Utilización de cerdos en cirugía colorrectal asistida por laparoscopía ...

U N I V E R S I D A D N A C I O N A L D E L N O R D E S T E
C o m u n i c a c i o n e s C i e n t í f i c a s y T e c n o l ó g i c a s 2 0 0 6
Utilización de cerdos en cirugía colorrectal
asistida por laparoscopía como modelo experimental.
Resumen: M-090
Tosolini, Patricio F. - Berni, Andrea R. - Juárez, Santiago A. - Vazquez, Horacio D. - Torres, Ricardo A.
Universidad Nacional del Nordeste – Facultad de Medicina.
Centro de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Laparoscópica y Mini-invasiva.
Sgto. Cabral 2001 - CP: 3400 – Corrientes - Argentina.
Antecedentes
Actualmente un gran número de cirugías son realizadas por vía videoendoscópica. Sus ventajas en el paciente
obligan al aprendizaje e incorporación de esta técnica quirúrgica 1 . Paralelamente se ha creado un debate acerca de los
estándares de formación en éstas prácticas. La presión legal y social para certificar la competencia han incrementado la
importancia en la formación. Para ello se han creado centros de entrenamiento que utilizan simuladores para la
formación médica en este campo 2 .
Los adelantos en el instrumental endoscópico, el mayor conocimiento de la técnica y las ventajas sobre la vía
convencional han puesto en auge el desarrollo de intervenciones por videoendoscopía para el tratamiento de patologías
colorrectales. Resultando necesario disponer de modelos experimentales para su incorporación en cursos de formación y
perfeccionamiento de manera estandarizada 3-4 .
Por todo esto se decide la elaboración del presente trabajo destinado a la concreción de un modelo experimental
factible que permita la adquisición de destrezas en cirugía colorrectal asistida por videolaparoscopía para uso en centros
de entrenamiento.
Materiales y método
El presente trabajo es de tipo experimental.
Se operó una población de 10 cerdos machos de criadero (Sus scrofa), raza Large-White con un peso entre 20 y
27 Kg., una edad entre 2 y 4 meses. El instrumental utilizado fue una caja de cirugía menor convencional e instrumental
videoendoscópico consistente en: laparoscopio de 0º, pinza de disección tipo Merylan, pinza tipo Grasper, pinza de
prensión visceral, endotijera, portaagujas, bajanudos, y cinco trócares, dos de 10 mm. y tres de 5 mm. (Karl Storz,
Germany).
El procedimiento se comienza sedando al animal con 2 mg/kg de acepromacina (Holliday-Scott, Argentina)
intramuscular, se realiza la inducción anestésica con tiopental sódico (Abbott, Argentina) en dosis de 6,5 mg/kg
endovenoso y el mantenimiento con 500 mg tiopental sódico (Abbott, Argentina) diluido en 500 cm 3 de solución
fisiológica a 14 gotas por minuto. Posteriormente se realiza intubación orotraqueal para asistencia respiratoria mecánica
y colocación de sonda orogástrica. Se posiciona la mesa en trendelemburg extremo. El cirujano se ubica a la derecha del
animal, el camarógrafo a la cabecera y el primer ayudante a la izquierda del cerdo; con el monitor enfrente al
camarógrafo.
Se comienza el tiempo abdominal mediante la punción con aguja de Veress a través de una incisión de 10 mm
por arriba del ombligo y se realiza neumoinsuflación con CO2. Una vez lograda una presión intraabdominal de 12
mmHg se retira la aguja y se coloca, por la misma incisión, el primer trocar de 10 mm, donde se inserta la óptica. Se
realiza inspección de la cavidad y reconocimiento de estructuras nobles. El segundo trocar de 5 mm de diámetro se
coloca a la altura del cuarto par de pezones (contándoselos de caudal a craneal) y a 1 - 2 cm por fuera del pezón
derecho, previa incisión en piel de 5 mm de longitud, por donde se inserta una pinza tipo Merylan. A la altura del tercer
par de pezones y a 4 cm por fuera del pezón derecho se coloca el tercer puerto de 5 mm de diámetro y se introduce un
portaagujas. En el punto contralateral y a 2 cm por abajo se coloca el cuarto trocar de 10 mm con una pinza de prensión
visceral. En el punto contralateral al segundo puerto se coloca el quinto trocar de 5 mm y se introduce una pinza tipo
Grasper.
Luego se procede a reconocer la vejiga y se realiza aspiración de su contenido mediante punción percutánea con
aguja de Veress.
Se efectúa punto de tracción vesical a la pared abdominal con nylon de 0.30 mm, introduciéndose una aguja recta
a la cavidad a 2 - 3 cm por fuera de la línea media y a 4 - 5 cm por arriba del pubis dejando la cola del hilo afuera. Se
pasa el punto a 2 cm por arriba de la desembocadura de los uréteres tomándose parte de la pared muscular vesical,
primero del lado derecho y pasándose por la cara posterior de la vejiga luego por el lado izquierdo, exteriorizándose la
aguja por el punto contralateral al de su ingreso y anudándose sobre piel.
Quedando así expuesto el rectosigma se lo toma con la pinza de tracción visceral y se lleva hacia la izquierda,
adelante y arriba exponiéndose la cara derecha del mesosigma. Por el tercer puerto se introduce una endotijera
conectada al sistema de electrocoagulación lo que permite maniobras de disección roma y electrocoagulación

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simultáneamente. Se identifica la arteria mesentérica inferior, se realiza un ojal de apertura peritoneal y se esqueletiza la
arteria 2 - 3 cm desde su nacimiento. Luego mediante el uso del baja nudos y nylon de 0,30 mm se efectúan 3 ligaduras
a la arteria, 2 proximales en su nacimiento y una distal. Se secciona el vaso y se continúa con la movilización del
rectosigma.
Se continúa con la disección de la hoja derecha del mesosigma desde su raíz en sentido craneal. Luego se
continúa en sentido caudal hasta el estrecho superior. Ahora se expone la cara izquierda del mesosigma traccionándose
el rectosigma hacia la derecha, adelante y arriba y se diseca de la manera efectuada en la cara derecha hasta el estrecho
superior.
Ahora el cirujano se posiciona a la cabecera de la mesa y utilizando la endotijera en el segundo puerto y el
Grasper en el quinto diseca y expone la región presacra identificándose los vasos presacros para evitar su lesión. Se
continúa la disección de los alerones laterorrectales derecho e izquierdo hasta la cara anterior del recto. El diámetro de
los vaso hemorroidales permiten su electrocoagulació y sección. Se continúa con la disección lo más distalmente
posible y se prosigue con el tiempo perineal de la manera convencional.
Se reseca el ano y se exterioriza el segmento de rectosigma, a través de la brecha creada. Se realiza una jareta con
nylon a 4 cm del margen anal, se secciona a 2 cm del mismo, se invagina el extremo libre y se anuda el punto. Se
reintroduce el segmento de colon experiorizado a la cavidad y se tapona la brecha con gasas y cinta adhesiva.
Luego de recuperar el neumoperitoneo con la pinza de tracción visceral se toma el extremo distal del colon y se
lo exterioriza a través del cuarto puerto y ampliando el orificio en piel. Se reseca el exceso de colon exteriorizado y se
confecciona la colostomía, constatándose previamente la correcta posición y ausencia de acodaduras del colon. Se
procede a retirar el punto de sostén vesical y se corrobora por visión laparoscópica la indemnidad de estructuras nobles
y la correcta hemostasia. Se retiran los puertos y se cierran los orificios de la pared abdominal en un plano con puntos
en X y luego se sutura piel con puntos simples utilizándose nylon de 0,30 mm.
Al concluir la práctica, los animales se sacrifican con dosis letal de tiopental sódico (Abbott, Argentina) de
acuerdo a la Guía de la SAREM 5 .
Discusión de los resultados
El cerdo presentó gran similitud anatómica en la región rectosigmoidea con respecto a la del hombre 6-7 .
La elección de cerdos machos se debió a la ausencia de útero, que por ser bicorne y enrollado sobre su cuerpo
constituye un obstáculo para lograr una adecuada exposición del rectosigma.
La elección de cerdos de entre 20 y 27 kilogramos se debió a los diámetros pélvicos, suficientes en estos casos
para acceder con óptica de 10 mm e instrumental de 5 mm.
En el hombre éste procedimiento se lleva a cabo con 4 puertos el primero umbilical, el segundo en flanco
derecho, el tercero en hipogastrio y el cuarto en fosa ilíaca izquierda, pudiendo existir variantes de acuerdo a las
preferencias del cirujano 8 . En el porcino es necesario un quinto puerto para una tracción adecuada del rectosigma y un
acceso de manera mas paralela a la pelvis para el abordaje del recto. La variación en el posicionamiento y número de
trocares no afecta la validez del modelo experimental.
El escaso tejido adiposo del mesocolon del cerdo permite un más simple reconocimiento de elementos
vasculares, nerviosos y de los uréteres que en el humano.
La magnificación imagenológica lograda con el laparoscopio facilita los procedimientos de disección, hemostasia
e individualización de estructuras nobles.
En los 10 cerdos se concretó el procedimiento en forma exitosa.
En los 10 casos fue posible la identificación de la arteria mesentérica inferior y su ligadura.
En todos los casos fue posible la individualización de los uréteres y su preservación.
Hubo un caso de lesión intraoperatoria de la arteria sacra media.
La movilización del colon fue posible solamente en su porción rectosigmoidea debido a las características
anatómicas del cerdo.
El tiempo quirúrgico promedio fue de 90 minutos.
Conclusión
El cerdo resultó ser un buen modelo experimental para la ejecución de procedimientos quirúrgicos colorrectales
asistidos por videolaparoscopía. Presentando características anatómicas comparables a las del humano, siendo
disponible, accesible y de simple manejo operatorio.
El empleo de este modelo en centros de entrenamiento podría contribuir a la adquisición de la destreza quirúrgica
necesaria para la ejecución de ésta práctica en el hombre.

Bibliografía
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