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la tristeza y el abatimiento, y casi completa
la inmovilidad.
En el tercer período la respiración es cada
vez más acelerada y ansiosa; se esfolian las
placas de la mucosa nasal, el aliento se vuelve
fétido, la auscultación revela que el pulmón
se halla invadido por la serosidad, la violencia
de los latidos del corazón aumenta al mismo
tiempo y en el mismo grado que la debilidad
del pulso, y la sangre aparece manifiestamente
alterada. A veces son absorbidos los infartos,
sobrevienen diarreas y sucumben los anímale.-.
La duración varía desde cuatro á diez días.
La gravedad del padecimiento es incuestionable;
el éxito funesto, casi seguro; sin embargo,
cuando se somete á tratamiento desde un
principio, no es imposible obtener resultados
satisfactorios. Ese tratamiento se ha de fijar
en vista de las circunstancias y estado del paciente
, y ha de encaminarse ante todo á evitar
ó contener la infiltración edematosa en la
cabeza, por lo mismo que no solamente determina
inflamaciones gangrenosas, sino que
llega á impedir la respiración. Al principio se
podrá recurrir á las fricciones con vinagre
caliente en los puntos hinchados, á los purgantes
salinos y á las bebidas estimulantes
calientes. Siempre que transcurran veinticuatro
horas sin advertirse mejoría marcada, se
empleará el acetato de amoníaco en la dosis
de 40 á 50 gramos.
También es beneficioso el 'empleo de electuarios
tónicos de genciana y quina, el aguardiente
alcanforado y el café negro, cada uno
en la dosis de un litro, habiendo de administrarse
la mezcla en cuatro ó cinco tomas y en
un día. Se deberán dilatar mecánicamente las
narices, mautener limpias las partes invadidas,
escarificar las hinchazones y obligar al
caballo enfermo á que respire aire puro, pasee
al sol.y tome alimentos nutritivos. Como advierte
M. H. Bouley, es preciso evitar la desaparición
demasiado rápida de las infiltraciones
del tronco y de las extremidades, con
objeto de evitar metastasis en las visceras, es
decir, que hay que promover la expulsión
gradual del líquido seroso que se acumula en
el tejido celular, ora abriendo al líquido artificialmente
salidas, ora por medio de la absorción
intersticial, sosteniendo las fuerzas del
enfermo mediante un régimen alimenticio
apropiado.
ANASER (Botánica) (Anasseráe Juss.).
Género de plantas de la familia de las Loganiúceas,
que comprende el Anasser Laniti,
árbol de segundo orden, muy conocido en las
Islas Filipinas, porque su madera es muy
blanca, blanda y fácil de trabajar; se emplea
para hacer sillas y otras cosas; es de jugo lechoso;
florece en Agosto, y le llaman en el país
Laniti (véase esta palabra).
ANASTOMOSIS—Término de anatomía,
tanto vegetal como animal, que indica la confluencia
de dos vasos. Las anastomosis tienen
por objeto facilitar la circulación en los vasos,
canales y venas.
ANATOMÍA ANIMAL (Zoología).—
El término anatomía, compuesto de dos palabras
griegas que significan disecar ó separar
cortando, designa una ciencia que en realidad
solamente puede estudiarse disecando, que
considera separadamente las diferentes partes
que forman el organismo animal, y que examina
esos órganos en sí, prescindiendo de las
funciones que desempeñan, á diferencia de
la fisiología. En realidad, la anatomía proporciona
elementos y base á la fisiología; de manera
que son dos ciencias correlativas y que
se completan mutuamente. A medida que mejor
se conocen los elementos que figuran en
el organismo, se comprende más claramente
la misión de éste y las alteraciones que es
susceptible de experimentar. De ahí que en
último término la anatomía sea la base de la
higiene, de la medicina y de la cirugía, y por
consiguiente, del arte veterinaria.
Por lo mismo que la anatomía ha necesitado
emplear gran número de términos especiales
para designar las diferentes partes del organismo
animal, y por lo mismo que el agricultor
hallará empleados esos términos á cada
paso en los libros y publicaciones que haya de
manejar, creemos que dejaríamos un verdadero
vacío en la presente obra si no expusiéramos
algunas nociones de anatomía, siquiera
nos abstengamos de entrar en todos los pormenores
de la ciencia, y dar á nuestro trabajo
una amplitud incompatible con la profesión á
que han de consagrarse la mayoría de los lectores.
Por lo pronto, comenzaremos por consignar
que la anatomía animal se divide en
dos grandes ramas, á saber: la anatomía general
ó comparada, que examina y parangona
los elemeutos y partes constitutivas de todos
los animales, y la anatomía especial, que á su
vez se subdivide en varias secciones, y que
con relación á los animales se denomina anatomía
veterinaria, que comprende la anatomía
del caballo, del buey, del carnero, etc., es
decir, de los animales todos, considerados separadamente.
Los principales términos anatómicos que
ha de conocer el agricultor son los que á continuación
explicamos, reservando para los especiales
artículos la amplia exposición que
requieren.
TEJIDOS.—El cuerpo de todo animal se compone
de partes sólidas y de partes fluidas, que
se hallan entre sí en mutua dependencia y se
conciertan constantemente unos con otros,
gracias al doble movimiento de composición
y descomposición. Los sólidos, es decir, la
carne, los huesos, etc., se hallan compuestos
de fibras muy tenues, que se reúnen en gran
número para formar los tejidos. Hay varias
clases de éstos.
El tejido celular se halla repartido por todo
el cuerpo, siendo constantemente idéntico y
desarrollándose en continuidad no interrumpida.
Es una substancia blanda, blanquizca
y semitransparente que rodea á los órganos,
y los une y separa al mismo tiempo. Sus có-