Orquídeas

4 de octubre de 2015 El Jarocho Cuántico
Orquídeas
al rescate
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w Lorena Sánchez Morales*
Desde que estudiaba la carrera de Biología, una de las
preocupaciones que ahondaban entre muchos estudiantes
y maestros en aquel momento y que persiste
en la actualidad, es el cuestionamiento de cómo proteger
a la naturaleza de la voraz depredación humana.
Actualmente, una de las alternativas propuestas es la
disciplina de la conservación, la cual ha tomado auge
en las últimas décadas debido a la preocupación por
encontrar soluciones a esta marcada destrucción de
los ecosistemas. Dentro de las premisas principales se
proponen diferentes formas de aproximación conservacionista
y que han marcado la pauta en la historia: una
es la conservación mediante el aprovechamiento y la
utilización sustentable de los recursos y en el otro extremo,
está el conservar con el único fin de perpetuar de
manera intacta la vida natural en la tierra.
Uno de los grupos de plantas que han generado mayor
interés para su conservación, son las orquídeas.
Estas han sido amenazadas por la destrucción de los
sitios en donde habitan, ya que más del 60% viven en
el Bosque Mesófilo de Montaña, ecosistema que ha
sido reducido considerablemente en nuestro país. Estos
peculiares organismos vegetales además, han sido
saqueadas del campo con el fin de ser comercializadas
en mercados ilegales. Las cifras son alarmantes, y se
ha llegado a calcular una venta ilegal de 12 millones de
ejemplares en México, disminuyendo así el número de
estas preciadas flores en la naturaleza.
De esta manera, muchos conservacionistas que
aprecian la belleza de estas plantas, se han dado a la
tarea de generar estrategias para evitar su desaparición
sobre la faz de la tierra. Ejemplo de algunos esfuerzos
de conservación con el fin de “perpetuar a las especies”
son las colecciones de bancos de germoplasma, que
son lugares en donde se resguardan a plantas. Ejemplo
de ello, son los jardines botánicos, bancos de semillas,
entre otros. Estas estrategias han dado como resultado
alrededor de 6.1 millones de muestras almacenadas en
el mundo, en donde se encuentran a las orquídeas.
Otra estrategia de conservación con fines de aprovechamiento,
son las llamadas UMAs (Unidades de Manejo
para la Conservación de la vida silvestre). Este, es
un esquema legal mexicano que permite la utilización
de plantas, animales u hongos para obtener algún beneficio
(económico, alimenticio, para vestir o algún otro)
mediante su venta legal, el cobro de talleres para la educación
ambiental, senderismo y ecoturismo entre otras
actividades. La condición para establecer una UMA es
no saquear del campo a los ejemplares, sino reproducirlos
mediante técnicas controladas por el hombre, obteniendo
así descendencia que pueda ser aprovechada.
Sin duda, cualquier estrategia de conservación merece
ser considerada para lograr preservar a estos organismos,
que con tan solo poblar la superficie terrestre
nos regocijan por su exuberancia y fulgor. Conservar
por conservar o conservar por aprovechar, son alternativas
que pueden contribuir a la perpetuidad de la vida
en la tierra. Aunque la mayor y más grande estrategia es
sin lugar a dudas, desencadenar procesos de reflexión
individual, que puedan arrojar destellos de luz sobre la
parte más profunda y esencial del ser humano, en donde
las personas se reconozcan como parte de la naturaleza
y reconozcan la belleza que existe en cada ser
que habita en el planeta. De esta manera, la percepción
sobre la forma de relacionarnos con otras formas de
vida dejaría de verse amenazada como lo ha sido en
estos últimos años i
*Estudiante de la Maestría en Ecología Tropical del Centro
de Investigaciones Tropicales. Tesista del Orquidario de la
Universidad Veracruzana.
Literatura:
Flores P., A. y P. Brewster. 2002. Introducción al cultivo de
orquídeas. Memoria de curso. Instituto de Ecología, A.C.
Asociación Mexicana de Orquideología, Xalapa, Veracruz.
México ocupa uno de los primeros cinco
lugares en el mundo por su grado de riqueza
de especies y en particular por su número
de endemismos. Se puede decir que
en nuestro país encontramos al menos el
10% de la diversidad terrestre del planeta.
De manera particular, la ubicación geográfica
del estado de Veracruz, así como la
variedad de características físicas, climáticas,
orográficas y geológicas que presenta,
han producido una de las riquezas
biológicas más importantes de México. En su territorio se unen dos regiones biogeográficas, las
que forman una gran variedad de climas y microclimas que caracterizan sin duda alguna una
gran variedad de ecosistemas terrestres y acuáticos.
Por otra parte, Veracruz ocupa el tercer lugar en biodiversidad del país, su flora está calculada
entre las 7,700 y 9,136 especies. Se encuentra entre los nueve estados con mayor número de
endemismos. Es también el único estado mexicano donde se observa por completo la transición
entre zonas tropicales y templadas, y es sitio prioritario para la conservación global de la biodiversidad.
En el caso específico de orquídeas, en el Estado de Veracruz el registro da cuenta de alrededor
de 433 especies. Aproximadamente 30 de estas especies de orquídeas silvestres tienen un
gran potencial ornamental. Sin embargo, muchas de ellas se encuentran en alguna categoría de
riesgo según la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Además, a pesar de ser
un centro de diversificación de orquídeas, en el estado se han implementado pocas estrategias
para su preservación.
¿Por qué las orquídeas y no otras plantas
son la clave para el cambio climático?
El grupo de orquídeas silvestres presenta diversos tipos de crecimiento que pueden ser epífitas,
terrestres o rupícolas. En su mayoría las especies que crecen en México y en el estado de Veracruz
son epífitas, representando un 69% del total de las especies de la familia Orchidaceae. Este
tipo de crecimiento es aquel en donde las orquídeas viven sobre los árboles. La característica es
que no los parasitan y su importancia es justamente porque, al vivir encima de los árboles, resultan
ser el último eslabón entre la biota terrestre y la atmósfera; por tanto, son los primeros organismos
vivos en padecer las inclemencias del cambio climático: alteraciones en la precipitación, humedad
relativa, y temperatura del ambiente.
En adición, las orquídeas silvestres constituyen
un componente importante de la flora de
bosques tropicales húmedos y a la biomasa
epífita de dichos ambientes. En la actualidad
es posible mostrar una predicción de lo adecuado
que un área puede ser para el desarrollo
de una determinada especie con relación
a las condiciones ambientales como son el
clima, suelo y la topografía, a través de lo que
hoy llamamos modelos de distribución de especies.
Estos modelos se han convertido en
una herramienta potente y cada vez están más
presentes en la investigación científica, siendo
una de sus principales aplicaciones los trabajos
relacionados con los patrones de biodiversidad
y la biología de la conservación i
*Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias,
campus Tuxpan, Universidad Veracruzana.
Orquídeas
y cambio climático
w José Luis Alanís Méndez*
Literatura recomendada
Conabio. 2011. La biodiversidad en Veracruz:
Estudio de Estado. Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México.
Llorente-Bousquets, J., y Ocegueda. S. 2008.
Estado del conocimiento de la biota, en Capital
natural de México, vol. I: Conocimiento actual de
la biodiversidad. Conabio, México. 283-322.
Phillips, S.J., & M. Dudík. 2008. Modeling of
species distributions with Maxent: new extensions
and a comprehensive evaluation. Ecography.
31, 161-175.