You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
La justicia <strong>de</strong> Dios acreditada al creyente a expensas <strong>de</strong> Cristo está<br />
verda<strong>de</strong>ramente en <strong>la</strong> raíz <strong>de</strong>l significado <strong>de</strong> <strong>la</strong> expresión “temor<br />
reverencial”. El creyente se siente inundado una y otra vez por el temor<br />
reverencial, adoración y a<strong>la</strong>banza al Santo Dios que ha provisto <strong>la</strong> obra<br />
acabada y permanente <strong>de</strong> justificación <strong>de</strong>l pecado. Esta justificación<br />
resi<strong>de</strong> so<strong>la</strong>mente en <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> Cristo (Solo Christo) y está acreditada<br />
irrevocablemente al creyente que ha sido puesto en El por Dios mismo.<br />
Esta justicia no pue<strong>de</strong> ser menguada; tampoco aumentada. El creyente es<br />
justificado por acreditación <strong>de</strong> <strong>la</strong> "justicia perdurable" [11] <strong>de</strong> Cristo, y por<br />
lo tanto es para siempre. Con el apóstol Pablo, entonces, el creyente<br />
pue<strong>de</strong> proc<strong>la</strong>mar valientemente “Ahora, pues, ninguna con<strong>de</strong>nación hay<br />
para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a <strong>la</strong><br />
carne, sino conforme al Espíritu”. [12] El propósito primero y último <strong>de</strong><br />
Dios se ve c<strong>la</strong>ramente en este libro.<br />
Siguiendo a <strong>la</strong> “no con<strong>de</strong>nación” está <strong>la</strong> liberación <strong>de</strong>l pecado y el<br />
andar en el camino <strong>de</strong>l Espíritu Santo, no en el <strong>de</strong> <strong>la</strong> carne. Cuando <strong>la</strong><br />
persona convertida peca, su acción causa un conflicto que <strong>de</strong>be ser<br />
resuelto por <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre Dios el Padre y el<strong>la</strong>. [13] No significa que<br />
haya perdido su posición <strong>de</strong> hijo <strong>de</strong> Dios en Cristo, porque esa posición<br />
le ha sido conferida irrevocablemente por el Dios Juez. Más bien Dios el<br />
Padre trata con sus hijos precisamente porque son legalmente sus hijos.<br />
Esta es <strong>la</strong> razón por <strong>la</strong> que como personas verda<strong>de</strong>ramente salvas, Dios<br />
castiga a los suyos, porque están realmente en Cristo. “Pero si se os <strong>de</strong>ja<br />
sin disciplina, <strong>de</strong> <strong>la</strong> cual todos han sido participantes, entonces sois<br />
bastardos, y no hijos”. [14]<br />
La enseñanza Católica Romana<br />
Contrariamente a todo esto, <strong>la</strong> enseñanza Católica Romana sobre <strong>la</strong><br />
gracia está en franca contradicción con <strong>la</strong> naturaleza legal <strong>de</strong> <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong><br />
Dios. Esto se ve c<strong>la</strong>ramente por <strong>la</strong> f<strong>la</strong>grante mentira en su sumario sobre<br />
<strong>la</strong> gracia en el Catecismo:<br />
Nº 2021 “La gracia es el auxilio que Dios nos da para respon<strong>de</strong>r a<br />
nuestra vocación <strong>de</strong> llegar a ser sus hijos adoptivos. . . ” [15]<br />
En <strong>la</strong>s Escrituras, <strong>la</strong> adopción no es algo que uno tiene como meta o<br />
vocación. Más bien es totalmente asunto <strong>de</strong> Dios: “Según nos escogió en<br />
él antes <strong>de</strong> <strong>la</strong> fundación <strong>de</strong>l mundo, para que fuésemos santos y sin<br />
mancha <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> él, en amor habiéndonos pre<strong>de</strong>stinado para ser<br />
adoptados hijos suyos por medio <strong>de</strong> Jesucristo, según el puro afecto <strong>de</strong><br />
8<br />
Fundación IBRC<br />
Teología <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma<br />
Timoteo <strong>de</strong>l misionero tipo - Pablo, porque Timoteo se quedó y<br />
ministró en el "campo misionero" mucho tiempo <strong>de</strong>spués que<br />
hubo una iglesia p<strong>la</strong>ntada allí con sus propios ancianos (Hechos<br />
20:17) y su p<strong>la</strong>n <strong>de</strong> evangelismo (Hechos 19:10).<br />
Pablo, por el contrario, era dirigido por una pasión para dar a<br />
conocer el nombre <strong>de</strong> Dios en todos los pueblos no alcanzados <strong>de</strong>l<br />
mundo. Él nunca se quedó en un lugar por mucho tiempo una vez<br />
que <strong>la</strong> iglesia era establecida. Él <strong>de</strong>cía que su ambición era<br />
predicar el evangelio, no don<strong>de</strong> Cristo ya hubiese sido<br />
"nombrado" (Romanos 15:20). El verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
pa<strong>la</strong>bra "nombrado" surge cuando volvemos al inicio <strong>de</strong> su carta<br />
a los Romanos y le escuchamos <strong>de</strong>c<strong>la</strong>rar que Cristo le había dado<br />
el "aposto<strong>la</strong>do, para <strong>la</strong> obediencia a <strong>la</strong> fe en todas <strong>la</strong>s naciones<br />
por amor <strong>de</strong> su nombre" (Romanos 1:5). El objetivo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
misiones es producir <strong>la</strong> obediencia a <strong>la</strong> fe entre todos los pueblos<br />
no alcanzados <strong>de</strong>l mundo. Pero ésa no es <strong>la</strong> meta última. La meta<br />
última - incluso <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> obediencia - es "por su nombre". La<br />
fama <strong>de</strong> Cristo, <strong>la</strong> reputación <strong>de</strong> Cristo es lo que ardía en el<br />
corazón <strong>de</strong>l apóstol Pablo. La fe <strong>de</strong> <strong>la</strong>s naciones no era el fin en sí<br />
mismo. Era <strong>la</strong> forma en que el nombre <strong>de</strong> Cristo sería honrado.<br />
Esto era lo que le llenaba con tal pasión por <strong>la</strong> Gran Comisión.<br />
Jesús le había dicho a Ananías, "cuanto le es necesario pa<strong>de</strong>cer [a<br />
Pablo] por mi nombre "(Hechos 9:16). Pablo nunca <strong>de</strong>sfalleció en<br />
su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> sufrir, si esto resultaba en fama para Cristo. Hacia el<br />
final <strong>de</strong> su vida, todavía podía expresar, "yo estoy dispuesto no<br />
sólo a ser atado, mas aún a morir en Jerusalén por el nombre <strong>de</strong>l<br />
Señor Jesús" (Hechos 21:13).<br />
C<strong>la</strong>ro que Pablo no era el único que se entregaba por causa <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> gloria <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> Cristo. La Tercera <strong>de</strong> Juan es una hermosa<br />
y pequeña carta que <strong>de</strong>scribe cómo ministrar a los misioneros. Por<br />
ejemplo, ésta dice,<br />
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los<br />
hermanos, especialmente a los <strong>de</strong>sconocidos, los cuales han dado<br />
ante <strong>la</strong> iglesia testimonio <strong>de</strong> tu amor; y harás bien en<br />
encaminarlos como es digno <strong>de</strong> su servicio a Dios, para que<br />
continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong><br />
Él, sin aceptar nada <strong>de</strong> los gentiles. Nosotros, pues, <strong>de</strong>bemos<br />
Fundación IBRC 329