Haiti: ciento cincuenta años de independencia ... - unesdoc - Unesco
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De la Colonia<br />
al estado<br />
soberano<br />
por Alexandre Leventis<br />
SE dice que Jorge III' <strong>de</strong> Inglaterra le pidió<br />
a uno <strong>de</strong> sus almirantes que le <strong>de</strong>scri¬<br />
biera Haití, y que su interlocutor arrugó<br />
una hoja <strong>de</strong> papel, hizo coii ella una bola y<br />
mostrándosela a su soberano, dijo «¡Hela<br />
aquí, Señor!». Seguramente la anécdota no<br />
es cierta, ya que se cuenta también a propó¬<br />
sito <strong>de</strong> Puerto Rico, como sucedida entre la<br />
Reina Isabel y un almirante español. Sin<br />
embargo es buena, porque a vista <strong>de</strong> pajaro,<br />
Haití se ofrece como un amasijo <strong>de</strong> alturas<br />
surcado por valles que corren en todas di¬<br />
recciones. Un proverbio haitiano nos enseña,<br />
por otra parte, que «bajo los montes hay otros<br />
montes» y el nombre <strong>de</strong> Haití con que los<br />
araguacos <strong>de</strong>signaban la parte occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong><br />
la isla Española o <strong>de</strong> Santo Domingo sig¬<br />
nificaba Tierra Alta.<br />
- Cuando Cristobal Colón en su primer viaje<br />
al Nuevo Mundo <strong>de</strong>scubrió la isla el 6 <strong>de</strong> Di¬<br />
ciembre <strong>de</strong> 1492, parece que sorprendido por<br />
la belleza <strong>de</strong> la tierra y <strong>de</strong> la bahía, exclamo:<br />
«Es una maravilla», y que así se lo escribió a<br />
su protectora y soberana Isabel la Católica.<br />
El gran navegante había salido <strong>de</strong> Palos <strong>de</strong><br />
Moguer, el 3 <strong>de</strong> Agosto <strong>de</strong> aquel año, con tres<br />
carabelas, la «Pinta», la «Niña» y la «Santa<br />
LA CIUDADELA LAFERRIÈRE es la más<br />
importante <strong>de</strong> las obras militares <strong>de</strong>fensivas<br />
construidas por el rey Henri I (Henri Chris¬<br />
tophe). La Torre <strong>de</strong>l gran bastión, como la proa<br />
<strong>de</strong> un navfo, se eleva a una altura <strong>de</strong> 50 metros.<br />
(Fotos Copyright Denise Colomb, Paris.)<br />
María» y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>scubierto una <strong>de</strong><br />
las actuales Bahamas a la que bautizó con el<br />
alegórico nombre <strong>de</strong> «San Salvador», y <strong>de</strong><br />
haber tocado en la <strong>de</strong> Cuba, fon<strong>de</strong>ó al llegar<br />
a la <strong>de</strong> Santo Domingo en el Puerto <strong>de</strong> la<br />
Concepción.<br />
Fernan<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Oviedo y Pedro Mártir <strong>de</strong><br />
Angleria cuentan que fué cordialmente aco¬<br />
gido por los araguacos y uno <strong>de</strong> sus princi¬<br />
pales caciques, y que tomó posesión <strong>de</strong> la isla,<br />
sin dificulta<strong>de</strong>s, en nombre <strong>de</strong> la reina <strong>de</strong><br />
Castilla, bautizándola entonces con el nombre<br />
<strong>de</strong> la «Española» o «Hlspaniola» que <strong>de</strong>.ambos<br />
modos aparece <strong>de</strong>signada en los mapas <strong>de</strong>l<br />
siglo XVI.<br />
Los araguacos, <strong>de</strong> los que Pedro Mártir <strong>de</strong><br />
Angleria dice que «viviendo en la edad <strong>de</strong><br />
oro, <strong>de</strong>snudos, sin pesos ni medidas, sin el<br />
mortífero dinero, sin leyes, sin jueces calami¬<br />
tosos, contentándose con la naturaleza, viven<br />
sin solicitud ninguna acerca <strong>de</strong>l porvenir»,<br />
poblaban entonces las Gran<strong>de</strong>s Antillas<br />
(Cuba, Jamaica, Puerto Rico y Santo Do¬<br />
mingo) y las Bahamas; eran, como se <strong>de</strong>duce<br />
<strong>de</strong>l retrato <strong>de</strong> Angleria, gente <strong>de</strong> paz; culti¬<br />
vaban el maiz, la yuca, la batata, el ají, el<br />
maní, la cabuya y el maguey, y se alimen-<br />
EDIFICADA A MIL METROS <strong>de</strong> altura sobre la cima <strong>de</strong>l Bonete <strong>de</strong>l Obispo al sur <strong>de</strong>l Cabo-<strong>Haiti</strong>ano,<br />
esta formidable construcción domina la tierra, el mar y el cielo. El fuerte está armado con 365 cañones<br />
<strong>de</strong> bronce. Diez mil personas podrían sostener en él un sitio <strong>de</strong> un año. (Foto Office National du Tourisme)<br />
El CORREO N" 2 - 1954<br />
taban <strong>de</strong> esos cultivos, <strong>de</strong> los frutos naturales<br />
como el mamey y la guanábana, <strong>de</strong> pescados<br />
<strong>de</strong> mar y río y <strong>de</strong> la carne <strong>de</strong> algunas especien<br />
<strong>de</strong> pequeños perros domésticos. Tallaban<br />
hábilmente la ma<strong>de</strong>ra y la piedra, construían<br />
embarcaciones (canoas) hechas vacciando un<br />
tronco <strong>de</strong> árbol, algunas <strong>de</strong> las cuales eran<br />
capaces hasta para 40 o 50 hombres, sabían<br />
eliminar el veneno (ácido cianhídrico) <strong>de</strong> la<br />
yuca y conocían el algodón que hilaban y<br />
tejían para fabricar las velas <strong>de</strong> sus embar¬<br />
caciones, las re<strong>de</strong>s para la pesca y las «na¬<br />
guas» o pequeñas faldas que sólo llevaban las<br />
mujeres «casadas». Sus dioses principales<br />
eran Jocabunagus Maorocon y la madre <strong>de</strong><br />
éste, a la que <strong>de</strong>signaban con cinco nombres;<br />
Atubey, Jemao, Guacar, Aplto y Zuimaco. La<br />
vivienda que llamaban «bohío» lo mismo que<br />
a la tierra habitada, tenía techo que hacían<br />
con cañas lacustres <strong>de</strong> colores entretejidas<br />
con un arte prodigioso. En ellas solían tener<br />
alguno Cernís o Ídolos para protegerse <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>sgracia.<br />
La prisa <strong>de</strong> Colón por regresar a España<br />
a dar cuenta <strong>de</strong> sus maravillosos <strong>de</strong>scubri¬<br />
mientos, le hace poner proa a Europa, <strong>de</strong>jando<br />
en la costa <strong>de</strong> la bahía <strong>de</strong> Caracol un fuerte,<br />
el <strong>de</strong> la Natividad, construido con material<br />
proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sguace <strong>de</strong> la «Santa María»<br />
y una guarnición <strong>de</strong> 38 españoles. Al año si¬<br />
guiente (14D3) en su segundo viaje Colón sólo<br />
encontró los restos <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong>struido. Sas<br />
38 compañeros <strong>de</strong> aventura, a consecuencia<br />
<strong>de</strong> haberse ganado la enemistad <strong>de</strong> los araguacos<br />
por los malos tratos que los conquista¬<br />
dores les habían infligido, estaban todof<br />
muertos. En ese viaje funda la ciudad <strong>de</strong> la<br />
Isabela y <strong>de</strong>ja en ella como Gobernador <strong>de</strong> la<br />
isla a su hermano Bartolomé. Cuando el 30 <strong>de</strong><br />
Agosto <strong>de</strong> 1498 regresa <strong>de</strong> nuevo a la Espa¬<br />
ñola, en su tercero y último viaje al Nuevo<br />
Mundo, Bartolomé Colón había abandonado<br />
la ciudad fundada por su hermano el Gran<br />
Almirante y fundado la primera ciudad <strong>de</strong><br />
Santo Domingo, capital <strong>de</strong> la Isla, en la<br />
orilla oriental <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sembocadura <strong>de</strong>l rio<br />
Ozama, llamada así en homenaje al padre <strong>de</strong><br />
los Colón (Domenico) y por haber sido el<br />
4 <strong>de</strong> Agosto <strong>de</strong> 1496, fecha <strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong><br />
la ciudad, día Domingo y la festividad <strong>de</strong>l<br />
Santo.<br />
Santo Domingo fué la verda<strong>de</strong>ra capital <strong>de</strong><br />
las Indias Occi<strong>de</strong>ntales, tuvo categoría <strong>de</strong><br />
virreinato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1509 a 1540, arzobispado,<br />
universidad y una Real Audiencia con juris¬<br />
dicción en todas las tierras recién <strong>de</strong>scubier¬<br />
tas. La importancia <strong>de</strong> la ciudad fué tal que<br />
su nombre había <strong>de</strong> darse a toda la isla.<br />
La dureza <strong>de</strong>l trato <strong>de</strong> los conquistadores<br />
provocando la emigración hacia otras islas<br />
aún libres, las enfermeda<strong>de</strong>s ocasionadas por<br />
el trabajo a que los «encomen<strong>de</strong>ros» sometían<br />
a los araguacos y las guerras y sublevaciones<br />
para evitar ser sojuzgados, disminuyeron <strong>de</strong><br />
tal manera la población indígena que 15 <strong>años</strong>