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Murga Bohigas, Antonio - Paseo Virtual por Extremadura

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A EXTREMADURA,a la que tanto amó<br />

y nos hizo amar nuestra madre<br />

¿CON PERMISO?<br />

EL AUTOR<br />

iFrena, amigo frena!... No debes enfrascarte en la lectura de mi librino como si hubieras salido<br />

huyendo desde la Puerta del Sol y enfilar la Ruta de los Conquistadores sin descanso para,<br />

agotado, echarlo al cesto de los papeles.<br />

Hemos depositado en tus manos una Enciclopedia pequeña y pobre trabajada con es-<br />

crupulosidad, refugiado en casa nada más darme cuenta de que el habla de los hombres del pueblo<br />

va desapareciendo poco a poco arruinado <strong>por</strong> el progreso y el ansia o necesidad de marchar a Irún<br />

o Berlín donde sudar como negros y morir trabajando continuamente.<br />

Cuando supe este movimiento constante, enfermo <strong>por</strong> la pena que me entró, fui y dije para mí<br />

mismo: i<strong>Antonio</strong>! ...Tú que posees principios «castúos» adquiridos en Valencia de AIcántara; que<br />

decidiste depositar tus amores en esa <strong>Extremadura</strong> donde nacían los dioses y adquirieron cultura<br />

las personas más im<strong>por</strong>tantes de España ¿ no vas a tener valor para recogerte y escribir ensartando<br />

vocablos y vocablos de ese «Habla Popular de <strong>Extremadura</strong>» del que tratas en tus escritos<br />

«EXTREMEÑIDAD»?<br />

Quedé ensimismado; melancólico y casi acobardado. En conciencia soy un analfabeto en lides<br />

filológicas, y ¿puedo ofrecer a mi tierra algo de las habilidades que ella despertó en mi cabe-<br />

za? ¿Puedo yo hacer algo digno de ella?<br />

iiQué caramba!! ... Con decisión, soslayando y aprovechando lo hecho <strong>por</strong> Gabriel y Galán,<br />

Chamizo, Reyes Huertas, etc., arrinconándome los ratos desocupado de arrojar al cubo muelas y<br />

dientes estropeados, criba <strong>por</strong> aquí, espurga <strong>por</strong> allá, huroneando en el hablar «castúo», hemos<br />

escrito incansablemente rompiendo papeles y papeles, para espabilaros procurando despertar<br />

añoranzas; enamoraros con la música de nuestra lengua dejándoos todo lo examinado con<br />

exigencias.<br />

Dejo pues, miles de palabras puestas en circulación sin cansarme, erre que erre para que todos<br />

en Europa sepan del concierto musical que es capaz de provocar el habla murrioso y dulce de La<br />

Vera y Arañuelo; Las Hurdes, Siberia y Tierra de Barros.<br />

Adiós...


¿PREMISO?<br />

iFresna, chacho, fresna!... No debí uno enfrascase venga dali letura al mi librino lo mesmo que<br />

si hubiás salió de juitiva dendi la Puerta'l So y enfilao la verea los Conquistaore to seguío, escapás<br />

d'arrematá arrupuertao (1), abocao pa jondeá con él pa'l escupiero.<br />

Habemos endirgao pa las tus mano una miaja Ciclopedia cutaína (2) enjaretá con es-<br />

crepulosidá ensotao (3) al cazumbo (4) n'amás enfrontilá qu'esi palrá de tos los jombris<br />

canguero (5) espena poquino a poquino enchamborcao (6) del pogreso y los ansionis pa dise ampié<br />

los Irune u los Berline ande suá tal cuá los negro u espená de labutá, a contino.<br />

Cuantis que jice conocencia d'esti ramajeo (7), maleto del aginaero que me se prevocó, fuí y me<br />

ije pa mí mesmo: iTonio! ... tú que tiés unos prencipios castúo deprendíos pa Valencia de<br />

Alcántara; que las tus querencias aterminaste pa esa Estremaúra ande hubon nacencia los diose y<br />

jizón curtura el personá más prencipá de las España ¿no vas a tené asaúras pa barbeá (8)<br />

emburacao, prencipiá a dali al paliyero y ensartá concetos y concetos d'esi «Habla Popular de<br />

<strong>Extremadura</strong>» de tos los descrebíos «EXTREMEÑIDAD»?<br />

Queé simismao; malincólico y asín, asín acagazao. En concencia, uno es mu fabeto en toas las<br />

maturrangas fisiológica, y ¿pueo, un servidó rundí (9) a la mi tierra una mijinina las halbeliás<br />

ispiertás en el mi caletre? ... ¿Pueo yo jacé argo dino?<br />

iiQué córcio!! ... Bragao, ajorrando de costana lo del Grabié y Galán esi de pa la Granaiya; el<br />

Chamizo de pa Guareña; el Reyes Güerta, y tal y má, nos habemos trasconejao los ratino<br />

desempeditos (I0) de jondeá muelinas coquerosa u dientinos falagaos p'al sumiero; mos<br />

ensenrreamos ajecha (11) p'aquí, espurga p'ayá juroneando el palrá castúo y habemos descrebío<br />

sin rengaero; esgarrao papé y papé venga desatortojá (12) precurando ispiertá querencias pa<br />

ronearvos (13) la musiquina linguá y dejaivos lo desaminao con desigencias.<br />

Queo, pué, andaná de concetos u palabros poníos pa cerculá sin derrengueta, jerre que jerre, pa<br />

que to'l personá uropeo haigan de vesi sabeore del disconcierto musicá escapás de prevocá el palrá<br />

laguiñoso de pa la Vera y Arañuelo; Las Jurde, Siberia y Tierra de Barros.<br />

Con Dió...<br />

EL AUTOR<br />

(1( Abobado. (2) Pobrecita. (3) Que no sale de casa. (4) Albergue rústico (5). Labrador modesto. (6) Arruinado.<br />

(7) Moverse; aparecer con frecuencia. (8) Apropiarse de pequeñas cosas sin permiso. (9) Rendir, producir. (10)<br />

Desocupados. (11) Cribar. (12) Espabilar. (13) Enamoraros.


Este ensayo no habría sido factible<br />

sin el valiosísimo concurso de los colaboradores:<br />

Alba López, J. Pablo. Pintor.<br />

Alfonso González, Miguel (Navalmoral de la<br />

Mata). Industrial.<br />

Avila Vega, <strong>Antonio</strong> (Valencia de Alcántara).<br />

Cuerpo Técnico de Aduanas.<br />

Azores Naharro, Eloy Paulino (Trujillo).<br />

Maestro Nacional.<br />

Barco Amaya, <strong>Antonio</strong> (Almendralejo).<br />

Maestro Nacional y Administrativo.<br />

Basante Barro, José María (Madrid).<br />

Borrego López, lldefonso (Oliva de la Fron-<br />

tera). Maestro Nacional.<br />

Cajal de Gorbea, Jenaro (Navalmoral de la<br />

Mata). Director de Biblioteca y Escuelas<br />

Concha.<br />

Canal Rosado, José (Cáceres). Profesor y<br />

Escritor.<br />

Díaz Díaz, Emilio (Oliva de la Frontera).<br />

Veterinario Titular y Maestro Nacional.<br />

Diéguez Luengo, Elías (Valencia de Alcán-<br />

tara). Maestro Nacional y Arquéologo.<br />

Frades Gaspar, Domingo (San Martín de<br />

Trevejo). Agente de Extensión Agraria.<br />

Garias Olivera, Carmela (Bienvenida). Estu-<br />

dios de Magisterio.<br />

Hermoso, Rosario (Fregenal de la Sierra).<br />

Hiz, María de la (Mahizflor) (Aceuchal)<br />

Escritora.<br />

Loustau de Avila, María (Valencia de Alcán-<br />

tara).<br />

Marín Ortega, José (Oliva de la Frontera).<br />

Industrial.<br />

Martínez Soto (Oliva de la Frontera). Capi-<br />

tán de Infantería.<br />

Montes Trinidad, Modesto (Cañamero)<br />

Maestro Nacional.<br />

Muñoz de San Pedro (Cáceres). Condesa de<br />

Canilleros.<br />

<strong>Murga</strong> <strong>Bohigas</strong>, Fernando (Irún). Odontó-<br />

logo.<br />

Pablos Mateos, Maximiliano (Trujillo)<br />

Odontólogo.<br />

Pablo, Juan (Trujillo). Sacerdote.<br />

Pérez Alonso, Carlos (Aceuchal). Pintor.<br />

Plasencia Plasencia. Gonzalo (Cañaveral).<br />

Farmacéutico.<br />

Redondo Taboada, Luis Francisco (Hervás).<br />

Director Sucursal Banco Central.<br />

Sánchez Morales. Narciso (Cáceres). Coro-<br />

nel Infanteria y Presidente Caballeros de<br />

Yuste.<br />

Zamora Pallés, Leonardo (Valencia de Al.<br />

cántara). Comerciante.


PRESENTACIÓN<br />

LECTOR, si quieres adentrarte en el examen o estudio de esta obra que ahora aparece ante el<br />

público, aunque sólo sea movido <strong>por</strong> la curiosidad, es conveniente que precedan algunas<br />

consideraciones: El transcurrir de la vida nos trae a veces dificultades y problemas que ponen a<br />

prueba las facultades humanas para sortearlas o superarlas.<br />

Una de estas ocasiones aparecidas ante mí, es la de trazar unas líneas para hablar al público de<br />

una obra, en mi sentir excelente y de suma im<strong>por</strong>tancia, y sobre todo atractiva e interesante para el<br />

pueblo extremeño. Obra literaria en gran manera, que juzgo trascendente y en la que mi humilde<br />

pluma, alentada <strong>por</strong> una sincera amistad, quiere salir airosa, ante el honor que se me hace.<br />

Trátase del titulado Vocabulario Extremeño relativo al Habla Popular de <strong>Extremadura</strong>, del<br />

que es autor don <strong>Antonio</strong> <strong>Murga</strong> <strong>Bohigas</strong>, y que sale a la luz debido a su constante esfuerzo,<br />

inagotable voluntad, inalterable paciencia, entusiasta cariño <strong>por</strong> su tierra, y más que nada, a una<br />

labor de captación del latir de los pueblos que le permite compenetrarse con su habla y sus<br />

sentimientos hasta hacerlos propios. Extremeño yo de adopción me corresponde a<strong>por</strong>tar mi grano<br />

de arena, y presentar con sumo placer un libro que viene a llenar un vacío dejado sentir no<br />

obstante valiosos trabajos iniciados en esta cuestión del idioma extremeño <strong>por</strong> otros ilustres<br />

escritores.<br />

Alguien dijo que tenemos necesidad de una lengua, la propia, <strong>por</strong>que sin ella careceríamos de<br />

precisión, de nobleza, de dulzura a la hora de expresamos, y como la palabra es el elemento<br />

constitutivo del lenguaje, <strong>Antonio</strong> <strong>Murga</strong>, para conservar esas cualidades en su aspecto regional y<br />

en un aparte de su trabajo profesional, concentró todo su interés, toda su alma en dotar a<br />

<strong>Extremadura</strong> de un diccionario, hermoso caudal de vocablos que, como guardados en estuche,<br />

pudiera servir durante mucho tiempo de vehículo a nuestros pensamientos, enriqueciendo nuestra<br />

vida.<br />

Atraviesa España un período de aspiraciones autonómicas, y esto realza el valor de la obra que<br />

comentamos, <strong>por</strong>que contribuye a conservar el habla extremeña en su carácter de lengua<br />

maternal, familiar, íntima y no dejarla sometida al bombardeo de vocablos de origen vario,<br />

impreciso, ni a ciertas intromisiones modernistas, muchas de ellas estrambóticas.<br />

Si <strong>Extremadura</strong> quiere moldear y afianzar su personalidad, ha de cuidar su lengua y no dejarla<br />

correr al viento. Esto tratan de hacer Cataluña, Vasconia, Galicia y cuantas regiones quieran tener<br />

una fisonomía propia, <strong>por</strong>que el idioma es la esencia de nuestra vida, y sin él o sometiéndole a<br />

adulteraciones y mezclas de otras lenguas que nada tienen que ver con las que hemos bebido en<br />

fuentes españolas, es difícil hacer patria.


El Vocabulario respira extremeñismo <strong>por</strong> todas partes, pero es conveniente fijar antes los<br />

carácteres del habla extremeña, <strong>por</strong>que el habla de cualquier comunidad, pueblo o nación,<br />

repetimos, es la que le da especial y particular fisonomía.<br />

Buscar el origen y autenticidad de muchos vocablos es superfluo. El encontrarlos en el uso<br />

diario, es lo que da valor para poder apreciar el ser y el sentir de <strong>Extremadura</strong>, asentada en la<br />

encrucijada más conflictiva, más rica y más abandonada de la Península Ibérica.<br />

Dice el Marqués de Lozoya en su «Historia de España» que «uno de los mayores y más<br />

interesantes problemas en el estudio de los pueblos prerromanos peninsulares, sin ningún género<br />

de dudas, es el de las lenguas que estos hablaban y el desciframiento de los alfabetos que utilizaban<br />

como medio de escritura».<br />

Sabido es que los pueblos y razas que tuvieron asiento en nuestra península después de la<br />

ocupación de los celtíberos, fueron los Vetones y Turdetanos los que mayor influencia ejercieron<br />

en el extenso territorio de su parte más occidental, siendo estos últimos los de mayor cultura pues<br />

tenían leyes escritas de remotísima antigüedad, y precisamente este pueblo estaba afincado en la<br />

región bético extremeña, es decir, en el tuétano de <strong>Extremadura</strong>.<br />

Sobre la población constituida <strong>por</strong> la mezcolanza de estos y otros pueblos con los primitivos<br />

celtíberos, vienen a depositar nuevos gérmenes de civilización los fenicios y griegos.<br />

Entre muchos de aquellos pueblos y los colonizadores griegos se realizó pronto una verdadera<br />

fusión y resultado de ella fue una amalgama de lengua griega con la celtíbera, fácil de efectuar <strong>por</strong><br />

derivarse ambas del sánscrito, con la añadidura de otros semidialectos, dando origen a una nueva<br />

lengua y escritura.<br />

Así !o manifiesta el poeta épico latino Silio Itálico, nacido en el año 25 de nuestra Era y<br />

español de Itálica para algunos historiadores. En su libro «Bella Púnica» y acerca del nuevo<br />

idioma, dice: Barbárica, paulum vitiato nomine, lingua. Sin embargo, este nuevo y bárbaro<br />

lenguaje, según ciertos helenistas, a<strong>por</strong>tó al que luego se generalizó <strong>por</strong> el castellano, mayor<br />

contingente de giros y vocablos que el mismo latín. Esta es también la opinión del historiador<br />

Sr. MORENO ESPINOSA.<br />

Y siguiendo al Marqués de Lozoya: «Las lenguas hispánicas, que sin duda en las serranías y en<br />

las aldeas escondidas, perduraron muchos siglos después de la conquista romana, son "lenguas<br />

muertas" de cuya sonoridad y grandeza podemos alcanzar algún indicio»»<br />

¿No ha podido contribuir en alto grado <strong>Antonio</strong> <strong>Murga</strong> con su Vocabulario Extremeño a<br />

descifrar el significado y conservar el sonido de los vocablos que pudieron resistir a su total<br />

extinción <strong>por</strong> la presión y unificación romanas, las cuales precisamente se dejaron sentir en la<br />

región extremeña?<br />

Hay que reconocer que en el Vocabulario hay muchos términos, voces y locuciones a los que<br />

no se conoce su origen y raíz. Pueden ser los restos de aquel lenguaje ya desaparecido, y que hoy se<br />

agrupan algunos con mayor fuerza en la variedad dialectal que familiarmente llamamos «castúo»<br />

o en otras modalidades a las que Gabriel y Galán y en Chamizo consideramos como mayores<br />

exponentes.<br />

También es cierto que con el nacimiento del castellano y <strong>por</strong> su paternidad latina se mezclaron<br />

multitud de palabras, modismos y giros procedentes de la diversidad de nacionalidades o regiones<br />

formadas en la Península durante la Reconquista. Pero aunque el Vocabulario presenta un estudio<br />

global del habla española, prevalecen en él todas las modalidades encontradas en las distintas<br />

zonas extremeñas a fin de no perder este caudal lingüístico al que da carácter especial su singular<br />

entonación que tanto atractivo tiene para los pueblos castellano-leoneses con los que estamos en<br />

mayor y más continuo contacto y con los que en gran parte se asimila.<br />

El Vocabulario Extremeño constituye, pues, una obra ejemplar. Las características de<br />

formación y significado de cada palabra, con las alteraciones sufridas, ya se especifican y analizan<br />

en la introducción del autor.<br />

La labor de búsqueda de elementos constitutivos del lenguaje la considera interesante, y así lo<br />

es en realidad, para desarrollarla con la máxima amplitud. Ricamente dotado el Sr. <strong>Murga</strong>, <strong>por</strong> su


paciencia e instinto de observación para este ejercicio, busca, recoge y guarda, poniendo a prueba<br />

su tesón de coleccionar vocablos, muchos de ellos privativos de hasta una sola localidad,<br />

contribuyendo grandemente a salvaguardar el patrimonio cultural extremeño.<br />

Y aunque en cierto modo limita su trabajo restringiéndolo a la <strong>Extremadura</strong> oficial, donde aún<br />

se sigue oyendo esos vocablos y formas de hablar, es tan generoso y desinteresado que admite y<br />

agradece cualquiera a<strong>por</strong>tación, aunque sea lejana, que pueda enriquecerlo, lo cual constituye<br />

otro mérito de su obra, <strong>por</strong>que la autenticidad de sus vocablos viene avalada <strong>por</strong> el testimonio de<br />

sus colaboradores.<br />

Se dice que <strong>Extremadura</strong> es «la tierra en que nacían los dioses», pero estos dioses también<br />

hablaban y dejaron las huellas de su cultura en las diferentes partes del mundo donde se notó y<br />

vinculó su presencia, principalmente en las regiones americanas que conservan su habla espa-<br />

ñola con las modalidades inherentes a esta tierra extremeña. Han sido muchos los extremeños<br />

que allí dejaron sus cenizas, y donde aún habitan quienes con frecuencia manejan expresiones y<br />

giros extremeños que ya iban cayendo en total o parcial desuso entre nosotros. Por eso el<br />

Vocabulario nos cita americanismos que enriquecen nuestra lengua, así como otras muchas<br />

a<strong>por</strong>taciones de diversos puntos de la geografía ibérica, aunque predominando los de procedencia<br />

galaico <strong>por</strong>tuguesa.<br />

Y para terminar séame permitido auspiciar un completo éxito para VOCABULARIO<br />

EXTREMEÑO, que es de esperar llegue a todos los hogares extremeños; durante 50 años como<br />

Director de Biblioteca y Escuela de la «Fundación Concha», fueron inumerables las peticiones de<br />

libros semejantes al que nos venimos refiriendo, y que, lamentablemente, jamás pude facilitar a<br />

los estudiosos...<br />

El mayor elogio que puede hacerse de una obra como ésta, es considerada producto de un<br />

generoso esfuerzo sostenido <strong>por</strong> el amor a <strong>Extremadura</strong>.<br />

Navalmoral de la Mata, febrero de 1979<br />

Firmado: JENARO CAJAL DE GORBEA


Capítulo 1.º<br />

Capítulo 2. °<br />

Capítulo 3.º<br />

Capítulo 4. °<br />

Capítulo 5. °<br />

Capítulo 6. °<br />

Capítulo 7. °<br />

Capítulo 8. °<br />

Bibliografía<br />

INDICE DE MATERIAS<br />

introducción y abreviaturas<br />

del extremeño al castellano<br />

apéndice extremeño<br />

del castellano al extremeño<br />

apéndice castellano<br />

americanismos<br />

lusismos<br />

frases extremeñas<br />

. ° ,


HABLA POPULAR<br />

DE EXTREMADURA<br />

Introducción<br />

Existen en nuestro país modos de hablar denominados de tránsito que el tiempo y el hábito<br />

mantuvieron como dialectos aunque difícilmente podrían admitirse como tales, si tenemos en<br />

cuenta que son formas de hablar emanadas de alguna próxima o afín, con la que coincide en<br />

estos o los otros rasgos.<br />

Entre estas hablas dialectales podemos considerar el extremeño, modo oral de expresión en las<br />

provincias de Cáceres y Badajoz, con raíz netamente leonesa, aunque en Badajoz está<br />

grandemente influida <strong>por</strong> el andaluz.<br />

Este habla extremeño como todos sus congéneres, se caracteriza <strong>por</strong> una entonación especial.<br />

«La melodía de la frase extremeña --Zamora Vicente en su «Dialectología Española»--- ofrece<br />

grandes diferencias con la normal castellana. La entonación es lo último que se pierde en el<br />

proceso de castellanizar el país, y la extremeña destaca <strong>por</strong> su larga prolongación de las sílabas<br />

fuertes y una elevación del tono muy marcada que altera la línea uniforme en la frase en cuanto se<br />

introducen elementos enfáticos. El tono medio de la frase es más elevado en extremeño<br />

que en castellano».<br />

Al modo de hablar extremeño debía dispensársele una im<strong>por</strong>tancia y atención que raramente<br />

se le otorgan, y debía gozar, al menos en nuestra región de más amplitud de miras, si tenemos en<br />

cuenta que la forma de hablar típica de nuestros pueblos constituye «ese idioma español<br />

americano» de finales del siglo XV llevado al Nuevo Mundo <strong>por</strong> los conquistadores y gracias al<br />

cual, con variantes locales, nos entendemos con millones de pobladores desde Nuevo Méjico hasta<br />

la Tierra de Fuego.<br />

«Si nuestro primitivo hablar, tanto en <strong>Extremadura</strong> como en América, con la cultura y el<br />

progreso admitió sucesivas capas de español --Zamora Vicente--- el fondo idiomático aparece<br />

coloreado <strong>por</strong> el arcaismo».<br />

Considerando el origen de la mayoría de los conquistadores españoles generalmente de<br />

clases sociales modestísimas, de baja cultura e incluso analfabetos, se comprende mejor la<br />

analogía entre el español hablado al otro lado del Atlántico y ese extremeño típico del pueblo y<br />

campesinos. Si nuestros hombres del campo dice, <strong>por</strong> ejemplo, COYONTURA, pensemos que<br />

este mismo término como dice Zamora Vicente, es empleado en «Nuevo Méjico, América<br />

Central, Venezuela, Chile y el Plata».<br />

Por un lado, llama poderosamente la atención la indiferencia con que permitimos que vaya<br />

perdiéndose el tesoro del habla de nuestra tierra. Por otro lado, duele tremendamente la pléyade


de detractores de todo lo extremeño que proliferan en otras provincias dados en olvidar a una<br />

<strong>Extremadura</strong> donde no solamente nacieron conquistadores, sino infinidad de hombres que<br />

descollaron universalmente en todas las ramas del saber, de la política, de las ciencias y de las<br />

artes, etc.<br />

Si un día, alguien con una preparación filológica que me falta, pretendiera editar ese<br />

Diccionario que <strong>Extremadura</strong> merece, quedaría tremendamente sorprendido, <strong>por</strong>que el habla de<br />

nuestra gente campesina es un tesoro fabuloso; es de una variedad y riqueza tales, que cuanto más<br />

se ahonda más subyuga, <strong>por</strong>que continuamente aprendemos nuevos «conceptos» de una y otra<br />

localidad, antes ignorados.<br />

Considerando la imposibilidad material de visitar detenidamente esta región nuestra en un<br />

estudio a fondo de su habla, cuanto llevamos hecho sobre el particular, semeja una sinfonía<br />

incompleta y Dios sabe si jóvenes estudiosos querrán llevarla a buen fin.<br />

Para que se comprenda mejor este «HABLA POPULAR DE EXTREMADURA», re-<br />

sumiremos algunas páginas de la magnífica obra de Zamora Vicente, quien dice así:<br />

«La lengua extremeña, que constituye el tránsito del leonés al andaluz, es estructuralmente<br />

casi castellana pero con analogía fonética casi marcadamente andaluza. La profunda raigambre<br />

leonesa, es más notoria en la provincia de Cáceres que en la de Badajoz, donde la influencia<br />

andaluza es claramente apreciada con la típica pronunciación de la -S principalmente en la<br />

Capital, San Vicente de Alcántara y La Codosera»<br />

«Signifiquemos la característica leonesa de la epéntesis de la -J, así como el cierre de las vocales<br />

-E y -O en -I y -U respectivamente, como en "abaju", "jocicu", "alcaldi" y "airi". Al igual que en<br />

León, se conserva el grupo -MB, como en "dambos" y "lamber" y se le cambia en -R la -L de los<br />

grupos -PL, -CL, -FL, figura de la que son ejemplos "frauta", "cravé" y "fror".<br />

«Tanto cacereña como leonesa es la conservación de la G- y la J- palatal, pronunciación<br />

innata del habla de Las Hurdes sobre todo en Pinofranqueado, Horcajo y Cambroncino, sitos en<br />

la vertiente sur de la Sierra de Gata. Como ejemplos citaremos "gielnu", "gencías", "gelmanu".<br />

En los lugarejos hurdanos también palatizan la S- inicial, como "sangre" en Hoyos, "sabau"<br />

(sábado) en Trevejo y "suegru" en Torre de Don Miguel»»<br />

«La F- inicial es aspirada en toda <strong>Extremadura</strong> a excepción de las zonas vecinas con Portugal,<br />

que sufriendo la influencia de su lengua, se pronuncia en toda su pureza. La S- final puede decirse<br />

que prácticamente no se pronuncia»<br />

«En zonas meridionales se confunden la R- y la L-, así como desaparece la -D entre dos<br />

vocales. En tierras de Mérida, la R- del infinitivo es totalmente perdida»<br />

«El uso del sufijo -AJO, convierte, <strong>por</strong> ejemplo, «noviazgo» en «novialgo» o «noviajo».<br />

«Constituye un arcaismo que en la <strong>Extremadura</strong> de influencia leonesa y claramente castellana,<br />

persista la G- sonora, conservación que también se mantiene en los lugares cacereños de<br />

influencia <strong>por</strong>tuguesa, pero no en los fronterizos de Badajoz. Esta sonorización abunda<br />

grandemente en el rincón noroeste de Cáceres y se extiende a Plasencia y Cofia»»<br />

«En Malpartida de Plasencia desde el siglo XVll se da el ceceo, pero los habitantes de la<br />

provincia de Badajoz, típicamente "sesean", identificación que encontramos en los lugares de<br />

influencia <strong>por</strong>tuguesa, como Olivenza, La Codosera y Talavera la Real»<br />

«Es de uso arcaico en toda <strong>Extremadura</strong> el artículo empleado ante el posesivo: "La mi prenda",<br />

"el mi padre", pero no se emplea delante del nombre de algunos ríos, como ocurre con "el puente<br />

sobre Guadiana", "los higos de Albarregas"»<br />

«/,Lo qué?», es una impresión interrogativa muy típica en las dos provincias, del mismo modo<br />

que predomina en toda la región el sufijo -INO; «niñino», «coloraino», etc. y es frecuentisimo el<br />

imperativo terminado en -AI, como «mirai», «echai», «llevai» y los perfectos «dijon», «vinon». Y<br />

existen algunos topónimos terminados en -IN: Ceclavín, Medellín, El Golfín.<br />

«Abundantemente se encuentran voces <strong>por</strong>tuguesas como "fechar" (cerrar), "fechadura"<br />

(cerradura), etc. Y es notorio el grado avanzado de "yeismo" en las tierras bajas»<br />

«La pronunciación es en Mérida y su comarca de un rehilamiento intensísimo, de gran tensión<br />

2


articulatoria y una enorme fuerza de fricación, lo que constituye seguramente el rehilamiento más<br />

señalado de cuantos se han registrado en el área hispánica. Sin embargo, se han encontrado restos<br />

de L- lateral en Albalá (Cáceres)»<br />

Hasta aquí, como hemos dicho, empleamos términos y explicaciones de Zamora Vicente. Por<br />

nuestra parte añadiremos: En el habla popular extremeña resaltan matices que corresponden a<br />

mezcolanzas raciales cuyo sedimento señala un substrato romano --mozárabe al que se<br />

superponen capas de sucesivas invasiones llegadas ya del Sur ya del Norte, y así, en la dialectología<br />

extremeña encontramos vocablos de ascendencia latina como «labariento», «alballá», «dejuro» y<br />

en «jego». Los topónimos «ardilla», «calzada», «moriscote» (cota de la muerte). Otros de solera<br />

mozárabe como «talvina», «zaleo», «zamurejo», «alcaicería», «monturque», etc.<br />

Fonéticamente, es característica extremeña la casi supresión de la «j» y de la «s»; la profusión<br />

de diminutivos, así como el cambio en -y- de la -ll».<br />

El yeismo o pronunciación casi exclusiva de la «Y» que desplaza casi <strong>por</strong> completo a la «ll» se<br />

da en casi toda nuestra región, hasta el extremo de que personas cultas que diferencian ambas<br />

letras, dudan a veces cual emplear no sólo hablando sino en la escritura. Y sin embargo, gentes<br />

sencillas de baja cultura emplean con pureza casi castellana la «ll» y la «y» como en «cancilla»,<br />

«pollo» (ave), «castillo», «caballo»; «bueyes», «poyo» (banco de piedra), manifestaciones éstas de<br />

claridad fonética que se observa en toda su pureza en Zahinos, Higuera la Real, Valle de Santa Ana<br />

y Fuente del Maestre en la provincia de Badajoz, así como en Encinasola, de Huelva, próxima a<br />

Higuera.<br />

El extremeño varía algunas palabras castellanas alargándolas tal vez para darles más énfasis,<br />

más energía y vigor a sus ideas o afectos como en «delgainino» (Reyes Huertas), «sonniquear»<br />

(sonar las narices), «chiquirrinino» (Chiquinino, Miguel Alfonso), «encarrifilar» (enfilar) «ga<br />

rrofila» (fila, Canal Rosado); «enfrontilar» (enfrentar); «igualicito» (como si quisiera expresar que<br />

más que igual es calcado); «entrencajar» (encajar); «arrempujar» (empujar); «alantito» (más que<br />

adelante) y «abajote» (más que abajo).<br />

También es frecuentísimo el empleo de gerundios, como si al decir «venía pingando» o<br />

«pampaneando» quisieran indicar que más que mojado venía empapado, chorreando. Resaltamos<br />

también la elasticidad y riqueza de los metaplasmos que crean nuevas palabras con flexibilidad<br />

irreprochable y sorprendente dentro de las leyes fonéticas. Unas veces abrevia los vocablos<br />

empleando la a modo de cirugía amputadora de la aféresis, la síncopa y el apócope. En la aféresis<br />

citemos «fatear» <strong>por</strong> olfatear, «jito» <strong>por</strong> hijito, «cena» <strong>por</strong> docena, «solación» <strong>por</strong> insolación y<br />

«cérrimo» <strong>por</strong> acérrimo.<br />

En síncopa emplea el extremeño «rondel» <strong>por</strong> redondel, «rual» <strong>por</strong> rural, «veora» (Chamizo)<br />

<strong>por</strong> veedora, «aelfa» (Reyes Huertas) <strong>por</strong> adelfa, «pazo» (Barco Amaya) <strong>por</strong> pedazo; «delicaeza»<br />

(Gabriel y Galán), <strong>por</strong> delicadeza, etc. Finalmente suele usarse la fusión del apócope «para» y la<br />

eféresis «adelante» de lo que se deduce «palantre». Usando el apócope obtenemos «cuajá» (Canal<br />

Rosado) <strong>por</strong> cuajada, etc.<br />

Y usando aféresis y apócope, «azada» queda convertida en «za».<br />

Es admirable la facilidad con que nuestras gentes del pueblo y campesinos improvisan verbos<br />

repentizando «sobre la marcha» en una tendencia regional para obtenerlos mediante la prótesis,<br />

como <strong>por</strong> ejemplo: «Este cuñado mío ilo que le gustan las encinas! ... parece que está "aencinao".<br />

"De pobre no sale; siempre con el burro y las taramas; parece "ataramao"--. Y "Ya no vas al<br />

campo; parece que estás "acallejeao"»<br />

Para terminar, don <strong>Antonio</strong> Avila Vega, apasionado extremeño nacido en Valencia de<br />

Alcántara, opina así sobre nuestra lengua:<br />

Muchos que no conocen <strong>Extremadura</strong> pero leyeron u oyeron hablar de Luis Chamizo<br />

pensarán que para hablar en «castúo» basta cambiar la H <strong>por</strong> J y agregar de vez en cuando algún<br />

que otro diminutivo, iGran error!. El Extremeño hablado es mucho más difícil y serio.<br />

En lo que realmente se distingue un extremeño es en la forma de «prenunciá», <strong>por</strong>que usamos<br />

todas las formas de dicción (también llamados vicios) que enumera la Gramática, pero poseemos


palabras propias como «acagazase», «baldragá», «laguiñoso», etc. Otras en las que introducimos<br />

algunas variantes.<br />

Se nos puede achacar, sin temor a exageraciones, de comernos algunas letras. Al principio, en<br />

medio y al final. Es un ejemplo la R en el infinitivo, la Z en dié, la A en bujero, la C en agraeza, la L<br />

en cuá y la S ea todos los plurales, pero ante la D sentimos verdadero apetito; se puede decir que<br />

las comemos todas: cabezúo, camero, conviá, atollaero, fornío, etc. Y dos veces o más si hace<br />

falta, como en enreao, esmoronao, anuao, esmiajao...<br />

Esta voracidad <strong>por</strong> las letras tiene distintos grados, lo que complica aún más la cosa: Un<br />

castellano de Burgos, <strong>por</strong> ejemplo, pronuncia ALREDEDOR; un extremeño cultivado dirá<br />

«alrededó»-, si es menos fino dirá «alredeó»; si es un castúo se queda en «alreó» y si es de lo más<br />

castúo, no pasará de decir «iARREÓ!» y una palabra de nueve letras se habrá quedado en cinco.<br />

Por el contrario, en otras ocasiones nos sentimos espléndidos y añadimos letras: arrempujar y<br />

escapaz son claros ejemplos. O alteramos su colocación y decimos palrá, descudia, drento, bulra o<br />

las reunimos como en ¿noverdá?, p'atrás, baj'un o de dos castellanas como espatarrarse y<br />

esparrancarse hacemos espatarrancarse, que el castúo deja en espatarracase.<br />

Existen reglas gramaticales propias: el articulo ante el posesivo: la mi casa o el mi reló; el uso<br />

del sufijo vos en vez de os: irvos, dirvos. También lo que podría calificarse como «replural»:<br />

cafeses, ciempieses.<br />

Ardua tarea significaria explicar el sentido de los diminutivos «ino» e «ina» en las palabras<br />

extremeñas, puesto que la mayoría de las veces nada tiene que ver con el tamaño de las cosas; si<br />

decimos «el mi burrino» y «la mi casina», no es <strong>por</strong>que el burro sea pequeño ni la casa reducida,<br />

sino <strong>por</strong>que sentimos afecto <strong>por</strong> ellos, lo cual es más significativo cuando empleamos el<br />

«rediminutivo», como en dientinino o delgainino.<br />

¿Podrí a alguien describir esa mezcla de rudeza y ternura que lleva en sí y que distingue a ese<br />

extraño idioma llamado extremeño?<br />

Finalmente, en la «Revista de Estudios Extremeños» encontramos las siguientes notas en<br />

relación con el habla de Garrovillas, de donde extractamos que se suprimen la B y la V cuando<br />

preceden vocal, como en «arroa» <strong>por</strong> arroba y «ua» <strong>por</strong> uva.<br />

Se alargan algunos vocablos anteponiéndoles A o ES: «alagarto» <strong>por</strong> lagarto y «esperales» <strong>por</strong><br />

perales. También se trasponen letras, como en «daleal» <strong>por</strong> ladear y hacen síncopas intersilábicas<br />

como en «Tovía» <strong>por</strong> todavía, «paji» <strong>por</strong> parece, etc.

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