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el hierro y las preparaciones en que entran
esas substancias, asi como los ácidos, los álcalis,
etc., determinan cambios materiales en diferentes
órganos. Administrados en grandes
dosis, provocan una verdadera desorganización,
y causan envenenamientos. Absorbidos
en pequeña cantidad, su acción lenta y continuada
produce excelentes resultados cuando
se trata de combatir un vicio general, en cuyo
caso los alterantes deberán administrarse en
medicación interna mejor que externa. Empléanse
tales substancias contra los padecimientos
antiguos de la piel, contra el muermo,
los lamparones, etc.
ALTERNATIVA DE LAS COSE­
CHAS (Agricultura).—I. El asunto más difícil
del cultivo de las tierras; del que depende
el resultado económico de la producción
del suelo; aquello en que estriba la prosperidad
y el progreso agrícola de un país, se encierra
en estas palabras: Alternativa de las
cosechas. Según resulta del cultivo especial de
cada planta, que puede verse en su lugar respectivo,
aparece que necesitan clima adecuado
para desarrollarse, tierra á propósito que dé
vida á la vegetación, y labores que cooperen
al fin de conseguir el máximum de producto,
objeto principal del asunto. Pero como determinado
el clima, suelo y cultivo, no puede cultivarse
todos los años sin interrupción un mismo
vegetal por las razones que expondremos,
sin que se intercalen otros adecuados á la condición
determinada, y como además puede
ocurrir, y ocurre en la práctica, que la órbita
á que alcanza el consumo del producto de una
explotación obliga á producir determinados
vegetales, de todo ello resulta que la alternativa
de las cosechas para fijar las más útiles á
un sitio, exige conocimientos generales de
agricultura y especiales de la localidad respecto
al clima, composición del suelo, industrias,
mercados y consumo, transportes, etc. De
todas esas cuestiones nos ocupamos en su lugar
especial, y dando esto por sentado, aquí
haremos sus aplicaciones y citaremos ejemplos;
unos en que, sin embargo de ignorar los
labradores los principios de la ciencia aplicada,
han llegado, por medio de tanteos, á cierta
perfección; otros, y son los más por desgracia,
y de ello depende nuestro retraso agrícola, en
que la alternativa del cultivo de las plantas
está en la infancia del arte, de lo que depende
la pobreza de sus habitantes, y como consecuencia
, de los de la nación, pues hay que
convenir en que del progreso de la agricidtura
depende el de las naciones.
La agricultura en progreso se funda en la
abundancia de abonos; la abundancia de abonos
se funda en la ganadería; la ganadería, en
la abundancia de alimentos; el aumento de la
población, en la abundancia de alimentos animales
y vegetales á precios módicos; y esa relación
de hechos necesarios á la vida de toda
población en progreso, depende de la sucesión
ordenada de las plantas que, sin esterilizar la
tierra, aprovechan á la alimentación necesa­
ria. De aquí resulta otra clase de conocimientos
útiles y necesarios al cultivador, para determinar
la alternativa de las cosechas que
debe plantear en su explotación agrícola.
Para suerte de la humanidad, el Supremo
Hacedor ha creado tal abundancia de vegetales
y de animales, que no falta, sea cual fuere
el clima donde exista tierra cultivable, que no
sea posible aplicar plantas que se adapten al
cultivo, ni ganados que presten abonos naturales
para impulsar la producción, resultando
de ello tener asegurada la subsistencia del
hombre. Sólo falta que éste sea instruido y
trabajador para cumplir el precepto que dice
Ayúdate, que yo te ayudaré.
II. Desde muy antiguo la práctica del cultivo
de los vegetales hizo observar que era
indispensable vai-iar el turno de cultivo de los
vegetales en una misma tierra, y de aquí nació
tener varios pedazos de terreno que se
sembraban de un vegetal con el objeto de conseguir
cada-año un producto determinado de
cierta clase; y en el año que quedaba la parte
sin sembrar ó vacía, se daban labores ó se hacía
barbecho de reja. La siembra repetida de
un mismo vegetal, por ejemplo, trigo, resultaba
poco provechosa, porque la falta de tiempo
para labrar la tierra daba lugar á que
creciesen diferentes semillas, que en no pocos
casos se aprovechaban de la tierra y hacían
nula la producción de la planta sembrada. De
estos hechos prácticos nació la alternativa ó
sucesión de las cosechas.
Si la agricultura moderna ha determinado
química y físicamente la razón y conveniencia
de la alternación de plantas distintas, fijando
los compuestos químicos de la tierra y de.los
vegetales, y los grados de calor que según la
latitud y altura pueden contarse para favorecer
la vida, desarrollo y madurez de las plantas
cultivadas, los antiguos, sin esos medios,
llegaron á comprender su importancia, y por
tanteos repetidos fijaron la práctica que hoy
la ciencia explica. Sin embargo, en aquellos
tiempos remotos, la sobriedad consiguiente á
pueblos que estaban en la infancia no exigía
las producciones que hoy, que las artes, la industria
y el comercio nos parecen llegados á
un alto grado para satisfacer las exigencias de
todas las clases sociales, que no se distinguen
de aquéllos desgraciadamente por la modestia.
Los celtas (1), pueblo indo-germánico que
invadió la Europa en el siglo vn antes de
nuestra era, decían: «la tierra debe descansar
después de cada cosecha, y si se desea que
produzca todos los años, debe procurarse el
descanso variando las especies de plantas, haciendo
turnar á un cereal una leguminosa (2)».
He aquí en compendio lo que hoy se practica
como buen principio de economía cultural.
Los celtíberos, nombre compuesto de celta é
ibero, que formaban parte del pueblo espa-
(1) Aunque antes de éstos vinieron á España otropueblos,
partimos de esta época.
(2) Virgilio: Geórgicas, L. I, v. 73 y 82.