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donde su uso se generaliza. Las diferentes
mareas que en la actualidad se construyen,
según su tamaño y la fuerza que exigen, se
hacen todas de hierro, con lo cual, á más de
, su solidez, se aumenta su duración. La figura
227 representa el arado Jaén.
Figura 227
Las modificaciones introducidas por el entendido
y laborioso agrónomo D. José de Hidalgo
Tablada en el arado español, y que sin
perder su tipo de timonero lo mejoran considerablemente,
merecen también especial mención.
La disposición del timón, que permite
Figura 228
variar el ángulo de tiro combinándolo con el
clavijero; la adición de la cuchilla, que sustituye
á la telera de los arados ordinarios, y la
vertedera, componen un instrumento del que
da idea completa la figura 228, de fácil manejo
, que exige poca fuerza para su arrastre y
Figura 229
que [ejecuta una labor que no puede compararse
en manera alguna con la de los arados
comunes.
ÍTo entramos en más detalles acerca de otras
modificaciones, sin duda alguna apreciadles,
porque se haría interminable este trabajo si
hubiéramos de ocuparnos del sinnúmero de
Día—II.
perfeccionamientos que, sin afectar grandemente
á la esencia del sistema, se han introducido
en nuestros días en el instrumento que
nos ocupa. Estas numerosas variaciones constituyen
otros tantos arados, que llevan el
nombre de sus modificadores.
Arados de timón partido.—D
escritos detalladamente
los órganos de que se
componen los arados de timón
partido, vamos á considerarlos
en su conjunto, advirtiendo
que siendo como
son numerosísimos los que
hoy se conocen, y en la imposibilidad
de describirlos
todos, nos contentaremos
con indicar los más notables
de cada país, sancionados polla
práctica, y cuya bondad
está umversalmente reconocida
y comprobada.
Arado de Dombasle.—El más generalizado
en Francia, y que ha servido de base á posteriores
reformas, es el de Mateo de Dombasle,
el célebre agrónomo fundador de la Escuela
de Roville (figura 229). Su cama y estevas
son de madera, 5' las restantes partes, á excepción
del regulador y de la cadena
de hierro forjado, son de
fundición. Hace buena labor, y
puede utilizarse con antetrén ó
sin él. Las generatrices de su
vertedera son un poco cóncavas
en su parte anterior; la banda
de tierra se cilindra algo, pero
poco á poco las generatrices
vienen á ser rectas, y después
convexas hasta el final de la parte posterior,
no deformándose la banda de una manera sensible.
El apartamiento angular de las generatrices
equidistantes, va creciendo progresivamente
hasta más allá de la porción media de
la parte anterior, y permanece después casi
uniforme hasta el fin de la vertedera.
La parte anterior es de suficiente
longitud, pero la posterior es
muy corta, y no conduce la banda
lo suficientemente lejos en su rotación.
Conviene para bandas anchas,
poco profundas; no aparta la tierra.
Su parte anterior difiere muy poco
de la de una buena vertedera helizoidal.
Arado de Grig-non.—Este instrumento
(figura 230), no menos
célebre que el anterior, y que toma
su nombre de la Escuela de Agricultura
tan conocida en la vecina
Francia, es una modificación del de Dombasle,
hecha por M. Bella, creador de dicho centro
de enseñanza, que consiste en acortar la
cama, disminuir el dental, con lo que se disminuye
naturalmente el rozamiento, y en colocar
las estevas más inclinadas y hacia atrás,
dándole más fijeza y facilitando su manejo. La
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