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X X V I I I J U E G O S O L I M P I C O S A T E N A S 2 0 0 4<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> Méndez<br />
Plata en Ciclismo | Carrera por Puntos<br />
Para Belem, su concurso en Atenas tenía que ser a la mexicana.<br />
Había estado en Atlanta 1996 y Sydney 2000.<br />
“La tercera era la vencida...”, así lo presentía la perseverante ciclista, quien tendría su cita mas<br />
importante el 25 de agosto de 2004.<br />
El escenario: el velódromo de Oaka.<br />
La prueba ciclista: carrera por puntos.<br />
“Estoy dispuesta a todo, voy a pelear como una leona”… fue su convicción antes de salir a Europa<br />
el 24 de julio a su último campamento antes de los Juegos Olímpicos de Atenas.<br />
A su lado, el entrenador cubano Oscar Echevarría, su hermano Daniel –mecánico- y la psicóloga<br />
Marcela Martínez, además de dos baúles metálicos que resguardaban las dos bicicletas que<br />
utilizaría en la justa helénica en el mes de agosto y con las que entrenaría en Valencia, España.<br />
Belem no se equivocó… porque fue precisamente como una “leona” la manera en que peleó<br />
hasta el último instante las catorce unidades que la llevaron al podio olímpico el 25 de agosto<br />
del 2004.<br />
Fueron diez sprints que la llevaron a conseguir una medalla histórica en el ciclismo nacional al<br />
convertirse en la primera mujer mexicana en lograr un metal en justas veraniegas además de<br />
terminar con el ayuno de 20 años sin una presea olímpica en ciclismo.<br />
Belem no pudo contener las lágrimas de la emoción que estremeció su interior al saberse ganadora<br />
de la segunda presea olímpica de la delegación aquel 25 de agosto del 2004, metal que con gran<br />
humildad dedicó a su país, pero sobre todo, que tenía un gran significado, una promesa cumplida<br />
a su padre, don Camilo, antes de viajar a la tierra de los dioses.<br />
Ataviada de rosa y acompañada por su equipo multidisciplinario de trabajo, encabezado por<br />
el entrenador Oscar Echevarría, Belem <strong>Guerrero</strong> arribó con una hora de anticipación a la pista<br />
olímpica, para después ubicarse a las 16.50 horas en la línea de salida pintada en la pista de<br />
madera de 250 metros del Velódromo Olímpico ateniense, en donde con coraje y determinación,<br />
se jugó con todo su tercera participación en justas veraniegas.<br />
En el primer embalaje, la mexicana se quedó lejos de los puntos, sin embargo tenía su propia<br />
estrategia. Para el segundo campanazo, Belem dio su primer ataque, manteniendo el ritmo<br />
impuesto por la australiana Katherine Bates, quien se adjudicó las primeras cinco unidades,<br />
seguida de la estadounidense Erin Mirabella y de la rusa Olga Slyussareva.<br />
Concluidas las primeras veinte vueltas, la becaria del Compromiso Integral de México con sus<br />
Atletas, -fideicomiso de excelencia que respaldó en todo momento su preparación-, sumó sus<br />
primeros cinco puntos, para ubicarse en la tercera posición de la clasificación general hasta ese<br />
Fecha y lugar<br />
de Nacimiento:<br />
8 | MAR | 1974<br />
México, D.F.<br />
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“La medalla no es solo mía,<br />
es para todo México” señaló<br />
Belem. “Ver nuestra bandera<br />
durante la ceremonia de<br />
premiación es como un<br />
sueño del que no quiero<br />
despertar. Esta medalla la<br />
tengo por mi esfuerzo, me<br />
siento muy contenta”.<br />
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momento, de forma tal que se mantuvo entre el pelotón, demostrando resistencia y movimientos<br />
inteligentes para desplazarse de atrás, hacia delante, buscando la mejor ubicación.<br />
Para el cuarto sprint, la veterana colombiana Maria Luisa Calles se subió al primer sitio, con<br />
11 unidades, la siguió Belem <strong>Guerrero</strong> con 10, un punto de diferencia era el reto a vencer. La<br />
situación no cambiaba y la ciclista mexicana se mantenía en los puntos, así hasta la mitad de la<br />
competencia.<br />
En los dos últimos embalajes, Belem <strong>Guerrero</strong> luchó como nunca lo había hecho por estar en el<br />
podio. La rusa ya tenía en su poder 19 unidades, arriba de ella, con 12, la italiana Vera Carrara. Sin<br />
embargo, en el último sprint, <strong>Guerrero</strong> Méndez se fue sola, acompañada de los dioses de olimpo,<br />
entró en tercer sitio para dos puntos más, mientras Carrara se fue en blanco. De esta forma, Belem<br />
concluyó su participación olímpica con catorce puntos, detrás de la rusa Slyussareva, quien se<br />
coronó con la medalla de oro y por encima de la colombiana Maria Luisa Calle.<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> quedó en segundo lugar general con 14 unidades ¡la de plata era para México!, y<br />
con ello alivió el ayuno de 20 años en que no conseguía una medalla olímpica desde aquél bronce<br />
obtenido por Manuel Youshimatz en Los Ángeles 1984.<br />
Emocionada por su actuación, Belem, quien en el 2004 se ubicó como la número uno en la<br />
clasificación mundial declaró: “quiero disfrutar esta medalla con la gente que me ha apoyado, los<br />
que están detrás de mi, la gente humilde y hasta los más grandes, es trabajo de todos, no solo<br />
mío”.<br />
El rostro de la medallista olímpica mexiquense se iluminaba al decir: “No importó la estrategia ni<br />
el desgaste, nada de eso. La medalla está ahora en mis manos y hay que disfrutarla. Me siento<br />
muy halagada de estar con las corredoras favoritas de todo el mundo, y simplemente se demostró<br />
que sí se puede. Sé que di todo, hice mi mejor esfuerzo, estaba muy cerca del oro, pero también<br />
fue difícil tratar de conseguir la plata o el bronce, así es que nada más me dije, ‘estoy aquí y tengo<br />
que cerrar con todo, morirme en la raya, porque no va a ver otra vez’. En Sydney se me escapó<br />
por un punto, por lo que tenía que forzar todo, mi espíritu, mi alma, el corazón”.<br />
“Esta medalla es muy especial para mí, una medalla que refleja una prueba inteligente y que vió<br />
todo México. La gente sabe lo que me esforcé”.
Ante las expectativas de si al saborear la plata olímpica, diría adiós al ciclismo como lo había<br />
manifestado los últimos meses, indicó: “No creo. Se los diré después, voy a descansar un poco<br />
después de esta medalla y ya les diré el próximo año”.<br />
ENLACE TELEFÓNICO CON LA FAMILIA<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>, subcampeona olímpica en los Juegos de Atenas 2004, tomó el teléfono para<br />
hablar con su familia. Mientras conversaba con su madre, doña Elena, su rostro se inundó de<br />
melancolía, de ganas de sacar todo el esfuerzo contenido que le dieron la presa de plata, que<br />
para ella sabe a oro.<br />
“Gracias mamá, pues ya se hizo la medalla, estoy bien. Bien contenta, por el resultado; no puedo<br />
decir más porque tengo a todos los medios de comunicación”, sentenció la ciclista. Y es que Belem<br />
<strong>Guerrero</strong> estaba deseosa por hablar con su familia allá en Nezahualcóyotl, Estado de México. Allá<br />
en donde la pedalista tenía programado un gran fiestón a su regreso el día 27 de ese mes.<br />
“Es que no puedo decir más palabras, porque se me salen las lágrimas y están todos los medios<br />
de comunicación conmigo, me están oyendo todo”, sostuvo.<br />
En la casa de la pedalista, el teléfono no dejó de sonar tras la culminación de la carrera por puntos<br />
en los Juegos Olímpicos Atenas 2004 y en donde la corredora se agenció la medalla de plata.<br />
“Llego el 27, espérame por favor en el aeropuerto”, señaló <strong>Guerrero</strong> Méndez, quien no cabía de<br />
alegría. ¿Está por ahí mi papá?- preguntó la nueva subcampeona olímpica.<br />
- Papá, te habla tu hija, fue la respuesta que tuvo Belem <strong>Guerrero</strong>.<br />
- Ya le di como me dijiste que les diera, comentó la ciclista<br />
- ¿Cómo estás tú? ¿Qué estás haciendo con los medios de comunicación?. No podía llamar, no<br />
sabes lo que se siente verte en el podio, y sí les diste con lo que te dije, con el mazo…<br />
- Con la mano del metate -corrigió la voz de su mamá, quien no perdió detalle de lo que se decían<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> y su padre-.<br />
Luego la deportista se despidió de su familia no sin antes decirles: “Ya se acabó esto, llego para<br />
disfrutar la medalla con ustedes”. Las lágrimas recorrieron sobre el rostro de la ciclista mexicana<br />
y partió a la Villa Olímpica a disfrutar de su momento con los dioses del Olimpo. Eso fue lo que<br />
sucedió aquél 25 de agosto que quedará grabado en la memoria de todos los mexicanos.<br />
Pasada la euforia, Belem recuerda:<br />
–Fue una prueba muy disputada. Tenía que ser agresiva, correr con mucha inteligencia y con una<br />
estrategia muy bien definida.<br />
–Me acuerdo muy bien de las últimas cinco vueltas, que fueron las definitivas, ya que estaba<br />
empatada con la colombiana María Luisa Calle con 12 puntos, y sabía que el último sprint sería<br />
definitivo. Y lo fue. Porque en los últimos mil metros todas le metimos, y yo sólo me le pegué a la<br />
colombiana, que era la que me podía quitar la medalla.<br />
Cuando faltaban dos vueltas, se empezó a pelear la posición de punta para lanzarse por los<br />
puntos, hasta que salí de la última curva, le metí todo, ya que la alemana Katrin Meinke y la<br />
cubana Yoanka González, que ya no significaban peligro, se habían ido adelante. Sabía que<br />
tenía que acumular puntos y afortunadamente me ubiqué en la tercera posición para sacar dos<br />
unidades y con ello obtener la medalla.<br />
Allá en Grecia, rodeada de cientos de periodistas de varios países que la vitorearon, la mexiquense<br />
asentó: “Sabía que podía estar en el podio, pero sólo lo podría conseguir actuando con inteligencia<br />
y una estrategia bien definida”.<br />
¿Una estrategia personal?<br />
–Tenía que desgastar a mis rivales. Cuando Sarah Ulmer se dio a la fuga nos sorprendió a todas,<br />
pero ella no pudo hacer muchos puntos, así que cuando regresó al grupo la sentí muerta. Me di<br />
cuenta de que era ya una oponente menos para el final. La gran favorita estaba fuera, mientras yo<br />
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me sentía muy fuerte y me decía: ‘tengo que morirme en la raya porque no va a haber otra vez’.<br />
Y di mi máximo esfuerzo en una competencia que, en verdad, estuvo muy reñida.<br />
Allá en Grecia, cuando se le recordaron las penurias que padeció, Belem –cuya amplia sonrisa<br />
contagió a todos, principalmente los periodistas de habla hispana– acertó a decir:<br />
–Esta medalla es muy especial. Espero que todo México la goce. El oro estuvo cerca, pero tengo<br />
la plata que es bienvenida...<br />
Y apuntó, serena:<br />
–Aunque antes haya sufrido lo que haya sufrido, ahora ya no me duele. Esta medalla se la merecen<br />
todos los que han estado cerca de mí e incluso, los que no, ya que es una medalla fruto del<br />
trabajo de muchos, no sólo mío. Los que pusieron trabas en el camino, sin darse cuenta, me<br />
obligaron a esforzarme más. No puedo amargarme el día con eso; no este momento, en el que<br />
estoy muy feliz.<br />
En efecto, el sinuoso trayecto que recorrió la pedalista rumbo a la presea olímpica hubieran<br />
doblegado a cualquiera, menos a ella. Discriminaciones, desinterés y falta de recursos. Previo al<br />
año 2000, silenciosa, alejada de los reflectores, Belem soportó estoicamente las desigualdades<br />
marcadas por las autoridades que presidían la Federación Mexicana de Ciclismo, pero en este<br />
nuevo ciclo olímpico, contaba con el apoyo directo e incondicional de las autoridades depotrivas<br />
de México y del Programa CIMA que respaldó su preparación rumbo a Atenas.<br />
A pesar de los problemas, Belem <strong>Guerrero</strong> no ha perdido su sencillez, e incluso, agradece a<br />
quienes no confiaron en ella.<br />
–No es tiempo de reclamos –dice Belem–. Doy gracias a quienes trataron de frenarme, porque<br />
gracias a ellos me hice más fuerte. También debo dar las gracias a quienes creyeron en todo<br />
momento en mí, como la CONADE y CIMA, me dolió mucho que después de Atenas se mal<br />
interpretara que no había tenido apoyo de ellos. Incluso que no tenía bicicletas para competir,<br />
pero es momento de aclararlo. Una televisora hizo una campaña para obsequiarme una bici pero<br />
jamás fue porque no tuviera con qué competir, a lo mejor se manejó mal la información, yo estaba<br />
dedicada a lo mío, a mis competencias. No sabía lo que sucedía en México y lo que menos quería<br />
era perjudicar a quienes realmente estuvieron conmigo en las buenas y en las malas.<br />
Con la presea de plata en las manos de Belem, el técnico cubano Oscar Echevarría también<br />
tomó revancha de anteriores agravios, ya que tras un intenso trabajo de cuatro años con el<br />
equipo de ruta -que culminó en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996- fue despedido por el<br />
entonces titular de la federación, Herón Soberanes, quien no tomó en cuenta que en el terreno<br />
estadounidense hicieron acto de presencia los ciclistas profesionales, encabezados por el español<br />
Miguel Induráin, lo que impidió al resto -incluidos los mexicanos- aspirar a más.<br />
Hoy, Echevarría gozaba del momento. Callaba, como Belem, varias bocas.<br />
Sereno, coherente, sin mayores aspavientos, Oscar relató la actuación de su menudita ciclista, de<br />
apenas 1.60 metros de estatura:<br />
–La estrategia fue la agresividad desde el principio. Le dije a Belem: ‘No vamos a desperdiciar el<br />
principio ni esperar lo que suceda con las demás’. Es decir: no depender del resto, sino hacer lo<br />
propio. La instrucción era acumular puntos desde el primer sprint y lo cumplió. Belem es una gran<br />
ciclista y una de sus principales virtudes es que corre por todos lados de la pista. Muchas son<br />
fuertes, pero no se meten a la candela –pelear en el grupo– y cuando una atleta no se mete, tiene<br />
que sacar la potencia. Belem tiene ambas virtudes.<br />
ENCANTÓ A FOX<br />
La actuación de Belem no pasó inadvertida para el Presidente Vicente Fox quien, a través de una<br />
llamada por celular -que enlazó el Profesor Nelson Vargas Basáñez, titular de la Comisión Nacional<br />
de Cultura Física y Deporte-, felicitó a la deportista.<br />
Aquella plática quedará para la memoria:<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Hola<br />
Presidente Vicente Fox: ¿Qué pasó Belem?
Belem <strong>Guerrero</strong>: Aquí estamos con una medalla más y espero que este triunfo le haya gustado,<br />
comentó la ciclista.<br />
Presidente Vicente Fox: Me encantó, es una gran cosa, nos encadena otro triunfo. Te felicito por<br />
el trabajo que has hecho, el profesionalismo, la constancia, ahí esta el resultado. De verdad, a<br />
nombre de todo México quiero felicitarte.<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Pues muchas gracias. Yo me siento bien halagada de que me haya llamado y que<br />
estemos en contacto, creo que es lo que más nos motiva para seguir. Espero que no sean estas<br />
dos medallas nada más, sino que próximamente caigan más.<br />
Presidente Vicente Fox: Apóyame mucho a los muchachos y las muchachas que van a seguir<br />
compitiendo, que entren con mucho ánimo y con la misma fortaleza con que lo hiciste tú.<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Claro que sí, voy hacer todo lo posible.<br />
Presidente Vicente Fox: Espero verte acá, en los Pinos, cuando regreses.<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Claro que sí, yo voy hacer todo lo posible por ir. Regreso dentro de dos días, voy<br />
y lo saludo y le agradezco todo el apoyo que me ha dado.<br />
Presidente Vicente Fox: Una gran porra para ti, felicidades<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Muchas gracias Señor<br />
Presidente Vicente Fox: Ándale, adiós y suerte<br />
Belem <strong>Guerrero</strong>: Gracias y nos vemos en México próximamente<br />
ELOGIOS DE LA PRENSA<br />
La actuación de Belem fue, elogiada por la prensa mexicana.<br />
El diario Récord citó: Ellas imponen la moda. Y un breve resumen en su portada: Belem <strong>Guerrero</strong><br />
dio un carrerón y obtuvo la segunda medalla de plata, color que ella y Ana han puesto a la<br />
vanguardia en este verano.<br />
El Universal Gráfico, con una espléndida fotografía en la que se mostró el intenso duelo con la<br />
colombiana María Luisa Calle, cabeceó: Pedalea hasta la gloria<br />
Por su parte, el diario Reforma, con una espléndida cobertura, señaló: Belem no se queda atrás,<br />
recordando lo hecho el día anterior por Ana Guevara. Una enorme cabeza con letras rosas, como<br />
el uniforme de la mexicana, en furioso sprint, se publicó en la portada.<br />
El periodista Adolfo Cortés, especialista<br />
en ciclismo del diario Excélsior, hizo una<br />
extraordinaria nota a la que tituló: Belem,<br />
una historia de la perseverancia, en la<br />
que destacó aquel comentario que hizo<br />
la italiana Antonella Belluti, ganadora de<br />
la medalla de oro en la prueba de puntos<br />
en Sydney, quien calificó a la mexicana<br />
como una “guerrillera” del ciclismo de<br />
pista.<br />
...A sus 30 años, Belem <strong>Guerrero</strong> cinceló<br />
hoy en Atenas, Grecia, su brillante<br />
palmarés al conseguir la única presea<br />
que le faltaba en su carrera como es la<br />
argenta en la prueba por puntos.<br />
...Sus inicios no fueron fáciles. A falta<br />
de niñas y luego de jóvenes, tuvo que<br />
forjarse en la Jaca de Acero compitiendo<br />
con hombres y luchando contra la<br />
marginación de los dirigentes y el<br />
machismo de sus compañeros –señaló<br />
Cortés.<br />
En el diario Milenio-La Afición, en su<br />
sección La figura del día, destacó la<br />
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En grandes encabezados se<br />
leía la hazaña de Belem, su<br />
historia quedaba grabada en<br />
los medios gráficos del País.<br />
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medalla de plata conseguida por Belem, que ratificó así su condición de número uno del ranking<br />
de la UCI en la prueba por puntos.<br />
Y en la nota:<br />
Cuando la guevaramanía todavía no terminaba apareció Belem <strong>Guerrero</strong>... ayer por la mañana<br />
todos estuvieron hablando de la actuación de la sonorense (la atleta Ana Guevara ganó el día<br />
anterior la presea de plata en 400 metros planos). Pero cerca de las diez de la mañana, otra<br />
deportista que no se ha cansado de dejar el nombre de su país muy en alto, les recordó a todos<br />
que ella también estaba participando en los juegos de Atenas.<br />
... No llegó a Atenas con reflectores. No recibió ni la cuarta parte de la atención y seguimiento de<br />
los medios de comunicación...<br />
... Su participación en los primeros días de los juegos, dentro de la prueba de ruta, en la que<br />
terminó en el lugar 34, ‘mal informó a muchos’. No obstante ayer, Belem demostró que tenía muy<br />
claro a qué iba a Atenas. Demostró que para competir en su prueba no necesita de reflectores ni<br />
alabanzas, que su trabajo es suficiente.<br />
De igual forma, la actuación de Belem tomó por sorpresa a algunos. En el diario El Universal,<br />
en la crónica de su enviado, Jorge Guzmán, se tituló: Da el campanazo. Y el sumario: La ciclista<br />
mexiquense realiza una carrera inteligente y agresiva para convertirse en la primera mexicana en<br />
ganar medalla de plata en una prueba ciclista de Juegos Olímpicos.<br />
El ex ciclista regiomontano Raúl Alcalá, el mejor rutero que ha tenido el país, en su función de<br />
comentarista de una televisora, estalló en emotivo llanto al observar la hazaña de Belem en el<br />
velódromo de Oaka. Y señaló: “La medalla de Belem nos sabe a oro. Ella venía decidida por el<br />
primer lugar… Ella ha escrito un capítulo muy importante para el ciclismo mexicano”.<br />
Por su parte, en su análisis para el diario Reforma, otro ex ciclista, Luis Rosendo Ramos, destacó<br />
que Belem consiguió la medalla de plata en la prueba por puntos gracias a la inteligencia y<br />
audacia con que desarrolló su estrategia dentro de esta competencia.<br />
Ramos cerró su comentario al señalar:<br />
Para quienes estamos en el ciclismo es un gusto que Belem <strong>Guerrero</strong> ganara la medalla porque es<br />
un premio a su esfuerzo durante una larga trayectoria.<br />
Pero lo que verdaderamente encendió el ánimo de los mexicanos fue, como se recordará, la reseña<br />
del comentarista Luis Villicaña, por Televisión Azteca. Crónica de un experto, profundo conocedor<br />
de la carrera deportiva de Belem, quien eufórico relató el intenso duelo con la colombiana Calle<br />
en los últimos sprints.<br />
Asimismo, sin ser precisamente un gran conocedor del ciclismo, el periodista Germán Dehesa, en<br />
su columna Gaceta del Angel, vertió un comentario exacto de la corredora:<br />
... Sincera, serena, ausente de melodramas y de oropeles, equilibrada y buena onda, nuestra<br />
paisana de Ciudad Neza nos dio a todos una enorme alegría. De algún modo, este júbilo tuvo<br />
quizá más intensidad que el que nos hizo sentir Ana Guevara. Esto, nomás faltaba, no implica<br />
menospreciar a ninguna de las dos; lo que ocurre es que de Ana lo esperábamos todo y de Belem<br />
<strong>Guerrero</strong> casi nadie esperaba nada...<br />
AQUÉL APACHE<br />
Del cofre de recuerdos...<br />
Aquel triciclo Apache parecía tener vida.<br />
Era conducido de un lugar a otro de la casa, ubicada por el rumbo de Chalco.<br />
Todos los días era el mismo ajetreo de los pequeños traviesos de la casa.<br />
Isabel, la hermana mayor, quería probar las habilidades de la conductora, su fuerza, su osadía.<br />
Y la retó: “A que no puedes jalar la televisión con tu triciclo”.<br />
–A que sí –respondió la pequeña Belem.<br />
Isabel la miró retadora; Belem, desafiante.<br />
Estaba convencida de que podía responder a la apuesta.
Las hermanas <strong>Guerrero</strong> tomaron un resorte.<br />
Ataron un extremo al triciclo y el otro a las patas del televisor.<br />
–A la una... a las dos... a las ¡tres! –gritaron a coro.<br />
Belem pisó con fuerza el pedal derecho... y nada. Lo intentó con el izquierdo, pero el televisor ni<br />
se movió, mientras sentía que las ruedas traseras se le coleteaban.<br />
–Ahora sí –dijo convencida Belem–. ¡Ahí voy!<br />
De pronto, ¡crasssh!. Seco fue el sonido.<br />
Doña Elena, madre de las dos traviesas, entró corriendo a la sala atraída por el ruido. Y su sorpresa:<br />
el costoso televisor yacía en el suelo, con el cinescopio destrozado, así como las pequeñas figuras<br />
de porcelana que la adornaban.<br />
Las risas de las niñas cesaron.<br />
–Mamá no estaba nada contenta –relata Belem, con una pícara sonrisa.<br />
Han pasado los años y en el olvido ha quedado el regaño, así como el manazo acostumbrado<br />
como castigo.<br />
–Ese triciclo, regalo de mis padres, fue mi juguete preferido.<br />
Ni la lluvia, ni el viento, ni el frío detienen a Belem.<br />
La Unidad Deportiva Juan Fernández Albarrán, en Zinacantepec, se ha convertido en su segunda<br />
casa. Ahí entrena... más que nadie. Siempre tiene en la mente aquellas palabras que un día le<br />
dijo su madre: “Si quieres ganar tienes que trabajar; si deseas ser la mejor, haz lo necesario y un<br />
poco más”.<br />
Pero, ¿cómo pedirle un sacrificio extra? ¿Cómo pedirle que fuera la mejor ciclista en un panorama<br />
casi desierto de jovencitas dedicadas al ciclismo? Y, sobre todo, ¿cómo exigirle un extra en un<br />
deporte que estaba sumido en la desorganización?<br />
NO ERA SU MOMENTO…<br />
En 1997 logró, entre otros premios, la medalla de bronce en el Campeonato Mundial celebrado<br />
en Perth, Australia. Y un año después, la medalla de plata en el Campeonato Mundial en Burdeos,<br />
Francia. La gente del deporte se fijó en ella. Recibió varias propuestas. Era la candidata obvia al<br />
Premio Nacional de Deportes.<br />
¡Pero no!<br />
Extrañamente, algunos se encargaron de propalar que Belem había incursionado en esos días en<br />
el ciclismo profesional en Italia... y sus logros fueron soslayados.<br />
La corredora desesperó. Años después, recibiría ese reconocimiento en dos ocasiones de manos<br />
del Presidente Vicente Fox Quesada en 2001 y 2004, después de ganar la presea olímpica.<br />
–Hay personas que, supongo, tienen celos... Son sus ideas y las respeto, pero nadie puede negar,<br />
que he ido abriendo puertas, que he pasado situaciones difíciles, que he tenido resultados. Mi<br />
familia siempre me ha apoyado y sabe lo que cuesta estar entre las mejores del mundo; si otros<br />
no investigan, allá ellos. A lo mejor en el 97 no era mi momento para ganar el Premio Nacional de<br />
Deportes, pero después fue mucho mejor, un momento inolvidable, en un ambiente diferente.<br />
El 21 de septiembre de 2000, Belem se ubicó en el quinto sitio de la prueba de puntos de los<br />
Juegos Olímpicos de Sydney, disputada en el velódromo techado de Dunc Gray.<br />
Dijo allá, apenas se bajó de su bicicleta:<br />
–Se hizo lo que se pudo, No estoy satisfecha, hubiera querido más.<br />
Belem sumó 12 puntos y quedó empatada con la alemana Judith Arndt. Subieron al podio la<br />
italiana Antonella Belluti, con 19 puntos; Leontin Zijlaard (Holanda), con 16 y Olga Slyusareva<br />
(Rusia) con 15.<br />
Agregó Belem:<br />
–Mejoré mi lugar en Atlanta ‘96 donde quedé undécima con sólo 4 puntos... pero hoy quería<br />
más. Yo traté de iniciar las fugas, pero las demás no quisieron jalar parejo... Hice mi mejor esfuerzo<br />
pero no fructificó.<br />
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002<br />
Un día le dijo su madre:<br />
“Si quieres ganar tienes que<br />
trabajar; si deseas ser la<br />
mejor, haz lo necesario y un<br />
poco más”.<br />
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El correr ante auténticas ciclistas profesionales no impidió que la mexicana mostrara sus cualidades.<br />
No bastaron para ubicarse en el podio, cuando ella y su asesor técnico, Manuel Youshimatz,<br />
esperaban algo más que el quinto sitio olímpico.<br />
Días después, Belem comentó:<br />
–En Sydney estaba nerviosa, tensa, mi nivel era bueno, pero no me sentía segura de mí misma ni<br />
de lo que iba a hacer por la falta de comunicación con los directivos que siempre te presionan,<br />
que te hacen con la medalla y cuando no la obtienes se olvidan de ti. Quedé en quinto lugar y,<br />
después, me quedé sola, acompañada por ella.<br />
¿Ella?<br />
Belem dirige su mirada hacia su bicicleta, su fiel compañera, su amiga...<br />
–Conocimos, aprendimos, lloramos en el mismo momento que sabíamos que teníamos tan cerca<br />
pero tan lejos esa ansiada medalla. No fue el resultado que yo quería, pero de una cosa si estoy<br />
segura: di todo.<br />
EL CICLISMO, COMO UN VIRUS<br />
No bastaba, ya, aquel Apache. Ahora, el ciclismo entraría a su sangre como un feroz virus del que,<br />
aún hoy, no hay cura. Vendría, pues, al encuentro con una nueva amiga: la bicicleta.<br />
Don Camilo <strong>Guerrero</strong>, quien en su juventud había practicado el ciclismo, habló con su esposa,<br />
doña Elena Méndez:<br />
–Los niños tienen que hacer deporte –dijo.<br />
Así que doña Elena se organizó. Atendía su casa en la mañana mientras los niños estaban en<br />
la escuela y, por la tarde, irían a la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca. Ahí tendrían<br />
una actividad deportiva. Isabel y Belem –cuatro años– irían a la gimnasia; Camilo y Daniel, al<br />
ciclismo.<br />
Bien organizada, doña Elena iba al Velódromo Olímpico Agustín Melgar; mientras Belem e Isabel<br />
se quedaban en la alberca de la Puerta 2 de la Ciudad Deportiva.<br />
Recuerda Belem aquellas travesías:<br />
–Salíamos de la casa como a las tres de la tarde. Nos íbamos ya fuera en Micro o en taxi, porque<br />
en el Metro no nos permitían entrar con las bicis. Era un relajo, pero siempre llegábamos, de una<br />
u otra manera. Martes y jueves era el mismo peregrinar.<br />
Su incursión en la gimnasia no encantó a Belem.<br />
–No me gustaba que me jalaran el cabello cuando me peinaban –esgrime.<br />
La natación, por su parte, dejó una huella en ella: la competitividad. Un cuarto lugar en un<br />
campeonato nacional infantil fue todo.<br />
Ahí, en las tribunas, observando a sus hermanos, Belem decidió su destino: el ciclismo. Ver a<br />
Camilo y a Daniel ya fuera en el óvalo o en la pista del autódromo encantó a Belem.<br />
–Tenía 10 años y de verdad me impresionó la velocidad que se podía alcanzar en la bicicleta,<br />
aunque en aquel tiempo yo no sabía ni cómo girar ni cómo dar vuelta. Apenas mantenía el<br />
equilibrio, simplemente me subía y le daba.<br />
–Supe que sería ciclista el día que me trepé a la bicicleta de Camilo –recuerda Belem.<br />
Y así, la gimnasia y la natación quedaron en el olvido.<br />
Pero Belem, tenía que esperar a que sus hermanos terminaran sus sesiones para pedirles prestada<br />
la bicicleta. Pedaleaba y caía. Pero de inmediato reintentaba.<br />
Dice, de ello, doña Elena:<br />
–Belem fue una niña muy callada, pero muy juguetona, muy inquieta. A trancazos aprendió a<br />
andar en bicicleta, pues se caía mucho, pero se levantaba como si nada y volvía a intentarlo.<br />
En las gradas, un señor gozaba del entusiasmo de la pequeña. El quería que sus hijos sintieran<br />
la misma pasión que esa niña que insistía en dominar esa máquina que, hasta ese entonces, era<br />
más común para los varones.<br />
Incluso, varios padres de familia se opusieron a que Belem corriera con los niños en los<br />
entrenamientos... y, aún menos, en las competencias.
Recuerda Belem, con un dejo de nostalgia:<br />
–Ese señor, siempre estaba en las tribunas, me seguía con la mirada. Un día me prestó la bicicleta<br />
de uno de sus hijos, y no lo pensé dos veces: acepté. Así fue que durante muchos días llegaba al<br />
velódromo e iba directa a pedirle prestada la bici. Pero un día la rompí, choqué con ella. Incluso mi<br />
papá estaba algo chiveado, quería pagársela, pero ese señor no quiso. Supongo que le agradaba<br />
mi entusiasmo. Nunca supe su nombre, pero tampoco he dejado de agradecerle su ayuda.<br />
Pero el entusiasmo de Belem no contagió a otros extraños, al contrario. Muchos padres de familia<br />
se oponían a que la niña compitiera con los demás infantes. Y más porque los trofeos de primer<br />
lugar no eran para ellos, sino para Belem.<br />
–En una ocasión –rememora Belem– me pasó que ya en la línea de salida en las carreras infantiles<br />
hubo unos papás que me cargaron con todo y bicicleta y me sacaban de la pista. ¿Cómo una niña<br />
les iba a ganar a sus hijos? Yo sólo me ponía a llorar.<br />
Cinco años después, su dominio de la jaca de acero era evidente.<br />
A los 14 años era ya campeona nacional de pista en la categoría de mayores, y el Festival Olímpico<br />
Mexicano fue el escenario para probar que ya estaba lista –ganó las ediciones de 1990, 1991 y<br />
1993– para alcanzar sitios mejores.<br />
Y, como muchos deportistas, las carreras de ruta fueron necesarias para ir ganando algunos<br />
premios económicos. En el caso de Belem, éstos le permitieron hacerse de su primera bicicleta, ya<br />
con las medidas adecuadas.<br />
–Era una bici negra, con puntitos rosas fluorescentes –recuerda.<br />
Hoy, casi una docena de bicicletas han sustituido a la Bimex primera. Unas fueron regaladas bajo<br />
el patrocinio de Bettina Benotto, otras de la firma Turbo, unas más de la empresa Química San<br />
José y otras del consorcio italiano Acca Due Lorena, además de las que le ha comprado CIMA y<br />
TV Azteca.<br />
LAS HUELLAS...<br />
Numerosas cicatrices se advierten en las morenas manos y piernas de la corredora, de treinta<br />
años (nacida el 8 de marzo de 1974, en el Distrito Federal). Son huellas de más de veinte años de<br />
historias, de medallas, de derrotas. Dos décadas dedicadas a consolidar internacionalmente un<br />
nombre: Belem <strong>Guerrero</strong> Méndez. Porque lo extraordinario: aquí, en México, prácticamente no<br />
existe el ciclismo femenil.<br />
Si bien desde los 14 años Belem <strong>Guerrero</strong> dio muestras de ser la mejor pedalista nacional en la<br />
prueba por puntos, scratch, persecución y la ruta, su primer gran éxito internacional lo obtuvo<br />
en 1990: segundo lugar en la prueba por puntos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe<br />
celebrados en la ciudad de México, a los 16 años de edad.<br />
Y de ahí, hacia delante, bajo el mando del entrenador italiano Giuseppe Grassi, quien vio el talento<br />
innato de Belem en la bicicleta y, por ende, recomendó a sus padres que su alumna viajara a Italia<br />
para aprender, para codearse con rivales más fuertes, para entrar en competencia con pedalistas<br />
de mayor experiencia, ya que ganar aquí, e incluso participar con juveniles, poco le ayudaría.<br />
–¿A Italia?<br />
–Sí mamá, a Italia.<br />
Giuseppe Grassi había hablado con Belem de la posibilidad de que fuera a Italia a aprender lo<br />
que verdaderamente era el ciclismo de ruta y el de pista. Y ante don Camilo y doña Elena, les hizo<br />
ver la necesidad de que Belem incursionara con las ciclistas europeas; sólo así se podría medir las<br />
verdaderas dimensiones de la pedalista mexiquense.<br />
–Si ustedes consiguen el aval de la federación y el dinero para el pasaje de avión, yo les prometo<br />
que Belem tendrá casa allá y alimento, no le faltará nada –les había dicho Grassi.<br />
Cuenta doña Elena:<br />
–Teníamos un dinero guardado producto de los premios que le habían dado a Belem, pero no nos<br />
alcanzaba. Y como se acercaba el cumpleaños de ella, sus 15 años y no quería una fiesta, pues le<br />
propuse a mi esposo que ese dinero lo íbamos a destinar al viaje.<br />
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1997: En el Campeonato<br />
Panamericano de ciclismo,<br />
realizado en Cali, Colombia,<br />
logró dos medallas de plata<br />
en las pruebas de ruta<br />
y puntos.<br />
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A T E N A S<br />
–¿Se va a ir solita? –preguntó tristemente don Camilo.<br />
–Sí, no le pasará nada.<br />
–Bueno. Vamos a esperar. Me deben un dinero y me han prometido que en estos días me lo van<br />
a pagar, –dijo don Camilo.<br />
Doña Elena no esperó a tener el dinero completo. Se fue a reservar el boleto de avión para<br />
Belem... Pero la deuda que tenían con don Camilo por cobrar no fue cubierta y hubo que cancelar<br />
el viaje una semana.<br />
Prosigue doña Elena:<br />
–Fuimos de nueva cuenta a la agencia a reservar el boleto, pero tampoco le cumplieron a mi<br />
esposo e íbamos a ir nuevamente a la agencia, pero llegó una persona que se interesaba en<br />
comprar una camioneta que teníamos, y pues la vendimos para tener el dinero y cubrir el viaje a<br />
Italia.<br />
–Ese dinero no fue tirado a la basura. Belem estuvo tres meses en Italia, entrenando pues era el<br />
invierno y cuando hubo una carrera, en marzo, participó en ella, y obtuvo un excelente segundo<br />
lugar, ya que se fugó con una rusa y aunque ella le daba el cambio la rusa nunca jaló. Belem<br />
estaba feliz por ese segundo lugar y, sobre todo, por los entrenamientos que hizo allá que le<br />
mostraron que tenía que trabajar mucho más para aspirar a mayores triunfos.<br />
De ese viaje, Belem <strong>Guerrero</strong> recuerda cuando se perdió por horas -más de ocho- extraviada por<br />
las calles de Italia, sin comer, bajo la lluvia, sin hablar el idioma ni tener en mente la dirección, sin<br />
embargo, su instinto y acompañada solamente de su bicicleta la llevó a sobreponerse y encontrar<br />
el lugar en el que experimentó su primer campamento en el extranjero.<br />
Y empezó el camino a su internacionalización:<br />
1992: Campeonato Panamericano de Ciclismo, en Quito, Ecuador: tercer sitio en persecución<br />
individual y tercera en la prueba por puntos.<br />
1993: Juegos Centroamericanos y del Caribe que se celebraron en Ponce, Puerto Rico: tercera<br />
posición en la prueba por puntos.<br />
1994: En la fase de Copa del Mundo en<br />
Colorado Springs: tercera en puntos, y quinto<br />
sitio en la persecución; además, octava en el<br />
Campeonato Mundial de ciclismo en Palermo,<br />
Italia. En el Campeonato Panamericano, que se<br />
llevó a cabo en Chile, obtuvo el primer sitio en<br />
ruta y el segundo en persecución individual.<br />
1995: En Quito, Ecuador, fase Copa del<br />
Mundo: tercer sitio en puntos, mientras que<br />
en la fase de La Habana, logró otra presea<br />
de bronce. En los Juegos Panamericanos de<br />
Mar del Plata, segundo sitio en la prueba por<br />
puntos y tercera en persecución.<br />
1996: Tras asistir a las fases de la Copa del<br />
Mundo en Atenas y Milán, se ubicó en la<br />
undécima posición en la prueba de puntos en<br />
los Juegos Olímpicos que se llevaron a cabo en<br />
Atlanta, Estados Unidos.<br />
1997: En el Campeonato Panamericano de<br />
ciclismo, realizado en Cali, Colombia, logró<br />
dos medallas de plata en las pruebas de ruta<br />
y puntos. Participó además en la Copa del<br />
Mundo en Atenas, Grecia, donde se colocó en<br />
el noveno en persecución y octavo en puntos.<br />
Ese mismo año, en la cuarta Copa Mundial de<br />
ciclismo de pista, en Adelaida, Australia, se
ubicó en el cuarto sitio en los 3 mil metros persecución individual, para terminar en el Campeonato<br />
Mundial de Pista que se llevó a cabo en Perth, Australia, donde alcanzó su primer podio: tercer<br />
sitio en la prueba de puntos.<br />
Esa espléndida temporada fue reconocida, por fin, por las autoridades: la Confederación Deportiva<br />
Mexicana le otorgó el premio Luchador Olmeca, mientras que la Federación Mexicana de Ciclismo<br />
le dio el premio Raúl Alcalá.<br />
LO BUENO Y LO MALO<br />
30 de agosto. Burdeos, Francia.<br />
Es el Campeonato Mundial de Ciclismo en el veloz velódromo techado de madera. Bello, impecable,<br />
magnífico. Está en el programa la prueba de puntos, o lo que es lo mismo: adrenalina, inteligencia<br />
y habilidad en la pista.<br />
Belem revive, con emoción, aquel momento imborrable:<br />
–Entré a la pista con frialdad, fuerza y ganas de tener un buen resultado. La adrenalina corría en<br />
mí, la sentía. Todo empezó tranquilo y, cuando íbamos a la mitad, me lancé por la punta pese a<br />
sentir ligeros dolores en las piernas. Sentía que el corazón latía como nunca y que la respiración<br />
iba al ciento por ciento.<br />
En el giro 75, vino un accidente:<br />
En el grupo, la bicicleta de Belem tocó a otra corredora dentro del grupo y, por la velocidad que<br />
llevaba, derrapó la jaca de acero. En la rodilla y brazo izquierdos se registraron raspones, le ardían<br />
las heridas. Rápidamente recibió el auxilio del médico y del mecánico. Los comisarios aplicaron el<br />
reglamento: le concedieron tres vueltas de recuperación.<br />
Prosigue Belem en su relato:<br />
–Sentía un dolor de cabeza impresionante, no tanto por el golpe, sino porque había perdido<br />
algunos lugares y las piernas ya no me querían responder. Todo era confuso. Lo único que hice<br />
fue concentrarme y continuar. La desesperación que sentía por conseguir el triunfo me estaba<br />
minando...<br />
La española Teodora Ruano aprovechó la debilidad de Belem y en el giro 85 aceleró el ritmo. Tres<br />
giros más tarde, Teresa tenía una vuelta de ventaja que le aseguraba la medalla áurea.<br />
Lo único que le quedaba a la mexicana era pelear por la medalla de plata o la de bronce... y ella<br />
fue por la mejor.<br />
–Acabé muerta, completamente cansada. Se aprende a disfrutar del dolor de las piernas, del<br />
cuerpo cortado como cuando tienes una gripe. En el podio sentía un nudo en la garganta. Se<br />
me salieron las lágrimas, todavía sentía miedo, angustia. Gané ciertamente una medalla de plata,<br />
pero pudo ser la de oro.<br />
–El público se levantó, me aplaudió como nunca –ni en México me había pasado algo así–, me<br />
reconocían como una de las mejores del mundo.<br />
El día siguiente fue de descanso total. Durmió 12 horas seguidas, incluso sin comer.<br />
Al regresar a México, el recibimiento fue íntimo, en familia.<br />
Con arroz y un guisado de pipían.<br />
–Mis hermanos me felicitaron, me decían: “mis respetos, te admiramos”.<br />
Y, también, del trago amargo; una piedra más en su camino:<br />
–Unos días antes de salir a Francia, la inmiscuyeron en un lío de dopaje en el que estaban<br />
envueltos varios ciclistas mexicanos, sin embargo, ante tantas fallas y anomalías en los controles<br />
antidopaje aplicados en la justa mesoamericana, se rechazaron tales resultados y la Unión Ciclista<br />
Internacional avaló su participación en el Campeonato Mundial de Burdeos.<br />
Este es un recuerdo que duele en la memoria de Belem <strong>Guerrero</strong> por la falta de interés y apoyo de<br />
las autoridades correspondientes por limpiar su nombre.<br />
–No, no soy una corredora tramposa, eso quiero dejarlo muy claro, ese momento ha sido uno de<br />
los más desagradables de mi vida, porque era mentira y me habían metido en un problema que<br />
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422<br />
Allá todos te veían raro pues<br />
decían que era una mexicana<br />
con ganas de destacar en el<br />
medio profesional cuando<br />
en México ni siquiera lo hay.<br />
Pero es cuando te viene el<br />
orgullo y tratas de demostrar<br />
que en México existe alguien<br />
que tiene con qué..<br />
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A T E N A S<br />
no era mío. En verdad estaba apachurrada por lo que algunos hablaban de mí. En Venezuela me<br />
hicieron varios exámenes antidopaje: cuando gané la de puntos, uno; cuando quedé en tercer<br />
lugar en persecución, otro; y nunca encontraron nada, pues no había nada que encontrar. No<br />
tenía nada que deber ni de temer, pero hubo gente que me quiso hacer daño, manchar mi<br />
nombre, poner en entredicho mi carrera.<br />
–Y la mejor prueba para esclarecer este asunto fue que la UCI me autorizó a competir en el<br />
Campeonato Mundial de Burdeos, una instancia internacional diferente a la ODECABE.<br />
SEGUIR SOÑANDO<br />
Allá en Burdeos, más que la medalla, Belem cumplió otro deseo y calló los comentarios mal<br />
intencionados.<br />
–Demostré que valió la pena el esfuerzo; pero, además, callé muchas bocas.<br />
Allá, en tierras francesas, Belem lloró de gusto.<br />
–Allá todos te veían raro pues decían que era una mexicana con ganas de destacar en el medio<br />
profesional cuando en México ni siquiera lo hay. Pero es cuando te viene el orgullo y tratas de<br />
demostrar que en México existe alguien que tiene con qué.<br />
- Es más, cada que estoy en una competencia, me veo y me comparo con otras corredoras de<br />
puntos y mi pregunta es ¿me veo como ellas? ¿estoy igual de fuerte?, porque mi fisonomía no es<br />
igual a la rusa, o a otras europeas, por eso son más extraños aún mis resultados en el ciclismo.<br />
En ese 1998, acudió a Victoria, Canadá, al serial de la Copa del Mundo, donde se ubicó en el<br />
quinto sitio en puntos; posteriormente, en la fase de Berlín, fue octava, y en el certamen de<br />
Hyeres, Francia, ocupó el decimosexto sitio en puntos y el lugar 13 en persecución, y cerró el año<br />
con el segundo lugar en la prueba de puntos de los Juegos de la Amistad, en Nueva York.<br />
Al año siguiente, en la primera Copa del Mundo en la Ciudad de México, ocupó el duodécimo<br />
sitio en persecución y en la carrera por puntos; después, en la Copa del Mundo de Pista, en
Valencia, España, ganó la medalla de oro; en la quinta fase, en Cali, Colombia, obtuvo la medalla<br />
de plata; séptimo sitio en puntos en el Campeonato del Mundo de Pista en Berlín. Y en los Juegos<br />
Panamericanos celebrados en Winnipeg, Canadá, obtuvo plata y, con ello, se instaló en el segundo<br />
sitio en la clasificación mundial en la prueba de puntos de la Unión Ciclista Internacional (UCI).<br />
Ya en el 2000, en la segunda Copa del Mundo de pista, en Cali, Colombia, terminó en la cuarta<br />
casilla en puntos y doceava en persecución; en la tercera fase de la Copa del Mundo de pista, en<br />
la ciudad de México, ocupó el segundo lugar en la prueba de puntos y décimo en persecución.<br />
En los Juegos de Sydney acarició durante 15 vueltas su sueño de ganar una medalla en la prueba<br />
de puntos, pero finalmente terminó en el quinto sitio, y cerró el año con un cuarto lugar en la<br />
carrera por puntos en el Campeonato Mundial efectuado en Manchester, Inglaterra.<br />
SU TERCER CICLO OLÍMPICO<br />
2001<br />
Este año le trajo grandes resultados. Ganó la medalla de oro en las fases de la Copa del Mundo de<br />
Cali y Ciudad de México, y en su quinta participación en los Campeonatos Mundiales de Ciclismo,<br />
en Amberes, Bélgica, logró la medalla de bronce y se instaló como la número uno en el ranking<br />
de la UCI, lo que en conjunto, aunado a su trayectoria, le valió por fin el Premio Nacional del<br />
Deporte.<br />
2002<br />
Respondiendo a su calidad y experiencia, ganó la medalla de oro en la prueba de puntos en los<br />
Juegos Centroamericanos y del Caribe que tuvieron efecto en El Salvador y contribuyó con otras<br />
dos de plata en las pruebas de scratch y persecución, y una más de bronce en la prueba de ruta.<br />
Además obtuvo el oro en el Campeonato Panamericano de Ciclismo, en Quito, Ecuador, así como<br />
en la fase de Copa del Mundo en el velódromo de Monterrey.<br />
El Salvador...<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> consiguió su primera medalla en los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe,<br />
al ubicarse en segundo lugar de la prueba de scratch, competencia a la que se inscribió para<br />
destensar los músculos y actuar con mayor soltura en la que es su especialidad, la carrera de<br />
puntos.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
423, 424<br />
Su segundo ciclo olìmpico:<br />
Sydney 2000: Quinto lugar<br />
en la carrera por puntos.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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425, 426<br />
Al concluir su<br />
participación en los Juegos<br />
Centroamericanos de<br />
El Salvador, 2002,<br />
Belem obtuvo 4 medallas:<br />
1 de oro, 2 de plata<br />
y 1 de bronce.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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A T E N A S<br />
En la competencia, Belem se advirtió muy confiada e hizo esfuerzos mínimos para asumir el<br />
liderato de la batalla por el primer sitio.<br />
La prueba de scratch acaparó la atención del público asistente al Velódromo Nacional de El<br />
Salvador por la espectacularidad que lograron las competidoras y por el hecho de que no ofrece<br />
puntos ni reporta marcas.<br />
Para la ciclista mexicana que ha competido en las citas regionales de México 90, Ponce 93 y<br />
Maracaibo 98, la medalla argenta significó un buen inicio, “Porque la preparación no ha sido<br />
tan profunda como otras veces y, sin embargo, quisimos venir a esta competencia para cumplir<br />
nuestra temporada”.<br />
Días después, La ciclista Belem <strong>Guerrero</strong> sumó su segunda medalla de plata en El Salvador en la<br />
prueba de persecución 3 mil metros cuyo título regional correspondió a la colombiana Maria Luisa<br />
Calle.<br />
En esta explosiva prueba que implicó nueve vueltas al velódromo salvadoreño, Belem <strong>Guerrero</strong><br />
realizó un tiempo de 4.05.745, aunque no fue suficiente ante el crono de 3.56.734 efectuado<br />
por la colombiana, quien a partir de su arranque, combinado con su velocidad y resistencia tejió<br />
el título centroamericano y del caribe.<br />
Al bajar nuevamente del segundo lugar del podio, después del resultado en scratch, <strong>Guerrero</strong><br />
mencionó que a pesar de no ser especialista en persecución intentó “meterle un sustito” a la<br />
colombiana, quien a pesar de ello fue superior en la pista. La presea áurea, indicó Belem, espera<br />
obtenerla el siguiente viernes en la prueba por puntos.<br />
“Soy chica de plata ahorita, la colombiana es mucho más fuerte que yo definitivamente. Me di<br />
cuenta que tiene más resistencia en esta prueba y ni modo, a seguir adelante, mi objetivo era<br />
sumar el mayor número de medallas para mi país y ya llevo dos de plata”<br />
En cuanto a sus antecedentes en esta prueba de persecución, Belem <strong>Guerrero</strong> indicó que no ha<br />
tenido un fogueo internacional dentro de copas del mundo o campeonatos del mundo, sino<br />
únicamente a nivel nacional, en donde es dueña del récord mexicano con una marca mínima<br />
misma que espera “sea mejorada por otras corredoras más chicas que yo”.
Para la prueba por puntos que correría después Belem <strong>Guerrero</strong>, auguraba “ser chica de oro,<br />
ahí cambian los papeles, tengo un poco más de facultades para el primer lugar, aunque creo<br />
que hubiera sido mucho más interesante los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe con la<br />
presencia de las cubanas, definitivamente se siente su ausencia, serían competencias mucho más<br />
aguerridas”<br />
En aquel entonces, Belem <strong>Guerrero</strong> adolecía de una lesión en el tobillo y así fue nuevamente reina<br />
mesoamericana por puntos. La mejor forma de borrar las calumnias de Maracaibo, era dejando<br />
constancia de su experiencia y nivel competitivo internacional, tras realizar una carrera inteligente<br />
en la que sumó 40 unidades en los embalajes del recorrido de 20 kilómetros, sin necesidad de<br />
recurrir a la fuga.<br />
<strong>Guerrero</strong>, medalla de bronce en el Campeonato Mundial del 2001, dominó desde el inicio las<br />
60 vueltas que implicó la prueba, ganando prácticamente todos los embalajes en disputa, que le<br />
permitieron sumar 40 puntos sobre Evelyn García, de El Salvador, medalla de plata con 24 puntos<br />
y Dayana Chirinos, de Venezuela, bronce con 13 puntos.<br />
“Era difícil obtener la medalla de oro con todas las corredoras que venían con los mismos deseos<br />
que yo de ganar. Di mi máximo esfuerzo y creo que en mi desempeño se pudo observar la<br />
experiencia y fogueo que he tenido en esta prueba”, declaró Belem <strong>Guerrero</strong> al colgarse su tercera<br />
medalla de aquellos juegos.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
427<br />
En los Juegos<br />
Centroamericanos del 2002,<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> ganó bronce<br />
en la prueba de ruta femenil,<br />
tras recorrer 80.3 kilómetros<br />
en un tiempo de 2 horas 22<br />
minutos 13 segundos, y cuya<br />
posición la calificaba a los<br />
Juegos Panamericanos de<br />
Santo Domingo en 2003.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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428<br />
15 de agosto, 2003<br />
Juegos Panamericanos,<br />
Santo Domingo, R.D.<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> a la cabeza<br />
del pelotón en el complejo<br />
olímpico Juan Pablo Duarte,<br />
finaliza la prueba en el<br />
cuarto lugar.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
2 0 0 4<br />
A T E N A S<br />
Pero eso no fue todo en los juegos regionales que marcaron el ciclo olímpico que culminó como<br />
medallista de plata en Atenas. Belem <strong>Guerrero</strong> ganó bronce en la prueba de ruta femenil, tras<br />
recorrer 80.3 kilómetros en un tiempo de 2 horas 22 minutos 13 segundos, y cuya posición la<br />
calificaba a los Juegos Panamericanos de Santo Domingo.<br />
La ciclista mexicana se mostró sorprendida por la fuga que inició la jamaiquina Iona Wynter, a<br />
menos de un kilómetro de concluir la competencia, cuya estrategia le permitió adjudicarse la<br />
medalla de oro con tiempo de 2:21.10, en un final de embalaje que otorgó la presea de plata a<br />
la dominicana Amelia Blanco, por centésimas de segundo con Belem <strong>Guerrero</strong>.<br />
Belem, quien se mantuvo en el grupo puntero de diez ciclistas y que al final se impuso a las<br />
favoritas de El Salvador, Venezuela y Colombia, señaló: “dejamos sola a la jamaiquina y nos<br />
preocupamos más por cuidar a la salvadoreña Evelyn García, y nuestras eternas rivales de la<br />
región, Iona Wynter aprovechó su separación en la recta final, nos sorprendió su despunte, igual<br />
que el de la dominicana que no pensamos tuviera tanto sprint como el que demostró ahora”.<br />
Al concluir su participación en El Salvador, con 4 medallas -1 de oro, 2 de plata y 1 de bronce-,<br />
<strong>Guerrero</strong> lamentó la ausencia en el circuito de sus compañeras de equipo Mónica Huerta y Marisol<br />
Ponciano, con quienes entrenó la prueba de ruta toda la temporada en el Estado de México,<br />
además de diversas competencias en el extranjero, y que por cuestiones de calificación no fueron<br />
designadas para asistir a los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe.<br />
A pesar de la labor de equipo que realizó con las mexicanas Maribel Esquivel y Verónica Leal, en<br />
el circuito trazado en una de las avenidas principales de la ciudad salvadoreña, Belem <strong>Guerrero</strong><br />
mencionó: “extrañé mucho a Mónica Huerta y al resto de mis compañeras de equipo de ruta, creo<br />
que hubieran sido competidoras con grandes posibilidades en estos juegos”.<br />
Las corredoras que dirigieron el grupo puntero mantuvieron un ritmo constante, para en un<br />
remate de sprint definir las medallas, evitando fugas desgastantes en los primeros kilómetros y en<br />
el trayecto de las 6 vueltas al circuito que implicó el recorrido.<br />
En aquella prueba Belem <strong>Guerrero</strong> ayudó a las demás integrantes del equipo con el propósito<br />
de que tuvieran la oportunidad las nuevas generaciones de subir al podio regional. Sin embargo<br />
“no tuvieron la explosividad para el sprint y tuve que decidir al último la medalla de bronce, creo<br />
que pude dar más y mejorar el color de la medalla, solamente que estaba intentando ayudar a mi<br />
compañera para que llegara primero que yo y fuera para alguna de ellas el triunfo”.
“A pesar de no entrenar con ellas, se pudo hacer una labor de equipo, me ayudaron a controlar a<br />
las demás competidoras, sin embargo no tuvieron mucha suerte, una se cayó, la otra estuvo muy<br />
delicada y una más tuvo problemas con su bicicleta”<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> mencionó que lo más importante de su resultado en la ruta de El Salvador es<br />
que “se clasificó a los Juegos Panamericanos, cumplimos con el requisito de ubicarnos entre las<br />
medallistas, aunque necesitamos prepararnos aún más para llegar a Santo Domingo”.<br />
Como rival externo del recorrido, Belem se refirió al fuerte aire que se presentó en el recorrido de<br />
80 kilómetros, además de la dificultad del circuito: “estuvo muy pesado con el aire que pega con<br />
todo, sin embargo fue posible conseguir mi cuarta medalla, nunca había obtenido ese número de<br />
metales en Juegos Centroamericanos anteriores y me siento muy bien”.<br />
2003<br />
Belem emocionó a los aficionados reunidos en el recién estrenado velódromo de Aguascalientes<br />
al obtener la presea de plata en puntos y el bronce en scratch, en la fase de Copa del Mundo.<br />
Después, se ubicó en la cuarta posición en scratch en el serial de Sudáfrica, ocupó el sexto sitio<br />
en la prueba de puntos en la Copa de Stuttgart, Alemania. Se ubicó apenas en el cuarto sitio en<br />
la prueba de puntos en los Juegos Panamericanos, en Santo Domingo, República Dominicana, y<br />
culminó otro buen año con el quinto puesto en gran fondo en el Campeonato Mundial de Ruta,<br />
llevado a cabo en Suiza.<br />
Y POR FIN... EL AÑO OLÍMPICO…<br />
Atenas estaba ya a la vista.<br />
Lo mejor que pudo sucederle a Belem en el 2003 fue el arribo del cubano Oscar Echevarría, quien<br />
se encargaría de llevar a cabo su programa de trabajo con miras a la justa en la capital griega.<br />
Tendría, además, todo el apoyo de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, a través del<br />
programa CIMA.<br />
Recuerda Echevarría aquel encuentro con Belem:<br />
–Yo vine a México porque Belem lo pidió (tras la renuncia de Giussepe Grassi por motivos<br />
personales). Así que cuando nos vimos hablé con ella y le dejé muy en claro la situación: “Si tú me<br />
pediste y quieres un resultado, vamos a trabajar para eso”. Y lo hicimos, en serio.<br />
El trabajo de Echevarría encontró eco en Belem, pero sobre todo, en la confianza. Con el técnico<br />
cubano que le trajo CIMA se reencontró consigo misma.<br />
–Le dije a Belem: si trabajamos en serio te garantizo que vas a tener un buen resultado en los<br />
Juegos Olímpicos. Confía en mí porque yo voy a confiar en ti; si cada uno pone de su parte, todo<br />
saldrá bien. Ella, por supuesto, se esmeró mucho y cumplió bien todo el programa. La medalla<br />
fue producto de un trabajo.<br />
Así pues, nunca como ahora, Belem <strong>Guerrero</strong> tenía todo a sus pies... ella decidiría aprovechar lo<br />
que la vida le presentaba. Muy diferentes habían sido el trabajo y los apoyos en las temporadas<br />
previas a las justas olímpicas de Atlanta y Sydney. Ahora, el programa CIMA la apoyaba con una<br />
millonaria inversión en becas, equipo multidisciplinario de trabajo, giras nacionales y al extranjero,<br />
equipo de ciclismo tanto de pista como para ruta, entre otros aspectos necesarios para una atleta<br />
de excelencia.<br />
¿Y si hubiera tenido igual apoyo en aquellas dos citas olímpicas... ?<br />
El esfuerzo de Belem era cotidiano. Ya fuera en Zinacantepec o en La Marquesa, ella entrenó al<br />
ciento por ciento. Su meta estaba ahí, bien definida.<br />
En el año olímpico, Belem empezó a fabricar esa medalla de plata.<br />
En la primera Copa del Mundo en Moscú, la recompensa fue la medalla de plata en la prueba<br />
por puntos y el sitio 22 en scratch; lugares que repitió, pero ahora en la fase que tuvo lugar en<br />
el velódromo de Aguascalientes, posteriormente, sumó a su palmarés la presea de bronce en la<br />
Copa del Mundo de Manchester; un séptimo puesto en la Copa del Mundo de Sydney, y su tercera<br />
medalla de bronce en un Campeonato Mundial, ahora en Melbourne.<br />
Lo hecho atrás poco importaba. Belem tendría primero que calificar a Atenas. En mayo, Belem pasó<br />
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el examen. Sin tantos reflectores encima pero sí mucha regularidad, la ciclista mexiquense ganó<br />
su pase a los Juegos Olímpicos en la modalidad de ruta, por el quinto lugar en el Campeonato<br />
Mundial de ciclismo Clase B efectuado en Aigle, Suiza.<br />
Asimismo, acumuló las unidades necesarias en las cuatro ediciones del 2004 de las copas mundiales<br />
para obtener su pase a Atenas en la prueba por puntos. En la Copa del Mundo realizada en Sydney,<br />
en mayo, Belem corrió conservadoramente la prueba de puntos y la de scratch, a sabiendas de<br />
que tenía asegurado un lugar para el Campeonato Mundial en Melbourne.<br />
En la primera, la mexicana se ubicó en el séptimo lugar con siete unidades en una carrera que fue<br />
ganada por la local Alexis Rodees, seguida de la ucraniana Lyudmyla Vypyraylo y de la neocelandesa<br />
Sarah Ulmer.<br />
Por lo que respecta al scratch, <strong>Guerrero</strong> lo tomó sólo como un entrenamiento.<br />
Y ya en Melbourne, Belem dio su tercera medalla de bronce en los Campeonatos Mundiales de<br />
Ciclismo, todos ellos en la carrera de puntos.<br />
En la capital australiana, Belem sumó 21 unidades y fue superada solamente por la rusa Olga<br />
Slyusareva (39) y la italiana Vera Carrara (31). Posteriormente, en la prueba de scratch, sufrió una<br />
caída al ser barrida en un peralte de la pista por la sudcoreana Sung Eun Gu, en la prueba de 10<br />
kilómetros que fue ganada por la cubana Yoanka González.<br />
Era claro que la calidad de Belem se había distinguido en todo el año, a tal grado que la Unión<br />
Ciclista Internacional la ubicó como la número uno del ranking en la prueba por puntos, y por ende,<br />
favorita para estar en el podio con la medalla de plata, como lo pronosticaron los especialistas de<br />
la revista Sport Illustrated en su edición especial olímpica. Slyusareva era la número uno.<br />
Así, Belem estaba lista para su gran desafío: Atenas.<br />
Pero, ¡aaah! Un nuevo problema. Diríase que extremadamente grave.<br />
El 11 de agosto, Belem arribó por la noche a Atenas, procedente de Valencia, España... ¡sin sus<br />
bicicletas! Un desesperado SOS sobrevino en la delegación mexicana.<br />
A la mente de algunos vino el recuerdo de lo sucedido a la también ciclista, Nancy Contreras, que<br />
también extravió su bicicleta previo a los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se celebraron<br />
en República Dominicana.<br />
Empezaron las deducciones: la línea Iberia las dejó en Valencia o se extraviaron en el aeropuerto<br />
de Atenas, que registraba un gran movimiento de personas y de equipajes. Pero el jueves 12, la<br />
alegría volvió al rostro de Belem. Tenía en su poder las bicicletas de ruta y de pista, no así la maleta<br />
con ropa y objetos personales.<br />
Incluso, se dio tiempo para bromear ante el inesperado suceso:<br />
–Huelo como europea –dijo con una sonrisa–. Estoy preocupada por la ropa, el desodorante y<br />
todo eso, pero qué le hacemos, estamos en Europa. Estoy acostumbrada a eso.<br />
Bromeaba, pues el equipo español le prestó una, la de repuesto, que rápidamente armó su<br />
hermano Daniel. Incluso, el jueves rodó por la tarde.<br />
–Ahora mi problema es comprar algo de ropa para no tener que lavar diario, como lo hice anoche,<br />
mi ropa interior –dijo Belem. Tras este incidente, había que enfocarse en la prueba dominical, la<br />
ruta.<br />
PRIMERA MUJER MEXICANA EN LA RUTA OLÍMPICA…<br />
El uniforme rosa con el que Belem <strong>Guerrero</strong> pasó a la historia en Atenas, deslumbró desde la<br />
competencia de ruta. Desafiando la tierra de los dioses, la mexiquense hizo su presentación en<br />
la extenuante prueba de ruta, misma que terminó después de 3 horas 33 minutos 35 segundos,<br />
ubicándose en el sitio 46 y formando parte del selecto grupo de 50 mujeres que sí pudieron<br />
concluir el certamen.<br />
Sin sufrir ninguna caída como se rumoró en la competencia, Belem <strong>Guerrero</strong> demostró su casta en<br />
las pruebas de resistencia y se convirtió en la primera mujer mexicana en concluir una prueba de
uta en Juegos Olímpicos, sobreponiéndose al fuerte calor que reinaba a las 15:00 horas de aquel<br />
15 de agosto, cuando inició la competencia, además del fuerte viento que soplaba en las calles y<br />
sitios turísticos en los que se trazó el recorrido de 118.8 kilómetros que constó la ruta femenil en<br />
la ciudad helénica y que implicó nueve vueltas al circuito.<br />
La seleccionada nacional peleó cada<br />
peldaño, tras salir en la posición número<br />
61, ya que al no contar con un equipo, su<br />
participación fue relegada detrás de las<br />
mejores especialistas de ruta del mundo,<br />
junto con sus homólogas de El Salvador y<br />
Guatemala, que como ella rodaron como<br />
únicas representantes de su país.<br />
En el recorrido se pudo observar a Belem<br />
<strong>Guerrero</strong> por algunos instantes peleando<br />
codo a codo con la rusa Olga Slyussareva,<br />
una de sus rivales en la prueba por<br />
puntos, que en esta ocasión fue medalla<br />
de bronce, sin importarle haber salido<br />
en una posición tan retrasada, por lo<br />
que su mejor ubicación fue cuando<br />
ocupó el lugar número 13 al cumplirse el<br />
kilómetro 36.6, aunque después se relegó<br />
al sufrir molestias por una posible mala<br />
hidratación, que le advirtieron posibles<br />
calambres.<br />
Antes de salir de la Villa, acompañada<br />
por los integrantes de su equipo<br />
multidisciplinario, Belem <strong>Guerrero</strong>,<br />
medalla de bronce en los pasados<br />
Campeonatos del Mundo de pista en<br />
Australia, pidió apoyo en el tramo más<br />
difícil del recorrido, que implicó el paso<br />
por el Partenón, al ser la subida de mayor<br />
complicación, aunado al material de<br />
adoquín del piso, de tal forma que las<br />
banderas tricolores y el apoyo de los<br />
mexicanos que se encuentran en Atenas<br />
se pudo sentir en los diferentes puntos en<br />
los que se observó dar todo su esfuerzo<br />
a la seleccionada nacional, quien tomó<br />
esta competencia como parte de su<br />
preparación para la carrera por puntos<br />
de pista.<br />
De esta forma, la número uno del serial de la Copa del Mundo de este año en pista, comentó al<br />
concluir la extenuante prueba: “fue una carrera impresionante, con corredoras profesionales que<br />
admiro, me gusta correr con ellas, me motivan a dar un doble esfuerzo”.<br />
Explicó, que faltando tres vueltas el cansancio comenzó afectar su condición física, por lo que<br />
tuvo que bajar el ritmo para que no se le presentaran los calambres, malestar que dijo hablará con<br />
su doctora, sin embargo, “pensé en que no podía dejar mi carrera a la mitad, así es que espero<br />
que le haya gustado a todo México, porque hice mi mayor esfuerzo”.<br />
Su meta en esta primera participación en Atenas, previa al próximo 25 de agosto cuando se<br />
efectúe la carrera por puntos en el Velódromo Olímpico indicó: “era terminar la competencia y se<br />
logró, quería desestresarme para la prueba de pista, hice mi mejor esfuerzo y no cabe duda que<br />
soy todavía capaz de estar como las profesionales”.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
429, 430<br />
Juegos Olímpicos, Atenas,<br />
2004. Belem <strong>Guerrero</strong> se<br />
convierte en la primera<br />
mujer mexicana en<br />
participar en la prueba<br />
de ruta aunque su objetivo<br />
en esta prueba era simplemente<br />
tomarla como parte<br />
de su preparación a la<br />
carrera por puntos.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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Sobre el circuito lo calificó de difícil y peligroso, tal y como lo demostraron las constantes caídas<br />
de diferentes corredoras, en las que no importó la experiencia, al observarse en el piso a ciclistas<br />
que tienen un dominio de la bicicleta de hace más de seis años.<br />
Para su participación en ruta, señaló de fundamental su presentación previa como fue el<br />
campamento a Oaxaca, en el que compitió incluso con hombres y que le permitió evaluar su<br />
ritmo, bajo un cima de mucha humedad, similar al de la ciudad ateniense.<br />
Al ser la única exponente tricolor en la prueba de ruta femenil subrayó: “Hemos estado abriendo<br />
brecha para seguir y espero que esto sirva no para una mujer, sino para cuatro. Para los varones,<br />
aumentar la participación de mexicanos en la ruta de los Juegos Olímpicos, que se preparen<br />
cuatro años y se dediquen de verdad”.<br />
En cuanto a los percances que hicieron accidentado el recorrido dijo: “Estoy bien, no tengo nada,<br />
no tuve ninguna caída, no tuve ningún percance, al contrario, estuve rodando bastante bien,<br />
definitivamente faltando tres vueltas fue un caos, las corredoras empezaron atacar muy fuerte<br />
y no tenía la capacidad para estar con ellas así, ya que tengo que reservarme para la carrera del<br />
próximo 25 (de agosto)”.<br />
La ganadora de la prueba fue la australiana Sara Carrigan, quien con un crono de 3:24.24 horas se<br />
ciñó la corona de olivo, para dejar en segundo a la alemana Judith Arndt con 3:24.31 y en tercero<br />
a la rusa Olga Slyussareva con 3:25.03. Leontien Van Morssel, que era la campeona defensora,<br />
tuvo que abandonar la competencia, mientras la veterana francesa Jeanie Longo cumplió con<br />
todo y sus 40 años de edad.<br />
En los días siguientes, la preparación de Belem se ajustó al programa establecido por el cubano<br />
Echevarría, que no descuidó detalle.<br />
El 24 de agosto, día en que Ana Gabriela cubriera de gloria al deporte de México, Belem lució<br />
tranquila, pues iría al día siguiente a la pista.<br />
Presagió: “Les daré una sorpresa”.<br />
Belem mostró su enorme confianza en sí misma al contestar una pregunta a un reportero en la<br />
que puntualizó: “Cuando gano me dan ganas de reír y este miércoles quiero reír”.<br />
Por su parte, también en entrevista con los medios, el cubano Oscar Echevarría asentó que “no<br />
queremos presionarnos por una medalla. Nos ha ido muy bien esta temporada y sabemos que las<br />
cosas nos pueden salir bien, pero en esta prueba todo puede pasar”.<br />
UNAS MONEDAS...<br />
Quedaban, pues, horas para su gran cita: el 25 de agosto de 2004.<br />
Pero, aún quedaba un imponderable. Una situación que, de no salvarse, pudo cambiar el curso<br />
de la historia...<br />
Sucedió que, por un momento, Belem corrió el riesgo de no competir.<br />
Daniel, su hermano y mecánico, se dio cuenta de que la bicicleta de Belem no pesaba los 6.800<br />
kilogramos reglamentarios; le faltaban unos gramos. ¿Qué hacer? La amenaza de la báscula, la<br />
rigidez de los reglamentos y el tiempo que apremiaba urgía encontrar una solución.<br />
Daniel recordó que traía unas monedas mexicanas en su maleta.<br />
Las juntó cuidadosamente. Eran cinco monedas de cinco pesos, que tal vez pensó en utilizar como<br />
souvenirs, pero en ese momento eran los 30 gramos que se requerían para salvar el problema.<br />
Y así, juntas, las envolvió y las pegó con cinta de aislar en el manubrio.<br />
Exacto fue el peso. Belem pudo competir. Y ganar la medalla de plata...<br />
Esos 25 pesos fueron, tal vez, la gran diferencia entre la presea y la desolación.<br />
Ese amuleto, ingenio de Daniel debido a la circunstancia, fue definitivo.<br />
Cada cual había hecho su parte. Tocaría a Belem escribir su historia, su tercer momento olímpico;<br />
su pase a la gloria.<br />
Y, por fin, llegó el día; su hora cero.
El reportero José Luis Tapia, del diario Récord, enviado a Atenas, rescató un momento clave<br />
aquella tarde en el velódromo de Oaka:<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> ya estaba sobre la pista, con los pies en los pedales, cuando escuchó esto, palabras<br />
más, palabras menos: ‘Piensa en tu bandera, que está ahí, ondeando, y piensa en México. Piensa<br />
en que todos los mexicanos están viendo esta carrera. No los hagas quedar mal, tienes que sacar<br />
la ronda e ir a buscar la medalla’.<br />
Era la voz de su entrenador, Oscar Echevarría, quien se le acercó al oído con la voz apenas audible<br />
para ella, en un momento que él consideró idóneo para esa inyección de ánimo.<br />
La respuesta fue: “No te preocupes Oscar, la voy a buscar. Termino muerta, pero lo voy a dar<br />
todo”.<br />
Entonces, ya con la pistola a punto de marcar la salida, se cerró el diálogo: “Si ganas y tienes<br />
medalla, te quiero con la vida, pero si quedas en último, pero lo diste todo, te quiero con la vida<br />
igual”.<br />
YA, LA PRUEBA<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> no esperó mucho. Ansiaba instalarse en la pista. Ver de reojo a sus rivales. Sentir<br />
la presión de la competencia. Y ser, ahora ella, la protagonista de un país ávido de la victoria.<br />
Esa tarde en México, contó emocionada la señora Elena Méndez de <strong>Guerrero</strong>:<br />
–“Tenía el presentimiento de que iba a ganar una medalla, lo sabía. Lo habíamos hablado y desde<br />
que salió a la pista la vi bastante fuerte y me dije: ‘ahora es cuando’. Hay bastante comunicación<br />
entre nosotras y basta una mirada para saber que iba a suceder”.<br />
Recuperemos, hoy, la espléndida crónica que apareció en la edición de septiembre de la revista<br />
La Bicicleta, único medio especializado en ciclismo en México, fundado por los hermanos Aguirre<br />
Castellanos:<br />
CUMPLE BELEM SU SUEÑO OLIMPICO<br />
Atenas, Grecia. – ¿Cómo se fabrica una medalla olímpica? ¿Cómo se convierte un sueño en<br />
realidad? Belem <strong>Guerrero</strong> lo sabe. Se necesitan muchos ingredientes: coraje, humildad, fuerza<br />
física, sacrificio, tenacidad, fe...<br />
Pero Belem <strong>Guerrero</strong> no está sola en el momento de la verdad. Son 18 ciclistas que piensan en lo<br />
mismo, en subir al podio olímpico, alcanzar la gloria y convertirse en leyenda.<br />
Belem está en la pista como lo ha estado casi siempre, sin reflectores para ella, después de muchos<br />
años de desencantos, de carencias, de aprendizaje para mezclar adecuadamente los ingredientes,<br />
que tendrá que dar algún día un platillo con sabor a gloria.<br />
El momento ha llegado. Belem está aquí en Atenas y el disparo de salida aumenta los latidos de<br />
todo un pueblo, que busca paliativos y satisfacciones en los triunfos de sus hijos deportistas.<br />
Belem lo sabe. Le esperan 100 vueltas al óvalo de madera para encontrarse con su destino.<br />
Tiene que sumar puntos en cada uno de los 10 sprints de los que consta la carrera, y el recuerdo<br />
de triunfos y fracasos se ha tornado en experiencia. Serán casi 32 minutos los que recorran las<br />
ciclistas en este singular carrusel de la suerte.<br />
Y allá viene Belem, entre muchas otras mujeres admirables, distinguida por el rosa mexicano de su<br />
uniforme. Nada pasa en el primer sprint, después de las primeras diez vueltas, y es la australiana<br />
Catherine Bates quien consigue los primeros cinco puntos.<br />
Hierven las tribunas cuando la campana llama al segundo sprint y es Belem, poderosa,<br />
esperanzadora, quien cruza primero la meta. Le sigue otra latina, la colombiana María Luisa Calle,<br />
quien sin saberlo aún, empieza a escribir su nombre en la historia junto con el de la mexicana. El<br />
tercer sitio es para la cubana Yoanka González y el cuarto (con un punto) para Olga Slyusareva,<br />
la gran favorita.<br />
Calle y <strong>Guerrero</strong> se siguen ‘de frente’ y amenazan al grupo cuando le sacan media vuelta y buscan<br />
completar un giro completo de ventaja, lo que hubiera redituado 20 puntos para la primera en<br />
cruzar la meta. Pero nadie está dispuesta a darles tal ventaja. Gema Pascual, española, sale en su<br />
persecución y las pone en orden, pero de paso es ella quien gana el tercero de los embalajes.<br />
Belem cruza tercera y suma dos puntos... para llegar a siete.<br />
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431<br />
En medio de un griterío<br />
ensordecedor, Belem se<br />
perfila desde antes de la<br />
última curva, remonta<br />
lugares por la parte interior<br />
de la pista, mientras que<br />
Calle -la colombiana- se<br />
niega a ceder, pero rueda<br />
por la duela. Finalmente...<br />
¡Belem! ¡Belem! ¡Belem! Se<br />
convierte en la subcampeona<br />
olímpica con dos puntos que<br />
hacen la diferencia.<br />
Rusia oro , México plata y<br />
Colombia bronce.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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Diez vueltas más y ahora es la<br />
colombiana Calle quien se lleva el<br />
cuarto de los sprints y llega a 11<br />
puntos y se ubica de líder, pero junto<br />
a ella está Belem como su sombra: tres<br />
puntitos más por entrar en segundo<br />
lugar... y lleva diez.<br />
Es la italiana Vera Carrara quien supera<br />
al grupo en la siguiente cosecha de<br />
puntos, la quinta, en la que el aliento<br />
de los mexicanos parece apagarse,<br />
cuando Belem da muestras de que<br />
necesita recuperar energía, y entra sin<br />
puntos en el grupo.<br />
A estas alturas, la colombiana Calle,<br />
que entra en cuarto lugar, agrega una<br />
unidad, y parece encaminarse a una<br />
victoria cuando se coloca a la cabeza<br />
con 12 puntos. Pero llega el sexto sprint<br />
y el rosa de Belem parece tornarse<br />
verde esperanzador. Con la emoción al<br />
tope, es momento de atacar, piensa la<br />
rusa Slyusareva, quien lleva cargando<br />
sólo tres puntos (dos del primer sprint<br />
y uno del segundo). Los dos pistones<br />
que lleva por piernas dan a Olga una<br />
preocupante ventaja cuando inicia una<br />
fuga que, sin embargo, es contenida<br />
por el grupo... y por Belem, quien se<br />
cuela en la repartición de unidades con<br />
el cuarto lugar... ¡y lleva 11! Un punto menos que María Luisa Calle. La Slyusareva es la ganadora<br />
de este parcial y se acerca peligrosamente: tiene cinco puntos más, para un total de ocho.<br />
Han transcurrido casi 70 vueltas y ninguno de los espectadores o televidentes puede estar<br />
tranquilo. “¡Vamos Belem!”, es el común denominador en miles de gargantas.<br />
Es para la neozelandesa Sarah Ulmer el séptimo sprint, y una nueva preocupación se posesiona<br />
del alma mexicana, que es una sola en estos momentos. Belem no está entre las que consiguen<br />
puntos, pero no obstante parece tranquila y segura, reservándose para lo que falta. Quedan sólo<br />
tres oportunidades para quienes aspiran a las medallas. Aquí consiguen puntos además Emma<br />
Davies (3), Adrie Visser (2)... y la Slyusareva (1), con el que suma nueve.<br />
El octavo embalaje vuelve a dejar en blanco a la mexicana, mientras que Slyusareva pasa primero<br />
que ninguna y ya suma 14 unidades. Seguida de la italiana Vera Carrara, la griega Kyriaki<br />
Konstanididou y la estadounidense Erin Mirabella. Veinte vueltas faltan para el final y todo está<br />
por definirse. Slyusareva no perdona. Se lanza con todo lo que le queda en el noveno sprint, de<br />
donde saca el primer lugar, que le da cinco puntos y le permite asegurar la medalla de oro con<br />
sus 19 unidades. Después de ella cruzan la línea Ulmer, Mirabella y... <strong>Guerrero</strong>, que empata a la<br />
colombiana Calle en 12 puntos.<br />
El final será de locura. Todavía con una vuelta por finalizar la carrera nada se ha definido. Belem<br />
y Calle marchan codo a codo en el décimo sprint, tercas en pos de la medalla. Alemania y Cuba<br />
hacen lo suyo: Katrin Meinke consigue cinco puntos y la segunda en cruzar la línea es Yoanka<br />
González. Y, lo mejor. En medio de un griterío ensordecedor, Belem se perfila desde antes de la<br />
última curva, remonta lugares por la parte interior de la pista, mientras que Calle se niega a ceder,<br />
pero rueda por la duela. Finalmente...<br />
¡Belem! ¡Belem! ¡Belem! Se convierte en la subcampeona olímpica con dos puntos que hacen<br />
la diferencia con María Luisa. Slyusareva es cuarta en el sprint y llega a 20 puntos para bañarse<br />
de oro, en tanto que Colombia recibe la primera medalla olímpica de su historia en el ciclismo...<br />
efímeramente.
Así se repartieron los puntos:<br />
1.- Olga Slyusareva, Rusia, 20.<br />
2.- Belem <strong>Guerrero</strong>, México, 14.<br />
3.- María L. Calle, Colombia, 12.<br />
4.- Erin Mirabella, Estados Unidos, 9.<br />
5.- Vera Carrara, Italia, 8.<br />
6.- Sarah Ulmer, Nueva Zelanda, 8.<br />
Hay júbilo en la pista y, sobre todo, en las<br />
tribunas. Hay intenso duelo de gritos entre<br />
los comentaristas colombianos y mexicanos,<br />
ante los micrófonos de sus respectivas<br />
estaciones de radio y televisión.<br />
Hay duelo de porras.<br />
Hay lágrimas de emoción y alegría en ambos<br />
bandos latinoamericanos.<br />
Hay júbilo en Colombia.<br />
Hay fiesta en Neza.<br />
Tres días después, una gran decepción para el ciclismo: el Comité Olímpico Internacional dio a<br />
conocer que la colombiana María Luisa Calle Williams había dado positivo en el examen antidopaje<br />
y que, por lo tanto, había que entregar la medalla de bronce obtenida en la lid. Calle, de 35 años,<br />
utilizó la sustancia heptaminol, por lo que la presea de bronce quedó finalmente en manos de la<br />
estadounidense Mirabella.<br />
Si Calle había decepcionado a los colombianos, la demostración de humildad y enorme esfuerzo<br />
desplegado por Belem cautivó a los mexicanos.<br />
Pero cabe señalar: en octubre de 2005, la UCI decidió otorgar nuevamente la presea a Calle,<br />
debido a varias anomalías en las pruebas antidopaje en la justa olímpica.<br />
Belem escribió su propia historia.<br />
Una historia de esfuerzos, de lágrimas, de éxitos y de fracasos, ciertamente; pero también de<br />
reconocimientos y aplausos de su gente.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
432, 433<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> recibe la<br />
felicitación de la ciclista<br />
cubana tras haber concluido<br />
la prueba por puntos.<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
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434, 435, 436<br />
... Sincera, serena, ausente<br />
de melodramas y de<br />
oropeles, equilibrada y<br />
buena onda, nuestra paisana<br />
de Ciudad Neza nos dio a<br />
todos una enorme alegría.<br />
De algún modo, este júbilo<br />
tuvo quizá más intensidad<br />
que el que nos hizo<br />
sentir Ana Guevara. Esto,<br />
nomás faltaba, no implica<br />
menospreciar a ninguna de<br />
las dos; lo que ocurre es que<br />
de Ana lo esperábamos todo<br />
y de Belem <strong>Guerrero</strong> casi<br />
nadie esperaba nada...<br />
Germán Dehesa<br />
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -<br />
2 0 0 4<br />
A T E N A S<br />
La mexicana tiene su medalla, la ve, la acaricia, la muestra. A ella le ha costado. Pagó su precio<br />
en esas miles de horas subida a su bicicleta bajo el abrasador sol o inclemente frío; o bien bajo la<br />
lluvia que se mezclaba con las perlas de sudor que resbalaban sobre su morena faz.<br />
Pero hoy Belem tiene el reconocimiento de los suyos.<br />
¡Bienvenida a casa! A Neza. A su casa. Con los suyos... Besos. Abrazos. Felicitaciones.<br />
A la medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas, ¡todo!<br />
LLEGÓ BELEM<br />
Eran las 17:30 horas cuando Belem llegó a la ciudad de México.<br />
A su arribo, ahí estaban don Camilo, doña Elena, sus hermanos, sobrinos... y el mariachi que la<br />
recibió al “Son de la Negra”, para seguir con “Negrita de mis pesares”... “El Rey”... “Volver, volver,<br />
volver”... Y emotivas porras. Gritos de júbilo de casi 300 habitantes de Ciudad Nezahualcóyotl,<br />
quienes desde temprano se apostaron en el aeropuerto capitalino para recibir a su reina.<br />
Ciudad Nezahualcóyotl invadió el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.<br />
La medallista de plata en la carrera por puntos de los Juegos Olímpicos de Atenas, ofreció una<br />
conferencia de prensa en la Sala de Juntas de la terminal aérea mientras sus fervientes admiradores<br />
gritaban porras alterando la paz del aeropuerto.<br />
La oriunda del municipio mexiquense de Neza explicó que sentía un nudo en la garganta por las<br />
muestras de cariño, agregó estar orgullosa de traer una medalla para Ciudad Nezahualcóyotl en<br />
el Estado de México, y sobre todo para México. “La medalla no es solo mía, es para todo México”<br />
señaló Belem. “Ver nuestra bandera durante la ceremonia de premiación es como un sueño del<br />
que no quiero despertar. Esta medalla la tengo por mi esfuerzo, me siento muy contenta.
Primero Ana Guevara inició el camino y ahora se consuma para mi el esfuerzo realizado en<br />
Atenas”. La mexiquense espera que con estos resultados aparezcan más figuras jóvenes para el<br />
deporte mexicano. “Debemos apoyar a los jóvenes porque estoy segura que van a dar un buen<br />
resultado para México”. Y mandó un mensaje a todos los paisanos: “Podemos lograr todo lo que<br />
queremos. Mis padres me inculcaron un buen carácter, y por eso me gustaría ser un ejemplo para<br />
las próximas generaciones”.<br />
A la pregunta de si está consciente de que ya es parte importante de la historia del deporte<br />
mexicano, la medallista explicó: “Estoy en un sueño, y la verdad no me he querido levantar, pero<br />
sigo siendo la misma Belem, nada ha cambiado”.<br />
<strong>Guerrero</strong> aprovechó para dar las gracias a las autoridades de CONADE y CIMA (Compromiso<br />
Integral de México con sus Atletas) a Ciudad Nezahualcóyotl, y al Estado de México por apoyarla<br />
en todo momento en su fructífera carrera deportiva. “Ojalá esto sea motivante para los demás<br />
competidores de la delegación mexicana”, mencionó refiriéndose a los mexicanos que faltan por<br />
competir en la justa olímpica. “Los mexicanos necesitamos apoyarnos unos a otros para seguir<br />
adelante, pude verlo en los Juegos Olímpicos en muchas delegaciones y eso es lo que yo quisiera<br />
ver en México”, sostuvo la subcampeona olímpica.<br />
Del invadido aeropuerto, un Turibús la llevó a la explanada municipal de Nezahualcóyotl. La<br />
medallista emprendió la travesía en medio de porras de familiares, amigos y aficionados quienes<br />
en camiones, partieron junto con su heroína, a quien se le preparó una ferviente y calurosa<br />
bienvenida. Instalada en la parte más alta, la medallista olímpica recibió saludos y ovaciones de<br />
cientos de personas que a lo largo del trayecto salieron de sus casas o se detuvieron en su andar<br />
para admirar a la ciclista mexiquense que, junto a Pilar Roldán, Mari Tere Ramírez, Soraya Jiménez,<br />
Ana Guevara e Iridia Salazar, forma parte del reducido grupo de mujeres mexicanas triunfadoras<br />
en Juegos Olímpicos.<br />
Era la fiesta de una reina del municipio mexiquense. Como rezaban varias mantas:<br />
Neza te da la fuerza. Belem: en Neza tu plata vale oro. Neza, tierra de campeones.<br />
Sí, esa fuerza invisible que ha acompañado a Belem siempre. Había demostrado el pundonor,<br />
el coraje y los deseos de ganar. La medalla de plata olímpica era la prueba más contundente.<br />
¿Alguien podía escatimarle algún mérito?<br />
Belem <strong>Guerrero</strong> Méndez fue galardonada el 20 de noviembre de 2004 con el Premio Nacional<br />
de Deportes por segunda ocasión, –la primera fue en 2001–, en compañía de Ana Guevara,<br />
Oscar Salazar y la atleta paralímpica Doramitzi González; auténticos triunfadores. En un desayuno<br />
previo al tradicional Desfile Deportivo del 20 de noviembre, el Presidente Fox comentó que pocas<br />
actividades emocionan y unen tanto a los mexicanos como es el deporte. “De aquí que los atletas<br />
más destacados cuenten siempre con el cariño, admiración y respeto de toda la sociedad”.<br />
¿Beijing?<br />
Belem tendrá 34 años en la cita asiática.<br />
–El ciclismo es mi vida. Mientras tenga aún el gusto por estar arriba de una bicicleta, seguiré.<br />
Como siempre trabajaré y si llego a Beijing será, nuevamente, para dar la vida por una medalla.<br />
Eso sería maravilloso.<br />
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Un día le dijo su madre:<br />
“Si quieres ganar tienes que<br />
trabajar; si deseas ser la<br />
mejor, haz lo necesario y un<br />
poco más”.<br />
La trayectoria de Belem<br />
<strong>Guerrero</strong> indudablemente<br />
se ha caracterizado por<br />
su tenacidad. El 20 de<br />
noviembre de 2004 recibió el<br />
Premio Nacional de Deportes<br />
por segunda ocasión en<br />
su carrera, de manos del<br />
Presidente Vicente Fox.<br />
438<br />
Belem recibe el<br />
reconocimiento de la<br />
Asociación de Medallistas<br />
Olímpicos de manos de<br />
Alberto Valdés Ramos,<br />
medalla de oro en ecuestres<br />
en Londres 1948, les<br />
acompaña otro orgullo<br />
nacional: Joaquín Capilla.<br />
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M E D A L L I S T A S O L I M P I C O S M E X I C A N O S