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equilibrista y táctico, el instante del arte. Además, esta implantación no<br />
está localizada ni determinada por la memoria-conocimiento. La ocasión<br />
se "toma", no se crea. Es producto de la coyuntura, es decir, de circunstancias<br />
exteriores donde el vistazo sabe reconocer el nuevo y favorable<br />
conjunto que constituirán mediante un detalle adicional. Un toque complementario<br />
y estará "bien". Para que haya "armonía." práctica, falta una<br />
nadería, un trozo de algo, un remanente que se ha vuelto precioso en la<br />
circunstancia, y que va a proporcionar el invisible tesoro de la memoria.<br />
Pero el fragmento que debe extraerse de este fondo s610puede insinuarse<br />
en una disposición impuesta desde el exterior, para transformarla en<br />
armonía inestable, trabajada. Bajosu forma práctica, la memoria no tiene<br />
una organización bien dispuesta que pudiera establecer ahí. Se moviliza<br />
en relación con lo que sucede: una sorpresa, que es capaz de transformar<br />
en ocasión. Sólo se instala en el encuentro fortuito, en el lugar del otro.<br />
Como las aves que sólo ponen en el nido de otras especies, la<br />
memoria produce en un lugar que no es el suyo propio. Recibe su forma<br />
y su implantación a partir de una circunstancia ajena, aun si el contenido<br />
(el detalle faltante) procede de sí misma. Su movilización resulta índísodable<br />
de unaalteración. Además, su fuerza de intervención, la memoria la<br />
debe a su misma capacidad de poder alterarse: puede desplazarse, es<br />
móvil y no tiene lugar fijo. Característica permanente: se forma (y también<br />
su "capital") el nacer del otro (una circunstancia) y al perderlo (ya sólo<br />
es un recuerdo). Una doble alteración se produce: la de sí misma se ejerce<br />
al ser alcanzada y la de su objeto, que sólo retiene cuando ha deseperecído.<br />
La memoria languidece cuando ya no es capaz de ello. Se construye<br />
al contrario de acontecimientos que no dependen de ella, ligada a la expectación<br />
que algo ajeno al presente va a producir o debe producir. Muy<br />
lejos de ser el relicario o el bote de basura del pasado, vive de creer en lo<br />
posible y en esperarlo, vigilante, al acecho.<br />
Análogo en el tiempo a lo que constituye un "arte" de la guerra<br />
para las manipulaciones del espacio, un "arte" de la memoria desarrolla<br />
la aptitud de estar siempre en el lugar del otro, pero sin poseerlo, y sacar<br />
provecho de esta alteración aunque sin perderse. Esta fuerza no es un<br />
poder (aun si su relato puede serlo). Ha recibido más bien el nombre de<br />
autoridad: lo que, "tomado" de la memoria colectiva o individual, "autoriza"<br />
(hace posibles) un cambio total, una modificación de orden o de<br />
lugar, un paso a lo diferente, una "metáfora" de la práctica o del discurso.<br />
De ahí el manejo sutil de las "autoridades" en toda tradición popular. la<br />
memoria viene de otra parte, está en otra parte y no en si misma, y traslada.<br />
Las tácticas de su arte remiten a lo que es, y a su inquietante familiaridad.<br />
Para terminar, quisiera subrayar algunos de su procedimientos,<br />
los que organizan muy particularmente la ocasión en las conductas cotidianas:<br />
el juego de la alteración, la práctica metonímica de la singulari-<br />
9.