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Proyecto 4° grado<br />
Colegio Integral Caballito <strong>2015</strong>
En este libro encontrarás…<br />
Algo más que un símbolo.<br />
Leyenda del algarrobo.<br />
Leyenda del salmón y el Martín pescador.<br />
Leyenda del cóndor.<br />
Pueblos originarios de América.<br />
Leyenda de los Moais y la niña que hacía llover.<br />
Mayas.<br />
Incas.<br />
Leyenda el árbol de la sal.<br />
Leyenda del otoño y el loro.<br />
Leyenda del Isondú.<br />
Leyenda de la piedra movediza de Tandil.<br />
El pombero.<br />
El domuyo.<br />
Diaguitas, Mapuches y Tobas.<br />
Pinceladas de Sangre India.<br />
Escribimos nuestras propias leyendas.<br />
Curiosidades.
Fundamentación<br />
A lo largo del año, fuimos leyendo diferentes<br />
géneros como cuentos, narraciones, leyendas, textos<br />
informativos, que nos permitieron conocer mucho sobre<br />
los pueblos originarios. De ellos aprendimos sus<br />
costumbres, sus vestimentas, sus rituales y<br />
entretenimientos. Aprendimos también que amaban<br />
profundamente la naturaleza, porque ella les daba todo lo<br />
necesario para vivir.<br />
Los años fueron pasando y algunas de sus historias<br />
todavía quedan presentes.<br />
Por todo esto, 4° grado les rinde este homenaje.
La wiphala es más que la bandera y el<br />
emblema de la nación Andina y de los<br />
Aymara, es la representación de la<br />
filosofía andina, simboliza la doctrina<br />
del Pachakama (principio, orden<br />
Universal), y la Pachamama (madre,<br />
cosmos) que constituye el espacio, el<br />
tiempo, la energía y nuestro planeta,<br />
por eso el significado de la Wiphala es<br />
un todo. Actualmente, es símbolo de la<br />
resurrección de la cultura que fluyó de<br />
los primordiales Cuatro Estados del<br />
Tiwantinsuyo.<br />
En el centro está atravesada por una<br />
franja de siete cuadrados blancos que simbolizan las Markas (comarcas) y Suyus (regiones), es decir<br />
la colectividad y la unidad en la diversidad geográfica y étnica de los Andes. También representa el<br />
principio de la dualidad, así como la complementariedad de los opuestos, por lo tanto unión de los<br />
espacios; y así la oposición complementaria o fuerza de la dualidad, es decir: fertilidad, unión de los<br />
seres y, por consiguiente, la transformación de la naturaleza y los humanos que implica el camino<br />
vital, y la búsqueda a la que éste nos impulsa.<br />
La parte superior de la wiphala se identifica con el sol, el día; la parte inferior con la luna, la noche.<br />
Significado de los colores:<br />
Rojo: El planeta tierra (aka pacha)<br />
Naranja: Representa la sociedad y la cultura.<br />
Amarillo: Es la energía y fuerza (cha'ama pacha)<br />
Blanco: El tiempo y la dialéctica (jaya pach)<br />
Verde: Representa la economía y la producción andina, riquezas naturales de la<br />
superficie y el subsuelo, la flora y fauna que son un don.<br />
Azul: Espacio cósmico, el infinito (araxa pacha)<br />
Violeta: La política y la ideología andina, es la expresión del poder comunitario y<br />
armónico de los Andes.
Resumen dictado a la docente por los alumnos.<br />
Hace mucho tiempo, cuando los animales se comportaban como personas, había un<br />
hombre muy egoísta porque no compartía los árboles de algarrobo que les regaló el<br />
sol y la luna.<br />
Una vez hubo una gran sequía, todas las plantas se fueron secando porque no<br />
llovía. Todos estaban tristes y flacos menos el hombre que comía las algarrobas. El<br />
zorro que lo vio tan feliz se preguntó: ¿Cómo se alimenta? luego lo siguió y lo espió<br />
para ver como se alimenta.<br />
El animal se encontró con el árbol, agarró una vaina, la olfateó con un poco de<br />
desconfianza, rompió la cascara y probó la pulpa y le gustó. Comió más y más, se<br />
distrajo y el hombre lo vio.<br />
El hombre se enojó y lo echó, el zorro le pidió una bolsa de algarroba para la gente<br />
y se negó.<br />
El zorro muy astuto le pide comer una y guarda las semillas en la boca. El hombre<br />
preguntó ¿qué llevas ahí? y él respondió que se le inflamó la encia por una muela.<br />
Se fue corriendo a su casa a plantar las semillas. Para que crezca rápido, tocó su<br />
tambor mágico y… ¡pim,pim,pim! la semilla se transformó en árbol.<br />
Sembró algarrobo por todos lados y todos tuvieron algarroba para comer.
En aquel tiempo el Salmón vivía en un río, dedicado a nadar y a pensar. Los<br />
pensamientos que siempre ocupaban su cabeza eran tres: “soy hermoso”, “nado<br />
maravillosamente” y “todos me admiran”. Con respecto al tercer punto, es probable<br />
que se equivocara. Además, como se lo pasaba hablando de sus propias virtudes, los<br />
demás peces optaban por retirarse ni bien lo encontraban.<br />
Lo mismo pasaba con los guanacos que se acercaban a tomar agua al río. Hasta<br />
las cotorritas levantaban vuelo y huían en bandada cuando lo veían acercarse. Sólo las<br />
garzas blancas se iban por un rato y volvían para no alejarse mucho de sus nidos.<br />
Pero ocurrió que cierta vez el Salmón conoció a un pájaro de vivos colores y<br />
pico fino y largo: el Martín Pescador.<br />
El pájaro era simpático y comprensivo. Se quedó horas escuchándolo a pesar<br />
de que hacía mucho frío y el viento soplaba fuerte. Finalmente, el Salmón se calló y el<br />
Martín Pescador propuso:<br />
-¿Te gustaría aprender a volar? Yo podría enseñarte. El salmón aceptó entusiasmado.<br />
En los días que siguieron, el Martín Pescador se empeñó en hacer volar al<br />
Salmón repitiendo los más variados ejercicios, pero pronto vieron que era imposible.<br />
Eso sí, el Salmón logró dar increíbles saltos sobre el agua.<br />
En lugar de ponerse contento porque había conseguido saltar como pocos<br />
peces lo hacen, el salmón se enojó con el pájaro y por varios días no volvió a la orilla<br />
del río.<br />
El día que lo hizo, el Martín Pescador lo sorprendió con otra habilidad: le<br />
mostró su silbido. Al principio, el salmón quedó maravillado por el silbido, pero<br />
enseguida sintió una gran amargura y pensó: “soy hermoso, nado maravillosamente,<br />
doy increíbles saltos y todos me admiran, pero no puedo silbar”.<br />
Mientras el Martín Pescador no dejaba de silbar, el Salmón sólo pensaba en<br />
cómo apoderarse de ese silbido. Hasta que se le ocurrió algo:<br />
-Ya que fuiste tan amable, te voy a enseñar a nadar.<br />
-¡Qué bueno!- exclamó el Martín Pescador-. Nadar debe ser una sensación increíble,<br />
¡Como volar dentro del agua!<br />
-Es mucho mejor.<br />
-¿Y cómo tengo que hacer?
-Es fácil. Con dos escamas mías adheridas a tus alas, no tendrás problemas en nadar.<br />
Claro que al silbido debes dejarlo en la orilla porque pesa demasiado. Podrías hundirte<br />
y ahogarte.<br />
-Por supuesto- dijo el Martín Pescador y dejó el silbido a un costado.<br />
Con dos pequeñas escamas pegadas a sus alas, se lanzó al agua… ¡Y casi muere<br />
ahogado!<br />
Mientras tanto, el salmón se apoderó del silbido y se lo llevó hasta lo más<br />
profundo del río. “Ahora si llegué a la perfección”, pensó. “Soy hermoso, nado<br />
maravillosamente bien, salto sobre el agua y tengo este silbido increíble.”<br />
Solo que cuando probó el silbido, notó que ya no servía. Se había mojado.<br />
A duras penas el Martín Pescador pudo salir a la orilla y allí comprendió que había<br />
sido engañado.<br />
Desde entonces anda por las orillas de los ríos con un canto ronco, metiendo la<br />
cabeza en el agua, tratando de recobrar su silbido.<br />
En cuanto al salmón, sigue ocupado con sus temas preferidos. Aunque hay días<br />
en que se siente muy triste. Son los momentos en que en vez de pensar en lo lindo<br />
que es, piensa que por mezquindad perdió a su mejor amigo.<br />
Y bueno, aun de las leyendas que terminan mal se puede aprender algo: a los<br />
amigos hay que cuidarlos.<br />
Video con producción y narración de los alumnos de <strong>4º</strong> A.
Para ver cóndores hay que viajar mucho, atravesar ríos y trepar montañas, porque<br />
viven muy lejos de la gente y de los otros animales. No siempre fue así. Hace muchos<br />
años, los cóndores vivían en comunidad y eran buenos vecinos. Si a una comadreja le<br />
hacía falta una taza de azúcar, o si un cuis necesitaba un poco de polvo para hornear,<br />
ahí estaba siempre el cóndor, listo para ayudar con lo que tenía.<br />
Pero algo sucedió y las cosas cambiaron. Una vez el zorro, que vivía a pocas<br />
cuevas de distancia, escuchó que el cóndor ensayaba todo el día con su guitarra. Le<br />
entró curiosidad y fue a preguntar para qué practicaba tanto.<br />
El cóndor respondió:<br />
-Amigo zorro, cada año las aves estamos invitadas a un gran baile en el cielo y yo soy<br />
el guitarrero.<br />
-A mí también me gustaría ir, amigo cóndor.<br />
-Es fácil, ocúltese en mi guitarra.<br />
Así, el cóndor lo llevó a la fiesta escondido.<br />
Cuando llegaron al cielo, el zorro saltó fuera de la guitarra y se puso a disfrutar del<br />
baile. Comió y bebió hasta saciarse.<br />
Estaba tan borracho que empezó a insultar y a pelearse con todos los invitados.<br />
Cuando terminó la fiesta, el zorro trató de meterse de nuevo en la guitarra; pero esta<br />
vez le costó mucho entrar por el agujero porque estaba demasiado panzón. El cóndor<br />
lo empujó y después lo trajo de vuelta con mucho esfuerzo, porque pesaba el doble.<br />
Pasó un año y el zorro escuchó de nuevo al cóndor con su guitarra. Fue a buscarlo<br />
al nido entre las zarzas y le dijo:<br />
-¿Vamos, compadre, otra vez a la fiesta del cielo?<br />
El cóndor respondió que ya no lo llevaría porque lo había hecho pasar mucha<br />
vergüenza con su borrachera y que, si quería ir, se consiguiera unas alas y fuera<br />
volando.<br />
El zorro no le dijo nada y se volvió a su casa lleno de rabia. Cuando llego el día de<br />
la fiesta, en un descuido, el zorro se metió en la guitarra. Sin darse cuenta del pasajero<br />
que llevaba, el cóndor emprendió el viaje al cielo.<br />
En lo mejor del baile, el cóndor vio al zorro zapateando, y le preguntó cómo había<br />
hecho para llegar a lo alto.<br />
-Me dejé crecer las alas, como usted me aconsejó- respondió el zorro.
El cóndor sospechó lo que había sucedido y, una vez que terminó la fiesta y todos<br />
los invitados empezaron a prepararse para volver, dejó su guitarra apoyada en la pared<br />
y haciéndose el distraído fue a despedirse de sus amigos. En ese momento, vio de<br />
reojo que el zorro se acercaba y se metía adentro con esfuerzo.<br />
El cóndor se puso la guitarra al hombro y comenzó el vuelo de regreso a la Tierra.<br />
A mitad de camino gritó:<br />
-¿Así que le salieron alas? ¡Vuele solo, entonces!<br />
Dio vuelta la guitarra y el zorro quedó trabado en el agujero porque estaba muy<br />
gordo. Entonces el cóndor empezó a sacudir la guitarra para que saliera, pero el zorro<br />
se agarró de las cuerdas con las patas y de las clavijas, con la cola. El cóndor seguía<br />
sacudiendo con fuerza y el zorro tenía cada vez menos patas agarradas. Hasta que<br />
quedó colgando sólo de la cola. Estaba tan pesado que no aguantó mucho tiempo y<br />
cayó. Fue a dar de cabeza a una laguna.<br />
Desde entonces, para evitar inconvenientes con los vecinos, el cóndor se mudó a<br />
vivir en las montañas más altas. Cada tanto, alza vuelo con un aleteo lento y, desde<br />
muy arriba, nos mira a todos con desconfianza.<br />
Video con producción y narración de los alumnos de <strong>4º</strong> B.
H<br />
acemiles de años nuestro continente estaba deshabitado.<br />
Los primeros habitantes llegaron desde Asia, pasando por<br />
el “Estrecho de Bering”. Seguramente seguían animales<br />
para comer. Con el paso del tiempo, a lo largo y ancho del continente<br />
se crearon una gran cantidad de pueblos. Muchos siguieron viviendo<br />
como sus antepasados; de la recolección de frutas, la pesca y la caza de<br />
animales.<br />
Esos habitantes eran nómades, es decir que no habitaban en el<br />
mismo lugar siempre. Cuando no había más alimento, levantaron sus<br />
viviendas y se mudaban a otros territorios donde hubiera animales para<br />
cazar. No eran pueblos numerosos. Sus jefes eran elegidos por su<br />
valentía y conocimientos sobre la caza y el agua.<br />
Otros pueblos habían aprendido a plantar verduras y también<br />
criaban algunos animales para después comerlos. Hacían piezas de<br />
cerámica. A diferencia de los cazadores, estos pueblos eran sedentarios.<br />
Vivían siempre en el mismo lugar con sus animales y sus cultivos.<br />
Había mucha más gente en sus tribus nómades.
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgOGI0Z1FoNU9BR3c/view?usp=sharing<br />
Los alumnos cambiaron la versión de la tortuga.<br />
Los chicos habían atrapado a la fabulosa tortuga Urarape-nuide de muy buenas<br />
cualidades. Manu-ataki y Ute-uka se la querían comer pero la tortuga con gran<br />
inteligencia los quiso convencer y no pudo hacerlo. Cuando se la llevaron a su cueva<br />
ya era de noche y la tortuga se escapó pero la vieja la agarró, un Moai apareció e<br />
interrumpió a la señora pero ella no le dio atención y se comió a la tortuga. El Moai<br />
enojado le pegó a la vieja y la tortuga salió de la boca de la anciana. Así fue que gracias<br />
al Moai la tortuga pudo salvarse.<br />
Autores: Benicio, Agustina, Nazareno y Lola.<br />
Se dieron cuenta que la tortuga podía hablar y les dijo que les iba a decir dónde<br />
estaban sus poderes si no la comían. Pero ellos querían algo más para conocer y les<br />
pidieron que le muestre otros secretos.<br />
La tortuga le mostró sus poderes y los chicos se fascinaron y el lugar donde estaban<br />
les encantó y quedaron con la boca abierta. Ese lugar donde se encontraban era un<br />
templo debajo del agua. Entonces finalmente los chicos no comieron a la tortuga.<br />
Autores: Guadalupe, Manuel, Facundo y Valentina.<br />
La tortuga lamentablemente no se salvó, le calló una roca encima. La tortuga haciendo<br />
muchos hechizos sin querer hechizó la montaña y cayeron rocas hacia ella con tal que<br />
dijo sus últimas palabras: -Todos mis poderes los obtuve en el río mágico- dijo y se<br />
murió. Al final los jóvenes se comieron a la tortuga que tenía magia, y así obtuvieron<br />
poderes.<br />
Autores: Guillermina, Malena e Iván.<br />
Cuando a la tortuga la sacaron de la red dijo:<br />
-¡Alto! no me coman, comiéndome no obtendrán mis poderes.<br />
-¿Cómo los conseguimos?<br />
- Deberán construir cien Moais en un mismo día.<br />
Los jóvenes escultores dejaron ir a la tortuga y trataron de construir cien Moais en un<br />
mismo día.<br />
Autores: Giuliana, Morena, Camila y Valentín H.
Los alumnos cambiaron el final de la leyenda.<br />
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgVzBYREZRemJ3ZDA/view?usp=sharing<br />
La madre Tierra convirtió a Huiñaj en fruto de la lluvia así una persona especial para la<br />
princesa al comerse el fruto de la lluvia obtenga sus poderes de hacer llover. Un<br />
señor gordo, con pelos y muy narigón comió el fruto. El cacique le dijo que usara sus<br />
poderes por el bien de la naturaleza y el aceptó.<br />
Escrito por: Fran, Juan, Valen B. y Nina.<br />
La madre Tierra les dio un árbol que hacia llover, era de color celeste que<br />
representaba al cielo y blanco como las nubes.<br />
Huiñaj se convirtió en ese árbol sagrado. El árbol hace llover cuando siente que la<br />
tierra está seca y tiene “sed”. Así protegía a su pueblo de las sequias.<br />
Escrito por: Florencia, Tomás, Ema y Ramiro.<br />
Cuando Huiñaj murió. Todos desesperados corrían a buscar agua, pero no<br />
encontraban. Hasta que la tierra empezó a moverse y todos se asustaron. Salió la<br />
Madre Tierra y les dijo ¡tranquilos! voy a hacer lo posible para revivir a Huiñaj.<br />
Entonces la Madre Tierra lo logró y desde ese día Huiñaj empezó a dar lluvia.<br />
Escrito por: Pilar, Gregorio, Luca y Julia.<br />
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgQURLZXRONDZXdmc/view?usp=sharing<br />
TUPÁ<br />
Es un dios muy laborioso que ya<br />
había hecho la tierra, el agua y el<br />
cielo. El dios de la creación era él.<br />
También era sedentario. Le gustaba<br />
crear las cosas, silbaba chamamés, es<br />
capaz de untar la figura con rayos de<br />
luz.<br />
AÑÁ<br />
Es el demonio guaraní, pasa<br />
demasiado tiempo espiando lo que<br />
hacen los demás en vez de<br />
preocuparse por sus cosas.<br />
Siempre tuvo buena memoria. Es<br />
envidioso, detallista y nada<br />
laborioso.
Caracterización de los personajes hecho por: Delfina, Ornella, Lucía y<br />
Joaquín. (Añá) Bianca, Olivia, Renata y Matías. (Tupá)<br />
Pueblos nómades: viviendas livianas, pequeñas y fáciles de trasladar<br />
de un lugar a otro. Hechas de paja, ramas y cueros o pieles de<br />
animales.<br />
Pueblos sedentarios: eran sólidos, hechos con rocas y cueros.<br />
Los mayas vivían en bosques y selvas en América Central, en las ruinas<br />
de bellas ciudades. Ellos eran pueblos agricultores que se destacaban por<br />
sus hermosas arquitecturas. Vivían en ciudades independientes, los demás<br />
pueblos obedecían al gran jefe: Halach Uinic.<br />
Los nobles gobernaban a campesinos y esclavos. Cuando un rey o<br />
gobernador se moría se le cedía el reino al hijo. Los gobernantes tenían<br />
cosas lujosas, ropa elegante y comidas deliciosas como el chocolate.<br />
Sus riquezas venían de los impuestos que le daban los esclavos.
Los mayas creían en muchos Dioses. Tzam Na era el Dios creador, señor<br />
del cielo, la noche y el día, al que se le pedía salud y buenas cosechas. Kin<br />
era el Dios del sol. Aunque podía producir sequías, siempre regalaba salud.<br />
Ixckael era la Diosa de la luna, señora de los pastos, los lagos, manantiales y<br />
ríos. Kukulcan era la serpiente emplumada, el Dios del conocimiento.<br />
Tambien adoraban a muchísimos otros Dioses y creían que había espiritus<br />
invisibles que cuidaban a las personas. Los mejores Dioses de los<br />
campesinos eran los Chacob dioses de la lluvia. Para los mayas, ellos eran<br />
unos ancianos narigones que vivían al pie del cielo. Los campesinos les<br />
pedían agua para hacer crecer los cultivos.<br />
Para tantos dioses había muchísimos templos y una gran cantidad de<br />
sacerdotes. Los sacerdotes pertenecían a la nobleza. Eran hombres muy<br />
respetados y de mucho prestigio porque se comunicaban con los Dioses y<br />
producían y guardaban conocimientos valiosísimos para la comunidad.
Los Mayas vivían en zonas de bosques y montes, cultivaban:<br />
maíz, porotos, zapallo y mandioca y producían: maíz, porotos<br />
batata, tomates, ajíes y mandioca.<br />
El método para cultivar de los Mayas era: primero talaban<br />
árboles, luego quemaban las malezas. Cuando el terreno estaba<br />
limpio, los campesinos abrían hoyos en el piso y tiraban las<br />
semillas dentro de los hoyos.<br />
Día tras día, los campesinos iban a trabajar en las tierras de todos,<br />
es decir en las tierras de la comunidad. Las mujeres cosechaban,<br />
pelaban vegetales y cocinaban.
Los Incas tenían un gran pueblo del otro lado de la Cordillera de los<br />
Andes. Ellos cosechaban muchas plantas y construían largos puentes para<br />
pasar por encima de los ríos.<br />
En el centro del pueblo “Cuzco” estaba el templo del Sol, un hermoso<br />
edificio de piedra adornado con placas de oro. La gran autoridad era el Inca,<br />
quien daba las órdenes cuando un pueblo enemigo atacaba. Los Incas<br />
adoraban al dios Sol, quien hacía crecer los vegetales más importantes<br />
como el maíz, el ají y las papas.<br />
El Inca, los gobernadores, los funcionarios, los guerreros y sacerdotes<br />
formaban parte de un grupo que se distinguía del resto por su riqueza y<br />
poder. Eran la NOBLEZA del imperio.<br />
Este grupo gobernante no tenía que preocuparse por obtener sus<br />
alimentos ni por las grandes obras que necesitaba el imperio. De todo eso<br />
se ocupaban los campesinos.<br />
Además de trabajar sus parcelas, los campesinos cultivaban las tierras<br />
que el Inca tenía en cada comunidad.<br />
Cada tanto, los hombres casados dejaban sus pueblos para ir a hacer la<br />
mita.<br />
Los depósitos de alimentos, sal y ropa estaban distribuidos en la ciudad<br />
de Cuzco y en distintas partes del imperio.
El Inca es más que un emperador. El dios recibía honores y<br />
tributos, nadie lo podía tocar. Los hijos del Inca eran de la nobleza.<br />
Se distinguían a simple vista de la gente común de los palacios y<br />
mansiones donde vivían. Tenían muchas riquezas y se vestían<br />
muy bien. La ropa estaba hecha de vicuña, una lana que sólo ellos<br />
podían usar. Las joyas que tenían eran muy lindas como los<br />
adornos y demás. En la juventud se ponían aros de oro en las<br />
orejas y se las alargaban.
Los Incas vivían en aldeas que estaban en las montañas. Pasaban mucho<br />
tiempo trabajando. Debido a que allá llueve poco, construían represas para<br />
que el agua de la lluvia se quede ahí y así cultivar verduras como: maíz,<br />
papa, zapallo y ajíes. Esos trabajos eran difíciles y costaba mucho esfuerzo.<br />
Los Incas están comandados por un Curaca. Para hacer hoyos en la<br />
tierra usaban palos cavadores. Luego sembraban.<br />
Al igual que los mayas, las comunidades agrícolas del imperio incaico<br />
adoraban sobre todo al dios de la lluvia, el rayo y el trueno, y por supuesto<br />
a la diosa tierra, a la que rendían cultos muy especiales.<br />
Los incas respetaron a estos dioses y a muchos otros en su lengua<br />
Quechua por todo el imperio. Para comunicarse con los dioses estaban los<br />
sacerdotes. Formaban un grupo muy distinguido y respetado. Organizaban<br />
y dirigían las ceremonias a los dioses, les presentaban las ofrendas.<br />
El sacerdote más importante era el Willaq Umu o gran sacerdote del<br />
Sol. Vivía en Cuzco y en el gran templo del Sol, el Coricancha, y era el tío<br />
o hermano o Inca.<br />
La ciudad de Machu Picchu fue construida en los Andes a mediados del<br />
siglo XVI durante el gobierno de Pachacutec, el primer Inca.
Resumen de diferentes leyendas…<br />
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgcDJfdjFGMzF3dU0/view?usp=sharing<br />
Por Guadalupe.<br />
En el pueblo Mocoví había un Dios llamado Cotaá, creador de todo lo viviente y<br />
entre todo creó un helecho que lo llamó Mapic.<br />
Mapic servía alimentando a los hombres para que tengan más fuerza. Los hombres<br />
por fin tenían un alimento cercano. Todo hubiera seguido así su estuvieran en el<br />
paraíso.<br />
Pero todo en la tierra es difícil y más cuando hay amenazas y lucha entre el bien y<br />
el mal. Como en toda leyenda si hay un bien hay un mal. Neepec, el mal, vivía<br />
concentrado intentando arruinar la obra de Cotaá y a veces lo hacía. No quería que<br />
exista ni un poco de todo lo que dios creaba. Lo que más odiaba Neepec de la creación<br />
de Cotaá eran las personas. No los podía ver ni en sus sueños.<br />
Un día se le ocurrió una gran idea. Podría destruir a todos nada más destruyendo<br />
su comida: el helecho Mapic. Observando el salar, el diablo tuvo una sencilla idea.<br />
Buscó un cántaro, lo llenó de agua salada y mojó al helecho. A todas las raíces de<br />
Mapic y las plantas ya nacidas. Después se acostó esperando ver los helechos<br />
quemados por la sal. Quería ver a todos tristes sin su alimento. Sin embargo, lo que<br />
sucedió fue dudoso y original: el agua fue por las raíces que la tomaban y la sal que<br />
arrojó el mal se mezclaba con la sabia de la planta. Las hojas del helecho n se<br />
quemaron, solo tomaron un sabor salado. Un sabor nuevo que los hombres<br />
agradecieron, ya que descubrieron que combinado con otros alimentos hacían más<br />
ricas sus comidas.<br />
Por Francisco y Guillermina.<br />
Cotaá creó todo lo viviente. Entre sus maravillas hizo nacer una planta, un helecho.<br />
Tan digno y alto que parecía un árbol al que Cotaá le puso el nombre de Mapic. Fue<br />
creado para servir. Los hombres lo comían y se multiplicaban fuertes.<br />
Todo podía haber seguido así, tranquilamente, si hubieran estado en el paraíso.<br />
Pero estaban en la Tierra y aquí todas las cosas se complican, nada es fácil,<br />
especialmente cuando hay amenazas y enfrentamientos.
Porque si en esta historia aparece Cotaá, que es el dios del bien, es posible que<br />
quiera meter su cola Neepec, que es el dios del mal. Él vive intentando destruir la obra<br />
del dios del bien.<br />
Un día colocó al helecho Mapic en una fuente de agua salada, esperando que la<br />
planta se quemara. De esa manera, los hombres morirían de hambre. No solo que eso<br />
no ocurrió, sino que la planta tomó un gusto salado y fue utilizada para condimentar las<br />
comidas.<br />
Por Miranda y Pedro<br />
Como el pueblo Mocoví sabe bien, Cotaá hizo todo lo viviente. Entre eso creó una<br />
planta muy alta a la que llamó Mapic. Ese árbol fue creado para alimentar a los<br />
hombres. Cuando lo comían ellos se multiplicaban fuertes.<br />
Esto podría haber seguido así si hubieran estado en el paraíso. Pero no, en la Tierra<br />
las cosas no son fáciles. De esto se trata la leyenda, de un gran combate entre el bien y<br />
el mal.<br />
Cotaá es el bien y Neepec es el mal. El segundo vive trabajando todo el tiempo<br />
intentando romper lo que hace Cotaá y lo que más odia son los hombres.<br />
Un día se le ocurrió destruir al helecho Mapic. Para eso, agarró un cántaro, lo llenó<br />
con agua salada, se lo puso a la planta y luego se sentó a esperar. Quería ver los<br />
helechos quemados para que los hombres no pudieran comerlos y así murieran.<br />
Pero lo que ocurrió fue misterioso y original. El agua fue hacia las raíces que la<br />
absorbieron, se mezcló con la sabia y las hojas del helecho no se quemaron. Se<br />
volvieron saladas.<br />
Por Matías y Lola<br />
En la leyenda hay un pueblo llamado Mocoví. Cotaá creó todo lo viviente y entre<br />
sus maravillas creó un helecho llamado Mapic. Necesitaban un alimento y el alimento<br />
estaba a mano. Mapic le daba fuerzas y alimento a los hombres, ellos se sentían en un<br />
paraíso.<br />
Pero en la Tierra existía un diablo llamado Neepec, el cual quería matar al helecho.<br />
Tras tanto pensamiento encontró la forma. Fue contra el helecho, y lo regó usando<br />
aguan con sal, y la sal comía las raíces y cuando los hombres lo probaron y sabía<br />
mejor, estaba más apetitoso y por eso el diablo hace males incansables, pero hay veces<br />
que su mal le afecta a sí mismo.<br />
Por Renata, Pilar y Delfina.<br />
El pueblo Mocoví sabe que Cotaá creó todo lo viviente. El hizo nacer una planta,<br />
un helecho. El helecho era digno y alto, que parecía un árbol, Cotaá lo llamó Mapic.
Cotaá creó a Mapic para servir, su trabajo era alimentar a los hombres, ellos lo<br />
comían y se multiplicaban fuertes.<br />
A diferencia de Cotaá que era un dios y el bien, estaba Neepec, que era el diablo y<br />
el mal. Neepec quiso destruir la creación de Cotaá, con agua salada regó el árbol,<br />
queriendo ver los helechos quemados y a los hombres infelices.<br />
Sin embargo lo que sucedió fue todo lo contrario. Los hombres descubrieron un<br />
sabor nuevo, más apetitoso.<br />
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgSVFFTHR0aW5TUDA/view?usp=sharing<br />
Por Catalina y Tiziana.<br />
Hace mucho tiempo, en Tierra del Fuego, había una tribu llamada Sélknam. Allí<br />
había un indio llamado Kamshout al que le gustaba hablar mucho.<br />
Cuando se aburría y no tenía nada para decir repetía la última palabra de sus<br />
amigos. El cacique ya no soportaba sus comentarios.<br />
Entonces, como todo joven, tuvo que partir. Todos festejaron del silencio que<br />
había.<br />
Cuando volvió, Kamshout contó un montón de cosas que pasaban en serio, pero<br />
nadie le creía, lo ignoraban demasiado. Contaba del otoño, como no le creían, de la<br />
furia que tenía le empezaron a crecer canas verdes. Cuanto más enojado estaba, más le<br />
salían.<br />
Llego un momento en el que se convirtió en un loro gordo.<br />
En un árbol revoloteaba, hizo caer una hoja. Todos vieron que era verdad. El se<br />
había ido a otro lugar.<br />
Recién en la primavera, cuando las hojas volvieron a cubrir las ramas volvió<br />
Kamshout, acompañado de su familia.<br />
Por Nazareno y Facundo.<br />
En una tribu había un joven llamado Kamshout, él era muy charlatán.<br />
Un día Kamshout tuvo que partir a hacer los ritos de iniciación, toda la tribu sintió su<br />
ausencia por su forma de hablar.<br />
Pasó el tiempo y Kamshout volvió, él empezó a hablar de la primavera y del otoño.<br />
Nadie le creía de lo que hablaba entonces por la furia se puso colorado y se transformó<br />
en un loro gordo.<br />
Poco después los ciudadanos se dieron cuenta de que no mentía. Cuando llegó<br />
primavera él volvió a la tribu con su familia.
Por Malena y Julián<br />
En Tierra del Fuego, en la tribu Sélknam había un joven indio llamado Kamshout al<br />
que le gustaba hablar. Le gustaba tanto hablar que cuando no tenía nada que decir<br />
repetía al otro, por ejemplo:<br />
- Me duele la panza.<br />
-Claro, la panza. Repetía Kamshout.<br />
El cacique no quería escuchar una palabra más de él. El joven se fue a cumplir con<br />
los ritos de iniciación.<br />
Cuando volvió les contó a todos muy entusiasmado sobre lo que había visto, y no<br />
le creían. Se enojó tanto que se convirtió en un loro gordo. Kamshout volaba sobre<br />
los arboles y teñía las hojas del color de sus plumas, de pronto cayó una hoja, y ahí le<br />
creyeron lo que les había dicho del otoño. Cuando fueron a buscarlo el ya no estaba,<br />
recién en la primavera, volvió con su familia.<br />
Fuente: https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgVXFCX2l0VWVLYlk/view?usp=sharing<br />
Por Morena y Valentín B.<br />
Había un indio que se llamaba Isondú, hacia que parezca fácil pescar y cazar. Casi<br />
todos lo querían porque cuando llegaba a una reunión hacía reír a todo el mundo,<br />
excepto a sus enemigos. A la noche Isondu estaba paseando por el bosque y cayó en<br />
una trampa para animales, por sorpresa aparecieron sus enemigos y lo golpearon con<br />
mazas al indio, y lo mataron.<br />
Después a Isondú las heridas se le volvieron color, se aclararon y se volvieron<br />
blancas y brillosas, formando muchas luciérnagas agrupadas reemplazando el cuerpo<br />
de Isondú y parecían pedacitos voladores de la Vía Láctea. Desde esa noche entre los<br />
ríos de Paraná y Uruguay la gente no dejaba que le gane la oscuridad y mucho menos<br />
perdure.<br />
Por Camila y Franco.<br />
Hace mucho tiempo había un indio llamado Isondú. Él era muy divertido todos los<br />
que estaban con él se morían de risa. Una noche unos chicos tenían envidia de<br />
Isondú y le tendieron una trampa y murió. Cuando murió unas luces salian de el esas<br />
luces se transformaron en luciérnagas. Se fueron agrupadas como pedacitos voladores
de la Vía Láctea. Desde esa noche en el río Paraná y Uruguay, hay una zona donde es<br />
casi imposible que alguien se deje ganar por la oscuridad del camino.<br />
Por Olivia y Ramiro<br />
Hace mucho tiempo existió un indio llamado Isondú. Él era muy bueno y excelente<br />
cazando animales.<br />
Era una de esas personas que demostraban que podía hacer y pescar. Era tan<br />
querido por la mayoría de las personas que cuando iba a las reuniones los jóvenes no<br />
buscaban excusa, solo iban y conversaban con él.<br />
En cualquier lugar donde estaba Isondú no había tristeza solo risa y muchísima<br />
alegría. También no era su intención pero se destacaba de los demás.<br />
Lo miraban en la oscuridad. Primero solos impotentes, después entre todos,<br />
compartiendo envidia. ¿Cómo eran los pensamientos en los lugares oscuros? Eran<br />
negros. Isondú se enteró una noche, cuando cayó por una trampa hecha para cazar<br />
animales y sus celosos enemigos se tiraron arriba de él. No se sabe que usaron para<br />
matarlo seguramente mazas, aunque lo hirieron entre todos, a la vez por sorpresa.<br />
Sino nunca lo hubieran matado.<br />
Sus heridas cambiaron de color, se aclararon, se volvieron blancas y brillaron.<br />
Unas lucecitas con alas se desprendieron del él. El cuerpo mismo de Isondú se hizo<br />
volátil y se fue por ahí.<br />
Por Manuel y Agustina.<br />
Un guaraní llamado Isondú, era de las personas que hace lo que les gusta a todos.<br />
Porque a él lo rodeaban los jóvenes y amigos. Siempre donde estaba él había acción y<br />
risas. No era lo que quería pero se destacaba de los demás. Como si tuviera una<br />
sombra acompañándolo.<br />
Algunos se quedaban mirándolo en la oscuridad. Isondú lo supo una noche en una<br />
trampa para cazar animales. Sus envidiosos enemigos se tiraron sobre él. No se sabe<br />
con qué lo atacaron probablemente con mazas, pero lo hicieron todos juntos, a la vez<br />
por sorpresa. Si no, nunca hubieran podido vencerlo. Le hicieron muchas heridas y<br />
murió.<br />
Pero el era un indio de este mundo y de otros. El hecho fue que sus heridas<br />
cambiaron de color, se aclararon, se volvieron blancas y brillaron. Unas lucecitas con<br />
alas se desprendieron del cuerpo alzando vuelo. El cuerpo mismo de Isondú se hizo<br />
volátil, entre los ríos Paraná y Uruguay, hay una zona donde es casi imposible que<br />
alguien se deje ganar por la oscuridad del camino. ¡Mucho menos que se pierdan!<br />
Algo del indio de nombre Isondú, algo de luciérnaga repartido en vuelos, va a<br />
estar junto al que anda para darle más fuerza.
Por Valentina y Gregorio.<br />
Era un indio llamado Isondú, que tenía mucho protagonismo con sus amigos.<br />
Isondú siempre donde iba había alegría y acción buena.<br />
Siempre que Isondú estaba en un lugar todos se acercaban para hablar con él. Había<br />
personas que no querían a Isondú, hicieron un plan para matarlo. Atacaron a Isondú<br />
y le hicieron muchas heridas y murió. Las heridas del indio cambiaron de color y del<br />
cuerpo salieron luciérnagas (antes no existían)<br />
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgQkNKNldoNk5oNG8/view?usp=sharing<br />
Por Joaquín y Ema.<br />
Había un puma que era desesperado, feroz y hambriento, hasta puede querer<br />
morder el viento y comerse el origen del calor.<br />
Una vez el puma persiguió al sol hasta el cielo, desde el amanecer buscando su<br />
ocaso.<br />
Pero los indios nacidos del Padre Sol despertaron de la noche más oscura y<br />
notaron que el mundo ya no era resplandeciente.<br />
El cielo no iluminaba, no aclaraba, no caldeaba y no nutria. El tiempo no pasaba, los<br />
indios levantaron la mirada al cielo vieron las heridas del sol, las garras del puma<br />
rasguño el sol y desde entonces el animal feroz fue enemigo de ellos.<br />
Pero un día el animal había muerto, cayó en la Pampa como una herida viva.<br />
Ningún indio de acero, ni para rematarlo. El sol se recupero, recupero el oro.<br />
Una noche llegó la Gran Madre, la Luna. Vio al pobre puma lleno de dolores en la<br />
llanura, enseguida supo todo lo había presentido, comenzó a arrojar piedras para tapar<br />
al animal, una piedra quedo sobre la flecha que tenía el puma, moviéndose, nerviosa.<br />
No dejo de moverse hasta el 29 de febrero del año 1992.<br />
Ese día la piedra movediza cayó rompiéndose en fragmentos. La piedra fue real,<br />
estaba en la provincia de Buenos Aires, en la Sierra de Tandil y se movía, vaya a saber<br />
por qué…<br />
Para saberlo habría que habérselo preguntado al puma.<br />
Por Juan y Nazarena.<br />
Era una época donde había un puma hambriento, desesperado y feroz. Este puma<br />
quería comerse al Sol.
Un día el puma de un gran salto lastimo al Sol. Ese día despertaron de la noche más<br />
oscura, los indios hijos del Padre Sol. Notaron que el Sol brillaba poco, se dieron<br />
cuenta ahí que había sido lastimado por un puma.<br />
El tiempo no pasaba, siempre era la misma hora. Hasta que los indios se cansaron de<br />
ver al Sol sufriendo y comenzaron a lanzar flechas al puma. La Madre Luna lo enterró<br />
con piedras gigantes, una piedra no paraba de moverse, entonces desde ese preciso<br />
momento ese lugar fue llamado: las Sierras de Tandil. El día 29 de febrero del año 1912<br />
la piedra dejó de moverse.<br />
Por Ivan y Giuliana.<br />
Un puma feroz puede enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza y desafiar hasta al<br />
mismo Sol que traza su destino. Lo hostigo desde el amanecer buscando su ocaso.<br />
Pero los indios que habían nacido del Padre Sol, ese día despertaron de la noche más<br />
oscura, notaron que el mundo ya no era resplandeciente. El tiempo no pasaba. Como<br />
siempre que se sentían acorralados los indios levantaban su mirada al cielo. Miraron<br />
hasta poder ver las heridas del Sol y al puma que las provocaba. Desde ese momento<br />
el feroz puma era el enemigo. El puma cayó en la Pampa como una herida viva.<br />
Ningún indio se acercaba ni siquiera para rematarlo. El sol libre de su enemigo,<br />
recupero su oro, y baño en luz las aldeas a sus buenos hijos.<br />
Después, como todas las tardes, el padre se despidió en vivaces colorados. Llegó su<br />
hermosa esposa, la Luna, la Gran Madre. Y en la noche iluminada por su presencia vio<br />
al animal desparramado de dolor en la llanura.<br />
Enseguida supo todo, porque lo había presentido, comenzó a arrojar piedras para<br />
tapar al felino. Una piedra quedo sobre una flecha moviéndose, nerviosa. Quedo al<br />
borde de un precipicio y no dejo de moverse hasta el día 29 de febrero de 1912.<br />
La piedra fue real, estaba en la provincia de Buenos Aires, en la Sierra de Tandil y<br />
se movía, vaya a saber por qué…<br />
Para saber, habría que habérselo preguntado al puma.
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgYjF6akYzc21iTG8/view?usp=sharing<br />
Por Julieta, Valen H. y Nina.<br />
Es primero de octubre y el Pombero camina en sombras, la cara oculta bajo su<br />
sombrero de paja.<br />
Lo único que se ve de él son sus dientes blancos.<br />
El Pombero hablaba con los pájaros silbando. Escucha que una mamá y su hijo<br />
conversan y el hijo contesta de mala manera.<br />
Si seguís portándote de mala manera vendrá el Pombero.<br />
-¿Quién es?- dice el hijo<br />
-Karaí Pyharé- respondió la madre<br />
-Ah el Pombero, ¿Y qué me va a hacer?- dijo el nene<br />
- Te va a hacer caer en su poder<br />
- ¡A mí no me va atrapar!<br />
El Pombero se va y se muere de risa. Cuando se va le dice a los pájaros “las cosas<br />
que inventan las personas sobre mi”. Cuando camina con esa forma extraña de andar,<br />
tira fulgores a su paso. Arroja bolitas de cuarzo con diferentes colores. Con ellas hace<br />
un camino que entra en un árbol y desaparece.<br />
En la casa, el niño tiene escalofríos y cierra la ventana. Entonces ve los chispazos<br />
que les arranca la luna a las bolitas. Al día siguiente los juntará.<br />
El Pombero se fue tal vez no estuvo nunca en ese lugar. El Pombero, un pombero<br />
sigue deambulando. Pasa por una casa amiga. Aquí le dejan ofrendas de caña y tabaco<br />
para mascar. Se cuentan cosas terribles de él, “que cuelga de un árbol y chupa sangre<br />
de los chicos que mienten”, “que deja temblorosos a los niños que atacan a los<br />
pájaros”.<br />
Al irse el Pombero dice “¡las cosas que las personas inventan sobre mi!”<br />
Por Bianca y Tomás.<br />
Es primero de octubre el Pombero camina sobre sombras para ocultar su imagen y<br />
el usa un sombrero de paja, lo único que es blanco de él son sus dientes.<br />
Tiene una boca tan grande que le ayuda a silbar lindo. No hay nadie que se compare<br />
con él para silbar como los pájaros y para caminar silenciosamente como él.<br />
Nadie sabe cómo camina, todos piensan diferente, quizás aparezca en Chaco,<br />
Corrientes o Paraguay.
Un día una mamá y un hijo conversaron, la madre lo amenazó diciendo que iba a<br />
venir el Pombero y lo iba a convertir en cotorra. El Pombero que escuchaba salió<br />
riendo y con un silbido le dice a los pájaros “lo que la gente inventa sobre mí”<br />
Dentro de la casa el niño tiene escalofríos así que cierra la ventana. Allí ve los<br />
fulgores que dejó el Pombero, y piensa juntarlos al día siguiente cuando la mamá<br />
sueñe. Una familia entera, el Pombero dice es mi turno, aquí aparezco yo. La familia<br />
dice comamos, comamos para que no nos moleste con su látigo. Cuando el Pombero<br />
se marcha hiena algo en el aire, tal vez sea un látigo que suena como un chasquido y<br />
silba de nuevo preguntándole a los pájaros ¿de dónde sacarán esa información?<br />
Mucha gente lo describe diferente, una mujer embarazada se dio cuenta de que el<br />
Pombero estaba cerca porque temblaban sus fríos huesos. Nadie está en lo correcto<br />
cuando lo me describen, piensa el Pombero. El Pombero pasa por una casa donde se<br />
suele escuchar poesías sobre él.<br />
Por Luciano y Bianca.<br />
Es el primero de octubre. Un Pombero camina entre sombras, con su sombrero de<br />
paja que le tapa la cara excepto la boca. No hace ningún ruido y tampoco se sabe si va<br />
del derecho o al revés. Quizás es porque tiene los pies al revés o tal vez su cuerpo va<br />
para adelante y sus pies para atrás, en fin nadie sabe. Tal vez no es uno solo.<br />
Quizás sean muchos pero todos dicen que es uno. Uno llega a una casa y escucha la<br />
conversación de una mamá y un hijo. Al Pombero se le erizan los pelos de las manos<br />
y los pies. El sabe que es su turno de aparecer.<br />
El Pombero ríe en silencio. Alejándose les silba a los pájaros ¡lo que la gente dice<br />
de mí! Caminando, salpica fulgores a su paso. Troza con ellos un sendero que se<br />
pierde en la arboleda.
En la clase abierta de computación, los alumnos junto a las familias, elaboraron una<br />
historia en primera persona con información de los diferentes pueblos.
Fuente:https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgN2dMZm1wRk5XdTQ/view?usp=sharing<br />
Resumen de la leyenda Mapuche de la provincia de Neuquén en dialogo<br />
pasada a texto narrativo por los alumnos y la docente.<br />
Hace mucho tiempo en un bar se encuentran un baquiano y un forastero. El<br />
forastero le pidió al baquiano que le ayudara a escalar el volcán “Domuyo”. El<br />
baquiano le dijo que tenía que ser cuidadoso porque un toro rojo tiraba piedras<br />
enormes, el forastero dijo que sí, y que él era muy ágil.<br />
El baquiano le preguntó si tenía reflejos rápidos para esquivar las gotas de lluvia,<br />
¡que son como balas! el encargado de esa tormenta es un potro muy salvaje.<br />
El forastero no se siente cobarde, y mantiene su decisión de escalar el Domuyo.<br />
Al baquiano le faltaba preguntarle algo muy importante y le dijo ¿usted es ambicioso?,<br />
el hombre respondió que no era un desesperado por el dinero. ¡Perfecto! respondió<br />
el baquiano, de esa manera cuando encuentre el oro que se encuentra pasando el<br />
volcán, no lo tomará, porque podría provocar su muerte.<br />
El hombre cambió de opinión y se negó a escalar el volcán. El baquiano quedó<br />
sorprendido ya que el hombre cumplía con todas las virtudes, y lo que no, se ríen de<br />
las advertencias y lo intentan y nunca regresan del volcán.
Entre todos resumimos la novela Sangre India, de Ricardo Mariño.<br />
Capítulo 1<br />
En 1775, cuando yo estaba por nacer, hubo una gran discusión entre mi padre y mi<br />
abuela porque no se ponían de acuerdo en la manera en que yo iba a nacer.<br />
Finalmente, nací por mi cuenta. Por eso mi mamá decía que yo era “independiente y<br />
de pocas pulgas”. En cambio, mi padre afirmaba que yo era “un potro sin domar”<br />
porque por mis venas corría sangre india.<br />
Viví en una casa de adobe, cerca de Ensenada con mi madre, mi padre, mi abuela y mi<br />
hermano Manuel.<br />
Cuando mi papá no pudo seguir vendiendo cueros en la pulpería, tuvimos que<br />
mudarnos a Buenos Aires. Viajamos en carreta. Llevamos caballos y nuestros quince<br />
perros. Cuando llegamos a la ciudad, sentimos desilusión al principio porque era un<br />
desierto un poco más habitado que nuestro pueblo. Pero nosotros nos habíamos<br />
equivocado porque cuando conocimos la Plaza Mayor quedamos boquiabiertos. Era<br />
un lugar maravilloso, había muchísimos negocios y la gente vestía muy elegante y<br />
paseaba en lujosos carruajes.<br />
Capítulo 2<br />
Un día, mi abuela llamada Quilapí, mi hermano y yo fuimos a limpiar el cobertizo de<br />
un señor rico. Cuando terminamos no nos pagó. Tampoco quiso pagarnos unos días<br />
después, cuando fuimos a buscarlo a la salida de la iglesia. En ese momento, mi abuela<br />
a bajó la cabeza y pronunció la frase india que decía cuando estaba enojada. La hija del<br />
señor rico me miró y yo sentí vergüenza de mi familia y de ser pobre. Esa chica me<br />
encantaba.
Capítulo 3<br />
Como mi padre me hacía trabajar, yo paseaba. Un día, vi un señor ordeñando una<br />
vaca y pensé que podría ganar muchos reales ordeñando. Entonces, busqué una, la<br />
llevé a casa y la até en el patio. Tuve que devolverla pero el lechero me prestó a “La<br />
Peor”. La ordeñé. Dejé un poco de leche en casa solo para mis padres porque mi<br />
abuela no tomaba debido a que era india. Mi hermano tampoco tomaba porque la vaca<br />
era mía.<br />
Capítulo 4<br />
Mi primer cliente me estafó. Tomó la leche y no me pagó. Cuando regresaba a casa,<br />
triste y desilusionado, me encontré con el Padre Julio. Nos pusimos a charlar y me<br />
prometió comprarme leche todos los días para los niños huérfanos de la escuela.<br />
Luego de un tiempo, el Padre me dijo que me conseguiría una escuela. Esto me<br />
sorprendió porque yo no sabía leer ni escribir.<br />
Capítulo 5<br />
Dos años después, comencé a trabajar repartiendo la mercadería del lechero que me<br />
había regalado a “La Peor”.<br />
Una noche, los blandengues me encontraron en la pulpería apostando y fui preso. Me<br />
encerraron en un calabozo del Cabildo. Me salvó Alfonso, uno de los hermanos del<br />
Padre Julio, quien estaba un poco loco y se creía rey.<br />
Capítulo 6<br />
Un día me enteré que había una gran fiesta. Como asistiría la niña rubia que tocaba el<br />
piano en la cada donde nos habían estafado, y a mí ella me gustaba, decidí ir. Tuve que<br />
vender mi caballo para comprar ropa adecuada y elegante.<br />
La noche de la fiesta estaba muy nervioso. Cuando logré entrar comí manjares.<br />
Finalmente encontré a la niña y la invité a bailar. Pero su abuela me reconoció y me<br />
echaron. Volví a casa caminando, triste desilusionado.<br />
Capítulo 7<br />
Luego de aquella triste noche, trabajé en el saladero con mi padre, quien no me habló<br />
durante dos meses.<br />
Cuando mi abuela india murió, fui a hablar con el Padre Julio y le conté que quería<br />
aprender a leer y a escribir. Él logró que yo fuera a una escuela, en donde un
sacerdote amigo suyo dictaba clases. Luego de dos años de estudio y travesuras, en<br />
1790, terminé la escuela. El Padre Julio me consiguió trabajo como ayudante del<br />
administrador del Teatro de la Ranchería. En ese momento, me hizo un pedido muy<br />
especial: que escribiera mis aventuras y mis memorias para contárselas a los niños de<br />
la escuela.<br />
Una noche me informaron que el Padre Julio estaba muy enfermo. Sin pensarlo,<br />
comencé a escribir mis recuerdos de la infancia…<br />
Te recomendamos leer la novela “Sangre India”, de Ricardo Mariño porque vas a<br />
descubrir cómo vivían las familias en las cuales había personas de diferentes culturas.<br />
Esta novela cuenta la vida de Esteban, un niño de padre español y abuela india, que<br />
tuvo que trabajar desde pequeño, no iba a la escuela porque era pobre y estaba<br />
enamorado.<br />
Es una historia divertida, emocionante, interesante y atrapadora.<br />
¡Leéla! ¡No te la podés perder!
Leyenda de la semilla<br />
Autores: Nazarena y Francisco<br />
Hace muchos, muchos años algo extraño sucedió. Los dioses no sabían lo que<br />
pasaba, algo cayó en el suelo, era raro y desconocido. Un dios lo probó y le gustó.<br />
Adentro había algo raro, era una pequeña cosa marrón, la sembraron para ocultarlo<br />
y le pusieron agua de los ríos.<br />
Al día siguiente ya era un árbol. A la pequeña cosa marrón la llamaron “semilla”.<br />
Todos comieron felices y desde ese momento se crearon las semillas, los árboles y<br />
los frutos.<br />
Los dioses agradecen a ese regalo caído del cielo todas las mañanas con una<br />
canción.
Autores: Morena y Miranda<br />
La creación de la Mirunda<br />
Hace muchos años atrás, en una selva, cayó un rayo. Partió la tierra y se<br />
encontraron que allí estaban dos niñas y muchos animales. Las jóvenes se llamaban<br />
Mirunda y Morunda.<br />
Después de una larga caminata se encontraron con una casita en el centro de la<br />
selva. Tocaron la puerta, y les abrió un anciano muy hablador, las invitó a tomar un té<br />
de hierbas y les contó la historia de la serpiente venenosa.<br />
Les advirtió que se camuflaba y que la sangre las atrae, si les llegara a morder su<br />
cuerpo se pondría multicolor y van a morir.<br />
-¡Ay! Gritó Mirunda<br />
-¿Qué te paso? Respondió Morunda<br />
-Nada, me corte con una rama. Le respondió<br />
- Bueno vamos a la cabaña.<br />
Mirunda se empezó a poner de muchos colores: verde, amarillo, azul, etc. Estuvo<br />
así por un rato y murió.<br />
La nena fue corriendo a la casa del anciano, le contó lo que sucedió y cuando<br />
volvió Mirunda estaba convertida en un árbol de frutos y Morunda dijo ¡Ay, frutas! Y<br />
empezó a comer, ya que hacía días que no comían.<br />
-¿Esa no era tu amiga? Le dijo el anciano<br />
-Sí, es cierto. Responde triste<br />
- ¿Querés que le pongamos un nombre al árbol?<br />
-Sí, llamémoslo “Mirunda” como mi amiga.<br />
Así fue como se originó un fruto tan rico como la Mirunda.
Autores: Guadalupe y Benicio<br />
El rey de la naturaleza<br />
Hace mucho tiempo había un nene llamado Tutu. El vivía cerca de la selva.<br />
Un día iba caminando y de pronto una víbora lo atacó, Tutú salió corriendo lleno<br />
de mordidas, después se encontró con un tigre que por suerte alguien que apareció<br />
pudo vencerlo clavándole una lanza. Tutu asustado de encontrarse con alguien más<br />
salió corriendo a su casa.<br />
Le contó a su mama lo que pasó y le dijo que lo acompañara y cuando cruzaron la<br />
selva no se encontraron con nadie. El nene se preguntó ¿Por qué cuando crucé con<br />
mi mamá nada me ataco?<br />
Tutu salió a pasear por la selva por la selva y la mamá estaba escondida, el nene<br />
pensaba que nada le iba a pasar, pero en pocos segundos aparecieron los animales.<br />
Entonces la mamá salió del escondite y alejó a todos los animales. Cada vez que Tutu<br />
salía a pasear ningún animal se le acercaba porque pensaban que iba a venir junto a su<br />
mamá “La diosa de la naturaleza”.<br />
Tutu vio a su mamá detrás de él como la reina de la naturaleza, mientras que la<br />
mamá le contaba todo lo que vivió, apareció un león de sorpresa y mató a la mamá.<br />
Las últimas palabras de la mamá fueron:<br />
“Tú serás el próximo dios de la naturaleza” Y así fue como Tutu fue el dios de la<br />
naturaleza, protegiendo a humanos y animales.
Autores: Pilar, Florencia y Renata<br />
La creación del arco iris<br />
Hace mucho tiempo había dos dioses llamados Judó y Cato, querían crear algo<br />
divertido y colorido. Pensaron en seis colores, ellos tenían pinturas para distinguirse<br />
entonces agarraron un poco de cada una. Armaron una pasta que tenía los colores:<br />
rojo, violeta, azul, anaranjado, amarillo, índigo y verde.<br />
Un día se les ocurrió una canción, lanzaron la pasta al cielo y mientras estaba en<br />
el aire los dioses cantaban la canción se formo un arco de esos colores en el mismo<br />
orden en el cielo y lo decidieron llamar arco iris. Lo llamaron así porque la forma era<br />
un arco y a todos los colores les decían iris.
La leyenda de la diosa luna<br />
Autores: Catalina y Valentín B.<br />
En el principio de los tiempos, en una tribu, los dioses más importantes tuvieron<br />
una hija.<br />
La chica, era la fuente de poder de ese pueblo. Todos estaban en contra, porque la<br />
niña les daba más poder a sus padres y les sacaban energía a los pobladores.<br />
En el momento en el que la familia se fue a descansar, la tribu tuvo una idea.<br />
Entraron a su hogar y se llevaron a la hija. Los dioses se enteraron del problema y<br />
fueron a buscarla. El papá estaba muy triste y se quedo dormido pensando cómo<br />
encontrar a su hija. Tuvo un sueño en donde apareció ella tirada en el suelo,<br />
empezaron a salir chispas mágicas del cuerpo, se posó una luz brillante y se elevó<br />
hasta el cielo.<br />
El dios se despertó y vio esa luz brillando en el cielo, era su hija descansando en<br />
paz.<br />
Desde entonces se dice que por las noches la diosa Luna ilumina a su tribu.
La leyenda de Anahí<br />
Autores: Malena y Luciano.<br />
Hace mucho tiempo en una isla pequeña había mucha lluvia pero no era<br />
cualquier lluvia, llovía con sol. Al día siguiente una gota de sol cayó y se creó una<br />
planta. Esa planta estaba en una tribu, donde vivía una joven llamada Anahí. Ella<br />
estaba caminando por el bosque y la vio. La chica llamo al líder de la tribu para que la<br />
vea. El líder vio que era mágica porque curaba a las personas.<br />
La tribu enemiga quería robar la planta porque quería curar a sus hombres<br />
lastimados y mandaron a un hombre para robarla. Éste fue con un hacha, la cortó y la<br />
llevó a su tribu. El jefe de esa tribu estaba contento.<br />
Cuando Anahí se dio cuenta de que faltaba la planta, fue a la tribu enemiga. La<br />
planta estaba en a entrada seca. Volvió llorando a su tribu y le contó lo ocurrido al<br />
líder. Él armó sus tropas para ir a buscar la planta. Cuando llegaron lucharon.<br />
Anahí fue despacio a la cima de la montaña donde habían escondido la plata.<br />
Encontró que había unas semillas que permitieron que la planta crezca nuevamente.<br />
Esa planta con poderes curativos fue llamada Anahí.
La leyenda de la vieja del río<br />
Autores: Camila y Pedro.<br />
Hace mucho tiempo en una tribu muy desorganizada la comida era escasa.<br />
Todos decían -¡Robémosle la comida a los guaraníes! Como ellos cazaban y eran<br />
nómades, no estaban siempre en el mismo lugar. Todos aceptaron, menos la anciana,<br />
a la cual nadie escuchaba. Ella dijo que robarles sería en vano.<br />
Cuando la tribu atacó, logró robarles a los guaraníes. Esto demostró que lo que<br />
decía la vieja del río era mentira y la arrojaron al río y murió ahogada.<br />
La tribu la buscó y no la encontró. Pero en el río hallaron peces raros. En ese río<br />
que nunca estuvieron. Asombrados llamaron a los peces: Vieja del río.
La leyenda de los canrejos<br />
Autores: Giuliana y Valentín H.<br />
Hace millones de años en una playa vivían animalitos con seis patas y dos tenazas.<br />
La gente se asustaba por sus grandes pinzas, entonces los metían en jaulas porque<br />
decían que eran malos.<br />
Uno de esos animalitos les dijo a sus compañeros:<br />
-¡Estoy cansado de que nos meta en jaulas!<br />
-Sí, es verdad, tenemos que hacer algo.<br />
Hasta que a uno de ellos se le ocurrió una idea: -¿Y si vamos al pueblo para ayudar a la<br />
gente?<br />
-Buena idea, vamos.<br />
Los animalitos fueron al pueblo. Una señora los vio y gritó del susto, dejando caer<br />
su bolso al suelo. Los animalito levantaron el bolso y se lo dieron. Entonces, la mujer<br />
vio que eran inofensivos y fue a contarlo a todo el pueblo. Tardaron en creer. Al final<br />
se convencieron y decidieron llamarlos craps. Liberaron a todos los craps<br />
prisioneros.
Leyenda: El pozo de los deseos<br />
Autores: Juan y Tiziana<br />
Hace mucho tiempo había un indio llamado Tocolpa. Un día recibió un mensaje<br />
de una tribu que decía: “Necesitamos que vayas a Pao Shira. En la cima de ella está el<br />
pozo de los deseos. Tenés que lanzar una roca y decir una frase mágica: quiero que el<br />
volcán que está cerca de la tribu deje de tirar lava.”<br />
Al otro día, Tocolpa fue en marcha hacia la montaña, pero la tribu se olvidó de<br />
avisarle sobre las trampas ocultas. Él se encontró con tres tigres que lo estaban<br />
persiguiendo. De pronto aparecieron varias trampas pero en vez de atrapar a Tocolpa<br />
atraparon a los tres tigres. En ese momento Tocolpa se encontró con el pozo. El hizo<br />
lo que la tribu le había pedido y la tribu se salvó. El agarró otra roca, la lanzó al pozo y<br />
pidió bajar de la montaña sin caer en ninguna trampa.<br />
Cuando llegó todos le agradecieron y lo nombraron jefe de la tribu.<br />
Desde entonces ese volcán no volvió a erupcionar y lleva el nombre de Tocolpa.
La salvación<br />
Autores: Guillermina e Iván<br />
Hace miles de años un niño llamado Teguel, vivía en una choza de tierra y<br />
madera de árbol. El chico tenía parientes.<br />
Teguel trabajaba todo el día sin parar para alimentar a su familia, a él le gustaba<br />
cultivar pero cada vez tenía menos tiempo porque iba a morir su abuela. Estaba muy<br />
enferma, no podía caminar, tampoco podía moverse. ¡Los cultivos no crecían!<br />
Entonces Teguel le dijo al papá “Papá cuida a la abuela y voy a cultivar más comida”<br />
Pero… le mintió, se fue a la copa de un árbol y dirigió la vista hacia el sol para<br />
pedirle a él que impida que la abuela no se muera.<br />
Cuando regresó a su casa el papá estaba preocupado porque Teguel se fue por<br />
mucho tiempo.<br />
- ¿Niño por qué te has tardado tanto? ¿Dónde fuiste?<br />
Teguel se quedó en silencio. El niño vio pasar por la detrás de la ventana una<br />
persona diferente, era lo que el imaginaba como un dios. El padre escuchó un ruido<br />
pero no le prestó atención. Se fue a preparar más patatas, para la abuela. Teguel le<br />
preguntó cómo se llama y le dijo:<br />
-Me llamo Moisés, el dios de la luna. Puedo hacer que la abuela Anaí esté sana.<br />
- ¿Cómo sabías el nombre?<br />
-Yo sé el nombre de todos los seres del planeta.<br />
-Bueno Moisés ¿puedes hacer el hechizo?<br />
-No es un hechizo. Es el poder de la luna. Pero lo hago con una condición,<br />
prométeme que no le vas a mentir nunca a tu papá.<br />
-Bueno. Aceptó el niño.<br />
Los tres vivieron felices. La abuela empezó a cocinar, estaba muy feliz, todas las<br />
noches Teguel le agradece a la luna.
La flor del río<br />
Autores: Francine y Franco<br />
Hace mucho tiempo, una chica caminaba por la selva cerca de un río. Le llamó la<br />
atención una flor de ese río, se acercó y se sentó. Al rato un pez de gran tamaño se la<br />
llevó al fondo del río y se la comió. Pero no era cualquier pez, era un dios<br />
transformado en pez.<br />
Luego de unos años cuando murió, su esqueleto se fue transformando en una<br />
flor de río. Esa flor era grande y colorida.<br />
Como pasó mucho tiempo y el dios, ya estaba muerto, la flor de río salió de la<br />
boca de él. Desde entonces todos visitan la flor de río.<br />
La creación de Acuario y Tauro<br />
Autores: Joaquín y Ema<br />
Hace miles y miles de años vivía un hombre hecho de agua llamado Acuario y un<br />
hombre todo llamado Tauro. Ellos ayudaban a las personas del pueblo más cercano<br />
para que las personas del pueblo no creyeran que los iban a devorar o ahogarlos.<br />
Un día llegó un cazador a cada pueblo a ver si había una bestia, encontró a Tauro<br />
pero a Acuario no le hizo nada porque no se veía en el agua. A Tauro lo intentó cazar<br />
pero las personas del pueblo lo defendieron. El cazador prometió venganza.<br />
Tiempo después Tauro y Acuario recordaron la voz del cazador diciendo “¡Me<br />
vengaré!” En un momento apareció el cazador con la esperanza de cazar a Tauro. El<br />
hombre y Tauro tuvieron una larga pelea y Tauro se estaba por morir cuando de<br />
repente salió Acuario y ahogó al cazador.<br />
Tauro y Acuario siguieron trabajando en los pueblos hasta que los dos murieron y<br />
los pueblos se pusieron tan tristes que enterraron sus cuerpos e hicieron dos<br />
constelaciones en homenaje a ellos.<br />
Por eso cada mes aparece la constelación de Tauro y Acuario y los pueblos los<br />
recuerdan.
La creación de las Cataratas<br />
Autores: Lucía, Olivia y Delfina<br />
Años atrás en el mundo de los dioses existían ocho diosas llamadas, Yuyo (diosa de<br />
las plantas), Squishy (diosa del agua), Musi (diosa de las nubes), Mimí (diosa del sol),<br />
Lula (diosa de la luna), Mansky (diosa de las piedras), Yudi (diosa del viento) y Maki<br />
(diosa del hielo).<br />
Ellas son hijas de Tumiyu el gran dios y su bella esposa la diosa del aire Miloo.<br />
Tumiyu y Miloo pensaron que había pocas cosas impresionantes e impactantes en la<br />
Tierra donde vivía el hombre, así que quisieron poner a prueba a sus hijas de qué<br />
podían inventar. Entonces las chicas se pusieron a charlar y se originó una discusión:<br />
-¡Tiene que ser algo colorido y floreado! Dijo Yuyo<br />
-No, algo para que se refresque la gente. Dijo Squishy<br />
-Algo suave como las nubes. Dijo Musi<br />
-¡Algo brillante como el sol! Dijo Mimí<br />
-Tal vez algo espectacular como las estrellas. Dijo Lula<br />
-Algo duro como la roca. Dijo Manski<br />
-¡Un remolino! Dijo Yudi<br />
-Definitivamente tiene que ser algo frio. Manifestó Maki<br />
-¡Hagamos algo juntas! Gritaron al mismo tiempo Tumiyu y Miloo<br />
Y…pensando y pensando, se les ocurrió algo entre todas, que llamaron “Cataratas”.<br />
Lo llamaron así porque es un río con caída muy fuerte con piedras y plantas<br />
alrededor. Las personas visitan esta hermosa creación.
Autores: Luca y Manuel<br />
Creación del pasto<br />
Hace mucho tiempo en un pueblo, había una familia de dos hermanos. Un día<br />
fueron al bosque y en él se pelearon, pero al momento se amigaron y lloraron de la<br />
felicidad, y las lágrimas cayeron en la tierra y creció algo verde, puntiagudo, liso y<br />
fino. Como un hermano se llamaba Pas y el otro To, lo llamaron “Pasto”<br />
Inmediatamente fueron al pueblo y se los contaron a los ciudadanos, ellos<br />
quedaron asombrados y como también lloraban de emoción, se creó más pasto y<br />
luego de esa tierra donde no crecía nada, pudieron sembrar y cosechar.
La leyenda de Ualabí<br />
Autores: Valentina y Gregorio<br />
Hace mucho tiempo en una selva había un indio llamado Yaca. Él iba de tribu en<br />
tribu intercambiando perlas por cosas valiosas. Una noche el indio vio una sombra<br />
muy rara y oscura. Encendió una antorcha y vio a una diosa que tenía poderes para<br />
convertir a las personas. La diosa le pidió al indio que traiga cincuenta personas para<br />
convertirlas. Como el indio se negó quiso matar a la diosa, ella se defendió<br />
convirtiéndolo en un Ualabí, un animal parecido a un cerdo, más salvaje, gordo y de<br />
pelo corto.
La leyenda del volcán<br />
Autores: Julieta, Julián y Nina<br />
Hace miles de años en un lugar muy alto había dos dioses, uno era muy bueno y el<br />
otro muy quejoso.<br />
Una tarde se encontraron con un grupo de investigadores. Los dioses se<br />
comunicaron con ellos y le dijeron si podían investigar juntos, y le respondieron que<br />
sí.<br />
Luego fueron a inspeccionar a un bosque, y se encontraron algo muy alto y ancho.<br />
Desde ese día esa cosa tan alta, de la que salía lava, la llamaron “la montaña de lava”.<br />
Entonces los dioses y el grupo hicieron una ronda alrededor de la montaña. Cada uno<br />
levantaba la mano para nombrar a la montaña, uno de los integrantes dijo “volcán” y<br />
todos dijeron muy buen nombre.<br />
Desde ese mismo momento lo llamaron Volcán.
El pueblo lluvioso<br />
Autores: Bianca y Tomás<br />
Hace miles de años en un pueblo lluvioso, había un dios de la lluvia que siempre<br />
hacía llover, su nombre era Masto y él era muy malo. Pero había una diosa llamada<br />
Cabiana que era la diosa del sol.<br />
Un día los habitantes del pueblo le pidieron a Cabiana que se encargue de Masto<br />
para que no siga dando tantas lluvias. Entonces la diosa subió al cielo para realizar su<br />
plan.<br />
Cuando llegó le dijo al dios de la lluvia que las personas no querían tantas lluvias.<br />
Pero a él no le importó. Entonces la diosa se enfureció y como ella era más poderosa<br />
lo transformó en un árbol, entonces cuando las personas le pedían, llovía. El árbol era<br />
grande, su tronco era naranja, sus hojas eran amarillas y sus frutos eran rojos. Cuando<br />
el árbol se hacía viejo Cabiana lo hacía joven.<br />
Mientras la diosa le daba sol a las personas casi siempre los días eran soleados y<br />
Masto hacía llover para ayudar a las personas con las cosechas.<br />
La gente del pueblo está muy agradecida con los dioses que le permiten vivir<br />
felices.
Autores: Nazareno y Facundo<br />
La transformación<br />
Cuentan que en el cielo había una nube blanca y una gris. La blanca era buena,<br />
trabajadora pero la gris era lo contrario. Solo quería molestar a la nube blanca, así se<br />
ponía triste.<br />
Un día la nube blanca estaba tan triste que hizo que lloviera e hizo atraer a un<br />
hombre fuerte y valiente, él le pregunto ¿qué te sucede?, la nube respondió la nube<br />
gris se burla de mi. Entonces el hombre propuso fusionarse, la nube aceptó y se<br />
fusionaron.<br />
Así apareció el primer dios y fue en busca de la nube gris, cuando la derrotaron ella<br />
preguntó ¿quién eres? Soy el dios nube, respondió.
Autores: Ornella y Julia<br />
El dios del fuego y la diosa del agua<br />
Hace mucho tiempo había dos pueblos rivales. En uno reinaba la diosa del agua,<br />
que era buena y en el otro reinaba el dios del fuego, que era malo. Ella tenía un hijo y<br />
él una hija.<br />
Una vez se decidió hacer una batalla y los hijos de los dioses fueron a dar un paseo<br />
en el palacio del fuego. En ese momento, apareció el dios del fuego y trajo a los<br />
guardias para que sacaran al hijo de la diosa del agua.<br />
La hija del dios del fuego lo protegió. Escaparon del palacio y llegaron al reino del<br />
agua. En el reino todos se asustaron de la hija del dios del fuego.<br />
El hijo de la diosa explicó que ella no era mala, sino que su padre lo era. Fueron al<br />
castillo de agua. Cuando llegaron le dijeron a la diosa del agua la historia de lo que<br />
sucedió. Cuando terminaron la diosa decidió hacer tregua con el reino del fuego.<br />
El dios del fuego vio a su hija feliz con el hijo de la diosa del agua y, aceptó.
Diez curiosidades sobre los mayas<br />
1) Inventaron el chicle. Extraían la resina de un árbol conocido como zapote, de la que<br />
sale el chicle.<br />
2) Hacían bizcos a los niños nobles. Les colocaban en la cabeza un cordón con una<br />
figurita en el extremo que les caía delante de los ojos, muy cerca, para que al mirarla<br />
forzaran la vista. Esa deformación era un símbolo de estatus social.<br />
3) Su calendario es, en cierto modo, más preciso que nuestro gregoriano. Sin ayuda de<br />
la tecnología, los mayas precisaron la duración del año solar en 365,2420 días. En el<br />
gregoriano el año dura 365,2425. En realidad son 365,2422, de modo que el cálculo<br />
maya está más cerca del correcto.<br />
4) Deformaban las cabezas como decoración corporal atándose tablas. No era una<br />
técnica dolorosa y estaba más generalizada entre las élites.<br />
5) Enterraban a los muertos en casa o en casa de los vecinos.<br />
6) Tras un partido de pelota mataban al equipo perdedor. Se cree que también podía<br />
jugarse de forma lúdica, pero el partido era sobre todo una lucha de poder entre los<br />
grupos dominantes.<br />
7) La escritura maya era lacónica y metafórica. Por ejemplo, a los chicos y chicas en<br />
edad de casarse se les llamaba «tallo florido de maíz», al que se mete en algo que no le<br />
incumbe se le dice «¿por qué llevas un taparrabos que no te pertenece?».<br />
8) La mayor parte de sus pirámides las pintaban de azul y rojo sangre.<br />
9) Cuando moría un noble se sacrificaba también a sus criados para ser enterrados con<br />
él.<br />
10) Usaban la misma palabra para referirse al amor y al dolor.<br />
Fuente: https://drive.google.com/file/d/0B5K8tJIghVtgWVFqQ3RkOEpDOGs/view?usp=sharing
Todos tenemos sueños, todos amamos la libertad,<br />
cuidemos nuestras raíces, que nos dan identidad…