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Helicobacter pylori - Laboratorio Clínico Hematológico

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Ed u c a c i ó n E n Pr o m o c i ó n y Pr E v E n c i ó n E n Sa l u d<br />

La b o r a t o r i o CLíniCo He m a t o L ó g iC o<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

De la gastritis al cáncer gástrico


Diseño y diagramación<br />

Editora Médica Colombiana S.A., Edimeco S.A. ©<br />

Carrera 43C No.5-33<br />

Teléfono: 4444 900, Fax: 312 8232<br />

e-mail: infoedi@edimeco.com<br />

Medellín, Colombia<br />

Germán Campuzano Maya, MD. Director-Editor<br />

Impresión: Impresos El Día Ltda.<br />

ISBN 958-96644-1-5<br />

ISBN 958-96644-0-7 (obra completa)<br />

Primera edición, 10.000 ejemplares, 1999<br />

Segunda edición, 10.000 ejemplares, 2001<br />

Tercera edición, 10.000 ejemplares, 2002<br />

Cuarta edición, 10.000 ejemplares, 2003<br />

Quinta edición, 15.000 ejemplares, 2004<br />

Sexta edición, 30.000 ejemplares, 2008<br />

El Programa de “Educación en Promoción y Prevención en Salud” del <strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong><br />

<strong>Hematológico</strong>, está dirigido a la comunidad no-médica y busca proporcionar información útil acerca<br />

de la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades en donde la medicina de<br />

laboratorio y el laboratorio clínico juegan un papel importante. Los conceptos aquí expresados están<br />

debidamente soportados en la literatura médica mundial pero en ningún momento buscan sustituir<br />

la experiencia y el juicio clínico de su médico: esta información sólo puede ser utilizada como<br />

conocimiento, que en todos los casos debe compartir con su médico.<br />

Derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio<br />

sin previa autorización escrita.


<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

De la gastritis al cáncer gástrico<br />

Germán Campuzano Maya, MD 1<br />

“El único <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> bueno, es un <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> muerto”<br />

(D.Y. Graham, The Lancet, 1997)<br />

Desde finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX las enfermedades del estómago,<br />

en particular la gastritis, la úlcera péptica duodenal, la úlcera péptica gástrica y el<br />

cáncer gástrico, fueron relacionadas con el estrés, la personalidad, la predisposición<br />

familiar, el hábito de fumar, el alcoholismo y, en particular, con vicios dietéticos, incluidas<br />

las comidas irritantes, muy saladas, ricas en grasas, picantes y muy condimentadas<br />

y, en nuestro medio, con los “quemados” y las “arepas de mote”, entre otros muchos. Bajo<br />

esta premisa, el manejo de estas enfermedades tradicionalmente se orientó a controlar, o<br />

al menos a reducir, los síntomas mediante la disminución o la neutralización del ácido con<br />

dietas, medicamentos y cirugía, entre otros.<br />

En Australia, en 1982, dos investigadores, Robin Warren y Barry Marshall, siguiendo la pista<br />

de bacterias en la cavidad gástrica observadas por varios investigadores a partir de 1874<br />

[1], demostraron, tras cultivarlas, que el estómago podía ser colonizado por una bacteria<br />

que más tarde se denominaría <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> [2]. Además, señalaron que esta bacteria<br />

era responsable de la mayoría de las enfermedades relacionadas con el estómago y que<br />

podía ser erradicada. Con su descubrimiento lograron, entre otros, los siguientes efectos:<br />

Convirtieron una enfermedad crónica, de causa múltiple, de curso insidioso, con alta<br />

morbilidad y mortalidad en una enfermedad infecciosa, fácilmente curable con antibióticos.<br />

Encontraron el tratamiento definitivo para las úlceras pépticas, en particular para la<br />

úlcera péptica duodenal, íntimamente relacionada con la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong>.<br />

Abrieron el camino para desenmascarar la causa del cáncer y los linfomas gástricos.<br />

Descubrieron la causa infecciosa de la gastritis y su tratamiento curativo.<br />

Abrieron paso a un nuevo género de bacterias, el género <strong>Helicobacter</strong>, con más de 30<br />

especies hasta el momento.<br />

1 Médico especialista en Hematología y Patología Clínica. Director, <strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong>.<br />

Carrera 43C # 5-33, e-mail: gcampuzano@hematologico.com. Medellín, Colombia.<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 1


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

2<br />

Abrieron la posibilidad de desarrollar vacunas contra las enfermedades relacionadas<br />

con esta infección, en particular contra la enfermedad ácido-péptica y las enfermedades<br />

malignas del estómago, como la mejor manera de abordar estas enfermedades en un<br />

futuro.<br />

Por todo lo anterior, en el 2005, Marshall y Warren fueron galardonados con la máxima<br />

distinción que pueda recibir un científico, el Premio Nobel de Medicina y Fisiología,<br />

porque rompieron el paradigma de las enfermedades del estómago, característicamente<br />

crónicas, de alta morbilidad (número de enfermos) y mortalidad (número de muertes) y<br />

de alto costo y sufrimiento para quienes las padecen, al demostrar que éstas podían ser<br />

curadas, en el sentido estricto de la palabra, mediante un tratamiento con antibióticos, al<br />

alcance de la mayoría de los pacientes. Dicho de otra manera: porque convirtieron una<br />

enfermedad crónica, muy grave, sin solución definitiva para quienes la padecían, en una<br />

enfermedad relativamente sencilla y fácilmente curable, en la mayoría de los casos.<br />

El material que tiene en sus manos hace parte de la serie Ed u c a c i ó n E n Pro m o c i ó n<br />

y PrE v E n c i ó n E n Sal u d d E l lab o r a t o r i o clínico HEm a t o l ó g i c o, dirigido a la<br />

comunidad no-médica y busca proporcionar información útil acerca de la detección precoz,<br />

el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades en donde la medicina de laboratorio<br />

y el laboratorio clínico juegan un papel importante. Los conceptos aquí expresados están<br />

debidamente soportados en la literatura médica mundial pero en ningún momento buscan<br />

sustituir la experiencia y el juicio clínico de su médico. Esta información sólo puede ser<br />

utilizada como conocimiento, que en todos los casos, debe compartir con su médico. En<br />

resumen, este documento busca que usted se actualice en temas, que como la infección<br />

por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, son de vital importancia para la comunidad y la salud pública, y<br />

que conscientemente participe en el cuidado de su salud y la de los suyos.<br />

¿Qué es <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> es una bacteria en forma de espiral o en S que se encuentra en el moco<br />

que recubre la mucosa del estómago, daña el tejido estomacal y duodenal, causando inflamación<br />

y úlceras pépticas, con una morfología muy particular como se representa en<br />

la figura 1.<br />

¿Qué tan frecuente es la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

Es la infección más frecuente de la especie humana con colonización de más del 50% de<br />

la población mundial [3], con una marcada desventaja entre los países desarrollados, en<br />

donde la prevalencia oscila entre el 30% y el 50%, y los países en vía de desarrollo, en<br />

donde ésta oscila entre el 80% y el 90% [4]. La prevalencia de la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> en Colombia es una de las más altas del mundo: en Medellín, el 61% de los niños<br />

menores de 12 años [5] y entre el 77% [6] y el 92% [7] de los adultos está infectado,<br />

tasas de infección que son muy similares a las informadas en la mayoría de los países<br />

latinoamericanos [6].<br />

¿Qué factores determinan la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

Es claro que las diferencias en los porcentajes de prevalencia se relacionan directamente<br />

con los niveles de saneamiento ambiental, hacinamiento y nivel socio-económico, que son<br />

los principales determinantes del riesgo de contraer la infección. Acorde con lo anterior,<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>


los estudios epidemiológicos han demostrado<br />

que el patrón de infección cambia de<br />

acuerdo con el estado socioeconómico de<br />

las poblaciones, los niveles de saneamiento<br />

ambiental y de hacinamiento, generando<br />

dos patrones característicos de infección:<br />

el primero, corresponde al de los países<br />

subdesarrollados o en vía de desarrollo,<br />

en donde la infección se adquiere en los<br />

primeros años de la vida como se observa<br />

en la figura 2, situación que contrasta<br />

con el segundo, que corresponde al de los<br />

países desarrollados, en donde la tasa de<br />

infección en la niñez es menor que en la<br />

población adulta, como se observa en la<br />

figura 3 [8].<br />

¿Cómo se adquiere la infección?<br />

Educación en promoción y prevención en salud<br />

Figura 1. <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. Cortesia de<br />

L. Marshall.<br />

A pesar de los grandes avances en el conocimiento de la bacteria y de más de 25.000<br />

artículos científicos en la literatura médica mundial relacionados con <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>,<br />

hasta el momento, la comunidad científica no tiene respuesta definitiva a muchos aspectos<br />

aún no develados y uno de ellos es la forma de transmisión de esta bacteria. El hábitat<br />

natural de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> es el estómago de los humanos [9] y desde allí debe pasar<br />

al estómago de los no infectados, por una de las siguientes vías:<br />

A través de la saliva. <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> se ha encontrado en la placa dental de las personas<br />

infectadas. Además, <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> puede llegar a la boca por eructos o regurgitación<br />

de jugo gástrico. En cualquiera de los casos, la bacteria puede pasar de la persona<br />

infectada a la no infectada a través de la saliva, por ejemplo, con el beso. En esta manera<br />

de adquirir la infección está el papel de la madre infectada como la mayor posibilidad de<br />

infección en los primeros años de la vida [10].<br />

A través de la materia fecal. Las personas infectadas excretan bacterias en la materia fecal.<br />

Porcentaje positivo de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

Perú<br />

Chile<br />

0 10<br />

Perú<br />

Brasil<br />

Edad (años)<br />

Suráfrica<br />

Argelia<br />

Arabia saudita<br />

Costa de Marfil<br />

T a ilandia<br />

Nepal<br />

Vietnam<br />

20 30 40 50 60 70<br />

Figura 2. Prevalencia de la infección por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> de acuerdo con la edad<br />

en los países del “grupo uno” o país subdesarrollado<br />

o en vía de desarrollo [8].<br />

Porcentaje positivo de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

Gales<br />

Japón<br />

0<br />

Bélgica<br />

10 20 30 40 50 60 70<br />

Edad (años)<br />

USA<br />

(negros)<br />

USA<br />

(blancos)<br />

Gales<br />

Finlandia<br />

USA<br />

Inglaterra<br />

Francia<br />

Figura 3. Prevalencia de la infección por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> de acuerdo con la edad<br />

en los países del “grupo dos” o país desarrollado<br />

[8].<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 3


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

Si la materia fecal no se dispone adecuadamente, como sucede en muchos casos, puede<br />

contaminar alimentos o agua de consumo humano [11] y de esta manera llegar al estómago<br />

de personas no infectadas. En esta vía de transmisión parece que las moscas caseras<br />

juegan un papel importante [12].<br />

A través de instrumentos médicos contaminados. La bacteria puede llegar al estómago<br />

después de una endoscopia digestiva alta, especialmente si el instrumento no se ha<br />

esterilizado adecuadamente o no se toman las medidas de seguridad que este tipo de<br />

procedimientos requieren. Por este mecanismo también puede adquirirse por sondas<br />

nasogástricas.<br />

4<br />

¿Cómo <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> causa enfermedad?<br />

Para entender cómo <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> causa enfermedad es necesario conocer algunas<br />

nociones mínimas de cómo funciona el estómago. En la figura 4 se esquematiza la mucosa<br />

gástrica normal.<br />

La bacteria para poder colonizar la mucosa gástrica y sobrevivir en el estómago debe modificar<br />

el medio ambiente ácido característico de la cavidad gástrica. <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

logra sobrevivir a la acidez gástrica gracias a la acción de la ureasa, enzima que le permite<br />

metabolizar la urea presente en la cavidad gástrica generando amonio que eleva el pH<br />

alrededor de la bacteria de tal manera que ésta pueda sobrevivir en el ambiente ácido. <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> una vez que llega al estómago, con la ayuda de 4 a 6 flagelos, se moviliza a<br />

través de la capa de moco y alcanza la superficie apical de las células de la mucosa gástrica.<br />

Vale la pena enfatizar que la bacteria no coloniza la mucosa gástrica en sí: ésta permanece<br />

protegida por el amonio en el moco que recubre la mucosa gástrica como se observa en la<br />

figura 5. Una vez que la bacteria se establece en la cavidad gástrica permanece allí hasta<br />

que es erradicada con antibióticos o la mucosa se atrofie después de varias décadas.<br />

Todos los individuos en donde la bacteria logra colonizar el estómago desarrollan un<br />

Figura 4. Corte histológico de la mucosa<br />

gástrica normal. El lumen gástrico se caracteriza<br />

por tener un pH ácido de 1,2 y la<br />

zona adyacente a la mucosa gástrica por<br />

tener un pH básico de 7. La mucosa gástrica<br />

se compone de un epitelio columnar que<br />

secreta moco y bicarbonato para su protección<br />

contra el ácido. El epitelio descansa<br />

sobre una lámina propia en donde se encuentran<br />

los vasos sanguíneos necesarios<br />

para la nutrición de éste.<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

Figura 5. De la gastritis al cáncer gástrico.<br />

Todo este proceso inflamatorio asociado a<br />

la oxidación (radicales libres) y a la muerte<br />

celular (apoptosis), produce una pérdida del<br />

epitelio columnar gástrico y un aumento de<br />

la respuesta leucocitaria, pasando de una<br />

gastritis aguda a una gastritis crónica.


Educación en promoción y prevención en salud<br />

cuadro histológico de inflamación denominada gastritis. A partir de este momento, dependiendo<br />

de la cepa que está infectando, de las características del huésped que está<br />

siendo infectado y de algunas condiciones ambientales o culturales, se pueden presentar<br />

múltiples cambios sobre la mucosa, cambios que pueden ir desde la gastritis crónica hasta<br />

la atrofia gástrica y cambios premalignos que pueden evolucionar a un cáncer o a un<br />

linfoma gástrico [13].<br />

La presencia de las bacterias en la mucosa gástrica genera múltiples reacciones inmunológicas<br />

relacionadas con sustancias constitutivas de ellas o por la toxicidad del amonio y<br />

otras sustancias que allí se generan sobre las células de la mucosa gástrica. Dentro de las<br />

múltiples sustancias están las interleuquinas, algunos factores de necrosis y los interferones,<br />

entre otras muchas, algunas de ellas responsables de las manifestaciones de esta<br />

infección a nivel extradigestivo. Además, las lesiones de la mucosa gástrica pueden llevar a<br />

alterar el funcionamiento normal del estómago con disminución de la absorción de microelementos,<br />

que en el caso de niños infectados se expresa como retardo del crecimiento o<br />

el daño de células necesarias para otras funciones, como las células parietales necesarias<br />

para la absorción de la vitamina B [14].<br />

12<br />

Aparte de lo anterior, el daño de la mucosa gástrica altera el normal funcionamiento del<br />

estómago con alteraciones de las sustancias producidas en las células del estómago, necesarias<br />

para la buena digestión, como la gastrina y el pepsinógeno [14].<br />

¿Cuál es el curso natural de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

Como se ha expresado, <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> usualmente se adquiere, al menos en nuestro<br />

medio, en los primeros años de la vida. La infección aguda rara vez se diagnostica a pesar<br />

de que cursa con una hipoclorhidria transitoria. En la práctica, en todos los pacientes en<br />

donde la bacteria logra colonizar la mucosa gástrica se desarrolla un cuadro histológico de<br />

gastritis crónica que usualmente es asintomático, sobre todo en los primeros años de evolución.<br />

El curso de la infección es variable y depende de factores bacterianos del huésped<br />

y del medio ambiente. Los pacientes con incremento de la secreción ácida posiblemente<br />

desarrollen una úlcera péptica duodenal, en tanto que los pacientes con secreción ácida<br />

baja desarrollen úlceras gástricas y cambios histológicos que en la secuencia de la “cascada<br />

de Correa”, como se analizará más adelante, lleven al desarrollo de un cáncer gástrico.<br />

Dentro de los cambios histológicos de la mucosa gástrica está la proliferación de tejido<br />

linfoide que puede dar origen al desarrollo de un linfoma. En la figura 6 se esquematiza la<br />

evolución natural de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> [15].<br />

Manifestaciones clínicas de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

Desde el punto de vista práctico, las manifestaciones clínicas de la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong>, cuando se presentan, se dividen en dos grandes grupos: las digestivas y las<br />

extradigestivas.<br />

Manifestaciones digestivas<br />

Dispepsia<br />

La dispepsia, que literalmente significa mala digestión, como la fiebre o la anemia, no es<br />

una enfermedad, es un síntoma que erróneamente se le denomina gastritis siendo este<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 5


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

Figura 6. Curso natural de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> [15].<br />

último término un concepto histológico más no clínico, y en donde el médico responsablemente<br />

antes de tratar el síntoma, debe investigar y tratar la causa de éste. La dispepsia se<br />

define como el dolor o molestia abdominal, persistente o recurrente, localizado en la parte<br />

superior del abdomen, representa entre el 2% y el 5% de la consulta médica general [16]<br />

y es tan frecuente que puede representar hasta el 40% de la consulta de gastroenterología<br />

[17]. La asociación de dispepsia con <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> ha sido objeto de una interminable<br />

discusión que apenas empieza a aclararse. La mayoría de los estudios muestran que en los<br />

pacientes con dispepsia hay una mayor prevalencia de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>,<br />

motivo por el cual los consensos y algunas asociaciones científicas como la Asociación<br />

Americana de Gastroenterología, recomienda como la mejor opción para estos pacientes<br />

el esquema conocido como “probar y tratar”. En este esquema el primer paso a seguir<br />

frente a un paciente con dispepsia sin signos de alarma (pérdida de peso de más del 10%,<br />

hemorragia digestiva, masa abdominal) es descartar la presencia de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

mediante una prueba de aliento y en caso de ser positiva iniciar un tratamiento de erradicación<br />

[18] y así lo recomiendan la mayoría de los consensos de manejo de esta infección,<br />

como el Consenso de Maastricht III [19].<br />

6<br />

Úlcera péptica<br />

Bajo el dogma prevalente en la comunidad científica desde 1910, “sin ácido no hay úlcera”<br />

[20], hasta 1983, cuando se descubrió la causa infecciosa de la úlcera péptica [21], el<br />

manejo de ésta se centró en la neutralización del ácido o en la reducción de su secreción.<br />

A partir del momento en que se demostró que la úlcera péptica estaba relacionada con la<br />

presencia de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> cambió radicalmente el manejo de estas enfermedades.<br />

En la práctica se presentan dos posibilidades: la úlcera péptica duodenal y la úlcera péptica<br />

gástrica.<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>


Úlcera péptica duodenal<br />

Educación en promoción y prevención en salud<br />

La úlcera péptica duodenal, después de la dispepsia, es la enfermedad con mayor relación<br />

con la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>: entre el 15% y el 20% de los individuos infectados<br />

por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> desarrollarán una de estas úlceras en cualquier momento de su<br />

evolución [22]. Hasta en el 95% de los pacientes con úlcera péptica duodenal se puede<br />

demostrar la presencia de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> y la erradicación de la bacteria se asocia con<br />

la curación definitiva de la úlcera, además de que previene la recaída [23].<br />

Úlcera péptica gástrica<br />

Hasta el 80% de los pacientes con úlcera péptica gástrica tienen infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> [23] y el tratamiento de la infección responde en forma similar al de la úlcera péptica<br />

duodenal, con curación y recaída de la úlcera en el 4% de los pacientes con erradicación,<br />

contra el 59% sin erradicación [24]. En pacientes que toman antiinflamatorios, en particular<br />

los conocidos como antiinflamatorios no esteroideos o AINES, la úlcera péptica<br />

gástrica es seis veces más frecuente que la úlcera péptica duodenal y la posibilidad de<br />

desarrollar una úlcera péptica gástrica tras la ingestión de estos medicamentos es de 5<br />

a 10 veces superior a la de individuos sin antecedentes de medicamentos tóxicos para la<br />

mucosa gástrica [25]. A pesar de que no toda la comunidad científica reconoce el papel<br />

de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> en la úlcera péptica gástrica asociada a medicamentos, cada día hay<br />

más evidencia a favor de estudiar y erradicar la infección en pacientes que deban tomar<br />

estos medicamentos, incluida la aspirina, en forma crónica [26].<br />

Cáncer gástrico<br />

De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Cancerología, en Colombia, el cáncer<br />

de estómago es el cáncer más frecuente y representa la primera causa de muerte por<br />

enfermedad maligna en nuestro país [27]. En un año mueren aproximadamente 13 de<br />

cada 100.000 hombres, una proporción superior a las muertes producidas por el cáncer<br />

de tráquea y pulmón, y próstata, que le siguen con 7,8 y 5,8 muertes por 100.000, respectivamente<br />

[27]. De igual forma, en un año mueren 9,4 de cada 100.000 mujeres, muy<br />

superiores a las muertes por cáncer de cuello uterino y mama, con 6,4 y 5,7 muertes por<br />

100.000, respectivamente [27].<br />

La relación causal entre la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> y el cáncer gástrico fue reconocida<br />

oficialmente por la Agencia Internacional para la investigación en Cáncer (IARC por<br />

International Agency for Research on Cancer) de la Organización Mundial de la Salud en<br />

1994, al calificar la bacteria como carcinógeno de tipo I o sea definitivamente asociado<br />

[28], el mismo grupo de la hepatitis viral para el cáncer de hígado.<br />

En Japón, uno de los países con tasas de cáncer gástrico tan altas como las que se observan<br />

en Colombia, se demostró, como se muestra en la figura 7, tras el seguimiento por cerca<br />

de 8 años a 1.526 pacientes, que el cáncer gástrico sólo se presenta en individuos previamente<br />

infectados por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> [29].<br />

Desde 1975 el Dr. Pelayo Correa, médico egresado de la Universidad de Antioquia, experto<br />

mundial del cáncer gástrico, antes de que se descubriese que la gastritis era causada<br />

por una bacteria había descrito los pasos histológicos (cambios en la mucosa gástrica) que<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 7


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

anteceden al cáncer gástrico [30], esquema que se muestra en la figura 8 y que se conoce<br />

en la literatura médica mundial como la “Cascada de Correa”, hipótesis que se mantiene<br />

con mayor vigencia en la era poshelicobacter, cuando hoy se conoce que la infección por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> es el iniciador del proceso que después de muchos años puede llevar<br />

al desarrollo del cáncer gástrico [31].<br />

8<br />

Proporción de personas<br />

sin cáncer<br />

1.00<br />

0.98<br />

0.96<br />

0.94<br />

0.92<br />

0.90<br />

0.00<br />

0 2 4 6 8 10 12<br />

Años en seguimiento<br />

Proporción en riesgo<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> negativos 280 272 251 245 213 57<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> positivos 1.246 1.219 1.086 907 782 258<br />

Figura 7. Desarrollo del cáncer gástrico en individuos infectados por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> en<br />

Japón. Como se observa, sólo los individuos con infección previa desarrollan cáncer gástrico<br />

[29].<br />

Linfoma gástrico<br />

Se ha demostrado que <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> está estrechamente relacionado con este tumor<br />

y estudios recientes han mostrado que la erradicación de la infección por esta bacteria<br />

puede mejorar la severidad del tumor y en más del 70% de los casos es suficiente para<br />

“curar” el linfoma [32]. Cuando el diagnóstico se establece tardíamente o cuando, en<br />

algunos casos, ya se han presentado grandes alteraciones cromosómicas, los linfomas<br />

asociados con la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> se salen del control inmunológico y en<br />

consecuencia no responden al tratamiento de la infección, como en los casos inicialmente<br />

citados [32]. Para mayor información puede consultarse en Medicina & <strong>Laboratorio</strong> [33].<br />

Manifestaciones extradigestivas<br />

Las manifestaciones extradigestivas se refieren a las enfermedades con las cuales se ha encontrado<br />

la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> asociada por fuera del estómago. Son muchas<br />

las manifestaciones extradigestivas relacionadas en la literatura médica mundial pero, a<br />

modo de ejemplo, sólo se analizarán las de mayor impacto en la población colombiana.<br />

Anemia<br />

En los últimos años se ha demostrado la asociación de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> con la anemia,<br />

en particular con la anemia por deficiencia de hierro y la anemia perniciosa. La primera,<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> negativos<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> positivos


se produce por competencia de la bacteria<br />

con el hierro de la dieta y en muchos<br />

casos agravada por sangrado digestivo<br />

concomitante [34], en tanto que la segunda,<br />

por mala absorción de la vitamina B 12 ,<br />

por la atrofia de la mucosa gástrica [14].<br />

En muchos casos de anemia que no responde<br />

al tratamiento, o que reaparece sin<br />

causa aparente, el único hallazgo es una<br />

prueba positiva para <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, y<br />

hasta que no se erradique la infección, no<br />

se logra controlar la anemia [35], situación<br />

que se evidencia con relativa frecuencia en<br />

nuestro medio.<br />

Púrpura trombocitopénica idiopática<br />

Una de las manifestaciones más sorprendentes<br />

de la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong>, encontrada accidentalmente, es la<br />

asociación de esta infección con la púrpura<br />

Educación en promoción y prevención en salud<br />

trombocitopénica idiopática (disminución de las plaquetas sin causa aparente) [36]. En<br />

la literatura médica mundial se han informado más de 1.500 pacientes con diagnóstico<br />

de púrpura trombocitopénica idiopática en los cuales la erradicación de la infección por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> fue suficiente en el 53% de los pacientes infectados para curar la enfermedad,<br />

con recuperación definitiva del recuento plaquetario [36, 37]. Consecuentes con<br />

lo anterior, antes de emprender un tratamiento quirúrgico (esplenectomía o extracción<br />

del bazo) está plenamente justificado darle la oportunidad al paciente de estudiarlo para<br />

descartar la presencia de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> [36, 37].<br />

Enfermedad coronaria y enfermedades cardiovasculares<br />

Desde 1994 se encontró que los individuos infectados por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> eran más<br />

propensos a desarrollar enfermedades cardiovasculares, en particular el infarto del miocardio<br />

[38], los accidentes cerebrovasculares [39], la hipertensión arterial [40] y la disminución<br />

del colesterol HDL (el que protege las arterias) que se eleva en un 25% tras<br />

la erradicación [41], entre otras de las manifestaciones a distancia de esta infección. Por<br />

mecanismos relacionados con los cambios inflamatorios de las arterias cerebrales por la<br />

infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> se ha demostrado que la migraña se presenta con mayor<br />

frecuencia en individuos infectados que en no infectados [42] y la erradicación de la infección<br />

puede ser suficiente para “curar” la migraña [43].<br />

Hiperémesis gravídica<br />

Infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

Gastritis superficial crónica<br />

Gastritis superficial crónica<br />

Metaplasia intestinal<br />

Displasia<br />

Cáncer<br />

Figura 8. “Cascada de Correa” en donde<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> es el iniciador del proceso<br />

que en muchos casos lleva finalmente al<br />

desarrollo del cáncer gástrico [31].<br />

En los últimos años se han informado pacientes con hiperémesis gravídica (vómito del<br />

embarazo) en donde el diagnóstico y erradicación de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> ha resuelto el<br />

cuadro clínico [44]. Consecuente con lo anterior, en toda mujer gestante, en la cual persistan<br />

los síntomas de hiperémesis gravídica en el segundo trimestre de embarazo, se debe<br />

considerar dentro de los diagnósticos diferenciales la posibilidad de estar infectada por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> y en consecuencia, estudiarse y tratarse en caso de resultar infectada.<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 9


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

10<br />

Talla baja en niños<br />

La infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, por múltiples mecanismos, está asociada con una<br />

talla baja en niños, como claramente se ha demostrado en niños de Cali, Valle [45] y en<br />

recién nacidos más pequeños de madres infectadas, con relación a los recién nacidos de<br />

madres no infectadas [46].<br />

Enfermedades dermatológicas<br />

La infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> también se ha asociado a algunas enfermedades dermatológicas<br />

como la urticaria [47], la rosácea [48], la púrpura de Henoch-Schönlein [49],<br />

el síndrome de Sjögren [50] y el fenómeno de Raynaud [51], con regresión de la enfermedad<br />

o mejoría tras la erradicación de la bacteria.<br />

¿Cuándo sospechar que se está infectado por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

Es importante recordar que desde el punto de vista clínico, la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> va desde ser completamente asintomática por toda la vida (30% en nuestro medio<br />

[6]), hasta presentar una enfermedad digestiva alta muy ruidosa e incapacitante o enfermedades<br />

extradigestivas, como ya se analizó. Sin que ninguno de los siguientes síntomas<br />

sea específico de la infección, se debe considerar cuando se presenta una o varias de las<br />

siguientes manifestaciones clínicas:<br />

Epigastralgia o dolor en la “boca del estómago”. También puede presentarse como la<br />

sensación de hambre dolorosa, fatiga y ardor en esta zona. El dolor puede presentarse<br />

en cualquier momento con o sin relación con las comidas y así como puede aparecer,<br />

puede no presentarse por períodos de meses a años.<br />

Sensación de llenura fácil, distensión abdominal, especialmente después de las comidas.<br />

Náuseas o vómito, en ocasiones con hematemesis (vómito con sangre) por hemorragia<br />

de la mucosa gástrica o por la presencia de úlceras en el duodeno o en el estómago.<br />

Intolerancia alimenticia, sobre todo a comidas “irritantes”, “picantes” o grasas. Además,<br />

intolerancia a bebidas alcohólicas, café y algunos medicamentos gastroerosivos<br />

como la aspirina y los antiinflamatorios.<br />

Agriera, eructos y halitosis (mal aliento).<br />

Sangrado del estómago, que puede variar desde sangrado aparente con melenas (materia<br />

fecal negra) hasta sangrado oculto, que sólo se demuestra con pruebas de laboratorio<br />

como la sangre oculta en materia fecal.<br />

Manifestaciones extradigestivas compatibles con infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> con<br />

alguna de las enfermedades relacionadas en la tabla 1.<br />

¿Cómo hacer el diagnóstico de infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

A partir del descubrimiento de bacterias en el estómago se ha desarrollado un verdadero<br />

arsenal de métodos para el diagnóstico de la infección. Desde el punto de vista práctico,<br />

los métodos de diagnóstico para <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> se dividen en dos grandes grupos: los<br />

invasivos y los no-invasivos.<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>


Métodos invasivos<br />

Educación en promoción y prevención en salud<br />

Tabla 1. Algunas enfermedades extradigestivas en donde se ha establecido o sospechado<br />

relación con la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

Cardiología Endocrinología<br />

Enfermedad isquémica coronaria [38] Diabetes mellitus [67]<br />

Hiperhomocisteinemia [52] Tiroiditis autoinmune [68]<br />

Hipertensión arterial [40] Infertilidad [69]<br />

Dermatología Ginecoobstetricia<br />

Rosácea [53] Hiperémesis gravídica [44]<br />

Esclerosis sistémica [54] Neumología<br />

Urticaria crónica [47] Bronquiectasias [74]<br />

Púrpura de Henoch-Schönlein [49] Apnea del sueño [75]<br />

Soriasis [55] Neurología<br />

Dermatitis atópica [56] Migraña [42]<br />

Síndrome de Sjögren [57] Enfermedad de Parkinson [76]<br />

Síndrome de Sweet [58] Síndrome de Guillain-Barré [77]<br />

Fenómeno de Raynaud [59] Enfermedad cerebrovascular [78]<br />

Escleroderma [60] Odontología<br />

Liquen plano [61] Halitosis [79]<br />

Angioedema [62] Caries dental [80]<br />

Prurigo nodularis [61] Enfermedad periodontal [81]<br />

Alopecia areata [63] Oftalmología<br />

Pruritus cutaneus [64] Glaucoma [82]<br />

Prurigo crónico [65] Coriorretinopatía central serosa [83]<br />

Postulosis palmoplantar [66] Otorrinolaringología<br />

Hematología Rinosinositis [84]<br />

Anemia perniciosa[70] Pediatría<br />

Anemia ferropénica [71] Retardo en el crecimiento de los niños [85]<br />

Púrpura trombocitopénica idiopática [72] Síndrome de muerte súbita del infante [86]<br />

Gammapatía monoclonal [73] Retardo en el crecimiento intrauterino [46]<br />

También llamados métodos directos, requieren endoscopia, se basan en la demostración<br />

directa de la bacteria en el estómago. Dentro de los métodos invasivos están la prueba rápida<br />

de ureasa, las coloraciones de extendidos de material de mucosa gástrica o en cortes<br />

de tejido obtenidos por biopsia y los cultivos, entre otros.<br />

Métodos no-invasivos<br />

También llamados métodos indirectos, no requieren endoscopia, se basan en la detección<br />

de una característica de la bacteria, como puede ser la producción de ureasa con la prueba<br />

de aliento con urea marcada con carbono 13 ( 13C-urea) o midiendo la respuesta del<br />

sistema de defensas a través de los anticuerpos (serología) contra la bacteria o buscando<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 11


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

antígenos de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> en materia fecal [87]. De las pruebas no-invasivas disponibles,<br />

para el diagnóstico y seguimiento, la prueba de aliento con 13 C-urea es la que mejor<br />

identifica a quienes tienen la infección y descarta a aquellos que no la tienen [87].<br />

12<br />

13Co 2 sangre<br />

13Co 2 aliento<br />

13Co 2<br />

NH<br />

l<br />

13Co 2=O<br />

l<br />

NH 2<br />

ureasa<br />

Figura 9. Esquema de las reacciones bioquímicas<br />

en la prueba de aliento con carbono<br />

13 para <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>.<br />

Prueba de aliento con 13 C-urea<br />

Al paciente se le toma una muestra de aliento en un tubo de ensayo antes de iniciar la<br />

prueba. A continuación, ingiere una pequeña cantidad de urea marcada con carbono 13<br />

disuelta en agua. En caso de existir la bacteria, la urea administrada será descompuesta por<br />

la ureasa, producida por la bacteria en el estómago, que produce amonio, que la protege<br />

del medio ácido de la cavidad gástrica, y anhídrido carbónico, marcado con el carbono<br />

13, que llega a la sangre, luego al pulmón y de allí es expulsado con la respiración; lo<br />

cual permite ser captado en el aliento en una segunda muestra tomada al paciente, media<br />

hora después de haber ingerido la urea marcada con el carbono 13 [88]. En la figura 9 se<br />

esquematiza la prueba de aliento con 13 C-urea [87].<br />

¿Qué características tiene la prueba de aliento con 13 C-urea?<br />

La prueba de aliento con 13 C-urea para tiene las siguientes características:<br />

Cómoda: porque es una técnica no invasiva que evita la endoscopia, cuando ésta no<br />

es necesaria o no está indicada, y la sangría, procedimientos molestos para el paciente.<br />

En la figura 10 se presenta la toma de la muestra para la prueba de aliento con 13C-urea [87].<br />

Segura: porque utiliza carbono 13 que es una sustancia estable y no radiactiva sin<br />

contraindicación conocida.<br />

Confiable: porque es el método de diagnóstico más fiable que se ha desarrollado hasta<br />

el momento, con una sensibilidad y especificidad del 100% [89].<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

13Co 2+NH3<br />

Figura 10. Toma de muestra para la prueba<br />

de aliento con urea marcada con carbono<br />

13.


Educación en promoción y prevención en salud<br />

Eficaz: porque detecta la infección en cualquier parte de la mucosa gástrica.<br />

De todas las pruebas disponibles para el diagnóstico de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>,<br />

la prueba de aliento con 13 C-urea es la prueba que mejor clasifica los pacientes en infectados<br />

y en no infectados, es decir es la prueba más fiable y válida disponible [87].<br />

¿Porqué utilizar la prueba de aliento con carbono 13 y no con<br />

carbono 14?<br />

Finalmente, vale la pena llamar la atención sobre el hecho de que la prueba de aliento con<br />

carbono 14, otra prueba que se oferta en el medio, aparte de que contamina el medio<br />

ambiente con radiactividad, está contraindicada en niños, mujeres gestantes y ancianos,<br />

situación que no ocurre cuando se utiliza carbono 13 como marcador de la urea. La prueba<br />

de aliento con urea marcada con carbono 14 está proscrita (vetada) en muchos países,<br />

como los de la Comunidad Europea y en Japón, por usar un isótopo radiactivo altamente<br />

contaminante del medio ambiente [90, 91]. Además, para su manejo el laboratorio clínico<br />

requiere de licencia especial [92].<br />

¿En quiénes se recomienda la prueba de aliento con 13C-urea? La prueba de aliento con 13C-urea, gracias a ser la prueba de mayor sensibilidad y especificidad<br />

(cercanas al 100%) para la detección de la bacteria, está indicada en todos los casos<br />

en donde es necesario conocer el estatus de un individuo frente a la infección por <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> y no está indicada la endoscopia digestiva alta. A continuación se ampliarán,<br />

con mayor detalle, las indicaciones para hacer la prueba.<br />

Tamización<br />

La prueba de aliento es útil en la búsqueda de la infección oculta en personas aparentemente<br />

sanas. Su intención es la detección y erradicación temprana de <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

como estrategia de prevención de enfermedades incapacitantes y potencialmente mortales<br />

como la enfermedad ácido-péptica y las enfermedades malignas del estómago. Se<br />

considera que debe ser objeto de tamización y erradicación, esto es, tratamiento curativo,<br />

para <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> en la población asintomática en los siguientes casos:<br />

Personas con padres o hermanos con antecedentes de cáncer de estómago.<br />

Personas de origen oriental o con grupo sanguíneo A, en quienes se ha demostrado que<br />

tienen un mayor riesgo para el cáncer de estómago.<br />

Personas que reciben por mucho tiempo tratamiento para reducir o neutralizar el ácido<br />

clorhídrico en el estómago.<br />

Personas inmunocomprometidas.<br />

Personas con riesgos conocidos de enfermedad coronaria.<br />

Personas que toman o van a tomar medicamentos que irritan la mucosa gástrica, especialmente<br />

los antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina o el ibuprofeno, entre<br />

otros.<br />

Ante la posibilidad de transmisión intrafamiliar, especialmente cuando hay antecedentes<br />

familiares de cáncer gástrico o de úlcera péptica, se recomienda estudiar, en todos<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 13


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

14<br />

los casos positivos para <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, al compañero(a) y al entorno familiar, y<br />

tratar los casos positivos.<br />

Personas sanas que quieran ser estudiadas como una forma de prevenir la enfermedad<br />

ácido-péptica y las enfermedades malignas del estómago, entre otras de las muchas<br />

complicaciones relacionadas con esta infección.<br />

Diagnóstico<br />

Los más importantes organismos de salud coinciden en que el diagnóstico de <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> a partir de pruebas no invasivas es la mejor opción para el paciente sospechoso de<br />

estar infectado. De acuerdo con lo anterior, se recomienda:<br />

Prueba de aliento en menores de 45 años sin síntomas de alarma, como son pérdida de<br />

peso mayor al 10%, sangrado digestivo y masa abdominal.<br />

En mayores de 45 años y en aquellos pacientes menores de 45 años con síntomas de<br />

alarma, se debe considerar la endoscopia digestiva alta y la evaluación por el especialista.<br />

Además, la prueba de aliento estaría indicada en pacientes ansiosos que rechazan los métodos<br />

invasivos o que residen en sitios en donde no se dispone de los métodos invasivos<br />

y es necesario descartar la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>.<br />

Tratamiento<br />

Antes de descubrirse que la mayoría de las enfermedades relacionadas con la gastritis,<br />

en particular la dispepsia [93], la úlcera péptica duodenal [23], la úlcera péptica gástrica<br />

[23], el cáncer gástrico [94] y los linfomas gástricos [95] eran de origen infeccioso, el<br />

tratamiento se orientó al control del ácido y al manejo de las manifestaciones clínicas en<br />

cada caso particular. Bajo el concepto de que estas enfermedades son de origen infeccioso,<br />

el tratamiento debe partir de la erradicación de la bacteria de la mucosa gástrica para lo<br />

cual se han propuesto múltiples esquemas de tratamiento que deberán ser ajustados a las<br />

características regionales y particulares de cada individuo [19].<br />

Seguimiento<br />

La prueba de aliento es el método ideal para el control postratamiento de la infección por<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. Para su utilización, se recomienda el siguiente esquema:<br />

Un mes después de terminado el tratamiento de erradicación. En el caso de haber<br />

logrado la erradicación, el resultado de la prueba debe ser negativo. En el caso de<br />

que haya resistencia al tratamiento, o éste haya sido inadecuado, la prueba continúa<br />

positiva.<br />

Si la prueba al primer mes después del tratamiento es negativa es posible que aún<br />

persistan algunas bacterias que la recolonizan, por lo cual es recomendable hacer una<br />

segunda prueba postratamiento 6 meses más tarde. La interpretación es similar al caso<br />

anterior.<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>


DOB ( 0/ 00)<br />

200<br />

100<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

2.5<br />

2<br />

0<br />

A<br />

C<br />

B<br />

Educación en promoción y prevención en salud<br />

A 3<br />

Positivo<br />

Negativo<br />

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Meses<br />

Figura 11. Seguimiento postratamiento de erradicación de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong><br />

mediante la prueba de aliento con 13 C-urea. De acuerdo con la prueba son varias las opciones,<br />

en el siguiente orden: (A) que al mes y medio (6 semanas) de haber terminado el tratamiento<br />

la prueba esté negativa, (A1) que a los tres y seis meses continúe negativa, en cuyo<br />

caso se considera curación definitiva de la infección; (A2) que a los tres meses esté negativa<br />

y a los seis meses esté positiva, en cuyo caso se considera recaída tardía; (A3) que a los<br />

seis meses esté positiva, en cuyo caso se considera recaída temprana; (B) que el tratamiento<br />

redujo significativamente la cantidad de bacterias pero no fue suficiente para negativizar la<br />

prueba, en cuyo caso está indicado un nuevo tratamiento; (C) que el tratamiento no redujo<br />

significativamente la cantidad de bacterias suficientemente para negativizar la prueba, en<br />

cuyo caso está indicado un nuevo tratamiento [87].<br />

En la figura 11 se muestran las posibilidades de la prueba de aliento con 13 C-urea después<br />

de un tratamiento de erradicación [87].<br />

¿Qué se espera cuando se erradica la infección?<br />

Depende del daño que la bacteria haya causado sobre la mucosa gástrica. Es importante<br />

aclarar que la erradicación de la infección no necesariamente alivia desde el primer<br />

momento los síntomas que pudiesen estar asociados con la infección, debido a que en<br />

muchos pacientes se presentan por el daño de la mucosa gástrica y la regeneración de ésta<br />

puede tardar hasta un año [96].<br />

Desde el punto de vista práctico, se presentan dos grandes posibilidades:<br />

Sin cambios premalignos<br />

No hay duda de que todo paciente infectado por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> desarrolla gastritis<br />

crónica y tras la erradicación de la infección todos los pacientes normalizan la mucosa<br />

gástrica en un período de tiempo variable, de hasta un año, como ya se ha expresado.<br />

Con cambios premalignos<br />

Cuando la mucosa gástrica presenta cambios premalignos (gastritis atrófica, metaplasia<br />

intestinal, displasia) en algunos pacientes puede haber regresión de estas lesiones con<br />

A 2<br />

A 1<br />

De la gastritis al cáncer gástrico 15


<strong>Laboratorio</strong> <strong>Clínico</strong> <strong>Hematológico</strong><br />

normalización de la mucosa gástrica, pero algunos pacientes continúan la evolución, aun<br />

hasta desarrollar un cáncer gástrico. Por esta situación algunos autores consideran que<br />

entre más temprano se erradique la infección, más costo-eficiente será el tratamiento.<br />

16<br />

¿Cuál es el futuro de la infección por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>?<br />

Se ha avanzado mucho pero a pesar de haber más de 25.000 artículos en la literatura<br />

médica mundial relacionados con <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, debemos aceptar que hoy hay más<br />

dudas que respuestas. Se espera que en un futuro cercano se disponga de vacunas para la<br />

aplicación masiva [97] y que se inicien programas de erradicación [98, 99] y mejoramiento<br />

de las condiciones sanitarias que permitan impactar positivamente las enfermedades asociadas<br />

con <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>, en particular las enfermedades malignas del estómago y la<br />

enfermedad ácido-péptica, entre otras muchas.<br />

Con razón el Dr. David Graham, uno de los mayores investigadores sobre <strong>Helicobacter</strong><br />

<strong>pylori</strong> y padre de la prueba de aliento con 13C-urea [100], propuso el siguiente aforismo:<br />

“el único <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> bueno, es un <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> muerto” [101].<br />

Epílogo<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> es la infección más frecuente de la especie humana y en los últimos<br />

años se ha relacionado íntimamente con enfermedades del estómago como la gastritis<br />

crónica, la úlcera gástrica, la úlcera duodenal, el cáncer de estómago y los linfomas gástricos,<br />

y con enfermedades por fuera del tracto digestivo como la anemia por deficiencia de<br />

hierro, la anemia perniciosa, la púrpura trombocitopénica idiopática, la hiperémesis gravídica<br />

y la enfermedad coronaria, entre otras. Hasta el momento no es posible identificar<br />

quiénes de las personas infectadas por <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong> desarrollarán una o varias de<br />

estas complicaciones. El mundo científico se debate entre tratar o no tratar la infección;<br />

hay consenso en erradicar la bacteria en los casos sintomáticos pero no en los portadores<br />

de la bacteria sin síntomas. La solución a este problema, como en muchos otros en medicina,<br />

está en la mejoría de las condiciones socioeconómicas y en la vacunación universal,<br />

pero ésto, aunque está en curso, tardará muchos años.<br />

El poder destructor de la bacteria y el potencial cancerígeno está plenamente demostrado.<br />

Respetando a aquellos aferrados al viejo paradigma, de no tratar a estas personas simplemente<br />

porque no tienen manifestaciones clínicas, sería muy similar a suspender los<br />

programas contra el hábito de fumar porque no todos los fumadores desarrollan cáncer<br />

de pulmón, o contra el colesterol elevado porque no todos los que tienen el colesterol<br />

elevado mueren por un infarto cardíaco, o contra la sífilis porque no todos los infectados<br />

presentan, a largo plazo, complicaciones serias para la salud.<br />

Por una mejor calidad de vida, vale la pena hacer las cosas con responsabilidad. El desarrollo<br />

tecnológico y el mejor conocimiento de la enfermedad brindan oportunidades antes<br />

insospechadas. Recuerde, mañana puede ser tarde.<br />

<strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>


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edición, 5.000 ejemplares<br />

1993 Cáncer de próstata. Su diagnóstico precoz. Primera edición, 5.000 ejemplares<br />

1994 Cáncer de cuello uterino. Una enfermedad por la cual ninguna mujer debería<br />

morir. Primera edición, 10.000 ejemplares<br />

1996 Hepatitis B. Una enfermedad potencialmente mortal: prevenirla, responsabilidad<br />

de todos. Primera edición, 10.000 ejemplares<br />

1998 Anemia. Antes que tratarla, establecer la causa que la está produciendo. Segunda<br />

edición, 15.000 ejemplares<br />

1998 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Segunda edición,<br />

15.000 ejemplares<br />

1999 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. La bacteria responsable de las enfermedades gástricas y<br />

duodenales. Primera edición, 10.000 ejemplares<br />

2001 Anemia. Antes que tratarla, establecer la causa que la está produciendo. Tercera<br />

edición, 10.000 ejemplares<br />

2001 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Tercera edición,<br />

10.000 ejemplares<br />

2001 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. La bacteria responsable de las enfermedades gástricas y<br />

duodenales. Segunda edición, 10.000 ejemplares<br />

2002 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. El único <strong>Helicobacter</strong> bueno, es un <strong>Helicobacter</strong> muerto.Tercera<br />

edición, 10.000 ejemplares<br />

2003 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. El único <strong>Helicobacter</strong> bueno, es un <strong>Helicobacter</strong> muerto.<br />

Cuarta edición, 10.000 ejemplares<br />

2004 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo le da a los demás. Cuarta edición,<br />

20.000 ejemplares<br />

2004 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. El único <strong>Helicobacter</strong> bueno, es un <strong>Helicobacter</strong> muerto.<br />

Quinta edición, 15.000 ejemplares<br />

2007 Anemia. Más que una enfermedad, es un signo que debe investigarse. Cuarta<br />

edición, 15.000 ejemplares<br />

2007 Cáncer de próstata. Uno piensa que sólo les sucede a los demás. Quinta<br />

edición, 20.000 ejemplares<br />

2008 <strong>Helicobacter</strong> <strong>pylori</strong>. De la gastritis al cáncer gástrico. Sexta edición, 30.000<br />

ejemplares


ISO 9001<br />

Código SC 511-1<br />

ISO 14001<br />

Código SA 101-1<br />

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