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Edicion 43 Abril 22

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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />

ENTRÉGUESE A LA ESPERANZA<br />

FLIP OVER<br />

TO READ IN<br />

ENGLISH<br />

NO BUSQUE VENGANZA,<br />

BUSQUE A DIOS<br />

SIGA<br />

AVANZANDO<br />

CÓMO AVANZAR<br />

A TRAVÉS DE LA<br />

DECEPCIÓN<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

Greenville, NC 27836<br />

Una revista en<br />

una misión:<br />

vea página 2<br />

1s Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

PO Box 2751<br />

Issue 02 / 20<strong>22</strong>


VICTORIOUS LIVING<br />

LLEVA ESPERANZA A LOS<br />

ENCARCELADOS<br />

Desde 2013, los programas comunitarios de Victorious<br />

Living han influido positivamente en más de un millón<br />

de presos en más de dos mil cárceles. Brindamos:<br />

Testimonios de la vida real del poder transformador<br />

de Jesucristo desde nuestra revista<br />

bilingüe, disponible en cárceles y penitenciarías<br />

en versión impresa y formato digital.<br />

Encuentre recursos que<br />

pueden cambiar su vida<br />

en las tabletas EDOVO<br />

para cárceles.<br />

Acceso a la revista<br />

VL, podcasts y<br />

transmisiones.<br />

Discipulado cristiano para los reclusos mediante<br />

correspondencia personal, devocionales, videos<br />

y podcasts.<br />

¿Está preso y<br />

necesita apoyo?<br />

Contacto con organizaciones nacionales que<br />

proporcionan recursos útiles para presidiarios,<br />

ex presidiarios y sus familias.<br />

Herramientas para programas carcelarios,<br />

para que las iglesias locales puedan cumplir el<br />

mandamiento de Dios, respecto de acordarnos<br />

de quienes están privados de la libertad.<br />

Escríbanos y<br />

sea una parte<br />

importante de<br />

nuestra familia en<br />

Victorious Living.<br />

VL Correspondence<br />

PO Box 2751<br />

Greenville, NC 27836<br />

Lamentablemente, debido a la<br />

elevada tasa de presos transitorios<br />

y nuevas restricciones para la<br />

correspondencia, ya no podemos<br />

enviar a los presos suscripciones<br />

personales de VLMag ni devocionales.<br />

Se entregan numerosos ejemplares<br />

a capellanes y bibliotecas de las<br />

cárceles. Se puede aumentar la<br />

cantidad a solicitud del capellán.


NÚMERO 2, ABRIL DE 20<strong>22</strong><br />

CONTENIDO<br />

20s<br />

21s<br />

UN PASO ADELANTE<br />

Sea un cántaro para quienes<br />

tienen sed<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

¡No se rinda!<br />

POR VENNESA VIEKE<br />

Cuando las elecciones de Christina<br />

para su vida hicieron que el Servicio<br />

de Protección de Niños le hiciera<br />

perder a sus hijas, no sabía si podría<br />

continuar. Otras malas decisiones<br />

profundizaron su adicción y la<br />

llevaron a la cárcel, donde finalmente<br />

encontró al Buen Pastor.<br />

16s<br />

Mike pasó casi toda su vida buscando<br />

reconocimiento y popularidad. Ahora<br />

se asegura de que los demás conozcan<br />

el amor de su increíble Salvador, que<br />

no falla nunca.<br />

HISTORIA DE TAPA<br />

Siga avanzando<br />

25s<br />

28s<br />

Confíe en Dios, aunque no<br />

entienda<br />

POR KORY GORDON<br />

Restaurado para ser útil<br />

6s<br />

DESTACADOS<br />

Entréguese a la esperanza<br />

LA HISTORIA DE MIKE LINDELL<br />

POR MELISHA JOHNSON<br />

Liberada de la cárcel hace poco,<br />

Melisha cuenta cómo Dios la mantuvo<br />

fuerte durante su experiencia y cómo<br />

sigue trabajando en su vida hoy.<br />

10s<br />

POR KENNY MUNDS<br />

VIDAS<br />

TRANSFORMADAS<br />

Deje que lo guíe el<br />

Buen Pastor<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

12s<br />

El reconocido creador de la dinastía<br />

de almohadas MyPillow cuenta cómo<br />

Dios lo rescató de una vida de drogas y<br />

desesperanza y le dio una plataforma<br />

para ayudar a otros y compartir la<br />

esperanza que encontró en Cristo.<br />

La muerte de Big Mike<br />

LA HISTORIA DE MIKE WILSON<br />

<strong>22</strong>s<br />

Deje caer la coraza<br />

LA HISTORIA DE MARY BETH<br />

BAREFOOT<br />

Ser hija de un predicador no evitó<br />

que Mary Beth pasara durante años<br />

por una inestabilidad emocional<br />

y espiritual, desconfianza y que se<br />

alejara de Dios. Cuando se entregó a<br />

Él, encontró paz y un propósito.<br />

FOTO DE ASHCROFT STUDIO PHOTOGRAPHY BY STEVE ROOS<br />

EN LA TAPA<br />

Tras estar presa en una<br />

cárcel federal, ahora<br />

Melisha Johnson usa su<br />

libertad para enseñar<br />

a otras personas sobre<br />

la importancia de<br />

apoyar a hombres y<br />

mujeres que están<br />

entre rejas. Atribuye la<br />

transformación de su<br />

vida al Señor y al apoyo<br />

incondicional de su<br />

familia de la iglesia.<br />

26s<br />

4s<br />

No busque venganza,<br />

busque a Dios<br />

LA HISTORIA DE DEBBIE<br />

SANDERS<br />

Víctima de un ataque violento y<br />

absurdo, Debbie estaba sumida en<br />

la amargura y una profunda sed<br />

de venganza. Encontró paz y un<br />

propósito el día que puso todo en<br />

manos de Dios.<br />

EN CADA EDICIÓN<br />

Nota de la Editora<br />

Sea fuerte y valiente<br />

29s<br />

Profundicemos<br />

Sea valiente<br />

30s<br />

Ahora qué/Recursos<br />

Acabo de aceptar la salvación.<br />

¿Y ahora, qué?<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

3s


NOTA DE LA EDITORA<br />

Sea fuerte y valiente<br />

Si quiere apoyar nuestra revista<br />

y llevar la esperanza de Dios e<br />

influir en la vida de mujeres y<br />

hombres encarcelados, visite<br />

victoriouslivingmagazine.com.<br />

Cada dólar que dona envía una<br />

copia de la revista a una cárcel.<br />

Cada copia influye en muchas<br />

vidas durante años.<br />

V<br />

ictorious Living se refiere constantemente<br />

a un tema: esperanza y victoria. Esta<br />

revista solo tiene por objeto compartir<br />

testimonios personales de cómo Dios ayuda a<br />

las personas a superar adversidades y situaciones<br />

aparentemente imposibles. Las historias<br />

de vida de nuestros colaboradores prueban que<br />

no hay situación tan oscura como para que la<br />

esperanza de Dios no pueda iluminarla ni vida<br />

tan desperdiciada como para que el amor de<br />

Dios no la pueda restaurar.<br />

Mientras creaba el contenido para este<br />

número, me di cuenta de lo importante que es<br />

la valentía en la vida de un seguidor de Cristo.<br />

Incluso desde el inicio, hace falta valentía para<br />

creer que el Dios del universo nos ama y desea<br />

tener una relación íntima con nosotros. Aceptar<br />

la sencillez del evangelio como lo expresa Juan<br />

3:16 nos hace pasar por alto preguntas que<br />

provocan angustia, como: “¿Y si Dios me falla?<br />

¿Y si yo le fallo? ¿Y si la gente me rechaza?”.<br />

De hecho, los creyentes necesitan valentía<br />

simplemente para vivir en una entrega diaria<br />

al Señor. Entregar el control de nuestra vida nos<br />

hace sentir vulnerables.<br />

El diccionario inglés de Google define la<br />

valentía como “la capacidad de hacer algo que<br />

nos da miedo” y también “fortaleza frente al<br />

dolor o el sufrimiento”. La Biblia habla mucho<br />

sobre tener fortaleza y valentía, y eso es porque<br />

Dios sabía que todos los días íbamos a enfrentar<br />

circunstancias que provocan miedo y gigantes<br />

colosales. En Juan 16:33 Él dijo, incluso, que<br />

podíamos experimentar situaciones tristes, que<br />

parecen sin solución.<br />

He leído que la frase “no temas” aparece más<br />

de 365 veces en la Biblia. ¡Una para cada día<br />

del año! El Señor sabía que cada día íbamos<br />

a tener que optar entre sucumbir al miedo o<br />

confiar en Él.<br />

Qué agradecida estoy de que no tenemos<br />

que juntar valor con nuestras propias fuerzas.<br />

2 Timoteo 1:7 nos dice que Dios nos ha dado<br />

un espíritu de poder y un dominio propio para<br />

superar el miedo y otras emociones que nos<br />

paralizan. Dios mismo ofrece su gran poder<br />

para ayudarnos a que nos mantengamos firmes<br />

(Efesios 6:10).<br />

Como deportista profesional, enfrenté el<br />

miedo a menudo. En los 35 años que competí<br />

en el esquí acuático, no puedo recordar una<br />

vez en que mi corazón no comenzara a galopar<br />

antes de saltar de la plataforma al agua. Cada<br />

vez debía enfrentar una batalla mental para<br />

acorralar el miedo y reemplazarlo por pensamientos<br />

positivos. Pero en todos esos años,<br />

nunca dejé que el miedo me impidiera salir de<br />

la plataforma. Sabía que, si me quedaba en esa<br />

plataforma de confort y supuesta seguridad,<br />

nunca llegaría a pararme en la cima del podio<br />

como campeona mundial.<br />

Del mismo modo, no vamos a experimentar la<br />

vida victoriosa que Dios preparó para nosotros<br />

si dejamos que el miedo nos aleje de Dios. Debemos<br />

tomar a diario la decisión de acorralar el<br />

miedo y reemplazarlo por la verdad de Dios (2<br />

Corintios 10:5).<br />

Cada vez que Dios me invita a confiar en Él<br />

y a seguirlo, ¡tengo pánico! Tal como cuando<br />

saltaba de la plataforma de esquí acuático,<br />

se me acelera el corazón y se me chocan las<br />

rodillas. Nunca me siento capacitada para hacer<br />

lo que Dios me pide que haga y casi nunca tengo<br />

las respuestas antes de dar ese primer paso,<br />

pero cuanto más me concentro en Aquel que<br />

me llama a salir de la plataforma, más rápido<br />

se desaparece el miedo que me tiene atrapada.<br />

Teniendo en cuenta la fidelidad de Dios en el<br />

pasado y teniendo presente que Él está conmigo<br />

dondequiera que vaya me hace saltar de la plataforma<br />

más rápidamente. Y cuando recuerdo que<br />

Él me ama, que Él me da su provisión y que Él<br />

es más poderoso que cualquier enemigo y que<br />

Él nunca me va a abandonar…realmente me<br />

emociona mucho saltar hasta lo más profundo.<br />

Si hoy necesita valentía, pídale al Señor que<br />

le ayude a dejar de lado su temor para poder<br />

aceptarlo en su vida. Él lo va a ayudar a obedecer<br />

y dejar a un lado los controles. Va a estar<br />

contento de haberlo hecho.<br />

Recuerde: Dios no le da un espíritu temeroso.<br />

Satanás, sí. No deje que Satanás le impida<br />

experimentar el amor de Dios y la bondad de<br />

Sus planes.<br />

Kristi Overton Johnson<br />

Editora y Directora Ejecutiva<br />

FOTO DE JOMARYS LEON-LORENZO<br />

4s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


Con las historias de Victorious Living,<br />

mujeres y hombres que están entre rejas<br />

conocen al Dios que da otra oportunidad.<br />

Testimonio: Christina<br />

Esta revista ha tocado fibras en mi familia. Una de<br />

mis hijas tiene problemas de adicción. Le pedí al<br />

Señor que la rescatara, aun cuando eso significara<br />

que podría ir a la cárcel. Dios respondió a mis<br />

ruegos y mi hija fue a la cárcel. Allí cayó en sus<br />

manos un ejemplar de la revista VL y ella empezó a<br />

leer historias sobre personas como ella y cuya vida<br />

había cambiado. Casualmente, mi historia estaba<br />

en esa edición.<br />

Al leer mi historia de cómo Jesucristo había<br />

transformado mi vida, lo sintió como algo más<br />

personal. Mi hija compartió mi historia con sus<br />

amigas y me pidió que le enviara una Biblia. Al poco<br />

tiempo me pidió Biblias y la suscripción a la revista<br />

VL para sus amigas.<br />

Dios usó VL para iniciar una conversación entre<br />

mi hija y yo sobre la Buena Nueva de Jesús. Quedó<br />

plantada en su corazón una semilla que habla de<br />

cuánto la ama el Señor. Ella ha experimentado por sí<br />

misma cómo puede cambiar la vida de una persona<br />

cuando lo elige a Él. Dice que les da a ella y a sus<br />

amigas esperanza para su futuro.<br />

¿Ha pensado en la posibilidad de usar VL para<br />

compartir con otras personas la Buena Nueva de que<br />

Jesús salva? Es una gran herramienta para utilizar<br />

diariamente en la interacción con los demás. Las<br />

historias de VL tienen el poder excepcional de tocar<br />

el corazón de la gente de manera muy personal.<br />

PATROCINE UNA CÁRCEL<br />

DE SU ESTADO Y CAMBIE<br />

VIDAS HOY.<br />

Visite victoriouslivingmagazine.com


Entréguese a la esperanza<br />

LA HISTORIA DE MIKE LINDELL<br />

Todos pasamos por traumas y adversidades<br />

en la vida. Todos experimentamos rechazos<br />

y traiciones. Pero lo que determina las consecuencias<br />

que pueden tener en nuestra vida es<br />

lo que hacemos con esos momentos dolorosos.<br />

Ese dolor puede ser una puerta a la esperanza,<br />

que es lo que nos lleva a una vida nueva, o<br />

puede ser nuestro final. La elección es nuestra.<br />

En 2007, me encontré ante esa puerta. Estaba<br />

en un lugar oscuro y solitario, en el que<br />

parecía que había perdido todo lo importante.<br />

Cuando le conté mis problemas a un amigo,<br />

me di cuenta de que mi vida se había tornado<br />

desesperante. Estábamos en medio del mar<br />

cuando le pedí consejo sobre cómo manejar mi<br />

situación. Jamás voy a olvidar su respuesta:<br />

“Mike, si estuviera en tu lugar, yo saltaría”.<br />

Bueno, no me tiré al mar, pero sí me<br />

sumergí más en la oscuridad y continué<br />

recorriendo el camino de la destrucción<br />

por el que transitaba desde hacía años. Por<br />

suerte, Dios no me abandonó ni renunció a<br />

los planes que tenía para mí. En cambio, me<br />

persiguió sin cesar, interviniendo en mi vida<br />

de las formas más increíbles.<br />

Crecí en un hogar cristiano. Incluso<br />

cuando no vivía para Él, sabía que Dios<br />

tenía un plan para mí. Había oído hablar<br />

de Sus planes buenos en la iglesia y la gente<br />

a menudo me recordaba de que estaba<br />

destinado a hacer algo grande. Y además, tenía<br />

sueños.<br />

Un sueño que tuve en 2004 me mostró vívidamente<br />

cómo yo inventaba una almohada.<br />

Era tan claro que supe que tenía que venir de<br />

Dios. Me desperté y me puse a trabajar inmediatamente…a<br />

las 2 de la mañana. Mi hija bajó<br />

a buscar agua y encontró una habitación llena<br />

de notas autoadhesivas y un plan de negocios<br />

para MyPillow. Muy entusiasmado, le conté que<br />

iba a fabricar almohadas que iban a cambiar<br />

el mundo. “Qué raro, papá”, me dijo y se volvió<br />

a la cama.<br />

Tuve otro sueño después que me mostró<br />

cómo MyPillow me iba a proporcionar una<br />

6s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTOS CORTESÍA DE MYPILLOW<br />

enorme plataforma para ayudar a otras personas.<br />

Ayudar a los demás me hacía sentir bien<br />

conmigo mismo, así que esto me entusiasmaba.<br />

No era frecuente sentirme bien conmigo<br />

mismo.<br />

Casi toda mi vida me sentí distinto y fuera<br />

de lugar. Mis padres se divorciaron cuando yo<br />

tenía siete años y me cambiaron de escuela.<br />

En esa época el divorcio no era algo común y<br />

tener un solo padre en la casa me hacía sentir<br />

menos que los demás.<br />

Como me había sentido tan distinto de niño, a<br />

menudo tenía problemas para socializar. O me<br />

encerraba por la angustia que me provocaba<br />

hablar con otros o me pavoneaba haciendo<br />

locuras. No sabía qué hacer con mi dolor, así<br />

que me escapaba de él como podía.<br />

Al final, me volqué a vías pasajeras de<br />

escape como la bebida, el juego y las drogas.<br />

Por efecto de las drogas, me disminuía la<br />

ansiedad. Me sentía con más confianza y<br />

relajado y podía hablar con la gente. Pero, como<br />

mucho, era una confianza artificial.<br />

Ya mayor, traté de crear mi propia empresa.<br />

Siempre había tenido una mente emprendedora,<br />

pero sin demasiado éxito. Me enfrenté<br />

a los fracasos de mi vida durante la reunión<br />

por el quinto aniversario de egresados de mi<br />

escuela en 1984.<br />

Observando a mis compañeros de la escuela<br />

y escuchando sus historias, parecía que todos<br />

tenían las cosas claras, menos yo. Había dejado<br />

la universidad, era un jugador compulsivo, el<br />

tipo soltero que le debía dinero a la mafia por<br />

apuestas de fútbol. (Es verdad: hasta me rompieron<br />

los brazos por mis deudas).<br />

La noche de esa reunión estaba acostado en<br />

la cama y me invadió la tristeza. Me sentí tan<br />

vacío y solo y con una vida chata. Estaba enojado<br />

conmigo mismo por no estar donde pensaba<br />

que debía estar y por perder el tiempo. Me hacía<br />

falta la familia de la que hablaban mis compañeros<br />

de escuela y oré: “Dios, por favor, dame<br />

una mujer para amarla y formar una familia”.<br />

Pensaba que seguramente si tenía familia me<br />

iba a sentir feliz, contento y realizado.<br />

En 1987, conocí a una mujer y nos casamos.<br />

Juntos, tuvimos cuatro hijos hermosos. Dios me<br />

había dado todo lo que le había pedido. Empecé<br />

con un food truck y después abrí bares. (No es el<br />

mejor lugar para que un adicto pase sus días).<br />

Trabajaba mucho. Sin embargo, a pesar de<br />

tener la familia y los negocios que mar chaban<br />

muy bien, seguía estando insatisfecho y las<br />

drogas continuaban haciéndome sobrellevar<br />

cada día.<br />

Hay un gran concepto erróneo sobre la<br />

adicción. Muchos piensan que los adictos<br />

son personas sin hogar que viven en la calle.<br />

Es así en algunos casos. Pero hay adictos con<br />

hermosos hogares y familias. No importa<br />

cuántos cubiertos use una persona: la adicción<br />

puede afectar a cualquiera.<br />

Durante 15 años fui un adicto funcional.<br />

Bebía y consumía cocaína todos los días y<br />

sin embargo continuaba trabajando mucho.<br />

No sabía qué hacer con mi<br />

dolor, así que me escapaba<br />

Parecía una cosa normal: las personas con<br />

las que andaba hacían lo mismo. Esas sustancias<br />

me ayudaban a sentirme más confiado<br />

y seguro. Me permitían hablar con mis<br />

clientes.<br />

de él como podía.<br />

Pero cuando dejaba las drogas, siempre<br />

me asaltaba la tristeza.<br />

Así que seguí combatiéndola de la única<br />

forma que conocía. Apenas comenzado el<br />

siglo veintiuno, me volqué al crack. Cada<br />

día que pasaba, me concentraba menos en<br />

el trabajo y más en buscar la próxima dosis.<br />

No pasó mucho hasta que perdí mi primer<br />

bar. Todo por lo que había trabajado tanto<br />

para conseguir había desaparecido, y estaba<br />

devastado. “¿Y ahora, qué?” me pregunté.<br />

A pesar de la gravedad de la situación,<br />

tenía que pasar por esa decepción. Fue el<br />

primero de una serie de eventos que Dios<br />

utilizó para acercarme al plan que Él tenía<br />

para mi vida. Fue en esa época cuando tuve<br />

aquel primer sueño de MyPillow: una visión<br />

de algo nuevo que recibí de Dios.<br />

Durante un año trabajé incansablemente,<br />

diseñando la almohada MyPillow. Compré<br />

una trituradora de las que se usa en las<br />

granjas y empecé a cortar gomaespuma.<br />

Mis hijos participaban de cada etapa del<br />

Mike Lindell en los comienzos de MyPillow, cortando<br />

gomaespuma en la trituradora de uso en granjas y<br />

cosiendo almohadas.<br />

proceso, desde diseñar logos, desarrollar modelos<br />

y contratar a sus amigos para ayudar<br />

con la producción. Cuando mis vecinos se<br />

ente raron de lo que estaba haciendo, se preguntaron<br />

burlonamente: “¿Qué? ¿Ahora Mike<br />

está fabricando almohadas? ¡¿Está fumando<br />

crack?!”. (No tenían idea de que así era).<br />

Con el producto final en mano, me dispuse<br />

fervorosamente a revolucionar el sector de las<br />

almohadas. Pero a mi entusiasmo le respondieron<br />

con rechazo, ya que todos los comercios<br />

minoristas me dijeron que no. Un amigo<br />

me sugirió que vendiera en un kiosco del mall<br />

local. Ni siquiera sabía cómo se escribía<br />

kiosko, pero hice el intento. Solo trabajé<br />

un par de días allí, pero eso es todo lo que<br />

Dios necesitaba para hacer que ocurra un<br />

encuentro por su designio.<br />

Una de las personas que pasó por allí<br />

“curiosamente” era el director de la Feria de<br />

Casa y Jardín de Minnesota. Me pidió mi tarjeta<br />

cuando me compró la almohada MyPillow.<br />

La almohada lo ayudó tanto que después me<br />

llamó y me sugirió que adquiriera un stand en<br />

la feria. Así lo hice.<br />

El primer día de la feria vendí 12 almohadas<br />

solamente. Estaba tan angustiado…no sabía<br />

cómo hablar con la gente sin ayuda de las drogas.<br />

(En ese momento todavía consumía, pero<br />

siempre me aseguraba de estar sobrio en los<br />

eventos). Me paraba detrás de una mesa, para<br />

que los clientes no invadieran mi espacio.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

7s


Aunque estaba bien encaminado al<br />

éxito, seguía sintiéndome infeliz.<br />

Después de ese primer día, muchos de mis<br />

clientes volvieron a la feria solo para decirme<br />

que la almohada MyPillow les había hecho<br />

bien. Esto aumentó mi confianza de manera<br />

increíble. Para mí, no se trataba tanto de hacer<br />

dinero, como de ayudar a la gente.<br />

Durante los seis años siguientes vendí en la<br />

Feria de Casa y Jardín y en la Feria Estatal de<br />

Minnesota con excelentes resultados. Mi familia<br />

podría haber vivido bien solo con lo que ganaba<br />

en estos eventos, pero yo sabía que MyPillow<br />

tenía un destino mejor aún.<br />

Aunque estaba bien encaminado al éxito,<br />

seguía sintiéndome infeliz y continuaba dependiendo<br />

de las drogas para ocultar mi dolor.<br />

En 2007 ocurrió lo inevitable—mi adicción me<br />

pasó factura y se llevó todo, incluso mi matrimonio.<br />

Casi perdí MyPillow, también, cuando<br />

otras personas trataron de apoderarse de mi<br />

empresa. Sufrí una traición dolorosa. Fue en<br />

ese momento que aquel amigo me confirmó<br />

que estaba desahuciado cuando comentó:<br />

“Mike, si estuviera en tu lugar, yo saltaría”.<br />

Mis circunstancias dolorosas siguieron en<br />

aumento, y también mi consumo. En este punto<br />

estaba usando crack todos los días, hasta que<br />

llegó otra intervención de Dios.<br />

Me estaba quedando en una casa donde<br />

vendían crack, en el centro de Minneapolis.<br />

Salí de la habitación y había tres traficantes<br />

parados ahí. Estos tipos sabían uno del otro<br />

pero no se conocían personalmente. Pregunté:<br />

“¿Qué están haciendo aquí?”.<br />

Uno dijo: “Mike, hace 14 días que estás<br />

Fue el traficante<br />

que le vendía<br />

a Mike quien le<br />

tomó esta foto<br />

y predijo que un<br />

día estaría en la<br />

tapa de su libro.<br />

volado. Ya no te vamos a<br />

vender más”.<br />

Yo pensé: “¿Qué es esto,<br />

una intervención?”.<br />

Poco después, salí a la<br />

calle. Pasó que estos tipos habían dado la<br />

orden de que nadie me vendiera. Furioso,<br />

volví a la casa y le dije a ese traficante lo<br />

que pensaba.<br />

Me respondió: “Viejo, hace años que nos<br />

dices que MyPillow es una plataforma de<br />

Dios y que ibas a dejar las drogas y que ibas<br />

a venir a ayudarnos a todos a salir de este<br />

mundo de adicciones en el que vivimos”.<br />

Revoleó los ojos y me quitó el teléfono.<br />

Después me sacó una foto y me dijo: “Aquí<br />

tienes. Vas a necesitar esta foto para el maldito<br />

libro que siempre estás diciéndonos que<br />

vas a escribir”. Esa foto ahora está en la tapa<br />

de mi libro, ¿Cuáles son las probabilidades? De<br />

adicto al crack a CEO.<br />

Me encantaría decir que dejé las drogas<br />

esa noche, pero no fue así. En cambio, mi<br />

vida empeoró. Afortunadamente, Dios todavía<br />

no me había dado por perdido. A los<br />

siete meses, volvió a intervenir.<br />

Estaba acostado boca arriba en el piso<br />

de una casa vacía en el medio del bosque,<br />

mirando al techo. Mientras meditaba sobre<br />

lo inútil que era mi vida, alguien golpeó la<br />

puerta. Me sorprendió ver a mi viejo amigo<br />

Dick. Habíamos crecido juntos, habíamos<br />

empezado a consumir juntos también, incluso<br />

el crack. Pero Dick había encontrado<br />

al Señor. Su vida había tomado un curso<br />

distinto y no lo veía desde entonces.<br />

“¿Qué haces aquí?” le pregunté. Me dijo<br />

que el Señor le había sugerido visitarme<br />

y quería saber qué estaba pasando. Sabía<br />

que podía confiar en Dick y empecé a contarle<br />

detalles de mi vida. También le hice muchas<br />

preguntas sobre su fe. Sabía que él había probado<br />

todo tipo de programas de rehabilitación,<br />

como yo, pero esto de Jesús parecía ser distinto.<br />

Quería saber cómo y por qué.<br />

Durante dos horas, Dick me contó cómo<br />

Cristo había cambiado su vida cuando todo<br />

lo demás había fracasado. Me interesaba<br />

mucho saber si la vida cristiana era aburrida.<br />

Me aseguró que no.<br />

No acepté a Jesús en mi vida esa noche, pero<br />

Dios utilizó a Dick para plantar otra semilla de<br />

esperanza que pronto iba a echar raíces.<br />

El 16 de enero de 2009, mi espíritu se llenó<br />

de determinación. Supe que estaba por perder<br />

la oportunidad de llevar a cabo cualquier plan<br />

que Dios tuviera para mi vida, y le pedí que me<br />

librara de mi adicción. No era la primera vez<br />

que oraba. Lo había hecho muchas veces en<br />

la cárcel, tratando de negociar con Dios para<br />

hacer que mis problemas desaparezcan. Pero<br />

ese día había algo distinto.<br />

Desesperado por hacer un cambio, le dije<br />

a Dios que estaba dispuesto a hacer lo que Él<br />

quisiera, pero necesitaba que primero me librara<br />

de mi deseo de consumir.<br />

Cuando desperté al día siguiente, fue un milagro<br />

total. No tenía ningún tipo de necesidad<br />

física ni mental de drogas, alcohol ni nada y no<br />

la he tenido desde entonces.<br />

Estaba libre. ¡Estoy libre! Inmediatamente me<br />

aboqué a reorganizar y recuperar MyPillow. Me<br />

dediqué a convertirla en una gran plataforma<br />

que pudiera ayudar a otros adictos a encontrar<br />

la libertad que había encontrado yo.<br />

Puse manos a la obra con más pasión que<br />

nunca. Por fin me había quitado de la espalda<br />

el peso de mis adicciones. Lo primero que<br />

necesitaba era conseguir $30.000. Me sentí muy<br />

intimidado cuando me reuní con los posibles<br />

inversores y les conté que era ex adicto al crack.<br />

Uno de ellos me preguntó cuándo había dejado<br />

de consumir. Su cara fue de sorpresa cuando le<br />

respondí: “el jueves pasado”. Increíblemente,<br />

acordaron prestarme los $30.000 que neces i­<br />

taba. Ni siquiera pudieron verificar mi licencia,<br />

porque no tenía. Fue otra intervención divina.<br />

Meses más tarde entendí la importancia de<br />

descubrir los motivos de mi adicción. Fui a un<br />

centro ambulatorio de la iglesia de mi hermana.<br />

La primera noche, me pavoneaba con los<br />

otros hombres sobre la cantidad de centros de<br />

8s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTOS CORTESÍA DE MYPILLOW<br />

rehabilitación en que había estado, la cantidad<br />

de drogas que había consumido y diciendo que<br />

sabía mucho más sobre la recuperación de las<br />

adicciones que cualquier psicólogo.<br />

Rafe, el psicólogo, me dijo que no le importaba<br />

nada de eso. En cambio, quería saber sobre<br />

mi padre y mi niñez. Pensé para mí: ¿qué diablos<br />

tiene que ver con nada de esto?<br />

Rafe me ayudó a comprender que las adicciones<br />

a menudo tienen su origen en traumas<br />

de la niñez, especialmente la falta de padre.<br />

Abordar esos traumas del pasado era fundamental<br />

para poder recuperarse. Necesitaba<br />

tratarlos, o continuarían manifestándose de<br />

maneras poco saludables. También aprendí<br />

que esas heridas le habían abierto una puerta a<br />

Satanás para que arraigara sus mentiras en mi<br />

vida. Allí aprendí mucho, pero todavía no estaba<br />

preparado para entregarle mi vida a Jesús. En<br />

cambio, continuaba enfocado en hacer crecer<br />

la empresa.<br />

Todavía estaba luchando para que los comercios<br />

minoristas aceptaran mi producto, así que<br />

decidí llevarle mi almohada a la gente mediante<br />

la magia de la televisión. Convencí a mi familia<br />

y a mis amigos de que juntaran su dinero para<br />

ayudarme a crear un infomercial.<br />

Nadie me dijo nunca que un infomercial no<br />

es la mejor forma de marketing, así que pensé<br />

que iba a funcionar. Alguien me sugirió contratar<br />

a un actor, pero sabía que si quería generar<br />

ventas, tenía que ser algo genuino. Y nadie creía<br />

en MyPillow más que yo.<br />

Arreglamos para tener audiencia en el estudio<br />

y contraté a un copresentador. El día de<br />

la grabación, estaba muerto de miedo. Aún<br />

después de tantos años en ventas, todavía<br />

tenía ese miedo de hablarle a la gente que me<br />

paralizaba y no me ayudó demasiado que el<br />

productor dijera que yo era el peor tipo que<br />

había hecho un infomercial y que jamás llegaría<br />

a la televisión.<br />

Estaba viviendo en el sótano de la casa de mi<br />

hermana cuando ese infomercial salió al aire<br />

a las 3:00 a. m. del 7 de octubre de 2011. Fue<br />

algo surrealista verme a mí mismo vendiendo<br />

MyPillow en televisión. En 40 días, MyPillow<br />

pasó de tener 10 empleados a 500. Fue un milagro<br />

que pudiéramos fabricar las almohadas<br />

que necesitábamos para cubrir la demanda.<br />

En pocos años, MyPillow generó cientos de<br />

millones de dólares, pero empecé a dar ciertas<br />

cosas importantes por sentadas y, sin que me<br />

Mike Lindell<br />

ignoró a los<br />

pesimistas y se<br />

ocupó él mismo<br />

de publicitar<br />

MyPillow con<br />

infomerciales.<br />

La venta del<br />

producto se<br />

disparó apenas<br />

el infomercial<br />

salió al aire.<br />

diera cuenta, MyPillow tenía una deuda de<br />

seis millones de dólares. Eso fue en 2014 y,<br />

una vez más, MyPillow estaba colgando de<br />

un hilo. Estábamos a dos días de desaparecer<br />

cuando Dios intervino una vez más.<br />

Esta vez, utilizó a una mujer llamada Kendra.<br />

Había notado mis luchas y me animó a<br />

orar. Luego me preguntó sobre mi relación<br />

con Dios. Le dije que creía en Él, que siempre<br />

había creído. Pero ella me desafió a tener<br />

una relación personal, íntima con Él. Me<br />

daba cuenta de que Kendra tenía una paz<br />

interior y una confianza que yo no tenía.<br />

Había visto esas mismas cualidades en otros<br />

cristianos también. Durante tres años, observé<br />

la relación que Kendra tenía con Dios.<br />

Bien dentro de mí, sabía que eso era lo que<br />

necesitaba.<br />

Finalmente, el 18 de febrero de 2017, me<br />

puse de rodillas y le entregué mi vida a Jesús<br />

por completo. En ese momento me quité<br />

el peso que cargaba sobre los hombros. Tuve<br />

una sensación de alivio al recibir el perdón<br />

de Dios y perdonarme a mí mismo. A partir<br />

de ese día, mi vida y MyPillow están en<br />

manos del Señor. MyPillow y mi vida son<br />

prueba del poder de la oración. Han sucedido<br />

tantos milagros que si los contara todos<br />

no terminaría nunca.<br />

Un par de meses después de entregarme<br />

a Jesús, me paré frente a 15.000 personas en<br />

el US Bank Stadium, y hablé de mi historia.<br />

Estaba anonadado por la forma en que Dios<br />

se había hecho cargo de mí—un tipo al que<br />

le aterraba tanto hablar en público que tenía<br />

que consumir drogas hasta para abrir la<br />

boca—y que ahora me ponía en un escenario<br />

para ser fuente de esperanza para otros.<br />

Mucha gente mencionó después que mi historia<br />

los había ayudado. Me hizo sentir bien<br />

saber que por fin estaba en el camino que Dios<br />

había planeado para mí. Ahora estaba en condiciones<br />

de ayudar a otras personas a encontrar<br />

el camino correcto también.<br />

Como puede ver, me llevó muchos años entregarle<br />

por fin mi vida a Dios y aceptar Sus<br />

planes. Me molestó haber desperdiciado tanto<br />

tiempo, pero Dios nunca desperdicia nada.<br />

No se trata de cuánto tardemos en entregarnos<br />

o por qué medios: solo se trata de que por fin<br />

lleguemos a hacerlo.<br />

¿Ya lo hizo? Si no, hoy puede ser ese día. Vamos,<br />

póngase de rodillas ya mismo y entréguele<br />

su vida a Jesús. Entréguele todo: su deseo de<br />

consumir, sus traumas, su dolor íntimo, esas<br />

decepciones y sus fracasos. Entréguele su familia,<br />

su negocio o su condena a la cárcel. ¿Para<br />

qué esperar? Probablemente ya haya probado<br />

todo lo demás. Créame: Jesús es la respuesta.<br />

Puede confiarle su vida.<br />

Permítame finalizar con uno de mis párrafos<br />

bíblicos preferidos. Proverbios 3:5–6 dice:<br />

“Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas<br />

de tu propio entendimiento. Busca su<br />

voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará<br />

cuál camino tomar” (NTV). Hágalo. Todo va a<br />

cambiar.<br />

MIKE LINDELL, creador y CEO de MyPillow, siente<br />

pasión por ayudar a los demás a librarse de la adicción<br />

a través de Cristo. Para conseguir recursos gratuitos<br />

para la recuperación, visite LindellRecoveryNetwork.<br />

org. Para comprar el libro de Mike recientemente<br />

publicado ¿Cuáles son las probabilidades? De adicto<br />

al crack a CEO, visite Amazon.com. También está<br />

disponible la versión para cárceles con tapa blanda<br />

(código ISBN 1734283<strong>43</strong>2).<br />

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9s


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

Deje que lo guíe<br />

el Buen Pastor<br />

POR CHRISTINA KIMBREL<br />

HACE VEINTE AÑOS, el Sistema de Protección de Niños me quitó a mis bebés.<br />

Lo recuerdo como si fuera hoy. En esos días, yo era una persona egoísta dominada<br />

por una necesidad insaciable de consumir heroína y crack. Mis hijas sufrían a causa<br />

de esto y todo el mundo lo veía, menos yo.<br />

A menudo trataba de dejar la droga pero siempre recaía. Al final, quedamos en<br />

la calle. Un desconocido, preocupado, llamó a la policía y pidió que verificaran si<br />

estábamos bien. “¡¿Por qué la gente no se ocupa de sus cosas?!” me pregunté. Como<br />

la mayoría de los adictos, me sentía bien con mi disfunción.<br />

Cuando llegó la policía con la asistente social del SPN, les grité obscenidades.<br />

“¡Estoy bien! ¡Estamos bien! ¡Váyanse y déjennos en paz!”.<br />

Era obvio que no estábamos bien y la policía inmediatamente me quitó a mis<br />

hijas. Me dijeron que si quería volver a verlas tenía que hacer una desintoxicación<br />

y después pasar un buen tiempo en rehabilitación.<br />

Dejé que la asistente social me llevara a desintoxicar, pero no habían pasado ni<br />

24 horas cuando la abstinencia de heroína me empujó a la calle otra vez. Vagué<br />

por ahí en un estado de estupor durante semanas,<br />

haciendo el duelo por la pérdida de mis hijas. Cada<br />

vez que recuperaba la sobriedad, recordaba lo que<br />

le estaba pasando a mi familia e inevitablemente<br />

volvía a caer en el pozo que yo misma me había<br />

cavado.<br />

Terminé en la cárcel y, después de casi dos semanas<br />

espantosas con síndrome de abstinencia,<br />

entendí la realidad. Me comuniqué con mi asistente<br />

social, decidida a ser una mamá mejor para mis<br />

bebas cuando saliera.<br />

El SPN hizo muchos esfuerzos para ayudarme<br />

e incluso permitió que me visitaran mis niñas.<br />

Fui a reuniones de recuperación y orientación y<br />

aproveché los recursos que me ofrecían. El juzgado<br />

me dio todas las posibilidades para que volviera a<br />

comenzar y fuera una buena mamá para mis hijas.<br />

Traté de cumplir con todas las exigencias del<br />

plan de intervención para la reunificación de la familia,<br />

pero mi adicción siempre era más fuerte que<br />

yo. Un día, el SPN me dio la sorpresa de hacerme<br />

una prueba de drogas. Dio positivo y de pronto<br />

todos mis esfuerzos se fueron a la basura.<br />

Como corresponde, el SPN presentó la recomendación<br />

de rescindir mis derechos parentales. Sabía<br />

que ya no tendría la posibilidad de volver a estar<br />

10s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


VIDAS TRANSFORMADAS<br />

con mis hijas. No iba a poder verlas hasta que tuvieran dieciocho años…y eso, solo<br />

si querían conocer a su mamá.<br />

Me fui al fumadero más cercano. A las dos semanas estaba detenida otra vez,<br />

enfrentando múltiples cargos por el delito de posesión de drogas. Me condenaron<br />

a cuatro años de cárcel.<br />

El SPN mandó a mis hijas a vivir con parientes que no conocían; lo único que hizo<br />

esto fue provocarles más sufrimiento y confusión. Las consecuencias devastadoras<br />

que mis elecciones tuvieron en estas dos vidas inocentes las iban a afectar durante<br />

años. Fue el error más grave de mi vida.<br />

Durante los 15 años siguientes, quedé atrapada en un ciclo de autodestrucción.<br />

No importa si vivía en libertad o tras varios alambrados de púas, era prisionera de<br />

la vergüenza y la autocompasión. Había un agujero en mi corazón, que era donde<br />

debían estar mis dos pequeñitas. Vivía cada día esperando que fuera el último.<br />

Tanto me odiaba.<br />

Y un día Jesús se me apareció en medio de mi remordimiento de conciencia<br />

hueco y solitario y me reveló Su amor. (Ver mi historia en el N.° 2 de 2020). Mientras<br />

estaba en la cárcel, le pedí a Jesús que se convirtiera en el Señor de mi vida. Mi<br />

razonamiento era que yo le debía importar mucho para que Él sacrificara Su vida<br />

en la cruz por el perdón de mis pecados. Yo no había hecho nada para merecer Su<br />

amor, y no había manera de que pudiera pagárselo (Efesios 2:8–9).<br />

Todo lo que tenía para ofrecerle al Señor era un espíritu destrozado y un corazón<br />

quebrantado y arrepentido (Salmo 51:17). Afortunadamente, eso es todo lo que Él<br />

necesitaba. Todavía me asombra que Dios quisiera tener una relación conmigo<br />

después de que yo causara tanto daño.<br />

Me sumergí en la Biblia para saber más de Dios. Encontré alivio en Su Palabra;<br />

cubrió con vendas las heridas de mi alma (Salmo 147:3). Pasé horas llorando a los<br />

pies de Jesús, sufriendo por la pérdida de mis hijas. Le pedí a Dios que inspirara<br />

en mí el deseo de progresar y me diera la capacidad de saber hacia dónde ir. Me<br />

faltaban ambas cosas.<br />

Un día, durante mi estudio bíblico matutino, Dios me llevó a Isaías 40:11: “Como<br />

un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a<br />

su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas” (NVI). Esas palabras me dieron<br />

esperanza. ¿Dios me iba a guiar? ¿Todavía me veía como una madre? Estaba confundida.<br />

“¡Hace mucho que mis hijas no están, Señor!” oré. “No entiendo qué me<br />

estás diciendo”.<br />

Al día siguiente, Dios me despertó con dos preguntas. Me preguntó: “¿Qué estás<br />

haciendo para prepararte para ser una madre mejor? Si ellas vinieran a buscarte<br />

hoy, ¿a quién encontrarían?”. Me quedé muda.<br />

Todos esos años, había culpado a otros por los desastres que yo había provocado.<br />

Hacía lo mismo una y otra vez, y esperaba resultados diferentes (Juan 5). Me di<br />

cuenta de que Dios, con todo cariño, me estaba diciendo: “Es hora de que te pongas<br />

de pie, Christina. ¡Es hora de hacer algo!”.<br />

Percibí una fortaleza y una decisión que nunca había sentido antes. Sé que Dios<br />

me las dio. Encontré el valor para abrirle cada aspecto de mi vida a Jesús y seguirlo<br />

con todo mi corazón. Comencé a poner un pie delante del otro y a vivir por lo que<br />

creo, no por lo que veo (2 Corintios 5:7).<br />

Entendí que lo único que podía hacer era prepararme como me había dicho el<br />

Señor. Él tendría que preparar a mis hijas. Así que las dejé en Sus manos. Si llegábamos<br />

a reconciliarnos, sería a través de Él. Mientras tanto, dejaría que el Espíritu<br />

Santo trabajara en mi corazón. ¡Y vaya si lo hizo!<br />

Dios y Su Palabra empezaron a cambiar mi modo de pensar. Al final, hasta empecé<br />

a agradecerle el día que el SPN se llevó a mis hijas. Había extendido Su mano<br />

TODO LO QUE TENÍA<br />

PARA OFRECERLE AL<br />

SEÑOR ERA UN ESPÍRITU<br />

DESTROZADO Y UN<br />

CORAZÓN QUEBRANTADO<br />

Y A R R E P E N T I D O.<br />

AFORTUNADAMENTE,<br />

ESO ES TODO LO QUE ÉL<br />

NECESITABA.<br />

desde el cielo e intervino en la vida de las tres para<br />

salvarnos. Ahora lo veía claro.<br />

También cambié mi manera de orar por mis<br />

hijas. En lugar de rogarle que me reuniera con<br />

ellas, busqué Su voluntad en nuestra situación. Le<br />

decía: “Padre, por favor pon gente en su camino<br />

que las guíe hacia Ti. Incluso si no quieren volver<br />

a hablarme, Señor, que te conozcan a Ti”.<br />

Me aboqué con todo el corazón a confiar en Él.<br />

Él era el Buen Pastor que había entregado Su vida<br />

por mí (Juan 10:11). Él nos iba a llevar, proteger y<br />

guiarnos a mis hijas y a mí hacia donde Él quería<br />

que estuviera cada una de nosotras.<br />

Alabo a Dios por llevarnos a la reconciliación tan<br />

esperada. Agradezco haber tenido la posibilidad<br />

de pedirles perdón a mis hijas. En Su momento<br />

perfecto, Él nos concedió el regalo de una relación<br />

restaurada.<br />

¿Si todavía tenemos desafíos? ¡Por supuesto!<br />

Los patrones heredados, como la adicción y la baja<br />

autoestima todavía perduran en su vida adulta.<br />

Pero no tengo miedo, porque el poder sanador y<br />

transformador de Jesucristo también se hereda.<br />

Sé que la misma victoria que me concedió a mí,<br />

Él se la va a conceder a mis hijas.<br />

No pierda la esperanza si las decisiones que<br />

tomó en el pasado destruyeron sus relaciones.<br />

Póngase a sí mismo y a sus seres queridos en las<br />

manos del Buen Pastor. Confíe en Sus tiempos y<br />

en Sus formas. Y mientras espera, acérquese a Él<br />

y deje que Él lo cambie. Encontrará paz en cada<br />

etapa del recorrido.<br />

CHRISTINA KIMBREL presta servicio como Gerente<br />

de Producción de VL. Tras pasar por la cárcel, ahora lleva<br />

esperanza a quienes están presos de sus circunstancias<br />

pasadas o presentes, compartiendo el mensaje de<br />

sanación que encontró en Jesús.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

11s


LA<br />

MUERTE DE<br />

BIG MIKE<br />

BBusqué llamar la atención desde que tengo<br />

memoria. El dinero, las cosas materiales, los deportes…lo<br />

que se le ocurra, los usé para parecer<br />

importante. Voy a ser sincero: el deseo soberbio<br />

que tenía de ser el centro de atención venía con<br />

etiquetas de precio alto. Pero a pesar del costo,<br />

seguía pagando el precio.<br />

Durante los 80, mi papá tuvo un enorme<br />

golpe de suerte financiero. De pronto, la familia<br />

pasó de vivir con el sueldo de un maestro a ser<br />

rica. Pero todo ese dinero no era barato.<br />

Antes de continuar, quiero dejar todo en<br />

claro. No quiero faltarle el respeto a nadie<br />

contando mi historia. Quiero a mi papá, a mis<br />

dos hermanas y a mi mamá, que ya falleció.<br />

Agradezco que hayan formado parte de mi vida.<br />

Mi papá ha hecho muchísimo por mí. Él nunca<br />

me dio la espalda, ni siquiera cuando mis actos<br />

hicieron que se burlaran de nuestro apellido.<br />

Mis padres me enviaron a la escuela militar<br />

cuando tenía 10 años. Había desafiado su autoridad<br />

desde el día que aprendí a caminar y<br />

estaban cansados de lidiar con mi personalidad<br />

rebelde. Pero en lugar de ser una solución, las<br />

cosas empeoraron. Muchachos que educaban<br />

a muchachos. ¿Cómo podía pasar otra cosa que<br />

no fuera un desastre? La escuela estaba llena<br />

de hostigadores y muchachos rebeldes como<br />

yo, que tenían el dinero y los medios para hacer<br />

cualquier cosa. Fui a esa escuela varios años.<br />

LA HISTORIA DE MIKE WILSON<br />

Era tan inmaduro. No entendía la importancia<br />

de trabajar fuerte ni el valor del<br />

dinero. En lugar de agradecer por lo que<br />

tenía, lo dilapidaba como el hijo pródigo<br />

(Lucas 15:11–32).<br />

El dinero fue algo que me cambió totalmente.<br />

Con los años, tuve muchas cosas que<br />

llamaban la atención como un Mercedes,<br />

joyas caras y ropa de las mejores marcas. El<br />

dinero me trajo muchos “amigos”. Qué pena<br />

que no me di cuenta en ese momento que la<br />

mayoría de ellos no eran amigos de verdad;<br />

solo querían el dinero que tenía en el bolsillo.<br />

Pero, aunque hubiera tenido en cuenta<br />

sus motivos, no me habría importado.<br />

Amigos de verdad o no, esas personas me<br />

hacían sentir importante y que me necesitaban.<br />

Adondequiera que fuera, sacaba a<br />

relucir los billetes, lo que tenía mi familia<br />

y a quién conocíamos. Yo era el rey cuando<br />

se trataba de soltar nombres.<br />

El <strong>22</strong> de septiembre de 1990, salí a beber<br />

con un ex-cadete que había sido expulsado<br />

el año anterior. Mi tutor me rogó que no<br />

fuera, pero no lo escuché. Horas más tarde,<br />

fui despedido de un vehículo que iba a más<br />

de 100 millas por hora. La pelvis me quedó<br />

destrozada y mi pierna izquierda salió<br />

volando.<br />

Milagrosamente, los médicos lograron<br />

poner las piezas en su lugar. Usaron músculos<br />

de mi abdomen para reimplantarme la<br />

pierna izquierda. La pierna derecha también<br />

sufrió lesiones graves. Estuve en el hospital<br />

tres meses, luchando con infecciones<br />

agudas y sometiéndome a muchas cirugías.<br />

Durante una de las cirugías, estoy seguro<br />

de haber visto una imagen del infierno. Me<br />

recordó a un videojuego de Mario Bros. Me<br />

veía corriendo y luego cayendo de pronto<br />

en un lugar de oscuridad total. Tal vez Dios<br />

me estaba advirtiendo sobre el lugar al que<br />

me dirigía si no cambiaba mi forma de ser.<br />

Cualquiera pensaría que esto me haría evaluar<br />

mi vida a fondo, pero no. Tenía 17 años<br />

y era demasiado importante para hacer eso.<br />

Había sobrevivido al accidente, pero por<br />

dentro estaba destruido. Varias universidades<br />

me habían ofrecido becas por ser jugador<br />

de fútbol, pero ahora solo era un chico<br />

frágil y flaco, con una pierna destrozada. No<br />

podía jugar al fútbol ni haciendo un esfuerzo<br />

colosal. Y, además, estaba el hecho de que<br />

iba a terminar el último año de secundaria<br />

en la escuela local, donde no era el tipo más<br />

popular. En cambio, andaba cojeando por los<br />

pasillos, tratando de encontrar la manera de<br />

volver a ser el centro de la escena.<br />

Me gradué en 1991 y empecé una carrera<br />

universitaria que duró diez años. Me burlaba<br />

del sistema y seguía en la facultad, viviendo<br />

del dinero de mi papá. Una década de<br />

vivir de fiesta me dejó infinitas peleas en<br />

bares, dos cargos por conducir bajo la influencia<br />

del alcohol y más accidentes automovilísticos.<br />

Pero sin importar lo mala que<br />

fuera la situación en la que yo mismo me<br />

metía, papá siempre me apoyaba. A pesar<br />

de mis malas decisiones, siempre podía<br />

contar con una solución fácil para salir de<br />

las dificultades a sus expensas.<br />

En los clubes, siempre me aseguraba de<br />

que todos supieran lo rico que era. Le contaba<br />

a quien quisiera escucharme sobre mis<br />

empresas de limusinas, gimnasios, restaurantes,<br />

galpones, empresas de construcción<br />

y hoteles. Hacía alarde de mi casa en la playa<br />

y el penthouse que tenía.<br />

Mentiras, mentiras y más mentiras. Nada<br />

de eso era mío; todo era de mi papá.<br />

En 1997, me puse a hacer levantamiento<br />

de pesas. Era una manera genial de satisfacer<br />

mi ego. El muchachito flaco de la secundaria<br />

desapareció. Cuanto más grande<br />

y fuerte me ponía, más atención conseguía.<br />

Al poco tiempo recurrí a los esteroides para<br />

12s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


Busqué llamar la<br />

atención desde que<br />

tengo memoria.<br />

El deseo soberbio<br />

que tenía de ser el<br />

centro de atención<br />

venía con etiquetas<br />

de precio alto. Pero<br />

a pesar del costo,<br />

seguía pagando<br />

el precio.<br />

FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />

aumentar mi volumen y mi fuerza y así nació<br />

Big Mike. Era imposible que la gente no me viera.<br />

Era inmenso: la típica bestia de gimnasio.<br />

Adonde iba, todas las cabezas se volteaban para<br />

mirarme y la gente me decía: “Hola, ¡Big Mike!<br />

¿Cómo vas, viejo?”. ¡Me encantaba!<br />

Además de los esteroides, empecé a consumir<br />

éxtasis. Big Mike sabía cómo divertirse.<br />

Vivía de fiesta, y todo con la intención de tratar<br />

de ser alguien, porque por dentro estaba bastante<br />

seguro de que no era nadie.<br />

Y una noche, la fiesta terminó y me desperté<br />

en una agonía mental, envuelto en oscuridad<br />

y muerto de miedo. El abuso de esteroides me<br />

había llevado a la depresión con tendencias<br />

suicidas. La oscuridad duró varios días y no<br />

podía comer ni funcionar normalmente.<br />

Me sentí como un conejillo de Indias<br />

cuando los médicos buscaban la droga que<br />

le devolviera el equilibrio a mi mente. Finalmente<br />

encontraron los medicamentos adecuados<br />

para ayudarme. Para entonces, yo<br />

sabía que el alcohol disparaba mi depresión,<br />

así que trataba de evitarlo. Sin embargo, de<br />

vez en cuando perdía el control, salía, me<br />

emborrachaba y me llevaba a mí mismo a<br />

un infierno viviente otra vez. La oscuridad<br />

en que me vi envuelto en enero de 2004 casi<br />

me destruye.<br />

Esa vez fue más intenso que nunca y estaba<br />

plagado de pensamientos suicidas. No<br />

podía escapar de la oscuridad que controlaba<br />

mi mente. Llamaba a mi médico todo<br />

el tiempo, rogándole que me ayude. “¡Esta<br />

cosa no me deja en paz, doctor. Me voy a morir!”.<br />

Estoy agradecido a los médicos y a toda la ayuda<br />

que me envió el Señor. Solo por gracia de Dios<br />

logré salir vivo en ese momento.<br />

Por fin entendí que si no había un cambio<br />

me iba a morir. Solo era cuestión de tiempo.<br />

Terminé asistiendo a un servicio de la iglesia<br />

del pueblo donde oí hablar de Jesús y de cómo<br />

Él podía ayudar a las personas como yo. Cuando<br />

el pastor le extendió a la gente una invitación<br />

para recibir a Jesús como su Salvador fui<br />

ade lan te, tomé el micrófono y le dije a todo el<br />

mundo que iba a probar a Jesús.<br />

Ese fue el inicio de mi viaje junto a Dios, pero<br />

me iba a llevar otros 17 años poner a Big Mike<br />

en el altar del sacrificio, dejar de mirarme a<br />

mí mismo únicamente y de ser quien no era.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

13s


Deje de buscar el aplauso de los<br />

demás. No necesita pelear para<br />

progresar o para que lo vean.<br />

La vida mejoró durante un tiempo, desde<br />

que empecé a participar en la iglesia. Ese año<br />

conocí a una muchacha hermosa, llamada Liz.<br />

Es el regalo más grande que recibí de Dios. La<br />

invité a ir a la iglesia conmigo y aceptó. Nos<br />

casamos dos años después, en 2007.<br />

Desde el principio, Liz estaba comprometida<br />

con el Señor. Pero por algún motivo, cuanto más<br />

se acercaba a Dios, yo me separaba más de Él.<br />

No pasó mucho hasta que volví a caer en mi<br />

mundo de miseria y durante 15 años, Liz vivió<br />

un infierno secreto. Estoy muy agradecido de<br />

que nunca me haya dado por perdido.<br />

En 2008, el dolor en mi pierna izquierda era<br />

intolerable y decidí amputarla. Tuve que pasar<br />

por dos cirugías de amputación y mucho dolor<br />

para lograr el resultado que quería. Créase o no,<br />

volví al gimnasio en silla de ruedas una semana<br />

después de la operación. ¡Hasta empecé boxeo!<br />

Quería animar a otras personas a que no se<br />

rindan. Quería que mi experiencia fuera prueba<br />

de que todo es posible. Tenía el corazón en el<br />

lugar adecuado, pero todavía estaba presente<br />

el deseo de hacerme ver.<br />

Todavía me sentía muy mal por dentro y<br />

planeaba salidas para escaparme a beber. En<br />

2010, después de emborracharme, tuve otro<br />

episodio de depresión suicida que duró varios<br />

días. En ese momento no estaba con mi familia.<br />

Fue tan oscuro y prolongado que estaba seguro<br />

de que me iba a morir. A los cinco días,<br />

logré por fin salir de ese pozo y me juré que<br />

nunca volvería a beber. Fue la única cosa buena<br />

que me dejó ese momento oscuro: hace más de<br />

una década que estoy sobrio.<br />

Cuando no estaba en el gimnasio fortaleciendo<br />

mi ego o en casa arruinándole la vida a<br />

mi esposa, estaba trabajando para mi papá. Él<br />

había creado un puesto en su empresa para mí,<br />

gastando miles de dólares en equipos para que<br />

su hijo perdido pudiera manejar los galpones<br />

vacíos. Cortaba el pasto, paleaba piedra, lavaba<br />

paredes, limpiaba zanjas, reparaba aislantes y<br />

eliminaba hormigueros.<br />

Sabía que estaba desperdiciando mi vida.<br />

Infinidad de veces me senté en las máquinas<br />

para cortar pasto y en los tractores oruga de mi<br />

Big Mike usaba su tamaño<br />

y fortaleza para conseguir<br />

atención y aceptación.<br />

papá y solo lloraba. Miraba esos enormes<br />

galpones vacíos y recordaba que papá siempre<br />

decía que un galpón vacío (que nadie<br />

rentaba) era el féretro más grande del mundo.<br />

Me sentí como esos galpones.<br />

Estaba vacío y esperando llenarme de<br />

vida. Y no cualquier vida, sino la vida eterna<br />

y abundante que solo Jesús puede brindar<br />

(Juan 3:16; Juan 10:10). Necesitaba que Su<br />

Espíritu me llenara y me guiara. Y necesitaba<br />

un propósito desesperadamente.<br />

Un día se me prendió la lamparita y me<br />

dije: “Como papá me pone a trabajar en estos<br />

edificios enormes y vacíos, entonces yo los<br />

voy a poner en óptimas condiciones y a encontrar<br />

quien los rente”. Nunca antes había<br />

tenido un pensamiento como ese. De pronto,<br />

quería que papá se sintiera orgulloso de mí.<br />

Toda mi vida había sido un desastre total.<br />

Trabajando para mi papá, entendí por<br />

fin el valor del trabajo y el dinero. Empecé<br />

a aprender del negocio y a tomar alguna<br />

iniciativa. Lentamente, mi trabajo tuvo sus<br />

frutos. Al poco tiempo conseguí un arrendatario<br />

pequeño, después uno más grande<br />

y luego un arrendatario con contrato a largo<br />

plazo que pagaba muchísimo dinero.<br />

Mirando en retrospectiva, me doy cuenta<br />

de que cuando empecé a honrar a mi papá<br />

en vez de usarlo y robarle, mi vida empezó<br />

a cambiar. Cuando empecé a ser honesto<br />

haciendo cosas pequeñas, como cortar el<br />

pasto, mi vida se volvió productiva. Es tal<br />

como dice la Biblia en Lucas 16:10: si somos<br />

honestos en las cosas pequeñas, Dios<br />

abrirá puertas para oportunidades mejores.<br />

Éxodo 20:12 también dice que, si honramos<br />

a nuestros padres, nos irá bien en la vida.<br />

Aunque las cosas habían mejorado en el<br />

trabajo, la relación con mi esposa todavía era<br />

tensa. Vivíamos en la misma casa, pero emocionalmente,<br />

estaba a millas de ella y nuestros<br />

dos hijos. Hasta que Dios se me reveló de una<br />

manera distinta.<br />

Con Dios, no existen las coincidencias. Sin<br />

embargo, existen los encuentros por designio<br />

divino. Su elección del momento siempre es<br />

perfecta.<br />

Para ese entonces, hacía un año que asistíamos<br />

a una iglesia nueva. Disfrutaba del mensaje<br />

cada semana, pero aún no había experimentado<br />

la transformación completa de mi corazón.<br />

Escuchaba la Palabra, pero no la ponía en práctica<br />

(Santiago 1:<strong>22</strong>). Dios estaba por cambiar<br />

todo eso. Estaba por hacer caer a Big Mike de<br />

una vez por todas. Y Él utilizó a mi pequeño<br />

para preparar mi caída.<br />

Ese domingo había decidido quedarme en<br />

casa. Pero Asher vino corriendo hacia mí con<br />

su hermosa sonrisa y me dijo: “Vamos, papi,<br />

vamos a la iglesia”. Estaba tan entusiasmado<br />

que no quise desilusionarlo.<br />

Había un orador invitado esa mañana, que<br />

predicaba sobre el poder del Espíritu Santo o,<br />

como mencionó algunas veces, “el Ayudante”.<br />

Es la primera vez que recuerdo haber oído<br />

hablar del bautismo del Espíritu Santo.<br />

¿Espíritu? ¿Ayudante? ¡Vamos, hombre! No<br />

tenía problema en creer en Jesús, que me bautizaran<br />

en el agua o ir a la iglesia. Pero toda<br />

esa habladera de un Espíritu Santo me estaba<br />

hacien do sentir incómodo. Al final, el pastor<br />

invitó a acercarse a todo aquel que quisiera recibir<br />

al Espíritu Santo. La gente inundó el altar<br />

y se formaron filas de personas que oraban.<br />

Buscando distraerme, estudié el ambiente. Vi<br />

14s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


a mi amigo. Como parecía que todos los demás<br />

mis decisiones. Tal vez había llegado el<br />

le pedí a Dios que me enseñara qué hacer, lo<br />

andaban de un lado para otro, me acerqué a él.<br />

momento.<br />

hizo. ¿De esto se trataba la orientación, la guía<br />

Liz se quedó en nuestro banco, alegrándose por<br />

Desde mi cama, empecé a hablarle a Dios.<br />

y el poder del Espíritu Santo? Tenía que ser<br />

dentro de que su esposo tes tarudo y rebelde<br />

Fui directo y sincero. “Bueno, Dios, aquí es-<br />

así. Este negocio no se dio a mi manera. Fue a<br />

se estaba entregando a Dios. Hacía años que<br />

toy. Soy Tuyo. Haz lo que quieras. Si Liz y yo<br />

la manera de Dios y salió mejor.<br />

oraba para que yo pudiera encontrar el poder<br />

debemos seguir comprando y vendiendo<br />

También me di cuenta de que tenía senti­<br />

del Espíritu Santo capaz de cambiar vidas y<br />

casas, házmelo saber. Si no, muéstrame qué<br />

mientos distintos por Liz. Estaba experi-<br />

estaba segura de que ese era mi momento. Pero<br />

hacer con el dinero que tenemos”.<br />

mentando un amor por mi esposa que nunca<br />

esa no era mi intención.<br />

A las 5:30 de la mañana siguiente, vi<br />

había sentido antes. El pastor dijo que el Es-<br />

Me abrí camino entre la multitud y me acer-<br />

mensa jes de texto de Kevin, el agente inmo-<br />

píritu Santo instilaría en mí el amor de Dios<br />

qué a mi amigo. “Hola, amigo, ¿qué tal?”. Pero<br />

biliario. Me había enviado información de<br />

por los demás. Lo hizo y no solo por Liz sino por<br />

no me respondió. Entonces me di cuenta de que<br />

dos casas en venta que se podían refaccio-<br />

todos. De pronto me gustaba abrazar y amar a<br />

estaba orando. No solo eso, sino que estaba en<br />

nar y vender. No les presté atención porque<br />

la gente también. ¡¿Qué?! Los amaba más que<br />

la fila esperando recibir el poder del Espíritu<br />

las casas eran demasiado caras. No íbamos<br />

a mí mismo. Quería utilizar mis recursos para<br />

Santo. ¡¿Qué?!<br />

a ganar nada. Además, esa no era la manera<br />

que otros tuvieran la bendición de Dios.<br />

Me di vuelta para volver a mi asiento y de<br />

en que conseguía negocios ni encontraba<br />

Desde que el pastor Tyler oró por mí y le en­<br />

pronto me encontré frente al Pastor Tyler, uno<br />

casas para refaccionar y vender.<br />

tregué mi vida a Dios, el Espíritu Santo ha estado<br />

de nuestros pastores en el campus. En ese mo-<br />

Pero Kevin insistió y antes de que me<br />

trabajando, haciendo brillar Su Santa luz en<br />

mento, estaba libre para orar—si alguna vez<br />

diera cuenta, estaba parado en la entrada<br />

mi corazón y mi mente, y haciéndome ver qué<br />

hubo un arreglo divino, fue ese.<br />

al garaje de esa casa. Les hice una oferta<br />

aspectos debía cambiar. Y Él me está ayudando<br />

No quería orar, pero me encontré diciendo:<br />

baja, pensando que la iban a rechazar auto­<br />

a cambiar. También puede ayudarlo a usted.<br />

“Está bien, vamos a hacerlo”. La gente que ora-<br />

máticamente. Pero los dueños estaban listos<br />

Muchas personas andan vagando por la vida,<br />

ba a nuestro alrededor hacía tanto ruido que<br />

para vender y cerramos el negocio en una<br />

buscando la píldora mágica que lo mejore todo.<br />

no podía oír bien. Pero recuerdo que el pastor<br />

semana. Dios nos envió excelentes obreros<br />

Yo era uno de esos. Pero estoy aquí para decirle<br />

apoyó sus manos sobre mí, clamando a Dios<br />

para hacer el trabajo rápidamente. Dieci­<br />

que hay una sola manera de lograr cambios en<br />

por mí y diciendo mi nombre y apellido. Tras<br />

siete semanas más tarde vendimos la casa.<br />

la vida real y llevar una vida que valga la pena.<br />

su oración, volví a mi lugar y me paré junto a<br />

Todavía estamos maravillados por lo que<br />

Es entregándole la vida a Dios, estableciendo<br />

FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />

Liz. Ella tenía lágrimas en los ojos.<br />

Volvimos a casa y mi mente pasó de los<br />

eventos de la mañana a tomar decisiones de<br />

negocios. Liz y yo comprábamos casas para<br />

arreglarlas y venderlas desde hacía años y me<br />

preguntaba si debíamos seguir con eso. Pensaba<br />

en distintas opciones y después, mentalmente<br />

agotado, me eché sobre la cama. Un<br />

amigo me había dicho que tenía que orar por<br />

Dios hizo con ese proyecto.<br />

Cuando el negocio recién empezaba a<br />

encaminarse, recordé el mensaje sobre el<br />

Espíritu Santo, la oración del pastor Tyler,<br />

y esa oración espontánea en mi cama. Sorprendido,<br />

me di cuenta de que el mensaje<br />

de Kevin me había llegado en el momento<br />

preciso en que le había entregado mis decisiones<br />

de negocios y mi vida a Dios. Cuando<br />

una relación con Su Hijo Jesús, y confiando<br />

en el poder de Su Espíritu Santo. El Espíritu<br />

Santo de Dios es el agente del cambio. Es real,<br />

y lo tiene a su disposición.<br />

Big Mike murió el día que me entregué.<br />

Desde entonces, he dejado de abrirme paso a<br />

empujones para estar adelante y que el mundo<br />

me vea. En cambio, me refugié en Cristo y me<br />

convertí en un hombre nuevo. Un hombre lleno<br />

de paz, amor y gozo. Por fin entiendo que, a los<br />

ojos de Dios, soy suficiente. Siempre he sido<br />

Mike está agradecido<br />

por la oración<br />

dedicada y constante<br />

de su esposa Liz.<br />

suficiente y eso es todo lo que importa.<br />

¿Y sabe qué? Usted también es suficiente.<br />

Deje de buscar el aplauso de los demás. No<br />

necesita pelear para progresar o para que lo<br />

vean. Créame: esa es una lucha que no tiene fin.<br />

Entréguele su vida a Dios y cambie sus formas<br />

por las de Él. Al hacerlo, el mismo poder que<br />

levantó a Jesucristo de la tumba lo va a sacar<br />

de su forma de vida sin vida (Santiago 4:10;<br />

Romanos 8:11).<br />

MIKE WILSON es propietario de galpones de uso<br />

comercial, y además compra y recicla casas. Levantador<br />

de pesas muy entusiasta, ahora Mike está en la batalla<br />

buena de la fe, levantando a Jesús dondequiera que va.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

15s


Siga<br />

avanzando<br />

POR MELISHA JOHNSON<br />

“S I G O A D E L A N T E<br />

ESPERANDO ALCANZAR<br />

AQUELLO PARA LO CUAL<br />

CRISTO JESÚS ME ALCANZÓ<br />

A MÍ…UNA COSA HAGO:<br />

OLVIDANDO LO QUE QUEDA<br />

ATRÁS Y ESFORZÁNDOME<br />

POR ALCANZAR LO QUE<br />

ESTÁ DELANTE, SIGO<br />

AVANZANDO HACIA<br />

LA META PARA GANAR<br />

EL PREMIO QUE DIOS<br />

OFRECE MEDIANTE SU<br />

LLAMAMIENTO CELESTIAL<br />

EN CRISTO JESÚS”.<br />

FILIPENSES 3:12–14 NVI<br />

A menudo hay un valle entre las cosas por<br />

las que oramos y la respuesta de Dios y la única<br />

manera de llegar a Su respuesta es recorrer ese<br />

valle. La travesía casi nunca es fácil. La decepción,<br />

el desaliento, el temor y la frustración<br />

ponen a prueba nuestra fe y nos preguntamos<br />

si Dios nos ha abandonado.<br />

Pero aprendí que Dios nunca nos deja caminar<br />

solos por los valles oscuros (Salmo 23:4),<br />

aunque a veces pueda parecer que sí. En<br />

2020, me encontré en uno de esos valles.<br />

Mientras la pandemia de COVID-19 causaba<br />

estragos en el mundo de los libres, los<br />

que cumplíamos condenas entre rejas también<br />

experimentábamos un grado mayor de<br />

ansiedad y desamparo.<br />

Cuando me enteré de la posibilidad de ser<br />

liberada para cumplir un arresto domiciliario<br />

empecé a investigar, aunque sin demasiado<br />

entusiasmo. Traté, de verdad, de no<br />

ilusionarme mucho. Después supe que reunía<br />

los requisitos y empecé a orar constantemente.<br />

Por fin llegó el día que tanto esperaba y la<br />

trabajadora social me dijo que saldría el 28 de<br />

octubre de 2020. Estaba más que feliz y empezó<br />

mi cuenta regresiva. Me moría de ganas<br />

de volver a ver a mi preciosa familia. ¡Casi podía<br />

saborear mi libertad!<br />

Entonces, pocos días antes, Dios puso a<br />

prueba mi fe.<br />

16s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO DE ASHCROFT STUDIO PHOTOGRAPHY BY STEVE ROOS<br />

Había experimentado muchas cosas positivas<br />

y negativas durante mis diez años en<br />

el sistema federal, así que esta montaña<br />

rusa no era nada nuevo. La más negativa<br />

fue cuando el Espíritu Santo me puso frente<br />

a frente con la persona en la que me había<br />

convertido, apartada de Dios. Este nuevo<br />

acontecimiento no fue más que otra caída<br />

durante la vuelta.<br />

Crecí en la iglesia, pero yo era una<br />

men tira. Me escondía detrás de máscaras<br />

y actuaba con orgullo y arrogancia.<br />

Como muchos, decía que conocía a Dios<br />

(Tito 1:16), pero no era una seguidora de Cristo<br />

convencida.<br />

La mayoría de mis errores tuvo origen<br />

en mis inseguridades. Desde niña me había<br />

sentido despreciada, indigna, engañada y<br />

rechazada, a pesar del inmenso amor<br />

que me demostraban varios miembros<br />

de la familia, especialmente mis<br />

abuelos. Es una mentira que Satanás<br />

nos vende a muchos.<br />

Mi vida estaba regida por la<br />

deshonestidad, en todas las formas<br />

posibles: manipulación, codicia,<br />

hipocresía, mentiras y robo. Pronto<br />

aprendí que el protagonismo y la<br />

deshonestidad rara vez terminan<br />

bien. A mí me llevaron a la cárcel.<br />

Por supuesto, la Biblia nos advierte puerta en la cara. Aturdida, caí en un terrible<br />

que al orgullo le sigue la destrucción estado de incertidumbre.<br />

(Proverbios 16:18).<br />

Había confiado en que el Señor iba a re s ponder<br />

favorablemente a mis oraciones, así que<br />

Pasé meses de aislamiento, soledad y<br />

desesperación, que me llevaron a ponerme esto fue un golpe importante para mi fe. Las<br />

de rodillas y entregarme a Dios. Durante mentiras del enemigo invadieron mi mente<br />

una estadía en el pabellón de máxima seguridad,<br />

por fin decidí dejar de jugar con incomprensible. Luchaba para mantener<br />

y todo el tiempo me asaltaba el temor a lo<br />

Dios y tomarlo en serio. Allí reconocí que mis ojos enfocados en mi fuente de fortaleza,<br />

recordándome a mí misma: “Dios no te<br />

necesitaba el perdón y la gracia que Jesucristo<br />

había muerto para darme y acepté trajo hasta aquí para abandonarte, Melisha,”<br />

eso sinceramente y completamente. (Compartí<br />

otros detalles en el N.° 4 de 2019 de Yo no era la única en esta montaña rusa<br />

pero estaba perdiendo la batalla.<br />

Victorious Living.)<br />

emocional y espiritual. Veía cómo mis hermanas<br />

encarceladas pasaban por el mismo<br />

Me esperaban bendiciones gracias a esa<br />

entrega, tal como le esperan a cualquier persona<br />

que ponga su vida a los pies de Jesús. habían revocado la fecha de liberación. Tra-<br />

sufrimiento, ya que a ellas también les<br />

Mi transformación verdadera y permanente<br />

comenzó en la misma cárcel, cuando Cuando a una de mis discípulas le recontaba<br />

de animarlas, pero me sentía exhausta.<br />

inicié una relación sincera con el Señor. En firmaron la fecha inicial de liberación, se<br />

Su bondad, Dios no desperdició ninguna me encendió por dentro una chispa de esperanza...pero<br />

duró poco. Me permití experiencia ni error y me abrió puertas para<br />

tener<br />

que compartiera mi fe y diera testimonio de un momento de desesperación a solas antes<br />

Su amor y gracia a otras reclusas. Fue un de aceptar que ella se iba a ir sin mí. Estaba<br />

privilegio alentar y guiar a otras mujeres dolida y desilusionada, pero me obligué a secarme<br />

las lágrimas, aguantar y estar cerca de<br />

con los mismos conflictos y hablarles del<br />

Salvador que me puso en libertad. Me encantaba<br />

servir a Dios mientras cumplía mi hermanas espirituales cercanas se fueron a<br />

mi amiga para apoyarla. Una a una, todas mis<br />

condena, pero nunca fui tan ingenua como casa. Yo me quedé.<br />

para pensar que trabajar para el Señor me Todavía tenía una mínima cuota de esperanza<br />

de que llegaría a casa para el 30 de octubre,<br />

iba a librar de las pruebas difíciles (Juan<br />

16:33). Debí haber sabido que Satanás se justo a tiempo para sorprender a mi mamá en<br />

iba a presentar al acercarse mi fecha de su cumpleaños número 70. Cuando el día llegó<br />

liberación, pero estaba con la guardia baja y se fue, la frustración y la desesperación se<br />

cuando entré a ese valle.<br />

apoderaron de mí.<br />

Seis días antes de la fecha prevista para Durante varias noches clamé al Señor,<br />

mi liberación, la Agencia Federal de Cárceles soltándole todo lo que sentía y rogándole que<br />

(BOP) me informó que habían revocado mi me hiciera entender. “Dios Padre ¿por qué está<br />

fecha de liberación. No me dieron una nueva<br />

fecha ni una explicación. Me cerraron la estoy tan confundida!”.<br />

pasando esto? Sé que tienes Tus motivos, ¡pero<br />

Recuerdo haberle gritado por esas<br />

Crecí en la iglesia, pero yo<br />

era una mentira. Me escondía<br />

detrás de máscaras y actuaba<br />

con orgullo y arrogancia.<br />

No era una seguidora de<br />

Cristo convencida.<br />

cosas, como si Él fuera sordo. Sencillamente<br />

no me entraba en la cabeza lo que<br />

estaba sucediendo ni por qué. Estaba<br />

cansada y me sentía sola, como si todo el<br />

mundo se hubiera olvidado de mí.<br />

Curiosamente, hacerle saber a Dios lo<br />

confundida y herida que me sentía, me<br />

ayudó a calmar mi desesperación. Tras<br />

la crisis, descubrí Su consuelo (2 Corintios<br />

1:4), y mis emociones empezaron a<br />

estabilizarse.<br />

De pronto, dejó de importarme por qué estaba<br />

sucediendo eso o de quién era la culpa.<br />

Entendí que Dios estaba preocupado principalmente<br />

por mi corazón y mi respuesta a la<br />

situación. Era hora de actuar en forma positiva<br />

si quería tener algo de paz. El salmo 37:7 nos<br />

enseña: “Quédate quieto en la presencia del<br />

Señor, y espera con paciencia a que él actúe”<br />

(NTV). Decidí hacer lo que debí estar haciendo<br />

todo el tiempo: quedarme quieta en la presencia<br />

de Dios y confiar en Su momento.<br />

Recuperé la calma y le pedí a Dios que me<br />

perdonara por dejar que estas circunstancias<br />

afectaran mi confianza en Él. Comencé a agradecerle<br />

y a alabarlo por todo lo que había hecho<br />

por mi vida con el paso de los años. Y mientras<br />

lo adoraba, Su gracia y Su paz me envolvieron<br />

y me llenaron de alegría.<br />

“Señor”, oré, “sé que mi vida está en Tus<br />

manos. Te entrego esta situación a Ti y te la dejo”<br />

(Salmo 31:14). Percibí claramente Su presencia<br />

en ese momento y me sentí reconfortada.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

17s


Con la confianza renovada de que nada iba a<br />

pusieron cuando llegué al hogar de tránsito.<br />

permite avanzar. Considero muy importante<br />

tocar mi vida si no pasaba antes por Sus manos,<br />

Sabía que me la iban a poner, pero usarla me<br />

estudiar y aplicar la Palabra de Dios en la vida.<br />

creí en Él y en Su promesa de que yo iba a es-<br />

provocó bastantes molestias y vergüenza<br />

Buscar otros seguidores de Cristo y caminar<br />

tar bien (Isaías <strong>43</strong>:1–2). Estaba segura en Sus<br />

constante.<br />

junto a ellos también es fundamental. Los<br />

brazos. Mi tarea era mantener los ojos fijos en<br />

Acababa de salir a un mundo que era de<br />

amigos piadosos son lo que lo mantendrá firme<br />

Él y seguir avanzando. Y al hacerlo, llegó la paz<br />

todo menos normal. Nada parecía conocido.<br />

cuando el camino se ponga difícil.<br />

a mi valle oscuro.<br />

Estaba empezando la vida de cero completa-<br />

Dios, en Su misericordia, me mantuvo<br />

El día que esperaba y por el que había orado<br />

mente y a menudo me sentía como un extra­<br />

conectada con mi iglesia, que estuvo cerca de<br />

finalmente llegó. El 18 de noviembre de 2020,<br />

terrestre que acababa de llegar a la tierra.<br />

mí a cada paso. Cuando era una adolescen-<br />

me abrieron los portones de la cárcel, y corrí<br />

Todo había cambiado, desde mi familia<br />

te que cometía errores, me querían. Cuando<br />

afuera para abrazar a mi papá y mi hermana.<br />

hasta la tecnología. Y como si esto fuera<br />

me arrestaron y traté de quitarme la vida, mi<br />

Dios se había hecho presente y trabajó en mi<br />

poco, la pandemia sumaba otros niveles<br />

pastor estuvo a mi lado. Durante mi condena<br />

situación de una manera que lo llenó de gloria.<br />

de angustia. El distanciamiento social, los<br />

en la cárcel, me amaron en las buenas y en las<br />

No, el camino que me llevó a este momento no<br />

fue agradable. Pero el final fue de un gozo total<br />

al reunirme con mi familia.<br />

Me cuesta describir lo increíble y maravilloso<br />

que fue abrazarlos y apretarlos. Por primera vez<br />

Los amigos piadosos<br />

son lo que lo mantendrá<br />

firme cuando el camino<br />

se ponga difícil.<br />

barbijos, las restricciones para reunirse en<br />

lugares a los que tanto deseaba ir…había<br />

tantos cambios. Lo peor de todo era no poder<br />

ir a la iglesia por la COVID-19. Sin embargo,<br />

Dios se había anticipado y me había allanado<br />

el camino. Él sabía que iba a necesitar una<br />

estructura y orientación tras pasar años en<br />

la cárcel. Él me proporcionó la cantidad<br />

necesaria de ambas cosas a través del hogar<br />

de tránsito Dismas Charities. Lo llamé “mi<br />

casa” durante más de un año. Verdaderamente<br />

me prepararon para que pudiera<br />

superarme.<br />

malas y jamás pensaron que yo era una causa<br />

perdida. Su amor me ha demostrado el amor<br />

incondicional y eterno de Jesús y Dios los utilizó<br />

para atraerme hacia Él (Jeremías 31:3).<br />

Las semillas de fe y enseñanza que sembraron<br />

en mi vida antes, durante y después de<br />

mi encarcelación me han mantenido de pie. Mi<br />

pastor, el obispo Richard Peoples Sr., siempre<br />

me ha recordado: “¡No dejes que lo que estás<br />

atravesando te haga detener, Melisha!”. Sus palabras<br />

me ayudaron para avanzar y salir de los<br />

valles oscuros.<br />

Las cartas y discos compactos con lec-<br />

FOTO DE ASHCROFT STUDIO PHOTOGRAPHY BY STEVE ROOS<br />

Hace poco más de un año que salí y adap-<br />

ciones que mi pastor me enviaba a la cárcel<br />

en diez años, no tenía que dejarlos ir. Estábamos<br />

tarme a mi nueva normalidad no fue fácil.<br />

fortalecieron mi fe y me permitieron ayudar<br />

parados afuera de la cárcel abrazándonos, llo-<br />

Trabajar con las disciplinas esenciales que<br />

a otras personas al mismo tiempo. Cuando<br />

rando juntos y disfrutando de este momento—<br />

desarrollé durante mi estadía en la prisión<br />

regalo de Dios—con todo el alma. Entonces re-<br />

me ayudó a mantenerme enfocada y anima-<br />

cordé dónde estaba, miré a mi familia y les dije:<br />

da. Conservar mis devociones diarias con<br />

“¡Vamos ya, entremos al auto y salgamos de<br />

Dios ha sido mi primera prioridad.<br />

aquí antes de que alguien cambie de idea!”. Mi<br />

Pasar tiempo con la Palabra de Dios y en<br />

papá y mi hermana se echaron a reír, pero yo<br />

Su presencia me ayuda a estar en paz y me<br />

hablaba en serio. Que quería salir volando de<br />

ese estacionamiento y esa cárcel es decir poco.<br />

Cuando ya estábamos en la carretera interestatal,<br />

lo primero que hice fue llamar a mi hijo.<br />

“¿Podemos hacer una videollamada?” me preguntó.<br />

“Necesito verte la cara, para estar seguro<br />

de que es verdad”. Ese momento con mi hijo<br />

fue uno de los regalos más preciados que Dios<br />

me dio como mamá. Me llevó un tiempo creer<br />

que mi libertad era real. Era tan absurdo.<br />

Pronto se hicieron presentes ciertas realidades<br />

inesperadas de la vida en el mundo de los<br />

libres. Después de pasar diez años en la cárcel,<br />

me esperaban sorpresas desagradables con<br />

nuevos desafíos que me afectaban directa o<br />

indirectamente.<br />

Empezó con la tobillera electrónica que me<br />

ARRIBA: Melisha celebra la reunión con su padre afuera<br />

de la cárcel tras su liberación en noviembre de 2020.<br />

IZQ.: Días especiales, cuando el hijo de Melisha la<br />

visitaba en la cárcel.<br />

18s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


necesitaba que alguien hablara la verdad con<br />

amor o que me responsabilizara de mis actos,<br />

el Señor los usó a él y a mi familia de la iglesia.<br />

Ellos me afilaron como el hierro se afila con el<br />

hierro (Proverbios 27:17). Y cuando salí de la<br />

cárcel, tenían los brazos bien abiertos. Yo me<br />

dejé abrazar inmediatamente. Ellos me han<br />

ayudado a navegar por esta nueva vida, que es<br />

tan distinta de todo lo que había conocido antes.<br />

Dios me ha dado muchas oportunidades<br />

para servir a los demás también. Es importante<br />

retribuir, no solo buscar ayuda de los demás. Mi<br />

tía Carrie es anfitriona de una llamada en conferencia<br />

diaria con el fin de animar y estimular<br />

a otras personas. Le ayuda a la gente a comenzar<br />

el día de manera positiva con Dios. Me uní<br />

al grupo apenas recobré mi libertad. Desde<br />

entonces, he tenido la oportunidad de ser anfitriona<br />

junto a ella y compartir mi testimonio<br />

con el grupo. Jamás se me habría ocurrido que<br />

mi historia podría ayudar a personas del mundo<br />

de los libres, pero muchos me dijeron cómo<br />

los inspiró mi deseo de ser sincera y sensible.<br />

Les da el valor de confiar en que el Señor les<br />

dará la fortaleza necesaria para enfrentar<br />

sus propios valles.<br />

Nada de lo vivido fue fácil. Me canso. Las<br />

distintas restricciones que todavía condicionan<br />

mi vida a veces son abrumadoras. Pero<br />

la Biblia dice que cuando se pone a prueba<br />

la fe, crece nuestra constancia y nuestro<br />

carácter (Santiago 1:3). Dios, con paciencia,<br />

continúa modelándome y haciendo de<br />

mí la persona que Él necesita que sea, para<br />

así completar el plan que Él tiene para mi<br />

vida (Jeremías 29:11).<br />

El obispo Richard y la Dra. Janice<br />

Peoples de Faith Outreach<br />

Christian Life Center le daban a<br />

Melisha su apoyo incondicional.<br />

He aprendido lecciones valiosas mientras<br />

fui avanzando por este valle con el Señor.<br />

Todo tiene un propósito, incluso mi encarcelamiento<br />

y los desafíos que enfrento ahora.<br />

Dios ha utilizado todo lo que me sucedió<br />

como preparación para que acepte el plan<br />

que Él tuvo para mi vida todo este tiempo.<br />

Mi pasado me dio las herramientas para<br />

que hoy pueda hacer lo que deseo. Quiero<br />

abogar por los encarcelados y por quienes<br />

hayan recuperado la libertad recientemente.<br />

Quiero ayudar a las iglesias a entender la<br />

importancia de la constancia en la vida de una<br />

persona. No podemos simplemente hablarle<br />

a la gente de Jesús y después dejar que se las<br />

arreglen solos para averiguar qué hacer de su<br />

vida. Debemos transmitir Su amor y enseñarles<br />

a tener una relación con Él. Debemos estar junto<br />

a las personas, incluso las personas difíciles.<br />

Necesitan que se les demuestre el amor de<br />

Cristo de manera perceptible.<br />

Liberada hace poco del arresto domiciliario,<br />

ahora puedo ver la luz al final del túnel. Estoy<br />

muy entusiasmada por lanzarme a esta nueva<br />

aventura del ministerio junto a Dios, sabiendo<br />

que el Señor siempre estará conmigo, como<br />

siempre. Él va delante de mí, preparándome<br />

el camino.<br />

Cada día le agradezco a Dios por mi libertad,<br />

mientras lo busco de todo corazón (Jeremías<br />

29:13). Por el gran amor que me tiene,<br />

quiero obedecerle…y parece que por fin estoy<br />

progresando.<br />

Me aferro a la verdad de que el mismo Dios<br />

que me sostuvo en la cárcel durante diez<br />

años seguirá a mi lado mientras recorro todos<br />

los valles que tengo por delante. Sé que todavía<br />

me esperan los mejores años de mi vida.<br />

Sea lo que sea por lo que está orando hoy, tenga<br />

fe de que el Señor le va a responder (Salmo<br />

66:19). ¡Sí! Puede que no reciba exactamente<br />

lo que piensa que quiere o cuando lo quiere,<br />

pero no pierda la fe.<br />

A menudo las circunstancias no tienen sentido<br />

o parece que se van a volcar a su favor. De<br />

todos modos, entréguele sus circunstancias<br />

a Jesús y crea que Él va a llevar a cabo todo lo<br />

relacionado con usted según Su plan. Él tiene<br />

en mente lo mejor para usted (Salmo 138:8).<br />

Dios ha comenzado Su obra en usted, y tal<br />

como lo hizo conmigo, la continuará hasta que<br />

esté completada tras sortear las adversidades<br />

que enfrente (Filipenses 1:6).<br />

Mientras tanto, puede hacer lo que aún sigo<br />

haciendo hoy. Mantenga sus ojos puestos en<br />

el Señor y siga avanzando. Más adelante le espera<br />

una victoria gloriosa. Dios lo va a ayudar<br />

a cada paso.<br />

MELISHA JOHNSON salió de la cárcel federal como<br />

una mujer con una misión. Tras ser presidiaria, ahora es<br />

la voz de las personas que dejó atrás. En su trabajo con<br />

iglesias y ministerios carcelarios, ella comparte sus<br />

experiencias para ayudarlos a comprender mejor las<br />

necesidades de los encarcelados.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

19s


UN PASO ADELANTE<br />

Sea un<br />

cántaro<br />

para quienes<br />

tienen sed<br />

POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />

EL EQUIPO DEL MINISTERIO Victorious<br />

Living estaba listo para la cena de beneficencia.<br />

Hacía meses que planeábamos nuestro evento<br />

anual, asegurándonos de revisar hasta el más<br />

mínimo detalle. Créame que solté un suspiro<br />

fuerte de alivio cuando terminé de repasar la<br />

lista de cosas para hacer…¡cinco minutos antes<br />

de empezar el evento!<br />

Esa sensación de alivio se esfumó rápidamente<br />

cuando Joanna, la voluntaria encargada<br />

de la mesa de bebidas, se me acercó para<br />

preguntarme dónde estaban las tazas. Ocurre<br />

que…no teníamos ni una.<br />

Se me revolvió el estómago cuando observé<br />

la fila de invitados que esperaban las bebidas.<br />

Doce galones de té recién preparado y helado<br />

estaban colocados prolijamente en el mostra-<br />

dor, junto a un cubo lleno de hielo. Pero el té<br />

y el hielo no servían para nada si no había<br />

tazas.<br />

Busqué al señor del catering y me enteré<br />

de que se había vuelto a la ciudad para<br />

buscar los elementos que había olvidado y<br />

regresaría en no menos de media hora. Mi<br />

preocupación fue en aumento. Ya estábamos<br />

atrasados y los voluntarios estaban sirviendo<br />

la comida. Con o sin tazas, tenía que empezar<br />

con lo programado.<br />

Más o menos a los diez<br />

minutos de empezar mi<br />

mensaje de bienvenida,<br />

vi que el señor del catering<br />

cruzaba apurado el<br />

salón con tazas en las<br />

manos. Fin de la crisis<br />

por la bebida. Nadie iba a tener que tragar<br />

la comida en seco en este evento.<br />

Al día siguiente, le agradecí a Dios por<br />

Su provisión. A pesar del tropiezo, nuestro<br />

evento había tenido un éxito increíble y<br />

conseguimos muchos socios para el ministerio.<br />

Mientras oraba, recordé la cola de invitados<br />

con sed: personas paradas con las<br />

manos vacías a un lado de la mesa y todas<br />

esas jarras de té del otro lado.<br />

Pensé en la ironía de la situación. Teníamos<br />

una enorme cantidad de té (endulzado,<br />

por supuesto) para nuestros invitados. Incluso<br />

teníamos la canilla del fregadero con<br />

un suministro ilimitado de agua. Sin embargo,<br />

nuestros invitados tenían sed. No<br />

podían tener una gota de líquido refrescante<br />

porque no había tazas. Hasta esa noche,<br />

nunca había pensado en la importancia de<br />

un simple recipiente. Sentí que estaba por<br />

percibir una analogía espiritual. Y me vino<br />

a la mente.<br />

Vi en mi mente una larga fila de gente<br />

cansada y angustiada. Tenían sed y necesitaban<br />

desesperadamente tomar algo fresco.<br />

Muchos estaban a punto de desmayarse y<br />

hasta de dejar de luchar por su vida.<br />

Y luego vi un manantial brillante y copioso<br />

de agua. Era Jesús. Y su provisión era<br />

ilimitada y todas las personas del mundo<br />

podían tenerla (Juan 3:15). El Agua Viva estaba<br />

dispuesta a calmar la sed de todas las<br />

personas y reanimar a las almas agobiadas<br />

(Juan 4:13–15; 7:27–39).<br />

Jesús era a quien necesitaban estas personas<br />

para tener una vida con un propósito aquí en la<br />

tierra (Juan 10:10). También era su garantía de<br />

tener vida eterna en el cielo (Juan 3:16). Jesús<br />

daba respuesta a sus preguntas, la esperanza<br />

del futuro de los hombres, paz para la mente,<br />

amor incondicional y gozo eterno. Ofrecía<br />

aceptación, perdón y salvación.<br />

Pero las personas que estaban en la fila se<br />

alejaban con las manos vacías. Tal como ocurrió<br />

¿Y cómo pueden oír de él a<br />

menos que alguien se lo diga?<br />

en mi evento, no había recipientes para servirles<br />

el Agua Viva que calmaba la sed.<br />

De pronto me quedó claro que tal como<br />

necesitaba tazas para servirles bebidas a<br />

mis invitados, Dios también necesita “tazas”.<br />

Necesita cántaros para llevar Su mensaje de salvación,<br />

ser Sus brazos llenos de amor, demostrar<br />

al mundo Su poder para transformar vidas.<br />

Usted y yo somos esos recipientes.<br />

Muchísimas personas agobiadas necesitan<br />

desesperadamente a Jesús, y se acercan a la<br />

mesa. Tienen sed de algo distinto de lo que el<br />

mundo tiene para ofrecer. Necesita el Agua Viva<br />

de Dios y la necesitan ya, antes de perder la<br />

esperanza.<br />

ROMANOS 10:14 NTV<br />

Como creyentes, usted y yo tenemos el privilegio<br />

y la obligación de servirle al mundo el<br />

Agua Viva de Dios. Si no lo hacemos ¿cómo la<br />

van a conseguir? ¿Cómo se van a enterar, siquiera,<br />

de que existe? Según Romanos 10:14,<br />

si no somos recipientes vivos y bien predispuestos,<br />

ellos no podrán ni van a conseguirlo.<br />

Vamos a pedirle a Dios que nos abra los ojos<br />

para ver a los sedientos. Nos cruzamos con<br />

ellos todos los días. Vamos a pedirle también el<br />

valor para servir a esas personas el Agua Viva<br />

de Dios con amor, mediante nuestras palabras y<br />

acciones. Tenemos lo que necesita este mundo;<br />

Él vive en nosotros. No podemos guardárnoslo<br />

para nosotros mismos.<br />

KRISTI OVERTON JOHNSON estimula y da<br />

herramientas a las personas para que logren la victoria<br />

mediante sus historias, conferencias y el ministerio carcelario.<br />

Para más información, visite kojministries.org.<br />

FOTO DE JOMARYS LEON-LORENZO<br />

20s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

¡NO SE RINDA!<br />

POR VENNESA VIEKE<br />

UN AMIGO, EXPERTO EN JARDINERÍA, me dio una planta de<br />

amarilis como regalo de Navidad en 2019. Con muy poca información.<br />

“Ponla afuera y déjala ahí” me dijo.<br />

Así lo hice. La coloqué en el suelo junto a un árbol y la dejé ahí. Con<br />

el cambio de estación, la única flor de color rojo brillante que tenía la<br />

planta empezó a morir. Pronto desapareció esa flor hermosa y solo<br />

quedó una hoja verde grande y larga.<br />

A medida que pasaba el año, continuaba observando la planta desde<br />

la ventana y preguntándome si alguna vez volvería a florecer. Esperaba<br />

y esperaba. Tantas veces estuve a punto de rendirme y tirarla a la<br />

basura. Pensaba que podía reemplazarla por otra.<br />

Pero por algún motivo, no podía. Algo me decía que la dejara en paz<br />

y que tuviera paciencia. Tal vez iba a crecer otra vez. Tenía fe, aunque<br />

del tamaño de un grano de mostaza (Mateo 17:20).<br />

Y ocurrió. Casi un año después de que muriera la primera flor, miré<br />

por la ventana y vi una manchita roja. Para mi emoción, encontré una<br />

flor abierta.<br />

A los pocos días, apareció otro pimpollo y otro más a la semana. Se<br />

abrieron tres bellísimas flores rojas ante mis propios ojos. Y después<br />

vi que se estaba formando otro pimpollo. Iba a tener cuatro flores en<br />

esa planta que en algún momento fue estéril.<br />

Intrigada, examiné la planta y vi que el bulbo se había “abierto paso”<br />

en el suelo y había fijado su propio sistema de raíces. Ese sistema estaba<br />

bien diseñado y le proporcionaba a la planta todos los nutrientes que<br />

necesitaba para crecer, desarrollarse y florecer.<br />

Lo que había visto en esa planta me pareció algo tan simbólico y<br />

espiritual. A través de esa experiencia, Dios me reveló muchas cosas.<br />

Primero, me reveló que sus tiempos no son los míos. Eclesiastés 3:1<br />

dice que hay un momento oportuno para todo bajo el sol y Dios sabe<br />

cuál es el momento adecuado para que florezca todo en mi vida.<br />

Segundo, comprendí mejor que el concepto que Dios tiene<br />

de paciencia es distinto del mío. Durante un año había esperado<br />

impacientemente una prueba de que la planta podría<br />

sobrevivir. Cuando no llegaba, supuse que ya no era útil. Pero<br />

estaba equivocada. Dios estaba trabajando, creando flores<br />

hermosas, tal como está trabajando en mi vida detrás de<br />

escena, haciendo que ocurra exactamente lo que necesito<br />

cuando lo necesito. Simplemente debo tener fe y esperar que<br />

Él haga que aparezcan las pruebas (Salmo 5:3; Romanos 8:25).<br />

Luego aprendí que Dios hace que se multipliquen las<br />

cosas buenas. Cuando me regalaron la planta, tenía una<br />

flor pequeña. Pero con el paso del tiempo, salieron cuatro<br />

pimpollos. Esto superó mis expectativas. Del mismo modo,<br />

Dios puede multiplicar las cosas buenas que he plantado<br />

en mi vida y superar mis sueños más locos (Efesios 3:20).<br />

Donde una vez hubo un atisbo de belleza, puede aparecer<br />

un espectáculo majestuoso.<br />

DIOS SABE CUÁL ES EL<br />

MOMENTO ADECUADO PARA QUE<br />

FLOREZCA TODO EN MI VIDA.<br />

También aprendí que el crecimiento y la prosperidad son<br />

consecuencia de un sistema de raíces bien alimentado. El<br />

Señor me recordó que Jesús es el Agua Viva y el Pan de la<br />

Vida. Al alimentar mi alma con Su Palabra y echar raíces en<br />

Su amor y Su verdad, tendré el alimento que necesito para<br />

prosperar en cada estación y producir Sus frutos en mi vida<br />

(Efesios 3:16–19).<br />

Por último, aprendí que la belleza visible es la consecuencia<br />

natural de este sistema de raíces bien establecido. Esa<br />

planta no necesitaba pensar en florecer y, si tengo mis raíces<br />

en Cristo y permanezco en Él, yo tampoco necesito pensarlo.<br />

El Espíritu Santo traerá frutos naturalmente que pueden<br />

cambiar el mundo (Juan 15:1–8).<br />

¿Siente como que sus días fructíferos ya pasaron? ¿Se<br />

dio por vencido con una relación, una idea, un sueño o una<br />

carrera? Recuerde que los tiempos de Dios no son como los<br />

suyos. Él está trabajando, incluso ahora mismo, trayéndole<br />

resultados a su vida con las cosas buenas, las cosas de Dios<br />

que usted ha plantado. Lo único que debe hacer es mantener<br />

firmes las raíces en Su amor y tener fe.<br />

En Su momento perfecto, Él va a producir muchos frutos:<br />

una muestra de belleza que cambiará el mundo.<br />

VENNESA VIEKE es una devota hija de Cristo, esposa y mamá de dos niños. Es<br />

profesional del esquí acuático en el sur de Florida, donde entrena y utiliza su título<br />

de fisioterapeuta para enseñar Pilates. Vennesa es una apasionada por la salud y el<br />

bienestar físico; ama cocinar, inventar recetas divertidas y hablar de la bondad de Dios.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

21s


DEJE<br />

CAER<br />

LA<br />

CORAZA<br />

LA HISTORIA DE<br />

MARY BETH BAREFOOT<br />

Crecer conociendo a Jesús y Su amor es una bendición. Cuando es uno<br />

mismo quien lo experimenta, es una bendición aún mayor. Es entonces<br />

cuando el amor de Dios lo sana y lo cambia.<br />

Mi papá era predicador y desde los seis yo era la cantante en los servicios<br />

religiosos. Me paraba en un escenario con micrófono en mano y<br />

cantaba con todo el corazón. Todas las actividades de mi familia estaban<br />

relacionadas con la iglesia.<br />

Para los demás, nuestra vida aparentaba ser buena. Nuestra familia<br />

hacía lo que se espera que haga la gente de la iglesia, especialmente en lo<br />

que se refiere a servir a los demás. Pero de puertas adentro, nuestra vida<br />

hogareña no era tan perfecta.<br />

Mamá era mi mejor amiga y teníamos una relación fantástica. Mi papá<br />

era un hombre bueno, pero a menudo provocaba un caos en la casa.<br />

Papá podía ser un hombre muy piadoso y amable…y de pronto convertirse<br />

en una persona enojada y cruel. Las convulsiones violentas provocadas<br />

por la epilepsia durante años habían afectado su salud mental. Parecía<br />

que cada episodio se llevaba una parte de mi papá.<br />

Papá era un sembrador de iglesias y cuando yo tenía 11 años la famil-<br />

ia se mudó a Carolina del Norte para iniciar una<br />

iglesia nueva. Nos mudamos a una casa pequeña<br />

con paredes delgadas y yo podía oír cada palabra<br />

que decían mis papás. Había días en que<br />

discutían durante horas. La discordia entre ellos<br />

era alarmante.<br />

Por su problema, papá no debía manejar. Pero<br />

era testarudo y se negaba a dejar de usar el auto,<br />

aunque había tenido varios accidentes. Para la<br />

fami lia, las visitas al hospital eran algo común;<br />

pero de alguna manera, siempre resultaba ileso.<br />

Pero cuando yo tenía 12 años, papá tuvo otro<br />

accidente con el auto. Al principio no me preocupé.<br />

“Va a estar bien”, pensé. Siempre volvía. Pero enseguida<br />

supe que papá no iba a volver a casa: había<br />

muerto instantáneamente.<br />

La noticia de su muerte cambió mi vida por<br />

completo. Papi ya no estaba y aunque la vida con<br />

<strong>22</strong>s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


FOTO DE OPENDOOR CHURCH<br />

él no había sido fácil, no podía imaginar cómo iba<br />

a vivir sin él.<br />

En lo único que pensaba era nuestro último<br />

momen to juntos. Esa mañana habíamos discutido y<br />

aunque no me acordaba las palabras exactas, sabía<br />

que no habían sido lindas. Y ahora ya no volvería a<br />

tener la posibilidad de arreglar las cosas, de pedirle<br />

perdón o de despedirme de él. Me sentí paralizada<br />

por la vergüenza.<br />

Mi mamá estaba devastada. Había amado a mi<br />

papá, aunque su relación a menudo era muy tirante.<br />

Habían estado casados durante 24 años y<br />

ahora se había ido.<br />

Odiaba verla sufrir y, sintiéndome de pronto<br />

responsable de su bienestar, decidí que me convertiría<br />

en un punto de anclaje firme para ella a partir<br />

de ese día. Esa es una carga demasiado grande<br />

para una criatura.<br />

Para ser como un ancla, debía acallar mi propio<br />

dolor. Estaba decidida a no ser una carga para nadie,<br />

especialmente para mamá. Así que me dibujé<br />

la sonrisa en la cara y volví a cantar en la iglesia.<br />

Hice todo lo posible para ignorar mis sentimientos.<br />

No hablé con nadie de mi tristeza. De hecho, ni siquiera<br />

lloré durante un año. Pero por dentro, tenía<br />

preguntas que estaban principalmente dirigidas a<br />

Dios. “¿Por qué tienen que ser así las cosas? ¿Por<br />

qué papá sufría convulsiones y tuvo que morir?<br />

¿Por qué mamá tiene que criarme sola?”.<br />

Y también estaba la gran pregunta: “¿Por qué<br />

me hiciste esto, Dios?”.<br />

Lo único que se me ocurría era que yo debía de<br />

haber hecho algo malo. Seguramente Dios me estaba<br />

castigando. Me sentí más avergonzada cuando<br />

llegué a la conclusión de que papá había muerto<br />

por mi culpa. Esas preguntas repiqueteaban en mi<br />

corazón todos los días y como no recibía respuesta<br />

alguna, se enraizó en mí una semilla de ira. Con el<br />

tiempo, dejé de amar a Dios.<br />

Nunca dudé de la existencia de Dios, pero cuanto<br />

más pensaba en Él, menos creía que realmente<br />

me amara. Se apoderó de mí la amargura. Al poco<br />

tiempo, mi mente infantil llegó a la conclusión de<br />

que Dios era solo un tipo que estaba en el cielo<br />

y que había matado a mi papá. Recordé el versículo<br />

que dice que el Señor da y el Señor quita. ¡Vaya si<br />

me había quitado!<br />

Durante dos años sufrí en silencio. La soledad,<br />

sumada a la ira y la vergüenza, pueden llevar a una<br />

persona por un camino oscuro…incluso a una criatura.<br />

Me dejé envolver por una coraza emocional,<br />

pero pocas personas lo notaron. A los 14, exploté<br />

por dentro. Me deprimí y tuve tendencias suicidas. Comencé a lastimarme haciéndome<br />

tajos.<br />

Fuera de la casa, trataba de poner buena cara. Después de todo, ¿no se espera<br />

que las personas de la iglesia actúen como si todo estuviera bien? Eso es lo que<br />

me habían mostrado en todas las iglesias a las que había asistido. Parecía que<br />

no estar bien era algo vergonzoso. Además, no quería que todos esos moralistas<br />

con aires de superioridad me juzgaran. Pero la única persona a la que no podía<br />

engañar era mi mamá. Ella veía más allá de mi fachada.<br />

Tenía terror de estar separada de ella, así que me mantenía lo más cerca<br />

posible. ¿Y si Dios decidía llevársela también? Pensaba que podía enfermarse<br />

de cáncer o tener un accidente. O tal vez Él dejaría que me ocurriera algo a mí,<br />

y ella se quedaría completamente sola. Mi mente estaba atormentada por estos<br />

escenarios.<br />

Busqué refugio en la comida y en un año aumenté 45 libras. Por supuesto, eso<br />

me hizo sentir más avergonzada; me volví tan insegura…Por suerte, mamá se<br />

ocupó bastante y me llevó a ver médicos y a hacer terapia.<br />

Durante toda la secundaria, vivía en una montaña rusa de emociones. En mis<br />

momentos buenos, pensaba en qué podía hacer con mi vida. Quería que mi papá<br />

estuviera orgulloso de mí, así que decidí entrar al seminario.<br />

Me aceptaron y me dieron una beca para estudiar.<br />

Pero no habían pasado tres días cuando tuve un<br />

ataque de pánico. Me fui inmediatamente, puse mis<br />

cosas en el auto y me dirigí al hotel donde se estaba<br />

quedando mi mamá. Mi fiel compañera, ¡qué vergüenza!<br />

me había seguido hasta allí. O sea, ¿quién deja la facultad<br />

y renuncia a una beca a los tres días de empezar?<br />

Solo una fracasada, pensé.<br />

Antes de entrar al seminario, me había enamorado.<br />

Fue mi primer novio de verdad y pensé que sostenía la<br />

luna en sus manos. Necesitaba desesperadamente que<br />

alguien me quisiera, que pensara que yo era fantástica<br />

y que me dijera que era hermosa. Encontré todo eso en<br />

él. Al poco tiempo nos comprometimos.<br />

Me presenté en una universidad local, decidida a<br />

conseguir un título de algo…de cualquier cosa. Más o<br />

menos por la misma época empecé a ir a Opendoor,<br />

una iglesia nueva.<br />

NUNCA<br />

DUDÉ DE LA<br />

EXISTENCIA<br />

DE DIOS, PERO<br />

CUANTO MÁS<br />

PENSABA EN ÉL,<br />

MENOS CREÍA<br />

QUE REALMENTE<br />

ME AMARA.<br />

Fue la primera vez que recuerdo haber sido ministrada por otros en la iglesia.<br />

Siempre había estado cantando en el escenario, incluso cuando pasaba por<br />

momentos oscuros. Pero allí en ese asiento, aún delante del Señor, me envolvió<br />

el Espíritu de Dios. Comencé a llorar cuando hicieron erupción en mi alma los<br />

años de tristeza, vergüenza y dolor.<br />

Expuesta ante el Señor, sentí Su revelación de que me había creado para<br />

adorarlo. Él me había otorgado un don. La presencia reconfortante del Señor y<br />

Su voz baja y tranquila me tomaron por sorpresa. Después de todo, tal vez Él no<br />

era un tipo grande que estaba en el cielo y andaba buscándome. Percibí que me<br />

invitaba a tener una relación verdadera con el Creador del universo. Y acepté.<br />

Durante los seis meses siguientes, el Espíritu de Dios comenzó a llevar luz y<br />

orden a la oscuridad de mi vida, tal como lo hizo con el mundo en Génesis 1:2. Y<br />

después, poco a poco, comenzó a abrirme los ojos sobre mi prometido.<br />

Yo sabía que ese muchacho no era alguien que Dios habría elegido para mí,<br />

pero a los 19, me parecía que lo que tenía que hacer era casarme. Hubo muchas<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

23s


ESTÁ BIEN<br />

NO TENER<br />

TODAS LAS<br />

RESPUESTAS.<br />

ESTÁ BIEN<br />

ADMITIR<br />

QUE NO<br />

ESTÁ BIEN.<br />

señales de advertencia, pero fui testaruda y las pasé por alto. Como pasé por<br />

alto la sabiduría de personas piadosas. A consecuencia de esto, experimenté un<br />

sufrimiento que volvió a llenar mi vida de vergüenza. Me convertí otra vez en la<br />

niña de 12 años encerrada en mí misma y aterrada. Y ya no sentía la presencia<br />

de Dios ni el trabajo de Su Espíritu en mi vida.<br />

Ahora sé que el Espíritu de Dios no me abandonó: yo le había dado la espalda.<br />

Como Adán y Eva, me había escondido de Dios por la vergüenza que sentía<br />

(Génesis 3:8). Seguí yendo a la iglesia, pero le cerré mi corazón a Dios y a otras<br />

personas. Por suerte, Dios me persiguió.<br />

En un retiro de oración y ayuno en grupo organizado por nuestra iglesia,<br />

percibí la presencia del Señor otra vez. Oí en mi interior que me hablaba sobre<br />

la relación con mi prometido. “Si te casas con él, te voy a bendecir” dijo el Señor.<br />

“Pero si no te casas con él, te voy a bendecir con abundancia”.<br />

Fue como si Dios me estuviera diciendo: “Oye hija, te veo. Conozco tus pensamientos,<br />

temores y deseos. También conozco tu dolor y quiero quitártelo.<br />

Además, quiero bendecirte mucho más de lo que podrías llegar a soñar”.<br />

“Mary Beth, no estoy enojado contigo. No soy un Dios que te castiga quitándote<br />

a tu papá ni haciendo que ocurran otras cosas malas. Soy quien da la vida y tengo<br />

preparadas cosas buenas para ti. Pero debes saber esto: este matrimonio no te<br />

va a llevar a las bendiciones abundantes que tengo preparadas para ti”.<br />

No mucho después, rompí el compromiso. Pero seguí saliendo con quien entonces<br />

pasó a ser mi novio durante un año más. Dios me había dado una salida,<br />

el permiso para irme, pero yo no los acepté.<br />

Me quedé con él varios meses más. Quería dejarlo, pero no encontraba el valor<br />

para terminar la relación, porque creí la mentira de que él era el único que me<br />

iba a amar.<br />

El temor y la vergüenza me mantuvieron atada. A Satanás le encanta tenernos<br />

prisioneros de sentimientos tóxicos para que nos alejemos del amor de Dios.<br />

Afortunadamente, Dios iluminó mi ser frágil para que lo notaran los líderes<br />

de mi iglesia y ellos se ocuparon de mí. Me sentí segura con ellos y dejé caer la<br />

coraza que rodeaba mi corazón. Estar con estos<br />

verdaderos seguidores de Cristo me ayudó a reunir<br />

el valor para elegir las cosas mejores que Dios tenía<br />

para mí vida y salir de esa relación tóxica.<br />

Permitirme sentir y enfrentar emociones con<br />

Dios y Su gente me hizo sanar. El instante en el<br />

que me quité la careta y dije: “No, no estoy bien”<br />

fue cuando la presencia total y tangible de Dios se<br />

hizo tan palpable. Y en Su presencia, quedé sana.<br />

Ojalá pudiera decir que ya nunca siento vergüenza<br />

o que no valgo nada. No es así: esas sensaciones<br />

aparecen como fantasmas de vez en cuando. Pero<br />

Dios siempre está cerca y me ayuda constantemente<br />

a desenredar mis patrones de pensamiento,<br />

para que yo pueda desbaratar las mentiras que<br />

me llenan de vergüenza y reconstruir mi mente<br />

con Su verdad.<br />

Y esta es la verdad. Dios nunca me castigó; Él<br />

nunca estuvo enojado conmigo.<br />

Ahora que ya acabó ese dolor, puedo ver el amor y<br />

la presencia constante de Dios en mi vida. Siempre<br />

estuvo guiándome, protegiéndome y ocupándose<br />

de mí, incluso en los momentos oscuros y dolorosos<br />

de mi vida. El Espíritu Santo ha sostenido mi mano<br />

y ha luchado mis batallas.<br />

Y Dios fue fiel a Su promesa y me bendijo con<br />

abundancia. Una de las bendiciones es la relación<br />

sana que tengo ahora con un hombre piadoso. Me<br />

ama de la manera que Dios pretende y me anima<br />

en mi relación con el Señor.<br />

Oro para que elija las bendiciones abundantes<br />

de Dios. Si tiene miedo, pídale ayuda al Espíritu<br />

Santo. Filipenses 2:13 promete que Dios no solo<br />

le va a dar el deseo de seguirlo, sino también la<br />

capacidad de hacer lo que le agrada.<br />

No está solo. Dios está sosteniendo su mano y<br />

luchando sus batallas. Acepte esa verdad y ábrase<br />

a Él. Puede confiarle su pasado, su presente y su<br />

futuro. Los que confían en el Señor nunca serán<br />

avergonzados (Isaías 49:23).<br />

No caiga en la trampa de Satanás alejándose de<br />

Dios. Y no crea en las mentiras de Satanás. Deje de<br />

esconderse. Está bien no tener todas las respuestas.<br />

Está bien admitir que no está bien. En el momento<br />

que se quite la coraza y le abra el corazón a Dios,<br />

encontrará libertad y sanación. Procesar el sufrimiento<br />

y las emociones lleva tiempo, pero bien<br />

vale la inversión.<br />

MARY BETH BAREFOOT trabaja en el equipo creativo de<br />

la Iglesia Opendoor. Comparte su historia con la esperanza<br />

de que las personas superen la vergüenza e inicien<br />

relaciones sanas con Dios y Su gente.<br />

FOTO DE THERESA GOLDEN<br />

24s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


UN PASO ADELANTE<br />

Confíe en Dios,<br />

aunque no entienda<br />

ESTA HISTORIA OCURRIÓ CUANDO<br />

estaba en la cárcel y me dejó una lección espiritual<br />

que me ayudó a superar algunos de los<br />

momentos de mayor escepticismo durante mi<br />

travesía espiritual. Creo que también le puede<br />

ayudar en su camino junto al Señor.<br />

Recuerdo ese día como si fuera hoy. Me<br />

habían pedido que orase por un hombre al que<br />

nunca había visto antes en la capilla. Acababa<br />

de recibir la terrible noticia de que la madre<br />

estaba en terapia intensiva, sin esperanzas de<br />

sobrevivir. Así que apoyé mis manos sobre él<br />

y empecé a orar. Inmediatamente sentí que<br />

aparecía en mi espíritu la palabra “riñones”.<br />

Bueno, no puedo hablar por los demás, pero<br />

“riñones” no es lo primero que me viene a la<br />

mente cuando pienso en alguien que está muriéndose.<br />

Rápidamente decidí actuar desde la<br />

fe y creer que Dios me estaba hablando. Y oré<br />

por los riñones de la mamá.<br />

En cuanto la palabra “riñones” salió de mi<br />

boca, mi mano sintió cómo temblaba. Cuando<br />

terminé la oración, él me miró y me dijo:<br />

POR KORY GORDON<br />

“Sé que eso vino de Dios, porque nunca te<br />

dije que mi mamá está muriendo de insuficiencia<br />

renal”.<br />

Mire, en ese momento, sentí como que mi<br />

fe me podía hacer caminar sobre el agua. Me<br />

corría emoción y confianza por las venas.<br />

Estaba convencido de que su madre iba a<br />

salir de esa habitación del hospital curada<br />

por milagro. La semana siguiente, compartí<br />

el testimonio con todos los que estaban en<br />

la capilla. Les dije con total seguridad que<br />

Dios iba a curar a la madre de ese hombre.<br />

Pero lamentablemente falleció un par de<br />

días después.<br />

La noticia de su muerte fue como un<br />

puñetazo en el estómago. No solo estaba<br />

triste por este hombre que acababa de<br />

perder a la madre, sino que además estaba<br />

confundido y avergonzado. Me había parado<br />

frente a los hombres que habían llenado<br />

la capilla y me puse en ridículo. Oré para<br />

poder entender, pero parecía que Dios se<br />

había quedado mudo.<br />

Sin embargo, continué con mi ministerio.<br />

Un día entró a la capilla el hombre que había<br />

perdido a la madre. Al mirarlo, oí que el Señor le<br />

decía a mi corazón: “No se trataba de la madre.<br />

Se trataba del hijo”.<br />

De pronto, mi corazón logró entender todo.<br />

Antes de orar juntos, ese hombre nunca había<br />

querido tener nada que ver con Dios. Ahora<br />

participaba en todas las actividades cristianas<br />

que ofrecía la capilla. Cada vez que lo veía, tenía<br />

la Biblia en la mano. Incluso había solicitado<br />

que lo trasladaran al dormitorio para presos<br />

cristianos.<br />

Cuando el Señor me dijo la palabra “riñones”,<br />

no era porque Él la iba a sanar. Eso lo supuse<br />

yo, pero estaba equivocado. En cambio, Dios<br />

estaba tras uno de Sus hijos perdidos. Y Él usó<br />

esta situación difícil para atraer el corazón<br />

de este hombre, al revelarle que Dios era real y<br />

estaba presente en su vida. Mi oración por los<br />

riñones de su mamá le había encendido la fe<br />

y lo acercaron a tener una relación con Cristo.<br />

De esto aprendí una lección importante:<br />

Podemos confiar en Dios, aunque las cosas no<br />

salgan como queremos o no podamos comprender<br />

por qué sucedió algo.<br />

Solo llegamos a ver una pequeña parte<br />

del cuadro que está pintando Dios. Sus pensamientos<br />

son más altos que los nuestros y<br />

Sus caminos son más altos que los nuestros<br />

(Isaías 55:8–9). Sencillamente, no debemos<br />

confiar en nuestra comprensión, que es limitada<br />

(Proverbios 3:5–6). Tenemos que confiar<br />

en las verdades simples de que Él es Dios y que<br />

Él nos ama.<br />

Tal vez ahora esté pasando por un mal<br />

momento. Quizá tenga el corazón abrumado<br />

porque busca respuestas. Recuerde que en esta<br />

vida solo tendrá cierto conocimiento, pero Dios<br />

ve la escena completa y Él está trabajando entre<br />

bastidores. Puede confiar en Él, porque Él es el<br />

Dios que todo lo ve, que todo lo sabe y que todo<br />

lo puede. ¡Y ese mismo Dios lo ama!<br />

KORY GORDON pasó 11 años en la cárcel, donde le entregó<br />

su vida a Cristo. Ahora es un evangelista que comparte la Buena<br />

Nueva que le dio la libertad. En 2021, fundó Damascus Road, un<br />

programa de discipulado sin fines de lucro con albergue para<br />

combatir adicciones, reincidencias y la falta de hogar. Para más<br />

información, escriba a damascusroad2021@gmail.com.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

25s


LA HISTORIA DE DEBBIE SANDERS<br />

no le entregamos nuestro dolor<br />

al Señor, podemos quedar<br />

destruidos. Lo aprendí por<br />

las malas, cuando sufrí un<br />

ataque violento e inesperado sobre mi persona.<br />

No procesé bien el evento y, con los años, se<br />

deterioró mi salud física y mental. Internalicé<br />

la ansiedad y finalmente desarrollé una artritis<br />

viral y caí en una depresión. A tal punto que<br />

apenas lograba salir de la cama; hasta que Dios<br />

intervino y me ayudó a liberarme de la cárcel<br />

de ira, frustración, autocompasión y resentimiento<br />

en que yo misma me había encerrado.<br />

Su amor me llevó a un lugar de paz.<br />

Me criaron en la iglesia y había recibido a<br />

Jesús como mi Salvador a los 11 años. Ya adulta,<br />

iba a la iglesia con frecuencia y me decía<br />

cristiana. Pero recién cuando pasé por esos<br />

momentos oscuros me di cuenta de que necesitaba<br />

una relación personal con el Señor y por<br />

fin tomé conciencia de que Jesús era mi única<br />

esperanza para salir de la oscuridad.<br />

Por suerte, mi familia de la iglesia y mis<br />

amigos oraban por mí. Sus oraciones me die ron<br />

fuerzas. Podía percibir que el amor del Señor<br />

me mantenía a salvo.<br />

Hay tanto para contar sobre esta parte de<br />

mi historia, pero los detalles no son importantes<br />

aquí. Era mamá soltera que luchaba y<br />

enfrentaba desafíos difíciles. No creía que la<br />

vida pudiera ser peor, pero entonces ocurrió<br />

algo impensado.<br />

Me preocupaba mi seguridad, pero necesitaba<br />

estar sola un momento para pensar, así<br />

que decidí salir a dar una vuelta en el auto<br />

para despejarme. Al rato, noté un camión<br />

blanco que me seguía de cerca. El conductor<br />

me hacía luces.<br />

Me inquieté. Algo no andaba bien, así que<br />

decidí girar, esperando que el conductor<br />

siguiera derecho. En cambio, giró detrás de<br />

mí y decidí ir a la casa de mi amiga Sarah,<br />

que vivía a poca distancia. Seguramente<br />

cuando me detuviera en la entrada al garaje,<br />

el que me seguía iba a huir espantado.<br />

Me sentí aliviada al ver encendida la luz<br />

del garaje de Sarah. Metí rápidamente el<br />

auto en la entrada, bajé de un salto y fui rápido<br />

al porch de adelante. Pero antes de llegar<br />

a los escalones, el hombre que manejaba el<br />

camión me atacó y me tiró al suelo. Lo último<br />

que recuerdo es que él estaba sentado encima<br />

de mí, tratando de agarrarse el cinturón.<br />

“Me va a violar”, pensé y después vi todo<br />

negro.<br />

No tengo idea de cuánto tiempo pasó ni<br />

qué me pasó en esos momentos. Cuando<br />

recobré la consciencia estaba sentada en<br />

mi auto, sola y confundida. Tomé nota de lo<br />

que había a mi alrededor y vi que mi cartera<br />

y las llaves estaban en el asiento de al lado.<br />

No me habían robado nada.<br />

“¡Enfócate!” me dije. Después aparecieron<br />

en mi mente las palabras “ir a la casa de<br />

Pam”. Pam era una amiga querida que trabajaba<br />

en el hospital. Ella iba a saber qué hacer.<br />

Encendí el auto y empecé a manejar hacia<br />

su casa. En el camino, me desorienté y sentí<br />

como que estaba conduciendo por un laberinto.<br />

“¡Ayúdame, Dios!” oré. Estaba a unas cinco<br />

millas de la casa de Pam, conocía muy bien el<br />

camino, pero sabía que, si Dios no intervenía,<br />

no iba a llegar nunca.<br />

Después de orar, Dios mismo o quizás un<br />

ángel debe de haber tomado el volante. En<br />

un abrir y cerrar de ojos estaba en destino y<br />

no tengo la menor idea de cómo llegué allí.<br />

Creo que perdía y recuperaba la consciencia<br />

todo el tiempo.<br />

Cuando llegué a la entrada de autos de Pam,<br />

ella estaba en el jardín del frente hablando<br />

con Sarah que, casualmente, estaba de visita.<br />

Es increíble, pero Sarah estaba en la casa de<br />

Pam mientras a mí me atacaban en el jardín<br />

del frente de su casa.<br />

Pam se veía confundida cuando la llamé<br />

desde la ventanilla baja de mi auto. Después<br />

me contó que había reconocido mi auto, pero<br />

no mi cara.<br />

“Debbie, ¿eres tú? ¡Dios mío!” gritó Pam y<br />

corrió hacia mí. Por suerte no había mirado<br />

el espejo retrovisor, así que no tenía idea de lo<br />

mal que había quedado por los golpes. Tenía la<br />

cara desfigurada y totalmente ensangrentada.<br />

Pam me sacó del auto y estudió la situación.<br />

Después ella y Sarah me llevaron rápidamente<br />

al hospital.<br />

Pronto hubo detectives parados junto a mi<br />

cama, haciéndome preguntas para las que no<br />

tenía respuesta. El personal del hospital proporcionó<br />

un estuche para test de violación.<br />

Dio negativo, pero tenía fracturas y cortes en<br />

muchas partes de la cara.<br />

Las malas noticias vuelan, especialmente<br />

cuando uno vive en un pueblo pequeño.<br />

Mi familia de la iglesia, mis amigos y hasta<br />

desconocidos que se habían enterado del<br />

ataque que sufrí empezaron a orar por mi recuperación<br />

física y emocional. Dios oyó esas<br />

oraciones y actuó de manera milagrosa.<br />

La primera prueba de eso fue lo rápido que<br />

me recuperé físicamente. Apenas dos semanas<br />

después del ataque, mi cara había sanado por<br />

completo. No había rastros del ataque. Además,<br />

no me quedó ningún dolor físico ni dolores de<br />

cabeza por los golpes. Los doctores estaban tan<br />

anonadados como las personas que iban a visitarme.<br />

Todos veían que Dios estaba trabajando.<br />

26s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


El Señor también me sanó emocionalmente,<br />

Proverbios 3:5–6 me promete que, si con-<br />

naciones por donde te dispersó” (Deuterono-<br />

aunque esta sanación llevó más tiempo que<br />

fío en el Señor, me abstengo de confiar en<br />

mio 30:3 NTV). Él recogió todos mis pedazos y<br />

la física. Como se puede imaginar, un ataque<br />

mi propia inteligencia y busco Su voluntad,<br />

me restauró. Él va a hacer lo mismo por usted.<br />

físico tan brutal también deja muchas cicatri-<br />

Dios me va a mostrar el camino a tomar. Lo<br />

Para mí es algo curioso que la mañana del<br />

ces emocionales que son invisibles a los ojos.<br />

hizo y me va a ayudar a recorrer ese camino<br />

ataque le había pedido a Dios un testimonio<br />

Estaba atormentada por el miedo, la angustia<br />

también. Dios siempre es fiel a Su Palabra.<br />

convincente. Quería estar en condiciones de<br />

y la necesidad profunda de llegar a entender.<br />

Desde el día que confié en Él, he podido<br />

pararme frente a otras personas y hablar de<br />

Quería respuestas. Me habían atacado y<br />

seguir con mi vida. No sé todavía cómo,<br />

su bondad.<br />

casi perdí la vida. ¡¿Por qué?! Era aterrador<br />

por qué, quién ni qué, y tal vez esa sea la<br />

Bueno, ahora puedo.<br />

saber que quien había llevado a cabo el ataque<br />

manera que Dios tiene de protegerme.<br />

Por favor, no me malinterprete. No estoy di­<br />

andaba suelto y eso era injusto. Pero Dios<br />

¿Quién sabe? Pero esto es lo que sí sé: No<br />

ciendo que Dios envió a ese hombre para que<br />

intervino y también me liberó de esa cárcel<br />

necesito todas las respuestas cuando tengo<br />

me atacara. El enemigo quería destruirme;<br />

emocional.<br />

al Señor. Mi relación con Él y la paz que me<br />

Dios es quien da la vida. Pero Dios utilizó esa<br />

Casi todos decían que merecía respuestas y<br />

da es mucho más importante que luchar<br />

experien cia para ayudarme a conocer Su amor<br />

justicia. Pero mi derecho a saber las respuestas<br />

por mis derechos. Su paz es mi fortaleza.<br />

fiel de maneras nuevas. La experiencia tam-<br />

y conseguir justicia ¿era más importante que<br />

Él es el protector de mi corazón y mi mente<br />

bién me ayudó a tener mayor compasión por<br />

mi salud física y mental? ¿Valía la pena que por<br />

(Filipenses 4:7).<br />

los demás.<br />

esas cosas me recluyera en una cárcel de amar­<br />

Sea lo que sea que haya pasado, quiero<br />

Cuando le confíe su dolor al Señor, va a cono­<br />

gura y sed de venganza? Entonces, Dios me<br />

que sepa que Dios lo ama. Puede confiar en<br />

cer Su amor y también Su consuelo. No olvide<br />

presentó una elección de vida o muerte.<br />

el amor que Él tiene para usted. Él sabe qué<br />

compartir su historia. Cuente cómo el Señor<br />

Me dijo: “Debbie, puedes confiar en Mí o<br />

le ocurrió y a Él le importa.<br />

restauró su vida destrozada. Las personas<br />

puedes volverte loca. ¿Qué eliges?”.<br />

A veces, después de pasar por abusos<br />

necesitan saber que Él está vivo y que puede<br />

En un momento de lucidez, entendí de pron-<br />

terribles, rechazos y eventos traumáticos,<br />

restaurar su vida. Su experiencia es única y<br />

to que seguir por el camino de los “derechos”<br />

estamos tentados de creer que Dios no nos<br />

puede ayudarlos a ver la verdad. Pídale ayuda a<br />

nos costaría demasiado a mí y a mis seres<br />

ama o que está ausente. Ahora lo veo dis-<br />

Dios. Él pondrá Su poder en sus palabras y hará<br />

queridos y provocaría muchos problemas<br />

tinto. Dios no estaba ausente el día que me<br />

que sean relevantes, para que puedan penetrar<br />

FOTO DE GERI SIMPKINS PHOTOGRAPHY<br />

(Hebreos 12:15).<br />

Las terapias basadas en la fe me ayudaron a<br />

procesar mis pensamientos y a elegir la mejor<br />

manera que proponía Dios. Tomé mi necesidad<br />

de saber y mi deseo de que se hiciera justicia<br />

y los puse en Sus manos, confiando en que Él<br />

lucharía mis batallas y me daría las respuestas<br />

que necesitaba. Gracias a esto, mi mente<br />

estuvo en paz.<br />

atacaron. Estaba allí mismo conmigo, protegiéndome,<br />

ayudándome y curándome.<br />

Dios es el único motivo por el que estoy viva.<br />

Él también es el motivo por el que usted<br />

está vivo. No se deje engañar. Todos los<br />

días, infinidad de gente se destruye porque<br />

cree la mentira de que no le importa a Dios.<br />

Luchan para tener respuestas y venganza y,<br />

al hacerlo, ellos mismos se encierran en una<br />

en el corazón de los demás. Con Dios, su historia<br />

acercará a muchas personas a Su gracia salvadora<br />

y derrotará al enemigo (Apocalipsis 12:11).<br />

Al principio, le va a dar miedo. Yo estaba<br />

aterro rizada la primera vez que di mi testimonio<br />

frente a un grupo de personas. Pero a medida<br />

que lo repetía, el Señor me ayudó y muchos<br />

llegaron a conocer al Dios del consuelo para su<br />

propia vida (2 Corintios 1:3–7).<br />

cárcel. Elija confiar en Dios y viva.<br />

Recordar la fidelidad de Dios en el pasado<br />

No rechace las cosas buenas que Dios<br />

va a fortalecer su fe y a permitirle enfrentar<br />

quie re darle ahora por aferrarse a su pasa­<br />

nuevas pruebas difíciles. Confiar en Dios lo<br />

do. Entréguele sus preguntas, sus acu­<br />

llevará a un lugar de protección, sanación y<br />

sadores e incluso a sus atacantes al Señor.<br />

paz. Es clave para abrir la puerta de las cárceles<br />

Clame a Él, el único que lo puede defender<br />

emocionales, mentales y físicas en las que usted<br />

(Salmo 57:2–3).<br />

mismo se encerró.<br />

Hay ciertas injusticias que nunca podrá<br />

Entréguele a Dios los fragmentos de su vida<br />

enmendar, pero Dios sí. Y esa es Su tarea.<br />

deprimida y destrozada y permítale que lo<br />

¿Cuál es su tarea?<br />

restaure completamente.<br />

Su tarea es confiar en Él y obedecerlo y<br />

orar por sus enemigos, perdonarlos y darles<br />

su bendición (Mateo 5:44, 6:12, 18:21–<strong>22</strong>).<br />

No es fácil, pero la recompensa vale la pena.<br />

Al obedecerle “el Señor tu Dios te devolverá<br />

tu bienestar. Tendrá misericordia<br />

de ti y te volverá a reunir de entre todas las<br />

DEBBIE SANDERS se jubiló después de trabajar<br />

durante 33 años en la Universidad de Carolina del Este y<br />

ahora lleva la esperanza de Jesús a través de la música<br />

y compartiendo su historia milagrosa en los Estados<br />

Unidos y el exterior. Está casada, es madre, abuela y<br />

tiene un gran compromiso con el evangelismo y enseñar<br />

el poder restaurador de Jesucristo a otras personas.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

27s


UN PASO ADELANTE<br />

Restaurado<br />

para ser útil<br />

HE OÍDO DECIR QUE LO<br />

que para unos es basura, para<br />

otros es un tesoro. Uno de mis<br />

pasatiempos preferidos es recorrer<br />

tiendas de caridad en busca de<br />

oportunidades. Los pasillos tienen<br />

cosas que algunos podrían considerar<br />

basura, pero que, por algún<br />

moti vo, sus dueños anteriores prefi<br />

rie ron donar, en lugar de botarlas.<br />

Me encanta encontrar cosas que<br />

necesito o que sé que podría usar.<br />

Hace poco, buscando algún tesoro,<br />

encontré una guitarra vieja que<br />

juntaba polvo detrás de un mostrador.<br />

Inmediatamente me di cuenta<br />

de que era una Yamaha.<br />

El color de la madera de una<br />

guitarra acústica puede ayudar<br />

a descubrir cuántos años tiene.<br />

Cuanto más antigua es la guitarra,<br />

más intenso es el color. Por el<br />

tinte oscuro, casi naranja de esta<br />

guitarra, me daba cuenta de que<br />

había visto muchas hojas del calendario<br />

y momentos duros. Parecía<br />

arruinada por el agua y tenía<br />

una rajadura grande en la parte<br />

superior. El cuello estaba arqueado<br />

y las cuerdas parecían embarradas.<br />

A pesar de las imperfecciones, decidí<br />

que esa vieja Yamaha necesitaba<br />

un hogar y algo de cariño y<br />

cuidados. Después de regatear un<br />

poco, la compré por $60. La caja en<br />

la que la llevé a casa se veía peor<br />

aún que la misma guitarra.<br />

Le llevé mi nuevo tesoro a<br />

Bobby, mi luthier favorito. Es<br />

un maestro en la reparación de<br />

ins trumentos. La examinó bien y<br />

sacudió la cabeza.<br />

“Está mal ¿no?” le pregunté.<br />

“No está bien”, me respondió.<br />

“Pero creo que la podemos arreglar<br />

para que por lo menos se<br />

pueda tocar”.<br />

“Es lo único que quiero”. Me fui,<br />

sabiendo que la vieja guitarra estaba<br />

en buenas manos.<br />

A las dos semanas, había<br />

finali zado la reparación. Estaba<br />

entusias mado por ir a buscar mi<br />

tesoro restaurado.<br />

POR KENNY MUNDS<br />

Bobby tenía una enorme sonrisa<br />

en la cara cuando entré.<br />

“Pruébala y dime si está bien”.<br />

Estaba más que satisfecho. Bobby<br />

le había devuelto la vida milagrosamente<br />

al viejo instrumento.<br />

Como si eso fuera poco, solo me<br />

cobró las cuerdas nuevas. ¡Si eso<br />

no es la gracia de Dios en acción…!<br />

Mi “nueva” Yamaha tiene un<br />

sonido de una riqueza increíble<br />

y un propósito nuevo. Incluso la<br />

llevo a eventos en las cárceles y<br />

cuento esta historia durante mis<br />

presentaciones para animar a los<br />

que piensan que no es posible que<br />

una vida sea restaurada.<br />

Muchas personas piensan que<br />

no hay esperanza; que no hay<br />

forma de que Dios los quiera o<br />

los utilice para nada bueno. Pero<br />

1 Corintios 6:20 dice: “Fueron comprados<br />

por un precio. Por tanto,<br />

honren con su cuerpo a Dios” (NVI).<br />

Todos estamos en malas condiciones<br />

antes de que Dios nos<br />

“compre” mediante la sangre de<br />

Su precioso Hijo. Podemos sentirnos<br />

abatidos, dejados de lado y<br />

abandonados, casi sin esperanza,<br />

pero cuando ponemos nuestra<br />

fe en Jesús, quedamos en manos<br />

del mejor luthier. No importa de<br />

qué lugar oscuro vengamos, Él<br />

nos da una vida llena de sentido<br />

y propósito que nunca habríamos<br />

imaginado posible.<br />

He sido testigo de esto cientos<br />

de veces en la vida de personas<br />

a las que he ministrado. He visto<br />

almas perdidas entregarse a Jesús<br />

detrás de los muros de la cárcel<br />

y a medida que pasan los años<br />

y entienden más y sus raíces en<br />

el Señor crecen en profundidad,<br />

también se hace más profundo su<br />

conocimiento y percepción. Se<br />

convierten en bellos instrumentos<br />

que Dios utiliza para enseñar<br />

y guiar a los presos más jóvenes<br />

que recién llegan de la calle.<br />

Jesús nos advirtió que no íbamos<br />

a vivir sin dificultades, pero<br />

que todos podemos aferrarnos<br />

a la promesa de que Él nos<br />

restaurará y nos hará fuertes,<br />

firmes y estables por Su gracia (1<br />

Pedro 5:10).<br />

De vez en cuando llevo mi vieja<br />

Yamaha para arreglarle una<br />

fisura aquí y otra allá. Del mismo<br />

modo, a veces la vida me causa<br />

algún daño—y cuando eso pasa, le<br />

hago otra visita al pie de la cruz y<br />

oro para seguir siendo un instrumento<br />

útil a pesar de las heridas<br />

sufridas.<br />

¿Necesita una restauración? No<br />

importa de quién fue la culpa ni<br />

cómo llegó al lugar donde está: a<br />

los ojos de Dios, usted no es basura.<br />

Para Él, su vida es valiosa. Si<br />

está dispuesto a poner todo lo que<br />

está dañado en manos del mejor<br />

luthier, Él va a ser fiel a Su promesa<br />

de dejarlo limpio y hacer de<br />

usted alguien nuevo y útil nuevamente<br />

(2 Timoteo 2:20–21).<br />

KENNY MUNDS lleva la buena<br />

nueva del amor y el perdón de Dios<br />

a cárceles de Estados Unidos. Para<br />

conocer mejor su ministerio, visite<br />

kennymundsministry.org.<br />

28s Número 02 / 20<strong>22</strong> VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM


PROFUNDICEMOS:<br />

Sea valiente<br />

En la página <strong>22</strong>s, leyó la historia sobre la<br />

lucha de Mary Beth Barefoot con la inestabilidad<br />

emocional toda la vida y cómo se<br />

alejó de los demás y de Dios. Finalmente<br />

se dio cuenta de que estaba atrapada dentro<br />

de una coraza con la que se envolvió y<br />

necesitaba ayuda para liberarse.<br />

Dios esperó con paciencia que Mary Beth<br />

lo invitara a entrar a su vida. Tuvo que enfrentar<br />

la vergüenza, el enojo, la amargura<br />

y el miedo que le impedían recibir lo mejor<br />

de Dios para su vida. Debía volverse receptiva,<br />

primero a Dios y después, a los demás.<br />

Pero cuando ella dio ese salto de fe,<br />

Dios sanó su corazón herido y la puso en<br />

libertad. Dejó de estar prisionera de sus<br />

emociones.<br />

¿A veces se siente lejos de Dios? ¿De los<br />

demás? ¿Se está aislando? ¿Por qué? Mencione<br />

algunos motivos:<br />

1.<br />

2.<br />

3.<br />

Sea lo que sea que está enfrentando,<br />

Dios ya sabe de qué se trata. Él le pide que<br />

le entregue todo a Él. Dios está listo para<br />

ayudarlo en todos los aspectos.<br />

Busque estos versículos en la Biblia que<br />

hablan de la valentía. Escríbalos y luego<br />

medite sobre ellos y pídale al Señor que<br />

lo llene de Su fortaleza y valentía.<br />

Deuteronomio 31:6–8<br />

Josué 1:6, 9<br />

1 Crónicas 28:20<br />

Salmos 23:1; 27:14; 31:24<br />

Isaías 41:10, 13<br />

Filipenses 4:13<br />

2 Timoteo 1:7<br />

Hebreos 4:16<br />

Dios tiene mucho para decir sobre confiarle<br />

sus cargas y temores. Él está aquí<br />

para ponerlo en libertad, quítese la coraza.<br />

Mary Beth recibió bendiciones cuando se<br />

abrió al Señor; a usted le pasará lo mismo.<br />

¿NECESITA DESCANSO?<br />

“Vengan a mí todos ustedes que<br />

están cansados y agobiados, y yo<br />

les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />

Jared Emerson, Artist, jaredemerson.com<br />

¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />

Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />

Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />

necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />

hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />

pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />

pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />

habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />

Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />

Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />

VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />

Número 02 / 20<strong>22</strong><br />

29s


¿AHORA QUE?<br />

Acepté la salvación de Dios. ¿Y ahora, qué?<br />

TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />

¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />

¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />

presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />

1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />

un corazón sincero.<br />

2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />

en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />

gratuitos al pie.<br />

3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />

claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />

simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />

restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />

que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />

de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />

4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />

seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />

creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />

5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />

hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />

RECURSOS<br />

VICTORIOUS LIVING<br />

A continuación dejamos distintas opciones de material<br />

cristiano gratuito al que pueden tener acceso reclusos y<br />

capellanes que hablen inglés o español. Pónganse en contacto<br />

con las direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros<br />

colegas que llegaron a través de VL.<br />

Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud<br />

del capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las<br />

bibliotecas de penitenciarías y cárceles.<br />

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RESCUED NOT ARRESTED<br />

CUMBRE DE GLOBAL<br />

Correspondencia personal,<br />

programación de preparación<br />

para reingresar al empleo y<br />

a la sociedad, y referencias<br />

para empleo y vivienda<br />

para presos en cárceles y<br />

prisiones bajo solicitud.<br />

970 N. Oaklawn Ave.<br />

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Estudios personales de<br />

discipulado por correo para<br />

reclusos en comisarías y<br />

cárceles; libros cristianos<br />

y Biblias sin cargo para<br />

bibliotecas, a solicitud<br />

del capellán o personal<br />

autorizado.<br />

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Raleigh, NC 27624<br />

Biblias NVI sin cargo, curso<br />

gratuito por correspondencia<br />

de estudios bíblicos y Biblia<br />

de estudio NVI Diario Vivir sin<br />

cargo, al completar el estudio,<br />

para comisarías y cárceles.<br />

Teléfono: 602-647-8325<br />

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