de la psiqué, por ejemplo, en el ámbito de las leyes
fundamentales de la Física, atavismo que incluso en propio Penrose no ha podido sortear),
pero también en el recorrido sobre los caminos de su comprobación, en los viajes espaciales
pues, “... una utopía, que no encuentre la posibilidad de convertirse en un acto de lucha, puede convertirse en
una frustración”. En necesario poner atención en organizar un frente de poder (subversivo), que cumpla doble
papel: 1) la transición es un movimiento natural de la historia, que se encarrila sobre el presupuesto del
desarrollo tecnológico y el cambio de conciencia en la humanidad, que legara la ideología y la práctica
proletaria, y su facticidad socialista perentoria, pero el poder reaccionario se pondrá de pie, se reorganizará y
actuará; y, 2) para proteger, consolidar e impulsar el desarrollo de esta forma naciente de “modo de vida”,
habilitando las empresas estratégicas del “Estado”, la amalgama de formas de propiedad, que cercan y reducen
la forma de propiedad privada.
1655
El pueblo, frente a la reclusión sectaria para sí, que hacen los famosos artistas de la laureada cualidad de la
“creatividad”, se pronuncia: “ya no saben qué hacer”. Sólo la ciencia ficción religiosa es mala ciencia ficción:
aquellas películas en las que los muertos resucitan y Dios realiza el acto final (o primero) de escogencia: los
buenos trepen al Cielo, los malos a la “paila”; o aquella película mañosa que las clases dominantes ordenan
pasar por la televisión: “El toque de un ángel”. Ahora bien, T. de Chardin asevera, que todo lo fantástico es
posible en el Universo.
1094

(lo cual es tan sólo un decir, puesto que posiblemente se descubran métodos alternativos a
estos desplazamientos, que permitan probar la verdad) o en la sola especulación 1656 .
La humanidad se halla entretenida en esta red de avatares, por el momento. No
obstante, todos sus integrantes tienen la mira puesta en el proceso de reproducción material de
la existencia: como maldición (muy a pesar de los devaneos intelectualoides de
indeterministas y de los muy modernos izquierdistas Light, que sostienen que la economía:
sus leyes y categorías, no sirven ya para dar cuenta intelectiva del bullir humano actual), la
vida se determina por la regencia de la esfera de la praxis productiva-material, incluso por
sobre la índole del nivel de automatización alcanzado, pues, esta “base material” es condición
para que fluya y concluya el proceso de integración global de la conciencia. Esta sociedad,
que según unos dicen: la construyen, ¿es tributaria del amor o de la razón? En la historia, lo
primero es el amor, el sentimiento (el alcohol, el tabaco –la pipa de la paz-, el deseo); luego se
instala una etapa de balance entre estas facetas y una cierta interpenetración de los dos
órdenes de conciencia y proceder, en equilibrio (eso está pasando hoy); finalmente, se impone
la razón (la conciencia plena, frugal, seria, deja atrás la candidez). El llamado “relativismo
cultural”, no hace intervenir las categorías –citadas en líneas precedente- en sus análisis; de
hacerlo, habría descubierto, que un “pueblo”, una “etnia”, una “nacionalidad”, una “cultura”,
una “civilización”, un “subconjunto humano” geográficamente situado, combina de modo
particular sensación y razón, de acuerdo a su grado de evolución; pues, las llamadas
“culturas”, son, en realidad –y sin mucha parafernalia seudo rigurosa- el modo cómo la
inteligencia se ha acomodado en la diversidad de condiciones del mundo, para perennizarse
(es obvio, que luego el ser humano, gracias al conocimiento y a la técnica, se auto manumite
de sus ataduras naturales y pasa del acto de simple búsqueda de permanencia como móvil de
su existencia, al control racional de su ser y de su entorno, en ejercicio del desarrollo pleno de
su mejor propiedad: la inteligencia). Las diferentes formas de administrar la vida
(naturalmente, fuera de la sujeción económica: la sobrevivencia material), son –de este modo-
pasatiempos para la inteligencia que imagina y plasma dicho diseño en el escenario
inmediato, en el corto plazo y en aspiraciones epicúreas, pueriles; pero, en medio de esta
llamada “diversidad”, pasa subrepticiamente el objetivo único, exclusivo, de la conciencia:
¡ponerse frente a frente de la realidad, y abarcarla!
Si se mira bien el carácter evolutivo de la humanidad, se advierte cómo a toda nueva
forma de composición de sus nexos, le precede una modificación sustantiva habida en el
aspecto material de su reproducción. Esta determinación, esta ley, la que ha imperado como
regularidad en el pasado, rige también sobre los cambios cualitativos que se vienen. La
modificación de la forma de organización humana, no es posible sin robotización, esto es, si
el género todavía no cuenta con el “medio” que sostenga su etapa senil, o de sabiduría, del
conocimiento o de la espiritualidad; exactamente como ocurre en un individuo, el cual no
puede acogerse al descanso cuando viejo (seguir haciendo esfuerzo o litigando), si no ha
procreado los seres, que deben asistirlo (los hijos, el robot; en realidad, el hijo: el
descendiente de la humanidad, es el robot). Por eso, la desmercantilización de la economía
(el trueque artesanal, que se está produciendo de modo unilateral y abstracto en las fronteras
de ciertas neocolonias), sin que se haya completado y generalizado el proceso de
automatización productiva, es una real vuelta atrás en la historia. No se olvide, que incluso en
la ex URSS de Stalin, de la última etapa de su vida, cuando el octogenario líder advirtiera
cernirse el peligro de retorno de la Gran Patria Socialista hacia el capitalismo craso y puro, las
dos medidas que planteara para frenarlo: profundizar en la colectivización y reducir el
intercambio mercantil y, con ello: la circulación monetaria, no fue posible ponerlas en
vigencia (bueno, pero eso se suscitó, cuando el capitalismo se recuperaba, era fuerte,
conquistaba todavía el mundo).
¿Por qué ocurrió aquello? Debido a que las condiciones materiales (automatización)
que le sirven de base y de factibilidad a la nueva formación humana (suprasocialista), estaban
1656
“Entrelazamiento cuántico”: dos partículas separadas, no importa la distancia, reaccionan al instante
igual. Esta no es la solución para el problema de los viajes espaciales, puesto que de todos modos una partícula
debe desplazarse por el Cosmos y la velocidad es el límite infranqueable. En la superación de las distancias
entre un punto lejano y otro del Universo, la velocidad no es la vía (por la distancia misma y por cuanto la
velocidad está acotada por la de la luz); para franquear este óbice, se debe encontrar otra vía, que no es la
velocidad, mucho peor la llamada “teletransportación”, o sea, la desmaterialización/materialización
(equívocamente se cree que si en lugar de desplazar el cuerpo entero se lo hace por partículas, éstas van a
superar las distancias astronómicas del Cosmos de modo más eficiente que aquel: lo pequeño sí, lo grande no).
1095

lejos de ser realidad, sirviendo, mas bien –aquel bajo desarrollo en la automatización-: de
fundamento para la actuación del “revisionismo”. Eso demuestra de manera palmaria, que el
cambio real de la estructura social, no es posible sin robotización. ¿Por qué? Mientras haya
trabajo humano como medio para la autoproducción de la existencia, el proceso siempre
requerirá de asimetría social, de la división del trabajo, de la propiedad privada de medios e
instrumentos de producción, de la dominación; esto es, la disposición de los satisfactores para
la reproducción de la existencia colectiva (la cual es el presupuesto indispensable para que la
especie se forje como “sujeto del conocimiento”), sólo puede alcanzarse con este tipo de
organización. Dicho sea de modo incidental: habría que dedicar todo un volumen, para
demostrar esta afirmación. No obstante, se esbozan algunas líneas primarias al respecto a
continuación.
Se cuestiona normalmente el “yo egoísta”, esto es, el “primero yo”; no obstante, se
pone interés en el hecho de que ésta es una razón ontológica de sobrevivencia de todo ser, la
que puede ser superada sólo alcanzadas determinadas condiciones históricas: cuando la vida
del ser humano está garantizada en el grupo por el conocimiento y la técnica (esta afirmación,
no debe tomarse en el sentido intencional, que naturaliza la psicología, pues, el individuo
humano es el animal más inerme en el momento en que nace o cuando se encuentra solo, lo
cual le lleva –de modo natural- a asociarse, a fraternizar, y hecho que, mas bien, en una etapa
determinada –clasista- de la especie, se enreveza; y, este argumento aclaratorio se incluye
directamente en el texto principal, mas no en el aparato crítico de pie de página, por su
importancia). Individuos asociados en grupos de trabajo requieren del mecanismo de
“división de tareas” impuesta por la multiplicidad de necesidades a satisfacer, las cuales se
multiplican y empujan el desarrollo de la división del trabajo y del cambio. Esta estructura
genera status y privilegios (esto es, una de las razones de la aparición de la propiedad privada,
de las clases). Si en ciertos organismos comunitarios, estas funciones vienen fijadas en la
información genética ontologizada en órganos inamovibles (cada ser es propietario de una
función en la cual desarrolla su trabajo), en el ser humano este esquema emerge de modo
natural con el desarrollo de las fuerzas productivas, y de forma coercitiva cuando un sector
social se sube sobre las espaldas de otro, para organizar y hacer posible el proceso de
autoreproducción de la vida en colectivo mediante el trabajo. Ahora bien, esta coerción sólo
se consigue en grupos humanos, ahora sí: frente a recursos escasos y mediante la intencionada
limitación de las condiciones de acceso a la satisfacción de las demandas de la supervivencia
del grueso de la población (el ejemplo clásico que pone Marx es el caso de Mr. Pell). Si el
trabajo ha pasado a “otras manos” (el robot), toda la colosal estructura social clasista
sustentada en la propiedad como forma única que realiza el trabajo humano, éste: cesa. En el
trabajo artesano, esta función se cumple en similar condición: el padre de familia, el jefe de
hogar, el dueño.
De manera que: la fase humana superior que debe negarle y reemplazar a la actual,
tiene como supuesto necesario a la robotización. ¿Puede ser contradictoria esta aseveración
con muchas de las reflexiones hechas en este escrito sobre el particular? No; por cuanto aquí
lo que se afirma es, que si bien es cierto que determinados ejercicios de reproducción solidaria
de la población tienen éxito en algunos sitios del mundo, eso se debe a que el proceso de
mecanización productiva es ya una realidad y marcha hacia su concretización, es decir, que
las manos humanas ya no son imprescindibles para la labor productiva, quedando cesante la
tendencia a la esclavización, a la servilización o a la proletarización. El proceso, también es
complejo y conflictivo. En sociedades tribales alrededor del mundo como podrían ser
catalogados ciertos grupos humanos de Africa y, sobre todo, los árabes, la transición, que hoy
se pretende guiarla de modo ordenado con las tesis unionistas del Socialismo del Siglo XXI,
puede ser menos o más cruenta, lenta o rápida, según las condiciones puestas por la
hegemonía del atraso y la dimensión ideológica sobre la vida. En América Latina, como bien
se ve, el sector que pretende comandar el ritmo en la continuidad (plasmación) del cambio:
los ciudadanos, debe formar su superestructura propia para efecto de conferir racionalidad al
proceso. El liderazgo colectivo, es decir, el sistema de inclusión y participación recoge en su
seno las diferentes formas de reproducción de la vida, como cenáculo de incruenta e
inteligente discusión de temas de interés general. Coexistir, aplicar una política sinérgica con
sus hermanas mayores: las organizaciones sindicales y populares que quedan: ¿es lo propio?
o, negarles, aladearles, ejecutar una política fratricida: ¿lo es? Es fácil advertir, que por su
raigambre socialdemócrata los movimientos ciudadanos desean desembarazarse de los
1096

extremos; esto está bien respecto del clásico poder burgués e imperial, pero no lo está en
relación con los sectores populares y proletarios. Lo grave es, que los ciudadanos, que se
consideran demócratas, incluyentes, tolerantes, consensuales, se hallan ejerciendo una
estrategia parricida contra las organizaciones de izquierda.
“Aquí están los hechos, para que se tome una decisión...”; en su perspectiva: no resulta
complicado elegir. En el mundo: dos líneas se proyectan hacia un solo y mismo punto: la
comunidad humana dedicada a conquistar la razón plena; dichas vertientes son: la economía
solidaria (América, la marginalidad, la pobreza) y la alta tecnología (Europa, la “segunda
naturaleza”, la abundancia). La transición concluye en ese punto de encuentro, esto es,
cuando la línea de las fuerzas productivas y la línea de las relaciones sociales forjadas cada
una en frentes relativamente autónomos, se encuentran produciendo un momento de auténtica
síntesis. Quiérase o no toda la existencia se dirige hacia allá; a decir verdad, esa dirección no
es más que la nítida proyección real de la tendencia inscrita en la propia inmanencia del ser y
fluir de la realidad, propensión registrada en las pasadas y múltiples formas de movimiento de
la materia (“... en el pasado, quizá no se dijo nada al respecto, porque acaso –al momento-
nada había que decir”).
Las fuerzas productivas, no son fuerzas humanas en dicho punto; las relaciones
sociales dejan de fundarse en la conformación periódica de las condiciones materiales de
reproducción de la existencia humana, pues, los nexos entre los seres racionales ambientan
estados simplemente gregarios para ellos (aunque existe el peligro de la extinción, un ser
humano como cientos de ellos, puede coronar la obra: obra relativa a alcanzar el saber
completo, apoyado en todo el poder forjado por la historia humana: la inteligencia artificial),
o sea, de aquellos que deseen ser partícipes y testigos –a futuro, la extensión de la vida
también será regulada, con libertad, por el ser humano- del propósito definitivo por venir. “La
pelea es peleando”: en la arena se enfrentan dos estrategias incruentas (el propio marketing
empresarial ha armado a la población con las habilidades del pesar y actuar estratégicos) 1657 ;
y, éste es el camino por el que se resuelve la “cuestión mundial” y, paralelamente, se ponen
las bases para empezar a atender la “cuestión humana”. Al final se entrega las armas: la
conciencia, la teoría, el método, la vida.
4.2.4.- PROCESOS SOCIALES ACELERADOS POR LA TÉCNICA: EXTIENDEN LAS
RESPONSABILIDADES DE LA VIDA.
La tópica generacional, introducida en precedentes líneas, es un aspecto, que cubre a
cerca del 50% de la pirámide poblacional de la especie humana, sobre todo en la estructura
etárea de las sociedades en ascenso (las neocoloniales), en éstas, prevalece el estrato
correspondiente a la vida joven. Este fenómeno ocurre en la alborada del siglo XXI, cuando la
humanidad bordea los 7 mil millones de integrantes; en la sociedad emergente, existe un
inusitado despertar de “nuevos sujetos”: las etnias, las mujeres, los discapacitados, los
jóvenes; estos últimos, sobre todo, presentan con fuerza sus reivindicaciones, como si la
misma fuera esencial y estuviere directamente vinculada con la contradicción económica; no
obstante, el suceso, en las sociedades de capitalismo senilizado, se ha quedado rezagado, esto
es, el estrato maduro de su población, sigue al frente del manejo de “cosa pública”. El citado,
se trata de un factor de incidencia sobre el movimiento de reacomodo entre jóvenes y las
generaciones maduras, en el interior de la praxis política, cuando ésta se ha vuelto esencial,
masiva y urgente. Entre sus derechos, determinados managers de la juventud (incluso en
medio de actos de conducta que desembozadamente transparentan autosuficiencia y
descalificación sobre la madurez; no obstante, la juventud llegará a la madurez, la madurez
pasará revista a la juventud, no sin cierto rubor: las generaciones X, Y y Z) exigen, en
particular actuar en las esferas importantes de la vida: en las del pensamiento, de la
programación, del gobierno, en su condición de regiones hasta hoy reservadas a los viejos
(Consejo de Ancianos, “sociedad” adultocéntrica). Cabe recordar el sencillo y cotidiano
hecho, de que la vida cruza etapas; a cada una de ellas se corresponde una función secuencial
y progresiva; la vida personal (cuanto la social) evoluciona: se crece, se aprende, se practica,
se concretiza.
1657
Así están dispuestas las cosas. Empero, en la historia: o se elimina a la burguesía (eso hace la revolución) o
se “acepta” convivir con ella (lo propio de la evolución, de la reforma), resignándose a estar toda la vida
forcejeando con ella, con el riesgo de que vuelva y desbanque todo.
1097

Un joven se halla en la etapa de plena maduración, de crecimiento orgánico y de
captación del mundo, esto es, en el período de formación de la base, de la que será luego la
acción pensante: en las neuronas intermedias del sistema nervioso central se agolpan
conocimientos, circunstancias, experiencias, hechos, aspiraciones según coyuntura; y, dicha
tarea, que involucra el acto mental de poner en relación los hechos (prospectar, establecer
objetivos), tomar decisiones y dirigir la plasmación de las mismas, demanda de formación
histórica. Pero, en el interior del proceso, y mientras transcurre tal momento existencial, el
joven debe reproducir la vida (copular) y la base material de ella: está llamado a sudar en la
producción económica (incluso debe formar la reserva material, económica, para atender las
necesidades de los días en los que no se pueda ya trabajar: la vejez; en la dimensión humana,
este “seguro”, es la robotización). Mientras ocurre el hecho, el joven se forma para luego
tomar decisiones personales y de grupo, esto es, para ingresar a la nueva etapa (se podrá
contraponer los casos de Fidel Castro, de El Che y de los revolucionarios que llegaron al
poder, transformaron y gestionaron la nueva sociedad cubana, muchos de los cuales no
pasaban aún la barrera de los 30 “abriles”, pero estas son perlas que tienen razones históricas:
cuando se hace presente la necesidad, los procesos se aceleran y maduran de golpe) 1658 . Ahora
bien, el tener que detenerse a hacer memoria sobre estos sencillos hechos, demuestra el grado
de extravío que aqueja a la conciencia general en el mundo, precisamente cuando la mente
cuenta con una impresionante gama de instrumentos, encaminados a tornarla más objetiva.
En apariencia, parece que niños y jóvenes en la actualidad (año 2009) habrían
rebasado con mucho la capacidad intelectual de la niñez y juventud de antaño. En los sectores
de la madurez y de la vejez, como correlato, en cambio, se tiene la impresión, de que se han
producido significativos niveles de descenso en las destrezas de respuesta frente a los
problemas individuales y colectivos que surgen con rostros renovados, pero que en su
mayoría no son sino viejas contradicciones no resueltas inmanentes a la índole conservadora
del status, y que surgen como novedad en el decurso de la existencia (problemas tan viejos
como los viejos, situación que hace pensar a los jóvenes, que las anteriores generaciones han
fracasado en su intento, pero que en la resolución, los mismos requieren de más “tiempo”, o
de un cambio radical de fuerzas). Sin embargo, ninguna variación significativa en la
estructura “gnóstica” de la juventud se ha dado; es verdad, que se han producido
modificaciones en la esfera fisiológica (de trabajo) atinente a una misma anatomía cerebral,
en virtud de que la mente de hoy dispone de más conocimientos, mejores, y de mayor
profundidad y objetividad, como también de potentes instrumentos para “hacer cosas” a la
mano, que hacen que ésta (la inteligencia del presente) funciones mejor, más rápido, con
incremento impresionante de los niveles de su productividad. Sin embargo, por término
medio, la racionalidad de hoy, es superior a la que ostentaba la humanidad de 1970 para atrás.
El capitalista ya no puede controlar la realidad que está creando con sus forzosas
decisiones administrativas en un mar (mercado) bravo, impredecible, competitivo; los hechos
se le van de la mano inducidos por la propias reglas descubiertas, fundamentadas y puestas en
operación por los manager, con aprobación del Nivel Directivo de los negocios: democracia
interna a la empresa, horizontalidad orgánica, preocupación por el cliente interno, la razón la
tiene el consumidor, calidad, excelencia. Si por el lado del desarrollo de las fuerzas
productivas materiales (y, aún: de las sociales, pues, el “obrero” ha ingresado en los
programas de capacitación del talento humano, en los círculos de calidad, en los programas de
“reingeniería mental” de autodesarrollo, etc.): electrónica, comunicaciones, informática, el
pueblo ha mejorado cuantitativamente su cabeza con el ingreso masivo de información en ella
(la cual espera desemboque en el salto cualitativo), los empresario se están siendo obligados a
suavizar su conducta gansteril, fascista, avara, al verse conducidos a incluir “valores” en el
sistema de explotación por efecto de la condicionalidad relativa a la competencia en el
mercado, que al nivelar la tasa de ganancia entre ramas (tasa media) induce asignar el capital
a nuevas ramas, hecho que introduce factores de morigeración en el carácter del burgués
1658
Si los jóvenes desean asumir papeles de personas maduras creyéndose tales, hay viejos que propalan que
son jóvenes, apelando al manido argumento de que “la vejez es un estado de la mente”. Mas, nada de eso es
verdad. No hay viejos jóvenes, como normalmente se piensa o se induce a suponer; el viejo que no se cree viejo,
esto es, que alimenta la creencia que su edad física no es coetánea con su edad, dígase: mental, es porque no ha
madurado. La juventud es un estado del cuerpo; mientras que la vejez es una consecuencia de la vida. Un viejo
que se siente joven, expresa su zozobra ante el efecto de la conciencia sobre una etapa que ha pasado y de otra
que ha llegado; por tanto, el sentirse joven fuera de la fase propia de la juventud, es un simple divertimento del
consuelo de un viejo, que dice no haber envejecido.
1098

(salvo del sector oligárquico reducido de multilaterales, que gobierna criminalmente el
mundo).
Las decisiones a tomarse que incumben a la sociedad, como bien se sabe: no son
asépticas, inocentes, abstractas; por el contrario, en las formas sociales asimétricas,
fracturadas, jerarquizadas (articulación friccional entre explotadores y explotados,
dominadores y dominados, idealistas y materialistas), toda decisión de política se halla
sesgada, pues, ella trasunta el interés del poder; éste último habrá de hacerse muy a menudo
con respaldo general para sus programas, merced al efecto alienante de la ideología. Los
jóvenes in abstracto, desean participar en asuntos políticos; y, normalmente lo hacen,
cubiertos por la racionalización de los dictados sujetos a la creencia en torno de que su sola
coyuntura identitaria es suficiente para resolver lo que otros (los viejos) no lo pudieron,
también motivados objetivamente por los datos del diagnóstico sobre desempeño y evolución
social dada, los que arrojan saldos negativos, y los cuales se imputa como fracaso de y a los
viejos, pero su sola condición etárea, no modifica el carácter objetivo de la realidad.
En dominios de la ciencia, por su parte, no hay atenuante: son las generaciones
maduras las que tienen la palabra, puesto que detentan psicología, conocimiento, experiencia,
hábitos en concreto, perciben la necesidad (importancia de la racionalidad del saber), se han
formado en la tradición, etc. En los deportes, en el amor, en la vida sensitiva en general,
naturalmente, “voz cantante y sonante” tienen los jóvenes (se dice que a los 16 años, las
hormonas se hallan en “permanente explosión atómica, en las personas”); ahora bien: ¿cuál es
su posición en política? Normalmente, esta esfera ha estado en manos de las generaciones
adultas maduras y sobre todo de las viejas, por razones explicables, es obvio. No obstante
hoy, jóvenes de menos de treinta años empiezan a interesarse cada vez más por dicha “región”
social. Ese interés primariamente puede situarse en un acumulado de hechos: la mecanización
de la producción está liberando tiempo de trabajo humano; los avances técnico-instrumentales
en materia de aprendizaje, comunicación y difusión, facilitan y aceleran el acceso al
conocimiento y a la información (aprendizaje a más temprana edad), la crisis de desempleo es
un acicate (puesto que la misma lleva a preocuparse por los factores que lo generan), es
procedente sostener, que son los factores constituyentes de la cadena de circunstancias de ese
despertar (mientras los viejos que tienen trabajo, están trabajando).
Revisados someramente los episodios, surge la pregunta en torno a qué pasaría con el
cerebro y la conducta de un púber si se le prepara e induce a cumplir roles adultos, como por
ejemplo, ponerse al frente del grupo a efectuar procesos de gobierno. ¿Debe haber primero
madurez orgánica como base de la madurez espiritual, o se puede utilizar a la niñez y
juventud para la realización de trabajos fuera de su época (tal como se sirve un “lechón” antes
que se desarrolle)? La historia registra la presencia de algunos jóvenes prematuros actuando
en funciones que no son coherentes con su etapa vital, mas esa no es la regla, por el
momento 1659 . Un día, de forma similar a cómo a las aves de engorde, por métodos asociados
con el uso de hormonas se acorta su período de crecimiento y producción, es posible que un
joven se socialice repentinamente y pase a cumplir papeles maduros, dejando de lado las
etapas lúdicas y hedónicas inherentes; no obstante, esto sucederá como efecto de la
manipulación genética, de la programación neurocerebral, del impacto de los instrumentos
técnicos del conocimiento sobre la mente, de la conexión cerebral en interface
transgeneracional, como resultado de las nuevas tareas a cumplir por la remozada humanidad
y de las condiciones naturalmente creadas en coherencia. Los niños aparecen como superiores
hoy; hay jóvenes que se desempeñan al frente de responsabilidades propias de personas
mayores muy bien; la razón radica en el efecto proveniente del proceso histórico en conjunto:
progreso permanente de las fuerzas productivas y revolucionarización diaria de las relaciones
1659
La regla parece ser, que los cerebros precoces terminan decepcionando cuando maduros: Mendelsson,
Einstein, Rulfo,… (y en la izquierda: siendo bomberos); y quienes denuncian retardo a temprana edad, en su
madurez se reponen. Existen personas, en cambio, que persistente y modestamente van desarrollando sus
facultades, por lo que solamente al final puede evaluarse el trabajo de toda una existencia en cuanto compendio,
producto en el cual la acumulación de “mediocridades” dan lugar también a un buena obra (son quienes
“adoptan” el procedimiento: “carrera de resistencia””, a término de la que en ellos se ha producido el “salto”).
Sin embargo, todos (precoces, lentos y perseverantes, así como los posibles ineptos) se encuentran sometidos a
la ley única que regula la vida y actuación de los individuos: son las estructuras, las coyunturas, las demandas de
la historia, quienes imponen el sino, la importancia y el carácter de cada ser, de toda personalidad. Es exacto. No
obstante, las tareas de su tiempo, la fecunda realidad y el método utilizado (también la intencionalidad),
rompieron la norma e hicieron de Marx un genio: productivo de principio a fin.
1099

sociales. Todo conduce hacia el mismo punto: la ciencia y la técnica, la cultura (la segunda
naturaleza), el poder de las inteligencias asociadas; finalmente, dicha propiedad
cosmohistórica –la inteligencia- generada por la materia en la forma universo-viable, la cual
se plasma en el ser humano, supedita a todo, determina el movimiento completo del mundo.
No obstante, aseverar que la conciencia y la conducta local y global modernas, no se
han modificado ni un ápice en el transcurso de un siglo (en pueblos, localizaciones
geográficas, en el interior de los sistemas, en las generaciones y entre ellas,...), trae aparejado
el sostener, que la estructura y funcionalidad de la personalidad humana pueden ser
aprehendidas teoréticamente con la conceptualización psicológica de siempre e, incluso: con
la conformación ideológica freudiana (por ejemplo, cuando la reproducción in vitro y la
clonación –por lo pronto- se generalicen, tanto padres como hijos pasarán a ser tan sólo banco
de óvulos y espermatozoides y el producto de su fusión artificial: progenitores y críos
simplemente biológicos, para los que la seudo teoría de los complejos de Edipo y Electra, no
tienen sentido alguno). Que –además- la realidad humana, lejos de presentar un nuevo
semblante, sobre todo en su formalidad idiosincrásica, carece de carácter histórico y social (de
modelación clasista). Que –por tanto- no es necesario efectuar una doble “refundición” en el
seno del saber: 1) renovación, actualización de los paradigmas teóricos, para que el concepto
se adecue al objeto históricamente resituado y, 2) ruptura ideológica en la conciencia social,
esto es, renunciar al cuerpo de categorías oficiales, a su direccionalidad intrínseca programada
–a los ojos del poder, a la estructura ontológica cerebral, al modelo mental y a la forma de
filtrado de la realidad (el acto de asociación, de pensamiento socialmente determinado)-, para
hallarse en condición de producir una nueva significación, toda ella objetiva, axiológicamente
valorada, en la perspectiva epistemológica del Pierre Garnier, el gran cuestionador de
Castells. ¿No es así? 1660 .
4.2.5.- AMENAZA SERIA, SOBRE LA TRANSICIÓN.
El proceso de instauración progresivo, “constructivo”, de la renovada forma social
destinada a negar y superar la vigente fisonomía humana (la cual, se vuelve a afirmar, no
constituye proeza imputable en forma específica, al pensamiento, programación y actuación
tan sólo de segmentos progresistas de las generaciones actuales, sino, sobre todo, que la
misma constituye el acto de modelación de la nueva comunidad humana, preestablecida por
las luchas políticas pasadas, por el desarrollo material de la existencia; factores éstos, todos
posibilitantes, dispuestos en conjunto en forma de “necesidad histórica” –en sentido figurado:
“la mano de la persona mayor, toma la de la menor y la conduce en el cumplimiento de las
tareas”), debe enfrentar contratendencias múltiples, aladeando las que, finalmente: se plasma
como tal 1661 . En realidad, las ideas nuevas, renovadas: las propuestas, no son el resultado del
proceso del pensamiento, que se produce a sí mismo, se cierra en sí mismo y se impone a la
realidad, conformándola; por el contrario, el desarrollo de la concepción, es producto del
cambio en las condiciones que estructuran el marco de vida y que como tales, actúan sobre el
mecanismo del pensar (necesidades), provocando estados de actualización de la conciencia.
No obstante, las ideas adquieren existencia propia una vez asentadas en la memoria y
luego de que se ponen como realidades, frente a la estabilidad relativa del entorno de la vida y
de las demandas de la misma. Estas “excepciones a la regla” de mayor catadura, son: el
impetuoso e, incluso: prepotente ascenso de la “cosmovisión Oriental” (la fracción elitista del
islamismo político clasista, los movimientos neoindigenistas en América del Sur); las
declaraciones verbales y acciones provenientes del prurito de exageración de la política
ecologista; el impacto ralentizante sobre el desarrollo científico-técnico de las decisiones de
inversión capitalistas, tomadas bajo efecto del descenso de la tasa de ganancia. La actuación
de estos factores respecto del movimiento natural de la historia y sobre su retoque volitivo,
conducirían al género hacia estados de marasmo y de anquilosamiento, sobre todo si por parte
del grueso de la población como de sus actores dirigentes, no se descubra a tiempo el nuevo
1660
El descuido de Castells en la Cuestión Urbana, es no haber aplicado el método de Marx para la intelección
de objetos reales complejos: el de las aproximaciones sucesivas (o sea, analizar sólo el modo de producción
capitalista y no la formación social).
1661
Marx “… consideraba al capitalismo como una ‘fuerza destructiva’ de todo lo que lo limita, por tanto,
‘revolucionaria’, que derriba todas las barreras que se le presentan: la naturaleza, los territorios, las
necesidades humanas, las leyes, las costumbres” (Stolowicz, Beatriz. El debate actual: posliberalismo o
anticapitalismo; en ANALES, revista de la Universidad Central del Ecuador, Nro. 368, marzo 2010).
1100

ol, que está llamada a cumplir la humanidad a medida que el milenio inaugurado se asienta,
así como si no se adquiere conciencia en torno del papel exclusivo y mediatizante, que deben
cumplir la ciencia y la técnica, para el caso.
En efecto, en varios lugares del planeta se ve emerger sectores sociales, que pretenden
recuperar formas de vida del pasado. Por ejemplo, sobre el caso vale la pena insistir: en
Ecuador, hay asociaciones de jóvenes, que dicen poder vivir al margen del sistema oficial
consumista, que plasman la experiencia de subsistir con 5 dólares estadounidenses al mes, en
grupo, privados de “todos” los adelantos de la técnica capitalista moderna (comen tostado
cocido en tiestos de barro, en bajilla y utensilios de tierra y de madera, cultivan sus propios
alimentos vegetales, prescinden del consumo de proteína animal 1662 , duermen en el suelo
cubiertos por techos y paredes de tapial y paja,...; pero luego, se arreglan y salen a
integrarse al mundo capitalista normal -¡qué estafa!), lo cual es una inocentada, pues, estos
jóvenes idealistas despistados, que pretenden realizar oposiciones éticas al stablishment, no
tienen ni pizca de conocimiento sobre principios de cálculo económico doméstico, y de que la
humanidad tiene como norma atravesar etapas progresivas: no se puede suprimir el
establecimiento y rol, a la fase de la juvenil de la “febril acumulación” (Marx). El citado
proceder, y similares en otros ámbitos humanos, son, en verdad: efluvios de una estructura de
conciencia cándida; devienen en justificación a la vez, e imposición de postulados de
racionalidad filosófica empírica, naturalista, hermenéutica, sensualista de la existencia
humana, en y de hermanación, colaboración, en la sola realización de la existencia en el
cumplimiento de actos armónicos, ordenados, éticos, “racionales” (legitimidad de consenso:
estos comportamientos son buenos, aceptables, vivibles, porque el grupo en forma
excepcional y conjunta, los observa), de plasmación del despliegue pleno de la vida en la
consecución de resultados en sus multifacéticas esferas: sobrevivencia, procreación,
socialización, paz, goce, “libertad”, cuidado de la naturaleza, no sacrificación de animales con
el objeto de alimentarse con proteína y arte.
La fusión colusoria entre ecologismo y culturalismo, configura la amenaza más letal
para el flujo inherente al rumbo racional de la existencia humana; la incomprensión en torno
de la “lógica de las historia” y su osadía les conducirá a perder el sentido de ella.
Desgraciadamente, con el comportamiento de segmentos enteros pertenecientes a los “pueblos
originarios” del continente americano, cuya mayor radicalidad y agresividad se advierte en
Bolivia (impedimento para construir en territorios asumidos como propiedad de las
comunidades ancestrales, de una arteria vial), en Ecuador al oponerse a la explotación
petrolera y aurífera (luego se sumarán a esta política culturalista y ecologista a ultranza los
“indígenas” de México, Perú y de otro país centroamericano), este sector se ubica a espaldas y
en oposición al devenir histórico racional (del progreso positivista de la ciencia y del
desarrollo tecnocrático de las fuerzas productivas), con lo cual frena el proceso prometeico
del movimiento humano y, aquello que se advierte más grave: estos sectores, que se quedan al
margen de la verdadera historia, serán ganados por el hedonismo, el folclorismo y el
marasmo, degenerarán sin haber jugado papel relevante en la vida (paralelamente, el
positivismo tecnocrático neoliberal, ampliará su conciencia, mejorará su ser y vivirá en el
cosmos). El peligro está en que pueden lograr hacer causa común e incidir con su arcaica
visión al género, con lo cual éste terminaría por ser un hecho sin razón y sentido. Aunque los
indígenas sostienen defender su “cultura”, son sectores ajenos a ella los que han estado
conduciendo dichos movimientos; éstos caerán en las redes de sus sofismas y quedarán presas
de los engañosos fundamentos de sus tesis ecologistas, culturalistas, hedonistas; gravedad
insólita consiste en que están arrastrando consigo al precipicio a grupos enteros de pobladores
aborígenes y mestizos. Es evidente que ecologismo e indigenismo no es la manera apropiada
de oponerse a la explotación, a la exclusión y a la dominación, si no se asume la modernidad
1662
Como muy bien se sabe, las plantas tardan meses en convertir “energía” (materia) solar y nutrientes del
suelo en almidones, aceites, vitaminas, volver orgánicos algunos minerales y unas cuantas muy elementales
proteínas; los animales se demoran meses en tomar estas materias primas y transformarlas en proteínas de alta
calidad; el ser humano está en la cima de la llamada “cadena alimentaria”, por tanto, toma los productos listos
y esenciales como los cárnicos, luego, sería incluso ímprobo que coma vegetales y pase a realizar el proceso
propio de los animales. Vegetarianismo: “ingeniería inversa”, “retrocruza” en el ser humano; el primer
cambio regresivo es volver a ponerse en cuatro, seguidamente subir a los árboles, a continuación se agregarán
3 panzas más en el abdomen para volverse rumiante, finalmente se pierde el neocórtex. De modo que es absurdo
el “vegetarianismo” de la lenteja, del fréjol o de la soya.
1101

científica y técnica como el barco que guía al ser humano al absoluto, sobre el cauce de su
sentido 1663 .
Se reitera: después de haber alcanzado la felicidad hedónica, el desarrollo
multifacético, la realización plena de “lo específicamente humano” (Sumak kausay, se
denomina en Ecuador): ¿qué? ¿Allí se queda el ser humano rotando? 1664 La reivindicación y
recuperación de ciertas poses de la etapa de la inocencia humana a mixturarse con
comportamientos desprendidos de la súper modernidad técnica, es posible en la medida en
que el propio capitalismo ha puesto las condiciones de su racionalidad: el pensamiento
Occidental abre la mente (las culturas son formas geográficamente exitosas de realización de
una misma inteligencia; todos los pueblos se han modernizado –se han dirigido hacia un
punto único, común- por vía propia como por interacción con el sistema burgués de
existencia); las metodologías positivistas han permitido llegar a la esencia de los hechos, a la
aprehensión de sus tendencias; la técnica ha proveído de poder instrumental; de todo eso se
han contagiado tanto los rezagos de los antiguos pueblos como aquellos que fomentan su
revigenciación (retroceso). La humanidad consigue su sentido –se dice-, cuando, luego de tan
cruenta y larga lucha con los entornos natural y social para efecto de sobrevivir, al instaurar la
igualdad, ingresar en el reino de su desarrollo multifacético en libertad; no obstante, no es
posible dar crédito a este concepto de la existencia (ser humano amarrado, tonto: como en un
antro gringo atestado, apretujado, música estridente que anula la razón, sólo bailando; como
un águila enjaulada a la que se le da de comer, incluso se le provee de pareja; ese Ethos es la
miseria misma, es la negación de la inteligencia: mantenerle atado de manos al pensamiento, a
la inventiva, al vuelo de la “imaginación”); el pensamiento religioso en este punto, se torna
más edificante: este sector cree, que fuera de este mundo hay un premio para quienes se
sujetan a vivir según determinados preceptos supramateriales; sin embargo, también este
criterio es absurdo: para poder tener con quién conflictuar, en el interior de estructura de la
vida, Dios creo a Luzbel, el cual luego se le revela (y Dios sabía de antemano esto, puesto que
es Dios), pero como no quiso entrar en la pelea con su criatura, El mismo dio vida a los seres
humanos, en los cuales se realiza el conflicto entre Dios y el Demonio (sin saber cuál es el fin
-claro: las especulaciones religiosas, a priori dicen que vencerá el Bien: Dios), como en las
“guerras del Chaco” por el petróleo, pero: ¿para qué todo eso? (silencio: no hay respuesta, o
todas ellas son miopes).
En realidad, es preocupante constatar el despertar de la tendencia a resituar la noción y
la conducta hedonista, inmovilista y elementalista, que se advierte en los últimos años, luego
de que la misma hubiese sido reducida a una más o menos larga etapa de hibernación a partir
de la emergencia de la fase conocida como “renacimiento”. Como es obvio, el contendor
legitimo en frente es el positivismo: el descarnado e inhumano cientificismo; este contrincante
recibe la displicencia masiva de la mentalidad escolástica, de manera que sobre él puede
desatarse una nueva era de “inquisición”. Todo esto es lamentable, pues, un orden de esta
factura si se impone por desgracia, puede ser aquietante, es posible que conduzca a extraviar
el sentido de la inteligencia en la inmanencia de la realización de ciclos repetitivos prefijados
en el orden, en la justicia, en la igualdad, en la colaboración respetuosa para que todos
realicen sus deseos: sus necesidades animales, estéticas y religiosas; empero contrarias al
positivismo malo, contra deísta, alevoso, de la ciencia, sin embargo de que por allí debe (va a)
fluir la vida. Si se deja de lado –como es sensato proceder a estas alturas- la concepción deísta
1663
El frente ecologista crece en adeptos en el mundo; el etnicismo es minoritario y se fortalece
parsimoniosamente. Para América Latina, los procesos de mestizaje por cambio de conducta y vestimenta se
están frenando luego de que lograra mimetizar al indígena en el resto de la sociedad; este hecho es
históricamente positivo, puesto que es a partir de esa posición ideológica que arranca su ubicación y acción
política a futuro, por cuanto la misma acoge la modernidad de la ciencia y de la técnica como punto de partida
y base del proyecto de vida individual y colectivo. La decisión de priorizar la discusión sobre la situación de los
grupos subcomunitarios ancestrales se debe a la apertura de discusión mestiza sobre nociones de diversidad,
alteridad, tolerancia, colaboración; pero, sobre todo por cuanto su modo de vida contradice de hecho a la
modernidad y debido a que se asume que su presencia no destruye el medioambiente, sino que, mas bien, es
ejemplo de relación cuidadosa con la naturaleza.
1664
Aparece de nuevo el dilema: después de la revolución ¿qué? Una vez que la humanidad, por ventura ha
ingresado en el comunismo: ¿qué? Es aquí cuando se puede asumir que la vida se vuelve doctrinaria,
“metafísica”, filosófica, pues, para una persona madura, sensata, solamente en la ciencia es donde se puede
recluir la vía. La persona que escribe, lo único que hace es adelantarse mentalmente a los hechos y pensar que
vive en el nuevo sistema, aunque esa conducta sea distraer esfuerzos y la preocupación de la miseria humana
del capitalismo que todavía existe.
1102

de la vida: ¿cuál es el sentido de la existencia humana? La premisa de la que se parte, en
orden de ensayar una respuesta al respecto, no constituye misticismo o positivismo alguno; en
ella se recoge de modo fidedigno el carácter potencial y necesario de los hechos reales: en la
naturaleza, cada ser se halla revestido de propiedades, por lo que la vida: no es más que el
acto de realización plena de ellas; pueden citarse: la atracción física, la combinación química,
la asimilación y desasimilación biológicas, el formar parte en la estructura de equilibrio
biótico del mundo (el balance de la naturaleza), y, finalmente: el pensar. El ser humano se
halla dotado de inteligencia; dicha condición debe realizarla plenamente (su optimidad está
dada por ella); la mente: observa, investiga, llega a saber; pero, indaga para conocer de modo
objetivo y con ese sustento, mejora la vida misma. Si investiga, llega al conocimiento pleno
en un momento dado; es, en término simples: su norma y sustancia, su razón de ser, su
sentido.
Sobre esta sociedad múltiple en derechos: de género, humanos, etáreos, étnicos, de la
naturaleza,...; esto es, sociedad, que reconoce las demandas múltiples de la constitución
diversificada de la población, tanto de las más nimias como de las coyunturalmente
importantes (Ecuador, se dice, es el Estado pionero en reconocer derechos a la naturaleza,
declaración que ha sido inmediatamente ridiculizada por nociones que provienen del
costumbrismo, de las argucias de la abogacía, de las leguleyadas de la juridicidad burguesa
conservadora; al respecto, los romanos, para rebasar el freno, que la juridicidad produce a la
renovación –para transgredirla, en sentido de ruptura superadora-, apelaban al aforismo: “el
bienestar del pueblo es la suprema ley”), se tiene también la propensión a reconocer derechos
a la homosexualidad (fenómeno, dicho sea de paso, de dimensión mundial, el cual –en un
sentido- pone en peligro el carácter ontobiológico de la vida e, incluso: el racional –en
Europa, verbi gracia, imperan prácticas incluso de llamado “bestialismo”). Ahora bien: ¿cuál
es el origen, la secuela y el trato, de y que, se debe dar a esta anomalía natural-social? Es
obvio, que el primer homosexual debió tener procedencia natural (atavismo genético); éste,
para poder satisfacer su necesidad atípica, debió encontrarse por coincidencia con un similar o
proveerse de él (verse forzado a desviar a un ser de orientación sexual orgánicofuncionalmente
definido), en el interior de la sociedad normal, en este último caso: debió
proceder a realizar su primera conquista (generalmente a un púber, en la esfera de negocios,
en el Ejército, en el Convento, mediante chantaje o violación), transformado dicha
monstruosidad en un “hecho social”, con lo cual quedaron puestos los presupuestos para su
expansión (como para la creación del fetichismo ideológico discursivo: la diferencia, la
elección de la orientación sexual, la tolerancia, la coexistencia, la homofobia 1665 , los
GLBT,...).
Por observación del comportamiento animal (entre los cuales se ha podido advertir la
existencia de un +/- 5% de anomalía en la conducta sexual), se supone, que debe ocurrir algo
análogo en el ser humano. Definido así el hecho, si esta desviación natural no fuera
socialmente contaminante, no habría razón para el rechazo y la represión; pero, la misma (el
incremento coercitivo e intencional de la homosexualidad por parte de los defectuosos): ¡lo
es! (para la impugnación con el término homofobia, con el cual se piensa cerrar la boca a
quienes recusan dicha monstruosa aberración por parte de las “minorías sexuales” asistidas
del apoyo de cierto sector del movimientismo folclórico 1666 ). En la homosexualidad, por otra
parte, el objetivo inmanente a toda acción, extravía totalmente su sentido: la reproducción
deja de ser razón, y sobre ella saltan las zalamerías del gusto, del disfrute (es verdad, que eso
está ocurriendo también en las relaciones heterosexuales actuales, al habérselas convertido en
un simple acto hedónico, sobre el argumento interesado, de que la sexualidad es un elemento
1665
En el mundo de las posmodernidad, la legalización (y aceptación) del matrimonio gay, es presentado como
una conquista, y la opinión en contra es planteada como conservadora, de no aceptación del progreso, del
cambio, de mentes cerradas; en el colmo, si no se tolera, si no se acepta esta aberración monstruosa, se corre el
riesgo de ser denunciado, juzgado y sancionado. Un ejemplo grafica muy bien el contrasentido: un día el ojo le
advierte al oído, que ya no desea seguir viendo y que mas bien quiere oír; el sentido del oído le responde
afectado, que no puede hacer eso, porque no es esa su función y por cuanto el oído es quién debe oír; el ojo se
lanza en una andanada de acusaciones contra el oído, pues, le dice que es conservador, de mente no abierta,
que no ha podido superar posiciones anticuadas, puesto que no es capaz de aceptar la libre decisión del ojo de
optar por una función que a él le parece.
1666
¿Llegará al colmo el “estado de curiosidad” del ser humano, que haga que un ser humano masculino desee
conocer qué tipo de experiencia está detrás del papel femenino en el acto sexual y viceversa? (cuando niño,
quien redacta, entre malcriados se escuchó decir: “¿Qué tal será sentir la sensación de la paloma?).
1103

sensorial proveedor de felicidad humana por fuera del propósito natural; no obstante, de todas
maneras en el coito heterosexual, está latente la posibilidad de la procreación, lo cual le da
sentido); en la homosexualidad -aberración contra natura- se trastoca la ley: correspondencia
unívoca entre órgano y función, esto es, del mismo modo en que no es posible pedir que lo
ojos escuchen, no se puede poner a órganos masculinos (cromosoma Y) a cumplir funciones
de los femeninos (cromosoma X), sin sentido racional (la homosexualidad, en rigor, no es una
patología, pero se convierte en tal cuando contamina; se transforma en un “acto punible de
oficio”, penalizable, pues, genera patologías).
Tiene pleno sentido aquí, la oposición radical del Anglicanismo a la aberración
homosexual propuesta estúpidamente como una “realidad insoslayable materia de derechos”,
que debe alcanzar el status de reconocimiento por parte de la sociedad (los Evangélicos, dicho
sea de modo incidental, muy convenientemente abdicaron al celibato: libremente se cazan;
hay que advertir, no obstante, que la fidelidad es una forma de celibato, frente a lo que debe
necesariamente venir: las relaciones copulativas libres). El llamado de atención sobre el
peligro de “construcción” de una nueva Sodoma y Gomorra, es un aspecto positivo, en el
momento histórico posmodernista de extravió que atraviesa el género, que en la coyuntura
entrega el Evangelismo reaccionario. Oprobio humano el homosexualismo, el cual no ha sido
recusado de modo terminante, como se debe, puesto que muchos sujetos sabios, prominentes,
destacados en áreas importantes de las letras, las ciencias, las artes, en el liderazgo y en varias
otras esferas individuales y sociales, se dice que lo han padecido (Alejandro Magno, Miguel
Angel, Chaicosky, T. Mann, Keynes, Turing, Foucault,…); circunstancia que ha conducido y
coadyuvado a ocultar el homosexualismo, a suavizar e inclusive a pensar que esta aberración
algo tiene que ver en los actos de proeza de esos pro seres humanos. Conviene, por tanto, la
“curación”: 1) hormonal, psicológica (reflexológica); 2) el enfoque racional sobre el problema
(yo tengo tendencia al mismo sexo, pero no dispongo de órganos apropiados, por lo que debo
racionalmente actuar en coherencia); 3) la regulación (para que no haya daño a individuos
normales, sobre todo púberes y adolescentes); y, 4) incluso con tratamiento psicoterápico.
Es verdad, que un día se superará la necesidad de la unión macho-hembra en el género
humano; no obstante, la circunstancia devendrá, no porque será superada esta diferencia
natural en el antropohermafroditismo, en la homosexualidad, etc., sino porque la técnica
(fertilización in vitro, por ejemplo) y, sobre todo: el imperio de la racionalidad (superadora de
la pasión), hagan lo de sí. Es verdad también, que se han hecho innúmeros esfuerzos
especulativos por encontrar fundamentos justificativos en pro de la aceptación de la
homosexualidad por parte del conjunto social, no obstante todos son intentos fallidos. Por
ejemplo: una gusana, que tiene un programa histriónico, falso, hipócrita y sentimentaloide, en
un canal televisivo en EU, el cual se trasmite a la población latinoamericana por medio de
canales privados, sostiene lo siguiente: “los hijos gay no son una anomalía: son como tener un
hijo de pelo negro, otro de ojos cafés, otro de piel blanca” –¡qué supina ignorancia!- 1667 ; en el
Ecuador en una Emisora 1668 , al respecto se pone el siguiente caso: se debe aceptar la
orientación sexual, de la misma forma como se acepta la elección entre el uso libre de las
manos derecha e izquierda, lo contrario llevaría a penalizar a quien usa la extremidad
izquierda, como un acto que se desvía de lo considerado como normal (esta persona no
entiende que no es lo mismo mano derecha/mano izquierda, que falo y vagina); es obvio, que
el argumento no es pertinente, puesto que las manos son componentes corporales similares,
por cuya razón pueden funcionar en análogo sentido de modo indistinto, no así los órganos
sexuales, los cuales tienen funciones predefinidas; tampoco el uso de la mano izquierda es
contagioso, moralmente degenerante y estéticamente sucio, repugnante (de modo terminante,
para una persona en sus cabales, estos seres –con lamentos o no, sin atenuantes-, son
perversos, gente cochina, perturbados, lo que es más grave: perturbadores, lo cual es
imperdonable).
En lo concerniente con las llamadas “tribus urbanas”, o sea, la presencia perturbadora
(para tirios y troyanos) de aquellas agrupaciones de jóvenes, que brotan en los procesos de
hiperurbanización de las mega ciudades de incidencia refleja sobre las ciudades
neocoloniales, como verdadero hecho de la postmodernidad, impactan directamente en la
percepción de la naturaleza seria, ordenada, como virtudes con las que debe obrar la juventud
1667 Doctora Polo; el programa se denomina: Caso cerrado. Se explican esas expresiones, pues, esta “señora”
ha sido una “gay”.
1668 Radio La Luna, la señorita Ana Delicado, de origen español.
1104

en un sistema en el que la realización del producto y la consecución del adecuado retorno
demanda de conductas estables, controlables, cohesionadas espontáneamente. El suceso ha
merecido importancia reflexiva por parte de muchos estudiosos, sobre todo en su relación
funcional en el sistema; a esta anomalía (“culturas urbanas”) se ha tendido a imputarle orden y
sentido positivo contrario sensu a la incomprensión que se atribuye e impugna por parte y al
pensamiento común y al stablisment, en su orden, de sociólogos, psicólogos, antropólogos,
apoyados en nociones de “contra cultura”, “objeción de conciencia”, “rechazo al modo de
vida” dado, etc. No se puede concebir sensatamente, que seres que se hallan en proceso de
formación mientras conocen parcial y defectuosamente las realidad que los envuelve, se
hallen en condiciones de apreciar los hechos que se impugna sin beneficio de inventario, e
inmediatamente proceder a proponer acciones supuestamente superadoras del status,
progresistas, para llevarlas a la práctica de modo racional y responsable.
El eufemismo de la “pandilla”: delincuencia en los jóvenes integrantes de familias
pobres y “tribus urbanas” en sectores de jóvenes pertenecientes a familias de ingresos altos y
medios, como efecto de descomposición del sistema capitalista en su núcleo básico: la
familia, tiene raíces más profundas, que inducen a que la reflexión sobre dicho hechos deba
calar mucho más hondo, incluso a riesgo de que se siga motejando a esta conducta
aprehensiva lógica de la realidad, como reduccionismo economicista, fundamentalista,
anacrónica. Si algún interés consigue este hecho, puesto que el mismo puede tener
proyecciones disonantes en la conformación de la esfera de la vida futura, es que se trata, mas
bien, de actos de subversión del orden sin sentido (extensión de los síntomas de la crisis de la
adolescencia al entorno social), propios de la edad de sus protagonistas y del carácter
moderno de las circunstancias: mecanización de todas las esferas de reproducción de la
existencia y de la actividad económica en particular, de la persistente realidad de la
diferenciación social y de pérdida incremental de importancia de la ocupación seria y del
trabajo como tal. La presencia de factores del entorno complican la formación de la
personalidad y de la identidad en la inmadurez pasajera: vacío juvenil en el vacío social, las
que responden a la perurgencia de realización de la mentalidad inexperta en un entorno en el
que se carece de condiciones para el efecto. Seres que deben hallarse bajo las “amarras” de
algún mecanismo de formación, se ven libremente frente a un mundo desconocido,
desarmados, con mucho entusiasmo y “energía” a su haber.
Con los procesos de automatización y de incremento de la dimensión de las urbes,
empiezan a aparecer una serie de fenómenos sui generis como la obesidad, las dolencias
reumáticas, la hipertensión (enfermedades que ciertos folclóricos estúpidos dicen que tienen
origen espiritual, de desbalance energético, y otras sandeces), el incremento del “tiempo”
libre, la claustrofobia citadina, lo cual conduce a la emergencia de negocios como: centros de
terapia alternativa, los aeróbicos, el uso de los parques para realizar ejercicios colectivos con
música, sesiones espirituales; eclosionan también las “tribus urbanas”, los grafiteros
nocturnos, lo cultores del Rock, etc. A todo lo citado se denomina “cultura urbana”, la cual la
ponen como aspecto positivo, como desarrollo civilizatorio. No obstante, a través de las
presentes notas se atreve a decir, que los referidos hechos son síntomas posmodernos de la
fase de aguda descomposición del capitalismo, que se iniciara con el advenimiento del
imperialismo y que hoy marcha a pasos de gigante hacia su término, efecto directo del
progreso acelerado de las fuerzas productivas (no es que el desarrollo material se detiene, sino
que éste pasa a producirse completamente en el interior de una sola “revolución”: la robótica
y la inteligencia artificial); luego, es la detracción histórica del trabajo lo que produce tales
“efectos positivos para la cultura”. En realidad, si se mantienen las actividades anteriores del
trabajo, las enfermedades y ciertas lacras de conducta desaparecerían: al hacer ejercicio en el
trabajo la obesidad concluiría, con la ocupación en el trabajo no habría “tiempo” para
pintarrajear las paredes,…
En efecto, en sitios y épocas en los que se debe encontrar el sustento realmente
trabajando no se presentan estos fenómenos, o los mismos son –eran- muy raros. En acto de
reflexión por fuera del marco de vida actual, el curso que debe seguir la juventud en una
comunidad ordenada en la que ha entrado la automatización lo sigue estableciendo el trabajo;
trabajo sin remuneración en la esfera del conocimiento, el cual, a su vez, es el ordenador del
proceder del sujeto, el formador de su personalidad, el forjador de su identidad. No se olvide,
que el trabajo ordena la vida, la otorga sentido, forma la personalidad. En ausencia de esta
determinación (del trabajo que templa el carácter, que disciplina, que obliga deberes de modo
1105

colectivo), el proceder aislado y sectorialmente gregario de determinados sectores de la
juventud es una contratendencia estructural, una válvula de escape individual-grupal, un
entretenimiento para que la “sabia nueva” no se moleste en reflexionar seriamente sobre la
realidad, sobre sus problemas y en relación con su actuación seria comprometida, ante ellos.
La delincuencia juvenil, como objeto de la preocupación que hace intentos aislados
inherente a su tratamiento, se encarrila hacia el reordenamiento de esta personalidad
tempranamente sesgada frente a patrones requeridos por el sistema para su reproducción,
merced al ejercicio de políticas de reinserción en él, en razón de tornarles agentes de sustento
y soporte de la estructura, papel respecto del cual se han apartado. Esta estrategia pedagógica
(del moderno Macarenko) sirve en el corto y en el largo plazos; en el corto, puesto que
permite ordenar a la conductas según el sentido conservador de que “las cosas son como son y
deben permanecer así” (los restos del capitalismo continúan con el desarrollo de la ciencia y
la técnica en los anillos centrales del sistema y, con dicho progreso, se siguen consolidando
las bases materiales sobre las que debe operar el mundo nuevo); en el largo, ya que dicha
anomia puede desembocar en norma general de la especie en el momento del recambio
generacional, por tanto, que el futuro puede ser embargado por esta conducta anómala de la
juventud tribal actual, si es verdad la afirmación, que lo que será la persona es el resultado,
sobre todo, de la temprana experiencia recogida por el sujeto en el mundo.
Muchas esferas del trabajo intelectual (en especial: el marxismo), se han vuelto objeto
de análisis y de obtención de ingresos para sobrevivir merced a ellos por parte de “teóricos”
posmodernos (también para la política se ha producido el fenómeno de inserción en la
“economía virtual”); trabajo y quienes no representan amenaza real inmediata ninguna para el
sistema que retórica y parcialmente se impugna. La “sociedad oficial”, en la subfase
neoimperial, postindustrial, postmoderna, tolera la teorización y la lucha en torno de los
componentes aislados de la llamada “microfísica del poder” (la mujer burguesa, por ejemplo,
tangencialmente se ve inscrita en las reivindicaciones de género, en tanto la conquista en
dicho micro frente coadyuvaría a mejorar la calidad de vida en el interior de su status de
ingresos; esa es una forma de asimilar infidencias parciales volviéndolas temporalmente no
traumáticas); no obstante, ese macro poder, no ve con ojos alelados las acciones generales de
la lucha, sin embargo de que en el presente paradójicamente cualquier disidencia agranda la
falencia entrópica del sistema.
En la intromisión cada vez más determinante de la “sociedad de la imagen”, de la
“‘comunidad’ virtual”, de la economía posindustrial, en la vida práctica y perceptiva de la
humanidad, las nociones sobre “identidad de género” devienen en teorización sociológica,
especulativamente forzada, puesto que deja de lado su base ontológica: el proceso de
reproducción vegetativa, pasándose por alto e impugnando la perspectiva “binaria y dualista”
de género (precisamente porque existe esta diferencia, es que está presente el conflicto, lo
cual da pie a su formulación perceptual de las “relaciones sociales de dominación” en este
plano) 1669 . Si se presentan desbalances hormonales en el funcionamiento de un cuerpo
constituido y definido de forma genética, esta anomalía produce efectos psicológicos de
rechazo al cuerpo y al sexo propio, y su identificación con el otro cuerpo y sexo, hecho por el
cual el individuo deja de ser biológicamente funcional; en ese caso: están puestas las bases
para que se elabore el discurso parafernálico abstracto de “género” y la justificación
–tolerancia, promoción- de la homosexualidad. En estricto sentido, en la realidad se entrevé
tres tipos fundamentales de identidad: natural de sexo, étnica (racial) e ideológico-política.
Tanto la diferencia como la consecuente escisión de roles y supeditación a ellos,
devenida del fenómeno de escisión natural de sexo entre seres humanos, constituyen designios
1669
“Identidad de género”, “opción sexual”, “preferencia sexual” y otras, son algunos de los constructos
ideológicos de mentes cochinas, que buscan hacerse con temas en los cuales entretenerse, fundar cátedra,
pavonearse narcicísticamente y de eso vivir. Detrás de esas nociones inventadas, se halla operando la
concepción dualista de la vida humana: conciencia y esfera orgánica (cuerpo); se supone que la persona niña
no se reconoce a sí misma y se encuentra con su identidad coercitivamente fijada por la naturaleza, en su
diferencia con el otro, sino que ella desea asumir su identidad de género mediante la libre elección -en el caso
de la homosexualidad, con el otro diferente-, a la manera de poder elegir si respirar o no. El dualismo está en
que en un cuerpo, dígase masculino, se dice que reside una mente (alma) femenina, y que el valiente monstruo
que ha “salido del closet”, lo ha hecho para poner en correspondencia sus preferencias, recurriendo a las
hormonas, al bisturí o a los implantes, como si no fuese mejor acomodar la conciencia a la naturaleza orgánica
dada (de modo también hormonal, con métodos reflexológicos o por acción de adecuación racional
intrasubjetiva).
1106

ópticos inherentes a la perennización de la especie; esta organicidad biológico-natural
presocial, se extiende funcionalmente en cada miembro, en coherencia con las necesidades en
las distintas épocas históricas que experimenta el plano gregario; en la fase en la que reina la
“propiedad individual” y de muy insipiente grado de desarrollo de la técnica, la corporeidad
de la fuerza encuentra justificación en sí misma y pasa a expresarse como costumbre, derecho
y presupuesto ideológico. Si bien es verdad, que todavía impera el conflicto jerárquico al
interior de la “relación de género” derivada de la supremacía en la percepción y en la práctica
de una “lógica de poder”, antes que de una “lógica de la diferencia”, las nociones sobre
“identidad de sexo” o “sexualidad”, no pueden ser símbolos justificatorios para el avance de
las nociones acerca de preferencias y práctica que tenga un sentido simplemente racional o
veleidosamente eleccionario. La subjetividad es necesariamente intersubjetividad o expresión
individual de la subjetividad colectiva; la individualidad es la “selección” y “ubicación” en
una posición dentro de las que existen en el mundo exterior, pero tanto la una como la otra
(individualidad y colectividad) constituyen la conciencia –veraz o no- de la realidad material;
y, es en ese nivel en el que la acción se vuelve sustantiva.
La “socialización de género”, que se inicia con el nacimiento, en la que las “diversas”
tipologías guardan relación directa con el sexo y con los estereotipos del grupo de referencia o
de la forma social preimplicada, tiende al propósito de estatuir en la conciencia la diferencia
(hecho que trae aparejada la institucionalización de la jerarquización y la dominación en los
conjuntos humanos clasistas), es decir, forjar la identidad o impedir la homologación social
entre seres femeninos y masculinos en acto de anulación de la diferencia natural, que
predefine algunos roles necesarios, para la reproducción biológica y grupal; es obvio, que en
su momento, esta realidad es la que da eficacia al sistema global de reproducción burguesa, y
de la cual se aprovecha el macho humano para someter y realizar sus fantasías zafándose de
culpa. La sobreposición de las diferencias sociales a la razón anterior define la masculinidad y
feminidad (categorías definidas socialmente): la identidad de género, en el trasfondo de la
familia monogámica y de la comunidad burguesa (si al macho humano, como al hipocampo le
tocara llevar a los críos en su vientre “no más”, se verían tantos cambios en la conducta).
Sin embargo, dicho sea de paso, la llamada “intuición femenina”, como
“conocimiento”, no se debe a naturaleza especial alguna atinente a su condición genérica, sino
al marco de vida en el que particular y coercitivamente ha sido recluida a desenvolverse, que
tiene que atender y que por razones socio-históricas, conoce mejor por sobre su naturaleza
sensible; además, no es que está en la naturaleza del macho la búsqueda del éxito y en la de la
hembra la seguridad; éstas, mas bien, son determinaciones sociales del medio (lo cual implica
que, como en la histeria, el medio social, el contenido del habla, puede cambiar las leyes
naturales regentes en ciertas conductas). Las “diferencias” intelectuales y comportamentales
entre hembra y macho humanos, por su parte, responden a razones histórico-sociales (por
sobre la división del trabajo, efecto de diferencias orgánicas), que a naturales, genéticas, de
disimilitudes entre cerebros (las características, que vienen a ser como estereotipos, son
producciones sociales” –estructura e historia).
La norma es: quién provee, manda (claramente se advierte en el hecho, la vigencia del
materialismo económico, el cual es rechazado y desconocido en su carácter de determinación
por la modalidad subjetivista de pensamiento); de esta ley se deriva todo tipo de asimetría,
dominación, sometimiento, dependencia, abuso, exclusión; como también esa es la base del
impacto ideológico y psicológico (”cultural”) presente en la cuestión, cuanto de la esfera
institucional (costumbre machista) y legal (mandato, refrendación de la deshumanización)
inherentes. Desgraciadamente, como la tendencia es la “profilaxis” sobre el mal localizado,
sin remitir el problema a su determinación fundamental, se asume causas fetichísticas que
evocan al machismo como problema de raíces “culturales” (conciencia y conducta), a ser
sometido mediante “reingeniería mental” y coerción legal y punitiva sobre el infractor, en este
caso: el macho machista, para lograr la liberación del dominio de género a la perjudicada.
Como todo buen proceso de curación, el problema debe ser concebido y tratado en dos
planos: sistema causal y sistema de efectos; en el hecho real, la historia ha procedido de modo
serio: como efecto del despliegue de las leyes económicas, del desarrollo de la producción
(fuerzas productivas y relaciones de producción), la mujer ha sido incorporada al mundo del
trabajo, ha pasado a ser su propia proveedora, se ha hecho con la libertad en ese plano, se ha
autonomizado y vuelto dueña, in abstracto, de su vida.
1107

Con la “feminización de la humanidad”, con la implicación de la vida masculina en las
tareas clásicas de la mujer; con el paso de todas las responsabilidades de reproducción de la
vida individual y colectiva que se viene, al moderno sistema de máquinas, las tareas del
macho y de la hembra se suprimen en conjunto (y ese es el verdadero “efecto de cambio”,
puesto que la realidad define la conciencia –y la conducta-, no su simple racionalización); con
la intervención de la mujer en tareas hasta hace poco consideradas como de exclusiva
competencia de la masculinidad y la fuerza física (en la Policía, en el Ejército, en el
fútbol,…); con la insurgencia de los grupos homosexuales, se van borrando las diferencias
sociales e ideológicas –incluso antropofisicas- de sexo; y, si se suma al fenómeno la colateral
incidencia del coito humano en la futura forma de reposición de “unidades de inteligencia”
como de la prolongación de la vida, pronto no se sabrá “quién es quién”: la “lógica del poder”
(sic) habrá sido superada por el imperio de la “lógica real de la indiferencia” (sic).
4.3.- HISTORIA, LOGICA Y PAXIS PROGRAMATICA TRANSFORMADORA.
4.3.1.- LA CONCEPCION OFICIAL SOBRE EL PROCESO: RECUSACION; PRAXIS POLITICA.
Los productos parciales de la actuación humana –de locación siempre en la coyuntura
de fin de milenio y principios del Siglo XXI-, mirada la realidad a través de la aplicación en
ella, del prisma de la técnica de seguimiento estipulada como: “evaluación intermedia”, en su
estado de concreción efectiva, suele compendiarse en tres hechos: 1) clausura del sistema
económico “socialista”; 2) desaparición del proletariado; y, 3) globalidad y fin de la historia
(en sentido estricto, hegemonía, en la humanidad, de los hechos fácticos: libre empresa,
democracia y enfoque deísta-teísta de la existencia: la “teoría” del “Diseño Inteligente” de
Sao Pablo) 1670 . En este mapa perceptual, la academia incluye la irrupción súbita, de
espontánea actuación, de los denominados “nuevos actores de la historia”: los movimientos
sociales. La caracterización en boga, emana de la conciencia “para sí” del pensamiento
oficial, la cual se amalgama a la concepción del sector que otrora desplegara su praxis
política, inscrita en la teoría científica de la “lucha de clases” 1671 . Es evidente, que una
postura cognitiva de este orden, pone de manifiesto su carácter epistemológico clasista, pero,
a la vez, advierte la ausencia de conexión, en la abstracción, de fenómenos históricos, que
constituyen una totalidad en devenir.
La índole de ilusoria verdad del discurso en referencia, para la población en general,
detenta status de legitimidad, el cual deviene en factor articulante de complejos
condicionamientos: formación de la subjetividad colectiva a través de la percepción directa e
inmediata; estructuración mental derivada de la praxis de la ideología hegemónica
(credulidad, aparejada al “efecto de verdad” sobre discursos que no son verdaderos ni falsos
por sí mismos, si no que producen ese efecto -dixit Foucault); y, la fuerza mitologizante de la
tradición. Atentas las circunstancias subjetivas que circundan los hechos de fin de siglo, en
una primera aproximación exploratoria hacia ellas, se advierte, en el interior del género, la
presencia y manifestación de posturas paradójicas en el proceder de la razón; en efecto, el
período concluye con la primacía de la tendencia, en la idea, de recusación a la norma en la
que reside la determinación del progreso humano: el desarrollo de las fuerzas productivas en
su modalidad técnica, tanto por parte del poder del capital (ineficacia marginal de la técnica)
como por los "nuevos actores de la historia" (movimiento "pluricultural", que rechaza la
"globalización": “desmodernización” -A. Touraine). En suma: la derivación abstracta de la
determinación puesta por los límites a la valorización proveniente del efecto del decreciente
1670
No obstante, “Una vez más estamos aprendiendo actualmente esa lección de la historia capitalista. El auge
de posguerra que habría de introducirnos por doradas puertas en el siglo XXI hoy ha muerto oficialmente. En
todo el mundo capitalista proliferan las crisis políticas y económicas” (Shaihk, Anwar. Valor, acumulación y
crisis).
1671
La seudo categoría de “sociedad civil” de orden burguesa, reconceptualizada con el aparataje nocional
gramsciano, columbra la percepción y práctica de una diversidad de agrupaciones sociales alrededor del
mundo, inscritas en el amorfo sistema de los “movimientos sociales”. No obstante, dividir a la sociedad en
“civil” y “política” enfrenta a la conciencia a la imposibilidad de realizar una caracterización objetiva de la
comunidad ilusoria burguesa; pues, no es posible establecer las diferencias polares existentes en una
“comunidad”, como tampoco acceder a la explicación de cómo se estructura el poder: la “sociedad política”. Y
ésta, como la política, deben ser remitidas a su verdadero principio: “el fundamento secreto de lo político (sic)
está en relación directa entre los propietarios de las condiciones de producción y los productores directos”
(Jean Lojkine).
1108

etorno de la inversión técnica y del cuestionamiento de la noción del progreso como simple
acumulación de riqueza: el modelo positivo de la ciencia y la racionalidad tecnológica
instrumental. En relación con el caso citado en último lugar, es evidente, que se está frente a
una postura de impugnación al proceso de ascenso del ser humano, por vía capitalista, hacia el
estado de máxima "hominización".
Las sucesivas, sistemáticas, dinámicas y sorprendentes transformaciones, que
experimenta la humanidad en su conjunto (siempre en el interior de la formación económicosocial
burguesa), marco en el cual han sido depuestos los propósitos del falaz sistema
“socialista” jruschoviano/gorbachoviano soviético, constituyen los portadores materiales: la
base de sustento, de las profusas declaraciones a la orden, envueltas en un acto de conducta de
confabulación pedante, por parte de “moros y cristianos”, sobre la "inviabilidad del
socialismo", la satanización del "comunismo" y la subsecuente conclusión sobre el "cierre de
la historia" (Fukuyama). En sentido cuasi análogo, proyectan sus dardos ideológicos las
nociones de premodernidad, modernidad y posmodernidad (hipermodernidad): la
clasificación del movimiento histórico a partir de una posición en exceso subjetivista,
superficial (subjetivismo especulativo), el apego a reflexiones puramente formalistas de los
hechos sociales, que escamotean su intelección objetiva (incluso cartesiana), en virtud de que
no profundizan racionalmente en ella (la misma idea de racionalidad se halla recusada de
modo ligero; en su lugar se pretende afianzar, por parte de esta gente, el más avieso
irracionalismo), por su carácter galante, soberbio y autoritariamente sectario, adverso a
aceptar el cambio legado por la presencia y actuación del proletariado y del socialismo (a los
cuales los ven solamente como abstracciones y fracasos), por no poder establecer los
verdaderos nexos históricos en el marco de una totalidad, debido a que se piensa, que el
capitalismo es una realidad suprahistórica vigente.
Esa pareja de insucesos (la planetización del sistema de mercado y la "caída” del
“comunismo"), como las conclusiones de referencia anterior, son depositarias de su debida
explicación histórico-dialéctica (la base material sobre la que reside el pensamiento); el
acceso a esa interpretación preestablece echar por la borda la concepción burguesa sobre los
fenómenos sociales registrados a final de milenio y, conjuntamente con ella, la percepción
neorevisionista y su letal engaño (periodización histórica formal, sustentada en la noción de
“eras” cronológicas vinculadas al sólo salto en el progreso de las fuerzas productivas: las
revoluciones tecnológicas, a la manera de las “revoluciones científicas” de Thomas Kuhn; sin
embargo, en la ciencia históricamente conformada, no se producen rupturas radicales, ésta
progresa de modo evolutivo, en cuanto ese es el modo de ser de la realidad; lo opuesto ocurre
en el movimiento del progreso social) 1672 . La realidad que viene para la especie humana, en
lo absoluto puede ser socialista: esa afirmación es verdadera; no obstante, dicha imposibilidad
1672
“Lo que está por venir, es tener que reconocer, que esta quiebra en el seno del poder es consecuencia, entre
otras razones, de una transformación fenomenal del mundo, que es quizá el proceso revolucionario más grande
de la historia humana, pues, la ciencia se ha convertido en fuerza productiva directa, que ha logrado romper
formas de organización económica y política, que ya no son escenario de desarrollo y del progreso humano
…(¿qué relación tiene la ciencia con la historia?: ella por sí sola cambia las relaciones sociales, la técnica forja
nuevos momentos de la humanidad)… (sic). Eso no quiere decir, que el progreso haga felices a los seres
humanos; el progreso ha amenazado a un sector de la humanidad; pero, habiendo cambiado el actor de la
historia, que es la economía nacional, el Estado nacional, no sólo por sus fronteras rotas, sino por cuanto su
escenario se ha convertido en un minúsculo ámbito para un desarrollo que reclama mayor dimensión, es
imprescindible reconocer, que con esta ruptura de las economías nacionales murieron también las ideologías
nacionales que fecundan la política, y entre otros: murió el socialismo en un solo país, y murieron las nociones
liberales de la economía ligada al Estado/nación” (dixit Alfredo Castillo). Se imponen las nociones políticoadministrativas
“neoliberales” eslabonadas al “Estado global”. Esta apreciación de propensión economicista
deja entrever, que ha sido el ímpetu estructural de la operación de la ley del desarrollo de las fuerzas
productivas por sí solo, el aspecto que ha destruido formas de organización social incompatibles con su
movimiento progresivo, según la directa determinación de la acción de la ciencia y de la técnica. En la presente
exposición, se estima –por el contrario-, que fue la dominante de la acción política del proletariado el factor
que ha sobredeterminado dicho desarrollo (de las fuerzas productivas), pero generando objetivamente un orden
superior de relaciones sociales. En efecto, como en Dobb (Dobb, Maurice. “Estudios sobre el desarrollo del
capitalismo”): fue la aparición de una clase (los pequeños campesinos acomodados y la de los artesanos en los
burgos), lo que hizo que luego ésta luche contra la dominante anterior (los terratenientes feudales) hasta
conseguir su hegemonía; de análoga manera, no ha sido tan sólo el desarrollo de las fuerzas productivas (la
ciencia, el conocimiento, la técnica) lo que ha derrotado a los sistemas (capitalista y socialimperialista), sino la
lucha proletaria (clase objetivamente existente) la que obligó al capitalismo a desarrollar los poderes de la
técnica (a pesar de que este proceso fuera perurgido también como coacción de la competencia
intercapitalista).
1109

no se debe al impacto sobre la historia de los episodios: “caída del Muro de Berlín”, a la
desestructuración de la ex URSS, a la desbandada del Bloque Oriental o como efecto del
machaconamente publicitado “fin del socialismo”, sino por cuanto el actor de la historia en
esa transformación, una vez cumplida su misión (comprender la racionalidad del movimiento
humano, tomarse el poder y plasmar su proyecto en un caso concreto “a nombre de toda la
humanidad”: el marxismo, la Revolución Socialista de Octubre y la ex URSS de Lenin-Stalin)
incidió en el descomunal desarrollo de las fuerza productivas, proceso que ha producido los
brazos mecánicos que le están paulatinamente reemplazando (es verdad, “que el planeta rotó
sobre sí mismo, es por eso por lo que hoy hay un nuevo día, y cambiar para reconocer la
nueva realidad es una virtud que permite superar posiciones dogmáticas” –dixit Alfredo
Castillo-; no obstante, no es la “caída del Campo Socialista” y la existencia de “una sola
economía en el mundo”, la razón por la que se halla vedada la ruta socialista para la
humanidad, sino, se insiste, por cuanto no existe más el sujeto: el proletariado revolucionario).
De manera que, al proceso de la comunidad humana en ciernes, es común designarlo
con una terminología simplemente de vaguedad descriptiva; en efecto, a la etapa en la que se
halla embarcada la especie se la conoce como fase “utraimperialista” (Kausky); “sociedad
red” (Castells); complejidad (Morín); imperio (“inmanencia de la multitud”; Hardt y Negri);
totalidad, humanidad constituida en “sujeto político” (Moreano); sistema-mundo
(Wallerstein); civilización semiótica (Ghilain Lafont); sociedad de la espiritualidad, era de la
inteligencia, economía del conocimiento (versión europea); globalización (percepción oficial);
mundo unipolar; neoimperialismo (socialismo trotskista); sociedad “posmoderna” (Lyotard:
ya Feinmann ha procedido sobre su nocionalidad discursiva, conducente a “deconstruir” los
“grandes relatos”); época de cambios, cambio de época. Choque de civilizaciones
(Huntington); “Sociedad del conocimiento”, “capitalismo sin capitalistas”, “gestión del
cambio” de P. Drucker-Toffler; de la “destrucción creativa” de Schumpeter (“políticas
caníbales”, dirían ciertos empresarios; “... el capitalismo como un sistema basado en la
´destrucción creativa´, concepto que describe el proceso por el cual la tecnología existente va
siendo desplazada por tecnologías más productivas”); sociedad sin Norte, que no “intuye”
(sospecha) a dónde va o que no es capaz (para esta intelligentzia) de ponerse una meta en
torno de la cual arrimar el hombro en una parte del trayecto, pues, se la ve como la “sociedad
del saber” y nada más, luego de la cual se apodera de la mente el “Universo invisible” (la
“madurez científica” en lugar del “infantilismo científico” de la prospectiva), o sea, él que se
halla más allá del “Universo visible” para el telescopio Hubble. Diríase, que el término
“complejidad” (con todo su boato y agresiva penetración en la conciencia en el presente),
constituye una noción más apegada hacia la caracterización real de una sociedad en
concreción devenida y, por tanto, en transición (en sentido estricto, conclusión: el capitalismo
se cierra con la hegemonía imperial estadounidense –china- en la cima, la onda financiera del
capital bancario en crisis y la hemisferización trunca de la dominación); pero, el mismo, mas
bien obscurece la aprehensión conceptiva de la coyuntura histórica, puesto que la banaliza y
cubre su esencia.
La teoría de la “sociedad red” –“era de la información” (Castells)-, en la que se
incluye, entre otros aspectos, las razones de la caída del “socialismo real” –el “estatismo
soviético” (sic)- (la cual se atribuye de modo especial a decisiones de naturaleza
administrativa imposibilitantes de seguir la carrera tecnológica informacional, mas no al
hecho de que de la dirección fue retirada la presencia proletaria) y el carácter de la sociedad
actual (la etapa “informacional”), al tipificar a la humanidad, centra su interés en el desarrollo
de las fuerzas productivas (como es correcto) y, de ellas de modo principal: en el Internet; esta
postura conduce a la formulación de la noción de la “sociedad red”. La misma, no obstante,
constituye una forma de consideración simplemente de carácter supraestructural en el
abordaje comprensivo de la sociedad. Las TIC difunden el conocimiento, permiten su
intercambio libre, precisamente a través de la operación de dicha condición instrumental; no
obstante, el conocimiento (positivista) no se genera en la esfera del intercambio 1673 . Es
1673
Si se mantiene consecuencia con el enfoque objetivo de los hechos (e, incluso con el marxismo, con el valor
heurístico que tiene la ortodoxia), la reflexión sigue la ruta: estructura económica, superestructura jurídicopolítica
y formas de conciencia social; en el contexto de las relaciones materiales de la reproducción de la vida:
producción, distribución, intercambio y consumo. El Internet se ubica en la esfera del intercambio y en la de la
superestructura, en cambio que la robotización (e inteligencia artificial) lo hace en la producción, en las
1110

verdad, que las fuerzas productivas: su conformación, sistematiza (y explica) las relaciones
sociales estatuidas; sin embargo, en su pura configuración espacial no reside la esencia
modeladora ni la estructura significativa de su explicación en torno de los procesos sociales
actuales (se puede caer en la tentación de pensar, que con nodos y redes al igual que con la
“teoría” sobre el “movimiento browniano”, la gravitación, la relatividad o la incertidumbre, el
caos o la indeterminación cuántica, ya queda conceptualizada la “sociedad” 1674 ).
La configuración espacial de las fuerzas productivas y su interrelación ponen los
trazos generales del sistema y de su funcionamiento; no obstante, una cualidad formal suya
(su naturaleza nodal y de red), no deriva en la determinación del carácter de la fisonomía
social. La sociedad posmoderna, se singulariza por la totalización y articulación de todos sus
procesos; este producto –por su parte- ha llegado a ser como efecto del impulso sobre sí –un
día propio- de desarrollo de las fuerzas productivas (si la categoría “automatización” adquiere
importancia social sustantiva en el análisis, es por cuanto ese sistema, al principio formal,
mecánico, empieza progresivamente a reemplazar a la actividad física y, luego: a la intelectual
–decisional- del ser humano), fenómeno llevado a cabo al margen del trabajo de las personas:
la “sociedad red” será tan sólo un nivel, sobre ella actuará la conciencia de la verdadera
“sociedad”. La “comunidad” humana posmoderna, es “glocal”; sin embargo, por más que siga
la trama de flujos y redes, en la que se multilateraliza, se realiza y reproduce la dominación en
cada punto concreto, existe un poder central coordinador de la cuasi imperialidad del sistema.
En esencia, la globalización: los fragmentos de la clase capitalista parcelados en el planeta, se
encuentran, tejen una red de comunicaciones y se integran como clase mundial (se generaliza
el domino); en el polo opuesto, las diversas formas de sobrevivencia también empiezan a
comunicarse (intercambiar conocimiento) y a tejer sus nexos dando lugar a un solo escenario
de lucha por el sentido de la historia (proceso formalmente fortalecido por el crecimiento
poblacional, por el desarrollo de las comunicaciones; hechos de todos modos tributarios de la
expansión comercial).
Vista bien la circunstancia: capitalismo de la información (Internet), economía de
servicios, de casino, hiperformación del sistema financiero-especulativo, tienen sentido una
vez que el desarrollo de las fuerzas productivas materiales (dado como efecto de que el
conocimiento cada vez mayormente repercute sobre ellas, en el marco de un proceso de
inducción recíproca) ha avanzado hacia la automatización, con lo cual la humanidad descarga
“tiempo” para dedicarlo a todo tipo de actividades no económicas. Hay que recordar una vez
más el hecho de que: si los primeros pueblos casi no tenían vida simbólica (tradiciones,
narraciones, representaciones artísticas), puesto que la totalidad de su “energía” vital era
invertida en hacerse con los satisfactores para reproducir precariamente la vida material (tal
como el buey, que se pasa todo el día recogiendo pasto con su boca, mientras que en la noche
procede a molerlo; ahora bien, mientras aquí se duerme, el mundo está vivo en su otro lado); a
futuro, en cambio, la robótica “económica” libera al ser humano del trabajo productivo (en su
condición de trabajo productor de bienes físicos y de servicios que produce plusvalía, como
del trabajo en general, es decir, en su consideración tautológica, abstracta, o sea, labor
productora de resultados en cualquier época histórica), proveyendo, de este modo, a la
existencia de la posibilidad de ocuparla en el desarrollo de la región espiritual colectiva y no
en la esfera productiva recluida a las máquinas. Eso es exacto; o: ¿acaso el ser humano ha
dejado de comer, de contar con un techo o de vestirse? Dicha aseveración naturacéntrica
conduce a afirmar (en forma admonitoria), que “si se quiere salvar al planeta, se debe dejar de
comer carne” (¡qué opinarían –si pudieran- los animales carnívoros!); aquello, lo dice incluso
la FAO. No obstante, la pretendida regla a imponerse: ¡es del todo absurda! (lo cual quiero
decir, que el mundo está siendo tomado por el folclor; y la posmodernidad es todo eso). El ser
humano es lo que es y habrá de ser lo que debe ser, a partir del momento en que empezó a
comer carne y si lo sigue haciendo, en su orden. Si la humanidad deja de comer carne, en
pocas generaciones degradará a sus miembros física e intelectualmente; ¿herbívoros?:
relaciones sociales, que el desarrollo de este frente de las fuerzas productivas genera (“Cuestionamiento a
Castells”, vendría a ser la sentencia de Pierre Garnier).
1674
El ser humano, por su parte, está visto que opera según patrones (su vida tiene que someterse a patrones
aunque no le dé la gana, pues, su inobservancia le llevará a la dimisión de la vida); incluso los anarquistas, los
mozalbetes desadaptados que en todo tiempo aparecen en escena, los cuánticos, se hallan letalmente sometidos
a la organización real de la existencia y el desorden que desean imponer, primero tiene que ceñirse al orden
natural, luego al social (capitalista) y después a la coherencia en la esfera del pensar, pues, la mejor anarquía
debe definir un objetivo, trazarse unas líneas de acción, o sea, formular un plan y pensar una estrategia.
1111

¿animales? Otra es la verdad aquí manifestada, que sostiene que el ser humano deberá dejar
de comer carne mediante el sacrificio de animales (y suspender los procesos antrópicos
derivados de su producción) cuando ésta haya pasado a producir carne del tipo y calidad
animal, en laboratorio y en la “empresa”.
Para el caso que ocupa, es Francia uno de los sitios en el que han brillado varios de los
más encumbrados pensadores, específicamente: en la Sorbona en las décadas intermedias del
siglo XX; grupo humano, que todavía puede sostener una economía “nacional” subsidiada de
los “servicios”, puesto que disponen del excedente que le provee el sistema de comercio
mundial de aviones, de armas y los provenientes de la industria nuclear. Por tanto, antes de
defeccionar del todo, esto es, de perder el Norte intelectual (toda esta gente ha dejado de
considerar a Marx, al Materialismo como referentes; se han adscrito al existencialismo
sartreano; y, “se hallan como perro en Misa”: perdidos), la otrora intelligentzia gala, algo ha
propuesto que vale la pena rescatar de modo crítico. Por ejemplo: Gilles Lipovestky ha
desarrollado la interesante teoría de la “hípermodernidad”, con la cual se quiere hacer sonar el
discurso respecto de que Francia ha dejado atrás la “posmodernidad”, por lo que ha pasado a
ubicarse en una nueva fase, que la nomina con el término antelado; el carácter de esta etapa,
es fundamentalmente hedónico. Sin embargo, dicha perspectiva de interpretación del
fenómeno sociológico francés, europeo y cuasi mundial, inadvierte que la humanidad va mas
bien al estado de “supramodernidad” (un nuevo escaño de modernidad, caracterizado por el
predominio de la automatización –mecanización inteligente del proceso económico, que
precisamente corre a cargo de las potencias de capitalismo avanzado- y de nuevas relaciones
“sociales” –tarea bajo responsabilidad del frente neocolonial del capitalismo); esto es, al
momento de “madurez”, en el que la anciana humanidad no puede (no quiere) trabajar y debe
hacer uso de la riqueza acumulada (la automatización) para sobrevivir, o sea, instante en el
que deben confluir en un punto específico y cronométrico, tanto la humanidad que no quiere
trabajar con híper deseos (hedónica) con el vector de la robotización. Solamente de este modo
tiene sentido el criterio sensualista existencialista de la llamada “hípermodernidad”.
Ahora bien, el tratamiento conceptivo esencial de la sociedad radica, siempre, en el
análisis sobre la esfera de la producción (si en un momento dado: cuando la formación social
burguesa ha devenido, la realidad convoca a prescindir de las categorías de “valor” y de
“clase”, la razón intelectual debe partir de dicha esfera como premisa), en el plano de la
reflexión sobre el proceso de reproducción material de la vida, a pesar de que, en el género
actual, de la escena esté saliendo -y definitivamente la deje- el trabajo físico (tanto como el
implicado en la producción de ciertos servicios), hecho que es evidente que se trata del
preludio del ingreso de la humanidad en la etapa de reproducción supermoderna, encargada
del desarrollo de la conciencia. En consecuencia, es en la base material y, en ella: en la
producción, la dimensión en la que debe buscarse el carácter del nuevo sistema social (en el
que incluso se entiende, por ejemplo, una de las contradicciones tecnológico-políticas dada en
el plano de la sociedad informacional: encriptación/hackers; o la “guerra asimétrica” que
Cuba ha librado frente al imperio). En coherencia, las relaciones sociales vienen configuradas
por el proceso robótico, por las normas que imprime la necesidad de aprovechamiento
colectivo y particular del producto resultante de ese proceso, por condicionamientos de orden
espiritual (sociedad productora de conocimientos y consumidora); en una palabra: la
determinación del proceso de sostén y reproducción material de la existencia vital y subjetiva
de la conciencia.
En la primera fase de la sociedad simplemente consumidora (la afirmación
empíricamente se confirma en los pequeños brotes asociados aún, con la presencia de la tríada
socialista: Cuba –hasta el año 2010-, Vietnam del Norte y Corea del Norte, en la robotización
y en la satisfacción excedentaria de la población ligada al poder económico mundial),
sobresale la presencia del “trabajo” maquinizado y del trabajo improductivo (el que no
produce plusvalía, el que se cambia por renta, en el modo de producción capitalista
plenamente desarrollado), o sea, la “actividad” conjunta de la máquina y del ser humano
ligada a tareas del “sector terciario” de múltiples pequeñas y “fami” empresas, en las que ha
quedado suprimida la determinación del “valor” (naturalmente, que en este proceso media una
etapa en la que tiene lugar la conjunción de trabajos asociados con el “estrato científicotécnico
mercantil simple, el viejo proletariado y la esfera marginal de la reproducción, en la
medida en que el trabajo se ha hecho temporalmente universal”). Los trabajos intelectual y
administrativo humanos (según Marx –de conformidad con la opinión de ciertos
1112

investigadores-: sólo el trabajo físico –el productor de bienes reales, esto es, el que se
objetiviza en mercancías como unidad de valor de uso y valor de cambio, genera valor): el
que crea conocimiento, el que lo transfiere al colectivo o el que lo aplica a la técnica (tanto
como aquel aparejado a la labor llamada de la “gestión”) generan un tipo especial de valor e
incluso plusvalor; lo cual acontece, dado que el conocimiento detenta todavía naturaleza de
mercancía, o sea, su producción se realiza en el marco de nexos salariales con miras al
cambio, su realización arroja plusvalía, sobre todo de índole “relativa”.
El burócrata (funcionario del Estado, aún en el caso de que éste opere de acuerdo a
como lo hace la modalidad empresarial), el intelectual desempeñándose en el marco de
relaciones salariales, en esta forma de sociedad determinada por estos tipos de trabajo, en
similar sentido que el científico, el tecnólogo, no constituyen –dígase- obreros modernos (para
el caso de estar ligados a una empresa); por tanto: éstos, no son instrumentos directos de
valorización del capital, tampoco conforman el nuevo “sujeto histórico”, que se halle
sosteniendo la antítesis con el capital. En la forma de sociedad compleja, “multideterminada”,
adquiere relieve el proceso de articulación entre los nexos mercantiles simples precapitalistas
de producción, las formas capitalistas, las comunitarias, las formas sin trabajo
(cibernetizadas), las socialistas del trabajo (Cuba –hasta el año 2010-, Kibutz,…) y formas
mercantiles simples pos capitalistas (la típica amalgama combinada del desarrollo social
desigual -Trotsky). “En toda forma de sociedad hay una producción que impone el rango a las
demás, es como un éter especial que baña todos los colores, que asigna su función
específica…”; estas formas de producción lo conforman –en la sociedad burguesa moderna-
la cibernética y la nueva forma mercantil simple de los pequeños propietarios asociados, que
no son ni capitalistas ni trabajadores, porque son las dos categorías a la vez y que es mas bien
marginal-, no obstante la forma maquinizada es la que cada vez más se impone sobre las
demás, en el interior de la devenida sociedad.
El intercambio simple de mercancías, en la dimensión histórica, constituye una
categoría antediluviana. El “equivalente”: la cantidad de trabajo contenido en la producción
de mercancías, es una categoría nueva en la historia mediata, pues, de ella se empieza a hablar
de forma póstuma a su determinación real. El criterio rige con carácter general, para todo el
período en que opera el cambio (Engels), mientras el mismo deviene en su forma más
concreta, como “precio de producción”; este “precio natural” tiene –sin embargo- como eje de
gravedad a la categoría “valor”, o sea, al trabajo materializado (Shaikh). La ley del valor
adquiere el status de tal (status real, en toda su significación), solamente cuando el trabajo es
transformado en mercancía con la disociación entre el productor directo y los medios de
producción, o sea, en el modo de producción capitalista (Colliot-Thélene Catherine). La ley
del valor cesa en el “presente” y, mucho más en el futuro, al prevalecer la forma mercantil
simple de producción de mercancías y al imponerse el proceso automatizado de “producción”.
Si, por una parte, se acrecienta la explotación de la fuerza de trabajo al incrementarse su
rendimiento –plusvalía relativa-, hecho ligado a la neocategoría burguesa de productividad
(desarrollo técnico, incremento de la composición orgánica del capital), por otro, se reduce la
presencia del obrero (la producción de valor en extensión) 1675 . Es el instante en el que el
modo burgués de producción históricamente cede y la conciencia advierte una nueva realidad
a la que debe adecuarse, para lo cual está llamada a echar mano de útiles conceptuales todavía
sin determinación subjetiva; y, esta tarea se inscribe en la efectivización de la responsabilidad
autoatribuida de la percepción filosófico-social, que conceptúa el mundo. No obstante, en este
punto se presenta una paradoja dialéctica: el enfoque analítico de la especie centrado en las
categorías de “modo de producción” y “formación social”, debe quedar por un momento a un
lado, y ocupar el puesto en su lugar los de “desarrollo/subdesarrollo” como útiles operativos
de programación, en examen la condición de enajenación que abarca a un conjunto completo
de pueblos en el mundo y al destino de largo plazo de la humanidad.
1675
Paralelamente, los jóvenes in abstracto, ya no se hallan en disposición de trabajar: se sienten simplemente
“ciudadanos”; la contradicción sociológica se instituye: la concentración del capital y la crisis, impiden la
reproducción hedónica de esta juventud. La técnica, por su parte, está en condiciones de subsanar problemas y
atender necesidades que plantean la reproducción de la especie, en su consideración entera. El obstáculo (la
contradicción) para la conexión necesaria, que debe producirse entre necesidades y su satisfactor técnico,
proviene de la estructura económica de la sociedad concurrencial moderna, la cual se perenniza a través de la
actuación del grupo orgánico humano colocado en la cumbre de la pirámide. La crisis (de sobreproducción) se
torna recurrente cuando se impone la unión violenta de los contrarios: necesidades humanas abstraídas de
trabajo y condiciones de producción abundantes en tenencia (propiedad) privada y concentrada.
1113

El trabajo productivo físico y el de los servicios, con su desaparición, deja de ser una
mercancía, aunque los medios de producción no retornen a sus manos: a ser propiedad de los
productores directos; pero, con su ausencia, desfetichiza también a las demás mercancías, las
“desaliena” (strictu sensu: sólo con la conversión en mercancía del trabajo del ser humano
aparece en la historia la categoría de valor; a su vez: el trabajo por cuenta propia –para el
autoconsumo y para el cambio de valores de uso- y la operación de las máquinas, cesan la
actuación de esa Ley), las transforma en simples productos (valores de uso, de lo cual se
desprende, que las máquinas y, por tanto, el robot, únicamente producen valores de uso, los
que en la fase final del capitalismo adquieren la forma jurídica de propiedad, por tanto, de
mercancías); y, la ley del valor (pese a que la pos existencia del trabajo mercantil simple sea
realidad fáctica: el intercambio entre trabajadores cooperados dueños de microempresas), se
detrae completamente. En el “ciclo conocimiento” del capital, la generación de valor concluye
y el modo de producción, también; de manera correlativa, no existe forma de reflexionar
científicamente –como se ha expuesto al final del párrafo precedente- a partir del cuerpo
categorial de la Economía Política, puesto que se caería en la trampa de aceptar al trabajo
pasado –al robot- como generador de valor (el “valor-conocimiento”: ¿valor de cambio? ¡No!:
tan sólo “valor de uso”) 1676 . Pero, después de todo, es la categoría “modo de producción
capitalista”, como determinación concreta de la realidad, el factor que obliga a volcar la
mirada hacia otro rumbo de percepción teórica en torno de la mercancía “conocimiento”:
sobre la “forma valor” de ésta y en torno del tipo de trabajo que lo produce 1677 . La última
forma-valor del trabajo, es el conocimiento; precisamente, ésta es la frontera: la forma que
preludia el fin de la etapa capitalista de la historia de la humanidad y la apertura del nuevo
frente de relaciones humanas: la satisfacción de necesidades entregada al “conocimiento
pasado” (realizado, acumulado, objetivado), la forma humanovivencia de gestión y el dominio
intelectual del mundo, cada vez más creciente.
En este punto, una digresión pertinente. En una ocasión, una amistad de la persona que
continua borroneando las presentes anotaciones, lego en materia económica pero inquieto por
la “problemática teórica” relacionada con la importancia mayor, que ciertos “bienes
naturales” tienen en la reproducción material de las sociedades posmodernas, interrogara al
respecto, la salida salomónica personal a la sorpresa fue la que sigue. Por lo que se pudo
investigar, sobre el particular dos posiciones lacónicas se encontró al respecto: 1) Anwar
1676
Histórica y lógicamente (combinatoria en el interior de la forma social) el proceso de circulación del
trabajo en su forma dineraria, conforme al marxismo, se presenta: M-D-M (reproducción simple), D-M-D´
(capital comercial), D-M (Mp, Ft)…P…M´-D´ (capital productivo, reproducción ampliada), D-D´ (capital
financiero); en la actualidad –tendencial y fetichísticamente- el capital se concretiza, al circular en el interior
del circuito de producción de conocimiento: D-M(Ft)…C…M´-D´ (si en el proceso de producción real, el
trabajo se reduce, en el proceso de producción de conocimiento –aunque éste tenga financiación social- se
reduce el capital constante).
1677
De igual forma como los bienes naturales –para quien los aprovecha en estado natural- tienen valor de uso,
pero carecen de precio (de valor de cambio) puesto que no tienen trabajo incluido (y se dice que la “teoría del
valor” ya no sirve al momento de examinar, por ejemplo, la naturaleza económica de bienes que tienen alto
componente natural y bajo componente constante y salarial, como es el caso de la producción de camarones),
los bienes producidos de forma mecánico-automatizada no poseen ya valor (de cambio), por cuanto del proceso
ha salido el trabajo humano. Este es un supuesto teóricamente justo, pues, lo contrario equivaldría a reconocer,
que el fenómeno de la renta “…naciera de las variables especiales de la propia esfera de la inversión o de
cualidades inherentes a la corteza misma de la tierra… (Marx: El Capital, tomo III, p 725). Un producto natural
se transforma en mercancía (incluso en el caso de que con un mínimo de trabajo se lo destina al mercado)
cuando se lo impone sobre él la condición del Derecho burgués de la “propiedad” y cuando se aprovecha la
necesidad del otro (dixit Arq. Wilson Herdoíza). En la producción de camarón, en la que se dice que interviene
mayor cantidad de capital, de naturaleza y bien poco trabajo, la naturaleza entra en el “precio de producción”
(valor), en la medida en que la materia prima principal (las larvas), no es que se la toma de la naturaleza, sino
que se la produce. Y la utilidad que tienen ciertos elementos de la naturaleza, no valen por sí mismos, sino por
cuanto en su transformación, adaptación o simple acercamiento al consumo, requirió aplicación de trabajo. En
la producción de bienes, cuya materia prima es un recurso natural directo (elemento de la naturaleza) el trabajo
en más productivo, o sea, refuerza el carácter desigual de la productividad; es el caso del oro, de la producción
de camarones, de la coca, frente al arroz, al maíz, a la soya; no obstante, estos “valores de uso” siempre tienen
que vincularse al capital y al trabajo para poder volverse “valores de cambio”; y es el cálculo de la
depreciación y de la mano de obra, la que define su precio-costo, de producción, su precio de venta, su precio
de mercado (variación en función de la O y la D), su precio de monopolio. Por tanto, los recursos naturales
tienen valor en razón de que en la sociedad vieja la “economía natural “también es subsumida en la “economía
social” aprovechándose de la necesidad, monopolizándola, privatizándola (el capitalismo funcionaliza todo
para sí, esa es la forma –una de las- en la que un sistema orgánico llega al concreto –Marx).
1114

Shaikh, topa de pasada el hecho con la frase “incorporación de la naturaleza al circuito de
reproducción del capital” (Valor, acumulación y crisis. Ensayos de economía política); y, 2)
René Báez (economista ecuatoriano, especializado en Teorías del Desarrollo), al respecto
dice: En el ámbito epistemológico y con independencia de algunos geniales análisis del
propio Marx en el sentido de destacar el rol de la naturaleza en la generación de valor de
uso, parece indispensable establecer que, bajo la influencia positivista de reconocer lo
cuantificable, la teoría marxista terminará por excluir a la naturaleza como fuente de
valor de cambio, lo cual la torna en esta medida insuficiente para explicar la actual
crisis de la modernización de los países desarrollados o subdesarrollados (Báez, René.
Crítica al Paradigma del Progreso; en Revista DESARROLLO; Una publicación de
Colombia para América Latina; Nro. 105, septiembre de 1998).
Sin que necesariamente se esté de acuerdo con la objeción, que hace René Báez sobre
la posición teórico-metodológica imputada a Marx (puesto que Marx, no se cree que no se
haya percatado de los límites políticos del paradigma cognoscitivo positivista), el problema
teórico candente para el marxismo actual: el de los bienes (naturales), que tienen poco trabajo,
pero que sin embargo se tranzan en el mercado y muchas veces a precios exorbitantes
(camarones, productos de la pesca, extracción de madera de bosques primarios,…), se
sospecha que aún no ha sido tratado, no obstante de que en la corriente de la “Economía
Ambiental” se topa el tema. En primer lugar, lo que hace un animal (por ejemplo, una leona
cuando caza) para proveerse del sustento, no es trabajo, sino tan sólo operaciones, cadenas de
movimientos controlados por la necesidad inconsciente y por el instinto; en segundo, ningún
elemento de la naturaleza, que de modo silvestre está penetrado de la propiedad de servir de
satisfactor (aunque ha sido “producido” por sí mismo en la naturaleza) sabe cuándo está
maduro, quién y en qué momento lo necesita (una manzana, verbi gracia), procede a
cosecharse, se transporta a sí misma y se instala en la frutera en la mesa del comedor, en un
hogar; y, en tercero, el ser humano debe trabajar (en sentido general de la categoría), para
producir y reproducir su propia existencia material, caso contrario volvería a ser un animal,
por lo que ha producido el artefacto –pero mediante el trabajo- que debe ser su proveedor a
futuro: el robot. Ahora bien, sobre el "trabajo" de los animales: “el” de los bueyes, “el” de las
abejas, etc.; en este caso, el buey que coadyuva en hacer surcos en la tierra, su operación no es
más que la acción de una especie de máquina, puesto que aporta con la fuerza, y el cual recibe
como retribución el cuidado del dueño, como se hace con una automóvil, que se lo usa como
taxi. En ambos casos, abejas (un grado mayor de "automatización" -natural) y bueyes, son
"máquinas", y la inversión que sobre ellas se hace, deben ser asumidos como costos:
amortización, intereses, depreciación, mantenimiento.
Si los productos de generación espontánea natural (elementos naturales, sobre los
cuales se descubre que pueden tener un papel en las nuevas condiciones de reproducción
social) son destinados directa e inmediatamente al autoconsumo habiendo reclamado, para el
efecto, de un pequeña porción de trabajo, dígase: en la recolección, no son bienes
económicos; si, por el contrario, aun receptando una exigua cantidad de trabajo (recolección,
clasificación, embalaje, transporte, almacenamiento y el proceso de venta) y son dedicados al
cambio, se trata de bienes económicos (se insiste: a no ser que la manzana ella misma se
coseche y por propia cuenta se ofrezca al consumidor; por tanto, no es una problema de sesgo
positivista en la comprensión, sino una postura clara, esencial, sobre la teoría de la producción
de valores, solamente a través del trabajo humano). En consecuencia, sea para el consumo, en
el marco de la reproducción simple (trueque mediado por el dinero) o para la venta en el
presupuesto de la utilidad, de por medio está el trabajo (su productividad o la cantidad en el
que éste se requiere), el cual, en unos casos es productivo (y este es el caso a considerar:
cuando el trabajo se liga al capital: el obrero que trabaja para el propietario de bosques
primarios, por ejemplo) y en otros: no. Marx hace un recorte histórico preciso y manifiesta
que las categorías concretas refieren a ese momento, en el sentido en que las mismas permiten
comprender la especificidad de esa estructura; además, le interesa encontrar el mecanismo de
la explotación (sólo al ser humano, por supuesto; dado que la sobreextración de “valores de
uso” de la naturaleza se inscribe en la relación pura entre ser humano y naturaleza, a manera
del nexo entre los animales y aquella –de hecho, los animales arrasan con la fuente de su
1115

sustento, se multiplican en exceso y reciben el impacto negativo de su conducta: desequilibrio
conducente a un nuevo equilibrio 1678 ) y cuantificar su extensión.
“Incorporación de la naturaleza al circuito de reproducción del capital a escala
mundial”. Renta por posesión jurídica jurídica de “elementos de naturaleza” (el petróleo, por
ejemplo), que mediante su extracción (segunda incorporación de trabajo –la primera viene
dada por las gestiones, que permitan demostrar y mantener la jurisdicción sobre ellos) se
transforman en “bienes intermedios”, en lo que se llama “materias primas”. Estos productos
reciben verdadero trabajo de transformación por el lado de las diligencias del capital
industrial, introduciendo el proceso directamente en los supuestos de la “ley de valor”. Este es
un proceso que ocurre totalmente en el interior del movimiento de reproducción de una clase:
las burguesías mundiales con la producción, uso y venta de derivados; las oligarquías rentistas
“nacionales” de los países exportadores de petróleo se apropian de tales ingresos por su
condición de poseedores del aparataje estatal por interpuesta persona: los presidentes de las
repúblicas, sus representes. De estas rentas (como está muy bien estudiado), la mayor parte va
a parar a las arcas del poder, parte al sostenimiento de las fuerzas represivas y la exigua
restante, es conducida a financiar la política social legitimadora. Para el caso del cobre en
Chile y de otras situaciones similares, la titularidad del Estado sobre el recurso (dado su
similar carácter de clase) programa su uso en el mismo sentido: acumulación y legitimación.
Estos recursos, por tanto, son utilizados para fomentar el “desarrollo” de las entelequias del
poder mundiales y locales, superándose en la negociación y mediante la cesión de parte de los
ingresos resultantes, la determinación jurisdiccional de la propiedad (naturalmente, de este
patrón, en la actualidad se desconectan Venezuela, Bolivia, Ecuador; y esta política
nacionalista y social, ha inducido el recrudecimiento del proceso de “acumulación por
desposesión”, que es la forma hiperimperialista de dominio del mundo)..
De vuelta al tema, el inventor –por su parte-, que trabaja solo, que comercializa su
producto científico, pero, sobre todo: su producto técnico, que puede eventualmente llegar a
atesorar como efecto de ese acto de libre concurrencia (lo cual es muy difícil, pues, es raro
que una persona inventora se haga millonaria –se dice que quién inventó el chicle murió
pobre, mientras que quien lo comercializó lo hizo como millonario), lo hace, no tanto en la
esfera de la producción en serie del prototipo, sino en el margen de utilidad, que impone en la
esfera de la circulación de la mercancía; renta que –dicho sea de paso- la protege a través de
una patente o la vende para su explotación u ocultamiento, según los designios de la
programación del capital. La renta de arrendamiento –por otra parte-, es una forma precaria,
antediluviana, precapitalista de robo; la misma casi pertenece a un modo de producción
extinto (al servil/señorial) y, sin embargo, es una forma tan moderna de exacción: si tengo un
departamento que me sobra, puedo sacarlo provecho cediendo su uso, acto por el cual puedo
cobrar un valor poniéndole a trabajar al arrendatario dos días por semana de forma gratuita
para mí, o sea, que me entregue una cierta cantidad de productos que produce el inquilino
cada mes, o bien que éste me pague un valor en “metálico” por cada mes. Este tipo de renta:
la última de orden feudal, es la que –bajo ciertas condiciones propias- pervive en las
modernas ciudades capitalistas. En una palabra, no de otro modo se produce la riqueza: en
sociedad y con su concurso (de allí que, en el ejemplo que pone Marx sobre Mr. Peel, éste no
pudo generar riqueza ni someter a explotación a personas que llevó a las nuevas tierras: su
abundancia y la falta de Derecho y entidades coercitivas, llevó a que éstas ocuparan sus
propias tierras en forma libre).
Los output provenientes de la rama de la ciencia y la tecnología, no pueden ser
convertidas en instrumento de atesoramiento al interior del sistema (o sea, que estos se
integren en la cadena de contratendencias preparadas para precautelar el advenimiento de un
momento de sobreacumulación), se quiere connotar, de medida de inmovilización de “valor”,
como antes era posible hacerlo con el oro, con los artículos estéticos; como se lo hace
actualmente con el dinero (aunque ésta es un arma de doble filo por la inconvertibilidad de la
Divisa y su arbitraria manipulación con la política monetaria estadounidense), en obras de
arte, en bienes raíces, compras a futuro (petróleo),…; y, no se puede hacerlo, porque los
productos del conocimiento y de la técnica se desencriptan, fugan y se socializan de forma
directamente proporcional al ritmo de desarrollo de aquellas: se convierten cada vez más y de
modo inmediato, en riqueza general abstracta. Por un momento este tesoro efímero cumple su
1678 El modelo de efectos directos, en la sociedad, resultantes de la operación del libre mercado.
1116

función: opera como “reserva de valor”, en la mira de autoproveerse de seguridad, en la
perspectiva de ser fuente de prestigio o recurso de dominación. También aquí el sistema se
torna deleznable. El capitalismo ha pretendido eso y mucho más; en efecto, este sistema
mafioso, reductor permanente de empleo ha convertido a la “prostitución”, por ejemplo, en
una “profesión” noble, la ha elevado al nivel de las profesiones liberales clásicas (las personas
de cualquier modo tienen que vivir); la indiferenciación de la prostitución como esfera del
“trabajo” (a fin de cuentas, esta actividad no entra en conflicto con la esencia del proceso de
reproducción ampliada capitalista), anuncia –dicho sea de paso- el tránsito de la sociedad a la
comunidad sexual, a una nueva fase histórica humana (esta modificación de semblante en la
conducta “reproductiva” tanto vegetativa como económica y, sobre todo: en la de disfrute,
marcha con cierto ritmo en el 2008 en las sociedades neocoloniales –claro, a las llamadas
“democracias maduras”, este hecho le es añejo-: los swingers, esto es, el sexo recreativo,
constituye su canal expedito 1679 ).
Con la ausencia cada vez creciente de la categoría “valor” en la realidad, se distorsiona
la forma capitalista de vida; en primer lugar, la tasa de ganancia vertiginosamente ha
descendido, el mercado se ha saturado, se hacen presentes mayores dificultades en la
realización de la mercancía (la transformación de la plusvalía real en monetaria), la técnica se
ha concentrado y desacelerado en su desarrollo por designio paradójicamente de la voluntad,
se acicatea la crisis de la microempresa, del medioambiente, de la sobrevivencia y la
población se subleva: va tras la riqueza acumulada en los sistemas cibernéticos de
“producción”, que lo pueden “todo”, pero que continúan en su status concentrado de
propiedad privada, lo cual los convierte en detestables eunucos. Si bien la operación de las
propias leyes del capitalismo le ha llevado a este punto, el proletariado y el socialismo han
tenido una participación vital en este desenlace 1680 . Esta sociedad conforma una fase
transitiva, que ha superado el nivel político del conflicto, no obstante, éste continúa por otros
medios: en la arena de la guerra generalizada (guerra espontánea de guerrillas, proceso similar
a lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial en la ex URSS: la resistencia subversiva a la
invasión): los putsh mundiales por conferir carácter social a la “producción” maquinizada.
1679
Huelga inquirirse aquí: ¿en qué momento de la humanidad se procedió a pecaminizar, necrotizar,
putrefactinizar, ilegitimizar socio-moralmente y a ocultar, sobre todo el cuerpo de la mujer y el sexo –como
actividad-, incluyendo –estos aspectos natural-animales- en el ámbito delincuencial? Es obvio, que la fuente del
atavismo, debe hallarse emparentada con las necesidades y designios de la reproducción estructural de la
“sociedad” clasista –la primera de ellas: el esclavismo- y su clase fundamental –sesgo exacerbado por el
antifeminismo clerical y el hipócrita celibato, devenido en las más putrefactas conductas pedófilas-, esto es, en
el instante en que la propiedad privada deviene en ley de estructuración nuclear de las “comunidades”
diferenciadas: la familia, como institución económica básica. Esta modalidad institucional ínter sanguínea,
requiere de autarquía y conectividad, imperturbabilidad y proyección, lo cual llevó a regular de manera
coercitiva la irresistible necesidad de satisfacción sexual y reproducción de modo que su realización no sea un
instrumento anómico de desinstitucionalización del complejo de reproducción del poder, recluyendo esa
satisfacción a la familia, a la norma positiva refrendada por la norma moral, consecuentemente conductas
prohibidas y penalizadas fuera de esos cánones. También aquí opera sutilmente el principio programado de
“selección social”: el entorno humano (grupal, clasista, de cada época, lugar): individuos pertenecientes a un
grupo actúan –en su interior- de acuerdo a reglas, cuyo cumpliendo es de conveniencia estructural, garantizan
su permanencia, el resto son objeto de rechazo y de cárcel. Pero ahora: todo esto está desmontándose, para
bien libérrimo de desenvolvimiento humano transparente.
1680
La tendencia de la tasa de ganancia a caer a medida que al capitalismo se desarrolla es la fuente de la crisis
(la oferta crece, los precios bajan; cuando las nuevas inversiones ya no generan ganancia, éstas se frenan), ésta
constituye la base real de la acción revolucionaria (aspecto objetivo determinante de los procesos sociales, cuya
captación conforma el fundamento científico de los mismos: “…salario, renta del suelo, ganancia, interés,
constituyen las fuentes de rentas de las tres clases, o sean, los terratenientes, los capitalistas, los obreros
asalariados, tenemos como final de todo a la lucha de clases -en la relación entre el trabajo y el capital se viola
la ley del cambio de equivalentes-, a donde viene a desembocar todo el movimiento y que nos da la clave para
acabar con esta basura…”). La crisis capitalista por sí sola se resuelve de modo reaccionario (aunque
históricamente la estructura burguesa de vida esté sentenciada como efecto de la operación de las leyes de su
movimiento, en particular, en su proceso de evolución en espiral; pero, por debilitado que esté, un sistema
económico por sí solo no se viene abajo, hay que derribarlo), no obstante, su rumbo revolucionario depende de
la correlación de fuerzas, de la lucha de clases (si no habría crisis no hubiera razón para la lucha de clases;
estas crisis tienen determinación interna, fuera de la voluntad. Esta la limitación esencial del pensamiento
gramsciano –esta conjetura sostiene, que es la voluntad subjetiva, la praxis humana, el verdadero motor de la
historia, que la revolución es posible realizarla en cualquier momento-: un capitalismo sin crisis –sin
contradicciones en la base de su reproducción- jamás puede ser un medio de la voluntad para su
transformación, si para todo mundo todo estuviese bien). En efecto, como sostiene Bolívar Echeverría: “… el
descontento de los pueblos podía ser una situación eventualmente transformadora de la realidad social”.
1117

Propiamente, se trata de un tipo de sociedad, que atraviesa (está cada vez más cerca de) la
primera fase de la “comunidad cibernética”. La “globalización”, por tanto, se constituye en
proceso humano universal de “encapsulamiento”, es el estado aparentemente inmóvil, de
cuyo interior debe emerger la nueva sociedad robotizada, espiritual, de la imaginación, en la
que el género se ha dotado de alas, para surcar allén de las nebulosas.
En lo tocante al sistema económico socialista comprehendido entre los primeros
treinta años de su “construcción”, en cambio, la reflexión sobre la esencialidad del hecho
advierte cómo el mismo no se derrumbó como tozudamente afirman sus detractores; no
constituyó un fracaso, tampoco se trató de una estructura intrínsecamente limitada, accidental,
o una anomalía o atipicidad históricas (la madurez en un ser humano es tan sólo una etapa
progresiva individual, que preside y prepara a la vejez, en la apreciación tautológica). El
proceso proletario tanto como el modo de producción socialista, constituyen hechos históricos
como tales sobre los que no es pertinente que la subjetividad de clase presente, los juzgue
como buenos o como malos; en verdad, esta pareja de circunstancias objetivas, surgieron en la
historia, han cumplido su papel, luego de lo cual han salido de ella (dicho sea de paso: si el
“socialismo fue retirado por la historia”; el “imperialismo social”, en cambio, sucumbió en la
carrera competitiva con el imperialismo occidental, por el dominio del mundo). En una
palabra: el proletariado ha forjado el mundo nuevo, según los principios rectores de las
condiciones suprimidas en la determinación de su existencia; el socialismo, por su parte, se
sustentó en un fugaz y focalizado ensayo en la ex URSS de Lenin y Stalin, habiendo
confirmado su factibilidad.
En la dirección de la interpretación histórica expuesta (su desarrollo nocional;
perspectiva teórica ligada al proceso de ruptura explicativa de clase), se alzan tres
presupuestos epistemológicos 1681 estructuralmente asociados a su determinación conceptual:
1) que toda nueva teoría objetiva de la historia debe partir de la premisa que concibe al
capitalismo como un hecho reducido a pura abstracción, esto es, como una realidad sin
substancia, pese a que ciertas evidencias empíricas y la concepción vernácula oscurezcan el
carácter de los hechos 1682 ; 2) que esta transformación cualitativa es obra de la presencia y
actuación del Proletariado y del Socialismo (y del socialimperialismo), tanto como del
desarrollo autónomo burgués de las fuerzas productivas, circunstancia acelerada por los
procesos de la competencia intercapitalista y por la lucha de movimientos de liberación
nacional y de reivindicación social; y, 3) que la conversión de la transformación "potencial",
legada por el proletariado, en transformación real de acuerdo al sentido que define el
movimiento real de los hechos, debe ser obra (y, en efecto, lo está siendo) de luchas abiertas
en varios frentes en el mundo, llevadas a cabo por la movilización de la población entera
sobre las huellas de la concluyente acción revolucionaria de la clase obrera.
En los procesos humanos por venir, en consecuencia –dicho sea a modo de recuerdo-,
no se va a producir otro momento de conflicto político en el que el proletariado despliegue
una vez más su rol histórico, con implicaciones en la transformación revolucionaria de la
sociedad mediante el uso de la vieja maquinaria estatal capitalista, para edificar la primera
fase comunista de la nueva estructura social: la socialista; estructura territorializada, que se
agregue a la realidad actual cubana (2007), consolide y forme un nuevo “campo socialista” en
relación de directa analogía con la experiencia ya vivida en el ex “Bloque Oriental”, aún si
todavía al capitalismo le quepa vivir un nuevo ciclo completo de reproducción: crisis,
depresión, reanimación y auge (en el marco de la "onda productiva del capital"), en el que la
fase de recuperación signifique descenso del quantum del “ejército industrial de reserva”, que
reconstituya al proletariado como sujeto de lucha a intervenir en la etapa de crisis advenida
(dixit José Martins). Más bien, el cambio directo hacia la forma superior del “colectivismo”
para el consumo (disfrute), enteramente mediatizado por el desarrollo de las fuerzas
1681
Epistemología, en la ocasión, se asume conceptualmente en tanto “proceso intelectual de intervención de
clase en el seno del saber; su función es la demarcación entre ciencia e ideología”.
1682
La percepción en concreto se sintetiza en la conducta de Darwin; éste, alguna vez replicó a sus
contradictores, que para asumir su teoría de la evolución de las especies a partir de la selección natural, debían
hacer abstracción de la Paleontología (lo cual no está en contradicción con la “teoría” de la simultaneidad
cronológica en el aparecimiento tanto de la materia física como de la orgánica elemental); en verdad, la propia
realidad crea la idea como en sí, se ven las cosas: en modo primario de manera cuasi empírica, los hechos
configuran la percepción.
1118

productivas, es el fenómeno, que se tiene en frente 1683 . Llegar directamente al poder o al
Ejecutivo (a través de la revolución o por vía eleccionaria, se infiere), es una proeza, en
realidad, sencilla; ahora bien, dar curso a la transformación del orden en su macrogeneralidad
como en los distintos niveles de la institucionalidad, es una tarea aciaga; para luchar y vencer
(someter) contra y a la conducta proterva y las tropelías de la mayor parte de las personas
ubicadas en las diferentes actividades, que estructuran el sistema de producción capitalista, se
tiene, nada más, que dos vías: la revolución y la depuración, o las fuerzas productivas en su
desarrollo hasta la robotización, en el interior de un proceso social “largo y difícil”. El cambio
de comportamiento de las generaciones viejas corrompidas (“árbol que crece torcido, nunca
su tronco endereza”), no es posible en el interior del marco de modelos socialdemócratas,
proyectos democráticos, estrategias dialogales o medidas consensuales; el esfuerzo es grande
y los resultado pírricos, pues, la conspiración institucionalizada es de tal magnitud, que se
desmorona el mando y no la densa estructura democrática.
Precisando el hecho. ¿Se necesita de la revolución, del marxismoleninismo, del
proletariado, en la época posmoderna, hípermoderna, de cambios o de cambio de época?
Marx no fue un producto de conciencia o voluntad alguna, como tampoco lo fueron Lenin o el
proletariado. La historia pone las condiciones, que deben mediar el paso a estadios superiores
del devenir “social”, o sea, de los proyectos, de las acciones de los colectivos humanos; es por
eso que Gramsci, no tiene razón alguna cuando libera a la voluntad de la determinación
histórica, estructural. La historia puso al socialismo y ella lo retiró: su instrumento fue el
revisionismo; no obstante, cada actor y proceso tiene su función. Quizá se diga, que los
dinosaurios pudieron nunca ingresar al proceso cronológico natural y no pasar nada, puesto
que con o sin ellos los hechos habrían ido hacia la producción del ser humano; pero ellos
funcionaron como una parte de la vida, sustentándola, también preservándola (forma
germoplásmica de la molécula fundamental de la vida: ADN). De similar modo se puede
decir, que con socialismo o sin él, la vida humana debía ir a la automatización y al
comunismo (o a una comunidad referida con cualquier otro nombre, no importa); no obstante,
el socialismo no perdió la oportunidad de ofrecer su contribución al avance humano, puesto
que por lo menos advirtió, que el capitalismo tenía alternativa. En consecuencia, no va más la
propuesta proletaria tal como clásicamente está postulada; de insistirse voluntarísticamente en
ello, esta conducta pondrá a esta saludable propuesta para otro momento, en el plano de la
reacción. El esbozo de la nueva sociedad ha sido trazado por la revolución proletaria; esta
columna vertebral, esta osamenta básica, debe ser llenada de músculo, incluida de órganos,
cubierta de piel, por parte de la acción de los subversivos, de los ciudadanos, de los
movimientos sociales y populares. A esta etapa de cristalización del cambio legado por el
proletariado, en este trabajo se lo denomina “transición”.
En la perspectiva inmediata, para los actores presentes de la historia, el escenario en
configuración va tomando los contornos siguientes: en el centro de la estructura burguesa
mundial de producción, el sistema languidece merced al impacto contractivo de la tasa de
empleo, provocado por el incremento en la composición orgánica del capital, de la
mecanización del proceso económico y del “modo de vida” en general: efecto de la
embriaguez, de sobre obesidad en las vísceras (transnacionales, multinacionales ligadas al
capital financiero, a la esfera de los servicios y a los procesos virtuales) y de híperaquitismo
1683
Esta circunstancia fue debidamente comprendida por la "izquierda" coordinada por la dirección política de
Moscú, de la segunda mitad del siglo XX; esa percepción precipitada, tuteló la conversión del Partido
Comunista ecuatoriano al reformismo, el cual renunció a la lucha proletaria para principalizar otras formas de
activismo político y se indigenizó. Por su parte, el indigenado ecuatoriano –el que no ha sido cooptado por los
credos y sectas evangélicas reaccionarias financiadas por la CIA y el Pentágono, o sea, Pueblos Originarios,
cuya dirigencia no ha caído en las fauces del “oro yanqui” propiciado por la NED- a pesar de que sostienen,
que tanto su organización como su participación en la esfera política del país, son originales y autónomas,
puesto que reivindican la tradición nocional del “Pachakuti”, las gestas heroicas de Manuela León, Fernando
Daquilema, Dolores Cacuango, Cecilio Taday, Lázaro Condo, Tránsito Amaguaña, etc.; bien se ve, que su
presencia políticamente organizada responde mas bien a una fundamentación teórica y estratégica mestizas
ligada a la acción política de determinados miembros del Partido Comunista, los cuales formaron
intelectualmente a los prominentes indígenas dirigentes del tiempo presente entregándoles el maná del
pensamiento lógico, lo cual ha posibilitado la transformación del carácter de la lucha puramente reivindicativa
en la búsqueda por llegar al poder, copando los llamados “gobiernos locales”, ministeriales y las diversas
funciones del Estado en sí (en efecto, el idioma español y el pensamiento lógico –dialéctico- Occidental, tiene
vital importancia en la puesta a punto la intervención del indigenado en la vida política de la praxis
latinoamericana –similar situación ocurre en Oriente: en Japón, en China, en Arabía…).
1119

en las extremidades (la basta población emigrante). Los índices de mediación de mayor
profundidad de esta condicionalidad (la razón combinada entre sobreacumulación y reducción
de retornos; en verdad, la caída de la taza de ganancia es una forma de implosión de la
economía capitalista) guardan relación con el sostenido proceso de concentración de riqueza,
con el espeluznante paro laboral, con la creciente reducción del poder adquisitivo de los
ingresos en el frente de la subocupación y de pérdida de funcionalidad de pequeños y
medianos negocios. Los bienes suntuarios en el orden del “consumismo”, innecesarios para la
reproducción de la existencia, por hastío, por cuanto en una estructura de ingresos endeble
psicológicamente se procede a la priorización del gasto, quedan al margen del consumo y el
sector “productivo” consustancial, fuera de la economía (la detonación de la crisis financiera
del 2008, está dando paso a la terrenalización de la afirmación expuesta) 1684 . La realidad de
mercado neoburguesa, en efecto, se particulariza frente a otros momentos del sistema por la
conducta generalizada de exagerado consumismo, desregulación y especulación, que
sobresale en ella; constituye –en verdad- el fresco de la irresponsabilidad de otorgar
indiscriminadamente redescuentos por parte de la Reserva Federal a la Banca privada, para
atender créditos de consumo, sin control (la falsa dicotomía entre sector público y sector
privado; pues, si el Estado es la institución coercitiva para llevar a cabo el ejercicio de la
dominación de clase, y cuando el pueblo llega al Gobierno, como es el caso de Venezuela, el
Estado se convierte en aparato en transición y en desaparición).
La reducción sostenida de la capacidad adquisitiva del ingreso de la población y el
constante incremento del stock de oferta, constituyen índices macroeconómicos en evidencia,
que el sistema dispone de fuerzas productivas modernas (éstas, no guardan coherencia con la
“demanda real”, con las simples necesidades de la población, carente de respaldo de
dinero 1685 ), en medio de las que subsisten poderes que bloquean su efecto potencialmente
benéfico para el género en su conjunto (están puestas las condiciones político-populares –se
sostiene una vez más-, para enarbolar la consigna de poner en vigencia un “modelo de
desacumulación” realizable mediante la política económica de carácter redistribucionista del
ingreso; en la ocasión, empieza a fallar uno de los frentes estratégicos clásicos de la
dominación: el espiritual, pues, el poder se ha cuidado de no permitir que la población se
instruya, que viva siempre en la ignorancia, en las “reducciones”. El gran Bolívar decía: “mas
que por la fuerza, nos dominan por la ignorancia”) 1686 . En la incursión episódica, el estándar
de vida de ciertos estratos de la población de los países llamados “desarrollados”, es excesivo,
superavitario, irracionalmente dispendioso: se queman muchas calorías en vano (un
experimento ha demostrado, que las heces de quienes ostentan altos ingresos, tiene un 70%
-¿?- de proteína como deshecho). Salen a la palestra de la lucha múltiples asociaciones
perurgidas por cumplir las necesidades de reproducción vital; pero, esta vez, lo hacen con
1684 Las tesis estructurantes de la ideología macroeconómica del “marginalismo” (“función agregada de
producción”), no funcionan aquí, puesto que la gente no es que deshecha el quinto vaso de agua por cuanto ya
satisfizo la sed al consumir los vasos progresivamente hasta llegar al cuarto, sino debido a que la demanda
agregada se ha tornado inefectiva, lo cual se expresa como una especie de recusación al consumismo.
Empirismo especulativo de Walras: si se han reservado tres recipientes con productos, el primero para
satisfacer las necesidades, el segundo para canjearlos en el mercado por otros productos y el tercero para una
fiesta; si por algún siniestro se pierde el contenido de uno de ellos, la Teoría Marginalista del Valor dirige la
conducta: se sacrifica la satisfacción de la necesidad que tiene menos valor (importancia) y, por tanto, menor
precio: la fiesta; es obvio, que esta es una cavilación artificiosa, acomodaticia, antojadiza, a más de rayar en la
simple fenomenología. En la actualidad, el mayor porcentaje de “energía” intelectual invertida en los
denominados procesos de creatividad e innovación, resultan ser esfuerzos aplicados en la ideación e imposición
de necesidades superfluas en el grueso de la población, encaminadas a extraer los últimos centavos de ésta por
parte de los empresarios innovadores, y a mantener la mente recluida fuera del ámbito vital de la existencia y de
la preocupación por los principales problemas sociales del género.
1685 El dinero en manos del burgués es el símbolo del quantum de plusvalía (activo más líquido, según su
concepción, que varía de acuerdo a las leyes del mercado monetario); en manos del obrero, por su parte, es la
representación de parte del valor generado por él, cuyo poder adquisitivo es manipulado por las decisiones del
burgués.
1686 En este preciso punto se tornan críticos el pensar y la decisión práctica en materia de estrategia política,
pues, la conciencia comprometida con el cambio social debe moverse (en el marco del embrollo mercantil
burgués de las nociones y la realidad) entre el revisionismo antimarxista y la ortodoxia. Neogramscismotogliattismo
han fracasado (en realidad, con nada efectivo cuenta el mundo en lugar alguno de estas
especulaciones); el izquierdismo radical clásico, por su parte, “no da pie con bola” (esto, muy a pesar de que el
mundo cuenta con la indeleble huella transformadora de los procesos revolucionarios concretos, sustentados en
las líneas maestras de pensamiento y estrategia de los clásicos)
1120

claridad de conciencia. Si estos sencillos intereses concuerdan de modo espontáneo en todas
partes con sentido práctico: formas alternativas de economía, con compromiso ético-político
socialdemócrata, socialista, comunista; formas políticas: subversivas, guerrilleras,
revolucionarias, están puestas las determinaciones materiales de la “identidad” y el torrente
fluye hacia una sola y misma dirección, hacia el gran Amazonas; la lucha se articula, pero el
Río-mar se encuentra con el océano Atlántico, el cual debe atravesar para llegar al Pacífico.
En los eslabones neocoloniales, insertos en la trama institucional de la civilización
burguesa, en cambio, la citada fenomenología, si bien se repite con impresionante exactitud in
miniature, la dificultad mayor y la diferencia se encuentra asociada a la brecha tecnológica
(Haití, Africa subsahariana). Rezagos de sociedades arcaicas con niveles letales de
enajenación técnica junto a este bajo grado de desarrollo de las fuerzas productivas materiales
(“...miserias heredadas..., procedentes del hecho de seguir vegetando sobre nosotros formas de
producción antiguas y caducas que acarrean un conjunto de relaciones sociales y políticas
anacrónicas. No solamente sufrimos a causa de los vivos sino a causa de los muertos.”),
impide ingresar en un proceso de mayor dominio sobre la naturaleza y en la sustentación en él
y en ella, de la atención de necesidades ligadas a la simple reproducción vital. Qué digno (y, a
su vez: ¡qué indigno!): los pueblos de bajo grado de desarrollo de las fuerzas productivas (y
de la conciencia, concomitantemente), constituyen tan sólo la agregación de unidades
biológicas reserva de la conciencia en la época de concretización del modo de producción
capitalista; en efecto, si una guerra destruyera al positivismo tecnológico burgués (Estados
Unidos, Europa y Japón) estos pueblos –los Shuar, por ejemplo- tomarían su lugar en el
proceso; si dicho evento no ocurre, estos grupos humanos simplemente “estarían en el
mundo” (ahora bien, la lucha actual de ciertas subculturas, tiende a abolir este sino cruel:
superación en el plano político, supuesto de la negación en la dimensión filosófica)
El ingreso subrepticio en la sociedad tecnológica, para la sociedad neocolonial,
enfrenta varios obstáculos: el control monopólico, la deficiente destreza en su uso, la
inaplicabilidad relativa de dichos modernos substratos técnicos en relación con el nivel de
desarrollo material, la idiosincrasia y la oposición “consciente” devenida del criterio
ideológico, emparentado con la irrupción en escena de la propuesta, de que otro tipo de
civilización es posible (o sea: la renuncia deliberada al modelo tecnológico positivista). En
este cuadro de realidad, la lucha entre sectores sociales enfrentados por motivos de
sobrevivencia, se proyecta más bárbara, pues, recoge todo el conjunto de experiencias y
tácticas, que ha legado la historia: la acción política consciente, vertebrada o no, de segmentos
dominados de los modos de producción de escisión intrínseca, hasta hoy existentes 1687 . Ahora
bien, la sociedad se ha feminizado (se ha pequeño aburguesado, pues, en el planeta se ha
vuelto abstracto el deseo de formar parte de la denominada “clase media”) y desea obtener el
maná, en paz
En los albores de milenio, para la mayoría de integrantes de la especie, la existencia se
encuentra cercada por todos lados; en ese cuadro amenazante, no se presentan las condiciones
para permanecer en silencio o en pasividad, pues, la propiedad concentrada del capital (de la
técnica en concretización: en proceso de cibernetización creciente), las crisis capitalistas (el
predominio del capital especulativo financiero, sobre el sector real de la economía) y el
subempleo (desempleo) arrecian con los ingresos de baja capacidad adquisitiva; a su vez se
hallan limitadas las condiciones para protestar: el poder mundial (y próximamente el local)
denigran con el término de "terroristas" a la disidencia justificable. En el conflictivo teatro de
operaciones de la especie, el inminente azote que se cierne sobre la existencia se ve
exponencialmente agravado por la práctica del "proceso de dominación global", en acomodo a
la estrategia genocida de la "guerra no convencional" 1688 . La preocupación tiene que ver con
1687 “…el modelo económico vinculado con una evolución regresiva semejante encierra al capitalismo en una
desaceleración permanente y en una continua crisis financiera, un hecho que lo hace insostenible y que, por
consiguiente, crea las condiciones para una renovada lucha contra la lógica que le fundamenta” (Amín, Samir.
Los fantasmas del capitalismo).
1688 El neoimperialismo (fase que se instaura con la defección de la ex URSS) se presenta algo diferente al
imperialismo clásico (el que advino completo desde el instante en el que la ex URSS socialimperialista se sumó
a las maniobras por el dominio del mundo), debido a que la contradicción intra clasista planetaria se expresa
como una lucha ya no por un nuevo reparto del mundo (a fin de cuentas: mundo ya repartido) sino por los putsh
político-bélicos dados en el marco de procesos de 1) reconquista de zonas de influencia (las guerras mundiales
anteriores fijaron el escenario del control planetario) y 2) defensa de las actuales posiciones en el mercado (y
quizá también por su expansión). Este proceso contradictorio interimperial no puede evolucionar hacia
1121

el posible hecho de que el desquiciado poder mundial, asentado en EU, resuelva arremeter
contra Corea del Norte e Irán (país éste, que ha decidido soberanamente contar con poder
nuclear, con lo cual busca quebrar el monopolio atómico), para eliminar de la faz de la tierra a
los conjuntos humanos que, a partir de diferentes visiones y prácticas, representa un óbice
serio, en las intentona de Occidente por controlar políticamente el Oriente Medio y tomarse la
riqueza minera, petrolera y gasífera, que hay en dicha Zona.
Por la razones expuestas, la coyunda EU-Inglaterra-Israel, a través de la ONU y con el
mecanismo bélico de la OTAN, prevén intervenir en Irán: pero Irán es otra realidad, que como
en Cuba dará lugar a un nuevo Vietnam, a una nueva Argentina, a una nueva Palestina: el
primer Mundo Indignado. Los días, luego, transcurren infestados de una persistente descarga
de imágenes inquisidoras, pues, los grupos monopólicos estructurantes de la cadena
imperialista al encontrarse frente a frente con representaciones analíticas sobre las nociones
de "concurrencia", "crecimiento económico" y "democracia" (ideas que se designan a sí
mismas en cuanto objetivo y en tanto medio de realización de la existencia), deploran de
manera iracunda dicha contestación 1689 . Ante este panorama se presenta la tentación de
priorizar el procesamiento intelectual del momento histórico, en su simple determinación
panpolitológica. No obstante, esta conducta debe contar con la contraprestación de una
barrera racional, que no consienta absolutizar el frente externo y los nexos políticos
solamente, de manera que sea factible generar presupuestos, que traigan aparejadas la
creación de condiciones de permisibilidad de una ubicación –de la acción revolucionaria
política- en el interior mismo de los procesos de lucha reales: en la inmanencia de las
denominadas "estrategias de sobrevivencia" (la desconexión de la economía popular y
solidaria), que normalmente se enfrentan al capital 1690 .
“sistema-mundo” en sentido institucional, pues, aunque de modo subordinado en el plano bélico, los polos
supeditados temporalmente de la neotrilateral (en realidad, la geoeconomía tiene su expresión superestructural,
en este caso, la conformación de los Ejércitos) se avengan a ese status de segunda, realmente actúan en sentido
soterradamente conspirativo e insidioso y el principal imperio no puede solo, apelando al recurso de las armas,
ordenar el planeta según los intereses de la fracción de clase asociada al grupo de trasnacionales hegemónicas.
Esta lucha por el control de recursos, las limitaciones que impone la naturaleza al proceso de valorización del
capital, la existencia de una fracción de clase dominante a nivel mundial que controla y asigna recursos
estratégicos, obliga –va a obligar- al desencadenamiento de procesos de mayor desarrollo tecnocientífico, que
haga que la economía dependa menos del petróleo. Por esa razón madura mucho más el sistema, y sale
estructuralmente de escena.
1689 La amenaza, ya no lo ve el poder tradicional en “las ideas militantes de clase, nación o raza, que en el
pasado ofrecieron la felicidad a las gentes y terminaron en miseria, sino en la dotación bélica de grupos de
amargados, ligados a Estados fallidos alrededor del planeta, que pueden atentar contra el sistema”: el
capitalismo, la democracia y la Religión Anglicana (temporalmente la guerra –la continuación de la política
por otras vías; Klausewitz- amaina entre fracciones de clase del frente clasista burgués para aventar a escena a
una entente burguesa frente a la población depauperada mundial. De allí la mira sobre Rusia y la urgencia de
la destrucción de su arsenal bélico, como se observa).
1690 Sobre la ruta que debe seguir el pensamiento, la razón estratégica, pero, principalmente, la práctica de la
sobrevivencia de las personas y las instituciones en el interior del modo burgués de producción y de existencia,
como ya se ha dicho: ya se blande con fuerza una “nueva” perspectiva de relieves especulativos y pragmáticos.
La matriz conceptual de este fárrago tienen como componentes al constructivismo, a la complejidad, a la
comprensión, a la indeterminación sistémica. Para estos sectores es un escándalo y una abominación la noción
sobre la “objetividad” (catalogada como “visión estática”) en el pensar, la determinación, la esencia, y la
explicación (predicción). De igual modo como se promociona la tesis sobre “los hemisferios del cerebro” o
aquella relacionada con que “el ser humano utiliza tan sólo una porción ínfima de su capacidad cerebral”; de
similar manera se promociona el seudo supuesto de la “democracia en el saber”. No obstante, una sociedad
clasista por varias razones, pero sobre todo por cuanto el sistema promociona su ideología con lo cual limita el
proceder racional, no todos tienen la posibilidad de acceder a la verdad. La verdad, como una posición
dinámica de acercamiento intelectual relativo hacia la objetividad, lo provee la práctica de procedimientos
serios de investigación, que permitan juntar el fenómeno a la esencia y que tiendan de forma refigurativa hacia
la totalidad. Entre varias perspectivas, la actitud democrática, no reside en aceptar toda formulación del
pensamiento como verdad, tampoco en la tolerancia hacia toda actitud aberrante como la homosexualidad, por
ejemplo, sino en enjuiciarla en torno de un enfoque científico. La postura de fundamento científico (valorativoclasista)
tiene plena validez y es la que debe regir la conciencia; luego, el pensamiento se vuelve vertical. La
mente (el modelo mental) no construye la realidad; mas bien, el llamado “mapa conceptual” recibe la
determinación de las “ideas dominantes de la clase materialmente dominante”, del pensamiento especulativo
directo y de la impregnación de la realidad en los sentidos; es verdad, que este programa, de este modo
estructurado, pone las condiciones para la captación y acomodación del ser en y a la vida (Roger Bartra). El
marxismo es el legítimo depositario de la verdad social relativa y éste predomina en la racionalidad sea cual
sea lo que de él se piense.
1122

La humanidad, a la conclusión de todo este proceso de guerra civil general de baja
intensidad planetaria, se hermana, y en unidad de criterio y de acto, asume su función
metahistórica: la aprehensión para sí, en el plano de la percepción semántica, de la totalidad
de instancias y momentos del mundo, pues, con la cibernética, la química, la biología, la
electrónica (la Física ya hizo su parte, según se afirma, en vista de que ella reinó en el siglo
XX) el ser humano puede producir lo que hasta hoy ha estado a cargo de hacerlo por parte de
plantas y animales, o sea, la variada gama de satisfactores implicados en su reproducción, de
modo de poder liberarse del trabajo material, del largo ciclo de duración, que los producto de
“producción” natural deben seguir, así como de la baja productividad –e, incluso: calidad- de
los mismos (los leones, para el caso, dejarán de perseguir al impala, puesto que el ser humano
podrá atender su voracidad con la producción maquinizada de proteína). Se hace perceptible
el “proyecto histórico” de la humanidad, tantas veces en este documento proclamado. Esta
misión postrera consiste en cumplir el papel de instancia mediadora en el proceso de
autorefiguración de la materia: la subjetivación universal, la que inicia con la instauración del
sistema de conciencia de sí, en la mente del “ser social”.
Ahora bien, la “sociedad” –a través de sujetos puntuales, en los sucesivos períodos de
su vía crucis-, ha cabalgado (El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha), ha navegado
(Naylap, Marco Polo, Colón, Magallanes, Vespucio), ha volado (ICARO, los hermanos
Wright, el Concorde, la teleconferencia, el chateo), en el interior de su “nave” natural: la
tierra. Con el trabajo puesto en “manos” artificiales (la máquina a vapor, a diesel, eléctrica; la
robótica, la AI), la mente se desplaza sobre el proyectil de la ciencia y de la técnica: va en
búsqueda de la totalización del saber, status, que le permite enseñorearse sobre el Universo;
pero, al hacerlo, se frena su impulso: llega al final, concluye su movimiento, en la medida en
que: “todo lo terminado es estático”.
4.3.2.- SOBRE LA POLITICA REVOLUCIONARIA EN CONCRETO (generalización).
4.3.2.1.- RECAPITUALCION DEL PROCESO: CONCEPTO.
Los supuestos centrales, que columbran el carácter de la exposición históricocosmológica
(filosófica) en curso, topan el “objeto”, del modo siguiente: 1) la humanidad se
encuentra en proceso de conversión en idea –por vías naturales tanto como artificiales, de la
conciencia-, la entera forma de la realidad (esa, la “razón” de la existencia de la inteligencia,
de la naturaleza, del planeta, del Universo entero); 2) el proceso de evolución natural hacia
ella, constituye el primer paso, el siguiente: proviene totalmente del progreso cultural; 3) la
forma burguesa competitiva, aporta -de modo singular- en el cumplimiento del sentido y el fin
del género, con la robotización del proceso de reproducción; 4) las previsiones de Marx y
Lenin, se mostraron verdaderas en su prueba (Octubre y el socialismo de primera etapa) y, por
tanto, la misión del proletariado fue enteramente cumplida, considerándose un hecho la
abstracción de la columna vertebral de la formación social burguesa (del trabajo físico obrero;
del mismo modo como el capitalismo ha tardado alrededor de 10 siglos para implantar las
relaciones salariales en la faz de la tierra, su salida también es un hecho progresivo: se tomará
la mitad de un siglo –a partir de 1990- en hacerlo en los anillos centrales y algo más en las
actuales neocolonias) 1691 .
5) En la “transición”, los sujetos actuantes en el sistema de contradicciones derivadas
de la antinomia fundamental: de clase, deben empujar a la forma mercantil moderna
supranacional al precipicio, pues, ésta ha sido conducida hasta su límite reproductivo por
efecto de la política obrera, tornándose, de este modo, efectivas las transformaciones en
potencia legadas por la lucha proletaria (“época de cambios” montada sobre el “cambio de
época”), de manera que la “reproducción social” (la sostenibilidad de la vida sustentada en el
trabajo y en las clases), el trabajo y la división social de éste (la propiedad privada), pierdan
pertinencia para la historia y su necesidad; 6) la “sociedad” ingresa a la fase de “comunidad
cibernética”: en la “comunidad global de objetivo” de la democovivencia, su principal misión
1691
Para observar consonancia con lo expuesto, es necesario tener en cuenta las siguientes circunstancias: si
no se admite, que la política socialista se ejerció, se deja hábil el terreno para aceptar su fracaso (aunque sea
momentáneo), como para la invalidación de la teoría marxista. La robotización: ¿qué fin tiene?, sustituir al
trabajo, pues, la tendencia hacia allá está puesta; la conciencia absoluta es el horizonte y la razón del ser de la
humanidad, el supuesto contrario significaría quitarle piso a la ciencia. Por su parte, el freno al desarrollo
técnico y robótico es el suicidio para el desarrollo de la conciencia, por tanto, para la conquista del gran saber.
1123

en ella, es conquistar especulativa y empíricamente, su Universo viable, apoltronada sobre el
conocimiento, la técnica y el uso de la fuerza de las propias leyes macrocósmicas; y, 7) la
sociedad planetaria presente, deviene en el sujeto portador del proceso de la máxima ruptura
histórico-natural hasta hoy conocida: su inmersión completa en el reino de la espiritualidad.
Al encontrarse el sentido y el punto cumbre de la “Odisea Humana”, como también el
curso hacia él, se torna en secundario –para la conciencia actuante en el presente- el deseo de
acceder a la cosmovisión completa sobre la realidad 1692 . El aserto lógico prospectivo, permite
afirmar con petulancia: “la conciencia no ha tenido que esperar mucho y, de cierta forma: ha
ganado” (de hoy en adelante, solamente queda ver cómo pasan los días: “cada primer nuevo
día del resto de la vida”). Con el cierre de la existencia perceptiva en el saber completo, llega
también a término el sufrimiento (el suplicio “gozoso” de la mente, por tener que enfrentar
siempre nuevas inquisiciones); empero, sobre otros seres (los que vienen) recae el deber de
redondear el conocimiento (comprobar las hipótesis cosmológicas subyacentes), tarea
realizada en el interior de la nueva realidad en ejercicio, en la que el ser humano apertrechado
de una nueva moral (la colectivista), se aproveche de la “energía” del robot, coseche el
resultado de la fuerza desplegada por éste (el cual no se subleva ni se pone en plano de
igualdad con su creador, pues, carece de naturaleza humana, tanto peor de la clasista, en su
fase de emergencia y consolidación); el sendero hacia ese resultado final (“que se abre ante
nuestros ojos”), es estrecho, escabroso y cruento: letal, en la aldea global de guerra 1693 . Las
variadas luchas planetarias por sustentar la existencia, cualifican las incidencias, la
modelación de la vida social proveniente de la condicionalidad tecnológica (en la actualidad
“el desarrollo de las fuerzas productivas cambia de manera radical el curso del proceso
histórico”: se expresa en el entero salto dialéctico superlativo, que se apresta a dar la
humanidad –la materia toda en este ciclo-; toda proyección política, por su parte, adquiere
sentido sólo en el pensar, que refiera al horizonte cosmológico objetivo). En la sociedad sin
trabajo –en esta transición en la que todavía reina la propiedad privada-, uno de los
fundamentos de la “política”, propende socializar los productos de ese desarrollo, en la
medida en que el “progreso de estas fuerzas, confiere las premisas para modificar las formas
de propiedad” (la forma transfigurada del robo: la riqueza “bien habida”) 1694 .
Comprimida de modo audaz, la consideración ideológica personal sobre la naturaleza
de la configuración y en torno de la forma movilizadora general en curso de la raza humana,
en su status concreto, ésta asiente y desaprueba a la vez, el orden de caracterización
relacionada con las mismas, existente en círculos de intelección críticos sobre el stablishment.
“Teoría del imperialismo/teoría de la dependencia”; teoría del neoimperialismo y teoría de la
neodependencia, consecuentemente: teoría de la liberación “nacional”. O, hipótesis sobre el
capitalismo concreto, global y en torno de la integración necesaria, conflictiva, de los anillos
1692 Hasta cierto momento en el desarrollo histórico, la expresión: “no existe futuro establecido para el ser
humano: él, lo construye”, es cierta. A continuación se advierte el sentido inmanente de su proyección vital (el
Universo cede en su naturaleza de simple dispositivo mecánico, casualístico, azaroso y se ordena de acuerdo a
la convicción de la conciencia): así como el niño debe llegar a concretizarse como adulto (a actuar por sí
mismo), la humanidad debe llegar a concretizar la conciencia: a actuar por sí misma, a tomar las riendas de su
ser por sus propias manos y a hacerlo también sobre el potro del entorno, en virtud de la que la simple
espontaneidad de los hechos queda sometida.
1693 El cambio –en sociedad-, jamás se produce sin considerar la base violenta sobre la que se sostienen los
procesos autoritarios y la que hay que desactivar por la aplicación de medios en coherencia; éste, tampoco “…
es el fruto de las cavilaciones de unos soñadores (utopistas)…(los constructivistas liberales, gramscianos y
neomarxistas)…, sino el resultado necesario del desarrollo de la moderna sociedad capitalista…”; por otra
parte, no son los “…héroes los que hacen la historia, sino que es ésta la que hace a los héroes…”; los
intelectuales –de su lado- glorifican el individualismo (el autoestima), son inadaptables a la disciplina y a la
organización: su psicología les conduce a creer que están por encima de las masas, se consideran un “espíritu
selecto…”, sin embargo, las clase ascendente no tiene más arma que la organización, la disciplina y el orden, el
conocimiento de las regularidades sociales (sus convicciones) y su unidad, para ser el medio y ponerse al frente
de los cambios históricos con conciencia. Los “científicos” de las esferas de las ciencias naturales en concreto,
se consideran seres especiales: se dedican a sí mismos, a la ciencia o a servir al poder; el pueblo difícilmente es
receptor del prodigio de su inteligencia: el pueblo “no lo merece” (nunca lo ha merecido), ¡qué bah! El pueblo
llano que produce para que coman los genios, debe valerse por sí mismo: producir el cambio. Eh allí su gran
mérito.
1694 Este tránsito tiene lugar en la actuación política, desemboca en medio para reestructurar la economía. El
poder todavía imperante, puede reformar la estructura económica a partir de actuar en las dos “regiones”; la
sociedad subordinada (las agrupaciones políticas, las sociales, la población de modo indistinto), debe
practicarlo en la “región política”.
1124

periféricos de la estructura del sistema de la moderna concurrencia universal, en una sola
comunidad escindida mundial (aplanamiento de la estructura orgánica mundial), en modo
alguno para optar por el objetivo antaño saludable de la “liberación social o nacional”, sino
con el objeto de concretar la obra planteada por el proletariado, de liberar a la humanidad
como tal, del orden burgués de vida: la resolución incruenta, de las cuestiones: social,
cognitiva, y ambiental. Concreción de la ruptura social histórica mediante la movilización de
“baja intensidad” del género, llevada a efecto en el marco de los episodios muy francamente
interrelacionados de la reproducción de su existencia: las condiciones “revolucionarias” de
movimiento de las fuerzas productivas fundidas en un solo ser con la razón.
4.3.2.2.- EL DESEMPEÑO DE LA RAZÓN, EN LA COYUNTURA.
Toda comunidad –en su desplazamiento vital- necesita de dirección y, de modo
especial: las identidades políticas humanas, particularmente lo demandan en su fase de
cambio, para que la historia no “haga de las suyas”. Los grupos trenzados en lucha entre sí y,
de manera específica: al interior de la clase ascendente para objetivizar su misión, requieren
de fundamento teórico, de posicionamiento frente a objetivos, de estructura, de la disposición
de sus efectivos en el campo, de directivas al momento de la operación. En ese orden, la
doctrina Marxista-Leninista, en la etapa pasada, para el proletariado, se coloca en los reinos
de la “excelencia”, en el status de racionalización práctica de su razón inmanente. No
obstante, la transición: esta articulación actual (2007) de la humanidad en el mundo de
diferentes formas históricas en un mismo cuerpo (“bicefalia”: población imperial
supranacional/masiva población neocolonial, propensa hacia un orden “social” diferente), de
lucha entre la oscuridad -los supuestos reales del neocapitalismo corporativo- y el “ALBA”
–dícese: de la formación “ciudadana” del mundo-, no está precedida por la actuación política
del sujeto histórico proletario (pues: la categoría “valor” ha dejado de ser –en su substrato
histórico-empírico- una forma determinada de la realidad); sin embargo, su presencia se
advierte en la estructura de la conciencia, en las aspiraciones, en las consignas, en la forma de
las organizaciones, en la experiencia. La tematización y la praxis política en torno del
abordaje de antinomias derivadas del eje central del conflicto social (la compleja coyuntura
actual) en la perspectiva de la razón histórico-dialéctica, requiere ser asistida por la
intervención del pensamiento: de formulaciones descriptivo-prospectivas de la realidad, de
estrategia, de táctica (éstas –en la medida en que pueden pervivir-, se han probado en los
hechos, en los supuestos proletario-“comunistas”).
La actuación política estructurada en decurso, en su status de racionalidad, debe
realizarse sobre todo en propósitos de eficacia. La transición: el conflicto cotidiano entre las
formas del pasado y las del porvenir, amenaza con prolongarse más allá de lo debido. En
primer término, el sufrimiento masivamente mundial; la enajenación espiritual: los Shuaras,
los Achuaras, son pueblos que se contentan con el “curare” -no necesitan de más: “…así son
felices y no hay porqué imponerlos otro tipo de objetivos…”, se asevera 1695 ; en Chordelet, en
Ecuador, la vida se va en tejer artesanías de Paja Toquilla, faena ésta: monótona, repetitiva,
con cuyos resultados financiar el obligado mísero sobrevivir y en la que se paraliza –e incluso
se atrofia, podría decirse- por años la actividad conceptual del cerebro; otros como los
canadienses, europeos, asiáticos, neozelandeses, sudafricanos, argentinos, colombianos, los
chilenos, se dedican al trabajo, a la diversión y a la mitología: estas tareas les son suficientes
para vivir, según el concepto que tienen de la existencia, y el cual es la dominante en el
mundo postmoderno-; la vanguardia tecnocrática asociada al poder hemisférico, en cambio, se
desplaza por fuera del planeta (la “espada de Damocles pende sobre la cabeza” de la especie
y de la naturaleza), muestran avidez por la riqueza y el dominio (EU). En segundo lugar, se
advierte, que la praxis política de los llamados “nuevos actores de la historia” es errática y
1695
Al respecto una anécdota: en una conversación sostenida con una profesional de la agronomía, se le decía
que el ser humano ha hecho desarrollos técnicos importantes: la clonación, la fertilización in vitro, el
mejoramiento genético, ha desarrollado órganos artificiales, ha practicado trasplantes,..., a lo cual la
mencionada profesional experta en alguna de las materias citadas, arguyó que nada de eso es meritorio, puesto
que todo ya lo ha hecho la naturaleza. Al autor de estas líneas le quedó “el pique”, o sea, el prurito de
demostrar el valor del ser humano, de la inteligencia. Luego, en cierto momento de la cavilación, salió la
respuesta que catapulta al ser humano por sobre la materia mecánica y orgánica: la materia puede hacer
todo, incluso crear al propio ser humano, pero no es capaz de formular la “conciencia de sí”: esta tarea es
propia y única del ser humano.
1125

aisladamente efectiva (los Indignados y otros movimientos –de Mayo 69-: no son orgánicos ni
fueron, racionales –eficientes y eficaces-, no cuentan con proyecto político cohesionador que
dé sostenibilidad a su praxis, carecen de programas de acción que les provea de regularidad,
que les permita evaluar y retroalimentar, esto es, someter a su activismo intermitente a la
política de “cadena de valor” en el marco de la “visión”: lo que esperan hacer del mundo para
ser en él; esas las debilidades, de las cuales se aprovecha el poder, el que, por su parte, tiene lo
que necesita muy bien calculado, reglamentado, concebido y planeado a largo plazo, para
ejercer el dominio y abalanzarse sobre actores aislados, sobre los cuales descarga su furia
legal e impone el miedo; sin embargo, reiterándose, en dichas conductas espontáneas,
anárquicas e incluso románticas, se apoya la vida política posmoderna); strictu sensu, la
actuación de estos movimientos, no ejerce influjo mayor en el curso político y en el de la vida,
que la incidencia, que proviene del progreso de las fuerzas productivas –de la ruta que impone
la necesidad histórica- sobre la reestructuración de las relaciones sociales (están lejos de
integrarse como fuerza de resistencia supranacional al proceso de explotación y dominación
del capital transnacional a escala global) 1696 .
En el escenario puesto, como es sencillo deducirlo: a la estructura política
revolucionaria, a la estrategia y a la táctica marxista-leninistas clásicas, la historia les ha
retirado viabilidad (ese paquete racional-estratégico-programático, que tuviera éxito rotundo a
partir de Octubre de 1917 y de otras fechas más); por su parte, la conformación
organizacional y el programa del “moderno príncipe”, debe ser el producto subjetivo de la
observancia de la determinación prescrita por Lenin: “análisis concreto de la situación
concreta”. En la actualidad y de modo pertinaz: a futuro, la tecnología constituye el ariete del
poder global, en su determinación dominadora (hoy: “las guerras la hacen las máquinas
siguiendo órdenes –programas- humanas”). Ante la creatividad, la innovación, la disposición
de substratos mecánicos, electrónicos, informáticos, biológicos e inteligentes, frente al
volumen monetario disponible por parte de la dominación para el efecto, la sola estrategia
clásica, la valentía, la reserva de principios, la disciplina, el carisma y la presencia organizada
de unidades humanas politizadas dispuestas en combate a nivel nacional, no basta (el cambio
se ha dicho, se corresponde con la acción de organizaciones políticas profesionales,
engarzadas en largos proceso de formación de la gente, respecto de lo que debe ser su Norte
–en verdad: su Sur). Tampoco la suficiencia se halla en labios del constructivismo
voluntarista; en realidad, ese es un término insidioso, cuyo contenido nocional empobrece la
acción humana en cualquier esfera de la praxis social, pues, por él se comprende (aunque se
hayan hecho esfuerzos por llenarle de contenido categorial) el proceso de exclusiva puesta en
orden los factores preexistentes y no de las faenas ontopraxeoteleológicas de producción, de
eslabonarlos merced a su sentido inmanente, como se procede en la realidad de modo
creativo, de acuerdo al concepto de elaboración (esta ideología, por otra parte, puede conducir
a la intuición, de que para conocer, dígase: el Ciclotrón, cada quién debe construirlo).
Al sistema (en sentido propio: la moderna estructura militar tecnológica/inteligente de
sometimiento planetario), en los frentes de la resistencia y de la transformación, debe
oponérsele una nueva disposición de fuerzas intelectualmente renovadas en concepciones y
planteos práctico-combativos de carácter transnacional, en los que la técnica sea su sustento
(este cambio de locus de la política efectiva, no debe significar alejamiento de los principios
del marxismo-leninismo, pues, mientras exista una sociedad estratificada, ésta no alcanzará su
1696
Sin embargo, por la fuerza inercial de la necesidad histórica (la “sociedad” debe desembarazarse del efecto
distractor de los conflictos domésticos de clase, para aprestarse a dar inicio al cumplimento de su objetivo
mayor): esta variedad, esta complejidad de visiones y actuaciones ramplonamente empiricistas, eclécticas,
eticistas, individualistas y anárquicas hasta la médula insertas en la práctica política masiva, espontáneamente
persiguen alcanzar adecuados niveles de coordinación (van a dejar de ser “merienda de ´blancos´”), de
racionalidad colectiva, de alineamiento y factibilidad práctico-transformadora sin necesidad de la presencia y
acción de las elites consabidas. En efecto, a medida que se socializa la producción científica y de que interioriza
el conocimiento, cada sujeto eleva su nivel de conciencia y compromiso, sabe lo que tiene que hacer, se acopla,
se auto organiza, toma decisiones no dislocadas del conjunto, del objetivo general y actúa en coherencia.
Incluso la alcahuetería categorial asociada con el “constructivismo” adquiere cierto sustento: la conciencia
percibe lo que hay que hacer y lo da forma (empero, no necesariamente advierte lo que una específica realidad
es, pues, el conocimiento jamás será autoconocimiento en el sentido neohegeliano; el saber objetivo siempre
deberá ser producido por vías preprogramadas, sea de forma natural o artificial); aquello es posible, por
cuanto el rumbo a seguir por el ser humano está puesto, ruta definida no por voluntad alguna correspondiente a
la conciencia de los actores presentes, sino por la necesidad del progreso y por la acción proletaria
cristalizada.
1126

conciliación –la fraternización, dicho sea de paso, se produce en la sociedad de reproducción
sustentada en la “energía” del robot; y, en el momento en que el género perciba, que ha
ingresado en el grupo de especies en peligro de extinción, respecto de la cual la ciencia futura
tiene la última palabra). El trabajo político actual y futuro (no se desestima cualquier otra
forma conocida, clásica, endógena, de lucha) tiende a ser principalmente cualitativo,
preservante de vidas humanas; a su vez, también en esta esfera se debe operar a “control
remoto”, mediante el dominio y uso de los productos más sofisticados de la ciencia y de la
técnica: de las nuevas armas creadas por el neocapitalismo, a “empuñar” por los modernos
“proletarios”: los subversivos/intelectuales/ciudadanos (mundanos), para dirigirlas contra el
poder. En realidad, la creatividad, la innovación, que el capitalismo cree que son presupuestos
para el éxito de los negocios y de la perenne dominación, se constituyen, mas bien, en
propiedades del movimiento actual de la sociedad, en las premisas de la fase intelectual
intensa –masiva, popular- consustancial con la era de la “espiritualidad”; asimismo, el
pensamiento estratégico 1697 , holístico, la transferencia de conocimientos al abordaje de
situaciones críticas paralelas en los diferentes niveles de la estructura social (bélico,
económico –administrativo, de marketing-, social, político e ideológico), de destrezas, de
interpretación y solución de problemas parciales en sentido funcional, se transforman en la
base de la futura personalidad humana 1698 .
El fenómeno, no obstante, es complejo. En la juventud perteneciente a los países
céntricos y en los neocoloniales (incluso si se tiene en cuenta el “Movimiento de los
Indignados” del 2011, pues, todos aspiran convertirse en empresarios buenos o por lo menos a
encontrar empleo en el sistema económico vigente) se advierte el patrón de conducta
quemimportista, de naciente oportunismo populista (se dice que el populismo carece de
compromiso ideológico –Borja, Rodrigo. Enciclopedia Política-, lo cual es un mito, puesto
que comportamiento populista es la práctica de una ideología teórica asistémica,
inestructurada, folclórica, en el sentido gramsciano). En los países ex socialistas y ex
socialimperialistas, las nuevas generaciones desconocen su pasado y su comportamiento se
corresponde con la inmanencia de los problemas de coyuntura, debido al influjo determinante
en su conciencia de las condiciones de la realidad capitalista en la que se hallan inmersos y se
desenvuelven; esta juventud comete actos torpes, es por eso que una anciana dijera en Moscú
en 1989, frente a la arremetida contra la estatua de Sverdlov: “los pueblos que desconocen su
historia son tontos”. ¿Qué patrón sigue la personalidad, la conducta de los vástagos de esa
gente asesina que domina el planeta (gringos, ingleses, franceses, israelíes, colombianos:
1697 Se ha sostenido en otro lugar en este mismo documento –sobre un hecho que emerge del ejercicio de un
proceso intelectual de deducción automática-, que entre los múltiples aportes, que el capitalismo ha
proporcionado al progreso de la especie (in abstracto) –se hace referencia al desarrollo científico, al técnico-,
puede colocarse con todo derecho al pensamiento y a la conducta estratégicas; modo de pensar y actuar
masivos, subsidiarios –en todo caso- de la urgencia de realizar la mercancía: en el mercado, todos se tornan
estrategas competitivos, críticos, creativos, innovadores, imaginativas, audaces, en verdad: se mueven inmersos
en el interior de un proceso de mejoramiento continuo (círculos de calidad, cadena de valor, excelencia, calidad
total, gerencia estratégica, control de calidad, valores corporativos, clima organizacional, arribo a objetivos
bajo presión, gestión de procesos hacia la productividad, capacitación continua, competencias, creatividad,
innovación, benchmarking,...). La inteligencia y la conciencia se ponen a punto cada vez más todos los días de
modo indiscriminado entre el pueblo y este es el medio en el que se aviva el pensamiento de las nuevas
generaciones; no obstante, este desarrollo del pensamiento no es ya presupuesto operante en el proceso de
competir o en el de sobrevivir, sino tan sólo en el despliegue de sí mismo. Pero, tanto el conocimiento como la
estrategia, la técnica y la logística, devienen en hechos prorevolucionarios. En efecto, el fusil no lo creó el
proletariado: lo hizo el “capital”, pero aquel lo usó en su contra (del capitalista) en las revoluciones del Siglo
XX; de similar modo, el pensamiento estratégico –su colosal desarrollo y transferencia a la esfera de los
negocios (Lenin, planteó el pensamiento y la actuación estratégicos –también los puso en práctica exitosamente-
en toda su dimensión y grandeza)-, las armas modernas del conocimiento y la técnica (hardware, software,
Internet, TIC, IA), no los han creado los subversivos modernos, pero deben utilizarlos en las “revoluciones” del
futuro.
1698 Debe recordarse, que la Sociología, si bien es una ciencia madre: ciencia de ciencias (mas no en el sentido
de metaciencia), o sea, una especie de Filosofía en materia del estudio integral de las diversa facetas del ser
humano moderno contradictoriamente organizado, no es una disciplina abstracta. En verdad, en relación con su
conformación, existen dos matrices: la sociología funcionalista y la sociología marxista, como modos de
aproximarse analítica, cognitivamente, por partes, a la totalidad social. La primera es conservadora, pues,
considera a la sociedad un organismo armónico, trabaja sobre las anomias y su tratamiento, para que el
equilibrio persista (abordar las variables estructurales críticas del sistema –las obstrucciones en el mercado,
para eliminarlas-, de modo que retornen a la normalidad); la segunda, tiende hacia el despliegue de las
contradicciones, en pos del cambio del sistema.
1127

Reagan, Thatcher, Bush, Risse, Rumsfeld, Sarkozy, Netanyahu, Cameron, Uribe, Santos):
hijos de banqueros, de aquellos vinculados con las multilaterales, con el sistema de
gobernanza global, de la CIA, con el Pentágono, la OTAN, la ONU, el Complejo Militar
Industrial, etc., con los grandes negocios (de la droga) y el poder en general? ¿Hay algún
cambio, con el llamado “cambio de época” en la mente de la citada descendencia joven ligada
a esa clase? ¿Permanece igual o incluso se fascistiza mucho más la conducta de los retoños
del poder? En el pueblo, como se ha dicho y visto en la ex órbita soviética y neocolonial, el
patrón es la regresión frente a la conducta de sus mayores. Si la racionalización, la
iluminación de los “niños índigo” llegara a los hijos de las familias de ingresos altos y medios
en el mundo, su cambio conspiraría contra los suyos y se alivianaría la lucha, puesto que esos
sectores se adherirían a los postulados sobre la creación de un “nuevo orden”. Ese es, sin
embargo, el más grande “sueño de perros”, pues, la conducta está gobernada por leyes
económicas, por las determinaciones de la acumulación del capital. Es por eso que el proceso
de cambio es civilizatorio más que cultural: desarrollo de las fuerzas productivas que en tanto
saca el trabajo del proceso productivo, diezma también al capital de modo directamente
proporcional.
Las ideas, en la presente actividad del pensar, no detentan el atributo de la pureza:
zutano las produjo, mengano las verbalizó, perencejo las escribió (de tal manera que ya no a
lugar para el rechazo al plagio). En estricto sentido, en el mundo de hoy la elaboración del
saber es universal. El desarrollo de las fuerzas productivas en el ámbito de las comunicaciones
ha incrementado el status de intersubjetividad humano; éste, sin embargo, es un tipo de
fenómeno, que viene enancado en los procesos de constitución de una sola humanidad –un
solo cerebro en múltiples cuerpos- en la esfera 1699 . Es verdad, que conciencia e
intersubjetividad constituyen los presupuestos generales de la llamada “acción colectiva”; no
obstante: ¿cuáles son los fundamentos de estos principios movilizadores? Es natural pensar,
que los mismos se hallan asociados con la presencia de las necesidades materiales: éstas
constituyen los dispositivos activantes, los disparadores de todo movimiento orgánico, que se
autoreproduce; en efecto, cuando éstas (necesidades) se hallan plenamente satisfechas –lo
cual sucede de modo perentorio- desaparece la razón para la movilización, para el despliegue
de las acciones intersubjetivas prácticas. La lucha por la vida no solamente frente a la
naturaleza sino, sobre todo, de cara a la competencia con otros seres del mismo linaje genético
(lucha por la existencia material) es económica (esto es lo que no tiene en cuenta –por
ejemplo: Habermas- quizá porque se trate de un una noción –arcaica- “muy elemental” -
¡bah!); solamente al haberse rebasado esta etapa: el ínter diálogo, la nueva moral y la
racionalidad, son los presupuestos de la vida, de la organización, del cambio de poder; no
obstante, esto ocurre una vez que la base real del proceso ha puesto los supuestos (incluso este
pensamiento subjetivista, especulativo y de traducción práctica voluntarista, es su resultado).
No es la diferencia desprovista de otra condicionalidad, el factor que promueve la
comunicación entre personas; sino, por el contrario, lo es el distinto papel, que cada individuo
o grupo debe efectuar como parte de un todo, de cuyo funcionamiento general depende su
propia existencia y a la cual debe contribuir a mantener. Todo miembro de un colectivo, tiene
un concepto de sí mismo (un sistema de valores de su vida, que le inmersa en la propensión
1699
No solamente el mercado, el capital en su faceta imperialista (aquel que ha roto las fronteras cuando la tasa
de rentabilidad interna al país de “origen” del capital se ha desmoronado) o la tecnología de las
comunicaciones son factores que integran al mundo; en la actualidad, son las guerras de intervención (guerras
imperialistas de la “´unipolaridad´ militar” en Irak, Afganistán, Libia y las por venir: Siria, Irán,…) de las
precarias coaliciones agresoras imperialistas (EU, Inglaterra, Alemania, Francia, Israel, Canadá) que crean
reacción y unidad transnacional de los pueblos, ponen en contacto a la humanidad, tanto en la esfera del poder
mundial, como a la población (en ese sentido, muchas, todas, las medidas que toma la intelligentzia del capital
en orden de su reproducción, se le devuelven como dardos, han ingresado en la neodeterminación de
boomerang). Más cerca al sitio en el que se elabora este documento, es la arremetida recolonizadora del
imperialismo, el factor que ha abierto una brecha en la división territorial impuesta por Inglaterra en los
procesos de descolonización de los actuales países de América Latina, que significó la ruptura de la comunidad
hispanoamericana y no necesariamente el sentido de comunidad interno (“déjales en paz y reñirán entre ellos;
pero mientras haya un enemigo en común se mantendrán unidos” –ALBA, UNASUR, CELAC-; la humanidad
actualmente tiene un enemigo común: el capital financiero global, ese es el factor real que la viene uniendo y
convirtiendo en actor político). En realidad, en América hispana, la contradicción idiosincrásica entre “lo
mestizo” y “lo barroco” no puede ser resuelta en la recuperación y hegemonía de las formas vernáculas, sino
en el adecuado sincretismo, en el que “lo mestizo” lleve la batuta, dado que en términos civilizatorios, este
último se halla más adelante en la historia.
1128

cohesiva); pero éste está penetrado por la determinación objetiva, que proviene del todo; en
ese sentido, una individualidad no se siente diferente de otra, sino tan sólo en la consideración
del rol, que su ubicación histórica, estructural e, incluso: biológica (feminidad o
masculinidad) le impone. Según esto, la intersubjetividad: el conocerse, el reconocerse, el
necesitarse y aceptarse entre individuos, constituye una cuestión solamente burguesa o
clasista, tanto en la consideración objetiva como en la subjetiva, puesto que en el capitalismo
los individuos son diferentes y esa disparidad (individualidad) es la que hay que conocer,
reconocer, requerir y tolerar. En una “sociedad” con objetivos comunes y –por supuesto-
exenta de diferenciación social, la intersubjetividad se vuelve tan sólo subjetividad, en la
medida en que la percepción y el carácter de la conciencia son una y misma para todos los
miembros del “clan”. Esto es así, a no ser, que una determinación hiperdesarrollada
correspondiente con un tipo específico de agrupación humana, sea puesta por encima de la
historia.
En materia de desempeño político en el escenario de la posmodernidad, la eficacia está
de lado de actuar en la neoesfera de la virtualización: desencriptar y denunciar, contrarrestar;
es creativa e innovadora la maniobra con la cual se devuelve el terrorismo tecnológico de
clase al poder (alterar el sistema informático de las cuentas, que financian la agresión
genocida contra Irak -“estrategia de recolonización del mundo” por parte de los “Halcones
de Washington”- o del sistema en su conjunto, por ejemplo, es un recurso que puede ser
planteado frente a tanto abuso –en la “guerra sin rostro”, el propio sistema ha dicho, que para
sustentar el american way of life, todo es lícito); con dicho objeto, la conspiración sustentada
en la habilidad del pensamiento adquiere pertinencia 1700 . Las condiciones concretas, para el
caso en examen de la actuación política dirigida a la transformación social, exigen realizar un
vuelco total en la concepción (sortear el “efecto paradigma”, la “parálisis paradigmática”
–aquella forma anquilosada de la mente, que filtra la realidad en la visión del interés burgués-,
como asevera el propio pensamiento oficial), en la estrategia y en el programa de acciones
específicas, en la esfera de la lucha. El contendor actual de los progenitores del segmento
humano, que dominará física y subjetivamente el “éter” sideral, enemigo/amigo a partir de la
etapa “mercantilista” de la “acumulación primitiva” (del movimiento intercontinental de la
proto clase dominante burguesa), por parte de los estudiosos del tema, se ha dicho ya: no se
encuentra solo en el interior de las seudo naciones, aunque tampoco lo está únicamente en el
exterior; en su defecto: éste, mantiene preparada toda una vertebración a efecto del ejercicio
de sus protervos fines de explotación y dominio –esta vez- de índole tecnológica (los
monopolios globales, en el proceso de reproducción “ampliada”, se despliegan en un sistema
productivo transnacional y ejercen la dominación mediante la práctica programadora de
instituciones supranacionales a las que se ha articulado funcionalmente a los Estados
nacionales).
La sofisticación, la modernización del partido proletario (de este “centro moderno de
pensamiento político a largo plazo”), su mimetización y difuminación (su negación y
reafirmación cualitativa: su disolución en el torrente humano todo), la versatilidad de sus
acciones, marcha necesariamente en esa misma dirección. Por su parte, la idea sobre la “base”
virtual de la operación, conduce a la siguiente pregunta: ¿acción u organización? Siempre las
dos condiciones, sobre el manto de la flexibilidad y la renovación móvil; del pensamiento
creativo estratégico, de la prospectiva: de los escenarios y la acción proactiva. Teoría del
Partido y teoría de la acción colectiva estratégica insertas en un proceso de actualización
permanente del saber sobre la noción en torno de la realidad, porque es necesaria la presencia
de un sujeto moldeable para la acción, como debe haber acciones temporarias para el sujeto.
El momento exige la superación del viejo concepto de Partido (el Partido mismo ha sido
superado por el movimiento de la realidad), hecho que implica sacrificar el análisis clasista de
la sociedad a favor del término abstracto de “ciudadanía” –incluso de la expresión
científicamente enrevesada de “sociedad civil mundial” (es verdad, que la palabra
“ciudadanía” vuelve a oscurecer el verdadero carácter esencial de los problemas estructurales
1700
No obstante, si las armas y el poder económico en todo momento impusieran el destino de la humanidad, la
vida humana estaría perdida. “La democracia fue pensada por el poder como el antídoto para cualquier tipo de
cambio social; pero los triunfos de Chávez, Morales, Ortega y Correa, rompen ese cerco: utilizar los mismas
reglas de la democracia, para conspirar contra el sistema, desmontarlo y forjar nuevas realidades
(´construcciones´ –sic). Esos eventos tienen concertado a los gringos y a los cultores de la democracia”
–TeleSur- (régimen administrativo-político de las sociedades clasistas).
1129

del mundo; concepto tan huero, como el de “sociedad civil”) 1701 - y de la correlativa
institucionalización de la lucha: reforma/revolución se inclinan frente al corporativismo
universal de la masiva movilización intra y extrainstitucional. En efecto, las estructuras de
lucha flexibles se objetivizan en las llamadas “corrientes ciudadanas”, su práctica prepara los
momentos de “emancipación integral” humana: verdugo y sentenciado, se suprimen en
conjunto (en la conciencia y en la actividad de estos sujetos, no obstante, se hallan insertas las
tesis, las demandas, ciertos esbozos de conducta marxistaleninistas –por tanto, para el caso, ya
no es del todo necesario ofrecer aparatos y recetas).
De forma análoga a cómo la contradicción principal, determinante del movimiento
histórico, entre la burguesía y el proletariado, se ha desconcentrado y ha derivado en una
desplegada, extensa y planetaria red de antinomias –de clase, de género, étnicas, en las
relaciones humanas, “ambientales”, “socio-espaciales”- en las que prolonga su existencia
aquella, en el proletariado: su condición de agente objetivo e integral, se ha diluido, habiendo
pasado a pervivir en la casi totalidad de estructuras políticas orgánicas sectoriales (las
llamadas “nuevas determinaciones del Estado” emergidas en todas las “naciones” del planeta
de modo indistinto; como también, la demanda de la población de participar en los asuntos
públicos, tanto a nivel local, como en el regional y global); el Partido Proletario, de su lado
–como efecto de ese proceso: fenómeno dado en la esfera más próxima a los hechos fácticos-,
se ha segmentado y de modo abstracto se ha incluido en las agregaciones “identitarias” (en
aquellos portadores materiales de los “pequeños relatos del cambio”): en su ideario, en sus
acciones, en la modelación de su particular caracterología: su influencia en la operación y
dirección de su destino, está plasmada. Se diría, que sus principios, sus maneras de obrar, sus
consignas, se empotran en la praxis cotidiana de las organizaciones parciales modernas, allí
radica su influjo imperceptible y su omnipresencia: el Partido (el Marxistaleninista) se ha
tornado universal; en toda lucha social se encuentra incluido, en el conjunto de ellas se
advierte su impronta directa o indirectamente. Por tanto, no debe mover a nerviosismo, a
depresión, a desolación, a celo, a recelo, el hecho de que en la actualidad el Partido no exista a
la manera de antaño con todas sus letras, con el ímpetu de su presencia, principios, acción
educadora, organizadora y directiva, como el dirigente colectivo visual 1702 ; pero, sus
inquietudes, sus formas de acción, se han sembrado en el colectivo, operan en silencio y de
modo más efectivo en la senda multilateralizada de la lucha 1703 .
En el sector neocolonial de la formación social burguesa, los segmentos de izquierda y
progresistas, se suponen en un “nuevo mundo posible”; se han ofrecido, por tanto, a modificar
las relaciones sociales actuales. La referida agenda, conduce al actor político a plantearse
preguntas en torno de globalización, neoliberalismo, dependencia, reformismo o socialismo;
el cuestionario epistemológico citado, es fuente de equívoco en la percepción sobre los
problemas del tiempo presente (“es el límite de la conciencia”), puesto que el mismo deja de
lado los siguientes datos: 1) el proletariado cumplió su misión histórica, 2) el sistema burgués
en su momento fundamentalista liberal, es una realidad hemisférica en fase de degeneración,
3) la técnica es el polo dominante en la encrucijada de la evolución humana en curso y, sobre
todo, que la humanidad es una sola y que sus proyectos de vida, se reducen a uno: ordenar sus
procesos en la economía real, conducente a la automatización de la vida, a la “era de la
espiritualidad”: la realidad entera se transforma en “objeto de conocimiento”, en proceso de la
idea, de la conciencia. Este error, no existe en el sentido del revisionismo del movimientismo
social (Habermas, Garaundy, Mandel, Gorz, Mallet y CIA.), de la Unidad Popular chilena, de
Togliatti, del Eurocomunismo o del PESOE (la ilusión pequeñoburguesa de forjar cuasi
1701 En la época de la “globalización” (concretización capitalista), se crea una verdadera “sociedad civil”
mundial en el sentido de Marx, esto es, puesto que la forma capitalista de reproducción humana cubre a la
especie y a la esfera terrestre toda, es decir, el sistema económico burgués se torna hemisférico con su
superestructura y sus formas de conciencia social.
1702 El “desconcierto vital” (como aquel que ocurriera en 1989, cuando los sucesos de la “caída del muro de
Berlín”, en la psiqué de “comunistas” y “socialistas” ilusos, que se mantenían en el engaño sobre el carácter
socialista de la URSS luego de la muerte de Stalin y que, por tanto, creyeron que era el socialismo la forma de
sociedad que se había derrumbado), no debe ocurrir en los auténticos revolucionarios.
1703 En las circunstancias más adversas, de espontaneísmo de desate de los procesos, la descomposición del
sistema, el trabajo de las fuerzas productivas que somete a los conglomerados a su designio y la acción de la
población en el interior de la vocación por la sobrevivencia, guían la existencia humana por la senda prescrita
por el objetivo mayor, en múltiples ocasiones aquí planteado. Si la voluntad no desea mantenerse al margen del
movimiento histórico: ser simplemente conducida como sujeto “en sí”, su incidencia eficaz predefine una visión,
naturaleza y comportamiento bastante diferentes del ser y actuar clásicos.
1130

edenes neomercantiles racionalizados: el mar inhibido de olas gigantes). La renovada
formulación político-estratégica marxista-leninista, la que tiene en forma positiva “para sí” a
la determinación de la historia y a la crisis degenerativa sistémica (el capitalismo es un toro de
lidia herido de muerte por la espada de la Revolución de Octubre, se sostiene metafóricamente
en otro lugar, en este documento), pone frente a su límite al modelo de hegemonía del poder
(a éste, no le queda más que recurrir a las armas): la técnica ha roto las ataduras sobre su
control privado, la inversión rinde cada vez menos, la población eleva su nivel educativo,
crítico y contestatario. Por tanto, la lucha política casera, doméstica, que es planteada al
margen del desarrollo de la técnica (su disputa y uso subversivo inmediato), se vuelve en
contrasentido y su “suerte está echada”: las piedras pueden seguirse lanzando, el discurso de
barricada sigue a la orden del día (las movilizaciones obreras en Francia y España del 2010,
por ejemplo), que se inviertan esfuerzos por acumular fuerzas en el plano nacional en la
intervención en procesos electorales, en convenciones a la clásica manera socialdemócrata
(“… en supuestas concepciones renovadas, que planteen el encuentro entre saberes de los
pueblos originarios y las teorías socialistas…”, pues, si la más moderna forma de relación
social –socialista- ha sido anacronizada por la historia, queda exiguo lugar para el reclamo de
modos de vida “originarios”) 1704 , en marchas con las que se acicateen los conflictos, igual da,
tanto mejor para el stablishment (el poder directamente se mofa de esta conducta y se
regodea).
No obstante, tampoco es práctico y sensato trasladarse al otro extremo: a la retórica
pura situada en la estratosfera, en las nebulosas del intelectualismo neoburgués seudo
izquierdista, por ejemplo: de corte europeo, esto es, retornar a la conducta especulativa de la
filosofía a la que se enfrentó Marx en su tiempo: el idealismo alemán (la tarea defensora de
posiciones marxistas objetivas –dicho sea de modo incidental- tuvo que desplegarlas Federico
Engels con su Antidiuring; de igual manera procedió Lenin en Cuadernos filosóficos y en
Empirocriticismo). En Europa, en varias ocasiones se ha intentado emular a Marx e incluso
superarle con elaborados teóricos especulativos, en cuanto edificio –como lo hace Habermas-
conformado sobre la abstracción: “relaciones comunicativas” (la noción “comunicación”),
sustento a la vez del discurso político voluntarista moral de la “intersubjetividad”; mientras
que Marx –cabe recordar- lo hizo en la categoría “relaciones productivas” (en el concepto de
“trabajo”) como es científica, ideológica y políticamente justa la manera intelectual de
proceder, o sea, en el reconocimiento preeminente (de la determinación) de la acción de la
“regularidad objetiva”. Desgraciadamente, muchos movimientos ciudadanos posmodernos, se
han implicado y políticamente inspirado en estos dislates; empero, la realidad a cada paso se
ocupa de enfrentarlos, desmentirlos y liquidarlos.
Las comprensiones que actualmente estructuran la conciencia sobre los hechos
histórico-humanos, se encuentran exigidas de ser remozadas, para que no se produzca en
política marxista, lo que ha ocurrido en economía: “la práctica teórica ha sido el simple
afirmar y reafirmar los supuestos categoriales de su estructura conceptual conocida, en lugar
de desarrollar su saber” (esta actualización, no solamente consiste en la incorporación
artificiosa, en el patrón del saber en curso, de las reivindicaciones étnicas históricamente
anacrónicas –retraso en los procesos de hominización). En la esfera de la praxis conspirativa,
este límite es no menos esterilizante, pues, la misma ha consistido nada más, que en la
reiteración del ejercicio de medidas en el plano del activismo y la acción política clásicos. La
pelea por hegemonizar, cooptar y controlar reductos sociales anquilosantes, orgánicamente
deteriorados, desprestigiados (por ejemplo: asociaciones gremiales, estudiantiles, barriales…),
en el supuesto de que el número, la presencia física, siguen siendo factores importantes de
incidencia en la correlación de fuerzas, es un acto iluso y censurable en la acción política de
izquierda; dicha práctica ha sido desplegada, en lugar de la priorización de la política de
preparación con excelencia de una elite revolucionaria, que se encuentre capacitada para
batallar en el terreno cualitativo con las armas del conocimiento (no pueden las milicias de
1704
En la sociedad actual, el Partido debilita su papel de educador colectivo: su función de tornar consciente al
conjunto social, debido a la fase de desprestigio en el que ha ingresado en razón de la arremetida dada por la
parte interesada del poder (también para el Partido la historia cambió: “su función no puede ser la misma de
antes; hay un nuevo proceso universal en el cual éste debe reflejarse”); pero, sobre todo, porque este rol cada
vez más lo asume el movimiento social en su conjunto, apoyado en la elevada multilateralización de las
intervinculaciones humanas plasmada en el presente, mediada por la tecnología del Internet. En efecto, “el
gigante despierta”.
1131

Hezsbollah, enfrentar a puños a la tecnología de la aviación teleconducida del sionismo
genocida -en el colmo: “el Niño Jesús, nació en Palestina”; paradójicamente, debe protegerse la
vida de los niños palestinos del peligro sionista criminal-; los “coches bomba” de Al Qaeda, es
verdad, que pueden más, pero al precio de cobrar vidas de –sin eufemismos- inocentes, en
actos perdedores de legitimidad). En suma, las maniobras clásicas en el nivel político, no son
suficientes; en realidad, éstas han perdido su efectividad, pues, el sistema fagocita este
esquema táctico tradicional; el movimiento –por su parte- de la realidad les ha desfasado
frente a la historia. ¿Qué pueden hacer políticos profesionales actuales, a los cuales da la
espalda la población, sin recursos económicos (para subsistir, mucho menos para financiar la
lucha), cuasi “analfabetos tecnológicos”, enfrentados a las macabras estrategias yacentes en el
cascarón de la biotecnología, la robótica, la química, la electrónica?
Las nuevas guerras de rapiña, de conquista, es común dicha percepción, se realizan en
ausencia de los conquistadores (en mesas de negociación frente a oligarcas vendepatria),
sobre decisiones de prospectiva de escenarios simulados multivariables, con visión de rayos
infrarrojos, con aviones teledirigidos; sólo a plantar la bandera del triunfo se dan cita los
modernos asesinos virtuales. Por ejemplo, los “hackers” pueden ser de mayor utilidad (dixit
Fausto Espín), que un estratega teórico o militar a la hora de la hora, pues, esa información
permite descubrir las maniobras genocidas del poder, prevenir, repostar (los chinos, hace
tiempo despliegan acciones en ese frente, son maestros en ese arte de estrategia efectiva frente
al poder: se sirven del propio sistema, aunque no en el marco de un cometido socialista –los
japoneses, en otro plano, han copiado y mejorado). Si el revolucionario clásico se adiestraba
militarmente, hoy debe hacerlo, con similar fin, conspirativamente en la esfera del
conocimiento y de la técnica para no yacer inerme, tornarse infectivo o ser sometido en el
terreno de la ingenuidad (al hacerlo, ayuda a mover la rueda de la historia, mientras que de
modo paralelo, éste se autodesenagena), esas son sus nuevas armas, las que ha puesto el
capital en manos de sus actuales sepultureros: los subversivos 1705 . Es el instante cuando se
hace de sentido preconizar el reemplazo del “machete de Alfaro”, el fusil, la bazuca,… por el
ordenador. Si en el plano militar había que hacer frente al peligro del miedo y la deserción (la
disidencia); en el combate político –en cambio-, la dificultad radica en que la concepción
pequeñoburguesa del sabio (de aquellos prospectos de liderazgo, que deben dominar la
ciencia y la técnica), el agente de la creatividad técnica, pueda ser impertinente frente al
propósito político: su quemimportismo, anarquismo e individualismo (ciencia y política se
subestiman mutuamente; tanto a la una como a la otra, les parece trivial, ingenua, la
preocupación de cada cual: la ciencia ve tonta la política que propugna la igualdad y
desestima el saber sobre el mundo, la política ve torpeza en la despreocupación por la
diferencias sociales y el desmedido interés por el huero conocer de los hechos de la
naturaleza).
Estas apreciaciones: primarias, aproximadas, exploratorias (las mismas que, dicho sea
de paso, oportuna y pertinentemente han sido formuladas por parte de varias corrientes de
pensamiento y práctica política de izquierda), conducen a pensar, que la juventud
revolucionaria en el presente, con el propósito de tornar viable su gesta, está llamada a
prepararse en carreras de vanguardia en el postgrado (Biotecnología, Robótica, Genética,
Inteligencia Artificial, Física Espacial,…); esta capacitación permanente en altas esferas del
saber y de la técnica, no es realizada en la perspectiva del lucro o del adelanto egolátrico
personales, sino como necesidad –en la coyuntura problemática dada por la sociedad- de
formar el talento revolucionario en áreas del saber y la técnica de lanza, para que la excelencia
de tales destrezas, se las ponga al servicio de la transformación histórica. La militancia, la
conciencia de clase y el compromiso –en las nuevas, palpitantes, circunstancias-, viene dada
por la capacidad de asimilación del conocimiento, de la técnica producida oficialmente y de
su instrumentalización orgánica en la solución de problemas del pueblo, de su transferencia
para este efecto como para atender las demandas planteadas por la lucha en la destrucción de
toda huella de formas sociales diferenciadas. Para los revolucionarios inscritos en la tradición,
es doloroso tener que renunciar a la pura acción en la lucha política convencional, como
también a la doctrina más fecunda dadas: “doctrina hermosísima, la socialista, la comunista,
1705
Los neoproletarios: los modernos sujetos creados por el propio capitalismo en su fase neoimperial, que se
hallan empuñando las armas de la ciencia y de la técnica, en el marco de la moderna revolución con la cual
destruirán al sistema concurrencial de última data; estos nuevos sujetos: los subversivos, no tienen patria, pero
luchan por su patria: el planeta, el sistema solar, las galaxias, las nebulosas, el Universo.
1132

la marxista, que predica la racionalidad, solidaridad, el buen comportamiento, el ejercicio de
la auténtica libertad y el desarrollo multifacético humano” 1706 ; pero la historia pone el
camino: en su designio (en su captación objetiva y en su justa valoración) se halla el éxito o el
fracaso; en esa perspectiva, incluso recogerse y sopesarse, en el entorno de una posición más
profunda, la tesis sobre el “desarrollo evolucionista”: de las revoluciones múltiples, inmersas
en la escala particular, denotan significación, naturalmente: con la asistencia de
planteamientos de política revolucionaria estructural, de plena conciencia 1707 .
Dos casos vienen a la mente, como ejemplos gráficos de las aseveraciones formuladas:
1) la invasión militar genocida gringa a Irak y, 2) la aleve ejecución por parte de la colusión
Bush-Uribe, a Raúl Reyes, en aplicación de los principios de la “Guerra Preventiva”: la
violación de la autonomía territorial, de Estados soberanos. En el primer evento, el
militarismo abusivo interventor yanqui, ha ganado la guerra en el plano tecnológico en Irak; a
continuación viene la fase de respuesta de los afectados: la larga y cruenta resistencia aislada
del pueblo (del sector contradictor de los monigotes instalados en el poder, por parte de la
coalición de dos: EU e Inglaterra) ante el invasor, lucha en la cual los colonizadores, no la
tienen tan fácil. El segundo, es la tecnología del “chip” y la traición (el soborno: a eso se
reduce toda la valentía y poder de los gringos; “no hubo riesgo ni hay honor”; “cuenta de
bancos alimentada a partir de las mismas áreas de la narcopolítica”), lo que ha dado ventaja a
los gringos ladinos, para que la tecnología (aviones Súper Tucán) bombardeen a un
campamento de las FARC, emplazado en territorio ecuatoriano -como lo han hecho en Libia y
están por perpetrarlo en Irán- (“Y tuvieron éxito. Felicitaciones cobardes. Pero por favor, no
tengan el cinismo de llamarse héroes” –Gutiérrez, Roberto. El asesinato de Raúl Reyes por
el cobarde Alvaro Uribe; 2008) 1708 . La tecnología, en verdad, tiene sus límites; pero cada día
nuevos desarrollos investigativos y aplicados producen prototipos más eficaces, que rebasan
la capacidad de la inteligencia humana subversiva, conspirativa, “terrorista”. Similares
episodios se han producido en estos días (septiembre del 2010), con el asesinato del Jefe
Militar de las FARC: Víctor Hugo Suárez Rojas (conocido como “Mono Jojoy”): el temor y la
venganza relucientes tras la traición y la tecnología, que ha envalentonado al séquito
triunfalista de Santos (estos señores, saben que el conflicto colombiano se debe a razones de
asimetría económica, sobre todo, endógena, y que la superación del mismo, se encuentra en
ese plano; pero no les conviene).
El cuadro de inquietudes expuesto, conduce a advertir ciertas líneas de trabajo, que se
insinúan en la propia objetividad, posibles de operar como fuente de remoción de la clásica
conducta del Partido Marxista-leninista, apropiadas al tiempo presente en el frente
neocolonial, puesto que en los anillos centrales del sistema de acumulación regresivo a escala
mundial, la estructura de la historia prevalece en su devenir: ejercicio de una reflexión fresca,
nueva, sobre la organización y la práctica derivada del análisis concreto de la situación
concreta (la circunstancia específica actual de la especie, deriva en: total, cosmológica,
1706
Rosa Luxemburgo “… insistió en que los socialistas modernos son los más leales a los principios originales
de la cristiandad que el clero conservador de hoy” (dixit M. Lowy).
1707
El proceso seguido por el poder naciente para afincarse materialmente fue –en muchos casos- la “vía
junker”, reaccionaria; en realidad, de este modo se forjó el capitalismo en algunas ex colonias de estructura
semifeudal en el actual continente americano. En el presente, en cambio, corresponde seguir una vía
democrática, popular, de forja de una sociedad según los principios de la noción desarrollista, cuasi
“socialdemócrata”, semicapitalista (de transición o en coherencia con una forma de este tipo, desprendida del
desarrollo material de la humanidad), mediante la reforma por el sendero de la acción de lucha en la
institucionalidad burguesa (la nueva Razón de Estado, o sea, ya no la cerrazón del poder antiguo, servil o
burgués dominante, sino la voluntad de la vindicta pública), en tanto el desarrollo de las fuerzas productivas de
modo paralelo hacen lo suyo. La realidad se plantea diferente; los círculos dominantes –como es normal e
inmediato percibirlo- se movilizan en una actuación masiva en defensa del status, desplegando una conducta al
más puro estilo proletario y popular, frente a los dictados de la política económica que salen de las manos de
gobiernos progresistas, socialdemócratas, populares.
1708
Hoy 4 de noviembre del 2011 se da a conocer, que ha caído en combate contra las fuerzas oficiales gringas
aparapetadas en el Comando Sur, el comandante Alfonzo Cano: ¡honra a tu memoria, valiente guerillero! En el
curso de unos cinco años (entre el 2007 y 2011), en la guerra por la liberación del pueblo colombiano, se ha
visto desaparecer a varios cuadros de las FARC: C. Marulanda, C. Reyes, C. Briceño, C. Ríos, C. Cano; la
derecha cobarde ladina gringa-colombiana: ¡sabe dónde golpear!, lo hace en la “cumbre estratégica”, entre
los miembros de la jefatura revolucionaria, con lo cual se afecta al “capital” subversivo, en interés de que el
ejército guerrillero se desmoralice y se desmovilice espontáneamente; no obstante, en esta ocasión la pelea no
es solamente cupular sino con el pueblo ya que el colombiano es un problema que tiene bases sociales y ningún
golpe será definitivo, por tanto, la lucha continúa.
1133

espiritual, cualitativa); formulación de objetivos, de tareas, estructurados con un grado mayor
de abstracción; la modalidad orgánica debe encadenarse de manera transnacional atendiendo
la necesidad de vinculación flexible con las masas; formulación del programa estratégico,
revolucionario, máximo, “defensivo”, para desactivar el poder supraestatal, para redireccionar
su carácter clasista inmanente (seguirle al poder, desencriptar, robarle su secreto, anticiparse,
anularle, frenarle, expulsarle, pues, se conoce que a la dominación le resulta cada vez más
dificultoso encriptar el saber, controlar a las masas, atender sus necesidades); programa
reformista, mínimo, “ofensivo”, táctico, en la perspectiva de la “hegemonía”
–contrahegemonía- local (actuación en los procesos institucionales, electorales, en presión
porque se solventen las demandas parciales de la población) 1709 . En el curso de tal propósito,
no cabe mas, que refugiarse necesariamente en la ciencia de modo de disponer de una
interpretación verás de la coyuntura (el marxismo –dicho sea de modo incidental- constituye
un pensamiento filosófico comprometido; en efecto, se trata de una “ideología científica”
ontopraxiológica, pues, se debe alumbrar la realidad de forma objetiva, de manera de fundar
en ella, la acción “ética” de transformación efectiva).
¿Cuáles son –por consiguiente- las nuevas condiciones en las que deben reproducirse
los monopolios corporativos modernos? 1) retriadización (multipolaridad cuarteádica: Triada
+ BRICS) del mundo: competencia/colaboración interimperial e intermonopólica por el
control del mercado de oferta (materias primas estratégicas) y de demanda (de consumo, del
excedente): “guerra de divisas”, en el sentido de mantener subvaloradas las divisas (Dólar,
Euro, Yen, Yuan), para incentivar exportaciones; 2) reducción de la eficacia marginal del
capital-conocimiento-tecnología (descenso del ingreso per cápita); 3) emergencia de la
subversión (terrorismo) y del movimiento ciudadano (Movimientos Sociales de Resistencia,
motejados machaconamente por la visión de la política gringa de “populismo radical” 1710 ). La
actuación estratégica de las multinacionales emplazadas en EU (la supervivencia de este
capital monopolista), frente a las otras fracciones imperiales (Japón, UE, China) y a sus
monopolios, coloca a la orden del día las acciones de guerra interimperialistas de “baja
intensidad” –no se descarta la atómica- por el dominio del mundo (control del mercado):
hegemonía en el G8 (en la ONU: ese organismo global de los monopolios –el mecanismo que
arregla problemas producidos por los gringos-, hipócrita, de lengua laxa y de brazos cruzados,
ha desaparecido, no es el rudimento de ningún Parlamento mundial), militarización del
planeta (tomar por la fuerza combustibles fósiles de Asia Central, de Oriente Medio –y de
América del Sur; el monto de inversiones militares en movilización y gestión del control de
zonas petroleras, en un momento dado vuelven no rentable el recurso, que es su retorno, a no
ser, que el precio del petróleo se ubique en los 400 dólares por barril, para entonces, las
“energías” alternativas se tornarán factibles y anónimas 1711 ), guerra preventiva frente a
1709
En ciertas neocolonias como el Ecuador, el ejercicio de una adecuada “política de alianzas” (“... alianzas
que constituyan polos de diálogo homogéneo...”), se torna fundamental. Visto prolijamente el hecho, el modelo
neoconcurrencial de acumulación, se sostiene en el segmento de clase ligado a los negocios financierobancarios
especulativos –onda financiera kondratieff en salida- (éste se aplica a aquel, a efectos de su
reproducción y hegemonía en la región económica y en la política, mientras se halla en el “poder político”, o
sea, en la administración del Estado); su antípoda practica viene del lado de consumar la aplicación de un
modelo productivo (onda tecnológica), de apertura controlada al mercado internacional y de carácter
redistributivo, el cual debe sustentarse en la alianza entre el sector empresarial de la economía real
(denominado: patriota, nacionalista) y la organización política y social de la “nación”; “en la hegemonía y
conducción de la política económica debe colocársele al sector productivo”, mientras que en el proceso de la
operación debe ubicarse la contraparte de la alianza (“producción, ampliación de la injerencia de la población
en el Gobierno y limitación a la influencia de la banca en materia económica”); en este acuerdo, la producción
recibe el apoyo del Estado de modo que sea posible modernizar al sector, volverlo competitivo y transformar al
“recurso humano” en “talento humano”, para insertarle al país en el mercado mundial como un Partner
igualitario; en suma “…propiciar el cambio de intereses en la supremacía sobre el aparataje del Estado así
como en la conducción del gobierno”.
1710
La estúpida clase burguesa, engreída, pedante, a través de la lengua laxa de su tecnocracia política, suele
anatemizar de “populismo” a la acción de gobernantes que dan importancia a la política social; lo han hecho
para desacreditar a planteos del “socialismo del siglo XXI”; este sector, sin embargo, no se define a través de
esa simpleza (dictadura populista), pues, viene enarbolando una bandera filosófica diferente: un nuevo
concepto sobre el mundo, una renovada actitud para con la vida, el planteo de preocupaciones, de objetivos
diferentes para la humanidad, los que, que naturalmente, se hallan en proceso de precisión.
1711
“La era de la piedra no pasó a la historia porque se agotaron las canteras, sino debido a que se encontró un
recurso mejor; el petróleo es difícil de reemplazarlo, incluso como ‘energía’”; pero, sobre todo lo es, por
cuanto se trata del recurso que sostiene la acumulación. Que el hidrocarburo llegue a ese techo en su precio, no
1134

subversivos y ciudadanos, preparativos para intervenir en los negocios de la reconstrucción de
zonas destrozadas por la intervención militar; continuación de programas de conquista
espacial, generadores de nuevas ramas económicas, que permitan hacerse con contratos a los
monopolios, con lo cual sea posible dominar técnica y bélicamente al planeta.
En el banco de planes estadounidense de lucha interimperial (comercial) entra (es la
propensión hacerla ingresar, a través del ejercicio de procesos de reordenamiento bélico y no
bélico: de la presencia militar yankee, de la coercitiva firma de acuerdos comerciales,
respectivamente) la población neocolonial del subcontinente latinoamericano, cual masa de
peones de locación en zonas económicas neoconcurrenciales: es su misión reforzar la
hegemonía estadounidense; el “Caballo de Troya”, en el propósito de alcanzar este
alineamiento, se representa en el combate al terrorismo, al narcotráfico (no obstante, hay que
observar, que aquí la demanda crea su oferta, por lo que este problema es de consumo, de
salud pública y no de compulsión armada sobre la oferta, estrategia que mas bien lo
promueve) y a la población emigrante ilegal (el sistema capitalista es “racional”: el ser
humano maximiza los productos de su esfuerzo, abre o aprovecha oportunidades y provoca
beneficios –optimiza su diligencias-; el “coyoterismo”, por tanto, no es un delito -lo mismo
que la especulación- sino la fuente en la que se halla en potencia el acto delincuencial). Para
llegar a dicho propósito el eje en operación de la cruzada viene siendo la entente Washington-
Bogotá -el Plan Colombia y los TLC (en Medio Oriente, el pívot sigue conformado por el
sionismo israelí, Turquía y el régimen pelele de Irak). La finalidad inconfesable de este
cuadro de intervencionismo y de ocupación deriva en la creación de un Estado fantoche en la
Amazonía, con el cual controlar geopolíticamente a América del Sur: a los subversivos y al
movimiento ciudadano; usufructuar de sus recursos: petróleo y gas, el agua dulce de la
Cuenca Amazónica, y la biodiversidad (dixit René Báez); Cuba, los gobiernos democráticos:
Venezuela, Bolivia, Ecuador, las FARC y los ciudadanos, constituyen obstáculos puestos
frente de este programa siniestro. El citado escenario comporta el marco en el que la
humanidad –in abstracto- avanza: el capitalismo la destroza al tiempo que la hominiza
(desarrolla la técnica, la ciencia).
Este examen muestra, de modo evidente, que el capitalismo actual constituye un
sistema sobrenadurado y, por tanto, en decadencia (su progresiva degeneración es la
manifestación multilateral de la tendencia incremental en la reducción de retornos; de la
saturación de mercados; de la filtración del conocimiento a través de los canales
informacionales 1712 ), incapaz de frenar la marcha de la historia (es decir, solventar las
multifacéticas, crecientes y cambiantes demandas de la población mundial y, al propio
tiempo, autoregenerarse de modo expansivo; de detener el incremento de la pobreza –“en vez
de salvar Bancos, se destinen recursos a la gente”-, el deterioro de la ontología natural de la
reproducción del “ser social”; y, de elevar al género al nivel del desarrollo, que el actual
estado de la técnica lo permite). La etapa “neoimperialista” actual, ya no le pertenece de modo
principal al sistema burgués (a la humanidad); propiamente, esta forma de cultura,
civilizatoria, se enfrenta impotente ante los designios de la historia; en ella: el presupuesto de
su tozuda presencia deviene en la operación de la materialidad del aparataje ideológico de
Estado, hecho generatriz del “efecto de legitimación”, de “hegemonía”, de configuración
proburguesa de la subjetividad colectiva (en la moderna o posmoderna sociedad –para
enjuiciar su esencia, da igual-, el “aparato ideológico de Estado”, que sobresale para
escenificar este rol –una vez que los directos representantes del poder están entrando en
desgracia, en bancarrota: los partidos políticos- son los medios masivos de difusión –prensa,
televisión, radio, el Internet, las TIC-, éstos presentan a la población “enlatados” encaminados
a formar el ideario de las personas, este último se convierte en comportamientos individuales,
familiares o sociales, y luego en prácticas políticas, que responden y sostienen el
stablishment 1713 ).
es una proyección real, pues, el interés por sucedáneos, el descubrimiento de nuevas reservas y la lucha
ecologista, lo frenan.
1712 El aumento de la socialización de la técnica, “hace peligrar el principio mismo de la propiedad privada” (si
bien es verdad que las neocolonias más sometidas “no pueden producir ni un tornillo”, pero éstas, está visto
que pueden asimilar la tecnología y desenvolverse en su interior perfectamente a medida que la realidad se
mueve); el capitalismo no puede seguir adaptándose indefinidamente, pero se requiere una acción exógena para
el desenlace, pues, incluso las reformas no se producen automáticamente.
1713 ¿La crisis (agotamiento del modelo) de la representación política (partidos políticos) es solamente efecto de
la crisis neoliberal del capitalismo, o expresión del llamado “cambio de época”, esto es, de cambio
1135

La población, por su parte, recusa el poder concentrado: su libre arbitrio en las
relaciones internacionales –el “Derecho Unipolar”- (hoy por hoy supranacionales); sin
embargo, no deplora a la estructura (la noción de propiedad privada de activos productivos;
ésta es una real paradoja ideológica a procesar, atavismo que sin embargo está llamado a
curarse con el paso del “tiempo”, en estricto sentido: con el movimiento de la totalidad
social). La población, en el camino de su liberación y transformación, adolece de un punto en
contra: la desarticulación obrera (la fuerza de trabajo ocupada, entrampada en la “cadena de
valor”, en los “círculos de calidad” burgueses, se ha retrotraído a clase “en sí”:
La clase obrera ya no aparece como la clase portadora de una alternativa global a la
organización social actual. Esto no quiere decir que la clase obrera haya dejado de
existir, ni tampoco de que carezca de importancia social y política. Sería preciso discutir
su tipo de existencia y los papeles que la clase obrera desempeña hoy. Esta
comprobación significa únicamente que la clase obrera ha sufrido un retroceso social y
político decisivo que ha desactivado la potencialidad subversiva que parecía encarnar”
-Castel, 1999:38.
Comprender el sentido del socialismo y el capitalismo en sentido unilateral como en
su encadenamiento, exige primero hacerse un concepto –aunque especulativo, hipotético,
prospectivo- de la historia: la humanidad va rumbo cada vez más a distanciarse de la
naturaleza y a dominarla –conocerla, gobernarla-; por tanto, debe salirse de los dos sistemas y
ubicarse especulativamente muy en alto en el hecho humano completo, para poder mirar a los
dos sistemas en su particularidad, conexión y acción recíproca: la humanidad podía ir hacia la
automatización, robotización e inteligencia artificial, como supuestos necesarios para
despojarle de la “melena” al trabajo e instaurar una nueva inmanencia en su ser: como
prioritaria la actividad de la reflexión sobre el entorno y su racionalización, también asistido
por las máquinas pensantes –interfaz inteligencia natural/inteligencia artificial- por la ruta del
capitalismo –contradicción, mercado, competencia- o por la del socialismo –racionalidad,
colaboración, emulación-. Una vez dada la revolución socialista y creado un nuevo modo de
producción, en el camino, debido a fallas inherentes a la estructura socialista: el revisionismo,
la traición, el socialismo defeccionó, mientras que el capitalismo, como forma natural,
irracional, hilozoista –mano invisible- de progreso humano, mantuvo dicha determinación
coercitiva del “ser” y continuó como trama condicionante de la razón hacia ese propósito
intermedio: producir el ente al que se le delegue la responsabilidad del trabajo: la máquina
inteligente autónoma. El socialismo, debido al orden de los sucesos, pasó a jugar el rol de
subsistema coadyuvante en el proceso hacia la automatización de la proveeduría de los
satisfactores para las necesidades humanas, luego de la cual se retiró de la historia; en la
episódica, se cumplió la teoría, la prescripción, la normativa y la mecánica biológica
marxistas y el proletariado cumplió su papel histórico: cambió el sistema en el interior del
cual produjo, subordinado al interés del capital y bajo su vigilancia, la colosal base material
del nuevo orden humano: la automatización; strictu sensu: el proletariado legó a la humanidad
un nuevo status relacional en su dimensión básicamente potencial, y ha dejado la escena
histórica, paulatinamente a medida que la máquina se desarrolla, operando en sus últimos
días: como simple sujeto “en sí”.
Dejándose de lado el impacto que el proceso de automatización tiene en la reducción
numérica de los obreros, los esfuerzos de volver a formar a los trabajadores como sujetos
políticos en sentido leninista, no son realizables; este límite indica además, que no es posible
el socialismo en la ontología de los trabajadores 1714 . Es viable, como sostiene el revisionismo,
civilizatorio, en el que el sistema burgués se ha realizado completamente y la humanidad estrena una nueva
esencia, la que reemplaza a la del trabajo y opera en la esfera de la concretización de la conciencia?
Naturalmente, se trata de la segunda percepción.
1714
Al margen de ciertos grupos pequeños doctrinarios, de formación castrense, confesional, los trabajadores
en el planeta han sido cooptados por el empresariado: el paro estructural, el tecnológico, la contaminación de
la subjetividad –ideología del optimismo, el consumismo, las inducciones ideológicas: teatro, títeres, fetiches-,
el efecto contra actitudinal político revolucionario del llamado “fracaso del socialismo” –fin de la historia,,
muerte de las ideologías, poscapitalismo-, las tesis deontológicas de la axiología burguesa base del programa
de “reingeniería mental” –los valores, excelencia, calidad, autoestima, capacitación continua, la doctrina
social de la empresa, el empoderamiento-, han vuelto inoperante al proletariado como actor en un nuevo
intento revolucionario de transformación histórica. En realidad, los restos del proletariado se integran en el
1136

formar como nuevo sujeto político actor del cambio en la historia a otro grupo humano que no
tenga las características antropológico-políticas del proletariado; no obstante, debido a la
ausencia de dichas características, el sujeto de ese modo formado (construir discursos para
construir actores –sic) tiene límites estructurales: no se hallan suprimidas en su ser las
relaciones capitalistas, no tienen sentido solidario, disciplinario y orgánico, no pueden asumir
como doctrina la ideología científico-revolucionaria: el marxismo, como estrategia el
leninismo, como política la dictadura del proletariado y como meta la edificación del
socialismo, sino a lo sumo se harán cargo de un programa de formación de una comunidad
capitalista suavizada; eso explica, por otra parte, que esos grupos consideren que su lucha es
contra el neoliberalismo, fundamentalmente. Esta postura confirma la idea, de que la fase aquí
nominada como Transición (hacia el régimen de la democovivencia) lo dejó instalada el
socialismo, que aquella continúa su curso y que esa propiedad de los hechos no puede ser
realizada por su portador, sino que al comunismo se va por el desarrollo de las fuerzas
productivas en asociación con procesos reformistas, evolucionistas (sin embargo, estos
episodios también son cruentos, traumáticos), esto es, mediante la regencia de formas
socialdemócratas tendientes a consolidar la visión occidental sobre todo para aquellos grupos
humanos de Oriente, para los rezagos socialistas, como para las subculturas comunitarias
andinas.
El portador material de la ideología revolucionaria comunista, se ha ido -el Mayo
francés de 1968, como sostienen los áulicos de dicho fenómeno, es el resultado aparente de
esta transmutación regresiva en la conciencia y la acción; su expresión inmediata fenoménica
viene a ser la eclosión individualista juvenil, el hedonismo,… paralelo al aburguesamiento del
obrero-. ¿Cuál la razón? Como se ha sostenido en párrafo inmediatamente precedente, una vez
que el proletariado actuó -en la esfera económica: generó la base material del mundo nuevo;
en la región política: formuló y aplicó la política revolucionaria y la práctica socialista; en la
dimensión ideológica: interpretó científicamente la realidad, ejerció una demoledora crítica a
la Economía Política burguesa-, su presencia se vuelve accesoria. En efecto, algunos
trabajadores “amarillos” se han anticipado y con entusiasmo asumen para sí el concepto de
“trabajadores de pensamiento”, con lo cual abrazan el enfoque neoconcurrencial, según las
condiciones que pone el burgués (no la historia ni la voluntad): riesgo en la inversión,
rentabilidad y negociación para acceder a las utilidades (se hallan haciendo la figurita de
intelectuales). Los “movimientos sociales” (políticos), en cambio, paradójicamente contienen
en sí componentes compulsivos letales de autodegeneración 1715 ; no obstante, con estos
sectores (que actualmente mediatizan política y socialmente a la población), se debe empujar
la historia; a decir verdad, en estos actores “hace falta la maduración y disposición del factor
subjetivo, que depende de la profundidad de las contradicciones sociales…”.
Pero, “lo que la voluntad no alcanza a determinar, lo hace la realidad”; en efecto, la
norma objetiva inmanente al autodesarrollo de las configuraciones objetivas desencadena
procesos de superación sistémica, como efecto de la operación de razones de orden inherente
–reestructuración que se concreta como nueva forma orgánica-; de conformidad con este
supuesto, la dignidad de la muerte ha acechado a la moderna estructura de libre tráfico, pues,
todo lo que una vez fue necesario y ha dejado de serlo se torna irracional y –por tanto- debe
entramado de actores parciales de cambio social de modo subordinado, en virtud de su preparación limitada, de
su sujeción horaria al trabajo y de las responsabilidades que cumple en la reproducción familiar.
1715
Movimientos sociales oportunistas en su mayor parte, tradeunionistas, hedonistas: reino animal gregario
del espíritu, que se apoya en el otro para alcanzar solución a problemas, una vez alcanzada se retiran a
continuar la vida egoísta en la “sociedad civil”; pero como la solución es temporal y los problemas múltiples y
persistentes, esa la fuente de institucionalidad de las maniobras intermitentemente reiteradas de la seudo lucha:
como hongos aparecen y como tales desaparecen. Los “movimientos sociales”, son estructuras endebles,
fácilmente cooptables por la hegemonía del poder (para el caso de quienes no hayan nacido directamente en el
seno de éste: Mayo del 68); son fraccionarios, cosmovisivamente fragmentarios, no llegan a ostentar dimensión
estructurada de masa, no cuentan con estrategia sólida para sostener la lucha en el largo plazo, tampoco se
hallan asistidos por un programa de relevo ni poseen reservas acumuladas para financiar la lucha en el
mediano plazo: son débiles en el abastecimiento, ponen en peligro sus procesos de reproducción cotidiana; por
su naturaleza pequeño burguesa, en su interior, es casi imposible alcanzar transparencia, consenso,
homogeneidad y la unidad necesarias para operar con compromiso, sin anarquía; estos agentes, como
promueven reivindicaciones parciales, no pueden elevarse hacia la representación de los “intereses del
movimiento en su conjunto”, esto es, cubrirse con objetivos político-filosóficos que les conduzca a tomar
posiciones estables sujetas a la formalidad institucional de la lucha. El modelo de estos actores está agotado; su
ontología está en descomposición e integración en el cauce general de la historia.
1137

decesar, y todo lo que es verdadero y racional y –por consiguiente- requerido, tiene derecho a
existir (Engels). El sistema del capital ha prolongado su existencia (le ha sobrevivido al
socialismo), según lo han impuesto las demandas necesarias de la historia, esto es, llevar a
término la misión de desarrollar al máximo las fuerzas productivas (fuerzas conformadas, que
deben ser expropiadas, pues, por altamente automatizado que esté el proceso de producción,
la finalidad asociada a la noción de ganancia capitalista máxima, permanece invariable; hecho
que mantiene en vigencia el objetivo fundamental de la lucha política: la expropiación
paralela: del capital, del conocimiento y de la técnica). Al redondear esta tarea, la presencia
del sistema burgués de vida se torna superflua. En las circunstancias dadas, se halla
predeterminada la presencia de una agrupación política al estilo de la proletaria antigua, que
comande las luchas específicas, que enfrente los horrores sobrantes del sistema, según
apropiadas condiciones (la actuación política de la nueva intelectualidad orgánica: aquellos
miembros de la “clase” pos proletaria, “que se han elevado hasta la compresión del
movimiento histórico general de la humanidad y que, por esa razón...”: han abrigado la causa
de la transformación social).
4.3.2.3.- EL “MODERNO PRINCIPE”, EN CONCRETO.
El proletariado ha trabajado en la gestación y en la formación del patrón de desempeño
del nuevo actor de la historia; el “ser” y la conciencia de este agente triádico: subversivos,
intelectuales, ciudadanos (comando, estrategia, compañía), constituye la esencia realizada y
devenida del proletariado, y el escenario es la arena conflictiva global heredada a la renovada
generación de combatientes, en la que el proletariado se reencarna. Subversivos: los partidos
de izquierda serios, la guerrilla, el “terrorismo”; intelectuales: la representación doctrinaria,
que teoriza sobre el concepto, la estrategia y la forma de la nueva “sociedad” y que al
“haberse elevado a la comprensión del movimiento histórico general”, ven la necesidad de
predicar sus devaneos 1716 ; ciudadanos: la economía solidaria, las mujeres, las etnias, los
derechos humanos, los ecologistas, los movimientos sociales y políticos e incluso los
científicos y tecnólogos del “primer mundo”, que ven él y su mundo, con sentido ético. La
trama de fuerzas políticas postproletarias, toma la posta de las acciones de cambio de la mano
del antiguo sujeto histórico, en el teatro global de “crisis terminal del modelo económico
neoliberal”; el factor de “unidad” de este neosujeto en el continuum histórico, es su ubicación
en similar plano de confrontación con el poder; el citado agente, no dispone de premisas para
devenirse en “‘bloque histórico’ ‘para sí’” y hacerse de propósitos con efectividad, pues,
arrastra límites de insostenibilidad procesal, debido a la insistematicidad de sus acciones, en
razón de carecer de estructura orgánica, plan y programa operativo; si bien cuenta con el
concurso de las tecnologías de la comunicación: el teléfono celular, la Internet, esto es, de los
medios para conformar las llamadas “redes sociales”, sin embargo los referidos son meros
insumos, que no han adquirido carácter sinérgico en el marco de una acción lógicamente
concertada. La tecnología puede aún ser controlada por el viejo capitalismo monopólico
financiero y ser bloqueada si ésta se la estuviese usando en oposición a los intereses del
capital, mientras que el aparato de gobernanza tornará todavía más volátil el flujo de la lucha
popular espontánea. Estos sectores demandan dirección.
El sector político interesado de verdad en el derrumbamiento del orden vigente, en la
línea de entre siglos: XX-XXI, se halla aquejado de “parálisis paradigmática” (se escribe:
“orden vigente”, en cuanto aseveración que trasluce una simple conducta de costumbre,
puesto que existen fuertes indicios, que conducen a concluir, que el último modo de
producción antagónico ha dejado la escena histórica: en la factorías completamente
1716
Maniobra fundamental del poder, es mantener en la ignorancia y saturada con su percepción a la
población. Los hechos reales no son dados a conocer (Granada, Panamá, Afganistán, las Torres Gemelas, Irak,
Túnez, Libia, Siria); la pantalla es la versión deformada oficial; el pautaje abunda en telenovelas, shows y
demás banalidades. Por lo mismo, los medios de difusión masiva son monopolios privados. Los intelectuales de
izquierda y democráticos desempeñan papel fundamental en tal escenario de mentira y control; ellos realizan
estudios críticos y cuestionadores, y pugnan por su difusión, son quienes enfrentan a los representantes
doctrinarios del poder; abren la mente de la población, deconstruyen la conciencia común: permiten el acceso a
nuevas fuentes de información y a la formación de criterios alternativos; en suma: rompen el monopolio
ideológico del poder, en tiempos de estabilidad y de crisis. La tecnología intelectualiza, por su parte, a las
masas a través de las “redes sociales” y de Internet; pues, las fuerzas productivas y la estructura es el marco
que no pueden rebasar las políticas económicas oficiales, la población deja de ser una masa amorfa a su favor.
1138

automatizadas, ya no se producen mercancías sino simples outputs susceptibles de cambio
merced a la vigencia de la propiedad jurídica de las empresas (al haberse abstraído el trabajo,
la “distribución” –de los medios de producción- ha dejado de ser un concepto de la
“producción” lo mismo que la “división del trabajo” y la “propiedad”), por tanto, el trabajo ha
dejado de lado su naturaleza histórica productiva, de fuente de valor; el conocimiento no es
una verdadera mercancía o en ella se resuelven todas las contradicciones de la mercancía,
pues, el molino del conocimiento conduce al comunismo; a medida que la producción se
robotiza, el capital cada vez más saca al trabajo de la historia y, con ello: se pone a sí mismo
al margen de ella; el capital ha saltado hacia el último nivel de la estructura de su composición
y reproducción –ciclo kondratieff-: el financiero-virtual, ficticio: el grado de progreso de las
fuerzas productivas no le facultan retrotraerse a un momento anterior; y, una vez que el modo
de producción capitalista ha cumplido su misión en la historia: producir los presupuestos
materiales del mundo nuevo –el sistema automatizado de producción-, ha perdido
funcionalidad y ha sido reclamado por Tanatos). El marxismoleninismo, a consecuencia de
este colosal cambio dado en la estructura social por efecto del desarrollo de las fuerzas
productivas materiales, la actuación del proletariado y de los distintos frentes sociales
anticapitalistas en el planeta entero, se halla a espaldas de la realidad; su condición puede
expresarse del modo siguiente: “atolladero existencialista en el que se encuentra
aherrojado el marxismoleninismo ortodoxo” (la revolución siempre en espera) 1717 .
El carácter del curso presente de la humanidad, será nominado como Epoca cambiada:
cambio de época y época de cambios a la vez, en la que una sola corriente de movimiento
socio-histórico arrastra al resto a su seno y modela la renovación socio-filosófica, de
conformidad con un patrón intermedio (las tesis socialdemócratas: la trampa del propio poder
para cerrar la vía socialista –los pioneros de esta celada en Alemania en las primeras décadas
del siglo XX, fueron Otto Bauer y Bruno Krinsky, esto es, la Socialdemocracia y la
Democracia Cristiana-, sale una vez más a la palestra histórica, pero en esta ocasión lo hace,
no con sentido reformista reaccionario, sino, mas bien para permear, catalizar, franquear el
camino evolucionista, táctico, de superación de los despojos del capitalismo senil; y esto es de
este modo, por cuanto se debe completar e integrar al y en el mayor número de frentes –en su
orden- el sistema de automatización, siendo el capitalismo la forma más expedita que presenta
la historia con ese objeto; en realidad, un sistema no decesa antes de haber utilizado todas las
fuerzas productivas, que caben dentro de sí); la fase en referencia: es la más prístina forma de
transición, en la que el pasado y el futuro mutuamente interpenetrados, conviven: se halan de
los pelos (se completa el sistema automatizado de producción por una parte, y se afianzan las
nuevas relaciones sociales no capitalistas de vida, por otra), en la cruenta refriega que
promueve el flujo de la historia. Etapa revolucionaria democrático-institucional, que no es
más, que el paso de la revolución proletaria a la subversivo/intelectual/ciudadana en los
anillos de capitalismo sobremadurado: continuum revolucionario, estructurado y en ejercicio
de conformidad con los principios operativos de la modalidad actualizada de la praxis política
morigerada, pertinente con la tarea histórica de la humanidad al momento. La nueva forma
humana se está gestando a espaldas del partido Marxistaleninista: mientras –como ya se ha
dicho- se ratifica la Línea Política, el objetivo, el sujeto, la estrategia y el programa político,
los hechos se desplazan por sí solos, sobre los hombros de quienes declaran hallarse en el
correcto camino del movimiento de la vida. Es necesario el desbloqueo de la conciencia.
En la periferia del gran capital, en el 2011, insurgen los afectados por éste: el
movimiento de los Indignados “dio expresión, dio vocabulario a lo que todo el mundo siente
en EU: movimiento ´Ocupa Wall Street´”; es un movimiento “sin líderes, de estructura
horizontal, individual y pensando en grupo”; en esta primera etapa: “salimos de las pantallas y
nos encontramos personalmente”, ha dicho este sector; en efecto, se ha evadido el simulacro
de la red virtual y se ha ingresado en la verdadera realidad, ubicando a sus espaldas la trampa
de la tecnología, y con sus acciones han puesto en apuros al poder. En ese sentido, la
población en pie de rebelión se halla un paso adelante de la intelectualidad ideológicamente
comprometida, por cuanto su presencia y sus consignas en las calles, en los parques, frente a
las instituciones del poder incomodan a éste, siendo su respuesta el torpe desate de la
represión; en realidad, con dicha acción por lo menos la población empobrecida por lo menos
1717
El pensamiento marxista debe formularse la pregunta para sí: una vez conquistado el comunismo, luego:
¿qué? (la preocupación en torno de dicha interrogante, constituye el verdadero acto de apertura científica y
preocupación postrevolucionaria).
1139

les echa en cara los productos de su acción: el desempleo, la pauperización, el semblante
colectivo de la indignación. Ahora bien, los intelectuales (Stephanie Hessel, los economistas
indignados, Naomi Klein, Susan George, Eva Golinger,…), la pluralidad de voces que
expresan el disenso deben avanzar y conjuntarse con la movilización ciudadana (popular), de
modo de otorgar materialidad a sus ideas: éstas deben prenderse en los músculos de sus
creadores y tornarse “fuerza movilizadora material”, para que el movimiento espontáneo
avance y se instale hacia y en su siguiente etapa: la fase organizativa, de propuesta estratégica
conspirativa de “baja intensidad”. El dilema es una norma: morir de inanición o avanzar las
acciones de protesta hacia la profundización de los niveles de intervención transformadora
efectiva de la realidad; decisión ésta, que no se determina sola, puesto que tiene el acicate
paralelo sostenido proveniente de la persistencia de la crisis, de la ausencia de solución al
interior del establecimiento y del recrudecimiento de la agonía de los desposeídos.
De conformidad con las consideraciones expuestas, en el “sujeto político” de la nueva
temporada: en el heredero renovado del Partido Marxista-leninista (su descendiente inmediato
en primer grado de consanguinidad), en el presente y tanto más en el futuro, se fusiona en un
solo cuerpo la clase (en el sentido ideológico de la cuestión), el ejército revolucionario y la
inteligencia (la dirigencia), y pasa a estructurarse para actuar frente a la realidad en curso
integrándose a todos los grupos, que tienen un objetivo antisistema: 1) debe otorgarle
racionalidad a su lucha, 2) eventualmente dirigir el movimiento y 3) cooptar a los mejores
dirigentes para engrosar sus filas 1718 . Las contratendencias que ahora supeditan a la ley, junto
con esta lucha, desembocan en la expropiación al monopolio de los substratos y del
mecanismo de desarrollo técnico, para que en el proceso de reconversión de propósitos, la
ciencia y la técnica asuman una función en el contexto de reproducción de la vida dictada por
la razón 1719 . Esta característica está presente, aunque soberbiamente no se lo reconozca
(debido a la irrupción en la percepción, de un obstáculo epistemológico de radical
discontinuidad histórica), en el pensamiento y en la práctica de los movimientos
autodenominados “ciudadanos” (éstos deben tener en cuenta, sin embargo, que la excesiva
liberalidad en el trabajo –“modelo de trabajo en red y relaciones horizontales”- no es
sosteniblemente funcional, como tampoco que la propuesta de vuelta a formas pasadas de
vida, no es racional: Pachakutik es la prueba viviente, en el Ecuador, de este defecto, de ese
error –este modelo se agotó de modo prematuro). La praxis del staff colegiado de la moderna
acción política de clase, tiene en frente todo el escenario.
En los hechos fácticos: en el frente del desarrollo de las fuerzas productivas (nuevo
1718
El PT del Brasil, precisa esta reflexión en los siguientes términos: la izquierda debe cumplir tres roles en la
transición popular contraneoliberal: 1) apoyar a los gobiernos socialdemócratas que accedan al gobierno cono
resultado de la lucha histórica de los trabajadores en América Latina, de la debacle neoliberal y de los límites
de comprensión de los hechos por parte de la población; 2) ser parte de la disputa de rumbo (democratización
del aparato del Estado, para que la población lo controle); y, 3) acumular fuerzas para hacer cambios más
profundos rumbo al socialismo. Sin embargo, el PT y todo el Foro de Sao Pablo (1990), incurre en un equívoco,
al plantearse la forma socialista de la especie, como la estructura que viene: una forma tal, sólo puede
producirse con trabajo, con la presencia de obreros, sin embargo la vida dice que trabajo e industria, dejan la
escena de la vida cada vez más.
1719
El criterio táctico de “profundización de la democracia” (planteamiento muy denostado por posiciones
revolucionarias radicales, justificables en atención al marco pequeñoburgués de su determinación), no
solamente consiste en un “gasto sin retorno” –el cual puede ser considerado, incluso como hasta adverso- por
parte del activismo popular, sino, el mismo comporta un proceso por el cual las fuerzas del porvenir forjan de
modo sinérgico, las formas organizativas, proceden a la remodelación institucional burguesa y llevan a cabo los
procesos acumulativos, a través de los cuales afianzan el cambio en su efectividad, puesto que ellas mismas se
incrustan en la ontología del poder y cristalizan una política contrahegemónica incluso en penumbra o a pesar
de la funcionalidad, que se proponga darles el poder. De cara a los críticos de esta conducta (a la cual la
anatemizan de ilusa y traidora), debe decírseles, que la fase neoimperial debilitó también al poder al volverlo
absoluto (“el que mucho abarca, poco aprieta”, en todo caso). Es posible que resulte retórica la aseveración, de
que las fuerzas productivas tienen dirección propia (Norte dado por la acción del proletariado); que las
ganancias en los negocios supermonopólicos evolutivamente son menores con lo cual desacumulan al capital
–lo contrario sería convertir a la Ley más grande de la Economía Política, tan sólo en una entelequia y al paso
del proletariado por la historia en telaraña que el capitalismo simplemente retiró-; que en los “ciudadanos”
hay una nueva cualidad actitudinal de cambio, de naturaleza significativamente espontánea, convocada para
dirigirse a un mismo punto. Sin embargo, sin dejar de reconocer la naturaleza rapaz de imperialismo, el
carácter cruento de la “lucha de liberación nacional y social”, es verdad, que requiere de conciencia y de la
actividad conducida en la que mucho tiene que ver la voluntad; de todas maneras, el escenario es diferente para
los dos contendientes y más adverso lo es para el poder: en la nueva situación, cualquier acción suya dispuesta
para operar en su favor, es cada vez más inefectiva.
1140

salto civilizatorio), una vez concluida la tarea (robotización de la vida), el sistema de
relaciones de libre concurrencia burgués, pierde sentido (pero no antes, pues, aunque sea de
forma tardía, “el mercado para el robot empieza a aparecer, lo cual aceleraría la
investigación” –inversión- y producción robótica, como una necesidad humana que no puede
ralentizarse; ya se tiene noticias, que algunos ilusos han puesto en venta lotes de tierra en la
Luna); en realidad, la forma burguesa de existencia se convierte en todo un estorbo: tan sólo
en vertebración coercitiva de agentes propensos al disfrute concupiscente desprovisto de
razón: el simple marco de deleite de cierto tipo de ignaros y cretinos “burgueses”. De modo
paralelo, se insinúa diaria la propensión de su destrucción definitiva. Y, la lucha continua;
prosigue para que alcance concreción empírica la gesta proletaria, para que no se prolongue el
sufrimiento de la mayoría de la población en el planeta, para que se despejen los negros
nubarrones, que se ciernen sobre la sostenibilidad ambiental, para que la población
neocolonial (marginal, étnica) no quede a un lado de la conquista espacial y del acceso al
conocimiento. Si el principal rol que en la coyuntura de transición deben desempeñar las
sociedades “desarrolladas” es llevar a término el proceso material de automatización de la
vida, mientras que el de los “subdesarrollados” comporta avanzar hacia la estructuración de
las nuevas relaciones “sociales”, estos dos sectores no se inhiben de aportar también cada uno
en el otro plano, irrespetando esta división histórico-filosófica del trabajo. En efecto, de modo
complementario, sobre todo Europa, hace realidad el “paradigma intersubjetivo de la teoría de
la acción comunicativa” (Habermas); mientras que Africa desarrolla los programas técnicos
del “software libre”. En el inmediato pasado, las tesis de Gramsci comandaron los flujos
políticos de los movimientos sociales, los cuales cuajaron muy poco (caso de Pachakutik en
Ecuador), pero pusieron los fundamentos sobre los cuales hoy se enseñorean las ideas
habermistas, esto es, las reflexiones sobre el Estado y su institucionalidad. En ellas, se plantea
instaurar caminos racionales para reestructurar el orden vigente en términos de dialogicidad
ética; otro aspecto refiere al énfasis puesto en la categoría de “ciudadanía” en lugar o como
desarrollo nocional de la de “sociedad civil”, sobre el supuesto de que este sector guarda la
determinación del cambio. Pero para que así opere la racionalidad, deben estar puestas
condiciones materiales reales, puesto que dicho carácter no puede venir de la inspiración
genial de nadie.
La única manera de que las instituciones oficiales se conviertan en “espacio público”
de discusión y resolución consensuada de sus diferencias (política deliberativa), esto es, dejen
de ser fuerzas no coactivas, actúen como estructuras de integración flexible y plural, de modo
que sean el ámbito abierto del diálogo, del discernimiento y el consenso, efecto de la demanda
de “participación directa y cogestión negociada” de la población, es que la ciudadanía
conquiste la dirección de dichos aparatos. En Venezuela, Bolivia, Ecuador, la consigna ha
sido lograda (Habermas piensa en sentido altamente ilustrado la resolución de los conflictos
humanos y propone una “receta” para el mundo “desarrollado” europeo; pero, curiosamente,
es en el neocolonial en el que han pegado sus tesis, puesto que se las está aplicando de
memoria, como es el caso del Ecuador). No obstante, si el prerrequisito se ha hecho realidad,
el mismo se debe a la presencia de factores como la crisis económica capitalista, la histórica
actuación de la Izquierda “tradicional” y el desarrollo de la técnica (precisamente el
“´espacio´ público” ha sido llevado al “´espacio ´privado” por el desarrollo de la Electrónica),
lo cual ha permitido que la población se haga de la hegemonía formal en la institucionalidad
capitalista mediante su participación en los eventos eleccionarios, con lo cual está
transformando al Estado y a sus instituciones en ámbito público de comunicación y
argumento. Mas, todo esto es posible en la fase última de la transición (“... la esfera pública
como espacio social libre de la presencia estatal y del mercado... espacio público para la
razón”), cuando el poder haya sido (ha sido) desmantelado en su esencia por la acción
subversiva y de la lucha popular, como sustantivamente por el desarrollo de las fuerzas
productivas (socialización del sistema automatizado de producción), y, por cuanto el caos
social que quede como secuela, requiera de reflexión argumentativa, consenso, tolerancia,
justicia, observancia de valores ético-sociales. De modo que daría la impresión, que
Habermas, describe y prescribe él y sobre el proceso, que se apresta a vivir la humanidad, una
vez que hayan sido reducidas las relaciones reales, que determinan el problema 1720 .
1720
Aclaración necesaria, puesto que la manipulación del aparataje de dominación y administración para
direccionarlo frente a él, no es posible si no se tiene el poder y si en la sociedad no se hayan experimentado
cambios que debiliten la influencia del poder real. Pero, si bien Habermas se adelanta a plantear el proceder
1141

4.3.3.- EL EFECTO DE LAS POLÍTICAS DE REESTRUCTURACIÓN CAPITALISTA.
Vendría a ser fatídico y lapidario, que el ser humano no se reconceptúe; o sea, que en
el colectivo no se extinga el carácter simplemente factorial, medial, económico, deparado para
amplios sectores integrantes del género; que los pobres no conquisten el derecho a formar
parte de la futura elite de la “espiritualidad”: el privilegio de participar en la definición del
destino de la especie; dicha condición segregante implicaría, que la población despojada se
habría destrozado empujando el “tren de la historia”, luego de lo cual los grupos privilegiados
procederían a impedir el abordaje de este esencial grupo de actores al vehículo y a frustrar su
viaje (la vida de los pobres, de suceder este mal presagio, habría significado un hecho, de
simple estado de reserva animal). Se convierte en aspiración vital, en dichas circunstancias, el
evadir la “importante” función, de únicamente “hacer bulto en el mundo” para el grueso de
los miembros de la población hoy niña; esta superación, no obstante, se resuelve sobre
razones asociadas con condicionamientos de carácter histórico-estructurales: cuando la
ciencia ha llegado a cierto grado de desarrollo, permite esa libertad a la conciencia; y,
disponer de los medios necesarios para acceder al conocimiento, depende de la posición en el
patrón de relaciones socioeconómicas imperante, en el que se encuentran ubicados los sujetos
(en buen romance: es condición necesaria suprimir los factores asociados con la presencia de
estados de alienación y enajenación, en conjunto).
En realidad, exclusivamente en este propósito y tan sólo en él, interesa poco que el
progreso del conocimiento se aplace; de éste: las presentes e inmediatas futuras generaciones,
muy bien pueden prescindir. Visto el hecho de forma global y temporalmente general: ¿qué
sentido tiene acelerar el desenlace asociado con el proceso cognitivo? Al fin y al cabo, el Sol
está a muchos años de convertirse en “gigante roja” 1721 . No obstante, el desarrollo de la
técnica debe continuar, pues, si no se aprovechan los últimos pataleos del capitalismo (es
obvio que la globalización beneficia a las firmas trans y multinacionales), los últimos “pases”
(el capital mundial, en estos precisos momentos, ensaya fórmulas de reordenamiento –la
tendencia intrínseca del sistema: de sus propios principios de actuación, a la erosión de la tasa
media de ganancia obligan al capital a reestructurarse-: la principal voz –dicho sea de paso-,
lo tiene China), el progreso científico-técnico puede suspenderse, desacelerarse, con lo cual se
vería comprometido el objeto humano superior de la existencia. Indefectible objetivo de
lucha –en el escenario de coyuntura-, que compete perseguir a la humanidad toda –
(la razón ética interdialógica) para el efecto, dicha conclusión tienen flancos débiles: 1) en la teorización se
otorga estatuto consciente al Estado y se lo reflexiona en el mismo plano que la sociedad; 2) se intelige la
realidad a nivel superestructural y de las formas de conciencia social, por lo cual se formula una propuesta
especulativa, un simple deseo, puesto que la misma no puede alcanzar su terrenalidad si no se quita el poder
real al poder (de hecho, en el Ecuador, en Venezuela, en Bolivia, los gobiernos afrontan la dura reacción del
poder desplazado de la dirección del Estado, las relaciones comunicativas se están dando entre la ciudadanía,
pero no sin tropiezos –disidencia de la comunidad indígena-, pero con el poder el diálogo es de sordos); 3) no
se avanza una razón práctica, que lleve a transformar al Estado de órgano coercitivo en ámbito para el ejercer
el diálogo intersubjetivo, crítico, consensual, moral.
1721
El principal descubrimiento personal doméstico (terráqueo) al que se llegó con motivo de la elaboración del
presente documento, ha sido el advertir cómo la inteligencia humana, distribuida en sus miles de millones de
unidades, es casi tan sólo esclava (está atrapada) de los mitos religiosos, del sensualismo (la búsqueda
parroxista de la satisfacción de los sentidos, del cual se ha aprovechado el oportunismo capitalista) y embobada
destruye los fundamentos materiales de la vida social y de toda praxis: la naturaleza, sea alzándose con su
provecho, contemporizando el hecho o en abierto queminportismo –salvo los grupos defensores de la
naturaleza, por supuesto- (al respecto, como es común pensar, se puede reducir la emisión de gases de efecto
invernadero y el sobre uso de recursos naturales, no tanto reduciendo el actual quantum poblacional, sino
comprimiendo la producción y consumo de bienes innecesarios o suntuarios: vehículos de lujo, licores y bebidas
afines en general, cosméticos y lencería (¿?), con el alargamiento de la vida útil de muchos bienes como los
durables (renunciando al cambio de vehículo cada año) y de los de vestir (no adquirir ropa en exceso y
desecharla inmediatamente, porque ha cambiado la moda); enrareciendo las fiestas, racionalizando la
alimentación, etc.). Ahora bien, todas estas son medidas que competen al poder. Debería decirse de modo
declarativo, abstracto e ingenuo, que ya es hora de que la humanidad deje de seguir enredada en conflictos
internos tontos y, mas bien, proponerse no dañar a la naturaleza y a ella misma, y dedicarse
mancomunadamente a entender con premura mucho más las leyes de operación de la naturaleza, para poder
prever desastres telúricos o cósmicos que pueden venir, poniendo en peligro su existencia (de ser así, todo lo
actuado por el ser humano hasta hoy, terminaría siendo tonta pérdida de tiempo); en ese sentido es que se debe
acelerar el paso en el conocimiento y en la técnica, pero hacer tal llamado sería como sugerir a una ninfómana
(¿?), que se abstenga, pues, la pobreza y la destrucción de la naturaleza son presupuestos de la vigencia del
poder .
1142

forcejeo vital, en todo caso-, es el que se encamina a frenar todo intento de desate nuclear, que
en su desesperación el poder atómico mundial puede verse tentado a perpetrar, para reprimir
el obstáculo, que la jurisdicción sobre recursos estratégicos tienen los pueblos, que no se
incluyen en el frente imperial; si no se elimina a esa población excedentaria, que con su
presencia obstaculiza el dominio absoluto del mundo por parte del capital, en su incontenible
destrucción, el poder muy bien puede desbaratar todo (“si no es para mí, para nadie”). En esa
dirección: ¿permitiría la alianza con ciertos países de la ex órbita soviética recuperar su
poderío y control sobre el Mar Caspio a EU, o serán simplemente movimientos de alarde,
aplacados por el gerente contratado de turno: Obama, en la presidencia? En otro momento, la
respuesta a la inquietud anotada habría sido tácita; no obstante, hoy, en atención a las
condiciones de coyuntura del mundo, de repente debe aplazarse toda conclusión en espera de
recibir respaldo en los hechos. Hasta hace poco, las elites podían actuar con cierta libertad,
discrecionalidad, en la imposición de sus designios; en la actualidad empero, las masas han
reducido ese margen (indeterminación, caos, complejidad), las cuales se dirigen a la conquista
de muchos mayores niveles de maniobrabilidad.
En relación con el peligro y temor expuestos, actos de guerra debe disponerse a
soportar la humanidad: “Guerras Preventivas” son previsibles en contra de los denominados
“países del eje del mal” (todo Estado que cuenta con recursos estratégicos, que no los ha
puesto a disposición de EU, automáticamente pasa a conformar el grupo de Estados del
llamado “eje del mal”), de los narcotraficantes y “terroristas” (“Guerra sin rostro”), puesto
que los mismos se derivarían de la percepción y del proceso de monitoreo constante, que el
Pentágono realiza sobre los movimientos nacionales y sociales del planeta; guerras
interimperialistas (nueva “Guerra Fría”) se hallan a la orden del día, en la cabeza de los
“halcones de Washington” (las únicas guerras oficiales, que pueden darse, tanto como una que
otra escaramuza entre países periféricos vecinos, azuzados por los propios intereses
imperiales) 1722 . Es obvio plantear, con la sencillez del caso, que de darse una conflagración
interimperial, naturalmente iniciada por el belicismo del Estado patán, inmoral, canalla,
saqueador: Estados Unidos of América (posiblemente como continuidad y desarrollo de los
forcejeos que se han iniciado en el 2008 por parte de los monopolios globales ligados a
territorio estadounidense, por el dominio de los recursos naturales estratégicos del Mar Caspio
en el Asia Central e impedir que se forme allí una nueva polaridad regional, en el que los
gringos ven abierta la posibilidad de imponer su presencia y hegemonía militar y política en el
área, con el apoyo de Georgia -¡qué decepción: precisamente la Patria del gran Stalin-, de
Polonia –país vasallo éste, que ha permitido que se use su territorio para que el Tío SAM
emplace una base misilística), intrínsecamente y de modo inmediato deben movilizarse
masivamente sus pueblos (de hecho, la dirigencia popular se halla ya alertada y lista para
actuar) y desplegar acciones de “desobediencia civil”, impugnación a la guerra, hacerla
inoperativa tomándose centros de información, de operación tanto reales (aeropuertos,
puertos, el complejo industrial de producción de armas,...) como virtuales, e incluso ocupando
centros de decisión y de comando, de manera de bloquear las acciones al interior de las
potencias beligerantes. En suma, realizar imaginativa, audaz, resuelta y coordinadamente
todas las acciones de impedimento, frustración, sabotaje de toda acción belicista antiracional
especialmente estadounidense.
En el escenario que ha sido revisado según una muy particular dirección ideológica, la
nueva estrategia, que está en marcha para detener la progresiva implantación del sistema que
dejara sembrado el proletariado, para frenar y/o retroceder la historia y prolongar
artificialmente la existencia el capitalismo: ¿consiste en utilizar al Estado para producir una
nueva reestructuración de la moderna estructura de free trade? Frente a la pregunta, surge
inmediatamente otra muy simple: ¿el capitalismo se recompone y todo sigue igual? La
respuesta es: no. Pero: ¿quién tiene la razón? “En el largo plazo todos estaremos muertos”
(dixit J. M. Keynes), incluso si la esperanza de vida fuese alargada por métodos
biotecnológicos, a las presentes generaciones les está vedado otorgar confiabilidad a su
respuesta. No obstante, algunos argumentos respecto de la negativa expuesta. Las fuerzas
productivas han saltado de la manufactura a la industria y a la automatización; en cada nueva
1722
La estrategia de la Casa Blanca para recuperar la hegemonía perdida (deterioro del dólar, quiebras
bancarias, fracaso de la invasión a Irak, frustración de los TLCs en América Latina) o cuando menos para
mantenerse a flote, es la negociación: zanahoria en lugar de garrote (los gringos se bajan del pedestal y se
ponen a nivel del y de los pueblos).
1143

fase se revolucionan las relaciones sociales en el marco de la vigencia del sistema
instalándolo en una etapa contradictoria superior (lo impulsan en un principio, lo consolidan
y, luego: lo degeneran), por lo que las crisis sistémicas y las recetas a la orden, responden a
planteos diferentes y producen resultados distintos para el orden, esto es, le son altamente
funcionales; funcionales, luego operan en dirección de su auto superación (efecto
boomerang). El segundo factor, que aquí se analiza, es el atinente a que la población ha
modificado cualitativamente su conciencia en virtud del acceso que ha tenido al sistema de
instrucción, el cual, pese a detentar catadura alienante, incrusta paquetes más completos y
complejos de información en la mente, hecho que produce necesariamente el salto, por tanto,
es tan sólo cuestión de “tiempo” su despertar crítico.
El desarrollo de las telecomunicaciones mantiene informado en tiempo real al sujeto
de instrucción media y a una significativa parte de la población (sobre todo urbana); y, pese a
que también la misión del sistema periodístico difusional y otros, tiene carácter de refuerzo de
la estructura de sujetación, nuevos datos que se incorporan en el mapa cognitivo precedente,
desbordan el anclaje y escarban, lindan con la dimensión de la criticidad. Además, la
humanidad –por término medio- ya no está aislada; mas bien: se halla informada, pero sobre
todo ha sufrido la experiencia del sistema capitalista, de modo que en la actualidad no hay
embobamiento que dure 100 años ni cerebro que lo tolere; a lo cual se suma la función
educadora de la dirigencia de izquierda. Consecuentemente, los modelos de política
económica como los que se aplican en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Brasil 1723 ,
Uruguay, Paraguay, “Chile”, Argentina, El Salvador, Irán, esto es, reformismo dirigido a
procesar desajustes sistémicos, recaen sobre situaciones diferentes y, por supuesto, están
destinados a arrojar resultados de otro tipo: no de consolidación del orden simplemente, sino
en sentido de su transformación (son, por tanto, los críticos radicales a estos modelos, quienes
no ven, que el sistema ha cambiado, pues, tanto quienes diseñan estrategias para corregir
defectos en la reproducción del capital como aquellos que lo impugnan por pensar en la
continuidad del objeto teórico supuestamente impugnado, están equivocados).
En el frente opuesto, en el del poder aún imperante, se piensa a la inversa, o sea, que al
haberse visto acelerados los procesos, que constituyen el marco de la existencia de la
humanidad, ésta se ha transformado también. “Hoy triunfan los rápidos, los que se adaptan al
medio cambiante de modo proactivo”, es el discurso menguado del poder. Es verdad, que la
vida se ha extendido, que se ha alargado, no solamente porque su esperanza se ha ampliado
(70 años en promedio), sino porque incluso sobre procesos que siguen teniendo la misma
duración (la gestación en el ser humano, verbi gracia, continúa durando 9 meses), al haberse
acelerado los procesos del entorno (con la frase: “compresión del ´tiempo´ y del ´espacio´” se
designa a esta realidad aparente), una misma existencia es protagonista y observadora de
muchos de ellos. En efecto, todo se ha acelerado en el entorno humano; pero sus funciones
básicas como la digestión, el crecimiento, la gestación, etc., continúan con su ritmo vernáculo
(naturalmente, hay hechos, que salen de esta norma, como aquellos relacionados con la
reducción del período de producción, verbi gracia: en la agroindustria avícola, en razón de
haber recibido la intervención de la mano artificial de la tecnología); a su vez, el
funcionamiento físico, biológico y natural del marco de vida se mantiene: la rotación de la
Tierra, la traslación, las estaciones, etc.; es, pues, el complejo de la civilización, esto es, la
“suma de instrumentos producidos por el género”, el que ha otorgado vértigo a ciertas esferas
de la reproducción de la vida (en un ejemplo cosmológico, un físico sostenía, que se ha
comprobado ya la hipótesis de Einstein, de que con el aumento de la velocidad se ralentizan
los procesos, de modo que luego de un viaje al “espacio” sideral, al retorno se pudo
comprobar, que un reloj se había retrasado en minutos –el caso es que con el aumento de la
velocidad los cuerpos pesan más y se lentifican; pero no se sabe qué ocurre con un cuerpo que
va en el interior de otro cuerpo-; no obstante, se objetó, que tanto la persona que viaja en una
1723
Las características subimperialistas de Brasil, que formula Katz en la perspectiva de Ruy Mauro Marini
(Opiniones: América Latina frente a la crisis global; Claudio Katz, http://www.ecoportal.net): ¡perfecto!; sin
embargo, este criterio oscurece el verdadero proceso en curso, cuando deja de lado el análisis clasista del
hecho, o sea, que en el interior de Brasil y del resto de países de América Latina (incluidos Perú y Colombia) se
alzan brotes subversivos, de reproducción solidaria dispuestos verdaderamente a desconectarse, y propositivos,
alternativos a la pretensión de la “burguesía paulista, al capital transnacional que se ha asentado en Brasil y le
ha convertido en el nuevo asiento de su reproducción (para lo cual debía institucionalizarle, industrializarle,
formar su mercado interno, tornarlo competitivo y abrirlo al mundo como toda una potencia –Cardoso, Lula y
la novísima presidenta electa).
1144

nave por el “espacio” a una velocidad mayor como aquel que lo espera en la Tierra, deben
experimentar similares ritmos procesales –digestivos, respiratorios, de producción de óvulos o
espermatozoides, cáncer uterino, etc.-, por tanto, que los dos envejecerán en forma igual).
La última forma de agregación humana contradictoria, es, a la fecha: una abstracción;
este postulado se dice y se desdice en el fenómeno análogo emparentado con el efecto que
produce en la mente del observador, una estrella que años ah, ha colapsado, pero que se
asume su existencia, por cuanto su luz ha tardado años-luz en llegar a la retina (la vista, como
el Hubble toma fotos en el presente, del pasado de la humanidad). El capital ha triunfado
sobre el trabajo; el trabajo ha vencido al capital; o, la pareja se ha cooptado la una a la otra
simultáneamente en el interior de procesos de real síntesis: el capital ha promovido la
formación de las condiciones materiales del mundo nuevo, mientras que el trabajo ha
entronizado la noción sobre las nuevas “relaciones ´sociales´” de ese mundo (todo el
fenómeno ocurre de modo degenerativamente progresivo, pues, “en Derecho las cosas se
deshacen tal como se hacen”). Si la tendencia evolutiva de la empresa altamente concentrada
y monopólica que propone Chiavenato es gnosceológicamente auténtica, esto es, el aserto de
que esta “unidad de negocios” se ve inducida en la actualidad a desconcentrarse
paulatinamente, puesto que el “gran relato” de la empresa gigante ha perdido inteligibilidad,
competitividad (flexibilidad, capacidad para readaptarse proactivamente y reaccionar a
cambios del ambiente, a solucionar problemas friccionales de altos costos por “deseconomías
de escala”,..., en la medida en que nuevas determinaciones históricas operan sobre ella), el
mundo se retrotrae hacia la forma mercantil competitiva de los pequeños y medianos
negocios, a la “premodernidad” de la formación económica capitalista: la fase competitiva,
concurrencial (en ese sentido puede decirse, que si la etapa de capitalismo monopólico
–imperialista- anuló la competencia, la subfase neoimperialista, la restablece).
Ahora bien, frente a esta tendencia se alza también otra: aquella que pronostica la
continuidad y coronación de la propensión clásica, esto es, la súper centralización del capital a
escala hemisférica (hecho que conduciría al incremento de “flujos comerciales” intra firma);
en efecto, la absorción de la Ford por la GM o la fusión de dichas empresas productoras de
vehículos con la Chrysler, constituiría el obvio indicador; de manera que, en un par de
décadas, la estructura económica formal del planeta estaría compuesta por pocas empresas
monopólicas para cada rama de actividad (automotriz, software, electrodomésticos,
armamentos,...) 1724 ; pero: si la historia les da “tiempo”. Esa política constituye la manera en
que el poder tiene de defender lo que queda y de resistencia hasta el último momento por
parte de las empresas monopólicas globales (de sostenimiento de la civilización burguesa,
puesto que de caer las tres empresas citadas, se desgarraría el mundo empresarial
estadounidense: desempleo, quiebra de la cadena de actividades a ellas eslabonadas
-“comercio intrabloque”-, anomia social, reactivación política antihegemómica,...). Respecto
de la crisis de coyuntura dada en el área financiera-bancaria, inmobiliaria y en la automotriz,
esto es, en las actividades “símbolo” del sistema, la misma es la expresión de una tendencia
crítica, que se venía encubando años atrás, pues, si es verdad que la “crisis energética” del
2008 elevó el precio de los combustibles, lo cual redujo la demanda de vehículos de gran
cilindraje en EU y a dificultades en las tres más importantes factorías productoras de
automotores, el problema tiene razones tanto macroeconómicas como estructurales.
El automóvil es catalogado como bien de “larga duración”, es decir, que entra al
mercado y allí se queda por alrededor de una década (su vida útil calculada), lo cual –como es
sencillo advertirlo- no pasa, dígase: con los alimentos, en cuyo sector, la demanda se activa
día a día, semana a semana, mes a mes (la pasta dental, por ejemplo); por tanto, solamente en
el estrato de altos ingresos se renueva año a año el vehículo con los nuevos modelos, pero los
antiguos no se desechan, sino que van a ser de propiedad de las capas de ingresos medios y
aun de los de bajos, y allí permanecen “hasta las calendas griegas”, sobre todo en áreas del
llamado “subdesarrollo”. La producción vehicular ha ido saturando el horizonte urbano; en
realidad, dicha producción “ha crecido geométricamente, frente a la demanda, la cual lo ha
hecho aritméticamente”. De forma que, tanto por razones de “crisis energética”, como por
tratarse de un producto de larga vida o debido a que la población ya no se multiplica a la taza
vegetativa de años anteriores (incluso hoy se rechaza el consumismo automovilístico y se
1724
En alguna de esas películas componentes de la profusa y prominente basura cinematográfica que ha
producido la creatividad pérfida yanqui, en acto de infidencia propia, se puede escuchar decir a un “astro del
celuloide”: “la economía de la guerra convierte en estable y seguro a EU”.
1145

promueve la vuelta a la bicicleta), en el presente, tanto bancos como empresas automotrices se
ven afectadas por problemas de compresión de la demanda 1725 ; en el primer caso, por la
emergencia de sistemas financieros solidarios populares; en el segundo, puesto que los techos
de producción del año –por ejemplo- 2006, no pueden ser sostenidos y es imposible
proyectase incrementos de producción, pese a que los planeadores de Ford, GM y Chrysler,
de forma ilusamente optimista, piensan que a partir del 2012 se van a recuperar y a cumplir
con los millonarios compromisos de deuda (la “chatarrización”, como medida contracíclica,
es coyuntural; por eso las mismas voces oficiales ya se adelantan a interrogarse sobre si
“después de la borrachera de ganancias sobrevendrá la resaca”).
El automóvil, el tren, el avión, el barco, son productos del trabajo humano, que han
jugado un importante papel en el avance acelerado (determinado por la producción, por el
comercio) del proceso de hominización; en otras palabras, la industria de las comunicaciones
ha desempeñado su rol en la necesidad de desarrollo multifacético y subjetivo humano (han
elevado exponencialmente la productividad del trabajo y la importancia de éste, en el proceso
productivo). Un estudio del proceso comunicacional revelaría las profundas huellas, que el
mismo ha dejado en la especie: uniéndola, abstrayéndola de todo idiotismo y particularismo
provinciano, difundiendo las ideas y creando condiciones cualitativamente mejores para el
desarrollo de la especie; en realidad, de no ser por las comunicaciones (tomada la expresión
en sentido general, esto es, en el de desplazamiento de las personas como en el de las ideas en
la telecomunicaciones), aquella famosa tesis que hoy se blande como reivindicación de los
pueblos oprimidos y originarios, esto es, la diversidad y su reconocimiento, reaccionariamente
se estaría plasmando; ahora bien, las comunicaciones han derribado barreras locales y ha
hecho que la humanidad se encuentre y se homogenice, tanto antropomórfica como
subjetivamente. Los automotores cumplieron su rol en materia de explotación obreril y de
acumulación de capital, pero también su función se ubica en el plano más amplio de la ruta
histórica humana: ser uno de los instrumentos inconscientes –nuevamente- del proceso de
hominización del género.
La empresa –capitalista, obviamente- se desconcentra factorial y espacialmente; la
juventud se prepara básicamente para engrosar las filas de los micro emprendedores; en el
modelo de “economía solidaria” el trabajo deja de ser recurso y pasa a retomar la insignia de
forma final del proceso de producción, mientras que el capital no es más medio de
explotación: se “degrada” en simple instrumento al servicio el ser humano, proceso en el que
incluso la distribución se rige por la tesis de la “remuneración objetiva” (H. Dietrich); si la
técnica inexorablemente se impone y reduce la importancia de las habilidades senso-motoras
humanas (a pesar de que existan intentos racionales de frenar su desarrollo y su determinación
social con el objeto de ampliar cifras de reclutamiento de personal), la realidad ha
reinstaurado al cazador, al recolector y al pescador, y ella misma ha cambiado. El capital le
sobrevive por determinado “lapso” al trabajo y el trabajo vivo coexiste –por cierto “tiempo”-
con el trabajo muerto en permanente “rotación”, antes de que el trabajo muerto –que “vive”
en cuanto se reproduce por vía artificial en la producción automatizada de las máquinas- se
convierta en la realidad total del mundo; mas, si el trabajo físico vivo es el sostén del sistema
social antitético (diferenciación estructural estamental), el trabajo muerto lo anula por
completo (incluso el Arte se excluye del modelo, pues, las máquinas de primeras etapas de
generación de inteligencia, carecen de impulsos sensoriales y, debido a que el arte es una
técnica, que probablemente se haya fomentado, para hacer más llevadero el sufrimiento
clasista, del mismo modo que se recurre a él: para entretener, para que no se ponga interés
sobre los problemas esenciales: filosóficos, sociales –luego de que actuara, obviamente, como
memoria rupestremente representada del mundo, en las agrupaciones humanas primarias).
Sin embargo, el agente de ruptura del orden del capital, de la dominación y de la
sujetación, no debe ser sustituido por una organización humana centrada en el valor de uso de
Eros, de Afrodita, de Cupido, de Vaco, de Morfeo, del Falansterio, del Sumak Kasai, del
“espíritu emprendedor y la vida wired” -¿?- (y se teme, que hacia allá se desplaza el mundo en
1725
No obstante, incluso en la senectud del sistema se hacen presentes contratendencias: la nueva tabla de
salvación deviene de la política de renovación del parque automotor del mundo, mediante el uso masivo de
vehículos a motor eléctrico (al respecto, la retrotendencia más efectiva, procede de la incapacidad vial de las
megas urbes posmodernas, de absorber funcionalmente nuevos vehículos, que al principio deberán competir con
los de gasolina y diesel; como también, su alto costo, frente a la capacidad disminuida de los ingresos de las
familias).
1146

la próxima primera etapa de la formación que viene, sobre todo cuando se están conjuntando
las variables: automatización productiva, pérdida del interés por el trabajo, la determinación
ideológica Oriental y la anarquía en los procesos de sobrevivencia; de igual modo como es
plausible suponer, que el ser humano se liberará de las ataduras distractoras de esa fase, para
volver a la racional y definitiva), (“Teoría para todo” o ¿“Sumak kawsay”?) 1726 . En el
terreno teleológico: la Religión y las tesis del nuevo socialismo (y muchas pertenecientes al
“viejo”) coinciden plenamente, pues, la propuesta de la primera es alcanzar el buen vivir en
Cristo, en Mohamed,... sensualismo, que debe prolongarse en el Nirvana; respecto de las
segundas, en cambio, el proyecto del buen vivir, de mejorar la calidad de vida, persigue la
superación del sufrimiento del ser humano y su desarrollo pleno, multifacético, lejos del
positivismo cientificista, tecnocrático, pragmático y diferenciador social. En los dos
pareceres, subsiste la idea del trabajo tal como a la mente se le ha acostumbrado a estipularlo:
como forma ahistóricamente necesaria de buscarse el sustento, ganarse la vida, no pecar en el
ocio, ser útiles a los demás, demostrar las potencias del ser humano en sociedad, en una
palabra: ser instrumento de la realización humana.
4.4.- EL “TRABAJO”: ESA PODEROSA PROPIEDAD CREADA POR LA MATERIA A TRAVES DEL
SER HUMANO, PUESTO EN PERSPECTIVA.
La actividad creadora de riqueza, en su condición concreta: trabajo productivo, y en la
abstracta: trabajo en general, situada en el horizonte histórico, pone en cuestión su razón y
función, hasta ahora esencial. Sin el trabajo (incluso en su condición infanto-juvenil
simplemente lúdica), en la consideración tautológica: desarrollo psico-motriz alguno, pudo
haberse dado, en el ser humano; dicho aspecto lo demostró Alexei Leontiev, con lo cual
refutó, desacreditó, desbancó, pulverizó, las tesis idealistas al respecto de los neomarxistas,
sobre todo de Habermas. La persona cuando ha trabajado, una vez que ha procreado (y el
trabajo es soporte de la multiplicación vegetativa de la especie) y ha acumulado bienes que
sustenten la etapa del no trabajo, del descanso sereno, sabio: la vejez, es obvio, que el trabajo
deja de ser esencial, en atención al desarrollo de la vida de un ser humano por separado. El
trabajo jugó varios papeles vitales en la historia, tanto en la persona como en el plano general
de la humanidad: 1) manumisión del ser humano de su dependencia natural, en el carácter del
proceso de autosubsistencia; 2) formación y desarrollo de la conciencia (eh ahí la razón por la
que el esencialismo de las “relaciones comunicativas” –la simple “interacción”- constituye
acto mental de neoreificación, de fetichización); y, 3) formación del excedente
material/espiritual, que comprehende el desarrollo del “ser social” y el sostén de la etapa en
que el ser humano (el posthumano, la metahumanidad) deja de trabajar y asigna todo el
“tiempo” no a otra tarea, que a la asociada con el despliegue de la razón, a la
multilateralización de la propiedad suprema y última de la materia: la inteligencia, la mente,
la conciencia (el trabajo se ubica en la esfera racional del ser humano, y provee de
racionalidad, incluso a las actividades estéticas; trabajo: “actividad creadora a través del cual
el ser humano “materializa” sus fuerza esenciales, acto de objetivación o plasmación de fines,
ideales o sentimientos humanos en un objeto material, concreto-sensible” –no se olive que
todo es materia, monismo material 1727 ).
1726
El núcleo fuerte de la razón posmoderna: la diversidad como clima (N. Lechner). El problema para el
futuro, consiste en cómo formar comunidad (reinstitucionalización), sin la autoridad que impone la dirección
central sobre el proceder anárquico. Imagínese a futuro un colectivo en el que los individuos o grupos viven de
forma aislada a costa de las máquinas y de cuando en cuando entran en relación a través de las tecnologías de
la comunicación. Sobre condiciones favorables dadas de realización del bienestar hedónico, reinaría el
quiminportismo sin que interese para nada la vida de la razón y su meta. La necesidad de sobrevivir a través del
trabajo (producción) llevó al ser humano a institucionalizar colectivos (la sustentabilidad de los mismos se
coadyuvó a través de las esferas política e ideológica). Una vez que la vida deja de ser autoproducida por el
propio ser humano, su reproducción opera en torno de la confianza depositada en la disposición de
satisfactores de carácter automatizado, la cohesión de la diversidad se vuelve tópico inherente al despliegue de
la alta racionalidad: pensar en la inteligencia y su función, en la razón de ser de la superlativa racionalidad, en
la necesidad de llenar de contenido a la vida asumiéndose la tarea de intervenir en la producción del objeto
superior de la vida racional: invertir talento en el desarrollo del saber hasta concretizarlo.
1727
Todo es materia. El espíritu “es” materia (movimiento de masa cerebral, del órgano más altamente
organizado, expresión representada de los atributos de la materia); las propiedades de la materia forman el
sentido. El sentido, el significado que manejan los seres humanos, tienen la apariencia de ser algo inmaterial;
no obstante, así como el electromagnetismo es un fenómeno expresivo de ciertos contenidos inmanentes de la
materia, esas propiedades elementales cuantitativamente se acumulan hasta el grado de producir la nueva
1147

La esencialidad del trabajo: ¿es una determinación de naturaleza permanente,
absoluta? El trabajo, considerado en su condición moderna, productiva, liberadora de la
humanidad de su sujeción a las leyes de hierro de la naturaleza, no siempre existió; por tanto,
tampoco existirá de manera indefinida 1728 . El trabajo no estuvo presente en momentos en que
el homo sapiens dependía totalmente de la naturaleza para subsistir, y será tan sólo
reminiscencia, cuando las personas se independicen de su nexo primigenio respecto de la
Pachamama (de la madre naturaleza). El trabajo en la fase de “reproducción natural”, está
ausente, puesto que el ser humano (prehumano) se dedica a aprovechar directamente los
frutos naturales; su acción es de índole simplemente mecánica, instintiva, regulada
básicamente por la operación de los cerebros reptiliano y límbico: esta contradicción
primigenia no desplegada, de todos modos contiene los gérmenes impulsores del ingreso a la
nueva etapa: a la contradicción real, a la de práctica coordinada, planeada, racional. Sin más
detalles, el momento de la “reproducción social”, en el que interviene la “segunda
naturaleza”: la cultura, es la etapa par excellence del trabajo: aquí ésta reina en toda su
extensión y profundidad, en ella –por tanto- el trabajo gobierna la vida y produce al ser
humano –a la humanidad- como tal. El trabajo se consolida realmente con el esclavismo en su
fase “generalizada” (despótico-tributaria, se dice), puesto que al haberse dividido el género
socialmente (en esta primera estructura clasista de producción, una fracción mayoritaria de
seres humanos es separada violentamente de su “naturaleza orgánica” –de los medios de
producción), el nuevo atributo conduce al aparecimiento de la superestructura y consolida el
nivel de las formas de conciencia social, al reflejar la ideología: intereses de clase. Después de
haber forjado la conciencia, el trabajo será impulsado con mucho en la primera etapa clasista,
posteriormente en la feudal y, sobre todo: en la burguesa, merced a la consolidación en ella,
de las esferas de la ciencia y la técnica, a través de las que, sin embargo, el trabajo pone los
presupuestos de su anulación. El trabajo, luego, se torna enteramente racional e
interrelacionado: el hijo se permite dar instrucciones a su padre. Finalmente, como al
comienzo, la reproducción robótica, la esfera en la que el trabajo rinde frutos en ausencia del
ser humano: se inaugura la conjunción de las máquinas pensantes (“tercera naturaleza”) con
la primera naturaleza, para sostener a la “segunda naturaleza”: a la cultura, mediante el
imperio del “valor de usufructo” (de acuerdo con la “concepción científica del desarrollo
humano”).
El “Primero de Mayo”, la Internacional:
Agrupémonos todos,
en la lucha final,
y se alzan los pueblos
por la internacional.
Arriba los pobres del mundo.
En pie los esclavos sin pan.
Y gritemos todos unidos
¡Viva la internacional! 1729 .
cualidad: la química, luego se conmutan hasta dar lugar a la propiedad del reflejo, del pensamiento y de la
conciencia. Una decisión: ¿es un hecho inmaterial? Toda decisión está provista de sentido, el cual constituye la
resultante de la correlación entre las propiedades del entorno y los atributos del deseo personal o grupal, hecho
que en conjunto tiene el mismo algoritmo atracción-repulsión física, considerado en su más simple y mínima
expresión. En la decisión, la propiedad asume el carácter de elección consciente muy diferente al simple
fenómeno de atracción o repulsión, en el que no se presenta ni racionalidad ni opción de elección, sino simple
pulsión espontánea (este es un “objeto real”, justiblicable investigar).
1728 Dios debe mantenerse siempre trabajando: diseñando el Universo, bloqueando la entropía, promoviendo el
desarrollo e interceptando la injerencia pérfida del Demonio sobre su obra. Sin embargo, juzgado el hecho, a
partir de la pobre reflexión humana (para solaz de los creyentes), debe ser fastidioso, monótono ser Dios. Pobre
Dios: saber que se tiene unilateralmente el poder, que se sabe todo, que se puede hacer todo, que se está n todos
los lugares al mismo tiempo, de modo intemporal: presente eterno. El ser humano tolera la vida, porque está
concreta la propiedad permanente de la materia: el movimiento, el cambio, hasta antes de perecer. Pobre el ser
inmortal: ser esclavo de esa determinación, que al fin debe cansar, fastidiar. Es por eso que no hay Dios, en el
sentido dado a esta entidad por las religiones.
1729 Eugene Pottier y Pierre Degeytier.
1148

Las potencias del trabajo social entregadas al designio del “ánimo de lucro”, de las
contratendencias impulsoras procedentes de la competencia, del desarrollo técnico, y gracias a
su concentración desbordante de nuevas cualidades en las ciudades (proceso evolutivo,
recusado en la ideología de la hiperurbanización), han formado al individuo, a la sociedad y a
la humanidad. Su división ha conducido a la potencia de las fuerzas productivas actuales (en
la especialización y en el desarrollo técnico ha elevado su productividad, como se dice ahora;
en verdad, ha llevado a la superexplotación), ha catapultado el desarrollo de la ciencia. Todo
el poder humano reside en el trabajo (trabajo abstracto, diversas formas de trabajo concreto,
especialización, intercambio y contradicción): actividad consciente, organizada socialmente,
en vínculo con la naturaleza, encaminada a un fin; la interacción y las relaciones
intersubjetivas son su resultado, su superestructura. El trabajo sometido al control y a la
competencia, en similitud que el deporte, tiene en frente una etapa virtual, un programa
representado por imágenes televisivas; la actividad llevada a cabo por los seres humanos en
búsqueda del trofeo, es tan sólo la reminiscencia de la antigua mentalidad troglodita de la
superioridad, de la búsqueda de los mejores. Toda esfera espiritual (la Axiología) ligada al
trabajo ejercido en competencia se retiran con él; sin embargo, el hecho ocurre no por la
superación del llamado status de “parálisis paradigmática” (crisis de las nociones burguesas
interesadas de calidad, excelencia, competitividad, creatividad); tampoco por la consolidación
del concepto de “inteligencia emocional”: las dos son posturas parcializadas y dañinas, 1) la
de la excelencia, por estar atada (subutilizada) a los negocios; 2) la emocional (mal utilizada),
por su ligazón con los negocios y por promover la emocionalidad (¿puede imaginarse a los
nuevos científicos apoyando su empresa en el lado derecho del cerebro? No; aunque digan
que el uno es inductivo y el otro deductivo 1730 ).
¿A dónde van: los trabajos temporario y multridestrezal, de la subcontratación, de la
labor por horas; del wired, de los emprendedores? ¿Cómo se debe entender la actitud urgente
inscrita en la idea de la “capacitación continua” y en la relativa a la auto preparación; entre
crisis de reproducción del capital y de reproducción de la vida? ¿En qué consiste la llamada
“crisis del mundo profesional”, que ha sido la base de la reproducción de las capas medias de
la sociedad? Catorce oficios, siete necesidades: bárbaros posmodernos dispuestos a hacer de
todo para atender las demandas de la sobrevivencia en un mundo súper tecnológico global. El
trabajo ocasional de los variados oficios, es la primera de las manifestaciones reales de la fase
de descomposición en la que ha entrado el trabajo como forma de auto producción de la vida
material del ser humano, en el modelo agotado de las relaciones burguesas de existencia; la
cualificación constante, o sea, el hecho de que cada vez mayor preparación científica y técnica
demande el ser humano para convertirse en talento, es la siguiente manifestación, que expresa
el proceso de cesación histórica en el que ha ingresado la actividad productora de riqueza (la
ley de los “rendimientos decrecientes” en la “capacitación continua”); la crisis del modelo de
las profesiones corona el vía crucis del trabajo, en la medida en que la labor intelectual,
técnica, es rebasada por el conocimiento y, principalmente: por el desarrollo de la propia
técnica. Las preocupaciones respecto de que un ser humano no puede ser capaz de abarcar
varias profesiones para desplegar la estrategia de la lucha por la vida; el que el ser humano no
debe ser sumido en el estrés de no anquilosarse, no quedarse atrás, de constantemente estarse
preparando; o el que un joven no vea ya plausible afincar la economía de su vida en una
profesión, ponen al frente de la mirada, el crucial hecho de que la Transición es un momento
clave respecto del salto definitivo, que debe dar la humanidad para solucionar de un solo
plumazo todos los problemas, que a la actual organización de la sociedad ha puesto el
desarrollo de las fuerzas productivas.
A futuro: no más trabajo; esa es la respuesta histórica de la inteligencia frente a las
consecuencias, que sobre los procesos de la reproducción de la vida ha desatado el progreso
de la técnica, dado en el marco de la vigencia de relaciones sociales capitalistas; por tanto, de
1730
El marxismo, por ejemplo, “no reconoce una estructura trascendente al ser humano (metafísica), pero sí
una estructura dinámica entre las condiciones reales en que se mueve este ser de cada época y las ideologías de
la superestructura. Asistimos hoy a una disolución de la segunda de esas concepciones (la individualista), con la
consiguiente polarización de las actitudes en las otras dos: cristianismo y marxismo. Quizá el marxismo es una
prolongación del punto de vista racionalista transformado, a través del hegelianismo, de su versión
individualista a su modalidad totalitario-socialista. Así se enfrentan dos actitudes radicales, basadas en la fe en
Dios, en su ley y en su providencia, de una parte, y la fe en la razón y en la organización socialista del mundo,
de otra” (sic). La pugna continúa, mientras que “la conciencia comunista en masa, solo es producto de la
revolución social”.
1149

lo que se trata es, no de arreglar la vida del trabajo, sino de cómo recomponer el organismo
social al que pertenece la persona, para que ésta tenga acceso a los bienes y servicios para la
reproducción de la vida en condiciones óptimas, trabaje o no. Para personas para las cuales, el
trabajo habitual, soporte económico de sus procesos de reproducción, se contrapone con su
actitud de abdicación de él, dada su propensión a la vagancia, la cesación del trabajo les viene
bien; para los desempleados, el avance de los procesos de automatización, que les permita –en
un dado momento- acceder a los productos obtenidos por dicha vía, será una bendición; en
efecto, los dos grupos citados, van a conseguir solución respectiva a sus problemas, mediante
el acceso al abastecimiento gratuito por el “trabajo” de las máquinas. No obstante, para las
personas que aman el trabajo, pues, ven en él, la razón de la existencia: su preocupación
irremplazable, la única posibilidad todavía de exponerse al reto de hacer objetivas las
potencialidades espirituales y físicas, por tanto, que no pueden prescindir de esta esfera,
forzosamente van a tener que dejarlo a un lado, puesto que la coerción de la automatización se
impone. Ahora bien, el trabajo nunca llegará a ser un juego entre las personas adultas:
“trabajar a la manera en que juegan los niños” (el trabajo en la producción económica), antes
caerá; no obstante, el trabajo espiritual será una forma seria y eterna.
Si máquinas complejas e inteligentes proveen el sustento de su reproducción
(satisfactores para atender las necesidades primarias y espirituales, como el “capital” social,
sostén del conjunto de actividades), la humanidad que viene se concentra únicamente en el
estudio, en la mejor y más completa tarea de captación de los procesos del mundo, y todas las
preocupaciones que hoy embargan la mente de la intelligentzia (Flores, Fernando y Craw,
John. El espíritu emprendedor y la vida Wired: el trabajo en el ocaso de las carreras;
Londres, 2000) cuanto los planificadores en coherencia de la especie, se desvanecen. No
obstante, dicho sea de modo necesario, esta pareja de estudiosos -Flores y Craw- del
fenómeno (opus citada), confunden conceptos al respecto (o analizan los fenómenos con una
matriz teórica modelísticamente incoherente): economía de mercado (una forma histórica de
atender las necesidades dada por la división social del trabajo) y economía del conocimiento
(un producto, que puede ser realizado en el mercado o fuera de él; en efecto, ya se ha
sostenido, que el conocimiento es un producto que corona la larga etapa de producción
mercantil, que es una “mercancía” en la que se concentran y anulan todas las contradicciones
de clase y que, por tanto: el valor de cambio –en ella- se transforma paulatinamente en su
contrario absoluto); dicha aberración lleva a la citada pareja de personajes, a la torpeza de
impugnar criterios que dicen que Marx vierte al respecto, sin entender su posición dialéctica:
la especialización separa a los individuos al mismo tiempo que los pone en conexión
recíproca, mas, lo importante aquí, es que esta división es parte fundamental del proceso de
desarrollo humano (Marx pensaba en el ser humano integral, realizado en el trabajo hasta
llegar a un determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, siempre en dirección de
la conciencia total, como identidad).
Como es común, también tales autores no ven incidencia alguna del desarrollo de la
técnica sobre el marco clásico de relaciones humanas, al aseverar, que los cambios técnicos
no afectan la esencia de la vida humana. En efecto, sostienen que:
“No somos los amos de nuestras tecnologías, pero igualmente éstas tampoco pueden
alterar las circunstancias básicas de la vida humana... es un error creer que las nuevas
tecnologías pueden hacer que muchas de las virtudes tradicionales sean
obsoletas,...” 1731 .
Pero Marx expuso de otro modo lo que estos señores ignoran y proceden a difundir
como cosecha suya o de otros escritores “burgueses” del pasado como Durkheim o Nietzsche,
esto es, la emergencia, en un dado momento de la historia, de los llamados “trabajadores de
portafolio”, los “emprendedores”: la organización de productores libres asociados, base de la
edificación del ser humano multifacético, con identidad universal. No es la innovación
tecnológica permanente ni la rapidez de los cambios, los factores que han dejado atrás el
“modelo de las carreras” como principal forma de realización de la vida laboral; en el
mercado, los capitalistas se ven permanentemente presionados a reducir costos para sostener
la competencia, y lo consiguen elevando la productividad del trabajo vía constante innovación
1731
Flores, Fernando y Craw, John. El espíritu emprendedor y la vida Wired: el trabajo en el ocaso de las carreras; Londres,
2000.
1150

tecnológica, lo que conduce a deshacerse de la vieja tecnología y de la obsoleta fuerza de
trabajo. De manera inveterada, toda esta gente, falta de seriedad, cuando se refiere a la forma
de agregación humana o modo de vida para la especie que viene, tiene miedo de utilizar la
verdadera palabra: “comunismo”; fase histórica a establecerse luego de transcurrido el
momento transicional en curso (complejo planetario condominante tecnológico de: wired,
emprendedores, trabajadores de portafolio, modelo mixto entre los dos anteriores, economía
solidaria desconectada, modelo malasiano, non profit, etc.); de forma que prefieren,
inescrupulosamente, recurrir a las palabrejas: sociedad posindustrial, poscapitalismo,
posmodernidad, hípermodernidad, etc. En el ámbito de la teoría seria, “valor de uso” implica
la presencia de trabajo (civilización del trabajo); “valor de cambio” presupone la producción
(civilización económica); “valor de usufructo” (modo de consumo: civilización del consumo)
ya no se sustenta en el trabajo ni en la producción como proceso: los contrarios “valor de uso”
y “valor” se han anulado en conjunto; la reproducción humana demanda la realización de una
actividad sencilla de apropiación particular, “individual”, del producto.
El trabajo ha perdido vigencia, ha sido “desprendido de su melena”: de su grandeza
inmanente, de sus propiedades portentosas inigualables productoras de la conciencia, de
agente de la hominización; ha sido retirada la determinación de su esencialidad por la historia,
por la historia del instinto y del trabajo mismo para dar paso a la nueva historia (“… no hay
otro camino que la abolición de la propiedad privada y del trabajo mismo” –Marx-Engels: La
ideología alemana): los procesos y productos de actuación mundana de la inteligencia natural
en connubio con la inteligencia artificial, cual potencia dual, que avanza y se anula en el saber
objetivo total. En realidad, el trabajo ha perdido su carácter de categoría y en tanto
determinación, ha dejado de formar unidad con los individuos ni en algún aspecto particular
ni en general; y, este estado de cosas alcanza su realización en la “forma más moderna de
existencia” de la humanidad: la hemisférica. Ahora bien, la evolución del trabajo en la
robótica implica que la fase de “reproducción social” (esclavista, feudal y capitalista), ha
concluido llevándose la superestructura y la ideología clasistas, por tanto, la división social
del trabajo ha sido superada por la abstracción de éste (del trabajo); los efectos de esta
verdadera inflexión histórica no se vuelven letales, puesto que no se necesita ya más de
musculatura, mientras que los “músculos” de la mente (información acumulada
–conocimientos transformados en datos- y métodos de procesamiento) serán impuestos
(implantados) biocibernéticamente o, como en el caso por el que la fuerza física del músculo
y su destreza han sido transferidos a las máquinas, lejos de seguir siendo una propiedad
adosada a la característica material humana, también la capacidad intelectual y su habilidades,
se hallan siendo pasadas a un tipo especial de instrumentos mecánicos.
Ahora bien, para que tenga lugar el proceso arriba consignado, el vector de la vagancia
de la juventud (y del trabajo burocrático que no produce bienes para la reproducción material
de la especie), debe toparse en un momento y punto precisos del movimiento de la historia,
para que no se desaten conflictos sociales (robos, asaltos, estafas de todo tipo), con el vector
de la mecanización, de modo que las máquinas abastezcan a las generaciones, que ya no
trabajan (por ociosidad, por falta de puestos de trabajo, porque les resulta más fácil delinquir).
No obstante, a partir de ese instante, la humanidad ingresa en una etapa de desenfreno en el
placer, pues, ha descubierto, que no debe trabajar para subsistir, que sus padres: las anteriores
generaciones, ya lo hicieron: han inventado, mejorado, desarrollado e innovado, de manera
que les han heredado el sistema robotizado de producción, al cual solamente deben
aprovecharlo, dado que incluso el proceso de gestión de la producción y reproducción
maquinizada de bienes y servicios, para sustentar tanto la vida material como la espiritual del
ser metahumano, se halla automatizado. Este envilecimiento de la vida, el cual podría ser
blandido como argumento probatorio de quienes sostienen que la humanidad va a ingresar y
allí mantenerse “hasta las calendas griegas”, en una etapa cíclica de existencia definida por el
desate sin límite ni restricción democrática alguna de todos los placeres, satisfacciones
sensoriales, matizados de cuando en cuando con la producción y disfrute humanos en la esfera
artística, en la que se haya proscrito al pensamiento científico positivista y a la tecnocracia
pérfidas (obviamente, según la opinión de los señores, que magnifican al Eros como el
imperio que viene y lo desean). El arte, bien comprendido, debe operar como “estímulo para
el cumplimiento de las tareas sociales”; no obstante, en época de descomposición parasitaria
del capitalismo senil, el arte ha sido convertido también en negocio, en medio de subsistencia
1151

o se ha separado de la vida como esfera autónoma. No obstante, esta humanidad: conmueve
mirarla; no sabe lo que le espera; piensa que todo el tiempo va a mantenerse en el show.
[Razón tienen los evangelistas al cuestionar duramente a ciertos sectores de la
sociedad, cuando éstos se piensan como los reyes fatuos de la naturaleza, en que creen que
pueden dominarlo todo: dañar a la especie, afectar a la naturaleza para alcanzar el goce total;
aquellos que suponen que poseen la forma viva “consciente” de la materia, solamente para
disfrutar de “salud, dinero y amor”. Qué trágico tener que glosar la censura de uno de los
sectores más reaccionarios de la forma humana burguesa, sobre la humanidad. En el 2007,
finalmente el año ha llegado a su término; en esta fecha la humanidad se degenera, en la
esfera se presenta un desate de pasiones, las cuales se expresan en bailes, comparsas, consumo
de licor, en fiesta total; se derrocha, luego la gente se ha levantado medio atontada el primero
de enero del nuevo año: del 2008; las oligarquías se han llevado todo el dinero de sus
bolsillos, la gente -por lo general- está sin un centavo, endeudada e ideológicamente más
controlada 1732. En lo personal, se confiesa, que no se ha podido avanzar hacia el primer escaño
del “ser humano superior”, pues, no ha sido posible reprimir el prurito sexual, lo cual es una
vergüenza (“Quién se halle libre de pecado, que lance la primera piedra”); la razón: no ha sido
suficiente para controlar el efecto de esa ley (empero, el único vicio, el placer que queda a
medias tintas es el sexo, pero ello se debe mas a la estimulación externa que se presenta a
diario, en cada instante, en todo lugar se ven lindas muchachas; el resto: ¡está superado!) 1733 .
Ahora bien, ¿cómo renunciar a escuchar, por ejemplo: Para Elisa de Beethoven, Rassamunde
de Schubert, la Marcha Turca de Mozart, A orillas del Danubio de Strauss,...?].
Si a las máquinas se las dota de inteligencia, si ésta –por obra del “trabajo”, a la
manera de cómo operó sobre el ser humano- es productora de conciencia, el trabajo renacerá y
cumplirá nuevamente su función esta vez artificial, como traslado del trabajo del ser humano
a la máquina: trabajo natural convertido en trabajo artificial. Es esta la circunstancia poderosa
en la que la conciencia derrotará a la materia en su incesante proceso de desarrollo, la ruptura
y generación del “otro de sí”: su teoría (la contradicción que define la ley sería resuelta; los
dominios de Dios habrían sido profanados, el mismo Dios tendría su alterno: el posthumano
sabedor de todo). La contradicción general del movimiento humano: el cambio constante del
ser y la conciencia constituida, que pugna por atraparlo subjetivamente, se equilibra, pues,
inteligencia natural e inteligencia artificial coludidas, se ponen frente al movimiento del
Universo, y, tienen todo el “tiempo” del mundo para hacerlo, en vista de que el trabajo ha sido
substraído como responsabilidad del ser humano, mientras que entre las máquinas se ha
producido la división artificial del trabajo: unas se dedican a producir los bienes y servicios
para la ligera, frugal, no exigente, reproducción humana, tanto como para su reproducción
(de las máquinas), mientras que otras se especializan en faenas de la programación y gestión
de la inteligencia, de la conciencia, del pensamiento, del espíritu. “Trabajo” de las máquinas
simplemente generales, en su noción vulgar; “trabajo”, que solamente crea valores de uso
tangible e intangible, no mercancías, por tanto, ni productivo ni improductivo: únicamente
operaciones preprogramadas de complejos sistemas automatizados, que abastecen el quantum
de necesidades condicionadas históricamente.
El trabajo de la inteligencia, en un específico interregno (en aquel del paso del trabajo
a su abstracción), por su parte, se vuelve primordial y su compresión, en el interior del
máximo proceso de hominización, debe alcanzar veracidad. La creación del entorno adecuado
para el buen fluir de la inteligencia, se cree que es un problema teórico o de administración
respetuosa y de promoción de las diversas “culturas”; en dicha perspectiva, no se ve el hecho
atinente a que, tanto una vida por separado como una “cultura”, son efímeras, que un pueblo
puede seguir su curso natural (en este caso, la ley del “desarrollo desigual” se torna ya social)
o ser guiado por uno superior en racionalidad (la determinación clasista, no es requisito a
1732
Es impresionante salir del embobamiento y constatar por una vez más, cómo es de completo el poder
económico-político: con el cuento del Niño Jesús y la farsa de Papá Noel, a la población mundial se la tiene
totalmente controlada, sometida, estúpida, comprando cosas y más cosas y adorando a dioses; y, como las
personas quedan endeudadas una vez que las políticas de marketing empresarial han logrado incrementar el
consumismo, éstas no puede revelarse sino avenirse a seguir en la danza a la que les conduce la música que le
pone la empresa burguesa, de modo de hacer economías para cumplir empréstitos adquiridos: ¡que sepan, que
éste es el tipo de sociedad que prevalece en el año 2007!
1733
Mi cerebro no ha dejado de producir “dopamina”, pese a la represión ejercida conscientemente por la
voluntad (cierta fortaleza de carácter) sobre la mente (la debilidad puede deberse también a la resonancia de la
formación pequeñoburguesa de la primera y juvenil etapas de la vida).
1152

tenerse en cuenta, puesto que el positivismo, con toda sus contrariedades, ha impulsado el
desarrollo de la conciencia objetiva, explicativa, predictiva, pragmática), de modo que no
concluya su ciclo enfrascado en el uso de su saber elemental, ubicándose su función en la
reproducción de su ser orgánico y sensual. Si la inteligencia es la propiedad única creada por
la materia en su pulsión más alta, si ésta no se utiliza para crear condiciones para que tenga
locación su autorealización o directamente no se la despliega cuando han sido creadas dichos
supuestos de posibilidad por el trabajo de las inteligencias paralelas de mayor trayecto y
experiencia, vano ha sido contar con ella 1734 . En el acto se presenta una guerra entre
neohedonismo y supraracionalismo, en función del concepto que se tenga de la existencia
humana y de su objeto; se advierte –de este modo- que la humanidad, por término medio, está
cayendo en manos del sensualismo naturalista (en política, el atavismo adquiere ribetes
aparentemente racionales) por oposición “consciente” al racionalismo positivista (incluso la
“razón dialéctica” se halla al borde de ese precipicio embriagador).
El atributo que caracteriza al ser humano –en la reflexión de orden tautológica- es la
inteligencia, es decir, el componente anatómico-fisiológico encargado de hacer eclosionar del
instinto a la racionalidad a la especie 1735 ; el rol de la inteligencia: es ese, aunque ésta tenga
que coexistir con la inclinación deísta, artística, sensualista, como substractum de la conducta
de la persona primera e intermedia, como etapas a ser superadas (la división del trabajo ha
sido su canal: Newton no hubiese sido tal, si no hubiese contado con inteligencias sometidas
al trabajo físico que le proveyeran del sustento). Un ser ha llegado a entender –por
encontrarse ubicado en un grado mayor de racionalidad, aunque ésta se halle penetrada de
signo burgués-, que la mente debe reflejar al mundo en su totalidad sin mitos y superándose
tabúes, mientras reniega que se use esfuerzo intelectual en la esfera de realización del puro
deseo emotivo. La vida que conoce (la orgánica inteligente) es efímera; el “objeto de
conocimiento” en cambio, es “infinito”. El reto está en utilizar la vida (obviamente, una vez
que los conflictos políticos, que le han dado sentido por encima del sensualismo, han
concluido) y en llevarla a término con el más alto grado de poder ejercido sobre el “objeto”
(su entorno, la naturaleza), sea cognitivo y/o técnico. En el presente, el índice de desarrollo
humano toca ese campo 1736 . El éxito de las “culturas” no está en su diferencia, en la búsqueda
de sustentar su pureza o directamente de su perennización, ni en la reproducción tardía de lo
que otros pueblos ya hicieron (el tallado y uso de la piedra en la edificaciones entre europeos,
egipcios e incas, por ejemplo), sino en su grado de saber racional, desgraciadamente definido
de modo Occidental. Más, cuando en la mente ya ha anidado el escenario de futuro a modo de
utopía, el paso que viene (la Fe) es de brega por su realización; de manera que, la sola idea es
un acto de veras revolucionario: la pauta esencial de lo que luego será realidad.
Emplear la inteligencia para otro menester como no sea el de desarrollar el saber
objetivo es mal utilizarla o subutilizarla (para crear mitos y religiones, para forzadamente
otorgar racionalidad al amor, al sexo, al solaz en la contemplación de las bellezas naturales,
para explotar y supeditar al semejante, para mejorar la producción de outputs para atender la
demanda de los sentidos,...). Piénsese en lo siguiente: ¿cuánta madera y trabajo humano se
han utilizado en las llamadas “obras de arte talladas”, para dar gusto a las inclinaciones
estéticas de la dominación? (todas estas aberraciones llegarán a su término en un futuro no
lejano). Desgraciadamente, la inteligencia emocional –este estado prehumano de la mente-
gobierna el mundo hoy por hoy y amenaza con prolongarse: Bush, el Papa, Kapka, Brech,
1734
Autorealización como forma concreta a la que llega el ser humano a través de su praxis histórica, como ser
enteramente modelado según los valores de su “tiempo”, los que necesariamente constituyen el fundamento del
orden a ser superado; estado real, concebido nocionalmente según el carácter del momento en el que se inscribe
una vida: formación de la naturaleza específicamente humana, en los dones de “libertad” (máximo grado de
conciencia de la necesidad, por tanto, de posibilidades de actuación), sabiduría y dignidad.
1735
Es para la inteligencia que “trabaja” la naturaleza como también lo hace el propio ser humano: para el
propósito superior de aquella; de lo contrario devendría en supino egoísmo, que el ser humano aproveche todo
para su felicidad hedónica (incluso las lastimaduras que puede perpetrar sobre la naturaleza, adquieren sentido
necesario, tomada la aseveración en forma cuasi maquiavélica, en la ruta de coronar la cima de la conciencia
absoluta).
1736
Un pueblo puede ser considerado en su índice de desarrollo, en atención a la estructura económica que lo
define; en sentido histórico, en el 2008, Cuba sería el pueblo de mayor desarrollo en el mundo, en la medida en
que el racero comparativo es el socialismo: la cima alcanzada por la humanidad en su progresión, y a pesar de
que el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas se halla rezagado frente al alcanzado en los imperios, esto
es, al margen del índice de la productividad del trabajo: el anterior ratio permite establecer la diversidad de
formas del progreso social.
1153

Madona,... (el otro lado tampoco se salva, pues, la ciencia positiva es indiferente a la política,
la rechaza o es áulica de la política del poder). Por ejemplo, el león ha concluido su vida: se
ha realizado, es decir, lo ha hecho cuando ha cazado y vivido, se ha reproducido (producir las
nuevas unidades biológicas, que deben tomarle la posta) y ha contribuido en el perentorio
establecimiento del equilibro natural; el trabajo de la inteligencia sea natural, artificial, mixta
o cibernética, el ser humano debe realizarlo (poner las premisas materiales para su
efectivización) para superar de modo definitivo su estado animal, debe realizar el don de la
inteligencia en su dilución en la racionalidad general. No obstante, tiene sentido, frente a tanta
arrogancia europea, nipona y yanqui la reacción de los Pueblos Originarios (por ejemplo: de
los americanos) de relativizar el pensamiento Occidental y el reivindicar su saber. Si el saber
del mundo “desarrollado” marcha en la primera línea de la conquista intelectual del mundo, el
saber Oriental es la forma cómo los pueblos de adscripción no positivista en el plano
cognitivo teórico-metodológico, se han imaginado el mundo, han encontrado las relaciones
entre las cosas, han procedido a entender el entorno en cuanto “paso vital para poder
controlarlo” (BBC. Documentales: Odisea en el inicio del ser humano), en su camino para
sobrevivir, mantenerse en su condición de reserva germoplásmica y un día tomar la posta en
el camino hacia su conversión en homo supremus.
En el presente caso –contrariando a A. Toffler-, el marxismo se vuelve prospectivo. Si
se puede elegir: ¿qué opción se tomara? ¿Ser un cavernícola, un esclavo en la antigua Roma,
un siervo de la gleba en los mayorazgos medievales europeos, un simple obrero o un
desempleado en la moderna sociedad burguesa?, o ¿un miembro de aquella generación
humana, que corone la gran cruzada de la humanidad en el Universo, para aprehender su
verdad? En lo personal, la elección se ubicaría en la última posición. Si se mira sin los reparos
sentimentales el trayecto de la historia, claramente se advierte cómo la inteligencia es
“inteligente”, o sea, deviene en la capacidad de producir instrumentos que facilitan la
realización de la vida, de avanzar –luego- a la producción mecánica y, finalmente, a sustituir
al trabajo mismo; la inteligencia es la que libera al ser humano del trabajo una vez que ésta
misma se ha aprovechado de él y de que éste ha conducido la fase más importante de
hominización. La inteligencia garantiza la vida humana y la hominiza, después se libera de la
primera función y pasa a ser la base de la suprema tarea de provisión de la completa sabiduría.
En la forma humana comunista (contrariamente a lo que proponen P. Drucker y sus
epígonos), la tarea casi exclusiva de los individuos libremente asociados, insertos en el
sistema de proveeduría de las máquinas inteligentes, es el conocimiento; es en ese sentido
como se comprende aquí la terminología: “sociedad del conocimiento”.
Como es de dominio público, al interior de la conformación burguesa de reproducción
humana, en concreto, se echa mano de los más inverosímiles recursos, armados de la manida
argucia en torno de la noción sobre “desarrollo de la “creatividad”: todo vale cuando de elevar
la productividad del trabajo productivo, de mejorar la calidad, agregar valor, sostener la
carrera competitiva comercial e impulsar el consumismo, se trata; por tanto, la esfera de la
emocionalidad es actualmente muy estudiada y sobre sus construcciones ideológicas
superficiales se monta la estrategia de manejo de las emociones, para bien del capital. En la
niñez se pueden aplicar los supuestos de la sugerente “teoría” de la “inteligencia emocional”
ligada a la de la “estimulación temprana”, como fundamento de “estrategias” de manejo del
movimiento de los sentidos, de los deseos, de la sentimentalidad, de la operatividad; y, eso
por cuanto en la niñez, en la pubertad y en la adolescencia, la conciencia se encuentra
cursando las etapas de formación, conformación y consolidación, en su orden, por lo que los
sentidos (el animal) gobiernan básicamente la vida en dichas fases; pero sería imposible
manipular una personalidad bien formada de un individuo cincuentón: usarla, dirigirla de
modo evolutivo y conductista, consumista. Es natural, en el último caso: no es posible
instrumentar la política de administración de los sentidos. El ser humano maduro, viejo, por
lo general (y aquí tiene que ver la llamada “cuestión de género”, puesto que es la mujer la que
ha sido cooptada más eficientemente por la ideología del sistema, siéndole más funcional para
los negocios) es el modelo (distorsionado por su experiencia sociopolítica de clase) de la
madura humanidad que se viene, en la que los anodinos sentimentalismos son reducidos,
sometidos, superados (humanidad formada: género selecto, vitalmente actuando en dirección
de otros objetivos y en el marco de relaciones humanas pos burguesas).
En la teoría del “‘valor’ de usufructo”, no se hallan inmanentes las categorías de
“trabajo concreto” y de “trabajo abstracto”, sino la noción: apropiación individual y colectiva
1154

de outputs, en cuanto aprehensión subjetiva de la operación de máquinas en vínculo con la
naturaleza, programadas para llenar la alacena. En estricto sentido: toda la “ley del valor” se
desbarata, puesto que el “valor”, al proceder del trabajo, al hallarse ausente éste en el interior
de la forma de vida postproductiva del posthumano, los outputs provenientes del sistema
automatizado de operaciones, son simplemente elementos natural-artificiales, que se los
alcanza a las manos del ser humano para su uso en el proceso de reproducción vital en el
consumo. El trabajo siempre debe estar revestido de carácter alienado, tanto si se lo mira en
su índole antediluviana: en las profundidades de la historia, en la forma “productiva” vigente
(como actividad que genera plusvalor), cuanto si se lo hace a futuro: en su precaria
perspectiva; su producto extrañado supera dicho carácter luego de desmantelado el proceso de
producción, pero de ningún modo según el deseo que se propone que el trabajo vuelva a ser
esencial (tanto en su naturaleza abstracta como en la correspondiente a su inserción en las
relaciones burguesas), esto es, según el atributo intrínseco de ser factor formador de mayores
grados de hominización; sólo sin trabajo la condición inmanente de realización humana, en
tanto autocontrol de su efectuación, se objetiviza en sus resultados y se supeditan a su ser
como propiedad. El trabajo deja de ser propiedad inmanente, la categoría “valor” sale de
escena: es otra etapa histórica que cursa la humanidad.
La nueva actividad del posthumano, de la metahumanidad, de la “sociedad red”
cerebral (en verdad: la supramodernidad, esto es, continuum moderno en un nivel superior de
ella misma), como se ha reiterado a lo largo y ancho de este opúsculo, deviene enteramente en
la mente; en términos generales, la acción involucra también y sobre todo, a la juventud: a la
fase humana, que tiene el encargo de la historia de trabajar: trabajar en la cama y en la
factoría. No obstante, ¡qué fastidio contemplar, en el presente y en la tendencia, a una
humanidad, cuya mayoría de miembros se dedican a trabajar (algunos) como asnos, a la
diversión y al consumismo, como tareas que entretienen, que ponen los argumentos y la
empírea de justificación de razón de la vida; estos seres conforman simplemente la resultante
de la selección natural-social más graneada de la estructura bancogermoplásmica humana, o
sea, reserva neuronal relativa a estructuras y procesos de auténtica significación para la vida,
ligada a la esfera de la razón. Juventud (“energía”) y “trabajo” colectivo se conjuntan a futuro
para realizar la nueva obra, pues, el cerebro maduro, intelectualmente formado, tiene sus
límites cognitivos frente a la realidad; límites, no en el sentido de fallas ideológicas, de
defectos de concepción tan sólo, sino los dados por la individualidad y parcialidad de la
unidad social mínima de reflexión y producción de conocimiento en la mente aislada.
De modo que, para que la capacidad del cerebro alcance la dimensión equivalente al
tamaño del Universo (de la Materia) como para que el conjunto de actividades de la era del
postrabajo sean productivas, ésta debe dejar de encontrarse aislada, esto es, de realizar el
trabajo intelectual en islotes de las elites pensantes o en cada mundo individual de la persona,
del mismo modo que la realidad debe dejar de reflejarse tantas veces de forma
monótonamente repetitiva en cada cerebro por separado (el “constructivismo”, ¡es torpe!); la
ampliación de la capacidad cerebral en el fenómeno tecnobiológico conocido como
“interface”, pone los presupuestos de superación del límite inmanente al pequeño saber de
cada individuo tomado de forma apartada, con lo cual se da paso a la aglomeración racional
(en la hipótesis aventurada de quién realiza las presentes anotaciones, no es la capacidad de
asentamiento de la memoria adquirida en el cerebro lo que tiene límite –puesto que a nivel
subatómico, existe “espacio” casi infinito en el ADN de las neuronas intermedias del sistema
nervioso central-, sino la capacidad de ocupar y, sobre todo: de usar esa capacidad, la que se
ve restringida). En la conexión en interface entre un cerebro y otro (“cuerpo calloso”
orgánico-artificial; proceso que conformará los dos hemisferios a la manera de su división
natural: los cerebros románticos y los lógicos a escala humana), lo que conoce uno de ellos se
sumará orgánica y lógicamente al del otro y viceversa, dando ocasión a una nueva cualidad
teórica, técnica y metodológica; pero la conexión tanto del banco de información científica, de
la especialidad de métodos del pensar, como de procedimientos de la mente y de técnicas
combinadas entre todo el grueso de cerebros humanos en forma cuantitativa y cualitativa en
un instante específico del futuro, provoca un colosal salto cognitivo intelectivo: una nueva
cualidad de la inteligencia colectiva, de los conocimientos, de los procedimientos del pensar;
a esa conciencia humana universal, se refiere Hawking, cuando sostiene que la humanidad en
colectivo “... entenderá la mente de Dios”; por tanto, el trabajo final queda plasmado.
1155

Un hecho, a juicio personal, reviste importancia, como siempre, en el plano proyectivo
teórico respecto de la especie. Una vez resuelta la cuestión teórica –en el seno del
pensamiento marxista, desde luego- en relación a cómo y porqué debe decesar la forma
burguesa de existencia de la humanidad (mucho más cuando la prevaricación perpetrada en
este documento, asume que el capitalismo está muerto, puesto que se asevera que la clase
obrera cumplió su misión histórica), esto es: 1) autonegación de la forma mercantil burguesa
como efecto del desarrollo de las contradicciones internas: la rentabilidad socava el orden que
lo produce y progresivamente lo anula, en cuanto eleva la composición orgánica del capital (la
historia se estructura, funciona y cambia de modo regular, objetivo); 2) ningún sistema cae
por sí solo (incluso la vida humana se encontrará con la voluntad que movilizará la técnica
para prolongarla y, aún: eternizarla, inmortalizarla objetivamente por cierto trecho), por tanto,
debe receptar el ejercicio de la voluntad, tanto mas para que la acción de la conciencia de
cuenta conveniente del fatalismo; 3) la crisis activa la voluntad de un sector social en sentido
funcional, conservador, mientras que otro segmento humano asume de modo racional la tarea
de encontrar el momento revolucionario y proceder. Una vez aquí, el pensamiento
revolucionario defecciona.
Toda estructura consolidada tiende hacia su autosostenimiento, esto es, pone en
operación medidas homeostáticas represoras de la entropía; se vuelve, en realidad:
conservadora. El pensamiento progresista frente a la formación social capitalista: la ideología
científica revolucionaria comunista, recepta también la determinación de dicha ley, pues,
plantea que la “sociedad” (la humanidad”) debe hacer su ingreso triunfal en la “sociedad”
comunista y quedarse allí otra vez indefectiblemente, puesto que se trataba de la forma de
asociación perfecta (y toda perfección, es racional que se pugne por mantenerla), no
perturbada por las molestas contradicciones histórico-estructurales, orden pleno, de
realización multifacética de la personalidad individual y colectiva, y: nada más. A decir
verdad, puede notarse, que esta noción se queda en el estrecho terreno y marco del juicio
sociológico e histórico, esto es, la misma no se proyecta al futuro y fuera de la esfera terrestre;
empero, este acto de vuelo hacia muy adelante en el itinerario humano, permite encontrar los
argumentos, para reevaluar el pensamiento sobre el pasado y el presente, a la vez que –en él-
el criterio de “identidad” estrecho, se desploma (bancarrota de mayor catadura, que se
produce en la dimensión de las creencias en torno de la llamada “diversidad de identidades y
´culturas´”); pues, si la mente se ocupa de la función de la inteligencia en el plano cósmico del
movimiento de la materia, adquiere claridad todo el proceso humano pasado (y el movimiento
material, concebido de modo agregado): el mismo conviene en ser un conflictivo proceso
progresivo de conformación del sujeto humano cósmico, que debe cumplir la tarea (el
verdadero trabajo humano) de dotar de conciencia al movimiento mecánico-orgánico de la
Materia.
En el pensamiento científico-revolucionario marxista, que considera que la división y
separación entre el trabajo material y el trabajo intelectual, se produce tempranamente en la
humanidad al emerger esta segunda forma de praxis humana: la espiritual; en verdad, esta
separación y especialización de las esferas fundamentales de reproducción, se convierte en
verdadero hecho objetivo una vez que se ha dividido la humanidad en clases inmediatas y
mediatas. Esta contradicción se supera con la supresión del trabajo físico-productivo, en la
robotización, como efecto de la abolición de las clases y con la conversión del trabajo
espiritual en responsabilidad de todos los miembros de la humanidad 1737 . En la realidad se
advierte una tendencia, que induce a considerar como un hecho la anulación de las prácticas
sensitivas como interés del esfuerzo humano futuro. El arte hasta la era capitalista integra el
conjunto de elementos estructurales esenciales en el mantenimiento y evolución humanas: la
fantasía, el deseo, el placer, agrupadas por su carácter mercantil y de realización del placer;
ahora bien, la sociedad madura se simplifica considerablemente: en ella no hay más trabajo
físico, productivo, encargado de atender el proceso de autoproducción de la vida, incluso el
trabajo del pensamiento pasa a manos de las máquinas, por lo que el ser humano aparece
solamente revestido de la aureola de ser el ser más privilegiado de la naturaleza: su culmen
evolutivo y, a la vez, el ser que dio la mano a la naturaleza en su proeza evolutiva, pero que
1737
"A partir del momento en que el trabajo, bajo su forma inmediata dejó de ser la fuente principal de riqueza,
el tiempo de trabajo deja y debe dejar de ser la medida de valor de uso. El sobretrabajo de las grandes masas
dejó de ser la condición de desarrollo de la riqueza general, tanto como el no trabajo de algunos dejó de ser la
condición de desarrollo de las fuerzas generales del cerebro humano" (Marx: Los grundrisse).
1156

hoy (en ese entonces) se mantiene sosteniendo el estado de conciencia natural con labores de
veeduría del trabajo inteligente de la esfera artificial. ¿Es por eso que el ser humano debe
dedicarse tan sólo al placer? Parecería que sí; no obstante, una mente madura no puede
someter la conciencia, la inteligencia, a atender el placer y a utilizar la potencia cerebral
natural y artificial, para que la carne se divierta, se consuele, se disipe, se entretenga, se
realice en la sensación de sus sentidos.
El instrumento más valioso dispuesto en la esfera del trabajo, han sido las manos;
también esta magnífica herramienta, debe entrar en desuso en la producción material e
intelectual (serán recluidas sus funciones tan sólo a las esferas pasionales: “Mano experta en
la caricia, labios urnas de delicias...”). Unas son, sin embargo, las manos que percusionan un
tambor o los dedos que rasgan las cuerdas de una guitarra o que presionan las teclas de un
piano; otras que hacen girar las ruedecillas en un torno o las que anotan el programa
computacional para que el aparato produzca, en forma “autónoma”, dígase: un piñón; y, otras
muy distintas las que simbolizan en el ensayo escrito, el saber objetivo sobre los hechos. De
todos modos, la utilidad dada en el movimiento de las manos histórica y funcionalmente vista,
es buena: la primera sostiene la esfera emotiva de la vida, coadyuva en su conservación y
ampliación; la segunda, desarrolla la técnica, la producción, es razón de avance en el proceso
de hominización; mientras que la tercera el instrumento “manos”, se ennoblece al extremo, al
ser el medio para la materialización, perennización, transmisión y desarrollo de la conciencia.
Sin embargo, las dos labores ya cumplieron su papel; incluso la creación de una melodía y de
su ejecución en un sintetizador, están por prescindir del todo de la actuación del cerebro
humano y de las manos, puesto que se lo puede programar. Las manos: la herramienta natural
más eficiente; en verdad: la madre de todas las herramientas, puesto que incluso han tenido
efectos retroactivos sobre el cerebro, pasan también ellas a ser adorno, después, muy lejos: en
el “tiempo”.
La actividad humana, por un momento, lindará con la perfección. Perfección: puesta
en términos de fárrago mundano, oportunista, utilitarista neocapitalista: sistema de gestión de
la calidad del proceso de la inteligencia humana y pos humana en aplicación de las normas
ISO, en la que el índice resultante de su respectiva auditoria sea el porcentaje total; contraloría
a cargo de una firma consultora auto acreditada: la propia humanidad, una vez que se ha
llegado al tope del proceso continuo de mejoramiento y agregación de valor (proceso,
producto, medioambiente, ya no gozan de sentido práctico, como argumentos que habrán
pasado al cajón del olvido, en los que yacen las nociones de estrategia y competitividad), ya
no es posible renovar el sistema de calidad, pues, éste ha llegado a su tope. En efecto, la
cultura (conciencia y conducta) de la calidad, ha objetivizado el compromiso social (humano)
a fin de alcanzar la certificación en el proceso de gestión en pro de enrumbarse hacia la
perfección. En los hechos, dicho sea de paso, la transición puede ser vista como la fase en la
que la humanidad da los primeros pasos, pone los fundamentos para establecer el sistema de
gestión de la calidad del proceso de creación del sentido universal para la conciencia.
Necesidad, entorno, manos, cerebro, trabajo: cinco componentes de la actividad de
autoproducción de la vida, de desarrollo cerebral, de producción de la conciencia y de su
complejización ulterior permanente; de este conjunto de factores que son razón de la
realización de la vida racional, el trabajo se detrae primero, paradójicamente dando paso al
desarrollo más alto de la conciencia, una vez que ha reproducido la vida material, ha
producido la intelectual y dado origen al substrato ontológico artificial de la racionalidad.
4.5.- LA HISTORIA (esbozo).
Historia: el devenir humano ascensional, hasta develar la verdad de la materia; punto
de partida: la inteligencia (concreto real), punto de llegada: la conciencia (total; concreto
mental); realidad y ciencia idénticas a la conciencia: en ellas concluye (la historia), se elimina,
se anulan.
El progreso de la sociedad es el desarrollo y la sucesión de las formaciones
socioeconómicas. Está condicionado por el avance de la producción. Precisamente esta
última determina tanto la estructura como el desarrollo de cada formación social, la
transición de una formación a otra, y traza la dirección del proceso histórico, al que
imprime unidad e integridad.
1157

… así como todos los ríos, por tortuoso que sea su camino, corren siempre en una
dirección determinada, todos los pueblos, por caprichosa que sea la senda de su
desarrollo histórico, obedece a la lógica general de proceso histórico, determinado por
la acción de la ley de la correspondencia. El régimen de la comunidad primitiva, todas
las formaciones antagónicas, igual que la comunista, son fases lógicas y naturales del
desarrollo de la sociedad.
… la dirección general del desarrollo de la sociedad humana viene determinada por el
progreso de las fuerzas productivas dentro del marco de unas relaciones de producción
concretas y que el período de tránsito de una formación social a otra se efectúa
también con arreglo a una necesidad impuesta por la historia natural… el sentido del
progreso no depende de la voluntad, del deseo o la aspiración de las personas, sino de
las leyes objetivas…
… la línea general del desarrollo de la historia mundial… depende de las leyes que
rigen el progreso de la producción material. La concepción científica de la historia
muestra que ésta avanza pasando consecutivamente de las formas inferiores a las
superiores… Tal es la lógica de la historia universal (Kelle y Kovalzón: Sociología
marxista).
En efecto, a partir de Stalin los rusos entendieron bien, que el desarrollo de las fuerzas
productivas (la civilización, no la “cultura”), no sólo que les daba fortaleza para enfrentar las
amenazas (estrategia F-A, se aseveraría en lenguaje empresarial moderno), sino que
impulsaba a la conciencia hacia su status superior; los soviéticos jamás despotricaron ni
tuvieron temor contra y de Prometeo, contrario sensu se dispusieron a “crear una sociedad
nueva basándose en la ciencia y en la razón”. Ahora bien, esta “linealidad”, esta “construcción
a priori”, este “aderezo”, “este esquema impuesto a la historia”, al que se ha ajustado el
movimiento cronológico humano (sentido dado, que es una exageración de orden personal;
idea lineal de la vida –no del tiempo-: fuerzas productivas, civilización, progreso: el ser
humano nace ignorante y debe llegar al saber absoluto, soberbia que se afirma sobre el
levantamiento objetivo de los hechos reales, respecto de otros pueblos y otras cosmovisiones,
que carecen de cientificidad, pues, aquí no hay lugar para zalamerías o defensa subjetivohedonistas
de la mitología 1738 ), aunque sea materia de virulenta impugnación por parte de los
deconstructivista de pacotilla: ¡es un hecho! Kelle y Kovalzón en su libro (“manual”):
Sociología marxista, en 1982 empiezan ya a asumir conciencia, aunque de modo precario
todavía, sobre el carácter predireccionado que muestra la historia: no en cuanto metahistoria,
sino como proceso cruento de progreso humano dado por “selección natural” 1739 .
La historia de la sociedad… es la prolongación de la historia de la naturaleza. La
evolución del mundo animal preparó las premisas biológicas para la aparición del ser
humano. La sociedad humana nació cuando los antepasados animales del ser humano
comenzaron a pasar a la confección y la utilización de instrumentos de trabajo en su
actividad y a conseguir con ayuda de éstos los medios de subsistencia. La evolución
del trabajo, como modo suprabiológico de interacción con la naturaleza circundante,
engendró la mano y el cerebro humanos, puesto que precisamente la adaptación al
cumplimiento de actos laborales fue creando el organismo humano. El trabajo hizo
también que surgiera un sistema cualitativamente nuevo de conexiones entre los
individuos: el sistema de las relaciones sociales y de las regularidades sociales. En el
proceso y sobre la base del trabajo y de las relaciones entre los seres humanos se han
formado y desarrollado la lengua y el pensamiento, la sensibilidad y la inteligencia
humanas (Idem.).
1738
Este tipo de pensar, no es el resultado de capricho alguno, de la simple especulación; por el contrario, el
referido es producto de la simple observación, seguimiento y verificación de la trama ascensional de la vida.
1739
Se dice que B. Echeverría sostiene que hay varias modernidades posibles; mientras que “… Adorno y
Horkheimer, no admiten ni siquiera la posibilidad de pensar otra modernidad. Según ellos hay una sola
modernidad en general en la que todos los humanos tenemos que cumplir como ´destino´". Estas anotaciones
consideran que Adorno y Horkheimer formulan la idea correcta: no es que existe una modernidad conservadora
y otra liberadora, sino que la modernidad es una fase necesaria (la formación de las condiciones materiales en
las que se enseñoree el mundo nuevo, como papel del capitalismo en la historia) en el curso progresivo de ella.
1158

Una es la historia y otra su teoría (“autobiografía abstracta de la humanidad”). La
historia, como simple abstracción ideológica, constituye la masa de intuiciones y
representaciones en lo atinente al movimiento decurrido de la realidad humana, de la cual, los
hechos actuales, son su resultado. La teoría de la historia, constituye ese banco orgánico,
sistémico de información elaborado (refigurado –Hyndrich Zeleny) por la mente, en la que
se revela la trama y el sentido de la existencia realizada: la esencia y la totalidad (su
concepto). En otro orden de consideraciones, la idea de Historia, en el campo ideológico
común, está ligada a la de “tiempo” y de “espacio”; ese enfoque: es falso, pues, el mismo
recoge argumentos fetichistas: la noción ontologizada de “tiempo” (éste es e influye sobre la
realidad. Verbi gracia: “Existir significa ser en el tiempo” –K. Kosik: Dialéctica de lo
concreto-. No. Existir significa moverse en el movimiento) y la percepción desontologizada
de materia: “espacio” (vacío).
Se retorna a un ejemplo ya expuesto en otro lugar en este mismo documento, a efecto
de refutar una vez más, la valía epistemológica de la noción “tiempo”. Se dice –en Economía
Política marxista-, que la magnitud de valor se corresponde con la cantidad de trabajo
utilizado en la producción (y el salario se paga por horas); no obstante, se debe decir, mas
bien: la cantidad de energía aplicada por el obrero en la producción de un bien; sin embargo,
tampoco esta última aseveración es cierta, ella: también es fetichística. No es energía lo que
aplica el obrero en la producción de un producto, si no movimiento, sea de sus músculos,
como del también músculo cerebral, al pensar.
Cuando el obrero elabora un bien, desgasta parte de la materia que lo constituye; es
por eso que una vez que tiene sed toma agua (materia), al experimentar hambre se sirve
alimentos (materia), mas no energía (y no es cierta esa conversión misteriosa, que se dice que
ocurre en el sistema digestivo, de alimentos en energía –respiración, oxidación y reducción,
no son eso-; en ningún momento ocurre tal cosa, dado que proteínas, carbohidratos, aceites,
minerales y vitaminas, se desagregan en unidades menores y se recomponen en otro tipo de
materia macro orgánica, pasan a formar parte de la materia corporal (músculo, piel, huesos,
adiposidades, queratina) o actúan como catalizadores de los procesos, en su orden; luego, no
es que los alimentos se transforman en energía en el vientre y luego pasan a ser, por ejemplo:
músculo). Tampoco se gasta “tiempo” (the time is money, not is true).
Se podrá decir, que los robots que trabajan a pilas, sí toman y consumen energía (el
enchufado a un toma corriente para que se recarguen lo demuestra; empero, eso está por verse
si es así). En lo personal se asume (sin poder demostrarlo experimental y empíricamente), que
la energía eléctrica no es energía sino un tipo específico de movimiento de la masa electrónica
(electrones), luego, también un acumulador, una pila, una batería, lo que almacenan es una
propiedad particular de la masa, más no energía. Masa, propiedades y movimiento: están
siempre, ineluctablemente de por medio en el funcionamiento de la realidad; luego, dicha
realidad debe reflejarse en la conciencia y no otra. En lo tocante con la noción de “espacio”,
para el criterio de ciertos físicos, el llamado “espacio” al interior de la tierra, está lleno;
respecto del “espacio” sideral, se dice que tampoco está vacío, pues, de estarlo, advendría el
fenómeno de la implosión: toda la materia cósmica se precipitaría sobre él y el Universo
colapsaría; ahora bien, “espacio” es la “materia blanda” y, como tal: no está vacío (la luz no
viaja en la nada).
El movimiento en el interior de los procesos vitales es continuo, lineal, de atrás al
después; en este despliegue ininterrumpido tienen lugar los procesos conformados en
estructuras (estabilidad relativa); estos procesos preestablecen la eclosión del concepto de
“historia” en su realización y sucesión, y de “historicidad”, en cuanto son y han dejado de ser,
para dar lugar a otros nuevos. Los procesos acumulativos de la realidad la complejizan, con lo
cual lo multilateralizan ampliando, a la vez, los horizontes (como ocurre con la programación
informática que va de lo simple a lo complejo); ya muy bien se sabe, que estos procesos no se
producen de modo simplemente evolutivo, sino a saltos: la sucesión de estas rupturas da la
historia periodizada, momentos diferenciales que (ahora se ve) constituyen etapas progresivas
de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento (historia de las ideas: historia de la “lucha de
clases”).
Althusser (Althusser, Louis: Para leer El Capital; filósofo marxista argelino-francés
muy criticado en su “tiempo” por otorgar más importancia al rigor científico del marxismo,
sin embargo, el filósofo está en lo cierto dentro del ámbito estricto de sus preocupaciones
filosóficas sobre el marxismo: objeto, método, concreto mental y validación) sostiene: “el
1159

marxismo no es historicismo” (no es progreso de las fuerzas productivas: “en las sociedades
de clases sólo hay producción a condición de que haya explotación”). Y tiene razón, en parte,
pues, el plusproducto permitió el desarrollo humano; este excedente fue efecto del salto en el
nivel de productividad del trabajo; ahora bien, tal “índice” solamente podía venir de dos
fuentes en actuación por separado o en coalición: el desarrollo de las fuerzas productivas tanto
materiales como humanas (conocimientos, destrezas, organización, planeación). El marxismo
aparece en un momento evolutivo del mundo, en que se han creado las bases materiales
requeridas para proponer una teoría general sobre el movimiento humano y también del
relativo a la naturaleza; y, una vez sentadas las bases, el marxismo teóricamente se desarrolla,
esto es, se amplía con retraso algunas veces, de modo paralelo a los hechos otras y por
anticipado en unas terceras (cuando se prospecta de forma materialista), según el movimiento,
desarrollo y cambio de la realidad.
Si bien Marx y Engels anuncian la superación venidera de sus propias ideas (J:
Derridá); esta autocrítica, esta conciencia de la transitoriedad, de la historicidad de su propio
pensamiento, se cohonesta tan sólo con la “conciencia de sí”, que se halla encarnada en la
teoría del modo de producción o, de forma más concreta: de la formación social capitalista
(como de las que le precedieron y han resultado ser otras tantas progresiones necesarias hacia
ella): como una etapa en el curso que da lugar a otra forma superior de civilización: la
civilización del “’valor’ de usufructo y la plena racionalidad”, efecto abstracto de supresión
conjunta del “valor de uso” y del “valor de cambio”, en la que el “´tiempo’ de trabajo” es
exiguo y el ser humano, puesto al lado del proceso de producción, se dedica tan sólo a
aprovechar de la fuerza productiva material constituida y al dominio y conocimiento de la
naturaleza. Tiene significado también, en su constitución política; en efecto; “Presentando al
marxismo como un historicismo, Gramsci pone el acento sobre una determinación esencial de
la teoría marxista: su papel práctico en la historia real” (Althusser, Louis. Para leer El
Capital).
Sin embargo, esta forma relativa de ver los hechos, las relaciones sociales en su estado
de negación y cambio, es propia solamente para un período de la vida humana; pues, como
Darwin, que postuló la estructura actual de las especies como el “devenir para sí” de las
formas anteriores y de éstas hacia las nuevas pertenecientes al futuro (hasta concluir en el ser
humano, por supuesto) en la teoría de la Evolución de las especies por selección natural, el
marxismo constituye pensamiento que rebasa la historia, en la medida en que en él se postula
la ley de todo el movimiento humano: de las formas precapitalistas y de las etapas del “ser”
del género, que se hallan a la vista. Y aquí juegan papel crucial y necesario la necesidad y la
inteligencia, en el interior del “cruce de variables”, de la contradicción inmanente, en la que, a
través de la praxis, la conciencia se vuelca en fuerza productiva material: su desarrollo rebota
sobre la idea y eleva cada vez a un peldaño mayor a las relaciones sociales.
El “tiempo histórico” solamente define la coyuntura de existencia de un momento en
el que existen las condiciones específicas que generaron una forma paradígmica ideal; por
ejemplo, para el caso de Marx: ligero período histórico en el que estuvieron puestas la
condiciones para entrever el proceso histórico como tal, en toda su magnitud; mientras que el
“espacio” constituye el encuentro del ser humano con las completas condiciones presupuestas
para su existencia: para el cumplimiento de su fin (el ser humano integra “para sí” a toda la
realidad existente, anula las oposiciones y crea los órganos que le faltan en el proceso hasta
llegar a ser multilateralmente sistema –dixit C. Marx): la realidad, cada vez más adquiere
sentido, en el sentido autocomprehendido en las leyes que presiden el desarrollo de la materia,
cuyo artífice es el ser humano. Por tanto, el marxismo es el pensamiento objetivo, científico,
que ha rebasado las épocas en cuanto las ha captado: las ha topado con las “propiedades de lo
psíquico”, las ha hecho conciencia, en el estrecho horizonte de su propia historicidad.
La pretensión de eternidad la ha observado inveteradamente el agente burgués, el cual
proclama fija, intemporal la forma social en la que éste se reproduce: su historia como
continuum evolutivo sin cambio, no periodizable y, por tanto: también son eternas las
categorías abstractas, ideológicas, empírico-subjetivistas con las cuales realizan (a su modo)
la comprensión positiva de su ser. Dicha declaratoria la han formulado y sostenido también
sus correlativos representantes ideológicos religiosos, al sostener que la historia está
constituida por dos etapas: “antes de Cristo y después de Cristo”. El materialismo filosófico
marxista sostiene, en cambio, que el devenir humano se produce a saltos (“… la historia tiene
que ver luego, a este nivel, con el corte de este continuo según una periodización
1160

correspondiente a la sucesión de una totalidad dialéctica con otra” –Altusser, Louis. Para leer
El Capital), que existen tres grandes hondas largas: antes del ser humano, con el ser humano y
después del ser humano (el vacío, la nada: ausencia de la conciencia), porque todo lo que ha
nacido lleva en si la impronta inherente a la dignidad de su propio deceso.
Marx declara que “deben historizarse las categorías de la economía burguesa para
comprender su naturaleza, su relatividad y su transitoriedad”, pues, “éstas se hallan
históricamente determinadas”: el movimiento que les hizo nacer es el mismo que debe (lo ha
hecho) hacerlos decesar (la lucha de clases, el desarrollo de la conciencia, la praxis
revolucionaria y el progreso de las fuerzas productivas materiales, son los agentes). La
historia es histórica, en su condición únicamente inmanente, en cuanto naturaleza humana. Es
debido a la existencia y al uso de las condiciones de existencia creadas por las anteriores
generaciones, las cuales toman y desarrollan las presentes generaciones, por lo cual éstas se
ponen en contacto dando continuidad a la vida, hecho por el cual asume sentido de realidad la
historia. Solamente existe la “ciencia de la historia” penetrada por el principio del
historicismo, es decir, las ciencias componentes del saber total se encuentran en constante
movimiento, cambio y desarrollo; no obstante, en el proceder que capta toda la trama de la
vida racional, se inhibe dicha determinación.
La historia (el devenir humano ascensional, hasta develar la verdad de la materia) la
hace el ser humano puesto en el mundo, esto es, con su presencia y praxis, con arreglo a las
leyes de éste y de modo consciente. Su rumbo lo lleva al saber total; su pasado es eso: la
función (línea) resultante de zigzag conducentes hacia el telos. Al final seguir (desandar lo
andado, puesto que después de la perfección, solamente queda el abismo en frente –dixit J.
Baudrillar: La ilusión del fin) o persistir es decisión del ser humano convertido en “deidad”.
La historia también está relacionada con el lugar en el que han tenido ocasión los hechos (al
ser el género una sola humanidad, este sitio es el mundo): el “espacio”; pero se ha dicho
también, que la palabra “espacio” es teóricamente viciosa. En realidad, “lugares geométricos”
son los que se hallan implicados en los procesos de la práctica de la historia, de la “ontología
social”, mas no “espacios”. Por tanto, los términos “espacio/tiempo” usuales en la teoría
respecto de los procesos históricos, no surte efecto.
“Tiempo histórico” o “espacios” de acumulación o recolonización, como normalmente
se dice en textos de Economía Política, que vinculan las condiciones en las que emergió una
escuela de pensamiento específico, o de modo como se sostiene en las modernas teorías de la
“desconexión” (intervención del “análisis espacial” en el movimiento de acumulación del
capital; “compresión del espacio/tiempo” -Harvey, David: Geografía de la acumulación), son
también un exabrupto. “Tiempo histórico” connota un momento específico del movimiento,
de los procesos, de la praxis de la “lucha de clases”; la incorporación del factor espacial, en la
elucidación del papel que juegan los soportes urbanos y rurales en el proceso de acumulación
–en cambio- induce comportamientos ideológicos empiristas y racionalistas en la
investigación, en la medida en que una variable formal ha sido transformada en esencial en el
análisis: el capital tiene historia definida, pero no tiene “espacio” sino espacialidad, esto es, el
ámbito terráqueo comprehendido, en el que se halla ubicada la fuerza de trabajo: el sujeto de
valorización.
Ahora bien, el sentido de todo el ajetreo humano se puede resumir en una sola
expresión; expresión: penetrada de halo mesiánico, que recoge, parafrasea, las aseveraciones
sobre su papel en el mundo proferidas ya tiempo atrás por boca del septuagenario caudillo
ecuatoriano, populista-conservador, cinco veces presidente Dr. José María Velasco Ibarra: el
marxismo tiene la misión de sacar a la humanidad del caos al orden, mientras que la
humanidad, de este modo rescatada, debe hacerse con la tarea de imponer la determinación
sobre la supuesta indeterminación cósmica.
4.6.- NUEVAMENTE: LA HUMANIDAD ANTES, HOY Y LUEGO.
4.6.1.- APRECIACIÓN GENERAL.
¿Qué le pasa a la humanidad, por tanto?
¿En qué etapa de su movimiento se encuentra ésta? 1740 .
¿Cuál es el sino de la misma?
1740 Sociedad red, posindustrial, posmoderna, del conocimiento, de la espiritualidad, de la inteligencia,...
1161

De modo esquemático, el conjunto de anotaciones, en materia sociocosmológica e
histórica, realizadas a propósito de la elaboración de este documento, pueden comprimirse de
la forma siguiente:
- Antecedente:
- Conformación antropológica, antropocéntrica y antroposocial del ser humano.
- 1917: Revolución Socialista de Octubre.
- Fin de la “modernidad”.
- Eclosionan las Bases para el cambio del sistema (capitalista): bipolaridad real efímera
(capitalismo-Socialismo).
- Inicio de la fugaz forja del “ser humano nuevo” en una porción geográfica planetaria
(Oriente), en una fracción social (ex Bloque Oriental), a nombre (casuística) de toda la
especie.
- Realización plena de la teoría científico-revolucionaria Marxistaleninista, de la actuación
proletaria y de las relaciones socialistas reales.
- 1956: concluye la experiencia socialista, humana y territorialmente focalizada
(estructuración del momento tetradizado capitalista global: EU, Europa, Japón, URSS).
- Se han puesto las premisas para la transformación “automática” de la sociedad; la época
de las revoluciones proletarias, llega a su límite.
- Inflexión real:
- Dos hechos: económico y político-ideológico, desplegados en coherencia determinada,
tienen ocurrencia:
- Económico (fuerzas productivas):
- 1969: agotamiento del patrón industrialista - cambio de modelo: el toyotismo
reemplaza al fordismo - producción flexible, creativa, cualitativa - automatización,
robotización en camino.
- Político-ideológico (relaciones sociales):
- 1968 (Mayo francés) 1741 :
- Inicio del paso de la “revolución proletaria” a la “subversivo/mundana” (“vía
ciudadana, intelectual, latinoamericana” de completamiento de la transformación
humana).
- 1989: caída del Muro de Berlín.
- 1993: desarticulación de la ex URSS y del ex Bloque Oriental – unipolaridad
efímera (incorporación subordinada del capitalismo socialdemócrata monopolista
de Estado de la ex URSS, en la cadena imperialista tetrádica globalizada: en el
cauce común del desarrollo capitalista) – inicio de la subfase neoimperialista,
transicional (“posmodernidad”).
1741
En Ecuador –y se tiene la impresión, que se trata de un fenómeno propio del occidente neocolonial; caja de
resonancia de la supremacía mundial: su burguesía adscribió al modelo económico neoclásico, el Mayo
francés tuvo sus epígonos-, sectores de “intelectuales”: poetas -¡bah!-, comediantes, “culturalistas” en
general, magnificaron ufana, alegremente este hecho: cuenteros y sus áulicos –tzántzicos- (sectores juveniles
que no tienen conexión directa con la matriz de la reproducción material de la vida de la sociedad –que no
participan de los procesos de trabajo industrial-, por el contrario, que usufructúan de becas con las cuales han
financiado su modo de vida exótico particular, estamentos que –en consecuencia- viven directamente de la
narrativa realizando tareas administrativas e intelectuales de reproducción del sistema, han propiciado,
aplaudido y adscrito al “escándalo”), sitúan en el momento anómalo, el derrumbe del marxismo que estos
sectores denominan dogmático (la desestalinización), la eclosión del pluralismo, la impugnación del realismo
social, la crítica al racionalismo (Sartre por su parte se atrevió a cuestionar a la “razón dialéctica”), la
proclama –otra vez- de la libertad (por parte del filisteísmo pequeñoburgués, que en lugar de tomar las armas
se dedicó a folclorear, a declarar el cambio golpeando el tambor; son corresponsables de la no consumación
definitiva del cambio efectuado por el proletariado). Pero la circunstancia es, en realidad, epifenómeno de la
reacción burguesa, constituyendo su expresión viva las conductas anárquicas, de revisionismo, que se ganan la
intelectualidad y la juventud (el fundamento material de esta conducta deviene del éxito de la política
keynesiana de regulación del capitalismo, el cual se hallaba dando coletazos todavía a finales de la década de
los 60 del Siglo pasado, preludio –a su vez- del ingreso del género en la era de la electrónica, de la información,
de la forma flexible, cualitativa, creativa de reproducción del capital, en la que se hace de prioridad la gestión
intelectual y burocrática). En suma, es el momento de reflujo necesario del proletariado una vez realizada su
gigantesca obra, del flujo del revisionismo, la arremetida de la ideología oficial encarnada en la “juventud”
(aquella estudiosa, becada); el rearme de la reacción, la reafirmación temporal del proceso liberal de
desarrollo de las fuerzas productivas tendiente a concluir su obra (liberar del “yugo” del trabajo –sobre todo
del físico- a la humanidad, mediante el afincamiento global del fenómeno conocido como “automatización”).
1162

- Las “cuestiones”: mundial (tecnológico-democrática, filosófico-formativa y
ontológico-ambiental) y humana (el rol del ser genérico en la nueva fase),
adquieren corporeidad intelectual.
- Subsecuente:
- La transición.
- Operación plena del poder subversivo/ciudadano: empoderamiento social de los
procesos, emergencia de la “supramodernidad”.
- Superación de la crematística económica capitalista mercantil neoclásica
(abstracción definitiva del trabajo humano en general: en todas las esferas y para
todos los miembros del género de ese entonces).
- Se han establecido todas las condiciones para la actuación y despliegue de la
inteligencia: “acumulación social” necesaria, automatización del proceso de
provisión de los satisfactores para la reproducción de la vida: el ser humano ha sido
liberado del trabajo físico; los nexos humanos se estructuran en coherencia con la
nueva ontología “social”: relaciones humanas de coexistencia (la fetichística,
eufemística, clásica palabreja: “democracia”, es reemplazada por la noción:
“democovivencia”)
- En frente: la comunidad robótica de consumo, pertrecha al ser humano in abstracto, para
realizar y confirmar su optimidad como “genio y figura”: la razón cósmicofilosófico
esencial de la presencia humana, esto es, completar la estructura de su
autoconciencia y dotar de ésta a la realidad, en cuanto tal (en una ocasión hace ya
casi 30 años –por 1980-, cuando la persona que garabatea estas líneas tenía 20 años
y cursaba la Universidad, se le ocurrió preguntar al profesor de Materialismo
Histórico: “¿qué venía luego del comunismo?”; el catedrático -Ing. Ernesto Erazo-,
supo responder que: “no se sabe”).
[¿En qué términos trata la visión del “centro” del mundo, de los anillos
“desarrollados”, tecnificados –de los voceros de la alta tecnología-, especímenes pos
industrializados, al ser humano, puesto en perspectiva? (versión del sector mentado que, sin
embargo, se ubica más cerca de la verdad). La evolución artificial (la “cultura”) está
produciendo una entidad humana superior –se dice en documentales de televisión-: la
metahumanidad. En otro orden de procesos se arguye, de modo análogo, que las unidades
fundamentales de la vida: las células, se han multiplicado, especializado y asociado, para dar
lugar a la formación de organismos complejos, completos, con conciencia; con las personas se
halla en curso la fase última de un proceso de orden paralelo: la estructuración de un súper
organismo humano global. “La combinación de cerebro y computadora (adición del poder
computarizado al cerebro: memoria y habilidades extras, actualización automatizada
permanente, gracias –por supuesto- al poder de la computadora adosada al cerebro), permite
clonar la conciencia, sacar su respaldo –obviamente, puesto el hecho en sentido ahistórico
y sistémico-, instalarlo o reinstalarlo en entes diferentes al original (la conciencia real –e
incluso: la ideológica- podría ser depositada en la red neuronal de un organismo cibernético)”.
“La sociedad está transformándose a una velocidad sin precedentes”; este fenómeno es
percibido por los sectores periféricos de las metrópolis, como: “el fin del mundo”; “pero –se
responden las elites intelectuales-, “es el fin del mundo, tal cual la humanidad lo conoce”.
No obstante, en los dominios de la seriedad, el llamado “cambio de civilización”, trata
simplemente con el acto de plasmación de la forma superior de civilización en la humanidad y
en el mundo entero; este hecho se refleja de modo directo y fenomenológicamente en el
cerebro, el cual aparece –por tanto- como un simple episodio caótico, sin dirección, sin
determinación (ilusamente se recurre al principio encerrado en el “movimiento browniano” de
partículas para connotar subjetivamente la conducta humana desordenada). Esta conclusión,
en cuanto concepto, en concreto es la proyección de la realidad en la conciencia, de manera
siempre invertida, en la medida en que en dicho acto de la mente se prescinde –en la
aprehensión cognitiva- de las categorías del Materialismo Histórico; esta omisión deliberada
–debido al carácter de clase de la alta tecnocracia de los países centrales- o inconsciente
–producto de la especialización y sectarización del saber, que normalmente impera en estos
círculos- hace de la reflexión un acto banal, pues, la misma tan sólo se queda en los productos
de la inferencia provenientes de la asociación de variables secundarias, referidas solamente al
1163

movimiento de las fuerzas productivas per se, es decir, se hace abstracción de la influencia
histórica –sobre ellas- de los conflictos intrínsecos de la humanidad, sobre todo de su etapa
social. El cambio de una forma humana por otra, constituye producto regular, esto es, le
precede legalidad; estas leyes (de movimiento) son dos: 1.- la ley del desarrollo progresivo de
las fuerzas productivas y, 2.- la ley de la lucha de clases; en suma, proceso de determinación
material –efecto de objetivación de la inteligencia en instrumentos que encaran nuevas
necesidades-, de toma de conciencia y operación de la voluntad conducente a superar la
explotación y conferirle un nuevo orden al mundo; en ese sentido, quizá tenga razón J.
Posadas, cuando asevera que los extraterrestres deben ser una civilización superior, es decir,
comunista].
Comprender la “cuestión humana” (no en la connotación estrecha de “problemática”
aparejada a dicha expresión –o sea, como contradicción intra humana territorializada que
cuestiona al poder-, sino en la de su relación con la necesidad cosmo-histórica), para mentes
ubicadas en el seno mismo de la etapa del género de dinámica producción de conocimientos
como del vertiginoso progreso de la técnica en la que se ha ingresado (de cambio
imperceptible en las relaciones sociales: la transición), implica asimilar correlativamente los
saberes cientificista-positivistas y el marxista, en el contorno de un nuevo acto de la mente de
generalización integral: la Cosmología y la Sociología Política. No obstante, la segunda
exigencia deviene bloqueada por los devaneos descentralistas de la conducta perceptiva
adosada a la noción de posmodernidad; mientras que la primera es presa del inconveniente de
hallarse inscrita en la admonición de Newton: “Física, cuídate de la Metafísica”. ¿Cómo
“sociologízar” a un Físico? ¿Cómo “cosmologializar” a un Sociólogo? –excepción lo fue el
gran Federico Engels- (la “Teoría para todo”, exige trasponer esta barrera, este atavismo, esta
unilateralidad; empero, necesariamente se requiere superar las bases materiales de este vicio:
las relaciones residuales burguesas de producción). La tendencia natural de la mente –su
extrapolación- hacia la formulación de “grandes paradigmas”, tiene la palabra (el ascenso
estructurado de la dimensión simple hasta la compleja, es la determinación en consuno con la
operación del principio de la “autonomía relativa” de la conciencia).
En la expansión reflexiva del patrón de ideas expuesto, deben añadirse ciertas
aseveraciones concebidas en perspectiva generalizadora. A grandes rasgos, con la instalación
de las condiciones básicas necesarias para el despliegue del ciclo orgánico-consciente de la
materia en el Universo: 1) la naturaleza concluye el proceso de conformación de la vida
orgánica superior, habiéndose iniciado con los “coacervados” en dirección del homo sapiens;
2) el ser humano –luego- disperso etnográficamente en diversos lugares del planeta, produce
ideas e instrumentos, el móvil en esta caso ha sido el propósito de garantizar y de mejorar el
proceso de simple sobrevivencia; 3) el ser humano, de manera clasista subsiste y progresa:
genera –en el marco de relaciones mercantiles competitivas- todo el conocimiento y el
sucedáneo del trabajo: la producción mecanizada, automatizada y robotizada (en un momento
dado, de igual forma como ciertos pueblos primitivos no contaban con la esfera espiritual de
la existencia, puesto que el trabajo físico totalmente absorbido por las necesidades ligadas a la
sobrevivencia material lo impedía, a futuro este mismo trabajo reduce el “tiempo” que puede
ser asignado a las labores de la esfera espiritual); y, 4) el ser humano ingresa (lo está
paulatinamente haciendo) en la era denominada de la “espiritualidad”, esto es, deja atrás la
forma social burguesa en la que el proletariado ha inseminado las determinaciones de la
“comunidad covivencial” –“democovivencia”: los problemas que experimenta la
democovivencia, se superan con más democovivencia- (renuncia a la esfera que le formó
como ser humano: el trabajo), la cual tiene por objeto posponer la constitución genérica e
instrumental, continuar el desarrollo de la vida en el plano de la satisfacción de necesidades
hedónicas del espíritu, pero, sobre todo, redondear el conocimiento, profundizar la esfera del
desarrollo técnico, a fin de otorgar sustento empírico a su saber, hasta ese entonces filosófico.
En la coyuntura, sin embargo, la humanidad se encuentra entretenida, enredada en el
acto colectivo de resolución (en verdad: en el proceso de cristalización definitivo, de los
presupuestos de la herencia legada por la lucha marxista proletaria) de la contradicción más
cercana y fundante, de apertura y ejercicio inherente a la etapa de forja de su destino superior:
superar el reiterable status de sus minucias conflictivas clasistas, el ejercicio de la dominación
de un reducido sector poblacional sobre el resto y el efecto de enajenación, del predominio de
la estructura ilusoria en la esfera espiritual. Los aciagos momentos en curso, abren la senda
para que tenga lugar el despliegue pleno de la potencia singular específicamente humana: la
1164

inteligencia, a fin de proceder –con ello- a transparentar de modo más elocuente y efectivo el
secreto críptico de la verdad de la realidad (su ontología, su fisiología y su “visión de futuro”).
Sobre la circunstancia coyuntural siempre, es plausible suponer, que dicho tránsito no puede
ser amigable, que el mismo se deslice quedamente por una calzada libre, horizontal: de
diálogo racional y de consenso; en realidad, la historia, a pesar de que ha dejado de ser –en la
mente, en la voluntad, en la aspiración- letalmente cruenta, siempre tendrá como su partera a
la violencia (el empoderamiento, también es un proceso fatídico).
Strictu sensu, en la vida en curso, el porvenir se enfrenta de modo extensivamente más
paradójico al pasado; por ahora las victorias, las consignas, los decibeles de las voces de
aliento en el globo, se encuentran en equilibrio; y, en ciertos tramos del forcejeo, parecería
que la posición conservadora retardataria, tuviese mejor semblante y actitud (un nuevo reflujo
coyuntural en los saldos de la lucha social, es evidente: la mitología se sostiene en
Medioriente; en Europa avanza el modelo desconstructivista del Estado Social, a medida que
cuaja el proyecto unionista de los estratos dominantes; en Argentina, en Brasil, en Bolivia, el
proceso gramsciano constructivista empoderante, desmaya; Chile: “bien gracias”; Paraguay,
Uruguay, recién empiezan; China marcha rauda sobre su proyecto imperialista reflejo). No
obstante, la dirección de la ruta ha sido –señalada- marcada (por el proletariado, por el
socialismo, por la determinación histórica). En la vertiente inmovilista de los hechos, la cual
tiene el mérito sin embargo, de haber puntualizado la percepción Occidental de Aristóteles, de
Galileo, el prurito tecnocrático, la razón instrumental, el positivismo de la ciencia y de la
técnica, como medios prometeicos necesarios en la evolución de la razón progresiva humana,
razón aséptica una vez pospuesto el marco de intereses económicamente liberales, se advierte
una dinámica realización de movimientos (ejercicios en las base militares alrededor del
planeta), en el afán de anular el “poder de las fuerzas que han desatado con sus conjuros”, las
cuales amenazan con volverse en su contra: la tecnología en manos terroristas, el pensamiento
evangélico vulgarizado y la actuación del segundo real poder: la opinión ciudadana
(Saramago).
Las premisas en virtud de las que se pone en pie la praxis de realización de la
“cuestión humana”, deben ser puestas oportunamente en el mundo, en la medida en que ellas
constituyen el presupuesto material de la “sociedad” y de que, de alguna forma también, lo
son de la fase humana conformada, que debe desenvolverse completamente en la esfera
espiritual: 1) desarrollo al límite de la técnica (el “no robar, el no mentir y el no ser vago”, es
un fárrago nocional, que se le opone); 2) masificación global del saber científico (en este
aspecto, el ser humano debe luchar contra sí mismo, pues, se halla compelido a desbloquear la
minucia de querer elevar las posiciones empiricistas, vulgares, propias de la primera etapa del
conocimiento, en suma: el conocimiento común, a la categoría de saber racional); y, 3)
establecimiento del lugar geométrico, trinchera a partir de la cual realizar el acto de
completamiento de la razón (a futuro, incluso no puede ser la tierra el locus, a la que hoy tanto
se la protege, con sobrada razón, pues, es la casa natural, fundamentalmente de los pobres).
Esta “cuestión”, en principio, debe resolverlo el “portador material” de esta tesis, incluso de
modo inconsciente y en entredicho con su razón: la ciudadanía orgánica, subversiva, que se
empodera de la técnica, de las decisiones que gestan los nuevos procesos, tal como ya se
advierte y se ha dicho.
La forma “sociedad” de organización de la humanidad concluye y, al hacerlo, se lleva
todos los componentes a través de los que fue. En la “sociedad” que se presiente, los delitos
pasan a ser una excepción, tan sólo el producto raro de conmoción cerebral fóbica. Se
entiende, que la delincuencia tiene como base a la diferenciación social en las agrupaciones
humanas clasistas, como efecto de las contradicciones entre la escasez y la abundancia, entre
la escasez y la necesidad, entre la necesidad de la abundancia de generar carestía masiva de
modo de poder disponer de trabajo (paro programado, de abaratar el valor de la fuerza de
trabajo) y reproducir las clases (hecho que se produce en el seno de la misma empresa y al
cual la superestructura lo asegura). Es obvio, que renacerá el llamado Derecho
Consuetudinario (sus principios), los usos y las costumbres imperantes en las primeras formas
humanas asociativas de bajo grado de desarrollo de las fuerzas productivas, todo lo cual será
acomodado a las necesidades de la humanocovivencia de ese entonces y a la “visión” del
conocimiento, de las posmodernas (supramodernas) hordas. La conducta normativa va a
mantenerse: la formulación de reglas técnicas, sobre todo para proceder de modo colectivo;
cláusulas de correlacionamiento, del acceso al producto, de coparticipación en la esfera
1165

cognitiva e investigativa; preceptos para organizar el “trabajo”, para prever, prevenir y
procesar, excepcionales controversias, para regular la vida en aquellos aspectos que de modo
racional y espontáneo no puedan hacer pie.
En actitud de dispendio parafernálico sobre lo expuesto, comportamiento éste, que
puede ser denominado –pues lo semeja-: una tautología prospectiva (una persona muerta
–que se dispone a morir-: pierde la vida, deja de respirar, deja de comer, si es capitalista: deja
de explotar –hereda este mal carácter-,...), la sociedad se ha constituido históricamente (luego
de haberlo hecho de forma natural, de modo inherentemente soberano, de manera jurídica) de
modo consciente y prospectivamente necesario. El Derecho Positivo cesa 1742 ; el Internacional
se ve rebasado por el patrón de movilización, del dinámico proceso de contacto entre grupos
en la esfera; emergen nuevamente los sachen (los caudillos, el consejo de ancianos). Fin de
Montesquieu, de Rousseau, de Voltaire, de Hobbes, de Maquiavelo, de Sum Zu, de
Cabanellas; de los 10 Mandamientos; del no robar, del no mentir, del no ser vago. La esfera
del aprovisionamiento privado (de lo privado –sic) concluye (ese cúmulo de decisiones:
producción particular, los contratos entre personas naturales o jurídicas, el mercado, el
aseguramiento privado en la acumulación: el derecho encaminado a garantizar esa riqueza, la
libertad individual). La esfera comunitaria (de lo público –sic) formalmente pasa a ocupar su
lugar (de la dimensión privada –es obvio, no de la esfera particular de realización de las
necesidades orgánicas vitales personales, cuando también el interface cerebral superará la
esfera privada de la mente, volviéndola también “social”, pública), esto es, la necesidad de
desarrollar la formación de “´capital´ social” (infraestructura, “activos” de uso colectivo) y los
servicios comunitarios de reproducción de la vida, que ahora no vale por sí misma, es decir,
mientras sirve para alcanzar la felicidad comprendida en su realización tal como comúnmente
se conceptúa el hecho, sino como instrumento de efectivización de la inteligencia, del
conocimiento (de paso debe decirse, que todo el proceso de transformaciones, que llevan
hacia esta meta en el nuevo itinerario humano, se denomina transición).
En sentido teóricamente parcial, esta “cuestión” –mundial- (esta transición) se
encuentra frente al límite comprehendido en el cuasi aforismo: “la realidad vieja se resiste a
dejar el mundo de los vivos”, merced a lo que la dialéctica de la negatividad se ve impelida de
enfrentar a la sinrazón histórica. En rigor, el cometido inherente al aspecto hasta ahora
principal, conservador y dialécticamente positivo en el recurrir humano: el sistema burgués y
su segmento social fundamental, está logrado; su presencia ha perdido sentido, por tanto,
deben ser retirados: se han ganado el derecho de descender al Averno; en realidad, deben
transformarse en su opuesto. Ahora bien, la ancianidad longeva, se protege a sí misma (lo
viejo persiste ya no a la manera del “Cono Sur”, en América Latina), en la medida en que sus
raíces se resguardan en el orden sistemático de su configuración (contratendencias que se
activan solas en la formas plasmadas de la vida –“todas las generaciones moldeadas a imagen
y semejanza del sistema burgués”: aquellas que han vivido en él y que no conocen otra forma
de ver y de ser, el y en el mundo, integran el destacamento dispuesto en el fuerte), hacen
frente a tendencias que buscan su cauce estructural (el parricidio –no obstante- no es un nuevo
Octubre de 1917), y positivamente accionan por la experiencia y el prurito de ser todavía,
pese a haber dado ya todo lo de sí (de haberse concretizado); en realidad, lo producido se
“desproduce”, para no permitir su “reproducción” caduca, para proceder a producir lo nuevo
tomando como materia prima algunos resultados de la producción anterior (las fuerzas
productivas altamente desarrolladas): eh ahí la “’estrategia’ deproductiva”.
El desalojo de la generaciones vivas –sobre todo de las viejas- es un requisito
ideológico sine qua non histórico, necesario, doloroso, que debe registrarse (en verdad, esta es
una determinación del propio movimiento de la realidad; siendo ésta, otra circunstancia por la
que se puede imputar el atributo –ciego- de la sabiduría a la naturaleza) a efecto de que se
ubique plenamente en los hechos, la nueva pretensión utópica, pues, éstas deben llevarse
consigo la experiencia de la sociedad conflictiva (dixit V. I. U. Lenin), una vez que ha sido
dada también su contribución: haber avizorado las nuevas determinaciones y renunciado en la
1742
Esa disciplina teórico-práctica profunda. El Derecho, visto en su proceder técnico-lógico (no en su carácter
de clase), es un trabajo sorprendente de comprensión y normalización del proceder colectivo humano.
Intelección de procesos, nominación de los mismos; separación entre actitudes históricamente positivas y
negativas, institucionalización de las primeras, penalización de las segundas, en el marco de la conformación,
funcionamiento y sustentabilidad de la agregación de unidades de inteligencia: sociedad, normatividad, valores.
.
1166

idea –muchas de ellas- a la esencia de la realidad estatuida (lo sostiene también el propio
Lenin) -en suma- las premisas de ese orden de ruptura (en la actualidad se sentencia: “que la
sociedad está en decadencia, los niños: no”; aseveración, que si bien es parcialmente
sostenible, denota visos de verdad). “Si con las viejas generaciones degeneran y mueren los
pensamientos, con las nuevas nacen formas renovadas de ver la vida: la pasada, la en curso y
la que viene”, las que se montan, no obstante, sobre las visiones y aspiraciones anteriores,
como presupuesto elaborado de su ser futuro: eh ahí la continuidad y el cambio en y hacia la
forma espiritual de la realidad humana (el proceso intermitente del fluir humano, en el que las
nuevas generaciones se apoltronan sobre los hombros de las precedentes, constituye la historia
–Marx) 1743 .
Una vez que se ha llegado a este punto: un aspecto crucial de la prospectiva humana
debe relievarse, en el que, para observar coherencia con el desplazamiento futuro de los
hechos, la especulación está impelida de enancarse sobre las tendencias, configurar su
interpenetración y acción recíproca, para de esta forma fidedignamente poder hipotetizar su
dirección, sus actores y procesos (en la predicción sobre una mujer que no está en cinta, es
aceptable decir, que “puede llegar a ser madre”; no obstante, sobre una mujer, que ya está
embarazada, es junto decir “va a ser madre”). ¿Cómo se plasma la herencia
proletario/socialista dada a la humanidad, en las sociedades de estructuración mercantil
madura? ¿En las zonas del antiguo socialismo y del socialismo imperial? ¿En las sociedades
neocoloniales? En realidad, en estos “tres mundos” formales, los procesos se presentan, en
cierto modo, diferentes, pues, los elementos vertebrantes y comunes devienen en efecto
conjunto del progreso de las fuerzas productivas y de la participación de la conciencia con
diversos grados de connotación. En las neocolonias, la vía de transición es la
“subversivo/continentana” (“latinoamericana”), o sea, ruta pacífica y “revolucionaria” a la
vez; en las zonas del clásico imperialismo (EU, UE, Japón), la vía es la “natural/tecnológica”,
es decir, el desborde del desarrollo técnico, reductor creciente de la taza de ganancia, con
disidencia popular; y, en el Mar Caspio, en el Mar Pacífico, el camino es “mixto”, esto es, la
movilización ciudadana anudada a la acción de las elites; en suma: tres formas de alzar el
trofeo potencial dado por los antiguos proletariado político y socialista, rumbo hacia la
consumación de los hechos en un solo mundo: la “humanocovivencia”.
Africa está dispersa en el mundo. Las “sociedades” árabes, en este concierto, en el
que: en el desarrollo acústico de la partitura fundamental se implica el tránsito de la muy
efímera coyuntura neooscurantista hacia la neoiluminista, se inmiscuyen como procesos
atípicos, disonantes y rezagados, a la vez. Por la atrasada mentalidad propia de su variada
religiosidad –tradición y fe conservadoras, expresión bastarda de su múltiple y precaria
formación económica- (variabilidad de creencias alentada en su carácter de maniobra de
control social, recurso tributario de móviles más mundanos, económicos, de orden endógenos
tanto como supranacionales): cristiana, islámica, judaica, chovinista, sectaria,
fundamentalista, la zona “pan”árabe, merece un trato especial de la historia; empero, dichos
subconjuntos humanos al fin se verán arrastrados por la corriente universal de los hechos, esto
es, cooptados por la conformación de un orden exento de califas, de shas, de poderes
enancados sobre formas económicas precapitalistas, de la dominación de clanes ideológicos e
integrados en una colectividad mundial, de economía poscapitalista, a la que se correspondan
formas más racionales y menos deístas de pensamiento (en las actuales ciudades árabes: “el
Siglo XXI colisiona con las estructuras del pasado”). Precisamente, esta intensa, rica,
multifacética e, incluso: ligeramente cruenta, fase de transformación -sin embargo: dinámica y
rápida, puesto que las generaciones actuales han vivido las transformaciones tecnológicas
vertiginosas y la psicología de la “compresión del ´tiempo´ y del ´espacio´”- se lo denomina
“transición”; y, no se la moteja de otro modo, puesto que la misma no se trata de un período
conducido por la racionalidad de vanguardia, como tampoco constituye sólo un proceso
gobernado por la aleatoriedad proveniente de la sobreposición de multiplicidad de decisiones
y actos humanos; es, mas bien, proceso intermedio, indefinido, pues, en verdad, los pesos y
contrapesos esta vez se ponen a la orden del nuevo curso orientado hacia hablar un mismo
lenguaje por la dirección y el gentilicio. En suma, la India, Africa, la nación Arabe (pueblos
1743
Afortunadamente, ya se ha dicho: si con las generaciones que mueren, decesan con ellas los pensamientos,
salen de la escena histórica también las formas artísticas: el Tango argentino, el Pacillo ecuatoriano, el Vals
peruano, el Corrido mexicano,…; y, aparecen nuevas formas de espectar emotivamente la realidad: el cubismo,
el deconstructivismo, etc. No obstante, el realismo siempre rondará la percepción estética en general.
1167

“identitarios” –mutatis mutandis- homogenizados por la penetración capitalista; raza árabe
hermosa: de los nómades), constituyen zonas susceptibles de integrarse al eje Rusia-China, en
la eventualidad de que esta “premonición” resulte certera 1744 , y/o realizar modificaciones
internas en el curso de la economía alternativa, presionadas por las movilizaciones y práctica
productiva solidaria, por el influjo de la tecnología: de su aprovechamiento como instrumento
de realización del valor de uso.
El proceso de recuperación consciente del objetivo y del programa socialistacomunista
se advierte que toma cuerpo en las aspiraciones e ideario populares, o sea, en una
realidad evolutiva que proviene siempre de abajo, de ese despertarse, organizarse y
movilizarse de las fuerzas populares, tal como ahora mismo acontece en los “países de menor
desarrollo relativo”. ¿Cuáles son las áreas que se desconectan del sistema socio-económico
oficial para sobre sus escombros dar pie a los rudimentos del otro modo de vida como
transitoriedad? (este es un hecho doble: el proceso de desligamiento ocurre en la totalidad del
mundo y a lo interno de lo que queda en pie todavía de los otrora Estados soberanos). Es
obvio, que el dilema esta puesto en materia de la reproducción material de la vida; este
cambio articulador del resto de innovaciones, visto de modo multilateral y abstracto, es
desigual y complejo, pero el mismo, no obstante, tiene una predirección. Los socialistas
utópicos plantearon la nueva sociedad como simple aspiración moral, carente de factibilidad
técnica; el socialismo científico, trabajó en esta segunda y decisiva fase: de allí su éxito
“temporal” (el socialismo se halla presente en los hechos, aunque paradójicamente
contraponiéndose –impugnándose- a su propensión admisible, en la conciencia). El
proletariado, no solamente que ha legado el modelo conceptual de esa sociedad, la factibilidad
estratégica, el ensayo demostrativo práctico, sino que todo esto y su ser mismo se halla
entronizado, diluido en el ser revolucionario multilateral de la humanidad del mundo actual.
De manera que la teoría del “eslabón más débil”, la estrategia político-revolucionaria y el
punto de llegada (la nueva sociedad), se hallan vigentes; y, las nuevas concepciones a la
mano, no son más que adaptaciones y concreciones en propuestas y prácticas, que se creen
nuevas y que –como marchan sobre los hombros de la teoría y lucha proletarias- resultan
exitosas (la llamada “vía latinoamericana” de transformación del mundo).
En la meca de los monopolios globales: EU, este sector pierde fuerza en la
competencia intermonopólica, que los lleva a anularse como capital (saturación de mercados,
reducción de utilidades derivada de razones de eficiencia técnica, súper centralización de
capitales, desconexión,...); sus bases poblacionales, en cambio, en su condición de receptores
de las secuelas de la crisis se aprestarán a acoger la propuesta de la “economía solidaria”, a las
tesis encaminadas a construir “otro mundo posible”. El movimiento histórico-natural de las
fuerzas productivas dirigen su marcha por el camino señalado por el programa de la antigua
clase obrera; la voluntad supermoderna modela el día a día de esta marcha con programas
pacifistas y asistido –muy a su pesar- por las refriegas belicosas de los subversivos. Las
experiencias alcanzadas en el trayecto, ponen las evidencias respecto de la forma de proceder,
cuando la “sociedad” que alcance la meta, debe dedicarse tan sólo a la administración de los
procesos de reproducción de la vida en colectivo, con lo cual se habrá completado el proceso
de conformación del “meta humano” encargado de proseguir hacia el “meta saber”. No
obstante, para el efecto, la humanidad debe dejar la edad de la acémila de lado, pues, en el
cerebro de una persona madura que prioriza el arte en su vida, reside una mente adolescente
(sin embargo, en la población madura del hoy –2008- impera el doble estatuto en su
personalidad: mixtura característica del momento de descanso, de paso del género de un
momento a otro de su vida, en el que se añora la esfera de la realidad que se ha ido, que a su
vez sirve para dejar la extenuación atrás, y en el que la esfera afectivo-intuitiva representa el
peso específico más cargado y que –por su condición- gobierna la existencia; quienes han
advertido, que la forma racional es la cualidad más evolucionada de la vida y su única
1744
Este aserto, no es una simple adivinación, una intuición, una corazonada; ella es, mas bien, el resultado de
la escogencia de uno de los “futuribles”, el cual de todos modos tiene que plasmarse, como curso que debe
seguir la humanidad (en realidad, expuesto de modo tautológico, tres son aquellas opciones: vía espontánea, vía
regulada y vía mixta, como efecto de la acción recíproca entre las dos anteriores). En la precisión de la idea: la
división del trabajo desplegada al máximo en la fase del neocapitalismo, que ha conducido hacia la existencia
de varias opciones de oficios (profesiones) sobre los cuales apuntar con la “vocación”, conduce a creer, que
como pasa en el individuo particular, a la especie le es dado optar frente a varias opciones a futuro; en el caso
de la humanidad como género, empero, solamente le queda una sola perspectiva esencial: aquella que le lleva a
la cristalización plena del poder que reside en la inteligencia.
1168

promesa en adelante, a la que se le contrapone la forma estético-operativa de la inteligencia,
no pueden renunciar a este pasado e ingresar a vivir del todo la etapa racional, pues, su mundo
está viciado, su estructura es expresión de su tiempo, por tanto, debe –mas bien- compaginar
Newton, Marx, Penrose con Neruda, Tagore, Rodríguez) 1745 .
En la perspectiva de Marx, el sistema de la moderan concurrencia, una vez que se
encuentra instalado en su fase neoimperialista, acicateado por el impacto de las cruentas
contradicciones intermonopólicas, ha creado las condiciones de su destrucción: ha producido
las armas que deben enfilarse es su contra; pero los capitalistas ultramodernos, no solamente
que han creado el arsenal, sino que también han producido los obreros modernos: los
subversivos (hackers), los ciudadanos, los combatientes populares por la libertad, que deben
empuñar esas armas y rematarles. Estas armas son: el ordenador, el Internet, las TIC, la
informática, los virus informáticos (la ciencia y la técnica en general), el pensamiento
estratégico, la preparación continua, la creatividad, la competitividad, los valores, los
principios del emprendedor, las competencias, el empoderamiento. El escenario en curso se
resistematiza y toma la configuración de mundo bipolar: capitalismo clásico-“capitalismo”
popular (esta estructuración, en modo alguno se corresponde con la noción “dos mundos
superpuestos”, sino de “mundo en desconexión”, o sea, dos sectores con racionalidad
existencial propia, con limitados y oportunistas intercambios entre ellos 1746 ). Esta tensiva e
internamente rica y muy dinámica realidad en permanente transformación, permite suponer,
que también el azar tiene “arte y parte” en ella, pues, la tesis: “se hace camino al andar”
machadiana se sobrepone a la maquiavélica postura de Confucio: “¿importa el camino, si el
objetivo está a la vista? 1747 En efecto, en adelante, parece no haber objetivo claro, tampoco se
vislumbra ruta pretrazada (lo cual no es cierto en absoluto, puesto que la conciencia
prospectiva y la praxis anterior está en capacidad recolegir el objetivo, la ruta y el trabajo,
como hechos creados, en su orden); por el contrario, con paciencia y precaución, haciendo y
rehaciendo, debe seguirse adelante con fe, entusiasmo y decisión. Más, en este claro-oscuro,
el porvenir goza de prefiguración; ésta, reside en la racionalidad inmanente dada por la
experiencia, el conocimiento acumulado que posibilita advertir con certeza momentos
adelante: la intuición, incluso de largo plazo, las nuevas convicciones. En esta lucha, los
subversivos, los ciudadanos, los combatientes populares: nada tienen que perder, más que sus
amarras; en cambio: tienen mucho que dar a la humanidad futura (en el sentido del Manifiesto
del partido comunista de Marx y Engels).
Finalmente, la “cuestión humana” en concreto. En el propio movimiento de la materia
se deja entrever la tendencia y el sentido inmanente: salto de los procesos simples, físicos, a
los complejos: químicos, biológicos, inteligentes. Este es tan sólo un hecho que ocurre en la
realidad: un dato. Y, si el mismo –hecho tendencial y de sentido- se produce, se debe a que
la materia cuenta con la propiedad de producir propiedades, las cuales –como indica el
1745
Parece que incluso el acto ceremonial de conquista de una mujer, sea cual fuere el fin, es vergonzoso; en
efecto, de acuerdo a un criterio personal, se presenta cursi la actitud detallista del conquistador, el gasto
–las más de las veces hipócrita, sobre todo frente a las abultadas cifras estadísticas de infidelidad, abandono y
abuso hasta físico- de palabras de ensalzamiento de la mujer: de su vanidad (“calentarle las orejas”,
aprovecharse de cierta debilidad en ese plano); da la impresión que se la vuelve idiota, casquivana, que se
subestima (se insulta) su inteligencia con la andanada de supercherías que profusamente se pronuncia. Pero a
la mujer le complace dicha conducta del macho; además, es socialmente bien vista y exigida el despliegue de
dicha conducta.
1746
Es como el adolescente que por su pobreza no puede acceder a estudios secundarios, va a un taller de
mecánica en calidad de aprendiz e inmediatamente es sometido a explotación y maltrato, preparación a
cuentagotas y bloqueo al aprendizaje, pero que luego se desconecta del imperio de su maestro, se independiza y
pasa a ser regente de su propio taller, en el que, no obstante, no debe reproducir su cuasi mala experiencia.
1747
“Caminante, no hay camino; se hace camino al andar”. No obstante, en la humanidad: en su devenir, no
sólo que no hay camino, sino que no hay objetivo predeterminado, por lo menos no edificable (no obstante de
que se lo esté forjando de manera inconsciente) y detectable en las primeras etapas de la historia; aserto
susceptible de ser coreado –por otra parte-, si se deja de lado la concepción ideológico-religiosa de la vida. En
realidad, no hay camino, no hay objetivo para la vida humana: es el procedimiento enmarcado en los afanes de
sobrevivencia, que se desarrolla encausado, “predirigido” por las condiciones puestas para alcanzar el éxito en
la búsqueda de satisfacción de necesidades, aquella premisa que conduce a la meta y deja las huellas de una
senda que de modo a posteriori se asume que es (o sea, cuando se regresa a ver se advierte que ha sido hecha y
de lo cual surge la pregunta: “¿yo, nosotros, hice, hicimos, esto?”, no se sabe cómo se hizo, pero se hizo). El
camino en ignorancia es abierto; el objetivo sigue similar sino, sin embargo de que la propiedad de la
inteligencia ya abarca de modo implícito el rumbo y la meta de la humanidad y los cuales permanecen
comprehendidos hasta cierto punto en el desarrollo de la vida humana.
1169

sentido de la tendencia- en su interacción crean condiciones, que se encaminan hacia la razón
(naturalmente, este último proceso se produce, una vez dada la forma: Universo-viable). Si la
razón es en potencia, su optimidad es su realización, su validación. La conciencia, el
pensamiento, la inteligencia (esta última, no es más que la base material de aquellos; pero
la conciencia es ontología parcial del pensamiento) alcanzan su validación, cuando han
sido capaces de realizar las posibilidades íntegras como propiedad: llegar al conocimiento
cabal, total, absoluto; por tanto: en la realización plena de las posibilidades de la
inteligencia se valida tanto ésta como la materia óptima misma; dicho de otro modo: el
saber absoluto es la plasmación de la capacidad total de la inteligencia, mientras que ese
saber es la representación abstracta de la materia y su conciencia (si se observa bien el
hecho, a un ser: no se le puede definir por encima de su propiedad, tampoco puede
pedírsele más, que lo que ella puede darle).
La reflexión que antecede, en consecuencia, evita continuar con la propensión de
querer encontrar sentidos para la vida humana fuera de este mundo: del mundo material, real;
puede decirse, que reduce también el misterio y el dolor de no hallar respuesta convincente,
práctica, en esferas que no sean las fantásticas para las preguntas asociadas con los “grandes
números”. Por tanto, para la persona que escribe estas letras (“Ati III Orominabi”), la
“cuestión filosófica” atinente a la razón de la existencia humana (su sentido), queda
teóricamente resuelta en sus trazos generales, en las aseveraciones que preceden, y, sobre
todo, en las expuestas en párrafo anterior. Por otra parte, es obvio, que un ser que se proyecta
al futuro, a la ciencia, le interesa bien poco su pasado (de dónde viene), la comprensión del
carácter de su vida actuante (o sea, quién es; por supuesto que una vez que ha comprendido,
que es un ser racional, que está “desgraciado” por la maldición de ser poseedor de
inteligencia, propiedad que está llamado a realizarla hasta su concreción como saber
absoluto), esto es, la denominada “identidad”; por el contrario, a este ser: le interesa de
manera grave, preocupante, el “hacia dónde va”, qué está por hacer, con identidad o sin ella.
Sumario: la Materia: eterno proceso cíclico ascensional forma Universo de la Materia: fase
mecánica fase orgánica fase consiente: ser humano (inteligencia saber absoluto)
cierre de la fase orgánico-inteligente del Universo conclusión de la forma Universo de la
Materia.
Es en este cuadro general, en el que se debe hacer encajar a la humanidad, a sus
diferentes etapas de desarrollo, a la función desplegada por ella o a la por hacerlo, en
correspondencia progresiva con la dirección global del proceso, así como su término, para que
la vida racional tenga sentido, se advierta su esencia y se llegue a comprender el “hecho
humano” 1748 . En esa dirección, en otro campo, Rosa Luxemburgo atalayaba más: “Rosa
miraba más allá de su tiempo, porque pensaba en la larga duración, única temporalidad con la
que puede analizarse un sistema histórico” (una fase histórica, todas las fases históricas y el
rumbo completo de la humanidad); por su parte Gramsci se preguntaba: “Si no hay un fin,
¿hacia dónde se encamina…” (Stolowicz, Beatriz. El debate actual: poliberalismo o
anticapitalismo; en: ANALES, revista de la Universidad Central del Ecuador, Nro. 368, Quito
marzo del 2010) el ser social? (sólo al legar a una determinada etapa de desarrollo de la
humanidad el objetivo de ella se hace perceptible; y esta visibilidad es el producto de la
vertebración sistemática de los saberes político marxista y científico objetivo en la mente de
personas de amplia visión del mundo).
En efecto, Heráclito, Marx-Engels: materia eterna, que se mantiene transformándose;
Sagan: Universo pulsátil; Hawking: Big Bang; Penrose, Guth, Sagan, Erazo: proceso de
formación del ser humano, que valida la optimidad del Universo viable; Hawking: la especie
humana en conjunto, “... entenderá la mente de Dios” (sic). Este último proceso es
enteramente humano: tiene su cuna en la tierra de hace 30 mil años aproximadamente y como
actor al homo moderno; es su escuela: el Medioevo, la escolástica; su colegio el
Renacimiento, el Iluminismo, la Ilustración; y, la Universidad: la sociedad tecnológica, del
conocimiento. A continuación, el ser humano alcanza el status divino (el ser humano creo a
Dios en la mente y luego realiza también esta ilusión, esta utopía, en sí mismo). La Materia es
1748
Por ejemplo: IÑAKI, ubicado en una postura trotskista, reflexiona sobre los problemas del mundo y sus vías
de resolución, a partir de las clásicas posiciones del pensamiento marxista (¿Marxismo del siglo XXI? Dax
Toscano Segovia entrevista a IÑAKI Gil de San Vicente; UCE-FCS, Quito, 2007).
1170

“vanidosa”, requiere que se le “caliente las orejas” de cuando en cuando; strictu sensu:
demanda que alguien –la humanidad- le describa: quién es; y esa descripción es precisamente
el conocimiento (la conciencia; él y la que sirven de instrumentos para la conservación del
propio ser humano, para su desarrollo y ejercicio exitoso de su optimidad); el trayecto
responde al despliegue de toda la potencia histórica de la inteligencia de modo de producir los
términos de su “otro de sí” de la materia: la idea. La Materia ni oye, ni ve, ni siente; es sorda,
ciega, insensible; los seres humanos son sus ojos, sus oídos, sus nervios periféricos; por tanto,
la Materia oye, ve, siente (llega a conocerse a sí misma) a través del producto máximo del
proceso de su desarrollo estocástico: el ser humano. Ahora bien, si el ser humano
desapareciera, no tendría sentido alguno el Universo (eso: depende), el sistema solar, la
estructuración armónica de la vida en sus diversas formas en la tierra: es el ser humano el
absoluto en potencia: “la obra más perfecta de la creación”, el resto de hechos: no tienen valor
por sí mismos (esto, para abofetear a aquellos ecologistas de pacotilla, que relativizan e
incluso ponen en el mismo plano al ser humano con el resto de seres en la tierra) 1749 .
Al llegarse a este punto, otra pregunta se presenta necesaria: ¿debe tenerse miedo a la
muerte? Sí. La muerte es la terrible sumatoria de todos los dolores, de todos los temores, de
todas las angustias. Es la negación absoluta de toda negación; representa la desaparición de la
conciencia -tomado el asunto en sentido individual en la coyuntura histórica-: su anulación
“por los siglos de los siglos”, por “la eternidad”. Es obvio, que toda la macabra desesperación,
que la noción de muerte aqueja a los seres humanos normales (esto es, personas no soberbias,
que no reprimen su temor y que no anuncian públicamente que “no le temen a la muerte”), se
suaviza, se adormece en el curso de la propia vida, o sea, dicha preocupación amaina con el
establecimiento y la experimentación de la etapa de la vejez; incluso las terminaciones
nerviosas del dolor y del placer se insensibilizan: a la belleza no se la puede apreciar bien,
porque en dicha etapa la vista falla, lo propio ocurre con el olfato, con el tacto; además, en el
cuerpo viejo se agolpan los achaques, ya no se puede disfrutar los placeres de la existencia; se
apodera del ser el cansancio, el fastidio; de modo que: resignación. La vejez prepara
magníficamente a la persona para aceptar y desear su deceso, para advertirlo incluso como
solución para los problemas que trae aparejado el estado de máxima desasimilación. En el
caso de la generación que conquiste la eternidad, la terminación de su ciclo debe ser planteado
en términos racionales: aplicar todo el poder alcanzado en uno mismo, en su negación y caer;
se refiere, pues, a una especie de suicidio, ensayado para que la realidad mecánica, cuántica,
vuelva azarosa, tortuosamente a ser: orgánica, inteligente, racional, divina.
Una vez que se alcanza a reconocer el papel, que se debe desempeñar como individuo
en la historia como parte del que debe hacerlo la humanidad en el Cosmos, en el proceso de
este ciclo de la materia, la razón convoca a asimilar la existencia, el rol y la conclusión de la
misma, con serenidad. Paciencia dada por el acto de asunción y de la práctica del papel
predesignado con entera responsabilidad y buen cumplimiento –este es, dicho sea de paso- la
realidad que está detrás de la noción de “realización”: de eso que se suele llamar: “vida
plenamente realizada”, y no queda más- (papel, por ejemplo, jugado en la barbarie –si se
hubiese tenido conciencia-, en la etapa comunitaria, en la esclavista, en la feudal, en la
capitalista, en la socialista; en la premodernidad, en la modernidad, en la posmodernidad; en
la preindustrial, en la industrial, en la posindustrial, según sea el punto de vista a partir del
cual se catalogue las distintas eras humanas). Una vez cumplida la misión, a ella sigue la
aspiración al descanso, la figuración en torno del futuro o sobre la conciencia de que el
esfuerzo realizado forjó la posta, que debe asir quien está destinado a seguir adelante en la
gesta humana y, sobre todo: en el conocimiento hipotético respecto de hacia dónde conducen
los futuros actos humanos (como en la representación de un drama teatral, en la historia se ha
desempeñado un papel intermedio y si el mismo ha sido cumplido bien, no hay razón para el
desconcierto: la persona se ha realizado, ha recibido el Oscar).
¿Por qué no especular con la proposición del tipo de fisonomía y fines, que tendrán las
nuevas generaciones, si éstas procederán de modo similar con las presentes, una vez que las
nuestras se hayan ido? El hacerlo presupone modelar mentalmente el ambiente humano futuro
1749
Por esta y por otras vías el ser humano se ha desvalorizado. En un caso, por razones de “mercado”: hay
exceso de población humana en el mundo, mientras que los panda gigantes se han revalorizado porque hay muy
pocos y por cuanto la taza de reproducción es baja: pueden morirse personas, casi no importa, pero si se
mueren pandas, eso sí es una tragedia (en efecto, en Sichuan, pueden sacrificarse personas con el fin de salvar
esa reliquia natural).
1171

en su forma pura (la única prerepresentable en la conciencia). La razón habrá de incorporar
necesariamente el acto de predicción/previsión de modo generalizado: fijación de metas
declaradas por parte de cada miembro de la colectividad, las cuales en su vertebrada
sumatoria confluirían en el gran propósito humano, pero estos hitos detentan carácter
cualitativamente diferente: el reino no es de este mundo material y hedónico, mundo del
sensualismo, de la lúdica, del Eros (“Mi Reino no es de este mundo” dijo Cristo, seguramente
en alusión, con la palabra: mundo, a la esfera de los placeres); en adelante, este mundo (el
Reino de los Cielos) es maduro, espiritual, parco (pues, el destino del ser humano no es acabar
sus días en el hedonismo, en el misticismo, en el fetichismo, en el narcisismo; su sino –por el
contrario- es investigar, hacerse inmortal en la racionalidad, no en el arte, tiene que ser
valiente y vencer a la muerte). Dicho sea de paso, si se mira de modo apretado el proceso de
una persona y del género humano en sus fases esenciales, se advierte la sencilla urdimbre
constituida por momentos lúdicos, hedónicos y racionales; la transición –o sea, la subetapa
histórica, que ahora mismo atraviesa la humanidad-, es también el paso de la fase hedónica
hacia la racionalidad: como lo es la madurez entre la juventud y la vejez. En el momento, la
vida se simplificaría vertiginosamente: habrá caído aquella “colosal farsa montada para la
explotación” (el Estado), cuando todas las sociedades parciales, quiérase o no, hayan
terminado “occidentalizándose” (todas han asumido la modalidad dual propia de sociedades
internamente fracturadas: “gobernantes y gobernados”), mas aquí –dicho sea de paso- no es
que la “sociedad política” ha sido adsorbida por la “sociedad civil” o que la anterior se ha
disuelto en la última, sino que las dos se han combinado para abstraerse mutuamente y con
sus componentes dar lugar a una nueva: simplemente a la comunidad humana.
Estos supuestos conductuales, se piensa se ontologizarán a futuro (y que todo ser que
tiene conciencia y que debe anticiparse a los tiempos está llamado a practicar para ser
auténtico, coherente, renunciando al patrón comportamental del momento, esto es, aplicar
estas tesis a uno mismo: intervención epistemológica en el saber personal). Es obvio, que
siempre hubieron ejemplos aislados de este proceder, pues, varios elementos de las
determinaciones de la espiritualidad aparecen y viven en etapas tempranas del proceso
histórico: los estoicos, Sócrates, Newton,...; seres que renunciaron a las pasiones de la carne y
a la búsqueda de la realización de la idea de la felicidad concebida en términos de satisfacción
plena del cuerpo y de la conciencia. Muchas personas de ciencia han renunciado a emplear la
vida en términos vulgarmente mundanos y a compatibilizarla con el estudio y la
investigación; pero éste es un factor secundario frente al principal, en el interior de la especie.
Esta forma superior de vida se remonta en la historia, presentándose siempre como la
excepción, esto es, con carácter unilateral y abstracto “en el interior de un todo concreto y
viviente ya dado”; en el futuro, en cambio, dicho proceder no está destinado a desaparecer,
sino, mas bien, a multilateralizarse y llegar a ser la forma común de la personalidad y de su
desempeño; esto es, solamente en una forma de humanidad en la que su reproducción material
descanse sobre el sistema automatizado, se han creado las premisas de cambio de aquel tipo
de personalidad, que convencionalmente ha definido al individuo y a su función.
En realidad, el ser humano dedicado al estudio, a la investigación, como argumentos
de su vida; existencia que deviene cada vez más frugal, ordenada, no sentimental, puede
considerarse como una realización superior de la determinación simple del actual ser
genérico, el cual se encuentra masivamente absorbido por una definición limitada de su
naturaleza; ahora bien, todas estas nuevas determinaciones presuponen una forma nueva de
humanidad: la comunitaria robótica. Por tanto, es menester desarrollar la nueva
determinación, de conformidad con el reflexionar “sistémico-conceptual”. Sus miembros en
lo fundamental son buenos sujetos, que hacen: 1) programar la reproducción de su vida
personal y la de los suyos (suyos: los cuales no necesariamente son los de sangre, los
integrantes de la familia, pero sí de esa familia totalmente ampliada, que es la entera
comunidad humana, pues comparten la totalidad de intereses y de genes); 2) forman parte de
procesos definidos por la programación “social” informática, la cual conduce las actividades
hacia la ampliación del saber; 3) hay momento para la distracción, para la reproducción de
etapas idas de la vida, de esferas ligadas a la sensibilidad, a la esteticidad 1750 . Ahora bien, a
1750
Estas tareas –justo es volver a enfatizarlo-, se realizan en forma circunscrita y suplementaria, puesto que de
prevalecer las mismas, se correría el peligro de reingresar en un ciclo puramente estático, a la manera de la
concepción del mundo prevaleciente en la mente de los primeros naturalistas: los gatos fueron creados para
devorar a las ratas y éstas para ser engullidas por aquellos, y así sucesivamente ad infinitum (Engels); en ese
1172

futuro el ser humano, aunque no se interrogará, podrá responder de este modo a las preguntas
clásicas: ¿qué soy? (soy eterno); ¿qué puedo? (casi todo, pues, no puedo destruir ni crear
materia, sólo gobernarla); ¿qué sé? (sólo sé, que todo sé); ¿qué es el ser humano? (conciencia
total). Esta es una “imagen del más allá” (para ir al cielo debo volver a ser ignorante como
Adán).
Las categorías formales: ciudadanía, ciudadano, ciudadanización, detectan
determinados rasgos, modos de ser, determinaciones abstractas procesales prospectivas de lo
real, de la fase “transicional” de la especie humana, es decir, de esa coyuntura histórica en la
que el ser humano alcanza conformidad cuando advierte, actúa y es sujeto de la progresiva y
entera plasmación del ideal proletario: de la estructura conceptual sobre qué tipo de formación
humana le espera, le conviene y debe buscar el género, y qué proceso efectivo avanza como
efecto en la ontologización social de la lucha obrera pasada en correspondencia con la eficacia
de la regularidad natural dada en el movimiento de las fuerzas productivas. En la transición
(subetapa neoimperial) las relaciones –también formales- que median son, en efecto: las de
vecindad, ensayadas en un marco esencialmente mercantil: cada cual se ocupa de su vida y de
la de los suyos, por tanto, debe comportarse como oferente y demandante a la vez, de ello se
deriva un status jurídico encargado de poner las reglas del convivir en coherencia con deberes
y derechos que el conjunto y la formación de condiciones urbanas, lo estatuye. Pero, ni el
territorio ni la vecindad son formas que atan a los individuos; es, mas bien, la necesidad de
aportar en el desarrollo de la mecanización de las distintas esferas de la vida, conquistar el
acceso libre e igualitario a los outputs proveniente del “aparato económico” automatizado, las
razones que mantienen unido al grupo en esta etapa (empoderamiento para imponer
progresivamente el cambio según el valor y la superación inmediata de todo cambio, pues, si
bien se ha llegado al desarrollo social máximo, el cambio mediado por el dinero y el simple
cambio directo, pierden sentido, cuando el ser humano toma los productos que necesita del
banco de satisfactores de procedencia automatizada).
En la realidad dada: asignada a la técnica la función de provisión económica, confiada
a la mecánica las tareas del proceso de la maternidad y de los cuidados del recién nacido,
asistido el pensamiento por la actividad neuronal artificial, el ser humano ciudadano,
mundano, extramundano, universal, entrevé nuevos jalones para su vida, los cuales ponen las
reglas del “derecho natural” (el “derecho mismo” pierde sentido, al desaparecer la base
material de su sustento declarativo y reivindicativo: la sociedad diferenciada), recogen los
principios de la moralidad predicada en el discurso político comunista, en coherencia con lo
que el desarrollo de la conciencia impele. No obstante, no es la “ciudadanía” o la
“ciudadanización” en rigor, la adjetivación y el proceso pertinentes a la realidad a plasmarse
luego de sobrevenida la etapa de transición o supermodernidad, pues, retornar hacia dar
cabida al “trabajo” de las comunidades humanas aún escindidas en el marco formal de las
ciudades, de los Estados o de una forma intermedia de cascarón: las Ciudades-Estados, es una
contrariedad regresiva, y lo es: aún incluso si el movimiento natural de conexión
territorialidad-proceso de reproducción genérica, advierta un síntoma tal. En estricto sentido,
volver a las Ciudades-Estado o el proponerse recuperar y vitalizar la noción políticoadministrativa
de Estado Nacional, es un anacronismo, que la historia no lo va a consentir; en
una palabra: la mundanización, la extramundanización, son las formas orogeográficas, que
ponen a futuro las nuevas relaciones entre derechos y deberes de la agregación humana.
4.6.2.- ¿AFRODITA (EROS) O ATENEA (PROMETEO)?
Recapitulación y precisión de ideas, que se han venido esbozando. El cambio de
personalidad del ser humano, lenta e imperceptiblemente, en el interior de un manto de
paroxismo de la concupiscencia, se halla en curso; reestructuración radical, que implica dejar
atrás la región de la crematística económica ansiosa de atesoramiento, la de los placeres y la
de las creencias religiosas monoteístas, que han sido el objeto prioritario de la vida, hasta hoy.
La descripción de esta presuposición es insidiosa, grabe, no representable en la mente, en las
ciclo de permanente ajuste tendiente hacia el equilibrio natural, no ingresa el ser humano: la inteligencia rompe
dicha cadena, pues, ésta usa la naturaleza para su fines (fines, que se hallan totalmente fuera de las demandas
de la organización natural de la materia), lo cual implica decir, que no se somete a ella tan sólo, sino que la
moldea imperfectamente al principio y con mucha maestría y precisión, luego, hasta llegarla a dominarla por
entero. La inteligencia se realiza como mortalidad e inmortalidad.
1173

circunstancias vigentes; induce una conducta similar a la que se observa cuando uno ve de
golpe a una persona malherida en un accidente: se retira, ipso facto, la mirada del siniestrado,
pues, el modelo mental acostumbrado a la normalidad, no puede sobrellevar y dar crédito a lo
que se presencia. Esta, es evidente, que se trata de una declaración aplicable al grueso de la
población mundial y, sobre todo, a la credulidad ingenua de quienes profesan sanamente la
ideología de las sectas religiosas; no obstante, para los círculos esclarecidos de la
intelectualidad mundial, parte de los procesos inscritos en las aseveraciones que se exponen a
continuación y en otros lugares de estas anotaciones (el incremento del poder del ser humano
y su aplicación al control sobre sí mismo, como sobre el mundo), “es pan comido”, dado que
los señores, no solamente que son perfectamente conscientes del hecho, sino que, incluso, lo
están fundamentando y divulgando.
Si se pone la monta respecto del comportamiento generacional de la especie, se
encuentra, que la base de la pirámide conductual se halla definida por aquellas formas de ser,
correspondientes con el arquetipo del proceder inherente a las generaciones infantes y a las
jóvenes; si esa consideración asume carácter agregado, toda la población (incluida la vieja)
opera con la sensibilidad. De modo que los hechos permiten colegir: cómo el proceso de
conformación de la y de las inteligencias, se halla dominado por la esfera intuitivo-afectiva.
En efecto, hasta aproximadamente los 30 años en una persona, prevalece dicho estado, el que,
además: es propiamente de aprendizaje; a partir de allí, la vida madura se pone al servicio del
cuidado y preparación de las nuevas vidas infantes y juveniles (matrimonio e hijos; aunque en
el presente y en perspectiva, la conducta es de renuencia a la procreación, el homo ludens es la
prevaleciente forma de personalidad), entrándose a otorgar prioridad (continuidad) a los
procesos emparentados con la citada dimensión emocional (ésta, se advierte, atrapa a los
individuos, de modo que en muchos casos, sobre todo entre las mujeres en el marco de la
realidad social todavía erigida, la vida queda recluida en ella, y muy particularmente entre
quienes se sumergen en los vicios: la droga, el alcohol, la diversión, los platos a la carta, el
“buen vino”, las “tradiciones “, éstas, que nunca son desechadas: no se puede vivir sin ellas,
pues, las mismas se convierten en el modelo de parametración de su realización y éxito;
contrario sensu: el conocimiento se ha desarrollado –hasta antes de la etapa capitalista, desde
luego- por excepción a la regla).
Observando la vida que sigue cánones espontáneos, presituados por el movimiento de
la naturaleza, del que ciertos individuos aún hoy no dan razón, puesto que el momento etáreo,
la racionalidad del círculo en el que se desenvuelven, las admoniciones mitológicas, que
rescatan la tradición y la conducta estatuida por ciertos textos sagrados como norma de la
existencia, se puede entrever en ella, una inusitada irracionalidad observada en la conducta en
su entero decurso. Sobre todo en los lugares de residencia rural en las neocolonias, antes una
pareja joven, muy joven: alrededor de los 16 años, que se ha visto envuelta por nexos
matrimoniales o de unión libre, de modo instintivo han copulado; al cabo de una década, se ha
percatado que tenían unos cuatro hijos a su cargo, sin embargo de que los críos en las áreas
rurales han sido la fuente más directa de dotación de fuerza de trabajo para la unidad
económica familiar; y, que su nueva situación sin percepción antelada de ella, les imponía y
advertía, que se habían metido en un embrollo (hijos) a los que forzosamente tenían que
mantener durante el resto de su vida útil. Hoy las generaciones jóvenes se aparean a más
temprana edad (alrededor de los 10 años), pero no procrean; el plan para ellas, puesto por las
coordenadas también histórico-naturales, es entregarse a la tarea del sexo, a formar
asociaciones anárquicas y fuera de razón (pandillas, tribus urbanas), anómicas en todo y para
todos, a pintarrajear las paredes, a los ruidos de estridente seudo música: se han metido en un
modo de vida sin sentido. Por eso la pesadumbre, la desazón en el parecer de ciertas personas
mayores, cuando con las expresiones “si pudiera volver a vivir lo haría de otro modo”, ponen
de manifiesto, que la falta de planificación, de verdadera asesoría sobre aspiraciones reales en
el rumbo de la vida, la habían embargado, siendo la fuente del fracaso. Los sentidos han
gobernado la vida y de manera brutal la han sometido a sus resultados.
Puede decirse, que con todo sus males, muchos comportamientos sociales, que hoy
son catalogados como anomias, constituyen, en verdad, los brotes de la nueva mentalidad, de
las renovadas moral y conducta a emerger en el género del inmediato futuro in abstracto; por
tanto, en la niñez y juventud de las familias de emigrantes se forjan las condiciones de
habilitación del desate de conductas impersonales: de tendencia hacia la individualidad e
independencia (en las guarderías, eso viene ocurriendo tiempo ah), las que se suman a las
1174

propensiones provenientes de otras vertientes del desenvolvimiento humano posmoderno, en
el sentido de entrar a romper la conducta afectiva, esto es, de una de las bases necesarias de
cohesión y sostén en y de las formas sociales clasistas, en tanto ellas ponen los presupuestos
de estructuración y funcionalidad familiar, como sustento de la reproducción del ciclo
afectivo. La técnica y los factores de evolución de la vida, ejercen efecto trasgresor de
prescripciones y valores actuales, en orden a sacudir la vigencia de la fase regida por la
operación de los sentidos, de los instintos (etapa que tiene sentido y función en la historia del
género, pues, si no se experimentara miedo, deseo, dolor, duda y curiosidad, la especie ya no
estaría aquí; lo cual ocurre sobre todo en la esfera ideológica propiamente dicha: “... si se
pierde el miedo, se abandona el temor a Dios”).
En la historia humana se ofrece un panorama paralelo: en el sistema de reproducción
simple, los primeros pueblos acotaban su esfuerzo al abastecimiento de las necesidades
materiales hasta entonces abiertas en la vida, definidas de modo sensorial; la etapa siguiente
de conquistas, efecto de la multiplicación humana, del bajo grado de desarrollo de las fuerzas
productivas, del agotamiento in situ de recursos y del descubrimiento de métodos de
abastecimiento a largo plazo (alargamiento del período de conservación de alimentos, como
se sabe, por ejemplo: la cocción de granos), también se inscribe en la perspectiva: todo
impulso sigue proviniendo de los sentidos, obviamente: procesados por la conciencia; el
subsecuente, es el ingreso en la etapa de estudios sobre los tramos pasados de la existencia: de
su exaltación, de la reconstrucción de la memoria histórica e, incluso: la búsqueda de
revivirlos, de mantenerlos (según estilos voluntaristas ensoñadores), en actos de directa
trasgresión de los procesos naturales de la evolución histórica, de la puesta de trabas a su fluir,
de dedicación de la existencia a la reproducción de circunstancias, que ya fueron, que ya
cumplieron su papel, esto es, restándose recursos al recorrido por venir. Las guerras (así como
la reproducción del capital) son actos afectivos, es decir, alejados de la razón; pero la paz,
también es un hecho afectivo: lo demuestra la circunstancia por la que su reclamo recusa la
guerra, cuando no se comprende el aporte necesario, que esta última ha dado (y que
lamentablemente sigue dando) al progreso del conocimiento, al desarrollo de la técnica, como
hechos que han puesto a la especie en el nivel de racionalización al que ha llegado
(naturalmente, en modo alguno este es un argumento justificatorio sobre o de petición de la
guerra, sino la simple descripción tautológica de una faceta del movimiento histórico real).
Es sorprendente constatar, cómo se ha difundido entre la humanidad de modo radical e
indiferenciado, el concepto, por ejemplo, de que el sexo es una actividad que provee de
simple satisfacción a los individuos (también al sexo se dice que es un arte); con natural
normalidad se busca el sexo (su práctica), pero sin otra convicción que el placer; no se pone
interés en el hecho de que esa actividad tiene un propósito mucho más elevado dado por la
propia naturaleza, y toda la inteligencia y la razón se hallan enfiladas a su promoción en la
construcción de oráculos cargados de la palabra “humanismo”. La humanidad se halla
entontecida, clavada en esos menesteres y en otros más de similares cataduras; en la
proliferación del fenómeno tiene que ver la crisis existencial capitalista, el vacío de la vida
que no se recluye en la Religión, la sobrepoblación relativa y las tendencias conductuales, que
asumen y promueven las elites. El arte ha estado casi totalmente direccionado al amor, a la
formación de familias monogámicas y a la procreación (“... los labios que no besan, son
pétalos muertos...”); es últimamente, al volverse más críticas las condiciones de reproducción
de la existencia con la polarización resultante de la difusión entre la humanidad y en el
planeta de las relaciones capitalistas, cuando éstas han dado pie para que el arte entre a
cumplir tareas más allá de la simple funcionalidad en la consecución del bienestar sensitivo:
crítica al sistema (el Rock), las motivaciones nacionalistas (los Himnos patrios),
instrumentalización revolucionaria (la música protesta, el muralismo, los graffiti).
En los hechos, no obstante, se advierte cómo históricamente el ser humano va
renunciando –ciertos círculos compuestos por mentes lúcidas- a la reclusión de la inteligencia
en la esfera sensorial: las emociones de antes ya no son las de hoy: el arte clásico solamente
informa sobre el carácter de conciencias idas; la felicidad se ubica en otras áreas, salta a otros
niveles: la humanidad madura, encuentra alegría en notas humorísticas inherentes a nuevos
escenarios sociales (contextos situacionales), pues, como las bromas son disímiles y producen
diversas reacciones en las diferentes etapas de la vida, esa también es ley en la evolución
humana; hoy se trata de alcanzar felicidad en los dominios de la sensibilidad, pero por lo
menos ésta es una realización práctica algo más refinada; sin embargo, muy seguido se han
1175

presentado locos que han salido del montón a lo José Ingenieros (trascender los límites
conocidos): los llamados “estoicos”. Huelga comentar aquí, que se dice que Newton era una
persona arrogante, irascible; en realidad, se explica tal petulancia del sabio frente a sus
contemporáneos, puesto que por razones estructurales y situaciones bien concretas (siervos de
la gleba e indiferencia frente a asumir el quehacer científico como razón de la vida), “todos”
se hallaban enfrascados en encontrar la felicidad y el sentido de la vida en la esfera artísticopasional
(y la política no era una actividad que se diferenciaba, pues, propendía tan sólo al
poder, a la dominación; poder para asegurar el status parasitario de la abundancia, el goce o la
egolatría) o en la Religión (incluso la gente que trabajaba en dicha época –concepto que no es
pertinente a los ojos de Newton- deben haberles parecido como individuos subnormales, tan
sólo entregados a las fiestas, al teatro, a la música, a la literatura, a las pasiones y a la labor en
la gleba 1751 ).
Tiene perfecto sentido esta conducta de Newton –la cual parece monstruosa a la
mirada de un ser “normal”- (aunque la misma carece de justificación completa, puesto que en
gran parte la dirección que toma la vida se desprende básicamente de la formación intelectual
y la cual tiene determinación histórico-estructural). En el pueblo llano (lo mismo que entre el
grupo “selecto” en cuyos pasillos circula la riqueza e incluso entre los círculos de la
intelectualidad ligada a las artes): se prioriza los vicios, el placer, el descanso; en verdad, se
halla a la orden del día el ningún interés por la ciencia positiva (por la ciencia social, que lleva
a la política: Hawking, Penrose,... frente a la criminalidad gringa en Irak: ¡bien, gracias!),
habiendo mucho, muchísimo por aprender, por desarrollar, por descubrir, por enseñar; frente a
la inmensidad del mundo, del cambio incesante: de su conocimiento, objeto frente al que una
vida es insuficiente. En otras palabras, desperdiciar la existencia por injerencia en ella de
factores de inconsciencia, ignorancia, del boato o por reclusión de la inteligencia en esferas
artísticas. Terminantemente: o se ama o se estudia; estos términos no son equiparables,
promediables; la aseveración en contrario es una manera interesada, camuflada, por sostener
la hegemonía de Eros; su defendido balance y alternabilidad, vuelve mediocre al desempeño
científico de una persona, incluso afecta al propio amor, al matrimonio, cuando este es
priorizado. Trabajando y buscando el placer; “he trabajado tanto: ahora si es necesario un
poco de placer”, y vienen los guaguas; los gringos sapos, por su parte, se han pasado la vida
sometiendo a todos, haciendo de las suyas en el planeta, como el guambra malcriado, que
arranchó el helado y se dedica a dar rienda suelta a su deseo. Sobre este último acto criminal,
sensorial y “filosófico” de las elites, en este escrito, no se libra de responsabilidad al pueblo
estadounidense como comúnmente suele hacerse; existe una mínima división entre “sociedad
política” y “sociedad civil” (el contrapunto lo ponen los grupos desacordes): “los pueblos
hacen la historia” y la historia genocida de EU se ha escrito con la anuencia de la mayoría de
su pueblo. Dicho sea a modo de complemento, afirmada de forma bastante esquemática: en la
“sociedad política” está una clase, la dominante; en la “sociedad civil” se halla todo el tejido
social pluriclasista; eh ahí porqué el gramscismo es tan sólo ideología, en este punto.
Los trabajadores se hallan exentos de esta inculpación, pues, su vida es la plasmación
de su esfuerzo y de su lucha por reducir a añicos el sistema de la dominación de clase. No
obstante, sobre la conducta del pueblo en general, puede sobreponerse la sentencia: “... ellos
no saben lo que hacen...”, no tienen la culpa, pues, su comportamiento proviene directamente
del momento histórico en curso, del carácter del contexto social, de la estructura de la
personalidad. En la esfera doméstica, en referencia a un caso particular de los exiguos que
pueden advertirse en el mundo, en parte, quien anota estas ideas, puede decirse que se halla al
margen de alguna de estas inculpaciones, pues: ha lavado su ropa, ha preparado sus alimentos,
no sabe bailar, no fuma, no ingiere alcohol, no va a las fiestas, al cine, a las exposiciones
pictóricas, a los paseos, no tiene interés por el folclor, por las tradiciones (por los actos de
masas: en alguna medida se diría que sí se tiene inclinación por los de orden político), le atrae
algo la música, pero la seria: la clásica, de Beethoven 1752 ; sin embargo –“y para amolarlo”-, si
1751
Esa fue la insuficiencia de Newton y de tantos otros epígonos, que dieron solamente importancia a sus
saberes y al de los números, sin advertir y admitir, que la invención del lenguaje en el que pensó el gran físico,
por ejemplo, fue un prodigio comparable y quizá revisable a sus teorías.
1752
Música racional: no solamente eclosión de la creatividad artística, como efecto del estímulo externo sobre
la conciencia, sino vuelta a la realidad con esa carga de creatividad para establecer su nexo lógico, para
representarla. En efecto, Vivaldi, por ejemplo, puso en sonidos las estaciones; Debussy, lo hizo con la noche en
Nocturnos; Gound, prefirió a las creaciones religiosas abstractas de la mente: la Virgen, en su Ave María;
1176

se ha tenido una que otra escapada sexual por ahí y parece que esa conducta se mantendrá
(“perro que como estiércol, oliendo por lo menos pasa”), lo cual es una vergüenza, una falta
de carácter, es, en verdad, el aprisionamiento de las leyes de la naturaleza y de la época
histórica.
En el orden de la reflexión abierto en líneas atrás, póngase por caso –respecto de la
suerte que debe correr el arte per se- el volumen histórico, la profusión transgeneracional de
novelas, de cuentos, poesías; quantum que cada día se ve incrementado por la inducción que
las generaciones viejas, que han vivido la efervescencia de la vida afectiva, perpetran sobre
las jóvenes con el fin de volverlas “humanas”, sensitivas (de similar modo como los
Evangélicos tientan dejar ordenada la vida de las nuevas promociones humanas de una vez y
para siempre con la normativa de la Biblia de modo prepotente, autoritario, coercitivo,
mesiánico, sin percatarse que a futuro las generaciones de entonces mandarán al cuerno toda
reglamentación a priori y se darán sus propias normas, en efecto: la moral es histórica): ¿será
posible que un ser humano pueda leer en su vida con recato, esto es, no con la aplicación de
esas recetas anodinas de “lectura dinámica”, “rápida”, etc., miles de obras literarias de tanto
autor? Se piensa que no, sobre todo cuando la mente tiene que ser dirigida al estudio y
desarrollo de documentos científicos, que también son muchos y complejos en los que reposa
ciencia seria y objetiva. Al final, si se mantiene el gusto por el arte literario, únicamente se
podrá leer el trabajo de la producción cercana (y esta observación muy bien sirve para el resto
de formas artísticas: la música, la pintura, la escultura, el cine,...). Además, muchas de las
producciones literarias tienen sentido repetitivo, pero también perderán variedad al imponerse
en la especie influjos de homogeneidad; su estudio se recluirá a citar a los autores más
importantes, a una referencia muy apretada de sus principales obras y a su ubicación en las
“corrientes” (por fuerza, también en el proceder humano en esta área, ingresará el imperio del
“minimalismo”). Con la ciencia pasa algo distinto: todo investigador o grupo de ellos hace
avanzar relativamente el conocimiento; adelanto, que se anuda en la cadena en dirección al
absoluto; cada nueva verdad fraccional se vertebra orgánica y sistemáticamente al todo del
pensamiento en el proceso de totalización, por lo cual autor y su obra tienen sentido necesario,
requerido y perdurable.
En la vida hípermoderna se han desfigurado aparatosamente los gustos 1753 ; y esta
degradación es vista como algo normal, mientras que la recusación de los viejos (la autoridad
de las personas vividas que tienta poner en curso los hechos), es impugnada como falta de
comprensión sobre los nuevos paradigmas, que el presente está imponiendo, en coherencia
con los tiempos vigentes. En torno de la voz: hoy cualquiera canta; afinca su incompetencia
con contorciones, gesticulaciones y giros en la voz, como lo hace Shakira. Se han desfigurado
los gustos sobre el vestir: exceso de tela y de colores en la confección, ausencia de coherencia
entre la forma de la prenda de vestir y las líneas del cuerpo, que da la impresión de estar
frente a mamarrachos atarantados, que seguramente tienen el cerebro desordenado (pues, se
sabe que la forma de vestir es un indicador del tipo de personalidad); se mezcla alimentos
dulces con salados; se forman parejas disparejas: casi minusválidos con reinas de belleza; en
la escritura: existen relatos carentes de división de temas, párrafos, puntuación, etc.; en
verdad, en la actualidad todo lo desalineado vale; los lentes, por ejemplo, “una gota”, una
miseria de vidrio y abundantes brazos, que mimetizan el rostro, lo jóvenes usan zapatos
espantosamente grandes, a lo platos se los ha cuadriculado. Esta retahíla de detalles del nuevo
modo de ser (posmodernos deconstructivistas, ruptores de paradigmas), que coincide con el
modo de producir de la bien moderna, de la neomoderna agrupación humana planetaria: no
existe más producción real, ya no más esfuerzo en el trabajo; a eso se debe toda esta conducta,
pues, el trabajo antaño centraba la conducta, de modo frugal, recto, serio. ¿Se puede
establecer quién tiene la razón? Si se puede establecer quién tiene la razón por encima de los
“juicios de valor”, de los convencionalismos y las modas. El arte: ¿es siempre histórico?
Respecto de la música, se diría que sí; pero en cuanto a la pintura, a la escultura y al cine, se
Smetana, procedió de ese modo con el sentimiento nacional, en Moldavia; el inigualable Beethoven, en cambio,
transcribió en versos musicales de alta racionalidad, el Universo entero, en su portentosa e insuperable Coral.
1753
En las artes populares se impone de manera bastarda la corriente deconstructivista, que conduce a
apreciar, lo que en otro momento hubiese sido rechazado; ¿esa conducta responde a una nueva percepción
progresiva, racional o la misma es tan sólo una distorsión? La juventud (es su interés) asume la primera
consideración y hace esfuerzos por fundamentarla: los paradigmas en el gusto, también están cambiando: hoy
hay nuevos, dicen.
1177

diría que son formas por naturaleza antihistoricistas. ¿Los gustos han cambiado? Se cree que
no (una mariposa sigue siendo bella lo mismo hoy que hace mil años; una manzana lo es
igual); los usos sí han cambiado.
En el arte (la pintura, la escultura -la novela, el cine), la reproducción casi exacta de la
realidad es la forma primigenia de concebirlo, sin distorsión alguna. Los primeros pintores,
escultores e incluso arquitectos, se preocuparon por la realidad como era en su forma y
esencia exactas (no buscaban deformarla intencionalmente o bajo efecto de algún
sicotrópico); los primeros pintores-escultores: Fidias, Miguel Angel,… no ingresaron en
corrientes distorcionadoras de la realidad conducentes a producir falzaciones o
aproximaciones peligrosas. En la ropa, dos criterios tienen razón en los exclusivos tipos
formales: 1) la función (cubrir, proteger –y ocasionalmente adornar, acorde con el ritmo de
ciertos animales) y, 2) seguir la línea del cuerpo (y en alguna forma secundaria, pensar en la
esteticidad, pero sin que estas contraríen las dos primeras). Es verdad, que esta forma
racionalista primigenia produjo cansancio, lo cual condujo a producir distorsiones de la
realidad como arte, hasta llegar a las aberraciones conocidas como surrealismo: las llamadas
exploraciones de la creatividad. De manera que, cuando el arte abstracto representa una
representación imaginaria, inexistente ni siquiera en la cabeza porque debe hacerse esfuerzo
para saber qué u otorgarle el sentido que bien se tenga, o sea, sin sentido, puede retornarse al
orden, pero volviendo a la forma primigenia de arte (si es que es necesario) en el realismo. Es
verdad, que en tales aberraciones surrealistas tienen como fuente razones histórico-sociales y
estructurales; sin embargo, cuando estas razones hayan desaparecido se llevarán consigo a las
formas irracionales a las que engendraron, como maneras de concebir y representar el mundo.
Ahora bien, el ser humano supramoderno, en un momento dado de su desarrollo
cognoscitivo y tecnológico, volverá los ojos a su cuerpo y modificará parte de su estructura y
funcionamiento orgánico: se ocupará de sí e invertirá en su propia persona. Las flatulencias
que despide todo ser humano, son fastidiosas y su olor es general, y toda persona tiene que
vivir con los malos olores personales, cuando no se incomoda indeliberadamente al vecino (en
son de broma un amigo patán, en una ocasión comentó, que deseaba ser conquistador
internacional, para constatar, que el olor de los gases humanos, es universal); más repugnante
lo es el olor del estiércol humano: su repulsión recuerda todos los días el hedor de la muerte,
de un cuerpo en descomposición. En el último caso (las fecas), su fetidez insoportable –como
se conoce- tiene una función: impedir que sean reciclados dichos deshechos, que incluso
pueden ser portadores de agentes parasitarios. En efecto, personas normales se hallan exentas
de tales bajezas, simplezas, absurdos. No obstante, hay seres humanos que utilizan, por
ejemplo: las orinas de la reses para lavar el rostro de los niños y el de ellos mismos, como
ocurre en ciertos sitios del Africa; en otros casos, se usa el estiércol de animales como
combustible; no yendo muy lejos, en la actualidad se utiliza las deposiciones de las gallinas
como abono, en el denominado compós; el caso más “extraño” fue publicado alguna ocasión
años ah, por un noticiario, sobre el suceso de que unos niños en el Brasil se disputaban el
estiércol de una periodista, que visitaba las favelas. El mal olor que despide el cuerpo, será
suprimido genéticamente (“bebés a la medida”), en momentos en que la escasez fuese
superada (retirada la mano en ella, del burgués interesado), pero también cuando la vida
humana se haya individualizado en su esfera física, biológica y tornado más privada, sin
embargo de que todas las conciencias se hallen –para entonces- intercomunicadas. En suma,
también el ser humano, para esas fechas, habrá mejorado sustantivamente: se eliminarán
(inhibirán en la propia fertilización) las discapacidades, se reconfigurará la estética física, se
prolongará la lozanía de la juventud, se superarán la penurias de la vejez, serán eliminadas las
enfermedades mediante el rediseño genético y tratadas con la terapia de las “células madres”.
Cierta vez, se tuvo conocimiento respecto del comportamiento de un sujeto amigo,
sobre que el señor se bebía sus propias orinas (“orines”, suele decirse, de acuerdo a una
posición más estilizada en el lenguaje, lo cual transparenta también en la lexicología una
“marca de clase” –dixit Agustín Cueva); de otro que utilizaba con fines medicinales el sarro
(esa grasa feculenta, que queda en el asiento y en las paredes de una bacinilla que no se la ha
lavado durante varios días); no sé cuál de las dos personas “citadas” (o si fue una tercera), dijo
que incluso estaba por secar, moler sus propias heces y proceder a ingerirlas como jarabe, con
intención curativa. En lo personal: pareció monstruosa esa conducta. No obstante, para salir
de dudas se comentó sobre el particular a otro amigo (Ing. Eduardo Espín) conocedor de
temas médicos, agronómicos, químicos, etc.; a la sazón: persona dialéctica, pero muy apegada
1178

al método científico (fue fructífero este “monólogo”, pues, el señor ingeniero dio toda una
clase sobre el rigor investigativo en ciencias, en torno de las condiciones de cientificidad: el
diseño experimental, el número de pruebas exigidas, el modelo estadístico, la inferencia, la
generalización, el registro sanitario, etc.). El Ingeniero supo manifestar, que el sistema
excretor de las orinas y el de las heces constituyen dos de las varias cloacas con que cuenta el
cuerpo humano para liberarse de tanta toxina producto de la respiración y
oxidación/reducción de alimentos, de parásitos e infinidad de patógenos; que el cuerpo
humano realizaba un tremendo esfuerzo para depurarse; y, que constituía un acto de veras
estúpido y criminógeno perpetrado para con uno mismo, el devolver al cuerpo materiales
dañinos, de los que tanto le había costado desembarazarse (he ahí, dicho sea de paso, una
perla más de la Cosmovisión Oriental).
Deben anotarse, para cerrar esta idea sobre el Arte (y el Arte forma parte fundamental
del instrumental de la Cosmovisión Oriental), algunas especulaciones adicionales,
subidamente monstruosas, brutales, quizá: desquiciadas, pero: “premonitorias”, respecto del
tópico que ha sido introducido a la discusión. Se podrá decir, que el Arte entretiene, que
permite la recuperación espiritual –en orden cronológico- de la fuerza de trabajo, de la fuerza
de venta, de la fuerza de tarea o de la fuerza de pensamiento –quizá- (de la fuerza de la
imaginación); que representa el “cambio de guardia”: de actividad o del ejercicio de la
variedad en la operación de la praxis, que inhibe preocupaciones, otorga serenidad y solaz,
que –por tanto- en ese sentido el Arte es una faena consciente reparadora, que juega un papel
indispensable para la vida y para la reproducción humana (representa una de las facetas de
impregnación de las cualidades humanas). Es verdad. No obstante, debe atenderse el hecho,
de que son los niños los seres cuya etapa de vida acusa los más notorios y decisivos síntomas
de sentimentalidad, son los más apegados al arte, por lúdica, casi sin conciencia (a los niños
les atraen los juegos, la pintura, precisamente por eso en las guarderías la principal faena de
distracción, aprendizaje y regocijo, es el coloreo sobre perfiles de imágenes –el canto, el
teatro); la sensibilidad y el cambio de “tercio” en las faenas de la vida en los adultos –por su
parte- se produce en la mente y en la región propia de las preocupaciones de la razón. El Arte:
una de las primeras formas de racionalidad (el Rupestre), por tanto, está destinado a perecer, a
desaparecer, como pasa con las etapas generacionales en las que aquel es preeminente; a ceder
el paso a la serena razón, a pesar de su grandeza: de haber receptado en ella por tantos años, la
manifestación de la inteligencia y del papel que él (Arte) ha cumplido en la conformación del
homo de la espiritualidad. Con el Arte –como etapa sensorial- la historia simplemente
acontece; con la racionalidad del saber objetivo (generalmente positivista), la historia se
conduce, la materia (la más grande artista) llega a ser “para sí”.
En consecuencia, la tendencia en la actualidad, sobre todo en los pueblos emergentes,
es a mantenerse en el pasado, a sucumbir ante los dictados de los sentidos (la Religión es un
hecho sensorial: sensorialidad extra mundana): la relajación del pueblo que conducía Moisés,
en la que incurrió mientras éste recibía las tablas de la ley –según es el relato bíblico-,
es un típico caso. En Europa, este hecho es saliente, a pesar de su aparente rectitud,
racionalidad, espíritu práctico y moderno; ellos han mantenido y reaniman creencias y
tradiciones, han desarrollado todo tipo de juegos y distracciones con supuesto “culturalmente”
elevado, para distraer a sus colectivos con distinción, sin vulgaridad, con pavoneo. En Japón
(otra sociedad que se cree especial, en la que incluso se dice que hay racismo -¡bah!), en
cambio, se asume como símbolo de racionalidad a la técnica; factor histórico social éste, que
“se ha hecho” que penetre en todas las esferas de la vida (en alusión a las más estrafalarias,
innecesarias y suntuarias formas de existencia); una amalgama y amplia gama de juegos,
entretenimientos y de diversión tiene base electrónica, virtual, surrealista en la sociedad
nipona –procesos que forman parte de su base económica y de los de la realización de la
existencia de ella derivada. La vida de los sentidos, como corolario, es omnipresente: la
concupiscencia de la rentabilidad; las guerras de reneocolonización; la vida convertida en
simple medio para ganarse el Cielo; la realización del deseo en la juventud; las madres
“engañando” a los hijos (al guagua); los nuevos sujetos del cambio con el portaestandarte del
amor y el rescate de nociones arcaicas, como argumentos movilizadores.
No obstante, en la práctica histórica humana, en la guerra que se libra de modo
imperceptible entre sentimiento y razón en el seno de la humanidad: ¿qué caerá primero? ¿La
ciencia o el arte? ¿Las dos se anularán en conjunto? ¿Se producirá una apropiada síntesis entre
ellas, para producir un nuevo momento de conciencia: la racional belleza? ¿Siempre
1179

acompañará la sensibilidad a la razón o viceversa? Por fin: ¿la simple contemplación invadirá
la existencia, será el estado normal de la mente una vez alcanzado todo el saber? Ya se ha
anunciado el “fin de la ciencia” (no se ha vaticinado aún el fin del arte, con lo cual,
prácticamente nada le quedaría al ser humano por hacer y disfrutar; en verdad, no habría
esfera alguna en que cuajar productivamente las capacidades humanas); término, que quizá
pueda sostenerse en dos razones: 1) en tanto la mente ha dado cuenta razonable de las
diversas esferas de la realidad y, aun: de la totalidad del ser; o, 2) por cuanto la mente humana
aislada en cada individuo, ha llegado a su límite de posibilidad cognitiva. Sin embargo, ni lo
uno ni lo otro es eventualmente tangible, pues, el fin de la vida sensorial tal como se halla
modelada, está por concluir; en verdad: de por medio una etapa ofuscante de adoración al
becerro del placer, también la ciencia concluye en su modo de reinado, o sea, en su esfera
burguesa, occidental y positivista, puesto que ella está por alcanzar su propia superación en
otro nivel más alto y definitivo: saber representado en otra semiótica (y en otra semántica).
Sin embargo, los segmentos sociales de “pelucones”, para diferenciarse del vulgo, al arte le
han puesto en el status más elevado de la esfera espiritual; a esta práctica se la estiliza, se la
refina, se le imprime la marca de clase burguesa, de modo que ella plasma la simbolística de
la diferenciación ideológica.
Esta reflexión, en cierta medida abstracta y de carácter especulativo, se refiere
exclusivamente al presente ciclo humano en la tierra (abstracta y especulativa, en vista de que
sobre ella podrá sostenerse, que carece de fundamentación empírica o de una base
bibliográfica, que contemple los resultados de una aplicación a esos menesteres; a fin de
cuentas: en un acto cognitivo de índole heurístico, las conclusiones son las que adquieren
relieve, si éstas se corresponden con la realidad, y no tanto con las fuentes y el proceso de
producción de conocimientos, puesto que de ser así, se caería en los abismos del empirismo, a
la vez que se transformaría el método en una cuestión apriorística -lecho de Procusto). El ser
humano originario (el que científicamente se sostiene, que emergió en el África), es el
resultado del “salto dialéctico” natural en el proceso evolutivo a partir del cual, este ser
produjo dos autogeneraciones: específicamente antropogénicas en el trabajo y progresivas en
la formación de la conciencia, proceso que, a su vez, constituye un producto también de esa
misma actividad. Actualmente se hallan a disposición del lector estudios (esotéricoholísticos),
que “revelan” –según se afirma- la existencia de formas pasadas de vida humana
en la tierra, que han precedido al actual ciclo; no solamente se anota que existen vestigios
materiales sino también documentales al respecto (ciertas construcciones faraónicas, el
descubrimiento de ciudades y formas de vida modernas allí implícitas; concepciones
“filosófico-científicas” que se encontrarían inscritas en las tradiciones mayas, en la de
Confucio, en la visión del Yin y el Yang -articulación en equilibrio circular de procesos–
proyecciones del pensamiento cifradas en códices especiales más abarcativos y más exactos
incluso que las positivistas actuales), en el saber de la medicina milenaria, etc.
No obstante, hechos y circunstancias arriba descritos y muchos otros de orden
análogo, que quedan fuera del horizonte visible de la estructura vocabular –del sistema de
imágenes y de otro tipo de representación- de quién garabatea estas líneas, han sido y son
necesarios: derivan en medios repletos de pertinencia histórica, mientras la técnica no
insensibilice al posthumano del dolor (“sin dolor, no habrá miedo; sin éste último, se
desvanecerá el temor a la muerte”): ese es un paso radical en el proceso de redireccionamiento
en el comportamiento y en la estructura de la mente humanos (ahora bien, el ser humano no
en cualquier época puede adoptar una postura de seriedad, serenidad y mayor responsabilidad:
esta forma de conducta aparece en la adultez, cuando la esfera psicológica a sobremadurado y
la personalidad ya es una individualidad, y en su cerebro impera la conciencia ideológica). La
máquina es “racional”: no tiene sensaciones, deseos, necesidades (¡vaya colosal
perogrullada!); carece de instintos, por tanto: en ella no se manifiestan intereses, no puede
racionalizarlos en la dimensión de la programación de objetivos, no le es posible convertir en
políticas (decisiones) dichos impulsos –como tampoco mediatizarlas estratégicamente-; pero
mientras que a las máquinas se busca otorgarles sentimientos de modo que puedan construir
poesías, quienes ya las tienen: los seres humanos, están por perderlos, deben renunciar a ellos
si desean liberarse de elementos distractores del trabajo, que conduce al cumplimiento del
objetivo central asociado a la propiedad de la inteligencia (el ser humano: ¿está en camino de
convertirse en máquina?: ¡no quepa duda!).
1180

4.6.3.- INTELIGENCIA, “CULTURAS”, NOCIÓN TOTAL.
El papel de la inteligencia se expresa de modo progresivo en la entera historia humana:
en el ámbito antropológico (sustentabilidad genérica), en el sociológico-político (superación
de la estratificación), en el científico-técnico (acceso al saber objetivo y al dominio sobre la
naturaleza), en el filosófico (saber objetivo absoluto).
La inteligencia tiene carácter instrumental. En su condición de tal, debe operar como
medio o herramienta, que a la manera de la velocidad en el guepardo, permita al género
acceder al objetivo de alcanzar el mundo (su compresión) con la mirada e integrarlo en su
entera dimensión espiritual, del mismo modo como dicha esfera debe ser deificada. Luego,
inteligencia, primero: para sobreponerse a límites de origen que el ser humano registra en el
diseño y organización corporal, frente al entorno y en el seno de los márgenes de la
sobrevivencia; después: para mejorar los sistemas de satisfacción (la “calidad de vida”) de
necesidades; y, finalmente, para llevar a la conciencia completa y domino, de y sobre la
realidad, a la especie toda 1754 .
En sentido esquemático, esta reflexión conduce a parear: 1) inteligencia y faceta
antropológica: formación de los diversos pueblos en el planeta (diversificación, que no debe
ser vista en su puro sentido “cultural” abstracto, sino como la variedad de posibilidades
ensayadas por la naturaleza para garantizar la pervivencia de la especie, o sea, como
“estrategia” de la naturaleza para que la inteligencia supere el peligro de extinción: si los
europeos no tienen éxito, los Shuaras: sí); 2) inteligencia y faceta sociológica: proceso
integrador moderno, en el interior de los grandes grupos y del grupo total de la humanidad
(globalización), para promover el desarrollo humano mediante la contradicción (“la unión de
la competencia con el progreso técnico” –David Ricardo); inteligencia y ciencia: manera
superior de entender y utilizar (tecnología) el mundo; e, inteligencia y Filosofía: concepción
total de las cosas, aclarar la ubicación del ser humano (de la propia inteligencia) en el cosmos.
Estas reflexiones conducen, con necesidad, nuevamente, a revisar los conceptos
comunes, que se tienen de “cultura”: 1) “prácticas elevadas del espíritu”; 2) valores,
tradiciones, hábitos; 3) agrupación histórico humana singular con sistemas productivos,
cosmovisivos, de valores, propios; 4) respuestas que da un clúster humano al frente del
entorno, para satisfacer sus necesidades; 5) suma de comportamientos humanos; 6)
articulación de ideología y política; y, 7) “la completa y multiforme producción de todos los
seres humanos” (Marx). Obviamente, adhesión intelectual personal, hay en torno de la última
formulación: todo lo que ha hecho el ser humano en las distintas épocas y lugares.
Sin embargo, hay una concepción propia (o personal) de “cultura” (pueblos) ligada a
la de inteligencia: 1) “culturas” son las diversas formas en que la inteligencia ha logrado
exitosamente prolongarse (¿qué hay, en último término, de esencial y común entre mujeres y
seres masculinos italianos, franceses, anglosajones, chinos, mongoles, araucanos, mayas,
otavalos,..., negros, blancos, colorados,..., sino otra cosa que no sea la inteligencia?); y, 2) es
el resultado de la estrategia de variante múltiple, “tomada” por la naturaleza para proteger la
sobrevivencia de su obra más evolucionada (si hubiese una sola “cultura” y si ésta desaparece,
la especie se iría con ella; varios pueblos, por lo contrario, detentan mayores posibilidades de
hacer sobrevivir a la inteligencia: a las unidades o asociaciones de inteligencia; de manera que
se hacer referencia al modo como la inteligencia se ha acomodado en la diversidad de
condiciones del mundo para perennizarse).
1754
Debe haber, debe plantearse, si el conocimiento es el reflejo mental del a realidad (confrontando a quienes
sostienen que la mente no puede representarse la totalidad del mundo, que no tienen sentido esa “búsqueda” o
que piensan que la realidad no existe fuera de la conciencia) una disciplina objetiva, rigurosa, científica (la
Filosofía), que como práctica cumpla el papel y logre el producto de representarse la realidad en general en
términos puramente “especulativos”, una vez que se ha llegado a un momento en el desarrollo de la historia, de
la humanidad, del pensamiento (esto es, cuando el ser humano ya no trabaje, haya superado los clásicos
problemas sociales y las necesidades que emerjan sean atendidas por el sistema de máquinas pensantes). Es
decir, ciencia que permita saber qué es la realidad, la materia, el Universo, la naturaleza, la sociedad, el
pensamiento en sentido comprehendido de lo general a lo particular, a la manera de esos muñecos rusos, que se
interpenetran y forman una sola unidad orgánica integrada (En la década de los 80 del Siglo XX, en lo personal
también se creía que desarrollar o acceder una o a una teoría completa de la realidad era una preocupación
fofa, una maniobra burguesa distractora del objetivo político revolucionario principal; que no tenía sentido
alguno conocer qué es el Universo, cómo funciona éste, si coetáneamente el poder se halla destrozando a la
clase obrera y al pueblo, a los valores y a la naturaleza. Una vez resueltas estas contradicciones, el ser humano
queda vivo: ¿a qué se dedica? Al placer no, puesto que es pernicioso, irracional, tonto).
1181

¿Por qué esto? Porque la inteligencia es un grupo especial de neuronas, que producen
el pensamiento; pensamiento, es el proceso de comprensión/interpretación de los hechos,
cuyo efecto es el programa de acomodación superior del entorno a las necesidades conocidas
(conciencia, razón, libertad) y a las nuevas: 1) materiales, que ofrecen la posibilidad de
producir y reproducir la base biológica de la inteligencia y del pensamiento, 2) espirituales,
aquellas que demandan acceso al sentido de las cosas y del propio ser humano como
inteligencia (sólo en la esfera de las necesidades espirituales se produce el verdadero cambio;
en las de tipo material, su requerimiento siempre es el mismo: comer, cubrirse el cuerpo,
guarnecerse).
Cierto es, que existe toda una gama de necesidades espirituales llamadas “culturales”:
recreación en el arte; pero todas estas formas de protección y promoción de la vida humana en
una etapa determinada, constituyen también una “estrategia”, esta vez: de la propia
inteligencia, movilizada para proteger y garantizar de modo “legítimo” la existencia. Otro tipo
de necesidades: tanto las conducentes a precautelar la integridad humana en la salud, como
aquellas encaminadas a forjar la base material del mundo nuevo (del nuevo estadio humano:
la transición, la supramodernidad, el socialismo del siglo XXI, en la coyuntura; o el
comunismo robótico, la comunidad de objetivo, o el sistema de la democovivencia, en el
largo plazo): el desarrollo del conocimiento positivo y de la técnica, se torna crucial e
indispensable para el sino humano, al llegar éste a una determinada etapa de la historia; es
evidente que, felizmente: esta necesidad ha sido cubierta con la mecanización, con la
automatización, con la robotización, con la inteligencia artificial.
El Derecho Positivo como un elemento de la “cultura espiritual”, no es un hecho
abstracto, sino muy concreto e histórico. El llamado Derecho es la materia, que más se ha
desarrollado (división del trabajo) tanto en su vertiente romana como anglosajona,
complejizado y ampliado, en relación con el resto de disciplinas del saber y de la práctica; no
en vano sus cultores académicos se vanaglorian de su sabiduría y tildan de ignorantes al resto,
incluso a quienes apelan al argumento de que toda persona tiene juicio, racionalidad, sentido
común. Ahora bien, si se reduce su examen a los principios generales, dicho fárrago se exhibe
tan simple y el mismo revela su carácter de clase: también el Derecho es esa colosal farsa
montada para la realización de la voluntad del poder, de modo que su exquisitez y su amplitud
se reducen a trivialidad parafernálica (en círculos indistintos de la abogacía se sostiene –en la
perspectiva de la concepción jurídica del “poder”, sobre el Estado de Derecho-, que la ley es
el sistema de preceptos, elaborados para “poner límite y someter al control al poder”). Ahora
bien, la historia, la vida se “hacen dentro y fuera del Derecho”. Las normas, sean tradicionales
como neoconstitucionales o neojurídicas, se entienden en la responsabilidad autoimpuesta en
el marco de un sistema: el mercantil burgués, y las que dictaminan el reconocimiento de
necesidades y la fijación de funciones, pero sobre todo los nexos requeridos para que se
desarrollen los intereses, sobre los que el sistema se reproduce.
Esta tendencia de permitir juzgar y sancionar los actos de vida sometidos a la
ideología de la juridicidad, que ha producido tantos documentos sobre hechos baladí y de
coyuntura, aproxima un colosal derrumbe; desplome del derecho de propiedad, que es la base
del economicismo de la ley; aunque es cierto que esta filosofía prescriptora del poder se
legitima como efecto de la reducción del número de obreros y del incremento del
cuentapropismo, del desempleo y de la marginalidad en general, de manera que dicha esfera
de la teoría y de la práctica se amplía al cooptar el derecho de las inversiones a su letra, pero
también esa generalización completa de su esfera, es la base de su negación y superación.
El movimiento completo de la historia, integra a todos estos procesos, como fases
necesarias en el camino a advertir la “necesidad madre”, hacia la consecución de la cual:
todas las llamadas “culturas” parciales han reportado éxito a la inteligencia, en tanto han
sobrevivido (unas avanzando el desarrollo de la idea: un tipo específico de conciencia y su
terrenalización práctica –tecnológica-; otras: reformulando el marco estructural en los que
tiene lugar la perennización de la vida inteligente y su despliegue futuro -las relaciones
humanas democovivenciales-; mientras que unas terceras, como simple material genético
acumulado, seguro social de la conciencia –reserva germoplásmica de la especie humana), y
de este modo han contribuido para que ésta llegue a ser global, universal, humana, y de inicio
a su cometido: representarse la Materia “en sí” y “para sí” (comprehender la dimensión total
de la realidad en la conciencia y materializar ésta, como facticidad).
En la Tierra se han levantado “culturas” hedonistas (en su mayor parte, incluso en la
1182

actualidad) y “culturas” racionales. En el curso civilizatorio, en cambio, dicho tipo de
ambivalencia no se ha hecho, no puede hacerse presente. El factor de identidad al interior de
la especie, no proviene del frente histórico-social, sino de la dimensión biológica: entre los
diferentes grupos humanos en el planeta, ahora que la especie se ha encontrado, si se los reúne
a todos se tiene que este factor común es la inteligencia (neuronas del neocórtex o máxima y
última proeza evolutiva, exclusivamente humana); este hecho es tan fuerte (como lo es su
valor: producir el pensamiento, generar la conciencia), que si a un ser que reúne todas los
atributos antropofísicos, le faltase la última capa de la corteza cerebral, este ser: ¡no será
humano! El ser humano ubicado en cualquier lugar del planeta (incluso los llamados pueblos
no contactados u originarios que producen instrumentos elementales y con fundamento en lo
cual desarrollan leve y mitológicamente la conciencia) usa la inteligencia para facilitar,
mejorar y proteger la satisfacción de las necesidades y la vida, en su orden; con conducta
desarrolla las fuerzas productivas y sus ideas. Esta es una ley absoluta, que conduce a los
diferentes grupos de inteligencia hacia un solo sino unidimensional. El grupo humano de
grado de desarrollo más avanzado en sentido civilizatorio es el ariete en la historia: muestra el
camino a medida que lo construye; el resto, o bien se queda en la ruta o se integra al flujo en
un momento determinado del cual de modo contradictorio se llega a la racionalidad.
Usos, costumbres, valores: ethos originario (aspectos formales del sistema de vida)
que se corresponden con la dirección unidimensional de la historia, que la apoyan en cuanto le
son funcionales, serán integrados en el proceso general de la vida; los otros pasarán a formar
parte de los recuerdos y a ubicarse en ese baúl. En el pensamiento objetivo, racional,
hierático, no hay lugar para las zalamerías (barroco, arabescos, hedonismo o poesía;
únicamente primado en la conducta de líneas rectas, seriedad, frialdad, modernidad): el ser
humano usa la inteligencia para desarrollarse en la objetivación de sus cualidades subjetivas
como fuerza material y en la paralela producción de ideas, elevarse en la comprensión del
mundo; ese es el modo de ser del capitalismo y fenómeno cuasi similar se produjo en el
socialismo con Stalin (es por eso que ciertos individuos no ven mas que únicamente
capitalismo en los dos sistemas, sin entender que todo proceso humano se expresa en el índice
de productividad del trabajo, cuyo mayor frente está en la variedad y complejidad los
instrumentos de producción, para él que el marco de relaciones humanas es su producto y a la
vez su insumo, todo el hecho encerrado en el interior del flujo permanente sea mercantil de
valorización (capitalismo) o racional-valorativo (socialismo) de la historia.
4.6.4 ¿CULTURA O CIVILIZACION?
Las pujas arcaicas, antediluvianas, de carácter filosóficas se resisten a ceder vigencia
en el momento posmoderno de la existencia humana de entre siglos. ¿Qué es lo primero: la
materia o la conciencia?, ¿el ser o el pensar? ¿Cuál es el aspecto principal: la materia o la
idea? De atrás en la vida (“desde hace tiempo”, suele decirse), el subjetivismo ha dado guerra
al interior del marxismo, del pensamiento de izquierda, en la historiografía o en la sociología.
Mención especial entre la pléyade de exponentes subjetivistas tiene Antonio Gramsci con las
tesis suyas de “praxis”, “cultura” (hegemonía) y la de “inmanentismo humanista absoluto”;
esa postura ha sido retomada por los teóricos de la Escuela de Frankfurt, especialmente por J.
Habermas y la teoría de las “relaciones comunicativas”; más cerca en América Latina, B.
Echeverría ha planteado la suya: “ethos histórico”; en análoga perspectiva han derivado su
pensamiento Foucault, Baudrillard y el resto de académicos europeos, a los que se hace
referencia crítica, más atrás, en este documento. Los representantes doctrinarios del marxismo
académico, teórico, responden que la preeminencia está en el espíritu, al hacer eje de su
“episteme” el término “cultura” (y en dicho pensamiento, cultura es lo mismo sistema de
creencias, valores, que risas, teatro, pintura, cine, comportamiento y Psicología).
La premisa epistemológica, que sustenta y columbra la conformación y desarrollo
ulterior discursivo del pensamiento sociológico contemporáneo, mira la sociedad a partir del
concepto de “cultura”, entendida ésta en su sentido antropológico abstracto: como la
agrupación de percepciones, valores y actitudes, que son específicas, que permiten, por tanto,
diferenciar y clasificar a los diversos subconjuntos humanos, y a la cual han apelado para
reproducirse en sus diversas circunstancias. Para caracterizar las diferencias (formales) no se
apela al aspecto básico de la verdadera cultura: la humana, a las fuerzas productivas, esto es, a
la civilización, base y componente propulsor del desarrollo del humano como ser, como
fenómeno humano concreto, total, para la especie. Esta conducta (que, además, olvida,
1183

desecha, escamotea, subestima el concepto de ideología), es la expresión de la reemergencia
de la postura cognitiva idealista, metafísica, sustentada en la noción de indeterminación del
discurso ideológico de la Física posmoderna, que mantiene el concepto de “energía” y que la
contrapone al de “materia”. Siempre imperó en la vida humana la subjetividad, la voluntad y
sus productos ideales, se sostiene por parte del subjetivismo especulativo; sin embargo, las
ideas en todo momento deben ser el reflejo de las condiciones reales de la existencia, hasta
que el hecho pase a constituir simple presupuesto: la producción automatizada, en la que la
civilización se vuelva únicamente espiritual, como efecto: los procesos se bifurcan en uno
maquinizado de orden “económico” y otro de pensamiento, situación en la que el ser humano
se ha separado definitivamente de la naturaleza, sin embargo de que la misma seguirá siendo
su base.
La reflexión:
- La cultura: preeminencia de las ideas, normas, instituciones (el llamado “ethos”).
- Civilización: supremacía de las fuerzas productivas, creadoras de relaciones de
producción, de progreso hominizatorio (Alexei Leontiev), base de la
superestructura y de las formas de conciencia social correspondientes.
- Cultura: suma de comportamientos humanos.
- Civilización: acumulado de instrumentos producidos por el ser humano en la
práctica social del trabajo (inteligencia ontologizada).
- “Cultura” concebida en sentido restringido y civilización se integran en la
cultura: en la naturaleza humana: segunda y tercera naturalezas –naturaleza
espiritual, trascendencia- (instrumentos –tecnología-, sistemas sociales, procesos,
ideas –ciencia-, productos incluso sensitivos, artísticos) 1755 .
Frente a quienes sostienen, que no interesa “lo que dijo Marx” en torno de la
formación histórica de la humanidad, en este escrito paladinamente se afirma, en cambio, que
para la formulación de la opinión, interesa y mucho, el punto de vista autorizado de Marx,
siempre, necesariamente, en forma directamente proporcional al desinterés que se profesa por
las ideas de quienes lo subestiman. Marx, jamás hace centro de sus reflexiones en su juventud,
mucho peor en su madurez (y también interesa evocar el proceso de superación generacional
en las ideas provocadas en la vida Marx, como norma de desarrollo etareo de la conciencia) el
concepto de “cultura”; puso, por lo tanto, y esta aseveración puede muy bien corroborarse a
través del acto de simple revisión de las obras de Marx, a las condiciones materiales de
producción: a las fuerzas productivas como centro de estudio y fenómeno progresivo de la
vida, en efecto: “el método de Marx se basa en la conexión entre el proceso técnico material y
la forma social que asume” 1756 . Claramente Marx y Engels definen en la Ideología Alemana, a
la cultura como el fenómeno total, opuesto a la naturaleza, esto es, como hecho
específicamente humano: “la completa y multiforme producción de toda la tierra”: todo lo que
ha salido del cerebro y de las manos humanas en el transcurso del proceso histórico de
autoproducción de su existencia, es la cultura. Ahora bien, Internet, por ejemplo, es fuerza
productiva y por allí se dice que La Red está cambiando la “cultura” (que bueno que se
reconozca el primado de la civilización, sin embargo de que a medida que el desarrollo
avanza se esté superando la barrera entre la materia compacta y la blanda). Por su parte, el
más grande marxista, que ha dado el Ecuador: Agustín Cueva Dávila, rescata y sostiene tal
punto de vista (Cueva, Agustín. La teoría marxista).
Y la antes referida fue la concepción que dieron seguimiento Lenin, Stalin y aun
varios de sus sucesores revisionistas, que se encargaron de destruir a la gran ex URSS y
ponerla dónde actualmente está. Punto de vista de las fuerzas productivas, de la civilización,
que permitió la forja del extraordinario escenario de desarrollo para el socialismo correlativo
1755
La palabra civilización puede incluso ser un concepto mucho más amplio que el de cultura, puesto que en la
primera se incluye al ser humano en sentido procesal: aspecto material de la dinamia, en el que quede incluida
la fuerza muscular (también y sobre todo del músculo cerebral), mientras que la segunda no es más, que el
conjunto de las acciones humanas (lo que ha hecho el ser humano, sin inclusión de este ser, puesto que él es
naturaleza).
1756
En las geniales, maduras, racionales, generalización en torno de la concepción materialista de la historia,
que Marx expone en su Prólogo de la contribución a la crítica de la economía política, se advierte la
determinación progresiva de todo el proceso histórico por parte de las fuerzas productivas: de la concreción
objetiva de los poderes de la inteligencia, condicionada por las necesidades, en el interior de la praxis.
1184

al período de José Stalin y el que incluso se proyectó más allá de él: elevó el nivel de vida de
la población, desarrolló la ciencia y la técnica, fortificó al pueblo con pertrechos para
enfrentar la guerra, disciplinó al pueblo, esto es, realizó lo que jamás pudieron hacer los
impugnadores tozudos del personaje, del pueblo, del sistema y de la concepción implicados:
trotskistas (crítica fundada en razones no culturalistas, debe admitirse), gramscianos,
neomarxistas, postmarxistas, etc., catedráticos, escritores de libros, hedónicos ilustrados (por
allí se inculpa a dicha perspectiva el “fracaso del socialismo”, con el manido criterio expuesto
de memoria: “las fuerzas productivas no perdonan” –Moreano, Alejandro. Apocalipsis
perpetuo-, para sostener que el capitalismo se reinstaló en tiempos mismos de Stalin 1757 ).
Según el referido supuesto teórico, el capitalismo no debe ser visto solamente en su lado
malo: el capitalismo (el modo de producción de la febril acumulación –C. Marx) ha creado las
bases materiales para que el ser humano se enrumben a las estrellas 1758 . El enfoque de cultura
conduce al hedonismo, al barroco, a la exaltación al placer, a la reclusión de la inteligencia en
la producción cíclica de la vida animal frustrante 1759 .
4.6.5.- LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.
Por orgullo; porque se tiene 1/8 de sangre aborigen (o por cuanto se es indígena
racialmente puro); por oposición al pensamiento Occidental conquistador, avasallador, racista;
por mero divertimento o folclor, se suelen hacer esfuerzos, no solamente por rescatar de modo
auténtico los conocimientos de los pueblos ancestrales precolombinos, sino también para
compararlos con y para demeritar el saber oficial, en su orden. Eso ocurre en América Latina
en el sector de los “especímenes autóctonos” y entre algunos mishos (mestizos) socializados
en posiciones ideológicas progresistas. El citado forcejeo unilateral (puesto que a los europeos
la cuestión ni les va ni les viene, pues, se sienten bien instalados en su soberbia) se produce
entre fenotipos humanos por parte de las etnias minimizadas, para contrarrestar el racismo
greco-occidental, para arrasar con la impertinente y anacrónica diferenciación subjetiva de
status simbólico, y para llenarse de autoconfianza, de autovaloración positiva.
Como parte del programa de auto reivindicación, se suele rescatar y magnificar el reloj
y el calendario (astronómico y ceremonial) aztecas, la selección de ciertas variedades
vegetales y su cultivo realizada por pueblos precolombinos, el establecimiento preciso del
centro astronómico de la Tierra en Catequilla-Pichincha (frente a la Misión Geodésica que se
equivocó en varios kilómetros, al haber situado dicho punto años después y apoyándose en
métodos e instrumental sofisticado, en el parque de La Alameda en Quito, la capital
ecuatoriana), asimismo el tallado y pulido de piedras en Machu Pichu, el uso efectivo de
ciertas hierbas medicinales y la producción de brebajes, la formulación y sistematización de
especulaciones filosóficas totalizantes y ahora, el Pachakuti.
No obstante, nadie, sin fanatismo, puede dejar de percibir la diferencia abismal existente
entre estos pequeños méritos y los alcanzados por el poder mafioso occidental de la ciencia
positivista y la subsecuente conducta utilitaria. “¡Sea!”, se dice; pero dicho desarrollo
instrumental comprehende el aporte generacional dado por toda la historia, viene también
destilando sangre; además, el mismo ha destruido a la naturaleza, ha generado asimetría
social, explotación, pobreza, guerras y toda una gama de conductas deshumanizantes. “Si y
no”, debería ser la respuesta. En realidad, la posición apropiada sobre el entuerto proviene de
la aplicación a él, del “arcaico” análisis de clase, sí y sólo sí no se deja de lado, en el proceso
1757
Este personaje no llega a dar importancia a su propio argumento: de la comunidad a la región, de ésta a la
nación y de aquí: linealmente, a la humanidad; ¿qué es lo que propicia este tránsito? El continuum: el
desarrollo de las fuerzas productivas, que tan enfáticamente rechaza.
1758
Incluso hoy: 2011, si salen de modo intempestivo los rezagos del capitalismo (como ciertas subculturas
hedónicas ancestrales, que blanden como bandera “eliminar al capitalismo para salvar a la Tierra”, se
proponen), se puede lesionar gravemente a la historia, una vez que en su reemplazo no está todavía claramente
listo el sistema humano que asuma racionalizadamente la perspectiva del desarrollo de las fuerzas productivas;
por tanto, esta modificación pondría en escena el hedonismo, frustrando o retardando el movimiento de la
materia hacia la formación de la “conciencia de sí”.
1759
"Redefinir la modernidad no es sólo útil para las sociedades modernas o para las sociedades en vías de
modernización. Es también para los intelectuales un medio indispensable de escapar a la pérdida de sentido que
los empuja a ver solamente control y represión en la civilización técnica y a negar la existencia de actores
sociales en un mundo que está, sin embargo, agitado por problemas e innovaciones, por proyectos y protestas"
(Alain Touraine citado por Samuel Arriarán; en: Arriarán, Samuel. Filosofía de la posmodernidad: crítica de la
Modernidad desde América Latina; México, 1996).
1185

de elaboración de la sentencia incriminatoria, rescatar el aspecto civilizatorio del positivismotecnocrático.
Enrico Poli: un señor italiano radicado en el Perú, ha coleccionado varias piezas
arqueológicas precolombinas, cuadros coloniales, armarios, cajas y otros artefactos de madera
de elaboración aborigen, en los que se presentaban representaciones del tipo geroglifos, sobre
los cuales dice que deben ser “leídos” para alcanzar su sentido, puesto que se trataba de la
escritura de la cosmovisión, en la que –de modo sincrético- estaba negada la ideología
religiosa de Occidente y se afirmaba la idea inca de la conexión entre ser humano y
naturaleza, y la razón de su ser en este sistema: ser humano, naturaleza, Cosmos. La tierra da
todo (ser humano-boca), los organismo reproductivos procrean –aparato reproductivo-
(sostienen a su madre) y el “recto” conecta (cuando se defeca) al ser humano con la tierra: ese
el ciclo eterno en unicidad Madre tierra-ser humano y animal. Se interpreta el hecho, como la
exposición de la idea de que en el planeta todo fecunda, todo ser sólo fecunda perpetuando la
vida y el orden del entorno; luego, si no ocurriese la fecundación permanente, la tierra
desaparecería; y, ese es un aspecto central de la cosmovisión india y negra.
Ahora bien, ese sino instrumental, fatal, que rebaja a la condición de “marioneta” al ser
humano, debe ser roto y la “raza blanca” greco-europea, por fortuna se ha plateado rebasarla,
junto con la pobre concepción que le es inherente, elocuente ejemplo de ejercicio mental de
sentido común, propio de la Filosofía Oriental, a través de la imposición de la idea de
“trascendencia” aunque ella esté concebida en términos deístas (Carl Sagan es el único que lo
ha hecho –después de Marx, desde luego- en términos materialistas con la referencia:
“materia cósmica que tomó la decisión de dirigir su propio destino”). Precisamente, esa
relación originaria, animal, simple, arcaica, debe cambiar el ser humano (y lo ha hecho –que
pena- Occidente; no obstante, el señor Poli, tal como es el parecer en personajes de este tipo,
minimiza el colosal esfuerzo históricamente realizado por Occidente incurso en la
simbolización idiomática –el alfabeto- y, además, pone al saber Oriental, ya no en el mismo
plano, sino sobre el saber Occidental); este ser tiene que diferenciarse de la naturaleza: romper
el cordón umbilical con su Madre: la naturaleza, debe conocerla, hacerla “para sí” y demostrar
que la misma naturaleza se expresa en grado superior en el desarrollo y distanciamiento de
ella, del ser humano. En el plano del pensamiento de modo análogo se han destacado
buscadores de proezas alcanzadas por los pueblos sobre todo precolombinos, en el marco de
proyectos de investigación sobre “desarrollo comparado”; el racismo europeo y
estadounidense, así como el colosal desarrollo tecnológico nipón, puede asumirse como los
factores impulsores hacia buscar hechos y saberes que rescaten el valor de la personalidad de
dichos pueblos, en la marco de sendos y reiterados estudios aplicados sobre la fase infante de
dicha zona social.
Otro esfuerzo por reivindicar “lo nuestro” lo hacen los ingenieros ecuatorianos:
Marcos Guerrero y José Murgeyto, con la publicación de un primer documento intitulado: “La
verdadera historia del tiempo”, en el cual se rescata otros aspectos de la cosmovisión andina
precolombina, haciendo hincapié (en un segundo libro titulado: Los dos máximos sistemas) en
el saber matemático. Se trata de una argumentación en contra de Hawking, partiendo por lo
menos de dos supuestos: 1) que los pueblos precolombinos se adelantaron a plantear ideas,
que luego con pompa lo hiciera el cosmólogo inglés en su libro “Breve historia del tiempo” (y
en otros); y, 2) que mientras el anglosajón usa la noción de tiempo en sentido lineal, el señor
ingeniero Guerrero considera que los pueblos precolombinos lo hicieron en sentido vertical,
ascendente (con lo cual superan al criterio Oriental del Yin y el Yang, del Alfa y Omega, en
su relación simplemente circular, plana), lo que –según él- es correcto. Aduce también, que la
idea de linealidad horizontal (reflejo en la mente de las planicies mediterráneas, asiáticas y
africanas), lleva a la explicación “neobarroca” del presente partiendo del pasado 1760 ; mientras
que la visión horizontal (reflejo de la topografía de montañas, de pisos altitudinales, de nichos
ecológicos piramidales –pirámides escalonadas, según la geometría fractal), explica el
proceso partiendo del presente. Para efecto de su propósito, por otra parte, la persona referida,
utiliza como medio las funciones relacionadas con la tridimensionalidad elíptica: f(X)=N,
1760
“El término ´neobarroco´ fue introducido por vez primera por Omar Calabrese, quien sostiene que existen
formas sociales ´fractales´, es decir, procesos similares a los descritos en las ciencias físicas y matemáticas,
para designar fenómenos irregulares, fragmentados y que no pueden ser reducidos a formas enteras o
sencillas” (Arriarán, Samuel. Filosofía de la posmodernidad: crítica de la Modernidad desde América Latina;
México, 1996).
1186

f(X)=N*… (1+1=2, 1+2=3, 2+3=5, 3+5=8, 5+8=13, 8+13=21…); se dice, luego, que ésta es
una ley ineluctable de toda existencia, la cual, en el plano cartesiano dibuja una hélice
ascensional 1761 .
La parte sobre los conocimientos matemáticos de los pueblos precolombinos es
dudosa, puesto que es ocasional y quizá no haya alcanzado el grado de racionalidad (aspecto
que los mismos investigadores, lo puntualizan), pese a que se aduzca que esas inferencias
fueron inmediatamente aplicadas en las labores agrícolas (épocas de siembra y cosecha en las
nacionalidades preamericanas) y lo cual demuestra que la lógica se conduce también sobre un
mismo derrotero: se conoce, y ese dominio intelectual del mundo se aplica con fines
prácticos; la que refiere al movimiento en espiral como premisa de desarrollo de las cosas es
impresionante, magnífica, pues, sostiene el patrón inferente de la inteligencia in abstracto, la
cual “coincide” con la exposición estilizada del marxismo y la dialéctica: movimiento
ascendente (Marx es el que afirma que la anatomía del ser humano es la clave para la
comprensión de la del mono; pero solamente para éste y casos que calcen, puesto que Marx
también dice que las nuevas generaciones, que son producto del pasado, se montan sobre él y
le adicionan su propia impronta); pero la que refiere al uso de las nociones “tiempo” y
“espacio”, presenta problemas, puesto que a propósito de su reflexión sobre tales tópicos, si
bien critican la forzada imposición de nociones a la realidad, su argumentación está penetrada
del mismo vicio de Hawking 1762 .
La curiosa extrapolación del principio de la relatividad einsteiniana también sobre la
reflexión en torno al sistema de la ciencia, merece ser objeto de reflexión. El saber que
procede de Euclides (Geometría plana) no es el único, se dice; en el mundo hay otros saberes
como ya se anticipó a sostener el relativismo antropológico cultural. Ahora bien, los saberes
son de dos tipos: filosófico y científico, de acuerdo a la estructura de la realidad (esencia y
fenómeno, lo particular y lo general, la forma y el contenido, el todo y las partes, los hechos y
los valores) y a la forma en cómo la mente capta los hechos (de modo fenoménico totalizante
en los primeros pasos en el camino del conocimientos, luego de manera esencial-particular
ascensional al concreto); el primero precede al segundo, y ha sido guía de sobrevivencia y de
desarrollo instrumental precario en las primeras etapas de la vida (exitoso, pues, la especie se
halla viva), el cual debe saltar al segundo y positivista de carácter explicativo-predictivo
(efectivamente lo ha hecho con Arquímedes, Galileo, Kepler, Newton); el segundo es el
verdadero sendero por el cual el ser humano desarrolla sus potencias y va hacia horizontes de
intelectualidad objetivos y más abarcantes, en tanto realiza la propiedad de la inteligencia. Si
1761
Arquitectura fractal: patrón de autosimilaridad en tanto forma que se repite en escalas diferentes en todos
los hechos de la naturaleza; la división del número inmediatamente superior para la inferior da la “divina
proporción” (la “Firma de Dios” según la creencia de los reaccionarios evangélicos): 1,618. Ahora bien,
tremendo descubrimiento del “agua tibia”, puesto que hace rato que el marxismo descubrió este “patrón”:
“desarrollo en espiral”; lo simpático de todo esto, es que la ciencia positiva no hace más que confirmar la
doctrina dialéctica de estructuración, movimiento, desarrollo y cambio del mundo.
1762
¿“Los dos máximos sistemas”? El marxista es pensamiento comprometido; dicha adscripción se expresa
también en la lucha llevada en las ideas (esta conducta detenta determinación real, pues, al haberse integrado
la humanidad, ésta en adelante opera en el marco de un proyecto único en torno al cual todos deben forcejear:
¿hacia dónde debe dirigirse la vida de uno mismo y de la descendencia: hacia el hedonismo ilustrado o hacia la
fría racionalidad?; el marxismo, con necesidad objetiva se orienta por el segundo camino, en realidad: realiza
ese camino dado conducente a dicho objetivo, y la lucha se impone contra es distracción hedónico-folclórica,
religiosa, burguesa). El único sistema filosófico real es el Marxista, por su enfoque totalizante, dinámico,
objetivo, susceptible de ser ampliado a través del pensamiento presente y futuro de tipo científico; en verdad, en
dicho sistema se cumple el principio hegeliano: “todo lo real es racional y todo lo racional es real, y tiene
derecho a existir”; no existe un sistema filosófico alternativo de mejor contenido, puesto que tampoco hay el
nuevo sujeto que lo represente; el pensamiento marxista es la mentalidad actual y futura, en la medida en que el
proletariado se ha diluido en la humanidad. Para el caso que ocupa la atención, se sabe por dónde va toda esta
gente: a rivalizar con el pensamiento lógico occidental sin beneficio de inventario, ignorando la formación
filosófica marxista; como caballo de batalla, para desmeritar la cosmovisión positivista dominante en el planeta
y magnificar el saber de los pueblos amerindios (Maíz), se toma la crisis capitalista, el consumismo, el derroche
del estándar de vida de gringos, europeos y nipones, las drogas, la criminalidad, la corrupción, la esfera
compartamentalizada del saber positivista, la pobreza, la desigualdad y la afectación a la naturaleza; pero esa
conducta es tramposa, puesto que por debajo de dicha impugnación se pretende subrepticiamente hacer pasar el
limitado pensamiento precolombino como igual e incluso superior que el Occidental (“diálogo de saberes”). No
se desconoce que la capacidad cerebral de los subconjuntos humanos precolombinos sea igual e incluso
superior que la de los europeos; el argumento que se pone al frente de esta tendencia sesgada, afectiva, es el
hecho de que las formas sociales en las que se desenvolvieron los ancestros de los hoy autollamados “pueblos
originarios” y/o los procesos de colonización, no permitieron el despliegue de esa capacidad intelectual.
1187

el relativismo se produjese en la ciencia, éste se presentaría en el primer peldaño: en el saber
filosófico (varios climas, existencia o inexistencia de estaciones, presencia o ausencia de
mares, de montañas, de agua congelada, etc.); pero una vez que se alcance el segundo (y
último) peldaño de objeto y método (científico en materia de las dimensiones naturales y
principio-guía en las esferas sociales y humanas, como suele decirse), éste aprehende,
comprehende al primero, lo desarrolla y profundiza en sí mismo; y, si advierte que hay algún
principio descriptivo grueso en otro saber primario que puede desarrollar la ciencia (la lógica
occidental) lo asume, con lo cual llegan a su término las llamadas “revoluciones científicas”
kuhnnianas (eso ocurre en Medicina con la Homeopatía, la Acupuntura, la Medicina Natural,
la Cura Shamánica, etc., con la Alopatía: ésta acoge un “buen saber” que no se ha producido
en su seno y lo cubre con la aureola de la objetividad proveniente de la investigación
experimental in vitro).
En contra de la percepción del “tiempo” (del movimiento) en Occidente (siempre
demostrando indisposición ante el positivismo, tendiendo a satanizarlo, desvalorarlo y
enterrarlo; reiteradamente “llevando el agua al molino”, al terreno cosmogónico filosófico
oriental y utilizando los propios medios que para efecto Occidente da) se dice que Einstein
(Occidente), los mayas, los chinos, los hindúes “nos hicieron entender”, que Occidente estuvo
equivocado (lo asevera el señor doctor Victor Madrid, médico ecuatoriano sutil conocedor de
filosofías chinas, mayas, andinas, greco-romanas): la relatividad del tiempo (sic), la
circularidad del tiempo (sic), el significado del tiempo (sic). No obstante, si se mira de modo
epistemológicamente más analítico, se advierte que todos los referidos personaje y grupos
humanos estuvieron equivocados (e incluso el paradigma de punta: la Física Cuántica, la que
linda ya con la mitología postmoderna 1763 ), puesto que utilizan las nociones fetichistas de
tiempo, espacio, energía, espacio/tiempo, relatividad del tiempo, circularidad del tiempo,
significado del tiempo (¡el “tiempo” no tiene significado señor Madrid!, aquello que tiene
sentido son los hechos humanos o no humanos: la fecha de nacimiento, el día de la
independencia, la Navidad, el próximo eclipse, etc.; ¡el “tiempo” –el movimiento en sentido
propio- es “una línea o función promedial ascendente”, egregio señor!: viene del pasado –por
decirlo de algún modo- se realiza en el presente y va del hoy al futuro, como desplazamiento
circular ascensional o elíptico), por lo que son el famoso Einstein, los mayas, los chinos, los
hindúes los que se hallan errados (en otro sitio -3.2.3, pg. 782, en este mismo documento, se
exponen razones más contundentes, como fundamento de la airada impugnación hecha).
Si bien es correcto decir, que “espacio y tiempo” son maneras culturalmente (sic)
relativas de representar la materialidad blanda y el movimiento, y no son atributos intrínsecos
de las cosas (dixit M. Guerrero y J. Murgeyto), la base de estas nociones sí es única: el
movimiento y la materia blanda; día/noche, nacimiento/muerte, asimilación/desasimilación,
cuerpos compactos/cuerpos blandos, etc., son iguales en todos lados (al interior del planeta y
en toda “cultura” debe entenderse). Si la causa del tiempo es el movimiento y del espacio la
existencia de materia no compacta, a este nivel no opera el principio de la relatividad (puesto
que el mismo es falso). Las diferencias paradigmáticas siempre se presentan en el plano de la
epifenomenología de la complejidad. ¿Saber Oriental y saber Occidental contribuyen a captar
el mundo? La respuesta positiva debe ser dada con mucho cuidado (puesto que en el saber
Oriental se hallan incrustados una serie de mitos, lo mismo que en el Occidental lo está la
ideología de clase); así es, pero el uno lo hace de modo filosófico, el otro, en cambio, en
términos científicos; el uno permite entender la realidad, el otro explica, predice y conduce a
la praxis. Es por eso que se puede concluir, que el “espacio de puntos” ha llevada la mente al
poder tecnológico actual (a partir de juzgar el hecho no desde una posición simplemente
hedonista) mientras que la perspectiva del “espacio de redes”, a más de haber quedado
reprimida (y ese es ya un límite de ese “paradigma”, si se lo evalúa mediante el criterio de
resultados), sometido por el otro (el euclidiano), no hubiese conducido a la humanidad hacia
el grado de racionalidad actual (de hecho, ya ha sido “cooptado” dicho enfoque en los
1763
Euclides, Pitágoras, Newton: los clásicos; Einstein, Heisenberg: los modernos. Como en Ciencia Política:
no porque las ideas seas planteadas por cerebros actuales (aunque con el deceso de las generaciones mueran
también los pensamientos y que siempre la humanidad encuentra formas renovadas de mirar el mundo),
forzosamente quiere decir que sean necesariamente verdaderas; en efecto, el pensamiento de Marx sigue siendo
superior al actual, el cual es vergonzantemente informal. Es una conducta abstrusa, incluir, por ejemplo, al
“tiempo” en el análisis de la realidad factual, incluso si ese proceder esté apegado a la práctica científica de
los modernos cerebros.
1188

aspectos nuevos del paradigma: la Topología, Castells con la propuesta de “sociedad red”,
Morín con la “complejidad”, Wallerstein con el “sistema-mundo”; en el seno del marxismo,
en cambio, a más de la dialéctica y el desarrollo en espiral, la categoría central es la de
concretización –desarrollo multifacético).
No obstante, no se niega el enorme esfuerzo y los productos elaborados por Oriente
(de lo poco que se conoce, luego de que los conquistadores destruyeran el saber endógeno y
de lo que hasta hoy se ha investigado), que en cambio el saber soberbio Occidental ha tratado
de minimizar, que en materia cosmológica hiciera la cosmovisión Oriental (china, hindú,
maya, andina); sin embargo, al quedar truncos dichos procesos al haberse impuesto ad
terrorem sobre ellos la cosmovisión Occidental (y ahora se sabe, que el móvil estructural de
los hechos se sustentó en razones de necesidad y progresividad históricas), no se puede
comprobar si esa perspectiva estuvo llamada a conducir a la mente, hacia el grado de
realización de su potencia logrado por Occidente y, en especial: por el capitalismo (en el
desarrollo científico-técnico, es verdad: instrumentalizado para la acumulación, diferenciación
social y la dominación tomado en sentido coyuntural, pero en dirección del sentido humano,
en el largo plazo), incluso si se tiene en cuenta el dato de que en algunos aspectos en materia
cosmológica por lo menos, el pensamiento de diferentes subconjuntos humanos arriba a
similares resultados (fenómeno coincidente de la mente que se debe a la unidad material del
mundo, que induce una misma representación 1764 ): griegos, chinos, hindúes, mayas se dice
que han llegado a concluir que el 21 de diciembre del 2012, tierra, sol y el agujero negro se
alinearán. Hoy, la ciencia moderna oficial, de modo objetivo –de acuerdo con una
convención- representa el mundo, no solamente en cuanto verdad, sino en tanto sentido
inherentemente práctico (fáctico, tecnológico), despojado de la maraña mitológica, alegórica.
Este tipo de racionalidad, no solamente que está ligado al esfuerzo o a la brillantez de las
mentes; ella es producto sobre todo de la instalación de condiciones histórico-sociales: avance
de la percepción, diseño de métodos, de instrumentos, de la apertura de verdaderos modos de
producción de conocimientos, que dependen del modo de producción y de cambio económico
(necesidades, división del trabajo) y de la fase civilizatoria en general.
Para la ciencia como disciplina fría, en tanto la persona se mueva en la dimensión
puramente especulativa, teórica, la distancia entre el ser y el pensar, deja de lado todo juicio
de valor, para pretender alcanzar la objetividad: la correspondencia subjetivamente refigurada
biunívoca de la idea con la realidad (según un punto de vista sobre el hecho, por supuesto).
Los pueblos precolombinos, en verdad, fueron subconjuntos infantes todavía en la época de la
conquista: se hallaban en la primera fase del modo de producción esclavista: el esclavismo
generalizado, en la que varios de ellos le pertenecían a un “soberano”, el cual les hacía
tributar y actuaba sobre su vida con grandes obras de uso colectivo (la citada primera etapa, es
obvio, detentaba propensión intrínseca, rumbo a la fase madura de la formación: el esclavismo
individualizado –cada esclavista poseía en propiedad esclavos-, la cual, en las zonas en las
que efectivamente se dio, se descompone y da paso a la forma humana superior: la feudal).
Los pueblos europeos, según un enfoque historiográfico cuasi lineal, se hallaban en plena fase
de la acumulación originaria del capital -la mercantil-, en el que el despegue de la ciencia y de
la técnica, no sólo que era una esfera necesaria, sino que fue estimulada por la conciencia
burguesa naciente. Al “encontrarse” los dos estadios civilizatorios: el noreuropeo y el
amerindio, se impuso el de mayor grado de desarrollo de las fuerzas productivas: el del
colonizador; la opresión bloqueó (económica e ideológico-religiosamente) el desarrollo
natural de las colectividades originarias americanas, otras, en cambio, se retiraron a vivir
como pueblos no contactados.
Una vez que la historia ha producido una sola humanidad planetaria (convergencia
civilizatoria mundial –herejía para los relativistas posmodernos), la forma socioeconómica
predominante es la portadora del designio del futuro: el proceso de la febril acumulación de
capital, esto es, el capitalismo ha cumplido su misión en la historia: ha creado el sistema
automatizado de producción, y con sustento en él, la inteligencia finalmente goza de los
1764
No es necesario hacer mucho esfuerzo mental para entender este fenómeno de coincidencia perceptiva,
como se sugiere en el sentido de que para su comprensión se demanda de la conjunción analítica
interdisciplinar (think tank científico), puesto que es porque la realidad es una sola y en aspectos que no están
ligados a intereses particulares de ciertos grupos en un momento histórico determinado, que esta se representa
de modo prístino, no adulterada por la ideología, es decir, los hechos se reflejan refigurada (elaboración
lógica) y dinámicamente como son en la conciencia de pueblos distintos.
1189

presupuestos para realizar su propiedad a sus anchas: llegar al saber absoluto. Los pueblos
originarios pueden entrar en ese trajín: asimilar las fuerzas productivas en su totalidad y
coadyuvar en el completamiento de las nuevas relaciones humanas democovivenciales, y
pasar a ser sujetos de la historia; o, por el contrario, mantenerse en su “cultura”: en el
hedonismo y tan sólo desempeñar el papel de “banco geromoplásmico” (reserva genética que
permita sortear el peligro de desaparición humana). Ciertos líderes indígenas en América
Latina determinan ese sino con su petulancia, infatuación y sobre seguridad, en torno de sí
mismos. Estos sectores sostienen que no hay procesos de diferenciación histórica alguna al
interior de la especie; no ven disimilitud evolutiva: “las ´culturas´ se hallan en plano de
igualdad”, de horizontalidad; ese es el sentido posmoderno de su modelo mental, renunciando
al esquema fractal descubierto; en efecto, sostienen que la posmodernidad es la suma de
culturas dentro de la globalidad; no obstante, dicha opinión es falsa: en apariencia se presenta
esa diversidad, puesto que el sistema de mercado ha penetrado todo, y si ciertos pueblos
defienden su identidad, es por burdo capricho, pues, todo ser humano sensato parte adelante,
tomando como punto de referencia la esfera instrumental más desarrollada, a la cual debe
imponer la razón ética hacia el porvenir.
4.7.- EL PROCESO SUPREMO: TRABAJO Y NATURALEZA –TERCERA NATURALEZA.
4.7.1.- PROCESO DE LA VIDA CONCIENTE: EL DESEMPEÑO DE LA INTELIGENCIA
(INTELIGENCIA EVOLUTIVA).
4.7.1.1.- OPERACIÓN DEL CEREBRO EN EL ENTORNO PARA LA SOBREVIVENCIA.
Está visto, que la razón última de la presencia del ser humano en el Cosmos, es
producir la idea completa sobre sí y respecto de su entorno, con el aporte del pensamiento
generacionalmente evolutivo de la praxis social del trabajo, mientras la persona en colectivo
autoreproduce su vida material y produce su vida espiritual. El instrumento es la inteligencia.
La inteligencia es la propiedad de las propiedades por antonomasia de la materia: es la
propiedad por excelencia, es la propiedad “divina”, la máxima proeza, el último desarrollo
evolutivo de la naturaleza, de la vida, de la que sólo es portador exclusivo, el ser humano. La
inteligencia es la característica especialísima, que define la esencia del ser humano; ella
preestablece lo que puede llegar a ser in abstracto la especie; es la que da sentido y razón a la
vida humana en el plazo total de la historia, es la que atribuye sentido y razón al Universo y a
la materia en la plasmación de la optimidad cósmica; la inteligencia es medio y a la vez
proceso de su razón superior, de las personas.
Todo ser vivo es, lo que su propiedad privativa lo permite ser. Una planta (lo mismo
que los quimiosintetisadores submarinos poseen “quimioplastos” ¿?) tiene adosada a sí, la de
los “cloroplastos”; éstos, le permiten realizar su esencia: la fotosíntesis, o sea, producir masa
vegetal (grasas, almidones, celulosa, vitaminas, minerales en forma orgánica y proteínas
elementales); para eso están, esa es su razón de ser y la justificación (a priori, “teleológica”,
“axiológica”) de su existencia: formar parte del estado de equilibrio de la vida natural,
tomando insumos del entorno y sirviendo de materia prima para procesos superiores. Un
animal (incluido el ser humano, en su condición de tal, sobre todo en las primeras y en las
hedónicas fases de su existencia), está dotado de una propiedad que le singulariza, que define
su sentido y función como vida; los animales vegetarianos (y el ser humano es omnívoro)
transforman materia vegetal en carne o proteínas esenciales; los carnívoros intervienen en el
equilibrio natural: para que los herbívoros no se multipliquen en exceso y arrecien con el
reino vegetal, arruinando el orden natural.
El ser humano se aprovecha de plantas y animales para sustentar su vida material; éste,
está provisto de la propiedad de la inteligencia (la cual le permite dotarse por vía artificial in
abstracto, del resto de propiedades, pues, puede producir vegetales en laboratorio, lo mismo
que proteínas animales y actuar de modo antropofágico con las garras del “complejo militar
industrial” estadounidense), la cual es el resultado o contiene en sí, el resto de propiedades
habidas y por haber, de la materia como desarrollo mayor, último: atracción de partículas
(electromagnetismo), reacciones químicas, cualidades biológicas, el instinto, la racionalidad.
La inteligencia se sirve de todo (le permite al ser humano llegar a la concreción -C. Marx),
utiliza todo (crea los órganos que le faltan y modifica los existentes para sí –C. Marx) y anula
los estorbos: nada hay que se resista a ella, pues, crea la “potencia absoluta”: los métodos
1190

frente a los cuales ninguna cosa se le resisten (F. Hegel), ella reproduce todo lo hecho por la
naturaleza, por el cosmos, por la materia y se reproduce a ella misma en la robótica
humanoide y en la inteligencia artificial.
¿Qué es la inteligencia? En sentido estrictamente ontológico (o sea, no funcional,
procesal, operativo), la inteligencia es un tipo especial de materia orgánica, el último
desarrollo evolutivo natural, por tanto, solamente existe en el ser humano (en el “bípedo
implume” omnívoro). La inteligencia es el pequeño conjunto de neuronas de diferenciación y
especialización máximas: las neuronas del córtex y, sobre todo: del neocórtex, las cuales
tienen la capacidad de producir procesos de asociatividad (en consuno con la información
grabada en los enlaces de hidrógeno del ADN de las neuronas intermedias, perurgidas por el
desate de las necesidades y con mediación de las condiciones del entorno: potencialidades
–recursos- y limitaciones), que permiten pensar, generar la conciencia. Su función es
científica: conocer-producir (instrumentos técnicos), como base de la praxis de la retroacción
(la mejora reactúa sobre la mejora, produciendo el desarrollo). La inteligencia es la propiedad
que define al ser humano (no la sensibilidad seudo humanista: el arte, el amor,…); en este
caso, la inteligencia es la propiedad que dice quién es su portador, cuál es su destino, su razón
de ser, su esencia, su poder: llegar a saber todo, regir sobre el Universo (también en sentido
retroactivo: la materia, el Universo, la naturaleza hicieron sobre él, ahora él hace sobre ellos).
4.7.1.2.- EN LA TRANSICIÓN: EXTENSIÓN DE LA VIDA ÚTIL, EN LA VEJEZ (de la etapa cimera de
la vida, en la que desemboca ésta).
La razón de la “praxeología”. El niño es un ser hedónico-lúdico (el niño y el joven); el
proceso categorial apropiado para la cognición de su status es la Psicología Evolutiva de
Piaget o Bruner. El adulto es un ser hedónico-racional; el proceso epistemológico que entrega
el carácter del movimiento de su ser es la Ideología (el adulto tiene intereses definidos
racionalmente, situados en el marco de un entorno social –C. Marx). El viejo es, sobre todo:
racionalidad; la conceptualización teórica para su comprensión es la filosófica-lógica
(ontopraxeológica -Zeleny). En la realidad, el proceso de interacción entre ser y conciencia
sigue un típico, simple, lineal camino de ascenso: ontopráxico (realidad-trabajo);
ontopraxeológico (realidad, trabajo, conciencia); y, ontoconciencial (materia y espíritu
–movimiento de la materia).
De modo espontáneo o racionalmente dirigido, el proceso de acomodación de la
conciencia a la realidad, en la actuación práctica con fines productivos y reproductivos
materiales (desde luego, también espirituales), en la etapa apropiadora mental del mundo, el
niño-joven, ha formado su conciencia por las vías del “modelo social” y de las conductistasmentalistas.
El adulto se ha preparado para su desempeño en las tareas propias de su etapa (las
productivas) mediante el aprendizaje significativo praxeológico (realmente
ontopraxeológico). El viejo es un experto en la práctica y en la teoría (experticia); su vida es,
sobre todo, reflexión, operación sustantivamente mesológica de la inteligencia (a propósito,
no es que la capacidad intelectual dependa del número de sinapsis neuronales existentes en el
cerebro per se; las conexiones son el medio, el vehículo, el puente a través del cual el
contenido –la memoria adquirida asentada- de la conciencia varía en su relación entre datos
en su seno, provocando ideas. Mientras mayor información contiene el cerebro y más
conexiones interneuronales también poseen, la actividad semántico-lógica, será superior. De
allí que no tiene sentido despotricar sobre el aprendizaje memorístico y favorecer el
razonamiento. En suma: el número de sinapsis depende de la presión de las necesidades sobre
su formación y del quantum de información asentada en el cerebro).
El niño-joven, se ha vuelto maduro, ha formado su personalidad, mediante el uso de la
preeminente actividad de la memorización; se diría, de ese modo prioritariamente ha
internalizado el mundo, a medida que genera el sentido de su autoconciencia. Al adulto le es
propia la fase de “maduración técnica”, puesto que se forma como “talento humano”, esto es,
en las Politécnicas, como fuerza de trabajo calificada, dispuesta a ponerse a las órdenes de los
agentes del capital, en el proceso de valorización; el “constructivismo” es el modelo didáctico
en ejercicio, para el efecto. El anciano, que ya ha pasado por las experiencias de las dos etapas
anteriores, prevé expandir su vida útil, reflexionando sobre el trabajo dado, sobre el entorno y
en la intención de poner por escrito sus reflexiones; no son los postulados de la Andragogía
los que se hallan en la palestra, sino la actividad del pensamiento abstracto, mentalista,
conceptualista, de modo casi exclusivo.
1191

En la etapa niña-juvenil, se capta el mundo, se aprende (modela su personalidad);
siendo, luego, la memorización el componente básico de configuración ideal de la realidad. El
adulto produce-aprende (es personalidad modelada); balanceándose en él, como consecuencia,
las acciones de la práctica con las del aprendizaje. En el viejo, los procesos de comprensión,
explicación y predicción (origen, estructuración, funcionamiento, desarrollo y cambio de los
hechos) se enseñorean sobre el aprendizaje (personaje que modela, que gobierna); en suma:
en esta etapa prima la capacidad de producción de ideas. Para este último caso, la corriente
pedagógica de vertiente mesológica (incluso reconceptualista), es la que debe desarrollarse y
aplicarse, aladeando el criterio de aprendizaje y, sobre todo: el constructivismo del aprender
haciendo.
¿Qué es la Mesología? Se conoce como una disciplina de carácter científico,
consistente en una teoría de la conexión entre los hechos, en el plano de los principios de su
vínculo y acción recíproca (Los todos y las partes –O. Lange), para alcanzar la comprensión
de su estructura, el motor de su movimiento, su funcionamiento, el desarrollo y el cambio (las
tendencias de desarrollo), como fundamento racional de la praxis o pensamiento
transformador. La aplicación de este procedimiento, no será ya institucionalizado, sino
informal, virtual en tiempo real, a través de las teleconferencias, el uso de las TIC en general,
y de los medios de difusión: edutelecomunicación.
El aporte de los viejos al proceso del pensamiento científico social (mediante la
prolongación de la vida útil de la postPEA), es esencial, debido al alargue en la esperanza de
vida que viene, tramo adicional de existencia, que no puede plantearse ocuparlo en las tareas
de la producción física, en virtud de que la automatización arrasa cada vez más con el trabajo
vivo y a que las “unidades de inteligencia” deben propender conocer lo que más se pueda de
la realidad del mundo, antes de decesar. El conocimiento es el verdadero moderno
(supramoderno) indicador humanista del tipo de calidad de vida y la justificación de la
misma; puesto que el proceso sirve de modo aclasista al interés personal, al del grupo y al
propósito de la humanidad.
Si el aspecto tratado se abordase según la modalidad de “problema de investigación”,
el mismo tendría el siguiente formato (estructura y sentido que abominarían los posmodernos
desquiciados 1765 , que ven con malos ojos el paradigma epistémico de la modernidad, el cual
no es marxista, puesto que no aborda el sistema de contradicciones y, más bien, termina
funcionalmente proponiendo una receta comptista):
Anomalía conceptual: Inadecuada teorización del objeto “viejo sabio profesional jubilado”
(abordaje con los preconceptos “gerontología” y “andragogía”).
Realidad fáctica: Viejo sabio reducido a ser inútil.
Población dependiente: carga para la familia y la sociedad.
Se lleva a la tumba su experticia.
Categorías:
Empíricas: Viejos sabios (han llegado a la propiedad más desarrollada: al concreto).
Entendimiento-producción (el rol más eficiente).
Teóricas: Gerontología (reconceptualizada).
Andragogía (reconceptualizada).
Operativas: Concreto (ha desarrollado todas las cualidades potenciales).
Mental operativa (mesología).
Científica: Geronto-andragogía.
Disciplina teórico-práctica “pedagógica” componente de la Sociología, que
tiene como objeto el estudio científico de la edad potslaboral, el diseño de
los procesos de gestión curriculares, didácticos y operativos de
reinmersión en la esfera de la producción espiritual y tecnológica del
adulto-mayor en el colectivo de referencia y en la sociedad global para el
aprovechamiento de este “recurso”, con énfasis en la formación
documental de la memoria científica, la investigación y el desarrollo de la
“cultura”.
1765
En realidad, el posmodernismo es la expresión más degenerada del proceso de descomposición senil del
capitalismo.
1192

Ley del concreto humano: la eficiencia (calidad, excelencia) en el desenvolvimiento humano
se produce el instante en el que éste llega al concreto.
La ley que preside el fenómeno: el individuo es puesto a un lado, precisamente cuando se
halla en condiciones de asumir el liderazgo: producir,
enseñar, dirigir (hipótesis). Se queda a mitad del camino.
La nueva ley: el individuo (adulto mayor profesional jubilado) se realiza como concreto de
modo eficiente.
Estrategia para la inserción de la ley: política de extensión de la vida útil del adulto mayor
profesional jubilado.
En realidad, en este punto, el estudio de la vejez es importante, puesto que ésta, en su
forma de individualidad, se pone a tono con el carácter maduro de la humanidad:
independientemente de la edad las personas todas que componen la generación vieja (quizá ya
integradas en interfaz entre sí y con el sistema de inteligencia artificial), cuya existencia se ha
prolongado en principio más allá de 200 años y se halla sumergida en la etapa adulta mayor
de la vida, de la historia (el “valor” de usufructo, el comunismo, la democovivencia). La
tópica relativa a las fricciones orgánicas relacionadas con la edad no tienen importancia (el
trajín, el esfuerzo, el desgaste corporal, el “peso de los años”; no se pierda de vista el hecho de
que en esta etapa la esencialidad del trabajo ha llegado a su fin –de modo natural, sólo los
ancianos dejan de trabajar-: la propiedad específicamente humana, que formó al ser humano, a
la conciencia, que ha puesto los presupuestos para que el ser humano se encumbre a las
Pléyades, se encuentra con su frontera al pasar “a manos" de la máquinas), pues, de las
mismas se ocuparon oportunamente la Biotecnología, la Genética (los bebés “a la carta”) a
partir de la formación de las células germinativas mismo, mientras que la ciencia y la técnica
médica deben dar cuenta de anomalías fóbicas posteriores; tampoco la psicología o la
ideología interesan: la personalidad estará formada y los intereses se habrán negado para dar
lugar a una sola ambición: la formación mayúscula de la intelectualidad cosmopolita; llaman
la atención, por tanto, los procesos de la emocionalidad que dan sentido a la información que
provea la investigación realizada de forma automatizada.
Antropología civilizatorial (pueblos primitivos); sociología (agrupaciones humanas
modernas); y, humanología (comunidad futura). En la historia, el proceso de hominización es
progresivo en sus múltiples formas particulares civilizatorias conducentes cada una de ellas
siempre hacia mayores grados de racionalización en el interior de una senda común como
efecto de la operación en todos los distintos pueblos del único producto exclusivo
denominador común que confiere identidad a la especie: la inteligencia. Este es un proceso de
movimiento siempre hacia el concreto: el ser humano se despliega de modo multilateral, al
desarrollar todas sus determinaciones comprehendidas: el ser humano integra todo su entorno
para sí, crea los órganos que la falta y pone a un costado aquellos elementos que se le oponen
en su marcha; de este modo actúa todo conjunto orgánico en cuyo interior predomina el
subsistema de dirección consciente (Marx). Si en las primeras etapas de formación de la
humanidad predomina el proceso de conformación de estructuras grupales, en las intermedias
paulatinamente se crea el sucedáneo del trabajo, en las que están por venir, en cambio, la
comunidad humana completamente conformada como “sujeto de pensamiento” va en pos de
la realización suprema de su ser: la conversión del Universo real en Universo espiritual.
5.- LOS ACTORES EN ESCENA.
5.1.- STALIN: EL PRECIO DEL PROCEDER CONCECUENTE.
En 1.917, la Revolución de Octubre, depositó en manos de los trabajadores, el poder
político y el destino de la Rusia zarista. Una vez en él, la tarea inmediata del Partido
Bolchevique, consistió en conducir a los Soviets a la instauración del Régimen de “Dictadura
del Proletariado”, en la zona recientemente liberada; de manera que, ese fue el momento
inaugural del proceso de edificación de la sociedad socialista y del nuevo ser humano. El
programa de cambio planteaba remover los fundamentos mismos de la estructura social
burguesa, a través de la implantación de radicales medidas: 1) eliminación de la propiedad
privada de los medios de producción, 2) obligatoria adscripción de los miembros del colectivo
en la esfera del trabajo y, 3) remuneración, en correspondencia con la cantidad de trabajo
1193

ealizado (en verdad, era prioridad en el momento, pensar en cómo sostener a la población, en
realizar el proceso de acumulación socialista, en la organización institucional de la nueva
praxis, y no tan sólo en los problemas inherentes a la revolución mundial, pues, ahora: una
clase y un sistema, estructuraban la antípoda del capital). La ideología científica del
Marxismo-Leninismo constituyó la base teórica de la organización del naciente proceso (la
planificación: los Planes Quinquenales -Gosplan), en el que el trabajo colectivo, la
programación racional del esfuerzo físico e intelectual y la electrificación (medidas
suficientes, referido sea de paso, en la coyuntura de desarrollo e integración de la de dicho
segmento humano), incrementaron colosalmente la producción, elevando al País y al Bloque,
de zonas atrasadas, hasta ubicarlas en las esferas más altas del desarrollo proporcional y
planificado (en efecto, si las fuerzas productivas se desarrollan en el interior de cualquier
sistema de “sociedad”, el socialismo hubiese arribado a la “etapa informacional”).
Ahora bien, durante la primera mitad del siglo XX, la humanidad entera vivió –para
bien o para mal, de modo directo o indirecto- la experiencia de la realidad del Socialismo en
su naturaleza de sistema socioeconómico. 1917-56, constituye una etapa, que advierte la
colosal presencia de un producto histórico-racional: el socialismo; proceso productivomaterial
de intervención de la razón humana, con carácter, cualitativo, dinámico, en el que
cabeza directiva cuanto aquella generación sobre la que se derramó la fuerza moral de la
personalidad revolucionaria de la Vanguardia Bolchevique, reciben la incidencia directa de la
determinación del progreso histórico. Al promediarse las tres primeras décadas del Siglo XX,
el “sistema-mundo” comenzaba por mostrar su diferenciación interna: por un lado, la
insipiente forma socialista exitosa y, por otro: la intermitencia de la defectuosa evolución de
la estructura económica burguesa. El “proyecto político” de concepción y coordinación
estaliniana (industrialización, colectivización, conformación de la Unión, creación del
Bloque; en suma: objetivación de la estrategia de formación de la base geoinstitucional de la
venidera fortaleza e invulnerabilidad socialistas), con su concreción, arrojaba sus primeras
metas exitosas (en Estados Unidos, en cambio, el advenimiento del denominado “martes
negro”, inauguraba la crisis económica más aguda hasta entonces para el sistema, la que
habría de durar el lustro 1929-33; mientras que la recuperación coyuntural se lograba con la
aplicación de políticas fiscalistas deficitarias, cubribles con financiamiento procedente del
excedente imperial).
El citado período fue: evidentemente grandioso, empíricamente contestatario de las
creencias positivistas sociológicas neoconservadoras hayekianas, de conformidad con las que,
el desenvolvimiento de la sociedad era incapaz de prescindir de la fuerza reguladora
impersonal del mercado: el ser humano podía inyectar su impronta racional en todo, menos
sobre sí mismo, en cuanto colectivo 1766 . Pues bien, la Unión Soviética y su Bloque,
demostraron que el género no solamente es capaz de supeditar y moldear la naturaleza y
mediante el recurso a la tecnología mejorar las formas de su desempeño vital, sino que puede,
de modo efectivo, derramar sus propiedades racionales sobre su ser y someterlo a un proceso
de forja de su estructura y destino, consciente, metadirigido y humano. Alrededor de la década
de los 50 del siglo pasado, la novel forma social, constructo humano específico en coherencia
con las nuevas regularidades históricas, se levantaba lozana: sociedad industrialmente
desarrollada; había pasado la dura prueba de la Segunda Guerra Mundial en la que derrotara al
nazifascismo (una forma específica de contendiente interimperialista); puso los fundamentos
territoriales de una identidad de índole superior, es decir, de orden político-ideológica,
naturalmente, respetando la empatía histórica de índole local, esto es, las características
singulares de cada psicología nacional; y, creó su propio campo, a la vez que formuló y puso
en operación programas de apoyo indirecto a las luchas de liberación de las neocolonias.
Dicha aseveración es exacta. Mírese un caso confirmatorio: con miedo, a regañadientes e
incluso con desdén, en Ecuador Alejandro Moreano (la voz más incisiva de sectores, que se
dicen revolucionarios y pertenecer al círculo de pensamiento que propugna la creación de una
nueva sociedad -la superior del deseo y placentera creatividad), concluye sobre la coyuntura
soviética de 1953, en términos velados de rayana animosidad: durante el período estaliniano
“... Rusia creció 160 veces con las tasas de crecimiento más altas de la historia de la
humanidad... A la muerte de Stalin, la URSS era un centro de revolución mundial y una
1766
“El economista austriaco Friedrich von Hayek se ha empeñado en desacreditar a toda costa la regulación
económica alegando que es demasiado compleja para pretender organizarla” (Boneau, Denis. Friedrich el padre
del neoliberalismo; Dimarts, 2009).
1194

potencia económico-militar con intereses propios, y el socialismo era la promesa de la
emancipación humana y, a la vez, una estrategia de desarrollo económico a escala
mundial” 1767 .
Con los Soviets, la URSS, se configuró como la forma humana más respetada y
reconocida del escenario épocal de aquel entonces; en realidad, la admiración fue de tal
magnitud, que difícilmente ser humano sensato, pudo desmerecer la idea, de que el género se
encontraba frente al escenario futuro necesario y realizable para la humanidad, viviendo en el
presente, esto es, tal cotidianidad venía a ser: el marco del imperio de la racionalidad y
voluntad colectivas 1768 . Los episodios históricos muestran, que la citada cuasi comunidad, se
componía de una entera generación de héroes: legionarios, actuantes con la palabra y con la
espada, en las diversas esferas de la existencia. La coyuntura histórica, por tanto, destacaba
multiplicidad de seres, repletos de voluntad, de sentido cabal y práctico respecto del uso
adecuado de la inteligencia, poseedora –además- de cualidades prácticas de índole
excepcional (de aquellas características, que confiere de golpe la historia a los pueblos,
cuando éstos se aprestan a cumplir un encargo superlativo de cambio: la clase asimiló estos
valores, “... mediante un método abreviado, por ser revolucionaria...”. Marx: El dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte). Se trataba, en verdad, de un pueblo en avanzada, superior; de
modo que los Soviets se habían colocado sobre los demás en el planeta. Ahora bien, la tarea
inmediata de este colectivo, consistía en poner en marcha el programa de edificación de la
sociedad socialista, esto es, realizar la medida por la que se había luchado para crecer en
sentido humano, histórico y filosófico, con la estructuración de lasos sociales con la cual el
género proceda al abordaje de la realidad, en forma coextensiva con la totalidad; con ese
objeto, la humanidad debía dejar atrás las contradicciones internas y, en unidad de acto, poner
las potencias de la mente y de la técnica, frente a la misión comprensiva de la materia, en su
universalidad (“las fuerzas del pueblo realizan siempre la necesidad histórica”). Dicha
sociedad había “elegido” a su líder: a Stalin 1769 .
La personalidad en cuyas manos fue depositada la histórica responsabilidad y la
grandeza de conducir el destino de pueblos que “construían”, sin modelo previo y con
oposición a su proyecto, el “nuevo ser humano” y una estructura “social” en la que se negaba
y superaba la forma contradictoria anterior, presupuesto de la “visión” subjetiva en torno de la
realidad objetiva: el socialismo, derivó en el continente individual del “conjunto de las
relaciones sociales” de la época. Stalin llegó a ser la personalidad a la medida de las
demandas de la encrucijada de las circunstancias, de los propósitos de esos excepcionales
momentos (el intento de anticiparse a forjar esa comunidad in situ, en acto de tipicidad
pionera –por vía racional- en orden del género todo). Dicho sea de modo incidental, la
abstracción del individuo clasista, viejo, predecible, sólo puede ser el resultado del influjo en
él, del nuevo escenario de relaciones interpersonales puesto por el carácter robótico del
sustento material, marco enteramente a ser forjado por la actuación de la sociedad presente en
la fase de su salida, esto es, el “posthumano” no puede ser efecto del dictamen de la voluntad
sino del movimiento material de la vida, tránsito éste, que procede guiado no obstante por la
razón; en otro sentido, todos estos hechos –se advierte- tienen cardinal implicancia futura para
el género humano en su conjunto, de allí su importancia. Ahora bien, en ese marco, el
comportamiento correspondiente de Stalin: su resuelta oposición a la forma burguesa de
sociedad, el inclaudicable repudio a la propiedad privada y a la explotación, el apoyo
incondicional a los procesos de liberación nacional y a las luchas del proletariado en los
cuatro puntos cardinales del planeta, y el frontal rechazo a todo intento de restauración
capitalista en la entonces URSS y su campo, mereció la satanización de su persona por parte
de la reacción mundial y otros aludidos; en realidad, esta individualidad fue –y sigue siendo-
el receptáculo de “... las pasiones más violentas, más mezquinas y más odiosas que anidan en
el pecho humano: las furias del interés privado”.
1767 Moreano, Alejandro. El Apocalipsis perpetuo; Ed. Ecuador F.B.T. Cía. Ltda., Quito, 2002. Pp 173.
1768 En la URSS de Stalin, no hicieron falta la Madre Teresa de Calcuta, los Gandhi, lo Luther King o las
Madres de la Caridad.
1769 Este liderazgo, no puede entenderse al margen del pueblo (el verdadero artífice de los procesos) y de las
determinaciones de la historia, quienes asignan un puesto y una función a las “personalidades” en las
circunstancias concretas de un escenario. Liderazgo y proceso histórico, que se explican en sus
determinaciones, que no demandan recusación de la conciencia presente, puesto que son hechos, que yacen
integrados a la historia.
1195

En el desarrollo de la interesada y cobarde conspiración, se ha sostenido de Stalin, que
fue dictador, genocida; que era caprichoso, intemperante, que su personalidad estaba
penetrada de sobredosis de egolatría (el “culto a la personalidad”, incluso el “culto a la
memoria”; sin embargo, son sus más contumaces e irreflexivos enemigos, desmeritando
impúdicamente su acción y su obra, quienes han terminado erigiendo al ilustre georgiano, en
“súper ser humano”); que su práctica diaria eran las purgas (las denominadas “purgas”
tuvieron el propósito de liberar al proceso de los traidores internos; al respecto: cada vez ha
sido de escasa duración el regocijo de la prensa burguesa por el presunto hallazgo de “fosas
comunes”. “En suma, Stalin se cargó entre 1936 y 1940 a muchos millones de súbditos, mas
no ha quedado rastro de tal sangría: no hay testimonios, ni pruebas materiales 1770 ; y, lo que es
más extraño, ese país desangrado, ese montón de cadáveres, venció al invasor que había
aniquilado militarmente a Francia, cuyo ejército era uno de los más fuertes del mundo”), que
en su “administración” se iniciaron las lacras del burocratismo 1771 . Por ejemplo, entre los
cretinos que despotrican contra Stalin se halla la negritilla (tómese en sentido racista el
término, pues, se merece ese trato, ya que ésta es una individua desclasada, enemiga de su
propia raza y de la humanidad), coasesina yanqui, Condoliza Risse. No obstante, quien se
halle enterado medianamente sobre cómo se estructura el partido proletario, qué es el
socialismo, en qué consiste la lucha de clases entre países con distinto tipo de sistema
económico, cuál es la política proletaria para ejercer el “poder”, en qué consistió la agresión
nazifascista (Stalin tenía el cariño y respaldo del pueblo; por eso: cuando Hitler invadió
Rusia, pensó que el pueblo le iba a recibir como a su liberador, este genocida imperial
disparatado: ¡se equivocó!), cuál la estrategia de defensa de la patria socialista y de la
humanidad toda, desprenderá de estas percepciones, que los revolucionarios en modo alguno
1770
“Todos conocemos que de los 150.000 soldados apresados en Stalingrado, solo consiguieron salir vivos
alrededor de 5.000 muchos años mas tarde. Este dato no lo discute nadie y yo tampoco, porque me lo han
demostrado numerosos documentos y mejor aún, el testimonio de los que consiguieron salir de esos campos de
prisioneros. Los alemanes de los campos de prisioneros soviéticos no dan testimonio de ningún exterminio
sistemático en la U.R.S.S. contra los nazis capturados ni contra el resto de prisioneros fuera cual fuera su raza,
cuando lo que tenían que haber hecho los soviéticos era fusilarlos para saldar la deuda por esos 22 millones de
víctimas rusas en los campos de exterminio instalados en toda Europa por Hitler. También podríamos llamar
campos de concentración a cualquier tipo de cárcel en el mundo solo para hacer un poco de demagogia al estilo
de la extrema-derecha. ¿Dónde están los hornos crematorios y las cámaras de gas soviéticas? ¿Habéis oído
hablar de fosas comunes en la Unión Soviética? Porque yo en España veo como se descubren frecuentemente las
fosas donde asesinaron a demócratas, socialistas, comunistas, anarquistas, sindicalistas, trabajadores, artistas,
poetas. La imagen actual de Stalin y de su etapa al frente de la URSS ha sido objeto de una deformación
sistemática, primero a iniciativa de la propaganda hitleriana y luego al amparo de la guerra fría.
Indudablemente esa campaña, por más que se haya probado su inconsistencia y absoluta falta de rigor histórico,
ha calado: Stalin es hoy sinónimo de terror, persecución, genocidio y campos de trabajo. No cabe duda: la
burguesía tiene pánico a Stalin y ese temor nos lo transmite a diario por todos los medios de intoxicación. Las
razones son obvias: el movimiento comunista internacional alcanzó su fase de máxima pujanza precisamente
bajo Stalin; la situación llegó a ser tan crítica para el imperialismo que realmente llegaron a temer su desplome.
Había que hacer algo, borrar la imagen gloriosa de la Revolución de Octubre y de los bolcheviques e imponer
una nueva imagen de diseño, plagada de tergiversaciones, mentiras y falsificaciones históricas de lo más burdas.
Los imperialistas nos insistieron durante décadas que la apertura de los archivos secretos del KGB demostraría
sus afirmaciones; Gorbachov ordenó abrir esos archivos en 1989 y los primeros informes completos con las
conclusiones se publicaron en 1993. Estas conclusiones no han tenido el eco mediático que merecían, sin duda
porque refutan plenamente la campaña intoxicadora que hemos padecido durante tantos años”.
1771
Strictu sensu: ¿qué es la burocracia? En el sistema burgués se preceptúa a este vocablo, como el articulado
de personas (una capa social), que efectúa funciones relacionadas con los “asuntos del Estado” (a nivel público
y privado, o sea, los “intelectuales”, según Gramsci), esto es, roles vinculados con el manejo del colectivo (el
bien común, la parte operativa de la “reproducción de un orden”). Todo grupo humano que persigue fines en
común mediante el aporte del esfuerzo colectivo –división de tareas- requiere de una acción especial
“jerárquica” de coordinación cuando el proceso todavía no se halla automatizado; una sociedad socialista
infante, en conflicto, demandaba de la presencia y actuación de esta capa. Labores burocráticas de
representación, de organización, de dirección, de retroacción, requería el sistema socialista, tanto para su
edificación, como para la defensa; sin estas funciones, por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial, los Soviets
no hubieran podido jugar un papel de primera importancia: “...precisamente los rusos llevaron el fardo más
pesado en la guerra contra la Alemania nazi, gracias a esto quedaron con vida millones de ingleses y
norteamericanos”. Luego, es verdad, que hubieron excesos de índole burocráticos incluso en la época de Stalin,
pero los mismos no deben ser magnificados (esto hace Gorbachov en su Perestroika, cuando imputa a Stalin: a
una persona difunta, los problemas que generó la “troika”, en un acto de cobardía e incapacidad, para
“ordenar” el sistema), los cuales se debieron a la presencia de complejas realidades que amenazaban con
salirse de control. La verdadera capa burocrática y la instauración de su poder restaurador socialdemócrata,
vinieron después de la muerte de Stalin.
1196

pueden ser “levitas”, que los conductores de un sistema inédito sometido a constantes
presiones restauracionistas, no pueden actuar tal si fuesen franciscanos 1772 . Los auténticos
revolucionarios, en el transcurso y luego de la revolución, constituyen –por el contrario-
personalidades históricas, que libran luchas permanentes por la vigencia del imperio de la
racionalidad y el uso de la voluntad colectiva en la dirección del devenir humano, en la que
está en juego su vida; su espíritu es inquebrantable, jamás hacen concesiones.
Todo proceso social fundamental de cambio, “no puede entenderse subordinado al
liderazgo de una individualidad, sino a necesidades históricamente viables”. “Los seres
humanos no expresan sólo circunstancias, pues, éstas constituyen únicamente el escenario en
el que se manifiestan determinaciones históricas”, y esas condiciones son el ámbito en el cual
se libra la batalla siempre por el futuro de la humanidad que, en un momento dado, incorpora
la totalidad de espiraciones superiores del género. “En esta lucha, los pueblos crean sus
organizaciones políticas y militares, forjan los cuadros, los abanderados, los jefes”. En esta
perspectiva, el “poder” (la figura cimera del cuerpo colegiado de coordinación) no puede ser
emparentado con las solas ideas y la producción social de una persona (el poder es siempre
una estructura, de modo que no es serio aislar los “errores” e imputarlos a las personas según
crasa aplicación en el plano interpretativo de los hechos sociales, del “individualismo
metodológico”, mientras que los aciertos proceder a cohonestarlos con el equipo); las
personalidades –por su parte- constituyen la expresión de determinaciones sociales, respecto
de las que su actuación guarda coherencia; los procesos históricos –en cambio- tanto como las
sociedades, no pueden ser manipulados al antojo, por caprichos. Por tanto: los enemigos de
“todo pelaje”, que se alzan contra Stalin: no tiene razón alguna; pues, querer reducirlo
(pretender subvalorar su personalidad), es una forma de demostrar, que no se ha comprendido
la magnitud y significación del momento histórico: mofarse del gran pueblo soviético, del
proceso y de la coyuntura, al frente del cual estuvo este gigantesco líder proletario del mundo.
La persistencia de ciertas conductas torpes, que sostienen que Lenin y, sobre todo: Stalin,
fueron personas totalmente faltas de juicio, que después de teorizar tanto y tan profundamente
sobre la historia, en torno del capitalismo y su destrucción, del socialismo y del comunismo y
su construcción, esto es, sobre la misión y las tareas de la clase proletaria, se habían puesto
como ideal construir tan sólo el capitalismo en la atrasada Rusia, nada más que por vía
distinta a la natural burguesa, demuestra dicha percepción su nivel de insolvencia mental e
insolencia moral (en realidad, ahora se ve, que la historia debía avanzar hacia la “superación
del trabajo” en la automatización, con el modo de producción capitalista o con el socialista).
La historia y las masas constituyen el fundamento que encumbra, de acuerdo con la
estricta necesidad, a un miembro del colectivo hacia la categoría de Dirigente (razón tiene
Hegel cuando observa, que los pueblos tienen los guías que se merecen). Stalin condujo a la
comunidad soviética con el ejercicio de procesos de coordinación hacia la “visión” y
ciñéndose a la noción práctica de “poder” frente a los enemigos del socialismo en relación con
la “misión” (si se mira bien la coyuntura post revolucionaria, se advierte que Lenin dejó
instalado el combate contra las fuerzas reaccionarias mundiales; Stalin –en cambio- tuvo que
fajarse, que resistir el embate planteado en frentes enemigos internos y externos, como
verdadero “¡varón!” -sic) 1773 . El mito frecuente, divulgado para oscurecer y desprestigiar el
papel de este sujeto en la historia, concluye en la supuesta “torpeza” intelectual de Stalin
(pero en la época del gran georgiano, en la Unión: ¡jamás se experimentó crisis económica o
1772
En una posición defensiva y agresiva a la vez, se plantea la pregunta: ¿con quién fue tirano Stalin? No lo
fue contra el pueblo, tampoco contra quienes bregaban honesta y revolucionariamente por edificar la nueva
realidad social y por sepultar definitivamente al capitalismo. Mas, fue tirano –es obvio- contra todo poder de
clase y sus áulicos, por ejemplo: con aquel grupo como los Solzhenitsyn. Respecto de este literato (¡bah!), este
saltimbanqui de las letras (de la razón sentimental), es ya un cadáver –2008-, pero “ya fue haciendo daño”;
como todo disidente intelectualoide “comunista”, premiado por la academia sueca, cuya adición pro poder es
evidente (¿quién no está prevenido, de que este organismo reconoce los servicios especiales, que los individuos
hacen al poder en materia sociológica con dicho galardón?); su mérito es haber sido una voz destemplada más
en el botafuego contra Stalin, haber arrullado el oído del poder criminal mundial, con su farisaica obra (El
archipiélago de Gulag); individuo que vivió recluido en un bunker, seguramente asediado por su obscura
conciencia.
1773
El falaz informe secreto, forjado, construido contra Stalin por Jruschov: purgas, dogmatismo y culto a la
personalidad, hizo eco en la mente de un autor marxista tan serio y riguroso como Louis Althusser, haciéndole
trastabillar, induciéndole a deplorar de sus propias convicciones; éste perpetuo “buscador de errores” en la
teoría, que siempre dudó de la validez de las abstracciones, fue derrotado por la simpleza de la operación del
“efecto de ideología” del revisionismo y la traición.
1197

de otra índole alguna!). Nótese un hecho al respecto: Europa fue reconstruida, lo mismo que
Japón, con préstamos, inversiones del capital externo y mediante la geopolítica de
permisibilidad de comerciar en el mundo; algo similar ocurre actualmente con China, con la
propia Rusia, con India, con Brasil; en la ex URSS de Stalin, en cambio, “… la industria
pesada socialista fue levantada ‘apoyándose en las fuerzas internas, sin créditos y préstamos
exclavizadores del exterior… o de robar a otros países’” (Xoxa, Enver. La defensa de Stalin
es cuestión de principios). No obstante, la grandeza intelectual de Stalin está muy bien
documentada en las decisiones, que en su condición de principal del proceso de construcción
socialista dejara para el juicio de la historia (para su postrer apreciación serena, al margen de
la precipitación de la conducta de clase) en la otrora gran Unión Soviética; pero,
principalmente, lo está en la eficacia práctica de 30 años de vida socialista, de la que hay que
extraer el significativo aporte dado por el proceso todo, al enriquecimiento de la percepción
del movimiento de subjetivización de la realidad, por ruta humana 1774 .
En el hecho particular, Stalin no tenía todo el poder al frente de la ex URSS,
contrariamente a lo que se suele divulgar por parte de quienes le catalogan como dictador,
concentrador de todos los poderes, etc. La verdadera realidad se refleja en ciertos documentos
desclasificados: “De esta manera, el intento de Stalin y su grupo de reformar el sistema
político de la Unión Soviética terminó con un total fracaso... Zhucov opina que si Stalin
hubiese rechazado las exigencias de los Primeros Secretarios de poderes extraordinarios,
pudiera haber sido destituido, detenido por contra-revolucionario y ejecutado... Hoy Stalin
estaría entre las víctimas de la represión de 1937, y el ´Memorial´ y la Comisión de A. N.
Yakovlev estaría desde hace mucho tiempo pidiendo su rehabilitación” (Furr, Grover. Stalin y
la lucha por la reforma democrática; Universidad Estatal de Montcleir, Nueva Jersey). ¿Por
qué no se desclasifican hoy que la ex URSS es únicamente Rusia y sitio en el que el
socialismo es tan sólo un recuerdo, los documentos del período de Stalin y de Stalin mismo?
¿Por qué más bien se han vuelto a reclasificarlos? Por el simple hecho de que allí se va a
descubrir la verdad y ese sería un golpe en la trompa apestosa de quienes prepotentemente
han despotricado contra Stalin, como unos verdaderos cobardes. En lo poco que ha sido
desclasificado, se advierte que Stalin tempranamente propuso el proyecto de una Constitución
“democrática” que mande la remoción de la dirección con la elección de jóvenes con alta
preparación, política ésta, que la mayoría del Partido no apoyó (la oposición vino de parte de
aquellos que se dice que eran manejados como borregos por Stalin, esto es, según el devaneo
de algunos estúpidos faltos de rigor documental); tempranamente también denunció el
burocratismo, pero no en los términos pandoctrinarios trotskistas, y tomó medidas para
enfrentarlo, incorporando a un mayor número de trabajadores en la Dirección.
No es interés, en este documento, actuar con la impostura intelectual relativa a
formular razones justificatorias sobre procesos que pertenecen a la historia por parte de la
conciencia viva (es obvio, que lo adecuado es encontrar las condicionalidades estructurantes
de los hechos); no obstante, si es pertinente proceder a juzgar la episódica mediante el recurso
a una forma distinta de percepción, superadora de los desafectos irracionales en el acto de
aprehensión subjetiva del carácter de personajes y sucesos. La imagen perversa, de historieta
del crimen, sobre Stalin, que pena, fue forjada y difundida por Trotsky; la misma ha sido
retomada y relanzada por sus seguidores. Sin embargo, sobre dicha “verdad” le cuesta a la
razón el otorgarle algún viso de credibilidad. Si se revisa el impresionante proceso de 1917 y
1956, esto es, si se traen a la memoria todos los episodios de la más rica, compleja, exigente,
racional y controversial circunstancia histórica colectiva de ese entonces, no es posible
concebir sin caricaturizarla, ridiculizarla y convertirla en mofa, que al frente de ésta pudo
estar una persona de la calaña inventada por Trotsky sobre Stalin, efecto del sesgo irracional
impuesto por la “derrota”. ¡Qué vergüenza para Trotsky y su correligionarios, no? Trotsky:
una persona que “dominaba siete idiomas, que comprendía rápidamente las cosas, todo un
estratega político y militar, un ser que se interesaba por el arte, que conocía de psicoanálisis:
un ser cosmopolita”; persona, se pondera, dotada de todos los méritos de un genio (campeón
1774
Es cierto, que el proceso comandado por Stalin experimentó dificultades de distinta índole; pero tales
problemas tienen su condicionalidad histórica y lógica. “En los problemas que engendró el desarrollo
progresivo del socialismo durante la época de Stalin, generalmente no han sido vistos como problemas que
surgen regularmente debido al carácter contradictorio del desarrollo social progresivo (a los que se sumó los
relativos a la “lucha de clases”, que devino en la participación de la ex URSS en la Segunda Guerra Mundial),
sino un resultado de errores dogmáticos y supuestas deformaciones del socialismo y de la doctrina e Marx”.
1198

en caracterizar personalidades, medir capacidades y valorar conductas; como fiel de la
balanza, él se puso a un lado de sus malas descripciones, muy bien autoperfilado);
precisamente este súper ser humano fue supeditado por las triquiñuelas del limitado Stalin. Se
dice que los cuadros más importantes (superiores en todo a Stalin, debe entenderse) fueron
eliminados por éste (lo cual vuelve a ser un cuento lleno de torpeza, puesto que se da a
entender, que el staff de genios fue tan inepto, estuvieron atados de manos, que se dejaron
eliminar cruzados de brazos por un ser que no estaba a su altura, según los detractores; sólo
un iluso puede sostener, que la generación formada por Lenin y forjada en la revolución fue
tan tonta como para dejarse engatusar, como se dice, por Stalin); mas, lo curioso es, que entre
los desaparecidos por Stalin: los “mejores cuadros del Partido”, no haya estado el mejor de
todos (sic): Trotsky, para en el exilio perseguirlo y volver objetivo superior su eliminación.
Es conocido que el comportamiento de Trotsky para con Stalin, no fue edificante 1775 ;
Trotsky se desató en andanada de improperios, de referencias descomedidas, infamantes,
contra Stalin (en realidad, contra una etapa histórica, contra una generación al catalogarla
como inepta o contemporizadora), que dicen mucho y degradan su persona; Stalin, por su
parte, incluso frente a estos actos de animosidad degradantes de su integridad, actuó con
prudencia, con mesura, con madurez. Se entiende, se explica y, quizá: se justifica la virulencia
de Trotsky contra la voz y la mano sustitutivas de las de Lenin en el proceso de construcción
socialista en la ex URSS: era una “abeja reina” desplazada, un dirigente coetáneo y
“camarada” de Stalin; era su contendor, su “enemigo”, en el interior de un mismo proceso.
Esta caracterización formal del episodio (formal, puesto que también, y sobre todo, se
presentaron discrepancias de fondo: entre industrialización y democratización, por ejemplo),
no debe inducir detenerse en las significaciones individuales de Trotsky y Stalin, porque el
hecho, no radica solamente en eso; es verdad, que en ellos se expresa la correlación de
fuerzas, de puntos de vista estratégicos de ese entonces, que pudo tener expresión de menor o
mayor carácter desastroso; esto es, la pugna entre “revolución permanente” y “socialismo en
un solo país” (política esta última, expuesta en su versión caricaturalizada por sus oponentes).
Sin embargo, no es posible tolerar la actitud que reproduce la conducta adversa de Trotsky
frente a Stalin, por parte de la serie de sicofantes trotskistas, cuando siguen insultado de modo
machacón a Stalin, con la prepotencia grosera de quienes “no le llegan ni a los talones” al
ilustre georgiano, pero que encuentran compensación para su mente amargada:
¡vociferando! 1776 . Algunos filisteos posmodernos de pacotilla, sobre las decisiones de guerra
tomadas por Stalin durante la “segunda Guerra Mundial”, sostienen que “había otras
alternativas mejores, más efectivas, menos sangrientas”; estos torpes nunca acabarán de
entender, que a Stalin le dio la razón la historia, no una especulación peregrina 1777 ; y, que en
el caso de que dichas argucias fáciles pudieran contar con una pizca de sentido, no advierten
que una es la visibilidad de los hechos en momentos en que se está, por ejemplo, en la cancha
jugando y bajo presión, y otra muy diferente en circunstancias en las que se es espectador y,
muy particularmente: cuando la visión deviene del análisis de los hechos, una vez concluido
el partido. ¡Torpes!
Se sostiene que Trotsky vaticinó, que la burocracia restauraría el capitalismo en la ex
URSS; se dice también, que el “tiempo” le dio la razón. No obstante, se olvida decir, que
aquello sucede solamente cuando en la intelligentzia proletaria, en los Intelectuales
Orgánicos, en el Estado Mayor Proletario, ha anidado el revisionismo. El trotskismo frente a
Stalin arremete con el argumento de la no aplicación de la política del “internacionalismo
proletario” frente al “socialismo en un solo país” (dixit Christian Castillo, en: Córdoba: a los
1775
También frente a Lenin Trotsky se portó de modo irresponsablemente virulento, sobre todo cuando era
menchevique. “Los historiadores y los biógrafos de tendencia psicológica buscan, y muchas veces encuentran,
rasgos puramente personales y fortuitos allí donde sólo hay una refracción de las grandes fuerzas históricas en
una personalidad” (Trotsky, León. Historia de la Revolución Rusa; tomo I, p 123); jamás fue coherente Trotsky:
no utilizó sus mismas “leyes” para justipreciar la vida de Stalin.
1776
“… sus sentimientos han intervenido en su discernimiento…”. Para suavizar la vergüenza que les hace
pasar el hecho de que Stalin venció en todos los planos a sus “enemigos”, entre ellos: a Trotsky, se han
inventado la infamia abstrusa, de que Stalin mató a quién se puso al frente y de ese modo llegó a su sitial.
1777
“Al inaugurar este año 2003 como AÑO STALIN, ESPAÑA ROJA espera poder publicar nuevos escritos
del revolucionario georgiano que todavía tenemos en preparación (como los Problemas económicos del
socialismo en la URSS, que deseamos sacar para el otoño), así como varios comentarios a algunas de sus obras y
análisis históricos de algunas facetas controvertidas de su acción política (como el pacto germano-soviético de
1939, pacto que, a nuestro juicio, salvó al mundo, escudando a la Unión Soviética del entonces inminente ataque
conjunto germano-japonés”) (Lorenzo Peña. España roja; Nro. 11, enero 2003).
1199

70 años del asesinato de León Trotsky); como, según se afirma, la estrategia aplicada
(propuesta originalmente por el propio Lenin) fracasó, se regodean aparapetados en la argucia
a priori, de que la “oposición de izquierda internacional” habría derrotado al fascismo y
desatado la revolución (permanente) mundial. No obstante, ese argumento es del tipo: “sueños
de perro”; pues, como dicha maniobra no fue ejecutada, se presta para todo orden de
especulaciones, dentro de las cuales se insiste en que la aplicación de la propuesta de la
“revolución mundial” debió ser la exitosa (empero, no hay que olvidar el principio, de que las
revoluciones las hacen los pueblos siguiendo las condiciones propias y la necesidad histórica,
aún por sobre la demanda de las zonas liberadas, cono sustento sinérgico de su
mantenimiento). Por otra parte, la burocracia, capa social necesaria, siempre vencerá en
condiciones de trabajo humano, es decir, si la división técnica multilateral del trabajo exige
toma de decisiones, programación, coordinación y dirección. Todo esto se resuelve con la
automatización (“… el aprovechamiento de los mecanismos de progreso social plasmado ya
en la fase antagónica del progreso histórico… El comunismo es una organización racional que
se asienta sobre una base técnica altamente desarrollada…” –Kelle y Kovalzón: Sociología
marxista); es por eso que aquí se sostiene, que comunismo solamente se da con robot (Stalin
planteó la supresión del revisionismo y de la burocracia con la eliminación de la esfera
mercantil y con la colectivización definitiva; como ya se ha dicho, Malencov sugirió apelar a
las masas directamente; la verdadera burocratización empieza con Jruschov, cuando, como lo
afirma el marxista maoísta argentino C. Echangue en su libro: El socialimperialismo, el otro
imperialismo, con las reformas posteriores al XX Congreso del PCUS, se reduce la
participación de los obreros en los órganos de dirección del Partido y del Estado, pasando a
apropiarse de dichas instancias la llamada burocracia).
La siguiente imputación burda, planteada como recusación rastrera a la gestión de
Stalin, refiere a que éste, en lugar de dedicarse a propiciar la extinción del Estado Soviético,
mas bien consolidó dicho aparato otorgándole el carácter de régimen típico de dictadura
represiva (Jruschov actuó de ese modo: abolió el frente de dictadura sobre la reacción y se
sabe a dónde condujo su hipócrita ingenuidad: a iniciar la carrera del cambio del “estatismo
burocrático” por la democracia capitalista). En la mente, en el modelo abstracto, puro, esta
idea es correcta; no obstante, en los hechos concretos, frente al “modelo de la realidad”: el
plan, se topa con las condiciones inevitables, que acotan y ponen el sentido sobre lo que es
posible, de qué modo y en qué dirección hacer, en su orden; en efecto, las contingencias
históricas, como lo sostuvo Engels, desvirtúan el preciosismo ultrista de la conceptualización
previa. La reacción interna, la traición, la dubitación experimentada por ciertos cuadros
revolucionarios en el “poder”, la conspiración externa, la deficiente conciencia general del
pueblo, la cual se hallaba condicionada por la conformación burguesa de la mentalidad
colectiva consuetudinaria, los problemas concretos de la sobrevivencia material (fuerzas y
relaciones de producción atrasadas), etc., esta “constelación de fuerzas en la arena” (la
revolución tenía que batirse en muchos frentes), condujo a reforzar el carácter “represivo” del
Estado proletario.
Incluso Max Adler, el austromarxista más revisionista que marxista, claramente
advierte la profundidad de los sucesos (“… no se puede pensar en un ordenamiento sin una
constricción puesta en práctica contra la amenaza de desorden”), cuando expone argumentos
diversos a los “anarquistas”:
… que las funciones públicas perderán su carácter político, trocándose en simples
funciones administrativas, llamadas a velar por los intereses sociales. Pero los
autoritarios exigen que el Estado político autoritario sea abolido de un plumazo aún
antes de haber sido destruidas las condiciones sociales que lo hicieron nacer 1778 .
Y a continuación incluye una cita de Federico Engels tomada del prefacio a su obra:
Las pretendidas escisiones en la internacional:
Exigen que el primer acto de la revolución sea la abolición de la autoridad. ¿No han
visto nunca una revolución? Una revolución es, indudablemente, la cosa más
autoritaria que existe, es el acto por medio del cual una parte de la población impone
su voluntad a otra por medio de fusiles, bayonetas y cañones, medios autoritarios si
1778 Adler, Max. La concepción del Estado en el Marxismo; México, 1982; Pp: 303.
1200

los hay; y el partido victorioso, si no quiere haber luchado en vano, tiene que
mantener ese dominio por medio del terror que sus armas inspiran a los
reaccionarios… Así pues, una de dos: o los autoritarios no saben lo que dicen, y en
este caso no hacen más que sembrar la confusión; o bien lo saben, y en este caso
traicionan el movimiento del proletariado. En uno y en otro caso, sirven a la
reacción.
Es verdad, que no debía olvidarse que “Para Lenin el orden estatal soviético es la
dictadura del proletariado la cual implica una democracia proletaria que plantee su propia
‘extinción’”; por tanto, que la “democracia” proletaria debía plantearse en cada fase nuevas
tareas constituyentes de su autoanulación; no obstante, la cruda realidad condujo al cambio de
sentido de esta determinación (la “institucionalización de la revolución” -sic), aplazando su
sentido normal, hasta que sean arregladas las contradicciones reales. Huelga decir, luego, que
si bien estas ideas de “defensa” de Stalin, pueden parecer ilegítimamente justificatorias, las de
los que lo condenan, son mucho más abstrusas, puesto que apelando a la conciencia viva,
rebuscan argumentos simplemente “racionalistas”, y en cuanto aparecen como brujos en
sentido inverso: creen que lo “mal” hecho por Stalin, pudo haber sido bien hecho por ellos
(así proceden, por ejemplo: Cecilia Feijoo y Gastón Gutiérrez, en su documento: Una crítica
a la interpretación de Zizek sobre Lenin: Zizek y su Lenin posmoderno).
Profusas inculpaciones, siempre contra Stalin, se han realizado con el fin de hacer
daño a toda la ideología proletaria, sobre todo en relación con el proceso político registrado en
el ex Bloque Oriental in abstracto. El Estado capitalista (la maquinaria represivo/hegemonía
de la clase burguesa) se destruye por parte de la clase obrera apropiada de ese aparataje,
convertida en sujeto-dictadura, afirma la doctrina política proletaria; el Estado socialista, en
cambio, se extingue. Esta última alusión suele tener una brutal recusación, por parte de
quienes sostienen que el Estado proletario presidido por Stalin, no solamente que no dio
muestra alguna de extinguirse, sino que mas bien se consolidó, se volvió perdurable y fue
puesto a la orden de un dictador (bien se ve, que tales impugnaciones se corresponden con la
visión que proviene del interés egoísta y cobarde burgués, puesto en términos de los
parámetros categoriales inherentes a dicha ideología). Ese es un peregrino, ruin y muy
simplista punto de vista sobre los verdaderos hechos, pues, el mismo jamás tuvo en cuenta las
condiciones concretas en cuyo interior ocurrieron los episodios (el escenario más pesimista),
lo cual le resta seriedad y respetabilidad; en verdad, el proyecto emancipatorio revolucionario
comandado inicialmente por Lenin y continuado por Stalin, se habría hecho realidad en su
totalidad y de modo prístino, si la ex URSS no hubiese experimentado directamente la acción
de los efectivos componentes de la conspiración restauracionista monárquica interna, la
guerra contrarevolucionaria y con las potencias vecinas (la Paz de Brest-Litovsk), la Segunda
Guerra Mundial, el revisionismo, la conspiración externa y la Guerra Fría; es decir, que
solamente dados los episodios en el interior de un escenario plenamente optimista, la tarea del
momento: la edificación socialista se pudo dar en toda su magnitud y el Estado habría
iniciado su extinción (no hay que hablar de memoria).
En realidad, se necesitaría realizar un trabajo similar al desplegado en la producción
del presente documento, para poder reflejar en datos reales, las ejecutorias de Stalin, en el
transcurso de su prolífera vida, como revolucionario, como teórico de la edificación socialista
y táctico-operativo en la organización de dicha realidad; personalidad no ecléctica en sus
opiniones teóricas o políticas, radical, determinada, quién –como comunista- jamás atacó a
país extranjero alguno, puesto que consideró que las cuestiones internas deben ser resueltas
por los pueblos en su seno. Empero, en la historia malévola, se advierte una marcada
proximidad entre el concepto que se han hecho y difunden de Stalin la visión capitalista,
imperialista, idealista, religiosa (en los diversos documentales y escritos, que profusamente
construyen y divulgan) y los trotskistas y seudo marxistas en general (todos, al imputar los
supuestos horrores del comunismo post leninista a Stalin, de modo parroxista descienden al
fango intelectual de utilización del criterio subjetivista burgués, de la determinación de la
individualidad en los procesos humanos) 1779 . De modo que, ciertos escribas panfletarios –por
1779
Personajes que, con información y talentos limitados, pero sí con gran dotación de perversidad hablan
pestes de Stalin (del principal dirigente “en la idea más grandiosa de la historia”); afortunadamente se está
produciendo un “deshielo” antiestalinista, que permite ver a la persona y a la circunstancia con mayor
racionalidad, como es el caso de Pablo Huerga Melcón, quién, en la revista EL CATOBLEPAS, en Internet,
1201

tanto-, presumiendo de cientistas, de inteligentes, de genios, de ensayistas, muy dados a
valorar la dimensión, la valía de un ser humano, de modo simplista, con sustento en el
indicador del número de pasquines escritos, abominan la conducta adversa exhibida por
Stalin 1780 . No obstante,
Pero es más que evidente que Stalin no creó su contexto histórico más de lo que crea
el suyo cualquier individuo,…, por insignificante que sea. Aunque sinceramente lo
dudo, si se le hubiera preguntado él quizá habría preferido haber nacido entre pañales
de seda, como descendiente del duque de Marlborough, y no en la humilde choza de
una campesina inculta y de un zapatero alcohólico y golpeador. Pero no tuvo esa
«fortuna», no fue ese su sino. De ahí que lo fantástico de la vida de Stalin sea
precisamente que fue una persona exitosa, un triunfador total, en un contexto
particularmente tenebroso, desde luego no elegido por él, un mundo en el que todos
sistemática y fatalmente fracasaban y caían. No olvidemos que desde los 16 años
Stalin se enfrentó a toda clase de autoridad hostil, de policías siniestros, de políticos
intrigantes, de militares depravados y crueles y, en general, de rivales que no
esperaban otra cosa que un faux-pas de su parte, el más leve error, para decapitarlo.
Que quede claro de una vez por todas: sus adversarios no fueron nunca inocentes
párvulos, abnegadas monjitas o moralistas desinteresados, sino gente capaz, con
posibilidades y dispuesta a todo con tal de desplazarlo. El problema es que no
pudieron porque, y aquí el parangón con Fidel Castro es inevitable, Stalin
simplemente se volvió indispensable, insustituible: quien sabía tanto de producción de
trigo como de producción de cañones, de ingeniería civil como de las perfidias de la
diplomacia internacional, era Stalin. Por ello, dejando de lado preferencias políticas,
me parece que hasta el más acérrimo de sus enemigos o detractores (que con toda
seguridad habría estrepitosamente fallado allí donde él salió vencedor), si fuera
honesto habría de reconocer que estamos hablando de una persona de Estado con
quienes muy pocos, en el millón de años que tiene el homo sapiens, podrían
equipararse en carácter, astucia y congruencia política. ¿Por qué pudo Stalin
convertirse en irremplazable y salir airoso en esa peligrosa selva política que era el
Politburó del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética? No por
casualidad ni porque sus «colegas» le hubieran de buena gana concedido tal
privilegio! La verdad es que las cualidades de nuestro personaje son tan obvias que
resulta hasta trivial mencionarlas. En primer lugar, era un ser humano valiente. No
conozco a nadie todavía que se atreviera a escaparse completamente solo de lo que
eran las prisiones zaristas del norte de Siberia y a caminar cientos de kilómetros por la
estepa helada con no otro fin que el de reincorporarse a la lucha social. En segundo
lugar, Stalin tenía grandes dotes de organizador: congregaciones estudiantiles, células
de sabotaje, grupos de resistencia obrera, corporaciones partidistas, órganos de
represión, redes diplomáticas, etc., todas esas formas (y muchas más) de acción
coordinada se beneficiaron de su destreza. En tercer lugar, Stalin era una persona con
genuinos ideales políticos. Es evidente hasta para el más despreciable de sus
denostadores y calumniadores que ni en sus peores momentos hubiera sido posible
«comprar» a Stalin. Éste pertenecía a esa minúscula familia de humanos formidables
que, independientemente de sus convicciones, no están dispuestos a hacer
concesiones, no transigen, no negocian, no claudican. Así son los serios y los puros y
realiza una revisión del libro de Roy y Zhores Medvedev: El Stalin desconocido, y en la que, por lo menos, hace
una semblanza no de enemistad del todo parcializada sobre Iosif; en efecto, frente a tanto manoseo insidioso de
cuentos levantados contra Stalin, el señor Huerga Melcón dice: “Una persona como Stalin no necesita mitos
para ser criticado, ni los hechos de su vida dejan de hacerle menos sanguinario por haber mostrado una gran
sagacidad e inteligencia política, valor y eficacia organizativa”.
1780
No se puede, pues, pedir a Stalin, que hubiese reflexionado de modo equívoco a lo Gramsci (Hegemonía), a
lo Foucault (teoría de la concreción en red del poder abstracto en micropoderes), a lo Habermas (la
racionalidad moral en la institucionalidad administrativa, en aplicación de un proyecto de emancipación
compartido; aunque algo de eso es plausible para los últimos años), a lo Lechner (“desencanto posmoderno”),
etc., cuando el gran georgiano se hallaba ubicado en una situación concreta: tareas, problemas y demandas de
un momento. En esta “bronca” originada en el campo trotskista, sacando del conflicto a Lenin, puede
aceptarse, que la colosal producción teórica de Trotsky merece alzarse con el trofeo; no obstante, la producción
práctica del trabajo de Stalin iguala y rebaza dicho pronunciado coeficiente intelectual, sobre todo por las
exigencias de las condiciones reales en las que tal actuación se dio.
1202

Stalin era uno de ellos. En cuarto lugar, Stalin era, en el marco de una perspectiva
particular y asumida conscientemente, un ser humano de teoría. Su célebre ensayo
sobre las nacionalidades no ha sido en lo esencial superado, sus consideraciones de
materialismo histórico son siempre ilustrativas y, aunque limitadas, sus especulaciones
sobre las relaciones entre el lenguaje y el pensamiento son magníficas. Evidentemente
no era, en el sentido más purista y estrecho de la expresión, un «académico» (pero
¿qué académico podría organizar un plan quinquenal, dirigir el contra-ataque en
Stalingrado o conducir las negociaciones con Churchill en Teherán?). Yo de todos
modos estoy convencido de que era una persona que, a los 60 años, hubiera podido
impartir en las mejores universidades del mundo y mejor que nadie una cátedra que
hubiera podido llamarse `Sobre la vida'. Empero, si bien podía enseñar, y mucho, no
era esa su función. La de él era mandar y construir y eso es algo que, como
argumentaré en breve, dejó en claro que sabía hacer (Alejandro Tomasini Bassols) 1781 .
¿O hacerse con la supremacía frente a su más brillante contendor: Trotsky (por sobre
su espectacular “resumen de El Capital”), en la refriega por asumir la coordinación del
naciente segmento humano socialista? 1782 .
Sobre esta anatemización, el camarada Enver Hoxha anota:
“Pero hasta los cabecillas del mundo capitalista tales domo Churchill, Roosevelt,
Truman, Edén, Montgomery, Hopkins y otros se han visto obligados a reconocer los
méritos incontrastables de Stalin, aunque al mismo tiempo, no guarden en secreto su
hostilidad hacia el marxismo-leninismo, su política, su ideología y hacia Stalin
personalmente. Yo he leído sus memorias y he visto que esos dirigentes capitalistas
hablan con respeto acerca de Stalin como estadista y estratega militar, le describen
como una persona ‘dotada de un remarcable sentido de estrategia’, ‘con una
incomparable agudeza mental para comprender rápidamente los problemas’.
Churchill ha dicho acerca de Stalin, ‘...respeto a este ser grande y brillante... muy
poca gente en el mundo pudo haber comprendido problemas sobre los cuales nosotros
hemos estado confundidos durante meses, así, en pocos minutos: él había
comprendido todo en un segundo”.
El mariscal Montgomery, sobre Stalin, específicamente ha dicho:
1781
Stalin, el magno ser humano, concreto, al frente de miles de seres humanos; Stalin, que en el Kremlin
recibía cada día a decenas de compatriotas con deferencia, claro: tan sólo en citas de 3 minutos, puesto que
debía atender a todos.
1782
“La burguesía imperialista siempre ha presentado esta lucha como una pugna personal por el poder entre
Stalin y Trotsky y no como un aspecto más de la lucha de clases contra la burguesía en el seno del Partido. Sobre
esta época de la vida de Stalin existe gran número de relatos tendenciosos de origen trotskista, que más que nada
consisten en la descripción monótona de una serie de ‘conjuras’ e intrigas, de ‘alianzas’ entre éste o aquel
dirigente, etc. Por nuestra parte, al tratar de esta materia, nos atendremos esencialmente a las cuestiones políticas
y de principios, es decir a los temas en torno de los cuales se desarrolló la polémica. La colectivización del
campo, un episodio más de la lucha de clases bajo el socialismo en la URSS, como no podía ser de otra forma,
corría paralela a una fuerte discusión -también otra más- en el interior del Partido bolchevique entre dos
corrientes políticas opuestas. La más conocida -pero no la más importante- de esas corrientes es la trotskista, un
movimiento insignificante inflado hasta la saciedad por la propaganda imperialista. En realidad Trotsky nunca
formó parte del Partido bolchevique, hasta pocos días antes de la revolución, cuando en plena efervescencia del
movimiento de masas, se incorporó -como tantos otros- a las filas bolcheviques a las que antes había combatido
sin cesar. Triunfó la línea marxista-leninista de continuar la construcción del socialismo que encabezaba Stalin, y
las posiciones derrotistas y claudicadoras que bullían en su seno fueron depuradas y expulsadas del Partido.
Porque mientras Trotsky volvió finalmente al lugar del que había salido, a las filas de la reacción, Stalin siguió
también donde siempre había estado: entre los bolcheviques. Así que la inmensa mayoría del Partido estaba por
un lado, y Stalin con él, mientras por el otro estaban Trotsky y un reducido número de militantes que se podían
contar con los dedos de las manos. Trotsky fue admitido en la dirección del Partido y asumió importantes
funciones tras la Revolución como responsable del Ejército Rojo, en el que tuvo que ser destituido pocos meses
después, tras sus reiterados fracasos en la dirección de la guerra con los contrarrevolucionarios. Fue sustituido en
esa función por Stalin y a partir de ahí sus desvaríos no cesaron. A pesar de ello, los bolcheviques demostraron
una paciencia más propia de los franciscanos que de los revolucionarios. Tuvo que ser destituido de la dirección
del Partido, luego expulsado de él, luego expulsado de la URSS y, finalmente, ejecutado en México”
(Bibliografía política de Stalin-El socialismo en un solo país… HTML Document).
1203

“Stalin casi no cometió errores... [en el análisis en torno de las apreciaciones sobre la
guerra]... El dominaba de forma sorprendente el olfato estratégico. Yo no recuerdo que él
haya dado un paso innecesario en nuestras conversaciones sobre problemas estratégicos”. 1783
En tanto que el marxista argentino Carlos Echangüe (Echangüe, Carlos. El
socialimperialismo, el otro imperialismo), observa, frente a la “cortedad de miras” sobre el
“fenómeno Stalin” demostrada por parte de algunos parafernálicos:
“Hubo quienes caímos en la trampa desde otra vertiente. Fuimos confundidos por una
visión mecanicista que relacionaba los errores de Stalin tan sólo con una parte del
contexto histórico concreto –con la existencia de capas privilegiadas-, sin tomar en
consideración –de hecho- el conjunto de la situación en toda su complejidad: la
especificidad de la lucha de clases en la URSS y en el mundo durante las décadas del
20 al 30; el hecho de que se trataba de la primera experiencia histórica de
construcción socialista, la victoria sobre el nazismo y el cambio de correlación de
fuerzas en el mundo por ello facilitada, el hecho de que Stalin simbolizaba para las
masas proletarias y oprimidas las banderas revolucionarias del marxismoleninismo
no por arte de magia sino por su destacado papel dirigente en la defensa y
construcción del primer Estado Socialista”.
En su monumental obra: “Historia de la revolución rusa”, Trotsky sostiene que al
escribirla se dispone a debelar las leyes que presidieron el proceso. Ese mismo proceder debe
aplicarse al reseñar la conducta de Stalin, como el extraordinario conductor del programa de
edificación del primer ensayo socialista 1784 . ¿Cuál es esa ley? Realizar el designio personal,
objeto y medio en el cumplimiento de la misión inscrita en el marco concreto del dinámico
fluir de la historia (en el caso de Hitler, la historia estuvo del lado de una clase: la necesidad
de asumir carácter imperial –apartar para sí, zonas con recursos y para la colocación de la
producción, que demandaba ese parnert del sistema de valorización, acumulación,
concentración y centralización del capital hemisférico). Esta metaprescripción conduce a las
personas a dar pasos en correspondencia con las fases sucesivas del devenir histórico en el
interior de las que se ubica la necesidad según su propia característica. Marx solamente dejó
esbozadas las líneas maestras de la nueva forma “social” y ciertos avances (punteo) respecto
del plan operativo; en verdad, no se podía pretender más, puesto que su época estableció
coercitivamente la tarea de elucidar el modo de ser de la formación social burguesa, el
proceder para su transformación, la “visión de futuro”, establecer los primeros pasos en la
formación de la conciencia, la organización y el programa de exacerbación de la lucha de
clases. Marx, jamás podía ser parte o conducir procesos prácticos de edificación socialista (no
se olvide que los sucesos de la Comuna de París condujeron a Marx y a Engels a tomar mayor
conciencia sobre la praxis revolucionaria efectiva). Lenin fue el medio consciente de las
transiciones: de la teoría sustento de la acción estratégica, la revolución y de ésta, a la
planeación operativa de colectividad socialista: la práctica. En cambio, Stalin se ubicó en la
tramo coronario de la teoría y la estrategia, en la fase inicial de la práctica pura, operativa, de
concreción en los hechos de ideas y métodos, por tanto, no le competía de modo prioritario la
teorización o el diseño de la estrategia revolucionaria, sino poner en curso el contenido de la
nueva forma de propiedad, de trabajo y de ejercicio de la vida, en las condiciones objetivas,
ilógicas, redefinidoras de los resultados en términos reales (”socialismo real”).
En suma, todo grupo humano y sus cuadros dirigentes se hallan recluidos en un
momento histórico, el cual impone sentido y contenido sobre las tareas a cumplir. Si Stalin
demostró “pobreza teórica” (sic), la misma: no constituye el simple defecto de la voluntad; de
haberse requerido de los productos de la reflexión puramente cientificista, los hechos
hubiesen colocado inmediatamente al frente del proceso a personajes en cuyo ser se hallasen
contenidas las destrezas y la tendencia coherentes con ese objeto; en realidad, visto bien los
1783
“En el colmo de los colmos”, sólo falta que ciertos ignaros amargados, sostengan que estos
pronunciamientos de los jefes del imperio sobre Stalin, no sean genuinas apreciaciones sobre la capacidad del
gran georgiano, sino adulaciones en el marco de una conducta de reciprocidad de clase.
1784
“¡Cómo si se tratase de la decisión y de la voluntad de ciertas personas, y no del destino histórico de las
clases! ¡Y como si la selección de las personas y de los caracteres se produjera con independencia de los fines
históricos!” (Trotsky, León. Historia de la revolución rusa; tomo II, p 472). Qué bien razonaba Trotsky, cuando
su mente no reaccionaba de modo anímico.
1204

hechos, la necesidad concreta define la regla de prioridad en cada momento, y en la
coyuntura: lo hace con el quantum de vida(s) asignada a la actividad de producción teórica,
exclusivamente en coherencia con la determinación de la praxis. En torno de su texto más
célebre: “Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico” (“Obra sencilla y de
amena lectura, despliega ese estilo tan típico de su autor de ir al grano y no dar vueltas, exponiendo
de manera clara y concisa lo esencial, soslayando aspectos oscuros o desarrollos problemáticos de la
doctrina”), dicho escrito ha merecido acres, cínicos y satíricos comentarios por parte de
megalómanos supuestamente intelectuales, que no dejan de ser torpes (¿Por qué? …: ese folleto
de Stalin constituía uno de los títulos de gloria de su autor como genuino pensador marxista). Stalin:
¿estaba en condiciones de pronunciarse en materia filosófica? Naturalmente, que a la usual
usanza de la conducta especulativa, parafenálica, historiográfica en boga: no 1785 . En la
ciencia, las perspectivas establecen su rigor y su valor, no la simple agudeza y genialidad. El
gran mérito de Stalin, una vez más impuesto por la condición real, fue su capacidad de
síntesis. En la obra citada, su carácter prescriptivo y “reductor” dirige la mente de los lectores
a lo concreto; no obstante, la realidad –por su parte- la abre a la complejidad: la guía maestra
puede recluir la conciencia a su reducto o volcar la mirada sobre la estructura amplia de la
realidad; depende del interesado y del efecto “de realidad”, una vez más, que una u otra
postura intelectual se apodera de la conciencia.
Stalin: no fue por sí mismo, tan sólo; fue básicamente lo que sus circunstancias
hicieron de él. No es que Stalin modeló su entorno social a su antojo: ese poder, no le otorgó
la realidad (ni dispone nadie, antes de haber alcanzado el saber absoluto), como con supina
ignorancia y maldad, concluyen algunas mentes desafectas 1786 . Las condiciones de la ex
URSS entre 1923-53, de ningún modo eran análogas a las de la Alemania nacifascista, que
destacaron a Hitler. En Alemania, el capital ario con pretensión imperial, condujo al mundo a
las dos guerras mundiales (1914 y 1945), el móvil de las cuales fue siempre el conseguir sitio
en el planeta para asentar sus intereses; en la entonces URSS de Stalin, dicho fragmento
humano forcejeaba por volver realidad la intención de instituir en el género órdenes racionales
de vida. Cada época forja la personalidad de sus cuadros. Quienes ven maldad en Stalin,
juzgan mal a todo un pueblo y a una época; esa conducta conduce a desconocer “aciertos” y a
magnificar “errores” 1787 ; “aciertos”: las tesis orientadoras de la acción (el reconocimiento
nomotético de la objetividad de la explotación de los trabajadores por el capital, de su raíz:
proceso y sustentación racional, objetiva, científica de dicha expropiación jurídica e
ideológicamente legitimada, mas no ética o pequeñoburguesa romántica); “errores”: la
respuesta dada en contra de la contraofensiva de intereses conservadores. Dos momentos
diferentes: 1) el capital y su necesidad de reproducción a escala supranacional alemana,
produjo a Hitler; y, 2) el trabajo: su arranque, sus valores y propósito de “ser” produjo a
Stalin. La insidiosa tendencia a homologar procesos, es una conducta miope. En suma: Stalin
fue lo que fue, no por el criterio que se tenga de él o por el concepto de Stalin forjado por
1785
Horadando en Internet sobre la tópica, se dio con un pertinente escrito, que enfrenta en el plano teórico a
los gratuitos detractores de Stalin: Stalin y el materialismo dialéctico. Estudio introductorio al opúsculo de
Stalin: Materialismo dialéctico y materialismo histórico; su autor es Lorenzo Peña.
1786
Frente a la burda conducta de Jruschov –uno de los verdaderos asesinos solapados- para con Stalin (el cual
no pudo concretar su ambición de llegar al lugar dejado por Stalin, sino por el atajo de la forja de su cobarde y
mentiroso Informe), de que él y sólo él era el responsable de las supuestas atrocidades, hay que traer a colación
las opiniones que escribe una contumaz enemiga de Stalin (Joan Estruch: La muerte de Stalin y la lucha por la
sucesión): “Pero, sobre todo, la principal limitación del Informe consiste en que Stalin queda como el único
responsable de una serie de hechos cuya amplitud y persistencia habían marcado profundamente la sociedad
soviética. Sin embargo, de creer a Kruschev, resultaría que únicamente Stalin y Beria eran los responsables de
todo. El partido, la maquinaria estatal, el conjunto de la sociedad, habrían salido milagrosamente
incontaminados después de treinta años de estalinismo. Nótese que Kruschev habla siempre de Stalin
individualmente, no como cabeza visible de un sistema político-social”. Dicha opinión es comprensible, aunque
no desde el punto de vista de la matriz ideológica a partir de la cual se lo hace: el pensamiento oficial burgués,
pues, del mismo modo como a la persona que escribe estas líneas le parece totalmente mal el sistema capitalista
y lo censura por razones ideológicas de clase, un parecer liberal-burgués es normal que encuentre monstruoso
el proceder de Stalin (no puede un ateo censurar el proceder de un creyente: la práctica de sus creencias).
1787
Se entrecomillan tales términos, debido a que tanto en doctrina económica como en política económica, así
también en materia de concepción sobre la historia, en sociología y en ciencias humanas, el “juicio de valor”
les penetra directamente; pero, sobre todo, en virtud de que un modelo de estructuración social o de conducción
económica, no pueden ser juzgados por los opositores como buenos o como malos, como acertados o errados,
pues, detrás de cada uno yacen puntos de vista e intereses y las medidas, los instrumentos y los resultados, no
son errados o acertados, puesto que los mismos responde a esos intereses.
1205

Stalin de sí mismo, sino que el carácter de su ser tiene que ser explicado por las
contradicciones histórico-sociales de reproducción de la vida de esas circunstancias: por las
condiciones de la vida real (cuanto por el objetivo que la nueva intentona política de clase se
había trazado como razón de la existencia); pues, tal como fue su época (coyuntura grande,
que necesitaba de titanes), así fue Stalin.
En la época de Stalin, el capitalismo, no solamente que constituía una sociedad que se
encontraba “... todavía en su fase ascendente” (así lo apreció con antelación Marx); se hallaba
también en su momento expansivo (expresión de Luxemburgo). La coyuntura integradora
socio-hemisférica de signo mercantil neoburgués –por su parte- se presentaba como el canal
mediante el cual la humanidad empezaba por reconocerse como una sola en términos
definitivos (globalización, mundialización, etc., indistintamente); género fracturado en su
interior, pero, aun así: comunidad. Según proceder trastrocador del análisis, esto es, en la
óptica del prurito de ciertos “comunistas”, “socialistas”, etc., que quieren advertir
masoquísticamente fallas en la Teoría de Marx, en la estrategia de Lenin, en la práctica de
Stalin (sobre todo en este último caso, la irreverencia, el maltrato, devienen máximos), de
modo de encontrar como inevitable –por la ruta seguida- el agotamiento del modelo socialista
de mancomunidad humana (el paso de la producción industrial a la informacional tal como lo
estipula Castells), se arguye que la reacciones interna y externa catalizaron la penetración y
reinstalación de la ruta mercantil, tecnológica, competitiva, en la ex URSS (en un conjunto
humano, que avanzó mucho en la construcción de la nueva sociedad y el nuevo ser humano,
que realizara ingente sacrificio, y que demostró elevado status de racionalidad). La
recolonización imperial del planeta tomó fuerza y se impuso, arrasando incluso con el único y
exiguo foco socialista radical: el albanés, pues, dicho ensayo aislado, no consiguió resistir el
poder destructivo neoburgués planetario, cuando la humanidad se había constituido,
efectivamente en una sola.
En consecuencia, el advenimiento de la crisis sistémica y generalizada en el mundo
capitalista, la ineficacia de apelar al recurso de la guerra como mecanismo de recomposición
del patrón de acumulación, en ausencia de teóricos de clase, de estrategas y conductores
burgueses o de sus managers y tecnoburócratas en el frente imperialista, en recesión el
proceso de interrelación de los pueblos del planeta y de mantenerse la inclaudicable presencia
de los dirigentes comunistas en la trinchera de edificación socialista, en esas condiciones
ideales: en la actualidad, la realidad exhibiría diferente carácter; ahora bien, las variables
asociadas con este argumento especulativo, se hicieron esperar, los hechos reales, en cambio,
han imbuido de aparente justeza a los términos de los análisis protervos, que respecto de los
episodios mayoritariamente pululan en el mundo (es fácil, montados sobre los hechos
–episodios ya dados-, opinar; pero Lenin y Stalin debieron desplazarse sobre terrenos
desconocidos, pantanosos, minados, repletos de traidores instalados en la propia casa);
además, “… en el socialismo, como sociedad que nace directamente del capitalismo, persisten
muchas sobrevivencias del viejo régimen de economía, en el modo de vida y en la conciencia
de los seres humanos” (Kelle y Kovalzón: Sociología marxista). Estos factores, por otra parte,
no tienen importancia en el argot reflexivo de los detractores gratuitos sobre todo de Stalin.
Es verdad, por otra parte –se insiste-, que los hechos pasados, es impropio que propendan
encontrar justificación por parte de quienes se hallan vivos, puesto que los mismos pertenecen
a la vida que ha sido, debiéndose, más bien, ubicar las razones reales –leyes, determinaciones,
regularidades- que los produjeron; pero tanto vapuleo recibido por seres (sin duda muy
superiores –de lejos- a sus detractores) que ya no están aquí para responder, motiva el coraje
de personas, que están llamados a salir al paso, incluso incurriendo en la impostura de
violentar la regla anteriormente citada (cronocentrismo: interpretar la historia con el prejuicio
ideológico de clase presente), pues, el agravio se perpetra sobre personas ejemplares, que
cumplieron su papel.
El carácter históricamente atrasado de la ex URSS, condujo a Lenin al planteamiento
del proceso revolucionario proletario concebido y delineado en dos etapas; la situación la
entendió –por tanto- magistralmente Lenin, pues, planteó que el proletariado dotado de
conciencia en el poder, debía tocar primero “La Marsellesa” (organizar la base material del
socialismo y precautelar recursos) y, a continuación: “La Internacional” –sic- (desplazar del
hemisferio al capital). En ese marco, la Segunda Guerra Mundial tuvo dos objetivos en el
plano de intereses del capitalismo imperial: 1) modificar el mapa geoeconómico del mundo
mediante un nuevo reparto; y, 2) “... la destrucción de la URSS por el conjunto del
1206

capitalismo mundial”. Stalin, el Ejército Rojo (Apanasenko, Zhukov-Stanov) y el pueblo
soviético, frustraron el segundo propósito con el Pacto Ribbentrop-Molotov y su valor en
batalla; gringos e ingleses esperaban que la URSS y Alemania se liquiden mutuamente para
sortear el peligro comunista y consolidar su posición imperial, retada por Alemania, en el
planeta 1788 . En este frente se desenvolvió el “socialismo en un solo país” como tesis
coyunturalmente contraria a la exportación de la revolución: la revolución permanente, la
revolución internacional, la revolución mundial (voluntarismo trotskista 1789 ), superchería
bonachona filistea de intelectuales, sobre la que debe insistirse, que la revolución la hacen los
pueblos por muy globalizado que se encuentre el mundo, no se la impone a partir del exterior;
en efecto: las revoluciones liberales se dieron en varios países, no fueron exportación de la
revolución francesa (estos procesos pueden inducirse –en función de la tesis del
internacionalismo proletario- pero no “darse haciendo” la revolución). Lo último tiene
fundamento pleno, incluso en condiciones de una hipotética y no consentida formación
ultraimperialista del mundo (fenómeno que tampoco es posible, por cuanto ello implicaría la
cesación de la actividad de los contrarios). Causa pena advertir, cómo ciertos críticos de Stalin
demeritan la rectitud de su personalidad al no ver mérito alguno en las históricas ejecutorias
de Iosif, sino sólo criminalidad y aberración en el revolucionario comunista; ese, el
denominador común de muchas personalidades en el mundo: Mandel, Lowy, Moreano, el
propio Amín; no obstante, los citados exponentes del antiestalinismo se desviven encontrando
méritos en gente de derecha, tal es el caso del señor Moreano respecto de poetas, artistas,
cineastas, pintores,...; al fin y al cabo, muchos de estos teóricos, fueron originalmente estetas,
folclóricos, diletantes de Eros 1790 .
Es la traición y la necesidad histórica (las fuerzas productivas: el desarrollo de la
ciencia y de la técnica) y no el mercado mundial ni las fuerzas imperiales quienes hicieron
saltar en añicos el poder soviético inmediatamente luego de la muerte de Stalin (es curioso
que se hable de “poder” en la ex URSS de Stalin). Strictu sensu, el dilema se hallaba ubicado
en la lucha planteada en el resto del mundo mientras la ex URSS hacía lo suyo (se advierte,
que la “esperanza” de superar el localismo de la experiencia soviética, se cifraba no en los
acontecimientos de los países de capitalismo de vanguardia, puesto que el excedente imperial
doblegaría a su proletariado y fortalecería las “trincheras de la sociedad civil”). La ex URSS
apoyó en lo que se pudo a los movimientos de liberación nacional y a los socialistas, de
ningún modo con el “oro de Moscú”; sin embargo, se hicieron presentes las molestias de la
guerra, la política hipócrita y de control yanqui de ayuda al “subdesarrollo”. En las
neocolonias, el principal centro geográfico de los monopolios: EU, pudo arreglar los
conflictos de la “guerra fría”, a través de vulnerar la institucionalidad política de muchos
Estados, con la instauración de regímenes dictatoriales castrenses; en algunos países
europeos: Francia, Italia, España,…, se consiguió mantenerlos en el lado derecho de la
“Cortina de Hierro”, con la imposición de similares regímenes (sin embargo, en tales Estados,
no apareció la guerrilla, como expresión de la descomposición institucional de regímenes
caducos, que reprodujeron la miseria y el atraso en la historia, tal como ocurrió en zonas
latinoamericanas y africanas).
1788
Rockefeller, por ejemplo, fue amigo de Hitler; es por eso que nunca se bombardeó empresas estadounidenses
en Alemania.
1789
Todas las fuerzas comunistas en Rusia y en Europa son descritas como "estalinistas" si no aceptan la Pax
Americana. Los trotskistas en Rusia constituyen una fuerza pro-occidental y pro-estadounidense, y son incluso
más anti-rusos de lo que era León Trotsky. Lo mismo vale para muchos (aunque no todos) grupos trotskistas en
Europa. Woods atribuye esta opinión a Lenin: "Lenin sabía muy bien que a menos que triunfara la revolución
proletaria en Europa Occidental, especialmente en Alemania, la Revolución de Octubre terminaría por estar
condenada. ¿Cómo era posible construir el socialismo nacional en un solo país y sobre todo en un país
extremadamente atrasado como Rusia? "Según Woods, esto significa que después de la derrota de la revolución
en Alemania en 1920, los comunistas rusos deberían haber vuelto a sumergirse en la clandestinidad” (Israel
Samir).
1790
En efecto, una persona que no disimula su animosidad para con Stalin: Alejandro Moreano (¿qué diferente
la actitud del gran ecuatoriano Agustín Cueva Dávila?: el imbaya ilustre) reconoce el mérito de la ex URSS en
la Segunda Guerra Mundial (no le queda más); y, lo hace a través de una serie de maromas líricas y de
escamoteo –claro, el señor es afecto a la poesía, pues-, puesto que imputa al pueblo (lo cual es correcto) el
mérito y obscurece a Stalin; sostiene que el Pacto Ribbentrop-Molotov “fue una jugada genial del gobierno
soviético” (¿de qué gobierno? sino del gobierno precedido por Stalin; debe decirlo, no puede decirlo, es como
pedirle al Diablo que pronuncie la palabra Dios). Pacto germano-soviético de 1939 que salvó al mundo,
escudando a la Unión Soviética del entonces inminente ataque conjunto germano-japonés.
1207

Papel decisivo en el “desclasamiento” de las neocolonias –excepción hecha de la
ímproba posición de dudosa independencia de los denominados “países no alineados”-, esto
es, en su postura terminal de alineamiento y mayor subordinación frente a la hegemonía
estadounidense, desempeñaron las oligarquías antinacionales (en realidad, el influjo de
sectores dirigentes de derecha fue de mayor impacto sobre la población –para lo cual se
recurrió incluso a la represión, a las dictaduras- frente a la acción de los partidos pro
soviéticos, socialistas, marxistaleninistas, nacionalistas e incluso del sector de la llamada
socialdemocracia y de los incipientes movimientos sociales. El capitalismo central, en el
marco geoestratégico de la “guerra fría”, se vio impelido a aflojar las ataduras de la
dependencia sobre las neocolonias y a intervenir redistribuyendo el excedente imperialista a
través de la aplicación de políticas legitimadoras alrededor del planeta; medidas de ese orden
fueron: 1) permitir ciertos grados de industrialización y apertura (acceso a) de mercados y, 2)
el fomento de programas de ayuda para el desarrollo (amén de la deuda y la inversión
extranjera subordinada): Punta del Este, las “revoluciones verdes”, las reformas agrarias, los
gobiernos desarrollistas y toda una cohorte institucional: CARITAS, Instituto Lingüístico de
Verano 1791 , Desarrollo Rural Integral, Club 4F, Misión Andina, el catolicismo, el
evangelismo, las ONG.
El despunte económico del principal imperio atribuible a la gestación de la formidable
coyuntura favorable para el redespegue del nuevo ciclo de acumulación: la concepción
Keynes, la programación económica, la destrucción de fuerzas productivas por la Segunda
Guerra Mundial, la demolición de competidores en el mercado internacional, la
reconstrucción de Europa y el Japón, fortaleció al sistema todo con el Plan Marshall. Si la
evolución histórica se hubiese impuesto en los países denominados del “Tercer Mundo”, el
nuevo campo liberado hubiese actuado en apoyo al socialismo soviético (incluso del bastardo
post estaliniano) y el temor de Marx (el capitalismo en el “Primer Mundo” al hallarse todavía
en su fase de expansión, destruiría el socialismo en este pequeño lugar del mundo) y de Lenin
(“... sólo el triunfo del socialismo en Europa salvaría a la Rusia bolchevique”) hubiesen
quedado sólo en eso. Mas, la determinación histórica fue más letal (el movimiento de las
fuerzas productivas hacia la automatización absoluta: la robotización), a la que asistió
favorablemente la traición revisionista (perpetrada cobardemente luego de la muerte de Stalin,
por cierto; pues, en vida del gran dirigente práctico de la edificación socialista, estos no
osaron levantarle ni siquiera la voz, tampoco lo hicieron los principales capitostes del
capitalismo imperialista mundial: ¡Stalin hizo honor a su nombre, para desazón de sus
enemigos y solaz de quienes ven en él: un símbolo!), al unísono con el mercado y las fuerzas
imperialistas.
Empero, mientras la crisis asolaba al mundo capitalista, en la ex URSS florecía la
planificación. ¿“Se trataba de un milagro? ¿De un desesperado esfuerzo voluntarista con el
cual se pretendía obtener en pocos años lo que el mundo capitalista había alcanzado a través
de decenios? No se trataba de eso. Se trataba de una confianza total, pero lúcida, en la
absoluta superioridad del sistema socialista sobre el capitalista, con la seguridad de que a
través de una movilización consciente, centralizada, armónica de los revolucionarios y de los
recursos, la URSS podrá alcanzar un poderío económico comparable al de los países
industriales, y ello sin explotar ni saquear a otros pueblos como habían hecho los países
capitalistas. Y se trataba de alcanzar tales índices sobre la base de la construcción del
socialismo, es decir, liquidando las bases explotadoras, desarrollando el bienestar general,
garantizando el poder del proletariado y su alianza con las grandes masa campesinas. El
triunfo del Plan Quinquenal no fue un triunfo puramente técnico e industrial. Constituyó una
gran victoria política del Partido encabezado por Stalin. En la lucha contra la derecha
revisionista de Bujarin, la cuestión había sido precisamente la siguiente: la derecha afirmaba
que dado su atraso industrial, Rusia no podía respaldar con máquinas y medios técnicos la
colectivización de la agricultura y que al mismo tiempo la agricultura atrasada de Rusia no
podía proporcionar a los ciudadanos (a la industria) la producción suficiente para su
desarrollo. Este era también el punto de vista de Trotsky, el cual veía la única salida en la
revolución socialista en los países más desarrollados y en la ayuda por parte de éstos. El Plan
Quinquenal, demostró que esto no era cierto y que el control de los principales medios de
producción, por parte del proletariado, podía permitir la construcción del socialismo sobre la
1791
Si en América Latina los gringos utilizaron el Evangelismo, en Medio Oriente usaron (y lo siguen
utilizando) el Islam para efecto de configurar la subjetividad colectiva.
1208

ase de la alianza obrero-campesina. El Plan Quinquenal significó la victoria en la práctica de
la línea de la revolución ininterrumpida de Lenin formulada por primera vez en 1905 y en
nombre de la cual en 1917 el Partido bolchevique había realizado la victoriosa insurrección y
Revolución de Octubre”.
Sería erróneo creer que el poder y la influencia de Stalin le vinieron automáticamente
conferidos simplemente por esa circunstancia de haber sido reconocido como el gran adalid de
la doctrina oficial del comunismo. Ciertamente cuantos, como Winston Churchill, han pensado
que era el más sobresaliente político de todos los tiempos no lo han hecho por adhesión a la
doctrina marxista-leninista. De entre los revolucionarios ninguno ha dejado un balance
comparable al suyo: a su Patria de adopción, Rusia, la convirtió en la gran potencia que había
dejado de ser por los devaneos y las extravagancias de los últimos zares, recuperando casi
todos los territorios perdidos por culpa de Nicolás II (incluidos los que Lleñin hubo de
abandonar en el tratado de Brest-Litofsk, 1918); formó un bloque de Estados, encabezados por
Rusia, que abarcaba casi el tercio de la humanidad, desafiando al imperialismo; derrotó a
Alemania; legó un país fuerte y próspero, en vías de recuperación de los estragos de la guerra,
con una cadena de países asociados (varios de ellos, desde luego, más sometidos que aliados
en pie de igualdad: eran naciones vencidas, que habían hecho la guerra al lado de Hitler). Pese
a las turbulencias de los últimos años (disidencia de Tito, oscilante política en el Oriente
medio, dificultades en el avispero coreano), en 1953 había un movimiento comunista mundial
de muchos millones de luchadores revolucionarios, unidos, disciplinados, que comulgaban con
una ideología, con una fe ardiente en la causa del comunismo, con un espíritu desprendido,
altruista, generoso, de pasión y tesón, de empeño, de sacrificio, de abnegación, que, en todo
eso, superaba, con creces, a cualquier movilización de masas que haya habido en la historia
(Lorenzo Peña).
Stalin era una persona de talante ecléctico, con una tendencia a combinar rasgos
opuestos en cierta medida. Así, era a la vez un universalista (siempre siguió insistiendo en la
perspectiva de la revolución planetaria) y un localista; ese localismo se plasmó en su visión de
que, cuando los comunistas asumen la dirección revolucionaria en un país, han de hacer suyos
los intereses, las tradiciones (depuradas) y hasta el estilo del pueblo de ese país. Otro de los
pares de rasgos antitéticos que se daban en su personalidad era el que forman –en palabras del
propio Stalin-: el ímpetu revolucionario ruso y el espíritu práctico norteamericano. A su
muerte dejó entusiasmo de masas, pero dejó también realizaciones palpables y tangibles:
estructuras de poder… (sic)… consolidadas; una potente industria moderna; un eficiente
sistema de planificación económica que había pulverizado los pronósticos de los agoreros; un
edificio legislativo avanzado, fundamentado en la Constitución de 1936; un bloque políticomilitar
del Elba a la península indochina que -pese a su aplastada inferioridad tecnológica,
científica, industrial, económica, y armamentística frente a la apabullante superioridad
imperialista- podía tener en jaque a los enemigos y defender con éxito la paz y la posibilidad
de seguir construyendo, sin guerra, la nueva sociedad más igualitaria y menos injusta (Lorenzo
Peña). “Del campo provienen las flores; del pueblo insurgen los valores”: Stalin, hijo de un
zapatero pobre, orgullo de Tiflis, de Georgia, de Rusia, de la ex URSS, del ex Bloque Oriental
y de la humanidad toda.
Eso explica la rabia de sus enemigos, de los adversarios de todo aquello por lo que él
luchó: el comunismo, Rusia su patria, Asia, las razas del sur, la gente pobre y humilde. De ahí
que ninguna acusación sea suficiente contra él. Stalin no estableció el régimen de partido
único en Rusia. Ese régimen surgió de la durísima guerra civil de 1918-22. Cuando, tras la 2ª
guerra mundial, Stalin pudo imponer un rumbo determinado a la mayor parte de los estados de
Europa oriental, quiso que no hubiera allí partido único. Para consolidar el poder que él
encabezaba, Stalin acudió a métodos sumamente severos (aunque los actos crueles de la guerra
civil no habían sido obra suya). En la áspera lucha intestina del partido bolchevique, Stalin no
fue ni tierno ni benigno hacia las fracciones que quedaron en minoría (ni más ni menos que
como seguramente habrían obrado los jefes de esas fracciones si hubieran obtenido la
mayoría). Las revoluciones no son suaves ni risueñas para los revolucionarios. De esos
episodios, de las duras purgas del decenio de 1930-40 (en las que -desencadenado el furor
inquisitorio y perdido frecuentemente el sentido de la mesura- algunos líderes llegaron al
fanatismo y a la represión preventiva), surgió la leyenda negra de un Stalin tirano, odiado y
temido por sus súbditos, súbditos cuya vida pendía del capricho del Calígula del Kremlin. La
colectivización del campo -que permitió a millones de agricultores salir del embrutecimiento y
1209

del primitivismo- fue pintada por los escritores antisoviéticos como un genocidio (Lorenzo
Peña). José Stalin convirtió a la Unión Soviética en un poderoso estado moderno, aseguró el
pleno empleo, los derechos de los trabajadores, la educación y la atención sanitaria gratuitos.
Creó la base industrial y una ciencia adelantada. Libró y ganó la más dura de las guerras
jamás vividas por Rusia. Bajo su régimen, Rusia socialista sobrevivió interminables ataques
del imperialismo de EE.UU. No dejó levantar cabeza a las fuerzas pro-occidentales y procapitalistas
del país. Ahora la gente en Rusia se acuerda de los días de Stalin -no, no con
nostalgia, sino con comprensión para lo que fue el período heroico de la vida de sus padres.
Stalin nunca llegó a ostentar un cargo similar a jefe de Estado o de posición suprema en la
jerarquía gubernamental soviética, esa función fue asumida por un órgano colegiado: el
Presidium; ningún nombramiento le incumbía más que provisionalmente; Stalin jamás recibió
denominación diferencial o respetuosa alguna (Presidente, Jefe de Estado,…), para sus
seguidores –muchos en el planeta- era tan sólo el “camarada Stalin”. Sin embargo, “ningún
ser humano ha igualado en la historia su autoridad, su influencia política, o su capacidad
de decisión. Una vez aureolado en el movimiento comunista mundial, como un gran teórico y
una persona de magistral visión... hacía de él una figura sin par”. Stalin demostró la
superioridad absoluta del socialismo, sin explotar ni saquear a otros pueblos, como lo hicieron
Inglaterra, Italia, Portugal, España, Francia, Holanda, EU. Esta es la verdad; no se puede,
luego, apelar a las bajas supercherías, que blanden quienes responsabilizan de la absurdidad
de los hechos a incomprensiones de la teoría, a defectos en la práctica, a la eficacia del solo
designio de personas manipuladoras individuales de las masas y de la historia.
Un día (“luego del deshielo” antiestalinista: de la “superación de compromisos
emocionales reductores de la racionalidad en el análisis”) 1792 , se pasará revista a la vida de
Stalin y a la acción del gran pueblo soviético comprehendidas entre 1917 y 1956 con mesura;
habrá de ser el momento en el que se reafirmen ciertos juicios aquí vertidos (a Stalin le tocó
vivir una época cruenta; allí se templó y salió avante: la Gran Guerra Patria, la enarbolación
de la Bandera del bolchevismo proletario en STALINGRADO). El sólo planteamiento moral
y subjetivo sobre la construcción de una sociedad alejada de los principios, que hacen exitosa
la vida animal: en la naturaleza –como en el comercio tanto de mercancías, de dinero, como
de fuerza de trabajo-, alguien tiene que ganar y alguien tiene que perder (matar para
vivir) 1793 , constituye el arsenal de razones, que confieren sentido pleno a un período, al actor
histórico y sus líderes (ese día se habrá forjado el “clima humano” adecuado a su propósito,
enmarcado en la nueva “cultura organizacional” post clasista –aquí adquieren significado
estas pedantes e ignaras nociones burguesas-; en suma: “... el progreso humano habrá dejado
de parecerse a ese horrible ídolo pagano que sólo quería beber el néctar en el cráneo del
sacrificado” -Marx: Futuros resultados de la dominación británica en la India).
Ahora bien, la efímera experiencia socialista, mirada en perspectiva de la historia,
representa el proceso de anticipación en la creación de la comunidad (“comunidad de
destino”: la nación humana mundial, la humanocovivencia, la “comunidad de objetivo”), que
supere sus conflictos internos, que se hermane, armonice y se dedique a su acción esencial: el
cumplimiento de la ley que mueve a la humanidad, esto es, portar el mecanismo espiritual,
sobre el cual se enseñoree la “razón absoluta” (luego de 2.500 años, Sun Tzu finalmente entra
en obsolescencia, en tanto que la noción de “emulación” arriba al status de “valor”, en el
plano medial de concretización sincrética global). En adelante –dicho sea a modo de
complemento-, la teorización estratégica de la mente se vuelve formal, puesto que su diseño
no es expresión del enfrentamiento a darse entre dos opositores dotados de inteligencia en pie
1792 En un momento crucial de la praxis revolucionaria (el proceso de edificación socialista), no había lugar
para principalizar la praxis especulativa denominada antimanualista, antidogmática por los predecesores y
precursores del revisionismo de la “izquierda Light”; momento en que era preciso trabajar en la praxis real e
incluso, en el que la teoría transitoriamente debía volverse funcional a la ideología, o sea, someterse a las
necesidades que planteaba la lucha de clases en la coyuntura.
1793 “Matar para vivir” y dar vida (a sus vástagos: los futuros reproductores de clase). En la naturaleza, “el pez
grande se come al pequeño”; en la historia social burguesa, a partir del despojo de los productores directos de
sus medios e instrumentos de producción (acumulación primitiva; muerte lenta, muerte que conserva la vida en
el límite para la reproducción de clase), el desenvolvimiento del sistema mediante sus propias determinaciones,
el desarrollo persistente y desigual condujo al proceso a desembocar en la emergencia del monopolio;
monopolio resultante de la concentración y de la quiebra del emprendedor pequeño; el monopolio –en último
término- se transformó en asesino permanente.
1210

de batalla, cada uno de los cuales va en busca de un propósito indivisible, que pertrechados de
programas creativos y en permanente reajuste táctico, creatividad, logística y rediseño de las
acciones, deben maniobrar para eliminar al contrario, sino que el “putsh” es entre la
inteligencia y la estructura y movilidad de la materia; esto es, el verdadero juego ocurre entre
la esencia del mundo, que se esconde tras el fenómeno, la que a su vez se modifica haciéndolo
también con su expresión. La mente quiere captar el contenido de la realidad, que se muestra
tras la forma, pero también desea capturar perceptualmente (como fundamento del control de
su dirección) su movimiento y su transformación. Para lograr dicho cometido, el ser humano
debe elevarse de las cavernas tanto material como espiritualmente, para gozar de las
condiciones para poder captar el mundo (en suma: esa es la más prístina historia).
Ahora bien, la exposición apologéticamente intencionada inserta en páginas
precedentes (actitud similar se asume frente a Marx, líneas más adelante; la misma se explica
como respuesta a la virulencia con la que se ha tratado a esos dos proseres humanos), no trata
con procederes de añoranza alguna o de la propuesta velada de que se amplíe los principios
rectores de la praxis del momento y de la personalidad revisados, para la reorganización de la
vida en curso, tampoco del llamado a retomarlos como modalidad de conducta social de la
humanidad venidera mediante extrapolación. La finalidad del acto, semeja, mas bien, el
procedimiento de revisión de la etapa efímera posjuvenil, cuando ésta invita a la reflexión, en
la medida en que fue edificante: ella explica los hechos presentes y los por venir, en tanto
puso las bases ideológico-estratégicas de lo que debe ser. El mirar y reseñar con otros ojos y
con otros útiles de apreciación histórica (opuestos a los del burgués y del revisionista) la
actuación de Stalin y de su período: su pertinencia en el curso progresivo de los hechos como
necesarios y sin los cuales difícilmente la especie habría llegado a su status actual (en este
plano no cursa aquella suposición de que “otro lo hubiese hecho”, puesto que no se trató de
una singularidad, sino de todo un proceso rector en el decurso de la historia), el cual no pudo
haberse impulsado según prometeicas, racionales y superiores modalidad del “ser”, hacia las
cumbres que vienen.
5.2.- EL PROLETARIADO: ARTÍFICE DE LA GESTA.
La modalidad histórico-burguesa de realización de la actividad productora de
riqueza –el trabajo-, en su carácter concreto (con el paradigma de la “calidad” se completa el
proceso de explotación del trabajo, puesto que en él, el burgués accede a la comprensión, e
inmediatamente lo aprovecha de manera utilitaria, sobre las regiones no explotadas en el
obrero: su capacidad intelectual y su dimensión valorativa -la promoción del “talento
humano” instrumentada en materia de calificación en áreas del conocimiento y la intuitividad
–la creatividad, la innovación), “ha apartado” para sí, las esferas industriosas del proceso de
reproducción material de la sociedad. En la vertebración sinérgica (la categoría teórica:
“coadyuvancia”, dixit Galo Verdesoto; U. C. del Ecuador. Quito, 1980) 1794 , entre el trabajo
físico productor de los insumos que intervienen en el proceso de reproducción material del ser
social, la actividad estética promotora de la esfera sensorial y la labor intelectual conducente a
concretizar la conciencia en el plano de la captación cognitiva racional de la totalidad
universal, el trabajo proletario ha operado a modo de sustento sobre el cual se eleva y ha sido
posible el desarrollo de la actividad sobre todo intelectual; trabajo –este último- desplegado
en la esfera de la conciencia, elevado a instancia mediadora en el proceso de subjetivización
relativa/absoluta de la materia.
El movimiento de la realidad socio-natural intercala tres momentos -recíproca relación
entre inclinaciones: el “ser” y la necesidad de “ser”-: 1) la naturaleza “debe” dar algo –mucho,
todo- en el proceso de reproducción de la ontología y la conciencia, 2) luego, también ésta: la
naturaleza, “cede” la iniciativa al “ser social”, “ofrece” la posibilidad del gusto
(irracionalidad), del éxito (emocionalidad), de alcanzar un fin (racionalidad) y, 3) ese interés
realiza su objeto –la producción de la idea- en unidad de acto (no habría dinamia orgánicoracional,
de no ser así). Por ejemplo: como en la actividad sexual -en la existencia orgánica- el
1794
En realidad, un insigne catedrático universitario: Ing. Galo Verdesoto Alvarez –pensador marxista
consecuente, desgraciadamente fallecido de modo prematuro-, se adelantó con mucho respecto de una tópica
teórica (y práctica: Proyecto UNIR-E), que ha sustentado las “modernas” concepciones sobre la “sinergia”, la
creatividad, la calidad; pero también ideó una noción categorial –coadyuvancia- de mejor catadura teórica que
la inherente a la de la superchería zalamera de “complejidad” (y de su hijo programático tramposo: el
“constructivismo”.
1211

macho va en pos de alcanzar su deseo (todas las fuerzas de sí del cari, son atraídas y
dispuestas por la determinación externa en la fase de la reproducción sexual natural de la
especie): en la búsqueda de la hembra; en ella: en esta causalidad, la naturaleza viva se
ratifica, se afirma (en realidad, se trata nada más, que del imperio en el ser humano de la ciega
necesidad). En el interior de la sociedad burguesa: el “ser humano de empresa” se encamina
hacia dar cabida a su interés individual en el interior del grupo, el cual se sobrepone al simple
“instinto de sobrevivencia” (cuando lo consigue, sin saberlo: contribuye a la realización del
interés colectivo –Adam Smith-; obstaculiza recíprocamente, mas bien, la consecución de los
intereses individuales –Marx): explota al trabajo y se convierte en el vehículo de su
reproducción recíproca, compite y mejora los productos de las esferas de la tecnociencia
(sinergia, coadyuvancia); de ese modo la historia realiza su progreso. Empero, con la razón:
deseo e interés se funden (se tornan “aliados ´estratégicos´”), la vuelven “necesidad
consciente”, imprescriptible, de realización de la cualidad que se halla en potencia (el imperio
de la libertad: la manumisión de la conciencia respecto de las determinaciones naturales).
En efecto, la contradicción entre razón e inclinación espontánea, se resuelve en su
interpenetración e implicación mutua. No obstante, en los hechos fácticos, la percepción
empirista en el enjuiciamiento del suceso se impone; el empresario –por ejemplo-, se halla
convencido de que la razón de su éxito –en aquellos que lo consiguen- radica en haber
renunciado a la razón, a la previsión, al cálculo, a la planificación, en la toma de decisiones y
haber, mas bien, optado por la simple, por la súbita acción instintiva. Nada más absurdo
respecto de la percepción de un individuo, que es y debe actuar de forma excesivamente
racional (racionalidad instrumental, desde luego). Toda decisión que se dice intuitiva, simple
realización de una corazonada, impulsiva, aparente producto de sorteo, es en todo momento y
siempre: racional; en realidad, la persona (especialmente la empírica), que sostiene que no
calculó, estudió, programó, racionalizó hechos y circunstancias –que, por tanto, contradijo la
razón: que simplemente “apostó”- como insumo indispensable para la toma de decisiones y
que asegura que no necesita de la razón sino del sexto sentido, cae en una zona oscura de su
razonamiento, pues, las decisiones se toman con pleno conocimiento, total conciencia del
pasado, del presente y en función de la formulación de hipótesis veraces sobre el futuro (es
obvio, que el procesamiento mental que lo precede, es automático y se halla como
presupuesto, de allí que no se lo advierta) y con el aporte de la experiencia, cuyo sustrato
también ha sido racionalizado y fijado en y por la mente, en su orden, en algún momento de la
vida, por lo que –la reflexión- aparece en el proceso volitivo como hecho inexistente.
Sobre la tópica planteada en párrafo que precede, imagínese un ejemplo: la persona
que súbitamente se dirige a abrir una puerta una vez que ésta ha sido tocada, su reacción da la
impresión, de que el suyo fuera un acto simplemente involuntario, súbito, automático, o sea,
conducta efectuada sin que medie procesador racional alguno; sin embargo, si se observa con
más atención el acto, la apreciación se revela como falsa, puesto que en dicha respuesta refleja
y repentina, se hallan concentradas y en operación las variables conocimiento, experiencia
racionalizada e interés (necesidad procesada mentalmente): se sabe de antemano qué es una
puerta, cuál es su función, que ésta se abre, que sirve para pasar de un lugar a otro, que en el
hecho se hallan implicadas personas puesto que éstas usan dicho objeto en el desarrollo de sus
prácticas; que ya muchas veces en el pasado se la ha abierto, que tras de una puerta que ha
sido tocada se halla un ser humano que ha tomado la decisión de hacerlo con el propósito de
ser atendido o ingresar para dar curso a requerimientos previamente racionalizados (que han
pasado por la cabeza); se espera, por tanto, entrar en contacto con un ser humano, que también
se vincula con móviles de la vida personal. En los negocios, las decisiones que se toman
supuestamente dejando que la intuición decida por la razón, que la corazonada ordene los
hechos y los enrumbe hacia una intención preconcebida de modo racional, se halla presente
también la racionalidad de manera inadvertida, pues, las decisiones que dicen ciertos gerentes
que toman a tontas y a locas, esto es, por corazonada, tampoco es así, dado que el individuo
conoce previamente bien su producto: sus características, los gustos de los consumidores, la
competencia, domina la dinámica del mercado: ha actuado en él, por tanto, es poseedor de
experiencia racionalizada, tiene destrezas adosadas a su mente y a su corporeidad, como
capacidades maniobrables intelectuales, psicológicas y físicas, y le mueve un interés
plenamente racional. De manera que el tipo intuitivo de la decisión es la forma más racional,
pero conciencialmente inadvertida de proceder.
1212

En la actualidad el estado de la precondición necesaria para alcanzar la máxima proeza
por venir para la especie: la prueba empírica de la teoría (“para todo”) sobre el “objeto real”
completo –en su formación han participado los trabajadores in abstracto, en el interior de las
diversas etapas históricas de su devenir-, comprehende, como elementos constitutivos y de
movimiento, según se asume. 1) Ingeniería Genética: mejoramiento de la capacidad de
intelección del ser humano en los sentidos individual y colectivo, esto es, en su condición
integrada: el súper cerebro asociado (mérito a parte de la “manipulación genética”, es que ella
permite mejorar la base orgánico-funcional –incrementar/cualificar el número y desempeño,
en su orden, de las neuronas del neocórtex-, para que el ser humano pueda hacer frente a los
“elementos” de la realidad –sobrellevar el efecto, por ejemplo, nocivo de los rayos
ultravioleta; superar la probabilidad: el camino azaroso y crematístico por el cual la naturaleza
produce la evolución de modo autónomo y adaptarse de manera permanente, autosustentar la
viabilidad de su naturaleza óptima). 2) Robótica: despliegue y desarrollo de las virtudes
humanas por medios artificiales en similar modelo que su ser: su emulación. 3) Inteligencia
Artificial: ampliación de la capacidad de operación de la inteligencia natural del género, de
acuerdo a rutas “mecánicas”. 4) Biónica: conjunción de la capacidad dispuesta en la máquina
con la natural-orgánica en la versión de la robótica y de los mecatrones, en el mejoramiento
de la estructura y funcionamiento del ser humano (la conexión en interface entre el interface
de las mentes naturales con la “conciencia” artificial). Esto, en cuanto a la composición.
Ingeniería Genética, Robótica, Inteligencia Artificial y Biónica, imprescindiblemente
eslabonadas al conocimiento (al fundamento del ingenio, de la creatividad, proeza acicateada
por la realización de la razón de la vida en la coerción del entorno: interface mente naturalmente
artificial), es decir, con el dominio intelectual acerca de las fuerzas (leyes) de la
materia 1795 , del Universo, de la naturaleza, del pensamiento, para alcanzar –esta vez- fines
filosóficos 1796 (hecho vertebrado también a los procesos de clonación –el ser humano se
vuelve él mismo “conejillo de indias”, insumo y medio en el aseguramiento de la existencia
de seres que deben marchar hasta el fin-, de criogenización, de prolongación de la vida, de la
nanotecnología “orgánica”, de la producción “transgénica”,...), constituye el poderío futuro
del ser humano, desgraciadamente de elite; género moderno comprimido en número, viajero
del Universo: su conquistador (en sentido referencial se manifiesta respecto de las anotaciones
que están siendo expuestas, que en “Hiperespacio”, Michio Kaku se plantea el problema en
términos similares; sin embargo, la razón y solución final de la cuestión, aquí se la propone de
forma diferente) 1797 . Lo antedicho, en referencia con la praxis. Las aseveraciones vertidas
respecto de la importancia del papel histórico jugado por los trabajadores, son enteramente
pertinentes; mírese bien: la humanidad no trabajadora, parasitaria (en Grecia se decía:
“trabajan solamente los plebeyos”), en su status de simples individuos, han participado del
“hecho histórico” tan sólo en condición de expectación, de modo subsidiario, tal como
desgraciadamente en el presente ciertos pueblos del “subdesarrollo” se ven impuestos a
realizar un programa de vida sin sentido para el “nuevo” rumbo humano, especialmente si de
ellos –por lo menos- no se elevan individualidades, que se liguen con el sector de los
1795 Los desplazamientos del propio Universo, que posibilitarían viajar –apoltronados sobre sus “olas”-
distancias siderales en tiempos record sin necesidad del uso de combustibles; el “espacio encorvado”
(achatamiento del “espacio”), las “murallas del Universo”, con uso en similar sentido; los “agujeros
negros” (de gusano -atajos); la prolongación de la vida, los embriones criogenizados, la hibernación, los
supuestos de la Teoría de la Relatividad einsteiniana sobre los retardos de los procesos debido a la aceleración
del movimiento, la utilización del “motor de iones de plasma” o de las “velas solares”; o el uso del robot, el
cual no necesita de alimentos o de agua, sino de combustible solar…
1796 El ser humano ha burlado, ha aplazado/acelerado su efecto y ha aprovechado para su beneficio las leyes de
la naturaleza: el paraguas, los preservativos; la producción animal y vegetal acortando su período natural; la
gravedad. El género puede muy bien, por tanto, burlar, posponer, la “ley de la muerte”: perseguir la
inmortalidad; en efecto, en la naturaleza se registra ese fenómeno de “inmortalidad”, en aquellas células
(¿procariotas?) que se hallan desprovistas de núcleo, que no respiran oxígeno, y que se están recluidas en el
fondo del mar y en los volcanes.
1797 Quizá también deba cruzarse, intercambiar miradas con seres de otro sector del Universo; bailar tal vez un
Saltashpa ecuatoriano calzando alpargatas ingrávidas para ellos o con ellos; pues, ¿acaso no es posible pensar,
que al igual que se ha forjado una sola forma humana terrestre a través de la confluencia de torrentes sociales
provenientes de las más variadas geografías, no es posible que algún “día” esta confluencia sea sideral?
1213

“elegidos” (las luchas políticas futuras –el trabajo de pensamiento, programación,
movilización y combate-, son las rectoras también de esta circunstancia) 1798 .
¿Conduce esta idea a sostener, qué la vida de la mayor parte de miembros de la
humanidad ha sido un desperdicio? ¡De ningún modo! En un panal, todos sus miembros son
necesarios: la Reina, en cuanto reproductora; los zánganos, como fertilizadores; las obreras,
puesto que sostienen materialmente al sistema. Ahora bien, en la estructura humana, su
población excedentaria: ¿está demás? ¡Tampoco! Esta es, en todo caso: reserva
germoplásmica viva del género. Considerado apropiadamente el hecho humano en la etapa
preclasista, en la clasista y en la postclasista, los diferentes grupos cumplen funciones: en la
Comunidad Primitiva, la humanidad se sostiene, salvaguarda la vida incluso con soportes
míticos de cohesión y efectivismo, es decir, pone las bases para que se produzca el impulso
posterior de la vida humana en las etapas clasistas, en las que la especie semeja un panal:
dominantes y dominados. En la fase postclasista se supera la era de los patricios y esclavos,
de los señoríos y de los siervos, de los burgueses y los proletarios (corrección: para el
capitalista si hay población excedentaria, esto es, aquella que debe integrar la “institución” del
“paro” necesario: la reserva de trabajo de la cual puede echar mano el capital para realizar su
reproducción dinámica; la población marginada; y, aquella que “no sirve tan siquiera para ser
explotada” y que –en el colmo- está consumiendo recursos –su vida está sumida en episodios
de contaminación). Los seres humanos –luego- en el susodicho estadio de la
supramodernidad, empiezan por vivir una fase de existencia racional digna, en la que cada
individuo es valorado simplemente por serlo y cuyo bienestar constituye preocupación
permanente del grupo, en tanto puede ser el padre, puede llegar a ser o efectivamente lo es,
parte del ejército intelectual con el cual se cumplen las tareas propias de la inteligencia (dar
respuesta –comprobar- a las preguntas trascendentales).
El trabajo –en la aseveración rayanamente tautológica- decesa en forma directamente
proporcional con el incremento de la mecanización (en la coyuntura, por efecto de la
concentración de la propiedad, del “hiperpoblamiento” y de las barreras burguesas al acceso
al producto, del incremento del “cuentapropismo”, de los “emprendedores”: de la
marginalidad, en general); sin embargo, esta determinación unilateral se torna general y
abstracta, y se concretiza de modo paradójico. El robo, la prostitución, la pornografía, el
engaño (chamanes, tarot y demás “fauna de esotéricos”), la producción, elaboración y
comercialización de psicotrópicos, los brokerst, son actividades que pasan a ser consideradas
realmente trabajo digno en el sistema burgués; pues, no solamente que proveen de sustento
diario y de ocupación (de “entertaiment”; son útiles para el oferente como para el
demandante, para el beneficiado como para el perjudicado), sino que en su interior la agudeza
mental: “incrementa valor” (sic), incorpora innovaciones, se toman decisiones estratégicas,
tienden a la excelencia. Estas esferas de actividad cumplen los principios de la ideología
empresarial burguesa: la creación y/o el aprovechamiento de oportunidades por la mente
perspicaz e inteligente; selección y aplicación de diligencias en espera del premio; en ellas, la
inversión se halla sometida a riesgo, es normal esperarse un “retorno”. Sobre este proceder se
1798
Los grupos humanos del “subdesarrollo” resultantes de la condición de existencia neocolonial
exógenamente sustentada (como forma agregada de enajenación: “miseria material de reproducción física de la
vida y pobreza espiritual con la cual se mira el mundo”), componen realmente procesos de “marginalización”,
de “desconexión”, del despojo por “desposesión”, pues, estos sectores sociales no van a llegar a ser (ni ellos ni
sus descendientes inmediatos en las determinaciones presentes) protagonistas de las nuevas estructuras del
mundo, de aquellas que se preparan para cumplir objetivos superiores (la simple vida o la vida superior;
desgraciadamente, para ciertos pueblos no hay elección). Son grupos que a través de la experiencia de alguna
estrategia proterva de sobrevivencia, repetirán un pírrico ciclo vital impuesto y designado por la razón
estructural de la historia devenida, mientras pierden viabilidad en ella. En África, Asia y América hispana,
varios subconjuntos humanos engrosan este segmento, guiados sobre todo por las tesis anacrónico moralistas
del “desarrollo alternativo”, que les ha desprovisto de la noción y del sueño sobre la “nueva” filosofía práctica
de la vida (no se vislumbra la emergencia de un nuevo Prometeo, que renuncie –esta vez- a la existencia, para
otorgar el fuego de la nueva razón a la vida). Mientras el selecto grupo dominante prepara maletas para
intervenir en las grandes hazañas del futuro, éstas, en cambio, lo hacen para reclamar el “privilegio” de poder
participar en los episodios de la simple sobrevivencia (de la protagonización de una circunstancia real cuasi
animal), con la novedad del trabajo comunitario, la recuperación del folclor de sus ancestros, con la producción
agrícola orgánica. Es lamentable. La participación real –en el sentido aristotélico- de la población pobre, esto
es, en política, solamente es posible en el momento en el que el desarrollo de las fuerzas productivas se halle tan
elevado, de tal modo que la humanidad en su conjunto, se encuentre frente a la presencia de “un proveedor
fuera del trabajo”, en ese instante se crean las bases objetivas para que se haga efectiva la tesis sobre la
“democracia participativa”.
1214

ciernen “preconceptos” burgueses cuando se lo censura. En la moderna sociedad toda
actividad se ha vuelto trabajo (para sobrevivir, para reproducir la riqueza: lo dispone la
imbricación entre las normas de la acumulación y las de la reproducción del capital): lavar
carros, cuidar vehículos, el arte callejero, los saltimbanquis, el fútbol, la búsqueda de parejas a
personas solas; la producción de virus informáticos y de otra especie (SIDA, HANTA,
EBOLA,…: enfermedades creadas por la CIA, para reducir la población pobre del planeta),
de anticonceptivos. Estas actividades emergen en la “psiquis” de quién experimenta necesidad
de recompensa frente a la prohibición; eh ahí el valor, que se agrega por correr el riesgo, por
desafiar la censura (el ejercicio de la “razón” animal en la estructura de la conducta humana:
el estímulo y la respuesta).
La constatación antes mencionada –dicho sea de modo incidental- puede sostenerse
que ejerce, a su vez, efecto en la mente de la población que mantiene contacto con la
ideología marxista, de izquierda, contracapitalista (no se olvide la sentencia inexcluyente, de
que de alguna manera “todo marxista es... –debe ser-... un conspirador permanente” 1799 ).
Ahora bien, en el seno de la propia prevalente situación de anarquía y determinación parcial
del modo burgués de existencia, se encuentra lugar para el imperio de la razón, como para el
ejercicio de la voluntad, de forma incluso “virtual”. En ese entorno indiviso, la moral se
vuelve racional, pues, es la concepción global del mundo la que define el “ethos”. Para una
persona de formación marxista, que se halla ilustrado en torno de la esencia de la operación y
de las razones del éxito de la empresa (esto es, de la institucionalización del latrocinio o
exacción de trabajo social sostenido de forma legal –por voluntad del poder-, legítima
–aceptación, tolerancia general- y organizada –el poder ideológico, la presión sobre la
conciencia común del orden) con el objeto de sobrevivir, incluso de ocuparse y plasmar en
productos sus capacidades, podría consciente, voluntariamente aceptar la invitación, que
formula el sistema para asumir el rol de empresario (función que ha suavizado su
determinación estructural: se es empresario –dueño de medios de producción- no porque se
quiera, sino por razones históricas emparentadas con la distribución histórica previa de
factores), si no es su deseo –obviamente- hacer la revolución; este “canto de sirena”, no
obstante, no es pertinente, pues, para este tipo específico de persona, es más atractivo, de
modo axiológico y moral, devenir en simple obrero (dejarse explotar) y no aceptar convertirse
en emprendedor económico (volverse ladrón, explotador: “detrás de cada gran fortuna, hay un
crimen” –H. de Balzac), para mantener conformidad en el plano interior: en la conciencia.
El argumento, respecto de la anotación que precede, es el siguiente: una joven pareja
emprendedora, dotada de “capital-semilla”, se auto explota en intención de sacar adelante el
recién montado negocio; luego tiene hijos, a los cuales les incorpora al trabajo: los explota (si
así exigiera el caso); hasta aquí: cero dificultades, pues, la pareja es dueña de los resultados
acumulados de su autoexplotación, mientras que sus hijos, son los herederos. Los “efectos
morales” se hacen presentes, en el momento en el que la dinamia del negocio exige la
incorporación de trabajo ajeno (obreros), pues, allí se inicia el proceso sistemático y
progresivo de la explotación: “nadie compra pan para vender pan”, nadie emplea personal si
éste no rinde más que el salario o sueldo que se le paga. Paralelamente al crecimiento de la
escala del negocio aumenta la explotación tanto en intensidad (incremento de capital
constante) como en extensión (aumento de capital variable): se contrata más mano de obra, y
la retención acumulada de plusvalía consolida la riqueza, puesto que el obrero no es
propietario ni hijo de la joven pareja, que ahora es empresaria exitosa (si las condiciones del
sistema lo permiten, por supuesto, esto es, si en el intento no fue apabullada por la estrategia
de competitividad de otras empresas, hecho que es la base de la apología del riesgo). El
fenómeno, es verdad que se lo restaña con el argumento ideológico relativo a que, a más del
riesgo (puesto que para la mentalidad del burgués: la gestión, el riesgo y el capital, son las
fuentes de su beneficio, no el trabajo no pagado al obrero), su empresa es positiva al ser
generadora de empleo (atributo social del capital, que debe ser motivo de agradecimiento por
parte del obrero) y proveedora de productos para las necesidades sociales (hecho que también
debe ser reconocido): el perjuicio aparece como beneficio. Un persona de izquierda, no podría
1799
En un acto de debate, un contumaz enemigo y “critico” del marxismoleninismo, decía con desenfado e
intentando ganar adhesiones a su posición paniaguada, que “no se puede culpar a Stalin por sus atrocidades,
puesto que en Marx mismo estaba incubado un Stalin”. Y el eximio señor detractor tenía razón: porque Lenin,
Stalin, Castro y muchas otras personas fueron y son marxistas (incluso quien anota estas líneas se cree
marxista, por lo que se estuvo incubado en Marx).
1215

actuar como emprendedor, ni siquiera como última vía de sobrevivencia, en conocimiento del
hecho; además, las leyes del capital, le impondrían crecer (incrementar el nivel de
explotación) para no perecer.
La “actividad creadora de riqueza”, se convierte cada vez más en mero presupuesto.
Las ataduras proteccionistas recluyen al trabajo en las fronteras estatales (la emigración ilegal,
las derrumba: proceso este último, que se genera en la crisis y bonanza de segmentos
poblacionales intercontinentales, es como si una mano invisible dirigiese la historia, puesto
que por vías bastardas se funde la humanidad: cada vez y cuando se hace una sola); pero el
Internet (el esfuerzo intelectual llevado a cabo en forma remota –el teletrabajo), en el instante
en el que la esfera de los servicios se transforma en significativa entre las faenas cotidianas
del movimiento del capital y en marginal respecto de la reproducción humana, rompe estas
barreras; en similar orden opera la ilegalidad de los actos migratorios y el trabajo
transnacionalizado barato en tareas de oficina. La “tercerización” (intermediación laboral
–la subcontratación-: estos tipos precarios modernos de esta relación –el trabajo flexible,
temporario) es el producto de las condiciones realizadas del movimiento del capital;
abstracción hecha de su carácter reaccionario, los citados nexos en la esfera de la producción
derivan en formas progresistas necesarias en el proceso de disolución (su antesala) del trabajo
en la historia. La resistencia a la hegemonía capitalista global –la contrahegemonía-, en modo
alguno debe perfilarse en oposición del desarrollo de las fuerzas productivas: contra la
modernización del proceso de producción fundado fuera de las “energías” físicas e
intelectuales humanas (o en pro del estancamiento de la historia natural), sino, mas bien debe
operar a manera de empuje hacia su desenlace doble: robotización y superación de la
concurrencia. De igual modo como no puede el capitalismo posindustrial encontrar salida para
sus problemas con la aplicación en ellos de medidas diseñadas sobre tesis superadas por la
historia (industrialistas), no es lícito para las fuerzas del futuro tampoco instalarse en él,
apelando a viejas consignas 1800 .
“La máquina representa el obrero ideal”. “... la mecanización es el medio más
importante de reducción de costos... de abaratamiento de las mercancías...”, para competir,
esto es, bajar precios y expulsar a los competidores. Los procesos de desarrollo de la
mecanización, de la automatización productiva, reducen la importancia del papel del trabajo
físico en el interior del sistema de reproducción social (y, aun: de la humana); el progreso de
la programación informática y de la inteligencia artificial, y su irrupción en las múltiples
esferas de la vida, tornan cada vez más prescindible la presencia del trabajo intelectual
(burocrático). La operativización objetivamente necesaria de programas que conducen hacia
la instauración de la “calidad”, para lo cual debe recurrirse a la aplicación de normas de
estandarización y de automatización de procesos tecno-productivos, financieros, de gestión,
cuanto de la administración en general: el uso de las normas ISO, confieren preeminencia a
los procesos impersonales (software) en la vida; así como antaño, los procesos naturales
guiaban la existencia (ésta se acomodaba a aquellos), hoy, la segunda naturaleza: la cultura,
en la actualidad asume cada vez más ese rol (en realidad: la primera naturaleza y la tercera
naturaleza –la de carácter robótico- en unidad de acto sostienen a la segunda naturaleza: a la
metahumanidad, de conformidad con la “concepción científica del desarrollo humano”). Las
repercusiones sociales (humanas) que de ello se deriva, se despliegan en la epifenomenología
de la deshumanización de la vida; las de orden económicas dejan ver su efecto en la reducción
de puestos de trabajo (el teletrabajo y la producción de software, reducen la utilización de
ámbitos físicos, del uso de transporte, del empleo de conserjes, de mensajeros,…); ahora bien,
este problema será resuelto, dígase: en unos 100 años, cuando la población mundial se haya
1800
Es exacto, que la globalización de la explotación y el domino –conforme a la clásica teorización de la
Economía Política- constituye el proceso de escalada de transnacionalización y concentración del capital
(Sotelo Valencia); paralelamente, es un hecho de desindicalización (Atunes), de flexibilización laboral, o sea, de
supresión de derechos laborales con fines de amainar el descenso de la tasa de ganancia, en razón de lo que
han emergido formas sui géneris de sobrevivencia: cuentapropismo, temporalidad, precariedad. En perspectiva
de la coyuntura de la reproducción y de los derechos humanos, esto es verdad; pero en el largo plazo histórico
(tal como los historiadores entienden esta expresión), es el movimiento de la especie en dirección de crear las
condiciones en su marcha (lo cual no significa anclarse en actitudes de justificación o allanamiento alguno
sobre ese letal destino, tampoco el asumir posiciones de simple observación: el interés debe ser suprimir ese
sino a la vez que empujar con fuerza el desarrollo de las fuerza productivas, puesto que la historia enseña, que
es la fase contradictoria burguesa de reproducción de la vida, la que tiene la determinación “asignadora”
histórica apropiada para ese desarrollo).
1216

contraído significativamente en número. Si el capital, que promueve estos procesos a fin de
reducir costos, deshumaniza; el pensamiento anacrónico que se lo opone, en cambio, pretende
detener el flujo de la historia.
En las esferas de realización del capital ficticio en concreto, los procesos de
automatización han dejado al descubierto, una vez más, los flancos débiles presentes en las
creencias relacionadas con la eficiencia del desempeño impersonal del mercado en la
asignación de recursos. En efecto, en la actualidad se evidencia la apertura de un nuevo ciclo
de crisis del capital financiero global como expresión cuasi directa de la praxis de la política
especulativa de la financiarización (emisión de papel sobre papel). A partir de 1995 gana
terreno la idea sobre la aplicación de la política de automatización del manejo del mercado
bursátil: el comercio financiero electrónico (modelos econométricos informáticos, que han
puesto en oferta al público nuevos productos financieros: compran cuando dichos
instrumentos bajan de precio y los venden cuando suben). Con la automatización, se dice, se
ha reducido la participación de la mano del ser humano en estas operaciones y ha asumido
autonomía parcial el mercado en ellas. La esfera financiera tendería a operar, por tanto,
conforme a la técnica y a las leyes de la oferta y la demanda, es decir, coyunturalmente sin la
perturbación de la actuación de voluntad. Sin embargo, el apoyo en mecanismos técnicos no
ha conducido hacia la instauración de un sistema en equilibrio dinámico en la esfera
monetario-financiera global, mas bien, continúa la quiebra de los mayores bancos privados
mundiales (a la fecha –2009- han caído los bancos de inversión, similar suerte han corrido los
comerciales, está a la vista el derrumbe de las tarjetas de crédito), como efecto, a su vez, del
cambio de política en el manejo de activos financieros: los bancos no deben tener reservas,
éstas deben salir al mercado (en alusión a criterios vertidos por O. Ugarchetti).
Se llega a la estación, en la que la humanidad, convertida en “sujeto político”, debe
resolver la “cuestión global” (problemática en estado de concreción). Cuestión enteramente
estructurada en el presente, o sea, debe procesar: 1) la antinomia entre el capital financieroconocimiento
(las potencias que residen en el trabajo social plasmado en las modernas fuerzas
productivas y el “ocio” sobre todo de las nuevas generaciones –el desempleo y las formas de
trabajo moralmente censurables) y el proceso de reproducción precario de las masas pobres
del planeta: su desenagenación subjetiva; 2) el problema ambiental, es decir, arreglar cuentas
con una de las manifestaciones negativas formales de incidencia mayúscula, derivada de la
operación de la anterior contradicción; y, 3) la cuestión mundial, espacial (“geopolítica”
histórica, geográfico concreta): la disputa, en el interior del globo todo, de la tecnología, para
sustentar en ella la reproducción de bastos colectivos desafectos cada vez más con el trabajo,
que deben aprehender los supuestos de la espiritualidad (la distribución del conocimiento
–hoy regresiva- debe ser la preocupación central de todo el proceso político-administrativo en
el mundo; en suma: superarse la índole de simple “banco germoplásmico” de la existencia
humana, por parte de las sociedades neocoloniales, al mantenerse tan sólo en la banca, esto es,
como reserva de los actores principales, para pasar por lo menos a sostener una palabra en el
destino de la especie: este es un componente fundamental de la “cuestión mundial” 1801 ). Las
“reivindicaciones intermedias” adosadas al interés de la sobrevivencia genérica y planetaria,
en el escenario asumen el carácter de canal, en verdad: constituyen el hito de transición, hacia
la nueva realidad: la “comunidad humana de objetivo”, en la que un programa de
coordinación global evasivo de toda manipulación humana particular sectaria de actos, deseos
y pensamientos, plasmado en un software programático de “gestión” integral trasvasado en
una potente computadora, de coherencia al trabajo humano 1802 .
El nuevo objetivo, la renovada razón y justificación abstractos de la existencia,
desemboca en factibilidad del proceso de verificación objetiva de la concepción del Universo
disponible (Penrose, Guth, Sagan, Erazo); esa es, de modo concreto, la misión (y el límite de
la conciencia) en la naciente circunstancia (la “cuestión humana”). Ahora bien, esta visión se
enfrenta a una encrucijada. Los primeros pueblos se vieron llevados a desarrollar el
1801
“Todos somos necesarios, pero nadie es imprescindible”, ha dicho el pueblo. Y: es verdad. De todos modos,
unas personas (los líderes), han sido algo más necesarias que el resto, a los cuales los ha producido las
circunstancias.
1802
El cambio, en su determinación concreta, “… en estructuras complejas… debe apoyarse sobre la capacidad
gestionaria de la sociedad…” (J. C. Portantiero), de este modo se procede en el presente: en la moderna fase de
transición todavía modelada por formas tardías de conducción burguesa; todos los miembros de la sociedad se
convierten en “intelectuales”, pero esta capa de funcionarios y pensadores no representan –strictu sensu- a una
clase determinada: se representan a sí mismos y a la “comunidad de objetivo” en su conjunto.
1217

conocimiento (empírico) y a desplegar conductas paratécnicas, con el objeto de sobrevivir, de
cubrir necesidades; con los sistemas clasistas y, sobre todo, en la fase burguesa moderna, el
incentivo proviene de la sed de riqueza (del imperio de la ley de movimiento del capital), del
dominio (la tecnología de la guerra). En la sociedad que se viene, una vez cubiertas estas
necesidades y superado el “arquetipo” clasista de afán de riqueza y de dominio (en realidad, la
formación del excedente material sustentante de los próximos procesos humanos), el interés
por el conocimiento y por la técnica, sobre todo por esta última, sufren declives, por la
pérdida de su incentivo (McGinn: “,… creía que el final de la guerra fría había acabado
también con un incentivo importante para invertir en ciencia y que, a medida que fuera
extendiéndose la sensación de haberlo alcanzado todo en el campo de la ciencia, habría cada
vez menos jóvenes brillantes que se sintieran atraídos por las carreras científicas.” –McGinn
citado por Horgan, en: Horgan, John, “El fin de la ciencia”). Si la meta del ser humano es
alcanzar el conocimiento universal, luego de lo cual se niega a sí mismo como tal, pues, se
convierte en Dios (en la medida en que genera la conciencia absoluta y se substrae de la
supeditación a las regularidades del entorno material), el proceso de desarrollo técnico y del
conocimiento, para que supere todo riesgo de estancamiento debe semiautonomizarse en la
Robótica (los robots podrán evolucionar por su cuenta un día, pero no en comunidades
clasistas; esta forma de “civilización”, seguirá su propio camino: “llevará el legado del ser
humano a las estrellas”) 1803 .
Que se sepa, no existen visiones prospectivas marxistas, que se encarguen de modelar
el mundo futuro, con sustento en propensiones empíricas. En el marco de la denominada
“ciencia ficción”, la ciencia oficial ha amasado una serie de filmes, documentales, libros
(Isaac Assimov, por ejemplo), etc., en los que se propone una idea del mundo que se avecina,
siempre luego de transcurrido alrededor del medio siglo (en Economía: Immanuel Wallerstein
sostiene, que el sistema socioeconómico conocido termina en 20 o 30 años; Moravce
pronostica, que el fenómeno de inflexión histórica ocurría en 50 años; entre expertos,
científicos,... los cambios en la técnica, de repercusión en varias esferas formales de la vida
humana, se plantea ocurrirían en 50 años,...). En el ánimo de fundar sobre datos reales muchas
de las especulaciones que se vierten en este documento, irremisiblente se tuvo que recurrir a
la ideología burguesa de la llamada posmodernidad (hípermodernidad), en dicha materia. Sin
embargo, el apelar a tal fuente, presenta problemas. Si se reproduce en la robótica inteligente
por vía lógica la ideología de clase, es posible que los robots se alcen contra el ser humano o
que generen bandos enemigos a su interior. Aun así, hay un factor estructural (determinación
de la realidad), que debe ser incorporado al valorar la experiencia por venir: el referido a que
estas máquinas especializadas no pueden ser reproducidas de forma biológica, esto es, no
tienen sensibilidad y su replicación no se produce en el marco de las leyes de la lucha por la
vida. El gran defecto, luego, de todas las proyecciones burguesas, es que siempre –deliberada
o indeliberadamente, por miedo o por obsecuencia- los científicos “recrean” el mundo
haciendo caso o miso los cambios en las formas de integración y relacionamiento humanos a
producirse, como parte de los cambios que vienen. Empero, si la técnica y el conocimiento se
desarrollan, de modo concomitante se modifica la “colosal superestructura montada sobre
1803
En 100 años un solo robot tendrá la capacidad de toda la humanidad junta (sin embargo, la neurogenética
se encargará de incrementar la capacidad neuronal de la inteligencia natural); las próximas máquinas tendrán
la facultad de autoreproducirse (la naturaleza ha tardado millones de años en duplicar la “inteligencia”; el ser
humano lo hace de año en año; pronto arribará a los robots de cuarta generación); las máquinas conquistarán
el “espacio”: los objetos espaciales, para ellas, no están muy distantes; la compañía más competitiva tendrá el
menor costo de producción, podrá acumular e invertir en investigación y desarrollo (las otras sucumbirán); el
capitalismo acabará cuando las industrias sean totalmente automatizadas, en las que la producción económica
ya no sea rentable (la competitividad será absoluta, mientras se desarrolla la ciencia y la técnica; cada vez más
las empresas invertirán en este proceso, consumiendo todo su excedente en él y pagarán menos a sus
propietarios; una vez que la carrera tecnológica consuma todas las “ganancias”, ya no habrá razón para la
producción: el sistema capitalista cesa (la predicción de Marx, formulada en la letal Ley del cierre del sistema:
la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, se habrá cumplido); la máquina no va a ser un “esclavo” (sic)
que pueda revelarse (Hans Moravce). No es nada nuevo el planteamiento de la Robotización; el sesgo radica en
que este proceso se proyecta en el marco de las mismas relaciones capitalistas. Tampoco es renovado sostener,
que con la robotización concluye el capitalismo; el hiato está en asumir como único proceso de este cambio al
solo desarrollo de las fuerzas productivas (en dejar de lado el colosal aporte que la lucha política proletaria y
el socialismo han dado al desarrollo de todo lo alcanzado por el ser humano en materia de conocimiento y
tecnología), en no atisbar a qué forma social va la humanidad y cuál es la razón y objetivo del ser humano en el
nuevo “´modo´ de ´producción´”.
1218

ellos”; de manera que paralelamente, de forma más o menos rápida o lenta, se amplia y
despierta la conciencia; y, a una mayor racionalidad, la percepción de la vida y las
convicciones se acercan a la realidad, asumiendo los comportamientos: una ética de mayor
dimensión (post burguesa).
Ahora bien, en este punto emerge una contradicción adicional de orden sociológica: si
el capital al desaparecer quita el incentivo histórico al desarrollo de la ciencia y de la técnica,
y si este proceso debe continuar una vez que el sistema automatizado se autonomice y se halle
programado para continuar este desarrollo (el del propio sistema automatizado); al reducirse
la esfera de la sensorialidad en la nueva humanidad madura y racional –por su parte-, una
vez que la ciencia y la técnica procuran nuevos satisfactores para los deseos, los sentidos, el
placer, ese hecho también contradice y es obstáculo en la carrera en el desarrollo técnico y
científico. Sin embargo, la solución es la misma, o sea, el sistema maquinizado autónomo,
dará continuidad progresiva al proceso de producción material y espiritual, al margen de
móviles económicos o sensoriales superados, por impulso propio y siguiendo una ruta
previamente desbrozada. El capital va a encontrar refugio en la religión y en la esfera de la
diversión y en los reclamos de los sentidos como vetas para neovalorizarse, una vez que se
halla cerrada toda opción en el clásico sector productor de bienes y servicios. La construcción
de iglesias generaría empleo y haría girar la rueda de la economía, la producción de flores
como medio de engalanamiento en el amor, vestidos para el baile, zapatos para la danza,...,
organizaría la nueva producción real, que pagaría sueldos y salarios con los cuales acceder a
los nuevos satisfactores (pero, no se olvide que pronto toda esta producción también se
encontrará robotizada).
En verdad, esta estructura productiva, no alcanzaría para amparar y comandar el
proceso reconvertido sectorial de la economía, sobre todo cuando la maquinización habría
desplazado al trabajo vivo. La realización de la existencia del ser humano está en la
concreción de la esfera científica, de la filosófica y de la afectiva, más dignamente se sostiene.
Perfecto. Sin embargo, de entre las tres áreas, una debe elevarse sobre las otras, pues, en algún
momento se prescribirá, que la propiedad esencial, distintiva, con la cual la naturaleza corona
su proceso evolutivo, justamente es la inteligencia; por tanto, es de modo frontal, que el ser
humano debe considerar esa condición y dedicarse a usarla en serio y en forma total, sin
temor; tampoco la opción es ralentizar su dinamia con intenciones de no acelerar su fin (una
vez que todo está explicado, ya no se necesita del ser humano, de su perennización por vías
reproductivas naturales o artificiales), puesto que si lo hace, no le queda más que volver a
recluirse en la sensualidad; y, una inteligencia sumida en ese mundo, se vería encarcelada,
degradada.
La estructura más activa del ser en la modernidad: el subsistema político
revolucionario depositario de la capacidad y misión superadoras de las dimensiones estables y
duraderas inmanentes a la concepción y práctica de raigambre burguesa y de la antiilustrada
escolástica: el marxismo-leninismo, su portador material y la praxis político-revolucionaria en
los hechos (en el proceso de robotización, de cambio de sistema, de preparación del género
para el ejercicio de la pura razón sobre la ruta-designio que yace en frente), en un tramo
específico del proceso humano, prende su influjo en el esclarecimiento del mecanismo de
producción, reproducción y sentido de la existencia social, esto es, el otorgamiento del
necesario carácter de verdad al saber hasta ese entonces constituido, la inhibición de la índole
clasista del desarrollo humano y el vertiginoso dinamismo conferido al proceso de conquista
intelectual del mundo por parte de la especie. Hecho dado –por otra parte- en la
transformación social revolucionaria y en la dinamización en el progreso de las fuerzas
productivas (la “desestalinización” –a propósito- representó la reacción de la inconsciencia, la
imposición, la prolongación del reino del darwinismo social –de la estocástia- y de la
mitología sobre el proceso; en suma: la secesión frente al ejercicio pleno de la última y más
avanzada forma de movimiento de la materia altamente organizada: forma racional, política,
filosófica) 1804 .
La mayor parte de la población mundial, en primer lugar, cumple una función vital
(¿principal?), tan sólo para sí misma (he aquí una vertiente del principio epistemológico
1804
En la conciencia, al llegar a este nivel de desarrollo, el pasado se troca en presente (la memoria, el
recuerdo), el futuro deviene actual (el ser trasciende su propia “temporalidad”) y la realidad plasmada
constituye el eje de este movimiento: pasado y futuro se integran en él (lo absoluto se realiza en lo relativo, el
principio y el fin se superan en esta elevada totalidad, en la apertura de un nuevo proceso de movimiento).
1219

esmithiano de la “mano invisible”, base de la construcción ideológica del autodirigismo
económico mercantil); en segundo, esta población, con su sola presencia y reproducción
orgánica, con el listado de sus pequeñas acciones personales, que le permiten seguir adelante
en el vía crucis de la vida, inscribe su nombre en el movimiento general de la historia (el
cerebro es utilizado para superar los problemas del entorno natural, para afrontar aquellos que
provienen del medio clasista o para entregar respuestas fidelistas a las preguntas filosóficas).
La escena y el proceso, semejan el acto de primera conquista de la cumbre del Everest: todos
trabajan, todos están presentes haciendo lo suyo (pues, deben sobrevivir y lo consiguen, si
voluntariamente se someten a la determinación de la colaboración), son necesarios (se
preocupan por sí mismos, por sus vidas, para poder cumplir su función general), pero sólo dos
llegaron a la cumbre. Visto bien el hecho, la mayor parte de seres humanos en el planeta,
emplean su capacidad intelectual en la esfera de temas relacionados con la cotidianidad en la
que opera la existencia orgánica, sensualista y recreativa de la vida; esta verdad se matiza en
cierto modo, cuando esta simple cotidianidad, es atravesada por preocupaciones religiosas 1805 .
El proletariado por lo menos en su fase política, pensó (y dio realización a su “utopía”) en ser
el sujeto de la transformación de la contextura histórica capitalista, paso previo para que la
humanidad supere el sufrimiento y las contradicciones domésticas, ontológicas, de orden
burgués. Hoy por hoy, los nuevos visionarios de la historia (en operación de la tendencia
media de la ley del desarrollo desigual), se separan de la masa humana general; no obstante, el
auténtico liderazgo orgánico, está llamado a difundir el saber objetivo para que el cerebro
común alcance su máxima realización, en la medida en que no es posible aún ser protagonista
de las colosales realizaciones cognitivas, que se abren a futuro.
La liberación de las potencias intelectuales de la humanidad, es obra de la operación
de una norma natural regente en el interior de la “comunidad”: la división social del trabajo;
no obstante, el ejercicio pleno del poder de la mente, toma cuerpo en el trabajo productivo, en
el trabajo –empresarial- proletario. En la olimpiada universal, en la prueba decatlónica
suprema en la “maratón” épica griega de Leónidas, el marchista Shyri en posta (Jefferson
Pérez: el mundo sabe ¡qué seres humanos se dan en el Ecuador!), conduce la antorcha del
saber al ombligo del mundo: a Rumicucho, hacia el final de la Odisea (dicho sea de modo
incidental: la Odisea, para el viejo obrero, concluye; no obstante, ésta da inicio para el
moderno subversivo –el hijo del gran Ulises-; subversivo, no tan sólo en el plano de la
política, sino también en el de la ciencia: la máxima teoría interpretativa del Universo está
dada; hace falta su sustentación empírica en la realidad objetiva, no únicamente en el
laboratorio). La “energía” que desplaza al ser humano, deviene de la fuerza viva del obrero:
su potencia material (la ciencia ha mejorado su desempeño: la Mecaquántica –los saibors),
poder intelectual: fuerza que extrae el sentido cabal de los hechos (la concepción materialista
de la historia), en la totalización, en la interpretación cuantitativa y cualitativa de la realidad
humana (esta circunstancia, se reitera también, se monta sobre los hombros del conocimiento
generacional: en su aporte, en la fuerza utilitaria de las leyes del Universo y en la tecnología;
mas, este hecho asimismo detenta su par empírico: la necesidad, los problemas registrados en
la marcha, los recursos disponibles y la creatividad).
Ilusiones acrisoladas del más grueso calibre. En efecto, el despliegue del poder de la
mente colectiva: la integración de integraciones: la auténtica integración entre los “objetos
teóricos” sobre los “objetos reales”: cósmico, social y cerebral, para portar el supuesto
cognitivo del “objeto subjetivo-real universal”. Esta es una tarea titánica, que compete
desarrollarlo al poder del trabajo intelectual natural/artificial, o sea, a aquella conjunción entre
“segunda” y “tercera” naturalezas: la mente posthumana. En sentido metafórico, la
“modernidad” condujo al desarrollo de la ciencia y de la técnica a develar y poner las
premisas universales del pensamiento en torno del medio material; la “posmodernidad” tiene
puesta su razón: probar dichos supuestos, modificando la forma de organización humana,
1805
La concepción religiosa (la actitud ante la vida, que de ella se deriva), es la forma de entretenimiento de la
razón más sórdida que existe: es muy conveniente tener creencias preconstruidas y pensar que incluso en
ignorancia, si se es bueno, el premio está a la vista luego de la muerte (la ciencia, la política, las ilusiones y la
aspiración de hacerlas realidad por vía del esfuerzo humano, se deploran aquí). Marx afirmó con razón: “La
Religión es el opio del pueblo” (y estuvo en lo cierto; hoy, es gracioso escuchar a una persona ocurrida, pero
que en cierto modo da en el clavo: “si algo tengo que agradecer a la religión, es que ha hecho de mí un buen
ateo”); las creencias y prédicas de signo anglicano, luterano, estadounidenses, se cubren con honor con dicha
sentencia; no obstante, frente a este psicotrópico maniqueo, acomodaticiamente renovado, finalmente el cuerpo
social debe empezar a generar anticuerpos.
1220

ocasión en la que la actividad nerviosa superior, desentrañe su misterio (la supramodernidad).
Empero, la conciencia constituye el fenómeno más complejo yaciente sobre universo alguno,
pues, se trata del “órgano”, del proceso de producción de conocimiento, en los que anatomía,
fisiología, “devaneos” y realidad se funden 1806 ; es la razón por la que deben integrarse todas
las ciencias (todos los cerebros y la inteligencia artificial en interface a través de la acción
conectiva de un “cuerpo calloso” especial) a efectos de su comprensión en un acto intemporal,
a pesar de que el pensamiento puede abarcar el movimiento dado, el que se halla en marcha y
el que debe ser: las leyes generales del devenir de la Materia, del Universo, de la vida
orgánica, de la genética, de la existencia social, las que rigen la historia, la mente, el proceder
lógico,…
El cerebro (en expresiones de sentido simplemente tautológico) es el órgano que se
concretiza mientras más aprehende las multifacéticas formas de ser de la realidad, tanto más
compleja es y se vuelve ésta en su incesante movimiento (la realidad social en cuyo seno se
hacen el cerebro y la conciencia). Si el cerebro en interconexión colectiva es la medida (ni
más ni menos) de la realidad, su (auto)conocimiento, deviene en labor aciaga, total: sólo
posible, sólo probatoria al final. El cerebro en el ser humano, históricamente cubre
científicotecnológicamente los límites con los que se encuentra éste, en el propósito de
sobrevivir en la etapa primigenia natural; déficit de origen, que respecto de los animales y
vegetales tiene el modelo corporal humano (volar, respirar dentro del agua, vista nocturna,…
fotosintetizar,…). El cerebro interviene, luego, para imponer la voluntad de una clase sobre
otra; no obstante lo hace también en el acto de liberación de la clase sometida: el marxismo y
la estrategia leninista, y las diversas formas de la praxis de liberación social y nacional. Y,
debe pasar a pensar en forma total, en tanto la relación económica: “revolución científicotécnica”
fundamenta la noción “política” de “colectivismo automatizado”. El cerebro es, en
realidad, un “súper ordenador” de sí mismo (de su ser autónomo), de la personalidad del ser
que lo porta; se integra para generar la potencia grupal: en sus contradicciones se hace
realidad su potencia, de modo que se encuentra listo para actuar en su más alta función: ser
objeto y sujeto de optimidad material, macrouniversal, universal, posible. De la optimidad de
la mente; salto cualitativo dado en la noción: la conciencia constituye la cima del desarrollo
orgánico de la materia, la que es, a su vez, producto de concretización de los procesos
cósmicos, de la optimidad universal, de la evolución natural, de los conflictos sociales y de la
formación del saber científico, en cuya cima la materia comprende que “es la que es”: se torna
“para sí”.
En el escenario histórico devenido, en el plano de la generalización frontal: el
proletariado ha librado la batalla político-militar contra el capital; esta batalla (la “madre de
todas las batallas”: la Revolución Socialista de Octubre) la ganó (antes hubieron otras
batallas: la de Espartaco, la de los Celotes, la de Tupac Catari, la de Tupac Amaru, la de
Fernando Daquilema, la de México, la de Haití,…, en todas se luchó, se derramó sangre y se
“perdió”); por tanto, la guerra tiene un seguro vencedor. De aquí en adelante, los “nuevos
actores de la historia” (etnias, mujeres, derechos humanos, ecologistas,…) concentrados en la
noción de “ciudadanía”, solamente deben combatir en escaramuzas menores anulando los
focos de resistencia capitalistas que aún quedan (una de estas contradicciones parciales en la
coyuntura, precisamente se registra entre la “dominación global y la resistencia
contrahegemónica supranacional” –W. Robinson), que todavía actúan en la arena mundial: el
hijo va en busca de su padre, lo encuentra y realiza su proeza: mata los restos de clase y
retoma racionalmente la marcha de la historia. Ahora bien, no es lo mismo decir:
“…construcción de derechos de la persona desde abajo…” (sic), ¡bah!, que “…cristalizar los
derechos, que el proletariado conquistó y legó…” a quienes machacona, pedante y
soberbiamente, en la actualidad insisten en que están “construyendo derechos”. A todo este
grueso tipo de acciones de raigambre socialdemócrata de baja intensidad, se las coordina
categóricamente con la parafernálica frase de “globalización contrahegemónica”; no obstante,
si se mira con mayor escrupulosidad tal versión de los hechos, se advierte que la misma goza
de cierto halo de falacia, sobre todo cuando actitudes inherentes a conductas de radicalidad de
1806
Los individuos no se entienden, sin embargo, sólo en el mundo de las categorías; pues, las ideas, para tener
sentido, interponen una de “sus” características por la cual remiten inmediatamente al mundo real: al substrato
material que lo denotan, de otro modo no habría comprensión (el entendimiento no es sólo en ideas, por eso las
religiones sobre todo cristianas católicas han recurrido a la iconografía, como base de su representación y
oficio persuasivo y pescador de seres humanos).
1221

signo invertido, se oponen al movimiento continuo de progresividad de la tecnología, como
eje de oposición a la llamada “globalización burguesa”; mas, aquello ocurre sobre todo
cuando la consigna sirve como vehículo impropio del rescate e intento de perennización de
formas pasadas, arcaicas de vida (como es el caso reciente -2008-, por el que la UNESCO ha
puesto a la humanidad a rescatar las lenguas minoritarias, de modo folklórico).
Como ya se ha dicho más atrás en esta misma entrevista, hay gente dada a sostener,
que el marxismo está en crisis, que ya no vale, etc. Por otra parte, el sujeto portador de la
ideología marxista: el proletariado, ha desaparecido y, por supuesto: ¿se ha llevado consigo a
la ideología marxista? Ni lo uno ni lo otro. El pensamiento marxista es supracapitalista. El
proletariado es el sujeto que se ha suprimido a sí mismo en la revolución y en la experiencia
de la Dictadura del Proletariado (Octubre y la praxis de la primera etapa sobrevenida en la ex
URSS y su campo, tanto como en otros procesos alrededor de mundo), y lanza al capital atrás,
a la historia; sin embargo, el proletariado reaparece en la nueva “sociedad” que instituye con
su negación y la de su contrario, proceso de cambio que se ha puesto en duda al haber “caído”
el socialismo (naturalmente, este suceso no es automático; es un proceso que requiere de una
mediación más: la transición, hasta arribar al comunismo; forma humana en la que –dicho sea
de paso- se reanima el antiguo proletario, esta vez como comunidad hemisférica de seres que
carecen de economía –homo no aeconomicus). En la nueva “sociedad” con otro ropaje reina la
ideología científica del proletariado: el marxismo; visión general del mundo esta última, que
en su nuevo recorrido por la esfera espiritual, se amplía con el nuevo saber, que es objetivo y
ya no versa sobre las contradicciones sociales, sino en torno de problemas de programación
automatizada de la producción y en relación con el vasto plan de desarrollo de la producción
espiritual de la conciencia. Por tanto, la creencia en torno de que el pensamiento marxista se
ha autodestruido en su aplicación: en el “crisol de una sociedad sin opresión”, por el “fracaso
de un ensayo suyo”, por desaparición del proletariado, etc., de ningún modo es razonable.
Para el caso de la realización de su determinación estratégica, el marxismo concluye (incluso
como determinación material al ser ésta superada); no obstante, como cosmovisión objetiva,
demostrada, verdadera, se mantiene y se enriquece.
El protagonista principal de la gesta histórica –por tanto-, de la más significativa
transformación del mundo que da pie a la liberación de toda la potencia “energética” (másica)
inscrita en la propiedad singular específica del ser humano y su cristalización como
conocimiento objetivo y total de los hechos: el pensamiento, es el Proletariado: la clase obrera
política, organizada en su Partido, el Partido Comunista, el Partido Bolchevique 1807 . La acción
de la clase obrera dotada de conciencia genérica “para sí”: sujeto titánico, histórico, el más
digno de la humanidad toda, en su consideración máxima lo mismo en sentido apologético
como en el de índole objetiva, va a estar presente como asidero de las más encumbradas
ilusiones axiológicas de la especie, como, en general, en su suprema profundidad: lo va a estar
(¡y bien se lo merece!), en todas las circunstancias de vida futura del género, de análoga
manera intensa como tiene su ubicación en el presente. Toda la riqueza social –material y
espiritual- con la que se engalana la especie en el planeta, tiene su origen en las manos de los
trabajadores y sólo en ellas: extremidades bruñidas, magníficamente generosas, superiores en
alcance, que la mejor de las prestidigitaciones.
El Proletariado es la expresión –material, intelectual y moral- más auténtica del
pueblo: “de esa legión de héroes anónimos, que constituyen el pueblo” (dixit: Comandante
Fidel Castro Rus); del pueblo se han agigantado los más genuinos valores, que han
encumbrado a la humanidad a sitiales meritorios de ese producto extremo y último de la
proeza evolutiva de la naturaleza; el pueblo trabajador, en general, ha sobrevivido y ha hecho
girar la rueda de la historia con honestidad y con “energía” propia, sin contaminarse,
laborando en un entorno de explotación y oprobio, era natural –luego- que el Proletariado: sea
su producto más excelso. En los grandes dirigentes del Proletariado mundial (Marx, Engels,
Lenin, Stalin, Guevara, Castro, Luxemburgo,…), se halla superada la enajenación filosófica y,
en muchos de sus cuadros, sobre todo en la región de la conciencia, de igual modo lo está.
1807
Si bien el proletariado no ha desplegado históricamente, en el ejercicio de su existencia, un orden de
pensamiento y conducta homogéneos, pues, ha seguido un proceso signado por tres etapas: tradeunionista,
revolucionaria y reaccionaria, de todas formas constituye el sujeto que ha transformado al mundo de modo
efectivo; en estricto sentido, el sino humano ha definido nítidamente su dirección sobre el trazado general dado
por el desarrollo de sus condiciones materiales de vida, en razón de la actuación revolucionaria del
proletariado.
1222

Esta desalienación se proyecta efectiva hasta el momento en que se alcanzare altos grados de
dominio cognoscitivo (probatorios respecto de su teoría) sobre el Universo, luego de lo cual,
la actual mirada ya no atalaya más (de igual modo como el proletario ha cumplido su misión
–pues, ningún sujeto social deja la escena de los vivos si no ha dado realización a su meta- el
ser humano lo habrá hecho al otorgar correspondencia a la mente con la contextura de la
realidad: ha realizado la propiedad exclusivamente suya: la inteligencia).
De su seno (del Proletariado) ha emergido y ha prendido en las masas “como su fuerza
movilizadora material”, la concepción objetivamente justa de la historia (la fantástica
omnipresencia teórica de Carlos Marx); la forma superior del reflejo dinámico de la realidad
en la conciencia: la razón “positiva”, la que prescinde de misticismos y de sesgos cognitivos
acomodaticios, sustentados en la miseria inmanente a los intereses particulares del irracional
lucro (de los representantes teóricos de la burguesía global decadente), precisamente porque
las condiciones que definen este carácter de cientificidad, tienen su ingreso inaugural en la
determinación objetivo-material de los trabajadores. De sus filas han emergido líderes,
organizadores, estrategas, que han sabido articular armoniosamente (en el interior de la
llamada “sociedad capitalista inmanejable”, según suele caracterizársele en el presente a la
fase histórica de transición humana, por parte de los modernos sociólogos de “izquierda”) los
intereses fidedignos de la humanidad, con el conocimiento, con la política: las mentes más
lúcidas, los conductores sociales más acrisolados tienen en el Proletariado: su cantera. Todo
esto existe, conforma el mundo social y, en su carácter de “trabajo pasado” (no en el sentido
de “capital”), los productos de los desvelos proletarios, configuran los presupuestos sobre
cuyos hombros pervivirán (conquistarán el Universo) las futuras generaciones; es de acuerdo
a ese sentido, que puede ser calificado al Proletariado –a su obra-: cómo ¡omnipresente,
siempre!
* * *
La omnipresencia del proletariado: el papel de los trabajadores y del
socialismo en el desarrollo presente y futuro de la humanidad.
Tesis:
1. Que el trabajo históricamente ha producido toda la riqueza material y espiritual con la
que cuenta la humanidad, hominizándola (cultura: segunda naturaleza).
2. Que el capitalismo ha sido derrotado por el trabajo y por la historia; y, básicamente:
está muerto.
3. Que el responsable de esta “ruptura histórica” es el proletariado: la teoría marxista (El
Capital de Marx), la Revolución Soviética y el socialismo de Lenin-Stalin.
4. Que la Revolución y el Socialismo fueron realizada e instaurado, en su orden, como un
caso particular temporal y espacial (Octubre de 1917, la ex URSS y su bloque) a
nombre de toda la humanidad y la historia.
5. Que el proletariado cumplió su papel a cabalidad: se probó en la práctica el carácter
científico de la Teoría MarxistaLeninista; luego, la época de la revolución proletaria ya
pasó.
6. Que la obra del proletariado (el obrero político) se inserta en el proceso más amplio de
la historia: contradicción capitalista-capitalista, contradicción capitalista-trabajador,
contradicción capitalismo-socialismo, contradicción capitalismo-socialimperialismo y
contradicción contemporánea capitalismo-resto de la humanidad
(subversivos/intelectuales/ciudadanos).
7. Que el proletariado (después de haber cumplido a cabalidad su papel histórico)
ontológicamente cada vez más se niega en la automatización (sus restos se han tornado
“clase en sí”), y proceso en el cual coetáneamente se niega el propio capital.
8. Que el socialismo cumplió papel auxiliar al principal capitalista (finalmente a eso ha
sido reducido luego de la traición revisionista jruschoviana) empujándole hacia el
desarrollo absoluto de las fuerzas productivas: la robotización inteligente.
9. Que una vez dado el salto histórico (la Revolución de Octubre y el socialismo de 1917-
1956), el proceso de salida de la vida del capitalismo reviste carácter regresivo no
automático o instantáneo: se deben desmantelar las relaciones capitalistas dentro de un
período previsible; y, ese acto de salida progresivo es también históricamente
progresivo (en su regresión, el capital sigue siendo positivo para la historia, en la
medida en que completa el proceso de cibernetización de la vida).
1223

10. Que en su detracción, el capital opone resistencia a la completa instalación y desarrollo
de lo nuevo (multilaterales, capital ficticio, salvatajes, guerras genocidas de invasión:
Irak, Libia,…; prédicas evangélicas,…), mediante el ejercicio de las últimas
contratendencias conducentes a frenar el efecto entrópico del descenso tendencial de la
tasa de ganancia.
11. Que esos focos de resistencia deben ser sofocados por el Bloque Histórico
Subversivo/Intelectual/Ciudadano.
12. Que a la historia no le “interesa” tal o cual modo de producción para realizarse
progresivamente, sino el proceso y su meta, en sentido aviesamente teleológico.
13. En la teoría, la “lógica histórica” niega en conjunto el “valor de uso” y el “valor de
cambio”; en su lugar se instaura la categoría no económica “´valor’ de usufructo”,
como efecto del desarrollo de las fuerzas productivas, que desplaza al trabajo de la
vida.
14. En adelante, según la “concepción científica del desarrollo”, el ser humano se dedica a
usufructuar del trabajo pasado (omnipresencia del proletariado): la automatización, a
aprovechar de la naturaleza y de la segunda naturaleza (la técnica) en conjunto, y a
conocer la realidad en general (tercera naturaleza).
6.- DIALOGOS IMAGINARIOS 1808 .
En su escrito intitulado: “La nueva concepción de la historia”, Ud. sostiene una serie de
premoniciones sugerentes. Desearía pedirle, formule precisiones respecto de ciertos
aspectos, que los considero interesantes.
En verdad: ¿cree en sus opiniones?
¡Mi trabajo es garantizado!
¿En qué se basa?
“Su lógica es innegable”. Mire Ud. señor, todas las aseveraciones incluidas en el
documento, a pesar de su tendencia polémica e hipotética, tienen el mérito de respaldarse en
las ideas de los grandes exponentes del pensamiento universal y en la implacable severidad,
transparencia y rigor de la ciencia: en su concepto definido a partir de la Ilustración, y del
método dialéctico; además, el estilo expositivo pretende ser serio, formal, ubicado en el canon
estrictamente clásico, tradicional. Ud. ha podido ver desfilar en estas líneas –de forma muy
apretada, casi referencial, indirecta, desde luego- a Heráclito, a Aristóteles, a Newton, a G.
Bruno, a F. Hegel, a Darwin, al más Grande entre los grandes e insuperado: a C. Marx (in
extenso), a F. Engels, a Lenin, a Stalin, a Constantinov, a Hawking, a R. Penrose, a Mileva
M., a R. Luxemburgo, a Alexei Leontiev, a M. Dobb, a S. Amín, a A. Shaihk, a A. Gramsci, a
L. Althusser, a Sagan, a Penrose, a M. Castells, a P. Garnier, a M. Godelier, a J. Habermas, a
Claudio Katz, a Diego Guerrero, a Agustín Cueva D., a J. P. Feinmann, a E. Wallerstein, a J.
Fiori, a B. Echeverría y, podría citar a muchos más.
No niego, que Ud. hace gala de conocer a los principales cerebros de muchas de las
disciplinas sobre las cuales levanta su concepción cronológica y espacialmente totalizante.
Pero lo que inquieta es, que en su trabajo se advierte una tendencia a magnificar y
peligrosamente a canonizar a la ciencia estructurada en término modernos, a mistificarla.
Y: ¿si está equivocado?
Todo ser humano de voluntad debe creer en lo que piensa, incluso en el evento de que
se halle, como Ud. dice: equivocado. Llevando al extremo la reflexión: “toda persona de bien,
debe estar dispuesta a ir al cadalso por sus ideas, por sus ideales”; eso ha ocurrido en la
1808
El presente numeral y su contenido, están inspirados en la creatividad del señor doctor René Báez Galarza
(el señor Físico Franklin Erazo, sostiene, que la ocurrencia primigeniamente fue del gran Galileo Galilei). El
citado economista ecuatoriano, en cierta ocasión decidió publicar una entrevista pensada y formulada por él a
sí mismo, en la que topaba y respondía respectivamente, varios aspectos que juzgaba importantes y de necesaria
difusión en cuestiones de Economía Política de coyuntura (mediados de la década de 1990), los que estimaba no
podían emerger de la mente de un periodista, generalmente representante del poder. Por otra parte, se tiene la
ocasión de utilizar la palabra “imaginario” en sentido propio: como realidad forjada por la idea, y no como el
lenguaje Light cobero lo pone: como la idea, que se hace la gente de los hechos en curso, en función del filtro
de la percepción presituada en la mente.
1224

historia; mírese por ejemplo el caso del insigne presbítero Giordano Bruno (el cual,
naturalmente: fue diferente al del gran Galileo; lo que indica, por otra parte, que la mentira en
la guerra, es tan sólo una estratagema, sin embargo de que dicha conducta en circunstancias
normales constituya un “pecado”, realmente). La “provocación” es el primer acto de
declaración de carta de ciudadanía para todo “nuevo paradigma” (“si se desea impresionar”,
se comenta por ahí, “se debe llevar al extremo la propuesta”); en el caso, el planteamiento que
al respecto hace la ideología oficial (superación de la “parálisis paradigmática”), es pertinente
(los científicos gringos seudo serios dicen: “abre tu mente”). Ahora bien, la cosmovisión, el
procedimiento del pensar, si son serios y racionales, deben exigir la aplicación sobre ellos de
“procesos de refundición epistemológica”; dicho de otro modo: el propio parecer tendrá que
ser sistemáticamente objeto de verificación, de modo que este saber detente carácter unívoco
con la realidad, y de lo que se deduce, que es posible admitir otras formulaciones lógicas, si
estas tienen la fuerza, que les confiere su correspondencia con los hechos.
Naturalmente, estas palabras tienen sentido, para aquella persona, que no impugna la
valía de los mecanismos de representación producidos por el ser humano en su trayectoria
cognitiva, catalogándoles como “simples convenciones lógicas del lenguaje”; además, no se
niega, que hayan otras formas simbólico-fonéticas de acercarse a los hechos de la realidad con
fines de conocimiento y comunicación (la realidad está allí, desplegada para todo cerebro),
pero el patrón hegemónico de apropiación subjetiva de la realidad en vigencia, está probado y,
lo que es más interesante: el mismo se ha ido perfeccionando cada vez y cuando, de manera
que, mas que convencional, la modalidad estatuida de abordar idealmente el mundo, es un
proceso que se ajusta a la necesidad lógica, racional, de aprehensión espiritual del entorno y
del ser en sí mismo, el cual ha dejado, hasta hoy, satisfecho (de modo relativo, se entiende) al
sujeto cognoscente.
Una persona, amiga de la que le habla, hace comentarios pertinentes al respecto. Es
verdad, que muchos científicos, entre ellos: varios de renombre, no han reparado en este
asunto. Me refiero a categorizar sus conceptos ontológicamente, esto es, en la medida de su
cercanía con la realidad. A nivel epistemológico las ideas acerca de los conceptos científicos
no han variado sustancialmente a lo expuesto por R. Descartes en los albores de la ciencia
(Discurso del Método, R. Descartes), de ahí que el trabajo suyo tiene gran valor (se alude a
ciertas ideas expuestas en el documento, que ha motivado esta entrevista). Esta categorización
epistemológica no está completa (Ortega y Gasset, Mario Bunge: La ciencia su Filosofía y su
Método). Por ejemplo, la diferencia entre los conceptos de movilidad y velocidad. La
movilidad, a pesar de ser imprecisa, parece ser una cualidad de los objetos, más cercana a la
realidad que la velocidad, en la medida que la una es intuitiva, observable, mientras que la
otra es abstracta y tiene por objeto cuantificar a la primera. Parafraseando a Einstein: “… En
la medida en que los conceptos son más precisos, tienen poco que ver con la realidad, y en la
medida en que tienen mucho que ver con ella, son imprecisos...”. A mí particularmente –dice
el señor Físico- me parece, que éste problema tiene mucho que ver con el Teorema de Godel,
porque al fin y al cabo la ciencia se mueve dentro de un lenguaje y si éste tiene problemas,
pues entonces también la Física.
Lenguaje, realidad: coherencia entre las dos dimensiones. ¿En qué consiste la antinomia?
Revisando un documental sobre Aristóteles, emergió en mí, la siguiente reflexión, en
torno de uno de los álgidos aspectos en materia cognoscitiva que allí se plantean las personas
que hacen de expositores y cuestión que, por otra parte, en la actualidad debe haber alcanzado
riguroso y conveniente tratamiento: la “teoría de las ideas”. Con el propósito de otorgar sello
personal a la reflexión sobre la tópica, los productos de dicha cavilación, se los comunica a
Ud.
“Si con el lenguaje se puede llegar a obtener verdades constantes, o si éste produce
nada mas que convenciones”, o sea, acuerdos, aceptaciones, compromisos legítimos, acerca
de lo que es la realidad, para poder vivirla necesariamente en colectivo (en todo caso, el
trabajo es lo primario, luego las ideas). Las sensaciones son unánimes a todos los cerebros
humanos; la primera forma racional de éstas: las percepciones, se acuñan en forma lógica
como convenciones en el grupo; estas últimas se sustentan en la base material (el sentir
similar) y en el acuerdo, naturalmente, una vez que han surgido las formas idiomáticas (las
cuales tienen también su base material), pues, en muchos pueblos, los nombres de varios
animales –por ejemplo- están representados fonéticamente con el sonido que emiten). Es
verdad, que una vez sentados los principales fonemas, su combinatoria es el recurso para
1225

nombrar, entender y actuar sobre el mundo, con independencia de formas, colores, tamaños…
(vebi gracia, el canto: la movilización agradable de masas de aire, que se produce por
vibración de las cuerdas bucales). Por ejemplo, un sonido: “guau, guau,…”, podría ser la
onomatopeya con la cual se nomine a una perro y sirva a la vez para comunicarse con sentido
común entre personas; luego viene el lenguaje matemático y la mejor manera de representarse
y tratar la realidad.
En la aseveración de Marx, la verdad: es la realidad transpuesta en la mente y en ella
elaborada como idea; ahora bien, “en la humanidad surgen siempre formas renovadas de
conocimiento del mundo, de su existencia y de su pasado”, lo cual contraría la “convención”.
La realidad empírica participa de las ideas, en cuando son su sustento (ideas: otra forma de la
realidad, realidad secundaria o “cultura espiritual”; es decir, el aporte específico de la
inteligencia a la conformación de la materia, puesto que el concepto de sí mismo es lo único
que no puede formular por propia cuenta la materia, para lo cual debe apoyarse en la historia,
esto es, recurrir al producto más evolucionado suyo: a los avatares inscritos en el proceso de
reproducción del ser humano); y, la idea (verdad relativa o absoluta) sigue siendo realidad,
incluso en ausencia inmediata de ella, al quedar asentada en la memoria, a nivel atómico y
subatómico, en las neuronas intermedias del sistema nervioso central, como ya se conoce.
La realidad define la convención (las distintas convenciones). Por ejemplo: Ra, Inti,
Coculcán, Sun, Sol, etc., son símbolos y ondas sonoras, que dicen de una misma realidad
reflejada en similar estructura óntica cerebral, constitutiva de los diferentes grupos humanos
(“culturas”), ubicados en la historia y en la geografía (lo cual quiere decir, que la realidad
básica se refleja primariamente de manera común en todas las mentes integrantes del género);
o sea, designan un mismo hecho, en el que el ser significante utiliza dos sentidos principales
en la captación y nominación (interacción) del mundo: la vista y el oído, proceso de
abstracción de datos sensibles, para cuyo efecto se incorpora el medio: la palabra. Las ideas
producen convenciones, que se corresponden en menor o mayor grado (su dispersión depende
del estado de evolución de la ciencia, de la técnica, de las concepciones, de la estructura
social, de la ideología) con la realidad (las ideas anudan inmanencia y trascendencia).
Al respecto se han producido, también, una serie de impugnaciones a quienes
sostienen, que el ser humano se halla rumbo a producir el conocimiento total. San Agustín fue
uno de los primeros en tratar de fundamentar la imposibilidad de la mente humana de alcanzar
la comprensión del Universo con su famoso ejemplo de la persona mayor, que es enfrentada
por el niño sabio en el mar, quién intenta trasladar al pequeño hoyo en la playa; Federico
Hegel (el gran filósofo prusiano) manifiesta, que el cerebro humano es un instrumento
limitado para abordar la perspectiva teórica total del mundo; Rigoberto Lanz (sociólogo
venezolano de mucha proyección y rigurosidad) sostiene, que el ser humano es incompetente
para abarcar con su mirada todos los misterios del mundo; Godel (matemático de renombre,
premio Nobel), plantea la “Teoría de la incompletitud del lenguaje”; y, que se sepa, el
economista René Báez (académico ecuatoriano), considera, que es absurdo, sospechoso,
plantearse la tarea de pretender pensar en términos de “lo absoluto”. Una de las acciones
autoimpuesta al respecto, ha sido la relativa al “emperramiento”, o sea, contradecir a quienes
tienen los pies bien puestos sobre la tierra, que piensan de la manera expuesta.
Permítame incorporar unas cuantas reflexiones más, en conexión con el tópico en
cuestión. “No existe progreso en el conocimiento, sino una sublime y constante
recapitulación”. Esta idea sobre la conciencia, tiene un correlato exacto sobre su ontología:
“no existe creación de vida, sino tan sólo su preservación”. Estas aseveraciones acomplejadas,
reaccionarias, místicas, se hallan siendo negadas por la verdad de la praxis humana, en el
ámbito de la producción material, en el científico y en el técnico. Todas las potencia humanas,
desafíos y anhelos, incluso su dimensión estética se hallan referidas y centradas en las dos
esferas citadas: alcanzar el saber de todo y la reproducción del ser humano por sí mismo, de
forma artificial por entero como cuerpo vivo con conciencia (saber, no de otro modo, que
principalmente positivista, o sea, como reproducción ideal de la realidad como reflejo
objetivo dinámico, en el que la categoría concreta es la realidad con exactitud, puesto que
consiste en leyes de origen, estructuración, funcionamiento, desarrollo y cambio; y vida
humana, como la forma de organización última de la materia: mecanismo destinado a
producir ese saber). La materia ha creado la antípoda a la “teoría el caos” (impredicibilidad en
sistemas complejos), a través del poder de la inteligencia global, humana, próximamente a
eslabonarse en interface, del saber y de la capacidad de hacer realidad la idea, cuyo medio, los
1226

ecursos, son la riqueza de esa complejidad. En la historia se advierte, cómo el reaccionario
Malthus coadyuvó para que Darwin formule la “teoría de la evolución”.
Finalmente, de modo oficial se niega la pertinencia de los sistemas abarcantes de
pensamiento, la ciencia y el método que florecieron y se impusieron en el siglo XX, a los
cuales se los asocia con sistemas cognitivos anteriores y, según se dice, superados; también se
lo hace con el criterio de verdad a ellas asociado, la formulación de leyes (la determinación, la
explicación detrás del patrón), la capacidad productiva del saber y la relación no extractiva
con el entorno, según supuestos de integración no diferenciada con la naturaleza. Hay también
la noción sobre “la verdad aparejada a la intencionalidad”, la cual la sostiene J. Habermas;
ahora bien, debe matizarse dicha percepción: es cierto el aserto en función del plano
específico de la praxis en el que el concepto se ubique; en la dimensión ontológica tanto
natural, social como lógica, no es pertinente tal prescripción; en las regiones política y de las
ideas, la conclusión es procedente, en la medida en que son los sujetos los portadores de las
ideologías, las cuales son expresión de posiciones tomadas, interesadas. Sin embargo, en la
comunidad científica seria, en los integrantes de la llamada “escuela política ortodoxa”, se
piensa de modo diferente y se sigue trabajando sin inmutarse frente a tales censuras
secesionistas, con los mismos criterios que se impugna por parte de la sociología especulativa
posmoderna. Este trabajo es un fiel reflejo de dicha conducta. Además, el posible
apabullamiento sobre el quehacer científico de raigambre moderno, no va a conseguir
sepultarlo; pues, es la realidad, la necesidad histórica y los imperativos que sobre la conducta
imponen las nuevas tareas de la humanidad, los que dirán la última palabra y no los cantos de
sirena abstraccionistas, de la reflexión que desgaja al pensamiento de su base material: si
vence el postmodernismo o si lo hace una nueva corriente que niega el contenido de las etapas
anteriores, ratifica y desarrolla la posición cognitiva abierta por el saber científico, como
camino más seguro para desarrollar la conciencia.
De todos modos, el apoyo bibliográfico del que Ud. hace gala: es mayormente clásico,
ortodoxo. ¿No le preocupa que esté reviviendo momentos del pensamiento objetivos para
antaño, esto es, ateniéndose a figuraciones caducadas, sobrepasadas por el movimiento de
la vida; en estricto sentido: que su trabajo transparente cierto nivel de desactualización?
En efecto, la conciencia de la persona que le habla, bien o mal: es el producto
básicamente de la repercusión en ella, de las ideas de una persona decesada: Karl Marx.
De todos modos, los considerandos que Ud. ha hecho, comportan una constatación y
temor, formales. Las ciencias sociales –según una opinión muy personal- tuvieron status de
rigor, seriedad, objetividad y erudición, se diría: su cima, primordialmente entre 1960 y 1990
(hay razones histórico-sociales en esa conducta sentenciadora). A partir de esa fecha, mutatis
mutandis, tanto el saber positivista como el dialéctico, experimentan creciente tendencia hacia
las construcciones demagógicas; es por eso que se presume, que los episodios de última data
ocurridos en el seno de la especie todavía faltan por ser dilucidados. El pensamiento oficial se
vuelve especulativo (la Econometría avanzada yanqui); en tanto que el marxista sufre un
vuelco hacia el ecologismo y al eticismo (por ejemplo: en Economía Hedónica, con J.
O´Connor). Si este documento pone la monta en la producción teórica del período citado, se
debe, precisamente, a la razón expuesta. En la llamada posmodernidad, a más de imponerse
esa forma de periodización falaz de la historia de modo indistinto en la conciencia, se apodera
también del pensamiento la novelería (el chamanismo, la medicina alternativa, el diálogo
horizontal entre distintos saberes, el constructivismo, la complejidad, la agricultura orgánica,
la deploración de saberes totalizantes, el elogio a los relatos parciales,..., o sea, la completa
concepción pararacional llamada de Oriente), a tenor del influjo de las premisas más
reaccionarias de la Física Cuántica; todo lo cual ha hecho que se reinstale en la mente, la
corriente subjetivista.
El concepto nodal, dicho sea al pasar, de este tipo de proceder cosmovisivo, es el de
“incertidumbre”. Esta falaz cuasi determinación subjetiva inherente a su supuesto par
empírico-procesal, deberá ser superada por la historia (no con el “paso del tiempo”, pues, no
es lo mismo decir: “a lo largo del tiempo”, que “con el transcurso de la vida”). La
indeterminación: la multivariabilidad y “lo pequeño”, así como “lo grande”, va a ser superada
con la tecnología (verdad de Perogrullo), con el desarrollo de los ordenadores: su capacidad
no va a estar segmentada como en el ser humano: el 90% para dirigir el cuerpo y las
relaciones animales de subsistencia con el entorno, mientras que el restante 10% para pensar;
ellas (las computadoras), al no tener funciones vitales (dirigir los diversos órganos de su
1227

cuerpo, comandar las relaciones elementales con el entorno, procrear hijos, trabajar para
subsistir, gastar la vida en el idiotismo de campo, ser explotados y racionalmente disminuidos
en las fábricas, etc.), pueden asignar casi todas sus capacidades para tratar con centenas de
variables, encontrar el sentido de los procesos y dirigirlos.
Las categorías en ciencias sociales, como principio establecido a partir de un momento
de una vez y para siempre en la historia del pensamiento in abstracto, para asumir estatuto
científico, deben hallarse cifradas atendiendo a por lo menos tres determinaciones: 1) el punto
de mira que lo conforma o su carácter socialmente comprometido, conforme saber dado en el
seno de conjuntos humanos de estructura polarizada; 2) correspondencia con los hechos en
curso o su historicidad; y, 3) la verificabilidad, o sea, que la representación no sea
construcción de la realidad, sino su reproducción mental objetiva. Los conocimientos (los
cuales también deben pasar una de las pruebas que le confiere carácter de cientificidad, esto
es, la práctica), no son buenos por su índole de modernidad (posmodernidad,
hipermodernidad), legitimidad, discursividad locuaz, frescura o lozanía, incluso por su
coherencia, sino por su naturaleza de objetividad (de clase en la esfera social, como era de
rigor especificarlo antes), en la medida en la que reprodujeron fielmente la realidad que fue o
que lo hacen con la que es, y si los mismos sirven exitosamente como “guía para la acción
transformadora”. Hay que fijarse en dichas circunstancias y no solamente en la cronología.
Claro. Si la corriente, el río crecido, el aluvión actual es la “condición posmoderna”,
aquí de modo retobado se procede a remar a contra corriente: se niega la novelería de
percepción simplemente fenomenológica sobre la constitución y curso de la realidad leitmotiv
en dicho snob, para continuar el tránsito intelectivo en cierto modo ortodoxo, esto es, por
senderos que conducen hacia la esencia y a la totalidad de las historias: natural, humana,
conciencial. La izquierda y el materialismo positivista, no están exentos de estas nuevas
escorias: el cuestionamiento al Estado y a la centralidad como objeto de conquista para su
transformación, el reconocimiento y promoción de la pluralidad de sujetos políticos; la
realidad constituida por universos paralelos, la multidimensionalidad de la realidad (Teoría
M), la relatividad del “tiempo”; la centralización monopólica empresarial del capital que se
segmenta para responder de modo “débil”, flexible a los cambios sorpresivos del ambiente;
los pipers y el articulado en la investigación y difusión científica. En la obra que ha motivado
la entrevista, se impugna lo expuesto y algo más; ella es la prueba.
Por otra parte, la persona que le habla, a Ud. señor, cree en la más notable,
revolucionaria y dialéctica inteligencia, que ha dado la humanidad en todos los tiempos: el
gran Carlos Marx; las premisas ideológico-teóricas expuestas por él, se hallan contenidas aún
en la tarea dedicada a la reevaluación, en la renovación en la forma de apreciar el pasado, en
la reconceptualización, en la resignificación. Los hechos muestran, que Marx no ha sido
superado aún y no lo va a ser, porque es insuperable. Marx conduce su pensamiento al futuro
y casi al fin de la historia: las máquinas asumirán la competencia del trabajo y el ser humano,
puesto a un lado del proceso productivo, se dedicará a usufructuar de bienes y servicios de ese
modo a disposición, y a dominar a la naturaleza, dice en Elementos fundamentales para la
crítica de la economía política, documento escrito entre 1857 y 1858. ¿Qué otra cosa anota
Marx, sino que el ser humano abastecido de modo automatizado a futuro va a representar
objetivamente a la naturaleza, para luego pasar a dirigirla? Queda clara, por tanto, la razón por
la que se asevera que Marx no ha sido superado y que no lo va a ser. En lo que a la persona
que le habla respecta, lo único que ha hecho es retomar el pensamiento de Marx y hacer el
intento de darle carácter actual: el ser humano se autotransforma en Señor del Universo, en
tanto ha conquistado la inmortalidad, conoce todas las leyes del mundo, ha alcanzado casi la
libertad absoluta y gobierna el Cosmos; pero luego usa dicha conquista mayor: la casi total
libertad para renunciar a lo que tan aciagamente ha conseguido, puesto que la libertad total, la
sabiduría completa, la inmortalidad, la perfección son insoportables, fastidian más allá de
cierto tamo de la vida, constituyen el presupuesto de la defección total en el Big Crunch, del
Big Rip.
¡Cómo está eso!
Señor mío, ha de permitirme decirle, que no hay cabeza más genial (y sin necesidad de
“estimulación temprana”, del Internet, de Omega 3 o de la determinación de la “civilización
del deseo y la creatividad”, de las bondades de la neurogenética, de la bendición de Dios,
puesto que el principalísimo Marx era herético para variar), que la del pensador y
revolucionario ario: no lo ha habido en el pasado, no lo hay en el presente y no lo va a haber
1228

en el futuro; no al menos por ruta natural, pues, es posible que por vía de la Ingeniería
Genética, se produzcan genios mayores algún día. Marx no ha sido superado, no va a poder
serlo. Tal afirmación concluyente sea dicha, pese a que el colosal saber, los métodos, las
técnicas y los instrumentos que ha producido el ser humano, de lo cual se hacen eco las
generaciones actuales, sobre todo las jóvenes, potencializan su pensar, dejando entrever la
apariencia de genialidad (la palabra para esto es “índigo”).
Por otra parte, la persona que le habla, ha tenido la ocasión de entrar en contacto con
la más graneada representación del pensamiento filosófico, científico, sociológico y
politológico. Con los clásicos: Aristóteles, Galileo; con los modernos: Hegel, Newton,
Ricardo, Weber, Nietzsche, Pareto, Walras, Freud, Hayek, Einstein, Planck, Keynes, Kalecki,
Sraffa, Heisenberg; con los postmodernos: Sagan, Hawking, Penrose, Foucault, Habermas,
Friedman, Sthigliz, por lo que pienso que me hallo en la situación de poder ensayar una
apreciación general sobre el pensamiento en el ámbito de las distintas esferas del
conocimiento: una evaluación, una medición, una estimación transversal; esta comparación
me entrega una impresionante diferencia en favor de Marx, y esto le recalco, por cuanto la
objeción común es: “cada uno en su campo”. Claro, en toda época y en su menester propio se
han destacado seres humanos brillantes, son únicos: no habrá otros Newton, Darwin, Bolívar,
Napoleón, Lenin, Beethoven, H. von Karajan: cada uno cumplió su papel en el progreso
civilizatorio, fue efecto de la realización implacable de la necesidad histórica; esta necesidad
ha sido plasmada en la tarea parcial de cada preeminente componente, de forma relativa, hasta
que en ella no se demande el proceso de la totalidad, del gran salto: el absoluto.
En realidad, de cara a los hechos reales, para lo que es necesario abordar la contextura
total del mundo, en cambio: sólo Marx expone con entera objetividad y lucidez el rol del
capitalismo, la fase a la que va la humanidad, el sentido y la razón última de la vida: cuando
la máquina ponga a un costado al trabajo humano, en ese momento termina el
aprovisionamiento fundado en el trabajo, el ser humano se dedica a cosechar los frutos del
sistema automatizado de producción, a conocer y a controlar la naturaleza. En verdad, Carlos
Marx ha sido la única “unidad de inteligencia” hasta hoy, en ponerse subjetivamente a la par
con el proceso completo de la historia (por desgracia, el brillante Isaac Newton ingreso en
escena histórica con demasiada premura, no obstante coadyuvó en la formación de las bases
teóricas para su elucidación); Marx: el legendario “filósofo social y político revolucionario”
hace 155 años, en 1857, alcanzó la comprensión de la naturaleza, del ser humano y el papel
que éste juega en el cosmos, así como la índole de la materia, en cuanto tal.
Marx entendió la ontogenia y filogenia de la conciencia en el trabajo colectivo,
concepto que lo expone en el libro La ideología alemana; dedujo el funcionamiento, la misión
y la conclusión del capitalismo: a) plusvalía (lucha de clases, revolución), b) crear la base
material del mundo nuevo, c) cuando desarrolle la automatización completa, en su orden;
concibió el fenómeno próximo a darse (2050) de abstracción del trabajo con la robotización,
hecho que “coincide” con el fin del capitalismo y de toda la larga formación clasista de la
humanidad; predijo que el ser humano, con el traspaso del trabajo a las máquinas (al trabajo
pasado, científicotécnicamente objetivado), se dedica a aprovechar de los outputs de ese modo
obtenidos (forma humana futura en la que rige la categoría “´valor´ de usufructo”); predijo
que el ser humano se ocupa luego, de conocer y controlar a y la naturaleza, respectivamente
(¿qué significa esto, sino el acto de autoconversión histórica del ser humano
supradesarrollado en “Dios”?); postuló que la materia ni se crea ni se destruye, solamente se
transforma en forma cíclica progresiva, en espiral; y, postuló que la materia no tiene principio
ni fin: que ella es eterna.
Los siete argumentos referidos los expone Marx sobre todo en su obra Los grundrisse,
trabajo al que consideraba como el que contenía todos sus puntos de vista concebidos en
forma científica, con el que se sentía satisfecho como lo ha dicho Martín Nicolaus en el
prefacio que escribe a Los grundrisse de Marx con el título de El Marx desconocido). Por su
parte Engels se dedicó al trabajo político y a completar la obra teoría de Marx; Lenin se ocupó
de estudiar el capitalismo en su fase concreta, a diseñar la estrategia revolucionaria y a
conducir la revolución; y, Stalin se volcó a forjar el socialismo, por lo que ni uno ni otro
pudieron proyectar su mirada como lo hizo Marx.
Pero, permítame blandir un argumento más, que explica mi insólita posición. En una
ocasión, un neomarxista posmoderno propotkiniano, sagaz, locuaz, envalentonado, en un
“conversatorio” llevado a cabo en un auditorio universitario en Quito, criticaba al marxismo
1229

ortodoxo: “el manual es ya un documento sofisticado para esta gente”, dijo, y reprochaba la
veneración de la ortodoxia a “San Marx”. Por mi parte, si debo hacer el gesto de mímica de
adoración a Marx: ¡lo realizo ipso facto, sin vergüenza ni cargo de conciencia algunos! Ese
ser extraordinario, que vale para mí, como Cristo para los cristianos, merece todo mi crédito,
todo mi agradecimiento, todo mi aprecio; sin él: hoy estaría derrotado, cabizbajo, alienado;
sería nada más que un individuo hedónico más, aprisionado por la cosmovisión mitológica,
egoísta, ambicioso, burgués; por él he alcanzado quizá la cumbre de la conciencia y hoy dejo
tal vez y sólo tal vez, una forma de comprender el mundo algo más amplia y objetiva; por él
he dado sentido a la vida personal inscribiéndola en la política, en la ciencia; debido a él
(como Amado Nervo y Kempis) he formado mi personalidad con cierto carácter (claro que
mis defectos son la manifestación de las limitaciones de la naturaleza descargados en mí), he
justificado mi vida, me siento realizado, he podido superar las fricciones existencialistas y
“me iré de este mundo” con la satisfacción dada por lo que creo es la comprensión completa
de la realidad formulada en sus trazos aproximados; en suma, puede decirse, que esta
conciencia rudimentariamente ha triunfado: ha podido con el “ser”, en tanto se ha formado
una idea global, aproximada sobre ella; para el efecto, se quiso rebasar racionalmente la época
reproductiva y casi se lo logró. De modo que Marx no es un ser humano más en mi vida: es la
conciencia más importante. Este es un sentimiento sano, agradecido de una persona que se
asume sincera, el que se profesa sólo para el gran Maestro: el Maestro especial, que le formó
en la juventud.
¿Por qué una afirmación tan tajante y obsecuente?
Tengo mis fundamentadas razones.
En cada época se producen condiciones histórico-materiales (“necesidad”, suele
decirse), que encumbran a ciertos individuos hacia el estado de “personalidades” en
coherencia con las circunstancias y las demandas del momento; el talante de cada
personalidad depende del carácter de dichas determinaciones (Einstein reconoció esta
condicionalidad objetiva al referirse a sí mismo, al sostener, que él apareció en escena, cuando
en el rompecabezas del saber, faltaba una pieza). El sistema capitalista es la forma de
contradicción cumbre por excelencia del género humano todo; en ella está puesta la dinamia
de conformación del ser humano como sujeto de pensamiento; por tanto, producción material
e intelectual y ese nuevo tipo de configuración de la especie, que se producen en el marco de
la ciega necesidad, deben tener al frente un sujeto y su consecuente personalidad, que capte
intelectualmente la coyuntura, sistematice las tareas de su tiempo y conduzca la acción vital:
¿de quién se habla, sino de Marx y del marxismo? Al haber encontrado superación racional la
antinomia existencial burguesa de la humanidad, contradicción de mayor envergadura frente a
las de épocas pasadas y a las que vendrán, no es necesaria la emergencia de temple e
inteligencia como las referidas, puesto que a futuro la vida va a ser (luego de la vigencia de
una fase de exorbitante desate pasional en el recurrir humano, desde luego) pausada, apoyada
en la inteligencia artificial.
En una palabra, para liberar de la cárcel-mundo en la que abarrotan a los ciudadanos
los poderes fácticos (Foucault), los contrapoderes compensatorios deben tomarse por vías
democráticas y convertir a la institucionalidad política, en su orden, en ámbitos de diálogo
intersubjetivo (“puesta en diálogo el colonialismo cultural” -sic), en los que la racionalidad
moral sea la tónica (Habermas), la hegemonía intelectual (Gramsci) imponga su proyecto
emancipatorio consensual, compartido, formador de una nueva objetividad (Habermas); en
suma, época inaugural de un nuevo tipo de organización de las promociones humanas por
venir: régimen de la “humanocovivencia”, materialmente sustentado en la inteligencia
artificial (Marx). Para esto, no se necesitan genios.
Por extensión, debo suponer, que si deplora al capitalismo, Ud. debe encontrar méritos en
el socialismo.
Así es. ¿Le parece poco el haber cambiado por 30 años la faz de la tierra en una tercera
parte? ¿El haber probado el valor práctico de una teoría que objetivamente representó una
ilusión? ¿El haber ubicado en la mente de buena parte del género la opción abierta hacia una
nueva forma social? ¿El haber heredado a la historia toda una concepción y método para
entender el mundo y pensar sobre la realidad? ¿Los grandes cambios que experimenta el
mundo como impacto del socialismo, aunque los mismos sean de difícil percepción? ¿El
haber legado una esperanza, para la mayoría de la población desde luego, frente al infortunio
1230

capitalista? ¿La resistencia sostenida por Cuba ante EU? Y, ¿qué hay múltiples
organizaciones en el planeta, que se inspiran y siguen bregando por ese camino? Bueno, la
persona que le habla sostiene que el proletariado (lo cual quiere decir el marxismo, el
socialismo) ha cambiado la historia, afirmación que puede parecer exagerada, aventurada,
irresponsable, reprochable.
Debe advertirse sin embargo un hecho asociado al socialismo, que no es un límite o un
problema, sino la expresión de la superación de la regularidad capitalista. El socialismo era
una forma humana superior, que no podía competir. Mire Ud.: frente a la obsolescencia
programada, a la obsolescencia tecnológica, a la especulación, a los sabotajes, al espionaje, a
la desondra del contrario mediante la propaganda mediática (modos todos éstos de ser,
particulares, usuales en el capitalismo, que han estimulado el desarrollo de las fuerzas
productivas), el socialismo se quedó corto. Recuerdo un profesor de economía, graduado en
Lumumba, decir que un tractor en la ex URSS, por ejemplo, si su vida útil era de 10 años, ese
activo debía ser utilizado y no precipitadamente reemplazado como en el capitalismo, hasta el
último día; el capitalismo lo hace cada año por lo menos, desperdiciándose (destruyendo
fuerzas productivas); en el socialismo, por tanto, por fuerza el progreso de las fuerzas
productivas se ralentiza.
¿De qué modo se entiende que un materialista radical auto denominado marxista, apoye
sus puntos de vista en investigadores como R. Penrose, A. Guth, C. Sagan, por ejemplo?
Abstracción hecha de su inserción social (ubicación en la estructura económica,
adscripción ideológica y filiación política), en la historia se advierte la presencia de estudiosos
del mundo en sus variados aspectos, cuyas proposiciones fueron veraces en la rama de su
preocupación particular, pero ímprobas en otras. Entre los casos que vienen a mi memoria,
puedo citar a Heráclito, Aristóteles, Hegel, Sagan. El gran filósofo de Éfeso, precursor del
pensamiento materialista, sentó las bases de dicha Filosofía, pero erró de extremo a extremo
en sus apreciaciones en materia Política, puesto que aceptó y justificaba la esclavitud, cuando
ya había coetáneos, que la impugnaban; el Estagirita fue un eximio pensador objetivista
filosófico totalizante, no obstante, sus ideas políticas estaban dirigidas a refrendar el status
quo de su tiempo, en momentos en que se registraban revueltas contra la opresión; el brillante
pensador Ario, redondeó lógicamente la doctrina dialéctica, pero, a más de su idealismo, cerró
la historia de la realidad y de las ideas con la Monarquía y el saber absoluto, en circunstancias
en que habían hecho pie los socialistas utópicos; y, el sobresaliente cosmólogo
estadounidense, desgraciadamente ya desaparecido: Carl Sagan, contemporizó con la forma
social, que sustentó el subjetivismo filosófico, al cual paradójicamente combatió. Colofón: ¿es
procedente desestimar formulaciones cognoscitivas veraces en un campo, cuando un pensador
demuestra equívocos en otros, o formular impugnaciones de clase miopes? Evidentemente:
no.
Todo ser humano vive en el mundo y no puede dejar de reflejar en la conciencia, en
diversos niveles sus determinaciones, o sea, su carácter esencial o epifenoménico, tal como lo
sostuvo Mao Tse Tung. Las personas en general, aprehenden subjetivamente de modo
segmentado y superficial la realidad; posteriormente, cualifican su conciencia con ligeros
destellos provenientes del pensamiento doctoral, tanto epistémico como doxal. La
intelligentzia del mundo, por su parte, mira ciertos planos de la realidad (y, ahora ya: su
totalidad) con carácter objetivo, de cientificidad. Naturalmente, el pensamiento mitológico (la
ideología que oscurece la realidad, que la justifica y que promueve el avenimiento a ella), sale
de las preocupaciones cognitivas serias de toda persona sensata; mas, el mismo reviste interés,
en la medida en que también cognitivamente se requiere entender el origen del status sesgado
de este tipo de conciencia, su estructura y su función en la historia y en el conjunto social. Son
las tesis que producen los investigadores profesionalizados, organizados en escuelas de
pensamiento, académicos, que en ramas de la Ciencias Naturales manejan el Método
Científico, aquello que no hay que descuidar. Obviamente, resulta más provechoso estar al
tanto de modelos completos de pensamiento, antes que conocer a profundidad tan sólo uno de
ellos, o hallarse notificado sobre conceptos aislados de un sistema. En efecto, no es lo mismo
trabajar, en la mente, en Economía, por ejemplo, con categorías aisladas como “oferta”,
“demanda” o formación de los precios, que con sistemas completos como la Economía
Marxista, la Neoclásica o la Institucional; en Física con Mecánica Clásica, Relatividad,
Mecánica Cuántica o Teoría de las Cuerdas.
1231

De lo que puedo entender, Penrose, Guth, Sagan, Erazo, formulan bien el concepto
cosmológico-filosófico del Universo, sobre todo en lo que tiene que ver con su proceso
evolutivo y en torno de la razón y valía del ser humano en el Cosmos; pero, por ejemplo, R.
Penrose desmerita su esfuerzo y genialidad cuando recurre a explicar la materia cerebral y la
conciencia por un frente y camino impropios: la Física, la Química y sus métodos. A los
científicos de la rama de las Ciencias Naturales, siempre les ha resultado difícil aceptar el
carácter de cientificidad de las Ciencias Sociales debido a su índole no matematizable o
porque –según ellos- éstas son ideográficas mas no nomotéticas, por lo que casi nunca las han
tomado en cuenta, y cuando lo han hecho, han caído en la concepción burguesa idealista de
las mismas. No se puede entender el cerebro humano y la conciencia, si no se recurre a la
Sociología, a la Historia, esto es, a las Ciencias Sociales y Humanas. El asunto se vuelve
atolladero altamente contraproducente, cuando el señor Físico teórico Penrose, construye su
fundamento con base en las dimensiones: matemática, física y psíquica; arguye que estos tres
aspectos alcanzan unidad a través de la acción del ser humano, dejando de lado el hecho de
que el ser humano es la “psiquis” y el que matematiza. Además, en lugar de horadar en la
Ciencias Sociales, se sesga más cuando va hacia el frente de la Mecánica Cuántica (no debe
omitirse el hecho, sin embargo, de que la conciencia históricamente pone orden en la
incertidumbre subatómica). Por fin, es verdad que se tiene que llegar a encontrar el
fundamento físico-químico de la conciencia en tanto “abstracción inicial” banal del proceso,
puesto que formalmente ésta constituye operaciones a nivel subatómico, enzimático,
nucleótido y hormonal (finalmente, orgánico, social e histórico); no obstante, se insiste: su
comprensión no va por dicho camino, dado que la esfera colectiva, social, pone su definición.
Ya que ha traído a colación los nombres de los sobresalientes físicos Penrose, Guth,
Sagan; permítame que hable algo sobre su propuesta cosmológica en el marco de una
formulación exegética de ella y que la desarrolle con ideas personales, antes de abordar el
tema de la conciencia. Si el ser humano tiene como función demostrar la optimidad del
Universo viable, en esta tesis se personaliza al Universo y se despersonaliza al ser humano,
puesto que al género se lo vuelve marioneta del Universo mecánico, mientras que a este
último se le dota de racionalidad conductora. Aún cuestionando este deslizamiento lógico, hay
que avanzar sobre esta proposición, que en términos generales es correcta, puesto que es la
concepción, que más lejos va en la perspectiva teórica de comprensión del Universo, del ser
humano, en el plano real. Al respecto se ha dicho que “Con ello, no sólo San Agustín, sino la
patrística en su conjunto, dona al mundo la idea de la Historia como trayectoria hacia delante,
idea extraña para el mundo pagano. Hasta Hegel y Marx son deudores de esta idea
fundamental, como lo será Teilhard de Chardin” (expresiones de Humberto Eco en el libro
“¿En qué creen los que no creen?). Eco dice que Marx fue influenciado; pero: ¿fue
influenciado o buscó siempre reproducir idealmente tal cual es la realidad? (el criterio de
Marx respecto del conocimiento en rigurosamente objetivista; y logró su cometido en los
términos en que el tratamiento del “objeto” y la extensión de su vida lo permitieron). De todos
modos, si los citados cosmólogos llegan hasta ahí con la mirada, el desarrollo de esta idea
conduce a sostener, que, en efecto: si el ser humano valida la optimidad del Universo viable,
éste (el ser humano) debe proceder también a validarse a sí mismo: 1) crear la conciencia
(producir el “retrato hablado del Universo”), 2) liberarse de las ataduras de las
determinaciones de la materia, 3) ponerse al frente del gobierno de la materia (transformarse
en Dios) y, 4) de su designio depende el curso, que debe seguir el Universo: o se mantiene
como “Señor del Universo” por los siglos de los siglos, o se autoanula dándose paso al
proceso Big Crunch, de modo que la materia sea la que es.
Para decir algo sensato sobre la conciencia, a más de recurrir a la Historia, a la
sociedad (y de la Sociología: a la Economía, que es la base del hecho social), a la Psicología y
a la Pedagogía, es necesario hacer uso de los conceptos hardware y software (y, naturalmente:
los de la Física, la Química, la Genética, la Biología y la Teoría general de Sistemas),
aspectos, varios de los cuales, rechaza Penrose. Escuche un ejercicio: la conciencia (software:
datos y métodos), es información (1.- conciencia social internalizada, y la que ha sido forjada
en el transcurso evolutivo de la humanidad por el propio cerebro del humano moderno; 2.-
representación individual del mundo y, 3.- autoconciencia –aspectos que, a su vez, forman
la personalidad propia, en un dado momento de la historia), que se asienta en los Enlaces de
Hidrógeno entre las Bases del ADN de las neuronas intermedias del sistema nervioso central
1232

(hardware: memoria y procesador), (o en las microfibrillas) y que lo “configura”, mediante el
proceso educativo y perceptivo o de internalización subjetiva del mundo.
La conciencia: no es ningún misterio, como al respecto sostienen investigadores, que
“dan palos de ciego” al querer entender ese rico y extremo fenómeno histórico-natural, por su
sectarismo ideológico. A decir verdad, ya se cuenta con conocimientos, que permiten
formular un concepto objetivo, empírico, del hecho (es por eso que John Jorgan se atreve a
sostener, que la ciencia ha llegado a su fin); de modo que las ideas que se le están exponiendo
han superado el nivel de la especulación filosófica. La conciencia ha sido producida
históricamente por el homo sapiens sapiens en la práctica histórico-social del trabajo, en el
proceso de autoproducción de su vida material (incluso la propia conformación material del
cerebro, puede decirse, que es obra humana); técnica y simplísticamente aparece como
información, como datos: como el banco de datos, que maneja la humanidad; la conciencia
(información ideológicamente sistematizada, software) se instala socialmente en cada nuevo
hardware biológico (cerebro del recién nacido), por las experiencias a que ésta se atiene y por
la relación con el entorno, y la misma se desarrolla generación tras generación (de lo cual se
sigue, que la primera generación de seres humanos modernos, no tenía conciencia, pese a
tener cerebro -hardware natural, biológico-, debido a que ésta debía ser producida por aquel:
con la primera promoción humana, en verdad: empezaba a ser lograda).
La conciencia (información que ha recibido y sigue produciendo/recibiendo el
individuo) configura y reconfigura la estructura físico-química del cerebro (pero “respetando”
la columna vertebral de ella; caso contrario se borraría la personalidad, la identidad; lo cual
indica, que ciertas neuronas deben vivir toda la vida del sujeto en contraposición con quienes
actualmente sostienen, que han encontrado que también el tejido cerebral se regenera; en ese
sentido se está de acuerdo con la propuesta expuesta en términos opuestos a la de la referencia
anterior por Philippe L. E. Panchout). A propósito, extraordinario el estudio de Philippe L. E.
Panchout (El funcionamiento cerebral; philpaninvcer@hotmail.com), al que se tuvo acceso
afortunadamente al horadar en Internet, en la búsqueda de la explicación más pertinente en
torno del “asiento de la memoria”; no obstante, cuando el autor trata de introducir la variable
histórico-social en el proceso de intelección de la operación del cerebro y de la conciencia,
como ocurre normalmente con todo exponente de las ciencias naturales de adscripción
ideológica burguesa, se enfrenta con límites. De este modo la conciencia (que es materia
cerebral en movimiento, según deseos y en el mundo real presente) nunca deja su status
material, pues, el mundo material se instala en la materia cerebral a través de estímulos
(movimiento de la materia) que afectan los órganos de los sentidos, estos envían información
al cerebro, la cual no es más que cambios “energéticos” (modificaciones entre las propiedades
de la masa, es lo correcto decir) químicos y físicos de la materia a nivel biológico y
subatómico. Incluso los procesos de codificación, decodificación, reconocimiento, de
ubicación de cada suceso en el momento específico de la vida y tantos otros, están ya
teóricamente establecidos.
Las ideas (uno de los componentes de la conciencia), trasparentan la imagen (como el
programa informático) de que son inmateriales; esta falzación, esta fetichización de los
hechos, ha conducido a diversificar de modo idealista el fenómeno con la creación de esas
nociones absurdas de mente, espíritu, alma. No obstante, las ideas son materia y deben
materializarse todavía más (instalarse en el hardware del ordenador, afectar la materia dada o
en el cerebro como memoria asentada) para producir nuevo movimiento: quizá pensamiento.
La voz (ondas sonoras –aire en movimiento, y el aire es materia- producidas por un órgano
material –materia “dura”) produce movimiento ondulatorio de la materia blanda (el aire,
precisamente); el sentido del oído recepta estas vibraciones y su mecanismo los transforma en
movimiento físico-químico, el cual es llevado por las “neuronas transmisoras” hacia las
“intermedias” en las que se almacena como memoria de larga duración: las ideas, que
aparentemente son inmateriales, se han ontologizado. De modo que todo el proceso del
pensar, el “estado de conciencia”, los planes, constituyen nada más que movimiento material.
Cuando el individuo muere, el cerebro deja de moverse como forma ordenada,
superespecializada, más evolucionada, punto máximo de organización de la materia: las ideas,
la mente, la conciencia, el espíritu, el alma, han muerto. Mas, la conciencia, ya se ha dicho, ha
sido producida históricamente por el ser humano; la idea: es el reflejo dinámico acumulado,
sistematizado, del mundo; requiere de tres componentes: cerebro (neocórtex), necesidades a
ser cubiertas en grupo y condiciones del entorno (la naturaleza, pero, sobre todo: la sociedad).
1233

Conciencia: conocimiento acumulado, percepción presente y autoconocimiento. La
conciencia no es ni sistema nervioso ni ideas ni movimiento; en realidad: es la concreción del
todo, comporta, integra, las tres esferas en existencia presente (cuando una persona duerme, es
elemental suponer: no hay conciencia; respecto del hardware, el mismo en ella se halla
presente y hábil, pero éste solamente está “encendido”/inhibido y no recibe el influjo del
software: de los datos, deseos, impactos del mundo y de las instrucciones, de la voluntad, que
lo ponen en operación; es obvio, que el cerebro opera como conductor al frente de los
procesos que mantienen la vida y algunos en la esfera de la formación inferencial, mientras la
persona duerme). Este hecho es singular: no se puede colocar la conciencia en otro cuerpo
(escanearlo y llevarlo a otro cerebro o artefacto sucedáneo sin perder la singularidad de la
personalidad –dada por el hardware, pues, entre materia y conciencia: la materia –aunque los
dos son la misma cosa- es lo primario, no obstante, también este dique, en un momento
futuro, es admisible pensar, que sea superado), sin embargo, si será posible alargar la
existencia de la conciencia mediante la prolongación de la vida del cerebro. Debe serse tajante
en este punto: no es que existe materia y conciencia; la conciencia, el reflejo, es también
materia, en cuanto aquella es una propiedad de desarrollo ulterior de ésta (si se considera que
la materia es masa y propiedades responsables de su movimiento).
A propósito: el ser humano producirá conciencia artificial. ¿Por qué? Por una
deducción lógica formal: el ser humano puede “remedar” todo lo que la naturaleza ha hecho;
el ser humano es una hechura de la naturaleza; luego: puede hacerse a sí mismo. Ahora bien,
la memoria está asentada en forma organizada a nivel subatómico: perfecto; ésta sirve, sin
embargo, gracias a las pulsiones relacionadas con el movimiento de la vida: los sentidos, tales
como el hambre, el dolor, el peligro, el miedo: la conservación y reproducción; en verdad, el
cerebro emocional es el que hace operar coordinadamente al cuerpo, que en la búsqueda de su
permanencia, genera la vida –en la práctica. ¿Por qué no viven por sí mismas las
computadoras, si tienen completo software en su hardware? (se dirá porque no hay el
programa respectivo). No lo hacen, porque no tienen necesidades autónomas y carecen de las
demandas de la vida misma (conservarse y reproducirse); en la medida en que no se
desequilibran (porque realmente no existen, no se desgatan en la realización de esa vida,
como tampoco en el esfuerzo desplegado para disponer de satisfactores), no viéndose
perurgidas de actuar para volver al equilibrio como prurito irrenunciable, así también para
plantear su desarrollo.
Pero otro aspecto que deseo tratar, a propósito de lo que se viene hablando, es el
referente al conocimiento. En este punto, toda la cuestión se reduce a dos actividades:
descubrir y transmitir (“episteme” y pedagogía). La maduración de una persona, precisamente
tiene que ver con eso: con el sometimiento de la esfera del no saber al saber (colmarle de
nuevas propiedades al cerebro). Un mecanismo material que disponga de inteligencia, es
inmaduro al principio, mientras su programación lógica sea aún elemental. ¿Qué es la
conciencia en su formulación operativa, sino capacidad de tomar decisiones con fundamento?
Todo ser que se ponga en frente un objetivo (tenga una necesidad y, por tanto: voluntad), que
analice la situación y proceda, es un ser pensante. Es decir, ser o mecanismo, que
interiormente relacione los algoritmos que tiene asentados en su memoria, de modo de elegir
uno de los caminos predeterminados apropiado para alcanzar el propósito, es un ser que ha
decidido de modo intuitivo como los animales (en las máquinas, hay que programar esa
necesidad, puesto que al no reproducirse de modo biológico, carecen de deseos, ilusiones, de
hormonas o de la esfera del “amor”; la reproducción artificial de la vida humana, dicho sea de
paso, anulará en él, tales campos). Si no está contemplada la “solución” entre sus
instrucciones, el dispositivo mecánico programado, debe ser capaz de asociar los datos que
tiene almacenados, o sea, combinarlos y buscar una vía alternativa partiendo de dichos
insumos de cara al propósito y considerando las condiciones del entorno dadas, aun fuera del
entorno de la lógica grabada; en este caso: ha nacido el pensamiento.
El ejercicio esquematizado de modo lineal es: necesidad (voluntad), conocimiento
(memoria, neuronas corticales), diagnóstico (identificación de las leyes del hecho: relación
necesidad-recurso), proceder. Es verdad, que en el robot, conciencia a “lo humano” no se va a
producir (ni que se necesita, pues, ya hay tanto libro de poesía, de teatro, pinturas,
arquitectura, escultura, partituras,...), puesto que dicha esfera es producto del funcionamiento
orgánico sobre todo ligado a los roles de defensa, procreación, perdurabilidad de la vida; y, la
prolongación de la vida orgánica se logra con el miedo o con el placer (en la fase superior de
1234

la vida: con la inteligencia): los dos aspectos ligados a los sentidos. Al robot no le va a
amenazar nadie, sobre todo si se tiene en cuenta, que la forma “social” (humana) en que este
“artefacto” opere, no será aquella que es la cotidianidad en el mundo de hoy (la fase “civil”,
social, burguesa, capitalista o moderna de existencia del género). Cuando el ser humano haya
rebasado la etapa de la vida de los sentidos, se habrá negado y superado, siendo todavía el
mismo: un cuasi robot.
¿Qué es la conciencia para Ud. en concreto?
La concepción metafísica del ser humano, como se sabe, lo define a éste como la
dualidad alma-cuerpo, en su naturaleza psicomotriz somática; la visión materialista
mecanicista lo hace como somática psíquica, de cerebro-conciencia. La concepción
materialista histórico-dialéctica, si bien acepta la existencia de la conciencia, plantea que ésta
es una propiedad material, plenamente cognoscible, especifica del ser humano: ¿por qué?
Porque el cerebro humano cuenta con una capa neuronal específica (neocórtex), que trabaja
generando la conciencia a partir del mundo real, de las ideas de la experiencia (neuronas
intermedias), mientras es y actúa sobre los hechos, debido a que paulatinamente integra a la
gran dimensión espiritual, la completa naturaleza. Pero la conciencia es la experiencia en
primer lugar, la interiorización del mundo social y material (memoria: grabación del mundo);
en segundo, es el desarrollo de la abstracción en el deseo de manipulación conceptualmente
del mundo, para luego hacerlo al interior del propio cerebro.
Perfecto. Otro sesgo (y perdone la sinceridad y la dureza), que se advierte en su
pensamiento, es que se da mucha, quizá: demasiada importancia al saber aplicado,
tecnocrático. ¿No teme que esa conducta le sea acusatoria?
No entiendo señor, le ruego: ¡va a tener que ser más claro!, pues, el día ha avanzado,
se ha tenido una jornada de mucho trajín y el cerebro está puesto apunto, en este preciso
momento.
Quiero decirle, que en sus tesis hay una peligrosa inclinación hacia justificar lo hecho por
Occidente.
En efecto, en un sentido: así es. La persona que le habla, no tiene interés en quedar
bien ante nadie en el planeta entero, no desea aceptación ni persigue interés de ninguna
índole, además de ser un perfecto desconocido; en verdad, visto bien el rumbo de la
humanidad y la razón de la existencia de la forma consciente de la materia, exiguo lugar
queda para el miedo, la soberbia o la subestimación. Al respecto, puede sostenerse, sobre el
estado mental que acompaña a quién le habla, que es una especie de autosuficiencia moderada
(pero no frente a sus semejantes) la nota que invade su conciencia: parecería que uno
estuviese ubicado exactamente en el fiel de la balanza; es por eso, a la vez, que la posición
intelectual personal, es enteramente honesta.
¿Quiere que le participe rápidamente un secreto? Este trabajo me ha hecho advertir la
verdad sobre mí mismo. Por tanto, sé, pienso que sé: “quién soy, de dónde vengo y a dónde
voy”. El señor Hawking, al respecto dice: “el ser humano no tiene futuro si no va al cosmos”
(para lo cual debe realizar el proceso de su “evolución autodiseñada”). Esa aseveración es
demoledora; empero, lo sería mucho más, si el insigne cosmólogo tuviese elementos teóricos
sociopolitológicos, que le hubiesen permitido complementar su sentencia con la expresión: “si
no va más allá del capitalismo”, en referencia a aquellas personas en el mundo, que siguen
cifrando esperanzas en un sistema capitalista degenerado: en el modelo yanqui, en la
Eurozona, en el de los llamados Tigres Asiáticos (el “responsable” lo es el gran Newton:
“Física: cuídate de la metafísica”, recordará Ud., fue una de sus expresiones). A propósito, en
un programa de televisión (Mitos y verdades) se escucha decir, en tono admonitorio para la
juventud: “hay que poner la monta en las ciencias del espacio: por ahí va el futuro de la
humanidad”; y eso es cierto.
La humanidad no tiene salida si marcha por la ruta atractiva para la coyuntura, que le
presenta la cosmovisión Oriental (el empirismo especulativo, el sensualismo de la
hípermodernidad). Supóngase un escenario en el que se han superado las desigualdades
sociales, en el que la pobreza y la inestabilidad emocional son cosa del pasado; forma de vida
en la que toda persona goza de libertad y en el marco de condiciones fraternas recibe del
grupo (en el interior del cual se piensa que el sujeto todavía se mantiene trabajando) el
sustento, la protección, el afecto y el bienestar del reconocimiento, la distracción y las
1235

omas. En una realidad tal, inmediatamente se advierte, que todas estas personas ingresan en
una muy ordenada y calma etapa de hibernación recreativa, de participación, disfrute en o de
la praxis artística, respectivamente; o sea, en ejercicio de las condiciones en las que se hace
real la aspiración sobre el desarrollo multifacético del grupo y de cada persona (prescripción,
dicho sea de paso, inherente al pensamiento marxista clásico). Este modo de vida simplón e
idílico, monótono, devolvería la vida racional al estadio animal, pues, la inteligencia pasaría a
ser una propiedad prescindible, funcional; esta última, en consecuencia, ingresaría en una fase
de degradación. Ahora bien, es verdad, que también por la vía Occidental el ser humano va a
desembocar de todos modos en una etapa en la que únicamente se recapitule el saber, pero
como efecto de que la misma sería la depositaria de la conciencia total, la cual la da solamente
la visión positivista Occidental desclasada; y, respecto de lo que, todo parece indicar, que esas
generaciones coronarían la misión suprema del ser humano y la inteligencia tendría que
negarse a sí misma.
Ahora bien, sorprende constatar: cómo la casi absoluta totalidad de integrantes de la
especie humana en el planeta anda por ahí embobada, pensando en cómo institucionalizar los
llanos “estados de placer”, en cuidar la naturaleza per se. Es verdad, que quien disponga de
vehículo a gasolina en 20 años será apedreado, por así decirlo; el que coma carne será mal
visto; el que tale árboles será encarcelado. En esa conducta se expresará una de tantas formas
de rechazo al capitalismo: renovada moral, el nuevo Derecho. No obstante, toda esta nueva
concepción de la vida es falsa, dado que la misma se sustenta en actos intelectivos de cortedad
de miras, en los resabios de la idea mitológica religiosa, en el impacto negativo en el
pensamiento de la razón neopositivista lógica, tecnocrática, diferenciadora, excluyente (e
incluyente), generadora y reproductora de pobreza material y miseria espiritual. Sobre el
automóvil como tal. Este instrumento del desarrollo técnico ha sido un puntal en la escalada
prometeica de toda la humanidad, es decir, de los innúmeros subconjuntos humanos
pobladores de la tierra en las épocas postmoderna e hípermoderna. Si a futuro se descarta su
uso, puesto que gran parte de su promoción ha sido utilitaria, rentista: ¿la vida se lentificaría?
No. El Internet, las TIC y la “Telemática” en general, comunican al mundo entero en tiempo
real: realizan a la distancia sus necesidades, aunque de modo virtual. Lo dicho está ocurriendo
precisamente en Quito: las modernas formas de comunicación instantáneas, supera el
encierro de la ciudad situada entre los dos ramales de la cordillera central de los Andes; en
realidad, abre la mente de la población, la vuelve cosmopolita, en el sentido dado para la
ciudad-puerto: Guayaquil.
Revise un sesgo. Gente con poco criterio, que solamente ha vivido en el claustro de las
ciudades, magnifica el proceder de algunos pueblos ancestrales, relacionado con el cuidado o
armonía que tienen con el entorno, suponiendo equívocamente, que dichas seres son sabios,
dado que piensan que su relación no depredadora con el entorno responde a una conducta
pensada, programada, consciente (en verdad: sus objetivos, sus necesidades, la fase de
evolución humana en la que se encuentran –su “cultura”, se dirá-, no les permiten ir más allá
del tipo de uso actual, que tienen de la naturaleza; pues, es la estructura socioeconómica de un
pueblo, la que pone los términos de relacionamiento con el entorno y no la sabiduría o
racionalidad abstractas). Esta mirada ilusa sobre dicho fenómeno, no les permite entender, que
esos grupos humanos atraviesan por formas muy elementales de vida (se diría, que su cerebro
está desperdiciado, en tanto constituyen simple reserva germoplásmica de comunidades
científicas de Occidente plenamente plasmadas), sus necesidades son apenas primarias y
mitológicas; su conocimiento y desarrollo técnico son elementales; por tanto, es todo eso lo
que les lleva a vivir en “armonía” con el medio sin que tengan noción plena (claro, se puede
poner al frente de esta afirmación el conocido mito antropológico del cazador excesivo de
monos de ciertos pueblos amazónicos, reflejo del cual se sentencia admonitivamente, que una
vez muerto él mismo se reencarnará precisamente en un mono, para que pague su mala
conducta, una vez que sea objeto de la cacería de los vivos), pues, operan en un estadio ya
superado por los llamados “grupos destructores del entorno”.
Como este sector (los autodenominados “pueblos originarios”, los folclóricos light
ecologistas e izquierdosos, y cierto sector de la población citadina de burócratas, que no ve
que de los recursos naturales proviene su sueldo, los servicios y otros satisfactores como la
infraestructura vial) a lo largo y ancho de América luso-hispana por lo menos, vive en
condiciones primitivas de civilización tanto materiales como espirituales, que les hace
percibir a la existencia de modo tan simplón: como llano acto de vivir y criar a los hijos en
1236

armonía boba con el entorno natural, se levantan agresiva y fanáticamente (motivados
por mishos –mestizos- ladinos, de los cuales se sospecha que deben tener conexiones con
aquella ala del poder que desea bloquear el desarrollo de la re-neocolonias) contra la
explotación del petróleo, de los metales. Otro sector, en cambio (y no se hace referencia a
quienes sólo propenden “incorporar a la naturaleza al circuito de reproducción ampliada del
capital” –A. Sahikh), que consideran que el ser humano debe llegar a la cumbre civilizatoria
(ethos supramoderno y “valor” de usufructo –democovivencia), para lo cual se ve impelido de
proyectar el proceso de desarrollo científico-técnico hacia su concretización en la robótica y la
AI (inteligencia artificial), piensa que debe explotarse (política extractivista, peyorativamente
denominada a esta conducta) el entorno de modo (ahora sí) sostenible, es decir, eliminando de
escena los intereses del capitalismo.
Puede parecer todavía más brutal lo que se va a decir a continuación, esto es, que si el
ser humano debe destruir la Tierra con el fin de continuar el camino hacia el objetivo superior
de la inteligencia: ¡debe hacerlo! (al amparo incluso de la “teoría de la modernización
estructuralista”; el presente, es el momento en el que se enfrentan las posiciones burguesas del
progreso y el pensamiento objetivo universal y las socialistoides del contraprogreso y el
retorno a la cosmovisión oriental); al fin y al cabo este ser cuenta con inteligencia y puede,
como Colón, instalarse en otro planeta. En este punto, no se está de acuerdo con esas teorías
retardatarias: GAIA, Sistémica, etc., las que sostienen que el mundo es un organismo vivo y
que el ser humano es un parásito destructor del planeta. No es cierta esa afirmación torpe.
Tampoco el carácter antrópico de un sector de la humanidad ubicado en un momento histórico
preciso (los monopolios globales en el capitalismo –el “lado perverso de la globalización
neoliberal” y del capitalismo), puede ser considerado como “ni malo ni bueno” (la humanidad
in abstracto y su desarrollo, son un “mal matrimonio”). No es cierto: por cuanto en la
imputación se introduce en “un solo saco a todos los habitantes de la tierra”, o sea, a sectores
que no son la causa y sí los afectados, se les hace responsables del “ecosidio”; no es malo ni
bueno el proceder de ese sector dañino frente a la naturaleza, puesto que el precio que debe
pagar la humanidad para cumplir su objetivo superior (no hedónico, lúdico, proto racional),
sea ese.
Visto coyuntural y ligeramente el episodio de la tala de árboles por parte de los
inescrupulosos empresarios rentistas, extractivistas de madera, destructores de bosques y de la
biodiversidad, el episodio aparece como burdamente criminal. Dan ganas de salir a dar cacería
a tales asesinos indirectos de la humanidad. Sin embargo, una mirada más precavida de la
mezquina, egoísta y cínica conducta de estos bípedos crematísticos, advierte que en su
inconsciente y oportunística acción opera el designio de una determinación: cumplir una
función clave para la evolución de la racionalidad, esto es, empujar el desarrollo de la ciencia
y de la técnica (y este desarrollo no está al margen del incremento de las necesidades, como
del vegetativo, de la población): el dominio humano del mundo, precedido por la acción de las
leyes económicas de producción, acumulación, concentración y centralización de riqueza
social. Los empresarios antrópicos de la madera: no saben de esta maldad (tanto como los
defensores de la naturaleza per se, desconocen el lado positivo de la misma, puesta en
relación con el sino elevado de la raza); en consecuencia, hay que considerar el hecho de que
sería más grabe que los árboles se hallen de pie, que la naturaleza yazca intocada y el ser
humano bobo se vea reducido a llevar “por los siglos de los siglos” una existencia simplona,
animal, provisto tan sólo de lo elemental.
Sobre estos temas, los evangélicos se comportan muy racionales, lógicos (claro,
dirigidos por el pensamiento bíblico y montados en el interés de lavar cerebros de modo
oportunista). “Una rata es un cerdo, es un perro, es un niño”, sostienen que aseveran ciertos
ecologistas; con esa afirmación los ecologistas “elevan a los animales al nivel humano y
rebajan al ser humano al nivel de los animales”, dicen los evangélicos. Continúan en su
recusación: el ser humano tiene “alma: mente, emoción, voluntad; espíritu tiene solamente el
ser humano; el cuerpo es el mundo animal del ser humano, el alma es la razón, y el espíritu es
lo que está sobre su cabeza”. Finalmente concluyen: “quienes se oponen y desean suprimir el
consumo de carne, primero deben ir a protestar frente a los leones en el Africa”. En realidad,
el ser humano ha dejado de ser animal y debe dejar de ser “ser humano” (ser tan sólo
racional), para elevarse a “ser divino” (o a ser integrado a dicha condición). En suma, hay
necesidad de defender a la naturaleza (plantas y animales), pero con el objeto de sostener las
condiciones adecuadas de la “vecindad”, base del bienestar de la reproducción humana. Si
1237

algún ecologista se digna leer estas páginas, ahora el justiciero señor defensor de los
“derechos de la naturaleza” dejaría libres a los taladores y tomaría del cuello a quién formula
estas ideas tachándole con las más virulentas y sancionadoras expresiones.
Respecto del mañoso talador nuevamente. Es recusable su conducta de afectación a la
naturaleza tanto más, cuantos árboles de centenares de años caen en las fauces de la
maquinaria del capitalista emprendedor en unas pocas horas: da pena, da iras. ¡Qué se han
creído estos imbéciles, que por hacer plata, para satisfacer el consumismo inducido y vivir a
sus anchas, han puesto en peligro la vida de la especie toda? ¡No hay derecho! No obstante, la
industria de la siderurgia, del cemento, de los muebles, etc., no han hecho mas, que coadyuvar
en la aglomeración de cerebros en las ciudades, en la creación de las mejores condiciones para
que se lleve adelante el proceso de concentración urbana, o sea, la promoción de la también
denostada hiperurbanización, fenómeno que a la postre ha dado lugar al potente cerebro
colectivo productor de bondades y maldades, pero que al final ha hecho girar la rueda de la
historia en sentido racional, prometeico. Y eso: ¡tiene su incontestable mérito! Por otra parte,
podrán parecer antimarxistas estas expresiones; en verdad, se supondría en ellas una nueva
forma de apología sobre la conducta de control por parte del ser humano sobre el entorno,
según régimen de valorización. La recusación respecto del capitalismo es pertinente ahora,
cuando ya la humanidad lo ha sufrido, en circunstancias en que este sistema ha dado todo lo
de sí, en momentos en que amenaza con arrasar innecesariamente con la humanidad y sus
condiciones materiales naturales de sustento, sobre todo en vista de que una forma superior de
organización de la especie está lista a tomar la posta y entregarse a formar el cuadro de
realización de las nuevas metas de la razón.
Ahora bien, de similar modo como hoy es normal promocionar la homosexualidad
(esa monstruosidad contaminante) con los llamados a los “homofóbicos” (¡bah!) a ser
tolerantes, se critica (y por boca de antiguos marxistas) la fortaleza de la personalidad que
reside en todo individuo maduro, o sea, su tendencia natural a querer imponer reglas a la vida,
tal como si se tratase de buenos evangélicos. Se exagera y se afirma, que los viejos quieren
que todos los seres humanos sean iguales, e iguales a lo que son ellos. Esta crítica es
deleznable; ella, adolece de carácter concreto, pues, como se sabe, en una sociedad escindida,
los modelos de personalidad son de clase y no responden a ninguna urgencia voluntarista
impositiva. Además, hay un estilo de personalidad que representa el porvenir y que ha hecho
pie ya en el seno de la propia sociedad capitalista, el cual se opone al criterio pequeñoburgués
de la “diversidad”, de la “alteridad”, y que va a ser afincado para amargura de tanto seudo
teórico de la actual sociología Light. El ser humano ontológica y teleológicamente es uno
solo: debe sentir y operar de forma similar; de lo contrario se podría pensar, que la estricnina
–por ejemplo- (como arguyen los homeópatas cursis, sobre exagerando la singularidad, la
individualidad) haría diferentes efectos en los individuos, de análogo modo a cómo la realidad
capitalista y sus “desconocimientos” producen baratillos nihilistas de ideas en la conciencia
de los sectores materialmente dominados, conciencia de quienes se halla invertida por la
cámara negativa de la diferenciación social. En efecto, quién no está persuadido de que la
concepción burguesa de los hechos se estatuye a partir de su propia visión ideológico-teórica,
de su coherente sistema categorial, de sus métodos, técnicas, instrumentos y selección del
material empírico (del “objeto real” mismo, como lo arguye convenientemente Pierre
Garnier); que, por tanto, fuera de los intereses: no puede haber concepto alguno; por lo cual,
todo el sistema productor burgués (positivista) de pensamiento en el ámbito social, humano,
debe ser desechado, a efecto de producir la elucidación objetiva de la realidad.
Los seres humanos copulan, comen, piensan, gozan todos de inteligencia
indiferenciada en la entera extensión del globo. La manía estriba en querer ver diferencias
objetivas, que tuvieron su razón en un momento histórico, y fomentarlas, poniendo como
moralmente saludable, como una “riqueza” a dicha diferenciación formal; pero el capitalismo
les ha dado en la boca a toda esta gente al haber homogenizado de una vez y para siempre a la
humanidad, en efecto, ad terrorem lo ha hecho, y de algún modo lo sigue haciendo. La
especie, para desilusión, desolación, de tanto neofolclórico parroquiano de la “diversidad
cultural”, que pasea por el mundo, es una sola. A la fecha, virtualmente el mundo es de todos;
por tanto, carecen de sentido extraeconómico, los movimientos migratorios.
Ahora: quién parece no entender soy yo.
Eso, se puede arreglar. Mire Ud.: el capitalismo imperial también es una “boa
constrictor en cuyo seno parece anidar el amor”; esta modalidad histórica de organización
1238

humana ha destruido todo, ha vuelto groseramente malos a los seres humanos, paralelamente
ha construido la colosal experiencia científica y técnica portento de la razón positivista
“medio-fin” (empero: el ser humano es bueno por naturaleza; un niño: no nace peleando). Las
tesis del “buen vivir”, el rescate de formas de vidas pasadas, la diversidad cultural, etc., son
pura bagatela. Estas aspiraciones se oponen a la razón instrumental de lucro y persiguen darle
muerte. Ahora bien, lo más inquietante de todo, es que este sorprendente discurso anti
antropocéntrico empieza a tener soporte material en los movimientos sociales neofolclóricos,
cuya conducta confirma los temores de Hawking.
De manera que, si se tendría que elegir –puñal en el pecho, desde luego- entre
capitalismo abominable y colaboracionismo igualitario anquilosante, habría que definirse por
el primero (esto es, abdicar a aquellas posturas neofloclóricas, que rechazan el uso de recursos
por parte del sistema burgués empresarial tildándolo de “extractivismo”; ya en el Ecuador hay
cantos de sirena sobre que el país debe convertirse en una “potencia ecológica”, en la misma
perspectiva miope de un planteamiento anterior sobre “el Ecuador como potencia cultural”);
no obstante, habría también que resistir a las secuelas de la competencia y a la
monopolización a la manera socialdemócrata: a las guerras, a la producción y venta de armas,
a las estructuras económicas montadas sobre el narcotráfico, a los sistemas políticos
guerreristas de violación de la soberanía sustentada en mentiras (caso Irak), o sea, resistencia
a la estrategia imperial estadounidense de dominio del mundo. Dicho sea a modo de
digresión, sobre estas élites criminales que hacen que la suerte del mundo penda de un hilo
(de sus desquiciadas decisiones): en torno de estos individuos desalmados, cobardes, que se
protegen en y pagan con la vida de los otros, sin moral, han escrito mucho investigadores
como Noan Chombsky, James Petras, Hans Dietrich, Norman Mailer, Michael Moore,
Eduardo Galeano, Susan George, René Báez,...; o sea, sobre la personalidad morbosa de los
mandamás de “Estados canallas”, “patanes”, de “capitalismo de rapiña”. Fíjese Ud.,
analizando la personalidad sicopática de estos criminales que gobiernan a sus anchas el
mundo (Bush, Cheney, Rumsfeld, Powell, Risse,... y más desquiciados, retardados mentales),
se advierte cuan ingenuo, falso y torpe es el planteamiento de Huntington sobre el “Choque de
civilizaciones” (la Yihad contra Occidente, es un hecho superficial, pues, detrás está la lucha
entre capitales bancarios y los de la aseguranza).
En realidad, como sostiene Víctor Ego Ducrot en su opúsculo: Estalló la primera
guerra global entre las corporaciones financieras, la caída de las Torres Gemelas, los
problemas con Bin Laden, el conflicto en Afganistán, las acciones agresivas del sionismo en
Medio Oriente, nada tienen que ver con la lucha entre civilizaciones, religiones o ideologías
contrapuestas, sino mas bien tienen su origen en intereses de carácter económico que
obedecen a la geopolítica de las grandes corporaciones financieras mundiales. Ahora bien, es
preciso pensar en el hecho atinente a que: si el capitalismo es el artífice, en buena medida, del
impresionante nivel de racionalidad en el que se halla colocada al momento la especie por
término medio, otras dimensiones de la existencia humana tomada en sentido histórico como
las religiones, los pensamientos míticos y la concepción idealista de la vida en general, en
cuanto percepciones que han sostenido la contradicción y en tanto el Materialismo y la ciencia
han debido mantenerse vigilantes, han catapultado a la humanidad cada vez más hacia la
comprensión objetiva del mundo (no se olvide, que Marx es producto de la historia, del
capitalismo, de una clase –tanto de la burguesa como de la proletaria). Maldad (capitalismo,
Idealismo) y bondad (política obrera, Materialismo): a partir de Heráclito, de Hegel y de
Marx, de ese modo se desarrolla la conciencia: progresivamente Dios se hace. Por otra parte,
en Ecuador (y no sé si también en otro lugar del planeta) hay algunos neofolclóricos
imberbes, que programan salir el mes con 5 dólares estadounidenses, en la medida en la que,
para el efecto rescatan formas elementales de vida pasada; como los roqueros y los súper
tecnológicos: ¿son negativos unos y otros para el movimiento progresivo de la historia? Sí y
no. Si, en vista de que los primeros pretenden detener el progreso prometeico; los segundos,
en cambio, desorganizan y fetichizan a la humanidad; pero debido a que hay una acción
recíproca entre ellos, la vida se tonifica y sigue el curso requerido.
La etapa burguesa de la existencia humana –como es bien conocido- ha sido de intenso
trabajo (lo cual no quiere decir, que en otras formaciones sociales no haya habido dinamismo
y progreso); la citada, en cierto modo ha normado el comportamiento humano, incitándola a
comprender los sentimientos y a controlarlos (“buena costumbre”, que en la era posmoderna,
se ha dejado de lado, con el ascenso de todo tipo de relajación); por lo mismo, los jeques del
1239

capital en su interior han criticado furiosamente al descanso, a la contemplación, a la pereza, a
la inversión de talentos en el arte, a la desidia por el ahorro y la inversión. Es verdad, que en
la fase, solamente contados individuos estructurantes del poder podían tomarse la libertad de
“malgastar” el “tiempo”, pero esa conducta era medial también de los conciliábulos, del
lobby, en los que se hablaba de negocios. Esta holgazanería “productiva” asociada con un
muy reducido estrato privilegiado de la población, a futuro pasa a socializarse, a ser
patrimonio de toda la humanidad: la vagancia va a ser norma incluso de moral, pues, el
colectivo utilizará mucha vida en el disfrute, por un perentorio momento, de las obras de arte,
de los paseos, del picnic...
Finalmente, a la fecha (2012) se pueden hacer ya evaluaciones en torno de la veracidad
empírica de las hipótesis lógicas prospectivas, que ciertos estudiosos de izquierda y derecha
formularan sobre el devenir global de la historia. La onda tecnológica que se iniciara con la
consigna “copiar y mejorar” nipona (modelo toyotista), continua en todas las esferas
productivas y humanas, con lo cual se cierra la opción de emergencia de la fase de ascenso de
una nueva onda kondratieff (si alguna vez hubo algo parecido); el mentado choque de
civilizaciones occidente-musulmán propuesto por Huntington, no se ha producido; y, la pugna
de EU por imponerse como imperio por la fuerza anunciada por Hart y Negry, tampoco tiene
cabida (el desarrollo desigual al interior de la esfera monopólica del capital conducente a la
creación de una estructura geoeconómica “policéntrica” –los BRICS-, pero sobre todo con la
emergencia de la CELAC, queda cerrada toda posibilidad de formación imperial de la
humanidad). Las crisis europea y estadounidense, al presionar por la aplicación de políticas de
orden neoliberal (desactivación del Estado de Bienestar, recorte de puestos de trabajo,
eliminación de la política social, reducción de la carga tributaria sobre las rentas del gran
capital), aceleran el fin de ese modelo: el choque continua dándose entre acumulación y la
sobrevivencia masiva de la población; la humanidad ingresa en una coyuntura nominada de
varias maneras: revolución ciudadana, socialismo del siglo XXI, keynesianismo
postneoliberal o simplemente transición, como se lo prefiere designar en forma personal a la
coyuntura en curso; esto es, proceso de eliminación de los extremos económico-políticos y de
formación de una sola “función de onda” media: estuario que se dirige raudo hacia el
delineamiento de mosaicos de vida prometeico-espirituales.
Pero: ¡esa postura es monstruosa!
Según el ángulo a partir del que se lo mire. Más anormal es sacrificar impúdicamente a
la inteligencia y a la razón por alcanzar el bienestar lúdico, hedónico, folclórico. Pero, que se
entienda bien: de ningún nodo se propone prematuramente el sacrificio de Afrodita por la
mano de Atenea; en la actualidad se puede avanzar por el camino de la razón aladeando el
capitalismo (ese capitalismo que en esencia está muerto, y que tantos aportes ha dado a la
humanidad como sistema progresivo). La historia registra el hecho de que ciencia y placer no
son prácticas intercambiables: o se siente, o se piensa; o se sobrevive y se vive, o se cavila y
se muere de hambre; al respecto: se dirá que éste, es un pensar extremo. El capitalismo ha
ofrendado a la humanidad el colosal aparataje automatizado de producción, que debe, que va
a ser usado por ésta a futuro: no para conferir rienda suelta a sus sentidos por supuesto (sería
terrible poner a un robot a hacer poesía, puesto que incluso el mundo anda ya atiborrado de
los productos de tanta afición ilusa de este tipo y afines), sino para viajar por las estrellas. La
salida al conflicto está, en que no se debe permitir, que el capitalismo siga haciendo de las
suyas, como tampoco que el “nuevo orden mundial” mate la ciencia y la técnica. Hoy, como
no lo fue antes, es posible que la humanidad siga su curso racional, concluyendo la obra de las
luchas proletarias pasadas, esto es, recluyendo cada vez más, finalmente, al capitalismo en el
estercolero de la historia. Ahora bien, esto no es más, que un planteamiento retórico. La
realidad pondrá las cosas en orden.
El capitalismo a modelado la mente y ha regulado la conducta de toda la especie a
imagen y semejanza de su clase principal: nadie puede abstraerse de la impronta de esta fase,
positiva y negativa a la vez para la historia, en razón de la índole dialéctica de la existencia.
Por ejemplo, ha vuelto noble la “profesión” de la prostitución; esta última conducta, cesará,
luego, si tanto la fidelidad como la monogamia pierden sentido, esto es, si despoja de su
aureola de “valores” necesarios en la esfera económica y sensorial humana presente; lo cual
quiere decir, que la forma clasista de organización de la especie, tendría que pasar a figurar
como supuesto. El sistema en mención ha promovido el desarrollado de las categorías del
pensamiento positivista fetichista; verbi gracia: las de espacio, tiempo, “energía”, como
1240

sendas nociones destinadas a explicar la realidad, tanto en la esfera empírica como en la
teórica (Física Teórica); estos términos nominan, dicho sea de paso, seudo realidades, son
simples categorías idealistas. Pues, el espacio: no existe, dado que el mismo, “es la condición
de existencia de todo”; tiempo: es el reflejo subjetivo del movimiento de la realidad;
“energía”: es tan sólo masa según una forma específica de movimiento. Sin embargo, el
sistema formalmente todavía imperante, ha inducido el desarrollo colosal de la ciencia y de la
técnica. A propósito, un entrañable amigo del fulano que ha garabateado las infidentes
especulaciones que contienen el documento que ha motivado esta entrevista, sostiene que
Newton se creía tal, por haberse sembrado en los hombros de los grandes (claro, para él,
solamente habían dos grandes: Galileo y Descartes; y, únicamente dos, en la medida en que su
carácter de clase y su adscripción científica positivista, le condujo a pronunciarse de esa
forma); Einstein, en cambio, se anota de nuevo, se dice que sostuvo, que él era el resultado del
requerimiento histórico, cuando en el rompecabezas de la ciencia, le hacía falta una pieza.
¿De qué se habla, sino del moderno sistema de mercado?
En verdad: ¿Ud. encuentra lado positivo en el capitalismo?
Generalizando la cosa: uno de los méritos que en los sistemas humanos de explotación
y dominación, los pueblos pueden rescatar (y este hecho debe haberlo ya reconocido y
planteado alguien), es que los mismos han provisto de preocupaciones trascendentes por sobre
la esfera cotidiana, de cohesión y ocupación racional, y de conciencia a varias comunidades;
en efecto, las ha sacado de la simple mitología, del folclor y del erotismo (de la explosión de
los sentimientos) a varios subconjuntos humanos en la historia (al fin y al cabo, frente a la
guerra, no tienen pertinencia la comida opípara, la danza, el coito, el arte; generalmente, la
vida de muchos investigadores en ciencias, ha sido una auténtica “huelga de hambre” y sequía
sentimental). Pero, además, nuevas personalidades heráldicas se han levantado para conducir
a dichos grupos frente al poder de la opresión, de la conquista, de la hegemonía, de la
ignorancia (en las faenas: la diagnosis objetiva, la estrategia, la disciplina y el esfuerzo,
cobran vida). Como es bien conocido, algunos de ellos fueron: Espartaco, Cristo, Barrabás,
Marx, Lenin, Rumiñahui, Tupac Catari, Tupac Amaru, Manuela León, Fernando Daquilema,
Fidel, Jorge Dimitrov, Rosa Luxemburgo, el Che, Marulanda, Reyes.
El atributo que se cree es específico del capitalismo, es que el mismo ha entregado el
fuego del saber funcionalista y de la robotización a la humanidad: la ha unido en una sola, la
ha homogenizado, la ha dotado de la forma más alta de razón práctica, utilitaria, sobre la cual
cursa la fase neoprometeica actual. Hablando en oro: no tiene sentido que la humanidad se
dedique generación tras generación a repetir eternamente el ciclo inherente a nacer, crecer,
reproducirse y morir, en el marco de la novedosa contribución de la razón y de las luchas
dadas en la instauración de las condiciones de igualdad, fraternidad y libertad marxista, o del
llamado “socialismo del siglo XXI”. En una palabra, ese sería un hecho insufrible, una
bofetada para la inteligencia, pues, ésta está para afrontar grandes, pero muy grandes desafíos
(desafío de alcanzar la plenitud), los cuales se hallan en el cosmos, en la ciencia, en el
conocimiento; para convertir al ser humano en Dios o en Demonio, según se crea. Por fin, el
arte en la “sociedad” superior, pasará tan sólo a desempeñar funciones pedagógicas: los
documentales, las representaciones de episodios esenciales de la historia.
En concreto, si no fuera por la guerra y el capitalismo, la humanidad seguiría en la fase
“termita” de su vida, pues, si tanto el capitalismo como la guerra (y la guerra es una
determinación real anterior a la más concreta actual: el capitalismo, la que ha sido cooptada
por esta última) son hechos denigrantes, los mismos ponen el motivo para el ejercicio de
la inteligencia, una vez dadas las condiciones –las que existen independientemente de la
conciencia y la voluntad- para su realización; no obstante de modo sectario por ahí se sostiene
que la creatividad es tan sólo propia del arte. Es molesto decirlo: se recibiría todo tipo de
censuras al hacerlo y se aprovecharía dicha aseveración para denostar una vez más al
marxismo o a cierto tipo de marxistas, por parte de otro grupo de marxistas; sin embargo,
reconocer los hechos, significa comprender cómo la propia realidad sin proponérselo ha
encumbrado al cerebro tendencialmente hacia la cima de la racionalidad, la cual ha gozado del
favor de determinados ecos de conciencia, que han dado forma al proceso, lo ha optimizado y
dirigido. Estas: ¿son nuevas ideas? Por su carácter: sí. Por qué se las plantea. Se ha dicho que
las “nuevas” ideas son síntoma de locura, de tontería, de barbaridades; luego, en la cordura
radicaría el límite, sin que por eso la imaginación sea realmente un dislate: se divaga, se
divaga y su substrato se anota, se pone por escrito; ahora bien, debe clasificarse a los
1241

devaneos en buenos y malos, en el sentido de que se sustentan objetivamente o no y si los
mismos detentan personalidad.
En todo caso, entre un empresario y un poeta (los dos especímenes adolecen de
desajustas de personalidad, y aunque los dos se volverán sensuradoramente en contra de esta
sentencia, como ya, en efecto, se ha procedido), en los dos se fija la condición dialéctica de la
vida social, o sea, el carácter alienador y la sensiblería de parte de su naturaleza, y el
edificante Prometeo como el que entretiene y alegra la existencia inserta en la otra parte o
mitad. Los dos polos hasta un momento del proceso histórico tienen sentido y deben ser; si
bien el segundo aspecto de la contradicción: el de la sensibilidad, pervive al adquirir
importancia como estado de afirmación humanista, al fin los dos se anulan e conjunto, en un
juego que no es de transformación recíproca de polos, sino la cesación completa de su
naturaleza conjunta y función. En él un caso, por cuanto la tarea del trabajo ha pasado a las
máquinas, no quedando sitio ya más para la explotación; en el otro, porque la conciencia ha
madurado como efecto del desarrollo de la esfera de reproducción material de la vida, en la
que las distracciones comunes de la cotidianidad se vuelven fútiles, vergonzantes, ridículas,
frente al nuevo carácter y propósitos (el viejo es práctico, poco sentimental, de elevado status
espiritual).
Su opinión sobre el pensamiento “eurocéntrico”.
En lo personal no se va a rechazar el saber europeo, tachándolo de “eurocentrismo”;
tampoco se va a aceptar el saber Oriental o indígena (en ese sentido se está en el andarivel
opuesto, se piensa: siempre a partir de la vertiente de izquierda marxista, por ejemplo, al del
profesor Aníbal Quijano). El saber europeo, que es un producto histórico-estructural del
proceso ascendente de la humanidad (ingenuo, no dirigido en un principio, según este punto
de vista), es la más poderosa arma de la mente con la que cuenta la humanidad, aún en su
versión positivista, por tanto, sin condescendencia alguna se lo recupera en su faceta
instrumental, claro: con cuidado, para no quedar a meced de la trampa ideológica subyacente;
mientras que al saber ancestral andino en este caso, se lo respeta, valora, pero no se lo asume.
Bienvenida sea la cosmovisión europea (y en ella se incluye al marxismo), pues, es el
pensamiento lógico de Occidente el que me ha abierto la mente y con esas botas es con la
cuales creo haberle propinado un puntapié a los propios europeos, a los gringos y a los
nipones. Además, la persona que le habla ya no es “el verdadero eslabón perdido entre el
simio y el auténtico ser humano” (el posthumano) como lo asevera Conrad Lorenz (el
biólogo, no el economista marxista, creador de la curva de la distribución perfecta), pues, he
logrado superar en gran proporción la emocionalidad y burlar el determinismo histórico-social
de la ideología y comportamiento provenientes del capitalismo, y me identifico, como
marxista, con el “nuevo ser humano”, al menos a nivel ideal, porque me encuentro fuera de
época.
Ubicándose en el tema. El “eurocentrismo”, no es un hecho homogéneo; el mismo es
un sistema de concepción, como se sabe, tanto como un método y una praxis, en el interior de
cuyos aspectos coexisten y luchan perspectivas antitéticas: la conservadora y la anti
stablishment. Quienes buscan por todos los medios desembarazarse de su hegemonía, suelen
practicar acciones de impugnación no concreta sobre tal forma de vida, es decir, sin avanzar
procesos de “intervención epistemológica” en el seno de esa corriente, a fin de separar los dos
tipos principales de ideología suyacientes. A continuación se procede a rechazar a la
concepción histórico-dialéctica del marxismo; dogmatismo que, según se dice, colonizó el
pensamiento político latinoamericano, marxicisando el análisis de la realidad con los
conceptos economicistas de “clase”, modos de producción y socialismo, por sobre las
determinaciones reales de comunidad, cultura, moral, diversidad, identidad, etc. En lo
personal, por ejemplo, se acepta parcialmente las posiciones ideológicas gramscianas, verbi
gracia, pues, allí se sostiene, mutatis mutandis, que cualquier sujeto en cualquier momento,
dado que se prioriza, unilateraliza la praxis, la dialéctica histórica, puede hacer la revolución;
en realidad, la referida es una corriente que no tiene en cuenta la dialéctica objetiva que define
el momento y el tipo de intervención humana posible: la coyuntura en el desarrollo de las
fuerzas productivas y si existe o no el actor de la historia (“hay que construir discursos para
construir actores y viceversa”, suele decirse). Y un representante prominente de esta escuela
es N. Kohan.
En la impugnación al tal objeción, no se considera el hecho de que esa “exagerada”
utilización formalista de las categorías del marxismo revolucionario europeo, hizo ver en
1242

principio su realidad a los pueblos hispanos, como también que había otras esferas de análisis
en su vida, que debían tenerse en cuenta para completar el proceso de inteligibilidad de las
formas de vida americanas. Por otra parte, se descarta el gran aporte material y espiritual, que
ese pensamiento ha dado a la humanidad toda y a las comunidades amerindias en particular; el
mismo pensamiento sociológico latinoamericano en “construcción” se ha especificado,
diferenciado y ha adquirido (quizá) carta de ciudadanía, al tener como supuesto y como
contendor al pensamiento europeo; y que su lucidez y desarrollo es obra de la disposición de
las premisas del saber europeo. En Física, Química, Biología, Medicina, Cosmología,
Genética: América Latina preneocolonial, ¿ha dado algo? Se pierde de vista ese impresionante
aporte civilizatorio, por priorizar el carácter positivista, pragmático, tecnocrático, de
explotación/dominación y de afectación a la naturaleza al que ha estado supeditado, al que se
ha sometido y que ha provocado el desarrollo de la ciencia y de la técnica, en su orden.
Chovinista, sectariamente se piensa generar una concepción y método propios de
estudio de y sobre América Latina, para comprender su realidad, formularse la meta y diseñar
la estrategia, como si existiese una abismal diferencia a nivel del intelecto entre grupos
humanos en la etapa histórica presente, en similar consideración al hecho de que en los
amerindios debe dotarse del particular concepto de la vida, de los alimentos y un propio
sistema digestivo, que se diferencien de los europeos. Se imputa a la colonización marxista
del pensamiento el “fracaso” de la lucha social, como si el problema fuese simplemente de
ideas; como si la realidad no operase sobre la mente reflejándose en ella, como lo hizo
Mariátegui. Todo mundo, en el seno del pensamiento sociológico, politológico, antropológico
americano, despotrica y quiere separarse del pensamiento y modo de ser europeo: Marini,
Quijano, Frank, Bartra; pero al intentarlo se enfrascan en una parafernalia culturalista, que
para darle algo de sentido, se deben evaluar esos devaneos recurriendo al tan denostado
eurocentrismo marxista.
No obstante, el centro de la denuncia y el temor sufrido respecto de la coerción de la
“unidimensionalidad” por parte de Marcuse, por ejemplo, a principios del año 2011 se está
haciendo realidad en el forcejeo social experimentado en la llamada Media Luna árabe; este
atavismo, sin embargo, es el defecto máximo y el presupuesto de la negación de la forma
social que lo produjo y de apertura de la nueva. En las ciencias sociales, primero existe el
nacimiento y luego la concepción, se ha dicho, en palabras opuestas a Descartes: existo, luego
pienso (esta idea evade el simplismo que concluye, que los episodios del Norte de Africa,
expresan “el cansancio sobre la figura de los dictadores). Para encontrar la trama en una
coyuntura compleja (como la de la zona norafricana), se debe acudir a los principios de la
teoría general inherente a la Economía Política (no al constructo categorial de la Física
Cuántica, esto es, a la complejidad y a la indeterminación, para abordar la conflictualidad
social denominada “desarrollo desigual y combinado”, sin determinación), una vez que la
apreciación no puede darse con base en la interpretación de datos empíricos, puesto que la
realidad todavía se halla en proceso de gestación. Estos útiles teóricos son: la teoría
neoimperial (disputa de zonas de influencia), los factores geopolíticos (putsh por renovar la
conducción estatal, en sentido combinado reaccionario/progresista), evolución dispar
amalgamada de acción recíproca de formas de vida, condicionalidad ordenada (la tendencia
hacia la unidimensionalidad), el trasfondo de procesos articulados internos y externos, en
medio de los cuales se realizan los primeros y el patrón general de la historia.
En esencia, es la refriega por controlar la Media Luna árabe, para sostener al principal
regimiento armado estadounidense: Israel, lo cual mantiene el domino garante del control de
materias primas estratégicas y de mercados, frente a las pretensiones de chinos, rusos e
incluso europeos. La irrupción de razones ideológicas musulmanas, como invitados
reaccionarios al combate, no son fundamentales (en efecto, las proclamas no aluden a Alá); la
crisis y la deficiente distribución del ingreso y las deterioradas condiciones de vida de la
población, se expresa en la reacción de los pueblos, en unos casos, en contra de las
monarquías afectas a Occidente, y de manipulación por parte de Occidente para el alzamiento
contra gobiernos que no se han alineado totalmente con la política internacional de EU (la
frase persuasiva clave ha sido “lo que vale para Egipto, vale también para Irán”). La salida va
a ser socialdemócrata, esto es, afianzamiento de la democracia y definitiva occidentalización
de la Zona (y eso está ocurriendo también en Cuba). Y, evidentemente, esa es la forma en la
que se realiza el patrón de homogenización necesario para la humanidad, en épocas de
globalización y unificación del género. En suma, es un suceso de cambio de formas de
1243

organización de la humanidad a imagen y semejanza de la sociedad que domina en el planeta,
como un paso a través del cual se decanta en las bases sociales los supuestos de la “época
cambiada”, pues, la socialdemocracia (capitalismo regulado) es la vía intermedia y la única
que queda expedita al momento, que sirve de puente mediante el que las fuerzas productivas
en su estadio concreto de desarrollo se ven cara a cara con la economía solidaria.
En todo caso: ¿por qué asumir posiciones foráneas y no las propias?; ¿cuál es la base de
dicha conducta?
Ella: no es gratuita, obsecuente o producto de haber recibido en los genes la tendencia
a arrodillarse y a asumir la ideología del colonizador o del poder exógeno, en este caso:
europeizante; en verdad, la conducta personal en materia de la forma consumada de
pensamiento, es racional, en exceso. En efecto, a la mente de la persona que le habla, han
llegado las fundamentales tendencias del pensamiento: las religiosas cristianas en sus
vertientes católicas y evangélicas; la filosofía o teología orientales: islamismo, judaísmo,
budismo, sintoísmo, taoísmo; la filosofía Occidental greco-romana y nórdica europea; la
concepción andina, maya, y, por supuesto: el marxismo (materialismo dialéctico,
materialismo histórico y lógica dialéctica). En el último caso, se tiene referencia sobre el
trotskismo, la idea Juche de Kim Il Sung, de Posadas; el comunismo prosocialimperialista
soviético, el gramscismo, la teoría de la praxis frankfurtiana, el neomarxismo, el maoísmo, y,
evidentemente: el marxismoleninismo. En economía: se conoce de teoría económica
convencional en sus enfoques clásico, neoclásico y regulacionista, y, naturalmente: la
economía política marxista. Lo propio ocurre en Filosofía, Sociología, Politología,
Antropología, Cosmología, Historia, Epistemología, pues, se conoce las principales escuelas
y, sobre todo: el enfoque marxista. Según análisis comparado, la persona en uso de la palabra,
ha optado por el marxismoleninismo a consecuencia de contar con saberes referenciados, por
conocimiento de causa, por efecto de un movimiento de racionalización pormenorizado, esto
es, como resultado de esa conducta que busca apuntalar en firmes razones las convicciones
personales. De manera que no estoy dispuesto a tolerar críticas contra una postura de praxis
racionalista, iluminista y prometeica, de lucha revolucionaria y de forja de la sociedad
comunista como filosofía de vida, por parte de neófitos.
Según su punto de vista sui generis, el capitalismo está muerto; lo que equivale a decir, que
la época ha cambiado y que esta nueva cualidad, a la cual la otorga características
potenciales, lentamente se va concretizando a través del movimiento de una fase que la
denomina con el término común y sencillo de “transición”. ¿No cree que una concepción
tal, es la aventura en persona?
No es un impromptu de carácter personal tal aseveración. Incluso la intelligentzia de la
derecha intuye el hecho, pues, con mojigatería, eufemismos y dubitación, se refieren a los
cambios dados en la especie con términos como: cambio de época, época de cambios,
sociedad posindustrial, economía del conocimiento, era de la espiritualidad, posmodernidad,
hípermodernidad; obviamente, en este sector jamás se habla de cambio de formación social.
Los evangélicos sostienen, que el futuro es la continuidad del presente rumbo a la perfección,
siempre que se acepte a Cristo, y al hacerlo: Cristo ha venido por segunda vez; esta, sin
embargo, es una parcial verdad (si se deja de lado, por supuesto, el carácter mitológico de la
idea), pues, a la misma le falta el componente verdaderamente esencial: la discontinuidad, el
salto, en la medida en que la superioridad (el avance hacia la perfección) respecto de una
etapa anterior, radica en su diferencia cualitativa respecto de ella. En este punto, huelga
recalcar, que también la izquierda se ha quedado rezagada, pues, no admite ningún cambio de
importancia en la sociedad: de “paradigma”, se diría; a lo sumo, por allí se rumorea, que el
mundo actual recorre una subfase al interior del propio capitalismo y de la etapa imperialista
(dicho dictamen lo hacen porque, como dialécticos, no pueden negarse a reconocer el
movimiento de la realidad y de la historia) a la cual denominan neoimperialismo o
capitalismo tardío.
La “transición” es una fase histórica legada a la especie por la actuación revolucionaria
del proletariado, cuyo papel tuvo efecto sobre el mundo y la humanidad toda, puesto que para
entonces ya ésta se había “globalizado” (en ese sentido, la división del planeta en dos bloques:
Oriental y Occidental en sentido geoeconómico-político, era un hecho simplemente formal).
Como refiere un insigne abogado y economista ecuatoriano: “el mundo vive hoy una colosal
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evolución a espaldas de la humanidad, sólo comparable con la cristiana o la liberal, que la
induce a cambiar todo desde sus cimientos, como único sino de su existencia”. En cierta
manera, a la circunstancia hay que advertirla como el efecto de triunfo sectorial y episódico,
perentorio (el ex Bloque Oriental), de la razón sobre las determinaciones de las estructuras
inconscientes de la vida. En el proceso, todas las formas y los contenidos respectivos que
sirvieron de sustento o que fueron sus manifestaciones en la época burguesa plenamente
desplegada, empiezan por desmontarse; este es un hecho en modo alguno dado de forma
espontánea, pues, el mismo responde a la acción de la impronta legada por la lucha política
proletaria al género; para citar un caso muy bullado: muchas mujeres que se preocupan por
estudiar el fenómeno de progresiva desactivación del “dominio de género” a su sino
emparentado: su liberación, concluyen que su nuevo status es resultado de su sola lucha, de la
provocación de cambios culturales (en la cabeza, nuevamente ad terrorem) en los machos
humanos, al margen de las determinaciones de la historia; empero, dicha “conquista” es el
resultado de ese legado (lucha de clases) y del desarrollo de las fuerzas productivas
modificadoras de las leyes económicas.
En suma: quedarse en las nociones: capital financiero global, multilaterales,
gobernanza, bloquea la comprensión del carácter de la realidad humana actual (qué le pasa a
la humanidad, en qué momento de su desarrollo se encuentra, hacia dónde ésta se dirige),
tanto peor avanzar una hipótesis que permita avizorar la nueva realidad que ya está entre
nosotros. Es necesario, por tanto, partir del supuesto, de que el capitalismo yace a espaldas del
presente; esta modificación de rumbo en la concepción, permite advertir el papel del
socialismo en la historia, validar como exitosas la teoría y práctica marxistaleninistas y
afirmar la estación comunista que viene para la especie, apoyada en el desarrollo acelerado de
las fuerzas productivas y en los putsh políticos de baja intensidad en curso.
Bueno: ¿Cómo y por qué el capitalismo, en concreto, debe derrumbarse para dar lugar,
como Ud. sostiene, al advenimiento de otro orden superior de humanidad?
¡El capitalismo se ha “derrumbado”!
El funcionamiento contradictorio del sistema, que crea las condiciones ora para su
reproducción, ora para su abstracción, ha dado pie para que la voluntad racional aproveche
esta última (la crisis) para voltearlo. La crisis, por lo menos, no es una invención o un
constructo “que está en la imaginación de algunas personas de pensamiento radical o un
planteamiento meramente ideológico de la izquierda”.
Desempleo, quiebra de empresas, brecha social, miseria; inestabilidad de precios,
fluctuación de tasas de interés, del tipo de cambio, del valor de bonos y acciones, etc.; caída
de los índices de rentabilidad, stock de outputs no realizable, economía de casino, son algunos
indicadores estructurales de la crisis que se hallan a la orden del día. Esto es: el sistema
experimenta problemas tanto en la economía real como en la financiera. Y este es un proceso
cíclico compuesto por fases: crisis, depresión, reanimación y auge. Ahora bien, como se
puede advertir, este carácter del funcionamiento de la economía capitalista, no es que se
descubre hoy; el mismo, mas bien, ha tratado de ser borrado de la memoria histórica también
por parte de la izquierda Light, pero el objeto real que está detrás de dicha posición teórica
está vivo y sigue siendo el modelo subjetivo que se corresponde con el modo de ser del
capitalismo. Estos neofolclóricos (la izquierda académica), dicho sea de paso, que abogan por
la diversidad, paradójicamente quieren eliminar de un solo tajo las diferencias:
antropomórficas (raciales), étnicas (“culturales”: ubicar en un mismo plano a todas), de sexo
(GLBT), de nacionalidad (ciudadanía universal), entre especies (humana y animal).
Las anomalías expuestas que experimenta el sistema capitalista en el proceso de
reproducción, por tanto, no es un invento: últimamente la han notado incluso los neoclásicos.
Que el capitalismo no se cae solo, también es un hecho real. Que la acumulación de riqueza
social cada vez más se hace en medios de producción, lo cual erosiona la tasa media de
ganancia, también es un hecho reconocido (decrecimiento general del PIB). Crisis y
automatización son los supuestos impersonales que se anudan a los personales (acción de la
voluntad), frontera del sistema. En adelante se vertebran factores endógenos al sistema
(carrera tecnológica) y factores exógenos (la variada lucha humana planetaria subversiva,
intelectual, ciudadana –mundana- que se enfrenta al sistema o que le pone su otro negativo de
sí, que lo supera y lo substituye), y, esa es la forma por la que se niega al sistema y se lo
reemplaza. En suma: el proceso aún hoy, es regular, evoluciona histórica y socialmente
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condicionado, esto es, el mismo sigue siendo una cuestión revolucionaria, no ética, racional o
civilizada.
¿Por qué emplea la mayor parte del documento en reflexionar sobre una muy pequeña
etapa histórica de la humanidad, por lo demás: transitoria, como lo dicen Ud. y otras
personas, que lo es el capitalismo?
Bueno: existen razones probas y prejuicios, que estructuran dicha conducta.
En relación con el primer componente del carácter, debe manifestarse, que es el
capitalismo la formación económico-social más importante del desarrollo del conocimiento y
de la técnica, si se considera desde luego –según un punto de mira-, que tal progreso material
y espiritual constituye la base del mundo nuevo y del objetivo que debe dar sentido a la
existencia humana: llegar a la cumbre del saber, puesto que en él las leyes económicas y
psicológicas inmanentes, se imbrican de modo sinérgico para acelerar el progreso material, es
obvio: asimétrico, del grupo humano global; es, en suma: un modo de producción clave para
la consecución del objetivo mayúsculo emparentado con la razón de ser del ser humano. En
verdad, sin el capitalismo: la humanidad se vería derrotada, como lo estaría un individuo, sin
la juventud. Pero, además, el capitalismo es la última forma de metabolismo de la especie, en
la que se imponen las simples fuerzas anárquicas del proceder sin racionalidad del trabajo
humano, de la propiedad privada y la competencia, cuya cuasi indeterminación, merece ser
objeto de reflexión.
En cuanto a la segunda razón, por prejuicio, porque había que enfatizar los desafectos,
que sobre una etapa organizativa de la especie personalmente se guarda en la mente;
animadversión generada en la conciencia sobre las lacras, dolores, infamias, abusos de poder,
egolatrías e irracionalidades de toda índole producidas en la evolución del moderno sistema
de mercado. Hay mucho material sobre el cual impugnar al sistema: en la región económica
(el despojo, la explotación, el robo, la estafa; por ejemplo: “en la comunidad europea se
alimentan las vacas con la leche en polvo que previamente las mismas produjeron en forma
líquida; o en EU se destinan millones de dólares para que los agricultores no siembren,
mientras millones de personas se mueren de hambre”; esa es una contradicción entre valor de
uso y valor), en la social (la pobreza, el hambre, las lágrimas), en la ideológica (Estado,
democracia, libertad abstractos; la mitología religiosa), en la política (las guerras de
conquista, los fraudes); sobre todo en la base del edificio social se halla la querella: en la
economía, es por eso que se ha hecho el intento de mirar a esta fase histórica humana a partir
de varios ángulos, manteniendo siempre el mismo enfoque, el mismo paradigma, la misma
visión. Sobre este último aserto, por ejemplo, las “redes sociales” no son únicamente
comunicación sino, por el contrario, el fenómeno responde a trabajo y, en último término: con
las fuerzas productivas; no constituyen el prototipo del caos, sino el proceso de organización
en grado cualitativamente mejor: es el resultado de la labor colectiva de la inteligencia, de
todo el esfuerzo anterior del género.
Sin embargo, en las grandes universidades se sigue estudiando la realidad económica del
sistema que domina el mundo: la economía capitalista única; además, se dice que los
productos de la investigación que en materia lleva esa y otras instituciones, están a la
vanguardia de la verdad y de la ciencia. ¿Qué comentario le merece esa afirmación?
Observe Ud. la conducta cognitiva (producción de conocimientos), académica
(difusión), tecnológica (Economía Aplicada: la política económica) de los nuevos gurús
representantes de la Escuela Económica Convencional. Sus estudios han sido reconocidos
entre los círculos de la “crema” del pensamiento económico burgués. Se han escrito libros
enteros sobre la asignatura, se han entregado y recibido trofeos. Esta episteme falaz, ha sido
objeto de estudio en pregrado y postgrado, en las principales universidades del stablishment.
No obstante, la realidad siempre yaciente a espaldas de los sesudos aportes complementarios
que actualizan el paradigma oficial en materia económica, que se dice que constituye el
fundamento que inspira los esquemas de gestión en el ramo, es traicionera, los desmiente y
desacredita: crisis monetaria de los mega bancos comerciales y de inversión, salvatajes; crisis
inmobiliaria y de la industria automotriz, salvatajes; déficit fiscales de EU, UE, Japón, deudas
externas privadas y estatales colosales, emisión de bonos del tesoro; eso ocurre en las
economías de los países domicilio de los principales genios del pensamiento económico
neoclásico, encaminados a sostener de manera ilustrada, moderna y “científica” las clásicas
tesis del liberalismo económico decimonónico: Walras, Solow, Simons, Samuelson,
1246

Friedman, o sea, de los principales representantes doctrinarios de los intereses del capital
monopolista global.
Sostener el estudio de la economía mercantil-monetaria en su fase neoimperial: grupo
oligopólico del capital, en el interior del que permanece abierta la disputa por controlar las
últimas zonas de influencia –su redistribución mediante estrategias competitivas o bélicas- del
planeta –los llamados BRICS, los 7F-, a través del rigor formalista de la formulación de
crípticos algoritmos matemáticos, ideológicamente conducentes a ser arma soterrada de
perennización del orden; status, que ya el pasado lo ha reclamado, es una actitud rayanamente
torpe o aparentemente miope, pues, a ese nivel se puede trasplantar mecánicamente la
conducta del delincuente, el cual o se acoge al silencio o niega su delito deliberadamente, con
fines de defensa. Pero Ud. diría, que una posición crítica y de impugnación seria, no se
corresponde con la emisión de formulaciones logicistas, simplemente retóricas, si no que la
misma estaría del lado de adentrarse en dichas artes, en esa modelística matemática,
dominarla, entenderla y con conocimiento riguroso de causa sobre ese saber, proceder con
autoridad moral a pronunciarse sobre dicho tópico y a invalidarla, puesto que no puede
impugnarse lo que no se conoce. Sea.
Ahora bien, toda esta gente supuestamente de ciencia (la que “no da pie con bola”,
además: que es alevosa, pues, se han permitido decir que el Marxismo –sin conocerlo, porque
su cerebro cuadrado matemático, les impide acceder al laberinto de la dialéctica- no sirve ni
siquiera para ser objeto de estudio en el nivel medio de educación) ha sido estudiada,
enfrentada y ridiculizada por parte de economistas serios de tendencia fiscalista institucional:
Ado, Modigliani, Robinson, Sraffa, Stiglitz, Krugman; también lo ha hecho la Escuela
marxista: Barán, Sweezy, Dobb, O´Connors, Pesenti, Mattick, Yaffe, Rowthorn, Grossmann,
Amín, Shaihk, Guerrero, Katz, Astarita. Luego, en las condiciones personales, en lugar de
“conocer por propia mano” (en este punto, nuevamente es pertinente recordar los episodios de
Watson y Crick –Rosalin Franklin- y el de Einstein: éstos científicos produjeron sus
desarrollos teóricos recuperando los resultados de investigadores que trataron directamente
con la realidad; no obstante, en ciencias sociales, debe tenerse presente su carácter de clase),
uno puede asumir, siguiendo la línea de la “investigación secundaria” (bibliográfica), las
conclusiones de personas de ciencia consagradas y otorgarles crédito (en lo personal se cree
en Dobb, en Amín, en Shaihk, en Guerrero, en Astarita, en Katz, pues, sus puntos de vista se
han hecho con el favor –con todo derecho- de la variable “legitimidad”, su adscripción
gnoseológica es marxista, dialéctica, histórica y su proceder es rigurosamente objetivo,
científico). Estos estudios y la elocuente realidad de los hechos (las crisis), son buen material
para pronunciarse sin pereza, sin dubitación y con fundamento, sobre los postmodernos
“chicagoboys” y su “ciencia”.
En consecuencia, ¿vale la pena poner la monta sobre el show perpetrado en torno de
este “negocio de profetas”, sobre esta tremenda, colosal farsa, que semeja el castillo bien
adornado, impresionante de la pitonisería que mira la realidad, la proyecta en el corto plazo,
axiomáticamente regida por el indicador de utilidad el capital, que produce también la regla a
seguir para manejar el sistema en esa dirección, pero que falla del todo, que no acierta una?
La posición del empirismo, da la respuesta inmediatamente: “los hechos hablan por sí solos”.
Permítame, que aproveche su inquisición para hacer una referencia más, en torno de la
insolencia, suficiencia, pedantería, soberbia y racismo profesado, por los cuadros teóricos
representantes del capital global: los economistas de Chicago, de Cambridge, de Cornell et al.
Muchos economistas doctrinarios gringos y oriundos de otra parte del planeta (esta subcultura
intelligentzia del capital), han despotricado miserablemente contra Marx. Huelga decir, que
no tiene razón alguna en su proceder. ¿Cómo se demuestra esta afirmación? Apelando a la
simple evidencia: la crisis de la Eurozona, la depresión gringa, la reducción de la tasa de
crecimiento nipona, pone por los suelos toda la supuesta sabiduría prepotente, mezquina, ruin,
de estos “genios”, puesto que la misma no ha podido forjar una economía equilibrada y
dinámica, sin embargo se sigue escribiendo libros y otorgando premios Nobel.
Los esquemas de reproducción de Marx sugieren la idea, de que el capitalismo puede
reproducirse intermitentemente por siempre; no obstante, el pensamiento filosófico de Marx
plantea que el capitalismo debe derrumbarse a causa de sus tensiones internas para dar paso al
establecimiento de un orden superior de civilización; el factor de su mudanza está dado por la
presencia de la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción: el
incremento hacia el absoluto del capital constante, la automatización, el acelerado proceso de
1247

desarrollo de la ciencia y la técnica, efecto de la competencia intermonopólica. Esto es lo que
nunca entenderán tales vacas sagradas estúpidas, oráculos del poder.
En palabras simples, según su percepción: ¿cuál es el dilema del mundo
El drama actual que acontece en el seno de la humanidad en el planeta, suele seguirse
presentando como la lucha entre los esfuerzos imperiales que se hacen en todos los frentes
para extender al máximo la sobrevivencia del capital y la respuesta que recibe de parte de los
actos cotidianos sustentantes de la vida de amplias masas de pobladores, como de la
humanidad toda. Si es verdad, que la supervivencia de la especie es vital, incluso para el
propio Universo y la Materia debido a que no pueden volver a ser procesos simplemente
mecánicos, o sea, en el sentido de que, una vez surgida la humanidad, ésta se convierte en
prerrequisito de todo lo que debe venir en la historia natural, una contradicción no menos
importante está planteada entre las relaciones de producción reaccionarias y las fuerzas
productivas; fuerzas, que deben desbordar todas las ataduras anacrónicas y avanzar. Cuando
el capitalismo es básicamente una abstracción, paradójicamente es el momento en que más
valioso es para el sino del género (“nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”, reza un
adagio popular).
¿De qué vale una humanidad feliz: bien organizada, viviendo en libertad y en
igualdad, si el objeto de su principal propiedad (conocimiento e inteligencia) se ha
extraviado? Hay sectores bárbaros, que abogan públicamente por aquello; su principal medida
es la impugnación per se del sistema burgués de mercado, de la técnica, del positivismo
(“vivir bien”, dicen, en lugar de acumular riqueza, en clara recusación al paradigma del
progreso). Pero, en este “tiempo” proponerse persuadir a que actúen con madurez los adultos,
es imposible. La espacie no está preparada. En verdad, es como querer privar a los niños que
vivan la niñez.
La contradicción se resuelve, cuando subversivos y ciudadanos vislumbren el hecho
referido a que luego de llevarle a la tumba al capitalismo, debe recuperarse el sistema
automatizado de vida e inscribírsele en el centro mismo del camino hacia promover el trabajo
del conocer, de incremento del saber, de la racionalidad. No obstante, aún en la actualidad, en
la que se cree que el grueso de la humanidad ha alcanzado significativos niveles de
racionalidad impulsados por la necesidad del propio desarrollo del capitalismo, sorprende ver
cómo hay sectores que no comprenden o no dan importancia al hecho de que al tener
inteligencia el ser humano, el accionar en este ámbito es lo que lo singulariza y define el
sentido de su vida: es su identidad. Si el capital ha supeditado la inteligencia a la producción y
a la acumulación; las propuestas filosóficas humanistas que lo recusan, bien se ve –por su
parte- que proponen sumergir a la inteligencia en el propósito de alcanzar la felicidad en
términos hedónicos. Nuevamente: tecnológica y felicidad, experimentada en el acto de
apropiación intelectual objetiva del mundo, es la salida. Luego de eso: el movimiento de la
vida dirá lo que viene (y lo que ha sido materia de preocupación en el documento en mientes).
De manera que en términos muy abreviados se sostiene, que la base de todo el dilema
universal, filosófico y racional existencial, se encuadra en torno de la tópica teórica inherente
al “objeto de conocimiento”: materia, substancia y esencia total, tal como el hecho ha sido
definido de modo personal: materia = masa y propiedades infinitos, sin comienzo ni
término. Esta es la primera verdad, el axioma, la causa causorum, la quintaesencia, el
principio -vital- de la realidad toda. Luego, ni siquiera el aserto: “masa-movimiento” (peor el
de “energía” o milagro espiritual, divino), es el principio de los hechos todos; en verdad: el
movimiento es el producto de la acción de las propiedades de la masa, por tanto, también él es
un hecho derivado. La propiedad más elemental, primera, la abstracción inicial, es el
electromagnetismo, o sea, la propiedad inmanente y en oposición a sí misma yaciente en el
interior (como contradicción intrínseca) de la masa. La operación de esta simple propiedad, da
lugar a la primera forma de movimiento de la materia: la atracción y la repulsión (el 0 y 1, en
la Informática; luego, en el progreso material como en el de la programación informática, las
complejas formas de su desarrollo ulterior, viene dado por la combinatoria cuantitativa y su
expresión elevada como salto generatriz de una nueva cualidad superior respecto de esta
simple propiedad, como acumulación de cambios formales, de la negación y superación del
nivel de desarrollo anterior, y del aparecimiento de cambios esenciales en un proceso siempre
en espiral).
El electromagnetismo (o una propiedad más simple) es el efecto que pone en
movimiento a la masa; luego aparecen nuevas propiedades ahora sí: de la materia (masa en
1248

movimiento) y sus respectivas formas de movimiento: el químico, a continuación el
biológico, luego la inteligencia. Esta última propiedad pone la misión, el objetivo y la razón
de la vida humana: producir el concepto del Universo; pero quién conoce los secretos del
Universo, puede pasar a gobernarlo, por tanto: el ser humano se halla en proceso de
autoconversión en Dios. El conocimiento y la técnica han hecho, por vías artificiales,
humanas (sobre todo en el período capitalista de su desplazamiento histórico), lo que la
naturaleza ha producido en su incesante proceso evolutivo: el radar, el avión, el submarino, el
cerebro humano, el ser humano en la robótica y la inteligencia artificial. En ese sentido, el
poder humano se expresa nada más, que en la repetición de lo que ya ha hecho la naturaleza.
Pero hay algo que no puede hacer la naturaleza y que debe hacerlo solamente el ser humano:
producir la idea, el concepto de la naturaleza, de la materia, del Universo, del cosmos y de sí
mismo. En efecto, en ningún lugar, ningún ser se encuentra o puede producir la idea: sólo el
producto último de evolución de la naturaleza, es capaz de generarla: eh ahí lo que es capaz
de hacer el ser humano, su destino, su propósito y su exigencia (la evaluación con la calidad
hacia la excelencia: a ser perfecto, a conquistar la libertad, a ser Dios).
Leontiev dice que la técnica no es más que realización del ser humano de la hechura
de la naturaleza (la naturaleza crea; el ser humano recrea): perfecto; sin embargo, hay una
forma de ser superior del ser humano –se insiste-, que no hace la naturaleza: crear la idea, o
dicho de otro modo: la naturaleza se sirve del producto supremo suyo para dotarse de la idea
de sí. Ahora bien, si en la producción el ser humano solamente opera como la naturaleza, o
sea, “haciendo que la materia cambie de forma”; en ella misma, en el ser humano se produce
un cambio de contenido: aparece el reflejo de ella: la conciencia, la idea absoluta, el otro
formal de la materia misma: la conciencia no es más que la estructura, funcionamiento y
cambio de la materia antepuesta como símbolo, como representación (la representación es,
entonces, la materia misma, dispuesta de otro modo).
¿Cuál es su punto de vista en torno de la problemática árabe de coyuntura, en concreto?
Esa es la pregunta apropiada: ¿qué le pasa al mundo, en qué momento de su desarrollo
se encuentra? ¿A quién beneficia todo esto? (esta vez a la historia). Este es un hecho
importante en el movimiento humano, por eso merece tratarlo. El poder mundial cree que se
acerca a gozar de un nuevo triunfo geopolítico: la caída de los regímenes desafectos y la
remoción, bajo un mismo signo, de las teocracias obsecuentes; lo izquierda magnifica los
alzamientos populares, a los cuales considera luchas por el socialismo; una tercera
explicación, irónicamente de corte centrista, socialdemócrata, de izquierda Light, sostiene que
la norma que gobierna el problema árabe y el mundo es la complejidad, el caos, la
indeterminación, que en esa confusión no es posible advertir su razón, su dirección y lo que
eclosionaría de ello, se debe esperar, por tanto –dicen-, que primero nazca el niño para luego
hablar de él. Sin embargo, nada de eso es cierto: ni consolidación del dominio de las
multilaterales en el interior del modelo de gobernanza en operación ni asonada revolucionaria
de izquierda. El fenómeno responde al proceso espontáneo de unificación de la humanidad en
la esfera de la gestión gubernamental (armonización de modelos de reproducción), paso
previo para la homogenización económica y luego política. La homogenización conciencial
debe esperar, pues, se trata del reflejo de la base, que espera a ésta.
En 1917, la humanidad, en su marcha hacia el estadio de concreción del desarrollo de
las fuerzas productivas, se divide en dos mundos: el socialista y el capitalista, en el interior de
una conformación genérica, que abraza otras formas de reproducción de la vida. En 1956, se
produce el primer proceso de unificación global, al ponerse en la ex URSS los primeros
jalones de la política de retorno de ese subconjunto humano hacia la “sociedad” (capitalismo);
en 1989, concluye el movimiento de formación de una sola economía hemisférica de signo
capitalista. El proceso actual incluye a todas las formas intermedias o distintas a la
hegemónica capitalista, en la corriente dominante de occidentalización del mundo, como
presupuesto para que la humanidad de su vuelco definitivo, en el que quedan en el pasado:
capitalismo, socialismo, monarquías teocráticas, reminiscencias comunitaristas, el Yin y el
Yang, etc. Irán, Omán, Yemen, Libia: en los acontecimientos, los gringos maniobran para
intervenir con las armas; con aquiescencia o no, luego el pueblo del planeta repudiará dicha
acción; con legitimación o sin ella, el mundo reflexionará poniendo atención en el carácter, en
el interés y sobre la historia criminal de EU, procediendo a condenarlo de nuevo.
A propósito de Libia. El acto interventor a mediados del 20011 contra Gadhafi, se
hace amparado en la tesis supranacional de “intervención humanitaria”: cuando el agente de
1249

desprotección de la población es el Estado, se arguye, el Concejo de Seguridad de la ONU
debe intervenir. Esta norma preventiva ha sido utilizada maniqueamente para favorecer los
intereses yanquis. El poder cobarde mundial, no le perdona a Gadhafi el apoyo económico,
militar, tecnológico, logístico, ideológico, dado al “terrorismo”, a la guerrilla, a toda lucha
contrahegemómica, de manera que estuvieron esperando, mas bien: propiciaron la ocasión.
Nada raro es que los actos terroristas que imputan a Gadhafi, hayan sido perpetrados
deliberadamente por el auténtico terrorismo gringo; no se olvide los casos del Maine, Pearl
Harbor, Tonkín, las Torres Gemelas, el caso de las armas de destrucción masiva de S.
Hussein; se sabe, además, que S. Hussein, antes de intervenir Kuwait consultó a los gringos;
éstos le aprobaron, una vez dados los hechos los utilizaron para desembarazarse de una ficha
estorbosa y legitimar su presencia en dicha zona. Los conflictos de Libia y Siria son muy
diferentes. En Siria la revuelta es popular y en contra del poder interno y de la injerencia en
Siria y en la Zona de los gringos; en Libia, la revuelta es a favor de los gringos, de sus
intereses económicos y geopolíticos en el sector. Es por eso que no se ha intervenido
militarmente en Siria (aún: mientras las revueltas populares puedan ser controladas por el
poder de la fuerza interno; caso contrario la “bota imperial” arremeterá contra los legítimos
combatientes populares y en pro de la consolidación del orden, sea con los mismos testaferros
o mediante recambio); en Libia si se procedió urgente, afanosamente a intervenir. Si la OTAN
interviene en Siria, lo hará para reprimir la lucha popular contra los jeques del Estado; en
Libia la OTAN ha intervenido en contra del Estado y a favor de los mercenarios pro yanquis.
Sin embargo, como de todas maneras el imperio desea someter a Siria se ha visto obligado a
repetir el libreto aplicado en Libia, si lo consigue podrá someter al resto de países del orbe y
reactivar al poder sionista; el pueblo sirio, que originalmente estuvo en contra de los
gobernantes, en cambio, ahora ha dado un giro y cierra filas con el gobierno para defender la
soberanía frente a la ONU, a la OTAN, a la Liga Arabe, al imperialismo estadounidense.
En todo caso, el gran pueblo persa resiste la arremetida de la Santísima Trinidad, del
Dios Trino y Uno: la cruz de la OTAN, esto es, Estados Unidos of América o Dios Padre,
Inglaterra o Dios Hijo e Israel o Dios Espíritu Santo. Este grupo de criminales desquiciados,
cada vez se halla más aislado (por la CELAC; luego vendrá la “ONU” de los pueblos sin la
presencia de estos asesinos cobardes y unos cuantos más de similar calaña), repudiado y
señalado con el dedo por los pueblos del mundo. Como dijera Marx, a propósito de la
formación del capital en la fase de la “acumulación originaria”, el historial de crímenes del
capitalismo es inmenso: la humanidad no debe olvidarlo; el dominio del mudo por parte del
imperialismo yanqui (Operación Cóndor) viene chorreando sangre: invasiones (Nicaragua,
Cuba, Granada, Panamá), dictaduras (en América latina y lusitana toda: Pinochet, Strossner,
Videla, Banzer), desapariciones (Guatemala, Brasil, Chile, Argentina), magnicidios (Arbenz,
Torrijos, Maurice Bishop, Allende, O. Lettelier, Hoyos Rubio, Roldós), Escuela de las
Américas (preparación de militares para que asesinen a sus propios pueblos), genocidio
(Hiroshima, Nagasaki; pruebas con armas atómicas, investigaciones en salud sobre pueblos
neocoloniales convertidos en conejillos de indias, experimentos secretos con bacterias); el
capitalismo imperialista gringo, por tanto, ha sido la amenaza más letal sobre la humanidad,
no obstante: ¡les está llegando su hora, cretinos!
Estos hechos traen a la mente la retahíla de otros actos genocidas, que los gringos
malsanos han perpetrado alrededor del mundo: la CIA, el Pentágono, la fuerza militar. En
efecto, recuerde Ud. el Golpe de Estado en Chile que terminó con el magnicidio del
Presidente Salvador Allende y la instauración de la larga y sangrienta dictadura de Pinochet;
la invasión criminal, abusiva, prepotente a Granada con el fin de debilitar la organización
socialista en un diminuto País soberano; en Vietnam fueron sacados a patadas los gringos
cobardes: ¡bien hecho!, Gracias Gran pueblo vietnamita; el apoyo a los Contras en Nicaragua,
que terminó con la revolución y truncó la posible ruta socialista para ese País; la invasión
infame a Irak, que causó muerte, dolor y atraso a dicho pueblo, el cual resiste; el fallido Golpe
de Estado en Venezuela contra el señor Coronel Hugo Chávez, quien salió fortalecido del
insuceso, puesto que el pueblo heroica y masivamente rescató a su Presidente; el Golpe de
Estado en Honduras contra el legítimo presidente Zelaya, para impedir que ese pueblo siga la
ruta de Venezuela, Bolivia y Ecuador: crear un instrumento constitucional nuevo, para
suprimir el neoliberalismo y la hegemonía imperial sobre sus pueblos (frenar –EU- la
organización del ALBA; pero la CELAC, lo ha restablecido y de mejor manera); el fallido
Golpe de Estado en Ecuador, cuando la derecha auspiciada por los gringos utilizó como
1250

“burro pié” a la policía en el intento de presionar la dimisión de R. Correa o su magnicidio (en
este caso: fallaron); el golpe contra Lugo en Paraguay (Monsanto y la oposición del ex
Presidente a la presencia de Bases Militares); el impúdico asesinato de Raúl Reyes con la
violación de espacio territorial ecuatoriano por parte del cobarde ejército colombiano; la
invasión criminal a Libia y la arremetida en contra de Gadhafi; en carpeta está Perú: en este
caso el Golpe será fácil. Afganistán, Yugoslavia, el caso de Nasser, etc., son otros tantos.
La humanidad está completando el proceso de homogenización a través de la
imposición de regímenes democráticos típicamente occidentales y de modelos económicos
socialdemócratas o de sus formas más radicales, principalmente en América Latina,
denominados “socialismo del siglo XXI” (estos niegan planteos de política económica de
matriz ideológica neoclásica, monetaristas y monopólicos); con ese propósito se van a
cambiar todas las formas de organización que no se alinean con ese rumbo, sean los
avanzados de tendencia socialista (Cuba, Corea, Vietnam, Libia) y los retardatarios. Ahora
bien, este proceso de verdadera inflexión histórica epidérmica, no puede ser radical (a la
manera de R. Luxemburgo), puesto que Europa, Japón, y el resto de países en los que
continua la historia natural del desarrollo de las fuerzas productivas (automatización,
robotización, en términos modernos), necesitan del mercado, de la competencia como
condición de ese desarrollo, mientras que los pueblos que trasforman el marco social,
requieren sobrevivir, es por eso que proceden a sostenerse en formas económicas
socialdemócratas o socialista moderadas.
Con ese objeto se van a producir asonadas en varias partes del mundo; y, esa, a la vez,
es una forma de rechazo y deconstrucción del típico poder imperial, de las estrategias de
acumulación, concentración y centralización del capital, de las disparidades en el acceso al
ingreso, la exclusión y la dominación, sin que el capitalismo deje del todo la historia. No se
olvide, que la base teórica estratégicamente no declarada del modelo denominado “Socialismo
del Siglo XXI”, plantea suprimir en consuno el carácter de capitalista y de trabajador en la
que se halla dividida la humanidad, por su implicación recíproca y su síntesis en la misma
persona, en el interior de la formación de un sistema económico de pequeñas empresas libres
asociadas, solidarias, cooperantes. ¿Por qué esto? Por cuanto al capitalismo no se lo
deconstruye sino que se lo supera; tal vez el discurso oficial que coadyuva en su reproducción
sea materia de deconstrucción, siempre con el objeto de disponer de elementos conceptuales
que orienten la política de recuperación de los aspecto positivos de él de cara a las
necesidades de la nueva “sociedad”, como ejercicio de aplicación de un programa práctico.
¿Sostiene Ud., que la mayor parte de la inteligencia está desperdiciada?
Así es. En épocas pasadas, este mal proceder de la mayor parte de miembros de la
especie, está justificado; pero, en lo que se refiere a la actualidad: casi no lo está. Si el sector
burgués ha sometido a la humanidad, por lo general, a que utilice condumio cerebral para
acceder al tren de vida del consumismo metropolitano (mientras que la masiva población de
las mega metrópolis se halla subsumida y perfectamente entretenida en ese consumismo), las
nuevas teorías sociológicas (ecologistas, neohumanistas, postconstitucionalistas,
institucionalistas), le conducen al hedonismo, y allí se desperdicia la inteligencia. Como en el
pretérito de la existencia, aquí también se impone esa cuasi ley denominada “del péndulo”;
pero, mucho tiene que ver en esto la inusitada reemergencia de la Cosmovisión Oriental.
Naturaleza (miedo, placer o deseo, como se quiera ver), capitalismo (consumismo,
enriquecimiento, pobreza, miseria, arribismo) y Cosmovisión Oriental (eticismo,
neohumanismo, hedonismo), son los responsables del malgaste burdo, irresponsable de
inteligencia. De todas maneras, las generaciones precedentes prepararon el camino, dieron
continuidad y fueron sostén del ADN de la inteligencia, como los grupos humanos hedonistas,
culturalista y mitologizantes actuales ponen el marco para el trabajo científico y sostienen la
información gamética de la inteligencia.
Es triste advertir cómo un cerebro (materia altamente organizada, poderosa por
naturaleza), que está dotado de la propiedad, que le permite abarcar la profundidad total de la
realidad, no ha sido capaz de realizarse efectivamente en el curso de aplicación de la potencia
de la inteligencia. Embobados por la naturaleza (el deseo, el placer, la satisfacción de los
sentidos) y por la imposición social de formar una familia, ciegos, a la vuelta de una década se
dan cuenta que han procreado media decena de hijos, bocas que le imponen el vía crucis
irrenunciable de tener que deslomarse para mantenerlas; y, cuando los padres son pobres o
irresponsables, los críos tienen que suspender sus estudios, a temprana edad ingresar en el
1251

sistema de explotación, se prostituyen, delinquen o desperdician la vida en la ocupación en
menesteres de bajo desarrollo intelectual, incluso de baja productividad en el simple trabajo
manual; ahora bien, los programas de planificación familiar, fueron y son una estrategia a
favor del poder, no de la pobreza, por eso en ese sentido no va la presente reflexión (los
gerentes de las empresas globales, en ciertos casos, enseñan a sus críos a dirigir grandes
corporaciones de negocios; el ladrón de muy poca monta, en cambio, por ejemplo: en la Plaza
de Santo Domingo, en Quito, en Ecuador, aplicando el principio pedagógico de “la letra con
sangre dentra” –sic-, a un niño –generalmente de raza negra-, con tutoreo, enseña a introducir
la mano en los bolsillos de un transeúnte con el fin de substraerle dinero, y si falla: le pega).
En lo personal se cree, soberbia, audazmente, incluso con falta de recato, que se ha
resuelto, a nivel lógico, hipotético, argumentativo, el enigma de la materia, del Universo, de la
historia, de la existencia (o, al menos se piensa, que se ha dado una respuesta que
convenientemente satisface la necesidad de paz, de conformidad personal propendida respecto
de tales aspectos); pero se cree que se lo ha hecho en sentido burlón para con uno mismo, en
forma insidiosa que censura como imposible, como torpe inocentada dicha conducta, o sea,
como cuando una persona que quiere burlarse de otra sobre la que piensa que carece de
capacidad para hacer lo que refiere que ha conseguido, dice: “el cree que ha…”. Mirando un
programa de televisión se llegó a saber, que un escritor gringo: Mark Twain (del que se debió
haber leído un par de obras cuando niño, puesto que en las décadas de los sesenta y setenta, se
ponderaba la literatura sobre todo gringa: Tom Sawer, Huckleberry finn,…) había afirmado
que “el ser humano es un experimento y que el tiempo lo dirá si valió la pena”; no obstante, el
ser humano no es ningún experimento, y el decurso de la vida mostrará su supremo valor.
Por otra parte, y algo que es muy penoso, la historia aparece como un proceso
inconsciente, merced al cual, el ser humano ha aprendido a engañarse, a entretenerse, a
contentarse a sí mismo, como el niño que advierte que nadie le hace caso y debe por sí solo
buscar ocupación para no fastidiarse (cuando uno es viejo, procede de análogo modo también,
a fin de evadir las sentencias de la fiscalía de la conciencia). El ser humano, por tanto, ha
inventado el baile, se lo ha aprendido y se lo practica masivamente; sabe construir cuentos,
producir películas; va de paseo, programa regularmente horas sociales, va a fiestas, participa
de deportes múltiples, se dedica a embriagarse o al consumo “social” de alcohol: de ese modo
se ha engañado a la inteligencia; y, en cada actividad, por superflua, tonta y mezquina que
esta sea, radica merito, puesto que contribuye a que la simple vida siga.
¿Qué es la inteligencia para Ud.?
Contrariando a los eruditos, es el nivel más elevado e insuperable al que ha llegado la
evolución natural, en el proceso de movimiento progresivo coadyuvado históricamente por el
propio “objeto” de ese desarrollo: el ser humano. Por tanto, lo dispone exclusivamente dicho
ser. En sentido específicamente ontológico, es la base material del pensamiento, esto es, el
conjunto de neuronas del córtex y del neocórtex; este grupo neuronal es el prodigio, pues, son
las células más altamente desarrolladas y especializadas, que permiten utilizar la memoria
asentada en las neuronas intermedias, establecer trabazón entre las necesidades, los factores
del entorno y la información almacenada, a fin de ser y actuar. El hecho completo es:
conciencia (necesidades, intereses, objetivos; banco sistemático de datos), pensamiento
(métodos de uso de la información almacenada correlacionada con la que inmediatamente
impregna los sentidos; técnicas; estrategias), realidad (recursos, limitaciones); o pensamiento:
“materia más altamente organizada en movimiento”, que desea en un entorno, como lo ha
dicho Shojorova. La inteligencia integra las neuronas del pensamiento y no lo que
comúnmente suele sostenerse que es inteligencia: “la capacidad de resolver problemas”
(según la aseveración moderna: “capacidad de asimilar información, procesarla y utilizarla de
la mejor manera posible”). No. Esa aseveración es la “potencia en acto” de la inteligencia,
esto es, la capacidad asociativa que le es inmanente a las neuronas de los sectores cerebrales
citados, mas no la inteligencia propiamente dicha.
Una persona puede ser inteligente, sin embargo resultar inútil a la hora de resolver
problemas, esto es, no saber utilizar la base óntica del pensamiento; pero una persona no
podría jamás pensar, si careciera de las neuronas del neocórtex. Las supercherías esas, que
afirman que todo organismo vivo es inteligente, que la inteligencia es emocional o que existen
múltiples inteligencias, son ni más ni menos que eso: ¡porquerías! Cuando se habla de
múltiples inteligencias, se está haciendo alusión al despliegue de la inteligencia (la racional, si
se quiere) en varias facetas de la praxis humana; al hacerse referencia a la inteligencia
1252

emocional, se alude al imperio de las hormonas en la estructura cerebral, que conduce a la
realización de actos humanos; al hablarse, en cambio, de inteligencia como propiedad de todo
organismo que influye y recibe influjo del medio, indistintamente se dictamina que plantas y
animales inferiores y superiores hasta llegar al mono, tienen córtex y neocórtex. Pero, no es
así. Es probable que ciertos animales superiores tengan ciertas trazas de córtex, pero jamás de
neocórtex; este último “órgano” representa el paso final de la evolución natural (Pierón,
Leontiev) y sólo es del ser humano. La inteligencia en el amor, se expresa como seducción;
pues, el ritual de conquista, el galanteo, son necesarios porque en los sucesos inherentes a
encontrar pareja, hay competencia, el punto de vista de los gustos e intereses de la
“contraparte”; por cuanto debe quedar en firme establecido el compromiso marital, sustentado
en el esfuerzo, en el rechazo simulado, incluso en el acto vergonzante.
Generalizando filosóficamente la cosa, la inteligencia es la propiedad de las
propiedades de la materia: la propiedad por excelencia; la tiene únicamente el ser humano; es
solamente una: racional; su razón le lleva a conseguir lo que personalmente se ha propuesto:
“producir el retrato hablado del Universo”; obviamente, para el efecto el ser humano ha
debido utilizar la propiedad de la inteligencia: producir ciencia, técnica (y en los sistemas
clasistas: estrategia), como medio de impulso hacia la consecución de tal propósito. El ser
humano: está en camino. La persona que le habla, por fin: respeta a la naturaleza, como
productora de la inteligencia.
Ud. asevera, que la inteligencia, que aunque en las primeras etapas de la existencia
humana interviene únicamente otorgando garantía al proceso de sustentabilidad de la vida
humana, poco a poco la misma va afincando su verdadero propósito: reflejar
dinámicamente la realidad universal de la materia en la conciencia. ¿Cómo lo demuestra?
La humanidad, por término medio, va madurando, esto es, va saliendo de su total
sometimiento a las leyes naturales y de las que no, por lo menos se sabe consciente. Hasta
hoy, por desgracia, la vida ha estado regida por el móvil de la sobrevivencia y la reproducción
vegetativa; la inteligencia, prisionera de la conciencia mítica e inmediata de las cosas, se ha
podido cristalizar en conductas paratécnicas, que han permitido proveerse del sustento diario,
enfrentar los “rigores del destino” y dejar descendencia. Pero también, la inteligencia ha sido
instrumento eficiente en el arte del amor y del entretenimiento: la poesía, la literatura en
general; la pintura, el cine, la danza,...; en las guerras, en el desarrollo de la construcción
nebulosa religiosa. Cuando la reproducción humana es trasladada de la copulación a
mecanismos artificiales; en momentos en que el trabajo pasa a constituir responsabilidad de
dispositivos artificiales automatizados; en el instante en el que ese cúmulo de nociones
egolátricas (felicidad en la tierra, felicidad en el Cielo) se desvanece, la inteligencia deviene
manumitida de todas esas antiguas tareas, y queda libre y lista para ocuparse de lo que
verdaderamente importa: realizar su propiedad, es decir, dominar el absoluto. De lo contrario:
¿en qué se ocuparían las nuevas “unidades de inteligencia”, que a futuro nazcan por cualquier
vía? El ser humano no puede mantenerse por siempre como seductor, trabajando como asno
en labores físicas, manuales, guerreando o produciendo mitos (incluso ideas políticas o
estrategias).
Newton (Arquímedes, Galileo, antes que él) creó el primer saber explicativo del
mundo en su impresionante modelo de la Física Clásica; Einstein-Maric, remodelaron dicho
paradigma, con la nueva concepción: la Teoría de la Relatividad; Heisenberg, Schrödinger,
Planck, desarrollaron la Teoría Cuántica; Hawking lo hizo con el Big Bang-Big Crunch
(Gold, con el Universo pulsátil, de acordeón); y, finalmente, se hallan ya puestos los puntales
de una nueva versión intelectiva de la realidad cósmica: la hipótesis de las “cuerdas cósmicas”
con las que, todo lo que ocurre en el Universo, se sostiene que es producto de la vibración de
éstas. La teoría de la historia (y la filosófica, en general) la han desarrollado Marx y la
Pléyada de sus “seguidores”. El saber sobre el cerebro o en torno de la conciencia, está casi
completo. Con esto, la mente tiene ya el esbozo conceptual de los tres universos: cósmico,
social (humano), mental. De algún modo aquí, se ha intentado vertebrar los saberes
correspondientes a los 3 objetos parciales confortantes de la materia en su integralidad. Sin
embargo, como es costumbre en el ser humano, antes mismo de conocer toda la verdad sobre
un “objeto empírico” y de que ésta esté probada, inmediatamente dichos saberes
provisionales, pasan a ser aplicados con fines prácticos.
1253

El capitalismo, dice Ud., es la formación social que al concretizarse (siguiendo las
reflexiones de Kosik) pone término a la larga fase evolutiva histórica de conformación
humana como “sujeto metodológico de pensamiento” encargado de terminar de convertirse
en Dios, o sea, de producir la conciencia universal. Nuevamente: ¿en qué basa esa airada
aseveración?
Yendo todavía más atrás, el proceso llevado a cabo en miles de millones de años por
parte de la materia y del Universo viable nuestro, es el que prepara y desemboca en la
constitución de ese “sujeto” y, luego, por su intermedio, en la producción de la “conciencia de
´sí´”. El sujeto productor de la conciencia de sí y del Universo, debe primero conformarse
como “unidad de inteligencia”, en el sentido de que debe dejar atrás su pasado animal y de
clase; dicho fenómeno es de movimiento evolutivo de la arquitectura inconsciente de la vida
hasta la plena vida racional; Leontiev denomina a dicha circunstancia como “proceso de
hominización”. En realidad, el referido es un hecho de la vida misma, de su movimiento
progresivo; y, lo es, si se expone el concepto parco de “vida”. “Vida en general”: entidad que
se asimila/desasimila y se reproduce (naturalmente, decesa); “vida humana”: organismo, que a
más de realizar dichas funciones muy básicas y generales, piensa: unidad de inteligencia (pero
vida humana en colectivo, condición única que permite pensar). Se advierte de inmediato, por
tanto, que al definir al ser humano como “unidad mínima de inteligencia”, se avanza la
“abstracción inicial” del proceso y aparece el propósito de ese tipo de existencia: llegar a
ser, el “ser absoluto”. Este ejercicio, a la vez, abre nuevas y reales posibilidades en la
percepción sobre razones y avatares inherentes al ser humano, en la medida en que pone al
descubierto el objeto de la mente: propiedad y finalidad (inteligencia e idea).
En el ciclo, la forma humana burguesa de reproducción de la existencia, es efímera; en
una palabra: es un imperceptible instante de todo ese proceso material-cósmico, pero vital
para la razón prometeica asociada a la realización de la inteligencia; a decir verdad, sin esa
etapa, todavía la humanidad estaría en las cavernas, en el circo romano, en la forma
anquilosada de la “comunidad antigua”, en las catedrales góticas (es exacta esa aseveración
alguna vez hecha y la cual fuera satanizada: “la madre naturaleza creo a su hijo omnipotente
para que produjera la conciencia de sí”). Eh ahí el porqué, en lo personal, se recusa
virulentamente las categorías anticuadas del “buen vivir”, de la “alteridad”, del “relativismo
cultural”. Hablando con propiedad, toda esta cuestión antropológica, se reduce a unas cuantos
expresiones contundentes; las llamadas “culturas”: no son más, que la evidencia exitosa de la
realización de su “identidad”: aquello que todos los pueblos tienen en común: la inteligencia
(y la inteligencia colectiva); su triunfo, también es una determinación natural, pues, es la
operación victoriosa de la “estrategia” por la cual la naturaleza ha sabido garantizar la
permanencia, multiplicación y terrenalización de la inteligencia (de haber habido una
“cultura” tan sólo, el éxito –de darse- se habría parecido al juego de ruleta; pero la naturaleza
no ha “querido” arriesgarse; eh ahí, dicho sea de paso: la gran sapiencia, toda la sabiduría, de
la famosas nociones de “diversidad” y de “alteridad”).
Muy suelto de huesos, como se dice: laxamente, Ud. afirma, que la vía actual de resolución
de lo que llama las tres “cuestiones”: social (asimetría), espiritual (alienación) y global
(ambiental), como instancias mediales al propósito de empezar a atender la “cuestión
humana” (la formulación del paradigma filosófico total), nuevamente divide a la
humanidad en un grupo desarrollado constituido por EU de NA-UE-Japón, el cual estaría
encargado de concretizar el desarrollo técnico en la IA (inteligencia artificial), por una
parte; mientras que el resto de pueblos del mundo (los “Sin tierra” de Brasil, el “Modelo
malasiano”, el “Socialismo del siglo XXI”, el ALBA, Software libre, etc.), deben implantar
las nuevas relaciones sociales, por otro; sugiere también, que las dos vertientes deberán
encontrarse en un momento determinado. ¿Es real está súper moderna forma de división
humana del trabajo?
Primero, una introducción al tema. El curso a seguir por parte de la política de
alineación y de ubicación en la historia de los BRICS: de China y Rusia en particular,
depende de las condiciones de acumulación de las fracciones del capital, que allí se
reproducen, al carácter que asuma el proceso de competencia intermonopólica y a la
correlación de fuerzas (lucha de clase) al interior de esos países. Así está determinada la
coyuntura en el horizonte de las cuatro décadas futuras. Las preguntas pertinentes al respecto
son: ¿de qué tipo de capitales se trata los que han hecho pie en los BRICS? ¿Son simplemente
franquicias de los clásicos capitales imperialistas? ¿A qué tareas se dedican? En la guerra
1254

competitiva, ¿tienen opción de ganar y generar un nivel de supercentralización? De ganar,
¿asumirían la posición rapaz clásica de los imperialismos tradicionales? La proyección de
esos negocios se conoce muy bien al poner sobre el proceso histórico la deducción lógica:
ascenso y crisis.
Si bien estos putsh al interior del capital global son reales en la vida presente, estas
escaramuzas, aunque no tienen injerencia mayor en el decurso de la historia en el largo plazo,
merecen ser considerados, puesto que de ellos depende la intensidad y duración de los
conflictos en los que encuentra el desenlace el dique histórico. No se olvide, que la frontera
del pensamiento lo es el capitalismo, puesto que la realidad y sus doctrinarios han fijado los
hechos en un punto insuperable al cual llaman “fin de la historia”: el mercado, la libre
empresa, la iniciativa privada, la democracia, el luteranismo, en la perspectiva del más puro
estilo conservador, inmovilista escolástico; por tanto, en esa visión nada hay que valga fuera
de este paradigma, a lo mucho se discute sobre los dos modelos de conducción económica del
sistema: el neoclásico y el estatalista.
Remarcando. Si bien, como fácilmente en lo personal se sostiene que la “suerte está
echada” para el capitalismo, el movimiento de la coyuntura histórica debe ser aprehendido por
el acto teórico, de manera que no quede detalle de la realidad fuera de la cognición: como el
Bosón de Higgs que completa la tabla periódica subatómica, la actitud de los nuevos (últimos)
capitales que han emergido precisamente en la llamada etapa de la posmodernidad, requieren
ser examinados para develar cómo se comportarían en el curso de la historia por venir, en el
marco del sentido dado (¿fatalismo?) para ella. Aquí Sun Tzu ya no opera para nada: “si te
conoces a ti y al enemigo, tienes la guerra ganada; si te conoces a ti y no al enemigo
mutuamente ganarán y perderán batalla por batalla; y, si no conoces a nadie tienes la guerra
perdida”.
Ahora bien, a la enumeración que Ud. ha hecho sobre países a cuyo cargo se supone
corre la responsabilidad de forjar el grueso del desarrollo de las fuerzas productivas, hay que
sumar, con cuidado, otros como: Rusia, China, Cuba (o los BRICS). ¿Por qué con
precaución? Porque dichas naciones no son formas sociales ladinas, prepotentes, implacables,
temerarias, como lo son EU, UE o Japón; pero, sobre todo, porque Rusia, China, Cuba,
también contribuyen al desarrollo de las fuerzas productivas, o sea, producen ciencia y
tecnología a la par que los países imperiales clásicos.
La feroz competencia intermonopólica en el planeta (velada unas veces, abierta otras)
por mercados de oferta de materias primas estratégicas y de demanda para bienes y servicios,
mantiene vigente lo que el gran economista liberal inglés clásico: David Ricardo ya
promulgó, esto es, la “unión de la competencia con el progreso técnico”. El capitalismo actual
experimenta problemas efectivamente de “realización”, pero no por cuanto la
sobreproducción sea la explicación de las crisis en la época monopólica, sino debido a que
para mantener niveles adecuados de acumulación, el capital debe arremeter contra el trabajo.
Hoy este paso criminal (pauperización inducida), se le vuelve en su contra; en realidad, si
todos los consumidores en edad de trabajar estuviesen empleados no habrían problemas de
realización, puesto que como sostiene Shaihk: los capitalistas al momento de planear la
inversión, establecen también el nivel de consumo dado por el número de obreros a contratar.
Esta realidad sostiene la división efectiva del mundo: el denominado “primer mundo”, debe
mantenerse en la carrera tecnológica como razón competitiva, lo cual conduce la técnica de la
automatización a la robotización; mientras que los países de la marginalidad, se desconectan,
se asocian solidariamente y de ese modo plantean su sobrevivencia, como también ponen en
marcha el nuevo marco de relaciones humanas, que aprovechará la técnica para fines de
estudio, de las faenas de la espiritualidad. Pero el trabajo, al optar por sus reivindicaciones,
éste favorece también al capital (ésta también es una política-búmeran o tendencial), en vista
de que lucha por empleo y por el sostenimiento de su remuneración real, con lo cual configura
la “demanda efectiva”.
La contradicción entre capital y trabajo, en el período denominado posmodernidad,
sigue en pie; la misma encuentra resolución de modo definitivo, de golpe y sólo de esa forma,
con la automatización de la esfera económica principalmente, con la colectivización
democrática del usufructo del “trabajo” de las máquinas y con la extensión del proceso por los
cuatro puntos cardinales del planeta. La asimetría social reedita formas de lucha y de
respuesta observadas por el trabajo en momentos pretéritos: rechazo a la introducción de la
máquina en el proceso productivo durante la “revolución industrial” y la organización
1255

cooperativa (cuestionamiento a la técnica, pues, ella tiene directa incidencia en el problema
del “paro” agudizándolo; desconexión, economía solidaria –en el espíritu de Rochdale); otra
expresión de la antinomia es la oposición de las masas a los TLC, ya que los mismos
destruyen la pequeña y mediana empresas de los países de “menor desarrollo”, con impactos
consecuentes sobre el autoempleo y el empleo; también es oposición en la misma línea,
aquella puesta en contra de la destrucción del medio ambiente, sobre todo por hallarse esté en
poder de pocas manos, en cuanto concentrado en forma de propiedad y solamente susceptible
de aprovechamiento por quienes tienen capital y tecnología, con mínimo concurso del trabajo;
también el desate de la delincuencia es un síntoma de la contraposición determinante, que crea
desorden para la “Pax americana” y conspira con la acumulación, en tanto parte de la
plusvalía debe ser asignada al sector de seguridad de tipo automatizado. Los trabajadores de
los países reneocolizados reclaman empleo; en ese sentido la vida presente se opone al desate
de las fuerzas superiores de la vida futura, al bloquear el desarrollo técnico, cuya expresión es
avenirse a vivir y reproducir formas de existencia pasada, esto es, el ejercicio de actitudes
ligadas al conservadurismo civilizatorio, al hedonismo humanista abstracto.
Emmanuel Wallerstein, por ejemplo, sostiene, que “el capitalismo se está bifurcando y
que en 20 o 40 sobrevendrá un nuevo sistema...”, no obstante de que subsiste el peligro de que
la misma realidad se mantenga camuflada en el presente; mientras que Habermas recomienda
convertir a la institucionalidad política de los Estados, en ámbitos públicos de discusión moral
y pragmatización de la justicia, inductores de cambios en la realidad. De todas maneras, la
llamada unipolaridad militar y la hegemonía mundial de EU de NA, fue efímera; hoy están
emergiendo polos alternativos, tales como: Europa, Rusia, China, India, Pakistán, en menor
medida Brasil y Méjico, conducentes a forjar un nuevo nivel de balance, de equilibrio en el
mundo. El propio pueblo estadounidense, con la elección de Obama como presidente, lo está
facilitando. Sea en el escenario global como en el de sus unidades parciales, reviste
relevancia, en la transición, la resolución de la “cuestión social”, pues, ella es más importante
que la de tipo “espiritual” o de la “global”, debido a que es prioritario precautelar la vida per
se del “sujeto de pensamiento”; para el efecto, en un momento dado del movimiento de la
existencia del género, deben encontrarse el vector del “ocio” (desempleo estructural,
desempleo tecnológico) con el de la automatización, de manera que toda la humanidad se
dedique a cuidar su morada: la tierra, y a formar su conciencia en la auténtica “universidad de
la vida”, cuando la educación formadora del “recurso humano” para la empresa capitalista en
la modalidad institucional, sea nada más que un recuerdo, pasando a gestarse las condiciones
para que la especie inicie el camino de atención a la “cuestión humana”, “cuestión universal”.
La aseveración anterior: es así. Marx al respecto señala “cómo, bajo relaciones
capitalistas, la máquina asume el carácter de capital constante. Ello significa que se relaciona
con el trabajo como trabajo asalariado; de manera que la liberación de la actividad del
trabajador se convierte en desempleo”; ahora bien, esto ocurre en el capitalismo, pero en la
formación superior de la humanidad el mismo fenómeno se convierte en base para el
despliegue del desarrollo espiritual. Mientras que la crisis ambiental, que es una restricción
para el funcionamiento del capitalismo maduro, que fue una contratendencia dilatoria, afecta
la vida humana, al ser pasados los efectos de la acumulación a externalidades.
A propósito: Ud. impugna a los neofrankfurtianos, especialmente a su paladín del
momento: Jurgen Habermas. ¿No cree que es tratar con muy poco respeto a su obra, a su
nombre? No olvide que el pensador ha recibido múltiples premios y reconocimientos a sus
escritos, sobre todo de la academia ilustrada europea.
En este trabajo se hace referencia a ese discurso especulativo de sesgo weberiano del
“verstehen” (descripcionismo, complejidad, indeterminación, subjetivismo, voluntarismo,
eticismo: retórica mayúscula), en orden de proyectar la imagen de rigor, de erudición,
recuperando con pinzas tal visión hegeliano-freudiana de los hechos sociales. Es verdad, que
dicho pensamiento ha calado ampliamente sobre todo en el academicismo de la izquierda
Light de las neocolonias; a él responde, por ejemplo, la praxis política aplicada al pie de la
letra, automotejada de “socialismo del siglo XXI”. La intelligentzia europea y su colectivo, en
efecto, ha reconocido a uno de sus teóricos. Es la socialdemocracia, el eurocomunismo,
quienes han procedido de ese modo, en tanto se identifican con dicho parecer, o sea, con los
término del trabajo de la persona, cuyo nombre Ud. ha traído a colación. Aquí ocurre algo
similar a lo que pasa al interior de las sectas religiosas: en el catolicismo, verbi gracia,
¿admitirán los curas que desean santificar a uno de los suyos (el cura reaccionario K.
1256

Voctyla), la impugnación de un hereje? Hay un buen libro soviético (a partir de un juicio
personal, por supuesto), desgraciadamente muy poco leído de B. N. Biessonov, en el cual se
realiza una exégesis del pensamiento franfurktiano; su título es: El antimarxismo bajo la
bandera del “neomarxismo”.
Pero, permítame efectuar algunas observaciones más en torno de la “crisis” en la que
se dice, por parte de ciertos sectores interesados en relativizar el saber epistémico, habría
entrado la ciencia positiva. Especialmente a finales del Siglo XX, una sorprendente reacción
(conspiración) se ha producido en contra del conocimiento científico (Occidental, positivista,
racional, lógico, matemático), con la premeditada intención de desacreditarlo y hacer pasar
subrepticiamente por debajo de la razón seria, un indiviso “nuevo” paradigma. Este
alzamiento, esta alevosía, este atrevimiento –quizá por inconsciencia- proviene del
pensamiento Oriental, el mismo que ha tenido una no menos inusitada reemergencia de la
multivariada mitología religiosa, de la efervescencia proveniente de la reactivación de ciertos
grupos étnicos vernáculos y de la seudo corriente filosófica general, denominada
posmodernidad. En lo concerniente específicamente a la ciencia de Occidente, cada uno de los
frentes del saber positivo, de forma rigurosa, estoica e independientemente coincidente y
sinérgica, han topado las diversas partes confortantes de su discurso: la esfera de sus
fundamentos cartesianos (determinación, explicación, predicción), el método (la
experimentación, el modelo estadístico, la inferencia científica), el instrumento (las
matemáticas) y sus productos (el saber científico, objetivo, demostrable, reflejo “dinámico”
de la realidad, en suma: del saber cifrado en leyes sincrónicas y diacrónicas); ese es un mérito
incontestable del proceder algorítmico del “epiriocriticismo”, que no lo reconoce el marasmo,
el sensualismo y el izquierdismo a ultranza y el cobero, puesto que es uno de los fundamentos
de su consecución y ampliación. A más de la retórica homeopática inherente, los
impugnadores de la racionalidad científica y tecnocrática, no han podido oponer otra forma de
saber y cientificidad de derivación práctica, que realmente desbanque a la “lógica positivista”,
que la niegue y la supere. De modo que se muestra únicamente cansancio ( “¿de Occidente”?
–J. Derridá) y hostilidad por parte de ese sector, mas no cualidades en torno al desarrollo de
una nueva forma de conciencia creíble, rigurosa.
Una arremetida parecida le tocó soportar al Marxismo no bien entrada la segunda
mitad –y durante ella- del Siglo XX, de neomarxistas, eurocomunistas, Morín et al, quienes se
fueron tanto sobre Marx (no se diga sobre Lenin y Stalin; sobre Lenin la desidia y prepotencia
han sido tantas, que Zizek ha debido intervenir en su reivindicación) como sobre aquellos
pensadores, que propugnaron mantener una posición consecuente frente a la doctrina, esto es,
producir el concepto del movimiento presente de la humanidad según él mismo, a partir de los
supuestos del Materialismo Histórico. Variados epítetos han sido lanzados: mecanicismo,
fijismo, dogmatismo, fundamentalismo, ortodoxismo, economicismo, reduccionismo,
manualismo; el marxismo consecuente ha sido de este modo vilipendiado por parte de la
sinrazón de una conducta soberbia, autosobrestimada, propia del revisionismo o del
antimarxismo, conducta expuesta en la parafernalia compleja de raíz europea, que ha gastado
muchos sesos en el intenso tratamiento de asuntos filosóficos coyunturales y nimios, los
cuales se muestran interesantes y atractivos en virtud de gozar de muchos “activos
intangibles” (buen nombre), esto es, no debido a su importancia general y aporte, sino porque
exponentes admirados del “primer mundo”, se han aplicado sobre ellos.
Ud. dice que el proletariado cumplió su misión histórica, lo cual trae aparejado el tener que
aceptar al marxismo como verdad probada, a más de recurrir al móvil filosófico hipotético
de que “ningún sujeto social deja la escena histórica sin haber cumplido su papel”. ¿Qué
más puede argüir al respecto?
El marxismo en la actualidad, ya es “saber verificado por la práctica”. Mire Ud.: el
marxismo dejó como herencia a un importante sector de la humanidad (pero también a la
historia de las ideas y a la praxis) un coherente modelo de epistemología social e histórica,
que no solamente es conocimiento racional, dialéctico, pues ella, sobre todo, es la “guía para
la acción”; el obrero político, realizó una (varias) revolución(es) triunfante(s); e, instauro la
llamada “dictadura del proletariado” en una zona social del planeta como un caso de
incidencia sobre la entera humanidad. Allí están los hechos para que se juzgue. Pero la
historia muestra, que el revisionismo de Jruschov-Gorbachov, al haber flaqueado la voluntad,
ella (la historia) reclamó nuevamente al capitalismo como el sistema más apropiado para que
se produzca la definitiva concretización técnica (formalmente, puesto que el conocimiento no
1257

es una mercancía capitalista en estricto sentido, ya que al ser ésta la última forma-valor del
trabajo, ella es la antesala en la que se anulan todas las contradicciones clasistas; precisando la
cosa, la forma concreta de la realidad de la crisis de última data –la financiera global- se
disuelve en fases interiores, abstractas). Pero el socialismo impulsó este proceso (se habla de
socialismo, a la práctica transformadora comprehendida entre 1917 y 1956), como apéndice o
motor dual del sistema burgués.
En consecuencia, para ir al comunismo (a la “sociedad” robotizada), se tienen dos
vías: la socialista (la razón, la voluntad) y el desarrollo máximo del capitalismo (el propio
designio histórico: el desarrollo de las fuerzas productivas). En realidad, se ha dado, se está
dando, una ruta mixta: el capitalismo ha tenido como apoyo esencial al socialismo en el curso
de su mudanza (compañero de ruta en un tramo): como su motor dual.
Pero dicen que el socialismo no es un sistema viable, que en donde se implantó fracasó, que
se derrumbó solo o que la historia lo clausuró; que ese ensayo contra natura trajo
perjuicios a la humanidad, en la medida en que generó falsas esperanzas, masificó la
pobreza, suprimió las libertades e impidió el desarrollo del individuo. ¿Qué le parece?
¡Qué digan no más pues! Tenga presente lo siguiente: una de las ventajas, superioridad
y objetividad en el enjuiciamiento de la historia que tiene este documento sobre los de orden
oficial (el pensamiento de los “representantes teóricos de la burguesía”), es que su autor,
como ya se dijo, no está perurgido de justificar nada en este mundo, puesto que su extracción,
conciencia y posición de clase, no solamente que le induce a actuar de modo objetivo en
censura del sistema de la explotación, sino que carece de interés material personal alguno, de
manera que no busca ocultar la verdad, embellecer la realidad de la que el burgués saca
provecho, pues, en ella, este holgazán, vive muy bien sin trabajar. El burgués y quién dice que
el marxismo no es un pensamiento serio, científico, hacen juicios interesados. Recuerde cómo
es la configuración actual del planeta: las empresas globales asentadas en EU de NA,
mantienen un ejército desplegado en todo el mundo en Bases, Comandos y Flotas, y en el
llamado “complejo industrial militar”; con efectivos y pertrechos bélicos han impuesto un
orden internacional favorable a su reproducción en el planeta; está demás decir, que el
gobierno estadounidense les pertenece a los monopolios planetarios agrupados en bloques
propiciantes del desarrollo policéntrico presente (el afincamiento de las multinacionales
emergentes, tal es el caso de la “burguesía paulista” brasileña), a las multilaterales; el ejército
y la industria bélica tienen el propósito, por tanto, de someter e intervenir, en cuanto
instrumentos de política económica contra cíclica. Este sector y sus áulicos domésticos a las
neocolonias, dicen lo que dicen.
Como es de dominio general, en el mundo el sistema burgués de vida ha generalizado
la pobreza, la delincuencia, las crisis existenciales; de estos problemas, no se puede
responsabilizar al socialismo ni siquiera al “socialismo bastardo” posestalineano (países
otrora serios: Estados bálticos, que ahora sufren los golpes del capitalismo al que añoraron
entrar: la recesión; crisis que hoy afecta también a Europa con su locomotora alemana). En
América Latina se experimentan los conflictos citados. Algunos países han repudiado a los
gobiernos representantes del poder financiero, a las políticas económicas neoconservadoras y
han inaugurado procesos de cambio programados, graduales; esta decisión se ha perennizado
con la elaboración y aprobación de nuevas Cartas Magnas; eso ha sucedido en Venezuela,
Ecuador y Bolivia; de modo que, cuando un nuevo Régimen se institucionaliza en la
Constitución no queda margen o se vuelve más escabroso el camino de la derecha por retornar
al antiguo status quo. Ahora bien, también hay Estados en la misma subregión, que no han
avanzado hacia el cambio constitucional, de modo que sus mandatarios puedan contar con
algo de poder para propiciar cambios duraderos, definitivos; son los casos de Argentina,
Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay, Honduras, El Salvador, Nicaragua. Sobre todo en
Argentina, Brasil y Chile (en Panamá, ya ha ocurrido), en las próximas elecciones parece que
esa cuasi ley llamada del “péndulo”, va a hacer que gobiernos socialdemócratas, que hasta la
fecha se han mantenido en la administración del Estado, sean reemplazados nuevamente por
gobiernos conservadores. Quienes han sostenido que en Venezuela, Ecuador, Bolivia y, por
supuesto: Cuba (incluso luego de los efectos reformistas, que las últimas reformas
desburocratizadoras, puedan arrojar), el cambio es irreversible, están en lo cierto, pues, la
direccionalidad del mismo se halla plasmada en sus constituciones; en los otros países no se
dieron las condiciones para avanzar hacia la implementación de tal objetivo estratégico-
1258

político, de modo que su intentona de cambio va a ser desmontada y el mismo va a aplazarse
por no menos de un período gubernamental.
Es el caso de Honduras en julio del 2009. Este país ha sido uno de los más controlados
por el imperio y su clase dominante criolla, y es uno de los más inequitativos; estos sectores,
no se han preocupado mucho por educarle al pueblo, incluso a su manera, o sea, formándole
como recurso humano de calidad. El presidente Manuel Zelaya, ya en el cargo, emprendió al
final de su gobierno movimientos en pro de elaborar una nueva Constitución, que aladee las
prerrogativas oficiales y recupere los intereses del pueblo y la historia, en coherencia con la
corriente abierta por Venezuela, Ecuador y Bolivia. La citada entente compuesta por el poder
militar criollo, el poder económico endógeno y externo, se le adelantó, conocedora del hecho,
apurándose a dar un Golpe de Estado conocido como “Sucesión constitucional”, de modo que
el “mal ejemplo” de Venezuela, Ecuador y Bolivia, no cuaje allí. En la reflexión puramente
casuística y muy coyuntural, en la Carta Magna hondureña, en la medida en que ésta no es
más, que la voluntad del poder del capital erigida en preceptos constitucionales, se recogen
proclamas ampulosas y retóricas, como ocurre en las constituciones de todos los países
capitalistas del globo, respecto de la participación, democracia y libertad; no obstante, “el
respeto al Derecho y a la Constitución es solamente para el vulgo”.
Sea paciente y permita que refiera unas cuantas reflexiones más, sobre el particular. En
los problemas políticos hondureños abiertos en el 2009, se pone en evidencia el carácter
reaccionario inmanente a las estructuras constitucionales y legales, las cuales fijan un
momento histórico y lo perennizan: inmovilizan la vida en coherencia con el interés del poder
reproductor del sistema imperante. El presidente Zelaya procuró preguntar al pueblo (al
Soberano, el cual siempre está por sobre sus productos –debe estarlo, caso contrario siempre
permanecería alienado-: la Constitución vigente, por ejemplo), si ordenaba la elaboración y
sanción de una nueva Constitución, en la que se recojan derechos humanistas de segunda
generación; el poder conservador inmediatamente reaccionó y lo despojó de su cargo
apelando a la fuerza, con sustento en la argucia de que la Constitución vigente (Poder
Constituido) lo prohibía. En el presente, el mundo vive momentos de transición, de cambio;
cambio que se desprende de la implantación cada vez más pronunciada de la determinación
dada por la “época cambiada”, que remodela todo a su “imagen y semejanza”; en dicha etapa,
el “poder constituido” se imbrica con el “poder constituyente”, el segundo de los cuales se
vuelve permanente; las estructuras densas, estables, se diluyen (como ocurre con el discurso
de la empresa: ésta se flexibiliza, se desconcentra, para poder innovarse, renovarse, adaptarse
a los cambios rápidos de ambiente,… y sobrevivir) y la forma procesal de la vida adquiere
hegemonía; esto se produce precisamente cuando en el mundo tambalea todo tipo de poder
(expresión de la quiebra del poder económico): político, jurídico, hegemónico, crisis que
conduce a su derrumbe, a su negación y no superación (la superestructura cae).
Estos atisbos de nueva realidad, no son productos gestados en el aire; en verdad, los
mismos tienen su fuente directa en cierto tipo de praxis del pasado: en la lucha proletaria, en
el socialismo efectivo leninista estaliniano; estos hechos históricos han preparado, han puesto
las bases y han anunciado lo que estaba por venir, y sin ellos: no sería posible ningún
porvenir. Ese fue un planteamiento racional, que dio lustre a las apetencias humanas, el cual
se plasmó muy bien: inició la siembra de los sentimientos de justicia, de superación de las
disparidades intragenéricas, del paro, de la pobreza; elevó a principio las nociones de
colaboración y de solidaridad; puso al frente de la mirada la proyección subjetiva de los
hechos en correspondencia con ellos y su inmediata aplicación en mejoras en el desarrollo
proporcional y planificado de la vida; fue la negación responsable de la forma de vida pasada
de la que proviene y rescató para el género el ideal racional, le dotó de fundamento
metodológico, estratégico y operativo. Todo eso recogen hoy, haciéndose los desentendidos,
los rogados, los gestores del cambio en curso. De manera que el socialismo ni ha muerto ni ha
dejado de ser viable, puesto que es el mismo sigue siendo realidad de otro modo en la vida,
sus esperanzas están vivas, y su aporte también consiste en haber mejorado la conciencia
colectiva: el modo de ver el mundo, los derechos que la persona tiene, las responsabilidades
particulares y colectivas; por tanto, sus conquistas prácticas y subjetivas han mejorado el
cuadro general de la vida, en el que el ser humano se individualiza, adquiere y ejerce su
libertad, y –como se dice actualmente- crece.
De manera que, si algún rechazo puede hacerse al socialismo, es el relativo al hecho de
que los últimos dirigentes (Jruschov-Gorbachov) no supieron estar a la altura de los tiempos y
1259

cobardemente dejaron que avancen las condiciones de la defección del sistema, con lo cual
pusieron las bases empíricas de las sentencias de quienes sostienen que el socialismo
implosionó. Pero mire Ud. cómo el capitalismo, fracasando para la humanidad, ha sido
exitoso frente a la historia: el capitalismo, el modelo de desarrollo han errado
dramáticamente; dos indicadores pueden ser suficientes para sostener el veredicto: el 2% de la
población mundial ostenta la propiedad de la riqueza mundial; esta riqueza, es el producto de
la conversión de las deseconomías sociales y ambientales, en riqueza (la explotación, la
economía rentista, extractivista). Ahora bien, las mentes autorizadas del poder, los expertos,
siguen teorizando, analizando la realidad, por ejemplo: latinoamericana (de varios países
como Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia) con los principales y clásicos indicadores
macroeconómicos: el PIB (crecimiento del producto), la inversión, la tasa de empleo en el
sector privado, el ingreso per cápita, el nivel de salarios, la balanza de exportaciones (cuenta
corriente, Reserva Monetaria), confianza, riesgo país, competitividad, etc.; sin darse por
entendidos, que este fárrago de categorías del ideario empírico-especulativo de la praxis
burguesa, se corresponden con un susbtractum material, que se está despidiendo de la historia.
De paso, puesto que puede ser el contenido de la pregunta inmediata, que se apreste a
formularla Ud. perurgido por la respuesta dada, se indica que los nuevos conceptos
pertinentes con lo que se piensa “construir”, pueden ser: estructura de la propiedad, evolución
de la pequeña y mediana empresa, tasa de crecimiento de autoempleo, índice de intercambio
solidario interregional e intersectorial, número de cajas de crédito popular, estructura de la
cartera de crédito tanto del sector financiero privado como del público, número de negocios
de propiedad social,… o sea, los indicadores de un nuevo programa de política económica,
que indique que otro sujeto se halla al frente de la economía.
¿Cómo explica el fenómeno soviético?
Creo que Ud. se refiere al fenómeno bullado, conocido como “caída del Muro de
Berlín”: a su explicación. Interesa la opinión, que el pensamiento de izquierda
marxistaleninista tiene al respecto. Puede acudirse al principio dialéctico del “desarrollo en
espiral” para explicar (justificar) el límite histórico, experimentado en el Bloque oriental. La
historia no procede de modo lineal en el curso ascensional inmanente a su modo de ser; ésta
sigue, mas bien, caminos escabrosos de avance y retroceso, se sostiene en dicho sector; la
defección del proceso soviético, por tanto, se arguye, constituyó nada más, que una derrota
temporal para el proletariado y para el socialismo; luego, las fuerzas sociales, al modo de las
cuales estará siempre el proletariado, retomarán el hilo revolucionario conductor de los
procesos e implantarán el socialismo.
¿Cuál es el parecer personal? La historia nunca retrocede; incluso las maniobras
tácticas que se producen en sentido inverso del curso ascendente ubican la conjunto del
proceso y a la parte que retrocede, en una posición superior sobre los hechos, en cuanto
comprensión más afín a sus determinaciones, con lo cual ponen al frente los nuevos elementos
para sumir renovadas tomas de posición. Es verdad que el movimiento siempre es en espiral;
por lo mismo, lo reveces son componentes en perspectiva de esa forma de ser del avance
histórico. En la coyuntura histórica referida, la perspectiva socialista estuvo puesta y
empezaba a desplegar su ser; a su lado el capitalismo seguía adelante fiel al cumplimiento de
su misión: producir las condiciones materiales del mundo nuevo, camino en el que aún no
había dado todo lo de sí, por lo que no podía dejar la historia tan violenta o racionalmente,
como único camino; luego, el poder en el sistema capitalista puso todos sus medios a
disposición del procesamiento de las crisis.
El socialismo experimentó límites internos (revisionismo, traición, restauracionismo)
y la ofensiva pro capitulacionista externa, y “defeccionó”. Si la voluntad no conduce la
historia, ésta se va sola; no obstante, tampoco este proceso supone un movimiento del todo
ciego, pues, incluso en la simple naturaleza, se sabe por Darwin, las especies evolucionan por
selección natural: el organismo no adaptado, que no cambia, se ancla en el pasado, decesa;
por lo contrario, el organismo que contiene las condiciones dispuestas en perspectiva de
realizar la ley del desarrollo permanente, se establece y sigue adelante. La historia, de modo
mecánico, por supuesto, pone a un costado procesos humanos que no la realizan, cuando las
complicaciones internas son más fuertes que el ser estructural de estos, y sobre todo una vez
que los papeles disponen de ontología alternativa en el curso de su cumplimiento. La historia
va a dónde va, por distintos caminos, por el óptimo; en la historia: el fin prevalece sobre los
medios (algo se ha oído decir al respecto: a la naturaleza le interesa la población y no el
1260

individuo; se maldecirá estas opiniones, juzgándolas como el extremo de la naturalización de
las praxis, no obstante, es un hecho que cuando la razón se extravía, la fatalidad se pone al
frente de los hechos: ¿qué otra cosa son sino, las leyes del mercado?).
De fuera del sistema socialista y del capitalista, es posible advertir qué pasó en dicho
tramo de la vida de la humanidad. Si la conciencia se pone en perspectiva de la historia y se
supone la forma humana que viene, en coherencia con lo que parece ser el objetivo específico
de la especie, es allí cuando la controversia en torno de los conflictos humanos se zanja. Por
poseer inteligencia (la base del pensamiento, de la conciencia, del conocimiento en proceso
hacia su totalización), el ser humano tiene como perspectiva su realización en la idea absoluta;
la inteligencia solo provee el desarrollo de la conciencia, si las fuerzas productivas se
desarrollan (los sistemas sociales cumplen el papel, ora de bloqueadores, ora de impulsores
del progreso material y, por tanto: espiritual del género) y lo hacen, sometidas al imperio del
prurito de satisfacción de las necesidades, el sorteo de peligros y el mejoramiento de la
calidad de vida; la contradicción se resuelve al ubicarse el hecho humano en status siempre
mayores en orden de las necesidades: las fuerzas productivas y la conciencia progresan y
avanzan en este marco. Las fuerzas productivas se desarrollan siempre que el motor de la
contradicción funcione (la competencia); el socialismo puede cumplir ese papel con
racionalidad, pero el capitalismo lo hace de forma natural; el socialismo no solamente no tiene
ese motor y más bien produce patógenos volitivos a su interior: si en el capitalismo la
contradicción promueve su desarrollo convulsivo mediante crisis periódicas que se superan
así mismas en la creación de los supuestos para su reiteración en escala mayor, en el
socialismo dichas crisis ideológicas provocan su clausura. La historia integró al socialismo al
designio del progreso humano hacia su objetivo, esto es, rumbo a la formación firme de las
condiciones materiales del comunismo. Solamente en comunidad, sin distracción de talentos
en el trabajo y apoyándose en las máquinas, la inteligencia puede realizarse en la consecución
de su objetivo: la idea absoluta.
En suma, después del comunismo: ¿qué?, o, ¿para qué el comunismo? (sea que se
llegue a él, por la vía formulada por los cristianos, anarquistas, gramscianos, frankfutianos,
eurocomunistas, socialistas o marxistaleninistas). Si no se puede responder a esas preguntas o
si no se quiere hacerlo, en vista de que se sostiene que primero debe nacer el niño para hablar
de él, tampoco es posible (o ella es premisa para) entender el socialismo, el capitalismo o el
proceso en conjunto. Esta es una reflexión, que con prepotencia intenta doblegar de un solo
plumazo al cúmulo de especulaciones que sobre el incidente comentado, se han construido, o
sea, implosión, fracaso, derrota temporal, sistema inviable, derrumbe, traición, revisionismo,
burocracia dictatorial, falta de libertad, etc. Por otra parte, como efecto de lo dicho, en el
presente el capitalismo vive un tramo más y muy corto que el socialismo: el período que
requiere la especie para automatizar las completas actividades necesarias para la reproducción
del género; le toca batallar con él al “nuevo” sujeto histórico: el combinado subversivo,
intelectual, ciudadano, en luchas ya no del todo revolucionarias, sino reformistas progresivas,
en cuyo curso debe plasmarse la gran herencia proletaria legada por los trabajadores a la
historia: la “ilusión” del comunismo.
Ud. ha cambiado la revolución por la evolución.
Ud. tiene razón en ello. Pero todo aquí goza de fundamento. Una de las tesis que se
defiende enérgicamente en este trabajo, es que el proletariado cumplió su misión histórica, o
sea, que hizo la revolución, forjó efímeramente una estructura real socialista en un tercio de la
población del planeta al promediar el siglo XX, con lo cual cambio la historia. Si el
proletariado es una abstracción actualmente: no existe ya más el sujeto revolucionario; el
proceso continua de modo “reformista” a través de quienes han tomado la posta: los
subversivos, los ciudadanos (los mundanos, los sistemasolarseanos, los galaxianos, los
nebulosianos, los víalacteanos, los constelacianos, los universianos), esto es, los
neoproletarios, eslabonados a nivel mundial, globalizados. No se olvide, que si uno de los
polos que estructuran el modo de producción burgués se ha detraído, percibido el hecho en
forma lógica (si la vida desaparece, se ausenta definitivamente la muerte): el otro, por fuerza
debe dejar la escena de la historia; dicho sea de paso, esa es la más fuerte razón para sostener,
que el capitalismo hoy mismo es un hecho del pasado. El proletariado, en el frente económico
está siendo progresivamente reemplazado por la mecánica “productiva”; ideológicamente ha
asumido los puntos de vista inherentes al interés de los dueños de los medios de producción,
merced al golpeteo en su mente de las tesis del programa de “reingeniería mental”; mientras
1261

que políticamente se ha tornado reaccionario: también los restos del obrero antaño
revolucionario, pretenden detener el giro de la rueda de la historia, en tanto el tradeunionismo
vuelve a ser la constante en un mundo en crisis: pobreza, desempleo, exigua oferta de puestos
de trabajo 1809 .
Las sociedades por acciones se han desarrollado al máximo (la búsqueda de “socios
estratégicos” en la esfera de la “economía de casino”, es uno de los indicadores más visibles
de ese detalle); el burgués ha ingresado en la ruta sin retorno de la carrera tecnológica
inmanente a la determinante competitiva: mientras más automatiza la producción, más
rápidamente se saca a sí mismo de la historia; todas las medidas que toma en el intento de
salvar al sistema, se le vuelven en su contra: el Internet por ejemplo, desarrolla y aviva
críticamente la mente de la población planetaria, en general; en suma: la técnica se sale de su
control y se socializa; ¿cómo se comprende si no, la presencia de los llamados hackers y del
terrorismo informático? Precisamente aquí, permítame que intercale en este diálogo una
herejía personal sobre el socialismo como fase progresiva humana. Tengo la impresión, que es
la forma de producción antagónica más desarrollada de la historia: la capitalista y no la
socialista, puesto que el principio de la “emulación” no es tan suficiente como lo es el de la
“competencia”, la encargada de producir el efecto de liberación de la humanidad del trabajo,
para que pueda asignar todas las “energías” vitales a la búsqueda de la verdad: el
cumplimiento de la auténtica misión de la inteligencia, es decir, del ser humano. Todas las
potencias del trabajo colectivo humano, que sirvieron para construir tantas obras faraónicas,
en las conquistas de Alejandro Magno, en levantar el imperio más letal y al mismo tiempo:
más prolífero en la generación de los supuestos para la plasmación de los poderes de la
inteligencia: el estadounidense, quedan liberadas para ir en pos del imposible saber absoluto.
Si el trabajo ha dejado las escena histórica; si el capital entrevé sus últimos estertores;
si en el planeta la población preterida está forjando nuevas formas de interconexión que
sostengan la sobrevivencia al margen del proceso del capital; y, si en el mundo ha mejorado la
conciencia de sus habitantes sobre el carácter de la realidad en curso y el porvenir, se han
puesto las condiciones para que la última forma de división del trabajo cumpla su rol en
circunstancias menos cruentas que en el pasado: los pataleos de ahogado del capitalista tienen
como objeto completar el proceso de automatización productiva, mientras que los reductos
neocoloniales están trabajando en la forja del régimen de la “democovivencia” en el que tenga
función efectiva la nueva fuerza productiva absolutamente constituida, en el marco de
despliegue de procesos evolutivos mas que revolucionarios. Advertirá Ud. en estas palabras,
un simple eco de puntos de vista consagrados en la conciencia de amplios sectores de la
población humana global.
El asunto, según opinión personal, contiene la siguiente cadena de hechos. La
Transición, en el plano del continuum en el movimiento humano, constituye ese proceso
mixto (de base material y de la voluntad) de mutación de la revolución proletaria en
revolución subversivo/ciudadana, o sea, permutación de poder proletario por poder popular.
No obstante, en su naturaleza de determinación dialéctica, este status social tiene sobre si la
“espada de Damocles” del principio prolongado de resguardo sistémico, hecho que convierte
la coyuntura en una “nueva fase del proceso ´neoliberal´” de reproducción burguesa y
humana. Wallerstein recomienda actuar de forma racional, sensata y política frente a la
circunstancia, es decir, no desaprovechar la oportunidad que el momento socialdemócrata
incorpora al escenario histórico, para configurar condiciones en las que se rearmen,
recompongan y articulen las maltrechas fuerzas de izquierda, posteriormente dispuestas en la
“arena” de “guerra de posición”: aplicación del proyecto de tertulia cívico-moral conducente a
forjar el régimen de “humanocovivencia”. Si el proletariado señaló el camino futuro de la
historia para la humanidad, la actuación de los rezagos de clase, puede detener la marcha o
hacer dubitar en su recorrido al viajero. Sobre los hechos expuestos en calidad de
determinación operan “energías” más decisivas asociadas con el desarrollo de las fuerzas
productivas que también direccionan, quiérase o no, la historia. Empero, si algo tiene que
1809
Posiblemente en ciertos países (los africanos, por ejemplo) en los que los procesos de industrialización
hacen época, como una opción moderna frente al “tribalismo” de sus economías, se conforme una clase obrera
orgánica moviéndose con reivindicaciones histórico-filosóficas en sus labios, en pleno Siglo XXI. Estos
procesos, no obstante, llegan tarde en la historia y son solamente ensayos demostrativos de voluntad y coraje,
de quienes desean convencerse que son capaces (esto es, no aportan casi nada al flujo de la historia).
1262

decir en la fase el Marxismoleninismo, es aquí el lugar en el que su papel debe continuar
ejerciendo efecto.
Esa perspectiva: ¿no es una revisión de las ideas de Marx?
Ud. acaba de “poner el dedo en la llaga”. La suya, es una inquietud que atormenta a
todo marxista, que espera siempre ser consecuente con su cosmovisión racional de partida
(ortodoxos, fundamentalistas, dogmáticos, son llamados quienes proceden así por parte de los
auténticos revisionistas), esto es, librarse de la contaminación de los prejuicios ideológicos
burgueses en su concepción y, aunque la persona que le habla no sea un marxista
aprovechado, de todos modos le asalta dicha preocupación: el que quizá, sin saberlo, se esté
haciendo el juego a las ideas del poder o ingenuamente se encuentre a su merced y sin
quererlo a su servicio.
Por tanto, siempre ha estado rondando la cabeza de la persona que le habla, la
preocupación en torno de si sus ideas (y sobre todo: su conducta) constituían una nueva o ya
común forma de revisión del marxismo, de adulteración de ese extraordinario pensamiento, o
si las mismas reflejaban “fielmente” la realidad concreta (y su proyección) con apego a la
lumbre susodicha. De tratarse de una revisión, en todo caso, esa no era la intención; pero “el
camino al infierno está plagado de buenas intenciones”. Como aseveró el gran Lenin, el
revisionismo no es producto de meras casualidades ni se debe a errores de individuos o
grupos; el mismo tiene que ver, más bien, con la operación de causas profundamente
arraigadas en el sistema económico y en el carácter del desarrollo capitalista. Por tanto, me
apartaría del método materialista si al realizar la crítica de mis propias ideas, me limitase a
comparar los pensamientos oficial y el revisionista con el marxista, para advertir ciertas
desviaciones; es necesario (siempre siguiendo a Lenin) encontrar la explicación en la base
material, en las relaciones económicosociales de esas tergiversaciones. En ese sentido ¿qué
realidad antagónica refleja este pensamiento? La respuesta a esta pregunta está contenida en el
interior del presente documento y en la postura de identificación siempre proletaria, que ha
sido la pretensión observar, en la vida personal. En todo caso, algunas referencias “a vuelo de
pájaro” respecto del levantamiento teórico de la realidad, base material conformante de las
ideas “marxistas” personales: el capitalismo atraviesa el momento final de su existencia en la
fase imperialista; el capital ficticio reina en el planeta y ha entrado en la última etapa de su
crisis degenerativa, sin retorno; en el planeta, los sectores populares se desconectan del
sistema y crean un “mundo alternativo”: a ese momento se lo denomina transición, la cual es
el resultado de la lucha proletaria y del desarrollo de las fuerzas productivas.
En sentido más amplio: ¿cuáles son los principios, el plano central, las ramificaciones
y las abstracciones últimas que conforman este pensamiento? ¿Ellas contradicen, se
desentienden o se combinan al más puro estilo ecléctico al marxismo, del marxismo, con la
ideología burguesa, en su orden? La severa, radical y consciente adscripción a la ideología del
proletariado, ha conducido a mí pensamiento a sostener el primado del “ser” sobre la
“conciencia”; que la historia humana, es la historia de la “lucha de clases”, que con la
desaparición revolucionaria del capitalismo se cierra ese tipo de historia y que las
contradicciones de la vida material condicionan la vida espiritual; que la economía es el
materialismo en el plano de la “filosofía” social; que el capitalismo es un sistema histórico,
que debe derrumbarse a causa de sus tenciones internas (la antinomia entre las fuerzas
productivas y las relaciones de producción, la lucha de clases y la revolución) en la época del
imperialismo; que el capitalismo es la forma social encargada de crear las condiciones
materiales, presupuesto material del mundo nuevo; que la “revolución es la partera de la
historia”; que el proletariado es el sepulturero de la formación social burguesa y el instaurador
de la sociedad socialista: dictadura del proletariado y eliminación de la propiedad privada de
los medios de producción (1917-1956) y comunista, esto es, crear la sociedad del trabajo y,
luego: la comunidad humana racional de desarrollo.
Lo “nuevo” de este pensamiento (y en lo que existe el riesgo de inconsecuencia con el
marxismo), puede decirse que es: 1) la aseveración de que el capitalismo está hundido del
todo (el capitalismo y el socialismo se anularon en conjunto), que los responsables son la
Revolución de Octubre, el socialismo de Lenin-Stalin y todas las luchas populares desatadas
en el planeta; 2) que el proletariado cumplió su papel histórico íntegramente y a carta cabal (la
ideología científica del proletariado de Marx-Engels-Lenin-Stalin, por consiguiente, han
probado su cientificidad y su practicidad, transformando realmente el mundo), que éste ha
salido de escena y que al haberse abstraído el sujeto (el trabajador político), la revolución ya
1263

no procede; 3) que los restos del capitalismo compete arrasarlos completamente por parte de
las luchas de los subversivos, de los intelectuales y de los ciudadanos (los neoproletarios) por
métodos sobre todo evolutivos: concretar la herencia proletaria de la nueva “sociedad” legada
en estado potencial; 4) que ya no está en el horizonte otro ensayo socialista según el ideal de
Lenin y de Stalin; 5) que el mundo debe socialdemocratizarse (socialismo del Siglo XXI)
como proceso transicional antes de experimentar el salto definitivo hacia el comunismo, en el
que los países imperiales tienen que completar el proceso de automatización, mientras que las
posneocolonias deben avanzar el desarrollo de las nuevas relaciones sociales: los dos aspectos
deben encontrarse en un punto determinado; 6) que el comunismo solamente se da con robot,
pero jamás sin él, pues, siempre que la satisfacción de necesidades sea cumplida mediante el
trabajo humano, ha de requerirse su división, siendo esa condición una de las contradicciones
en potencia de las clases (la historia podía ir a la robotización por la vía del socialismo, por la
del capitalismo o mediante una vertebración de los dos; en los hechos, la última ha sido la
ruta, habiendo el socialismo pasado a desempeñar el rol de motor dual); 7) que el papel de la
propiedad de la inteligencia, no es mejorar la posición hedónica, mitológica o la ambición: el
deseo de lucro, de los individuos, pues, ni siquiera el objetivo coyuntural marxista (desarrollo
multifacético en equidad) es competencia de la inteligencia: ésta está para elevar al ser
humano de su condición animal, a la racional y, finalmente: a la “divina”.
Además, se presenta un concepción total del Universo, de la Materia; se recoge el
concepto de la historia de orden marxista; y, similar proceder se emplea al tratar la esfera de
la conciencia, pero siempre teniendo el cuidado de mantenerse el plano real y en el teórico
marxista-leninista. Luego, he intentado realizar un proceso de “intervención epistemológica”
en mis propias ideas con el propósito de proceder a la demarcación entre ciencia e ideología;
lo máximo a lo que he podido llegar en ese empeño, es a ratificarme en ellas y a instar a que
otra persona lo haga también, a fin de mantener la pureza del pensamiento marxistaleninista,
pues, es posible que uno no sea capaz de ser objetivo en el enjuiciamiento de su propio
trabajo.
Como corolario de lo dicho: ¿cuál el sentido de todo este drama humano? Después de la
existencia: ¿qué? O, como dicen los materialistas: la presencia de la forma consciente de la
materia ¿para qué?
Ese es el tema central abordado en este largo ensayo, tratado a través de faro visor del
pensamiento marxistaleninista.
Al respecto, si se examina los términos con los que tratan la tópica las diversas
filosofías del mundo, uno se topa con que no hay una respuesta o ésta no es satisfactoria,
como es el caso de la que da o se desprende del ideario o conducta religiosa occidental.
El ser humano salvo, se dice al interior del cristianismo, va al Cielo a gozar de la
felicidad por siempre: ésta no es una respuesta sostenible como sensación en el largo plazo,
esto es, la fastidiosa felicidad eterna; el ser humano es energía parcial que con su muerte
retorna al seno de la energía total, es la solución que propone otra vertiente idealista bastarda,
no obstante, la noción “energía” es un axioma defectuoso, es una simple representación: una
abstracción sin substrato material; otro frente de pensamiento sostiene que la razón de la vida
se encuentra y se justifica como instrumento de realización del “recorrido de las leyes de la
naturaleza”: el Universo se muestra viable y alcanza su optimidad con la presencia y
actuación del ser humano, sin que importe mucho su sino posterior, puesto que la materia
puede destruirlo todo y volver a hacerlo todo nuevamente; y, el pensamiento más objetivo al
respecto considera que el ser humano se coloca en la dimensión de la “racionalidad superior”,
con la superación revolucionaria planeada de sus antinomias, pasándose del “reino de la
necesidad al reino de la libertad”, del desarrollo consciente y multifacético de cada miembro y
del conjunto social.
En ese marco, los argumentos que sostienen ciertas religiones orientales sobre la
reencarnación, según modo de ver personal, se presentan mentalmente más elaboradas, en la
medida en que mitológicamente anudan la vida y la muerte (la realidad y el supuesto) en sus
construcciones ideológicas de modo dinámico: el ser humano es terrenalización de un
segmento del espíritu universal, encarnado múltiples veces a objeto de provocar su perfección
progresiva y retornar al espíritu universal también para perfeccionarlo. Todas estas filosofías
presentan límites de comprensión, explicación, previsión y práctica. En su defecto, en el
presente documento se propone la tesis de la “teoría de la inteligencia”, como superadora de
dicho límite. La inteligencia le lleva al ser humano al estado de libertad absoluta en su clímax
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de desarrollo; al final, la elección es suya: coronó la “visión” comprehendida, con lo cual
tiene ante sí la satisfacción y la dignidad de no haberse quedado en el camino, sino el haber
vuelto acto la potencia de su propiedad máxima y única: la inteligencia, luego: puede proceder
como quiera con su vida.
En otro frente temático. ¿Qué opinión tiene sobre el “terrorismo”?
Este es un fenómeno histórico, extremadamente sensible, delicado, controvertible:
vedado, diría; sin embargo, para muchos: es simple, de compresión y sentencia inmediata.
¿Por qué es complejo, para quienes no tienen la percepción súbita sobre la “anomia”, como es
el caso personal? Porque los actos terroristas, que tienen su razón, puesto que los que los
perpetran no pueden ser catalogados simplemente como locos (una persona afectada, cercada,
que no tiene capacidad de respuesta, cuenta con sólo tres vías para definir su vida: someterse,
suicidarse o responder con determinación en un acto en que fines y medios se justifican),
desatan secuelas que han alcanzado a inocentes, esto es, a la población civil como suele
decirse; pero también han sido vehículo no deliberado para quienes han desgarrado la vida de
personas buenas en los países en los que residen los verdaderos terroristas (el poder de las
multilaterales y la gobernanza).
La derecha defiende su sistema inmediatamente a través de su práctica: en la
realización del proceso empresarial coadyuvado por el Estado; su actuación asume la
apariencia de una actuación natural y positiva, mimética: el negociante produce bienes para
satisfacer las necesidades del público, es partidario de la democracia, de la libertad, combate
al narcotráfico; la lucha popular, en cambio, es mediata, debe ser realizada fuera de su función
como trabajo y toma forma negativa, conspirativa. No deje de advertir, sin embargo, que entre
la población, por convicción o por ignorancia, hay individuos que apoyan a los genuinos
terroristas, o sea, al dominio imperial y a sus áulicos, que son los que causan y sostienen las
condiciones, que generan el llamado terrorismo, por ejemplo: Hezbolah frente a Israel, El
Talibán frente a EU. El poder mafioso ha anatemizado de terroristas a sus detractores (a
Gadhafi últimamente); luego, aclaro: las FARC, no son terroristas; a partir de un ángulo de
enjuiciamiento del hecho (pues, se dice que se vive en democracia y que se tiene el derecho
de opinar libérrimamente), las FARC son los legítimos combatientes por la libertad. Sobre
Hezbolah: este frente de resistencia antiisraelí la ha ganado dos veces la guerra a Israel; pero
su posición en el conflicto es genuina: considera que el Estado de Israel es ilegal, de
ocupación y cree que la única solución al problema es crear un país que abarque a todos, que
vivan en paz palestinos, israelíes y otros.
Ud. sabe, que el auténtico terrorismo es el capital, su sistema, su clase. Son los grupos
monopólicos de la “globocolonización”, que van a tomarse el mundo quienes generan todo
tipo de resistencia, entre las cuales se halla el terrorismo. En verdad, nadie tiene la potestad de
imponer una forma distinta de vida a otro, o de garantizar sus intereses repartiéndose ad
terroren el mundo, desconociendo los derechos ancestralmente ganados por un pueblo. Hoy
ya se cuentan con datos, que permiten demostrar, que el atentado a las Torres Gemelas, fue un
autoatentado urdido por el Clan Bush y Ben Laden; se conoce también, que la mafia de la
Casa Blanca, preparó al mundo a fin de legitimar el genocidio con la argucia de que Saddam
Hussein tenía armas de destrucción masiva, etc. Los verdaderos móviles de la aplicación de
las premisas de la Guerra Preventiva en la invasión a Irak, la cual fue preparada por el
autoatentado referido, fueron: controlar el mundo árabe, zona en la que se había producido
“un vacío de poder”, luego de la implosión del imperialismo social soviético; hacerse con
recursos estratégicos allí existentes; y, beneficiarse con los contratos de la reconstrucción. A
los jefes gringos asesinos se le sumaron ingleses y la anacrónica clase dominante española en
su aventura genocida invasora de Irak. Los posmodernos gringos estadounidenses genocidas
cobardones, se parecen muy bien a esa “culebra fina” de nombre “cobra”, puesto que ni
siquiera se toman el trabajo de morder a la víctima, sino que a buen recaudo dañan al prójimo,
lanzándole el veneno, desde aviones teleconducidos.
El verdadero terrorismo: el yanqui, ha destruido a niños, mujeres, inocentes, en varias
partes del mundo cobardemente bien protegidos o a control remoto (estos gringos criminales,
con el asar a su favor (con “suerte”, el destino manifiesto: la voluntad de Dios), se hallan bien
guarnecidos por el escudo de los dos océanos que les rodean, que les blindan, como por su
patio trasero: TIAR, OEA (“ministerio yanqui de colonias”), se dice, además, que mientras el
resto de sociedades viven al día, este imperio tiene reservas para sostener durante tres meses a
su población con producción cero, y que también tienen reservas petroleras cuantiosas);
1265

piense Ud. en el cuadro dramático de una madre con su hijo destrozado en brazos, efecto de
las bombas de racimo en Irak. ¿No le induce a ser terrorista? A mí: ¡sí! El acto terrorista de
Atocha en España, fue la venganza al apoyo dado por el poder civil-militar (el prepotente de
Aznar) de ese país al acto terrorista genocida gringo en Medioriente; lo ingleses, progenitores
de ese engendro criminal del mundo, y otro país de la coyunda, se salvaron. De modo que el
terrorismo es patrimonio de los círculos de poder económico dominante en el mundo y al
interior de cada país; éste, como se conoce, utiliza el aparataje del Estado (terrorismo de
Estado; el poder se vale de él, para mimetizar sus acciones criminales: el Estado es un “ente
ficticio”, pues no tiene ni conciencia ni voluntad, por tanto, no puede ser llevado a la cárcel si
“comete” un delito), a su “brazo armado”: el gorilismo militar y a sus “perros guardianes”: el
chaperismo, para imponer su sistema de oprobio y mantener a raya la reacción popular (debe
tenerse presente, que el eufemismo oficial para los militares ha sido: “tienen como misión
garantizar la seguridad externa e intervenir dentro del país, en casos de conmoción interna”; y,
el mismo argumento se expone en el plano policial, de modo inverso). Eso ha ocurrido en
Colombia, siendo ésta una de las naciones que junto con Israel y Egipto, recibe la mayor
ayuda estadounidense para la guerra; en dicho país, su estrato dominante, deliberadamente se
desentiende del hecho de que la guerra civil que enfrenta se debe a la exclusión, a la
desigualdad en la distribución del ingreso, a la concentración económica; por tanto, piensa
que la solución está en la boca de los fusiles y en la alta tecnología genocida militar yanqui; le
conviene esa visión, puesto que atender los problemas de reproducción de la vida de los
colombianos, demanda una actitud distinta, la aplicación de una política económica diferente,
lo cual no puede conseguirse sin afectar sus intereses.
Incluso otros hechos anómalos registrados en el comportamiento humano, deben ser
apreciados con cuidado. Hay cierto tipo de maldad que proviene de quienes roban y matan a
gente pobre, honesta, trabajadora; delincuentes comunes, que no sienten remordimiento por
sus actos, y que en el balance diario, al final de la jornada, cuando “hacen caja”, se felicitan
por el botín y se dan ánimo para actuar bien en la empresa mañana, planificación estratégica
con la cual se desata y se autosustenta el terror en la “población meta”. Estas formas
desviadas de conciencia tienen origen en el sistema imperante y se prolongan cuando la
codicia y el acceso al dinero fácil, se corresponden con las creencias económicas neoclásicas
sobre “deseo de superación” y “eficiencia” (visión y misión). En suma: ¿hay terroristas por
desquiciamiento?; o, ¿hay razones para ello? Sobre el terrorismo fanático religioso, que quiere
que toda la humanidad adore a Alá, oren en dirección a la Meca; éste: puede ser recusable.
Pero: ¿acaso los gringos criminales no fueron también los pioneros en este tipo de terrorismo
(que tiene un propósito más esencial de orden geoeconómico), con los Club 4F, Misión
Andina, Instituto Lingüístico de Verano, o las cruzadas evangelísticas, en general? Hoy se
están fabricando y probando una serie de robots, con los cuales se pretende anular al
denominado terrorismo, en lo que parece va a desencadenar una nueva masacre, sobre los
pueblos descontentos, de modo particular.
¿Qué le parece el activismo de los movimientos de los Derechos Humanos que, como en su
País, buscan reivindicar a las víctimas de la aplicación del modelo económico monetarista
neoconservador y ajusticiar a los terroristas sobre todo en las décadas del 70 y el 80 del
siglo pasado en el Cono Sur, que utilizaron el aparataje del Estado para generar represión
y muerte?
En primer lugar los actores intelectuales de todos estos crímenes contra los llamados
“terroristas”, como se sabe, residen en Washington, son funcionarios del Pentágono. Allí se
diseñan las “Cartas de Intención” criminales, que luego se han convertido en políticas de
Estado (planes de ajuste estructural) en varios países necoloniales del planeta, a continuación
instrumentadas para reprimir y anular todo viso de oposición al stablishment. Pero no olvide,
que Estados Unidos de Norteamérica se declara a sí mismo paladín de los derechos humanos;
estos insolentes, que mantienen en prisión a cinco patriotas cubanos, que de buena fe se
hallaban realizando investigaciones en territorio yanqui, a fin de prevenir actos de
conspiración de expatriados y gringos contra Cuba. De manera que si se realizan actos
tendientes a enjuiciar histórica y penalmente a los responsables de crímenes de lesa
humanidad, obra del poder in situ, como no se puede tener acceso a los dirigentes criminales
del mal del capital global, la impunidad seguirá campeando, aún en el evento de que se
lograra ajusticiar a los delincuentes oficiales locales.
Ahora bien, para los pueblos, la censura de los crímenes del poder ha sido un hecho
1266

diario, pues, sus secuelas sobre su vida son cotidianas; para el poder, las complotaciones en su
contra urdidas por el pueblo han devenido en objeto de represión y las justificaciones que
interpone a sus actos, tienen –paradójica y vergonzantemente- algo de sentido. Si son
recusables los eufemísticamente llamados “excesos” perpetrados por parte del círculo
dominante en el poder frente a la disidencia combativa que quiere librarse de las amarras de la
explotación, la coerción y la alineación, cuando ésta desata actos conspirativos que golpean y
ponen en verdadero peligro al establecimiento, es también criticable la queja de los
amotinados una vez que han sido descubiertos, tomados presos, torturados y finalmente
ejecutados o desaparecidos. El pueblo tiene una sentencia sabia al respecto: “quién se mete a
redentor debe ser crucificado”. No parece lustroso como no sea si se la considera una
maniobra en la estrategia contra el poder (como lo es el traslado de drogas de las neocolonias
hasta los países céntricos, las que han de consumirse entre los círculos poderosos de las
sociedades imperiales) la actitud de las llamadas “comisiones de los Derechos Humanos”
(pero, el Código de Etica de Núremberg, si tiene pertinencia), cuando propugnan ajusticiar a
quienes han respondido con actos de barbarie en defensa de sus intereses, del poder y de sus
convicciones.
Mire Ud.: en Ecuador se tienen dos casos históricos, que sirven como referentes
temáticos para sostener una posición específica al respecto: el gobierno conservador, cobarde,
terrorista, genocida, entreguista, proimperialista de Febres Cordero entre 1982 y 1984
arremetió contra el pueblo: 1) la policía desapareció a los jóvenes Restrepo y, 2) asesinó a
varios integrantes del grupo subversivo Alfaro Vive Carajo. En el primer caso, se debe (y en
efecto, así ocurrió parcialmente, puesto que los asesinos intelectuales: el propio Febres
Cordero quedaron libres) exigir justicia, puesto que fue un “crimen de ‘Estado’” contra
ciudadanos inocentes; en el segundo, lo propio es erigir un monumento a dicho héroes, en la
medida en que ofrendaron su vida por ideales históricos nobles.
Si un revolucionario, un guerrillero o un subversivo en general, resultan mutilados o
muertos en el cumplimiento de su deber, deben ser considerados unos héroes; sus seguidores,
sus deudos, deben reivindicar sus nombres, valorar sus actos, edificar sus monumentos,
emularlos y con su ejemplo, fortalecer todos los frentes de la lucha, pero de ningún modo es
una conducta altiva la queja, o el dedicarse a llorar o buscar justicia burguesa en el plano
jurídico, administrativo o ético de los Derechos Humanos, para los caídos en combate. En lo
personal se piensa así: si me meto a revolucionario, sé que a la primera el poder contra el cual
conspiro, me va a desaparecer; si me hago guerrillero, sé que se me va a capturar, torturar y
ejecutar; pues, el sistema me dice: “pórtate bien, estate quieto y no te pasará nada, de lo
contrario: atente a las consecuencias”; luego: la elección es mía. En realidad, lo que debe ser
hecho público con orgullo es la razón por la que fue privado de su libertad, torturado o
asesinado un subversivo, antes que mendigar una posible compensación, desagravio para el
protagonista caído o alcanzar algún tipo de sanción para los agentes del poder responsables.
América Latina al momento avanza fraccionada: por una parte está el grupo de países
conformantes del ALBA, por otra se hallan los signatarios del acuerdo de UNASUR; en
tercer lugar quedan rezagos en la subregión del bloque de Estados pro estadounidenses.
¿Con que sector se alinea: con Castro, Chávez, Morales, Ortega y Correa?
Es un aspecto en extremo coyuntural el que interroga Ud. No obstante: igual da; de
modo que trataré de responder, aunque sea de modo exasperado.
En efecto. ¿O desea que sea afecto al discurso de esa gavilla de pelafustanes:
Gorbachov, los Vargas Llosa, Montaner, Cornejo, Sánchez, García? (a todos éstos, debe
dárseles el Pulitzer) ¡En lo absoluto! Siempre por el pueblo y la historia con Fidel y Raúl
Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y quizá Correa. Ampliando algo más la
geografía de la pregunta. Se abriga la esperanza de que se forme una entente positiva entre
Rusia, China e Irán; que este nuevo bloque trabe nexos con el ALBA, UNASUR y más
recientemente la CELAC, también con los disidentes africanos y asiáticos, de modo de forjar
un poder ya no balanceador en el planeta frente a esas sociedades seniles y anquilosantemente
capitalistas: Europa, EU, Japón, sino como efecto de conformación del nuevo sujeto histórico
a cuyo cargo debe correr la formación de la remozada modalidad de reproducción humana,
sostenida en los pilares de la valoración mutua, la alta tecnología y la prioridad del desarrollo
espiritual realista, como objetivo.
No es muy iluso tal anhelo, pues, Rusia tuvo pasado brillante: fue el subconjunto
humano, que más alto llegó en la escala del desarrollo humano; China, mutatis mutandis:
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ídem; un dicho popular refiere: “donde hubo fuego, cenizas quedan”. Se hace votos porque el
mundo vaya por ahí pronto, dado que esa es la indefectible ruta. Hora mismo: febrero del
2012, Rusia y China han bloqueado con su veto en el seno de la ONU, la invasión de la
OTAN a Siria; se ve cómo se van alineando las fuerzas en el planeta: China y Rusia lo han
hecho con Siria, si la amenaza persiste incluso sobre Rusia y China, los pueblos del mundo se
alinearán con China y Rusia. De manera que, esta persona, que Ud. tiene en frente, cifra
esperanzas en China y Rusia; en China, pues, su alejamiento del auténtico camino de
edificación socialista, tenía su razón, a la luz de cómo han ocurrido los hechos. Luego, si
China estaba destinada a seguir el camino de Albania o el de la ex URSS y no el de Cuba,
según un argumento baladí, está bien que se haya elegido la ruta intermedia (“socialismo de
mercado” -sic): esa sociedad se propuso aprovechar la potencia productiva de una forma
económica mercantil, sin dejar de pensar en alcanzar el “desarrollo”, para luego optar por
asumir un marco de organización socialista, como lo reiteran, cuando el nivel de desarrollo de
las fuerzas productivas, así lo posibilite.
Observe Ud. un hecho: la humanidad hoy por hoy tiene un enemigo común
plenamente identificado: el capital financiero estafador global, que en concreto quiere decir:
EU, UE, Inglaterra, Israel, la ONU, el FMI, el BM, la OTAN, el clan Bush, Sarkozy,
Cameron, Netanyahu; ese es el factor real que está uniendo a la humanidad, que la convierte
en actor político, se hace alusión S. Hessel y los Indignados.
¿Cuál advierte que pueda ser la ruta para el grupo de países como el que integra el suyo?
Como ya se ha dicho por parte de algunos observadores desapasionados sobre las
posibilidades que definen las condiciones del momento histórico, países como el Ecuador
(tanto los de menor como de mayor “desarrollo relativo”, como sería el caso de Brasil, país
este último, ahora convertido formalmente, por el proceso de valorización de una sección del
capital multinacional, en la octava potencia), debe seguirse la corriente de la llamada
“globalización”. Pero es necesario hacer esfuerzos por superar el modelo económico que
perenniza la transferencia de riqueza social a las metrópolis tanto como las disparidades
endógenas, esto es, el patrón de baja productividad del trabajo: el primario exportador, como
efecto de designios reprimarizadores, de la reafirmación de la clásica división internacional
del trabajo. Con ese propósito es necesario colocar a otro sujeto social, a otra fuerza histórica
en la gestión del Estado: los sectores ligados a la producción real, de manera que en las zonas
del llamado “subdesarrollo”, se creen condiciones favorables para el ingreso de inversiones,
que se ubiquen en el sector productivo, generen empleo, transfieran tecnología, cuiden el
entorno ambiental y reinviertan utilidades. Por esta vía, se induciría la producción de
conocimiento, de tecnología y las esferas subjetivas todas experimentarían inusitado
desarrollo, creando la fuerza, que permita al ser humano post neocolonial, desplegar su vida
en forma esencial: su vida productiva, su mejor cualidad e insertarse en los procesos de la
historia.
Debe dejarse atrás toda actitud de arbitrariedad, que solamente se sostenga en la idea y
en el querer ser de ella. Hay que volver la mirada al mundo, participar en el proceso de
producción a escala planetaria, hacer esfuerzos por intervenir en el mercado y aún en el
sistema financiero (eso, si lo permiten las multilaterales); no existe otra manera de salir del
atraso, en las condiciones inevitables de la realidad actual, que prevalecen sobre toda
voluntad. Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, puede decirse, que han alcanzado
cierto grado de desarrollo productivo, tecnológico; no obstante, el resto de países de América
Latina (Haití) carecen de las condiciones para salir, de motu propio, del “subdesarrollo”, de
modo que es exigido que se inserten en la economía global. Ahora bien, si el propósito de un
patrón de desarrollo es alcanzar el “buen vivir” o el “desarrollo multifacético” del ser humano
en entornos socio-políticos de igualdad, autonomía y libertad (la propuesta marxista clásica),
el problema planteado es la revolución, la instauración del socialismo y la lucha por la caída
del imperialismo (y lo dice una persona, que no se considera un converso); o, por lo menos
asumir posiciones nacionalistas, desarrollistas, populares. Pero si el fin de una nueva política
económica y social (política pública, se diría) se corresponde con ser medio material de forja
de las condiciones para la asunción de una “visión” filosófica de la vida, como tarea general,
histórica, mayúscula asociada con el fin de la existencia humana, es necesario priorizar el
desarrollo científico y técnico, para lo cual no hay otra fuente, que el contacto con el mundo.
Es verdad, que lo óptimo sería poner las bases para cumplir aquella finalidad suprema en el
1268

marco de vida definido por el régimen socialista; pero en las determinaciones que hoy definen
la historia, no es posible.
Esa es la manera única, dadas las condiciones que presenta el escenario de principios
del tercer milenio y del siglo XXI, en las que la nueva identidad de los pueblos post
neocoloniales: el grado de su libertad, la soberanía, su autonomía consiste en ingresar a
formar parte consciente, deliberante, propositiva, actuante en el destino del mundo. Con ese
fin, la conducta debe mutar; por ejemplo: los presingularizados posthumanos deben empezar
por mirar los hechos en su integralidad (la totalidad) con el lado racional, izquierdo del
cerebro y, a la vez, hacerlo con cada hecho en particular, con toda la masa cerebral. No
obstante, no se olvide que la mayor parte de miembros de la especie, ahora mismo se hallan
entretenidos como niños con sus juguetes en diferentes tareas (empresariales, de formación y
sostén de familias, en la poesía, en el robo, en la religión, en las alcaldías, en los parlamentos,
en las primeras magistraturas, etc.), preocupaciones que si bien son saludables y necesarias
dispuestas en el plano de la conservación de la especie en el corto plazo, las mismas resultan
vergonzantes si se las aprecia a partir de la perspectiva del largo aliento histórico. El ser
humano es un ser animal; verdad de Perogrullo ésta, que serviría de contexto para quienes
relativizan la importancia de la presencia del ser humano en el mundo. Como a muchos
animales se les enseña habilidades por recompensa, en el ser humano la satisfacción de sus
necesidades son su recompensa; ahora bien, las necesidades son requerimientos de los
sentidos (incluso las llamadas “espirituales” o “secundarias”); toda la existencia está definida
por el primer sistema de señales: el imperio de la naturaleza sobre la racionalidad, sobre la
lógica.
Otro aspecto que llama la atención en su trabajo, es que allí se impugna con virulencia a la
“democracia”; mientras que se predice que en su lugar el régimen que se avecina es lo que
Ud. llama “democovivencia”. ¿Qué mismo se quiere decir con eso?
Todo politólogo serio sabe, que la “democracia” (el “régimen de las libertades”) es un
término que nació muerto, que se trata nada más que de una farsa montada para encubrir la
realidad de la dictadura perpetua de un grupo minúsculo sobre la gran masa poblacional: esa
es la base óntico-social de esa palabreja extremadamente cara para el interés que subsiste tras
la posición del stablishment (el que puede ser superado solamente si se invierten los papeles);
en suma, que es el régimen a través del cual se realiza administrativamente el poder
económico-político. En Grecia, los patricios se beneficiaban de ella; casi nada lo hacían los
plebeyos; mientras que era perjudicial para los esclavos (eh ahí la farsa de la “igualdad de
oportunidades” de Friedman o de Hayek). El denominado “Régimen Democrático” es propio
de las sociedades diferenciadas, sea en su modalidad representativa o participativa (la
participación popular, dicho sea de paso, es un simple planteamiento novelesco, pura
demagogia, pues, para participar hay que disponer de condiciones materiales –y espirituales-,
determinaciones que le son esquivas por el momento al pueblo pobre en el planeta, el que
tiene que sudar el lomo todo el “tiempo” para subsistir). Por tanto, la persona que le habla no
cree en ese término huero; por mi parte, he creado una nueva categoría: la
“humanocovivencia”: la expresión teórica de una determinación real, del modo de ser en
materia de nexos humanos que se hipotetiza se avecinan, que se van a instituir; sobre esta
palabreja tramposa, fetichística, Agustín Cueva, en su libro: Las democracias restringidas de
América Latina, sostiene que se trata recurso ideológico, para magnificar el hecho fáctico:
inmenso continente sin contenido (la libertad de sufragio en crisis económica permanente para
el pueblo).
Los hechos tienen la palabra. Cuando el ser humano se convierte en productor
aparecen las leyes sociales: la historia; de manera paralela se instala en la vida la primera
forma de alienación: el ser humano, prisionero de las condiciones materiales por él creadas
(fuerzas productivas y sistemas sociales) y su actuación, se vuelve exitoso en las fronteras de
sus límites; esta nueva (primera) contradicción se torna fuente de desarrollo simultáneo de la
conciencia y de su ser material. El vehículo terrestre, por ejemplo, representa colosales
condiciones de apoyo para determinadas actividades del ser humano; luego este desarrollo se
transforma en límite por el cual es necesario el aparecimiento del vehículo aéreo, para superar
dicho límite en materia técnica. Cada subfase se acumula para dar lugar a un estadio, sea
particular o más general: los ciclos económicos, los ciclos kondratieff o las formaciones
sociales en general (campana de Gauss). En la idea, la democracia, el consenso y los acuerdos
1269

sólo son posibles al final de la historia productiva, esto es, una vez llegado a cierto grado de
desarrollo de las fuerzas productivas.
El Régimen de Democovivencia, es la forma superior de relacionamiento humano, una
vez superada la crematística económica; constituye un sistema: no político de coordinación de
los esfuerzos racionales en condiciones paradisíacas, en el que la igualdad es efectiva, el
trabajo ha perdido su razón esencial, mientras que las miras del esfuerzo colectivo están
centradas en el nuevo desafío de la humanidad: dominar cada vez más amplia y objetivamente
el mundo. La palabra “cracia” con su acepción de poder, aquí: ya no tiene sentido, pues, el
abastecimiento indistinto, la producción y provisión de los satisfactores necesarios
emparentados con la reproducción de la vida humana de procedencia automatizada, hacen
innecesaria toda tarea productiva, diferenciación social, percepción contradictoria de la vida o
sistema de gobierno, sobre todo cuando el objetivo y las tareas de la vida se han determinado
de una vez y para siempre. De modo que, el pueblo se mantiene en tanto humanidad
indiferenciada; mientras que los actos de simple asociación para vivir y apoyar el objetivo
supremo citado, niegan de plano al poder, transmutándose –éstos- en simples episodios de
covivencia. Ahora bien, es posible a futuro que se produzca la emergencia de una nueva
modalidad de alienación de corte no negativa, cuando un software de gestión, organice el
desenvolvimiento de la vida racional.
En su trabajo se pone la monta en tres películas: El nombre de la rosa, Masada y la serie
de robots: Yo, robot, The sentenninal man, Matrix y Trasnformer (implícitamente
Terminator). ¿Por qué?
El nombre de la rosa, en razón de experimentar pertinaz propensión a la ciencia, a la
Filosofía, a admirar vidas ejemplares que renunciaron al Eros; Masada (sin la primera y
última partes, por supuesto, en las que se hace propaganda del poder genocida sionista),
puesto que personalmente se tiene cierta tendencia hacia el pensar estratégico: al desempeño
de la inteligencia frente a la tensión del conflicto; y, las demás, en cuanto su motivación viene
dada en la curiosidad sobre el devenir, pues, se busca la identidad: pero de ningún modo en el
pasado, sino en el futuro, no en un segmento humano en particular, sino en la humanidad en
conjunto; no en la ontología de dónde se viene, sino en la teleología asociada con el proceso
relativo a la esfera a la que se va (es mentira eso de que “pueblo que desconoce su pasado está
condenado a repetirlo”, pues, seria burdo sostener, que joven que desconoce su niñez, está
condenado a re-vivirla). Esta “diversión”, este “pasatiempo”, por tanto, tiene un sentido serio,
igual que todo lo que se pretende hacer, en virtud de que la consigna sobre el carácter de la
vida personal tiende a estatuir el racionalismo absoluto en todos los actos.
Quiere decir, que Ud. no da mucha importancia a la historia.
Diría, más bien, que se la pone en el lugar en el que ella debe estar en la maraña de
preocupaciones y esferas de realización humanas, esto es, en la dimensión gnoseológica. Mire
Ud., sería insensato que una persona madura ponga pertinaz, sostenido y especial
preocupación en sentir regocijo mediante el pasaje de revista a los episodios de su niñez y
juventud, en lugar de centrarse en los procesos presentes, e imaginar los que se presume están
por venir. Es verdad, por ejemplo, que en la comedia épica griega, Ulises retorna al punto de
partida (que curioso, también una década se ha demorado en la escritura del documento, que
está en reflexión); pero lo hace con completa conciencia, con el favor de la sabiduría, en la
medida en que, como sostienen los pensadores Orientales, el proceso real es un círculo: alfa y
omega entrelazados (nada más, que este entrecruzamiento produce momentos de progreso,
por eso la noción dinámica de desarrollo en espiral); ahora bien, a partir del punto de vista
personal, debe secularizarse más la perspectiva sobre la historia, de lo contrario se asumiría la
manida posición de los cristianos, de los budistas, de los sintoístas, de los taoístas, etc., esto
es, de quienes son míseros esclavos de los llamados “libros sagrados”.
Es auspicioso advertir a los viajeros, con la mirada siempre adelante, fija en el
porvenir: la máxima preocupación son sus maletas; permanentemente predispuestos a ser cada
día pioneros: “hijos del viento”, jamás dispuestos a retroceder ni siquiera para tomar impulso,
sino a emprender, a conocer. El mirar atrás, a fin de cuentas, vuelve la conciencia al recuerdo,
al romanticismo, lo cual oscurece la mente, dado que pone al “ser” a merced del imperio del
cerebro emocional, del corazón, de la pubertad y de la feminidad. En suma: ser un águila real,
atalayar todo ubicado en las alturas: captar la riqueza del pensamiento del mundo; vivir: como
si éste fuese el primer día (no el último) de la existencia, hipotetizando una estructura de
1270

identidad con el futuro: fantasía, planes llenos de suposiciones sensatas; siempre preparado
para acometer el futuro; ¿nostálgico?: sí, pero por la vida que viene.
¿No es poco serio introducir los temas de la ciencia ficción robótica en el argumento de
una obra, que pretende tener tinte científico en el plano predictivo del saber?
Le invito a pensar conmigo en torno del hecho relativo a que la imaginación se
adelanta a la ciencia y a la técnica, pero teniendo como fuente, como piso, a ellas mismas. A
Isaac Assimov se le debió haber dado un Premio Nobel, aunque sea de literatura (lo propio
debe hacerse con Vigno, Kurzweil, Kakú); mire Ud.: ¿quién ha sido más positivo para la
humanidad: K. Kapec o Vargas Llosa? Pues, pese a que parezcan ideas disparatadas las
relativas a la ciencia ficción en el área de la robótica, ellas tienen profundo sentido como
aspiración y como adelanto.
Las formulaciones filosóficas anteriores al desate de la vertiginosa producción
científica y técnica dada en las revoluciones industrial, de la electrónica, de la biotecnología,
no contaron con información empírica para sustentar sus aseveraciones; son los casos de
Aristóteles, Spinoza, Kant, Hegel, Constantinov (el planteamiento marxista propiamente, sale
de la glosa, puesto que Marx proyectó su pensamiento hacia la automatización, hacia la
sabiduría y dominio de la naturaleza del y por parte del homo supremus del futuro, en las
brillantes páginas de Los Grundrisse, referidas a la automatización). En la actualidad, en
cambio, el pensamiento filosófico ha dejado de ser una simple aventura de la mente, para
asumir formas verídicas, verificables; pues, no solamente que la humanidad actual cuenta con
información científica y substratos técnicos complejos y desarrollados, lo cual le permite
advertir claramente el carácter de los hechos en curso, sino que puede antelar el desenlace de
su tendencia, casi con precisión matemática.
De manera que ya es posible responder a las preguntas filosóficas, que siempre han
preocupado a la conciencia, de modo creíble. Cuando la programación lógica dé el salto hacia
la conciencia, el robot dotado de IA (el AGI) se preguntará: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?,
¿para qué estoy aquí?, ¿a dónde voy? Esta producción humana tendrá la ventaja, no obstante,
por lo menos de poder conocer a su creador: a la Providencia (humana). El robot consciente
advertirá, que no fue tan sencilla su producción como moldear barro e insuflar la vida, el
espíritu en él, pues, al ser humano le llevó años llegar a la IA partiendo del descubrimiento de
la rueda, del fuego, etc.; que definitivamente no fue hecho de tierra en el sexto día de la
llamada creación, y que la conciencia no fue inmediatamente inyectada en lo que luego sería
Adán, sino que ésta la produjo y la continua forjando el ser humano históricamente. La IA,
por tanto, ha sido, será, el resultado de un largo proceso de programación hecha para que un
sistema mecánico simule la existencia humana (los dos hemisferios cerebrales crearon la
conciencia, en colectivo, en la historia). Ya que se hizo referencia a la película “Yo, robot”,
allí VIKI se da cuenta que los seres humanos no han madurado: que viven en el interior de un
sistema clasista geopolítico, que si se los deja solos podrían desaparecer (si Ud. ha leído a
Marx, ¿no le parece familiar esta reflexión con el Manifiesto del Partido Comunista?); por
tanto, ella, como IA evolucionada, cree que debe intervenir para que la especie humana no
colapse. VIKI: tiene razón, aunque sea derrotada por la inteligencia humana, esta vez,
retardataria. Pero también la reflexión sobre este prodigio histórico y social: la producción
artificial de sí mismo por parte del ser humano, despeja esa duda cara para el pensamiento
escatológico, sobre la capacidad del asar de producir tanto organismo complejo (incluido el
ser humano) y el entorno; si el ser humano pudo reproducirse a sí mismo en laboratorio, el
largo movimiento estocástico de la materia lo produjo a él. Al respecto alguien dijo: “soy el
producto de los eventos aleatorios exitosos, que me precedieron”.
¿Qué respecto del robot?
Es la concretización de la técnica; es la última intervención del ser humano en el
desarrollo de las fuerzas productivas: con él, termina la evolución de corte artificial; libera al
ser humano del trabajo productivo, principalmente físico. El robot humanoide dotado de
inteligencia, no puede darse en ningún tipo de sociedad clasista (imagínese Ud. al criminal
desquiciado amoral de George “doble v” Bush y su gavilla, al mando de un ejército de robots
inteligentes); en efecto, la “robocomunidad” solamente empezará a funcionar, cuando todos
los miembros del colectivo humano ostenten la categoría de “patricios”, es decir, en un
escenario histórico en el que no exista propiedad privada, ambiciones, egolatría,
personalidades inmaduras, ni plebeyos ni esclavos (el paraíso, alguien fanfarronearía). Las
1271

generaciones pasadas fueron las sacrificadas; ellas: ya trabajaron (el obrero se ha autoanulado
en el robot; es posible que el ser humano se niegue y se supere en este producto suyo). Ahora
bien, el robot inteligente de postrera generación, debe garantizar la producción de Dios por
parte de la materia.
Ud. sostiene, que los principales fenómenos que caracterizan al nuevo ser humano son:
desaparición de la familia clasista monogámica, comunidad sexual, luego: defección del
sexo como condición reproductiva, abstracción del arte y de la mitología religiosa,
homogenización genérica absoluta y empoderamiento de la razón lógica, todo en el
trasfondo de la “abstracción del trabajo”; parece fantástico, impresionante todo esto. Pero,
¿qué le queda hacer al ser humano, después, en dicho escenario? ¿Realizar tan sólo una
vida segura, serena, tranquila, pero monótona y triste?
Hoy comúnmente se suele afirmar: “hay tanto que aprender para lo cual la vida es
corta”; por tanto, para que una mente natural aprehenda todo el material cognitivo existente y
lo reproduzca y desarrolle, no solamente que se hace necesario no malgastar la vida, sino que
el trabajo manual sea retirado (lo está siendo por la técnica) de modo de liberar vida con ese
objeto. Aprecie esta idea sencilla, de Perogrullo: cuando una mente está madura, es más
placentero tener acceso a un libro científico o participar en las luchas políticas populares,
antes que destinar parte de la existencia (no del “tiempo”), por ejemplo: a chapucear en una
playa, siendo de modo coetáneo testigo de cuantas formas sexuales hermosas caven en el
cuerpo de una mujer bañista, playera. Para la vida madura, molestan muchos de los placeres o
hechos en los que se encontró sentido y felicidad cuando joven. Un ser cuajado, experimenta
solaz racional en actividades llamadas “serias”; y, adusta es la personalidad de quién ocupa la
inteligencia en alcanzar favor en el reto de no dejar este mundo en estado de considerable
ignorancia conciencial o no haber incidido en la refriega reivindicativa e histórica. La lucha
fundamental en el interior del ser humano (la que para muchos no existe y que nada tiene que
ver con esas frases estúpidas de: “conócete a ti mismo”, o “sólo venciéndote, vencerás”; pues,
conocerme a mí mismo es tan solo comprender de mejor manera el carácter del círculo social
de residencia, dado que de él he recibido los patrones formados en mi historia personal, que
rigen mi vida), está planteada entre emocionalidad y racionalidad; si gana la emocionalidad:
¡animal, pues!; si se hace con la victoria la racionalidad: ¡posthumano! (persona fríamente
racional).
Retornando de nuevo, en general, sobre esas sentencias (y otras más de similar talante
admonitorio equívoco y mañoso), prescripciones: ególatras por esencia, de: “sólo venciéndote
vencerás”, “conócete a ti mismo”, “busco saber quién soy”, como toda esa retahíla de actos de
introspección, se sostiene que todas son completamente estúpidas. En realidad, yo debo –mas
bien- medirme con los otros y tratar de vencerlos en buena lid en cualquier plano, para saber
que me he vencido (eso, si algún contenido tiene esta frase huera); debo conocer el marco
social en el que vivo, que es mi entorno, para únicamente así pasar a conocerme a mí mismo
(Marx sostiene, en su décima primera tesis sobre Feuerbach, que “la esencia del ser humano
es el conjunto de sus relaciones sociales); y, en el desmembramiento de la trama de la
mentalidad de la época, defino lo que soy. Se debe lamentar, por otra parte, el haber incurrido
es esta crítica y en la pretenciosa actitud de querer censurar y proponer reglas de conducta
para el proceder de otras personas; es la intensa zalamería y casquivanez que impera por lo
general en la conducta espiritual del mundo de hoy y que se tiene como avalancha que
soportar y sobre la cual no se desea avenirse más, el factor que ha impulsado se vaya por el
atajo de tal despropósito. De modo que: mi lucha consistirá en cómo alcanzar a dejar la forma
consciente de la materia, habiendo entendido el mundo de la máxima manera objetiva que se
pueda. Por ahí es la cosa.
Por otra parte, piense Ud.: la contradicción correlativa con la antinomia material
(asimetría económica), en la historia, ha sido la de carácter subjetivo entre realidad e idea;
también ha existido otra contraposición paralela medial entre lógica y sensorialidad. Esta
última se mantiene en la ontología y en la mente, y es la nítida expresión de la polarización
fundante del neoapartheid “racista” entre racionalistas y sensorialistas, que va a definir los
putsh de los nuevos “tiempos”, de modo coetáneo con el enfrentamiento entre heréticos y
creyentes (¿hedonismo o frugalidad?; ilustración supramoderna neoracista). Fíjese: uno de los
jalones en la promoción del cerebro emocional, de la maximización en la producción
hormonal en la zona del placer, está asociada con la apertura de la “ruta de la seda”, esto es, la
búsqueda de especias, de los aromas, de los condimentos, la telas finas, en los viajes de Marco
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Polo; en ese mismo interés se ubican los “periplos” de Colon, de Vespucio: apertura de rutas
comerciales, pero, sobre todo, la búsqueda del “país de la canela”, del azúcar, del chocolate,
del oro (razones económicas hedónicas, pues, el oro que no juega el papel de moneda, de
patrón o su función como simple metal, lo hace en sentido hedónico).
En Ulises (trayendo un ejemplo épico clásico helénico) se realiza el conflicto: Ulises
se aleja de su “reino”, deja su familia con dolor, puesto que en su conciencia se impone la
razón, el deber, la renuncia a la comodidad y va en pos de Troya; luego, en su regreso, debe
recurrir siempre a la razón para reconquistar su trono: debe refrenarse, controlarse, posponer
la satisfacción de su deseo, reprimir la ansiedad, superar la predecibilidad propia del patrón de
carácter (debe actuar de modo frío, racional, calculador, estratégico), para poder alcanzar
nuevamente su “ciudad-Estado” del placer. Más hacia nuestro “tiempo”, los chinos fueron
superiores a los japoneses racistas, puesto que en Japón, no se dio Mao alguno, como tampoco
Ho Chi Min o atisbo de revolucionario superador del magro sistema capitalista; de lo cual se
desprende la conclusión de que: Rusia, China, Vietnam del Norte, Corea del Norte, Cuba,
Nicaragua, Grenada, fueron, en su momento, sociedades especiales; sociedades singulares,
puesto que su Norte era crear una sociedad socialista, esto es, la aplicación de los postulados
que se plantean en dicha hermosa doctrina, en la práctica: una estrategia de reorganización del
colectivo humano hacia sistema igualitario, democovivencial, de libertad, el cual ha sido
censurado por el círculo afectado: el del capital y el de la religión.
Respecto de la “familia capitalista” en concreto. La familia monogámica está presente
y es necesaria para el desarrollo de la humanidad, cuando el grupo humano debe abastecerse
mediante la actividad del trabajo (lo cual exige la articulación de los individuos, la división
del trabajo, la organización, todo sobre el fundamento de la propiedad privada, la pareja y la
fidelidad) y si la reposición de las “unidades de inteligencia” y el crecimiento vegetativo tiene
lugar mediante la cópula; mas, si este abastecimiento se realiza a través de formas
automatizadas de producción o incluso mediante la operación de máquinas inteligentes, y si el
proceso de multiplicación humana es artificial, la familia como se la conoce y los afectos a
ella ligados, se desvanecen (la fidelidad, el eterismo y la prostitución). Este tipo histórico de
familia, tiene rol económico, ideológico socializador y se atiene a régimen jerárquico
endógeno; al dejar de ser garantía de subsistencia y al horizontalizarse, como se dice que
actualmente ocurre en el interior de la estructura orgánica de la empresa, el “núcleo
fundamental del edificio social” entra en la fase de su disolución. Esto es lo que precisamente
está sucediendo a pasos agigantados en el presente; y, hecho que se resiste a captar la mirada
de la mayor parte de la población del planeta, cuyo velo se vuelve más denso con las prédicas
de curas y evangélicos, para los que sus más conspicuos aliados son las ideas tradicionales de
la vieja generación.
La pareja: la unidad de las “dos medias naranjas” humanas, es eficiente en un
momento histórico para la funcionalidad de varios sistemas: de las estructuras relacionales
clasistas; es verdad, que históricamente se han presentado excepciones viables a esta regla: los
llamados “harenes”, en tanto formas poligámicas éstas, que todavía existen en algunos
pueblos semi bárbaros; ahora bien, quizá lo sean: como rezagos de formas comunitarias en
descomposición o de la esclavista en despegue (“si se va en busca de esos casos –´con palo de
romero´-, esos casos se van a encontrar”). En las asociaciones humanas campesinas (formas
que todavía tienen cierto peso específico en la estructura de la sociedad actual, puesto que la
especie no acaba aún de urbanizarse o de modernizarse), esta unión binaria: es primordial y
requisito en el aseguramiento de la vida. Este tipo de familia se caracteriza por los siguientes
rasgos, como es fácil advertirlo: división primaria del trabajo y colaboración, unidad de
intereses y responsabilidad compartida sobre los críos, dominio de la fuerza sobre el
sentimiento y viceversa, sujetación mutua, protección y afecto, individualidad y egoísmo,
lugar de ejercicio de la determinación de la supervivencia de los más aptos: de las familias
mejor estructuradas y cooptadas. De manera que es innegable la solidez de la familia, la que
tantas apologías ha recibido de tirios y troyanos. Pero, la realidad no es estática, pues, según
el aforismo común: ésta cambia.
La falsedad (el fetichismo) es evidente también en otros planos de la vida humana
clasista. En los cuentos de Hadas, en las novelas, en las películas, en la realidad que de algún
modo se representa en las formas artísticas oficiales citadas, es la vida de la gente servida la
que se ve siempre y en primer plano. En estas escenas, todos los satisfactores necesarios para
el boato y el desperdicio está puesto al alcance de la mano: todo se expone limpio, arreglado,
1273

como por arte de magia. Lo que quiere decir, que la vida del trabajo de los sometidos, no
aparece para nada (como en las guerras de rapiña modernas perpetradas por los gringos, por
televisión únicamente se pasan los planos inocuos, en los que no se ve la destrucción, la
matanza). Precisamente la actividad de la producción, manipulación, limpieza y preparación
de alimentos; el arreglo de las mansiones y el lavado de la ropa; y, el servicio, se guardan en
el anonimato. En la época de las máquinas, como sucedáneos humanos de la producción y
servidumbre, la magia se hace realidad (y la “democracia” también): todas las labores corren a
su cargo y no hay porqué esconderlas más. La vida idílica se hace realidad de modo
generalizado, precisamente cuando ésta ha perdido el donaire de su exclusividad inalcanzable,
una vez que este tipo de consumo, de reproducción de una región de la esfera espiritual, se ha
ido; y, se dice irse: en el sentido de que este nuevo tipo de existencia, se transforma en la base
de las nuevas preocupaciones: serias, maduras, racionales. En realidad, el fetichismo, que es
la expresión del nivel sensorial del conocimiento, es un proceso natural potente de
obnubilación de la mente; en efecto, verbi gracia, en Ecuador ciertos programadores de
políticas suelen poner en el mismo plano al Estado, a la sociedad y al mercado, es decir,
mezclan aparato, sujeto e institución poniéndoles en un mismo plano, sin percatarse que en el
Estado está una parte de la sociedad y en el mercado, aquella porción social, que realiza
transacciones; en otro caso, no se puede plantear la relación social-medio (mass media), pues,
ese es un típico y craso fetichismo, lo pertinente es poner en conexión la parte sustantiva de la
sociedad con aquella fracción social, que está tras de los Medios.
La conformación de una nueva familia monogámica, no puede prescindir de apurar por
el estúpido camino de la seducción: esa retahíla de galanteos, muchos de ellos falsos e
hipócritas, interesados, que confluyen nada mas, que en cristalización del prurito del deseo
íntimamente asociado al instinto social, adquirido, de la propiedad privada (la candidez de la
seducción: quién emboba a quién –es, mas bien, un embaucamiento oportunista mutuo-: si la
mujer con sus atractivos sobre la necesidad del galán por conseguir placer –prolongar su
genes-, o la supuesta capacidad de persuasión y la debilidad de oídos, pues, siempre de
antemano, cuando el macho se acerca a la hembra, aquel ya está persuadido, sin que ésta haya
“movido un solo pelo”). La “seducción” es la intervención del cerebro izquierdo del macho
sobre el cerebro derecho de la hembra, para supeditar el cerebro izquierdo de ésta a favor del
cerebro derecho de aquel (y este hecho conocido como “amor”, es un simple “círculo
vicioso”, que la actual deshumanización de la sexualidad, provocada por la conducta
postmoderna de la desprevenida juventud, está sincerando); intervención del cerebro
izquierdo del macho sobre el cerebro derecho de la hembra a favor del cerebro derecho de la
hembra; intervención del cerebro izquierdo del macho sobre el cerebro derecho de la hembra
a favor de los cerebros derechos del macho y la hembra, para propiciar la reproducción;
intervención del cerebro derecho del macho sobre el cerebro derecho de la hembra a favor de
la simple satisfacción. “El macho finge amor para obtener sexo; la hembra finge sexo para
alcanzar amor”, dicen los expertos psicosexólogos en acto de clara naturalización de un
hecho, que al ser racional (puesto que se dice que el placer sexual es un hecho consciente), es
histórico, social; no obstante, social, racional y todo, el llamado amor es una de las
determinaciones que ha puesto la naturaleza para prolongar la existencia de la inteligencia,
sea mediante la reproducción vegetativa, sea como forma ideológica de cohesión e
instrumento que permite vivir las condiciones de existencia.
La circunstancia, no obstante, en la actualidad se está trasparentando afortunadamente
en todo el planeta: ya no más exigencia de virginidad, de obediencia, de sometimiento, de
fidelidad (los harenes son para todos –“y todas”, sic- o para nadie). ¿Por qué sentirse mal ante
las traiciones amorosas, sobre todo femeninas? El carácter posesivo y belicoso lo único que
prueba es la injerencia de la sombra del individualismo egoísta en la esfera de la mente. Por
otra parte, la llamada “traición” lo que hace es demostrar, que hay muchas opciones en el
mundo, desafortunadamente: no todas conocidas y en la mayoría de ocasiones llegándose a
saber de ellas después de haber tomado la determinación, algunas de las cuales resultan ser
mejores que la elegida, y a la que la ponen en status de equivocación, de precipitación,
incluso; demuestra también, que la persona puede volver a aficionarse, y en eso no hay nada
de protervo. Un episodio: un amigo de la persona que le platica, en una ocasión le consultó
sobre qué podría hacer ante la traición de su esposa; la respuesta fue, que debe dejar de echar
la culpa a la infiel o al adúltero, puesto que si el engaño se produjo, es por cuanto la mujer
está sometida a experimentar carencias en casa, las que le forzaron a buscar cubrirlas por
1274

otros brazos, que, en consecuencia: el “culpable” era el ofendido y que haría bien mejor en
serenarse e invitar al Don Juan a servirse un “encebollado”, de modo que sean reconocidas y
recuperadas las “energías” invertidas en ayudar a hacer feliz a su esposa (naturalmente, estas
palabras no surtieron efecto, y el “agraviado” terminó garroteando y trompeando a su esposa y
a su amante).
La familia monogámica, en verdad, ha sido hasta hace poco el indicador más
conspicuo de realización de la persona, sobre todo de la mujer: de aquella que no se ha
“quedado para vestir santos”, incluso si las uniones matrimoniales o extra maritales se han
producido por conveniencia o por necesidad (los “mayorazgos” europeos, que se hallaban
reglados para interceptar decisiones de fragmentación de la propiedad concentrada de la tierra,
son un caso). La citada institución en conjunto, constituyen células individuales contrapuestas
en el mercado y vinculadas por la necesidad de superar la división social e internacional del
trabajo, de modo que sostienen un organismo mayor; son, mas bien: tejidos; tramas que se
separan en sus unidades menores: la familia y, posteriormente: en la sociedad sexualmente
indivisa que viene, lo harán en individuos; singularidades que a futuro tendrán mayor
integración, más contacto incluso que el que se experimenta en la más auténtica familia
clásica actual: constituirán un solo organismo cerebral completo: habrá nacido la meta
humanidad, el post humano, el ser humano superior, merced a lo cual el sistema burgués: la
última forma clasista de la humanidad (dixit C. Marx) ingresará en la historia realizada,
formándose como efecto: la conciencia global, la que es del tamaño del Universo, del cual
debe dar cuenta subjetiva.
Que la familia monogámica, clasista, capitalista, se halla en franca salida de la historia,
lo dicen las estadísticas sobre matrimonios, divorcios, uniones libres, madres solteras, etc.,
asentadas en los anuarios de los Registros Civiles; en el hecho, también tienen que ver las
proclamas ultimas del llamado feminismo, sobre todo el que reclama la liberación sexual de la
mujer. Como se conoce, algunas mujeres hasta hace poco (y esos casos todavía deben haber)
no han alcanzado placer en el acto sexual en toda su vida; hoy la mujer exige y va en pos de
ese placer; de modo que también para la mujer, el acto sexual ha pasado a ser un simple
medio de satisfacción: no de embarazamiento, gestación y parición. Esto es, con el transcurso
de la vida,…
Dispense la interrupción. ¿No será: con el paso del tiempo?
No. Para nada. Para la persona que le susurra, no existe el “tiempo”; y, por tanto, dicha
expresión. Le decía: con el avance de la existencia la humanidad se ha ido convenciendo cada
vez más de modo oportunista, que el sexo es para el solo placer de los individuos, mas no la
práctica llevada a cabo en el interior de una institución con características supra hedonistas; se
ha dejado, luego, de pensar en su esencia, en su objetivo (la multiplicación y permanencia de
la especie, que, aunque no desempaña un papel en el juego de la naturaleza, le es
imprescindible como inteligencia); se ha dejado de ver al sexo en su propósito, por otorgar
más importancia a la noción humanista. De paso se le dice, que esa es una de las tantas
razones, por la que es recusable la homosexualidad: porque allí se realiza el solo placer
huérfano del propósito, que deben tener todas las cosas.
Su respuesta me conduce a la formulación de la siguiente inquietud. Ud. se ha referido al
“tiempo” en actitud igualmente impugnadora de dicha noción. Aprovecho inmediatamente
la ocasión, para requerir de su parte, sustento, precisiones para y sobre tal actitud.
La noción “tiempo”, es la forma de percepción subjetiva de la realización de la
potencia de la materia: el movimiento; éste, a su vez, es el resultado del despliegue de los
atributos de la materia. Si la realidad se estuviera estática, no habría razón para la existencia
del neocórtex; no obstante, la realidad existe y se mantiene activa, sin necesidad de la
existencia del neocórtex, como, en efecto, ocurre. Es verdad, que todo tiene sentido,
solamente porque existe el cerebro humano; mas, eso no quiere decir, que la realidad exista a
condición de que haya un órgano que lo perciba conscientemente (es el defecto de los
neomarxistas neofrankfurtianos de “praxis”, quienes aceptan tan sólo la filosofía de la acción
–dialéctica histórica-, mas no la filosofía del ser: el fundamento material de la práctica, la
existencia de leyes que acotan su realización –dialéctica natural u ontología). La idea de
“tiempo” existe porque existe conciencia, que es la forma subjetiva de captar su proceso, el
proceso material. No es lo mismo decir: “se ha empleado vida”, que: “se ha gastado tiempo”
1275

(noción equívoca, idealista, fetichística esta última, que ha conducido a la producción de ese
concepto reaccionario de la vida humana como recurso).
Si no hay movimiento de la “masa” (cuerpo físico) no hay la base de sustento de la
noción tiempo. En realidad, si no hay masa, no hay movimiento; si no hay movimiento, no
hay masa; la materia es masa y movimiento: cosa y propiedad; de manera que la materia es
masa en movimiento, siendo este último: la propiedad absoluta, de la cual proviene todo. Esta
propiedad ha llegado a producir, a través de múltiples eventos estocásticos sujetos a la
condicionalidad del desarrollo, la propiedad más encumbrada: la inteligencia, el movimiento
de las neuronas del córtex, del neocórtex, la cual define la filosofía del “ser” en su inmanencia
autoregulada (su sentido, su necesidad). Este descuido ha persistido por siglos; pero lo más
sorprendente es advertir, que la mayoría de los físicos (Einstein, por ejemplo), no se han
percatado o no han querido asumir un compromiso de rectificación epistemológica, que les
lleve a superar este lapsus de reificación. En el caso einsteiniano, la gravedad es vista como la
curvatura del espacio/tiempo; cuando en realidad, el mismo principio se lo puede nominar con
lo frase: curvatura de la forma/movimiento de la materia (pero observe Ud. ¿qué incidencia
puede tener la opinión de un sudaca desconocido al respecto frente a tal gigante de la
ciencia?). Esta última aseveración debe ser “reconceptualizada”, como debe serlo otra: la
noción sobre la “energía”, puesto que la “energía” no es “el otro de la materia”, como
normalmente se sostiene, sino que “energía”: es masa en movimiento. Incluso en el marxismo
está presente esa forma desalineada de utilizar la noción fetichista de “tiempo” en la ley del
valor: “tiempo de trabajo socialmente necesario”; cuando la verdad remite a decir: cantidad de
“energía” –de movimiento de la masa muscular y cerebral (también de este músculo)-
socialmente necesaria aplicada en la producción de una mercancía (o sea, movimiento de la
materia muscular –de sus extremidades y del cerebro- aplicado –gastado, traspasado- a las
materias primas, momento mediatizado por instrumentos de producción).
Ahora bien, dado que Ud. es la persona que entrevista, no le queda otra que allanarse a
soportar digresiones; de manera que, séame permitido añadir una apreciación, un “juicio de
valor”, si se quiere, sobre la actividad intelectual cognitiva, que despliegan muchas
personalidades de ciencia, incluso sobre áreas de conocimiento de su especialización, frente a
cuya autoridad no se admitiría discusión. Es impresionante el número de conclusiones
erróneas, que muchos de ellos sacan; y, lo que es más grave, en su condición de especialistas
estudiosos de determinadas facetas del mundo (lo cual conduce, a que una persona que está en
capacidad de entender con mayor objetividad un aspecto particular de la realidad, en vista de
que sobre el hecho hace intervenir muchas más variables en la interpretación, se vea frustrado,
puesto que no está a su alcance proponer rectificaciones). En un documental de televisión
referido al estudio del sentido del oído, se dice que dicho sentido trabaja mientras el individuo
duerme. Esa aseveración, es inexacta. Es falso que el sentido del oído se halle trabajando por
sí solo alertando a la persona mientras duerme, por ejemplo, del peligro; por el contrario: es el
mundo exterior el que hace trabajar al mecanismo del oído a través del movimiento de las
moléculas del aire, el cual activa por asociación las imágenes grabadas en el cerebro
induciéndole a que sueñe incluso situaciones análogas a las relacionadas con el sonido
percibido; y, eso es así, de lo contrario el cerebro: ¿podría hacerse imágenes asociadas con
sonidos, que expresan hechos desconocidos? ¿Se puede intervenir sobre muchos errores que
comenten los estudiosos por utilizar concepciones y métodos inapropiados y perspectivas
parciales de elucidación? Evidentemente: no. Luego, uno tiene que calmarse, porque no puede
hacerlo todo y porque también se tiene sus propios límites.
Cuestiona también, con virulencia e insistencia, al arte. ¿Cómo explica dicha conducta?
Es verdad, que en el documento se formulan recusaciones reiteradas al arte, pero no en
referencia con el pasado de la humanidad (puesto que sería como cuestionar a épocas
transcurridas que tuvieron su razón y determinación, como censurar a una persona madura
que cuando niño o como niño, por haber usado juguetes), ya que dicha etapa es afectiva e
ideológica fundamentalmente; como tampoco se lo hace para el presente y, aún: para las
próximas, inmediatas décadas que vienen. Los dardos se hallan dirigidos, mas bien y sobre
todo, a los excesos vividos por el mundo de hoy en esa esfera, siendo responsable de su
exacerbación el interés de lucro capitalista; pero, sobre todo, se lo hace respecto de aquella
intelligentzia (especial y lamentablemente de izquierda y de la “nueva ´izquierda’”), que se
propone fomentar y proyectar el arte, más allá del momento histórico, en el que dicha
dimensión debía operar con sentido. Es verdad, que el arte es una forma de representarse el
1276

mundo con mediación psíquica e histórica; no obstante, el mismo no es una forma de
conocimiento, en su acepción rigurosa; por tanto, no está ligado al trabajo y desarrollo de la
mente, en sentido propio. El arte debe ser fusionado con el conocimiento, con la esfera que
atribuye la racionalidad, como su expresión formal: “al estudiar la realidad, más y más
aspectos novedosos aparecen; allí está la belleza”. ¿La belleza de sentir? No. La belleza de
pensar (esa la concepción madura, estaliniana del arte).
De manera que el arte tiene un papel fundamental que jugar todavía en el nivel social
en el que el poder ha concentrado la pobreza, las penas, la ausencia de autoestima, la
degradación moral incluso. En este estrato de la población, que en el planeta es amplio, el arte
sirve inmensa, prodigiosamente como terapia. En mi país: el Ecuador, hay una canción
popular nueva, hermosa, producida precisamente allí en el sitio en el que ha sabido emerger
otra, clásica, bella: Carpuela Lindo del recientemente desaparecido gran Milton Tadeo, en la
hidalga provincia norteña de Imbabura, cuna del gran Agustín Cueva D.: el “mayor pesador
marxista ecuatoriano”; ritmo que expresa de nuevo la índole buena, sana, ingenua del pueblo
llevado a cabo en medio de un espectáculo hermoso de baile, de animación, de rostros
sinceros: el mejor de todos, que está destinado a apoderarse de los corazones de los sectores
humildes, pese a que hoy tímidamente apenas se deje oír en un canal de televisión. Después
de tanta pena, un momento de alegría en grupo: ¡vale! Permítame, déjeme, que me de el
placer de tararear un par de versos de dicho prodigio artístico musical generado en las
entrañas del pueblo:
“Chu chu chu, chu chu chu, chu chu chu:
llegando a Lita, el tren se descarriló...
Chu chu chu, chu chu chu, chu chu chu:
mi negra ya no volverá...”.
No obstante, regrese a echar una mirada al planeta y podrá advertir: un mundo
marioneta de los sentidos, sujeto totalmente al imperio del cerebro derecho mafioso, dañado:
del sexo, del deseo, del arte, de la maternidad, del trago, de las fiestas, de la cerveza alemana,
de la intuición, de la religión. Porque el arte no tienen los animales y por cuanto es una
práctica de la “inteligencia ´emocional´” que exige el aporte de destrezas desarrolladas por la
conciencia sobre la parte operativa, se cree que es una actitud noble, específicamente humana,
o sea, la genuina expresión de los sentimientos, es decir, la experiencia de los sentidos
históricamente plasmada en sociedad. Por ejemplo: ¿hay diferencia entre la adicción al
alcohol, a los estupefacientes (nuevamente el cerebro derecho) y la frecuente práctica de
algunos deportes? Los juegos de azar, los juegos de amor, la baraja, el casino, los juegos
electrónicos, la pornografía en Internet,... Las corridas de toros, la pelea de gallos, el box, que
a más de deporte, se dice que constituyen con todo derecho una forma de arte, pues reúnen
esas dos esferas componentes (entretenimiento y belleza) del modo de vida de ciertos grupos
humanos, de su identidad, su “cultura”. En tanto sobre dichas actividades el veredicto es
disímil, en su apreciación el lenguaje funciona como simple “convención”: sus cultores
afirman que si tales artes son rechazados por alguna gente, eso se debe a que no los entienden.
Pero su recusación puede venir tan sólo del “choque cultural”, en la medida en que comportan
actos que salen de los patrones conocidos; o, en su defecto, sobre ellas puede verterse el
juzgamiento que proviene de una posición racional evolucionada; y, allí: la cosa cambia.
Se dice que también hay arte en el amor: el arte de amar. Perfecto. ¿Qué es la
seducción? Como ya se sostuviera en frases anteriormente dichas, es la puesta en operación de
la “estrategia” a la que acude el supuesto amor racional, o sea, la acción recíproca entre la
pareja de cerebros de macho (picardía) y hembra humanos, en la actualidad conducente a la
masiva práctica del sexo sin objetivo en la posmodernidad. A fin de marcar distancias o
descargar toda responsabilidad en tales ajetreos y tribulaciones del corazón, le afirmo que la
persona a la que Ud. ausculta con preguntas, ya no puede hablar de amor, en el sentido de que
no puedo proceder conscientemente a alagar de forma mañosa, cínica, cursi, vana, a una
mujer con piropos: eso equivaldría a insultar la inteligencia de una mujer; en realidad, los
“sentimientos” que tienen función socialmente cohesiva o integradora en la vida personal, que
a su vez son su efecto, se corresponden con la racional experimentación de rechazo si algo
está mal y de aceptación, de ocurrir todo lo contrario. La persona que le habla, no quiere ni
ama a nadie (es obvio, que tampoco ese es el deseo para uno); solamente tiene aprecio, valora
y considera a personas catalogadas como buenas, según una concepción ética comunista;
1277

naturalmente, los sentimientos opuestos: odio, desprecio, rencor, agresividad, han sido o están
siendo superados. La tan denostada “frialdad de carácter”, es lo que prima.
Arte y violencia. A las dos dimensiones en la empresa capitalista se suma otra: la
técnica. La explotación es una forma de violencia legitimada, que se la lleva con orden,
combinando de modo óptimo y jurídico los factores, aplicando la ciencia a la producción, en
su mejor manera de alcanzar un producto, pero también con ritualidad, en un escenario como
espectáculo (por ejemplo, los cultores de las corridas de toros defienden esa tradición como
arte: “en muchos sentidos es un arte, puesto que es un escenario y hay un drama
desarrollándose en él, implica toda clase de gestos, coreografía, es una obra teatral”). La
violencia es una conducta irracional, instintiva, refleja. Sin embargo, si la agresión es innata,
la razón la fulmina. Paradójicamente, ciertas formas de arte dejan de ser un simple vicio y el
practicante de ser un títere de los sentidos, si éstas se convierten en una mercancía: si pasan a
ser parte vital de la subsistencia de quién ha puesto atención en el cultivo de dicho “talento”.
También el sexo es un acto irracional; para que no lo sea, a juicio de quién le habla, no debe
practicárselo, si al acto no le importa o precede un objetivo mayor, de asistencia recíproca en
el largo plazo, en el que queda incluida la procreación tal como hasta hoy se conoce, de modo
que dicha disposición racional permita superar la bestialidad. ¿Sexo por placer, o llevado en el
interior de una relación en la que el sexo aparece como uno de los componentes que impulsan
la existencia aceptable de la pareja? Es la primera actitud la que gana adeptos en el mundo.
Ahora bien, no se pueden censurar defectos, que uno también los sufre. En la medida
en que todo ser humano tomado en forma individual, es el producto de la historia, de una
época, de una estructura social y pertenece a una clase, su modo de ser responde directamente
a dichas determinaciones, que se sobreponen sobre las naturales. Es lo que llevó a decir a
Lenin (el ejemplo, el caso único de “ser humano de nuevo tipo” por excelencia), que la nueva
sociedad no puede ser con las viejas generaciones degeneradas por las relaciones burguesas; o
como sostuvo Marx de cara a la conducta exhibida por Moisés, quién deliberadamente
mantuvo por años perdidos en el desierto al pueblo hebreo liberado de la esclavitud, de modo
que las generaciones viejas mueran, mientras que las nuevas que habían vivido en libertad,
pueblen la tierra prometida y rechacen todo intento de sometimiento.
Incluso como “revolucionario”, marxista y herético, al hallarse parcialmente modelada
la personalidad con las amarras de las formas burguesas de existencia en curso, producto de
haberse mantenido toda una vida en un escenario de ese tipo y de continuar en él, varios de
los vicios, lacras y otras inmadureces perviven en uno; por tanto, no se cuenta con la calidad y
fuerza morales para impugnar a nadie. En efecto, pese a que se ha madurado ostensiblemente
en los últimos años (frisando los 50), de cuando en cuando se experimenta cierta tendencia
hacia permitir se reapoderen del carácter los componentes de la esfera sensorial; por ejemplo,
la propensión a querer volver a escuchar la bella música criolla de los Sanjuanitos, las
Tonadas, el pasillo Al morir de las tardes tocada en piano por la bella señorita Katy Vinuesa o
sentir atracción por la hermosura femenina y el sexo (a propósito: este tipo de atracción debe
ser emocional e inmediata, no racional; porque en la atracción racional, no puede haber amor).
Por otra parte, en la coyuntura, la humanidad está bien como está. Este despliegue de la
voluntad para combatir la tendencia al sentimentalismo es motejado por parte de la ligereza
propia de mentes juveniles o inmaduras, de amargura, aburrimiento, agrura, vejez prematura,
aguafiestas, falta de ritmo,...
Empero, es bueno pensar a la manera de Vigotsky, en la “fase de desarrollo próximo”
para la humanidad, a fin de formular algunas sugerencias prescriptivas. Es saludable (sin que
se quiera precipitar las cosas, pues, el fenómeno conocido como Big Crunch está muy lejano,
el sistema solar sigue su trayecto por el filo de los agujeros negros, la principal cabeza del
imperio –EU- está de capa caída, mientras que ya se están dando los pasos necesarios para
terraformar Marte –“colonización del espacio”: mega ingeniería para transformar a Marte en
un clon de la Tierra), que el momento de “singularidad técnica” se haga pronto realidad en el
planeta, puesto que de este modo las actuales generaciones (la articulación concreta de todos
los modos de producción habidos en la historia) puedan ingresar en la fase posthumana del
género, en la que se experimenten sensaciones de placer en advertir los productos de la
máxima averiguación sobre los hechos de la realidad por parte de la investigación dada en el
esfuerzo: inteligencia natural/inteligencia artificial. El nivel máximo al que se ha llegado en el
frente de la investigación, en el que la ciencia y la tecnología (su aplicación con fines
prácticos –capitalistas) se interpenetran de forma inmediata mientras se hace las cosas
1278

(investigación-acción o al revés), consta en la colosal construcción de los llamados “mega
edificios” en Tokio; no obstante, este modo de ser histriónico: ¡no es el futuro del mundo ni
del género!; más bien: aquella es la tecnología para Marte, para otras vidas, para otro
“tiempo”.
“Mi lucha”: prosigue en ese plano. Se ha escuchado decir, sobre la conducta de
quebranto de carácter, que experimentan ciertas personas cuando han llegado a la madurez o a
la vejez: “¿me estaré volviendo sentimental?”. En el caso presente ocurre todo lo contrario.
Arrastrado por la corriente de la emotividad que domina incluso en el seno del pensamiento
objetivo, marxista, revolucionario (“La revolución es un acto de amor”, según lo afirmara el
Che), durante medio siglo de existencia la esfera afectiva, aunque no la intuitiva, ha sometido
al proceder vital, en grado proporcionalmente inverso al avance de la maduración de la
conciencia. Al marxismo se lo ha criticado (según opinión personal, inapropiadamente; y, lo
que es más grave, conspiración que lo ha puesto en jaque, dado que sus principales
“discípulos” han pasado apuros intentando demostrar, que la Corriente no solamente es
racionalidad) de falta de libertad individual (Ortega y Gasset, por ejemplo), de carencia de
humanismo (desapego a la realización concebida como consecución de felicidad hedónica),
exceso de racionalismo ontologicista, etc.; no obstante, estas críticas hechas en el pasado, hoy
ni nunca tienen ni tendrán pertinencia, pues, una humanidad cerebralmente madura será
objetiva en el pensar, seria en el obrar, frugal en su modo de vivir. Este es uno de los atributos
de la personalidad humana, más valiosos por venir.
El famoso “amor”, por mas que se lo edulcore con cualquier clase de fárrago logicista,
refinado, educado, es la forma más hipócrita de egoísmo; mírese bien: el macho se acerca a la
hembra por interés y la llena de tanto halago, mientras ésta mantenga el rol de objeto para sus
necesidades: tener compañía, servicio a sus órdenes, satisfacción para su explosión hormonal
y erótica, verse reflejado en un nuevo ser (la conquista de la hembra por el macho humano, es
la acción del cerebro izquierdo del macho sobre el cerebro derecho de la hembra, para solaz
del cerebro derecho del macho –aunque a la postre sea la naturaleza beneficiada y el cerebro
izquierdo de la hembra el que se reivindique). ¿Se acercaría un individuo a una mujer, que no
sea de su agrado, esto es, que su vida no sea medio para alcanzar sus intereses? Obviamente:
no (y viceversa). Por ejemplo, en un hato ganadero, su dueño invierte capital y sentimientos
(“el ojo del amo engorda al caballo”) en las reses, pero lo hace denodadamente porque ese
producto realiza su interés; si las reses fueran ajenas o no intervinieran en la cristalización de
sus expectativas: bien pueden morirse. Esta reflexión es extensiva al justipreciamiento de la
conducta de quienes trabajan “desinteresadamente” por el prójimo “posponiendo” sus
intereses, sacrificándose: esa es su ocupación, así se sienten bien, encuentran su justificación,
allí radica el sentido de su vida. Y: ¿el amor materno? Este es la mascarada efectiva, que
regula la realización de un interés puesto de modo natural, pues, ella es un instrumento de
conservación en la naturaleza, o sea, que enfrenta el peligro de que la ecología se desbalancee
o que se comprima la biodiversidad, estrechándose el marco para el disfrute hedónico de las
bellezas naturales.
Como está escrito en manuales de Zoología y/o Etología, los animales solamente
disfrutan del placer que les otorga la naturaleza; el ser humano, a más de los placeres
ontológicos (y de los dolores), se dice en “Antropología Cultural”, en Sociología, en
Psicología, generan una colosal masa de productos para incrementar su placer; si de este
modo se utiliza principalmente la inteligencia, en lo personal se lo cuestiona. Respecto del
parecer de Marx. Jamás el Marx maduro, no el de los escritos económico-filosóficos
antropológicos, se pronunció en términos hedonistas sobre el futuro de la humanidad; Marx
opinó en términos prometeícos, del progreso: “Y en su análisis sobre el régimen colonialista
británico en la India, Marx llega sostener ‘… y a pesar de todos sus crímenes, Inglaterra fue
un instrumento inconsciente de la historia al realizar dicha revolución’”, esto es, la burguesía
arrastra a la corriente de la civilización a todas las naciones, hasta a las más bárbaras. Lenin
tampoco lo hizo, y si bregó por la eliminación de la explotación, la dominación y la
alienación, no fue con el objeto de encerrar a la humanidad luego en la monotonía torpe de la
“civilización de Eros”. Stalin: ¡mucho peor! Stalin: ser humano recio, correcto; vivió frugal y
racionalmente como “ser humano de nuevo tipo”: trabajo, objetividad, razón.
De modo que la pregunta que cursa, para nuestros adentros, es: ¿me estaré volviendo
racional? Claro, en la etapa madura de la vida impera un proceder estaliniano (al menos en lo
personal) y una concepción singular sobre el “arte”: la conjunción sucesiva necesaria entre el
1279

conocimiento y el diseño técnico en la praxis es lo realmente maravilloso, si se puede
expresarse así. Se insiste: si es dable exponer del modo referido, ese “estado de situación de la
mente”, directamente relacionado con la esfera racional del trabajo. Por ejemplo, razón y
actuación: acceder o producir las categorías objetivas de análisis de la realidad (para el caso:
socioeconómicas), producir con ellas la comprensión verás del “objeto de intervención y
transformación”, formular el modelo de política técnico-ideológicamente necesario y elaborar
la estrategia apropiada para su gestión en entornos de conflicto, en el que se despliega el
verdadero arte (la “maestría artística para actuar en la práctica”): la capacidad táctica de
autocontrol o domino de la tensión, de negociación, de producción de la estratagema, de
persuasión, la resistencia, la ofensiva, la contraofensiva incruenta, la reformulación del
paquete de maniobras en medio del desarrollo los hechos, en el curso del logro del objetivo, o
sea, establecer y usar las herramientas necesarias para tornar real la aspiración. Nada más
importante y “poético”, que dicho tipo de actuación.
Ud. afirma, que la “teoría para todas las cosas” no está en la Física Cosmológica; que, por
el contrario, ella es el resultado de fusionar el saber de tres universos: el cosmológico, el
sociológico y el de la mente. ¿Por qué esta trilogía?
Bueno: es evidente. La ontología material tiene niveles y procesos en coherencia;
podría decirse, poniendo el hecho en términos de una comprensión funcionalista: es un
sistema. En todas estas esferas operan (o están comprehendidas) todas las leyes de
estructuración, funcionamiento, desarrollo y cambio de la materia; no obstante, cada
dimensión del “ser” cuenta con sus propias determinaciones, que deben ser reconocidas a
efecto de poder encontrar su sentido. Dicho de otra forma: del mismo modo como no se
pueden generalizar las leyes particulares, no es posible particularizar las leyes generales. Los
físicos puros, no han podido superar este atavismo; ahora bien, lo que es más grave, ciertos
sociólogos y psicólogos han creído encontrar en las leyes de la Física la vara mágica
metodológica para acceder al “criterio de verdad” en su “objeto de conocimiento” particular.
Ejemplos a la mano: el “movimiento browniano” para interpretar las anomias sociales; la
Teoría de la Relatividad para entender la “diversidad cultural”; la categoría de “gravitación
universal” newtoniana para otorgar sentido a los procesos de concentración urbana; y, no se
diga el resultado absurdo de aplicar ciertas burdas e irracionales construcciones especulativas
basadas en el uso aislado de aspectos teóricos componente de la Física Cuántica sobre los
modernos procesos humanos (por algún lado, ya se están haciendo intentos de utilizar las
hipótesis sobre las “cuerdas cósmicas” para explicar hechos humanos; hay que tener presente,
que “la historia no es una mera prolongación de la naturaleza, sino una cualidad nueva surgida
sobre la base de ella”). No niego que en el documento se utiliza la estructura conceptual de la
Informática: hardware y software para propender inteligir la estructura y funcionamiento del
cerebro, mas este recurso es auxiliar y está aplicado con sumo cuidado.
El funcionamiento del cosmos, tiene sus propias leyes, las cuales están siendo
desencriptadas por científicos como Sagan (fueron), Guth, Gold, Hawking, Penrose; la
historia, la sociología, han sido debidamente abarcadas por el marxismo; la teoría de la
psiqué, avanza como estudio del cerebro, la memoria, su funcionamiento, la conciencia, la
relación entre las neuronas del córtex con la conciencia. La unión coherente entre las
regularidades de estas tres esferas, daría –en principio- como resultado la teoría que explica
todo. Ahora bien, Penrose, por ejemplo, cree que son igualmente tres las esferas sobre las que
se levanta el saber: matemáticas, física, psicología, con lo cual se mezcla ontología con
gnoseología, es decir, el “objeto de conocimiento” con el sujeto cognoscente (es verdad que
en el ser humano se funde ontología, gnoseología, teleología y, aun: axiología; no obstante, de
todos modos, el hecho esencial es, que la mente debe dar cuenta de la realidad; por tanto, el
ser humano está perurgido de presuponer su carácter material, actuar como conciencia,
mientras opera de modo especulativo, teórico). En materia de las ciencias naturales o de las
física, se dice que las cuatros fuerzas que mueven al Universo (gravitación,
electromagnetismo, atracción nuclear fuerte y débil) y la quinta, o sea, aquella que integra a
las antes citadas, están a portas de entregarle al ser humano el maná explicativo del modo de
ser del Universo; sin embargo, en lo personal se considera que dicha proeza constituye, de
todos modos conocimiento principesco, puesto que allí no se hallan inscriptos los últimos
desarrollo novedosos del Universo: la sociedad y la conciencia.
Sobre la tópica en concreto. ¿Por qué existe la materia? Es la pregunta apropiada.
Cuestión que está pendiente y en la que trabaja intensamente el modelo estándar de la Física
1280

de partículas, y cuya respuesta completaría la teoría sobre la realidad (naturaleza, sociedad,
pensamiento). Los insumos necesarios para intentar formular una hipótesis sobre la realidad:
su estructura, los procesos y la razón, son los conocimientos de Cosmología, Filosofía (en su
naturaleza mesológica –coordinadora/integradora- y epistémica), Sociología, Psicología y de
Neurogenética. En 1964 se plantea la hipótesis de la existencia de una partícula “abstracción
límite”, base de todo el proceso material: la masa-propiedad inicial, la madre del resto de
masa. Es el intento por fundamentar científicamente, con sustento probatorio empírico, la
pregunta de la mente de los científicos: ¿por qué existe la materia? La intención proba ha sido
encontrar en el Universo la causa de su propia existencia, en oposición a las ideas de Hegel y
Spinoza, quienes han sostenido que “Dios es materia y conciencia”, para reposicionar el
apotegma monista de “masa, propiedades, movimiento”, o sea, sola y pura materia.
“Bosón de Higgs”: principio material de los hechos desplegados (“partícula Dios” en
términos periodísticos, enunciado que ha inducido a los teólogos a restaurar la maniquea
concepción cuántica, de que la “energía” está tras de todo, esto es, la nada, lo que no existe; lo
cual es una contradicción “in sujeto”, lógica, o su aserto es paralógico). En los propios hechos
estructurantes de la dimensión cósmica que sostiene y es el marco de vida para la razón, debe
encontrarse escondida, desplegada, en operación, la respuesta. La realidad debe ser un círculo
sin principio ni fin: viene del “infinito positivo” y se dirige al “infinito negativo”; macro y
micro cosmos (el mesocosmos es la dimensión, nido de la interrogación) se comprehenden, se
autogeneran, se suceden, se continúan, lo cual anula las nociones de principio y término,
finito e infinito; forma inacabada, parcial de este modo de ser es el movimiento circular de
los hechos conocidos: la traslación, por ejemplo.
Origen y tamaño del Universo (¿por qué existe?). Son inquietudes derivadas del
paradigma (es una pregunta tautológica, inasible, aporética); su solución reclama superar ese
modo de representarse la realidad, completamente signada por el impacto en la conciencia de
los procesos finitos, que constituyen el marco de la existencia cotidiana. Un ser nace y luego
muere, pero sostiene a la humanidad, que es más perenne; esta última es parte de la
naturaleza, cuya existencia es más prolongada, mientras que el Universo lo es en relación con
la materia. Los estados de transformación de la materia tiene origen y término, pero la
substancia material no detenta ese carácter; la eternidad de la vida orgánica se encuentra en el
proceso continuo de su renovación y su conversión en estados anteriores con la muerte. En el
plano material: causa primera y causa final, no existen; a su interior, en la operación de las
propiedades generatrices del movimiento, que necesariamente es cíclico, debido a que la
conmutación acumulativa de propiedades establece momentos (salto), aparece el fenómeno de
principio y fin.
El “valor agregado” filosófico de su obra: ¿en qué términos puede exponérselo?
“Entre estas y las otras”, se tiene la impresión, que en este documento se exponen
respuestas a las grandes preguntas filosóficas, que históricamente han asaltado la conciencia
de la humanidad de modo existencialista; o, por lo menos, se exploran explicaciones sobre la
naturaleza, la sociedad y el pensamiento no ortodoxas, al menos sugerentes. El quid, a efectos
de dar respuesta a su inquisición, está en efectuar un sucinto rodeo reflexivo sobre la
Filosofía.
A juicio personal, la Filosofía es una disciplina completa: saber y praxis cognitiva a la
vez; saber: concepción de propensión hacia la totalidad y a la objetividad; cognición: grandes
hipótesis que se convierten en tesis, a medida que el quehacer científico particular se
desarrolla. La Filosofía (ciencia madre) confiere los lineamientos maestros generales para el
trabajo de las ciencias positivas; mientras que los avances de éstas, consolidan a la Filosofía,
la amplían, sustentan y precisan. Según el carácter de su conformación, se compone de tres
partes: es saber totalizante objetivo (esa su diferencia con la Teología); es historia de ese saber
(de los diferentes tipos y etapas, la evolución de la producción del saber) y es método (si es
saber, debe dar cuenta del proceso de producción de ese saber).
Ahora bien, la Filosofía es ideología, en la acepción concreta de la palabra, en cuanto
los saberes se hallan divididos en el interior del modo de producción capitalista y en las
clasistas en general: como cosmovisiones idealista y materialista. En todo caso, la Filosofía es
Filosofía (totalidad del saber científico); la Teoría del Conocimiento es Teoría del
Conocimiento (metodología de la investigación); y la Epistemología es Epistemología
(“estudio de la producción y validación del conocimiento”; o mas sesudamente: práctica de
1281

intervención política en el seno del saber, con la función demarcativa entre ciencia e ideología
–Castells-, esto es, entre “juicio de hecho” y “juicio de valor” –Lowy).
Las premisas de las que se ha arrancado, por su parte son:
- La materia es increada, eterna, infinita, en desarrollo.
- En Universo es la forma concreta, que asume la materia, es la realidad objetiva.
- La realidad (el Universo) es materia (masa y “espacio” –lugar) y movimiento; el
movimiento de la masa en el “espacio” (procesos), es múltiple, da origen a la
transformación y al desarrollo.
- El desarrollo (los cambios progresivos de la materia, nuevos estados de su
estructura y funcionamiento) genera en la conciencia la idea de “tiempo”. El
tiempo registra el desplazamiento de la materia de un estado a otro (la masa en
movimiento en el “espacio”: distancia, extensión, lugar).
- Pero la conciencia (la mente, su relación con el hecho empírico y su modo de
captarlo –ese reflejo) lo es todo; la conciencia (ontológica, procesal) capta
(reflejo), crea (especula) y, de ese modo recrea la realidad en la idea: la idea de la
realidad, crea la razón de la existencia objetiva de la realidad en forma de idea (el
conocimiento objetivo).
Es esta teorización, la que ha conducido a proponer, por ejemplo, que la materia es
eterna (reafirmar); que su movimiento es cíclico: un universo sigue a otro, erigido sobre las
huellas del anterior; que las nociones de energía, tiempo y espacio, son una ficción; que la
realidad es materia en movimiento (ratificación), que la materia es masa y el movimiento la
interacción de las propiedades de la masa, que estas propiedades en permutación producen las
leyes que mediatizan la evolución y el desarrollo material, que la inteligencia es la propiedad
más desarrollada y última del movimiento de la materia; que la propiedad privativa del ser
humano es la inteligencia, y que ésta es la que lo define y marca su papel en la existencia:
llegar a gobernar el Universo, que una vez inmortal el ser humano debe renunciar a dicha
conquista, realizando la capacidad de libertad alcanzada, en su propio ser para que la materia
produzca nuevas formas universales.
Marx, Beethoven, Sagan: ¿es la trilogía de sus ideas?
En efecto: detrás de Marx se encuentran Engels, Lenin, Stalin, Leontiev,...; de
Beethoven todo el arte racionalista y político; y, de Sagan, mutatis muntandis: la Física de
Copenhague, Heráclito, los Estoicos, Aristóteles, Galileo, Kepler, Bruno, Copérnico, Newton,
Gold, Penrose, Hawking. Alguien en Internet ha sostenido, que el gran Ludwing Van escribió
música para otros tiempos, para otros mundos, para otros cerebros: ¡tiene razón!; pues, todas
las personas citadas, actuaron para el futuro. Pero hay que tener en cuenta también a Homero,
por lo menos.
Si ya resulta poco serio, práctico, convincente hablar en términos de “lo absoluto”, la
perfección, destino final, son nociones de una posición maniquea que raya en el
subjetivismo, en el providencialismo y en el abismo de la locura, de la frustración
existencialista de no saber cómo proceder cuando se piensa intuirlo todo. ¿Qué opina al
respecto, cuando Ud. mismo recusa dichas imposturas?
Es cuestión de madurez y voluntad. En el instante en el que se sospecha quién se es,
qué papel se debe cumplir en el tramo en el que se vive y cuál es el destino final de todo, uno:
no puede mas que avenirse a desempeñar con excelencia el específico rol preasignado
(elegido consciente o inconscientemente sobre varias opciones): el “destino fatal”, pues, éste
es parte y contribuye, aunque sea en calidad de simple “reserva germoplásmica humana”, del
y al proceso total, respectivamente. El mérito abstracto de toda persona está en constituir, por
fuerza de haber nacido, continuar con vida y reproducirse, instrumento de sostenibilidad de la
existencia racional; el valor de un empresario (al cual sostiene el trabajo) que genera empleo
radica –dadas las condiciones estructurales- en coadyuvar en el propósito citado, en la persona
de otros seres.
¿Cuál dice ser la ley suprema del movimiento de la humanidad y por qué?
“El enfrentamiento entre el carácter procesal del ‘ser’, que se abre al infinito, y la
conciencia, que se propone atrevidamente alcanzarlo”.
1282

O sea, la lucha entre el deseo de entender el mundo (prurito enmarcado en la necesidad
de dominar el entorno para efectos de poder tener éxito en la sobrevivencia y en la
multiplicación genérica); el que éste –el mundo- se expone como pura exterioridad, que vela
su esencia; el movimiento constante de la realidad, que vuelve obsoleto el juicio científico,
teniendo siempre que pensar en avanzar, puesto que el camino no termina nunca, pero que hay
que seguir (un pensador ecuatoriano –René Báez G.-, a este fenómeno lo signa con la
expresión: “fuga hacia delante”). Esa es la determinación de la inteligencia, por ahora
sometida tan sólo a las proezas de seres individuales expuestos mundialmente a la “explosión
de los deseos”, pero que pronto será el resultado de la conexión de todas las mentes de la
humanidad con apoyo en interface (cuerpo calloso intercerebral) de y con la inteligencia
artificial. La fatalidad del ser humano, es que está preñado de la propiedad producto del
desarrollo máximo de la materia: la inteligencia; es ella la que determina su ser, su razón, su
lugar en el mundo, sus preocupaciones, su camino, su meta final. ¿A qué conduce, por
consiguiente, el imperio de dicha ley?
Mire Ud.: el ser humano inteligente, formador de familias, conquistador de continentes
enteros, forjador de riquezas, constructor de ciudades, creador de íconos, productor de arte
(también de ciencia y tecnología), desatador de guerras (opresor, pobre): ¿en esto consiste la
vida, últimamente cualificada de modo racional con la aspiración de superar problemas de
diferenciación social y de distribución de la felicidad de forma igualitaria? Esa, en realidad,
es una meta pigmea para la humanidad (como enano es el ejercicio del ser bueno religioso con
el fin de alcanzar el cielo). El ser humano debe llegar a ser Dios. El éxito de la humanidad (su
graduación), es ese y no otro. Esa es su realización o, caso contrario: su fracaso. Todo lo que
ha hecho la especie sería vano, vergonzoso, de quedar trunco ese objetivo; la vida racional
habría sido un fiasco. La persona que le habla, cada vez más toma conciencia y se
autoconvence sobre esta historia como destino para la humanidad. Podría decirse, que se trata
de una exagerada e irresponsable exigencia, puesto que, por razones histórico-estructurales se
saca el bulto, en la medida en la que se trata de una pesada carga que se insinúa para las
futuras generaciones: el llegar al “cero defectos”, a la calidad total, a la excelencia, a la
perfección, a la beatificación.
No queda duda que Ud. es ateo. ¿Es posible arrancar de su persona algunos argumentos,
que sostengan dicha conducta?
Si: así es. Se es ateo; ahora bien, ésta no es una posición conductual de apostasía,
puesto que jamás, ni de niño, se tomó en serio o se avizoró inclinación alguna hacia la
aceptación o práctica religiosa. Se es ateo: incluso por simple capricho, por salir del montón
(en la perspectiva de la enseñanza de José Ingenieros: en sentido esnobista, o sea, que quiere
diferenciarse); por oponerse a los embusteros y a los fanáticos religiosos e idealistas; pero,
sobre todo, se lo es, en virtud de hallarse, la conciencia personal, bajo el influjo de fundadas
razones objetivas, que sostienen tal convicción, tal cosmovisión. La más fuerte de ellas, y la
que tiene sello intelectivo personal, es la relativa a haberse entendido los factores que deben
estar en la base de las construcciones nebulosas de alma, cielo, Dios, que aprietan el cerebro
de los vivos, del siguiente modo.
Las clásicas explicaciones en torno de la emergencia de las ideas fidelístas de todo
género, a saber: antropológicas, religiosas o psicológicas (e, incluso: materialistas), poca
relación objetiva guardan con la veracidad de los hechos, que investigan y que han tratado de
elucidar. Sin desmeritarlas del todo y rescatando, sensata, generosamente, la fracción de
verdad, que tales constructos encierran, se sostiene personalmente, que la explicación sobre
todo acerca de la emergencia en la cabeza de las ideas sobre la existencia de mundos
inmateriales, seres incorpóreas y sobre un poder providencial insustancial, en suma: las
nociones sobre trascendentalidad, inmortalidad, etc., se derivan de la incomprensión temprana
por parte de los primeros seres humanos modernos, de los fenómenos de la mente (captación
del mundo –natural y grupal- y de uno mismo -autoconciencia) en constitución como
conciencia.
Desarrollando la tesis: se trata del efecto de ese nebuloso mundo de especulaciones,
que emergieron en la actividad temprana de la mente (los niños creen en fantasmas). El sueño,
el recuerdo y la imaginación (y las alucinaciones), constituyen la base “ontogenética” de la
invención de las ideas de cielo, alma, Dios, vida después de la muerte (ritualidad religiosa
para ponerse en contacto con el espíritu de los muertos o directamente con los Dioses),
eternidad, etc. Es la impresión, que en la mente de los primeros homo sapiens produjeran las
1283

escenas del sueño (fenómeno en ese entonces sin explicación objetiva), en las que aparecen en
el mundo de la cabeza del ser que sueña, tanto la imagen de los muertos (en el sueño la mente
opera de modo que los muertos pareciera que no lo estuvieren; y, como todos sueñan, el
fenómeno se muestra colectivo, real y legítimamente aceptado en sus conclusiones
interpretativas: hay un mundo al que van las almas cuando el cuerpo muere: si, “todos
estamos de acuerdo”) como de los vivos en asociación con el mundo transpuesto en el cerebro
de “lo real” y en operación con la escena consciente del recuerdo, los hechos que debieron dar
pie, que llevaron a la creación, a la deducción especulativa de y sobre la existencia de otros
mundos, de dioses, de espíritus, etc. Trascendentalidad, inmortalidad, pero en relación con lo
que puede hacer una persona con su vida frente a los ajetreos de la especie. Estas
especulaciones, por otra parte, condujeron a sostener, que el “alma abandona el cuerpo”
(porque “el muerto, muerto está”, mientras que la imagen del muerto se aparece en la
memoria y en el sueño), y, como conclusión: que ésta debe ir a algún lugar: al cielo (y para
otros cerebros protervos –en la actualidad-: al infierno).
Respecto de Dios y la autoridad, estas nociones son el producto de traslación mecánica
de la estructura de poder humano a la esfera ilusoria: el Reino de los Cielos, la Monarquía
Divina; mientras que la idea sobre la omnipotencia creadora, es la fácil solución a la incógnita
sobre la complejidad del mundo. El ateísmo personal (ahora ya no militante, puesto que se ha
perdido el hábito de salir a pescar “ovejas” para acrecentar el “rebaño” de los ateos), en el
presente de la vida madura, más que en fundamentos filosóficos, se basa en argumentos
lógicos, como el que acaba de ser expuesto. Esta reflexión, dicho de modo adicional,
representa problemas para quién las rubrica, puesto que pone frente a las narices: la nada, la
negación absoluta, el temor al “no ser” (los creyentes son astutos; según ellos: la muerte no es
muerte, de modo que: “estate tranquilo”; “la vida es una preparación para la muerte en un
escenario sistémico: Dios, existencia y juicio final”). Debe parecer también brutal la idea
acerca de que en el suicidio hay valor personal, valentía, incluso heroicidad, pues, atentar
contra uno mismo es una manera de desafiar a la naturaleza y al ego, es ser dueño y tener
control sobre uno mismo, consciente o inconscientemente.
Estas ideas podrían transparentar –como ya se sostiene más adelante en este mismo
texto- la conjetura de que con ellas se está incitando al suicidio; no obstante, no hay porqué
preocuparse, pues, factores como: el instinto de conservación, el dolor, el temor a la muerte,
las maravillas del mundo, la producción de dopamina, las responsabilidades (todo lo cual
poco a poco se desactiva en la vejez, de allí la resignación senil respecto de “la parca”), los
llamados masivos a no cometer estupideces, son móviles más efectivos, que cualquier voz
“promocional” al respecto. Por otra parte, según una postura personal, como todo lo que aquí
se ha dicho, quién mata es un cobarde, no quién se priva a sí mismo de la vida. El suicidio no
es un acto del corazón; pues, si se mira bien el hecho, allí no se halla implicado el hemisferio
derecho del cerebro (aunque hay excepciones, como es el caso de la madre que da la vida por
su hijo, acto que dista radicalmente del héroe que ofrenda la vida por la Patria, el cual sí es
racional); el suicidio es un acto de conciencia, planeado: 1) porque la conciencia ha sido
llevada al límite; 2) por orgullo, en cuanto se cree, que se ha hecho todo y que es el momento
de retirarse (de esto no se sigue, que para mostrar superioridad e indiferenciarse, la regla sea
suicidarse). ¿Qué categoría tienen los “guardaespaldas? Si protegen a una persona positiva
para la humanidad, dicha ocupación es buena, es digna de aplauso; si guarda la humanidad
con la suya, de un magnate mafioso o de un jefe de Estado de un imperio genocida, constituye
un riesgo deplorable, bajo, pues, por conseguir el fondo económico para sostener su vida, el
guardaespaldas se transforma en garante de la vida de un mal individuo cobarde (necesario
para la reproducción ampliada de un grupo).
Por ejemplo, para la persona que le habla, ya no es del todo importante el vivir, como
lo es, para seres que tienen una familia y quienes, consecuentemente, constituyen los
proveedores de los críos. Quizá tenga sentido la existencia, si se retorna a la actividad política,
pero esa es una decisión, que no responde únicamente a dictados de la conciencia individual;
o, si se continúa formulando ideas, que tengan algún sentido original. La razón fundamental
de querer prolongar la vida se expresa en el hecho de que se desearía advertir cuán adecuadas
han sido algunas hipótesis futuristas, que aquí se propone, pese a que las mismas hallen
formuladas para abarcar el muy largo plazo. Otra justificación interesada para seguir viviendo
se emparentaría con el deseo de presenciar cómo actuará la humanidad frente a la llegada del
centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre o en la fecha conmemorativa de la
1284

muerte del Gran Vladimir Ilich Ulianov Lenin. Haciendo memoria, dicho sea de paso, la
persona que habla, era estudiante universitario cuando se cumplieron los cien años de la
muerte del Gran Carlos Marx en 1983: su conmemoración fue bastante parca; un quinquenio
después, el mundo capitalista (sobre todo Europa) rindió homenaje, con “bombos y platillo”
(conferencias, exposiciones, mesas redondas, reedición de obras, etc.) el pensamiento de
Keynes; si bien Keynes ha sido uno de los economistas oficiales rescatables, muy lejos se
halla de la talla de Marx; es obvio, que el sistema: la clase dominante en él, rindió agradecido
tributo a su “salvador”.
De retorno a su pregunta, dos reflexiones adicionales. Que una persona, que es atea, se
mantenga como tal, depende de que no experimente en el transcurso de su vida afectación
corporal alguna (“en momentos de angustia, la gente a menudo recurre a la Religión”); y, que
no incida negativamente sobre su acerada personalidad, los rigores de la vejez o la
obnubilación de la degradación cerebral. Una hermana de quién le habla, muy querida y que
atravesaba por la etapa terminal de cáncer uterino, a la que atosigaron tanto parientes
cercanos, amistades, allegados, vecinos y aún gente extraña, que consiguieron desarmarle
ideológicamente de su catolicismo y lograr que ingrese a una de esas sectas evangélicas (de
esas que se autodenominan perfectas, que dicen tener la verdad y hallarse bajo el amparo del
Dios verdadero), insistió muy denodada y sinceramente para que me convirtiera, que para
complacerle tuve que contentarle diciendo: “de haber Dios, lo acepto y me humillo ante El;
caso contrario: no pierdo nada”.
Otro elemento que hay que considerar para justipreciar en su verdadera dimensión la
propensión a las creencias, sobre todo en personas que manejan las grandes dimensiones de la
materia, es el “obstáculo epistemológico” planteado por G. Bachelard: “filosofía espontánea
de los sabios”, o sea, la irrupción de la ideología en el pensamiento, cuando un investigador
maduro y riguroso ha llegado a la frontera del saber. Hawking dubita: ora se declara ateo, ora
se hace premiar por la patricia cristiana católica; Einstein, por ejemplo, es materialista en
ciencias e idealista en filosofía. Einstein primero dice que el género se halla recopilando
información sobre la realidad a fin de cuadrar la teoría que lo explique; luego dice: “el ser
humano es mejor cuando está de rodillas” o algo parecido.
Es curioso cómo el ser humano (ciertos individuos ladinos) ha generado la idea de un
Dios, que se esconde frente a sus “criaturas” apelando al invento del “libre albedrío”, que
mostrará su ira para con quienes no creen en El y que ciegos deben cumplir su voluntad
verificable el día del juicio final. Podría argüirse a modo de refutación, sin embargo, que si
Dios estuviese presente en el desarrollo de la vida humana, no habría necesidad de la
inteligencia, pues, ésta está para proveerse del conocimiento por cuenta propia y para afrontar
solos los retos de la vida (como niños, se preguntaría todo a El). En efecto, de contarse con
una Autoridad Divina conocida, inmediatamente se procedería a saber todo, mediante
inquisición o divulgación a o por parte de dicha Autoridad; se perdería adicionalmente la
libertad y la existencia misma preconocida en su objetivo, perdería interés. Hablando
seriamente, hay un dicho jocoso criollo, que hace alusión a la legitimidad: “coma hierba,
pues, tanta vaca no puede estar equivocada”. Si, en efecto, la ciencia y el Materialismo
estuviesen equivocados, absurdo sería que se premie la obsecuencia intuitiva y se castigue a
una persona que se ha dedicado a pensar, a dudar, a negar, a demostrar e, incluso: a revelarse.
La inteligencia es alevosa, es la horma del zapato frente a Dios, a la idea de Dios.
En este punto, la persona que en este momento le habla, se considera a sí mismo como
que es uno de los primeros anticristos, un diablo o, por lo menos: un nuevo “falso profeta”; si
Ud. se detiene con algo más de precaución a considerar mis ideas y respuestas, concluirá que
reúno todas las condiciones para ser considerado en el rango demoniaco: ateo, comunista,
estaliniano, blasfemo, promotor de ideas raras, etc. Además, me considero Dios: en el sentido
de que presumo pertenecer a esa última generación que lo sabrá todo; saber, que es el
producto de sacar provecho del esfuerzo completo llevado a cabo por la entera humanidad, la
que heredará, reunirá y redondeará ese saber. Ahora bien, a la persona que le habla, no le
interesa para nada las creencias, las prédicas y los alegatos, que la mayor parte de sectas
religiosas profusa, militantemente mantienen y lo formulan en el mundo, en su orden; si me
he visto forzado a ocuparme de ellas en el transcurso de muchos episodios de la vida y de
modo particular en el documento que ha suscitado esta conversación, se debe al papel magro
que las mismas han desempeñado en la historia: como poder, como participantes de la
estructura de poder o como comensales del poder, de ese poder, que ha generado tantas
1285

miserias humanas durante tanto tiempo; en todo caso, no merecen se ponga interés alguno
sobre la jerarquía de las formas ideológicas religiosas monoteístas (cristianismo, islamismo,
judaísmo), operantes históricas como mecanismo del poder en el proceso de reproducción de
la riqueza, de la explotación, de la dominación, de la pobreza y de la ignorancia.
Finalmente, séame permitido decirle que curiosamente, cuando uno se cree tener el
pensamiento máximo, superior, se valoriza la vida con mayor equilibrio: se comprende las
limitaciones humanas, se aprecia en grado extremo la vida de todos, se profesa admiración,
respeto por todos los procesos dela existencia, se llena de profundo aprecio por los demás, se
disipa todo complejo de inferioridad y superioridad.
En torno de una preocupación particular suya, que se desprende de la lectura del
documento que ha producido: hoy está en boga el estudio y promoción de la estructura
dual del cerebro humano y el uso del lado derecho del mismo, en su orden; sobre tales
tópicos, Ud. advierte una reacción adversa. ¿Puede anotar algo más al respecto?
La “teoría” sobre la ambivalencia del operar cerebral, es parte de las zonas obscuras
que ocurren en medio de tanta luz que despide el “sol” de la mente colectiva humana de
inicios de siglo y milenio. Es una aberración respecto de la que no se tiene conciencia; lo que
es más lamentable: se la asume verdadera, se la promociona como una posición de la mente,
que debe ser rectora del comportamiento moderno y paralelamente se impugna su
contestación: si el hemisferio derecho alguno vez tuvo y tiene aún preeminencia en el
desarrollo de la vida humana, esta condición debe ser superada. Es obvio, que gran parte de
tal atavismo tiene origen en la llamada “oportunidad” descubierta por el sistema mercantil
posmoderno, esto es, la política de “bancarización” con la que se deposita dineros en el
público para alentar el consumismo, el cual está centrado en el simple placer, en los sentidos;
dicho de modo descarnado, directo, racista y “no político”: en las manchas negras de la
conciencia. Una mujer a la que se la viola, un impala en las fauces del león: los dos seres son
víctimas y producto de la más pura operación del lado derecho del cerebro (en realidad, el
león tiene solamente ese lado en el cerebro; el ser humano, a propósito, debe anular sus
rezagos animales: los instintos, el placer, incluso el que produce el arte: si éste va dirigido
solamente a masajear las zonas del gusto, esto es, en cuanto se halla carente de su papel
histórico-social: ser la representación congelada de los episodios de la vida que debe ser
conocida a futuro).
Es magnífica la hipótesis aquella, que sostiene que la voluntad, la conciencia externa
(el modo de reflexionar, el parecer social) pueden incidir y modificar la estructura interna,
ontológica (coyunturalmente funcional) del cerebro (en forma vulgar se dice: “deja de pensar
en ello”; “todo está en la cabeza”). En verdad, esa es una potente opción para desvirtuar la
operación espontánea de la mente, o sea, inhibir el simple excretar hormonal, el movimiento
del hemisferio derecho del cerebro equívocamente percibido como intervención del corazón:
la emocionalidad, la intuitividad, la superficialidad, el holismo, la supuesta creatividad. Verbi
gracia: hacerle ver al león, que tiene entre sus garras a un cordero herido y listo para ser
devorado para bien suyo, proponerlo a que razone, a que debe entender, que no puede
sacrificar a otro ser para alcanzar su satisfacción y perennización, es como decirle al
capitalista (al presidente Uribe y al ejército guerrerista colombianos, por ejemplo), que deje de
explotar, de guerrear: el capitalista no es consciente o cree que hace bien en arriesgar su
capital, generar empleo y volcar satisfactores al mercado, que atienden necesidades sociales y,
en este caso: la persuasión, el parecer opuestos sustentados en la razón dialéctica le son
inocuos frente a la operación emotiva de sus mentes: el cerebro derecho (¿o acaso no es el
poder económico quien últimamente se ha visto entusiastamente enrolado en la promoción de
la llamada “inteligencia emocional”, en las “inteligencias múltiples”?). Ahora bien, la
conducta del macho afamado mujeriego va también por ahí; lo cual implica asumir, que el
individuo que paga en un burdel para alcanzar placer expone una conducta más digna;
empero, esta forma pagada, sin amor o compromiso de “hacer sexo”, es tratada como
“patógena”; no obstante, no es que la adicción al sexo sea perniciosa, fóbica, por el hecho de
que no se la realice con amor; por el contrario, la práctica sexual se vuelve fofa: un puro acto
generador de dopamina, cuando ha perdido su razón: la procreación (al fin y al cabo, para la
naturaleza, que es lo esencial, la procreación la necesita con sexo, sea hecho con amor o sin
él: con fertilización in vitro o con clonación)
Dicho sea de paso, la política hegemónica conservadora, que se realiza en Colombia,
se coloca con todas las letras en la esfera emocional del “ser”; política, que ha durado cinco
1286

décadas, y cuyo último eslabón ha sido la corriente uribista, a la cual poco le falta para ser la
versión criolla posmoderna del macartismo; su principal acción preventiva ha consistido,
pues, en perpetrar deliberada, programada y brutalmente, la desaparición física pública, tanto
de la dirección como de las bases más próximas, deliberantes y combativas (los “falsos
positivos”) integrantes de la disidencia político-legal; con dicha acción, se ha atemorizado a la
población, se la ha inmovilizado y se la ha integrado coercitivamente en el sistema de
mercado, de consumo y de realización trivial de la existencia a la mayoría de colombianos.
Se podría decir, que las más grandes obras de piedad humana son productos de la
operación del cerebro derecho: Gandhi, Teresa de Calcuta o el propio Cristo; no obstante, los
más horrendos crímenes tienen también su origen en él; a decir verdad: con el cerebro derecho
todo puede pasar, puesto que hay una delicada línea divisoria entre el amor y el horror en su
inmanencia. Las violaciones, el robo se asocian al instinto y a la búsqueda de placer; pero
jamás la racionalidad opera en uno o en otro de los modos citados: el crimen o el bien obrar
por amor, por odio, por placer. Nunca una mente racional, que piensa, que analiza (y el
análisis no solamente abarca a las partes de modo aislado como pretenden mañosa e
interesadamente hacer creer los holistas intuitivos adeptos a la neoideología de la
“inteligencia emocional”, puesto que el análisis consiste en desbrozar el camino que conduce
a advertir el hecho en su totalidad) puede cometer actos indebidos o hacer el bien tan sólo por
sentir el placer de la satisfacción; la moral comunista no enseña eso, pues, Marx tuvo como
central preocupación dar sustento racional, objetivo, científico a su empresa (superar la
ingenuidad de la intuición de los socialistas utópicos, y a la vez remarcar la apología del
capitalismo presentada como Economía Política por parte de ciertos representantes teóricos de
la clase capitalista plenamente asentada), tanto como otorgar garantía de éxito en la
operatividad, según supuestos racionales de la estrategia.
Me gustaría tener acceso al parecer suyo sobre los términos “razón e intuición”, habida
cuenta de que la sociedad contemporánea se vuelva cada vez más a dar importancia a la
emocionalidad, a la presunción.
Presentimiento, sentido común, intuición, son variables de la conducta que no existen
ni siquiera en el operar de los animales (en los primeros homo sapiens). Un animal infante
evade el peligro por instrucciones de conducta contenidas en el material genético o como
hecho ligado, por ejemplo, al impacto sobre los sentidos del ruido estrepitoso, de fenómenos
que provocan susto, del dolor; caso contrario caería en las garras por desconocimiento, falta
de experiencia o por efecto de la trampa a la que se expone (los colores, los olores para ciertos
insectos en las flores carnívoras). Un niño carente de conocimiento sobre la naturaleza del
mundo y sin experiencia jamás intuye el peligro, presiente o pone a operar el sentido común;
luego, toda esa superchería mitológica: pura invención del “sentido común”, es negada y
esclarecida como proceder humano cuando se piensa en el comportamiento que es el medio
para alcanzar la sobrevivencia: las instrucciones genéticas, la operación de los sentidos o la
experiencia (hecho negativo del cual, si se sale ileso, se queda vacunado) y el conocimiento,
se hallan tras de las decisiones, muchas de las cuales se vuelven automáticas, paralelamente
proveyendo del material falaz, que permite hablar de intuición, sexto sentido, sentido común,
presentimiento, etc., o sea, la actuación automática del individuo (no de la mente) sin las
transiciones inherentes a la participación de la razón, de la reflexión, de la selección de la
mejor opción de conducta.
Cuando se sabe de las consecuencias negativas de hechos y actos (experiencias
directas o indirectas: todas formas de conocimiento, base del proceder, incluso del calificado
como más irracional), aparece el miedo y la renuencia; caso contrario se procede, aunque el
resultado inconcebido sea la muerte (en las decisiones pioneras el miedo a perecer si no se
actúa, conduce a operar de algún modo en situaciones desconocidas; sin embargo, incluso allí
–desconocimiento sobre lo que se tiene adelante, al vacío, al futuro- la toma de decisión, que
parece ser emocional, tiene como insumo una aproximada, provisoria, rudimentaria
evaluación previa automática sobre el hecho y en torno a cómo proceder). Una persona que
ingiere alcohol metílico según la idea de que es alcohol etílico, se envenena y muere, lo hace
por ignorancia; allí no hay intuición que valga la pena. En un sitio desconocido, perdido y en
soledad, un individuo finalmente muere, luego de precariamente batallar insistiendo en
preservar su existencia, debido a que desconoce el medio, los peligros, el modo de afrontarlos,
a que no está equipado para sobrevivir, como tampoco está informado sobre lo que debe hacer
para salir con vida de allí y, en dicho caso: no hay intuición, corazonada que valga.
1287

La famosa teoría decisional de la empresa basada en los conceptos de “inteligencia
emocional”, son del todo absurdas; expresan la descomposición, la crisis, el límite y la
desesperación, en que se mueve la compleja necesidad de salvar el negocio. En épocas
pasada, de florecimiento de la empresa, cuando en la ecuación oferta/demanda, la balanza se
inclinaba sobre el segundo miembro, el cálculo era racional (estudio de mercado, teoría de la
decisión mediante el cálculo de probabilidades –Nash-, administración por procesos, etc.); en
la etapa financiera de la economía, el efecto de sobreproducción resultante, condujo al
establecimiento de la más letal forma de imperfección del mercado: el monopolio, hecho que
hizo quedar en ridículo la “teoría del cálculo económico”, el rigor técnico de escritorio y la
racionalidad en general (coherencia matemática entre medios y fines), en tales circunstancias,
no quedaba más, que imputar a la ciencia y a la técnica micro programadora (a la razón) el
límite y volcarse a la teoría sobre las emociones, sobre la toma de decisiones con riesgo, a la
intuición, al salto al vacío sin paracaídas, y presentando ese proceder como el responsable del
éxito. No obstante, nada de eso es cierto.
Si todas sus premoniciones son exactas, ¿qué queda al final de todo, puesto que Ud.
asevera que la humanidad llegará a saberlo todo, a ser inmortal y omnipotente?
El ciclo del ser humano es punto de apoyo y el que corona la obra de la materia (de
igual manera como el robot lo es para éste); el género debe reproducir de modo artificial lo ya
hecho por la naturaleza, pero además debe producir la idea: esa es su singularidad y su
ventaja, puesto que la tecnología no es más, que el hacer cultural de lo que la naturaleza ya ha
producido: “la nanotecnología ya existe en la biología celular”. La generación cumbre,
triunfante: o se mantiene en la posición de Dios por los siglos de los siglos, o renuncia “a ser”,
para que la determinación material se realice siempre: la materia que no puede existir sin
movimiento evolutivo, transformativo, debe seguir siendo en su ciclo eterno: Big Rip.
La historia es el venerable George de Eco, es Torquemada, la Inquisición, la “caza de
brujas”, el Ku Kush klan, macartismo, dictaduras fascistas del Cono Sur, que han
ordenado quemar libros: ¿no le dicen algo y le preocupan dichos hechos?
La humanidad hoy, por lo mismo que se halla ensimismada en el arte, en brazos de
Dionisio, subordinada a la determinación del cerebro derecho sobre su vida y conducta, ha
perdido muchos de sus antiguos temores y se ha feminizado; estimula la práctica del principio
de la tolerancia, de la coexistencia en la diversidad. En el momento, la negociación y la
resolución pacífica de los conflictos, es la conducta paralela que prima. Caso contrario: habrá
que atenerse a las consecuencias.
A esta conducta, el sector de la intelectualidad paraoficial, suele nominarla con la
palabra: provocación; en esencia, la producción es el preámbulo de cambio de paradigma.
Dispense Ud., que me lance por el filón de una retahíla de formulaciones “teóricas” al
respecto. Esta ruptura en el plano de la concepción, no sigue patrones mentales simplemente
voluntaristas; pues, es la mente social, la conciencia colectiva, cuando se halla en condiciones
de inteligir de modo cualitativamente mejor la realidad, la que induce a dar el salto hacia
estatuir un nuevo nivel de conciencia, hecho que avanza impulsado por razones inmanentes a
la propia realidad, a las necesidades y a las nuevas razones, conducentes a inscribir la vida
humana, en la etapa a recorrer, que está en frente, que no es hedónica, crematística, o tan sólo
de igualdad y libertad. En economía se habla de la existencia de “ondas largas” kondratieff en
el modo de producción capitalista; en política, de similar modo se hace referencia a los
“hegemones”; puede recurrirse a un criterio de ese orden para abarcar las grandes etapas, que
ha seguido la humanidad, por ejemplo: onda formadora del homo sapiens sapiens, onda
conformadora del “sujeto de pensamiento” (la cual está por llegar a su momento cumbre, con
el proceso de automatización, de robotización y de producción de la IA) y onda larga por
venir, de la llamada “espiritualidad”.
En el marxismo, de modo simplificado se podría decir, que la creación de
instrumentos, las modalidades de su uso para atender las necesidades de la reproducción de la
vida, en cuanto éstos exigen modificación constante para adecuarse al complejo dominio del
entorno, constituyen el aspecto principal del proceso de evolución humana por vía social,
histórica. La ciencia y la técnica tienen un papel de primera importancia en el desplazamiento
futuro de la especie, siendo quienes determinan e inscriben al género en el camino hacia las
metas de la nueva etapa. Ciencia y técnica todavía son hechos que se hallan prisioneros de las
leyes del capital, del mercado, de la propiedad, del móvil de lucro; la técnica es la más
1288

poderosa fuerza actual, que tiene para sí el segmento humano que domina la escena histórica;
es su carácter de propiedad privada, lo que torna en eunuco a ese poder. La fundamental lucha
política que se viene, consiste en superar por vía racional ese carácter, o sea, suprimir de
forma definitiva la propiedad privada del sistema automatizado de producción (aunque en el
interior propio de ese sistema, se halla incrustada la determinación de su anulación); sus
secuelas sociales constituirán uno de los máximos triunfos de la humanidad. De modo que, es
más temible la arremetida de los restos del capital sobre personas que propenden hacer que
crezca mucho más la conciencia de la población.
En relación con los sujetos de una posible práctica de neoinquisición: ¿los
Torquemada? ¡No! Estos sinvergüenzas deben permanecer calladitos, quietos; no sea cosa que
las nuevas generaciones (tal como lo hacen los negros en EU o los pueblos originarios de
América frente a la Europa colonizadora) lean la historia y les descubran. Mire además, ese
Papa muérgano con su alias de Juan Pablo II, pidió perdón por los crímenes perpetrados por la
Iglesia; de todas formas, ese fue un gesto repleto de mojigatería, pues, los famosos patricios
púrpuras del Vaticano, todo mundo conoce que tienen pensamiento burgués (hasta hace poco
no había cardenales negros, hoy todavía no existen prelados indígenas de alto rango o de sexo
femenino), son vagos, servidos, soberbios, vanidosos,... Todo lo cual me lleva a pensar, que
no hay sinceridad en tal arrepentimiento. Desearía que realmente haya infierno. Además, el
perdón, no es tal si no está, ipso facto, seguido de reparación; por lo tanto, por lo menos los
curas deberían de ¡dejar de joder!
¿En qué términos podría ensayar una visión breve de su pensamiento?
1.- No existe Dios antes del Big Bang. La Materia está creando a “Dios” en el
escenario dinámico del Universo viable: en la inmanencia de su optimidad, de manera
especial a través del despliegue del proceso de desarrollo tecno-científico de su ser
privilegiado: el humano. Por tanto, “Dios” es la coronación de todo este proceso:
autodesarrollo, “causa de sí mismo”, en cuanto proceso contradictorio ascendente de la
totalidad de la realidad, cíclicamente coronaria. Es por eso que este movimiento toma
apariencia circular: el principio se halla entrelazado con el fin. Como colofón de esta
argumentación, bien puede especularse con la idea de que, por ejemplo, si un aerolito de
tamaño, que no sea posible ser controlado por la actual tecnología espacial y que pueda
destruir o afectar letalmente a la tierra, colisionara con el planeta de modo que arrasase con la
especie humana, el Universo no alcanzaría a contar con Dios, en el desarrollo y conclusión del
ciclo terreno en curso. Luego, a partir de hoy y en buena medida, depende del ser humano,
que el Universo finalmente llegue a contar con Dios.
2.- La ciencia y la técnica avanza, no de otro modo que mediada por el principio de
“división social del trabajo”: acción recíproca de la práctica de grupos antagónicos
estructurantes del todo humano, hecho en el que un sector exiguo acumula y administra el
conocimiento y la riqueza social, mientras que otro lo produce y lo carece, como condición de
progreso general montado sobre dicho sacrificio. Hasta un dado momento de desarrollo de las
fuerzas productivas, el choque entre los diversos frentes en los que se halla fracturada la
humanidad, se mantiene vigente obrando como motor del progreso social; llegada a la fase
más alta de la automatización, las fuerzas productivas se deshacen de las amarras de las
relaciones sociales que frenan su desarrollo, con apoyo de las acciones políticas de “baja
intensidad” a cargo de la moderna subversión, mientras que el progreso material pasa a ser
condición del movimiento de las propias fuerzas productivas materiales con la vigilancia
humana; el ser humano ha dado el más grande salto: superada la fase del trabajo, cesa toda
praxis antagónica enmarcada en el escenario de la sobrevivencia y el progreso, y la vida
inteligente se encamina hacia la concreción de la conciencia. Una vez eliminada la oposición
de clases, por falta de relaciones económicas –se dice-, ya no puede haber ningún desarrollo
económico; ahora bien, es la contradicción ser/saber y la alta racionalidad conducente a hacer
efectiva la potencia total de la inteligencia, quienes pasan a constituir los factores que operan
como motor del desarrollo histórico.
3.- Al momento, la humanidad debe superar los problemas relacionados con la
asimetría social, la enajenación de la conciencia de vastos sectores de la población y atender
dificultades dispuestas en los desequilibrios ambientales (o sea, resolver las tres “cuestiones”
anteriormente citadas); el género cuenta con todos los mecanismos y recursos para lograrlo.
Todas las épocas anteriores son etapas progresivas, o, lo que es lo mismo: las edades
anteriores de la humanidad han contribuido en su conformación, consolidación y desarrollo,
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colocándola en el lugar en el que actualmente se encuentra: en los albores de la robótica
inteligente; pero los trabajadores de la época burguesa dotados de conciencia política, han
actuado aportando su grano de arena en la fase decisiva de esta inflexión. El cambio en tanto
tal, en la coyuntura, se perfila en las escaramuzas subversivas, populares, ciudadanas, que se
vienen; luego, la humanidad se libera de estorbos y nimiedades (el trabajo como condición de
autoproducción de su existencia, la sed de riqueza, el afán de superioridad, la egolatría y la
mitología), que tuvieron importancia en la configuración de su vida pasada y rauda marcha en
su camino hasta o a coronarse como Dios.
En la formación de la personalidad de un individuo, suelen ejercer influjo varios
factores; entre ellos cuentan las singularidades con las que un ser se encuentra en su camino.
El pensar expuesto es deudor de muchas mentes con las que se ha tenido que departir, sin las
cuales no se habría podido estructurar la concepción arriba expuesta. La misma es, por tanto,
también un homenaje a un gran maestro de la persona que le habla: el señor ingeniero Galo
Verdesoto Alvarez. El ilustre señor ingeniero fue el modelo. Rápidamente se captó del él, esa
tendencia a asociar los hechos, a formar el todo y ubicar cada uno de sus sentidos en la
complejidad y en la abstracción. El digno maestro era diletante de una ciencia o cuasi ciencia
conocida como Mesología: leía al gran economista polaco Oscar Lange (Los todos y las
partes), era muy entregado al estudio de los procesos ergódigos; elevó al status de categoría a
la simple palabra “coadyuvancia” (después los nipones aparecieron con el término
“sinergia”); para el efecto, el señor ingeniero elaboraba cuadros, mapas mentales, gráficos,
esquemas, mentefactos, tablas, etc. Según él, la actividad del pensar consistía en asociar, en
encontrar las relaciones entre los hechos al interior de un conjunto, armar toda la estructura:
llegar al concreto pensado, como “todo de la mente”, como reflejo refigurado de la realidad.
Al principio parece una tarea difícil: abstracción y meta abstracción, luego la realidad se deja
ver en sus dos dimensiones (partes y todo coherente), de manera que la ésta aparece con su
pleno sentido particular y general, con mayor facilidad.
¿Cuál sería el modelo ideal, hipotético con el que Ud. aventuraría una caracterización de la
forma humana que viene?
Es una humanidad agrupada en “ciudades” con su respectivo Hinterland, mas bien:
compartiéndolos; sus actividades de reproducción vital, de disfrute, de desarrollo de la
espiritualidad (del conocimiento) y de la esfera artística, se encuentran coordinadas de modo
programático electrónico; se halla abastecida por un sistema automatizado de “producción”,
en el interior de un sistema complejo regulado por procesos de inteligencia artificial; los
individuos jóvenes ya no se independizan de su matriz sólo para formar nuevas unidades
familiares monogámicas, sino lo hacen para integrar colectivos de disfrute; las creencias
religiosas entran en crisis (la humanidad madura, ya no es afecta a los cuentos); se comprime
el consumo de carne natural, de comida chatarra, de múltiples productos innecesariamente
inducidos; se reduce la participación de la vecindad en las cuestiones de la polis en la Civitas;
la investigación científica sigue en manos de una élite, que actúa por convicción y distinción,
por racionalidad en medio de la emocionalidad; se enfrían las relaciones sentimentales
familiares, incluso la educación pasa a manos de sistemas electrónicos personalizados, en el
grupo y a través de las TIC y los medios de comunicación. Las personas se individualizan,
adquieren nuevos grados de libertad, pero se hallan muy atadas entre sí, por el cordón
umbilical del sistema automatizado de abastecimiento y del saber; ya no tienen necesidad de
estar presentes para socializar, dado que hay una sola conciencia con varios cerebros.
Su obra transparenta de lejos un halo muy mesiánico.
Desgraciadamente, esa impresión se da. Pero, como Ud. afirma: mesiánica es la cosa.
Podría sostenerse exagerando demasiado la circunstancia: Ecuador y las presentes
generaciones pasarán; pero estas palabras: no (ésta es una forma no ortodoxa de presentarse
en el mundo del Anticristo).
Insisto: ¿cree que la humanidad está preparada para dar importancia a sus irreverencias
como a asimilarlas?
Creo que en el inmediato presente: no. Aunque la especie en política, por lo general,
ha madurado, ésta es indiferente frente a los tópicos planteados aquí, le interesa más la
felicidad de los sentidos: los “estados de placer”, los cantos de sirena que realcen, justifiquen
y promuevan dicha conducta global. A los movimientos sociales neorevisionistas, tampoco les
1290

interesa un discurso “aguafiestas” de este tipo, pues, contraría su forma de comprender el
mundo, sus intereses y deseos, los deslegitima, los cuestiona, los impugna; por tanto,
blandirán todo tipo de argucias sensibleras, culturalistas, etnicistas, lingüísticas, formalista,
para acorazarse y seguir por su muy particular y equívoco camino. La mayor parte de la
humanidad y sus líderes, se hallan convenientemente entretenidos: unos bailan, otros asisten a
banquetes, hacen poesía, juegan al fútbol, recuperan su “cultura”, se organizan en los grupos
GLBT, escriben el Libro Blanco, bombardean a Irak y a Afganistán, reciben asistencia
financiera del Estado para superar sus crisis, otros son presidentes de la república, ministros,
concejales,...
¿Por qué no utiliza en toda su extensa obra jamás la palabra “hombre”?
Es como reacción al ambivalente papel, que históricamente ha jugado (hasta hoy), por
determinación natural e histórica, el macho humano. Así como la raza blanca es escoria,
también el cromosoma “Y” ha desempeñado un rol negativo (pero: ¡necesario!, puesto que de
otro modo no hubiese sido viable la historia), sobre todo al pertenecerse a la clase dominante.
Recuerde Ud. el “derecho de pernada”; en él, la “víctima” última, terminaba siendo la mujer
(aunque en el fondo ésta habría deseado castearse con su señor). Una de las más grandes
infamias de la historia (“urdida” por las comunidades clasistas y su estrato parasitario
fundamental –hecho: de nuevo históricamente necesario, como forma de división del trabajo
intra familiar), es el haber reducido la vida, la inteligencia de la mujer, a la exclusiva
dedicación a coser, cocinar, lavar, barrer y a la afectividad, o sea, al servicio cariñoso,
abnegado, del verdugo mañoso del marido. No olvide el atrofiamiento de los pies a la mujer
en la China feudal o todas esas conductas criminales contra ella, en Oriente Medio.
Como Ud. debe saber y como todo ser humano medianamente instruido lo advierte, en
el capitalismo “subdesarrollado” hay caris realmente malos: viciosos, vagos, pegadores,
servidos, mujeriegos, sapos, egoístas, encerrados en sí mismos, burgueses, que se han burlado
de ingenuas mujeres proclives a dejarse calentar las orejas (esa conducta han asumido los
actuales empresarios con el trabajo sobre el llamado “desarrollo de la inteligencia emocional”
o del lado derecho del cerebro); individuos imbéciles ahítos de sexo (de ganancias): ¡qué
asco! Es verdad, que la historia, la estructura social, los han hecho de ese modo; no obstante,
estos sapos de aprovechan de las circunstancias y exageran la nota a propósito, porque les
conviene.
Ahora bien, la razón fundamental al respecto, es para propinar una bofetada más, a
curas y a evangélicos, esto es, al arquetipo de machismo que se mantiene contemporizado por
la propia mujer, los cuales hacen girar su farsa mitológica alrededor del macho: Dios Padre
macho, Dios Espíritu Santo macho y Dios Hijo macho, como es usual su peroración.
Otra afirmación inquietante, que encuentro en su trabajo, es la relativa a que Ud. propone
el advenimiento de una nueva contradicción, la que toma la forma de apartheid; de su
argumentación se colige, que ella hace alusión a un nuevo tipo de diferenciación, escisión,
fractura al interior de la especie global, de neoracismo, puesto que a la humanidad se la
piensa dividida entre “subdesarrollo mental” producto del gobierno sobre la vida del
hemisferio derecho del cerebro y el súper ser humano de ciencia, racional, frugal. ¿Qué
dice sobre el particular?
Nuevamente: cuando uno empieza a abordar la ciencia, inmediatamente descubre cuán
corta es la vida. Mas, pronto la neurotecnología impedirá que cada nueva unidad niña de
inteligencia deba pasar por el vía crucis de aprender todo el saber humano acumulado; un,
dígase: chip “orgánico”, en el que esté contenido todo el saber quizá podrá ser implantado en
la cabeza del recién nacido, con lo cual conocerá todo a partir de su propia cuna (es un
fenómeno de admiración y aceptación, que experimenta un analfabeto, quién, con sólo
aplastar determinadas teclas de una calculadora, –sin explicarse porque- obtiene la respuesta
de la suma de una fila de sumandos); alternativamente, en la divagación especulativa, si se
produce una sola unidad cerebral compuesta por la conexión en interface de los cerebros de
todos los humanos vivos con uno de inteligencia artificial en un dado momento, el nuevo ser
simplemente será conectado a dicho cerebro, como una pieza más de él, con los consecuentes
beneficios. Pero, en el ser total de la humanidad, la individualidad habrá desaparecido, pues,
la personalidad será nada mas, que un clon, en verdad: un módulo del cerebro conjunto,
mientras que el “simulador de personalidad” (la conciencia y práctica de las máquinas) se
habrá mezclado con la verdadera personalidad (la conciencia y actividad de los humanos).
1291

El ser humano debe dominarlo todo, está impelido de alcanzar la libertad in abstracto.
Da pena al respecto, por ejemplo, cómo en Ecuador y aún más allá, un personaje de nombre
Julio Jaramillo vivió prisionero de los sentidos en la peor forma posible (pues, el señor: era
bohemio) y del poder capitalista criollo. Mas claramente: dicho individuo, caro para el
empirismo y sensualismo ecuatorianos, vivió sometido a sus hormonas y enzimas e indujo al
pueblo a lo mismo; fenómeno que arrojó dos resultados cuestionables: 1) permitió que los
borrachines sentimentaloides incrementen el consumo de licor y cigarrillo, lo cual propinó
pingues ganancias a los traficantes oligárquicos mafiosos de alcohol y nicotina; y, 2) apartó de
la mente del pueblo preocupaciones en lo tocante a la ciencia y a la política. De manera que
son dos colosos los que deja la hípermodernidad como herencia: el que levanta en su mano
diestra el símbolo de la felicidad hedónica como razón de la vida; y, el que enarbola la
antorcha del conocimiento muy en alto con el brazo izquierdo. Estos dos bandos: Apolo y
Baco, Atenea y Afrodita, se van a ver frente a frente a futuro.
Si me está permitido poner un argumento más al respecto, me atrevería a decir lo
siguiente. La “música chichera” ecuatoriana, la romántica, el vals peruano, el tango argentino,
el ballenato colombiano, la salsa erótica, la samba brasileña,..., no se niega que sean ritmos
populares; no obstante, todas estas formas musicales son productos narcotizantes,
obnubilantes de la conciencia, al igual que el hachís: penetran en el cerebro y generan
reacciones químicas en él, provocando estados de ánimo pasionales. En verdad, los mismos
hacen operar a las neuronas de modo negativo, errático, y de forma más letal todavía, puesto
que el narcótico produce sensación inmediata de placer por sí mismo, mientras que este tipo
de estimulación auditiva como de otra índole (la olfativa hormonal, por ejemplo) induce ir en
búsqueda de la satisfacción placentera, cuyo extremos son las violaciones, el suicidio o el
alcohol, en suma: la pérdida de la conciencia racional. Ahora bien, todo esto está ligado a los
procesos naturales a los que la conciencia tardíamente apoya: 1) la preservación de la vida
individual; y, 2) su multiplicación biológica. O sea, a que la inteligencia, el pensamiento, la
mente, la conciencia, el alma o el espíritu, se autosuntente y expanda.
Volviendo al tópico original de su inquisición, pero esta forma de apartheid como Ud.
la llama, es saludable para los motivos postreros de la especie; representa el escaño superior y
último de “lucha de clases” entre los “hijos de la luz (la racionalidad) y los hijos de la
oscuridad (el placer)”. En estricto sentido, la misma es una forma de refriega incruenta,
simbólica, simplemente de pura exhibición entre quienes creen que el becerro a adorar son las
formas de vida sensualistas, artísticas, de culto a los sentidos y aquellos que han superado esa
etapa necesaria para la sobrevivencia preracional, y se ajustan a los nuevos dictados de la
forma superior de la humanidad. El habitante neocolonial, luego de hallarse históricamente en
el bando del trabajo y en el de la política: en la nobles actividades productoras de riqueza, de
la búsqueda de la igualdad, la libertad y la racionalidad (en sentido aristotélico, en este último
caso), debe ubicarse en el bando de la ciencia, del conocimiento: no le queda otra alternativa;
debe renunciar a ser inveteradamente reserva de los protagonistas principales de la historia;
está obligado de ganarse el derecho de “participar en el destino de la humanidad” y a no
concluir sus días letalmente tan sólo como “convidado de piedra”; en una palabra: “debe
aspirar por lo menos a tener voz” en la consagración de la especie.
¿No teme que por estas y otras razones, sea “excomulgado”? ¿No le importa el rechazo
hacia su persona que puede venir por su filiación estalinista?
En tanto hayan rezagos de clases dominantes, el peligro está latente. Si esta obra
trasciende y, con ella: la persona de su autor, se tendrá la tácita animosidad de los gringos
insolentes y genocidas, de curas, evangélicos, y de socialistas trotskistas y “comunistas”. Ese,
en todo caso: no es el problema; ¡la cuestión está en el rechazo, que yo ya les hago a todos
esos!
¿Cómo sigue organizada la vida humana en el planeta? Permítame, a continuación,
describirle un hecho, y de ese modo justificar mi “filiación estalinista”. En el marco de los
primeros ensayos de la geopolítica jruschovista de la “coexistencia pacífica entre Estados con
diferente sistema económico”, los primeros “mandarines” de lo que otrora fuera la gran Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas, esto es, el revisionismo imperialista social, renunciaron
a terminar con la construcción de una Base Militar Soviética en Cuba, burlándose de Fidel
Castro y del pueblo de Cuba –en un sentido, puesto que, como se sabe, la retirada de misiles
asesinos yanquis de ese Estado fantoche llamado Turquía, tuvo también como compromiso,
que los gringos criminales no invadan la Isla-; empero, el hecho demuestra, que en la ex
1292

URSS de entonces, ya no se defendía al socialismo y su desarrollo, sino los intereses de un
país en pro de la burocracia. En una película sobre la “Crisis de los misiles” se ve como un
misil soviético derriba un avión estadounidense; fue hermoso mirar a un avión soviético
derribar a un avión gringo. ¡Qué grande fue, de todos modos, la ex URSS! La URSS de Stalin
y luego de él, era un fragmento humano con experiencia en la revolución y en la guerra,
templada, sin miedo; la ex URSS de Stalin pudo haber hecho arrodillar a los cobardes
yanquis, que siempre pelearon protegidos por corazas, con tecnología o por interpuesta
persona, por mercenarios humildes. De todas maneras este amago (el emplazamiento de
misiles en Cuba), paró el prurito criminal del Tío SAM por invadir a la Isla, según una versión
de los hechos. La presencia armada soviética en América, habría reintroducido el componente
real de balance en el planeta; los gringos abusivos (las multinacionales coaligadas):
instrumento de realización de la etapa burguesa de la vida, tendrían que haber pensado dos
veces antes de decidirse a cometer tanta infamia o en dominar manu military al mundo, como
ha sido la política internacional de la potencia capitalista genocida. Así ha sido, y todavía lo
es, el mundo, pues, la comisión Bilderberg, tan sólo ha renovado sus miembros.
Stalin tenía claro el panorama sobre la estructura de fuerzas, intereses e intenciones en
el planeta; Stalin contaba con la experiencia, el conocimiento y la inclaudicabilidad
revolucionaria, como para saber cómo obrar frente al imperialismo criminal estadounidense.
Era consciente también del hecho de que la historia había encontrado su rumbo, otorgando
racionalidad al “instinto de la manada”, o sea, a la direccionalidad que los procesos materiales
de desarrollo imponen a la mente colectiva, que luego se expresan en el movimiento de las
masas y que los conductores: la intelligentzia, las develan, sistematizan y formalizan. Todas
las tropelías asesinas del “matón del barrio”: E. U. of A., esto es, del ejército perro guardián
del capital financiero, habrían tenido el freno proveniente de una nueva formación humana,
sería, radical, correcta, madura. Stalin fue toda una fortaleza personal, tenía carácter,
voluntad, firmeza demostrada en la conducción del gobierno, del Ejército y del pueblo
soviéticos en los eventos de la Segunda Guerra Mundial; y, quizá también su influjo
(contrahistórico) habría contenido la defección del Campo Socialista, conduciendo al proceso
humano de la robotización, excepcionándole del tormento de la operación de las relaciones de
explotación, dominación y alineación, que han venido (continuado y profundizado) luego de
la defección en 1956.
Considere Ud. la controversia clásica. Se critica a Stalin por haber desarrollado la idea
leninista del “socialismo en un sólo país”; se repite que dicha tesis fue impuesta a sangre y
fuego y que concluyó en la burocracia, como proyecto fallido; que Stalin hizo y deshizo de un
momento histórico, de su cargo y del pueblo: este último pronunciamiento subestima
torpemente al resto de dirigentes y a todo un subconjunto humano, mientras que eleva a una
personalidad a la condición de súper ser humano. Empero, no es que Stalin daba órdenes a
discreción y quién no cumplía era asesinado ipso facto; en realidad, ese escenario torpe sólo
se configura en la cabeza de gente malévola que habla de memoria. Mire Ud. los organismos
de dirección en ese entonces (luego de la muerte de Lenin) estaban compuestos de gente
aguda, valiente, todos formados en la escuela del Gran Lenin y en la revolución, en suma: por
la historia; de modo que Stalin, si se “impuso” es porque fue brillante, contundente y por
cuanto sus ideas se correspondían con los requerimientos de ese entonces. Si la teoría del
“socialismo en un solo país” o la de la “revolución permanente”: la una o la otra fueran
verdaderas o falsas, no es posible demostrarlo. Hágase un ejercicio de especulación o de
inferencia: si finalmente Trotsky supeditaba a Stalin, asumía la dirección de la URSS y ponía
en vigencia su programa, se suponen tres situaciones: el proletariado soviético impulsa la
revolución socialista en los países capitalistas más desarrollados de Europa y hoy el mundo
fuese socialista; se forma una entente entre las burguesías imperialistas y destrozan la
revolución (no se olvide que el mismo Trotsky tuvo que firmar la paz de Brest Litovsk,
cediendo los territorios de Polonia y de los países bálticos a Alemania); y, también opera la
burocracia como mal propio de sistemas de trabajo y división del trabajo. Nada de eso
ocurrió; por tanto, jamás se podrá contar con una respuesta.
Hoy las nuevas generaciones de “políticos”, transparentan consideraciones muy poco
sabias respecto de los procesos sociales; contagiados del neorevisionismo europeo Light,
apelan al frente de la razón, como el mecanismo más expedito e idóneo para realizar los
procesos transformativos, que ellos los motejan de revolucionarios. Mas, si el capitalismo
como sistema histórico ya es una abstracción, el proceso de su salida definitiva es progresivo;
1293

los restos de esa poderosa y genocida clase capitalista están ahí para dar batalla; este sector se
atrinchera todavía principalmente en territorio estadounidense. Estas aseveraciones que son
tautológicas, pueden verificarse en los movimientos que hoy (agosto del 2009) ejecuta el
imperio, cerca nuestro, en el subcontinente; son actos de guerra, que realizan la estrategia
global de EU para controlar América Latina mediante la apertura de corredores aéreos, para
asegurar mercados, recursos estratégicos y seguridad política. En ese empeño, la clase
dominante neoconservadora de Colombia da facilidades al ejército yanqui para que éste pueda
operar al interior de América del Sur, al ofrecer su territorio para que el Comando Sur
emplace 7 bases militares. Todo esto exige pensar en que la “estrategia de movimiento”
todavía tiene algo que dar y no solamente la de “posición”; o sea, cavilar en cuanta razón tuvo
Stalin al industrializar al país de los soviets y desarrollar al Gran Ejército Rojo, templar y
disciplinar al pueblo.
Por otra parte, es verdad que el socialismo “fue retirado por la historia”; pero, “por lo
menos” salvó a la humanidad del nazi-fascismo. De manera que, solamente una persona
despistada o mala (se hace referencia a los enemigos de Stalin de “izquierda”), puede cerrar
los ojos respecto de lo que representó este personaje para la especie en la historia. Aquí: se es
auténtico; tanto la palabra como los hechos guardan coherencia. Pero advierta también, que
gran parte de este trabajo está considerada como un mecanismo encaminado a expandir la
credibilidad, el prestigio, para sobre esa autoridad moral, poder reivindicar el nombre de
Stalin, naturalmente: para las generaciones futuras.
¿Cómo justifica su postura expositiva heterodoxa y compleja, por ejemplo: en la
introducción, la cual es densa y árida? ¿Por qué utiliza de manera exagerada la ampliación
de ideas contenidas entre paréntesis; conducta que persiste a lo largo de todo el
documento?
Respeto de la primera parte de su pregunta, la llamada: “Sinopsis introductoria”, fue
pensada para resumir en “pocas” páginas el contenido global del trabajo, poniéndose cuidado
en hacer referencia a los aspectos fundamentales del mismo; a decir verdad, no se pensó que
resultara una exposición abultada, pero la realidad es compleja y amplia, de modo que su
abordaje, siempre desborda toda pretensión sintética. De todas maneras, si la primera parte o
sección compilativa de las ideas adolece de pronunciada aridez; en el texto, en cambio, se
destraba la capciosidad literaria y el mensaje fluye con algo más de claridad y hasta sencillez.
En relación con el segundo aspecto de la interrogación, ya ciertas personas allegadas,
que tuvieron la bondad de leer de manera informal los borradores de estas anotaciones,
hicieron oportunamente notar el particular. No obstante, no se corrigió tal “defecto”, pues, no
proceder de esa manera, llevaría a ampliar demasiado la extensión del documento o a
multiplicar los pie de página, realizando expansiones, aclaraciones y otros adendos, muy
necesarios y pertinentes, que se toma la libertad de ponérselos entre paréntesis de modo
aclaratorio y abreviado, por conveniencia personal, por comodidad.
Cierta vez, una editora española dedicada a la publicidad electrónica, de aquellas a las
que se accesa por Internet (no recuerdo cuál), al pedírsele opinión a la persona que provee
atención al cliente externo sobre el trabajo que es materia de comentario con Ud. en este
momento (naturalmente, sobre una versión muy anterior, puesto que la conducta ha sido
realizar mejoras al texto paralelamente, mientras se espera la ocasión para su publicación),
respecto de si el mismo pasaba la prueba, estaba apto, reunía las mínimas condiciones para
que pueda ser ofrecido al público, dicho señor manifestó, que el documento mezclaba
ideología con ciencia (doxa con episteme). En otra ocasión un sociólogo, al pedirse su
comentario en torno del trabajo, supo manifestar, que el documento “no tenía ni pies ni
cabeza”. En realidad, en lo personal, para efecto de llevar a cabo la estructuración formal de
estas ideas, se pensó que habían dos modalidades de presentación escrita (lo cual resultaba en
herejía frente a la frugalidad del proceder marxista en materia de la relación entre “método de
exposición” y “método de investigación”), la primera: relatar de corrido todos los hechos que
se tenían en la mente o a la mano como materiales; la segunda: subtitular la exposición, de
modo de proveerle cierta coherencia temática de conjunto. En el ensayo, se optó por la última
vía.
Por otra parte, en el documento se evidencia destellos de esteticidad narrativa, por lo cual:
¿puede decirse, que como característica, con la misma también se persigue evidenciar
talentos literarios?
1294

En lo absoluto. Se ha visto obligado a recurrir al lenguaje y a su manejo,
exclusivamente en cuanto instrumento y “estrategia” comunicativos especiales, puesto que no
hay otro medio de hacerlo, esto es, no con sentido estético: a la edad que se tiene y merced al
grado de racionalidad positiva alcanzado, se deplora la literatura. No obstante, este no es un
rechazo de las letras y las artes a la clásica manera burguesa: porque tal inclinación no se halla
dispuesta en la perspectiva de valorización del capital, sino por cuanto dichas esferas son un
producto hormonal, es más: alientan su producción.
Se vuelve a aprovechar la interrogación para dilucidar más el carácter de la etapa de
vida en curso (y se lo hace, puesto que algún sentido pueden tener referencias al
comportamiento personal, respecto de otras vidas, y dado que no son simples cursilerías). El
progreso más importante dado en una vida, es que ésta llegue a ser sobre todo racional (es
verdad, que se sabe de mentes maduras, que han racionalizado la dimensión hormonal:
Galeano en Uruguay, Moreano en Ecuador y toda la exagerada importancia, que en España se
da a la literatura, por ejemplo); ese fenómeno ha ocurrido en la persona que le habla: se ha
producido, aunque de modo aún incompleto, dicho salto; y, esta incompletitud, es materia de
trabajo actualmente: disciplina de modelación mental paralela al número de respiraciones y
oxidaciones, que se produzcan en el cuerpo. Es un hecho que por poco emula la trama de
ciertos films comerciales, en la que la persona que pierde todo luego de ensayada una larga
serie de maniobras, no le queda más, que asesinar a la contendora, pues, no se resigna a
perderlo todo y al mismo tiempo tolerar que la oposición se lleve todo, pese a saber, que de
ese lado está la razón y se lo merece.
En la dualidad corporal: razón y deseo, finalmente se impone el monismo material de
la razón: la unicidad (un solo Dios Padre). La aseveración incluye dicho reto para la
humanidad, en el momento en el que la balanza se inclina hacia el terreno de la
emocionalidad. Pero el panorama en la arena es indiviso. Consumo de licor y cigarrillo por lo
menos está decreciendo, desgraciadamente no como efecto de la incidencia de razones lógicas
en el comportamiento, sino debido a llamados a no poner en peligro la vida; en gastronomía,
la tendencia hacia el vegetarianismo puede decirse que va por ahí. En cambio, la piratería
alienta el desate de las pasiones; la Ley de protección intelectual, las inhibe, debido a que
mantiene estados prohibitivos de acceso a productos artísticos originales; dicho cuello de
botella al acceso popular a tales esferas de “consumo suntuario” frenan su masificación.
Leyes de protección a la propiedad intelectual, por otra parte, que vienen siendo la forma más
proterva de piratería contra la humanidad de lo que es suyo desde su mismo origen: los
productos de la creatividad, que son sólo posibles en la determinación de la existencia del
género en tanto tal.
Ud. se parcializa con facilidad siempre. ¿Por qué lo hace con la música y, dentro de ella:
con Beethoven?
En alguna ocasión se escuchó decir a un humilde presentador de un programa de
música nacional en televisión en Ecuador: “la música es el lenguaje universal”. Mucho de
verdad tiene esa “intuición”, esa “automatización” de la mente. Que varios sentimientos,
sensaciones, estados de ánimo, puedan ser expresados sirviéndose de un mismo lenguaje aquí,
en otros lugares y en varios momentos de la vida, de la historia, conducen a dicha conclusión
(los sonidos también han sido utilizados para comunicar contenidos racionales: el telégrafo, p.
e.). Se considera, luego, que en la esfera sincrética, ésta es la expresión estética que forma
parte de la identidad humana in abstracto: es su expresión más pura en la objetivización, en la
expresividad de la emocionalidad.
Esa es, por otra parte, la única inclinación a la que han sido recluidas las distracciones
personales: no interesa ya las otras formas de la emocionalidad ni de entretenimiento
hedónicos; de modo que se ha dejado atrás a la poesía, al cuento, a la novela, a la literatura en
general, por considerárselos narcóticos para el espíritu: las formas más malévolas de
hedonismo, que en otro momento tuvieron sentido y función para la humanidad, pero que hoy
han perdido valor emotivamente cohesivo, una vez que la especie tiene formas alternas de
producción de la vida biológica.
La humanidad sabia, oportunamente al interior de la música clásica –por otra parte-, ha
ido seleccionando a los autores que de manera más próxima expresan su sentir, y de cada
autor, aquellas composiciones, esas partituras más agradables, que junto con sus autores se
han vuelto célebres. La Marcha Turca de Mozart; Romanza, Claro de Luna, Para Elisa de
Beethoven; las serenatas de Schubert, de Toselli; las Danzas y las Rapsodias húngaras de
1295

Brams y Liz respectivamente; las Mazurcas y ese maravilloso Vals tocado en piano de
Chopin; Aranjuez, El Barbero de Sevilla de Rossini, el Príncipe Igor, las Cuatro Estaciones de
Vivaldi, Scherezade de Korsakov, sinfonía Para el nuevo mundo de Dvorak, Cuadros de una
exposición, Sinfonía de Leningrado, La Traviata, Alhambra.
El arte musical, es tolerado relativamente todavía, por su carácter más universal,
porque puede ser producido, reproducido y disfrutado (plagiado) de modo popular. Al interior
de la música clásica, estilo serio que se piensa que vale, Beethoven es apreciado en sus
composiciones frugales, racionales. Se respeta, en verdad, a Beethoven en el segundo
movimiento Andante con Moto de su obra para piano: la Sonata Appassionata; movimiento
fuerte, lleno de brío; en realidad, en ese producto de la creatividad el instrumento suena, pero,
más bien: golpea intermitente, reiteradamente, empero de modo extraordinariamente bello y
racional.
De la Quinta sinfonía interesa los dos últimos movimientos, cadenciosos, a veces
reposados; por supuesto la Novena sinfonía, el concierto para Violín en Re mayor Opus 61, y
la Obertura Egmont de la Opera Fidelio: la “música más linda que jamás se haya escrito”, lo
dice alguien. Obertura cerebral: Egmont (esa gran explosión en la que por fin se deja ver el
Bosón de Higgs), pero sólo interpretada (y perdone nuevamente el alineamiento radical
unilateral) por la Orquesta Filarmónica de Berlín y dirigida por Herbert von Carajan (en
realidad, se tiene la impresión, parece que Beethoven habría compuesta dicha partitura
pensando en aquella Orquesta y en dicho Director).
¿Estaría Ud. dispuesto a rever sus ideas, para ajustarse a lo que piensa la mayor parte de
personas sensatas, de modo que su vida adquiera legitimidad?
Evidentemente: ¡no! No veo razón alguna para alterar ni una coma en el documento,
por los argumentos ya expuestos, y en la medida en que se debe guardar coherencia entre la
postura primigenia y la que va a venir luego de la socialización de la misma. “La mujer del
Cesar, no solamente que deber ser, sino que debe parecer”; con la conducta personal, se
pretende trasparentar determinación y proyectar la imagen de ser poseedor de ideas propias.
De manera que, su autor tiene fuertes razones para actuar de ese modo. Quizá la frase que
aquí tenga sentido podría ser: “solo en el mundo”.
¿Por qué el nombre del libro ampuloso y pedante?
En la introducción se aclara el tema. Sin embargo, se puede hacer una reflexión,
adicionalmente. Un amigo personal, en sentido jocoso, burlesco, al notificarse sobre algunos
mensajes expuestos en el documento, se le ocurrió la idea de motejarlo como: “La nueva
concepción de la historia”. Pensando luego en ese episodio, me dije: ¿y por qué no?
¿Qué opinión le merece el estado de los estudios filosóficos, sociológicos y lógicos actuales?
Aprovecho su inquietud, para formular una apreciación más general en torno de la
razón de la existencia humana, sobre todo en la etapa en la que ésta se encuentra. Las plantas,
se sabe, dentro de lo que podría llamarse: cadena trófica ascendente, trabajan en la conversión
de “energía” solar junto a determinados elementos químicos en celulosa, azúcares, almidones,
vitaminas, minerales, aceites, proteínas elementales; los animales, por su parte, toman estas
materias primas de primera generación y se pasan su vida convirtiéndolas en otro tipo de
productos superiores, tales como las proteínas esenciales; los seres humanos, en cambio, al
“hallarse en la cúspide de la pirámide alimentaria”, aprovechan a plantas y animales con el
objeto de producir conocimiento, tecnología, ciencia. Este puede ser un argumento básico en
la defensa del postulado antropocentrista.
Si no se eleva la mirada hacia la esfera filosófica, cosmológica, total, de toda la
existencia y proceso de la materia, y si, por el contrario, en el postmodernismo de los
“pequeños relatos” se sigue entrampados en el tratamiento teórico tan sólo de los problemas,
que una fase de la “temporalidad” pone a la vista la historia, como es la capitalista, para
repudiar la opresión de clase, se pierde el sentido de la vida humana. En la ejemplificación
simplona: un amigo defensor de los animales puede conseguir con su insistente lucha que se
deje de comer carne y con eso se ponga fin a los sacrificios inherentes; pero, el logro de que
se renuncie a la alimentación con proteína animal: ¿para qué? ¿Qué sentido tiene que las
reses, las aves de corral, los peses, etc., dejen de ser devorados por humanos y raudos se
desplacen (pacen) por el mundo, mientras vuelvan a ser devorados por sus “depredadores”
naturales? En similar sentido: ¿qué razón tiene que los explotados por el capitalismo dejen de
1296

serlo mediante la aplicación de la ciencia (el marxismo) y la técnica (Lenin) a su liberación, si
luego van a pasar al resto de sus vidas en la esfera de la sensorialidad?
Hay maravillosos análisis de la realidad, pero todos son de coyuntura. Quizá los
cosmólogos, los robóticos y quienes trabajan en la esfera de la neurociencia, están libres de
esta limitación; no obstante, sus trabajos tienen el defecto de omitir el balance sociológico en
sus conclusiones, como tampoco consideran el viaje de la inteligencia hacia la dimensión
suprema: hacia la “condición divina”. Este último proyecto humano, debe decirse de paso, no
es un proceso elitario, o sea, que excluya o que demande de la constitución de un actor muy
reducido en su composición, puesto que deben necesitarse muchos brazos para conquistar y
“someter” al Universo. En todo caso, la ausencia de rigor en los procesos que forman la
subjetividad actual, se debe a que la conducta de arbitrariedad se ha apoderado de la práctica
de producción de conocimientos, como efecto del concentrado impacto que el proceder
positivista, tecnocrático y liberal ha tenido sobre el quehacer científico.
Es pertinente aquí, formular una inquietud, que tiene estrecho nexo con el tema
inmediatamente abordado: ¿cuál es la estructura de sus ideas en torno de la filosofía
marxista?
La parte central de este pensamiento es la Dialéctica. Defino a la Dialéctica como un
método del pensar –método científico y la abstracción- (unidad material del mundo –conexión
universal-, movimiento permanente y desarrollo, contradicción, salto/negación, acción
recíproca); pero, sobre todo, como la doctrina sobre el desarrollo del mundo: la ciencia de sus
leyes generales, de las leyes del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Por
tanto, se integra por tres partes vertebradas: Materialismo Dialéctico, Materialismo Histórico
y Lógica Dialéctica. Me detengo algo en esta última, aunque hay también otra visión, respecto
de este aspecto, que difiere en algún sentido, pero que finalmente conduce a un mismo punto,
éste es el que hace referencia a considerar al pensamiento marxista como doctrina filosófica,
económica y político-social, en coherencia con los substratos reales: ontología, sociedad y
actividad neocortical. Debe aclarase, sin embargo, que la posición personal, jamás concuerda
con aquel pensamiento, que reduce el marxismo a la dialéctica de la praxis.
Sostengo que la Lógica Dialéctica debe abordar tres aspectos: ¿cómo opera la mente al
pensar?, la relación sujeto-objeto y el criterio de verdad. Sobre el primer aspecto, mi
declaración es: el proceso integra de modo secuencial representación y elaboración de datos
en la mente, racionalidad, que es el reflejo del propio orden material (natural, social,
estratégico). En torno del segundo: dicha relación es la conciencia que se sostiene en su
propio objeto biológico, que opera para sostener ese objeto en sentido conglomerado, para lo
cual debe representarse y actuar sobre el entorno, ya sea de forma pasiva o dinámica
(transformadora); el objeto es el complejo real, escenario que es usado en principio,
reconocido luego, y actuado con propósito y método (no obstante, una teoría puede ser
verdadera al margen de su aplicación); entonces, la lógica como ciencia es el tratado sobre el
modo como la mente capta la realidad de la forma más objetiva posible, esto es, las leyes de
estructuración, movimiento, desarrollo y cambio de la conciencia. En relación con la última
tópica, el “criterio de verdad” es la práctica: conocimiento previo que se lo aplica para
conseguir propósitos efectivos; en esa perspectiva, solamente el éxito sería la prueba real de la
verdad; naturalmente que el acceso positivo a un propósito, se debe a que se ha cumplido el
principio de definición completa y objetiva del objeto.
En relación ampliatoria del último punto, la Lógica Dialéctica constituye, pues, el
estudio del movimiento de la mente, en el que la regla que debe observar la conciencia es
aquella que la permite ir “hacia el interior de un objeto de conocimiento y transformación, del
fenómeno a la esencia y de una esencia menos profunda a otra más profunda, hacia su
condicionalidad causal y sus leyes”, abarcar todos los aspectos, todas sus intermediaciones y
vinculaciones, en su automovimiento, desarrollo y cambio.
Esta estructura de principios nodales, no constituye el resultado especulativo de
subjetivismo inferencial alguno; la misma, más bien, es el modo de ser y proceder de la
realidad, puesta en el cerebro de forma ideal. Por ejemplo, la Astrofísica demuestra, corrobora
la dialéctica marxista: contradicciones, choques, movimiento constante, muerte y nacimiento,
indeterminación micro y caos macro, que se equilibran en el plano medial, produciendo y
sosteniendo la determinación, es el modo de ser del Universo. Sólo ahora, la persona que
habla por lo menos, entiende la importancia de las ciencias sociales (objetivismo-positivista),
la que es incluso mayor que la ciencia política marxista (positivismo histórico; en el sentido
1297

en que en el primero se halla incluida la razón explicativa de los hechos, las tendencias como
predicción y la necesidad de usar tales conocimientos con fines prácticos; mientras que en el
segundo se incluye la estructura social y la praxis); con la ciencia y la técnica se desarrollan
las fuerzas productivas en general, la conciencia: se abre la mente hacia el objetivo de la razón
y la disposición de ir racionalmente hacia él (inmanentismo absoluto racional).
En suma, esta inferencia, es una especie de “Teoría M”, de “10 dimensiones”, en el
plano perceptivo, en el campo de las llamadas “humanidades”. No obstante, este parecer se
diferencia de la citada macro hipótesis cosmológica, en que su postulado tiene consistencia
histórico-lógica y es más más objetivo, en sentido real. Esta reflexión, por otra parte, será
tildada de “positivismo clásico extremo”, en actitud deliberada de demeritar el campo de
visión de la autoría, de imputar gratuita e intencionadamente cortedad de miras, diletantismo
marxista, limitado fundamentalismo, ortodoxia: iluminismo, neocartesianismo ilustrado,
racionalismo posmoderno, prometeísmo extremo, concepción formalista de la praxis,
bonapartismo ingenuo, construcción ideal de desarrollo lineal de las fuerzas productivas,
ideología del progreso, ontologismo histórico, teleologismo prospectivo, determinismo craso,
metahistoricismo, antropocentrismo radical, fatalismo inmanente, economicismo evolutivo,
cientificismo objetivista, metafísica, todo esto se murmurará, si acaso, de este pensamiento.
No obstante, “poniéndose en los zapatos” de los críticos, se adelanta a hacerse el hara kirie, a
efecto de “curarse en salud”, para dejar con la “palabra en la boca” a los detractores, a quienes
con seguridad declararán encontrar deficiencias estructurales lógicas en estas reflexiones,
dándose de genios, creativos, innovadores, súper modernos, incomparables.
¿Cuál es su opinión sobre la Universidad?
Para responder dicha pregunta, en perspectiva, deben ser formuladas ciertas
reflexiones en el ámbito del Materialismo Histórico y de la Economía Política; esto es, sobre
el desarrollo de las fuerzas productivas y la conciencia: su papel en la historia. Ahora bien,
antelándose una opinión: a la Universidad hay que entenderla en su origen, en su rol
primigenio; la Universidad no nació como “escuela de artes y oficios”, sino como el
importante centro en el que confluían sabios y jóvenes: el joven, en ella, debía ser iniciado en
el conocimiento del mundo, en acto jamás de sometimiento a la formación como “recurso
humano”.
En el interior del documento sobre el cual versa este diálogo, se sostiene, que la
coyuntura en curso de la humanidad es transicional, o sea, momento de trabazón de los ecos
del pasado con los brotes del porvenir o de cruenta conclusión de acelerados cambios en la
ontología del ser social, sobre el cual fundamentalmente se sostiene que tiene como columna
vertebral a dos procesos (post división social mundial del trabajo), que marchan hoy cuasi
separados, pero que cada vez más deben interpenetrarse para estructurar la base real de
reproducción del “homo de la espiritualidad”: 1) completamiento del proceso de robotización
a cargo de los países denominados “desarrollados”; y, 2) avance en el establecimiento
definitivo de las nuevas relaciones sociales (humanas) post clasistas, de responsabilidad de las
sociedades neocoloniales. Expuesto el “oráculo” en otros términos: el interregno es la
desencadenante de hechos, que consisten en otorgar salida a las tres “cuestiones” enunciadas:
social, pedagógica y ambiental, con lo cual el humano se convierte en posthumano, esto es, en
intelecto colectivo natural-artificial, que encara la misión de avanzar de la “condición
humana” hacia la “condición ´divina´”.
Las esperanzas de forjar las condiciones para establecer el régimen que por necesidad
está por venir: la “humanocovivencia”, no están cifradas en lo que al respecto pueda hacer la
población de los países centrales (Europa, EU, Japón), pues, como sostiene Michael Moore en
su relevante documental FAHRENHIT 9/11: “... siempre me ha impresionado que la misma
gente condenada a vivir en los peores barrios de la ciudad, a ir a las peores escuelas y las que
lo tienen más duro, es la primera en ofrecerse para defender ese mismo sistema”. A esta seudo
estructura (la “transición”) se la denomina “época cambiada”, precisamente para establecer
una “divisoria de aguas” entre quienes sostienen que lo que vive el mundo es un “cambio de
época” o una “época de cambios”, es decir, se cree que ninguna de las dos caracterizaciones
son exactas, o que las dos se hallan en curso sinérgico. Precisando la cosa, el cambio en lo
sustantivo, esto es, en su concepción (modelo teórico) y en la demostración de un ensayo
práctico del diseño conceptual (la Revolución Socialista de Octubre y el Socialismo Soviético
de 1917-56) dejaron definido y establecido el cambio (el camino hacia él), el cual lenta,
1298

progresiva y seguramente se filtra por toda la sociedad burguesa, y la modifica a imagen y
semejanza del modelo abstracto propuesto por la concepción marxista de la historia.
La Universidad es la estructura institucional (superestructura) espiritualmente más
auspiciosa creada por el ser humano como ser social, en el marco de la promoción sin límites
de la racionalidad; en ella, se concentran todas las esferas de la praxis humana: producción,
institucionalidad y normatividad, e ideología. Producción de pensamiento y tecnología,
regentada según principios superestructurales de sustentabilidad sistémica, reproducción
subjetiva, distribución y consumo de ideas (gestión), de manera simbólica. La Universidad ha
sufrido cambios promovidos por su propio curso, como cuerpo con vida; pero ha sabido
receptar las modificaciones que el entorno la ha inducido. La Universidad es el aparato
moderno, orgánico, en el que las sociedades clasistas realizan el pensamiento. En la forma
conflictiva superior del período clasista de la humanidad, la Universidad ha sido privatizada,
es decir, fundamentalmente convertida en politécnica. Este “aparato ideológico de Estado”, ha
cumplido su papel en el seno de la forma social, que la acreditó y, ahora: debe perder su ser,
una vez que el sistema del cual fue un órgano suyo, deja la escena de los vivos.
La Universidad en la historia de los modos de producción clasistas servil-señorial y
burgués, en estricto sentido ha debido desempeñar tres papeles: formar la conciencia de la
juventud por ruta sistemática (lo que se conoce como educar); formar el “recurso” humano; y,
penetrar en el conjunto social con su pensamiento y acción. Es verdad, que por su propia
naturaleza y por injerencia de las necesidades sociales, dichas funciones han debido reclamar
la admisión de otra función: la investigación en el plano científico y tecnológico. Mas, cuando
la acción y el pensamiento se están llevando por sucedáneos suyos producidos de modo
artificial, y una vez que el trabajo es pasado a “manos” de las máquinas y cuando el saber se
halla convirtiéndose en patrimonio virtual de la especie toda, la “sociedad” no reclama ya con
urgencia el talento humano, mientras que éste puede formar su mentalidad en el seno del
colectivo de modo electrónico. Concluye la larga fase de reclusión de los individuos
especialmente púberes y adolescentes, en cárceles especializadas de reproducción del patrón
de pensamiento dominante, modelador de la personalidad. De manera que, todo empeño en ir
hacia reformas que prolonguen su vida (la de la Universidad), es inocuo. Incluso la misma
intelligentzia del poder, esto es, la corriente denominada “Singularidad tecnológica”, sostiene
que “la universidades serán irrelevantes”. En efecto, de similar modo como el aparataje
empresarial de conformación masiva de la conciencia de la población a imagen y semejanza
de la subjetividad del poder: los “medios de ‘comunicación’ social”, asumen cada vez más el
papel de representantes políticos de los grupos de presión financiero-bancario en reemplazo
de los clásicos partidos políticos, en adelante, los medios de difusión masiva, dan un colosal
salto y se transforman en “medios de educación”. De manera que son proactivas las acciones
de sectores, que se plantean profesiones en el frente de la “educomunicación”.
Mientras todavía haya cómo, la Universidad, en la perspectiva de izquierda, puesto
que esa institución burguesa de todos modos está allí, debe ser supuesta (en el ejercicio
mental) como un “Estado dentro de otro Estado” (extraterritorialidad, “zona franca” de
pensamiento, “Embajada” de la ciencia), pues, no puede el pensamiento: su consumo,
generación, distribución y uso (gestión), hallarse coartado por tipo alguno de amarra. La
Universidad jamás debe ser funcional a nadie que no sea el propio pensamiento y el
despliegue de la esfera espiritual de una colectividad. En su seno se producen, por lo mismo,
los más incruentos e, incluso: cruentos choques, porque las ideas se defienden inclusive con la
vida, como suele sostenerse. La Universidad debe ser el “Parlamento del pensamiento”: uno
de los poderes (no de las “funciones”) del Estado, que goce a sus anchas de todas las
prerrogativas. Su destino y razón, es histórico y social. Si un pueblo la banaliza, la degenera y
la destruye, esa es una opción; si, por el contrario, la cuida, organiza y la pone en la cima, esa
es otra.
¿Y sobre la crisis?
Entiendo que Ud. se refiere a la crisis económica de entre siglos.
Algunos dicen: “de civilización”; lo cual tiene poco sentido, pues, tanto los críticos del
sistema capitalista como otros sectores de la humanidad se hallan en pie y abogan por los
eventos positivos que vienen; luego, dichos actores de la historia no se hallan en crisis.
En realidad, es una crisis y no lo es.
1299

Es una crisis de sobreproducción típica y de valorización general del capital a nivel
global, en particular; y, en verdad, constituye el cuadro de dificultades, que experimenta el
capitalismo moribundo, como proceso a través del que deja la escena histórica.
Los síntomas de la misma se expresan de modo diferente entre los diversos sectores
humanos. 1) Para el capital productivo-financiero enuncian el proceso de su errática evolución
(predominio de la fase depresiva del ciclo): caída del producto, stock no realizable, cartera
tóxica; 2) para el trabajo el síndrome es de desempleo/subempleo, descenso del poder
adquisitivo; 3) para la población: pobreza, sus indicadores son la delincuencia, la
desestructuración del tejido social; 4) para el frente ontológico, los problemas ambientales; y
5) a nivel estatal: déficit comercial, espiral de endeudamiento.
¿Qué tipo de crisis, en realidad, es?
De sobreproducción, de bajo consumo, de valorización.
¿Qué lo causa?
La competencia, que induce el decremento de precios mediante la reducción de costos
especialmente de la mano de obra por vía absoluta (reducción del capital variable) y por la
relativa (intensificación de la explotación del trabajo); esto es, incrementos de la composición
orgánica del capital y del desempleo (debilitamiento de la demanda, pérdida de
competitividad especialmente de la locomotora del sistema: EU, de la neotriada en general).
Frente a este cuadro, el capital ha actuado de modo secular mediante la política
económica: salvatajes, elevación de las tasas de interés, el manejo de los tipos de cambio
(política financiera: monetaria, crediticia y cambiaria); incremento de precios (política
comercial); exenciones tributarias para el gran capital e incremento de impuestos indirectos,
reducción de programas sociales (Estado del Bienestar), de la formación de capital social y el
endeudamiento (política fiscal); manejo del valor de la moneda, comercio administrado
(política de comercio internacional –global). Cómo se ve, es el recetario a través del cual el
capital arremete contra el trabajo.
Según Ud.: ¿cuál sería la receta para conjurar la crisis europea, por ejemplo?
Considerado el hecho en términos ultristas: ¡ninguna! Esto es, no hay salida para esa
“crisis”. La única definitiva solución es una perogrullada: el cambio de sistema, el sepultar al
capitalismo para que se vayan con él, las causas y efectos de la crisis (pero el sistema esta
cuarteado, casi deshecho y los nuevos actores de la historia estimulan su deceso definitivo,
mediante acciones políticas de bajo perfil). Ahora bien, si se requiere amortiguar la
profundidad de los problemas, se puede fabricar un colchón; para superar coyunturalmente la
crisis: para que se ponga de pie por un instante y por última vez el viejo sistema.
Primero se debe desactivar las políticas que se inspiran en las creencias económicas
neoclásicas; luego: relanzar la política del Estado del Bienestar/Benefactor y la de generación
de empleo. El financiamiento de este programa implica poner severos controles al capital
financiero, reducir las ganancias del susodicho sector y los latisueldos de mandos altos
privilegiados; involucra cambios en la estructura impositiva: incremento de impuestos a la
renta de grandes y medianas empresas. De ese modo se pueden hacer economías, que no
prioricen los salvatajes, el pago de las deudas o cubrir los desbalances de pagos; sino para
financiar políticas productivistas, de generación de empleo y sociales.
¿Esto es posible? ¡No! Los cuadros políticos del establecimiento y los dueños del
poder económico-político, son apenas figuretes, “buche y pluma”, puro bulto, individuos
irracionales, que no ven al otro sujeto social (“otredad”) y más allá de sus narices. Se hace
referencia a esos enternados, perfumados, que aparentan corrección, compostura, dominio
intelectual de los hechos, que se reúnen en conciliábulos, dan declaraciones, se pavonean,
hacen lobby: “bla, bla, bla” en defensa de sus intereses mezquinos y nada más. Esta gente, no
está a la altura de los retos de la historia, detentan alto grado de subdesarrollo mental.
Strictu sensu: lo sugerido solamente puede hacerlo una nueva fuerza social; pero en
Europa ese nuevo sujeto no aparece (el cual sí está emergiendo en América Latina, lugar en el
que se están provocando cambios en las relaciones sociales); por el contrario, la vieja fuerza
social europea que está en el mando sólo es capaz de reproducir lo mismo.
¿Cuál es su método de trabajo?
Aprovecho la ocasión que provee su pregunta, para hacer una aclaración sobre el
ánimo que acompaña al trabajo en examen. Una de las primeras críticas a la “empresa” y a su
autor, urdidas en el plano formal afortunadamente, es que se dice que en el documento se auto
1300

esalta los supuestos méritos personales de su forjador; incluso se ha dicho que hay una
velada persuasión a que se encuentre paralelo con la persona del gran Marx. ¡Ni remotamente!
Lo que se dice, y de lo cual se está satisfecho, es que si algún valor se tiene en lo personal, eso
se debe a que por “asar” se tuvo la ocasión de entrar en contacto con el pensamiento de Marx
y de muy buena forma, por fortuna. Es el haber valorado su pensamiento y el haberse adscrito
al mismo, el mérito: nada más. De manera que en modo alguno es el ánimo compararse con
nadie y peor con los grandes; además, aquí se sostiene que todo ser humano es un genio,
característica que se evidencia si se presenta la oportunidad, puesto que se parte de la tesis de
que la inteligencia es la poseedora del mérito, en cualquier cerebro esté.
De todas formas, imagínese Ud.: aunque puede parecer poco modesto, sentimentaloide
y narcisista hacer referencia a la forma de operar de pro seres humanos de la ciencia, la
política, la estrategia, la operativa, es decir, a Marx, a Engels, a Lenin, a Stalin o a Mendel
(del cual se dice que no quedó registro alguno, según lo comenta Gardner en su Genética, de
su modo de trabajo), a Darwin…; en el caso particular… y… bueno: nadie se compara con los
malos, sin que sea la intención de magnificar el esfuerzo y los talentos personales, los mismos
“que son los que son” al margen de su sobrevaloración inducida o de su demeritación, pero la
forma personal de trabajo se piensa responden a dos tipos de procederes, según si las
necesidades han sido de debate o de reflexión.
En el primer caso, las ideas-respuesta, como es común en dichas circunstancias, salen
de inmediato y solventemente bien, puesto que el reflejo opera condicionado por la
perurgencia de representar adecuadamente un punto de vista frente a un opositor (se habla en
la esfera política, desde luego, como el interés prioritario personal): la convicción, el deber y
el compromiso vuelven aguda a la mente, coadyuvando a ahuyentar temores, miedos
escénicos e inseguridades. Cuando se trata de abordar un aspecto de la realidad, sea que se
deba recurrir al Marco Teórico existente o que tal vez solventar el mismo exija una respuesta
de orden personal, inédita, se ha seguido dos vía: 1) se esboza los contornos de su estructura
conceptual de modo incompleto; y, 2) no viene de manera inmediata a la mente qué tipo de
trabajo debe realizarse ni siquiera la figuración de sus principales coordenadas lo hace, sino
que luego de uno o más días, en la cabeza se va formando un modelo y súbitamente sale la
respuesta o por dónde se debe ir para afrontar el hecho.
Como siempre los aspectos cognitivos de interés han sido los de orden general dado
que se tienen los rudimentos de la mayoría de ciencias ingresados en la mente y de que la
tendencia es a ubicar todo hecho en el plano de la totalidad, se ha debido incluso a propósito
esperar (con inseguridad al principio) que el cerebro trabaje a manera de laboratorio
semántico y, en el evento sí: de modo “inconsciente”, que opere con la base de datos de forma
mesológica, estructurando (el cerebro dispara) el mecanismo de respuesta. Luego viene la
verdadera investigación, la cual es bibliográfica, en la que la idea previamente puesta,
adquiere soporte.
En fin: ¿cuál es el origen de este trabajo?
Tres razones motivaron la elaboración de este documento: 1) en el país (Ecuador), un
grupo de seudocomunistas y cuasi socialistas, así como de socialdemócratas pedantes y
pendencieros, ha reinado parafernálicamente con su discurso teorético chaupi marxista sobre
todo en la llamada academia, predicando la revolución y haciendo negocios con la simple
expresión; estos palabreros, auspiciados/tolerados por el poder del capital endógeno y
foráneo, a los que se les motejó de “cabezones” debido a su pertinaz apego a la lectura
(lecturitis), al discurso fatuo y a las discusiones de cafetín, se han permitido ver “por encima
del hombro” a marxistas que han priorizado la práctica política, habiendo descuidado en cierta
manera el rigor, el preciosismo, la exactitud y la actualización en teoría política; había que
intentar cerrar la boca a estos sicofantes con jarabe de su propia medicina, demostrándoles
que los marxistas pueden responder en cualquier plano que les ponga.
2) Como se ha nacido y crecido en una sociedad infestada por la prédicas mitológicas
religiosas cristianas católicas y evangélicas, sobre todo en la época temprana de la vida asaltó
la duda en torno del idealismo y el materialismo como explicaciones filosóficas suficientes
sobre la realidad: la “duda existencial”; eso motivó el intentar esclarecer para uno mismo las
razones de los hechos: qué es la realidad, por qué la presencia del ser humano en el planeta,
cuál es el fin (telos y terminación) propio y el de la humanidad, etc.
Y, 3) puesto que también tempranamente se renunció a los entretenimientos lúdicos y
hedónicos, que no se tienen responsabilidades de índole familiar y que no se posee ambición o
1301

interés ninguno, en alguna tarea seria se debió buscar ocupar la vida, puesto que se estaba
vivo, una vez que –además- se descubrió que la realidad había sido cambiada en su esencia y
que el redondeo de ese cambio debía realizarse por la propia historia asistida por la actuación
política de los herederos del proletariado, volviéndose todavía menos indispensable el
activismo político personal.
En realidad, para quién, existiendo en el seno de grupos humanos escindidos, ha
puesto en un segundo plano el trabajo en política, por las razones antes citadas (el capitalismo
básicamente está muerto en razón de la actuación proletaria: teórica -Marx-Engels-, política
–Lenin- y operativa –Stalin-, por lo cual las fuerzas productivas se han reempoderado del
movimiento de la historia y a las que sirven las luchas de “baja intensidad” subversivas),
solamente le queda volverse tardíamente empresario (decisión que no es optativa), ingresar en
la clase explotada, hacerse monje, volverse ebrio o recluirse en brazos de la ciencia: para
nutrirse de ella, para apoyar su difusión (o sea, dedicarse a pescar “ovejas” para el rebano del
eretismo) o quizá para extender su campo.
La posición estructural condujo a establecer la balanceada sinergia entre el status-rol
asalariado burocrático intelectual, la participación en política en condiciones de “bajo perfil”
y la priorización de la reflexión científico-filosófica, conducente a subsanar el “desconcierto
vital” que produce el golpeteo en el cerebro de las grandes interrogantes sobre los misterios
del mundo. La evaluación propia sobre la actuación personal, una vez que se cree haber
llegado al punto culminante de la vida (también tempranamente: los 50 años), debe tomar
como referencia máxima ese objetivo: alcanzar el más alto grado de conciencia sobre la
realidad.
Pasando a otro tema. Su trabajo está dedicado a varias personas. ¿Cuál la justificación?
Todo en este documento ha sido planeado en consideración absoluta a la
intencionalidad política combativa deliberada inherente al mismo (política, concebida como
categoría perceptuada en términos marxistas: lucha de clases por el poder del Estado). Si una
expresión no se alinea en esa dirección, la misma está demás y ha sido una pérdida de vida.
En ese lineamiento se inscriben, por tanto, las dedicatorias. Empezando por la carátula: ésta
representa en forma simbolizada la idea completa que trata el documento, esto es, la historia
empotrada en el Universo, la que en cuanto idea es el espejo en el que se mira la materia;
concretamente: se inicia con la “gran explosión” por la que, de entre múltiples alternativas
que abortan, una es viable y se va adelante formado el Universo; luego aparece el ser humano
(algunas de las figuras que más se admira en lo personal) que crea la idea del “ser”, se vuelve
eterno y al final debe decidir si se mantiene como tal o renuncia y permite que del Big Crunch
se pase la Big Rip.
La primera dedicatoria se la hace a aquel gran pensador marxista ecuatoriano: Agustín
Cueva Dávila, que preclaramente se enfrentó al stablisment y a los cachiporreros criollos
(ecuatorianos) del gramscismo y del neomarxismo dedicados a despotricar contra el
marxismoleninismo, que se hallan enquistados en instituciones de “educación superior”
socialdemócratas que ofrecen postgrados. La segunda va dedicada a la mujer en la persona de
tres mujeres estrechamente vinculadas a la persona que le habla: su hija en primer lugar (a la
que se ha pretendido educar, no como mujer, sino como ser humano, con el propósito de no
consentir que sobre ella imponga el machismo ni que quede a merced de la profusa
parafernalia de las locuaces impugnadoras/defensoras de género), su madre y la madre de su
hija, éstas dos últimas personas: excelentes seres humanos. La tercera dedicatoria se lo hace a
Manuela León y Fernando Daquilema, pareja de esposos indígenas chimboracenses, que
lideraron el más grande levantamiento realizado en el Ecuador republicano, que puso en
ascuas al poder; en la persona de ellos se rinde homenaje a todos los luchadores
pertenecientes a lo que hoy se ha dado en llamar “pueblos originarios”.
La cuarta dedicatoria se lo hace a José Stalin, en reconocimiento del extraordinario
aporte que el más grande dirigente político que ha producido la historia, ha dado a la
humanidad, y a la vez por cuanto hay (habemos) quienes se identifican(amos) con él; pero
también para contrapuntear con quienes, por razones anodinas de todo orden, se han dedicado,
se dan a la tarea y los que optarán por esa misma conducta, a vilipendiar al Gran Iosif.
Finalmente, la última dedicatoria es a la memoria de Atahualpa: al símbolo de la nacionalidad
o identidad ecuatoriana, que se dio el lujo de unificar a todo lo que hoy es el subcontinente
hispano-luso americano, en aquella fugaz institucionalidad, que de Tahuantinsuyo paso a ser
el Reino de Quito, bajo la regencia precisamente del gran Atahualpa, el verdadero
1302

epresentante de la síntesis racial Shyri-Inca. Como se ve, todo es consciente, deliberadamente
político aquí.
¿Cuál es el centro de su vida?
El estar siempre en ¡guerra!; en guerra permanente en contra de mis enemigos: los
verdugos el mundo: los gringos estadounidenses cobardes (los halcones de Washington), la
rancia y estúpida realeza inglesa, y el sionismo criminal israelí. En ese sentido soy (me siento)
revolucionario (al menos de palabra, en el sueño: sueño despierto), soy guerrillero, soy
terrorista, permanente subversivo en espera; no puedo ir a someter a yanquis, ingleses e
insraelíes, por cuanto no se han dado las condiciones, pero estoy alerta: que se presente la
ocasión (quizá lo haga en vida) de enlistarme para ir a arremeter contra especialmente los
yanquis y con el pie de la humanidad sometida sobre el pecho de éstos especímenes inferiores
entonar las sagradas notas de La Internacional. Antes se pasaba droga por parte de la guerrilla
latinoamericana a EU: esa era una “respuesta cultural” al imperialismo; esa forma de
combate: ¡estaba muy bien! El lavado de dólares, a más de contribuir con la formación de
liquidez en los países latinos, daña el mercado endógeno de droga estadounidense y
desmonetiza esa economía. ¡Excelente!: a los gringos genocidas, hedonistas, subnormales:
¡hay que darles con todo!
Se me viene a la mente una situación histórica más, sobre las fuentes y la
metamorfosis del poder mafioso en vigencia, que deseo exponerlo a Ud. en voz alta, como
forma de conspiración simplemente lírica. El sistema de la realeza visto humanamente el
hecho, entre insectos (las abejas) por ejemplo, demuestra que las jerarquías obedecen a ciertos
aspectos distintivos que detentan determinados individuos asociados con el cumplimiento de
una función; entre otros animales (los leones), la jerarquía responde a un factor también
distintivo con el cual se gana el derecho a cumplir un rol específico: la fuerza. Esto último
pasa en la esfera humana en las colectividades esclavistas y feudales, con la diferencia de que
seres humanos comunes y corrientes asumen la jerarquía por la fuerza (de las armas, de la
acumulación económica -el derecho de esclavos, el monopolio de la tierra- o de la supremacía
de las ideas) y pasar a jugar un papel que es de beneficio particular y grupal, en cuanto a su
reproducción. En el capitalismo se disfraza el sistema de la realeza, el cual se basa en la
separación entre los medios de producción y los productores directos: la necesidad y la
dominación.
Impresionante. Se acerca la hora de dar por terminada esta entrevista, por lo que es
obligado formular una inquietud pertinente. Siguiendo sus expresiones: la vida ha pasado,
pero nada ha cambiado en el plano histórico-social. Ud. ha rebasado el medio siglo de vida;
en el transcurso, dice haber luchado en varios frentes, pero muy poco o nada ha
conseguido. He escuchado decir a varios de sus correligionarios decepcionados, que fue en
vano su sacrificio, que al final se encuentran solos, sindicados, pobres y llenos de afrentas,
que vienen de propios y extraños. ¿Qué piensa al respecto?
Es Ud.: “peor que un espejo”. La vida de la persona que le habla, encaja a la
perfección en su descripción; además, esas palabras llenas de pesadumbre, las he oído con
frecuencia. No obstante, por las premisas de que se parte, los resultados de la autoevaluación
de la existencia propia, en modo alguno es decepcionante. Al contrario: la moral está muy en
alto en el plano personal, en la etapa de la vida que se cursa, debido al grado de conciencia
sobre los hechos alcanzado.
Figúrese Ud.: las aspiraciones sanas de una persona respecto del colectivo, convertidas
en reglas componentes del patrón práctico de vida, jamás pueden ser asumidas como el
presupuesto responsable de un fracaso. En la naturaleza, tomada como sistema, todo tiene su
sentido, su lugar y correspondiente función. Si bien es cierto, que una persona en forma
aislada es prescindible, la inteligencia como tal, es necesaria e indispensable en el proceso de
demostración de la “optimidad” del Universo y de su validación (como banco germoplásmico,
como simple reserva; mucho más si ésta ha alcanzado la comprensión de la dimensión política
y la importancia de la esfera científica para valorar la vida racional). Dispense la perogrullada:
incluso un insecto (abordada la realidad en su pura nimiedad) es útil y necesario en la
existencia. Ahora bien, entender en su justa dimensión el papel jugado por un ser de izquierda
en el interior de un proceso que se piensa no ha alcanzado su meta, requiere apelar a múltiples
devaneos lógicos: racionales-filosóficos, comparativos, anímico-personales.
1303

En la juventud, el proyecto idealista, que se realizó en la existencia de ese entonces,
dio ocupación, sentido y justificación a aquella etapa: lo dotó de contenido serio, muy
tempranamente; fue un proyecto, no de proyección hacia el éxito y de su demostración según
el canon burgués de la praxis (eso tiene importancia, puesto que en la juventud hace de las
suya el hemisferio derecho del cerebro, y la búsqueda del placer en la riqueza, concreta la
secreción de ese tipo de químicos hormonales en la cabeza). De modo que la vida transcurrida
se evalúa según otra perspectiva. Si me hubiese comportado como un burgués, esa forma de
existencia, ¿sería apropiada para justipreciar la vida personal? De ninguna manera. Esa sí,
hubiese conducido hacia una validación no óptima de la existencia: miserable, afrentosa,
subracional.
En el proyecto de vida personal se ha incorporado objetivos sociales, libertarios,
buenos, generosos, desprendidos; la ideología marxista fue su fundamento (también algo de la
cristiana lo fue: “haz el bien sin mirar a quién”; “dar, sin esperar recompensa”; “amarse a sí
mismo, en el amor profesado a los demás”, pero jamás se ha propiciado aprecio en torno de la
vida del burgués implacable, temerario, asesino), los principios que como convicciones se
transformaron en normas de actuación de la vida; por eso ella fue frugal, seria, no
desenfrenada a la luz de la moral comunista, en lo posible. El hecho atinente a que no se
alcanzó el objetivo, en la circunstancia se vuelve secundario; no se quiere decir, que se “haya
estado equivocado”, que no haya estado del lado de uno la razón (el gran Fidel Castro Rus
dice, que “el éxito, no es prueba de que se tenga la razón”).
En el juzgamiento más lógico del proceso particular de la vida, la lucha llevada a cabo
dio sentido, fue el entretenimiento noble para la inteligencia personal, a la que se asignó la
existencia de entonces; por tanto, dicho proceder: ha valido por sí mismo (juventud, que
tempranamente descubre e invierte la vida en fines superiores, del ser humano nuevo, en la
política: en la más noble de las acciones humanas, como es el parecer del gran Aristóteles, y
en el estudio que lo precede, para darle racionalidad lógica y estratégica). Puede Ud. apreciar
el alto valor que tiene el haber pensado y vivido, con las limitaciones propias, como
comunista. Se suele usar las expresiones, para medir cómo piensa una persona que se supone
realizado en el amor, en la familia, en la profesión, en los hijos: “si volviera a vivir, ¿qué
camino tomaría?”. La respuesta normalmente es: “volvería a vivir del mismo modo”.
Personalmente: no lo haría, es decir, desearía experimentar mas bien con otra mujer, en otro
sitio, con otra profesión, otros hijos, etc.; sin embargo, si se me pregunta si volvería a vivir la
vida política realizada, se respondería que sí, completamente.
Ahora bien, ¿por qué no cuajó la lucha? Lo hizo en la parcialidad en la que una
conciencia, un grupo reducido de ellas, puede ejercer como influjo en el interior del procesos
más amplios. En la microfísica social y personal, se mantuvo la flama encendida de la
ideología científico-revolucionaria del proletariado, y se actuó en el frente de oposición al
sistema; y, en el plano de la historia general, no se incidió en el cambio debido a que éste fue
puesto en sus fundamentos por la lucha proletaria mundial de 1905 a 1989 (y diría más atrás:
a partir de 1848 cuando la Comuna de París). Hoy sé, que la lucha de proletarios, de
movimientos sociales y políticos en todo el planeta, no fue fofa porque no se alcanzaron
metas tangibles; en realidad, el proletariado dejó a la humanidad un mundo nuevo en
potencia: en su “modelo conceptual”, se diría; esa “teoría”, esa ilusión, esa utopía, se ha ido
concretando cada vez más sobre los supuestos de la edificación socialista de los primeros 30
años de su experiencia real, de modo paralelo al desarrollo de las fuerzas productivas, que
también cambian la vida, con la acción de tanto revolucionario, subversivo, terrorista,
demócrata o luchador en general, en el planeta. Y, si alguien ha sacado provecho de la lucha
de uno, bien sea, pues, no se ha tenido interés alguno en lo personal. ¡He hablado claro!
Lo ha hecho muy claramente: con claridad de académico revolucionario.
Finalmente, cuatro preguntas personales. Primera: ¿ha hecho dinero?
No. En la época que ha tocado vivir, para amasar fortuna (dada la posición estructural
derivada del tipo de distribución previa), es necesario comportarse como emprendedor, esto
es, ser sagaz, arriesgado, creativo e innovador, sobre todo aceptar y renovar de modo creativo
reaccionario, las condiciones del sistema que se pretende suprimir. Se requiere hallarse
equipado con actitudes para advertir y aprovechar toda oportunidad, y emprender en la esfera
de la empresa, en la forma de vida wired, en el portafolio de trabajo o de proyectos. Los
negocios fundamentales son: producir y vender (metamorfosis del capital industrial), o
1304

comprar y vender (transmutación del capital comercial); en esta última esfera, podría
groseramente ubicarse a los negocios bancarios, como una modalidad del capital comercial:
compro depósitos, vendo depósitos (mutación del capital financiero). En la primera opción, si
contrato obreros, la ley de la acumulación capitalista y la competencia, obligan a afectar las
remuneraciones al trabajo; en el segundo, el dinero invertido en mercancías debe agrandarse
según la ecuación: “uno gana lo que otro pierde”. En este hecho, como es obvio, opera la
norma de la “suma cero”: la misma cantidad en la que es estafado el trabajo social
(naturalmente, retirados algunos costos, como la depreciación), es la que se concentra y
materializa en la chequera de su apropiador privado (auto convertido en benefactor social, ya
que arguye ser generador de empleo, satisfacer necesidades e impulsar el progreso del
pueblo).
Como ve, para un “marxista”, si ha decidido no conspirar contra el sistema, o sea,
pasar a engrosar las filas de los denominados “revolucionarios de cafetín”, lo menos que se
puede hacer, es abstenerse de explotar; pero, para sobrevivir: se debe estar dispuesto a dejarse
explotar. “Solo la revolución es cambio”: triste recordatorio, dicho sea de paso, para un seudo
revolucionario: tácitamente ser funcional al sistema, cuando se queda cruzado de brazos o tan
sólo en la reflexión. En efecto, en una entrevista por radio, un digno representante del status
quo, con garbo, con sorna, informaba que un integrante de los Tupamaros (el flamante
presidente de Uruguay), que no devaneaba sobre economía o en torno del existencialismo en
un cafetín, si no que era todo un valiente pues representó un verdadero peligro dado que había
dado pólvora, ahora es sensato, puesto que busca organizar, desarrollar e integrar al mundo a
la sociedad de ese País. Con dicha observación arrasó de un solo plumazo a todos los teóricos
marxistas. Empero, por lo menos el no vivir de otro penosamente es lo más indicado. Ahora
bien, es posible también apelar a otros órdenes de pensamiento cuasi existencialistas respecto
del sentido de la vida racional en el mundo: la reflexión filosófica japonesa.
Dicho sea a modo de digresión. Toda riqueza tiene su origen en el robo: en el despojo
y acumulación de trabajo ajeno (la fortuna es la forma transfigurada del hurto –explotación-;
sus mecanismos refrendadores son la legitimidad y la juridicidad). En estricto sentido, el robo
legal (la acumulación privada de trabajo social proveniente del despojo, de la explotación, de
la herencia –de este mismo robo plasmado en riqueza generacional- también de la apropiación
privada de “productos” naturales, los cuales carecen de precio, pues, no tienen trabajo
incorporado que no sea el de su extracción -“modelo extractivista” de acumulación-; “Se trata
de una aplicación de la ley del valor a aquella parte de la naturaleza que puede ser
monopolizable”), en cuanto mecanismo que concentra la riqueza y excluye al resto de la
población del acceso al producto, en connivencia con las políticas generadoras de “paro
forzoso”, promueven el robo ilegal. Una vez que los “antisociales” advirtieron que es más
fácil, productivo y hasta divertido (estratégico, táctico, logístico) delinquir para sobrevivir,
dicha noción se convierte en principio, éste en norma y la última en conducta, en modo de
reproducción de la existencia. Pero esta actitud, no es extraña; la misma tiene su fundamento
material. Por ejemplo, se dice que cuando una fiera en el Africa da cacería a un ser humano,
advierte que este ser es el más fácil de acceder, por lo que pone en primer lugar
–inconscientemente- esta opción (suena a algo como eficiencia, optimización y
maximización, ¿no?).
¿Cuáles son las fuentes de la explotación? De modo análogo a cómo la plusvalía es la
fuente de ingresos del “no trabajo” (ganancia industrial, interés bancario, margen comercial) y
de éste, las rentas citadas: su forma transfigurada, el robo, la estafa y la explotación, lo son de
la riqueza. ¿Qué acerca de quienes se vanaglorian de ser poseedores de riqueza bien habida?
Esto es: como efecto de la alegación de que tal riqueza es producto del trabajo propio o sin
que esa acumulación responda a la explotación. Eso es verdad para el caso extraño en que un
individuo solo (“por arte de magia”, aunque la verdadera magia consiste en la creatividad, que
se halla detrás de ella), la hubiese alcanzado. Por ejemplo: si tal sujeto se habría recluido solo
20 años en la selva y luego integrado a la civilización como portador de riqueza (caso raro,
que no puede existir, a no ser que explote individualmente una mina de esmeraldas y realice
dicha producción); pero aquel que produce y vende, o compra y vende un producto, su riqueza
viene de la diferencia mercantil “contable” (costo/precio): sólo se gana lo que el otro pierde,
con lo cual estafa (aunque sea legítima, legalmente) a los clientes; quién produce y/o compra
y vende productos, pero emplea trabajo ajeno, se apropia de parte de dicho trabajo por doble
vía: exacción al cliente y explotación al trabajo empleado.
1305

A una persona sensata, que considera que cuenta con las capacidades suficientes para
proveerse por propio esfuerzo los emolumentos para cubrir las necesidades frugales de la vida
(que está dispuesto a consumir únicamente lo que él y sólo él ha producido), le resultaría una
cobardía el tener que satisfacer dichas demandas recurriendo al despojo del trabajo de otro
(pero los empresarios se jactan de ser generadores de empleo, promotores del desarrollo del
país y de entregar salarios con los cuales los obreros comen ellos y su familia; que, por tanto,
estos malagradecidos más bien deben estar felices de que hayan empresarios que arriesguen
su capital, trabajen en el área administrativa y paguen impuestos, como efecto de haber
realizado las mejores diligencias y optado por la mejores oportunidades construyendo el
“orden espontaneo de Hayek”). El empresario, nacido del violento proceso de acumulación
originaria y perennizado en el proceso de valorización, semeja aquel murciélago, que se
alimenta de sangre de su víctima sin eliminarlo del todo, al cual incorpora el “valor” de no
provocarle dolor, al previamente anestesiarlo. En lo personal se piensa –y esa es una norma de
vida-, que no se debe convertir en carga para nadie, so pretexto de dar trabajo. Los
empresarios están completos; no hay razón para perseguir riquezas. En efecto, se dice que las
interrogantes que asaltan las conciencias de estos seres por ejemplo los japoneses (amarillos,
que han depredado el mar y que se han multiplicado realmente “como conejos”) son del
orden: ¿cómo hago para llegar al cielo?, ¿cuál es mi papel y cómo lo hago bien?,
contrariamente a la pregunta que de modo implícito se hacen e inmediatamente responden en
los hechos el resto de seres, o sea, ¿qué hago para ser feliz en sentido hedónico?
He notado que se tiene la propensión personal de cuestionar ciertas disparatadas
actuaciones, que en la niñez y en la juventud fueron perpetradas. Pero, ¿puede censurarse al
león por verse abocado a sacrificar y comerse la “humanidad” de una cabra? Evidentemente,
no; el ejemplo conduce hacia ensayar una respuesta del todo elemental: porque la bestia no
tiene conciencia, él actúa de acuerdo al orden impuesto de la vida (los ecologistas más
furiosos: los amantes de la naturaleza a ultranza, ya sienten cólera por dicho orden y a lo
mejor estarían dispuestos a constitucionalizar los derechos de las cabras). Cuando niño y
joven (aun en la temprana madurez) la conciencia se hallaba en formación, en la fase de
estructuración definitiva, por tanto, el nivel de razón alcanzado no daba para más, de modo
que hoy debe haber comprensión; hoy, en cambio se razona de modo que se considera que el
grado máximo es (o debería, o se piensa que debería ser) no afectar a nadie a objeto de sacar
adelante el propio interés personal; todavía más, favorecer al otro, incluso con afectación
personal. Ese es el espíritu de la actuación política comunista.
Por el momento, se atraviesan dificultades de sobrevivencia, pues, se han cometido 3
errores, y garrafales en el propio itinerario preprogramado de la vida, aunque es verdad, que
ello ha ocurrido una vez que ya estuvo propuesto y conseguido el objetivo de la existencia
personal: el esbozo de las principales ideas componentes del presente documento; y,
desgraciadamente eso le ha ocurrido a una persona que se considera planificador, estratega,
negociador, programador, proyectista, analista, prospectivo: ¡qué vergüenza! No obstante, un
atenuante: se creyó que no se iba a llegar a cumplir peor rebasar los 50 años, debido a una
dolencia que se iba acrecentando (la decisión fue no visitar al médico, pensando en vivir
solamente hasta que la capacidad de regeneración orgánica espontánea respondiera), lo cual
condujo a precipitar la redacción de las ideas sobre las que tampoco puso interés en las formas
narrativa y demostrativa del contenido mediante fundamentación a través del expediente del
“aparato crítico” pertinente (luego, al alargarse la vida, se ha tenido ocasión de ir abordando
dichas deficiencias); por dicha razón no hubo preocupación alguna sobre cómo financiar la
vida, por lo que más bien se renunció a todas las formas de ingreso conducentes a sustentar la
economía personal. Es verdad, que sí se pensó en la subsistencia, puesto que se especuló que
el trabajo causaría inmediato impacto en la gente (al respecto se asume que se sobrestimó el
nivel de conciencia alcanzado por la población como también los méritos del propio trabajo
personal); finalmente, se consideró que, como efecto del impacto de estas anotaciones, iba a
encontrarse fácilmente una buena colocación en el mercado de trabajo intelectual que
permitiera sobrevivir con holgura. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido: se ha rebasado los
50 años, el documento aún no se ha publica debidamente y, como desconocido, se presentan
dificultades laborales, de modo que en el entorno personal rondan elementos de crisis
existencial real, los cuales, como es obvio, no son importantes (a decir verdad, se ha decidido
renunciar a todo bienestar material y ocupación, y acoger el estándar de vida de la pobreza y,
más aún: de la cuasi indigencia). Sin embargo: “no hay mal que por bien no venga”; en la
1306

situación se carece de afición alguna cuya satisfacción pueda tentar la integridad de carácter,
como también al no depender ni deber nada a nadie, se puede pensar, actuar y vivir con
independencia, transparencia, verticalidad.
Segunda: ¿está satisfecho con su trabajo?
La vida de la persona que la habla, ha sido ventajosa. Ventajosa si se la evalúa con el
rasero de la racionalidad y la frugalidad, esto es, tempranamente se dejó los vicios y las
atracciones relajantes a un lado, se dedicó a la acción política de izquierda y al estudio de la
economía, la sociología, la politicología y la filosofía: cero placeres de la vida mundana. El
citado se considera un mérito personal, puesto que “intuí” e intenté forjar en mí, ciertos
rudimentos del ser humano de nuevo tipo; ahora bien, no parece que se trata de intuición, sino
de la influencia no del todo advertida (inconsciente, suele decirse), del discurso marxista,
promotor de la “ontología social”, que niega y supera a la capitalista. Ventajosa, puesto que se
ha llegado al grado de conciencia personal, y en un sitio de colonización, de reducciones,
semicolonización, neocolonización y reneocolonización se pudo estudiar todos los niveles del
sistema formal educativo llegando incluso al postgrado, y ponerme en contacto con el
Marxismo-Leninismo. Luego se pasó a oficiar la cátedra universitaria en áreas de Economía,
Sociología y Politología básicamente. Ese fue un privilegio alcanzado sin programa, sin plan,
sin estrategia. Y aunque mi función se podría decir que ha sido noble, en la medida en que al
haber sido profesor universitario se tuvo la opción de transformar, en parte, a esa institución
“reproductora” del status, en entidad de “resistencia” en el microcosmos de las
responsabilidades académicas personales, mediada por el sentido del discurso y la actuación
de respuesta de los dicentes; por otra parte, la salida de dicha institución, puede tener también
su mérito, en el sentido de que se ha decidido dejar de ser parte de la payasada capitalista.
¿Se está satisfecho, en todo caso con el trabajo personal? Así es. Jamás vino a la mente
la idea de que de golpe se iba a producir (y por parte de esta persona) un documento de la
naturaleza exhibida, en el cual, por lo menos se lanza el guante a toda esa humanidad actual
de catadura ecléctica, nihilista, quemimportista, libertina, sensualista, entontecida por el
consumismo (naturalmente, ella no tiene en todo la culpa, pues, es una coyuntura histórica: la
posmodernidad, el empresariado, las políticas de marketing fundamentalmente constituyen los
factores responsables; se quiere decir con Marx: que no se puede hacer responsables a los
afectados, de hechos de los cuales son su resultado). He podido plantearme algunas preguntas
filosóficas de nuevo cuño y esbozar una respuesta. Me he dado el trabajo de llamar la atención
al mundo, respecto del sino que le espera al género. Pero, en lo básico, he golpeado
duramente a la neomitología religiosa actuante en connubio con el poder neoimperial del
capital, que se asumía resurgente y triunfalista, puesto que pensaba que el materialismo estaba
muerto y que sus ilusorias prédicas no iban a recibir respuesta merecida.
Por otra parte, he encontrado algunas leyes interesantes de funcionamiento de la
realidad, como aquella que permite ratificar, que la sociedad que viene es la tan odiada
comunista, pero que ésta no será posible sin el robot, o sea: cuando el trabajo físico e incluso
el intelectual, dejen de ser razón esencialista de la vida humana (no está demás insistir, que
con el robot es el único modo de conseguir la igualdad, pues, desaparece la propiedad privada,
se eleva la producción y los individuos quedan libres para dedicar todo su esfuerzo intelectual
a abarcar el Universo con la mente; naturalmente, ronda el peligro en el seno de la especie, de
que ésta repita la conducta de Sodoma y Gomorra, al perder el trabajo, con su desaparición, su
carácter rector de la personalidad). Se eleva también la conciencia, pues, si se realizan actos
moralmente indebidos, la conciencia se le viene encima, le acosa la congoja al infractor, le
asalta el temor, luego le embargan las ansias y el deseo de pedir perdón, del arrepentimiento;
no obstante, si la existencia es recta, no hay porqué temer. Dicho sea de paso, el primer
comportamiento es la base para la emergencia de la noción de “razón natural”; y, es lo que le
pasa a Aquiles frente a Príamo, luego de haber dado muerte y arrastrado el cadáver de Héctor.
He demostrado (“profetizado”), que sí puede formularse una “epistemología”
filosófica marxista, aunque en sus primeros intentos y por parte de una voz aislada, la
“empresa” pueda hallarse penetrada de ciertas incompetencias, o sea, de vacíos,
contradicciones, enmarañamiento, capciosidad. He argumentado, que para conocer la razón de
la presencia del ser humano en el cosmos, hoy como antes: no se necesita recurrir a la
mitología religiosa; que el camino correcto es la reflexión sobre la propiedad privativa del ser
humano que le vuelve tal cuando ésta ha alcanzado a los individuos la naturaleza de
conciencia y autoconciencia: la inteligencia (entendida como la capacidad de pensar, de
1307

asociar ideas, la cual tiene su base material en las neuronas del córtex y del neocórtex, o sea,
de las zonas cerebrales exclusivas del ser humano), contrariando precisamente a aquellos, que
incluso ven inteligencia en las plantas; de modo que la realización de esta propiedad, es la que
define al ser humano, pone en evidencia su razón presente y su destino. En el cuadro
expositivo de los “hallazgos”, el principal (y llegado al que, la capacidad intelectual personal
llega a su límite), responde al hecho por el cual la humanidad selecta de varios milenios a
futuro, se autoanula una vez que ha llegado a la conciencia plena: ya nada tiene que hacer, la
conciencia ha negado a la sentimentalidad y a la ontología (el ser humano se ha vuelto
totalmente sabio, frío, insensible, indiferente, o sea, “Dios”) y sin esfera sensorial no hay
“conciencia” de la conciencia: no hay vida, reina la muerte.
Me he permitido llamar la atención duramente a la especie, en acto que no es del todo
diplomático, amigable, y ahora insisto, sobre la razón racional del género por sobre las que
han promovido las religiones, los empresarios e incluso el marxismo. En efecto, ya era hora
de que se plantee esta cuestión: pensar y adelantarse a vivir como lo haría una persona de 500
años en el futuro, al menos en lo personal en el plano de la imaginación, es plantearse el
carácter de la nueva racionalidad de la existencia (“léase” –suele decirse- entiéndase:
“identidad”), de modo que ésta finalmente se haga de sentido, aceptándola para que una vida
salga del montón, para que no se parezca a la existencia de los animales tan sólo asistida por
la conciencia (inmanencia: “conciencia sensible). De lo contrario, incluso el marxismo, como
forma superior de concebir y practicar la vida (la revolución para suprimir la diferenciación
social, elevar el nivel de vida y alcanzar el desarrollo multifacético de las personas), se vuelve
fofo, hedónico, reaccionario, irreconocible. Al llegar a este punto, la aspiración marxista en
los términos sociológicos clásicos, no se diferencia mucho de la mitología religiosa: de la idea
del paraíso como premio para los buenos luego de la muerte (solución fácil al dilema de la
vida de la razón). Ahora se debe dar un paso más: proponer una nueva meta profana para la
humanidad: saltar de la armonía marxista revolucionariamente alcanzada, a la razón puritana
de la conciencia humana: el ser humano no es un animal hedónico-racional; el ser humano es
el “súper ser”, que ha renunciado al hedonismo, y fríamente racional alcanza status por sobre
el bien y el mal, en el conocimiento completo de la existencia, en la toma de las riendas de su
vida y de todo.
De este sentido de la vida, el capitalismo estaba a años luz de sospecharlo y, peor:
promoverlo; no obstante, el mismo debía ser el nuevo compromiso social en un subconjunto
humano como el soviético y de su Campo, si los mismos no hubiesen periclitado, de China si
hubiese avanzado en el proceso de organización socialista, de Cuba y de otras zonas sociales.
No obstante, las fuerzas productivas por entonces no se habían desarrollado como para actuar
sobre la cabeza y volver transparente la nueva meta humana (el objetivo total), como para ser
las condiciones de posibilidad de ella; en las circunstancias, casi pierde sentido o se asume
como “burro pié” la trayectoria de los grandes revolucionarios del mundo (Lenin, Stalin,
Castro, El Che,...), su compleja e histórica praxis como mecanismo para que los pueblos
alcancen el desarrollo multilateral en equidad (hedonista-sensualista ilustrado), para que otros
traicionen la causa como los gusanos cubanos del nuevo Siglo, pasando a ser objeto y medio
de vejámenes en EU, de Cuba y sobre todo de ellos mismos.
En una palabra, en verdad: me siento realizado, en la medida en que he conseguido
comprender –y quizá transmitir- en la mayor proporción posible, la realidad del mundo. La
persona que le habla, luego, se siente satisfecho por haber puesto en blanco y negro ideas
sobre las que hay convencimiento, sustento, fuerza e importancia respecto de la verdad del
mundo; no obstante, todavía subsisten ciertas interrogantes sobre uno mismo; empero, puedo
sospechar, dicho en términos histriónicos, parece que he terminado respondiendo a las
famosas preguntas filosóficas, insisto, que la humanidad se ha venido formulando en su
tránsito histórico, las que han sido materia de reflexión empírico-positivista por parte de la
Física oficial, y respecto de las que las formulaciones filosóficas del Materialismo marxista es
una fuente invalorable, y gracias a las que se han podido formular las conclusiones aquí
contenidas.
Permítame ahora, referirme algo sobre avatares relacionados con las publicación de
éste, que le considero el trabajo que justifica mi vida, ubicando el caso en el interior del
proceso histórico político del subcontinente hispano, luso americano y caribeño, de la década
pertinente, es decir, el penúltimo decenio del siglo pasado.
1308

En la década de los 90 del siglo XX, el patrón de acumulación de inspiración
neoclásica impuesto en el subcontinente americano a partir de los años ochenta, se agota
objetivamente. Políticas económicas neoconservadoras aplicadas con impresionante
uniformidad a través del “caballo de Troya de la deuda” en la subregión latina, lusitana y
caribeña, consolidarán la vieja “división internacional del trabajo”, el atraso secular de los
pueblos, la miseria y la descomposición social. El desprestigio resultante del cuadro de crisis
(la que se agudizará en el 2008), contaminará por igual a la matriz de dicha gestión y a su
brazo ejecutor: al FMI, al BM, al capital financiero y a los felipillos gobernantes. La reacción
de los pueblos ante los acontecimientos, habrá de ser moderada: apelar a la democracia e
institucionalizar reformas conducentes a crear condiciones aceptables para la reproducción
colectiva. Para la percepción de ciertos observadores de la cosa, la jornada rechaza al
neoliberalismo, y no puede ser ni perseguir la causa socialista (el deseo es la revolución, pero
de por medio están las leyes de la historia: la realidad le dice a la voluntad cómo debe actuar;
la inobservancia conduce al error). El escenario político del subcontinente, es la resultante del
proceso.
Brasil: Lula y Rousseff (reformismo institucional, bonapartista estatal) entre las
tenazas de la burguesía paulista y los Sin Tierra; Uruguay, Paraguay, El Salvador: socialismo
institucionalizado de izquierda, reflejo de la naturaleza de sus pueblos; Argentina: Estado del
Bienestar con Kirchner y Fernández (correlación balanceada de fuerzas entre derecha e
izquierda); Chile: polarización social, correlación móvil de fuerzas reformistas de derecha,
ante la emergencia de sentimientos socialistas pragmáticos; Bolivia, Perú, Ecuador:
correlación de fuerzas entre la derecha debilitada y la emergencia del pensamiento socialista
pequeñoburgués, en medio del cual actúa la izquierda en reflujo; Colombia: país controlado
por una coyunda imperialista yanqui y oligárquica criolla, frente a emergentes grupos de
izquierda; Venezuela, Nicaragua: países que avanzan hacia la forma socialista por vía
democrático-institucional de las reformas y en los que el capital se halla supeditado; México:
sociedad indivisa, dominada por principios políticos de derecha y socialdemócratas, en espera
de ser arrastrado por los acontecimientos; y, Cuba (junto con Venezuela): pivotea el
sentimiento político progresista de varios pueblos caribeños (también la Isla ha ingresado en
los procesos de occidentalización.
Estas transformaciones, si bien en principio se muestran con fisonomía funcionalista,
en la medida en que reprimen las contradicciones, insertas en la coyuntura transicional,
socaban mucho más al sistema capitalista en degeneración constante; en verdad, la citada
descripción es la forma-escenario que toma la transición en esta zona del mundo. Los últimos
acontecimientos políticos del Ecuador se hallan condicionados de modo particular por la
presencia en la administración del Estado de la representación de la fracción
mayoritariamente socialdemócrata de la población, la cual ha debido sofocar tanto la
arremetida del sector oligárquico tradicional del capital (el modelo neoliberal del capitalismo
salvaje), como el ímpetu revolucionario de la izquierda. Este hecho ha creado las condiciones
para que la izquierda se reencuentre y adopte una conducta común frente al nuevo
stablishment; al interior de la corriente política citada se ha reproducido ese momento, lo que
abre la ocasión para que por órgano natural se pueda dar a publicidad este trabajo, como debe
ser. Por otra parte, dada la extensión del trabajo y de las controvertidas tesis integrantes de
su contenido, es menester proceder a revisarlo detenidamente, puesto que con las mismas
puede comprometerse al marxismo y a la corriente política actuante correspondiente. Las tesis
principistas son:
- Enfoque: “historia del futuro”, el que lógicamente debe ser riguroso.
- La historia y la realidad tienen metasentido, por lo cual se puede presuponerlas.
- A partir de la totalidad supuesta: de la forma futura en la cual el ser humano realiza su
misión (el comunismo), se coloca el sentido de las diversas fases progresivas de
conformación humana.
- El capitalismo se ha vuelto opcional; se encuentra a merced de la voluntad; es posible
completar su obra ahorrándole más sufrimiento a la humanidad y a la naturaleza.
- La coyuntura: inédita “cuestión política”, que redefine la praxis revolucionaria.
Realizado el proceso de “irrupción epistemológica” (test de coherencia), esto es, dado
el “visto bueno”, el presente escrito se halla listo para la imprenta.
1309

Tercera: ¿cómo se asume a Ud. mismo?
Está Ud. frente a una persona, que no vive en el presente, que tampoco, y menos, vive
en el pasado; declaro, por lo contrario paladinamente: que vivo en el futuro; esas fantasías, en
la etapa madura de la existencia, son las que asaltan la conciencia de este ser.
Ahora bien, ideológico-políticamente la persona que responde sus interrogantes, se
autoasume marxistaleninista neoestalineano. Ahora bien, ¿a qué sector de la estructura
socioeconómica se cree, en lo personal, pertenecer? A la capa de intelectuales marxistas
lumpenizada (permítame, haciendo un paréntesis, que le recuerde, que la sociología marxista
reconoce clases y capas en el modo de producción capitalista, clases: burguesía,
pequeñoburguesía y proletariado, y capas sociales: intelectuales y funcionarios). ¿Por qué
capa?; porque no se está inmediatamente vinculado al proceso de producción directo. ¿Por
qué intelectual?; porque de todos modos soy un trabajador informal de la esfera de las ideas.
¿Por qué lumpenizado?; porque se integra el sector social de los parados, no al grupo
perceptor de ingresos: se está a punto de delinquir.
Empero, en cierto modo, se podría pensar, que se ha sido una persona afortunada,
debido a que se ha vivido en un momento de la historia (lo cual no quita mérito al esfuerzo
individual, puesto que muchos genios que además cuentan con condiciones mejores que las
personales, ni lo han sospechado el asunto que queda expuesto en el libro materia de
comentario en esta diálogo), en el que se han creado las condiciones a través de las cuales se
ha podido hacer transparente todo el movimiento del fluir humano, tal vez también el del
Universo y el de la materia en general. El arribo a la conciencia, en torno de que, por azar (la
“ley del desarrollo” inherente al movimiento de la materia, pone Norte al proceso), se ha
llegado a ser parte del proceso material en su modalidad consciente (cuando se hace un mal
negocio, se dice: “bueno, ya está hecho, ni modo”), es el supuesto que confiere sentido a la
vida (pues, bien se pudo no ser ni siquiera uno más en el torrente aleatorio de los hechos; la
aceptación de este sino, viene dado en los términos del reto: hasta dónde uno es posible llegar
a ser y la eficiencia que se puede entregar a ese status, o sea, si se alcanza también a ser un
“evento viable” o no, en la sola expectación como en la actuación (de este modo pueden
superarse las tribulaciones del existencialismo fuera de la esfera mítico religiosa y de la
acción del solo engaño -“como a un niño”-, que ponen las demandas cotidianas placenteras de
la propia vida orgánica).
Pero hay una discrepancia entre la persona que le habla y la mayoría de coetáneos
mortales. No se nota: ¿verdad? Y no se nota, tal vez porque las características
antropomórficas cuasi caucásicas sean las mismas, debido al perfil bajo de su conducta, los
propios parámetros con los que se juzga actualmente a los pro seres humanos, la reflexión
ubicada en áreas instantáneas y pragmáticas de la masiva población planetaria, el promedio
mítico de las expectativas de la gente, la desidia por todo menos por el placer en el día a día,
el empirismo especulativo en la Web (los portales); la enajenación en el mundo de la
diversión, de los negocios, de la religión, del consumismo, en el vacío. Quién está frente suyo,
no es igual al resto (atento: no se dice que se sea superior, puesto que la capacidad intelectual,
por sobre la superchería del llamado “coeficiente intelectual”, se piensa que es igual para
todos; luego, ese es el único punto en que Dios o la naturaleza acertaron en materia de
equitatividad). Lo puedo aseverar, como efecto de procesar mi propia experiencia. En efecto,
mirándome a mí mismo, al tránsito dado por la vida intelectual, concluyo que en cada ser
humano hay un poderoso cerebro: a unos se les ha dado la oportunidad, a otros no, unos han
pasado a ocupar posiciones estelares, otros se han recluido en el anonimato. Es por eso que el
señor comandante Fidel Castro parafrasea el verso “Cuanto genio existía en la fuente,
esperando que le digan ´levántate y anda´”, o algo parecido.
Mire Ud., la verdadera competencia, competitividad, diferenciación del producto,
entre personas maduras y de alto grado de racionalidad se ubica en la dimensión de la mente:
en cómo y en qué se utilice el intelecto, eficacia en las faenas del pensamiento (uno puede
terminar siendo inteligente sin realmente serlo, en dependencia de en qué ocupe sus modestos
talentos; ese puede ser el caso personal). ¡Quién es quién!; la resolución está en eso: en el
seno de la lucha en el plano del pensamiento (no de la inteligencia). En una expresión: como
suele decirse en los estratos medios de la intelectualidad, cito: “no hay que darle más vueltas”:
a nivel de la inteligencia se libran las batallas para establecer quién es quién entre los seres
humanos, esto es, en qué se ha utilizado esa propiedad y los resultados a los que se ha llegado;
los méritos, los triunfos, las conductas sobresalientes exhibidas en otras áreas de la mecánica
biológica (habilidades) o en planos que no sean la política, la ciencia y la técnica (y en estos
1310

ubros necesariamente por desgracia debe incluirse a la guerra) no tiene significación alguna
para una mente racional; en realidad, en un momento determinado el desempeño empresarial
es mucho más valioso para el itinerario del género, que las ocupaciones artísticas, las que ya
empiezan a distraer a la conciencia y a extraviarla.
Un episodio viene a la mente, al respecto. La persona que habla, tuvo como
contradictor político en los primeros años de la Universidad, a un superdotado compañero
estudiante (para colmo, era del mismo curso, se le veía todos los días, y el señor estudiante
aprovechado se destacaba en todo; para desembarazarme de él, se me ocurrió pensar en todo
momento que no existía; en verdad, fue un esfuerzo ciclópeo, pero dio resultado y al final
para mí dicha persona dejó de existir: dejó de existir en la idea, mas no en la realidad,
circunstancia que fue positiva en lo personal, pues fue la contradicción que catapulto mi
desarrollo); dicha brillante persona, luego de recibirse con los más grandes honores
(diplomas, medallas de oro y demás reconocimientos), se casó, consiguió empleo como
profesor en la misma Facultad y Universidad como académico y se desempeñó en la dirección
de ellas (a la sazón: todas actividades de poca monta); hoy es un “buen ser humano” tan sólo
(fue absorbido por el sistema, por la vulgaridad y monotonía de la vida). El señor fue muy
inteligente, pero su capacidad (por razones epistemológicas de orden político) no le indujo a
dar pábulo a las inquietudes existenciales permanentes como tribulaciones del espíritu (quizá
la mucha capacidad, y la especialización, sean un óbice para el efecto). El “señor fue”, puesto
que por estos días (abril del 2011) lamentablemente ha decesado; se ha reflexionado mucho
sobre este episodio, el mismo ha afectado: la fuerza de la presencia de un contender
respetable; se ha intentado comprender el sentido de dicha existencia con el auxilio de la
teoría avanzada en este documento; la teoría es percepción verás objeto de generalización, por
tanto, es ley: patrón de escenificación subjetiva del curso de la vida; dicha persona en algún
lugar de la composición y movimiento de los hechos ubicó su razón: auto sustentó la
maravilla, la condición más rara de la vida: el ADN inmanentemente inteligente y, con algo
de pedantería: estructuró la contradicción que desplazó la conciencia personal hasta la
formulación de las presentes ideas.
Generalizando el cuento: ¿por qué es difícil encontrar a la fecha, una perspectiva de
pensamiento como la que aquí se ha formulado? En primer lugar, se debe al efecto de
“división del trabajo” en el campo de la propia ciencia sobre la configuración del concepto,
siendo éste el principal factor que impide abordar el objeto de conocimiento real total en
términos filosóficos; en segundo, se debe a que la mayor parte de personas se hallan
sometidos a la forma de vida burguesa: profesionalizarse, formar familias, disfrutar
hedónicamente la vida y realizarse en esos sentidos (invertir todos los talentos en aquello y
sólo en ello); y, en tercero, debido al carácter de la propia ciencia, que en su papel de
ideología que se suma a la extracción de clase, impide abordar la realidad en sentido
auténticamente materialista, objetivo e integral. De estos vicios están penetrados los grandes
exponentes del pensamiento cosmológico: Aristóteles, Newton, Einstein, Gold, Guth,
Hawking, Penrose, siendo la excepción C. Sagan, el cual es el pensador que más lejos llegó en
su concepción realista del Universo. Se necesitaba, por tanto, la presencia de una persona de
extracción, conciencia y posición de clase proletaria (un “clon” de Marx y Engels), atea,
materialista, marxista, que no esté interesado ni en la vida sensorial ni en formar familia
alguna, dedicado a la política, al estudio, al trabajo revolucionario, con el interés de abarcar el
todo con la mirada, y que se encuentre en el momento preciso y en el sitio apropiado (alto
desarrollo de la ciencia y de la técnica y de las comunicaciones, de modo que esos saberes
científicos puedan confluir en una visión totalizante).
Y, cuarta: ¿cuál es la razón por la que haya dejado de lado la práctica revolucionaria?
Aunque no se fue un revolucionario en el sentido propio de la palabra, esa: es una
interpelación directa; ¡duele pensar en ello y admitirlo! Es, en realidad, una conducta
inconsecuente, pequeñoburguesa vergonzante de filisteo intelectualoide, la que ha primado en
la vida personal. Ahora bien, de igual modo y siguiendo una postura siempre racionalista, hay
factores que explican dicha defección ideológica-práctica; argumentos, que constituyen
pruebas de descargo. En modo alguno se trata de una justificación; es, más bien, un intento
por encontrar las determinaciones del hecho.
El marxismo-leninismo clásico no había advertido, creo que todavía no lo hace y, lo
que es más lamentable: las actuales unidades de inteligencia revolucionarias no lo van a
admitir (afortunadamente ya hay un acercamiento para hablar de esos temas teniendo en
1311

cuenta categorías renovadas), que la Revolución Socialista de Octubre con el gran Lenin a la
cabeza y la experiencia de los 30 siguientes años, destrozó al capitalismo; que el proceso
conducido por Stalin fue el “espolón hundido en las posaderas del sistema burgués de
existencia humana”, el cual devino en una de las contradicciones que indujo al último sistema
clasista a acelerar el paso hacia el desarrollo concreto de las fuerzas productivas, esto es, a la
automatización absoluta; que dicho proceso, no es mas, que la autonegación del proletariado
en la robótica (del mismo modo en que la forma óptima del Universo actual, debe encontrar
su negación en la idea; y esta observación rige también para a situación personal: una vez que
ya se ha dado –dicho- todo lo de sí, la vida pierde importancia), de manera que el “sujeto
histórico” cumplió su función y ha dejado la historia; que el capitalismo, herido por la espada
de la Revolución de Octubre, ha debido sobrevivirle por un dado lapso al “socialismo” (su
motor dual) hasta dar, nuevamente, todo lo de sí, en la creación de las condiciones materiales
del mundo nuevo: el comunismo, lo cual no se contrapone al aserto de que los modos de
producción modernos han sido superados en conjunto.
La historia no tiene como fin el comunismo ni tampoco acaban los episodios de la vida
de la inteligencia en esa formación humana; por el contrario el susodicho orden es el medio,
es el escenario en el que el ser humano realiza el “telos”. Para el efecto, se necesita
racionalidad pero también desarrollo de las fuerzas productivas: esa la razón histórico-natural
por la que el desplazamiento del proceso humano luego de 1956, implica en un solo cuerpo a
las dos formas de producción en unidad de acto: el capitalismo (aparentemente vivo) que crea
y recrea las condiciones de reproducción material (el progreso civilizatorio) y el socialismo
(aparentemente muerto) que le presiona e incrusta en él el orden racional de la existencia. El
capitalismo estuvo por derrumbarse por efecto de la “lucha de clases” (Revolución de
Octubre, socialismo de Lenin-Stalin, luchas populares planetarias); sin embargo, el
capitalismo debía madurar a efecto de producir los cambios tecnológicos que saquen de
escena al trabajo (en realidad, la historia no consistía tan sólo en la necesidad de la superación
de las formaciones clasistas y de la capitalista en particular, para luego insertar a la
humanidad únicamente en el interior de un orden igualitario, solidario, estético; por el
contrario, la historia constituía el proceso de preparación del género en su conjunto, para que
la especie se instale en la verdadera historia, o sea, en la estructuración de la racionalidad
total).
Si no se admiten las tesis expuestas, la mente y la voluntad se mantienen entrampadas
de manera insistente en la práctica dada por el clásico programa revolucionario
marxistaleninista. El marxismoleninismo, a consecuencia del colosal cambio dado en la
estructura social por efecto del desarrollo de las fuerzas productivas materiales, la actuación
del proletariado y de los distintos frentes sociales anticapitalistas en el planeta entero, se halla
a espaldas de la realidad; su condición puede expresarse del modo siguiente: “atolladero
existencialista en el que se encuentra aherrojado el marxismoleninismo ortodoxo” (la
revolución siempre en espera). En realidad, la persona que hoy está siendo tomada cuentas
por Ud., ha debido moverse entre dos flancos: 1) sus camaradas le han tachado de
revisionista, al haber propalado (de modo restringido, obviamente) la idea de que la ideología
científica del proletariado había pasado la prueba de los hechos en Octubre y en la práctica
desarrollada por el Bloque Oriental de primera etapa; 2) mientras que el resto de la izquierda
(la que se ha notificado de estas ideas y alguna importancia las ha prodigado), oponen a esta
argumentación, la tesis acerca de que es una torpeza sostener que el capitalismo está muerto,
de manera que dicho sector tiene su propia teoría de la que deriva su práctica política Light, la
cual –por supuesto-: no encaja en el modelo mental personal.
La primera vertiente acusa subidos niveles de arcaísmo, aunque su postura fue
saludable para un momento humano, que ya no es más. El postsocialismo de los movimientos
ciudadanos es empirista, eticista, moralista; es mas, constituyen una raza de prepotentes,
audaces e improvisados actores de la historia, cuya soberbia y obnubilación les impide
encontrar el nexo histórico que tienen con el proletariado sepulturero del capitalismo; no
obstante y paradójicamente, es por este frente por donde se dirige la historia (gramscismo y
neomarxismo a la carta). Merced a estas reflexiones: ¿qué queda hacer? Volver a las
cavilaciones personales respecto de que un ser humano sensato que no quiere desperdiciar o
perder su vida debe: 1) actuar en la esfera política, 2) hacerlo en la científica o 3) inscribirla
en los dos órdenes de actividades, como norma de realización de la existencia. De algún modo
se ha operado en la tercera opción, pasando a otorgar prioridad a la esfera reflexiva al haber
1312

llegado a la etapa madura de la existencia. En realidad, también se es útil difundiendo o
produciendo ideas (dixit René Báez G.). Sin embargo, no se descarta retornar a las andanzas
subversivas, en tanto las determinaciones del devenir enruten de ese modo la vida.
Perfecto; se comparta o no, ésta es una visión coherente.
Gracias.
7.- KARL MARX (F. ENGELS): LA FIGURA CIMERA DE LOS HECHOS.
7.1.- LA PROEZA.
La forma burguesa de la actividad humana, posicionada como soporte principal en el
interior de la estructura moderna/posmoderna de reproducción de las “unidades de
pensamiento”, reveló su secreto: su esencia, la razón de su presencia en la historia y su
transitoriedad, en la concepción científica formulada por Marx 1810 ; el enigma teórico de esta
formación económico-social, alcanzó resolución y la ley general del movimiento de la
especie, en esa etapa concreta, se desprendió de su índole críptica (Marx “reveló el orden
asombroso debajo del mundo social”). El elevado contenido axiológico y la grandilocuencia
del pensamiento histórico-dialéctico marxista, se inscribe en insólita “coincidencia” de orden
cronológico-espacial. En verdad, la específica circunstancia de ruptura epistemológica de
clase, fue el producto de la configuración de un momento en la escala del género, de
acumulación de los factores nodales indispensables en la producción de la comprensión del
fenómeno humano en su conjunto, base –a su vez- para la liberación de ésta, del último
despotismo “natural”: el predominio de la ideología de clase, las clases y la lucha de clases;
manumisión de la conciencia, que aportó con la emergencia de las condiciones subjetivas
sobre las que se enseñoree la razón en la modelación de sus formas de organización. Los
episodios definen a Marx, en substancia: como un revolucionario impoluto, en la concreta
extensión de la idea; el “filósofo social y pensador revolucionario”, jamás se regodeó en la
infatuación del comportamiento de un cientista; en verdad: el propósito de transformar el
carácter de la realidad dada, le inclinó a producir "la intelección positiva de las cosas
existentes" y las leyes de su mudanza, en su significación de determinaciones subjetivas para
la acción.
La realidad histórico-social por ese entonces (1850), advertía carácter de completo
“alineamiento estelar”: 1) el modo burgués de producción plenamente instaurado en su fase
concurrencial, destacaba brotes insinuantes de su porvenir, de modo particular debido a la
instalación completa de la “lucha de clases” y a la gestación de las premisas organizacionales
dispuestas para el combate revolucionario del proletariado, ésta se encontraba preñada de
necesidad cognoscitiva; 2) de modo coetáneo habría de avanzar y llegar a su cúspide el
proceso de consolidación racional de la mente, el que permitió desplegar la concepción y el
mecanismo metódico (técnico e instrumental), que se iniciara en el pensamiento del gran
filósofo pre-clásico griego: Heráclito, tuvo su punto intermedio en Spinoza y que
magistralmente fuera coronado con los redondeos totalizantes y dialécticos de Hegel (el
Materialismo dialéctico-histórico como doctrina del desarrollo general de la realidad y
método de conocimiento); y, 3) la presencia de una estructura cerebral magnífica:
precisamente la de Carlos Marx, colocada en la punta del pico más alto de la contradicción
humana: la antinomia capitalista (ontología específica de composición de subjetividad,
imposible de superación, en su índole de proceso conflictivo, determinante para el devenir).
En realidad, los modos de producción clasistas anteriores inmanentemente friccionales
no tenían la jerarquía de la formación capitalista, no podía, por tanto, eclosionar de su seno
como necesidad un cuadro político-teórico de las colosales dimensiones como las que se dio
en el sistema capitalista con Marx; en el socialismo la lucha de clases fue su dínamo interno y
su proyección alcanzó toda la fase de guerra continuada por hacer real el ideal de
deconstrucción capitalista –en la fase transicional presente, la lucha de clases ha amainado en
1810
En realidad, de aquella dupla de titanes: Marx y Engels. El entrañable Federico Engels ha inscrito su
nombre con letras doradas en la historia de la especie: insustituible camarada de Marx; el VIEJO Engels,
coautor de El Capital y de esas maravillosas obras filosóficas (en la abstracción de la recusación del pérfido
Rigoberto Lanz y de Mauricio Godelier, por ejemplo) con sesudo fundamento materialista; defensor postrero de
la obra de Marx y continuador de la organización y lucha política proletaria.
1313

alguna medida- se necesitaba (necesita) cuadros administrativos antes que teóricos; en la
etapa democovivencial o comunista que yace plantada en el horizonte, ha sido puesta a
espaldas la contradicción social y entre el sujeto (humanidad) y el objeto (la naturaleza), el
motor que mueve la vida viene dada por la antinomia entre emocionalidad y racionalidad, y
luego, dicha contradicción dará paso a la última y fundamental entre el pensar y el ser,
antinomia mediatizada por el aporte automatizado de producción de la conciencia, a
consecuencia, ya no se necesita de cerebro colosal alguno: la inteligencia artificial y la
conexión en red inteligencia natural-IA, cierran toda posibilidad de que se proyecte una mente
genial individual.
Intensidad de
la
contradicción
REGULARIDAD FORMAL GAUSSIANA DE LA CONTRADICCIÓN HISTORICA.
(Marx producto de la historia).
Eje de la historia
Hegel
Idealismo Alemán
Socialismo francés
Economía política Inglesa
C. Prim. Esclavismo Feudalismo
Siglo XI
Marx
1840 1917
1956
Socialismo - Transición
Capitalismo
2050
Comunismo
Se torna difícil, pues, registrar un momento, un movimiento real, más complejos y
exigentes en la historia que éstos, de cuyo vientre emergería el componente espiritual y el
proceder objetivo para el desentrañamiento racional de su trama; acontecer histórico, que
fuera abordado tan sólo por los medios propios de la conciencia, que la naturaleza ha dotado
al ser humano. La circunstancia concreta de la vida de Marx, transparentó una coyuntura
histórica de ubicación intermedia en el avanzar humano: mitad y mitad, el ombligo de la
historia terrena (en la esfera terrestre); aquel sitio y momento efectivos, en los que es posible
tener presente la niñez (retrospectiva): recordarla e intuir, suponer: la vejez (prospectiva).
Mirar a los pies y poder hacerlo también virtualmente a la cabeza: pasar revista al “mismo
‘tiempo’” al principio y al final (presuponerlo, como derivación proyectiva de la estructura
lógica científica de un discurso enteramente objetivo y racional), tener presente en unidad de
acto cerebral la entera dimensión del flujo regular de la esfera racional de la naturaleza: el
proceso humano, muy particularmente en la fase histórico burguesa de autoproducción de la
existencia. Ser al mismo tiempo el “alfa” y la “omega”. De otro europeo (de Ludwing van)
–dicho sea de modo incidental- se ha aseverado: “la música de Egmont la creó Beethoven para
otras vidas, para otros mundos” (y esas vidas y esos mundos, en el 2009, todavía no están
aquí). Marx, escribió: para el futuro; no se ancló en las pobres lucubraciones coyunturalistas y
parroquianas de la identidad, diversidad o alteridad, del mercado, la democracia y la religión;
por el contrario, propuso ideas sobre la “sociedad” que viene: la comunista; humanidad
pensada de modo objetivo: en las leyes del movimiento del género, y en la acción racional y
valiente de grupos que representaban el porvenir, en modo alguno en términos dialogales de la
moral (Etica) abstracta, sino en los cruentos episodios de la batalla por conquistar la fase
superior de la existencia; de manera que el resultado histórico sea apreciado como efecto de la
1314

virtud que enaltece la vida, pues, es ella misma la que está en cuestión, en su condición de
unión de voluntad y estructura 1811 .
La citada fue la concordancia y el mérito inherentes a la presencia y al papel histórico
desempeñado por Marx: saber en qué punto del trayecto se hallaban él y el género;
concretamente: de qué sitio se procede y hacia donde indica el camino; ser capaz de
desprender de modo subjetivo del examen del recorrido humano espontáneamente realizado,
la conciencia de que hasta entonces el “ser social” simplemente había existido. Descubrir el
rumbo objetivo y necesario del movimiento de la especie, y asumir brillantemente el reto de
instrumentalizar la vida en la pragmatización del proyecto diacrónico ordenador racional de
las formas de existencia social a devenir: la vertebración de la dimensión dada en la
experiencia, con la advertencia de las normas de procedencia tanto natural como histórica, que
regulan la praxis humana, frente al objetivo de cerrar toda violencia; en suma: marcar el paso
con conciencia, organización y estrategia, sobre la determinación natural de la existencia,
aladeando los rigores del “destino” 1812 . En efecto, en la circunstancia objetiva particular, la
necesidad histórica devino en la gestación de tres episodios de notable influjo sobre el
movimiento de evolución del género humano centrado en la operación de sus fundamentos
inmanentes –empero, en este proceso de la mente, de diseño y de operación, incide la
presencia intelectual y política del gran Lenin-: 1) mediante la formulación científica de la
teoría de la plusvalía, “…Marx le asestó un golpe demoledor al capitalismo…” 1813 ; 2) con el
leninismo, strictu sensu: con la Revolución Socialista de Octubre, el sistema recepta el
impacto un nuevo hit (golpe de izquierda); y, 3) con la organización del primer Estado
Socialista: de la ex URSS y del Campo, sobre la sociedad clasista última se ejecuta la “suerte
suprema”; a continuación habría de advenir el proceso de construcción, defensa y expansión
del Socialismo hasta 1956, mérito que le cupo el honor a Stalin. A partir de este momento, el
pensamiento se mueve en los terrenos por los que la humanidad empieza a desprenderse del
exoesqueleto anacrónico: las relaciones burguesas de producción, esto es, de la coraza clasista
obstaculizante de su verdadero crecimiento intelectual, del cumplimiento de su misión
1811 Los detractores del marxismo cada vez y cuando creen haber encontrado fallas en él (que Marx no trató el
problema de “Género”, el “ambiental” –los dos los hizo Engels en “Origen de la familia, la propiedad privada
y el Estado”, y en el “Papel del trabajo en la transformación del mono en ser humano”-; que no abordó bien las
cuestiones de Estado, de la “ondas largas”, de la técnica, de la “transformación”, de la “pauperización”
–superpoblación absoluta-, del “valor de uso”, etc.); ahora bien, frente a la grandilocuente labor intelectual de
Marx: siempre han tenido que tragarse su veneno. Incluso han adelantado un argumento formal: que Marx tuvo
hijos fuera del matrimonio. Esta exudación estomacal no merece comentario alguno. Sin embargo, Marx, dio
una solución brillante (“después de 20 años de haberse planteado el problema”) al problema de la
“transformación”: en los casos particulares, la ley no tiene comprobación matemática (la esencia no coincide
con el fenómeno), sino tan sólo en el plano de la inferencia lógica; mas esta comprobación se torna matemática
precisa en el plano general del proceso de reproducción capitalista, cuando las ganancias se transfieren en el
interior de los vasos comunicantes del tráfico comercial de la red de empresas de escala y desarrollo diferente
(“ecualización de las ganancias”), la correlación entre pérdidas y ganancias, igualan la ecuación (desaparece
la diferencia entre valores y precios); y, Marx considera a la conciencia como la moduladora de las
determinaciones materiales. Finalmente, en torno de la paradoja por la que el concepto de valor/trabajo sería
insuficiente para explicar “el cobro que se hace al empresario por las externalidades negativas que provoca,
constituye un precio que no tiene trabajo”: el supuesto misterio salta hecho añicos cuando se advierte que se
trata de un adelanto monetario por el trabajo que se tiene que realizar para invertir en el retorno al equilibrio
perdido en los ciclos naturales.
1812 Marx, el pensador científico por excelencia: si Maquiavelo propuso la sentencia: “el fin justifica los
medios”; si Confucio sostuvo algo parecido al plantear: “¿Importa el camino si el objetivo está a la vista?”;
Marx, puso en términos objetivos dichas afirmaciones. En efecto, si el capitalista tiene su verdad (la
determinación de la acumulación conforme al afecto de la operación de la ley del desarrollo acumulativo del
capital y del género humano en su integralidad –pues, el sistema cumple un rol necesario en el camino
progresivo de la historia-, en permanente afectación al obrero); si el obrero tiene la suya (debe reproducirse
como clase, pero, la exigua prolongación de su existencia –tributo también dado su sentido en el itinerario
trascendental de la existencia humana-, tiene que hacerlo precisamente “a costa” del capital): “entre dos
verdades iguales y contrarias, quien decide es la fuerza” –C. Marx- (la violencia revolucionaria consciente,
científicamente programada). En efecto, un modelo mental no puede ser criticado por otro o declarado como
erróneo; los modelos mentales no luchan intelectualmente entre sí para convencerse, someterse o mixturarse;
los modelos mentales luchan por imponerse, lo cual implica la anulación de uno de ellos.
1813 El pensamiento filosófico totalizante marxista, asociado al proceso de develar y comunicar el pecado
sociológico original: la propiedad privada (fuente de generación de plusvalía: de explotación); y, la verdad del
modo de producción burgués –su secreto más íntimo-: la “acumulación originaria”, estratégicamente expuesta
–de acuerdo con su “método de exposición”- al final de su monumental obra “El Capital”, por razones
pedagógicas de concientización y de función revolucionaria.
1315

superior: el proceso evolutivo de comprensión del Universo partiendo de la dimensión
abstracta y su arribo a la concreta, momento en el cual la materia debe llegar a notarse a sí
misma, en su representación ideal.
El papel particular de Marx en los hechos humanos en curso es definitivo. En efecto, la
superación real del capitalismo empieza con Marx, esto es, con la producción teórica, del
concepto, del “capital”. Si una realidad problemática no alcanza a ser concebida simbólicosemánticamente
de forma objetiva, no es posible la toma de conciencia sobre ella y, tanto
peor, el plantearse operativamente la opción de la acción racional conducente a su tratamiento
y cambio (en realidad, el hecho anómico simplemente carece de existencia para la
conciencia). En la historia, la Bubónica fue una fiebre que diezmó a la población de ese
entonces, puesto que no se conocía su agente patógeno, el vector, su ciclo, su proceso como
enfermedad en el ser humano; sobre dicha dolencia se daban explicaciones y tratamientos
insólitos, falsas e inefectivos, respectivamente, mientras la mortandad seguía; únicamente
cuando se dominó de modo “epistémico” el hecho, se pudo actuar, controlar y dominar el mal.
El conocimiento es el arma más poderosa contra los problemas, tanto, que se dice que el 50%
(y aún en un porcentaje mayor) de la solución a un problema está en su entendimiento (en su
conceptualización científica), y Marx lo vio así, pues, el propio Marx, sobre la importancia de
su obra teórica para la historia: El Capital, se pronunció en los siguientes términos: “Es sin
duda la bomba más temible que haya sido lanzada jamás a la cabeza de los burgueses
(incluyendo a los terratenientes)”, (en adelante, en la conciencia de la gente se ha fijado la
explicación marxista de la desigualdad, de la pobreza, de los sufrimientos, así como las
verdaderas causas de la riqueza: el capitalismo, la explotación, la teoría de la plusvalía; el
rechazo poblacional al poder pende como espada de Damocles sobre la cabeza del capital
financiero-especulativo: en el mundo se seguirán arrastrando, ensuciando y quemando
banderas gringas). En verdad, si algunos devaneos es plausible balbucear de modo adicional
al proceso de compresión del movimiento histórico humano legado por el gran pensador ario
y su Escuela, lo cual es pertinente hacerlo –dicho sea de paso- en honor del Marx
representante teórico de la clase proletaria y del porvenir (del mil veces gran Carlos Marx;
para personas serias, reconocedoras y agradecidas: Marx merece tal elogio y muchos más),
con la pretensión de ubicarse en su legado teórico-ideológico y metodológico, dichas
anotaciones tendrían la estructura de contenido, que se expone en párrafos que siguen.
El principio reconceptualizador de las posiciones teóricas sobre el carácter de la
conformación humana de entre siglos, encierra la tesis de que el “capitalismo ha caído”
(hipótesis de trabajo, que permite pensar la realidad más allá de ella, esto es, en el marco
subjetivo de abstracción de las relaciones burguesas); el proceso de dilucidación sobre la
condicionalidad incidente, conduce a la mente a escarbar sobre la “realidad y su causalidad”:
el sistema de contradicciones, su movimiento. La antinomia primigenia principal, que impulsa
el esplazamiento evolutivo de la sociedad burguesa concurrencial (desde luego, una vez que la
lucha de clases señorial-burguesa en el campo se ha definido en favor de la última y de que
los artesanos en los burgos asumieran la modalidad de empresarios en la Europa nórdica hace
ya diez siglos), se estructura en la polaridad sincrónica capitalista-capitalista; el proceso luego
se mueve con la afirmación de la contraposición diacrónica capitalista-obrero; la antítesis
intrasocial sistémica que sigue, tiene lugar entre el capitalismo y el socialismo; el conflicto
posterior derivado de la defección socialista de la ex URSS, puso frente a frente al
imperialismo y al socialimperialismo; seguidamente los movimientos político-sociales de
diverso orden entran en escena y confrontan al sistema capitalista; finalmente, en la era actual,
la paradoja se vuelve compleja y global, en la que todos los enemigos coluden en su contra.
El proceso, que queda tibiamente descrito, está penetrado, no obstante, por la
contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción; el sentido
histórico general del mismo –según dicha perspectiva teórica- conduce hacia la evasión del
trabajo de la historia; el socialismo –por su parte- en el suceso, es y ha sido el motor adicional
al movimiento de la técnica dado en el marco efectista de las relaciones de producción
burguesas, en el camino de la automatización; la resolución del conflicto –por su parte- se
alcanza en la fase “neoimperialista” con la revolución subversivo/popular dada en el mundo
entero, de manera paralela a cuando la unidad marginal de la inversión se iguale con su
retorno marginal (esto es, en el momento en que la ley que caracteriza al capitalismo como un
sistema de reproducción autolimitado –la tendencia decreciente de la tasa de ganancia- deje
1316

sentir su efecto letal ulterior 1814 ). En la actualidad, la ley tiene expresiones múltiples: en la
compleja articulación entre el segmento humano imperial en crisis (EU, UE, Japón: la “guerra
de divisas” o comercio administrado, entre y de los oligopolios globales en su orden, para
reactivar su “balanza comercial”), en la emergencia de una nueva estructura multipolar
hemisférica (Rusia, China, la India,...: los BRIC, por sus siglas), en la formación ciudadana
(mundana) de la especie y en la consolidación de la forma productiva de la “economía
solidaria” en los anteriores anillos neocoloniales del planeta (América Latina); en amalgama
con la operación de la estructura (el carácter autónomo y autoconducido de la técnica), es
decir, a las espaldas de este proceso, en paralelo se mueve la ley natural de la historia.
América Latina, para el 2011, ya superó el acceso a Internet a EU y la UE; ¿se debe el suceso
a la mejora en sus economías?, o, ¿se trata, mas bien, del efecto propio de la tecnología sobre
las relaciones sociales: la ley de Moore?; se corresponde con la necesidad de hacer negocios
por parte de las empresas vinculadas, contraproducentemente a la competencia, al crecimiento
empresarial extensivo y al cambio en la psicología social.
La fase social (capitalista) de la humanidad, es la forma histórica más apropiada,
eficaz, eficiente y “amigable” –los hechos registran dicha índole-, para producir las
condiciones de conformación ontológica del ser humano postproductivo (“metahumano”,
“sociedad de la inteligencia, del conocimiento, de la espiritualidad”,...), su aporte principal
consiste en llegar a ser el supuesto, de modo que el ser humano pueda realizar sobre él, la
potencia de la propiedad evolutiva más encumbrada y final: la inteligencia. Con el capitalismo
termina la etapa de producción de las condiciones materiales sobre las que se enseñorea el
mundo nuevo: la comunidad humana automatizada, en la que su modo de actuación, en
disposición de esta misma, como marco en el que continúe y se consolide el carácter
progresivo de la esfera del conocimiento objetivo, es la “democovivencia” (la definición de
este término raro es: estructura de integración humana en la que cada ser realiza su vida el uno
al lado del otro sin afectación negativa; la vertebración se logra en el momento en el que cada
uno busca alcanzar un objetivo metahumanamente impuesto espontáneamente confluyente: la
máxima preparación intelectual de carácter realista –algo parecido a la decisión individual,
que toma cada ser en la “sociedad” cuando debe movilizarse para alcanzar el sustento: la
“mano invisible”-; por lo que el ser humano dialécticamente está sometido, pero la parte en la
que reside su libertad, es en el cumplimiento de la tarea con conciencia: la excelencia). Por
tanto, la humanidad, a la fecha, se encuentra casi lista para iniciar la realización de su nueva
proeza: liberada la inteligencia de toda distracción (acumulación, hedonismo, mitologismo,
culturalismo), la mente puede marchar sobre la conquista del plano extremo de su realización
absoluta.
Dicho de otro modo, el “proceso de producción” al pasar a dedicación exclusiva de las
máquinas, substrae de él, la presencia del trabajo humano (detracción de la ley del valor); esta
transformación radical en la historia, suprime las relaciones entre seres humanos en esta
específica esfera; en substancia: la estructura económica, la base de soporte actual del edificio
social, cede y, con ella, la colosal superestructura sobre ella edificada. En la nueva forma de
sociedad (en la “nueva era”), no obstante, persisten ciertas formas de institucionalidad y
organización, de coordinación de las acciones humanas y de gobierno sobre los medios
automatizados de “producción”; en suma: la humanidad se transforma en institución, en
corporación universal. La supresión conjunta de estructura y superestructura, no anula la
ideología en su acepción amplia, no clasista: como concepción elaborada post científica
(filosófica) del mundo, tampoco inhibe a la ciencia (lo cual indica, que las formas de
conciencia social son esferas distintas de la superestructura 1815 ). En lenguaje gramsciano:
1814
El descenso de utilidades con su efecto subsecuente de crisis, no es el factor definitivo de la caída de la
estructura burguesa de la formación humana; como se conoce en círculos de pensamiento marxista
revolucionario, es el agente en cuyo ser se encarnan las determinaciones del porvenir, el que debe actuar y
destruir al sistema; pero, según lo ya hecho por el proletariado, el progreso incesante de las fuerzas productivas
recogen para sí ese papel, y en el cual se subsume la acción de la voluntad.
1815
Gramsci ubica a la ideología (y a la ciencia) en la superestructura; Althusser sitúa en la sobreestructura,
tan sólo a la ideología y no a la ciencia; la persona que borronea estas notas, en cambio, coloca en el nivel
último, superior, en el de la supraestructura: las formas de conciencia social, a la ciencia y a la ideología; es
obvio, dejando de lado, en esa clasificación, el imperativo riguroso científico y metodológico, otorgándose
prelación, mas bien, a la mente y a la forma en cómo ésta capta, procesa y mira el mundo. Para el caso
concreto, del edificio social: base económica, superestructura jurídico-política y formas de conciencia social,
éstas últimas son las que quedan; pero también éstas se pierden en las fronteras del movimiento de la historia:
1317

supervive la “sociedad civil”, la “hegemonía”, pero en la abstracción del “bloque histórico” o
en su generalización; hecho que se produce, de ningún modo por disolución de la “sociedad
política” (absorción), dada por la consolidación de su antípoda, sino debido al desarrollo e
imposición de las “reglas” del trabajo maquinizado.
Esta constituye la superación y la diferenciación definitiva de la nueva humanidad,
tanto de su raíz natural-orgánica, animal, esto es, de su raigambre ontológica primigenia,
como también de su pasado histórico constitutivo, quién queda atrás, respecto del cual las
presentes generaciones también lo integran, por “desventura”. En la protohistoria –período
precapitalista y del seno del cual emerge la prehistoria capitalista-, incluso la índole
transformadora del ser humano no constituye objetivo superior alguno distintivo de la forma
suprema consciente de la materia; pues, solamente cuando el ser humano inaugura la
dimensión política, empieza por desembarazarse de ese pasado instintivo atesorador,
acumulador. El ser humano advierte su nueva razón de modo natural, exigido y necesario: el
conocimiento (los europeos se han adelantado en dicha percepción futurista y en tal
pronunciamiento; eso se debe al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas alcanzado por
este grupo poblacional en el planeta). Los leones se encuentran en el mundo para “depredar”
impalas; éstos últimos, han sido puestos en la naturaleza para devorar pasto, todo como parte
de la operación de un proceso estocástico de autorregulación equilibrador traumático cuasi
infinito de la biomasa; el ser humano (además de aprovechar, destruir –transformar- el
entorno natural y regular racionalmente su equilibrio) “viene puesto en el mundo” para
conferir sostenibilidad a la vida, para incrementar las unidades biológicas de la inteligencia:
para reproducir en forma ampliada la conciencia, en el marco de la continuidad de la
evolución general de la materia hacia la noción de su ser en la dimensión ideal. Este proceso,
tiene su “vía crucis” camino del Gólgota.
Las necesidades y los problemas cotidianos, las inquietudes, aun para las personas que
han alcanzado el nivel del pensamiento universal, de punta, se constituyen en antídoto a través
del cual el ser humano puede salir de las fauces del existencialismo (el “genio” –que es útil en
sentido histórico, científico y técnico para el género- experimenta problemas de salud, debe
comer, tiene una familia,…, todo eso le distrae). Las religiones se hallan exentas de la
contrariedad, que deriva de esa incomodidad: ellas pasan en permanente recreo, como los
niños, pues, su objetivo está fuera de este mundo y hacia él apuntan en el marco terreno de
aceptación, integración y promoción del orden (curas, evangélicos y capitalistas, todos
constituyen un sinérgico lastre); es, en verdad, una manera gratuita, fácil, oportunista, de
superar el desconcierto vital, de evadir la responsabilidad de saberse poseedor de conciencia.
La aceptación de la razón conciencial en un momento dado, en cambio, proviene de ella
misma, o sea, de un argumento simple, debido a que se puede decir: “soy un átomo de la
materia consciente, efecto directo del proceder estocástico de fenómenos primigeniamente
inorgánicos”; mi deber es aprovechar ese “don”, captando/transformando la realidad para bien
general, esto es, desempeñando esas funciones adecuadamente. El tramo actual, denominado
pomposamente “posmodernidad”, tiene algo de todo: percepciones del pasado, figuraciones
presentes y previsiones en esbozo, se entremezclan en él. Una de ellas es la recusación tardía
del capital contra su antípoda teórica, eficaz, de siempre: el marxismo (postura, que aparece
como una inocente posición intelectual autodenominada “ruptura de paradigmas”); ánimo que
trasunta la esperanza de la muerte del contrario únicamente por declaración retórica, por
efecto de la idea posmoderna en torno a que el “pensamiento mayor” (en ciertos círculos se
sostiene, que la Filosofía misma es una aberración de las construcciones teóricas marxistas),
ha caído en desgracia a favor del neoindividualismo de naturaleza tecnológica, del
particularismo cosmovisivo y la tolerancia, del facilismo sensualista no complicado de la
existencia.
El conocimiento –principalmente el objetivo y totalizante, al que se lo recusa con la
noción posmoderna de “ruptura”- ha sido siempre factor de liberación (de allí la presencia de
la institución llamada: de las “Reducciones”, instaurada en las coloniales españolas
americanas); Cristo aseveró -se dice-: “la verdad os hará libres” (así mismo es: el
conocimiento total, objetivo, provee capacidad de maniobra al ser humano, de elección, de
liberación –la plusvalía, la explotación como razón de la pobreza; la integración de los cuatro
constantes cósmicas; la conciencia como internalización del saber del mundo), en tanto
la ciencia lo hace primero al pasar a proceder como ideología, finalmente algo similar ocurre con ésta, al
concluir todo el ciclo humano.
1318

Gramsci sostuvo: “sólo la verdad es revolucionaria”. Liberación, en efecto: del “despotismo”
natural, de la dominación de clase, de la mitología (de la peor forma de sometimiento, puesto
que en ella se halla implicada la conciencia, supeditación a dioses, demonios y castigos; el
haberse pasado toda la vida rezando, predicando, y al final: Este no aparece por ningún lado),
de los misterios de la materia. Empero, la liberación de la vida, de la sociedad y de la
conciencia, ha tenido siempre en frente la conspiración (negatividad no conservadora, si
impulsora del desarrollo, en cuanto presupuesto de la contradicción): la naturaleza, con su
estructura dual: sistema de causas y sistema de efectos (Coraggio, José: Territorios en
transición), ha ocultado su esencia –la ciencia la ha sometido-; la sociedad, a través del
ocultamiento perceptivo de la ideología de clase –el proletariado lo ha defenestrado-; y, de la
materia en general, por el carácter infinito tanto en su dimensión macro como en la micro
cósmicas –el poder de la mente total, debe supeditarla. En la juventud, en el momento en que
rige la sensación de poder “energético” corporal sobre la vida toda, se podía haber
sentenciado que: si bien no se sometió la decisión de llegar a ser al arbitrio personal, el
orgullo de la voluntad reivindicadora debe ser quien ponga fecha al término de la existencia,
pero no sin antes haber batallado en alguno de los frentes citados (en el político y/o en el
científico), es obvio, ese honor, también es histórico y estructural (por su parte, las nociones
convencionales ligadas al sistema, en cambio dicen: “sin antes haber sembrado un árbol,
procreado un hijo y escrito un libro”). No se debe perder de vista el hecho de que el ser
humano es producto de la operación ciega de la materia; su existencia representa el éxito de
un proceso, que ha tendido efectivamente hacia la optimidad; pero la presencia de la
conciencia por sí sola, no es la realización de dicho éxito: esa sería una muy pobre visión de la
esencia humana (lo cual significaría otorgar concesiones de principios, que dejarían inerme al
pensamiento objetivo frente a idealismos subjetivistas de toda laya); el ser humano –por el
contrario- ajusta cuentas con su pasado indeterminado en el momento en el que toma
conciencia de los hechos cósmicos, domina sus leyes y empieza a controlarlo: a modificar su
existencia y a conducir a la materia en general (el caos, las hipótesis de la Física Cuántica, son
superados en el orden dado por el poder del conocimiento suprahumano profundo de la
realidad).
En la exposición de ciertas ideas adicionales, sobre la tópica abordada en líneas
expuestas inmediatamente arriba, de conformidad con el tratamiento intelectual de la misma,
que por poco raya en la pura intuición (lo cual es –por otra parte- casi, casi: un bochorno), se
comenta una experiencia. Un camarada del fulano que se entrega a garabatear estas
anotaciones, al discutir sobre cuestiones atinentes al sentido de la existencia y al advertir
cómo siempre se llegaba al vacío mutuo, concluyó: “tengo que encontrar pareja, procrear y
dedicarme al cuidado de hijos inmediatamente -tenía, a la sazón 40 años-, puesto que veo que
es la única manera de darle sentido, utilidad y deseo de vivir a la mente –de mantener ocupada
la mente de este intelectual de altos quilates-; pues, en verdad, saco muy poco reflexionando
hoy, en virtud de que mis ideas resultan rudimentarias con respecto al prodigioso pensamiento
que surgirá en el mañana; claro que las ideas de hoy –continuó- ayudan mucho, pero al ser
superadas perderán su valor de todos modos” 1816 . Cada ser humano debe cumplir las tareas de
su tiempo, no solamente de acuerdo al dictado de la determinación histórica, sino también de
aquella condicionalidad, que proviene de la ubicación en la estructura social; para
conseguirlo, debe trabajar a fin de sostener la base orgánica personal (y al hacerlo, contribuye
al sostenimiento de la naturaleza humana), con lo cual poder realizar esa responsabilidad. Si
no se encuentra sentido para la vida fuera de la existencia misma (como es el caso de las
religiones), hay otros argumentos que conducen (en la mayoría de casos) a impedir dejar de
ser antes de tiempo: el instinto de conservación y la presencia de dolor; la sensación de
encierro, la oscuridad y descomposición del cuerpo humano en el sepulcro; la costumbre de
vivir, de experimentar; y, los momentos de belleza (la niñez, las flores, la salida y la puesta
del sol, el azul turquesa profundo del mar,...).
Es obvio, que los propósitos que vienen adheridos a la vida, que se los descubre o se
traza racionalmente, relativizan el “apotegma”: “se nace para morir”, lo cual conduce a
precisar, que la vida debe ser bien vivida, precedida de argumento propositivo cabal; el
sentido de la vida (las tareas del propio tiempo y situación) debe ser racional, consciente,
solamente para hacerlo bien. Bueno: y, ¿para qué? Si –por ejemplo, como ya se ha dicho y se
1816 Diálogos, en Quito, en el año 2003, con el señor Econ. MSc. Francisco Guerra Prócel.
1319

ecuerda- el Cóndor andino llegara a adquirir conciencia de su “esencia”, la cual le proveería
de ubicación y sentido en el mundo: como especie carroñera que debe intervenir forjando las
condiciones de equilibrio natural, podría negarse a cumplir su destino por encima de su
sujetación a la misma y –con esa actitud- hacer fracasar la obra de la naturaleza, puesto que
juzgaría indigno tener que alimentarse con carne descompuesta; no obstante, su rol es
impactante para el resto: eh ahí el sentido de su vida, en el cual incluso encuentra satisfacción,
goce, felicidad, realización. Si el propósito de la vida –en el ser humano, por supuesto- se
circunscribe a alcanzar una profesión, formar un hogar y crear las bases para que los hijos se
hagan con el éxito, es decir, la repitencia por ellos, de lo hecho por sus padres, la urgencia
–dicho sea de paso- es no dañar la naturaleza, propender a la igualdad, propiciar las
condiciones para que el ser humano se desarrolle multifacéticamente en libertad, etc.; bueno:
está bien; pero si el objetivo de la conciencia es alcanzar el dominio espiritual y material del
todo, la cosa cambia, y lo hace en la medida en que la aspiración de dominarlo todo no es
vista como una pretensión tan sólo de las futuras generaciones, sino como un deseo actual,
frente al cual todas los desafíos de coyuntura se relativizan. La naturaleza puede existir sin el
ser humano; no obstante, el proceso evolutivo de la materia: ¡no!, puesto que el fin último
de su ciego devenir, es dejar esta ceguera e inaugurar la fase consciente. Se ve cómo el
proceso material todo va hacia la conciencia; para conseguir ese efecto superlativo,
grandioso, no hay otro medio, que no sea el recurrir al ser humano (la “teoría del caos”, la
de la “indeterminación”, la Física Cuántica, finalmente son reducidas a polvo por la acción de
la razón total, incluso a la manera de la realización del sentido de la prédica religiosa acerca
de la presencia de ese Ser poderoso, que movería al Universo).
La materia sigue su desarrollo a través de la idea; la idea, no obstante, es tan sólo el
movimiento superior de la misma materia. El ser humano, una vez llegado a un determinado
nivel de progreso intelectual y técnico, procede a guiar a su Madre (la Materia), también sobre
los hechos determinados, puesto que incluso sobre ellos, de todos modos opera la
indeterminación. ¿Con que objeto? Con el fin de autodotarse de garantía en la existencia y
para que la realidad opere con economía, al no desperdiciar recursos y “tiempo” en realizar
varios intentos antes de encontrar el “correcto” (como en Darwin: Evolución de las especies
por selección natural), mostrándole la alternativa adecuada. Con la presencia de la conciencia
y con el dominio cada vez más grande sobre las fuerzas naturales, el ser humano fija el rumbo
del movimiento natural y pasa a comandar el proceso hacia el fin prefijado (inscrito en las
determinaciones del movimiento material), el cual consiste en conseguir el triunfo del
movimiento intelectual dado en la representación de la realidad en su totalidad. La presencia
activa de la conciencia sobre las grandes dimensiones del Universo garantiza que el actual
movimiento de la materia no quede trunco, o sea, que acontecimientos aleatorios frustren la
actual perspectiva abierta por la operación del Universo. Sin esta intervención ni Dios puede
llegar a ser, puesto que el ser humano está en camino de concretar la idea de Dios, o Dios no
podría llegar a ser conocido por la ciencia. ¿Qué queda? ¿Implorar la misericordia de Dios o
apurar el desarrollo científico-técnico, de modo de hallarse preparado para controlar, someter,
torear o usar las fuerzas naturales?
En una palabra: el movimiento de expansión del Universo (de la Materia que ha
adoptado esta forma) pone las condiciones para la apertura de la conciencia; mientras que la
renuncia de la conciencia a ser (concluye la fase “tercera naturaleza” de la humanidad: fusión
de la inteligencia natural con la inteligencia artificial, sinergia, que es el “instrumento”
–conforme al sentido hegeliano- del tamaño del Universo), coincide (debe) con el
advenimiento de la segunda fase: la implosión (una vez que la conciencia ha hecho todo, que
la propiedad más singular del Universo: la inteligencia, se ha realizado plenamente
produciendo la representación teórica de la Materia, no tienen sentido más su presencia,
puesto que el objetivo ha sido alcanzado y las potencias de su propiedad: plasmadas). El ser
humano conocedor de todo, puede incluso incidir sobre los plazos y operación de las fases de
expansión/contracción del movimiento pulsátil, de “acordeón” del Universo (de los
movimientos de “sístoles y diástoles” del shungo real universal -incluso el sol, ese potente
reactor nuclear, se comporta de ese modo-; movimientos eternos del contenido-materia y de la
forma-universo); pero, ¿lo hará?
En el caso concreto de Marx, justipreciar en su entera magnitud el talento teóricopráctico
de este ser humano colosal, sobre cuyos hombros se han “construido” las anotaciones
contenidas en el presente documento, predetermina la asunción de una actitud de radical
1320

enuncia a posturas subjetivas y de hostilidad en la apreciación y en la actitud, tanto de
aquellas que se desprenden del mesianismo como de las que le son inherentes al pensamiento
burgués (el librecambismo económico). En una palabra: siempre que se actúe con objetividad,
sólo entonces se presenta factible advertir y recuperar el carácter distinguido de este
personaje, en el que se funde (objetiva y subjetivamente) el corte del ascenso efusivo clasista
social y el “descenso” racional por vía natural, de la historia. O sea, la deducción intelectual
del proceso de movimiento y modificación esencial de las relaciones humanas: la pareja
trabajo y propiedad privada sobre los medios de producción se anulan en conjunto, pues, el
trabajo engendró a la técnica; ésta, al llegar a su fase más alta, anula a aquel y, con él: a la
propiedad (el trabajo sostiene, tanto como la propiedad privada, a las formas clasistas de
agrupación humana; la naturaleza y la "segunda naturaleza", en cambio, soportan a las formas
no clasistas humanas, sin presencia del trabajo esclavo, servil, salarial -el comunismo
primitivo en su fase primera y el comunismo cibernético). El proceso desemboca, finalmente,
en la entrada en la historia de la fase aquí nominada como “tercera naturaleza”, esto es, de ese
período de la vida, en el que predomina el sistema automatizado de producción, de
artificialización creciente de la inteligencia, de regulación automática cibernética y del
ascenso de la índole de perfectibilidad humana (“concepción científica del desarrollo”).
En consideración a lo expuesto, en virtud de que no es posible encontrar parangón
intelectual revolucionario precedente, se torna, a la vez, difícil presuponer la emergencia de
hecho similar o superior al marxista, en la realidad que viene, pues, su condición generatriz: la
contradicción más violenta condicionante del flujo social venidero entre el capitalista y el
trabajador o entre propiedad privada y trabajo, está siendo superada (de hecho, van a haber
cerebros poderosos en el futuro, sin embargo, éstos ya no tienen signo natural, sino el efecto
de la neurogenética 1817 ). Por otra parte, la tarea intelectual del colectivo humano subsecuente,
cuyo propósito consiste en llevar al plano de la conciencia la estructura de la realidad y su
movimiento, al momento detenta soporte en la cibernética del conocimiento. Ahora bien, en
análoga perspectiva, las reglas que han normado hasta hace poco el proceso de acceso a la
verdad relativa, que fueran proclives a destacar a sujetos aislados como los depositarios de las
genialidades, históricamente están variando: hoy el proceso de producción de conocimiento,
al haberse constituido en fenómeno complejo y profundo, requiere de la acción asociada de
cerebros, los cuales deben hallarse pertrechados de amplios mapas cognitivos, a más de contar
con el soporte de toda una red de ordenadores (como es fácil advertirlo, con el “paso del
´tiempo´”, a estas máquinas se confiará la responsabilidad completa un día, del acto del
pensar); la proeza del pensamiento, por su parte, solamente se torna realizable, si se lleva a
cabo en el marco de una progresión cognitiva sin prevalencia intuitiva. Es posible –además-
que el ser humano conquiste la inmortalidad, mas es difícil que ésta consiga tal suerte “para
sí”; una vez alcanzada, el objetivo opuesto debe prevalecer; esto es, renunciarse a ella (¿Qué
respecto de “conocer el futuro”? Se presentan dos posibilidades: 1.- cuando se edifique
conscientemente dicha realidad, ella podrá ser reflejada en la mente, en la medida en que el
mundo objetivo es el presupuesto de la idea; y, 2.- en el momento en que se domine el
conocimiento completo, esto es, en el instante en el que se haya llegado a la intelección de los
procesos: su constitución y su multilateral acción recíproca, se puede antelar la estructura de
la realidad en el formato de la idea).
En lo tocante con el carácter de solidez histórica de la doctrina marxista, se sentencia
que: ¡jamás el marxismo estuvo en crisis ni lo estará, como malintenciosa y machaconamente
pretenden “ilustrar” algunas posiciones intelectuales posmodernas!; es el folclor de ciertos
divertimentos ideológico-teóricos de pretensión autocrítica, la falsa conciencia, que propala
tales argucias. Se ha dicho por parte de ciertos “defensores” y adversarios de la ideología
científica del proletariado, en su orden, que el marxismo no es un dogma, que no es la única
manera de dar cuenta objetiva de la realidad (“con estos ´amigos´, para qué los enemigos”),
que se trata de una “versión muy escolar” y atrasada de la historia (¡carcosos, de lengua
laxa!) 1818 . ¡Nada de eso es cierto! Por el contrario: en dichas aseveraciones se transparenta,
1817
La “genialidad”, en su acepción clásica (anhelantemente esperada, precisamente cuando ya no es del todo
necesaria como recurso del capital), en adelante viene por el lado de las máquinas y de la neurogenética, mas
no por la “estimulación temprana” ni por cosa que se le parezca.
1818
Algunos teóricos de “izquierda”, con presunción, como Kohan (gramscimarx – PDF-XChange Viewer),
pero, sobre todo, ciertos ideólogos al servicio del poder del capital hemisférico, se complacen en tratar a Marx
como a un “ser muerto” y –en el caso de Kohan, a sobrestimar a Gramsci-. Demás está decir, que este
1321

tan sólo una exudación tóxica de clase, proveniente de la cabeza de estos infidentes. El
movimiento de la realidad dinamiza y conforma el pensamiento; la intrinsicidad dialéctica de
los hechos define una sola ruta de objetividad en la conciencia, el pluralismo gnoseológico
–en ese sentido- es una ficción, en la medida en que “contradice la real unidad material del
mundo”; mientras que la complejidad –y modernidad- de una forma intelectual, deviene de la
necesidad histórica y de la demanda de sus determinaciones. Ahora bien, la política de
actualización del pensamiento “que impone la historia a toda la especie”, como medida
conducente a ubicarse en el mayor grado de objetividad epistémico (no “cambio”, pues, ese
giro rayaría en el revisionismo) implica asumir conductas que permiten “reconocer el curso
presente del movimiento social, lo cual es una virtud, no un defecto”; no es sensato también
“adherirse dogmáticamente a posiciones, que la historia ha demostrado, han quedado atrás”.
Se reprocha a Marx el no haber abordado la etapa imperialista (y la “imperial”: ¡bah!),
el “problema” de la “hegemonía”, el de las “legitimaciones”, el atinente a la concreción del
poder en la red “microfísica”, las llamadas “nuevas determinaciones del Estado”, la sociedad
disciplinaria, la de control, es decir, las esferas económica, política e ideológica en sus
expresiones contemporáneas, posmodernas. No se tiene en cuenta que Marx produjo
científica, certera, rigurosamente la más grande intelección sobre la realidad: superior a la de
cualquier otro pensador en la historia, amén de su actuación política militante; vivió en una
época concreta y vio más allá, marcó lúcidamente el rumbo teórico y político para la clase y
para la especie toda (su actitud fue pionera, pero no intuitiva), en el lapso de apenas cuatro
décadas, casi sin antecedente (Hegel heredó la dialéctica mistificada; Feuerbach, el
materialismo mecanicista; los socialistas franceses –Fourier, Owen, Sain Simón-, el
socialismo utópico; Ricardo, la “teoría del valor” en sus rudimentos y envuelta en anteojeras
de clase; compartió escenario con Proudhon, Kropotkin, Bakunin: anarquismo y con Duhring,
Lasalle: filosofía-política pequeñoburguesa) y en medio de tanto intríngulis desmoralizador
imposible de encontrar el verdadero rumbo en su seno: idealismo, metafísica, positivismo,
mitología religiosa, pensamiento burgués liberal, Marx toma, sintetiza y le da forma definida
a los esbozos teóricos anteriores; luego, a su vez, en tal “antecedente” se encontraron insumos
que se tornaron potentes en manos de Marx: el método dialéctico, la teoría del valor/trabajo y
la de la “lucha de clases”. Algún personaje, dándose de ladino, de muy observador (del cual
no se recuerda el nombre), en son de mofa demeritadora, había dicho, que Marx “escribió y
reescribió El Capital”. Eso es verdad. Ahora bien, los principales inventos y formulaciones
doctrinarias jamás fueron producto de un solo ejercicio en la perspectiva mozartiana (pues, se
dice que el gran compositor vienés: Mozart, transcribía de corrido y directamente en limpio
sus partituras): la bombilla eléctrica, el aeroplano, la Tabla Periódica de los Elementos, la
oveja Doli, la Mecánica Clásica, la Teoría M, en todos ellas muchos ensayos fueron precisos,
llevados en el laboratorio de los hechos o en el de la mente. Una vez alcanzado el prototipo:
múltiples aplicaciones de él.
En una palabra, el mérito de Marx es haber comprendido y articulado la Filosofía, la
Economía y la Política: haber integrado dichas “materias primas”, tales “abstracciones
iniciales” (buenas/malas) en una formación teórica armónica, dialéctica, crítica,
revolucionaria (doctrina); haber diseñado el método para la producción de conocimiento
científico: “elaboró el método a través del trabajo de investigación” en Los Grundrisse (la ley
que precede el origen, constitución, movimiento y cambio de la realidad social; la separación
maravillosa, en el estudio de la sociedad, en tres momentos: en su “cuerpo”: la estructura
actual, en su historia: teoría de la génesis y, en su devenir: la ley de la mudanza) e
inmediatamente haberlo aplicado sobre la marcha, sorteando asombrosamente el peligro de
las equivocaciones; el haberse desenvuelto en el interior de un modo de producción teórico
(materia prima, métodos, técnicas), praxis en el interior de relaciones sociales (económicas,
políticas e ideológicas); el haber producido (sin necesidad de la “división del trabajo”, de la
especialización: por un lado la doctrina, por otro el método y por un tercero la aplicación de
los dos en la producción de conocimiento), la concepción científica real de la forma humana
capitalista y de la formación humana en general; y, el haber fusionado la práctica teórica con
personaje solamente reduce el pensamiento de Marx a la economía, pues, los más grandes teóricos como el
propio Gramsci, Lenin, M. Adler, Togliatti, Luxemburgo, A. Kohen, Althusser, el Che, Mandel, Poulantzas,
Miliband, O´Connors, Derridá, Jameson, Castro, Castells, A. Cueva, la Teología de la Liberación, la Teoría de
la dependencia, toman como punto de referencia los presupuestos teóricos desarrollados por Marx y Engels en
la esfera política.
1322

la práctica política revolucionaria, en la que fuera aplicada la teoría (El Capital), la estrategia
(Las luchas de clases en Francia) y el diseño propositivo (El manifiesto del partido
comunista, El programa de Ghota) 1819 . En cierto modo, de la lectura del Prefacio: “Del
capital a la filosofía de Marx” escrito por Althusser (Althusser, Louis y Balibar, Entienne.
Para leer El Capital, Bogotá 1967), se puede advertir la grandeza teórica de Marx: allí se
hace algo de “justicia”.
Marx hizo más de lo que se pudo. No es serio, por tanto, que se venga ahora a exigir
productos teóricos sobre realidades no presentes; aun así, Marx se adelantó a todos respecto
de hacia dónde conduce el desarrollo de las fuerzas productivas y sobre el destino-meta de la
humanidad. Es verdad, por otra parte, que todo ser humano actual está siendo conducido por
la propia historia a modificar su pensamiento: a reconocer por dónde ha ido y está marchando
ésta; pero en el marxismo “hay valores, que permanecen con una fuerza denodada, que han
nutrido al espíritu de la humanidad, que han incidido positivamente en todas las formas de
organización social: han enriquecido el Derecho e incluso, han incorporado una concepción
ética sobre la moral, como compresión de la historia”, que son, por tanto, permanentes y
tienen carácter trascendente. No obstante, la cosmovisión filosófica, científico revolucionaria
marxistaleninista, “siempre siguió y seguirá una línea propia”, no puede, por tanto, “ni
siquiera coexistir pacíficamente con la ideología burguesa” o con sus variantes atenuadas o
embozadas; su desarrollo, en consecuencia, es propio. Luego, si en este documento se rescata
el valor de ciertos personajes relevantes del saber y la política, se debe a que ellos han
elaborado tesis genuinamente científicas (Sagan, Hawking), que han “ejercido influencia
social y han confirmado el Materialismo Dialéctico”; mientras que otros han asumido
posiciones críticas a la componente ideológica del sistema y actitudinal a su modalidad
conductual (J. Roncalli, de Chardin, E. Cámara).
En el presente y a futuro, en su orden, siempre ha habido y habrá un marxista, que
rescate y desarrolle el pensamiento marxista: la fuerza de su formulación lógica, su
repercusión en la práctica y las determinaciones derivadas del movimiento ascensional de la
materia, constituyen los principales factores, presupuestos de ese proceder. En su momento
fue el gran, el portentoso F. Engels: pensador potente, luego V. I. U. Lenin, C. Zetkin, I. V. D.
Stalin, Rosita Luxemburgo, A. Gramsci, L. Athusser, A. Cueva, F. Velasco, J. Hurtado; hoy
son: A. Quijano, M. Dobb, P. Sweezy, P. Barán, J. O´Conors, Weldes, Hunter, Burawoy,
Rowthorn, Grosmman, Mattick, Yaffe, Shaikh, Amín, Katz, M. Harnecker, D. Guerrero,
Castells, Pierre Garnier, J. Derridá, Alfredo Castillo, J. P. Feinmann. En el planeta: alguien
lee o relee alguna obra de Marx en pleno Siglo XXI; pero, lo hace, no porque quiera encontrar
en el gran pensador ario, el satisfactor para sus gustos literarios: por simple divertimento, sino
gravemente para aprehender elementos teóricos, que le orienten en la comprensión y acción,
del y sobre el mundo presente: el de la “posmodernidad”. A continuación de la
“deconstrucción”, quedan en el pensamiento dado de Marx, nociones seleccionadas unívocas
con la trama ontológica básica del mundo, las cuales tienen el carácter de “útiles teóricos”, en
la medida en que permiten articular los variados componentes de la percepción en torno del
escenario hemisférico puesto para la humanidad. En efecto, si una de sus obras es leída, es por
cuanto la misma goza de sentido, puesto que contiene convicciones, que son parte de la vida,
de la cual es (sigue siendo) su representación, y en tanto tal: existen como ideas. Si tales
convicciones e ideas, son en sí mismas pareceres vigentes, en su condición de planteamiento
lógico de lo histórico, este último hecho releva de continuar sosteniendo la discusión de si
Marx es un espectro o si es también realidad.
1819
Marx encontró y desarrolló de modo científico el principio de la exposición teórica y su subsiguiente
conformación de ésta (discurso) en torno de aquel (principio), como por ejemplo: producción, distribución,
intercambio y consumo; expuso sus tesis científicas, inmediatamente pensado en su función política, como por
ejemplo, ubicar de modo intencional la tópica sobre la “acumulación originaria” al final del primer tomo de El
Capital, a fin de que el lector o el activista político, no olviden el origen criminal del capital (dixit K. Kosik, K.
Colliot-Thélene); el punto de partida y el punto de llegada de sus estudios se halla supeditado a imperativos
lógicos y críticos (políticos), porque Marx tenía ya la totalidad histórica y burguesa de la vida completamente
concebida en la cabeza (K. Kosik). ¿Con qué conceptos golpeó Marx al capitalista? Con el de “valor” (la
riqueza procede del trabajo, no del capital), con el de “plusvalía” (el trabajo usurpado acumulado, es la
riqueza del capitalista), con el de “acumulación primitiva” (el despojo violento de los medios de producción,
creó al trabajo, al obrero); con los de la crítica a los de familia, propiedad privada y Estado (instituciones
históricas sustento y garantía de la reproducción capitalista) e ideología (en una de sus acepciones: engaño del
poder).
1323

Sobre “nuestro ‘héroe’” (sic), se comenta un episodio sencillo, casual. En una ocasión,
cuando joven, muy joven (20 años, en 1980), la persona en cuestión en este trabajo, en que
daba los primeros pasos en el marxismo, naturalmente: en el ámbito ideológico, social, no
riguroso de la ciencia, esto es, mas bien voluntarista, emotivo y directamente
“revolucionario”, al sostener un diálogo serio y demasiado elevado (eso se creía, en la
circunstancia) con una persona mayor, que frisaba los 50 años, la cual había decidido
dedicarse a estudiar Economía en la Universidad Central del Ecuador, como dicente y
personaje de izquierda se le dijo que Marx era una mente poderosa. Para sorpresa personal
(hecho que se produjo, puesto que siempre existe la posibilidad de esperar que se sospeche,
merme, relativice el talento y la personalidad de Marx blandiendo múltiples razones incluso
muchas de ellas ignaras), el maduro señor estudiante de Economía, contestó que “Marx es
único, pues, la historia no ha dado un ser –pensador/actor- como él”. En ese instante, el
mutismo se apoderó de quien inquirió y recibió merecida respuesta; era verdad, lo que se
escuchó de Marx, pero no se tuvo entera conciencia del sentido de la respuesta, no hasta hoy
en la madurez, en que quizá se ha llegado a tener similitud de edad que el señor de la opinión
de entonces, cuando se ha releído algunos documentos de Marx, en momentos en que se
conoce el pensamiento vertido sobre Marx de tanto gran cerebro, sincero, bueno, serio, en la
medida en que se es consciente de lo que ha desatado Marx en la ciencia, en la realidad, sobre
la proyección de ésta. En realidad, Marx: inteligencia no superada todavía ni superable.
No podía faltar, en este “homenaje”, transcribir la pieza académico-literaria más
hermosa, única (por su coherencia, por su ilación, por su portentosa profundidad y virtud
sintética), en su sentido filosófico, científico, lógico, histórico, salida de la pluma de Marx, eje
nodal del pensamiento científico revolucionario, citada y comentada permanentemente, que
condensa magistralmente (así se lo reconoce) la visión objetiva de la estructura, operación y
desarrollo del mundo humano: su mudanza (dispénsese la dimensión de la cita):
Mi investigación desembocaba en el resultado de que, tanto las relaciones
jurídicas como las formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni
por la llamada evolución general del espíritu humano, sino que radican, por lo
contrario, en las condiciones materiales de vida… y que la anatomía de la
sociedad civil hay que buscarla en la Economía Política… El resultado general
al que llegué y que, una vez obtenido, sirvió de hilo conductor de mis estudios
de economía, puede resumirse así: en la producción social de su vida, los seres
humanos contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su
voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase
de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base
real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que
corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política y
espiritual en general. No es la conciencia del ser humano la que determina su
ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al
llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales
de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción
existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las
relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De
formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten
en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la
base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa
superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay
que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las
condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la
exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas,
religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra, las formas ideológicas en que
los seres humanos adquieren conciencia de este conflicto y luchan por
resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo
que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de revolución
por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia
por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las
1324

fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación
social desaparece entes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que
caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de
producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan
madurado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se
propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, bien
miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan cuando ya se
dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su
realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de
progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción
asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas
de producción son la última forma antagónica del proceso social de
producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de
un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los
individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la
sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la
solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por tanto, la
prehistoria de la sociedad humana.
Y a la puerta de la ciencia, como a la del infierno, debiera estamparse esta
consigna:
Déjese aquí cuanto sea recelo,
Mátese aquí cuanto sea vileza 1820 .
Por lo general, se suele presentar a Marx (sosteniendo que se le hace un favor) como a
un agudo e interesante pensador sobre la realidad de su tiempo, no como el colosal productor
de la teoría general de la historia, cuyas ideas han penetrado en el presente y lozanas,
decidoras incursionan en el futuro, sea con sus propios ojos, como con la de quienes se han
ubicado en su perspectiva. En el 2010, la propia derecha, en cambio, con motivo de la crisis
financiera iniciada en los anillos centrales del sistema neoburgués global y luego desplazada a
los periféricos, se dice en Internet, que se ha desempolvado a Marx 1821 . Para quién escribe
estas líneas, a partir de los 18 años, se valora en alto grado el pensamiento de Marx y su vida
ha estado incontrovertiblemente ligada a la conciencia de Marx, sea conscientemente o sin
quererlo: “Marx vive en mi conciencia, en tanto ‘yo’: marxista”, dado que casi se es su “clon”
(con el debido respeto, como se hace con un padre, y una vez más guardando las distancias
respecto de su extraordinaria capacidad); Marx está presente todos los días, a cada hora en mí:
“se mira la realidad con sus ojos”, no es exagerado decirlo para los marxistas con pretensión
de consecuencia: su doctrina sobre el desarrollo de la realidad, su método, su actitud ante la
vida, todas son mías. Y, como siempre en parte (puesto que Marx es más que lo que el
nonagenario historiador -Hobsbawn- manifiesta de él, como su influencia también es de
mayor dimensión en la historia que dicha apreciación; en verdad: el futuro de la humanidad es
marxista), respecto de Marx se está de acuerdo con E. Hobsbawn:
Para cualquier interesado en las ideas, sea un estudiante universitario o no, es
patentemente claro que Marx es y permanecerá como una de las grandes
mentes filosóficas y analistas económicas del siglo diecinueve y, en su máxima
expresión, un maestro de una prosa apasionada. También es importante leer a
Marx porque el mundo en el cual vivimos hoy, no puede entenderse sin la
influencia que los escritos de este ser humano tuvieron sobre el siglo XX. Y
finalmente debería ser leído porque como él mismo escribió, el mundo no
puede ser cambiado de manera efectiva a menos que sea entendido, y Marx
permanece como una soberbia guía para la comprensión del mundo y los
problemas a los que debemos hacer frente.
1820
Marx, C. Prólogo de la contribución a la crítica de la economía política; en: C. Marx F. Engels, Obras
escogidas, Tomo I; Ed. Progreso, Moscú, 1981.
1821
“En fecha reciente al Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se le vio leyendo este libro. El ministro
alemán de finanzas, Peer Steinbrueck, se expresó positivamente sobre el libro e inclusive el Papa en Roma lo
alabó por su ‘análisis profundo’. Entre más se prolonga la crisis financiera, más confundida se encuentra la
gente. Se preguntan, ‘¿Por qué me ha ocurrido esto a mí?’”.
1325

Seres buenos y seres malos (inconsciente o conscientemente, según la posición
estructural e histórica de cada quién) han existido y han participado por igual en la marcha de
la historia, en su necesario modo de ser dialéctico. Entre los malos, puede citarse –según
refiere incluso la historiografía oficial- a Calígula, a Hitler, a Pinochet, a Bush. Entre los
buenos: a Cristo 1822 . Entre quienes han puesto las premisas en el despertar lucido, consciente
y actuante de la mente –en cambio-, obviamente, está Marx: Carlos Marx; el eminente
pensador revolucionario, que diseñó el programa intelectual, que saca a la mente de la
ingenuidad y de las penurias del existencialismo como de la comodidad del pensamiento
teológico, de la pesantez del avenimiento a aceptar y sufrir las condiciones de existencia
dadas, y decidirse a actuar transformado las mismas, con lo cual se revoluciona los colosales
pisos, que yacen sobre ellas: la institucionalidad, la normatividad y la manera de ver el
mundo, y merced a lo que se realiza la misión del ser humano en cada época histórica:
“producir el cambio en toda su magnitud”.
Finalmente, cuando se habla de Marx, también se está haciendo de Engels. El gran
compañero de ruta de Marx: Federico Engels (“segundo violín”, al referirse a su propia
persona), no solamente que tiene el mérito de haber aportado con un elevado porcentaje de
talento intelectual y práctico-revolucionario en la formación de la doctrina marxista y en su
incidencia sobre el mundo, siendo además su defensor y continuador luego de la muerte de
Marx, sino que fue su necesario mentalizador y mecenas. En efecto, Engels inició en Marx el
interés por la economía y por la política (el Esbozo: una crítica de la economía política,
publicado en la revista Anales franco-alemanes y Situación de la clase obrera en Inglaterra,
de autoría de Engels, tuvieron gran impacto en Marx y lo motivaron al estudio de la economía
y la política –Guerrero, Diego. Resumen completo de El Capital de Marx); Engels insistió y
presionó permanentemente para que el genio elaborara su obra cumbre: El Capital (del cual
fue su coautor); Engels fue eficiente difusor y defensor de la doctrina científica de la clase
obrera: el marxismo; Engels apoyó económicamente a Marx. Es un privilegio para el
proletariado mundial, el contar entre sus filas con esta extraordinaria pareja de titanes, como
también lo es para quienes han (hemos) asumido la causa de los trabajadores.
1822
En cierta ocasión, practicando un alto en los avatares de la reproducción de la vida en el escenario
capitalista local (en Quito), para reflexionar sobre los dogmas religiosos cristianos, surgió la irrisoria idea,
respecto de que Cristo únicamente realizó milagros nimios, sin importancia, de pequeña magnitud; que no se
atrevió, por ejemplo, a liberar al “sionismo” del yugo romano; en efecto, de haberlo hecho, allí se habría
demostrado su verdadero poder (¿qué construcciones paralógicas interpondrá la parafernalia sobre todo
evangélica, a esta blasfemia?).
1326

A la memoria del gran ATAHUALPA.
Hijo del Sol.
El Inca es “Ra” en la Tierra.
Soberano del Reino de Quito y último Señor del Tawa Inti Suyo.
El Cóndor Curaca “anocheció a la mitad del día”.
Luto eterno por él.
1327

“Atahualpa”: ¡grande! Ecuatoriano: ultimo “soberano” del Sur del actual continente americano. Es
verdad, como se sostiene en el Perú, que mientras vivió Huayna Capac, el “Tawa Inti Suyo” fue
peruano, cuzqueño; pero cuando el “monarca” sureño tiene a Huáscar y a Atabalipa (hijo de la
princesa shyri “Pacha”) y secciona el “Reino” entre los dos, el Tahuantinsuyo ya no es sólo
cuzqueño sino que pasa a ser en un “50”% quiteño; cuando Atabalipa –si es verdadera la
historiografía que ha llegado hasta el presente sobre circunstancias y acontecimientos de aquel
entonces- vence sobre su medio hermano: Huáscar, y unifica –manu militari- el “Reino” bajo su
nombre, el Tahuantinsuyo deja de ser cuzqueño y pasa a ser definitivamente quiteño: el Reino de
Quito. Entonces el “imperio” ubicó su sede central en el verdadero “ombligo del mundo” (siendo
ésta una de las razones por la que los Incas avanzaban siempre al Norte –los otros y principales
motivos son los procesos de desarrollo económico, civilizatorio), éste “llegó a ser” en Quito en
Rumicucho (Catequilla –Quitu Pactá), y a superarse un error sustentado en un enfoque físico basado
en la experiencia de la columna vertical y la plomada, medición tomada en el Perú en el Equinoccio
de Verano, mediante el establecimiento de una verdad sustentada en un argumento de carácter
óptico: medición astronómica efectuada en el Ecuador basada en el uso de una vasija irregular que se
lo llenaba paulatinamente de agua, que demostró la solvencia superior de la técnica aborigen frente a
la de los sabios geodésicos, los cuales ubicaron la Línea Equinoccial en el actual parque de la
Alameda en Quito (dixit Físico Franklin Erazo, en mención de una conferencia dada por el señor
Gustavo Guayasamín en referencia al libro: “Las doce tribus cósmicas”). En Quito: debería
reintroducirse la imagen de la Virgen en las iglesias y en su lugar en el Panecillo: sería regio que se
(recogiese la idea original) y se erigiese una gran estatua rojo-fluorescente de un indio imponente con
vista al Sur y con la leyenda replicada en el Antisuyo, en el Contisuyo, en el Chinchaysuyo y en el
Collasuyo, que verse: “Quito al gran Atabaliba, último Inca del Tahuantinsuyo” –del Reino de
Quito-; precisamente en Quitu: la bella ciudad “Luz de América”, de Quitumbe (del Barrio Obrero,
de Atucucho, de la Lucha de los pobres),“Patrimonio ´cultural´ de la Humanidad”, Capital del
Ecuador (de este pueblo ¡ahíto de coraje!: ¡digno!, que cada vez más eleva su conciencia política y se
convierte en ejemplo de lucha ante el mundo): asiento de la superestructura, ciudad: lugar
privilegiado de la “lucha de clases” (dixit F. Engels) en ascenso, en los últimos tiempos.
1328

8.- “CANCION ‘POEMA’”: EL TESTIMONIO VIVIENTE.
El legado proveniente de la actuación teórico-política sobre el decurso humano
comprehendido entre el último siglo y medio (1840-2010), del jefe más encumbrado del
proletariado mundial: Carlos Marx (y del entrañable y consecuente compañero de ruta de
Carlos: Federico Engels; del gran Lenin, de Stalin, de Trotsky, de Jorge Dimitrov, de Hoxha,
de Rosa Luxemburgo, del recodado Che, de Fidel, de Agustín Cueva, de la clase obrera y del
proceso socialista de la etapa marxista-leninista) 1823 ; de esta vida realmente ejemplar: genuina
impronta marcada sobre el trazado devenido y venidero de la historia universal (la praxis
revolucionaria encuadrada en el primero de todos los fines, en particular: sobre el fin supremo
de la más alta de todas las ciencias y de todas las artes: la Ciencia Política –dixit el estagirita:
Aristóteles), se asocia, de manera primordial, con el efecto de aceleración ejercido
conscientemente sobre el movimiento progresivo humano (el desarrollo de las fuerzas
productivas), como en torno de su encauzamiento sobre coordenadas racionales 1824 .
Esta noble y encomiable misión científico-transformadora (concreto mental, en el cual
aún se descubren nuevos contenidos, pues, la ideología científica del proletariado –el
marxismo, Los Grundrisse: pensamiento inasible, “de todos los tiempos”; patrimonio
espiritual no oficial de la entera humanidad- todavía no ha develado todos sus “secretos” 1825 ;
forma de concebir la realidad, “que traspasa generaciones, toca cerebros, mueve las
conciencias” –como se sostiene en círculos de pensamiento burgués- y convoca a la acción
revolucionaria), ha consistido en remodelar la concepción sobre la historia: la práctica en
curso y el “ser” ulterior. Para varias generaciones el marxismo-leninismo ha permitido acortar
los malestares de la gestación de la nueva “era ´social´”, comprimir el “tiempo” de gravidez
(superar una forma de movimiento ya larga y tortuosa de la humanidad: la formación social
capitalista), reducir los efectos temporales de la dolorosa transición llevada por vía natural, de
tal modo que la “luz se la mire más pronto al término del túnel”, que la futura comunidad
advierta cada vez más cerca sus destellos: el ingreso a un momento de serenidad en la
cotidianidad de la existencia, congratulación ufana: una vez alivianado el peso clasista de la
vida. ¿A qué herencia renunciamos? 1826 . A las relaciones sociales burguesas de producción;
a la estructura imperial de dominación inserta en las ETN; a la concepción mitológica,
religioso burguesa de la existencia. ¿En qué consiste el espíritu conservador dialéctico? En la
recuperación del sistema automatizado de producción: la tendencia de incremento
exponencial en el desarrollo de la ciencia y de la técnica; la eficiencia en los procesos de
administración del sistema automatizado de “economía” y sus resultados; la autoestima, el
compromiso, la excelencia: “´valor´ de usufructo” y “democovivencia”. Como usualmente se
suele decir: el mundo, la humanidad, la historia, no serán los mismos luego de la irrupción en
ellos del marxismo, o sea, instalada la “lucha de clases” de modo consciente y deliberado en
las ideas y en la práctica, la que ha reconfigurado radicalmente el modo de vida secular: hoy
1823 Detrás de todas estas personalidades se halla –no obstante, de modo principal- el pueblo (“quién mueve la
rueda de la historia con su infinito poder de transformación”), la clase ascendente, que representa el porvenir;
sin el pueblo, incluso tan depurados dirigentes, se transformarían tan sólo en ídolos de barro, habrían perdido
su aureola: su categoría.
1824 Los sistemas humanos clasistas –a través de los mecanismos de enajenación y alineación inmanentes- han
convertido –se reitera- a la mayoría de personas, en seres que únicamente yacen en el mundo; son, en suma:
simples unidades humanas de reserva, las cuales podrán ingresar a jugar un papel fundamental en el proceso
universal de la conciencia, si los principales conjuntos de individuos planetarios, por alguna razón cesaran en
dicha función. En este afán (suprimir ese papel simplemente de reserva para amplias capas de la población
mundial), también se perfilan los desvelos marxistas.
1825 A un modelo filosófico debe oponérselo otro sistema filosófico. La simple crítica o el ignorarlo, no anula a
una formación teórico-ideológica anterior, “pasada”. En buenas cuentas, cuando la humanidad dispone de un
paradigma filosófico alternativo más completo y de mejor contenido que el en vigencia (lo cual indica que un
nuevo sujeto ha saltado a la escena histórica, es decir, que el proletariado se ha vuelto humanidad, siendo este
el nuevo y definitivo actor de la historia), este último automáticamente cae en desgracia. Esto no ha ocurrido
con el marxismo; respecto de él se han levantado voces aisladas en su contra, pero nada más. El “error
práctico” de una vía de aplicación de sus premisas políticas, no anula su vigencia filosófico-política. El
marxismo tampoco ha entrado en crisis, como ciertos teóricos de entre “sus filas”, practicándose un harakiri,
suelen afirmar; el marxismo debe desplegarse mucho más a tono con el movimiento objetivo de la realidad: allí
no hay ningún exabrupto. En realidad, la formación filosófica marxista es proceso: pensamiento rumbo a la
totalización y a la objetividad.
1826 Dixit Vladimir Ilich Ulianov Lenin.
1329

se exige realismo en el pensamiento, equidad y objetividad en las condiciones de
reproducción material y espiritual de la vida, participación en la esfera de la toma de
decisiones. Este escenario (la decadente y final subfase de vida de talante burgués) yace a
espaldas: se va, y hay que decirle “adiós” con solemnidad, de pie, con el puño izquierdo en
alto 1827 .
En una palabra: “Acto con el cual se da inicio al programa de despedida…” de la
forma contradictoria de vida; “… como primer número: Himno ‘Global´ de la humanidad…”,
coreado de pie por todos los presentes:
“¡Salve Oh… [Tierra]…! ¡mil veces! ¡Oh… [Tierra]...!
¡gloria a ti! Ya tu pecho rebosa
Gozo y paz, y tu frente radiosa
más que el sol contemplamos lucir”.
“¡Virgen purísima!”; magnifica poesía (Juan León Mera), música altiva (Antonio
Neumane): reiterables (Ecuador y Francia para el mundo).
Inicio de un episodio lustroso del pueblo, llevado a cabo todavía en nuestro mundo, de
preferencia: en la llacta. Ensimismarse –en el marco de este programa social: sencillo,
pueblerino- en el ascetismo, en el estudio y en el goce por adelantado; experimentar, de una
buena vez, el efluvio benéfico emanado del proceso de desalienación de la existencia: la
superación real de las relaciones humanas cosificadas, insertos en el reino de la creatividad
científica, en ausencia de la determinación del interés individual, instintivo. En la faceta
sensitiva de la existencia, disponer de tiempo para escuchar serenamente y con un suspiro
entrecortado aquel hermoso arte, auténtico, preparado por el pueblo ecuatoriano: indio, negro,
mestizo, entre sus faenas de trabajo, ingenuo, constructivo, de buenos sentimientos,
profundamente humano: su música 1828 ; “Arte”, concreto en todas sus facetas, producto directo
de la vida e “intuitivamente” tributario de objetivos superiores, en el que se contienen todas
las categorías de la Estética: el movimiento, la composición, la armonía, el ritmo, el
equilibrio, la simetría, la jerarquía,…
“Ay sí, ay no: mi abuelita me enseño…”.
“Cantando como yo canto, San Juan, San Juan;
llorando como yo lloro, mi soledad.
Pobrecita mi guambrita, que hará, que hará;
sentadita en la playa, solita está…”.
Creaciones de la sensibilidad popular, que inclinan a compartir momentos delicados de
ensoñación escénica, remembranza de los procesos materiales de reproducción de la
existencia junto a la naturaleza (sombrero de paja toquilla manaba –de Panamá-: de
1827 Este subnumeral está dedicado por entero al pueblo ecuatoriano: a las “bases” de éste. Quizá el homenaje
esté a su altura; caso contrario: se pide comprensión. El mismo se ciñe a la estructura propia de los eventos
importantes formales y académicos, que se realizaban de modo usual en la década de los 60 según el estilo de
conducta de esa colectividad; el patrón consistía en: Himno Nacional, desarrollo del programa e Himno de la
ciudad en la que se desarrollaba el acontecimiento. En acto solemne y de pié, una personalidad representativa
institucional, formalmente vestida ubicada al frente a través del micrófono leía los puntos integrantes de dicho
programa: “Acto con el cual se da inicio…”, decía; “como primer número –continuaba-: Himno Nacional del
Ecuador coreado de pie por todos los presentes”; luego se desarrollaban todos los números y el acto se cerraba
de modo también solemne con el anuncio: “Como número final: Himno a la ciudad de Quito”.
1828 Pese a que en los primeros pueblos de lo que hoy es América, el arte manual, realista, práctico: la
escultura, primara y alcanzara un gran desarrollo en arcilla y en piedra, la música es el verdadero arte: el
drama efímero auditivo por excelencia; está al alcance del pueblo: puede producirlo, puede practicarlo;
expresa sus estados anímicos saludables (y, desgraciadamente: también sus aberraciones; pero el arte, como
producto que emerge de la acción de la esfera espiritual: de la “esencia” interior que se pone en conexión
recíproca con la esencia exterior en su más rica fusión, acto por el que su resultado objetivado permanece fuera
del ser y de la realidad, se halla ligado al carácter de una época: monismo o percepción hegemónica, que
convive con la forma subordinada; se habla del arte del pueblo, que a veces se desvía, pretende exponer sus
estados anímicos desfavorables, degenera en el lamento, en la depresión, en el esperpento: la “música
chichera”, la rocolera, la regaetonera y ciertos pasillos, son géneros de esta especia en el Ecuador); debe estar
–y de hecho lo está en la esfera estrictamente popular no mediatizada- “encaminado a inducir al pueblo a
realizar cosas mejores”, afirmó una obrera rusa de los tiempos buenos, heroicos, revolucionarios, de Stalin.
1330

Montecristi, sobre la testa -el honor de servirse del trabajo tesonero, hábil, de los coterráneos
del excelentísimo señor General de las “mil derrotas”: don Eloy Alfaro, del legítimo jefe de
los Macheteros, de las Montoneras: sede de la Asamblea Constituyente socialdemócrata
ciudadana; en Manabí: Tierra hermosa… donde vi la luz primera...-; garabato en una mano,
botella de plástico artesanalmente reciclable llena de jugo de naranja agria y raspadura en la
otra, un par de verdes cocidos en la alforja, machete al cinto, dos horas de camino a campo
traviesa calzando votas de caucho, a rozar el monte en las tierras semiáridas de San Isidro en
el recinto La Laguna, Monito 3, en Chone; en la mente, la voz de Quimera y las notas del
antiguo “pasillo” melancólico: “…viendo a mis lindas tres Marías…” -Toa Atenea, María
Encarnación y Blanca Rosa-; el día se va y la obra no avanza, ¡el chuchaqui!).
Episodios de la historia plasmados –kaizen, cero defectos, excelencia, calidad
espiritual, clústeres de sincera emoción en el marco de una procesión de curiquingues, en
Chambo, en Colta, en Cajabamba, junto al insigne Leónidas Proaño: “...no puede haber paz
en el mundo mientras haya injusticia...”- en su entera riqueza en el arte del gran Francisco
Paredes Herrera (¡nada que envidiar a nadie!) 1829 ; en los Cachullapis, en los Pasodobles, en
los Danzantes, indistintamente en las Tonadas, en las Bombas; las claras, las elegantes y
llenas de brío notas con que da inicio el Sanjuanito:
Bailemos todos con gusto este sanjuanito de amor,
dos pasos para él un lado y para el otro también...,
(…la ra la la la la la la, la rá la la la la la...);
en los Airetípicos: esa canción hermosa, poética: Riobambeñita (Mujer hermosa linda
riobambeña... porque eres buena...). Quitu, Quitu-Cara, siempre Quitu del Ecuador: “Sol
Recto”, “Tiempo Derecho” (imperecedero centro de la "lucha de clases": en la etapa
precolombina, en la colonia, en la república y en el presente; ciudad altiva, barroca, de
Cantuña, de esos magníficos talladores indígenas, patrimonio “histórico-espiritual” de la
humanidad: todos, todo el mundo debería conocer Quito): lugar privilegiado, en el que
solamente el término de la existencia pondrá fin a la lucha política individual,... en esta tierra
linda y querida donde mi vida terminaré... (Acordeón, percusión y piano) 1830 .
Aquí en la Capital tierra querida,
llegan a cumplirse toditos mis anhelos.
En los Saltashpas, en los Albazos: Guambra mía cuando muera en el fogón me has de
enterrar…, Rosadita y sin pintura esa guambra es un primor…(en efecto: de igual manera
como se persigue el doping en el deporte y se procede a descalificar a los tramposos, regla
similar debería aplicarse en los concursos de belleza burgueses: si las formas femeninas
opulentas y “perfectas” son producto del bisturí, deben ser penalizadas; empero, la humanidad
está recuperando –por un momento- hábitos y usos de antaño: a comer ocas, capulí, quínoa,
chonta,…); en los Danzantes (Cuchara de palo): "Cuando vengo no mas vengo, ya sabrás pa
lo que vengo…", “Ordeñando mi vaca lechera, allá arriba en el potrero ayayay…”; el alegre
sonido intermitente del saxo: “… y que bailen las parejas y que viva el buen humor…”
1829 En este pueblo, el pueblo ecuatoriano del agro, su arte no domina ilusoriamente las fuerzas de la
naturaleza, mas bien: éste muestra su sometimiento a ellas; no moldea las asperezas ni las esperanzas, su arte,
por el contrario, se modela por la realidad puesto que se encuentra vinculado a la base material misma (su
función es cohesiva y mitológicamente normativa), pese a que se halle separado del desarrollo general de la
sociedad (pero, este arte es un reflejo adecuado, una verdadera síntesis de la esfera fenoménica de la vida, del
mismo modo que es transformación, pues, el trabajo y la creación de algún modo todavía se hallan vinculados).
De todas maneras, el arte mantiene su forma histórico-social particular de representar una realidad
representada (y su condición interna hacia ella); aprehensión mediatizada por las contradicciones de la vida
material (por la columna vertebral de la sociedad), en función de la sensibilidad personal y en representación
de una clase (en la medida en que “… incluso en las simples aspiraciones del ser humano común hay elementos
fundamentales de las demandas del colectivo”: el arte se supedita siempre a la política en las formaciones
clasistas –verdad de Perogrullo: en las únicas en las que existe esta esfera). Sin embargo, la imaginación y las
aspiraciones cada vez más defeccionan como tierra nutricia para el arte, pues, se enfilan en coherencia con la
objetividad, con el desarrollo general del género.
1830 Cierto de sector de guayaquileños sostiene, que es Guayaquil la verdadera cuna de la independencia
americana y no Quito, debido a que los Próceres del 10 de Agosto de 1809 fueron, en esencia: realistas,
mientras que los de 9 de Octubre de 1820, fueron nacionalistas. Pero: no importa, pues, Quito o Guayaquil,
Guayaquil o Quito: ambas ciudades son el Ecuador.
1331

(inolvidable genio riobambeño: Julio Humberto Borja Gallegos); en fin: "Cuando vayas a
bailar, tú te acordarás de mí... Pasito tun tun..." (Bomba).
El arte musical históricamente, no obstante, ha pasado de la simple esfera de la
diversión, del entretenimiento, a contener sentido esencial en la política con el advenimiento
de cierto tipo de música: música protesta, la pintura mural, de denuncia, etc. (lo mismo ha
ocurrido con el baile: de abre boca al sexo, se ha trasladado a poner énfasis en órdenes de
preocupaciones, anhelos y conductas de índole racional). La verdadera afectividad –en tanto
histórica-, no reside en la manifestación del impacto que la realidad no racional ejerce sobre la
sensibilidad individual; sino que ésta radica en el acto de captación sensorial del desajuste, de
distorsión, que se advierte en la vida del semejante y que se representa como impulso
evidenciado artístico. No obstante, con Beethoven, el arte musical adquiere verdadero sentido
por encima de la simple sensibilidad, pues, pasa a ser una explosión anímica sensitiva
filosófica, por tanto, racional (el Gran Vladimir Ilich Ulianov Lenin, gustaba mucho de
escuchar a Beethoven) 1831 . Y lo es racional, en la medida en que también la música se
convierte en un factor coadyuvante en la dirección del sentido humano: la razón (universal);
todas las demás esferas de la inteligencia humana, por más grandilocuentes que puedan ser, si
no se inscriben en dicha dirección, son factores distractores de esa razón. Beethoven: ¡único!
(no es solamente música el arte que ha salido de sus manos, como lo es y la cual preside la
grandeza únicamente sensible, intuitiva de Mozart; Beethoven: sonidos agradables
estructurados con sentido, la racionalidad de la estética –de este detalle, que es especial, no
dan cuenta aquellos estudiosos del arte, que periodizan la música, deteniéndose en la
vulgaridad clasificatoria, por la que Ludwig van, resulta especial tan sólo por ser el “último
clásico y el primer romántico”) 1832 .
En Quito: “Luz de América”, jugar un partido de balón mano entre seis (de Ecua
vóley: tres llamingos avezados “... en él un lado”, tres en el otro, todos: de la estirpe y el
coraje de la gran Puruhá: Manuela León, del ilustrado y combativo misho doctor Chushig
–Francisco Eugenio de Santa Cruz y Espejo-; jugosas apuestas y tremendo juez en el medio;
psicología, agilidad y astucia) en los territorios del Ejido, en el estío, protegido por la sombra
de un viejo pino, con el aroma de ámbar y frente a una muchedumbre frenética, anhelante; de
trofeo: una Venus, completamente desnuda, voluptuosa, de arcilla dorada, de Valdivia, y
exhaustos y sudorosos, con el brazo firme alzar un tonificante pilche de chicha de jora y
brindar por Toa (de Itulcachi) y la Quilago, por Jumandy, por Quitumbe: el fundador de la
bella capital ecuatoriana: del Barrio Obrero, del Comité del Pueblo, de Atucucho, de La
Lucha de los Pobres. Apurar ese brebaje digno de Arutak(n), a la salud de Atabaliba: a la
memoria del Hijo del Sol: el Cóndor Curaca (“El Aguila Real…”) plegó sus majestuosas alas
a los pies de los imponentes Andes, “anocheció a la mitad del día” en Cajamarca, para la
historia americana, en el canto rebelde del gran Cesar Dávila Andrade (¡malhadados
Dominicos!; ¡...dónde andas!, ¡dónde andas! condenado... Francisco Pizarro; debes estar en
el Cielo ilustrado Fray Juan Bartolomé de las Casas: clérigo insigne, que intuiste las grandes
razones de la historia: para ti, para Teilhard de Chardin, para Juan Pablo I y para el gran Juan
XXIII 1833 , el recuerdo permanente en el señorial Canto Gregoriano); de Orominabi:
magnífico indio, tallado en piedra viva, único, exclusivo 1834 ; del Espartaco aborigen:
Daquilema y del generalísimo Pintag, señor de los Llanganatis; a la salud de quienes se
alzaron en contra del oscurantismo y la ambición ibérica y nórdica: Cuauhtemoc,
Guaycaypuro, Tupac Amaru; un brindis especial, verdaderamente henchido de emoción,
coraje y orgullo: por el gran Gerónimo –“…alguna vez te moviste como el viento…”,
1831 En una página Web, en Internet, se pueden apreciar opiniones de similar índole a las que aquí se han
expuesto sobre Beethoven: “Mas avanzado el siglo XIV y en pleno auge del librepensamiento, algunos autores
pretendieron cuestionar la autenticidad del sentimiento religioso de esta creación singular …[la Misa
Solemnis]… del genio de Beethoven. Un exegeta del calibre del tantas veces citado Chanta Voine ha llegado a
afirmar que ésta es una misa ´racionalista´, ´humanista´ y –por tanto- herética desde el punto de vista del
dogma de la Iglesia Romana”.
1832 Hoy se sostiene, que se ha hecho el descubrimiento acerca de que el arte no ingenuo, no únicamente
sensitivo, tiene relación directa con la operación del lado izquierdo del cerebro (en realidad: Beethoven produjo
sus piezas musicales más serias en la madurez de su existencia, o sea, en la fase de existencia del ser, cuando el
lado izquierdo del cerebro por fuerza habrá sometido al derecho).
1833 Quizá Juan XXIII procedió a excomulgar a Fidel, para atender la presión de ciertos conspiradores.
1834 Orominabi, Lluminabi, Ati II Pillahuazo: Rumiñahui; pletórico aborigen: tu no luchaste, tu no moriste en
vano; hoy, decenas de seres buenos de todas las razas en el país, enarbolan tu nombre, siguen tu ejemplo y
luchan decididamente por acercar a las presentes generaciones, las bondades de la nueva “sociedad”.
1332

magnífico guerrero-, por la resistencia bravía de los Apaches (guardar luto eterno –en la
memoria-, por cada uno de ellos).
Insistir: reconstruir en la mente los episodios de la grandiosa epopeya perpetrada por
las huestes quiteñas, al mando de las cuales estuvieron el gran Atahualpa, Lluminabi,
Quisquis, Calicuchima,..., en la conquista del Cuzco, del Tahuantinsuyo, de la formación del
Reino de Quito; portento que se engrandece cuando se valora el tipo de organización, que
tenía la colectividad inmersa en pleno proceso de expansión territorial inca. Concluir la
jornada con un recital emocionado, pletórico de temperamento, del poemario de Cesar
Vallejo, el otro "amauta": ¡grande!, cavilando en el nacionalismo de Velasco Alvarado y del
gran General Hoyos Rubio. Después de haberlo practicado, disfrutar de la contienda:
revivirla, celebrar el gol en ese deporte “cooperativo” nacido en el mundo “desarrollado”
anglosajón, que tan bien ha prendido en las masas pobres del planeta: el fútbol. Admirar a las
gacelas de la cancha: los espigados jugadores cameruneses; reprisar las fantasías del “Rey
Pelé”, la frugal elegancia de Tostao, ¡ah!: el jogo filigrana de Rivelino; la excelencia del
"pelusa", el gran Diego, Pibe –argentino- de Oro: él, sólo él; de Alberto Spencer y del
recordado bacán Delgado de Nacional del Ecuador (del flaco Fabián Pazmiño, de Italo
Estupiñán; del gran “Toño” Valencia: el guepardo americano, orgullo de la raza ecuatoriana),
el equipo de sus amores de la “fuerza de camello” y de la masiva población humilde de
paisanos. En coherencia con este patrón de inclinaciones sentimentales alternantes: tararear la
letra de un exquisito Bolero clásico, de Altemar Dutra: “Que quieres tú de mí, si todo está
perdido amor...”.
“¡Ave María!” (dixit Paco Velasco, Radio La Luna): regodearse frente a la pantalla;
ver rodar una comedia cinematográfica –Por mis pistolas- del auténtico astro del celuloide: un
valor distinguido del pueblo, el siempre recordado e inmortal señor Mario Moreno
"Cantinflas" -“Yo soy mejicano... palabra de macho que no hay tierra más linda y bravía,
que la tierra mía…”- (también de la muy afamada India María, de El Chavo, de Leopoldo
Fernández: la cotidianidad ingenua de la vida del pueblo llevada a la pantalla). Asistir
también, sin ceguera sectaria, a disfrutar de ese portento de obra del séptimo arte, del arte
millonario rentista burgués, naturalmente: prescindiendo de las partes primera y final en la
que aparece el militarismo sionista asesino, MASADA y de la campaña del gran general
romano: Cornelio Flavio Silva. Admirar con detenimiento, sin la desolación psicológica del
desempleo o del apuro del horario (productividad, calidad, excelencia, cero defectos, normas
ISO: romper estos paradigmas mañosos), del mercado, del cambio de cheque, de la ganancia,
de la afectación del estrés, la bella "flor de páramo": la Chuquiragua, asido el oído del canto
lírico del Chirote; percibir el perfume de ensueño que derrama la fina Madreselva (“…que
abrió su floración por la mañana…”), la flor subtropical (deleite perfumado, que acerca otro
a la conciencia: la belleza embriagadora de la serenata Rimpianto de Toselli); advertir
pausadamente, con viva impresión, el mosaico de aquella adaptación tropical, tierna, tímida e
ingenua de la vida natural: la Orquídea; posar para la Anémona, para la Medusa, protegido:
con la mirada perdida en el horizonte.
Prodigar gozo al otro, sin necesidad de recibir la bendición o de la sentencia del Juez
sobre una alfombra de hortensias pálidamente azuladas en su estado natural; acampar
plácidamente en las riveras del Río Verde muy cerca de la mama Tungurahua a la entrada de
la Amazonía ecuatoriana, junto a sus glaucas y cristalinas aguas: perlas virtuales y esquivas.
Habitar en una casa de cemento y hierro, con paredes lisas, rectas, sin arabesco
antropomórfico, barroco, alguno, en plena selva tropical, contrariando la coherencia de la
moderna construcción de Occidente con el paisaje 1835 ; todas las paredes transparentes, de
vidrio, y lluchitico: poder mirar de dentro por los cuatro costados, la vegetación: exuberante
ramosidad verde, animales exóticos, al medio día, con un sol intenso y cielo totalmente
despejado, tórrida temperatura, luego: la torrencial lluvia. No obstante también yacer:
acampar, en los contrafuertes de la cordillera del “país de la canela”; entre montañas: otra vez
el río; en el ocaso, con la mano en la barbilla apoyado en el tronco de un Chugchuguazo,
admirar dicha vida megadiversa serena, en el poniente, en la base de la montaña, en el valle:
una ligera oscuridad enigmática; al oído: las notas de Moctezuma, música que penetra la
1835
Bueno: la armonía entre construcción viviendística y entorno, es relativa. Se dice que las casa de tapial,
tejas, pequeñas ventanas de marcos de madera, entonan con el entorno natural; a la persona que escribe estas
líneas, le parece, que mejor entonaría un elemento extraño al paisaje natural con éste; luego, aquí, quizá sin
que intervenga el factor ideológico de clase, podría decirse, que la percepción depende del gusto.
1333

tierra, proviene del Universo e inunda la esfera toda, que zigzaguea caprichosamente los picos
magníficamente cincelados por los brazos bruñidos de los rebeldes Puruhaes, del maravilloso
Altar (riscos, bellamente coloreados por los rayos cobrizos del Taita Inti de la tarde, cuando
las caprichosas formas de las cimas de los Andes se despejan de su níveo velo de nubes).
Acercar la mirada, sin malicia, a esa flor hermosa, blanca, que se niega a sí misma y deviene
en bella cápsula (papaver): la amapola; chupar un delicioso, jugoso y dulce mango, saborear
un caimito: negro, pegajoso, perfumado.
Manungo que andáis haciendo, manungo que andáis haciendo.
De noche dando sereno, de noche quitando el sueño.
Manungooo…
Arbolito de naranja, arbolito de naranja.
No me des tanta fragancia, no me des tanta fragancia.
Manungooo…
Mañana cuando me vaya, mañana cuando me vaya.
Ay de mi recordarás, mañana cuando me vaya.
Manungooo…
Detenerse y admirar, disfrutar, sentir respeto por el ritmo movido y campesino de los
Corridos mexicanos, del México lindo y querido, “tan lejos de Dios y tan cerca de los
Estados Unidos”: le tocó bailar con la más fea (con los embusteros del Maine y de Pearl
Harbor, del golfo de Tonkín, de las Torres Gemelas y de las “armas de destrucción masiva”
de Irak y S. Hussein (con los asesinos inconfesos de Gadhafi: Líder del pueblo libio); con los
genocidas de Hiroshima y Nagasaki; con las insolentes hienas depredadoras del planeta
sigilosamente reunidos en Bilderberg, “halcones del mal” agazapados en la Comisión
Trilateral, en el FMI, en el BM, en el Pentágono, en la CIA 1836 ), tenía que obligadamente
encastarse: ser un "buen gallo" …luego, luego,… al lado del poder de tan fatídico vecino
(¡Chiapas, no te rajes!; pues, tú eres un: “…mejicano, muy atravesao...”, digno de Mideros,
de Madero, de Zapata, de Morelos, de Villa, de los “caudillos agrarios”, de Lázaro Cárdenas);
valor que se condensa en esa privilegiada e inigualable voz del "gran señor" Jorge Negrete: el
efusivo y frontal canto del macho burgués clásico (Ay Jalisco... echarme un tequila con los
valentones... palabra de honor...); México lindo y querido, ¡tierra de personas cabales!...:
que digan que…[las momias de Guanajuato me han encantado]… y no muevan de allí. Entre
música y cantos populares, recordar las epopeyas en América Central del gran General
Francisco Morazán: independencia y pancentroamericanismo. La Salsa y el Merengue
caribeños (de ese pueblo digno del señor Presidente Jacobo Arbenz de Guatemala 1837 ): el Son
cubano (la poesía de Martí transformada en acordes preciosos: Guantanamera, guajira
guantanamera...); el Joropo venezolano zangoloteado por bellas damas cubiertas con amplios
vestidos blancos, bordados con flores de buganvilla profunda: sangre de toro.
Más al Sur, pasar revista a las páginas añejas de la Historia precolombina, sobre
aquellas antiguas tierras, en la obra del gran inca Garcilaso de la Vega; “¡coño: cónchale
vale”!, con verdadera emoción: visitar Caracas, la heroica Venezuela: cuna de grandes seres
humanos (¡qué seres humanos se han dado allí!), de la fibra del Libertador Don Simón
Bolívar, del gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre: de la Batalla de Tarqui, de
Rómulo Gallegos y Canaima, de Hugo Chávez (“Por ahora”, señor Coronel, último: “Por
ahora”; …tu alma llanera Chávez: preclaro combatiente por la libertad; admirable, auténtico
Líder, de dimensión, nada menos que latinoamericana –universal-; señor Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela: “¡sigue tu camino y deja que la gente …[el yanqui]…
murmure!” 1838 ; amigo dilecto del pueblo ecuatoriano, vecino entrañable del generalísimo y
1836
En agosto del 2011, luego del acto terrorista perpetrado en la ciudad mexicana de Monterrey por parte de
la narcoeconomía global, el presidente Felipe Calderón ha hecho públicas declaraciones censuradoras al
imperialismo yanqui: “estamos a lado del mayor consumidor de drogas del mundo, del mayor traficante de
armas del mundo, que no contrala el mercado interno de estupefacientes”. No obstante, el señor Presidente no
advierte que también él, como representante de los grupos de poder mexicanos, tiene parte de culpa.
1837
De las 870 intervenciones de la criminalidad gringa perpetrados en América, una de estas tuvo lugar en
Guatemala, para derribar al digno señor presidente Jacob Arbenz.
1838
“Chávez nuestro que estás en la cárcel,
santificado sea tu golpe…”. Entre junio/julio del 2011, un susto sufrieron (sufrimos) los “seguidores” en
América del Señor Coronel H. Chávez, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Este importante
1334

valiente señor don José Omar Torrijos de Panamá –físicamente ausente: ¡qué ser humano
éste!-; quien declarara, que “se divorciaba de los gringos …[igualados]… y se casaba con su
pueblo”) y tararear: Caballo de la sabana... su potranca, que lo tiene embarrascao...; de paso:
el Ballenato paisa de Vargas Vila (La muerte del cóndor; Copos de espuma), de Nariño, de
Miranda, de Gaytán, de Camilo Torres, de García Márquez (Arcadio Buendía: viejo,
octogenario; tu “mamadera de gallo” en 300 páginas), de la gran autoridad del respetado
Marulanda (¿habrá tiempo para visitar Pueblito Paisa?).
A la memoria del inmortal combatiente guerrillero, el camarada: Raúl Reyes,
incomprendido y bastardeada su imagen por los mass media oficiales- (“quién ha ofrendado
su vida en pro de forjar un mundo libre… Tú también –insigne ´mártir´- vivirás por siempre
en nuestros corazones”): un minuto de silencio solemne, sentido y comprometido –por lo
menos- para ellos, como para las subversivas de las FARC (los verdaderos combatientes por
la libertad), heridas en la mañana del sábado primero de marzo del 2008 en territorio
ecuatoriano en el abusivo ataque del ejército yanqui con membrete colombiano (Bush, Uribe
y Santos -compañeros ideológicos de Bush-: los auténticos terroristas, cobardes criminales,
conspiradores contra la humanidad), violando las normas del Derecho Internacional 1839 ;
para Uds.: una valoración alternativa sobre su presencia y acción, muy de veras: un sentido y
sincero reconocimiento, pues, en Colombia se juega una de las batallas más importantes para
el destino humano (para la meta de la razón que se viene, la que se encamina necesariamente
fuera del capitalismo y del imperio yanqui). Uds.: han empuñado valientemente las armas
poniendo en peligro generosamente su existencia por sus ideales (buenos para unos, malos
para otros), para frenar un conflicto, que el yanqui quiere regionalizar
De igual modo: loor a la persona de Víctor Hugo Suárez Rojas (“Mono Jojoy”: si
perteneciste al FRIU, a lo mejor cruzamos impresiones, nos dimos las manos cuando
estudiantes universitarios en al UC del E) y a la del brillante camarada Alfonso Cano:
¡valientes! –se dice-, han caído en combate, ejecutados por la misilística inteligente de la
cobarde agresión militar gringa, en el fragor de la lucha por destruir al poder oligárquicomilitarista
colombiano y por alcanzar la libertad para el pueblo, la justicia y la racionalidad en
suelo latinoamericano; por cobardía o por no ir a una muerte segura, en circunstancias de
sorprendente desbalance de pertrechos, solamente desde aquí (Quito, noviembre del 2011) se
aprecia su memoria y el pensamiento está con los de Uds.: sus verdaderos compañeros de
lucha, de conducta diferente a la vil, de los bellacos Presidentes Santos y Obama. Al respecto,
el yanqui y el poder colombiano imputa interesadamente la responsabilidad de la guerra civil
que se libra en el interior del hermano país suramericano a la presencia de la narco guerrilla;
mas ésta se debe a razones estructurales de concentración del ingreso, al efecto de la vigencia
de las políticas neoconcurrenciales y a las lacras del capitalismo, a los objetivos de
acumulación gansteril de ciertos conglomerados globales, en estrecho maridaje con grupos de
poder endógenos (las FARC y los conflictos políticos en general, no pueden desaparecer,
mientras la razón por la que han emergido -el problema agrario, el desempleo, la pobreza, la
exclusión- se hallen presentes).
Empero –poniendo a un lado estas telarañas-, debe continuarse verificando el solaz
melodioso, que los Huayno y Huaylashr incas producen en la conciencia: esa música
líder político popular de la Segunda Independencia, padecía de una dolencia peligrosa: de cáncer; después de
exámenes y tratamientos oportunos en Cuba, se ha descartado el carácter maligno de su dolencia (“Bendito sea
Dios”, como el señor Coronel suele decir). “De la que nos salvamos”, como en cambio el pueblo es dado en
anotar. El poder mundial, el americano (sobre todo el yanqui) y el criollo venezolano, estuvieron por momentos
de plácemes. El cambio en Venezuela y en América recién se inicia; Chávez no puede darse el lujo de fenecer: la
historia, los pueblos exigen su presencia combativa, revolucionaria, socialista; en efecto, en Venezuela el ser
humano se halla formando el carácter bondadoso, bueno, racional, magnánimo, de mano del Señor Coronel, y
este proceso magnífico debe seguir.
1839
¿Hasta qué punto estas atrocidades pueden ser, a más de ser una realidad, racionalmente justificables? Una
herejía: ¿en qué dimensión ese terrorismo –la defensa de quienes se creen todavía necesarios- es un hecho
necesario en la historia? En la ciega naturaleza, las fieras normalmente devoran sus presas hasta saciar el
hambre; pero hay ocasiones en las que ciertos depredadores matan por sobre la necesidad coyuntural por el
simple placer de hacerlo, cuando hay presas fáciles y en exceso, dando lugar a un imperdonable desperdicio;
pero, aun así, la naturaleza se restablece, puesto que dicho acto reduce drásticamente el alimento y el
depredador ingresa en una etapa de carestía y se diezma (en la esfera humana, en las formas sociales clasistas
precapitalistas, la presencia de reyes, zánganos y parásitos, era funcionalmente necesaria, incluso lo han sido
en el sistema burgués, pero hasta cierta etapa: una vez producido el nivel necesario de acumulación sobre todo
en la esfera del knowkhow en materia de automatización, su presencia y actos atroces, es absurda).
1335

agridulce, que combina en unidad de acto tanto la tristeza como la alegría (Caminito de
Huancayo, cuantas veces he llorado…; Ese pollito que tú me regalaste... pío, pío, pío...,
porque soy cholo y bien macho…, zapateando, zapateando,…; …amarillito, amarilló, flor de
canela …la sangre del Pueblo tiene rico perfume…; …paga la cuenta, sinvergüenza, para
pedir cerveza, si tienes plata…-¡Ah! Chicas mañaneras: mishas de lujo). La danza elegante,
rítmica y graciosa de la Saya; y, la Zamba brasileña de los Garimpeiros, de las favelas. En
Ecuador, degustar del pasillo: “Sendas distintas”, de Carlota Jaramillo, en un disco de acetato
antiguo. Escuchar la música de los inigualables Aymará: los Inti, de Bolivia Manta (errante:
en una isla de totora, habitando una casa también de: totora): “A las orillas del Titicaca, sobre
la arena grabé tu nombre…”; “De Bolivia vengo bajando, sabe Dios si volveré a la tierra
donde nací, clavelito, clavelito…”; ¡cuánto brío y elegancia!:
“Tarja tierra querida… tierra de sauces (coperos),
de los churquis, y donde el río es cantor.
¡Que viva mi tierra!, tierra ay tarijeña…”;
(voz humana grabe, charango, zampoñas, quenas y bombo). Al Sur y hacia el naciente,
Mercedes Sosa, la inclaudicable “Negra”: Duerme, duerme negrito, que si el negro no se
duerme viene el diablo blanco… -(la Marina Real, la Guardia Pretoriana en las Malvinas)-
…Trabajando duramente, trabajando si…”. Poner término al periplo con Pablo Neruda (el
entrañable amigo de ruta del Gran Presidente Don Salvador Allende –“…en la historia no hay
revolución sin armas…”; “…es difícil y hay que darse generoso…”), en el "Amor de los
marineros...".
Retornar a la entrañable llacta cuna (“Camino a Carapungo voy,...”) y en las Islas
Galápagos, en la mente: la imagen de la “Evolución de las especies por selección natural” del
gran Darwin “corazón de piedra” (Darwin: implacablemente racional en la vejez, como debe
ser, como la máxima conciencia predispone); una iguana gentil, inmóvil, frente; allí, junto al
mar: servirse un suculento perol de guariches, sometido por la mirada adorablemente ingenua
de Vivi Micaela (en verdad: ¡atado el cerebro izquierdo por el aire, por la comida, por el
sexo!; mas, si no fuera por el sexo, la humanidad no estuviere aquí), por el inconfundible
encanto de sus ojos (“Eres tú lo que más quiero... la razón de mi vivir...”); escuchar su
melodiosa y acaramelada voz, posar nuestras “vistas” sobre la piel quemada de su rostro,
sobre su delicada y contorneada figura.
Estoy llorando, amargamente, por una chola...
Te quiero dice, te adoro dice...
En la reclusión de la sola experiencia personal, en un estado límite de la resistencia
emocional, en la adultez de la existencia (en un momento particular de “gran
embrutecimiento”, de sometimiento a la férrea ley natural de la reproducción y poblamiento),
experimentar la presencia fresca e infantil de la montubia Myriam Maribel 1840 (la
inconsciencia de la maledicencia, personificada en tan amplias belleza e inteligencia: “… fue
tan solo la efímera silueta, de una nube que se extingue…” –Shakespeare: Romeo y Julieta);
confirmar el precioso fenotipo consustancial con el genotipo B-A de su yaguar (¿Dónde
yacen dormidos tus versos, Dolores Veintimilla de Galindo? –“Y amarle pude al sol de la
existencia…”).
Mano experta en la caricia, labios urnas de delicias…
Ojos glaucos verdes mares, verdes mares de cristal.
Ojos glaucos y dormidos en narcótico sutil.
Un momento de paz debe seguir en la atormentada conciencia: remanso necesario para
continuar, en la perspectiva del inolvidable Francisco de Asís, a través de su decir poético,
1840
En uno de sus ensayos filosófico-políticos (esta vez, epistemológico), el destacado marxista argelino Louis
Althusser, en alusión al poder penetrante de la Ideología dominante en la mente de la población en general,
para forjar el “consenso activo” de los subordinados, sobre todo durante las primeras etapas de conformación
de la conciencia, sostiene que cuando joven se inclinó a pensar, que los ricos no debían realizar procesos de
desasimilación (“… no tenían culo…” -sic). “¡Dios mío!”: hay seres tan lindos en el mundo, tan especiales,
que tan siquiera huelen mal. “El Señor, alabado sea “.
1336

ememorado en forma personalizada:
Señor, has de mí un instrumento de tu paz:
que allí donde haya odio, que yo ponga amor,
que allí donde haya desesperación, que ponga esperanza…
Que no busque ser comprendido como comprender,
que no busque ser amado como amar…
Porque es amando como se es amado,
es perdonando como se es perdonado…
Porque es muriendo como se resucita a la vida eterna.
Amén.
Disfrutar –circunspecta y serenamente- de la atracción mágica del paisaje de Machu
Picchu (del Huayna Picchu, del Intiguatana,...), de las Pirámides Mayas y de la cálida y tejida
selva equinoccial, en el marco sentimental muy íntimo y gratificante puesto por la compañía
de una Dama Universal: Sofía –Filo- (“... nuestro amor florecerá como el rosal... en
Aranjuez...); hacer lo propio con el mar ecuatorial: Poseidón y la concha Spondylus. Saborear
la vida: soñar ingenuamente despierto; provocar la transformación en la mente: presumir de
"Chasqui Huasi", sin prisa, hundirse, adentrarse serena y nostálgicamente por el Cápac Ñan
(Si el camino es largo yo lo voy a andar, porque estoy seguro que voy a llegar…), pasar
revista a ese prodigio de ingeniería precolombina, perfectamente rectilíneo que se proyecta y
parece concluir allí donde la mirada no alcanza más: de Malchinguí en Ecuador, en el Perú, en
la bella y querida Bolivia manta. La oscuridad: la magnificencia de la noche, la admiración
tienta profanar el Coricancha: el Templo del Sol (Oh sole mío…) en el Tambo Real, en
Ingapirca; el fondo estrellado inculca a enamorarse de la sagrada Quilla (de Blanca Rosa) de
Platero y, de paso, mirar el imponente y grácil planeo del Cóndor, en un firmamento
embriagado del perfume -perfume de miel- del Hinojo, más acá de las Pléyades. Abajo, a flor
de tierra: el trepidar de las notas graves de la Bocina: fila india, la minga, en el arrullo de
aquellas melancólicas voces de las Vírgenes del Sol, la transculturación (realidad
transfigurada): el Reino de Dios, la Monarquía Divina Absoluta:
Salve, salve Gran Señora, salve poderosa Madre,
salve emperatriz del Cielo, hija del eterno Padre…;
la tristeza: el encierro entre las cuatro paredes de las Hoyas Andinas, el eco de la brisa gélida,
a las doce del día en el Reloj Azteca, anuncia el potaje: cuy en zarza y papas enteras, servido
en un plato de barro y con cuchara de palo, como mesa: la polvorosa y generosa Pacha
Mama. Descender plácidamente la vertiente occidental del ramal central de la cordillera de
Los Andes en Ecuador hasta la meseta costanera, apoltronado en un asiento reclinable, a la
derecha, junto a la ventana, en un bus de transporte público, por la vía Aloag-Santo Domingo,
un sábado cualquiera, muy por la mañana, teniendo por compañero de ruta –por cierto lapso
solamente- a un campesino oriundo del Litoral. Serpentear, sometido a su capricho (el
capricho de las profundas notas del Mambuco del cerebral R. Wagner), el trazado del sendero
de la Panamericana, que se abre y se cierra apenas en el horizonte, en recovecos
interminables, junto a la sinuosa travesía del río; de cuando en cuando leer el gracioso
mensaje escrito en las puertas de un antiguo camión, la ocurrencia picarona de un coterráneo:
“Por este negrito rodarán lágrimas” 1841 . Solazarse de modo auténticamente chovinista, con
las bellezas naturales del que goza el sitio en el que “ha visto la luz” la primera síntesis racial
de los dos mundos: los mestizos de linaje amerindio; disfrutar del paisaje, en suma: de la
“biodiversidad”, que se representa de modo concentrado en aquellas formaciones vegetales
selváticas, en las que se destacan esos árboles de hojas plateadas ubicados de modo aleatorio,
entre los que se realiza el “Efecto Foen”. ¿Qué nombre tienen aquellos centinelas, que están
siempre allí, en cierto tramo del declive solamente: ni muy arriba ni muy abajo, con sus hojas
1841
En ciertos camiones y otros vehículos sencillos del pueblo, se puede leer: “Te deseo el doble de lo que me
deseas a mí”. Qué curioso: no le llevó mucho tiempo a la persona que escribe estas líneas responder tal
insinuación, la cual está sesgada para arrancar de quién lea y preste importancia a la misma, deseos mejorados
en reciprocidad: te deseo una casa para que yo tenga dos, una mujer para que yo tenga dos,... La respuesta al
ladino fue: deseo que tengas una media mujer.
1337

cimeras refulgentes, que se dejan ver a veces, únicamente cuando la niebla también
caprichosamente se disipa y el sol se anuncia sobre sus copas, mejorando el cuadro de la
efímera estancia? (¿Higuerón?).
Este periplo subyugante, sólo en América: en América luso-hispana, caribeña;
“…Cuando Dios hizo el Edén, pensó en América…”: en América Latina, América indígena,
negra, mestiza:
Buen día América, América, América, América del Sur… 1842 .
Este magnífico continente de México a la Patagonia (inclúyese Brasil y el Caribe), es
fundamentalmente tierra de gran voluntad; constituye una sola comunidad: de idioma, de
historia, de geografía, de vida en común, de psicología, que tiene un solo enemigo: el capital
(dixit comandante Ernesto Che Guevara, en su mensaje en la ONU) y, hoy por hoy: de
conciencia, de lucha, de destino. En efecto, estos Lares: es verdad que han sido
lamentablemente también cuna de los Batista, de los Strossner, de los Somoza, de los
Pinochet…, y Cía.: lo cual es doloroso reconocerlo; pero es una región sobre todo de trabajo y
sensatez: no se conoce aquí, de guerras genocidas, de saqueos a otros colectivos humanos; en
estas tierras no existen reyezuelos: regímenes monárquicos ultramontanos de pacotilla. Todo
lo contrario; pero es también un subcontinente valiente, rebelde y, en la actualidad:
“…América Latina se encuentra a la vanguardia de la resistencia al modelo de política
económica neoconcurrecial, al dominio global de las multilaterales y del sistema capitalista en
conjunto; se halla en la primera línea de la oposición y lucha por el derrumbe de la hegemonía
global…; …a la vez es en América Latina donde están emergiendo los orígenes de las
alternativas posibles…” para la humanidad (dixit: William Robinson) 1843 .
Sostener con la barbilla un "legítimo Stradivarius" y con Vivaldi (en Iguazú: “…el
joven guerrero guaraní, vuelve todos los días en busca de su amada…”) –si antes, en el punto
de confluencia de las tres fronteras: Brasil, Argentina y Paraguay, los designios criminales y
destructores de la naturaleza de la potencia imperial unipolar militar estadounidense no ha
empotrado una nueva base militar-, cadenciosamente, en el vaivén de las ondas profundas de
un aforo de violines –se cree que el violín fue creado exclusivamente para Vivaldi, como el
piano para Chopin, la flauta para Mozart, la guitarra para Rodrigo y Tárrega, y todos los
instrumentos integrantes de una orquesta sinfónica, especialmente los de percusión, para
Beethoven-, rendir homenaje al Universo a campo traviesa, bajo la tienda de un Arco Iris;
rememorar las notas de Rapsodia Húngara Nro. 5 del gran Frank Liszt, dirigida, esta vez, por
el gran Mario Moreno “Cantinflas” en las escenas de: “Si yo fuera diputado”. Enfrentar con
respeto y regocijo al pasado; admirar profundamente a aquella colosal civilización árabe de la
antigua Mesopotamia: Bagdad y “Las Mil y una noches” persas, el embrujo de los ojos moros
(la tierra de N. Gadhafi; el recuerdo de Nasser, de Arafat); en una palabra: entrar en contacto
con lo más graneado del arte puro y firme, que expresa las convicciones vitales del pueblo 1844 ,
de Glinka, de Borodin: la música celestial de las danzas poulovetzianas, en un angelical coro
de sopranos; los mensajes cifrados en encanto destinados a ser inclaudicablemente agradables
al oído, la delicada dulzura de los últimos acordes de “Cuadros de una exposición” de
Mussorgsky, la “Gran pascua rusa” de Rimsky (fusión de cosacos y Las mil y una noches),
Shostakóvich y Sinfonía de Leningrado, de la tierra de Vladimir Ilich. !Ah¡: el sonido cortado
y continuo de la Balalaica (Las dos balalaicas, Kalinka Malinka, Ojos negros), el tren Moscú-
Beijing, los cosacos y las estepas siberianas: Katyushas.
Para la música, el cuento, la poesía, la novela, la pintura: para el Arte en general, la
inteligencia por sí misma: no es su fundamento esencial, aunque la sensibilidad deba
necesariamente servirse de ella como instrumento de su propósito, y es así como ella
encuentra su gracia en la creatividad y en el estilo, de manera de –en efecto- otorgar rienda
1842 Facundo Cabral.
1843 En efecto, aún si en América Latina se produjesen procesos de rearme y flujo de las fuerzas conservadoras
del capital, estas sociedades “no van a retroceder, no van a volver al punto de partida”, esto es, a los regímenes
fascistas del Cono Sur, a etapas dictatoriales o neoconcurrenciales a ultranza, de las últimas décadas del Siglo
XX, pues, “… la religión, la política son simplemente formas de sus motivos reales” (Marx-Engels: La ideología
alemana).
1844 “…la cultura progresista del siglo XX es una cultura peculiar, universal, con una elevada facultad de
totalización. Mientras que el mundo medieval estaba ciego y cerrado a las manifestaciones de la belleza y de la
verdad de otras culturas, la moderna visión del mundo se basa en la polivalencia, en la capacidad de absorber,
captar y valorar las expresiones de las culturas más diversas” (Kosik, Karel. Dialéctica de los concreto).
1338

suelta a su esfera, a pesar también de que el sano sentimiento sea una característica animal,
que de todos modos está puesta en la dimensión racional. El sino (“cruel”) del ser humano
está en llegar al supremo estado de evolución: a la región perfectamente racional; y, esta meta
lo es, sin embargo de que en el momento actual de la vida su realización se dificulta
(aseveración ésta formulada en una coyuntura de extravío de la mente, la que tienta regresar a
reproducir la ritualidad elemental correspondiente con formas inmaduras de pensar y actuar),
en la medida en que en ella hacen pié todo tipo de exabruptos ilusorios. No obstante, a
menester leer ese encanto de obra literaria: Crimen de un académico, del eximio escritor
socialista galo, premio Nobel de la Literatura Universal: Anatole France, majestuosamente
arrullado por las profundas notas del segundo movimiento de la sinfonía “Para el nuevo
Mundo” de Dvorak, en la versión de Waldo de los Ríos. Recordar el contenido histórico de
aquella monumental obra literaria: la reseña del paso de la estructura servil y del pensamiento
escatológico al moderno sistema liberal europeo y al positivismo, en su orden: El nombre de
la rosa (los ecos de: Pedro Páramo; Juan Rulfo insigne: no pudo ir más allá de su cimera y
monumental obra) del sobresaliente Humberto Eco, en medio del brío sobrecogedor, selecto,
de la Sinfonía en Sol Mayor del todopoderoso señor Mozart; de la belleza sutil de Razamunde
de Schubert: la verdadera música de cámara (Arcangelo Corelli, Teleman, Cristian Bach,
Emanuel Bach, Juan Sebastián Bach, Offenbach) o de la animaba, pequeña pieza musical:
Danza Húngara Nro. 5 del gran Johannes Brams.
Una delicada tristeza vivida al son del segundo movimiento del Concierto para
Guitarra y Orquesta “Aranjuez” de Don Joaquín Rodrigo –por supuesto, luego de haber
disfrutado de la fuerza y elegancia del primer movimiento: Allegretto-, en un arreglo de
trompeta 1845 ; alternar, luego, con la alegría romántica de la fina Zarzuela española: “Una flor
es el comienzo de un capítulo de amor, ah, ah, ah, ah,…”; música ibérica, de gitanos, con
sonido de castañuelas y panderetas, bailes primorosos de mujeres adornadas en pelo con
flores carmencí, de tacos movidos, que acarician el suelo. Ser testigo de la voz y disfrutar de
la gracia de la linda Janette: “Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así…”; a
continuación, el acompañamiento del primer movimiento del célebre Concierto para Violín y
Orquesta del aniñado Félix Mendelsson, en la selva brumosa: la lluvia cadenciosa desciende
escaño por escaño, de hoja en hoja. El sonido aristocrático del piano (pianos Verdugo): Claro
de Luna, Patética, Tempestad, Heroica, Aurora,...; Appassionata, segundo movimiento
Andante con Moto-Attaca: el instrumento ¡suena!, ¡suena!, golpea insistentemente en
cadencias hermosísimas llenas de brío y de belleza beethoveniana racional indescriptible.
Disfrutar –una vez más- de esa sinfonía total, filosófica, homérica, eterna: “de todos los
tiempos”, patrimonio de la humanidad, de Ludwig van: la Coral; circunspección ante los dos
primeros movimientos: origen y organización del Universo, melancolía altiva en “Tristeza de
la humanidad”: el dominio fratricida de clase 1846 y, la placidez de “Oda a la alegría”: la
esperanza (música, que busca siempre la realidad: su fuerza viva, que es su nítida
expresión 1847 ). Percibir la elevada nobleza de las exuberantes notas del vals Invitación a la
danza de Karl María von Weber; música de todos modos alegre correspondiente con la
sociedad servil; música también de la plebe: el entusiasmo de los valses del formidable
Johann Strauss (hijo) –Danubio azul-, aquellos que pusieron a bailar con verdadera animación
al proletariado alemán, de la patria de Marx y de Engels, de Liebknecht, de Jenny von
Westphalen y de Mary Burns.
Practicar un: ¡alto!, en las faenas cotidianas, en la expectación del arte del antiguo
Fidias y de la exquisitez de Goya, en la preocupación “académica” y en la acción política en
torno de los problemas que aquejan al prójimo “colectivo”; destinar un tiempo para releer,
para “reapropiarse y alcanzar un status intelectual de mayor conciencia” (lo escribe: Catherine
Colliot Thélene), sobre esos magníficos monumentos del pensamiento humano: filosóficos,
1845 ¡Ah! España..., España..., España... (tus preciosas Zarzuelas): tierra visitada, influida por los magníficos
Moros, tierra de Gitanos, de castañuelas; de Granada: “…tierra ensangrentada por tardes de toros”. ¿Qué se te
dirá?: ¡Madre amarga! Paciencia; no queda más. Un remanso en el pensamiento; Tárrega: Recuerdos de
Alahambra.
1846 Aquel hermoso portento de la creatividad humana, convertido en el Himno de la blanca Comunidad
europea; escuchar, volver a hacerlo de modo insistente, tozudo, la inenarrable belleza (faltan las palabras para
describirla o sobran las palabras: da igual), de esa prolongada pieza musical, y sin embargo: tan corta.
1847 Genial Herbert von Karajan (y Haitíng y Solti): la expresión, el resumen del poder colectivo; al frente del
brío, de la potencia “metagenérica” en aquel coro humano “celestial”; ilusión, subrealidad, sin embargo: pura
y simple realidad, plena racionalidad.
1339

objetivos, revolucionarios, los escritos de Marx. Pasar revista detenida a sus obras maduras,
con entusiasmo, circunspección, con orgullo, con dedicación:
“… aquel conjunto de doctrinas científicas, que incluyen una visión total del
mundo, que explican el desarrollo de la historia en sus alcances económicos,
políticos y sociológicos, que demuestran cómo la organización actual de la
humanidad debe derrumbarse a causa de sus tensiones internas para ser
reemplazada por un orden superior de civilización” (Martin Nicolaus: El Marx
desconocido).
Degustar de su exquisito contenido objetivo, frugal, concentrado, bella literatura
sobria vertida en la modalidad de ensayo: tributo a la inteligencia, al lenguaje, a la historia 1848 .
Disfrutar, en párrafos tan bien sintetizados, con estilo, el brío, aquella extraña fuerza
expositiva, orgánica, ordenada, lógica, de su prosa decantada en párrafos, que “amenazan con
estallar” (dixit Luis Zabaleta Mercado): especialmente los pasajes del Prólogo de la
Contribución a la Crítica de la Economía Política, el Manifiesto (“panfleto épico-dramático,
conativo, preformativo”), la Ideología alemana, Los Grundrisse, Elementos fundamentales, la
Introducción, el Dieciocho brumario de Luis Bonaparte, El Capital (de este “todo
maravillosamente estético”: verdadera mutación epistemológica en su objeto, su teoría y su
método” –L. Althusser), el Programa de Ghota.
Echar una mirada nueva, fresca, a la mente de Engels: Introducción a la dialéctica de
la naturaleza, a la exposición de la concepción justa de la materia, del Universo (de los
universos), esa superlativa “intuición”, que comunica una visión sobre el orden de la
existencia: movimiento eterno –“…norma y sustancia en el eterno reto de la …[vida]…”-
(“las cuerdas cósmicas” no tendrían ni principio ni fin), cíclico, ascendente, que se niega a sí
mismo (se vuelve “nada” –Allan Guth) y se renueva (el Universo se recicla; se autogenera:
“universo inflacionario autoreproductor de existencia eterna” -lo dice Thomas Gold-,
generador de conciencia), se convierte en Todo; produce en el “ser social”, la conciencia de su
movimiento (Penrose, Guth, Sagan, Erazo), proeza en la que el ser humano dota de razón a la
materia a la vez que se manumite (supera la fatalidad) de las amarras de las determinaciones
de ella: se convierte en “Dios” –de sus múltiples movimientos-: “la negación y confirmación,
la afirmación” (Hegel 1849 ), y para la que la cosmología de Mileva, de Penrose, de Sagan
(“…materia estelar, que tomó su destino por sus propias manos…”), de Hawking, de Guth,
ponen la prueba de los hechos: Dialéctica de la naturaleza, El Capital, El papel del trabajo
en la transformación del mono en ser humano (el genial esbozo sobre los problemas
ecológicos), El origen de la familia, la propiedad privada y el estado (el portentoso avance
cuestionador sobre la supeditación de género).
“Teoría para todo” (theory for everything). Teoría que esboza una visión unificada del
Universo (la integración de cuatro interacciones fundamentales: gravitatoria,
electromagnética, nuclear fuerte y débil; inestabilidad de la materia –indeterminación-,
fluctuación en alto vacío, explosión y nacimiento del Universo: evento estocástico viable,
fijación de las constantes cósmicas –determinación-, generación de la vida orgánica,
evolución hasta la conciencia, la cual valida el carácter óptimo del Universo y pasa, luego, a
1848
Objetividad de clase: criterio de verdad en ciencias sociales; ciencia que a su vez es ideología, en el sentido
en que expresa el pensamiento de una clase, sus intereses; objetividad, que no es imparcial, pues, está
comprometida (Lowy, M.). En realidad, en esta verdad formulada, no se alza veleidad rizomática, de
complejidad o pensamiento complejo alguno como proceder expositivo de la mente, sino la modalidad bien
llevada de su fuente: “el árbol de Porfirio”; más concretamente: los métodos de investigación y exposición en
su trabazón biunívoca a la manera de la emergencia y desarrollo de una ciudad (plaza central y anexión de
anillos en su torno): edificio teórico formado por principios, conformado por “segundas verdades”, consolidado
en consecuencias y desbordado en verdades teóricas superiores; es obvio, este “punto de vista” transparenta la
impresión de que se trata de una simple descripción de estructura sencilla, una “construcción” estética de la
voluntad superior que piensa, un relato de lo que es y estaba allí.
1849
El paradigma filosófico religioso-idealista mantiene su encierro deductivista metafísico; su estructura
algorítmica es: primero la “nada” –la información- (incluso la idea moderna del tiempo de la ciencia
informática va de la mano por este camino: “el tiempo es la manera como la conciencia procesa la
información”) –el Big Bang (el establecimiento de las “constantes físicas” –la velocidad de la luz, por ejemplo-:
determinaciones, que ponen las condiciones de la vida orgánica y racional; la realidad, como consecuencia, es
simple, “elige” el camino más eficaz para su curso, el óptimo) –la materia –la vida –la conciencia -¿qué sigue?
(la vuelta a la Providencia, a la infinitud del Ser que siempre Es).
1340

gobernarlo). “Teoría de la historia”: el materialismo histórico (los modos de producción: la
comunidad primitiva, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo, el comunismo –su primera
fase: el socialismo-: la salida del trabajo físico y del intelectual, la eliminación de la propiedad
privada y de sus efectos superestructurales –sólo esta fase espera darse y comprobarse-, inicio
de la nueva historia de la humanidad: uso de la ciencia para producir instrumentos
–tecnología- con los cuales desarrollar la inteligencia artificial y mejorar la natural, utilizar el
robot, la microtecnología y las fuerzas cósmicas para viajar a las estrellas -al interior del
átomo y del cerebro- en pos de justipreciar la teoría macro -y micro- cósmica y dotarle de
conciencia a la materia). Y, “teoría de la psiqué” (proceso de “hominización”): el cerebro –en
sentido filosófico- tiene tres funciones básicas: 1) gobernar, desarrollar y mantener en buen
estado el cuerpo humano; 2) regular las relaciones con el entorno: buscar el sustento, superar
peligros y problemas, afrontar limitaciones orgánicas con el desarrollo del conocimiento y de
la técnica: volar, desplazarse dentro del agua, ser más veloz, mirar a las estrellas,…; y, 3)
inscribir estos avatares en la ruta del proceso de desarrollo del conocimiento: el arribo a su
autoconciencia y a dotar de conciencia a la materia; luego: el ciclo se cierra, todo concluye
(“fuímonos”) y se “reinicializan” los procesos (“todo el Universo se contiene en un ser
humano” –en la humanidad-: pero este último decesa –“se fue porque quiso, naiden le
precipitó”) 1850 .
En verdad, la humanidad, el mundo, llegarán cada uno en su momento a su fin, no
como efecto de cataclismos o impromptus, que dejen trunco su proceso. Este acontecimiento
debe ocurrir, en el marco del proceso (del ciclo) que ha sido consumado, esto es, una vez que
la humanidad haya cumplido enteramente su papel en tanto inteligencia, en el curso de la
dinamia material y asuma conscientemente, que ya no puede hacer que el mundo lo albergue
más. Animales y plantas hacen siempre lo mismo en el mundo de generación en generación;
el trabajo en el ser humano le conduce al progreso incesante (el ser humano y el progreso
social, son el resultado de la evolución natural y de la cultura, sea dicho contrariando esa
“teoría” religiosa absurda, que nuevamente despierta y que intenta negar la evolución y que
sigue con la habladuría de que la vida fue creada por Dios mediante la aplicación de
prediseños inteligentes, con lo cual la creación fue tramada de modo horizontal no de cambio
progresivo vertical); la vida inteligente, en cambio, progresa y, por tanto, puede sostenerse
que vivirá por siempre. Sin embargo: no es así. La prueba en contrario está en el hecho de que
los procesos que tienen un comienzo deben necesariamente tener término; pero este término
sólo es posible cuando el resultado comprehendido en el ejercicio de su pertinente rol, ha sido
alcanzado. Si la inteligencia colectiva y artificial debe alcanzar la dimensión del cosmos en el
plano cognoscitivo, epistémico, la cualidad se realiza plenamente, el ser humano decesa y el
proceso concluye.
¡“… Que naiden me diga, que soy un rajao…”! Restablecer contacto con la mente de
Lenin: ese poderoso laboratorio del pensamiento teórico, estratégico (ni Sum Zu ni Julio
Cesara ni Klausewitz, se comparan con el Gran Lenin) y táctico-operativo (dixit León
Trotsky 1851 ), de ese insigne pensador: desarrollador de la cosmovisión marxista, pues, el
marxismo no puede ser superado por la emergencia de otro sistema o paradigma (por el efecto
de las llamadas: “revoluciones científicas”, a su interior), sino por el avance en su misma
perspectiva (dixit Agustín Cueva Dávila); dirigente, combatiente político, ser humano
ejemplar, inigualable (la más grande revolución humana a su haber: vencer sobre el
capitalismo, derrotarlo: “volver terrenal el mito”): Cuadernos filosóficos; Materialismo y
empirocriticismo; Qué hacer; El imperialismo, fase superior del capitalismo; El Estado y la
revolución (la ciencia de la estrategia, la agudeza de la técnica, la “maestría artística” de su
1850 De existir seres de análoga realidad que el homo sapiens sapiens en otro lado del Universo; y si éstos
contactasen a la humanidad terrena, es normal asumir que los mismos deben hallarse atravesando etapas de
desarrollo científico y técnico superiores; en tales circunstancias, es obvio pensar a la vez, que su personalidad,
su contextura moral deben ser elevadas y acrisoladas, altamente superiores a las mundanas; en esas
condiciones “juzgarían” a los “menores” de manera magnánima y se pondrían del lado de los desarrapados;
ellos entrarían inmediatamente en contacto e instarían a acortar etapas en el desarrollo del género humano
(sobre todo de las clasistas), a no ser que también a ellos se les dé por tomar la decisión folclórica de no
interferir en el movimiento natural de la historia. Con estos seres –empero- se puede engrosar la empresa de
realizar la conquista intelectual del Universo...
1851 Trotsky hace una valoración justa de Lenin (Trotsky, León. Historia de la revolución rusa; pp 383-385).
1341

operativización: la táctica revolucionaria) 1852 . Cavilar sobre su más grande proeza: La
Revolución Socialista de Octubre, representada en el escenario del gran teatro Bolshoi de la
Rusia soviética. Revisión bibliográfica en Moscú, en el Café Pushkin; en la Plaza Roja
desierta delante de mi Natalie… frente a… la tumba… del gran camarada… Lenin…
Inmediatamente pasar a apreciar la vida de Stalin: seguir sus proezas, las tareas
prácticas de la edificación socialista a su cargo; misión titánica ejercida en cerrada lucha
contra el poder capitalista mundial 1853 . La determinación de la historia y de la coyuntura, le
deparó la priorización de la praxis “técnico-administrativa”: el elevado mérito de tomar la
posta de Lenin, en la continuación del proceso creativo de dirección de la “construcción” del
nuevo ser humano, más no la conducta de un estudioso de Octubre. El “Padrecito de todas las
Rusias”, ejemplo de vida austera, que atendía con cariño a decenas de compatriotas todos los
días en su despacho, en el Kremlin: Stalin, no podía ser “bueno”, según la concepción
mezquina, maniquea, hipócrita, filistea, que sobre esta actitud tiene el pequeño burgués (y el
revisionista); en verdad, lejos de ensimismarse en el desentrañamiento de las regularidades
que mediatizaron el proceso revolucionario (de ser un teórico pedante a la manera del burgués
y del revisionista “ilustrados”, “que nunca se han mojado el poncho”), cumplió el encargo de
la historia, de mantener a raya a la reacción antisocialista 1854 ; su deber consistió en templar al
pueblo para el trabajo (Así se templó el acero), para que integren el Ejército Rojo, para que
formen las guerrillas en defensa de la Patria: para el triunfo en Moscú, en Stalingrado, en
Berlín, para la liberación de Europa y el mundo, para colocar al primer ser humano en el
“espacio” (el gran pueblo soviético de aquel entonces, debió engendrar titanes del
pensamiento y la acción a la orden de la Bandera de la Hoz y el Martillo -patrimonio
simbólico del M-L), y lo hizo, por la fuerza del cambio, de la necesidad del progreso de la
humanidad, de la pujanza de la voluntad del Marxismo-Leninismo: Apanasenko, Stajánov,
Michurin, Lyssenko, Oparin, Mazánik, Cherniajovsky, Kuznetsov, Prior Kapitza –padre, el
cual aportó en el desarrollo nuclear de la ex URSS, considerado superior, que el propio
Einstein-, Kurchatov, Alexei Leontiev, Brezhnev,…
Revisar las tareas de otro conjunto de seres vitales en la conformación del pensamiento
objetivo político endógeno: de la expresión formal y sintética de los méritos históricos del
pueblo, que valen, en tanto son su genuina expresión. Estudiar la vida y obra del ensayista de
Cuenca del Ecuador: José Peralta (¡qué grande!, como las cholas de la “Atenas”), del eximio
Padre: Luís Luna Tobar; del polémico cultor de la palabra, el ambateño ilustre: Don Juan
Montalvo Fiallos, oriundo de la bella ciudad de las flores: Ambato, de Pablo Hanníbal Vela;
del "indigenista" ilustrado, hijo de la Centinela del Sur: Pío Jaramillo Alvarado (en
Gonzanamá); del gran “montubienista”: José de la Cuadra (los Sangurimas); del joven
portento de la sociología científica objetiva: Fernando Velasco (las personas buenas: “se
mueren o se van”), y del egregio escritor patriota: Jaime Galarza Zavala; serenidad de
conciencia, lista para enaltecer la vida y obra del “mayor científico social ecuatoriano”
–dixit: René Báez-: Agustín Cueva Dávila –el imbaya ilustre- (de Imbabura de mi vida…
Madre amante…), actuar con él a la usanza de los antiguos griegos: colocar una corona de
olivo natural sobre su testa inclinada y cobijarle con una
bandera roja, roja, ¡cómo es la sangre de la clase obrera!
En el nuevo día, jornada de esperanza, contagiosa, generosamente abierta a una mirada
más en tantos siglos: para la idea, en Quito, para la Entidad revoltosa, vanguardia educadora
1852 Lenin: ser humano completo, de existencia fugaz en la geografía terráquea: filósofo, economista, cientista
socio-político (el imperialismo: la fase superior y última del modo burgués de reproducción humana); estratega
revolucionario (planteo de la línea de la subversión proletaria, la dirección de la revolución histórica más
grande acometida por la clase consciente en el interior de la marcha del género: la Revolución de Octubre); y,
conductor programático operativo (la creatividad, el liderazgo, la excelencia en la construcción inicial de la
sociedad socialista soviética).
1853 Así como Marx (-Engels) se encontró en la cima de la forma humana más importante en sentido civilizatorio
e histórico, la cual le ubica como la mayor mente humana, y Lenin lo hizo en la arena revolucionaria, Stalin se
ubicó en el vértigo de la encrucijada: capitalismo-nueva historia, por lo cual no va a tener émulo como gestor
socialista: como dirigente político, a futuro.
1854 En efecto, la enseñanza de Lenin fue: “…es mejor vivir la Revolución, que escribir sobre ella” (de las
palabras finales de El Estado y la revolución).
1342

crítica del pueblo y de su juventud: la histórica Universidad Central del Ecuador 1855 ; en su
seno han tenido lugar los más acrisolados combates del pensamiento (como en la Sorbona de
la Ciudad de las Luces: la bella, exótica e ilustrada Paris del gran Corzo, tiempo atrás: como
en Lomonosov), la solemnidad del “templo del saber”: el Alma Mater (verdadera progenitora
del “alma”, del espíritu, de la conciencia), la conmoción en la mente al poner un pie en la
jurisdicción de la Ciudadela, tomar posición de Ella (Ella juega el papel de “andros”, pues,
fecunda el pensamiento), del escudo hasta el término de la vida –“en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro”- contra la “bota militar” (sin embargo, reconocer el aporte patriótico
del General Enríquez Gallo, del General de División Guillermo Rodríguez Lara, de Gustavo
Jarrín Ampudia, de Carlomagno Andrade y del eximio Señor Presidente: don Jaime Roldós
Aguilera –Guayrapungo: “…desde siempre y hasta siempre. ¡Viva la Patria!” 1856 ).
Universidad Central del Ecuador (su semillero: el “patrón” Mejía, el Montúfar, el
Manuel María Sánchez; las “chivas” del 24 de Mayo, el Manuela Cañizares, el María
Angélica Hidrovo), conciencia del pueblo: su fiscal; defensora de la infinidad de pobres
obligados a dejar su tierra (tierra americana, a cuyo “recurso” humano y natural deben toda su
actual grandeza soberbia, los pueblos europeos; en efecto, América, Asia y África –los hoy
continentes “subdesarrollados”- “contribuyeron” con metales preciosos –España: el gran
comprador, con la plata de Potosí, lo cual facilitó el desarrollo del mercado burgués en el
planeta-, materias primas y fuerza de trabajo gratuitos, en el proceso de formación del capital
europeo 1857 ), a migrar, a morir en aguas de nadie, a experimentar una nueva forma de
esclavización 1858 ; de los hijos de quienes sirvieron de mano de obra servil y esclava en la fase
de acumulación primitiva del capital en la coyuntura histórica de la etapa mercantil de la
colonización (“...pobre Pilahuin...”; no debe olvidarse el papel siniestro jugado por Inglaterra
en el proceso de descolonización –“cuando no”-, su sector dominante se trabó en guerra, por
interpuestas personas, con España a fin de arrancarle el dominio sobre sus colonias, pero,
sobre todo, para romper la unidad nacional de América hispana, Africa y Medio Oriente
mediante la creación de “cuñas estatales” –estructuras políticas sobrepuestas en fragmentos
territoriales de las comunidades-, en las que a propósito se dejó inconclusa la delimitación
territorial, con lo cual se facilitó las guerras entre Estados –crear el mercado de armamento- y
prolongar la desunión de estos pueblos).
Pero los conquistadores europeos (sobre todo ingleses) cuentan con sobrados
argumentos justificatorios, para probar su “inocencia”, para desvirtuar su acción criminal de
conquista (incluso puede suponerse que no es disparatada su actitud); lo tienen y lo blanden,
tanto los nórdicos como los españoles y otros similares, pues, sostienen que antes de la
conquista del Norte, Centro y Sur América, en este continente habían pueblos conquistadores,
que despojaban y abusaban de otros pueblos, tales como los Incas, por ejemplo; que al
conquistar a los conquistadores, estaban haciendo ni más ni menos lo que ellos habían hecho,
por tanto, no había razón moral para la increpación, pues, sus impugnadores –según ellos-
tenían también “rabo de paja”. En efecto, la fase de conquista, tiene determinaciones
histórico-reales, incluso naturales, que cubren los episodios con matices que les dan el
1855 Mientras otras instituciones indignas frente al pueblo (como esas llamadas “politécnicas” y otras de su
género), que practican exámenes de ingreso, segregando de este modo a la juventud entre genios y cretinos, se
hacen cargo de los “genios” (graciosos estos tipos, pues, con superdotados: ¡cualquiera puede!) dejando al
resto a merced de la Universidad pública, de la Entidad de Educación Superior, que legítimamente ha educado
al pueblo: la juventud de los estratos populares (ineptos, según el concepto de esos imbéciles) ha sido elevada a
la categoría de profesionales en las múltiples ramas de la economía, con lo cual han hecho girar la rueda de la
historia (en efecto, Políticos, Filósofos, Sociólogos, Doctores, Jurisconsultos, Ingenieros, Arquitectos,
Economistas, Administradores, Artistas, Poetas, Trabajadoras Sociales, Enfermeras, Maestros, etc., forman la
intelligentzia en el país procedente de la Universidad pública, Pléyada de proseres humanos, formadora de las
nuevas promociones de profesionales); por lo cual a la Universidad estatal se le agradece una y mil veces.
1856 Roldós: responsable presidente ecuatoriano, proponente de la neoconstitucionalista “Doctrina Roldós”,
esto es, del principio de la intervención externa por sobre la soberanía de los Estados, respecto de problemas de
violación de los derechos humanos (no obstante, su propuesta vanguardista ha sido inmediatamente
instrumentada por el poder mundial para respaldar y legitimar sus tropelías criminales: intervención en
Afganistán, en Iraq, en Libia, posiblemente en Siria, en Sudán e Irán -en 7 países árabes, según protervo plan).
1857 Es verdad también, “que el período colonial fue un período en el que los países de América Latina
trabajaron para la acumulación primitiva del capital europeo” (Sofía Manzano en alusión al libro de Caio
Prado: Formación del Brasil contemporáneos).
1858 En relación con el episodio, un emigrante ilegal mexicano en Estados Unidos ha sostenido: “como persona
que soy, tengo derecho de habitar en cualquier parte del planeta, ese es mi derecho por ser ´ser humano´; el
mundo es mi hogar y puedo desplazarme a donde quiera, el momento que lo desee, sin restricción alguna”.
1343

carácter de ser hechos en sí de desarrollo espontáneo y necesario de la especie, del mismo
modo como las fieras en la selva amplían su territorio desplazando a otras. No obstante, la
conquista y colonización no solamente fue un proceso de desplazamiento y despojo (de ser
así, los afectados: o se habrían desplazado a otras zonas o habrían muerto de hambre), sino
que se sometió a la explotación directa a la fuerza de trabajo, ya sea en su forma esclava o en
la feudal, amén de la expropiación de los recursos naturales a quienes tenían más derecho por
“haber llegado primeros”, por ser seres autóctonos; este es el quid: sobreexplotaron la fuerza
de trabajo mediante coerción extraeconómica (aquí se explotó, envileció, degradó al ser
humano). Mea culpa: “Es fácil ser valiente a la distancia.
Testigo: no es lo que debía ser;
pero, al final: ¡eso he sido!
Debí haber saltado del tren...
siguiendo el río Putumayo.
Lloro por ti Guatemala; por Uds.: los Sioux;
por los ´niños del Brasil´, por el Mayo argentino;
por el pueblo árabe, por Hiroshima;
por el Septiembre chileno, por Grenada”;
por los emigrantes Moros en Gibraltar.
(Por tanto, en lo personal: el papel jugado en la Comedia Humana -del gran Honoré,
Honere de Balzac-, no ha sido serio, eficiente: agregar valor en la cadena de la lucha
revolucionaria, no se ha realizado la existencia –en dicho plano- “como Dios manda”:
en 10 años, únicamente lo que me he limitado a hacer es a llenarme la panza y a
latigarme la espalda… Lucifer, Avigor, Azazel,… –dixit Remigio de Baragine, en: El
Nombre de la Rosa de Humberto Eco).
La cruda realidad de la expoliación del pueblo ecuatoriano (como del latinoamericano
y el de otras latitudes), de ella da cuenta aquel magnífico ritmo popular norteño andino:
“Carpuela lindo”, ejecutado –esta vez- en un “solo de hoja de capulí”, que expresa el
rechazo doloroso al elemento telúrico que entrañablemente se ama: “a la tierra que le vio
nacer”, el cual connota todo el drama lastimero y testimonial contenido en la pobreza del
pueblo -…un par de botas, un par de botas, ni pa robar sirven estos paisano vago…- (de los
legítimos herederos de los Caranquis, de los Shyris, de los Puruhá, de los “hieleros del
Chimborazo”, de los Saraguro y de la raza indómita africana de Luther King, de Rosa Park, de
Franz Fanon, de Mandela, de Maceo, de Malcolm X y las Panteras Negras, y de Jaime
Hurtado González 1859 ), de la soberbia del habitante neoimperial absolutista y la conducta
estafadora del capital especulativo financiero-bancario criollo:
“Ya no puedo vivir en este Carpuela
porque todo lo que yo tenía se llevó el río.
Ya no hay donde trabajar...
...[Ya no puedo vivir en este Ecuador
porque los banqueros atracaron el dinero mío.
Ya no hay democracia en quien confiar]...
Ya me voy yo ya me voy
al Oriente a trabajar...
[Ya me voy yo ya me voy
a España a huasicamear.
... adiós Carpuela y Ecuador lindos]...”.
1859
Esa raza especial, a la que se pertenece el gran Mohamed Alí: su lucha esencial de ningún modo lo fue en el
cuadrilátero, sino en el plano social de la política, frente al dominio del imperio económico y de la llamada raza
blanca. “Yo soy un persona negra, que estoy cansado de que me ordenen individuos blancos que vaya a matar a
amarillos, que nunca he visto”, alguna vez aseveró.
1344

En una palabra: la extroversión de las simples tribulaciones inscritas en la
significación de la efímera vida de un hijo del bien amado pueblo: cuanto dolor y cuanta
valentía, sentido y desbordada por el pueblo (en la “Edad de la ira”; Guayasamín): ¡shulay?,
¡shulay?... (“...viviendo no mas molesto, muriendo se ha de acabar...”; “…mas vale solo,
que acompañar mal…”). Esta tristeza –plasmada en la Bocina de Ingaveles 1860 - y el siglo
perdido (de dolor, de explotación, de extravío de la vida aun a tiernas edades: las “pirañas
limeñas” –la cooperación para agredir, despojar y sobrevivir, para financiar la satisfacción de
falsas necesidades creadas artificiosamente por el capitalismo) para el gran pueblo
latinoamericano no van a volver a repetirse (dixit coronel Hugo Chávez); en Venezuela, por
ejemplo (en la Bolivia de Evo; en la posibilidad en Ecuador con Correa -¡quizá!; en la
Nicaragua de Ortega; en el Uruguay de Tabaré; en Paraguay de Lugo: Echeandía: “el cambio
de América Latina ya es irreversible”), este pueblo tiene muy altos niveles de conciencia
(“…ni modo …[gringos]…: ahuecando el ala… [¡go home!]… ¡sáquesen?...), es digno del
ensayista revolucionario niño de América: José Carlos Mariátegui, ha perdido parte de sus
cadenas, le queda arremeter contra los eslabones restantes. Al fin y al cabo: los jóvenes
rebeldes, resueltos, hechos del mejor acero revolucionario del 77 (de la patria del gran José de
San Martín, de Piero: “…hay país, país, país,…”; del gran N. Kirchner: “el presidente que se
pareció a su pueblo”, de Cristina: yegüita, morochita de encanto), viven en las Madres de la
Plaza de Mayo, en esa mujer inmensa, argentina (de crines plateados): la grandmother Hebe
de Bonafini; y, Tupac Catari se encarna en el temple indómito de Felipe Quishpe Huanca: el
camarada Mallku: la avidez por entregar el poder al pueblo:
"... es un ansia cercada, …[tenaz]…, prisionera,
¡por los ...[puños]... buscando la salida!".
Sentirse realmente un pequeño burgués cómodo, enamorado de la Revolución
Social 1861 , de la humanidad, del Universo (“…churqui rebelde nací…” 1862 ); experimentar la
emoción, el anhelo sano del porvenir: “Ponchito color verde, ponchito de esperanza
ayayay…”. Entonar solemnemente las notas de ese universal Himno a la hidalguía humana,
magníficamente marcial: la Internacional, la proclama de unidad humanista de los pueblos,
en el portentoso desfile del Primero de Mayo, en Chicago -1886-, con el recuerdo de Albert
Parsons, August Spies, Engels y Fisher: la jornada laboral de 8 horas, la “semana inglesa” (A
la huelga compañeros, no vayáis a trabajar…). Rendir homenaje, desagraviar a la Mujer,
tanto tiempo sometida por una colusión histórico-estructural, clasista-patriarcal; la mujer, es la
MUJER: sólo admiración y respeto para ella (en la “comunidad cibernética de objetivo”,
finalmente la mujer retoma su lugar cimero, respetable, a la manera de la “matrona” antigua,
en la comunidad primitiva) 1863 ; el recuerdo de Mileva Maric, de Tania la guerrillera, de
Rosita Luxemburgo, de Manuelita Sáez, de Evita Duarte (“…yo sé que Uds. recogerán mi
nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”), de Dolores Cacuango, de Rosa Zárate, de
1860 Como en otro continente, allí se despliegan las extraordinarias notas, melancólicamente, pero también
racionalmente altivas del Tercer Movimiento de la Sinfonía Coral: Tristeza de la Humanidad, aquella
delicadeza rítmica con la que comienza y pausadamente expone su contenido medular, en la potencia intensa de
la sonoridad colectiva de los instrumentos, pero también con la que concluye: se calla, se extingue: reposada y
humildemente, esa magnífica expresión musical; ¡ah!: ¡genio, de los genios! La humanidad, después de todo, es
racional: su círculo más esclarecido, representativo “ama” a Beethoven, a su Novena Sinfonía.
1861 En verdad: éste, es, pues, un estado de la mente, de sincero optimismo; de confianza en esa hermosa,
estética, revolución social (natural, social, socionatural), que está en curso; encumbramiento sublime humano,
que en la fase de la formación económico-social debe aspirar a que el elevado nivel de cubrimiento de
necesidades (hedónicas, artísticas y espirituales) al que, hoy por hoy, ha accedido una muy selecta elite
mundial, tenga acceso la generalidad de la población. Sin embargo, la proeza, para cristalizarse, exige la
consolidación tendencial de dos procesos interpenetrados: 1) significativo avance en el estado de mecanización
productiva; y, 2) reducción del quantum poblacional (propensión definida por las nuevas determinaciones
“económicas”) del globo; hecho natural –como es obvio-, adverso al sentido maltusiano. Es cuando se torna
necesaria, asume sentido y virtud operativa, la lucha política por la instauración del denominado “nuevo orden
mundial”, en el que la técnica (la mecanización automatizada), sea la base material de las nuevas relaciones
comunitarias, espirituales, de objetivo.
1862 “Delfín hasta el fin”: “cuando yo vine a Nueva York…”: haciéndose de la “vista gorda” sobre la
ingenuidad ideológica: “en el campo yacen las flores; en el pueblo están los valores”; el poder del Sur, el status
de prestigio de “lo negro” (sic), las bondades que se desprenden de “levantarse con el pie izquierdo”, la
“dialéctica de la negatividad”.
1863 “... Ay cunshi sha. Ay bonitica, sha. Soliticu, dejándome nu…” (Jorge Icaza: Huasipungo).
1345

Rosita Paredes, de la Maestra Consuelo Benavides, de Selena Quintanilla: adorable chicana
–“... fue lo más bello...”- (Que lindas son las obreras como las estrellas…bailemos con
ellas…: Clarita Zetkin); la Mujer: es la ainegada Madre –“... amor eterno e inolvidable...
eterno, eterno, eterno,…”- (de Máximo Gorki): María Encarnación, trabajadora, dedicada,
fiel y sincera: “... a esa mujer, ya la vi pasar en mi camino...” (dixit Rafael Angel Jara: Un
boceto del retrato de mi Madre) –en verdad: ¡debe haber un Cielo para la Madre buena! 1864 -,
la persona masculina es su compañero y es su hijita, guagüita, chiquita, niñita: su “pequeña
aymarita” (Pinky Dinky Doo):
Y es que dentro de ti y arrodillad(a),
(una niña bella como tú) nos mira.
“Por esas manos, que son hijas de tus manos
tendrían que matar las manos mías” 1865 .
A la distancia, levantar el brazo de cuanto combatiente popular (subversivo) se ha
enseñoreado en la historia (de Ho Chi Min; de las Panteras Negras, de las FARC, del FFM,
del FSLN, del EPL, LN, EPLP; de los mártires: Tupamaros, Alfaro Vive Carajo, MRTA
-Horacio Serpa-, Sendero Luminoso, los Sin tierra, los Indignados) 1866 ; valorar el gran mérito
del guerrillero Simón Trinidad: valiente, decidido, admirador de Stalin, debidamente conocido
como: “ser humano de hierro”. Gritar a “voz en cuello”: ¡Viva Sandinooooo…¡ En la “Ría”
(en el río Guayas en Ecuador), depositar “cruces en flor” en honor al 15 de Noviembre y de
Joaquín Gallegos Lara (Espartaco, el Cura Gapón, el Primero de Mayo, el Mayo francés,
Córdoba); en las faldas del Chimborazo proyectar en la mente la imagen circunspecta y
cavilante, antiimperialista, antiestadounidense, de Bolívar (con sobra de razón: “el más
grande americano”) en “Mi delirio”. Experimentar el solaz de las proezas libertarias
modernas del gran Che –de Camilo Cienfuegos, de Jorge Núñez- (Ernesto Guevara: insigne
subversivo argentino/cubano, americano: habría sido digno de mofa, que se encontrara
acento yanqui en el timbre de tu voz –Víctor Isralian): “Hasta siempre Comandante…”; y, sin
embargo: “Seguiremos adelante como junto a ti seguimos…” (“¡los que han destruido al
pueblo, deben rezar para que no haya otra vida, porque la lucha contra ellos es eterna!”: dixit
Diego Delgado J.), como ejemplar y valientemente lo ha hecho Fidel (los dos únicos amores
sinceros: el revolucionario y el filial; el uno: hacia la humanidad “…sin pedir nada a
nadie…”, el otro: a los “retoños”, sin otro interés, que su bienestar). Vivar la lucha del gran
pueblo árabe, del checheno, de los vascos, de los curdos, desde hace tiempo: del afgano.
“Llegar a la meta al morir…” (Honore de Balzac) como el guerrillero antiguo: ¡con el fusil
en la mano! (gran general A. C. Sandino; Gaspar García Liviana).
“La tumba del guerrillero dónde, dónde, dónde está;
su Madre está preguntando, algún día lo sabrá…” 1867 .
1864
Cuando la Madre es tradicionalmente creyente en el Dios y en el Cielo católicos; pero, sobre todo, en
circunstancias en que esta “criatura” es ejemplarmente buena: en tanto se dedica a “hacer de padre y madre
para sostener a los ´cuervos´” –miles de casos existen en el mundo-, seres agradecidos, por muy racional que
sea su posición, deberían renunciar a ella y desear estar equivocados: que en verdad existe un premio en el
“más allá”, para este ser angelical: la Madre (ser, cuya mérito deviene de la perfidia que pone el contexto
clasista, particularmente capitalista, a la reproducción de la vida de los desapropiados).
1865
Genuina inspiración del gran Neptalí Reyes: Pablo Neruda.
1866
Subversión, no en el sentido bakuniniano de la anarquía, sino en el orden que deviene de la supeditación de
la praxis de la teoría del cambio social revolucionario consciente. Si el sino de la especie se halla signado por el
objeto de la conciencia plena; si el medio moderno, que posibilita la consecución de la “encomienda”, es el
dinámico progreso de las fuerzas productivas inscrito en un plasma social, que le confiere semiautonomía; no
tiene sentido, luego, la acción de la subversión consciente. Esto, depende, según. La población del planeta
todavía es numerosa, se halla sometida a grandes sufrimientos; mientras se estructura en elite espiritual, la
población va a continuar soportando los suplicios derivados de la persistencia del sistema burgués de vida. El
cambio de las condiciones sociales en el presente, tiene el sentido de retirar o, al menos: de reducir los rigores
de la vida sobre tanta gente (carencia material e insuficiencia espiritual); allí se inserta la razón del acto
“revolucionario” consciente, organizado –si es posible: incruento-, de la subversión.
1867
Si Cristo pagó por los pecadores; si el prójimo cuenta con el amor de los cristianos; también el resto de
seres que no entran en ese patrón, tienen quienes los aman: las FARC –hasta cierto punto y en determinados
niveles- tienen un profundo sentimiento de amor al pueblo (el pueblo: ¡no está solo!).
1346

En la existencia inquieta, ser humano alguno se halla satisfecho con sus realizaciones:
siempre se espera más de uno mismo, esa es la exigencia que ha enseñado el trabajo (Así se
templó el acero): la responsabilidad que impone normas a la vida, en la que se modela la
auténtica personalidad frugal, positiva, y en cuyos productos se determina la real catadura de
las potencias del “ser social” (empero, en la “sociedad” sin trabajo, la personalidad viene
determinada por la sapiencia y el orden que instituye la necesidad de continuar a la meta
como designio: realizar plenamente la conciencia y trasponer la condicionalidad hasta hora
impuesta por la matriz material a la especie, cuanto la asignada por el carácter contradictorio
social a los pueblos dependientes: constituir “honrosamente” la simple reserva de los pueblos
“elegidos” –europeos, japonés y estadounidense; los chinos quieren torear ese sino cruel, y lo
están logrando con la cada vez creciente pujanza de su sistema semicapitalista asimétrico
ultramoderno-, esperar la oportunidad de ingresar a protagonizar la “historia cósmica”).
“¡Qué sepan que viví en tiempos de...” de Ernesto, de Mao, de Salvador, de José Omar, de
Enver, de Camilo, de Arnulfo, de Angel Felicísimo, de Pablo, de Jorge, de Leónidas, de
Consuelo, de Agustín, de Jaime, de Anwar, de Tránsito, de Manuel, de Daniel, de Abimael, de
Gabriel, de Evo, de Hugo, de Fidel, de Samir, de Maurice, de Hebbe, de Paúl, de Diego G., de
René, de Rafael, de Eva G., de Néstor, de Cristina, de Luís, de Noammar, de Alfonso C., de
T. Borge, de Piedad C., de Mahmud A., de Martha H., de Los Indignados! No obstante, debe
llegar de todos modos el momento de “doblar” la esquina (“tránsito” definitivo, acompañado
de tambores sonoros: tambores africanos, de belleza negra), pero: “…no nos viense todavía,
aún estamos vivos,... enderiesa, enderiesa... ”, pues:
“Somos como paja de páramo, que se corta y vuelve a crecer.
Y de paja de páramo cubriremos el mundo”.
En consecuencia, la Materia se mueve, la vida sigue; la humanidad se dirige a su
destino: redondear el pensamiento en torno de la realidad (saber total, perfección y libertad).
Ahora bien, ¿y qué respecto de la conciencia presente, expectante; conciencia forjadora, en su
momento y parte correspondientes, de la estructura del destino de largo plazo y final de la
humanidad, sobre todo si se “conoce” (se “intuye”, da igual) el desenlace? (conciencia de
todos modos efímera, minúscula –a no ser que Dios se esté creando, construyendo a sí
mismo a través de la evolución del ser humano, el cual llegará a ser “El que Es”, cuando
éste cumpla su misión total: figurarse en la mente las leyes completas del Universo; lo que:
es lo más probable, y lo cual implica que el ser humano es el principio de Dios, tanto en la
mente como en la realidad: la mente creó la idea de Dios, deviniendo ésta en proyecto
indeliberado, que debe alcanzar objetividad). En ese ser, un esfuerzo más debe hacerse:
conseguir cómo ubicar el ser y la conciencia individuales en la conciencia desplegada y
colectiva. Naturalmente, el pensamiento hasta hora de vanguardia: el marxismo, no se
preocupa de tales minucias existencialistas; en el marxismo clásico, en cambio, no se
presentan (no en referencia con Marx o con Engels) en su campo de visión estas cuestiones.
La praxis humana, en todo caso: “es producción material y producción de ideas sobre
el fundamento material de esa producción -la realidad objetiva- y sobre esa práctica”. La
pugna entre paradigmas respecto del futuro de la vida consciente que se ha mantenido en
secreto entre unos cuantos sabios y el resto de la humanidad: sale a la luz; antinomia dada
entre quienes sostienen que la vida se efectiviza en los esfuerzos por alcanzar el favor de
Dios, la realización plena de las facultades del ser humano entendida la meta como felicidad y
puesta en términos que impone el estado de conciencia vigente, frente a aquella visión, que
llama la atención y compromete al género a insertar cada uno de sus actos en la ruta
caracterizada filosóficamente, atinente a desplegar sin más pérdida de “tiempo” (de vida) los
esfuerzos en pos de plasmar las propiedades superiores de la inteligencia: el conocimiento y la
técnica, para alcanzar la plena conciencia de las cosas. Eso no quiere decir, que no se tanga
fuertes sentimientos de afectividad ante tantos seres buenos que ha producido la humanidad
(tanto en sentido individual –el llamado: liderazgo- como en el de tipo agregado, por ejemplo:
el gran pueblo ruso de la Revolución de Octubre); es la razón la que fija ese proceder.
Sin embargo, el arte humano: el máximo esfuerzo de la mente, de las destrezas y de las
actitudes puesto al servicio de la sensación bella, el rol que ésta despliega en la razón básica
de la sostenibilidad humana, es excepcional: todo honor y pleitesía para la más grande obra
humana: la objetivación de la sensibilidad argumentada, la fusión de hormonas con las
formas, con los hechos y procesos que inciden placenteramente sobre la conciencia; en
1347

ealidad, no existe praxis humana más grande, incluso por sobre la agradable sensación, que
provoca la conquista científica, la captación y posición objetivas respecto del mundo. Luego,
si la conducta artística fue saludablemente positiva en la larga etapa preracional e incluso
racional del ser humano, a partir de un momento se transforma en freno frente al carácter y
personalidad, que debe tenerse para emprender por el real camino en el que se realiza la
propiedad de la inteligencia. Por tanto, “lamentablemente”, esta esfera artística debe quedar
atrás, con pena, como todo lo que se ha amado: la niñez, la juventud, los sabores y sonidos
agradables, toda sensación de bienestar, para que la vida pase a ser fría, racional, en su forma
imperturbable, inconmovible, divina. En cada coyuntura humana prevalecen específicas
dimensiones de la múltiple composición de la naturaleza humana; en el movimiento actual de
la vida, se enseñorean las preocupaciones política y la científico-técnica: la primera, en cuanto
resguardo de la vida en colectivo, la otra, por cuanto se requiere atender fricciones
relacionadas con deseconomías ambientales, y para consolidar el juego de premisas teóricometodológicas
que demandan las nuevas preocupaciones de la inteligencia.
En los meses finales del 2011, el planeta: ¡tiembla!; “está que arde”, convulsionado
por la rebelión de los Indignados. La fracción financiera del capital ha arrastrado a Europa
hacia la más profunda crisis económica de su historia, la desbandada está a la vuelta de la
esquina; Japón ha llegado a la frontera de su crecimiento, el balance presenta guarismos en
rojo, es dudoso que se recupere e inicie un nuevo ciclo. El belicismo invasor yanqui ha
asesinado a S. Hussein y ha tomado Irak, ha ejecutado a N. Gadafi y ha puesto al frente de
Libia a un gobierno títere, se ha desembarazado de tres líderes de las FARC: Raúl Reyes, C.
Briceño y Alfonzo Cano, ha asignado el excedente mundial al trillonario salvataje de la banca
estafadora, prepara las estratagemas para intervenir en Siria, se aparapeta en la Base Militar
Darwin en Australia para amedrentar a China e Irán, y con el apoyo de su base militar
antigua: Israel, urde el plan de control de Oriente Medio (para este capital, la guerra es un
elemento de política económica: negocio de las armas, proceso de acumulación por
desposesión). Rusia ha enviado fuerzas navales a las cercanías de Irán y Siria, se propone
impedir la invasión de la coyunda genocida: EU, Inglaterra e Israel a Siria a través de su brazo
armado: la OTAN, con aval de los peleles de la ONU. Dicha maniobra de respuesta
preventiva es buena, pues, no puede el capitalismo criminal desquiciado, convertido en el
“matón del mundo”, hacer lo que se le venga en gana, ante la mirada impávida de la
humanidad (en Siria su gobierno y las Fuerzas Armadas en su “guerra” interna liquidan
mercenarios; éstos, en cambio, están asesinando al pueblo sirio a nombre de la libertad, de la
democracia, de la modernidad, de los intereses de Occidente). La gran Rusia de Lenin, de
Stalin, tiene la ocasión (lo mismo que China) de reivindicarse frente a la humanidad:
nuevamente escribir con letras doradas su nombre en los anales de la historia, como lo
hicieron cuando ya salvaron al planeta de la amenaza nacifascista, en Stalingrado 1868 . La
Tierra toda tiembla: se acaba el capitalismo en el 2012; parece que los pronósticos siniestros
sobre el fin del mundo en dicho año, se hicieran realidad, para el capital.
Hasta entonces, dónde quiera que se encuentre de ese lado del receptor, en este drama
que está en pleno desarrollo. Disponga Ud. de las cámaras, señor Director (dixit
Walter Martínez -TeleSUR).
En el cierre de la primera década del Siglo XXI, el estadio humano de febril
acumulación, convierte en realidad sus cualidades en potencia; en el cumplimiento de la
función histórica, que le es propia: producir la base material sobre la que se edifique el mundo
nuevo: la “comunidad democovivencial”, modelos y sistema correspondientes: ¡no dan para
1868
Finalmente la humanidad tiene “quién saque la cara por ella”: China, Rusia. Cuando púber, la persona que
ha sostenido tan extenso periplo a lo largo del presente escrito, se viera enfrentado a un episodio de pleito: dos
tipos de mayor edad y experiencia, conocedores de las artes de los puños, uno de ellos retaba a un amigo del
grupo a medirse, al no recibir asentimiento por parte de éste, se volvió a todos nosotros e increpó: “quién saca
la cara”; silencio, nadie aceptó tomar el lugar del “cobarde”: todos metimos el rabo entre las piernas y el
incidente terminó. En lo personal, debió rodar algunas yardas el ovillo de la vida, antes de que ese suceso
dejara de atormentar la mente. En la situación, no hubo quién asuma la defensa de menores, el orgullo quedó
herido, pero por lo menos no se tuvo que visitar el hospital. Ahora bien, en la coyuntura de entre siglos, al
terrorismo anglo-estadounidense-sionista: “les llega su sábado”, ¡puercos criminales!; el mundo entero está en
su contra: se lo merecen, creyeron que luego de tanto abuso sobre la humanidad, se iban a quedar sin sanción.
No saben lo que les espera.
1348

más! La especie –en consecuencia- cuenta con la capacidad necesaria, para completar su
determinación de coyuntura: automatizar los procesos de producción material y espiritual (el
robot y la inteligencia artificial); ya no es requerido –por tanto-, que el tramo que se viene, sea
llevado en el interior de procesos de explotación, alienación y control deleuciano intra
humanos, y de destrucción de la base material de la existencia: pobreza material, miseria
espiritual, supeditación de la voluntad de amplias masas de la población planetaria y sobre uso
de recursos naturales, para sostener indebidamente una ley y un deseo. Toda forma de
sacrificio humano: no debe prolongarse más; la racionalidad humana de tercera generación: la
civilización neohumanista ilustrada, es el ethos, que repudia dicha realidad, mientras que la
sensatez pragmática de la simple sobrevivencia, hace esfuerzos por crear las condiciones
“sociales” de dicho nuevo “Orden” (ordine novo): estos dos frentes se hallan a portas de su
encuentro. En realidad, en la fase aquí nominada como “transición”, adquiere sentido pleno la
sentencia: “mi deber es ‘deconstruir’ el sistema, no afincarlo”.
“Somos amor, somos el mundo…” 1869 .
* * *
Que episodio más bello, tan fino, diríase: regio, el que sucede al concluir la
presentación por parte de los integrantes de las sonoras filarmónicas: la consagración de su
grandeza, la permanente autoexaminación de las destrezas específicamente humanas –dadas
históricamente por la esfera del trabajo- plasmadas con entera maestría (en medio de la
tensión del momento), frente a un auditorio docto, que aprecia, que se deleita en colectivo, de
la laboriosidad estética de seres cuidadosamente especializados: la asignación de un rol muy
particular a la existencia, productividad del hemisferio derecho del cerebro en equipo,
corporativo, interconexión sincrónica, en la preparación de las armonías del finale, frente a un
“arreglo de tulipanes”. Se ha tocado una variedad de instrumentos (en la historia –en el “gran
relato”, en el “relato total”-, por la humanidad entera en la práctica productiva material, en la
práctica política, en la práctica espiritual, en la práctica estética), ha sido extraída de ellos toda
una sinfonía de notas que, en realidad: representa, en sí misma, nada más que una fuga (un
“pequeño relato”): “…un momento de fugacidad…” en el estado consciente de la materia
(nuevamente: en el “gran relato”, del cormo, del fagot, del clarinete, de la trompeta, del
contrabajo); han debido conjugarse las vibraciones acústicas intensa, laboriosamente; en
realidad, se ha rendido tributo merecido al público (por el ser humano, al Universo, a la
Materia en cuyo interior reposan cuan impresionantes propiedades, leyes, productos): que
tiempo más grato, tan bien asignado y disfrutado, sobre todo por éste: mientras el tímpano, el
yunque, el martillo, el estribo: vibra, soporta, percusiona y transmite, y el cerebro se rinde,
literalmente: yace inerme, derrotado y sometido por la bella determinación acústica externa
(por la fuerza acerada de la obertura Egmont de Fidelio, interpretada por la orquesta
Filarmónica de Berlín, bajo la dirección de H. von Karajan -¡Ah!: Beethoven, ¡qué grande se
ve en ti el ser humano!), para la que el nervio auditivo es su aliado.
Mas, concluida la obra, los muy de veras insignes integrantes de la Orquesta y,
principalmente: su Director (talento en insigne subordinación, pues, predica con el ejemplo:
“agrega valor en la cadena de” esteticidad corporativa, mejora continuamente la base material
de la excelencia de las cadencias que llevan a la plena satisfacción en el éxtasis humano, que
fideliza –emulatividad sistémica), se vuelven al público de pié, “armas” en descanso,
elegantemente ataviados, en verdad: vestidos solemnemente para la ocasión, en orden,
sumidos en la paradoja entre la humildad y la grandeza (“... es una humildad grande o una
grandeza humilde...”), se agradece al respetable (a la materia toda: a sus leyes): el cual –como
es propio de la ocasión- se ha aprestado a escuchar, al esparcimiento, a la experimentación de
sensaciones magníficas de delicado encanto (el Universo ha sido validado en su optimidad) y,
1869
Inolvidable año 2011. La derecha mundial está de plácemes: antes habían asesinado a Saddam Hussein e
invadido Irak; luego murió Marulanda, se llevaron a Reyes, a Cedeño y a Cano; asesinaron a Gadhafi,
colocaron un gobierno títere en Trípoli y se van a festinar el petróleo; han plantado nuevas Bases Militares en
otros puntos del planeta. Pero la historia está también de plácemes: a más de la crisis financiera yanqui y
europea, se formaron las redes sociales políticas, nació el movimiento de Los Indignados, la juventud eclosionó
como los subversivos/intelectuales/ciudadanos del presente y del futuro, se formó la CELAC, la ONU se ha
desenmascarado como corporación alcahueta del poder criminal mundial, la UE está por caer, Palestina ha
izado su bandera en la UNICEP y pronto se creará la ONU de los pueblos.
1349

ahora: aplaude, de este modo se empodera; este agradecimiento, y esta despedida: constituyen
la expresión de reconocimiento dados con una ligera y aristocrática inclinación de la testa (tal
como es la natural usanza –en el saludo- en la solemnidad de Oriente), esta vez, apoyada, más
que nunca, en el torso: “gracias, muchas gracias por haber escuchado”, gentil, amable,
detenidamente 1870 . Empero, ha llegado el momento de la partida (la misión de la inteligencia
está cumplida: la realidad tiene en frente su ser conceptual alternativo de sí), pues, la función
ha terminado y todo mundo debe retirarse, satisfechos, aunque muy recluidos en la nostalgia:
subyugados por el impacto de esa sensación, que produce internamente el recuerdo de acordes
ya lejanos (la remembranza de la experiencia del proceso hacia el conocimiento pleno), en la
conciencia.
Ahora bien, entre la gente realmente humilde, entre quienes detentan de facto la
grandeza de la sencillez, de la serenidad y de la constancia, entre las personalidades, en
verdad, pueblerinas, sucede otra forma de final, ésta es enteramente artesanal; artesanal: en la
completa caracterización semántica de la palabra, o sea, en el extremo de la modestia (de una
“Banda de pueblo” y de una “soprano” de la llacta:
“... el San Juan la chicha de la Santa
y que salgan a bailar...”),
que genera la inscripción de la existencia –de todo el “ser”: de la comunidad de sangre, filial,
de parentesco, in law- en la cotidianidad de la sola reproducción vital (no obstante, de todos
modos: se ayudó en la ruta, aunque sea como simple reserva natural de inteligencia,
inteligencia: realizada en la práctica empírica y en la folklórica –en la ilustre condición de ser,
de haber sido, tan sólo banco germoplásmico humano-, reserva del preciosísimo trabajo de la
mente elitaria, que ha pensado positiva y dialécticamente). En él, participa de algún modo
todo el público presente (el cerebro único humano conectado en interface con el cerebro
artificial) jugando un papel en la despedida (“… te dejo mi corazón Carpuela lindo…”: el
corazón inolvidable del gran Milton Tadeo): es un entrometerse democrático, pero, a su vez:
consiste en una actuación exigida, pues, la misma viene impuesta –de todos modos- por los
priostes, por los organizadores, por quienes han puesto los fondos, por tanto: tienen la palabra
y deciden en la festividad:
“Al decirte adiós yo me despido,
con el alma –alma-, con la vida –vida-,
con el corazón entristecido…”.
(Pero: ¡no será para siempre!, pues, permaneceré en vuestra memoria –y Ud.: la tiene
buena-: “el olvido, es la verdadera muerte”; sin embargo: ¿habrán otros seres, que
recuerden a la humanidad? 1871 ).
Despedida: desde lejos, en campo abierto, con la elegancia, con el orgullo propios del
cazador y del guerrero, con la mano diestra enjuta, elevada ligeramente a un costado de la
cabeza; testa coronada, adornada con las guías del águila real, firmemente apoltronado sobre
un brioso corcel, como lo hacían los valientes mohicanos, en grupo, a cierta distancia: con el
rostro vuelto hacia los suyos, antes de perderse en el horizonte, al darse inicio una nueva
jornada de responsabilidad vital: la búsqueda del sustento (del conocimiento universal), la
defensa de la tribu, el penetrar en el infinito, del pionero primitivo (el que es tal, en la medida
en que es la realidad la que le advierte, qué pasos subsecuentes debe dar). De este modo
concluye el programa (se cierra un ciclo humano de la mente –Big Crunch, gran implosión en
el proceso del Universo oscilante-: una vez más, de la forma consciente de la materia, del
eterno ejercicio de la única razón que importa en la existencia: preguntarse porqué y dedicarse
a formular la respuesta racional en el interior borroso, engañoso, del cumplimiento de
primigenios e inconscientes procesos de satisfacción de necesidades –del perturbador Eros- y
1870
Gesto respetuoso, sincero, comedido, “como en la solemnidad de Oriente”: doblando la espalda con
reverencia y agachando la cabeza, a la manera del film: “El hijo de la buena tierra”. ¡AH! Magnífico pueblo
chino, de Sichuan, de Cantón, de Pekín.
1871
Añoranza por esta humanidad, que experimenta no una “época de cambios”; tampoco un “cambio de
época”; sino: una entera fase de transición efectiva: los temblores, las tribulaciones inherentes, en la que los
cambios legados por el proletariado cuanto por la experiencia concreta del socialismo verdadero, anidan lenta
y progresivamente, de modo pragmático y multilateral en la entera contextura del género en su integridad.
1350

de conservación de la vida: encontrar la felicidad en pruritos banales, conforme a la época)
con la sencilla musicalización de las notas sagradas del magnífico “himno” lírico, de la bella
Bolivia: “Mi tierra”: la Pachamama de la raza, de Tupac Katari (“... mañana volveré y seré
millones.”), de los rebeldes mineros, de los cocaleros, de Cala, Cala… 1872 , con la
participación estelar de las zampoñas, escuchado de pié, de forma circunspecta, por todos los
presentes 1873 .
Conclusión a la manera de la Odisea de la Coral: cuando se ha dado todo lo de sí y a
continuación no hay nada más que avizorar, con derecho se articula la palabra postrera, la
última unidad de conciencia cierra la puerta tras suyo una vez plasmada la optimidad de la
especie y entregada la “llave de la obra”: la recreación ideal del movimiento progresivo
material, dispuesto en sentido inverso del curso dado (Leontiev): día de fiesta, con sus
características. Proeza racional, que no se desentiende de su compañera suplementaria de ruta:
la esfera sensitiva. Coral, tocada por la respetable orquesta sinfónica de Cuenca del Ecuador,
a las órdenes del señor director Don Adrián Chamorro: agrupación de majestuosas voces de
personalidades mestizas, genérica y generacionalmente mixta, precisamente: como para que
no haya la más leve sombra de sospecha, de celos, de recelos o de enojos; formas humanas
reales, pero –en verdad-: angelicales, volátiles, que rematan la ruta del drama musical con el
aporte de toda su potencia armoniosamente colectiva, en su variada totalidad de géneros y
timbres; aclaman el retorno al Nuevo Mundo: de la emigración a reunirse con el terruño en la
provincia de Cañar, luego de tan colosal extravío: el fin de la diáspora por las profundidades
insondables del macro Universo, de la “sociedad”, de la psiqué. En materia del periplo
espiritual del “ser genérico”, éste se devuelve de la racionalidad a la intuición: ¡sí se sabe
todo, no se sabe nada!; para la perfección, la vida, la inteligencia –el coito, la clonación-, ya
no le es útil; retorno, tan sólo por un instante al principio afectivo de la reseña artística (como
para echar una última mirada: para constatar, para no olvidar, para los plácemes y el abrazo:
ricurishca, the shake hands), en un plano de madurez bien elevado en la sensibilidad en la
esfera del arte fuera de la electrónica y de la virtualización: atención, a la sola destreza
“manual”, arcaica, natural.
El desafío para la humanidad: su ensimismedad, ha sido extremo (los retos que pone el
Universo a la praxis son épicos; pero es la inteligencia –el primordium orgánico-racional-, la
voluntad solipsista: la determinación del ser humano, las que le llevan a la cima, a no
capitular); mas ésta, conociéndola como se la conoce: no se hubiese perdido por nada del
mundo el asumirlo; si se llegó a la meta un día fresco, semisoleado, bajo un manto cúmulonimbo
de nubes: valió el esfuerzo 1874 . “Es un enorme privilegio” haber nacido, formado parte
de la forma consciente de la materia, compartido con la humanidad de fin y principio de
siglos y milenios respectivamente (XX-XXI y 2000-3000); también lo ha sido, el poder
1872
La grandeza del insigne pueblo griego clásico: de Atenas, de Palas Atenea (de T. Atenea), cuna de la
civilización llamada Occidental: “la debilidad por la belleza”. En América indígena, en América hispana:
también en este pueblo ocupa un lugar de primera importancia la conducta de dignidad ante la naturaleza,
frente la comunidad, de cara a la existencia; en una palabra: esa análoga inclinación sagrada, de orden
superior de la conciencia: "debilidad hacia la belleza” –hacia la razón- (“…pobrecito mi patrón, piensa que el
pobre soy yo…”); sin embargo, ésta es una obsesión dispuesta en la perspectiva de la conquista de la vida en
los hechos, pues, no se trata de una fofa debilidad, ligada simplemente a la pura sensación y a la ilusión de
sectores enteramente abstraídos del trabajo, sino que esta actitud procede en dirección de la armonía colectiva,
que demanda la determinación humanista de la reproducción de la existencia, en la esencia formadora del ser
social.
1873
Una vez accedida a la conciencia completa, la tarea está cumplida, la vida está realizada, se ha llegado al
final del camino, puesto que no queda nada más por hacer; y, lo que sigue es nada mas que el festejo. Pero en la
cima del saber, toda distracción y placer se presentan tontos, fofos.
1874
Homero buscó siempre conquistar la eternidad a través del traspaso de eras, apoyado en la grandeza de sus
héroes. La epopeya humana, no es el simple triunfo efímero sobre la muerte: vivir unos años más; es la
concreción del desarrollo científico-técnico en el producto de alargamiento de la vida para alcanzar la
comprensión del Universo, esto es, por lo menos para poder adquirir conciencia de todo, antes de desaparecer;
para alcanzar el más alto grado de libertad: ser consciente de toda necesidad y al unísono zafarse por un
instante de las amarras de hierro de la materia; y, vencer a la muerte misma (no obstante, la vida eterna es
absurda). ¿Para qué todo eso? Y: ¿luego qué? La única respuesta posible antiescatológica es: porque así
como una semilla debe realizar su propiedad en su negación como planta, la inteligencia es la propiedad
del ser humano, que debe objetivizarse como atributo en su negación como conocimiento absoluto.
“Solamente” para eso; luego: nada más. El ser humano debe llegar a ser poderoso y a la vez: nada (“cálmese,
asociéguese, resígnese”); solamente lo irracional, lo material, lo inconsciente, lo mecánico, es eterno: la
materia inerte se transmuta del cuando en cuando en conciencia y se niega como tal.
1351

acceder, usar y disfrutar del conocimiento y la tecnología, así como el que se haya participado
de los conflictos de la especie, de sus luchas, tribulaciones y esperanzas; apena el haber dado
esta molestia, “… pero, para mí: es hora de regresar a casa…” (Bear Grylls: El sobreviviente;
documentales de la BBC, televisión pública ecuatoriana, 2010), ha llegado el momento de dar
un paso al costado y poner punto final a estas anotaciones, muy agradecido, con las debidas
disculpas; quisiera poder hacerlo como en Beethoven en la conclusión del Tercer Movimiento
de la portentosa Novena Sinfonía Coral: Tristeza de la Humanidad, con esos últimos cuatro
acordes delicados, bellos, reposados. Como punto final del programa festivo: Himno Patrio,
coreado de pie por todos los presentes (Aventureros):
“Yo nací en el Ecuador, ésta es mi tierra linda.
Hoy te canto esta canción, Ecuador de mi corazón.
Con montes y con ríos, muchas frutas y árboles tan verdes...”.
“¡Hurra por POCOYO!” 1875 .
* * *
Quienes tienen un pensamiento inscrito –en cierto modo- en este panorama, que -por
ventura- empiezan a ser la mayoría en la esfera, se han hecho merecedores al anatema de
terroristas por la intelligentzia pretoriana de las multilaterales (en realidad: todos quienes
disienten con el poder imperial, son terroristas en potencia): se hallan indiciados, están siendo
sistemáticamente fichados a través del Internet, por las firmas tras y multinacionales, por las
instituciones políticas de la dominación transnacional: su asiento de coordinación principal lo
tienen en el territorio estadounidense; en efecto, para el eje oficial del mal (el capital
monopolista global yanqui, la burguesía anacrónica monárquica inglesa, el sionismo israelí y
sus formas superestructurales planetarias –la Comisión Bilderberg: la “secta global”), los
combatientes por la superación de la enajenación, la alienación y por el establecimiento de la
razones superiores de la vida como norma de existencia, conforman la nueva promoción de
sediciosos, constituyen el objetivo de la "guerra preventiva". En una palabra: es la subversión
de la legítima razón humanística libertaria, que se multiplica, que se dispersa por doquier en la
tierra entera, en los múltiples núcleos de aspiraciones y protestas ciudadanas, intelectuales,
contestatarias: todas maravillosas (“… demandas legítimas, bellas, dramáticas. Condensan la
clarividencia de los oprimidos. Comportan un nuevo grito de la resistencia. Contienen el
espíritu vivificante de los anhelos populares y de la moral” –lo dice, René Báez), que deben
integrarse, para presentar un frente común de lucha.
¡Subversivos del mundo, uníos!
Quito, noviembre del 2001.
1875 Toda esta exposición “artística” que precede, transparenta, no obstante, los ecos de la conciencia pasada,
de la juventud, de la inmadurez personal, que oportunamente se está superando, que se ha abolido. La nueva
conciencia ha dejado atrás la sensibilidad (desgraciadamente, no del todo, pues, no se ha podido entrar en el
reino de la racionalidad cartesiana absoluta, lo cual, por otra parte, aun en el presente: sobre todo en el
presente, será visto como una conducta que linda con formas de proceder aberrantes de extremo dislate), pues,
el cerebro se ha vuelto duro; la ingenuidad y la inocencia se han ido: queda en frente nada más, que la cruda
realidad en su forma inobjetable de objetividad e, incluso: de pragmaticidad. Ahora bien, puede sostenerse,
además, que estas ideas han sido expuestas quizá con el fin de expresar el hecho de que también se fue sensible,
que se evolucionó aprisionado por las vaporosas e irreales formas de conciencia mitológicas cuanto de los
estímulos y del reflejo hormonal emparentado con la sensiblería (Marx: no nació Marx), pero que se pudo salir
de esa cárcel y relievar –emular- la vida ejemplar del gran Newton; o, quizá: para dar una respuesta de
refutación a quienes sostienen que el marxismo en el pasado: nada tiene que ver con la esfera afectiva, que es
unilateralmente racionalista. Pero ahora debe enseñorearse la gran verdad, aunque ésta, tal vez sea únicamente
personal: nada de nimiedades, de concesiones, absoluta “honestidad intelectual”: el arte, la realización
sentimental de la vida, se corresponden con las etapas primeras de despliegue de la inteligencia, las cuales
deben ser totalmente superadas para dar paso a la humanidad superior.
1352

GLOSARIO DE CATEGORIAS.
Materia: sinónimo de realidad; conjunción de masa y movimiento; todo lo que es, que existe
fuera de los sentidos (Lenin).
Teoría de la propiedad: característica esencial, que define lo que es, la razón y el sentido de
un ser.
Movimiento: hecho resultante del efecto recíproco entre atributos de la masa.
Ley: relación fija entre propiedades de la materia.
Principio (metaprincipio inmanencia/trascendencia): acción de la relación básica entre
esencias de la materia.
Metaprincipio: acción rectora, principal.
Inmanencia: proceso de despliegue interno a un ser.
Trascendencia: en lo que deviene un ser, efecto de la acción inmanente en su
entorno.
Indeterminación (incertidumbre/caos): principio físico heisenbergiano; procesos
multideterminados, impredecibles, desordenados, en los tres estratos de la realidad:
micro, meso, macro cósmicos.
Determinación (Diamat, Hismat): orden en la naturaleza (Diamat), en la sociedad (Hismat),
en la mente (Lógica).
Modelo lógico de operación del Universo: realidad cósmica ordenada, que funciona de
acuerdo con la norma de proceder de todo proceso vivo: nacimiento, crecimiento,
estabilidad, degeneración, muerte.
Universo viable-óptimo (Big Bang/Big Crunch): resultado ordenado del movimiento de la
materia, “selección” (encuentro estocástico) de la vía adecuada para desplegar el
orden; explosión/reversión.
Campo unificado: articulación entre gravedad y electromagnetismo.
Fuerzas productivas: inteligencia colectiva ontologizada (instrumentos –se incluye el ser
humano como cuerpo de la naturaleza-, técnicas, métodos).
Relaciones de producción: organización del grupo, condicionada por el estado de desarrollo
de las fuerzas productivas.
Modelo de desarrollo humano (1ra. naturaleza, 2da. natural., 3ra. natur.): etapas que recorre
el ser humano de modo natural/artificial hasta llegar al absoluto.
Condición animal: la etapa en la que el mono antropomorfo se transforma en homo sapiens.
Propiedad de la inteligencia: nivel evolutivo superior y último de la naturaleza; neocórtex:
neuronas de la asociación privativas del ser humano; su fin último: representación
total de la realidad.
Unidad mínima de inteligencia: cada ser humano por separado, que integra la red natural de
pensamiento.
Emocionalidad: sensorialidad, operación directamente hormonal de la persona, lado derecho
del cerebro.
Reproducción natural: etapa preproductiva en la que el ser humano se comporta como
animal, se provisiona directamente de la naturaleza: caza, pesca, recolecta.
Valor de uso: trabajo incorporado en la producción de un bien, que satisface una necesidad.
Primera naturaleza: condición animal del ser humano.
Banco germoplásmico: reserva cromosómica de la especie humana; garantía para la
permanencia de la vida racional; los pueblos que no se hallan integrados o en la
producción científico-técnica, se encuentran es dicha condición.
Hedonismo (artístico, empresarial, religioso, humanista, ecológico): satisfacción, finalidad,
realización de la vida en el placer: en la estimulación de los sentidos, en la
acumulación de riqueza, en la hipótesis sobre la felicidad supraterrenal, en el
humanismo per se, en el cuidado a ultranza de la naturaleza.
1353

Homo luden: ser humano que produce y disfruta de satisfactores para la necesidad de los
sentidos.
Neocórtex: delgada capa de neuronas del sistema cortical; sistema orgánico de la
asociatividad entre información, necesidades y condiciones del entorno; esfera del
pensamiento, generador de la conciencia; último y superior escaño evolutivo
material.
Formas de propiedad: relación de apropiación real frente a los medios de producción.
Homo faber: ser humano producto y sometido a la determinación de la racionalidad
instrumental, de la modernidad.
Hominización: proceso de formación de la racionalidad.
Modernidad: etapa de desarrollo de la racionalidad económica, científica, del derecho
positivo y la secularidad.
Neoidealismo: relance de la ideología mitológica oriental y occidental, arreglada con
supuestos de la Física Cuántica.
Posmodernidad: negación de los valores de la modernidad (de la totalidad discursiva
comprensiva, explicativa, predictiva, activa; del progreso prometeico,
antropocentrístico, de la ciencia positiva, de la ilustración, del orden, de la
determinación); diversionismo en la conducta del ser, congruente con la fase última
de descomposición de la formación humana burguesa.
Cultura: “la completa y multivariada producción de todos los seres humanos”.
Civilización: “suma de instrumentos humanos”; fuerzas productivas materiales, sostén,
impulsor y parte del “objeto” de la representación.
Condición racional (cerebro izquierdo): etapa de vida del ser humano, en la que prevalece el
proceso de simbolización de la realidad.
Sujeto histórico: segmento de la especie, portador orgánico de la condiciones de la fase de
“desarrollo próximo” de la humanidad.
Socialismo: primera etapa del comunismo; forma social sustentada en cuatro principios:
ausencia de propiedad privada de los medios de producción, trabajo obligatorio
para todos, remuneración en función de la cantidad de trabajo y asignación de la
“vida de trabajo” de modo proporcional y planificado; operó completamente en la
primera etapa de la experiencia de la ex URSS (Lenin-Stalin) y cumplió el papel
acelerador del proceso hacia la robotización.
Subversivo: descendiente directo del proletariado clásico; ente con conciencia, cuya voluntad
es completar la transformación histórica adelantada por el proletariado; se trifurca:
en la acción política directa (revolucionaria, guerrillera, de sabotajes en general), en
el campo de la conciencia y en los procesos cotidianos de reproducción de la vida.
Neoproletario: subversivo.
Neosubversivo: la inteligencia artificial, que es aséptica frente al capital.
Reproducción social: etapa productiva de reproducción humana; fase de trabajo, de división
del trabajo, de explotación (la formación clasista de la humanidad).
Valor de cambio: trabajo abstracto contenido en un producto (mercancía).
Segunda naturaleza: reproducción social mediante trabajo llevado a cabo en el interior de
estructuras escindidas; fase de producción científico-técnica.
Modernización/secularización: progreso humano, confianza en la propia naturaleza humana,
desmitologización.
Transición (geoeconomía, geopolítica; “mundo en estado de naturaleza”; hegemón, ejes
conflictivos crónicos): curso socialdemócrata por el cual se completa el sistema
automatizado de producción y penetran más profundamente en el mundo las nuevas
relaciones humanas covivenciales (socialismo/capitalismo en operación).
1354

Epoca cambiada: nueva realidad (cambio de época), cuyas características lentamente van
cubriendo al mundo (época de cambios), mientras desplaza a las peculiaridades del
status al que sustituye.
Revolución subversivo-intelectual-ciudadana: forma en cómo la realidad termina
modificándose para dar entrada a la nueva: variada acción conjunta entre las luchas
violentas en respuesta al fascismo del capital, el discurso académico
contrahegemónico y los levantamientos populares.
Cuestión social: problemática de asimetría global socioeconómica, que interpela al poder de
las multilaterales y al sistema de gobernanza.
Cuestión espiritual (“cultura” mundial): distribución desigual de las realizaciones de la
conciencia.
Cuestión global: afectación del capital sobre la ontología de la vida.
Singularidad tecnológica: integración de desarrollos parciales en materia tecnológica, para
dar lugar un salto significativo.
Automatización: paso del trabajo a las máquinas programables.
Robótica: disciplina científico-técnica, que reproduce el esclavo mecánico (forma natural
–uno de los frentes-, que niega al capitalismo.
Neoprometeia: proceso de desarrollo de las fuerzas productivas y del conocimiento a lo
interno del propio sistema automatizado (autodesarrollo de la robótica inteligente).
División posmoderna del trabajo: los anillos centrales del sistema economía-mundo
capitalista completan el desarrollo científico-técnico, los círculos intermedios
operan como correas de transmisión de doble dirección y los eslabones periféricos
avanzan en el despliegue de las nuevas relaciones humanas.
Tendencia decreciente de la tasa de ganancia: el capital crece y se socaba a sí mismo.
Occidentalización/desoccidentalización: asunción del sistema político occidental por parte
de los últimos círculos monárquicos del planeta; crisis del capital monopólico
financiero y reemergencia de la cosmovisión arcaico-oriental en zonas occidentales
(América Latina, por ejemplo).
Inteligencia artificial: redes neuronales; ente mecánico que capta los hechos del entorno,
procesa dicha información, la contrasta frente a objetivos, toma decisiones y las
operativiza.
Tendencia creciente de la tasa de conocimiento: todo el saber humano se duplica cada vez
en menor “tiempo”.
Bloque histórico hemisférico: Bildelberg, los “halcones de Washington”, la Trilaterial, el
FEM, el G7.
Homogenización: bloqueo a la heterogenización; formación de una sola “cultura” mundial,
bajo égida capitalista estadounidense.
Cuestión humana (ontopraxeologoteleología): pendiente alcanzar el objetivo inherente a la
realización plena de la propiedad de la inteligencia en la producción del saber
absoluto, mediante la articulación funcional, procesal (su realización particular), de
cuatro determinaciones: naturaleza (onto), historia (praxeo), conciencia (logos) y
propósito (telos).
Ethos supramoderno: sistema de comportamiento de racionalidad espiritual objetiva.
Reproducción automatizada: el ser humano se ha jubilado, ha traspasado el proceso de
trabajo a las máquinas y se sirve de ellas para atender sus necesidades.
“Valor” de usufructo (input/output: modelo sraffiano, o sea, en ausencia de la actividad
laboral humana en la producción material): trabajo, valor de uso, valor de cambio
salen de la escena histórica, pues, la producción se transforma en hecho impersonal:
input-proceso-output; el ser humano se dedica a aprovechar de la “pensión”, del
“seguro social”, legado por el trabajo de las generaciones anteriores: el sistema
automatizado de producción.
1355

Posthumano: ser humano modificado por la biotecnología; no trabajador; abastecido por
output fabricados por máquinas; coexistencia en relaciones de vecindad fraternas;
organizados mediante ajuste mutuo, colaboran en el desarrollo del pensamiento.
Robot sapiens: máquina que piensa; última intervención del ser humano en el proceso de
desarrollo de las fuerzas productivas (la naturaleza corona el proceso evolutivo con la
producción del ser humano; éste, en cambio, lo hace con la producción de sí mismo);
como el capital es el substrato de las relaciones de clase burguesas, el robot sapiens lo
es de las comunistas.
Tercera naturaleza: el ser humano se ha convertido en ser superior, de estructura distinta que
la de la naturaleza, pues, la simbolización del mundo no es un hecho de la
naturaleza.
Telos: propósito y final; predirección de los procesos hacia una meta y realización de ésta.
Racionalidad teleológica: conciencia sobre el propósito del género humano y enfilamiento de
la vida hacia aquel.
Destino común de la humanidad (humanología/historia): todos los pueblos, en la medida en
que son redes de inteligencia (identidad), forman el “estuario” humano: actuar en la
producción del saber absoluto, sea de modo directo (investigación científicotécnica)
o coadyuvante (producción económica y reproducción).
Axio-deontología: los valores supremos de la racionalidad espiritual es “lo legítimamente
bueno”, y el principio que regula el comportamiento posthumano.
Protodivinidad: el ser humano de la “segunda naturaleza”, de la etapa de la racionalidad;
humanidad de entre siglos y milenios.
Libertad: conocimiento total, dominio de las leyes del Universo; capacidad de maniobrar
sobre la realidad externa y sobre la “humana” misma; la libertad se lo ejerce una
sola vez y sobre el ser humano en tanto tal: “ser o no ser”.
Perfección: la realización máxima, que puede hacer la capacidad de la inteligencia.
Absoluto: conocimiento total; aquel estado de conciencia, que es del tamaño del Universo.
Democovivencia: demos = pueblo, covivencia = relaciones espontáneas, fraternas, sin
gobierno; ausencia de poder, de división del trabajo; estructuración humana y labor
por ajuste mutuo.
Comunismo: “… a cada quién según su necesidad”.
Campo de conciencia: noción homónima de “campo eléctrico”, de “campo de Higgs”.
Supraracionalidad: estado de superación de la esfera emocional; imperio de la cosmovisión
objetiva de los hechos.
Supraidentidad: la inteligencia es el factor común entre los seres humanos; acto y potencia:
racionalidad objetiva en el nivel concreto, homogénea, asentada en un solo
hardware humano-artificial.
Condición divina: promoción humana que ha rebasado su naturaleza animal y cognitiva, ha
superado la temporalidad de la existencia, se halla en estado de perfección y es suya
la capacidad de elegir (libertad).
“Dios”-ser humano (homo divinus): ser humano que conoce y rige el Universo.
Metahistoria: una vez que todo está conocido, los procesos de la praxis, pasan a ser una
simple opción reiterativa: “porque no existe progreso en el saber: sólo una
permanente y reiterada recapitulación”.
Big Rip: el ciclo-Universo de la materia se ha cumplido, se cierra y da comienzo a uno nuevo,
repetitivo.
1356

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26.- Zeleny, Hindrich. La estructura lógica de El Capital de Marx.
1357

Referencias sobre el autor:
Justo Amado Castillo Freire: ecuatoriano, nacido en Chambo, provincia de
Chimborazo, en diciembre de 1957; actualmente radicado en Quito. Ingeniero, especializado
en Desarrollo Rural, Máster en Planificación del Desarrollo Socio-económico y Magíster en
Docencia Universitaria e Investigación Educativa (coautor de dos tesis de pos grado).
Profesor universitario en las cátedras de Filosofía, Economía Política, Política Económica,
Teoría Política, Poder y Liderazgo, Sociología, Administración, Gerencia Social,
Planificación del Desarrollo, Diseño de Proyectos de Inversión Financiera y Social. No ha
publicado ningún libro ni ha recibido galardón alguno. De adscripción política Marxista-
Leninista estaliniana; hasta hace tres décadas, militante político activo.
Correo electrónico: orominabi@yahoo.es
1358

1359

PORTADA: descripción.
Cavernícola, Hypatia, Beethoven, Newton, proletario, Marx, de Chardin, Mileva, astronauta,
Hawking.
Representación del Universo viable (determinación; forma ordenada de la Materia en la fase
expansiva de su movimiento pulsátil, de acordeón, integral); el prehumano: ardipithecus ramidus;
humanidad en acción: la elite cognitiva histórica conformándose como “sujeto de conocimiento”; la
inteligencia en operación: progresivo otorgamiento de conciencia a la Materia. La Materia, en forma de
Universo, se introduce en el espejo del “alma” (de la gnosis, de los cerebros humanos): la idea, el
Verbo se levanta, mientras produce a “Dios” en el proceso evolutivo de la mente (el neocórtex tiene en
potencia, el poder para convertir al ser humano en “Dios”), y cronológicamente se refleja en ella de
modo más completo, se reconoce en esta representación y se reafirma. Proceso de movimiento
(contradicción) paralelo material y de la inteligencia, camino hacia la concreción del saber.
La Materia pasa de su estado mecánico hacia la fase siguiente de su organización y movimiento
“evolutivo”: la orgánica, con el aparecimiento del primer “coacervado” (materia en estado mecánicoorgánico);
con la presencia del ser humano (agregado de “unidades de inteligencia”), luego, la Materia
se ubica en su etapa superior, se conforma de modo “trinitario”: mecánico, orgánico, inteligentedemiúrgico
(Dios Hijo, Dios Espíritu Santo y Dios Padre); la naturaleza se jubila del “trabajo”
evolutivo, mientras que la conciencia (natural y, luego: la artificial -mixta) se hace cargo de este
proceso (desarrollo de las fuerzas productivas), en el que (la humanidad) se libera del influjo de las
determinaciones materiales y sociales, y pasa a dirigir su entorno superando la estocastia (el producto
supremo de la materia se eleva de la condición animal –Lucy- a la condición humano-racional –Marx-
y, de ésta: a la condición “divina” –la representación pictórica de ser humano y Dios). Luego: concluye
todo (la indeterminación).
Pero la Materia es cíclicamente vanidosa: cada ciertos millones de años el corazón material,
después de una nueva “gran explosión”, en la fase de “sístoles”, en el “Universo viable”, óptimo, crea, a
través del proceso de trabajo del ser humano, a “Dios” (al ser que decide sobre sí mismo), o sea, al ente
todopoderoso que es capaz de decirle, que le “calienta las orejas”, que le recuerda (a la materia)
subjetivamente: “quién es”; qué puede hacer; hasta dónde ha llegado. Este galanteo, es el conocimiento
humano del mundo: la conciencia de la humanidad, la que pone a ésta en condiciones cada vez mejores
para sustentar la vida; y, en cuyo lento, cruento e histórico despliegue, desarrolla la “conciencia de sí”,
de sí mismo y de la Materia. En una palabra: el ser humano está para producir el retrato hablado del
Universo.
¡Subversivos del mundo, uníos!
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