Informe floricultura mayo 2011 - Corporación Cactus
Informe floricultura mayo 2011 - Corporación Cactus
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La realidad bajo los invernaderos<br />
INFORME SOBRE LA FLORICULTURA COLOMBIANA<br />
Mayo de <strong>2011</strong><br />
Autoría<br />
Omaira Páez Sepúlveda<br />
Agradecimientos a<br />
Guisella Lara Veloza<br />
Asociación Herrera, Madrid, Cundinamarca<br />
Coordinación editorial<br />
Ricardo Zamudio Rozo<br />
<strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong><br />
Directora ejecutiva<br />
Aura Rodríguez<br />
Carrera 25 No. 51-37 Oficina 301<br />
Bogotá - Colombia<br />
Teléfonos (571) 2555073 - 3458340-3458329<br />
cactuscolnodo.apc.org<br />
www.cactus.org.co<br />
ISSN:<br />
Edición <strong>2011</strong><br />
Diagramación e impresión<br />
ARFO Editores e Impresores Ltda.<br />
Bogotá, D. C.<br />
1
Contenido<br />
Presentación............................................................................................................................................... 3<br />
I. ¿LO QUE POR AGUA VIENE POR AGUA SE VA? Control político a la <strong>floricultura</strong> .......................... 4<br />
Pisoteando los derechos: la crisis económica como estrategia empresarial ..................................... 6<br />
Conflicto en C.I. Guacarí: ¿Organizarse es un delito? ....................................................................... 7<br />
Debate a los subisidios a la <strong>floricultura</strong>: para no insistir en el error ................................................... 9<br />
II. LAS FLORES TIENEN MÁS SALUD QUE LAS TRABAJADORAS ................................................... 12<br />
Los cuerpos de quienes cuidan las rosas .......................................................................................... 13<br />
Las y los trabajadores de flores en Colombia: también víctimas del sistema de salud ..................... 16<br />
Los procesos peligrosos en la <strong>floricultura</strong> y las acciones en torno a la salud ocupacional ................ 19<br />
III. PRÁCTICAS LABORALES DE EMPRESAS CON CERTIFICACIONES SOCIALES<br />
Y AMBIENTALES ............................................................................................................................... 22<br />
El caso de Élite Flowers ..................................................................................................................... 22<br />
Acceso a la atención en salud ............................................................................................................ 23<br />
Niveles de rendimiento y carga laboral .............................................................................................. 24<br />
Jornadas de trabajo ............................................................................................................................ 25<br />
Subcontratación ................................................................................................................................. 26<br />
Posibles lecciones y reflexiones del “caso Élite” ................................................................................ 27<br />
IV. VIOLACIONES DE DERECHOS LABORALES DE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS NO<br />
ORGANIZADOS EN EL SECTOR FLORICULTOR............................................................................ 28<br />
2<br />
Pág.
Presentación<br />
La realidad bajo los invernaderos<br />
INFORME DE FLORICULTURA<br />
Mayo de <strong>2011</strong><br />
Con esta publicación la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> presenta el<br />
quinto <strong>Informe</strong> de Floricultura Colombiana. La serie pretende<br />
divulgar la situación laboral en el sector floricultor,<br />
a partir del seguimiento sistemático que hace la <strong>Corporación</strong><br />
<strong>Cactus</strong> al sector y de la documentación de casos<br />
emblemáticos de violaciones a los derechos laborales, a<br />
los que tiene acceso a través de los servicios de orientación<br />
jurídica que presta la organización en los municipios<br />
de Tocancipá y Madrid, Cundinamarca.<br />
El informe se difunde en el marco del 14 de Febrero<br />
Día Internacional de las trabajadoras y trabajadores de<br />
flores, ocasión en la que múltiples organizaciones sociales,<br />
sindicales y no gubernamentales acopian información<br />
y reflexiones sobre la situación de las trabajadoras<br />
y trabajadores con el fin de darle un rostro humano<br />
a este día, en el que hasta hace unos años sólo se divulgaban<br />
los balances de volúmenes de flores exportadas,<br />
del comportamiento de las ventas y de las empresas más<br />
exitosas en los mercados.<br />
Este <strong>2011</strong>, el <strong>Informe</strong> de Floricultura Colombiana La realidad bajo los invernaderos, se enfoca en la presentación<br />
de la situación que tuvieron que enfrentar y que aún en <strong>2011</strong> enfrentan los trabajadores y<br />
trabajadoras al servicio del Grupo Nannetti o Americaflor, y que involucra el tema de la destinación de los<br />
subsidios e incentivos que han otorgado los gobiernos con el fin de proteger los empleos que ofrece el<br />
sector. En esta oportunidad también interesa presentar, de manera detallada cuáles son las realidades a<br />
las que se enfrentan las trabajadoras y trabajadores, dando relevancia al tema de la relación entre salud<br />
y organización del trabajo.<br />
La realidad bajo los invernaderos presenta una descripción de prácticas lesivas de los derechos laborales<br />
y de los compromisos adquiridos en esquemas de certificación por la empresa Elite Flowers, como un<br />
caso emblemático que permite volver la mirada al tema de los procesos de autorregulación y su incidencia<br />
real en el mejoramiento de las condiciones laborales y ambientales en la <strong>floricultura</strong>.<br />
Esperamos nuevamente ofrecer información valiosa para ampliar la mirada crítica sobre los impactos de<br />
la <strong>floricultura</strong> de exportación en Colombia, para fortalecer los argumentos en las acciones de exigibilidad<br />
de los derechos de las trabajadoras y trabajadores de la <strong>floricultura</strong> y, reconociendo los límites de<br />
un documento como el que se presenta, impulsar la construcción de una agenda común que permita<br />
articular esfuerzos de diversas organizaciones interesadas en la dignificación del trabajo en las empresas<br />
de flores en Colombia.<br />
3<br />
Fotografía - <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong>
I. ¿Lo que por agua viene por agua se va?<br />
Control político a la <strong>floricultura</strong><br />
... “Hay indicios de que en algunas de estas empresas los créditos que obtuvieron no<br />
los aplicaron al propósito de mantener en vida y operando sus floricultoras aquí en<br />
Colombia, sino que habrían hecho inversiones inmobiliarias en el exterior”.<br />
Juan Camilo Restrepo, Ministro de Agricultura, W Radio, octubre 12 de 2010.<br />
La <strong>floricultura</strong> como sector emblemático de las exportaciones no tradicionales, prometía ser la fórmula<br />
para promover desarrollo económico y social, bajo el supuesto de que el uso intensivo de mano de obra<br />
garantizaría la distribución de la riqueza que generara este sector. Hoy día es evidente que la sostenibilidad<br />
y prosperidad que ofrecía el negocio de la <strong>floricultura</strong> está totalmente amenazada y no únicamente por<br />
la revaluación del peso como lo quiere hacer ver el gremio, sino por la suma de múltiples factores entre<br />
los que cuenta mucho la sobreoferta en los mercados debido a la multitud de competidores que venden<br />
cada vez más a menores precios.<br />
Múltiples dificultades han justificado<br />
el desembolso de cuantiosos recursos<br />
por parte del Estado: las heladas, los<br />
altísimos requerimientos fitosanitarios<br />
de países importadores y sobre todo la<br />
revaluación del peso. El argumento de los<br />
Fotografía - lafiscalia.com<br />
floricultores para solicitar los recursos,<br />
y de los gobiernos para otorgar estas<br />
ayudas o incentivos, es la protección de los miles de empleos que genera el sector, pero en ninguna<br />
ocasión se ha hecho un análisis juicioso acerca de la destinación de estos recursos y no se ha constatado<br />
si, en efecto, estos dineros públicos han evitado la eliminación de los puestos de trabajo.<br />
Cuando se hizo patente el incumplimiento de los floricultores con los pagos al Banco Agrario el mes de<br />
octubre de 2010, tras los préstamos que en 2008 había girado por 224 mil millones de pesos, –préstamo<br />
que fue garantizado totalmente por el Estado gracias a algunas reformas que en este sentido había<br />
proferido el ministro de Agricultura Andrés Felipe Arias–, surgió el interés de los medios de comunicación.<br />
La W Radio, El Espectador y Revista Semana, cubrieron la noticia, divulgando las cifras de los dineros<br />
públicos que estaban en juego y realizando entrevistas a algunos empresarios. Esto generó un contexto<br />
propicio para que Jorge Robledo senador de la república del Polo Democrático Alternativo, quien se<br />
ha encargado de cuestionar y hacer propuestas en torno a las políticas agrícolas del país, propusiera la<br />
realización de un debate de control político a los subsidios a la <strong>floricultura</strong> 1 .<br />
Las denuncias que se dieron en el marco de este debate cuestionaron la legalidad de la reforma de los<br />
términos en que el Estado, a través del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG por sus siglas), pasó<br />
de garantizar máximo el 50% de los créditos en casos de organizaciones de pequeños campesinos a<br />
garantizar el 100% de la obligación en el caso de grandes agroindustriales. También se dio un amplio<br />
1 El 10 de noviembre de 2010, los senadores Jorge Robledo y Daira Quiñones convocaron al debate Control a los subsidios a la <strong>floricultura</strong> en el<br />
Congreso de la República de Colombia.<br />
4
espacio a las indagaciones a Beatriz Uribe, para que explicara por qué los beneficiarios de los créditos y<br />
del Agroingreso Seguro fueron aportantes a la campaña a la presidencia del ex ministro de agricultura, y<br />
por qué una circular de Asocolflores convocaba a las empresas a contribuir a la campaña siendo que sólo<br />
las personas naturales pueden ser aportantes.<br />
Sin embargo, el alcance de estos debates, que en este país no pasan de propiciar algunas notas<br />
periodísticas y promesas de “interponer las correspondientes acciones jurídicas”, no permitió hacer un<br />
balance sobre los resultados de los cientos de miles de millones de pesos que el Estado da anualmente<br />
al sector floricultor, en cuanto a desarrollo social y al bienestar de sus trabajadoras y trabajadores.<br />
El debate de noviembre no trascendió las denuncias de los hechos que causaron preocupación con<br />
respecto a los subsidios otorgados desde 2008, y por esta razón se hace imperativo adelantar un debate<br />
de control político a la <strong>floricultura</strong> en el que se pueda hacer un balance sobre lo que ha representado<br />
este sector para Colombia; una discusión en la que se examine si han valido la pena los cuantiosos<br />
recursos que los gobiernos de turno han otorgado a los floricultores, en lugar de darlos a pequeños y<br />
medianos agricultores y sobre los impactos sociales y ambientales de este negocio.<br />
Este debate permitiría mostrar que no se ha dado el desarrollo social que prometía el sector, que los<br />
municipios en los que se asientan las unidades productivas presentan niveles de desempleo por encima<br />
del 20% y que los niveles de sindicalización son bajísimos, de manera que no ha sido posible, en más de<br />
40 años de vida del sector, que los salarios sean superiores al mínimo legal.<br />
Se justifica un encuentro, desde el pluralismo de posturas políticas, que permitiera ubicar en qué medida<br />
el sector está contribuyendo al desarrollo humano, que además de cuantificar las variables que integra<br />
el índice que contempla el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pudiera dar cuenta de las<br />
condiciones de salud de quienes trabajan y han trabajado en el sector y en qué medida estos impactos<br />
inciden en la agudización de la pobreza.<br />
Este sería un espacio propicio para analizar en profundidad los programas de desarrollo social del sector,<br />
que aunque de plano podrían partir de buenas intenciones de algunos empresarios, suelen utilizarse<br />
como un escudo para evadir la problemática del irrespeto a los derechos laborales.<br />
También valdría la pena evaluar si el marco institucional es adecuado para garantizar justicia en las<br />
relaciones obrero-patronales, para contribuir al desarrollo de capacidades productivas de las regiones<br />
en las que se asienta la <strong>floricultura</strong> y buscar el mejoramiento de la calidad de vida de la población, de<br />
manera que los presuntos “beneficios de la globalización” se distribuyan de manera equitativa. En este<br />
sentido podría cuestionarse por qué sólo tres inspectores de trabajo atienden una población de más de<br />
500.000 habitantes, incluyendo a los más de ochenta mil trabajadores y trabajadoras de las regiones de<br />
Sabana Centro y Sabana Occidente de Bogotá 2 .<br />
Cómo las largas jornadas interfieren en las dinámicas familiares y contribuyen a la situación de abandono<br />
de miles de niños y niñas, es otro de los muchos impactos que se podrían seguir mencionando. El debate<br />
pasa por el tema de la distribución de las ganancias y lleva a indagar sobre el modelo de desarrollo de la<br />
región y del país, sobre la eficacia de la ruta trazada a finales de la década de 1980 para alcanzar las metas<br />
económicas y sociales impuestas y, sobre todo, si se han construido canales realmente democráticos<br />
para que los habitantes decidan sobre los recursos presentes en sus territorios y sobre sus destinos.<br />
2 Según Asocolflores 27 municipios de Cundinamarca son exportadores de flores y 2 más aportan mano de obra para el sector. Estos municipios<br />
representan 79 mil empleos directos y 60 mil indirectos que significan ingreso para los municipios por concepto de salarios de $759 mil millones de<br />
pesos. En muchos de estos municipios el empleo de la <strong>floricultura</strong> representa más del 90 % de los puestos de trabajo. http://www.portaldecarga.com/<br />
cruzada-para-salvar-140-mil-empleos-de-flores-en-la-sabana-de-bogota/6083 Fecha de ingreso febrero 3 de <strong>2011</strong>.<br />
5
Los siguientes apartados desarrollan los más importantes hechos en la <strong>floricultura</strong> ocurridos en 2010,<br />
que constituyen argumentos que alimentan el debate sobre la <strong>floricultura</strong> en Colombia. Muestran cómo<br />
el año anterior estuvo marcado por el escándalo sobre la destinación de los subsidios a la <strong>floricultura</strong> y los<br />
incumplimientos y abusos del Grupo Nannetti con sus trabajadores y trabajadoras. El tema de la salud,<br />
de las múltiples enfermedades que padecen cientos de personas en el sector y cómo la organización del<br />
trabajo, sigue de manera silenciosa marcando los cuerpos de las y los trabajadores, son evidenciados en<br />
los casos emblemáticos presentados.<br />
Pisoteando los derechos: la crisis económica como estrategia empresarial<br />
Mientras gobierno y empresarios toman medidas para evitar que los floricultores sigan divisando<br />
disminuciones en la rentabilidad de su negocio, y continúan profundizando la labor de lobby ante el<br />
congreso estadounidense para que finalmente se apruebe el TLC, quienes han sostenido el crecimiento<br />
de las exportaciones y sufren los verdaderos estragos de la crisis son las trabajadoras y trabajadores de<br />
flores, sin que ninguna entidad estatal haga lo mínimo para proteger sus derechos.<br />
En un contexto en el que las políticas de desarrollo rural se enfocan en el apoyo a grandes productores<br />
del sector agroindustrial y en la remoción de todos los obstáculos que dificultan su crecimiento, entre<br />
ellos supuestamente los altos costos laborales, es creciente la impunidad frente a la violación de los<br />
derechos laborales y la desprotección del Estado frente a verdaderas violaciones a los derechos humanos<br />
de estas personas. Si bien pueden existir desventajas para los productores por la sobrevaluación, ésta<br />
ha sido dimensionada de forma exagerada y ha servido de excusa para eliminar los derechos mínimos<br />
fundamentales de las trabajadoras y trabajadores, agudizar la sobreexplotación y seguir pidiendo<br />
subsidios y créditos al gobierno colombiano por los que muchas veces no terminan respondiendo.<br />
Para algunos empresarios, como el Grupo Nanneti o Americaflor, la revaluación del peso ha sido la mejor<br />
justificación para incumplir sus obligaciones como empleadores. Supuestamente esta fue la razón por<br />
la que sus más de 6000 trabajadores y trabajadoras en 2010 completaron hasta cuatro quincenas sin<br />
salarios y la acumulación de dos primas de servicios; un año sin recibir subsidio familiar, ni dotaciones, con<br />
supresión de los casinos donde recibían algún apoyo de alimentación, y con eliminación del transporte,<br />
teniendo que movilizarse a pie o endeudarse para cubrir el precio del transporte.<br />
El grupo Nanneti posee más de 16 plantaciones en la Sabana de Bogotá, adquiridas tras una transacción en<br />
2008 con DOLE FRESH FLOWERS, los antiguos dueños, que en 2006 despidieron a todos los trabajadores<br />
de Splendor Flowers con el fin de eliminar al sindicato independiente que se había conformado en este<br />
empresas, pocos meses antes de un supuesto cese de operaciones que al final no se dio.<br />
Aunque la gerencia del grupo justifica sus incumplimientos, no sólo con los trabajadores y trabajadoras<br />
sino también con el Banco Agrario, en el documento Desempeño del sector floricultor años 2006 a 2009,<br />
informe 3 realizado por la Superintendencia de Sociedades, figuran 4 empresas del grupo Sunburst entre<br />
las 10 unidades productivas con <strong>mayo</strong>res utilidades en el periodo de análisis, con un total de más de 136<br />
mil millones de pesos en 2009 entre sólo 4 de sus unidades productivas. Vale la pena notar que al hablar<br />
de utilidades, aquí la Superintendencia se refiere a ganancia neta, después de haber cubierto los costos<br />
de producción, incluidos los laborales.<br />
3 Disponible en http://sirem.supersociedades.gov.co/SIREM/files/estudios/SECTOR_FLORICULTOR_2006-2009_Abril23_2010.pdf. Acceso 12 de<br />
febrero de <strong>2011</strong>.<br />
6
El grupo empresarial salió a relucir<br />
varias veces en el debate de control<br />
político a los subsidios otorgados<br />
a la <strong>floricultura</strong>, celebrado el 9 de<br />
noviembre de 2010 en el Congreso de<br />
la República de Colombia, en principio<br />
por haber sido beneficiario de más de<br />
60% de los créditos de la línea para<br />
exportadores del Banco Agrario, lo<br />
que generó cuestionamientos acerca<br />
de la inequidad en la distribución de<br />
dichos créditos. También se señaló su<br />
calidad de beneficiario de los subsidios<br />
de Agroingreso Seguro y a la vez su<br />
condición de aportante a la campaña<br />
a la presidencia de André Felipe Arias,<br />
quien como ministro de Agricultura<br />
había aprobado una y otra “ayuda” para el mencionado grupo empresarial.<br />
Los congresistas citantes al debate fueron enfáticos en las denuncias de violaciones a los derechos<br />
laborales de trabajadores y trabajadoras de empresas beneficiarias de dichos créditos. La senadora<br />
Daira Galvis señaló que varias empresas, bajo un presunto delito de fraude procesal, estarían buscando<br />
declararse en régimen de insolvencia para eludir las acciones de cobro de sus proveedores y de los<br />
trabajadores, aun cuando habían recibido los cuantiosos recursos del erario público.<br />
La versión de los empresarios de encontrarse al borde de la quiebra por la crisis ocasionada por la<br />
revaluación del peso, tampoco convenció a muchos trabajadores y trabajadoras al servicio del grupo<br />
Nanneti, ante la interminable fila de cajas de flores que se siguen vendiendo cada vez en <strong>mayo</strong>r número<br />
y de mejor calidad. Por esta razón, en defensa de sus derechos, se presentaron huelgas en las empresas<br />
Guacarí, Splendor, Floramérica y hubo una concentración al frente de la Oficina central en el sector<br />
exclusivo de la calle 93 en Bogotá, movilizaciones que serán abordadas en los apartados siguientes.<br />
Lo más alarmante del caso es que es bastante probable que se cumpla la predicción que hizo el senador<br />
Robledo en el marco del debate, cuando advirtió que existe un gran riesgo moral 4 en estos créditos por<br />
las condiciones como se asignaron y es factible que el Estado termine cubriendo, si no todo, gran parte<br />
de los créditos por la decisión del gobierno de respaldar el 100% en su deuda, que como se anotó en este<br />
caso, fue representado por el exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias.<br />
Conflicto en C.I. Guacarí: ¿Organizarse es un delito?<br />
C.I. Guacarí, fue una de las empresas del Grupo Nanneti o Americaflor, que en 2010 violó sistemáticamente<br />
los derechos, no sólo los laborales sino también sindicales de sus trabajadoras y trabajadores. Esta<br />
empresa, que según el documento Desempeño del sector floricultor años 2006 a 2009 5 percibió<br />
utilidades en 2009 por más 2.500 millones de pesos tuvo a sus más de doscientos cincuenta trabajadores<br />
y trabajadoras sin seguridad social durante todo 2010 y parte de <strong>2011</strong>.<br />
4 El l riesgo moral describe la situación por la que una persona modifica sus acciones cuando ella no resulta responsable total de las consecuencias de<br />
sus acciones, ya que los riesgos y/o obligaciones son asumidos por terceros. Esta expresión se “puso de moda” en el contexto de la crisis financiera<br />
que se presentó en 2008.<br />
5 Superintendencia de Sociedades, Op. cit.<br />
7<br />
Fotografía - unperiodico.unal.edu.co
Además del incumplimiento en los pagos a la seguridad social, se sumó el retraso en el pago de la prima<br />
semestral que debió pagarse en julio de 2010, el impago del subsidio familiar y el despido sistemático<br />
de trabajadoras y trabajadores con problemas de salud. Esta situación motivó la creación del sindicato<br />
Sintaguacarí afiliado al sindicato UNTRAFLORES, el 4 de septiembre de 2010.<br />
Al momento de recibir la notificación de la fundación del sindicato, los empresarios tomaron una serie de<br />
medidas violatorias del derecho de asociación. En primer lugar, despidieron a 4 trabajadores de la Junta<br />
Directiva e hicieron fuertes amenazas hacia quienes habían decidido afiliarse, además manifestaron que<br />
la organización era ilegal y advirtieron que no iban a permitir que esta subsistiera.<br />
Una trabajadora con más de 12 años de antigüedad en la empresa y no afiliada al sindicato, que solicitó<br />
apoyo a la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong>, fue despedida al mismo tiempo que el grupo de trabajadores de la<br />
junta directiva de la organización sindical. Según la trabajadora, su despido se debió a la oposición que<br />
manifestó a las medidas que estaba tomando la empresa, debido a que no había cometido ninguna falta<br />
o incumplimiento de su contrato.<br />
La administración desde marzo de 2010 venía informando a trabajadoras y trabajadores acerca de las<br />
medidas que poco a poco iba a implantar: terminar con los contratos laborales y hacer contratos verbales<br />
a destajo, en los que se impondría una meta casi imposible de alcanzar para completar un salario mínimo,<br />
sin importar cuánto tiempo invirtiera el trabajador o la trabajadora en las labores. Bajo la excusa de que<br />
habían tenido muchas pérdidas y que era imposible ofrecer condiciones de trabajo distintas, advirtieron<br />
que quien no aceptara la nueva situación debía salir de la empresa.<br />
Ante los cambios en la modalidad de contratación, los despidos y el rechazo de los empresarios de<br />
ponerse al día en las acreencias laborales, Sintraguacarí se declaró en huelga desde el día 9 de septiembre.<br />
Día a día las y los trabajadores de Guacarí se concentraron de manera pacífica en las instalaciones de la<br />
empresa para exigir sus derechos y estando reunidos el día sábado 18 del mismo mes fueron soprendidos<br />
por más de 30 uniformados a órdenes del comandante de policía de Zipaquirá, Mauricio Galán, quienes<br />
los atacaron de manera brutal.<br />
Varias mujeres fueron golpeadas y algunas, en estado de embarazo, respiraron los fuertes gases<br />
lacrimógenos que fueron lanzados contra ellas.<br />
Luego de levantarse la huelga y de obtener el reintegro de los trabajadores de la Junta Directiva, gracias<br />
precisamente a esta acción de presión, el sindicato fue calificado de ilegítimo por los empresarios,<br />
quienes difundieron el rumor de que la eliminación del casino, en el que la empresa Sodexo suministraba<br />
la alimentación, fue por culpa del sindicato, organización que según los dueños, en poco tiempo también<br />
acabaría con la empresa, llegando a aseverar que corrían el riesgo de que se adelantaran acciones<br />
terroristas contra ella.<br />
La huelga se levantó al lograrse el compromiso verbal de los empleadores de pagar toda la deuda el<br />
30 de octubre. Ante el incumplimiento de los empresarios, Sintraguacarí decidió declarar una segunda<br />
huelga el día 17 de noviembre. Las dos huelgas fueron imputables al patrono por el incumplimiento de<br />
las obligaciones legales, por disponerlo así el Código Sustantivo del Trabajo, de manera que se trató en<br />
ambos casos de huelgas legales.<br />
Sobresale la forma como fueron levantados ambos ceses de actividades. En el primer caso, el ataque<br />
de la fuerza pública fue importante para que el sindicato tomara la decisión de levantar la huelga en<br />
septiembre. En la segunda ocasión se evidencia hasta dónde pueden llegar las prácticas antisindicales, ya<br />
8
que el 30 de noviembre de 2010 los empresarios rompieron la huelga nuevamente de manera violenta,<br />
pero esta vez, según Untraflores, valiéndose de delincuentes comunes oriundos de Zipaquirá.<br />
Este fue un acto totalmente reprochable que rebasa todas las estrategias que los empresarios habían<br />
tomado hasta ahora en el marco de conflictos colectivos con el fin de eliminar la movilización de<br />
los trabajadores y trabajadoras. La manera pacífica como la organización sindical permanecía en las<br />
instalaciones de la empresa, en ejercicio de su derecho de huelga, fue interrumpida por decenas de<br />
personas, entre las que estaban extrabajadores de la empresa y, al parecer, delincuentes comunes de<br />
Zipaquirá. Estas personas, contactadas por los empresarios, agredieron fuertemente a los huelguistas,<br />
quienes, al ver el extremo al que habían llegado sus empleadores, decidieron levantar la huelga y<br />
terminar sus contratos por causa imputable al patrono, una especie de renuncia con derecho a reclamar<br />
indemnización por despido sin justa causa.<br />
Aunque esta violación recayó de manera directa en los y las trabajadoras de Guacarí y los asesores<br />
del sindicato, también afecta a todos los trabajadores y trabajadoras de flores, quienes día a día ven<br />
más lejana la posibilidad de ejercer su derecho a fundar organizaciones sindicales y el derecho a la<br />
negociación colectiva y a la huelga. Esta conducta violatoria de los derechos humanos debe entonces<br />
ser por lo menos reprendida o reparada a través de las instituciones, si se quiere impedir que en un<br />
futuro, como de facto está ocurriendo ahora, reclamar los derechos sea equiparable a la comisión de<br />
un delito.<br />
Debate a los subsidios a la <strong>floricultura</strong>: para no insistir en el error<br />
Que algunas empresas floricultoras destinaran los créditos del Banco Agrario a cultivos de tomate o de<br />
papa en lugar de invertirlos en la producción de flores; que algunos empresarios sencillamente cerraran<br />
su unidad productiva para luego abrirla en otro municipio de la Sabana de Bogotá; que el Grupo Nanneti,<br />
<strong>mayo</strong>r beneficiario de los créditos con más de 80.000 millones de pesos, invirtiera el capital en industrias<br />
de su propiedad ubicadas en México o Ecuador, son hechos apenas anecdóticos que forman parte de los<br />
desastrosos resultados de las “ayudas” que, desde hace no poco tiempo, el gobierno ha venido dando a<br />
los floricultores.<br />
Fotografía - <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong><br />
9<br />
La obligación del Estado colombiano de<br />
cubrir las deudas de los floricultores, por<br />
68 mil millones de pesos ante el Banco<br />
Agrario, motivaron la sesión de control<br />
político de los subsidios a la <strong>floricultura</strong>.<br />
Sin embargo, el debate acerca de<br />
los subsidios estaba en mora tras la<br />
constatación de que los cuantiosísimos<br />
subsidios a los floricultores, que desde<br />
2004 han venido aumentando, no han<br />
servido para mejorar las condiciones<br />
de trabajo ni para conservar el empleo,<br />
tampoco han detenido la liquidación de<br />
varias decenas de empresas.<br />
Había que esperar a que los empresarios<br />
llegaran a conductas claramente ilegales,
modificando las normas del Fondo Agropecuario de Garantías, para que el Estado garantizara al 100%<br />
sus créditos y luego retribuyeran a Andrés Felipe Arias, artífice de estos cambios, con dineros para su<br />
campaña política, para que al menos los medios de comunicación y algunos pocos senadores, expusieran<br />
la gravedad del tema frente a la opinión pública.<br />
Antes de que refulgiera este escándalo, los subsidios del gobierno a los floricultores reportados por<br />
la prensa en el periodo 2005-2008, se distribuyeron así: 84.000 millones en calidad de Incentivo de<br />
Cobertura Cambiaria, 10.000 millones de pesos (5 millones de USD) para contrarrestar las pérdidas por<br />
bajas temperaturas, en 2008 otros 150.000 millones de pesos (7.5 millones de USD) para flores, follajes<br />
y banano, anunciados por el entonces ministro de agricultura Andrés Felipe Arias, “que buscan apoyar el<br />
adecuado manejo sanitario de los cultivos y el mantenimiento del empleo”.<br />
Además, el gobierno otorgó en 2008, 3,5 millones de USD al Fondo de promoción a las exportaciones de<br />
flores para la realización de campañas publicitarias “tendientes a consolidar a Colombia como el primer<br />
exportador mundial de flores y promover el consumo”.<br />
De esta manera, los más de 250 mil millones de pesos, que pasaron del Estado colombiano a los<br />
bolsillos de los floricultores entre 2004 y 2008, no evitaron la pérdida de más de 12.000 empleos<br />
como lo reportó Asocolflores este último año. Siendo que todos se justificaron en la necesidad de que<br />
este sector conservara los empleos, nada se dijo en este momento acerca de hacer un control a estos<br />
incentivos.<br />
La revaluación del peso, que al parecer no podrá frenarse por expresa decisión de los Estados Unidos<br />
de devaluar su moneda, no es el único obstáculo al que se enfrenta la <strong>floricultura</strong> de exportación en<br />
Colombia. La elevación de los costos de insumos, transportes y las medidas de control, así como la<br />
sobreoferta del producto y saturación de la demanda en los mercados internacionales por el exceso de<br />
competidores, ofreciendo productos de similares calidades y precios, han determinado el desplome del<br />
sector más favorecido por los subsidios y favores del actual gobierno.<br />
Sin embargo, el <strong>mayo</strong>r obstáculo para el sostenimiento y proyección del sector floricultor, son los mismos<br />
productores. Tras las graves denuncias hechas por el senador Robledo y la senadora Daira de Jesús<br />
Galvis, todo indica que a los floricultores, por lo menos a los más grandes y los <strong>mayo</strong>res beneficiarios de<br />
los subsidios y dineros públicos, no les interesa que el sector salga avante de la crisis y, mucho menos, la<br />
conservación del empleo.<br />
La senadora del partido Cambio Radical anotó “la Superintendencia de Sociedades ni siquiera se ha<br />
pellizcado en entender que está frente a un fraude procesal, que hay un grupo de empresas que se<br />
declara insolvente para ser liquidadas y ese procedimiento torticero es para burlar las obligaciones<br />
contraídas, tanto con los proveedores como con los sueldos de los trabajadores. Este debate tiene dos<br />
sentidos, no solamente la plata que se le ha peculado al Estado Colombiano, sino también cómo es que<br />
estas mismas empresas se burlaban de los trabajadores desconociéndoles sus derechos”.<br />
A pesar de los ingentes recursos otorgados por el Estado para que los floricultores superaran la crisis, los<br />
<strong>Informe</strong>s de Floricultura de 2008 y de Febrero de 2010 presentados por la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> 6 , dan cuenta<br />
de cómo la crisis la han pagado los trabajadores y trabajadoras. La imposición de topes de rendimiento<br />
inhumanas, tras la reducción de la planta de personal ha aumentado la incidencia de enfermedades<br />
profesionales, por sólo mencionar uno de los impactos de la crisis. Robledo en su intervención anotaba<br />
6 Los <strong>Informe</strong>s de Floricultura se pueden consultan en la página www.cactus.org.co<br />
10
que el crecimiento de la productividad en dinero por cada trabajador ha aumentado 36% en los últimos<br />
siete años.<br />
Los informes mencionados también sustentan cómo la crisis ha sido el argumento que ha justificado<br />
una <strong>mayo</strong>r degradación de las condiciones laborales. En los últimos años bajo la excusa de la crisis se<br />
desconocen los derechos mínimos fundamentales en el trabajo, la situación económica justifica desde<br />
la no entrega de las dotaciones (vestido y calzado de labor), hasta la supresión de las prestaciones<br />
extralegales y los despidos colectivos realizados de manera ilegal.<br />
Inquieta que los recursos entregados a varios empresarios, que al fin y al cabo salen de nuestros bolsillos,<br />
no se hayan destinado por lo menos al pago de las cotizaciones al sistema de seguridad social en salud<br />
y pensiones de las trabajadoras y trabajadores. Tal es el caso de las y los empleados del grupo Nanneti,<br />
beneficiario de 80 mil millones de pesos, el 40% de los créditos otorgantes y cuyos dueños fueron<br />
aportantes a la campaña de Andrés Felipe Arias.<br />
La pérdida de estos recursos, de los créditos del Banco Agrario, del Agro Ingreso Seguro, las conductas<br />
delictivas de algunos de los floricultores y en general los resultados del modelo agroexportador, que el<br />
gobierno colombiano insiste en apoyar, nos debe dirigir a construir otro modelo que parta de la equidad<br />
en la distribución de la tierra, reconfigurar las políticas del agro, el modelo de producción, distribución y<br />
acceso a las ayudas del gobierno.<br />
Esto implica que las y los habitantes de las regiones tengan la posibilidad de pensar y decidir sobre<br />
el campo y su propio modelo de desarrollo, en lugar de dejar esta decisión a países extranjeros, que<br />
pensaron que lo más conveniente para nuestro país era dedicáramos a cultivar y exportar flores, sin<br />
mirar los impactos sociales y ambientales.<br />
11
II. Las flores tienen más salud<br />
que las trabajadoras<br />
Cuando un trabajador o trabajadora se<br />
encuentra realizando los trámites para que<br />
califiquen el origen de una enfermedad, además<br />
de la historia clínica, debe entregar al médico<br />
evaluador únicamente los exámenes que<br />
sustentan los diagnósticos, certificados de los<br />
cargos que ha tenido en la empresa, descripción<br />
detallada de funciones realizadas y exámenes<br />
de ingreso al trabajo.<br />
Sin embargo las personas que han pasado por<br />
la evaluación del origen de la enfermedad,<br />
que en primera instancia debe ser realizada<br />
por las Entidades Promotoras de Salud, saben<br />
que ninguno de los aspectos relacionados<br />
con la organización del trabajo –por ejemplo<br />
horarios, duración de la jornada, presión por los<br />
rendimientos, trabajo monótono– es tenido en<br />
cuenta para determinar si una enfermedad es<br />
de origen profesional o de origen común.<br />
Muchas enfermedades que son de origen<br />
profesional son calificadas como enfermedades<br />
de origen común porque se limitan a unos<br />
Fotografía - <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong><br />
pocos datos para ver si encuadran en sus rígidos<br />
manuales. Estas limitaciones, a la hora de evaluar si una enfermedad es profesional, se imponen con el<br />
fin de impedir <strong>mayo</strong>res gastos para el empresario relacionados con la garantía de condiciones de salud<br />
y seguridad en el trabajo, para que así mismo no se le reduzca la posibilidad de explotar sin límites la<br />
fuerza de trabajo y para que estas entidades de salud, que bajo el modelo actual son negocios, tengan<br />
que incurrir en menos costos.<br />
Además dentro del sistema de salud hay desinterés en las manifestaciones tempranas de las<br />
enfermedades, originadas también porque la <strong>mayo</strong>r parte de los profesionales de la salud, que trabaja<br />
en las entidades de seguridad social en salud y riesgos profesionales, tienen vacíos en el campo de la<br />
salud de los trabajadores, desconocen las patologías relacionadas con el trabajo y muchas veces no<br />
tienen interés en el tema. Por eso, se espera a que se defina la enfermedad como tal, cuando ya hay un<br />
deterioro en la salud y las alteraciones son prácticamente irreversibles.<br />
Así mismo, los accidentes de trabajo, son entendidos como hechos de tipo violento y únicamente se<br />
les atiende, (desde el reporte del accidente del trabajo que tiene que hacer el empleador, pasando por<br />
la atención y tratamientos médicos), cuando interrumpen los procesos de producción, cuando causan<br />
efectos en los demás trabajadores o cuando tienen implicaciones legales.<br />
12
Frente a estos temas debe partirse de que, desde la concepción de salud ocupacional que manejan el<br />
sistema de seguridad social y los empresarios, el interés central es mantener la fuerza de trabajo en<br />
las mejores condiciones para la producción, con los órganos de los sentidos y el aparato locomotor en<br />
buenas condiciones. Paradójicamente, para cumplir con los estándares de calidad y belleza de las flores<br />
que se producen para la exportación, los empresarios tienen como prioridad la salud de estos seres. Es<br />
dramática la situación para las trabajadoras y trabajadores que se enfrentan, bajo los invernaderos, a la<br />
exigencia de que las flores tengan el más mínimo indicio de enfermedad.<br />
Para los empresarios apenas puede llegar a ser importante mantener a sus trabajadores en “buenas<br />
condiciones de salud” para que se garantice su tasa de ganancia, de manera que toda esta concepción<br />
está lejos de apuntarle al respeto de la dignidad de los seres humanos y a la garantía de la salud de las<br />
trabajadoras y trabajadores.<br />
Los cuerpos de quienes cuidan las rosas<br />
Guisella Lara Veloza. Asociación Herrera, Madrid Cundinamarca.<br />
“La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma”.<br />
Richard Bach.<br />
13<br />
“Pues le he admirado eso a ella…<br />
se hace la fuerte pero sé que a veces no puede más”.<br />
Familiar de Carmen.<br />
Últimamente cuando se hace referencia al sector de la <strong>floricultura</strong> en Colombia se da cuenta de las<br />
difíciles situaciones de despidos masivos, de los escándalos financieros que algunos empresarios han<br />
protagonizado por malos manejos dejando a miles de trabajadoras y trabajadores a la deriva. Aparte de<br />
estas difíciles situaciones a las que se ven sometidos y sometidas estos trabajadores y trabajadoras, es<br />
importante mirar cómo éstos llevan en sus cuerpos las marcas ocasionadas por el modo de producción<br />
capitalista, que es productor no solo de flores para la exportación sino de cuerpos afectados por<br />
enfermedades que acrecientan las dificultades para quienes trabajan en este sector.<br />
La política de flexibilidad laboral ha transformado las condiciones y relaciones laborales complejizando<br />
las condiciones de vida de trabajadores y trabajadoras del sector floricultor. Sumado a esto el uso<br />
de fungicidas, insecticidas y fertilizantes, las posturas físicas que se requieren para las labores, los<br />
movimientos repetitivos, hacen que estas personas corran un alto riesgo de contraer enfermedades<br />
dérmicas y respiratorias a las cuales se añaden problemas lumbares, de obstrucción metacarpiana, de<br />
articulaciones, cáncer, e incluso hasta enfermedades poco conocidas y por lo tanto difíciles de tratar.<br />
Teniendo en cuenta los problemas tan complejos que se presentaron a lo largo de 2010 respecto al cierre<br />
de empresas y todo lo que esto ha implicado para la población de la Sabana de Cundinamarca, y que se<br />
exponen de manera importante a lo largo del presente informe, es mi interés difundir un caso que corre<br />
el riesgo de quedar en la invisibilidad y que no puede dejar de inquietar a quienes nos interesa la vida de<br />
quienes trabajan tan arduamente en los cultivos de flores.<br />
Se trata del caso de Carmen, una mujer que entregó su cuerpo y salud a un trabajo al que agradece por<br />
los años que le permitieron, como ella dice, sacar adelante a sus dos hijos, pero que ahora, haciendo
un balance, llega a la conclusión que se trata de un sentimiento que la empresa no ha correspondido,<br />
debido a que Florex en ningún momento le ha reconocido los 30 años de trabajo que dedicó ella a sus<br />
cultivos.<br />
Carmen, una mujer dinámica y trabajadora, llegó a Madrid Cundinamarca de Acacias Meta hace un<br />
poco más de 30 años. Parte de su familia radicada en el municipio de Madrid Cundinamarca la acogió,<br />
entre ellas una prima que es tocaya, diez años menor y que ha sido un apoyo incondicional todos estos<br />
años. Carmen se casó tuvo dos hijos y empezó a trabajar en Florex, una empresa que como su nombre<br />
lo indica, se dedica a producir flores para la exportación. Ella trabajó en distintos oficios en el cultivo,<br />
cortando, regando, oficios varios y en la poscosecha en temporadas duras de trabajo.<br />
Hace menos de un año y medio, luego de más de 30 años de trabajar en la empresa, exactamente el 18<br />
de octubre del 2009 le diagnosticaron dermatopoliomisitis, como lo relata su prima Carmen con quien<br />
comparte hasta el nombre y quien sorprendentemente no olvida ninguna fecha respecto a todo lo que<br />
ha pasado desde que diagnosticaron la enfermedad, de un momento a otro empezaron a cambiar las<br />
cosas cotidianas, ella inició sintiendo como desaliento, debilidad “ella comenzó a sentir cansancio, decía<br />
que era como pereza, pero se sorprendía porque decía –¿pero yo por qué si yo no soy perezosa?– y ya<br />
después de mitad de año empezó a dolerle las piernas, sentía mucho dolor en las rodillas y como en<br />
agosto o septiembre ya sacó cita en el médico y le dijeron que eso no era muy común, porque comenzó<br />
con un brotecito, un brote como rojito, comenzó a hincharse, entonces ya le mandaron una biopsia y en<br />
esa biopsia fue donde determinaron que era dermatopoliomisitis que tenía, y el médico le dijo, que de<br />
uno en cien o en mil –yo no sé– justo a ella le había dado” 7 .<br />
Así fue, el 18 de octubre del 2009 le diagnosticaron dermatopoliomisitis. ¿Dermatopoliomisitis? se han<br />
preguntado muchos, entre ellos varios especialistas, ya que se trata de una enfermedad poco común<br />
que genera una sintomatología muy particular y que implica el padecimiento de fuertes dolores en la<br />
persona enferma y el sufrimiento de grandes sacrificios por parte de sus familias.<br />
La enfermedad implicó la pérdida de la capacidad laboral, dejando atrás las flores a las que dedicó 30<br />
años de su vida, ya que desde los 18 años se dedicaba a este oficio. Recuerda Carmen que era tal su<br />
entrega al trabajo y a estos seres<br />
coloridos que son las flores, que<br />
aguantó incluso que fumigaran y<br />
regaran mientras ella trabajaba<br />
“Eso al principio no les hacían<br />
usar guantes ni caretas ni nada<br />
de eso, sino así les tocaba y<br />
los que fumigaban trabajaban<br />
mientras ellos sembraban o<br />
regaban las maticas…” 8 decía.<br />
¿Qué significó para Carmen<br />
trabajar en esas condiciones?<br />
¿Será que no utilizar las medidas<br />
de protección necesarias para<br />
realizar el trabajo tiene algo que<br />
7 Carmen, prima. Entrevista. Madrid, febrero del <strong>2011</strong>.<br />
8 Ibíd.<br />
14<br />
Fotografía - uv.es
ver con su situación actual? ¿Es posible que el contacto con los productos químicos y los pesticidas hayan<br />
dejado secuelas en Carmen?<br />
Las preguntas inquietan y llevan a pensar en lo importante y urgente que es una investigación respecto a esta<br />
enfermedad. Una investigación médica seria que pueda llegar a determinar las causas de esta enfermedad<br />
en Carmen, que por ser una miopatía, es decir, un desorden muscular que gradualmente produce distrofia,<br />
podría estar asociado al contacto con químicos de acuerdo con literatura científica. Se trata de enfermedades<br />
de carácter autoinmune que pueden ser ocasionadas por el contacto con organofosforados, presentes en<br />
los agroquímicos que se utilizan de manera intensiva en las empresas de flores.<br />
La dermatopoliomisitis es una enfermedad que causa una afección neuromuscular, afecta el tejido<br />
conectivo, además se entiende que los diagnósticos de este tipo de enfermedades son difíciles y lentos<br />
pero de gran importancia para comprender las causas y los posibles rumbos médicos (…) la <strong>mayo</strong>ría de<br />
las enfermedades dérmicas son causadas por una reacción con el ambiente (…) Hacer un seguimiento<br />
a este tipo de enfermedad requiere una gran exclusividad, porque es necesario llevar un rastreo para<br />
comprender la respuesta del tratamiento del paciente 9 . Las anteriores son algunas reflexiones que dan<br />
cuenta de la importancia de llevar un seguimiento minucioso porque una de las características de esta<br />
enfermedad es la rapidez con la que evoluciona, no da tiempo. En el caso de Carmen en tan solo un año<br />
y unos meses se ha desarrollado de una manera impresionante.<br />
Esta ex trabajadora de flores ha venido adquiriendo incluso otras enfermedades como fibromialgia,<br />
neumonía, gastritis, y debido a la osteoporosis que padece tiene un gran riesgo de sufrir fracturas en<br />
la columna, afecciones producidas como efectos secundarios por las cantidades de droga a las que ha<br />
tenido que acceder para controlar la dermatopoliomisitis.<br />
El Comité evaluador del Seguro Social dictaminó que Carmen perdió con la enfermedad el 66.70% de<br />
su capacidad laboral. La EPS nunca notificó a Carmen la calificación del origen de la enfermedad por<br />
lo que no tuvo la oportunidad de controvertirla y todo el proceso continuó bajo el supuesto de que la<br />
configuración de la enfermedad nada tuvo que ver con su trabajo. ¿Para qué luchar por investigaciones?<br />
dice la familia, si lo que ella necesita es que su pensión empiece a llegar pronto para poder estar tranquila<br />
por lo menos en el tema económico.<br />
Trámites, trámites y traámites… es el juego burocrático en el que han entrado Carmen y su familia<br />
desde 2009, enfrentándose a un sistema de salud al que paradójicamente poco le importa la salud de<br />
las personas, envolviéndolas en una cantidad de trámites y requisitos que aplazan la emergencia en<br />
la que los cuerpos entran, la emergencia de los cuerpos por ser atendidos y además dejando de lado<br />
la necesidad de la investigación. Sabemos que las investigaciones son costosas y requieren de mucho<br />
tiempo, incluso que pueden llegar a ser incomodas para los o las pacientes, pero en este caso persiste la<br />
incógnita acerca del origen de la enfermedad, ya que nunca las entidades de seguridad social llegaron a<br />
contemplar que el trabajo hubiese podido ser el origen de la enfermedad o al menos haber propiciado<br />
su aparición o que la hubiese podido agravar. Estas entidades nunca tuvieron en cuenta que nadie en su<br />
familia sufrió de algún tipo de afección medianamente parecida a ésta.<br />
Toda actividad laboral implica algún riesgo; el ejercicio de un oficio o profesión conlleva una probabilidad<br />
de afectar negativamente la salud, pero también implica la opción positiva del trabajo como un medio<br />
para crecer como persona, satisfacer las necesidades propias, las de la familia y las de la sociedad 10 .<br />
9 Hospital San Juan de Dios; investigando los diferentes diagnósticos de la dermatopoliomisitis, la poliomisitis y la dermatomiositis. Unidad de<br />
Reumatología, Junio de 1994 y Diciembre de 1995.<br />
10 Ministerio de protección social; <strong>Informe</strong> de enfermedad profesional en Colombia, una oportunidad para la prevención. República de Colombia<br />
2001-2002, Bogotá 2004.<br />
15
Teniendo en cuenta esta tesis del Ministerio de la Protección Social, en toda actividad laboral hay riesgo y<br />
por las características de la enfermedad que sufre Carmen y las difíciles formas de diagnosticar las raíces<br />
del origen de ésta, como se argumentó con anterioridad, sería importante pensar en la relación de los<br />
treinta años de Carmen dedicados a sus labores y la repentina aparición de la dermatopoliomisitis que<br />
ahora es también osteoporosis, gastritis, fibromialgia, y hasta la posibilidad de fracturas en su columna<br />
y eso sin contar con las consecuencias a nivel psicológico que ha implicado el proceso tan rápido de la<br />
enfermedad.<br />
Es relevante mencionar las distintas formas como se ha violado el derecho a la salud de Carmen. Siempre<br />
se ha entendido la salud como la ausencia de enfermedad pero hoy se reconoce que no es simplemente<br />
eso, sino un estado pleno de bienestar físico y mental donde de fondo predomina el derecho fundamental<br />
a la vida digna 11 . A Carmen también se le ha violado el derecho a tener una vida digna ya que dejó de<br />
recibir lo de su sustento porque la EPS dejó de pagar su incapacidad porque después de cumplir los 180<br />
días de incapacidad la ley dispone que son los Fondos de pensiones los que tienen que entrar a pagarlas<br />
y éstos frecuentemente evaden esta obligación, dejando a la deriva a las personas que tienen largas<br />
incapacidades.<br />
Mientras se sigue luchando por el respeto de los derechos en el sistema de seguridad social, las<br />
enfermedades no dan espera y hasta por la droga le han puesto problema, pues ella necesita acceder<br />
pronto a un medicamento que le formularon hace varios meses porque si no podría llegar hasta necesitar<br />
morfina. Lleva varios meses sin obtener ninguna respuesta, tanto así que el reumatólogo que la atiende<br />
le aconsejo poner una tutela para poder acceder a esta droga; pero, ¿qué pasa en este caso en el que la<br />
enfermedad evoluciona de manera sorprendente con un sistema de salud tan inhumano?<br />
Carmen poco procura demostrar que se siente mal, pero hay momentos –como dicen– que no aguanta y<br />
se le sale la lágrima… cuenta su prima tocaya que todos los días está pendiente de ella.<br />
¿Qué hacer frente a una situación como esta? Realmente es urgente que Carmen reciba un tratamiento<br />
adecuado, las enfermedades que tiene no dan espera, lastimosamente en un sistema de salud como<br />
este es peor el remedio que la enfermedad. La empresa debería así mismo, corresponder a la vida que<br />
Carmen le entregó, indagando sobre las posibilidades de la relación de esta enfermedad con el trabajo<br />
que desempeñó durante 30 años. Pero que un empleador asuma su responsabilidad, en un país en el<br />
que los empleadores que cumplen con los mínimos legales son la minoría, resulta bastante difícil.<br />
Un cuerpo sufre hoy en contados días, horas y minutos los efectos de un sistema de producción<br />
que produce cuerpos enfermos y olvidados, cuerpos que al sostener ritmos, climas, olores, presión,<br />
jornadas, trasnochos, incorporan un mundo de injusticia social. Los dolores callados se materializan en<br />
enfermedades, el cuerpo recluta las opresiones del trabajo, las opresiones de la vida misma.<br />
Las y los trabajadores de flores en Colombia: también víctimas del sistema de<br />
salud<br />
Claudia, una mujer que trabajó en la <strong>floricultura</strong> por más de diez años dice que lo más difícil de su<br />
enfermedad ha sido la imposibilidad de hacer los oficios de la casa y toda la labor que genera, para una<br />
mujer obrera, cuidar y mantener a cuatro hijos.<br />
11 Plataforma colombiana de Derechos Humanos; En clave de derechos: retos para la política pública de Bogotá. Bogotá, noviembre del 2008.<br />
16
Claudia tiene totalmente inmovilizada la mano y la muñeca derecha a pesar de que hace seis meses<br />
le realizaron la última cirugía. Los médicos no le dan mucha esperanza de que pueda volver a tener la<br />
misma movilidad que tuvo antes de que ingresara a la última empresa, a la que hoy sigue vinculada.<br />
Esta mujer dice estar segura de cómo contrajo la enfermedad que le impide conciliar el sueño debido<br />
a los fuertes dolores que aun padece. Cuenta que aunque el contrato que firmó establecía que iba a<br />
desempeñar el cargo de operaria de cultivo, algunas semanas después de ingresar le ordenaron que<br />
cargara bultos de cascarilla mojada, un material que sirve de abono a las plantas y que es cargado casi<br />
exclusivamente por hombres. “Demuestre que es verraca”, “demuestre que las mujeres pueden más<br />
que los hombres” le decían sus compañeros y el supervisor, a quien solicitó en muchas ocasiones que la<br />
cambiara de labor porque sentía que era una labor muy pesada para ella.<br />
Cargando bultos comenzó a sentir problemas de movilidad y dolor en su mano, problemas que se<br />
agudizaron estando en las actividades de siembra y mantenimiento de las plantas en la zona de<br />
cultivo. A través de una resonancia magnética se dictaminó que tenía el SINDROME DE KIENBOCK<br />
que implica una necrosis del hueso semilunar en su mano derecha; con estos resultados en mano<br />
pudo demostrar a sus supervisores que no se estaba haciendo la enferma por pereza de trabajar, tal<br />
como le decían constantemente por no alcanzar los altos niveles de rendimiento que le imponían<br />
en la empresa.<br />
Desde octubre de 2009, Claudia comenzó sin saber, un largo itinerario burocrático con el fin de que le<br />
practicaran la cirugía y, luego, para que le pagaran el largo periodo de incapacidad que se generó debido<br />
al retraso en la intervención quirúrgica. Debido a todas las dilaciones y las trabas que le impusieron las<br />
entidades de Seguridad Social, Claudia tuvo que vivir seis meses pidiendo préstamos para cubrir todas<br />
sus necesidades y las de sus cuatro hijos y para movilizarse desde su municipio en la Sabana de Bogotá<br />
hasta la ciudad para asistir a las citas médicas y realizar todas las “vueltas” para su cirugía.<br />
Quienes como Claudia, han superado los 180 días de incapacidad, límite que impone la ley a las Entidades<br />
Promotoras de Salud (en adelante EPS) para reconocerlas y pagarlas, deben “saltar matones” ya que<br />
aunque enfermos deben conseguir dinero para el sustento familiar mientras se resuelven los problemas<br />
burocráticos que imponen las mismas entidades generando la violación de los derechos fundamentales<br />
de los usuarios y usuarias.<br />
Fotografía - Periodicoelpulso.com<br />
17<br />
Si una trabajadora o trabajador lleva<br />
más de seis meses incapacitado porque<br />
está esperando superar los engorrosos<br />
trámites en las EPS para la práctica del<br />
procedimiento o el tratamiento que les<br />
corresponde, o a que se dé el concepto de<br />
alguna Junta de calificación de Invalidez<br />
acerca del origen de la enfermedad y/o<br />
la pérdida de la capacidad laboral, se<br />
expone siempre a que tenga que asumir<br />
la mendicidad o vivir en condiciones de<br />
miseria, así sean enfermedades o lesiones<br />
adquiridas en el trabajo.<br />
Desde octubre de 2009 a través de la<br />
EPS COOMEVA, Claudia tuvo que hacer
trámites en la HOSPITAL UNIVERSITARIO SAN JOSÉ, pero COOMEVA sin explicación la remitió a la CLÍNICA<br />
NUEVA para que fuera nuevamente valorada por un especialista en Ortopedia y Traumatología. Pocos<br />
días después COOMEVA expidió una orden para que fuera atendida en el HOSPITAL MILITAR y luego de<br />
múltiples valoraciones y trámites para que se programara la cirugía, este hospital le advirtió a Claudia<br />
que no se le podía practicar la cirugía porque había finalizado el convenio con la EPS.<br />
Seis meses después de haber sido valorada en el HOSPITAL UNIVERSITARIO SAN JOSÉ, tuvo que volver<br />
a sus instalaciones como si hubiese ido por primera vez. Nuevamente se ordenaron valoraciones y fue<br />
necesario volver a hacer todos los trámites para la práctica de la cirugía.<br />
En marzo de 2010, se cumplieron los 180 días de incapacidad que pagaba la Entidad Promotora de<br />
Salud, así que, luego de buscar asesoría en múltiples instancias ya que ni la empresa, ni ninguna entidad<br />
le prestó ningún tipo de orientación, supo a través del apoyo que le prestó la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong>, que<br />
PORVENIR, por ser el Fondo de Pensiones al que estaba afiliada, debía pagarle las incapacidades que se<br />
generaran después del mes de marzo.<br />
Claudia, tranquila porque ya sabía cómo iba a sobrevivir mientras se recuperaba de su mano, fue a Bogotá<br />
a radicar un derecho de petición para que le pagaran las incapacidades, pero se encontró con el rechazo<br />
de una funcionaria del Fondo de Pensiones PORVENIR quien no le quiso aceptar el documento sin darle<br />
ninguna explicación o instrucción para que pudiera hacer valer su derecho a presentar solicitudes a este<br />
tipo de entidades.<br />
Esta trabajadora recuerda que fue una época muy dura en la que ningún tendero del barrio donde habita<br />
quería fiarle y en la que por fortuna contó con el apoyo de algunos familiares, a pesar de sus escasos<br />
recursos. Recuerda también que comenzó a sentir fuertes depresiones porque a los fuertes dolores<br />
y la inmovilidad de su mano se unieron las carencias económicas, problemas que siempre generan<br />
dificultades en las relaciones familiares.<br />
Aunque en julio de 2010 obtuvo un fallo de tutela que ordenaba a PORVENIR pagarle las incapacidades,<br />
esta entidad solo las comenzó a pagar en septiembre. Así mismo, la cirugía le fue practicada en el mismo<br />
mes. Hoy Claudia está tratando de obtener una valoración por medicina laboral ya que desde un principio<br />
la EPS COOMEVA, sin la evidencia suficiente y sin el lleno de los requisitos legales, determinó que era una<br />
enfermedad común, por eso fue el Fondo de Pensiones y no la Administradora de Riesgos Profesionales<br />
(ARP), quien se encargó de pagarle las incapacidades.<br />
Claudia considera que tiene derecho a que se establezca la verdad en su caso. Que debe dictaminarse<br />
que la enfermedad que adquirió es de origen profesional y se debe determinar si hay algún tipo de<br />
responsabilidad por parte de la empresa. Vale anotar que es casi imposible que Claudia obtenga una<br />
pensión por esta enfermedad aun cuando es claro que perdió funcionalidad en su mano y su muñeca<br />
derecha para siempre.<br />
El síndrome de Kienbock, en este caso, pudo haberse originado por los sobreesfuerzos a los que esta<br />
trabajadora tuvo que someterse. Una especialista en salud ocupacional entrevistada por <strong>Cactus</strong>,<br />
estableció sobre este caso que las características del trabajo que tuvo que desarrollar Claudia, como<br />
exposiciones fatigantes físicas pudieron haber generado un colapso de las arterias que nutrían el hueso<br />
semilunar que resultó afectado, o que el sobreesfuerzo pudo haber generado una fractura intra-articular<br />
o un esguince de la mano.<br />
Como en el caso de Carmen expuesto en el apartado anterior, se hace necesaria una investigación seria<br />
que no es posible en este sistema de salud. Aun si se tuviera acceso a conceptos de médicos especialistas<br />
18
particulares, lo cual costaría una fortuna, éstos no serían válidos para controvertir las declaraciones que<br />
emiten las entidades del sistema de seguridad social.<br />
Los procesos peligrosos 12 en la <strong>floricultura</strong> y las acciones en torno a la salud<br />
ocupacional<br />
La crisis de la que se viene hablando desde hace varios años atrás y que supuestamente cada vez es más<br />
crítica, ha implicado el despido de muchos trabajadores y trabajadoras generando que se reduzca el<br />
número de personas que trabajan en cada unidad productiva.<br />
La decisión de no reemplazar a las y los obreros despedidos, se traduce en un aumento sostenido de la<br />
exigencia en la carga de trabajo y de los topes de rendimiento. Esta excesiva carga laboral ha incidido<br />
directamente en la generación de procesos peligrosos en el trabajo, que generan la afectación en la<br />
salud de las trabajadoras y trabajadores. De esta manera, hablar de las estrategias de los empresarios<br />
para sobrevivir a la supuesta crisis es fundamental para entender los problemas de salud que tienen las<br />
trabajadoras y trabajadores de flores. Lastimosamente, esto no es tenido en cuenta por los empresarios,<br />
las Administradoras de Riesgos Profesionales o ARP, EPS, ni el Ministerio de Protección Social.<br />
Vale la pena mirar, el caso del Síndrome del Túnel del Carpo, que según la calificación de Enfermedad<br />
Profesional entre los años 1996 y 2009 fue la enfermedad profesional que más se presenta en Colombia,<br />
con un 46% de los casos 13 , siendo la <strong>floricultura</strong> el sector en el que más Enfermedades Profesionales se<br />
presentan, con 1448 casos registrados, que implica el 19% del total de registros 14 .<br />
Lastimosamente no hay disponibilidad de estos datos discriminados por género. Sin embargo, el <strong>Informe</strong><br />
de Enfermedad Profesional en Colombia 2003-2005 muestra que en 2003 el 53% de las mujeres que<br />
presentaban una enfermedad profesional padecían del Síndrome del Túnel del Carpo, representando en<br />
el periodo de estudio la primera causa de morbilidad profesional en el país con un 32% de los trabajadores<br />
y trabajadoras.<br />
El mencionado informe del Ministerio de Protección Social cita un estudio sobre el síndrome en población<br />
de Bogotá y Cundinamarca, literatura científica que refleja que el Síndrome del Conducto Carpiano SCC,<br />
se caracteriza por afectar en más del 90% de los casos a mujeres. La investigación evidencia que esta<br />
enfermedad en los casos de mujeres trabajadoras, fue bilateral en un 75,4%, derecho en un 19,8% e<br />
izquierdo en un 3,2% 15 .<br />
Esto significa que hoy existe un altísimo número de trabajadoras con esta enfermedad irreversible,<br />
padeciendo los incómodos y dolorosos síntomas, que persisten aun después de las intervenciones<br />
quirúrgicas.<br />
12 El riesgo implica la estimación de la probabilidad de que ocurra un efecto adverso en la salud del trabajador o trabajadora, “naturalizando” los<br />
agentes que pueden ser de tipo químico, físico, biológico, ergonómicos o psicosociales. Bajo esta perspectiva, se supone que los agentes son los<br />
que causan las enfermedades y los accidentes de trabajo, velando así el carácter social, histórico y político de los ambientes laborales y relevando<br />
de responsabilidad a los empresarios y el Estado en la generación y mantenimiento de las condiciones de trabajo que atentan contra la salud. Como<br />
alternativa al concepto de riesgo surge el de peligro o procesos peligrosos que son los que surgen durante el proceso de trabajo, ya sea de los objetos,<br />
medios de trabajo, de los insumos, de la interacción entre éstos, de la organización y división del trabajo o de otras dimensiones del trabajo, como el<br />
entorno y los medios de protección, que pueden afectar la salud de las trabajadoras o trabajadores.<br />
13 Datos registrados por FASECOLDA, FEDERACIÓN DE ASEGURADORES COLOMBIANOS, en El impacto de las Enfermedades Profesionales en la<br />
productividad empresarial, Revista Empresarial y Laboral, edición <strong>mayo</strong>/junio de <strong>2011</strong>.<br />
14 Ibid.<br />
15 <strong>Informe</strong> de enfermedad profesional en Colombia 2003-2005. Ministerio de Protección Social. Disponible en http://www.pymesetb.com/<br />
Administracion/Biblioteca/documentos/<strong>Informe</strong>%20Enfermedad%20Profesional.pdf, Acceso 19 de febrero de <strong>2011</strong>. PEREIRA MORALES, ANA PILAR.<br />
Caracterización de la población de Bogotá y Cundinamarca con síndrome de túnel del carpo de origen profesional determinado durante el periodo<br />
2002-2003. Bogotá, D. C. noviembre de 2004. P. 12.<br />
19
Vale la pena enfocarse en las acciones que ha tomado el Ministerio de Protección Social para hacerle<br />
frente a esta situación. Apenas en 2005, realizó una reducida campaña con el lema: “No se le vaya la<br />
mano”, en la que distribuyeron cartillas que mostraban los ejercicios que deben hacer trabajadoras y<br />
trabajadores para prevenir el problema.<br />
Sin embargo esta campaña no estableció ninguna directriz para combatir las causas del problema, entre<br />
las que está la forma como se organiza el trabajo en la <strong>floricultura</strong> y los rápidos cambios que se han dado<br />
en este sentido, agudizando los procesos peligrosos.<br />
A partir de las lógicas en que funciona este modelo de producción surge la pregunta ¿de qué sirve que se<br />
digan cuáles son los ejercicios que debe hacer una trabajadora para prevenir este mal si por las exigencias<br />
de rendimiento no le alcanza el tiempo para hacerlos?<br />
Aun cuando estas personas tengan la posibilidad de hacer los ejercicios de prevención, si tienen la<br />
obligación de cortar cientos de tallos por hora sin la posibilidad de objetar esta organización del trabajo,<br />
ni proponer otras formas a partir de su amplio conocimiento y experiencia, se configuran procesos<br />
peligrosos que muy probablemente les generarán enfermedades profesionales.<br />
Por eso, ante al alza de los topes de rendimiento la campaña no dio ningún resultado. El propio Ministerio,<br />
en 2007, reconoció la acelerada expansión de la dolencia 16 .<br />
Aunque este tipo de enfermedades conocidas como desórdenes de trauma acumulativo 17 terminan<br />
con la vida laboral del obrero o de la obrera, las Administradoras de Riesgos Profesionales, encargadas<br />
de dictaminar los grados de incapacidad laboral y, en concordancia con ello, hacerse cargo de la<br />
indemnización o pensión correspondiente, se niegan a asumir su responsabilidad negando el origen<br />
laboral de la enfermedad o imputándoselo a labores domésticas, o a ciertas condiciones individuales<br />
como alteraciones del metabolismo, hipotiroidismo, obesidad, etcétera 18 .<br />
En caso de que se reconozca el carácter profesional de la dolencia, se califica máximo con 10% la pérdida<br />
de capacidad con lo que el trabajador recibe una irrisoria indemnización, y la condena a una vida de<br />
padecimientos, sin la posibilidad de encontrar ocupación y de obtener una mesada que al menos le<br />
permita escapar de la pobreza.<br />
Resulta entonces fundamental que especialmente las y los trabajadores entiendan cuáles son las<br />
causas de fondo que generan estos procesos peligrosos, a la hora de exigir mejores condiciones de<br />
salud en el trabajo. Las acciones desde los actores implicados que buscan generar procesos que den<br />
lugar a bienestar en el trabajo, se ven muy limitados si no se atiende a las causas que dan lugar a los<br />
16 Memorial de agravios de los trabajadores de la <strong>floricultura</strong>, carta dirigida al ex ministro de Protección Social Diego Palacios por Aidé Silva, Presidenta<br />
de Untraflores. http://www.untraflores.org/index.php?option=com_content&view=article&id=241:memorial-de-agravios-de-los-trabajadores-de-la<strong>floricultura</strong>&catid=3:documentos&Itemid=4.<br />
Acceso 23 de febrero de <strong>2011</strong>.<br />
17 Los desórdenes de trauma acumulativo (DTA), también denominados Lesiones por esfuerzo repetitivo (LER), constituyen un conjunto de<br />
enfermedades de los tejidos blandos, caracterizados por molestia, debilidad, incapacidad para ejercer movimiento o trabajo y dolor continuo. Se<br />
ha evidenciado mediante muchos estudios que estos problemas primordialmente son causados, precipitados o agravados por una serie de factores<br />
ocupacionales como las actividades de fuerza y repetitivas, la carga muscular estática, la postura inadecuada del cuerpo, las vibraciones, y en general,<br />
están asociados con sobreuso y sobre-ejercicio. Igualmente se ha evidenciado que hay factores no ocupacionales, como los individuales (tales como<br />
peso, talla, sexo, edad, desarrollo muscular, estado de salud, características genéticas, adiestramiento, aptitud física para la ejecución de tareas<br />
específicas, acondicionamiento físico, adecuación de ropas, calzados y otros efectos personales llevados por el trabajador) y los ambientales(tales<br />
como las temperaturas extremas, el ruido, la humedad, la iluminación, la organización del trabajo) que contribuyen a la etiología de tales desórdenes.<br />
Los DTA más frecuentes son Síndrome del túnel del carpo, Patología de hombro, Patología de Codo y Patología de columna. Acosta Cuevas Daniel<br />
Alberto, Desordenes traumáticos acumulativos, Universidad Autónoma de Baja California, 2006.<br />
18 Memorial de agravios de los trabajadores de la <strong>floricultura</strong>, Op. cit.<br />
20
procesos peligrosos. Así mismo resulta necesario construir otro Sistema de Seguridad Social para<br />
que la salud no se siga manejando bajo una lógica mercantil sino que ésta, la salud, sea su objetivo<br />
central.<br />
21
III. Prácticas laborales de empresas con<br />
certificaciones sociales y ambientales<br />
El caso de Élite Flowers<br />
En 2008, The Élite Flower Ltda contaba con 11 fincas: Las Margaritas, Santa María del Pinar, La Alcancía,<br />
La Esmeralda, El Rosal, Circasia, San Pedro, La Valentina, El Marne, San Carlos y San Mateo, que sumaban<br />
más de 240 hectáreas de cultivos de flores. Fruto de una estrategia de expansión y de consolidación como<br />
grupo empresarial, en los últimos años Élite ha adquirido las empresas Santa Catalina, Fantasy y Santa<br />
Tecla, además de comprar la producción a varias empresas, sobre las que no existen datos disponibles.<br />
Esta empresa, que emplea a más de 3.500 personas, ha sido reconocida como una de las mejores<br />
empleadoras, ya que en el pasado daba prestaciones extralegales a los trabajadores y trabajadoras, tales<br />
como bonificaciones y subsidios de estudio. A pesar de la eliminación de estos incentivos, sigue siendo<br />
reconocida como un empleador serio, que paga los salarios de manera cumplida y en la que siempre hay<br />
ofertas de empleo.<br />
Sin embargo, han sido frecuentes las denuncias sobre las presiones en los niveles de rendimiento y las<br />
largas jornadas, así como la violación al derecho de asociación sindical. La Unión Nacional de Trabajadores<br />
de Flores UNTRAFLORES ha denunciado en su periódico Florecer 19 , condiciones laborales indignas y la<br />
<strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> ha atendido a 12 personas que han sido víctimas de violaciones a sus derechos por<br />
parte de esta empresa.<br />
En septiembre de 2010, International Labor Rights Forum ILRF y la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong>, decidieron<br />
adelantar una investigación para documentar cuáles son las prácticas de esta empresa, que cada año<br />
encabeza las listas de las empresas floricultoras con <strong>mayo</strong>res ventas y que tiene cuatro certificaciones de<br />
buenas prácticas, sociales, laborales y ambientales.<br />
Los resultados de la investigación arrojaron que aunque la empresa ÉLITE recibe anualmente las<br />
certificaciones de Veriflora, Rainforest Alliance, Business Alliance for Seccure Commerce BASC y Global<br />
GAP, incumple con la normativa nacional y por ende, con la misma regulación que imponen los procesos<br />
de certificación. Es cuestionable que una empresa que viola sistemáticamente los derechos laborales<br />
tenga certificaciones que en primera instancia, estaría dando a las y los consumidores una información<br />
acerca de las condiciones de producción que no se ajusta a la realidad y que implica un reconocimiento<br />
de buenas prácticas a una empresa que no respeta las normas laborales.<br />
Los testimonios sobre los que basamos estas denuncias fueron recogidos el día 13 de septiembre de 2010<br />
en el municipio de Madrid Cundinamarca en un grupo focal compuesto por 6 trabajadores y trabajadoras<br />
que laboran en alguna de las empresas que compone el grupo.<br />
19 Florecer número 20. Disponible en http://untraflores.org/index.php?option=com_content&task=view&id=279&Itemid=1&limitstart=14, Acceso 23<br />
de febrero de <strong>2011</strong>.<br />
22
Acceso a la atención en salud<br />
Lizeth*, una extrabajadora que había sido subcontratada por la Empresa de Servicios Temporales<br />
ACTIVOS S.A. para trabajar en la empresa Fantasy Flowers dijo en la entrevista que en algunas ocasiones<br />
cuando alguna persona solicitaba medicamentos para contrarrestar malestares generales como dolor de<br />
cabeza, indigestión, mareos, etc., la administración les respondía que sólo tenían accesos al botiquín dos<br />
días específicos de la semana.<br />
Lizeth también anotó que no está permitido que en horas de trabajo las trabajadoras y trabajadores<br />
asistan a citas médicas. Según esta trabajadora esta prohibición se hace imperativa en temporadas altas<br />
de producción. Señaló también que en algunas ocasiones, las personas encargadas de supervisión se<br />
comunican con las Entidades Promotoras de Salud para cancelar las citas que previamente habían sido<br />
programadas para las trabajadoras o trabajadores.<br />
Se trata de una práctica que incumple con la obligación contemplada en la legislación colombiana de<br />
procurar el cuidado integral de la salud de los trabajadores y del medio ambiente dispuesto en el artículo<br />
21 del Decreto Ley 1295 de 1994. Además contradice de manera flagrante las disposiciones del Código<br />
de Conducta de Veriflora en cuanto a Salud y Seguridad Ocupacional; concretamente las disposiciones<br />
relativas al Acceso a los Servicios de Salud contenidas en los literales a y c del numeral 11.2.2.1 que<br />
establecen respectivamente que el productor proveerá transporte y procedimientos de cuidado en el<br />
caso de emergencia médica y que así mismo deberá permitir a los trabajadores tener acceso a cuidado<br />
médico y dental regularmente durante horas laborales.<br />
Carlos, un joven de 20 años de edad, que trabajó durante la última temporada de San Valentín en<br />
FANTASY dijo a la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> y al ILRF que al momento de ser contratado firmó un documento<br />
de afiliación a la Seguridad Social en Salud, es decir a una Entidad Promotora de Salud, pero al intentar<br />
programar una cita para medicina general después de una semana de haberse retirado, la entidad le<br />
informó que no había sido afiliado y por tanto no pudo obtener atención médica.<br />
Él estaba subcontratado por la Empresa de Servicios Temporales ACTIVOS S.A. y seguramente si no<br />
hubiese requerido una cita médica no habría descubierto que no había sido afiliado al Sistema de<br />
Seguridad Social por su empleador.<br />
Este caso estaría indicando que algunos trabajadores y trabajadoras temporales no son afiliados<br />
al Sistema de Seguridad Social en Salud y que esta situación muchas veces no es detectada por<br />
quienes han tenido un descuento de su salario para tener acceso a la atención en salud, pero su<br />
empresa no realiza las respectivas cotizaciones. Esto puede ocurrir cuando la persona no acude a una<br />
Entidad Promotora de Salud en el periodo de vinculación a la empresa y pasado un mes después de<br />
la desvinculación de la productora debido a que luego de este tiempo le es suspendido el servicio de<br />
manera automática.<br />
La legislación colombiana establece en el artículo 22 de Ley 100 de 1993, la obligación del empleador de<br />
descontar del salario de cada trabajador o trabajadora el monto de las cotizaciones al Sistema de Seguridad<br />
Social en Salud y Pensiones y el deber de trasladar estas sumas a la entidad elegida por el trabajador o<br />
trabajadora. Cuando el empleador no hace trasferencia de estas sumas, el trabajador termina asumiendo<br />
las consecuencias negativas como la de no tener atención médica o tener que sufragarla de su bolsillo<br />
aun cuando ya ha pagado por este servicio, consecuencias que siempre se traducen en la violación de<br />
* Con el fin de proteger a las trabajadoras y trabajadores entrevistados se utilizaron pseudónimos.<br />
23
sus derechos fundamentales. Vale anotar que frente a estas omisiones no existen en el sistema jurídico<br />
colombiano, mecanismos eficaces para obligar a los empleadores a que reparen este daño.<br />
Niveles de rendimiento y carga laboral<br />
Diana, una mujer joven de la Sabana de Bogotá, en entrevista realizada por la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> y la<br />
organización ILRF, dijo que en la sección de poscosecha, la exigencia de rendimiento es altísima y que es<br />
difícil alcanzar las metas impuestas por los administradores de las fincas. Esta joven trabajadora explicó<br />
que desde la administración se exige a las trabajadoras y trabajadores de poscosecha sacar de las cajas,<br />
seleccionar, despetalar y armar en ramos trescientos (300) tallos por hora. Hace apenas dos años la meta<br />
era de 200 tallos por hora.<br />
Esta exigencia se traduce en un sobreesfuerzo que genera altísimos riesgos de contraer enfermedades<br />
profesionales. Además implica la generación de presiones, que resultan en un ambiente laboral estresante<br />
y baja motivación que terminan ocasionando problemas de salud derivados de los riesgos psicosociales.<br />
Expresiones como “muevan rápido esas manos”, la comparación entre los niveles de rendimiento con<br />
otras trabajadoras y la amenaza de ser despedido por no alcanzar las metas impuestas, sin duda produce<br />
altos niveles de estrés en las trabajadoras y trabajadores de ÉLITE.<br />
El estrés laboral, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ha convertido en uno de los<br />
principales problemas para la salud de los trabajadores y ha sido definido como “la reacción que puede<br />
tener el individuo ante exigencias y presiones que no se ajustan a sus capacidades o conocimientos y<br />
ponen a prueba su habilidad para afrontar la situación”.<br />
Robert Karasek define que “el Estrés y los efectos físicos y de salud mental, resultan no sólo de un<br />
aspecto único del ámbito laboral, sino de los efectos conjuntos de las demandas de una situación laboral<br />
y la gama de libertad de toma de decisiones disponible al trabajador que enfrenta estas demandas. La<br />
tensión laboral ocurre cuando las demandas son elevadas y el margen de decisión es reducido” 20 .<br />
Tan estrecho es el margen de decisión de estas trabajadoras y trabajadores que en muchas ocasiones<br />
evitan ir al baño por no afectar sus niveles de rendimiento, ya que estos son medidos constantemente.<br />
Estas personas prefieren no atender a los efectos que trae la continencia a largo plazo antes que<br />
verse sometidos al escarnio y poner en riesgo su permanencia en su puesto de trabajo por no ser lo<br />
suficientemente eficientes.<br />
En el informe ‘La organización del trabajo y el estrés’, elaborado por la OMS, se especifica que “un<br />
empleado estresado suele ser enfermizo, estar poco motivado, ser menos productivo y tener menos<br />
seguridad laboral; además, la entidad para la que trabaja suele tener peores perspectivas de éxito en un<br />
mercado competitivo”.<br />
Los datos suministrados por Diana coinciden con los de otros entrevistados como Carlos, Lizeth y otras<br />
cinco personas que han sido asesoradas por la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> en los últimos seis meses. Ellas<br />
anotan que la alta rotación se debe a que los altos niveles de rendimiento ocasionan muchas renuncias<br />
y se refieren a sus compañeros y compañeras que llevan más de dos o tres años como personas que<br />
“se esclavizan” o “personas que no se quieren” por cuanto “están dejando su salud y renunciando a sus<br />
familias por seguir en esta empresa” 21 .<br />
20 SARDIÑA, Diana. El Estrés en el trabajo: El modelo Karasek. En: Hojas informativas de los psicólogos de las palmas. Mayo. 2004. 2-3 p.<br />
21 Entrevista realizada el 13 de septiembre de 2010 en el municipio de Madrid Cundinamarca.<br />
24
Se supondría que la temporada de San<br />
Valentín, por la enorme demanda de<br />
flores de los importadores, impone<br />
<strong>mayo</strong>res exigencias de rendimiento<br />
y calidad y por lo tanto las y los<br />
trabajadores reciben <strong>mayo</strong>res<br />
presiones. Esta es una conclusión<br />
apresurada, por lo menos frente a<br />
los que ocurre en ELITE.<br />
Las trabajadoras y trabajadores que<br />
ingresan en otras épocas del año<br />
y que continúan laborando luego<br />
Fotografía - cambio.com.co<br />
que terminan las temporadas, son<br />
sometidos a <strong>mayo</strong>res presiones fuera de ellas. Por ejemplo, en la sala de poscosecha o de selección, en la<br />
temporada se impone como meta la realización de 20 ramos que contienen 50 tallos que son conocidos<br />
como “tabacos”, en la temporada. En “temporada baja” se imponen la elaboración de 24 tabacos por<br />
hora. Esto implica la selección, el despetale o retiro de pétalos sobrantes, el retiro de las espinas cuando<br />
se trata de rosas y un minucioso empacado.<br />
Vale anotar que en temporada son contratadas muchas personas, en su <strong>mayo</strong>ría jóvenes, buscando<br />
recursos para pagar matrículas o transportes para sus estudios, que trabajan durante uno o dos meses a<br />
través de Empresas de Servicios Temporales.<br />
De otra parte, los entrevistados refirieron que entre las empresas de ELITE también se imponen unos<br />
niveles de rendimiento que contribuyen a esas presiones. Se trata de una competencia basada en que la<br />
empresa que logre noventa y cinco mil (95.000) tallos al día entregará a cada trabajador o trabajadora<br />
cincuenta mil (50.000) pesos como bonificación.<br />
Jornadas de trabajo<br />
El incremento de la competencia y la presión por la revaluación del peso, en la <strong>floricultura</strong> colombiana<br />
se pretende resolver con el aumento del rendimiento de la mano de obra, medida que se traduce en la<br />
exigencia de <strong>mayo</strong>res rendimientos y la ampliación de las jornadas laborales.<br />
Vale la pena recordar que la regulación de las jornadas laborales fue una de las exigencias más fuertes<br />
en la lucha de los movimientos obreros a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, logrando su<br />
proclamación en las normas fundantes de la Organización del Trabajo. Ante la libertad con que cuentan<br />
hoy los empleadores para disponer de las personas a su servicio por cuenta de la desregulación, debe<br />
evitarse, que sea legítimo que la vida de los seres humanos se agote en el trabajo.<br />
No de otra manera se podría describir lo que viven las trabajadoras de Élite, que si bien puede ser<br />
reconocida a nivel internacional, por ser la empresa “modelo” a la que los floricultores llevan las visitas<br />
extranjeras en busca de apoyo a los tratados de libre comercio, es bien conocida por los habitantes de la<br />
Sabana por haber pasado de ser una “buena empresa” 22 a tener las jornadas más extenuantes en todo<br />
el sector.<br />
22 En la población trabajadora de flores en la Sabana de Bogotá se dice que una “buena empresa”, es aquél empleador que cumple con las obligaciones<br />
legales. El cumplimiento en el pago de los salarios y las cotizaciones al sistema de Seguridad Social, son aspectos relevantes para esta calificación.<br />
25
Es conocido el sistema 4 x 4: durante cuatro días la jornada diaria se extiende por veinte horas continuas,<br />
se “descansan” cuatro horas y se reinicia una nueva jornada por el mismo tiempo. Las cuatro horas<br />
son de supuesto descanso para las mujeres, quienes apenas alcanzan a volver a sus viviendas a realizar<br />
algunas tareas domésticas y alistarse nuevamente para el inicio de otra jornada.<br />
Tal sistema se utiliza en especial en temporadas de alta producción y el resto del año, que en realidad<br />
son aproximadamente seis meses, se laboran jornadas de 12 horas diarias, que se pueden extender aun<br />
más en las secciones de postcosecha.<br />
Como se anotó atrás, la presión de la competencia y de la revaluación del peso, es enfrentada no sólo<br />
a través de la intensificación del trabajo, que implica el aumento de los rendimientos por trabajador/a<br />
sino también por la extensión de las jornadas de trabajo. Esto significa que al incremento del estrés<br />
por la presión en los rendimientos, se suman las largas jornadas, condiciones que sin duda aumentan<br />
los riesgos profesionales y los procesos peligrosos que desencadenan accidentes, enfermedades y<br />
ausentismo laboral.<br />
Subcontratación<br />
El artículo 77 de Código Sustantivo del Trabajo prevé los casos concretos en los que una empresa puede<br />
contratar a sus trabajadores a través de una Empresa de Servicios Temporales: cuando se trate de las<br />
labores ocasionales, accidentales o transitorias, cuando se requiere reemplazar personal en vacaciones,<br />
en uso de licencia, en incapacidad por enfermedad o maternidad y para atender incrementos en la<br />
producción, el transporte, las ventas de productos o mercancías, los períodos estacionales de cosechas y<br />
en la prestación de servicios, en los que se puede contratar por un término de seis (6) meses prorrogables<br />
por seis (6) meses más.<br />
En Colombia es muy usual la utilización ilegal de la contratación temporal porque las empresas usuarias,<br />
es decir las que se utilizan el servicio de los trabajadores temporales, terminan utilizando este tipo de<br />
contratos para labores que son permanentes, desplazando los contratos directos con las empresas.<br />
Vale la pena anotar que en Colombia, el sector de la <strong>floricultura</strong> genera 100.000 empleos directos, de los<br />
cuales el 42% es contratado a través de intermediarios: 30% por empresas de servicios temporales, 8%<br />
por cooperativas de trabajo asociado y el 4% por contratistas. En el año 2002 los trabajadores contratados<br />
directamente eran el 86%, en 2010 solamente el 58%.<br />
El grupo focal entrevistado afirmó que Élite sólo contrata a través de Empresas de Servicios Temporales<br />
(en adelante EST) de manera que ya no lo hace directamente. Además una sola unidad productiva tiene<br />
convenio con más de una EST. El grupo contrata a través de la EST Pronto, EST Asistencia Laboral y<br />
otro intermediario conocido como “Conteflocsa”, que al parecer tiene carácter informal porque no está<br />
registrado como persona jurídica.<br />
Según los testimonios, el tope de seis meses del artículo 77 del Código Sustantivo del Trabajo, es<br />
desconocido en algunas empresas de Élite. Algunas veces las EST, luego de finalizado y liquidado el<br />
contrato por un año, acuerdan volver a contratar a la misma trabajadora o trabajador y para eso, dar<br />
un tiempo de “descanso” volver a contratar bajo la misma modalidad temporal. De esta manera se<br />
maquillan relaciones laborales permanentes con contratos temporales.<br />
La sentencia de la Corte Constitucional C-330 de 1995, Magistrado Ponente Jorge Arango Mejía, examinó<br />
la constitucionalidad de la norma que establece los casos en que las empresas pueden convenir con las<br />
26
EST el suministro de personal. Esta sentencia estableció que “La finalidad de la norma es la protección<br />
de los trabajadores, para que las empresas no abusen de la posibilidad de contratar trabajadores<br />
temporales, haciendo a un lado los permanentes. El fijar en el caso de este numeral un término mínimo<br />
de seis meses, prorrogable “hasta por seis (6) meses más”, es, precisamente, la protección del trabajador<br />
permanente. Si la empresa quiere incrementar su producción permanentemente, no podrá seguir este<br />
camino.”<br />
Estas prácticas ilegales, denunciadas por trabajadoras y trabajadores de Élite Flowers, les permiten<br />
evadir el pago de indemnizaciones por terminación del contrato sin justa causa cuando quieren despedir<br />
a un trabajador o trabajadora por condiciones de salud o actitudes de reclamación de los derechos. En<br />
general los trabajadores y trabajadoras pierden las garantías que ofrece el estar contratado de manera<br />
directa.<br />
Posibles lecciones y reflexiones del “caso Élite”<br />
De la indagación sobre las condiciones laborales en la empresa Élite Flowers realizada por <strong>Cactus</strong> e ILRF,<br />
se colige que sigue siendo vigente la discusión acerca de los verdaderos alcances de los procesos de<br />
certificación en cuanto al respeto y garantía de los derechos sociales.<br />
Las flagrantes violaciones que al parecer no son detectadas por las firmas que otorgan las certificaciones,<br />
muestran que los procesos de monitoreo y auditoría son deficientes. Haciendo uso del sentido común<br />
no podría ser de otra forma, teniendo en cuenta que la certificación se otorga tras una sola visita al año,<br />
que es fijada con anterioridad junto con la empresa interesada.<br />
También siguen siendo vigentes y pertinentes las preguntas acerca de la unilateralidad y carácter<br />
excluyente de estas iniciativas. Dentro del grupo focal se indagó acerca del conocimiento y participación<br />
de las trabajadoras y trabajadores en los procesos de certificación y las respuestas apuntaron a que<br />
algunas personas apenas alcanzan a recordar el nombre de las certificaciones, pero no saben con claridad<br />
en qué consisten y por lo tanto no participan dentro estos.<br />
Así mismo, la participación de los sindicatos y ONG´s dentro de los procesos de certificación que se<br />
siguen en Colombia es prácticamente nula. Tal exclusión obedece a que los procedimientos que se prevén<br />
para esta participación, ofrecen muchos obstáculos y la complejizan tanto que se hace imposible en la<br />
realidad. En algunos casos porque los mismos esquemas excluyen de plano la inclusión de estos actores.<br />
27
IV. Violaciones de derechos laborales<br />
de trabajadores y trabajadoras<br />
no organizados en el sector floricultor<br />
El presente texto se presentó a la Central Unitaria de Trabajadores CUT, el día 14 de febrero para ser<br />
incluido en el informe que conjuntamente con la Confederación de Trabajadores de Colombia CTC, fue<br />
presentado a la Misión del Alto Nivel de la Organización Internacional del Trabajo OIT 23 .<br />
De ninguna manera puede afirmarse que se trata de una lista exhaustiva de violaciones a los derechos<br />
laborales; se trata más bien de la exposición de las prácticas empresariales que impactan más fuertemente<br />
a los trabajadores y trabajadoras de la <strong>floricultura</strong>, especialmente en la Sabana de Bogotá. Si bien en el<br />
tema de derechos humanos no se puede afirmar que una violación hace más daño que otra, se calificaron<br />
estos hechos como graves, más por tratarse de prácticas que vienen realizándose de manera sistemática<br />
en los últimos 5 años, que aunque están proscritas por la ley, por ineficiencia en unos casos o falta de<br />
voluntad del Estado en otros, son permitidas.<br />
En algunos casos se trata de prácticas con niveles de sofisticación tales, que no son claramente<br />
ilegales. Algunas de éstas, relacionadas de manera directa con la organización del trabajo, parten de la<br />
imposibilidad que tienen las trabajadoras de tomar decisiones en su trabajo, por mínimas que sean, que<br />
finalmente implican procesos peligrosos que desencadenan enfermedades profesionales y accidentes de<br />
trabajo. Son condiciones de trabajo características de los sectores de la agroexportación, que generan un<br />
grave daño a las personas que emplea y que hasta ahora se han soslayado, pero que es necesario entrar a<br />
intervenir con el fin de proteger a las miles de personas que se emplean en la agroindustria de las flores.<br />
Este documento recopila de manera sintética los hallazgos que se han expuesto en los <strong>Informe</strong>s de<br />
Floricultura en Colombia, que además de contener denuncias, pretende impulsar la construcción de<br />
una agenda conjunta, entre organizaciones sindicales, sociales, no gubernamentales, investigadores,<br />
académicos y en general de personas interesadas en cambiar las condiciones e impactos sociales de la<br />
<strong>floricultura</strong>, que lleve a la articulación y al trabajo conjunto para obtener cambios concretos y que, por la<br />
vía de estas reivindicaciones, lleve a impulsar la movilización no sólo de las trabajadoras y trabajadores<br />
de flores sino también de habitantes de la sabana de Bogotá, que resultan afectados por estas prácticas<br />
de los empresarios de las flores.<br />
1. Violación de los derechos laborales en cierres de las empresas<br />
Como resultado de la crisis en los sectores exportadores, provocada por la revaluación del peso, se<br />
han cerrado muchas empresas; Asocolflores ha declarado que se han perdido más de 22.000 empleos,<br />
pero las empresas que han sido liquidadas o cerradas no han respetado la ley laboral, ni las entidades<br />
competentes han protegido los derechos laborales en estos procesos de liquidación y de cierre de las<br />
empresas.<br />
23 El <strong>Informe</strong> está disponible en http://www.ens.org.co/archivos/<strong>Informe</strong>-CUT-CTC-Mision-Alto-Nivel-Feb<strong>2011</strong>.pdf. Acceso 23 de febrero de <strong>2011</strong>.<br />
28
Sintrabenilda, afiliado a Untraflores, logró en<br />
2009 que los empleadores de la empresa Benilda<br />
respetaran los derechos a recibir indemnizaciones<br />
y pago de las acreencias laborales conformadas<br />
por prestaciones sociales y salarios que le<br />
adeudaba a los trabajadores y trabajadoras. El<br />
primer y único punto del pliego de peticiones<br />
consistía en que se realizara la liquidación<br />
obligatoria a través de la Superintendencia de<br />
Sociedades.<br />
Benilda avisó a los trabajadores y trabajadoras<br />
que había decidido cerrar la empresa por causa<br />
de la crisis y que todos los contratos tenían<br />
que ser terminados. Sin embargo, para esto<br />
no había pedido autorización al Ministerio de<br />
Protección Social de conformidad con el artículo<br />
466 del Código Sustantivo de Trabajo y pretendía<br />
desconocer el pago de las indemnizaciones y de<br />
las cotizaciones al Sistema de Seguridad Social<br />
que debía desde hacía varios años.<br />
Los trabajadores y trabajadoras que laboraban<br />
Fotografía - <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong><br />
para alguna de estas sociedades: Flores<br />
Camino Real Ltda C.I.,C.I, RDP Floral Colombia,<br />
Agrícola San Gabriel S.A., Poinzetia Farms S.A. C.I. y Deja Vu Flowers C.I. S.A., entre otras, empresas<br />
en las que no había presencia de ninguna organización sindical, no tuvieron la posibilidad de reclamar,<br />
ni indemnizaciones por la terminación injusta de sus contratos y parte de sus acreencias laborales y<br />
salarios porque en las liquidaciones de las sociedades comerciales, que en el sector son en su <strong>mayo</strong>ría<br />
liquidaciones privadas, los empleadores no siguieron el procedimiento legal que garantiza el pago de<br />
dichas acreencias e indemnizaciones, que incluye la autorización del Ministerio de Protección Social para<br />
terminar los contratos laborales.<br />
Estas personas sencillamente recibieron la noticia por escrito por parte de sus empleadores de que se<br />
iba a cerrar la empresa. En estas circulares se les informaba que posteriormente serían llamados para<br />
entregarles las acreencias correspondientes, pero esto nunca pasó, y en su gran <strong>mayo</strong>ría decidieron no<br />
demandar a las empresas por carecer de los recursos para pagar los honorarios de un abogado.<br />
A pesar que la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> dio a conocer estos hechos, sucedidos en algunas de las empresas<br />
mencionadas, al Ministerio de Protección Social y a la Superintendencia de Sociedades, ninguna de las<br />
dos entidades realizó acción alguna encaminada a proteger los derechos laborales de estas personas.<br />
2. Utilización ilegal de formas de contratación<br />
La Corte Constitucional en interpretación de la ley laboral ha determinado que si la materia del trabajo<br />
y las causas que lo originan son continuas los contratos de los trabajadores y trabajadoras no pueden<br />
ser a término fijo. Bajo un análisis de simple lógica, si las labores son permanentes como las que se<br />
desarrollan en la <strong>floricultura</strong> (con unas pocas excepciones como la de construcción y mantenimiento<br />
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de invernaderos), no se trata de obras ni labores con una duración definida, por lo tanto, no se puede<br />
contratar bajo la modalidad de obra o labor contratada.<br />
Sin embargo, bajo la excusa de la crisis se han terminado sistemáticamente contratos a término indefinido,<br />
ya sea a partir de despidos sin justa causa o mediante presión para obtener la terminación por “mutuo<br />
consentimiento” o la renuncia “voluntaria”, para después contratar bajo la modalidad de obra o labor<br />
contratada. Todos los contratos que se hicieron después de la fusión de C.I. HOSA y los de las empresas<br />
pertenecientes al grupo ÉLITE FLOWERS así como los de la empresa DEJA VU FLOWERS S.A., son de la<br />
modalidad de obra o labor contratada.<br />
A trabajadoras y trabajadores les han terminado el contrato de obra o labor contratada, no porque<br />
hubiese terminado la materia del trabajo, porque éste continúa y el puesto de trabajo permanece<br />
vigente, sino porque según los empleadores ya se les acabó la supuesta obra o labor.<br />
De esta manera, la causa real de la terminación de los contratos de obra o labor contratada de cientos de<br />
personas ha sido la iniciativa de conformar una organización sindical, o por haber realizado algún tipo de<br />
reclamación, por tener alguna enfermedad o disminución física que les impide cumplir con los altísimos<br />
rendimientos exigidos, o sencillamente con el fin de suprimir el puesto de trabajo.<br />
Así mismo, grandes empresas, reconocidas por seguir varios procesos de certificación de buenas prácticas,<br />
como las que conforman el grupo Elite, utilizan los contratos a término fijo de manera irregular. Luego<br />
de que los contratos a término fijo por un año, son renovados por tercera vez, en el último año las<br />
vacaciones son compensadas en dinero.<br />
Una vez han pasado los quince días hábiles a los que por ley tienen derecho los trabajadores como<br />
tiempo de descanso, son citados en las Empresas de Servicios Temporales para volver a iniciar otro<br />
contrato, nuevamente a término fijo por un año.<br />
3. Discriminación y violación de derechos laborales a trabajadores y trabajadoras<br />
en estado de debilidad manifiesta<br />
La <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> ha asesorado a trabajadores y trabajadoras que han sido despedidos por razón de<br />
su enfermedad profesional o común, o por haber sufrido un accidente de trabajo. A pesar que la ley 361<br />
de 1997 estableció la estabilidad reforzada de las personas que estuviesen en condiciones de debilidad<br />
manifiesta, supeditando el despido de personas en condiciones de disminución física a la autorización<br />
del Inspector de Trabajo, muchos empleadores han encontrado cómo proceder a este tipo de despidos<br />
sin que sea posible hacer reclamo alguno.<br />
El 42% de los trabajadores y trabajadoras están contratados a partir de una relación de intermediación<br />
con Empresas de Servicios Temporales, Cooperativas de Trabajo Asociado y contratistas unipersonales.<br />
Los contratos a término fijo, o por obra, o labor contratada, según cálculos de <strong>Cactus</strong> equivalen al 40% de<br />
los contratos directos. Todas estas formas flexibles de contratación facilitan el despido de trabajadores y<br />
trabajadoras que se encuentran en condiciones de debilidad manifiesta.<br />
Para el empleador es fácil detectar cuál trabajador o trabajadora tiene problemas de salud. Tal condición<br />
se ve reflejada en los rendimientos, en el número de incapacidades o en las restricciones que les son<br />
remitidas a los empleadores por parte de los departamentos de Medicina Laboral de las EPS. Apenas<br />
el empleador observa tal situación ordena que el contrato de obra o labor sea terminado; que se avise<br />
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Fotografía - usleap.com<br />
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un mes antes de cumplirse el término<br />
en los que son a término fijo; que la CTA<br />
proceda a la desvinculación del supuesto<br />
trabajador asociado o sencillamente que<br />
se pague la indemnización por despido sin<br />
justa causa.<br />
Esto ocurre frecuentemente ya que<br />
se trata de un sector con una altísima<br />
incidencia de enfermedades profesionales<br />
y en donde los rápidos cambios en la<br />
organización del trabajo, han generado<br />
el aumento de las cargas laborales para<br />
aumentar la productividad de la mano de<br />
obra con el fin de contrarrestar los efectos<br />
de la revaluación del peso y aumentar su<br />
competitividad en los mercados externos.<br />
El resultado de tales despidos es que los trabajadores o trabajadoras quedan en desempleo, debido a<br />
que las empresas se aseguran de no contratar trabajadores con problemas de salud. Además, dejan de<br />
recibir los tratamientos necesarios para su recuperación, debido a que no son atendidos por las EPS por<br />
no estar cotizando y porque el régimen subsidiado rechaza la atención a problemas de origen profesional.<br />
4. Aumento de las cargas laborales<br />
En entrevista realizada por la <strong>Corporación</strong> <strong>Cactus</strong> y la organización ILRF a una grupo de seis personas<br />
que ha laborado en los últimos dos años en la empresa ÉLITE FLOWERS, –empresa reconocida por tener<br />
varias certificaciones internacionales de buenas prácticas laborales y ambientales–, afirmaron que en<br />
la sección de poscosecha, la exigencia de rendimiento es altísima y que es difícil alcanzar las metas<br />
impuestas por los administradores de las fincas.<br />
Explicaba una de las entrevistadas que desde la administración se exige a las trabajadoras y trabajadores<br />
de poscosecha sacar de las cajas, seleccionar, despetalar y armar en ramos trescientos (300) tallos<br />
por hora. Hace apenas dos años la meta era de 200 tallos por hora. Esta exigencia se traduce en un<br />
sobreesfuerzo que genera altísimos riesgos de contraer enfermedades profesionales. Además implica la<br />
generación de presiones que resultan en un ambiente laboral estresante, baja motivación y causante de<br />
problemas de salud.<br />
Las personas entrevistadas anotaron que la alta rotación se debe a que los cada vez <strong>mayo</strong>res niveles de<br />
rendimiento que impone la empresa ocasionan muchas renuncias y abandono del puesto de trabajo.<br />
Ellos y ellas se refieren a sus compañeros y compañeras que llevan más de dos o tres años como personas<br />
que “se esclavizan” o “personas que no se quieren” por cuanto “están dejando su salud y renunciando a<br />
sus familias por seguir en esta empresa”.<br />
De otra parte, los entrevistados refirieron que entre las empresas de ÉLITE también se imponen<br />
unos niveles de rendimiento que contribuyen a esas presiones. Se trata de una competencia basada<br />
en que la empresa que entre las siete que conforma el grupo empresarial logre noventa y cinco mil<br />
(95.000) tallos al día entregará a cada trabajador o trabajadora cincuenta mil (50.000) pesos como<br />
bonificación.
5. Mecanismos para eliminar los procesos organizativos al interior de las<br />
empresas<br />
Dentro de las acciones realizadas por las empresas de <strong>floricultura</strong> de la Sabana de Bogotá para eliminar<br />
organizaciones sindicales se ha generalizado el acogerse al régimen de insolvencia Ley 1116 de 2006 o<br />
recurrir a liquidaciones privadas, procedimiento que se realiza sin una supervisión estricta del Estado,<br />
que a partir del cambio en la legislación desde 2006 debilitó la garantía y protección a los derechos<br />
laborales en los procesos de cierres de las empresas.<br />
Casos como los de Flores Benilda, Agrícola Papagayo, Splendor Flowers, Flores la Conejera, la<br />
descapitalización de las diversas empresas del grupo Floramérica, y otras en donde existían sindicatos<br />
clasistas afiliados al sindicato de industria Unión Nacional de Trabajadores de Flores - Untraflores, ilustran<br />
fehacientemente estas prácticas antisindicales. Además los empleadores aprovechan esta situación para<br />
difundir la idea de que por culpa de los sindicatos “se acabaron las empresas”.<br />
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