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y aplicaciones de los grupos más principales,
nos ocuparemos sucintamente de los que, en
cada uno de los tipos que abraza la escala
zoológica, se comprenden bajo la denominación
de animales acuáticos, y son los siguientes
:
HETEROMORFOS, que quiere decir diversa
forma, porque cada especie la tiene distinta;
carecen de sistema nervioso y de verdadero
estómago, ó cuando más, le tienen tan rudimentario
que no es apto para la preparación
del alimento; se mueven por lo común á virtud
de contracciones generales; se multiplican
por todos los medios conocidos, y se dividen
en dos clases, que son infusorios y rizópodos.
Los infusorios son microscópicos, y cuando
más, de 1 á 3 milímetros; su forma es ovoidea
y redondeada; sus órganos exteriores son unas
especies de sedas ó pelos, filamentos ó expansiones
que simultáneamente sirven para la
respiración, nutrición y locomoción. Por lo
diminuto de su tamaño, cualidades de forma
y portentosas condiciones de existencia, lian
estimulado al perfeccionamiento del microscopio
y dado lugar á profundas observaciones
biológicas. Aunque se encuentran en las aguas
corrientes, tanto dulces como saladas, viven
más particularmente en las estancadas y fangosas,
como las de los arrozales y carrizales.
Es sumamente fácil proporcionarse individuos
de esta prodigiosa y variada multitud de seres,
que parecen puntitos animalizados. Basta para
ello tomar un frasco de cristal de boca ancha,
y echar en él agua y tierra mantillosa de
macetas, légamo de los charcos y lagunazos
donde crecen plantas palustres, agua turbia
recogida en los hoyos de los jardines después
de las lluvias ó en la de las vasijas donde se
haya puesto á macerar carne, insectos ó materias
orgánicas animales, vegetales y productos
orgánicos (manteca, queso, miel, azúcar,
harina), y exponer este frasco directamente
al sol y al aire, y al cabo de dos ó tres
días se inicia en él la existencia de estos diminutos
seres, que pueden destinarse á experimentos
y observaciones microscópicas.
Los infusorios que se encuentran diseminados
por todas partes contribuyen á aminorar
los efectos de descomposición de las aguas
estancadas.
RIZÓPODOS.'—Tienen la organización tan
sencilla y sorprendente cómodos anteriores;
son, por lo común, considerados como infusorios
recubiertos de una membrana resistente,
ó bien de una concha regular, y constituidos
por una masa homogénea y blanda, denominada
por unos sarcoda y por otros protoplasrna.
Los rizópodos denominados foraminíferos son
microscópicos, de consistencia glutinosa, cabeza
manifiesta y provistos generalmente de
una cubierta testácea. La coloración de su cuerpo
es roja, azulada ó violácea; no son conocidos
sus órganos de nutrición y reproducción; los
de la locomoción son ramificaciones de los fila^
mentos transparentes que ocupan diversas partes
del cuerpo. La aglomeración de los restos
Día—II.
de tan microscópicos seres, acumulados por el
transcurso de los siglos, y aglutinados por el
fango, han formado inmensos bancos en el fondo
de los mares, islas en su superficie, bancos
en el seno de la tierra y hasta han rellenado
dilatadas cuencas. En la actualidad las especies
vivas continúan su trabajo de transformación
en las profundidades del abismo, hallándose
de igual manera en las arenas de las playas.
Usos y aplicaciones.—No carecen de importancia
los rizópodos bajo el punto de vista
de sus aplicaciones, pues los llamados numulites,
que forman inmensas masas pétreas,
algunas de ellas calizas, y que se encuentran
en España (Alicante y Monserrat), Francia,
Inglaterra, Suiza, Alemania y Egipto, se utilizan
como piedras de construcción. Las llamadas
piedras numulares, numismales y lenticulares
son conchas microscópicas y fósiles, con
cuyas piedras se ha construido gran parte de
París y otras poblaciones, y con numulites se
edificó la mayor de las pirámides de Egipto.
Dichas piedras, pulverizadas con un triturador
de minerales, son una excelente mejora y
á la vez abono para los suelos arcillosos y
areniscos.
Los sistólidos son también animales acuáticos,
que viven en las aguas dulces y saladas,
y por su microscópico tamaño figuran por lo
general entre los infusorios; mas atendida su
complicada organización, deben figurar en clase
separada y superior, puesto que se parecen
á los articulados. Tienen el cuerpo semitransparente;
apariencias de sistema nervioso; tubo
digestivo bien manifiesto; vasos y músculos;
la locomoción se efectúa por numerosos pelos
vibrátiles, implantados alrededor de la boca.
En algunos géneros existen sexos separados, y
los machos carecen de estómago é intestinos.
Se les ve en los sitios en que abundan los infusorios,
en las aguas estancadas, entre los
musgos húmedos y en las infusiones en que
se hayan puesto á macerar restos ó substancias
orgánicas animales ó vegetales; tienen la prodigiosa
facultad de sobrevivir después de una
desecación relativamente prolongada. Los rotíferos
braquiones (cuya perfecta organización
ha dado lugar á que algunos naturalistas los
consideren como crustáceos microscópicos),
•las foradarias, vorticelas, fioscidarias, los
estefanóceros y otros, pertenecen á esta clase.
RADIADOS.— Llamados así por la forma estrellada
ó radiada que presentan, algo parecida
á una flor marchita, asemejándose otros á
. arbolillos ramificados cuando se unen entre
sí en el fondo de las aguas en que habitan,
como sucede á los pólipos. No siendo manifiesto
en muchos de ellos el sistema nervioso, se
cree que sólo existe en estado latente, y confundido
con la masa orgánica, aunque en algunos
individuos se presenta en estado rudimentario
en una serie de pequeños ganglios,
dispuestos circularmente en una sola masa
medular, situada en el eje del cuerpo. Los órganos
de los sentidos no se encuentran manifiestos;
el tacto, si es que existe, es muy
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