The New Life Mission : Spanish edition 22
The New Life Mission : Spanish edition 22
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<strong>The</strong> <strong>New</strong> <strong>Life</strong> <strong>Mission</strong><br />
SERMONES SOBRE SOBRE GÉNESIS GÉNESIS (I)<br />
(I)<br />
La voluntad de la<br />
Santa Trinidad para<br />
los los seres humanos<br />
humanos
El plan de Dios revelado en Génesis<br />
Quien construye una casa primero debe diseñar los planos de lo que será su casa y<br />
entonces sigue estos planos al construirla. Del mismo modo, nuestro Señor también<br />
necesitó unos planos para salvar a la humanidad de sus pecados y hacer que los seres<br />
hanos fueran Su pueblo. Mientras que toda la Palabra de la Biblia nos muestra los<br />
planos de Dios, el Libro del Génesis revela Su plan con todo detalle. Dentro del plan<br />
de salvación de Dios, lo que manifiesta Su objetivo es la Verdad del Evangelio del agua<br />
y el Espíritu. Al creer en la Palabra de Dios, podemos averiguar la buena voluntad de<br />
Dios para nosotros.<br />
¿Para qué nos creó Dios? El Señor nos creó para que alabásemos la justicia de Dios<br />
y Su voluntad, y también para darnos las bendiciones espirituales del Cielo. Todo esto<br />
son las intenciones de Dios que quiso revelarnos.<br />
Dios ha manifestado Su voluntad a través del Evangelio del agua y el Espíritu, y al<br />
creer en este objetivo que Dios ha revelado a través de Su Iglesia, pudimos aceptarlo y<br />
regocijarnos. Todas las bendiciones que Dios nos ha dado estarán siempre con<br />
nosotros. ¡Aleluya!<br />
◄ ÍNDICE ►
SERMONES SOBRE GÉNESIS (I)<br />
La voluntad de la<br />
Santa Trinidad para<br />
los seres humanos<br />
PAUL C. JONG<br />
Casa Editorial Hephzibah<br />
Un Ministerio de THE NEW LIFE MISSION<br />
SEÚL, COREA<br />
Sermones sobre Génesis (I)<br />
La voluntad de la Santa Trinidad para los seres<br />
humanos<br />
Derechos de autor © 2006 por <strong>The</strong> <strong>New</strong> <strong>Life</strong> <strong>Mission</strong><br />
Reservados todos los derechos.<br />
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o<br />
transmitida ni por ningún medio, ya sea eléctronico o<br />
mecánico o por medio de fotocopia, grabación o cualquier<br />
otro sistema de almacenamiento o recuperación de<br />
información, sin permiso previo del dueño del copyright.<br />
ISBN 89-8314-6<strong>22</strong>-2<br />
◄ ÍNDICE ►
Prólogo ----------------------------------------------- 6<br />
CAPÍTULO 1<br />
La Biblia es la Palabra de salvación,<br />
no un libro científico<br />
(Génesis 1,1-2) --------------------------------- 13<br />
¿Se han convertido en la luz por el<br />
Evangelio de Verdad?<br />
(Génesis 1,2-3) --------------------------------- 36<br />
Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
(Génesis 1,2-5) --------------------------------- 57<br />
Primer día: en el principio Dios creó los<br />
cielos y la tierra<br />
(Génesis 1,1-5) ------------------------------- 108<br />
Índice<br />
Las aguas que estaban sobre el firmamento y<br />
las que estaban bajo el firmamento<br />
(Génesis 1,6-8) ------------------------------- 140<br />
El segundo día Dios separó las aguas<br />
(Génesis 1,6-8) ------------------------------- 168<br />
Cumplir la voluntad de Dios<br />
(Génesis 1,9-13) ------------------------------ 214<br />
Entrar en la obra de Dios<br />
(Génesis 1,9-13) ------------------------------ 242<br />
Sólo podemos ser salvados de nuestros<br />
pecados si reconocemos nuestra maldad<br />
(Génesis 1,9-13) ------------------------------ 275<br />
◄ Cubierta ►
Lo que deben hacer los siervos de Dios<br />
que creen en el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu (Génesis 1,14-19) ------------- 288<br />
Dios nos convierte en recipientes valiosos<br />
(Génesis 1,16-19) ---------------------------- 304<br />
Los justos vivirán sólo de la fe<br />
(Génesis 1,20-23) ---------------------------- 320<br />
Dirijan sus corazones hacia Dios<br />
(Génesis 1,20-23) ---------------------------- 344<br />
Las vidas de la gente de fe que cree en la<br />
Palabra de Dios de corazón<br />
(Génesis 1,20-23) ---------------------------- 361<br />
La razón por la que Dios nos hizo a Su<br />
imagen y semejanza<br />
(Génesis 1,24-31) ---------------------------- 377<br />
Hemos sido creados a imagen y<br />
semejanza de Dios<br />
(Génesis 1,24-31) ---------------------------- 396<br />
◄ Cubierta ►
6 Prólogo<br />
Prólogo<br />
- Sobre la voluntad de la Santa<br />
Trinidad para los seres humanos -<br />
Efesios 1, 9-10 dice: «Dándonos a conocer el<br />
misterio de su voluntad, según su beneplácito, el<br />
cual se había propuesto en si mismo, de reunir<br />
todas las cosas en Cristo, en la dispensación del<br />
cumplimiento de los tiempos, así las que están en<br />
los cielos, como las que están en la tierra». A<br />
través del Libro del Génesis Dios quiere que<br />
conozcamos las intenciones que tiene para<br />
nosotros. ¿Dónde se revela la voluntad de Dios?<br />
En el Evangelio del agua y el Espíritu que Dios<br />
cumplió a través de Jesucristo. Debemos aceptar<br />
estas buenas intenciones de Dios manifestadas en<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu por fe. Para<br />
◄ ÍNDICE ►
ello cuando consideramos la Palabra de Dios,<br />
debemos dejar de lado nuestros pensamientos<br />
carnales y creer en la Palabra de Dios tal y como<br />
es. Todos debemos abandonar nuestro<br />
conocimiento erróneo que hemos acumulado<br />
hasta ahora y abrir nuestros ojos espirituales al<br />
poner nuestra fe en la justicia de Dios.<br />
Sólo podemos creer en Dios correctamente<br />
cuando entendemos Sus buenas intenciones que<br />
se revelan en Su Palabra. Para revelarnos estas<br />
intenciones escribió la Palabra de la Creación de<br />
los cielos y la tierra. Debemos entender qué<br />
intenciones tenía el Dios de la Trinidad cuando<br />
creó el universo. Dios quería hacer a todos los<br />
seres humanos a Su imagen y semejanza.<br />
Si Dios hubiera creado al hombre antes que las<br />
demás criaturas cuando creó el universo y todo lo<br />
que hay en él, entonces el hombre hubiera sido<br />
un obstáculo para las buenas intenciones de Dios.<br />
La gente rechaza lo que no puede entender. Por<br />
7 Prólogo<br />
tanto, a no ser que dejemos de lado nuestros<br />
propios pensamientos, no podremos evitar<br />
volvernos en contra de la voluntad de Dios<br />
porque nos será imposible entender Sus<br />
intenciones con nuestros pensamientos carnales.<br />
En realidad, ¿no hay mucha gente que se vuelve<br />
en contra del amor verdadero de Dios porque<br />
desconoce Su justicia?<br />
La Palabra de la Verdad de Dios es como un<br />
proyecto que presenta Su justicia. Dios se<br />
convirtió en la luz de la Verdad en este universo<br />
que estaba lleno de oscuridad. El primer día de la<br />
creación, Dios ordenó que hubiera luz en las<br />
tinieblas y así nos hizo saber Sus buenas<br />
intenciones desde el principio, que consistían en<br />
darnos el Evangelio de la verdadera remisión de<br />
los pecados a nuestros corazones llenos de<br />
oscuridad. La intención del Dios de la Trinidad<br />
era vencer a las tinieblas con la luz de la Verdad<br />
para que recibiésemos la gracia de la salvación<br />
◄ ÍNDICE ►
cuando estábamos destinados a morir con los<br />
trucos de Satanás.<br />
El segundo día de la creación de los cielos y la<br />
tierra, Dios separó las aguas del firmamento de<br />
las aguas que estaban bajo el mismo. Las<br />
intenciones que Dios reveló el segundo día eran<br />
las de librarnos de las palabras de Satanás al<br />
separar Su Palabra de las palabras del Diablo.<br />
Por tanto, debemos vivir nuestra fe basándonos<br />
en la Palabra de Dios y para hacerlo debemos ser<br />
salvados al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu manifestado en la Palabra de Dios. Al<br />
tercer día Dios ordenó que las aguas que estaban<br />
bajo el cielo se reunieran en un mismo lugar y<br />
que la tierra seca quedara descubierta. Cuando<br />
Dios ordenó esto Sus intenciones eran exponer<br />
nuestros pecados y hacer que siguiésemos<br />
solamente Su justicia.<br />
Al cuarto día de la creación de los cielos y la<br />
tierra Dios creó el Sol, la Luna y las estrellas. La<br />
8 Prólogo<br />
intención de Dios manifestada el cuarto día era<br />
demostrar que extiende la luz de la salvación en<br />
este mundo y Su voluntad a través de Sus<br />
siervos, que iluminan la oscuridad al creer en Su<br />
justicia. Con el Sol, la Luna y las estrellas en el<br />
firmamento, Dios estaba manifestando Su<br />
justicia, Sus siervos y nuestros corazones.<br />
Cuando Dios ordenó el quinto día que los pájaros<br />
volaran en el aire y que las aguas estuvieran<br />
llenas de peces según sus especies, nos estaba<br />
demostrando la naturaleza de la verdadera fe. A<br />
través de las obras del quinto día, Dios manifestó<br />
que podemos conocer Su justicia a través del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y que al creer en<br />
Su Palabra, podemos superar todos los<br />
obstáculos y triunfar.<br />
El sexto día Dios hizo al hombre a Su imagen<br />
y semejanza. Para hacer que los seres humanos<br />
fueran Sus hijos, Dios creó a la humanidad, para<br />
así poder revelar Su justicia y ser glorificado. Por<br />
◄ ÍNDICE ►
tanto debemos recibir la remisión de los pecados<br />
a través del Evangelio del agua y el Espíritu que<br />
Dios nos ha dado y debemos alabar a nuestro<br />
Dios justo.<br />
Por último, Dios descansó el séptimo día de la<br />
creación de los cielos y la tierra. Este séptimo día<br />
manifiesta que Dios sólo quería que le<br />
glorificásemos a Él, ya que planeó todo según<br />
Sus intenciones. Significa que al crear el<br />
universo y la humanidad, Dios lo completó todo<br />
según Su voluntad. Dios descansó el séptimo día<br />
para darnos la verdadera remisión de los<br />
pecados, para bendecirnos y convertirnos en Sus<br />
hijos y para darnos el Reino de los Cielos.<br />
A través de la Palabra de Génesis debemos<br />
entender las intenciones de Dios para la<br />
humanidad, debemos creer en ella y alcanzar<br />
nuestra salvación. Nuestros predecesores de la fe<br />
creyeron en la Palabra de Dios y abrazaron el<br />
9 Prólogo<br />
descanso de Dios antes que nosotros para vivir<br />
en Su gloria.<br />
Al vivir en el fin de los tiempos debemos<br />
saber cuáles son las buenas intenciones de Dios y<br />
creer en ellas. Está claro que la segunda venida<br />
del Señor está cerca. Por eso, los que creemos en<br />
la justicia de Dios no debemos caer en la trampa<br />
de las falsas doctrinas cristianas y malgastar<br />
nuestro precioso tiempo, sino que debemos<br />
difundir la justicia de Dios a través del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Si vivimos confiando en la<br />
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, en<br />
la que se manifiesta la justicia de Dios,<br />
disfrutaremos del verdadero descanso. Al vivir<br />
en la justicia de Dios, debemos estar llenos de fe<br />
en Jesucristo. Al conocer y creer en la justicia de<br />
Dios podemos tener esperanza verdadera,<br />
verdadero descanso y verdadera vida eterna.<br />
De ahora en adelante habrá más gente de todo<br />
el mundo que predique el Evangelio del agua y el<br />
◄ ÍNDICE ►
Espíritu. Sin embargo, al mismo tiempo,<br />
podemos ver que aunque la gente del mundo diga<br />
que el fin está cerca, muy pocos muestran interés<br />
en su salvación. En esta época actual, vemos<br />
como la mayoría de los cristianos ignoran la<br />
justicia de Dios y cómo las falsas doctrinas y las<br />
aberraciones han entrado en el cristianismo.<br />
Muchos cristianos están sufriendo sed espiritual<br />
y están muriendo porque no pueden resolver el<br />
problema de sus pecados.<br />
Ahora hemos sido llamados para difundir el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu por todo el<br />
mundo. En este momento, en el que la segunda<br />
venida de Jesucristo y el Día del Juicio están<br />
cerca, debemos reconocer las intenciones de Dios<br />
correctamente en nuestras vidas. Entonces<br />
reconoceremos lo que debemos saber y en lo que<br />
debemos creer. Si todavía siguen viviendo<br />
afligidos capturados por el pecado, les pido que<br />
crean en el Evangelio del agua y el Espíritu lo<br />
10 Prólogo<br />
antes posible, el Evangelio que Dios les ha dado,<br />
y que reciban la verdadera salvación.<br />
Mientras vivan en esta época, deben examinar<br />
en qué tipo de verdad deben creer. Deben<br />
aprender la Verdad definitiva de la salvación en<br />
la justicia de Dios y deben vivir conociendo la<br />
voluntad de Dios. A los que todavía son jóvenes<br />
en la fe, debemos enseñarles correctamente lo<br />
que dice la justicia de Dios. En el fin de los<br />
tiempos, debemos dedicarnos a la tarea de<br />
enseñar el Evangelio del agua y el Espíritu a los<br />
demás manifestando la justicia de Dios para que<br />
reciban la remisión de los pecados porque somos<br />
los que hemos nacido de nuevo. Y a los que han<br />
recibido la remisión de los pecados, debemos<br />
enseñarles a dedicarse por completo a la obra<br />
justa que sirve a la justicia de Dios. Debemos<br />
tener éxito en esta obra y vivir el resto de<br />
nuestros días confiando en la justicia de Dios y<br />
entonces presentarnos ante el Señor.<br />
◄ ÍNDICE ►
Saludo a todos nuestros compañeros<br />
repartidos por todo el mundo. Estos sermones<br />
van dirigidos a los hijos de Dios que creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, así como a los<br />
que desean conocer esta justicia, creer en ella y<br />
vivir por ella. Espero y rezo por que, a través de<br />
este libro, todos ustedes entiendan la voluntad de<br />
Dios para los humanos y crean en ella y que<br />
triunfen por su fe en Dios. Pido a Dios que les de<br />
todas Sus bendiciones.<br />
Sé que la justicia de Dios nos protegerá y nos<br />
bendecirá a todos. Deseo que todos nosotros<br />
sigamos siendo hermanos en la fe en la justicia<br />
de Dios hasta el día en que nos encontremos en<br />
el Reino de Dios. <br />
11 Prólogo<br />
◄ ÍNDICE ►
CAPÍTULO 1<br />
◄ ÍNDICE ►
La Biblia es la Palabra de<br />
salvación, no un libro<br />
científico<br />
< Génesis 1, 1-2 ><br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía,<br />
y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,<br />
y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de<br />
las aguas».<br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra». Este pasaje de Génesis 1, 1 es el primer<br />
verso que encontramos cuando abrimos la Biblia.<br />
Dios dijo: «En el principio creó Dios los cielos y<br />
la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y<br />
las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el<br />
13 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las<br />
aguas». Cuando dice: «Y la tierra estaba<br />
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre<br />
la faz del abismo», se refiere a la condición de<br />
los corazones de los que no han nacido de nuevo.<br />
La Biblia no es un libro científico. La Biblia<br />
es la Palabra de Verdad que salva del pecado. Es<br />
la Palabra que trae la remisión de los pecados a<br />
la humanidad. La Palabra de las Escrituras es la<br />
Palabra bendita de salvación de la que Dios<br />
hablo y que cumplió para la humanidad. Como<br />
está escrito: «Escudriñad las Escrituras; porque<br />
a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida<br />
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí»<br />
(Juan 5, 39). La Biblia es la Palabra que permite<br />
a la humanidad ser salvada del pecado y recibir<br />
la vida eterna. Por tanto, para que uno sea<br />
salvado de sus pecados, debe darse cuenta de la<br />
condición en la que se encuentra su corazón a<br />
través de la Palabra de las Escrituras.<br />
◄ ÍNDICE ►
Cuando Dios dijo: «Y la tierra estaba<br />
desordenada», estaba describiendo la condición<br />
de nuestros corazones. La Palabra de Dios nos<br />
está diciendo que los corazones de todo el mudo<br />
están desordenados y por eso están llenos de<br />
pecados por su naturaleza. En los corazones de<br />
todos están presentes estas tres condiciones: sin<br />
orden, vacíos y oscuros. Dicho de otra manera el<br />
corazón, la mente y los pensamientos de la gente<br />
están desordenados, vacíos y llenos de pecados.<br />
Decir que los pensamientos de la humanidad<br />
están «desordenados» puede aplicarse a los que<br />
no conocen la Palabra de Dios de Verdad y que<br />
consecuentemente no conocen a Jesucristo. La<br />
palabra «vacío» se refiere a los corazones de la<br />
gente, que están insatisfechos. Que haya tinieblas<br />
en las profundidades de los corazones de los<br />
pecadores significa que los pecados de la<br />
humanidad están escondidos en sus corazones.<br />
Los corazones de los que no han encontrado el<br />
14 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que el Señor nos<br />
dio, están desordenados. En otras palabras, no<br />
conocen la Verdad de Dios, es decir que no<br />
conocen el Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />
por eso siguen sin saber adónde van, atrapados<br />
por sus propios pensamientos. La razón por la<br />
que la gente del mundo está perdida es que está<br />
confundida. Sus pensamientos confusos hacen<br />
que no puedan resolver sus problemas por su sí<br />
mismos.<br />
La razón por la que los corazones de la gente<br />
están vacíos y desordenados es la ausencia de la<br />
Palabra de Jesús. Dicho de otra manera, al no<br />
guardar la Palabra de Dios de Verdad en sus<br />
corazones, sus mentes están vacías y confusas.<br />
Hay un gran vacío en sus corazones porque el<br />
Señor, que nos ha dado la remisión de los<br />
pecados, no puede vivir en ellos.<br />
En el pasaje de las Escrituras de hoy las<br />
«tinieblas» se refieren a los pecados de la<br />
◄ ÍNDICE ►
humanidad. Se refieren a los que no han borrado<br />
sus pecados porque no han entendido la Verdad<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu. Los que aún<br />
tienen pecado están en esta condición porque no<br />
han creído en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Por tanto, todo el mundo debe creer que la<br />
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu es la<br />
Verdad según la voluntad de Dios. Sin embargo<br />
mucha gente no cree todavía en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu y por eso sigue teniendo<br />
pecados en sus corazones hasta hoy. Esto se debe<br />
a que no reconocen el hecho de que Dios es el<br />
Señor que creó los cielos y la tierra, el universo<br />
entero y todo lo que hay en él y que Jesús borró<br />
todos sus pecados. Pero todavía la mayoría de la<br />
gente sólo cuenta con sus obras y no reconoce el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. La Biblia dice<br />
que esta gente, que quiere establecerse por su<br />
propia justicia, no se somete a la justicia de Dios<br />
(Romanos 10, 2-3).<br />
15 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
¿Qué les ocurre a los corazones de los<br />
pecadores? Como sus corazones siguen teniendo<br />
pecado, están llenos de confusión y no saben qué<br />
es la Verdad de la salvación de Dios. Los que no<br />
han aceptado la Palabra de Dios tal y como es,<br />
deben estudiar lo que es la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Quien no conoce el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu revelado en la<br />
Palabra de Dios es atormentado por sus propios<br />
pensamientos confusos. Esta gente peca contra<br />
Dios.<br />
Como ya he mencionado anteriormente, la<br />
palabra «tierra» en el pasaje de las Escrituras se<br />
refiere al corazón humano. El que la tierra<br />
estuviera desordenada y vacía implica que<br />
nuestros pecados impiden que conozcamos al<br />
Señor y por tanto, nuestros corazones están<br />
confusos y vacíos. En otras palabras, la<br />
confusión llegó a la mente de las personas<br />
cuando se separaron de Dios y se desviaron de la<br />
◄ ÍNDICE ►
Verdad del agua, la sangre y el Espíritu, y<br />
cuando no creyeron en la verdadera Palabra de<br />
salvación de Dios. Mis queridos hermanos, a no<br />
ser que creamos en Dios como nuestro Salvador,<br />
quien creó los cielos y la tierra, no podemos<br />
conocer la Verdad. Cuando no conocemos esta<br />
Verdad de Dios caemos en la confusión. No<br />
podemos darnos cuenta de quién creó todo en<br />
este mundo y de quién es Dios. Mucha gente ha<br />
caído en esta confusión, sin sabes si Dios es una<br />
roca, el Sol, la Luna, un árbol grande o un<br />
elefante. Por eso Dios cuando se refería a que la<br />
condición de los corazones es pecadora está<br />
diciendo: «Y la tierra estaba desordenada y<br />
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del<br />
abismo».<br />
Cuando la gente no reconoce la Palabra de<br />
Dios en sus corazones, se llena de confusión.<br />
Cuando no se dan cuenta de que Dios, que creó<br />
todas las cosas, es Jesucristo, de que Jesús vino<br />
16 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
al mundo encarnado en un hombre, de que tomó<br />
los pecados del mundo cuando fue bautizado por<br />
Juan el Bautista, de que derramó Su sangre en la<br />
Cruz, y de que se levantó de entre los muertos y<br />
ascendió a los Cielos, están destinados a vivir<br />
toda su vida sumidos en la confusión, el vacío y<br />
la oscuridad. Por eso mucha gente no puede ser<br />
salvada de sus pecados y siguen viviendo<br />
sumidos en la confusión, el vacío y la oscuridad.<br />
Mis queridos hermanos, Jesucristo creó el<br />
universo con Dios Padre y el Espíritu Santo. ¿Es<br />
verdad o no? Por supuesto que sí. Esto significa<br />
que Jesucristo es el Maestro del universo. Los<br />
pecados de la humanidad están separando a los<br />
hombres del Dios de Verdad, que no creen en<br />
Jesucristo como su Salvador ni creen que Jesús<br />
viniera por el Evangelio del agua y el Espíritu<br />
(Juan 16, 9). ¿No es un pecado que los seres<br />
humanos no crean en el Señor que les creó como<br />
su Maestro y que no reconozcan a su Maestro<br />
◄ ÍNDICE ►
original? Por supuesto que sí. En otras palabras,<br />
es un pecado no creer en Jesucristo como el<br />
Salvador y no creer que Él borró nuestros<br />
pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Si nos separamos de Jesucristo, estamos<br />
cometiendo un pecado que nos destruye. Este es<br />
el camino que sume a la humanidad en la<br />
confusión. Los que se separan de Dios y no creen<br />
en Él están perdidos porque no creen en la<br />
Palabra de Verdad.<br />
El vacío y el pecado en los corazones<br />
de la gente<br />
No hay nadie aparte de Jesucristo que nos<br />
pueda dar verdadera satisfacción. Sin embargo<br />
como la gente no acepta lo que Jesús, nuestro<br />
Salvador, consiguió cuando vino al mundo,<br />
Cristo no puede entrar en sus corazones y por eso<br />
17 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
están vacíos.<br />
Para poder llenar el vacío de sus corazones la<br />
gente debe aceptar la Palabra de Jesús en sus<br />
corazones, porque Él posee todas las verdades.<br />
Para ello debemos creer en todo lo que Jesús hizo<br />
cuando vino al mundo. Debemos aceptar que<br />
Jesús fue bautizado para tomar todos nuestros<br />
pecados, que derramó Su sangre y murió en la<br />
Cruz, y que se levantó de entre los muertos. Si<br />
reconocen esto y aceptan lo que Jesús hizo por<br />
ustedes, el vacío de sus corazones desaparecerá.<br />
El corazón humano se caracteriza por estar<br />
lleno de tinieblas. Cuando la Biblia dice: «Las<br />
tinieblas estaban sobre la faz del abismo»,<br />
significa que los pecados de todo el mundo están<br />
tan dentro de sus corazones que no se dan cuenta.<br />
También significa que los hombres intentan<br />
esconder sus pecados. Mis queridos hermanos, si<br />
escondemos nuestros pecados y nos negamos a<br />
reconocer nuestra naturaleza pecadora,<br />
◄ ÍNDICE ►
seguiremos siendo prisioneros de las tinieblas y<br />
no podremos nacer de nuevo ni convertirnos en<br />
personas que complacen a Dios. Si no admitimos<br />
que somos débiles y malvados, no podremos<br />
reconocer al Dios misericordioso y no podremos<br />
conocer al Dios de la salvación a través de la<br />
Palabra.<br />
A no ser que reconozcamos la Palabra de<br />
Dios, no podremos saber quiénes somos, y si no<br />
sabemos quiénes somos, estamos abandonando a<br />
Dios. Como la gente no reconoce a Dios,<br />
esconde sus pecados e intenta establecerse por su<br />
propia justicia y protegerse por sí misma. Esto es<br />
lo que ocurre cuando no reconocemos la Palabra<br />
de Dios de Verdad.<br />
Mis queridos hermanos, esto es un pecado.<br />
Todos los que se han separado de Dios y los que<br />
o creen en Su Palabra son pecadores. Desde el<br />
principio Dios habló a estos pecadores y les dijo<br />
que sus corazones están desordenados y vacíos y<br />
18 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
que las tinieblas están sobre la faz del abismo.<br />
Dios obra en nosotros a través de Su<br />
Palabra solamente<br />
La Biblia ice que el Espíritu de Dios se movía<br />
sobre la faz de las aguas. ¿A través de qué<br />
perdona Dios las transgresiones de los<br />
pecadores? A través de Su Palabra.<br />
En la Biblia, las «aguas» se refieren a la<br />
Palabra de Dios de Verdad. La «tierra» se refiere<br />
al corazón humano. Y el «mar» se refiere al<br />
mundo.<br />
Cuando dice: «El Espíritu de Dios se movía<br />
sobre la faz de las aguas» se refiere a dónde obra<br />
el Espíritu de Dios e implica que el Espíritu<br />
Santo obra a través de la Palabra. Cuando la<br />
gente se aferra a la Palabra de Dios y cree en<br />
ella, Dios obra en sus corazones a través de Su<br />
◄ ÍNDICE ►
Palabra, borra todos los pecados de sus<br />
corazones y los salva. Dios creó el universo con<br />
Su Palabra y a través de esta perdonó todos los<br />
pecados del mundo.<br />
¿Qué significa que el Espíritu Santo, que es<br />
Dios mismo, se moviera sobre la faz de las<br />
aguas? Significa que el Espíritu de Dios, es decir<br />
el Espíritu Santo, no podía entrar en los<br />
corazones de los pecadores. Este pasaje nos dice<br />
que aunque Dios quiere vivir en los corazones de<br />
la gente y estar con ellos, no puede hacerlo si hay<br />
pecado en ellos.<br />
El Espíritu Santo, que es Dios, quiere entrar en<br />
los corazones de todos, pero sólo puede entrar en<br />
los corazones de los que han recibido la remisión<br />
de los pecados. Por eso debemos creer en la<br />
Palabra que Jesús nos contó y aceptar la remisión<br />
de los pecados que vino por el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Entonces el Señor puede vivir<br />
en nosotros.<br />
19 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
¿Quién creó el universo? Jesús, Dios mismo.<br />
Jesús es Dios y creó el universo y a nosotros. Y<br />
Jesús es el Dios Salvador que vino al mundo para<br />
salvar a la humanidad de todos sus pecados.<br />
Jesús es el Dios que creó la naturaleza. ¿Cómo<br />
podemos conocer a este Jesús? A través de la<br />
Palabra de Dios de Verdad. Cuando creemos en<br />
la Evangelio de Verdad de la remisión de los<br />
pecados, podemos ser perdonados y conocer a<br />
Dios. Podemos entender quién es Dios, qué<br />
relación tenemos con Él, qué es el pecado, qué es<br />
la salvación o remisión de los pecados, qué es la<br />
vida eterna que Dios nos dio, y qué tipo de<br />
bendiciones nos ha dado Dios. Al creer en Jesús,<br />
creemos en Dios de todo corazón.<br />
Dios obra en aquellos que creen en Su Palabra<br />
de salvación y salva a los que creen en esta<br />
Palabra, dándoles la remisión de sus pecados. El<br />
Señor ha dado la remisión de los pecados a los<br />
que creen en la Palabra de Dios de salvación. Sin<br />
◄ ÍNDICE ►
embargo, si alguien no escucha ni cree en esta<br />
Palabra de Dios y los pecados de su corazón<br />
siguen intactos, Dios no puede entrar en su<br />
corazón. Por eso Dios se mueve a nuestro<br />
alrededor y nos dice que recibamos la remisión<br />
de los pecados que nos ofrece gratuitamente. Y<br />
por eso la Biblia dice: «El Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas».<br />
¿Qué es el pecado de la humanidad? Es el<br />
rechazo de la Palabra de Dios de salvación que<br />
trae la verdadera remisión de los pecados y el no<br />
creer en ella de corazón. El no creer en la Verdad<br />
de Dios de salvación es cometer un grave pecado<br />
a los ojos de Dios. La gente cree que peca sólo<br />
cuando comete un pecado especialmente grave,<br />
pero no sólo eso es pecado. No creer en<br />
Jesucristo, que es la Palabra, es un pecado. El<br />
pecado más grave es no reconocer la Palabra de<br />
Dios ni creer en ella.<br />
Pero a pesar de ello los que están sumidos en<br />
20 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
la confusión creen en su propia idea de Dios y<br />
creen que sólo pecan cuando son insuficientes.<br />
Pero cuando Dios creó los cielos y la tierra,<br />
habló a la humanidad y dijo que el pecado es no<br />
creer en Su existencia ni en Su Palabra, y dejó<br />
claro que este es el principio del pecado, su<br />
origen y su existencia.<br />
¿En qué tipo de pecadores se han convertido<br />
los seres humanos al no creer en Dios ni en Su<br />
Palabra? Dios les dijo a Adán y Eva: «Y mandó<br />
Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol<br />
del huerto podrás comer; mas del árbol de la<br />
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el<br />
día que de él comieres, ciertamente morirás»<br />
(Génesis 2, 16-17). Aunque Adán creyó en Dios,<br />
no creyó en Su Palabra completamente y por eso<br />
acabó comiendo del fruto del árbol de la ciencia<br />
del bien y del mal. Así es como empezó el<br />
pecado.<br />
Como Adán y Eva no creyeron en la Palabra<br />
◄ ÍNDICE ►
de Dios. ¿Cuáles fueron las consecuencias? Los<br />
seres humanos, engañados por Satanás, se<br />
convirtieron en pecadores y dejaron a Dios atrás,<br />
cometieron pecado a Sus ojos, rechazaron la<br />
Verdad y lo que es peor, se pusieron de lado del<br />
Diablo. Al no creer en la Palabra de Dios, los<br />
seres humanos se convirtieron en pecadores y<br />
quedaron malditos. Los que se han separado de<br />
Dios por no creer en Su Palabra, se han<br />
convertido en pecadores a los ojos de Dios y la<br />
humanidad ha sido maldita y Dios la ha<br />
condenado.<br />
Para que un pecador sea salvado de la<br />
maldición de Dios, debe creer en el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu que se ha convertido en la<br />
justicia de Dios. Sólo cuando la humanidad crea<br />
en esta Palabra de Verdad, podrá volver a Dios.<br />
Todos los seres humanos deben volver a la<br />
verdadera Palabra de Dios, aceptarla y creer en<br />
ella. Para que un pecador vuelva a Dios, debe<br />
21 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
arrepentirse de no haber creído en la Palabra de<br />
Dios de Verdad.<br />
En el Libro del Génesis podemos encontrar lo<br />
que es el pecado según Dios, cómo Dios llega a<br />
los pecadores y cómo se prepararon Sus obras de<br />
salvación y Sus bendiciones. Cuando los seres<br />
humanos cayeron en el pecado, nuestro Señor<br />
Jesús, que es Dios mismo, vino a nosotros como<br />
el Salvador de los pecadores, y borró todos los<br />
pecados. Gracias a Su Palabra Dios creó los<br />
cielos y la tierra. Asimismo, con Su Palabra nos<br />
ha dado la remisión de los pecados y el Reino de<br />
los Cielos.<br />
Cuando Dios creó los cielos y la<br />
tierra, lo hizo mediante Su Palabra<br />
Cuando Dios creó todo lo que hay bajo el<br />
cielo y en la tierra, lo hizo mediante Su Palabra.<br />
◄ ÍNDICE ►
Dijo: «Sea la luz»; «Haya expansión en medio de<br />
las aguas, y separe las aguas de las aguas»;<br />
«Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé<br />
semilla; árbol de fruto que dé fruto según su<br />
género, que su semilla esté en él, sobre la tierra»;<br />
«Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que<br />
vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de<br />
los cielos»; y «Produzca la tierra seres vivientes<br />
según su género».<br />
Dios creó todo con la Palabra que salió de Sus<br />
labios. Del mismo modo en que el universo<br />
entero existió gracias a la Palabra del Señor, la<br />
remisión de los pecados también vino por la<br />
Palabra del Señor. Para salvarnos a los que<br />
caímos en el pecado por no creer en la Palabra de<br />
Dios de salvación, nuestro Señor viene una vez<br />
más a buscarnos mediante la Palabra de Dios de<br />
justicia. Debemos darnos cuenta que Dios no<br />
viene a nosotros a través de nuestros sueños o<br />
visiones, sino a través de la Palabra de justicia.<br />
<strong>22</strong> La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
El Señor no nos encuentra a través de<br />
experiencias místicas.<br />
Está escrito: «En el principio creó Dios los<br />
cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada<br />
y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del<br />
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la<br />
faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz» (Génesis 1, 1-3).<br />
Este pasaje significa que del mismo modo en<br />
que Dios creó el universo con Su Palabra,<br />
también vino a los pecadores mediante esta<br />
Palabra de justicia cuando caímos en el pecado.<br />
Y esto significa que el Señor ha salvado a los<br />
pecadores de sus iniquidades y ha completado la<br />
remisión de sus pecados tal y como Dios dijo.<br />
Para salvar a todos los seres humanos que<br />
cayeron en el pecado, Jesús vino al mundo para<br />
ayudarles con la Palabra de Verdad. Como Adán<br />
y Eva cayeron en el pecado, todos los demás se<br />
convirtieron en pecadores. ¿Cómo vino nuestro<br />
◄ ÍNDICE ►
Señor a buscar a esta gente? Vino por la Palabra<br />
de Verdad y gracia. Pasemos a Isaías 55, 1-3:<br />
«A todos los sedientos:<br />
Venid a las aguas;<br />
y los que no tienen dinero,<br />
venid, comprad y comed.<br />
Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y<br />
leche.<br />
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es<br />
pan,<br />
y vuestro trabajo en lo que no sacia?<br />
Oídme atentamente, y comed del bien,<br />
y se deleitará vuestra alma con grosura.<br />
Inclinad vuestro oído, y venid a mí;<br />
oíd, y vivirá vuestra alma;<br />
y haré con vosotros pacto eterno,<br />
las misericordias firmes a David».<br />
Cuando los pensamientos de todo el mundo<br />
estaban atrapados en confusión y el corazón<br />
23 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
estaba vacío y oscuro sobre la faz de las aguas,<br />
nuestro Señor vino por la verdadera Palabra de<br />
salvación a todos los pecadores que habían<br />
abandonado a Dios y Su Palabra. «Inclinad<br />
vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra<br />
alma; y haré con vosotros pacto eterno, las<br />
misericordias firmes a David». Dios vino a<br />
nosotros por la Palabra de Su justicia.<br />
Deben volver a la Palabra de Dios<br />
La Biblia es la misma Palabra de Dios que<br />
ustedes y yo tenemos. La Biblia es la Palabra de<br />
Dios. Debemos conocer la Palabra de Dios y<br />
aceptarla por fe. De las tres Personas de Dios<br />
(Padre, Hijo y Espíritu), el Hijo es la Palabra de<br />
Dios. Esta Palabra que estamos leyendo es Dios<br />
mismo (Juan 1, 1).<br />
Cuando los que creen en el Señor leen la<br />
◄ ÍNDICE ►
Palabra de las Escrituras, lo hacen creyendo que<br />
es la Palabra de Dios. Por el contrario, los<br />
pecadores que no creen en el Señor no creen que<br />
la Biblia sea la Palabra de Dios ni creen que la<br />
Palabra sea Dios mismo.<br />
Dios es Espíritu, pero también es Logos<br />
(Palabra). La verdadera Palabra de la Biblia es la<br />
Palabra de Dios. Y la Palabra es Dios mismo. El<br />
Señor Jesús vino a los corazones de los<br />
pecadores mediante la Palabra de salvación,<br />
porque Él es el Dios de la Palabra. Cuando vino a<br />
los pecadores mediante Su Palabra, dijo:<br />
«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,<br />
llamadle en tanto que está cercano.<br />
Deje el impío su camino,<br />
y el hombre inicuo sus pensamientos,<br />
y vuélvase a Jehová,<br />
el cual tendrá de él misericordia,<br />
y al Dios nuestro,<br />
el cual será amplio en perdonar»<br />
24 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
(Isaías 55, 6-7).<br />
Si no fuera por la Palabra de Dios nos dio,<br />
¿cómo podríamos creer en el Señor como nuestro<br />
Salvador? ¿Cómo podríamos conocer al Señor?<br />
Si nuestro Señor apareciera en nuestras visiones<br />
en toda Su gloria y nos llamara por nuestro<br />
nombre diciendo: «Voy a borrar todos tus<br />
pecados», nos desmayaríamos y moriríamos.<br />
Dios no tiene cuerpo. Vino a nosotros y nos<br />
habló a través de la Palabra de Verdad. Nos dijo:<br />
«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,<br />
llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío<br />
su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,<br />
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él<br />
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será<br />
amplio en perdonar».<br />
Dios está junto a nosotros a través de Su<br />
Palabra. Mientras que el Señor está en los<br />
corazones de los salvados, está en los pecadores<br />
a través de Su Palabra. El Señor siempre está<br />
◄ ÍNDICE ►
cerca de los pecadores a través de la Palabra. Si<br />
los pecadores llaman a Dios cuando aún están<br />
vivos, y le buscan, Dios les encontrará a través<br />
de Su Palabra.<br />
Para encontrar a Dios, los malvados deben<br />
dejar el mal camino y los injustos deben dejar sus<br />
malos pensamientos. La palabra malvados se<br />
refiere a los que no reconocen la Palabra de Dios<br />
de justicia. Los malvados deben dejar el mal<br />
camino de no reconocer la justicia de Dios. Los<br />
que son injustos a los ojos de Dios son los que no<br />
reconocen la Palabra de Dios de Verdad y<br />
cometen pecados, y junto con los malvados,<br />
deben dejar sus pensamientos y volver al Dios de<br />
Verdad. Los malvados y los injustos son todos<br />
pecadores y para que estos pecadores vuelvan a<br />
Dios, deben encontrar el Evangelio al creer en la<br />
justicia de Dios, sin importar qué tipo de pecado<br />
hayan cometido.<br />
Para ello deben darse cuenta de que no han<br />
25 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
reconocido la Palabra de Dios de justicia. Todos<br />
los pecadores pueden encontrar a Dios y creer en<br />
Él si admiten que son malvados, reconocen su<br />
fracaso y la existencia de Dios y admiten que<br />
Dios es su Señor y Salvador. Todos los<br />
pecadores pueden volver a Dios, pero sólo si<br />
reconocen la Palabra de Dios de Verdad y creen<br />
en ella.<br />
Cuando reconocemos la Palabra de Dios al<br />
creer en ella de corazón, podemos volver a Dios.<br />
¿Lo entienden? Esta es la única forma de que la<br />
humanidad vuelva a Él. Un pecador puede ser<br />
restaurado y volver a Dios sólo si reconoce Su<br />
soberanía y Su Palabra.<br />
Para volver a Dios debemos dejar de<br />
lado nuestras propias ideas<br />
No se puede volver a Dios sólo diciendo el<br />
◄ ÍNDICE ►
nombre del Señor, gritando: «¡Señor!». Algunos<br />
pastores afirman que sí se puede y citan un<br />
pasaje de Romanos que dice: «Porque todo aquel<br />
que invocare el nombre del Señor, será salvo»<br />
(Romanos 10, 13). Pero esto no es así, no se<br />
puede volver a Dios con tal sólo decir: «Dios,<br />
creo». Esto no es más que una idea preconcebida.<br />
Sólo cuando se reconoce la Palabra de Dios se<br />
puede volver a Dios. Los malvados sólo pueden<br />
volver a Dios cuando dejan de lado sus propias<br />
ideas.<br />
Nosotros, los justos que hemos sido salvados,<br />
y también los pecadores, hemos cometido<br />
muchos errores a los ojos de Dios. Pero a pesar<br />
de ello, Dios borró todas estas iniquidades a<br />
través de Su justicia. Tomó sobre Si mismo los<br />
pecados que cometemos por culpa de nuestras<br />
ideas, nuestros malentendidos y debilidades.<br />
Nuestro Señor se llevó todos estos pecados que<br />
la gente comete por sus debilidades y su<br />
26 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
ignorancia. ¿Se dan cuenta de lo ignorantes que<br />
somos los seres humanos a los ojos de Dios?<br />
¿Cuántas veces hemos entendido algo mal y no<br />
hemos llegado al fondo de la cuestión porque no<br />
tenemos el conocimiento adecuado? Por eso<br />
acabamos cometiendo pecados. Pero a pesar de<br />
todo esto, ¿no borró Jesús todos estos pecados?<br />
Sí, cargó con todos nuestros pecados y los borró.<br />
Jesús es nuestro Salvador.<br />
En el pasaje de Isaías mencionado<br />
anteriormente está escrito:<br />
«Deje el impío su camino,<br />
y el hombre inicuo sus pensamientos,<br />
y vuélvase a Jehová,<br />
el cual tendrá de él misericordia,<br />
y al Dios nuestro,<br />
el cual será amplio en perdonar.»<br />
Dios nos está diciendo que dejemos de lado<br />
nuestras ideas y volvamos a Jehová. Mis<br />
queridos hermanos, ¿se dan cuenta de lo<br />
◄ ÍNDICE ►
malvados que son nuestros pensamientos a los<br />
ojos de Dios? Nuestros pensamientos son la<br />
misma maldad.<br />
Por supuesto nuestro Señor se llevó nuestras<br />
ideas preconcebidas también, pero aún así hay<br />
muchos filósofos eruditos y científicos que<br />
niegan la existencia de Dios. Esta gente tiene el<br />
corazón endurecido por sus propias ideas. Dicen:<br />
«¿Dónde está Dios? ¿Cómo puede ser Jesús<br />
Dios? ¿Y cómo puede ser Dios el Dios de la<br />
Palabra? ¿Cómo pudo crear el universo y la<br />
humanidad? Todo lo que conocemos se<br />
desarrolló por la evolución». Mucha gente de<br />
este mundo piensa así.<br />
Sin embargo, Dios está diciendo a los<br />
malvados que dejen sus ideas y vuelvan a<br />
Jehová. Dios está diciendo que para que los<br />
pecadores sean perdonados, deben dejar de lado<br />
sus pensamientos malvados y creer en la justicia<br />
de Dios. Debemos darnos cuenta de que nuestros<br />
27 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
pensamientos son malvados. Y debemos darnos<br />
cuenta ante Dios de que la arrogancia de no creer<br />
en la Palabra de Dios es un pecado grave.<br />
Aún así, nuestro Señor se llevó los pecados de<br />
la humanidad al ser bautizado, desde los pecados<br />
cometidos por culpa de nuestras debilidades<br />
hasta la maldad de nuestros pensamientos y<br />
acciones. Por eso podemos volver a Dios Jehová<br />
por fe. Dios está diciendo: «Que los pecadores<br />
dejen sus pensamiento y vuelvan a Mí». ¿Cómo<br />
son sus pensamientos ante Dios: equivocados o<br />
correctos? ¿Morales o inmorales? Tenemos que<br />
darnos cuenta de que todos los pensamientos que<br />
tenemos aparte de la Palabra, de nuestra fe en la<br />
Palabra de Dios y los que se derivan de ella, son<br />
malvados. Las ideas humanas son falacias. Entre<br />
sus pensamientos y los de la Palabra de Dios.<br />
¿Cuáles son los correctos? Por supuesto que los<br />
de la Palabra de Dios.<br />
Friedrich Nietzsche (1844-1900), un filósofo<br />
◄ ÍNDICE ►
existencialista alemán, concluyó que Dios estaba<br />
muerto. Pensó: «Dios está muerto y por eso los<br />
malvados tienen tanto poder en el mundo aunque<br />
sean tan malvados. ¡Por eso Dios está muerto!».<br />
Mientras Nietzsche estaba de viaje, su barco<br />
naufragó y tuvo que subir a un bote salvavidas.<br />
Pero cuando las olas se hicieron altas y estaba a<br />
punto de ahogarse, empezó a rezar a Dios,<br />
suplicando: «¡Dios, por favor, sálvame!».<br />
Nietzsche, que había declarado que Dios estaba<br />
muerto, estaba pidiéndole que le salvara.<br />
Así que Dios le salvó y puso sus pies en tierra<br />
firme. Al cabo de unos días, cuando Nietzsche<br />
estaba dando una clase, volvió a decir: «Dios no<br />
existe. Está muerto». En esa clase había algunos<br />
de los pasajeros que habían naufragado con él y<br />
se dice que se les oyó comentar: «Este Nietzsche<br />
es un tipo raro. Cuando estaba en el mar, dijo que<br />
Dios estaba vivo, pero ahora que está en tierra,<br />
dice que Dios está muerto. Así que sus ideas<br />
28 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
deben ser falsas».<br />
Así es como piensan todos los seres humanos.<br />
Cuando se encuentran en una emergencia, buscan<br />
a Dios, pero cuando están a salvo, dicen que Dios<br />
está muerto. ¿Por qué? Porque no quieren<br />
rendirse ante Dios. Este es el pecado de no creer<br />
en Dios, y esta gente es la gete más malvado por<br />
haber abandonado a Dios.<br />
La Palabra de Dios de Verdad es<br />
diferente de los pensamientos de la<br />
humanidad<br />
Si quieren que sus almas sean salvadas del<br />
pecado dejen atrás sus pensamientos humanos. Y<br />
piensen en el bautismo y la Cruz de Jesucristo,<br />
que vino por la Palabra de Dios. Nuestras falsas<br />
ideas hacen que rechacemos la Palabra de Jesús.<br />
◄ ÍNDICE ►
El Señor nos está diciendo: «Venid a mí todos los<br />
que estáis trabajados y cargados, y yo os haré<br />
descansar» (Mateo 11, 28).<br />
El Señor tomó sobre Sí mismo todos nuestros<br />
pecados a través de Su bautismo. Por tanto, para<br />
que los pecadores encuentren a Dios, deben<br />
abandonar sus propios pensamientos y volver a<br />
Jesucristo. La Biblia dice que Dios será<br />
misericordioso con ellos. Por su compasión Jesús<br />
tomó todas sus transgresiones sobre Su cuerpo al<br />
ser bautizado por Juan hace 2.000 años.<br />
Está escrito:<br />
«Porque mis pensamientos no son vuestros<br />
pensamientos,<br />
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.<br />
Como son más altos los cielos que la tierra,<br />
así son mis caminos más altos que vuestros<br />
caminos,<br />
y mis pensamientos más que vuestros<br />
pensamientos» (Isaías 55, 8-9).<br />
29 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
Los pensamientos justos de Dios y nuestros<br />
pensamientos humanos son totalmente diferentes.<br />
Están en un nivel diferente. En nuestros propios<br />
pensamientos nos quejamos: «¿Por qué me creó<br />
Dios para sufrir en este mundo? No entiendo por<br />
qué me hizo así, por qué nací así». Y los que<br />
culpan a Dios también culpan a sus padres.<br />
Piensan: «No sé por qué mis padres no me dejan<br />
herencia alguna, por qué me tuvieron si son tan<br />
pobres y por qué me hacen vivir así, sufriendo y<br />
siendo odiado por tantos». Pero no sólo lo<br />
piensan, sino que además se lo dicen a sus<br />
padres.<br />
Sin embargo, nuestro Señor dice que permitió<br />
el sufrimiento para salvar a todos los pecadores<br />
que habían abandonado a dios y para revestirles<br />
de Su gloria, y así hacer que le buscasen. La<br />
humanidad no buscaría a Dios si no hubiese<br />
sufrimiento en este mundo y todo estuviera en su<br />
lugar. Y si los seres humanos no tuviesen<br />
◄ ÍNDICE ►
insuficiencias o debilidades, no podrían<br />
convertirse en hijos de Dios al creer en<br />
Jesucristo. Por eso Dios ha permitido que la<br />
humanidad sufra en este mundo, pero sólo<br />
temporalmente. Esto se debe a que los<br />
pensamientos de Dios y los nuestros son<br />
completamente diferentes.<br />
La gente dice: «Probablemente Dios nos creó<br />
como juguetes para entretenerse porque estaba<br />
aburrido». Mucha gente piensa igual. Por eso<br />
algunos maldicen a Dios y le señalan. Sin<br />
embargo, los pensamientos de Dios son<br />
diferentes de los nuestros.<br />
Dios nos creó para hacernos Su pueblo y Sus<br />
hijos y para que así viviéramos felices en el<br />
paraíso terrenal y en el Reino de los Cielos. Dios<br />
creó a la humanidad para que disfrutara de la<br />
vida eterna como Él. Dios nos creó con esta idea<br />
en mente, y para ello Jesús fue bautizado, murió<br />
en la Cruz y se levantó de entre los muertos. Esta<br />
30 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
es la providencia divina.<br />
Dios creó a la humanidad para darle felicidad<br />
y bendiciones. Sin embargo nosotros no creemos<br />
en esto y culpamos a Dios con palabras<br />
blasfemas: «Si Dios creó el mundo, no debería<br />
haber creado a la gente mala o al Diablo».<br />
¿Creó Dios al Diablo? No, Satanás, el Diablo,<br />
era un ángel al principio. Este ángel cayó porque<br />
intentó exaltarse por encima de Dios. Por eso se<br />
convirtió en Satanás. Y ustedes deben entender<br />
que Dios permitió que el pueblo de Israel no le<br />
aceptara para que pudiéramos ser salvados<br />
creyendo en Su justicia.<br />
Para explicar la voluntad de Dios más<br />
fácilmente voy a hacer una comparación con la<br />
relación entre un niño de 5 años y sus padres.<br />
Cuando los adultos se proponen desempeñar una<br />
tarea, primero hacen las preparaciones<br />
necesarias. Pero un niño no entiende esto por<br />
mucho que se lo expliques.<br />
◄ ÍNDICE ►
Imaginemos que estamos cocinando una sopa<br />
de fideos. Cuando hacemos sopa, primero<br />
ponemos agua en un cazo. El niño de nuestro<br />
ejemplo nos ve y pregunta: «¿Por qué pones agua<br />
en un cazo?». Entonces ponemos el agua a<br />
hervir. El niño pregunta: «¿Por qué pones el agua<br />
al fuego?». No puede entenderlo porque no tiene<br />
ningún sentido para él. Entonces ponemos los<br />
fideos. El niño pregunta: «¿Por qué pones los<br />
fideos?». Entonces echamos los demás<br />
ingredientes. El niño pregunta: «¿Por qué echas<br />
esas cosas en el agua?».<br />
Para el niño todo es curioso y extraño. Cuando<br />
echamos la sal, el niño vuelve a preguntar: «¿Por<br />
qué echas sal?», cuando removemos la sopa,<br />
pregunta: «¿Por qué le das vueltas?». Cuando<br />
probamos la sopa, vuelve a preguntar: «¿Por qué<br />
la pruebas?».<br />
Puede que no le contestemos hasta que<br />
hayamos terminado, pero cuando le dejamos que<br />
31 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
pruebe la sopa, entonces se da cuenta: «¡Ah! Así<br />
que esto es la sopa de fideos». Pero no ha<br />
entendido los pasos que hemos seguido para<br />
hacer la sopa. Sólo le importa el resultado, que es<br />
la sopa de fideos que se va a comer, y todo lo que<br />
ha entendido es: «¡Vaya! Esto es sopa de fideos.<br />
¡Está muy buena!».<br />
El niño no entiende todos los pasos que sus<br />
padres han seguido para hacer la sopa. Del<br />
mismo modo, por mucho que se nos explique el<br />
objetivo por el cual Dios nos creó y sin importar<br />
cómo se nos explique este objetivo y el proceso<br />
por el que Dios nos ha hecho Sus hijos, es muy<br />
difícil para nosotros entenderlo, porque somos<br />
como ese niño pequeño.<br />
◄ ÍNDICE ►
Debemos reconocer la infalibilidad de<br />
la Palabra de Dios<br />
Si lo reconocemos estamos reconociendo la<br />
bondad de Dios. Dios nos creó para bendecirnos.<br />
Dicho de otra manera, Dios nos hizo nacer en<br />
este mundo para bendecirnos. Dios dice que ha<br />
creado Su viña y la ha sembrado con la más fina<br />
vid y entonces espera que de buenas uvas (Isaías<br />
5, 2). Si Dios tenía un plan para hacer las<br />
mejores uvas y las hizo así, debemos aceptar<br />
todos los pasos que siguió.<br />
Pero a pesar de ello, la gente no cree en Dios.<br />
Por culpa de esto serán arrojados a la basura. Si<br />
no se reconoce a Dios, como pena por el pecado,<br />
seremos arrojados al fuego para sufrir para<br />
siempre. Es sólo cuestión de tiempo que los que<br />
no creen sean arrojados al infierno.<br />
Algunos se preguntarán: «Dios no debería<br />
haber creado el infierno. ¿Por qué lo hizo?». Mis<br />
32 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
queridos hermanos, no está bien que una criatura<br />
no reconozca a su Creador. La Biblia ilustra esta<br />
afirmación mediante una analogía con un<br />
alfarero. Si estuviéramos haciendo una vasija y<br />
no nos gustara como ha quedado, y la<br />
deshiciéramos y la tirásemos, ¿hemos hecho algo<br />
malo? No, como sus creadores no hemos hecho<br />
nada malo. Si pensamos en esto, entendemos que<br />
lo que debemos hacer, como criaturas de Dios, es<br />
creer en Él y aceptar lo que nos ha dado, y que<br />
no debemos culpar a Dios por nada.<br />
¿Somos los creadores? No, sólo somos<br />
criaturas. El Creador tiene derecho a hacer lo que<br />
quiera con las criaturas. Dios nos creó con un<br />
buen plan y un buen objetivo y si no nos<br />
sometemos estamos siendo malvados. Esta es la<br />
maldad del Diablo. Esto es retar a Dios. Dios<br />
camina en la Palabra de Verdad y nosotros<br />
debemos darnos cuenta que no creer en Dios ni<br />
en Su Palabra es un pecado. Y debemos darnos<br />
◄ ÍNDICE ►
cuenta de que el Espíritu de Dios se muevo sobre<br />
la faz de las aguas. Dios obra según Su Palabra.<br />
Cuando reconocemos esta Palabra, creemos en<br />
ella y la seguimos, podemos encontrar a Dios.<br />
La Palabra de Dios obra en los<br />
corazones humanos<br />
Si creemos solamente en experiencias místicas<br />
o revelaciones, en vez de creer en la Palabra de<br />
Dios, no podremos en Dios. ¿Lo entienden? Está<br />
escrito: «El Espíritu de Dios se movía sobre la<br />
faz de las aguas». La Biblia no dice que el<br />
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las<br />
aguas sólo porque estuviese aburrido. ¿Acaso no<br />
puede Dios moverse en la tierra? ¿Por qué no<br />
habría de moverse sobre la faz de la tierra? En<br />
realidad Jesucristo vino al mundo y caminó sobre<br />
él. Este pasaje significa que el Espíritu Santo no<br />
33 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
puede vivir en los corazones de los pecadores.<br />
El mensaje especial que Dios nos está<br />
transmitiendo aquí es que los pecadores deben<br />
volver a la Palabra para encontrar a Dios. Así<br />
que sólo los que volvieron a la Palabra han<br />
encontrado a Dios y han nacido de nuevo. Por<br />
eso la Biblia explica estos dos puntos: «Para ser<br />
salvado del pecado, primero debes darte cuenta<br />
de que eres un montón de pecados, y segundo, de<br />
que debes nacer de nuevo a través de la Palabra<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu». En otras<br />
palabras, se nace de nuevo a través de la Palabra<br />
de Dios y el Espíritu Santo pone el sello de Dios.<br />
Debemos saber lo que es el pecado a los ojos<br />
de Dios, y quién es Dios. Debemos darnos cuenta<br />
de que los corazones de los que han abandonado<br />
a Dios están confundidos y vacíos y de que las<br />
tinieblas están sobre la faz del abismo. No creen<br />
en la Palabra de Dios es un pecado. Para volver a<br />
Dios, debemos volver a la Palabra y sólo<br />
◄ ÍNDICE ►
entonces podremos encontrar a Dios. La Palabra<br />
es Dios mismo, y Dios obra a través de Su<br />
Palabra. Debemos darnos cuenta y volver a la<br />
Palabra.<br />
Nosotros, los justos, debemos dejar de lado<br />
nuestros propios pensamientos. Para ser<br />
bendecidos debemos desechar nuestras propias<br />
ideas. Cuando conocemos la Palabra de Dios<br />
podemos creer en Él. Y cuando reconocemos la<br />
Palabra, podemos creer en Dios, volver a Él y<br />
recibir todas Sus bendiciones. Los que han<br />
recibido la remisión de los pecados hace poco y<br />
los que todavía están confusos deben volver a la<br />
Palabra de Dios. Y deben escuchar la Palabra y<br />
meditar sobre lo que dice.<br />
Esta misma advertencia sirve para los<br />
pecadores. Si los pecadores no vuelven a la<br />
Palabra y si no conocen la Palabra de Dios y<br />
vuelven a este camino, ¿cómo van a encontrar a<br />
Dios? ¿Y cómo van a recibir la remisión de los<br />
34 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
pecados de la mano de Jesús? Sólo cuando estos<br />
pecadores vuelven a la Palabra pueden encontrar<br />
a Jesús, a Dios, a su Creador y ser salvados de<br />
sus pecados.<br />
Por eso decimos que la Palabra de las<br />
Escrituras es el Canon, que significa «la medida<br />
de la salvación, el barómetro que nos permite<br />
conocer a Dios y la norma para todo juicio». La<br />
Biblia no fue escrita por el hombre. Dios escribió<br />
la Biblia y en este preciso momento sigue<br />
transformando vidas. Cuando leemos la Biblia,<br />
podemos darnos cuenta de que hay Dios y<br />
podemos encontrarlo. Y cuando creemos en la<br />
Palabra, esta viene a nuestros corazones y obra<br />
en nuestras vidas.<br />
La Palabra viene a nuestras mentes y obra en<br />
nuestras vidas y también derrumba nuestras ideas<br />
falsas. Y la Palabra permite que recibamos la<br />
remisión de nuestros pecados y sigamos la<br />
voluntad de Dios. Como la Palabra está viva y es<br />
◄ ÍNDICE ►
dinámica, obra en los corazones de los creyentes<br />
con fuerza.<br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra». ¿Cómo nos encuentra Dios a los que<br />
caímos en el pecado? En el pasaje de las<br />
Escrituras de hoy hemos encontrado la respuesta<br />
a esta pregunta de cómo Dios viene a nuestras<br />
vidas y cómo obra en ellas. Dios nos busca y<br />
obra en nuestras vidas a través de Su Palabra.<br />
¿Se dan cuenta ahora?<br />
Doy gracias a nuestro Señor. Habíamos caído<br />
en la confusión y en el vacío, pero aún así<br />
nuestro Señor vino a buscarnos a través de la<br />
Palabra. Los que todavía son jóvenes en la fe y<br />
los que acaban de escuchar la Palabra y de recibir<br />
la remisión de los pecados, deben escuchar<br />
atentamente la Palabra tantas veces como sea<br />
posible.<br />
Les pido que no se pierdan las horas de culto y<br />
las reuniones y que tomen parte en ellas, porque<br />
35 La Biblia es la Palabra de salvación, no un libro científico<br />
«Así que la fe es por el oír, y el oír, por la<br />
palabra de Dios» (Romanos 10, 17). Cuando<br />
escuchamos la Palabra del Evangelio del agua y<br />
el Espíritu podemos conocer a Dios y nuestras<br />
preguntas son contestadas.<br />
La Palabra de Dios no es un libro científico,<br />
sino que es la Palabra de salvación. <br />
◄ ÍNDICE ►
¿Se han convertido en la<br />
luz por el Evangelio de<br />
Verdad?<br />
< Génesis 1, 2-3 ><br />
«Y la tierra estaba desordenada y vacía, y<br />
las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y<br />
el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las<br />
aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz».<br />
Al crear el universo y todas las criaturas que<br />
hay en él, Dios reveló Su plan majestuoso a<br />
través de Jesucristo. En el capítulo 1 del Génesis<br />
se muestra este plan majestuoso que Dios ha<br />
preparado para la humanidad. En otras palabras,<br />
la creación de los cielos y la tierra y de todas las<br />
criaturas, la creación del hombre a la imagen y<br />
36 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
semejanza de Dios, la caída de la humanidad por<br />
culpa de Satanás, la salvación a través de<br />
Jesucristo, el convertirnos en hijos de Dios a<br />
través de Su providencia, y las bendiciones de la<br />
gracia eterna de Dios, son cosas que se muestran<br />
en el primer capítulo del Génesis.<br />
Por eso está escrito: «En el principio creó<br />
Dios los cielos y la tierra», seguido de: «Y la<br />
tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas<br />
estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de<br />
Dios se movía sobre la faz de las aguas»<br />
(Génesis 1, 2). Cuando dice: «Y la tierra estaba<br />
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre<br />
la faz del abismo», se refiere a la condición de la<br />
humanidad y de todas las cosas creadas por Dios<br />
que cayeron en la confusión por culpa de<br />
Satanás, una criatura espiritual caída. Dicho de<br />
otra manera, este verso describe la caída de la<br />
humanidad en el pecado.<br />
Antes de nada debemos entender la voluntad<br />
◄ ÍNDICE ►
de Dios que creó el universo entero y todas las<br />
criaturas que hay en él. Si no conocemos la<br />
voluntad de Dios, o lo que es peor, si la<br />
malinterpretamos, corremos un gran riesgo. Todo<br />
lo que hay bajo los cielos tiene una razón de ser.<br />
Cuando Dios nos creó, decidió que nos adoptaría<br />
como Sus hijos en Jesucristo. Incluso antes de la<br />
creación del mundo Dios ya tenía en mente un<br />
plan para hacernos hijos Suyos y elevarnos a la<br />
condición de seres divinos.<br />
Por eso Dios nos hizo según Su plan, permitió<br />
que sufriésemos en este mundo, hizo que le<br />
buscásemos en esos momentos difíciles, permitió<br />
que encontrásemos el Evangelio de Verdad que<br />
borra nuestros pecados a través de Jesucristo y al<br />
hacerlo nos adoptó como hijos Suyos y nos dio<br />
Su precioso Reino. Así Dios nos ha demostrado<br />
que nada depende de nuestra propia voluntad,<br />
sino que todo está subordinado a Su voluntad.<br />
Por tanto, mientras vivimos en este mundo,<br />
37 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
sintiendo y reflexionando sobre estas cosas, nos<br />
damos cuenta de que lo que queremos hacer no<br />
se consigue a través de nuestra propia voluntad,<br />
sino según cómo Dios lo ha diseñado<br />
originalmente; todo lo que hacemos es entrar en<br />
el dominio de Dios al creer en Su Palabra y<br />
seguirle por fe. Por eso Jesús dijo: «Yo soy el<br />
camino» (Juan 14, 6).<br />
Cuando leemos la Biblia podemos entender el<br />
plan de Dios. Dios tenía un plan para la<br />
humanidad y nos lo ha mostrado al manifestarlo<br />
en la Palabra tal y como lo había planeado. Por<br />
tanto, podemos descubrir Su voluntad en la<br />
Palabra de Dios, y al creer en esta Palabra y<br />
seguirla, podemos encontrar a Dios. Así que<br />
cuando creemos en Dios, debemos conocerle<br />
según Su Palabra de promesa.<br />
Si tuvieran que pensarlo todo ustedes mismos<br />
sin tener en cuenta las promesas de la Palabra de<br />
Dios, decidirlo todo por sí mismos e intentar<br />
◄ ÍNDICE ►
encontrar a Dios por sí mismos, desde entonces,<br />
caerían en la confusión. Para encontrar a Dios<br />
deben creer en Su Palabra de promesas y<br />
seguirla, solo entonces podrán encontrar a Dios.<br />
Por eso Dios nos ha dado la Biblia.<br />
Sin la Biblia, la Palabra de Dios, sería<br />
imposible encontrar a Dios. La Biblia es la<br />
Palabra de Dios. Y es la Palabra de la alianza que<br />
Dios ha cumplido y seguirá cumpliendo. La<br />
Biblia dice que Dios es el Dios de la Palabra, que<br />
lo planeó todo con la Palabra, cumplió Su plan<br />
según la Palabra y vino a nosotros a través de la<br />
Palabra.<br />
La Palabra es Dios (Juan 1, 1). Dios es la<br />
Palabra y cuando se manifiesta a la humanidad,<br />
lo hace a través de la Palabra de promesa.<br />
Debemos darnos cuenta de que Dios se ha<br />
revelado a través de Su Palabra y de que es el<br />
Dios de la promesa que llega a nosotros a través<br />
de esta Palabra.<br />
38 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
No debemos leer la Biblia como si fuera una<br />
novela o un libro de historia, sino que debemos<br />
creer que esta Palabra es la Palabra de promesa<br />
que Dios habló. Dios se nos revela a través de<br />
esta Palabra. Así que cuando leemos la Biblia,<br />
debemos darnos cuenta de que es la Palabra que<br />
Dios nos ha prometido.<br />
La Biblia es la luz de la salvación<br />
para la humanidad<br />
Está escrito: «Y la tierra estaba desordenada y<br />
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del<br />
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la<br />
faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó<br />
Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz<br />
Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde<br />
y la mañana un día» (Génesis 1, 2-5).<br />
◄ ÍNDICE ►
En este pasaje Dios llamó a la luz día y a las<br />
tinieblas noche, y así declaró la voluntad de<br />
salvar del pecado a las almas. Está diciendo que<br />
lo que quita el pecado, la confusión, el vacío y<br />
las tinieblas, es la luz.<br />
¿Quién es esta luz? Es Jesucristo, el Salvador.<br />
¿Quiénes son los que están desordenados y<br />
vacíos, los que tienen las tinieblas en la faz del<br />
abismo? Nosotros, por supuesto. Esto se refiere a<br />
nosotros, los humanos, que aunque fuimos<br />
creados por Dios, fueren engañados por Satanás<br />
y cayeron en la confusión. Desde el principio<br />
Dios nos estaba prometiendo: «Cuando caigáis<br />
en la confusión os salvaré con la luz. Y los que<br />
aceptan la luz se convierten en luz, pero los que<br />
no aceptan la luz se convierten en tinieblas».<br />
Cuando creamos algo, siempre tenemos un<br />
objetivo en mente. No creamos nada sin una<br />
razón. Cuando Dios creó los cielos y la tierra y la<br />
humanidad al principio, Su plan era salvar a Sus<br />
39 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
hijos, glorificarlos como Sus hijos para que no<br />
existiésemos como simples criaturas.<br />
Esto es lo que está diciendo la Biblia: al<br />
principio, Dios creó los cielos y la tierra y<br />
cuando creó a Sus criaturas, no nos hizo como<br />
robots, sino que nos dio libre albedrío. Dios nos<br />
está diciendo: «Cada uno de vosotros puede<br />
aceptar o rechazar Mi gracia y mis bendiciones.<br />
Os he hecho libres».<br />
Juan 3, 20-21 dice: «Porque todo aquel que<br />
hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz,<br />
para que sus obras no sean reprendidas. Mas el<br />
que practica la verdad viene a la luz, para que<br />
sea manifiesto que sus obras son hechas en<br />
Dios».<br />
Nosotros, los nacidos de nuevo, podemos<br />
distinguir entre la luz y la oscuridad. Sin<br />
embargo, la gente confusa que está ligada al<br />
pecado, no puede distinguir la luz de la<br />
oscuridad. Normalmente odian la luz y aman el<br />
◄ ÍNDICE ►
mal. Pero aún así tenemos la libertad de escoger.<br />
Si Dios no nos hubiera dado esta libertad no<br />
podríamos decir que Dios es justo.<br />
Por otro lado, si Dios hubiera dejado que<br />
todos fuéramos al infierno, no podríamos decir<br />
que es justo y santo. Dios nos está diciendo:<br />
«Soy el Todopoderoso, pero os he dado libre<br />
albedrío. Así que si de verdad amáis el bien,<br />
debéis seguir este bien y recibir todas Mis<br />
bendiciones y vivir en Mí. Pero si amáis la<br />
oscuridad, sois libres para ello».<br />
Por tanto los que han llegado a la luz de Dios<br />
eligen a Dios y creen en él y por haberle<br />
escogido, recibirán todas las bendiciones de la<br />
salvación de Dios y vivirán para siempre. Los<br />
que no le escogen, serán arrojados al infierno y<br />
sufrirán y rechinarán los dientes de dolor, porque<br />
escogieron la maldad. Esta es la Verdad justa de<br />
Dios que revela la divinidad de Dios. Manifiesta<br />
que Dios es perfecto. Dios no nos obligó a hacer<br />
40 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
nada, sino que se manifestó a través de Su<br />
alianza y nos hizo alabarle justamente.<br />
Al darnos Su gracia y Su Verdad, Dios nos ha<br />
dejado gobernar sobre todas las criaturas y ha<br />
hecho que ellas nos sirvieran. Los que escogen lo<br />
bueno a los ojos de Dios, es decir la luz, son<br />
bendecidos por Dios. Pero los que escogen el<br />
mal, son juzgados por sus pecados a los ojos de<br />
Dios según Su justicia. Este es nuestro Dios que<br />
se revela en la Biblia.<br />
Dios es el Dios de la alianza. Nadie puede<br />
decir que Dios es injusto. Dios le ha dado a la<br />
humanidad el derecho a escoger. La Biblia dice<br />
que si alguien maldice las bendiciones, que<br />
reciba lo que ha escogido. Pero lo que aman la<br />
luz y la han aceptado en sus corazones, viven en<br />
esta luz, la Palabra de Dios y Él les dará todas las<br />
bendiciones que ha prometido. Dios ha permitido<br />
que quien quiera ser bendecido, escoja Su<br />
bondad y reciba las bendiciones de salvación y<br />
◄ ÍNDICE ►
vida eterna.<br />
Dios, que creó los cielos y la tierra, nos está<br />
hablando. Dios es perfecto. Sólo Él es justo,<br />
perfecto y divino para todas las criaturas. Él es el<br />
Creador. Él es el Ser Absoluto. No hay nadie que<br />
pueda negarlo.<br />
A través de la Palabra, vimos al Dios de la<br />
alianza que nos hizo una promesa a través de Su<br />
Palabra y la cumplió. Dios creó los cielos y la<br />
tierra en el principio. Dios lo creó todo, la<br />
oscuridad y la luz. ¿Lo reconocen? Dios nos ha<br />
dado libertad para escoger a todos los seres<br />
humanos, y según esta elección se nos ha<br />
concedido Su gracia.<br />
En el Reino de Dios no existe la palabra «no»,<br />
sólo «sí», sólo está la Verdad infalible. Que sólo<br />
exista la palabra «sí» significa que no hay nada<br />
negativo.<br />
Está escrito: «Y la tierra estaba desordenada y<br />
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del<br />
41 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la<br />
faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz» (Génesis 1, 2-3). Cuando la Biblia dice que<br />
«Dios creó los cielos y la tierra» y sigue<br />
diciendo: «La tierra estaba desordenada y vacía»,<br />
implica que incluso antes de la creación del<br />
mundo, Dios ya sabía que Satanás haría caer en<br />
la tentación a los humanos.<br />
Los capítulos 1 y 2 del Génesis describen el<br />
plan de Dios, a partir del capítulo 3, se habla del<br />
cumplimiento de este plan. Podemos decir que<br />
Dios llevó a cabo Su plan paso a paso. Los<br />
arquitectos cambian sus planes de construcción<br />
muchas veces cuando están construyendo un<br />
edificio. Sin embargo Dios no ha cambiado Su<br />
plan ni una sola vez desde que lo diseñó. Lo<br />
cumplió todo tal y como lo había planeado. Dios<br />
no dejó que Sus criaturas fueran meras criaturas,<br />
sino que hizo que nacieran de nuevo y fueran<br />
recreadas. La luz libró a la humanidad del<br />
◄ ÍNDICE ►
pecado. La Palabra de Dios permitió que la gente<br />
escapara del pecado.<br />
Si la humanidad no estuviera desordenada y<br />
vacía y no hubiera tinieblas sobre la faz del<br />
abismo, es decir, si la humanidad no hubiera sido<br />
engañada por Satanás, los seres humanos no se<br />
hubieran vestido de la gracia que les libra del<br />
pecado y les convierte en hijos de Dios. Al creer<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu todos<br />
nosotros hemos podido vestirnos de la gracia de<br />
salvación que Jesucristo nos ha dado y<br />
convertirnos en hijos de Dios. Nuestra gloria fue<br />
preparada por la providencia de Dios en Su plan.<br />
Adán y Eva, los ancestros de la humanidad,<br />
fueron engañados por Satanás. Sin embargo, esto<br />
estaba escrito en la predestinación de Dios. Los<br />
gusanos viven muchos años bajo tierra en estado<br />
de larva, pero al final suben a un árbol y se<br />
transforman en cigarras. Para convertirse en<br />
cigarras, deben vivir como gusanos bajo tierra.<br />
42 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
Así los seres humanos a los que Satanás tentó y<br />
que cayeron en el pecado estaban predestinados a<br />
que esto ocurriera según el plan glorioso de Dios.<br />
En otras palabras, Dios permitió que Satanás nos<br />
tentase porque sólo si nos convertíamos en<br />
pecadores, podríamos transformarnos en hijos de<br />
Dios al creer en Jesucristo.<br />
La gente que está desordenada y vacía, y que<br />
tienen las tinieblas en la faz del abismo, está en<br />
esta condición por haber abandonado la luz de<br />
Dios. Cuando se separan d Dios, el Creador que<br />
los hizo, y de Su Palabra de promesa, sus<br />
corazones se llenan de confusión y vacío. Del<br />
mismo modo en que Adán, el primer hombre,<br />
cayó en la confusión por separarse de la Palabra<br />
de Dios, entre los descendientes de Adán de hoy<br />
en día, hay gente que no conoce a Jesucristo a<br />
través de la Palabra de la promesa y que por<br />
tanto ha caído en la confusión. ¿Por qué han<br />
caído en la confusión? Porque no conocen la<br />
◄ ÍNDICE ►
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu que<br />
Dios nos ha dado. Por eso no pueden conocer a<br />
Dios, que nos encuentra a través de la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Entonces, ¿qué<br />
debe hacer la gente para escapar de la confusión?<br />
Si vuelven a la Palabra de Dios de Verdad,<br />
podrán encontrar a Dios.<br />
Además todo el mundo ha caído en el vacío<br />
por culpa de sus pecados. Así que la gente no<br />
encuentra satisfacción en sus vidas. Los seres<br />
humanos estamos vacíos a no ser que<br />
encontremos al Dios de la Verdad. Los seres<br />
humanos ya eran imperfectos cuando fueron<br />
creados. Dios permitió que fuéramos imperfectos<br />
para hacernos perfectos a través de Su plan.<br />
Como el Dios perfecto nos creó, a no ser que lo<br />
tengamos dentro de nosotros, seguiremos siendo<br />
imperfectos, no tendremos satisfacción y<br />
caeremos en el vacío. Por tanto, como Dios nos<br />
hizo a Su imagen y semejanza cuando nos creó,<br />
43 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
para encontrar la verdadera satisfacción,<br />
debemos nacer de nuevo sin falta. En otras<br />
palabras, los corazones de la gente deben tener la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu que<br />
Jesucristo nos dio, y sólo cuando tenemos al<br />
Espíritu Santo dentro podemos ser perfectos.<br />
Sólo estamos totalmente satisfechos cuando<br />
encontramos a Jesucristo.<br />
Todos nosotros fuimos engañados por los<br />
planes malvados de Satanás y como resultado<br />
caímos en la confusión, el vacío y el pecado.<br />
Dios dijo que salvaría a esta gente a través de Su<br />
Hijo Jesucristo. ¿De qué prometió salvarnos? De<br />
la confusión, el vacío y el pecado. Prometió<br />
salvarnos de nuestros pecados, de nuestro vacío<br />
profundo y de nuestra insatisfacción insaciable.<br />
Esta promesa de salvación estaba predestinada en<br />
Jesucristo.<br />
◄ ÍNDICE ►
Jesucristo, el Creador, es el Salvador<br />
de los que creen en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu<br />
El Señor del universo es Jesucristo. Cuando la<br />
Biblia dice: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz», la luz se refiere a Jesucristo que nos salvó<br />
de nuestros pecados. ¿Quién creó el universo y<br />
todo lo que hay en él mediante la Palabra?<br />
Jesucristo. Él mismo creó todo lo que ven<br />
nuestros ojos, desde los cielos hasta la tierra,<br />
desde las montañas hasta los mares, y desde las<br />
flores hasta todas las formas de vida.<br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra» (Génesis 1, 1). Jesucristo es quien creó<br />
los cielos y la tierra, y debemos darnos cuenta de<br />
que Dios ha borrado nuestros pecados al enviar a<br />
Su Hijo. ¿Quién dice la Biblia que es Jesucristo?<br />
Dice que Jesucristo es el Hijo de Dios Padre.<br />
44 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
Está escrito: «Yo publicaré el decreto; Jehová me<br />
ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy»<br />
(Salmos 2, 7). La Biblia dice que Jesús fue<br />
engendrado por el Padre. Sin embargo, la Biblia<br />
también dice que el Hijo de Dios Padre es el<br />
mismo que Dios Padre (1 Juan 5, 20).<br />
Por eso el Apóstol Juan, que vio a Jesucristo<br />
con sus propios ojos y le tocó con sus propias<br />
manos, y que vivió con Él durante tres años,<br />
declaró: «En el principio era el Verbo, y el Verbo<br />
era con Dios, y el Verbo era Dios» (Juan 1, 1).<br />
En otras palabras, Jesús es el Dios que creó el<br />
universo. Dios Padre construyó el Reino de los<br />
Cielos a través de Su Hijo y Jesucristo creó los<br />
cielos y la tierra que ven nuestros ojos. Todos<br />
nosotros debemos conocer a este Jesucristo<br />
correctamente, y saber que es Dios.<br />
¿Qué más dijo Dios? Dijo que nos salvaría de<br />
todos nuestros pecados a través de Su Hijo sin<br />
pecado. Dios es el Dios de la Verdad. Cuando el<br />
◄ ÍNDICE ►
Hijo de Dios Padre hizo el mundo, Dios dijo que<br />
era bueno ver el mundo iluminado por la Luz. Y<br />
la Biblia dice: «Aquella luz verdadera, que<br />
alumbra a todo hombre, venía a este mundo»<br />
(Juan 1, 9).<br />
Este plan de Dios fue revelado por el Dios de<br />
la Trinidad, es decir, Dios Padre, Dios Hijo y<br />
Dios Espíritu Santo. La Biblia dice: «Y la tierra<br />
estaba desordenada y vacía, y las tinieblas<br />
estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de<br />
Dios se movía sobre la faz de las aguas». ¿Quién<br />
es el Espíritu de Dios que se movía sobre la faz<br />
de las aguas? El Espíritu Santo. El Hijo del Padre<br />
es quien creó el universo y Dios Padre prometió<br />
que a través de Su Hijo salvaría a todos los seres<br />
humanos que habían caído en la confusión y el<br />
vacío.<br />
Dios quería darnos el Espíritu que nos hace<br />
hijos de Dios, pero este Espíritu no podía entrar<br />
en nuestros corazones mientras hubiera pecado<br />
45 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
en ellos. Por eso Dios Padre estableció una<br />
alianza con Sus criaturas y nos prometió que<br />
enviaría a Su Hijo al mundo. El Espíritu de Dios<br />
se refiere al Espíritu Santo que entra en los que<br />
creen en la Palabra de Dios y la siguen y<br />
entonces vive en ellos. Este es el plan de Dios. El<br />
Dios de la Trinidad se manifiesta aquí. Dios tenía<br />
un plan para nosotros antes de la creación del<br />
mundo y lo ha ido cumpliendo paso a paso.<br />
Debemos darnos cuenta de que por eso Dios dijo<br />
que era todo era bueno cuando creó los cielos y<br />
la tierra.<br />
Dios dijo que cuando Su Hijo creó la luz el<br />
primer día de la Creación, vio que era buena.<br />
Dios quería hacer que Sus criaturas fueran Sus<br />
hijos, al igual que Jesucristo. Por eso el Apóstol<br />
Pablo cuando se dio cuenta del gran plan de<br />
Dios, le alabó diciendo: «¡Oh profundidad de las<br />
riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!<br />
¡Cuán insondables son sus juicios, e<br />
◄ ÍNDICE ►
inescrutables sus caminos!» (Romanos 11, 33).<br />
También está escrito: «Porque de él, y por él,<br />
y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria<br />
por los siglos. Amén.» (Romanos 11, 36). ¿Cómo<br />
puede una mera criatura desobedecer a su<br />
Creador? La desobediencia es un pecado. Dios<br />
nos dio la Palabra de promesa. Y es el Dios que<br />
separa a Su pueblo de la gente malvada con Su<br />
Palabra. Si aceptan la Palabra de Dios en sus<br />
corazones, ustedes también se convertirán en el<br />
pueblote Dios. Vengan a la luz de la Verdad y<br />
ustedes se convertirán en luz.<br />
Dios dijo: «Sea la luz»<br />
La Biblia dice que cuando Dios creó a la<br />
humanidad y el universo, la tierra estaba<br />
desordenada y estaba vacía y las tinieblas estaban<br />
sobre la faz del abismo. Así describe la Biblia la<br />
46 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
condición de los que han caído en el pecado. La<br />
Biblia también dice que cuando la tierra (el<br />
corazón humano) estaba desordenada, vacía y en<br />
el abismo del pecado, el Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas. Es decir, Dios<br />
que creó el universo y salvó a la humanidad obra<br />
en los corazones de los pecadores.<br />
Dios habla y tiene una relación con los que se<br />
acercan a Él a través de Su Palabra, confiando en<br />
ella. Dios aprueba a los que creen en Su Palabra.<br />
Sin embargo, si no creemos en la Palabra de<br />
Dios, nuestros pensamientos nos llevarán a la<br />
muerte.<br />
¿Por qué se suicidó Judas, que traicionó a<br />
Jesucristo? Debería haber resuelto su pecado<br />
confiando en la Palabra de Dios, pero la Biblia<br />
dice que se arrepintió por su cuenta y se suicidó.<br />
Los que no tienen fe en la Palabra de Dios<br />
acaban siendo condenados por sus pecados y por<br />
tanto no pueden evitar morir para siempre. El que<br />
◄ ÍNDICE ►
Judas se arrepintiera por su cuenta significa que<br />
su propia conciencia le indicaba sus pecados y<br />
que había cometido un gran error al traicionar y<br />
vender a su maestro por un mísero puñado de<br />
monedas.<br />
Lo que hizo Judas fue terrible, pero fue<br />
incluso peor el no creer en Jesucristo como Hijo<br />
de Dios. Debemos reflexionar lo que Jesucristo<br />
hizo cuando vino al mundo según la Palabra del<br />
Nuevo y el Antiguo Testamento, y por eso<br />
debemos darnos cuenta de que es Dios y el Hijo<br />
de Dios. Sin embargo, Judas no creyó en la<br />
divinidad de Jesucristo y en vez de arrepentirse:<br />
«He traicionado al verdadero Hijo de Dios y no<br />
le acepté como mi Salvador», su conciencia<br />
humana le pesaba por haber traicionado a un<br />
hombre que había sido su maestro y por eso se<br />
suicidó.<br />
Sólo podemos presentarnos ante Dios si<br />
conocemos nuestras faltas según la Palabra de<br />
47 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
Dios y si nos arrepentimos de nuestros pecados<br />
al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu; si<br />
por el contrario, juzgamos nuestras obras según<br />
nuestros pensamientos, no sólo perderemos<br />
nuestra vida, sino que también seremos arrojados<br />
al fuego eterno del infierno.<br />
Cuando hacemos algo malo, a veces<br />
pensamos: «He cometido un error», pero nuestra<br />
concepción del bien y el mal es demasiado<br />
ambigua. Según nuestro punto de vista, nuestras<br />
obras pueden ser evaluadas de forma diferente.<br />
Muchas veces, lo que parece bueno a los ojos de<br />
la carne es muy malo desde un punto de vista<br />
espiritual. Así que cuando Judas se arrepintió<br />
ante Dios, sólo se arrepintió en su conciencia y<br />
no al creer en la Palabra de Dios. Claramente,<br />
Jesucristo era Dios y el Salvador de la<br />
humanidad. El hecho de que Judas no creyera en<br />
este Salvador fue un gran error. Como Judas no<br />
creyó en Jesucristo como Dios, estaba destinado<br />
◄ ÍNDICE ►
a traicionarle, lo que fue un error, pero Judas no<br />
se dio cuenta. Judas no admitió su error según la<br />
Palabra de Dios, sino que lo admitió en su<br />
conciencia y al creer que estaba destinado a ir al<br />
infierno, se suicidó. Por eso Jesucristo lamentó la<br />
muerte de Judas, y dijo que hubiera sido mejor<br />
que nunca hubiera nacido (Marcos 14, 21).<br />
Todos nosotros debemos darnos cuenta de que<br />
a través de Su Palabra Dios nos habla y obra en<br />
nuestras vidas. Y debemos darnos cuenta de que<br />
a través de esta Palabra de Verdad, Dios ha<br />
hecho brillar la luz de la salvación sobre<br />
nosotros, los que estábamos confundidos, vacíos<br />
y en el abismo del pecado. Al iluminarnos Dios<br />
con Su luz podemos darnos cuenta de que<br />
nuestros corazones están vacíos y confundidos y<br />
que estamos en el abismo del pecado. Esto se<br />
debe a que Dios ha hecho brillar la luz de la<br />
salvación sobre nosotros. Si Dios no hubiera<br />
hecho brillar esta luz, habría sido imposible para<br />
48 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
nosotros darnos cuenta y no sabríamos que<br />
estamos confundidos, vacíos y atrapados en las<br />
tinieblas.<br />
A esta gente como nosotros, Dios la ha<br />
iluminado con la luz de la salvación y ha<br />
separado la luz de las tinieblas. Debemos<br />
conocer esta luz. Es indispensable para nosotros<br />
recibir la remisión de nuestros pecados y seguir<br />
la luz. Cuando trabajamos en algo, dependiendo<br />
de si lo vemos desde el punto de vista de la<br />
Palabra de Dios o de nuestros pensamientos<br />
carnales, la misma cosa puede verse diferente.<br />
Incluso cuando miramos el mismo objeto, lo que<br />
vemos a través de la Palabra de Dios, la luz, y lo<br />
que vemos a través de nuestros ojos físicos puede<br />
ser completamente diferente.<br />
Así que es muy importante seguir la luz.<br />
Nuestros corazones y pensamientos deben amar<br />
esta luz, y nosotros debemos vivir conforme a<br />
ella y verlo todo desde su punto de vista. Esto es<br />
◄ ÍNDICE ►
indispensable y todos debemos vivir según la luz.<br />
En el Evangelio de Juan, Jesús dijo: «Otra vez<br />
Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del<br />
mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas,<br />
sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8, 12).<br />
No hay oscuridad en Dios, en Él sólo existe la<br />
luz. Al aceptar el Evangelio de la salvación de<br />
Dios, nos hemos convertido en personas justas.<br />
EL que estemos salvados o no, seamos pecadores<br />
o justos depende de si tenemos esta luz de<br />
Verdad.<br />
Así que nuestra salvación requiere que<br />
tengamos luz, ¿pero qué pasa después? ¿Cómo<br />
debemos vivir después de estar salvados?<br />
Debemos seguir la luz de la Verdad. Cuando<br />
difunden el Evangelio, están iluminando a otros<br />
con la luz de la Verdad de Dios, tal y como esta<br />
escrito: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz».<br />
Están siguiendo la luz resplandeciente. Nosotros<br />
no creamos esta luz, sino que la aceptamos en<br />
49 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
nuestros corazones e iluminamos a otros. Esto se<br />
debe a que predicar este Evangelio es hacer<br />
brillar la luz. Predicar el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu es difundir esta luz. Entonces las almas<br />
escucharán la Palabra de luz predicada por<br />
nosotros y serán transformados.<br />
Si no hacemos brillar esta luz a los que están<br />
en las tinieblas, todo lo demás es inútil, por<br />
mucho que les enseñemos y por muy bien que<br />
hayamos arado los campos de sus corazones.<br />
Todos nuestros esfuerzos serían inútiles. Hacer<br />
brillar la luz verdadera es lo que debemos hacer<br />
como testigos de Jesucristo y sus santos.<br />
Nuestras vidas serán más resplandecientes si nos<br />
decidimos y decimos: «Nuestras vidas de fe<br />
siguen la luz. Seguimos la luz de Dios. Dar<br />
testimonio es hacer brillar esa luz. Yo hago<br />
brillar esa luz. Hay muchas cosas en este mundo,<br />
pero en Dios, no hay oscuridad, sino sólo luz».<br />
Nosotros tenemos la luz. En este mundo existe<br />
◄ ÍNDICE ►
tanto la luz como la oscuridad, pero nosotros<br />
seguimos la luz. Como Dios dijo: «Se la luz», Él<br />
nos dio la luz de la Verdad. Cuando predicamos<br />
el Evangelio, estamos haciendo brillar esa luz y<br />
cuando vivimos nuestras vidas, estamos<br />
siguiendo esta luz.<br />
A través del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
que Dios nos ha dado, es decir la Verdad de<br />
Dios, hemos sido salvados y nos hemos<br />
convertido en la luz. Ahora, creemos que hay luz,<br />
la predicamos y la seguimos en nuestras vidas.<br />
Queremos vivir el tipo de vida que se vive según<br />
la luz y que la difunde, y no según las cosas<br />
materiales de este mundo. Dios nos ha llamado<br />
con este objetivo. Lo que no debemos olvidar es<br />
seguir esta luz. Pero esto no significa que<br />
debemos vivir en perfección carnal.<br />
La luz es Jesucristo. Él sólo es la luz y ha<br />
iluminado nuestros corazones con esta luz.<br />
Nosotros hemos aceptado esta luz y nos hemos<br />
50 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
convertido en día. Esto no significa que podamos<br />
vivir perfectamente en la carne, sino que<br />
significa que hemos recibido la remisión de los<br />
pecados en la providencia de la gracia de Dios.<br />
Todos nosotros debemos saber lo que es la luz.<br />
Mientras vivimos nuestras vidas nos<br />
olvidamos a menudo de la luz del Evangelio. El<br />
Evangelio del agua y el Espíritu es la luz, pero<br />
nos olvidamos de ello. Cuando encontramos algo<br />
que hemos perdido, nos olvidamos pronto de la<br />
persona que lo encontró y nos lo devolvió. Así<br />
nuestras mentes se olvidan de la luz. Es un<br />
problema grave.<br />
Tenemos la luz. Esta luz es Jesucristo. Esta luz<br />
es también el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Cuando hay luz, el instinto de la gente es seguir<br />
esta luz. Quieren servir a la luz. Es bueno que<br />
nuestros corazones tengan luz y es bueno que<br />
nuestras mentes se acuerden de que Dios es la<br />
luz. Predicar el Evangelio es predicar la luz. No<br />
◄ ÍNDICE ►
predicamos la luz cuando hacemos algo por<br />
nuestra cuenta, sino cuando predicamos el<br />
Evangelio que el Señor nos dio. Puede que<br />
hagamos muchas cosas diferentes, pero las<br />
hacemos para difundir la luz. Vivimos nuestras<br />
vidas de fe para seguir la luz y en esta luz<br />
hacemos todo y vivimos toda la vida.<br />
En la primera Epístola de Juan, Dios habla de<br />
la luz con frecuencia. Está escrito: «El que dice<br />
que está en la luz, y aborrece a su hermano, está<br />
todavía en tinieblas. El que ama a su hermano,<br />
permanece en la luz, y en él no hay tropiezo.<br />
Pero el que aborrece a su hermano está en<br />
tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde<br />
va, porque las tinieblas le han cegado los ojos»<br />
(1 Juan 2, 9-11).<br />
Vivimos bajo la gracia de Dios. Predicar el<br />
Evangelio y hacer la obra de Dios es vivir la vida<br />
que difunde la luz. En vez de pensar que esta<br />
vida es demasiado difícil, deben darse cuenta de<br />
51 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
que creer en Jesucristo y predicar Su Evangelio<br />
de la Verdad de salvación es vivir difundiendo la<br />
luz. Todo lo que tienen que hacer es saber que<br />
creer en Jesucristo como la luz es vivir la vida<br />
llena de luz.<br />
A no ser que recuerden esto, no podrán saber<br />
para qué están viviendo. Estoy diciéndoles esto<br />
porque los que han recibido la remisión de los<br />
pecados recientemente tienen demasiadas cosas<br />
en mente. Cuando se les dice que se conviertan<br />
en siervos de Dios y que trabajen, empiezan a<br />
dudar. ¿Por qué? Porque se han olvidado de la<br />
Palabra de Dios. Incluso el hecho de que<br />
hayamos sido salvados a través del es algo que<br />
ya hemos conseguido y por eso es fácil que nos<br />
olvidemos de su valor.<br />
Por eso debemos afirman constantemente que<br />
nos hemos convertido en la luz. Debemos pensar<br />
en la Palabra: «Dios es la luz. Dios dijo que se<br />
hiciera la luz. Y al decirlo, se hizo la luz. Y Dios<br />
◄ ÍNDICE ►
separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz día y<br />
a las tinieblas noche. Dios hizo la luz en la tierra<br />
que estaba desordenada, vacía y en la faz del<br />
abismo. Cuando Dios hizo la luz en este mundo,<br />
yo nací de nuevo y me di cuenta de que estaba<br />
confuso, vacío y en el abismo de mis tinieblas».<br />
El que un alma sea justa o pecadora tiene que<br />
ver con la luz de Dios. Cuando Dios nos ilumina<br />
con la luz de la salvación, es decir, Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, los que aceptan esta luz de<br />
salvación se convierten en justos y los que no la<br />
aceptan siguen siendo pecadores. Cuando el sol<br />
sale por la mañana, su luz ilumina al mundo<br />
entero. Nadie puede escapar de su calor (Salmo<br />
19, 6).<br />
En otras palabras, ningún lugar está<br />
demasiado lejos de la verdadera luz para<br />
recibirla. Todo está iluminado y todo refleja la<br />
luz y la hace brillar.<br />
Del mismo modo en que la luna brilla<br />
52 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
mediante el reflejo de la luz del sol, nosotros, que<br />
somos santos al creer en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu, miramos hacia la luz y la reflejamos<br />
todos los días. Mientras que Jesús dijo: «Soy la<br />
luz del mundo», nosotros no podemos decir que<br />
somos la luz del mundo. No hay nada en nuestra<br />
carne de lo que podamos estar orgullosos y no<br />
somos nadie. Es imposible hacer brillar la luz<br />
con nuestra propia carne. Como la Biblia dice:<br />
«Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero<br />
el ocuparse del Espíritu es vida y paz» (Romanos<br />
8, 6), en nuestra vida diaria, la luz y las tinieblas<br />
coexisten.<br />
Cuando los que hemos recibido la remisión de<br />
los pecados sabemos que tenemos la luz y<br />
cuando nos centramos en esta luz y la seguimos,<br />
podemos vivir una vida recta. Es un gran gozo<br />
pensar que tenemos la luz. Cuando nuestros<br />
corazones están oscurecidos y cuando estamos<br />
confundidos y no sabemos qué hacer, podemos<br />
◄ ÍNDICE ►
decidir lo que es correcto si miramos hacia la luz.<br />
Gracias a la luz podemos saber lo que hacer y<br />
cómo vivir. Como somos demasiado humanos, a<br />
menudo nos confundimos, nos sentimos vacíos y<br />
la oscuridad está sobre la faz del abismo. Aún así<br />
podemos seguir a la luz en estos momentos,<br />
porque tenemos la luz.<br />
Estoy agradecido por tener la luz, por que esta<br />
luz esté en nuestros corazones y por que esta luz<br />
está en todo el universo. Estoy agradecido por el<br />
hecho de que hay un Dios que nos dio la luz. No<br />
importa cuáles sean las circunstancias y no<br />
importa lo insuficientes que seamos, porque<br />
tenemos la luz y la podemos seguir. No tengo<br />
palabras para expresar lo agradecido que estoy.<br />
Si la luz no estuviera, sólo nos esperaría la<br />
desesperanza.<br />
Hay una gran diferencia entre una persona que<br />
tiene la luz y otra que no la tiene. Los que tienen<br />
la luz pueden estar en las tinieblas durante algún<br />
53 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
tiempo, pero como tienen la luz, pueden volver a<br />
controlar la situación, seguir a la luz, poner<br />
rumbo a sus vidas y seguir caminando en la luz.<br />
Por el contrario, es imposible que los que no<br />
tienen la luz, los que no la han aceptado, vivan<br />
iluminados por ella por mucho que lo deseen.<br />
Esto es una gran diferencia. En términos<br />
carnales, hay una pequeña diferencia entre los<br />
que han aceptado la luz y los que no. En términos<br />
carnales sus pensamientos no son tan diferentes.<br />
Cualquier diferencia entre ellos es demasiado<br />
sutil y no hay mucho de que hablar. Los que no<br />
han nacido de nuevo van al baño, yo también voy<br />
al baño, ellos comen, yo también como.<br />
La única diferencia es que uno ha aceptado a<br />
Jesucristo por fe y el otro no; aparte de esto no<br />
hay ninguna diferencia. Puede que parezca una<br />
pequeña diferencia pero en realidad es muy<br />
grande. Como hemos encontrado a Jesucristo,<br />
vivimos en Su gracia y como creemos en<br />
◄ ÍNDICE ►
Jesucristo, podemos hacer la obra de Dios<br />
siempre.<br />
Los que han nacido de nuevo a través del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu pueden ser<br />
completamente insuficientes, pero aún así<br />
pueden mirar hacia la luz y seguirla siempre; por<br />
el contrario, los que no han aceptado la luz no<br />
pueden vivir virtuosamente, por mucho que lo<br />
deseen. Veo esto constantemente. Incluso los que<br />
se hacen llamar siervos de Dios en realidad no<br />
tienen la luz y por eso no pueden enseñar nada.<br />
Muchos de ellos no pueden enseñar a la<br />
congregación sobre cuándo vendrá Jesucristo a<br />
por nosotros, no saben si será antes o después de<br />
la tribulación.<br />
Si saben que Jesucristo es la luz y la aceptan,<br />
¿por qué todavía viven en las tinieblas? ¿Por qué<br />
son todavía oscuros? Si tienen el Evangelio y la<br />
luz, ¿por qué no lo saben? El Señor dijo<br />
claramente que vendría cuando la trompeta<br />
54 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
sonara, pero ¿cuándo sonara la última trompeta?<br />
¿Antes de la gran tribulación? Por supuesto que<br />
no. ¿Después de la gran tribulación? De ninguna<br />
manera. Ninguna de estas explicaciones es<br />
correcta porque nuestro Señor dijo que vendría a<br />
por los santos después de que empiece la gran<br />
tribulación pero antes de que termine, antes de<br />
que se vacíe la ira de los siete cuencos y muchos<br />
santos serán martirizados en ese momento. Todo<br />
lo que debemos hacer es creer. Si alguien tiene la<br />
luz, ¿creen que no entenderá esto?<br />
Hoy en día parece que las iglesias de Corea<br />
están compitiendo para construir iglesias más<br />
grandes. Se dice que cinco de las iglesias más<br />
grandes de mundo están en Corea. Algunos de<br />
los pastores de estas iglesias hacen que sus<br />
congregaciones donen grandes cantidades de<br />
dinero para la construcción y tengan que pedir<br />
préstamos e hipotecar sus casas. ¿Es esta<br />
conducta propia de los que han recibido la luz?<br />
◄ ÍNDICE ►
Estoy seguro de que no han recibido la verdadera<br />
luz.<br />
Los que han aceptado la luz andan bajo la<br />
gracia. Como Dios nos ha salvado, predicamos el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que Dios nos ha<br />
dado por Su gracia y según el poder que nos ha<br />
dado podemos hacerlo todo. Por eso el Apóstol<br />
Pablo confesó: «Todo lo puedo en Cristo que me<br />
fortalece» (Filipenses 4, 13).<br />
Algunas personas dicen que estudian la Biblia<br />
en su casa por su propia cuenta para luego<br />
convertirse en pastores. Pero para poder ser un<br />
pastor se debe aprender el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu y creer en él. Se debe aceptar la luz y<br />
cuando uno se convierte en la luz, entonces<br />
puede iluminar a otros que están en la oscuridad.<br />
Al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
vivimos en la gracia de Dios. Como hemos<br />
aceptado la luz como regalo de salvación a través<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu de Dios,<br />
55 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
estamos iluminando a otros con la luz que Dios<br />
nos ha dado. A menudo reflexiono sobre la<br />
gracia que Dios nos ha dado en el Señor. Dios<br />
nos ha confiado Su obra y nosotros hacemos esta<br />
obra por fe, gracias a la fuerza que Él nos da.<br />
Como seguimos al Señor y creemos, estamos<br />
siempre en paz.<br />
Si alguien no acepta esta salvación, no<br />
podemos imponérsela a la fuerza. ¿Somos Dios?<br />
No, por supuesto que no, sólo podemos creer que<br />
Dios es la luz y seguir esta luz. Cuando nuestros<br />
corazones están a punto de caer en la debilidad y<br />
la oscuridad, debemos mirar hacia la luz una vez<br />
más y seguir esta luz mientras nos ilumine.<br />
Cuando den testimonio, no lo hagan más<br />
difícil de lo que es. Lo que estamos predicando<br />
es exclusivamente el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. No estamos predicando nuestra propia<br />
elocuencia, nuestro talento o sabiduría. No<br />
estamos alardeando de nada, sino que estamos<br />
◄ ÍNDICE ►
predicando el Evangelio del agua y el Espíritu<br />
que Jesucristo ha completado. Y por tanto<br />
estamos viviendo según la luz. No importa si lo<br />
hacemos bien o mal, sino que lo que importa es<br />
vivir por el Señor y seguirle.<br />
Ya hemos aceptado la luz y nos hemos<br />
convertido en los que difunden esta luz.<br />
Debemos creer en esto de corazón. Esta fe nos<br />
permite predicar el Evangelio, hacer la obra de la<br />
justicia, mirar hacia la luz y vivir según esta luz.<br />
Podemos vivir como personas justas siempre sin<br />
tropezar.<br />
Doy gracias a Dios sobre todas las cosas por<br />
darnos la luz de salvación. Aunque no tengamos<br />
nada más que la luz de salvación, podemos vivir<br />
nuestras vidas en el Señor. Como no hay nada<br />
bueno en nosotros, necesitamos luz y todo lo que<br />
debemos hacer es creer en esta luz de salvación y<br />
vivir nuestras vidas en esta gracia, predicando el<br />
verdadero Evangelio a todo el mundo. Al creer<br />
56 ¿Se han convertido en la luz por el Evangelio de Verdad?<br />
en la luz de salvación, siempre podemos vivir<br />
una vida llena de luz ante Dios. <br />
◄ ÍNDICE ►
Del poder de la oscuridad<br />
al Reino del Hijo<br />
< Génesis 1, 2-5 ><br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía,<br />
y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,<br />
y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de<br />
las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó<br />
Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la<br />
luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la<br />
tarde y la mañana un día».<br />
57 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Cuando creen en la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu<br />
desaparece la confusión de sus<br />
mentes<br />
Si ustedes y yo hemos cometido un pecado,<br />
por muy pequeño que sea, debemos ser<br />
condenados por ese pecado y morir ante Dios.<br />
Esta es la Ley de Dios. Sin embargo, para que no<br />
fuéramos condenados, Dios envió a Su único<br />
Hijo Jesucristo a este mundo e hizo que fuera<br />
bautizado por Juan el Bautista. Así que al pasar<br />
todos los pecados del mundo a Su Hijo, y al<br />
crucificarlo, Dios hizo que Su Hijo muriera en<br />
lugar nuestro. Y Dios lo resucitó de entre los<br />
muertos. Todo esto lo hizo para que fuéramos<br />
salvados al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
Jesús dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la<br />
◄ ÍNDICE ►
vida; nadie viene al Padre, sino por mí» (Juan<br />
14, 6). Si esto es cierto, el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu del que habló nuestro Señor debe ser<br />
cierto.<br />
¿Creen que cuando cometemos pecados contra<br />
Dios, se nos perdona si lo confesaos? ¿Dónde<br />
está escrito en la Biblia que nuestros pecados se<br />
borran cuando ofrecemos oraciones de<br />
confesión?<br />
Mucha gente señala 1 Juan 1, 9 como la base<br />
de la doctrina del arrepentimiento. 1 Juan 1, 9<br />
dice: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel<br />
y justo para perdonar nuestros pecados, y<br />
limpiarnos de toda maldad» y por eso muchos<br />
cristianos creen que sus pecados se borran<br />
cuando los confiesan. Sin embargo esta<br />
interpretación es una gran falacia.<br />
El verdadero significado de este pasaje es que<br />
aunque pequemos frecuentemente, nuestro Señor<br />
ha borrado nuestros pecados a través del<br />
58 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Por qué sólo<br />
leen la primera frase de 1 Juan 1, 9 e ignoran las<br />
demás? ¿Qué significa cuando dice que Dios es<br />
«fiel y justo»? Cuando dice que Dios es «fiel y<br />
justo», significa que hace 2.000 años, al ser<br />
bautizado por Juan el Bautista, Jesucristo se llevó<br />
todos los pecados del pasado, presente y futuro y<br />
los borró de manera fiel y justa, porque sabía que<br />
ustedes y yo pecaríamos. Por eso la Biblia dice<br />
que si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel<br />
y justo para perdonarnos. En otras palabras,<br />
mientras seguimos pecado y confesando nuestros<br />
pecados hoy en día, nuestro Señor ya se ha<br />
ocupado de estos pecados en el pasado, porque<br />
los borró hace mucho tiempo.<br />
Por tanto, mientras seguimos viviendo en este<br />
mundo como nacidos de nuevo al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, cuando<br />
pecamos, debemos confesarnos de la manera<br />
correcta, con nuestra fe en el Evangelio del agua<br />
◄ ÍNDICE ►
y el Espíritu, como a continuación: «Padre, he<br />
pecado. No puedo evitar seguir pecando. Pero<br />
creo que has borrado mis pecados al ser<br />
bautizado por Juan el Bautista. Todos los<br />
pecados que cometo ahora fueron borrados hace<br />
mucho tiempo cuando fuiste bautizado y<br />
crucificado. Has borrado mis pecados, no sólo<br />
los pasados, sino también los presentes y futuros<br />
mediante el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Sólo puede darte gracias porque me has salvado<br />
completamente por haber aceptado el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Señor, por favor, guarda el<br />
corazón de este hombre justo para que pueda<br />
vivir como siervo de la justicia y no me dejes<br />
caer en la tentación».<br />
59 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Para poder ser librados de todos<br />
nuestros pecados y de toda confusión,<br />
debemos conocer la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y<br />
creer en ella<br />
Para nosotros Jesucristo es la verdadera luz de<br />
salvación. Jesucristo es nuestro fiel Salvador y ha<br />
borrado todos nuestros pecados a través de Su<br />
agua y Su sangre. ¿Cuándo borró nuestros<br />
pecados? Los borró hace muchos años. Algunos<br />
de ustedes, cuando pecan ahora, pueden decir:<br />
«Lo siento mucho, Señor; perdóname este<br />
pecado». Pero sólo están haciendo esta confesión<br />
porque no han recibido la verdadera remisión de<br />
los pecados. Mientras están suplicando a Dios<br />
con esta confesión de conciencia, la verdad es<br />
que el Señor ha borrado sus pecados de una vez<br />
por todas mediante el Evangelio del agua y el<br />
◄ ÍNDICE ►
Espíritu.<br />
Si el Señor perdonara nuestros pecados todos<br />
los días en presente de indicativo, cuando<br />
ofreciésemos nuestras oraciones de penitencia,<br />
entonces no se sentaría a la derecha de Dios<br />
Padre. Tendría que ser bautizado todos los días y<br />
ser crucificado, incluso ahora mientras digo esto.<br />
Si todavía creen que sus pecados se perdonan<br />
todos los días, su fe todavía está confusa.<br />
Jesucristo vino al mundo como la luz de la<br />
salvación para salvarnos del cenagal del pecado y<br />
se ha convertido en nuestro verdadero Salvador<br />
al venir a nosotros mediante el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Por eso Jesucristo fue<br />
bautizado por Juan el Bautista, cargó con los<br />
pecados del mundo hasta la Cruz y fue<br />
crucificado. Y murió en la Cruz diciendo: «Está<br />
acabado» y se levantó de entre los muertos.<br />
Como dice Hebreos 10, 18: «Pues donde hay<br />
remisión de éstos, no hay más ofrenda por el<br />
60 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
pecado», al sacrificar Su propio cuerpo como<br />
ofrenda eterna, nos ha salvado de una vez por<br />
todas para que no hubiera más ofrendas para el<br />
pecado. Por tanto, les pido a todos que crean en<br />
este Evangelio del agua y el Espíritu y se libren<br />
de toda confusión. Al conocer y creer en la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
recibimos la remisión de nuestros pecados, nos<br />
convertimos en justos y nacemos de nuevo. Les<br />
pido que se libren de toda confusión y que<br />
ayuden a otros a librarse de ella.<br />
El Antiguo Testamento declara que la<br />
humanidad está llena de pecados<br />
En Isaías 59, 1-8 Dios habla de los pecados de<br />
la humanidad y dice que todo el mundo comete<br />
pecados con sus propias manos, pies, labios y<br />
cuerpo, y que siempre está pensando en pecar.<br />
◄ ÍNDICE ►
Está escrito:<br />
«He aquí que no se ha acortado la mano de<br />
Jehová<br />
Para salvar,<br />
Ni se ha agravado su oído<br />
Para oír;<br />
pero vuestras iniquidades han hecho división<br />
entre vosotros y vuestro Dios,<br />
y vuestros pecados han hecho ocultar de<br />
vosotros su rostro<br />
para no oír.<br />
Porque vuestras manos están contaminadas<br />
de sangre,<br />
y vuestros dedos de iniquidad;<br />
vuestros labios pronuncian mentira,<br />
habla maldad vuestra lengua.<br />
No hay quien clame por la justicia,<br />
ni quien juzgue por la verdad;<br />
confían en vanidad, y hablan vanidades;<br />
conciben maldades, y dan a luz iniquidad.<br />
61 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Incuban huevos de áspides, y tejen telas de<br />
arañas;<br />
el que comiere de sus huevos, morirá;<br />
y si los apretaren, saldrán víboras.<br />
Sus telas no servirán para vestir,<br />
ni de sus obras serán cubiertos;<br />
sus obras son obras de iniquidad,<br />
y obra de rapiña está en sus manos.<br />
Sus pies corren al mal,<br />
se apresuran para derramar la sangre<br />
inocente;<br />
sus pensamientos, pensamientos de iniquidad;<br />
destrucción y quebrantamiento hay en sus<br />
caminos.<br />
No conocieron camino de paz,<br />
ni hay justicia en sus caminos;<br />
sus veredas son torcidas;<br />
cualquiera que por ellas fuere, no conocerá<br />
paz».<br />
Isaías 59, 1-2 dice: «He aquí que no se ha<br />
◄ ÍNDICE ►
acortado la mano de Jehová para salvar, ni se<br />
ha agravado su oído para oír; pero vuestras<br />
iniquidades han hecho división entre vosotros y<br />
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho<br />
ocultar de vosotros su rostro para no oír».<br />
Aquí dice que la única razón por la que la<br />
gente no puede estar en unión con Dios es el<br />
pecado. Por culpa de nuestros pecados, nuestras<br />
oraciones no pueden llegar a Dios y Dios no<br />
puede bendecirnos y permitirnos entrar en el<br />
Reino eterno de los Cielos. En otras palabras,<br />
como nuestros pecados nos están alejando de<br />
Dios, Él no puede ayudarnos aunque quiera.<br />
Dios quiere contestar as plegarias de los que<br />
sufren y están oprimidos en este mundo y<br />
ayudarles, pero como la gente está llena de<br />
pecados, no puede ayudarles. Si todavía hay<br />
pecado en sus corazones, por mucho que recen,<br />
Dios no podrá escuchar sus plegarias. Por eso<br />
Dios nos está diciendo que recibamos la remisión<br />
62 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
de los pecados al creer en Jesucristo, que vino<br />
por el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Ahora veamos en la Palabra qué tipo de<br />
pecados cometen durante toda su vida. Cuando<br />
dice en Isaías 59, 3: «Porque vuestras manos<br />
están contaminadas de sangre», significa que<br />
cometemos pecados con nuestras manos. Y<br />
cuando dice: «Porque vuestras manos están<br />
contaminadas de sangre, y vuestros dedos de<br />
iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira,<br />
habla maldad vuestra lengua. No hay quien<br />
clame por la justicia, ni quien juzgue por la<br />
verdad» (Isaías 59, 3-4), significa que<br />
cometemos todo tipo de pecados con nuestros<br />
labios.<br />
Isaías 59, 4-5 sigue: «confían en vanidad, y<br />
hablan vanidades; conciben maldades, y dan a<br />
luz iniquidad. Incuban huevos de áspides, y tejen<br />
telas de arañas». Este pasaje nos demuestra que<br />
cometemos idolatría, nos postramos ante objetos<br />
◄ ÍNDICE ►
hechos de piedra y madera inútilmente. También<br />
demuestra que nuestros corazones son malvados,<br />
que tienen deseos asesinos cuando hay cualquier<br />
pequeño daño, injuria o insulto, y estos son<br />
precisamente los corazones que incuban huevos<br />
de áspides.<br />
¿Es la naturaleza humana buena o mala?<br />
Muchos filósofos y pensadores, tanto de Oriente<br />
como de Occidente, han expuesto sus<br />
argumentos, algunos afirmaron que la naturaleza<br />
humana es buena, mientras que otros dicen que<br />
es mala.<br />
Sin embargo, Jesús, el Señor de la Verdad,<br />
describió el corazón humano de esta manera:<br />
Marcos 7, 21-23: «Porque de dentro, del corazón<br />
de los hombres, salen los malos pensamientos,<br />
los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,<br />
los hurtos, las avaricias, las maldades, el<br />
engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia,<br />
la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades<br />
63 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
de dentro salen, y contaminan al hombre». La<br />
Palabra de las Escrituras es la verdad.<br />
Todo el mundo ha nacido con pecado y todo el<br />
mundo sigue cometiendo pecados durante toda<br />
su vida. No hay ninguna otra especia en el<br />
mundo que sea tan nefasta como la humanidad.<br />
Hace un tiempo, se estrenó una película titulada<br />
Maruta en Corea. Esta película narra la historia<br />
de las atrocidades cometidas por los japoneses en<br />
China durante la Segunda Guerra Mundial,<br />
cuando una unidad militar japonesa llevó a cabo<br />
numerosos experimentos con chinos y coreanos,<br />
para comprobar la resistencia de los humanos a<br />
temperaturas bajas extremas. Para ello<br />
introducían cuerpos humanos en una<br />
centrifugadora para ver cuánto tardaban en<br />
perder todos los líquidos corporales y morir.<br />
Después es inyectaban la bacteria de la plaga<br />
bubónica para ver cuánto tardaban en morir. Esto<br />
demuestra que el corazón humano es realmente<br />
◄ ÍNDICE ►
malvado. Podemos ver que los seres humanos<br />
pueden ser viles según las circunstancias, tan<br />
malvados que llegan a convertir a sus prójimos<br />
en objetos de experimentos. Todo esto demuestra<br />
que todo el mundo tiene un corazón malvado y<br />
egoísta.<br />
La competitividad y los conflictos están a la<br />
orden del día en nuestra sociedad. Hay mucha<br />
gente cruel que, tras usar a los demás para sus<br />
propios fines, no duda en matar a otros cuando su<br />
plan se ha cumplido. El corazón extremadamente<br />
egoísta, que antepone la supervivencia a todo lo<br />
demás, está dispuesto a sacrificar a los demás por<br />
sus propios fines.<br />
¿Cuántos pecados cometemos los seres<br />
humanos? Cometemos innumerables pecados<br />
con nuestras manos, labios y acciones. Esta es la<br />
realidad de la que no podemos escapar porque<br />
hemos nacido con pecado. En la película La lista<br />
de Schindler, el protagonista dice: «Cuando las<br />
64 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
circunstancias lo requieren, sale la maldad que<br />
hay en los corazones de la gente». Los seres<br />
humanos nacimos con esta maldad por naturaleza<br />
y cometemos pecados cuando las circunstancias<br />
nos empujan y entonces nuestras iniquidades<br />
salen a la luz.<br />
Sin embargo, algunas personas intentan<br />
ocultar todos los pecados que cometen en sus<br />
vidas mediante la religión. Intentan cubrir sus<br />
pecados temporalmente mediante sacrificios,<br />
trabajo voluntario, una vida ascética, oraciones y<br />
evangelización. También en Corea hay mucha<br />
gente que dedica su vida entera a una causa de tal<br />
manera que se les llama santos vivientes.<br />
Algunos curan a los enfermos, comparten sus<br />
posesiones con los demás, proporcionan<br />
servicios de alojamiento y a través de todos estos<br />
esfuerzos consiguen que las vidas carnales de los<br />
marginados sean mejores, pero no pueden<br />
librarles del pecado y hacerles justos. Esto se<br />
◄ ÍNDICE ►
debe a que Dios no se fija en la apariencia física,<br />
sino que mira los corazones. Cuando Dios mira<br />
los corazones de la gente, ve que están llenos de<br />
pecados venenosos y de maldad. Dios no<br />
necesita un microscopio para verlo porque Él es<br />
nuestro Creador y nos conoce bien.<br />
Mis queridos hermanos, ¿se dan cuenta de lo<br />
endurecidos que están los corazones? La<br />
naturaleza humana hace que odiemos a los que<br />
son más débiles. Cuando miramos a los que son<br />
famosos a escala mundial por sus virtudes, o<br />
cuando miramos a los países democráticos más<br />
ricos, vemos que su comportamiento es aún más<br />
violento. Antiguamente, las grandes potencias<br />
solían invadir a los países más débiles sin<br />
dudarlo.<br />
Por ejemplo, cuando Gran Bretaña convirtió a<br />
Hong Kong en una colonia suya, ¿no hundió a<br />
China con opio? Todo el mundo actúa para la<br />
satisfacción de sus propios fines. Esta es la<br />
65 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
realidad de los seres humanos.<br />
Los seres humanos son tan violentos que están<br />
dispuestos a invadir otro país y tomarlo como<br />
propio aunque para ello deban matar a otros seres<br />
humanos. Esta es la naturaleza de los seres<br />
humanos. La raza humana es una especia<br />
malvada. Por eso la Biblia describe a los seres<br />
humanos como una «generación de malignos»<br />
(Isaías 1, 4), que son pecadores. Isaías 59, 7<br />
también declara: «Sus pies corren al mal, se<br />
apresuran para derramar la sangre inocente; sus<br />
pensamientos, pensamientos de iniquidad;<br />
destrucción y quebrantamiento hay en sus<br />
caminos», y señala la naturaleza pecadora de la<br />
humanidad. Todo el mundo es así en<br />
pensamiento y en acción.<br />
Jesucristo dijo que lo que procede de «dentro<br />
del corazón de los hombres» son sólo «malos<br />
pensamientos, adulterios, fornicaciones,<br />
asesinatos, robos, envidias, engaños, lascivias, un<br />
◄ ÍNDICE ►
ojo malvado, blasfemias, orgullo e insensatez».<br />
Mis queridos hermanos, cuenten estos pecados<br />
con sus manos y pregúntense si están en sus<br />
corazones o no. Si son sinceros con Dios,<br />
admitirán que sus corazones si que contienen<br />
todas estas iniquidades.<br />
Pero a pesar de ello, aunque todos los seres<br />
humanos tengan estos pecados en sus corazones,<br />
no conocen sus propios pecados. Dios les dice a<br />
estas personas: «Las tinieblas estaban sobre la<br />
faz del abismo». En otras palabras, aunque haya<br />
todo tipo de pecados en sus corazones, la gente<br />
no se da cuenta de quién es. Y mucha gente<br />
piensa que no es tan malvada. Para recibir la<br />
remisión de los pecados debemos darnos cuenta<br />
de nuestra verdadera naturaleza, pero el<br />
problema es que no lo hacemos. Si no nos<br />
conocemos a nosotros mismos, estamos<br />
destinados a ir al infierno porque somos<br />
demasiado malvados, y no podemos evitar<br />
66 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
convertirnos en hipócritas de la religión. Muchos<br />
fariseos se negaron a recibir la salvación de la<br />
gracia porque no se dieron cuenta de quiénes<br />
eran y no lo quisieron reconocer.<br />
Por eso Dios tuvo que iluminar nuestros<br />
corazones con la luz de la Verdad. En otras<br />
palabras, podemos darnos cuenta de que<br />
necesitamos recibir la remisión de los pecados si<br />
Dios nos enseña qué tipo de pecado tenemos y<br />
qué tipo de pecado cometemos. Por esta razón<br />
Dios habló de los pecados de la humanidad en la<br />
Biblia. De hecho, aunque la Biblia es el libro de<br />
la salvación que nos permite ser salvados de los<br />
pecados al creer en esta Palabra, por otra parte es<br />
un espejo que nos permite vernos a nosotros<br />
mismos.<br />
En la Palabra de las Escrituras, Jesucristo dijo<br />
que del corazón de los seres humanos proceden<br />
sobre todo malos pensamientos. Hay malos<br />
pensamientos en nuestros corazones. ¿Tienen<br />
◄ ÍNDICE ►
malos pensamientos? Por supuesto que sí.<br />
¿Tienen deseos perversos? También. ¿Tienen<br />
deseos codiciosos? Sí, los tienen. ¿Tienen deseos<br />
asesinos? Sí ¿Tienen deseos adúlteros? Por<br />
supuesto que sí. ¿Son sus corazones envidiosos?<br />
Sí lo son. ¿Son sus corazones malvados,<br />
mentirosos y lascivos? Por supuesto que sí.<br />
¿Tienen un ojo malvado, blasfemia, orgullo e<br />
insensatez en sus corazones? Claro que sí. Todos<br />
estos deseos pecaminosos están bien alojados en<br />
sus corazones y en el mío, en el corazón de todo<br />
ser humano de este mundo, hombres y mujeres,<br />
jóvenes y viejos, pobres y ricos.<br />
Sin embargo, no todo el mundo sabe que tiene<br />
pecados en su corazón. Antes de que Dios de la<br />
salvación a la gente mediante la luz de la Verdad,<br />
no pueden darse cuenta de quiénes son en<br />
realidad. Antes de conocer la Palabra de las<br />
Escrituras, pensamos que sólo tenemos unas<br />
pequeñas faltas. Decimos: «Nunca he cometido<br />
67 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
un pecado grave. Nunca he robado nada. En<br />
realidad no he cometido ningún pecado grave y<br />
he vivido piadosamente».<br />
Sin embargo, Dios nos dice: «Sois asesinos,<br />
ladrones, adúlteros, habéis cometido pecados<br />
como la envidia, la maldad, la lascivia, la<br />
codicia, la discordia, el orgullo, y la insensatez».<br />
Entonces la gente dice: «¿Cuándo he asesinado<br />
yo a alguien? ¿A quién he asesinado? No he<br />
matado a nadie. ¿Por qué soy lascivo? Los que<br />
van a burdeles son lascivos, yo no lo soy. Nunca<br />
he estado en ningún burdel, ¿por qué son<br />
lascivo? ¿Por qué me ofendes de esta manera?».<br />
La gente no sólo no reconoce sus pecados,<br />
sino que también desconoce su identidad<br />
malvada. No saben de dónde vienen ni adónde<br />
van; no saben por qué viven y adónde se dirigen;<br />
cuál es el destino final de los que han recibido la<br />
remisión de los pecados y de los pecadores que<br />
no han recibido la gracia de Dios.<br />
◄ ÍNDICE ►
Cuando conocemos a Dios, que ha venido por<br />
el amor del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
podemos darnos cuenta de nuestros pecados<br />
claramente. La Biblia dice que el temor a Dios es<br />
la base de toda sabiduría. En otras palabras,<br />
quien de verdad teme a Dios puede conocerse a<br />
sí mismo, saber adónde se dirige, conocer sus<br />
pecados y entender los planes de Dios para todo<br />
el universo. Esto también va dirigido a ustedes y<br />
a mí. Aunque Dios dijera que los humanos tienen<br />
pensamientos malvados, podemos pensar: «¿Qué<br />
pensamientos malvados tengo yo? Nunca he<br />
tenido ningún pensamiento malo».<br />
Admitimos que somos malvados porque la<br />
Palabra de Dios lo dice. La Palabra de dios es<br />
verdad y por eso estamos obligados a admitir que<br />
somos pecadores ante la Palabra. Si no<br />
admitimos la autenticidad de la Biblia, no<br />
admitimos que tenemos estas cosas malvadas<br />
según Marcos 7, 21-23.<br />
68 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Un ejemplo claro es el de los criminales que<br />
están condenados a muerte o a cadena perpetua.<br />
Probablemente digan que cometieron un pequeño<br />
error y que fueron víctimas de las circunstancias<br />
y que por tanto son inocentes. Así que muchos<br />
criminales defienden su inocencia, diciendo que<br />
fueron condenados por culpa de las<br />
circunstancias.<br />
Así los seres humanos no conocemos nuestros<br />
pecados. Antes de recibir la remisión de los<br />
pecados, ustedes y yo no sabíamos que éramos<br />
una semilla malvada. Yo hice muchas locuras en<br />
el pasado pero no me daba cuenta de que había<br />
algo de locura en mi mente. En otras palabras, en<br />
mi corazón había pecado, pero mi apariencia<br />
exterior no reflejaba lo que había dentro de mí.<br />
De vez en cuando tomaba decisiones insensatas y<br />
hacía locuras, pero después echaba las culpas a<br />
las circunstancias, me torturaba a mí mismo y<br />
agonizaba por lo que había hecho.<br />
◄ ÍNDICE ►
Y entonces intentaba reconfortarme en mi<br />
corazón. Hice muchas maldades cuando mi<br />
naturaleza pecadores salía a la luz. Pero a pesar<br />
de ello, aunque me comportaba de esta manera,<br />
nunca me consideré un asesino. Pensaba:<br />
«¿Cuándo he apuñalado yo a alguien?». Así que<br />
como nunca había asesinado a alguien<br />
literalmente, me justificaba a mí mismo y me<br />
consideraba una persona decente.<br />
Antes de conocer la Palabra de las Escrituras,<br />
pensaba que era un hombre decente, alguien que<br />
estaba lejos del pecado. Pero yo no me conocía.<br />
Probablemente ustedes fueran como yo. Cuando<br />
era joven, pensaba que todas las chicas<br />
adolescentes eran ángeles. Cuando veía a monjas<br />
o enfermeras con sus togas blancas, también<br />
pensaba que eran ángeles. Sin embargo, cuando<br />
llegué a la pubertad empecé a tener pensamientos<br />
lascivos cuando veía mujeres atractivas, y sentía<br />
una llama que ardía dentro de mí con deseos<br />
69 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
inmorales. Así que empecé a desesperarme,<br />
convencido de que alguien tan sucio como yo<br />
debería desaparecer de la faz de la tierra. Cuando<br />
pasé la pubertad y maduré más, me di cuenta de<br />
que la gente es hipócrita y de que todo el mundo<br />
es igual. En otras palabras, nadie se conoce a sí<br />
mismo y todos malgastan sus vidas en vano.<br />
Dios vio los deseos de nuestros de robar que<br />
había en nuestros corazones y por eso nos dijo:<br />
«Sois ladrones», incluso antes de que robásemos<br />
nada. Él nos dice: «Sois asesinos, arrogantes y<br />
locos». En realidad, ¿hay alguien que no codicie<br />
los bienes de otra persona? No, no hay nadie. La<br />
cuestión no es que robemos o no, sino el hecho<br />
de que todo el mundo tiene un corazón<br />
fundamentalmente pecador, que pone sus deseos<br />
en práctica cuando las circunstancias lo permiten.<br />
Cuando plantamos flores, no las plantamos<br />
directamente en la tierra, sino que primero<br />
plantamos las semillas, las regamos y después<br />
◄ ÍNDICE ►
germinan y florecen. Del mismo modo, como<br />
tenemos la semilla del pecado en nuestro<br />
corazón, pecamos. En nuestro corazón hay 12<br />
semillas diferentes de pecados, así que una<br />
germina hoy y la otra mañana. Cuando las<br />
circunstancias lo permiten, estas 12 semillas<br />
siguen germinando, creciendo y floreciendo en<br />
nuestros corazones. En otras palabras, las<br />
ponemos en práctica. El que las tinieblas<br />
estuviesen en la faz del abismo significa que hay<br />
pecados escondidos en los corazones de las<br />
personas y ni siquiera ellas mismas se dan<br />
cuenta.<br />
Las tinieblas implican pecado. Esto es lo que<br />
nos está diciendo Dios. ¿Pueden admitir esto, mis<br />
queridos hermanos? Puede que nos hayamos<br />
cometido estos pecados literalmente pero aún así<br />
Dios nos dice que tenemos estos pecados. ¿Lo<br />
reconocen? La verdad es que todo el mundo es<br />
así. Por ejemplo, ¿creen que la Madre Teresa,<br />
70 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
reconocida como una santa de nuestra era, no era<br />
así? Aunque ayudó a los demás, ¿creen que su<br />
corazón estaba libre de deseos inmorales,<br />
asesinos, adúlteros y codiciosos? Si estaba<br />
completamente libre de estos deseos, entonces<br />
Jesús es un mentiroso o la Madre Teresa no era<br />
un ser humano. Sin embargo, como la Madre<br />
Teresa era humana y como la Palabra de<br />
Jesucristo es la Verdad absoluta que no tiene<br />
nada falso, ella no pudo haber sido tan perfecta.<br />
¿Cuántas masacres se cometieron en la<br />
historia del cristianismo y cuánta gente murió por<br />
oponerse a los ortodoxos de aquel entonces? Los<br />
cristianos mataron a mucha gente durante la<br />
Edad Media. ¿Por qué? Porque tenían deseos<br />
asesinos en sus corazones y por eso mataron a<br />
tanta gente por resistirse a su autoridad religiosa.<br />
De hecho el dominio de todas las religiones<br />
es impuro. La vida de los seguidores de toda<br />
religión, que no sean santos nacidos de nuevo, es<br />
◄ ÍNDICE ►
como un pescado podrido. Incluso en el<br />
cristianismo, si no se nace de nuevo por el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, Dios dice<br />
claramente, aunque se haya demostrado devoción<br />
a otras personas, : «Estás lleno de pecados. A no<br />
ser que creas en Jesucristo, aceptes la luz y<br />
recibas la remisión de los pecados, serás arrojado<br />
al infierno. No importa que seas un pastor, una<br />
persona con un cargo alto en la iglesia o un<br />
diácono, si no has nacido de nuevo a través del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, serás arrojado al<br />
infierno».<br />
Por tanto debemos rendirnos ante la Palabra<br />
de Dios. Pero a pesar de ello, los que no conocen<br />
la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
están caminando por el camino erróneo. En otras<br />
palabras, intentan borrar sus pecados y alcanzar<br />
el Cielo a través de sus vidas religiosas, e<br />
intentan alcanzar trascendencia mediante sus<br />
propias acciones y disciplina corporal. Sin<br />
71 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
embargo, el Señor dice a los que no saben que<br />
tienen pecados: «No conocieron camino de paz,<br />
ni hay justicia en sus caminos; sus veredas son<br />
torcidas; cualquiera que por ellas fuere, no<br />
conocerá paz» (Isaías 59, 8).<br />
La Biblia deja claro que: «Hay camino que<br />
parece derecho al hombre, Pero su fin es camino<br />
de muerte» (Proverbios 16, 25). Mucha gente<br />
piensa: «Si vivo virtuosamente, entraré en el<br />
Cielo» y así viven sus vidas religiosas según sus<br />
pensamientos abstractos. Sin embargo, Dios dice<br />
que esta gente morirá sin excepción alguna. Por<br />
muy convencidos que estén de sus propias ideas,<br />
por mucho que crean que irán al Cielo si son<br />
buenos con los demás y diligentes en sus<br />
acciones, acabarán siendo destruidos. Pero aún<br />
así siguen creyendo estas falacias porque no<br />
conocen el camino de la paz. Su falacia se debe a<br />
que no conocen las bendiciones de Dios que nos<br />
permiten nacer de nuevo a través del Evangelio<br />
◄ ÍNDICE ►
del agua y el Espíritu.<br />
Como los legalistas no conocen el<br />
camino de la paz, llevan a otra gente<br />
a la confusión<br />
Muchos cristianos tienen cuadros de Jesucristo<br />
en la Cruz colgados en sus salones, y piensan que<br />
irán al Cielo si simplemente creen en Jesucristo<br />
de la manera que ellos consideran correcta. Sin<br />
embargo, esta gente cree en Jesucristo sin<br />
conocer el camino de la paz. Para ir al Cielo,<br />
cualquier persona que tenga pecado en su<br />
corazón debe recibir antes la remisión de los<br />
pecados sin falta.<br />
Cuando nuestro Señor dijo: «La Tierra estaba<br />
desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre<br />
la faz del abismo», estaba diciendo que la gente<br />
72 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
no se da cuenta de sus propios pecados, aunque<br />
tengan muchos. Sin embargo, en el pasaje<br />
Marcos 7, 21 y siguientes, nos damos cuenta de<br />
que tenemos 12 tipos de pecados en nuestros<br />
corazones y que estamos destinado a ponerlos en<br />
práctica y a seguir cometiéndolos durante el resto<br />
de nuestras vidas.<br />
Todos y cada uno de nosotros no podemos<br />
evitar pecar en la carne. No tenemos elección.<br />
Por muy buenos y piadosos que seamos,<br />
seguimos pecando porque hay pecado en<br />
nuestros corazones.<br />
Todos cometemos pecados a los ojos de Dios.<br />
Aunque no hayan pecado en sus acciones, o<br />
según nuestro criterio, todavía siguen pecando en<br />
sus corazones constantemente. No digo que<br />
hayan cometido un pecado en particular, sino que<br />
por naturaleza tenemos pecados en nuestros<br />
corazones y cuando las circunstancias lo<br />
permiten, pecamos en pensamiento, palabra y<br />
◄ ÍNDICE ►
acción. A través de la Palabra de Dios nos hemos<br />
dado cuenta de que somos grandes pecadores.<br />
Cuando la Biblia dice: «Las tinieblas estaban<br />
sobre la faz del abismo» implica que desde el día<br />
en que nacemos hasta que morimos, cometemos<br />
pecados y seguimos cometiéndolos hasta que nos<br />
presentemos ante Dios. Mis queridos hermanos,<br />
¿reconocen esto con sus corazones?<br />
Pasemos a Juan 8, 1-11.<br />
«Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por<br />
la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino<br />
a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los<br />
escribas y los fariseos le trajeron una mujer<br />
sorprendida en adulterio; y poniéndola en<br />
medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido<br />
sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en<br />
la ley nos mandó Moisés apedrear a tales<br />
mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían<br />
tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús,<br />
inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el<br />
73 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
dedo. Y como insistieran en preguntarle, se<br />
enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin<br />
pecado sea el primero en arrojar la piedra<br />
contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el<br />
suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al<br />
oír esto, acusados por su conciencia, salían uno<br />
a uno, comenzando desde los más viejos hasta<br />
los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que<br />
estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no<br />
viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer,<br />
¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te<br />
condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces<br />
Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques<br />
más».<br />
Aquí en Juan 8, 11, Jesús dijo a la mujer que<br />
había sido sorprendida cometiendo adulterio: «Ni<br />
yo te condeno; vete, y no peques más». Esta<br />
mujer fue sorprendida cometiendo adulterio con<br />
un hombre. Esta trasgresión rompía con uno de<br />
los Diez Mandamientos, y la Ley requería que<br />
◄ ÍNDICE ►
esta persona fuera lapidada si había testigos.<br />
Entonces ¿por qué le dijo el Señor a esta mujer<br />
que había sido sorprendida en el acto: «Ni yo te<br />
condeno; vete, y no peques más»?<br />
Esta mujer había sido sorprendida por fariseos<br />
y escribas. Los escribas eran los funcionarios de<br />
la corte. En otras palabras eran funcionarios del<br />
gobierno. Los fariseos, por otro lado, eran los<br />
líderes religiosos de la época, y los maestros de<br />
la Ley. Como la mujer quebrantó la Ley, en la<br />
que creían estos dos grupos de personas, no<br />
podía escapar de su condena. Al sorprender a la<br />
mujer en adulterio, la arrastraron como a un<br />
perro y la echaron a los pies de Jesucristo. En<br />
aquel entonces, los escribas y los fariseos estaban<br />
intentando provocar a Jesucristo, que era como<br />
una piedra en sus sandalias, para poder matarle<br />
junto a la mujer.<br />
Presionaron a Jesucristo diciendo: «La Ley de<br />
Moisés nos ordena que lapidemos a esta mujer<br />
74 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
que fue sorprendida cometiendo adulterio, pero,<br />
¿qué harías tú con esta mujer?». Intentaron<br />
probar a Jesucristo mediante la Ley, ya que<br />
siempre había predicado el amor. En ese<br />
momento Jesús empezó a escribir algo en el<br />
suelo con el dedo y les dijo: «Aquel de vosotros<br />
que esté libre de pecado, que tire la primera<br />
piedra».<br />
La mujer no podía escapar de la ejecución<br />
según la Ley de aquel entonces. Sin embargo, la<br />
Biblia explica que cuando Jesús les dijo que los<br />
que estuvieran sin pecado deberían apedrearla, la<br />
multitud «acusados por su conciencia, salían uno<br />
a uno, comenzando desde los más viejos hasta<br />
los postreros». Muchos de los que habían<br />
condenado a la mujer huyeron cuando Jesús dijo<br />
la primera palabra. Todos somos como estas<br />
personas.<br />
◄ ÍNDICE ►
Ahora se revela la justicia de Dios<br />
aparte de la Ley<br />
Mis queridos hermanos, ¿quién puede cumplir<br />
la Ley a la perfección en este mundo? La Ley se<br />
refiere a los 613 mandamientos que Dios dio al<br />
pueblo de Israel, que decían lo que se debía hacer<br />
y lo que no. La Ley tiene 10 mandamientos<br />
principales y otros que también deben cumplirse<br />
en la vida diaria. Debemos darnos cuenta de que<br />
no puede haber nadie en el mundo que cumpla<br />
con la Ley de Dios en su totalidad. Según los<br />
estatutos de la Ley de Dios, Jesucristo hubiera<br />
tenido que matar a la mujer adúltera y a los<br />
acusadores, pero desde el punto de vista de la ley<br />
del amor, tenía que salvar a la mujer. Cuando<br />
oyeron a Jesús decirles: «Quien esté libre de<br />
pecado que tire la primera piedra», sus<br />
conciencias les culparon, desde los más viejos a<br />
los más jóvenes, y huyeron de allí.<br />
75 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Cuando nos presentamos ante la Ley de Dios,<br />
¿quién puede mantener la cabeza alta sin sentirse<br />
avergonzado? Dios sabe perfectamente que<br />
somos incapaces de cumplir toda la Ley. Esta es<br />
la razón por la que hizo una Ley y nos la dio,<br />
para que pudiéramos ser salvados. Jesucristo le<br />
dijo a la mujer: «Ni yo tampoco te condeno».<br />
Con esto quiso decir: «Yo tampoco puedo decir<br />
que tienes pecado». Dijo: «No te juzgo.<br />
Levántate, mujer, vete y no peques más».<br />
¿Cómo pudo decir esto nuestro Señor? Si la<br />
mujer había sido sorprendida cometiendo<br />
adulterio y peco de verdad, ¿significa esto que su<br />
pecado fue cubierto incondicionalmente por<br />
amor? Como ya sabemos, Dios no es un dios<br />
injusto. ¿Por qué dijo eso Jesucristo entonces?<br />
Esto se debe a que Jesucristo ya había<br />
aceptado todos los pecados de la humanidad de<br />
una vez por todas, incluidos los pecados de esta<br />
mujer, a través del bautismo que recibió en el río<br />
◄ ÍNDICE ►
Jordán de la mano de Juan el Bautista, el<br />
representante de la humanidad. Gracias a que<br />
nuestro Señor, al ser bautizado por Juan el<br />
Bautista en el río Jordán, había tomado sobre sí<br />
mismo los pecados de esta mujer y también los<br />
de todos nosotros y los de todo el mundo, tanto<br />
pasados como futuros, pudo decir que esta mujer<br />
estaba sin pecado. En otras palabras, como<br />
Jesucristo ya había tomado los pecados del<br />
mundo sobre sí mismo al ser bautizado, el Señor<br />
pudo decir que no la condenaba.<br />
¿Cómo tomó Jesucristo el pecado de esta<br />
mujer? Para saber la respuesta, pasemos a Mateo<br />
3, 13-17.<br />
«Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al<br />
Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se<br />
le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado<br />
por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le<br />
respondió: Deja ahora, porque así conviene que<br />
cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y<br />
76 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Jesús, después que fue bautizado, subió luego del<br />
agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al<br />
Espíritu de Dios que descendía como paloma, y<br />
venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que<br />
decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo<br />
complacencia».<br />
Aquí vemos que Jesucristo fue bautizado por<br />
un hombre llamada Juan el Bautista. Pero al<br />
principio, Juan el Bautista no quería bautizar a<br />
Jesucristo porque según él: «¡Ni hablar! ¿Cómo<br />
puedo bautizarte si eres el Hijo de Dios? Tú<br />
deberías bautizarme a mí».<br />
Sin embargo podemos ver como Jesucristo<br />
ordenó a Juan el Bautista: «Deja ahora, porque<br />
así conviene que cumplamos toda justicia». Con<br />
esto Jesucristo quiso decir que para borrar los<br />
pecados de todo el mundo, debía ser bautizado.<br />
Así que Jesucristo fue bautizado por Juan el<br />
Bautista, que lo bautizó poniendo sus manos<br />
sobre la cabeza de Jesús y sumergiéndolo en el<br />
◄ ÍNDICE ►
agua y después sacándolo de nuevo. Y una vez<br />
Jesucristo fue bautizado, las puertas del Cielo se<br />
abrieron y Dios Padre dijo: «Este es mi Hijo<br />
amado, en quien tengo complacencia».<br />
La frase «toda justicia» significaba que<br />
Jesucristo tomaría todos los pecados del mundo<br />
sobre Sí mismo, para que todos estuviéramos sin<br />
pecado y fuéramos al Cielo. ¿Qué tuvo que hacer<br />
Jesucristo para cumplir esta obra justa que nos<br />
haría estar sin pecado? Tuvo que ser bautizado<br />
por Juan el Bautista. El bautismo que Jesucristo<br />
recibió de Juan el Bautista significaba «limpiar,<br />
enterrar, pasar o transferir». Así que como<br />
Jesucristo tomó los pecados del mundo de una<br />
vez por todas para llevarlos a la Cruz, ser<br />
crucificado hasta morir y levantarse de entre los<br />
muertos.<br />
Jesucristo es el Hijo de Dios. Es el Creador<br />
que hizo el universo entero y todo lo que hay en<br />
él. Es el Salvador que nos ha salvado de nuestros<br />
77 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
pecados. Este Jesucristo se encontró con una<br />
mujer que había sido sorprendida en adulterio.<br />
Sin embargo, Jesucristo ya había tomado los<br />
pecados de esta mujer porque sabía que<br />
cometería pecados mientras viviese en este<br />
mundo, sabía que cometería adulterio.<br />
El sacrificio eterno de Jesús revelado<br />
en Levítico<br />
El capítulo 16 de Levítico establece las<br />
normas del Día de la Expiación, cuando Aarón<br />
ayudaba al pueblo de Israel a borrar sus pecados<br />
anuales.<br />
Está escrito en Levítico 16, 21-<strong>22</strong>: «Y pondrá<br />
Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho<br />
cabrío vivo, y confesará sobre él todas las<br />
iniquidades de los hijos de Israel, todas sus<br />
rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así<br />
◄ ÍNDICE ►
sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al<br />
desierto por mano de un hombre destinado para<br />
esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas<br />
las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y<br />
dejará ir el macho cabrío por el desierto».<br />
Aarón, el Sumo Sacerdote, se menciona en<br />
este pasaje. De todos los sacerdotes que ofrecían<br />
sacrificios a Dios en el Tabernáculo en nombre<br />
del pueblo de Israel, él era el líder. El décimo día<br />
del séptimo mes, este representante traía dos<br />
machos cabríos para el pueblo de Israel, echaba<br />
la suerte, metía el primer macho cabrío dentro<br />
del Tabernáculo y pasaba los pecados de los<br />
israelitas a su cabeza mediante la imposición de<br />
manos.<br />
Entonces decía todos los pecados de los<br />
israelitas gritando: «¡Dios! El pueblo de Israel ha<br />
cometido todo tipo de pecados. Ha asesinado, ha<br />
cometido adulterio, ha robado, ha adorado ídolos,<br />
ha dado falso testimonio, ha envidiado y<br />
78 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
blasfemado». Y cuando levantaba sus manos,<br />
estos pecados ya habían sido pasados al macho<br />
cabrío. La imposición de manos significa<br />
espiritualmente «pasar». Y también significa<br />
«enterrar».<br />
Entonces Aarón cortaba el cuello del animal,<br />
tomaba su sangre y la esparcía para cumplir el<br />
ritual que limpiaba el asiento de la misericordia,<br />
el Tabernáculo y el altar de los holocaustos. Al<br />
ofrecer Aarón este sacrificio en el Tabernáculo,<br />
la Casa de Dios, Dios borraba los pecados de Su<br />
pueblo, al ver el sacrificio del animal, los<br />
pecados que pasaban al mismo y la sangre que se<br />
vertía en nuestro lugar. En resumen, este era el<br />
método de salvación de Dios.<br />
Jesús cumplió toda la justicia de Dios<br />
Dios no puede tolerar los pecados. La Biblia<br />
◄ ÍNDICE ►
dice que «la pena del pecado es la muerte»<br />
(Romanos 6, 23), y por tanto el pecado debe ser<br />
condenado a muerte sin falta. Sin embargo, Dios<br />
es también amor y por eso para reconciliar Su<br />
amor y Su justicia, hizo que el pueblo de Israel<br />
pasara sus pecados a un animal puro, como un<br />
macho cabrío o una oveja, a través de la<br />
imposición de manos. Cuando el pueblo de Israel<br />
sacrificaba a este animal en su lugar, ponía la<br />
sangre en los cuernos del altar de los holocaustos<br />
y la esparcía por el asiento de la misericordia,<br />
alcanzaba la redención porque Dios veía la<br />
sangre de este animal y les concedía la remisión<br />
de los pecados. Dios amó tanto al mundo que le<br />
dio este sistema de expiación.<br />
Entonces Aarón llevaba al otro macho cabrío<br />
ante el pueblo e imponía sus manos sobre él.<br />
Como dice Levítico 16, 21: «Y pondrá Aarón sus<br />
dos manos sobre la cabeza del macho cabrío<br />
vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades<br />
79 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y<br />
todos sus pecados», Aarón ponía sus manos<br />
sobre la cabeza del macho cabrío y confesaba los<br />
pecados que el pueblo de Israel había cometido<br />
durante todo el año. Y después de quitar las<br />
manos, Aarón le pasaba el animal a otro hombre,<br />
que lo llevaba lejos, al desierto de Palestina y lo<br />
soltaba. Entonces, este macho cabrío que llevaba<br />
los pecados del pueblo de Israel, caminaba por el<br />
desierto sin agua ni pastos y al final moría de sed<br />
bajo el sol ardiente.<br />
Este era el sacrificio que se realizaba el Día de<br />
la Expiación, que borraba los pecados que el<br />
pueblo de Israel había cometido ese año. A través<br />
del sacrificio, Dios estaba planeando salvar a<br />
toda la humanidad de sus pecados en el futuro.<br />
Por eso escribió este pasaje.<br />
El pueblo de Israel ofrecía el mismo sacrificio<br />
año tras año según esta Palabra. Cuando el Sumo<br />
Sacerdote moría, le sucedía su hijo cuando<br />
◄ ÍNDICE ►
cumplía 30 años. Sin embargo, este sacrificio era<br />
sólo la sombra de algo bueno que estaba por<br />
llegar. El hecho de que el pueblo de Israel tuviera<br />
que ofrecer el mismo sacrificio cada año era una<br />
prueba de que a través de este sistema no se<br />
podía recibir la completa remisión de los pecados<br />
de una vez por todas (Hebreos 10, 1-4).<br />
Por eso Dios profetizó hace 700 años que Su<br />
único Hijo Jesucristo sería concebido en el<br />
cuerpo de una virgen y naciera en el cuerpo de<br />
un hombre. Y exactamente según esta profecía,<br />
Dios envió a Jesucristo y a Juan el Bautista a este<br />
mundo y les permitió que cumplieran toda<br />
justicia. Ahora, como está escrito en el Antiguo<br />
Testamento, para ofrecer un «sacrificio del<br />
pecado para siempre», el Hijo de Dios nació en<br />
este mundo con un cuerpo humano.<br />
Así Jesús vino como el Salvador de Su pueblo<br />
y cuando cumplió 30 años, aceptó todos los<br />
pecados al ser bautizado por Juan el Bautista, el<br />
80 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
representante de la humanidad. Para «cumplir<br />
con toda justicia» (Mateo 3, 15) Jesús fue<br />
bautizado por Juan el Bautista. Yo soy el que<br />
debería morir y ser condenado por Dios y<br />
arrojado al infierno, pero como Dios me amó,<br />
envió a Su Hijo al mundo, la pasó mis pecados a<br />
través de Juan el Bautista, el representante de la<br />
humanidad, con la imposición de manos y<br />
condenó a Su Hijo al crucificarlo. Por tanto nos<br />
ha salvado a ustedes y a mí.<br />
Así que nuestro Señor cumplió toda la justicia<br />
de Dios, mediante el método de la imposición de<br />
manos. Para hacer que el mundo estuviera sin<br />
pecado, Jesucristo fue bautizado y crucificado.<br />
La palabra bautismo también significa «ser<br />
lavado, pasado, enterrado» y nos dice que Dios<br />
nos ha salvado de los pecados del mundo de esta<br />
manera, que es la más conveniente. Así que<br />
según lo que Dios nos ha prometido en el<br />
Antiguo Testamento y según la regla de Dios que<br />
◄ ÍNDICE ►
establecía que el pecado debía pasarse mediante<br />
la imposición de manos, nuestro Señor aceptó<br />
nuestros pecados al ser bautizado.<br />
Por tanto, al creer en este hecho, hemos<br />
recibido la remisión de nuestros pecados. Al<br />
venir Jesucristo, el Cordero de Dios, a este<br />
mundo, al aceptar nuestros pecados, todos los<br />
pecados del pasado, presente y futuro, y al ser<br />
crucificado, Él nos salvó. Y ahora, quien crea en<br />
la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
ya sea hombre o mujer, siervo o libre, judío o<br />
gentil, puede recibir la remisión de los pecados<br />
sin discriminación alguna.<br />
Mis queridos hermanos, debido a la obra que<br />
nuestro Señor hizo en este mundo, le dio a la<br />
mujer adúltera que había sido sorprendida en el<br />
acto: «Ni yo tampoco te condeno». En otras<br />
palabras, estaba diciendo: «Yo tampoco puedo<br />
decir que tienes pecado, ni puedo juzgarte. Como<br />
he aceptado todos tus pecados a través de Mi<br />
81 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
bautismo, debo morir en tu lugar, debo ser<br />
humillado en tu lugar y debo sufrir el castigo en<br />
tu lugar. Debo sufrir porque los pecados que<br />
cometiste en este mundo me fueron pasados y<br />
ahora los llevo yo».<br />
Por eso nuestro Señor dijo en Juan 8, 12:<br />
«Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz<br />
del mundo; el que me sigue, no andará en<br />
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Los<br />
que creen en la Palabra del Evangelio del agua y<br />
el Espíritu se convertirán en la luz de la vida.<br />
Está escrito en Génesis 1, 2: «Y la tierra estaba<br />
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban<br />
sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas». Esto significa<br />
que hay pecados en lo profundo de nuestro ser.<br />
Sin embargo, el Señor nos ha dado la salvación<br />
al ser bautizado, derramar Su sangre en la Cruz,<br />
y pagar la condena del pecado y pagar su pena.<br />
Mis queridos hermanos, debido a las<br />
◄ ÍNDICE ►
iniquidades de las tinieblas, no podíamos<br />
reconocer nuestros pecados y estábamos<br />
condenados a morir; no teníamos ninguna<br />
opción, sino ser arrojados al infierno, y aunque<br />
conociésemos nuestros pecados, no podíamos<br />
resolverlos. Sin embargo, gracias a Jesucristo,<br />
esta gente se ha convertido en la luz, ha salido de<br />
las tinieblas. Los que no podían evitar morir por<br />
sus pecados se han convertido en personas justas.<br />
Esto era imposible de conseguir a través de<br />
nuestros propios esfuerzos, por mucho que lo<br />
intentásemos, pero al creer en nuestro Señor nos<br />
convertimos en personas justas. Todos somos<br />
pecadores, pero el Señor vino al mundo y nos<br />
salvó a ustedes y a mí. Por tanto Jesucristo le dijo<br />
a esta mujer adúltera en Juan 8: «Ni yo te<br />
condeno; vete, y no peques más». Y también<br />
dijo: «El que me sigue, no andará en tinieblas,<br />
sino que tendrá la luz de la vida». Mis queridos<br />
hermanos, los pecadores ahora son justos, y los<br />
82 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
condenados han recibido vida eterna.<br />
¿Quieren creer en este Jesucristo? ¿Creen en<br />
este Jesucristo con su Salvador? Como Jesucristo<br />
se encargó de nuestros pecados y nos salvó, dijo:<br />
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y<br />
cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11,<br />
28).<br />
Aparte de Jesucristo, ¿hay algún otro dios en<br />
este mundo que prometa la salvación a los que<br />
creen en él? Buda dejó básicamente a cada uno a<br />
su aire. Y lo mismo hicieron Confucio y Mencio,<br />
que pedían a sus seguidores que vivieran según<br />
un sistema ético y moral. ¿Dónde pueden<br />
encontrar alguien con tanta compasión para<br />
nosotros, los que estábamos destinados al<br />
infierno, que diera su vida por nosotros? Sin<br />
embargo, Jesucristo abandonó Su trono en el<br />
Cielo por nosotros, vino a este mundo, aceptó<br />
todos nuestros pecados al ser bautizado, y pagó<br />
la condena de nuestros pecados con Su propia<br />
◄ ÍNDICE ►
vida. No hay nadie más aparte de Jesucristo que<br />
nos haya salvado. Así que este Jesucristo es<br />
nuestro Salvador. Por eso el Señor le dijo esto a<br />
la mujer adúltera.<br />
Debemos tener la fe que nos permite<br />
recibir la remisión de los pecados de<br />
Dios<br />
Está escrito en Romanos 8, 1-2: «Ahora, pues,<br />
ninguna condenación hay para los que están en<br />
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la<br />
carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley<br />
del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha<br />
librado de la ley del pecado y de la muerte».<br />
Aquí el Apóstol Pablo nos está diciendo que<br />
como Jesucristo tomó todos los pecados del<br />
mundo al ser bautizado y al morir en la Cruz, el<br />
83 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Señor se ha convertido nos ha dejado sin pecado.<br />
Mis queridos hermanos, ¿acaso no cometemos<br />
pecados en este mundo? Por supuesto que sí. Sin<br />
embargo, en Juan 1, 29, cuando Juan el Bautista<br />
vio al Señor después de bautizarlo, declaró que<br />
era «el Cordero de Dios que quita el pecado del<br />
mundo». Esto significa que Jesucristo cargó con<br />
todos los pecados del mundo, los que cometimos,<br />
los que cometemos ahora y los que cometeremos<br />
en el futuro. Los aceptó cuando fue bautizado,<br />
los llevó a la Cruz y ha sido condenado por ellos.<br />
Por eso el Apóstol Pablo proclamó que no hay<br />
condena para los que están en Jesucristo. En<br />
otras palabras, los que creen en el bautismo de<br />
Jesucristo y en Su sangre en la Cruz, los que de<br />
verdad creen en Él como su Salvador, no pueden<br />
tener ningún pecado. Esto significa que es<br />
imposible que sean pecadores. Por culpa de los<br />
pecados que cometemos, no podemos evitar ser<br />
pecadores y ser arrojados al infierno, pero si<br />
◄ ÍNDICE ►
creemos en Jesucristo como nuestro Salvador,<br />
que ha borrado los pecados del mundo al venir a<br />
este mundo, ser bautizado y morir en la Cruz, si<br />
creemos con todo nuestro corazón, la Biblia dice<br />
que no hay condena para nosotros. Este pasaje es<br />
una declaración bendita, proclamando: «No<br />
podéis decir que tenéis pecados».<br />
Pero a pesar de ello, mis queridos hermanos,<br />
hay mucha gente que dice que tiene pecados<br />
aunque creen en Jesucristo. Cuando rezan por la<br />
congregación, muchos cristianos dicen: «Gracias,<br />
Padre santo. Hemos cometido muchos pecados<br />
en el pasado. Por favor, limpia mis pecados».<br />
¿Cómo acaban sus oraciones? Dicen: «Este<br />
pecador reza en el nombre del Señor Jesucristo».<br />
¿Cómo puede un pecador rezar a Dios? Si un<br />
pecador se acerca a Dios, muere inmediatamente.<br />
Está escrito en la Biblia que Dios no escucha las<br />
oraciones de los pecadores. Los pecadores están<br />
condenados por Dios. Si Jesucristo vino al<br />
84 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
mundo para quitar nuestros pecados, y cuando<br />
cargó con ellos y los borró al ser bautizado y<br />
condenado en la Cruz, ¿cómo puede haber<br />
pecados en el mundo? Por muy insuficientes que<br />
seamos, Jesucristo ha borrado nuestros pecados<br />
de manera suficiente, amplia y abundante, y por<br />
tanto ¿cómo pueden tener pecados?<br />
Por ejemplo, digamos que tienen una cuenta<br />
en una tienda. Si su padre hubiera pagado<br />
muchos millones más de lo que debían, entonces<br />
aunque tuvieran otra cuenta después no tendrían<br />
que pagarla. Esto es la salvación.<br />
«Ahora, pues, ninguna condenación hay para<br />
los que están en Cristo Jesús» (Romanos 8, 1).<br />
Entre los que creen en Jesucristo correctamente,<br />
no hay ningún pecador. Todos son justos. ¿Por<br />
qué? Porque: «Porque la ley del Espíritu de vida<br />
en Cristo Jesús me ha librado de la ley del<br />
pecado y de la muerte» (Romanos 8, 2). Según la<br />
Ley, no tenemos otra opción que ser arrojados al<br />
◄ ÍNDICE ►
infierno, ¿pero qué hay de la ley del Espíritu de<br />
la vida, esta ley del amor que nos salva? Para<br />
salvar a los pecadores, el Señor vino al mundo,<br />
aceptó nuestros pecados, los pecados del mundo,<br />
al ser bautizado, fue crucificado y murió en<br />
nuestro lugar, se levantó de entre los muertos<br />
para devolvernos a la vida y así se ha convertido<br />
en nuestro verdadero Salvador.<br />
«Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo<br />
Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la<br />
muerte» (Romanos 8, 2). Dios, Jesucristo, nos ha<br />
librado a Sus seguidores de la ley del pecado y la<br />
muerte. El pueblo de Corea estaba bajo la<br />
dominación japonesa durante la Segunda Guerra<br />
Mundial, pero cuando fue liberado el 15 de<br />
agosto de 1945, Corea dejó de ser una colonia<br />
japonesa. De esta misma manera, nosotros ya no<br />
somos pecadores. Si de verdad creen en<br />
Jesucristo como su Salvador, no son pecadores.<br />
Los que se describen como pecadores aunque<br />
85 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
crean en Jesucristo han sido engañados por<br />
mentirosos y creen en falsos evangelios.<br />
Romanos 8, 3 dice: «Porque lo que era<br />
imposible para la ley, por cuanto era débil por la<br />
carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de<br />
carne de pecado y a causa del pecado, condenó<br />
al pecado en la carne» (Romanos 8, 3). Nuestra<br />
carne es demasiado débil para cumplir la Ley.<br />
¿Podemos obedecer la Ley? La Ley nos ordena<br />
que no adoremos a otros dioses, que no matemos,<br />
que no cometamos adulterio, que no robemos,<br />
que no mintamos; pero, ¿están seguros de que no<br />
matarán? ¿Están seguros de que no robarán?<br />
¿Están seguros de que no mentirán? En cuanto<br />
las cosas se ponen difíciles, mentirán.<br />
¿Son capaces de no cometer adulterio?<br />
Jesucristo dijo: «Oísteis que fue dicho: No<br />
cometerás adulterio. Pero yo os digo que<br />
cualquiera que mira a una mujer para<br />
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón»<br />
◄ ÍNDICE ►
(Mateo 5, 27-28). Entonces ¿pueden cumplir el<br />
estatuto de la Ley que prohíbe cometer adulterio?<br />
¿Pueden cumplir la Ley en su totalidad? Por<br />
supuesto que no. Rompemos todos los estatutos<br />
de la Ley. ¿Cómo lo hacemos?<br />
Si dejamos la Ley de lado, ¿podemos cumplir<br />
las normas sociales? ¿Cumplimos todas las<br />
normas de tráfico? Cuando tenemos prisa,<br />
¿pasamos por el paso de cebra? Cruzamos<br />
imprudentemente cuando no hay nadie mirando.<br />
Quien no cumple la ley una sola vez no ha<br />
podido cumplir las normas y leyes de una<br />
sociedad.<br />
Mis queridos hermanos, si los seres humanos<br />
son incapaces de cumplir sus propias leyes en<br />
este mundo, ¿cómo pueden cumplir la Ley de<br />
Dios? Si quebrantamos un solo estatuto de la Ley<br />
de Dios, somos culpables de quebrantar toda la<br />
Ley, y Dios invalida todas nuestras acciones. La<br />
Biblia dice: «Porque cualquiera que guardare<br />
86 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace<br />
culpable de todos. Porque el que dijo: No<br />
cometerás adulterio, también ha dicho: No<br />
matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio,<br />
pero matas, ya te has hecho trasgresor de la ley»<br />
(Santiago 2, 10-11). Así que nadie entre nosotros<br />
ha cumplido la Ley de Dios a la perfección. Por<br />
tanto, todos estamos destinados a ir al infierno.<br />
Mis queridos hermanos, como nuestra carne es<br />
débil, es imposible cumplir la Ley. Aunque<br />
nuestros corazones quieran cumplir la Ley,<br />
nuestra carne es demasiado débil para hacerlo.<br />
¿Y qué hizo Dios? Dijo en Romanos 8, 3-4:<br />
«Porque lo que era imposible para la ley, por<br />
cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a<br />
su Hijo en semejanza de carne de pecado y a<br />
causa del pecado, condenó al pecado en la<br />
carne; para que la justicia de la ley se cumpliese<br />
en nosotros, que no andamos conforme a la<br />
carne, sino conforme al Espíritu».<br />
◄ ÍNDICE ►
Nuestra carne es demasiado débil para cumplir<br />
la Ley, pero Dios cumplió el requisito de la Ley.<br />
Según ella, quien peca debe morir, pero como el<br />
Hijo de Dios vino al mundo, aceptó todos<br />
nuestros pecados al ser bautizado y fue<br />
condenado en nuestro lugar, cumplió con el<br />
requisito de la Ley. Cumplió los requisitos de la<br />
Ley y completó la salvación.<br />
Jesucristo satisfizo la Ley. Al cumplir el<br />
requisito de la Ley, que declara que la pena del<br />
pecado es la muerte, mediante Su bautismo y<br />
derramamiento de sangre, Jesucristo ha salvado a<br />
los que creen en Él como su Salvador. Cuando<br />
dice aquí que Dios Padre envió a «Su Hijo en<br />
semejanza de carne de pecado y a causa del<br />
pecado, condenó al pecado en la carne», significa<br />
que para salvarnos del infierno, Dios pasó<br />
nuestros pecados al cuerpo de Jesucristo. ¿Lo<br />
entienden? Este es el misterio del bautismo de<br />
Jesucristo.<br />
87 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Está escrito: «Para que la justicia de la ley se<br />
cumpliese en nosotros, que no andamos<br />
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.<br />
Porque los que son de la carne piensan en las<br />
cosas de la carne; pero los que son del Espíritu,<br />
en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de<br />
la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu<br />
es vida y paz» (Romanos 8, 4-6).<br />
Mis queridos hermanos, si nos consideramos<br />
en términos carnales, ¿cómo podemos decir que<br />
no tenemos pecados si seguimos pecando en este<br />
mundo? Aunque creemos en Jesucristo, ¿cómo<br />
podemos decir que estamos sin pecados? Sin<br />
embargo, los que viven según el Espíritu son los<br />
que creen que Dios nos ha salvado perfectamente<br />
a través del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Si creemos en la Palabra de Dios de corazón,<br />
si de verdad creemos en la Palabra escrita, ¿por<br />
qué decimos que tenemos pecados? No hay duda<br />
de que Jesucristo ha borrado todos nuestros<br />
◄ ÍNDICE ►
pecados; está escrito en la Biblia. Y Dios escribió<br />
las Escrituras como prueba de ello en un<br />
volumen amplio, preservó la Biblia durante miles<br />
de años sin cambiarla y nos la dio tal y como<br />
siempre había sido. Así que si creemos en esta<br />
Palabra, ¿cómo podemos decir que todavía<br />
tenemos pecados? La cuestión es: ¿debemos<br />
creen según nuestras ideas carnales o debemos<br />
creer en el Espíritu, es decir, en la Palabra de<br />
Dios? Debemos decidir si creemos según la<br />
Palabra de Dios o según nuestras ideas o<br />
emociones.<br />
La fe de los que creen en sus propias<br />
emociones en vez de la Palabra de Dios es en<br />
vano. Debemos creer en Dios según Su Palabra.<br />
Debemos creer en Jesucristo como nuestro<br />
Salvador según la Palabra. Nuestro Señor es el<br />
Dios de la alianza que nos hizo promesas y las<br />
cumplió. Nuestro Señor es un Dios que cumple<br />
todas las promesas según Su Palabra. En el<br />
88 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Antiguo Testamento Dios pasaba los pecados del<br />
pueblo de Israel a un chivo expiatorio a través<br />
del Sumo Sacerdote a través de la imposición de<br />
manos en la cabeza, le hacía un corte en el<br />
cuello, sacaba la sangre y la ponía en los cuernos<br />
del altar de los holocaustos, y al hacerlo permitía<br />
que los que creían en este sacrificio expiatorio<br />
fueran salvados.<br />
En el Nuevo Testamento, por otro lado,<br />
nuestro Señor vino al mundo hace 2.000 años tal<br />
y como Dios lo había prometido en el Antiguo<br />
Testamento, fue bautizado por Juan el Bautista,<br />
el representante de la humanidad, los llevó a la<br />
Cruz, murió en nuestro lugar, se levantó de entre<br />
los muertos y así nos salvó a todos. A través de<br />
esta Palabra escrita ustedes y yo sabemos cómo<br />
el Señor nos ha salvado, y al creer hemos sido<br />
salvados. Los que creen son los que «viven según<br />
el Espíritu». Sólo cuando conocemos la Verdad<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu podemos<br />
◄ ÍNDICE ►
creer de corazón y sólo cuando creemos podemos<br />
confesarlo con nuestros labios.<br />
Pasemos a Levítico 17, 15-16: «Y cualquier<br />
persona, así de los naturales como de los<br />
extranjeros, que comiere animal mortecino o<br />
despedazado por fiera, lavará sus vestidos y a sí<br />
misma se lavará con agua, y será inmunda hasta<br />
la noche; entonces será limpia. Y si no los<br />
lavare, ni lavare su cuerpo, llevará su<br />
iniquidad». En el Antiguo Testamento, el pueblo<br />
de Israel recibía la remisión de los pecados el Día<br />
de la Expiación cuando veía y creía en lo que el<br />
Sumo Sacerdote estaba haciendo. Esto quiere<br />
decir que el Sumo Sacerdote permitía que los<br />
israelitas se libraran de sus pecados al imponer<br />
las manos en el sacrificio y pasar sus pecados a<br />
éste, ofreciendo así este sacrificio en su nombre.<br />
Sin embargo, si un israelita tocaba algo impuro,<br />
como un cadáver, tenía que lavar su ropa y<br />
limpiar su cuerpo con agua. La Biblia dice que si<br />
89 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
no seguía este ritual, esa persona era culpable. El<br />
agua es muy importante. Incluso después de<br />
recibir la remisión de los pecados, es<br />
indispensable seguir manteniendo la fe en el<br />
bautismo de Jesucristo.<br />
El agua lava<br />
Una de las funciones del agua es lavar la<br />
suciedad. El agua también da vida a la<br />
humanidad. Aunque creamos en la remisión de<br />
nuestros pecados, ¿no seguimos pecando en este<br />
mundo? Por supuesto que sí. Sin embargo,<br />
incluso estos pecados están incluidos en los<br />
pecados del mundo. El Señor los ha borrado<br />
todos. Sin embargo, cuando pecamos, nuestra<br />
conciencia está herida y atormentada. ¿Qué<br />
debemos hacer con estos pecados? ¿Debemos<br />
creer en Jesucristo de nuevo? No, lo que<br />
◄ ÍNDICE ►
debemos hacer es confirmar en nuestros<br />
corazones que estos pecados fueron pasados a<br />
Jesucristo cuando fue bautizado, y creer de<br />
corazón que nuestro Señor borró todos nuestros<br />
pecados porque sabía que pecaríamos de nuevo.<br />
En otras palabras, debemos reflexionar sobre el<br />
Evangelio de salvación en nuestras mentes.<br />
Entonces podemos ser salvados de todos los<br />
pecados que cometemos por culpa de nuestras<br />
debilidades. Entonces podemos estar limpios<br />
completamente. Y entonces podemos ser<br />
salvados completamente y ser justos.<br />
El Apóstol Pablo dice que a través de la ley<br />
del Espíritu de la vida, es decir el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, Cristo Jesús nos ha salvado a<br />
nosotros, que estábamos bajo la ley del pecado y<br />
la muerte, y nos hizo vivir en Él. El Apóstol Juan<br />
también dice claramente en 1 Juan 5, 3-8 que<br />
Jesús nos ha salvado perfectamente del pecado al<br />
venir por el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
90 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Además dice que «el agua, la sangre y el<br />
Espíritu» dan testimonio del hecho de que<br />
Jesucristo nos ha salvado de pecado<br />
completamente. ¿Qué testifica el Espíritu Santo?<br />
Testifica que Jesucristo es Dios. Da testimonio<br />
del hecho de que Jesucristo es el Dios que creó<br />
este universo, y que para salvarnos de nuestros<br />
pecados, nació en este mundo a través del cuerpo<br />
de una virgen en la imagen de un hombre. ¿Qué<br />
testifican la sangre y el agua? Testifican que<br />
nuestro Señor, el Dios de la salvación, vino<br />
encarnado en un hombre, tomó todos los pecados<br />
del mundo, de la humanidad y todos nuestros<br />
pecados al ser bautizado cuando tenía 30 años,<br />
llevó estos pecados a la Cruz y murió allí.<br />
Por tanto, quien dice que cree sólo en la<br />
sangre de Jesucristo derramada en la Cruz tiene<br />
una fe completamente inútil por mucho que crea<br />
en Jesucristo. Los que creen así se describen a sí<br />
mismos como pecadores, porque acaban<br />
◄ ÍNDICE ►
cometiendo pecados al día siguiente. Pero, ¿por<br />
qué piensan esto? Porque nos e dan cuenta de<br />
que Jesucristo aceptó todos sus pecados cuando<br />
fue bautizado y por eso siguen viviendo como<br />
pecadores aunque crean en Jesucristo. Su<br />
conciencia no les permite decir que están sin<br />
pecados.<br />
Pero para ustedes y para mí, cuando Jesucristo<br />
fue bautizado, tomó todos nuestros pecados.<br />
Durante toda nuestra vida no podemos evitar<br />
pecar, las tinieblas están en la faz del abismo y<br />
nuestros corazones están realmente sucios, pero<br />
Jesucristo tomó nuestros pecados a través de Su<br />
bautismo, los llevó a la Cruz, fue crucificado y<br />
condenado, derramó Su sangre hasta morir, se<br />
levantó de entre los muertos y así nos ha salvado<br />
de nuestros pecados. El Señor está vivo ahora, y<br />
es el Dios que nos da la salvación a todos los que<br />
creemos en esta Palabra de salvación. ¿Qué hay<br />
de ustedes? ¿También creen? Si creen de<br />
91 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
corazón, Dios, el Espíritu Santo, conocerá sus<br />
corazones y les pondrá el sello de la salvación.<br />
Jesucristo es el Dios que nos da la salvación.<br />
Al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />
nos convertimos en hijos de Dios. ¿Tienen<br />
pecados o no? No tienen pecados. Esto se debe a<br />
que todos sus pecados fueron pasados al Señor.<br />
¿Significa esto que podemos pecar siempre que<br />
queramos? Por supuesto que no. Pecamos cuando<br />
no sabemos lo que es correcto; no lo hacemos<br />
porque alguien nos lo pida y no es algo que<br />
podamos evitar si alguien nos dice que no lo<br />
hagamos. Todos los seres humanos están sujetos<br />
al pecado hasta el día en que mueren, porque son<br />
insuficientes. Para salvarnos de estos pecados<br />
nuestro Señor vino al mundo y nos salvó<br />
completamente. Todo lo que tenemos que hacer<br />
es creer. Con el corazón creemos en la justicia y<br />
con la boca confesamos la salvación.<br />
Volvamos a Génesis 1, 2-5: «En el principio<br />
◄ ÍNDICE ►
creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba<br />
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban<br />
sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea<br />
la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era<br />
buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y<br />
llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó<br />
Noche. Y fue la tarde y la mañana un día».<br />
Dios ordenó que hubiera luz en un mundo<br />
oscuro lleno de tinieblas. Esto implica que el<br />
Hijo de Dios fue enviado al mundo y que Dios<br />
hizo que Su Hijo tomara todos los pecados del<br />
mundo al ser bautizado y al hacer que muriera en<br />
la Cruz, nos salvó de todos nuestros pecados.<br />
¿Qué hizo Dios el primer día? Dio luz a los<br />
corazones de la gente, que estaban desordenados<br />
y vacíos y que tenían las tinieblas sobre la faz del<br />
abismo, y al hacerlo desapareció toda la<br />
oscuridad y el vacío y llegó la verdadera<br />
satisfacción, el verdadero orden, la verdadera luz<br />
92 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
y la verdadera vida. Jesucristo es la luz de la<br />
salvación para este mundo. Jesucristo es el<br />
salvador de los pecadores. Para todos los que<br />
creen en este Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
para todos los que creen que Jesucristo es nuestro<br />
salvador que nos ha salvado a través de Su agua<br />
y Su sangre, Jesucristo se ha convertido en la luz<br />
de la salvación. Mis queridos hermanos, la única<br />
verdadera luz en este mundo es el Señor<br />
Jesucristo. Es esta luz la que vio Dios y dijo que<br />
era buena.<br />
La Biblia dice que Dios dividió la luz de las<br />
tinieblas. Las separó y llamó a la luz día y a las<br />
tinieblas noche. Hay dos tipos de gente en este<br />
mundo: los hijos de la luz y los hijos de las<br />
tinieblas (1 Tesalonicenses 5, 5). Los hijos de la<br />
luz son los que confiesan su fe diciendo: «Antes<br />
de conocer a Jesucristo, era un gran pecador, las<br />
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y mi<br />
mente estaba confundida. Estaba vacío. No tenía<br />
◄ ÍNDICE ►
satisfacción. No puedo evitar ir al infierno. Sin<br />
embargo, Tú me has enseñado Tu Palabra a<br />
través de Tus siervos y Tu Iglesia. Me has<br />
salvado perfectamente. ¡Creo en Ti, Señor!». A<br />
los que creen y le han recibido como verdadero<br />
Salvador, Dios los ha llamado hijos del día y les<br />
ha dado el derecho de convertirse en Sus hijos.<br />
«Antes erais hijos del Diablo, pero ahora ya<br />
no sois hijos de las tinieblas, sino que sois hijos<br />
de la luz. Sois Mis hijos». Esto es lo que Dios<br />
quería decir cuando separó la luz de las tinieblas.<br />
Por eso el Apóstol Pablo declaró a los que han<br />
nacido de nuevo al creer en el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu: «Erais tinieblas, mas ahora sois luz<br />
en el Señor; andad como hijos de luz» (Efesios 5,<br />
8).<br />
Todos los que creen en esta Palabra del agua y<br />
el Espíritu, en la Palabra bendita de la salvación,<br />
son hijos de Dios y Su pueblo. Sin embargo, los<br />
que no creen según esta Palabra son hijos de las<br />
93 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
tinieblas, de la noche y del Diablo. Aunque hay<br />
mucha gente en este mundo, según crean o no,<br />
algunos se convierten en el pueblo de Dios y<br />
otros del Diablo, y algunos van al Cielo y otros al<br />
infierno. Así Dios ha establecido la ley de la fe.<br />
Ha hecho posible que la salvación se alcance<br />
mediante la fe. Al creer de corazón podemos ser<br />
justos. Por fe nos convertimos en el verdadero<br />
pueblo de Dios.<br />
Dios ha separado la luz de las tinieblas<br />
claramente, separando a los que son Su pueblo de<br />
los que no lo son. Y ha prohibido que los<br />
pecadores estén en la congregación de los justos<br />
(Salmos 1, 5). Si alguien se hace pastor después<br />
de estudiar una carrera en algún seminario de<br />
teología famoso, pero no conoce la Verdad y por<br />
tanto sigue teniendo pecados en su corazón,<br />
entonces no puede predicar esta Palabra de<br />
Verdad. Sólo podrá decirles: «Vivamos<br />
virtuosamente». Si un ciego guía a otro ciego, los<br />
◄ ÍNDICE ►
dos se caerán de un precipicio morirán (Mateo<br />
15, 14).<br />
Si un pecador tuviera que enseñarles, nunca<br />
serían librados del pecado. Si tienen pecado,<br />
serán arrojados al infierno, aunque crean en<br />
Jesucristo. ¿Por qué tanto los cristianos como los<br />
no creyentes están destinados al infierno? Porque<br />
las iglesias de hoy en día se han convertido en<br />
negocios. Muchos pastores se comportan como<br />
vendedores ambulantes. Estos mentirosos les<br />
dicen a las almas que están reunidas para ir al<br />
Cielo que les están pidiendo sus bendiciones,<br />
pero en realidad les explotan por dinero.<br />
¿Quién en este mundo no querría vivir<br />
virtuosamente? Pero los seres humanos no<br />
pueden evitar cometer pecados y por eso están<br />
destinados a ir al infierno por sus pecados. No<br />
pueden evitar vivir vidas miserables. Por eso<br />
debemos predicar este Evangelio de salvación a<br />
esta gente, proclamar que Jesucristo nos ha<br />
94 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
salvado a través de Su sangre y Su agua. Esta es<br />
la misión que Dios nos ha dado a la Iglesia de<br />
Dios. Nosotros somos los que creemos en<br />
Jesucristo como nuestro Salvador.<br />
¿Qué es el arrepentimiento bíblico?<br />
Hechos de los Apóstoles 3, 19 dice: «Así que,<br />
arrepentíos y convertíos, para que sean borrados<br />
vuestros pecados; para que vengan de la<br />
presencia del Señor tiempos de refrigerio». Este<br />
pasaje significa que «quien se arrepienta<br />
correctamente y crea en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu, estará sin pecado gracias al Señor».<br />
En otras palabras, nos está diciendo que<br />
recibamos nuestra salvación por fe, porque el<br />
Señor ha borrado nuestros pecados.<br />
Cuando admitimos nuestras debilidades<br />
diciendo: «Somos humanos, no podemos evitar<br />
◄ ÍNDICE ►
cometer pecados ante Dios hasta el día en que<br />
morimos» y cuando creemos en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu que el Señor nos ha dado y<br />
volvemos a Dios, nos estamos arrepintiendo de<br />
verdad. Si venimos al Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, el Evangelio mediante el cual el Señor<br />
ha borrado nuestros pecados, y si recibimos la<br />
remisión de nuestros pecados por fe, el Señor nos<br />
refrescará. El verdadero arrepentimiento ante<br />
Dios es dejar de lado el mal camino y decir:<br />
«Señor, los que Tú has dicho es verdad».<br />
Sin embargo, ¿cuál es la opinión que<br />
predomina cuando se considera el verdadero<br />
arrepentimiento hacia Dios? En vez de<br />
arrepentirse, dejar el mal camino y recibir la<br />
remisión de los pecados de una vez por todas,<br />
mucha gente cree que las oraciones de<br />
arrepentimiento son un sinónimo de<br />
arrepentimiento. Así que ofrecen estas oraciones<br />
cuando pecan, diciendo: «Señor, he cometido un<br />
95 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
error. Por favor, perdóname».<br />
¡Qué estupidez! Como hemos visto en Marcos<br />
7, 21-23, Dios dijo que de los corazones de la<br />
gente proceden 12 pecados, tales como malos<br />
pensamientos, asesinatos, adulterio, robos,<br />
envidia, discusiones, fornicación y otros. Por<br />
tanto, el verdadero arrepentimiento consiste en<br />
admitir: «No puedo evitar pecar hasta el día en<br />
que muera. Y cometo pecados constantemente.<br />
Así que estoy condenado al infierno»; en dejar de<br />
lado las creencias erróneas que teníamos hasta<br />
entonces y creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, el Evangelio mediante el cual nuestro<br />
Señor ha borrado todos nuestros pecados de una<br />
vez por todas. El verdadero arrepentimiento del<br />
que habla la Biblia consiste en abandonar<br />
nuestras creencias y volver a la fe en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, volver a Dios.<br />
Sin embargo, casi ningún cristiano vive en la<br />
Verdad, sino que mueren en la confusión. Su<br />
◄ ÍNDICE ►
concepto de arrepentimiento consiste en que cada<br />
vez de pecan, creen que deben resolver ese<br />
pecado por su cuenta diciendo: «He obrado mal,<br />
no volveré a pecar nunca más». Esto es lo que<br />
piensan que es el arrepentimiento. Esto se debe a<br />
que sus pastores les enseñaron así porque todavía<br />
no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Cuando los pastores dicen: «Limpiad vuestros<br />
pecados personales todos los días mediante<br />
oraciones de penitencia» y esto les parece<br />
bastante lógico.<br />
Sin embargo, ¿qué dice la Biblia? Dice: «Y<br />
casi todo es purificado, según la ley, con sangre;<br />
y sin derramamiento de sangre no se hace<br />
remisión» (Hebreos 9, <strong>22</strong>). También dice:<br />
«Porque la paga del pecado es muerte»<br />
(Romanos 6, 23). Tres años antes de que nuestro<br />
Señor muriera en la Cruz, fue bautizado por Juan<br />
el Bautista, y al ser crucificado, borró los<br />
pecados de todo el mundo.<br />
96 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
Si consideran esto personalmente, intenten<br />
imaginar que vivirán 70 años, esto significa que<br />
nuestro Señor, a través de Su bautismo, tomó<br />
todos los pecados cometidos en su vida, incluso<br />
cuando sean mayores, desde los pecados<br />
cometido con la carne a los cometidos con el<br />
corazón, desde los que se cometen de<br />
pensamiento a los que se cometen por<br />
debilidades, y desde los pecados que se cometen<br />
a sabiendas hasta los que se cometen<br />
involuntariamente. Nuestro Señor cargó con<br />
todos estos pecados hasta la Cruz, derramó Su<br />
sangre y fue condenado por estos pecados en<br />
nuestro lugar, se levantó de entre los muertos y<br />
así se ha convertido en el Salvador de todos los<br />
que creen. El Señor nos está pidiendo que<br />
creamos en esta Verdad que ha venido a través<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
◄ ÍNDICE ►
La creencia de que podemos ser<br />
santificados al ofrecer oraciones de<br />
penitencia todos los días no tiene<br />
ningún fundamento<br />
El Señor dijo: «y conoceréis la verdad, y la<br />
verdad os hará libres» (Juan 8, 32). Nuestro<br />
Señor nos dijo que creyésemos en la Verdad.<br />
Jesucristo cargó con los pecados del mundo a<br />
través del bautismo que recibió de Juan el<br />
Bautista, murió en la Cruz, se levantó de entre<br />
los muertos y ascendió al Reino de los Cielos. Si<br />
creen en Jesucristo como su Salvador, serán<br />
salvados de todos sus pecados y de la<br />
destrucción. Como el Señor pagó la pena de los<br />
pecados del mundo y los borró a través de Su<br />
bautismo, si creemos en esta Verdad, podemos<br />
estar en la luz.<br />
Sin embargo, algunas personas se inventaron<br />
97 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
una doctrina por culpa de su confusión, y dicen:<br />
«Nuestro pecado original fue perdonado, pero los<br />
pecados personales son santificados mediante las<br />
oraciones de penitencia que ofrecemos todos los<br />
días». Así que algunos pastores definen y<br />
enseñan el arrepentimiento según su moral<br />
humana, y no según lo que dice la Biblia, y<br />
aunque esto suene bien a los que no han nacido<br />
de nuevo, quien afirme esto es un siervo del<br />
Diablo.<br />
En resumen, la idea de que podemos alcanzar<br />
la santificación es una estupidez. Si nuestra<br />
naturaleza humana nos hace ser más débiles, más<br />
obstinados y más duros cuando nos hacemos<br />
viejos, ¿cómo podemos ser santificados? Los<br />
pastores que no creen en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu mienten a su congregación, no<br />
enseñan la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Y animan a su congregación a que<br />
practiquen una fe basada en las obras y piden que<br />
◄ ÍNDICE ►
sus seguidores les sirvan. En vez de liberar a su<br />
congregación, quieren hacerlos esclavos de las<br />
obras de la Ley.<br />
Debemos entender la Verdad de que<br />
Jesucristo, Dios, vino al mundo encarnado en la<br />
carne de un hombre, y de que ha borrado los<br />
pecados de la humanidad al ser bautizado y<br />
derramar Su sangre en la Cruz. Este bautismo de<br />
Jesucristo y Su derramamiento de sangre y<br />
muerte en la Cruz, han borrado nuestros pecados<br />
y la condena que nos esperaba. Como este<br />
Jesucristo nos ha salvado de nuestros pecados y<br />
del juicio, podemos ser salvados al poner nuestra<br />
fe en esta Verdad. Y a través de los que han<br />
aceptado esta Verdad como la luz de la<br />
salvación, Dios ha hecho posible que otras almas<br />
alcancen su verdadera salvación y la prediquen<br />
por todo el mundo.<br />
Todos nosotros podemos convertirnos en hijos<br />
de Dios, todo el mundo puede convertirse en hijo<br />
98 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
de Dios porque Dios ha completado el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu por nosotros. Del mismo<br />
modo en que Dios ha creado el universo, todo lo<br />
que ven nuestros ojos, y los cielos y la tierra,<br />
también ha conseguido la salvación que les da a<br />
los pecadores a través del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. ¿No es maravillosa esta noticia? ¿Cómo<br />
podemos estar suficientemente agradecidos a<br />
Dios por poder convertirnos en la luz del mundo?<br />
Cuando pensamos en cómo nacimos en este<br />
mundo y aún así nos convertimos en gente del<br />
Cielo, estamos asombrados y agradecidos.<br />
Nuestra salvación del pecado no surgió de<br />
forma natural, sino que Dios la hizo posible al<br />
permitirnos nacer de nuevo y convertirnos en Su<br />
pueblo. Esta Verdad de salvación, el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, es una verdad maravillosa.<br />
Nada en este mundo puede ser más maravilloso<br />
que este Evangelio.<br />
¿Cómo pudieron convertirse en la gente del<br />
◄ ÍNDICE ►
Cielo? Dios planeó el futuro de la humanidad e<br />
hizo que nos convirtiéramos en Su pueblo.<br />
Estamos asombrados y agradecidos por eso. Si<br />
los seres humanos hubieran planeado la creación<br />
del universo, ¿lo hubieran conseguido? Es<br />
imposible para los humanos, incluso antes de que<br />
hubiera un solo ser humano en este mundo, Dios<br />
hizo todo para que la humanidad naciera de<br />
nuevo y se librara del pecado.<br />
¿Qué plan tan maravilloso es este? Yo sólo<br />
puedo dar gracias al Señor por permitirme<br />
difundir este Evangelio y servirle. No hay nada<br />
nuevo en este mundo, y vivir por algo que no sea<br />
este Evangelio es perder el tiempo. Sin embargo,<br />
cuando pensamos en lo que de verdad es bueno<br />
en este mundo, pensamos en el hecho de que<br />
nuestro Dios nos ha hecho Su pueblo. Esta<br />
noticia es la más refrescante y alegre que<br />
escuchamos todos los días, una noticia que nos<br />
bendice cada vez que pensamos en ella y que<br />
99 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
sigue siendo perfecta cuando pensamos en ella<br />
todos los días.<br />
¿Cuál es el regalo más maravilloso<br />
que Dios nos ha dado?<br />
No hay ninguna noticia mejor que el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que Dios nos ha<br />
dado. Esta tarde salí a evangelizar con unos<br />
hermanos. ¿Qué mejor noticia hay para los<br />
pecadores que enseñarles el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu? ¿Qué mejor regalo hay para los<br />
pecadores aparte de que Dios les haya salvado<br />
del pecado? ¿Podríamos comparar la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que estamos<br />
predicando con una cesta de fruta que le<br />
regalamos a los pacientes de un hospital? ¿Hay<br />
algo mejor que el hecho de que Dios nos haya<br />
salvado de los pecados del mundo? No hay nada<br />
◄ ÍNDICE ►
en este mundo que sea mejor para nosotros que el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Dios creó los cielos y la tierra desde el<br />
principio. Dios nos hizo nacer de nuevo en este<br />
mundo para convertirnos en el pueblo del Cielo,<br />
y Jesucristo nos dio el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, nos hizo creer en él y nacer de nuevo<br />
para convertirnos en el pueblo de Dios. ¿Qué<br />
mejor bendición puede haber en el mundo? Cada<br />
vez que pensamos en esta Verdad nos sentimos<br />
purificados y llenos de alegría.<br />
No hay nada que sea más bendito o más<br />
reconfortante que el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Cuando pensamos en la salvación de la<br />
humanidad y la gracia de Dios, no hay nada que<br />
los seres humanos podamos hacer aparte de dar<br />
gracias y gloria a Dios. Todo lo que tenemos que<br />
hacer es disfrutar de la gracia bendita que Dios<br />
nos ha dado al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
100 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
¡Qué bendita, maravillosa, grande y<br />
majestuosa es la salvación que Dios nos ha dado!<br />
No hay nada más que podamos hacer aparte de<br />
dar gracias a Dios al creer en esta Verdad, darle<br />
gloria y alabarle, porque esta Verdad no puede<br />
negarse o ponerse a prueba. Cuanto más tiempo<br />
pasa desde nuestra salvación, más nos damos<br />
cuenta de lo maravilloso que es este Evangelio<br />
que Dios nos ha dado. Cuanto más predicamos el<br />
Evangelio, más experimentaremos lo maravilloso<br />
que es esta salvación. Creemos que no hay mayor<br />
bendición de Dios que esta. El hecho de que la<br />
gente se haya librado de la confusión, el vacío y<br />
la oscuridad ha sido posible gracias al<br />
resplandeciente Evangelio de la salvación que<br />
Dios nos ha dado.<br />
◄ ÍNDICE ►
El vacío del corazón no puede<br />
llenarse con las cosas de este mundo<br />
Si no fuera por la luz de la salvación, no<br />
podríamos escapar de nuestros pecados. ¿Cómo<br />
pueden los pecadores, cuyos pensamientos están<br />
confusos, deshacer el entuerto de sus pecados?<br />
¿Cómo puede la humanidad caída arrepentirse<br />
por su cuenta? Es simplemente imposible.<br />
¿Cómo pueden los seres humanos, que nacieron<br />
como pecadores, nacer de nuevo por sí mismos<br />
como justos? Esta tarea es prácticamente<br />
imposible. Sólo podemos conseguirlo al creer en<br />
la verdadera luz de la salvación que el Señor nos<br />
ha dado.<br />
Si los seres humanos somos insaciables,<br />
¿cómo podemos encontrar satisfacción mediante<br />
sus propios esfuerzos? ¿Dónde pueden encontrar<br />
la satisfacción los pecadores? ¿Les satisfará la<br />
riqueza? Ninguna cantidad de riqueza les<br />
101 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
satisfará. ¿De verdad serían felices si fueran<br />
ricos? ¿Se llenarían sus corazones si tuvieran<br />
mucho dinero? Yo nunca he sido rico, pero si lo<br />
fuera, no creo que eso llenara mi corazón. No<br />
hay ninguna cantidad de dinero que pueda llenar<br />
un corazón que esté completamente vacío. El<br />
dinero no da satisfacción.<br />
¿Cómo podemos llenar nuestros corazones de<br />
satisfacción? Es imposible. ¿Con qué podemos<br />
llenarlos? ¿Qué puede hacernos sentir<br />
satisfechos? ¿El dinero? ¿El sexo o el placer?<br />
¿Los juegos de ordenador? ¿Distracciones<br />
excitantes? ¿El fútbol?<br />
El fútbol es un deporte fabuloso, por supuesto.<br />
El placer de ganar un partido es una gran<br />
sensación. Cuando nuestros trabajadores se<br />
reúnen, jugamos al fútbol. Regatear al equipo<br />
contrario y marcarle un gol es una sensación<br />
maravillosa y sobre todo es fantástico cuando la<br />
pelota se queda dando vueltas en la red aunque el<br />
◄ ÍNDICE ►
equipo contrario haya hecho todo lo posible por<br />
impedirlo. El placer de ganar un partido de fútbol<br />
es sensacional. Uno de los mayores placeres para<br />
la gente es el de ganar en un deporte. Ver un<br />
partido por la televisión ya es emocionante, y si<br />
tu equipo marca un gol, te mueres de la alegría.<br />
Algunos aficionados al béisbol aman tanto este<br />
deporte que se pasan casi toda la vida en un<br />
estadio de béisbol.<br />
Sin embargo, todas estas cosas no pueden<br />
llenar los corazones vacíos. Si un hombre hace<br />
feliz a una mujer que ama, ¿estará satisfecha?<br />
No, no es una verdadera satisfacción. Si él<br />
piensa: «Haré todo lo que quiera la mujer a la<br />
que amo, aunque me cueste la vida», y si lo hace,<br />
¿estará satisfecha entonces? Si dedica toda su<br />
vida a su compañera, ¿estará su compañera<br />
satisfecha? ¿Desaparecerá el vacío de su<br />
corazón? ¿Estará llena de alegría y gozo durante<br />
el resto de su vida? No, por mucho que la quiera,<br />
102 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
ella no siempre será feliz. Los seres humanos<br />
necesitan muchas cosas para estar satisfechos.<br />
En la historia de Israel, el rey Salomón vivió<br />
el tipo de vida más extravagante y opulenta.<br />
Tenía incontables reinas y concubinas y su<br />
palacio y su riqueza eran magníficos. Sin<br />
embargo, no había nada en este mundo que<br />
llenara su corazón vacío. Por eso se lamentaba en<br />
Eclesiastés: «Vanidad de vanidades, todo es<br />
vanidad. Todo es vanidad e intentar coger el<br />
viento». En otras palabras, incluso cuando se es<br />
respetado y venerado por los demás, todavía no<br />
se tiene satisfacción. Por eso Dios describió un<br />
corazón así como: «Cisternas rotas que no<br />
retienen agua» (Jeremías 2, 13).<br />
¿Por qué toman drogas algunas personas? Lo<br />
hacen porque no pueden llenar sus corazones<br />
vacíos. Aunque tengan todo lo que se pueda tener<br />
en este mundo, no pueden encontrar la<br />
satisfacción. Sus corazones están huecos. No hay<br />
◄ ÍNDICE ►
nada en ellos. Los seres humanos no pueden<br />
llenar sus corazones vacíos con las cosas de este<br />
mundo. Nadie puede encontrar satisfacción<br />
aparte de los que han aceptado la Verdad de que<br />
Dios les ha salvado, de que nos ha hecho nacer<br />
de nuevo, nos ha convertido en Su pueblo y nos<br />
ha hecho justos. A no ser que nazcamos de nuevo<br />
y recibamos a Jesucristo en nuestro corazón, no<br />
podremos llenar el vacío de nuestros corazones.<br />
Un corazón vacío sólo puede satisfacerse<br />
cuando está lleno con este Jesucristo que Dios<br />
nos ha dado. Dios ha borrado los pecados que<br />
hicieron que nuestros corazones estuvieran<br />
desordenados y vacíos y en los que las tinieblas<br />
estaban sobre la faz del abismo, y en su lugar nos<br />
ha dado el don de la Verdad para llenar en<br />
abundancia estos corazones. Nos ha salvado<br />
mediante este don que nos ha concedido en<br />
abundancia. Los nacidos de nuevo tenemos<br />
satisfacción y verdadero gozo en nuestros<br />
103 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
corazones. Sólo la satisfacción del alma es la<br />
verdadera satisfacción del corazón. Sin embargo,<br />
no puede haber satisfacción en los corazones de<br />
los que no han nacido de nuevo.<br />
La fe satisfecha de los que han nacido<br />
de nuevo al creer en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu<br />
Podemos encontrar la verdadera satisfacción<br />
sólo si hemos nacido de nuevo al creer en la<br />
Verdad del agua y el Espíritu que Jesucristo, la<br />
verdadera luz, nos ha dado. Debemos creer en<br />
esta salvación, en que Jesucristo nos ha hecho<br />
nacer de nuevo del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Sin Jesucristo no podríamos resolver el<br />
problema de los pecados de nuestras almas, el<br />
vacío de nuestros corazones y los pensamientos<br />
◄ ÍNDICE ►
de confusión. Jesucristo es el único que puede<br />
resolver estos problemas. No hay nadie más<br />
aparte de Jesucristo que nos pueda hacer felices.<br />
Jesucristo es quien nos da la verdadera<br />
satisfacción.<br />
Puede que hagamos esto y lo otro, y puede que<br />
nos hagamos ricos, pero todavía no tendremos<br />
satisfacción. La verdadera satisfacción es difícil<br />
de encontrar. Cuando servimos al Señor podemos<br />
encontrar la satisfacción finalmente y cuando<br />
hacemos la obra de Dios hay verdadera<br />
satisfacción; asimismo cuando creemos en<br />
Jesucristo y nacemos de nuevo estamos<br />
satisfechos. En resumen, cuando caminamos con<br />
Él, encontramos la satisfacción.<br />
Dios dijo: «Las tinieblas estaban sobre la faz<br />
del abismo», implicando que hay pecados en las<br />
profundidades de los corazones de la gente.<br />
¿Conoce la gente sus pecados? No, no se dan<br />
cuenta de ellos. Aunque hayan nacido con<br />
104 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
pecado, no saben que los tienen. ¿Y ustedes?<br />
¿Cuándo se dieron cuenta de sus pecados? ¿Se<br />
dieron cuenta de ellos cuando escucharon el<br />
Evangelio? ¿Cuándo la luz brilló? ¿O lo sabían<br />
antes? Antes de que creyeran en Jesucristo,<br />
probablemente pensarían que habían cometido<br />
pocos pecados. Cuando la Biblia dice que las<br />
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, esto<br />
significa que no había nadie que conociera sus<br />
pecados.<br />
Sin embargo, aunque conozcamos a Jesucristo,<br />
si cometemos pecados horribles en este mundo,<br />
empezamos a darnos cuenta de quiénes somos:<br />
«¡OH! Así que yo soy así». Sin embargo, cuando<br />
llegamos a conocernos a nosotros mismos,<br />
empezamos a estar confusos, pensando: «No. Yo<br />
puedo vivir virtuosamente. Hago estas cosas por<br />
culpa de lo que me han hecho a mí». Las ideas<br />
confusas de la gente les hacen pensar así. A no<br />
ser que encontremos a Jesucristo, no podremos<br />
◄ ÍNDICE ►
darnos cuenta de que tenemos pecados. A no ser<br />
que nazcamos de nuevo, no podremos saberlo. A<br />
no ser que encontremos la verdadera luz, no hay<br />
modo de saberlo.<br />
El que las tinieblas estuvieran sobre la faz del<br />
abismo significa que los seres humanos no saben<br />
qué tipo de pecadores son. No se dan cuenta de<br />
que son pecadores y están destinados a ir al<br />
infierno. Los seres humanos son incapaces de<br />
conocer sus propios pecados. No pueden<br />
conocerlos a no ser que les ilumine la luz de la<br />
Verdad. Todo el mundo cree que es bueno. Las<br />
personas piensan que son como ángeles. Antes<br />
de recibir la remisión de los pecados, yo también<br />
pensaba que era bueno.<br />
Cuando era pequeño mis vecinos me<br />
consideraban un buen chico. Solían decir que era<br />
cortés y amable, que nunca me metía en<br />
problemas y me portaba bien con todo el mundo.<br />
Un simple saludo cortés a una persona mayor<br />
105 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
puede hacerte ganar muchos puntos. Si un niño<br />
saluda a un anciano amablemente, gana 90<br />
puntos; si recoge la basura, ayuda a la gente con<br />
las maletas y a hacer otras tareas en el<br />
vecindario, entonces se le considera un chico<br />
perfecto, y gana 100 puntos. Yo era así cuando<br />
era niño. Nunca oí a nadie decir que era mal<br />
chico.<br />
Sin embargo, cuando crecí, hice tantas cosas<br />
malas que no puede recordarlas todas. Solía<br />
amenazar a otros chicos y me peleaba en la<br />
escuela. Si no me estaba peleando, entonces me<br />
aseguraba de que otros chicos se pelearan. Lo<br />
hacía porque me aburría. Así que cuando<br />
empezaba una pelea, buscaba a algunos<br />
espectadores para que la mirasen. Y les decía a<br />
mis amigos: «Deberíais traer algo de comer. Va a<br />
haber un espectáculo interesante hoy, Deberíais<br />
venir. Fulanito y Menganito se van a pelear».<br />
Entonces mis amigos lo dejaban todo, incluidos<br />
◄ ÍNDICE ►
los deberes, y venían a ver la pelea.<br />
En resumen, hice muchas cosas malas, incluso<br />
provocar una pelea entre bandas. Cuando pienso<br />
en ello ahora me doy cuenta de que siempre<br />
estaba haciendo maldades. Sin embargo, aunque<br />
no había nada bueno en mí, mis vecinos seguían<br />
pensando que era una buena persona. Yo también<br />
creía que era buena persona. Siempre tenía una<br />
alta autoestima y pensaba: «¿Hay alguien que sea<br />
tan bueno como yo?». De verdad pensaba que era<br />
la mejor persona del mundo.<br />
Solía pensar: «Bueno, a veces me peleo con<br />
mis amigos, pero ¿qué pasa? Eso es lo que hace<br />
todo adolescente. ¿Por qué es un pecado?<br />
Reventar narices y hacer chichones forma parte<br />
del proceso de crecimiento». Aunque estas<br />
acciones sean asesinatos, envidia, robos,<br />
insensatez y malos pensamientos que constituyen<br />
un pecado, yo pensaba que no pasaba nada por<br />
aquel entonces. Como no conocía la Ley, no<br />
106 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
conocía el pecado y no sabía que lo tenía.<br />
En otras palabras, antes de recibir la luz de la<br />
Verdad, no podemos reconocer el pecado.<br />
¿Cómo entonces peca la gente?<br />
Había un famoso monje budista llamado<br />
Sungcheol en Corea. Este monje confesó que se<br />
había dado cuenta que era un pecador cuando<br />
estaba a punto de morir. Para poder alcanzar el<br />
conocimiento espiritual se alejó del mundo<br />
exterior y entrenó su mente durante 10 años, sin<br />
tumbarse, sólo se sentaba y miraba a la pared<br />
fijamente. El resultado de todo este proceso fue<br />
que se dio cuenta de que había engañado a<br />
muchas personas.<br />
Cuando la gente de fuera vio que el monje se<br />
había aislado del mundo exterior en un pequeño<br />
templo y que vivió así durante 10 años, todos se<br />
quedaron asombrados: «¡Vaya! ¡Es como Buda!<br />
No hay nadie igual en este mundo. Es el Buda de<br />
esta época». Sungcheol se acostumbró a oír estos<br />
◄ ÍNDICE ►
comentarios durante 10 años. Sin embargo, el<br />
mismo admitió: «No soy como Buda. He tenido<br />
pensamientos impuros con mujeres y he<br />
cometido todo tipo de actos impuros con mis<br />
pensamientos. Aunque no creáis que me haya<br />
tumbado, sí que me tumbé, y aunque creáis que<br />
no comí, sí que lo hice» Esto es lo que él<br />
pensaba. Así que cuando estaba a punto de morir,<br />
dejó un poema con sus últimas palabras, y dice lo<br />
siguiente: «Voy a ir al infierno porque he<br />
engañado a mucha gente durante toda mi vida».<br />
Sin embargo, cuando sus seguidores oyeron esto,<br />
lo alabaron aún más: «¡Qué gran monje es! Es<br />
tan humilde que se ha rebajado hasta este punto».<br />
Está escrito: «Y las tinieblas estaban sobre la<br />
faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía<br />
sobre la faz de las aguas» (Génesis 1, 2). Nadie<br />
conoce sus pecados hasta que escucha la Palabra.<br />
Génesis 1, 3 dice: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue<br />
la luz. Y vio Dios que la luz era buena». En otras<br />
107 Del poder de la oscuridad al Reino del Hijo<br />
palabras, al conocer a Jesucristo, al escuchar la<br />
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu y a<br />
través de la luz que Dios nos ha dado, pudimos<br />
conocernos a nosotros mismos correctamente y<br />
nos dimos cuenta de que teníamos muchos<br />
pecados en nuestros corazones. Así es como nos<br />
convertimos en la luz y en el pueblo de Dios.<br />
Esta es la verdadera gracia de Dio. ¿Hay algún<br />
don mejor que este?<br />
¿Qué cosa hay que sea más grande que esta?<br />
¿Qué es más importante que el hecho de que<br />
Dios haya hecho a los seres humanos hijos<br />
Suyos? Dios envió a Su Hijo al mundo<br />
encarnado en el cuerpo de un hombre y le hizo<br />
ser bautizado, pagar por todos nuestros pecados,<br />
borrarlos, cargar con ellos hasta la Cruz y pagar<br />
la condena de estos pecados en nuestro lugar. No<br />
hay mejor creación que la que nos hizo ser justos.<br />
Doy gracias a Dios por darnos este<br />
maravilloso don. <br />
◄ ÍNDICE ►
Primer día: en el principio<br />
Dios creó los cielos y la tierra<br />
< Génesis 1, 1-5 ><br />
«En el principio creó Dios los cielos y la<br />
tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía,<br />
y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo,<br />
y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de<br />
las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.<br />
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios<br />
la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz<br />
Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la<br />
tarde y la mañana un día».<br />
En el Libro de Génesis se explica el objetivo<br />
por el que Dios nos creó. Cuando un arquitecto<br />
diseña un edificio o cuando un artista pinta un<br />
108 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
cuadro, lo primero que hacen es concebir la obra<br />
que será completada en sus mentes antes de<br />
empezar a trabajar en ella. Así, nuestro Dios<br />
tenia la salvación en mente antes de crear los<br />
cielos y la tierra, e hizo a Adán y a Eva con este<br />
objetivo en mente. Y Dios tenía que explicarnos<br />
el dominio del Cielo, que no puede verse con<br />
nuestros ojos físicos, mediante una analogía con<br />
el dominio de la tierra que sí podemos ver y<br />
entender.<br />
Incluso antes de la creación del mundo, Dios<br />
quería salvar a la humanidad mediante el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Así que aunque<br />
todos los seres humanos fueron creados del<br />
polvo, deben conocer la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu por el bien de sus almas. Si<br />
la gente sigue viviendo sin conocer el dominio<br />
del Cielo, no sólo perderán las cosas de la tierra,<br />
sino que también las del Cielo.<br />
Sin embargo, en el cristianismo de hoy en día,<br />
◄ ÍNDICE ►
es casi imposible encontrar la lección que nos<br />
permita entender el dominio espiritual del Cielo<br />
que nos revela el Libro del Génesis. Esto se debe<br />
a que los líderes del cristianismo no pueden<br />
escapar de la oscuridad porque no conocen el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu ni creen en él.<br />
Por tanto, para que los cristianos se aseguren de<br />
que sus almas prosperarán según el objetivo de la<br />
creación de Dios, todos deben entender el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu correctamente.<br />
Estas personas no encontraban la manera de<br />
convertirse en el pueblo de Dios hasta ahora y<br />
esta es aún mayor razón para tener la verdadera<br />
fe que les permite recibir las bendiciones<br />
espirituales del Cielo.<br />
Incluso en este momento, Dios está<br />
construyendo Su Reino en los corazones de la<br />
gente mediante el Evangelio espiritual del agua y<br />
el Espíritu. Todo el mundo debe poder ver el<br />
dominio espiritual del Cielo con los ojos de la fe,<br />
109 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
creyendo en la Palabra de Dios. Esto sólo es<br />
posible si la gente es salvada de sus pecados a<br />
través de la fe en la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Así, para permitirles alcanzar<br />
el dominio espiritual del Cielo, debemos predicar<br />
la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu a<br />
todo el mundo.<br />
El objetivo que Dios tenía al crear el universo<br />
entero y todo lo que hay en él era darnos Su<br />
Reino. Aún es más, Dios decidió en Su<br />
providencia que nos daría este Reino a través del<br />
poder de Su Evangelio. En otras palabras, Dios<br />
ha comprado nuestra salvación para que<br />
podamos entrar en el Reino de los Cielos al creer<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu. Nuestro<br />
Señor fue más que capaz de salvar a todos los<br />
creyentes de sus pecados de una vez por todas,<br />
porque vino al mundo, tomó todos los pecados<br />
del mundo a través del bautismo en el agua que<br />
recibió de Juan el Bautista, derramó Su sangre<br />
◄ ÍNDICE ►
mientras cargaba con estos pecados y se levantó<br />
de entre los muertos.<br />
Ahora Dios ha permitido a nuestros espíritus<br />
que alcancen el dominio del Cielo al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Y Dios ha dado<br />
a todos los seres humanos el deseo de buscar el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, es decir, «ha<br />
puesto eternidad en el corazón de ellos»<br />
(Eclesiastés 3, 11).<br />
A lo largo de la historia de la creación de los<br />
cielos y la tierra, Dios quiso crear Su Reino en<br />
nuestros corazones también. Cuando el pasaje de<br />
las Escrituras de hoy dice que «la tierra estaba<br />
desordenada» se refiere a la condición del<br />
corazón humano, que está esclavizado por el<br />
pecado. Y Dios dijo: «Que sea la luz». Este<br />
pasaje implica que aunque todos nacimos con<br />
muchos pecados en nuestros corazones, ahora<br />
podemos nacer de nuevo. Al iluminar a todo el<br />
mundo que tiene pecado con la luz de la Verdad<br />
110 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
de la salvación, Dios quiso corregir nuestros<br />
corazones que estaban confundidos por el<br />
pecado.<br />
Antes de conocer el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, todos teníamos pecados en nuestros<br />
corazones y por tanto no podíamos darnos cuenta<br />
de ellos porque estábamos confundidos por el<br />
pecado. En otras palabras, todos estábamos<br />
viviendo sin darnos cuenta de que estábamos<br />
separados de Dios por culpa de nuestros pecados.<br />
Así que los seres humanos no podían saber lo<br />
que era la bondad ni la maldad, por no hablar de<br />
la verdadera salvación. Incluso ahora los que no<br />
han nacido de nuevo todavía están confusos,<br />
tanto que confunden la mayor de las maldades<br />
con la mayor de las bondades.<br />
Por eso Dios dijo: «La tierra estaba<br />
desordenada». Estaba declarando que los<br />
corazones de todo el mundo estaban llenos de<br />
pecados.<br />
◄ ÍNDICE ►
Todo el mundo nace heredando los pecados de<br />
sus padres carnales (Salmos 51, 5…. «He aquí,<br />
en maldad he sido formado. Y en pecado me<br />
concibió mi madre»; Marcos 7, 21…«Porque de<br />
dentro, del corazón de los hombres, salen los<br />
malos pensamientos, los adulterios, las<br />
fornicaciones, los homicidios»). La Biblia dice<br />
que no podemos evitar cometer pecados siempre<br />
porque nacemos con pecados (Romanos 7, 17-<br />
20). Sin embargo, todo el mundo ha nacido con<br />
pecado por culpa de un hombre, Adán, y por eso<br />
sólo podemos convertirnos en justos en la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Estas son las cosas que todo el mundo<br />
ha malinterpretado<br />
La Palabra de Dios dice que todo el mundo<br />
está lleno de pecados por naturaleza, porque ha<br />
111 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
heredado el pecado de sus antepasados. En otras<br />
palabras, Dios dice que nadie puede evitar<br />
cometer pecados durante toda su vida porque<br />
todos nacimos con el pecado.<br />
Sin embargo, las ideas de muchos sobre<br />
cuestiones como el pecado son falacias. Piensan<br />
que sus corazones son buenos y decentes por<br />
naturaleza y que cometen pecados<br />
involuntariamente debido a las circunstancias y<br />
que por tanto bajo las condiciones ideales no<br />
cometerían pecados. Sin embargo, debemos<br />
darnos cuenta de que la gente comete no comete<br />
pecados por culpa de las circunstancias, sino que<br />
se debe a que han nacido con pecado. Debemos<br />
darnos cuenta de que los descendientes de Adán<br />
y Eva heredamos todos y cada uno de sus<br />
pecados desde el día en que nacimos, y por eso<br />
seguimos cometiendo pecados en nuestras vidas.<br />
Sólo a través de la Palabra de Dios podemos<br />
darnos cuenta de nuestros pecados y entender<br />
◄ ÍNDICE ►
nuestra naturaleza.<br />
Dios dice que todos somos una «generación<br />
de malignos» (Isaías 1, 4). La semilla de la<br />
humanidad puede ser comparada con un árbol<br />
malo. Todo árbol da fruto según su tipo. Si se<br />
plantan las semillas de un manzano y crece un<br />
árbol, ese árbol será indudablemente dará<br />
manzanas. El manzano no puede evitarlo aunque<br />
no quiera dar manzanas. Del mismo modo en que<br />
es cuestión de tiempo que el manzano de<br />
manzanas, es cuestión de tiempo que cometamos<br />
pecados mientras vivimos en este mundo, porque<br />
todo ser humano nació con pecado.<br />
Dios dijo que como todos hemos nacido con<br />
pecado, estamos destinados a seguir pecando<br />
constantemente y debemos creer en esta Verdad<br />
y admitirla en nuestros corazones. Si nacieron<br />
siendo la semilla del pecado, como un arbusto<br />
espiritual con espinas, están destinados a pecar<br />
constantemente. Del mismo modo en que es<br />
112 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
evidente que un arbusto con espinas da espinas,<br />
es también obvio que los pecadores pecan en sus<br />
vidas. Jesús dijo: «Así, todo buen árbol da<br />
buenos frutos, pero el árbol malo da frutos<br />
malos» (Mateo 7, 17).<br />
Debemos darnos cuenta de que es evidente<br />
que los seres humanos, nacidos como pecadores,<br />
sólo pueden dar malos frutos. Como todos hemos<br />
heredado un corazón pecador de nuestros padres,<br />
estamos destinados a pecar siempre, por mucho<br />
que queramos no hacerlo. Por eso debemos creer<br />
en la Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
de corazón. La verdad es que sólo entonces nos<br />
es posible librarnos de nuestros pecados por fe y<br />
convertirnos en el pueblo de Dios. Así que todo<br />
el mundo debe creer en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu.<br />
¿Se han dado cuenta alguna vez de su<br />
verdadera naturaleza? Aunque mucha gente se<br />
haya preguntado a sí misma: «¿Quién soy? ¿De<br />
◄ ÍNDICE ►
dónde vengo y adónde voy?» nadie en este<br />
mundo ha encontrado una respuesta satisfactoria<br />
para estas preguntas por sí mismo. Las respuestas<br />
a estas preguntas sólo se encuentran creyendo en<br />
la Palabra de Dios, pero como la gente intenta<br />
encontrar las respuestas por sus propios medios,<br />
sus mentes acaban estando más confusas. Así<br />
que muchos filósofos han acabado escondiendo<br />
su confusión con la noción abstracta que<br />
denominan «agnosticismo».<br />
¿Están confusos espiritualmente a causa de los<br />
pecados que cometen? Si es así, no han<br />
entendido bien su naturaleza pecadora y por tanto<br />
no pueden recibir el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, la Verdad que limpia los pecados. Jesús<br />
le dice a todo el mundo: «Venid a Mí, todos los<br />
que trabajáis duro y lleváis una carga pesada, y<br />
os daré descanso». Pero aún así, los<br />
pensamientos de casi todo el mundo están<br />
confusos y no pueden discernir lo que está bien<br />
113 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
de lo que está mal, y sus valores están confusos.<br />
Por tanto, primero nuestros pecados deben<br />
desparecer mediante el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Para ello, debemos darnos cuenta, a<br />
través de la Palabra, de que hemos nacido con<br />
pecado. Sólo entonces podemos creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, la Verdad de la<br />
salvación, y nuestros corazones estarán libres de<br />
pecado.<br />
Para borrar nuestros pecados, Dios nos ha<br />
enseñado Sus dos leyes. Dios nos dio la Palabra<br />
de la Ley como una de esas dos leyes para que<br />
nos diéramos cuenta de nuestros pecados, y la<br />
otra ley, es la ley del Espíritu que libra a todo el<br />
mundo del pecado. Primero, al darnos la Ley,<br />
Dios quiso enseñarnos cuáles son nuestros<br />
pecados, y lo severo que es juzgándolos.<br />
Como ya sabemos, hay 613 mandamientos de<br />
Dios en la Ley, y los Diez Mandamientos<br />
capturan su esencia. De estos diez, los cuatro<br />
◄ ÍNDICE ►
primeros especifican las tareas que debemos<br />
cumplir para mantener una relación con Dios.<br />
Dicho de otra manera, a través de estos primeros<br />
cuatro mandamientos, Dios nos está diciendo:<br />
«Os he creado y también he creado todo lo que<br />
hay en este mundo, y por tanto no debéis adorar<br />
lo que hay en este mundo ni servirlo». Los otros<br />
seis mandamientos, desde el quinto hasta el<br />
décimo, son estatutos que los seres humanos<br />
deben cumplir para mantener una relación con el<br />
prójimo. Así Dios nos dio los Diez<br />
Mandamientos, pero nadie puede cumplir esta<br />
Ley a la perfección.<br />
Lo admitamos o no, Dios nos ha creado. Y<br />
Dios nos ama. Dios es nuestro Maestro y nuestro<br />
Rey. Así que es justo que Dios nos diga: «No<br />
adoraréis a otros dioses». Como Dios es nuestro<br />
Creador, es imperativo que le obedezcamos. Si<br />
no creemos en Su Palabra y no la obedecemos,<br />
estamos cometiendo un pecado ante Dios. Sin<br />
114 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
embargo, desafortunadamente, no nos hemos<br />
dado cuenta de que Dios es el Creador que hizo<br />
los cielos y la tierra. Aunque Dios ordenó a la<br />
humanidad que le sirvieran a Él solamente, que<br />
le obedecieran y creyeran en Él, los seres<br />
humanos no lo han cumplido y han creído en<br />
otras cosas y las han servido.<br />
Por tanto, para los seres humanos que nacieron<br />
con pecado, era necesario que hubiera<br />
mandamientos de Dios para que se dieran cuenta<br />
de sus pecados. Y a través de la Palabra de los<br />
mandamientos de Dios, pudimos darnos cuenta<br />
de cuántos pecados habíamos cometido a los ojos<br />
de Dios en nuestras vidas. A los que reconocen<br />
su naturaleza pecadora, Dios quería salvarlos<br />
mediante el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
hacerlos Su pueblo y construir Su Reino con<br />
ellos. Dios estableció Su Ley para librar a la<br />
humanidad de sus pecados, bendecirla y<br />
convertirla en Su pueblo. Es absolutamente<br />
◄ ÍNDICE ►
necesario que nos demos cuenta de esto y de que<br />
creamos en e Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Si no conocemos la Ley de Dios, no podremos<br />
admitir nuestros pecados nunca. ¿Por qué?<br />
Porque sin la Ley de Dios nuestros pecados no<br />
pueden reconocerse. Si no existiera la Ley de<br />
Dios, que es lo que determina el bien y el mal,<br />
tampoco existirían nuestras transgresiones<br />
(Romanos 4, 15; 7, 8).<br />
Nos creemos que somos muy sabios y<br />
tenemos nuestro propio sistema de valores.<br />
Solemos pensar: «Esto es bueno, esto es malo;<br />
esto está bien, esto está mal», pero sólo por<br />
nuestra cuenta y según nuestra propia<br />
conveniencia. Así que acabamos concluyendo<br />
que lo que nos beneficia es bueno y lo que nos<br />
hace daño es malo. Sin embargo, nos hemos<br />
inventado este juicio de valores según nuestro<br />
egoísmo.<br />
Los seres humanos no pueden establecer<br />
115 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
ninguna ley por su cuenta, porque sólo son<br />
criaturas que deben obedecer la Ley que Dios ha<br />
establecido. Dios nos ha dado Su Ley a todos<br />
nosotros. Esta Ley de Dios nos ordena: «No<br />
adorarás a ningún otro dios». Por eso nuestros<br />
corazones deben reconocer la Ley de Dios y<br />
obedecerla.<br />
Si reconocemos la Ley de Dios, envidiar los<br />
bienes ajenos constituye un pecado. ¿Han<br />
envidiado alguna vez las posesiones de otros y<br />
han deseado tener lo que otros tienen? Todos<br />
somos capaces de envidiar cosas ajenas, como el<br />
marido o la mujer del prójimo, su dinero o su<br />
coche. Además no sólo envidiamos cosas en<br />
nuestros corazones, sino que además lo ponemos<br />
en práctica. Dios nos dijo que no diéramos falso<br />
testimonio contra nuestro prójimo. Dijo que<br />
robar era un pecado. También el adulterio y el<br />
asesinato son un pecado. Dijo que no honrar a tu<br />
padre y a tu madre es un pecado. Y dijo que<br />
◄ ÍNDICE ►
adorar a otros dioses es un pecado que nos puede<br />
destruir.<br />
Si aceptamos la Ley de Dios en nuestros<br />
corazones y examinamos nuestras obras<br />
basándonos en la Ley, podemos darnos cuenta de<br />
que hemos cometido pecados a los ojos de Dios.<br />
Desde el momento en que nacimos, ya éramos<br />
pecadores, porque heredamos todos los pecados<br />
de los corazones de nuestros padres, desde<br />
asesinatos a adulterio y robos. Como tenemos<br />
todos estos pecados en nuestros corazones<br />
(adulterio, asesinato, robo) Dios puede decirnos:<br />
«Sois pecadores». Sin embargo, aunque los seres<br />
humanos nacieron con todos estos pecados desde<br />
el principio, no lo saben.<br />
Aunque los seres humanos tengan deseos<br />
asesinos en sus corazones, Dios ve que no se dan<br />
cuenta. Así que al darnos Su Ley y ordenarnos<br />
que no cometiésemos asesinatos, Dios nos ha<br />
permitido darnos cuenta de que somos asesinos.<br />
116 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
En otras palabras, Dios nos dio la Ley para que<br />
supiésemos que somos «montones de pecados».<br />
Todos somos pecadores a los ojos de Dios, sin<br />
importar nuestra condición social. La Biblia nos<br />
deja claro que todos somos pecadores.<br />
El primer hombre y la primera mujer que Dios<br />
creó fueron Adán y Eva. Pero acabaron pecando<br />
contra Él. Fueron engañados por la tentación de<br />
Satanás y traicionaron a Dios. Como<br />
consecuencia, todos los seres humanos<br />
descendientes de Adán y Eva nacen con los<br />
mismos deseos pecaminosos y la misma<br />
naturaleza que sus antepasados. Por eso todo el<br />
mundo es pecador a los ojos de Dios.<br />
Cuando Dios dijo en el pasaje de las Escrituras<br />
de hoy: «La tierra estaba desordenada», estaba<br />
señalando que nosotros no nos damos cuenta de<br />
nuestros pecados. Como los seres humanos no se<br />
conocen a sí mismos, Dios dice: «Sois pecadores<br />
llenos de transgresiones». Por tanto, debemos<br />
◄ ÍNDICE ►
aprender la Ley de Dios y a través de esta Ley<br />
debemos darnos cuenta de que somos grandes<br />
pecadores a los ojos de Dios. Así es como todo el<br />
mundo se da cuenta de que sus corazones están<br />
desordenados y de que son salvados a través del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, la Verdad de la<br />
salvación. Todos nosotros debemos saber que<br />
«los seres humanos pecan porque han nacido con<br />
pecado» y nuestras mentes deben entender que<br />
debemos recibir la remisión de los pecados al<br />
creer en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
¿Creen que son pecadores a los ojos de Dios?<br />
Sin embargo, mucha gente no se da cuenta de su<br />
naturaleza pecadores, ni sabe que la Ley nos<br />
enseña la bondad absoluta de Dios. Por tanto<br />
todos han caído en la confusión sin darse cuenta<br />
del hecho de que son grandes pecadores. Sin<br />
embargo, Dios escribe todos los pecados de la<br />
gente en las tablas de sus conciencias y en el<br />
Libro de los Hecho ante el trono de Dios, y está<br />
117 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
esperando a que llegue el día del juicio. Por<br />
mucho que hayan pecado ante Dios o los<br />
hombres, en secreto o abiertamente, si han<br />
cometido algún pecado que moleste en sus<br />
conciencias, Dios lo ha escrito en la tabla de sus<br />
conciencias: «Has cometido estos pecados»<br />
(Jeremías 17, 1). Ya reconozcamos la Ley o no,<br />
Dios escribe nuestros pecados en las tablas de<br />
nuestros corazones. Si nos olvidamos de nuestras<br />
transgresiones, no podremos escapar de la<br />
condena de los pecados, porque todos ellos están<br />
escritos en el Libro de los Hechos. Por eso los<br />
que tienen pecados no pueden tener una<br />
conciencia tranquila: «No tengo pecado», sino<br />
que sólo se pueden condenar a sí mismos,<br />
confesando: «Soy un pecador».<br />
Como Dios ha escrito todos nuestros pecados<br />
en las tablas de nuestros corazones, nadie puede<br />
negar ser un pecador. Por ejemplo, imaginemos<br />
que hemos robado sin quererlo y que nos hemos<br />
◄ ÍNDICE ►
olvidado de ello. Dios le habla a nuestra<br />
conciencia: «Has robado» y escribe este pecado<br />
en las tablas de nuestros corazones. Esto no sólo<br />
ocurre cuando robamos, sino con todos los<br />
demás pecados. Si tenemos un deseo asesino o lo<br />
llevamos a cabo, ya lo hayan visto otros o no,<br />
Dios lo escribe en las tablas de nuestros<br />
corazones y nos hace sentirnos culpables en<br />
nuestra conciencia. Así que si nadie conoce sus<br />
transgresiones, como estos pecados están escritos<br />
en nuestras conciencias, no podemos evitar<br />
confesar a Dios: «He cometido estos pecados».<br />
Todo lo que debemos hacer es admitir<br />
nuestros pecados ante Dios y reconocer que Su<br />
Ley es estricta. Sólo debemos confesar: «Soy un<br />
pecador a los ojos de Dios». ¿Por qué nos pide<br />
esto Dios? ¿Por qué quiere Dios que admitamos<br />
que somos pecadores? Para poder borrar nuestros<br />
pecados, para eso quiere escuchar: «Soy un<br />
pecador». Esto se puede comparar con una<br />
118 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
persona con un cargo alto que da un don de<br />
misericordia a sus subordinados. Este don es<br />
todavía mejor si es algo que el que lo recibe<br />
necesita desesperadamente. Sin embargo si el<br />
destinatario recibe algo que no necesita, no estará<br />
tan agradecido por este don. Dios quiere darnos<br />
Su gracia de salvación a los que lo necesitamos<br />
desesperadamente.<br />
Sin embargo, antes de conocer el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, no podíamos reconocer<br />
qué tipo de pecados habíamos cometido a través<br />
de la Palabra de Dios. Yo también era así. Antes<br />
de creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />
conocer a Jesús, no conocía mis pecados tan<br />
bien. Tenemos una tendencia a justificar nuestros<br />
pecados y defendernos. Y una predilección a<br />
esconderlos.<br />
Sin embargo, cuando intentamos esconder<br />
nuestros pecados de Dios, nuestros corazones<br />
sufren. Pero cuando admitimos ante Dios que<br />
◄ ÍNDICE ►
hemos pecado y cuando reconocemos nuestras<br />
mentes pecadoras, nuestros corazones quedan<br />
satisfechos. Así los que se reconocen<br />
sinceramente ante Dios pueden alcanzar la<br />
salvación a través de la obra de Jesucristo que ha<br />
borrado nuestros pecados con el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu.<br />
La raza humana debe reconocer la<br />
Verdad que ha borrado sus pecados a<br />
través del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu<br />
Todos nosotros sabemos exactamente cómo<br />
Dios ha borrado los pecados de la humanidad.<br />
Todos debemos creer en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu. Todos debemos darnos cuenta de que<br />
el Señor tomó nuestros pecados de una vez por<br />
119 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
todas al ser bautizado y que cargó con la condena<br />
de esos pecados en nuestro lugar al ser<br />
crucificado. Si escuchamos el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu y creemos en él de corazón, todos<br />
nuestros pecados serán borrados y seremos<br />
salvados.<br />
Nuestras vidas no terminan aquí en la tierra.<br />
Dios quiso borrar nuestros pecados, dejarnos sin<br />
pecado, llevarnos al Reino de los Cielos y vivir<br />
con nosotros para siempre. Así que hizo planes<br />
antes de la creación del mundo y cuando llegó la<br />
hora, envió a Su Hijo Jesucristo y lo cumplió<br />
todo según el plan. Sin embargo, sólo si creemos<br />
y aceptamos que Dios ha borrado nuestros<br />
pecados, podremos ser salvados. Por eso todos<br />
nosotros debemos creer en Jesucristo como<br />
nuestro Salvador. Así que como todos nacimos<br />
con pecados, estamos destinados a seguir<br />
pecando hasta el día en que muramos, y por tanto<br />
sólo si lo admitimos y ponemos nuestra fe en<br />
◄ ÍNDICE ►
Jesucristo, podemos recibir la gracia y el amor de<br />
Dios.<br />
«En el principio Dios creó los cielos y<br />
la tierra»<br />
Antes de la creación del mundo, Dios había<br />
pensaba crear a los seres humanos y hacer que<br />
naciesen de nuevo en Jesucristo. El primer día de<br />
Su creación, Dios hizo dos cosas: primero creó el<br />
dominio de los cielos y la tierra, y después creó<br />
la luz. Dios creó la humanidad, pero no sólo la<br />
creó, sino que también le dio la luz de la<br />
salvación y creó el universo entero con el<br />
propósito de hacernos, a los que creemos en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, Sus hijos.<br />
Nuestras creencias y nuestra fe deben empezar<br />
sabiendo la respuesta a la siguiente pregunta:<br />
«¿Para qué creó Dios a la raza humana?». Sólo<br />
120 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
entonces podremos saber qué tipo de fe quiere<br />
Dios que tengamos, y sólo entonces podremos<br />
conocer a Dios al creer en el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu. Cuando creó este universo entero y<br />
todo lo que hay en él, ¿cómo manifestó Su<br />
objetivo? El fin de la creación era hacernos nacer<br />
de nuevo y convertirnos en el pueblo de Dios.<br />
Esta tarea es la que nuestro Señor Jesucristo<br />
cumplió. El fin por el cual Dios creó el universo<br />
y la humanidad era hacernos nacer en este<br />
mundo, iluminarnos con la luz de la salvación,<br />
convertirnos en el pueblo de Dios y hacernos<br />
perfectos.<br />
Está escrito: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la<br />
luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó<br />
Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz<br />
Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde<br />
y la mañana un día» (Génesis 1, 3-5).<br />
La primera cosa que Dios quiso hacer con<br />
nosotros está escrita en Génesis 1, 1-5. Del<br />
◄ ÍNDICE ►
mismo modo en que un constructor hace una<br />
casa por una razón, Dios creó el universo entero<br />
y todo lo que hay en él según Su plan. ¿Cuál era<br />
Su plan? Hacernos Su pueblo. Y lo consiguió.<br />
Por eso ustedes y yo debemos aceptar la luz de<br />
la salvación en nuestros corazones mientras<br />
seguimos viviendo en este mundo, antes de que<br />
vayamos a Dios. Debemos saber exactamente por<br />
qué Dios creo a la humanidad y cómo diseñó<br />
nuestra salvación en Jesucristo y así creer y<br />
aceptarlo. ¿Por qué nos creó Dios? ¿Cuál era el<br />
objetivo de Dios al crearnos? Debemos entender<br />
qué significa lo que Dios dijo: «Sea la luz; y fue<br />
la luz. Y vio Dios que la luz era buena». Dios<br />
dijo esto para hacer que los pecadores fueran<br />
justos mediante la luz de la Verdad.<br />
Génesis 1, 1 dice: «En el principio Dios creó<br />
los cielos y la tierra». Este pasaje no sólo explica<br />
que Dios creó el universo y todo lo que ven<br />
nuestros ojos, sino que también implica que Dios<br />
121 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
hizo el dominio espiritual del Cielo por nosotros.<br />
Del mismo modo en que el universo fue creado<br />
por Dios, todos los pecadores son recreados por<br />
Dios y se hacen justos a través del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu.<br />
Incluso ahora mismo nuestro Dios está<br />
trabajando para hacer que los pecadores sean<br />
justos a través de la Palabra del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Así que aunque Dios creó el<br />
dominio de las criaturas, Su verdadero objetivo<br />
era hacernos hijos Suyos. En otras palabras, Dios<br />
hizo el dominio de las criaturas para darnos la<br />
bendición de convertirnos en Su pueblo. La<br />
voluntad de Dios es convertirnos a ustedes y a mí<br />
en Su pueblo.<br />
Cuando leemos en la Biblia: «En el principio<br />
Dios creó los cielos y la tierra», debemos darnos<br />
cuenta de por qué Dios creó el universo y todo lo<br />
que hay en él. Dios hizo el universo y todo lo que<br />
hay en él para crear a la humanidad e hizo que<br />
◄ ÍNDICE ►
los seres humanos fueran Su pueblo al borrar sus<br />
pecados mediante Jesucristo, la luz, y<br />
transformándolos en hijos de la luz. Debemos<br />
entenderlo y creer. Dios escribió la Biblia para<br />
salvarnos.<br />
Dios creó el universo y todo lo que hay en él,<br />
y esta Verdad nos dice que lo hizo para<br />
transformar a los pecadores en justos. Así que<br />
aunque ahora nos hemos convertido en justos al<br />
creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, antes<br />
de alcanzar este estado, todos éramos pecadores.<br />
La Palabra de Dios que nos ha enseñado esta<br />
Verdad es maravillosa.<br />
Cuando nos examinamos a nosotros mismos,<br />
vemos lo malos que somos y que sólo somos un<br />
puñado de polvo. Pero aún para seres tan malos<br />
como nosotros, Dios ha creado estos<br />
maravillosos dominios del cielo y de la tierra<br />
para hacernos Sus hijos. Cuando pensamos en<br />
esto, recordamos a Pablo, que confesó: «¡Oh<br />
1<strong>22</strong> Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de<br />
la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus<br />
juicios, e inescrutables sus caminos!» (Romanos<br />
11, 33) y «Porque de él, y por él, y para él, son<br />
todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.<br />
Amén» (Romanos 11, 36).<br />
Mientras el Apóstol Pablo predicaba el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu en este mundo y<br />
trabajaba para la obra de Dios, descubrió la<br />
grandeza de la voluntad de Dios para nosotros, y<br />
se maravillaba. En realidad, ¿qué son los seres<br />
humanos para que Dios creara el dominio de los<br />
cielos para convertir a los pecadores en justos y<br />
convertirlos en Su pueblo? Cuando el ángel de la<br />
luz, Lucifer, retó a Dios, nuestro Padre no le<br />
perdonó, sino que lo arrojó al Hades. Pero para<br />
los seres humanos, Dios ideó un plan para<br />
permitirles convertirse en Sus hijos al creer en la<br />
Palabra de la Verdad, el don de la salvación de<br />
Dios, y lo cumplió todo en Jesucristo.<br />
◄ ÍNDICE ►
Dios nos dijo: «Porque de tal manera amó<br />
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,<br />
para que todo aquel que en él cree, no se pierda,<br />
mas tenga vida eterna» (Juan 3, 16). Así que<br />
cuando Dios dijo que se hiciera la luz, la luz se<br />
hizo y Dios iluminó este mundo con su luz. A los<br />
que obedecen a esta luz, Dios les permite ser Su<br />
pueblo a través de Su gracia, y a los que rechazan<br />
la luz de Dios, los juzga según Su justicia. Dios<br />
hizo una obra majestuosa por nosotros a través<br />
de Su providencia que no podemos entender a no<br />
ser que la conozcamos a través de la luz de la<br />
Verdad.<br />
Como el Señor me ha dado la remisión de mis<br />
pecados, y como ahora sigo con mi vida, no hay<br />
nada que pueda hacer aparte de darle gracias a<br />
Dios, porque Su plan para nosotros es grandioso<br />
y magnífico. Como no tenemos nada de lo que<br />
alardear ante Dios, todo lo que podemos hacer es<br />
darle gracias a través de nuestra fe. Creó que<br />
123 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
Dios creó el universo porque tenía un plan<br />
maravilloso para la humanidad. ¿Creen en esto?<br />
Como tenemos el Espíritu Santo dentro de<br />
nosotros podemos creer en el plan de Dios con<br />
nuestros corazones. Dios planeó nuestra<br />
salvación en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
y por eso nos creó.<br />
Dios nos ha iluminado con la luz de la<br />
salvación. Este Dios, que nos ha iluminado con<br />
la luz de la salvación, hace que haya tesoros en<br />
sus corazones y en el mío, en estos recipientes de<br />
arcilla. Gracias a la Palabra del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu que tenemos en nuestros<br />
corazones, podemos creer en la Palabra de Dios y<br />
trabajar con Él. Hay muchas partes de la Biblia<br />
que simplemente no podemos entender si<br />
pensamos en términos carnales. Sin embargo,<br />
como tenemos el Espíritu Santo en nuestros<br />
corazones, podemos entender la obra de Dios y<br />
creer en ella.<br />
◄ ÍNDICE ►
Debemos entender lo que Dios nos intenta<br />
decir en esta Palabra de las Escrituras. Para creer<br />
en la Verdad de Dios y convertirnos en Su<br />
pueblo, debemos darnos cuenta de qué plan tiene<br />
Dios para nosotros y qué tipo de obra ha logrado.<br />
Muchos de los cristianos de hoy en día estudian<br />
la Biblia, pero hay algo más aparte de estudiarla<br />
intelectualmente y memorizar pasajes. El<br />
objetivo de estudiar la Biblia, la Palabra de Dios,<br />
es averiguar cuál es el plan de Dios.<br />
La Biblia dice que Dios nos ha hecho luz y<br />
debemos aceptar la verdadera luz de salvación.<br />
Dios llama a los que no aceptan la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, hijos de<br />
Satanás. Debemos darnos cuenta de que Dios<br />
tiene un plan magnífico de salvación para<br />
nosotros y de que lo ha cumplido. Mientras<br />
vivimos nuestras vidas de fe, sólo cuando nos<br />
damos cuenta de las bendiciones que Dios nos ha<br />
dado, y sólo cuando creemos en el Evangelio del<br />
124 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
agua y el Espíritu, podemos creer en Su voluntad<br />
de verdad.<br />
¿Qué nos libera de la confusión<br />
caótica de nuestros corazones?<br />
Pasemos a Génesis 1, 2: «Y la tierra estaba<br />
desordenada y vacía, y las tinieblas estaban<br />
sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas».<br />
En la Biblia, la tierra denota los corazones<br />
humanos. El que la tierra estuviera desordenada<br />
significa que los corazones humanos están<br />
vacíos. En otras palabras, la gente está viviendo<br />
en confusión y está vacía, porque no ha<br />
encontrado la Palabra de la Verdad de salvación.<br />
Para quitar esta confusión de la humanidad<br />
debemos comprender correctamente «el pecado,<br />
la justicia y el juicio» (Juan 16, 8). Dicho de otra<br />
◄ ÍNDICE ►
manera, cuando escuchan y creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu pueden recibir la<br />
remisión de los pecados y ser librados de la<br />
confusión de sus corazones. Pero<br />
desafortunadamente, mucha gente no conoce el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y por eso tanto<br />
sus pensamientos como sus corazones están<br />
confundidos y perdidos.<br />
Los que todavía no han recibido la luz están<br />
luchando porque no pueden escapar de sus<br />
pensamientos confusos. Sin embargo, cuando la<br />
luz de la Verdad de la salvación llega a sus<br />
corazones, su confusión desaparece de repente.<br />
Dios nos dice: «Sea la luz; y fue la luz. Y vio<br />
Dios que la luz era buena». Cuando Dios<br />
iluminó este mundo oscuro con la luz, la<br />
oscuridad desapareció instantáneamente. De este<br />
modo, Dios vio lo que había hecho por nosotros<br />
y que era bueno. Nuestro conocimiento de Dios<br />
empieza por conocer la Verdad del Evangelio del<br />
125 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
agua y el Espíritu que ha venido de la mano de<br />
Jesucristo. Cuando nos ilumina con la luz de la<br />
salvación, no hay oscuridad que nos detenga.<br />
Por tanto, los que nos hemos convertido en la<br />
luz de la Verdad debemos difundir este<br />
Evangelio del agua y el Espíritu a todo el mundo.<br />
Cuando predicamos el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu en este mundo, la confusión desaparece<br />
de los corazones de la gente. No hay duda de que<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu en el que<br />
creemos y que predicamos ayudará a mucha<br />
gente a llegar a Jesucristo. Cuando creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, el vacío de sus<br />
corazones desaparecerá y sus pecados serán<br />
borrados. Si aceptan este Evangelio del agua y el<br />
Espíritu en sus corazones, sus pecados<br />
desaparecerán.<br />
La Biblia habla de la luz de la Verdad de la<br />
salvación. La base de esta salvación es la Palabra<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu. Al tiempo<br />
◄ ÍNDICE ►
en que el Evangelio del agua y el Espíritu es la<br />
base de la Verdad de la salvación, también es la<br />
luz de la salvación y todo está incluido en este<br />
Evangelio. Las vidas de los justos están fundadas<br />
en este Evangelio, así como nuestra fe, nuestra<br />
esperanza y todas las bendiciones que Dios nos<br />
ha prometido.<br />
Dios está obrando como la luz de la Verdad de<br />
la salvación en los pensamientos de la gente, en<br />
su confusión, en su vacío, y en las mentes de los<br />
pecadores. La Biblia dice: «Y el Espíritu de Dios<br />
se cernía sobre la faz de las aguas» (Génesis 1,<br />
2). Dios obra según Su Palabra escrita.<br />
Nosotros también debemos servir al Evangelio<br />
y vivir con fe y creer en la Palabra de Dios.<br />
Cuando creemos en la Palabra escrita y<br />
predicamos lo siguiente con fe: «Esto es el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu», el Espíritu<br />
Santo obrará a través de Su Palabra y nuevos<br />
creyentes recibirán el amo de Dios. «El Espíritu<br />
126 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
de Dios se cernía sobre la faz de las aguas»<br />
(Génesis 1, 2). Dios obra a través de Su Verdad<br />
según Su Palabra. El Espíritu de Dios obra en los<br />
corazones de los que están confundidos, vacíos y<br />
llenos de pecados, a través del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu y borra todos sus pecados.<br />
Dios está diciendo: «Y el Espíritu de Dios se<br />
cernía sobre la faz de las aguas» (Génesis 1, 2).<br />
El «Espíritu» aquí se refiere al Espíritu Santo. Al<br />
ver este pasaje, estamos convencidos de que el<br />
Espíritu de Dios ha permitido que la gente<br />
alcance la salvación mediante la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. El Espíritu<br />
Santo está en los corazones de los que ahora<br />
creen en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
¿Sienten cómo el Espíritu Santo obra en sus<br />
corazones a través de la Palabra de Dios? El<br />
Espíritu Santo obra a través de la Palabra de<br />
Dios, según nuestra fe. Cuando escuchamos la<br />
Palabra de Dios y creemos en ella, el Espíritu<br />
◄ ÍNDICE ►
Santo que está en nuestros corazones, da<br />
testimonio dentro de nosotros. Nos habla desde<br />
el corazón: «Sí, eso es correcto. Cree y acepta.<br />
Sigue con fe en Dios».<br />
El Espíritu de Dios se cernía sobre la faz de<br />
las aguas. ¿Qué significan esta agua? En la<br />
Biblia, y en especial en este pasaje, el agua se<br />
refiere a la Palabra de Dios. En concreto, esta<br />
agua se refiere al bautismo que Jesucristo recibió<br />
de Juan el Bautista. 1 Pedro 3, 21 dice: «El<br />
bautismo que corresponde a esto ahora nos<br />
salva». Dios obra exactamente según Su Palabra,<br />
junto con la Palabra del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
Debemos darnos cuenta de que cuando<br />
sabemos que el Espíritu Santo obra según esta<br />
Palabra, cuando lo aceptamos y seguimos la<br />
Palabra de Dios, Él hará crecer nuestra fe.<br />
Debemos tener fe en la Palabra de Dios.<br />
127 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
La Biblia dice:<br />
«Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz».<br />
Génesis 1, 3-4 dice: «Y dijo Dios: Sea la luz; y<br />
fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena». Dios<br />
vino a este mundo oscuro para ser la luz. Esto<br />
significa que el Señor ha borrado nuestros<br />
pecados y ahora vive en nuestros corazones. En<br />
otras palabras, con esta luz de Verdad, Dios ha<br />
borrado todos nuestros pecados, nos ha hecho Su<br />
pueblo, nos ha dado Su Espíritu y por ello ahora<br />
pertenecemos a Jesucristo. El habernos<br />
convertido en el pueblo de Dios es el mayor<br />
milagro de todos.<br />
Antes de que Jesucristo nos diera el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, este mundo estaba<br />
totalmente oscuro. Está escrito: «Y la tierra<br />
estaba desordenada y vacía, y las tinieblas<br />
estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de<br />
Dios se movía sobre la faz de las aguas»<br />
◄ ÍNDICE ►
(Génesis 1, 2). Este mundo estaba tan oscuro que<br />
sólo había confusión, vacío y tinieblas, pero<br />
cuando Dios ordenó con Su Palabra: «Sea la<br />
luz», la luz se hizo en el mundo. La Biblia deja<br />
claro que sólo hubo luz porque Dios ordenó que<br />
la hubiera.<br />
Así nuestro Señor vino al mundo y nos hizo<br />
Su pueblo a través del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Es decir, como Dios habló mediante Su<br />
Palabra, todo se cumplió según ella y así hemos<br />
sido salvados de los pecados del mundo y nos<br />
hemos convertido en el pueblo de Dios. EL que<br />
nos hayamos convertido en el pueblo de Dios se<br />
consiguió exactamente según la Palabra que Dios<br />
nos dio.<br />
Como no teníamos a Dios en nuestros<br />
corazones y estábamos llenos de pecados, todo lo<br />
que podíamos hacer era esperar a ser arrojados al<br />
infierno, a nuestra muerte eterna. Todos<br />
estábamos lejos de Dios, porque teníamos<br />
128 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
pecados. Por culpa del pecado de Adán y Eva,<br />
nacimos con una maldición y no había ni un rayo<br />
de luz en nuestros corazones, sino que sólo había<br />
vacío y pecado. Es decir, no había luz de vida en<br />
nuestros corazones. En otras palabras, no<br />
teníamos el Evangelio de Verdad. Nuestros<br />
pecados no tenían nada más que oscuridad, vacío<br />
y confusión, pero aún así Dios dijo: «Sea la luz»<br />
y la luz existió en nuestros corazones. La Biblia<br />
dice que la luz existió cuando Dios dijo que<br />
hubiera luz.<br />
La creación de los cielos y la tierra habla del<br />
renacimiento de nuestras almas. Por naturaleza<br />
las almas humanas están vacías, oscuras y<br />
confusas, pero entonces Dios nos habló. Dios nos<br />
dijo que Jesucristo vino al mundo y nos iluminó<br />
con la luz de la salvación. El Señor nos está<br />
diciendo que vino al mundo, que estaba lleno de<br />
confusión y vacío, y que entró en los corazones<br />
de los que aceptaron Su luz. Mis queridos<br />
◄ ÍNDICE ►
hermanos, ¿cómo nos convertimos en el pueblo<br />
de Dios? Si contestamos desde el punto de vista<br />
de la Palabra de Dios, esto parece una verdad<br />
obvia, pero si nos miramos a nosotros mismos,<br />
que podemos llamar a Dios Padre y que somos<br />
Su pueblo, parece algo imposible si no fuera por<br />
el Evangelio bendito del agua y el Espíritu. Esto<br />
hubiera sido completamente imposible si nuestro<br />
Señor no hubiera venido por nosotros mediante<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Gracias a que Dios obró en nuestros corazones<br />
a través del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
ahora somos justos, y gracias a que Dios nos ha<br />
salvado a través de este Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, nos hemos convertido en Su pueblo. De<br />
hecho, podemos alcanzar nuestra salvación al<br />
aceptar por fe todo lo que Dios ha hecho por<br />
nosotros. Cuando nos preguntamos: « ¿Cómo nos<br />
convertimos en los hijos de la luz? ¿Cómo nos<br />
convertimos en hijos de Dios?» y reflexionamos<br />
129 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
sobre estas preguntas, nos quedamos<br />
maravillados por la gracia de Dios. Con esta<br />
Palabra, Dios nos ha hecho hijos de la luz.<br />
Cuando Dios creó los cielos y la tierra, el<br />
universo entero y todo lo que hay en él, Dios<br />
ordenó que hubiera luz y la luz se hizo en este<br />
mundo oscuro. Así es como las tinieblas salieron<br />
del mundo. Entonces apareció vida en el mundo:<br />
animales, aves en el cielo y peces en el agua.<br />
Gracias a la Palabra de Dios todo existió. Del<br />
mismo modo en que todo lo que hay en el<br />
universo existió por la luz ordenada por Dios, Él<br />
nos ha hecho hijos Suyos a través del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu.<br />
Todos los árboles y la hierba de este mundo,<br />
las aves en el cielo, los peces en el mar y toda la<br />
gente de este mundo han recibido vida nueva<br />
gracias a la luz y existieron gracias a ella. ¿Quién<br />
es el Dios que ordenó que hubiera luz? Jesucristo,<br />
el Salvador que nos ha salvado del pecado.<br />
◄ ÍNDICE ►
Jesús es nuestro Dios y Salvador que<br />
ha creado los cielos y la tierra<br />
A lo largo del Libro del Génesis descubrimos<br />
a Jesucristo. Él es el Dios Creador. El Dios que<br />
ordenó que hubiera luz en este mundo es<br />
Jesucristo. Es nuestro Mesías. Jesús es Dios, el<br />
mismo que con Su Palabra creó el universo y<br />
todo lo que hay en él. En otras palabras, Dios,<br />
que creó los cielos y la tierra con Su Palabra,<br />
hizo el universo y todo lo que hay en él. Por eso<br />
decimos que Jesús es Logos, el Dios de la<br />
Palabra.<br />
Pasemos al Evangelio según Juan: «En el<br />
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,<br />
y el Verbo era Dios. Este era en el principio con<br />
Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin<br />
él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho»<br />
(Juan 1, 1-3).<br />
El Dios de la Palabra que creó los cielos y la<br />
130 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
tierra se convirtió en hombre, vino al mundo y<br />
nos salvó del pecado. Este Dios creó la luz en el<br />
universo y vino al mundo para borrar los pecados<br />
de los corazones de la gente. Todos heredamos el<br />
pecado como descendientes del primer hombre<br />
caído, Adán, y como resultado de esta herencia,<br />
no podemos evitar morir presas del pecado, la<br />
confusión y el vacío. Pero el Señor vino a<br />
nosotros, se convirtió en la luz de nuestros<br />
corazones y ha salvado nuestras vidas. En<br />
conclusión, Dios nos ha salvado de los pecados<br />
del mundo.<br />
Todos debemos alcanzar la verdadera<br />
salvación por fe, sabiendo que al darnos la<br />
remisión de los pecados, Dios nos ha<br />
transformado en la luz del mundo. Aquellos de<br />
nosotros que han recibido la remisión de los<br />
pecados son la luz del mundo. La Biblia dice que<br />
Dios ordenó que hubiera luz y la luz se hizo. Esto<br />
implica que Dios nos ha salvado del pecado a<br />
◄ ÍNDICE ►
través del Evangelio del agua y el Espíritu. Así<br />
es como Dios nos ha hecho justos.<br />
Muchos predicadores dicen en sus sermones:<br />
«Mis queridos hermanos, debemos convertirnos<br />
en la luz del mundo viviendo como santos», pero<br />
no podemos ser justos o convertirnos en la luz<br />
mediante nuestros propios esfuerzos. En realidad<br />
cuando creemos en la Palabra de Dios tal y como<br />
Él la dijo, todo se cumple según esta Palabra.<br />
Como Dios nos ha salvado a través del agua y la<br />
sangre, nos hemos convertido en la luz. Aunque<br />
haya días claros y nublados en nuestras vidas,<br />
debemos entender el hecho de que somos la luz,<br />
de que nos hemos convertido en la luz.<br />
Los seres humanos son la obra<br />
incompleta de Dios<br />
«Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz» (Génesis<br />
131 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
1, 3). De este modo todo se cumplió según la<br />
Palabra de Dios.<br />
Nosotros, que nos hemos convertido en la luz<br />
al creer en la luz de la Verdad, vivimos en este<br />
mundo como su luz. No estamos a caballo entre<br />
la luz y las tinieblas, no somos la luz un día y<br />
oscuridad al día siguiente. Por muy insuficientes<br />
y débiles que seamos, seguimos siendo la luz.<br />
Esto es un milagro. Nuestro Dios nos recrea a los<br />
seres humanos finitos e imperfectos, y nos<br />
completa como Su obra final.<br />
Cuando Dios creó los cielos y la tierra, el<br />
universo entero y todo lo que hay en él estaba<br />
incompleto. Este mundo estaba lleno de<br />
oscuridad, confusión y vacío, y no tenía vida. El<br />
universo entero era un caos. Todo estaba<br />
desordenado, tanto la tierra como el cielo y las<br />
estrellas.<br />
Sin embargo, como Dios ordenó que hubiera<br />
luz, la luz se hizo y así puso orden en todas las<br />
◄ ÍNDICE ►
cosas y las hizo funcionar con precisión. Dios<br />
hizo que las estrellas orbitaran por el universo sin<br />
chocarse unas con otras y que otras se chocaran,<br />
para extinguir unas y crear otras nuevas. Así<br />
Dios hizo posible que la naturaleza se<br />
mantuviera, puso orden para que todo funcionara<br />
durante miles de millones de años. Dios hizo un<br />
mundo imperfecto y luego lo perfeccionó y hace<br />
lo mismo con los seres humanos.<br />
Cuando Dios nos hizo a los seres humanos, no<br />
nos hizo completos desde el principio. Nos creó<br />
del polvo y nos hizo imperfectos. Nos hizo<br />
capaces de ser tentados por Satanás. De hecho,<br />
dejó que Satanás nos tentase, y después nuestro<br />
Señor vino y nos hizo perfectos. Al alumbrar el<br />
dominio desordenado del universo, Dios acabó<br />
con toda la confusión y le dio un orden preciso.<br />
Del mismo modo, el Señor, que es la luz, vino a<br />
nuestros corazones que habían caído en el pecado<br />
y habían sido confundidos por el abismo de las<br />
132 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
tinieblas, y nos hizo ser la luz.<br />
«Y fue la tarde y la mañana un día» (Génesis<br />
1, 5). Dios no nos hizo perfectos desde el<br />
principio. Esta es la providencia de Dios que nos<br />
permite nacer de nuevo. Cuando Dios creó el<br />
universo entero y nos creó a nosotros, tenía un<br />
objetivo, y este objetivo era vivir con nosotros en<br />
el Reino de los Cielos para siempre y disfrutar de<br />
la gloria con nosotros. Mis queridos creyentes,<br />
¿saben la razón por la que Dios creó el universo<br />
y a los seres humano? ¿Entienden que Dios nos<br />
creó para disfrutar de la gloria con Él y vivir<br />
eternamente? Por eso Dios nos hizo nacer en este<br />
mundo siendo imperfectos, nos llamó y nos salvó<br />
a su debido tiempo, nos hizo Su pueblo y nos<br />
transformó de oscuridad en luz, y nos permitió<br />
vivir para siempre como Hijos Suyos.<br />
Este Dios nos ha hecho justos. Esta es la<br />
recreación de Dios. Este es el mayor milagro de<br />
todas las obras que Dios ha hecho por los seres<br />
◄ ÍNDICE ►
humanos en este mundo. Al creer en el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, sus pecados han sido<br />
borrados y nos hemos convertido en hijos de<br />
Dios. Los pecadores se han convertido en justos.<br />
Este es el mayor milagro. Está escrito: «Y dijo<br />
Dios: Sea la luz; y fue la luz» (Génesis 1, 3).<br />
Dios nos ha salvado de todos nuestros pecados y<br />
por eso ahora somos justos.<br />
Ahora vivimos en este mundo como justos. A<br />
veces pensarán que son insuficientes y débiles,<br />
pero son justos. ¿No es este un gran milagro, el<br />
que a pesar de ser montones de pecados vivamos<br />
como hijos de Dios?<br />
«Y vio Dios que la luz era buena» (Génesis 1,<br />
4). Dios está tan contento por habernos hecho<br />
justos y habernos transformado en luz que Su<br />
gozo no puede explicarse con palabras. Por eso<br />
hay una celebración en el Reino de los Cielos<br />
cuando un pecador admite sus pecados, cree en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que Jesucristo<br />
133 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
nos dio, es salvado y se convierte en la obra<br />
completa de Dios (Lucas 15, 7-10).<br />
Sin embargo, el problema es que al vivir<br />
nuestras vidas, a menudo no sabemos que nos<br />
hemos convertido en la luz. Al convertirnos en la<br />
luz, Dios está diciendo que está contento de<br />
vernos. Aunque Dios esté contento, en realidad<br />
nosotros a menudo no aceptamos el hecho de que<br />
somos la luz.<br />
Los que, a pesar de creer en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, no se dan cuenta de que son la<br />
luz del mundo, deben recapacitar sobre la<br />
Palabra una vez más. Los que piensan: «Me falta<br />
algo para ser la luz», aunque hayan sido salvados<br />
de sus pecados, deben reafirmar el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu una vez más. Mis queridos<br />
hermanos, mientras vivimos debemos darnos<br />
cuenta de cómo fue posible convertirnos en la<br />
luz, cómo nos hemos convertido en la luz y creer<br />
en esto. Debemos reflexionar sobre nosotros<br />
◄ ÍNDICE ►
mismos para ver si de verdad creemos que somos<br />
la obra de Dios y debemos dar gracias a Dios una<br />
vez más por hacernos la luz. Al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, debemos<br />
convertirnos en las obras completas de Dios.<br />
Somos la luz del mundo y damos gracias a<br />
nuestro Señor por permitirnos vivir en este<br />
mundo sin pecado.<br />
Dios separó la luz de las tinieblas<br />
Mis queridos hermanos, al leer Génesis 1, 3:<br />
«Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz», debemos<br />
creer que nos hemos convertido en la luz. La<br />
Biblia sigue diciendo: «Y llamó Dios a la luz<br />
Día, y a las tinieblas llamó Noche» (Génesis 1,<br />
5), y por eso debemos entender que Dios separó<br />
la luz de las tinieblas.<br />
Dios separó estos dos elementos. Los que han<br />
134 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
recibido la remisión de los pecados son la luz,<br />
mientras que los que no la han recibido son las<br />
tinieblas. A los ojos de Dios, los que han recibido<br />
la remisión de los pecados a través de la Palabra<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu son la luz.<br />
Ellos son los hijos de Dios, en otras palabras. Sin<br />
embargo, los que no aceptan el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu son las tinieblas. Los hijos de<br />
las tinieblas son los hijos del Diablo.<br />
Hay dos tipos de gente en este mundo.<br />
Aunque todo el mundo ha nacido incompleto,<br />
hay gente que se convierte en la luz al creer en la<br />
luz que Dios ha eliminado, y otros que siguen<br />
siendo tinieblas porque no quieren creer. Esta luz<br />
es el Evangelio del agua y el Espíritu. Y ante este<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, todo el mundo<br />
se separa en dos tipos de gente: justos y<br />
pecadores.<br />
Los que aceptan esta salvación que Jesucristo<br />
nos ha dado, es decir, los que aceptan el<br />
◄ ÍNDICE ►
Evangelio del agua y el Espíritu que Jesucristo<br />
nos ha dado, se convierten en hijos de Dios. Y<br />
como hijos de Dios, viven iluminando este<br />
mundo. Cuando llegue el momento, Dios Padre<br />
les llevará a Su Reino eterno.<br />
Sin embargo, los que no aceptan esta Verdad<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu en sus<br />
corazones siguen siendo hijos de las tinieblas. Se<br />
convierten en los hijos del Diablo. La noche es el<br />
momento en que las tinieblas están sobre la faz<br />
del abismo. ¿Les gusta la noche? La noche es<br />
muy peligrosa. Piensen en una noche oscura, sin<br />
luz alguna. El dominio de la noche es un mundo<br />
caótico, desordenado, peligroso, espantoso y<br />
cegador.<br />
«Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz» (Génesis<br />
1, 3). Dios llamó al mundo iluminado día y a las<br />
tinieblas noche. Debemos creer que Dios separó<br />
estos dos mundos. Como está escrito: «Porque<br />
en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz<br />
135 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
en el Señor; andad como hijos de luz » (Efesios<br />
5, 8), Dios ha dividido a Su pueblo en Sus hijos e<br />
hijos del Diablo. Todo el mundo se fija en la<br />
apariencia exterior, pero algunas personas son<br />
hijos de Dios y otras no. Así que Dios le dice a<br />
un tipo de personas: «Sois Mis hijos y Mi<br />
pueblo», pero a otros dice: «No sois Mis hijos».<br />
Y el último día, el destino de estos dos tipos<br />
de personas se sella. Los que no han nacido de<br />
nuevo del agua y el Espíritu serán justamente<br />
castigados como hijos de la oscuridad. Dios dijo<br />
en el Apocalipsis que echaría a los hijos de la<br />
oscuridad al lago de fuego y azufre, junto con los<br />
falsos profetas. Los falsos profetas y sus<br />
seguidores serán arrojados al fuego del infierno.<br />
Sin embargo, los hijos que se han convertido en<br />
la luz entrarán en el Reino de Dios.<br />
◄ ÍNDICE ►
«Y fue la tarde y la mañana un día»<br />
Génesis 1, 5 dice: «Y fue la tarde y la mañana<br />
un día». Un día en el mundo empieza con la<br />
mañana y acaba con la tarde. Las cosas de este<br />
mundo son efímeras, relucen sólo durante un<br />
corto período de tiempo y se vuelven a convertir<br />
en tinieblas. La historia de la humanidad también<br />
es así. Sin embargo, el dominio de Dios es<br />
diferente. El dominio de Dios empieza con la<br />
imperfección pero acaba con la perfección. El<br />
dominio de Dios siempre es así.<br />
La puerta del Tabernáculo estaba orientada<br />
hacia donde sale el sol, hacia el Este. ¿Dónde<br />
estaba el Arca? En el Oeste. El dominio de Dios<br />
empieza siendo imperfecto y acaba siendo<br />
perfecto. Así es como obra Dios. Por eso Dios<br />
nos dijo a los humanos que debíamos nacer de<br />
nuevo. Dios nos está diciendo: «De cierto, de<br />
cierto te digo, que el que no naciere de agua y<br />
136 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
del Espíritu, no puede entrar en el reino de<br />
Dios» (Juan 3, 5). Aunque el principio fue<br />
imperfecto, Dios llega a completarlo hasta la<br />
perfección.<br />
Nuestras vidas de fe son también así. Después<br />
de recibir la remisión de los pecados, seguimos<br />
siendo imperfectos. En otras palabras, aunque<br />
estemos salvados, no sabemos mucho, parece<br />
que nada haya cambiado, y no estamos seguros<br />
de lo que es correcto. Así que una vez estamos<br />
salvados, podemos apreciar nuestra imperfección<br />
mejor. Esto se debe a que nuestras vidas deben<br />
cambiar y debemos vivir por fe. Antes, solíamos<br />
vivir por nuestra carne y sólo vivíamos por<br />
nuestros deseos carnales, pero ahora si confiamos<br />
en la fuerza de la carne, estaremos malditos y por<br />
eso debemos confiar en Dios y vivir por fe. Por<br />
eso vemos nuestras insuficiencias mejor y nos<br />
desorientamos y luchamos cuando vemos que<br />
fracasamos. Por eso nuestro principio es<br />
◄ ÍNDICE ►
imperfecto.<br />
Sin embargo, si entramos en el dominio de<br />
Dios y vivimos en él, si vivimos por fe, seremos<br />
perfeccionados, aunque parezcamos imperfectos<br />
al principio. Las obras de Dios son siempre así.<br />
Aunque a los ojos de la carne parezcamos<br />
imperfectos, cuando creemos en la Palabra de<br />
Dios, la seguimos y entramos en ella, nos<br />
daremos cuenta de que la vida de fe es perfecta y<br />
completa. Sabemos que es así como Dios obra.<br />
Si tuviéramos que resumir lo que Dios hizo el<br />
primer día, diríamos que fue hacernos justos, es<br />
decir hacernos la luz. Dios nos ha hecho ser la<br />
luz y nos ha hecho vivir como luz. Les pido que<br />
reafirmen esta fe en que Dios nos ha hecho la<br />
luz.<br />
¿Ustedes, los que creen en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, creen que son la luz? Dios<br />
separó la luz de las tinieblas el primer día. Así<br />
que quien no haya nacido de nuevo de sus<br />
137 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
pecados sigue siendo tinieblas. Por mucho que se<br />
haya disciplinado, por mucho que sus ojos brillen<br />
con sabiduría, por mucha confianza que tenga en<br />
sí mismo, las tinieblas son tinieblas. Su corazón<br />
está confundido.<br />
Sin embargo, los nacidos de nuevo son la luz<br />
del mundo ahora. Como nos hemos convertido<br />
en los hijos de la luz en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu por fe, podemos distinguir. Esto se<br />
debe a que el Espíritu Santo que está en nosotros<br />
nos habla, nos enseña y nos guía. Los que creen<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu son siempre<br />
perfectos porque el Espíritu Santo vive en ellos.<br />
Mientras vivimos debemos recordar siempre<br />
que somos la luz del mundo. El que nos hayamos<br />
convertido en la luz es el mayor milagro de<br />
todos. ¿Puede alguien convertirse en la luz por<br />
sus propias obras? No, es imposible hacerlo con<br />
sus propias obras.<br />
La única cosa que nos permite ser la luz es la<br />
◄ ÍNDICE ►
Palabra de Dios. Jesucristo, la Palabra, vino a<br />
nosotros y nos dijo: «Y dijo Dios: Sea la luz; y<br />
fue la luz» (Génesis 1, 3). No necesitamos otras<br />
palabras aparte de Su Palabra. Cuando entran en<br />
una habitación oscura y encienden la luz, la<br />
oscuridad desaparece en el momento en que la<br />
luz se hace en la habitación y la llena. Del mismo<br />
modo, gracias a que Jesucristo tomó todos los<br />
pecados del mundo y los borró a través de Su<br />
bautismo cuando vino al mundo, si creemos en<br />
esta luz de la Verdad, nuestros corazones están<br />
sin pecado de inmediato y se convierten en luz<br />
pura.<br />
Dios es todo poderoso. Dios nos dio la luz en<br />
este mundo oscuro, en este mundo lleno de<br />
confusión, vacío y oscuridad. Como Dios<br />
ordenó: «Sea la luz», la luz se hizo y las tinieblas<br />
desaparecieron.<br />
La salvación que recibimos gracias a la venida<br />
de Jesucristo a través del Evangelio del agua y el<br />
138 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
Espíritu. Al hablar, la luz perfecta apareció en la<br />
tierra. Gracias a la Palabra de Dios, las tinieblas<br />
desaparecieron de una vez por todas y sólo<br />
existió la luz. Como este Dios que nos ha salvado<br />
es omnipotente, todos nuestros pecados fueron<br />
borrados de una vez por todas mediante la<br />
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, la<br />
Palabra de Verdad de Dios.<br />
A través de la Palabra de Verdad, el Señor<br />
prometió salvarnos del pecado y lo cumplió. Esta<br />
Palabra de la alianza, que prometía salvarnos, se<br />
nos entregó cuando maldijo a Satanás. Dios dijo:<br />
«Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto<br />
esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias<br />
y entre todos los animales del campo; sobre tu<br />
pecho andarás, y polvo comerás todos los días<br />
de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la<br />
mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta<br />
te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el<br />
calcañar» (Génesis 3, 14-15).<br />
◄ ÍNDICE ►
Al dar esta promesa a la humanidad, cuando<br />
llegó el momento, Dios nació de María en la<br />
carne de un hombre como la Semilla de la mujer,<br />
tomó todos los pecados del mundo de la manera<br />
más adecuada al ser bautizado, y fue condenado<br />
y derramó Su sangre en la Cruz. El Jesús divino<br />
que se convirtió en hombre para cumplir los<br />
requisitos de la Ley cargando con todos nuestros<br />
pecados y su condena a través del bautismo y la<br />
sangre, y pagando el precio de la muerte, nos<br />
convirtió en el pueblo de Dios a los que<br />
habíamos sido esclavos del Diablo, es decir, nos<br />
hizo justos. Cristo nos hizo el pueblo de Dios y<br />
nos presentó a Dios Padre.<br />
¿No es perfecta esta salvación? No hay<br />
imperfección en la obra de Dios. Él lo completó<br />
todo a la perfección. Dios nos permitió<br />
convertirnos en hijos de la luz, para que no nos<br />
faltase nada para convertirnos en Su pueblo. ¿No<br />
es maravillosa esta salvación de Dios? ¡Qué<br />
139 Primer día: en el principio Dios creó los cielos y la tierra<br />
bendición tan maravillosa es habernos convertido<br />
en hijos de la luz, habernos transformado en la<br />
luz! Nuestra salvación del pecado no nos la dio el<br />
oro y la plata que perecen, sino la Palabra eterna<br />
de Dios (1 Pedro 1, 23).<br />
El que la Palabra nos haya hecho justos<br />
significa que Dios nos ha hecho justos. Al creer<br />
en la Palabra de Dios nos hemos convertido en<br />
Su pueblo. Al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu hemos recibido bendiciones perfectas.<br />
Doy infinitas gracias a Dios.<br />
En este momento, damos gracias una vez más<br />
a Dios por hacernos la luz, por el hecho de ser<br />
luz ahora, de habernos convertido en luz. Dios no<br />
sólo ordenó que hubiera luz en el universo físico,<br />
sino que para sacar la oscuridad de nuestros<br />
corazones, Dios vino a nuestros corazones como<br />
la luz de la Verdad y nos hizo justos. Debemos<br />
dar gracias a Dios una vez más creyendo en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. <br />
◄ ÍNDICE ►
140 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Las aguas que estaban sobre<br />
el firmamento y las que<br />
estaban bajo el firmamento<br />
< Génesis 1, 6-8 ><br />
«Luego dijo Dios: Haya expansión en medio<br />
de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E<br />
hizo Dios la expansión, y separó las aguas que<br />
estaban debajo de la expansión, de las aguas<br />
que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y<br />
llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la<br />
tarde y la mañana el día segundo».<br />
El primer día de la creación Dios salvó a las<br />
almas. En otras palabras, el primer día de la<br />
creación Dios transformó a los pecadores en<br />
justos, y separó a los pecadores de los justos. El<br />
segundo día de la creación de los cielos y la<br />
tierra, Dios separó las aguas que estaban sobre el<br />
firmamento de las que estaban bajo él. Dicho de<br />
otra manera, Dios dividió Su Palabra de las<br />
palabras de Satanás.<br />
Las aguas que estaban sobre el<br />
firmamento y las que estaban debajo<br />
En la Biblia, el significado espiritual del agua<br />
es la Palabra de Dios y también el bautismo que<br />
Jesús recibió de Juan el Bautista y a través del<br />
cual aceptó los pecados de la humanidad. En este<br />
mundo, hay gente que difunde la Palabra de Dios<br />
y gente que difunde las palabras de Satanás. Por<br />
eso Dios dividió las aguas de la tierra en las<br />
aguas que estaban sobre el firmamento y las que<br />
estaban debajo. A través de las cosas que Dios<br />
hizo el segundo día de la creación, nos está<br />
◄ ÍNDICE ►
141 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
diciendo: «En este mundo hay gente que vive de<br />
Mi Palabra por fe y gente que vive de las<br />
palabras de Satanás y las difunden». Por eso es<br />
imprescindible que distingamos si los que dicen<br />
predicar la Palabra de Dios son siervos de Dios o<br />
de Satanás.<br />
Toda buena dádiva y todo don perfecto<br />
desciende de lo alto, del Padre de las luces<br />
(Santiago 1, 17). Por el contrario todo tipo de<br />
maldad viene del corazón humano. Por tanto,<br />
cuando la luz de la Palabra de Dios nos ilumina,<br />
los colores verdaderos de los pecadores se<br />
revelan. Las aguas que estaban bajo el<br />
firmamento, es decir, las palabras de la tierra, se<br />
refieren a las enseñanzas que vienen del corazón<br />
humano. Por eso las aguas de debajo del<br />
firmamento se separaron de las que estaban sobre<br />
él.<br />
Las aguas de esta tierra son diferentes de las<br />
aguas que están sobre el firmamento. Dios nos<br />
está diciendo que toda palabra que procede del<br />
corazón humano corresponde a las aguas de<br />
debajo del firmamento, mientras que la Palabra<br />
de Verdad que Dios nos dio corresponde a las<br />
aguas que están sobre el firmamento.<br />
Hay falsos profetas en este mundo, pero al<br />
mismo tiempo, hay siervos de Dios, los<br />
verdaderos profetas. Los falsos profetas son los<br />
que dicen todo lo que sale de sus corazones, sin<br />
tener en cuenta la Palabra de Dios. En tiempos<br />
del Antiguo Testamento, había falsos profetas<br />
que profetizaban lo que salía de sus mentes. Así<br />
que desde el punto de vista espiritual, sus<br />
enseñanzas son palabras de la tierra, es decir,<br />
palabras de Satanás.<br />
Sin embargo, es posible que las palabras de<br />
Satanás obren en los corazones de la gente. Así<br />
que cuando miramos a los que son utilizados por<br />
el Diablo, vemos que les dicen a los pecadores<br />
que deben recibir el Espíritu Santo, sin tener en<br />
◄ ÍNDICE ►
142 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
cuenta la Palabra de Dios, y les dice también que<br />
hablen en lenguas, que no es nada más que decir<br />
cosas sin sentido que salen de sus mentes.<br />
Cuando escuchamos atentamente lo que dicen,<br />
podemos distinguir que es una voz de la carne<br />
que sale de sus propios pensamientos y<br />
emociones. Es un lío. Es tan sucio que apenas<br />
podemos seguir escuchando.<br />
Cuando escuchamos los que se dice en una<br />
reunión en un retiro de oración, los nacidos de<br />
nuevo podemos darnos cuenta enseguida de si el<br />
predicador que tiene la Biblia abierta está<br />
hablando de la Palabra de Dios o está diciendo lo<br />
que le viene a la mente. Muchos de estos<br />
predicadores no tienen en cuenta la Biblia. Por<br />
ejemplo, cuando le dicen a la congregación que<br />
reciban el Espíritu Santo, manipulan el<br />
micrófono para que haga efectos sonoros y<br />
gritan: « ¡Recibid el fuego!». Haciendo sonidos<br />
extraños elevan las emociones de la<br />
congregación y la hipnotizan. ¿Recibirán el<br />
Espíritu Santo de este modo?<br />
Dios dice en la Biblia: «Pedro les dijo:<br />
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en<br />
el nombre de Jesucristo para perdón de los<br />
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo»<br />
(Hechos de los Apóstoles 2, 38). Sin embargo,<br />
cuando escuchamos las palabras de los siervos de<br />
Satanás, insisten que la remisión de los pecados<br />
se recibe independientemente del Espíritu Santo.<br />
Dicen: «Todos los que creen en Jesucristo son<br />
santos, pero ahora debéis recibir el Espíritu Santo<br />
para estar completos».<br />
Pero ¿se debe recibir el Espíritu Santo una vez<br />
más después de nacer de nuevo? Decir esto es<br />
mentir. Sus enseñanzas no son la Palabra que<br />
está sobre el firmamento, sino que es la palabra<br />
que está bajo el firmamento, es decir una palabra<br />
que sale de la tierra. Dicen cosas que Dios nunca<br />
ha dicho, se las inventan.<br />
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143 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Así son las palabras de Satanás. Cuando la<br />
gente dice algo diferente a la Biblia, está<br />
diciendo palabras de Satanás. Esta es la<br />
naturaleza de las palabras de Satanás. Lo que<br />
Satanás dice no es la Palabra de Dios, pero dice<br />
que sus palabras son la Palabra de Dios. Esta es<br />
la naturaleza de las palabras de Satanás. Fingen<br />
predicar la Palabra de Dios para engañar a la<br />
gente al final.<br />
Los que predican la Palabra de Dios deben<br />
predicarla basándose en la Palabra de las<br />
Escrituras. Los siervos de Dios son los que<br />
predican lo que dice la Biblia exactamente. Pero<br />
los siervos de Satanás dicen lo que sale de sus<br />
corazones sin tener en cuenta la Biblia y así<br />
guían a muchas personas a la destrucción. Las<br />
palabras de Satanás obran a través de los que no<br />
han nacido de nuevo y los que tienen una fe<br />
inmadura, aunque crean en el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu.<br />
¿Cómo descienden las palabras de Satanás en<br />
la gente? En primer lugar, he mencionado que las<br />
palabras de Satanás obran en los que no han<br />
nacido de nuevo. Los que no han nacido de<br />
nuevo son idóneos para ser utilizados por<br />
Satanás. Así que él les da emociones, cambia sus<br />
corazones y les hace trabajar duro como si<br />
estuviese trabajando para la Verdad, cuando en<br />
realidad están sirviendo a la mentira. Satanás<br />
hace que la gente crea en las mentiras de los<br />
falsos maestros como si fueran verdad. Satanás<br />
obra a través de los que no han nacido de nuevo.<br />
Obra a través de ellos para que en vez de seguir a<br />
la Verdad, sigan a las mentiras.<br />
Por eso cuando alguien vive su vida de fe<br />
siguiendo el consejo de un pastor que no ha<br />
nacido de nuevo, acaba convirtiéndose en un<br />
siervo de Satanás. Si este pastor no cree en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y por tanto no ha<br />
nacido de nuevo, por mucho que crea que está<br />
◄ ÍNDICE ►
144 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
haciendo el bien, su ministerio no es más que<br />
obra de Satanás. Por eso este pastor debe nacer<br />
de nuevo mediante el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
La obra de Satanás no se manifiesta<br />
como fe en la Verdad, sino como la<br />
devoción del hombre<br />
De hecho, hay muchos pastores en este mundo<br />
que están haciendo la obra de Satanás sin darse<br />
cuenta. Hacen muchas obras falsas como siervos<br />
de Satanás. Aunque sus obras de Satanás puedan<br />
curar enfermedades y expulsar demonios, sólo<br />
hacen pecadores, porque sus seguidores todavía<br />
tienen pecados en sus corazones. Su próxima<br />
obra es convertir a su congregación en un grupo<br />
de creyentes legalistas y cambiarlos para que se<br />
esfuercen en cumplir la Ley.<br />
Antes de que el Apóstol Pablo conociera al<br />
Señor de camino a Damasco, estaba totalmente<br />
dedicado a la Ley. Él era el fariseo de fariseos,<br />
extremadamente piadoso. Su devoción le hizo<br />
perseguir y asesinar a muchos santos cristianos.<br />
Antes de que el Apóstol Pablo naciera de nuevo,<br />
cuando era un chico joven, sujetó las vestimentas<br />
de los que estaban lapidando a Estaban, el siervo<br />
del Señor. Solía decir: «Yo sujetaré vuestras<br />
vestimentas; ¡adelante! Matadle si queréis». En<br />
esta época, podemos encontrar este tipo de<br />
devoción en las iglesias y en las casas en las que<br />
Satanás obra. Dios hace que Sus siervos hagan<br />
Su obra silenciosamente. Sin embargo, el Diablo<br />
hace su obra con todo tipo de ruidos a través de<br />
sus siervos e incita su sed de gloria.<br />
Una de las características de la obra de<br />
Satanás es hacer que la gente se entusiasme.<br />
Cuando miramos a la gente que Satanás ha<br />
◄ ÍNDICE ►
145 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
utilizado, vemos que sólo trabajan por su propia<br />
gloria. Para ellos hay muchos requisitos que<br />
cumplir, desde asistir a reuniones de oración<br />
durante 70 días seguidos y 40 noches, hasta hacer<br />
una maratón para leer la Biblia en una semana.<br />
Sus vidas de fe son una continuación entre un<br />
lema y otro, e intentan hacer todo por su cuenta.<br />
Pero todo lo que debemos hacer es orar a Dios<br />
con nuestra fe en Su justicia y nuestros corazones<br />
confiando en Él. ¿Debemos ayunar durante 40<br />
días para complacer a Dios? ¡Por supuesto que<br />
no!<br />
Sin embargo, como no creen en la Verdad ni<br />
la siguen, y como no pueden confiar en la<br />
Palabra de Dios, buscan algo especial. Piensan<br />
que si ponen empeño, Dios les bendecirá de<br />
alguna manera. Intentan poner tanto empeño que<br />
nosotros, los que creemos en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, no podemos seguir este<br />
empeño de los que no han nacido de nuevo.<br />
Antes de conocer el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu y de creer en él, yo también puse mucho<br />
empeño. Solía reunir a los jóvenes para limpiar la<br />
iglesia por dentro y por fuera, les llevaba a<br />
predicar por las calles y de nuevo les hacía ir al<br />
ensaño del coro por la tarde. Esto era antes de<br />
nacer de nuevo. Los que no han nacido de nuevo<br />
ante Dios ponen tanto empeño que debemos ver<br />
su devoción falsa aquí.<br />
Sólo porque un cristiano sea devoto no<br />
significa que siga la voluntad de Dios. En otras<br />
palabras, cuando vivimos nuestras vidas de fe,<br />
debemos conocer primero lo que es el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu y qué tipo de vida<br />
complace a Dios. Confiar en la Palabra de Dios,<br />
buscar su consejo y acudir a Dios es cumplir la<br />
voluntad divina. Seguir la Verdad es seguir<br />
adelante confiando en la justicia de Dios; no es<br />
algo que se pueda conseguir mediante la<br />
devoción humana.<br />
◄ ÍNDICE ►
146 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Génesis 1, 2 dice: «El Espíritu de Dios se<br />
movía sobre la faz de las aguas». Esto significa<br />
que el Espíritu de Dios obra mediante la Palabra<br />
de Dios. Todo lo que debemos hacer es entender<br />
lo que la Palabra de Dios nos dice y seguirla.<br />
Dios obra en nuestras vidas cuando buscamos Su<br />
consejo, confiamos en Él y le seguimos, pero la<br />
devoción a la humanidad es como una maratón<br />
sin meta. No tiene fin, por mucho que se siga con<br />
esta devoción. Implica una constante exhortación<br />
para intentar hacer las cosas un poco mejor, pero<br />
el resultado es un constante sacrificio para ser un<br />
creyente devoto.<br />
El objetivo de la devoción de la humanidad es<br />
satisfacer los propios deseos. Si no se pedalea sin<br />
cesar, se cae de la bicicleta; así es la piedad de la<br />
humanidad, una carrera constante. Este empeño<br />
agota y tormenta a la gente. Pero aún así Satanás<br />
les incita a seguir con empeño y los acaba<br />
arrojando al infierno. Esto se debe a que mucha<br />
gente sigue las palabras de Satanás con mayor<br />
empeño que la Palabra de Dios.<br />
El empeño no les puede liberar, sino que hace<br />
que la gente se canse. Dios nos dijo: «Conoceréis<br />
la verdad y la verdad os hará libres». Pero<br />
Satanás dice a la gente: «Sólo necesitáis saber<br />
por encima la Palabra de Dios, lo que de verdad<br />
necesitáis es devoción». La lógica de Satanás es<br />
que si somos devotos ante Dios, Él se complace<br />
del mismo modo en que «la sinceridad mueve el<br />
Cielo». Por eso la gente piensa: «Aunque soy un<br />
pecador, si rezo a Dios con devoción, Dios no se<br />
fijará en mis pecados». Esto es una falacia.<br />
¿Qué podemos conseguir por orar a Dios con<br />
devoción? No debemos hacer hincapié en nuestra<br />
propia devoción. Esto es satánico. En vez de<br />
vivir según nuestro empeño, debemos conocer la<br />
voluntad de Dios y vivir según esta voluntad.<br />
Sin embargo, los siervos de Dios intentan<br />
hacer que nos empeñemos en hacer las obras de<br />
◄ ÍNDICE ►
147 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
la tierra. Después de empujarnos a la devoción,<br />
intentas hacernos ignorantes y nos arrojan al<br />
infierno como estúpidos. Por eso Dios dijo en 2<br />
Timoteo 3, 6-7: «Porque de éstos son los que se<br />
meten en las casas y llevan cautivas a las<br />
mujercillas cargadas de pecados, arrastradas<br />
por diversas concupiscencias. Estas siempre<br />
están aprendiendo, y nunca pueden llegar al<br />
conocimiento de la verdad».<br />
En otras palabras, Satanás intenta llevar a la<br />
gente a la ignorancia. Intenta confundirles. Dios<br />
dice que Satanás trae ignorancia a la gente para<br />
que sigan sin conocer la verdad y hace que<br />
aprendan constantemente aunque nunca tienen un<br />
conocimiento exacto de la Verdad. Satanás hace<br />
que caigan en la ignorancia y la terquedad, que<br />
impiden que alcancen la Verdad. La estrategia de<br />
Satanás consiste en hacer que la gente sea<br />
ignorante.<br />
Muchos cristianos son muy devotos cuando<br />
dan testimonio, cuando predican a otros para que<br />
crean en Jesucristo. Los siervos de Satanás son<br />
bastante diligentes a la hora de ganar adeptos,<br />
porque su empeño es bastante grande y porque<br />
atraen a los que parecen débiles. En otras<br />
palabras, Satanás afirma que la gente puede<br />
prosperar si cree en Jesucristo, puede ser sanada<br />
o tener éxito en sus negocios, y así les da<br />
esperanza y los convence según su estrategia.<br />
Esto es el resultado de la ignorancia. Por eso la<br />
Palabra de Dios dice que la devoción de los<br />
ignorantes nunca alcanza la Verdad. Dice que<br />
aunque los que se levantan contra la justicia de<br />
Dios están siempre aprendiendo, no pueden<br />
alcanzar la Verdad. Dicho de otra manera, los<br />
ignorantes que no han nacido de nuevo no<br />
pueden alcanzar la Verdad por mucho que<br />
aprendan de los siervos de Satanás. Enseñan a<br />
otros todos los días, pero sus seguidores siguen<br />
siendo pecadores incluso después de haberles<br />
◄ ÍNDICE ►
148 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
enseñado, del mismo modo en que eran<br />
pecadores antes de aprender.<br />
El Señor dijo en Juan 8, 32: «Conoceréis la<br />
verdad, y la verdad os hará libres». Así que Dios<br />
nos está pidiendo que conozcamos la Verdad.<br />
Así que, mientras el Señor nos dice que<br />
conozcamos la Verdad, Satanás nos dice que<br />
seamos devotos.<br />
¿Qué es la justicia de Dios? La Verdad. ¿Cuál<br />
es la Verdad? La Verdad es el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu que salva vidas. Por eso<br />
cuando alguien conoce el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, puede recibir la vida eterna. Por el<br />
contrario, Satanás impide que la gete alcance la<br />
vida eterna al hacer que caigan en la ignorancia.<br />
Intenta mantenerlos como pecadores hasta el<br />
final para que sean castigados para siempre. Por<br />
eso los siervos de Satanás siguen difundiendo las<br />
palabras de ignorancia, para impedir que la gente<br />
conozca la justicia de Dios.<br />
La fe satánica es así: «que tendrán apariencia<br />
de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a<br />
éstos evita» (2 Timoteo 3, 5). La eficacia de la<br />
piedad se refiere al Evangelio del agua y el<br />
Espíritu a través del cual somos justos al creer en<br />
la justicia de Dios. Así que Satanás hace que la<br />
gente no crea en la justicia de Dios, sino en su<br />
propia justicia, fingiendo creer en la justicia de<br />
Dios. Mientras que la gente de Satanás finja creer<br />
en la justicia de Dios, no puede recibir la<br />
verdadera eficacia de la piedad por fe. El Diablo<br />
intenta impedir que conozcamos la Verdad de<br />
que Dios ha borrado todos nuestros pecados.<br />
Intenta impedir que nos diéramos cuenta de que<br />
nos hemos convertido en gente sin pecado. Todo<br />
lo que Satanás hace es que la gente se revista de<br />
piedad exterior, como si creyera en Jesucristo.<br />
Esto es lo que hace Satanás, hacer que la gente<br />
finja creer en Jesucristo sin un objetivo claro e<br />
impedir que reciba la remisión de los pecados.<br />
◄ ÍNDICE ►
149 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
En otras palabras, Satanás hace que la gente<br />
sea devota y que sea imposible que alcancen la<br />
Verdad, y al hacerlo, lleva a muchos cristianos a<br />
la ignorancia y así mueren en su debilidad al<br />
final. Esta es la obra de Satanás, asegurarse de<br />
que la gente retenga todos sus pecados en sus<br />
corazones aunque crean en Jesucristo. Lo que es<br />
trágico es que las enseñanzas de Satanás tengan<br />
tanta aceptación en el cristianismo actual.<br />
Debemos separar la Verdad de la<br />
mentira según la Palabra de Dios<br />
Lo que Dios hizo el segundo día de la creación<br />
fue dividir el firmamento según Su Palabra. Dios<br />
ordenó que las aguas que estaban sobre el<br />
firmamento se separaran de las aguas que estaban<br />
bajo el firmamento. Todo lo que Dios dice se<br />
cumple. Entonces pensemos en qué significa<br />
dividir según la Palabra de Dios.<br />
Dios separa Su Palabra de las palabras de<br />
Satanás. ¿Según qué criterio divide Dios la<br />
Verdad de la mentira? Como Dios dijo en<br />
Génesis 1, 2: «El Espíritu de Dios se movía<br />
sobre la faz de las aguas», Él siempre está<br />
obrando con Su Palabra. Por tanto, Él puede<br />
separar a los nacidos de nuevo de los que no han<br />
nacido de nuevo con Su Palabra.<br />
Cuando reflexionamos sobre algunas<br />
enseñanzas de la Palabra de Dios y cuando<br />
vemos que algo no es correcto según esta<br />
Palabra, podemos concluir que es la palabra de<br />
Satanás. En otras palabras, como escuchamos la<br />
Palabra de Dios de justicia, creemos en ella y la<br />
guardamos en nuestros corazones, cuando<br />
reflexionamos lo que la gente nos dice según la<br />
Palabra de Dios, si no es correcto, podemos decir<br />
que es la palabra de Satanás. Por otro lado si es<br />
correcto según la Palabra de Dios, entonces es la<br />
◄ ÍNDICE ►
150 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Palabra de Verdad que manifiesta la justicia de<br />
Dios.<br />
Dicho de otra manera, cualquier enseñanza<br />
con la que nos encontremos, debemos separarla<br />
en la Palabra de encima del firmamento y la<br />
palabra que está debajo del mismo. Las<br />
enseñanzas que salen de los labios de los<br />
predicadores son la Palabra de Dios o la palabra<br />
de Satanás. Si estas enseñanzas no concuerdan<br />
con la Palabra de Dios de justicia, debemos<br />
ignorarlas, por muy sistemáticas y astutas que<br />
parezcan, y por muy famoso y autoritario que sea<br />
el predicador que las enseña. Las palabras que no<br />
contienen la justicia de Dios deben definirse<br />
como palabras de Satanás, no como la Palabra de<br />
Dios, y debemos alejarnos de ellas, aunque sean<br />
predicadas como la Palabra de Dios por una<br />
denominación respetable.<br />
Cuando separamos una enseñanza en la<br />
Palabra de encima del firmamento y en la palabra<br />
de debajo del mismo, debemos utilizar la Palabra<br />
de Dios de justicia como norma. Cuando la gente<br />
de este mundo escucha a alguien hablar, no lo<br />
escuchan según la Palabra de Dios, sino que<br />
juzgan sus antecedentes, su poder, su fama, su<br />
dinero o su educación. Sin embargo, si nos<br />
basamos en estas cosas, no sería posible separar<br />
la Palabra de encima del firmamento de la de<br />
debajo, es decir, la Palabra de Dios de las<br />
palabras de Satanás. Cuando escuchamos a<br />
alguien, si abrimos la Biblia, que es la Palabra de<br />
Dios, y si escuchamos basándonos en esta<br />
Palabra, podemos distinguir las palabras de<br />
Satanás de la Palabra de Dios.<br />
Por eso debemos dejar de lado las normas del<br />
mundo y basarnos en la Palabra de Dios, es decir<br />
la Biblia, para separar la Palabra de encima del<br />
firmamento de la de debajo. Ustedes también<br />
deben librarse de la confusión a través de la<br />
Palabra de Verdad.<br />
◄ ÍNDICE ►
151 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Doctrinas falsas inventadas por<br />
Satanás<br />
Algunas personas afirman que para ser<br />
completamente salvado hay que alcanzar la<br />
santidad incluso después de creer en Jesucristo.<br />
En el cristianismo, esta afirmación se conoce<br />
como la doctrina de la santificación incremental.<br />
De hecho, junto con la doctrina de la<br />
justificación, esta enseñanza es una de las<br />
enseñanzas ortodoxas aceptadas oficialmente por<br />
la mayoría del cristianismo. Sin embargo, esta<br />
enseñanza no sale de la Palabra de la Verdad.<br />
Los argumentos que aportan los que apoyan<br />
esta doctrina es el siguiente. Antes de todo,<br />
invocan la Palabra: «Y sabemos que a los que<br />
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,<br />
esto es, a los que conforme a su propósito son<br />
llamados. Porque a los que antes conoció,<br />
también los predestinó para que fuesen hechos<br />
conformes a la imagen de su Hijo, para que él<br />
sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a<br />
los que predestinó, a éstos también llamó; y a los<br />
que llamó, a éstos también justificó; y a los que<br />
justificó, a éstos también glorificó» (Romanos 8,<br />
28-30). Se basan en este pasaje para hablar de la<br />
doctrina de la santificación como “los siete pasos<br />
hacia la madurez espiritual”. Se refieren al verso<br />
29 de pasaje anterior: «Porque a los que antes<br />
conoció, también los predestinó para que fuesen<br />
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para<br />
que él sea el primogénito entre muchos<br />
hermanos» para argumentar que al hacerse<br />
mayores los cristianos son santificados en la<br />
carne al tiempo en que se hacen cada vez más<br />
semejantes a Jesucristo.<br />
Sin embargo, esto no es lo que quiere decir<br />
este pasaje. Cuando la Biblia dice que nos hizo<br />
para ser conformes a la imagen de Su Hijo, no<br />
quería decir que debemos conformarnos a la<br />
◄ ÍNDICE ►
152 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
apariencia exterior del Señor. Dios nos<br />
predestinó y nos llamó para darnos la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y hacernos creer<br />
en él, y así conformarnos a la imagen del Hijo de<br />
Dios por fe de una vez por todas.<br />
Ahora mismo, el Espíritu de Dios vive en los<br />
corazones de los que han recibido la remisión de<br />
los pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. El Espíritu Santo vive en los corazones<br />
de los justos. Por tanto, los que tienen el Espíritu<br />
Santo en el corazón se conforman a la imagen del<br />
Hijo de Dios. Él nos predestinó y nos llamó a<br />
Jesucristo para que recibamos la remisión de<br />
nuestros pecados de una vez por todas.<br />
Por eso los que han recibido la remisión de los<br />
pecados al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, y los que tienen al Espíritu Santo<br />
dentro, son los hijos de Dios y los que no tienen<br />
al Espíritu Santo no son hijos de Dios. Pero a<br />
pesar de ello, mucha gente ha malinterpretado el<br />
pasaje de Romanos 9, 28-30, y<br />
consecuentemente, han llegado a creer que hay<br />
que ser santificado después de creer en Jesucristo<br />
para ser completamente salvado. La doctrina de<br />
la santificación lleva a la gente a centrarse en sus<br />
atributos carnales, afirmando que debemos ser<br />
humildes y mansos como Jesucristo. Así que<br />
citando el pasaje de Romanos, los que no han<br />
nacido de nuevo acuden a los siete pasos de la<br />
santificación.<br />
Romanos 8, 30: «Y a los que predestinó, a<br />
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos<br />
también justificó; y a los que justificó, a éstos<br />
también glorificó». Muchas personas aceptan la<br />
doctrina de la predestinación basándose en este<br />
pasaje. Sin embargo, el verdadero significado de<br />
este pasaje es completamente diferente de la<br />
doctrina de la predestinación, que no es más que<br />
una doctrina humana. El que Dios llamase a los<br />
que Él ha predestinado significa que Dios eligió<br />
◄ ÍNDICE ►
153 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
a todo el mundo en Jesucristo. Cuando Adán<br />
pecó, Dios le vistió con la piel de un animal<br />
expiatorio; asimismo, Dios decidió perdonar<br />
todos nuestros pecados a través de Jesucristo, el<br />
descendiente de una mujer y nuestro sacrificio<br />
expiatorio. Por tanto, la frase «a los que<br />
predestinó» se refiere a Jesucristo y a los<br />
pecadores, los descendientes de Adán, es decir a<br />
todos los que recibirían a remisión de los<br />
pecados al creer en Jesucristo.<br />
Por eso la Biblia dice: «Y a los que predestinó,<br />
a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos<br />
también justificó; y a los que justificó, a éstos<br />
también glorificó». Esto significa que nuestro<br />
Dios predestinó a todos los pecadores del mundo<br />
en Jesucristo. Y Dios llama a los que han<br />
recibido la remisión de los pecados como justos,<br />
y les hace Sus propios hijos. Revistiéndoles en la<br />
gloria de Jesucristo. Todo esto está contenido en<br />
el plan de Dios para hacer que los pecadores sean<br />
Sus hijos. Esta es la Ley de Dios.<br />
Cuando la Biblia dice: «Y a los que<br />
predestinó, a éstos también llamó; y a los que<br />
llamó, a éstos también justificó», significa que<br />
Dios nos ha llamado a los humanos y que ha<br />
borrado nuestros pecados a través de Jesucristo.<br />
Él nos ha hecho completamente justos. Y a los<br />
que llamó, también los santificó. ¿Lo entienden<br />
ahora? Todo esto ocurrió simultáneamente y de<br />
una vez por todas.<br />
Desde el punto de vista de Dios, esto requiere<br />
un plan muy elaborado y una implementación a<br />
largo plazo, pero si pensamos en lo que<br />
Jesucristo hizo por nosotros, hemos recibido<br />
todas estas bendiciones de inmediato: Dios nos<br />
llamó a los pecadores. Y al llamarnos, Jesucristo<br />
borró nuestros pecados. Una vez recibimos la<br />
remisión de nuestros pecados, fuimos justos, y al<br />
ser justos, nos convertimos en hijos de Dios. Así<br />
es como fuimos glorificados. El haber sido<br />
◄ ÍNDICE ►
154 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
glorificados significa que al darnos Dios el<br />
Espíritu Santo, Su imagen, en nuestros<br />
corazones, los pecadores nos hemos convertido<br />
en hijos de Dios. Convertirse en hijos de Dios es<br />
la gloria de estar con Dios a través de Jesucristo.<br />
Todo esto ocurrió en un instante. Como todo<br />
paso de una vez, decir que nuestra salvación se<br />
consigue a través de los siete pasos de la<br />
santificación es pronunciar las palabras de<br />
Satanás. Los que aceptan esta doctrina insiste<br />
que si se cree en Jesucristo y se camina<br />
diligentemente por el camino de la santificación<br />
en este mundo, uno puede transformarse y<br />
hacerse santo como Dios cuando se muere. Esta<br />
concepción es fruto de los pensamientos<br />
humanos y de las palabras de Satanás. Estas<br />
palabras no traen más que confusión y hace que<br />
la gente sea ignorante.<br />
Dios nos llamó mediante un plan en Jesucristo<br />
y a los que han contestado a esta llamada de<br />
Dios, Él los ha hecho justos de una vez por todas<br />
y los ha santificado a través del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Dios nos ha glorificado para<br />
que nos convirtamos en Sus hijos al creer en Su<br />
justicia. Esta es la obra de salvación santificación<br />
que Dios cumplió de una vez por todas. Por<br />
tanto, los seres humanos no se hacen santos por<br />
su propia cuenta.<br />
Mis queridos hermanos, después de recibir la<br />
remisión de los pecados, ¿somos más santos si lo<br />
intentamos? No, no somos más santos. Aunque<br />
nuestros corazones sean santos por la justicia de<br />
Dios, nuestra carne sigue siendo insuficiente<br />
hasta el día en que morimos. Por eso el Apóstol<br />
Pedro dijo que el que hayamos obtenido la<br />
afirmación de nuestra salvación al creer en el<br />
bautismo de Jesucristo, no significa que la<br />
suciedad de nuestra carne haya desaparecido,<br />
sino que nos hemos vestido de la justicia de Dios<br />
por fe y seguimos Su voluntad de ahora en<br />
◄ ÍNDICE ►
155 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
adelante (1 Pedro 3, 21).<br />
Por tanto sólo mediante nuestra fe en la<br />
justicia de Dios podemos entrar en el Reino de<br />
los Cielos. Al confiar en Dios y seguirle, gracias<br />
al Espíritu Santo que vive en nuestros corazones,<br />
podemos vivir. Al seguir la Palabra de la Verdad<br />
de Dios y tener al Espíritu Santo en nuestros<br />
corazones, podemos ser transformados. Y<br />
podemos seguir la Verdad al creer en la<br />
salvación que Dios ha completado. No podemos<br />
cambiar por nuestros propios esfuerzos.<br />
Gracias a que Jesucristo, que es Dios, nos ha<br />
santificado y glorificado, esto nos ha ocurrido, al<br />
poner nuestra fe en ello. Por eso, los que no son<br />
hijos de Dios, los que no han nacido de nuevo,<br />
han sido separados de los que han nacido de<br />
nuevo y por tanto ahora vivimos una vida<br />
diferente a la suya. Los que todavía no han<br />
nacido de nuevo hablan de los siete pasos de la<br />
santificación y afirman que algún día serán como<br />
Jesucristo. Así que aguantan cualquier situación<br />
difícil. Pueden soportar cualquier cosa, pero la<br />
cuestión es que uno no puede ser santo al creer<br />
en Jesucristo y entonces refinarse durante mucho<br />
tiempo. Como hay un límite en la paciencia de<br />
los seres humanos, en vez de ser santificados, su<br />
paciencia se agota y se hacen más tercos y<br />
egoístas al final. La noción de que uno se<br />
santifica en la carne es un pensamiento erróneo<br />
de los seres humanos.<br />
Por tanto, cuando reflexionamos sobre la<br />
doctrina de la santificación incremental<br />
basándonos en la Palabra de la Verdad, nos<br />
damos cuenta de que es una enseñanza de<br />
Satanás. Cuanto más tiempo se crea en Jesucristo<br />
sin nacer de nuevo, mayor será la hipocresía y la<br />
tozudez. Estas personas parecen rectas por fuera,<br />
pero sus corazones están muy sucios. Aunque su<br />
conciencia, que no ha nacido de nuevo, siempre<br />
desvela sus pecados, intentan ocultarlos. ¿No es<br />
◄ ÍNDICE ►
156 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
esto malvado? Son como una tumba, lavada con<br />
hipocresía para que parezca buena por fuera,<br />
pero dentro, las tinieblas están sobre la faz del<br />
abismo, se ahogan en el pecado y se pudren. Así<br />
que sus acciones, que guían a otros por el mal<br />
camino y los engañan, son muy sucias y<br />
malvadas. Por eso Jesucristo los rechazó y les<br />
llamó tumbas lavadas con cal.<br />
Todo lo que Satanás dice es mentira y<br />
cuanto más sigamos sus palabras,<br />
antes nos daremos cuenta de que<br />
hemos sido engañados<br />
Los que dicen creer en Jesucristo como su<br />
Salvador con esta fe errónea sólo tienen<br />
apariencia de santidad: no tienen el poder de la fe<br />
y la Biblia los rechaza porque «tendrán<br />
apariencia de piedad, pero negarán la eficacia<br />
de ella; a éstos evita» (2 Timoteo 3, 5). Los<br />
pecadores no pueden ser completamente santos.<br />
Sólo aparentar vivir con fe. Se arrodillan cuando<br />
adoran y juntan sus manos cuando oran. Son<br />
buenos haciendo estas cosas. Invocan la santidad<br />
con sus labios una y otra vez, pero sus corazones<br />
están llenos de envidia y avaricia, y se dejan<br />
llevar por todo tipo de deseos. Al ver esto, el<br />
Señor dice: «Tendrán apariencia de piedad, pero<br />
negarán la eficacia de ella».<br />
Los corazones de los que no han nacido de<br />
nuevo no siguen a Dios, sino al mundo. Intentan<br />
ser aprobados por el mundo e incrementar sus<br />
posesiones, y consecuentemente, sus últimos días<br />
son más sucios que cuando empezaron a creer en<br />
Jesucristo. Nuestro Señor deja claro que todos<br />
los que dicen creer en Dios y no han nacido de<br />
nuevo del todo, tendrán un final más sucio que el<br />
principio. Y el Señor dice que al final serán<br />
◄ ÍNDICE ►
157 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
pésimos. Así que las palabras de Satanás se<br />
diferencian cuando reflexionamos sobre la<br />
Palabra.<br />
Los que tienen pecados en sus corazones<br />
aunque crean en Jesucristo han creído en las<br />
palabras de Satanás. Cuando un cristiano no<br />
puede seguir la Palabra de Dios con sinceridad,<br />
aunque profese creer en Jesucristo, esto se debe a<br />
que ha creído en las palabras de Satanás todo este<br />
tiempo. Si creemos en la Palabra de Jesucristo, es<br />
imposible no seguirle. Seguimos al Señor porque<br />
sabemos que Su Palabra es infalible. Por<br />
supuesto, es bastante difícil para nosotros, pero<br />
no tenemos otra opción que seguirle, y cuando<br />
seguimos la Palabra del Señor, nuestros<br />
corazones se llenan de fuerza y de gozo.<br />
Por el contrario, cuando seguimos las palabras<br />
de Satanás, cuanto más las seguimos, más<br />
confusos estamos y más sucia se vuelve nuestra<br />
conciencia. Esta gente dice que sigue al Señor<br />
con sus palabras, pero establece sus propias<br />
doctrinas con más empeño, que no son más que<br />
palabras de Satanás, y cuando estas doctrinas se<br />
hacen más duras, los corazones de sus seguidores<br />
se ensucian más. Aún así, fingen vivir una vida<br />
llena de obras virtuosas. Y se engañan a sí<br />
mismos, pensando que mientras sus acciones<br />
sean virtuosas, no estarán sucios, aunque haya<br />
todo tipo de suciedad en sus corazones.<br />
La justicia de Dios se revela a través<br />
de los que creen en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu<br />
Por el contrario, cuando los corazones de los<br />
cristianos que han nacido de nuevo están<br />
engañados, el Espíritu Santo los devuelve a su<br />
sitio. A veces los corazones de los nacidos de<br />
◄ ÍNDICE ►
158 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
nuevo van por el mal camino y si no vuelven al<br />
camino correcto, el Espíritu Santo se incomoda.<br />
Así que nuestros corazones no están tranquilos,<br />
sino que reaccionan de manera adversa.<br />
Entonces, en poco tiempo, nuestros corazones<br />
vuelven a estar intranquilos. Esto se debe a que<br />
nuestros corazones se atormentan cuando no<br />
podemos hacer cosas malvadas con tanta<br />
facilidad. Cuando los nacidos de nuevo<br />
emprenden un camino, pueden seguir en él si sus<br />
corazones están en paz. En otras palabras, como<br />
el Espíritu Santo señala los pecados de nuestros<br />
corazones, no podemos seguir en el camino<br />
equivocado, porque nuestros corazones se<br />
sienten incómodos e infelices. Esto es lo que les<br />
ocurre a los nacidos de nuevo.<br />
Por el contrario, los que no han recibido la<br />
remisión de los pecados y cuyos corazones no<br />
tienen el Espíritu Santo, siguen las palabras de<br />
Satanás. Esto se debe a que confían en las<br />
palabras de Satanás de todo corazón y por ello se<br />
mueven según la codicia de sus corazones y la<br />
Palabra de Dios no puede controlarlos. Como los<br />
cristianos que no han nacido de nuevo están<br />
bebiendo del agua que está debajo del<br />
firmamento, que son las palabras de Satanás, en<br />
realidad no son diferentes a la gente del mundo<br />
que no cree en Jesucristo. Es casi imposible<br />
distinguir a los cristianos de los que no son<br />
cristianos hoy en día.<br />
Los que creen en las palabras de Satanás viven<br />
según los deseos del mundo. Los que siguen las<br />
palabras de Satanás no son diferentes a la gente<br />
del mundo. Por el contrario, son más sucios que<br />
la gente del mundo. Como los que creen en<br />
Jesucristo sin nacer de nuevo creen en las<br />
palabras de Satanás, no dan frutos espirituales.<br />
Siguen siendo pecadores y no hay nadie que haya<br />
recibido la remisión de los pecados a través de<br />
ellos. La gente a la que predicaron el Evangelio<br />
◄ ÍNDICE ►
159 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
sigue siendo pecadora porque los que creen en<br />
las palabras de la humanidad y siguen las<br />
palabras de Satanás aunque digan creer en<br />
Jesucristo, no dan fruto que complazca a Dios. A<br />
través de la Palabra, estas personas deben darse<br />
cuenta sin falta de que han estado siguiendo las<br />
palabras de Satanás todo el tiempo.<br />
Si de verdad creen que la Biblia es la Palabra<br />
de Dios, entonces deben examinar su ge a la luz<br />
de la Palabra de Dios. ¿Están siguiendo la<br />
Palabra de Dios? Quien no siga a la Biblia está<br />
siguiendo a Satanás. Su maestro ha sido<br />
engañado por Satanás y él mismo también. No se<br />
puede ocultar esta verdad a los ojos de la Palabra<br />
de Dios.<br />
Si nos damos cuenta de que hemos seguido las<br />
palabras de Satanás, podemos librarnos de sus<br />
redes. Si nos damos cuenta de que no hemos<br />
seguido la Verdad, debemos dejar a esa<br />
organización falsa que difunde las enseñanzas de<br />
Satanás. Así, cuando dejamos de ir a esa iglesia<br />
falsa, podemos volver a la justicia de Dios de<br />
inmediato.<br />
Debemos conocer la Palabra de Dios sin falta<br />
y seguirla con un amplio conocimiento. Los que<br />
todavía no saben que están escuchando las<br />
palabras de Satanás y siguen yendo a una iglesia<br />
que no ha nacido de nuevo, sólo pueden esperar<br />
la destrucción. Dios ha dividido las aguas que<br />
hay encima del firmamento de las que hay<br />
debajo. Así los que siguen las palabras de<br />
Satanás y beben del agua de debajo del<br />
firmamento, serán separados por Dios. Por tanto,<br />
cuando no vuelven a Dios y siguen bebiendo del<br />
agua de debajo del firmamento hasta el final, son<br />
destruidos y no es culpa de Dios.<br />
Por eso, si un cristiano no da fruto del Espíritu<br />
Santo a pesar de haber creído en Dios durante<br />
mucho tiempo, debe darse cuenta de que ha<br />
creído en las Palabras de Satanás y debe buscar<br />
◄ ÍNDICE ►
160 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
la Palabra de Dios. Él le encontrará si le busca.<br />
Sin embargo, la iglesia de Satanás que no ha<br />
nacido de nuevo sigue dándole un alto cargo en<br />
la iglesia, y le ata para que no se vaya a otra<br />
iglesia. En algunas iglesias, los pastores hacen<br />
diáconos o mayores a personas que no sólo no<br />
han nacido de nuevo, sino que tampoco han ido a<br />
la iglesia muy a menudo. Así que regalan estos<br />
cargos en su congregación para satisfacer sus<br />
corazones con honor, ya que no ha ningún<br />
cambio, felicidad o satisfacción en ella a pesar de<br />
su trabajo como pastores. Cuando los pastores<br />
que no pueden guiar a su congregación<br />
espiritualmente ven que esta está insatisfecha,<br />
dan a sus seguidores honor, porque no les pueden<br />
satisfacer espiritualmente. Así que si alguien<br />
quiere darles un cargo en la iglesia aunque su fe<br />
no se haya establecido completamente, deben<br />
darse cuenta de que es un pastor falso.<br />
Cuando la Iglesia que ha nacido de nuevo<br />
establece sus cargos, lo hace basándose en si la<br />
fe de los santos en la justicia de Dios y el don del<br />
servicio están en esas personas a las que se les<br />
quiere dar el cargo. La Iglesia nacida de nuevo<br />
no concede ningún cargo a una persona porque<br />
haya estado en la iglesia durante mucho tiempo o<br />
para satisfacerle, sino que lo hace si la persona<br />
cree en la justicia de Dios, porque sólo entonces<br />
puede servirle.<br />
Sin embargo, los que no han nacido de nuevo<br />
están dominados por las palabras de Satanás y<br />
por tanto intentan satisfacer a la gente con cargos<br />
en la iglesia. Así que si un pastor quiere<br />
asignarles un cargo en su iglesia o concederles<br />
honor, aunque haya pecados en sus corazones y<br />
por tanto no pueda hacer nada, deben darse<br />
cuenta de que Satanás les está engañando. Deben<br />
darse cuenta de que este pastor no es un siervo de<br />
Dios y deben alejarse de esta gente. Sólo<br />
entonces podrán salvarse. Esto es lo que significa<br />
◄ ÍNDICE ►
161 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
separar las aguas de encima del firmamento de<br />
las que hay debajo. Deben distinguirlo con<br />
claridad.<br />
¿Qué hizo Dios el segundo día de la<br />
creación?<br />
El segundo día, Dios dividió las aguas que hay<br />
encima del firmamento de las que hay debajo.<br />
Nosotros también debemos distinguir las<br />
palabras de Satanás de la Palabra de Dios.<br />
¿Cómo las separamos? Separamos las aguas de<br />
encima del firmamento de las de debajo según la<br />
Palabra de Dios.<br />
Debemos preguntarnos si estamos bebiendo de<br />
las aguas de encima del firmamento y si nuestras<br />
vidas están controladas por el Diablo. Si todavía<br />
no son justos aunque crean sinceramente en<br />
Jesucristo, esto significa que están bebiendo de<br />
las aguas de debajo del firmamento, es decir, del<br />
agua de la tierra. Deben saber que los que se han<br />
convertido en justos sin pecado al creer en Jesús<br />
y viven según la Palabra, son los que beben de<br />
las aguas de encima del firmamento. Entonces<br />
debemos separar claramente.<br />
Si una persona sigue siendo pecadora después<br />
de creer en Jesucristo durante medio siglo, esto<br />
sólo puede significar que ha creído en las<br />
palabras del Diablo. Pero los que conocen el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu correctamente y<br />
han recibido la completa remisión de sus pecados<br />
al aceptar la luz de la Palabra, son el pueblo<br />
dirigido por Dios. Estas personas son hijos de<br />
Dios y van de camino al Reino de los Cielos. Los<br />
cristianos deben distinguir claramente si son<br />
pecadores o justos, si están destinados al infierno<br />
o al Cielo, y si son hijos de Dios o del Diablo.<br />
Cuando nos examinamos basándonos en la<br />
Palabra, si somos justos sin pecado, entraremos<br />
◄ ÍNDICE ►
162 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
en el Cielo como hijos de Dios, pero si tenemos<br />
pecados, seremos arrojados al infierno como<br />
siervos de Satanás. Así, Dios nos separa. Él lo ha<br />
hecho claramente. Dios no fracasó. Pero aunque<br />
Dios nos haya distinguido y nos lo haya hecho<br />
saber, algunos de nosotros todavía están<br />
engañando a su propia conciencia.<br />
Cuando miramos nuestra propia conciencia,<br />
somos claramente pecadores o justos. Si hemos<br />
escuchado el Evangelio y hemos nacido de nuevo<br />
o no, si somos santos o meros practicantes de una<br />
religión, si tenemos pecados en nuestros<br />
corazones o no; todos somos claramente<br />
pecadores o justos. Debemos determinar si<br />
estamos engañando a nuestros propios corazones<br />
y debemos distinguir si pertenecemos a la Iglesia<br />
de Dios o al Diablo y al mundo. Quien escucha la<br />
Palabra de Dios puede saber quién es claramente,<br />
y así los que se engañan a sí mismos con las<br />
palabras de Satanás, viven en las aguas de debajo<br />
del firmamento y beben de esta agua, merecen<br />
que Dios los destruya.<br />
Un pecador debe confesarse como un<br />
gran pecador ante la Verdad<br />
Debemos darnos cuenta de que Dios ha<br />
separado la luz de las tinieblas y las aguas de<br />
encima del firmamento de las de debajo. ¿Se dan<br />
cuenta de que aunque Dios las haya dividido, la<br />
gente sigue muriendo porque engañan a sus<br />
propias conciencias? La gente no puede culpar a<br />
Dios porque les arroje al infierno, sino que esto<br />
ocurre porque sus conciencias no reconocen<br />
honestamente sus pecados y no buscan a Dios ni<br />
la Verdad, y entonces Dios no puede permitirles<br />
que encuentren la Verdad.<br />
La luz está en el mundo ahora. Tenemos la<br />
Palabra de la Verdad. Quien aprenda esta Palabra<br />
◄ ÍNDICE ►
163 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
correctamente, la vea, la escuche y esté<br />
convencido de su verdad, puede nacer de nuevo.<br />
Incluso el agua e está debajo del firmamento<br />
puede ser transformada en agua de encima del<br />
firmamento. Del mismo modo en que el agua del<br />
mar sube hacia el cielo en forma de vapor y<br />
vuelve a bajar como agua, las aguas de debajo<br />
pueden subir y convertirse en aguas de encima<br />
del firmamento. Aunque esto es posible, la gente<br />
sigue engañándose y por eso están condenados al<br />
infierno y a sufrir sin necesidad. Para encontrar<br />
la luz hay que volverse hacia Dios. Esto es la<br />
confesión.<br />
El Señor encontrará a los que vayan ante Dios<br />
diciendo: «Dios, soy un pecador que bebe de las<br />
aguas de debajo del firmamento, por favor,<br />
sálvame». Los que todavía tienen pecados en sus<br />
corazones deben presentarse ante los siervos de<br />
Dios, ante Su Iglesia nacida de nuevo, escuchar<br />
la Palabra y recibir la remisión de los pecados.<br />
Dios ha separado la Verdad de la mentira en<br />
los corazones de la gente. Los pecadores que<br />
beben de las aguas de debajo del firmamento no<br />
deben olvidar esto, sino que deben reunirse con<br />
los que han nacido de nuevo sin falta y deben<br />
transformarse. Aunque Dios ha hecho esta<br />
separación, si seguimos engañando a nuestra<br />
propia conciencia con las enseñanzas de Satanás<br />
que dicen: «Si creéis en Jesucristo, Dios os<br />
considerará justos aunque tengáis pecados» y<br />
entonces seremos arrojados al infierno. Debemos<br />
darnos cuenta de que esto es culpa nuestra por<br />
completo.<br />
Debemos entender lo que significa cuando la<br />
Biblia dice que el segundo día Dios separó las<br />
aguas de encima del firmamento de las aguas de<br />
debajo del firmamento. Dios ha separado las<br />
enseñanzas en dos partes: Su Palabra y las<br />
palabras de Satanás; y ahora dependiendo de las<br />
palabras en las que creamos, nuestras<br />
◄ ÍNDICE ►
164 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
bendiciones o maldiciones se determinan. Lo que<br />
uno bebe determina su felicidad o su desdicha.<br />
Escojan<br />
Dios ha separado las aguas de encima del<br />
firmamento de las que están debajo. Nosotros<br />
podemos beber de estas dos aguas. Tenemos<br />
derecho a escoger de qué agua beber. Todo<br />
depende de lo que escojamos. Los que prefieren<br />
el agua debajo del firmamento beberán de esta<br />
agua, y por tanto, morirán y serán destruidos. Los<br />
que quieren beber del agua de encima del<br />
firmamento, beberán de esta agua y nacerán de<br />
nuevo y así obtendrán la vida eterna. Todo<br />
ocurrirá según lo que escojamos.<br />
El que vayamos al Cielo o al infierno depende<br />
de nuestra elección. Jesucristo nos ha preparado<br />
el Cielo y también ha hecho el infierno.<br />
Jesucristo ha hecho todo para que seamos justos.<br />
Todo lo que hay que hacer es elegir: si queremos<br />
seguir siendo pecadores, creeremos en las<br />
palabras de Satanás y seguiremos siendo<br />
pecadores, pero si queremos ser justos,<br />
creeremos en la Palabra de Dios y seremos<br />
justos. En otras palabras, el Cielo y el infierno<br />
dependen de nuestro juicio y elección. Nuestra<br />
elección determina si iremos al cielo o al<br />
infierno.<br />
Dios nos ha preparado todo. La única cuestión<br />
que queda es la elección que haremos. Si<br />
queremos ir al Cielo, tenemos que escoger la<br />
Palabra de Dios, beber de las aguas de encima<br />
del firmamento y seguir a los siervo de<br />
Jesucristo. Si, por el contrario, queremos ir al<br />
infierno, debemos escoger las palabras de<br />
Satanás, beber de las aguas de debajo del<br />
firmamento y seguir a los siervos de Satanás,<br />
confiando en sus palabras. Todo se cumplirá<br />
◄ ÍNDICE ►
165 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
según nosotros creamos.<br />
Dios les dirá a los pecadores, sentado en Su<br />
trono del juicio en el último día: «Os dije desde<br />
el principio que separé las aguas que estaban<br />
encima del firmamento de las aguas que están<br />
debajo del firmamento. Pero al seguir las<br />
palabras de Satanás, escogisteis creer en mentiras<br />
e ir al infierno, y por tanto recibiréis lo que os<br />
habéis buscado. Es justo que según vuestra fe<br />
vayáis donde está Satanás». Entonces los que<br />
están destinados al infierno no tendrán nada que<br />
decir. Tendrán lengua, pero no podrán decir<br />
nada.<br />
Dios nos ha dado de manera gratuita el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, que es la<br />
Palabra que nos permite nacer de nuevo, la<br />
Verdad, la salvación, la vida eterna, y todos las<br />
demás bendiciones celestiales. Tras darnos estas<br />
cosas, Dios nos dio la opción de escoger Sus<br />
bendiciones o Sus maldiciones. Del mismo modo<br />
en que Dios separó el día de la noche en este<br />
planeta, también separó las aguas de encima del<br />
firmamento de las de debajo del firmamento. Al<br />
hacer esta separación para los seres humanos que<br />
entrarán en el dominio de la vida eterna después<br />
de vivir en la tierra, Dios ha hecho que<br />
escogiéramos nuestro propio destino.<br />
Dios no separó el día de la noche sin motivo.<br />
Lo hizo porque quería demostrarnos el<br />
resplandeciente dominio de la luz y el dominio<br />
de las tinieblas. En otras palabras, Dios ha<br />
separado el dominio de los justos del dominio de<br />
los pecadores. Ha hecho esta separación para que<br />
los que quieran ir al infierno tengan que creer en<br />
las tinieblas simplemente, y los que quieran ir al<br />
Cielo tengan que creer en la luz. Los que Dios ha<br />
separado, ningún ser humano lo puede cambiar.<br />
Por mucho poder que tenga la humanidad, no<br />
puede transformar el día en noche, ni la noche en<br />
día. Nadie puede cambiar lo que Dios ha hecho.<br />
◄ ÍNDICE ►
166 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
Quien tiene una conciencia limpia cree que en<br />
lo que Dios ha separado. Sólo al mirar a la luz y<br />
aceptarla, al aceptar las aguas de encima del<br />
firmamento, la Palabra de Dios que desciende<br />
sobre nosotros, hemos recibido la vida eterna.<br />
El agua de la tierra, es decir, las enseñanzas de<br />
Satanás, nos obligan a esforzarnos para hacer<br />
buenas obras humanas. Esta agua que está debajo<br />
del firmamento nos enseña a convertirnos en<br />
justos y a ser salvados mediante nuestros<br />
esfuerzos carnales. Estas son las palabras de<br />
Satanás. Si alguien les enseña que ser justos y<br />
estar salvados se consigue mediante esfuerzos<br />
carnales, viviendo una vida santa y siendo<br />
santificado, recuerden que estas son las palabras<br />
de Satanás. La Palabra de Dios dice que nos<br />
convertimos en justos al creer de corazón en lo<br />
que Dios ha cumplido, y al aceptar Su Palabra en<br />
nuestros corazones. Convertirse en justo no tiene<br />
nada que ver con los esfuerzos carnales de cada<br />
uno, sino que se consigue al creer en la Palabra<br />
de Dios que desciende sobre nosotros. Al creer<br />
en la Palabra de encima del firmamento, en la<br />
Palabra de Dios de Verdad, en Su perfecta<br />
Palabra que no necesita ser complementada por<br />
obras humanas, recibimos la remisión de<br />
nuestros pecados, nos hacemos justos y<br />
conseguimos la vida eterna.<br />
Mis queridos hermanos, la Palabra de Dios<br />
viene desde arriba, da fruto en la tierra y vuelve a<br />
ascender. Si creen en la Palabra de Dios, tendrán<br />
la felicidad, pero si beben de las aguas de debajo<br />
del firmamento, serán malditos. Dios no quiere<br />
que sufran o sean malditos. Por eso nos ha dado<br />
Su Palabra y ha dividido las aguas de encima del<br />
firmamento de las de debajo. Quien haya<br />
probado las aguas de encima del firmamento no<br />
puede beber de las de abajo nunca más.<br />
Los que sólo han bebido de las aguas de<br />
debajo del firmamento hasta este día, deben<br />
◄ ÍNDICE ►
167 Las aguas que estaban sobre el firmamento y las que estaban bajo el firmamento<br />
volver a la Palabra de Dios. Los que sólo han<br />
probado las aguas de debajo del firmamento<br />
deben buscar las aguas de encima del firmamento<br />
y volver a la Palabra de la justicia de Dios, la<br />
verdadera fe. <br />
◄ ÍNDICE ►
El segundo día Dios separó<br />
las aguas<br />
< Génesis 1, 6-8 ><br />
«Luego dijo Dios: Haya expansión en medio<br />
de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E<br />
hizo Dios la expansión, y separó las aguas que<br />
estaban debajo de la expansión, de las aguas<br />
que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y<br />
llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la<br />
tarde y la mañana el día segundo».<br />
Dios ordenó que hubiera un firmamento entre<br />
las aguas para separar las aguas de las aguas y se<br />
cumplió según Su Palabra. Dios llamó al<br />
firmamento cielo. En el pasaje de las Escrituras<br />
de hoy, Dios nos está explicando cómo separó las<br />
168 El segundo día Dios separó las aguas<br />
aguas de las aguas el segundo día de la creación.<br />
Originalmente sólo había un cuerpo de agua que<br />
cubría todo el planeta, pero Dios creó un<br />
firmamento y separó las aguas de encima del<br />
firmamento de las que estaban debajo del<br />
firmamento. Me gustaría explicar lo que significa<br />
este pasaje y compartir las bendiciones de Dios<br />
con ustedes.<br />
Si contemplamos la creación del cielo y la<br />
tierra de Dios, podemos descubrir que el segundo<br />
día, Dios siguió separando, tal y como lo había<br />
hecho el primer día. El mensaje espiritual de la<br />
obra de Dios en este segundo día es el siguiente:<br />
es importante distinguir la Palabra de Dios de las<br />
palabras malvadas de Satanás. En otras palabras,<br />
Dios nos está diciendo que debemos tener la fe<br />
que separa espiritualmente las aguas de encima<br />
del Cielo de las de debajo de la Tierra.<br />
Cuando Dios creó los cielos y la tierra, dividió<br />
las aguas de encima del firmamento y las de<br />
◄ ÍNDICE ►
debajo. Lo hizo para decirnos que si queremos<br />
tener fe verdadera, debemos beber de las aguas<br />
de encima del firmamento. Debemos darnos<br />
cuenta del significado espiritual de por qué Dios<br />
dividió las aguas. Sólo entonces podemos creer<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu que<br />
Jesucristo nos ha dado y sólo entonces podemos<br />
hacer la obra de Dios por fe. Dicho de otra<br />
manera, el pasaje de las Escrituras de hoy nos<br />
dice que a no ser que distingamos y separemos la<br />
Palabra de Dios de las palabras de Satanás, no<br />
podremos entrar en el dominio de Dios.<br />
La Verdad debe ser separada de la<br />
mentira<br />
Si no podemos separar la verdad de la mentira,<br />
no sólo no podremos hacer la obra de Dios, sino<br />
que además acabaremos levantándonos contra<br />
169 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Dios. Por eso Dios nos habla de este asunto. Sin<br />
embargo, en el cristianismo de hoy en día, los<br />
legalistas y los evangelistas no pueden separar la<br />
verdad de la mentira, y creen en sus propias<br />
doctrinas humanas. Deben darse cuenta de que<br />
esta es la razón fundamental por la que no<br />
pueden entrar en el dominio de Dios a pesar de<br />
creer en él, porque todavía creen en las aguas de<br />
la tierra, es decir en las doctrinas humanas.<br />
Los mentirosos de las comunidades cristianas<br />
de hoy en día confían en estas doctrinas humanas<br />
más que en lo que Dios les dice mediante la<br />
Palabra de las Escrituras. Debemos darnos cuenta<br />
de que ahora muchos líderes cristianos están<br />
haciendo mucho daño porque fingen hacer la<br />
obra de Dios y en realidad están compartiendo<br />
sus lecciones carnales mezcladas con la Palabra<br />
de Dios.<br />
Debemos separar la Palabra espiritual de Dios<br />
de las lecciones que provienen del hombre y sólo<br />
◄ ÍNDICE ►
entonces podemos hacer la obra de Dios<br />
correctamente. Para los siervos de Dios, las<br />
debilidades o insuficiencias de su carne no son<br />
un problema. Por el contrario, lo que es más<br />
problemático para los siervos de Dios es intentar<br />
hacer la obra de Dios sin separar la Palabra<br />
espiritual de las palabras carnales. Si alguien<br />
intenta hacer la obra de Dios sin distinguir las<br />
palabras de la humanidad de la Palabra de Dios,<br />
acabará trayendo la destrucción espiritual a las<br />
almas que no debían morir, y su propia alma<br />
también acabará destruida.<br />
Los que nos hemos convertido en obreros de<br />
Dios debemos predicar la Palabra de Dios con un<br />
amplio conocimiento de la misma. ¿Por qué?<br />
Porque es la voluntad de Dios. Las aguas de<br />
encima del firmamento y las de debajo del<br />
firmamento son diferentes. Así que los obreros<br />
de Dios deben conocer la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, separar los falsos<br />
170 El segundo día Dios separó las aguas<br />
evangelios de verdadero y predicar solamente el<br />
Evangelio de Verdad. Ahora, podemos saber<br />
exactamente lo que la Palabra de Dios nos dice a<br />
través de la Palabra del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Los obreros de Dios deben conocer el<br />
misterio del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
correctamente y predicarlo a todo el mundo<br />
poniendo su fe en este Evangelio. Sólo entonces<br />
todos los pecadores conocerán la Verdad de la<br />
redención de Dios, y a través de esto, Dios será<br />
glorificado.<br />
Si conocemos el misterio escondido en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y lo predicamos,<br />
muchas personas recibirán la vida eterna, porque<br />
serán salvadas. Todo aquel que crea en las aguas<br />
de encima del firmamento que nosotros<br />
predicamos, es decir, la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, será librado de sus pecados y<br />
su confusión. Para que esto se haga realidad, los<br />
siervos de Dios deben poder predicar la Palabra<br />
◄ ÍNDICE ►
del Espíritu y separarla de las palabras de la<br />
carne. ¿Acaso no nos dijo que nos ha salvado a<br />
todo el mundo de nuestros pecados a través de la<br />
Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu?<br />
Dios nos ha dicho que al creer en la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, la Verdad que<br />
nos salva del pecado, nos hemos convertido en<br />
Sus hijos. Por tanto, debemos conocer la Palabra<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu y debemos<br />
predicarlo con fe. Debemos separar el verdadero<br />
Evangelio de los falsos y poner nuestra fe en el<br />
verdadero Evangelio y predicarlo a los que<br />
buscan la Verdad de Dios.<br />
Algunas personas dicen que si creemos en<br />
Jesucristo, podemos ser salvados de nuestros<br />
pecados incondicionalmente sin creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, pero no es<br />
cierto. Los que no conocen la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu dicen:<br />
«Podemos ser salvados del pecado si creemos<br />
171 El segundo día Dios separó las aguas<br />
ciegamente en Jesucristo». Esto es mentira. En<br />
realidad las cosas no son así. Aunque al Diablo<br />
no le importe que la gente crea en Jesucristo,<br />
sigue intentado llevarlos a la destrucción al<br />
impedir que reciban la perfecta remisión de los<br />
pecados. Este es uno de los planes más astutos.<br />
Satanás es lo bastante inteligente como para<br />
usar a la supuesta «Iglesia de Dios» para llevar a<br />
la gente por el camino de la destrucción de la<br />
manera más segura, pidiéndoles una fe legalista y<br />
atándoles al pecado. El objetivo último del<br />
Diablo es difundir falsos evangelios en el<br />
cristianismo para que lo cristianos no conozcan<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu y al final sean<br />
destruidos por sus pecados. Como la pena del<br />
pecado es la muerte, la obra del Diablo es una<br />
obra de muerte también. El Diablo es muy bueno<br />
haciendo que la gente se separe de la Verdad de<br />
Dios al hacer que sólo escuchen las palabras de<br />
los falsos evangelios que satisfacen los deseos de<br />
◄ ÍNDICE ►
la carne. Este es el objetivo último del Diablo. Al<br />
conocer la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu y creer en ella, debemos escapar de las<br />
artimañas del Diablo y ser salvados.<br />
Debemos darnos cuenta de que los siervos del<br />
Diablo han estado alimentando a las almas de la<br />
gente con las palabras de Satanás mezcladas con<br />
la Palabra de Dios y las han llevado a la muerte.<br />
¿Qué ha resultado de mezclar las enseñanzas del<br />
Diablo con la Palabra de Dios? Una de las cosas<br />
que han resultado de esta mezcla son los falsos<br />
evangelios. Mientras los siervos de Satanás<br />
siguen predicando estos falsos evangelios, están<br />
destruyendo a muchas almas que no deberían<br />
morir. Esta es la obra de Satanás y los<br />
mentirosos. Sin embargo, Dios hace que sea<br />
posible salvar a los que escuchan el Evangelio y<br />
lo distinguen, y los que separan el verdadero<br />
Evangelio de los falsos evangelios. Por eso los<br />
siervos de Dios deben dedicar todos sus<br />
172 El segundo día Dios separó las aguas<br />
esfuerzos a separar la Palabra de Dios de las<br />
palabras del Diablo. Mientras hacemos la obra de<br />
Dios, debemos darnos cuenta de por qué Dios ha<br />
dividido las aguas de encima del firmamento y<br />
las de debajo del firmamento el segundo día de la<br />
creación.<br />
Debemos construir unos sólidos<br />
cimientos de salvación para nuestras<br />
vidas de fe<br />
Los que causan más problemas para la obra de<br />
Dios son los que lo hacen asiduamente pero sin<br />
ningún temor, si conocer la Palabra de Dios, ni<br />
saberla distinguir de las palabras del hombre.<br />
Debemos entender esto claramente. Debemos<br />
darnos cuenta de que cuando los que se llaman a<br />
sí mismos obreros de Dios predican la Palabra de<br />
◄ ÍNDICE ►
Dios con las palabras del hombre, esto se<br />
convierte en el mayor obstáculo para la obra de<br />
Dios de salvar almas. El que los que se hacen<br />
llamar siervos de Dios prediquen la Palabra de<br />
Dios mezclada con las palabras de Satanás es la<br />
mayor falacia de su ministerio.<br />
Por ejemplo, cuando se refieren a Juan 13,<br />
pasaje en el que Jesús lavó los pies de Pedro, lo<br />
interpretan de la siguiente manera: «Como el<br />
Señor le dijo a Pedro que los que están lavados,<br />
sólo tienen que lavar sus pies, así que nosotros<br />
debemos limpiar nuestros pecados todo los días<br />
mediante las oraciones de penitencia». A través<br />
de este pasaje, muchos falsos ministros engañan<br />
a creyentes inocentes con estas oraciones de<br />
penitencia. De hecho, si no hubiéramos recibido<br />
la remisión de nuestros pecados, ni hubiéramos<br />
nacido de nuevo de la Palabra del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, habríamos sido engañados por<br />
estos mentirosos que existen hoy en día y<br />
173 El segundo día Dios separó las aguas<br />
estaríamos destinados a ser destruidos.<br />
Los que no tienen conocimiento espiritual han<br />
malinterpretado este pasaje y enseñan a otras<br />
personas que deben limpiar sus pecados todos los<br />
días. Sin embargo, los siervos de Dios que creen<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu no<br />
interpretan este pasaje como los falsos<br />
predicadores. Enseñan que cuando Jesucristo fue<br />
bautizado por Juan el Bautista en el río Jordán,<br />
cargó con todos los pecados del mundo de una<br />
vez por todas, fue a la Cruz y allí derramó Su<br />
sangre y así nos ha salvado de todos nuestros<br />
pecados de una vez por todas.<br />
Jesucristo es el Salvador que ha borrado todos<br />
los pecados del mundo de una vez por todas con<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu. La Biblia<br />
dice que este Evangelio del agua y el Espíritu es<br />
la Verdad. Al venir al mundo encarnado en un<br />
hombre, Jesucristo borró nuestros pecados por<br />
completo de una sola vez, desde el principio<br />
◄ ÍNDICE ►
hasta el final, a través de la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Cuando Jesucristo vino al<br />
mundo, fue bautizado por Juan el Bautista una<br />
vez; cuando cargaba con todos los pecados del<br />
mundo, fue condenado por nuestros pecados y<br />
murió crucificado derramando Su sangre; y al<br />
levantarse de entre los muertos se ha convertido<br />
en el Salvador eterno de los que creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Cuando Jesús lavó los pies de Sus discípulo en<br />
Juan 13, estaba hablando del Evangelio del agua<br />
y el Espíritu, la salvación de Verdad con la que<br />
ha borrado los pecados de los discípulos, incluso<br />
aquellos que cometen en el futuro. Pero a pesar<br />
de ello, mucha gente no se da cuenta de la<br />
Verdad de salvación porque no ha encontrado el<br />
verdadero Evangelio de Dios del agua y el<br />
Espíritu.<br />
Los que se alimentan sólo de la Palabra de<br />
Dios que está encima del firmamento no quieren<br />
174 El segundo día Dios separó las aguas<br />
beber del agua de debajo del firmamento. Sin<br />
embargo, los que han bebido de las aguas de<br />
debajo del firmamento no quieren beber de las<br />
puras aguas de encima del mismo. Jesucristo<br />
dijo: «Y ninguno que beba del añejo, quiere<br />
luego el nuevo; porque dice: El añejo es mejor»<br />
(Lucas 5, 39). En el mundo real, el vino añejo es<br />
mejor. Quien haya probado un vino añejo, no<br />
querrá volver a beber vino nuevo.<br />
Sin embargo, en el dominio espiritual, sucede<br />
lo contrario. Cuando miramos la historia de la<br />
humanidad, podemos ver que por muy antigua<br />
que sea, las enseñanzas filosóficas y religiosas<br />
que han salido de los pensamientos humanos son<br />
completamente contrarias a la Palabra de Dios.<br />
Por muy antiguas y profundas que sean las<br />
filosofías y las ideas de este mundo, no son nada<br />
más que enseñanzas crudas y sin sentido, y no se<br />
pueden comparar con la Verdad de la salvación<br />
que libra a las personas del pecado, el Evangelio<br />
◄ ÍNDICE ►
del agua y el Espíritu. El Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, que es la Palabra de Dios, es la<br />
verdadera Palabra de vida que libra a las<br />
personas del pecado. Por tanto, los sabios son los<br />
que creer en la Palabra del Evangelio del agua y<br />
el Espíritu que Dios nos ha dado en vez de creer<br />
en las enseñanzas tradicionales de las religiones<br />
del mundo.<br />
Por muy sinceramente que la gente crea en<br />
Jesucristo como su Salvador, a no ser que<br />
establezcan una relación entre el bautismo que el<br />
Señor recibió de Juan el Bautista y la sangre que<br />
derramó en la Cruz y poner su fe en ambas cosas,<br />
serán engañados por mentirosos y perecerán. Si<br />
esto nos ocurre a nosotros, estamos destinados a<br />
separarnos de la bendición de la vida eterna de<br />
Dios. Es una maldición intentar hacer la obra de<br />
Dios sin conocer el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, y sin estar salvados. En realidad quien<br />
hace esto está arruinando la obra de Dios, en vez<br />
175 El segundo día Dios separó las aguas<br />
de servirla. En otras palabras, entre los cristianos<br />
de hoy en día que dicen creer en Jesucristo, si<br />
alguien no tiene fe en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, no está haciendo la obra de Dios, sino la<br />
obra de Satanás. Estos pastores no están<br />
haciendo la obra de Dios, sino que están<br />
predicando para satisfacer sus propios deseos.<br />
Deben darse cuenta de que estos mentirosos no<br />
son los que están haciendo la obra de Dios, sino<br />
los que creen en la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu.<br />
Muchos de los cristianos de hoy en día no<br />
pueden separar la Palabra del Evangelio del agua<br />
y el Espíritu de las palabras de Satanás<br />
predicadas por los mentirosos y por tanto son<br />
engañados por Satanás y conducidos a la<br />
destrucción. Así que deben intentar escuchar el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, que es la<br />
Palabra de Dios. Pero ¿qué tipo de sermones<br />
buscan los cristianos del mundo ahora? ¿Están<br />
◄ ÍNDICE ►
uscando a los siervos de Dios que predican las<br />
aguas que están sobre el firmamento? ¿O acaso<br />
buscan a los siervos que predican las aguas de<br />
debajo del firmamento?<br />
Demasiados cristianos buscan a los que<br />
predican mezclando las aguas de encima del<br />
firmamento con las de debajo del firmamento. Si<br />
hubieran recibido la remisión de sus pecados al<br />
creer en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
habrían buscado a los siervos de Dios que<br />
predican la Palabra que está sobre el firmamento.<br />
Ahora mismo, muchas personas que no han<br />
lavado sus pecados, porque no conocen la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
todavía siguen intentando vivir una vida de fe<br />
ante Dios. Sin embargo, los que todavía tienen<br />
que se salvados de sus pecados han sido<br />
engañados por mentirosos y por eso viven una<br />
vida religiosa carnal.<br />
Incluso hasta el momento, muchos pastores<br />
176 El segundo día Dios separó las aguas<br />
que se llaman a sí mismos siervos de Dios han<br />
sido engañados por Satanás de esta manera y por<br />
tanto lideran un ministerio sin sentido. Pero hay<br />
una gran diferencia entre la fe de esta gente y la<br />
de los que creen en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
En los corazones de los que creen en un falso<br />
evangelio que no es el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, vemos que no está el Espíritu Santo.<br />
Aunque crean en Jesús como su Salvador ahora,<br />
el Espíritu Santo no puede descender sobre ellos,<br />
porque la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu no están en ellos. La razón es que<br />
todavía viven en la oscuridad porque no saben<br />
que la Palabra del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu es la Verdad de la remisión de los<br />
pecados.<br />
En otras palabras, esta situación se debe a que<br />
tienen pecados en sus corazones. En los<br />
corazones de los que han nacido de nuevo y que<br />
◄ ÍNDICE ►
han sido perdonados por sus pecados al creer en<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu, está el<br />
Espíritu Santo. Así que gracias a que el Espíritu<br />
Santo está en sus corazones, pueden distinguir<br />
las palabras del hombre de la Palabra de Dios.<br />
Por tanto pueden predicar la Palabra de Dios<br />
correctamente y como creer en la Palabra de la<br />
Verdad, pueden establecer Su Reino<br />
correctamente. Los justos pueden distinguir las<br />
palabras de Satanás de la Palabra de Dios, y por<br />
esta verdadera fe pueden predicar el verdadero<br />
Evangelio de salvación.<br />
Los que ocultan la gloria de Dios hasta este<br />
momento son los que no conocen la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. No tienen nada<br />
que ver con Dios. Están muy lejos de Él. Es una<br />
gran tragedia que haya tantos pastores a nuestro<br />
alrededor que, aunque digan que hacen la obra de<br />
Dios por su propia voluntad, están haciendo la<br />
obra de Satanás en realidad. En vez de hacer la<br />
177 El segundo día Dios separó las aguas<br />
obra de Dios, están blasfemando, pero el<br />
problema más serio es que no se dan cuenta de<br />
ello.<br />
Una característica de estos mentirosos es que<br />
no conocen la Verdad, pero aún así están muy<br />
ocupados. Ahora, deben creer en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, el Evangelio de Dios. Ahora,<br />
deben escuchar la Palabra del Evangelio del agua<br />
y el Espíritu que sale de la Iglesia de Dios.<br />
Ahora, la obra de Dios debe ser confiada a los<br />
que creen en la Verdad del Evangelio del agua y<br />
el Espíritu. Y ahora, ustedes también deben<br />
servir a la Verdad del Evangelio junto con los<br />
que creen en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Si dicen que están haciendo la obra de Dios<br />
ahora pero no conocen el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, el Evangelio de Verdad, deben buscar el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu aún más, porque<br />
son ciegos espiritualmente.<br />
Del mismo modo en que es crucial construir<br />
◄ ÍNDICE ►
unos cimientos sólidos cuando se hace una casa,<br />
para hacer la obra de Dios, debemos construir los<br />
cimientos de la fe correctamente al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Una persona<br />
puede salir como obrera de Dios que salva a otras<br />
almas sólo cuando esa persona ha sido salvada de<br />
sus pecados de una vez por todas. Si la gente<br />
hace todo tipo de cosas para intentar convertirse<br />
en obreros de Dios por su cuenta sin ser<br />
salvados, al final su fe se vendrá abajo. Para<br />
convertirse en la gente de fe ante Dios, deben<br />
recibir la remisión de los pecados primero a<br />
través de la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, ser salvados de todos sus pecados y<br />
construir su casa de fe sobre los cimientos de la<br />
fe verdadera, de la salvación verdadera.<br />
Mediante la Palabra de Dios, debemos construir<br />
los cimientos de la salvación, de la verdadera<br />
remisión de los pecados y entonces debemos<br />
embarcarnos en el camino de la fe. Esta gente es<br />
178 El segundo día Dios separó las aguas<br />
sabia a los ojos de Dios. Todos debemos fundar<br />
la casa de la salvación mediante la Verdad del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y entonces<br />
tomar parte en la casa del Reino de Dios.<br />
Ahora, debemos creer en Jesucristo como<br />
nuestro Salvador que vino al mundo por la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu, y<br />
debemos caminar con el Señor. Sólo entonces<br />
podemos predicar el Evangelio del Señor y<br />
caminar con Él hasta el final. Aunque cueste un<br />
poco de tiempo, debemos construir los cimientos<br />
de la salvación con la Palabra de Verdad y sobre<br />
esta debemos construir la casa de la fe tan sólida<br />
como una roca. A los ojos de las personas, puede<br />
parecer un poco largo construir los cimientos de<br />
la salvación y empezar la vida de fe, pero a los<br />
ojos de la fe, esto es sabio. Debemos construir<br />
nuestra casa de fe con la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Ahora que creemos en la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
◄ ÍNDICE ►
podemos conseguir la verdadera salvación. Y<br />
ahora que hemos construido nuestra casa de fe,<br />
de la verdadera salvación, podemos vivir en la<br />
paz del Señor sin tener nada que temer.<br />
La razón por la que los que creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu deben vivir en<br />
este mundo es permitir que todo el mundo sea<br />
salvado del pecado y se conviertan en hijos de<br />
Dios. Para ello, debemos construir los cimientos<br />
de la fe firmemente con el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu, y entonces hacer la obra de Dios.<br />
Sólo entonces podemos escapar del juicio del<br />
pecado venga cuando venga Jesucristo al mundo.<br />
Sin embargo, los que empiezan sus vidas de fe<br />
sin conocer ni creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu son como los que construyen sus casas<br />
sobre la arena. Dios dijo que el día de Su juicio,<br />
quien construya su casa en la arena, no podrá<br />
escapar del juicio de Dios y su caída será grande.<br />
Por tanto debemos construir la casa de la<br />
179 El segundo día Dios separó las aguas<br />
verdadera remisión de los pecados al creer en la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
El segundo día de la creación, el Señor hizo el<br />
firmamento y separo las aguas de encima del<br />
firmamento de las de debajo del firmamento.<br />
Dios llamó al espacio entre los cielos y la tierra<br />
firmamento. Dios hizo que parte de las aguas que<br />
cubren el planeta se alzaran por encima del<br />
firmamento, e hizo que el resto de las aguas se<br />
reunieran en un mismo lugar. Mediante las aguas<br />
de encima del firmamento debemos construir los<br />
cimientos de nuestra salvación y nuestra fe, y<br />
vivir nuestras vidas de fe. ¿A qué se refieren las<br />
aguas de encima del firmamento de las que el<br />
Señor habló? Se refieren a la pura Palabra de<br />
Dios. De toda la palabra de Dios, la Palabra del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu es el agua de<br />
encima del firmamento.<br />
A través del bautismo que recibió de Juan el<br />
Bautismo y la preciosa sangre que Jesús derramó<br />
◄ ÍNDICE ►
en la Cruz, el Señor nos ha librado de los<br />
pecados del mundo y nos ha hecho hijos de Dios.<br />
Y el Señor nos ha confiado Su obra a los que se<br />
han convertido en el pueblo de Dios al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu y al nacer de<br />
nuevo del pecado. Así Dios nos ha dado Su<br />
Reino, Sus bendiciones y Su amor. Dios bendice<br />
a los que han sido librados de sus pecados y son<br />
justos ahora al beber de las aguas de encima del<br />
firmamento. Estas bendiciones están fuera del<br />
alcance de los que no beben de las aguas de<br />
encima del firmamento. Recibirán lo contrario.<br />
Ahora debemos creer que Dios nos ha salvado<br />
del pecado del mundo a través del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu y debemos predicar esto.<br />
Jesucristo nos ha salvado de todos los pecados<br />
del mundo a través del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Cuando construimos los cimientos de la<br />
fe que nos salva de los pecados, debemos<br />
construirlos con el Evangelio del agua y el<br />
180 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Espíritu, y debemos predicar esta Verdad a los<br />
demás, para llevarlos a creer en Jesucristo que<br />
vino por el agua y el Espíritu y a alabar la luz de<br />
la Verdad de Dios.<br />
Por otro lado, los que no han construido los<br />
cimientos de su salvación con las aguas que están<br />
encima del firmamento se convertirán en hijos de<br />
la destrucción. Nadie puede ser salvado de sus<br />
pecados a no ser que beba de las aguas de encima<br />
del firmamento, por muy inteligente y sabio que<br />
sea. Algunas personas dicen que han sido<br />
salvadas de sus pecados al creer en la sangre de<br />
Jesucristo exclusivamente, pero sus conciencias<br />
saben que no es así. Como estas personas creen<br />
en Jesucristo sin separar las aguas de encima del<br />
firmamento y las de debajo del firmamento,<br />
creen en Jesucristo en vano. En algunas<br />
congregaciones cristianas, la gente habla como si<br />
creyera en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
pero cuando examinamos sus enseñanzas, vemos<br />
◄ ÍNDICE ►
que están predicando a la gente una mezcla de las<br />
aguas de encima del firmamento y las de debajo<br />
del firmamento. Estas personas no creen en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, no son más que<br />
cizaña a los ojos de Dios.<br />
Todavía hay siervos de Dios en este mundo<br />
que salvan a la gente del pecado a través del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Sin embargo,<br />
hay muchos mentirosos en el mundo, que<br />
enseñan creencias de Satanás y dicen hacer la<br />
obra de Dios. Se lo dejaré claro: los que no han<br />
recibido la Palabra del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu son mentirosos. Los que creen sólo en la<br />
sangre derramada en la Cruz como su salvación y<br />
la predican son mentirosos que engañan a la<br />
gente y a sí mismos. Casi todo el mundo cree<br />
sólo en la sangre de la Cruz y afirma que esta es<br />
la salvación, pero esta gente no ha sido salvada,<br />
ni está convencida de su salvación porque no<br />
tienen el Evangelio del agua y el Espíritu en sus<br />
181 El segundo día Dios separó las aguas<br />
corazones. La Biblia dice que solamente el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu es el Evangelio<br />
definitivo de la Verdad. Nada más en este mundo<br />
puede ser la Verdad de salvación aparte del<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que el Señor nos<br />
ha dado.<br />
Sé algunas cosas sobre la teología más<br />
extendida por todo el mundo. Sin embargo,<br />
cuando se investiga sobre teología, no se<br />
encuentra el Evangelio del agua y el Espíritu en<br />
ella. Toda la teología es agua de debajo del<br />
firmamento. Todas las teologías se basan en la<br />
noción de que «sólo podemos ser salvados si<br />
creemos en la sangre de Jesucristo derramada en<br />
la Cruz» y sobre esta base cada denominación<br />
hace diversas afirmaciones. Sin embargo, de<br />
entre todos los teólogos, no encontré ninguno<br />
que dijera: «Me he convertido en una persona sin<br />
pecado porque mis pecados han sido borrados<br />
completamente con la sangre derramada en la<br />
◄ ÍNDICE ►
Cruz».<br />
Si encontraba a gente que afirmaba lo anterior,<br />
lo hacía sólo doctrinalmente. Eran sólo<br />
seguidores de la religión que habían recibido la<br />
remisión de los pecados de manera constante y<br />
no como los verdaderos cristianos que conocen y<br />
creen en la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
Los muchos cristianos que hay en este mundo<br />
sólo se diferencian entre sí porque pertenecen a<br />
diferentes denominaciones; ninguno de ellos<br />
tiene nada que ver con la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. En este momento, mucha<br />
gente cree que sus pecados se borran al creer sólo<br />
en la sangre derramada en la Cruz, pero no es así.<br />
Para esta gente, sólo cuando creen en la Verdad<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu sus pecados<br />
son borrados completamente; de lo contrario sus<br />
pecados nunca desaparecerían.<br />
La Palabra de la Biblia dice claramente que<br />
182 El segundo día Dios separó las aguas<br />
todos nosotros debemos recibir la remisión de los<br />
pecados a través de la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Por eso creo en el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, y por eso estoy dando<br />
testimonio del agua que está por encima del<br />
firmamento. Cuando escuchamos este Evangelio<br />
del agua y el Espíritu con nuestros oídos y<br />
reconocemos este Evangelio de la remisión de<br />
los pecados con nuestros corazones, la verdadera<br />
salvación llega a nuestros corazones. Si creen<br />
que han sido salvados de sus pecados sólo por la<br />
sangre de la Cruz, deben dejar de engañar a su<br />
conciencia, presentarse ante Dios y creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
La Iglesia de Dios es el único lugar donde se<br />
está predicando el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu en este planeta. Sólo la Iglesia de Dios<br />
es la congregación de los que han nacido de<br />
nuevo al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Si los siervos de Dios en este mundo<br />
◄ ÍNDICE ►
predican el Evangelio del agua y el Espíritu<br />
claramente y permiten que la gente reciba la<br />
remisión de los pecados, no deben perder esta<br />
oportunidad de creer en el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu. Si sólo creen en la sangre de<br />
Jesucristo derramada en la Cruz, aunque puedan<br />
convertirse en seguidores de la religión mundana,<br />
denominados cristianos, no se convertirán en<br />
verdaderos cristianos. Si rechazan el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, no podrán escapar los<br />
pecados durante toda la eternidad. No hay otra<br />
manera de escapar de los pecados de una vez por<br />
todas que creer en la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Les pido que lo admitan por<br />
fe. Dios nunca les dice a los pecadores: «Sois<br />
justos, sois Mi pueblo», ni escribe sus nombres<br />
en el Libro de la Vida.<br />
Uno de los atributos comunes a todas las<br />
herejías del cristianismo es que predican una<br />
mezcla de las aguas de encima del firmamento y<br />
183 El segundo día Dios separó las aguas<br />
las de debajo del firmamento. Por el contrario, la<br />
Verdad del Evangelio del agua y el Espíritu<br />
proclama que todos los pecados de este mundo se<br />
pasaron a Jesucristo de una vez por todas cuando<br />
fue bautizad por Juan el Bautista. Todos nuestros<br />
pecados fueron pasados a Jesucristo a través del<br />
bautismo que recibió de Juan el Bautista de una<br />
sola vez, pero a pesar de esto, algunas personas<br />
ignoran esta Verdad e intentan salvarse del<br />
pecado al creer sólo en la sangre de la Cruz, y<br />
por eso no pueden ser salvados de verdad. Creen<br />
en Jesucristo en vano.<br />
Esto se debe a que creemos que en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu somos<br />
bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y de<br />
Espíritu Santo después de ser salvados. Cuando<br />
los creyentes son bautizados en el agua como<br />
señal de su fe, de creer que al ser bautizado por<br />
Juan el Bautista y al derramar Su sangre,<br />
Jesucristo borró todos nuestros pecados de una<br />
◄ ÍNDICE ►
vez por todas y pagó la pena del pecado. Como<br />
señal de nuestra fe en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu somos bautizados de la misma manera<br />
en la que fue bautizado Jesucristo. Expresamos<br />
nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu<br />
con este ritual. Somos bautizados en el nombre<br />
de Jesucristo como señal de nuestra fe y para<br />
indicar que creemos de esta manera.<br />
Los que creen en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu no pueden estar con los que no creen en<br />
él. La Biblia dice: «No os unáis en yugo desigual<br />
con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo<br />
tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué<br />
comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué<br />
concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el<br />
creyente con el incrédulo?» (2 Corintios 6, 14-<br />
15).<br />
La Iglesia de Dios es la congregación de los<br />
santos que han recibido la remisión de los<br />
pecados y se han convertido en santos al creer en<br />
184 El segundo día Dios separó las aguas<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu (1 Corintios 1,<br />
2). Así que los que no creen en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu no pueden formar parte de la<br />
Iglesia de Dios.<br />
Los cimientos de la fe de los santos no deben<br />
venirse abajo. Si nuestra fe en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, que forma los cimientos de la<br />
salvación en nuestros corazones, se destruye, no<br />
podemos tener a Jesucristo en nuestros<br />
corazones. Él se ha convertido en el Salvador que<br />
nos ha dado la salvación de la remisión de los<br />
pecados de una sola vez. Al venir a nosotros por<br />
la sangre y el agua, el Señor ha borrado nuestros<br />
pecados de una sola vez. Por eso vivimos por fe,<br />
reposando sobre los cimientos de la fe en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, la Verdad de la<br />
remisión de los pecados y por eso Jesucristo vive<br />
en nuestros corazones. Sin embargo, si nuestra fe<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu, que forma<br />
los cimientos de la salvación, se viene abajo, no<br />
◄ ÍNDICE ►
tendremos ningún sitio donde poner nuestros<br />
cuerpos y nuestros corazones. Los corazones de<br />
los justos no tienen otro lugar donde vivir aparte<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu, y sin este<br />
Evangelio, acaban perdiéndose.<br />
Para que Jesucristo se convierta en su<br />
verdadero Salvado, deben construir su casa de la<br />
fe sobre el Evangelio del agua y el Espíritu, la<br />
Palabra de Dios. Si no lo hacen, sus vidas de fe<br />
serán un fracaso. Si construyen los cimientos de<br />
su fe sobre las oraciones de penitencia, su fe<br />
fracasará. ¿Se completan sus vidas de fe<br />
creyendo en la sangre derramada en la Cruz y en<br />
las oraciones de penitencia? No, está fe se vendrá<br />
abajo constantemente. Por eso debemos creer en<br />
las aguas de encima del firmamento, es decir, en<br />
el Evangelio del agua y el Espíritu, como la<br />
Verdad de la remisión de los pecados.<br />
Los que escuchan las palabras del hombre sin<br />
separarlas de la Palabra de Dios se separan de<br />
185 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Dios. Así que debemos separar la Verdad de la<br />
mentira, y creer en lo que es verdad Los que<br />
creen sin separar la Palabra de Dios de las<br />
palabras del hombre, perecerán. Por tanto,<br />
debemos separar la Verdad de la salvación de la<br />
mentira, distinguirla claramente y creer sólo en la<br />
Verdad.<br />
Mis queridos hermanos, ¿pueden nuestros<br />
pecados borrarse sin el bautismo que Jesucristo<br />
recibió de Juan el Bautista? No, los pecados de<br />
este mundo no pueden borrarse sin el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu que Jesucristo nos ha dado.<br />
¿Cómo podemos creer que los pecados del<br />
mundo son borrados sin el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu? Como Jesucristo tomó los pecados<br />
del mundo al ser bautizado por Juan el Bautista,<br />
derramó Su sangre y ha cumplido con la justicia<br />
de Dios, los que creen en esta Verdad de corazón<br />
han sido librados de sus pecados de una vez por<br />
todas. Aunque cometamos pecados todos los<br />
◄ ÍNDICE ►
días, como creemos en la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu y no en las oraciones de<br />
penitencia, nuestros pecados han sido borrados<br />
completamente. ¿De qué otra manera se borraron<br />
los pecados de sus corazones? A través de<br />
nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu,<br />
nuestros pecados fueron borrados de una vez por<br />
todas y por eso hablamos en pasado.<br />
Gracias a nuestra fe en el bautismo de<br />
Jesucristo todos los pecados de nuestros<br />
corazones se borraron de una vez por todas.<br />
Jesucristo fue bautizado por Juan el Bautista<br />
(Mateo 3, 13-17). La palabra bautismo significa<br />
«lavar». Todos los pecados fueron lavados y<br />
borrados a través del bautismo que Jesucristo<br />
recibió. La palabra bautismo también significa<br />
«enterrar» y por eso Jesucristo ha sido bautizado<br />
por Juan el Bautista y pudo morir en la Cruz<br />
diciendo: «Está acabado». Por tanto, quien crea<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu ha muerto<br />
186 El segundo día Dios separó las aguas<br />
con Jesucristo y ha resucitado espiritualmente<br />
con Él por fe.<br />
En el Antiguo Testamento, cuando Arón, el<br />
Sumo Sacerdote, ponía sus manos en el chivo<br />
expiatorio, todos los pecados que el pueblo de<br />
Israel había cometido durante un año, se pasaron<br />
al animal. Así, cuando Jesucristo fue bautizado<br />
por Juan el Bautista, todos los pecados de la<br />
humanidad se pasaron a Jesucristo de una vez<br />
por todas. Y Jesucristo pagó la pena del pecado<br />
en nuestro lugar. Sin el bautismo que Jesucristo<br />
recibió de Juan el Bautista, los pecados del<br />
mundo no podrían haber desaparecido.<br />
Así, en el capítulo 1 del Libro del Génesis,<br />
Dios está dando testimonio del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, que es el agua de encima del<br />
firmamento. Debemos separar las aguas de<br />
encima del firmamento de las aguas de debajo, y<br />
debemos creer solamente en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu, el agua de encima del<br />
◄ ÍNDICE ►
firmamento.<br />
Jesús dijo en Mateo 7, 21-23: «No todo el que<br />
me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los<br />
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre<br />
que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel<br />
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu<br />
nombre, y en tu nombre echamos fuera<br />
demonios, y en tu nombre hicimos muchos<br />
milagros? Y entonces les declararé: Nunca os<br />
conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».<br />
En el último día, habrá mucha gente que, a pesar<br />
de creer en Jesucristo ardientemente, será<br />
arrojada al infierno.<br />
Hace un tiempo, edifiqué una iglesia en una<br />
ciudad portuaria llamada Changwon, en la costa<br />
sur de Corea y empecé a predicar allí. Alquilé<br />
una tercera planta de un gran edificio situado en<br />
el distrito comercial y empecé mi ministerio.<br />
Como era nuevo en la ciudad, no me di cuenta de<br />
que había una iglesia con el mismo nombre que<br />
187 El segundo día Dios separó las aguas<br />
la mía.<br />
Un día, un pastor y su mujer vinieron a verme<br />
por la noche. Cuando les pregunté: «¿Qué les<br />
trae por aquí?», el pastor dijo: «Discúlpenos, soy<br />
el pastor de una iglesia y he venido aquí con<br />
algunas cosas que decir, ya que su iglesia tiene el<br />
mismo nombre que la mía». El pastor explicó<br />
que había estado predicando en esa iglesia<br />
durante mucho tiempo y que si había una iglesia<br />
con el mismo nombre, causaría mucha confusión,<br />
como por ejemplo, que el cartero se equivocara<br />
de dirección. Así que me pidió que cambiara el<br />
nombre de mi iglesia.<br />
Yo le respondí que la dirección y la<br />
denominación de nuestras iglesias eran<br />
diferentes. Le dije: «Supongo que la gente se<br />
confundiría si la denominación fuese la misma,<br />
pero como la dirección y la denominación son<br />
diferentes, creo que no hay nada por lo que<br />
confundirse. Fíjese en nuestra señal. ¿No son su<br />
◄ ÍNDICE ►
dirección y su denominación diferentes a las<br />
mías?». Pero el pastor empezó a ponerse terco y<br />
siguió insistiendo: «Aún así tiene que cambiar el<br />
nombre de su iglesia».<br />
Tras hablar con esta pareja durante algún<br />
tiempo en la iglesia, les invité a pasar a mi<br />
oficina. Les serví una taza de té y les dije: «Les<br />
voy a decir lo que pienso de este asunto.<br />
Cambiaré el nombre de mi iglesia si decido que<br />
será mejor, pero si lo cambio, tendré que pedirles<br />
alguna compensación. Si cambio el nombre,<br />
tendré que cambiar el letrero y tendré que<br />
imprimir nuevos panfletos. Costará mucho<br />
tiempo y dinero informar a todos de los cambios.<br />
¿Pueden compensarme por esto? Pero esto es<br />
algo que decidiré tras consultarlo con la<br />
almohada. De todas formas, ¿tiene pecados,<br />
reverendo?».<br />
Para mi sorpresa el pastor contestó: «No tengo<br />
pecados».<br />
188 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Le pregunté de nuevo: «¿Por qué no tiene<br />
pecados?».<br />
«No tengo pecados porque creo en la sangre<br />
de Jesucristo».<br />
«¿Todavía cometen pecados? ¿Siguen estando<br />
sin pecado aunque cometan pecados todavía?».<br />
«No tengo pecados».<br />
«Cuando comete pecados, ¿ofrece oraciones<br />
de penitencia?».<br />
«Sí».<br />
«Acaba de decir que no tiene pecado, pero<br />
ofrece oraciones de penitencia cuando peca.<br />
¿Cómo reza cuando se arrepiente? ¿Le pide a<br />
Dios que borre sus pecados, o sólo le da gracias<br />
por haberlos borrado?».<br />
«Le pido que los borre, por supuesto».<br />
«¿No es esta una prueba de que hay pecados<br />
en sus corazones? Puede que hayan venido a mi<br />
iglesia a discutir el problema del nombre, pero no<br />
voy a dejar que vuelvan con las manos vacías».<br />
◄ ÍNDICE ►
Desde entonces les explique el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu y aunque me costó algún<br />
tiempo, el pastor y su mujer llegaron a creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Así que<br />
decidieron acabar con sus ministerios pasados y<br />
servir al Evangelio del agua y el Espíritu, y me<br />
pidieron que les guiara. Por desgracia, oí que el<br />
pastor acabó uniéndose a una iglesia que creía<br />
sólo en la sangre derramada en la Cruz, y los<br />
cimientos de la fe se vinieron abajo. Aunque<br />
separé las aguas de encima del firmamento y las<br />
de debajo del firmamento mediante la Palabra de<br />
Dios para este pastor, Satanás mezcló el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu que este pastor<br />
había recibido con un falso evangelio y derrumbó<br />
su fe.<br />
Dios no aprueba cualquier evangelio.<br />
Debemos entender lo que la Biblia quiere decir<br />
con que Dios separó las aguas de encima del<br />
firmamento y las de debajo del firmamento, y<br />
189 El segundo día Dios separó las aguas<br />
debemos seguirla con fe. Debemos darnos cuenta<br />
de que si decimos que cualquier evangelio es<br />
correcto, acabaremos derrumbándonos<br />
espiritualmente. La debilidad de nuestra fe es el<br />
problema, no la Palabra de Dios. La Palabra de la<br />
Verdad de Dios es perfecta e inamovible. La<br />
Palabra de Dios es verdadera y completa. Así que<br />
los seres humanos no pueden decir que la Palabra<br />
de Dios es contradictoria, sólo porque sean<br />
débiles. Más bien deben creer en el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu.<br />
El Señor dijo: «Yo soy el camino, la verdad y<br />
la vida». La Palabra de Dios es la Verdad. Lo<br />
que el Señor dice es la Verdad. Es la vida. Es el<br />
camino. Una característica común a todos los<br />
mentirosos es que nunca predican el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu, sino que están<br />
obsesionados con atraer a más gente a su<br />
congregación. Para ello sólo predican lo que les<br />
conviene a la mente carnal de la gente. Enseñan<br />
◄ ÍNDICE ►
que si los creyentes creen sólo en Jesucristo y<br />
son fieles a la iglesia, serán bendecidos para<br />
prosperar y vivir una vida sana y larga en este<br />
mundo.<br />
Sin embargo, no debemos predicar a la gente<br />
las aguas que están encima del firmamento<br />
mezcladas con las que están debajo. Si lo<br />
hacemos, la gente no podrá nacer de nuevo, no<br />
podrá ser salvada de sus pecados. Los pecados<br />
afirman que son el pueblo de Dios de manera<br />
doctrinal, pero en realidad sus pecados siguen<br />
estando en sus corazones.<br />
Los que han recibido el Espíritu Santo al creer<br />
en el Evangelio del agua y el Espíritu pueden<br />
conocer a Dios a fondo con la ayuda del Espíritu<br />
Santo y así pueden ver los corazones de la gente<br />
revelados mediante la Palabra de Verdad.<br />
Cuando examinamos los corazones de la gente<br />
con la verdadera Palabra del agua y el Espíritu,<br />
podemos averiguar si hay pecado en sus<br />
190 El segundo día Dios separó las aguas<br />
corazones o no. Como Dios nos ha dado fe,<br />
sabiduría y capacidad de distinción espiritual,<br />
podemos averiguar si alguien es un pecador o<br />
una persona justa con tan sólo mirarle a los ojos<br />
y tener una conversación con esa persona. Todo<br />
lo que debemos hacer para saber si una persona<br />
ha sido salvada o no es pedirle que explique<br />
cómo ha sido salvada y escuchar su explicación.<br />
Por tanto conocemos la condición espiritual de<br />
la gente al creer en la Verdad del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Sin embargo, los que no han<br />
separado las aguas de encima del firmamento y<br />
las de debajo del firmamento son incapaces de<br />
diferenciar lo que es verdad de lo que no lo es.<br />
Por eso es tan importante entender estas aguas<br />
que están encima del firmamento, creer en ellas y<br />
predicarlas a los demás. Las aguas de encima del<br />
firmamento deben separarse claramente como<br />
tales y las aguas de debajo del firmamento<br />
también, y así ser predicadas correctamente.<br />
◄ ÍNDICE ►
Debemos predicar el Evangelio con<br />
conocimiento, separar el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu de los demás evangelios. Debemos<br />
dividir las palabras del Diablo de la Palabra de<br />
Dios y predicar sólo la Palabra de Dios. Nunca<br />
debemos mezclar lo que es verdad con las<br />
mentiras. Dios dice: «Tu campo no sembrarás<br />
con mezcla de semillas» (Levítico 19, 19). Dios<br />
nos ordenó que no sembráramos nuestro campo<br />
con mezcla de semillas, y por eso debemos<br />
predicar el Evangelio del agua y el Espíritu en el<br />
que creemos. Sólo debemos predicar la Palabra<br />
escrita de Dios.<br />
Algunas personas preguntan: «¿Significa esto<br />
que nuestros pecados se borran sólo a través del<br />
bautismo?». Los pecados de la humanidad se<br />
borran a través del bautismo de Jesucristo y Su<br />
sangre derramada en la Cruz. Sin embargo, a<br />
través del bautismo de Jesucristo, la gente pasa<br />
sus pecados a Jesucristo y a través de Su sangre<br />
191 El segundo día Dios separó las aguas<br />
derramada en la Cruz estos pecados son<br />
condenados. ¿Dice esto Dios en el Antiguo<br />
Testamento? También en el Antiguo Testamento,<br />
Dios habla de la misma Verdad. Toda la Palabra<br />
del Antiguo Testamento es una sombra de la<br />
Palabra del Nuevo Testamento. La sombra del<br />
bautismo que Jesucristo recibió en la era del<br />
Nuevo Testamento es la circuncisión del Antiguo<br />
Testamento. En la era del Antiguo Testamento,<br />
los que no estaban circuncidados no podían<br />
comer el cordero de Pascua (Éxodo 12, 48).<br />
Quien quería comer cordero de Pascua tenía que<br />
estar circuncidado, aunque fuera israelita. Los<br />
que no estaban circuncidados no podían<br />
participar en la Pascua.<br />
Esta regla se aplicaba del mismo modo en el<br />
Nuevo Testamento. No podemos entrar en el<br />
banquete del Cielo a no ser que hayamos nacido<br />
de nuevo. Y nacemos de nuevo de nuestros<br />
pecados si creemos en el Evangelio del agua y el<br />
◄ ÍNDICE ►
Espíritu. El Señor dijo que al creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu podemos nacer<br />
de nuevo de nuestros pecados y entrar en el<br />
Reino de Dios.<br />
Por eso todo el mundo debe creer en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu, ser perdonado<br />
por sus pecados y nacer de nuevo. Debemos<br />
creer en el Evangelio, en que el Señor nos ha<br />
salvado de los pecados del mundo a través de Su<br />
agua y Su sangre. La Palabra del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu es la Palabra que está encima<br />
del firmamento. Pero a pesar de ello, los<br />
cristianos de hoy en día no quieren conocer el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu ni creer en él.<br />
Como el cristianismo ha rechazado el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu hasta la fecha, se ha<br />
corrompido. Por eso todos los cristianos deben<br />
arrepentirse y creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu.<br />
¿Por qué el cristianismo de todo el mundo está<br />
192 El segundo día Dios separó las aguas<br />
tan desolado? Porque no cree en las aguas de<br />
encima del firmamento y no las predica. En otras<br />
palabras, la gente ha creído en las palabras de<br />
debajo del firmamento y las han mezclado con la<br />
Palabra de Dios y por eso casi todas las almas<br />
están confusas. Mucha gente dice creer en<br />
Jesucristo y afirma estar sin pecado<br />
dogmáticamente, pero sigue teniendo pecados.<br />
Por eso este mundo está lleno de cristianos que<br />
fingen ser creyentes fieles, pero en realidad<br />
tienen una fe legalista.<br />
El primer día, Dios salvó a los pecadores a<br />
través de la luz de la vida. El segundo día, Dios<br />
separó a los que habían sido salvados del pecado,<br />
es decir separó las aguas de encima del<br />
firmamento y las de debajo del firmamento.<br />
Cuando Dios creó los cielos y la tierra, todo el<br />
mundo quedó cubierto de agua, pero Dios hizo<br />
que parte de estas aguas subieran al Cielo. Así<br />
que se creó un espacio entre las aguas llamado<br />
◄ ÍNDICE ►
firmamento.<br />
No subestimen lo que Dios ha creado. Su<br />
Palabra es Verdad. ¿No sería maravilloso que<br />
todo el mundo bebiera de las aguas de encima del<br />
firmamento? Si todo el mundo bebiera de esta<br />
agua, todo el mundo sería justo. Además, el<br />
cristianismo de hoy en día convertiría en el<br />
Reino de Cristo. Si los justo seguimos viviendo<br />
en este mundo, el mundo cambiará. ¿Practican el<br />
mal los justos? No, no hacemos el mal. Ninguna<br />
persona justa hace el mal.<br />
Por el contrario, ¿cuánto mal hacen los<br />
cristianos que no han nacido de nuevo mientras<br />
viven en este mundo? Hacen tanto mal que hasta<br />
los que no son cristianos están hartos de ellos.<br />
¿Por qué? Porque no han bebido de las aguas de<br />
encima del firmamento por fe. Porque han sido<br />
engañados por mentirosos y han bebido una<br />
mezcla de aguas.<br />
La Biblia explica que los que predican las<br />
193 El segundo día Dios separó las aguas<br />
aguas de debajo del firmamento mezcladas con<br />
las de encima del firmamento no son siervos de<br />
Dios. Quien bebe de las aguas de encima del<br />
firmamento mezcladas con las de debajo<br />
acabarán muriendo. Sólo a través de las aguas de<br />
encima del firmamento nos puede salvar Dios de<br />
los pecados del mundo. Y nos alimenta con la<br />
lluvia que cae de arriba. Si de verdad queremos<br />
conseguir vida eterna, debemos beber de las<br />
aguas que están encima del firmamento. Si, por<br />
el contrario, bebemos de las aguas de debajo del<br />
firmamento, acabaremos pereciendo<br />
espiritualmente.<br />
Dios nos ha salvado de nuestros pecados a<br />
través del Evangelio del agua y el Espíritu y en<br />
esta gracia de salvación vivimos ahora. Dios nos<br />
ha dado la vida eterna, no ha dado bendiciones<br />
espirituales que pertenecen al Cielo, nos ha<br />
hecho obreros Suyos y nos ha confiado el<br />
«ministerio de la reconciliación» (2 Corintios 5,<br />
◄ ÍNDICE ►
18), para que podamos hacer Su obra.<br />
Doy gracias a Dios una y otra vez. Sin falta<br />
debemos predicar sólo las aguas que están<br />
encima del firmamento y debemos condenar las<br />
aguas que están debajo del firmamento como<br />
palabras del Diablo. Todos debemos vivir dando<br />
gracias a Dios, confiando sólo en el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Como nuestro Señor es el<br />
Dios que vino por el agua y el Espíritu y nos<br />
salvó, quien crea en Él ha recibido el don de la<br />
salvación. Todos debemos amar Su palabra en<br />
nuestros corazones, y debemos vivir en la<br />
verdadera voluntad del Señor. Ahora, vivamos<br />
correctamente poniendo nuestra fe en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
En este planeta que estaba cubierto de agua,<br />
Dios dividió las aguas. Así que el agua de<br />
encima del firmamento es diferente al agua de<br />
debajo del firmamento. Esto implica que entre<br />
las palabras que la gente predica, está la Palabra<br />
194 El segundo día Dios separó las aguas<br />
de Dios y las palabras de Satanás. En otras<br />
palabras, Dios nos habla con la verdadera<br />
Palabra del agua y el Espíritu, mientras que<br />
Satanás sólo miente. Es absolutamente<br />
indispensable que conozcamos y distingamos lo<br />
que es la Palabra de Dios y los que no los es<br />
cuando la gente predica.<br />
«Separe las aguas de las aguas». En la Biblia,<br />
el agua se refiere a la Palabra de Dios. La Palabra<br />
de Dios espiritual viene desde arriba. Y la<br />
Palabra de Dios viene de la Palabra escrita de las<br />
Escrituras. Sin embargo, las aguas de la tierra<br />
salen de los corazones carnales de la gente. El<br />
origen de las palabras de la tierra proviene de los<br />
deseos carnales que salen de los corazones<br />
humanos. La Biblia dice que las palabras que<br />
vienen de los corazones de la gente son las<br />
palabras de Satanás, mientras que la Palabra que<br />
viene de los labios de Dios es el agua del Cielo.<br />
Por tanto, en este mundo las palabras de los<br />
◄ ÍNDICE ►
falsos profetas coexisten con las palabras de los<br />
verdaderos profetas. Esto es lo que significa que<br />
Dios separó las aguas de encima del firmamento<br />
y las de debajo del firmamento.<br />
En la era del Antiguo Testamento también los<br />
falsos profetas profetizaban mentiras que salían<br />
de sus corazones (Ezequiel 13, 2). Las palabras<br />
de Satanás pueden obrar en los corazones de la<br />
gente a través de maldad y mentiras. Cuando<br />
miramos a los que son utilizados por Satanás<br />
como instrumentos suyos, vemos que mienten<br />
según sus deseos carnales en sus corazones.<br />
Consideran que el Espíritu Santo como un objeto<br />
y por eso dicen mentiras y piden que sus<br />
seguidores reciban el fuego del Espíritu Santo, o<br />
dicen que ellos mismos lo han recibido de la<br />
misma forma. Cuando escuchamos con atención<br />
lo que ellos dicen, sólo escuchaos lo que sale de<br />
sus corazones. Todo lo que dicen es tan sucio y<br />
malvado que no podemos seguir escuchando.<br />
195 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Cuando vamos a un retiro de oración o una<br />
reunión de la iglesia, mientras el predicador tiene<br />
la Biblia abierta, muchas veces no podemos<br />
distinguir si está hablando de la Biblia o de lo<br />
que sale de su corazón. Estos predicadores<br />
elaboran sermones que no tienen nada que ver<br />
con la Biblia.<br />
Movilizan todo tipo de instrumentos, desde un<br />
coro enorme hasta una banda de música rock y<br />
altavoces gigantes y así llenan de falsas<br />
emociones a las almas que no han nacido de<br />
nuevo. Después les dicen a la congregación que<br />
reciban el Espíritu Santo e imitan el sonido del<br />
viento mientras gritan: «¡Recibid el fuego!». Sin<br />
embargo, esto no es nada más que sumir a la<br />
multitud en una especie de éxtasis colectivo.<br />
Pero Dios dice en la Biblia que el Espíritu Santo<br />
se recibe como un regalo cuando se recibe la<br />
remisión de los pecados. Aunque la Biblia diga<br />
que el don del Espíritu Santo se recibe junto con<br />
◄ ÍNDICE ►
la remisión de los pecados (Hechos de los<br />
Apóstoles 2, 38), en vez de predicar esto, afirman<br />
ciegamente que el Espíritu Santo se recibe<br />
incondicionalmente. Por eso están tan<br />
equivocados. Mucha gente cree que puede recibir<br />
el Espíritu Santo sólo si lo pide, sin importar si<br />
ha recibido la remisión de los pecados o no. Sin<br />
embargo esto es totalmente falso. Deben recibir<br />
el don del Espíritu Santo al creer en el Evangelio<br />
del agua y el Espíritu y la remisión de los<br />
pecados.<br />
Los falsos profetas mienten siempre para<br />
satisfacer los deseos de sus corazones. Estas<br />
palabras que salen de la tierra son sus<br />
enseñanzas. En otras palabras, estos mentirosos<br />
se inventan su propia Palabra de Dios y atribuyen<br />
a Dios cosas que Él nunca dijo. Como sus<br />
palabras son muy diferentes a las de la Biblia,<br />
son todos mentirosos. Pronunciar las palabras de<br />
Satanás es inventarse lo que Dios nunca dijo y<br />
196 El segundo día Dios separó las aguas<br />
hacerlo pasar por Su Palabra. Estas son las<br />
palabras de Satanás. Y los que difunden estas<br />
palabras son los siervos de Satanás.<br />
Deberíamos leer la Palabra de Dios que está<br />
escrita en las Escrituras y predicarla por fe.<br />
Debemos creer en la Verdad escrita en la Palabra<br />
de Dios y difundirla por fe. Por el contrario,<br />
cuando alguien que no ha nacido de nuevo habla<br />
desde su corazón, está pronunciando las palabras<br />
de Satanás. ¿A través de quién obran las palabras<br />
de Satanás? Obran a través de los que no han<br />
recibido la remisión de sus pecados. Y Satanás<br />
puede obrar a través de los que son débiles,<br />
aunque hayan nacido de nuevo del pecado. En<br />
otras palabras, las palabras de Satanás pueden<br />
obrar en la gente a través de los que son<br />
inmaduros espiritualmente. Como he<br />
mencionado anteriormente, Satanás también obra<br />
a través de los que no han nacido de nuevo, que<br />
son los mejores instrumentos para él.<br />
◄ ÍNDICE ►
Así que Satanás lleva a los que no han nacido<br />
de nuevo a ser devotos, les da el don de la<br />
decepción y a través de este don, confunde a<br />
mucha gente. Cuando Satanás incita a los que<br />
sufren, puede obrar a través de los que no han<br />
nacido de nuevo. A través de los que no han<br />
nacido de nuevo, Satanás puede obrar para<br />
asegurarse de que la gente sigue el camino fácil.<br />
Cuando miramos a los que creen bajo la<br />
influencia de los pastores que no han nacido de<br />
nuevo, podemos ver cómo están llenos de las<br />
palabras de Satanás. Todo lo que las iglesias de<br />
esta gente hacen es la obra de Satanás. Por tanto<br />
los pastores deben nacer de nuevo.<br />
La Verdad debe ser separada de la<br />
mentira<br />
Dios siguió separando el segundo día de la<br />
197 El segundo día Dios separó las aguas<br />
creación. ¿Cómo separó? Separó Su Palabra de<br />
las palabras de Satanás y separó Sus frutos de los<br />
frutos de Satanás. Si alguien no es justo aunque<br />
crea en Jesucristo, debe darse cuenta de que está<br />
bebiendo de las aguas de debajo del firmamento<br />
y que ha sido controlado por el Diablo. Si<br />
alguien sigue siendo un pecador aunque haya<br />
creído en Jesucristo durante 50 años, esto se debe<br />
a que ha creído en las palabras de Diablo. Si los<br />
que se han convertido en justos al creer en<br />
Jesucristo y al recibir la remisión de sus pecados<br />
en sus corazones y los que siguen viviendo según<br />
la Palabra después de creer en Jesucristo son los<br />
que beben de las aguas de encima del<br />
firmamento.<br />
Estos dos tipos de personas deben ser<br />
separados. Debemos distinguir si una persona es<br />
pecadora o justa, si está destinada al infierno o al<br />
Cielo y si es hija de Dios o del Diablo. Los justos<br />
entrarán en el Reino de los Cielos, pero los<br />
◄ ÍNDICE ►
pecadores serán arrojados al infierno.<br />
Dios separó a los seres humanos en dos<br />
grupos. Lo ha hecho claramente. Pero aunque<br />
Dios lo haya hecho, mucha gente sigue<br />
engañando a su propia conciencia. Cuando uno<br />
examina su conciencia, se da cuenta de que<br />
pertenece a uno de esos dos grupos. Debemos<br />
distinguir si hemos nacido de nuevo o no al<br />
escuchar la Palabra de Dios, si somos santos o<br />
meros seguidores de una religión, si tenemos<br />
pecados en nuestros corazones o no, si tenemos<br />
los frutos del Espíritu Santo o no, si<br />
pertenecemos a la Iglesia de Dios a la<br />
congregación de Satanás.<br />
198 El segundo día Dios separó las aguas<br />
Para ser salvados de nuestros<br />
pecados primero debemos<br />
confesarnos correctamente<br />
Todos nosotros debemos darnos cuenta de que<br />
Dios ha separado la Verdad de las mentiras.<br />
Debemos darnos cuenta de que la gente está<br />
muriendo porque ha engañado a su propia<br />
conciencia, aunque Dios haya separado la<br />
Verdad. Dios ha hecho imposible que las<br />
personas podamos culparle por enviarlas al<br />
infierno. Esto se debe a que si las personas<br />
buscan a Dios de verdad y son sinceros ante Su<br />
Palabra, Dios encontrará a esas personas a través<br />
de Su Palabra de Verdad. Cuando miramos<br />
dentro de nuestros corazones sinceramente a<br />
través de la Palabra de Dios, podemos saber a<br />
qué grupo pertenecemos. Los que persiguen<br />
meras ilusiones y se engañan a sí mismos, y por<br />
◄ ÍNDICE ►
tanto son destruidos, no tienen ninguna excusa.<br />
Ahora hay luz en el mundo. Ahora la Verdad<br />
del Evangelio del agua y el Espíritu está en el<br />
mundo. Ahora tenemos la Verdad del Evangelio<br />
del agua y el Espíritu. Si aprenden está Palabra<br />
correctamente, la ven, la escuchan y creen en ella<br />
con toda convicción, ustedes también serán<br />
librados de todos sus pecados. Esto es cierto.<br />
Incluso las aguas de debajo del firmamento<br />
pueden transformarse en las de encima del<br />
firmamento. Del mismo modo en que el vapor<br />
del mar se eleva y baja en forma de lluvia, las<br />
aguas de debajo del firmamento pueden<br />
transformarse en las aguas de encima.<br />
Pero a pesar del hecho de que una persona<br />
puede transformarse, las personas siguen<br />
engañándose y por eso siguen viviendo en la<br />
oscuridad y están destinadas a ser condenadas<br />
por sus pecados. Todos los pecadores deben<br />
confesar ante Dios que son pecadores, deben<br />
199 El segundo día Dios separó las aguas<br />
creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y<br />
encontrar la luz. Esta es la confesión que deben<br />
hacer.<br />
1 Juan 1, 9 dice: «Si confesamos nuestros<br />
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros<br />
pecados, y limpiarnos de toda maldad». Ustedes<br />
también deben creer en esta Palabra, confesar:<br />
«Señor, tengo pecados en mi corazón. Soy un<br />
pecador que ha estado bebiendo de las aguas de<br />
debajo del firmamento. Por favor, sálvame,<br />
Señor», buscar a los siervos de Dios y a Su<br />
Iglesia, escuchar la Palabra y recibir la remisión<br />
de los pecados.<br />
Dios siguió separando el segundo día. Separó<br />
las aguas de encima del firmamento de las de<br />
abajo, es decir, separó Su Palabra de las palabras<br />
de Satanás. No debemos olvidar el hecho de que<br />
Dios ha separado la verdadera fe de la falsa. Dios<br />
ha separado la Verdad de las mentiras en los<br />
corazones de las personas. Los pecados que han<br />
◄ ÍNDICE ►
ebido de las aguas de debajo del firmamento<br />
deben entrar en la congregación de los santos<br />
nacidos de nuevo sin falta y ser transformados.<br />
Aunque Dios ha separado y ha abierto el camino<br />
de la vida, si la gente sigue engañando a su<br />
propia conciencia y es arrojada al infierno,<br />
debemos darnos cuenta de que es culpa de las<br />
propias personas. Nuestras bendiciones y<br />
maldiciones, así como nuestra felicidad y<br />
desdicha dependen de en qué palabra creemos y<br />
seguimos.<br />
La salvación del pecado depende de<br />
nuestra elección<br />
Podemos creer en las aguas de encima del<br />
firmamento que Dios separó o en las aguas de<br />
debajo del firmamento. Está en nuestras manos.<br />
A los que les atraen las aguas de debajo del<br />
200 El segundo día Dios separó las aguas<br />
firmamento y las siguen, beberán de esta agua y<br />
como consecuencia se pudrirán y perecerán.<br />
Nuestro destino depende de nuestra elección.<br />
¿Iremos al Cielo o seremos arrojados al<br />
infierno? Jesucristo nos ha preparado el Cielo y<br />
el infierno. Además ha cumplido nuestra<br />
salvación abundante para que todos seamos<br />
justos. Si preferimos seguir siendo pecadores,<br />
sólo tenemos que creer en las palabras que no<br />
pueden borrar nuestros pecados, es decir, las<br />
aguas que están debajo del firmamento; pero si<br />
queremos ser justos, debemos creer en la Palabra<br />
de Dios y beber de las aguas de encima del<br />
firmamento. El Cielo y el infierno dependen de<br />
nuestra propia elección y juicio. Dios lo ha hecho<br />
todo. Según lo que escojamos, seremos<br />
bienvenidos en el Cielo o seremos arrojados al<br />
infierno. Todo se cumplirá sin excepción ante<br />
Dios según en qué creamos.<br />
Mis queridos hermanos, ¿se dan cuenta de por<br />
◄ ÍNDICE ►
qué Dios separó la Verdad de las mentiras de esta<br />
manera? En el trono del juicio final, Dios dirá lo<br />
siguiente: «He separado las aguas de encima del<br />
firmamento de las que están debajo, y os he<br />
dicho claramente lo que es verdad y lo que es<br />
mentira. Aunque lo he dejado claro, habéis<br />
escogido la mentira y las palabras del Diablo en<br />
vez de la Mía, y por eso debéis ir donde está el<br />
Diablo. ¿Por qué? Porque no sois Mi pueblo».<br />
Por tanto, los que son arrojados al infierno no<br />
tienen nada que decir a Dios. Sus labios quieren<br />
decir algo, pero no encuentran las palabras. Dios<br />
nos ha dado el Evangelio, la Verdad, la<br />
salvación, la vida eterna y las bendiciones. Y a<br />
los que buscan a Dios y han aceptado Su Palabra<br />
por fe, Dios les ha permitido recibir esas<br />
bendiciones. Sin embargo los que no beben de<br />
las aguas de encima del firmamento se<br />
enfrentarán a todas las maldiciones porque no<br />
pueden recibir la remisión de sus pecados. Dios<br />
201 El segundo día Dios separó las aguas<br />
ha separado Sus bendiciones de Sus maldiciones.<br />
Ha separado Su verdadera Palabra de las palabras<br />
falsas. Dios las ha separado así, del mismo modo<br />
en que creó la luz y separó el día de la noche.<br />
El destino de todo el mundo depende de qué<br />
escoja mientras viva en esta vida. Dios nos sólo<br />
separó el día de la noche sin razón alguna. Hay<br />
luz durante el día, pro está oscuro por la noche.<br />
Hay dominios claros y dominios oscuros. En<br />
otras palabras, existe el dominio de los justos y el<br />
dominio de los pecadores.<br />
Como Dios ha separado estos dominios, si<br />
queremos ir al Cielo tenemos que creer en la luz<br />
y si queremos ir al infierno, tenemos que creer en<br />
la oscuridad. Por mucho talento y poder que<br />
tengamos, no podemos transformar el día en<br />
noche, ni la noche en día. Del mismo modo, los<br />
seres humanos no pueden confundir lo que Dios<br />
ha separado ni cambiar lo que Él ha hecho.<br />
Si nuestra conciencia es justa, no tenemos más<br />
◄ ÍNDICE ►
emedio que creer en lo que Dios ha separado. Si<br />
miramos hacia la luz y la aceptamos,<br />
aceptaremos la Palabra de Dios que viene de<br />
arriba y recibiremos la vida eterna. Las aguas de<br />
debajo del firmamento, es decir, las palabras de<br />
la tierra, promueven las acciones de la<br />
humanidad. Deben recordar que decir que somos<br />
justos a través de nuestra devoción carnal y<br />
nuestros esfuerzos y vivir una vida santa<br />
(cumplir la Ley y ser santificado) es decir las<br />
palabras de Satanás. Convertirse en una persona<br />
justa al darnos cuenta de cómo la Palabra de Dios<br />
ha borrado nuestros pecados y al creer en ella, no<br />
tiene nada que ver con las acciones de la<br />
humanidad. La Palabra de Dios de Verdad que<br />
desciende sobre nosotros, el agua de encima del<br />
firmamento, es la salvación que Dios ha<br />
completado. El Evangelio de Verdad no exige<br />
que nuestras acciones humanas consigan nuestra<br />
salvación.<br />
202 El segundo día Dios separó las aguas<br />
La Palabra de Dios desciende desde arriba, da<br />
fruto en la tierra y vuelve a ascender de nuevo. Si<br />
creen el la Palabra de Dios, el agua de encima del<br />
firmamento, encontrarán la felicidad, pero si<br />
creen en el agua de debajo del firmamento, serán<br />
malditos. Y sufrirán mucho para después ser<br />
malditos. El sufrimiento de los que viven con una<br />
fe legalista es enorme. Es muy trágico verlos<br />
sufriendo tanto por beber de las aguas de debajo<br />
del firmamento.<br />
Los que han bebido de las aguas de encima del<br />
firmamento no pueden beber de las aguas de<br />
debajo nunca más. Los que han bebido de las<br />
aguas de debajo del firmamento no pueden beber<br />
de las aguas de encima. Por eso deben volver.<br />
◄ ÍNDICE ►
Los siervos de Dios en los que Él se<br />
complace<br />
El segundo día, Dios separó en dos las aguas<br />
que cubrían el planeta, y para ello subió la mitad<br />
por encima del firmamento y dejo la otra mitad<br />
en la tierra. Y Dios les dio nombres: las aguas de<br />
encima del firmamento y las aguas de debajo.<br />
¿Por qué dejó Dios esta Palabra escrita? ¿La<br />
escribió para enseñarnos un simple hecho? No,<br />
Dios la escribió para decirnos que la Palabra de<br />
Dios y las palabras de Satanás coexisten.<br />
Esto es lo que Dios hizo el segundo día.<br />
Vimos que la Palabra decía que Dios separó la<br />
luz de las tinieblas el primer día y que separó las<br />
aguas del Cielo de las aguas de la tierra el<br />
segundo día. Dios se complace en separar las<br />
aguas del Cielo de las aguas de la tierra, y la luz<br />
de las tinieblas. ¿Cuál es el agua del Cielo y cuál<br />
es la de la tierra?<br />
203 El segundo día Dios separó las aguas<br />
En este mundo hay dos tipos de personas que<br />
predican la Palabra de Dios. Un tipo son los que<br />
difunden las palabras de Satanás y el otro tipo lo<br />
forman los que predican la verdadera Palabra de<br />
Dios. Este último grupo conoce la Palabra escrita<br />
de Dios, cree en ella y la predica, pero el primer<br />
grupo interpreta la Palabra escrita de Dios<br />
basándose en sus propias ideas y predica lo que<br />
complace a Satanás y a la gente. Esta gente<br />
interpreta la Biblia como si fuera una guía ética<br />
para la humanidad y predica que si se cree en<br />
Jesucristo, se debe vivir virtuosamente. Sin<br />
embargo, no conocen el verdadero mensaje de la<br />
Palabra de Dios. Esto se debe a que no pueden<br />
predicar el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
En resuman, los que no predican el Evangelio<br />
del agua y la sangre ahora son los que predican<br />
las palabras de Satanás. Son los que predican la<br />
Palabra de Dios en una dimensión humanística,<br />
ética y moral. No son siervos de Dios. No son<br />
◄ ÍNDICE ►
más que siervos de Satanás. No son más que<br />
«jornaleros» cuya profesión es predicar la<br />
Palabra de Jesucristo y con ella se ganan la vida.<br />
Si vivimos nuestra vida de fe bajo el liderazgo de<br />
esta gente, en vez de creer en la fe, moriremos.<br />
Cuando bebemos de las aguas de este mundo,<br />
algunas son beneficiosas, mientras que otras son<br />
dañinas. El tipo de agua que bebemos es crucial<br />
para nuestras almas. Pueden ser bendecidos en<br />
cuerpo y alma sólo si escuchan la Palabra<br />
predicada por los que difunden el Evangelio del<br />
agua y el Espíritu. Si un predicador abre la<br />
Palabra de Dios y en vez de predicarla hace<br />
hincapié en la lección humanística, ética y moral,<br />
aunque los sermones sean buenos, es imposible<br />
que se produzca un cambio espiritual. Por el<br />
contrario, los que escuchan estas enseñanzas<br />
verán como sus almas mueren espiritualmente.<br />
Estos tipos de palabras hacen que los corazones<br />
de los cristianos caigan en más confusión. La<br />
204 El segundo día Dios separó las aguas<br />
verdadera Palabra del agua y el Espíritu trae paz<br />
y descanso a los que la escuchamos. Por tanto,<br />
cuando escuchamos la Palabra de Dios, lo<br />
importante no es el conocimiento del predicador<br />
o su apariencia o su voz, sino que lo que importa<br />
es si ese predicador cree en el Evangelio del agua<br />
y el Espíritu y lo predica.<br />
El Evangelio del agua y el Espíritu es<br />
indispensable. En Mateo 7, 15, Jesús dijo:<br />
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a<br />
vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro<br />
son lobos rapaces». ¿Cómo podemos reconocer a<br />
los falsos profetas? Jesucristo dijo que podemos<br />
reconocerlos por sus frutos espirituales.<br />
¿Puede un manzano dar plátanos? Un<br />
manzano puede estar mal alimentado y por tanto<br />
puede dar sólo un puñado de frutos, pero siempre<br />
dará manzanas. Tenemos que darnos cuenta de<br />
que un arbusto no puede dar manzanas por muy<br />
bien nutrido que esté. En otras palabras, si<br />
◄ ÍNDICE ►
alguien predica la Palabra y los que la escuchan<br />
nacen de nuevo, esta persona es un siervo de<br />
Dios. Sin embargo, si la gente no puede borrar<br />
sus pecados incluso después de escuchar las<br />
palabras predicadas por esta persona, está claro<br />
que ha aunque parece que haya predicado la<br />
Palabra de Dios, no es más que un simple<br />
profeta. Si la congregación no recibe la remisión<br />
de los pecados aunque escuchen las palabras de<br />
su predicador continuamente durante un día, dos,<br />
o incluso un año, el problema está en el<br />
predicador. En otras palabras, los falsos profetas<br />
no saben cómo nacer de nuevo del Evangelio del<br />
agua y el Espíritu ni creen en él y por eso<br />
predican sus propias palabras para recibir la<br />
remisión de los pecados.<br />
No podemos saber si alguien es un falso<br />
profeta o no con tan sólo mirarle. Cuando<br />
pensamos en falsos profetas, solemos pensar que<br />
su apariencia física será cruda, despiadada y<br />
205 El segundo día Dios separó las aguas<br />
repulsiva, pero no es así. Los mentirosos se<br />
comportan de una manera más humilde, como<br />
corderos mansos. La Biblia dice refiriéndose a<br />
ellos: «Y no es maravilla, porque el mismo<br />
Satanás se disfraza como ángel de luz» (2<br />
Corintios 11, 14).<br />
Por eso mucha gente es engañada. Un<br />
predicador que enseña mediante sermones sin<br />
haber nacido de nuevo es un falso profeta. Así<br />
son los falsos profetas de los que habla la Biblia.<br />
La apariencia física no tiene nada que ver con la<br />
Verdad. Así que aunque algunas personas nos<br />
ataquen personalmente, estaremos bien si<br />
creemos en la Palabra de Jesucristo.<br />
Los falsos profetas llevan a muchas personas a<br />
la destrucción. No van al infierno solos, sino que<br />
hacen que muchos otros les sigan. Este es el<br />
trabajo de los mentirosos. Los falsos profetas son<br />
muy buenos en su trabajo de engañar a la gente y<br />
por eso no tienen que preocuparse por cómo<br />
◄ ÍNDICE ►
ganarse la vida. Sus congregaciones, inocentes y<br />
sin idea de lo que sucede, los respetan como<br />
pastores, les dan ofrendas y les sirven. Así que<br />
los mentirosos viven en mansiones espléndidas,<br />
conducen coches lujosos y viven vidas<br />
extravagantes con el dinero que la congregación<br />
les ha dado. Por eso debemos tener cuidado de<br />
estos falsos profetas.<br />
Sin embargo, en vez de criticarlos, lo que<br />
debemos hacer es alejarnos de ellos. Los que han<br />
recibido la remisión de los pecados no deben<br />
hacer la obra de Dios con los falsos profetas.<br />
Cuando los santos justos adoran a Dios, deben<br />
reunirse solamente con sus hermanos santos que<br />
han nacido de nuevo del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. La Biblia dice que donde dos o tres<br />
personas se reúnen en el nombre del Señor, Él<br />
estará con ellos. Estas dos o tres personas se<br />
refieren a los justos que han recibido la remisión<br />
de los pecados. Los justos sólo deben reunirse<br />
206 El segundo día Dios separó las aguas<br />
con sus hermanos justos, deben escuchar la<br />
Palabra y aprender de ella juntos, alabar a Dios y<br />
seguirle por fe; entonces estarán bien. Si hay sólo<br />
dos o tres personas que han nacido de nuevo, si<br />
el que ha nacido de nuevo predica la Palabra y<br />
todo el mundo cree en ella y se une a la voluntad<br />
de Dios, entonces estas personas estarán<br />
bendecidas. En vez de criticar a los demás<br />
debemos saber lo que la Palabra de la Biblia está<br />
diciendo y vivir nuestras vidas por fe. Esto es<br />
todo lo que tenemos que hacer.<br />
Cuando el Señor vuelva en el futuro, los falsos<br />
profetas y los creyentes que los han seguido se<br />
presentarán ante el Señor y dirán: «Señor, Señor,<br />
he expulsado demonios en Tu nombre, he<br />
profetizado en Tu nombre y he hecho muchos<br />
milagros en Tu nombre». Dirán que cuando<br />
estaban en este mundo, construyeron grandes<br />
iglesias y llevaron a mucha gente a Jesucristo. En<br />
ese momento, nuestro Señor les dirá:<br />
◄ ÍNDICE ►
«¡Charlatanes y ladrones!». Entonces les dirá:<br />
«¡Echadlos a las tinieblas!». ¿No es justo el<br />
juicio de nuestro Salvador? No hace falta discutir<br />
sobre cosas tan obvias. Dios arrojará al infierno a<br />
los que están destinados a ir al infierno y enviará<br />
al Cielo a los que han recibido la remisión de los<br />
pecados al creer en el bautismo de Jesucristo y<br />
Su sangre en la Cruz. Jesucristo, que juzga con<br />
justicia, es el Jefe de la Justicia en el Cielo.<br />
El primer día de la creación de los cielos y la<br />
tierra, nuestro Señor habló de cómo los seres<br />
humanos deben recibir la remisión de los<br />
pecados a través del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu, y el segundo día, les dijo a los que<br />
habían recibido la remisión de los pecados que<br />
estuvieran alerta de las palabras de Satanás. Les<br />
dijo a los justos que nunca bebieran del agua que<br />
Satanás les ofrece, sino que tengan fe espiritual<br />
al alimentarse de la Palabra de Dios de Verdad.<br />
Mis queridos hermanos, cuando interpretamos<br />
207 El segundo día Dios separó las aguas<br />
la Palabra de Dios, debemos interpretarla y creer<br />
en ella según el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Y los que predican la Palabra de Dios deben<br />
predicar la Verdad del Evangelio del agua y el<br />
Espíritu. Los que escuchan la Palabra deben<br />
alimentarse y vivir de la Palabra que viene de los<br />
siervos de Dios. En el pasaje de las Escrituras de<br />
hoy, el significado espiritual de las aguas de<br />
debajo del firmamento, las aguas de la tierra, está<br />
en las palabras de los falsos profetas. Por eso la<br />
Biblia nos dice que no les escuchemos ni nos<br />
alimentemos de sus palabras. Incluso entre los<br />
que han escuchado el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu y recibido la remisión de los pecados,<br />
hay muchas personas cuya fe espiritual es tan<br />
inmadura que no pueden diferenciar las<br />
enseñanzas de los falsos profetas, las aceptan y<br />
mueren espiritualmente.<br />
Cuando escuchamos la Palabra de Dios, hay<br />
cosas con las que tenemos que tener cuidado.<br />
◄ ÍNDICE ►
Primero debemos averiguar si los que predican la<br />
Palabra de Dios conocen el Evangelio del agua y<br />
el Espíritu, la Palabra de Dios, creen en ella y la<br />
predican.<br />
Los siervos de Dios deben ser nacidos de<br />
nuevo al creer en el Evangelio del agua y el<br />
Espíritu para que todo el mundo tenga fe en el<br />
Evangelio del agua y el Espíritu. Todos debemos<br />
confiar en los siervos de Dios y seguirles siempre<br />
que crean en el Evangelio del agua y el Espíritu.<br />
Debemos aceptar las advertencias y los consejos<br />
de los que obedecen la voluntad de Dios. En<br />
otras palabras, lo que ellos dicen es la Palabra de<br />
Dios. Esto se debe a que Dios habla a sus santos<br />
a través de Sus siervos.<br />
Otra cosa de la que debemos darnos cuenta es<br />
que es posible que los siervos de Dios tengan<br />
insuficiencias en la carne. Si los siervos de Dios<br />