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terminar la operación. Si la amputación se
hace á bastante distancia de la cabeza, como
solamente se corta el tejido córneo, no se produce
dolor ni hemorragia; pero si la operación
se practica en un punto próximo al cráneo,
entonces se cortará también el tejido reticular
que hay entre el frontal y la vaina córnea, y
aun la misma apófisis del frontal en ocasiones;
saldrá sangre, y será necesario aplicar compresas
de estopa empapadas en vino caliente y
sujetarlas con una venda, ó bien se emplearán
aquéllas empapadas en un poco de pez derretida.
En ambos casos la cicatrización no se
hará esperar.
Amputación del pene.— Hay padecimientos,
como la parálisis, ciertas transformaciones
mórbidas, las llagas gangrenosas, etc., que
hacen precisa la amputación de ese órgano.
La operación puede limitarse en muchos casos
á la parte alojada en la vaina, pero en
otros es necesario cortar más arriba. En todo
caso habrá de evitarse que fluya orina por la
uretra y que surja la hemorragia. No deberá
recurrirse á la operación quirúrgica, particularmente
cuando existan espundias, sino después
de agotar todos los recursos tópicos ó en
el caso de que se advierta el prolapso del órgano.
Podrá practicarse la operación por exlrangulación
ó por amputación directa. En el primer
caso se introducirá una cánula de plomo
por la uretra, tan larga como la verga hasta
su salida del prepucio, y con un botón en el
extremo que se introduce. Bajo él se fijará un
cordón de seda encerado que dé una vuelta
circular á la verga, y que habrá de atarse y
apretarse todo lo necesario para que se extrangulen
las arterias. Al día siguiente se apretará
un poco más el cordón; se repetirá esa operación
durante cuatro ó cinco días, y al cabo de
ellos se corta toda la porción del pene situada
bajo la ligadura. Se dejará colocada la cánula
hasta que termine la cicatrización, y con objeto
de que no se caiga, se atará con dos cintas
que pasen por cima de la región lumbar.
Ese procedimiento, largo y doloroso, no es
aplicable al perro; se emplea ventajosamente
para la ligadura un hilo de caucho.
La amputación directa se puede practicar
de diferentes modos. Si se recurre á la cauterización,
se fijarán en el pene dos distintas ligaduras
á 8 ó 10 centímetros tratándose de caballos,
y se cortarán con un cauterio cutelar
calentado hasta el blanco, dejando la uretra
un centímetro más larga que el cuerpo cavernoso.
Si se emplea un instrumento cortante, se
harán también dos ligaduras, y entre ellas se
cortará la verga, comenzando por la porción
dorsal; se ligarán las arterias, y se dejará, como
en el caso anterior, un poco más de longitud
á la uretra que al cuerpo cavernoso. Hasta
que se cicatrice el corte se mantendrá constantemente
una cánula en el canal urinario.
Para evitar la hemorragia se ha aconsejado
que se vaya raspando la verga de tal suerte
que la parte del pene que se conserve termine
en un cono cuya cúspide se halle formada
por la uretra. También se emplea el galvanocauterio,
ó sea una ligadura de metal calentada
por la electricidad, modificación ligera del
método de cauterización. A veces, después de
la operación, se estrecha el canal urinario; inconveniente
que se salva desbridándole 6
practicando una fístula en el perineo. En los
perros jóvenes se amputa la verga con las tijeras
, y en los viejos con un bisturí; la herida
se cicatriza sin recurrir á tópicos de ninguna
especie.
Amputación de la cola.—Casi siempre se
impone esa mutilación á los animales por capricho,
rara vez por enfermedad. En este
caso se practica de esa manera una sangría
como remedio urgente; se evita la caries; se
asegura el aseo, ó se previenen las consecuencias
de la inoculación peripneumónica. Cuando
se practica la operación por capricho, puede
seguirse la moda inglesa ó la francesa.
Figura 103.—Corta colas
Tratándose de caballos, y adoptando el segundo
procedimiento, es necesario trenzar las crines
de la cola en la parte inmediatamente superior
al punto en que se pretenda hacer la
sección, y se corta el pelo formando un anillo
de 2 centímetros de anchura. Después de atar
las dos piernas traseras del animal, se extenderá
la cola horizontalmente, se colocará, sobre
el punto en que haya de practicarse la
sección, el corta colas (figura 103), y se cerrará
bruscamente el instrumento. Siempre que
sea posible, se practicará la operación en la articulación
de dos coxígeos; se cauterizará la
extremidad amputada con auxilio del instrumento
que representa la figura 104, de manera
que se contenga la hemorragia y se forme
una escara que se desprenderá más tarde por
sí sola. A veces se produce el tétanos á consecuencia
de la resección de la cola, practicada
en las mejores condiciones apetecibles.