ABRIR CAPÍTULO IV. - Universidad Complutense

La cuestión irlandesa en la política internacional de Felipe II
Se había salvado poca gente. Los ingleses enviaron una fuerte armada para -según
palabras de Santa Gadea- “buscar los pedazos desmembrados de la armada” 55. A
mediados de noviembre enviaba el nuncio un triste resumen de los acontecimientos:
faltaban 30 naves, habían chocado con los arrecifes 13, más de 3.000 muertos del tercio
de Portugal, gente de elite. Pero a pesar de ello el rey quería seguir haciendo la empresa
de Irlanda a su modo, aunque el Consejo de Guerra le persuadía de lo contrario. Se
decidió entonces que por ese invierno no saliera la armada de El Ferrol, licenciando, por
tanto, a los soldado56.
Los ingleses temían que un nuevo ataque podría suceder en la isla de Wight. El
conde de Kildare fue enviado allí con una compañía de 100 jinetes. Su esposa, que era
inglesa, quedaba en la corte57. Los avisos de diciembre de 1596 confirmaban que O3’Jeill
se vio obligado a firmar la paz con la reina porque no llegaban los socorros prometidos.
El conde de Tyrone esperaba a dos jesuitas irlandeses que hablan zarpado de España con
avisos, pero el piloto de la nave los engañó y los condujo a Dublin, a presencia del virrey
Russell. Según se decía, los jesuitas hablaron de lo que pasaba en España, de modo que
los ingleses habían descubierto grandes cosas. En Londres se sabía que la armada
española se perdió en La Coruña55. O”NeiJl siguió una política espléndida, de una parte
complacía a los ingleses y de otra, entregaba el reino a Felipe II. No es extrano que los
avisos dijeran que “tempor!za”. Es decir, conservaba la paz con Inglaterra y esperaba el
socorro de España59.
Un gran temor se había apoderado de los gallegos en enero de 1597. Podía aparecer
en cualquier momento la armada inglesa, situación parecida a la de 1589. Las pérdidas del
ejército de El Ferrol hablan sido muchas, habla desbarajuste y desorden. Santa Gadea
54 AGS. E. 434, 159, Santa Gadea al Consejo de Estado, Lisboa, 22octubre 1596.
55 AGS. E. 434, 160. Santa Gadea al Consejo de Estado, Lisboa. 22 octubre 1596. Santa Gaka
arriesgó mucho al zarpar sabiendo que la climatología era incierta: “El tiempo me da alguna conftanza &
poder salir por la mañana, mas anda tan mudable que no hay que esperar en él”.
56 ASV. Nunziatura di Spagna, 47, 442. Madrid. Informe del 13 noviembre.
~7 AGS. E. 611, 208. Avisos de Londres, 20noviembre 1596.
58 AGS. E. 611, 189. Avisos de Londres, 22diciembre 1596.
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