Cuando los libros fueron el arma de los extranjeros. Influencia de ...

cencia, y el beneficio” 14 (siempre el agradecimiento debe exceder al provecho, y nunca
se ha de reconvenir al ingrato), o previene ante la falsa urbanidad que utiliza la lisonja
“para fomentar algun vicio, ò para perjudicar al proximo, es un defecto infernal, y detestable.”
15 Caillères repasa las distintas situaciones en las que se puede hallar un caballero
o una dama y cómo responder ante las mismas. Así, señala que cuando se le solicite debe
bailar, a no ser que no sepa o sea corto de oído (lo que le impediría seguir el compás),
pero si se le obliga ha de hacerlo; que si se sabe tocar un instrumento o cantar y se le pide
que lo haga debe excusarse, pero si se insiste debe aceptar, aunque en cualquier caso se
ha de ser breve en la actuación, y evitar que se le indique que ya puede concluir; el
respeto que ha de mostrar ante las máscaras, pues no sabe quiénes se hallan tras ellas; en
los juegos de mesa no se ha de participar con personas de calidad a no ser que se le
ordene, y hacerlo sin mostrar deseos de ganar ni dejándose perder, como tampoco debe
cantar ni silbar, golpear la mesa con los dedos o el suelo con los pies, o dar muestras de
alegría si la mano es buena; en los juegos físicos “es menester tener cuidado de no hacer
posturas del cuerpo ridiculas.” 16 Llega a tratar aspectos más corporales y a sancionar que
“un marido es enteramente ridiculo si acaricia à su muger en presencia de la gente” 17 , que
no debe peinarse ante una persona distinguida, ni tampoco en la cocina “donde pueden
volar cabellos à la comida” 18 , o que es:
“cosa muy indecente en una compañia de Damas, y assimismo en toda compañia
sèria, quitarse la peluca, ò casaca, cortar las uñas, morderlas con los dientes, ò
limpiarlas, rascarse en alguna parte, componer una liga, un zapato, que lastìma,
tomar su bata, y chinelas para ponerse á su placer” 19 .
Como vemos, una y otra vez se subraya y recuerda que el individuo vive en
sociedad, donde hay una serie de convenciones, que delimitan la esfera de lo personal y
del propio placer o interés. Sin embargo, la nota más original, que inserta el traductor, es
la defensa del pudor justificada como un mérito en el subordinado. Nos referimos a las
palabras que añade al tratar sobre la conducta que se ha de seguir al acostarse acompañando
a un superior: “Dormid con camisa, y calzoncillos, porque assi lo pide la decencia,
y tambien para que esteis mas expèdito, y prompto para qualquier caso fortuito” 20 . Además,
sugiere la realización de un acto de contrición “con mucho fervor” 21 y que se encomiende
a Dios antes de dormir. La práctica religiosa será siempre acentuada en las ediciones
españolas.
14 AVALLE, La urbanidad..., p. 232.
15 Ídem, p. 277.
16 Ídem, p. 153.
17 Ídem, p. 42.
18 Ídem, p. 166.
19 Ídem, p. 51.
20 Ídem, p. 168.
21 Ídem, p. 169.
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