aguafuertes gallegas roberto arlt
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fábricas. Conversan entre ellos, en idioma gallego, pero en voz baja, como si el no alborotar<br />
fuera una consigna que se ha extendido hasta la comprensión de los niños. Anoto<br />
insistentemente estos detalles, porque la suma de ellos compone el semblante psicológico<br />
de la raza. La única definición que se me ocurre es ésta: "gente mayor de edad".<br />
La mujer gallega es una combinación de apasionada y mimosa. El drama calderoniano<br />
del honor sexual, es poco frecuente en Galicia. La vida se desplaza por cauces más<br />
humanos, predomina la sensatez. Mientras que Andalucía nos recuerda vehementemente el<br />
Islam, Galicia, con sus grupos de muchachas y muchachos sueltos en amistosa vagancia por<br />
las calles y playas, nos recuerda los cuadros de las costumbres americanas ofrecidos en las<br />
películas.<br />
El gallego experimenta la atracción de lo moderno, con un empuje que espanta a los<br />
timoratos y reaccionarios. Hasta hace tres años, las playas eran poco concurridas.<br />
Actualmente, multitudes humanas se vuelcan en ellas, y la prensa mojigata pone el grito en<br />
el cielo, por la excesiva brevedad de los maillots.<br />
*ASPECTOS DE LA VIDA EN LA CORUÑA<br />
SI UN ESCRITOR escribiera una novela, cuyos personajes y acción revelaran la<br />
desigualdad de temperamento y geografía que descubrimos en España, posiblemente los<br />
críticos le aconsejaran que abandonara el ejercicio de las letras, para dedicarse a labores<br />
musculares más eficientes.<br />
¡Menudas irregularidades descubren las sociedades provinciales en este país! No digo ya<br />
de región en región, que sería verosímil, sino de pueblo a pueblo notamos tales diferencias,<br />
que cuando pensé en Vigo y La Coruña, dos puertos gallegos, tuve la sensación que saltaba<br />
a dos países distintos.<br />
Tomemos el mapa de España. De Vigo a Pontevedra, de Pontevedra a Compostela, de<br />
Compostela a Betanzos y de Betanzos a La Coruña, tenemos distancias aproximadas de<br />
setenta kilómetros, más o menos. Estamos en Galicia, y sin embargo en cada población<br />
anotamos diferencias substanciales. Veamos:<br />
Vigo, activo y serio. Discreción y parsimonia de gente que rehuye frivolidades.<br />
Pontevedra: comercialmente, muerta. No se habla de negocios que no medran, sino de