LIBRO SEGUNDO - Bicentenario

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doloso mientras wis premeditado, s6lo existen dos recuram para
los hombres senoillos de las campinas y de la montaita: la rewlu-
ci'^n y 4 rifle..
Nuestros legisladores quisieron evitar toda conflagracift,
aceptando en nuestras instituciones, tomAndolo de la legislaci6n inglesa,
prohijado por Is de los Est-ados Unidos, un medio, un procedimiento,
un recurso que impidiera la comisi6n. de cualquier
atentado y violencia, o que proutamente Jos remediara, a semejanza
del famoso chabeas corpus^ que mencionamos, y crearon el
4 recurso de ampam^.
Ese recurso fue por muchos aflos la finica tabla de salvaci6n
on I& cual podian escapar las victimas de los naufraglos, judiciales,
producidos por todos los tribunales y aut-oridades del pafs.
TeniamoN plena contianza en 61, nos Ilenaba de smtisfaccift, era un
escudo invulnerable que nos protegfa y en nuestra legislaci6n existia
como flur perfumada y exquisita.
Ija Supreina Corte de.Justicia de ]a Naci6n respet6, sostuvo,
enaltec i6oimpuso siempre con seflorial autoridad los fucros y
trascen"Lncias
del amparo, que concedi6 a todos con augusta ma-
jestad. d"afiando las iras del poder, ]a influencia clerical y las
corrupciones del potentado. Era que los hombres que ]a formaban
se IlAmaron: Benito JuArez, Sebastiin Lerdo de Tejada, Jos6 Maria
Iglesias, Le6n Guzrn^n, Ignacio Vallarta, Bautistaytantos ilustres
desaparecidos. Y era, tambi4n, que el Poder Ejecutivo de
e6tonces, digno, decoroso y respetuoso a Is ley, habia sostenido y
levantado en toda ocasi6a la autoridad y prestigio de Is Corte.
Cuando el incondiciunali%mo lii7.o su aparici6n, las fueros de
la Corte comenzaron a unermarse a tal grado, que ensus postrime-
Has vinieron a ser casi nulos. La autoridad y prestigiode la Corte
camiu6 on ra?An inversa do la autoridad y prestigio do la dictadura,
hasta, llegar a ser y convertirse, solapadamente en una dependencia.
de la, secretaria de.lusticia, sumi^a a los mandaws do un
Novoa o de un Garza Galindo.
La Corte viuo decayendo dia por dfa, falta de independencia,
de soberanfa y de libertad de acci6n; y fue una do las principales
causantes do su apocamiento la calidad y condici6n de JOS hombres
que paulatinamente iban ocupandoaquellos sillones de ministros
augustos do ]a Justicia federal. Cada rernoci6n parcial do la
Corte lievaba a su recinto nulidades o amorales; y desgraciada.
monle la muerte inexorable iba segando vidas y destruyendo
existenclas, abrierdo amplios hnecos en aquel alto tribunal, que