Revista-cuento

Entre sueños y susurros
COBAEM 31
Gomez Márquez Monserrat Nayeli
Grupo: 302
Es un lugar muy oscuro y frio, a lo lejos se vislumbra una pequeña llama creo que era la
única que existe entre tanta obscuridad y por si fuera poco es muy peculiar, su color de
tono azul y no era una llama común pues era en cierto modo molesta, ya que pareciera tal
como si tuviera un alma propia. No tenía ojos, ni boca, manos, en resumen no tenía
cuerpo alguno y es como si lo tuviese. Y pensar que hace sólo algunas horas estaba
tranquilo en la comodidad de mi sala observando los infomerciales junto a mi hijo
pequeño, al instante nos llegó un olor único ¡claro! Era la cena, mi dulce esposa cocinaba,
todo en mi vida se podría decir que era apropiada para las condiciones de estabilidad que
llevábamos.
2
Mi pequeño hijo se divertía con un programa de televisión en donde dos pequeños
hermanos se dirigían a explorar el mundo que les rodeaba, el personaje principal se
llamaba Bipo, o por lo menos eso era lo que alcanzaba a escuchar, mis parpados estaban
cansados había sido un largo día de trabajo, entre sueños y susurros escuchaba que Bipo
subía por la corteza de un árbol y gritaba ¨Ezequiel, Ezequiel, ¿estás ahí?¨ aquel Ezequiel
me supongo era el hermano de Bipo, el hermano menor buscaba al mayor, solo pude
recordar eso, mi sueño era profundo y a lo lejos escuchaba un susurro ¨por la colina, allí
está la respuesta¨ de pronto desperté y abrí los ojos, mis pupilas estaban dilatadas, mire a
mi alrededor y no podía ver absolutamente nada -¿Se había ido la luz?- Pensé. Y capte por
un minúsculo de segundo me había dado cuenta, ahora no estaba en mi regazo mi hijo, ya
no podía llenar mis fosas nasales del exquisito aroma que embargaba la cocina, me
levante al instante de mi sillón , y busque rápidamente en toda mi casa, las habitaciones
de huéspedes que teníamos era ahí donde mi pequeño solía jugar cuando se aburría pero
era casi imposible ya que estaba hace solo unos segundos a mi lado, la perspectiva no era
nada buena, no encontraba a mi hijo, fui a la cocina y no encontré a mi mujer y por si
fuera poco pareciera que la luz se había ido, pensaba en avisar a la policía, pero no, no
podía llegar con las autoridades con una historia así de absurda en la cual mi hijo pequeño
y mi esposa desaparecían en un abrir y cerrar de ojos porque de hecho eso ocurrió.
Los minutos pasaban y yo sin poder hacer nada esta situación simplemente me
desesperaba. No podía más, salí de mi casa, mi propiedad se encontraba a las afueras de
la ciudad, decidí salirme por el lugar más boscoso que encontré. Los arboles eran altos, sus