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AEA — 455 — ARA
fuerza de tiro, aparte de que las resistencias
presentadas por la tierra á dos ó tres cuerpos
de arado solidarios, oscilan entre límites muy
restringidos, al paso que los arados sencillos
experimentan resistencias alternativamente
muy fuertes y muy débiles. Estas diferencias
se han puesto de manifiesto por los diagramas
de los ensayos dinamométricos; las curvas trazadas
no presentan oscilaciones bien marcadas,
mientras que sucede lo contrario en los
arados sencillos. Tres animales, enganchados
á un arado de dos rejas, hacen el efecto de
Figura 239
cuatro tirando de dos arados sencillos, de las
mismas dimensiones. Con el mismo número
de hombres y de animales que se emplean en
el cultivo de una finca, pueden, pues, ejecutarse
las labores de una misma superficie en
un tiempo dos ó tres veces menor, ó en el
mismo tiempo labrar doble ó triple superficie.
La pérdida de tiempo en las vueltas para una
misma superficie labrada, es próximamente la
mitad menos, con un arado de dos rejas que
con uno sencillo; economía á veces de una
octava ó décima parte; es decir, que si dos
arados sencillos labran de 70 á 90 áreas por
día, uno de dos rejas podrá labrar en el mismo
tiempo de 77 á 99 áreas, ó la misma superficie
en menor tiempo.
Además de la posibilidad de ejecutar en
tiempo y sazón oportuna las labores, y de aplicar
á otros trabajos los animales economizados
con el empleo de los arados de varias rejas,
la economía que resulta en el precio de
producción de la labor, es de verdadera importancia,
puesto que asciende á un 60 por 100.
Los detalles que hemos dado al ocuparnos
de los arados sencillos, nos ahorran extender-
Figura 240
nos en la descripción de estos instrumentos,
contentándonos con citar, entre los muchos
conocidos, los más afamados, que son el de
Grignon, de procedencia francesa, y los ingleses
de Ransomes, y de Iíoward, representados
en las figuras 239 y 240, y cuyas diferencias
se comprenden con sólo su inspección.
El de Grignon (figura 239), difiere esencialmente
de los otros dos, puesto que la cama
es de una sola pieza, dos ó tres veces encorvada,
y de difícil recomposición. Menos sólido
que el de Ransomes, si llega á forzarse uno
de los cuerpos del arado, lo hace también
el otro, deformándose la cama y perdiendo
su curvatura, que no puede devolverse con
facilidad, y de la que depende la posición
de las cuchillas y vertederas. El de Ransomes
es, sin disputa, el más sólido y mejor
construido de los tres, y cuesta 175 pesetas.
En los Estados de la Unión, va siendo
muy frecuente el empleo de arados montados
sobre ruedas, y en los que, sentado el
obrero, va dirigiendo la yunta, lo cual,
además de facilitar su trabajo, da más
asiento y solidez á la posición del instrumento
, una vez graduado.
Estos arados son generalmente de varias
rejas, y entre otros, merece mencionarse el de
los Sres. Collins, de Hartford, en Nueva York.
Se compone de una fuerte armadura, montada
sobre dos ruedas, cada una de las cuales
puede graduarse á voluntad del conductor,
dándolas diferente altura por medio de dos
palancas colocadas al alcance de su mano. En
la armadura van colocadas las dos vertederas
con sus cuchillas, y el tiro se efectúa por medio
de una lanza ó timón, á que se enganchan
los animales. Unas abrazaderas de resorte con
estribo, ingeniosamente dispuestas, permiten
que al actuar el obrero sobre ellas con los
pies, y combinando el movimiento de las palancas
de las dos ruedas, queden colgadas las
vertederas, sin trabajar cuando se conduce al
campo el arado, ó por el contrario, descender
cuando hay que operar la labor. El modelo
llamado plantación, que abre dos surcos, haciendo
una labor de 0,42 de anchura y 0,16
de profundidad, cuesta unas 350 pesetas, y
exige la fuerza de una yunta.