MEMORIAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A AMÉRICA | [ 1 ]
MEMORIAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A AMÉRICA | [ 1 ]
MEMORIAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A AMÉRICA | [ 1 ]
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
VenezuelA<br />
(...) Un día antes de yo venirme para Venezuela, mi mamá me ayudó a arreglar las<br />
maletas, hasta que me dice, hija, no te acuerdas de darme aunque sea merienda, ay mamá<br />
perdona ya vengo, voy a preparar merienda. Cuando yo vengo con la bandeja, el té, las galletas,<br />
mamá, mamá, mamá. Mamá no estaba por todo eso, me asomo al balcón y la veo que se va, no<br />
quiso despedirse.<br />
Su temor y el de sus hijas, era no reconocerle al llegar al puerto.<br />
Cuando yo llego a Venezuela lo que veía eran hombres negros, negros, que en esa época<br />
eran hombres negros, negros, montados en una maquinarias enormes, y yo me asusté mucho y<br />
las niñas lo mismo y decían mamá, ¿papá esta ahí?, y ¿tú vas a conocer a papá? y yo les digo a su<br />
papá lo vas a conocer o lo voy a conocer, cuando venga caminando, yo les aviso, si esta de pie en<br />
el muelle, es probable que yo no lo conozca, pero si viene caminando les diré ahí viene tu papá. Y<br />
así fue, cuando veo a un señor con otro que era el primo, caminando de prisa, de prisa, digo ahí<br />
viene tu papá y así fue.<br />
La casa que le esperaba estaba muy lejos de cubrir sus expectativas ni de igualar lo<br />
que había dejado atrás.<br />
Bueno, la casa se llamaba el Samán, era de dos pisos y mi impresión era que lo que<br />
encontré en mi casa era, una cama de hierro que era de matrimonio y dos camas pequeñas de<br />
hierro, un filtro, un coleto, que en España no se usaban los coletos, yo decía que para que era eso y<br />
era para lavar el piso, y un balde, un cubo, era mi casa. Ahí me dio una impresión enorme que lloré<br />
y lloré y la única que me ayudó bastante fue mi cuñada Felismina. Cuando fui a la cocina, era una<br />
cocina pequeña, la habitación era grande pero la cocinita era pequeña entonces mi esposo poco a<br />
poco me fue comprando las cosas. Él con sus manos me hizo la mesa que era bastante grande, me<br />
hizo seis sillas que todo de tubo, no eran sillas eran sillones, seis. La mesa era bastante grande,<br />
la casa tenía un ventanal que daba a la calle y la mesa cogía toda esa parte. Me compró un sillón,<br />
mis cuñados me trajeron una televisión de los Estados Unidos que precisamente, yo creo que era<br />
de los primeros televisores con control remoto. Una preciosidad, después fue comprando lo de las<br />
niñas, me compró una alcoba, en fin esa era mi casa hasta 7 años.<br />
La ausencia de sus padres, con los que vivía en Canarias, y las diferentes costumbres<br />
del país completan el cuadro de dificultades y tristezas que la embargarían durante los<br />
primeros meses.<br />
María hizo de su nuevo hogar un lugar de acogida de parientes y amigos que<br />
llegaban en búsqueda de nuevas oportunidades a la espera de poder traer a sus familias.<br />
Los cambios políticos afectaron a la familia de María que se vio obligada a mudarse<br />
de vivienda. Ante esta situación, Nicolás decidió enviar de nuevo a su familia a Canarias y<br />
María embarcó rumbo a las Palmas en 1960 con cinco hijos a su cargo y sin saber cuándo<br />
iba a poder reunirse de nuevo con su esposo. Los dos años que pasaron en Canarias fueron<br />
especialmente difíciles para las hijas mayores que deseaban día tras otro volver a su país,<br />
donde habían dejado la escuela y las amistades.<br />
[ 220 ] | <strong>MEMORIAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>LA</strong> <strong>EMIGRACIÓN</strong> ESPAÑO<strong>LA</strong> A <strong>AMÉRICA</strong>