Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Capítulo II<br />
Culturas populares<br />
At,andonarViena o Cambridge, dejar los textos teóricos, no es separarse<br />
de Wittgenstein, profesor de pueblo de 1920 a 1926, sino zarpar hada<br />
esa alta mar de la experiencia común que envuelve, penetra y termina<br />
por llevarse los discursos, si es que uno no se contenta con sustituir por<br />
una apropiación científica un dominio político. Vuelven a mí los recuerdos,<br />
sitios de esos mutismos enla memoria. Recuerdo así la introducción<br />
a un seminario sobre la cultura popular del noreste brasileño, una cernínata<br />
en la noche entonces 'ruidosa de Salvador, hacia la Igreja do Passo.<br />
En contraste con el teatro sutil de la Misericordia, la sombría fachada alza<br />
en su dignidad todo el polvo y el sudor de la dudad. Por encima de antiguos<br />
barrios llenos de rumores y voces, es su secreto, monumental y silencioso.<br />
Domina el estrecho Ladeira do Passo. Se esconde a los curiosos<br />
que la tienen, sin embargo, delante de los ojos, así como se les escapa el<br />
habla popular, llegada de muy lejos y de muy arriba cuando esos curiosos<br />
se ponen en contacto con ella. Muy diferente de la iglesia do Rosérío,<br />
abiertay azul toda, esta piedra negra levanta el rostro nocturno del humorbahianés.<br />
Roca inexpugnable pese a que (o porque) es conocida, despojada<br />
de solemnidad, parecida a las canciones de la saudade brasileña.<br />
Al volver de este peregrinaje, en las calles esos rostros que, no obstante<br />
su alegre movilidad, parecen multiplicar, cuando pasan, el indescifrable<br />
y cercano secreto del monumento.<br />
19