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AVE — 627 — AVE
voluminosos, y se hallan perforados y llenos
de cavidades, de manera que puede conducir
á ellos la traquearteria grandes cantidades de
aire, que auxilian poderosamente el vuelo y
facilitan las modulaciones de la voz. Gracias
á esa respiración enérgica y activa, la temperatura
media del cuerpo de las aves oscila entre
37 y 50° centígrados, es decir, que es muy
superior á la del cuerpo de los mamíferos.
También el esqueleto se distingue por su ligereza
en proporción al volumen del cuerpo;
los huesos son delgados y huecos, hallándose
llenos de aire; circunstancia que facilita también
el vuelo; el esternón está muy desarrollado,
y presenta una quilla longitudinal, la ternilla,
á cuya cima se adhiere el ángulo de la
horquilla que forman las clavículas soldadas
por sus extremidades anteriores.
Por lo general, las plumas constan de una
parte inferior ó tubo córneo, agujereado en
su extremidad; de un tallo, prolongación del
tubo, y de barbas que guarnecen los dos lados
del tallo. El crecimiento y nutrición de las
plumas se realiza por la parte inferior de éstas,
mediante diversos vasos que penetran en un
bulbo, donde se forma la substancia de la
pluma, y después de nutrir ésta, deja en su
interior una serie de conos membranosos que
se llaman alma de la pluma. Bajo las plumas
grandes existen en muchas aves unas plumitas
blandas y finas, que se llaman plumón ó edredón,
y que impregnadas de una materia grasa,
son impermeables en las aves acuáticas. El
plumaje se renueva en otoño pelechando las
aves, en muchas de las cuales se diferencian
notablemente el plumaje de verano y el plumaje
de invierno. La reproducción de las
aves se verifica por medio de huevos cubiertos
de una cascara calcárea, y que son incubados
en número de seis á doce, y en raras
ocasiones veinte ó más, dentro de nidos construidos
hábilmente. Para que se desarrollen
es necesario mantenerlos á una temperatura
de 37° centígrados durante tres semanas próximamente.
Los padres protegen y cuidan vigilantes
á los polluelos.
Las aves se han distinguido por la conformación
de las patas y del pico; el muslo es
siempre corto, y queda oculto bajo las plumas,
así como la parte alta de la pierna, que se compone
de una tibia y un peroné y un solo hueso
, llamado tarso, prolongación de aquélla, y
equivalente al tarso y metatarso de otros animales.
En ese hueso se insertan los dedos, cuyo
número no pasa nunca de cuatro; en las zancudas
ó aves de ribera las patas son largas,
delgadas y desnudas hasta por cima de la rodilla.
La conformación de los pies difiere notablemente
según las aves y su género de vida.
En las llamadas corredoras, como el casuar
y el avestruz, el pie, desprovisto de dedo
posterior ó pulgar, es pequeño, y la pierna
robusta; en las trepadoras los dedos se dividen
en dos paquetes, hallándose dirigido uno de
ellos, ó sea un par, hacia atrás y otro hacia
adelante; las rapaces se caracterizan por las
garras ó uñas fuertes de que se hallan provistos
los dedos, y uno de éstos se halla dirigido
hacia la parte posterior; en las gallináceas
y gorriones la disposición de los dedos es
igual, pero las uñas son más débiles que las
garras; en las aves acucdicas los dedos se
hallan unidos entre sí, mediante una membrana
que se llama natatoria por las aplicaciones
que tiene. El pico es largo, delgado y
puntiagudo en los pájaros subulirostros; cónico,
grueso y corto en los conirostros; fuerte y
con la mandíbula superior ganchuda en los
rapaces, ora en su extremidad solamente (milano
), ora en toda su longitud, (halcón), y
largo y aplanado, ó estrecho y comprimido lateralmente.
También se presenta á veces revestido
en su base por una membrana amarilla,
denominada cera.
Pueden dividirse las aves en dos grandes
grupos: las que tienen al salir del huevo los
ojos cerrados y la piel desnuda, permanecen
en el nido mucho tiempo, reciben el alimento
del pico de sus padres, y más tarde consumen
una sola clase de alimentos, andan á saltos, y
vuelan con rapidez y durante mucho tiempo,
de manera que viven en el aire más tiempo
que sobre la tierra; tales son las palomas, rapaces,
trepadoras, gritadoras y cantoras; y las
que salen del huevo con los ojos abiertos y el
cuerpo revestido de plumón, corren y buscan
alimento así que nacen, consumiendo diversas
substancias animales y vegetales, andan paso
á paso y vuelan poco, por lo cual han sido
llamadas aves de vuelo bajo; tales son las
gallináceas, zancudas, palmípedas y corredoras.
Nosotros creemos preferible, por la índole
de esta obra, seguir la antigua clasificación de
Cuvier en seis órdenes.
RAPACES.—Divídense éstas, bajo el punto de
vista agrícola, en dañinas y útiles. Entre las
primeras figuran el águila, que causa estragos
en rebaños y corrales casi impunemente
, porque rara vez consigue el cazador herirla
con sus disparos ó llegar á su nido; el pigargo,
parecido á aquélla, y que en ocasiones
ha conseguido arrebatar niños; el sanguinario
azor, que devora las palomas, muchos pájaros
pequeños y ratones, y se adiestra para la
caza; el águila pescadora, ó balbuzardo, que
se alimenta de peces; la harpía ó águila de
alas cortas; el halcón, que se empleaba antiguamente
en la caza de cetrería, y ataca á los
faisanes, las perdices y los conejos; el gavilán,
enemigo de las aves de caza y peligroso
vecino, aun cuando se halle adiestrado, y
otras muchas aves que sería largo enumerar.
Figuran entre los rapaces útiles, el buitre,
de cabeza pequeña y cuello desnudo, uñas
poco ganchudas, pico largo y encorvado en
su extremidad, ojos á flor de la cabeza y aspecto
repugnante, caracterizado por su estupidez,
y útil porque consume las carnes corrompidas;
el cóndor ó gran buitre de los
Andes, que se eleva cual ninguna ave y desciende
produciendo ruido terrible; el uruburu,
que penetra en las poblaciones americanas,