LA HORMIGA PRODUCTIVA Y FELIZ Y OTROS CUENTOS

Revista Gestión, mayo de 1996
redundantes, siendo este problema de
diseño la causa-raíz de las ineficiencias.
Como caso anecdótico, el Bolero de Ravel
repite la misma melodía varias decenas de
veces, lo cual es claramente ineficiente: De
30 minutos podría quedar reducido a 3
minutos...”
Desde que los conciertos comenzaron a
durar tres minutos, interpretados por una
orquesta de cinco pájaros acompañados de
un hipopótamo, el público no volvió más.
Hoy reina el silencio.
Moraleja: No intentes aplicar las
enseñanzas del programa MBA en todas
las situaciones: En tu trabajo podrías
terminar con una buena orquesta. En
casa podrían pedirte el divorcio.
LA FÁBULA DE LOS OSOS PANDA
Un grupo de osos panda contrataron a una
hiena para que les guiara en su planificación
estratégica. Los osos panda se enfrentaban
al peligro de la extinción y sus alimentos eran
cada vez más escasos. La hiena los reunió en
un lugar apartado del bosque y los hizo
definir solemnemente su “Misión” y su
“Visión”. También hicieron una lluvia de
ideas para definir fortalezas y debilidades.
Terminaron cantando el himno “El Futuro
Será de los Osos Panda”. Después de
cobrar sus honorarios, aún resuenan las risas
de la hiena en el bosque. Y los osos panda
continúan en peligro de extinción.
Moraleja: No pierda el sueño si no ha
colgado poesías en las paredes de su
empresa.
LA FABULA DE LA ARAÑA
En la empresa de gnomos “Acme”, que
funcionaba en un viejo árbol del bosque, el
gnomo Gerente General comprobó que
algunos salían a comprar en horas de
trabajo. De inmediato ordenó que se
prohibiera salir de la empresa sin un “memo”
de autorización del supervisor directo. Los
gnomos-guardias serían los encargados de
hacer cumplir con sus instrucciones.
Al día siguiente, cuando los vendedores iban
saliendo para cumplir sus labores diarias,
fueron detenidos en la puerta: “¡El memo!”,
pidieron los gnomos-guardias, y -como no lo
tenían- no los dejaron salir. Igual suerte
sufrieron los cobradores.
Por esos días, la empresa estaba
remodelando sus oficinas. Un joven gnomo,
que estaba empujando un viejo estante, fue
picado en la mano por una araña de rincón.
La mano se empezó a hinchar y el gnomosupervisor
quiso llevarlo al Hospital del
bosque. Cuando solicitó una camioneta, le
respondieron que estaban todas ocupadas y
que fuera en taxi. Cuando solicitó dinero
para taxi en la Caja, le respondieron que no
tenía firma autorizada para solicitar gastos de
viaje.
A esta altura, la mano del joven gnomo se
hinchaba más y más. Éste decidió ir por su
cuenta al Hospital. “No se preocupen”,
dijo”, “el Hospital está cerca y podré llegar
rápidamente...”. Pero sólo llegó a la puerta,
porque allí los gnomos-guardias le
impidieron la salida, pues no llevaba el
“memo”...
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