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Literatura<br />

Historia<br />

4<br />

13<br />

23<br />

33<br />

2 Tiempo y Escritura No.21 | Diciembre<br />

Presencia del Drama Clásico en la Dramaturgia<br />

Usigliana (Ob<strong>ser</strong>vaciones Sobre las Ideas Dramáticas<br />

de Rodolfo Usigli)<br />

Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

La Narrativa Mexicana Leva Anclas: Viaje a la Isla<br />

Ricamea, de José Joaquín Fernández de Lizardi<br />

Dr. Oscar Mata Juárez<br />

Los tres grandes muralistas:<br />

José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro<br />

Siqueiros<br />

Dra. Guadalupe Ríos de la Torre<br />

Las Nuevas Tierras, Crónicas de una ocupación<br />

Dra. Ana María Peppino Barale


Reseña<br />

Teatro<br />

Creación<br />

51<br />

54<br />

58<br />

72<br />

Educación<br />

77<br />

Mu j e r, Mo n j a y Li t e r ata<br />

Dra. Ana María Peppino Barale<br />

Do M i n g o 18 D e febrero D e 1855.<br />

Gran función extraordinaria a beneficio de la actriz<br />

Doña Juliana Siliceo.<br />

Quien la dedica con mayor placer al público queretano.<br />

Penúltima de la presente temporada<br />

Algunos comentarios a propósito<br />

Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

Si nS a b o r e S en La c o c i n a D e eL Dr a g ó n D o r a D o<br />

Dr. Antonio Marquet Montiel<br />

jo v e n y beLLa<br />

Mtra. Connie Marchante Sáez<br />

PoLíticaS a c t u a L e S Pa r a La f o r M a c i ó n y DeSarroLLo<br />

P r o f e S i o n aL<br />

Mtro. Tomás Bernal Alanis<br />

Mtra. Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Diciembre 3


Literatura<br />

Presencia del Drama Clásico en la<br />

Dramaturgia Usigliana (Ob<strong>ser</strong>vaciones Sobre<br />

las Ideas Dramáticas de Rodolfo Usigli)<br />

Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri 1<br />

Nadie duda en la actualidad<br />

de las enormes y sólidas<br />

aportaciones de Rodolfo Usigli<br />

a la consolidación de un teatro mexicano<br />

del siglo XX. Sus aportaciones -ya<br />

de suyo valiosas, como dramaturgo<br />

son incuestionables, pero también<br />

hay que reconocer en él al historiador<br />

e investigador del teatro y al teórico,<br />

sin menospreciar o menoscabar su<br />

labor docente formadora de nuevas<br />

generaciones de dramaturgos mexicanos.<br />

En Usigli, como en pocos grandes<br />

creadores teatrales, se conjugan el<br />

talento y la capacidad creativa como el<br />

espíritu indagador y la mente analítica.<br />

La personalidad del maestro Rodolfo<br />

Usigli puede <strong>ser</strong> explicada, como lo dice<br />

José Gorostiza con tan sólo un verso de<br />

su Muerte sin fin “Inteligencia: soledad<br />

en llamas”.<br />

Durante 2005 hubo muchas di<strong>ser</strong>taciones<br />

y reflexiones en torno de su<br />

obra, pero parece que ha faltado revalorar<br />

aspectos propios de su labor<br />

creativa que nos muestran la manera<br />

como el creador teatral abrevó en las<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

4 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

aguas de la tradición dramatúrgica, así<br />

como el hecho de <strong>ser</strong> un autor cuyas<br />

preocupación formal sobre aspectos<br />

de composición dramática, caso<br />

singular en el teatro mexicano, se<br />

puso de manifiesto en las resonancias<br />

clásicas de varias de sus obras más<br />

significativas.<br />

Fuente:<br />

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/usigli.htm<br />

Es notoria la cercanía de Usigli con la<br />

propuesta dramatúrgica de Bernard<br />

Shaw así como los ecos formales<br />

con el teatro de Luigi Pirandello. Pero


también es importante resaltar como<br />

nuestro dramaturgo recoge en varias<br />

de sus obras el espíritu y el sentido<br />

ético del teatro del dramaturgo noruego<br />

Heinrik Ibsen. En el caso particular<br />

en El Gesticulador no sólo podemos<br />

encontrar las influencias formales de<br />

los autores referidos que son auténticos<br />

Santos Padres del teatro moderno, sino<br />

también referencias formales a autores<br />

clásicos, tanto de los trágicos griegos,<br />

como de Shakespeare, Molière o de<br />

Lope de Vega.<br />

Como Borges lo fue con la literatura,<br />

Usigli antes de <strong>ser</strong> escritor de teatro<br />

fue un apasionado e irredento lector de<br />

teatro.<br />

Ya desde luego, en 1932, cuando publica<br />

su primer libro importante México en el<br />

teatro, encontramos en Rodolfo Usigli<br />

a un creador teatral profundamente<br />

interesado por estudiar y reconocer<br />

al teatro y su dramaturgia dentro de<br />

una tradición clásica y como parte de<br />

la columna vertebral de la tradición<br />

teatral del teatro moderno mexicano. El<br />

libro, que es un trabajo de historiador<br />

del teatro mexicano de primer nivel, no<br />

puede entenderse sin las reflexiones<br />

teóricas y las constantes referencias a<br />

la dramaturgia clásica que a lo largo de<br />

sus capítulos disemina en generosas<br />

dosis, como lo demuestra el meticuloso<br />

trabajo de Gerardo Luzuriaga en su<br />

ensayo “El ideario teatral de Rodolfo<br />

Usigli” (Luzuriaga 1992); así también<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

como se manifestaría ese marcado<br />

interés en Usigli por la reflexión teórica<br />

después de los cursos tomados con<br />

Allardice Nicoll en Yale, en la <strong>ser</strong>ie<br />

de conferencias radiofónicas que<br />

impartió titulada “Investigaciones de<br />

los estilos en el teatro” que se difundió<br />

en la radiodifusora de la universidad de<br />

México hacia los años de 1937 y 1938<br />

(Shmidhuber 2005, 28).<br />

Fuente: Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />

(memoria de los homenajes a Rodolfo Usigli 1990-<br />

1991), México, Centro Nacional de Investigación<br />

Teatral “Rodolfo Usigli”, INBA, 1992, 293 pp.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 5


Literatura<br />

Sería conveniente enterarnos qué fue<br />

lo que Rodolfo Usigli aprendió en rigor<br />

sobre composición dramática en la<br />

Universidad de Yale entre 1936 y 1937.<br />

De acuerdo con los datos que contamos,<br />

Usigli realizó ese viaje de estudios<br />

junto con Xavier Villaurrutia gracias<br />

a una beca Rockefeller y tanto él<br />

como Villaurrutia se refieren a dicha<br />

experiencia como de algo fundamental<br />

en su formación. Aunque es claro que<br />

Usigli ya llevaba consigo un trecho<br />

ya andado en las lides de la teoría<br />

dramática, que se manifiesta con claridad<br />

en las características formales de<br />

sus primeras obras dramáticas.<br />

En 1935-1936 Rodolfo Usigli y Xavier<br />

Villaurrutia parten hacia la Universidad<br />

de Yale para asistir, como becarios, a<br />

cursos sobre técnica teatral moderna.<br />

En una carta fechada el 13 de octubre<br />

de 1935, dirigida a Celestino Gorostiza,<br />

Villaurrutia expone en términos generales<br />

su percepción de esos cursos; los<br />

cuales, más allá del poco entusiasmo que<br />

parecía mostrar, fueron sustanciales en<br />

la posterior práctica escénica de Usigli<br />

y de él mismo, tanto como dramaturgos<br />

y como directores de escena.<br />

He aquí lo que refiere:<br />

1231 Chape St.<br />

New Haven, Conn.<br />

13 de octubre de 1935<br />

6 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

Querido Celestino:<br />

Quería tener la seguridad de que<br />

al escribirle a usted se habían<br />

apaciguado ya las pequeñas<br />

grandes tormentas que este viaje<br />

ha traído consigo. A Celestino<br />

-me decía yo mentalmente -, le<br />

escribiré una carta sin quejas, sin<br />

inquietudes, más conforme y <strong>ser</strong>ena<br />

que las que he enviado a Agustín,<br />

a Elías, al mismo Salvador. Pero<br />

como la <strong>ser</strong>enidad no llega, y el<br />

tiempo pasa, he decidido escribirle<br />

una carta sin dibujo, desganada<br />

y en desorden, más sincera quizá<br />

pero menos útil para que usted<br />

se dé cuenta de lo que es esta<br />

Universidad de Yale en donde he<br />

venido a caer, por un capricho<br />

invisible del destino.<br />

La verdad es que aquí no se<br />

ha comprendido bien nuestra<br />

situación. Más bien dicho, un grupo<br />

de profesores se empeña en no<br />

comprenderla. Apenas si el director<br />

de la Facultad, Mr. Nicoll, que es un<br />

inglés, naturalmente, la comprende.<br />

Pero tiene encima la academia<br />

de profesores que no quiere<br />

distinguirnos de la masa anónima<br />

de estudiantes que, de todas partes<br />

de los E. U. vienen a estudiar aquí. a<br />

todos ellos, nosotros les podríamos<br />

dar clases de muchas cosas.


Yo tomo los siguientes cursos, y<br />

no voluntariamente sino en virtud<br />

de una cortés invitación de uno de<br />

los profesores que tuvo la genial<br />

idea de separar las actividades de<br />

Rodolfo y las mías, radicalmente.<br />

Apenas supieron que yo tenía<br />

alguna capacidad para dibujar, me<br />

lanzaron a las clases de plástica:<br />

Stage Design -Costume Design-<br />

Stage Lightning. (Estos tres cursos<br />

los tomo yo solo). Con Rodolfo<br />

tomo Production (que no es otra<br />

cosa sino una vista técnica de<br />

los elementos que componen<br />

una pieza, desde su origen, hasta<br />

el momento de realizarla en la<br />

escena, esto último por una práctica<br />

verdaderamente estúpida). (Hay<br />

que hacerlo todo: desde a<strong>ser</strong>rar<br />

una tabla, hasta representar, si es<br />

posible). Hasta ahora y esto me<br />

ha traído el primer conflicto, no<br />

hemos entrado en el rebaño que<br />

se utiliza para montar las obras.<br />

También tomo Dirección Escénica,<br />

que tiene bastante interés. Asisto a<br />

veces a las clases de Mr. Nicoll, un<br />

positivo valor universitario, hombre<br />

de método, cultura humanística y<br />

sentido moderno, que da Survey<br />

of the Drama y conferencias en<br />

“Production”.<br />

Todo estaría muy bien si el criterio<br />

que priva en Yale no fuera tan<br />

ATROZMENTE ACADÉMICO. El<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

profesor de Costume Design, por<br />

ejemplo, antes de permitirme entrar<br />

a su clase, me invitó, muy cortés y<br />

fríamente, a que le llevara algunos<br />

ejemplos de mis posibilidades. Por<br />

no chocar, desde luego, le hice 3<br />

dibujos de trajes, a la acuarela; me<br />

mandó decir que podía asistir a su<br />

clase y hacer el trabajo de todos,<br />

después de ver mis dibujos, que de<br />

seguro, le han de haber parecido un<br />

atrevimiento Diegorriverense, pero<br />

que le demostraron que yo podía<br />

hacer las cosas (...)<br />

Creo que con unos meses de<br />

asistencia los cursos, una buena<br />

bibliografía, los programas de<br />

estudios, y uno poco de inteligencia,<br />

se puede ahorrar a la Fundación<br />

Rockefeller el gasto de 10 meses,<br />

y a nosotros la angustia de tener<br />

que pasar por las más estrechas<br />

Termópilas de un pueblo ingenuo,<br />

de un academicismo mediocre,<br />

superado hasta entre nosotros<br />

oficialmente (...). (Villaurrutia 1988,<br />

33-36).<br />

Más allá de que las ob<strong>ser</strong>vaciones y<br />

lamentos de Villaurrutia pudieron haber<br />

sido en efecto ciertas y fundamentadas,<br />

es claro que las enseñanzas ahí recibidas<br />

les ayudaron a ambos, —¡y de qué<br />

manera!- a sistematizar y profesionalizar<br />

su labor en el teatro.<br />

Usigli, por otra parte asistió, al menos<br />

al curso que Villaurrutia denomina<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 7


Literatura<br />

como “Production”. Nos queda claro,<br />

también con este testimonio que Usigli<br />

debe a la estancia en Yale, no sólo el<br />

conocimiento de precisiones sobre<br />

la teoría dramática moderna –no hay<br />

que olvidar que Allardice Nicoll es<br />

autor de un importante libro sobre el<br />

tema,- 2 sino también la gestación de<br />

muchas de sus obras fundamentales<br />

como El niño y la niebla y desde luego,<br />

El Gesticulador, incluida su versión<br />

usigliana del Misántropo de Molière,<br />

titulada Alcestes.<br />

El testimonio personal del propio Usigli,<br />

acerca de aquella legendaria estancia<br />

en Yale, se lee como sigue:<br />

Tuvimos el choque natural con<br />

los profesores y sus disciplinas<br />

–en México existíamos y en Yale<br />

éramos dos nombres, dos fichas<br />

con la sospechosa circunstancia,<br />

apuntada más de una vez por el<br />

profesor de dirección, Mr. Dean, de<br />

conocer idiomas, teatro francés y<br />

teatro italiano y de haber sido “ranas<br />

grandes en charcos pequeños” - .<br />

Nunca nos lo aplicó directamente,<br />

pero los insinuendoes, como él<br />

decía en su pintoresco mal inglés,<br />

2 Allardice Nicoll, es más conocido como historiador<br />

del teatro que como teórico, pero en ambos casos<br />

sus libros influyeron a Rodolfo Usigli, sin duda<br />

alguna. Guillermo Schmidhuber en su libro Apología<br />

de Rodolfo Usigli, señala puntualmente esa notable<br />

cercanía (SCHMIDHUBER, 2005, p 28)<br />

8 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

eran elocuentes. Xavier estuvo a<br />

punto de retirarse de la aventura,<br />

y sólo a insistencia de Eduardo<br />

Villaseñor, entonces cónsul general<br />

de México en Nueva Cork, y mía,<br />

aceptó quedarse. Hicimos duraderas<br />

amistades, aprendimos –yo por<br />

lo menos, no me acoracé con el<br />

teatro francés moderno contra<br />

el norteamericano-; visitamos,<br />

a demanda mía la Fundación<br />

Rockefeller, teatros experimentales<br />

de casi todo el país, vimos una<br />

buena temporada en Broadway y<br />

regresamos a México después de un<br />

año. (Usigli 1979, 600).<br />

De manera que, si duda alguna, esa<br />

estancia fortaleció con mucho los<br />

intereses que el joven Usigli tenía sobre<br />

la teoría dramática y su aplicación a los<br />

procesos de construcción dramática.<br />

Pero también hay que resaltar que junto<br />

con la pasión por la teoría dramática y<br />

su aplicación precisa en la construcción<br />

de sus propias obras, Usigli veía en su<br />

aprendizaje una necesidad sustantiva en<br />

la transformación del teatro en México<br />

desde su perspectiva dramatúrgica.<br />

Por ello el énfasis en impartir cursos y<br />

en dar cauce desde esa perspectiva a<br />

su irredimible vocación docente y por<br />

ello también, a su regreso a México,<br />

después de los cursos en New Haven,<br />

se preocupa por impartir y difundir esos<br />

fundamentos del teatro moderno recién<br />

adquiridos.


Este es, de nueva cuenta, el testimonio<br />

de Usigli al respecto:<br />

Cuando una de las demagógicas<br />

aves de paso en Bellas Artes<br />

nos había invitado, a XV y a mí, a<br />

dar algunas conferencias sobre<br />

teatro, X me preguntó, durante la<br />

caminata cotidiana hacia nuestras<br />

casas, qué iba yo a decir a mi<br />

auditorio. Repuse que me proponía<br />

dar conferencias prácticas para<br />

ilustrar, con la ayuda de actores<br />

jóvenes, cuestiones de técnica de<br />

movimiento y de caracterización.<br />

“No caballero –me dijo X, que así<br />

me llamaba-, háblele usted de los<br />

estilos en abstracto. No suelte nada<br />

de lo que sabemos y que debe <strong>ser</strong><br />

exclusivo para nuestros grupos”.<br />

Creo que ahí fue donde empezamos,<br />

inconscientemente, a distanciarnos,<br />

aunque ni él ni yo llegamos<br />

a sustentar las proyectadas<br />

conferencias” (Usigli 1979, 604).<br />

Si bien las citadas conferencias no versarían<br />

específicamente sobre aspectos<br />

dramatúrgicos, es claro que para Usigli<br />

renovar el teatro en México implicaba, no<br />

sólo escribir sólidas y bien estructuradas<br />

piezas teatrales, sino formar nuevos<br />

cuadros que comprendiesen y aplicasen<br />

los fundamentos modernos del teatro<br />

de su tiempo. Por ello afirmamos y<br />

reconocemos que las preocupaciones<br />

formales y particularmente teóricas<br />

sobre el teatro que Rodolfo Usigli se<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

planteó y transmitió a sus discípulos<br />

y a muchísimos más que no lo eran o<br />

que nunca pudimos haberlo sido, son<br />

fundamentales en la consolidación del<br />

teatro en México en la segunda mitad<br />

del siglo XX. Esto es lo que afirma y<br />

comenta Luisa Josefina Hernández<br />

sobre ello:<br />

A Rodolfo Usigli se le atribuye la<br />

creación definitiva de un teatro<br />

nacionalista en México (…)<br />

Se habla poco, sin embargo, de<br />

Usigli como teórico del teatro,<br />

en primer lugar, porque en sus<br />

testimonios escritos –que vendrían<br />

a <strong>ser</strong> los prólogos a sus obras<br />

– y el libro Itinerario del autor<br />

dramático, sus preocupaciones<br />

van dirigidas, en los primeros,<br />

a las motivaciones de su propia<br />

obra, y en el segundo, al desarrollo<br />

y condiciones del escritor como<br />

dramaturgo. En segundo lugar,<br />

y como consecuencia, porque la<br />

teoría como especialidad abstracta<br />

no era su principal preocupación.<br />

Sin embargo a Usigli se debe una<br />

clasificación genérica de importancia<br />

muy trascendente en el campo de la<br />

teoría dramática, la cual requiere <strong>ser</strong><br />

mencionada porque aclara varias incógnitas<br />

del teatro moderno. (Hernández<br />

1992, 43-45).<br />

Y más adelante nos comenta aspectos<br />

muy sugerentes sobre la manera en que<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 9


Literatura<br />

Usigli aplicó la teoría dramática a sus<br />

propias obras:<br />

Rodolfo Usigli comprendía el teatro<br />

a través de las teorías aristotélicas<br />

aplicadas en forma estricta, tanto en<br />

su obra como en la cátedra (…)<br />

Pero quien lea sus obras con<br />

intención teórica, pero sin<br />

familiaridad con sus teorías, sus<br />

descubrimientos resultan mucho<br />

mayores, como la sensibilidad con<br />

que se adelanta a ciertos escritos<br />

como los de Berthold Brecht.<br />

Por ejemplo, si tomamos Corona<br />

de sombra, a la cual él llamó<br />

sencillamente pieza antihistórica,<br />

veremos que coincide con aquello<br />

que Brecht y sus seguidores<br />

denominaron obra didáctica, con<br />

una exactitud impresionante.<br />

(Hernández 1992, 43-45).<br />

Usigli es, a pesar del paso del tiempo –o<br />

gracias a él-, una fuente de aprendizaje<br />

y conocimiento. Sus obras, aún cuando,<br />

no se lleven a escena con la frecuencia y<br />

fortuna que se quisiera, nos ofrecen las<br />

más o las menos, lecciones sobre el <strong>ser</strong><br />

y el hacer del arte teatral y, sobre todo,<br />

nos dan un testimonio de cómo un autor<br />

puede <strong>ser</strong> fiel a su estilo y a su tiempo<br />

sin renegar de los clásicos, sino más<br />

bien gracias a esas influencias, Usigli<br />

alcanzó su madurez y su presencia en<br />

el teatro mexicano moderno.<br />

Sigue siendo admirable ob<strong>ser</strong>var la<br />

precisión con que como autor dramático<br />

10 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

abordó las estructuras de diversos<br />

géneros dramáticos y con ello sus<br />

cercanías y alejamientos con la teoría<br />

dramática aristotélica. De la comedia<br />

realista como Noche de estío, al melodrama<br />

como Aguas estancadas, o el<br />

manejo desde distintas perspectivas<br />

de lo que por entonces era el nuevo<br />

género del teatro moderno, la pieza;<br />

con obras como El niño y la niebla, otra<br />

Primavera y la singular pieza -¿o tragedia<br />

moderna?- para demagogos que conocemos<br />

como El Gesticulador, y sus<br />

intentos de construir una tragedia bajo<br />

los principios de construcción del drama<br />

clásico como lo es Corona de fuego.<br />

Por otro lado encontramos también,<br />

siempre con asombro, aquellas obras<br />

que Usigli escribió desembarazándose<br />

de la poética aristotélica y generando<br />

a su vez nuevas perspectivas en la<br />

construcción dramática, por lo menos<br />

en México, como es el caso de La<br />

última puerta, El presidente y el ideal<br />

y, claro está, su Corona de sombra.<br />

Las cuales, por su propia característica<br />

formal y sus peculiaridades, han sido<br />

o incomprendidas o mal interpretadas,<br />

pero que a todas luces nos ofrecen<br />

insólitas novedades sobre lo que un<br />

autor dramático puede hacer en el<br />

proceso de construcción dramática de<br />

sus propias obras, sin apartarse por<br />

ello de la teoría o de la tradición. Se<br />

puede crear con o sin ayuda de estas,<br />

pero no se puede sustraer el creador a<br />

sus influencias.


Y en todas su obra, y en todas sus<br />

reflexiones teatrales hay una idea que<br />

suena y resuena como constante en<br />

Usigli: la búsqueda de la verdad; por<br />

ello quizá sus cercanías profundas con<br />

las ideas teatrales y con la obra de<br />

autores como Ibsen, Bernard Shaw y<br />

el paradójico Luigi Pirandello. Sin que<br />

olvidemos a los maestros de siempre,<br />

los trágicos griegos. Porque es claro<br />

que la teoría nos da herramientas para<br />

la búsqueda de la verdad y el teatro,<br />

es también por ello, un camino hacia<br />

determinados sentidos de verdad en el<br />

<strong>ser</strong> humano de todos los tiempos.<br />

Bibliografía<br />

ADAME, DOMINGO<br />

2004 Teatros y teatralidades en México<br />

siglo XX. Xalapa, Universidad<br />

Veracruzana-AMIT.<br />

HERNÁNDEZ, LUISA JOSEFINA<br />

1992 “Usigli y la enseñanza de la teoría<br />

dramática”, en Rodolfo Usigli,<br />

ciudadano del teatro (memoria de<br />

los homenajes a Rodolfo Usigli 1990-<br />

1991). México, Centro Nacional de<br />

Investigación Teatral “Rodolfo Usigli”,<br />

INBA.<br />

LUZURIAGA, GERARDO<br />

1992 “El ideario teatral de Rodolfo Usigli”,<br />

en Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />

(memoria de los homenajes a Rodolfo<br />

Usigli 1990-1991). México, Centro<br />

Nacional de Investigación Teatral<br />

“Rodolfo Usigli”, INBA.<br />

SHMIDHUBER, GUILLERMO<br />

2005 Apología dramática de Rodolfo<br />

Usigli. Guadalajara, Universidad de<br />

Guadalajara.<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1981 Tiempo y memoria en conversación<br />

desesperada (Poesía 1923-1974),<br />

(Selección y prólogo de José Emilio<br />

Pacheco), México, UNAM (Textos de<br />

Humanidades, núm. 26).<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1940 Itinerario del autor dramático.<br />

México, Casa de España en México.<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1967 Voces, diario de trabajo (1932-<br />

1933). México, Seminario de Cultura<br />

Mexicana.<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1969 Ideas sobre el teatro. México,<br />

Instituto Mexicano de Cultura.<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1979 Teatro Completo III. México, Fondo<br />

de Cultura Económica (primera<br />

reimpresión de la primera edición de<br />

1963).<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

1987 “Dimensiones del texto dramático”<br />

en Repertorio, revista de teatro de la<br />

Universidad Autónoma de Querétaro,<br />

núm. 1<br />

USIGLI, RODOLFO<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

1996 Teatro Completo, v. IV, Escritos<br />

sobre la historia del teatro en México<br />

(Comp. pról. y notas de Luis de Tavira).<br />

Fondo de Cultura Económica.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 11


USIGLI, RODOLFO<br />

Literatura<br />

2004 El Gesticulador, (Daniel Meyran,<br />

editor), Madrid, Ediciones Cátedra<br />

(Letras Hispánicas).<br />

12 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

Otras fuentes<br />

1988 Cartas a Celestino Gorostiza,<br />

México, Ediciones del Equilibrista.<br />

1992 Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />

(memoria de los homenajes a Rodolfo<br />

Usigli 1990-1991), México, Centro<br />

Nacional de Investigación Teatral<br />

“Rodolfo Usigli”, INBA.


La Narrativa Mexicana Leva Anclas:<br />

Viaje a la Isla Ricamea, de José Joaquín<br />

Fernández de Lizardi<br />

Dr. Oscar Mata Juárez 1<br />

El jueves 20 de enero de 1814 los<br />

lectores del número dos del tercer tomo<br />

de El Pensador Mexicano, 2 el semanario<br />

de José Joaquín Fernández de<br />

Lizardi, se encontraron con un texto,<br />

curiosamente sin título, y cuyo único<br />

encabezado consistía en la fecha, que<br />

a grandes rasgos refería lo siguiente:<br />

un negrillo se había aparecido a don<br />

José Joaquín y le había entregado un<br />

pliego con una carta de su hermano,<br />

ausente de la Nueva España por más<br />

de diez años. La aparición tomó por<br />

sorpresa a Fernández de Lizardi, quien<br />

1 Profesor-investigador del Departamento de<br />

Humanidades <strong>UAM</strong>-Azc.<br />

2 El Pensador Mexicano, el más célebre de los<br />

periódicos de José Joaquín Fernández de Lizardi<br />

empezó a circular el 9 de octubre de 1812, tuvo<br />

3 épocas, o tomos. La primera del 9 de octubre<br />

de 1812 al 10 de enero de 1813, constó de 13<br />

números y 5 Pensamientos Extraordinarios.<br />

La segunda, que constó de 18 números y 17<br />

suplementos, empezó el 12 de septiembre de 1813<br />

y concluyó el 30 de diciembre de ese mismo año. El<br />

tercer tomo inició el 13 de enero de 1814 y finalizó<br />

el 8 de noviembre de 1814, constó de 14 números<br />

y 9 suplementos. Todas las entregas salieron de la<br />

imprenta de doña María Fernández de Jáuregui.<br />

no dejó de agradecerla, pues le traía un<br />

novedoso material, que lo salvaba de los<br />

problemas habituales de todo escritor:<br />

¿qué escribir, acerca de qué o quíén?<br />

El asunto se agravaba, pues en aquel<br />

entonces se vivía en “unos tiempos tan<br />

delicados”. Fernández de Lizardi los<br />

había experimentado en carne propia<br />

, ya que había sido encarcelado el 7<br />

de diciembre de 1812 y debió pasar<br />

en prisión más de siete meses, por<br />

el “delito” de haber solicitado –en el<br />

número 9 de la primera época de El<br />

Pensador… 3 - al virrey Francisco Xavier<br />

Venegas la revocación del bando del<br />

25 de junio de 1812, que ordenaba que<br />

los clérigos que habían participado<br />

en la insurgencia fueran juzgados por<br />

tribunales militares, que invariablemente<br />

los condenaban a la pena máxima.<br />

En respuesta Venegas suprimió la libertad<br />

de imprenta, consagrada por la<br />

Constitución de Cádiz, puesta en vigor<br />

en la Nueva España el 5 de octubre<br />

de 1812, y decretó la prisión de don<br />

3 Aparecido el 3 de diciembre de 1813, cumpleaños<br />

del virrey Venegas.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 13


Literatura<br />

Joaquín, así como el final de la libertad<br />

de expresión que había provocado el<br />

surgimiento de no pocas publicaciones<br />

que se manifestaban en contra de las<br />

injusticias imperantes en la sociedad<br />

colonial. Una cuadrilla de más de 70<br />

hombres irrumpió en su casa a las 3 de<br />

la mañana y lo apresó. A su salida de la<br />

cárcel, en julio de 1813, este periodista<br />

nato, que se ganaba el pan con la<br />

pluma, debió cultivar otros géneros<br />

literarios para evitarse más problemas<br />

con las autoridades coloniales. De<br />

esta forma, en la segunda mitad de<br />

1813 publicó cerca de una docena de<br />

folletos, esa especie de hojas sueltas de<br />

contenido misceláneo en las que había<br />

más noticias que versillos, diálogos<br />

costumbristas, cartas y calendarios de<br />

contenido irrelevante.<br />

Fuente: http://img.terra.com.mx/galeria_de_fotos/<br />

images/323/645463.jpg<br />

14 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

En los primeros renglones del texto<br />

que nos ocupa, el prolífico escritor<br />

definió así aquellos días: “tiempo de<br />

conmociones intestinas, en las que<br />

sólo se debía hablar con mordaza<br />

y escribir con las narices para no<br />

exponerse”. En enero de 1814 la<br />

guerra de independencia continuaba,<br />

bajo el mando de José María Morelos,<br />

y Félix María Calleja lo combatía sin<br />

tregua. Buena parte del territorio de<br />

la Nueva España estaba controlado<br />

por la insurgencia, cuya suprema<br />

instancia de gobierno era el Congreso<br />

de Chilpancingo, o de Anáhuac, que<br />

había declarado la independencia de<br />

la América Septentrional de España.<br />

En la metrópoli, la guerra en contra de<br />

los invasores franceses se mostraba<br />

favorable a la causa española y se<br />

hablaba del inminente regreso de<br />

Fernando VII a la península ibérica, tras<br />

<strong>ser</strong> proclamado de nueva cuenta rey de<br />

España, el 11 de diciembre de 1813, lo<br />

que en los hechos significaría el retorno<br />

del despotismo Así las cosas, en un<br />

mundo revuelto en el cual había que<br />

andar con pies de plomo, Fernández de<br />

Lizardi se cuidó de externar la más leve<br />

crítica al régimen y se concretó a señalar<br />

las enormes carencias educativas<br />

de una sociedad en la que sólo uno<br />

de cada diez habitantes sabía leer y<br />

escribir.<br />

Pero es tiempo de centrar la atención<br />

en el texto, el único, de El Pensador


Mexicano del 24 de enero de 1814 4<br />

(Fernández de Lizardi 1968, 385-399).<br />

Aunque carecía de título, venía a <strong>ser</strong><br />

el inicio de la narrativa mexicana y<br />

muy posiblemente hispanoamericana.<br />

Como se mencionó antes, un negrillo<br />

se apareció al periodista y le entregó<br />

un pliego, en cuyo interior había una<br />

carta de su hermano; acto seguido<br />

el mensajero -que a fin de cuentas<br />

es la imaginación, según sabremos<br />

en el último párrafo de la novelita-<br />

desapareció. El encabezado de la misiva<br />

decía lo siguiente:<br />

Isla de Ricamea, noviembre 10 de 1813<br />

Empresa vana <strong>ser</strong>ía el intento de<br />

localizar la isla de Ricamea en algún<br />

mapa. El nombre es un anagrama<br />

de América y en la segunda entrega<br />

algunos indicios la ubicarán en<br />

las Antillas, aunque los perfiles<br />

de sus cerros no aparecen en<br />

carta alguna. Es, en suma, del<br />

primer espacio ficticio, producto<br />

de la imaginación, en las letras de<br />

nuestro subcontinente, que retoma<br />

la tradición de las fabulosas islas<br />

Baratarias, fruto de la imaginación,<br />

o las elucubraciones, de los<br />

caballeros andantes, así como el<br />

4 Hay una reedición en la colección Relato<br />

Licenciado Vidriera, con una introducción de Luis<br />

Leal. México, UNAM, 2004, XIII y 28 pp (Relato<br />

Licenciado Vidriera, 22)<br />

Oscar Mata Juárez<br />

antecedente de lugares ya míticos<br />

para los hispanoamericanos, como<br />

Las Palmas de Laura Méndez<br />

de Cuenca, Santa María de Juan<br />

Carlos Onetti, Comala de Juan<br />

Rulfo y Macondo de Gabriel García<br />

Márquez.<br />

Tras el saludo convencional, “Querido<br />

hermano:”, la narrativa mexicana literalmente<br />

da sus primeros pasos, pues<br />

la misiva contaba, relataba, narraba las<br />

andanzas del hermano de Fernández<br />

de Lizardi, quien se había separado de<br />

su familia a muy temprana edad, para<br />

desempeñarse como amanuense y mozo<br />

de comercio de un caballero inglés,<br />

de apellido Torneville. El sajón, a pesar<br />

de su condición de protestante, un<br />

hereje para la estrecha visión católica,<br />

es un hombre de bien, piadoso y lleno de<br />

bondad. Tras una estancia de seis años<br />

en Manila, el inglés decide regresar, en<br />

compañía de su <strong>ser</strong>vidor, a Londres,<br />

por ese entonces la ciudad más grande<br />

y populosa del mundo, que a inicios<br />

del siglo XIX tenía cerca de un millón<br />

de habitantes. El indiano la recorre y<br />

se la describe a su hermano lleno de<br />

admiración. A su llegada Torneville se ha<br />

enterado del fallecimiento de su esposa,<br />

lady Isabel, funesto episodio que deja<br />

al viudo con un solo <strong>ser</strong> querido sobre<br />

la faz de la tierra: su hija Jennis, de 14<br />

años de edad. La joven inglesita aunque<br />

es hermosa, no se describe su belleza,<br />

en cambio se resalta su condición de<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 15


Literatura<br />

mujer instruida, que ha recibido una<br />

educación, no como las forpilonas 5<br />

novohispanas. Entre sus virtudes está<br />

su dominio del idioma español. En<br />

poco tiempo el joven indiano logra<br />

ganarse su amor, para beneplácito<br />

del señor inglés, y consigue atraerla<br />

al catolicismo. Cuando contraen<br />

matrimonio, en primer lugar los une<br />

ante Dios un sacerdote católico,<br />

después cumplen con las ceremonias<br />

de la iglesia anglicana. En cuatro años<br />

de feliz matrimonio procrean un hijo.<br />

Sin embargo, la felicidad, siempre<br />

veleidosa, dura poco, apenas cinco<br />

años. El suegro muere a consecuencia<br />

de la caída de un caballo, a Dios<br />

gracias en el seno de la Santa Madre<br />

Iglesia católica, pues el inglés recibe<br />

los últimos sacramentos. No deja de<br />

llamar la atención la presencia de los<br />

ritos católicos en un país anglicano,<br />

muy posiblemente Lizardi los introdujo<br />

para evitarse cualquier problema con<br />

la censura novohispana… Jenny queda<br />

como heredera universal; sin embargo,<br />

al poco tiempo también fallece y el<br />

pequeño hijo, que ha quedado a merced<br />

de “amas mercenarias” en cuestión de<br />

semanas la sigue. Así, con tres muertes<br />

repentinas, concluye esta primera<br />

5 Forliponas: Señoras que se dan importancia<br />

en traje y maneras, según el Diccionario de<br />

Mejicanismos de Santamaría.<br />

16 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

entrega, de unas dos mil palabras de<br />

extensión.<br />

Fuente: http://www2.warwick.ac.uk/fac/arts/history/<br />

postgraduate/eportfolios/history3/research/lizardi.gif<br />

En este primer segmento llama la<br />

atención la cantidad de hechos, que son<br />

la esencia de la narrativa: la decisión<br />

de abandonar la Nueva España por<br />

cuestiones de trabajo, la estancia en<br />

Manila, el viaje a Londres, el matrimonio<br />

con la joven inglesa, el periodo de<br />

felicidad conyugal y la culminación del<br />

capítulo con los decesos del suegro, de<br />

la esposa y del pequeño hijo. Bastantes<br />

sucesos y media docena de personajes,<br />

de los cuales se ponderan sus prendas<br />

morales, y sus virtudes; en contraparte,


nada se sabe de su aspecto y apariencia,<br />

tampoco de sus ropas o sus aposentos.<br />

La descripción más prolija es la de<br />

Londres, que seguramente el autor<br />

tomó de un folleto. La intención de<br />

Fernández de Lizardi acaso consistía<br />

en contar la historia de un novohispano<br />

fuera de su patria, léase lejos de las<br />

calamidades de la Nueva España, y<br />

entregó a sus lectores un verdadero<br />

aluvión de acontecimientos..., de los<br />

que un narrador con experiencia pudo<br />

haber sacado mayor provecho.<br />

La segunda entrega de la historia<br />

apareció el jueves 27 de enero de 1814, 6<br />

con el siguiente encabezado: “Continúa<br />

la carta de mi hermano”; como<br />

en el número anterior, fue la única<br />

colaboración del semanario. El joven<br />

novohispano de golpe y porrazo se<br />

encontró solo, rico y en tierra extraña,<br />

por lo que decidió regresar a su patria.<br />

Vende todas sus posesiones, compra<br />

dos barcos de transporte y con viento<br />

en popa inicia la travesía. Por doce<br />

días los elementos le son favorables,<br />

pero después las embarcaciones son<br />

presas de una tempestad, uno de los<br />

barcos naufraga y el otro sufre graves<br />

desperfectos, por fortuna el joven novohispano<br />

logra llegar a las costas de<br />

una isla muy grande, pero desconocida:<br />

Ricamea. Los naúfragos son acogidos<br />

6 Número 3 del tomo III, imprenta de doña María<br />

Fernández de Jáuregui.<br />

Oscar Mata Juárez<br />

por el gobernante del lugar, apellidado<br />

Dubbois, quien presenta al joven con<br />

su esposa y su hija Roseana, de 15<br />

años, cuya belleza le recuerda a Jennis.<br />

Acto seguido lo hospeda en su casa y<br />

dispone que el cargamento del barco<br />

que no se hundió sea almacenado.<br />

Otra vez, como en la primera entrega,<br />

un hombre poderoso acoge con gusto<br />

al indiano y se muestra complacido por<br />

la atracción que surge entre su hija y<br />

el joven. Los isleños también reciben<br />

amistosamente al recién llegado, quien<br />

decide corresponder socorriendo a<br />

los pobres del lugar, lo que significa<br />

desprenderse de un tercio de su<br />

fortuna. Dubbois es promovido a la<br />

regencia absoluta de la isla, debido<br />

a la muerte de su antecesor y a que<br />

resulta favorecido en unas elecciones<br />

en las que participa la población<br />

de Ricamea. Al asumir sus nuevas<br />

responsabilidades, Dubbois nombra<br />

al joven novohispano su secretario.<br />

Poco después el flamante funcionario<br />

contrae nupcias con Roseana, con el<br />

beneplácito de Dubbois y de su pueblo,<br />

pues el indiano ha sabido ganarse el<br />

cariño de los isleños ayudando a los<br />

pobres con su fortuna personal. De<br />

nueva cuenta la vida le sonríe y disfruta<br />

de un segundo periodo de felicidad, que<br />

como el anterior dura cinco años. Sin<br />

embargo, su suegro fallece, otra vez la<br />

muerte del suegro, con lo cual retornan<br />

las aflicciones a la vida del indiano, ya<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 17


Literatura<br />

que es elegido presidente de la junta<br />

nacional y gobernación del pueblo.<br />

Esta segunda entrega nos muestra<br />

que la vena inventiva de José Joaquín<br />

Fernández de Lizardi no era muy rica,<br />

pues repite, con ligeras variantes, las<br />

acciones principales del primer capítulo:<br />

el joven que se gana el aprecio de un<br />

hombre mayor y poderoso, conquista el<br />

amor de la hija de su protector y actúa<br />

con eficiencia y probidad. En ambos<br />

capítulos hay una larga travesía, en<br />

el primero de Manila a Londres, en el<br />

segundo de Londres a Ricamea. Hay<br />

una variante de importancia: el primer<br />

viaje concluye venturosamente, el segundo<br />

termina en naufragio, aunque<br />

no en tragedia. En otro orden de ideas,<br />

los escenarios cambian radicalmente:<br />

de una enorme y cosmopolita urbe se<br />

pasa a una isla que no aparece en los<br />

mapas ni en las cartas de navegación.<br />

Tampoco hay descripciones ni de la isla<br />

– sólo se nos dice que es grande y rica-<br />

ni de sus moradores, o de la manera<br />

en que se desarrolla la vida cotidiana<br />

ahí. El encuentro inesperado con una<br />

isla desconocida había sido el pretexto<br />

para presentar utopías, recuérdese<br />

a Tomás Moro y a Francis Bacon. En<br />

esta novelita la vida del protagonista<br />

continúa de manera normal; ciertamente<br />

tuvo suerte llegando a Ricamea, aunque<br />

no se trata de una sociedad<br />

perfecta. Acaso se distinga por su vida<br />

democrática, pero de ninguna manera<br />

18 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

está exenta de problemas y dificultades.<br />

Por lo que se refiere a los personajes,<br />

como en la primera entrega, el autor<br />

no da los rasgos faciales de Bubbois,<br />

ni de su esposa, tampoco dibuja la<br />

belleza de Jenny. En una perspectiva<br />

más amplia no se mencionan algunas<br />

peculiaridades o características de los<br />

isleños, que dan la impresión de <strong>ser</strong><br />

buenas personas, en cuyas almas anida<br />

el agradecimiento, pues eligen al indiano<br />

como su gobernante, para corresponder<br />

a sus bondades. El aspecto narrativo,<br />

en cambio, es rico: una travesía, la lucha<br />

contra la tempestad, el naufragio,<br />

la llegada a la extraña isla, el buen<br />

recibimiento tanto de Dubbois como de<br />

los lugareños, el ascenso de Dubbois,<br />

el segundo matrimonio del indiano (que<br />

debió <strong>ser</strong> según el rito católico) y su<br />

elección como gobernante de la isla. Sin<br />

embargo, la mayoría de estos hechos<br />

apenas son enunciados, la narración<br />

no se preocupa por desarrollarlos; de<br />

haberlo hecho, Viaje a la isla Ricamea<br />

hubiera sido una obra mucho más<br />

extensa. En efecto, un narrador con<br />

más experiencia bien hubiera sacado<br />

más provecho de tantos elementos y,<br />

en vez de dos entregas, hubiera escrito<br />

un número mayor de páginas, con las<br />

que hubiera podido reunir material<br />

para más números del semanario y, por<br />

consiguiente, sus ingresos hubieran<br />

aumentado.


Fuente: http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcS<br />

kz76I4rKFmiaX_Yni8GCmkpjCL_5f9JMKcLPTTkNm<br />

VElJx3CHZwBCkRPy<br />

La tercera y última entrega apareció el<br />

jueves 3 de febrero de 1814, con este<br />

encabezado: “Concluye la carta de mi<br />

hermano”. El título Viaje a la isla Ricamea<br />

le fue asignado posteriormente.<br />

Este “anonimato”, especie de isla no<br />

consignada en los mapas, propiciaba<br />

que se le considerara una pieza de<br />

contenido misceláneo, y por bastante<br />

tiempo dificultó que fuese reconocida<br />

como la obra pionera de nuestra narrativa.<br />

Todas las historias de la literatura<br />

mexicana indican que El Periquillo<br />

Sarniento (1816) es la primera novela<br />

mexicana e hispanoamericana y que<br />

con ella principia la narrativa, tanto en<br />

México como en la América hispana.<br />

Ciertamente es la primera novela,<br />

pero dos años antes se publicó Viaje<br />

a la isla Ricamea, una novela corta sin<br />

título, pero con todos los elementos<br />

narrativos: una historia, un protagonista<br />

y unos personajes que lo rodean,<br />

escenarios y ambientes, tanto físicos<br />

Oscar Mata Juárez<br />

como psicológicos, con la que las<br />

letras de hispanoamérica se libraron de<br />

la prohibición y la censura coloniales y<br />

literalmente se lanzaron al ancho mar<br />

de la narrativa.<br />

Con la tercera entrega, a diferencia<br />

de las dos anteriores de unas dos mil<br />

palabras, la narración alcanza las seis<br />

mil palabras, cifra que indica que Viaje<br />

a la isla Ricamea es más extensa que un<br />

cuento, es una novela corta, o novelita<br />

como se les llamó en el siglo XIX. Este<br />

segmento nos muestra que además de<br />

<strong>ser</strong> un narrador o fabulador, José Joaquín<br />

Fernández de Lizardi fue un hombre<br />

de ideas, un pensador cuyo principal<br />

objetivo consistió en comentar los hechos<br />

y acontecimientos, no narrarlos,<br />

referirlos, contarlos o recrearlos. Él mismo<br />

en bastantes ocasiones indicó que<br />

su aspiración principal era contribuir<br />

al mejoramiento de su patria y su<br />

aporte fundamentalmente consistió en<br />

ideas, –recuérdese que los primeros<br />

suplementos de El Pensador Mexicano<br />

llevaron el título de Pensamientos<br />

Extraordinarios-, las ideas que le inspiraban<br />

los acontecimientos que le tocó<br />

vivir. La novelita cuenta que el hermano<br />

fue elegido, en una “elección tan a gusto<br />

del pueblo que en la votación no se<br />

halló un sufragio menos”, presidente de<br />

la gobernación absoluta de la isla, con<br />

el consiguiente regocijo popular, que<br />

–como la felicidad- muy poco tiempo<br />

duró: en varias provincias surgieron<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 19


Literatura<br />

problemas que desembocaron en una<br />

guerra civil. El hermano desea la paz<br />

y la tranquilidad de la isla, no quiere<br />

proceder como un déspota o un tirano,<br />

y teme que los isleños le echen en<br />

cara su condición de extranjero, que<br />

supuestamente haría que le importara<br />

un comino la situación de los isleños<br />

o los traicionara. Téngase en cuenta<br />

que durante la colonia los puestos<br />

públicos se vendían al mejor postor<br />

en la maetrópoli y que el ganador<br />

viajaba al nuevo mundo con la idea de<br />

que su inversión debía rendirle frutos<br />

a la brevedad posible. En este punto,<br />

el lector se pregunta: ¿entonces por<br />

qué lo eligieron casi por unanimidad?<br />

Sin duda, un error en la trama de un<br />

narrador bisoño… En los momentos de<br />

mayor aflicción, cae en las manos del<br />

atribulado personaje un ejemplar de<br />

El Pensador Mexicano, que de alguna<br />

forma, muy posiblemente con el auxilio<br />

de la imaginación, llega hasta Ricamea.<br />

Entonces el hermano se decide a<br />

escribirle a Fernández de Lizardi,<br />

pidiéndole consejo. Para ponerlo al<br />

tanto del engorroso asunto, le describe<br />

la situación política –nótese que la<br />

descripción es política, no costumbrista,<br />

en ella predominan las ideas políticas,<br />

no los usos y costumbres- de la isla: en<br />

un pasado reciente estuvo gobernada<br />

por un monarca Borbón, pero los<br />

isleños decidieron mudar de gobierno<br />

y, apoyados en la legítima soberanía<br />

de la nación, convirtieron a los reyes<br />

20 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

en meros presidentes del consejo y<br />

pusieron límites a su autoridad (algo<br />

revolucionario y por ende peligroso, pero<br />

proclamado por las Cortes de Cádiz,<br />

cuya constitución era letra muerta en la<br />

Nueva España). En Ricamea hay castas<br />

muy semejantes a las novohispanas:<br />

indios, negros, mulatos, criollos,<br />

producto de la unión de europeos con<br />

indígenas. La lucha por el poder es entre<br />

criollos y europeos. A fin de cuentas,<br />

el protagonista creado por Fernández<br />

de Lizardi acabó viviendo, lejos de su<br />

suelo natal, una situación similar a la<br />

que había en su patria.<br />

Fuente: http://books.google.com.nf/books?id=CJldAA<br />

AAMAAJ&printsec=frontcover&img=1&zoom=1


La petición de Manuel (sólo al final,<br />

cuando firma la misiva, el lector de entera<br />

del nombre del hermano, a quien su amo<br />

Torneville llamaba “Antoñico”, en la<br />

primera entrega) nunca fue contestada.<br />

No se publicó respuesta alguna en ese<br />

número ni en las subsecuentes entregas<br />

de El Pensador Mexicano, ni en alguno<br />

de sus suplementos. Sabido es que su<br />

pluma no tenía otro interés que el bien<br />

de sus semejantes, pero resultan tan<br />

variadas y muchas veces tan opuestas<br />

las concepciones de lo que debe <strong>ser</strong><br />

el bien, que el escritor prefirió guardar<br />

silencio. Recuérdese que ya había ido a<br />

parar con todos sus huesos a presidio,<br />

lugarejo que, por cierto, debió “visitar”<br />

en otras ocasiones, por obra y gracia de<br />

sus ideas.<br />

Viaje a la isla Ricamea tiene un claro<br />

antecedente: los Infortunios de Alonso<br />

Ramírez de 1690 (Garcidueñas 1960,<br />

pp. 1-75) la única de las llamadas<br />

protonovelas, 7 esto es antecedentes<br />

de la novela escritas durante la épo-<br />

7 El siglo de oro en las selvas de Erífile (1607)<br />

de Bernardo de Balbuena es una colección de<br />

églogas, con breves segmentos que recuerdan<br />

las novelas pastoriles; Los sirgueros de la virgen<br />

sin original pecado (1620) del bachiller Francisco<br />

Bramón, una curiosa mezcla de auto sacramental<br />

con algunos elementos de novela pastoril; y La<br />

portentosa vida de la muerte (1792) de fray Joaquín<br />

Bolaños un ensayo, un catecismo.<br />

Oscar Mata Juárez<br />

ca colonial, que de verdad es una<br />

obra narrativa, puesto que tiene una<br />

historia como motivo principal de su<br />

composición. En los Infortunios…<br />

Carlos de Sigüenza y Góngora, por<br />

encargo del virrey de la Nueva España,<br />

don Gaspar de Sandoval Cerda Silva y<br />

Mendoza, recoge la historia de Alonso<br />

Ramírez, natural de San Juan de<br />

Puerto Rico y de oficio carpintero de<br />

ribera. Tras una estancia en la ciudad<br />

de México, Alonso Ramírez decide<br />

enrolarse como marinero y se embarca<br />

en Acapulco, Fue apresado por piratas<br />

en los mares de Filipinas, sin embargo,<br />

logró escapar de sus captores y navegó<br />

solo y sin derrota hasta que, tras<br />

superar un sinfín de dificultades, logró<br />

llegar a las costas de Yucatán, con lo<br />

cual casi le dio la vuelta al mundo. Un<br />

periplo muy parecido recorrerá Pedro<br />

Sarniento, el célebre Periquillo. En la<br />

cuarta parte de El Periquillo Sarniento, 8<br />

Pedro emprende el viaje a Manila, la<br />

embarcación naufraga y Periquillo logra<br />

salvar la vida gracias a unos pescadores,<br />

naturales de Saucheofú, una isla en los<br />

mares de oriente, gobernada por un<br />

“tután”. Como puede verse, Ricamea<br />

no fue la única isla en la imaginación de<br />

El Pensador Mexicano.<br />

8 José Joaquín Fernández de Lizardi. El Periquillo<br />

Sarniento, parte IV, capts. III y I<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 21


Literatura<br />

Fuente: http://3.bp.blogspot.com/_rxdpsX9234s/<br />

SxSkpdQ3k-I/AAAAAAAAABE/jh9M41coRzk/s1600/<br />

periquillo-sarniento2.jpg<br />

La actividad novelística de José Joaquín<br />

Fernández de Lizardi abarcó de 1814 a<br />

1820, de Viaje a la isla Ricamea a Vida<br />

y hechos del famoso caballero Don<br />

Catrín de la Fachenda, esta última<br />

publicada póstumamente, en 1832. Tuvo<br />

su punto final cuando se levantaron<br />

las restricciones a la expresión de las<br />

ideas, con el advenimiento del México<br />

independiente. Libre de las censuras<br />

eclesiásticas y civiles, este hombre de<br />

ideas retornó a la actividad en la cual<br />

se desenvolvía como pez en el agua: el<br />

periodismo. Bien puede afirmarse que<br />

de no haber tenido que lidiar con la<br />

censura, El Pensador Mexicano jamás<br />

22 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />

hubiera dejado de <strong>ser</strong> periodista. Su<br />

pluma no volvió a producir novela alguna,<br />

sin embargo no pocos autores tomaron<br />

la estafeta y de inmediato en las páginas<br />

de los periódicos y las revistas de la<br />

tercera década del siglo XIX empezaron<br />

a aparecer cuentos, novelas y novelitas<br />

para recreación y beneplácito de las<br />

y los lectores de la nación que daba<br />

sus primeros y azarosos pasos de vida<br />

independiente.<br />

Bibliografía<br />

FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOAQUIN<br />

1958 El Periquillo Sarniento. (Pról.)<br />

Francisco Sosa, México, Editora<br />

Nacional. 4 vols.<br />

_____<br />

1968 Obras, tomo III, periódicos, con una<br />

presentación de Jacobo Chencinsky,<br />

México, UNAM, Centro de Estudios<br />

Literarios, 385-399.<br />

_____<br />

2004 Viaje a la isla Ricamea. (Introd.)<br />

Luis Leal, México, UNAM. (Relato<br />

Licenciado Vidriera, 22)<br />

SIGÜENZA Y GONGORA, CARLOS<br />

1960 Infortunios de Alonso Ramírez en<br />

Obras históricas. (Ed. y pról.) José<br />

Rojas Garcidueñas. México, Porrúa.


Lo s t r e s g r a n d e s m u r a L i s t a s:<br />

Jo s é CL e m e n t e or o z C o, di e g o ri ve r a<br />

y da v i d aL f a r o si q u e i r o s<br />

Dra. Guadalupe Ríos de la Torre 1<br />

Fuente: Colección Emma García<br />

La década de 1920 fue la preparación<br />

para la institucionalizar el<br />

gobierno y poner en marcha un<br />

proyecto de desarrollo económico y<br />

cultural. Entre todas las actividades<br />

de gobierno emprendidas por los gobiernos<br />

revolucionarios y en especial<br />

por el del general Álvaro Obregón en<br />

el terreno de la educación y la cultura<br />

destacó la creación de la Secretaría de<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong>.<br />

Educación Pública, mediante la cual<br />

se inició la federación de la educación.<br />

Para esto, Obregón se apoyó en el<br />

rector de la Universidad Nacional,<br />

José Vasconcelos, quién llevó las<br />

artes y los libros a las comunidades<br />

más apartadas y elaboró el proyecto<br />

de ley que consistía básicamente en<br />

la instauración de un organismo que<br />

rigiera e impulsara el desarrollo de<br />

la educación y la cultura, en el cual<br />

definió a la educación como prioridad<br />

del estado. (Matute 2010, 237) Para<br />

tal efecto, propuso la aparición de los<br />

siguientes departamentos:<br />

José Vasconcelos<br />

Fuente: Colección Esther Olivares<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 23


Historia<br />

ESCOLAR, dedicado a impulsar la<br />

educación en todos los niveles<br />

BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS,<br />

cuya función era el establecer y<br />

mantener en funcionamiento las<br />

bibliotecas populares en todo el<br />

territorio nacional, así como crear<br />

bibliotecas especiales y el archivo<br />

General de la Nación.<br />

BELLAS ARTES, encargado de<br />

impulsar y desarrollar todas las<br />

disciplinas artísticas.<br />

La Revolución Mexicana alteró muchos<br />

de los valores y expresiones<br />

culturales mexicanas que juzgaban<br />

haberse afianzado durante el Porfiriato.<br />

La modernidad, encarnada por la industrialización,<br />

los modelos del arte<br />

occidental y el positivismo, que tanto<br />

interesaron a la élite porfiriana, se<br />

vio puntualmente afectada por un<br />

particular interés hacia la heterodoxia y<br />

el tradicionalismo popular.<br />

La cauda popular de la cultura mexicana<br />

poco a poco se fue vigorizando a<br />

la par de la evolución del conflicto<br />

revolucionario. Si bien en un principio,<br />

durante los regimenes maderistas y<br />

huertistas, las cosas no cambiaron<br />

mucho, a partir de los años 1914 y 1915<br />

la visión de ese pueblo y su cultura<br />

empezó a transformarse.<br />

24 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

Después de 1920, los esfuerzos por crear<br />

una expresión artística y una educación<br />

con los nuevos tiempos entraron en una<br />

dinámica acelerada.<br />

La reivindicación de lo nuestro<br />

Fuente: Colección Esther Olivares<br />

En la medida que avanzaron los veinte,<br />

la reivindicación de lo propio y lo “típico<br />

de nuestro país” en los proyectos<br />

educativos empezó a adquirir cada vez<br />

más fuerza. Afirmando lo siguiente:<br />

Este modernismo, tan dispendioso<br />

para nuestra instrucción, ha


trastornado toda nuestra<br />

enseñanza, porque hemos querido<br />

innovar una escuela sin consultar la<br />

ley natural de nuestra etnología…<br />

La enseñanza, decía, debe tener<br />

expresión propia, modelación<br />

regional. (Vázquez 1920, 8)<br />

Durante los regímenes<br />

posrevolucio-narios, hasta<br />

avanzada la década de los<br />

cuarenta, el proyecto educativo<br />

oficial promovió un “nacionalismo<br />

cultural” que formó parte recurrente<br />

en los programas educativos ahora<br />

llamados oficiales. (Monsiváis 1976,<br />

p.234)<br />

Definir al país y a su pueblo, estudiar,<br />

explicar y describir sus diversas<br />

manifestaciones culturales, fue una<br />

tarea que pretendió unir artistas e<br />

intelectuales con las expresiones de las<br />

mayorías.<br />

Sin embargo, la identificación de estos<br />

tres elementos, lo popular, lo mexicano,<br />

y lo nacional, quedó en manos de<br />

una élite centralista y con estrechos<br />

vínculos con el poder económico y<br />

político del país. Tales elementos se<br />

fueron alejando cada vez más de esos<br />

mismos ámbitos populares para situarse<br />

fundamentalmente en los discursos<br />

políticos.<br />

El nacionalismo cultural que caracterizó<br />

esta primera relación entre élites y<br />

sectores populares fue cabalmente<br />

Guadalupe Ríos de la Torre<br />

descrito por Pedro Henríquez Ureña<br />

en 1925, la hacer su primer balance de<br />

los aportes culturales de la Revolución<br />

Mexicana.<br />

Existe hoy el deseo de preferir<br />

los materiales nativos y los temas<br />

nacionales en las artes y en las<br />

ciencias.<br />

Asentaba varios ejemplos:<br />

El dibujo mexicano que desde las<br />

altas creaciones del genio indígena<br />

en su civilización antigua ha <strong>ser</strong>vido<br />

viviendo hasta nuestros días a<br />

través de las preciosas artes del<br />

pueblo. (Henríquez 1924, 24)<br />

Fuente: Hemeroteca Nacional<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 25


Historia<br />

Por lo tanto, el arte creado por estas<br />

élites, según ellas mismas, aciaba<br />

orgullosamente de la vertiente popular<br />

e indígena mexicana, afirmando su<br />

condición nacionalista y sentando las<br />

base para realizar un intento de repensar<br />

las historias culturales nacionales. Por<br />

este reconocimiento quedaba ligado, de<br />

manera prácticamente implícita, a los<br />

proyectos de unificación y justificación<br />

del grupo en el poder, cuyo fin era<br />

implementar los cauces modernizadores<br />

e industrializadotes del país. (Alegría<br />

1976,56-58)<br />

Justamente, más que un saber, se<br />

estableció un “<strong>deber</strong> <strong>ser</strong>” para ese<br />

pueblo mexicano, que rápidamente se<br />

fue separando de las esferas de lo real<br />

para pasar al espacio de lo ideal.<br />

En el ámbito de la cotidianidad, lo<br />

popular también se revaloró después del<br />

movimiento armado de 1910. A manera<br />

de ejemplo puede afirmarse que en<br />

materia de comida se le dio un particular<br />

reconocimiento al mole, el pulque<br />

y la tortilla que fueron identificados<br />

oficialmente como platillos típicos del<br />

pueblo mexicano.<br />

El general Álvaro Obregón, en la que<br />

<strong>ser</strong>ía una de las primeras fiestas de la<br />

mexicanidad posrevolucionaria, la del<br />

Centenario de la Conmemoración de la<br />

Independencia en el año de 1921, ordenó<br />

que el banquete principal consistiera en<br />

sopa de tortilla, arroz a la mexicana y<br />

26 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

mole poblano, como consideración a la<br />

comida del pueblo.<br />

En sus Memorias Daniel Cosío Villegas<br />

comentaba:<br />

A partir de que el general Álvaro<br />

Obregón había asumido el poder<br />

a finales de 1920 de la noche a la<br />

mañana, como se produce una<br />

aparición milagrosa, se pusieron<br />

de moda las canciones y los bailes<br />

nacionales, así como todas las<br />

artesanías populares…Y no hubo<br />

casa que no apareciera una jícara<br />

de Olinalá, una olla de Oaxaca o un<br />

quexquemetl chiapaneco. En suma,<br />

el mexicano había descubierto a su<br />

país y, más importante, creía en él.<br />

(Cosío 1976, 56-58)<br />

Fuente: Exposición de artesanías San Miguel Regla,<br />

Hidalgo


La cultura nacional<br />

Para el año de 1921, la solicitud de un<br />

compromiso por parte de las instancias<br />

oficiales a que las élites intelectuales<br />

y artísticas participan en la educación<br />

masiva era un hecho.<br />

El Maestro, Revista de la Cultura<br />

nacional en el cual las miradas de<br />

los dirigentes se ponían con mayor<br />

insistencia en lo propio revalorado a<br />

partir del comienzo de la revolución,<br />

no sólo para el sector capitalino<br />

sino en el ámbito nacional… 2<br />

(Leines 2005, 70)<br />

Sus 47 ejemplares se distribuyeron<br />

por toda la República y para 1922<br />

la organización de la Secretaría de<br />

Educación Pública ya concluida,<br />

reconociendo oficialmente que era<br />

2 El Maestro: Revista de Cultura Nacional.<br />

Con ilustraciones, salió a la luz pública en el<br />

mes de abril de 1921, año del Centenario de<br />

la Consumación de la Independencia. José<br />

Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional y<br />

luego Secretario de Educación en el gobierno de<br />

Álvaro Obregón, impulsó la publicación y colaboró<br />

asiduamente en sus páginas con artículos de<br />

interés social y filosófico. En la corta existencia de<br />

la revista se editaron 14 números, distribuidos en<br />

tres volúmenes. Francisco Monterde, Las revistas<br />

literarias de México, México, INBA, 1963, pp. 124-<br />

126. Citado por Armando Leines Mejía, “El Maestro:<br />

revista de Cultura Nacional (1921-1923), en Tema<br />

y Variación de Literatura 25. Revista y suplementos<br />

literarios México siglo XX, México, <strong>UAM</strong>-A,<br />

semestre 2, 2005, p. 70.<br />

Guadalupe Ríos de la Torre<br />

mucho más cuidadosa de la cultura<br />

popular que de los altos estudios. 3<br />

(Pérez 2010, 9-10)<br />

Fuente: Hemeroteca Nacional<br />

3 Sin embargo, entendemos por cultura popular el<br />

proceso de integración de una cultura propia, bien<br />

diferenciada, capaz de fomentar el orgullo, genuino<br />

o simulado, de la autenticidad y la independencia<br />

de lo que <strong>ser</strong>ía llamado “el alma del pueblo.”<br />

Véase Ricardo Pérez Montfort, “Aproximaciones<br />

a la revolución de 1910 y su culta”, Proceso<br />

Bicentenario. El arte de la Revolución, núm. 10,<br />

enero de 2010, pp. 9-10.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 27


Historia<br />

El Colegio de San Ildefonso y sus Muros<br />

En sus inicios esto no fue tan claro, si se<br />

toma en cuenta las primeras propuestas<br />

del muralismo. Muchos artistas recogieron<br />

la experiencia revolucionaria y la<br />

fijaron en obras que tenían la intención<br />

de educar al pueblo y crear para él<br />

símbolos nacionales. Muchos artistas<br />

plásticos eran nacionalistas y creían en<br />

el sistema de educación de las masas.<br />

Influidos también por la revolución<br />

comunista de 1917. Algunos de ellos,<br />

encabezados por David Alfaro Siqueiros,<br />

se agruparon para crear el Sindicato de<br />

Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores<br />

en 1923, con el fin de establecer las<br />

bases de un arte que cumpliera una<br />

función social e influyera en la formación<br />

de la nación fomentando la conciencia<br />

y la educación del pueblo. 4<br />

4 El Manifiesto del Sindicato de Obreros, Técnicos<br />

Pintores y Escultores, fue lanzado como un volante<br />

el 9 de agosto de diciembre de 1923 en relación<br />

con un acontecimiento de suma importancia<br />

política recién ocurrido: la sublevación de Adolfo<br />

de la Huerta en los primeros días del mes. El<br />

levantamiento obligaba a los miembros del<br />

sindicato, que acababan de fundar los pintores,<br />

analizar y delimitar los campos políticos del<br />

conflicto que se desataba, y con base en ello a<br />

refrendar su postura artística. En dicho texto, a<br />

partir de una caracterización de las fuerzas políticas<br />

y sociales en juego y de toma de posesión frente<br />

a ella, se elaboró la alternativa del arte público.<br />

Véase Esther Cimet Shoijet, Movimiento muralista<br />

mexicano. Ideología y producción, México, <strong>UAM</strong>-X,<br />

1992, pp.54-55. (Libro de las Telarañas 1)<br />

28 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

El arte cumplía así un objetivo práctico<br />

pues su impresión en muros y bóvedas<br />

era con sentido didáctico y plasmaban<br />

las inconformidades e injusticias padecidas<br />

por el pueblo.<br />

Fachada Colegio de San Ildefonso cuna del<br />

muralismo mexicano<br />

Fuente: Esther Olivares


Sus exponentes más destacados<br />

fueron José Clemente Orozco (1883-<br />

1949), 5 Diego Rivera (1886-1957), 6 David<br />

Alfaro Siqueiros (1896-1973), 7 quienes<br />

recibieron el apoyo de la Secretaría de<br />

Educación Pública, en la década de los<br />

años veinte, para realizar sus murales<br />

en edificios públicos. De este modo,<br />

el arte traspasó los espacios cerrados<br />

y elitistas y salió a las calles para <strong>ser</strong><br />

contemplado por todos.<br />

Cabe señalar los temas y recursos<br />

pictóricos iniciales de dichos artistas<br />

5 José Clemente Orozco, originario de Zapotlán el<br />

Grande, Jalisco, donde nació el 23 de noviembre<br />

de 1883, Orozco vino con sus familiares a la Ciudad<br />

de México donde estudió en la Escuela Nacional<br />

de agricultura de San Jacinto. Pero abandonó esos<br />

estudios y se inscribió en la Escuela Nacional<br />

Preparatoria y como alumno irregular, en cursos<br />

nocturnos, en la Academia de Bellas Artes de San<br />

Carlos de 1908 a 1914. Muere el 7 de septiembre<br />

de 1949.<br />

6 Diego Rivera, nació en Guanajuato el 8 de<br />

diciembre de 1886. Su familia se trasladó a México<br />

a fines del siglo pasado e ingresó a la Escuela<br />

Nacional de Bellas Artes, la Antigua Academia de<br />

San Carlos. Murió el 24 de noviembre dec1957.<br />

7 David Alfaro Siqueiros, oriundo de Santa Rosalía<br />

de Camargo, Chihuahua, el 29 de diciembre de<br />

1886. En 1905 vino a la capital con su padre<br />

e ingresó como alumno interno, junto con su<br />

hermano Jesús, al Colegio Franco-Inglés. Más<br />

adelante estudió simultáneamente en la Escuela<br />

Nacional Preparatoria y en la Academia de San<br />

Carlos, en los cursos nocturnos. Muere el 23 de<br />

septiembre de 1973.<br />

Guadalupe Ríos de la Torre<br />

resultaron bastante intelectualizados,<br />

pues presentaban alegorías como las<br />

de Diego Rivera sobre las ciencias y las<br />

artes en el Anfiteatro Simón Bolívar, o<br />

la mirada plástica en la Trinchera y el<br />

Cristo destruyendo su cruz, de Orozco;<br />

la Masacre del Templo Mayor, de Jean<br />

Charlt; el Arribo de la primera cruz a los<br />

Costas de México, de Ramón Alva de<br />

la Canal, y aquella decoración carente<br />

de inspiración de David Alfaro Siqueiros<br />

realizó en el patio tra<strong>ser</strong>o del edificio.<br />

Así Diego Rivera realizó entre 1922y<br />

1929 los murales de la Secretaría de<br />

Educación Pública y a partir de este<br />

último año, las pinturas que embellecen<br />

la escalinata y corredores de Palacio<br />

Nacional.<br />

Fuente: Exposición Colegio de San Ildefonso de José<br />

Clemente Orozco, 2011<br />

José Clemente Orozco, por su parte,<br />

elaboró los frescos del Colegio de San<br />

Ildefonso en 1923, y entre 1936 y 1939<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 29


Historia<br />

pintó los muros del Hospicio Cabañas,<br />

el Palacio de Jalisco y la Universidad<br />

de Guadalajara. El muralismo mexicano<br />

creó una escuela artística con<br />

reconocimiento internacional: los<br />

pintores trascendieron las formas y<br />

corrientes extranjeros y alcanzaron una<br />

expresión propia de gran calidad.<br />

Cargados de simbolismo impenetrable,<br />

estos murales estaban bastante lejos<br />

de las temáticas populares. Poco a<br />

poco el muralismo fue encontrando sus<br />

temáticos populares.<br />

El mundo del gran pintor José Clemente<br />

Orozco se expresa cabalmente en el<br />

grafismo de su pintura con temas de la<br />

revolución de 1910, en donde en blanco<br />

y negro nos presentan la tragedia de<br />

los acontecimientos de la Revolución<br />

Mexicana. Vivió y sufrió las realidades<br />

sociales de su tiempo, la destrucción<br />

del viejo orden y el alumbramiento de<br />

uno nuevo. Sus murales, muchos de<br />

sus cuadro de caballete, grabados<br />

y litografías saben a pueblo, porque<br />

Orozco socialmente era pueblo.<br />

(Carreño 1981,76-77)<br />

Lo incisivo de su línea, su dominio de<br />

los grises su especialidad amplia y<br />

persuasiva, su vigor y claridad son<br />

características en su obra. Su grafismo<br />

nos hace alcanzar el conocimiento de<br />

un hecho o de una cosa por analogía o<br />

dependencia en su obra.<br />

30 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

Fuente: Diego Rivera, La Creación, Universidad<br />

Autónoma de Chapingo<br />

Cuando diego Rivera se le encargó la<br />

decoración de las paredes de la Escuela<br />

de Agricultura de Chapingo. Ahí la<br />

presencia del maíz, el reparto agrario<br />

o los explotadores de los campesinos<br />

se identificaron mucho más con las<br />

demandas populares de la Revolución<br />

de 1910. (Carreño, op. cit., 85-86)<br />

Más aún a la hora de pintar los murales<br />

del edificio de la Secretaría de Educación<br />

Pública, en colaboración con Amado<br />

Chávez y Jean Charlot, representando<br />

las fiestas, al trabajo y a las propias<br />

epopeyas del pueblo revolucionario.<br />

Lo característico de la obra de Rivera es<br />

su monumentalidad. No un gigantismo<br />

por sí misma, sino la grandiosidad de<br />

sus realizaciones murales, puestas al<br />

<strong>ser</strong>vicio de colosales concepciones<br />

plásticas e históricas. (Ibid, 93-94)


Polyforum<br />

Colegio de San Ildefonso<br />

David Alfaro Siqueiros fue sobretodo<br />

un revolucionario, tanto en el campo<br />

de la pintura como en el de la vida. Más<br />

revolucionario que Rivera y Orozco en la<br />

manera de pintar pues empleó nuevas<br />

técnicas, herramientas y colorantes.<br />

La pintura mural se convirtió en la clásica<br />

representante de la escuela mexicana<br />

de pintura, aunque el apoyo estatal sólo<br />

le duró unos cuantos años.<br />

Paulatinamente fue quedando en manos<br />

de los tres grandes: Diego Rivera,<br />

José Clemente Orozco y David Alfaro<br />

Siqueiros. Aunque el movimiento del<br />

arte plástico revolucionario contó con<br />

muchas figuras importantes, como Jesús<br />

Guerrero Galván, Rufino Tamayo, Roberto<br />

Montenegro, Agustín Lazo, Antonio<br />

Ruiz, Gabriel Fernández Ledesma, Julio<br />

Castellanos y otros más.<br />

Justo es decir que las mujeres<br />

destacaron igualmente en esas lides:<br />

Frida Kahlo, María Izquierdo, retomando<br />

elementos de la cultura vernácula<br />

en boga, imprimiendo cada una su<br />

personalidad y sus preocupaciones<br />

en su pintura, ninguna logró en su<br />

momento un reconocimiento siquiera<br />

medianamente comparable al de sus<br />

compañeros.<br />

Reflexión final<br />

Guadalupe Ríos de la Torre<br />

Los grandes muralistas se dejaron<br />

llevar por una impetuosa inteligencia<br />

inventiva que dejó anchas posibilidades<br />

a la sorpresa, a la exaltación maravillosa<br />

de la realidad sensible.<br />

Ese gran momento del arte mexicano,<br />

que surgió casi como una maniobra<br />

original de pensadores, pintores, músicos,<br />

periodistas cineastas, fotógrafos<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 31


Historia<br />

y literatos, tuvieron un claro entusiasmo<br />

cultural, artístico y no debemos dejar<br />

de lado tampoco, que sin la educación<br />

nacionalista y popular, el muralismo no<br />

hubiese preexistido sin la inaplazable<br />

necesidad del pueblo mexicano por<br />

narrar una historia recientemente vivida,<br />

por describir con representaciones<br />

gráficas la querella revolucionaria, sus<br />

frutos o quiénes eran los intérpretes de<br />

la disputa.<br />

Fue el momento cultural de nuestra patria<br />

en aquellos instantes fue enteramente<br />

propicio para el choque de magnos<br />

creadores, que sólo de aquel carácter<br />

supieron plasmar, en paredes, bóvedas,<br />

en textos escritos, notas musicales<br />

e imágenes cinematográficas, la<br />

circunstancias que les envolvía, las<br />

gentes que lograban advertir, las<br />

imágenes que espiraban el México más<br />

abatido pero además el más nacional,<br />

aquel que lograba <strong>ser</strong> conmemorado<br />

e dilucidado internacionalmente por<br />

generaciones posteriores.<br />

Bibliografía<br />

VÁZQUEZ SANTA ANA, HIGINIO, JUAN<br />

ANTONIO GRANADOS<br />

1920 Congreso Nacional de Maestros,<br />

México, Secretaria de Gobernación,<br />

Dirección de Talleres Gráficos.<br />

32 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

MONSIVÁIS CARLOS<br />

1976 “Nos sobre cultura mexicana en<br />

el siglo XX” en Historia General de<br />

México, México El Colegio de México.<br />

HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO. “La<br />

Revolución y la Cultura en México”,<br />

en Revista de Revistas, México, 15 de<br />

marzo de 1924<br />

ALEGRÍA DE LA COLINA, MARGARITA<br />

1976 ¿Hay un espíritu en la cultura<br />

nacional?, en Nuevas ideas: viejas<br />

creencias, México, Joaquín Mortiz.<br />

LEINES MEJÍA, ARMANDO<br />

2005 “El Maestro: revista de Cultura<br />

Nacional (1921-1923), en Tema y<br />

Variación de Literatura 25. Revista y<br />

suplementos literarios México siglo XX,<br />

México, <strong>UAM</strong>-A, semestre 2.<br />

PÉREZ MONTFORT, RICARDO<br />

2010 “Aproximaciones a la revolución<br />

de 1910 y su cultura”, Proceso<br />

Bicentenario. El arte de la Revolución,<br />

núm. 10, enero de 2010.<br />

CIMET SHOIJET, ESTHER<br />

1992 Movimiento muralista mexicano.<br />

Ideología y producción, México,<br />

<strong>UAM</strong>-X, (Libro de las Telarañas 1)<br />

CARREÑO AZPEITIA, RAFAEL<br />

1981 Pintura mural de México, la época<br />

prehispánica, el virreinato y los<br />

grandes artistas de nuestro siglo,<br />

México, Panorama Editorial


La s nu e v a s ti e r r a s. Crónicas de una<br />

ocupación<br />

Dra. Ana María Peppino Barale 1<br />

El motivo de esta crónica<br />

tiene por objeto exponer los<br />

hitos más significativos que<br />

permitan hilar esquemáticamente<br />

la trayectoria histórica de la<br />

apropiación de las tierras que<br />

constituyen una parte de la región<br />

pampeana argentina -la que<br />

corresponde a la provincia de<br />

Buenos Aires-, y que culmina con<br />

la fundación de pueblos de los<br />

cuales se presentan dos casos para<br />

ilustrar dicho acontecimiento. Para<br />

ocuparla, tuvieron que ir ganándola<br />

palmo a palmo librando una lucha<br />

sin cuartel, no sólo contra la<br />

belicosidad de los nativos sino<br />

también contra otro enemigo no<br />

menos poderoso y permanente: las<br />

condiciones naturales del entorno.<br />

Proeza, en que los ganadores no<br />

fueron siempre los que más sangre<br />

y sudor derramaron en esa tierra<br />

dura, áspera, donde sólo hombres<br />

y mujeres igual de duros y ásperos<br />

lograron sobrevivir, fundar pueblos<br />

y hasta prosperar.<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

¿Por dónde comienza esta historia<br />

colonizadora de lo que hoy es la<br />

República Argentina? ¿Qué rutas<br />

llevaron a la independencia de España<br />

y a la construcción de la nueva nación?<br />

¿Cuáles las características de la vida de<br />

frontera en la actual provincia de Buenos<br />

Aires? ¿Cómo se fundaron los pueblos?<br />

La respuesta a estas preguntas se<br />

intenta a continuación.<br />

Origen<br />

Los casi doscientos años que duraron<br />

las Cruzadas -1095 a 1291-, permitieron<br />

un contacto con productos de Oriente<br />

al que se fueron acostumbrando los<br />

europeos hasta volverse indispensables,<br />

uno de ellos: las especias. Los<br />

alimentos no sólo se pre<strong>ser</strong>vaban mejor<br />

sino que los diversos condimentos<br />

multiplicaban sabores y olores;<br />

además, diversas semillas, raíces,<br />

brotes o bayas resultaban útiles como<br />

medicinas. El largo recorrido desde su<br />

origen y el complicado trasiego a que<br />

eran sometidas, las transformaban en<br />

mercancías codiciadas que alcanzaban<br />

altos precios. En 1453, al caer<br />

Constantinopla en poder de los turcos<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 33


Historia<br />

se canceló el paso acostumbrado y así<br />

surgió la necesidad de establecer una<br />

ruta más corta por el oeste hacia las<br />

islas de las especias, y al tan apreciado<br />

comercio con Asia.<br />

De ahí, que el proyecto de encontrar<br />

un camino alternativo al conocido que<br />

circunvalaba África con predominio<br />

portugués, impulsó a los Reyes<br />

Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando<br />

II de Aragón, a costear el viaje propuesto<br />

por Cristóbal Colón.<br />

Sello de correos de los Estados Unidos de América,<br />

cuarto centenario del descubrimiento de América<br />

(1492-1892).<br />

Funente: http://about.usps.com/publications/pub295s/<br />

welcome.htm<br />

Imagen disponible en: http://www.reina-isabel-decastilla.info/index.htm<br />

El éxito de la empresa –iniciada el<br />

3 de agosto de 1492 en el puerto<br />

de Palos- cambió por completo la<br />

geografía hasta el momento conocida.<br />

La historia del apoderamiento de las<br />

nuevas tierras por conquistadores y<br />

colonizadores europeos ha sido objeto<br />

34 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

de recuentos e interpretaciones que,<br />

a pesar de su diversidad, dejan claro<br />

el enfrentamiento sistemáticamente<br />

aniquilador en contra de los pueblos<br />

originarios cuyos descendientes, aún<br />

hoy, son avasallados y privados de sus<br />

tierras, recursos y cultura.<br />

El 7 de junio de 1494, se firmó el Tratado<br />

de Tordesillas, entre Isabel I de Castilla<br />

y Fernando II de Aragón con Juan II rey<br />

de Portugal, en un intento formal de<br />

establecer una línea que dividiera las<br />

nuevas regiones conquistadas por los<br />

exploradores y marinos de cada uno<br />

de los dos reinos que rivalizaban en la<br />

aventura de abrirse a nuevos mundos.<br />

Se desgranan los nombres de aquellos<br />

intrépidos navegantes acicateados<br />

por la posibilidad de honor y dinero,<br />

apoyados por monarcas que entendieron<br />

el significado de <strong>ser</strong> los primeros<br />

en encontrar la tan ambicionada ruta<br />

de las especias. Así Juan Díaz de Solís<br />

capituló con el rey Fernando II de<br />

Aragón y V de Castilla –la reina Isabel<br />

había fallecido el 26 de noviembre de<br />

1504-, para preparar una expedición<br />

con tres carabelas que zarparon casi<br />

un año después del puerto español de<br />

Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre<br />

de 1515. Si bien Solís y parte de su<br />

tripulación fueron muertos por naturales<br />

asentados en la actual costa uruguya,<br />

los sobrevivientes llevaron la noticia<br />

a España de que el caudal de agua<br />

dulce descubierto no era el pretendido


canal interoceánico como lo habían<br />

denunciado pilotos portugueses, la<br />

hazaña <strong>ser</strong>ía cumplida por Fernando de<br />

Magallanes al mando de la expedición<br />

que conquistó el anhelado paso el 1º<br />

de noviembre de 1520, fecha por la cual<br />

Ana María Peppino Barale<br />

lo nombró de Todos los Santos y que<br />

hoy, en su homenaje, se conoce como<br />

estrecho de Magallanes y que separa el<br />

sur de la Patagonia de la isla grande de<br />

Tierra del Fuego.<br />

Fuente:http://en.wikipedia.org/wiki/File:South_America_southern_tip_pol.png<br />

Para emular la ruta hacia las islas Molucas (única región productora de nuez moscada<br />

conocida en ese momento), se encomendó una flota a Sebastián Caboto que partió<br />

de Cádiz el 5 de abril de 1526; bordeando las costas brasileña siguió la ruta de<br />

Solís y, guiado por la información proporcionada por naúfragos sobrevivientes de<br />

la expedición anterior y por lugareños, con respecto a la existencia de una región<br />

pródiga en oro y plata, remontó “el río de Solís”, se internó en el río Paraná donde<br />

en la desembocadura del río Carcarañá fundó el primer asentamiento español en<br />

territorio de la hoy República Argentina y el segundo en la cuenca platense: el fuerte<br />

Sancti Spiritu (9 de junio de 1527). Lugar que sirvió de base para excursiones en<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 35


Historia<br />

busca del mítico país dorado que parece<br />

desvanecerse pese a los dos intentos<br />

realizados. Al regresar la segunda<br />

partida encontraron el fuerte incendiado<br />

aumentando el desaliento; el jefe de la<br />

expedición decide el regreso a España.<br />

Sin embargo, la imaginación no admite<br />

fracasos y los acompañantes de Caboto<br />

difundieron los señalamientos de los<br />

indígenas acerca de la existencia de la<br />

ciudad dorada, agregando sus propias<br />

fantasías al respecto de su magnificencia<br />

y alimentando de esa manera el<br />

deseo de conquistarla. Pero la realidad<br />

era otra. Ni el oro ni la plata aparecían<br />

por ningún lado, pero el hambre, las<br />

enfermedades y la hostilidad de los<br />

nativos fueron minando la ilusión de un<br />

enriquecimiento rápido.<br />

A la llegada de los conquistadores el<br />

poblamiento aborigen se caracterizaba<br />

por su dispersión en el amplio territorio<br />

de la actual Argentina, las estimaciones<br />

de su cuantía son extremadamente<br />

variables, los minimalistas apoyan la<br />

posibilidad de que fueran alrededor de<br />

400,000 individuos, mientras que los<br />

maximalistas llegan al millón y medio.<br />

Debido a las condiciones ecológicas<br />

de la amplia sabana que se extiende al<br />

oeste del Río de la Plata, las tribus que<br />

la habitaban eran nómadas y basaban<br />

su sustento en un sistema eficaz de<br />

recolección, caza y un conocimiento<br />

certero de los aguajes. Esa dispersión<br />

demográfica dio lugar a la imagen<br />

36 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

de “desierto”, de región inhabitada,<br />

alimentada por la conveniente teorización<br />

sobre los espacios vacíos en<br />

la que se sustentó la primacía de una<br />

cultura hegemónica. El estudio de esas<br />

etnias, algunas de las cuales subsisten<br />

hasta la fecha, demuestran que el<br />

territorio no estaba vacío sino ocupado,<br />

aunque de otra manera, distinta a la<br />

visión de los conquistadores.<br />

Las sucesivas incursiones y fundaciones<br />

en las nuevas tierras auspiciadas por el<br />

reino de Castilla y Aragón obedecieron,<br />

principalmente, a la necesidad de<br />

asegurar los derechos de posesión<br />

por vía de la ocupación efectiva, en<br />

virtud de los avances portugueses en<br />

la zo-na dada la imprecisión de la línea<br />

de Tordesillas. Se fue entendiendo<br />

que a diferencia de México y Perú, el<br />

territorio ocupado no escondía minas<br />

de oro ni de plata ni se encontraban<br />

en él pueblos sedentarios con una vida<br />

social reglamentada y productiva como<br />

en esos casos. El colonizador de las<br />

tierras aledañas a la ciudad puerto de<br />

Buenos Aires tendría que levantarlo<br />

todo con sus propias manos y, además,<br />

defenderse de la belicosidad de los<br />

naturales, cazadores que vagaban<br />

por las zonas llanas acostumbrados<br />

a la libertad y por ello dificílmente<br />

avasallados.<br />

No obstante, esa tierra inhóspita y<br />

aparentemente pobre guardaba muchas<br />

sorpresas, sólo había que mirarla


con ojos distintos; sus posibilidades<br />

fueron presentándose poco a poco,<br />

unas fruto del esfuerzo y otras de<br />

manera inesperada. Acaso ¿no puede<br />

catalogarse como inesperada la<br />

reproducción equina que resultó de<br />

algunas yeguas y caballos abandonados<br />

por la expedición de Mendoza y que<br />

asombraron a Juan de Garay, medio siglo<br />

después? Las favorables condiciones<br />

de pastos y aguajes permitieron la<br />

multiplicación de los animales, dando<br />

lugar a otro fenómeno que cambiaría<br />

las costumbres de las tribus nómadas:<br />

se aficionaron a comer carne de potro<br />

y aprendieron a domarlos y a montarlos<br />

con destreza. Igualmente, las óptimas<br />

condiciones naturales permitieron la<br />

reproducción salvaje de las primeras<br />

cabezas de ganado; fueron el origen<br />

de las vaquerías y de las estancias<br />

primitivas -en las cuales predominaba<br />

la propiedad del ganado, más que<br />

la posesión de la tierra, por el valor<br />

preciado del cuero-. En este sentido, se<br />

puede afirmar que la riqueza precedió<br />

al poblamiento colonizador.<br />

Colonización e independencia<br />

Para establecerse en los territorios<br />

conquistados, las huestes españolas<br />

necesitaron fijar puntos de concentración<br />

y refugio que sirvieran de base para la<br />

Ana María Peppino Barale<br />

exploración de las tierras aledañas, de<br />

centro de evangelización y de escala<br />

para las nuevas expediciones. Por lo<br />

que, para tal causa, se sucedieron<br />

las fundaciones de poblaciones que<br />

posteriormente fueron las capitales de<br />

las provincia respectivas o de futuros<br />

países como en el caso de Paraguay y<br />

Chile. 2<br />

Destaca la doble fundación de Buenos<br />

Aires, primero por don Pedro de<br />

Mendoza (1536), nombrado Adelantado<br />

y Gobernador, al mando de una expedición<br />

de más de mil hombres – también<br />

alrededor de veinte mujeres- que fracasó,<br />

cercados por el hambre y la belicosidad<br />

de los nativos. La segunda, con éxito,<br />

correspondió a Juan de Garay quien le<br />

dio el nombre de Santísima Trinidad y<br />

Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre;<br />

prontamente se inició el proceso de<br />

consolidación de la conquista territorial<br />

con el reparto de tierras entre aquellos<br />

que habían acompañado al fundador en<br />

la conquista.<br />

2 1536, Buenos Aires; 1537, Asunción del Paraguay;<br />

1541, Santiago de Chile; 1553, Santiago del Estero;<br />

1561, Mendoza; 1562, San Juan; 1565, Tucumán;<br />

1573 julio, Córdoba; 1573 noviembre, Santa Fe;<br />

1580 segunda fundación de Buenos Aires; 1582,<br />

Salta; 1583, Catamarca; 1588, Corrientes; 1591, La<br />

Rioja; 1593, Jujuy; 1594, San Luis.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 37


Historia<br />

Plano del fuerte de la ciudad de Buenos Aires ubicado<br />

donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno, hacia<br />

abajo la costa del Río de la Plata y hacia arriba la<br />

primera traza de la ciudad, plano realizado por Joseph<br />

Bermúdez en 1708.<br />

Fuente: http://www.buenosairesantiguo.com.ar/<br />

fundacion.html<br />

El 24 de octubre de 1580, Garay firmó<br />

el acta de repartición de tierras por la<br />

cual determinó las mercedes dedicadas<br />

al sostenimiento y crecimiento de la<br />

población, re<strong>ser</strong>vándose la facultad<br />

de repartirlas o encomendarlas nuevamente,<br />

dado caso de abandono. Se<br />

adjudicaron diferentes clases de fundos:<br />

el solar, en el trazado urbano; la<br />

chacra, o quinta en el ejido; la “suerte de<br />

estancia”, en la campaña. propias para<br />

cría de vacunos y lanares; detrás de las<br />

anteriores, más alejadas de la costa, se<br />

ubican las “suertes de cabezadas” para<br />

la cría de caballos y mulas. A las tierras<br />

bajas sobre la orilla del Río de la Plata,<br />

se las denominó “suertes de bañado”<br />

y se las consideraron adecuadas para<br />

pastoreo y aguadas.<br />

Con dichas disposiciones se estableció<br />

un puerto de contacto directo con<br />

España para la salida de la producción,<br />

38 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

particularmente minera, del Virreinato<br />

del Perú que había sido creado por Real<br />

Cédula firmada en Barcelona el 20 de<br />

noviembre de 1542, y que tenía a Lima<br />

como centro de la representación del<br />

rey en el extenso territorio que ocupaba<br />

desde el istmo de Panamá hasta gran<br />

parte de Sudamérica. Protagonismo<br />

que se vio <strong>ser</strong>iamente mermado al<br />

reorganizar el territorio con la creación<br />

de dos nuevos virreinatos: uno, de<br />

Nueva Granada en 1717; dos, del Río de<br />

la Plata en 1776.<br />

El Virreinato del Río de la Plata desde<br />

1776 hasta 1810<br />

Fuente: http://www.revisionistas.com.ar/?p=10037


Durante el periodo colonial, en la zona<br />

de llanuras aledañas al puerto de<br />

Buenos Aires –posteriormente provincia<br />

del mismo nombre- la agricultura fue<br />

desarrollándose para satisfacer las<br />

necesidades primarias de la población,<br />

mientras que la principal actividad<br />

económica del ramo estaba relacionada<br />

con la comercialización del cuero<br />

que, en un comienzo, se obtenía del<br />

ganado cimarrón abundante en la zona.<br />

Posteriormente, nacen las fábricas de<br />

sebo y los saladeros.<br />

Mientras que se va apuntalando la<br />

vida en las nuevas tierras, importantes<br />

cambios acontecen en las décadas<br />

finales del siglo XVIII y principios del XIX.<br />

El 4 de julio de 1776, las Trece Colonias<br />

de América del Norte declararon su<br />

independencia del Reino de Gran Bretaña.<br />

En Francia, la toma de la Bastilla<br />

el 14 de julio de 1789 representó el inicio<br />

del fin de l’Ancien Régime, y los aires<br />

libertarios de la revolución francesa<br />

ponen en crisis la legitimidad dinástica<br />

europea. En España, a la muerte de<br />

Carlos III le sucede su hijo Carlos IV<br />

de Borbón (1748-1819), coronado el<br />

14 de diciembre de 1788, junto con su<br />

consorte María Luisa de Borbón-Parma.<br />

Difícil entorno para el nuevo soberano<br />

en una España amenazada por los<br />

aires revolucionarios que soplaban<br />

desde el país vecino donde, después<br />

Ana María Peppino Barale<br />

del Consulado y la Primera República,<br />

tomó el poder Napoleón Bonaparte<br />

(1769-1821) que se proclamó como<br />

Empereur des Français el 18 de mayo<br />

de 1804, dando inicio a las guerras<br />

expansionistas que le llevaron a la<br />

ocupación de la mayor parte de Europa<br />

incluido el territorio español donde, en<br />

1808, nombró rey a su hermano José.<br />

El 21 de octubre de 1805, la escuadra<br />

franco-española fue derrotada por<br />

la armada británica en la batalla de<br />

Trafalgar, al mando del vicealmirante<br />

Horatio Nelson, que pereció en la lucha.<br />

Los ingleses victoriosos se dispusieron<br />

a asestar otro golpe a la ya debilitada<br />

situación española, aplicando una<br />

estrategia indirecta; en lugar de atacar<br />

a la cabeza dirigió su potencia naval a<br />

un punto más débil: sus colonias. Las<br />

invasiones inglesas -1806 y 1807- sobre<br />

la capital del Virreinato del Río de la<br />

Plata, tuvieron un éxito momentáneo<br />

pues las fuerzas hispanocriollas con<br />

la ayuda decidida de la población<br />

lograron reconquistarla y con ello tomaron<br />

conciencia de su poder político<br />

pues habían logrado salvar a Buenos<br />

Aires sin ayuda de España ni de Perú.<br />

Situación que alienta a los grupos que<br />

sustentaban la idea de un cambio de<br />

sistema a ir concretando sus objetivos,<br />

siempre atentos a los acontecimientos<br />

españoles que se van sucediendo de<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 39


Historia<br />

tal manera que fortalecen los deseos<br />

separatista.<br />

En 1807, Fernando Príncipe de Asturias<br />

había encabezado una conspiración<br />

–frustrada- para destituir a su padre<br />

y a su primer ministro Manuel Godoy,<br />

azuzado por los sectores más tradicionales<br />

opuestos a las políticas reformistas<br />

y entreguista hacia Napoleón,<br />

impulsadas por Godoy, quien es<br />

apresado el 18 de marzo de 1808 en el<br />

Motín de Aranjuez -instigado por los<br />

nobles y los partidarios del Príncipe de<br />

Asturias-, por el cual Carlos IV abdicó<br />

en su hijo Fernando VII, “el deseado”. El<br />

apoyo popular hacia el nuevo soberano<br />

tendría un precio duro de digerir, teñido<br />

por la sangre derramada en las guerras<br />

de independencia americana y por un<br />

reinado que acabaría en la primera<br />

guerra carlista.<br />

La invasión francesa a España, el consiguiente<br />

sublevamiento del pueblo<br />

español y la caída de Sevilla con la<br />

disolución de la Junta Central, el 31 de<br />

enero de 1810, quiebran el equilibrio del<br />

sistema político del imperio español. Al<br />

conocerse la última noticia en Buenos<br />

Aires, se precipita la deposición del<br />

virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros<br />

votada en el cabildo abierto del 22 de<br />

mayo; el día 25 se constituye la Primera<br />

Junta de gobierno criollo.<br />

40 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

El pueblo reunido frente al Cabildo y quiere saber de<br />

qué se trata.<br />

Fuente: http://mnr-ps.com.ar/contenido/efemerides/<br />

fotos/25_mayo_1810.jpg<br />

Seis años después, reunidos en en el<br />

Congreso de Tucumán, se declara la<br />

independencia de España que se firma el<br />

9 de julio de 1816. Los ideólogos criollos<br />

proponen la creación de una federación<br />

que reuniera las provincias argentinas<br />

organizadas en estados republicanos<br />

independientes, pero unidos por el<br />

vínculo nacional, siguiendo el modelo<br />

de los Estados Unidos de América. Para<br />

ello se propone reorganizar el estado<br />

nacional para avanzar hacia formas más<br />

maduras de vida institucional y cívica.<br />

Sin embargo, la tentativa de restaurar<br />

el estado central por obra de un nuevo<br />

Congreso Constituyente desata la<br />

violencia en torno a federales y unitarios.<br />

Se abre el periodo de las guerras civiles<br />

(1820-1852), época donde los caudillos<br />

surgen como jefes naturales de sus<br />

provincias y que entran a la historia<br />

como héroes o villanos. El 3 de febrero


de 1852, el general Justo José de Urquiza<br />

al frente del Ejército Grande vence en<br />

Ca<strong>ser</strong>os a Juan Manuel de Rosas, el<br />

todopoderoso gobernador de Buenos<br />

Aires. Finalizado el periodo de anarquía,<br />

se organiza la Confederación de la cual<br />

Urquiza es el Director Provisional que<br />

llama a la Convención Constituyente,<br />

misma que el 1° de mayo de 1853<br />

promulga la Constitución que rige hasta<br />

nuestros días -con siete reformas-; en su<br />

Preámbulo se asienta una frase (abajo<br />

en cursiva), que coloca a la República<br />

Argentina entre las primeras naciones<br />

que aprobaron una legislación inclinada<br />

claramente a favorecer la entrada de<br />

extranjeros:<br />

Nos, los representantes del pueblo<br />

de la Nación Argentina reunidos en<br />

Congreso General Constituyente por<br />

voluntad y elección de las provincias<br />

que la componen, en cumplimiento<br />

de pactos preexistentes, con<br />

el objeto de constituir la unión<br />

nacional, afianzar la justicia,<br />

consolidar la paz interior, proveer<br />

a la defensa común, promover<br />

el bienestar general, y asegurar<br />

los beneficios de la libertad para<br />

nosotros, para nuestra posteridad y<br />

para todos los hombres del mundo<br />

que quieran habitar en el suelo<br />

argentino; invocando la protección<br />

de Dios, fuente de toda razón y<br />

justicia: ordenamos, decretamos<br />

y establecemos esta Constitución<br />

para la Nación Argentina.<br />

Además, para que no quede duda<br />

de la decisión de apoyar la llegada<br />

de inmigrantes, el Artículo 25 señala<br />

que: “El Gobierno Federal fomentará<br />

la inmigración europea; y no podrá<br />

restringir, limitar ni gravar con impuesto<br />

alguno la entrada en el territorio<br />

argentino de los extranjeros que traigan<br />

por objeto labrar la tierra, mejorar las<br />

industrias, e introducir y enseñar las<br />

ciencias y las artes.” La reorganización<br />

del país y la expansión agrícola y<br />

ganadera requería de mano de obra, así<br />

que diversas empresas se ocuparon de<br />

promocionar en Europa, las ventajas<br />

que Argentina proporcionaba a los<br />

nuevos colonos que se sumarían a los<br />

criollos en la construcción de un sistema<br />

agrícolo-ganadero-exportador que, con<br />

diversos cambios de uso del suelo, ha<br />

llegado hasta hoy.<br />

La frontera<br />

Ana María Peppino Barale<br />

Para ampliar la ocupación territorial<br />

española y luego criolla del territorio, se<br />

requería extender la línea de frontera que<br />

las separaba de las tierras indómitas,<br />

recorridas por tribus autóctonas,<br />

nómadas, en busca de sustento. Se<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 41


Historia<br />

trataba de una frontera étnica entendida<br />

como “el espacio geográfico en el que<br />

un pueblo en movimiento entra en<br />

contacto con otro u otros de cultura muy<br />

diferente a la de aquel.” (González Coll,<br />

330) En el caso de la actual Argentina,<br />

este proceso histórico sobrepasó el<br />

periodo colonial y representó una lucha<br />

sangrienta entre los colonizadores y<br />

los habitantes originales. Asimismo,<br />

requirió de una negociación permanente<br />

entre unos y otros, que incluían no sólo<br />

los intercambios comerciales sino la<br />

posibilidad de conquistar el “desierto”.<br />

Lo que en verdad se quiere decir<br />

cuando se habla de desierto es<br />

que existe una zona en que aún<br />

se mueven los aborígenes, pero<br />

que nunca ha sido poblado por el<br />

hombre. El hombre, naturalmente,<br />

es el que va a poner la tierra al<br />

<strong>ser</strong>vicio de una cultura, que, para<br />

el caso, es la de la ganadería<br />

latifundista, con todas sus<br />

manifestaciones de conciencia<br />

social, incluida la formulación<br />

jurídica de la propiedad. (Vázquez-<br />

Rial, 43)<br />

Desde la primera década independiente,<br />

se fue ampliando la zona productiva<br />

que estaba sustentada en el uso<br />

extensivo de las tierras, y donde los<br />

42 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

“hacendados continuaron al expansión<br />

de sus establecimientos, en los que<br />

predominaba la extracción de cueros,<br />

sebo y carnes para el saladero”. (Valencia,<br />

15) Dicho trazo fronterizo entre<br />

una realidad y la otra, que llegaba<br />

apenas al río Salado, estaba defendido<br />

por fuertes 3 y fortines:<br />

[…] cada uno guarnecido por dos<br />

o tres veintenas de soldados o<br />

gauchos, armados con sables y<br />

carabinas, fortines situados a una<br />

distancia de cinco a diez leguas 4<br />

uno del otro. Moviéndose con<br />

rapidez, los indios podían devastar<br />

las estancias más alejadas,<br />

matando y haciendo cautivos,<br />

incendiando casas y reuniendo<br />

todo el ganado y los caballos que<br />

pudieran atrapar y luego retirarse<br />

al desierto con su botín evitando<br />

todo lo posible el encuentro con su<br />

enemigo pero luchando cuando eran<br />

alcanzados. (Hudson 1944,130)<br />

3 Construcciones rudimentarias caracterizadas<br />

por una empalizada y foso perimetrales que<br />

resguardaban el rancho de la oficialidad, la<br />

barraca de las tropas, un arsenal, celda, depósito<br />

de alimentos, establo, corral y una torre de vigía<br />

(mangrullo); el fortín era aún más precario y en<br />

ambos la vida era muy dura y rústica.<br />

4 Legua: según uso en Argentina aproximadamente<br />

10 kilómetros.


Ana María Peppino Barale<br />

Línea de fuertes y fortines. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires<br />

“Dr. Ricardo Levene”, La Plata, Argentina<br />

Sin embargo, la vida en la frontera iba más allá del enfrentamiento físico entre nuevos<br />

pobladores e indígenas, una mirada interesada en interpretar las relaciones humanas<br />

en ese territorio en disputa lleva a reconocer que:<br />

La frontera no fue una línea trazada sobre el desierto, resultó mucho más<br />

que eso, fue un medio ambiente y un proceso, un espacio geográfico y una<br />

sociedad con sus propios tipos sociales y su propia trama de relaciones.<br />

Fue también, y por último, una cotidianidad y una forma de vida con rasgos<br />

peculiares. (Mayo, 85)<br />

Uno de esas peculiaridades es aportada por la presencia del ejército regular y los<br />

fuertes y fortines que se fueron abriendo como defensa contra los grandes malones<br />

que asolaban la zona.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 43


Historia<br />

El malón, Mauricio Rugendas<br />

La vida de estos soldados de frontera<br />

era tan o más precaria que la de otros<br />

sufridos pioneros, a la que se sumaba<br />

problemas de abastecimiento de<br />

armas y municiones, ni que decir de los<br />

uniformes y de las pagas que no sólo<br />

eran escasas sino muy esporádicas.<br />

Se conoce el nombre de los generales<br />

pero no el de los soldados a quienes<br />

se les ha englobado en un cómodo<br />

“desconocidos”; muchos de ellos fueron<br />

presa de su confianza que los llevaba<br />

a desobedecer las órdenes de no<br />

salir al campo desarmados, para no caer<br />

en la celada que los pacientes indios<br />

les tenían preparadas en las afueras.<br />

Soldados que no resistían la tentación<br />

de salir sin la estorbosa carabina a<br />

“bolear la gama o el avestruz” que se<br />

divisan “allí nomás”, a tiro del fortín,<br />

actividad que no era una diversión<br />

anodina sino que con frecuencia<br />

representaba la única ración de comida<br />

cuando fallaban las del proveedor,<br />

44 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

además que podían intercambiar las<br />

plumas de los avestruces por otros<br />

productos. La cacería también era un<br />

juego, una distracción, un rompimiento<br />

de la rutina y una exhibición de fuerza,<br />

destreza y bravura que permitía destacarse<br />

en el grupo y así ganar respeto. El<br />

Comandante Manuel Prado 5 da cuenta<br />

de anécdotas clarificadoras al respecto<br />

y rinde respeto a esos hombres que<br />

tan bien conoció cuando advierte<br />

que: “cada fortín en la pampa 6 tiene<br />

su historia de sangre; y el labrador, al<br />

romper con el arado aquella tierra,<br />

ignora que va removiendo las cenizas<br />

de una generación que conquistó el<br />

desierto”. (Prado 2005, 80)<br />

Fortín, representación actual<br />

http://www.taringa.net/posts/info/4817837/Vida-en-unfortin_.html<br />

5 Conocido como autor con el nombre de<br />

Comandante Manuel Prado, donde el grado militar<br />

se transformó en nombre propio para referirse a<br />

quien desde su pubertad entregó su vida al Ejército<br />

Argentino, su hogar, y así la trayectoria de ambos<br />

quedó unificada.<br />

6 Voz quechua que significa llanura sin árboles.


Si bien, Adolfo Alsina, gobernador de<br />

la provincia de Buenos Aires (1866-<br />

1868), había expresado que el plan para<br />

extender el latifundio ganadero buscaba<br />

poblar al desierto y no destruir al indio,<br />

la historia registra lo contrario e igual<br />

da cuenta de la inequidad en el reparto<br />

de las tierras públicas que claramente<br />

favorecieron a los terratenientes y<br />

compensaron con apenas 100 hectáreas<br />

de campo –sin acceso al agua-a los<br />

esforzados soldados, gauchos en su<br />

mayoría que fueron enrolados en levas<br />

forzadas, quienes vivieron años de<br />

privaciones y enfermedades para matar<br />

a indios tan desgraciados y despojados<br />

como ellos.<br />

Mucha suerte tendrían soldados y<br />

primeros pobladores, si podían contar<br />

en las cercanías con una pulpería para<br />

aprovisionarse y adonde intercambiar<br />

“cuero y lanas y sebo en vejigas, crin<br />

de caballo en bolsas y quesos de la<br />

zona”, por utensilios y víveres tales<br />

como: “cuchillos, espuelas, anillos para<br />

aperos, yerba mate y azúcar, tabaco,<br />

aceite de castor, sal y pimienta, y<br />

aceite y vinagre”; también ropa y “ollas<br />

de hierro, asadores, sillas de caña y<br />

ataúdes”. (Hudson 2007, 241) Toda esa<br />

mercancia era transportada en carretas<br />

arrastradas por bueyes, al respecto<br />

William Mac Cann anotó:<br />

A pesar Tropa de carretas de M.<br />

Rugendas de la buena calidad de<br />

la madera usada en ese tipo de<br />

Ana María Peppino Barale<br />

vehículos y de la solidez de su<br />

construcción, no duran más de<br />

dos años, debido a la tosquedad<br />

de los caminos y a la acción<br />

alterna del sol y la lluvia a que se<br />

ven incesantemente expuestas<br />

[cada carreta tiene] una capacidad<br />

de unos mil setecientos kilos,<br />

es arrastrada por seis bueyes y<br />

necesita, además, varias yuntas de<br />

recambio: la tropa por lo tanto, lleva<br />

numerosos bueyes para completar<br />

el viaje, y toda ella se encuentra<br />

bajo la dirección de unos 30<br />

carreteros. (Mac Cann, 170)<br />

Tropa de carretas de M. Rugendas<br />

En esa llanura que se perdía en el<br />

horizonte, los baqueanos dirigían<br />

caravanas y tropillas con imperturbable<br />

seguridad, guiándose por detalles<br />

que a ojos menos expertos pasaban<br />

desapercibidos, como una huella apenas<br />

grabada en la tierra reseca o un nido de<br />

hornero en la rama de un sauce.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 45


Historia<br />

De la misma manera, cada habitante,<br />

mujer u hombre, conocía bien la zona<br />

y se guiaba en sus andanzas cercanas<br />

a su vivienda sin dificultad, los viajeros<br />

menos conocederos del entorno<br />

geográfico llevaban señalamientos y<br />

recomendaciones de lugares precisos<br />

cuyos habitantes no sólo podrían<br />

orientarlos y darles noticias sobre sus<br />

intereses, sino que también podrían<br />

ofrecerles alojamiento y comida, en su<br />

caso recambio de caballada. Cuando se<br />

necesitaba internarse por la campaña<br />

era cuestión de no apartarse de las<br />

rastrilladas, tal como Lucio V. Mansilla<br />

lo recomendó después de definirlas:<br />

Una rastrillada, son los surcos<br />

paralelos y tortuosos que con sus<br />

constantes idas y venidas han<br />

dejado los indios en los campos.<br />

Estos surcos, parecidos a la huella<br />

que hace una carreta la primera<br />

vez que cruza por un terreno<br />

virgen, suelen <strong>ser</strong> profundos y<br />

constituyen un verdadero camino<br />

ancho y sólido. En plena Pampa,<br />

no hay más caminos. Apartarse de<br />

ellos un palmo, salirse de la senda,<br />

es muchas veces un peligro real;<br />

porque no es difícil que ahí mismo,<br />

al lado de la rastrillada, haya un<br />

guadal en el que se entierren caballo<br />

y jinete enteros. (Mansilla, t.1, IV)<br />

La línea de frontera se va ampliando<br />

más allá del límite original del río<br />

Salado, alrededor de los fortines como<br />

avanzadas militares fueron creciendo<br />

asentamientos humanos que devinieron<br />

46 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

pueblos y que se nutrieron con muchos<br />

de los inmigrantes dando lugar a lo que<br />

posteriormente se denominó “la pampa<br />

gringa”.<br />

Fundación de pueblos<br />

Entre esos fortines de la provincia de<br />

Buenos Aires que se fueron levantando<br />

por instrucciones de su gobernador,<br />

Juan Manuel de Rosas, el de Mulitas<br />

7 se encontraba a unos doscientos<br />

kilómetros al sudoeste de la ciudad<br />

puerto, en la orilla de la laguna del mismo<br />

nombre y fuera de la línea de frontera<br />

del río Salado. Ahí, el 8 de noviembre de<br />

1836 –se la reconoce posteriormente<br />

como fecha de la fundación-, el teniente<br />

coronel Juan Isidro Quesada 8 (1802-<br />

1876), ordenó a sus hombres cavar las<br />

zanjas para resguardar la caballada<br />

y construir los ranchos 9 necesarios.<br />

7 Se refiere al pequeño mamífero de la familia<br />

Dasypodidae –seguramente abundante en la<br />

zona-, que se caracteriza por tener una armadura<br />

formada por placas óseas cubiertas por escudos<br />

córneos que le sirve como protección; nombre más<br />

común de armadillo y según la especie, también<br />

tatú, quirquincho o peludo. Con el caparazón se<br />

construyen los charangos (instrumento musical).<br />

8 Participante de la lucha independentista, fue<br />

condecorado por el general José de San Martín en<br />

dos oportunidades por su destacada actuación en<br />

la toma de Lima y el asalto al Callao, en Perú.<br />

9 Característica vivienda humilde de campo, de<br />

paredes de adobe (paja y barro) y techo a dos<br />

aguas de paja atada con juncos.


Cerca de allí se había instalado también<br />

la toldería (campamento) de una tribu<br />

amiga de indios borogas. En 1847, se<br />

efectuó el traslado a dos mil metros de<br />

la laguna, a un terreno más elevado,<br />

seco y con mejor visión sobre la<br />

llanura circundante. Las instalaciones<br />

militares del cantón Mulitas, fueron<br />

rodeándose de pequeños solares que se<br />

distribuyeron entre los soldados y otros<br />

particulares. En 1853, el comandante<br />

militar del fortín en ese momento,<br />

sargento Rufino Victorica, propone al<br />

ministro de Guerra cambiar el nombre<br />

de Mulitas por el de Veinticinco de<br />

Mayo, recomendación aprobada por el<br />

ministro de Gobierno, Ireneo Portela, el<br />

29 de noviembre de ese año.<br />

Respondiendo a la solicitud elevada el<br />

13 de abril de 1855, por el juez de paz<br />

Antonio M. Islas para la fundación de la<br />

parroquia, se envió al padre Francisco<br />

Bibolini, de origen genovés, que el 26<br />

de agosto de ese año bendijo la capilla<br />

recién construida, bajo la advocación de<br />

Nuestra Señora del Rosario. El diligente<br />

párroco se transformó en héroe cuando<br />

enfrentó con total sangre fría al poderoso<br />

cacique Calfucurá10 , quien con dos mil<br />

10 De estirpe huilliche, Calfucurá nació en 1790 en<br />

la provincia chilena de Valdivia y en 1834 inició<br />

sus correrías por la región pampeana, al parecer<br />

solicitado por el gobernador Rosas para controlar a<br />

otros grupos de indios alzados. Su cruenta carrera<br />

se frenó al <strong>ser</strong> vencido en la batalla del fuerte San<br />

Carlos (hoy San Carlos de Bolívar), el 8 de marzo<br />

de 1972;<br />

Ana María Peppino Barale<br />

guerreros, estaba pronto para arrasar<br />

con el destacamento y la población<br />

aledaña, y ese 29 de octubre de 1859,<br />

militares y pobladores vieron con<br />

absoluto asombro como el araucano,<br />

sus mujeres, su séquito y el asturiano<br />

cautivo que sirvió de lenguaraz, entraban<br />

al pueblo acompañando al padre Bibolini<br />

para tratar con las autoridades locales<br />

las condiciones de su retiro. El tributo<br />

consistió “en un número considerable<br />

de carretas con víveres, algunas yeguas<br />

y cuarenta mil pesos, constantes y<br />

sonantes, que pertenecían al patrimonio<br />

del párroco.” (Otharán, 53)<br />

A pesar de sustos y descalabros continuos,<br />

no sólo por el ataque de los malones<br />

sino por las condiciones políticas de un<br />

país barrido por intereses caudillescos<br />

y guerras intestinas, la vida en el pueblo<br />

Veintinco de Mayo iba precisando su<br />

curso que corría paralelamente con<br />

la ocupación privada de las tierras<br />

públicas; dicha apropiación respondió<br />

a diversos ordenamientos y leyes, con<br />

los cuales los gobiernos posteriores<br />

a la caída de Rosas (1852), intentaron<br />

organizar la transferencia. 11 En 1865 las<br />

11 Históricamente es un proceso complicado que<br />

ha sido y es tema de muchos investigadores y<br />

especialistas, quienes dan cuentan del proceso<br />

de acaparamiento de las mejores tierras por<br />

unos pocos, ya sea vía adquisición, matrimonio,<br />

herencia o bajo prestanombres (generalmente de<br />

la misma familia natural o política), así se formaron<br />

las legendarias estancias de miles de hectáreas;<br />

actualmente muchos de los espléndidos cascos son<br />

paradores turísticos.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 47


Historia<br />

tierras públicas bonaerenses sumaban<br />

alrededor de 12 millones de hectáreas;<br />

por la ley de 1857 se implementó el<br />

sistema de arriendo público; en 1864,<br />

1867 y 1871 se aprobaron disposiciones<br />

legales para la venta de las tierras<br />

arrendadas. (Valencia, 98)<br />

Será con la batalla de San Carlos, el 8<br />

de marzo de 1872, donde se vence al<br />

poderoso cacique araucano Calfucurá<br />

quien muere en su toldería de Salinas<br />

Grandes12 el 4 de junio de 1873. Con<br />

ello se refuerza el avance de la frontera<br />

interna y la fundación de pueblos. La<br />

línea de fortines trazaba un rombo<br />

de 270 kilómetros de largo por 170<br />

de ancho de tierras despobladas por<br />

lo que se decidió fundar un pueblo<br />

aproximadamente en el centro del<br />

rombo, eligiéndose para tal fin el Fortín<br />

San Carlos cuyo mangrullo13 se había<br />

alzado en la pampa inhóspita junto a<br />

12Las Salinas Grandes tienen unas tres leguas de<br />

agua salada y se encuentran a unos diez o quince<br />

kms. de la ciudad pampeana de Macachin. Hacia<br />

el sur de las Salinas, Calfucura tenía el centro<br />

estratégico de su imperio; desde allí lanzaba sus<br />

invasiones hacia la Provincia de Buenos Aires y el<br />

acceso a sus tolderias era el Carhué, de ahí que<br />

en su testamento político y guerrero sentenció: “No<br />

entreguen jamás Carhué al Huinca”.<br />

13Mangrullo: atalaya rústica construida en las llanuras<br />

argentinas para ob<strong>ser</strong>var el acercamiento de indios<br />

y extraños, y así prepararse en caso de ataque;<br />

podrían alcanzar entre 10 y 15 metros, construido<br />

con troncos que sostenían una plataforma en la<br />

parte superior a la que se subía por una escalera<br />

de madera atada con tientos de caballo. Wikipedia.<br />

48 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />

la laguna Pichi Carhué en 1850 (ver<br />

foto 7). Un decreto del gobernador de<br />

la provincia de Buenos Aires, Carlos<br />

Casares, autorizó la creación de una<br />

nueva población en la avanzada de la<br />

frontera hacia las Salinas Grandes el 26<br />

de octubre de 1877, con ello se inició la<br />

preparación de la caravana fundadora<br />

que partió de la localidad de Veinticino<br />

de Mayo y arribó el 3 de febrero de 1878<br />

al Fortín San Carlos, en cuya vecindad<br />

levantaron un campamento provisorio<br />

mientras se decidía la mejor ubicación<br />

del pueblo. Las exploraciones del<br />

agrimensor Rafael Hernández lo llevaron<br />

a ubicar los mojones que indicaban que el<br />

fortín y sus inmediaciones se asentaban<br />

en una propiedad privada, de ahí la<br />

búsqueda de un lugar en tierras fiscales.<br />

El paraje apropiado fue ubicado al sur<br />

de las lagunas Acollaradas 14 , decisión<br />

que se comunicó a las autoridades el<br />

2 de marzo de 1878 fecha que se toma<br />

como correspondiente a la fundación<br />

del pueblo cuyo nombre asocia el San<br />

Carlos ya en uso en la zona por una vieja<br />

14 Se refiere a la disposición encadenada de las<br />

lagunas originales, la denominación fue registrada<br />

por primera vez en un informe del sargento mayor<br />

don Federico L. Melchert al Ministro de Guerra,<br />

don Martín de Gainza, en 1873, para designar a<br />

“Siete cañadas sin nombre y ojos de agua dulce...”.<br />

El paraje era ya conocido porque las milicias<br />

realizaban una parada de descanso cuando se<br />

desplazaban siguiendo la rastrillada que llevaba a<br />

las Salinas Grandes. actualmente sólo queda una<br />

que es la mayor atracción del Parque Municipal de<br />

Bolívar “Las Acollaradas”.


tradición y con el del Libertador Simón<br />

Bolívar. Con respecto al origen del<br />

nombre Bolívar, una versión publicada<br />

en el diario porteño “La Prensa” del 18<br />

de agosto de 1985 por el Arquitecto<br />

Carlos Zemborain, indica que dicho<br />

nombre se debe a un pedido que el<br />

Dr. Rafael Herrera Vegas15 hiciera ante<br />

autoridades competentes en memoria<br />

de su esposa emparentada con el<br />

libertador venezolano Simón Bolívar.<br />

Desde la ciudad de Buenos Aires<br />

hasta los territorios recientemente<br />

distribuidos y poblados, se llevaba<br />

cinco días de viaje siempre y cuando<br />

las lluvias no desbordaran los arroyos<br />

y dificultaran el paso de las pesadas<br />

carretas, también había que tomar<br />

en cuenta los posibles ataques de<br />

malones o asaltantes quienes robaban<br />

la carga de las carretas y bienes de los<br />

viajeros. (Otharán, 30) Sin embargo,<br />

esas penurias no arredraban a los<br />

numerosos inmigrantes que llegaban<br />

en busca de nuevas oportunidades de<br />

trabajo, muchos de ellos atraídos por<br />

la publicidad con que se ofertaba “la<br />

América” en Europa.<br />

La historia de la humanidad registra<br />

periódicas olas migrantes internas y<br />

externas; entre las primeras se cuenta<br />

el desplazamiento de los campesinos a<br />

15 Eminente médico nacido en Caracas en 1834, llegó<br />

a la Argentina en 1870 (falleció en Paraguay en<br />

1910). Adquirió tierras en el lindero de los partidos<br />

de Olavarría y Bolívar. Fue médico personal de<br />

varios presidentes de la nación.<br />

Ana María Peppino Barale<br />

las ciudades como recurso para superar<br />

su pobreza y los traslados entre regiones<br />

de un mismo país para realizar trabajos<br />

agrícolas temporales. El movimiento<br />

poblacional de Europa a América se fue<br />

acrecentando incentivado por la promesa<br />

de acceso a la tierra, muchos eran<br />

campesinos y querían seguir siéndolo;<br />

otros eran duchos en oficios diversos,<br />

todos muy necesarios en naciones en<br />

construcción; algunos se dedicarían<br />

al comercio y luego invertirían sus<br />

ganancias en la compra de tierras. La<br />

sociedad de aluvión estaba en marcha<br />

y mucho de su riqueza provendrá de los<br />

frutos de esa tierra que fue ocupada en<br />

gran número por familias que llegaron<br />

con la esperanza de iniciar una vida<br />

mejor que la que dejaron atrás.<br />

-o0o-<br />

El anterior compendio de casi tres siglos<br />

ha intentado trazar la ruta de<br />

apropiación de la tierra conquistada y<br />

colonizada en una parte de la pampa<br />

húmeda argentina. Toda reducción deja<br />

necesariamente fuera circunstancias,<br />

personajes, venires y devenires que<br />

constituyen la historia de los pueblos;<br />

sin embargo, <strong>ser</strong>á cumplido el<br />

compromiso si este escrito sirve de<br />

acicate para continuar la indagación<br />

sobre la formación de las naciones<br />

americanas hermanas por la lengua<br />

y complementadas en la diversidad<br />

cultural particular.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Historia 49


Historia<br />

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mu J e r, mo n J a y Li t e r a t a<br />

Dra. Ana María Peppino Barale<br />

Lledó, Eulàlia. Sor Juana Inés de la Cruz.<br />

La hiperbólica fineza. Barcelona, Laertes,<br />

2008. 129 pp.<br />

El Instituto de la Mujer de España,<br />

publicó en 2004 De mujeres y<br />

diccionarios. Evolución de lo femenino<br />

en la 22ª edición del DRAE.<br />

Eulàlia Lledó Cunill (Barcelona, 1952), la<br />

autora de la obra que aquí se reseña,<br />

fue la coordinadora. En 1999, participó<br />

en Lo femenino y lo masculino en el<br />

Diccionario de la Lengua de la Real<br />

Academia Española. Doctora en filología<br />

románica por la Universidad de<br />

Barcelona y feminista, analiza el discurso<br />

educativo, académico, periodístico,<br />

deportivo y un largo etcétera, para detectar<br />

y exponer los sesgos sexistas y<br />

androcéntricos tanto en la literatura<br />

como en la lengua; libros y ensayos<br />

dan cuenta de su quehacer contínuo en<br />

este sentido. Comparte ese afán con<br />

excursiones en el campo literario que,<br />

según sus propias palabras, la llenan de<br />

alegría y bienestar.<br />

En esta ocasión, Lledó construye una<br />

introducción a la afamada réplica que<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

Sor Juana Inés de la Cruz dirigió al<br />

obispo de Puebla, Manuel Fernández<br />

de Santa Cruz, bajo el nombre de:<br />

“Respuesta de la poetisa a la muy Ilustre<br />

sor Filotea de la Cruz”. El obispo recurrió<br />

al seudónimo para solicitar a la monja<br />

que renunciara a continuar con su vida<br />

y escritura más apegadas a lo profano<br />

para rendir mayor culto de palabra<br />

y obra a lo religioso. Ella, que desde<br />

pequeña demostró una inteligencia,<br />

memoria y comprensión inusual,<br />

contestó en páginas cuyo contenido ha<br />

trascendido el tiempo por la importancia<br />

de sus conceptos que suenan hoy día,<br />

avanzada la primera década del siglo<br />

XXI, como extremadamente actuales<br />

particularmente por lo que se refiere<br />

a los derechos de las mujeres para<br />

acceder a la cultura y para desarrollar y<br />

expresar sus propios puntos de vista.<br />

Lledó aclara que la editorial Laertes ya<br />

había publicado en 1979 este celebrado<br />

documento, ahora esta nueva edición<br />

cuenta con su aportación que presenta<br />

amenamente los datos biográficos de la<br />

monja jerónima que tienen como fuente<br />

lo expresado por el jesuita Diego Calleja<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 51


Reseña<br />

en el preliminar “Aprobación”, al tercer<br />

tomo de las obras de Sor Juana, Fama<br />

y obras póstumas del fénix de México<br />

(1700).<br />

Pero Lladó no se limita a precisar fechas,<br />

nombres y circunstancias referidas a<br />

Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana<br />

(1651-1695), sino que resalta el hecho<br />

de que la extraordinaria poetisa (así,<br />

en femenino) en lengua castellana no<br />

estaba sola en su lucha por conquistar su<br />

espacio de libertad para pensar, actuar y<br />

escribir. Esta insigne ancestra de todas<br />

las mujeres presentes, hubo de sufrir el<br />

cerco de la intolerancia y la supremacía<br />

religiosa a la que estaba atada por sus<br />

votos. Trayecto ignominioso que sufrió<br />

igualmente la otra religiosa célebre:<br />

52 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />

Teresa de Ávila (1515-1582). De ningún<br />

modo fueron únicas, tal la lista que Sor<br />

Juana enumera en el apartado tercero de<br />

su respuesta, que da cuenta de mujeres<br />

sobresalientes que su ojo femenino<br />

ubica con presteza en las páginas de<br />

la Biblia y otros escritos religiosos o<br />

civiles.<br />

Por su parte Eulàlia Lladó, hace<br />

hincapié en la similitud entre Sor Juana<br />

y europeas reconocidas por su defensa<br />

de las mujeres -tradición iniciada en<br />

el medioevo-, tales como Christine de<br />

Pizan (1365-1431), Isabel de Villena (1430-<br />

1490) y María de Zayas y Sotomayor<br />

(1590-1961/1969). Con respecto a esta<br />

última, da cuenta de las coincidencias<br />

que ha ob<strong>ser</strong>vado entre sus escritos con<br />

los posteriores de Juana Inés, lo que<br />

demuestra que ambas coincidían en el<br />

punto desde donde analizan y opinan<br />

sobre las relaciones entre mujeres y<br />

hombres.<br />

De la misma manera, acentúa su<br />

diferencia con la apreciación común<br />

de que la prueba del feminismo de la<br />

llamada décima musa, está concentrada<br />

en las redondillas cuyo primer verso le<br />

da el nombre: “Hombres necios que<br />

acusáis”; en contrario, indica que tal<br />

feminismo constituye el hilo subyacente<br />

en toda la trama de su obra, tal como<br />

se comprueba en un género en que<br />

también fue exponente destacada<br />

y “aparentemente tan alejado de<br />

cualquier veleidad feminista como


puedes <strong>ser</strong>, por ejemplo, sus juegos<br />

de villancicos”, en los cuales “exalta el<br />

saber en las mujeres, su capacidad y<br />

libertad intelectual”. (p.54)<br />

Nunca <strong>ser</strong>á suficientemente expuesta<br />

la obra de esta mexicana universal,<br />

de ahí que este producto de Laertes<br />

tiene la virtud de su sencillez, de su<br />

brevedad, cualidades que aumentan<br />

la posibilidad de <strong>ser</strong> recomendada<br />

para estudiantes preuniversiarios y<br />

otros interesados en una figura que<br />

es considerada mayoritariamente<br />

como tema especializado del campo<br />

académico y de las letras cuyo<br />

resultados son divulgados en extensos<br />

tratados o en publicaciones indexadas,<br />

igualmente objeto de investigaciones<br />

doctorales, situaciones todas que<br />

marcan una frontera de contención<br />

o línea divisoria con públicos menos<br />

expertos. La presentación de Lledó<br />

está redactada en lenguaje claro y<br />

preciso que nos acercan a una Sor<br />

Juana, digamos, terrenal. Sucede que<br />

dicho acercamiento permite brincar el<br />

cerco que parece haberse construido<br />

ex profeso en torno a la figura de esa<br />

mujer emblemática, dificultando el<br />

acceso a sus escritos para un público<br />

lector no especializado. Bienvenida<br />

esta oportunidad de establecer un<br />

contacto más cercano con alguien que<br />

con humildad reconoció que:<br />

Ana María Peppino Barale<br />

[…] desde que me rayó la primera<br />

luz de la razón, fue tan vehemente y<br />

poderosa la inclinación a las letras,<br />

que ni ajenas represiones -que he<br />

tenido muchas-, ni propias reflejas<br />

–que he hecho no pocas-, han<br />

bastado a que deje de seguir este<br />

natural impulso que Dios puso en mí<br />

[…] (p.72)<br />

La lectura de la Respuesta de la poetisa<br />

a la muy ilustre sor Filotea de la Cruz,<br />

da luz sobre la personalidad insumisa<br />

de una mujer en un mundo colonial que<br />

establecía normas y comportamientos<br />

precisos y androcéntricos. Viene al<br />

caso recordar que Octavio Paz (1914-<br />

1998, premio Nobel de Literatura 1990)<br />

en su esclarecedor libro, Sor Juana Inés<br />

de la Cruz o las trampas de la fe (1982),<br />

señala que “ […] toda su vida estuvo<br />

movida por la voluntad de penetrar en el<br />

mundo del saber: un mundo masculino.”<br />

Un mundo que la empujó a escoger<br />

entre dos caminos: el matrimonio o el<br />

convento. Escogió el último.<br />

Para apoyar el sentido didáctico de esta<br />

propuesta editorial, se concluye con<br />

una “Propuesta de lectura”; sus trece<br />

puntos encaminan a la lectora o lector<br />

hacia ciertos aspectos significativos de<br />

la Respuesta y con ello dan pauta para<br />

nuevas lecturas, porque cierto es que<br />

el contenido se presta para múltiples<br />

niveles de significación.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 53


Reseña<br />

54 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />

Do m i n g o 18 D e f e b re ro D e 1855.<br />

gr a n f u n c i ó n e x t ra o rD i n a r i a a b e n e f i c i o D e l a a c t r i z<br />

Do ñ a Ju l i a n a Siliceo.<br />

Qu i e n l a D e D i c a c o n m a y o r p l a c e r a l p ú b l i c o Q u e re t a n o.<br />

Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri 1<br />

pe n ú l t i m a D e l a p re S e n t e t e m p o r a D a<br />

aL g u n o s C o m e n t a r i o s a p r o p ó s i t o<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

Don Enrique de Olavaria y Ferrari,<br />

en su Reseña histórica del<br />

teatro en México no refiere nada<br />

en particular a propósito de esta “Gran<br />

función extraordinaria” a beneficio de<br />

la actriz Juliana Siliceo. De hecho no<br />

da muchas referencias a la vida teatral<br />

queretana, pues sus enfoques están<br />

puestos, como es de esperarse, a la<br />

vida teatral en la Ciudad de México.<br />

Sin embargo, cabe hacer notar que<br />

algunos de los nombres que se citan<br />

en el documento con toda seguridad<br />

formaban parte de la vida artística teatral<br />

y filarmónica del México decimonónico;<br />

tal es el caso del maestro Manzano que<br />

pudo haber sido el reconocido violinista<br />

Pedro Manzano metido a director de<br />

escena. No obstante Trueba Urbina nos<br />

habla del maestro José Manzano que<br />

en 1855 había organizado una sociedad<br />

dramática “cuyo afán de superación<br />

no tenía más objeto que satisfacer al<br />

público, (Trueba Urbina 1954, 56-57).


En cambio el autor del drama que habría<br />

de representarse, Francisco González<br />

Elipe, no parece haber tenido mucha<br />

presencia en los escenarios citadino;<br />

ni él ni su obra Querer como no es<br />

costumbre.<br />

Interesante resulta el nombre de Juliana<br />

Siliceo, la primera actriz que estrenará<br />

la obra en el Teatro Iturbide de la<br />

Ciudad de Querétaro; la cual tampoco<br />

aparece, ciertamente en los elencos<br />

de la capital, pero por su apellido tan<br />

singular no queda sino emparentarla<br />

con algún otro Siliceo famoso, que<br />

pudiera formar parte de esa vida<br />

artística decimonónica. Don Manuel<br />

Siliceo fue nada menos que el director<br />

fundador de la sociedad Filarmónica y<br />

solamente podemos expresar nuestra<br />

duda: ¿A la actriz Juliana Siliceo le unió<br />

algún parentesco con este interesante<br />

personaje? (Olavarría y Ferrari 1961,<br />

660, 713, 1132, 1264, 3074).<br />

Pero también cabe la posibilidad –y puede<br />

que sea grande- que tanto la primera<br />

actriz, como el elenco, el director de<br />

orquesta y el autor dramático, todos en<br />

su conjunto, podrían <strong>ser</strong> locales y por<br />

lo tanto su vida artística haya estado<br />

circunscrita al ambiente queretano o del<br />

Bajío, sin tener necesariamente relación<br />

con la vida artística de la capital. Muchos<br />

circuitos teatrales y artísticos durante la<br />

colonia, el México independiente y parte<br />

del siglo XX, se localizaban en regiones<br />

particulares de la República, con cierta<br />

autonomía y sin la dependencia con la<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

Ciudad de México como pudiéramos<br />

esperar.<br />

En el documento en cuestión la<br />

primera actriz Juliana Siliceo nos dice<br />

textualmente que:<br />

La deferencia me ha abrumado<br />

condecorándome con el laurel del<br />

artista, a mí que tímida y falta de<br />

capacidad he logrado <strong>ser</strong> acogida<br />

benignamente, dispensándome<br />

las consideraciones más grandes<br />

y supliendo con su benevolencia<br />

mi escaso mérito (…) Hoy que es<br />

el día consagrado a mi beneficio<br />

he vacilado en la elección de un<br />

espectáculo digno de la ilustración<br />

y cultura de los bondadosos<br />

habitantes de este suelo, a quienes<br />

por la segunda vez tengo la<br />

satisfacción de dirigir mis pobre<br />

conceptos(f.2 r.).<br />

De manera que así nos enteramos que<br />

esta actriz, por la extrema humildad con<br />

que se expresa, no parece haber sido una<br />

luminaria en la escena nacional y que<br />

es la segunda ocasión que se presenta<br />

en ese foro. Suponemos que se trata<br />

del Teatro Iturbide. Pero se trata, nada<br />

menos que de una función “a beneficio”;<br />

es decir de una representación especial,<br />

en donde la primera actriz echará mano<br />

de lo mejor de su repertorio para lucirse<br />

ante su público y ganarse así no sólo<br />

sus favores sino también ganancias<br />

económicas en efectivo y en especie.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 55


Teatro Iturbide<br />

Reseña<br />

El Teatro de la República, conocido<br />

originalmente como Teatro Iturbide, nos<br />

dice Alberto Trueba Urbina que para el<br />

siglo XIX se trataba de un teatro “ hermoso<br />

y elegante, extraordinariamente<br />

vistoso, digno de la cultura de la sociedad<br />

queretana” (Trueba Urbina 1954, 31).<br />

Fue concluida su edificación, después<br />

de difíciles trances económicos en el<br />

año de 1852, después de siete años<br />

de haber iniciado su construcción. Su<br />

gran noche de inauguración fue el dos<br />

de mayo de 1852 a las ocho y media de<br />

la noche. Se compuso para la ocasión<br />

una obertura titulada “Iturbide” y su<br />

interpretación corrió a cargo del propio<br />

compositor, el maestro don Bonifacio<br />

Sánchez y una orquesta. La primera<br />

representación dramática resultó <strong>ser</strong><br />

una obra titulada Por dinero baila el<br />

perro y por pan si lo dan, que quizá<br />

tenía- por el título algunas alusiones<br />

de actualidad que ignoramos en concreto.<br />

Aunque sí sabemos que su<br />

escenificación corrió a cargo de la<br />

compañía del Señor Castelán, con no<br />

muy buenos resultados al parecer,<br />

como nos lo hace saber Trueba Urbina<br />

(p. 48).<br />

Quizá uno de los momentos más interesantes<br />

en esos primeros años de vida<br />

del Coliseo queretano, fue la noche<br />

del 15 de septiembre de 1854 en que<br />

56 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />

por primera vez se entonó el Himno<br />

Nacional Mexicano y para lo cual se<br />

escenificó una alegoría de las Naciones<br />

interpretada por jovencitas, cada una<br />

de ellas representando a alguna nación<br />

extranjera y que se prosternaban<br />

ante la señorita que representaba a<br />

Malinche, que idealizaba, por supuesto,<br />

a la pujante y joven patria mexicana,<br />

mientras la orquesta dirigida por el<br />

maestro Sánchez tocaba el Himno<br />

Nacional que las jovencitas entonaron<br />

por su parte a coro (Trueba Urbina 1954,<br />

52-55).<br />

En fin, curioso resulta este documento<br />

en donde se nos da testimonio de la<br />

vida teatral de uno de los escenarios<br />

más importantes en la historia nacional<br />

y emblemático de la Ciudad de<br />

Querétaro.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

AYALA Y ECHAVARRI, RAFAEL<br />

1949 Bibliografía histórica y geográfica<br />

de Querétaro. México, Secretaría de<br />

Relaciones Exteriores.<br />

GARCÍA UGARTE, MARTA EUGENIA<br />

1999 Breve historia de Querétaro. México,<br />

FCE./ El Colegio de México.<br />

OLAVARRÍA Y FERRARI, ENRIQUE DE<br />

1961 Reseña histórica del teatro en México.<br />

Vols. I y II, México, Porrúa.


RIVERA REYNALDOS, LISSETTE<br />

Y MARTÍN PÉREZ ACEVEDO<br />

(COORDS.)<br />

1998 Querétaro, interpretaciones de<br />

su historia, cinco ensayos. Morelia,<br />

Universidad Michoacana de San<br />

Nicolás de Hidalgo, Instituto de<br />

Investigaciones Históricas.<br />

RIVERA, M. LUIS<br />

1890 Galería de queretanos ilustres y<br />

distinguidos, Bosquejos biográficos.<br />

Querétaro, Imp. de Luciano Frías y<br />

Soto.<br />

TRUEBA URBINA, ALBERTO<br />

1954 El Teatro de la República, México,<br />

Ediciones Botas.<br />

ENCISO, CENOBIO I.<br />

Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />

1890-1893 Apuntes de viaje por Cenobio I.<br />

Enciso. Guadalajara, Edición del autor.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 57


Teatro<br />

si n s a b o r e s e n L a C o C i n a d e<br />

el Dr a g ó n D o r a D o<br />

Dr. Antonio Marquet Montiel 1<br />

… vivimos en una sociedad y sabemos y<br />

entendemos muchas cosas uno de otros,<br />

pero no podemos, no queremos o no<br />

sabemos hacer nada.<br />

Daniel Giménez Cacho 2<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

El interés del Dr. Antonio Marquet, profesor en el<br />

Departamento de Humanidades de la <strong>UAM</strong>, Azc.,<br />

por el teatro se refleja en su más reciente libro El<br />

coloquio de las perras (<strong>UAM</strong>, Azc., 2010) y en notas<br />

que ha publicado en su blog http://mesterdejoteria.<br />

blogspot.com/ tales como “Don Giovanni, un<br />

héroe de la libertad” (http://mesterdejoteria.<br />

blogspot.com/2011/10/don-giovanni-un-heroede-la-libertad.html);<br />

“Rapsodia Buguemia en la<br />

apertura del FIDS2011” (http://mesterdejoteria.<br />

blogspot.com/2011/06/rapsodia-buguemia-en-fids.<br />

html ); “Una sirena llamada Marco Polo”, http://<br />

mesterdejoteria.blogspot.com/2007/08/una-sirenallamada-marco-polo.html<br />

2 Carlos Paul, entrevista a Daniel Giménez Cacho:<br />

“Estamos acostumbrados a vivir y convivir con la<br />

desgracia ajena”, en La Jornada, 22 de agosto de<br />

2011, http://www.jornada.unam.mx/2011/08/22/<br />

cultura/a08n1cul (consultada el 22 de septiembre<br />

de 2011).<br />

58 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

El Dragón dorado que Por Piedad<br />

Teatro Producciones 3 presentó en<br />

el Teatro Santa Catarina es una obra<br />

perturbadora. Desarticulado el sistema<br />

de género (los actores hacen diferentes<br />

papeles, sin importar la concordancia<br />

genérica), trastocado el dispositivo culinario;<br />

en medio del derrumbe sujetivo,<br />

las acciones se precipitan en el terreno<br />

de la devastación.<br />

La pieza de Roland Schimmelpfennig<br />

(Gotinga, 1967) se estructura en torno<br />

a una interrogante: ¿Qué es el sujeto<br />

en situación de urgencia? Nada. La<br />

misma pregunta y su respuesta marcan<br />

el cambio de estatuto del sujeto en<br />

objeto. En un contexto semejante, el<br />

3 Javier Pérez describe la trayectoria de la compañía:<br />

“En poco más de una década, la compañía ha<br />

montado obras como Interiores, de Woody Allen;<br />

Gracia y gloria, de Tom Ziegler; Fotografías<br />

explícitas, de Mark Ravenhill, y, desde luego, el<br />

hasta entonces inédito trabajo de Sarah Kane con<br />

tres obras: Devastados, Ansia y Psicosis 4:48;<br />

además de Los baños, del irlandés Paul Walker,<br />

e Interpretando a la víctima, de los hermanos<br />

Vladimir y Oleg Presnyakov.” En http://forofoco.<br />

blogspot.com/2011/09/teatro-resena-el-dragondorado.html<br />

(consultada el 1 de octubre de 2011)


ostro humano se desvanece con una<br />

inmediatez inquietante; los nombres de<br />

los personajes desaparecen (hecho que<br />

les ofrecería asidero simbólico); 4 los<br />

gestos adquieren un carácter grotesco;<br />

4 Alegría Martínez señala que “…nadie es llamado<br />

por su nombre sino por su oficio y gentilicio, como<br />

“cocinero asiático”, o por su apariencia externa: “mujer<br />

vieja”; o por su vestimenta: “hombre con camisa de<br />

rayas”; su desarrollo: “Barbie-Fucker”; o su actual<br />

estado: “muchacho asiático con dolor de muelas”.”<br />

Cf. “Vértigo cotidiano”, en Milenio, 10 de septiembre<br />

de 2011 http://impreso.milenio.com/node/9023943<br />

(consultada el 21 de septiembre de 2011)<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

la violencia se ensaña entre las coordenadas<br />

de la vejación y la muerte.<br />

Confrontados ante el insomnio, la<br />

borrachera, la hemorragia, el pasmo, la<br />

herida narcisista, la bestialidad humana,<br />

en las inmediaciones de “El Dragón<br />

dorado”, se vuelve imposible para los<br />

personajes dar un borrón y abrir cuenta<br />

nueva. Cualquier decisión bascula hacia<br />

una situación irreconciliable; los<br />

acontecimientos adquieren un giro final<br />

mientras la mayoría de los personajes<br />

se vuelve criminal; el resto es víctima o<br />

es rechazado. ¿Cómo sacudir el estupor<br />

del auditorio, resto de la farsa siniestra?<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 59


Teatro<br />

Galardonado con el Münheim Drama<br />

Prize de 2010 (habría que señalar que la<br />

austriaca Elfriede Jelinek fue finalista),<br />

El Dragón dorado no explora situaciones<br />

de emergencia nacional, catástrofes<br />

naturales, sacudimientos económicos,<br />

atentados terroristas, tiroteos, fuegos<br />

cruzados, allanamientos, escándalos<br />

políticos, hechos que han proliferado<br />

a lo largo y ancho de México y el<br />

mundo. Lo más inquietante es que<br />

Schimmelpfennig ha optado por explorar<br />

situaciones cotidianas, que se<br />

producen en el más cercano entorno;<br />

hechos que de alguna manera han<br />

sucedido a los espectadores (aunque en<br />

un marco diferente). Lo hace desde dos<br />

perspectivas. En primer lugar, desde un<br />

dolor de muelas 5 que basta y sobra para<br />

desarticular a un sujeto que, por <strong>ser</strong><br />

emigrante sin papeles, carece de acceso<br />

a la seguridad social. Si la carga de<br />

desventajas que lo marginan es pesada,<br />

la agudeza del dolor no lo deja en paz.<br />

Está en el grito y pone en el grito a sus<br />

compañeros de trabajo que de por sí ya<br />

están estresados por las comandas del<br />

restaurant de comida chino-vietnamitathai<br />

donde se instala una pesada<br />

5 “La muela está picada, negra, casi podrida, dirán<br />

los personajes.” Señala Alejandro Flores, “El<br />

Dragón dorado, la existencia en paralelo”, en El<br />

Economista, 8 de septiembre de 2011. http://<br />

eleconomista.com.mx/entretenimiento/2011/09/08/<br />

dragon-dorado-existencia-paralelo (consultada el<br />

22 de septiembre de 2011)<br />

60 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

atmósfera de premura intramitable<br />

que no deja lugar a la prudencia. 6 Lo<br />

apremiante hace metástasis, exige<br />

decisiones, acciones inmediatas. Las<br />

soluciones aportadas no hacen sino<br />

agravar la situación inicial: Tras extirpar<br />

salvajemente la muela ¿qué hacer frente<br />

a una hemorragia que no cede? Tras<br />

haberse desangrado el sin nombre ¿qué<br />

hacer para librarse del cadáver? Desde<br />

otro punto de vista, el dolor molar vino<br />

a dar al traste con el sistema de deudas<br />

contraídas impidiendo pagar al tío los<br />

gastos de un viaje largo y aventurado;<br />

con el proyecto de encontrar a una<br />

hermana que había emprendido antes<br />

el viaje migratorio…<br />

Desde la segunda perspectiva: ¿qué<br />

hacer frente al sin techo que pide<br />

ayuda? ¿Qué hacer frente a la violencia<br />

sexual? ¿Qué hacer en la escena de<br />

un crimen que se hubiera evitado de<br />

no <strong>ser</strong> por la lógica acumuladora del<br />

capitalismo? Pronto se entra en una<br />

espiral de agravantes; el crescendo<br />

ominoso se acelera hasta el vértigo; la<br />

6 Bruno Bert caracteriza el escenario como: “El<br />

espacio de la narración es la barra de un restaurante<br />

“thai/chino/vietnamita”, que está rodeada por el<br />

público a muy escasa distancia de los actores. Esta<br />

ubicación rectangular, que provoca un hacinamiento<br />

de cocineros y ayudantes en un frenético moverse<br />

produciendo plato tras plato, parece una acertada<br />

idea del propio grupo…”, Tiempo libre http://www.<br />

tiempolibre.com.mx/2011/09/30/el-dragon-dorado-2/<br />

(30 de sept. de 2011)


caída subjetiva se precipita como si se<br />

hubiera producido en un tobogán sin<br />

asidero ni fin. A la incapacidad sujetiva,<br />

se agrega la violencia… ante tal trenzado<br />

de circunstancias abrumadoras, hay<br />

que deslindarse inmediatamente;<br />

arrojar al río los rastros, los restos<br />

siniestros, como único expediente ante<br />

la imposibilidad de responder, asumir,<br />

tramitar. A la necesidad urgente, al<br />

permanente estar entre la espada y la<br />

pared, había que sumar el imperativo<br />

de drenar… como si nada hubiera<br />

pasado; como si fuera posible que no<br />

quedara huella, culpa, responsabilidad,<br />

depresión, horror.<br />

En efecto, como correlato de este<br />

universo sacudido, aparece la fábula<br />

de la cigarra veraniega y la infatigable<br />

hormiga. Es decir, a la llaga incicatrizable<br />

del apremio hay que añadir la crueldad,<br />

la ausencia de mi<strong>ser</strong>icordia, la moral<br />

del ahorro (de hecho, lo que se ahorra<br />

es la solidaridad). En la posmodernidad,<br />

la muerte de la cigarra a la intemperie<br />

no es inmediata: primero <strong>ser</strong>á violada,<br />

prostituida, después le romperán una<br />

antena, luego <strong>ser</strong>á minuciosamente<br />

sadizada, humillada de mil formas:<br />

¿para qué deshacerse de quien puede<br />

fungir como vertedero de frustraciones<br />

individuales? No hay que escatimar<br />

en nada: la cigarra ha sido rentada<br />

(los excluidos del bienestar y de la<br />

buena fama, representan atractivos<br />

rendimientos para quien, ejército de<br />

hormiguitas, los sabe explotar).<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

La muerte a la intemperie, (la hormiga<br />

la manda a bailar en invierno cuando la<br />

cigarra le confiesa que cantaba a todo el<br />

que se presentara en verano) imaginada<br />

por La Fontaine (de hecho es la primera<br />

fábula del primer libro de sus fábulas:<br />

es la fábula madre), es demasiado poca<br />

cosa; suena ahora a caridad cristiana,<br />

a samaritanismo Ancien Regime. Este<br />

emblema del sujeto que ha pecado contra<br />

las reglas del buen capitalismo, es decir,<br />

la cigarra, queda estigmatizada por el<br />

imperdonable crimen de cantar. Por lo<br />

tanto, le puede, le debe, pasar cualquier<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 61


Teatro<br />

cosa, que ya no se producirá en el marco<br />

del castigo ejemplarizante (¡a quién le<br />

importa aprender nada!): la cigarra <strong>ser</strong>á<br />

atrapada en redes de explotación que<br />

surgen con una espontaneidad fuera<br />

de toda imaginación; se transforma<br />

inmediatamente en objeto antes de<br />

<strong>ser</strong> torturada y descuartizada, hasta<br />

quedar irreconocible. Y sin embargo,<br />

no es objeto de horror ante un sujeto<br />

en estado de shock que ha decidido<br />

tramitar todo por medio del registro<br />

de la farsa cruel. La cigarra, alquilada<br />

por la hormiga que le da techo, se ha<br />

metamorfoseado en Chivo expiatorio.<br />

En el siglo de las luces, la muerte del<br />

desviante era inmediata, lógica, <strong>ser</strong>vía<br />

para extraer una enseñanza moral, todo<br />

para educar a la niñez en la crueldad<br />

mundana. También se exploraba en<br />

el mal del otro, en el marco de una<br />

reflexión filosófica: Quemado el castillo<br />

de Thunder-ten-tronckh, muerta la<br />

familia real y con rostro desfigurado,<br />

la princesa Cunegunda en el Candide<br />

de Voltaire era violada colectivamente,<br />

contagiada de sífilis: su abigarrado<br />

destino probaba que el acontecer<br />

humano no era explicable en los<br />

términos del optimismo leibniciano:<br />

“todo está necesariamente ligado y<br />

dispuesto del mejor modo posible”. (p.<br />

30) El inverosímil catálogo de males, era<br />

una demostración que movía a risa y que<br />

62 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

tenía un final hasta cierto punto positivo:<br />

ante las desgracias planetarias, había<br />

que cultivar el jardín propio. 7<br />

Entre el siglo de las luces y el poscapitalismo<br />

está Sade, el lager, el hommo<br />

sacer, San Fernando (Tamps.) además<br />

de que los departamentos de interés<br />

social, carecen de jardín: la cigarra<br />

sale del contexto de la fábula para<br />

convertirse en chivo expiatorio, juguete<br />

fetichizado, W. C. Si no hay solución a la<br />

proliferación de males, si las instituciones<br />

no hacen sino mostrar cada vez más<br />

su inconsistencia, queda todavía el<br />

otro inferiorizado, estigmatizado para<br />

cebarse en él: habrá que culpabilizarlo,<br />

degradarlo, evacuarlo del sistema de<br />

derecho, antes de in-molar-lo. La <strong>ser</strong>ie<br />

que va de la explotación sexual de la<br />

cigarra (caracterizada magistralmente<br />

por Antonio Vega), pasa por romperle<br />

una antena y cierra en su destazamiento,<br />

carece de posibilidad de <strong>ser</strong> recuperada<br />

en un sistema simbólico. Funciona como<br />

mero elemento contextual que sazona<br />

desde el arcaísmo de su violencia a la<br />

caída sujetiva. Inmediatamente otro <strong>ser</strong><br />

7 “-Trabajemos sin razonar –dijo Martín-; es el único<br />

medio de hacer soportable la vida. Toda la pequeña<br />

comunidad tomó esta saludable resolución, y cada<br />

quien se puso a ejercitar sus aptitudes. La pequeña<br />

extensión de tierra produjo mucho. Cunegunda,<br />

ciertamente, era ya fea, pero se convirtió en una<br />

excelente repostera…” p. 133


anónimo drena en ella sus frustraciones,<br />

su incapacidad de elaborar las contrariedades<br />

en su relación, en su economía,<br />

en su anonimato, en su marginalidad,<br />

en su impotencia, en su <strong>ser</strong>-poca-cosa.<br />

Galopinizado, ante instituciones que<br />

no funcionan (no funcionan para el<br />

marginal) el sujeto descarga, desagua,<br />

se des-ALGO, se des-COSA. No es<br />

solución violarla, golpearla, pero entretiene;<br />

le permite continuar en la<br />

base de la pirámide, como simulacro<br />

de sujeto. Ese otro al que no puede<br />

ayudársele, o al que creyendo ayudarle<br />

se le asesina, tiene como correlato a<br />

un otro animalizado sobre el que se<br />

ejerce los mayores montos de violencia<br />

imaginable. De <strong>ser</strong>vir, el otro sirve para<br />

cebarse en él.<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

Por haberse negado a trabajar diligentemente,<br />

por no haber ahorrado en el<br />

verano, la cigarra tendrá que cargar<br />

con lo imposible: si no puede el anciano<br />

volver a <strong>ser</strong> joven, si no puede volver<br />

a joder, entonces podrá golpear a la<br />

prostituta, arrancarle una antena a<br />

la cigarra: ella cargará con la culpa<br />

de que su miembro no se yerga. Si el<br />

cliente fue engañado por su esposa,<br />

entonces la cigarra <strong>deber</strong>á pagar por<br />

la infidelidad, al fin y al cabo para eso<br />

es puta. Si el cliente siente asco por<br />

su mujer embarazada, entonces se<br />

merece un premio muy especial que<br />

incluye una tunda tan feroz que la deja<br />

irreconocible.<br />

Cuando los varones son privilegiados<br />

por la seguridad social y la nacionalidad<br />

de primer mundo, todo se reduce a la<br />

performancia del pene. No basta <strong>ser</strong><br />

alemán, hay que joder, el otro femenino<br />

debe <strong>ser</strong> fiel, ajustarse a las decisiones<br />

que toma. Cuando el pene falla, se<br />

desata la violencia.<br />

Barbie, madre, infiel, sola o puta, el<br />

sujeto femenino se encuentra pasmado,<br />

trabajando en un cilindro a diez mil<br />

metros en medio del océano, vacilante<br />

entre dos varones, confrontada ante la<br />

opción de embarazarse o mantener su<br />

relación, o busca a su Barbie-fucker que<br />

la penetra mecánicamente mientras ella<br />

piensa en cualquier cosa.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 63


Teatro<br />

El aspecto de los ingredientes para<br />

preparar los platillos, no puede <strong>ser</strong> más<br />

plastificado en un espacio en el que la<br />

preparación de los platillos hace eco del<br />

sistema de degradación sujetiva. “Los<br />

individuos, como los platillos, están<br />

reducidos a un número.” Se afirma<br />

en una reseña. 8 Siendo una comida<br />

chatarra, artificial, más que abrir el<br />

apetito, podría mover al asco, pero ya ni<br />

eso. En la cocina de “El Dragón dorado”<br />

en lugar de una elaboración suculenta<br />

se prepara a las carreras un batiburrillo<br />

asqueroso, sucio, infecto. Así, Raúl Ulises<br />

Ontiveros describe el itinerario de<br />

“…un trapeador, por ejemplo, además<br />

de <strong>ser</strong> y utilizarse como trapeador en<br />

efecto, por medio de la evocación, la<br />

figuración y la analogía también es el<br />

cabello rubio de la me<strong>ser</strong>a, los fideos de<br />

la sopa, “la cigarra” e incluso el cuerpo<br />

delgado de una guapa comensal que<br />

entra contoneándose en el restaurante.” 9<br />

A tal punto reina el caos culinario en la<br />

cocina de “El Dragón dorado” que una<br />

muela picada y sangrante se integra<br />

a un platillo: curioso que el resto (del<br />

dolor, del salvajismo, de la condición<br />

8 “Son Joaquín Cosío y Ana Graham cocineros en<br />

obra “Dragón dorado””, en SDPnoticias.com http://<br />

www.sdpnoticias.com/nota/181052/Son_Joaquin_<br />

Cosio_y_Ana_Graham_cocineros_en_obra_<br />

Dragon_dorado<br />

9 Raúl Ulises Ontiveros, “Bienvenidos a El dragón<br />

dorado”, en http://www.adefesio.com/?p=13527<br />

64 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

de paria) se integre tan al azar, tan<br />

felizmente al placer de la mesa, a la<br />

alimentación, a la relajación, como si<br />

uno supusiera al otro. Los comensales,<br />

por su lado, no protestan ante el singular<br />

hallazgo; no denuncian el hecho, no<br />

se extrañan o indignan, abrumadas<br />

por la fatiga de viajes esclavizantes<br />

(las aeromozas vienen de Santiago<br />

de Chile, el punto más remoto del<br />

hemisferio, según se acota, e hicieron<br />

escala en Buenos Aires). No se puede<br />

decir que la comensal (caracterizada<br />

por José Sefami o Joaquín Cosío)<br />

saboree la muela porque no hay nada<br />

relacionado con paladear, que <strong>ser</strong>ía un<br />

rasgo vital, optimista, esperanzador. Se<br />

lo lleva a la boca, explora la picadura:<br />

el hundimiento sujetivo impide el<br />

espasmo tajante del asco, del vómito.<br />

En su estupor, la aeromoza explora una<br />

y otra vez el resto; cuando ya no sabe a<br />

nada, arroja el molar al río.<br />

Lo importante es el circuito de la muela,<br />

más que los personajes, desprovistos<br />

de biografía. La crisis dental había<br />

originado el punto de quiebre del sujeto<br />

y su entorno. Quienes, movidos por la<br />

solidaridad, sacaron la muela, pronto se<br />

vieron atrapados en una <strong>ser</strong>ie de actos<br />

criminales que los marcarán. El primer<br />

semblante de solución, brutal, sangriento,<br />

caricaturesco en su extremismo,<br />

se inscribió (y los inscribió) en la<br />

clandestinidad, degradaron al doliente<br />

a nivel de objeto al que se manipula


con pinzas; las subsiguientes medidas<br />

consisten en deshacerse del índice<br />

(algo aún menos que objeto), en borrar<br />

las huellas: todo en el mismo registro<br />

de la urgencia. Los diversos hechos han<br />

convertido a cocineros y camareros en<br />

criminales, en cómplices.<br />

Mientras en la cocina han quedado<br />

manchados por los borbotones de sangre;<br />

se extenderá el contagio al restaurant:<br />

probarán la muela, la picadura, los<br />

restos… es la única sopa que hay. A<br />

fin de cuentas, éste es el destino de<br />

un universo compartimentado. A este<br />

respecto afirma Ana Graham sobre El<br />

Dragón dorado:<br />

Es una metáfora de la sociedad<br />

globalizada, donde todos tenemos<br />

que ver con todos y se supone<br />

que estamos más conectados que<br />

nunca por el internet, pero es lo<br />

contrario, porque no conocemos<br />

al vecino ni sabemos qué pasa en<br />

la casa de junto. A lo mejor la casa<br />

de a lado es una casa de seguridad<br />

y ni enterados. Eso pasa aquí, hay<br />

una casa de prostitución y todos se<br />

hacen mensos o le entran al juego,<br />

todos tienen que ver con todos y<br />

sin embargo, nadie toca el tema,<br />

sólo una mujer que se encuentra<br />

la muela y se cuestiona por unos<br />

segundos. Es como la esperanza de<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

que haya un poco de humanidad y<br />

alguien se va a preocupar. 10<br />

Si la obra de Roland Schimmelpfennig,<br />

El Dragón dorado fue comanditada con<br />

el propósito de abordar escénicamente<br />

el problema de la emigración en<br />

Europa, el dramaturgo pone en relieve<br />

las paradojas de una sociedad en la que<br />

estando tan cerca los marginados de los<br />

nativos, nunca se tocan unos a otros;<br />

nunca se enteran de los sinsabores de<br />

unos y otros. Schimmelpfennig retrata a<br />

una sociedad que estando tan avanzada<br />

en cuanto a seguridad social, un<br />

emigrante puede morir de un dolor de<br />

muela. En efecto, estando beneficiarios<br />

y excluidos cobijados por un mismo<br />

techo, las fronteras se levantan de una<br />

manera infranqueable. A pesar de ello,<br />

no hay diferencia entre ambos lados<br />

de la muralla. De un lado se muere sin<br />

tocar siquiera los beneficios de una<br />

sociedad del bienestar. Del otro lado,<br />

el estupor subjetivo, el aislamiento,<br />

la impotencia produce otro tipo de<br />

frustraciones y violencias. El problema<br />

de la emigración no puede abordarse a<br />

través de un afuera y un adentro, sino<br />

en el contexto de una sociedad de un<br />

10 Fernando Moguel, “El Dragón Dorado:<br />

Rompecabezas Escénico”, en Tiempo Libre<br />

http://www.tiempolibre.com.mx/2011/09/09/<br />

el-dragon-dorado-rompecabezas-escenicoeldragon-dorado-rompecabezas-escenico/<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 65


Teatro<br />

puñado de privilegiados asentada sobre<br />

la injusticia interna, al que llegan otros<br />

marginados. El horror de San Fernando,<br />

Tamaulipas, no es un hecho que ocurrió<br />

a setenta y tantos centroamericanos en<br />

un pueblo perdido: San Fernando marca<br />

a México con el significante de una<br />

fosa anónima. San Fernando muestra<br />

la eficacia de un capitalismo subalterno<br />

transformado en maquinaria de horror,<br />

de eficiencia mortífera. San Fernando<br />

marca la complicidad de un Gobierno<br />

de “empresarios para empresarios”<br />

que produce asesinato, cosificación e<br />

66 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

impunidad. San Fernando es la pasividad<br />

indiferente de una sociedad que se<br />

pregunta ¿y qué hacían aquí? Para no<br />

sentirse responsable de su muerte.<br />

De la concordancia<br />

Las leyes gramaticales señalan que<br />

la concordancia concierne al género<br />

(masculino o femenino), número (singular<br />

y plural) y persona verbal. En El<br />

Dragón dorado, incluso este sistema<br />

de correspondencias estalla. En primer<br />

lugar, porque los actores representan


por los menos a cuatro personajes<br />

diferentes. Ana Graham, por ejemplo,<br />

representa a “Mujer vieja, cocinera<br />

asiática, Nieta, Hormiga, Hans el<br />

tendero, Madre.” José Sefami/Joaquín<br />

Cosío representa a “Hombre, cocinero<br />

asiático, mujer del vestido rojo, Inga la<br />

aeromoza, Tío.”<br />

En segundo lugar, como se ha podido<br />

apreciar, porque el género del actor,<br />

no siempre coincide con el género<br />

del personaje. Esta discrepancia, no<br />

es un hecho menor. 11 Por el contrario,<br />

es un hombre el que padece una<br />

violencia sexual que va en crescendo<br />

hasta llegar al descuartizamiento.<br />

La cigarra debía <strong>ser</strong> una mujer, y sin<br />

embargo es representada por Antonio<br />

11 En “Estética del caos y del dolor”, Luz Emilia Aguilar<br />

Z., explica esto de otra manera: “El tratamiento<br />

de los personajes se coloca en la antípoda de<br />

Stanislavski. Schimmelpfenning crea la identidad<br />

de cada uno con rasgos mínimos y un juego de<br />

oposiciones. La mujer joven y esbelta puede <strong>ser</strong><br />

representada por un adulto de complexión gruesa;<br />

la pequeña cigarra, la niña ofrecida en prostitución<br />

podrá materializarse en el cuerpo de uno de los<br />

más altos y barbados actores. El joven migrante<br />

de China en busca de su hermana, el que tiene<br />

la muela roída por la caries, <strong>ser</strong>á una actriz. La<br />

enramada fluida, polarizada de las identidades no<br />

es una ocurrencia, es sustancia: somos dualidad,<br />

multiplicidad, uno y otro, anhelo de <strong>ser</strong> distinto, un<br />

pedazo de todos los demás.” http://www.excelsior.<br />

com.mx/index.php?m=nota&buscado=1&id_<br />

nota=705421#.Tnune_q66V4.twitter (consultada el<br />

22 de septiembre de 2011)<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

Vega. Y debía <strong>ser</strong> mujer porque está<br />

normalizado que el masoquismo sea<br />

femenino; es un automatismo el que la<br />

mujer sea víctima; no es extraño que<br />

sea inferiorizada, humillada, violada,<br />

prostituida y asesinada. Al trastocar<br />

la concordancia genérica, se pone en<br />

relieve los automatismos mentales que<br />

se producen en culturas en las que la<br />

dominación masculina en un hecho<br />

incuestionable; es lo natural, lo normal,<br />

lo que dios quiere.<br />

En el contexto de crispación que es<br />

el escenario de El Dragón dorado, la<br />

repartición de los roles no respeta la<br />

concordancia genérica. Esta desarticulación<br />

contribuye a la intensificación<br />

del horror. Hay una convicción de base<br />

tan fuerte, que ejercer violencia sobre<br />

una mujer ya no es suficiente para<br />

provocar el horror. Es a tal punto tan<br />

normalizado que ya no es un hecho que<br />

causa horror. En contraste, la violencia<br />

sobre un hombre joven, al que el público<br />

estaría más que dispuesto a reconocer<br />

como emblema de poder masculino,<br />

produce mayor sorpresa, mayor horror.<br />

Todo sucede ciertamente en un clima de<br />

amarillismo a ultranza; de tremendismo<br />

acentuado. Todo sucede para potenciar<br />

los efectos negativos de cualquier<br />

incidente pequeño.<br />

Sin héroes, hazañas o pruebas superadas,<br />

como epílogo se plantea en El Dragón<br />

dorado los tintes siniestros de la odisea<br />

actual que incluso se atoja como el<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 67


Teatro<br />

negativo del realismo mágico: comienza<br />

cuando, arrojado al río, el cuerpo sin<br />

muela del emigrante (caracterizado<br />

por Patricia Ortiz), es arrastrado por<br />

el Mar del Norte; atravesará luego el<br />

océano ártico hasta llegar a China;<br />

remontará ríos para cruzar por fin<br />

el umbral de su casa 12 . Pronunciará<br />

tristes adioses a su familia cerrando el<br />

viaje de esperanza del emigrante que<br />

terminó demasiado pronto, demasiado<br />

inútil, tonta, dolorosamente. Occidente<br />

(otrora sitio de escape) y Oriente han<br />

quedado fundidos en el derrumbe del<br />

emigrante: el espectador sabe que la<br />

muela podrida, único índice de trabajos<br />

sin gloria, quedó en el fondo del río: No,<br />

no se trata de una pesadilla.<br />

Ante la penuria del otro<br />

¿Cómo tramitar el estado de necesidad<br />

del otro? Es decir cómo testimoniar<br />

de su penuria. El Dragón dorado es<br />

una exploración de las posibilidades<br />

de la acción frente a la carencia en un<br />

horizonte capitalista.<br />

12 Olga Harmony percibe este viaje de la siguiente<br />

manera, articulando la oquedad de la muela<br />

extraída: “… la idea de que la familia del joven<br />

chino se encuentre en la oquedad que ha dejado<br />

la muela extraída, la que une las historias sin unir<br />

a los personajes, además de la larga travesía del<br />

joven del dolor de muelas a través de ríos y mares<br />

para encontrarse con patria y familia.” “El dragón<br />

dorado”, en La Jornada, 1 de septiembre de 2011.<br />

http://www.jornada.unam.mx/2011/09/01/index.php?<br />

section=cultura&article=a04a1cul<br />

68 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

La pieza de Schimmelpfennig pone<br />

en paralelo dos narrativas sobre el<br />

estado de penuria: la de la cigarra y la<br />

del emigrante. Escenifica una fábula y<br />

una historia actual. Obviamente no son<br />

simétricas, en especial, en cuanto a la<br />

causalidad. Ciertamente son narrativas<br />

diferentes en cuanto a su génesis, pero<br />

dejando de lado esto, al encontrarse el<br />

sujeto en estado de penuria, su situación<br />

social se ve profundamente perturbada.<br />

La penuria lo coloca en un estado de<br />

indefensión.<br />

Desde el marco de una conducta<br />

del ahorro, es decir desde la ética<br />

del capitalista, acceder a “ayudarlo”<br />

significa explotarlo, cuando la base<br />

que organiza la ética es la laboriosidad<br />

y el ahorro contra las inclemencias del<br />

invierno. De hecho, no tiene cabida<br />

el otro en ese esquema moral de la<br />

fábula de La Fontaine que hace énfasis<br />

en el yo y en la protección contra las<br />

inclemencias. Vivir la vida con los ojos<br />

puestos en un horizonte del invierno es<br />

una reducción sórdida (y muy humana).<br />

Sin embargo, la lógica fúrmica, tiene un<br />

prestigio didáctico incuestionable.<br />

En contraste, ayudar al otro, para aliviar<br />

su mal de manera urgente lleva, de la<br />

misma manera, a su mise a mort; se le<br />

asesina para calmar su dolor, para ya<br />

no escuchar su queja.<br />

Por un lado, en tanto que contrario a<br />

los principios sanos del capitalismo


fúrmico, se le prostituye, se le degrada,<br />

se le comercializa, se le explota de<br />

manera intensiva hasta extraer todo el<br />

provecho comercial posible.<br />

Por el otro lado, en tanto que auxilio<br />

al compañero, se provoca una<br />

hemorragia: se le perfora (sin intención)<br />

hasta lograr ver en su interior, el hoyo<br />

que lo constituye, es decir, su doloroso<br />

itinerario, las redes familiares de las que<br />

se le extrajo. La extracción salvaje de la<br />

muela, es equivalente de la extracción<br />

salvaje de los dos hermanos emigrantes<br />

que se extrajeron a una familia, de la<br />

extracción brutal que Occidente lleva a<br />

cabo en Oriente, de la extracción que el<br />

Occidente blanco ha realizado en todo<br />

el mundo...<br />

Sin embargo, expuestas las atrocidades<br />

a las que da lugar una y otra fórmula<br />

de “ayuda”, permanece la interrogante<br />

de qué hacer frente al dolor y las<br />

necesidades del otro.<br />

Las azafatas miran con extrañeza la<br />

muela que cayó simbólicamente en<br />

su plato. Una de ellas, la paladea y la<br />

escupe. Una vez que se ha puesto en<br />

paralelo las dos formas de relación<br />

con el otro, “extracción” y “castigo”<br />

ejemplar (por haber gozado, por haber<br />

cantado para el otro, para cualquier<br />

otro que viniera), resulta evidente que<br />

no se puede paladear esa muela que<br />

remite tan directamente a la extracción<br />

mortal. Comer ese plato daría lugar a<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

un canibalismo cínico. Las sirvientas<br />

del aire al <strong>ser</strong>vicio de la extracción no<br />

pueden paladear la extracción.<br />

Por otra parte, la infidelidad pone en<br />

relieve el goce del otro: sus posibilidades<br />

y horizontes, lesionan gravemente la<br />

autoestima del engañado. Si el otro ha<br />

sido infiel (si ha cuestionado su marca de<br />

pertenencia), ya no es posible ninguna<br />

relación con el otro… “Por ello”, por<br />

que se negó su principio de propiedad,<br />

mata de manera violenta a la cigarra,<br />

que representa sinecdóticamente a la<br />

infiel. La deja irreconocible. Un otro que<br />

tenga horizontes propios, no sujeto a<br />

las leyes de propiedad, que excluyen al<br />

sujeto debe <strong>ser</strong> azotado, al menos en<br />

la figura de su representante, hasta que<br />

quede irreconocible. No hay posibilidad<br />

de mundo si el propietario no está en<br />

el centro. La dinámica de la fidelidad,<br />

planteada desde la perspectiva de<br />

quien reclama infidelidad, significa una<br />

reducción de los horizontes del otro.<br />

Paralelamente, el hecho de tener un hijo<br />

es considerado como un atentado contra<br />

el yo como centro del universo: el amante<br />

plantea sus opciones en términos de un<br />

egoísmo radical: uno u otro. Tener un<br />

hijo no significa paternidad, no conlleva<br />

un cambio simbólico. Por el contrario,<br />

se elabora como una traición, como<br />

un sacudimiento de su majestad el Yo,<br />

de su carácter central absoluto. Es<br />

significativo que este <strong>ser</strong> que no puede<br />

<strong>ser</strong> padre, que vive en una miopía que<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 69


Teatro<br />

no le permite medir las posibilidades de<br />

su propia transformación, propine una<br />

paliza a la cigarra. Se ha negado al placer<br />

de transformación, a las posibilidades<br />

de <strong>ser</strong> padre. El otro ha de ofrecer o<br />

recibir un castigo.<br />

Queda por último el esquema de la<br />

impotencia senil. La relación con el otro,<br />

como penetración, que plantea al otro<br />

como puro pozo de donde se extrae<br />

placer. Todo se reduce a la penetración,<br />

es mirar al mundo con lógica extractora.<br />

El viejo impotente que no puede espantar<br />

al fantasma de su sobrina, le amputa<br />

una antena a la cigarra para que no<br />

pueda ubicarse en un mundo que él ya<br />

no puede penetrar. La instauración del<br />

no penetrar, de esta impotencia senil,<br />

en un mundo extractor, equivale a estar<br />

fuera del mundo.<br />

El edificio en el que se encuentra “El<br />

Dragón dorado” es símbolo de las<br />

posibilidades depredadoras de la lógica<br />

de la hormiga. Cobija las principales<br />

formas de relación con el otro en tanto<br />

que propiedad: castigarlo, extraerle<br />

todo y convertirlo en pozo; someterlo<br />

a la centralidad de su majestad el Yo;<br />

mirar al otro como inasequible en la<br />

medida en que el Yo senil no puede<br />

gozar de él, el estupor frente al otro que<br />

impide toda relación y no queda sino<br />

escupirlo. Las lógicas de la hormiga,<br />

basadas en el trabajo, el ahorro y la<br />

propiedad, transforman las lógicas de<br />

la cigarra basadas en el placer, de quien<br />

70 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />

da a todos. La lógica de la hormiga tiene<br />

derechos, estigmatiza, dirige el concierto<br />

de las posibilidades; transforma al otro<br />

en un objeto, legaliza al otro en tanto<br />

que propiedad, en su defecto, lo puede<br />

sinecdoquizar. La lógica de la cigarra se<br />

coloca como objeto de violencia.<br />

Referencias<br />

El Dragón dorado de Roland<br />

Schimmelpfennig, dirigida por Daniel<br />

Giménez Cacho, trad. por Ana Graham,<br />

Stephanie Weiss y Antonio Vega, con<br />

Arturo Ríos, José Sefami (o Joaquín<br />

Cosío), Ana Graham (o Concepción<br />

Márquez), Antonio Vega, Patricia<br />

Ortiz. Iluminación Víctor Zapatero;<br />

escenografía Auda Caraza y Atenea<br />

Chávez; vestuario Ana Graham. Teatro<br />

Santa Catarina, temporada del 26 de<br />

agosto al 20 de noviembre de 2011.<br />

Bibliografía<br />

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Excélsior, http://www.excelsior.com.<br />

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la obra “El dragón dorado””, en<br />

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2011. (consultada el 15 de septiembre<br />

de 2011)


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en paralelo”, en El Economista,<br />

8 de septiembre de 2011.<br />

http://eleconomista.com.mx/<br />

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HARMONY, OLGA<br />

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MOGUEL, FERNANDO<br />

2011 “El Dragón Dorado: Rompecabezas<br />

Escénico”, en Tiempo Libre http://<br />

www.tiempolibre.com.mx/2011/09/09/<br />

el-dragon-dorado-rompecabezasescenicoel-dragon-doradorompecabezas-escenico/<br />

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el 9 de septiembre de 2011)<br />

ONTIVEROS, RAÚL ULISES<br />

2011 “Bienvenidos a El dragón dorado”,<br />

en http://www.adefesio.com/?p=13527<br />

(consultada el 22 de septiembre de<br />

2011)<br />

PAUL, CARLOS<br />

2011 Entrevista a Daniel Giménez Cacho:<br />

“Estamos acostumbrados a vivir y<br />

convivir con la desgracia ajena”, en La<br />

Jornada, 22 de agosto de 2011, http://<br />

www.jornada.unam.mx/2011/08/22/<br />

cultura/a08n1cul (consultada el 22 de<br />

septiembre de 2011)<br />

VOLTAIRE<br />

Antonio Marquet Montiel<br />

1988 Cándido o el optimismo, trad., pról.<br />

y notas de Enrique Espinosa, SEP,<br />

México, 1988. 187 pp.<br />

El espectador puede ver un trailer de la<br />

obra en http://www.youtube.com/wa<br />

tch?v=IgP8zMBx12s&feature=youtu.<br />

be (consultada el 12 de septiembre de<br />

2011)<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 71


Jo v e n y b e L L a<br />

Creación<br />

Mtra. Connie Marchante Sáez 1<br />

La tristeza se retrata en todita<br />

mi pintura, pero así es mi condición.<br />

Ya no tengo compostura.<br />

(Frida Kahlo)<br />

Aquel <strong>ser</strong>eno atardecer en que<br />

Dorothy Hale se ob<strong>ser</strong>vó ante el<br />

espejo vio que aún era joven y<br />

bella.<br />

Se desnudó lentamente y hasta con<br />

más delicadeza de lo habitual, como<br />

en una especie de ritual sagrado. Había<br />

dejado preparados dos vestidos encima<br />

de la cama, completamente estirados<br />

dejando adivinar la silueta que podrían<br />

dibujar sobre su cuerpo. Uno de ellos<br />

era nuevo: un llamativo vestido rojo del<br />

diseñador más afamado de Nueva York,<br />

su último capricho. El otro era el vestido<br />

de terciopelo negro que consiguió<br />

convertirla en una de las mujeres más<br />

admiradas de la ciudad, con el que<br />

había celebrado fiestas llenas de “gente<br />

guapa”, todos los amigos de su marido.<br />

Su difunto esposo. El pobre había muerto<br />

semanas atrás en un terrible, fatídico<br />

accidente automovilístico. Al menos,<br />

eso fue lo que dijeron los periódicos.<br />

1 Universidad de Alicante<br />

72 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />

Caminó descalza desde el dormitorio<br />

y fue a comprobar la temperatura del<br />

agua en la bañera. Escogió sin prisa las<br />

sales aromáticas que aquella noche iba<br />

a utilizar para su habitual baño relajante<br />

antes de cualquier gran acontecimiento<br />

social. Aquella iba a <strong>ser</strong>, sin duda, la<br />

fiesta más importante de toda su vida.<br />

Su gran reunión de despedida. La<br />

última y más recordada. Se sorprendió<br />

de estar tan alegre. Pensó que pronto<br />

llegaría el momento… y esperaba no<br />

volver jamás.<br />

Se metió en el agua caliente perfumada<br />

y se dejó llevar por su dulzura y<br />

transparente suavidad. Cerró los ojos y<br />

dejó la mente en blanco, lejos de toda<br />

preocupación. Demasiadas culpas<br />

que pagar, demasiada hipocresía,<br />

demasiados errores. Todo quedaba<br />

diluido en el agua. De fondo, algo lejana,<br />

una canción de amor en el tocadiscos.<br />

El agua le dio a Dorothy <strong>ser</strong>enidad,<br />

entereza, decisión. La acariciaba y<br />

susurraba en su oído convenciéndola<br />

de que todo estaba bien, de que era<br />

la decisión correcta. Todo estaba<br />

planeado casi como por sorpresa… y<br />

así era perfecto.


Fuente: http://www.flickr.com/photos<br />

Envuelta en su albornoz después del<br />

baño, y ya frente a su cama, ob<strong>ser</strong>vaba<br />

los dos vestidos. El rojo había sido<br />

el reciente instrumento para intentar<br />

conseguir un papel en alguna película,<br />

por insignificante que fuera, aunque<br />

finalmente había derivado en su<br />

último gran fracaso. A pesar de su<br />

indudable belleza, Hollywood se había<br />

transformado en una cruel bestia<br />

guardiana de la puerta de su felicidad,<br />

que sólo mostraba sus dientes y garras<br />

sucias de sangre mientras le cerraba la<br />

entrada para siempre. Se le escapó un<br />

suspiro.<br />

Connie Marchante Sáez<br />

Clare, su buena amiga, su confidente,<br />

le había prestado hacía unos días<br />

una cantidad de dinero para poder<br />

calmar a algunos de sus principales<br />

acreedores, pero abusar de su mejor<br />

amiga no le parecía la mejor solución<br />

a sus problemas. Entonces pensó en<br />

entrevistarse con un viejo conocido<br />

de su esposo para que la ayudara a<br />

conseguir trabajo. Cómprate un vestido<br />

bonito y búscate un marido nuevo que<br />

pueda mantener el nivel de vida al que<br />

te has acostumbrado, Dorothy… Y de<br />

paso acepta que no sirves para <strong>ser</strong> una<br />

mujer independiente y mucho menos<br />

una buena actriz. Comienzas a hacerte<br />

mayor. Se lo había dicho con tanta<br />

naturalidad y aparente confianza que,<br />

lejos de ofenderse, la señora Hale había<br />

comprendido que el cínico y distinguido<br />

Bernard Buruch tenía toda la razón.<br />

El amigo de su marido, el hombre de<br />

mundo, en un gesto que para él debió<br />

<strong>ser</strong> de amable generosidad, en lugar<br />

de proponerle que se hicieran amantes<br />

le alargó un cheque por valor de mil<br />

dólares con los que poder comprarse<br />

“el vestido más bonito de la ciudad”.<br />

Y por eso había decidido ir a Bergdorf<br />

Goodman, donde se exhibía sobre un<br />

maniquí aquella provocación de color<br />

rojo a la última moda, dispuesta a<br />

quemar su último cartucho.<br />

La visión del rechazo del director de la<br />

película, su cara de falso compromiso y<br />

conmi<strong>ser</strong>ación la hizo suspirar de nuevo.<br />

Con cada pequeña exhalación parecía<br />

deshacerse de un fantasma interior.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Creación 73


Creación<br />

Mientras la imagen de aquel idiota la<br />

halagaba comparándola a la mismísima<br />

Elisabeth Taylor en su deslumbrante<br />

belleza se lamentaba hipócritamente:<br />

no funcionaría, Dorothy, este papel no<br />

es para ti, es muy pequeño y no encajas.<br />

Necesito alguien menos bella, que no se<br />

coma el plano y confunda al espectador<br />

con su mirada. Me hace falta una chica<br />

más... insignificante. Ya te llamaremos<br />

cuando tenga algo bueno para ti.<br />

Confortada por el silencio cómplice de<br />

su habitación alargó la mano y tomó el<br />

vestido negro de terciopelo. La voz de<br />

Ella Fitzgerald parecía nacer de algún<br />

lugar recóndito, en el centro mismo<br />

de su cuerpo: “Tú me abriste la puerta<br />

a la máxima dicha… y a mi profunda<br />

infelicidad”. Sonrió, tarareando, y<br />

comenzó a vestirse. Quedaban apenas<br />

cuarenta y cinco minutos para que<br />

todos los invitados comenzaran a llegar.<br />

Aquella noche la acompañarían más de<br />

cien amigos de todas clases, verdaderos,<br />

convenientes, amables. Estarían todos<br />

allí, con ella, esa noche que habría de <strong>ser</strong><br />

recordada – y debidamente comentadapor<br />

mucho tiempo.<br />

Los había llamado a todos. “He decidido<br />

hacer un largo viaje; voy a celebrar<br />

una fiesta de despedida y espero que<br />

puedas asistir”. La única que pareció<br />

estar molesta con ella fue precisamente<br />

su amiga Clare. Había descubierto que<br />

Dorothy había comprado un carísimo<br />

vestido poco después de que ella le<br />

hubiera prestado una considerable<br />

cantidad de dinero. Aquel desplante<br />

74 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />

oscureció un poco la noche. Seguramente<br />

había pensado que el dinero que le<br />

prestó lo había gastado en aquella<br />

prenda – ya portadora de desgracias- en<br />

vez de pagar, como ella le había dicho,<br />

sus numerosas deudas. Insistió en la<br />

invitación porque no se encontraba con<br />

ánimos de resolver el malentendido por<br />

teléfono, se sentía incapaz de reproducir<br />

las palabras de Buruch, de tener que<br />

volverlas a escuchar y menos desde<br />

sus propios labios, como si fuesen una<br />

autocondena: “Piénsalo tranquilamente<br />

Clare, de verdad quisiera que vinieras a<br />

despedirte de mí”.<br />

Cuando terminó de maquillarse y estuvo<br />

totalmente lista se quedó durante un<br />

momento mirándose frente al espejo.<br />

Sí, en verdad aún era lo que podrían<br />

llamar joven… y muy hermosa. Si Harry<br />

no hubiera decidido abandonarla y<br />

casarse con otra en vez de con ella<br />

como le había prometido al quedarse<br />

viuda… La llegada del primer invitado<br />

interrumpió sus pensamientos. Bajó la<br />

escalera para recibirlo. Era Noguchi con<br />

un precioso ramito de flores amarillas<br />

en la mano. “Gracias Isamu, es justo el<br />

detalle que necesitaba mi vestido, ¿no<br />

crees?”. La preciosa sonrisa de Dorothy<br />

relucía mientras con un alfiler colocaba<br />

el ramillete en su vestido a modo de<br />

broche en el hombro.<br />

“Una fiesta memorable Dorothy, que<br />

tengas mucha suerte en tu viaje”. “¿Y<br />

dónde dices que te vas? ¡Qué calladito<br />

te lo tenías!”. “Tomé la decisión hace<br />

apenas unos días”. “¡Un brindis por la


mujer más bella de Nueva York!”. “Con<br />

fiestas como esta tendrías que viajar<br />

más a menudo querida”. “¿Tomarás el<br />

barco o el avión?”. “Para este viaje he<br />

decidido volar”. Dorothy bebe de su<br />

copa de champagne y sonríe. A las seis<br />

de la mañana todos los invitados han<br />

abandonado ya la fiesta; borrachos y<br />

llenos de buenos deseos para su guapa<br />

pero triste amiga.<br />

El frío de la madrugada hirió<br />

profundamente el rostro de Dorothy,<br />

que palideció en unos instantes eternos.<br />

Las burbujas y el alcohol parecían<br />

manejarla en silencio desde su interior.<br />

Se tambaleaba. Todos habían envidiado<br />

alguna vez las vistas que se podían<br />

disfrutar desde su apartamento, en<br />

el Hampshire House. Desde uno de<br />

los ventanales sintió que alargando la<br />

mano podría alcanzar la majestuosidad<br />

de la Gran Manzana. Cerró los ojos y<br />

respiró profundamente el amanecer…<br />

se dejó llevar… tranquila… flotando…<br />

temblando… cayendo…<br />

***<br />

En su apartamento-estudio de Nueva<br />

York, Frida Kahlo da los últimos retoques<br />

a su nueva obra; un encargo<br />

de la afamada directora de la revista<br />

Vanity Fair, Clare Boothe. Le ha pedido<br />

un retrato de la señora Dorothy Hale,<br />

trágicamente fallecida. Lamentable noticia<br />

de suicidio en todos los periódicos<br />

sensacionalistas. Iba a regalársela<br />

a la madre de su desdichada amiga.<br />

Mientras Frida escribe en la base del<br />

Connie Marchante Sáez<br />

lienzo el exvoto que explicará la pintura<br />

piensa en qué grande habrá de <strong>ser</strong> el<br />

sentimiento de culpa de Clare por no<br />

haber comprendido del todo a su amiga<br />

Dorothy.<br />

La mexicana se deleita con la textura<br />

obtenida de las espesas y enmarañadas<br />

nubes que envuelven el cuerpo de Dorothy<br />

suspendido en el aire. La pintura consta<br />

de las tres fases del suceso: La mujer<br />

asomándose por la ventana del blanco<br />

rascacielos. El salto al vacío. La muerte<br />

en el suelo. “¡Qué lástima no poder<br />

saber qué pensó en el último y extremo<br />

momento de su vida para también poder<br />

plasmarlo en toda esta desgarrada<br />

visión!”. Sin embargo, ha permanecido en<br />

toda la composición la indudable belleza<br />

de Dorothy, ya que Frida la conocía y<br />

también la consideraba una amiga. En<br />

un primer plano -echada en el suelo<br />

y sangrando débilmente por la bocala<br />

suicida mira atentamente al futuro<br />

espectador, <strong>ser</strong>e-na, pálida y preciosa<br />

con su vestido negro de terciopelo, el<br />

ramillete de flores amarillas prendido<br />

en su hombro. En la parte superior Frida<br />

ha decidido añadir un ángel con una<br />

banderola en la que puede leerse: “El<br />

suicidio de Dorothy Hale”.<br />

Clare desde su despacho esperaba<br />

el envío del cuadro encargado a la<br />

novedosa y joven artista Frida Kahlo,<br />

esposa del reconocido y polémico<br />

Diego Rivera. Sin duda es una mujer<br />

extraña, con su cojera orgullosa, con<br />

sus llamativos vestidos mexicanos.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Creación 75


Creación<br />

Fuente: http://www.fotolog.com/photograph_<br />

art/36857852 Fuente: http://www.fotolog.com/<br />

photograph_art/36857852<br />

Desde que conoció la muerte de Dorothy<br />

no había podido dormir tranquila. Algo<br />

pesaba oscuramente sobre su pecho.<br />

Una pesadilla horrible, recurrente cada<br />

noche. No había asistido finalmente a su<br />

fiesta de despedida. Sentía que se había<br />

negado al abrazo final. No se enteró del<br />

regalo de Bernard Buruch hasta que fue<br />

demasiado tarde; en realidad jamás se<br />

preocupó por indagar en qué se había<br />

gastado el dinero su amiga realmente;<br />

la acusó y punto. Y ahora la culpabilidad<br />

le estaba destrozando los nervios. Un<br />

bello retrato de su amiga fue lo mínimo<br />

en lo que pudo pensar para compensar<br />

76 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />

el mal hecho, por haberle dado la<br />

espalda. Clare se lo había prometido a la<br />

madre de Dorothy. En cuanto la señora<br />

de Rivera se lo mostrara ella lo enviaría,<br />

de inmediato.<br />

Con una última calada a su cigarro, Frida<br />

leyó en voz alta para sí en el silencio de<br />

su estudio, satisfecha de su trabajo:<br />

“En la ciudad de Nueva York el día 21<br />

del mes de octubre de 1938, a las seis<br />

de la mañana, se suicidó la señora<br />

DOROTHY HALE tirándose desde una<br />

ventana muy alta del edificio Hampshire<br />

House. [A continuación, una mancha<br />

de sangre que gotea]. En su recuerdo,<br />

Clare Boothe encargó este retablo,<br />

habiéndolo ejecutado FRIDA KAHLO.”<br />

Fuente:<br />

http://leeanndunton.livejournal.com/673548.html


poLítiCas a C t u a L e s p a r a L a f o r m a C i ó n y<br />

d e s a r ro L L o p r o f e s i o n a L<br />

Mtro. Tomás Bernal Alanis 1<br />

Mtra. Esmeralda Violeta Hernández Bautista 2<br />

Introducción<br />

...el conocimiento permanente es el que<br />

es capaz de situar toda información en su<br />

contexto y, si es posible, en el conjunto<br />

en el que ésta se inscribe. Inclusive,<br />

es posible decir que el conocimiento<br />

progresa principalmente no por la<br />

sofisticación, formalización y abstracción<br />

sino por la capacidad para contextualizar<br />

y totalizar.<br />

1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />

2 Universidad Pedagógica Nacional<br />

Edgar Morín<br />

En este trabajo se expone un conjunto<br />

de reflexiones acerca de lo que implica la<br />

formación permanente de los profesores.<br />

Para ellos consideramos necesario<br />

analizar el contexto internacional, en<br />

donde actores económicos y políticos,<br />

se han ido definiendo el rumbo de<br />

las economías y de las políticas en<br />

general y de las educativas de manera<br />

particular, políticas que <strong>deber</strong>án atender<br />

los países que aceptaron integrarse al<br />

modelo económico del neoliberalismo.<br />

Y es en este marco en el cual<br />

<strong>deber</strong>emos de revisar de qué manera la<br />

formación profesional dará cuenta a las<br />

necesidades de las reformas en materia<br />

educativa que se han llevado a cabo en<br />

nuestro país.<br />

Esta discusión ha estado presente<br />

desde hace varias décadas, fenómeno<br />

que se hecho patente en los Planes<br />

Nacionales de Desarrollo y los diferentes<br />

Programas educativos en ellos se<br />

ha planteado como se debe darse la<br />

modernización en materia educativa,<br />

siempre con el propósito de buscar<br />

mejorar la calidad educativa. Para lograr<br />

este propósito, un actor fundamental<br />

<strong>ser</strong>á el docente. Después de hacer un<br />

breve recuento de que se han dicho<br />

al respecto, más que responder a una<br />

<strong>ser</strong>ie de preguntas, quedan abiertas<br />

una <strong>ser</strong>ie de interrogantes sobre, qué<br />

tanto esta pretensión de profesionalizar<br />

al magisterio ha sido una realidad o<br />

una utopía, o cuál es el modelo que se<br />

pretende alcanzar con los diferentes<br />

programas, acuerdos y reformas que<br />

hasta la fecha se han llevado a cabo.<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 77


Educación<br />

El nuevo orden en materia de Política<br />

Educativa<br />

A raíz de los cambios culturales,<br />

históricos y sociales que se han ido<br />

gestando en las últimas décadas en<br />

diversas partes del mundo, fenómeno<br />

mejor conocido como globalización,<br />

reconocemos en principio que este<br />

fenómeno tiene dos caras, por un<br />

lado, estamos presenciando un avance<br />

científico y tecnológico que no<br />

tiene precedentes en la historia de la<br />

humanidad, por lo vertiginosos que<br />

éste ha sido, pero al mismo tiempo, se<br />

aprecia que este proceso es tan rápido<br />

que muchos países no han podido<br />

incorporarse o simplemente no han<br />

marchado al ritmo que se requiere.<br />

A finales de los años ochenta, México<br />

decide incorporarse a la dinámica de<br />

la globalización, lo que trajo consigo<br />

la necesidad de hacer más “eficientes”<br />

las políticas públicas, y en este marco<br />

podemos ver claramente el papel<br />

que jugo Carlos Salinas de Gortari,<br />

al tocar varios ámbitos que tenían<br />

relación directa con el nuevo modelo<br />

económico.<br />

Como dice Pablo Latapi (1995) entre<br />

las estrategias que esta administración<br />

realizó, fueron: la privatización, la desregulación<br />

y al descentralización de<br />

varios sectores claves del país, lo que<br />

afecto diferentes ámbitos económicos,<br />

políticos y sociales.<br />

78 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

Para el ámbito educativo hubo que llevar<br />

cambios sustantivos que marcarían<br />

de manera contundente el “nuevo”<br />

rumbo que <strong>deber</strong>ía tomar la educación,<br />

y de manera particular para el nivel de<br />

Educación Básica, al llevarse a cabo<br />

reformas curriculares en todos los<br />

niveles.<br />

De manera clara el Plan Nacional de<br />

Desarrollo (1989-1994), aparece la<br />

exigencia de modernizar todos los<br />

ámbitos, y la educación no podía quedar<br />

exenta. Por ejemplo, un objetivo que va<br />

orientar este período, era mejorar la<br />

calidad educativa.<br />

Ante ese nuevo contexto, organismos<br />

internacionales léase, Organización para<br />

la Cooperación y el Desarrollo Económico<br />

(OCDE), Organización de la Naciones<br />

Unidad para la Educación, la Ciencia<br />

y la Cultura (UNESCO), Banco Mundial<br />

(BM), Fondo Monetario Internacional<br />

(FMI), Organización Internacional del<br />

Trabajo (OIT), entre otros, han realizado<br />

uno <strong>ser</strong>ie de encuentros en donde han<br />

puesto en la mesa de debate diversos<br />

temas relacionados con la educación. Es<br />

decir, se requiere hacer cambios en las<br />

políticas educativas que den respuesta<br />

a los nuevos escenarios y requisitos del<br />

mundo globalizado, y son los docentes<br />

los encargados de participar de manera<br />

relevante en este proceso.<br />

Recordemos que México se incorpora<br />

como miembro de la OCDE en la década<br />

de los noventa, específicamente en


mayo de 1994, de tal manera que resulta<br />

relevante atender a las propuestas que<br />

este tipo de organismos realicen sobre<br />

las políticas a seguir.<br />

Respecto a lo que se refiere a educación,<br />

podemos resaltar los encuentros<br />

internacionales, el realizado en Jomtein<br />

(1990), la realizada por parte de la<br />

Comisión Institucional sobre Educación<br />

presidida por Jacques Delors (1996), el<br />

Foro sobre Educación en Dakar (2000)<br />

y el de la Cumbre del Milenio celebrado<br />

en el año 2000. En todos ellos se hizó<br />

hincapié de la relevancia que tiene<br />

la educación como factor de cambio<br />

hacia una sociedad más equitativa,<br />

democrática y justa. Es decir, en estos<br />

encuentros se han ido marcando las<br />

líneas de acción que los diferentes<br />

gobiernos miembros de la OCDE,<br />

<strong>deber</strong>án encaminar las políticas en<br />

materia de educación.<br />

Conferencia Mundial sobre educación para todos, 1990.<br />

Fuente:http://t1.gstatic.com/images?q<br />

=tbn:ANd9GcRoEED0YkNgrXiFiRo6kAM0iGW82CJd1gbmEYxYo2gDAV8Fobe<br />

Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

Fuente: http://1.bp.blogspot.com/_OootE0IJPD0/<br />

S8Kb938RLoI/AAAAAAAAAA0/eHZuAhwnLik/s1600/<br />

Dakar.jpg<br />

En todos estos, foros se puso de<br />

manifiesto la necesidad de mejorar la<br />

calidad educativa que cada país ofrece,<br />

para el caso de México este proceso<br />

va tener en varios niveles del sistema<br />

educativo, pero de manera particular,<br />

se reconoce que <strong>deber</strong>á <strong>ser</strong> fortalecido<br />

de manera relevante en lo que se<br />

conoce como Educación Básica, de<br />

tal manera que a través de la firma del<br />

Acuerdo Nacional de Modernización<br />

Educativa (ANMEB), así como la Reforma<br />

Integrar de Educación Básica<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 79


Educación<br />

(RIEB), se concreta de alguna manera el<br />

rumbo que <strong>deber</strong>á seguir los programas<br />

referentes a educación, este fenómeno<br />

va a <strong>ser</strong> respaldados por una <strong>ser</strong>ie de<br />

acuerdos que se fueron gestando desde<br />

la administración de los presidentes:<br />

Miguel de la Madrid Hurtado, con Carlos<br />

Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, y que<br />

se mantendrán en las administraciones<br />

de Vicente Fox y el actual presidente<br />

Felipe Calderón H, cada uno con sus<br />

respectivos matices.<br />

Campaña mundial para la educación, ONU<br />

Fuente:http://www.fmbolivia.tv/wp-content/<br />

uploads/2010/09/Tierra-tiquipaya-300x300.jpg<br />

Durante la administración de Salinas de<br />

Gortari, se presenta de manera clara la<br />

relevancia de tomar un nuevo rumbo en<br />

la actuación de la política económica, al<br />

respecto (Martínez F. 2001: 5) comenta<br />

“…el término modernización se volvió<br />

80 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

central en el discurso y en las políticas,<br />

con dos vertientes, una que buscaba<br />

distanciarse respecto a los discursos<br />

posrevolucionarios por <strong>ser</strong> sinónimo<br />

de populismo e ineficiencias; y otra que<br />

manifestaba claramente el interés por<br />

incorporar a México al grupo de países<br />

desarrollados”.<br />

Resultado de la preocupación por<br />

in<strong>ser</strong>tarnos al desarrollo, es que se<br />

lleva a cabo la ANMEB que va marcar de<br />

manera sorprendente las líneas a seguir<br />

en materia educativa, líneas que se les da<br />

continuidad hasta el momento, y que se<br />

enmarcar en el nuevo modelo señalado<br />

por los organismos internacionales.<br />

Entre los cambios sustantivos vamos<br />

a encontrar lo que al respecto dice<br />

Pablo Latapi, es preciso identificar en el<br />

acuerdo 4 ámbitos de política de Estado:<br />

1) La descentralización de la enseñanza<br />

básica, conocida como federalización;<br />

2) la revisión curricular y la producción<br />

de libros de textos; 3) las reformas<br />

propuestas al magisterio (reforma de<br />

la enseñanza normal, actualización de<br />

los maestros y Carrera Magisterial) y<br />

4) la participación social en educación.<br />

(Latapi 2004)<br />

De lo anterior en el caso de nuestro país<br />

se han derivado una <strong>ser</strong>ie de políticas y<br />

programas tendientes a dar respuesta<br />

a estos ámbitos, nuestra preocupación<br />

la centraremos en el punto tres, el<br />

referido a generar y orientar a proponer<br />

programas para atender la mejora de la<br />

profesionalización de los docentes.


Para poder atender este ámbito, es<br />

preciso definir algunas cuestiones que<br />

giran en torno a lo que esto significa,<br />

es decir, la revisión de los programas<br />

que existen y los alcances que estos<br />

pudieran tener a fin de lograr la formación<br />

profesional. Estos acuerdos son para<br />

todos los niveles académicos, aunque<br />

de manera particular se ha hecho mayor<br />

énfasis para Educación Básica y sobre<br />

ellos haremos esta breve reflexión.<br />

Para tal efecto, debemos de recuperar<br />

por un lado, desde donde la política<br />

educativa enmarco la necesidad de<br />

diseñar propuestas de capacitación<br />

y formación para los maestros en<br />

<strong>ser</strong>vicio, y por otro lado, revisar que<br />

tanto esta gama de ofertas responde<br />

a las necesidades de los docentes<br />

frente a grupo, entendiendo ésta<br />

como una profesión que tiene ciertas<br />

particularidades, toda vez que los<br />

ámbitos de competencia van de atender<br />

diferentes, edades, género, posición<br />

social, grupo étnico, etcétera.<br />

Construyendo Libertad. Grupo de 2° de Preescolar<br />

data:image/jpeg;base64,/<br />

Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

Fuente: http://4.bp.blogspot.com/_IdG4bpnf1b8/<br />

THi7yZh3ZHI/AAAAAAAAFbM/4WKe_ug5-5w/s1600/<br />

libros_.jpg ibros de texto de primaria. SEP<br />

Fuente: http://impreso.milenio.com/media/<br />

imagecache/Principal/2009/05/19/tor_<br />

comarca_021.JPG<br />

Para el periodo de 1995-2000, correspondiente<br />

a la administración de Ernesto<br />

Zedillo, se incluye en el discurso<br />

educativo, la relevancia de la equidad,<br />

y de la calidad educativa, éstos como<br />

propósitos fundamentales para mejorar<br />

la educación en general. Propósito que se<br />

presenta como argumento fundamental<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 81


Educación<br />

de las acciones a emprender, y <strong>ser</strong>án a<br />

través de los maestros que se lleve a<br />

cabo este proceso. También se reconoce<br />

que para el logro de esta tarea se<br />

requiere otorgarle condiciones dignas y<br />

de un reconocimiento así como dotarlo<br />

de recursos materiales y técnicos para<br />

el desempeño.<br />

Entre los acuerdos se destaca la ampliación<br />

de cursos de capacitación,<br />

propuesta que se irá consolidando, al<br />

reconocer el ejecutivo para el periodo<br />

2000-2006 que la formación de los<br />

docentes sigue siendo un aspecto<br />

crucial para lograr la calidad educativa<br />

al respecto léase:<br />

…la trasformación de las prácticas<br />

educativas es un elemento indispensable<br />

para alcanzar una educación básica de<br />

calidad para todos; están determinadas<br />

entre otras cosas, por las posibilidades<br />

de acceso de los profesores a nuevos<br />

conocimientos…. (Poder Ejecutivo<br />

Federal, 2001: 118)<br />

Aunque hay que reconocer que en<br />

el Programa para la Modernización<br />

Educativa de 1989-1994, se hacen<br />

ya señalamientos que existen varios<br />

problemas relacionados con la formación<br />

docente, éstos se atribuyen a<br />

varios factores entre los que se pueden<br />

mencionar, al crecimiento del subsistema,<br />

las diversas instituciones que<br />

conforman el subsistema, la propia<br />

calidad de los resultados educativos,<br />

82 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

la falta permanente de programas de<br />

actualización, los planes y programas<br />

inadecuados, así como la ausencia de<br />

evaluaciones entre otros.<br />

Por su parte, en el Programa Nacional<br />

de Educación 2001-2006, habla de la<br />

formación inicial y la actualización de los<br />

maestros en <strong>ser</strong>vicio y hace mención,<br />

que aunque en la década pasada se<br />

avanzó en establecer un sistema de<br />

actualización de maestros, a través<br />

de la creación en 1992, del Programa<br />

Nacional para la Actualización de los<br />

Maestros en Educación Básica en<br />

Servicio (PRONAP), como una primera<br />

etapa que permitirá una oferta de cursos<br />

de actualización del magisterio, que se<br />

puede caracterizar como una decisión<br />

altamente centralista.<br />

Para 2003 se puede hablar de una<br />

segunda etapa del PRONAP, con la<br />

intención de lograr una cobertura a<br />

nivel nacional con la instalación de 574<br />

Centros de Maestros en el país. “Uno<br />

de los problemas urgentes por atender<br />

es la saturación de la oferta de cursos<br />

de actualización –de calidad desigual-<br />

dirigida a los profesores … Asimismo, es<br />

necesario tomar medidas para revitalizar<br />

la acción de los Centros de Maestros y<br />

diseñar otros mecanismos que faciliten<br />

la colaboración profesional..” (Poder<br />

Ejecutivo Federal, 2001:118) Lo anterior<br />

nos lleva a reconocer que para el logro<br />

de la calidad educativa habría primero<br />

que atender los problemas que se


tienen en torno a la formación de los<br />

docentes. 3<br />

Fuente: centrodemaestrosteotihuacan.gob.mx<br />

Centro de Maestros, Santiago Tuxtla, Foto tomada<br />

por José Rojas<br />

3 Por docente se entiende a directivos, supervisores,<br />

apoyos técnicos y naturalmente a los profesores en<br />

<strong>ser</strong>vicio y en formación<br />

Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

Lo que derivo en la realización de<br />

investigaciones por parte de diferentes<br />

organismos gubernamentales (universidades,<br />

centro de investigación, dependencias<br />

a fines a la educación,<br />

etcétera) con el propósito de plantear<br />

que la formación permanente como una<br />

estrategia que favorece y favorecerá el<br />

desarrollo educativo nacional, regional<br />

y local de nuestro país.<br />

Habría que señalar que la globalización<br />

ha tenido diferentes alcances para<br />

cada individuo, unos que lo ven de<br />

manera positiva, por que ha permitido<br />

el intercambio exponencial de información<br />

y de saberes en materia de<br />

tecnología derivando con ello un incremento<br />

en la producción científica<br />

y tecnológica, los otros, que quedan<br />

fuera, porque lo han visto y vivido como<br />

una carrera muy competitiva y no logran<br />

incorporarse a esos saberes, lo cual los<br />

ha llevado a separarse de esta carrera,<br />

como resultado de su analfabetismo<br />

tecnológico, a lo que habría que agregar<br />

la falta de recursos materiales para<br />

acceder a esta vorágine de cambios.<br />

Se requiere así un nuevo rol a fin<br />

de atender la tan añorada calidad<br />

educativa. Si partimos de reconocer<br />

que la educación es un eje rector de<br />

la transformación de una sociedad, la<br />

formación permanente <strong>ser</strong>á entonces<br />

la estrategia que promueva los cambios<br />

con mayor efectividad en la sociedad<br />

en su conjunto. Lo anterior nos lleva, a<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 83


Educación<br />

revisar que la educación, la escuela y<br />

por lo tanto los educadores, se han visto<br />

envueltos en este ir y venir de mucha<br />

información, tecnologías, teorías, etcétera,<br />

lo que obliga por tanto a replantear<br />

la necesidad de reestructurar el pensamiento<br />

pedagógico y lo que ello<br />

conlleva, Debemos de recordar que<br />

la formación del maestro ha estado<br />

presente a lo largo de la historia del<br />

Sistema Educativo Nacional (SEN),<br />

léase programas de actualización en<br />

verano, cursos por correspondencia, es<br />

decir, han existido de alguna manera un<br />

acceso a la capacitación, el punto es,<br />

que hoy esta capacitación, debe formar<br />

parte de un Plan Nacional, que atienda a<br />

las Reformas emanadas de los acuerdos<br />

internacionales.<br />

La diferencia estriba en los requerimientos<br />

que hoy se tienen, lo que<br />

hace que cambie el tipo de cursos,<br />

su duración, su frecuencia, etcétera.<br />

Comprender un fenómeno como este<br />

requiere por tanto, el diseño de políticas<br />

que recuperen lo político-normativo<br />

para dar cuenta de la formación de los<br />

docentes. Es decir, se requiere tomar<br />

en cuenta las realidades históricoculturales<br />

como determinantes para el<br />

logro de los propósitos que se pretenden<br />

alcanzar.<br />

Formación docente ¿mito o realidad?<br />

La RIEB, se ha llevado a cabo en<br />

diferentes fases, en 2004 se realiza las<br />

reformas en los planes y programas para<br />

84 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

el nivel de Preescolar, posteriormente<br />

se incluye secundaria 2006 y finalmente<br />

al nivel primaria en 2009, éste último<br />

logrará concluir para todos los niveles<br />

en 2012. La reforma tiene como eje<br />

rector modificar el enfoque que se ha<br />

venido implementando en la formación<br />

del proceso enseñanza-aprendizaje en<br />

educación básica.<br />

El nuevo modelo educativo basado en las<br />

competencias. Y este cambio <strong>deber</strong>án<br />

llevarlo acabo por diversos actores,<br />

pero el personaje más importante es y<br />

<strong>ser</strong>á el profesor. Es decir, se requiere<br />

de un “nuevo” docente, nuevo por las<br />

tareas que <strong>deber</strong>á asumir a fin de formar<br />

ciudadanos que sean capaces de utilizar<br />

un lenguaje oral y escrito, que tengan<br />

capacidad de argumentar y analizar<br />

con apoyo en la información, misma<br />

que <strong>ser</strong>á evaluada y seleccionada para<br />

luego interpretarla, todo lo anterior a fin<br />

de poder tomar decisiones pesando en<br />

el bien común.<br />

Así mismo, éstos <strong>ser</strong>án capaces de<br />

conocer sus derechos como ciudadanos,<br />

reconocer que en México y el mundo<br />

existe diferentes culturas (lingüística,<br />

étnica, etcétera), sin olvidar e integrar<br />

a su acervo las expresiones artísticas y<br />

estéticas, todo lo anterior <strong>ser</strong>á posible<br />

buscando diferentes recursos que<br />

estén a su alcance y en particular los<br />

tecnológicos.<br />

¿Cómo atender este requerimiento?.<br />

Se requieren tener en cuenta varios


aspectos, y uno que resulta básico es el<br />

referido a la formación de los recursos<br />

humanos, y de manera particular la<br />

formación permanente del profesor.<br />

Por ejemplo, a la heterogeneidad del<br />

conjunto de sujetos que se agrupan<br />

como “docentes”, profesores o<br />

maestros, habría que agregar otras<br />

diferencias relacionadas con los<br />

niveles que atienden, las asignaturas<br />

que imparten, la edad, el género, las<br />

etapas de desarrollo profesional en la<br />

que se encuentran, etcétera, etcétera,<br />

etcétera.<br />

El diseño de una política en torno<br />

a la capacitación, formación,<br />

profesionalización, de los docentes,<br />

requiere delimitar claramente los<br />

propósitos a fin de situar de manera<br />

precisa en qué condiciones esta<br />

“nuestro” docente, es decir, la<br />

necesidad del nuevo papel del docente<br />

a fin de construir una educación de<br />

calidad. Generándose así un listado<br />

de competencias “deseadas” que se<br />

<strong>deber</strong>án tener, para luego llevarlas a su<br />

ámbito escolar, y a las diferentes áreas<br />

donde se desenvuelven.<br />

Requerimos por tanto: de docentes<br />

que tengan claro domino de su trabajo,<br />

que sean <strong>ser</strong>es autónomos para que<br />

puedan tomar decisiones, que busquen<br />

el trabajo colaborativo y además estén<br />

en formación permanente, lo anterior<br />

les permitirá incorporarse con mayor<br />

Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

facilidad a la sociedad del conocimiento<br />

y por tanto al mundo global.<br />

Intentando establecer un modelo<br />

Partiendo de la premisa, que pueda <strong>ser</strong><br />

factible ese “docente ideal”, tendríamos<br />

que conocer ¿cuál es la voluntad<br />

política para financiar los costos y<br />

desarrollar estrategias?, sabiendo que<br />

los perfiles docentes con que cuenta el<br />

sistema educativo corresponden a una<br />

estructura y tradición escolar emanada<br />

de principios del siglo XX.<br />

Haciendo un breve y escueto recuento,<br />

tenemos el modelo normalizador, en<br />

donde se hace patente el binomio<br />

alumno-docente que se ha tenido,<br />

binomio que se relaciona de manera<br />

vertical, de autoridad absoluta, en donde<br />

la mayoría parte de la “tabula rasa” y en<br />

donde la evaluación sigue centrada en<br />

recordar y ver que el producto se reduce<br />

a un examen.<br />

En el modelo tecnológico, el orden<br />

sigue siendo un principio importante,<br />

los saberes de los alumnos son<br />

considerados como errores, por lo<br />

que habrá de enseñar los saberes<br />

adecuados, siendo el profesor en que<br />

expone y dirige la clase al igual que el<br />

modelo anterior.<br />

También asistimos a la existencia de un<br />

modelo academicista, en cual se deben<br />

de realizar de manera sistemática<br />

actividades debidamente planificadas,<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 85


Educación<br />

donde el alumno sigue siendo pasivo, y lo<br />

importante es que se tenga un producto<br />

que señale el rendimiento académico<br />

logrado. Todos estos modelos, han<br />

formado la conciencia y formas de llevar<br />

a cabo las prácticas educativas.<br />

Bajo este panorama, cómo romper con<br />

el pensamiento y esa visión positivista<br />

del conocimiento, sin dejar de lado las<br />

creencias que se tiene sobre el papel<br />

del docente, unas veces totalmente<br />

positivo, otras, de manera negativa, al<br />

<strong>ser</strong> el responsable de los resultados<br />

que hoy presentan las estadísticas. Lo<br />

cierto, es que bajo estos esquemas se<br />

tiene que enfrentar y gestar el diseño de<br />

políticas que atiendan la formación de<br />

los docentes.<br />

Pero realmente, a fin de actualizar,<br />

capacitar, al magisterio, se estarán<br />

generando espacios de reflexión, se toma<br />

en cuenta el papel de las tecnologías,<br />

como un recurso sin reducirse a que<br />

son la solución; se ha pensado en la<br />

posibilidad de crear espacios para que<br />

los docentes investiguen como parte de<br />

su proceso de formación o solamente en<br />

esta visión vertical se dota de recursos<br />

y programas al docente.<br />

De acuerdo a las aportaciones que<br />

hace Carlos Tedesco (2007), académico<br />

interesado en temas de política<br />

educativa, él considera que para iniciar<br />

un proceso de cambio, la premisa<br />

fundamental es: que se democratice la<br />

86 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

capacidad de innovación, así como de<br />

los espacios áulicos; lo cual requiere<br />

de autonomía institucional, sin olvidad<br />

que todo esto <strong>deber</strong>á ir acompañado de<br />

incentivos materiales y simbólicos que<br />

le den una nueva cara al docente.<br />

Como atender esta situación, si el<br />

documento rector en materia de Política<br />

Nacional para la Formación y Desarrollo<br />

Profesional de Maestros en Educación<br />

Básica, (2004) se destaca claramente<br />

que hay una gran desarticulación de<br />

quien opera los <strong>ser</strong>vicios e instituciones,<br />

trayendo consigo problemas de<br />

calidad y pertinencia en los programas<br />

ofrecidos.<br />

Educaret, 2009<br />

Fuente:http://blogs.educared.org/red-pronino/<br />

escuelabocadeparita/files/2011/09/P22000571.jpg<br />

Haciendo notar la gran desigualdad en<br />

términos de la calidad que se ofrecen<br />

en los rubros de formación inicial,<br />

actualización, capacitación y superación<br />

profesional, y sumado a lo anterior,


persiste la visión tradicional de las áreas<br />

sustantivas de docencia e investigación<br />

y difusión que no se ajustan a los nuevos<br />

planes y programas y requerimientos<br />

que se demandan hoy en día.<br />

Si bien existen innumerables oferta de<br />

cursos, y la cantidad de profesores que<br />

acceden a los cursos es muy elevada. En<br />

un estudio realizado por la OCDE, a través<br />

de Teaching and Learning International<br />

Survey, TALIS, por sus siglas en inglés<br />

o bien Estudio Internacional sobre<br />

Docencia y Aprendizaje.<br />

Se registró lo siguiente: El porcentaje<br />

de maestros mexicanos que reportan<br />

haber tomado un curso de desarrollo<br />

profesional durante los 18 meses<br />

anteriores al estudio es relativamente<br />

alta de México (92% con un promedio de<br />

89% entre los países). México también<br />

tiene más de dos veces el promedio<br />

de días para el desarrollo profesional<br />

entre los maestros de TALIS (34 frente<br />

a 15 del promedio). Sin embargo, los<br />

patrones de participación son muy<br />

desiguales en el país. …los maestros<br />

de los pueblos, en promedio tomaron 8<br />

días menos que aquellos que viven en<br />

una pequeña comunidad o en una gran<br />

ciudad. (TALIS, 2009:5)<br />

Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />

Informe TALIS, OCDE 2009 Fuente:http://iguerrero.<br />

files.wordpress.com/2009/06/informe-talis.jpg<br />

Como explicar los resultados que se<br />

registran en los resultados que ofrecen<br />

las evaluaciones internacionales y<br />

nacionales. Por ejemplo, El Informe<br />

del Programa Internacional para la<br />

Evaluación de Estudiantes o Informe<br />

PISA por sus siglas en inglés<br />

(Programme for International Student<br />

Assessment), en donde México aparece<br />

en el penúltimo lugar de los resultados,<br />

o el de la Evaluación Nacional de Logro<br />

Académico en Centros Escolares<br />

(ENLACE) es una prueba del Sistema<br />

Tiempo y Escritura No.21 | Educación 87


Educación<br />

Educativo Nacional que se aplica a<br />

planteles públicos y privados del País.<br />

Si de acuerdo a las respuestas obtenidas<br />

en TALIS, tenemos que cerca 66% de<br />

los días de desarrollo profesional fueron<br />

obligatoria en México, lo cual es más<br />

alto del promedio de la OCDE de 51%<br />

y sin duda influye tanto en la elevada<br />

participación como en el alto grado de<br />

tiempo programado para los maestros<br />

para llevar acabo las actividades de<br />

desarrollo (TALIS, 2009: 6)<br />

Consideramos que habría que realizar<br />

una revisión exhaustiva que nos permita<br />

comprender dónde se genera la ruptura<br />

entre las Reformas Educativas, los<br />

cursos ofertados, y la realidad que viven<br />

los docentes en este país. Es decir,<br />

docentes que tienen trayectos de vida<br />

diferentes, que fueron formados en un<br />

esquema tradicional, en condiciones<br />

laborales muchas veces deplorables,<br />

pero sobre todo la falta de voluntad<br />

política para atender la educación y la<br />

formación profesional que los docentes<br />

que este país requiere. Reconociendo<br />

las diferencias no sólo geográficas,<br />

sino culturales que cruzan un actividad<br />

como la de <strong>ser</strong> docente.<br />

Consideraciones finales<br />

Este trabajo se encuentra como se<br />

puede apreciar en proceso, pero surge<br />

como una preocupación por entender<br />

que así como a principios del Siglo XX,<br />

se requirió de hacer un hombre nuevo<br />

88 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />

que fuera capaz de incorporarse a los<br />

albores del progreso del siglo XXI, se<br />

hace nuevamente necesario atender<br />

esta propuesta de generar, crear, un<br />

nuevo hombre.<br />

Hombre dispuesto a atender las nuevas<br />

demanda de la globalización, es notorio<br />

que a raíz de las reformas, el discurso<br />

que ha permeado en los programas y<br />

planes puestos en marcha es el de la<br />

calidad educativa, en parte como un<br />

problema a resolver, y por otro como un<br />

objetivo a alcanzar. Esto considerando<br />

siempre como sujeto fundamental al<br />

profesor, y de ahí la pertinencia de su<br />

actualización, capacitación, formación<br />

y desarrollo profesional.<br />

Queda pendiente la brecha entre<br />

los recursos humanos disponibles y<br />

capacitados y los requeridos; además<br />

de conciliar las recomendaciones de<br />

organismos internacionales y el reclamo<br />

de los docentes, esa es la realidad a la<br />

que nos enfrentamos, es decir, somos<br />

producto histórico de decisiones y<br />

políticas concretas.<br />

Y como colofón quiero citar las palabras<br />

de Edgar Morín (2002) respecto a la<br />

formación que nos dice: Necesitamos<br />

crear cabezas bien puestas más que<br />

bien llenas…


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Tiempo y Escritura No.21 | Educación 89

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