31.12.2014 Views

Para abrir toda la carta mensual en formato PDF, por ... - Bert Hellinger

Para abrir toda la carta mensual en formato PDF, por ... - Bert Hellinger

Para abrir toda la carta mensual en formato PDF, por ... - Bert Hellinger

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AYUDA PARA LA VIDA DIARIA<br />

MAYO 2012<br />

Queridos lectores,<br />

Esta edición de Ayuda para <strong>la</strong> vida diaria trata sobre todo de nuestras re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>tre<br />

hombre y mujer, es decir <strong>en</strong>tonces de aquel amor que nos es especialm<strong>en</strong>te caro. Sophie<br />

y yo los llevaremos más allá de lo que hay <strong>en</strong> un primer p<strong>la</strong>no hacia aquel amor <strong>en</strong> el<br />

cuál el hombre y <strong>la</strong> mujer se van volvi<strong>en</strong>do cada vez más un solo corazón y una so<strong>la</strong><br />

alma. Recién <strong>en</strong> ese amor se vuelv<strong>en</strong> realm<strong>en</strong>te uno y son felices. Ese amor es <strong>la</strong><br />

av<strong>en</strong>tura más grande de nuestra vida, al mismo tiempo también el desafío más grande.<br />

En esta edición <strong>en</strong>contrarán mucho acerca de cómo lograrlo y también varias otras<br />

cosas.<br />

Su<br />

<strong>Bert</strong> y Sophie <strong>Hellinger</strong><br />

Historias de amor<br />

De cómo se logra el amor<br />

Cont<strong>en</strong>ido<br />

El amor grande<br />

Ayuda y amor<br />

La ayuda mutua<br />

La comp<strong>en</strong>sación <strong>en</strong> lo bu<strong>en</strong>o y <strong>en</strong> lo malo<br />

Historias para parejas<br />

El abrazo<br />

Meditación: Vibrar juntos<br />

Nos necesitamos mutuam<strong>en</strong>te<br />

La comunidad de destino<br />

Epílogo<br />

El curso de <strong>la</strong> vida<br />

1


El amor grande<br />

Historias de amor<br />

¿Cuáles son <strong>la</strong>s historias que más nos gusta leer Todas son historias de amor de<br />

hombres y mujeres. No hay nada que nos mueva más: cómo se logran y cómo fracasan.<br />

¿A quién prestamos at<strong>en</strong>ción especial <strong>en</strong> estas historias Son <strong>la</strong>s mujeres. Los hombres<br />

giran <strong>en</strong> torno de <strong>la</strong>s mujeres. El<strong>la</strong>s son su objetivo y su realización. Cuando <strong>la</strong> unión se<br />

logra, los hombres y <strong>la</strong>s mujeres han logrado su objetivo. De aquí <strong>en</strong> más <strong>la</strong> mujer<br />

también puede estar sin un hombre. Se hizo madre y de esa manera, si fuese necesario,<br />

indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te. Su servicio a <strong>la</strong> vida está asegurado.<br />

Por ese motivo antes <strong>la</strong>s historias de amor sólo se mant<strong>en</strong>ían hasta lograrlo. Después<br />

com<strong>en</strong>zaba <strong>la</strong> cotidianeidad del amor.<br />

No lo he exagerado de ninguna manera. La mujer es <strong>la</strong> que conduce <strong>en</strong> el amor.<br />

También conduce al hombre con andadores. Una vez que se logró, ya no puede conducir<br />

más. Después conduce, <strong>en</strong> gran medida, el hombre – hasta que <strong>la</strong> mujer lo abandona.<br />

A m<strong>en</strong>udo también es a <strong>la</strong> inversa. El hombre abandona a <strong>la</strong> mujer para escapar a su<br />

conducción, para ser finalm<strong>en</strong>te libre – hasta <strong>la</strong> próxima mujer.<br />

¿Dónde queda el amor del corazón <strong>en</strong> esta historia de amor En <strong>la</strong>s situaciones que<br />

describí aquí, ¿desempeñó algún rol Si fuera así, ¿qué rol<br />

Como hombre y mujer son difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido que se describe más arriba. Van uno<br />

hacia el otro y luego se vuelv<strong>en</strong> a separar. ¿Cómo En el fondo sin amor, sin haberse<br />

vuelto uno con el otro de manera abarcativa. Eso significa: no so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te una carne, sino<br />

también un corazón y un alma.<br />

Por eso <strong>la</strong> verdadera historia de amor comi<strong>en</strong>za allí donde <strong>en</strong> muchos libros se acaba.<br />

Recién ahí se vuelve <strong>la</strong> gran historia de amor con sus altibajos, una historia <strong>en</strong> <strong>la</strong> que<br />

ambos crec<strong>en</strong> más allá de si mismos para formar una unidad <strong>en</strong> <strong>la</strong> que el hombre<br />

también se hace mujer y <strong>la</strong> mujer se hace hombre.<br />

¿Pued<strong>en</strong> ellos dos seguir <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tados ¿Sigu<strong>en</strong> si<strong>en</strong>do dos ¿O regresaron a <strong>la</strong> unidad<br />

original, cuando Dios según una descripción de <strong>la</strong> Biblia creó al ser humano según su<br />

imag<strong>en</strong> ¿Qué era esa imag<strong>en</strong> ¿Era sólo una imag<strong>en</strong> ¿Eran dos imág<strong>en</strong>es La imag<strong>en</strong><br />

de Dios era una, el resultado fueron dos. Dios los creó según su imag<strong>en</strong> como hombre y<br />

mujer. ¿Dios los difer<strong>en</strong>ció ¿O <strong>en</strong> ellos ve so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te una imag<strong>en</strong>, siempre <strong>la</strong> misma<br />

¿En ellos siempre ve sólo su imag<strong>en</strong><br />

El hombre y <strong>la</strong> mujer se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> atraídos a retornar a esa unidad. Con su amor quier<strong>en</strong><br />

superar esa separación y, más allá de <strong>la</strong> unidad de <strong>la</strong> carne, <strong>en</strong>contrar <strong>la</strong> unidad del alma<br />

y del corazón.<br />

¿Cómo En el soltar mutuo de su Yo que mira más a sí mismo, a lo suyo propio, a lo<br />

especial propio, hacia <strong>la</strong> unidad de orig<strong>en</strong>, hacia el Nosotros.<br />

¿Dónde comi<strong>en</strong>za ese mirar al Nosotros Comi<strong>en</strong>za con <strong>la</strong> mirada a sus hijos. En el hijo<br />

v<strong>en</strong> más allá de mi hijo a nuestro hijo. Cuando <strong>en</strong> el hijo vemos, más allá de lo propio,<br />

2


también al otro, cuando <strong>en</strong> él lo vemos y lo amamos como a nosotros, el hijo se si<strong>en</strong>te<br />

como una unidad, como su madre y su padre <strong>en</strong> <strong>la</strong> misma medida.<br />

Con esa mirada al hijo <strong>en</strong> nosotros también amamos al otro y <strong>en</strong> nuestra alma y <strong>en</strong><br />

nuestro corazón nos volvemos uno con él. Nos volvemos más de lo que éramos antes,<br />

no so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te como un Yo, sino de manera más abarcativa cada vez más como un<br />

Nosotros.<br />

Esta historia de amor <strong>en</strong> una <strong>la</strong>rga historia de volverse uno con el otro más allá de<br />

nuestro Yo. Al final ambos retornaron a <strong>la</strong> imag<strong>en</strong> de orig<strong>en</strong> de hombre y mujer que<br />

Dios t<strong>en</strong>ía al crearlos según su imag<strong>en</strong>. Los dos como uno, <strong>en</strong> él siempre uno.<br />

De cómo se logra el amor<br />

Entrevista de Johannes Kaup con <strong>Bert</strong> <strong>Hellinger</strong> para el ORF* <strong>en</strong> Vi<strong>en</strong>a el 6 de<br />

Julio de 1999<br />

(* Oesterreichischer Rundfunk - Radioemisora de Austria)<br />

JOHANNES KAUP: Señor <strong>Hellinger</strong>, <strong>en</strong> nuestros tiempos el amor parece ser un bi<strong>en</strong><br />

muy escaso, un bi<strong>en</strong> muy asediado, un bi<strong>en</strong> que se anhe<strong>la</strong> pero que casi no se lleva a<br />

cabo. Cuando se mira <strong>la</strong> duración, <strong>la</strong> duración promedio de <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones, <strong>la</strong><br />

movilidad que se produce <strong>en</strong> nuestras re<strong>la</strong>ciones, se ti<strong>en</strong>e <strong>la</strong> impresión de que al amor<br />

no le va del todo bi<strong>en</strong>. ¿Es así o resulta que hoy día <strong>la</strong>s personas buscan con mayor<br />

precisión aquello que <strong>la</strong>s sosti<strong>en</strong>e<br />

BERT HELLINGER: Si compr<strong>en</strong>dí bi<strong>en</strong> su pregunta se trata sobre todo de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción<br />

amorosa <strong>en</strong>tre el hombre y <strong>la</strong> mujer. Esta re<strong>la</strong>ción de amor <strong>en</strong> <strong>la</strong> actualidad a m<strong>en</strong>udo es<br />

observada desde <strong>la</strong> perspectiva del Yo. O sea, ¿qué es lo que <strong>en</strong> esta re<strong>la</strong>ción amorosa<br />

me va a satisfacer y me va a ayudar a avanzar a mí Entonces buscan una pareja que<br />

promete eso y de <strong>la</strong> cual supon<strong>en</strong> que se com<strong>por</strong>tará según sus expectativas. Eso es<br />

recíproco. Ambos miembros de <strong>la</strong> parece buscan eso.<br />

Sin embargo, <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>en</strong>tre el hombre y <strong>la</strong> mujer está insta<strong>la</strong>da <strong>en</strong> un contexto<br />

grande. Por naturaleza está ori<strong>en</strong>tada hacia los hijos, a <strong>la</strong> creación de una familia, a <strong>la</strong><br />

continuación de <strong>la</strong> vida. La re<strong>la</strong>ción de pareja como tal es el primer paso <strong>en</strong> esa<br />

dirección. Cuando <strong>en</strong>tonces se escapa de <strong>la</strong> mirada el contexto total, el amor se atrofia,<br />

<strong>por</strong>que no contemp<strong>la</strong> ese contexto. Eso sería lo primero.<br />

Lo segundo es que el amor o <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción amorosa siempre ti<strong>en</strong>e consecu<strong>en</strong>cias. Algunos<br />

pi<strong>en</strong>san que podrían t<strong>en</strong>er el amor como cuando van al supermercado para comprar una<br />

golosina, <strong>la</strong> come y, si a uno ya no le gusta más, pasa a buscar lo próximo que uno se<br />

compra y lo consume. Pero <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia, o mejor <strong>la</strong> observación, es –eso se puede ver<br />

c<strong>la</strong>ram<strong>en</strong>te- que al cumplirse el amor <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>tido completo, es decir <strong>por</strong> <strong>la</strong><br />

consumación sexual con todos sus riesgos, <strong>en</strong> <strong>la</strong> pareja surge un vínculo que no permite<br />

que se vuelvan a separar. En hecho de que ese vínculo surge se ve <strong>en</strong> el efecto. Ya no se<br />

pued<strong>en</strong> separar sin dolor y sin <strong>la</strong> s<strong>en</strong>sación de fracaso y culpa.<br />

Es decir que <strong>en</strong> el amor ti<strong>en</strong>e efecto algo más, algo que va más allá del amor. Por un<br />

<strong>la</strong>do <strong>en</strong> ese contexto el objetivo, y luego también actúa un ord<strong>en</strong> d<strong>en</strong>tro del cuál el amor<br />

se puede desplegar. Cuando ese ord<strong>en</strong> no es reconocido o incluso es negado, ti<strong>en</strong>e un<br />

efecto retroactivo sobre el amor.<br />

3


Es decir que usted hab<strong>la</strong> de un ord<strong>en</strong>, un ord<strong>en</strong> natural subyac<strong>en</strong>te al Todo. Sin<br />

embargo, también hemos hecho <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia de que <strong>en</strong> una re<strong>la</strong>ción inmadura, que<br />

Jürg Willi d<strong>en</strong>ominaría una re<strong>la</strong>ción de colusión, donde uno se <strong>en</strong>garza <strong>en</strong> una re<strong>la</strong>ción<br />

dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, de manera que es prácticam<strong>en</strong>te imposible vivir una re<strong>la</strong>ción satisfactoria<br />

mi<strong>en</strong>tras esa colusión no se resuelva. A veces debe resolverse mediante una separación.<br />

¿Usted subrayaría eso o diría que <strong>toda</strong> separación de una re<strong>la</strong>ción es ya una<br />

catástrofe<br />

La colusión se produce <strong>por</strong>que los dos miembros de <strong>la</strong> pareja sigu<strong>en</strong> ligados a su familia<br />

de orig<strong>en</strong> y <strong>por</strong>que no se logró <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong> familia de orig<strong>en</strong>. Eso también forma<br />

parte del ord<strong>en</strong>, lograr <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong> familia de orig<strong>en</strong>. Si <strong>en</strong>tonces se mira lo<br />

evid<strong>en</strong>te, que dos no se llevan bi<strong>en</strong>, sin ver que eso ti<strong>en</strong>e que ver con <strong>la</strong>s familias de<br />

orig<strong>en</strong>, <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong> pareja jamás traerá <strong>la</strong> solución. Se logra <strong>la</strong> solución, cuando<br />

se logra <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong> familia de orig<strong>en</strong> y cuando se logra <strong>la</strong> separación de <strong>la</strong>s<br />

implicaciones <strong>en</strong> los destinos de <strong>la</strong> familia de orig<strong>en</strong>. Es decir, <strong>en</strong> lugar de reducirlo a <strong>la</strong><br />

re<strong>la</strong>ción de pareja, también aquí incluyo <strong>en</strong> <strong>la</strong> mirada el horizonte más amplio. Entonces<br />

primero miraría cómo <strong>la</strong> pareja, cada uno de sus miembros, puede separarse de bu<strong>en</strong>a<br />

manera de su familia de orig<strong>en</strong>. Cuando luego se miran se logra aquello que antes no se<br />

había podido lograr.<br />

Cuando dos personas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran y se <strong>en</strong>amoran, ¿actúa algo más grande de lo que<br />

ambos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> conci<strong>en</strong>cia, o se podría decir: Si, simplem<strong>en</strong>te me fascina tu cuerpo, tu<br />

figura, <strong>en</strong> realidad más no quiero ¿Qué es eso que hace que <strong>la</strong>s personas se unan<br />

¿En su opinión, hay algo más grande o es que también eso puede ser muy evid<strong>en</strong>te<br />

Algunos van montados <strong>en</strong> un burro y cuando el burro no quiere seguir, le pon<strong>en</strong> una<br />

zanahoria de<strong>la</strong>nte. El burro va detrás de <strong>la</strong> zanahoria y uno puede continuar avanzando.<br />

La zanahoria lo estimu<strong>la</strong> para que continúe y él ni siquiera se da cu<strong>en</strong>ta de <strong>la</strong> carga que<br />

lleva. Así es aquí también, a veces. Hay ilusiones <strong>en</strong> juego que desconoc<strong>en</strong> quién lo está<br />

montando a uno y hacia dónde nos está llevando. Luego a veces hay un despertar, y eso<br />

es sanador.<br />

Cuando hay dos que están tan fascinados uno del otro, seguram<strong>en</strong>te actúan muchas<br />

fuerzas ocultas que no conocemos. Eso va mucho más allá de <strong>la</strong> atracción inmediata.<br />

Ahí aparec<strong>en</strong> recuerdos de lo más variados.<br />

Por ejemplo, había una pareja felizm<strong>en</strong>te casada, y se puso de manifiesto que durante<br />

mucho tiempo fue maravilloso. Luego <strong>la</strong> mujer compró un libro de cocina nuevo y<br />

cocinó algo distinto a lo habitual. Ahí se descubrió lo que antes había ligado el hombre<br />

a <strong>la</strong> mujer, y era que el<strong>la</strong> cocinaba de <strong>la</strong> misma manera <strong>en</strong> <strong>la</strong> que se cocinaba <strong>en</strong> <strong>la</strong> casa<br />

de él. Ese pequeño cambio tuvo un efecto decisivo. Cuando sucede algo así, nos reímos.<br />

Pero son cosas de muchos niveles que actúan simultáneam<strong>en</strong>te.<br />

<strong>Para</strong> mí lo de una pareja <strong>en</strong> el fondo es muy simple: Cuando se miran a los ojos, cuando<br />

se miran verdaderam<strong>en</strong>te a los ojos, v<strong>en</strong> sólo el alma. Cuando <strong>la</strong>s almas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />

<strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido, <strong>en</strong>tonces el amor es posible. Pero esas almas se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran de manera tal<br />

que el individuo no ti<strong>en</strong>e el permiso de apropiarse de <strong>la</strong> otra alma. No <strong>la</strong> posee, sólo <strong>la</strong><br />

ve. Pero a m<strong>en</strong>udo <strong>en</strong>tonces desde esas almas hay una conexión que es profunda, que es<br />

leal y que es firme con pocas ilusiones. No es totalm<strong>en</strong>te estrecha <strong>por</strong>que lo del otro es<br />

respetado continuam<strong>en</strong>te, y, sin embargo, puede durar.<br />

4


Pero eso significa que usted realm<strong>en</strong>te hace una difer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre aquello que atrae a<br />

dos personas y el amor que luego es posible pero no necesario. Porque teóricam<strong>en</strong>te es<br />

posible armar re<strong>la</strong>ciones con personas muy difer<strong>en</strong>tes. Con frecu<strong>en</strong>cia nos s<strong>en</strong>timos<br />

atraídos a personas muy difer<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida, y luego tal vez elegimos a una de el<strong>la</strong>s o<br />

no. Es decir que también debería haber una posibilidad de establecer una re<strong>la</strong>ción de<br />

almas única con personas completam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>tes.<br />

Cada re<strong>la</strong>ción es única. Ni bi<strong>en</strong> me <strong>en</strong>trego a una pareja a los fines de <strong>la</strong> realización del<br />

amor, estoy vincu<strong>la</strong>do y <strong>la</strong> libertad de elegir termina <strong>en</strong> ese instante. La idea de que aún<br />

podría t<strong>en</strong>er esa libre elección ya no funciona.<br />

¿Por qué no es posible<br />

Te lo explico. La pareja a <strong>la</strong> que uno se unió se transforma <strong>en</strong> parte de <strong>la</strong> vida. Ya no<br />

puedo salirme de ahí. Es como que pasamos a formar parte de un alma común. La pareja<br />

pone <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to algo que sólo es posible con esa pareja. Y delimita algo que<br />

después ya no es posible. Es decir que <strong>en</strong> ese instante <strong>la</strong> libertad de elección se acaba <strong>en</strong><br />

gran medida. Pero eso no es una desv<strong>en</strong>taja. Cuando yo me <strong>en</strong>trego realm<strong>en</strong>te a esa<br />

persona, a partir precisam<strong>en</strong>te de esas limitaciones y <strong>por</strong>que está restringido, surg<strong>en</strong><br />

desafíos y fuerzas que superan <strong>por</strong> mucho a aquello que uno imagina poder lograr<br />

gracias al libre albedrío. Porque lo que lleva a <strong>la</strong> pl<strong>en</strong>itud no es lo mucho, sino lo<br />

es<strong>en</strong>cial.<br />

En el título de uno de sus libros leí que el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to nos vuelve ciegos y el amor<br />

vid<strong>en</strong>tes. ¿Es posible decir eso así ¿No es acaso también el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to o el<br />

éxtasis algo que pert<strong>en</strong>ece intrínsicam<strong>en</strong>te al hombre ¿Algo que añora una y otra vez,<br />

que añora incluso tal vez <strong>en</strong> una re<strong>la</strong>ción perman<strong>en</strong>te con esa persona, y donde uno<br />

podría decir: esos son los picos de una re<strong>la</strong>ción dónde puede emerger nuevam<strong>en</strong>te esa<br />

visión compartida, ese volver a <strong>en</strong>amorarse compartido Ciertam<strong>en</strong>te a m<strong>en</strong>udo<br />

experim<strong>en</strong>tamos que eso no funciona, o que lo habitual y el acostumbrami<strong>en</strong>to de <strong>la</strong><br />

vida cotidiana y <strong>la</strong>s cargas de una re<strong>la</strong>ción y los rec<strong>la</strong>mos son un peso <strong>en</strong> <strong>la</strong>s espaldas.<br />

Pero volvi<strong>en</strong>do atrás: ¿Es posible que el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to y el amor constituyan una<br />

contraposición tan c<strong>la</strong>ra<br />

Si. En el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to t<strong>en</strong>go una imag<strong>en</strong> del otro sin conocerlo. Aún no lo veo. Veo<br />

una imag<strong>en</strong> deseada, <strong>en</strong> gran medida. Cuando luego se da <strong>la</strong> pl<strong>en</strong>itud, de a poco uno<br />

comi<strong>en</strong>za a ver al otro tal como es realm<strong>en</strong>te. As<strong>en</strong>tir a eso, as<strong>en</strong>tir al otro tal como es,<br />

con su grandeza y sus debilidades, eso es el amor. En el <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to asi<strong>en</strong>to al otro<br />

tal como yo me lo imagino, no tal como es. Por eso el despertar del <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to es<br />

una condición previa para el amor. Eso que usted decía, eso de que uno puede recordar<br />

el comi<strong>en</strong>zo, eso <strong>por</strong> supuesto es lindo. Fecunda al amor <strong>por</strong> <strong>la</strong> dicha del comi<strong>en</strong>zo.<br />

Cuando ahora uno une eso, el mirar al otro tal como es, el as<strong>en</strong>tir al otro tal como es,<br />

con ese recuerdo de esa dicha temprana, se logra desde ya un efecto estimu<strong>la</strong>nte y<br />

también es sanador.<br />

5


¿Cuáles son los problemas más im<strong>por</strong>tantes que usted <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>la</strong> terapia de<br />

pareja ¿Cuándo dos personas se han <strong>en</strong>contrado, cuándo han compartido algunos<br />

años, pero luego tal vez despiertan asustados y el golpe <strong>en</strong> <strong>la</strong> nuca es: Jamás me<br />

imaginé que eras así, así <strong>en</strong> realidad no quiero convivir contigo Eso puede ser una<br />

catástrofe. Esas personas <strong>en</strong>tonces van a verlo. ¿Puede m<strong>en</strong>cionar algunos ejemplos<br />

cómo es eso y cómo uno puede proceder terapéuticam<strong>en</strong>te, cuáles son los órd<strong>en</strong>es a<br />

descubrir aquí<br />

Las soluciones siempre se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran más allá de lo inmediato. Si yo miro al otro sólo<br />

como una persona individual, ahí se da ese despertar. Si lo veo <strong>en</strong><strong>la</strong>zado <strong>en</strong> su familia, y<br />

si sé algo de implicaciones o <strong>en</strong>redos, <strong>en</strong>tonces veo que no puede ser difer<strong>en</strong>te a lo que<br />

es.<br />

Aquí tuve un ejemplo. Un hombre a m<strong>en</strong>udo es viol<strong>en</strong>to. Pero no se descarga con su<br />

mujer, sino con objetos. Le pregunté: ¿Qué sucedió <strong>en</strong> <strong>la</strong> familia de orig<strong>en</strong> El abuelo<br />

era <strong>en</strong>cargado de un campam<strong>en</strong>to <strong>en</strong> Yugos<strong>la</strong>via y dirigía un campo de prisioneros. <strong>Para</strong><br />

mí queda muy c<strong>la</strong>ro: eso no podía terminar sin algún crim<strong>en</strong>. Ese abuelo se suicidó al<br />

finalizar <strong>la</strong> guerra, eso también es significativo. Luego configuré un repres<strong>en</strong>tante para<br />

el abuelo y cuatro repres<strong>en</strong>tantes para <strong>la</strong>s víctimas. El repres<strong>en</strong>tante del abuelo com<strong>en</strong>zó<br />

a transpirar, transpiró totalm<strong>en</strong>te su camisa. Luego le pedí ubicarse al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong>s<br />

víctimas. De rep<strong>en</strong>te quedó c<strong>la</strong>ro que ese era el lugar <strong>en</strong> el que debía estar. Antes le<br />

había dicho al hombre: Ti<strong>en</strong>es una mirada extraviada. Respondió: Nunca nadie me dijo<br />

eso. Le dije: Yo veo eso. A continuación tomé a uno de los repres<strong>en</strong>tantes de <strong>la</strong>s<br />

víctimas y al repres<strong>en</strong>tante de su abuelo, los coloqué uno al <strong>la</strong>do del otro y le pedí a ese<br />

hombre que apoye su espalda <strong>en</strong> ellos dos y lo al<strong>en</strong>té para que permitiera que <strong>en</strong> él<br />

confluya lo que pert<strong>en</strong>ece a ambos, es decir el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de perpetrador y el ser<br />

perpetrador y el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de víctima y el ser víctima, hasta que <strong>en</strong> él se conviertan <strong>en</strong><br />

una unidad. Luego le indiqué girarse, abrazar a ambos y permitir que confluyan para<br />

convertirse <strong>en</strong> uno. En ese instante sucede algo que ya no hace posible esa viol<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />

él <strong>por</strong>que lo ha visto <strong>en</strong> ese contexto. Ahora puede dejar<strong>la</strong> <strong>en</strong> donde pert<strong>en</strong>ece, con su<br />

abuelo. Y puede dejar que los muertos estén <strong>en</strong>tre sí y ahora puede dedicarse a su mujer.<br />

Insisto una vez más con <strong>la</strong> pregunta: ¿Cómo describiría <strong>la</strong> dinámica que hace falta<br />

cuando algui<strong>en</strong> va a verlo y dice: Queremos hacer algo <strong>por</strong> nuestro matrimonio pero<br />

no podemos, no sabemos qué hacer Ahora t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> c<strong>la</strong>ro que nuestra re<strong>la</strong>ción <strong>en</strong><br />

realidad se construyó a partir del <strong>en</strong>amorami<strong>en</strong>to, se construyó <strong>en</strong> base a una imag<strong>en</strong>.<br />

Así no nos so<strong>por</strong>tamos, o yo no so<strong>por</strong>to a mi mujer o <strong>la</strong> mujer no so<strong>por</strong>ta al hombre así.<br />

¿Hay <strong>en</strong>tonces una solución más allá de <strong>la</strong> separación<br />

Dep<strong>en</strong>de. Si uno de ellos ha <strong>la</strong>stimado seriam<strong>en</strong>te al otro, <strong>por</strong> ejemplo si el hombre<br />

exhortó a <strong>la</strong> mujer a abortar un hijo de ellos y <strong>la</strong> mujer no quiere hacerlo, eso constituye<br />

algo de tanto peso que a m<strong>en</strong>udo <strong>la</strong> separación es inevitable.<br />

¿Con qué ti<strong>en</strong>e que ver eso<br />

Es una herida que ya no puede ser sanada. Hay actos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cias que ya<br />

no se pued<strong>en</strong> revertir. Eso debe ser reconocido. Eso <strong>por</strong> supuesto también va <strong>en</strong> contra<br />

del concepto g<strong>en</strong>eralizado de que se puede y debe solucionar todo.<br />

6


Por el otro <strong>la</strong>do, a veces es necesario saber acerca de <strong>la</strong> implicación. Allí donde ese<br />

saber no está y dónde tampoco existe <strong>la</strong> disposición a seguir y tal vez sacarlo a <strong>la</strong> luz, <strong>la</strong><br />

separación es inevitable. Pero <strong>la</strong> separación no es una solución <strong>por</strong>que <strong>en</strong> <strong>la</strong> próxima<br />

re<strong>la</strong>ción todo continuará de <strong>la</strong> misma manera. Es decir que <strong>la</strong> separación es una huída de<br />

aquello que <strong>la</strong> vida <strong>en</strong> definitiva exige de cada uno.<br />

¿Por qué eso es así, <strong>por</strong> qué esa dinámica sigue actuando <strong>en</strong> <strong>la</strong> próxima re<strong>la</strong>ción<br />

La re<strong>la</strong>ción ti<strong>en</strong>e un aspecto muy im<strong>por</strong>tante. Resulta que es una organización <strong>en</strong> contra<br />

de <strong>la</strong> muerte. Todo eso está al servicio de mant<strong>en</strong>er <strong>la</strong> vida. Por ese motivo, ni bi<strong>en</strong> hay<br />

hijos, <strong>la</strong> finalidad y el s<strong>en</strong>tido de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción se acabaron. Aquellos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> hijos o<br />

quier<strong>en</strong> t<strong>en</strong>er hijos con ello demuestran que son consci<strong>en</strong>tes que ellos también se<br />

acaban. Esa mirada al final es muy im<strong>por</strong>tante. Entonces uno se va despidi<strong>en</strong>do<br />

l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te.<br />

Doy un ejemplo: <strong>en</strong> un curso hay un matrimonio muy anciano, y <strong>la</strong> mujer dice: El<br />

hombre ti<strong>en</strong>e cáncer y ahora ti<strong>en</strong>e metástasis. Quedaba muy c<strong>la</strong>ro que no iba a vivir<br />

mucho más. T<strong>en</strong>ía más de set<strong>en</strong>ta años. Luego les pedí que se s<strong>en</strong>taran uno al <strong>la</strong>do del<br />

otro y se miraran a los ojos y dije: Está muy c<strong>la</strong>ro, ahora es el mom<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> despedida.<br />

Toda re<strong>la</strong>ción se dirige hacia el final. Ambos se miraron cariñosam<strong>en</strong>te y <strong>la</strong> mujer<br />

lloraba. Indiqué a <strong>la</strong> mujer que dijera al hombre: “Me quedo contigo el tiempo que me<br />

sea permitido” y el hombre a <strong>la</strong> mujer: “Me quedo contigo el tiempo que me sea<br />

permitido”. Había un amor increíble <strong>en</strong>tre ellos dos, de cara a <strong>la</strong> despedida y a <strong>la</strong><br />

muerte.<br />

Eso ti<strong>en</strong>e una grandeza que va mucho más allá que cuando algui<strong>en</strong> pi<strong>en</strong>sa: Ahora busco<br />

una nueva re<strong>la</strong>ción y comi<strong>en</strong>zo de nuevo. Desconoc<strong>en</strong> totalm<strong>en</strong>te que todo se dirige<br />

hacia un final.<br />

¿Por qué ve usted a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones tan fuertem<strong>en</strong>te desde el punto de vista de <strong>la</strong> muerte<br />

y el final Incluso si ellos lo hac<strong>en</strong>, ¿qué significa <strong>la</strong> muerte ¿Es un final<br />

irrecuperable del amor, es dónde termina el amor ¿O el amor es algo de lo que uno al<br />

m<strong>en</strong>os espera y anhe<strong>la</strong> que supere a <strong>la</strong> muerte<br />

Es una ilusión que el amor supera <strong>la</strong> muerte. Uno <strong>la</strong> ve <strong>por</strong> ejemplo <strong>en</strong> parejas que se<br />

suicidan conjuntam<strong>en</strong>te <strong>por</strong>que cre<strong>en</strong> que continúa. <strong>Para</strong> mí eso es totalm<strong>en</strong>te ilusorio.<br />

La muerte debe ser tomada <strong>en</strong> serio como consumación de <strong>la</strong> vida y también <strong>la</strong><br />

consumación del amor. Recién <strong>en</strong>tonces esta completa y redonda.<br />

Usted no dice per<strong>en</strong>toriedad de <strong>la</strong> vida, sino que dice consumación. Eso es una<br />

difer<strong>en</strong>cia.<br />

Si, algo se redondea y se completa. Lo que hay detrás, no lo sabemos. Pero a través de<br />

eso el individuo alcanza una completud. Así es el curso de <strong>la</strong> vida. Toda vida nueva se<br />

basa <strong>en</strong> que antes otros hicieron lugar. Eso hay que verlo. Y aquello que apar<strong>en</strong>ta estar<br />

insta<strong>la</strong>do para que dure como es el caso de una re<strong>la</strong>ción amorosa es pasajero, algo de<br />

cara a <strong>la</strong> muerte. Lo que vi<strong>en</strong>e después, eso queda.<br />

7


Quisiera l<strong>la</strong>mar su at<strong>en</strong>ción a una forma de amor y preguntarle al respecto, una forma<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> que vuelv<strong>en</strong> a sucederse grandes heridas una y otra vez y que usted también trata<br />

<strong>en</strong> sus seminarios. El amor y el amor, muchas veces perturbado, <strong>en</strong>tre padres y sus<br />

hijos que puede existir, pero que también puede mant<strong>en</strong>erse hasta una edad avanzada y<br />

que ti<strong>en</strong>e efectos hasta <strong>en</strong>tonces. Qué diría usted: ¿Cuál es realm<strong>en</strong>te <strong>la</strong> es<strong>en</strong>cia del<br />

amor <strong>en</strong>tre padres e hijos, un amor sano <strong>en</strong>tre padres e hijos ¿De qué se trata<br />

realm<strong>en</strong>te ¿Es comparable al amor hacia una mascota que t<strong>en</strong>go y que llevo de aquí<br />

para allá ¿En qué consiste <strong>la</strong> gran difer<strong>en</strong>cia<br />

Aquí nuevam<strong>en</strong>te se pone de manifiesto con c<strong>la</strong>ridad que esto es considerado como algo<br />

que sucede sólo <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s personas, es decir <strong>en</strong>tre esos padres y el hijo, o <strong>en</strong>tre el hijo y<br />

esos padres. Esto únicam<strong>en</strong>te se puede compr<strong>en</strong>der viéndolo <strong>en</strong> un contexto más grande.<br />

Cuando <strong>por</strong> ejemplo <strong>la</strong> madre rechazó a su propia madre, no quiere saber nada de el<strong>la</strong>,<br />

<strong>en</strong>tonces su hija repres<strong>en</strong>ta a esa madre para el<strong>la</strong>. La re<strong>la</strong>ción no resuelta de <strong>la</strong> madre<br />

con su madre se transfiere a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong> madre con <strong>la</strong> hija. Eso se l<strong>la</strong>ma<br />

par<strong>en</strong>tificación. No hay solución <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> madre y su hija hasta que <strong>la</strong> madre mire a su<br />

madre, haga una rever<strong>en</strong>cia ante el<strong>la</strong> y le de <strong>la</strong> honra como su madre. Y hasta que el<strong>la</strong><br />

tome de su propia madre lo que <strong>la</strong> madre le ha rega<strong>la</strong>do, lo honre, permita que se<br />

despliegue <strong>en</strong> el<strong>la</strong> y, así <strong>en</strong>tonces, se lo regale a <strong>la</strong> hija. De inmediato <strong>la</strong> hija está<br />

aliviada cuando <strong>la</strong> madre completa ese proceso fr<strong>en</strong>te a su madre.<br />

Pero eso es terriblem<strong>en</strong>te difícil para algunos <strong>por</strong>que es posible que para <strong>la</strong> madre no<br />

resulte razonable que debe honrar a su propia madre. Sobre todo no razonable cuando<br />

tal vez su madre <strong>la</strong> golpeaba o m<strong>en</strong>ospreciaba o no <strong>la</strong> aceptaba <strong>en</strong> su ser mujer y. <strong>por</strong><br />

así decirlo, su propia historia de culpa está <strong>en</strong>raizada <strong>en</strong> una historia de culpa.<br />

Usted vuelve a llevarlo a una re<strong>la</strong>ción de dos. No es una re<strong>la</strong>ción de dos personas. En<br />

<strong>la</strong>s familias y <strong>en</strong> <strong>la</strong>s parejas no hay una re<strong>la</strong>ción de dos. Siempre son re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong>tre<br />

sistemas. Mi<strong>en</strong>tras yo siga fijo <strong>en</strong> una re<strong>la</strong>ción de dos, no hay solución. Todo bu<strong>en</strong><br />

consejo a <strong>la</strong> madre y todo bu<strong>en</strong> consejo a <strong>la</strong> hija no a<strong>por</strong>tará ningún resultado.<br />

Doy un ejemplo: Una mujer que ni siquiera conozco me escribe una <strong>carta</strong>. Es <strong>la</strong> segunda<br />

mujer de su marido y juntos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> una hija que no quiere saber más nada con sus<br />

padres. Rompió todo contacto. Fue <strong>en</strong>tonces que se le ocurrió que tal vez había que<br />

ord<strong>en</strong>ar algo con re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong> primera mujer de su marido y con re<strong>la</strong>ción al padre de su<br />

marido. Ambos eran despreciados y excluidos. Entonces al atardecer <strong>en</strong>c<strong>en</strong>dió una ve<strong>la</strong>,<br />

hizo una profunda rever<strong>en</strong>cia ante <strong>la</strong> primera mujer de su marido y dijo: “Ahora te doy<br />

<strong>la</strong> honra.” La noche sigui<strong>en</strong>te hizo lo mismo con el padre del marido. Enc<strong>en</strong>dió una<br />

ve<strong>la</strong>, hizo una profunda rever<strong>en</strong>cia y le dijo: “Te honro”. Pocos días después l<strong>la</strong>mó <strong>la</strong><br />

hija: “Mamá, voy para allá.” Fue, estaba sumam<strong>en</strong>te feliz, no dejaba de expresar lo<br />

hermoso que era estar <strong>en</strong> casa, y de esa manera todo se ord<strong>en</strong>ó.<br />

Aquí le quiero preguntar: “¿Qué significa honrar, dar <strong>la</strong> honra Porque eso no lo hago<br />

tan sólo dici<strong>en</strong>do <strong>la</strong> frase “Yo te honro”.<br />

Eso sería barato.<br />

8


Eso es barato. Incluso es un poco teatral. ¿Qué ocurre cuando honro a algui<strong>en</strong> ¿Qué<br />

es lo que ti<strong>en</strong>e efecto realm<strong>en</strong>te<br />

Honrar significa que reconozco que esa persona pert<strong>en</strong>ece. En el ejemplo que<br />

m<strong>en</strong>cionaba recién significa que <strong>la</strong> madre le dice a <strong>la</strong> primera mujer: “Tú ti<strong>en</strong>es<br />

prioridad, tú eres <strong>la</strong> primera, yo soy <strong>la</strong> segunda.” Y que al padre del marido dice: “Tú<br />

ti<strong>en</strong>es prioridad, sólo a través tuyo yo t<strong>en</strong>go a este hombre, ahora lo reconozco, ahora te<br />

doy un lugar <strong>en</strong> mi corazón, un lugar honorable.” En ese mom<strong>en</strong>to el otro puede<br />

acercarse, puede ser amable y de esa forma todo el sistema cobra fuerza. Luego esa<br />

fuerza se expresa. Pero decir ligeram<strong>en</strong>te “Te doy <strong>la</strong> honra”, no, esto no es tan s<strong>en</strong>cillo.<br />

Es un proceso de transformación que completa el alma <strong>en</strong> lo más profundo.<br />

En ese proceso de transformación y <strong>en</strong> ese dar <strong>la</strong> honra, <strong>en</strong> eso que los hijos deb<strong>en</strong><br />

realizar fr<strong>en</strong>te a sus padres y los padres hacia sus hijos, ¿ti<strong>en</strong>e lugar una emoción<br />

como odio, <strong>por</strong> ejemplo ¿Eso también existe Porque no es tan rápido. En realidad<br />

esas son soluciones de <strong>la</strong>s que usted hab<strong>la</strong>. Pero también <strong>en</strong> el proceso, <strong>en</strong> el proceso<br />

emocional, aparec<strong>en</strong> a m<strong>en</strong>udo mucha agresión, ira, odio y también otros s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos<br />

que a veces simplem<strong>en</strong>te son necesarios. No es necesario que sean expresados, pero al<br />

m<strong>en</strong>os deb<strong>en</strong> ser t<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.<br />

Yo no he visto eso. Esas son imaginaciones que se describ<strong>en</strong> o que se difund<strong>en</strong> sin que<br />

yo jamás <strong>la</strong>s haya visto. El hijo ama a sus padres de una manera muy profunda. Uno<br />

puede confiar totalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> ese amor. Pero lo que sucede cuando al hijo se le impide<br />

tempranam<strong>en</strong>te el acceso a <strong>la</strong> madre o al padre, <strong>por</strong> ejemplo cuando debe pasar mucho<br />

tiempo completam<strong>en</strong>te solo <strong>en</strong> el hospital, ocurre lo sigui<strong>en</strong>te: El dolor es tan grande<br />

que más ade<strong>la</strong>nte se expresa como agresión. Pero ese es el otro <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> pérdida<br />

sufrida, sólo es otro <strong>la</strong>do del amor. Ahora se trataría que <strong>en</strong> esa situación temprana, es<br />

decir mirando atrás, el movimi<strong>en</strong>to amoroso interrumpido a <strong>la</strong> madre o al padre sea<br />

llevado a término. Eso es un proceso muy doloroso. Donde se logra todo aquello que<br />

antes había sido seña<strong>la</strong>do como motivo del odio, es completam<strong>en</strong>te irrelevante. Ya no<br />

ti<strong>en</strong>e im<strong>por</strong>tancia alguna.<br />

Pero usted conoce <strong>la</strong> experi<strong>en</strong>cia de que sólo es posible odiar a aquél que también se<br />

puede amar. Creo que no puedo odiar a nadie tanto como tal vez a mi propia mujer. Y<br />

tal vez tampoco amar a nadie como a el<strong>la</strong>.<br />

Ese odio es un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to infantil. Los adultos no odian <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido. Sólo odian<br />

cuando se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> como niños, o sea cuando se si<strong>en</strong>t<strong>en</strong> impot<strong>en</strong>tes como niños. Por ese<br />

motivo un hombre no puede odiar a su mujer. Puede transferir a el<strong>la</strong> algo de <strong>la</strong> infancia.<br />

Pero eso es algo completam<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te. Pero reducir esto sólo a un com<strong>por</strong>tami<strong>en</strong>to<br />

no funciona.<br />

La solución s<strong>en</strong>cil<strong>la</strong> <strong>en</strong>tre padres e hijos es que los hijos reconozcan: “T<strong>en</strong>go <strong>la</strong> vida a<br />

través de ustedes. Ustedes son mis padres y ahora los tomo tal como son, como mis<br />

padres correctos.” De esa forma el hijo está <strong>en</strong> paz consigo mismo. Así <strong>en</strong>tonces<br />

también puede tomar todo lo demás que los padres le ofrec<strong>en</strong>.<br />

A m<strong>en</strong>udo t<strong>en</strong>emos <strong>la</strong> loca idea que podríamos t<strong>en</strong>er padres difer<strong>en</strong>tes, o que los padres<br />

deberían poder ser difer<strong>en</strong>tes de lo que son. En ese mom<strong>en</strong>to el hijo se vuelve<br />

totalm<strong>en</strong>te estrecho. En el fondo se vuelve loco. Muchas pret<strong>en</strong>siones fr<strong>en</strong>te a los padres<br />

9


<strong>en</strong> realidad son pret<strong>en</strong>siones locas que los padres tampoco jamás podrían cumplir.<br />

Incluso si ahora int<strong>en</strong>taran cumplir con esa exig<strong>en</strong>cia, el hijo no <strong>la</strong> podría tomar <strong>por</strong>que<br />

esa pret<strong>en</strong>sión provi<strong>en</strong>e de otro nivel. En realidad el hijo no pret<strong>en</strong>de nada de los padres<br />

<strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido, ahí actúa una dinámica totalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te.<br />

Lo que además es im<strong>por</strong>tante <strong>en</strong> re<strong>la</strong>ción a lo que usted decía antes acerca del odio<br />

hacia los padres: Un hijo que odia a los padres se castigará severam<strong>en</strong>te. Porque <strong>la</strong><br />

profundidad del alma jamás lo permite. Es tal vio<strong>la</strong>ción del ord<strong>en</strong> que no es posible. Y<br />

es típicam<strong>en</strong>te occid<strong>en</strong>tal. Yo, <strong>por</strong> ejemplo, con los zulúes jamás vi que algui<strong>en</strong> hab<strong>la</strong>ra<br />

de forma despectiva de sus padres. Eso era imp<strong>en</strong>sable. Ellos <strong>toda</strong>vía podían ver lo que<br />

significa recibir <strong>la</strong> vida de los padres.<br />

Hab<strong>la</strong>mos varias veces de órd<strong>en</strong>es. ¿Son sistemas de ord<strong>en</strong> que usted <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra, o los<br />

ord<strong>en</strong>aría <strong>en</strong> un contexto más grande Por ejemplo cuando usted dice el alma ti<strong>en</strong>e un<br />

ord<strong>en</strong> y según ese ord<strong>en</strong> deb<strong>en</strong> vivir los seres humanos, eso su<strong>en</strong>a como un sistema<br />

arcaico, casi como una cosmología. ¿Usted lo <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de de esa manera o simplem<strong>en</strong>te lo<br />

descubre y se deti<strong>en</strong>e sorpr<strong>en</strong>dido ante eso<br />

La pa<strong>la</strong>bra ord<strong>en</strong> conlleva una carga. Pero un árbol, cuando crece, crece según un ord<strong>en</strong><br />

preconcebido. No puede apartarse de él. Precisam<strong>en</strong>te <strong>por</strong> estar de acuerdo con lo<br />

prefijado se despliega. Pero siempre está dado <strong>en</strong> otro medio ambi<strong>en</strong>te. Cada árbol es<br />

difer<strong>en</strong>te, no hay un árbol igual a otro. Sin embargo, sigu<strong>en</strong> el mismo ord<strong>en</strong> según el<br />

cual pued<strong>en</strong> desarrol<strong>la</strong>rse.<br />

Sucede algo simi<strong>la</strong>r con <strong>la</strong>s personas. Por ejemplo, ese ord<strong>en</strong> muy s<strong>en</strong>cillo de que cada<br />

persona ti<strong>en</strong>e un padre y una madre. Hoy día <strong>la</strong>s mujeres a veces se com<strong>por</strong>tan como si<br />

pudieran t<strong>en</strong>er hijos sin un hombre o sin un padre. O los hijos se com<strong>por</strong>tan como que<br />

pudieran t<strong>en</strong>er su vida sin sus padres. Eso es loco. Cuando uno reconoce esos hechos tan<br />

s<strong>en</strong>cillos, que yo t<strong>en</strong>go padres y que son los únicos correctos, que, si los padres fueran<br />

difer<strong>en</strong>tes, también yo sería difer<strong>en</strong>te, y que no puedo estar <strong>en</strong> sintonía conmigo mismo<br />

si rechazo a mis padres, ya que de esa manera me rechazo también a mi mismo, cuando<br />

reconozco <strong>toda</strong>s esas cosas s<strong>en</strong>cil<strong>la</strong>s, <strong>en</strong>tonces ya se ha ganado mucho.<br />

<strong>Para</strong> terminar, ¿diría usted que el amor es algo difer<strong>en</strong>te a un s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to, ya sea que<br />

se trate del amor a una pareja o del amor a los padres o del amor a los hijos, que el<br />

amor es algo así como un sintonizarse y un vibrar <strong>en</strong> consonancia con una corri<strong>en</strong>te de<br />

fondo de todo nuestra exist<strong>en</strong>cia, que nos sosti<strong>en</strong>e<br />

Exactam<strong>en</strong>te. Usted lo ha dicho de manera muy hermosa. Junto al confluir con esa<br />

corri<strong>en</strong>te de fondo se une que el amor sigue un ord<strong>en</strong>. El ord<strong>en</strong> y el amor van juntos. Y<br />

resulta que el ord<strong>en</strong> va primero. El amor está al servicio de ese ord<strong>en</strong> más grande.<br />

Cuando el amor se adapta a ese ord<strong>en</strong>, es cuando mejor se puede desplegar d<strong>en</strong>tro de<br />

ese ord<strong>en</strong>.<br />

Gracias <strong>por</strong> <strong>la</strong> conversación.<br />

10


Ayuda y Amor<br />

De una confer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> Karlsruhe 2004<br />

Ayudar nos resulta fácil. En g<strong>en</strong>eral nos gusta ayudar. Cuando algui<strong>en</strong> necesita algo y<br />

<strong>por</strong> ejemplo pregunta <strong>por</strong> <strong>la</strong> hora y si el camino lo lleva hacia allí, le ayudamos<br />

gustosam<strong>en</strong>te. Nos s<strong>en</strong>timos honrados cuando algui<strong>en</strong> quiere algo de nosotros. En el<br />

fondo no hay nada peor que el hecho de que ya nadie necesite ni quiera nuestra ayuda.<br />

La ayuda mutua<br />

La ayuda, <strong>la</strong> ayuda mutua sobre todo, une. Esta ayuda mutua es especialm<strong>en</strong>te hermosa<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>en</strong>tre el hombre y <strong>la</strong> mujer. Porque esa ayuda mutua al mismo tiempo está<br />

sost<strong>en</strong>ida <strong>por</strong> el amor mutuo. Por ejemplo el hombre da algo a su mujer, le ayuda de una<br />

manera especial. Entonces el<strong>la</strong> si<strong>en</strong>te: “Yo también le debo dar algo.” Pero dado que lo<br />

ama, le da un poco más. Luego él pi<strong>en</strong>sa: “Ahora le debo dar algo nuevam<strong>en</strong>te.” Pero<br />

dado que <strong>la</strong> ama, también él le da un poco más. De esa manera, <strong>en</strong> el intercambio de <strong>la</strong><br />

ayuda mutua con amor, <strong>la</strong> pl<strong>en</strong>itud de <strong>la</strong> ayuda crece. Se hace cada vez más. Así<br />

<strong>en</strong>tonces el amor <strong>en</strong>tre el hombre y <strong>la</strong> mujer crece durante todos esos años de una<br />

manera especial.<br />

Pero una pareja anciana ama de manera difer<strong>en</strong>te que una pareja jov<strong>en</strong>. Son más<br />

cuidadosos el uno con el otro. Sobre todo son más comp<strong>la</strong>ci<strong>en</strong>tes uno con el otro. Así<br />

resulta un brillo <strong>por</strong> <strong>en</strong>cima de su ayuda mutua. Se irradia. Ti<strong>en</strong>e una pl<strong>en</strong>itud especial.<br />

Es como <strong>la</strong> consumación de un <strong>la</strong>rgo camino.<br />

La comp<strong>en</strong>sación <strong>en</strong> lo bu<strong>en</strong>o y <strong>en</strong> lo malo<br />

Sin embargo, hay algo que se opone a esa ayuda. Porque así como t<strong>en</strong>emos <strong>la</strong> necesidad<br />

de comp<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> lo bu<strong>en</strong>o, también t<strong>en</strong>emos <strong>la</strong> necesidad de comp<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> lo malo.<br />

Cuando <strong>en</strong>tonces el hombre le hace algo a <strong>la</strong> mujer, algo que <strong>la</strong> <strong>la</strong>stime, el<strong>la</strong> querrá<br />

también hacerle algo a él. Por ejemplo, hay algunos hombres o también algunas mujeres<br />

que dic<strong>en</strong> a <strong>la</strong> pareja: “En realidad no debería haberme casado contigo.” Esa es una<br />

herida profunda. Entonces <strong>la</strong> pareja se v<strong>en</strong>gará. Es decir que pi<strong>en</strong>sa cómo podría hacerle<br />

algo al otro para <strong>la</strong>stimarlo tanto como él ha <strong>la</strong>stimado a uno mismo. Uno si<strong>en</strong>te que<br />

ti<strong>en</strong>e el derecho de hacerlo. “Ha mi me han hecho una injusticia y yo quiero restablecer<br />

justicia, de manera que yo también lo <strong>la</strong>stimo.”<br />

Aquel que se si<strong>en</strong>te con derecho, desafortunadam<strong>en</strong>te, exagera. Le provoca al otro un<br />

poquito más daño y más injusticia. Luego el otro se si<strong>en</strong>te con derecho de provocarle<br />

más daño. Así continúa y se constituye un vínculo int<strong>en</strong>so con odio. El odio también<br />

une. Entonces se acaba <strong>la</strong> felicidad.<br />

11


Pero ahora yo averigüé algo acerca de cómo revertir eso de provocarse algo<br />

mutuam<strong>en</strong>te, cómo revertirlo hacia lo positivo. ¿Cómo se hace Uno se v<strong>en</strong>ga del otro<br />

con amor.<br />

¿Qué significa eso También le provoco algún daño, pero <strong>por</strong> amor un poquito m<strong>en</strong>os.<br />

Entonces el otro queda desconcertado, se pregunta: “¿Y ahora qué pasó” y comi<strong>en</strong>za<br />

nuevam<strong>en</strong>te a causarle algo bu<strong>en</strong>o al otro. Así comi<strong>en</strong>za a construirse otra vez lo<br />

positivo.<br />

Es decir que dónde haya re<strong>la</strong>ciones <strong>en</strong> <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong> ayuda <strong>en</strong> el bu<strong>en</strong> s<strong>en</strong>tido se<br />

interrumpió, es posible volver a ori<strong>en</strong>tar<strong>la</strong>s hacia <strong>la</strong> otra dirección de esa manera.<br />

Después, <strong>la</strong> ayuda vuelve a causarnos alegría mutua.<br />

Historias para parejas<br />

El abrazo<br />

Hace poco reflexioné acerca de: ¿Qué sucede <strong>en</strong> un abrazo ¿Qué le antecede Es decir,<br />

algui<strong>en</strong> exti<strong>en</strong>de los brazos. Fr<strong>en</strong>te a él se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra algui<strong>en</strong> a qui<strong>en</strong> ama. Tal vez esa<br />

persona también exti<strong>en</strong>de los brazos. Luego avanzan el uno hacia el otro y se abrazan<br />

estrecham<strong>en</strong>te. Una s<strong>en</strong>sación maravillosa, una unión íntima.<br />

¿Pero cuánto tiempo lo aguantan Después de cierto tiempo deb<strong>en</strong> separarse. Entonces<br />

se alejan un poco. ¿Qué puede hacerse ahora Uno deja los brazos ext<strong>en</strong>didos y detrás<br />

del otro mira a algo más grande. Su familia, <strong>por</strong> ejemplo, su destino y <strong>la</strong> vida como un<br />

Todo, <strong>por</strong> supuesto. Abrazamos todo al mismo tiempo.<br />

Luego volvemos a mirarnos, nos acercamos, pero nos det<strong>en</strong>emos a cierta distancia. Pero<br />

mant<strong>en</strong>emos <strong>la</strong> mirada. Entonces vemos al otro <strong>en</strong> un campo más grande. También a<br />

nosotros nos experim<strong>en</strong>tamos <strong>en</strong> un campo más grande. Recién <strong>en</strong>tonces esta re<strong>la</strong>ción<br />

es segura y grande.<br />

Esa es <strong>la</strong> otra mirada, no sólo <strong>la</strong> segunda mirada. Es <strong>la</strong> mirada amplia. Recién <strong>en</strong>tonces<br />

estamos pl<strong>en</strong>os.<br />

Meditación: Vibrar juntos<br />

Ahora haremos un pequeño ejercicio, una meditación. Pued<strong>en</strong> cerrar los ojos, si quier<strong>en</strong>.<br />

Van hacia el interior de ustedes y escuchan un sonido. El sonido de ustedes. Permit<strong>en</strong><br />

que vibre <strong>por</strong> cada célu<strong>la</strong> del cuerpo. Esa vibración no surgió <strong>en</strong> nosotros. Provi<strong>en</strong>e de<br />

otro lugar. Es un vibrar junto con algo más grande. Con el mundo, con <strong>la</strong> Vida.<br />

Mi<strong>en</strong>tras nos percibimos así <strong>en</strong> esta vibración, nos vemos fr<strong>en</strong>te a <strong>la</strong> persona que más<br />

amamos. Nos exponemos a su vibración. También él vibra de una manera especial.<br />

También él vibra con algo más grande.<br />

Ahora permitimos a <strong>la</strong>s dos vibraciones que se sintonic<strong>en</strong>: mi vibración y <strong>la</strong> vibración<br />

de <strong>la</strong> otra persona. Y esperamos. De rep<strong>en</strong>te ambos vibramos <strong>en</strong> sintonía con algo<br />

grande y nos experim<strong>en</strong>tamos de una manera nueva, difer<strong>en</strong>te. Esa vibración ti<strong>en</strong>e<br />

futuro.<br />

12


*<br />

Eso <strong>por</strong> supuesto ti<strong>en</strong>e consecu<strong>en</strong>cias im<strong>por</strong>tantes también <strong>en</strong> otro aspecto. Es realm<strong>en</strong>te<br />

un p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to maravilloso, esa sintonía. Cuando trabajo con parejas <strong>en</strong> realidad se<br />

trata de ayudar para que vuelvan a vibrar juntos. Eso <strong>por</strong> supuesto presupone algo: que<br />

al comi<strong>en</strong>zo vibro junto con ellos y que también ellos vibr<strong>en</strong> conmigo. Si <strong>por</strong> ejemplo<br />

voy al mercado y allí veo una manzana l<strong>la</strong>mativa y voy y <strong>la</strong> tomo <strong>en</strong> mis manos<br />

dici<strong>en</strong>do: “Quiero esa”: ¿de esa manera estoy sintonizado con <strong>la</strong> manzana ¿Y luego me<br />

va a gustar ¿Me hará bi<strong>en</strong> ¿Vibro yo con el<strong>la</strong>, y puede el<strong>la</strong> vibrar conmigo<br />

Nos necesitamos mutuam<strong>en</strong>te<br />

¿Quién de los dos miembros de una pareja necesita m<strong>en</strong>os al otro Esa es una pregunta<br />

im<strong>por</strong>tante. La mejor manera para que <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de pareja se logre es que ambos se<br />

necesit<strong>en</strong> mutuam<strong>en</strong>te. Ciertam<strong>en</strong>te eso contradice <strong>la</strong> idea moderna de autonomía y de<br />

“Cada uno arma su propia vida y también sabe cómo hacerlo”, pero somos seres<br />

humanos <strong>por</strong>que necesitamos a algui<strong>en</strong>. Sólo somos seres humanos <strong>en</strong> <strong>la</strong> medida que<br />

necesitamos a algui<strong>en</strong> – y lo admitimos. Ahí termina <strong>la</strong> libertad, y <strong>la</strong> felicidad comi<strong>en</strong>za.<br />

La comunidad de destino<br />

Quiero decir algo g<strong>en</strong>eral acerca de <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción de pareja. La re<strong>la</strong>ción de pareja es el<br />

comi<strong>en</strong>zo de una nueva familia. Nos criamos <strong>en</strong> una familia, salimos de esa familia y<br />

fundamos una nueva familia. En <strong>la</strong> nueva familia continuamos lo que experim<strong>en</strong>tamos y<br />

viv<strong>en</strong>ciamos <strong>en</strong> nuestra familia. So<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te podemos vivir <strong>en</strong> una familia.<br />

Toda familia comi<strong>en</strong>za con el amor del hombre y <strong>la</strong> mujer. Ese es el comi<strong>en</strong>zo de <strong>la</strong><br />

familia. De ese amor crece <strong>la</strong> familia <strong>en</strong> los hijos.<br />

Pero los padres y <strong>la</strong> pareja provi<strong>en</strong><strong>en</strong> de familias difer<strong>en</strong>tes y vi<strong>en</strong><strong>en</strong> de otras<br />

tradiciones. Así como el hombre y <strong>la</strong> mujer son difer<strong>en</strong>tes y deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrarse como<br />

difer<strong>en</strong>tes, para lograr <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción también deb<strong>en</strong> <strong>en</strong>contrar y <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse <strong>la</strong>s familias<br />

difer<strong>en</strong>tes. Es decir que <strong>en</strong> <strong>la</strong> nueva familia se procrean <strong>la</strong>s dos familias de los padres.<br />

Toda familia es una comunidad de destinos. ¿Qué significa destino aquí ¿Qué es lo que<br />

<strong>en</strong> una familia actúa de manera especial como destino Los muertos. Sobre todo los<br />

muertos excluidos, los muertos rechazados. Ellos actúan como destino para los<br />

próximos, para los que les sigu<strong>en</strong>.<br />

¿Cómo se cambia el destino hacia algo mejor ¿Cómo nos liberamos de <strong>la</strong> implicación<br />

con un destino difícil Dándoles un lugar <strong>en</strong> nuestra alma a esos muertos. Nos<br />

sintonizamos con ellos. Registramos su vibración y vibramos juntos. Así logramos,<br />

desde <strong>la</strong> mayor pl<strong>en</strong>itud, <strong>la</strong> fuerza para una re<strong>la</strong>ción nueva.<br />

Epílogo<br />

Con el amor <strong>en</strong>tre el hombre y <strong>la</strong> mujer jamás llegamos a un final. Pero necesariam<strong>en</strong>te<br />

con estas reflexiones acerca del amor <strong>en</strong>tre ellos llego a un fin – un fin transitorio. Pero<br />

13


sólo yo llego a un fin. En ustedes este amor continúa. Crece día a día, más allá de<br />

ustedes, siempre más, siempre más profundo, siempre más pl<strong>en</strong>o.<br />

¿Usted se <strong>en</strong>trega a ese amor Con respecto a esto va una historia.<br />

El curso de <strong>la</strong> vida<br />

Un abejorro se posó <strong>en</strong> una flor de cerezo, tomó su néctar, quedó saciado y se fue<br />

vo<strong>la</strong>ndo.<br />

Pero después le vinieron remordimi<strong>en</strong>tos. Se sintió como algui<strong>en</strong> que se hubiera s<strong>en</strong>tado<br />

<strong>en</strong> una mesa abundantem<strong>en</strong>te preparada sin haberle rega<strong>la</strong>do al anfitrión ni un detalle<br />

que también alegrara su corazón.<br />

“¿Qué podría hacer”, p<strong>en</strong>só, pero no lograba decidirse, y así pasaron semanas y meses.<br />

Finalm<strong>en</strong>te <strong>la</strong> intranquilidad pudo con él. “T<strong>en</strong>go que volver a <strong>la</strong> flor de cerezo y darle<br />

<strong>la</strong>s gracias de todo corazón”, se dijo.<br />

Se echó a vo<strong>la</strong>r, <strong>en</strong>contró el árbol, <strong>la</strong> rama, <strong>la</strong> hoja exacta donde antes se hal<strong>la</strong>ba <strong>la</strong> flor,<br />

pero <strong>la</strong> flor ya no estaba. Sólo <strong>en</strong>contró un fruto maduro de un int<strong>en</strong>so color <strong>en</strong>carnado.<br />

Al verlo, el abejorro se <strong>en</strong>tristeció. “Nunca más podré darle <strong>la</strong>s gracias a <strong>la</strong> flor de<br />

cerezo. La o<strong>por</strong>tunidad está perdida para siempre. ¡Pero esto me servirá de lección!”,<br />

s<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ció.<br />

Mi<strong>en</strong>tras lo estaba p<strong>en</strong>sando, percibió un dulce perfume: <strong>la</strong> coro<strong>la</strong> rosada de otra flor le<br />

sonreía, y con <strong>toda</strong>s sus ganas se <strong>la</strong>nzó a una nueva av<strong>en</strong>tura.<br />

_____________________________________________________________________<br />

14

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!