Untitled - tonisoler

Preludio
La oscuridad era total. La rabia desataba una opresión en el pecho que
apenas me dejaba respirar. Ese impulso, que producía en mi interior
un exceso de adrenalina, eliminaba el miedo y me permitía continuar.
Abrí la guantera del asiento del copiloto, agarré el revólver con
fuerza y comprobé que estuviese cargado. El tambor albergaba cinco
cartuchos perfectamente encajados, preparados para convertirme en
un loco homicida y temerario. Esta vez no pensaba fallar. Aunque era
consciente de no estar preparado para afrontar una situación como
esa, no me podía permitir abandonar. Debía pensar, controlar cada
uno de mis movimientos, seguir adelante sin dejar que la desconfianza
y la inseguridad me hicieran fracasar. Había mucho en juego y yo era
la única opción para evitar la tragedia.
Una vez más, me encontraba en una situación límite y peligrosa,
y una vez más, me hallaba solo para enfrentarme a ella. Pero yo ya
no era el mismo, un sentimiento desconocido revolvía mis entrañas
y tensaba mis facciones: el odio. La furia descargaba valor y osadía.
Además, luchaba por alguien que me importaba y a quien quería.
Estaba dispuesto a arriesgar mi vida con tal de salvar la suya.
Salí del coche. Me encontraba a unos sesenta metros de la vieja
y destartalada alquería. La noche era cerrada y no podía ver apenas
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