La Escuela de la Sabiduría - Casa para tu Fe Católica
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Lección VIII: En tiempos <strong>de</strong> prueba 75<br />
daré. Mira, en mis palmas te llevo ta<strong>tu</strong>ada, <strong>tu</strong>s muros<br />
están siempre ante mí. (Is 49,14-16)<br />
283<br />
Yo conozco mis <strong>de</strong>signios sobre vosotros:<br />
<strong>de</strong>signios <strong>de</strong> prosperidad, no <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgracia,<br />
<strong>de</strong> daros un porvenir y una esperanza. Me invocaréis,<br />
vendréis a rezarme y os escuchare; me buscaréis y me<br />
encontraréis, si me buscáis <strong>de</strong> todo corazón; me <strong>de</strong>jaré<br />
encontrar y cambiaré vuestra suerte. (Jr 29,11-14)<br />
284<br />
Hay algo que traigo a <strong>la</strong> memoria y me da<br />
esperanza: que <strong>la</strong> misericordia <strong>de</strong>l Señor<br />
no termina y no se acaba su compasión; antes bien,<br />
se renuevan cada mañana: ¡qué gran<strong>de</strong> es <strong>tu</strong> fi<strong>de</strong>lidad!<br />
(Lm 3,21-23)<br />
285<br />
<strong>La</strong> misericordia <strong>de</strong> Dios en tiempo <strong>de</strong> aflicción<br />
llega como nubes <strong>de</strong> lluvia en tiempo<br />
<strong>de</strong> sequía. (Sir 35,24)