deber ser - UAM Azcapotzalco
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Literatura<br />
Historia<br />
4<br />
13<br />
23<br />
33<br />
2 Tiempo y Escritura No.21 | Diciembre<br />
Presencia del Drama Clásico en la Dramaturgia<br />
Usigliana (Ob<strong>ser</strong>vaciones Sobre las Ideas Dramáticas<br />
de Rodolfo Usigli)<br />
Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
La Narrativa Mexicana Leva Anclas: Viaje a la Isla<br />
Ricamea, de José Joaquín Fernández de Lizardi<br />
Dr. Oscar Mata Juárez<br />
Los tres grandes muralistas:<br />
José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro<br />
Siqueiros<br />
Dra. Guadalupe Ríos de la Torre<br />
Las Nuevas Tierras, Crónicas de una ocupación<br />
Dra. Ana María Peppino Barale
Reseña<br />
Teatro<br />
Creación<br />
51<br />
54<br />
58<br />
72<br />
Educación<br />
77<br />
Mu j e r, Mo n j a y Li t e r ata<br />
Dra. Ana María Peppino Barale<br />
Do M i n g o 18 D e febrero D e 1855.<br />
Gran función extraordinaria a beneficio de la actriz<br />
Doña Juliana Siliceo.<br />
Quien la dedica con mayor placer al público queretano.<br />
Penúltima de la presente temporada<br />
Algunos comentarios a propósito<br />
Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
Si nS a b o r e S en La c o c i n a D e eL Dr a g ó n D o r a D o<br />
Dr. Antonio Marquet Montiel<br />
jo v e n y beLLa<br />
Mtra. Connie Marchante Sáez<br />
PoLíticaS a c t u a L e S Pa r a La f o r M a c i ó n y DeSarroLLo<br />
P r o f e S i o n aL<br />
Mtro. Tomás Bernal Alanis<br />
Mtra. Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Diciembre 3
Literatura<br />
Presencia del Drama Clásico en la<br />
Dramaturgia Usigliana (Ob<strong>ser</strong>vaciones Sobre<br />
las Ideas Dramáticas de Rodolfo Usigli)<br />
Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri 1<br />
Nadie duda en la actualidad<br />
de las enormes y sólidas<br />
aportaciones de Rodolfo Usigli<br />
a la consolidación de un teatro mexicano<br />
del siglo XX. Sus aportaciones -ya<br />
de suyo valiosas, como dramaturgo<br />
son incuestionables, pero también<br />
hay que reconocer en él al historiador<br />
e investigador del teatro y al teórico,<br />
sin menospreciar o menoscabar su<br />
labor docente formadora de nuevas<br />
generaciones de dramaturgos mexicanos.<br />
En Usigli, como en pocos grandes<br />
creadores teatrales, se conjugan el<br />
talento y la capacidad creativa como el<br />
espíritu indagador y la mente analítica.<br />
La personalidad del maestro Rodolfo<br />
Usigli puede <strong>ser</strong> explicada, como lo dice<br />
José Gorostiza con tan sólo un verso de<br />
su Muerte sin fin “Inteligencia: soledad<br />
en llamas”.<br />
Durante 2005 hubo muchas di<strong>ser</strong>taciones<br />
y reflexiones en torno de su<br />
obra, pero parece que ha faltado revalorar<br />
aspectos propios de su labor<br />
creativa que nos muestran la manera<br />
como el creador teatral abrevó en las<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
4 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
aguas de la tradición dramatúrgica, así<br />
como el hecho de <strong>ser</strong> un autor cuyas<br />
preocupación formal sobre aspectos<br />
de composición dramática, caso<br />
singular en el teatro mexicano, se<br />
puso de manifiesto en las resonancias<br />
clásicas de varias de sus obras más<br />
significativas.<br />
Fuente:<br />
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/u/usigli.htm<br />
Es notoria la cercanía de Usigli con la<br />
propuesta dramatúrgica de Bernard<br />
Shaw así como los ecos formales<br />
con el teatro de Luigi Pirandello. Pero
también es importante resaltar como<br />
nuestro dramaturgo recoge en varias<br />
de sus obras el espíritu y el sentido<br />
ético del teatro del dramaturgo noruego<br />
Heinrik Ibsen. En el caso particular<br />
en El Gesticulador no sólo podemos<br />
encontrar las influencias formales de<br />
los autores referidos que son auténticos<br />
Santos Padres del teatro moderno, sino<br />
también referencias formales a autores<br />
clásicos, tanto de los trágicos griegos,<br />
como de Shakespeare, Molière o de<br />
Lope de Vega.<br />
Como Borges lo fue con la literatura,<br />
Usigli antes de <strong>ser</strong> escritor de teatro<br />
fue un apasionado e irredento lector de<br />
teatro.<br />
Ya desde luego, en 1932, cuando publica<br />
su primer libro importante México en el<br />
teatro, encontramos en Rodolfo Usigli<br />
a un creador teatral profundamente<br />
interesado por estudiar y reconocer<br />
al teatro y su dramaturgia dentro de<br />
una tradición clásica y como parte de<br />
la columna vertebral de la tradición<br />
teatral del teatro moderno mexicano. El<br />
libro, que es un trabajo de historiador<br />
del teatro mexicano de primer nivel, no<br />
puede entenderse sin las reflexiones<br />
teóricas y las constantes referencias a<br />
la dramaturgia clásica que a lo largo de<br />
sus capítulos disemina en generosas<br />
dosis, como lo demuestra el meticuloso<br />
trabajo de Gerardo Luzuriaga en su<br />
ensayo “El ideario teatral de Rodolfo<br />
Usigli” (Luzuriaga 1992); así también<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
como se manifestaría ese marcado<br />
interés en Usigli por la reflexión teórica<br />
después de los cursos tomados con<br />
Allardice Nicoll en Yale, en la <strong>ser</strong>ie<br />
de conferencias radiofónicas que<br />
impartió titulada “Investigaciones de<br />
los estilos en el teatro” que se difundió<br />
en la radiodifusora de la universidad de<br />
México hacia los años de 1937 y 1938<br />
(Shmidhuber 2005, 28).<br />
Fuente: Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />
(memoria de los homenajes a Rodolfo Usigli 1990-<br />
1991), México, Centro Nacional de Investigación<br />
Teatral “Rodolfo Usigli”, INBA, 1992, 293 pp.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 5
Literatura<br />
Sería conveniente enterarnos qué fue<br />
lo que Rodolfo Usigli aprendió en rigor<br />
sobre composición dramática en la<br />
Universidad de Yale entre 1936 y 1937.<br />
De acuerdo con los datos que contamos,<br />
Usigli realizó ese viaje de estudios<br />
junto con Xavier Villaurrutia gracias<br />
a una beca Rockefeller y tanto él<br />
como Villaurrutia se refieren a dicha<br />
experiencia como de algo fundamental<br />
en su formación. Aunque es claro que<br />
Usigli ya llevaba consigo un trecho<br />
ya andado en las lides de la teoría<br />
dramática, que se manifiesta con claridad<br />
en las características formales de<br />
sus primeras obras dramáticas.<br />
En 1935-1936 Rodolfo Usigli y Xavier<br />
Villaurrutia parten hacia la Universidad<br />
de Yale para asistir, como becarios, a<br />
cursos sobre técnica teatral moderna.<br />
En una carta fechada el 13 de octubre<br />
de 1935, dirigida a Celestino Gorostiza,<br />
Villaurrutia expone en términos generales<br />
su percepción de esos cursos; los<br />
cuales, más allá del poco entusiasmo que<br />
parecía mostrar, fueron sustanciales en<br />
la posterior práctica escénica de Usigli<br />
y de él mismo, tanto como dramaturgos<br />
y como directores de escena.<br />
He aquí lo que refiere:<br />
1231 Chape St.<br />
New Haven, Conn.<br />
13 de octubre de 1935<br />
6 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
Querido Celestino:<br />
Quería tener la seguridad de que<br />
al escribirle a usted se habían<br />
apaciguado ya las pequeñas<br />
grandes tormentas que este viaje<br />
ha traído consigo. A Celestino<br />
-me decía yo mentalmente -, le<br />
escribiré una carta sin quejas, sin<br />
inquietudes, más conforme y <strong>ser</strong>ena<br />
que las que he enviado a Agustín,<br />
a Elías, al mismo Salvador. Pero<br />
como la <strong>ser</strong>enidad no llega, y el<br />
tiempo pasa, he decidido escribirle<br />
una carta sin dibujo, desganada<br />
y en desorden, más sincera quizá<br />
pero menos útil para que usted<br />
se dé cuenta de lo que es esta<br />
Universidad de Yale en donde he<br />
venido a caer, por un capricho<br />
invisible del destino.<br />
La verdad es que aquí no se<br />
ha comprendido bien nuestra<br />
situación. Más bien dicho, un grupo<br />
de profesores se empeña en no<br />
comprenderla. Apenas si el director<br />
de la Facultad, Mr. Nicoll, que es un<br />
inglés, naturalmente, la comprende.<br />
Pero tiene encima la academia<br />
de profesores que no quiere<br />
distinguirnos de la masa anónima<br />
de estudiantes que, de todas partes<br />
de los E. U. vienen a estudiar aquí. a<br />
todos ellos, nosotros les podríamos<br />
dar clases de muchas cosas.
Yo tomo los siguientes cursos, y<br />
no voluntariamente sino en virtud<br />
de una cortés invitación de uno de<br />
los profesores que tuvo la genial<br />
idea de separar las actividades de<br />
Rodolfo y las mías, radicalmente.<br />
Apenas supieron que yo tenía<br />
alguna capacidad para dibujar, me<br />
lanzaron a las clases de plástica:<br />
Stage Design -Costume Design-<br />
Stage Lightning. (Estos tres cursos<br />
los tomo yo solo). Con Rodolfo<br />
tomo Production (que no es otra<br />
cosa sino una vista técnica de<br />
los elementos que componen<br />
una pieza, desde su origen, hasta<br />
el momento de realizarla en la<br />
escena, esto último por una práctica<br />
verdaderamente estúpida). (Hay<br />
que hacerlo todo: desde a<strong>ser</strong>rar<br />
una tabla, hasta representar, si es<br />
posible). Hasta ahora y esto me<br />
ha traído el primer conflicto, no<br />
hemos entrado en el rebaño que<br />
se utiliza para montar las obras.<br />
También tomo Dirección Escénica,<br />
que tiene bastante interés. Asisto a<br />
veces a las clases de Mr. Nicoll, un<br />
positivo valor universitario, hombre<br />
de método, cultura humanística y<br />
sentido moderno, que da Survey<br />
of the Drama y conferencias en<br />
“Production”.<br />
Todo estaría muy bien si el criterio<br />
que priva en Yale no fuera tan<br />
ATROZMENTE ACADÉMICO. El<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
profesor de Costume Design, por<br />
ejemplo, antes de permitirme entrar<br />
a su clase, me invitó, muy cortés y<br />
fríamente, a que le llevara algunos<br />
ejemplos de mis posibilidades. Por<br />
no chocar, desde luego, le hice 3<br />
dibujos de trajes, a la acuarela; me<br />
mandó decir que podía asistir a su<br />
clase y hacer el trabajo de todos,<br />
después de ver mis dibujos, que de<br />
seguro, le han de haber parecido un<br />
atrevimiento Diegorriverense, pero<br />
que le demostraron que yo podía<br />
hacer las cosas (...)<br />
Creo que con unos meses de<br />
asistencia los cursos, una buena<br />
bibliografía, los programas de<br />
estudios, y uno poco de inteligencia,<br />
se puede ahorrar a la Fundación<br />
Rockefeller el gasto de 10 meses,<br />
y a nosotros la angustia de tener<br />
que pasar por las más estrechas<br />
Termópilas de un pueblo ingenuo,<br />
de un academicismo mediocre,<br />
superado hasta entre nosotros<br />
oficialmente (...). (Villaurrutia 1988,<br />
33-36).<br />
Más allá de que las ob<strong>ser</strong>vaciones y<br />
lamentos de Villaurrutia pudieron haber<br />
sido en efecto ciertas y fundamentadas,<br />
es claro que las enseñanzas ahí recibidas<br />
les ayudaron a ambos, —¡y de qué<br />
manera!- a sistematizar y profesionalizar<br />
su labor en el teatro.<br />
Usigli, por otra parte asistió, al menos<br />
al curso que Villaurrutia denomina<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 7
Literatura<br />
como “Production”. Nos queda claro,<br />
también con este testimonio que Usigli<br />
debe a la estancia en Yale, no sólo el<br />
conocimiento de precisiones sobre<br />
la teoría dramática moderna –no hay<br />
que olvidar que Allardice Nicoll es<br />
autor de un importante libro sobre el<br />
tema,- 2 sino también la gestación de<br />
muchas de sus obras fundamentales<br />
como El niño y la niebla y desde luego,<br />
El Gesticulador, incluida su versión<br />
usigliana del Misántropo de Molière,<br />
titulada Alcestes.<br />
El testimonio personal del propio Usigli,<br />
acerca de aquella legendaria estancia<br />
en Yale, se lee como sigue:<br />
Tuvimos el choque natural con<br />
los profesores y sus disciplinas<br />
–en México existíamos y en Yale<br />
éramos dos nombres, dos fichas<br />
con la sospechosa circunstancia,<br />
apuntada más de una vez por el<br />
profesor de dirección, Mr. Dean, de<br />
conocer idiomas, teatro francés y<br />
teatro italiano y de haber sido “ranas<br />
grandes en charcos pequeños” - .<br />
Nunca nos lo aplicó directamente,<br />
pero los insinuendoes, como él<br />
decía en su pintoresco mal inglés,<br />
2 Allardice Nicoll, es más conocido como historiador<br />
del teatro que como teórico, pero en ambos casos<br />
sus libros influyeron a Rodolfo Usigli, sin duda<br />
alguna. Guillermo Schmidhuber en su libro Apología<br />
de Rodolfo Usigli, señala puntualmente esa notable<br />
cercanía (SCHMIDHUBER, 2005, p 28)<br />
8 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
eran elocuentes. Xavier estuvo a<br />
punto de retirarse de la aventura,<br />
y sólo a insistencia de Eduardo<br />
Villaseñor, entonces cónsul general<br />
de México en Nueva Cork, y mía,<br />
aceptó quedarse. Hicimos duraderas<br />
amistades, aprendimos –yo por<br />
lo menos, no me acoracé con el<br />
teatro francés moderno contra<br />
el norteamericano-; visitamos,<br />
a demanda mía la Fundación<br />
Rockefeller, teatros experimentales<br />
de casi todo el país, vimos una<br />
buena temporada en Broadway y<br />
regresamos a México después de un<br />
año. (Usigli 1979, 600).<br />
De manera que, si duda alguna, esa<br />
estancia fortaleció con mucho los<br />
intereses que el joven Usigli tenía sobre<br />
la teoría dramática y su aplicación a los<br />
procesos de construcción dramática.<br />
Pero también hay que resaltar que junto<br />
con la pasión por la teoría dramática y<br />
su aplicación precisa en la construcción<br />
de sus propias obras, Usigli veía en su<br />
aprendizaje una necesidad sustantiva en<br />
la transformación del teatro en México<br />
desde su perspectiva dramatúrgica.<br />
Por ello el énfasis en impartir cursos y<br />
en dar cauce desde esa perspectiva a<br />
su irredimible vocación docente y por<br />
ello también, a su regreso a México,<br />
después de los cursos en New Haven,<br />
se preocupa por impartir y difundir esos<br />
fundamentos del teatro moderno recién<br />
adquiridos.
Este es, de nueva cuenta, el testimonio<br />
de Usigli al respecto:<br />
Cuando una de las demagógicas<br />
aves de paso en Bellas Artes<br />
nos había invitado, a XV y a mí, a<br />
dar algunas conferencias sobre<br />
teatro, X me preguntó, durante la<br />
caminata cotidiana hacia nuestras<br />
casas, qué iba yo a decir a mi<br />
auditorio. Repuse que me proponía<br />
dar conferencias prácticas para<br />
ilustrar, con la ayuda de actores<br />
jóvenes, cuestiones de técnica de<br />
movimiento y de caracterización.<br />
“No caballero –me dijo X, que así<br />
me llamaba-, háblele usted de los<br />
estilos en abstracto. No suelte nada<br />
de lo que sabemos y que debe <strong>ser</strong><br />
exclusivo para nuestros grupos”.<br />
Creo que ahí fue donde empezamos,<br />
inconscientemente, a distanciarnos,<br />
aunque ni él ni yo llegamos<br />
a sustentar las proyectadas<br />
conferencias” (Usigli 1979, 604).<br />
Si bien las citadas conferencias no versarían<br />
específicamente sobre aspectos<br />
dramatúrgicos, es claro que para Usigli<br />
renovar el teatro en México implicaba, no<br />
sólo escribir sólidas y bien estructuradas<br />
piezas teatrales, sino formar nuevos<br />
cuadros que comprendiesen y aplicasen<br />
los fundamentos modernos del teatro<br />
de su tiempo. Por ello afirmamos y<br />
reconocemos que las preocupaciones<br />
formales y particularmente teóricas<br />
sobre el teatro que Rodolfo Usigli se<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
planteó y transmitió a sus discípulos<br />
y a muchísimos más que no lo eran o<br />
que nunca pudimos haberlo sido, son<br />
fundamentales en la consolidación del<br />
teatro en México en la segunda mitad<br />
del siglo XX. Esto es lo que afirma y<br />
comenta Luisa Josefina Hernández<br />
sobre ello:<br />
A Rodolfo Usigli se le atribuye la<br />
creación definitiva de un teatro<br />
nacionalista en México (…)<br />
Se habla poco, sin embargo, de<br />
Usigli como teórico del teatro,<br />
en primer lugar, porque en sus<br />
testimonios escritos –que vendrían<br />
a <strong>ser</strong> los prólogos a sus obras<br />
– y el libro Itinerario del autor<br />
dramático, sus preocupaciones<br />
van dirigidas, en los primeros,<br />
a las motivaciones de su propia<br />
obra, y en el segundo, al desarrollo<br />
y condiciones del escritor como<br />
dramaturgo. En segundo lugar,<br />
y como consecuencia, porque la<br />
teoría como especialidad abstracta<br />
no era su principal preocupación.<br />
Sin embargo a Usigli se debe una<br />
clasificación genérica de importancia<br />
muy trascendente en el campo de la<br />
teoría dramática, la cual requiere <strong>ser</strong><br />
mencionada porque aclara varias incógnitas<br />
del teatro moderno. (Hernández<br />
1992, 43-45).<br />
Y más adelante nos comenta aspectos<br />
muy sugerentes sobre la manera en que<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 9
Literatura<br />
Usigli aplicó la teoría dramática a sus<br />
propias obras:<br />
Rodolfo Usigli comprendía el teatro<br />
a través de las teorías aristotélicas<br />
aplicadas en forma estricta, tanto en<br />
su obra como en la cátedra (…)<br />
Pero quien lea sus obras con<br />
intención teórica, pero sin<br />
familiaridad con sus teorías, sus<br />
descubrimientos resultan mucho<br />
mayores, como la sensibilidad con<br />
que se adelanta a ciertos escritos<br />
como los de Berthold Brecht.<br />
Por ejemplo, si tomamos Corona<br />
de sombra, a la cual él llamó<br />
sencillamente pieza antihistórica,<br />
veremos que coincide con aquello<br />
que Brecht y sus seguidores<br />
denominaron obra didáctica, con<br />
una exactitud impresionante.<br />
(Hernández 1992, 43-45).<br />
Usigli es, a pesar del paso del tiempo –o<br />
gracias a él-, una fuente de aprendizaje<br />
y conocimiento. Sus obras, aún cuando,<br />
no se lleven a escena con la frecuencia y<br />
fortuna que se quisiera, nos ofrecen las<br />
más o las menos, lecciones sobre el <strong>ser</strong><br />
y el hacer del arte teatral y, sobre todo,<br />
nos dan un testimonio de cómo un autor<br />
puede <strong>ser</strong> fiel a su estilo y a su tiempo<br />
sin renegar de los clásicos, sino más<br />
bien gracias a esas influencias, Usigli<br />
alcanzó su madurez y su presencia en<br />
el teatro mexicano moderno.<br />
Sigue siendo admirable ob<strong>ser</strong>var la<br />
precisión con que como autor dramático<br />
10 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
abordó las estructuras de diversos<br />
géneros dramáticos y con ello sus<br />
cercanías y alejamientos con la teoría<br />
dramática aristotélica. De la comedia<br />
realista como Noche de estío, al melodrama<br />
como Aguas estancadas, o el<br />
manejo desde distintas perspectivas<br />
de lo que por entonces era el nuevo<br />
género del teatro moderno, la pieza;<br />
con obras como El niño y la niebla, otra<br />
Primavera y la singular pieza -¿o tragedia<br />
moderna?- para demagogos que conocemos<br />
como El Gesticulador, y sus<br />
intentos de construir una tragedia bajo<br />
los principios de construcción del drama<br />
clásico como lo es Corona de fuego.<br />
Por otro lado encontramos también,<br />
siempre con asombro, aquellas obras<br />
que Usigli escribió desembarazándose<br />
de la poética aristotélica y generando<br />
a su vez nuevas perspectivas en la<br />
construcción dramática, por lo menos<br />
en México, como es el caso de La<br />
última puerta, El presidente y el ideal<br />
y, claro está, su Corona de sombra.<br />
Las cuales, por su propia característica<br />
formal y sus peculiaridades, han sido<br />
o incomprendidas o mal interpretadas,<br />
pero que a todas luces nos ofrecen<br />
insólitas novedades sobre lo que un<br />
autor dramático puede hacer en el<br />
proceso de construcción dramática de<br />
sus propias obras, sin apartarse por<br />
ello de la teoría o de la tradición. Se<br />
puede crear con o sin ayuda de estas,<br />
pero no se puede sustraer el creador a<br />
sus influencias.
Y en todas su obra, y en todas sus<br />
reflexiones teatrales hay una idea que<br />
suena y resuena como constante en<br />
Usigli: la búsqueda de la verdad; por<br />
ello quizá sus cercanías profundas con<br />
las ideas teatrales y con la obra de<br />
autores como Ibsen, Bernard Shaw y<br />
el paradójico Luigi Pirandello. Sin que<br />
olvidemos a los maestros de siempre,<br />
los trágicos griegos. Porque es claro<br />
que la teoría nos da herramientas para<br />
la búsqueda de la verdad y el teatro,<br />
es también por ello, un camino hacia<br />
determinados sentidos de verdad en el<br />
<strong>ser</strong> humano de todos los tiempos.<br />
Bibliografía<br />
ADAME, DOMINGO<br />
2004 Teatros y teatralidades en México<br />
siglo XX. Xalapa, Universidad<br />
Veracruzana-AMIT.<br />
HERNÁNDEZ, LUISA JOSEFINA<br />
1992 “Usigli y la enseñanza de la teoría<br />
dramática”, en Rodolfo Usigli,<br />
ciudadano del teatro (memoria de<br />
los homenajes a Rodolfo Usigli 1990-<br />
1991). México, Centro Nacional de<br />
Investigación Teatral “Rodolfo Usigli”,<br />
INBA.<br />
LUZURIAGA, GERARDO<br />
1992 “El ideario teatral de Rodolfo Usigli”,<br />
en Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />
(memoria de los homenajes a Rodolfo<br />
Usigli 1990-1991). México, Centro<br />
Nacional de Investigación Teatral<br />
“Rodolfo Usigli”, INBA.<br />
SHMIDHUBER, GUILLERMO<br />
2005 Apología dramática de Rodolfo<br />
Usigli. Guadalajara, Universidad de<br />
Guadalajara.<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1981 Tiempo y memoria en conversación<br />
desesperada (Poesía 1923-1974),<br />
(Selección y prólogo de José Emilio<br />
Pacheco), México, UNAM (Textos de<br />
Humanidades, núm. 26).<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1940 Itinerario del autor dramático.<br />
México, Casa de España en México.<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1967 Voces, diario de trabajo (1932-<br />
1933). México, Seminario de Cultura<br />
Mexicana.<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1969 Ideas sobre el teatro. México,<br />
Instituto Mexicano de Cultura.<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1979 Teatro Completo III. México, Fondo<br />
de Cultura Económica (primera<br />
reimpresión de la primera edición de<br />
1963).<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
1987 “Dimensiones del texto dramático”<br />
en Repertorio, revista de teatro de la<br />
Universidad Autónoma de Querétaro,<br />
núm. 1<br />
USIGLI, RODOLFO<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
1996 Teatro Completo, v. IV, Escritos<br />
sobre la historia del teatro en México<br />
(Comp. pról. y notas de Luis de Tavira).<br />
Fondo de Cultura Económica.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 11
USIGLI, RODOLFO<br />
Literatura<br />
2004 El Gesticulador, (Daniel Meyran,<br />
editor), Madrid, Ediciones Cátedra<br />
(Letras Hispánicas).<br />
12 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
Otras fuentes<br />
1988 Cartas a Celestino Gorostiza,<br />
México, Ediciones del Equilibrista.<br />
1992 Rodolfo Usigli, ciudadano del teatro<br />
(memoria de los homenajes a Rodolfo<br />
Usigli 1990-1991), México, Centro<br />
Nacional de Investigación Teatral<br />
“Rodolfo Usigli”, INBA.
La Narrativa Mexicana Leva Anclas:<br />
Viaje a la Isla Ricamea, de José Joaquín<br />
Fernández de Lizardi<br />
Dr. Oscar Mata Juárez 1<br />
El jueves 20 de enero de 1814 los<br />
lectores del número dos del tercer tomo<br />
de El Pensador Mexicano, 2 el semanario<br />
de José Joaquín Fernández de<br />
Lizardi, se encontraron con un texto,<br />
curiosamente sin título, y cuyo único<br />
encabezado consistía en la fecha, que<br />
a grandes rasgos refería lo siguiente:<br />
un negrillo se había aparecido a don<br />
José Joaquín y le había entregado un<br />
pliego con una carta de su hermano,<br />
ausente de la Nueva España por más<br />
de diez años. La aparición tomó por<br />
sorpresa a Fernández de Lizardi, quien<br />
1 Profesor-investigador del Departamento de<br />
Humanidades <strong>UAM</strong>-Azc.<br />
2 El Pensador Mexicano, el más célebre de los<br />
periódicos de José Joaquín Fernández de Lizardi<br />
empezó a circular el 9 de octubre de 1812, tuvo<br />
3 épocas, o tomos. La primera del 9 de octubre<br />
de 1812 al 10 de enero de 1813, constó de 13<br />
números y 5 Pensamientos Extraordinarios.<br />
La segunda, que constó de 18 números y 17<br />
suplementos, empezó el 12 de septiembre de 1813<br />
y concluyó el 30 de diciembre de ese mismo año. El<br />
tercer tomo inició el 13 de enero de 1814 y finalizó<br />
el 8 de noviembre de 1814, constó de 14 números<br />
y 9 suplementos. Todas las entregas salieron de la<br />
imprenta de doña María Fernández de Jáuregui.<br />
no dejó de agradecerla, pues le traía un<br />
novedoso material, que lo salvaba de los<br />
problemas habituales de todo escritor:<br />
¿qué escribir, acerca de qué o quíén?<br />
El asunto se agravaba, pues en aquel<br />
entonces se vivía en “unos tiempos tan<br />
delicados”. Fernández de Lizardi los<br />
había experimentado en carne propia<br />
, ya que había sido encarcelado el 7<br />
de diciembre de 1812 y debió pasar<br />
en prisión más de siete meses, por<br />
el “delito” de haber solicitado –en el<br />
número 9 de la primera época de El<br />
Pensador… 3 - al virrey Francisco Xavier<br />
Venegas la revocación del bando del<br />
25 de junio de 1812, que ordenaba que<br />
los clérigos que habían participado<br />
en la insurgencia fueran juzgados por<br />
tribunales militares, que invariablemente<br />
los condenaban a la pena máxima.<br />
En respuesta Venegas suprimió la libertad<br />
de imprenta, consagrada por la<br />
Constitución de Cádiz, puesta en vigor<br />
en la Nueva España el 5 de octubre<br />
de 1812, y decretó la prisión de don<br />
3 Aparecido el 3 de diciembre de 1813, cumpleaños<br />
del virrey Venegas.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 13
Literatura<br />
Joaquín, así como el final de la libertad<br />
de expresión que había provocado el<br />
surgimiento de no pocas publicaciones<br />
que se manifestaban en contra de las<br />
injusticias imperantes en la sociedad<br />
colonial. Una cuadrilla de más de 70<br />
hombres irrumpió en su casa a las 3 de<br />
la mañana y lo apresó. A su salida de la<br />
cárcel, en julio de 1813, este periodista<br />
nato, que se ganaba el pan con la<br />
pluma, debió cultivar otros géneros<br />
literarios para evitarse más problemas<br />
con las autoridades coloniales. De<br />
esta forma, en la segunda mitad de<br />
1813 publicó cerca de una docena de<br />
folletos, esa especie de hojas sueltas de<br />
contenido misceláneo en las que había<br />
más noticias que versillos, diálogos<br />
costumbristas, cartas y calendarios de<br />
contenido irrelevante.<br />
Fuente: http://img.terra.com.mx/galeria_de_fotos/<br />
images/323/645463.jpg<br />
14 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
En los primeros renglones del texto<br />
que nos ocupa, el prolífico escritor<br />
definió así aquellos días: “tiempo de<br />
conmociones intestinas, en las que<br />
sólo se debía hablar con mordaza<br />
y escribir con las narices para no<br />
exponerse”. En enero de 1814 la<br />
guerra de independencia continuaba,<br />
bajo el mando de José María Morelos,<br />
y Félix María Calleja lo combatía sin<br />
tregua. Buena parte del territorio de<br />
la Nueva España estaba controlado<br />
por la insurgencia, cuya suprema<br />
instancia de gobierno era el Congreso<br />
de Chilpancingo, o de Anáhuac, que<br />
había declarado la independencia de<br />
la América Septentrional de España.<br />
En la metrópoli, la guerra en contra de<br />
los invasores franceses se mostraba<br />
favorable a la causa española y se<br />
hablaba del inminente regreso de<br />
Fernando VII a la península ibérica, tras<br />
<strong>ser</strong> proclamado de nueva cuenta rey de<br />
España, el 11 de diciembre de 1813, lo<br />
que en los hechos significaría el retorno<br />
del despotismo Así las cosas, en un<br />
mundo revuelto en el cual había que<br />
andar con pies de plomo, Fernández de<br />
Lizardi se cuidó de externar la más leve<br />
crítica al régimen y se concretó a señalar<br />
las enormes carencias educativas<br />
de una sociedad en la que sólo uno<br />
de cada diez habitantes sabía leer y<br />
escribir.<br />
Pero es tiempo de centrar la atención<br />
en el texto, el único, de El Pensador
Mexicano del 24 de enero de 1814 4<br />
(Fernández de Lizardi 1968, 385-399).<br />
Aunque carecía de título, venía a <strong>ser</strong><br />
el inicio de la narrativa mexicana y<br />
muy posiblemente hispanoamericana.<br />
Como se mencionó antes, un negrillo<br />
se apareció al periodista y le entregó<br />
un pliego, en cuyo interior había una<br />
carta de su hermano; acto seguido<br />
el mensajero -que a fin de cuentas<br />
es la imaginación, según sabremos<br />
en el último párrafo de la novelita-<br />
desapareció. El encabezado de la misiva<br />
decía lo siguiente:<br />
Isla de Ricamea, noviembre 10 de 1813<br />
Empresa vana <strong>ser</strong>ía el intento de<br />
localizar la isla de Ricamea en algún<br />
mapa. El nombre es un anagrama<br />
de América y en la segunda entrega<br />
algunos indicios la ubicarán en<br />
las Antillas, aunque los perfiles<br />
de sus cerros no aparecen en<br />
carta alguna. Es, en suma, del<br />
primer espacio ficticio, producto<br />
de la imaginación, en las letras de<br />
nuestro subcontinente, que retoma<br />
la tradición de las fabulosas islas<br />
Baratarias, fruto de la imaginación,<br />
o las elucubraciones, de los<br />
caballeros andantes, así como el<br />
4 Hay una reedición en la colección Relato<br />
Licenciado Vidriera, con una introducción de Luis<br />
Leal. México, UNAM, 2004, XIII y 28 pp (Relato<br />
Licenciado Vidriera, 22)<br />
Oscar Mata Juárez<br />
antecedente de lugares ya míticos<br />
para los hispanoamericanos, como<br />
Las Palmas de Laura Méndez<br />
de Cuenca, Santa María de Juan<br />
Carlos Onetti, Comala de Juan<br />
Rulfo y Macondo de Gabriel García<br />
Márquez.<br />
Tras el saludo convencional, “Querido<br />
hermano:”, la narrativa mexicana literalmente<br />
da sus primeros pasos, pues<br />
la misiva contaba, relataba, narraba las<br />
andanzas del hermano de Fernández<br />
de Lizardi, quien se había separado de<br />
su familia a muy temprana edad, para<br />
desempeñarse como amanuense y mozo<br />
de comercio de un caballero inglés,<br />
de apellido Torneville. El sajón, a pesar<br />
de su condición de protestante, un<br />
hereje para la estrecha visión católica,<br />
es un hombre de bien, piadoso y lleno de<br />
bondad. Tras una estancia de seis años<br />
en Manila, el inglés decide regresar, en<br />
compañía de su <strong>ser</strong>vidor, a Londres,<br />
por ese entonces la ciudad más grande<br />
y populosa del mundo, que a inicios<br />
del siglo XIX tenía cerca de un millón<br />
de habitantes. El indiano la recorre y<br />
se la describe a su hermano lleno de<br />
admiración. A su llegada Torneville se ha<br />
enterado del fallecimiento de su esposa,<br />
lady Isabel, funesto episodio que deja<br />
al viudo con un solo <strong>ser</strong> querido sobre<br />
la faz de la tierra: su hija Jennis, de 14<br />
años de edad. La joven inglesita aunque<br />
es hermosa, no se describe su belleza,<br />
en cambio se resalta su condición de<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 15
Literatura<br />
mujer instruida, que ha recibido una<br />
educación, no como las forpilonas 5<br />
novohispanas. Entre sus virtudes está<br />
su dominio del idioma español. En<br />
poco tiempo el joven indiano logra<br />
ganarse su amor, para beneplácito<br />
del señor inglés, y consigue atraerla<br />
al catolicismo. Cuando contraen<br />
matrimonio, en primer lugar los une<br />
ante Dios un sacerdote católico,<br />
después cumplen con las ceremonias<br />
de la iglesia anglicana. En cuatro años<br />
de feliz matrimonio procrean un hijo.<br />
Sin embargo, la felicidad, siempre<br />
veleidosa, dura poco, apenas cinco<br />
años. El suegro muere a consecuencia<br />
de la caída de un caballo, a Dios<br />
gracias en el seno de la Santa Madre<br />
Iglesia católica, pues el inglés recibe<br />
los últimos sacramentos. No deja de<br />
llamar la atención la presencia de los<br />
ritos católicos en un país anglicano,<br />
muy posiblemente Lizardi los introdujo<br />
para evitarse cualquier problema con<br />
la censura novohispana… Jenny queda<br />
como heredera universal; sin embargo,<br />
al poco tiempo también fallece y el<br />
pequeño hijo, que ha quedado a merced<br />
de “amas mercenarias” en cuestión de<br />
semanas la sigue. Así, con tres muertes<br />
repentinas, concluye esta primera<br />
5 Forliponas: Señoras que se dan importancia<br />
en traje y maneras, según el Diccionario de<br />
Mejicanismos de Santamaría.<br />
16 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
entrega, de unas dos mil palabras de<br />
extensión.<br />
Fuente: http://www2.warwick.ac.uk/fac/arts/history/<br />
postgraduate/eportfolios/history3/research/lizardi.gif<br />
En este primer segmento llama la<br />
atención la cantidad de hechos, que son<br />
la esencia de la narrativa: la decisión<br />
de abandonar la Nueva España por<br />
cuestiones de trabajo, la estancia en<br />
Manila, el viaje a Londres, el matrimonio<br />
con la joven inglesa, el periodo de<br />
felicidad conyugal y la culminación del<br />
capítulo con los decesos del suegro, de<br />
la esposa y del pequeño hijo. Bastantes<br />
sucesos y media docena de personajes,<br />
de los cuales se ponderan sus prendas<br />
morales, y sus virtudes; en contraparte,
nada se sabe de su aspecto y apariencia,<br />
tampoco de sus ropas o sus aposentos.<br />
La descripción más prolija es la de<br />
Londres, que seguramente el autor<br />
tomó de un folleto. La intención de<br />
Fernández de Lizardi acaso consistía<br />
en contar la historia de un novohispano<br />
fuera de su patria, léase lejos de las<br />
calamidades de la Nueva España, y<br />
entregó a sus lectores un verdadero<br />
aluvión de acontecimientos..., de los<br />
que un narrador con experiencia pudo<br />
haber sacado mayor provecho.<br />
La segunda entrega de la historia<br />
apareció el jueves 27 de enero de 1814, 6<br />
con el siguiente encabezado: “Continúa<br />
la carta de mi hermano”; como<br />
en el número anterior, fue la única<br />
colaboración del semanario. El joven<br />
novohispano de golpe y porrazo se<br />
encontró solo, rico y en tierra extraña,<br />
por lo que decidió regresar a su patria.<br />
Vende todas sus posesiones, compra<br />
dos barcos de transporte y con viento<br />
en popa inicia la travesía. Por doce<br />
días los elementos le son favorables,<br />
pero después las embarcaciones son<br />
presas de una tempestad, uno de los<br />
barcos naufraga y el otro sufre graves<br />
desperfectos, por fortuna el joven novohispano<br />
logra llegar a las costas de<br />
una isla muy grande, pero desconocida:<br />
Ricamea. Los naúfragos son acogidos<br />
6 Número 3 del tomo III, imprenta de doña María<br />
Fernández de Jáuregui.<br />
Oscar Mata Juárez<br />
por el gobernante del lugar, apellidado<br />
Dubbois, quien presenta al joven con<br />
su esposa y su hija Roseana, de 15<br />
años, cuya belleza le recuerda a Jennis.<br />
Acto seguido lo hospeda en su casa y<br />
dispone que el cargamento del barco<br />
que no se hundió sea almacenado.<br />
Otra vez, como en la primera entrega,<br />
un hombre poderoso acoge con gusto<br />
al indiano y se muestra complacido por<br />
la atracción que surge entre su hija y<br />
el joven. Los isleños también reciben<br />
amistosamente al recién llegado, quien<br />
decide corresponder socorriendo a<br />
los pobres del lugar, lo que significa<br />
desprenderse de un tercio de su<br />
fortuna. Dubbois es promovido a la<br />
regencia absoluta de la isla, debido<br />
a la muerte de su antecesor y a que<br />
resulta favorecido en unas elecciones<br />
en las que participa la población<br />
de Ricamea. Al asumir sus nuevas<br />
responsabilidades, Dubbois nombra<br />
al joven novohispano su secretario.<br />
Poco después el flamante funcionario<br />
contrae nupcias con Roseana, con el<br />
beneplácito de Dubbois y de su pueblo,<br />
pues el indiano ha sabido ganarse el<br />
cariño de los isleños ayudando a los<br />
pobres con su fortuna personal. De<br />
nueva cuenta la vida le sonríe y disfruta<br />
de un segundo periodo de felicidad, que<br />
como el anterior dura cinco años. Sin<br />
embargo, su suegro fallece, otra vez la<br />
muerte del suegro, con lo cual retornan<br />
las aflicciones a la vida del indiano, ya<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 17
Literatura<br />
que es elegido presidente de la junta<br />
nacional y gobernación del pueblo.<br />
Esta segunda entrega nos muestra<br />
que la vena inventiva de José Joaquín<br />
Fernández de Lizardi no era muy rica,<br />
pues repite, con ligeras variantes, las<br />
acciones principales del primer capítulo:<br />
el joven que se gana el aprecio de un<br />
hombre mayor y poderoso, conquista el<br />
amor de la hija de su protector y actúa<br />
con eficiencia y probidad. En ambos<br />
capítulos hay una larga travesía, en<br />
el primero de Manila a Londres, en el<br />
segundo de Londres a Ricamea. Hay<br />
una variante de importancia: el primer<br />
viaje concluye venturosamente, el segundo<br />
termina en naufragio, aunque<br />
no en tragedia. En otro orden de ideas,<br />
los escenarios cambian radicalmente:<br />
de una enorme y cosmopolita urbe se<br />
pasa a una isla que no aparece en los<br />
mapas ni en las cartas de navegación.<br />
Tampoco hay descripciones ni de la isla<br />
– sólo se nos dice que es grande y rica-<br />
ni de sus moradores, o de la manera<br />
en que se desarrolla la vida cotidiana<br />
ahí. El encuentro inesperado con una<br />
isla desconocida había sido el pretexto<br />
para presentar utopías, recuérdese<br />
a Tomás Moro y a Francis Bacon. En<br />
esta novelita la vida del protagonista<br />
continúa de manera normal; ciertamente<br />
tuvo suerte llegando a Ricamea, aunque<br />
no se trata de una sociedad<br />
perfecta. Acaso se distinga por su vida<br />
democrática, pero de ninguna manera<br />
18 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
está exenta de problemas y dificultades.<br />
Por lo que se refiere a los personajes,<br />
como en la primera entrega, el autor<br />
no da los rasgos faciales de Bubbois,<br />
ni de su esposa, tampoco dibuja la<br />
belleza de Jenny. En una perspectiva<br />
más amplia no se mencionan algunas<br />
peculiaridades o características de los<br />
isleños, que dan la impresión de <strong>ser</strong><br />
buenas personas, en cuyas almas anida<br />
el agradecimiento, pues eligen al indiano<br />
como su gobernante, para corresponder<br />
a sus bondades. El aspecto narrativo,<br />
en cambio, es rico: una travesía, la lucha<br />
contra la tempestad, el naufragio,<br />
la llegada a la extraña isla, el buen<br />
recibimiento tanto de Dubbois como de<br />
los lugareños, el ascenso de Dubbois,<br />
el segundo matrimonio del indiano (que<br />
debió <strong>ser</strong> según el rito católico) y su<br />
elección como gobernante de la isla. Sin<br />
embargo, la mayoría de estos hechos<br />
apenas son enunciados, la narración<br />
no se preocupa por desarrollarlos; de<br />
haberlo hecho, Viaje a la isla Ricamea<br />
hubiera sido una obra mucho más<br />
extensa. En efecto, un narrador con<br />
más experiencia bien hubiera sacado<br />
más provecho de tantos elementos y,<br />
en vez de dos entregas, hubiera escrito<br />
un número mayor de páginas, con las<br />
que hubiera podido reunir material<br />
para más números del semanario y, por<br />
consiguiente, sus ingresos hubieran<br />
aumentado.
Fuente: http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcS<br />
kz76I4rKFmiaX_Yni8GCmkpjCL_5f9JMKcLPTTkNm<br />
VElJx3CHZwBCkRPy<br />
La tercera y última entrega apareció el<br />
jueves 3 de febrero de 1814, con este<br />
encabezado: “Concluye la carta de mi<br />
hermano”. El título Viaje a la isla Ricamea<br />
le fue asignado posteriormente.<br />
Este “anonimato”, especie de isla no<br />
consignada en los mapas, propiciaba<br />
que se le considerara una pieza de<br />
contenido misceláneo, y por bastante<br />
tiempo dificultó que fuese reconocida<br />
como la obra pionera de nuestra narrativa.<br />
Todas las historias de la literatura<br />
mexicana indican que El Periquillo<br />
Sarniento (1816) es la primera novela<br />
mexicana e hispanoamericana y que<br />
con ella principia la narrativa, tanto en<br />
México como en la América hispana.<br />
Ciertamente es la primera novela,<br />
pero dos años antes se publicó Viaje<br />
a la isla Ricamea, una novela corta sin<br />
título, pero con todos los elementos<br />
narrativos: una historia, un protagonista<br />
y unos personajes que lo rodean,<br />
escenarios y ambientes, tanto físicos<br />
Oscar Mata Juárez<br />
como psicológicos, con la que las<br />
letras de hispanoamérica se libraron de<br />
la prohibición y la censura coloniales y<br />
literalmente se lanzaron al ancho mar<br />
de la narrativa.<br />
Con la tercera entrega, a diferencia<br />
de las dos anteriores de unas dos mil<br />
palabras, la narración alcanza las seis<br />
mil palabras, cifra que indica que Viaje<br />
a la isla Ricamea es más extensa que un<br />
cuento, es una novela corta, o novelita<br />
como se les llamó en el siglo XIX. Este<br />
segmento nos muestra que además de<br />
<strong>ser</strong> un narrador o fabulador, José Joaquín<br />
Fernández de Lizardi fue un hombre<br />
de ideas, un pensador cuyo principal<br />
objetivo consistió en comentar los hechos<br />
y acontecimientos, no narrarlos,<br />
referirlos, contarlos o recrearlos. Él mismo<br />
en bastantes ocasiones indicó que<br />
su aspiración principal era contribuir<br />
al mejoramiento de su patria y su<br />
aporte fundamentalmente consistió en<br />
ideas, –recuérdese que los primeros<br />
suplementos de El Pensador Mexicano<br />
llevaron el título de Pensamientos<br />
Extraordinarios-, las ideas que le inspiraban<br />
los acontecimientos que le tocó<br />
vivir. La novelita cuenta que el hermano<br />
fue elegido, en una “elección tan a gusto<br />
del pueblo que en la votación no se<br />
halló un sufragio menos”, presidente de<br />
la gobernación absoluta de la isla, con<br />
el consiguiente regocijo popular, que<br />
–como la felicidad- muy poco tiempo<br />
duró: en varias provincias surgieron<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 19
Literatura<br />
problemas que desembocaron en una<br />
guerra civil. El hermano desea la paz<br />
y la tranquilidad de la isla, no quiere<br />
proceder como un déspota o un tirano,<br />
y teme que los isleños le echen en<br />
cara su condición de extranjero, que<br />
supuestamente haría que le importara<br />
un comino la situación de los isleños<br />
o los traicionara. Téngase en cuenta<br />
que durante la colonia los puestos<br />
públicos se vendían al mejor postor<br />
en la maetrópoli y que el ganador<br />
viajaba al nuevo mundo con la idea de<br />
que su inversión debía rendirle frutos<br />
a la brevedad posible. En este punto,<br />
el lector se pregunta: ¿entonces por<br />
qué lo eligieron casi por unanimidad?<br />
Sin duda, un error en la trama de un<br />
narrador bisoño… En los momentos de<br />
mayor aflicción, cae en las manos del<br />
atribulado personaje un ejemplar de<br />
El Pensador Mexicano, que de alguna<br />
forma, muy posiblemente con el auxilio<br />
de la imaginación, llega hasta Ricamea.<br />
Entonces el hermano se decide a<br />
escribirle a Fernández de Lizardi,<br />
pidiéndole consejo. Para ponerlo al<br />
tanto del engorroso asunto, le describe<br />
la situación política –nótese que la<br />
descripción es política, no costumbrista,<br />
en ella predominan las ideas políticas,<br />
no los usos y costumbres- de la isla: en<br />
un pasado reciente estuvo gobernada<br />
por un monarca Borbón, pero los<br />
isleños decidieron mudar de gobierno<br />
y, apoyados en la legítima soberanía<br />
de la nación, convirtieron a los reyes<br />
20 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
en meros presidentes del consejo y<br />
pusieron límites a su autoridad (algo<br />
revolucionario y por ende peligroso, pero<br />
proclamado por las Cortes de Cádiz,<br />
cuya constitución era letra muerta en la<br />
Nueva España). En Ricamea hay castas<br />
muy semejantes a las novohispanas:<br />
indios, negros, mulatos, criollos,<br />
producto de la unión de europeos con<br />
indígenas. La lucha por el poder es entre<br />
criollos y europeos. A fin de cuentas,<br />
el protagonista creado por Fernández<br />
de Lizardi acabó viviendo, lejos de su<br />
suelo natal, una situación similar a la<br />
que había en su patria.<br />
Fuente: http://books.google.com.nf/books?id=CJldAA<br />
AAMAAJ&printsec=frontcover&img=1&zoom=1
La petición de Manuel (sólo al final,<br />
cuando firma la misiva, el lector de entera<br />
del nombre del hermano, a quien su amo<br />
Torneville llamaba “Antoñico”, en la<br />
primera entrega) nunca fue contestada.<br />
No se publicó respuesta alguna en ese<br />
número ni en las subsecuentes entregas<br />
de El Pensador Mexicano, ni en alguno<br />
de sus suplementos. Sabido es que su<br />
pluma no tenía otro interés que el bien<br />
de sus semejantes, pero resultan tan<br />
variadas y muchas veces tan opuestas<br />
las concepciones de lo que debe <strong>ser</strong><br />
el bien, que el escritor prefirió guardar<br />
silencio. Recuérdese que ya había ido a<br />
parar con todos sus huesos a presidio,<br />
lugarejo que, por cierto, debió “visitar”<br />
en otras ocasiones, por obra y gracia de<br />
sus ideas.<br />
Viaje a la isla Ricamea tiene un claro<br />
antecedente: los Infortunios de Alonso<br />
Ramírez de 1690 (Garcidueñas 1960,<br />
pp. 1-75) la única de las llamadas<br />
protonovelas, 7 esto es antecedentes<br />
de la novela escritas durante la épo-<br />
7 El siglo de oro en las selvas de Erífile (1607)<br />
de Bernardo de Balbuena es una colección de<br />
églogas, con breves segmentos que recuerdan<br />
las novelas pastoriles; Los sirgueros de la virgen<br />
sin original pecado (1620) del bachiller Francisco<br />
Bramón, una curiosa mezcla de auto sacramental<br />
con algunos elementos de novela pastoril; y La<br />
portentosa vida de la muerte (1792) de fray Joaquín<br />
Bolaños un ensayo, un catecismo.<br />
Oscar Mata Juárez<br />
ca colonial, que de verdad es una<br />
obra narrativa, puesto que tiene una<br />
historia como motivo principal de su<br />
composición. En los Infortunios…<br />
Carlos de Sigüenza y Góngora, por<br />
encargo del virrey de la Nueva España,<br />
don Gaspar de Sandoval Cerda Silva y<br />
Mendoza, recoge la historia de Alonso<br />
Ramírez, natural de San Juan de<br />
Puerto Rico y de oficio carpintero de<br />
ribera. Tras una estancia en la ciudad<br />
de México, Alonso Ramírez decide<br />
enrolarse como marinero y se embarca<br />
en Acapulco, Fue apresado por piratas<br />
en los mares de Filipinas, sin embargo,<br />
logró escapar de sus captores y navegó<br />
solo y sin derrota hasta que, tras<br />
superar un sinfín de dificultades, logró<br />
llegar a las costas de Yucatán, con lo<br />
cual casi le dio la vuelta al mundo. Un<br />
periplo muy parecido recorrerá Pedro<br />
Sarniento, el célebre Periquillo. En la<br />
cuarta parte de El Periquillo Sarniento, 8<br />
Pedro emprende el viaje a Manila, la<br />
embarcación naufraga y Periquillo logra<br />
salvar la vida gracias a unos pescadores,<br />
naturales de Saucheofú, una isla en los<br />
mares de oriente, gobernada por un<br />
“tután”. Como puede verse, Ricamea<br />
no fue la única isla en la imaginación de<br />
El Pensador Mexicano.<br />
8 José Joaquín Fernández de Lizardi. El Periquillo<br />
Sarniento, parte IV, capts. III y I<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Literatura 21
Literatura<br />
Fuente: http://3.bp.blogspot.com/_rxdpsX9234s/<br />
SxSkpdQ3k-I/AAAAAAAAABE/jh9M41coRzk/s1600/<br />
periquillo-sarniento2.jpg<br />
La actividad novelística de José Joaquín<br />
Fernández de Lizardi abarcó de 1814 a<br />
1820, de Viaje a la isla Ricamea a Vida<br />
y hechos del famoso caballero Don<br />
Catrín de la Fachenda, esta última<br />
publicada póstumamente, en 1832. Tuvo<br />
su punto final cuando se levantaron<br />
las restricciones a la expresión de las<br />
ideas, con el advenimiento del México<br />
independiente. Libre de las censuras<br />
eclesiásticas y civiles, este hombre de<br />
ideas retornó a la actividad en la cual<br />
se desenvolvía como pez en el agua: el<br />
periodismo. Bien puede afirmarse que<br />
de no haber tenido que lidiar con la<br />
censura, El Pensador Mexicano jamás<br />
22 Tiempo y Escritura No.21 | Literatura<br />
hubiera dejado de <strong>ser</strong> periodista. Su<br />
pluma no volvió a producir novela alguna,<br />
sin embargo no pocos autores tomaron<br />
la estafeta y de inmediato en las páginas<br />
de los periódicos y las revistas de la<br />
tercera década del siglo XIX empezaron<br />
a aparecer cuentos, novelas y novelitas<br />
para recreación y beneplácito de las<br />
y los lectores de la nación que daba<br />
sus primeros y azarosos pasos de vida<br />
independiente.<br />
Bibliografía<br />
FERNÁNDEZ DE LIZARDI, JOAQUIN<br />
1958 El Periquillo Sarniento. (Pról.)<br />
Francisco Sosa, México, Editora<br />
Nacional. 4 vols.<br />
_____<br />
1968 Obras, tomo III, periódicos, con una<br />
presentación de Jacobo Chencinsky,<br />
México, UNAM, Centro de Estudios<br />
Literarios, 385-399.<br />
_____<br />
2004 Viaje a la isla Ricamea. (Introd.)<br />
Luis Leal, México, UNAM. (Relato<br />
Licenciado Vidriera, 22)<br />
SIGÜENZA Y GONGORA, CARLOS<br />
1960 Infortunios de Alonso Ramírez en<br />
Obras históricas. (Ed. y pról.) José<br />
Rojas Garcidueñas. México, Porrúa.
Lo s t r e s g r a n d e s m u r a L i s t a s:<br />
Jo s é CL e m e n t e or o z C o, di e g o ri ve r a<br />
y da v i d aL f a r o si q u e i r o s<br />
Dra. Guadalupe Ríos de la Torre 1<br />
Fuente: Colección Emma García<br />
La década de 1920 fue la preparación<br />
para la institucionalizar el<br />
gobierno y poner en marcha un<br />
proyecto de desarrollo económico y<br />
cultural. Entre todas las actividades<br />
de gobierno emprendidas por los gobiernos<br />
revolucionarios y en especial<br />
por el del general Álvaro Obregón en<br />
el terreno de la educación y la cultura<br />
destacó la creación de la Secretaría de<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong>.<br />
Educación Pública, mediante la cual<br />
se inició la federación de la educación.<br />
Para esto, Obregón se apoyó en el<br />
rector de la Universidad Nacional,<br />
José Vasconcelos, quién llevó las<br />
artes y los libros a las comunidades<br />
más apartadas y elaboró el proyecto<br />
de ley que consistía básicamente en<br />
la instauración de un organismo que<br />
rigiera e impulsara el desarrollo de<br />
la educación y la cultura, en el cual<br />
definió a la educación como prioridad<br />
del estado. (Matute 2010, 237) Para<br />
tal efecto, propuso la aparición de los<br />
siguientes departamentos:<br />
José Vasconcelos<br />
Fuente: Colección Esther Olivares<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 23
Historia<br />
ESCOLAR, dedicado a impulsar la<br />
educación en todos los niveles<br />
BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS,<br />
cuya función era el establecer y<br />
mantener en funcionamiento las<br />
bibliotecas populares en todo el<br />
territorio nacional, así como crear<br />
bibliotecas especiales y el archivo<br />
General de la Nación.<br />
BELLAS ARTES, encargado de<br />
impulsar y desarrollar todas las<br />
disciplinas artísticas.<br />
La Revolución Mexicana alteró muchos<br />
de los valores y expresiones<br />
culturales mexicanas que juzgaban<br />
haberse afianzado durante el Porfiriato.<br />
La modernidad, encarnada por la industrialización,<br />
los modelos del arte<br />
occidental y el positivismo, que tanto<br />
interesaron a la élite porfiriana, se<br />
vio puntualmente afectada por un<br />
particular interés hacia la heterodoxia y<br />
el tradicionalismo popular.<br />
La cauda popular de la cultura mexicana<br />
poco a poco se fue vigorizando a<br />
la par de la evolución del conflicto<br />
revolucionario. Si bien en un principio,<br />
durante los regimenes maderistas y<br />
huertistas, las cosas no cambiaron<br />
mucho, a partir de los años 1914 y 1915<br />
la visión de ese pueblo y su cultura<br />
empezó a transformarse.<br />
24 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
Después de 1920, los esfuerzos por crear<br />
una expresión artística y una educación<br />
con los nuevos tiempos entraron en una<br />
dinámica acelerada.<br />
La reivindicación de lo nuestro<br />
Fuente: Colección Esther Olivares<br />
En la medida que avanzaron los veinte,<br />
la reivindicación de lo propio y lo “típico<br />
de nuestro país” en los proyectos<br />
educativos empezó a adquirir cada vez<br />
más fuerza. Afirmando lo siguiente:<br />
Este modernismo, tan dispendioso<br />
para nuestra instrucción, ha
trastornado toda nuestra<br />
enseñanza, porque hemos querido<br />
innovar una escuela sin consultar la<br />
ley natural de nuestra etnología…<br />
La enseñanza, decía, debe tener<br />
expresión propia, modelación<br />
regional. (Vázquez 1920, 8)<br />
Durante los regímenes<br />
posrevolucio-narios, hasta<br />
avanzada la década de los<br />
cuarenta, el proyecto educativo<br />
oficial promovió un “nacionalismo<br />
cultural” que formó parte recurrente<br />
en los programas educativos ahora<br />
llamados oficiales. (Monsiváis 1976,<br />
p.234)<br />
Definir al país y a su pueblo, estudiar,<br />
explicar y describir sus diversas<br />
manifestaciones culturales, fue una<br />
tarea que pretendió unir artistas e<br />
intelectuales con las expresiones de las<br />
mayorías.<br />
Sin embargo, la identificación de estos<br />
tres elementos, lo popular, lo mexicano,<br />
y lo nacional, quedó en manos de<br />
una élite centralista y con estrechos<br />
vínculos con el poder económico y<br />
político del país. Tales elementos se<br />
fueron alejando cada vez más de esos<br />
mismos ámbitos populares para situarse<br />
fundamentalmente en los discursos<br />
políticos.<br />
El nacionalismo cultural que caracterizó<br />
esta primera relación entre élites y<br />
sectores populares fue cabalmente<br />
Guadalupe Ríos de la Torre<br />
descrito por Pedro Henríquez Ureña<br />
en 1925, la hacer su primer balance de<br />
los aportes culturales de la Revolución<br />
Mexicana.<br />
Existe hoy el deseo de preferir<br />
los materiales nativos y los temas<br />
nacionales en las artes y en las<br />
ciencias.<br />
Asentaba varios ejemplos:<br />
El dibujo mexicano que desde las<br />
altas creaciones del genio indígena<br />
en su civilización antigua ha <strong>ser</strong>vido<br />
viviendo hasta nuestros días a<br />
través de las preciosas artes del<br />
pueblo. (Henríquez 1924, 24)<br />
Fuente: Hemeroteca Nacional<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 25
Historia<br />
Por lo tanto, el arte creado por estas<br />
élites, según ellas mismas, aciaba<br />
orgullosamente de la vertiente popular<br />
e indígena mexicana, afirmando su<br />
condición nacionalista y sentando las<br />
base para realizar un intento de repensar<br />
las historias culturales nacionales. Por<br />
este reconocimiento quedaba ligado, de<br />
manera prácticamente implícita, a los<br />
proyectos de unificación y justificación<br />
del grupo en el poder, cuyo fin era<br />
implementar los cauces modernizadores<br />
e industrializadotes del país. (Alegría<br />
1976,56-58)<br />
Justamente, más que un saber, se<br />
estableció un “<strong>deber</strong> <strong>ser</strong>” para ese<br />
pueblo mexicano, que rápidamente se<br />
fue separando de las esferas de lo real<br />
para pasar al espacio de lo ideal.<br />
En el ámbito de la cotidianidad, lo<br />
popular también se revaloró después del<br />
movimiento armado de 1910. A manera<br />
de ejemplo puede afirmarse que en<br />
materia de comida se le dio un particular<br />
reconocimiento al mole, el pulque<br />
y la tortilla que fueron identificados<br />
oficialmente como platillos típicos del<br />
pueblo mexicano.<br />
El general Álvaro Obregón, en la que<br />
<strong>ser</strong>ía una de las primeras fiestas de la<br />
mexicanidad posrevolucionaria, la del<br />
Centenario de la Conmemoración de la<br />
Independencia en el año de 1921, ordenó<br />
que el banquete principal consistiera en<br />
sopa de tortilla, arroz a la mexicana y<br />
26 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
mole poblano, como consideración a la<br />
comida del pueblo.<br />
En sus Memorias Daniel Cosío Villegas<br />
comentaba:<br />
A partir de que el general Álvaro<br />
Obregón había asumido el poder<br />
a finales de 1920 de la noche a la<br />
mañana, como se produce una<br />
aparición milagrosa, se pusieron<br />
de moda las canciones y los bailes<br />
nacionales, así como todas las<br />
artesanías populares…Y no hubo<br />
casa que no apareciera una jícara<br />
de Olinalá, una olla de Oaxaca o un<br />
quexquemetl chiapaneco. En suma,<br />
el mexicano había descubierto a su<br />
país y, más importante, creía en él.<br />
(Cosío 1976, 56-58)<br />
Fuente: Exposición de artesanías San Miguel Regla,<br />
Hidalgo
La cultura nacional<br />
Para el año de 1921, la solicitud de un<br />
compromiso por parte de las instancias<br />
oficiales a que las élites intelectuales<br />
y artísticas participan en la educación<br />
masiva era un hecho.<br />
El Maestro, Revista de la Cultura<br />
nacional en el cual las miradas de<br />
los dirigentes se ponían con mayor<br />
insistencia en lo propio revalorado a<br />
partir del comienzo de la revolución,<br />
no sólo para el sector capitalino<br />
sino en el ámbito nacional… 2<br />
(Leines 2005, 70)<br />
Sus 47 ejemplares se distribuyeron<br />
por toda la República y para 1922<br />
la organización de la Secretaría de<br />
Educación Pública ya concluida,<br />
reconociendo oficialmente que era<br />
2 El Maestro: Revista de Cultura Nacional.<br />
Con ilustraciones, salió a la luz pública en el<br />
mes de abril de 1921, año del Centenario de<br />
la Consumación de la Independencia. José<br />
Vasconcelos, rector de la Universidad Nacional y<br />
luego Secretario de Educación en el gobierno de<br />
Álvaro Obregón, impulsó la publicación y colaboró<br />
asiduamente en sus páginas con artículos de<br />
interés social y filosófico. En la corta existencia de<br />
la revista se editaron 14 números, distribuidos en<br />
tres volúmenes. Francisco Monterde, Las revistas<br />
literarias de México, México, INBA, 1963, pp. 124-<br />
126. Citado por Armando Leines Mejía, “El Maestro:<br />
revista de Cultura Nacional (1921-1923), en Tema<br />
y Variación de Literatura 25. Revista y suplementos<br />
literarios México siglo XX, México, <strong>UAM</strong>-A,<br />
semestre 2, 2005, p. 70.<br />
Guadalupe Ríos de la Torre<br />
mucho más cuidadosa de la cultura<br />
popular que de los altos estudios. 3<br />
(Pérez 2010, 9-10)<br />
Fuente: Hemeroteca Nacional<br />
3 Sin embargo, entendemos por cultura popular el<br />
proceso de integración de una cultura propia, bien<br />
diferenciada, capaz de fomentar el orgullo, genuino<br />
o simulado, de la autenticidad y la independencia<br />
de lo que <strong>ser</strong>ía llamado “el alma del pueblo.”<br />
Véase Ricardo Pérez Montfort, “Aproximaciones<br />
a la revolución de 1910 y su culta”, Proceso<br />
Bicentenario. El arte de la Revolución, núm. 10,<br />
enero de 2010, pp. 9-10.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 27
Historia<br />
El Colegio de San Ildefonso y sus Muros<br />
En sus inicios esto no fue tan claro, si se<br />
toma en cuenta las primeras propuestas<br />
del muralismo. Muchos artistas recogieron<br />
la experiencia revolucionaria y la<br />
fijaron en obras que tenían la intención<br />
de educar al pueblo y crear para él<br />
símbolos nacionales. Muchos artistas<br />
plásticos eran nacionalistas y creían en<br />
el sistema de educación de las masas.<br />
Influidos también por la revolución<br />
comunista de 1917. Algunos de ellos,<br />
encabezados por David Alfaro Siqueiros,<br />
se agruparon para crear el Sindicato de<br />
Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores<br />
en 1923, con el fin de establecer las<br />
bases de un arte que cumpliera una<br />
función social e influyera en la formación<br />
de la nación fomentando la conciencia<br />
y la educación del pueblo. 4<br />
4 El Manifiesto del Sindicato de Obreros, Técnicos<br />
Pintores y Escultores, fue lanzado como un volante<br />
el 9 de agosto de diciembre de 1923 en relación<br />
con un acontecimiento de suma importancia<br />
política recién ocurrido: la sublevación de Adolfo<br />
de la Huerta en los primeros días del mes. El<br />
levantamiento obligaba a los miembros del<br />
sindicato, que acababan de fundar los pintores,<br />
analizar y delimitar los campos políticos del<br />
conflicto que se desataba, y con base en ello a<br />
refrendar su postura artística. En dicho texto, a<br />
partir de una caracterización de las fuerzas políticas<br />
y sociales en juego y de toma de posesión frente<br />
a ella, se elaboró la alternativa del arte público.<br />
Véase Esther Cimet Shoijet, Movimiento muralista<br />
mexicano. Ideología y producción, México, <strong>UAM</strong>-X,<br />
1992, pp.54-55. (Libro de las Telarañas 1)<br />
28 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
El arte cumplía así un objetivo práctico<br />
pues su impresión en muros y bóvedas<br />
era con sentido didáctico y plasmaban<br />
las inconformidades e injusticias padecidas<br />
por el pueblo.<br />
Fachada Colegio de San Ildefonso cuna del<br />
muralismo mexicano<br />
Fuente: Esther Olivares
Sus exponentes más destacados<br />
fueron José Clemente Orozco (1883-<br />
1949), 5 Diego Rivera (1886-1957), 6 David<br />
Alfaro Siqueiros (1896-1973), 7 quienes<br />
recibieron el apoyo de la Secretaría de<br />
Educación Pública, en la década de los<br />
años veinte, para realizar sus murales<br />
en edificios públicos. De este modo,<br />
el arte traspasó los espacios cerrados<br />
y elitistas y salió a las calles para <strong>ser</strong><br />
contemplado por todos.<br />
Cabe señalar los temas y recursos<br />
pictóricos iniciales de dichos artistas<br />
5 José Clemente Orozco, originario de Zapotlán el<br />
Grande, Jalisco, donde nació el 23 de noviembre<br />
de 1883, Orozco vino con sus familiares a la Ciudad<br />
de México donde estudió en la Escuela Nacional<br />
de agricultura de San Jacinto. Pero abandonó esos<br />
estudios y se inscribió en la Escuela Nacional<br />
Preparatoria y como alumno irregular, en cursos<br />
nocturnos, en la Academia de Bellas Artes de San<br />
Carlos de 1908 a 1914. Muere el 7 de septiembre<br />
de 1949.<br />
6 Diego Rivera, nació en Guanajuato el 8 de<br />
diciembre de 1886. Su familia se trasladó a México<br />
a fines del siglo pasado e ingresó a la Escuela<br />
Nacional de Bellas Artes, la Antigua Academia de<br />
San Carlos. Murió el 24 de noviembre dec1957.<br />
7 David Alfaro Siqueiros, oriundo de Santa Rosalía<br />
de Camargo, Chihuahua, el 29 de diciembre de<br />
1886. En 1905 vino a la capital con su padre<br />
e ingresó como alumno interno, junto con su<br />
hermano Jesús, al Colegio Franco-Inglés. Más<br />
adelante estudió simultáneamente en la Escuela<br />
Nacional Preparatoria y en la Academia de San<br />
Carlos, en los cursos nocturnos. Muere el 23 de<br />
septiembre de 1973.<br />
Guadalupe Ríos de la Torre<br />
resultaron bastante intelectualizados,<br />
pues presentaban alegorías como las<br />
de Diego Rivera sobre las ciencias y las<br />
artes en el Anfiteatro Simón Bolívar, o<br />
la mirada plástica en la Trinchera y el<br />
Cristo destruyendo su cruz, de Orozco;<br />
la Masacre del Templo Mayor, de Jean<br />
Charlt; el Arribo de la primera cruz a los<br />
Costas de México, de Ramón Alva de<br />
la Canal, y aquella decoración carente<br />
de inspiración de David Alfaro Siqueiros<br />
realizó en el patio tra<strong>ser</strong>o del edificio.<br />
Así Diego Rivera realizó entre 1922y<br />
1929 los murales de la Secretaría de<br />
Educación Pública y a partir de este<br />
último año, las pinturas que embellecen<br />
la escalinata y corredores de Palacio<br />
Nacional.<br />
Fuente: Exposición Colegio de San Ildefonso de José<br />
Clemente Orozco, 2011<br />
José Clemente Orozco, por su parte,<br />
elaboró los frescos del Colegio de San<br />
Ildefonso en 1923, y entre 1936 y 1939<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 29
Historia<br />
pintó los muros del Hospicio Cabañas,<br />
el Palacio de Jalisco y la Universidad<br />
de Guadalajara. El muralismo mexicano<br />
creó una escuela artística con<br />
reconocimiento internacional: los<br />
pintores trascendieron las formas y<br />
corrientes extranjeros y alcanzaron una<br />
expresión propia de gran calidad.<br />
Cargados de simbolismo impenetrable,<br />
estos murales estaban bastante lejos<br />
de las temáticas populares. Poco a<br />
poco el muralismo fue encontrando sus<br />
temáticos populares.<br />
El mundo del gran pintor José Clemente<br />
Orozco se expresa cabalmente en el<br />
grafismo de su pintura con temas de la<br />
revolución de 1910, en donde en blanco<br />
y negro nos presentan la tragedia de<br />
los acontecimientos de la Revolución<br />
Mexicana. Vivió y sufrió las realidades<br />
sociales de su tiempo, la destrucción<br />
del viejo orden y el alumbramiento de<br />
uno nuevo. Sus murales, muchos de<br />
sus cuadro de caballete, grabados<br />
y litografías saben a pueblo, porque<br />
Orozco socialmente era pueblo.<br />
(Carreño 1981,76-77)<br />
Lo incisivo de su línea, su dominio de<br />
los grises su especialidad amplia y<br />
persuasiva, su vigor y claridad son<br />
características en su obra. Su grafismo<br />
nos hace alcanzar el conocimiento de<br />
un hecho o de una cosa por analogía o<br />
dependencia en su obra.<br />
30 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
Fuente: Diego Rivera, La Creación, Universidad<br />
Autónoma de Chapingo<br />
Cuando diego Rivera se le encargó la<br />
decoración de las paredes de la Escuela<br />
de Agricultura de Chapingo. Ahí la<br />
presencia del maíz, el reparto agrario<br />
o los explotadores de los campesinos<br />
se identificaron mucho más con las<br />
demandas populares de la Revolución<br />
de 1910. (Carreño, op. cit., 85-86)<br />
Más aún a la hora de pintar los murales<br />
del edificio de la Secretaría de Educación<br />
Pública, en colaboración con Amado<br />
Chávez y Jean Charlot, representando<br />
las fiestas, al trabajo y a las propias<br />
epopeyas del pueblo revolucionario.<br />
Lo característico de la obra de Rivera es<br />
su monumentalidad. No un gigantismo<br />
por sí misma, sino la grandiosidad de<br />
sus realizaciones murales, puestas al<br />
<strong>ser</strong>vicio de colosales concepciones<br />
plásticas e históricas. (Ibid, 93-94)
Polyforum<br />
Colegio de San Ildefonso<br />
David Alfaro Siqueiros fue sobretodo<br />
un revolucionario, tanto en el campo<br />
de la pintura como en el de la vida. Más<br />
revolucionario que Rivera y Orozco en la<br />
manera de pintar pues empleó nuevas<br />
técnicas, herramientas y colorantes.<br />
La pintura mural se convirtió en la clásica<br />
representante de la escuela mexicana<br />
de pintura, aunque el apoyo estatal sólo<br />
le duró unos cuantos años.<br />
Paulatinamente fue quedando en manos<br />
de los tres grandes: Diego Rivera,<br />
José Clemente Orozco y David Alfaro<br />
Siqueiros. Aunque el movimiento del<br />
arte plástico revolucionario contó con<br />
muchas figuras importantes, como Jesús<br />
Guerrero Galván, Rufino Tamayo, Roberto<br />
Montenegro, Agustín Lazo, Antonio<br />
Ruiz, Gabriel Fernández Ledesma, Julio<br />
Castellanos y otros más.<br />
Justo es decir que las mujeres<br />
destacaron igualmente en esas lides:<br />
Frida Kahlo, María Izquierdo, retomando<br />
elementos de la cultura vernácula<br />
en boga, imprimiendo cada una su<br />
personalidad y sus preocupaciones<br />
en su pintura, ninguna logró en su<br />
momento un reconocimiento siquiera<br />
medianamente comparable al de sus<br />
compañeros.<br />
Reflexión final<br />
Guadalupe Ríos de la Torre<br />
Los grandes muralistas se dejaron<br />
llevar por una impetuosa inteligencia<br />
inventiva que dejó anchas posibilidades<br />
a la sorpresa, a la exaltación maravillosa<br />
de la realidad sensible.<br />
Ese gran momento del arte mexicano,<br />
que surgió casi como una maniobra<br />
original de pensadores, pintores, músicos,<br />
periodistas cineastas, fotógrafos<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 31
Historia<br />
y literatos, tuvieron un claro entusiasmo<br />
cultural, artístico y no debemos dejar<br />
de lado tampoco, que sin la educación<br />
nacionalista y popular, el muralismo no<br />
hubiese preexistido sin la inaplazable<br />
necesidad del pueblo mexicano por<br />
narrar una historia recientemente vivida,<br />
por describir con representaciones<br />
gráficas la querella revolucionaria, sus<br />
frutos o quiénes eran los intérpretes de<br />
la disputa.<br />
Fue el momento cultural de nuestra patria<br />
en aquellos instantes fue enteramente<br />
propicio para el choque de magnos<br />
creadores, que sólo de aquel carácter<br />
supieron plasmar, en paredes, bóvedas,<br />
en textos escritos, notas musicales<br />
e imágenes cinematográficas, la<br />
circunstancias que les envolvía, las<br />
gentes que lograban advertir, las<br />
imágenes que espiraban el México más<br />
abatido pero además el más nacional,<br />
aquel que lograba <strong>ser</strong> conmemorado<br />
e dilucidado internacionalmente por<br />
generaciones posteriores.<br />
Bibliografía<br />
VÁZQUEZ SANTA ANA, HIGINIO, JUAN<br />
ANTONIO GRANADOS<br />
1920 Congreso Nacional de Maestros,<br />
México, Secretaria de Gobernación,<br />
Dirección de Talleres Gráficos.<br />
32 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
MONSIVÁIS CARLOS<br />
1976 “Nos sobre cultura mexicana en<br />
el siglo XX” en Historia General de<br />
México, México El Colegio de México.<br />
HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO. “La<br />
Revolución y la Cultura en México”,<br />
en Revista de Revistas, México, 15 de<br />
marzo de 1924<br />
ALEGRÍA DE LA COLINA, MARGARITA<br />
1976 ¿Hay un espíritu en la cultura<br />
nacional?, en Nuevas ideas: viejas<br />
creencias, México, Joaquín Mortiz.<br />
LEINES MEJÍA, ARMANDO<br />
2005 “El Maestro: revista de Cultura<br />
Nacional (1921-1923), en Tema y<br />
Variación de Literatura 25. Revista y<br />
suplementos literarios México siglo XX,<br />
México, <strong>UAM</strong>-A, semestre 2.<br />
PÉREZ MONTFORT, RICARDO<br />
2010 “Aproximaciones a la revolución<br />
de 1910 y su cultura”, Proceso<br />
Bicentenario. El arte de la Revolución,<br />
núm. 10, enero de 2010.<br />
CIMET SHOIJET, ESTHER<br />
1992 Movimiento muralista mexicano.<br />
Ideología y producción, México,<br />
<strong>UAM</strong>-X, (Libro de las Telarañas 1)<br />
CARREÑO AZPEITIA, RAFAEL<br />
1981 Pintura mural de México, la época<br />
prehispánica, el virreinato y los<br />
grandes artistas de nuestro siglo,<br />
México, Panorama Editorial
La s nu e v a s ti e r r a s. Crónicas de una<br />
ocupación<br />
Dra. Ana María Peppino Barale 1<br />
El motivo de esta crónica<br />
tiene por objeto exponer los<br />
hitos más significativos que<br />
permitan hilar esquemáticamente<br />
la trayectoria histórica de la<br />
apropiación de las tierras que<br />
constituyen una parte de la región<br />
pampeana argentina -la que<br />
corresponde a la provincia de<br />
Buenos Aires-, y que culmina con<br />
la fundación de pueblos de los<br />
cuales se presentan dos casos para<br />
ilustrar dicho acontecimiento. Para<br />
ocuparla, tuvieron que ir ganándola<br />
palmo a palmo librando una lucha<br />
sin cuartel, no sólo contra la<br />
belicosidad de los nativos sino<br />
también contra otro enemigo no<br />
menos poderoso y permanente: las<br />
condiciones naturales del entorno.<br />
Proeza, en que los ganadores no<br />
fueron siempre los que más sangre<br />
y sudor derramaron en esa tierra<br />
dura, áspera, donde sólo hombres<br />
y mujeres igual de duros y ásperos<br />
lograron sobrevivir, fundar pueblos<br />
y hasta prosperar.<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
¿Por dónde comienza esta historia<br />
colonizadora de lo que hoy es la<br />
República Argentina? ¿Qué rutas<br />
llevaron a la independencia de España<br />
y a la construcción de la nueva nación?<br />
¿Cuáles las características de la vida de<br />
frontera en la actual provincia de Buenos<br />
Aires? ¿Cómo se fundaron los pueblos?<br />
La respuesta a estas preguntas se<br />
intenta a continuación.<br />
Origen<br />
Los casi doscientos años que duraron<br />
las Cruzadas -1095 a 1291-, permitieron<br />
un contacto con productos de Oriente<br />
al que se fueron acostumbrando los<br />
europeos hasta volverse indispensables,<br />
uno de ellos: las especias. Los<br />
alimentos no sólo se pre<strong>ser</strong>vaban mejor<br />
sino que los diversos condimentos<br />
multiplicaban sabores y olores;<br />
además, diversas semillas, raíces,<br />
brotes o bayas resultaban útiles como<br />
medicinas. El largo recorrido desde su<br />
origen y el complicado trasiego a que<br />
eran sometidas, las transformaban en<br />
mercancías codiciadas que alcanzaban<br />
altos precios. En 1453, al caer<br />
Constantinopla en poder de los turcos<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 33
Historia<br />
se canceló el paso acostumbrado y así<br />
surgió la necesidad de establecer una<br />
ruta más corta por el oeste hacia las<br />
islas de las especias, y al tan apreciado<br />
comercio con Asia.<br />
De ahí, que el proyecto de encontrar<br />
un camino alternativo al conocido que<br />
circunvalaba África con predominio<br />
portugués, impulsó a los Reyes<br />
Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando<br />
II de Aragón, a costear el viaje propuesto<br />
por Cristóbal Colón.<br />
Sello de correos de los Estados Unidos de América,<br />
cuarto centenario del descubrimiento de América<br />
(1492-1892).<br />
Funente: http://about.usps.com/publications/pub295s/<br />
welcome.htm<br />
Imagen disponible en: http://www.reina-isabel-decastilla.info/index.htm<br />
El éxito de la empresa –iniciada el<br />
3 de agosto de 1492 en el puerto<br />
de Palos- cambió por completo la<br />
geografía hasta el momento conocida.<br />
La historia del apoderamiento de las<br />
nuevas tierras por conquistadores y<br />
colonizadores europeos ha sido objeto<br />
34 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
de recuentos e interpretaciones que,<br />
a pesar de su diversidad, dejan claro<br />
el enfrentamiento sistemáticamente<br />
aniquilador en contra de los pueblos<br />
originarios cuyos descendientes, aún<br />
hoy, son avasallados y privados de sus<br />
tierras, recursos y cultura.<br />
El 7 de junio de 1494, se firmó el Tratado<br />
de Tordesillas, entre Isabel I de Castilla<br />
y Fernando II de Aragón con Juan II rey<br />
de Portugal, en un intento formal de<br />
establecer una línea que dividiera las<br />
nuevas regiones conquistadas por los<br />
exploradores y marinos de cada uno<br />
de los dos reinos que rivalizaban en la<br />
aventura de abrirse a nuevos mundos.<br />
Se desgranan los nombres de aquellos<br />
intrépidos navegantes acicateados<br />
por la posibilidad de honor y dinero,<br />
apoyados por monarcas que entendieron<br />
el significado de <strong>ser</strong> los primeros<br />
en encontrar la tan ambicionada ruta<br />
de las especias. Así Juan Díaz de Solís<br />
capituló con el rey Fernando II de<br />
Aragón y V de Castilla –la reina Isabel<br />
había fallecido el 26 de noviembre de<br />
1504-, para preparar una expedición<br />
con tres carabelas que zarparon casi<br />
un año después del puerto español de<br />
Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre<br />
de 1515. Si bien Solís y parte de su<br />
tripulación fueron muertos por naturales<br />
asentados en la actual costa uruguya,<br />
los sobrevivientes llevaron la noticia<br />
a España de que el caudal de agua<br />
dulce descubierto no era el pretendido
canal interoceánico como lo habían<br />
denunciado pilotos portugueses, la<br />
hazaña <strong>ser</strong>ía cumplida por Fernando de<br />
Magallanes al mando de la expedición<br />
que conquistó el anhelado paso el 1º<br />
de noviembre de 1520, fecha por la cual<br />
Ana María Peppino Barale<br />
lo nombró de Todos los Santos y que<br />
hoy, en su homenaje, se conoce como<br />
estrecho de Magallanes y que separa el<br />
sur de la Patagonia de la isla grande de<br />
Tierra del Fuego.<br />
Fuente:http://en.wikipedia.org/wiki/File:South_America_southern_tip_pol.png<br />
Para emular la ruta hacia las islas Molucas (única región productora de nuez moscada<br />
conocida en ese momento), se encomendó una flota a Sebastián Caboto que partió<br />
de Cádiz el 5 de abril de 1526; bordeando las costas brasileña siguió la ruta de<br />
Solís y, guiado por la información proporcionada por naúfragos sobrevivientes de<br />
la expedición anterior y por lugareños, con respecto a la existencia de una región<br />
pródiga en oro y plata, remontó “el río de Solís”, se internó en el río Paraná donde<br />
en la desembocadura del río Carcarañá fundó el primer asentamiento español en<br />
territorio de la hoy República Argentina y el segundo en la cuenca platense: el fuerte<br />
Sancti Spiritu (9 de junio de 1527). Lugar que sirvió de base para excursiones en<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 35
Historia<br />
busca del mítico país dorado que parece<br />
desvanecerse pese a los dos intentos<br />
realizados. Al regresar la segunda<br />
partida encontraron el fuerte incendiado<br />
aumentando el desaliento; el jefe de la<br />
expedición decide el regreso a España.<br />
Sin embargo, la imaginación no admite<br />
fracasos y los acompañantes de Caboto<br />
difundieron los señalamientos de los<br />
indígenas acerca de la existencia de la<br />
ciudad dorada, agregando sus propias<br />
fantasías al respecto de su magnificencia<br />
y alimentando de esa manera el<br />
deseo de conquistarla. Pero la realidad<br />
era otra. Ni el oro ni la plata aparecían<br />
por ningún lado, pero el hambre, las<br />
enfermedades y la hostilidad de los<br />
nativos fueron minando la ilusión de un<br />
enriquecimiento rápido.<br />
A la llegada de los conquistadores el<br />
poblamiento aborigen se caracterizaba<br />
por su dispersión en el amplio territorio<br />
de la actual Argentina, las estimaciones<br />
de su cuantía son extremadamente<br />
variables, los minimalistas apoyan la<br />
posibilidad de que fueran alrededor de<br />
400,000 individuos, mientras que los<br />
maximalistas llegan al millón y medio.<br />
Debido a las condiciones ecológicas<br />
de la amplia sabana que se extiende al<br />
oeste del Río de la Plata, las tribus que<br />
la habitaban eran nómadas y basaban<br />
su sustento en un sistema eficaz de<br />
recolección, caza y un conocimiento<br />
certero de los aguajes. Esa dispersión<br />
demográfica dio lugar a la imagen<br />
36 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
de “desierto”, de región inhabitada,<br />
alimentada por la conveniente teorización<br />
sobre los espacios vacíos en<br />
la que se sustentó la primacía de una<br />
cultura hegemónica. El estudio de esas<br />
etnias, algunas de las cuales subsisten<br />
hasta la fecha, demuestran que el<br />
territorio no estaba vacío sino ocupado,<br />
aunque de otra manera, distinta a la<br />
visión de los conquistadores.<br />
Las sucesivas incursiones y fundaciones<br />
en las nuevas tierras auspiciadas por el<br />
reino de Castilla y Aragón obedecieron,<br />
principalmente, a la necesidad de<br />
asegurar los derechos de posesión<br />
por vía de la ocupación efectiva, en<br />
virtud de los avances portugueses en<br />
la zo-na dada la imprecisión de la línea<br />
de Tordesillas. Se fue entendiendo<br />
que a diferencia de México y Perú, el<br />
territorio ocupado no escondía minas<br />
de oro ni de plata ni se encontraban<br />
en él pueblos sedentarios con una vida<br />
social reglamentada y productiva como<br />
en esos casos. El colonizador de las<br />
tierras aledañas a la ciudad puerto de<br />
Buenos Aires tendría que levantarlo<br />
todo con sus propias manos y, además,<br />
defenderse de la belicosidad de los<br />
naturales, cazadores que vagaban<br />
por las zonas llanas acostumbrados<br />
a la libertad y por ello dificílmente<br />
avasallados.<br />
No obstante, esa tierra inhóspita y<br />
aparentemente pobre guardaba muchas<br />
sorpresas, sólo había que mirarla
con ojos distintos; sus posibilidades<br />
fueron presentándose poco a poco,<br />
unas fruto del esfuerzo y otras de<br />
manera inesperada. Acaso ¿no puede<br />
catalogarse como inesperada la<br />
reproducción equina que resultó de<br />
algunas yeguas y caballos abandonados<br />
por la expedición de Mendoza y que<br />
asombraron a Juan de Garay, medio siglo<br />
después? Las favorables condiciones<br />
de pastos y aguajes permitieron la<br />
multiplicación de los animales, dando<br />
lugar a otro fenómeno que cambiaría<br />
las costumbres de las tribus nómadas:<br />
se aficionaron a comer carne de potro<br />
y aprendieron a domarlos y a montarlos<br />
con destreza. Igualmente, las óptimas<br />
condiciones naturales permitieron la<br />
reproducción salvaje de las primeras<br />
cabezas de ganado; fueron el origen<br />
de las vaquerías y de las estancias<br />
primitivas -en las cuales predominaba<br />
la propiedad del ganado, más que<br />
la posesión de la tierra, por el valor<br />
preciado del cuero-. En este sentido, se<br />
puede afirmar que la riqueza precedió<br />
al poblamiento colonizador.<br />
Colonización e independencia<br />
Para establecerse en los territorios<br />
conquistados, las huestes españolas<br />
necesitaron fijar puntos de concentración<br />
y refugio que sirvieran de base para la<br />
Ana María Peppino Barale<br />
exploración de las tierras aledañas, de<br />
centro de evangelización y de escala<br />
para las nuevas expediciones. Por lo<br />
que, para tal causa, se sucedieron<br />
las fundaciones de poblaciones que<br />
posteriormente fueron las capitales de<br />
las provincia respectivas o de futuros<br />
países como en el caso de Paraguay y<br />
Chile. 2<br />
Destaca la doble fundación de Buenos<br />
Aires, primero por don Pedro de<br />
Mendoza (1536), nombrado Adelantado<br />
y Gobernador, al mando de una expedición<br />
de más de mil hombres – también<br />
alrededor de veinte mujeres- que fracasó,<br />
cercados por el hambre y la belicosidad<br />
de los nativos. La segunda, con éxito,<br />
correspondió a Juan de Garay quien le<br />
dio el nombre de Santísima Trinidad y<br />
Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre;<br />
prontamente se inició el proceso de<br />
consolidación de la conquista territorial<br />
con el reparto de tierras entre aquellos<br />
que habían acompañado al fundador en<br />
la conquista.<br />
2 1536, Buenos Aires; 1537, Asunción del Paraguay;<br />
1541, Santiago de Chile; 1553, Santiago del Estero;<br />
1561, Mendoza; 1562, San Juan; 1565, Tucumán;<br />
1573 julio, Córdoba; 1573 noviembre, Santa Fe;<br />
1580 segunda fundación de Buenos Aires; 1582,<br />
Salta; 1583, Catamarca; 1588, Corrientes; 1591, La<br />
Rioja; 1593, Jujuy; 1594, San Luis.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 37
Historia<br />
Plano del fuerte de la ciudad de Buenos Aires ubicado<br />
donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno, hacia<br />
abajo la costa del Río de la Plata y hacia arriba la<br />
primera traza de la ciudad, plano realizado por Joseph<br />
Bermúdez en 1708.<br />
Fuente: http://www.buenosairesantiguo.com.ar/<br />
fundacion.html<br />
El 24 de octubre de 1580, Garay firmó<br />
el acta de repartición de tierras por la<br />
cual determinó las mercedes dedicadas<br />
al sostenimiento y crecimiento de la<br />
población, re<strong>ser</strong>vándose la facultad<br />
de repartirlas o encomendarlas nuevamente,<br />
dado caso de abandono. Se<br />
adjudicaron diferentes clases de fundos:<br />
el solar, en el trazado urbano; la<br />
chacra, o quinta en el ejido; la “suerte de<br />
estancia”, en la campaña. propias para<br />
cría de vacunos y lanares; detrás de las<br />
anteriores, más alejadas de la costa, se<br />
ubican las “suertes de cabezadas” para<br />
la cría de caballos y mulas. A las tierras<br />
bajas sobre la orilla del Río de la Plata,<br />
se las denominó “suertes de bañado”<br />
y se las consideraron adecuadas para<br />
pastoreo y aguadas.<br />
Con dichas disposiciones se estableció<br />
un puerto de contacto directo con<br />
España para la salida de la producción,<br />
38 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
particularmente minera, del Virreinato<br />
del Perú que había sido creado por Real<br />
Cédula firmada en Barcelona el 20 de<br />
noviembre de 1542, y que tenía a Lima<br />
como centro de la representación del<br />
rey en el extenso territorio que ocupaba<br />
desde el istmo de Panamá hasta gran<br />
parte de Sudamérica. Protagonismo<br />
que se vio <strong>ser</strong>iamente mermado al<br />
reorganizar el territorio con la creación<br />
de dos nuevos virreinatos: uno, de<br />
Nueva Granada en 1717; dos, del Río de<br />
la Plata en 1776.<br />
El Virreinato del Río de la Plata desde<br />
1776 hasta 1810<br />
Fuente: http://www.revisionistas.com.ar/?p=10037
Durante el periodo colonial, en la zona<br />
de llanuras aledañas al puerto de<br />
Buenos Aires –posteriormente provincia<br />
del mismo nombre- la agricultura fue<br />
desarrollándose para satisfacer las<br />
necesidades primarias de la población,<br />
mientras que la principal actividad<br />
económica del ramo estaba relacionada<br />
con la comercialización del cuero<br />
que, en un comienzo, se obtenía del<br />
ganado cimarrón abundante en la zona.<br />
Posteriormente, nacen las fábricas de<br />
sebo y los saladeros.<br />
Mientras que se va apuntalando la<br />
vida en las nuevas tierras, importantes<br />
cambios acontecen en las décadas<br />
finales del siglo XVIII y principios del XIX.<br />
El 4 de julio de 1776, las Trece Colonias<br />
de América del Norte declararon su<br />
independencia del Reino de Gran Bretaña.<br />
En Francia, la toma de la Bastilla<br />
el 14 de julio de 1789 representó el inicio<br />
del fin de l’Ancien Régime, y los aires<br />
libertarios de la revolución francesa<br />
ponen en crisis la legitimidad dinástica<br />
europea. En España, a la muerte de<br />
Carlos III le sucede su hijo Carlos IV<br />
de Borbón (1748-1819), coronado el<br />
14 de diciembre de 1788, junto con su<br />
consorte María Luisa de Borbón-Parma.<br />
Difícil entorno para el nuevo soberano<br />
en una España amenazada por los<br />
aires revolucionarios que soplaban<br />
desde el país vecino donde, después<br />
Ana María Peppino Barale<br />
del Consulado y la Primera República,<br />
tomó el poder Napoleón Bonaparte<br />
(1769-1821) que se proclamó como<br />
Empereur des Français el 18 de mayo<br />
de 1804, dando inicio a las guerras<br />
expansionistas que le llevaron a la<br />
ocupación de la mayor parte de Europa<br />
incluido el territorio español donde, en<br />
1808, nombró rey a su hermano José.<br />
El 21 de octubre de 1805, la escuadra<br />
franco-española fue derrotada por<br />
la armada británica en la batalla de<br />
Trafalgar, al mando del vicealmirante<br />
Horatio Nelson, que pereció en la lucha.<br />
Los ingleses victoriosos se dispusieron<br />
a asestar otro golpe a la ya debilitada<br />
situación española, aplicando una<br />
estrategia indirecta; en lugar de atacar<br />
a la cabeza dirigió su potencia naval a<br />
un punto más débil: sus colonias. Las<br />
invasiones inglesas -1806 y 1807- sobre<br />
la capital del Virreinato del Río de la<br />
Plata, tuvieron un éxito momentáneo<br />
pues las fuerzas hispanocriollas con<br />
la ayuda decidida de la población<br />
lograron reconquistarla y con ello tomaron<br />
conciencia de su poder político<br />
pues habían logrado salvar a Buenos<br />
Aires sin ayuda de España ni de Perú.<br />
Situación que alienta a los grupos que<br />
sustentaban la idea de un cambio de<br />
sistema a ir concretando sus objetivos,<br />
siempre atentos a los acontecimientos<br />
españoles que se van sucediendo de<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 39
Historia<br />
tal manera que fortalecen los deseos<br />
separatista.<br />
En 1807, Fernando Príncipe de Asturias<br />
había encabezado una conspiración<br />
–frustrada- para destituir a su padre<br />
y a su primer ministro Manuel Godoy,<br />
azuzado por los sectores más tradicionales<br />
opuestos a las políticas reformistas<br />
y entreguista hacia Napoleón,<br />
impulsadas por Godoy, quien es<br />
apresado el 18 de marzo de 1808 en el<br />
Motín de Aranjuez -instigado por los<br />
nobles y los partidarios del Príncipe de<br />
Asturias-, por el cual Carlos IV abdicó<br />
en su hijo Fernando VII, “el deseado”. El<br />
apoyo popular hacia el nuevo soberano<br />
tendría un precio duro de digerir, teñido<br />
por la sangre derramada en las guerras<br />
de independencia americana y por un<br />
reinado que acabaría en la primera<br />
guerra carlista.<br />
La invasión francesa a España, el consiguiente<br />
sublevamiento del pueblo<br />
español y la caída de Sevilla con la<br />
disolución de la Junta Central, el 31 de<br />
enero de 1810, quiebran el equilibrio del<br />
sistema político del imperio español. Al<br />
conocerse la última noticia en Buenos<br />
Aires, se precipita la deposición del<br />
virrey Baltazar Hidalgo de Cisneros<br />
votada en el cabildo abierto del 22 de<br />
mayo; el día 25 se constituye la Primera<br />
Junta de gobierno criollo.<br />
40 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
El pueblo reunido frente al Cabildo y quiere saber de<br />
qué se trata.<br />
Fuente: http://mnr-ps.com.ar/contenido/efemerides/<br />
fotos/25_mayo_1810.jpg<br />
Seis años después, reunidos en en el<br />
Congreso de Tucumán, se declara la<br />
independencia de España que se firma el<br />
9 de julio de 1816. Los ideólogos criollos<br />
proponen la creación de una federación<br />
que reuniera las provincias argentinas<br />
organizadas en estados republicanos<br />
independientes, pero unidos por el<br />
vínculo nacional, siguiendo el modelo<br />
de los Estados Unidos de América. Para<br />
ello se propone reorganizar el estado<br />
nacional para avanzar hacia formas más<br />
maduras de vida institucional y cívica.<br />
Sin embargo, la tentativa de restaurar<br />
el estado central por obra de un nuevo<br />
Congreso Constituyente desata la<br />
violencia en torno a federales y unitarios.<br />
Se abre el periodo de las guerras civiles<br />
(1820-1852), época donde los caudillos<br />
surgen como jefes naturales de sus<br />
provincias y que entran a la historia<br />
como héroes o villanos. El 3 de febrero
de 1852, el general Justo José de Urquiza<br />
al frente del Ejército Grande vence en<br />
Ca<strong>ser</strong>os a Juan Manuel de Rosas, el<br />
todopoderoso gobernador de Buenos<br />
Aires. Finalizado el periodo de anarquía,<br />
se organiza la Confederación de la cual<br />
Urquiza es el Director Provisional que<br />
llama a la Convención Constituyente,<br />
misma que el 1° de mayo de 1853<br />
promulga la Constitución que rige hasta<br />
nuestros días -con siete reformas-; en su<br />
Preámbulo se asienta una frase (abajo<br />
en cursiva), que coloca a la República<br />
Argentina entre las primeras naciones<br />
que aprobaron una legislación inclinada<br />
claramente a favorecer la entrada de<br />
extranjeros:<br />
Nos, los representantes del pueblo<br />
de la Nación Argentina reunidos en<br />
Congreso General Constituyente por<br />
voluntad y elección de las provincias<br />
que la componen, en cumplimiento<br />
de pactos preexistentes, con<br />
el objeto de constituir la unión<br />
nacional, afianzar la justicia,<br />
consolidar la paz interior, proveer<br />
a la defensa común, promover<br />
el bienestar general, y asegurar<br />
los beneficios de la libertad para<br />
nosotros, para nuestra posteridad y<br />
para todos los hombres del mundo<br />
que quieran habitar en el suelo<br />
argentino; invocando la protección<br />
de Dios, fuente de toda razón y<br />
justicia: ordenamos, decretamos<br />
y establecemos esta Constitución<br />
para la Nación Argentina.<br />
Además, para que no quede duda<br />
de la decisión de apoyar la llegada<br />
de inmigrantes, el Artículo 25 señala<br />
que: “El Gobierno Federal fomentará<br />
la inmigración europea; y no podrá<br />
restringir, limitar ni gravar con impuesto<br />
alguno la entrada en el territorio<br />
argentino de los extranjeros que traigan<br />
por objeto labrar la tierra, mejorar las<br />
industrias, e introducir y enseñar las<br />
ciencias y las artes.” La reorganización<br />
del país y la expansión agrícola y<br />
ganadera requería de mano de obra, así<br />
que diversas empresas se ocuparon de<br />
promocionar en Europa, las ventajas<br />
que Argentina proporcionaba a los<br />
nuevos colonos que se sumarían a los<br />
criollos en la construcción de un sistema<br />
agrícolo-ganadero-exportador que, con<br />
diversos cambios de uso del suelo, ha<br />
llegado hasta hoy.<br />
La frontera<br />
Ana María Peppino Barale<br />
Para ampliar la ocupación territorial<br />
española y luego criolla del territorio, se<br />
requería extender la línea de frontera que<br />
las separaba de las tierras indómitas,<br />
recorridas por tribus autóctonas,<br />
nómadas, en busca de sustento. Se<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 41
Historia<br />
trataba de una frontera étnica entendida<br />
como “el espacio geográfico en el que<br />
un pueblo en movimiento entra en<br />
contacto con otro u otros de cultura muy<br />
diferente a la de aquel.” (González Coll,<br />
330) En el caso de la actual Argentina,<br />
este proceso histórico sobrepasó el<br />
periodo colonial y representó una lucha<br />
sangrienta entre los colonizadores y<br />
los habitantes originales. Asimismo,<br />
requirió de una negociación permanente<br />
entre unos y otros, que incluían no sólo<br />
los intercambios comerciales sino la<br />
posibilidad de conquistar el “desierto”.<br />
Lo que en verdad se quiere decir<br />
cuando se habla de desierto es<br />
que existe una zona en que aún<br />
se mueven los aborígenes, pero<br />
que nunca ha sido poblado por el<br />
hombre. El hombre, naturalmente,<br />
es el que va a poner la tierra al<br />
<strong>ser</strong>vicio de una cultura, que, para<br />
el caso, es la de la ganadería<br />
latifundista, con todas sus<br />
manifestaciones de conciencia<br />
social, incluida la formulación<br />
jurídica de la propiedad. (Vázquez-<br />
Rial, 43)<br />
Desde la primera década independiente,<br />
se fue ampliando la zona productiva<br />
que estaba sustentada en el uso<br />
extensivo de las tierras, y donde los<br />
42 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
“hacendados continuaron al expansión<br />
de sus establecimientos, en los que<br />
predominaba la extracción de cueros,<br />
sebo y carnes para el saladero”. (Valencia,<br />
15) Dicho trazo fronterizo entre<br />
una realidad y la otra, que llegaba<br />
apenas al río Salado, estaba defendido<br />
por fuertes 3 y fortines:<br />
[…] cada uno guarnecido por dos<br />
o tres veintenas de soldados o<br />
gauchos, armados con sables y<br />
carabinas, fortines situados a una<br />
distancia de cinco a diez leguas 4<br />
uno del otro. Moviéndose con<br />
rapidez, los indios podían devastar<br />
las estancias más alejadas,<br />
matando y haciendo cautivos,<br />
incendiando casas y reuniendo<br />
todo el ganado y los caballos que<br />
pudieran atrapar y luego retirarse<br />
al desierto con su botín evitando<br />
todo lo posible el encuentro con su<br />
enemigo pero luchando cuando eran<br />
alcanzados. (Hudson 1944,130)<br />
3 Construcciones rudimentarias caracterizadas<br />
por una empalizada y foso perimetrales que<br />
resguardaban el rancho de la oficialidad, la<br />
barraca de las tropas, un arsenal, celda, depósito<br />
de alimentos, establo, corral y una torre de vigía<br />
(mangrullo); el fortín era aún más precario y en<br />
ambos la vida era muy dura y rústica.<br />
4 Legua: según uso en Argentina aproximadamente<br />
10 kilómetros.
Ana María Peppino Barale<br />
Línea de fuertes y fortines. Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires<br />
“Dr. Ricardo Levene”, La Plata, Argentina<br />
Sin embargo, la vida en la frontera iba más allá del enfrentamiento físico entre nuevos<br />
pobladores e indígenas, una mirada interesada en interpretar las relaciones humanas<br />
en ese territorio en disputa lleva a reconocer que:<br />
La frontera no fue una línea trazada sobre el desierto, resultó mucho más<br />
que eso, fue un medio ambiente y un proceso, un espacio geográfico y una<br />
sociedad con sus propios tipos sociales y su propia trama de relaciones.<br />
Fue también, y por último, una cotidianidad y una forma de vida con rasgos<br />
peculiares. (Mayo, 85)<br />
Uno de esas peculiaridades es aportada por la presencia del ejército regular y los<br />
fuertes y fortines que se fueron abriendo como defensa contra los grandes malones<br />
que asolaban la zona.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 43
Historia<br />
El malón, Mauricio Rugendas<br />
La vida de estos soldados de frontera<br />
era tan o más precaria que la de otros<br />
sufridos pioneros, a la que se sumaba<br />
problemas de abastecimiento de<br />
armas y municiones, ni que decir de los<br />
uniformes y de las pagas que no sólo<br />
eran escasas sino muy esporádicas.<br />
Se conoce el nombre de los generales<br />
pero no el de los soldados a quienes<br />
se les ha englobado en un cómodo<br />
“desconocidos”; muchos de ellos fueron<br />
presa de su confianza que los llevaba<br />
a desobedecer las órdenes de no<br />
salir al campo desarmados, para no caer<br />
en la celada que los pacientes indios<br />
les tenían preparadas en las afueras.<br />
Soldados que no resistían la tentación<br />
de salir sin la estorbosa carabina a<br />
“bolear la gama o el avestruz” que se<br />
divisan “allí nomás”, a tiro del fortín,<br />
actividad que no era una diversión<br />
anodina sino que con frecuencia<br />
representaba la única ración de comida<br />
cuando fallaban las del proveedor,<br />
44 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
además que podían intercambiar las<br />
plumas de los avestruces por otros<br />
productos. La cacería también era un<br />
juego, una distracción, un rompimiento<br />
de la rutina y una exhibición de fuerza,<br />
destreza y bravura que permitía destacarse<br />
en el grupo y así ganar respeto. El<br />
Comandante Manuel Prado 5 da cuenta<br />
de anécdotas clarificadoras al respecto<br />
y rinde respeto a esos hombres que<br />
tan bien conoció cuando advierte<br />
que: “cada fortín en la pampa 6 tiene<br />
su historia de sangre; y el labrador, al<br />
romper con el arado aquella tierra,<br />
ignora que va removiendo las cenizas<br />
de una generación que conquistó el<br />
desierto”. (Prado 2005, 80)<br />
Fortín, representación actual<br />
http://www.taringa.net/posts/info/4817837/Vida-en-unfortin_.html<br />
5 Conocido como autor con el nombre de<br />
Comandante Manuel Prado, donde el grado militar<br />
se transformó en nombre propio para referirse a<br />
quien desde su pubertad entregó su vida al Ejército<br />
Argentino, su hogar, y así la trayectoria de ambos<br />
quedó unificada.<br />
6 Voz quechua que significa llanura sin árboles.
Si bien, Adolfo Alsina, gobernador de<br />
la provincia de Buenos Aires (1866-<br />
1868), había expresado que el plan para<br />
extender el latifundio ganadero buscaba<br />
poblar al desierto y no destruir al indio,<br />
la historia registra lo contrario e igual<br />
da cuenta de la inequidad en el reparto<br />
de las tierras públicas que claramente<br />
favorecieron a los terratenientes y<br />
compensaron con apenas 100 hectáreas<br />
de campo –sin acceso al agua-a los<br />
esforzados soldados, gauchos en su<br />
mayoría que fueron enrolados en levas<br />
forzadas, quienes vivieron años de<br />
privaciones y enfermedades para matar<br />
a indios tan desgraciados y despojados<br />
como ellos.<br />
Mucha suerte tendrían soldados y<br />
primeros pobladores, si podían contar<br />
en las cercanías con una pulpería para<br />
aprovisionarse y adonde intercambiar<br />
“cuero y lanas y sebo en vejigas, crin<br />
de caballo en bolsas y quesos de la<br />
zona”, por utensilios y víveres tales<br />
como: “cuchillos, espuelas, anillos para<br />
aperos, yerba mate y azúcar, tabaco,<br />
aceite de castor, sal y pimienta, y<br />
aceite y vinagre”; también ropa y “ollas<br />
de hierro, asadores, sillas de caña y<br />
ataúdes”. (Hudson 2007, 241) Toda esa<br />
mercancia era transportada en carretas<br />
arrastradas por bueyes, al respecto<br />
William Mac Cann anotó:<br />
A pesar Tropa de carretas de M.<br />
Rugendas de la buena calidad de<br />
la madera usada en ese tipo de<br />
Ana María Peppino Barale<br />
vehículos y de la solidez de su<br />
construcción, no duran más de<br />
dos años, debido a la tosquedad<br />
de los caminos y a la acción<br />
alterna del sol y la lluvia a que se<br />
ven incesantemente expuestas<br />
[cada carreta tiene] una capacidad<br />
de unos mil setecientos kilos,<br />
es arrastrada por seis bueyes y<br />
necesita, además, varias yuntas de<br />
recambio: la tropa por lo tanto, lleva<br />
numerosos bueyes para completar<br />
el viaje, y toda ella se encuentra<br />
bajo la dirección de unos 30<br />
carreteros. (Mac Cann, 170)<br />
Tropa de carretas de M. Rugendas<br />
En esa llanura que se perdía en el<br />
horizonte, los baqueanos dirigían<br />
caravanas y tropillas con imperturbable<br />
seguridad, guiándose por detalles<br />
que a ojos menos expertos pasaban<br />
desapercibidos, como una huella apenas<br />
grabada en la tierra reseca o un nido de<br />
hornero en la rama de un sauce.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 45
Historia<br />
De la misma manera, cada habitante,<br />
mujer u hombre, conocía bien la zona<br />
y se guiaba en sus andanzas cercanas<br />
a su vivienda sin dificultad, los viajeros<br />
menos conocederos del entorno<br />
geográfico llevaban señalamientos y<br />
recomendaciones de lugares precisos<br />
cuyos habitantes no sólo podrían<br />
orientarlos y darles noticias sobre sus<br />
intereses, sino que también podrían<br />
ofrecerles alojamiento y comida, en su<br />
caso recambio de caballada. Cuando se<br />
necesitaba internarse por la campaña<br />
era cuestión de no apartarse de las<br />
rastrilladas, tal como Lucio V. Mansilla<br />
lo recomendó después de definirlas:<br />
Una rastrillada, son los surcos<br />
paralelos y tortuosos que con sus<br />
constantes idas y venidas han<br />
dejado los indios en los campos.<br />
Estos surcos, parecidos a la huella<br />
que hace una carreta la primera<br />
vez que cruza por un terreno<br />
virgen, suelen <strong>ser</strong> profundos y<br />
constituyen un verdadero camino<br />
ancho y sólido. En plena Pampa,<br />
no hay más caminos. Apartarse de<br />
ellos un palmo, salirse de la senda,<br />
es muchas veces un peligro real;<br />
porque no es difícil que ahí mismo,<br />
al lado de la rastrillada, haya un<br />
guadal en el que se entierren caballo<br />
y jinete enteros. (Mansilla, t.1, IV)<br />
La línea de frontera se va ampliando<br />
más allá del límite original del río<br />
Salado, alrededor de los fortines como<br />
avanzadas militares fueron creciendo<br />
asentamientos humanos que devinieron<br />
46 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
pueblos y que se nutrieron con muchos<br />
de los inmigrantes dando lugar a lo que<br />
posteriormente se denominó “la pampa<br />
gringa”.<br />
Fundación de pueblos<br />
Entre esos fortines de la provincia de<br />
Buenos Aires que se fueron levantando<br />
por instrucciones de su gobernador,<br />
Juan Manuel de Rosas, el de Mulitas<br />
7 se encontraba a unos doscientos<br />
kilómetros al sudoeste de la ciudad<br />
puerto, en la orilla de la laguna del mismo<br />
nombre y fuera de la línea de frontera<br />
del río Salado. Ahí, el 8 de noviembre de<br />
1836 –se la reconoce posteriormente<br />
como fecha de la fundación-, el teniente<br />
coronel Juan Isidro Quesada 8 (1802-<br />
1876), ordenó a sus hombres cavar las<br />
zanjas para resguardar la caballada<br />
y construir los ranchos 9 necesarios.<br />
7 Se refiere al pequeño mamífero de la familia<br />
Dasypodidae –seguramente abundante en la<br />
zona-, que se caracteriza por tener una armadura<br />
formada por placas óseas cubiertas por escudos<br />
córneos que le sirve como protección; nombre más<br />
común de armadillo y según la especie, también<br />
tatú, quirquincho o peludo. Con el caparazón se<br />
construyen los charangos (instrumento musical).<br />
8 Participante de la lucha independentista, fue<br />
condecorado por el general José de San Martín en<br />
dos oportunidades por su destacada actuación en<br />
la toma de Lima y el asalto al Callao, en Perú.<br />
9 Característica vivienda humilde de campo, de<br />
paredes de adobe (paja y barro) y techo a dos<br />
aguas de paja atada con juncos.
Cerca de allí se había instalado también<br />
la toldería (campamento) de una tribu<br />
amiga de indios borogas. En 1847, se<br />
efectuó el traslado a dos mil metros de<br />
la laguna, a un terreno más elevado,<br />
seco y con mejor visión sobre la<br />
llanura circundante. Las instalaciones<br />
militares del cantón Mulitas, fueron<br />
rodeándose de pequeños solares que se<br />
distribuyeron entre los soldados y otros<br />
particulares. En 1853, el comandante<br />
militar del fortín en ese momento,<br />
sargento Rufino Victorica, propone al<br />
ministro de Guerra cambiar el nombre<br />
de Mulitas por el de Veinticinco de<br />
Mayo, recomendación aprobada por el<br />
ministro de Gobierno, Ireneo Portela, el<br />
29 de noviembre de ese año.<br />
Respondiendo a la solicitud elevada el<br />
13 de abril de 1855, por el juez de paz<br />
Antonio M. Islas para la fundación de la<br />
parroquia, se envió al padre Francisco<br />
Bibolini, de origen genovés, que el 26<br />
de agosto de ese año bendijo la capilla<br />
recién construida, bajo la advocación de<br />
Nuestra Señora del Rosario. El diligente<br />
párroco se transformó en héroe cuando<br />
enfrentó con total sangre fría al poderoso<br />
cacique Calfucurá10 , quien con dos mil<br />
10 De estirpe huilliche, Calfucurá nació en 1790 en<br />
la provincia chilena de Valdivia y en 1834 inició<br />
sus correrías por la región pampeana, al parecer<br />
solicitado por el gobernador Rosas para controlar a<br />
otros grupos de indios alzados. Su cruenta carrera<br />
se frenó al <strong>ser</strong> vencido en la batalla del fuerte San<br />
Carlos (hoy San Carlos de Bolívar), el 8 de marzo<br />
de 1972;<br />
Ana María Peppino Barale<br />
guerreros, estaba pronto para arrasar<br />
con el destacamento y la población<br />
aledaña, y ese 29 de octubre de 1859,<br />
militares y pobladores vieron con<br />
absoluto asombro como el araucano,<br />
sus mujeres, su séquito y el asturiano<br />
cautivo que sirvió de lenguaraz, entraban<br />
al pueblo acompañando al padre Bibolini<br />
para tratar con las autoridades locales<br />
las condiciones de su retiro. El tributo<br />
consistió “en un número considerable<br />
de carretas con víveres, algunas yeguas<br />
y cuarenta mil pesos, constantes y<br />
sonantes, que pertenecían al patrimonio<br />
del párroco.” (Otharán, 53)<br />
A pesar de sustos y descalabros continuos,<br />
no sólo por el ataque de los malones<br />
sino por las condiciones políticas de un<br />
país barrido por intereses caudillescos<br />
y guerras intestinas, la vida en el pueblo<br />
Veintinco de Mayo iba precisando su<br />
curso que corría paralelamente con<br />
la ocupación privada de las tierras<br />
públicas; dicha apropiación respondió<br />
a diversos ordenamientos y leyes, con<br />
los cuales los gobiernos posteriores<br />
a la caída de Rosas (1852), intentaron<br />
organizar la transferencia. 11 En 1865 las<br />
11 Históricamente es un proceso complicado que<br />
ha sido y es tema de muchos investigadores y<br />
especialistas, quienes dan cuentan del proceso<br />
de acaparamiento de las mejores tierras por<br />
unos pocos, ya sea vía adquisición, matrimonio,<br />
herencia o bajo prestanombres (generalmente de<br />
la misma familia natural o política), así se formaron<br />
las legendarias estancias de miles de hectáreas;<br />
actualmente muchos de los espléndidos cascos son<br />
paradores turísticos.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 47
Historia<br />
tierras públicas bonaerenses sumaban<br />
alrededor de 12 millones de hectáreas;<br />
por la ley de 1857 se implementó el<br />
sistema de arriendo público; en 1864,<br />
1867 y 1871 se aprobaron disposiciones<br />
legales para la venta de las tierras<br />
arrendadas. (Valencia, 98)<br />
Será con la batalla de San Carlos, el 8<br />
de marzo de 1872, donde se vence al<br />
poderoso cacique araucano Calfucurá<br />
quien muere en su toldería de Salinas<br />
Grandes12 el 4 de junio de 1873. Con<br />
ello se refuerza el avance de la frontera<br />
interna y la fundación de pueblos. La<br />
línea de fortines trazaba un rombo<br />
de 270 kilómetros de largo por 170<br />
de ancho de tierras despobladas por<br />
lo que se decidió fundar un pueblo<br />
aproximadamente en el centro del<br />
rombo, eligiéndose para tal fin el Fortín<br />
San Carlos cuyo mangrullo13 se había<br />
alzado en la pampa inhóspita junto a<br />
12Las Salinas Grandes tienen unas tres leguas de<br />
agua salada y se encuentran a unos diez o quince<br />
kms. de la ciudad pampeana de Macachin. Hacia<br />
el sur de las Salinas, Calfucura tenía el centro<br />
estratégico de su imperio; desde allí lanzaba sus<br />
invasiones hacia la Provincia de Buenos Aires y el<br />
acceso a sus tolderias era el Carhué, de ahí que<br />
en su testamento político y guerrero sentenció: “No<br />
entreguen jamás Carhué al Huinca”.<br />
13Mangrullo: atalaya rústica construida en las llanuras<br />
argentinas para ob<strong>ser</strong>var el acercamiento de indios<br />
y extraños, y así prepararse en caso de ataque;<br />
podrían alcanzar entre 10 y 15 metros, construido<br />
con troncos que sostenían una plataforma en la<br />
parte superior a la que se subía por una escalera<br />
de madera atada con tientos de caballo. Wikipedia.<br />
48 Tiempo y Escritura No.21 | Historia<br />
la laguna Pichi Carhué en 1850 (ver<br />
foto 7). Un decreto del gobernador de<br />
la provincia de Buenos Aires, Carlos<br />
Casares, autorizó la creación de una<br />
nueva población en la avanzada de la<br />
frontera hacia las Salinas Grandes el 26<br />
de octubre de 1877, con ello se inició la<br />
preparación de la caravana fundadora<br />
que partió de la localidad de Veinticino<br />
de Mayo y arribó el 3 de febrero de 1878<br />
al Fortín San Carlos, en cuya vecindad<br />
levantaron un campamento provisorio<br />
mientras se decidía la mejor ubicación<br />
del pueblo. Las exploraciones del<br />
agrimensor Rafael Hernández lo llevaron<br />
a ubicar los mojones que indicaban que el<br />
fortín y sus inmediaciones se asentaban<br />
en una propiedad privada, de ahí la<br />
búsqueda de un lugar en tierras fiscales.<br />
El paraje apropiado fue ubicado al sur<br />
de las lagunas Acollaradas 14 , decisión<br />
que se comunicó a las autoridades el<br />
2 de marzo de 1878 fecha que se toma<br />
como correspondiente a la fundación<br />
del pueblo cuyo nombre asocia el San<br />
Carlos ya en uso en la zona por una vieja<br />
14 Se refiere a la disposición encadenada de las<br />
lagunas originales, la denominación fue registrada<br />
por primera vez en un informe del sargento mayor<br />
don Federico L. Melchert al Ministro de Guerra,<br />
don Martín de Gainza, en 1873, para designar a<br />
“Siete cañadas sin nombre y ojos de agua dulce...”.<br />
El paraje era ya conocido porque las milicias<br />
realizaban una parada de descanso cuando se<br />
desplazaban siguiendo la rastrillada que llevaba a<br />
las Salinas Grandes. actualmente sólo queda una<br />
que es la mayor atracción del Parque Municipal de<br />
Bolívar “Las Acollaradas”.
tradición y con el del Libertador Simón<br />
Bolívar. Con respecto al origen del<br />
nombre Bolívar, una versión publicada<br />
en el diario porteño “La Prensa” del 18<br />
de agosto de 1985 por el Arquitecto<br />
Carlos Zemborain, indica que dicho<br />
nombre se debe a un pedido que el<br />
Dr. Rafael Herrera Vegas15 hiciera ante<br />
autoridades competentes en memoria<br />
de su esposa emparentada con el<br />
libertador venezolano Simón Bolívar.<br />
Desde la ciudad de Buenos Aires<br />
hasta los territorios recientemente<br />
distribuidos y poblados, se llevaba<br />
cinco días de viaje siempre y cuando<br />
las lluvias no desbordaran los arroyos<br />
y dificultaran el paso de las pesadas<br />
carretas, también había que tomar<br />
en cuenta los posibles ataques de<br />
malones o asaltantes quienes robaban<br />
la carga de las carretas y bienes de los<br />
viajeros. (Otharán, 30) Sin embargo,<br />
esas penurias no arredraban a los<br />
numerosos inmigrantes que llegaban<br />
en busca de nuevas oportunidades de<br />
trabajo, muchos de ellos atraídos por<br />
la publicidad con que se ofertaba “la<br />
América” en Europa.<br />
La historia de la humanidad registra<br />
periódicas olas migrantes internas y<br />
externas; entre las primeras se cuenta<br />
el desplazamiento de los campesinos a<br />
15 Eminente médico nacido en Caracas en 1834, llegó<br />
a la Argentina en 1870 (falleció en Paraguay en<br />
1910). Adquirió tierras en el lindero de los partidos<br />
de Olavarría y Bolívar. Fue médico personal de<br />
varios presidentes de la nación.<br />
Ana María Peppino Barale<br />
las ciudades como recurso para superar<br />
su pobreza y los traslados entre regiones<br />
de un mismo país para realizar trabajos<br />
agrícolas temporales. El movimiento<br />
poblacional de Europa a América se fue<br />
acrecentando incentivado por la promesa<br />
de acceso a la tierra, muchos eran<br />
campesinos y querían seguir siéndolo;<br />
otros eran duchos en oficios diversos,<br />
todos muy necesarios en naciones en<br />
construcción; algunos se dedicarían<br />
al comercio y luego invertirían sus<br />
ganancias en la compra de tierras. La<br />
sociedad de aluvión estaba en marcha<br />
y mucho de su riqueza provendrá de los<br />
frutos de esa tierra que fue ocupada en<br />
gran número por familias que llegaron<br />
con la esperanza de iniciar una vida<br />
mejor que la que dejaron atrás.<br />
-o0o-<br />
El anterior compendio de casi tres siglos<br />
ha intentado trazar la ruta de<br />
apropiación de la tierra conquistada y<br />
colonizada en una parte de la pampa<br />
húmeda argentina. Toda reducción deja<br />
necesariamente fuera circunstancias,<br />
personajes, venires y devenires que<br />
constituyen la historia de los pueblos;<br />
sin embargo, <strong>ser</strong>á cumplido el<br />
compromiso si este escrito sirve de<br />
acicate para continuar la indagación<br />
sobre la formación de las naciones<br />
americanas hermanas por la lengua<br />
y complementadas en la diversidad<br />
cultural particular.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Historia 49
Historia<br />
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Lledó, Eulàlia. Sor Juana Inés de la Cruz.<br />
La hiperbólica fineza. Barcelona, Laertes,<br />
2008. 129 pp.<br />
El Instituto de la Mujer de España,<br />
publicó en 2004 De mujeres y<br />
diccionarios. Evolución de lo femenino<br />
en la 22ª edición del DRAE.<br />
Eulàlia Lledó Cunill (Barcelona, 1952), la<br />
autora de la obra que aquí se reseña,<br />
fue la coordinadora. En 1999, participó<br />
en Lo femenino y lo masculino en el<br />
Diccionario de la Lengua de la Real<br />
Academia Española. Doctora en filología<br />
románica por la Universidad de<br />
Barcelona y feminista, analiza el discurso<br />
educativo, académico, periodístico,<br />
deportivo y un largo etcétera, para detectar<br />
y exponer los sesgos sexistas y<br />
androcéntricos tanto en la literatura<br />
como en la lengua; libros y ensayos<br />
dan cuenta de su quehacer contínuo en<br />
este sentido. Comparte ese afán con<br />
excursiones en el campo literario que,<br />
según sus propias palabras, la llenan de<br />
alegría y bienestar.<br />
En esta ocasión, Lledó construye una<br />
introducción a la afamada réplica que<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
Sor Juana Inés de la Cruz dirigió al<br />
obispo de Puebla, Manuel Fernández<br />
de Santa Cruz, bajo el nombre de:<br />
“Respuesta de la poetisa a la muy Ilustre<br />
sor Filotea de la Cruz”. El obispo recurrió<br />
al seudónimo para solicitar a la monja<br />
que renunciara a continuar con su vida<br />
y escritura más apegadas a lo profano<br />
para rendir mayor culto de palabra<br />
y obra a lo religioso. Ella, que desde<br />
pequeña demostró una inteligencia,<br />
memoria y comprensión inusual,<br />
contestó en páginas cuyo contenido ha<br />
trascendido el tiempo por la importancia<br />
de sus conceptos que suenan hoy día,<br />
avanzada la primera década del siglo<br />
XXI, como extremadamente actuales<br />
particularmente por lo que se refiere<br />
a los derechos de las mujeres para<br />
acceder a la cultura y para desarrollar y<br />
expresar sus propios puntos de vista.<br />
Lledó aclara que la editorial Laertes ya<br />
había publicado en 1979 este celebrado<br />
documento, ahora esta nueva edición<br />
cuenta con su aportación que presenta<br />
amenamente los datos biográficos de la<br />
monja jerónima que tienen como fuente<br />
lo expresado por el jesuita Diego Calleja<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 51
Reseña<br />
en el preliminar “Aprobación”, al tercer<br />
tomo de las obras de Sor Juana, Fama<br />
y obras póstumas del fénix de México<br />
(1700).<br />
Pero Lladó no se limita a precisar fechas,<br />
nombres y circunstancias referidas a<br />
Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana<br />
(1651-1695), sino que resalta el hecho<br />
de que la extraordinaria poetisa (así,<br />
en femenino) en lengua castellana no<br />
estaba sola en su lucha por conquistar su<br />
espacio de libertad para pensar, actuar y<br />
escribir. Esta insigne ancestra de todas<br />
las mujeres presentes, hubo de sufrir el<br />
cerco de la intolerancia y la supremacía<br />
religiosa a la que estaba atada por sus<br />
votos. Trayecto ignominioso que sufrió<br />
igualmente la otra religiosa célebre:<br />
52 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />
Teresa de Ávila (1515-1582). De ningún<br />
modo fueron únicas, tal la lista que Sor<br />
Juana enumera en el apartado tercero de<br />
su respuesta, que da cuenta de mujeres<br />
sobresalientes que su ojo femenino<br />
ubica con presteza en las páginas de<br />
la Biblia y otros escritos religiosos o<br />
civiles.<br />
Por su parte Eulàlia Lladó, hace<br />
hincapié en la similitud entre Sor Juana<br />
y europeas reconocidas por su defensa<br />
de las mujeres -tradición iniciada en<br />
el medioevo-, tales como Christine de<br />
Pizan (1365-1431), Isabel de Villena (1430-<br />
1490) y María de Zayas y Sotomayor<br />
(1590-1961/1969). Con respecto a esta<br />
última, da cuenta de las coincidencias<br />
que ha ob<strong>ser</strong>vado entre sus escritos con<br />
los posteriores de Juana Inés, lo que<br />
demuestra que ambas coincidían en el<br />
punto desde donde analizan y opinan<br />
sobre las relaciones entre mujeres y<br />
hombres.<br />
De la misma manera, acentúa su<br />
diferencia con la apreciación común<br />
de que la prueba del feminismo de la<br />
llamada décima musa, está concentrada<br />
en las redondillas cuyo primer verso le<br />
da el nombre: “Hombres necios que<br />
acusáis”; en contrario, indica que tal<br />
feminismo constituye el hilo subyacente<br />
en toda la trama de su obra, tal como<br />
se comprueba en un género en que<br />
también fue exponente destacada<br />
y “aparentemente tan alejado de<br />
cualquier veleidad feminista como
puedes <strong>ser</strong>, por ejemplo, sus juegos<br />
de villancicos”, en los cuales “exalta el<br />
saber en las mujeres, su capacidad y<br />
libertad intelectual”. (p.54)<br />
Nunca <strong>ser</strong>á suficientemente expuesta<br />
la obra de esta mexicana universal,<br />
de ahí que este producto de Laertes<br />
tiene la virtud de su sencillez, de su<br />
brevedad, cualidades que aumentan<br />
la posibilidad de <strong>ser</strong> recomendada<br />
para estudiantes preuniversiarios y<br />
otros interesados en una figura que<br />
es considerada mayoritariamente<br />
como tema especializado del campo<br />
académico y de las letras cuyo<br />
resultados son divulgados en extensos<br />
tratados o en publicaciones indexadas,<br />
igualmente objeto de investigaciones<br />
doctorales, situaciones todas que<br />
marcan una frontera de contención<br />
o línea divisoria con públicos menos<br />
expertos. La presentación de Lledó<br />
está redactada en lenguaje claro y<br />
preciso que nos acercan a una Sor<br />
Juana, digamos, terrenal. Sucede que<br />
dicho acercamiento permite brincar el<br />
cerco que parece haberse construido<br />
ex profeso en torno a la figura de esa<br />
mujer emblemática, dificultando el<br />
acceso a sus escritos para un público<br />
lector no especializado. Bienvenida<br />
esta oportunidad de establecer un<br />
contacto más cercano con alguien que<br />
con humildad reconoció que:<br />
Ana María Peppino Barale<br />
[…] desde que me rayó la primera<br />
luz de la razón, fue tan vehemente y<br />
poderosa la inclinación a las letras,<br />
que ni ajenas represiones -que he<br />
tenido muchas-, ni propias reflejas<br />
–que he hecho no pocas-, han<br />
bastado a que deje de seguir este<br />
natural impulso que Dios puso en mí<br />
[…] (p.72)<br />
La lectura de la Respuesta de la poetisa<br />
a la muy ilustre sor Filotea de la Cruz,<br />
da luz sobre la personalidad insumisa<br />
de una mujer en un mundo colonial que<br />
establecía normas y comportamientos<br />
precisos y androcéntricos. Viene al<br />
caso recordar que Octavio Paz (1914-<br />
1998, premio Nobel de Literatura 1990)<br />
en su esclarecedor libro, Sor Juana Inés<br />
de la Cruz o las trampas de la fe (1982),<br />
señala que “ […] toda su vida estuvo<br />
movida por la voluntad de penetrar en el<br />
mundo del saber: un mundo masculino.”<br />
Un mundo que la empujó a escoger<br />
entre dos caminos: el matrimonio o el<br />
convento. Escogió el último.<br />
Para apoyar el sentido didáctico de esta<br />
propuesta editorial, se concluye con<br />
una “Propuesta de lectura”; sus trece<br />
puntos encaminan a la lectora o lector<br />
hacia ciertos aspectos significativos de<br />
la Respuesta y con ello dan pauta para<br />
nuevas lecturas, porque cierto es que<br />
el contenido se presta para múltiples<br />
niveles de significación.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 53
Reseña<br />
54 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />
Do m i n g o 18 D e f e b re ro D e 1855.<br />
gr a n f u n c i ó n e x t ra o rD i n a r i a a b e n e f i c i o D e l a a c t r i z<br />
Do ñ a Ju l i a n a Siliceo.<br />
Qu i e n l a D e D i c a c o n m a y o r p l a c e r a l p ú b l i c o Q u e re t a n o.<br />
Dr. Alejandro Ortiz Bullé Goyri 1<br />
pe n ú l t i m a D e l a p re S e n t e t e m p o r a D a<br />
aL g u n o s C o m e n t a r i o s a p r o p ó s i t o<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
Don Enrique de Olavaria y Ferrari,<br />
en su Reseña histórica del<br />
teatro en México no refiere nada<br />
en particular a propósito de esta “Gran<br />
función extraordinaria” a beneficio de<br />
la actriz Juliana Siliceo. De hecho no<br />
da muchas referencias a la vida teatral<br />
queretana, pues sus enfoques están<br />
puestos, como es de esperarse, a la<br />
vida teatral en la Ciudad de México.<br />
Sin embargo, cabe hacer notar que<br />
algunos de los nombres que se citan<br />
en el documento con toda seguridad<br />
formaban parte de la vida artística teatral<br />
y filarmónica del México decimonónico;<br />
tal es el caso del maestro Manzano que<br />
pudo haber sido el reconocido violinista<br />
Pedro Manzano metido a director de<br />
escena. No obstante Trueba Urbina nos<br />
habla del maestro José Manzano que<br />
en 1855 había organizado una sociedad<br />
dramática “cuyo afán de superación<br />
no tenía más objeto que satisfacer al<br />
público, (Trueba Urbina 1954, 56-57).
En cambio el autor del drama que habría<br />
de representarse, Francisco González<br />
Elipe, no parece haber tenido mucha<br />
presencia en los escenarios citadino;<br />
ni él ni su obra Querer como no es<br />
costumbre.<br />
Interesante resulta el nombre de Juliana<br />
Siliceo, la primera actriz que estrenará<br />
la obra en el Teatro Iturbide de la<br />
Ciudad de Querétaro; la cual tampoco<br />
aparece, ciertamente en los elencos<br />
de la capital, pero por su apellido tan<br />
singular no queda sino emparentarla<br />
con algún otro Siliceo famoso, que<br />
pudiera formar parte de esa vida<br />
artística decimonónica. Don Manuel<br />
Siliceo fue nada menos que el director<br />
fundador de la sociedad Filarmónica y<br />
solamente podemos expresar nuestra<br />
duda: ¿A la actriz Juliana Siliceo le unió<br />
algún parentesco con este interesante<br />
personaje? (Olavarría y Ferrari 1961,<br />
660, 713, 1132, 1264, 3074).<br />
Pero también cabe la posibilidad –y puede<br />
que sea grande- que tanto la primera<br />
actriz, como el elenco, el director de<br />
orquesta y el autor dramático, todos en<br />
su conjunto, podrían <strong>ser</strong> locales y por<br />
lo tanto su vida artística haya estado<br />
circunscrita al ambiente queretano o del<br />
Bajío, sin tener necesariamente relación<br />
con la vida artística de la capital. Muchos<br />
circuitos teatrales y artísticos durante la<br />
colonia, el México independiente y parte<br />
del siglo XX, se localizaban en regiones<br />
particulares de la República, con cierta<br />
autonomía y sin la dependencia con la<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
Ciudad de México como pudiéramos<br />
esperar.<br />
En el documento en cuestión la<br />
primera actriz Juliana Siliceo nos dice<br />
textualmente que:<br />
La deferencia me ha abrumado<br />
condecorándome con el laurel del<br />
artista, a mí que tímida y falta de<br />
capacidad he logrado <strong>ser</strong> acogida<br />
benignamente, dispensándome<br />
las consideraciones más grandes<br />
y supliendo con su benevolencia<br />
mi escaso mérito (…) Hoy que es<br />
el día consagrado a mi beneficio<br />
he vacilado en la elección de un<br />
espectáculo digno de la ilustración<br />
y cultura de los bondadosos<br />
habitantes de este suelo, a quienes<br />
por la segunda vez tengo la<br />
satisfacción de dirigir mis pobre<br />
conceptos(f.2 r.).<br />
De manera que así nos enteramos que<br />
esta actriz, por la extrema humildad con<br />
que se expresa, no parece haber sido una<br />
luminaria en la escena nacional y que<br />
es la segunda ocasión que se presenta<br />
en ese foro. Suponemos que se trata<br />
del Teatro Iturbide. Pero se trata, nada<br />
menos que de una función “a beneficio”;<br />
es decir de una representación especial,<br />
en donde la primera actriz echará mano<br />
de lo mejor de su repertorio para lucirse<br />
ante su público y ganarse así no sólo<br />
sus favores sino también ganancias<br />
económicas en efectivo y en especie.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 55
Teatro Iturbide<br />
Reseña<br />
El Teatro de la República, conocido<br />
originalmente como Teatro Iturbide, nos<br />
dice Alberto Trueba Urbina que para el<br />
siglo XIX se trataba de un teatro “ hermoso<br />
y elegante, extraordinariamente<br />
vistoso, digno de la cultura de la sociedad<br />
queretana” (Trueba Urbina 1954, 31).<br />
Fue concluida su edificación, después<br />
de difíciles trances económicos en el<br />
año de 1852, después de siete años<br />
de haber iniciado su construcción. Su<br />
gran noche de inauguración fue el dos<br />
de mayo de 1852 a las ocho y media de<br />
la noche. Se compuso para la ocasión<br />
una obertura titulada “Iturbide” y su<br />
interpretación corrió a cargo del propio<br />
compositor, el maestro don Bonifacio<br />
Sánchez y una orquesta. La primera<br />
representación dramática resultó <strong>ser</strong><br />
una obra titulada Por dinero baila el<br />
perro y por pan si lo dan, que quizá<br />
tenía- por el título algunas alusiones<br />
de actualidad que ignoramos en concreto.<br />
Aunque sí sabemos que su<br />
escenificación corrió a cargo de la<br />
compañía del Señor Castelán, con no<br />
muy buenos resultados al parecer,<br />
como nos lo hace saber Trueba Urbina<br />
(p. 48).<br />
Quizá uno de los momentos más interesantes<br />
en esos primeros años de vida<br />
del Coliseo queretano, fue la noche<br />
del 15 de septiembre de 1854 en que<br />
56 Tiempo y Escritura No.21 | Reseña<br />
por primera vez se entonó el Himno<br />
Nacional Mexicano y para lo cual se<br />
escenificó una alegoría de las Naciones<br />
interpretada por jovencitas, cada una<br />
de ellas representando a alguna nación<br />
extranjera y que se prosternaban<br />
ante la señorita que representaba a<br />
Malinche, que idealizaba, por supuesto,<br />
a la pujante y joven patria mexicana,<br />
mientras la orquesta dirigida por el<br />
maestro Sánchez tocaba el Himno<br />
Nacional que las jovencitas entonaron<br />
por su parte a coro (Trueba Urbina 1954,<br />
52-55).<br />
En fin, curioso resulta este documento<br />
en donde se nos da testimonio de la<br />
vida teatral de uno de los escenarios<br />
más importantes en la historia nacional<br />
y emblemático de la Ciudad de<br />
Querétaro.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
AYALA Y ECHAVARRI, RAFAEL<br />
1949 Bibliografía histórica y geográfica<br />
de Querétaro. México, Secretaría de<br />
Relaciones Exteriores.<br />
GARCÍA UGARTE, MARTA EUGENIA<br />
1999 Breve historia de Querétaro. México,<br />
FCE./ El Colegio de México.<br />
OLAVARRÍA Y FERRARI, ENRIQUE DE<br />
1961 Reseña histórica del teatro en México.<br />
Vols. I y II, México, Porrúa.
RIVERA REYNALDOS, LISSETTE<br />
Y MARTÍN PÉREZ ACEVEDO<br />
(COORDS.)<br />
1998 Querétaro, interpretaciones de<br />
su historia, cinco ensayos. Morelia,<br />
Universidad Michoacana de San<br />
Nicolás de Hidalgo, Instituto de<br />
Investigaciones Históricas.<br />
RIVERA, M. LUIS<br />
1890 Galería de queretanos ilustres y<br />
distinguidos, Bosquejos biográficos.<br />
Querétaro, Imp. de Luciano Frías y<br />
Soto.<br />
TRUEBA URBINA, ALBERTO<br />
1954 El Teatro de la República, México,<br />
Ediciones Botas.<br />
ENCISO, CENOBIO I.<br />
Alejandro Ortiz Bullé Goyri<br />
1890-1893 Apuntes de viaje por Cenobio I.<br />
Enciso. Guadalajara, Edición del autor.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Reseña 57
Teatro<br />
si n s a b o r e s e n L a C o C i n a d e<br />
el Dr a g ó n D o r a D o<br />
Dr. Antonio Marquet Montiel 1<br />
… vivimos en una sociedad y sabemos y<br />
entendemos muchas cosas uno de otros,<br />
pero no podemos, no queremos o no<br />
sabemos hacer nada.<br />
Daniel Giménez Cacho 2<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
El interés del Dr. Antonio Marquet, profesor en el<br />
Departamento de Humanidades de la <strong>UAM</strong>, Azc.,<br />
por el teatro se refleja en su más reciente libro El<br />
coloquio de las perras (<strong>UAM</strong>, Azc., 2010) y en notas<br />
que ha publicado en su blog http://mesterdejoteria.<br />
blogspot.com/ tales como “Don Giovanni, un<br />
héroe de la libertad” (http://mesterdejoteria.<br />
blogspot.com/2011/10/don-giovanni-un-heroede-la-libertad.html);<br />
“Rapsodia Buguemia en la<br />
apertura del FIDS2011” (http://mesterdejoteria.<br />
blogspot.com/2011/06/rapsodia-buguemia-en-fids.<br />
html ); “Una sirena llamada Marco Polo”, http://<br />
mesterdejoteria.blogspot.com/2007/08/una-sirenallamada-marco-polo.html<br />
2 Carlos Paul, entrevista a Daniel Giménez Cacho:<br />
“Estamos acostumbrados a vivir y convivir con la<br />
desgracia ajena”, en La Jornada, 22 de agosto de<br />
2011, http://www.jornada.unam.mx/2011/08/22/<br />
cultura/a08n1cul (consultada el 22 de septiembre<br />
de 2011).<br />
58 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
El Dragón dorado que Por Piedad<br />
Teatro Producciones 3 presentó en<br />
el Teatro Santa Catarina es una obra<br />
perturbadora. Desarticulado el sistema<br />
de género (los actores hacen diferentes<br />
papeles, sin importar la concordancia<br />
genérica), trastocado el dispositivo culinario;<br />
en medio del derrumbe sujetivo,<br />
las acciones se precipitan en el terreno<br />
de la devastación.<br />
La pieza de Roland Schimmelpfennig<br />
(Gotinga, 1967) se estructura en torno<br />
a una interrogante: ¿Qué es el sujeto<br />
en situación de urgencia? Nada. La<br />
misma pregunta y su respuesta marcan<br />
el cambio de estatuto del sujeto en<br />
objeto. En un contexto semejante, el<br />
3 Javier Pérez describe la trayectoria de la compañía:<br />
“En poco más de una década, la compañía ha<br />
montado obras como Interiores, de Woody Allen;<br />
Gracia y gloria, de Tom Ziegler; Fotografías<br />
explícitas, de Mark Ravenhill, y, desde luego, el<br />
hasta entonces inédito trabajo de Sarah Kane con<br />
tres obras: Devastados, Ansia y Psicosis 4:48;<br />
además de Los baños, del irlandés Paul Walker,<br />
e Interpretando a la víctima, de los hermanos<br />
Vladimir y Oleg Presnyakov.” En http://forofoco.<br />
blogspot.com/2011/09/teatro-resena-el-dragondorado.html<br />
(consultada el 1 de octubre de 2011)
ostro humano se desvanece con una<br />
inmediatez inquietante; los nombres de<br />
los personajes desaparecen (hecho que<br />
les ofrecería asidero simbólico); 4 los<br />
gestos adquieren un carácter grotesco;<br />
4 Alegría Martínez señala que “…nadie es llamado<br />
por su nombre sino por su oficio y gentilicio, como<br />
“cocinero asiático”, o por su apariencia externa: “mujer<br />
vieja”; o por su vestimenta: “hombre con camisa de<br />
rayas”; su desarrollo: “Barbie-Fucker”; o su actual<br />
estado: “muchacho asiático con dolor de muelas”.”<br />
Cf. “Vértigo cotidiano”, en Milenio, 10 de septiembre<br />
de 2011 http://impreso.milenio.com/node/9023943<br />
(consultada el 21 de septiembre de 2011)<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
la violencia se ensaña entre las coordenadas<br />
de la vejación y la muerte.<br />
Confrontados ante el insomnio, la<br />
borrachera, la hemorragia, el pasmo, la<br />
herida narcisista, la bestialidad humana,<br />
en las inmediaciones de “El Dragón<br />
dorado”, se vuelve imposible para los<br />
personajes dar un borrón y abrir cuenta<br />
nueva. Cualquier decisión bascula hacia<br />
una situación irreconciliable; los<br />
acontecimientos adquieren un giro final<br />
mientras la mayoría de los personajes<br />
se vuelve criminal; el resto es víctima o<br />
es rechazado. ¿Cómo sacudir el estupor<br />
del auditorio, resto de la farsa siniestra?<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 59
Teatro<br />
Galardonado con el Münheim Drama<br />
Prize de 2010 (habría que señalar que la<br />
austriaca Elfriede Jelinek fue finalista),<br />
El Dragón dorado no explora situaciones<br />
de emergencia nacional, catástrofes<br />
naturales, sacudimientos económicos,<br />
atentados terroristas, tiroteos, fuegos<br />
cruzados, allanamientos, escándalos<br />
políticos, hechos que han proliferado<br />
a lo largo y ancho de México y el<br />
mundo. Lo más inquietante es que<br />
Schimmelpfennig ha optado por explorar<br />
situaciones cotidianas, que se<br />
producen en el más cercano entorno;<br />
hechos que de alguna manera han<br />
sucedido a los espectadores (aunque en<br />
un marco diferente). Lo hace desde dos<br />
perspectivas. En primer lugar, desde un<br />
dolor de muelas 5 que basta y sobra para<br />
desarticular a un sujeto que, por <strong>ser</strong><br />
emigrante sin papeles, carece de acceso<br />
a la seguridad social. Si la carga de<br />
desventajas que lo marginan es pesada,<br />
la agudeza del dolor no lo deja en paz.<br />
Está en el grito y pone en el grito a sus<br />
compañeros de trabajo que de por sí ya<br />
están estresados por las comandas del<br />
restaurant de comida chino-vietnamitathai<br />
donde se instala una pesada<br />
5 “La muela está picada, negra, casi podrida, dirán<br />
los personajes.” Señala Alejandro Flores, “El<br />
Dragón dorado, la existencia en paralelo”, en El<br />
Economista, 8 de septiembre de 2011. http://<br />
eleconomista.com.mx/entretenimiento/2011/09/08/<br />
dragon-dorado-existencia-paralelo (consultada el<br />
22 de septiembre de 2011)<br />
60 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
atmósfera de premura intramitable<br />
que no deja lugar a la prudencia. 6 Lo<br />
apremiante hace metástasis, exige<br />
decisiones, acciones inmediatas. Las<br />
soluciones aportadas no hacen sino<br />
agravar la situación inicial: Tras extirpar<br />
salvajemente la muela ¿qué hacer frente<br />
a una hemorragia que no cede? Tras<br />
haberse desangrado el sin nombre ¿qué<br />
hacer para librarse del cadáver? Desde<br />
otro punto de vista, el dolor molar vino<br />
a dar al traste con el sistema de deudas<br />
contraídas impidiendo pagar al tío los<br />
gastos de un viaje largo y aventurado;<br />
con el proyecto de encontrar a una<br />
hermana que había emprendido antes<br />
el viaje migratorio…<br />
Desde la segunda perspectiva: ¿qué<br />
hacer frente al sin techo que pide<br />
ayuda? ¿Qué hacer frente a la violencia<br />
sexual? ¿Qué hacer en la escena de<br />
un crimen que se hubiera evitado de<br />
no <strong>ser</strong> por la lógica acumuladora del<br />
capitalismo? Pronto se entra en una<br />
espiral de agravantes; el crescendo<br />
ominoso se acelera hasta el vértigo; la<br />
6 Bruno Bert caracteriza el escenario como: “El<br />
espacio de la narración es la barra de un restaurante<br />
“thai/chino/vietnamita”, que está rodeada por el<br />
público a muy escasa distancia de los actores. Esta<br />
ubicación rectangular, que provoca un hacinamiento<br />
de cocineros y ayudantes en un frenético moverse<br />
produciendo plato tras plato, parece una acertada<br />
idea del propio grupo…”, Tiempo libre http://www.<br />
tiempolibre.com.mx/2011/09/30/el-dragon-dorado-2/<br />
(30 de sept. de 2011)
caída subjetiva se precipita como si se<br />
hubiera producido en un tobogán sin<br />
asidero ni fin. A la incapacidad sujetiva,<br />
se agrega la violencia… ante tal trenzado<br />
de circunstancias abrumadoras, hay<br />
que deslindarse inmediatamente;<br />
arrojar al río los rastros, los restos<br />
siniestros, como único expediente ante<br />
la imposibilidad de responder, asumir,<br />
tramitar. A la necesidad urgente, al<br />
permanente estar entre la espada y la<br />
pared, había que sumar el imperativo<br />
de drenar… como si nada hubiera<br />
pasado; como si fuera posible que no<br />
quedara huella, culpa, responsabilidad,<br />
depresión, horror.<br />
En efecto, como correlato de este<br />
universo sacudido, aparece la fábula<br />
de la cigarra veraniega y la infatigable<br />
hormiga. Es decir, a la llaga incicatrizable<br />
del apremio hay que añadir la crueldad,<br />
la ausencia de mi<strong>ser</strong>icordia, la moral<br />
del ahorro (de hecho, lo que se ahorra<br />
es la solidaridad). En la posmodernidad,<br />
la muerte de la cigarra a la intemperie<br />
no es inmediata: primero <strong>ser</strong>á violada,<br />
prostituida, después le romperán una<br />
antena, luego <strong>ser</strong>á minuciosamente<br />
sadizada, humillada de mil formas:<br />
¿para qué deshacerse de quien puede<br />
fungir como vertedero de frustraciones<br />
individuales? No hay que escatimar<br />
en nada: la cigarra ha sido rentada<br />
(los excluidos del bienestar y de la<br />
buena fama, representan atractivos<br />
rendimientos para quien, ejército de<br />
hormiguitas, los sabe explotar).<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
La muerte a la intemperie, (la hormiga<br />
la manda a bailar en invierno cuando la<br />
cigarra le confiesa que cantaba a todo el<br />
que se presentara en verano) imaginada<br />
por La Fontaine (de hecho es la primera<br />
fábula del primer libro de sus fábulas:<br />
es la fábula madre), es demasiado poca<br />
cosa; suena ahora a caridad cristiana,<br />
a samaritanismo Ancien Regime. Este<br />
emblema del sujeto que ha pecado contra<br />
las reglas del buen capitalismo, es decir,<br />
la cigarra, queda estigmatizada por el<br />
imperdonable crimen de cantar. Por lo<br />
tanto, le puede, le debe, pasar cualquier<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 61
Teatro<br />
cosa, que ya no se producirá en el marco<br />
del castigo ejemplarizante (¡a quién le<br />
importa aprender nada!): la cigarra <strong>ser</strong>á<br />
atrapada en redes de explotación que<br />
surgen con una espontaneidad fuera<br />
de toda imaginación; se transforma<br />
inmediatamente en objeto antes de<br />
<strong>ser</strong> torturada y descuartizada, hasta<br />
quedar irreconocible. Y sin embargo,<br />
no es objeto de horror ante un sujeto<br />
en estado de shock que ha decidido<br />
tramitar todo por medio del registro<br />
de la farsa cruel. La cigarra, alquilada<br />
por la hormiga que le da techo, se ha<br />
metamorfoseado en Chivo expiatorio.<br />
En el siglo de las luces, la muerte del<br />
desviante era inmediata, lógica, <strong>ser</strong>vía<br />
para extraer una enseñanza moral, todo<br />
para educar a la niñez en la crueldad<br />
mundana. También se exploraba en<br />
el mal del otro, en el marco de una<br />
reflexión filosófica: Quemado el castillo<br />
de Thunder-ten-tronckh, muerta la<br />
familia real y con rostro desfigurado,<br />
la princesa Cunegunda en el Candide<br />
de Voltaire era violada colectivamente,<br />
contagiada de sífilis: su abigarrado<br />
destino probaba que el acontecer<br />
humano no era explicable en los<br />
términos del optimismo leibniciano:<br />
“todo está necesariamente ligado y<br />
dispuesto del mejor modo posible”. (p.<br />
30) El inverosímil catálogo de males, era<br />
una demostración que movía a risa y que<br />
62 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
tenía un final hasta cierto punto positivo:<br />
ante las desgracias planetarias, había<br />
que cultivar el jardín propio. 7<br />
Entre el siglo de las luces y el poscapitalismo<br />
está Sade, el lager, el hommo<br />
sacer, San Fernando (Tamps.) además<br />
de que los departamentos de interés<br />
social, carecen de jardín: la cigarra<br />
sale del contexto de la fábula para<br />
convertirse en chivo expiatorio, juguete<br />
fetichizado, W. C. Si no hay solución a la<br />
proliferación de males, si las instituciones<br />
no hacen sino mostrar cada vez más<br />
su inconsistencia, queda todavía el<br />
otro inferiorizado, estigmatizado para<br />
cebarse en él: habrá que culpabilizarlo,<br />
degradarlo, evacuarlo del sistema de<br />
derecho, antes de in-molar-lo. La <strong>ser</strong>ie<br />
que va de la explotación sexual de la<br />
cigarra (caracterizada magistralmente<br />
por Antonio Vega), pasa por romperle<br />
una antena y cierra en su destazamiento,<br />
carece de posibilidad de <strong>ser</strong> recuperada<br />
en un sistema simbólico. Funciona como<br />
mero elemento contextual que sazona<br />
desde el arcaísmo de su violencia a la<br />
caída sujetiva. Inmediatamente otro <strong>ser</strong><br />
7 “-Trabajemos sin razonar –dijo Martín-; es el único<br />
medio de hacer soportable la vida. Toda la pequeña<br />
comunidad tomó esta saludable resolución, y cada<br />
quien se puso a ejercitar sus aptitudes. La pequeña<br />
extensión de tierra produjo mucho. Cunegunda,<br />
ciertamente, era ya fea, pero se convirtió en una<br />
excelente repostera…” p. 133
anónimo drena en ella sus frustraciones,<br />
su incapacidad de elaborar las contrariedades<br />
en su relación, en su economía,<br />
en su anonimato, en su marginalidad,<br />
en su impotencia, en su <strong>ser</strong>-poca-cosa.<br />
Galopinizado, ante instituciones que<br />
no funcionan (no funcionan para el<br />
marginal) el sujeto descarga, desagua,<br />
se des-ALGO, se des-COSA. No es<br />
solución violarla, golpearla, pero entretiene;<br />
le permite continuar en la<br />
base de la pirámide, como simulacro<br />
de sujeto. Ese otro al que no puede<br />
ayudársele, o al que creyendo ayudarle<br />
se le asesina, tiene como correlato a<br />
un otro animalizado sobre el que se<br />
ejerce los mayores montos de violencia<br />
imaginable. De <strong>ser</strong>vir, el otro sirve para<br />
cebarse en él.<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
Por haberse negado a trabajar diligentemente,<br />
por no haber ahorrado en el<br />
verano, la cigarra tendrá que cargar<br />
con lo imposible: si no puede el anciano<br />
volver a <strong>ser</strong> joven, si no puede volver<br />
a joder, entonces podrá golpear a la<br />
prostituta, arrancarle una antena a<br />
la cigarra: ella cargará con la culpa<br />
de que su miembro no se yerga. Si el<br />
cliente fue engañado por su esposa,<br />
entonces la cigarra <strong>deber</strong>á pagar por<br />
la infidelidad, al fin y al cabo para eso<br />
es puta. Si el cliente siente asco por<br />
su mujer embarazada, entonces se<br />
merece un premio muy especial que<br />
incluye una tunda tan feroz que la deja<br />
irreconocible.<br />
Cuando los varones son privilegiados<br />
por la seguridad social y la nacionalidad<br />
de primer mundo, todo se reduce a la<br />
performancia del pene. No basta <strong>ser</strong><br />
alemán, hay que joder, el otro femenino<br />
debe <strong>ser</strong> fiel, ajustarse a las decisiones<br />
que toma. Cuando el pene falla, se<br />
desata la violencia.<br />
Barbie, madre, infiel, sola o puta, el<br />
sujeto femenino se encuentra pasmado,<br />
trabajando en un cilindro a diez mil<br />
metros en medio del océano, vacilante<br />
entre dos varones, confrontada ante la<br />
opción de embarazarse o mantener su<br />
relación, o busca a su Barbie-fucker que<br />
la penetra mecánicamente mientras ella<br />
piensa en cualquier cosa.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 63
Teatro<br />
El aspecto de los ingredientes para<br />
preparar los platillos, no puede <strong>ser</strong> más<br />
plastificado en un espacio en el que la<br />
preparación de los platillos hace eco del<br />
sistema de degradación sujetiva. “Los<br />
individuos, como los platillos, están<br />
reducidos a un número.” Se afirma<br />
en una reseña. 8 Siendo una comida<br />
chatarra, artificial, más que abrir el<br />
apetito, podría mover al asco, pero ya ni<br />
eso. En la cocina de “El Dragón dorado”<br />
en lugar de una elaboración suculenta<br />
se prepara a las carreras un batiburrillo<br />
asqueroso, sucio, infecto. Así, Raúl Ulises<br />
Ontiveros describe el itinerario de<br />
“…un trapeador, por ejemplo, además<br />
de <strong>ser</strong> y utilizarse como trapeador en<br />
efecto, por medio de la evocación, la<br />
figuración y la analogía también es el<br />
cabello rubio de la me<strong>ser</strong>a, los fideos de<br />
la sopa, “la cigarra” e incluso el cuerpo<br />
delgado de una guapa comensal que<br />
entra contoneándose en el restaurante.” 9<br />
A tal punto reina el caos culinario en la<br />
cocina de “El Dragón dorado” que una<br />
muela picada y sangrante se integra<br />
a un platillo: curioso que el resto (del<br />
dolor, del salvajismo, de la condición<br />
8 “Son Joaquín Cosío y Ana Graham cocineros en<br />
obra “Dragón dorado””, en SDPnoticias.com http://<br />
www.sdpnoticias.com/nota/181052/Son_Joaquin_<br />
Cosio_y_Ana_Graham_cocineros_en_obra_<br />
Dragon_dorado<br />
9 Raúl Ulises Ontiveros, “Bienvenidos a El dragón<br />
dorado”, en http://www.adefesio.com/?p=13527<br />
64 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
de paria) se integre tan al azar, tan<br />
felizmente al placer de la mesa, a la<br />
alimentación, a la relajación, como si<br />
uno supusiera al otro. Los comensales,<br />
por su lado, no protestan ante el singular<br />
hallazgo; no denuncian el hecho, no<br />
se extrañan o indignan, abrumadas<br />
por la fatiga de viajes esclavizantes<br />
(las aeromozas vienen de Santiago<br />
de Chile, el punto más remoto del<br />
hemisferio, según se acota, e hicieron<br />
escala en Buenos Aires). No se puede<br />
decir que la comensal (caracterizada<br />
por José Sefami o Joaquín Cosío)<br />
saboree la muela porque no hay nada<br />
relacionado con paladear, que <strong>ser</strong>ía un<br />
rasgo vital, optimista, esperanzador. Se<br />
lo lleva a la boca, explora la picadura:<br />
el hundimiento sujetivo impide el<br />
espasmo tajante del asco, del vómito.<br />
En su estupor, la aeromoza explora una<br />
y otra vez el resto; cuando ya no sabe a<br />
nada, arroja el molar al río.<br />
Lo importante es el circuito de la muela,<br />
más que los personajes, desprovistos<br />
de biografía. La crisis dental había<br />
originado el punto de quiebre del sujeto<br />
y su entorno. Quienes, movidos por la<br />
solidaridad, sacaron la muela, pronto se<br />
vieron atrapados en una <strong>ser</strong>ie de actos<br />
criminales que los marcarán. El primer<br />
semblante de solución, brutal, sangriento,<br />
caricaturesco en su extremismo,<br />
se inscribió (y los inscribió) en la<br />
clandestinidad, degradaron al doliente<br />
a nivel de objeto al que se manipula
con pinzas; las subsiguientes medidas<br />
consisten en deshacerse del índice<br />
(algo aún menos que objeto), en borrar<br />
las huellas: todo en el mismo registro<br />
de la urgencia. Los diversos hechos han<br />
convertido a cocineros y camareros en<br />
criminales, en cómplices.<br />
Mientras en la cocina han quedado<br />
manchados por los borbotones de sangre;<br />
se extenderá el contagio al restaurant:<br />
probarán la muela, la picadura, los<br />
restos… es la única sopa que hay. A<br />
fin de cuentas, éste es el destino de<br />
un universo compartimentado. A este<br />
respecto afirma Ana Graham sobre El<br />
Dragón dorado:<br />
Es una metáfora de la sociedad<br />
globalizada, donde todos tenemos<br />
que ver con todos y se supone<br />
que estamos más conectados que<br />
nunca por el internet, pero es lo<br />
contrario, porque no conocemos<br />
al vecino ni sabemos qué pasa en<br />
la casa de junto. A lo mejor la casa<br />
de a lado es una casa de seguridad<br />
y ni enterados. Eso pasa aquí, hay<br />
una casa de prostitución y todos se<br />
hacen mensos o le entran al juego,<br />
todos tienen que ver con todos y<br />
sin embargo, nadie toca el tema,<br />
sólo una mujer que se encuentra<br />
la muela y se cuestiona por unos<br />
segundos. Es como la esperanza de<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
que haya un poco de humanidad y<br />
alguien se va a preocupar. 10<br />
Si la obra de Roland Schimmelpfennig,<br />
El Dragón dorado fue comanditada con<br />
el propósito de abordar escénicamente<br />
el problema de la emigración en<br />
Europa, el dramaturgo pone en relieve<br />
las paradojas de una sociedad en la que<br />
estando tan cerca los marginados de los<br />
nativos, nunca se tocan unos a otros;<br />
nunca se enteran de los sinsabores de<br />
unos y otros. Schimmelpfennig retrata a<br />
una sociedad que estando tan avanzada<br />
en cuanto a seguridad social, un<br />
emigrante puede morir de un dolor de<br />
muela. En efecto, estando beneficiarios<br />
y excluidos cobijados por un mismo<br />
techo, las fronteras se levantan de una<br />
manera infranqueable. A pesar de ello,<br />
no hay diferencia entre ambos lados<br />
de la muralla. De un lado se muere sin<br />
tocar siquiera los beneficios de una<br />
sociedad del bienestar. Del otro lado,<br />
el estupor subjetivo, el aislamiento,<br />
la impotencia produce otro tipo de<br />
frustraciones y violencias. El problema<br />
de la emigración no puede abordarse a<br />
través de un afuera y un adentro, sino<br />
en el contexto de una sociedad de un<br />
10 Fernando Moguel, “El Dragón Dorado:<br />
Rompecabezas Escénico”, en Tiempo Libre<br />
http://www.tiempolibre.com.mx/2011/09/09/<br />
el-dragon-dorado-rompecabezas-escenicoeldragon-dorado-rompecabezas-escenico/<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 65
Teatro<br />
puñado de privilegiados asentada sobre<br />
la injusticia interna, al que llegan otros<br />
marginados. El horror de San Fernando,<br />
Tamaulipas, no es un hecho que ocurrió<br />
a setenta y tantos centroamericanos en<br />
un pueblo perdido: San Fernando marca<br />
a México con el significante de una<br />
fosa anónima. San Fernando muestra<br />
la eficacia de un capitalismo subalterno<br />
transformado en maquinaria de horror,<br />
de eficiencia mortífera. San Fernando<br />
marca la complicidad de un Gobierno<br />
de “empresarios para empresarios”<br />
que produce asesinato, cosificación e<br />
66 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
impunidad. San Fernando es la pasividad<br />
indiferente de una sociedad que se<br />
pregunta ¿y qué hacían aquí? Para no<br />
sentirse responsable de su muerte.<br />
De la concordancia<br />
Las leyes gramaticales señalan que<br />
la concordancia concierne al género<br />
(masculino o femenino), número (singular<br />
y plural) y persona verbal. En El<br />
Dragón dorado, incluso este sistema<br />
de correspondencias estalla. En primer<br />
lugar, porque los actores representan
por los menos a cuatro personajes<br />
diferentes. Ana Graham, por ejemplo,<br />
representa a “Mujer vieja, cocinera<br />
asiática, Nieta, Hormiga, Hans el<br />
tendero, Madre.” José Sefami/Joaquín<br />
Cosío representa a “Hombre, cocinero<br />
asiático, mujer del vestido rojo, Inga la<br />
aeromoza, Tío.”<br />
En segundo lugar, como se ha podido<br />
apreciar, porque el género del actor,<br />
no siempre coincide con el género<br />
del personaje. Esta discrepancia, no<br />
es un hecho menor. 11 Por el contrario,<br />
es un hombre el que padece una<br />
violencia sexual que va en crescendo<br />
hasta llegar al descuartizamiento.<br />
La cigarra debía <strong>ser</strong> una mujer, y sin<br />
embargo es representada por Antonio<br />
11 En “Estética del caos y del dolor”, Luz Emilia Aguilar<br />
Z., explica esto de otra manera: “El tratamiento<br />
de los personajes se coloca en la antípoda de<br />
Stanislavski. Schimmelpfenning crea la identidad<br />
de cada uno con rasgos mínimos y un juego de<br />
oposiciones. La mujer joven y esbelta puede <strong>ser</strong><br />
representada por un adulto de complexión gruesa;<br />
la pequeña cigarra, la niña ofrecida en prostitución<br />
podrá materializarse en el cuerpo de uno de los<br />
más altos y barbados actores. El joven migrante<br />
de China en busca de su hermana, el que tiene<br />
la muela roída por la caries, <strong>ser</strong>á una actriz. La<br />
enramada fluida, polarizada de las identidades no<br />
es una ocurrencia, es sustancia: somos dualidad,<br />
multiplicidad, uno y otro, anhelo de <strong>ser</strong> distinto, un<br />
pedazo de todos los demás.” http://www.excelsior.<br />
com.mx/index.php?m=nota&buscado=1&id_<br />
nota=705421#.Tnune_q66V4.twitter (consultada el<br />
22 de septiembre de 2011)<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
Vega. Y debía <strong>ser</strong> mujer porque está<br />
normalizado que el masoquismo sea<br />
femenino; es un automatismo el que la<br />
mujer sea víctima; no es extraño que<br />
sea inferiorizada, humillada, violada,<br />
prostituida y asesinada. Al trastocar<br />
la concordancia genérica, se pone en<br />
relieve los automatismos mentales que<br />
se producen en culturas en las que la<br />
dominación masculina en un hecho<br />
incuestionable; es lo natural, lo normal,<br />
lo que dios quiere.<br />
En el contexto de crispación que es<br />
el escenario de El Dragón dorado, la<br />
repartición de los roles no respeta la<br />
concordancia genérica. Esta desarticulación<br />
contribuye a la intensificación<br />
del horror. Hay una convicción de base<br />
tan fuerte, que ejercer violencia sobre<br />
una mujer ya no es suficiente para<br />
provocar el horror. Es a tal punto tan<br />
normalizado que ya no es un hecho que<br />
causa horror. En contraste, la violencia<br />
sobre un hombre joven, al que el público<br />
estaría más que dispuesto a reconocer<br />
como emblema de poder masculino,<br />
produce mayor sorpresa, mayor horror.<br />
Todo sucede ciertamente en un clima de<br />
amarillismo a ultranza; de tremendismo<br />
acentuado. Todo sucede para potenciar<br />
los efectos negativos de cualquier<br />
incidente pequeño.<br />
Sin héroes, hazañas o pruebas superadas,<br />
como epílogo se plantea en El Dragón<br />
dorado los tintes siniestros de la odisea<br />
actual que incluso se atoja como el<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 67
Teatro<br />
negativo del realismo mágico: comienza<br />
cuando, arrojado al río, el cuerpo sin<br />
muela del emigrante (caracterizado<br />
por Patricia Ortiz), es arrastrado por<br />
el Mar del Norte; atravesará luego el<br />
océano ártico hasta llegar a China;<br />
remontará ríos para cruzar por fin<br />
el umbral de su casa 12 . Pronunciará<br />
tristes adioses a su familia cerrando el<br />
viaje de esperanza del emigrante que<br />
terminó demasiado pronto, demasiado<br />
inútil, tonta, dolorosamente. Occidente<br />
(otrora sitio de escape) y Oriente han<br />
quedado fundidos en el derrumbe del<br />
emigrante: el espectador sabe que la<br />
muela podrida, único índice de trabajos<br />
sin gloria, quedó en el fondo del río: No,<br />
no se trata de una pesadilla.<br />
Ante la penuria del otro<br />
¿Cómo tramitar el estado de necesidad<br />
del otro? Es decir cómo testimoniar<br />
de su penuria. El Dragón dorado es<br />
una exploración de las posibilidades<br />
de la acción frente a la carencia en un<br />
horizonte capitalista.<br />
12 Olga Harmony percibe este viaje de la siguiente<br />
manera, articulando la oquedad de la muela<br />
extraída: “… la idea de que la familia del joven<br />
chino se encuentre en la oquedad que ha dejado<br />
la muela extraída, la que une las historias sin unir<br />
a los personajes, además de la larga travesía del<br />
joven del dolor de muelas a través de ríos y mares<br />
para encontrarse con patria y familia.” “El dragón<br />
dorado”, en La Jornada, 1 de septiembre de 2011.<br />
http://www.jornada.unam.mx/2011/09/01/index.php?<br />
section=cultura&article=a04a1cul<br />
68 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
La pieza de Schimmelpfennig pone<br />
en paralelo dos narrativas sobre el<br />
estado de penuria: la de la cigarra y la<br />
del emigrante. Escenifica una fábula y<br />
una historia actual. Obviamente no son<br />
simétricas, en especial, en cuanto a la<br />
causalidad. Ciertamente son narrativas<br />
diferentes en cuanto a su génesis, pero<br />
dejando de lado esto, al encontrarse el<br />
sujeto en estado de penuria, su situación<br />
social se ve profundamente perturbada.<br />
La penuria lo coloca en un estado de<br />
indefensión.<br />
Desde el marco de una conducta<br />
del ahorro, es decir desde la ética<br />
del capitalista, acceder a “ayudarlo”<br />
significa explotarlo, cuando la base<br />
que organiza la ética es la laboriosidad<br />
y el ahorro contra las inclemencias del<br />
invierno. De hecho, no tiene cabida<br />
el otro en ese esquema moral de la<br />
fábula de La Fontaine que hace énfasis<br />
en el yo y en la protección contra las<br />
inclemencias. Vivir la vida con los ojos<br />
puestos en un horizonte del invierno es<br />
una reducción sórdida (y muy humana).<br />
Sin embargo, la lógica fúrmica, tiene un<br />
prestigio didáctico incuestionable.<br />
En contraste, ayudar al otro, para aliviar<br />
su mal de manera urgente lleva, de la<br />
misma manera, a su mise a mort; se le<br />
asesina para calmar su dolor, para ya<br />
no escuchar su queja.<br />
Por un lado, en tanto que contrario a<br />
los principios sanos del capitalismo
fúrmico, se le prostituye, se le degrada,<br />
se le comercializa, se le explota de<br />
manera intensiva hasta extraer todo el<br />
provecho comercial posible.<br />
Por el otro lado, en tanto que auxilio<br />
al compañero, se provoca una<br />
hemorragia: se le perfora (sin intención)<br />
hasta lograr ver en su interior, el hoyo<br />
que lo constituye, es decir, su doloroso<br />
itinerario, las redes familiares de las que<br />
se le extrajo. La extracción salvaje de la<br />
muela, es equivalente de la extracción<br />
salvaje de los dos hermanos emigrantes<br />
que se extrajeron a una familia, de la<br />
extracción brutal que Occidente lleva a<br />
cabo en Oriente, de la extracción que el<br />
Occidente blanco ha realizado en todo<br />
el mundo...<br />
Sin embargo, expuestas las atrocidades<br />
a las que da lugar una y otra fórmula<br />
de “ayuda”, permanece la interrogante<br />
de qué hacer frente al dolor y las<br />
necesidades del otro.<br />
Las azafatas miran con extrañeza la<br />
muela que cayó simbólicamente en<br />
su plato. Una de ellas, la paladea y la<br />
escupe. Una vez que se ha puesto en<br />
paralelo las dos formas de relación<br />
con el otro, “extracción” y “castigo”<br />
ejemplar (por haber gozado, por haber<br />
cantado para el otro, para cualquier<br />
otro que viniera), resulta evidente que<br />
no se puede paladear esa muela que<br />
remite tan directamente a la extracción<br />
mortal. Comer ese plato daría lugar a<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
un canibalismo cínico. Las sirvientas<br />
del aire al <strong>ser</strong>vicio de la extracción no<br />
pueden paladear la extracción.<br />
Por otra parte, la infidelidad pone en<br />
relieve el goce del otro: sus posibilidades<br />
y horizontes, lesionan gravemente la<br />
autoestima del engañado. Si el otro ha<br />
sido infiel (si ha cuestionado su marca de<br />
pertenencia), ya no es posible ninguna<br />
relación con el otro… “Por ello”, por<br />
que se negó su principio de propiedad,<br />
mata de manera violenta a la cigarra,<br />
que representa sinecdóticamente a la<br />
infiel. La deja irreconocible. Un otro que<br />
tenga horizontes propios, no sujeto a<br />
las leyes de propiedad, que excluyen al<br />
sujeto debe <strong>ser</strong> azotado, al menos en<br />
la figura de su representante, hasta que<br />
quede irreconocible. No hay posibilidad<br />
de mundo si el propietario no está en<br />
el centro. La dinámica de la fidelidad,<br />
planteada desde la perspectiva de<br />
quien reclama infidelidad, significa una<br />
reducción de los horizontes del otro.<br />
Paralelamente, el hecho de tener un hijo<br />
es considerado como un atentado contra<br />
el yo como centro del universo: el amante<br />
plantea sus opciones en términos de un<br />
egoísmo radical: uno u otro. Tener un<br />
hijo no significa paternidad, no conlleva<br />
un cambio simbólico. Por el contrario,<br />
se elabora como una traición, como<br />
un sacudimiento de su majestad el Yo,<br />
de su carácter central absoluto. Es<br />
significativo que este <strong>ser</strong> que no puede<br />
<strong>ser</strong> padre, que vive en una miopía que<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 69
Teatro<br />
no le permite medir las posibilidades de<br />
su propia transformación, propine una<br />
paliza a la cigarra. Se ha negado al placer<br />
de transformación, a las posibilidades<br />
de <strong>ser</strong> padre. El otro ha de ofrecer o<br />
recibir un castigo.<br />
Queda por último el esquema de la<br />
impotencia senil. La relación con el otro,<br />
como penetración, que plantea al otro<br />
como puro pozo de donde se extrae<br />
placer. Todo se reduce a la penetración,<br />
es mirar al mundo con lógica extractora.<br />
El viejo impotente que no puede espantar<br />
al fantasma de su sobrina, le amputa<br />
una antena a la cigarra para que no<br />
pueda ubicarse en un mundo que él ya<br />
no puede penetrar. La instauración del<br />
no penetrar, de esta impotencia senil,<br />
en un mundo extractor, equivale a estar<br />
fuera del mundo.<br />
El edificio en el que se encuentra “El<br />
Dragón dorado” es símbolo de las<br />
posibilidades depredadoras de la lógica<br />
de la hormiga. Cobija las principales<br />
formas de relación con el otro en tanto<br />
que propiedad: castigarlo, extraerle<br />
todo y convertirlo en pozo; someterlo<br />
a la centralidad de su majestad el Yo;<br />
mirar al otro como inasequible en la<br />
medida en que el Yo senil no puede<br />
gozar de él, el estupor frente al otro que<br />
impide toda relación y no queda sino<br />
escupirlo. Las lógicas de la hormiga,<br />
basadas en el trabajo, el ahorro y la<br />
propiedad, transforman las lógicas de<br />
la cigarra basadas en el placer, de quien<br />
70 Tiempo y Escritura No.21 | Teatro<br />
da a todos. La lógica de la hormiga tiene<br />
derechos, estigmatiza, dirige el concierto<br />
de las posibilidades; transforma al otro<br />
en un objeto, legaliza al otro en tanto<br />
que propiedad, en su defecto, lo puede<br />
sinecdoquizar. La lógica de la cigarra se<br />
coloca como objeto de violencia.<br />
Referencias<br />
El Dragón dorado de Roland<br />
Schimmelpfennig, dirigida por Daniel<br />
Giménez Cacho, trad. por Ana Graham,<br />
Stephanie Weiss y Antonio Vega, con<br />
Arturo Ríos, José Sefami (o Joaquín<br />
Cosío), Ana Graham (o Concepción<br />
Márquez), Antonio Vega, Patricia<br />
Ortiz. Iluminación Víctor Zapatero;<br />
escenografía Auda Caraza y Atenea<br />
Chávez; vestuario Ana Graham. Teatro<br />
Santa Catarina, temporada del 26 de<br />
agosto al 20 de noviembre de 2011.<br />
Bibliografía<br />
AGUILAR Z., LUZ EMILIA<br />
2011 “Estética del caos y del dolor”, en<br />
Excélsior, http://www.excelsior.com.<br />
mx/index.php?m=nota&buscado=1&id_<br />
nota=705421#.Tnune_q66V4.twitter<br />
(consultada el 22 de septiembre de<br />
2011)<br />
2011 “Joaquín Cosío en escena con<br />
la obra “El dragón dorado””, en<br />
http://correo-gto.com.mx/notas.<br />
asp?id=242750 14 de Septiembre de<br />
2011. (consultada el 15 de septiembre<br />
de 2011)
BERT, BRUNO<br />
2011 “El dragón dorado: precisión<br />
de tonos y momentos”, en Tiempo<br />
libre http://www.tiempolibre.com.<br />
mx/2011/09/30/el-dragon-dorado-2/<br />
consultada el 30 de septiembre de<br />
2011.<br />
FLORES, ALEJANDRO<br />
2011 “El Dragón dorado, la existencia<br />
en paralelo”, en El Economista,<br />
8 de septiembre de 2011.<br />
http://eleconomista.com.mx/<br />
entretenimiento/2011/09/08/dragondorado-existencia-paralelo<br />
(consultada<br />
el 22 de septiembre de 2011)<br />
HARMONY, OLGA<br />
2011 “El dragón dorado”, en La Jornada,<br />
1 de septiembre de 2011. http://www.<br />
jornada.unam.mx/2011/09/01/index.<br />
php?section=cultura&article=a04a1c<br />
ul (consultada el 1º de septiembre de<br />
2011)<br />
MARTÍNEZ, ALEGRÍA<br />
2011 “Vértigo cotidiano”, en Milenio,<br />
10 de septiembre de 2011 http://<br />
impreso.milenio.com/node/9023943<br />
(consultada el 10 de septiembre de<br />
2011)<br />
MOGUEL, FERNANDO<br />
2011 “El Dragón Dorado: Rompecabezas<br />
Escénico”, en Tiempo Libre http://<br />
www.tiempolibre.com.mx/2011/09/09/<br />
el-dragon-dorado-rompecabezasescenicoel-dragon-doradorompecabezas-escenico/<br />
(consultada<br />
el 9 de septiembre de 2011)<br />
ONTIVEROS, RAÚL ULISES<br />
2011 “Bienvenidos a El dragón dorado”,<br />
en http://www.adefesio.com/?p=13527<br />
(consultada el 22 de septiembre de<br />
2011)<br />
PAUL, CARLOS<br />
2011 Entrevista a Daniel Giménez Cacho:<br />
“Estamos acostumbrados a vivir y<br />
convivir con la desgracia ajena”, en La<br />
Jornada, 22 de agosto de 2011, http://<br />
www.jornada.unam.mx/2011/08/22/<br />
cultura/a08n1cul (consultada el 22 de<br />
septiembre de 2011)<br />
VOLTAIRE<br />
Antonio Marquet Montiel<br />
1988 Cándido o el optimismo, trad., pról.<br />
y notas de Enrique Espinosa, SEP,<br />
México, 1988. 187 pp.<br />
El espectador puede ver un trailer de la<br />
obra en http://www.youtube.com/wa<br />
tch?v=IgP8zMBx12s&feature=youtu.<br />
be (consultada el 12 de septiembre de<br />
2011)<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Teatro 71
Jo v e n y b e L L a<br />
Creación<br />
Mtra. Connie Marchante Sáez 1<br />
La tristeza se retrata en todita<br />
mi pintura, pero así es mi condición.<br />
Ya no tengo compostura.<br />
(Frida Kahlo)<br />
Aquel <strong>ser</strong>eno atardecer en que<br />
Dorothy Hale se ob<strong>ser</strong>vó ante el<br />
espejo vio que aún era joven y<br />
bella.<br />
Se desnudó lentamente y hasta con<br />
más delicadeza de lo habitual, como<br />
en una especie de ritual sagrado. Había<br />
dejado preparados dos vestidos encima<br />
de la cama, completamente estirados<br />
dejando adivinar la silueta que podrían<br />
dibujar sobre su cuerpo. Uno de ellos<br />
era nuevo: un llamativo vestido rojo del<br />
diseñador más afamado de Nueva York,<br />
su último capricho. El otro era el vestido<br />
de terciopelo negro que consiguió<br />
convertirla en una de las mujeres más<br />
admiradas de la ciudad, con el que<br />
había celebrado fiestas llenas de “gente<br />
guapa”, todos los amigos de su marido.<br />
Su difunto esposo. El pobre había muerto<br />
semanas atrás en un terrible, fatídico<br />
accidente automovilístico. Al menos,<br />
eso fue lo que dijeron los periódicos.<br />
1 Universidad de Alicante<br />
72 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />
Caminó descalza desde el dormitorio<br />
y fue a comprobar la temperatura del<br />
agua en la bañera. Escogió sin prisa las<br />
sales aromáticas que aquella noche iba<br />
a utilizar para su habitual baño relajante<br />
antes de cualquier gran acontecimiento<br />
social. Aquella iba a <strong>ser</strong>, sin duda, la<br />
fiesta más importante de toda su vida.<br />
Su gran reunión de despedida. La<br />
última y más recordada. Se sorprendió<br />
de estar tan alegre. Pensó que pronto<br />
llegaría el momento… y esperaba no<br />
volver jamás.<br />
Se metió en el agua caliente perfumada<br />
y se dejó llevar por su dulzura y<br />
transparente suavidad. Cerró los ojos y<br />
dejó la mente en blanco, lejos de toda<br />
preocupación. Demasiadas culpas<br />
que pagar, demasiada hipocresía,<br />
demasiados errores. Todo quedaba<br />
diluido en el agua. De fondo, algo lejana,<br />
una canción de amor en el tocadiscos.<br />
El agua le dio a Dorothy <strong>ser</strong>enidad,<br />
entereza, decisión. La acariciaba y<br />
susurraba en su oído convenciéndola<br />
de que todo estaba bien, de que era<br />
la decisión correcta. Todo estaba<br />
planeado casi como por sorpresa… y<br />
así era perfecto.
Fuente: http://www.flickr.com/photos<br />
Envuelta en su albornoz después del<br />
baño, y ya frente a su cama, ob<strong>ser</strong>vaba<br />
los dos vestidos. El rojo había sido<br />
el reciente instrumento para intentar<br />
conseguir un papel en alguna película,<br />
por insignificante que fuera, aunque<br />
finalmente había derivado en su<br />
último gran fracaso. A pesar de su<br />
indudable belleza, Hollywood se había<br />
transformado en una cruel bestia<br />
guardiana de la puerta de su felicidad,<br />
que sólo mostraba sus dientes y garras<br />
sucias de sangre mientras le cerraba la<br />
entrada para siempre. Se le escapó un<br />
suspiro.<br />
Connie Marchante Sáez<br />
Clare, su buena amiga, su confidente,<br />
le había prestado hacía unos días<br />
una cantidad de dinero para poder<br />
calmar a algunos de sus principales<br />
acreedores, pero abusar de su mejor<br />
amiga no le parecía la mejor solución<br />
a sus problemas. Entonces pensó en<br />
entrevistarse con un viejo conocido<br />
de su esposo para que la ayudara a<br />
conseguir trabajo. Cómprate un vestido<br />
bonito y búscate un marido nuevo que<br />
pueda mantener el nivel de vida al que<br />
te has acostumbrado, Dorothy… Y de<br />
paso acepta que no sirves para <strong>ser</strong> una<br />
mujer independiente y mucho menos<br />
una buena actriz. Comienzas a hacerte<br />
mayor. Se lo había dicho con tanta<br />
naturalidad y aparente confianza que,<br />
lejos de ofenderse, la señora Hale había<br />
comprendido que el cínico y distinguido<br />
Bernard Buruch tenía toda la razón.<br />
El amigo de su marido, el hombre de<br />
mundo, en un gesto que para él debió<br />
<strong>ser</strong> de amable generosidad, en lugar<br />
de proponerle que se hicieran amantes<br />
le alargó un cheque por valor de mil<br />
dólares con los que poder comprarse<br />
“el vestido más bonito de la ciudad”.<br />
Y por eso había decidido ir a Bergdorf<br />
Goodman, donde se exhibía sobre un<br />
maniquí aquella provocación de color<br />
rojo a la última moda, dispuesta a<br />
quemar su último cartucho.<br />
La visión del rechazo del director de la<br />
película, su cara de falso compromiso y<br />
conmi<strong>ser</strong>ación la hizo suspirar de nuevo.<br />
Con cada pequeña exhalación parecía<br />
deshacerse de un fantasma interior.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Creación 73
Creación<br />
Mientras la imagen de aquel idiota la<br />
halagaba comparándola a la mismísima<br />
Elisabeth Taylor en su deslumbrante<br />
belleza se lamentaba hipócritamente:<br />
no funcionaría, Dorothy, este papel no<br />
es para ti, es muy pequeño y no encajas.<br />
Necesito alguien menos bella, que no se<br />
coma el plano y confunda al espectador<br />
con su mirada. Me hace falta una chica<br />
más... insignificante. Ya te llamaremos<br />
cuando tenga algo bueno para ti.<br />
Confortada por el silencio cómplice de<br />
su habitación alargó la mano y tomó el<br />
vestido negro de terciopelo. La voz de<br />
Ella Fitzgerald parecía nacer de algún<br />
lugar recóndito, en el centro mismo<br />
de su cuerpo: “Tú me abriste la puerta<br />
a la máxima dicha… y a mi profunda<br />
infelicidad”. Sonrió, tarareando, y<br />
comenzó a vestirse. Quedaban apenas<br />
cuarenta y cinco minutos para que<br />
todos los invitados comenzaran a llegar.<br />
Aquella noche la acompañarían más de<br />
cien amigos de todas clases, verdaderos,<br />
convenientes, amables. Estarían todos<br />
allí, con ella, esa noche que habría de <strong>ser</strong><br />
recordada – y debidamente comentadapor<br />
mucho tiempo.<br />
Los había llamado a todos. “He decidido<br />
hacer un largo viaje; voy a celebrar<br />
una fiesta de despedida y espero que<br />
puedas asistir”. La única que pareció<br />
estar molesta con ella fue precisamente<br />
su amiga Clare. Había descubierto que<br />
Dorothy había comprado un carísimo<br />
vestido poco después de que ella le<br />
hubiera prestado una considerable<br />
cantidad de dinero. Aquel desplante<br />
74 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />
oscureció un poco la noche. Seguramente<br />
había pensado que el dinero que le<br />
prestó lo había gastado en aquella<br />
prenda – ya portadora de desgracias- en<br />
vez de pagar, como ella le había dicho,<br />
sus numerosas deudas. Insistió en la<br />
invitación porque no se encontraba con<br />
ánimos de resolver el malentendido por<br />
teléfono, se sentía incapaz de reproducir<br />
las palabras de Buruch, de tener que<br />
volverlas a escuchar y menos desde<br />
sus propios labios, como si fuesen una<br />
autocondena: “Piénsalo tranquilamente<br />
Clare, de verdad quisiera que vinieras a<br />
despedirte de mí”.<br />
Cuando terminó de maquillarse y estuvo<br />
totalmente lista se quedó durante un<br />
momento mirándose frente al espejo.<br />
Sí, en verdad aún era lo que podrían<br />
llamar joven… y muy hermosa. Si Harry<br />
no hubiera decidido abandonarla y<br />
casarse con otra en vez de con ella<br />
como le había prometido al quedarse<br />
viuda… La llegada del primer invitado<br />
interrumpió sus pensamientos. Bajó la<br />
escalera para recibirlo. Era Noguchi con<br />
un precioso ramito de flores amarillas<br />
en la mano. “Gracias Isamu, es justo el<br />
detalle que necesitaba mi vestido, ¿no<br />
crees?”. La preciosa sonrisa de Dorothy<br />
relucía mientras con un alfiler colocaba<br />
el ramillete en su vestido a modo de<br />
broche en el hombro.<br />
“Una fiesta memorable Dorothy, que<br />
tengas mucha suerte en tu viaje”. “¿Y<br />
dónde dices que te vas? ¡Qué calladito<br />
te lo tenías!”. “Tomé la decisión hace<br />
apenas unos días”. “¡Un brindis por la
mujer más bella de Nueva York!”. “Con<br />
fiestas como esta tendrías que viajar<br />
más a menudo querida”. “¿Tomarás el<br />
barco o el avión?”. “Para este viaje he<br />
decidido volar”. Dorothy bebe de su<br />
copa de champagne y sonríe. A las seis<br />
de la mañana todos los invitados han<br />
abandonado ya la fiesta; borrachos y<br />
llenos de buenos deseos para su guapa<br />
pero triste amiga.<br />
El frío de la madrugada hirió<br />
profundamente el rostro de Dorothy,<br />
que palideció en unos instantes eternos.<br />
Las burbujas y el alcohol parecían<br />
manejarla en silencio desde su interior.<br />
Se tambaleaba. Todos habían envidiado<br />
alguna vez las vistas que se podían<br />
disfrutar desde su apartamento, en<br />
el Hampshire House. Desde uno de<br />
los ventanales sintió que alargando la<br />
mano podría alcanzar la majestuosidad<br />
de la Gran Manzana. Cerró los ojos y<br />
respiró profundamente el amanecer…<br />
se dejó llevar… tranquila… flotando…<br />
temblando… cayendo…<br />
***<br />
En su apartamento-estudio de Nueva<br />
York, Frida Kahlo da los últimos retoques<br />
a su nueva obra; un encargo<br />
de la afamada directora de la revista<br />
Vanity Fair, Clare Boothe. Le ha pedido<br />
un retrato de la señora Dorothy Hale,<br />
trágicamente fallecida. Lamentable noticia<br />
de suicidio en todos los periódicos<br />
sensacionalistas. Iba a regalársela<br />
a la madre de su desdichada amiga.<br />
Mientras Frida escribe en la base del<br />
Connie Marchante Sáez<br />
lienzo el exvoto que explicará la pintura<br />
piensa en qué grande habrá de <strong>ser</strong> el<br />
sentimiento de culpa de Clare por no<br />
haber comprendido del todo a su amiga<br />
Dorothy.<br />
La mexicana se deleita con la textura<br />
obtenida de las espesas y enmarañadas<br />
nubes que envuelven el cuerpo de Dorothy<br />
suspendido en el aire. La pintura consta<br />
de las tres fases del suceso: La mujer<br />
asomándose por la ventana del blanco<br />
rascacielos. El salto al vacío. La muerte<br />
en el suelo. “¡Qué lástima no poder<br />
saber qué pensó en el último y extremo<br />
momento de su vida para también poder<br />
plasmarlo en toda esta desgarrada<br />
visión!”. Sin embargo, ha permanecido en<br />
toda la composición la indudable belleza<br />
de Dorothy, ya que Frida la conocía y<br />
también la consideraba una amiga. En<br />
un primer plano -echada en el suelo<br />
y sangrando débilmente por la bocala<br />
suicida mira atentamente al futuro<br />
espectador, <strong>ser</strong>e-na, pálida y preciosa<br />
con su vestido negro de terciopelo, el<br />
ramillete de flores amarillas prendido<br />
en su hombro. En la parte superior Frida<br />
ha decidido añadir un ángel con una<br />
banderola en la que puede leerse: “El<br />
suicidio de Dorothy Hale”.<br />
Clare desde su despacho esperaba<br />
el envío del cuadro encargado a la<br />
novedosa y joven artista Frida Kahlo,<br />
esposa del reconocido y polémico<br />
Diego Rivera. Sin duda es una mujer<br />
extraña, con su cojera orgullosa, con<br />
sus llamativos vestidos mexicanos.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Creación 75
Creación<br />
Fuente: http://www.fotolog.com/photograph_<br />
art/36857852 Fuente: http://www.fotolog.com/<br />
photograph_art/36857852<br />
Desde que conoció la muerte de Dorothy<br />
no había podido dormir tranquila. Algo<br />
pesaba oscuramente sobre su pecho.<br />
Una pesadilla horrible, recurrente cada<br />
noche. No había asistido finalmente a su<br />
fiesta de despedida. Sentía que se había<br />
negado al abrazo final. No se enteró del<br />
regalo de Bernard Buruch hasta que fue<br />
demasiado tarde; en realidad jamás se<br />
preocupó por indagar en qué se había<br />
gastado el dinero su amiga realmente;<br />
la acusó y punto. Y ahora la culpabilidad<br />
le estaba destrozando los nervios. Un<br />
bello retrato de su amiga fue lo mínimo<br />
en lo que pudo pensar para compensar<br />
76 Tiempo y Escritura No.21 | Creación<br />
el mal hecho, por haberle dado la<br />
espalda. Clare se lo había prometido a la<br />
madre de Dorothy. En cuanto la señora<br />
de Rivera se lo mostrara ella lo enviaría,<br />
de inmediato.<br />
Con una última calada a su cigarro, Frida<br />
leyó en voz alta para sí en el silencio de<br />
su estudio, satisfecha de su trabajo:<br />
“En la ciudad de Nueva York el día 21<br />
del mes de octubre de 1938, a las seis<br />
de la mañana, se suicidó la señora<br />
DOROTHY HALE tirándose desde una<br />
ventana muy alta del edificio Hampshire<br />
House. [A continuación, una mancha<br />
de sangre que gotea]. En su recuerdo,<br />
Clare Boothe encargó este retablo,<br />
habiéndolo ejecutado FRIDA KAHLO.”<br />
Fuente:<br />
http://leeanndunton.livejournal.com/673548.html
poLítiCas a C t u a L e s p a r a L a f o r m a C i ó n y<br />
d e s a r ro L L o p r o f e s i o n a L<br />
Mtro. Tomás Bernal Alanis 1<br />
Mtra. Esmeralda Violeta Hernández Bautista 2<br />
Introducción<br />
...el conocimiento permanente es el que<br />
es capaz de situar toda información en su<br />
contexto y, si es posible, en el conjunto<br />
en el que ésta se inscribe. Inclusive,<br />
es posible decir que el conocimiento<br />
progresa principalmente no por la<br />
sofisticación, formalización y abstracción<br />
sino por la capacidad para contextualizar<br />
y totalizar.<br />
1 Universidad Autónoma Metropolitana-<strong>Azcapotzalco</strong><br />
2 Universidad Pedagógica Nacional<br />
Edgar Morín<br />
En este trabajo se expone un conjunto<br />
de reflexiones acerca de lo que implica la<br />
formación permanente de los profesores.<br />
Para ellos consideramos necesario<br />
analizar el contexto internacional, en<br />
donde actores económicos y políticos,<br />
se han ido definiendo el rumbo de<br />
las economías y de las políticas en<br />
general y de las educativas de manera<br />
particular, políticas que <strong>deber</strong>án atender<br />
los países que aceptaron integrarse al<br />
modelo económico del neoliberalismo.<br />
Y es en este marco en el cual<br />
<strong>deber</strong>emos de revisar de qué manera la<br />
formación profesional dará cuenta a las<br />
necesidades de las reformas en materia<br />
educativa que se han llevado a cabo en<br />
nuestro país.<br />
Esta discusión ha estado presente<br />
desde hace varias décadas, fenómeno<br />
que se hecho patente en los Planes<br />
Nacionales de Desarrollo y los diferentes<br />
Programas educativos en ellos se<br />
ha planteado como se debe darse la<br />
modernización en materia educativa,<br />
siempre con el propósito de buscar<br />
mejorar la calidad educativa. Para lograr<br />
este propósito, un actor fundamental<br />
<strong>ser</strong>á el docente. Después de hacer un<br />
breve recuento de que se han dicho<br />
al respecto, más que responder a una<br />
<strong>ser</strong>ie de preguntas, quedan abiertas<br />
una <strong>ser</strong>ie de interrogantes sobre, qué<br />
tanto esta pretensión de profesionalizar<br />
al magisterio ha sido una realidad o<br />
una utopía, o cuál es el modelo que se<br />
pretende alcanzar con los diferentes<br />
programas, acuerdos y reformas que<br />
hasta la fecha se han llevado a cabo.<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 77
Educación<br />
El nuevo orden en materia de Política<br />
Educativa<br />
A raíz de los cambios culturales,<br />
históricos y sociales que se han ido<br />
gestando en las últimas décadas en<br />
diversas partes del mundo, fenómeno<br />
mejor conocido como globalización,<br />
reconocemos en principio que este<br />
fenómeno tiene dos caras, por un<br />
lado, estamos presenciando un avance<br />
científico y tecnológico que no<br />
tiene precedentes en la historia de la<br />
humanidad, por lo vertiginosos que<br />
éste ha sido, pero al mismo tiempo, se<br />
aprecia que este proceso es tan rápido<br />
que muchos países no han podido<br />
incorporarse o simplemente no han<br />
marchado al ritmo que se requiere.<br />
A finales de los años ochenta, México<br />
decide incorporarse a la dinámica de<br />
la globalización, lo que trajo consigo<br />
la necesidad de hacer más “eficientes”<br />
las políticas públicas, y en este marco<br />
podemos ver claramente el papel<br />
que jugo Carlos Salinas de Gortari,<br />
al tocar varios ámbitos que tenían<br />
relación directa con el nuevo modelo<br />
económico.<br />
Como dice Pablo Latapi (1995) entre<br />
las estrategias que esta administración<br />
realizó, fueron: la privatización, la desregulación<br />
y al descentralización de<br />
varios sectores claves del país, lo que<br />
afecto diferentes ámbitos económicos,<br />
políticos y sociales.<br />
78 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
Para el ámbito educativo hubo que llevar<br />
cambios sustantivos que marcarían<br />
de manera contundente el “nuevo”<br />
rumbo que <strong>deber</strong>ía tomar la educación,<br />
y de manera particular para el nivel de<br />
Educación Básica, al llevarse a cabo<br />
reformas curriculares en todos los<br />
niveles.<br />
De manera clara el Plan Nacional de<br />
Desarrollo (1989-1994), aparece la<br />
exigencia de modernizar todos los<br />
ámbitos, y la educación no podía quedar<br />
exenta. Por ejemplo, un objetivo que va<br />
orientar este período, era mejorar la<br />
calidad educativa.<br />
Ante ese nuevo contexto, organismos<br />
internacionales léase, Organización para<br />
la Cooperación y el Desarrollo Económico<br />
(OCDE), Organización de la Naciones<br />
Unidad para la Educación, la Ciencia<br />
y la Cultura (UNESCO), Banco Mundial<br />
(BM), Fondo Monetario Internacional<br />
(FMI), Organización Internacional del<br />
Trabajo (OIT), entre otros, han realizado<br />
uno <strong>ser</strong>ie de encuentros en donde han<br />
puesto en la mesa de debate diversos<br />
temas relacionados con la educación. Es<br />
decir, se requiere hacer cambios en las<br />
políticas educativas que den respuesta<br />
a los nuevos escenarios y requisitos del<br />
mundo globalizado, y son los docentes<br />
los encargados de participar de manera<br />
relevante en este proceso.<br />
Recordemos que México se incorpora<br />
como miembro de la OCDE en la década<br />
de los noventa, específicamente en
mayo de 1994, de tal manera que resulta<br />
relevante atender a las propuestas que<br />
este tipo de organismos realicen sobre<br />
las políticas a seguir.<br />
Respecto a lo que se refiere a educación,<br />
podemos resaltar los encuentros<br />
internacionales, el realizado en Jomtein<br />
(1990), la realizada por parte de la<br />
Comisión Institucional sobre Educación<br />
presidida por Jacques Delors (1996), el<br />
Foro sobre Educación en Dakar (2000)<br />
y el de la Cumbre del Milenio celebrado<br />
en el año 2000. En todos ellos se hizó<br />
hincapié de la relevancia que tiene<br />
la educación como factor de cambio<br />
hacia una sociedad más equitativa,<br />
democrática y justa. Es decir, en estos<br />
encuentros se han ido marcando las<br />
líneas de acción que los diferentes<br />
gobiernos miembros de la OCDE,<br />
<strong>deber</strong>án encaminar las políticas en<br />
materia de educación.<br />
Conferencia Mundial sobre educación para todos, 1990.<br />
Fuente:http://t1.gstatic.com/images?q<br />
=tbn:ANd9GcRoEED0YkNgrXiFiRo6kAM0iGW82CJd1gbmEYxYo2gDAV8Fobe<br />
Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
Fuente: http://1.bp.blogspot.com/_OootE0IJPD0/<br />
S8Kb938RLoI/AAAAAAAAAA0/eHZuAhwnLik/s1600/<br />
Dakar.jpg<br />
En todos estos, foros se puso de<br />
manifiesto la necesidad de mejorar la<br />
calidad educativa que cada país ofrece,<br />
para el caso de México este proceso<br />
va tener en varios niveles del sistema<br />
educativo, pero de manera particular,<br />
se reconoce que <strong>deber</strong>á <strong>ser</strong> fortalecido<br />
de manera relevante en lo que se<br />
conoce como Educación Básica, de<br />
tal manera que a través de la firma del<br />
Acuerdo Nacional de Modernización<br />
Educativa (ANMEB), así como la Reforma<br />
Integrar de Educación Básica<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 79
Educación<br />
(RIEB), se concreta de alguna manera el<br />
rumbo que <strong>deber</strong>á seguir los programas<br />
referentes a educación, este fenómeno<br />
va a <strong>ser</strong> respaldados por una <strong>ser</strong>ie de<br />
acuerdos que se fueron gestando desde<br />
la administración de los presidentes:<br />
Miguel de la Madrid Hurtado, con Carlos<br />
Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, y que<br />
se mantendrán en las administraciones<br />
de Vicente Fox y el actual presidente<br />
Felipe Calderón H, cada uno con sus<br />
respectivos matices.<br />
Campaña mundial para la educación, ONU<br />
Fuente:http://www.fmbolivia.tv/wp-content/<br />
uploads/2010/09/Tierra-tiquipaya-300x300.jpg<br />
Durante la administración de Salinas de<br />
Gortari, se presenta de manera clara la<br />
relevancia de tomar un nuevo rumbo en<br />
la actuación de la política económica, al<br />
respecto (Martínez F. 2001: 5) comenta<br />
“…el término modernización se volvió<br />
80 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
central en el discurso y en las políticas,<br />
con dos vertientes, una que buscaba<br />
distanciarse respecto a los discursos<br />
posrevolucionarios por <strong>ser</strong> sinónimo<br />
de populismo e ineficiencias; y otra que<br />
manifestaba claramente el interés por<br />
incorporar a México al grupo de países<br />
desarrollados”.<br />
Resultado de la preocupación por<br />
in<strong>ser</strong>tarnos al desarrollo, es que se<br />
lleva a cabo la ANMEB que va marcar de<br />
manera sorprendente las líneas a seguir<br />
en materia educativa, líneas que se les da<br />
continuidad hasta el momento, y que se<br />
enmarcar en el nuevo modelo señalado<br />
por los organismos internacionales.<br />
Entre los cambios sustantivos vamos<br />
a encontrar lo que al respecto dice<br />
Pablo Latapi, es preciso identificar en el<br />
acuerdo 4 ámbitos de política de Estado:<br />
1) La descentralización de la enseñanza<br />
básica, conocida como federalización;<br />
2) la revisión curricular y la producción<br />
de libros de textos; 3) las reformas<br />
propuestas al magisterio (reforma de<br />
la enseñanza normal, actualización de<br />
los maestros y Carrera Magisterial) y<br />
4) la participación social en educación.<br />
(Latapi 2004)<br />
De lo anterior en el caso de nuestro país<br />
se han derivado una <strong>ser</strong>ie de políticas y<br />
programas tendientes a dar respuesta<br />
a estos ámbitos, nuestra preocupación<br />
la centraremos en el punto tres, el<br />
referido a generar y orientar a proponer<br />
programas para atender la mejora de la<br />
profesionalización de los docentes.
Para poder atender este ámbito, es<br />
preciso definir algunas cuestiones que<br />
giran en torno a lo que esto significa,<br />
es decir, la revisión de los programas<br />
que existen y los alcances que estos<br />
pudieran tener a fin de lograr la formación<br />
profesional. Estos acuerdos son para<br />
todos los niveles académicos, aunque<br />
de manera particular se ha hecho mayor<br />
énfasis para Educación Básica y sobre<br />
ellos haremos esta breve reflexión.<br />
Para tal efecto, debemos de recuperar<br />
por un lado, desde donde la política<br />
educativa enmarco la necesidad de<br />
diseñar propuestas de capacitación<br />
y formación para los maestros en<br />
<strong>ser</strong>vicio, y por otro lado, revisar que<br />
tanto esta gama de ofertas responde<br />
a las necesidades de los docentes<br />
frente a grupo, entendiendo ésta<br />
como una profesión que tiene ciertas<br />
particularidades, toda vez que los<br />
ámbitos de competencia van de atender<br />
diferentes, edades, género, posición<br />
social, grupo étnico, etcétera.<br />
Construyendo Libertad. Grupo de 2° de Preescolar<br />
data:image/jpeg;base64,/<br />
Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
Fuente: http://4.bp.blogspot.com/_IdG4bpnf1b8/<br />
THi7yZh3ZHI/AAAAAAAAFbM/4WKe_ug5-5w/s1600/<br />
libros_.jpg ibros de texto de primaria. SEP<br />
Fuente: http://impreso.milenio.com/media/<br />
imagecache/Principal/2009/05/19/tor_<br />
comarca_021.JPG<br />
Para el periodo de 1995-2000, correspondiente<br />
a la administración de Ernesto<br />
Zedillo, se incluye en el discurso<br />
educativo, la relevancia de la equidad,<br />
y de la calidad educativa, éstos como<br />
propósitos fundamentales para mejorar<br />
la educación en general. Propósito que se<br />
presenta como argumento fundamental<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 81
Educación<br />
de las acciones a emprender, y <strong>ser</strong>án a<br />
través de los maestros que se lleve a<br />
cabo este proceso. También se reconoce<br />
que para el logro de esta tarea se<br />
requiere otorgarle condiciones dignas y<br />
de un reconocimiento así como dotarlo<br />
de recursos materiales y técnicos para<br />
el desempeño.<br />
Entre los acuerdos se destaca la ampliación<br />
de cursos de capacitación,<br />
propuesta que se irá consolidando, al<br />
reconocer el ejecutivo para el periodo<br />
2000-2006 que la formación de los<br />
docentes sigue siendo un aspecto<br />
crucial para lograr la calidad educativa<br />
al respecto léase:<br />
…la trasformación de las prácticas<br />
educativas es un elemento indispensable<br />
para alcanzar una educación básica de<br />
calidad para todos; están determinadas<br />
entre otras cosas, por las posibilidades<br />
de acceso de los profesores a nuevos<br />
conocimientos…. (Poder Ejecutivo<br />
Federal, 2001: 118)<br />
Aunque hay que reconocer que en<br />
el Programa para la Modernización<br />
Educativa de 1989-1994, se hacen<br />
ya señalamientos que existen varios<br />
problemas relacionados con la formación<br />
docente, éstos se atribuyen a<br />
varios factores entre los que se pueden<br />
mencionar, al crecimiento del subsistema,<br />
las diversas instituciones que<br />
conforman el subsistema, la propia<br />
calidad de los resultados educativos,<br />
82 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
la falta permanente de programas de<br />
actualización, los planes y programas<br />
inadecuados, así como la ausencia de<br />
evaluaciones entre otros.<br />
Por su parte, en el Programa Nacional<br />
de Educación 2001-2006, habla de la<br />
formación inicial y la actualización de los<br />
maestros en <strong>ser</strong>vicio y hace mención,<br />
que aunque en la década pasada se<br />
avanzó en establecer un sistema de<br />
actualización de maestros, a través<br />
de la creación en 1992, del Programa<br />
Nacional para la Actualización de los<br />
Maestros en Educación Básica en<br />
Servicio (PRONAP), como una primera<br />
etapa que permitirá una oferta de cursos<br />
de actualización del magisterio, que se<br />
puede caracterizar como una decisión<br />
altamente centralista.<br />
Para 2003 se puede hablar de una<br />
segunda etapa del PRONAP, con la<br />
intención de lograr una cobertura a<br />
nivel nacional con la instalación de 574<br />
Centros de Maestros en el país. “Uno<br />
de los problemas urgentes por atender<br />
es la saturación de la oferta de cursos<br />
de actualización –de calidad desigual-<br />
dirigida a los profesores … Asimismo, es<br />
necesario tomar medidas para revitalizar<br />
la acción de los Centros de Maestros y<br />
diseñar otros mecanismos que faciliten<br />
la colaboración profesional..” (Poder<br />
Ejecutivo Federal, 2001:118) Lo anterior<br />
nos lleva a reconocer que para el logro<br />
de la calidad educativa habría primero<br />
que atender los problemas que se
tienen en torno a la formación de los<br />
docentes. 3<br />
Fuente: centrodemaestrosteotihuacan.gob.mx<br />
Centro de Maestros, Santiago Tuxtla, Foto tomada<br />
por José Rojas<br />
3 Por docente se entiende a directivos, supervisores,<br />
apoyos técnicos y naturalmente a los profesores en<br />
<strong>ser</strong>vicio y en formación<br />
Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
Lo que derivo en la realización de<br />
investigaciones por parte de diferentes<br />
organismos gubernamentales (universidades,<br />
centro de investigación, dependencias<br />
a fines a la educación,<br />
etcétera) con el propósito de plantear<br />
que la formación permanente como una<br />
estrategia que favorece y favorecerá el<br />
desarrollo educativo nacional, regional<br />
y local de nuestro país.<br />
Habría que señalar que la globalización<br />
ha tenido diferentes alcances para<br />
cada individuo, unos que lo ven de<br />
manera positiva, por que ha permitido<br />
el intercambio exponencial de información<br />
y de saberes en materia de<br />
tecnología derivando con ello un incremento<br />
en la producción científica<br />
y tecnológica, los otros, que quedan<br />
fuera, porque lo han visto y vivido como<br />
una carrera muy competitiva y no logran<br />
incorporarse a esos saberes, lo cual los<br />
ha llevado a separarse de esta carrera,<br />
como resultado de su analfabetismo<br />
tecnológico, a lo que habría que agregar<br />
la falta de recursos materiales para<br />
acceder a esta vorágine de cambios.<br />
Se requiere así un nuevo rol a fin<br />
de atender la tan añorada calidad<br />
educativa. Si partimos de reconocer<br />
que la educación es un eje rector de<br />
la transformación de una sociedad, la<br />
formación permanente <strong>ser</strong>á entonces<br />
la estrategia que promueva los cambios<br />
con mayor efectividad en la sociedad<br />
en su conjunto. Lo anterior nos lleva, a<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 83
Educación<br />
revisar que la educación, la escuela y<br />
por lo tanto los educadores, se han visto<br />
envueltos en este ir y venir de mucha<br />
información, tecnologías, teorías, etcétera,<br />
lo que obliga por tanto a replantear<br />
la necesidad de reestructurar el pensamiento<br />
pedagógico y lo que ello<br />
conlleva, Debemos de recordar que<br />
la formación del maestro ha estado<br />
presente a lo largo de la historia del<br />
Sistema Educativo Nacional (SEN),<br />
léase programas de actualización en<br />
verano, cursos por correspondencia, es<br />
decir, han existido de alguna manera un<br />
acceso a la capacitación, el punto es,<br />
que hoy esta capacitación, debe formar<br />
parte de un Plan Nacional, que atienda a<br />
las Reformas emanadas de los acuerdos<br />
internacionales.<br />
La diferencia estriba en los requerimientos<br />
que hoy se tienen, lo que<br />
hace que cambie el tipo de cursos,<br />
su duración, su frecuencia, etcétera.<br />
Comprender un fenómeno como este<br />
requiere por tanto, el diseño de políticas<br />
que recuperen lo político-normativo<br />
para dar cuenta de la formación de los<br />
docentes. Es decir, se requiere tomar<br />
en cuenta las realidades históricoculturales<br />
como determinantes para el<br />
logro de los propósitos que se pretenden<br />
alcanzar.<br />
Formación docente ¿mito o realidad?<br />
La RIEB, se ha llevado a cabo en<br />
diferentes fases, en 2004 se realiza las<br />
reformas en los planes y programas para<br />
84 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
el nivel de Preescolar, posteriormente<br />
se incluye secundaria 2006 y finalmente<br />
al nivel primaria en 2009, éste último<br />
logrará concluir para todos los niveles<br />
en 2012. La reforma tiene como eje<br />
rector modificar el enfoque que se ha<br />
venido implementando en la formación<br />
del proceso enseñanza-aprendizaje en<br />
educación básica.<br />
El nuevo modelo educativo basado en las<br />
competencias. Y este cambio <strong>deber</strong>án<br />
llevarlo acabo por diversos actores,<br />
pero el personaje más importante es y<br />
<strong>ser</strong>á el profesor. Es decir, se requiere<br />
de un “nuevo” docente, nuevo por las<br />
tareas que <strong>deber</strong>á asumir a fin de formar<br />
ciudadanos que sean capaces de utilizar<br />
un lenguaje oral y escrito, que tengan<br />
capacidad de argumentar y analizar<br />
con apoyo en la información, misma<br />
que <strong>ser</strong>á evaluada y seleccionada para<br />
luego interpretarla, todo lo anterior a fin<br />
de poder tomar decisiones pesando en<br />
el bien común.<br />
Así mismo, éstos <strong>ser</strong>án capaces de<br />
conocer sus derechos como ciudadanos,<br />
reconocer que en México y el mundo<br />
existe diferentes culturas (lingüística,<br />
étnica, etcétera), sin olvidar e integrar<br />
a su acervo las expresiones artísticas y<br />
estéticas, todo lo anterior <strong>ser</strong>á posible<br />
buscando diferentes recursos que<br />
estén a su alcance y en particular los<br />
tecnológicos.<br />
¿Cómo atender este requerimiento?.<br />
Se requieren tener en cuenta varios
aspectos, y uno que resulta básico es el<br />
referido a la formación de los recursos<br />
humanos, y de manera particular la<br />
formación permanente del profesor.<br />
Por ejemplo, a la heterogeneidad del<br />
conjunto de sujetos que se agrupan<br />
como “docentes”, profesores o<br />
maestros, habría que agregar otras<br />
diferencias relacionadas con los<br />
niveles que atienden, las asignaturas<br />
que imparten, la edad, el género, las<br />
etapas de desarrollo profesional en la<br />
que se encuentran, etcétera, etcétera,<br />
etcétera.<br />
El diseño de una política en torno<br />
a la capacitación, formación,<br />
profesionalización, de los docentes,<br />
requiere delimitar claramente los<br />
propósitos a fin de situar de manera<br />
precisa en qué condiciones esta<br />
“nuestro” docente, es decir, la<br />
necesidad del nuevo papel del docente<br />
a fin de construir una educación de<br />
calidad. Generándose así un listado<br />
de competencias “deseadas” que se<br />
<strong>deber</strong>án tener, para luego llevarlas a su<br />
ámbito escolar, y a las diferentes áreas<br />
donde se desenvuelven.<br />
Requerimos por tanto: de docentes<br />
que tengan claro domino de su trabajo,<br />
que sean <strong>ser</strong>es autónomos para que<br />
puedan tomar decisiones, que busquen<br />
el trabajo colaborativo y además estén<br />
en formación permanente, lo anterior<br />
les permitirá incorporarse con mayor<br />
Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
facilidad a la sociedad del conocimiento<br />
y por tanto al mundo global.<br />
Intentando establecer un modelo<br />
Partiendo de la premisa, que pueda <strong>ser</strong><br />
factible ese “docente ideal”, tendríamos<br />
que conocer ¿cuál es la voluntad<br />
política para financiar los costos y<br />
desarrollar estrategias?, sabiendo que<br />
los perfiles docentes con que cuenta el<br />
sistema educativo corresponden a una<br />
estructura y tradición escolar emanada<br />
de principios del siglo XX.<br />
Haciendo un breve y escueto recuento,<br />
tenemos el modelo normalizador, en<br />
donde se hace patente el binomio<br />
alumno-docente que se ha tenido,<br />
binomio que se relaciona de manera<br />
vertical, de autoridad absoluta, en donde<br />
la mayoría parte de la “tabula rasa” y en<br />
donde la evaluación sigue centrada en<br />
recordar y ver que el producto se reduce<br />
a un examen.<br />
En el modelo tecnológico, el orden<br />
sigue siendo un principio importante,<br />
los saberes de los alumnos son<br />
considerados como errores, por lo<br />
que habrá de enseñar los saberes<br />
adecuados, siendo el profesor en que<br />
expone y dirige la clase al igual que el<br />
modelo anterior.<br />
También asistimos a la existencia de un<br />
modelo academicista, en cual se deben<br />
de realizar de manera sistemática<br />
actividades debidamente planificadas,<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 85
Educación<br />
donde el alumno sigue siendo pasivo, y lo<br />
importante es que se tenga un producto<br />
que señale el rendimiento académico<br />
logrado. Todos estos modelos, han<br />
formado la conciencia y formas de llevar<br />
a cabo las prácticas educativas.<br />
Bajo este panorama, cómo romper con<br />
el pensamiento y esa visión positivista<br />
del conocimiento, sin dejar de lado las<br />
creencias que se tiene sobre el papel<br />
del docente, unas veces totalmente<br />
positivo, otras, de manera negativa, al<br />
<strong>ser</strong> el responsable de los resultados<br />
que hoy presentan las estadísticas. Lo<br />
cierto, es que bajo estos esquemas se<br />
tiene que enfrentar y gestar el diseño de<br />
políticas que atiendan la formación de<br />
los docentes.<br />
Pero realmente, a fin de actualizar,<br />
capacitar, al magisterio, se estarán<br />
generando espacios de reflexión, se toma<br />
en cuenta el papel de las tecnologías,<br />
como un recurso sin reducirse a que<br />
son la solución; se ha pensado en la<br />
posibilidad de crear espacios para que<br />
los docentes investiguen como parte de<br />
su proceso de formación o solamente en<br />
esta visión vertical se dota de recursos<br />
y programas al docente.<br />
De acuerdo a las aportaciones que<br />
hace Carlos Tedesco (2007), académico<br />
interesado en temas de política<br />
educativa, él considera que para iniciar<br />
un proceso de cambio, la premisa<br />
fundamental es: que se democratice la<br />
86 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
capacidad de innovación, así como de<br />
los espacios áulicos; lo cual requiere<br />
de autonomía institucional, sin olvidad<br />
que todo esto <strong>deber</strong>á ir acompañado de<br />
incentivos materiales y simbólicos que<br />
le den una nueva cara al docente.<br />
Como atender esta situación, si el<br />
documento rector en materia de Política<br />
Nacional para la Formación y Desarrollo<br />
Profesional de Maestros en Educación<br />
Básica, (2004) se destaca claramente<br />
que hay una gran desarticulación de<br />
quien opera los <strong>ser</strong>vicios e instituciones,<br />
trayendo consigo problemas de<br />
calidad y pertinencia en los programas<br />
ofrecidos.<br />
Educaret, 2009<br />
Fuente:http://blogs.educared.org/red-pronino/<br />
escuelabocadeparita/files/2011/09/P22000571.jpg<br />
Haciendo notar la gran desigualdad en<br />
términos de la calidad que se ofrecen<br />
en los rubros de formación inicial,<br />
actualización, capacitación y superación<br />
profesional, y sumado a lo anterior,
persiste la visión tradicional de las áreas<br />
sustantivas de docencia e investigación<br />
y difusión que no se ajustan a los nuevos<br />
planes y programas y requerimientos<br />
que se demandan hoy en día.<br />
Si bien existen innumerables oferta de<br />
cursos, y la cantidad de profesores que<br />
acceden a los cursos es muy elevada. En<br />
un estudio realizado por la OCDE, a través<br />
de Teaching and Learning International<br />
Survey, TALIS, por sus siglas en inglés<br />
o bien Estudio Internacional sobre<br />
Docencia y Aprendizaje.<br />
Se registró lo siguiente: El porcentaje<br />
de maestros mexicanos que reportan<br />
haber tomado un curso de desarrollo<br />
profesional durante los 18 meses<br />
anteriores al estudio es relativamente<br />
alta de México (92% con un promedio de<br />
89% entre los países). México también<br />
tiene más de dos veces el promedio<br />
de días para el desarrollo profesional<br />
entre los maestros de TALIS (34 frente<br />
a 15 del promedio). Sin embargo, los<br />
patrones de participación son muy<br />
desiguales en el país. …los maestros<br />
de los pueblos, en promedio tomaron 8<br />
días menos que aquellos que viven en<br />
una pequeña comunidad o en una gran<br />
ciudad. (TALIS, 2009:5)<br />
Tomás Bernal Alanis - Esmeralda Violeta Hernández Bautista<br />
Informe TALIS, OCDE 2009 Fuente:http://iguerrero.<br />
files.wordpress.com/2009/06/informe-talis.jpg<br />
Como explicar los resultados que se<br />
registran en los resultados que ofrecen<br />
las evaluaciones internacionales y<br />
nacionales. Por ejemplo, El Informe<br />
del Programa Internacional para la<br />
Evaluación de Estudiantes o Informe<br />
PISA por sus siglas en inglés<br />
(Programme for International Student<br />
Assessment), en donde México aparece<br />
en el penúltimo lugar de los resultados,<br />
o el de la Evaluación Nacional de Logro<br />
Académico en Centros Escolares<br />
(ENLACE) es una prueba del Sistema<br />
Tiempo y Escritura No.21 | Educación 87
Educación<br />
Educativo Nacional que se aplica a<br />
planteles públicos y privados del País.<br />
Si de acuerdo a las respuestas obtenidas<br />
en TALIS, tenemos que cerca 66% de<br />
los días de desarrollo profesional fueron<br />
obligatoria en México, lo cual es más<br />
alto del promedio de la OCDE de 51%<br />
y sin duda influye tanto en la elevada<br />
participación como en el alto grado de<br />
tiempo programado para los maestros<br />
para llevar acabo las actividades de<br />
desarrollo (TALIS, 2009: 6)<br />
Consideramos que habría que realizar<br />
una revisión exhaustiva que nos permita<br />
comprender dónde se genera la ruptura<br />
entre las Reformas Educativas, los<br />
cursos ofertados, y la realidad que viven<br />
los docentes en este país. Es decir,<br />
docentes que tienen trayectos de vida<br />
diferentes, que fueron formados en un<br />
esquema tradicional, en condiciones<br />
laborales muchas veces deplorables,<br />
pero sobre todo la falta de voluntad<br />
política para atender la educación y la<br />
formación profesional que los docentes<br />
que este país requiere. Reconociendo<br />
las diferencias no sólo geográficas,<br />
sino culturales que cruzan un actividad<br />
como la de <strong>ser</strong> docente.<br />
Consideraciones finales<br />
Este trabajo se encuentra como se<br />
puede apreciar en proceso, pero surge<br />
como una preocupación por entender<br />
que así como a principios del Siglo XX,<br />
se requirió de hacer un hombre nuevo<br />
88 Tiempo y Escritura No.21 | Educación<br />
que fuera capaz de incorporarse a los<br />
albores del progreso del siglo XXI, se<br />
hace nuevamente necesario atender<br />
esta propuesta de generar, crear, un<br />
nuevo hombre.<br />
Hombre dispuesto a atender las nuevas<br />
demanda de la globalización, es notorio<br />
que a raíz de las reformas, el discurso<br />
que ha permeado en los programas y<br />
planes puestos en marcha es el de la<br />
calidad educativa, en parte como un<br />
problema a resolver, y por otro como un<br />
objetivo a alcanzar. Esto considerando<br />
siempre como sujeto fundamental al<br />
profesor, y de ahí la pertinencia de su<br />
actualización, capacitación, formación<br />
y desarrollo profesional.<br />
Queda pendiente la brecha entre<br />
los recursos humanos disponibles y<br />
capacitados y los requeridos; además<br />
de conciliar las recomendaciones de<br />
organismos internacionales y el reclamo<br />
de los docentes, esa es la realidad a la<br />
que nos enfrentamos, es decir, somos<br />
producto histórico de decisiones y<br />
políticas concretas.<br />
Y como colofón quiero citar las palabras<br />
de Edgar Morín (2002) respecto a la<br />
formación que nos dice: Necesitamos<br />
crear cabezas bien puestas más que<br />
bien llenas…
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