ABRIL - MAYO - JUNIO - 2004 - Burladerodos

20 ¡EH TORO!
MAGDALENA 2004
La feria de los despropósitos
Transcurrió un año más la feria de
la Magdalena de Castellón, y un año
más arrancó así, de forma oficial, la
larga temporada taurina, que tendrá
su epílogo en las ferias de Zaragoza y
Jaén, allá por el mes de octubre. Es
la Magdalena, habitualmente, feria de
ostentosos éxitos en todos los ámbitos:
los empresarios suelen contar a
manos llenas los ingresos obtenidos, y
los matadores son premiados con profusión
por un público alegre y ávido de
fiesta. Sin embargo, en este año 2004,
la feria sufrió un serio revés antes de
su comienzo, con el consabido retraso
de las fiestas magdaleneras, decidido
Uceda Leal
por el pleno del ayuntamiento castellonense
a un mes vista del comienzo
de las mismas. Esta decisión tuvo
un impacto negativo en la afluencia
de público, especialmente foráneo. Y
por si ello fuera poco, la meteorología,
esa ciencia caprichosa e impredecible,
castigó sin compasión alguna durante
la segunda parte de la feria y motivó,
incluso, el aplazamiento de los dos últimos
festejos, que se celebraron una
semana después (es decir, dos semanas
más tarde de lo inicialmente previsto)
en un ambiente extraferial y poco propicio
para el éxito. Si a esto sumamos
la ausencia de figuras de tirón popular,
Germán Adsuara
Fotos: Aguilar
y el nulo compromiso y ambición de
las figuras que quedan, el resultado
es, precisamente, una feria repleta de
despropósitos.
Valorar si los carteles estaban bien
rematados, o si las combinaciones eran
aptas para una feria como la castellonense,
carece de sentido en estos momentos
porque, en honor a la verdad, la
posibilidad de elección es muy limitada
en estos tiempos de sota, caballo y rey.
Y si la baraja es reducida en el escalafón
de matadores, no lo es menos entre los
criadores del mal llamado toro bravo,
cuyos productos son, habitualmente,
animalejos desvalidos, cuya casta está
más que descafeinada, y que no sirven
para que esta fiesta vuelva a tener toda
la belleza y épica que debería tener.
Pero de entre este ambiente apocalíptico
podemos encontrar almas que
merecen la redención, que se salvan del
fuego eterno del infierno, porque actuaciones
destacadas las hubo, y aunque
escasas, es justo darles una repercusión
ganada a ley. Así, cabría destacar
a Uceda Leal, quien protagonizó los
momentos más intensos de la feria ante
dos serios oponentes de Victorino Martín,
en dos faenas que lo revelan como
un torero hecho y cuajado, poseedor de
una tauromaquia sentida y honda que
llega perfectamente al tendido. O a El
Cid, que en la misma corrida realizó un
toreo poderoso que le ha hecho merecedor
de varios trofeos, aunque mostró
cierta inseguridad y perdió, quizás, la
pelea con su segundo oponente.
Sin duda, otro de los triunfadores
del serial fue Alejandro Rodríguez, el
novillero de Les Useres, que cuajó una
de las mejores faenas de la feria. Todavía
permanecen en las retinas de los
aficionados varias series de naturales
largos, templados y con empaque y
El Fandi Javier Conde