INNOVACIÓN TURÍSTICA

i
Analizar las tendencias sin perder
el norte en un negocio de base
tecnológica para el sector turístico
Cada principios de año, quien
más quien menos le echa un
vistazo a las tendencias que
se marcan para su sector. Es algo así
como intentar hacer una quiniela
comprobando cuántas veces hemos
apostado bien por nuestro equipo favorito.
Los hay que se sentirán satisfactoriamente
encaminados hacia el
objetivo que han dispuesto, mientras
que otros se considerarán fuera de
juego o algo lentos para incorporar las
previsiones a su modelo de negocio.
El análisis de las sendas por las que
los diferentes expertos recomiendan
transitar se complica exponencialmente
en el ámbito de las nuevas
tecnologías que, además, son
utilizadas por la industria turística.
A la evolución de las herramientas
que hacen posible la gestión, comercialización,
posicionamiento y
crecimiento del sector, cabe añadir
factores como a dónde prevén viajar
y alojarse los turistas, que tipo de
oferta buscan, cuáles son sus hábitos,
preferencias, intención de gasto...
y siempre con la vista puesta en
la situación política, social y/o económica
tanto de los emisores como
de los destinos competidores.
Sin dejar de estar atentos a cómo ganan
terreno los metabuscadores, el
e.commerce, el marketing relacional,
la interconexión de los dispositivos
móviles, las RRSS y la forma
de mejorar la reputación (on-line,
ya que estamos), continuamente tocan
a la puerta las posibilidades big
data – open data; Internet of things,
la realidad virtual/inmersiva, y un
largo etcétera que inevitablemente
“
El reto de los
proveedores tic-turismo
es no desvirtuar su
modelo de negocio y
mantener muy claros
sus objetivos para no
precipitarse y llegar mal
a la meta fijada
nos lleva a la inteligencia artificial y
la computación cognitiva. Por cierto,
los nuevos pilares tecnológicos
sobre los que se asentarán tanto los
hábitos de los viajeros como las empresas
del sector.
Es evidente que las organizaciones
deben prestar atención a todo ello,
y que en la medida que lo tengan
presente, lo incorporen o trabajen
por su desarrollo, estarán más cerca
de los retos de viabilidad a medio
y largo plazo. No hacerlo sería un
error. Pero también dejarse apabullar
hasta el extremo de desviarse de
la esencia de su modelo de negocio.
Así que con toda la capacidad de
adaptación y la adecuada lectura e
interpretación de los mensajes que
indican por dónde van a ir las cosas,
cabe tomar la distancia suficiente
para no desvirtuar el objetivo. En
el caso de los proveedores de tecnología
para el turismo, la mejor
recomendación sería apostar por la
transmisión del conocimiento acumulado
hasta ahora, esa facultad de
trasladar lo que se aprende, comprende
y razona.
Lo que se defiende es un modo de
desarrollar la acciones y actividades
de la empresa proveedora destinado
a convertir ese conocimiento en soluciones
tecnológicas, algo que requiere
hoy más anticipación, aunque
siempre sobre una base consolidada
antes que imaginada o prevista en el
largo plazo. Cierto es que sólo una
visión 360º puede dar la perspectiva
necesaria para actuar en el escenario
turístico-tecnológico y ante los requisitos
del mercado, pero también
que el final, la meta, no es otra que
responder adecuadamente a las necesidades
de los clientes.
Probablemente sean estos los que
más se inquieten por adaptar sus estructuras,
modelos y funcionamiento
a esas tendencias que se avecinan
o ya se están incorporando como
una realidad. Y aquí entra en escena
la confianza en sus proveedores de
tecnología, la de quienes se dedican
a hacer posible su objetivo empresarial,
con las mejores herramientas
que las divisiones de desarrollo e innovación
puedan desplegar.
En este 2016 la mayoría de organizaciones
dedicadas a este sector, el
de las soluciones tecnológicas, tiene
la necesidad de seguir fidelizando a
los clientes consolidados o generar
esa confianza en los nuevos. En
cualquier caso, la estrategia pasa
por trasladar el conocimiento para
ayudarles a mejorar, el servicio para
resolver sus demandas con prontitud
y, como no, una atención eficaz,