l - Repositorio Gestion Documental v.03

ALM — 93 — ALM
Cuando los arbolillos que nacen en la almáciga
miden de 20 á 30 centímetros de altura,
se procede á darles una entrecava fundamental
, beneficiando á la vez la tierra con estiércol
repodrido y regándola con tanta más par-
Figura 24.—Ramo con frutos del almendro heterophilo
simonía cuanto más secos sean los terrenos
que han de ocupar de asiento.
De la almáciga se transpondrán á criadero
en el otoño ó á fines de invierno, según el
clima, y se ingerirán en Agosto con escudete
á ojo dormido, á la altura de 10 centímetros
sobre el suelo. A la primavera siguiente se
despuntará el vastago á 10 centímetros del
punto de inserción. Estas plantas ingeridas
pasan á ocupar su asiento definitivo en las
heredades á los dos ó tres años de sembradas.
En Mallorca, donde se cultiva el almendro
con más esmero que en ninguna otra provincia
de España, se verifican siembras y diri­
gen las almácigas de la manera expresada,
variando solamente en las mondas á que someten
los arbolitos, y en el sistema y época de
injertar.
Es costumbre allí retorcer el extremo de los
brotes que arroja el tronco
para que no sigan creciendo
en el sentido de su longitud,
en vez de cortarlos
como se hace en otras partes;
y cuando el tronco alcanza
la altura necesaria,
se le dejan todos los brotes
de arriba y se cortan todos
los demás. A los dos ó tres
años se tala el tronco á 4
centímetros de tierra, para
que arroje un brote vigoroso,
recto y apto para
constituir el tronco definitivo
y ser transplantado de
asiento al año siguiente,
porque en Mallorca reservan
la operación de ingerir
para después que prenden
los árboles de asiento.
TRANSPLANTE.— Con la
debida anticipación abren
en dicha isla hoyos que
miden un metro de lado
y profundidad, á fin de
que se meteoricen bien; y
^ cuando se practican estos
¡3 hoyos en sitios en que han
" vivido otros árboles de la
misma especie, acostumbran
quemar dentro un
haz de leña y toda la maleza
de alrededor.
Los trazan á tresbolillo
y de 10 á 14 metros entre
sí, y verifican el transplante
desde Octubre á
Diciembre. Al efecto sacan
con cuidado los árboles
de la almáciga, procurando
no maltratar las
raíces al tiempo de arrancarlas,
para que no encuentren
dificultades de
prender y volver á criar
otras nuevas. No siguen
la mala práctica que en otros países de mutilar
la raíz central, porque el almendro siempre
busca el centro y no arroja raíces horizontales
sino cuando el fondo del hoyo se
opone. En el suelo de éste se echan 20 centímetros
de tierra suelta, y se pone sobre la
misma el plantón en el centro, introduciendo
á la vez un palo ó tutor bien derecho, al que
se ajusta el plantón para que se mantenga,
muy erguido, atándolo por cuatro ó cinco
partes; después se llena el hoyo de tierra, cuidando
que ocupe la inmediación de las raíces
la de afuera, que está más meteorizada, y sentándola
y apisonándola para que no quede