Y aquellos troesmas del tango - edUTecNe
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Y AQUELLOS TROESMAS DEL TANGO - Eduardo Giorlandini <strong>edUTecNe</strong><br />
de Rivera-Enrique de Rosas. Pepe Razzano había perdido la voz y queda en Buenos Aires como<br />
administrador de Carlitos.<br />
El debut tiene lugar en Barcelona el 5 de noviembre de 1925. Canta en el teatro Goya y en el mes<br />
siguiente, 26 y 27 de diciembre, en la misma capital de Cataluña, Barcelona, graba varios discos,<br />
en los estudios de Odeón. A partir de este momento se desprende de la compañía y sigue cantando<br />
en España con su guitarrista acompañante.<br />
Regresa a Barcelona el 26 de octubre de 1927. Sale de Buenos Aires en el barco Conte Verde,<br />
con los guitarristas Guillermo Desiderio Barbieri y el mismo Ricardo. Lo recibe el cine-teatro Palace,<br />
de Barcelona, donde vuelve a grabar discos.<br />
Un año después, aproximadamente, ya tiene en Buenos Aires un guitarrista más, como acompañante:<br />
José María Aguilar. Parte hacia Europa y desembarca en Barcelona, desde donde va en<br />
automóvil a Tolosa para visitar a su familia. Otra vez vuelve a actuar en la capital de Cataluña,<br />
pero esta vez sin “El Negro”, Ricardo, quien se queda en Madrid.<br />
El 7 de noviembre de 1933 vuelve a partir desde Buenos Aires. Lo acompañan también Armando<br />
Defino, que es su apoderado y la esposa de éste; el guitarrista Horacio Pettorossi y el Maestro<br />
Alberto Castellano (su apellido aparece en algunos textos con “s” final). Llega a Barcelona. Antes,<br />
en Buenos Aires había hecho su testamento, aconsejado por Armando Defino. Poco después<br />
muere en Me<strong>del</strong>lín, el 24 de junio de 1935, de un modo trágico, patético y dantesco, un hecho<br />
conmovedor como pocos en materia de accidentes de aviación.<br />
Barcelona, invariablemente estuvo en el corazón <strong>del</strong> “Morocho <strong>del</strong> Abasto”. Creo que fue la primer<br />
ciudad que lo recibió en Europa, con tanta efusividad, cariño y simpatía.<br />
En Barcelona, en las playas <strong>del</strong> Mediterráneo, Gar<strong>del</strong> paseó y gozó de gratos momentos, especialmente<br />
en la preciosa y gran ciudad capital de la provincia de Barcelona.<br />
José Barcia y un cuento sobre Gar<strong>del</strong><br />
Don José Barcia, decano de periodistas y profesor de periodismo, realizó numerosos trabajos de<br />
investigación sobre el lunfardo y la poesía lunfarda, algunos de los que difundieron en libros y en<br />
comunicaciones de la Academia Porteña <strong>del</strong> lunfardo, de la que fue presidente.<br />
Muy conocedor de la vida de Buenos Aires y de su gente, transmitió sus vivencias y afectos, generados<br />
en el ejercicio diario de su profesión y de su amor a Buenos Aires.<br />
Escuché de él innumerables anécdotas y cuentos. Uno de éstos, sobre Gar<strong>del</strong>, por ser desconocido,<br />
voy a recordar aquí:<br />
Gar<strong>del</strong> muere y súbita y derechamente se va al Cielo. Aquí, sin demora alguna lo recibe San<br />
Pedro, quien le indica que debe acompañarlo, porque lo espera el Señor. Llega a un lugar amplio,<br />
tan austero y sobrio como apacible. San Pedro lo introduce a Carlitos y luego de una breve caminata<br />
esperan un instante en torno a una humilde mesa rodeada de varias sillas.<br />
Casi enseguida aparece Dios, sencillo, alegre y emocionado, y le dice:<br />
-Hijo... tenía tantos deseos de tenerte ante mis ojos. Como ya sabes... estoy en todas partes, pero<br />
la dignidad concedida no podía desligarse de la libertad de las creaturas humanas. Y por el ejercicio<br />
de esa libertad llegaste a mí... he visto y escuchado tanto sobre tu voz y tus actos...<br />
Gar<strong>del</strong> le agradece sonriendo, como siempre, expresándole:<br />
-La gente exagera y hasta dijeron que canto como Dios.<br />
-¡Oh no, hijo!... En verdad, deberían decir que Dios canta coma Gar<strong>del</strong>.<br />
Gar<strong>del</strong>, el Zorzal Macho<br />
Naturaleza <strong>del</strong> mito<br />
Como todo mito, el misterio, la duda, el amor y el odio, las grandezas y miserias, pueden llegar a<br />
formar parte de todo lo que puede ser atribuido a seres excepcionales.