Cuatro estaciones - Diverdi
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Embajadores del nuevo<br />
estilo<br />
Obras policorales de inspiración<br />
veneciana de los siglos XVI y XVII<br />
Urko Sangroniz<br />
A día de hoy es sobradamente conocida la influencia<br />
que la Basílica de San Marcos ejerció en el desarrollo<br />
de la concepción sonora y musical durante<br />
los siglos XVI y XVII. Y aunque nos refiramos al<br />
templo en su conjunto, lo mismo se podría decir<br />
de los grandes maestros de capilla que allí trabajaron,<br />
a saber, los Willaert, Gabrieli (tío y sobrino),<br />
Monteverdi, etc., que ya es decir. Se trata sin<br />
duda de uno de los más importantes centros de<br />
creación musical que ha habido en la historia, esos<br />
que, por medio de una combinación de circunstancias<br />
favorables, propiciaron que el arte de los sonidos<br />
avanzase de forma irremisible hacia nuevas e<br />
inexploradas latitudes. De tal manera, la policoralidad,<br />
es decir, la disposición de los efectivos en distintos<br />
bloques para explotar las condiciones<br />
acústicas de la mencionada basílica, dejaría de ser<br />
un recurso puntual. Y éste es precisamente el quid<br />
de la cuestión, ya que esta nueva concepción no solo<br />
se circunscribió a la Serenísima República, y así los<br />
numerosos músicos de todas las nacionalidades<br />
que allí estudiaron y trabajaron la exportaron al resto<br />
de Europa, llegando incluso hasta el Nuevo<br />
Mundo a través de las embarcaciones que zarparon<br />
desde la Península Ibérica.<br />
El disco que nos ocupa es una selección de<br />
obras acuñadas en el nuevo estilo, compuestas por<br />
músicos provenientes del ámbito de San Marcos<br />
y que trabajaron en diversas cortes de Eslovaquia,<br />
Austria y especialmente Polonia. No resulta difícil<br />
de imaginar el impacto y el desarrollo que ocasionarían<br />
en aquellos lugares acostumbrados a<br />
técnicas más humildes, así como el incentivo en forma<br />
de contratación de nuevos y más competentes<br />
intérpretes. En este sentido, el Ensemble<br />
Dodecantus, dirigido por Marina Malavasi, cumplen<br />
sobradamente con las numerosas exigencias<br />
planteadas en una más que convincente interpretación.<br />
DE VENECIA A VARSOVIA: Música policoral de los s. XVI y<br />
XVII (obras de Simbracky, Mielczewski, Stivori, Vecchi,<br />
Anerio, Pacelli, Asola, Bertolusi, Gualtieri y Gabussi)<br />
Ensemble Dodecantus. Marina Malavasi, director / BON-<br />
GIOVANNI / Ref.: GB 5172-2 (1 CD) D2<br />
antigua 212 / marzo 2012<br />
Florencia monumental<br />
En Glossa, Misa para 40 y 60 voces de Alessandro Striggio<br />
por Hervé Niquet y Le Concert Spirituel<br />
Alessandro Striggio (c.1536-1592) fue hijo ilegítimo<br />
de un famoso soldado del norte de Italia, quien<br />
le garantizó una buena posición social, pues el<br />
músico firmaba sus obras como “gentilhombre<br />
mantuano”. En 1559, siendo ya un reconocido virtuoso<br />
de varios instrumentos (laúd, viola da gamba,<br />
lirone o su espectacular lira da gamba de 18<br />
cuerdas y la altura de un hombre) entró al servicio<br />
del Duque Cosme I de Médicis, para quien<br />
colaboró en algunas misiones diplomáticas, como<br />
la que en 1567 hizo por Londres, Viena, Múnich y<br />
París. En la capital inglesa conoció a Thomas Tallis<br />
y quizá escuchara entonces su motete a 40 voces<br />
Spem in allium. Aquello fue una inspiración o, tal<br />
vez mejor, una casualidad, pues hay testimonios que<br />
demuestran que en su estancia parisina de aquel<br />
mismo año el músico hizo ejecutar con gran éxito<br />
su Misa Ecco sì beato giorno, a 40 voces (con el<br />
Agnus Dei II a 60), que estaba a su vez basada en<br />
su propio motete Ecce beatam lucem, también a 40<br />
(y también incluido en este CD), por lo que tanto<br />
misa como motete debieron de ser anteriores a la<br />
estancia londinense.<br />
La Misa, que forma parte de esa tendencia a<br />
la monumentalidad polifónica que cultivaron<br />
algunos maestros del XVI, se consideraba perdida<br />
hasta que Davitt Moroney la halló en París y la<br />
editó en 2007, interpretándola por primera vez en<br />
los Proms de aquel año al frente de los Tallis<br />
Scholars y los BBC Singers. Sin embargo, parece<br />
ser que Dominique Visse había ya encontrado y<br />
transcrito la obra en 1978, y es esta edición la manejada<br />
por Hervé Niquet para la presente grabación,<br />
que es la segunda que se hace de la obra, después<br />
de la que en 2010 Robert Hollingworth registrara<br />
al frente de su conjunto I Fagiolini para el sello<br />
Decca, que partía de la edición de Moroney.<br />
Niquet ha querido colocar la colosal obra de<br />
Striggio en el marco litúrgico de la principal fiesta<br />
de la corte medicea en Florencia, la de San Juan,<br />
por lo que utiliza para el Propio de la misa obras<br />
de Francesco Corteccia, maestro de capilla de los<br />
Médicis al que en la práctica acabaría sustituyendo<br />
Striggio como principal suministrador de música<br />
de la corte. También se incluyen tres obras<br />
9<br />
Pablo J. Vayón<br />
(Laetatus sum, Miserere y Magnificat) de Orazio<br />
Benevolo, quien en el XVII cultivaría igualmente<br />
la monumentalidad policoral (era suya la misa para<br />
48 voces, lamentablemente perdida, que en 1628<br />
sirvió para inaugurar la catedral de Salzburgo).<br />
Las cuarenta partes de la obra de Striggio se<br />
distribuyen en cinco coros de ocho voces cada uno,<br />
que Niquet ha querido conservar tal cual, añadiendo<br />
instrumentos para doblarlas y no para sustituir<br />
a los cantores, y ello según el siguiente plan:<br />
los coros 1 y 5 se interpretan solo con voces; al<br />
coro 2 lo doblan un órgano principal y un realejo;<br />
al 3, dos cuartetos de instrumentos de viento, una<br />
corneta y tres sacabuches por un lado, y cuatro<br />
bajones y bajoncillos por el otro; al 4, un clave y una<br />
spinetta ottavina (clave a la octava). Además, la<br />
parte del bajo general se adjudica a dos instrumentos<br />
de cuerda grave, a distancia de octava, bajo de<br />
violín y violone. Si describo con este detalle el<br />
orgánico empleado en la interpretación es para<br />
que el aficionado se haga una idea del tipo de sonoridad<br />
que se busca. Lograda de forma convincente<br />
la monumentalidad, ¿salvaguarda Niquet la claridad<br />
deseable en música de este tipo? Hasta donde<br />
es posible, sí, aunque conviene aclarar que no estamos<br />
ante un disco (en formato SACD) que pueda<br />
escucharse de cualquier manera: me temo que el<br />
mp3 y los reproductores de teléfonos móviles y<br />
otros dispositivos similares no son contemplables<br />
si se desea disfrutar realmente de la propuesta.<br />
Pero en un equipo convencional decente, la majestuosidad<br />
de esta música resplandece de forma<br />
incontestable, con un trabajo brillantísimo en<br />
empaste y espacialidad, con planos sonoros de más<br />
que notable distinción, bien modelados los contrastes<br />
y una notabilísima delicadeza allí donde las<br />
texturas permiten apreciar las voces individuales<br />
de los solistas.<br />
ALESSANDRO STRIGGIO (c.1536-1592): Misa para 40 y 60<br />
voces (y otras obras monumentales florentinas de Benevoli y<br />
Corteccia)<br />
Le Concert Spirituel. Hervé Niquet, director / GLOSSA /<br />
Ref.: GCDSA 921623 (1 SACD) D1<br />
Hervé Niquet