l - Repositorio Gestion Documental v.03

ANI — 350 — ANI
consumen poco oxígeno en su lenta respiración.
v
El hombre utiliza de mil maneras la materia
producida por los animales, y tal influencia
ejerce en el desarrollo de ese elemento, que se
caracterizan las diferentes fases de la cultura
humana por la importancia que aquél atribuye
á la producción de carnes, á la buena alimentación
de los animales y á la fácil multiplicación
de éstos. Los salvajes solamente se
cuidan de cazar, pescar y hacer presas; los
pueblos pastores guardan los animales útiles y
aumentan su número; los agricultores procuran
además que no les falten alimentos, cultivando
las plantas más convenientes para la
nutrición de los ganados, y apropiándose los
pastos que espontáneamente produce el suelo,
acabando por sembrar gran variedad de plantas,
á fin de proporcionar las más convenientes
á cada especie de animales, y de variar la
alimentación de los pertenecientes á una misma
especie, según las exigencias de la estación,
de la edad del animal y de su estado de
enfermedad ó de robustez. Al cabo de muchos
siglos de desengaños y observaciones, los descendientes
de los primeros labradores han ido
llegando á apreciar las misteriosas relaciones
que en la explotación agrícola unen al hombre
con la tierra, la atmósfera, las plantas y
el ganado; aprecian la importancia de éste, y
saben que no solamente el buey, la vaca, el
carnero, el cerdo y las aves convierten en excelentes
carnes y en apetitosa leche el heno
de las praderas, la avena, los granos todos y
mil restos de plantas; no solamente proporcionan
cueros, lanas, materias córneas, plumas
y huesos que la industria utiliza, sino que
cuantas substancias no hayan utilizado los
animales para crecer y vivir, se convertirán
en fecundos abonos, origen de nuevas riquezas.
De ahí la convicción de que es necesario
asociar á la agricultura la ganadería, de que
sin ésta aquélla languidece y se arruina; de
ahí el especial cuidado que en los países adelantados
se pone en la cría y explotación de
los ganados.
Pero, como queda indicado, no solamente
puede el hombre sacar partido de los animales
que vayan á poder de él, sino que puede
multiplicarlos y modelarlos á su manera, y según
los fines á que los destine, y según las necesidades
que hayan de satisfacer. El labrador
puede dirigir la reproducción de sus animales
domésticos de igual manera que dirige su alimentación
; aumenta el número de las reses,
mejora las razas, y acrecienta y perfecciona sin
cesar los recursos que le ofrecen las maravillosas
funciones desempeñadas por los animales.
No es menor el interés que tiene el hombre
eu utilizar los animales como elementos ó
máquinas de trabajo. Bajo ese aspecto constituyen
auxiliares que no es fácil sustituir en
muchos casos, y amplían notablemente la esfera
de acción del hombre, ora permitiéndole acometer
empresas que por su solo esfuerzo no
podría realizar, ora abreviando las tarea? que
ha de ejecutar y haciendo posible que atienda
á mayor número de ellas. Además, cada animal
cuyas fuerzas y voluntad dirige, le brinda
una aptitud especial y facilita una clase de
trabajo. Sin el auxilio de ciertos insectos no
poseeríamos la seda, la cera, el carmín; los
caballos, mulos, bueyes y demás animales de
tiro son necesarios, á pesar de las locomotoras;
sin los camellos no hubiera podido el hombre
penetrar en los desiertos de África y Asia;
sin los rengíferos permanecerían desconocidas
para el hombre muchas regiones glaciales; es
decir, que los animales domésticos han colaborado
al progreso y al enriquecimiento de la
humanidad. Tal es la condición de algunos
animales, que obran cual si tuvieran conciencia
de su domesticidad y de la importancia de
los servicios que prestan, y el hombre llega
á hacerse comprender por ellos de una manera
verdaderamente maravillosa á veces, cual
ocurre con el perro, el elefante, el camello, el
caballo y otros muchos animales que acaban
por mostrarle verdadero cariño y por consolarle
en ocasiones con su sincera adhesión. De
aquí que deban ser tratados con cariño y dulzura,
y que tengan derecho á ser bien nutridos.
Animales hay también que, á su pesar, ó al
menos sin el concurso de su voluntad, prestan
excelentes servicios al hombre. En este caso
último se hallan los animales salvajes, que suministran
caza; los pescados, crustáceos, moluscos,
etc., muchos de los cuales se pueden
someter á especiales, ya que no directos cuidados,
y contribuir á satisfacer las necesidades
del hombre y acrecentar su riqueza. En resumen:
los animales en general ejercen una influencia
verdaderamente providencial en el
bienestar del hombre sobre la tierra, y contribuyen
admirablemente á la misteriosa armonía
de la creación, siendo su estudio uno
de los más interesantes y útiles. No es, pues,
de maravillar que el hombre haya consagrado
especial empeño al conocimiento de los animales;
que haya construido una ciencia especial,
la zoología, y que los haya clasificado
minuciosamente para distinguir bien sus cualidades
y las aplicaciones de que son susceptibles.
Clasificación del reino animal.—Todos. los
animales se hallan comprendidos en cuatro
secciones, que son: la de los vertebrados, la
de los articulados, la de los moluscos y la dé
los zoófitos.
Llámanse vertebrados los animales comprendidos
en la primera clase, y también osteozoarios,
porque la parte principal de su
esqueleto es una espina dorsal, formada por
la reunión de piezas anulares denominadas
vértebras. El conducto ó vaina que las vértebras
constituyen sirve de soporte al sistema
nervioso de tales animales, que se halla muy
desarrollado, y que comprende, además de
los nervios y los ganglios, un cerebro, un
cerebelo y un cordón raquídeo ó médula espinal
que atraviesa la cavidad de las vértebras.