LIBRO SEGUNDO - Bicentenario
LIBRO SEGUNDO - Bicentenario
LIBRO SEGUNDO - Bicentenario
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
— 144—<br />
dinaria, a su falta absoluta do cariicter y a Is influencia que sobre 41<br />
tomaron de un modo insano varias personalidades salientes merecedoras<br />
de toda censura y reprobaci6n; entre otras, su subsecretario<br />
de Gobierno, el licenciado don Luis B. Vald6s, y su valido el licenciado<br />
don Miguel Mesa.<br />
Michoacan es una tierra rim feraz y dotada per Is Naturaleza<br />
espl6ndidameritc. Alli los montes estin cubiertos de espesas arboledas<br />
y los campos producen los frutA)s de todos los climas. Los pue-<br />
Wes viven perdidos entre ]a soledad de ]as montanas y ]a quietud do<br />
los bosques, poseyendo desde tiempo inmemorial extensas tierras que<br />
cultivan y aprovechan on comiln, pues siempre han sido reacios Pam<br />
cumplimentar las leyes do Reforms. El reparto de tierras 3, Is titulaci6n<br />
individual nunca ha side del agrado de los indigenas, y ]a<br />
mayor parte ha conservado sus propiedades formando comunidades<br />
perfectimente reglamentadas per ei uso.<br />
Naturalmente que aquello ha venido c dc perlas^ a los infames<br />
hawndados pars, acrecentar indefinidamente sus fincas, robaindose<br />
los terrenos de los pueblos.<br />
Para legalizar esos despojosy darles pretextos, se hizo y se promulg6<br />
Is famosa ley local Ilamada cLey y reglamento sobre reparto<br />
do bienes de ]as extinguidas comunidades de indfgenasj * do 18<br />
do junio y 4 de julio de 1902.<br />
Per esa ley se declar6: que no podfan venderse ni gravarse los<br />
t6rrenos do los indigenas; que para Ilegar a esos repartos, cada<br />
pueblo nombrarfa dos representantes; quo cuando esos representan -<br />
tee nofueran dcl agrado del GolVerno del FWado, per no reunir doterminadas<br />
condiciones t6cnicas, el m-iamo Gobienno nombraria a Im<br />
apoderado8 de 1,98 pwblos; quo Jos pueblos depositarfan los tftulos<br />
an manes de las autoridades, y que, si en determinado tiempo no ha-<br />
U4 nombrado repre8mtantm, el Gobi,&,-no los vmnbraria &e. oxcio^.<br />
En virtud de esa ley, los pueblos quo depositaron sus titulos<br />
to# perdieron n.-cesa?-iamente, los jefes politicos propusicron al gobornador<br />
Mercado, 4ccomo apoderados de los infelices pueblos^, a<br />
aus bijos, hermanos y compadres, nombrarnientos quo aprob6 don<br />
Aristeo, y el milagro se realiz6: los pueblos so quedaron sin mentea,<br />
sin tierms, sin tftulos y en I& mayor miseria. A q uellos apoderados<br />
enombradoo de ofIcio3 , , es cierto quo no vendieron ni hipotecAron<br />
aquellas propiedades; pero las rentaron por treinta o cincuenta<br />
sties con rentas irrisorias, y de hecho los infelices indigonas<br />
se vieron despojados de Is noche a la markana, mirando c6mo<br />
eran talados sus bosques por compallfas americanas y c6mo se