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ge reparte desigualmente; el bípedo normal, el
bípedo no desituado, sufre el peso del bípedo
que no puede reaccionar libre 7 normalmente,
del bípedo mal conformado, y generalmente
son más bien adquiridos que congénitos.
Visto de perfil el miembro anterior, puede
presentar otras irregularidades, desviaciones
verdaderas de la vertical ó línea de aplomo,
que siempre afectan á la rodilla, que aparece
detrás ó delante de la normal vertical; si sucede
lo primero (figura 162), se llama arqueado,
bracicorto ó corvo al animal; si ocurre lo
segundo, se le califica de Irascorvo (figura
163) ó rodillas de carnero. El arqueado
procede generalmente de un exceso de traba-
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jo, y semejante defecto está acompañado de
una alteración más ó menos profunda de los
radios inferiores de la extremidad; pero si el
bracicorto se observa en los caballos de carrera
como congénito, entonces los músculos no
se violentan, trabajan poco, las marchas son
rápidas, la belleza de las formas no desaparece,
los radios de la extremidad, á partir de la
rodilla, se presentan normales, el defecto desaparece
en la marcha y más aún en la rapidez
de la carrera, y únicamente se hace perceptible
cuando el animal permanece en reposo.
Otro defecto hay, conocido con el nombre de
largo de cuartillas, vencido de cuartillas, en el
que la línea de aplomo cae muy detrás de los
talones (figura 164), y entonces el radio huesoso
abruma á los tendones que le rodean con
un exceso de peso que pronto determina desórdenes
graves, inicia una debilidad lenta y
presenta varios grados en su aparición; influye
este defecto en lo cadencioso y dulce de los
movimientos cuando el animal marcha, pero
en cambio impide la continuidad agitada de
aquéllos, y el caballo se cansa pronto y rinde
ala fatiga. La figura 165 nos demuestra lo que
Día—II.
es el defecto llamado corto de cuartillas ó estacado,
debido á la verticalidad de las cuartillas,
merced á cuyo defecto los radios huesosos
cargan con la mayor parte del peso, que
contribuye á que sean duras las reacciones,
bastos y pesados los aires y marchas, y á que
el animal se arruine pronto, inhabilitándose
para todo servicio. En cambio, el cerrado de
pechos (figura 166) consiste en la aproximación
de los miembros anteriores, defecto no
menos conocido y perjudicial al caballo. Este
defecto significa, fisiológicamente, que el animal
en quien se observa tiene un pecho poco
desarrollado; además desitúa el centro de gravedad
y disminuye la base de sustentación;
Figura 162.—Corvo Figura 163.—Trascorvo Figura 1(51
Largo ó vencido de cuartillas
hace que el caballo se roce, y no pocas veces
le obliga á marchar como si cojeara, á tropezar
y á caer. El izquierdo (figura 167), muy
ancho de delante, consiste en la separación de
los miembros lateralmente, fuera de la vertical
normal que debieran seguir; este defecto
hace que las marchas sean pesadas, y que
cuando el animal camina parezca se balancea.
Si la lumbre cae hacia fuera, entonces el caballo
es estrecho de pechos é izquierdo (figura
168), llamándose zambo el defecto contrario
á éste. El izquierdo y cerrado de pechos
obliga al animal á levantar las manos de cierto
modo, dirigiendo las lumbres con una inclinación
especial afuera, saliéndose el pie del centro
de gravedad; el peso del cuerpo cae sobre
la parte interna de la superficie plantar, y
como los movimientos se efectúan con desigual
resistencia del casco, existe cierta debilidad
en el punto de apoyo, pierde mucho la
marcha de su gracia, viveza y desembarazo,
el paso se acorta y el animal se roza, tropezando
un miembro frecuentemente con otro hasta
herirle. Los inconvenientes del zambo, idénticos
en los resultados, son debidos á causa
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