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diagnostico socio-ambiental del parque provincial “laguna pintascayo”

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DIAGNOSTICO SOCIO-AMBIENTAL<br />

DEL PARQUE PROVINCIAL<br />

“LAGUNA PINTASCAYO”<br />

SALTA, ARGENTINA<br />

Documento elaborado en el marco <strong>del</strong> trabajo <strong>del</strong><br />

Proyecto Alto Bemejo entre<br />

Fundación ProYungas y<br />

la Secretaría de Medio Ambiente<br />

de la Provincia de Salta.<br />

Documento preliminar<br />

1


ÍNDICE<br />

INTRODUCCIÓN 3<br />

CARACTERIZACIÓN SOCIO-ECONÓMICA REGIONAL 5<br />

CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL REGIONAL 10<br />

PARQUE PROVINCIAL LAGUNA PINTASCAYO 22<br />

CARACTERIZACIÓN SOCIOECONÓMICA Y GEOGRAFICA<br />

DEL PARQUE PINTASCAYO 26<br />

CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL DEL PARQUE<br />

PINTASCAYO 28<br />

CONSERVACION REGIONAL DE LAS YUNGAS 45<br />

BIBLIOGRAFIA DE REFERENCIA 58<br />

ANEXO BIODIVERSIDAD 64<br />

2


INTRODUCCIÓN<br />

El Parque Provincial Laguna Pintascayo (PP L. Pintascayo) se creó en el año 2000, a<br />

partir de la donación de dos lotes a la Provincia de Salta por NorAndino Argentina<br />

S.A., mediante la gestión de Fundación Vida Silvestre Argentina y con el aporte<br />

técnico <strong>del</strong> Laboratorio de Investigaciones Ecológicas de las Yungas (LIEY) de la<br />

Universidad Nacional de Tucumán. Esto significó una importante contribución a la<br />

conservación de sectores críticos de Selva Pedemontana de Yungas, la unidad<br />

<strong>ambiental</strong> <strong>del</strong> noroeste argentino más comprometida para su conservación a corto y<br />

mediano plazo. Con la creación <strong>del</strong> Parque, se logró ampliar la superficie de Selva<br />

Pedemontana que se encuentra bajo una figura de conservación efectiva. También se<br />

contribuyó con la estrategia regional de conservación de las Yungas, ya que el PP L.<br />

Pintascayo constituye una de las zonas núcleo de la Reserva de la Biosfera de las<br />

Yungas (RBYungas).<br />

El PP L. Pintascayo incluye a la laguna homónima, uno de los humedales de mayor<br />

importancia de las Selvas de Montaña de Yungas en términos de su superficie, la cual<br />

alberga numerosas especies exclusivas de este tipo de ambiente. El Parque abarca<br />

12.139 ha y se encuentra localizado cerca de la junta de los ríos Iruya y Pescado, en<br />

el departamento Orán de la provincia de Salta (Mapa 1). A través de este documento<br />

se propone generar un diagnóstico <strong>socio</strong>-<strong>ambiental</strong> que permita en el futuro diseñar e<br />

implementar un plan de manejo para esta área protegida.<br />

3


Mapa 1. Localización <strong>del</strong> PP L. Pintascayo en la Provincia de Salta.<br />

4


CARACTERIZACIÓN SOCIOECONÓMICA REGIONAL<br />

Ubicación y Demografía <strong>del</strong> Departamento Orán<br />

El departamento Orán, donde se ubica el PPL Pintascayo, se encuentra en el sector<br />

central <strong>del</strong> extremo norte de la Provincia de Salta (Mapa 1). Está ubicado entre los<br />

63º24´ y 65º04´ de longitud oeste y los 22º33´ y 24º17´ de latitud sur. Limita al norte<br />

con la República de Bolivia y los departamentos Iruya y Gral. San Martín, al este con<br />

los departamentos Gral. San Martín, Rivadavia y Anta; al sur con el departamento Anta<br />

y la Provincia de Jujuy y al oeste con el departamento Santa Victoria e Iruya y los<br />

departamentos Humahuaca, Valle Grande, Ledesma y Santa Bárbara de la Provincia<br />

de Jujuy. Abarca una superficie de 11.892 km 2 que representa el 7,6% de la extensión<br />

<strong>provincial</strong>.<br />

En la actualidad la población <strong>del</strong> departamento Orán asciende a 121.751 habitantes<br />

(para el año 1.999) y su proyección era de 137.659 para el año 2.005. Se estima en un<br />

51% la población de varones y 49% de mujeres. La cabecera <strong>del</strong> departamento es la<br />

ciudad de San Ramón de la Nueva Orán con 3.562 km 2 y 58.606 habitantes.Se<br />

encuentra situada en el ámbito de El Ramal, nombre que reciben los valles<br />

subtropicales enmarcados por las sierras Subandinas, y constituye una puerta de<br />

entrada a la región Noroeste desde Bolivia. Orán está localizado a 1.805 km de<br />

Buenos Aires y a 276 km de la capital <strong>provincial</strong>, con la que se comunica a través de la<br />

Ruta Nacional Nº 34. Dispone de industrias madereras y es un importante centro<br />

comercial, núcleo de una zona de actividad diversificada en el norte salteño cuyos<br />

rubros principales son la explotación forestal, el cultivo de la caña de azúcar, los<br />

cítricos y las hortalizas. El Departamenteo Orán presenta un NBI <strong>del</strong> 50.6% para el<br />

año 1999.<br />

Reseña Histórica<br />

En el siglo XVI, el Gran Chaco (paraguayo, brasilero y argentino) estaba poblado por<br />

al menos un millón y medio de pobladores aborígenes que, originarios <strong>del</strong> hoy<br />

Paraguay y Brasil, fueron migrando hacia la costa <strong>del</strong> Atlántico, el Amazonas, el<br />

Orinoco, el Caribe, los Andes y el Plata, donde llegaron entre los siglos XIV y XV<br />

(Magrassi 2000). Representan un caso excepcional entre los pueblos americanos ya<br />

que no tenían territorio ni una identidad homogénea. En este movimiento expansivo,<br />

en el siglo XV, se enfrentaron con el avance <strong>del</strong> imperio Incaico con los cuales<br />

mantuvieron importantes conflictos. Con la llegada de los españoles a la zona, se<br />

inició un ejercicio de ataque y defensa que se prolongaría durante tres siglos<br />

5


consolidando la condición fronteriza <strong>del</strong> área. En 1628 Martín Ledesma de Valderrama<br />

exploró el valle de San Francisco fundando un fuerte en la actual Ledesma, pero hasta<br />

los últimos años <strong>del</strong> siglo la región siguió expuesta a los ataques de tobas y matacos.<br />

La pacificación siguió a<strong>del</strong>ante culminando con la fundación de San Ramón de la<br />

Nueva Orán en 1794 situada en la parte más alta <strong>del</strong> valle.<br />

En esta zona, sin que haya existido una encomienda, se establecieron grandes<br />

haciendas (Rutledge 1987). Por la estratégica posición geográfica de este sector,<br />

cercado por cordones de montañas, los pueblos indígenas libres <strong>del</strong> dominio español<br />

encontraron refugio y asentamiento firme en el lugar, cuando todo el entorno (Tarija,<br />

Santa Cruz de la Sierra, El Pongo y Jujuy) ya estaba ocupado por los españoles. De<br />

esta forma, la región tuvo un poblamiento hispánico tardío en relación a sus<br />

alrededores.<br />

Durante el siglo XVI se formuló la categoría de “vicios chiriguanos”, la que luego<br />

serviría con frecuencia a las autoridades hispano-cristianas para justificar éxitos o<br />

fracasos en la conquista de los guaraníes de la cordillera andina (García Moritán<br />

2006). Durante todo este tiempo los guaraníes lucharon por conservar su integridad<br />

tribal, sus tierras, sembradíos y su estatus de hombres libres “iyáriý” (Susnik 1968).<br />

Después de 1810 en Argentina se dictaron una serie de disposiciones dirigidas a<br />

reparar la situación de los indígenas y se intentó atraerlos a la causa revolucionaria.<br />

Sin embargo, a fines <strong>del</strong> siglo XIX, cuando el país transformó su carácter criollomestizo<br />

con la incorporación de inmigrantes europeos, los indígenas se transformaron<br />

en la imagen de “la barbarie” representando un problema para el estado-nación<br />

(García Moritán 2006). Se fabricó un discurso que luego se fue modificando a medida<br />

que las campañas militares extinguían a los indios. De tal modo, existió un discurso<br />

antes y otro después de la campaña <strong>del</strong> desierto (1879-1884), cambiando el discurso<br />

<strong>del</strong> exterminio por el de integración (Lagos 2000). Estas actuaciones involucran no<br />

sólo a los guaraníes sino también a todos los grupos indígenas de Argentina.<br />

En general, podemos decir que la conformación espacial y social actual de la región de<br />

la Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo (ACRB) ha sido influenciada por el establecimiento de<br />

las diferentes misiones. En relación a esta región en particular, puntualmente sabemos<br />

que en 1755 se estableció en Tarija, El Colegio de Propaganda FIDE de la Orden<br />

Franciscana para la reducción de los indígenas chaqueños (García Moritán 2006).<br />

Desde allí se fundaron una serie de misiones entre las que estuvo la Misión de<br />

Nuestra Señora de las Angustias de Zenta en lo que hoy es San Ramón de la Nueva<br />

6


Orán (Mingo de la Concepción 1981, Luna 1981). Con el paso <strong>del</strong> tiempo y luego de<br />

las guerras de la independencia estas misiones desaparecieron y los misioneros<br />

españoles se retiraron.<br />

En 1856 llegaron, esta vez desde Italia, misioneros también franciscanos que se<br />

instalaron el Colegio Apostólico de San Diego en Salta. Entre 1856 y 1890 se<br />

sucedieron las misiones de manera que su presencia en este período fue constante. El<br />

gobierno <strong>provincial</strong> esperaba “pacificar” la frontera e introducir a los indígenas en el<br />

proceso “civilizador”. No llegaron a funcionar como unidades productivas y jugaron un<br />

papel de intermediarios entre los indígenas y los establecimientos o empresas que los<br />

requerían como mano de obra (Teruel 1995, 2002). En 1923 fue creada la Custodia<br />

Provincial de Misioneros Franciscanos de Salta y en 1924 el padre Gabriel Tomassini<br />

organizó el Centro Misionero de Tartagal. La “misión madre” fue fundada en 1933 muy<br />

cerca <strong>del</strong> río Caraparí en el Municipio Aguaray. Hasta el año 1964 se organizaron<br />

otras misiones, la mayoría dirigidas a guaraníes, chanés y wichís. Las opiniones sobre<br />

la actuación de los misioneros, tanto católicos como protestantes, son muy<br />

controvertidas ya que algunos los ven como facilitadores para lograr mejores<br />

condiciones <strong>socio</strong>-económicas y otros los identifican como “enemigos” de los procesos<br />

culturales propios (Teruel 1995, Trinchero 1997, van Dam 2002, Gordillo 2005).<br />

En la actualidad, la presencia religiosa está muy empobrecida pero muchas<br />

comunidades indígenas utilizan en su nombre la palabra “misión” (García Moritán<br />

2006). Aunque sólo algunas se constituyeron originariamente como misiones, en el<br />

campo simbólico pareciera que este nombre les confiere legitimidad. Las primeras<br />

campañas que llegaron a la región tuvieron un espíritu evangelizador pero a partir <strong>del</strong><br />

siglo XVIII se inician campañas de represión “a sangre y fuego” con tropas y armas,<br />

llenando de terror el territorio gualamba. En España, la reducción de los indios<br />

indómitos <strong>del</strong> Chaco Gualamba era considerada de vital importancia y el rey premiaba<br />

con tierras, títulos y otras mercedes, a aquellos gobernadores que lograban<br />

sojuzgarlos. Según las crónicas, los indígenas comprendían perfectamente el<br />

momento político en el que se hallaban envueltos ante la irreversible invasión<br />

española por lo que negoció y pacto con España, pero cuando la injusticia se le hacía<br />

insoportable volvía a ser el rebelde de siempre y los enfrentamientos se repetían.<br />

El siglo XVIII en los Andes es sinónimo de rebelión, y durante su transcurso se<br />

registraron 140 movimientos rebeldes. Esta situación culminó con la gran sublevación<br />

de 1780- 1782 en la que los indígenas se levantaron en defensa de sus tierras,<br />

7


eivindicando los derechos tradicionales a la propiedad comunal, en contra de las<br />

presiones fiscales, los repartos y la explotación abusiva en obrajes, haciendas y<br />

minas. Este episodio fue liderado por José Gabriel Condorcanqui Tupac Amarú II<br />

(Poderti 1997). Durante este mismo siglo hubo un cambio en la política virreinal hacia<br />

el Chaco. Se pasó de una estrategia defensiva a una ofensiva y se desarrollaron<br />

numerosas entradas tendientes a doblegar la resistencia de sus pobladores<br />

fundándose numerosos fuertes, reducciones y misiones. Estas entradas tuvieron como<br />

principal objetivo la ocupación de los límites tucumano-chaqueños para asegurar el<br />

abastecimiento <strong>del</strong> mercado potosino de vacunos, mulas, trigo, vino y otros recursos<br />

(Conti 1989).<br />

En la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XIX, algunas zonas <strong>del</strong> noroeste argentino, como la<br />

puna jujeña y algunos departamentos colindantes de la provincia de Salta, fueron<br />

escenarios de conflictos en relación al sistema de tenencia de la tierra. Este estado de<br />

cosas culminó con un levantamiento a gran escala cuando los campesinos indígenas<br />

se organizaron en demanda de las tierras que ocupaban desde antes de la llegada de<br />

los españoles. Esta revuelta se sitúa entre 1872 y 1875, etapa de gran agitación que<br />

puso en cuestionamiento la viabilidad <strong>del</strong> sistema de hacienda. El reclamo campesino<br />

finalizó con dos batallas, una en el Abra de la Cruz en 1874, donde vencieron los<br />

campesinos y otra en Quera, en 1875, donde los mismos fueron derrotados,<br />

severamente reprimidos y obligados a continuar como arrendatarios. Gómez (1987)<br />

hace referencia a la violenta represión y fusilamiento de los sobrevivientes, en Valle<br />

Muerto (Yavi). Desde su punto de vista resulta difícil pensar en las revueltas<br />

campesinas que se vivieron en la Puna a partir de 1872 como la reacción compulsiva a<br />

pagar más rentas. Las interpreta más bien, como una reacción organizada contra la<br />

situación general que se vivía. Por su parte Bernal (1984) plantea a este episodio<br />

como un hito en la lucha indígena por la recuperación de sus tierras. Todos estos<br />

levantamientos, que adoptaron formas diferentes y se fueron sucediendo a través <strong>del</strong><br />

tiempo, trasuntaban básicamente reivindicaciones territoriales y étnicas.<br />

Población Aborigen<br />

La región geográfica conocida como Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo (ACRB) forma parte<br />

de la frontera oriental de los Andes, una de las áreas fronterizas de mayor vigor e<br />

importancia de América Latina desde la época colonial (García Moritán 2006). Este<br />

espacio comprende la región cordillerana que se extiende a partir <strong>del</strong> departamento de<br />

Santa Cruz de la Sierra en Bolivia hasta el límite sur de la provincia de Salta en<br />

Argentina (Langer 2003). Desde mediados <strong>del</strong> siglo XVI, en toda la región existió un<br />

8


movimiento indígena importante como consecuencia de las presiones ejercidas por los<br />

chiriguanos en su avance, de la inseguridad política fronteriza resultante de la derrota<br />

inca por los españoles y <strong>del</strong> escaso éxito de estos en un espacio migratorio por el que<br />

transitaban chichas, churumatas, juríes, tomatas, moyos-moyos, ocloyas, osas,<br />

paypayas, apatamas y omanatas yapanatas. Otras poblaciones que ocupaban el<br />

oriente de la región eran los vejoces, chorotes, malbalá, matará y tonocotes, más los<br />

abipones y mocovíes. Estos pueblos tenían diversos orígenes, ya que algunos de ellos<br />

provenían de sectores de selva, mientras que otros eran originarios de los ambientes<br />

altoandinos (Ventura 2001).<br />

Actualmente esta región es una de las áreas de mayor diversidad étnica <strong>del</strong> país. En<br />

ella habitan los grupos: Colla, Chané, Chorote, Chulupí, Diaguita, Guaraní<br />

(Chiriguano), Ocloya, Tapiete, Toba, y Wichí (Mataco), además de la población criolla<br />

de origen local y aquella proveniente de otras provincias argentinas y de otros países<br />

(García Moritán 2006). Entre las provincias de Salta y Jujuy suman 456 comunidades<br />

aborígenes con personería jurídica registrada (266 en Salta y 190 en Jujuy). En la<br />

ACRB residen 276 de estas comunidades (238 en Salta y 38 en Jujuy). En la mayoría<br />

de ellas vive un sólo grupo étnico, sin embargo encontramos unos pocos casos en los<br />

que conviven diferentes etnias. La coexistencia de aborígenes y criollos es un poco<br />

más frecuente, no obstante la distinción que ambos grupos establecen está siempre<br />

presente (García Moritán 2006). La cantidad de personas por comunidad es, a veces,<br />

una información difícil de precisar ya que no figura en ningún registro. En general<br />

estos datos los proporcionan los agentes sanitarios o los líderes comunitarios.<br />

El idioma guaraní se habla en treinta comunidades dentro de la ACRB, sin embargo en<br />

ellas el uso <strong>del</strong> mismo es muy variable (García Moritán 2006). Hay lugares donde se<br />

habla casi exclusivamente, mientras que en otros lugares sólo lo utilizan los mayores.<br />

En relación al uso de esta lengua, han existido dos tipos de censura, una proveniente<br />

de las instituciones educativas y otra autoimpuesta desde los mismos hablantes. Sólo<br />

algunas escuelas (14 en total en la ACRB) cuentan con auxiliares bilingües guaraníespañol,<br />

ninguno a tiempo completo y en algunas oportunidades no reciben ninguna<br />

remuneración por este trabajo En relación a las prácticas culturales, todas las<br />

comunidades realizan algún tipo de práctica relacionada con sus costumbres<br />

ancestrales (García Moritán 2006). Citamos las dos celebraciones que revisten mayor<br />

importancia para los guaraníes <strong>del</strong> Alto Bermejo, el Arete Guasu (Struzenegger 1978;<br />

Toro 1999; Vergara 2003) y la finalización/inicio <strong>del</strong> año. El Arete, también conocido<br />

como Pim-Pim y asociado siempre a los festejos <strong>del</strong> carnaval, representa la fiesta que<br />

9


todos guaraníes esperan y festejan con mayor intensidad. La finalización e inicio <strong>del</strong><br />

año concuerda con el solsticio de invierno y la ceremonia tiene lugar los días 22 o 24<br />

de Junio (esta última fecha coincide con la festividad religiosa católica de San Juan).<br />

Si bien la mayoría de los pobladores indígenas conocen de esta celebración, son<br />

pocos los que actualmente realizan el rito correspondiente.<br />

CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL REGIONAL<br />

Clima<br />

La zona de estudio corresponde a un clima subtropical con estación seca, con<br />

temperaturas medias mensuales que varían entre 13º C y 30º C. Los eventos de<br />

heladas son poco frecuentes y la temperatura media anual es de aproximadamente<br />

20º C. Las precipitaciones presentan un régimen de distribución monzónico, con una<br />

estación lluviosa concentrada entre los meses de noviembre y abril, período en el que<br />

se registra entre el 80 y 90% de las precipitaciones anuales.<br />

En todo el noroeste argentino las precipitaciones se relacionan con la latitud y con la<br />

altitud. En los sectores pedemontanos las precipitaciones varían entre los 1.000 -1.500<br />

mm, con un período seco de seis meses (junio-noviembre) con precipitaciones<br />

inferiores a 50 mm mensuales. En los sectores de bosques nublados propiamente<br />

dichos las precipitaciones no superan los 1.500 mm, pero existe un importante<br />

suplemento de agua aportada por la neblina, que puede representar una cantidad<br />

adicional equivalente a la lluvia vertical o superarla ampliamente durante la época seca<br />

como ha sido registrado en ambientes similares de la ecoregión (Hunzinger 1995).<br />

También a esta altitud pueden presentarse nevadas ocasionales en los meses de<br />

invierno (junio-agosto), a veces muy intensas. Los sectores altitudinales intermedios,<br />

correspondientes a las selvas montanas presentan las máximas precipitaciones para<br />

la región (entre 1.500 y 2.000 mm anuales), donde las neblinas también son<br />

importantes (Brown y Kapelle 2001).<br />

Ambiente Físico<br />

El área de estudio forma parte de la provincia geológica de las Sierras Subandinas<br />

(Amengual et al.1979) también conocida como Provincia Geológica Subandina, Faja<br />

Subandina, Preandino o simplemente como “Subandino”. Esta unidad se extiende en<br />

el flanco oriental de los Andes de Perú, Bolivia y norte argentino, en una longitud de<br />

más de 600 km y un ancho que generalmente no supera los 100 km.<br />

10


Las sierras están constituidas por serranías bajas, originadas por plegamientos de<br />

rumbo aproximado N-S, separados por amplios valles que corresponden en general a<br />

sinclinales. Las estructuras están constituidas por sierras homoclinales en sentido N-S,<br />

que constituyen frentes de cabalgamientos y grandes pliegues terciarios. Las cumbres<br />

son agudas, producto de la activa erosión fluvial e importante meteorización.<br />

Presentan una espesa cobertura vegetal boscosa y una red de drenaje muy densa. No<br />

obstante, hay sectores de las vertientes en los que se preservan superficies<br />

aplanadas, de distinta generación y antigüedad, originados por el control estructural<br />

sobre procesos de sedimentación, cauces abandonados, etc.<br />

La columna estratigráfica de las Sierras Subandinas se compone de rocas<br />

sedimentarias de edad Siluro-Devónica, Carbonífero-Pérmica, Permo-Triásica y<br />

Terciaria, y una cobertura y relleno Cuaternario, separadas por discordancias<br />

regionales de bajo ángulo.<br />

Hidrología<br />

El PP L. Pintascayo está ubicado en la subcuenca norte de la cuenca superior de la<br />

Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo (Brandan et al. 2004). Los ríos Iruya y Pescado lindan<br />

al sur y al este respectivamente con el PP L. Pintascayo y son afluentes importantes<br />

<strong>del</strong> río Bermejo, el cual es considerado el más grande <strong>del</strong> noroeste argentino y tercero<br />

en importancia en el país. El río Pescado presenta aguas tranquilas y mantienen un<br />

caudal considerable incluso en el invierno. Este se destaca por el gran aporte<br />

sedimentario que aporta al Bermejo. Estos sedimentos provienen de la subcuenca <strong>del</strong><br />

río Iruya, que antes de 1865 era afluente <strong>del</strong> río Blanco. Para esta época el río Iruya<br />

fue desviado en forma artificial hacia un afluente <strong>del</strong> río Pescado. Este cambio originó<br />

una fuerte erosión <strong>del</strong> fondo y desprendimiento de barrancas en el cauce <strong>del</strong> río Iruya.<br />

En la zona de El Portillo (cercano a Isla de Cañas) el río Iruya excavó un cañón de 110<br />

m de profundidad debido a su nuevo nivel de base (el río Pescado). Gran parte <strong>del</strong><br />

material erosionado se depositó en la unión <strong>del</strong> río Iruya (considerado como uno de los<br />

ríos más sucios <strong>del</strong> mundo) y Pescado, que llegó a formar mediante un “dique natural”<br />

la laguna Pintascayo (Brandan et al. 2004).<br />

El Medio Biológico. La Ecorregión de las Yungas<br />

Biogeográficamente, el PPL Pintascayo se sitúa en las Yungas australes, también<br />

denominadas en Argentina selva tucumano-boliviana o selva tucumano-oranense. Las<br />

Yungas forman parte de los bosques nublados neotropicales, que a escala continental<br />

se extienden desde Argentina hasta México (Mapa 2).<br />

11


Mapa 2. Distribución de los bosques nublados en el Neotrópico<br />

En Argentina, las Yungas ocupan actualmente unos 5,2 millones de hectáreas,<br />

extendiéndose desde la frontera con Bolivia (23° S) hasta el norte de la Provincia de<br />

Catamarca (29° S), pasando por las provincias de Salta, Jujuy y Tucumán (Mapa 3).<br />

Abarcan unos 600 km de longitud en sentido norte-sur pero menos de 100 km de<br />

12


ancho, en un rango altitudinal comprendido entre los 400 y 3.000 m sobre el nivel <strong>del</strong><br />

mar (m s.n.m.). Las Yungas australes se extienden en Bolivia por los departamentos<br />

de Tarija y Chuquisaca, conformando una unidad con el sector argentino desde el<br />

punto de vista biogeográfico, ecológico y social. (Grau y Brown 2000; Brown et al.<br />

2001). Albergan una notable biodiversidad tanto por su riqueza de especies como por<br />

el número de endemismos. Además, poseen un elevado valor estratégico como<br />

reservorio genético y como reguladoras <strong>del</strong> suministro de agua para las poblaciones y<br />

el agro de las tierras bajas, donde habitan más de 2 millones de personas y la<br />

superficie cultivada supera los 1,5 millones de ha.<br />

13


Mapa 3. Distribución de las Yungas en el noroeste de Argentina.<br />

Las Yungas muestran un marcado cambio altitudinal en su diversidad biológica, como<br />

consecuencia <strong>del</strong> gradiente de variación climática asociado al amplio rango de alturas<br />

que cubren. Como respuesta al gradiente <strong>ambiental</strong>, la vegetación de las Yungas se<br />

14


organiza en pisos o franjas de vegetación de características fisonómico-florísticas<br />

particulares.<br />

Selva Pedemontana<br />

Ocupa los sectores entre los 400 y 700 m s.n.m. en el pedemonte y serranías de<br />

escasa altitud. En el noroeste de Argentina, los distintos autores han reconocido dos<br />

unidades <strong>ambiental</strong>es claramente diferenciables: la “selva de palo blanco y palo<br />

amarillo” (Calycophyllum multiflorum y Phyllostilon rhamnoides, respectivamente) en<br />

las áreas más septentrionales (Provincias de Salta y Jujuy) (Foto 1), y la “selva de tipa<br />

y pacará” (Tipuana tipu y Enterolobium contortisiliquum, respectivamente) en las áreas<br />

más meridionales (Provincia de Tucumán principalmente). La segunda comunidad<br />

vegetal ha sido completamente transformada por la agricultura intensiva hacia fines <strong>del</strong><br />

siglo XIX y principios <strong>del</strong> XX (principalmente para plantaciones de caña de azúcar). La<br />

primera unidad aún persiste en una importante superficie superior al medio millón de<br />

hectáreas en la Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo (ACRB), en la región fronteriza con<br />

Bolivia. Las especies dominantes son palo blanco (Calycophyllum multiflorum), palo<br />

amarillo (Phyllostilon rhamnoides), lapacho rosado (Tabebuia impetiginosa), cedro<br />

rosado (Cedrela balansae), roble (Amburana cearensis), cebil colorado<br />

(Anadenanthera colubrina), quina (Myroxylon peruiferum), afata (Cordia trichotoma),<br />

palo lanza (Patagonula americana) y urun<strong>del</strong> (Astronium urundeuva) (Brown 1995b).<br />

Foto 1. Vista de la Selva Pedemontana de palo blanco y palo amarillo en el Departamento<br />

Ledesma, Jujuy. Foto: Lucio Malizia.<br />

15


En resumen, este piso de vegetación es el que se encuentra en el estado de<br />

conservación más crítico dentro de las Yungas y el peor representado en el sistema de<br />

áreas protegidas. La creación <strong>del</strong> Parque Provincial Laguna Pintascayo estuvo<br />

orientada a reducir esta situación.<br />

Selva Montana<br />

Ocupa las laderas de las montañas entre los 700 y 1.500 m s.n.m. y representa la<br />

franja altitudinal de máximas precipitaciones pluviales. Las especies dominantes son<br />

de origen tropical y presentan en esta región su límite meridional de distribución<br />

geográfica. Entre ellas se puede señalar a la maroma (Ficus maroma), laureles<br />

(Cinnamomum porphyrium, Nectandra pichurim y Ocotea puberula), pacay (Inga<br />

edulis, I. saltensis), tipa blanca (Tipuana tipu) y horco molle (Blepharocalyx salicifolius).<br />

En general, es un bosque con predominio de especies perennifolias y con<br />

estacionalidad hídrica menos marcada que la Selva Pedemontana (Foto 2).<br />

Foto 2. Vista de la Selva Montana en el Parque Nacional Calilegua. Foto: Mito Tramontini,<br />

Fundacion Proyungas.<br />

Bosque Montano<br />

Representa el piso ecológico de los “bosques nublados” propiamente dichos, entre los<br />

1500 y 3.000 m s.n.m. Limita en su parte superior con los pastizales de neblina y<br />

forman un paisaje de alta heterogeneidad estructural. Esta heterogeneidad está dada<br />

16


por bosques en distintos estadios sucesionales originados a partir de la dinámica <strong>del</strong><br />

fuego, elemento utilizado por las poblaciones locales para renovar las pasturas y<br />

controlar los procesos de sucesión secundaria (Brown 1995a; Arturi et al. 1998; Grau y<br />

Veblen 2000) (Foto 3). Las especies comunes son de clara distribución andina,<br />

encontrándose especies de origen austral (Gondwánico), como pino <strong>del</strong> cerro<br />

(Podocarpus parlatorei), yoruma colorada (Roupala meisneri), quirusilla (Gunnera sp.)<br />

y flor de la quebrada (Fuchsia boliviana), y especies de origen boreal (Holártico), como<br />

aliso <strong>del</strong> cerro (Alnus acuminata), nogal (Juglans australis), arbolillo (Viburnum<br />

seemenii), molulo (Sambucus peruviana) y palo yerba (Ilex argentinum).<br />

Foto 3. Imagen <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> Bosque Montano <strong>del</strong> la Reserva Provincial el Nogalar de los<br />

Toldos, Salta. Foto: María Eva Alvarez.<br />

Pastizales de Neblina y Pastizales Altoandinos<br />

Estos pastizales de neblina se encuentran por encima de los bosques de aliso y pino<br />

<strong>del</strong> cerro, entre 1500 y 3000-3500 m s.n.m. La precipitación se concentra en verano<br />

(entre 400 y 1.500 mm anuales) y son frecuentes las neblinas. La vegetación<br />

característica son pajonales de gramíneas amacolladas de 1-1,5 m de alto, con los<br />

géneros de gramíneas Festuca, Calamagrostis y Stipa como dominantes y una gran<br />

diversidad de plantas herbáceas (Foto 4). Las laderas expuestas al norte suelen tener<br />

predominancia de arbustos, particularmente de los géneros Baccharis, Eupatorium,<br />

Chuquiraga y Ophryosporus y leguminosas como Adesmia sp., churqui (Acacia caven)<br />

17


y arca (A. visco) en laderas más secas. Las quebradas protegidas por su parte tienen<br />

bosquecitos de árboles de bajo porte, particularmente queñoa (Polylepis), puscaya<br />

(Chuquiraga), antarco (Escallonia) y pata de gallo (Berberis).<br />

Foto 4. Imagen de los pastizales de neblina en Vallecitos, Santa Victoria, Salta. Foto: María<br />

Eva Alvarez.<br />

Los Pastizales de Neblina han sido mucho menos estudiados que los bosques, y<br />

apreciaciones recientes, estiman una superficie de 1.200.000 ha para todo el noroeste,<br />

de los cuales aproximadamente el 25% se encuentra en la ACRB (Jayat com. pers.).<br />

Estos Pastizales de Neblina guardan una estrecha vinculación funcional con los<br />

bosques yungueños por su ubicación en las cabeceras de cuenca y de hecho se<br />

incluyen en la misma ecoregión (Ecoregión de las Yungas, Brown et al. 2006). Sin<br />

embargo, a nivel biogeográfico tanto en relación a especies de plantas como de<br />

animales, su vinculación parece débil. Tampoco hay una vinculación biogeográfica<br />

marcada con los pastizales altoandinos o puneños, por lo que debería descartarse el<br />

nombre de “Puna Húmeda” como la han llamado algunos autores (de la Sota, 1972).<br />

En cambio, si bien aún no se han realizado estudios detallados de este ambiente en el<br />

noroeste de Argentina, se observan ciertas similitudes florísticas y ecológicas de los<br />

Pastizales de Neblina con las pastizales y arbustales <strong>del</strong> Páramo (Halloy 1985). El<br />

fuego es probablemente el disturbio más frecuente de los Pastizales de Neblina.<br />

Aunque no existen estudios cuantitativos sobre fuentes de ignición, es probable que la<br />

18


mayoría de los fuegos sean de origen antrópico y se usan principalmente para<br />

promover el rebrote de las pasturas, como control de malezas, y en menor medida<br />

para conducir la dirección de huída de animales de caza. El impacto <strong>del</strong> fuego a escala<br />

regional es muy grande.<br />

Humedales<br />

Los humedales son sistemas acuáticos localizados en el interior de las cuencas<br />

hidrográficas, e incluyen ríos y arroyos (humedales lóticos o que presentan agua en<br />

movimiento) y lagunas, madrejones y bañados (humedales lénticos o con agua<br />

estancada o de corriente muy lenta) (Foto 5). Albergan una gran cantidad de vida<br />

silvestre y se caracterizan por su elevada productividad. Entre las funciones ecológicas<br />

más importantes de estos sistemas, se destacan la retención de carbono, retención de<br />

sedimentos y nutrientes, remoción de tóxicos y estabilización de microclimas. En este<br />

sentido, pueden actuar como grandes esponjas almacenando los excedentes de agua<br />

en época de fuertes lluvias, deshielo o crecidas de ríos. De esta forma, amortiguan las<br />

inundaciones aguas abajo y determinan un aporte más homogéneo de este recurso a<br />

lo largo <strong>del</strong> año, a pesar de que los aportes por lluvia pueden ser de carácter<br />

marcadamente estacional.<br />

Foto 5. Laguna de Las Catas, en la Selva Pedemontana de las sierras de Tartagal,<br />

departamento San Martín, Salta. Foto: María Eva Alvarez.<br />

Los humedales lénticos en la ecoregión de las Yungas están localizados<br />

principalmente en la Selva Pedemontana, cerca de la inflexión de las pendientes de la<br />

montaña y la llanura chaqueña, y están constituidos por lagunas, madrejones,<br />

bañados y embalses de dimensiones modestas. La superficie promedio registrada<br />

para cada uno de estos humedales es de 78 ha. A través de interpretación visual de<br />

imágenes satelitales Landsat y relevamientos de campo, se contabilizaron un total de<br />

135 humedales mayores a 1 ha en la ecoregión (Mapa 4). En las 5.2 millones de<br />

hectáreas de Yungas, sólo unas 6700 ha están ocupadas por humedales lénticos,<br />

variando desde 2300 ha aproximadamente como el embalse El Tunal (limite entre<br />

Yungas y Chaco), hasta 1 ha los de tamaño más pequeño.<br />

19


Mapa 4. Distribución de humedales en las Yungas <strong>del</strong> noroeste de Argentina.<br />

Las mayores concentraciones de humedales <strong>del</strong> noroeste de Argentina están en el<br />

área de Libertador General San Martín y Calilegua, en las inmediaciones<br />

pedemontanas <strong>del</strong> PN Calilegua, con aproximadamente 50 madrejones principales, y<br />

20


en el área de Tartagal y sus alrededores, con aproximadamente 50 humedales entre<br />

lagunas y embalses. Entre los atributos que presentan estos sistemas, el más<br />

destacado es la alta concentración de fauna, reuniendo especies que no se<br />

encuentran en otros ecosistemas, como el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris), la<br />

nutria (Lontra sp.), el mayuato (Procyon cancrivorus) y el coipo (Myocastor coipus)<br />

entre los mamíferos, y entre las aves el bigua (Phalacrocorax brasilianus), la garza<br />

mora (Ardea cocoi), el hocó colorado (Tigrisoma lineatum), la garcita blanca (Egretta<br />

thula), el yabirú (Jabiru mycteria), el tuyuyú (Mycteria americana), el pato de collar<br />

(Callonetta leucophrys), la pollona negra (Gallinula chloropus), el chiricote (Aramides<br />

cajanea) y la jacana (Jacana jacana). Entre las especies amenazadas se encuentran<br />

el caimán (Caiman latirostris) y el pato real (Cairina moschata).<br />

La pérdida de estos sistemas está relacionada directamente a la degradación<br />

<strong>ambiental</strong>. Entre las causas más conspicuas que afectan a los humedales de la<br />

ecorregión podemos destacar el drenaje superficial para habilitar áreas para<br />

agricultura y/o ganadería, la contaminación por vertido de aguas residuales de la<br />

actividad industrial regional y la importante presión de caza dado el factor aglutinante<br />

de fauna silvestre que representan los humedales. Por otra parte, es notable la<br />

ausencia de humedales en las áreas protegidas de las Yungas, con excepción <strong>del</strong><br />

Parque Provincial Laguna Pintascayo donde la presencia de una laguna (de nombre<br />

homónimo) fue la razón principal de su creación.<br />

21


EL PARQUE PROVINCIAL LAGUNA PINTASCAYO<br />

El PP L. Pintascayo forma parte <strong>del</strong> sistema de áreas protegidas de las Yungas <strong>del</strong><br />

noroeste de Argentina (Mapa 5), las que integran un grupo heterogéneo en cuanto a<br />

su jurisdicción, implementación efectiva, tamaño, ambientes representados y estado y<br />

actividades concretas de conservación. Las selvas de montaña <strong>del</strong> noroeste de<br />

Argentina han registrado un importante esfuerzo de conservación desde épocas muy<br />

tempranas. Por ejemplo, el Parque Nacional El Rey en Salta y las Reservas<br />

Provinciales de La Florida y Santa Ana en Tucumán están entre las primeras áreas<br />

protegidas que se crearon en Argentina en las décadas <strong>del</strong> 40 y 50. La selección de<br />

estas áreas protegidas se enfocó en sectores caracterizados por su exuberancia<br />

estructural y que tradicionalmente sólo se utilizaron para la explotación forestal<br />

selectiva y la ganadería de trashumancia. Por el contrario, las áreas marginales más<br />

secas de las Yungas (Yungas en sentido amplio y Chaco serrano; Brown et al. 2002),<br />

con sectores de aptitud agrícola elevada y de menor belleza escénica comparativa,<br />

han sido poco tenidas en cuenta en el esquema de protección.<br />

22


Mapa 5. Áreas protegidas de las Yungas.<br />

Origen y Ubicación<br />

El PP L. Pintascayo fue creado en el año 2000 a partir de dos propiedades compradas<br />

y donadas por NorAndino Argentina S.A. a la Provincia de Salta, más un lote fiscal<br />

<strong>provincial</strong> ubicado entre estas dos propiedades. Se creó mediante Decreto 3273/00 <strong>del</strong><br />

23


Gobierno de la Provincia de Salta, en el marco de la ley 7107 <strong>del</strong> Sistema de Áreas<br />

Protegidas de la Provincia. Esta gestión fue realizada por Fundación Vida Silvestre<br />

Argentina con el aporte técnico <strong>del</strong> Laboratorio Ecológico de las Yungas (LIEY) de la<br />

Universidad Nacional de Tucumán. En su conjunto abarcaría 12.139 ha (datos de la<br />

Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Provincia de Salta), que<br />

constituyen una de las zonas núcleo de la RBYungas. Mediante un estudio con<br />

imágenes satelitales se estimó una superficie de 11.242 ha para el Parque (LIEY<br />

2000), los cual difiere de los datos de la Provincia de Salta.<br />

El Parque protege una porción de Selva Pedemontana y Selva Montana de las<br />

Yungas, siendo de especial importancia el área que incluye un tramo <strong>del</strong> río Pescado y<br />

la laguna Pintascayo. Esta última constituye un ambiente poco representado en<br />

Yungas que alberga especies de valor especial para la conservación. Tal es el caso<br />

<strong>del</strong> caimán (Caiman latirostris), el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) y el pato real<br />

(Cairina moschata). Está situado a sólo siete kilómetros <strong>del</strong> Parque Nacional Baritú <strong>del</strong><br />

cual está separado por una única propiedad de aproximadamente 7.000 ha (Mapa 5).<br />

El Parque se encuentra ubicado en la cercanía de las juntas de los ríos Iruya y<br />

Pescado, en el Departamento Orán, Provincia de Salta. Al sur, se extiende hasta el<br />

Río Iruya. Hacia el oeste, el límite <strong>del</strong> Parque es el Río Pescado, el cual lo separa de<br />

la Finca Pintascayo (una propiedad forestal que incluye zonas de amortiguamiento<br />

lindantes con el Parque (Mapa 6). Al norte limita con la Finca El Arrazayal que lo<br />

separa <strong>del</strong> PN Baritú. Los centros poblados más importantes cercanos al Parque se<br />

sitúan hacia el este. El más importante es la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán,<br />

cabecera <strong>del</strong> departamento Orán y en menor medida la localidad fronteriza de Aguas<br />

Blancas.<br />

24


Mapa 6. Áreas protegidas y fincas privadas cercanas al PP L Pintascayo<br />

Como se mencionó, el PP L. Pintascayo contacta a lo largo <strong>del</strong> Río Pescado con la<br />

Finca Pintascayo, una propiedad de aproximadamente 50.000 ha, perteneciente a<br />

GMF Latinoamericana S. A. (Mapa 6), cuya actividad principal es la extracción forestal.<br />

La estrategia <strong>ambiental</strong> desarrollada para esta finca (Fundación ProYungas 2006)<br />

25


contempla una superficie de reservas de 7.342 ha, lo que representa casi el 15% de la<br />

propiedad. A esta estrategia se suman los corredores riparios, que protegen las<br />

márgenes de los ríos y que admiten actividades forestales de baja intensidad,<br />

sumando otras 7.769 ha (16%). La estrategia de conservación para la Finca<br />

Pintascayo está basada en la protección de muestras representativas de los distintos<br />

tipos de bosque que alberga (Selva Pedemontana, Selva Montana y Bosque<br />

Montano), y en establecer áreas de amortiguamiento con las áreas protegidas vecinas<br />

(PN Baritú y PP L. Pintascayo). De este modo, entre ambos Parques y los sectores de<br />

reserva de la finca conforman una unidad continua de conservación de unas 95.000<br />

ha. Esto fortalece el objetivo de conservación de las áreas protegidas <strong>del</strong> gobierno y<br />

ejemplifica uno de los objetivos centrales de la RB Yungas, que es vincular la<br />

conservación con el desarrollo sustentable.<br />

CARACTERIZACIÓN SOCIOECONÓMICA Y GEOGRÁFICA<br />

Vías de Acceso<br />

El Parque posee por lo menos dos puntos de acceso (Mapa 7). Por un lado, el extremo<br />

norte presenta una vía de acceso que se encuentra en condiciones transitables<br />

durante todo el año. Este camino se separa de la ruta nacional 50, antes de cruzar el<br />

puente internacional que comunica las ciudades fronterizas de Aguas Blancas<br />

(Argentina) y Bermejo (Bolivia). El camino recorre 35 km hasta llegar al Parque, en el<br />

primer tramo paralelo al Río Bermejo, luego se separa y finalmente desemboca sobre<br />

el Río Pescado en el extremo noroeste <strong>del</strong> mismo Este camino se encuentra en<br />

buenas condiciones debido a que es la vía de acceso utilizada para llegar a la estación<br />

de aforo de EVARSA ubicada sobre el mismo río. En este lugar existieron, hace más<br />

de una década, viviendas de puesteros de la zona.<br />

Por otro lado, el extremo sur presenta un punto de acceso potencial al cual se llega<br />

mediante un camino construido por la empresa petrolera Tecpetrol. Para ingresar al<br />

área protegida desde este punto, es necesario atravesar el Río Pescado cuyo caudal,<br />

a esta latitud, incluye al <strong>del</strong> Río Iruya. Si se quisiera habilitar esta vía de acceso al<br />

público, sería necesario construir un puente colgante / desmontable o una roldana<br />

para el cruce peatonal, de modo que el ingreso sea independiente de los picos de<br />

crecidas <strong>del</strong> río.<br />

26


Mapa 7. Vias de acceso al PP L. Pintascayo<br />

Debe tenerse en cuenta que ambos caminos de acceso al Parque son entradas<br />

potenciales de cazadores, pescadores y madereros. Además, la apertura de caminos<br />

puede traer asociadas la degradación y alteración <strong>del</strong> ambiente a través de la pérdida<br />

de especies, reducción de las poblaciones de interés comercial, introducción de<br />

27


especies exóticas, alteración <strong>del</strong> régimen de disturbios de la selva y contaminación de<br />

los ríos, entre otras. El camino de acceso por el extremo sur <strong>del</strong> Parque no llega hasta<br />

el interior <strong>del</strong> mismo y, como se mencionó anteriormente, es necesario cruzar el río<br />

Pescado para poder ingresar. Sin embargo, el camino de acceso ubicado en el<br />

extremo norte se encuentra en buenas condiciones y llega hasta menos de 1 km <strong>del</strong><br />

límite <strong>del</strong> Parque.<br />

Uso de los Recursos Naturales<br />

Una amenaza externa al Parque es la agricultura, debido al ritmo de avance actual de<br />

la frontera agrícola que presenta la región (1000 ha desmontadas por año). En los<br />

próximos años, las tierras cultivadas podrían llegar hasta el extremo sudeste <strong>del</strong> área<br />

protegida ya que las mismas presentan tanto aptitud agrícola como disponibilidad de<br />

agua permanente proveniente <strong>del</strong> Río Pescado (Mapa 7). Por el contrario, el extremo<br />

norte <strong>del</strong> Parque no es tan vulnerable a la agricultura debido a las características <strong>del</strong><br />

relieve en ese sector, con un cordón montañoso de por lo menos 3,5 km de ancho,<br />

separa al Parque de las tierras cultivadas en la actualidad (Mapa 7).<br />

En el Parque no se registran indicios de actividad reciente relacionada a la explotación<br />

forestal. En zonas muy quebradas y con pendientes abruptas existen señas de<br />

explotaciones forestales pasadas y el bosque se ha recuperado a tal punto que en los<br />

caminos de extracción se observan árboles de hasta 30 cm. de DAP (diámetro a la<br />

altura <strong>del</strong> pecho) (Perovic et al. 2001) Las especies mas aprovechadas presentes son<br />

el lapacho (Tabebuia avellanedae) y el cedro (Cedrela angustifolia).<br />

Los bosques de las márgenes <strong>del</strong> río y alrededores de la laguna presentan numerosas<br />

sendas de ganado y pisoteo bastante intenso, a pesar de lo cual existe una buena<br />

densidad de vegetación y de renovales en general. Mediante un censo realizado en el<br />

2001 (Perovic et al. 2001), se detectó la presencia de una baja carga ganadera<br />

habiendose relevado aproximadamente 165 vacas y 3 caballos (densidad de un animal<br />

cada 6 ha.). El ganado permanece principalmente en las zonas bajas <strong>del</strong> Parque, que<br />

se ubican a lo largo <strong>del</strong> río Pescado y en los alrededores de la laguna. La franja<br />

centro-este <strong>del</strong> Parque es de difícil acceso para estos animales. Las dos zonas<br />

principales de acceso de ganado al Parque se producen por el límite sur y norte, que<br />

coinciden con las vías de acceso (Mapa 7). Posiblemente desde el sur el ganado<br />

provenga en forma esporádica de Finca El Oculto y desde el norte de la Finca El<br />

Arrazayal (Mapa 6). No existen evidencias de movimiento altitudinal y estacional <strong>del</strong><br />

28


ganado, por lo que se puede considerar que estos animales son residentes<br />

permanentes en el Parque.<br />

La cacería es una de las actividades más intensas en el Parque y zonas de influencia.<br />

Se realiza durante todo el año por los dueños <strong>del</strong> ganado, personal de la estación de<br />

aforo y particulares que ingresan al área. Estudios realizados detectaron restos de<br />

jaguares, pumas, lobitos de río y corzuelas como presas preferidas (Perovic et al.<br />

2001). La pesca es también frecuente a lo largo <strong>del</strong> río Pescado, siendo el sábalo<br />

(Prochilodus lincatus) la especie más extraída.<br />

Bajo un plan de manejo adecuado, el puesto ubicado al norte <strong>del</strong> Parque (Mapa 7)<br />

podría funcionar como un sitio de control de las actividades que se realicen dentro <strong>del</strong><br />

área protegida, es decir tanto las actividades ganaderas como las actividades<br />

relacionadas a la caza, pesca y explotación forestal mencionadas anteriormente.<br />

CARACTERIZACIÓN AMBIENTAL<br />

Características Generales<br />

El Parque abarca un gradiente de humedad y de vegetación desde el sector SE, más<br />

seco y típico de la Selva Pedemontana, hacia el sector NO, más húmedo con áreas de<br />

Selva Pedemontana y áreas de transición entre ésta y la Selva Montana. En el sector<br />

más seco se encuentran especies típicas de la Selva Pedemontana tales como palo<br />

amarillo (Phyllostilon rhamnoides), palo blanco (Calycophyllum multiflorum) y el<br />

urun<strong>del</strong> (Astronium urundeuva). En cambio, en el sector más húmedo se encuentra<br />

una combinación de especies de ambos ambientes, incluyendo especies típicas de<br />

sitios húmedos como maroma (Ficus maroma), laurel blanco (Nectandra pichurim),<br />

laurel (Ocotea puberula), platanillo (Heliconia sp.) y varias mirtáceas, entre otras, y<br />

numerosas epífitas creciendo sobre la mayoría de los árboles.<br />

Como mencionamos anteriormente, hacia el norte <strong>del</strong> PP L. Pintascayo, y a 7 km en<br />

línea recta, se encuentra el PN Baritú separados por la Finca el Arrazayal, una<br />

propiedad de 7.000 ha.. Es de destacar que en el PN Baritú la diversidad de tipos de<br />

ambientes es mayor que en el Parque, debido principalmente a un mayor gradiente<br />

altitudinal que llega hasta el Bosque Montano y el consecuente incremento en el<br />

número de hábitats donde habitan especies que no se encuentran en PP L.<br />

Pintascayo, muchas de estas especies si deberían habitar también el PP L. Pintascayo<br />

debido a su similitud, cercanía y conectividad. Sin embargo, los datos sobre diversidad<br />

29


de Baritu, especialmente los <strong>del</strong> piso altitudinal más bajo, pueden servir como<br />

indicadores de las especies presentes en el Parque.<br />

Según la base de datos <strong>del</strong> Sistema de Información de Biodiversidad desarrollado por<br />

la Administración de Parques Nacionales se conocen para el PN Baritú cerca de 445<br />

especies de vertebrados (peces, anfibios, reptiles, mamíferos y aves) y 554 de plantas<br />

con registros confirmados. Una importante proporción de estas especies, hasta la<br />

fecha se consideran exclusivas <strong>del</strong> PN Baritú (Anexo Lista Baritú). Aunque el mismo<br />

no se basa en un inventario completo, constituye un indicador confiable <strong>del</strong> número<br />

mínimo de especies presentes en este Parque Nacional.<br />

Características de la Laguna Pintascayo<br />

Entre los valores sobresalientes <strong>del</strong> Parque, se encuentra la laguna Pintascayo,<br />

ubicada en la zona sur, a 450 m s.n.m. (Mapa 7). Las lagunas naturales no son muy<br />

comunes en las Yungas, pero constituyen un elemento característico de áreas<br />

ubicadas en el sector este de las mismas, ya dentro de la región chaqueña. De<br />

acuerdo a lo observado en imágenes satelitales y al conocimiento de la región, la<br />

laguna Pintascayo puede tratarse de la laguna más grande y en mejor estado de<br />

conservación de las Yungas argentinas. La vegetación circundante a la laguna está<br />

representada por bosques de aliso de río (Tessaria integrifolia), sauce (Salix<br />

humboltiana) y sacha guinda (Mutingia calabura), la cual a su vez está inmediatamente<br />

rodeada por vegetación típica de la Selva Pedemontana.<br />

Es notable la agregación de la fauna local en este ambiente (LIEY 2000). En los<br />

alrededores de la laguna se pueden observar huellas de mayuato (Procyon<br />

cancrivorus), felinos medianos y pequeños, huellas y heces de carpincho<br />

(Hydrochaeris hydrochaeris) y huellas de tapir (Tapirus terrestris). Otro animal<br />

destacable es el yacaré overo o ñato (Caiman latirostris), una especie amenazada de<br />

extinción en Argentina debido a su caza desmedida y al retroceso de los humedales.<br />

Se encuentra en el Apéndice I (Comercio Internacional Prohibido) de la CITES<br />

(Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).<br />

Durante algunas campañas para estudio de la fauna <strong>del</strong> Parque se registraron<br />

bandadas de cientos de individuos de pato criollo (Cairina moschata) (LIEY 2000), uno<br />

de los patos más grandes de la Argentina. Esta especie se encuentra en disminución<br />

debido a la caza y a la progresiva modificación y destrucción de su hábitat, por lo que<br />

ha sido considerada como especie rara o muy difícil de ver, como surge, por ejemplo,<br />

30


de los censos neotropicales de aves acuáticas organizados por Humedales para las<br />

Américas. El pato criollo fue considerado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y<br />

Pesca de la Nación en su Resolución 144/83 como especie amenazada, en la<br />

categoría de vulnerable, mientras que Fundación Vida Silvestre Argentina la cataloga<br />

como insuficientemente conocida (Bertonatti y Zelaya 1996) y el Libro Rojo de<br />

Mamíferos y Aves amenazados de la Argentina, como en retroceso (García Fernández<br />

et al. 1997).También se puede observar la presencia de aves de mediano y gran<br />

tamaño, entre las cuales se encuentran grandes rapaces como el jote real<br />

(Sarcoramphus papa), el águila negra (Buteogallus urubitinga) y el aguilucho pampa<br />

(Busarellus nigricolis), así como también pavas <strong>del</strong> monte (Penelope obscura) y el<br />

jabirú (Jabiru mycteria) (Anexo Lista Aves). Dada la presencia de especies de aves<br />

singulares en los humedales, sería relevante considerar la inclusión de la Laguna<br />

Pintascayo en la red de sitios Ramsar.<br />

Vegetación<br />

Los conocimientos más detallados de la vegetación <strong>del</strong> PP L. Pintascayo provienen de<br />

un estudio realizado en el sector noroeste <strong>del</strong> Parque (LIEY 2000), cuyos principales<br />

resultados se resumen a continuación. En total se registraron 61 especies<br />

pertenecientes a 28 familias (Anexo Lista Vegetación).<br />

31


Mapa 8. Unidades de vegetación en el PP L. Pintascayo a partir de imágenes satelitales<br />

corroboradas en el terreno.<br />

Por el procesamiento de imágenes satelitales Landsat TM (L231 -76) <strong>del</strong> año 1998 y<br />

su corroboración a campo se definieron cuatro unidades de vegetación: “vegetación de<br />

lecho de río”, “vegetación de quebrada”, “vegetación de bosque perennifolio” (zonas<br />

bajas, húmedas y sin pendiente) y “vegetación de bosque caducifolio” (zonas de filo,<br />

más altas que las anteriores, secas y con pendiente abrupta) (Mapa 8). La superficie<br />

de cada unidad y la superficie total <strong>del</strong> Parque se estimó a partir de la imagen satelital<br />

(Tabla 1).<br />

32


Tabla 1. Superficie por unidad de vegetación y total <strong>del</strong> Parque (LIEY 2000)<br />

Unidad de Vegetación<br />

Superficie (ha)<br />

Bosque Perennifolio 6660<br />

Bosque Caducifolio 2355<br />

Quebrada 1018<br />

Lecho de Río 1076<br />

Pastizales, cultivos, etc. 133<br />

Superficie Total 11.242<br />

La vegetación de lecho de río que crece en islotes a lo largo de la playa <strong>del</strong> río<br />

Pescado, está dominada por bosquecitos mixtos de aliso de río (Tessaria integrifolia)<br />

y sauce (Salix humboltiana), con individuos aislados de suncho (Bocconia pearcei),<br />

chilto (Cyphomandra betaceae) y tusca (Acacia aroma).<br />

La vegetación de quebrada se caracteriza por parches monoespecíficos de bosques<br />

jóvenes de biscochero (Miconia molybdea) o de guarán (Tecoma stans). También se<br />

encuentran individuos aislados de afata blanca (Heliocarpus popayanensis) y ortiga<br />

blanca (Urera caracasana), dispersos dentro y entre los parches mencionados.<br />

La vegetación de bosque perennifolio y caducifolio fue estudiada con parcelas (1/4 ha<br />

en total por ambiente) donde se midieron los parámetros requeridos para calcular el<br />

Índice de Valor de Importancia (IVI) (Lamprecht 1962) para cada especie (ver detalles<br />

en LIEY 2000). En el bosque perennifolio se detectaron 19 especies, de las cuales 14<br />

fueron registradas sólo en este tipo de bosque. Las más”importantes” de acuerdo al IVI<br />

fueron el laurel blanco (Nectandra pichurim), la maroma (Ficus maroma), la lata de<br />

pobre (Piper tucumanun) y el pacay (Inga marginata) (Tabla 2).<br />

33


Tabla 2. Vegetación de bosque perennifolio: totales de densidad, área basal, frecuencia e<br />

IVI (Índice de Valor de Importancia) por especie. Con un asterisco (*) se señalan las<br />

especies registradas solo para este bosque.<br />

Especie Densidad (ind/ha) Área Basal (m/ha) Frecuencia IVI<br />

(*) Nectandra pichurim 104 7,61 5 135,70<br />

(*) Ficus maroma 20 37,22 3 132,78<br />

(*) Piper tucumanum 172 3,03 4 121,41<br />

(*) Inga marginata 80 2,26 5 120,84<br />

(*) Cupania vernalis 20 1,33 3 66,62<br />

Solanacea indeterminada 8 0,08 2 41,81<br />

(*) Lonchocarpus lilloi 12 0,20 1 22,87<br />

(*) Blepharocalyx salicifolius 4 0,91 1 22,51<br />

(*) Chrysophyllum<br />

gonocarpum<br />

8 0,27 1 22,16<br />

(*) Ocotea puberula 8 0,21 1 22,06<br />

(*) Solanum ripariun 8 0,20 1 22,04<br />

Trichilia hyeronimi 8 0,16 1 21,97<br />

Diatenopteryx sorbifolia 4 0,40 1 21,57<br />

(*) Urera caracasana 4 0,10 1 21,01<br />

(*) Casearia silvestris 4 0,08 1 20,97<br />

(*) Inga saltensis 4 0,07 1 20,96<br />

(*) Myrsine laetevirens 4 0,05 1 20,93<br />

Myrcianthes sp. 4 0,04 1 20,91<br />

Cedrela angustifolia 4 0,03 1 20,89<br />

Total 480 54,25<br />

En el bosque caducifolio se registraron 24 especies, de las cuales 14 fueron<br />

registradas solo para este bosque. Las más “importantes” de acuerdo al IVI fueron el<br />

cebil colorado (Anadenanthera macrocarpa), el dominguillo (Trichilia hyeronimi), el<br />

lapacho (Tabebuia sp.), el quebrachillo (Diatenopteryx sorbifolia) y el tabaquillo<br />

(Luehea speciosa). El roble (Amburana cearensis) presentó valores intermedios de<br />

importancia (Tabla 3).<br />

34


Tabla 3. Vegetación de bosque caducifolio: totales de densidad, área basal, frecuencia e<br />

IVI (Índice de Valor de Importancia) por especie. Con un asterisco (*) se señalan las<br />

especies registradas solo para este bosque.<br />

Especie<br />

Densidad<br />

(ind/ha)<br />

Área Basal (m/ha) Frecuencia IVI<br />

(*) Anadenanthera macrocarpa 48 8,52 5 146,56<br />

Trichilia hyeronimi 56 1,00 5 117,13<br />

(*) Tabebuia sp. 40 3,54 4 104,01<br />

Diatenopterix sorbifolia 44 1,30 4 95,60<br />

(*) Luehea speciosa 40 0,83 4 92,72<br />

(*) Terminalia triflora 36 1,04 4 92,65<br />

Myrcianthes sp. 28 0,44 4 88,32<br />

(*) Ruprechtia laxiflora 16 0,57 4 86,07<br />

(*) Patagonula americana 16 1,42 3 69,61<br />

(*) Amburana cearensis 16 0,98 2 47,80<br />

(*) Astronium urundeuva 8 1,38 2 47,60<br />

(*) Urera baccifera 12 0,47 2 44,73<br />

Sp 5 12 0,28 2 43,93<br />

(*) Parapiptadenia excelsa 8 1,33 1 27,40<br />

Cedrela angustifolia 12 0,15 1 23,39<br />

Sp 2 8 0,13 1 22,37<br />

(*) Calycophyllum multiflorum 4 0,18 1 21,67<br />

(*) Allophyllus edulis 4 0,11 1 21,38<br />

(*) Agonandra excelsa 4 0,09 1 21,28<br />

Sp 1 4 0,08 1 21,27<br />

Sp 4 4 0,06 1 21,16<br />

(*) Chrysophyllum marginatum 4 0,05 1 21,12<br />

(*) Ruprechtia apetala 4 0,05 1 21,12<br />

Sp 3 4 0,04 1 21,08<br />

Total 432 24,02<br />

Como resultado <strong>del</strong> relevamiento, el bosque perennifolio representó la unidad de<br />

mayor superficie con el 73% de las especies registradas sólo en este ambiente. Para<br />

el bosque caducifolio la superficie fue significativamente menor y sólo el 58% de las<br />

especies fueron exclusivas. En este punto es necesario aclarar que estos valores son<br />

preliminares y para poder afirmar mejor estas diferencias de riqueza específica es<br />

necesario realizar muestreos más intensivos y extensivos en ambos amientes. Por otro<br />

lado, la vegetación de quebrada y la vegetación de lecho de río abarcaron superficies<br />

similares, mientras que los pastizales, cultivos y otros sectores disturbados se<br />

encuentran mucho menos representados.<br />

Se detectaron el 45% <strong>del</strong> total de las especies para las Yungas de Argentina y el 25%<br />

de las exclusivas para este sector (Morales et al. 1995) (Anexo Lista Vegetación).<br />

Entre las registradas podemos mencionar algunas especies de interés forestal como el<br />

roble (Amburana cearensis), el cedro orán (Cedrela angustifolia) y la quina (Myroxylon<br />

peruiferum). Del roble, cuyas poblaciones en la región poseen baja densidad natural y<br />

sufren una explotación forestal intensiva, se encontraron varios individuos de<br />

diámetros grandes (algunos mayores a 1 m) y más de 20 m de altura. Entre las<br />

35


especies potenciales <strong>del</strong> Parque (es decir, que están citadas en la bibliografía) se<br />

destacan la tipa colorada (Pterogyne nitens) y dos especies de cedro (Cedrela lilloi y<br />

C. balansae), entre otras (Morales et al. 1995). Todo esto da la pauta de la<br />

potencialidad que alberga el Parque en términos de riqueza específica, especies<br />

exclusivas, y especies de importancia forestal con amplia variabilidad genética (Brown<br />

et al. 1993).<br />

Fauna<br />

Mamíferos<br />

La mastofauna <strong>del</strong> Parque se conoce a partir de algunos relevamientos cuya<br />

información esta considerada en el presente informe (LIEY 2000, Perovic et al. 2001).<br />

Esto se complementa con información de localidades cercanas al Parque en bosques<br />

de Yungas para la Finca Alto Verde (23,22ºS y 64,54ºO) departamento Orán (Anexo<br />

Lista Mamíferos, Jayat com pers).<br />

Murciélagos<br />

Argentina representa un área biogeográfica muy interesante con respecto a los<br />

murciélagos, dado que muchas especies tienen sus límites australes de distribución en<br />

este país. Sin embargo, el estudio de estas distribuciones se ve limitado por el bajo<br />

tamaño de sus poblaciones. De las familias conocidas en la Región Neotropical, sólo<br />

cuatro alcanzan a nuestro país (Barquez et al. 1993). A pesar de esto, los murciélagos<br />

poseen un rol ecológico determinante en muchos ambientes <strong>del</strong> país y por esta razón<br />

la necesidad de estudios poblacionales a gran escala se hace cada vez mayor<br />

(Barquez et al. 1993, Giannini 1999). En muchos casos, la falta de información<br />

disponible sobre la biología de muchos grupos ha impedido determinar su verdadero<br />

rol ecológico en diversos ecosistemas. Esto sólo podrá ser revertido mediante la<br />

creación y buen manejo de áreas como el PPL Pintascayo, y la generación de estudios<br />

a largo plazo dentro de ellas.<br />

En un relevamiento de fauna (LIEY 2000), se usaron redes de niebla colocadas en a)<br />

río, b) vegetación de lecho de río con bosques de aliso de río (Tessaria integrifolia) y<br />

sauce (Salix humboltiana), y c) vegetación de bosque perennifolio dominados por<br />

maroma (Ficus maroma). Se capturaron nueve especies de murciélagos, <strong>del</strong> suborden<br />

Microchiroptera, familias Phyllostomidae, Vespertilionidae y Molossidae (Tabla 4). La<br />

mayoría de los individuos pertenecieron a Sturnira lilium, seguida por Myotis nigricans<br />

y Artibeus planirostris. Las especies más raras fueron Pygoderma bilabiatum y<br />

Molossus molossus. La mayoría de los individuos fueron capturados en corredores<br />

36


dentro de bosques de aliso de río, en las márgenes <strong>del</strong> río Pescado. En el ambiente de<br />

río se capturó al menor número de individuos, aunque el número de especies fue el<br />

más alto (Tabla 4).<br />

Tabla 4.Taxonomía, abundancia de especies de murciélagos expresada en individuos<br />

capturados cada 100 horas red (1 hora red = 1 red abierta durante una hora reloj) y<br />

hábitos alimenticios de cada una (F = frugívoros, I = insectívoro)<br />

Familia Especie Individuos por 100 horas red Alimentación<br />

Phyllostomidae Sturnira lilium 782,38 F<br />

Vespertilionidae Myotis nigricans 23,33 I<br />

Phyllostomidae Artibeus planirostris 14,44 F<br />

Phyllostomidae Sturnira erythromos 6,67 F<br />

Molossidae Tadarida brasiliensis 3,33 I<br />

Vespertilionidae Myotis albescens 3,33 I<br />

Molossidae Cynomops<br />

planirostris<br />

3,33 I<br />

Phyllostomidae Pygoderma<br />

bilabiatum<br />

1,67 F<br />

Molossidae Molossus molossus 1,67 I<br />

Total de individuos 840,16<br />

Considerando que en el país existen cuatro familias de murciélagos, cabe destacar la<br />

presencia de al menos tres de ellas dentro <strong>del</strong> Parque. De la cuarta familia<br />

(Noctilionidae), existen registros de Noctilio leporinus en localidades cercanas en Salta<br />

y Jujuy (e. g., Barquez et al. 1999b), por lo cual la presencia de esta especie de<br />

hábitos pescadores es probable en el Río Pescado.<br />

Aunque en general, las especies capturadas en esta campaña son abundantes en la<br />

región (Barquez et al. 1993), cabe mencionar el registro de un individuo de Pygoderma<br />

bilabiatum, catalogada como escasa (probabilidad de captura u observación muy<br />

baja), y otro de Cynomops planirostris, considerada rara (captura u observación casi<br />

improbable) (Barquez et al. 1999b). Por otro lado, dentro de Argentina C. planirostris<br />

sólo se ha capturado en el NOA, existiendo 3 registros en Salta y uno en Jujuy.<br />

Además, por su ubicación, el Parque representa un área potencial de captura de<br />

especies raras (e. g. Diaemus sp., Anoura sp., Glossophaga sp., etc). Para una<br />

localidad muy cercana a Orán, y por lo tanto, cercana al Parque (Barquez et al.<br />

1999a) citan un género nuevo para el país (Micronycteris sp.) y que posiblemente<br />

constituya una especie nueva. La gran potencialidad <strong>del</strong> Parque con respecto al grupo<br />

de los murciélagos se basa en la existencia de muchas especies cuyas distribuciones<br />

en el continente llegan hasta el norte de Argentina (e. g. C. planirostris), por lo tanto el<br />

área constituye un refugio en el límite sur de estas distribuciones y es probable<br />

encontrar aquí grupos únicos en el país.<br />

37


En cuanto a los hábitos alimenticios de las especies, el gremio trófico de los frugívoros<br />

es el mejor representado (Tabla 4). Esto podría estar respondiendo a factores<br />

diversos, como la época <strong>del</strong> año, la altitud, el tamaño de los territorios e incluso el<br />

hábitat. Con respecto al último factor, la mayoría de las especies insectívoras fueron<br />

capturadas sobre el río, en contraste con las frugívoras, registradas en mayor número<br />

en los bosques de aliso de río y sauce y, en el caso de S. lilium, dentro <strong>del</strong> bosque<br />

perennifolio (Tabla 4). Es probable que esto se deba a la estructura y a los recursos<br />

propios <strong>del</strong> ambiente en cada caso, que facilitan uno u otro tipo de alimentación, sin<br />

embargo, es necesario aumentar el esfuerzo de muestreo en distintos ambientes, para<br />

diferenciar mejor este patrón.<br />

Finalmente, a pesar <strong>del</strong> bajo número de muestras, se debe resaltar que se detectaron<br />

especies y tendencias relevantes para la conservación en los distintos grupos de<br />

murciélagos. Al momento de planificar el manejo <strong>del</strong> Parque sería importante<br />

considerar un relevamiento más profundo <strong>del</strong> grupo, el cual servirá de base para<br />

<strong>del</strong>imitar las áreas de distribución de diferentes especies, registrar sus abundancias<br />

poblacionales y hábitos alimenticios y determinar el estado de conservación de los<br />

grupos.<br />

Mamíferos No-voladores<br />

El Parque constituye un área donde la fauna silvestre más característica y atractiva de<br />

las Yungas se encuentra bien conservada. Es muy común encontrar huellas de<br />

diversos animales sobre la playa <strong>del</strong> Río Pescado y sus alrededores. Esto se debe<br />

principalmente a que no existen poblaciones humanas estables ni actividades<br />

ganaderas muy intensivas dentro <strong>del</strong> Parque, lo que disminuye drásticamente la<br />

presión sobre muchos de estos animales. Los mamíferos más llamativos <strong>del</strong> Parque y<br />

que se observan (directa o indirectamente) con relativa facilidad son el anta o tapir,<br />

monos caí, corzuelas, felinos medianos y pequeños y acutis<br />

La teoría ecológica destaca la importancia de sitios como el Parque como áreas<br />

“fuente” de animales. Los sitios fuente son aquellos en donde las poblaciones se<br />

reproducen adecuadamente y la capacidad de carga <strong>del</strong> ambiente se encuentra<br />

cercana a su máximo natural. Como consecuencia de esto, las áreas fuente “exportan”<br />

animales hacia áreas “sumidero” donde las poblaciones se encuentran disminuidas<br />

debido, en general, a la presión antrópica (cacería, desmonte, incendios, etc.). Muchas<br />

áreas sumidero son sitios donde las especies sensibles a la caza (como tapir,<br />

38


yaguareté, corzuela, etc.) se extinguirían localmente si no existiese un flujo de<br />

individuos desde las áreas fuente (Novaro et al. 2000). En este sentido, el Parque<br />

ocupa una posición espacial clave al encontrarse rodeada por áreas de bosque con<br />

fuerte presión antrópica, y jugaría un rol determinante como fuente de fauna silvestre,<br />

exportando individuos hacia los sitios periféricos perturbados y evitando extinciones<br />

locales de algunas especies sensibles. A continuación describimos brevemente<br />

algunas de las especies registradas y/o las más emblemáticas y/o importantes de <strong>del</strong><br />

Parque, con el objeto de evidenciar la situación actual poblacional en el área, su rol<br />

ecosistémico y las presiones a que se encuentran sometidas.<br />

Tigre o Yaguareté (Panthera onca). Es la especie emblemática por excelencia de las<br />

Yungas, siendo el felino de mayor tamaño (100 kg) de las 5 ó 6 especies que habitan<br />

la zona (Corcuera 1997). Se alimenta de corzuelas, pecaríes, mulitas, etc. Es también<br />

un depredador común <strong>del</strong> ganado doméstico y en ello reside su principal conflicto de<br />

supervivencia, dado que es intensamente cazado por los pobladores rurales de la<br />

región que poseen ganado. La Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo constituye el sector más<br />

importante de Argentina para la conservación de esta especie a largo plazo, debido a<br />

la cantidad de individuos que allí viven (población estimada en 150 ejemplares) y la<br />

gran superficie de bosques <strong>del</strong> área. En la Alta Cuenca aún quedan áreas donde el<br />

tigre es común y, en ese sentido, el Parque constituye un sector clave tanto de<br />

residencia como de tránsito de individuos entre áreas bien conservadas. Una<br />

estrategia de conservación de esta especie a largo plazo debe considerar mantener en<br />

buen estado importantes superficies continuas de bosque y manejar el ganado<br />

doméstico (reduciendo el tiempo de pastoreo en lugares alejados <strong>del</strong> control humano).<br />

Otros felinos. Otros gatos que habitan el Parque son el Ocelote (Leopardus pardalis)<br />

y el Gato eira (Herpailurus yaguarondi). El primero es, de los gatos manchados, el<br />

segundo en tamaño luego <strong>del</strong> yaguareté, in embargo, es mucho más pequeño que<br />

este, pesando alrededor de 10 kg. Su dieta incluye pequeños roedores, es abundante<br />

pero difícil de observar debido a sus hábitos nocturnos. Se pueden observar huellas,<br />

en el camino de entrada al Parque. El segundo es un gato pequeño de color uniforme<br />

que recuerda al hurón mayor (Eira barbara) y de ahí su nombre. Es un gato con<br />

hábitos diurnos, por lo tanto probable de ver, con excelentes habilidades para trepar y<br />

se alimenta principalmente de pequeñas aves y mamíferos, incluyendo monos.<br />

Anta o Tapir (Tapirus terrestris). Constituye el mamífero sudamericano de mayor talla<br />

llegando a pesar más de 260 kg. Es un animal herbívoro que prefiere la vegetación de<br />

39


ambientes secundarios de bordes de bosque a lo largo de los ríos o de claros y<br />

picadas <strong>del</strong> interior <strong>del</strong> bosque. Además, es un importante dispersor de semillas de<br />

especies herbáceas, arbustivas e incluso arbóreas, como pacará (Enterolobium<br />

contortisiliquum) y espina corona (Gleditsia amorphoides) (Varela y Brown 1995). Es<br />

una especie muy perseguida por su carne y cuero, y suele cazársela con armas de<br />

fuego y perros. Por otro lado posee una gran sensibilidad a la perturbación <strong>del</strong> hábitat<br />

(cacería, fragmentación y transformación <strong>del</strong> bosque), como lo demuestra su extinción<br />

en la Provincia de Tucumán. En el Parque es una especie muy común pudiendo<br />

observarse con facilidad huellas sobre la playa <strong>del</strong> río, heces y ocasionalmente<br />

individuos. El sector de Yungas de la Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo es el área con<br />

mayor potencial de supervivencia a largo plazo de esta especie, debido a la gran<br />

superficie de hábitat continuo y a los excelentes niveles poblacionales de algunos<br />

sectores.<br />

Corzuelas. Son ciervos de pequeño tamaño, pertenecientes a dos especies, la<br />

corzuela parda (Mazama gouazoubira), mas común en la Selva Pedemontana, y la<br />

corzuela roja (Mazama americana), presente en todos los bosques de Yungas (Brown<br />

y Grau 1993). Son especies herbívoras de unos 17-20 kg de peso. La corzuela parda<br />

ha sido señalada como una especie dispersora de semillas importante para la región<br />

chaqueña, pero se desconoce su rol en las Yungas. Ambas especies son<br />

intensamente cazadas. En el Parque se detectan numerosos rastros, fáciles de<br />

observar a lo largo de sendas en la selva y en la playa <strong>del</strong> Río Pescado.<br />

Mono caí (Cebus apella). Es la única especie de primates de las Yungas argentinas.<br />

Pesa entre 3,5 y 4 kg y habita entre los 400 y 1500 m s.n.m. Es una especie omnívora<br />

que incluye en su dieta insectos, pequeños vertebrados, hojas, brotes, frutos y<br />

semillas. Vive en grupos de hasta 30 individuos, es de hábito preferentemente arbóreo<br />

aunque puede caminar por el suelo, y cumple un rol importante en la dispersión de<br />

gran cantidad de especies de plantas (epífitos, árboles, lianas). La especie es<br />

comúnmente capturada para su utilización como mascota (las crías) y se acostumbran<br />

a la presencia humana en el bosque si no son perseguidos. Suelen realizar<br />

desplazamientos altitudinales en busca de alimento, utilizando la Selva Pedemontana<br />

preferentemente durante el invierno, cuando utilizan las bases foliares de<br />

bromeliáceas epífitas para alimentarse (Brown 1986. El Parque, junto con las áreas<br />

aledañas, constituye el sector más importante para la conservación de esta especie a<br />

largo plazo.<br />

40


Acuti o agutí (Dasyprocta punctata). Es un roedor de dimensiones considerables (2,5<br />

– 3,5 kg) que se alimenta de hojas y frutos, pero se desconoce su rol como dispersor<br />

de semillas en las Yungas (Brown y Grau 1993). Es una especie cazada por su carne,<br />

con armas de fuego y/o trampas. Estas últimas son colocadas en las inmediaciones de<br />

los cultivos y son cebadas con frutas de la región.<br />

Otros roedores: para captar la presencia de otros roedores más pequeños (< 100 g)<br />

se utilizan trampas de captura viva de tipo Sherman. En el Parque se lograron capturar<br />

sólo dos ejemplares de género Oligoryzomys. La época estival representa la época de<br />

menor densidad poblacional de estos mamíferos ya que solo persisten los individuos<br />

que han logrado sobrevivir desde el último período reproductivo. Por lo tanto es<br />

importante considerar el final de los períodos reproductivos o bien el momento de sus<br />

picos poblacionales (mayo a julio) para la toma de datos poblacionales de roedores.<br />

Avifauna <strong>del</strong> Parque Provincial Laguna Pintascayo<br />

Caracterización de las Aves de Yungas (Blendinger y Álvarez en prensa)<br />

Entre las aves, un tercio de las especies conocidas para Bolivia (Bennett Hennessey et<br />

al. 2003) y un tercio de las de Argentina habitan en la Selva Tucumano-boliviana o<br />

Yungas australes. El número de especies de bosques y selvas alcanza las 295<br />

especies, y supera las 450 si se consideran también a especies de humedales y las<br />

de hábitats no boscosos y de bosques secos que ingresan marginalmente en las<br />

Yungas (Blendinger y Álvarez en prensa). El número de especies con distribución<br />

restringida mayormente a las Yungas australes (“endemismos”) es mucho menor que<br />

en las selvas y bosques montanos <strong>del</strong> centro y norte <strong>del</strong> cordón andino (Cracraft 1985,<br />

Stotz et al. 1996). Estas especies de distribución restringida son Amazona tucumana,<br />

Atlapetes citrinellus, Atlapetes fulviceps, Cinclus schulzi, Cypseloides rothschildi,<br />

Elaenia strepera, Eriocnemis glaucopoides, Glaucidium bolivianum, Leptotila megalura,<br />

Megascops hoyi, Microstilbon burmeisteri, Penelope dabbenei, Poospiza erythrophrys<br />

y Veniliornis frontalis) (Blendinger y Álvarez en prensa). Todas las especies endémicas<br />

de las Yungas australes nidifican en la Selva Montana o el Bosque Montano, mientras<br />

que solo una (Leptotila megalura) cría con regularidad en la Selva Pedemontana.<br />

Elaenia strepera, si bien nidifica únicamente en las Yungas australes, migra hasta el<br />

norte de América <strong>del</strong> Sur durante el período de inactividad reproductiva.<br />

De los diferentes pisos de vegetación <strong>del</strong> gradiente altitudinal de las Yungas, la Selva<br />

Pedemontana alberga una fauna de aves rica y diversa, cuya estructura y dinámica se<br />

está comenzando a conocer (Capllonch 1996, Blendinger y Álvarez 2005, Malizia et al.<br />

41


2005). A la escala regional, la riqueza de aves en áreas de Selva Pedemontana<br />

incrementa con la cercanía a la Selva Montana (M. E. Álvarez y P. G. Blendinger,<br />

datos no publicados). Por otra parte, algunos de los últimos remanentes de selvas de<br />

áreas planas albergan un conjunto de especies de aves particular y con más especies<br />

restringidas a los pisos altitudinales inferiores en las Yungas (Blendinger et al. en<br />

prensa). La cercanía a los bosques chaqueños situados a menor altitud afecta la<br />

composición de los ensambles de aves de la Selva Pedemontana debido a la pérdida<br />

de especies de Yungas y al ingreso de especies chaqueñas (M. E. Álvarez y P. G.<br />

Blendinger, datos no publicados).<br />

El piso más diverso es la Selva Montana, donde muchas especies poseen sus<br />

mayores densidades poblacionales. Por su ubicación en el gradiente altitudinal, aquí<br />

se encuentran también la mayor parte de las especies <strong>del</strong> Bosque Montano y de la<br />

Selva Pedemontana. La mayoría de las especies de la Selva Montana poseen una<br />

distribución principalmente amazónica o de Yungas (Vides Almonacid 1992). Los<br />

bosques montanos se caracterizan por la marcada estacionalidad y mayor variación<br />

interanual en la composición de la avifauna (e.g., Giannini 1999). En el Bosque<br />

Montano también es menor la diversidad de grupos funcionales, principalmente entre<br />

los insectívoros y frugívoro-insectívoros (Vides Almonacid 1992). Entre los frugívoros<br />

son importantes las especies migratorias, representadas por pocas especies que<br />

pueden ser localmente muy numerosas (Giannini 1999, Rougès 2004).<br />

El Parque Provincial Laguna Pintascayo como un AICA<br />

Al menos 155 especies de aves (Anexo Lista Aves) fueron registradas para el Parque<br />

Provincial Laguna Pintascayo, principalmente durante una serie de relevamientos<br />

realizados por el LIEY (2000). Al menos otras 34 especies fueron registradas en<br />

localidades aledañas con bosques similares a los <strong>del</strong> PPL Pintascayo (P. G.<br />

Blendinger, comunicación personal).<br />

Por las particularidades de su avifauna, el Parque fue incluido como un sitio AICA, de<br />

importancia internacional para la conservación de las aves. El Programa de las Áreas<br />

Importantes para la Conservación de las Aves (AICAs, o IBAs, por sus siglas en<br />

inglés) de BirdLife International es una iniciativa global enfocada a la identificación,<br />

documentación y conservación de una red de sitios críticos para las aves <strong>del</strong> mundo.<br />

Este Programa se inició en 1995 y pretende contribuir a la conservación de sitios,<br />

incluyendo actividades de manejo, educación <strong>ambiental</strong>, instrumentos legales,<br />

investigación, monitoreo y protección. Las AICAs se definieron considerando un<br />

42


conjunto de criterios, como la presencia de poblaciones de aves globalmente<br />

amenazadas (especies de la “lista roja”), especies de distribución restringida<br />

(endémicas de las “Áreas de Endemismo de Aves” – EBAs), especies confinadas a<br />

biomas sudamericanos y especies congregatorias (Di Giacomo 2007).<br />

En la Argentina, un 99% de las AICAs son importantes para especies globalmente<br />

amenazadas, un 70% para endémicas de EBAs, un 81% para características de<br />

biomas y un 18% para aves congregatorias. Se identificaron 273 AICAs, cubriendo el<br />

12% de la superficie <strong>del</strong> país. El mayor número (30) corresponde precisamente a la<br />

provincia de Salta, incluido el Parque Provincial Laguna Pintascayo. Aquí se<br />

registraron hasta el momento ocho especies de valor especial para la determinación<br />

de sitios de AICA (Tabla 5) (Moschione 2007).<br />

Tabla 5. Especies de aves de importancia para la identificación de sitios de AICA<br />

registradas en el Parque Provincial Laguna Pintascayo (Moschione 2007).<br />

ESPECIES<br />

CRITERIOS<br />

Vultur gryphus<br />

A1(NT)<br />

Amazona tucumana A1(NT), A2(EBA 057)<br />

Eriocnemis glaucopoides A2(EBA 057)<br />

Cypseloides rothschildi A1(VU), A2(EBA 057)<br />

Grallaria albigula A2(EBA 057)<br />

Scytalopus zimmeri A2(EBA 057)<br />

Elaenia strepera A2(EBA 057)<br />

Cinclus schulzi A1(VU), A2(EBA 057)<br />

A1: especie amenazada a nivel mundial. A2: especie de distribución restringida. NT: casi<br />

amenazada. VU: vulnerable. EBA 057: área de endemismo de aves en las Yungas según la<br />

clasificación de BirdLife Internacional.<br />

Con fines comparativos se puede mencionar un relevamiento rápido (4 días) de la<br />

avifauna en una localidad cercana al Parque Provincial Laguna Pintascayo (Finca Alto<br />

Verde; 23,22ºS y 64,54ºO; departamento Orán), realizado en septiembre de 2006 en<br />

un ambiente semejante a los bosques <strong>del</strong> Parque (Blendinger 2006). Abundan las<br />

especies perennifolias, que caracterizan al piso inferior de la Selva Montana y su<br />

ecotono con la Selva Pedemontana. Se registraron 92 especies de 36 familias y 16<br />

órdenes. La riqueza de especies fue elevada en comparación con sitios de Selva<br />

Pedemontana comparables en área y esfuerzo de muestreo, situados a similar latitud.<br />

Las aves frugívoras-insectívoras representaron un grupo numéricamente importante<br />

tanto en número de especies y densidad de aves. Esto coincidió con la mayor<br />

abundancia de especies vegetales con frutos carnosos con síndrome de dispersión por<br />

aves características de la Selva Montana en comparación con sitios de Selva<br />

Pedemontana, y en especial a la abundancia de la maroma (Ficus maroma) la cual<br />

43


estaba en plena fructificación. Las ausencias de gran parte de las especies de mayor<br />

valor de conservación fueron notorias; no obstante, los resultados deben ser<br />

considerados preliminares. Entre las ausencias remarcables, por su interés para la<br />

conservación, se pueden mencionar a dos especies de lechuzas naturalmente poco<br />

abundantes y probablemente sensibles a la modificación <strong>del</strong> bosque, como es el caso<br />

de Aegolius harrissii y Asio stygius), grandes aves de presa como las águilas<br />

crestadas (Harpyhaliaetus coronatus, Harpyhaliaetus solitarius) o las calzadas<br />

(Oroaetus isidori, Spizaetus ornatus, Spizastur melanoleucus).<br />

44


CONSERVACION REGIONAL DE LAS YUNGAS<br />

Los Bosques Nublados o Nuboselva en el Contexto Internacional<br />

A lo largo de las cadenas montañosas de los Andes y Centroamérica se extiende un<br />

sistema boscoso que se caracteriza por una enorme diversidad biológica, por regular<br />

los importantes caudales hídricos de los ríos que atraviesan el continente y, sobre<br />

todo, por compartir una historia de uso y de oferta de recursos en forma interrumpida<br />

con la humanidad durante por lo menos la última decena de miles de años (Brown y<br />

Kapelle 2001). Sin embargo hoy se presentan como uno de los sistemas más frágiles<br />

a la intervención humana y sobre el cual están cayendo con inusual fuerza los<br />

procesos de degradación por sobre-utilización y conversión en sistemas agrícolas y<br />

campos de pastoreo. En muchas áreas estos procesos de empobrecimiento están<br />

asociados a la violencia política y económica que paradójicamente los está<br />

despoblando, llevando a sus otrora pobladores a incrementar los cordones de pobreza<br />

periurbanos o a colonizar nuevas áreas “vírgenes” incrementando los procesos de<br />

degradación.<br />

Estos Bosques Nublados y sus sistemas forestales colindantes han recibido<br />

numerosas denominaciones a través de su extenso recorrido latitudinal por la espina<br />

dorsal de América, desde “Bosque Mesófilo de Montaña” en México, “Selva Nubosa en<br />

Guatemala, “Bosque Nublado” en Honduras, “Nebliselvas” en Nicaragua; “Bosque<br />

Nuboso” en Costa Rica, “Bosques o Selvas Andinas” en Colombia; “Selvas Nubladas”<br />

en Venezuela; “Selva Tucumano-bolivianas” o “Yungas” en Argentina y Bolivia.<br />

El clima en general es templado cálido con temperaturas promedio mensuales entre<br />

20º y 30º C pudiendo bajar a 10º C en las áreas subtropicales en invierno, donde<br />

también pueden presentar heladas (temperaturas bajo 0º C) en los extremos<br />

latitudinales de su distribución en países como Argentina (Brown et al. 2001 La<br />

fisonomía de los Bosques Nublados varía con el gradiente altitudinal. Los BN<br />

propiamente dichos, se presentan achaparrados, con troncos y ramas tortuosos, y el<br />

suelo mullido de humus, hojarasca y humedad ubicados topográficamente en la cima<br />

de montañas tropicales (Silver et al. 2001). En áreas de ladera estos bosques se<br />

presentan más desarrollados, sobrepasando los 30 metros de altura como los que se<br />

pueden observar en México, Guatemala, Honduras, Venezuela, Argentina y donde los<br />

epifitos siguen siendo el componente abundante y diverso que los definen<br />

estructuralmente.<br />

45


Los valores emergentes de los BN son la gran superficie que cubren en los sistemas<br />

montañosos de América Latina, la alta biodiversidad que albergan, su rol en la<br />

captación de agua, su alto valor de productividad, las numerosas y complejas<br />

interacciones bióticas que entre sus especies se desarrollan, los recursos que aportan<br />

(maderables y no maderables) y la alta diversidad de especies que se cultivan en ellos<br />

(Brown y Kapelle 2001).<br />

Dentro de los riesgos a los que se enfrentan, podemos mencionar la transformación en<br />

tierras agrícolas y campos de pastoreo, los incendios forestales, la degradación y<br />

pérdida de biodiversidad, la introducción de especies exóticas y el largo tiempo que<br />

requieren para recuperar su estructura (Brown y Kapelle 2001).<br />

El panorama de la situación futura de los BN y de las poblaciones que los habitan es<br />

lamentablemente pesimista. No hay duda de los importantes servicios que los BN han<br />

dado y están dando a la humanidad. Sin embargo el proceso dominante es el de la<br />

degradación y conversión en sistemas más simples controlados por la mano <strong>del</strong><br />

hombre, su degradación y posterior abandono. Se han realizado importantes esfuerzos<br />

a través de la creación de un importante número de reservas en muchos países (Tabla<br />

6), que suman en conjunto varios millones de hectáreas, y se ha logrado posiblemente<br />

una mayor conciencia pública sobre el valor de los BN (principalmente para la<br />

provisión de agua potable para los centros urbanos). Sin embargo ello no es suficiente<br />

y no podremos asegurar la preservación <strong>del</strong> grueso de los BN si no orientamos el<br />

esfuerzo a trabajar sobre la matriz dominante <strong>del</strong> paisaje, es decir hacia los bosques<br />

secundarios, los agroecosistemas, los sistemas de aprovechamiento de los recursos<br />

naturales y complementariamente, la creación de nuevas áreas reservadas y<br />

establecimiento de corredores biológicos o ecológicos en los sectores más críticos o<br />

prioritarios que fueran identificados. Para poder realizar esto hacen falta recursos<br />

financieros, muchos más de los que se ha recibido hasta el presente, pero<br />

particularmente hacen falta estructuras institucionales fuertes -técnica y políticamente -<br />

en cada uno de los países con BN, alimentadas con el capital humano altamente<br />

capacitado, que nuestros países tienen distribuidos por el mundo. Estas instituciones<br />

con la mirada puesta en los sistemas naturales, pero también (y sobre todo) en los<br />

sistemas sociales y productivos, deberían ser las encargadas de generar la<br />

información necesaria y establecer las estrategias regionales de conservación y<br />

desarrollo asociadas a la conservación de la biodiversidad, a establecer prácticas<br />

agrícolas diversificadas (y rentables) y a impulsar sistemas de aprovechamiento<br />

sustentables de los recursos naturales.<br />

46


Tabla 6. Superficie de bosques nublados por país y superficie protegida en áreas de reserva en<br />

los distintos países de América Central y <strong>del</strong> Sur (Brown y Kapelle 2001).<br />

Pais<br />

Superficie Bosques<br />

Superficie Protegida (ha)<br />

Nublados (ha)<br />

México 900.000 183.000<br />

Guatemala 50.000 20.000<br />

Honduras 417.600 103.200<br />

Nicaragua 551.000 510.000<br />

Costa Rica 1.075.700 648.900<br />

Panamá 2.265.500 566.400<br />

Venezuela ¿ 9.100.000<br />

Colombia 33.288.000 4.770.000<br />

Ecuador 11.200.000 1.448.700<br />

Perú ¿ 2.355.500<br />

Bolivia 6.000.000 2.900.000<br />

Argentina 4.000.000 243.000<br />

TOTAL 75.000.000 22.848.700<br />

País Superficie Bosque Nublado (ha) Superficie Protegida (ha)<br />

47


Contexto Regional<br />

En Argentina los bosques húmedos subtropicales ocupan dos áreas disyuntas entre<br />

los 23 y 29 grados de latitud Sur separados entre sí por la gran planicie de bosques<br />

xerófilos chaqueños (Cabrera 1976). En el noreste (Provincias de Misiones,<br />

Corrientes, Formosa y Chaco) se desarrolla la llamada “selva misionera” de origen<br />

biogeográfico vinculado con la Floresta Atlántica de Brasil (Brown et al 2002) con un<br />

rango de precipitaciones entre los 1500-2000 mm anuales distribuidas uniformemente<br />

a lo largo <strong>del</strong> año. En el noroeste por otra parte se encuentran las Yungas o selvas<br />

subtropicales de montaña, de origen andino, con sus precipitaciones ampliamente<br />

concentradas en el período estival o de verano (Noviembre-Marzo). Ambos núcleos<br />

selváticos de similar superficie territorial (Mapa 9) representan en conjunto menos <strong>del</strong><br />

2% <strong>del</strong> territorio nacional pero acumulan más <strong>del</strong> 50% de la biodiversidad presente en<br />

Argentina (Brown et al 2002).<br />

El fuerte gradiente <strong>ambiental</strong> de las Yungas tiene por correspondencia un importante<br />

gradiente en la composición específica (Brown et al 2001). Este gradiente se<br />

caracteriza por la presencia de especies tolerantes a la sequía (4-6 meses con menos<br />

de 10 mm mensuales) y a las altas temperaturas (más de 40° C en el período estival)<br />

en las partes bajas por un lado, y especies tolerantes a elevados niveles de humedad<br />

<strong>ambiental</strong> y ocurrencia de heladas y nevadas en las partes altas por otro. Esto genera<br />

condiciones <strong>ambiental</strong>es para la coexistencia de una composición biológica de<br />

diferentes orígenes biogeográficos a lo largo <strong>del</strong> gradiente altitudinal (holárticas,<br />

austral-gondwánicas, tropicales).<br />

Las Yungas tienen una distribución discontinua en sentido Norte-Sur, debido a la<br />

distribución irregular de los cordones montañosos sobre los que se desarrollan. Se<br />

reconocen tres sectores geográficos latitudinales (Norte, Centro y Sur) con bosques<br />

xerofíticos chaqueños serranos en las áreas intermedias (Brown et al 2002). La<br />

historia climática de la región y el aislamiento de los distintos sectores posiblemente<br />

han jugado un papel importante en determinar la composición biológica actual, lo que<br />

se refleja en el patrón geográfico de endemismos (Brown 1986). La concentración de<br />

endemismos de los bosques húmedos respondería a las posibilidades de migración<br />

latitudinal y a la existencia de áreas que se comportan como refugios al largo plazo. A<br />

juzgar por el número de especies endémicas pertenecientes a distintos grupos<br />

taxonómicos y formas de vida (plantas epifitas y arbóreas, aves, anfibios, moluscos), la<br />

Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo en Argentina y las áreas contiguas de Bolivia (Tariquía,<br />

Tarija) posiblemente se han comportado como un refugio de biodiversidad durante<br />

48


períodos climáticamente más secos durante el Pleistoceno, al igual que el sector<br />

desarrollado sobre las laderas húmedas de la Sierra <strong>del</strong> Aconquija en Tucumán<br />

(Brown 1986). Por este motivo, ambas áreas constituyen los núcleos más importantes<br />

a conservar atendiendo su “estabilidad” al largo plazo, y sobre estas áreas debe<br />

volcarse una proporción importante <strong>del</strong> esfuerzo de conservación regional (Brown et<br />

al. 2002).<br />

Mapa 9. Distribución de las selvas subtropicales en Argentina. SIGA ProYungas.<br />

Las selvas de montaña <strong>del</strong> noroeste de Argentina ha registrado un importante esfuerzo<br />

de conservación desde épocas muy tempranas (Brown et al 2002). Por ejemplo, el<br />

Parque Nacional El Rey en Salta y las Reservas Provinciales de La Florida y Santa<br />

Ana en Tucumán, están entre las primeras áreas protegidas que se crean en la<br />

Argentina, en las décadas <strong>del</strong> 40 y 50. Actualmente, de las 5.2 millones de hectáreas<br />

estimadas como superficie total de este ecosistema en Argentina, sólo un 4.2%<br />

(285.970 ha) está protegido. Si consideramos sólo las selvas en sentido estricto (2.7<br />

millones de ha), es decir aquellos sectores más húmedos y posiblemente más estables<br />

al largo plazo, este porcentaje supera el 10%. Esto se debe a que la selección de las<br />

áreas protegidas se ha enfocado en sectores caracterizados por su exuberancia<br />

estructural y que tradicionalmente sólo se utilizaron para la explotación forestal<br />

selectiva y la ganadería de trashumancia. Por el contrario, las áreas marginales más<br />

49


secas de las Yungas, con sectores de aptitud agrícola elevada y de menor belleza<br />

escénica comparativa, han sido poco tenidas en cuenta en el esquema de protección<br />

(Brown y Malizia 2004). Estos sistemas deberían ser tenidos en cuenta en el desarrollo<br />

de una estrategia de conservación regional, debido a que son los más dinámicos en<br />

términos de respuesta a cambios climáticos y porque son las áreas que permiten la<br />

conectividad entre los distintos sectores de selvas húmedas.<br />

Durante la última década y a partir de una serie de reuniones y talleres realizados en<br />

la región con la participación de distintos actores sociales se determinó a la “Alta<br />

Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo” (ACRB) como el área prioritaria de conservación de las<br />

Yungas de Argentina y Sur de Bolivia (Brown 1995a) y la zona ha sido considerada<br />

como una de las áreas de “biodiversidad sobresaliente” de la Argentina (Mapa 10)<br />

(Bertonatti y Corcuera 2000).<br />

50


Mapa 10. Área prioritaria de conservación en las Yungas en la Alta Cuenca <strong>del</strong> Río Bermejo y<br />

localización de la RBYungas. SIGA ProYungas.<br />

Reserva de la Biosfera de las Yungas<br />

La Reserva de la Biosfera de las Yungas (RBYungas) fue creada en noviembre de<br />

2002 en el marco <strong>del</strong> Programa <strong>del</strong> Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. La<br />

RBYungas cuenta con una superficie de aproximadamente 1.300.000 ha, siendo la<br />

más grande de nuestro país y la única que incluye territorio de dos provincias (Jujuy y<br />

Salta), cubriendo una amplia superficie continua de Yungas (Mapa 11). El objetivo de<br />

esta reserva es la implementación de acciones para lograr la conservación y el manejo<br />

sustentable de la ecoregión de las Yungas. En la RBYungas se encuentran<br />

representados los cuatro pisos altitudinales que componen las Yungas, Selva<br />

51


Pedemontana (400-700 m s.n.m.), Selva Montana (700-1500 m s.n.m.), Bosque<br />

Montano (1500-3000 m s.n.m.) y Pastizales de Neblina, estos últimos de vinculación<br />

biogeográfica y ecológica con el páramo (arriba de 3000 m s.n.m.) (Brown et al. 2007).<br />

La RBYungas es el marco de discusión y consenso para la implementación de una<br />

estrategia regional de integración institucional orientada a la conservación de la<br />

biodiversidad y el desarrollo sustentable que incluye la participación <strong>del</strong> gobierno,<br />

comunidades locales, empresas privadas y organizaciones no gubernamentales. Dicha<br />

estrategia se basa en cuatro ejes: 1- institucionalización de las acciones de<br />

conservación y desarrollo, 2- manejo de áreas protegidas, 3- desarrollo local y 4-<br />

relevamiento y monitoreo <strong>ambiental</strong> (Lomáscolo y Malizia 2006). Las acciones en cada<br />

uno de estos cuatro ejes intentan vincular la generación de información ecológica con<br />

la toma de decisiones en el contexto de una propuesta de ordenamiento territorial para<br />

la RBYungas y su área de influencia.<br />

Históricamente, las selvas de montaña de Argentina han registrado un importante<br />

esfuerzo de conservación. Esto se ve reflejado en las áreas núcleo de la RBYungas,<br />

que contiene áreas protegidas de carácter nacional (Parques Nacionales Baritú y<br />

Calilegua, Reserva Nacional El Nogalar de Los Toldos) y <strong>provincial</strong> (Parque Provincial<br />

Laguna Pintascayo, Parque Provincial Potrero de Yala) (Mapa 10), totalizando<br />

aproximadamente 160.000 ha bajo algún régimen de protección legal. Estas áreas<br />

protegidas constituyen las zonas núcleo de la RBYungas. Los pisos altitudinales de las<br />

Yungas representados principalmente en estas áreas protegidas son la Selva Montana<br />

y los Bosques Montanos. En el límite superior <strong>del</strong> gradiente, los pastizales de neblina<br />

prácticamente carecen de áreas protegidas. En el límite inferior <strong>del</strong> gradiente, la Selva<br />

Pedemontana es el piso altitudinal que presenta mayor riesgo de transformación por<br />

su topografía plana y profundidad de suelos, con una tasa anual de deforestación en el<br />

orden de la decena de miles de hectáreas por año para la última década, dependiendo<br />

de la zona. Dentro de la RBYungas, este piso se encuentra representado<br />

principalmente en el Parque Provincial Laguna Pintascayo. Fuera de la RBYungas,<br />

cerca de la ciudad de Tartagal, se encuentran las áreas de Selva Ppedemontana más<br />

extensas y en mejor estado de conservación de la ecorregión, albergadas en parte en<br />

la Reserva Provincial de Flora y Fauna Acambuco y en sus alrededores.<br />

La heterogeneidad social y <strong>ambiental</strong> representada en la RBYungas constituye un<br />

gran desafío para su gestión. Como se mencionó anteriormente, la región se<br />

caracteriza por la diversidad de intereses en juego en relación con la conservación de<br />

52


los ecosistemas y el interés económico que sus recursos representan para el sector<br />

privado. Esta realidad, realzada desde la creación de la RBYungas, ha condicionado a<br />

los gobiernos locales a tomar un rol más activo para liderar la evolución de las<br />

discusiones y la generación de alternativas que compatibilicen los distintos intereses<br />

en juego (Lomáscolo y Malizia 2006).<br />

Contexto Local<br />

El PP L. Pintascayo constituye una de las áreas núcleo de la RBYungas, y se<br />

encuentra inmerso dentro de una matriz en la se están generando acciones de<br />

desarrollo sustentable, si bien este proceso es todavía incipiente en algunos sectores.<br />

Por otro lado, el PP L.Pintascayo forma parte <strong>del</strong> <strong>del</strong> Corredor Tariquía-Baritú-<br />

Calilegua, un proyecto binacional (Argentina-Bolivia) que busca integrar las acciones<br />

de conservación en estas áreas protegidas de las Yungas en la Alta Cuenca <strong>del</strong> Río<br />

Bermejo, permitiendo que funcionen como una red y no como unidades aisladas.<br />

Como se mencionó anteriormente, gran parte de la superficie <strong>del</strong> PP L. Pintascayo<br />

protege áreas de Selva Pedemontana, la formación boscosa más seriamente<br />

amenazada de la región. En conjunto con la Reserva Provincial de flora y fauna de<br />

Acambuco <strong>del</strong> departamento San Martín, Salta, son las únicas dos áreas protegidas<br />

<strong>del</strong> noroeste argentino que incluyen una fracción significativa de Selva Pedemontana.<br />

Entre los valores sobresalientes <strong>del</strong> Parque se encuentra la Laguna Pintascayo, la que<br />

puede ser considerada como la de mayor tamaño y en mejor estado de conservación<br />

de las Yungas argentinas. Su importancia se acrecienta por la particular de la biota de<br />

los humedales y la alta agregación de fauna local en este ambiente. Varias especies<br />

incluidas en alguna categoría nacional o internacional de conservación habitan en la<br />

Laguna, como el tapir (Tapirus terrestris) y el yacaré overo o ñato (Caiman latirostris).<br />

La investigación biológica y ecológica de los humedales y bosques <strong>del</strong> Parque debe<br />

constituir uno de los objetivos primordiales de esta área protegida. Aun se desconocen<br />

aspectos básicos que hacen a su importancia local y regional para la conservación,<br />

como cual es la diversidad y composición de la biota que habita la laguna, y cual y<br />

como es su contribución real al Corredor binacional mencionado más arriba.<br />

53


Proyectos e Integración Institucional<br />

Desde poco antes de la creación de la RBYungas y durante sus primero cuatro años<br />

de existencia, se han logrado concretar en la región un importante número de<br />

iniciativas impulsadas por diferentes sectores de interés (Lomáscolo y Malizia 2006,<br />

Brown et al. 2007).<br />

Creación <strong>del</strong> Comité de Gestión de la RBYungas, que se reúne periódicamente para<br />

planificar actividades dentro <strong>del</strong> ámbito de la Reserva. Este Comité está compuesto<br />

por los estados <strong>provincial</strong>es de Salta y Jujuy, la Administración de Parques<br />

Nacionales, gobiernos municipales, empresas, comunidades locales y organizaciones<br />

de la sociedad civil. La participación de la población rural y la posibilidad de fijar metas<br />

de contenido y alcance local se ve garantizada por los Comités Zonales.<br />

Desarrollo <strong>del</strong> Plan Estratégico de Acción <strong>del</strong> Bermejo (iniciado previamente a la<br />

declaración de la RBYungas y que continúa en la actualidad), con proyectos pilotos en<br />

áreas temáticas de control de erosión, sistematización de información climática,<br />

desarrollo local y conservación de la biodiversidad (OEA, Programa de las Naciones<br />

Unidas para el Medio Ambiente, Comisión Binacional para el Río Bermejo y Grande de<br />

Tarija –Argentina y Bolivia).<br />

Implementación <strong>del</strong> Proyecto Alto Bermejo, destinado a fortalecer la<br />

institucionalización de la RBYungas, la consolidación de las reservas, el desarrollo<br />

local y el monitoreo <strong>ambiental</strong> (Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial, ONF<br />

Internacional, Fundación ProYungas e instituciones contrapartes).<br />

Creación de áreas de manejo forestal certificadas en la región. Aproximadamente<br />

100.000 ha ya han sido certificadas o están en vías de serlo (Forestal Santa Bárbara y<br />

Grupo de Manejo Forestal Latinoamericano). Ambas empresas poseen propiedades<br />

en el área de influencia de la RNLY y <strong>del</strong> Municipio de Los Toldos como Finca<br />

Pintascayo (GMF) y Finca Can<strong>del</strong>aria (FSB). A esto se le suman unas 2.000 ha de<br />

bosques incluidos en un Programa de Buen Manejo Forestal, impulsado por el sector<br />

<strong>ambiental</strong> (Fundación ProYungas, Fundación Vida Silvestre Argentina y Greenpeace<br />

Argentina) y financiado con aporte privado (Empresa NorAndino Argentina S.A). En<br />

todos los casos, entre el 15-20% de la superficie total de las propiedades son<br />

destinadas a conservación.<br />

54


Actividades de monitoreo <strong>ambiental</strong>, que incluyen áreas bajo aprovechamiento<br />

forestal, vinculadas a ordenamiento territorial y con cambios de uso de la tierra a<br />

escala de la RBYungas y su área de influencia. Estas acciones de monitoreo incluyen<br />

relevamientos y censos de biodiversidad centrados en grupos taxonómicos relevantes<br />

(mamíferos, aves, anfibios), establecimiento de parcelas forestales permanentes (40<br />

ha censadas y marcadas hasta el momento, algunas de las cuales están en el interior<br />

de la RNLT), y digitalización de áreas transformadas para agricultura y ganadería.<br />

Realización de un taller interinstitucional para la elaboración <strong>del</strong> plan de manejo <strong>del</strong><br />

PP L. Pintascayo, con el objeto de crear lineas de acción que serán implementadas en<br />

el fututo como la generación de un mo<strong>del</strong>o de manejo que integre a las propiedades<br />

circundantes, contribuir a la conservación de especies de interés especial, facilitar<br />

acciones de investigación y de educación orientadas a la conservación, manejo,<br />

valorización y uso sustentable de la Selva Pedemontana y sistemas de humedales.<br />

Síntesis de Situación, Lineas de Acción y Recomendaciones Generales<br />

1- Representatividad de pisos altitudinales dentro <strong>del</strong> PP L. Pintascayo. El<br />

Parque presenta sectores importantes de Selva Pedemontana y de sectores inferiores<br />

de Selva Montana.Dado que la Selva Pedemontana es el piso con mayor riesgo de<br />

extinción, se recomienda la gestión con propietarios vecinos, como en el caso de la<br />

Finca Pintascayo, de forma tal de aumentar significativamente las porciones de Selva<br />

Pedemontana bajo algún estatus de protección.<br />

2-Importancia de la laguna Pintascayo. La laguna Pintascayo es uno de los valores<br />

sobresalientes <strong>del</strong> Parque, puede tratarse de la laguna más grande y en mejor estado<br />

de conservación de las Yungas argentinas. Presenta una notable agregación de fauna<br />

local, dentro de la cual se encuentran especies amenazadas a nivel nacional e<br />

internacional.<br />

3-Vías de acceso. El Parque posee dos puntos de acceso, al norte presenta un<br />

camino que se encuentra en condiciones transitables durante todo el año y por el sur<br />

presenta otro acceso potencial pora lo cual es necesario atravesar el Río Pescado.<br />

Para habilitar esta vía de acceso al público, sería necesario construir un puente<br />

colgante / desmontable o una roldana. Debe tenerse en cuenta que ambos caminos de<br />

acceso al Parque son entradas potenciales de cazadores, pescadores y madereros.<br />

Además, la apertura de caminos puede traer asociadas la degradación y alteración <strong>del</strong><br />

55


ambiente. El puesto ubicado al norte <strong>del</strong> Parque podría funcionar como un sitio de<br />

control de las actividades que se realicen dentro <strong>del</strong> área protegida.<br />

4-Integración a un sistema regional de áreas protegidas. Tradicionalmente, en<br />

nuestro país la gestión y el manejo de las áreas protegidas se realiza en forma<br />

independiente en cada una de las áreas. Considerando el marco regional, las Yungas<br />

tienen un alto esfuerzo de conservación, que se refleja en las numerosas áreas<br />

protegidas que existen en la actualidad. Esto genera una excelente oportunidad para<br />

la implementación de un sistema regional de protección <strong>del</strong> medio ambiente, formado<br />

por las áreas protegidas ya existentes y por corredores que las conecten. Una acción<br />

en esta dirección es la implementación <strong>del</strong> Corredor Tariquía-Calilegua, que no ha<br />

tenido muchos avances en los últimos tiempos, pero que potencialmente puede ser<br />

una oportunidad para la integración no sólo entre áreas protegidas de nuestro país<br />

sino con Bolivia.<br />

5-Superficie <strong>del</strong> PP L. Pintascayo. Según las fuentes bibliográficas consultadas, no<br />

existe unanimidad en la superficie total <strong>del</strong> Parque. Probablemente esto se deba a los<br />

distintos métodos utilizados para las mediciones, por lo que se recomienda la<br />

incorporación a un SIG de los límites con el fin de estimar un valor unificado de<br />

superficie.<br />

6- Especies emblemáticas. Dentro de las especies que habitan el PP L. Pintascayo<br />

se encuentran al menos 7 especies de carnívoros bajo alguna categía de conservación<br />

entre las que destacan el jaguar (Panthera onca) y el lobito de río (Lontra longicaudis),<br />

ambas con alto riesgo de extinción. Sería importante incluir en el plan de manejo <strong>del</strong><br />

Parque líneas de acción concretas que colaboren a la conservación de estas especies.<br />

7- RBYungas. El PP L Pintascayo constituye una zona núcleo de la RBYungas. La<br />

RBYungas es un espacio de gestión que debe aprovecharse para la generación de<br />

acciones en conjunto con otros actores locales y regionales.<br />

8- Desarrollo institucional. A través de un taller realizado se ha observado un<br />

acercamiento importante de la gestión <strong>del</strong> PP L. Pintascayo a otros actores e<br />

instituciones comprometidas con el manejo <strong>del</strong> territorio, este es un punto que no debe<br />

descuidarse ya que la efectividad de las acciones de manejo que se implementen será<br />

mayor si se trabaja en conjunto con todas las partes involucradas en la problemática<br />

<strong>ambiental</strong> y social de la región.<br />

56


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63


ANEXO BIODIVERSIDAD<br />

Aves<br />

Lista de especies de aves de presencia probable y confirmada en el Parque Provincial<br />

Laguna Pintascayo (LIEY 2000, Moschione 2007). Se clasificó a cada especie en una de<br />

tres categorías según habite en las Yungas australes ambientes boscosos naturales de<br />

Yungas (Y), humedales (H) o solo ambientes modificados por la actividad <strong>del</strong> hombre (M)<br />

(sensu Blendinger y Alvarez en prensa).<br />

ORDEN<br />

FAMILIA<br />

AVES DE PRESENCIA POTENCIAL<br />

EN PINTASCAYO<br />

AMBIENTE<br />

PRESENCIA<br />

CONFIRMADA<br />

Tinamiformes Tinamidae Crypturellus tataupa Y X<br />

Galliformes Cracidae Penelope obscura Y X<br />

Anseriformes Anhimidae Chauna torquata H X<br />

Anatidae Amazonetta brasiliensis H<br />

Anas bahamensis<br />

H<br />

Anas flavirostris<br />

H<br />

Anas georgica<br />

H<br />

Anas platalea<br />

H<br />

Cairina moschata H X<br />

Calloneta leucophrys H X<br />

Dendrocygna bicolor<br />

H<br />

Dendrocygna autumnalis H<br />

Netta peposaca<br />

H<br />

Nomonyx dominicus<br />

H<br />

Sarkidiornis melanotos<br />

H<br />

Podicipediformes Podicipedidae Podiceps major H<br />

Podilymbus podiceps H X<br />

Rollandia rolland<br />

H<br />

Tachybaptus dominicus<br />

H<br />

Pelecaniformes Phalacrocoracidae Phalacrocorax brasilianus H X<br />

Anhingidae Anhinga anhinga H X<br />

Ciconiiformes Ardeidae Ardea alba H X<br />

Ardea cocoi H X<br />

Bubulcus ibis H X<br />

Butorides striata<br />

H<br />

Egretta thula H X<br />

Nycticorax nycticorax H X<br />

Syrigma sibilatrix H X<br />

Tigrisoma fasciatum<br />

H<br />

Tigrisoma lineatum H X<br />

Ixobrychus involucrus<br />

H<br />

(requiere<br />

confirmación)<br />

Threskiornithidae Phimosus infuscatus H<br />

Platalea ajaja H X<br />

Plegadis chihi<br />

H<br />

Theristicus caudatus<br />

H<br />

Ciconiidae Ciconia maguari H<br />

Mycteria americana H X<br />

Jabiru mycteria H X<br />

Cathartidae Cathartes aura Y X<br />

Coragyps atratus Y X<br />

Sarcoramphus papa Y X<br />

Vultur gryphus Y X<br />

64


Falconiformes Pandionidae Pandion haliaetus H X<br />

Accipitridae Accipiter bicolor Y<br />

Accipiter striatus<br />

Y<br />

Buteo albonotatus<br />

Y<br />

Buteo brachyurus<br />

Y<br />

Buteo leucorrhous<br />

Y<br />

Buteo magnirostris Y X<br />

Buteo nitidus<br />

Y<br />

Buteo polyosoma<br />

Y<br />

Buteogallus urubitinga Y X<br />

Chondrohierax uncinatus Y<br />

Elanoides forficatus Y X<br />

Geranoaetus melanoleucus Y<br />

Geranospiza caerulescens Y<br />

Harpagus diodon<br />

Y<br />

Harpyhaliaetus coronatus Y<br />

Harpyhaliaetus solitarius<br />

Y<br />

Ictinia plumbea Y X<br />

Spizastur melanoleucus<br />

Y<br />

Spizaetus ornatus<br />

Y<br />

Oroaetus isidori<br />

Y<br />

Buteo albicaudatus<br />

M<br />

Buteogallus meridionalis<br />

M<br />

Elanus leucurus<br />

M<br />

Busarellus nigricollis H X<br />

Rostrhamus sociabilis<br />

H<br />

Falconidae Caracara plancus Y X<br />

Falco deiroleucus<br />

Y<br />

Falco rufigularis<br />

Y<br />

Falco peregrinus<br />

Y<br />

Micrastur ruficollis<br />

Y<br />

Micrastur semitorquatus<br />

Y<br />

Falco femoralis<br />

M<br />

Falco sparverius M X<br />

Milvago chimango<br />

M<br />

Gruiformes Aramidae Aramus guarauna H<br />

Rallidae Aramides cajanea H X<br />

Fulica leucoptera H X<br />

Gallinula chloropus H X<br />

Gallinula melanops<br />

H<br />

Laterallus melanophaius<br />

H<br />

Neocrex erythrops<br />

H<br />

Pardirallus maculatus<br />

H<br />

Pardirallus sanguinolentus H<br />

Porphyrio martinica<br />

H<br />

Porzana flaviventer<br />

H<br />

Cariamidae Cariama cristata Y<br />

Charadriiformes Jacanidae Jacana jacana H X<br />

Rostratulidae Nycticryphes semicollaris H<br />

Recurvirostridae Himantopus mexicanus H<br />

Charadriidae Charadrius collaris H X<br />

Vanellus chilensis H X<br />

Scolopacidae Actitis macularius H<br />

Bartamia longicauda<br />

H<br />

65


Calidris bairdii<br />

H<br />

Calidris melanotos<br />

H<br />

Gallinago paraguaiae<br />

H<br />

Tringa flavipes<br />

H<br />

Tringa melanoleuca<br />

H<br />

Tringa solitaria<br />

H<br />

Laridae Phaetusa simplex H<br />

Rynchopidae Rynchops niger H<br />

Columbiformes Columbidae Claravis pretiosa Y<br />

Geotrygon frenata<br />

Y<br />

Leptotila megalura Y X<br />

Leptotila verreauxi Y X<br />

Patagioenas cayennensis Y X<br />

Patagioenas fasciata<br />

Y<br />

Columbina picui M X<br />

Columbina talpacoti<br />

M<br />

Patagioenas picazuro<br />

M<br />

Zenaida auriculata<br />

M<br />

Psittaciformes Psittacidae Amazona aestiva Y X<br />

Amazona tucumana Y A<br />

Aratinga leucophthalma Y X<br />

Aratinga mitrata Y X<br />

Pionus maximiliani Y X<br />

Primolius auricollis Y X<br />

Pyrrhura molinae Y X<br />

Aratinga acuticaudata<br />

M<br />

Cuculiformes Cuculidae Coccyzus americanus Y<br />

Coccyzus melacoryphus<br />

Y<br />

Piaya cayana Y X<br />

Crotophaga ani M X<br />

Guira guira M X<br />

Tapera naevia<br />

M<br />

Crotophaga major H X<br />

Strigiformes Tytonidae Tyto alba Y X<br />

Strigidae Aegolius harrisi Y<br />

Asio stygius<br />

Y<br />

Glaucidium bolivianum<br />

Y<br />

Glaucidium brasilianum<br />

Y<br />

Megascops choliba Y X<br />

Megascops hoyi<br />

Y<br />

Pulsatrix perspicillata<br />

Y<br />

Ciccaba huhula<br />

Y<br />

Asio flammeus<br />

M<br />

Athene cunicularia<br />

M<br />

Bubo virginianus<br />

M<br />

Caprimulgiformes Nyctibiidae Nyctibius griseus Y X<br />

Caprimulgidae Caprimulgus rufus Y<br />

Lurocalis rufiventris<br />

Y<br />

Caprimulgus longirostris<br />

M<br />

Caprimulgus parvulus M X<br />

Hydropsalis torquata<br />

M<br />

Podager nacunda<br />

M<br />

Apodiformes Apodidae Aeronautes montivagus Y<br />

Chaetura meridionalis Y X<br />

66


Cypseloides rothschildi Y X<br />

Streptoprocne zonaris<br />

Y<br />

Trochilidae A<strong>del</strong>omyia melanogenys Y X<br />

Amazilia chionogaster Y X<br />

Chlorostilbon aureoventris Y X<br />

Colibri coruscans<br />

Y<br />

Colibri serrirostris<br />

Y<br />

Eriocnemis glaucopoides Y X<br />

Hylocharis chrysura<br />

Y<br />

Microstilbon burmeisteri<br />

Y<br />

Phaethornis pretrei Y X<br />

Sappho sparganura Y X<br />

Thalurania furcata<br />

Y<br />

Heliomaster furcifer<br />

M<br />

Trogoniformes Trogonidae Trogon curucui Y X<br />

Coraciiformes Alcedinidae Ceryle torquatus H X<br />

Chloroceryle amazona H X<br />

Chloroceryle americana H X<br />

Momotidae Momotus momota Y X<br />

Piciformes Bucconidae Nystalus striatipectus M<br />

Ramphastidae Ramphastos toco Y X<br />

Picidae Campephilus leucopogon Y X<br />

Campephilus melanoleucos Y<br />

Piculus rubiginosus Y X<br />

Picumnus cirratus Y X<br />

Veniliornis frontalis Y X<br />

Piculus chrysochlorus M X<br />

Passeriformes Furnariidae Cranioleuca pyrrhophia Y X<br />

Phacellodomus rufifrons<br />

Y<br />

Synallaxis azarae Y X<br />

Synallaxis frontalis<br />

Y<br />

Synallaxis scutata Y X<br />

Syndactyla rufosuperciliata Y X<br />

Xenops rutilans<br />

Y<br />

Dendrocolaptes picumnus Y X<br />

Lepidocolaptes angustirostris Y X<br />

Sittasomus griseicapillus Y X<br />

Xiphocolaptes major Y X<br />

Furnarius rufus<br />

M<br />

Phacellodomus ruber M X<br />

Lochmias nematura<br />

H<br />

Certhiaxis cinnamomeus H X<br />

Cinclodes fuscus<br />

H<br />

Thamnophilidae Batara cinerea Y X<br />

Herpsilochmus atricapillus Y<br />

Taraba major Y X<br />

Thamnophilus caerulescens Y X<br />

Thamnophilus ruficapillus Y<br />

Myrmorchilus strigilatus<br />

M<br />

Formicariidae Grallaria albigula Y X<br />

Rhinocryptidae Scytalopus zimmeri Y X<br />

Melanopareia maximiliani M<br />

Tyrannidae Camptostoma obsoletum Y X<br />

Casiornis rufus Y X<br />

67


Cnemotriccus fuscatus Y X<br />

Contopus fumigatus<br />

Y<br />

Contopus cinereus<br />

Y<br />

Corythopis <strong>del</strong>alandi<br />

Y<br />

Elaenia albiceps<br />

Y<br />

Elaenia obscura Y X<br />

Elaenia parvirostris Y X<br />

Elaenia spectabilis<br />

Y<br />

Elaenia strepera Y X<br />

Empidonomus varius<br />

Y<br />

Hemitriccus margaritaceiventer Y<br />

Hirundinea ferruginea<br />

Y<br />

Knipolegus signatus Y X<br />

Lathrotriccus euleri Y X<br />

Legatus leucophaius<br />

Y<br />

Leptopogon amaurocephalus Y X<br />

Mecocerculus leucophrys Y X<br />

Mecocerculus hellmayri<br />

X<br />

Myiarchus tuberculifer<br />

Y<br />

Myiarchus tyrannulus Y X<br />

Myiodynastes maculatus Y X<br />

Myiopagis caniceps<br />

Y<br />

Myiopagis viridicata Y X<br />

Ochthoeca leucophrys<br />

Y<br />

Phaeomyias murina<br />

Y<br />

Phyllomyias burmeisteri<br />

Y<br />

Phyllomyias sclateri Y X<br />

Phylloscartes ventralis Y X<br />

Poecilotriccus plumbeiceps Y X<br />

Pyrrhomyias cinnamomeus Y<br />

Suiriri suiriri<br />

Y<br />

Tolmomyias sulphurescens Y X<br />

Elaenia flavogaster M X<br />

Empidonomus<br />

aurantioatrocristatus<br />

M<br />

Knipolegus aterrimus M X<br />

Machetornis rixosa M X<br />

Muscisaxicola maculirostris M<br />

Myiarchus swainsoni<br />

M<br />

Myiophobus fasciatus<br />

M<br />

Pitangus sulphuratus M X<br />

Pyrocephalus rubinus M X<br />

Satrapa icterophrys<br />

M<br />

Serpophaga (subcristata) munda M X<br />

Tyrannus savana<br />

M<br />

Tyrannus melancholicus<br />

M<br />

Xolmis irupero<br />

M<br />

Fluvicola albiventer<br />

H<br />

Hymenops perspicillatus<br />

H<br />

Lessonia rufa<br />

H<br />

Pseudocolopteryx dinelliana H<br />

Pseudocolopteryx flaviventris H<br />

Sayornis nigricans H X<br />

Serpophaga nigricans H X<br />

Insertae sedis Pachyramphus polychopterus Y<br />

68


Pachyramphus validus<br />

Y<br />

Pachyramphus viridis<br />

Y<br />

Vireonidae Cyclarhis gujanensis Y X<br />

Vireo olivaceus Y X<br />

Corvidae Cyanocorax chrysops Y X<br />

Hirundinidae Progne elegans Y<br />

Pygochelidon cyanoleuca Y<br />

Stelgidopteryx ruficollis Y X<br />

Hirundo rustica<br />

M<br />

Petrochelidon pyrrhonota M<br />

Progne chalybea<br />

M<br />

Progne tapera<br />

M<br />

Riparia riparia<br />

M<br />

Alopochelidon fucata<br />

H<br />

Tachycineta leucorrhoa H X<br />

Tachycineta meyeni<br />

H<br />

Troglodytidae Troglodytes aedon Y X<br />

Troglodytes solstitialis Y X<br />

Cistothorus platensis<br />

H<br />

Cinclidae Cinclus schulzi H X<br />

Motacillidae Anthus correndera H<br />

Anthus furcatus<br />

H<br />

Anthus hellmayri<br />

H<br />

Anthus lutescens<br />

H<br />

Turdidae Catharus dryas Y X<br />

Catharus ustulatus Y X<br />

Turdus albicollis<br />

Y<br />

Turdus amaurochalinus Y X<br />

Turdus chiguanco<br />

Y<br />

Turdus nigriceps Y X<br />

Turdus rufiventris Y X<br />

Turdus serranus<br />

Y<br />

Thraupidae Conirostrum speciosum Y X<br />

Diglossa sittoides<br />

Y<br />

Hemithraupis guira<br />

Y<br />

Nemosia pileata<br />

Y<br />

Pipraeidea melanonota<br />

Y<br />

Thlypopsis ruficeps<br />

Y<br />

Thlypopsis sordida Y X<br />

Thraupis sayaca Y X<br />

Thraupis bonariensis<br />

H<br />

Insertae sedis Chlorospingus ophthalmicus Y X<br />

Piranga flava Y X<br />

Tiaris obscurus Y X<br />

Emberizidae Arremon flavirostris Y X<br />

Atlapetes fulviceps<br />

Y<br />

Buarremon torquatus Y X<br />

Coryphospingus cucullatus Y X<br />

Poospiza erythrophrys<br />

Y<br />

Poospiza melanoleuca Y X<br />

Embernagra platensis<br />

M<br />

Paroaria coronata<br />

M<br />

Poospiza nigrorufa<br />

M<br />

Sicalis flaveola<br />

M<br />

69


Sporophila caerulescens M<br />

Sporophila lineola<br />

M<br />

Volatinia jacarina<br />

M<br />

Zonotrichia capensis M X<br />

Paroaria capitata H X<br />

Sporophila collaris<br />

H<br />

Sporophila hypoxantha<br />

H<br />

Cardinalidae Cyanocompsa brissonii Y X<br />

Pheucticus aureoventris Y X<br />

Saltator coerulescens Y X<br />

Saltator aurantiirostris<br />

M<br />

Parulidae Basileuterus bivittatus Y X<br />

Basileuterus signatus Y X<br />

Geothlypis aequinoctialis Y X<br />

Myioborus brunniceps Y X<br />

Parula pitiayumi Y X<br />

Icteridae Cacicus chrysopterus Y X<br />

Psarocolius decumanus Y X<br />

Agelaioides badius M X<br />

Icterus cayanensis M X<br />

Molothrus bonariensis M X<br />

Molothrus oryzivorus<br />

M<br />

Molothrus rufoaxillaris<br />

M<br />

Amblyramphus holoceriseus H<br />

Agelasticus cyanopus<br />

H<br />

Chrysomus ruficapillus<br />

H<br />

Fringillidae Carduelis magellanica Y<br />

Chlorophonia cyanea<br />

Y<br />

Euphonia chlorotica Y X<br />

Euphonia cyanocephala<br />

Y<br />

70


Anexo Lista Baritú.<br />

Especies de fauna citadas exclusivas en "Baritu"<br />

Clase Familia Especie<br />

ACTINOPTERYGII CHARACIDAE Bryconamericus iheringi<br />

ACTINOPTERYGII HEMIODIDAE Parodon carrikeri<br />

ACTINOPTERYGII JENYNSIIDAE Jenynsia alternimaculata<br />

ACTINOPTERYGII LORICARIIDAE Hypostomus borelli<br />

ACTINOPTERYGII LORICARIIDAE Spatuloricaria evansii<br />

ACTINOPTERYGII TRICHOMYCTERIDAE Trichomycterus alterum<br />

ACTINOPTERYGII TRICHOMYCTERIDAE Trichomycterus corduvensis<br />

AMPHIBIA AMPHIGNATHODONTIDAE Gastrotheca chrysosticta<br />

AMPHIBIA BRACHYCEPHALIDAE Eleutherodactylus aff. discoidalis<br />

AMPHIBIA BRACHYCEPHALIDAE Eleutherodactylus sp.<br />

AMPHIBIA CERATOPHRYIDAE Telmatobius sp.<br />

AMPHIBIA HYLIDAE Hypsiboas aff. marianitae<br />

AMPHIBIA HYLIDAE Hypsiboas marianitae<br />

AMPHIBIA MICROHYLIDAE Elachistocleis sp.<br />

AVES CUCULIDAE Crotophaga sulcirostris<br />

AVES PARULIDAE Myioborus miniatus<br />

AVES TYRANNIDAE Myiodynastes chrysocephalus<br />

AVES TYRANNIDAE Phyllomyias uropygialis<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Akodon aff. spegazzinii<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Akodon cfr. boliviensis<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Akodon cfr. spegazzinii<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Akodon sylvanus<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Oryzomys cfr. legatus<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Oryzomys nitidus<br />

MAMMALIA CRICETIDAE Rhipidomys leucodactylus<br />

MAMMALIA DIDELPHIDAE Thylamys sponsoria<br />

REPTILIA LEPTOTYPHLOPIDAE Leptotyphlops albipunctus<br />

REPTILIA LEPTOTYPHLOPIDAE Leptotyphlops striatulus<br />

REPTILIA TROPIDURIDAE Stenocercus sp.<br />

REPTILIA TROPIDURIDAE Tropidurus melanopleurus<br />

71


Anexo Mamíferos<br />

Lista sistemática de especies de mamíferos registradas y probables con su estatus de<br />

conservación y espectro trófico, en un sitio cercano al PPL Pintascayo (Finca Alto Verde) (J. P.<br />

Jayat datos inéditos).<br />

Orden Familia Especie Registro Estatus Espectro trófico<br />

Di<strong>del</strong>phis albiventris P LC Omnívoro<br />

Gracilinanus agilis P NT Omnívoro<br />

Cryptonanus ignitus P DD Omnívoro<br />

Lutreolina<br />

crassicaudata P LC Carnívoro-Insectívoro<br />

Micoureus<br />

constantiae P NT Omnívoro<br />

Mono<strong>del</strong>phis<br />

Di<strong>del</strong>phimorphia Di<strong>del</strong>phidae<br />

dimidiata P NT Omnívoro<br />

Mono<strong>del</strong>phis kunsi P NC<br />

Thylamys cinderella P LC Omnívoro<br />

Thylamys pusilla P LC Omnívoro<br />

Thylamys sponsorius C LC Omnívoro<br />

Thylamys venustus P LC Omnívoro<br />

Chaetophractus<br />

vellerosus P LC Omnívoro-Insectívoro<br />

Dasypus yepesi E DD<br />

Dasypus<br />

novemcinctus P LC Omnívoro-Insectívoro<br />

Dasypus<br />

Dasypodidae septemcinctus P NT<br />

Euphractus<br />

sexcinctus E LC Omnívoro-Insectívoro<br />

Xenarthra<br />

Myrmecophaga<br />

tridactyla P EN Insectívoro<br />

Chiroptera<br />

Myrmecophagidae Tamandua<br />

tetradactyla E NT Insectívoro<br />

Noctilionidae Noctilio leporinus P LC Carnívoro (piscívoro)<br />

Chrotopterus auritus P NT Carnívoro<br />

Anoura caudifer P VU Nectarívoro-Polinívoro<br />

Glossophaga soricina P VU Omnívoro<br />

Artibeus planirostris P NT Frugívoro<br />

Pygoderma<br />

Phyllostomidae<br />

Vespertilionidae<br />

bilabiatum P VU Frugívoro<br />

Sturnira erythromos P LC Frugívoro<br />

Sturnira lilium C LC Frugívoro<br />

Sturnira oporaphilum C VU Frugívoro<br />

Desmodus rotundus P LC Hematófago<br />

Micronycteris sp. P NC Insectívoro<br />

Dasypterus ega P LC Insectívoro<br />

Eptesicus diminutus C LC Insectívoro<br />

Eptesicus furinalis C LC Insectívoro<br />

Histiotus laephotis P LC Insectívoro<br />

Lasiurus blossevillii C LC Insectívoro<br />

Lasiurus cinereus P LC Insectívoro<br />

Myotis albescens P LC Insectívoro<br />

Myotis keaysi P NT Insectívoro<br />

Myotis levis P LC Insectívoro<br />

72


Myotis nigricans C LC Insectívoro<br />

Myotis riparius P LC Insectívoro<br />

Cynomops<br />

planirostris P NT Insectívoro<br />

Eumops glaucinus P LC Insectívoro<br />

Eumops patagonicus P LC Insectívoro<br />

Eumops perotas P LC Insectívoro<br />

Molossops temminckii P LC Insectívoro<br />

Molossus ater P LC Insectívoro<br />

Molossus molossus P LC Insectívoro<br />

Molossidae Nyctinomops<br />

laticaudatus P NT Insectívoro<br />

Nyctinomops<br />

macrotis P LC Insectívoro<br />

Promops nasutus P LC Insectívoro<br />

Tadarida brasiliensis P LC Insectívoro<br />

Primates Cebidae Cebus apella O y E NT Omnívoro<br />

Cerdocyon thous P NT Omnívoro<br />

Canidae<br />

Lycalopex<br />

gymnocercus P LC Omnívoro<br />

Herpailurus<br />

yaguarondi P NT Carnívoro<br />

Leopardus pardalis P VU Carnívoro<br />

Leopardus tigrinus P VU Carnívoro<br />

Leopardus wiedii P VU Carnívoro<br />

Lynchaylurus pajeros P VU Carnívoro<br />

Felidae<br />

Oncifelis geoffroyi P NT Carnívoro<br />

Carnivora Puma concolor E NT Carnívoro<br />

Panthera onca E EN Carnívoro<br />

Conepatus chinga P NT Insectívoro-Omnívoro<br />

Mustelidae Lontra longicaudis E EN Carnívoro<br />

Eira barbara E VU Omnívoro<br />

Galictis cuja P NT Carnívoro-Insectívoro<br />

Procyonidae Nasua nasua E NT Omnívoro<br />

Procyon cancrivorus H, O y E VU Omnívoro<br />

Perissodactyla Tapiridae Tapirus terrestris H y E EN Herbívoro<br />

Tayassuidae Pecari tajacu O y E LC Omnívoro<br />

Artiodactyla<br />

Tayassu pecari E NT Omnívoro<br />

Cervidae Mazama americana E LC Herbívoro<br />

Mazama gouazoupira O y E LC Herbívoro<br />

Rodentia<br />

Akodon budini P NT<br />

Cricetidae Akodon simulator C LC<br />

Akodon lutescens P LC<br />

Akodon sylvanus C NC<br />

Akodon toba P NT<br />

Akodon varius P NC<br />

Andinomys edax P LC Herbívoro<br />

Necromys lenguarum P DD<br />

Calomys fecundus P LC Frugívoro-Omnívoro<br />

Calomys laucha P LC Omnívoro<br />

Graomys domorum P LC Frugívoro-Omnívoro<br />

Oligoryzomys<br />

destructor P NC Insectívoro-Herbívoro<br />

Oligoryzomys P LC Insectívoro-Herbívoro<br />

73


flavescens<br />

Oligoryzomys<br />

chacoensis C LC<br />

Oryzomys legatus C LC<br />

Oxymycterus<br />

paramensis P LC Insectívoro-Omnívoro<br />

Rhipidomys austrinus C NT Omnívoro<br />

Holochilus chacarius P LC Herbívoro<br />

Erethizontidae Coendou bicolor E VU Herbívoro<br />

Coendou prehensilis P VU Herbívoro<br />

Caviidae Galea musteloides P LC Herbívoro<br />

Dasyproctidae Dasyprocta punctata H y E NT Frugívoro-Granívoro<br />

Octodontidae Ctenomys frater P NT Herbívoro<br />

Sciuridae Sciurus ignitus P LC Frugívoro-Herbívoro<br />

Hydrochaeridae<br />

Hydrochaeris<br />

hydrochaeris P NT Herbívoro<br />

Lagomorpha Leporidae Sylvilagus brasiliensis P LC Herbívoro<br />

Referencias: Tipo de Registro: P: Probable; C: Capturada; O: Observada; E: Encuestada; H:<br />

Huellas o signos. Estatus de Conservación: NT: Potencialmente vulnerable; LC: Preocupación<br />

menor; VU: Vulnerable; DD: Datos insuficientes; EN: En peligro; NC: No categorizado.<br />

74


Anexo Lista Vegetación<br />

Especies de árboles registradas y potenciales (mencionadas en la literatura) para el<br />

<strong>parque</strong>.<br />

NOMBRE CIENTÍFICO POR FAMILIA NOMBRE COMÚN REGISTRADA POTENCIAL<br />

ANACARDIACEAE<br />

Astronium urundeuva Urun<strong>del</strong> X<br />

Loxopterigyum grisebachii Urun<strong>del</strong> amarillo X<br />

Schinopsis haenkeana Horco quebracho X<br />

Schinus piliferus Molle blanco X<br />

ANONNACEAE<br />

Rollinia occidentalis Chirimoya de monte X<br />

APOCINACEAE<br />

Rauvolfia schuelii Lecherón negro X<br />

ARALIACEAE<br />

Pentapanax angelicifolius Sacha paraíso X<br />

BETULACEAE<br />

Alnus acuminata Aliso X<br />

BIGNONIACEAE<br />

Tabebuia sp. Lapacho X<br />

Tecoma stans Guaranguay X<br />

Jacaranda mimosifolia Tarco X<br />

Tabebuia aurea Paratodo X<br />

Tabebuia avellanedae Lapacho rosado X<br />

Tabebuia lapacho Lapacho amarillo X<br />

BOMBACACEAE<br />

Pseudobombax argentinum Soroche X<br />

Chorisia insignis Palo borracho X<br />

Tartagalia roseorum<br />

X<br />

BORAGINACEAE<br />

Cordia trichotoma Afata X<br />

Patagonula americana Lanza blanca X<br />

Saccellium lanceolatum Guayabil X<br />

CAPRIFOLIACEAE<br />

Sambucus peruviana Sauco X<br />

CARICACEAE<br />

Carica quercifolia Higuerón X<br />

COMBRETACEAE<br />

Terminalia triflora Lanza amarilla X<br />

COMPOSITAE<br />

Tessaria integrifolia Aliso de río X<br />

Cnicothamnus lorentzii Azafrán X<br />

ELAEOCARPACEAE<br />

Mutingia calabura Sacha guinda X<br />

EUPHORBIACEAE<br />

Croton densiflorus Sacha chirimoya X<br />

Phyllanthus acuminatus Chirrincha X<br />

Sapium haematospermum Lecherón X<br />

Croton beetlei<br />

X<br />

Parodiodendron marginvillosum Lenteja X<br />

Sebastiana brasiliensis Palo de leche X<br />

FLACOURTIACEAE<br />

Casearia silvestris Palo rajador X<br />

Prockia crucis<br />

X<br />

Xilosma pubescens Coronillo blanco X<br />

ICACINACEAE<br />

Citronella apogon Yerba X<br />

JUNGLANDACEAE<br />

Juglans australis Nogal X<br />

75


LAURACEAE<br />

Nectandra pichurim Laurel blanco X<br />

Ocotea puberula Laurel de río X<br />

Cinnamomun porphyria Laurel X<br />

LEGUMINOSAE<br />

Acacia aroma Tusca X<br />

Amburana cearensis Roble X<br />

Anadenanthera macrocarpa Cebil colorado X<br />

Cassia carnaval Carnaval X<br />

Enterolobium contortisiliquum Pacará X<br />

Inga marginata Pacay X<br />

Inga saltensis Pacay X<br />

Lonchocarpus lilloi Quina blanca X<br />

Myroxylon peruiferum Quina X<br />

Parapiptadenia exelsa Horco cebil X<br />

Tipuana tipu Tipa blanca X<br />

Acacia albicorticata Tusca blanca X<br />

Caesalpinia pluviosa<br />

X<br />

Cascaronia astragalina Tipa amarilla X<br />

Erythrina crista-galli Seibo X<br />

Erythrina dominguezii Seibo rosado X<br />

Erythrina falcata Seibo jujueño X<br />

Gleditsia amorphoides Espina corona X<br />

Inga edulis Pacay X<br />

Piptadenia viriflora Vilcarán X<br />

Pithecellobium chacoense Palo overo X<br />

Pithecellobium grisebachianum Palo barroso X<br />

Pithecellobium scalare Espinillo X<br />

Pterogyne nitens Tipa colorada X<br />

MELOSTOMATACEAE<br />

Miconia molybdea Biscochero X<br />

MELIACEAE<br />

Cedrela angustifolia Cedro Orán X<br />

Trichilia hyeronimi Dominguillo X<br />

Cedrela lilloi Cedro X<br />

MORACEAE<br />

Ficus maroma Maroma X<br />

Morus marmolii<br />

X<br />

Maclura tinctorea Mora amarilla X<br />

Morus insignis<br />

X<br />

MYRSINACEAE<br />

Myrsine laetevirens San Antonio X<br />

MYRTACEAE<br />

Blepharocalix salicifolius Horco molle X<br />

Eugenia pungens Mato X<br />

Eugenia uniflora Arrayán X<br />

Eugenia hyemalis<br />

X<br />

Eugenia moraviana Arrayán X<br />

Eugenia repanda<br />

X<br />

Myrcianthes cisplatensis Vil- vil X<br />

Myrrhinium loranthoides Maitín X<br />

Paramyrciaria ciliolata<br />

X<br />

NYCTAGINACEAE<br />

Bougainvilea stipitata Alfiler X<br />

Pisonia ambigua Zapallo caspi X<br />

Pisonia zapallo Zapallo caspi X<br />

OPILIACEA<br />

Agonandra excelsa Sacha pera X<br />

PALMAE<br />

Acrocomia chunta<br />

X<br />

76


PAPAVERACEAE<br />

Bocconia pearcei Suncho X<br />

PIPERACEAE<br />

Piper elongatum Matico X<br />

Piper hyeronymi<br />

X<br />

Piper tucumanum Lata de pobre X<br />

Piper aduncum<br />

X<br />

POLYGONACEAE<br />

Coccoloba tiliacea Sacha pera X<br />

Ruprechtia apetala Virarú colorado X<br />

Ruprechtia laxiflora Virarú blanco X<br />

PROTEACEAE<br />

Roupala cataractarum<br />

X<br />

Roupala meisneri<br />

X<br />

RHAMNACEAE<br />

Scutia buxifolia Coronillo X<br />

ROSACEAE<br />

Prunus tucumanensis Palo luz X<br />

RUBIACEAE<br />

Calycophyllum multiflorum Palo blanco X<br />

Pogonopus tubulosus Sacha quina X<br />

Randia armata Sacha limón X<br />

RUTACEAE<br />

Zanthoxilum coco Cochucho X<br />

Zanthoxilum fagara<br />

X<br />

Zanthoxilum friessi<br />

X<br />

Zanthoxilum naranjillo Sacha limón X<br />

SALIACEAE<br />

Salix humboltiana Sauce X<br />

SAPINDACEAE<br />

Allophylus edulis Chalchal X<br />

Athyana weinmannifolia Quebrachillo X<br />

Cupania vernalis Ramo X<br />

Diatenopteryx sorbifolia Quebrachillo X<br />

SAPOTACEAE<br />

Crysophyllum gonocarpum Aguay X<br />

Crysophyllum marginatum Lanza blanca X<br />

SOLANACEAE<br />

Cyphomandra betaceae Chilto X<br />

Solanum riparium Tabaquillo X<br />

Lycium cestroides Fruta de víbora X<br />

Vassobia breviflora Chalchal de gallina X<br />

STYRECAEAE<br />

Styrax subargenteus Laurel peludo X<br />

TILIACEAE<br />

Heliocarpus popayanensis Afata blanca X<br />

Luehea speciosa Tabaquillo X<br />

ULMACEAE<br />

Celtis iguanae<br />

X<br />

Celtis pubescens<br />

X<br />

Phyllostilon rhamnoides Palo amarillo X<br />

Trema micranta Palo pólvora X<br />

URTICACEAE<br />

Bohemeria caudata Ortiga X<br />

Urera baccifera Ortiga colorada X<br />

Urera caracassana Ortiga blanca X<br />

Myriocarpa stipitata<br />

X<br />

VERBENACEAE<br />

Aegiphila saltensis Hediondilla blanca X<br />

Duranta serratifolia Tala blanca X<br />

77

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