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hablar" o speech acto La cuestión del locutor y de su identidad se había tornado<br />
aguda con la pulverización del mundo que se supone hablado y<br />
hablante: ¿quién habla cuando ya no hay más que un Hablante divino que<br />
funda toda enunciación particular? La cuestión aparentemente había quedado<br />
solucionada por el sistema que proporcionaba al sujeto un sitio garantizado<br />
ymedidoporsu produeciónescrituraria. 4 En unaeconomía liberal<br />
donde las actividades insulares y competitivas se suponían dispuestas<br />
a competir en una racionalidad general, la labor de escribir saca a la luz<br />
tanto al producto como a suautor. Desde entonces, en principio, ya no hay<br />
necesidad de voces en estos talleres industriosos. Así, durante la edad clásica,<br />
de la cual la primera labor consiste en formar "lenguas" científicas y<br />
técnicas desligadas de la naturaleza y destinadas a transformarla (gesto<br />
simbolizado por Robinson, quien inaugura su empresa al redactar su diario,<br />
o "libro de razón"), cada uno de estos sistemas de "escrituras" pone<br />
fuera de duda a sus productores "burgueses", seguros de las conquistas<br />
que les permita este instrumento autónomo sobre el cuerpo del mundo.<br />
Crece un nuevo rey: el sujeto individual, inasequible amo. Al<br />
hombre de cultura ilustrada se transfiere el privilegio de ser él mismo el<br />
dios antiguamente "separado" de su obra y definido por una génesis. Sin<br />
duda, entre los atributos del Dios judeocrístíano, sus herederos burgueses<br />
efectúan una selección: el nuevo dios escribe, pero no habla; es autor,<br />
pero no toma cuerpo en una interlocución. La inquietud de la enunciación<br />
se encuentra pues liquidadaa priori, antes de retomarhoycomo problema<br />
de la comunicación. La creciente fabricación de programas de trabajo,<br />
colocada bajo la bandera del "progreso", puedepasar como el relato<br />
autobiográfico de sus promotores: se cuentan dentro de sus realizaciones.<br />
La historia que se hace es su historia; mediante una doble división<br />
que, por una parte, aísla las operaciones, sujetos del poder y del conocimiento,<br />
y que, por otra, lleva la naturaleza a ser sólo el fondo inagotable<br />
sobre el cual se destacan y del cual se arrancan sus productos. Exención<br />
de los nuevos creadores en su soledad e inercia de la natwaleza ofrecida<br />
a sus expediciones: estos dos postulados históricos han roto las comunicaciones<br />
orales entre los amos (no hablan) y el universo (ya no habla), y<br />
hecho posible, dwante tres siglos, el trabajo desorbitado que permite sus<br />
relaciones y que, fabricante de hombres-dios, transformador del uruverso,<br />
se convierte en la estrategia central y silenciosa de una nueva historia.<br />
Sin embargo, regresa la cuestión en principio eliminada por el<br />
trabajo: ¿quién habla?, ¿a quién? Pero reaparece fuera de esta escritura<br />
transformada en medio y en efecto de la producción. Renace al margen,<br />
llegada del más allá de las fronteras alcanzadas por la expansión de la<br />
empresa escrituraría. "Algo" diferente habla todavía, que se presenta a los<br />
4 Vermá, arriba, cap. x, p. 147.<br />
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