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según de lo dicho se desprende. Es un árbol
de mediano tamaño, de tronco relativamente
corto, grueso y deforme; de corteza parduzca;
de copa frondosa, redondeada y que se extiende
en ramas laterales de hojas persistentes,
gruesas y compactas, y de color verde
obscuro muy distinto del propio de los olivos.
Algunos han considerado á este árbol incluido
en la clase Peniandria monoginia, de
Linneo, por prescindir de la clase Poligamia.
Turnefort le coloca en la clase 18, ó sea entre
los árboles y arbustos de flores apétalas, en su
primera sección, por mantenerse pegadas al
fruto, y le denomina Siliqua edulis.
VARIEDADES.—No es necesario encarecer
aquí la importancia que bajo el punto de vista
agrícola tiene el conocimiento de las variedades
de las plantas; el de las correspondientes
al algarrobo, aun cuando poco numerosas, es
difícil, por ser muy afines entre sí. Perteneciente
el árbol á la clase 23 del sistema sexual
de Linneo, denominada Poligamia triada, por
estar formada con individuos cuj'a floración
es exclusivamente masculina, exclusivamente
femenina ó hermafrodita. La circunstancia de
no perpetuarse tan importante carácter por la
reproducción seminal, y la de estar afectadas
las plantas de otros caracteres de menor importancia
que desaparecen también con facilidad
, es motivo suficiente para considerar cada
mío de estos grupos como verdaderas variedades
ó agrupaciones de éstas, ya que si los individuos
de flores hermafroditas no presentan
modificaciones tales que constituyan una variedad
, en cambio en los individuos de flores
masculinas hay dos clases perfectamente definidas,
y varias en los de flores femeninas. Partiendo
, pues, de esa división natural, conviene
describir con algún detenimiento cada uno
de esos tres grupos.
Algarrobos de flor masculina.—Estos árboles
, denominados vulgarmente Judíos ó Chudeus,
se distinguen ante todo por sus flores,
desprovistas de gineceo, y además por tener
las ramas blanquecinas, brotes rojizos y hojas
muy, pequeñas, ligeramente redondeadas, y
además por florecer antes que los demás algarrobos
de la agrupación. Por ignorar que el
concurso de sus flores es indispensable para la
fructificación, y al observar que ellos por su
parte no dan fruto, se les exterminaba antiguamente
, mientras que hoy se injertan ramas
de ellos en los algarrobos de flores femeninas.
Distínguense dos clases de algarrobos de flor
masculina, según que ésta sea de color blanco
amarillento ó de color rojizo. Los primeros se
caracterizan además por la rapidez de su desarrollo,
que exige frecuentes podas, si bien
tardan cuatro ó cinco años en hallarse acondicionados
para desempeñar sus funciones, y
porque resisten sin quebranto fríos bastante
intensos. Los segundos son raquíticos y achaparrados,
superiores en fragancia á los primeros,
menos frondosos, pero más abundantes
en flores; particularidad que los hace preferibles:
en cambio son menos rústicos, se secan
á consecuencia de los fríos intensos, y deben
plantarse en sitios abrigados de los vientos
septentrionales.
Algarrobos de flores femeninas.— Treinta
variedades se enumeraron en la Exposición
agrícola celebrada en Madrid en 1857, procedentes
todas ellas de comarcas peninsulares;
sin embargo, todo hace creer que en realidad
no llegaban á ese número, puesto que las denominaciones
de po,m, plomall y manolleras,
por ejemplo, se refieren á la variedad que reúne
sus frutos en manojos; las negras y negretas
se llaman así por su coloración; las veras y
lisas son en realidad las descritas con el nombre
de rojas; las de costilla de asno son una
variación de les caches; las de vara larga probablemente
serían las de flor hermafrodita, y
las mollares indudablemente no eran otra cosa
que las casudas, siendo de presumir que otras
presentadas como variedades distintas no lo
fueran en realidad. Entre las descritas especialmente
figuran las variedades siguientes:
1. a Casudas.—Esta variedad, también denominada
mollar y doncell, es la mejor entre
las cultivadas en el reino de Valencia. Sus individuos
se desarrollan extraordinariamente, y
presentan ramas frondosas, pjobladas de hojas,
nudosas y abundantes. Las hojas son desiguales,
y muchas aguzadas por el borde inferior,
dominando las pequeñas. El fruto es de color
rojo castaño con visos amarillentos, largo,
grueso y ancho, abundante en pulpa blanca,
y es muy dulce y estimada. Ese árbol exige
frecuentes podas, y las cosechas son muy inseguras.
Una subvariedad se distingue por ser
más lisas las ramas, más abundante en follaje
y más escasa en fruto, y porque éste es de
pequeñas dimensiones, estrecho en su base y
parecido á una cuchara.
2. a Royas. — En algunos puntos (Turis,
Gedelleta, etc.) se denominan ¡lisas ó llises,
y aun tal vez melars; son árboles de gran
desarrollo, aun cuando no tanto como los anteriores;
de ramas abundantes, conñisas y nudosas;
numerosas hojas pequeñas, de color
verde claro, que le caracteriza aun á grandes
distancias; frutos regulares, de un decímetro
á decímetro y medio de longitud, repartidos
por el tronco y las ramas, rara vez agrupados
formando manojo más de dos ó tres, y de color
verde claro, y pulpa blanca y .dulce. Esta
variedad, más estimada que la anterior por la
regularidad de sus cosechas, se suele denominar
Roya vera, es decir, buena, para distinguirla
de la rebordonida ó degenerada, de
ramas más claras, hojas más estrechas y algarrobas
más pequeñas, entre las que destacan
no pocas de forma de cuchara. Las dos variedades
descritas exigen terreno de buena calidad.
3." Matalaferas.—Variedad muy abundante
en la región valenciana, tal vez á causa
del gran tamaño de sus frutos. Sus individuos
son de mediana altura; las ramas lisas y derechas,
formando entre sí ángulos casi rectos,
son escasas en follaje; las hojas tan largas, que