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Vol. 25 No. 3 (63) Diciembre - 2003 - Academia Nacional De ...

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<strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) <strong>Diciembre</strong> - <strong>2003</strong>


MEDICINA<br />

Órgano Informativo de la<br />

<strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina de Colombia<br />

Presidente<br />

Vicepresidente<br />

Secretario Perpetuo<br />

Tesorero<br />

Secretario General<br />

-Fundada en julio de 1873-<br />

<strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> Número 3 (<strong>63</strong>)<br />

<strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

http://anm.encolombia.com<br />

anm.encolombia.com<br />

Junta Directiva<br />

Consejo Editorial<br />

Efraím Otero-Ruiz<br />

Coordinador<br />

Mario Gamacho Pinto<br />

Coordinador Emérito<br />

Juan Mendoza-Vega<br />

Zoilo Guéllar-Montoya<br />

Hernando Groot Liévano<br />

Herman Esguerra Villamizar<br />

Germán Peña Quiñones<br />

Alberto Albornoz-Plata Alfredo Jácome-Roca<br />

Ricardo Rueda González Diego Andrés Rosselli Gock<br />

Guillermo Sánchez Medina<br />

Asesor Editorial<br />

Mauricio Pérez<br />

Preparación Editorial<br />

<strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina


Academla <strong>Nacional</strong> de Medicina<br />

http://anm.encolombia.com<br />

E-mail:acadmed@cable.net.co<br />

Biblioteca: acadbiblioteca@cable.net.co<br />

Carrera 7a. <strong>No</strong>. 69-05<br />

Telefax (571) 2491914 - (571) 345 8890<br />

Bogotá - Colombia<br />

Diagramación e Impresión:<br />

Editorial Kimpres Ltda.<br />

Tels. (571) 260 1680 - (571) 413 6884<br />

Bogotá, <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

;Y1iIfMltr'(f (l, (Í;;)!r)lt/IJ(f{<br />

MINISTERIO<br />

DE EDUCACiÓN NACIONAL<br />

Las actividades de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina<br />

son apoyadas por el Ministerio de Educación <strong>Nacional</strong><br />

Colombia, <strong>2003</strong>


íNDICE<br />

Editorial<br />

Pronunciamiento de la <strong>Academia</strong> en relación con el proyecto<br />

de Ley 017 159<br />

Artículos científicos<br />

Los métodos psicosomáticos en la educación para la maternidad.<br />

Académico Carlos Roberto Silva 162<br />

Comentario: Académico Fernando Sánchez Torres 165<br />

En la encrucijada del ejercicio profesional, la administración y la politica.<br />

"Un testimonio de vida".<br />

Académica María Teresa Forero de Saade 168<br />

Historia de la Medicina<br />

Enfermeria: el arte y ciencia del cuidado<br />

Académica Sonia Echeverri de Pimiento 172<br />

Algunas ideas en relación al psicoanálisis aplicado y del Quijote y Sancho.<br />

Académico Carlos Plata Mújica 186<br />

Museo de Historia<br />

VI Exposición Temporal: Medicina Mágico-Religiosa<br />

Académico Ricardo Rueda González 194<br />

Reseñas Bibliográficas<br />

Libro "Itinerario Histórico de la ALANAM"<br />

Académico Zoilo Cuéllar-Montoya 196<br />

Libro "Pato/ogia Quirúrgica Neonatal de Alto Riesgo" del Académico Hernando<br />

Forero Caballero<br />

Comentario: Académico Gilberto Rueda Pérez 201<br />

Libro "Historia de los medicamentos"<br />

Académico Alfredo Jácome Roca...... 203<br />

Comentario: Académico Efraím Otero Ruiz 206<br />

Obituarios<br />

Academico Roso Alfredo Cala Hederich<br />

Por el Académico Roberto Serpa Flórez 208<br />

En memoria de una amistad perdurable<br />

Por el Académico Efraim Otero Ruiz 209<br />

Académico Jaime Herrera Pontón<br />

Por el Académico Alberto Hernández Sáenz 211<br />

Academico Fortunato Aljure<br />

Por el Académico Gilberto Ángel 213<br />

Homenajes<br />

Homenaje al Académico Hernando Groot Liévano.<br />

Académico Efraim Otero Ruíz 214<br />

Dr. Jorge Boshell Samper (por invitación) 217<br />

Intervención del Académico Hernando Groot Liévano 219<br />

Indicaciones a los Autores 221<br />

Miembros de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina 222<br />

Capítulos de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina 223<br />

<strong>Academia</strong>s Regionales 224


Editorial<br />

Planteamiento sobre<br />

el Proyecto de Ley 017 1<br />

Luego de estudiar el Proyecto de Ley 017/<strong>2003</strong><br />

en sus Comisiones de Salud y Educación, la<br />

<strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina presentó las<br />

siguientes observaciones al Presidente del Senado de<br />

la República, Dr. Germán Vargas Lleras.<br />

Antecedentes<br />

La <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina se ha referido<br />

a la "desprofesionalización de la medicina", un<br />

preocupante hecho que ocurre en el contexto del<br />

modelo de medicina gerenciada ("managed care") que<br />

ha implantado la Ley 100 de 1993.<br />

También preocupa a la <strong>Academia</strong> el dilema que<br />

confronta la medicina con el triunfo de la biología celular<br />

y la genómica, paradigma científico que se ve interferido<br />

por condiciones externas de carácter socio-económico,<br />

fundamentalmente por la posición dominante<br />

de la intermediación que hoy tiene el control del<br />

Sistema General de Seguridad Social (SGSSS). En<br />

efecto, el SGSSS es orientado con carácter puramente<br />

econométrico y con desatención al desarrollo científico<br />

de las ciencias biomédicas.<br />

La <strong>Academia</strong> ha hecho observaciones sobre la<br />

comercialización de la atención de la salud que<br />

implantó en Colombia la Ley 100, la cual reemplaza el<br />

imperativo hipocrático que busca siempre el beneficio<br />

del paciente por un esquema económico que somete<br />

el acto médico a los objetivos de lucro de la industria y<br />

al poder del mercado. En tal esquema el poder de<br />

decisión se sustrae del ámbito intelectual y científico<br />

de la profesión médica y pasa a manos de la corporación,<br />

convirtiendo al médico en un operario en la<br />

infraestructura corporativa creada con ánimo de lucro.<br />

Es un paso ominoso hacia la desprofesionalización de<br />

Académico José Félix Patiño Restrepo*<br />

la medicina, por cuanto convierte a la medicina, que<br />

es una profesión y una ciencia, en un oficio.<br />

También ha sido preocupación de la <strong>Academia</strong> la<br />

calidad en el SGSSS como elemento esencial en el<br />

SGSSS. La calidad, para la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de<br />

Medicina, es un compromiso ético, y la calidad depende<br />

fundamentalmente de la idoneidad del personal, o<br />

sea del profesionalismo.<br />

El profesionalismo es un concepto que abarca<br />

cuatro grandes dominios:<br />

1. Capital intelectual, o sea el conocimiento especializado.<br />

2. Autonomía intelectual en la toma de decisiones<br />

3. Compromiso de servicio a la sociedad.<br />

4. Autorregulación.<br />

La manera como se ha implementado la reforma<br />

de la seguridad social en salud ha erosionado todos y<br />

cada uno de los cuatro componentes del profesionalismo.<br />

¿Qué existe actualmente como regulación y<br />

normatividad?<br />

Actualmente están vigentes la Ley 14 de 1962 y<br />

los siguientes decretos que se refieren al ejercicio de<br />

profesión médica ya calidad.<br />

Ley 14 de 1962 (Presidente Alberto Lleras Camargol,<br />

"por la cual se dictan normas relativas al ejercicio<br />

de la medicina y cirugía", es una verdadera Ley Marco,<br />

muy amplia y general, de sólo 13 artículos, que tuvo<br />

propósitos bien definidos en desarrollo del principio<br />

fundamental de evitar una excesiva reglamentación de<br />

la profesión médica, dejando más bien que ella misma,<br />

como debe ser dentro del concepto de profesionalismo,<br />

realice la autorregulación.<br />

En esencia, la Ley 14 contiene:<br />

Coordinador de la Comisión de Salud.<br />

Este texto fue aprobado por la Comisión de Salud y por la Junta Directiva de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina y presentado ante la<br />

Comisión VII del Senado de la República el día <strong>25</strong> de septiembre de <strong>2003</strong>.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 159


1. Una definición de la medicina y la determinación<br />

de quienes pueden ejercer la medicina y la cirugía.<br />

2. Para los graduados en el exterior, se deposita en<br />

las facultades de medicina, representadas por<br />

ASCOFAME, la responsabilidad de emitir<br />

concepto sobre la competencia de la facultad o<br />

escuela universitaria otorgante del título y se<br />

establece la obligatoriedad de presentar un examen<br />

de idonei-dad en una de las facultades de<br />

medicina de Colombia si el concepto es<br />

desfavorable.<br />

3. Los médicos graduados en el exterior que a juicio<br />

deASCOFAME no hayan cumplido los requisitos,<br />

deberán cumplirlos antes de lograr la refrendación<br />

de su título.<br />

4. El estudio de las especialidades médicas será<br />

organizado por las facultades de medicina y hará<br />

parte de sus programas docentes.<br />

5. Y, lo más importante, para que una universidad,<br />

facultad o escuela pueda enseñar la medicina o<br />

cualquiera de sus especialidades o ramas, necesita<br />

la autorización previa del gobierno <strong>Nacional</strong>,<br />

si llena los requisitos mínimos señalados por<br />

ASCOFAME.<br />

La preocupación actual de la <strong>Academia</strong> reside en<br />

el peligro de que un proyecto de ley que se introduce<br />

a consideración del Congreso pueda dar lugar a una<br />

legislación que debilite aun más la autonomía intelectual<br />

de la medicina como profesión y como ciencia.<br />

<strong>De</strong>creto <strong>No</strong>. 0190 de enero <strong>25</strong> de 1996 (Ministro<br />

de Salud Augusto Galán, Ministra de Educación María<br />

Emma Mejía , Presidente E. Samper). <strong>De</strong>fine la relación<br />

docente-asistencial y establece en detalle las<br />

normas correspondientes.<br />

<strong>De</strong>creto <strong>No</strong>. 917 de mayo 22 de 2001 (Ministro<br />

de Educación EJ. L1oreda, Presidente A. Pastrana<br />

Arango). Establece los estándares de calidad en programas<br />

académicos de pregrado en ciencias de la<br />

salud. Cubre:<br />

a) Justificación del programa.<br />

b) <strong>De</strong>nominación académica del programa<br />

c) Aspectos curriculares básicos<br />

d) Créditos académicos<br />

e) Formación investigativa<br />

f) Proyección social<br />

g) Sistemas de selección<br />

h) Sistemas de evaluación<br />

i) Personal docente<br />

j) Dotación de medios educativos<br />

k) Infraestructura física<br />

1) Estructura académico-administrativa<br />

m) Auto-evaluación<br />

n) Egresados<br />

o) Bienestar universitario<br />

p) Publicidad del programa<br />

160 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Este <strong>De</strong>creto fue preparado minuciosamente por<br />

el Ministerio de Educación con la colaboración del sector<br />

académico, representado por ASCOFAME (Asociación<br />

Colombiana de Facultades de Medicina) y las<br />

Asociaciones de facultades respectivas (Enfermería,<br />

Odontología, Fisioterapia, Nutrición y Dietética, Fonoaudiología,<br />

Terapia Ocupacional, Optometría, Bacteriología).<br />

Constituye un elemento muy valioso en cuanto<br />

a garantía de calidad, y parece no ser del conocimiento<br />

de quienes elaboraron el Proyecto de Ley 017.<br />

<strong>De</strong>creto 1665 de agosto 2 de 2002 (Ministro de<br />

Educación F.J. L1oreda, Presidente A. Pastrana Arango).<br />

Establece los estándares de calidad de los<br />

programas de especializaciones médicas y quirúrgicas<br />

en medicina. También fue preparado por el Ministerio<br />

de Educación con la colaboración de las Sociedades<br />

Científicas y Profesionales. Cubre:<br />

Condiciones de existencia del programa<br />

<strong>No</strong>tificación de los programas de especializaciones<br />

médicas y quirúrgicas<br />

Justificación del programa<br />

<strong>De</strong>nominación académica del programa<br />

Fundamentación curricular<br />

Actividades académicas<br />

Fortalecimiento de la investigación<br />

Proyección social<br />

Sistema de selección y admisión de estudiantes<br />

Evaluación de los estudiantes<br />

Recursos docentes<br />

Infraestructura, medios y ayudas educativas<br />

Escenarios de práctica<br />

Estructu ra académ ico-ad min istrativa<br />

Auto-evaluación<br />

Egresados<br />

Bienestar universitario<br />

Publicidad de los programas de especialización<br />

Requisitos de cada especialización<br />

En el Capítulo II se definen los procedimientos y<br />

evaluación de la información y en el Capítulo "' lo<br />

pertinente a convalidación de títulos.<br />

Tampoco parece que este <strong>De</strong>creto haya sido del<br />

conocimiento de quienes prepararon el Proyecto de<br />

Ley 017.<br />

<strong>De</strong>creto <strong>No</strong>. 1280 de 19 de junio de 2002 (Ministro<br />

de Hacienda y Crédito Público J.M. Santos, Ministro<br />

de Salud G. Riveros, Presidente A. Pastrana Arango)<br />

por el cual se organiza el Sistema de Vigilancia, Inspección<br />

y Control del Sector Salud. <strong>De</strong>fine:<br />

El Sistema de Vigilancia, Inspección y Control<br />

Los Organismos de Vigilancia, Inspección y Control<br />

Los Agentes de Vigilancia, Inspección y Control<br />

Los Sujetos de Vigilancia, Inspección y Control<br />

<strong>De</strong>creto <strong>No</strong>. 1281 de 19 de junio de 2002<br />

(Ministro de Hacienda y Crédito Público J. M. Santos,


Ministro de Salud G. Riveros, Presidente A. Pastrana<br />

Arango) por el cual se expiden las normas que regulan<br />

los flujos de caja y la utilización oportuna y eficiente<br />

de los recursos del sector salud y su utilización en la<br />

prestación de los servicios de salud a la población del<br />

país. Es un decreto de particular importancia, por<br />

cuanto dice que "los rendimientos financieros generados<br />

por las cotizaciones recaudadas por las EPS y<br />

demás entidades obligadas a compensar, EOC, pertenecen<br />

al SGSSS, así como la obligatoriedad de reintegrar<br />

recursos apropiados o reconocidos sin justa<br />

causa"; también establece el Sistema Integral de<br />

Información del sector salud, entre otras disposiciones.<br />

En este momento se puede asegurar que existe<br />

un exceso de normatización, y que muchos de los<br />

aspectos que contempla el Proyecto de Ley 017 ya<br />

están debidamente definidos en la Ley 14/1962 y los<br />

<strong>De</strong>cretos anteriormente enumerados.<br />

En efecto, el Proyecto reza en el ARTIcULO 1°:<br />

"Objeto. La presente Ley tiene por objeto definir los<br />

criterios generales para el ejercicio, entrenamiento y<br />

empleabilidad (sic) del recurso humano para la<br />

atención en salud, de acuerdo con los principios de<br />

equidad, eficiencia y calidad que orientan el sistema<br />

general de seguridad social en salud definidos en la<br />

Ley 100 de 1993."<br />

El Proyecto de Ley 017 de <strong>2003</strong> propone regular<br />

el ejercicio, entrenamiento y "empleabilidad" del<br />

recurso humano, o sea de todo el personal de salud.<br />

Aparece difícil que una sola ley pueda acometer con<br />

éxito una tarea que cubriría a las diferentes profesiones<br />

y carreras, cada una con características propias en<br />

cuanto a educación, capacitación y ejercicio.<br />

El Proyecto de Ley 017 introduce el curioso término<br />

"empleabilidad", que no existe en la lengua castellana.<br />

Existe empleo, que en el Diccionario de la Real<br />

<strong>Academia</strong> Española significa acción y efecto de emplear.<br />

Si el Proyecto de Ley 017 busca convertir a los<br />

médicos y profesionales de la salud en empleados de<br />

las empresas intermediarias que hoy gobiernan el<br />

SGSS, se estaría atentando gravemente contra el<br />

profesionalismo.<br />

Considera la <strong>Academia</strong> que el Proyecto de Ley<br />

017 utiliza en forma equivocada el vocablo "entrenamiento",<br />

que es la acción de entrenar. Según el<br />

Diccionario de la Real <strong>Academia</strong>, entrenares "preparar,<br />

adiestrar personas o animales, especialmente para la<br />

práctica de un deporte". <strong>De</strong>bería rezar educar, que es<br />

"dirigir, encaminar, doctrinar. <strong>De</strong>sarrollar o perfeccionar<br />

las facultades intelectuales y morales ..."<br />

En cuanto a los roles y las competencias que el<br />

recurso humano debe cumplir, se dispone hoy de<br />

abundantes y muy concretas definiciones por ASCO-<br />

FAME en el ámbito nacional, yen el ámbito global por<br />

la World Federation of Medical Education (Copenhague)<br />

y por ellnstitute for International Medical Education<br />

(White Plains N.Y.), que son el producto del trabajo<br />

del sector académico universitario internacional.<br />

El Artículo 10° Y su Parágrafo están claramente<br />

en contra de la autonomía universitaria y, además,<br />

dejan por fuera al Consejo <strong>Nacional</strong> de Acreditación<br />

que cumple una importante labor de acreditación de<br />

los programas educativos.<br />

El Artículo 11° está en desacuerdo con la aceptación<br />

universal de la división social del trabajo entre<br />

profesiones, carreras técnicas y oficios. <strong>No</strong> es claro el<br />

sentido de la "profesionalización del recurso humano<br />

del nivel técnico y auxiliares en el sector salud". Esta<br />

sería una decisión de carácter universitario, no del personal<br />

de un ministerio.<br />

El Artículo 13° mezcla los conceptos de certificación,<br />

que compete a las universidades, con el de recertificación,<br />

que compete a las organizaciones,<br />

sociedades y asociaciones profesionales y científicas.<br />

La identificación única del recurso humano, a la<br />

cual se refiere el Artículo 15°, es algo deseable y se<br />

debe implantar. Se debe tener en cuenta, sin embargo,<br />

que los médicos en repetidas ocasiones han tenido<br />

que registrar una tarjeta profesional, y hoy Colombia,<br />

cuando quiere conocer el número de médicos que<br />

posee, tiene que recurrir a estudios especiales. Parecería<br />

más práctico que la tarjeta profesional fuera expedida<br />

por una entidad profesional de carácter nacional.<br />

Los estímulos e incentivos del recurso humano en<br />

salud que contempla el Capítulo IV (Artículos 1r y 18°)<br />

son una necesidad sentida, y los recursos que para este<br />

propósito se empleen debe ser considerados por el<br />

SGSS como una inversión en calidad, y no como un<br />

gasto. Pueden ser establecidos por el Consejo <strong>Nacional</strong><br />

de Seguridad Social en Salud sin necesidad de una ley.<br />

El antiguo Ministerio de Salud siempre tuvo un<br />

Consejo de Recursos Humanos, el cual funcionó según<br />

la eficiencia de su director, yen ningún caso según su<br />

conformación. El que propone el Proyecto de Ley 017<br />

no representa a todos los sectores y disciplinas del<br />

"recurso humano en salud", dejando por fuera representantes<br />

de entidades como la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong><br />

de Medicina o ASCOFAME.<br />

El Artículo 21° propone las funciones del Consejo<br />

<strong>Nacional</strong> de Recursos Humanos, las cuales ya son<br />

desempeñadas por las universidades, el ICFES y el<br />

Consejo <strong>Nacional</strong> de Acreditación, entre otras.<br />

En conclusión, la Comisión de Salud de la <strong>Academia</strong><br />

<strong>Nacional</strong> de Medicina considera inconveniente<br />

el Proyecto de Ley 017 y comedidamente recomienda<br />

al Gobierno <strong>Nacional</strong> su retiro.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 161


Artículos Científicos<br />

"Los métodos psicosomáticos<br />

en la educación para la maternidad"<br />

"Es para mí un alto honor el ser recibido en esta<br />

Corporación y me siento enormemente emocionado<br />

de pertenecer a la <strong>Academia</strong> a la que han<br />

sido integrantes doctores muy famosos entre los cuales<br />

están los más ilustres profesores. Considero la decisión<br />

de la <strong>Academia</strong> de haberme recibido como un reconocimiento<br />

a todo mi trabajo en el estudio de los métodos<br />

psicosomáticos, trabajo que he venido desarrollando a<br />

través de 45 años, en los cuales he dado pasos adelante,<br />

atrás, he cometido errores, he hecho innovaciones,<br />

he abierto nuevos horizontes y aún sigo estudiando<br />

y buscando la verdad. Aprovecho esta oportunidad<br />

también para darle las gracias al señor Presidente por<br />

la amable presentación. Igualmente me siento muy complacido<br />

al saber que es el doctor Fernando Sánchez el<br />

que hace el comentario a mi trabajo. El doctor Sánchez<br />

es uno de los obstetras más eminentes que tiene el<br />

país, profesor Emérito, ex <strong>De</strong>cano de la Facultad de<br />

Medicina y ex Rector de la Universidad <strong>Nacional</strong> de Colombia.<br />

Quisiera también aprovechar esta ocasión para<br />

dar agradecimientos a algunas personas que han colaborado<br />

en mi trabajo, especialmente a las instructoras<br />

de psicoprofilaxis tales como Cecilia Silva y Duña Casas,<br />

quienes han dirigido los cursos, tanto para la preparación<br />

de las madres como para la preparación de instructoras.<br />

Quiero hacer un reconocimiento muy importante a mi<br />

esposa, quien ha estado siempre al pie mío y colaborando<br />

en todos mis trabajos, tanto en la parte de computador<br />

como en la elaboración de diagramas".<br />

Inicio mi presentación con unas palabras de Maimónides,<br />

como guía de mis actuaciones en el desempeño,<br />

tanto en la <strong>Academia</strong> como en mi vida profesional<br />

y particular: "Oh Dios, haz que sea moderado en todo<br />

pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aleja de mí<br />

la idea de que todo lo puedo. Dame la fuerza, la<br />

voluntad y la oportunidad de ampliar cada vez más<br />

Académico Carlos Roberto Silva Mojica*<br />

mis conocimientos a fin de que pueda procurar mayores<br />

beneficios a quienes sufren".<br />

A continuación haré un resumen de los principales<br />

métodos psicosomáticos y su evolución a través del<br />

Equipo Médico de Educación para la Maternidad<br />

EMESFAO. La finalidad se muestra a través del<br />

logotipo, empleado desde que se fundó el equipo, que<br />

representa una idea y una imagen que tiene toda mujer<br />

en su corazón y en su mente de un hijo y la finalidad<br />

del ejercicio de los obstetras, proteger la salud y la<br />

vida de la madre y el hijo.<br />

Resumen histórico<br />

Sesión solemne del 3 de julio de <strong>2003</strong> con motivo de su posesión como Miembro Honorario.<br />

162 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

El método psicoprofiláctico se originó en Rusia en<br />

1947 Y fue estructurado por los científicos Nicolaiev,<br />

Velvosky y Platonov, discípulos de Ivan Pavlov, quien<br />

recibió el Premio <strong>No</strong>bel de Medicina por sus estudios<br />

sobre los reflejos condicionados y sobre la fisiología de<br />

la actividad nerviosa superior. Ellos se propusieron aplicar<br />

las teorías de su maestro sobre los condicionamientos<br />

corticales en el manejo y atención de las embarazadas,<br />

con la finalidad principal de prevenir o suprimir<br />

el dolor del parto. A este respecto anota Schwarcs que<br />

el nombre de parto sin dolor, con el que lo designaban<br />

los autores rusos y franceses, es inexacto porque involucra<br />

una promesa que no siempre se puede cumplir.<br />

<strong>De</strong> acuerdo con este concepto considero que la finalidad<br />

principal del método no consiste en la supresión del<br />

dolor, sino en las favorables repercusiones que el<br />

aspecto educativo del mismo ejerce sobre la psicología<br />

y el comportamiento de la embarazada.<br />

A medida que el procedimiento se fue poniendo en<br />

práctica en varias partes del mundo civilizado, se fueron<br />

recogiendo muchas observaciones serias que ponían en


duda la efectividad del método en cuanto a la supresión<br />

del dolor del parto, de ahí que se le propusieran otras<br />

denominaciones tales como preparación psicoprofiláctica<br />

de las embarazadas, parto soportable, parto humanizado,<br />

parto condicionado o método Lamaze, en sustitución del<br />

método parto sin dolor, que aún hoy en día defienden los<br />

franceses. EMESFAO, desde hace ya más de una década,<br />

ha adoptado esta denominación, propuesta por<br />

Aguirre de Cárcer, de la Escuela Española de Sofrología:<br />

Educación para la Maternidad, más de acuerdo con la<br />

finalidad y los resultados del método.<br />

Pero debemos señalar que el verdadero pionero<br />

de los métodos psicosomáticos en obstetricia fue el<br />

doctor Grantly Dick Read de Londres, quien desde<br />

1929 dio a conocer su original método, que él denominó<br />

Parto Natural o Parto sin Temor con base en el<br />

Síndrome Temor- Tensión-Dolor y da, como causa primordial<br />

del dolor del parto, el temor de la mujer en general<br />

a este evento, inducido por la educación, la<br />

religión y la ignorancia respecto a los procesos fisiológicos<br />

del embarazo y del parto.<br />

Los rusos, en cambio, explicaron el dolor del parto<br />

como el resultado de un reflejo condicionado producido<br />

por la palabra, o sea, por la educación y la cultura, con<br />

base en los hallazgos de Pavlov y Platonov, que la palabra<br />

en el hombre actuaba como un "segundo sistema de<br />

señales", con características físicas y fisiológicas y, por<br />

tanto, con capacidad de producir condicionamientos.<br />

Los dos métodos, el inglés y el ruso, son muy<br />

semejantes por cuanto ambos tienen una finalidad<br />

educativa y, en la práctica, también son muy similares:<br />

ambos emplean gimnasia y técnicas de relajación y<br />

de respiración. La diferencia está en la interpretación<br />

de la etiología y la neurofisiología del dolor del parto y<br />

en algunas otras sutilezas.<br />

Otros métodos psicosomáticos<br />

La hipnosis, de la cual se derivó el método psicosomático,<br />

y que aún se practica en países como<br />

Estados Unidos, Argentina y Brasil, entre otros.<br />

El entrenamiento autógeno que emplea la técnica<br />

de relajación de Schultz.<br />

El método de Bradley basado en los principios de<br />

Read, que asigna un importante papel a los<br />

esposos al responsabilizarlos de la preparación y<br />

del apoyo prestado a la esposa durante el parto.<br />

El método de parto sin violencia o método de<br />

Leboyer, orientado especialmente a prevenir el<br />

estrés en el neonato, pero que es un buen complemento<br />

de los otros métodos.<br />

La sofrología, estudio de la mente tranquila, que<br />

aplica la técnica de la relajación dinámica de<br />

Caycedo, basada en Schultz y en el yoga.<br />

El parto instintivo o parto en el agua, preconizado<br />

por Michel Odent en Francia, en el cual se da una<br />

gran importancia a la relación médico-paciente, al<br />

contacto afectivo y al trato humano con la embarazada,<br />

prescindiendo de toda acción educativa que<br />

Odent la considera innecesaria, puesto que lo más<br />

importante es reunir algunas condiciones especiales<br />

del medio que le permitan a la parturienta poner<br />

en marca sus fuerzas instintivas, que la llevarán a<br />

un parto normal, espontáneo, sin medicación y sin<br />

intervencionismo en la mayoría de los casos.<br />

Los métodos psicosomáticos en Colombia.<br />

Labor de EMESFAO<br />

EMESFAO introdujo en Colombia la práctica de los<br />

métodos psicosomáticos en obstetricia. Fue fundado<br />

por el doctor Carlos Roberto Silva Mojica con la colaboración<br />

de los doctores Miguel Álvaro Fer-nández<br />

Bastidas, Belisario Calderón, Alberto Gómez Tamayo,<br />

Guillermo López Escobar, Guillermo Lesmes y Cecilia<br />

de Mojica. Este grupo se denominó en un principio<br />

"Equipo Médico de Estudios Psicofísicos de Analgesia<br />

Obstétrica", pues su finalidad experimental y de<br />

investigación consistió en lograr la indolorización del<br />

parto por medio de los métodos psicofísicos, especialmente<br />

del método psicosomático. Actualmente se<br />

denomina, por las razones expuestas anteriormente,<br />

"Equipo Médico de Educación para la Maternidad". Los<br />

integrantes de este equipo han practicado en forma<br />

experimental los otros métodos mencionados antes y<br />

algunos colaboradores y discípulos, Carlos Guevara y<br />

Mabel Vallejo, tienen experiencia con el parto instin-tivo<br />

y con el parto en el agua, según los principios de Odent.<br />

La actividad principal del equipo ha sido enfocada<br />

hacia la enseñanza y la práctica del método psicosomático,<br />

desarrollando los siguientes programas:<br />

Cursos de especialización en psicoprofilaxis<br />

obstétrica dictados a profesionales de la salud.<br />

Cursos para preparación de embarazadas, que<br />

se han venido dictando permanentemente, desde<br />

la fundación del equipo.<br />

Publicación de dos libros sobre métodos psicosomáticos,<br />

de los cuales se han hecho varias<br />

ediciones.<br />

Organización de varios simposios sobre educación<br />

para la maternidad.<br />

Participación en congresos nacionales e internacionales,<br />

para presentar las experiencias de<br />

EMESFAO.<br />

Publicación de los resultados, especialmente en<br />

la Revista de la Sociedad Colombiana de Obstetricia<br />

y Ginecología.<br />

La<strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina, a raíz de un trabajo<br />

que presentó el doctor Alberto Cárdenas en 1965,<br />

recomendó que todos los hospitales de maternidad en<br />

el país adoptaran el método psicoprofiláctico como la<br />

mejor medida de proteger la salud de la madre y el niño.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 1<strong>63</strong>


EL MÉTODO EN LA PRÁCTICA<br />

Bases del condicionamiento<br />

El condicionamiento se efectúa por medio de estos<br />

cuatro elementos básicos, a partir de los 7 meses de<br />

gestación:<br />

1. Educación sobre los procesos del embarazo y<br />

del parto como fenómenos naturales y fisiológicos<br />

en la mayoría de los casos. Estas explicaciones<br />

aclaran dudas y disipan temores y falsos conceptos<br />

de las embarazadas.<br />

2. Relajación neuromuscular como proceso activo<br />

de la corteza cerebral, que inhibe la percepción al<br />

dolor y tranquiliza a la embarazada.<br />

3. Respiración dirigida y controlada, como activación<br />

cortical indolorizante y como factor adecuado<br />

de oxigenación materno-fetal.<br />

4. Gimnasia como entrenamiento físico, que logra<br />

una mejor adaptación del organismo materno a<br />

las demás situaciones fisiológicas del embarazo,<br />

parto y puerperio.<br />

Educación Teórica<br />

El condicionamiento de las embarazadas por<br />

medio de la educación se consigue a través de clases<br />

teóricas en las cuales se tratan los siguientes temas:<br />

1. Anatomía y fisiología del aparato genital femenino<br />

2. Ovulación. Ciclo menstrual<br />

3. Fecundación y embarazo<br />

4. Mecanismo y tiempos del parto<br />

5. Comportamiento en el parto<br />

6. Procedimientos indolorizantes, analgesia y<br />

anestesia obstétricas<br />

7. Lactancia materna natural<br />

8. Puericultura<br />

9. Estimulación sensorial en perinatología (in utero y<br />

en el neonato), teniendo en cuenta el concepto del<br />

profesor Plata Rueda, quien consideraba que ésta<br />

no es una actividad para fabricar niños precoces en<br />

las clases sociales altas, sino que forma parte de la<br />

atención primaria de la salud para lograr el desarrollo<br />

integral de todo niño como ente bio-psico-social<br />

10. Planificación familiar.<br />

¿Qué se obtiene con la preparación?<br />

En la mujer que no ha recibido preparación observamos<br />

reacciones físicas, emocionales y psíquicas<br />

como, actitud de miedo, angustia y temor; expresiones<br />

de pánico y de desesperación; emisión de gritos, gemidos<br />

y en ocasiones verdaderos alaridos; su aspecto<br />

es de dolor y sufrimiento, con dilatación pupilar, agitación<br />

motora, aceleración del pulso y temperatura alta<br />

con sudoración profusa.<br />

Como contraste, lo que realmente se observa en la<br />

mujer bien preparada es una actitud tranquila, serena,<br />

calmada, segura y equilibrada. Puede presentar episodios<br />

de descontrol pasajero, fácilmente superables con buen<br />

apoyo psicológico por parte de la instructora o del obstetra.<br />

Se observa así un parto disciplinado y desmitificado.<br />

Requisitos para el buen resultado<br />

La educación para la maternidad es un trabajo en<br />

equipo en el que interviene la embarazada, el esposo,<br />

la instructora, el obstetra, el pediatra, el psicólogo y el personal<br />

de la clínica u hospital. Se necesitan condiciones<br />

ambientales con una buena coordinación en los procedimientos.<br />

Hoy en día la dirección de los cursos está a cargo<br />

de las instructoras, profesionales con gran expe-riencia.<br />

Los autores rusos y franceses consideran que los<br />

verdaderos buenos resultados sólo se obtendrán<br />

cuando este tipo de educación para la maternidad se<br />

extienda a todos los estratos sociales, incluso a partir<br />

de los primeros años de educación secundaria.<br />

Conclusiones<br />

164 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Actualmente no interesa el dolor, se ha avanzado<br />

mucho en la anestesia, especialmente en la peridural<br />

la cual da seguridad. Lo que interesa es un parto<br />

tranquilo y soportable.<br />

Una buena preparación psicoprofiláctica evita la<br />

extralimitación y el uso de sedantes y analgésicos.<br />

El profesor Caldeyro, lo mismo que algunos europeos,<br />

precisaron que la posición de decúbito dorsal<br />

es cómoda para el obstetra y no para la mujer. La posición<br />

semivertical o vertical hace que el parto sea mucho<br />

más rápido.<br />

La educación para la maternidad presenta un<br />

aspecto muy importante del concepto de humanización<br />

de la obstetricia.<br />

Facilita la práctica obstétrica puesto que se logra un<br />

parto más normal y espontáneo, con menos medi-cación.<br />

Se presenta menos complicaciones maternofetales<br />

tales como distocia dinámica, shock, retención<br />

de placenta, hemorragias y sufrimiento fetal.<br />

Efectos favorables para el neonato pues mejora<br />

la calidad de vida en varios aspectos: físico, neurológico<br />

y emocional.<br />

Se obtiene mayor responsabilidad paterna y mayor<br />

estabilidad conyugal.<br />

Se obtiene una mejor lactancia materna lo que<br />

implica repercusiones favorables en la salud física y<br />

emocional del niño.<br />

La psicoprofilaxis obstétrica no está reñida con<br />

todos los avances tecnológicos de la obstetricia moderna,<br />

por el contrario, no está de acuerdo con técnicas<br />

primitivas que en busca de un mal entendido parto<br />

natural descuidan elementales normas de supervigilancia<br />

materno-fetal.


El proceso de gestación humana es tan antiguo<br />

se inició, pero sí podemos presumir cómo<br />

transcurría: como algo natural. La mujer gestaba<br />

indiferente y paría de manera solitaria. Seguramente<br />

esa hembra primitiva a la hora del parto se<br />

alejaba de los suyos para aislarse y dar a luz sin nadie<br />

aliado, sola, en las orillas de los ríos o de las lagunas<br />

o, según las circunstancias, en la soledad del bosque<br />

o en la oscuridad de la caverna, padeciendo los dolores<br />

sin gritar pues -como dice el historiador Richard A.<br />

Leonard- las fieras merodeaban muchas veces a su<br />

alrededor.<br />

Más avanzada la historia de la humanidad, es<br />

probable que cuando el parto se hacía difícil, la<br />

parturienta suplicara ayuda. Entonces alguna otra<br />

mujer acudiría a prestarla, en la forma más elemental:<br />

sirviéndole de acompañante, asistiéndola. Es de<br />

suponer también que en un momento dado alguna de<br />

esas asistentas abandonara su actitud pasiva y se<br />

atreviera a intervenir para ayudar de verdad, transformándose<br />

de esa manera en partera, personaje que<br />

iría a perdurar durante muchos siglos. En el papiro de<br />

Ebers, documento escrito que tiene una antigüedad<br />

cercana a los cuatro mil años, se registra que la<br />

atención de los partos estaba a cargo de mujeres<br />

expertas. Igual ocurría entre los antiguos griegos y<br />

romanos, y entre los hebreos, según lo relata la Tóra.<br />

Llegada la era cristiana, algunos médicos se<br />

muestran versados en dificultades obstétricas. El<br />

primer comadrón o partero de verdad fue Pablo de<br />

Egina (652-690 d. C.), quien ejerció en Egipto y Asia<br />

Menor, llegando a constituirse en un oráculo en<br />

cuestiones relacionadas con la reproducción humana.<br />

<strong>No</strong> obstante, fue solo hasta 1650 cuando oficialmente<br />

se delegó en el médico la atención del parto. Ésta, si<br />

puede llamarse conquista médica, ocurrió en el Hospital<br />

Dieu, de París. El partero entonces se transforma<br />

en protector u obstetra, aceptando que esta palabra<br />

significa "estar delante" (del latín ob delante y stare<br />

permanecer), es decir, el que permanece delante para<br />

proteger. Sin embargo, hubieron de transcurrir dos<br />

siglos más para que los obstetras se preocuparan por<br />

Comentario<br />

Académico Dr. Fernando Sánchez Torres<br />

aliviar los dolores del parto, de ordinario intensos y<br />

prolongados. Seguramente consideraban que el dolor<br />

era un designio divino, consagrado en las sagradas<br />

escrituras: "Parirás tus hijos con dolor" (Génesis,<br />

capítulo tercero, versículo 16).<br />

Promediando el siglo XIX, más exactamente, en<br />

1847, un ginecólogo y obstetra de Edimburgo, James<br />

Young Simpson, utiliza por primera vez el éter en<br />

obstetricia y luego el cloroformo. En mi concepto, este<br />

hecho se constituye en algo revolucionario, como que<br />

contraría el paradigma bíblico: la ciencia terrenal se<br />

opone a los designios metafísicos, teologales. Es<br />

entonces cuando la mulier sapiens, en el momento<br />

supremo de la reproducción, se distancia de las demás<br />

especies animales, con el lunar de que esa humanización<br />

del parto se mantuvo con carácter elitista durante<br />

muchos años. Dado que el 7 de abril de 1853 la reina<br />

Victoria de Inglaterra dio a luz al príncipe Leopoldo<br />

bajo los efectos del cloroformo, esa modalidad de parto<br />

se llamó "a la reina". Por supuesto que contadas eran<br />

las mujeres que en el mundo podían darse el lujo de<br />

parir como aquélla. Las demás seguían reproduciéndose<br />

a la manera bíblica, con estoicismo, aliviadas a<br />

veces a punta de bebidas embriagantes. Sólo se<br />

utilizaba el cloroformo cuando en el ambiente hospitalario<br />

había que practicar una de las grandes intervenciones<br />

obstétricas: versión interna, embriotomía,<br />

fórceps o cesárea.<br />

Bien avanzado el siglo XX ocurre otro hecho<br />

trascendente en el campo obstétrico: en 1933 aparece<br />

en Londres el libro Nacimiento sin temor. Principios y<br />

práctica del parto natural, escrito por Grantly Dick<br />

Read, obra que se publicaría más tarde en español<br />

con el título de Parto sin dolor, quizás porque el autor<br />

sostenía que "el dolor es el enemigo del parto, pero<br />

no su acompañante natural". Con su libro Read pone<br />

en circulación una nueva concepción de los fenómenos<br />

dolorosos del parto, lo que lleva a poner en práctica<br />

una nueva cultura para el nacimiento, que es su<br />

verdadero mérito. En alguna ocasión yo cuestioné la<br />

afirmación de Read de que el dolor no fuera el acompañante<br />

natural del parto; la califiqué como un sofisma,<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 165


por cuanto a la luz de la fisiología y de la realidad<br />

práctica el dolor es, sin duda, su acompañante natural<br />

y también su mayor enemigo. <strong>De</strong> ahí que todos los<br />

obstetras, cumpliendo uno de los objetivos elementales<br />

de la profesión médica, buscáramos la manera de<br />

aliviarlo o suprimirlo, utilizando agentes analgésicos<br />

(como los derivados de la morfina), amnésicos (como<br />

la escopolamina) y relajantes (como la prometazina y<br />

las benzo-diacepinas). A partir de 1942, que fue cuando<br />

los norteamericanos Hingson y Edwars introdujeron<br />

la "analgesia caudal contínua", y más tarde una<br />

modalidad suya, la anestesia "en silla de montar", se<br />

comenzó a humanizar de verdad el proceso del parto,<br />

que tuvo su momento culminante cuando advino la<br />

anestesia peridural, o epidural lumbar.<br />

En las décadas de los cincuentas y los sesentas<br />

la discusión de si el parto dolía o no dividió en dos<br />

bandos a los obstetras de todo el mundo. Los corifeos<br />

de Read quisieron hacerles creer a las parturientas<br />

que el dolor que ellas sentían no era tal, sino que era<br />

una fantasía heredada, un lastre venido de la tradición.<br />

Se decía que como el parto era un fenómeno natural,<br />

fisiológico, tenía que ser indoloro. Por eso no eran<br />

necesarios analgésicos ni anestésicos. Para apoyar<br />

su innovadora tesis, Read decía: "La superstición, la<br />

civilización y la cultura han influido en las mujeres en<br />

el sentido de introducir en sus mentes temores y<br />

angustias justificables respecto al parto". Y más adelante:<br />

"El Temor, la Tensión y el Dolor son tres malestares<br />

que se oponen al orden natural, que han sido<br />

introducidos en la vida de la civilización por la ignorancia<br />

de quienes han tenido en sus manos lo concerniente<br />

a los preparativos para el parto, y al parto<br />

mismo".<br />

Hasta donde he indagado, los primeros ensayos<br />

que se hicieron entre nosotros para aminorar las<br />

molestias del parto por medios psicofísicos se llevaron<br />

a cabo en 1937 en la Clinica de Maternidad Calvo,<br />

institución privada de Bogotá, situada en la carrera 13<br />

entre calles 22 y 23. Allí se prodigaba la atención del<br />

parto en una sala pequeña, iluminada débilmente con<br />

una luz azulada, y tanto el obstetra corno la enfermera<br />

procuraban infundir tranquilidad a la parturienta. Era<br />

lo que se llamaba "parto fácil con transfusión de confianza",<br />

a la manera del tocólogo francés Marcel<br />

Metzger. Pero fue el académico Guillermo López<br />

Escobar quien desde 1948 se interesó por la verdadera<br />

psicoprofilaxis obstétrica, poniendo en práctica en su<br />

clientela privada las enseñanzas del inglés Read.<br />

Fuerza es aceptar, sin embargo, que el estudio formal<br />

de los procedimientos psicosomáticos de analgesia<br />

obstétrica se inician en Colombia en 1954 por un grupo<br />

de profesores de las universidades <strong>Nacional</strong> y Javeriana,<br />

grupo en el que sobresalió el recipiendario de esta<br />

noche, Carlos Roberto Silva Mojica, pues de todos fue<br />

el más denodado defensor y divulgador del llamado<br />

"parto psicoprofiláctico".<br />

166 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

En 1955 durante el Primer Seminario de Educación<br />

Médica, y por iniciativa suya, entre las recomendaciones<br />

relacionadas con la cátedra de Obstetricia<br />

se acogió la siguiente: "Recalcar al estudiante y al<br />

personal docente la necesidad de la preparación psicológica,<br />

o mejor psicoprofiláctica, en su doble aspecto<br />

educativo y afectivo, para lograr la colaboración activa<br />

y apacible de la parturienta en los procesos de su<br />

parto". En 1956 se crea, con fines de investigación, el<br />

"Equipo Médico de Estudios Psico-físicos de Analgesia<br />

Obstétrica" (EMESFAO), que mantuvo vigente el<br />

interés por el enfoque psicoso-mático de la obstetricia.<br />

EMESFAO, liderado por Silva Mojica, fijó desde un<br />

comienzo una posición ecléctica ante la diversidad de<br />

criterios respecto a estos siste-mas, y puso en práctica<br />

un método psicoprofilác-tico integrado con elementos<br />

de las principales escuelas: la rusa de Velvosky, la<br />

francesa de Lamaze y la inglesa de Read. Vale la pena<br />

señalar que Grantly Dick Read fue el verdadero pionero<br />

de estos métodos pues sus trabajos sobre "parto sin<br />

temor" aparecieron en 1929, mientras que el método<br />

ruso fue dado a conocer 20 años más tarde. <strong>No</strong> sobra<br />

anotar que estos dos métodos son muy similares; la<br />

diferencia estriba en la interpretación neurofisiológica<br />

y psicológica de la indolorización del parto.<br />

Puedo dar fe de las bondades que apareja la<br />

educación de la embarazada en asuntos atinentes al<br />

proceso reproductivo. La induce a tomar conciencia<br />

de lo que le ocurre durante la gestación y le permite<br />

asumir un papel activo -sin la connotación de heroicoal<br />

momento del parto. Lástima grande que hoy su<br />

vigencia se haya visto minimizada, devaluada, por el<br />

auge de la operación cesárea. En efecto, al tiempo<br />

que la teoria y consejos de Read comenzaban a<br />

divulgarse -hablo de los finales de la primera mitad<br />

del siglo pasado- en los Estados Unidos de <strong>No</strong>rteamérica<br />

un obstetra de apellido D'Esopo daba a<br />

conocer sus experiencias con la práctica de la operación<br />

cesárea: 1.000 intervenciones consecutivas sin<br />

una sola muerte materna. Esta afirmación, con el paso<br />

del tiempo, fue abriendo las compuertas para practicar<br />

con mayor liberalidad dicha operación. En la actualidad,<br />

muchos obstetras y muchas mujeres consideran<br />

que la verdadera vía del parto natural es la abdominal,<br />

no obstante que, en rigorismo histórico y fisiológico,<br />

se, trate de un parto contra natura. En Bogotá, como<br />

en las más importantes ciudades de América Latina -<br />

que no ya en los Estados Unidos, donde se han venido<br />

recogiendo velas-, y menos en Europa, donde nunca<br />

se desplegaron, existen clínicas de high class donde<br />

la operación cesárea se practica con tal prodigalidad<br />

que en ellas el parto vaginal es una rareza. Se trata<br />

de la nueva obstetricia: "la de la escuela del facilismo<br />

y del elitismo", la cual he venido cuestionando desde<br />

los puntos de vista científico y ético. Hoy día la embarazada<br />

no termina en la sala de partos sino en el<br />

quirófano, o, mejor, en el "quiroto-cófano", si se me


permite el neologismo que encuentro muy pertinente,<br />

pues significaría "el parto entregado o mostrado a la<br />

cirugía". Siendo así, la mujer es un elemento absolutamente<br />

pasivo durante el nacimiento de sus hijos. <strong>No</strong><br />

es necesario prepararla para el parto natural, pues éste<br />

se halla en vía de extinción entre nosotros.<br />

Hace un par de meses asisti al lanzamiento del<br />

libro Curso Psicoprofiláctico. Embarazo feliz y cuidados<br />

del recién nacido, escrito por un grupo de profesionales<br />

de la Clínica David Restrepo. Menciono el hecho para<br />

significar que aún perviven las enseñanzas de los<br />

pioneros de la preparación para el parto, pero no con<br />

éste fin, sino con el de propiciar un embarazo feliz.<br />

Al tiempo que EMESFAO comenzaba a darse a<br />

conocer, comenzaba mi vinculación con el Instituto Materno<br />

Infantil, como que allí inicié mi formación de especialista<br />

en calidad de "interno" de Clínica Obstétrica.<br />

Fue cuando conocí de cerca al doctor Carlos Roberto<br />

Silva, quien era profesor de la materia. Me llamó la<br />

atención su interés por contribuir a aliviar los males<br />

que pueden acompañar a las embarazadas. Hacía<br />

poco, en asocio del doctor Jesús Alberto Gómez Palacino,<br />

había creado en el Instituto el Servicio de Toxemias,<br />

no solo con el propósito de atender mejor a las<br />

enfermas afectadas de esa enigmática entidad llamada<br />

"preeclampsia- eclampsia", sino también con el de<br />

investigar acerca de ella. Dado que la psicoprofilaxis<br />

obstétrica había despertado gran interés en el ámbito<br />

obstétrico nacional, pronto se crearon sociedades y<br />

equipos de trabajo tanto en Bogotá como en otras<br />

ciudades. Bajo la dirección de Silva Mojica, EMESFAO<br />

publica en 1959 el libro Educación para el parto y en<br />

19<strong>63</strong> La preparación psicoprofiláctica de las embarazadas.<br />

Si no estoy equivocado, los compromisos<br />

adquiridos en esta nueva actividad y el entusiasmo<br />

que a ella entregó, llevaron al doctor Silva a retirarse<br />

de la cátedra en 1964.<br />

<strong>De</strong>sde entonces han transcurrido casi cuarenta<br />

años, tiempo durante el cual ha seguido dedicado al<br />

ejercicio profesional, fiel a la psicoprofilaxis obstétrica,<br />

rodeado del aprecio de pacientes, de colegas y de<br />

amigos. Si algo ha distinguido al recipiendario han sido<br />

sus dotes de caballero y su lealtad con la profesión y<br />

sus principios éticos. Por eso, tal como lo manifesté<br />

en la Sesión Administrativa donde se sometió a<br />

votación su ingreso, su advenimiento en calidad de<br />

Miembro Correspondiente de la <strong>Academia</strong>, debe ser<br />

bien recibido.<br />

Doctor Carlos Roberto Silva Mojica: su permanencia<br />

en el seno de esta Corporación es para todos<br />

sus miembros motivo de complacencia, en especial<br />

para mí. A nombre de todos ellos le doy una cordial<br />

bienvenida.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 167


En la encrucijada del ejercicio profesional,<br />

la administración y la política.<br />

"Un testimonio de vida"<br />

Esta noche nos hemos reunido en este recinto,<br />

por amable invitación que me formulara su<br />

Presidente, el Doctor Juán Mendoza-Vega, en<br />

carta fechada el 18 de Octubre de 2002, a quien debo<br />

agradecer la oportunidad de compartir con ustedes un<br />

testimonio de vida que si bien, me llevó por caminos<br />

diferentes a los tradicionales que debemos recorrer los<br />

médicos, no me alejó del humanismo que es inherente<br />

a la profesión, que sin lugar a dudas imprime carácter.<br />

Corresponde hoy al doctor Zoilo Cuéllar, darme<br />

la bienvenida y debo igualmente agradecer sus generosas<br />

palabras, las mismas que en un pasado ya muy<br />

lejano, cuando compartimos las aulas universitarias,<br />

expresaba con la caballerosidad que lo caracteriza,<br />

con la galantería del profesional conciente de la delicadeza<br />

que le merece el trato de colegas del género<br />

femenino.<br />

Es inevitable, que en la ceremonia que comienza,<br />

se deslicen nostalgias y recuerdos, que retornan hasta<br />

el instante en que abandonamos el claustro<br />

universitario, Usted para hacerse oftalmólogo e investigador,<br />

como era su deseo y además obedeciendo el<br />

mandato genético que prevalece en su muy ilustre familia<br />

y yo por los caminos de la pediatría que sin lugar<br />

a dudas ha influenciado todas las actividades que se<br />

me han encomendado.<br />

Resulta para mí, muy honroso ingresar a la <strong>Academia</strong><br />

<strong>Nacional</strong> de Medicina en calidad de Miembro<br />

Honorario, no sólo por haber tenido la oportunidad,<br />

digamos que circunstancial, de ser Ministra de Salud,<br />

sino muy especialmente por el reencuentro con quienes<br />

fueron mis Maestros, en tiempos universitarios y<br />

de quienes aprendí inmejorables lecciones, dadas con<br />

el ejemplo; además de la palabra pronunciada con<br />

elegancia idiomática en las aulas del claustro de mi<br />

Alma Mater: la Pontificia Universidad Javeriana.<br />

Sesión Solemne del 27 de febrero de <strong>2003</strong> con motivo de su posesión como Miembro Honorario.<br />

168 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académica María Teresa Forero de Saade*<br />

Me es imprescindible recordar, que eran otros<br />

tiempos en los cuales nuestra formación estaba regida<br />

por príncipios éticos, no negociables ante ninguna circunstancia;<br />

humanismo era la condición sine qua non<br />

para establecer relaciones médico-paciente, compromiso<br />

con la comunidad y de ella los grupos vulnerables<br />

los prioritarios, cumplimiento de nuestra obligación de<br />

servir aún a costa de la seguridad personal o de las<br />

conveniencias sociales, económicas o de cualquier otra<br />

índole, en fin, entrega total y absoluta a esa bella profesión<br />

que escogimos libremente la medicina, para constituirnos<br />

en instrumentos de Dios, quien es en últimas<br />

el ÚNICO dueño de la vida y de la muerte.<br />

<strong>No</strong> soy yo quien pueda juzgar los hechos, pero<br />

me temo que los tiempos han cambiado y también los<br />

paradigmas que fueron nuestros faros. Por fortuna con<br />

muy honrosas excepciones he visto como al calor de<br />

las reformas hemos ido perdiendo el protagonismo que<br />

otrora se constituyó en el orgullo del ejercicio profesional<br />

cuya meta principal, por no decir que única, eran<br />

nuestros pacientes, para quienes fuimos consejeros,<br />

amigos, orientadores, además de sanadores de las<br />

enfermedades del cuerpo y muy especialmente de las<br />

del alma.<br />

Pasamos desapercibidos los cambios, que se<br />

iniciaron por allá en la la década de160, del siglo pasado,<br />

cuando la medicina se socializó y de ser una prestación<br />

individual que el Médico ofrecía en la intimidad<br />

de su consultorio, pasó a ser la prestación de servicios<br />

institucionalizados por las Entidades a cargo de la<br />

seguridad social: ISS, Cajanal y las Cajas de Compensación<br />

Familiar, amén de las cajas departamentales<br />

y municipales de previsión que desde esa época<br />

pulularon por todo el territorio nacional.<br />

Sumergidos como era la costumbre, en la ciencia,<br />

la tecnología, la clínica y en el ejercicio puro de las


especialidades, nos parecía un tanto deleznable el<br />

accionar de algunos colegas que impelidos por las<br />

circunstancias originadas en los cambios, iniciaron actividades<br />

en la administración de servicios de salud y<br />

de seguridad social, adelantándose a la propia academia<br />

que sólo años más tarde inició la capacitación<br />

universitaria en las ciencias relacionadas con la<br />

Administración, al descubrir que no bastaba el sentido<br />

común y la intuición para lograr a través de instituciones,<br />

la masificación de la prestación de servicios de<br />

salud.<br />

Para entonces, pensábamos que esos colegas<br />

habían encontrado un "escape" a su incapacidad de<br />

ser buenos clínicos. ¿Qué hubiese pasado si más<br />

médicos hubiésemos intervenido en la definición de<br />

políticas públicas, en la formación de entidades aseguradoras<br />

y prestadoras de servicios, en la escogencia<br />

de parlamentarios y concejales que nos representaran<br />

en los recintos donde se fabrican las leyes y acuerdos<br />

que después nos competen cumplir con carácter obligatorio,<br />

aun sin haber expresado nuestra opinión, ni<br />

conocer los textos aprobados?<br />

Muy seguramente, no se hubiera perdido ese<br />

liderazgo que ahora nos inspira lamentos, pero que<br />

aún no nos impele a ser más activos en esos menesteres,<br />

que si bien nos alejan transitoriamente del ejercicio<br />

profesional, también nos permiten asumir responsabilidades<br />

para defender el derecho a ser médicos<br />

respetados y respetables, capaces de proporcionarnos<br />

una vida digna, útiles para la sociedad que conformamos<br />

y dueños del acto médico sin interferencias distintas<br />

a nuestro leal saber y entender y al de nuestra<br />

propia conciencia.<br />

Han pasado ya cuatro décadas desde entonces,<br />

tiempo en que llegaron profesionales de otras disciplinas<br />

y decidieron sin nosotros cuál sería el destino<br />

de nuestra profesión, cuál nuestro rol en la sociedad,<br />

cómo ejercer y aplicar nuestros conocimientos, qué<br />

formular y a quién atender.<br />

Vale la pena aquí y ahora reconocer que cometimos<br />

el error de no dejarnos convocar, de creer que la<br />

política es sólo para politiqueros, en contravía de considerarla<br />

una ciencia para servir a la comunidad, no para<br />

servirse de ella, tan afín a nuestra vocación de servicio.<br />

Así las cosas, fueron llegando cambios y ni los<br />

médicos fuimos entrenados en ciencias económicas,<br />

ni a los economistas les enseñaron sentido social.<br />

Fuimos comprendiendo que perdiamos la connotación<br />

de semidioses y aprendiendo que, sólos, no nos<br />

era posible mantener el carácter de médicos, tan esenciales<br />

a la vida de la comunidad, como lo son los maestros,<br />

los jueces y los sacerdotes.<br />

Supimos que gustárenos o no, era imprescindible<br />

interactuar con otros profesionales de la salud, yaún,<br />

con tecnólogos que en otra época considerábamos de<br />

menor rango, debiendo entender que todos son importantes,<br />

porque todos son n.ecesarios; nos llevó un<br />

tiempo precioso que ahora intentamos recuperar, para<br />

lograr objetivos comunes y afianzar el liderazgo, que<br />

sin discusión, debe estar en manos de médicos.<br />

y también resultó un tanto doloroso, someternos<br />

al aprendizaje de otros lenguajes ajenos al técnicocientífico<br />

propio de nuestra disciplina, para poder interactuar<br />

con otros profesionales como son los abogados,<br />

que ahora nos defienden de la mala práctica, o<br />

de lo que personas ajenas al medio piensan que son<br />

nuestros errores y, que además, son los encargados<br />

de redactar leyes, decretos, resoluciones y acuerdos<br />

que estamos obligados a acatar, recordando que la<br />

ignorancia de la Ley no nos exime de la culpa.<br />

y con los economistas, ante los cuales nos vemos<br />

obligados a defender presupuestos institucionales y<br />

privados, a justificar costos y gastos, a analizar cambios<br />

que nos afectan, a elaborar o interpretar estadísticas<br />

que entre quintiles y percentiles nos presentan<br />

como causa o efecto del accionar propio de la medicina,<br />

para justificar reformas y reformadores, sin olvidar<br />

que ya no es válida la crítica subjetiva, sino la razón<br />

de los argumentos sustentados, para imponer opiniones.<br />

Con los ingenieros de sistemas y tecnólogos afines,<br />

que ya se posesionaron de nuestro campo,<br />

cuando tienen que fabricar software para el manejo<br />

de historia clínica, para la ordenación de exámenes<br />

de laboratorio e imágenes diagnósticas, para formulación<br />

de medicamentos, y también para el cobro y pago<br />

de honorarios médicos, ad~más del control de nuestra<br />

contratación laboral y cumplimiento de las prestaciones<br />

que se derivan de este vínculo.<br />

Con los expertos en ventas y en compras de<br />

medicamentos, insumas y equipos de alta tecnología,<br />

porque en razón de la especialidad de cada quien será<br />

necesario dar opiniones, para adquirir elementos<br />

adecuados y cada vez mas modernos, propios de<br />

nuestro particular ejercicio profesional.<br />

y quienes trabajan con Instituciones Prestadoras<br />

de Servicios de Salud, públicas o privadas, tendrán<br />

que poder actuar con arquitectos e ingenieros responsables<br />

de la seguridad de su entorno, de la funcionalidad<br />

y buen uso de la infraestructura arquitectónica y<br />

de los servicios propios de cada hospital y ahora con<br />

los ingenieros mecatrónicos de cuya existencia no<br />

conocíamos hasta hace poco, encargados del mantenimiento<br />

y conservación de los equipos con tecnología<br />

de punta, ya tan comunes en centros, puestos de salud<br />

y hospitales y clínicas de todos los niveles de complejidad.<br />

Me haría interminable si continuara con este ejercicio,<br />

pero es una manera de ver y entender que a estas<br />

alturas del <strong>2003</strong> la ciencia médica se globalizó, que la<br />

medicina basada en la evidencia nos muestra cambios<br />

de paradigmas, que la realidad del entorno es otro<br />

distinto en el cual nos formaron y que es nuestro deber<br />

aceptarlo para poder seguir teniendo claro que servir<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 169


a una persona es muy importante, pero servir a muchos<br />

es un privilegio.<br />

Estos cambios implican la urgente necesidad de<br />

reformar nuestra visión sobre el ejercicio profesional,<br />

para adaptarnos a circunstancias ajenas para las<br />

cuales fuimos formados.<br />

Entramos ahora en el tema de la educación y<br />

formación de médicos que ha sido tan esencial para<br />

los académicos aquí presentes y para todos los<br />

colegas que han tenido la fortuna de enseñar en el<br />

aula o en el quirófano, bien sea con el uso de su palabra<br />

o con el silencio de su ejemplo y de sus actitudes,<br />

para quienes también los cambios han sido arrolladores,<br />

desde la aplicación de la tranquila vocación para<br />

la enseñanza, hasta llegar a la especialización en<br />

pedagogía ahora exigida en las universidades nacionales<br />

y extranjeras.<br />

Pasando por los convenios docente-asistenciales<br />

regidos por las Leyes 30 de 1992, 115 de 1994 y el<br />

<strong>De</strong>creto 190 de 1996, que establecen las relaciones<br />

entre las Facultades de Medicina y de otras ciencias<br />

de la salud y los Hospitales y Clínicas particulares y<br />

públicas y determinan las responsabilidades laborales,<br />

económicas, financieras e inclusive de carácter penal<br />

surgidas de la actividad relacionada con la enseñanza<br />

en este campo.<br />

El hecho de haber pasado de 23 Facultades de<br />

Medicina en Colombia, a 49 hasta ahora, si es que en<br />

este momento no se está fundando una nueva en algún<br />

rincón de la patria, aún sin tener en cuenta si existe<br />

infraestructura para la enseñanza de ciencias médicas,<br />

profesores idóneos para lograrlo, ni examinar las necesidades<br />

de estos profesionales que tiene el país, para<br />

no lanzarlos a un extraño mundo que no los necesita<br />

o donde no pueden competir con los que están mejor<br />

formados, obligándolos a situaciones frustrantes, que<br />

oscilan entre convertirse en conductores de taxi, como<br />

ya ha pasado en países cercanos, o a enrolarse con<br />

grupos ilegales alzados en armas, donde además<br />

aprenderán a torturar o a seleccionar arbitrariamente<br />

a quién curan y a quién dejan morir o simplemente<br />

matan.<br />

<strong>De</strong>bo advertir que hay excepciones muy importantes<br />

y honrosas de nuevas facultades de medicina,<br />

creadas por universidades serias y con maestros insignes<br />

que ya empiezan el cambio en la formación de<br />

nuevos profesionales que se adapten al mundo real y<br />

no al virtual, que nuestra sociedad requiere. Para ellos<br />

el estímulo de las autoridades competentes, de los<br />

gremios y los profesionales médicos y el deseo de todos<br />

nosotros porque tengan buen viento y buena mar.<br />

Al no tener ya nada que ver el Ministerio de Salud<br />

en la creación de Facultades de Medicina, se hace<br />

necesario que los médicos se apresten a dar su concurso<br />

para que las que vengan y las que están en<br />

proceso de cambio sean cimentadas en la vocación<br />

de servicio, con la intención de especializar a las<br />

170 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

comunidades académicas en bioética y humanismo y<br />

en la enseñanza de que el fin último de cada uno de<br />

los colegas es el servicio adecuado, eficaz, eficiente,<br />

oportuno e individualizado para la PERSONA<br />

HUMANA.<br />

En este entendido se hace necesario el cambio<br />

del contenido curricular, por todas las circunstancias<br />

que he mencionado y que obligan desde la época del<br />

pregrado y el postgrado a la enseñanza de las técnicas<br />

adecuadas para poder interactuar con profesionales<br />

de otras disciplinas; sin olvidar la importancia de las<br />

ciencias básicas, clínicas, investigación, actualización<br />

permanente de conocimientos y nuevos inventos, descubrimientos<br />

y tecnolog ías, el compromiso de aprender<br />

y enseñar durante toda la vida, que son inherentes a<br />

esa bella e imprescindible profesión que es la MEDI-<br />

CINA.<br />

<strong>De</strong> la misma forma se prepararán médicos capaces<br />

de ser gerentes, ministros de área diferentes a la<br />

propia, de representar intereses profesionales y los<br />

de los colegas, puesto que sin proponérselo específicamente,<br />

sabrán que el sentido común sumado a conocimientos<br />

y aplicado con sentido de justicia, irremediablemente<br />

les permitirá ser exitosos en cuanto se<br />

propongan.<br />

Médicos-abogados, médicos-economistas,<br />

médicos-militares, médicos-consejeros de Paz,<br />

médicos-pilotos, médicos-ingenieros de sistemas, etc.<br />

ya van por ahí buscando abrir caminos para las nuevas<br />

generaciones, pero de manera evidente requieren de<br />

su apoyo y de su concurso para que no se queden las<br />

personas sin atención médica propiamente dicha, ni<br />

deje de haber presencia de colegas en campos que<br />

inevitablemente los requieren, justamente porque<br />

serán los portaestandartes del sentido social y los que<br />

ayudarán a tomar decisiones que favorezcan a todos.<br />

Concluyo diciéndoles que el destino juega con los<br />

sueños de las sociedades y de las personas y de vez<br />

en cuando se complace en ocasionar ciclones, como<br />

cuando designan Ministros de Salud a economistas o<br />

abogados con la consiguiente crítica acerba de los<br />

colegas, o cuando nombran a una médica, por más<br />

señas pediatra, Ministra de Trabajo y Seguridad Social,<br />

o Gerente de Empresa y responsable de construir<br />

ciudadelas, entre otras actividades, extrañas a su<br />

disciplina, con el inevitable y severo descontento de<br />

abogados laboralistas que ponen en duda ese perfil y<br />

sus capacidades para ejercer tan delicados cargos.<br />

Pasados ya los años, puedo mirar atrás con la<br />

serenidad del deber cumplido y esperar tranquila el<br />

juicio de la Historia y especialmente el de Dios que<br />

define misiones y destinos cuando nos da la vida y<br />

confesarles con cierta inmodestia que estoy preparada<br />

para trasmitir a quienes quieran oírme las experiencias<br />

que no busqué pero me fueron dadas y que hoy agradezco<br />

porque tuve ocasiones de servirle a Colombia y<br />

devolverle a mi País la oportunidad de pertenecer al


1% de la población que alcanza niveles de educación<br />

superior, constituyéndome en una persona que<br />

conforma la élite del conocimiento, que muchos de<br />

nuestros compatriotas aspiran a alcanzar, sin que<br />

desafortunadamente puedan lograrlo.<br />

Espero igualmente no haberlos defraudado con<br />

mi accionar como médica, ni esta noche cuando se<br />

esperaba que yo presentara una ponencia relacionada<br />

con la investigación y el trabajo c1inico que estuve a<br />

punto de concluir, pero que deseché en razón de la<br />

experticia que en ese campo se presenta con frecuencia<br />

en este auditorio por parte de colegas muy ilustres,<br />

con quienes no tengo méritos para competir.<br />

Sea propicia la oportunidad para agradecer públicamente<br />

a mi familia aqui representada por mi madre<br />

y en ausencia del padre que nos precedió, por la<br />

educación y formación que me dieron ayudándome a<br />

realizar el remoto sueño de ser médica desde los albores<br />

de mi infancia; a mi esposo y colega, a mis hijos<br />

presentes y al que adelantó su regreso a la eternidad<br />

por su apoyo y comprensión para que la madreestudiante,<br />

la madre-profesional, la madre-gerente, la<br />

madre-política, la madre-ministra les robara cantidad,<br />

pero no calidad de tiempo y continuaran por siempre<br />

considerándome la madre-amiga, la madre en todo el<br />

espléndido sentido de esa hermosa palabra.<br />

Gracias también, a mis profesores y maestros,<br />

muchos de ellos aquí presentes, porque sus enseñanzas<br />

no se limitaron a la transmisión de conocimientos,<br />

sino muy especialmente contribuyeron con la<br />

filosofía de vida de la cual me enorgullezco. A los<br />

superiores inmediatos que creyeron en mí para concederme<br />

responsabilidades laborales que parecían<br />

lejanas a mi experiencia y formación. A los Presidentes<br />

de la República que en tres gobiernos diferentes me<br />

dieron la opción de acompañarlos para ejecutar tareas<br />

dificilísimas que espero hayan contribuido a mejorar<br />

la calidad de vida de muchos compatriotas ya todos y<br />

todas las personas que de una u otra forma me acompañaron<br />

a conformar los equipos que fueron responsables<br />

conmigo de la gestión que se me encomendara.<br />

Ellos son los que realmente merecen reconocimiento.<br />

Con todos, quiero compartir esta noche solemne<br />

en que ingreso a la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina,<br />

porque obedece no sólo al mandato de disposiciones<br />

estatutarias vigentes, sino a un logro que con todos<br />

ustedes labramos desde ya hace muchos años.<br />

Como la pediatría sigue siendo protagonista principal<br />

en el devenir de mi vida, debo aceptar en la<br />

plenitud del desarrollo personal, que es perentorio con-<br />

fesar en voz baja y coloquial que en mis sueños siento<br />

nostalgias por los niños que no se deslizaron por mis<br />

manos para el examen médico; para la calificación del<br />

Apgar; por los que no palpitaron bajo mi estetoscopio<br />

atento a encontrar latidos y soplos premonitorios de<br />

enfermedades prevenibles; por los que no pude acallar<br />

cuando sufrieron maltrato, intimidación, violencia y<br />

hambre y sed de afecto y justicia ... ¡aún su llanto desgarrador<br />

y triste retumba virtualmente en mis oídos! Por<br />

los que murieron sin haber recibido una vacuna que<br />

les hubiera salvado la vida, por los que la fuerza del<br />

destino lanza a la calle, sin padres para cuidarlos, sin<br />

maestros para enseñarlos, sin país que no fue pensado<br />

para los niños, los comprenda y proteja, con el fin de<br />

que ellos lo trasformen y engrandezcan, como dijera<br />

nuestro <strong>No</strong>bel García Márquez en su obra "Por un País<br />

al alcance de los Niños".<br />

Porque a pesar de ilusiones y esfuerzos, no siempre<br />

comprendidos, no logré disminuir, en los porcentajes<br />

que hubiera deseado, los indicadores de<br />

mortalidad infantil, ni los de pobreza absoluta que<br />

afectan especialmente a la infancia, ni el número de<br />

desplazados que añoran el terruño abandonado, ni<br />

mejorar los estilos de vida saludable que les hubiese<br />

permitido, a legiones de niños completar sus ciclos de<br />

vida, para que no se convirtieran prematuramente en<br />

ángeles de todas las razas y colores, para marchar<br />

mas allá de las estrellas, en esta Colombia que no<br />

comprende que es imposible contemplar el deterioro<br />

físico, intelectual y moral de sus nuevas generaciones<br />

sin que tengamos que pagar un muy alto precio en<br />

subdesarrollo y violencia por tan grave causa.<br />

Sea este el momento para pedir perdón a los niños<br />

colombianos de todas las razas y rincones de la patria,<br />

ante ustedes que son paradigmas de la sociedad que<br />

conformamos, por lo que no hice y por lo que quedó sin<br />

concluir, advirtiendo eso sí, que en lo que me quede de<br />

vida estaré entusiasmando a los que nos relevan para<br />

que continúen sin descanso buscando las soluciones<br />

para los inmensos problemas que afectan a los niños,<br />

recordando que no todo requiere del dinero, sino que<br />

también es posible curar con afecto lo que por otros medios<br />

no ha logrado la insensibilidad que nos caracteriza.<br />

Si intentáramos orar con el Poeta Rogelio Echavarría,<br />

ese bello poema que escribiera para su hijo<br />

Juán Fernando, quien coincidencialmente muriera, de<br />

manera trágica, poco después de que su padre lo<br />

publicara; tal vez pensando que cada niño colombiano,<br />

podría ser nuestro hijo, seríamos capaces de dar<br />

ternura y de mejorar con ella el País que amamos.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 171


Historia de la Medicina<br />

Enfermería:<br />

el arte y la ciencia del cuidado<br />

Académica Sonia Echeverri de Pimiento*<br />

"La enjermerfa es un arte y si se pretende que sea un arte requiere una devoción tan exclusiva,<br />

una preparación tan dura, como el trabajo de un pintor o de un escultor,<br />

pero ¿cómo puede compararse la tela muerta o el frío mármol con el tener<br />

que trabajar con el cuerpo vivo, el templo del espíritu de Dios?<br />

Es una de las Bellas Artes; casi diría, la más bella de las Bellas Artes".<br />

<strong>De</strong>finir la Enfermería como ciencia y arte,<br />

arrastra consigo una tradición que se remonta<br />

al origen mismo de los pueblos, de la sociedad.<br />

Porque la Enfermería es mucho más que un oficio,<br />

es una ciencia en la que se conjugan el conocimiento,<br />

el corazón, la fortaleza y el humanitarismo. Como dice<br />

M. Patricia Donahue en su maravilloso libro La historia<br />

de la enfermería, su verdadera esencia reside en la<br />

imaginación creativa, el espíritu sensible y la comprensión<br />

inteligente que constituyen el fundamento real de<br />

los cuidados de enfermería.<br />

Establecer una clara distinción entre la medicina,<br />

entendida como el arte de curar, y la enfermería, entendida<br />

como el arte de cuidar, en su proceso evolutivo,<br />

es difícil puesto que desde sus inicios han estado<br />

estrechamente entrelazadas y han caminado en paralelo<br />

(Figura 1). Sin embargo, resulta casi imposible<br />

definir fronteras entre la evolución de la enfermera y<br />

la evolución de la mujer. Por que el cuidado es innato<br />

en la mujer, en la madre que amorosamente vela el<br />

sueño de su hijo y apacigua su dolor; en la hija que<br />

cuida a sus padres y hermanos; en la mujer que<br />

consuela y abnegadamente cuida a su hombre ... pero<br />

cuándo esta mujer-cuidadora incorporó el conocimien-<br />

Enf., CNSN Magíster en Bioética.<br />

172 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Florence Nightingale<br />

to a ese cuidado desinteresado? ¿cuándo se volvió<br />

enfermera?<br />

La posición que ha ocupado la mujer en la sociedad<br />

a través de los tiempos es la que ha marcado el<br />

paso del reconocimiento de la enfermera en esa<br />

sociedad. Es el conocimiento el que ha hecho visible<br />

la Enfermería.<br />

Figura 1. Picasso. Ciencia y caridad


Analizar lo que históricamente ocurría a la mujer<br />

-cuidadora, enfermera- mientras que los hombres<br />

-científicos, sabios, médicos- producían conocimiento,<br />

me ha llevado a plantear algunas consideraciones, que<br />

si bien no son del todo novedosas, desde esta perspectiva<br />

pueden resultar interesantes.<br />

La mujer como preservadora de la especie<br />

El origen de la vida desde el punto de vista puramente<br />

orgánico parece ser el resultado, según la teoría<br />

del Big bang, de una gran explosión cósmica producida<br />

por la acumulación de materia del universo a una temperatura<br />

excepcionalmente elevada; que luego, al alcanzar<br />

bajas temperaturas permitió la formación de<br />

protones, neutrones y su combinación para formar núcleos<br />

atómicos. Otra de las muchas teorías es la del<br />

Universo Estacionario o principio cosmológico perfecto<br />

de Herman Bondi, Thomas Gold y Fred Hoyle, en la<br />

cual se parte de la creación continua de materia cósmica,<br />

con un complejo mecanismo autorregulador con<br />

capacidad de organizarse hasta el infinito. Mientras que<br />

S. A. Kauffman plantea que lo que ha permitido a la<br />

vida vivir, entre otras muchas, es la posibilidad que tienen<br />

los agentes autónomos moleculares (células), sistemas<br />

químicos complejos, de cruzar un umbralo transición<br />

de fase, más allá de la cual exhiben una auto reproducción<br />

colectiva, evolucionan, presentan la posibilidad<br />

de interactuar como parte de una biosfera, de un cosmos,<br />

además de su capacidad de auto organizarse.<br />

El origen de la vida desde la perspectiva religiosa,<br />

especialmente lajudeocristiana, tiene un sentido holístico<br />

en el que tanto el universo como el hombre fueron<br />

creados por un ser supremo (Dios), dotado de la capacidad<br />

para regir todos los elementos del universo material<br />

e inmaterial, infunde vida al hombre y lo crea a<br />

su imagen y semejanza, por lo que la vida y el universo<br />

entero le pertenecen. Pero justamente como Dios es<br />

el origen y el fin de cuanto pueda suceder e imaginar<br />

no admite discusión ni precisa pruebas.<br />

Para Darwin, con su teoría evolucionista, afirma<br />

Gould, las especies son objetos naturales, no abstracciones,<br />

que mantienen todas las propiedades relevantes<br />

como son la individualidad, reproducción y herencia,<br />

lo que permite a una entidad biológica actuar como<br />

unidad de selección. Como escribe Yunis la vida que<br />

conocemos se fundamenta en el ADN, común a todos<br />

los organismos vivos, yen las proteínas, cuya construcción<br />

es ordenada por códigos genéticos, por la información<br />

contenida en el ADN.<br />

Cualquiera de las teorias arriba mencionadas puede<br />

explicar la presencia del homo sapiens en la tierra,<br />

sin embargo, abordaré el tema en mención a partir de<br />

esta última.<br />

Hablar de la evolución del universo en este caso,<br />

obliga a hablar de la separación de la línea de los prí-<br />

mates antropomorfos actuales y la consiguiente evolución<br />

hacia los dos estadios de los homínidos: el prehumano<br />

y el propiamente humano (hace entre 7 y 4,4<br />

millones de años). En este prímer grupo de homínidos<br />

se encuentra el Ardipithecus ramidus, los Australopithecus<br />

y los Paranthropus. El segundo estadio evolutivo<br />

lo protagoniza el Hamo (primer hamo - 2,5 millones<br />

de años). En este grupo se conocen: el Homo habilis;<br />

Homo ergaster; H. erectus; H. antecesor, y el Homo<br />

sapiens, entre otros.<br />

El siguiente paso evolutivo lo dio el Homo ergaster,<br />

poblador del este y sur de África (1,8-1,4 millones de<br />

años) cuyo rostro de nariz salida característica de los<br />

humanos, presentaba un aspecto moderno, estatura<br />

cerca de los 180 centímetros y una capacidad craneal<br />

promedio de 829 cc y 805 g de encéfalo. Se asume<br />

que el Hamo para adquirir la postura erecta, modificó<br />

la estructura ósea de la pelvis lo que produjo la posición<br />

adelantada de la vagina con el subsecuente estrechamiento<br />

del canal del parto. Esta situación más la<br />

evolución del tamaño del encéfalo, posiblemente, tuvo<br />

como consecuencia la inmadurez en el desarrollo de<br />

la prole. Se cree que las crías del Homo ergaster<br />

nacían en un estado de indefensión, crecimiento lento<br />

y una dependencia para sobrevivir muy parecida a la<br />

de nuestros bebés, lo que hizo que las hembras<br />

debieran limitar sus desplazamientos y por lo tanto, la<br />

posibilidad de auto alimentarse. Todo esto motivó especialmente<br />

la pérdida de autonomía, la conformación<br />

de estructuras sociales cada vez más complejas que<br />

giraron alrededor de la colaboración entre grupos de<br />

machos y hembras, con una definición sexual de<br />

tareas, como única posibilidad para sobrevivir como<br />

especie (Figura 2).<br />

Figura 2. Evolución del hombre<br />

Al parecer esta necesidad de asignación de<br />

tareas, de toma de decisiones en comunidad favoreció<br />

el fortalecimiento de los mecanismos de comunicación<br />

y de análisis, lo que necesariamente llevó a una<br />

organización cerebral superior, secundaria a la mejora<br />

estructural del lóbulo frontal cerebral. Con el Homo<br />

ergastery el Homo habilis es que la humanidad propiamente<br />

dicha inició su despegue. El aparato fonador,<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 173


muy parecido al nuestro, con un lenguaje que debió<br />

ser muy rudimentario, permitió la formación de grupos<br />

sociales fuertemente unidos capaces de compartir<br />

recursos, alimentos, crianza de los hijos y protección<br />

de los débiles o enfermos, cuyo resultado fue sobrevivir<br />

y llevar una vida nómada. (Figura 3)<br />

Figura 3. Cazadores<br />

Parece que el Hamo sapíens primitivo fundamentaba<br />

sus conceptualizaciones en analogías por lo que<br />

sin duda las cualidades de generación, fertilidad y<br />

protección nutricia, siempre identificando a la mujer<br />

con la tierra, en una simbiosis madre-tierra, sólo pudo<br />

endosárselas al ente femenino; ¿quién sino una hembra,<br />

no importa la especie, está capacitada para crear,<br />

para dar vida, mediante al fecundación y el parto?<br />

¿Quién sino la mujer, cuida su prole y se encarga de<br />

satisfacer sus necesidades básicas? Ésta puede ser<br />

la razón por lo que la humanidad prosperó bajo la<br />

protección de la deidad femenina, diosa, durante un<br />

periodo de cerca de 30.000 a.C. a 3.000 a.C., como<br />

puede verse en las diferentes figuras en piedra que se<br />

han descubierto en los últimos tiempos, una de ellas<br />

muy famosa hallada en Willendorf en 1908 (la Venus<br />

de Willendorf (<strong>25</strong>.000-20.000 a.C.); otra encontrada<br />

en una cueva en Laussel (Dordogne, Francia) en 1908,<br />

conocida como la Venus de Laussel o Dama de la cuerna<br />

(23.000-20.000 a.C.), la diosa Parturienta (6.000<br />

a.C.), la diosa Pájaro (5.000 a.C.) perteneciente a la<br />

cultura Vinca; entre muchas otras que se han encontrado<br />

y que seguramente faltan por descubrir (Figuras<br />

4 y 5).<br />

Como plantea Rodríguez en su interesante libro<br />

Días nació mujer, entender la aniquilación de la Diosa<br />

por el Dios, el golpe de estado del Dios contra la Diosa,<br />

nos permite comprender la dinámica histórica que llevó<br />

a la mujer a ser subyugada en todos sus aspectos por<br />

el macho. Tanto la mujer como la diosa fueron perdiendo<br />

su autonomía, importancia y poder casi al mismo<br />

tiempo. Víctimas de un entorno en el que los hombres<br />

se hicieron con el control de los medios de producción,<br />

de guerra y de cultura, convirtiéndose, por tanto, en<br />

174<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Figura 4. la diosa Parturienta (6.000 a.C.).<br />

Tomada de Rodriguez P. Dios Nació Mujer.<br />

Barcelona: Ediciones B, 1999.<br />

Figura 5. La diosa Pájaro, (5.000 a.C.).<br />

Tomada de Rodriguez P. Dios Nació Mujer.<br />

Barcelona: Ediciones B, 1999.<br />

detentadores únicos y guardianes de la propiedad<br />

privada, la paternidad y en últimas del derecho a la<br />

vida; terminando de esta manera con las sociedades<br />

matrilineales que rindieron culto a la diosa desde el<br />

Paleolítico superior y dando paso a la cultura patriarcal,<br />

con mitos y dioses diseñados no sólo a su conve-


niencia. sino también imagen y semejanza. Es así,<br />

como el dios masculino termina apropiándose de las<br />

cualidades generadoras y protectoras de la diosa,<br />

relegándola al papel de madre, esposa, hermana o<br />

amante de\ d\os \/arém, s\\uac\ém C\ue perdura hasta<br />

nuestros días.<br />

Al igual que en los pueblos primitivos, en la antigüedad<br />

se creía que una fuerza superior, ordenadora<br />

del mundo, era la responsable de todo lo que le ocurría<br />

a ese "su mundo". Así, escribe Prieto de Romano, los<br />

espíritus malignos eran los causantes de todas las desgracias<br />

y enfermedades posiblemente como castigo<br />

al desacato del mandato divino, lo que se cree que<br />

pudo llevar a la construcción de templos con el fin de<br />

pedir la curación de sus enfermos y espantar así las<br />

fuerzas malignas.<br />

<strong>De</strong>l hombre-filósofo a la medicina-ciencia y de<br />

la mujer-cuidadora a la enfermería-arte y ciencia<br />

<strong>De</strong>sde Egipto y Fenicia a través de la isla de Creta,<br />

llegó la civilización a los griegos, o al pueblo helénico,<br />

como se llamaban a sí mismos. En palabras de Donahue,<br />

los griegos eran observadores perspicaces más<br />

no experimentadores; eran filósofos, no científicos.<br />

Gracias a su sentido de la belleza y de la proporción<br />

florecieron edificaciones y templos de calidad artística<br />

dedicados a los dioses. Los griegos eran politeístas,<br />

es así como veneraban a Apolo, el dios del sol, también<br />

dios de la salud y de la medicina. Uno de los más<br />

interesantes es Esculapio, hijo de Apolo y de madre<br />

humana, era el principal sanador de la mitología griega.<br />

Esculapio (Asklepios en griego) es representado sosteniendo<br />

la vara de Mercurio, su bastón de caminante<br />

entrelazado con las serpientes sagradas de la sabiduría.<br />

En el trabajo de preservar la salud le ayudaba<br />

Epígona, su mujer, por lo que era venerada como "la<br />

que reconforta". Entre sus seis hijas estaba Higea, "la<br />

diosa de la salud"; Panacea, "la restauradora de la<br />

salud" y de las hierbas milagrosas que lo curan todo;<br />

Aegle, la "luz del sol"; Meditrina, la "conservadora de<br />

la salud" (se cree que es la precursora de la enfermera<br />

de salud pública), e laso, que personificaba la "recuperación<br />

de la enfermedad".<br />

Esculapio y su familia tienen gran significado simbólico<br />

para las artes médicas y de enfermería, puesto<br />

que de alguna manera podrían haber inspirado las especialidades<br />

modernas, de suerte que mucho antes<br />

de lo que se conoció como la era hipocrática, el pueblo<br />

helénico era tratado y curado por los sacerdotes del<br />

dios Asklepios.<br />

Pero, según Shyrock, citado por Donahue, mientras<br />

los altares de Esculapio ofrecían la curación por<br />

medio de ofrendas, sacrificios y voluntad divina, los<br />

médicos laicos, conocidos como artesanos, acumulaban<br />

conocimientos objetivos sobre las enfermedades<br />

del pueblo griego junto al lecho del enfermo. Practicaban<br />

tanto la cirugía como la medicina. La experiencia<br />

de ellos se recopiló en una colección de escritos que<br />

posteriormente se atribuyó a Hipócrates.<br />

En\re \os s\g\os \J\ 'J \\J a.C.~en\ra GrecIa en \0 C\ue<br />

se ha llamado "el nacimiento o la edad de la razón,<br />

conocida también como la edad de Oro de Grecia. A los<br />

primeros filósofos griegos -Tales, Anaximandro y<br />

Anaxímenes-, se les llamó "filósofos de la naturaleza",<br />

porque su principal interés fue entender y explicar la<br />

naturaleza y sus procesos. <strong>De</strong> la misma época: Parménides<br />

(razón), Heráclito (sentidos) y Empédocles (cuatro<br />

raíces: tierra, aire, fuego yagua). Sócrates y Platón<br />

establecieron los fundamentos para la filosofía y el gobierno.<br />

Sin embargo, fue Aristóteles quien tuvo mayor<br />

influencia sobre la medicina al establecer los fundamentos<br />

de la biología, vegetal y animal, y de la anatomía<br />

comparada que favorecieron en forma importante el<br />

pensamiento médico. Inventó la ciencia de la lógica,<br />

abordó los temas éticos de una forma científica. Es así<br />

como la Ética nicomaquea aún rige el comportamiento<br />

médico. Aristóteles compartió con Platón como Platón<br />

compartió con Sócrates una preocupación infinita por<br />

el hombre con alma racional, por la moralidad y la<br />

política; por el hombre real que vivía con felicidad o<br />

miseria dependiendo de lo bueno o malo que fuese.<br />

Mientras que para Sócrates y Platón el término<br />

"hombre" incluía a todos los humanos, mujeres, esclavos<br />

y extranjeros, para Aristóteles "hombre" excluía a<br />

las mujeres, esclavos y extranjeros a quienes consideraba<br />

inferiores. La inferioridad de las mujeres y<br />

esclavos era innata por lo que no podría ser curada.<br />

Esta condición era dada, en el caso de los esclavos,<br />

por la incapacidad de estos de dejar de ser esclavos;<br />

yen caso de la mujer porque estaba limitada a permanecer<br />

en el hogar, oikos, mientras que el hombre atendía<br />

y comprendía la ciudad-estado, polis. Consideraba<br />

inferiores a los extranjeros por la imposibilidad de<br />

hablar griego y entender la filosofía.<br />

En esos términos, la mujer-cuidadora, limitó su<br />

papel a cuidar a los enfermos del oikos, familia y aún<br />

a sus esclavos; a menos que fuera sacerdotisa, esclava<br />

o prostituta no podía ser iniciada en los "misterios" de<br />

ningún arte. Sin embargo, existe discrepancia respecto<br />

a quién realizaba las funciones de enfermería, posiblemente<br />

fueron esclavos-enfermeros. La práctica de la<br />

higiene era más que una especialidad médica, era una<br />

forma de vida, en que las recomendaciones acerca de<br />

la alimentación, la vida sexual y el ejercicio se adoptaron<br />

como parte integral de su comportamiento.<br />

La isla de Cos fue el centro del aprendizaje médico<br />

y allí Hipócrates fue el rey supremo. Hipócrates, considerado<br />

el padre de la medicina, aportó a la ciencia<br />

médica, entre otros, el método hipocrático el cual se<br />

basa en cuatro principios: observarlo todo, estudiar al<br />

paciente más que a la enfermedad, hacer una evaluación<br />

imparcial y ayudar a la naturaleza, los cuales<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 175


debían combinarse con el espíritu profesional o la conducta<br />

ética. Según Donahue "El verdadero médico<br />

debía dedicarse a su profesión y a sus pacientes y<br />

abstenerse de todo aquello que pudiera deshonrar a<br />

la una o perjudicar a los otros". También se le atribuye<br />

"lo que no puede ser curado por los medicamentos es<br />

curado por el cuchillo, lo que no puede ser curado por<br />

el cuchillo es curado por el hierro caliente, algo que no<br />

pueda ser curado debe ser considerado incurable".<br />

Herófilo y Erasístrato sobresalen al comienzo del<br />

periodo alejandrino, que se extiende desde 336 a.C.<br />

año de la conquista de la ciudad de Tebas, hasta el 30<br />

a.C., año en el que Egipto pasa a ser provincia romana,<br />

con la aparición de la anatomía humana, diferente a la<br />

doctrina humoral. Herófilo es reconocido como el primer<br />

anatomista, le dio el nombre al duodeno y reconoció<br />

la naturaleza de los nervios. Erasístrato descubrió<br />

que había nervios sensitivos y nervios motores. Habló<br />

de tres tipos de conductos: las arterias, venas y nervios.<br />

Creía que las arterias transportaban aire y que la<br />

sangre que fluía de algunas heridas se producía por<br />

un hecho patológico en el que la sangre penetraba en<br />

las arterias y desplazaba el aire. Estos trabajos fueron<br />

criticados duramente por Galeno, médico romano. Se<br />

cree que en Alejandría se inició la separación entre la<br />

medicina y la cirugía.<br />

<strong>De</strong>spués de la conquista de Grecia por el imperio<br />

romano (200 a.C.), los médicos griegos hechos<br />

esclavos, asumieron y propagaron la práctica médica<br />

por toda Roma presionados, posiblemente, por la peste<br />

que asolaba la ciudad (293 a.C).<br />

Cornelius Celsus (53 a.C. - 7 d.C), patricio romano,<br />

quien al parecer no era médico de profesión, llegó a<br />

ser un operador muy hábil. Uno de sus innumerables<br />

aportes es la descripción del cuadro clínico de la<br />

apendicitis. Celsus afirmaba que la inflamación tenía<br />

cuatro signos: tumor y rubor con calor y dolor, reconocidos<br />

hoy como signos cardinales.<br />

A Galeno, quien nació en Pérgamo en el año 129<br />

d. C y empezó su carrera a muy temprana edad siendo<br />

el cirujano de los gladiadores, se lo considera como el<br />

gran fisiólogo experimental, se le acredita el invento<br />

de la ligadura, sin la cual muchas de las cirugías hubieran<br />

sido imposibles. Creía que la sangre no circulaba,<br />

sino que estaba sometida a un vaivén. Las venas<br />

tenían sangre con substancias nutritivas, mientras que<br />

las arterias, contenían sangre con espíritu vital, sangre<br />

y aire. La teoría de Galeno de la circulación fue plenamente<br />

aceptada en los próximos 1400 años y su voluminoso<br />

trabajo llegó a ser la "biblia médica" que dominó<br />

el mundo occidental por los siguientes 1500 años, aun<br />

cuando sólo una tercera parte de ellos se salvó de la<br />

destrucción después de la caída del imperio romano.<br />

Los romanos estaban muy adelantados en el<br />

cuidado de sus soldados, desarrollaron una medicina<br />

militar organizada, con primeros auxilios en el campo<br />

de batalla y creando ambulancias de campaña. Poste-<br />

176 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

riormente edificaron hospitales militares conocidos<br />

como valetudinaria, con capacidad para más de 200<br />

enfermos o soldados heridos. Según Donahue una<br />

clase de ordenanzas, los nosocomi, y los esclavos<br />

hacían de enfermeros en las valetudinaria. Los parabolini,<br />

vocablo que significa: el que arriesga la vida al<br />

entrar en contacto con los enfermos, fueron una hermandad<br />

masculina romana, originada durante el siglo<br />

111, cuando la peste negra asoló toda la Italia mediterránea<br />

y cuando estaba en pleno auge en Alejandría,<br />

organizaron un hospital y recorrieron la ciudad atendiendo<br />

los enfermos. A pesar de que las mujeres romanas<br />

eran muy independientes y realizaban actividades<br />

fuera del hogar, se cree que el principal papel de mujerenfermera<br />

correspondía exclusivamente al cuidado de<br />

los niños y la atención de partos.<br />

Los hermanos Cosme y Damián, junto con otros<br />

médicos cristianos lograron algún reconocimiento. La<br />

mayoría provenían de Siria. Cosme y Damián eran<br />

gemelos, árabes educados en Siria, llamados "los sin<br />

dinero" fueron famosos además por no cobrar por los<br />

servicios médicos. Se conocen como los patronos de<br />

la profesión médica, los trasplantes y los farmacéuticos.<br />

Sin embargo, se considera que durante el Imperio<br />

Romano y el surgimiento del cristianismo, la medicina<br />

perdió progresivamente el esplendor de los griegos.<br />

Asumir que todo trabajo manual era degradante repercutió<br />

negativamente en la evolución de la medicina.<br />

En los albores del cristianismo y hacia el siglo IV<br />

d.C., el imperio romano se extendió por la mayor parte<br />

de Europa, Gran Bretaña, zonas deAsia Menor, y norte<br />

de África, el cual se prolongó cerca de cinco siglos<br />

después de la abolición de la República. El imperio<br />

romano gozaba de una importante organización<br />

política, legal y administrativa, amén de un gran poderío<br />

milítar. Lograron grandes avances en higiene y<br />

saneamiento ambiental. Sin embargo, sólo una minoría<br />

era dueña de extensos terrenos y gozaba de grandes<br />

riquezas, mientras la mayoría del pueblo se encontraba<br />

sumida en la más absoluta pobreza o eran esclavos.<br />

<strong>No</strong> existía clase media, por lo que la brecha entre ricos<br />

y pobres era muy profunda.<br />

Todo esto, unido a la corrupción al parecer llevó<br />

al debilitamiento progresivo del imperio romano; situación<br />

que, a pesar de que inicialmente estuvo prohibido<br />

por la ley, favoreció la extensión y consolidación del<br />

cristianismo, que se propagó por el mundo europeo,<br />

prevaleciendo por encima de las demás religiones y<br />

filosofías del mundo, puesto que reunió las costumbres,<br />

rituales, ideales e ideas más arraigadas en el corazón<br />

de la gente sencilla. Es así como a medida que la cultura<br />

clásica (helenístico-romana) entra en una fase de<br />

degradación y el imperio romano decae, la doctrina<br />

cristiana se va asentando en el corazón de un pueblo<br />

oprimido y miserable, generando nuevas expectativas<br />

de felicidad, santidad, justicia y amor. Los pobres,<br />

enfermos y desvalidos encuentran en la Iglesia, en los


seguidores de la doctrina de Cristo un oasis, un alivio<br />

a su sufrimiento. El cuidado de los enfermos y afligidos<br />

llegó a tener un significado espiritual, que permitía<br />

acumular méritos para ganar el cielo.<br />

La doctrina de Cristo y la fraternidad lograron la<br />

transformación de la sociedad y el desarrollo de la "enfermeria<br />

organizada", toda vez que la posición de la<br />

mujer se elevó con el cristianismo (primera era cristiana<br />

1-500 d.C.). El altruismo puro, predicado por los primeros<br />

cristianos comulgaba a la perfección con el pensamiento<br />

y motivación de la enfermera cuidadora, que<br />

se traducía en cuidado caritativo, amoroso y desinteresado.<br />

Es así como el cuidado de los enfermos y desvalidos<br />

surge como una obra de misericordia, las<br />

cuales abarcaban las necesidades básicas humanas:<br />

dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento,<br />

vestir al desnudo, visitar a los presos, albergar a los<br />

que carecen de hogar, cuidar a los enfermos y enterrar<br />

a los muertos.<br />

La regla de oro de la práctica de la nueva fe "no<br />

era ser cuidado, sino cuidar", por lo que el cuidado de<br />

los enfermos y afligidos se elevó a un plano superior,<br />

convirtiéndose en una vocación sagrada, en un deber<br />

declarado de todos los hombres y mujeres cristianos.<br />

Se cree que factores como una mejor posición social<br />

de la mujer romana, la igualdad de hombres y mujeres<br />

ante Dios -y por tanto en la tarea de Dios- yelllamado<br />

de Dios a realizar su labor con todos aquellos afligidos,<br />

favorecieron la incorporación de la mujer a la enfermería.<br />

Según Gómez-Heras la tabla de virtudes heredada<br />

de la ética aristotélica-estoica, es modificada en su<br />

esencia y amarrada en torno a la fe, la esperanza y la<br />

caridad. El mundo procede de la bondad y libertad de<br />

Dios y por ello se encuentra impregnado de sustancia<br />

moral. Posteriormente, ese cristianismo sencillo, fácil<br />

y poco ceremonial, fue evolucionando hacia una religión<br />

compleja, con sacramentos, rituales, jerarquías y<br />

dueño de gran poderío y riqueza.<br />

Las primeras órdenes de mujeres trabajadoras (grupos<br />

de enfermería) crecieron rápidamente y se convirtieron<br />

en expresión de los deseos filantrópicos y vocacionales,<br />

formando parte de ellas las diaconisas y las<br />

viudas y más tarde se incorporaron las vírgenes, las<br />

presbíteras, las canónigas y las monjas, aunque sólo<br />

las diaconisas y las monjas se dedicaban a la enfermería.<br />

La diaconisa primitiva podía estar casada, ser viuda<br />

o virgen. Febe (60 d.C) es reconocida como la primera<br />

diaconisa y la primera enfermera visitadora siendo la<br />

única diaconisa a quien menciona San Pablo en el Nuevo<br />

Testamento. Las diaconisas trabajaban sobre una<br />

base de igualdad con el diácono, tenían múltiples funciones<br />

entre ellas colaborar en el sacramento del<br />

bautimo, cuidar y visitar a los enfermos, llevarles comida,<br />

dinero, vestido, atención física y espiritual, entre otras.<br />

Una de las matronas romanas más conocida es<br />

Fabiola, divorciada la primera vez y viuda en la segun-<br />

da oportunidad, se convirtió al cristianismo renunciando<br />

a los placeres terrenales, reconoció sus errores y se<br />

unió a los penitentes. Con su inmensa fortuna fundó,<br />

en su propio palacio, el primer hospital gratuito de<br />

Roma, el cual fue descrito por San Jerónimo como<br />

nosocomium, o lugar donde se cuidaba enfermos,<br />

diferenciando entre enfermos y pobres (Figura 6). Se<br />

le ha considerado la matrona de la enfermería primitiva;<br />

aunque también se conocen Paula y Marcela, mujeres<br />

de gran inteligencia, dedicadas al estudio de las<br />

Escrituras. Para asumir el papel de la enfermera era<br />

necesario poseer una profunda motivación religiosa,<br />

con una alta dosis de autosacrificio, obediencia, humildad<br />

y desprendimiento de las cosas materiales.<br />

Figura 6. Fabiola. Tomado de Historia de la Enfermería.<br />

Donahue 1985.<br />

El término "Edad Media" lo utilizan los historiadores<br />

para referirse al periodo que va desde mediados<br />

del siglo V (caída de Roma) hasta mediados del siglo<br />

XV (caída de Constantinopla). Un intervalo de mil años<br />

que siguió al colapso del imperio romano y que también<br />

se conoce como el periodo medieval de la historia,<br />

división entre los tiempos antiguo y moderno. Según<br />

Edward Gibbon en The <strong>De</strong>cline and Fa" ofthe Roman<br />

Empire citado por Charles van Doren las causas para<br />

la caída del imperio Romano fueron el barbarismo y la<br />

religión. Con el barbarismo no se refería únicamente<br />

a la invasión bárbara como tal sino a las modificaciones<br />

que éstas fueron produciendo en la vida del romano.<br />

Por religión quería decir Cristianismo.<br />

En la alta edad media (500-1000 d. C.) conocida<br />

como la época oscura representa con claridad el<br />

deterioro y destrucción social del imperio. Es en esta<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 177


etapa cuando el cristianismo y la Iglesia poseen un<br />

poder indiscutible sobre la sociedad. La iglesia aparece<br />

como una estructura organizada, fuerte y el imperio<br />

se perpetuó a través de ésta; los obispos se vuelven<br />

líderes naturales de los pueblos. Cuando el emperador<br />

se traslada a Constantinopla el Papa se convierte en<br />

el más poderoso entre los poderosos de Occidente.<br />

La sociedad estaba conformada por tres clases bien<br />

definidas: el clero, secular y monástico, ocupaba la<br />

posición más elevada; los siervos y granjeros que<br />

ocupaban el estrato inferior y en el medio se encontraban<br />

los señores, los aristócratas y los guerreros. La<br />

mujer, que se encontraba en una posición de<br />

subordinación, alcanzaba cierta dignidad ingresando<br />

a alguna de las órdenes religiosas existentes.<br />

Este primer periodo de la edad media, y posiblemente<br />

como consecuencia de las clases sociales y<br />

culturales, dio cabida a grandes movimientos: el feudalismo,<br />

el monasticismo y el islamismo. El feudalismo,<br />

especie de gobierno patriarcal, proporcionaba a los<br />

hombres hogar para su familia, alimento y protección<br />

física, pero a cambio exigía lealtad, existía una gran<br />

discriminación social entre el señor y el siervo,<br />

desembocando la mayoría de las veces en abuso y<br />

descontento entre el pueblo. En la mujer, obligada a<br />

casarse muy joven y generalmente contra su voluntad,<br />

recaía todo el trabajo relacionado con la administración<br />

del feudo; tenía, además a cargo el cuidado de los<br />

enfermos, desarrollaba actividades propias de los<br />

médicos -el número de médicos era mínimo- y de<br />

enfermería, prestaba primeros auxilios gracias a que<br />

tenía un gran conocimiento de remedios caseros.<br />

Según Walsh citado por Donahue, existía un precepto<br />

al respecto: "si uno de tus sirvientes cae enfermo, tu<br />

misma dejarás de lado todos los quehaceres y con<br />

gran amor y caridad lo cuidarás".<br />

Los monasterios, que eran pobres, débiles y<br />

desorganizados alcanzaron su esplendor en esta<br />

época. Se atribuye su organización a San Benito de<br />

Nursia, quien en el siglo VI fundó la orden de los<br />

Benedictinos. Los monjes además de ser copiadores<br />

oficiales de los manuscritos también fueron cronistas<br />

de la historia de su tiempo. Allí confluían la caridad, el<br />

ascetismo, la santidad y la sabiduría -a través de la<br />

literatura, artes, ciencia y bibliotecas-. Esta vida monástica<br />

la describe bellamente Humberto Eco en su muy<br />

famosa obra El nombre de la rosa. Estos monasterios<br />

que inicialmente eran asilo y refugio para pobres se<br />

fueron convirtiendo en hospitales monásticos y la labor<br />

de enfermería administrada por hermandades<br />

monásticas o sociedades religiosas. Se cree que eran<br />

las diaconisas o monjas las que atendían a las mujeres<br />

y los monjes a los hombres.<br />

Al pretender Albucasis elevar el estándar de la<br />

cirugía deploraba el hecho de que "la cirugía ha pasado<br />

de manos vulgares y mentes incultas a caer en el<br />

desprecio". Los árabes construyeron grandes hospita-<br />

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les y utilizaron métodos nuevos para el manejo de los<br />

enfermos, el sistema organizacional incluía médicos<br />

jefes, quienes eran los encargados de enseñar a los<br />

estudiantes, enfermeras y enfermeros. La estructura<br />

física incluía, salas de convalecencia, cuartos de lectura,<br />

asilo para huérfanos, capilla, cocinas, biblioteca<br />

y consulta externa.<br />

Los hospitales medievales más antiguos y reconocidos,<br />

y que existen todavía, son según el orden de<br />

fundación el Hótel Dieu de Lyon (542 d.C.); Hotel Dieu<br />

de París (650 d.C.) y el Hospital del Santo Spirito de<br />

Roma (717 d.C.). El Hotel Dieu de París fue construido<br />

como casa de caridad, pequeño, pero se convirtió en<br />

un gran centro de atención a todos los que sufrían.<br />

Era atendido por la orden de las Hermanas Agustinas,<br />

considerada la más antigua de las órdenes de las<br />

hermanas-enfermeras, aunque también incluían hombres,<br />

dependía del clero y para todos los efectos éstas<br />

eran reconocidas como monjas de clausura. La documentación<br />

que conserva este hospital ha permitido<br />

entender la organización interna del mismo y el papel<br />

que tuvo el servicio de enfermería en el enfrentamiento<br />

entre la administración, laica, del hospital y el clero<br />

por el control del personal de enfermería.<br />

En lo que se considera la Baja Edad Media (1000-<br />

1500 d.C.), se creó un gran movimiento tendiente a la<br />

comercialización y secularización de la atención de los<br />

enfermos, finalizó la época oscura, hubo movilización<br />

de poblaciones y asentamiento de tribus bárbaras que<br />

se cristianizaron y civilizaron posteriormente, pero que<br />

en este proceso dejaron huella en la tierra que los acogió.<br />

Se hicieron avances médicos, en las artes, especialmente<br />

la escritura, con la invención de la imprenta<br />

por Gutenberg (la Biblia de Gutenberg (1594) fue el<br />

primer libro completo que se imprimió de esta forma)<br />

y la arquitectura con el desarrollo de ciudades amuralladas,<br />

con castillos, fosos, portones, puentes levadizos,<br />

pero sin provisión de agua pura y alimentos, que al<br />

parecer, favorecieron las enfermedades contagiosas,<br />

delincuencia, violencia, hambre y muerte; aunque también<br />

la necesidad de enfermeras que atendieran a domicilio.<br />

Mujeres y hombres de los estratos sociales<br />

elevados e intelectuales se siguieron interesando por<br />

la enfermería. La partera y el ama de cría y no el médico<br />

eran las encargadas de atender a la mujer embarazada,<br />

el alumbramiento y el recién nacido; sólo en<br />

casos especiales se requería la participación del<br />

barbero/cirujano.<br />

Hildegard de Bingen, conocida como "la profetisa<br />

del Rhin" fue una destacada autoridad en medicina durante<br />

esa época (siglo XII). Abadesa del convento<br />

benedictino de clausura de Disibodenberg fue mística,<br />

poeta, profetisa y médico (Figura 7). Sus conocimientos<br />

abarcaban la ciencia médica, la enfermería, las ciencias<br />

naturales, la botánica de plantas medicinales y la<br />

filosofía espiritual y religiosa. Aunque combinaba las artes<br />

de ambas disciplinas -la medicina y la enfermería-


Figura 7. Hildegard de Bingen (1098-1179)<br />

en su trabajo, fue más ilustre como médico que como<br />

enfermera. Escribió dos volúmenes de medicina: el Liber<br />

Simplícis Medicínae y el Liber Compositae Medicinae.<br />

Otra obra importante fue el Liber Operum Simplícis<br />

Hominis que trataba temas de anatomía y filosofía.<br />

También predijo la autoinfección y reconoció que el<br />

cerebro era el regulador de todos los procesos vitales,<br />

todo esto le dio una supremacía natural, por lo que en<br />

algún momento se llegó a creer que estos conocimientos<br />

eran el resultado de su posesión por un<br />

espíritu maligno.<br />

La clase media -mercaderes, banqueros, tenderos,<br />

artesanos- se fue fortaleciendo económicamente<br />

y adquiriendo un nivel cultural y universitario alto, independencia<br />

y sofisticación, pero también un sentimiento<br />

de inconformidad y desacuerdo con una Iglesia más<br />

interesada en los bienes materiales más que espirituales,<br />

en la riqueza, poder, laxitud y avaricia. Santo<br />

Tomás deAquino (12<strong>25</strong>-1274), con su Summa Teológica,<br />

motivó, en parte, el fervor religioso, el cual quedó<br />

reflejado en las reformas que se dieron en el seno de<br />

la Iglesia católica, los monasterios, el sacerdocio, pero<br />

que dieron lugar también a las tristemente famosas<br />

Cruzadas contra los infieles, las peregrinaciones a<br />

Tierra Santa y que de alguna manera influenciaron la<br />

enfermería al adoptar el ideal militar y de orden -rango,<br />

deferencia hacia los superiores y el voto incuestionable<br />

de obediencia- teniendo como consecuencia la formación<br />

de órdenes militares de enfermería, órdenes<br />

mendicantes, Los terciarios y las órdenes seglares de<br />

enfermería, entre otras.<br />

Los Caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén,<br />

fue una orden muy adinerada por lo que pudo<br />

equipar los hospitales mejor que otras órdenes. Se<br />

distinguieron por su labor en el campo de la enfermería<br />

hasta la expulsión de los cristianos de Palestina. Los<br />

Caballeros Teutónicos, adquirieron gran poder en<br />

Alemania y les cedieron la administración de muchos<br />

de sus hospitales. Para los miembros de los Caballeros<br />

de San Lázaro, quienes además de ser guerreros<br />

habían padecido el azote de la lepra (sífilis yenfermedades<br />

crónicas de la piel), ésta se convirtió en su<br />

objetivo puesto que los leprosos habían sido excluidos<br />

de la sociedad en instituciones conocidas como lazarettos<br />

o leprosarios (en Colombia fueron famosos hasta<br />

hace poco tiempo, Agua de Dios y Contratación). Son<br />

muchos factores los que hicieron perder el interés de<br />

estas órdenes por la enfermería, pero parece que uno<br />

muy importante fue la desaparición de las Cruzadas.<br />

Una de estas organizaciones, que se ha mantenido<br />

hasta nuestros días, es la orden de las Hermanas de<br />

la Caridad fundada por San Vicente de Paul en Francia<br />

donde la miseria y la enfermedad producto de las<br />

guerras habían creado el caos. La importancia de esta<br />

comunidad radica en el trabajo en las provincias, en la<br />

atención en casa brindando no sólo cuidado de<br />

enfermería sino apoyo espiritual. Se reclutó a jóvenes<br />

solteras, a las que se exigía inteligencia, refinamiento<br />

y un interés sincero por los enfermos pobres. San Vicente<br />

mismo se encargaba de la preparación espiritual<br />

de las jóvenes enfermeras a través de charlas semanales.<br />

En 1809 las hermanas de la Caridad llegaron a<br />

América, donde además del trabajo comunitario se<br />

dedicaron al cuidado de los niños abandonados.<br />

El propósito de las órdenes mendicantes estaba<br />

orientado a promulgar la religión y la enfermería a la<br />

gente con enfermedades graves, se consagraron a vivir<br />

en la pobreza y de la caridad de la sociedad como lo<br />

hizo San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís -<br />

dando origen a la Orden de los Franciscanos o la Orden<br />

de los Frailes Menores, autorizados por el Papa Inocencia<br />

111,y a la segunda orden de San Francisco más<br />

conocida como la Orden de las Claras Pobres o Clarisas,<br />

con Clara como abadesa, se dedicaron especialmente<br />

al cuidado de los leprosos, caracterizados<br />

por el ascetismo, el desprendimiento de las riquezas y<br />

de lo superficial. Las órdenes seglares de enfermería,<br />

quienes no hacían vida religiosa y gozaban de gran<br />

popularidad y aceptación dentro de la comunidad,<br />

tenían una organización muy simple: formaban grupos<br />

de dos a cuatro miembros, vivían alrededor de iglesias<br />

y hospitales desde donde cuidaban a los enfermos.<br />

Aunque su objetivo era la comunidad en algunos casos<br />

atendían a nivel hospitalario.<br />

A pesar de que había médicos bien instruidos, la<br />

mayoría de la población era atendida por boticarios, alquimistas<br />

y médicos que además de consultar los libros<br />

de medicina consultaban también el horóscopo. La combinación<br />

de la astrología y la alquimia permitía administrar<br />

los remedios y practicar la sangría de común acuerdo<br />

con lo que dictaminaban los astros puesto que se creía<br />

que los humores estaban controlados por los planetas.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 179


El uso del cuerno de unicornio, la inhalación de narcóticos<br />

para la anestesia; el uso de especias como fármacos<br />

y de sanguijuelas para las sangrías y el examen de<br />

la orina fueron prácticas comunes en esa época. En los<br />

siglos anteriores al renacimiento hubo muy pocos avan·<br />

ces en la cirugía; muchos de los registros fueron destruidos<br />

poco a poco por las hordas bárbaras que<br />

azotaban en forma inclemente a Europa. Y es durante<br />

el siglo XIV cuando aparece la Muerte Negra, enfermedad<br />

terrible que asoló el continente Europeo después<br />

de haber arra-sado Asia y África. Este brote de peste<br />

bubónica se considera una de las crisis más devastadoras<br />

de la humanidad puesto que destruyó una cuarta<br />

parte de la población de la tierra.<br />

Se cree que las reformas que se presentaron posteriormente<br />

fueron el resultado de un sinnúmero de<br />

factores incubados especialmente al final de la baja<br />

edad media. Podría decirse, por consiguiente que se<br />

originaron en el deterioro del sistema feudal, en el enriquecimiento<br />

y abuso de la Iglesia, el desarrollo de ciudades<br />

y de la clase media, en la simultaneidad del lujo<br />

extremo y la miseria absoluta, el conocimiento y la ignorancia,<br />

y las necesidades cambiantes de esa sociedad<br />

con brechas socioeconómicas y culturales muy importantes<br />

y en su momento insalvables. Estos movimientos<br />

-que marcaron de alguna manera la atención y<br />

curación del enfermo, la administración de hospitales<br />

y la posición de Enfermería- fueron el Renacimiento,<br />

la Reforma Protestante, el nacionalismo, el descubrimiento<br />

y conquista del nuevo mundo (el mundo de<br />

Colón) y el consiguiente comercio transoceánico, la<br />

divulgación del conocimiento mediante la palabra impresa<br />

que aceleró principalmente la revolución intelectual,<br />

cultural, política y religiosa.<br />

La revolución religiosa se produjo por la conjunción<br />

de situaciones críticas como una corriente (popular)<br />

que protestaba contra una Iglesia dominante y opresiva;<br />

otra (la intelectual) que abominaba la doctrina y<br />

el fanatismo religioso; una tercera (la clase traba-jadora)<br />

resentida contra el servilismo y la opresión,<br />

mientras que los religiosos propugnaban por el retorno<br />

a una fe sencilla. Pero, se cree que uno de los factores<br />

más importantes que produjo la escisión de la Iglesia<br />

y la división del cristianismo causado por el enfrentamiento<br />

entre sí de las sectas cristianas fue el movimiento<br />

intelectual conocido como el Renacimiento. Se<br />

hizo evidente el conocimiento del nuevo y viejo mundo,<br />

del Próximo y Extremo Oriente, de las nuevas leyes<br />

de Newton, del saber de la época grecorromana (retorno<br />

a las culturas de la Roma y Grecia clásicas). Se<br />

inició el método científico de investigación (<strong>De</strong>scartes).<br />

La secularización se consolidó como el espíritu moderno,<br />

surgieron nuevas instituciones y se modificaron las<br />

antiguas, impactando especialmente las relacionadas<br />

con el cuidado de los enfermos.<br />

Los movimientos sociales que caracterizaron a<br />

Europa durante varios siglos se replicaron en América.<br />

180<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Diferentes grupos europeos, católicos y protestantes,<br />

emigraron al nuevo continente llevando sus costumbres<br />

y el cuidado de los enfermos a un territorio donde<br />

los nativos tenían una forma particular de cuidar a sus<br />

enfermos a través de los "curanderos" quienes usaban<br />

una medicina popular y mágica y de las mujeres que<br />

utilizaban hierbas y ejercían la función de enfermeras.<br />

El establecimiento de las colonias en el Nuevo Mundo<br />

estuvo marcado por un fuerte lazo entre éstas y los<br />

países madre (España, Francia, Portugal e Inglaterra).<br />

Los manejos de los problemas del cuidado médico y<br />

de enfermería estuvieron marcados por las costumbres<br />

del país de origen de los colonizadores. Es así como<br />

los españoles, cuya Iglesia no se vio debilitada por el<br />

protestantismo, trajo sus órdenes religiosas que se<br />

encargaron no sólo del cuidado de los enfermos sino<br />

que incluyó la salvación de las almas, por lo que se<br />

dieron a la tarea de convertir los paganos al cristianismo.<br />

Con el tiempo, en las colonias de origen protestante,<br />

la enfermería la ejercieron personas contratadas<br />

a sueldos bajos o los internos de las correccionales.<br />

El crecimiento de los hospitales en la América colonial<br />

fue lento, eran más bien casas de caridad con enfermerías<br />

incorporadas, en las que los pacientes pobres eran<br />

atendidos por los otros internos. En Colombia los Hijos<br />

de San Juan de Dios en encargaban de los enfermos<br />

hospitalizados, mientras que las hermanas de la Caridad<br />

Dominicanas atendían a los enfermos en sus casas.<br />

El espíritu dominante del Renacimiento fue la preocupación<br />

por las cosas del mundo sin hacer referencia<br />

a Dios. Comienza en Italia alrededor del año 1400 y se<br />

expande hacia el oeste de Europa durante el siglo siguiente.<br />

Leonardo da Vinci, Miguel Angel, Rafael y<br />

Ticiano, entre otros, fueron estudiantes de la escuela<br />

de arte florentino. <strong>De</strong> las escuelas pictóricas del norte<br />

surgieron Rubens, Antonio van Dyck y Rembrandt, todos<br />

ellos interesados en la disección humana, especialmente<br />

Rembrandt con su clásico Lección de anatomía.<br />

Para Nietzsche, quien hace una bellísima definición<br />

del Renacimiento en su libro Humano, demasiado<br />

humano, "el Renacimiento italiano escondía en su seno<br />

todas las fuerzas positivas a las que debemos la cultura<br />

moderna: la emancipación del pensamiento, el<br />

menosprecio de la autoridad, el triunfo de la formación<br />

cultural sobre el orgullo del abolengo, el entusiasmo<br />

por la ciencia y por el pasado científico de la humanidad,<br />

la liberación del individuo, la pasión de la veracidad,<br />

la aversión hacia la mera apariencia y hacia la<br />

búsqueda del efecto (pasión que estalló en una multitud<br />

de caracteres artísticos que se exigieron a sí mismos,<br />

con una extraordinaria pureza moral, hacer obras perfectas<br />

y nada más que perfectas). Más aún el Renacimiento<br />

tenía fuerzas positivas que, hasta ahora no han<br />

vuelto a tener el mismo poder en nuestra civilización<br />

moderna. Fue la edad de oro de este milenio, a pesar<br />

de todas sus manchas y todos sus vicios. En contraste<br />

con todo esto, la Reforma alemana fue una enérgica


protesta de espíritus atrasados, que todavía no se<br />

habían hartado de la visión medieval del mundo, y que<br />

sentían un hondo despecho en lugar de la lógica<br />

alegría, al ver los signos de descomposición que<br />

presentaba la vida religiosa, con su extraordinario<br />

aplanamiento y su creciente enajenación".<br />

Citando nuevamente a Nietzsche, "la gran tarea<br />

del Renacimiento no pudo culminar, al haber sido<br />

impedida por la protesta del genio alemán que se había<br />

quedado atrasado. Hízo falta el azar de una constelación<br />

política extraordinaría para que Lutero lograra<br />

mantenerse y pudiera tomar fuerza esa protesta: el<br />

emperador lo protegió para servirse de su innovación<br />

como medio de presión contra el papa, y el papa lo<br />

favoreció también en secreto para utilizar a los príncipes<br />

protestantes del Imperio como contrapeso al<br />

emperador. Sin esta singular connivencia, Lutero<br />

hubiera sido quemado como Huss".<br />

Al fracasar los esfuerzos por conciliar el catolicismo<br />

con el protestantismo, Europa se deslizó hacia una<br />

serie de contiendas civiles donde imperó el odio y el<br />

individualismo. Mucha gente había comenzado a<br />

migrar hacia el nuevo mundo en busca de riqueza,<br />

pero sobre todo de libertad religiosa. A pesar de que<br />

la Reforma no afectó directamente a los hospitales en<br />

los países católicos y algunos sobrevivieron en los<br />

países protestantes, la mayoría de los hospitales dirigidos<br />

por órdenes religiosas fueron cerrados o entregados<br />

a los protestantes y los monjes y monjas<br />

expulsados de los hospitales produciendo un déficit<br />

de gente e instituciones donde se atendiese a los<br />

enfermos. Los hospitales que quedaron se convirtieron<br />

en lugares de horror, sin personal cualificado que<br />

pudiera reemplazar a las órdenes religiosas de enfermería.<br />

Enrique VIII, en Inglaterra, suprimió las órdenes<br />

religiosas de enfermería y confiscó las propiedades<br />

de cerca de 600 fundaciones caritativas.<br />

Para cubrir la necesidad urgente de enfermeras<br />

se reclutó a mujeres de todos los orígenes, se negociaron<br />

penas de cárcel a cambio de realizar la tarea de<br />

cuidar enfermos. Todo esto, más la ambivalencia del<br />

protestante hacia sus enfermos y pobres produjo resultados<br />

funestos para la Enfermería, arrastrándola a<br />

sobrevivir en medio de las peores vejaciones y condiciones<br />

jamás enfrentadas .. ,."En general, los asistentes o<br />

enfermeros laicos eran ignorantes, rudos y desconsiderados,<br />

por no decir inmorales y alcohólicos. Cuando<br />

una mujer ya no podía ganarse la vida con el juego o el<br />

vicio, le quedaba la alternativa de convertirse en<br />

enfermera. Las enfermeras eran reclutadas entre<br />

antiguas pacientes, presas y de los estratos más bajos<br />

de la sociedad ... Este estado deplorable de las enfermeras<br />

y de la enfermería se prolongó durante todo este<br />

período. La enfermería apenas estaba organizada y;<br />

por supuesto, carecía de posición social. Nadie se dedicaba<br />

a la enfermería si tenía la posibilidad de ganarse<br />

la vida de cualquier otra forma. Como enfermeras,<br />

incluso las hermanas de las órdenes religiosas llegaron<br />

a estancarse por completo a nivel profesional como<br />

consecuencia de una ininterrumpida secuencia de<br />

restricciones desde mitades del siglo XV/". A esta etapa<br />

se ha denominado la Etapa o Periodo Oscuro de la<br />

Enfermería (1550-1860). Los tiempos o épocas son<br />

llamadas oscuras o bien, porque son largamente desconocidas<br />

por nosotros, en tal caso pensamos de ellas<br />

como oscuras o bien porque sufrieron problemas,<br />

miseria y penalidades con una perspectiva de vida<br />

sombría durante prolongados periodos de tiempo.<br />

<strong>De</strong>vane citado por Donahue resume así al hombre<br />

del Renacimiento: "Durante el siglo XVI los hombres<br />

renunciaron a la Iglesia pero siguieron aferrados a su<br />

creencia en Cristo. En el siglo XVII los intelectuales<br />

rechazaron la divinidad de Cristo pero mantuvieron la<br />

creencia en la deidad ... En el siglo XVIII, la Era de la<br />

Ilustración, los "filósofos" negaron abiertamente al propio<br />

Dios y los sustituyeron por la Razón. En el siglo<br />

XIX la indiferencia religiosa, el materialismo, la incredulidad<br />

generalizada y el ateísmo se extendieron entre<br />

las masas".<br />

Mientras la Enfermería atravesaba por ese periodo<br />

oscuro, en gran parte debido a Enrique VIII, es igualmente<br />

gracias a la autorización que les concede el<br />

mismo Enrique VIII que los cirujanos barberos logran<br />

fundar en Inglaterra el Colegio Real de Cirujanos, el<br />

campo de las ciencias biológicas llegó a convertirse<br />

en elemento básico de la ciencia médica, destacándose<br />

la labor de Ambrosio Paré (1509-1590) como el<br />

creador de la cirugía moderna, a quien se le debe la<br />

técnica de la hemostasia por ligadura, en reemplazo<br />

del cauterio con hierro candente o con aceite hirviente;<br />

de Andrés Vesalio (1514-1564), fundador de la anatomía<br />

moderna, de William Harvey (1578-1657) quien<br />

describió la circulación de la sangre y el papel del<br />

corazón como bomba central, y resumió las pruebas<br />

de esta teoría en su Disertación anatómica sobre el<br />

movimiento del corazón.<br />

A pesar de que René <strong>De</strong>scartes en su Discurso<br />

del Método, finalmente reconoce el mérito de Harvey<br />

al haber abierto la brecha en ese punto y de ser el<br />

primero en "enseñar que hay en las extremidades de<br />

las arterias varios pequeños corredores por donde la<br />

sangre que llega al corazón pasa a las ramillas extremas<br />

de las venas y de aquí vuelve luego al corazón,<br />

de suerte que el curso de la sangre es una circulación<br />

perpetua", le tomó 20 años luchar contra la amplia y<br />

largamente aceptada teoría humoral de Galeno (1400<br />

años), punto de vista que le costó a Harvey severas<br />

críticas de parte de Bacon y del mismo <strong>De</strong>scartes.<br />

Pese al aporte de estas brillantes figuras a la ciencia,<br />

esa época fue una de las más turbulentas en la<br />

historia. Fue el siglo de los padres peregrinos, la guerra<br />

civil en Inglaterra, del protectorado de Cromwell, la gran<br />

plaga, el gran fuego, la restauración de la monarquía<br />

y más dramáticamente la ejecución del rey Carlos 1.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 181


La Revolución Francesa (siglo XVIII) además de<br />

todas las consecuencias reconocidas, movió el centro<br />

de la excelencia médica de París a Londres donde<br />

John Hunter (1728-1793), uno de los cirujanos más<br />

reconocidos, contribuyó en forma importante a la cirugía<br />

a través de trabajos sobre tromboflebitis y embolia<br />

pulmonar. Los trabajos de otro cirujano francés (Pierre<br />

Dionis) sobre este campo fueron quemados durante<br />

la Revolución Francesa como símbolo de la decadencia<br />

de la aristocracia.<br />

El siglo XIX trae consigo un sinnúmero de aportes<br />

importantes a la ciencia, se desarrolla la medicina experimental<br />

y científica en Francia, Alemania, Suiza,<br />

Inglaterra. Teodoro Billroth, cirujano alemán, incorporó<br />

conocimientos de patología al estudio de la cirugía,<br />

mientras en Francia, surgía el conocimiento de la<br />

microbiología y en Inglaterra se introducía la antisepsia.<br />

Sin embargo, en palabras de Patiño "el verdadero<br />

fundador de la cirugía moderna, tal como se ha<br />

practicado en el siglo XX, fue William S. Halsted, de<br />

Johns Hopkins, quien a finales del siglo XIX sentó las<br />

bases de la cirugía como arte de refinada ejecución y<br />

como ciencia de gran exactitud, incorporando los<br />

conceptos de patología, microbiología y asepsia de<br />

los europeos como fundamento de la cirugía ...".<br />

... "Halsted edificó una teoría quirúrgica y creó un<br />

verdadero paradigma, la escuela halstediana, que reinó<br />

en forma indiscutida a lo largo del siglo XX".<br />

A todas luces se reconoce que la profundización<br />

de los males sociales iniciada en el siglo XVIII, y que<br />

obviamente comprometió la enfermería por ser el<br />

reflejo de lo que pasaba a la mujer en la sociedad,<br />

llevó a que con urgencia y, motivada por un interés<br />

público se replanteara la situación de enfermería, se<br />

iniciara un movimiento liderado por los médicos, el clero<br />

y los ciudadanos filántropos quienes abogaron por el<br />

establecimiento de verdaderos sistemas de enfermería<br />

bien fuera bajo el auspicio religioso o a través de un<br />

esquema seglar con enfermeras remuneradas. Es así<br />

como una sociedad preocupada por la absoluta decadencia<br />

de una enfermería -el arte de cuidar- cada vez<br />

más desprestigiada, mientras que la medicina -el arte<br />

de curar- que avanzaba en forma esplendorosa, no<br />

encontraba eco en la enfermería, produce una serie<br />

de cambios significativos que llevarían a la reforma<br />

estable de la enfermería. Es a partir de esta situación<br />

que la enfermería renace, que se introduce el conocimiento,<br />

la ciencia, al arte de cuidar.<br />

En este renacer jugó un papel bien importante el<br />

Instituto de Diaconisas de Kaiserswerth, Alemania,<br />

creado en 1836 por el pastor protestante Theodor Fliedner,<br />

dio lugar a la reactivación de las órdenes de diaconisas<br />

de la época de Cristo, de suerte que al Instituto<br />

Kaiserswerth, de origen protestante, se le reconoce<br />

como el creador de la primera orden moderna de diaconisas<br />

que influyó en la enfermería actual a través de<br />

Florence Nightingale quien permaneció allí por un<br />

182 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

breve periodo de tiempo, pero al que se refería como<br />

su "casa espiritual". La formación de las diaconisas<br />

estaba orientado a la preparación tanto para la enseñanza<br />

como para el cuidado de los enfermos, por lo<br />

que se incluía una rotación por los servicios clínicos,<br />

hospitalarios, enfermería domiciliaria, conocimientos<br />

de ética y doctrina religiosa y nivel suficiente de<br />

farmacia para superar los exámenes estatales para<br />

farmacéuticos. Según Donahue este estudio duraba<br />

tres años. Se hacía énfasis en que las enfermeras<br />

debían cumplir exactamente las órdenes del médico y<br />

que éste era el único responsable del resultado.<br />

Pero sin lugar a dudas es a Florence Nightingale a<br />

quien se la reconoce como la verdadera fundadora de<br />

la enfermería moderna, la más grande enfermera de<br />

guerra de la historia, la que introdujo las ciencias de la<br />

salud en los hospitales militares, reduciendo la tasa de<br />

mortalidad del ejército británico de 42% a 2%; protestó<br />

contra el sistema de pasillos de los hospitales y luchó<br />

por la creación de pabellones; puso de manifiesto la<br />

relación entre la ciencia sanitaria y las instituciones<br />

médicas: escribió un texto de crucial importancia sobre<br />

la enfermería moderna; creó la Army Medical School<br />

en Fort Pítt, Chatham, y fundó la primera escuela de<br />

formación de enfermeras (St. Thomas's Hospital, en<br />

1860). En palabras de Stewart, "Florence fue un genio<br />

extraordinariamente versátil que se destacó en muchos<br />

papeles y los representó todos con distinción".<br />

y es que Miss Nightingale tenía todas las herramientas<br />

para hacer renacer, para recuperar de las tinieblas<br />

a la enfermería. Nació en Florencia, Italia, el 12<br />

de mayo de 1820, en uno de los viajes de sus padres<br />

al continente. Escribe Donahue: "Florence se crió en<br />

Inglaterra con su hermana mayor y recibió una esmerada<br />

educación. A la edad de 17 años ya domi-naba<br />

varios idiomas antiguos y modernos, tenía una gran<br />

formación en literatura, filosofía, religión, historia, economía<br />

política y ciencias, y era maestra en matemáticas<br />

superiores. Es de suponer que tenía una educacíón<br />

más sólida que la mayoría de los hombres de su época.<br />

<strong>De</strong>sde muy temprana edad expresó su deseo de dedicarse<br />

a la enfermería; sus padres se opusieron debido<br />

a las condiciones hospitalarias del momento." Le costó<br />

16 años vencer los obstáculos familiares para dedicarse<br />

a la enfermería; mientras tanto ocurrieron eventos<br />

de gran trascendencia en su empeño por convertirse<br />

en enfermera. En Roma, 1874, conoce a Sir Sydney<br />

Herbert, con quien iría posteriormente a Crimea y formaría<br />

con él la "pequeña oficina de guerra". La guerra<br />

de Crimea le brindó a Miss Nightingale una oportunidad<br />

inesperada -las tropas británicas y francesas invaden<br />

Crimea en apoyo de Turquía en su contienda con<br />

Rusia-, ya que el público reacciona con sorpresa e<br />

indignación al saber que no están preparados para el<br />

cuidado adecuado de los heridos, no sólo faltan los<br />

cirujanos, los asistentes y enfermeros, también faltan<br />

vendas, instrumentos, etc ... los franceses no sólo


tienen más cirujanos, vendas, instrumentos, equipos,<br />

sino que también cuentan con la ayuda, en número<br />

increíble, de las Hermanas de la Caridad, mujeres<br />

devotas y excelentes enfermeras ...<br />

Como consecuencia de la presión del país Sir<br />

Herbert, secretario de guerra, decidió desafiar la<br />

tradición y por primera vez en la historia británica,<br />

enviar un contingente de mujeres enfermeras a los<br />

hospitales militares liderado por la única persona que<br />

él creía capaz de poner orden en aquel caos; y es así<br />

como Florence Nightingale fue nombrada superintendente<br />

del Female Nursing Establishment of the English<br />

General Hospitals de Turquía. Allí Miss Nightingale<br />

demostró sus dotes como administradora,<br />

transformó un lugar de horror en un refugio donde los<br />

pacientes podían recuperarse realmente. Podía verse,<br />

muy tarde en la noche, hacer sus rondas con la famosa<br />

lámpara, en solitario, y observar el estado de los<br />

pacientes más enfermos. <strong>De</strong> este hospital base pasa<br />

a Crimea donde contrajo la "fiebre de Crimea" que la<br />

llevó al borde de la muerte y la dejó semi inválida para<br />

el resto de su vida. Gracias a Florence, de esta guerra<br />

surgieron la enfermera y el soldado como símbolos de<br />

coraje, lealtad, orgullo y perseverancia. Nunca más la<br />

imagen de la enfermera sería motivo de vergüenza ...<br />

había sellado la profesión de enfermería con su propia<br />

imagen, había traído la revolución.<br />

En 1860 Florence Nightingale desarrolló el primer<br />

programa de formación para enfermería: La Nightingale<br />

training School for Nurses, institución educativa<br />

independiente. El objetivo de esta escuela era preparar<br />

enfermeras de hospitales, enfermeras de distrito para<br />

los enfermos pobres y enfermeras capacitadas para<br />

formar a otras. Las graduadas de este programa estaban<br />

destinadas a convertirse en líderes de la enfermería<br />

a escala internacional. Con mucha frecuencia era<br />

consultada para la planificación de nuevos hospitales<br />

no sólo en Inglaterra y Australia, sino Estados Unidos<br />

y Canadá. Se dice que los planos del Johns Hopkins<br />

Hospital de Baltimore fueron llevados hasta Inglaterra<br />

para que los sometiera a estudio. La influencia que<br />

tuvo esta escuela en muchos otros países se puede<br />

confirmar a través de la creación en ese periodo de<br />

tiempo (1860-1910) de cerca de 30 escuelas de enfermería,<br />

alrededor del mundo, con el modelo establecido<br />

por Florence Nightingale.<br />

Sirvió de modelo para otras escuelas y elevó la<br />

enfermería de la degradación y la deshonra al rango<br />

de profesión respetable para las mujeres, supuso la<br />

inauguración de un nuevo estilo de vida para la mujeres.<br />

Al respecto Robinson citado por Donahue dice:<br />

"La línea divisoria entre la vieja y la nueva enfermería<br />

es la demarcación entre la enfermería pre-Nightingale<br />

y la enfermería Nightingale. <strong>De</strong> la misma forrna que<br />

Hipócrates (460-370 a.C.) fue el padre de la medicina,<br />

Florence Nightingale (1820-1910) fue la fundadora de<br />

la enfermería; así, la medicina sistematizada es un arte<br />

antiguo, mientras que la enfermería organizada es un<br />

arte reciente. Miss Nightingale modeló una nueva<br />

profesión extraída de siglos de ignorancia y superstición.<br />

La grandeza y la bondad de Florence Nightingale<br />

se combinaron para emancipar a la mujer de la<br />

maldición de no poder encontrar su trabajo; Florence<br />

Nightingale dio a la mujer la bendita tarea de la enfermera<br />

formada para la humanidad" (Figura 8).<br />

//;>.<br />

¡ .<br />

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I<br />

" .1('_<br />

Figura 8. Florence Nightingale. Historia de la Enfermería.<br />

Donahue 1985<br />

--: _~M'.'.,<br />

El nacimiento de la Cruz Roja Internacional fue<br />

otro punto clave para la reforma de le enfermería. J.<br />

Henri Dunant, suizo, hizo un llamado a varios gobiernos<br />

europeos para crear un organismo internacional que<br />

brindara ayuda voluntaria de enfermería en los campos<br />

de batalla. <strong>No</strong> solamente logró esto, sino que se<br />

acordó honrar a las enfermeras de la Cruz Roja como<br />

no combatientes y respetar sus hospitales y demás<br />

instalaciones.<br />

<strong>De</strong> igual forma que la Guerra de Crimea, en el<br />

caso de Inglaterra, atrajo la atención sobre la desesperada<br />

situación de la enfermería, la Guerra de Secesión<br />

en los Estados Unidos planteó a los organismos<br />

gubernamentales la necesidad de contar con enfermeras<br />

capacitadas, lo que trajo como resultado las<br />

primeras reformas en la enfermería de ese país; de tal<br />

suerte que mientras Miss Nightingale hacía sus reformas<br />

en el viejo continente, enfermeras como Dorotea<br />

Lybde Dix, Clara Barton, Louisa May Alcott, Mary Ann<br />

"Madre" Bickerdyke y Walt Whitman hacían lo propio<br />

en los Estados Unidos. Sin embargo, la experiencia<br />

de la guerra demostró sin lugar a dudas la superioridad<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 183


de la enfermera preparada sobre la voluntaria sin<br />

formación e impulsó la constitución de un cuerpo<br />

permanente de enfermeras institucionalizado dentro<br />

del departamento médico del Ejército (1900).<br />

Pero fue entre 1890 y 1900 que se produjo una<br />

serie de acontecimientos muy importantes que<br />

impactaron positivamente el desarrollo de la enfermería<br />

<strong>No</strong>rteamericana, surgieron líderes carismáticos, proliferaron<br />

las escuelas de enfermería y se inició la organización<br />

de la enfermería como profesión. La llegada<br />

del siglo XX, los avances en la cirugía y la ciencias de<br />

la salud, permitió que la enfermería fuera la encargada<br />

de aplicar los nuevos descubrimientos. Las estudiantes<br />

de enfermería no sólo mejoraban el servicio a los<br />

pacientes sino que reducían los gastos de este servicio<br />

mejorado para los hospitales, por lo que la mayoría de<br />

los hospitales abría sus propias escuelas de enfermería<br />

o se hacía cargo de las escuelas que se habían iniciado<br />

en forma independiente. La diferencia que había entre<br />

las diversas escuelas y la explotación de las enfermeras<br />

estudiantes llevó a que las líderes de enfermería<br />

comenzaran a organizarse -de hecho se formaron<br />

numerosas asociaciones de enfermeras, entre ellos<br />

el Consejo Internacional de Enfermeras (1899), laANA,<br />

la NACGN, la National League of Nursing Education,<br />

la National Organization for Public Health Nursing, la<br />

Sigma Theta Tau, la Association of Collegiate Schools<br />

of Nursing, entre otras-, para controlar sus propios<br />

niveles de formación y mejorar la práctica de la<br />

enfermería. Participaron también en las luchas tanto<br />

por los derechos de la mujer como por los derechos<br />

humanos. Marcharon apoyando las sufragistas y en<br />

1920, la Constitución de los Estados Unidos fue enmendada<br />

para permitir el sufragio de las mujeres. Y<br />

es que la desigualdad de la que era objeto la mujer se<br />

reflejaba en la enfermería resultado de la mezcla entre<br />

un dominio masculino y una discriminación sexual<br />

que se traducía en el desconocimiento de las enfermeras<br />

como profesionales iguales que los médicos y con<br />

el derecho a una práctica independiente. <strong>De</strong>sigualdad<br />

que se sigue presentando en la actualidad y que impide<br />

el desarrollo del máximo potencial de la enfermería.<br />

La necesidad de un control profesional que mantuviera<br />

los estándares de enfermería llevó a las Asociaciones<br />

arriba mencionadas a buscar la certificación y reconocimiento<br />

de las enfermeras tituladas, a que se distinguiera<br />

entre personal titulado y no titulado.<br />

Mientras todo esto ocurría en otros países, la<br />

enfermería en el nuestro se desarrolló bajo dos parámetros,<br />

por un lado el de la escuela europea de corte<br />

conservador y por otro, de la escuela estadounidense<br />

de corte liberal; pero es innegable la gran influencia<br />

de las comunidades religiosas. En 1902 el doctor R.<br />

Calvo, fundó en el país la primera escuela de enfermería<br />

en el Hospital Santa Clara de Cartagena; el doctor<br />

J.!. Barberi la primera en el Hospital de la<br />

Misericordia en la ciudad de Bogotá (1912), y es hasta<br />

184<br />

1924 cuando el doctor R. Franco creó la Escuela de<br />

Comadronas y Enfermeras de la Universidad <strong>Nacional</strong>.<br />

Entre 1931 y 1960 se fundaron seis escuelas de<br />

enfermería. En 1948 se estableció la clasificación de<br />

enfermera general, hospitalaria y especializada, pero<br />

es en 1952 cuando se recibe la primera enfermera con<br />

estudios de posgrado. <strong>De</strong> ahí en adelante las escuelas<br />

de enfermería han proliferado en nuestro país de suerte<br />

que hasta el momento con-tamos con 35 facultades,<br />

todas ellas orientadas en mayor o menor grado a la<br />

asistencia, la administración, la docencia y la<br />

investigación, dando lugar a que el desempeño de la<br />

enfermería se dirija especialmente a la asistencia, la<br />

administración y en algunos casos a la docencia.<br />

<strong>De</strong>ntro de la orientación asistencial el desarrollo de<br />

las especializaciones clínicas tienen gran importancia<br />

y una participación significativa en los equipos<br />

interdisciplinarios de salud.<br />

La enfermera moderna aplica el conocimiento<br />

científico para la resolución de problemas, se especializa<br />

en trauma, infecciones, metabolismo y nutrición,<br />

oncología, medicina crítica e intensiva, perinatología,<br />

neurología, cardiopulmonar, imágenes diagnósticas,<br />

salud ocupacional, y gerencia y auditoría, entre muchas<br />

otras; aunque la tendencia actual es profundizar estudios<br />

transdisciplinarios como son mercadeo, estadística,<br />

epidemiología, bioética, administración pública, etc.<br />

Teorías de cuidado de enfermería<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

El posicionamiento de la enfermera en el sistema<br />

de salud la ha llevado a trabajar bajo estándares de<br />

calidad, a la aplicación de las teorías de cuidado en la<br />

atención de los enfermos en un afán de encontrar y<br />

reorientar la identidad misma de la enfermería; a encontrar<br />

un punto de equilibrio a partir de la legalización<br />

de la profesión a través de la Ley 266 de 1996. Sin<br />

embargo, queda mucho por hacer y es una realidad<br />

que al comenzar un nuevo milenio la responsabilidad<br />

que tenemos las enfermeras es servir de pilar y de<br />

estandarte para ser cada vez mejores con un único<br />

propósito: cuidar a los pacientes con humanitarismo<br />

pero con una dosis grande de conocimientos.<br />

Es perfectamente válido considerar a Florence<br />

Nightingale como la primera gran teorista del Proceso<br />

de Atención de Enfermería (PAE), puesto que incorporó<br />

la observación delentorno a la atención de enfermería,<br />

estableciendo una primera etapa de valoración, una<br />

segunda etapa de intervención y una tercera de evaluación.<br />

Virginia Henderson agregó al entorno, la salud,<br />

persona y cuidados, incorporó en su teoría principios<br />

fisiológicos y psicológicos e identificó 14 necesidades<br />

básicas del paciente. Necesidades que al ser identificadas<br />

deben tratar de ser satisfechas.<br />

Para Faye Glenn Abdellah, la falta de conocimiento<br />

científico específico era uno de los grandes obstácu-


los para que la Enfermería alcanzara su estatus profesional,<br />

por lo que propuso la tipología de los 21 problemas,<br />

basada en las 14 necesidades planteadas por<br />

Virginia Henderson, que serviría de guía para que las<br />

enfermeras identificaran y resolvieran los problemas<br />

del paciente. Los 21 problemas están divididos en tres<br />

áreas: 1. las necesidades físicas, sociológicas yemocionales<br />

del paciente, 2. los tipos de solución personal<br />

entre la enfermera y el paciente y 3. los elementos<br />

comunes al cuidado del paciente.<br />

Dorotea E. Orem, apoyada en otras teoristas,<br />

considera su teoria sobre el déficit de autocuidado<br />

como una teoría general, constituida por tres teorías<br />

relacionadas: 1. la teoría del autocuidado, 2. la teoría<br />

del déficit del autocuidado y 3. la teoría de los sistemas<br />

de enfermería, con distintos tipos de sistemas.<br />

En 1994, Mayore Gordon utilizó el término de<br />

Patrón Funcional y clasifica 11 patrones funcionales.<br />

El juicio de si un patrón es funcional o disfuncional se<br />

realiza comparando los datos de valoración dado a<br />

situaciones basales del individuo, normas establecidas<br />

para cada edad y normas culturales, sociales y otras.<br />

Las enfermeras dedicadas a la academia se han<br />

involucrado cada vez con más entusiasmo y profundidad<br />

a proponer nuevas y mejores herramientas encaminadas<br />

a elevar la calidad del conocimiento y su<br />

fundamentación, a la búsqueda participativa y coherente<br />

para que el proceso docenteeducativo-asistencial<br />

vaya más allá de la simple respuesta a la necesidades<br />

del mundo actual.<br />

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Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 185


Algunas ideas en relación al psicoanálisis<br />

aplicado y del Quijote y Sancho<br />

Este es para mi un día de honor, de aquellos<br />

honores que se originan por una parte en el<br />

afecto de uno de ustedes, doctor Guillermo<br />

Sánchez Medina, quien tuvo a bien presentar ante la<br />

<strong>Academia</strong> mi nombre, que encontró en todos ustedes,<br />

los directivos, apoyo y comprensión para su empeño,<br />

que cuando me lo comunicó, le agradecí profundamente.<br />

Mi agradecimiento se extiende a todos los<br />

miembros de la <strong>Academia</strong> que tuvieron a bien aceptar<br />

que yo entre a formar parte de esta antigua institución,<br />

que como ha destacado Guillermo, contó en su<br />

fundación con un pariente mío, por el lado tanto de mi<br />

padre como de mi madre. Espero cumplir con la<br />

exigencia de honor que ustedes me han hecho con<br />

esta designación que hoy formalizo.<br />

Entraré a desarrollar el tema ofrecido.<br />

Las soluciones que el desarrollo cultural halló para<br />

conceptual izar el funcionamiento mental o psíquico del<br />

ser humano partieron ya sea de principios filosóficos o<br />

de otros teológicos, o de diversas mezclas de ambos<br />

criterios, que llenaron esta noción de un lenguaje que<br />

con el tiempo llegó a ser muy popular pero que a través<br />

de esta divulgación escondía significaciones confusas<br />

que hicieron muy difícil superar y enfrentar el sistema<br />

constituido portales expresiones. Me refiero a términos<br />

que fueron considerados, por ejemplo, dentro de la<br />

filosofía tomista, de raíz griega, como potencias del<br />

alma, tales como la voluntad, memoria, etc.<br />

Sigmund Freud al postular el aparato mental como<br />

modelo para representar el funcionamiento psíquico<br />

partió de sus conocimientos como neurofisiólogo, y<br />

también de su propia orientación filosófica, pero su<br />

ulterior dedicación a la clínica, y el desarrollo conceptual<br />

derivado de ésta, le permitió llegar a conceptos<br />

cada vez más centrados en la experiencia tenida dentro<br />

de un campo específico de observación técnica, que<br />

186<br />

Sesión Solemne del 5 de junio de <strong>2003</strong> con motivo de su posesión como Miembro Honorario.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académico Carlos Plata Mújica*<br />

paulatinamente fue constituyendo el psicoanálisis, con<br />

los tres aspectos que abarca este concepto. Por una<br />

parte una experiencia clínica específica, por otra una<br />

técnica dentro de una relación dual delimitada y una<br />

teoría, que mejor se llama metapsicología, concepto<br />

este que tiende a destacar que es una teoría psicológica<br />

de lo inconsciente y, si me permiten definirla por<br />

lo negativo, una psicología que si bien tiene en cuenta<br />

lo consciente no se centra ni se agota en su exclusiva<br />

consideración, tal como sí lo hace la psicología clásica,<br />

que se inició también dentro de la segunda mitad del<br />

siglo XIX.<br />

El desarrollo de la teoría psicoanalítica le permitió<br />

señalar que el principal campo de aplicación del psicoanálisis<br />

es el clínico, sin que por esto sea el exclusivo,<br />

sino que se puede usar esta teoría, o metapsicología,<br />

en una gran variedad de disciplinas humanísticas que<br />

constituyen lo que se denomina el "análisis aplicado".<br />

El mismo lo inició por el estudio de los contenidos<br />

mentales inconscientes de diversas obras de arte, ya<br />

sea poesía o novelas, y también por su aplicación a<br />

estudios biográficos de artistas y de investigaciones<br />

antropológicas. Recordaré acá sus ensayos sobre<br />

Moisés, Leonardo da Vinci y Dostoievski.<br />

A través del análisis aplicado se pueden considerar<br />

diversas variantes de la búsqueda de comprensión. Este<br />

fue empleado en el caso de Moisés como una hipótesis<br />

histórica tendiente a ubicar la génesis del monoteísmo<br />

para el culto judío de su ética y de algunas costumbres.<br />

En Leonardo da Vinci conectó la dificultad para<br />

terminar sus obras con las complicadas vicisitudes<br />

infantiles de su vida, también buscó enlazar una de<br />

sus obras famosas con su drama de las dos madres<br />

infantiles.<br />

En Dostoievski buscó esclarecer el origen tanto<br />

de su histeroepilepsia, como de su llegada a un


conservatismo extraño con sus traumas, así como<br />

también de su adicción al juego.<br />

En todos estos estudios advirtió que buscaba<br />

aspectos de los autores sin entrar a considerar cual<br />

es la motivación de sus grandes capacidades,<br />

especialmente las artísticas, campo en el cual señaló<br />

que no podría opinar con fundamento.<br />

<strong>De</strong>sde el principio del desarrollo de las investigaciones<br />

psicoanalíticas fue muy importante la contribución<br />

del psicoanálisis aplicado. Freud, por ejemplo,<br />

para estudiar el fenómeno de las psicosis tomó como<br />

tema una autobiografía de un abogado y juez alemán<br />

psicótico que había publicado sus memorias, en las<br />

cuales también se refiere a sus tratamientos psiquiátricos<br />

y la evolución de sus delirios. Coloquialmente lo<br />

conocemos como el Caso Schreber y se publicó como<br />

"Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia<br />

autobiográficamente descrito" (1911).<br />

Estudió "El poeta y los sueños diurnos" (1908)<br />

También publicó diversos libros y ensayos sobre la<br />

estructura social y la relación de lo social con lo individual,<br />

por ejemplo, "Totem y Tabú" (1913), "La psicología<br />

del grupo y el análisis del yo"(1921), "El<br />

malestar en la cultura" (1930). A través de toda su vida<br />

mantuvo su interés en estos temas referentes a la<br />

aplicación del psicoanálisis<br />

Siguiendo a Freud en su interés del drama de<br />

Sófocles sobre Edipo, un autor que investigó temas<br />

relacionados con la mitología y abrió un campo que<br />

ha sido muy fructífero fue Otto Rank. Este campo ha<br />

llevado a múltiples estudios. En Latinoamérica se han<br />

publicado diversos estudios sobre culturas aborígenes<br />

tanto por psicoanalistas mejicanos como peruanos.<br />

En el tema del arte, Ernst Kris en su libro "Psicoanális<br />

y arte" (1955) desarrolló, desde el punto de vista<br />

norteamericano, una contribución central a la comprensión<br />

y a la sistematización recomendada para esos<br />

estudios.<br />

Melanie Klein empleó el psicoanálisis aplicado<br />

para ilustrar su comprensión del mecanismo que ella<br />

denominó identificación proyectiva a través del estudio<br />

de una novela llamada "Si yo fuera usted" escrita por<br />

Julian Green.<br />

Centralmente habría dos técnicas para el estudio<br />

psicoanalítico de las producciones literarias. La una,<br />

empleada tanto por Freud como por Klein, el primero<br />

en la Gradiva, novela escrita por Wilhelm Jensen y la<br />

segunda por la ya citada de Julien Green. Estos tienen<br />

en común que se ocupan de la obra en sí misma sin<br />

tener en cuenta la posible relación de la obra literaria<br />

con la biografía y los conflictos mentales del autor;<br />

técnica que K. R. Eisler ha denominado endopoiética.<br />

La otra técnica, llamada exopoiética, se toman los<br />

personajes novelescos, o también el tema, como si fuesen<br />

escenificaciones de la estructura mental del autor y<br />

en general se emplea para mostrar aspectos de la biografía<br />

conflictual inconsciente de quien escribió la obra.<br />

Como contribuciones colombianas a estos temas<br />

podría citar a Guillermo Sánchez Medina en el "El arte<br />

de enseñar y aprender" (1986) y en "Psicoanálisis y la<br />

teoría de la complejidad" (2002); a Roberto de Zubiría<br />

en "Muerte y Psicoanálisis" (1996); a Simón Brainky<br />

en "Psicoanálisis y Cine: Pantalla de ilusiones" (2000);<br />

a Guillermo Carvajal en "Adolecer: La aventura de una<br />

metamorfosis" (1993) y en "Cartas a Andrés: Cómo<br />

formar un demócrata sin corromperlo" (2002); ya Adolfo<br />

<strong>De</strong> Francisco Zea en "El mundo psicológico de Kafka"<br />

(2002). En 1960 publiqué un breve estudio sobre la<br />

novela Frankestein de M. Sheley.<br />

En el ejemplo que me propongo traer en este<br />

momento a través de Don Quijote y Sancho sólo tomaré<br />

en cuenta a esos dos personajes y no me ocuparé<br />

para nada de Don Miguel de Cervantes, porque he<br />

considerado que los datos que sobre él tenemos han<br />

variado en tal forma en los últimos cincuenta años,<br />

que las especulaciones que al respecto se puedan<br />

hacer aún tendrían bases históricas no muy sólidas,<br />

que seguramente se transformarán en aspectos importantes<br />

en la medida que prosigan los estudios biográficos<br />

documentales sobre este autor. Esta novela,<br />

central de nuestro idioma, su acción transcurre en el<br />

verano de algún año del siglo XVII.<br />

La base para el desarrollo que les voy a explicar<br />

ha sido un estudio que presenté en un Simposium<br />

Anual de la Asociación PsicoanalíticaArgentina (1955),<br />

en cuya revista publiqué un resumen en ese entonces<br />

en la Revista Argentina del Psicoanálisis <strong>Vol</strong>. XII p.449,<br />

Y el texto, tal cual lo había presentado ese año, en la<br />

Revista Colombiana de Psicoanálisis el año de 1983,<br />

(<strong>Vol</strong> VIII p.97-106) sobre "Algunos aspectos psicoanalíticos<br />

de Sancho y don Quijote". En parte he seguido<br />

mi comprensión lograda en ese entonces, enriquecida<br />

ahora con algunos nuevos conceptos y desarrollos.<br />

<strong>De</strong>bo advertir que principalmente para este ensayo he<br />

tratado de seguir la orientación de un estudio que en<br />

buena parte es un excelente ejemplo de análisis aplicado,<br />

me refiero a Ronald Britton en su libro "Belief<br />

and Imagination" (1998) -Creencia e lmaginación- que<br />

a mi entender conjuga a S. Freud, M. Klein, WR. Bion,<br />

J Steiner en general al grupo que puede deno-minarse<br />

postkleiniano de Londres.<br />

Para las citas he empleado la edición del "INGE-<br />

NIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA"<br />

compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra, Segunda<br />

Edición, según el texto de Francisco Rodríguez<br />

Marín, de la Real <strong>Academia</strong> Española, en dos tomos,<br />

impreso en Barcelona, Montaner y Simón, S. A.,<br />

Editores - MCMLlV.<br />

Don Quijote<br />

Don Quijote de la Mancha es descrito inicialmente<br />

como un hidalgo de cincuenta años de edad, llamado<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 187


Alonso Quijano el Bueno (11p. 629), persona bien<br />

considerada en su lugar, de complexión recia, seco<br />

de carnes, que a honra tenía haber sido siempre persona<br />

honesta, o como él también dice: "de los enamorados<br />

platónicos continentes". Vivía acompañado<br />

de su sobrina, Antonia Quijana (11p. 629)1, de veinte<br />

años, hija de una hermana, de un ama de servicio que<br />

pasaba de los cuarenta (1 p. 24) a cincuenta años(ll<br />

p.623) y de un mozo para todo oficio.(1 p 24)<br />

Era gran madrugador, amigo de la caza y "en sus<br />

ratos de ocio que eran los más se dedicó a leer libros<br />

de caballería por el gusto de los cuales y para<br />

conseguirlos malbarató parte de sus medianos haberes<br />

y descuidó el administrarlos";<br />

y "vendíó muchas<br />

hanegas de tierra de sembradura"<br />

(1p. 24).<br />

Primeramente deseó<br />

acabar de escribir algunos<br />

de esos libros inconclusos y<br />

sobrevalorándolos y discutiendo<br />

con sus amigos fue<br />

penetrando tanto en las<br />

aventuras y enfrascándose<br />

tanto en su lectura que<br />

finalmente vivió a los personajes<br />

allí expuestos y sus<br />

situaciones. "L1enósele la<br />

fantasía de todo aquello que<br />

leía en los libros, así de<br />

encantamentos como de<br />

pendencias, batallas, desafíos,<br />

heridas, requiebros,<br />

amores, tormentas y disparates<br />

imposibles" (1p. 26).<br />

Luego pasó a actuar<br />

estas fantasías dentro de su<br />

cuarto de lectura y posteriormente<br />

resolvió que era necesario para él, y para el<br />

mundo, resucitar la orden de la caballería andante y<br />

salió a actuaria. En esta sucesión muestra diversos<br />

pasos de una identificación proyectiva y luego de nuevo<br />

introyectada como principio del Quijote. Actualmente<br />

mejor podríamos expresarlo a través del concepto de<br />

imaginación, que es un espacio o escenario psicológico<br />

virtual donde acontecen sucesos de diversa índole,<br />

por ejemplo, donde los caballeros andantes cobran<br />

existencia y también los encantadores que persiguen,<br />

como lo seguiremos viendo es el espacio para las<br />

fantasías.<br />

Se preparó para salir limpiando las armas de sus<br />

bisabuelos y haciendo una celada que no resistió<br />

prueba de dureza y la reconstruyó sin atreverse otra<br />

vez a probarla(1 p.28). Todas estas situaciones, incluso<br />

la descripción del núcleo familiar actual hacen pensar<br />

en un intento de identificación regresiva con un padre<br />

188<br />

Tomado del libro Don Quijote de la Mancha. Ed. Castilla y Madrid, 1947.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

fantaseado agresivo e impotente. Su armamento,<br />

oxidado de un antepasado, mostraría un padre frágil y<br />

muerto, y ahora encargado de mal cubrirlo y protegerlo.<br />

Siguiendo esta misma transformación se puso<br />

nuevo nombre a sí mismo, Don Quijote y también a su<br />

escuálido caballo, Rocinante, y además a una "moza<br />

labradora de muy buen parecer, de quien él en un<br />

tiempo anduvo enamorado, aunque según se entiende,<br />

ella jamás lo supo ni se dio cata dello. Llamábase<br />

Aldonza Lorenzo, ya ésta le pareció bien darle el título<br />

de señora de sus pensamientos" (lp.29/30)<br />

Vino a llamarla Dulcinea del Toboso porque era<br />

natural del Toboso (1p. 30) Y de quien dice: "Dulcinea<br />

no sabe escribir ni leer y en<br />

toda su vida ha visto letra<br />

mía ni carta mía, porque mis<br />

amores y los suyos han sido<br />

siempre platónicos, sin extenderse<br />

a más de un honesto<br />

mirar y aún esto tan de<br />

cuando en cuando que osaré<br />

jurar con verdad que, en<br />

doce años que ha que la<br />

quiero mas que la lumbre<br />

destos ojos que han de<br />

comer la tierra no la he visto<br />

cuatro veces, y aún podrá ser<br />

que de estas cuatro veces no<br />

hubiese ella echa-do de ver<br />

la una que la mira-ba; tal es<br />

el recato y ence- rramiento<br />

en que su padre Lorenzo<br />

Corchuelo y su madre<br />

Aldonza <strong>No</strong>gales en que la<br />

han criado" (1p260).<br />

<strong>De</strong> su relación con Dulcinea<br />

dice además: "y para<br />

concluír con todo yo imagino<br />

que todo lo que digo es<br />

así sin que sobre ni falte nada y píntola en mi<br />

imaginación como la deseo, así en la belleza como en<br />

la principalidad" (lp.262) y "(para) lo que yo (la) quiero<br />

tanto me vale como la más afta princesa" y "ella pelea<br />

en mí y vence en mí y yo vivo y respiro en ella y tengo<br />

vida y ser" (1p.319), "iOh Dulcinea del Toboso, dia de<br />

mi noche, gloria de mi, ..., norte de mis caminos, estrella<br />

de mi ventura! (lp.<strong>25</strong>6)<br />

En estas diversas transcripciones se puede apreciar<br />

la forma en que mágicamente logró construir su<br />

mundo interno poblado de sus figuras ideales.<br />

En estas circunstancias resolvió realizar su primera<br />

salida a ejercer la caballería andante, estando en ello<br />

"le vino a la memoria que no era armado caballero ...(se)<br />

propuso de hacerse armar ... del primero (caballero)<br />

que topase""(1 p.32) Llegado a una venta inició escenificar<br />

su fantasía transformándola en fortaleza, con el<br />

ventero como castellano alcaide de ella y a las mozas


las convirtió en señoras principales y logró que se hiciese<br />

una especie de ceremonia de velación de las armas,<br />

que terminó en problemas por un arriero que tocó sus<br />

armas; pero el mesonero aligeró la ceremonia para que<br />

se fuera. Así intentaba acá iniciar el realizar sus proyectos<br />

fantaseados: "Dichosa edad y siglo dichoso donde<br />

saldrán a luz las famosas hazañas mías, dignas de<br />

entallarse en bronce, esculpirse en mármoles y pintarse<br />

en tablas, para memoria en lo futuro" (1p. 32-33).<br />

Caminando, al azar de su caballo, defendió un<br />

adolescente maltratado por su patrón. Siguió y él iba<br />

diciendo a media voz: "'Bien te puedes llamar dichosa<br />

sobre cuantas hoy viven en la tierra iOh sobre las bellas<br />

bella Dulcinea del Toboso! que te cupo en suerte tener<br />

sujeto y rendido a toda tu voluntad y talante a un tan<br />

valiente y nombrado caballero como lo es y será don<br />

Quijote de la Mancha ... (quien) hoy quitó el látigo de<br />

la mano a aquel despiadado enemigo que tan sin<br />

ocasión vapulaba a aquel delicado infante" (1 p.SO)<br />

Estas transcripciones de sus fantasías sobre Dulcinea,<br />

la figura femenina ideal, nos permiten pensar que obedecen<br />

a la propia figura de la madre, posiblemente<br />

deseada defensora de vapuleos a él como infante.<br />

Luego solicitó a unos viajeros que confesaran "que<br />

no hay en el mundo todo doncella mas hermosa que<br />

la Emperatriz de la Mancha, la sin par Dulcinea del<br />

Toboso" exigencia ésta que terminó luego de un corto<br />

y gracioso diálogo en caída y apaleamiento de don<br />

Quijote, quien posteriormente fue llevado a su casa,<br />

atravesado sobre un asno y las armas en Rocinante,<br />

por alguien que lo conocia y a quien incluyó en las<br />

fantasías que estaba viviendo en ese momento.<br />

Durante su estadía en cama, recuperándose, el<br />

ama, la sobrina, el Licenciado Cura Pedro Pérez y el<br />

Barbero Nicolás hicieron el estudio, selección y quema<br />

de sus libros y "muraron y tapiaron" su biblioteca,<br />

diciéndole que llegaron los diablos y se la llevaron y,<br />

según la sobrina dijo, fue un encantador.<br />

En esta sucesión podemos apreciar que sus fantasías<br />

son tratadas como creencias con la calidad de<br />

omniciencia. Su creencia a través del conocimiento de<br />

la literatura caballeresca para él había adquirido la<br />

categoría de certeza, condición esta que fue afirmándose<br />

y ampliándose en las armas, el nombre del caballo<br />

y la transformación de Aldonza en Dulcinea. Esto<br />

permite su primer ensayo en que ya encontramos su<br />

transformación fantaseosa del mundo, de las personas<br />

y de las cosas u objetos de la realidad. Su identificación<br />

proyectiva que le dio casi vida a Amadis de<br />

Gaula, pasó a atributiva en su caballería andante y la<br />

percepción de la realidad no desiderativa fue reprimida,<br />

o en términos de entonces "murada y tapiada".<br />

Sancho<br />

"En este tiempo solicitó don Quijote a un labrador<br />

vecino suyo, hombre de bien (si este título se puede<br />

dar al que es pobre) pero de muy poca sal en la mollera.<br />

En resolución, tanto le dijo, tanto lo persuadió y prometió,<br />

que el pobre villano se determinó a salirse con él y<br />

servirle de escudero. <strong>De</strong>cíale, entre otras cosas, don<br />

Quijote que se dispusiese a ir con él de buena gana,<br />

porque tal vez le podía suceder aventura, que ganase,<br />

en quítame allá esas pajas, alguna ínsula y le dejase<br />

a él por gobernador della. Con estas promesas y otras<br />

tales Sancho Panza, que así se llamaba el labrador,<br />

dejó su mujer e hijos y asentó por escudero de su<br />

vecino" (1 p.76).<br />

Se describe a Sancho Panza, como una persona<br />

adulta, "... Sancho Panza me llaman a secas, y Sancho<br />

se llamó mi padre y Sancho mi agüelo, y todos fueron<br />

Panzas sin añadidura de donas ni dones ... ", de barriga<br />

grande, talle corto, y zancas largas (lp. 90) Además<br />

analfabeta (lp.95), "Bien sé firmar mi nombre ... que<br />

cuando fui prioste en mi lugar aprendí a hacer unas<br />

letras como de marca de fardo, que decían que decía<br />

mi nombre ..." (11 p.376) casado con Tereza Panza (Ip,<br />

78) Y con dos hijos: "... advertid que Sanchico tiene ya<br />

quince años cabales, yes razón que vaya a la escuela<br />

...... Mirad también que Mari Sancha vuestra hija no<br />

se morirá sí la casamos, me va dando barruntos que<br />

desea tener marido como vos deseais veros con<br />

gobierno, y; en fin, mejor parece la hija mal casada<br />

que bien abarraganada" (11p.SO).<br />

<strong>De</strong> su trabajo sabemos que en su infancia fue cuidador<br />

de cerdos, posteriormente de gansos (1/ p. 369),<br />

y luego de cabras. Este oficio de cuidador de animales<br />

y su posterior desempeño con el Quijote, que adelante<br />

veremos, muestra una sublimación de componentes<br />

matemales en una identificación con una madre fecunda.<br />

Está satisfecho de su matrimonio con una mujer<br />

de su mismo tipo físico e intelectual, por cuyo futuro y<br />

de sus hijos demuestra preocupación y como defecto<br />

que le desagrade solamente anota que era celosa; sin<br />

embargo, en el transcurso de sus aventuras, ya pesar<br />

de estar siempre lejos de ella, no demuestra deseos<br />

genitales hacia mujer alguna.<br />

Su ideal de vida se centra en comer bien y libremente.<br />

Su conducta social está matizada continuamente<br />

de satisfacciones orales y anales. En un aparte que<br />

se puede considerar típico dice: "como yo tuviese bien<br />

de comer y mejor me lo comería en pie y a mis solas<br />

como sentado a par de un emperador. .. mucho mejor<br />

sabe lo que como en mi rincón sin melindres ni<br />

respetos, aunque sea pan y cebolla, que los gallipavos<br />

de otras mesas donde me sea forzoso mascar<br />

despacio, beber poco, limpiarme a menudo, no<br />

estornudar ni toser si se me viene la gana, ni hacer<br />

otras cosas que la soledad y libertad trae consigo ...<br />

esas honras las renuncio" (1p. 102). En esta renuncia<br />

expresa su rechazo a todo lo que pueda significar<br />

aceptación de la madre en un nivel anal secundario, o<br />

sea, de la socialización de la función excretoria prefiriendo<br />

permanecer en una situación oral de comer y<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 189


defecar expresada simbólicamente. El comer de<br />

Sancho es un tema que corre profusamente por el libro<br />

y se halla en relación con toda clase de situaciones,<br />

es el centro de sus episodios placenteros y la recuperación<br />

luego de dolorosas aventuras.<br />

Su actuación ante el mundo está limitada por el<br />

temor de chocar con alguien y solamente en extremos<br />

defiende lo propio o a aquellos que le suministran lo<br />

necesario. Alguna vez se define así: "Yo de mí me soy<br />

pacífico y enemigo de meterme en ruidos ni pendencías,<br />

bien en verdad que en lo que tocare a defender mi<br />

persona ... las leyes ... dívinas humanas permíten que<br />

cada uno se defienda de quien quisiere agraviarle (Ip.<br />

82), (luego), señor, yo soy pacífico, manso, sosegado y<br />

se disimular cualquier injuria porque tengo mujer e hijos<br />

que sustentar y criar. Así que séale a vuestra merced ...<br />

aviso... que en ninguna manera pondré mano a la<br />

espada, ni contra villano, ni contra caballero, y que de<br />

aquí para delante de Dios perdono cuantos agravios<br />

me han hecho y han de hacer, ora me los haya hecho,<br />

o haga, o haya de hacer persona alta o baja, rico o<br />

pobre, hidalgo o perchero sin aceptar estado, ni<br />

condición alguna" (Ip. 139) Y "pienso guardarme en mis<br />

cinco sentidos de ser herido ni de herir a nadie". (Ip. 203)<br />

Resalta su renuncia total, y también su aceptación masoquista<br />

de todas las agresiones con su racionalización y<br />

proyección en la esposa e hijos.<br />

A través de sus actuaciones, yen algunas ocasiones<br />

explícitamente, reconoce que siempre escoge<br />

aquello que pueda producirle satisfacción inmediata y<br />

tiene poca aptitud para la espera.<br />

También se sabe que era miedoso de la noche y<br />

de la soledad. Una noche dice:<br />

"porque en apartándome de vuestra merced es<br />

conmigo el miedo que me asalta con mí! género de<br />

sobresaltos y visiones. Sírvale esto de aviso para que<br />

de aquí en adelante no me aparte un dedo de su<br />

presencia". "Así será y yo estoy muy contento de que<br />

te quieras valer de mi ánimo ... " (1 p.234). En esta<br />

respuesta don Quijote plantea un aspecto de su función<br />

frente a Sancho.<br />

Llama la atención la falta de referencia, a su respecto,<br />

de actividades que no sean orales o anales a no<br />

ser su condición civil, en un libro donde los temas<br />

genitales se plantean frecuentemente. El se ve así:<br />

"Jamás tal creí de Rocinante (que había ido tras una<br />

yegüa) que le tenía por persona casta y tan pacífica<br />

como yo". (1p.139) Sancho en esta y otras posibles citas<br />

emplea el concepto de pacífico para referirse conjuntamente<br />

a su falta de actividad genital y sádico-muscular.<br />

Sancho es un gran hablador: "querer vuestra merced<br />

que vaya por estas soledades de día y de noche y<br />

que no le hable cuando me diere gusto es enterrarme<br />

en vida" (lp.249). En sus conversaciones intercala y<br />

en ocasiones une seguidamente tal cantidad de<br />

refranes que se hace difícil seguir su pensamiento. Es<br />

una forma de agredir sin verbalizar las agresiones con<br />

palabras propias, sino mediante refranes con el fin de,<br />

amparán-dose en hechos aceptados por todos, ocultarse<br />

al interlocutor y evitar el abstraer responsablemente<br />

en las palabras. Por ejemplo; "Ni lo digo ni lo<br />

pienso -respondió Sancho- allá se lo hayan; con su<br />

pan se lo coman; si fueron amancebados o no, a Dios<br />

habían dado la cuenta; de mis viñas vengo: no sé nada;<br />

no soy amigo de saber vidas ajenas; que el que compra<br />

y miente, en su bolsa lo siente. Cuanto más, que<br />

desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano;<br />

mas que lo fuesen, ¿ que me va a mi? Y muchos piensan<br />

que hay tocinos, y que no hay estacas. Mas ¿ quien<br />

pude poner puertas al campo? Cuanto más, que de<br />

Dios dijeron" (1p.<strong>25</strong>1).<br />

El concepto que tiene don Quijote de la caballería<br />

aún cuando aparentemente de lucha y combate es una<br />

concepción masoquista de privaciones en todos los<br />

planos y de sufrimientos, perseguido por las figuras<br />

terroríficas de los hechiceros o encantadores enemigos,<br />

recubierto como protección por una anacrónica<br />

armadura que realmente lo inmoviliza. La aceptación<br />

de Sancho de esta situación nos muestra a don Quijote<br />

como pantalla en que proyecta su propio masoquismo.<br />

"¿ Que es posible que en cuanto ha que andas<br />

conmigo no has echado de ver que todas las cosas de<br />

los caballeros andantes parecen quimeras, necedades<br />

y desatinos, y que son todas hechas al revés ¿y no<br />

porque ello sea ansí, sino porque andan entre nosotros<br />

siempre una caterva de encantadores que todas<br />

nuestras cosas mudan y truncan, y las vuelven según<br />

su gusto, y según tienen la gana de favorecernos o<br />

destruirnos; y así, eso que a ti te parece bacia de barbero<br />

me parece a mi el yelmo de Mambrino, o a otro le<br />

parecerá otra cosa. Y fue rara providencia del sabio<br />

que es de mi parte hacer que parezca bacía a todos lo<br />

que es real y verdaderamente yelmo de Mambrino, a<br />

causa que siendo él de tanta estima, todo el mundo<br />

me perseguiría por quitármele; pero como ven que no<br />

es mas que un bacín de barbero, no se curan de procurarlles,<br />

como se mostró bien en el que quiso rompelle<br />

y le dejó en el suelo sin llevarle; que a fe que si le<br />

conociera, que nunca él la dejase" (1p.<strong>25</strong>5-<strong>25</strong>6).<br />

Sancho, aún cuando aparentemente logra una<br />

mayor integración genital, ésta es de muy poco valor<br />

y el centro de sus apetencias y conflictos está en<br />

diversas actividades orales y anales y principalmente<br />

parasitarias de recibir pasivamente dentro de una<br />

situación masoquista con un manejo proyectivo de sus<br />

objetos internalizados. Es un carácter oral en una posición<br />

esquizoparanoide y con defensas maníacas.<br />

Don Quijote y Sancho<br />

190 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

En la relación que une en su vida literaria a ambos<br />

personajes, -" juntos salimos, juntos fuimos y<br />

juntos peregrinamos "- (11p.28), primero quiero llamar


la atención sobre la opinión que en forma reiterada<br />

expresa Sancho sobre su amo: "...no eran sino molinos<br />

de viento y no lo podia ignorar sino quien llevara otros<br />

tales en la cabeza ... " (/1 p. 80). "... el vulgo tiene a<br />

vuestra merced por grandisimo loco, y a mi por no<br />

menos mentecato" (/1 p. 29) -sin embargo, es de<br />

destacar su característica de gran ambivalencia:<br />

"Eso (bellaco) no es el mío -respondió Sancho-:<br />

digo, que no tiene nada de bellaco, antes tiene un alma<br />

como un cántaro: no sabe hacer mal a nadie, sino bien a<br />

todos, ni tiene malicia alguna: un niño le hará entender<br />

que es de noche en la mitad del dia, y por esta sencillez<br />

le quiero como a la telas de mi corazón, y no me amaño<br />

a dejarlo, por más disparates que haga" (11p. 115).<br />

Además lo considera como un rematado loco y<br />

mentecato. <strong>De</strong> las aventuras no cree sino que los llevarán<br />

a toda clase de desventuras, en contraposición<br />

todas estas ideas pesimistas, con su confianza de obtener<br />

el gobierno de la ínsula, o de ser conde, por medio<br />

de estas mismas aventuras que tanto desprecia y a<br />

pesar de las dudas que expresa sobre eficiencia y<br />

capacidad de don Quijote. Parece ser que Sancho ve<br />

en el Quijote y en su relación con él su propio fracaso<br />

de alcanzar niveles superiores de adaptación y que<br />

en vez de vivir la depresión por el fracaso del logro de<br />

sus propios ideales vive un conflicto personal con él<br />

dudando no de sí mismo sino de su amo y por otra<br />

parte cuida lo que ha proyectado en él para no perderlo.<br />

Este cuidar de Sancho de sus propias proyecciones<br />

se expresa en su aparente situación maternal<br />

respecto al Quijote, cosa que ha sido destacada por<br />

muchos de los comentarístas del libro y expresada por<br />

Helen <strong>De</strong>ustch como que le parece una tierna y humorística<br />

caricatura de la madre. Es decir que cumple<br />

una de las conocidas actitudes de los caracteres orales<br />

de identificación con el objeto nutricio. Y de desempeñar<br />

un papel maternal con sus objetos.<br />

Por otra parte para continuar el estudio de esta<br />

relación también debemos tener en cuenta la opinión<br />

de Sancho de su propia situación en las aventuras la<br />

cual expresa sintéticamente en el siguiente párrafo:<br />

"es linda cosa esperar los sucesos atravesando montes,<br />

escudriñando selvas, pisando peñas, visitando<br />

castíllos alojado en ventas a toda discreción sin pagar,<br />

ofrecido sea al diablo el maravedí" (Ip.558).<br />

Acá se puede ver y también en muchas otras ocasiones<br />

que goza de un gran placer llevando una<br />

actividad vagabunda y juguetona aliado y bajo la protección<br />

de un personaje que no solamente lo alimenta<br />

y da para sus necesidades y se encarga de las situaciones<br />

agresivas y de peligro sino que también le ofrece,<br />

en medio de fracasos y sufrimientos, una situación<br />

futura más integrada y placentera en pago a su situación<br />

parasitaria, lo cual podemos comprender como la<br />

relación de un hijo con la madre que le permite satisfacciones<br />

en un plano, el oral, se encarga proyectivamente<br />

de las labores sádico-musculares y se ofrece como<br />

objeto para una futura identificación mágica. Este es<br />

el aspecto maníaco de la estructura de Sancho.<br />

Es decir, que para Sancho representaría el Quijote<br />

la proyección de su superyo. Veamos un intento de<br />

lograr una identificación con esta figura superyoica que<br />

se lleva a cabo al cumplirse el ofrecimiento de la<br />

gobernación de la ínsula.<br />

Para llegar a ser gobernador Sancho en parte<br />

acepta las severas indicaciones que al respecto le<br />

fueron dadas por el caballero y va allí en espera de<br />

cumplir sus deseos: comer opíparamente, exhibirse<br />

con la mayor visibilidad, apoderarse de grandes<br />

montos de dinero, y encontrar un ambiente sumiso que<br />

no le oponga resistencia.<br />

Allí encuentra un fracaso absoluto en sus campos<br />

de acción más preciados: el comer, con el doctor<br />

que le enseña los manjares y se los prohibe; la pasividad,<br />

con la responsabilidad y ajetreos de su gobierno<br />

y principalmente con el fraguado combate donde él<br />

debía llevar la iniciativa, la dirección y la responsabilidad.<br />

En este momento renuncia a querer ser jefe<br />

como su amo, fracasa su seudo-identificación con él y<br />

tiene que regresar a buscar su antigua situación y a<br />

él, por un camino semejante al que en otra ocasión de<br />

fracaso había pasado don Quijote, a través del descendimiento<br />

a una cueva.<br />

El fracaso de esta seudo-identificación, con todo<br />

su valor como intento de superación e integración en<br />

un plano más evolucionado y su vuelta a la situación<br />

básica para él más integrada la hace a través de su<br />

caída a una cueva que simbólicamente puede ser<br />

comprendida como una fantasía de regresión<br />

intrauterina.<br />

Cuando don Quijote fue a la cueva de Montesinos<br />

lo hace en búsqueda de resucitar mágicamente sus<br />

objetos inmovilizados y muertos. Para Sancho fue una<br />

de las situaciónes más angustiosas a que se ve abocado<br />

y solamente tiene fin al ser rescatado por su amo.<br />

La comparación de estas dos situaciones semejantes<br />

muestran una mayor integración en Sancho, dentro<br />

de su plano y que por lo tanto, acepta y necesita menos<br />

este tipo de regresión. Y que fracasa en sus intentos<br />

de evolución.<br />

Para terminar me referiré a la compleja relación<br />

de don Quijote y Sancho con el personaje Dulcinea<br />

del Toboso. La primera vez que se plantea una relación<br />

directa es en la Sierra Morena donde don Quijote (1<br />

Cap. XXV p.249/266) lo envía a llevar una carta a<br />

Dulcinea y para convencerlo le escribe un vale por tres<br />

pollinos en cambio del que le habían robado y que<br />

entre tanto el estaría allí haciendo manifestaciones de<br />

duelo y locura tal como alguno de sus héroes caballerescos.<br />

Cuando dijo a quien se refería con el nombre<br />

de Dulcinea:<br />

"¡Ta, tal -dijo Sancho- ¿Que la hija de Lorenzo<br />

Corchuelo es la señora Dulcinea del Toboso, llamada<br />

por otro nombre Aldonza Lorenzo?<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 191


-Eso es -dijo don Quijote-, y es la que merece<br />

ser señora de todo el universo.<br />

Bien la conozco -dijo Sancho-, y se decir que tira<br />

tan bien una barra como el mas forzudo zagal de todo<br />

el pueblo. i Vive el Dador, que es moza de chapa, hecha<br />

y derecha y de pelo en pecho, y que puede sacar la<br />

barba del lodo a cualquier cabal/ero andante, o por<br />

andar, que la tuviese por señora! iOh hideputa, que<br />

rejo que tiene, y que voz! Sé decir que se puso un día<br />

encima del campanario del aldea a llamar a unos<br />

zagales suyos que andaban en un barbecho de su<br />

padre, y aunque estaban de allí a mas de media legua,<br />

así la oyeron como si estuvieran al pie de la torre .... ".<br />

Sancho partió en Rocinante a entregar la carta<br />

que dejó olvidada y a los pocos días regresó a la Sierra<br />

Morena acompañado de los amigos del lugar que<br />

buscaban disfrazados a don Quijote para regresarlo a<br />

su casa. En el Capítulo XXXI y siguientes está la<br />

referencia del reencuentro cuando Don Quijote le pidió<br />

a Sancho describirle su entrevista con Dulcinea en la<br />

entrega de su carta, éste le respondió, fabricando<br />

mentiras, que la había encontrado en el corral de su<br />

casa ahechando trigo, don Quijote fue paulatinamente<br />

transformando sus respuestas de nivel "real" en elementos<br />

de su propia fantasía, yen su recuerdo posteriormente<br />

convirtió el trigo en perlas.<br />

Sancho por su parte basado en el conocimiento<br />

de Aldonza fue describiendo fantasías, a nivel de mentiras,<br />

en la supuesta casa y analfabetismo de Dulcinea,<br />

de entrega de una carta no leída sino rota, etc. Estos<br />

diálogos y los que le siguen tienen la pauta de un contrapunto<br />

entre la simple mentira y la fantasía quijotesca.<br />

Posteriormente cuando ambos, en la tercera salida,<br />

pasaron por el Toboso, buscando por la noche el<br />

palacio que no hallaron y esperaron al amanecer en<br />

un bosque en las afueras de la aldea y por orden de<br />

don Quijote aparentemente Sancho simuló regresar<br />

a la aldea a buscar el palacio y a Dulcinea, y en un<br />

soliloquio expresó:<br />

"Siendo, pues, loco, como lo es, y de locura que<br />

las mas veces toma unas cosas por otras y juzga lo<br />

blanco por negro y lo negro por blanco, como se pareció<br />

cuando dijo que los molinos de viento eran gigantes,<br />

y las mulas de los religiosos dromedarios, y las manadas<br />

de carneros ejércitos enemigos, y otras muchas<br />

cosas a este tono, no será muy difícil hacerle creer<br />

que una labradora, la primera que me topare por aquí,<br />

es la señora Dulcinea; y cuando él no lo crea, juraré<br />

yo; y si él jurare, tornaré yo ajurar; y si porfiare, porfiaré<br />

yo mas, y de manera, que tengo que tener la mía sobre<br />

el hito, venga lo que viniere. Quizá con esta porfía<br />

acabaré con él que no me envíe otra vez a semejantes<br />

mensajerías, viendo cuán mal recado le traigo dellas,<br />

o quizá pensará, como yo imagino, que algún mal<br />

encantador de estos que el dice que le quieren malla<br />

habrá mudado la figura por hacerle mal y daño" (11 p.90/<br />

91 ).<br />

192 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

En el camino viendo que "venían tres labradoras<br />

sobre tres pollinos" regresó a contar que la había visto<br />

y ella venía a entrevistarse con el caballero andante,<br />

quien arrodillado, al ver aparecer la labradora estuvo<br />

profundamente perturbado por no poder ver la princesa<br />

fantaseada., y que esta huyó con sus compañeras al<br />

intentar conversarles.<br />

En estas circunstancias don Quijote reforzó su<br />

creencia en los enemigos, encantadores, que lo perseguían<br />

y le cambiaban la apariencia a Dulcinea, en<br />

cambio Sancho se reafirmaba en su certeza que estaba<br />

loco su amo, hasta cuando posteriormente en sus conversaciones<br />

con la Duquesa esta le sugirió la posibilidad<br />

que la apariencia real que veía Sancho también<br />

fuese un producto de los encantadores enemigos.<br />

Las tres salidas de don Quijote tienen distintas<br />

características. -La primera, está dedicada a la cimentación<br />

de su mundo ilusorio; la segunda, ya con Sancho,<br />

presenta una especie de síntesis dramática del<br />

funcionamiento mental ilusorio de don Quijote y de la<br />

relación ambivalente de Sancho; la tercera, tiene la<br />

característica de predominio de los elementos maníacos,<br />

que se destaca especialmente en la intervención<br />

de los Duques y por la burlona Altisidora, dama<br />

aparentemente enamorada de don Quijote, que culmina<br />

en la fantasía de cambiarse ambos, don Quijote y<br />

Sancho, a "pastores" en compañía de sus amigos,<br />

luego del fracaso por la pérdida del combate con el<br />

Caballero de la Blanca Luna (disfraz para rescatarlo<br />

de sus fantasías del amigo Bachiller Sansón Carrasco).<br />

Lo mismo sucede en las características diferentes<br />

de cada uno de sus regresos; el primero apaleado y<br />

atravesado en el asno con las armas cargadas en<br />

Rocinante y durante el transcurso de su recuperación<br />

de la gol piza sucede el "muraron y tapiaron" su biblioteca,<br />

que ocultaba la quema real de sus libros, muro y<br />

tapia que mostraría una especie de congelación y<br />

perpetuación de sus fantasías caballerescas.<br />

El segundo regreso, enjaulado por haberlo sorprendido<br />

sus amigos disfrazados mientras confiadamente<br />

dormía y lo encerraron en una jaula de maderos<br />

para llevarle así de regreso a su hogar, cosa que<br />

lograron con cierta facilidad por la palabras que dijo<br />

uno de los "encantadores" el Barbero Nicolás:<br />

"iOhi Caballero de la Triste Figura i<strong>No</strong> te de<br />

afincamiento la prisión en que vas, porque así conviene<br />

para acabar mas presto la aventura en que tu gran<br />

esfuerzo te puso. La cual se acabará cuando el<br />

furibundo león manchego con la blanca paloma tobosina<br />

yoguieran en uno ya después de humilladas las<br />

altas cervices al blando yugo matrimonial; de cuyo inaudito<br />

consorcio saldrán a la luz del orbe los bravos<br />

cachorros que imitarán las rampantes garras del valeroso<br />

padre .... " (1 p.S01).<br />

"Quedó don Quijote consolado .... dijo: iOh tu,<br />

quien quiera que seas, que tanto bien me has pronosticado!<br />

Ruégote que pidas de mi parte al sabio encan-


tador que mis cosas tiene a cargo que no me deje<br />

perecer en esta prisión donde agora me llevan, hasta<br />

que cumplidas tan alegres e incomparables promesas<br />

que son las que aquí me han hecho; que como esto<br />

sea, tendré por gloria las penas de mi cárcel ... " (1<br />

p.5ü2).<br />

Esta conversación constituye una invitación a las<br />

características maníacas de la tercera salida mas allá<br />

de su fin inmediato de calmar y apaciguar a don<br />

Quijote.<br />

El tercer regreso, luego de ser derrotado por el<br />

Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona<br />

y habiendo sido excusada la denigración de Dulcinea<br />

del Toboso:<br />

u •••• y allí le encontró con poderosa fuerza, sin<br />

tocarle con la lanza (que la levantó, al parecer, de<br />

propósíto) que dio con Rocinante y don Quijote por el<br />

suelo una peligrosa caída. Fue luego sobre él y,<br />

poniéndole la lanza sobre la visera, le dijo:<br />

-Vencido sois, caballero, y aun muerto, si no confesáis<br />

las condiciones de nuestro desafío".<br />

uDon Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la<br />

visera, como si hablara dentro de una tumba, con vos<br />

debilitada y enferma, dijo:<br />

u-Dulcinea del Toboso es la mas hermosa mujer<br />

del mundo, y yo el mas desdichado caballero de la<br />

tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta<br />

verdad. iAprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida,<br />

pues me has quitado la honra!"<br />

u-Eso no haré yo, por cierto -dijo el de la Blanca<br />

Luna-; viva, viva en su entereza la fama de la hermosura<br />

de la señora Dulcinea del Toboso; que sólo me<br />

contento con que el gran don Quijote se retire a su<br />

lugar un año, o hasta el tiempo que por mi le fuere<br />

mandado, como concertamos antes de entrar en esta<br />

batalla" (11p.562).<br />

Las características maníacas de la tercera salida,<br />

acá, en sus capítulos finales adquieren un desarrollo<br />

de una tremenda fuerza maníaca en una especie de<br />

intensa parodia con los episodios de la fuerte culpa y<br />

depresión de don Quijote y la extremada comedia en<br />

la vuelta al castillo de los Duques y la burlona Altisidora<br />

y más aun en la nueva fantasía de constituir todos los<br />

amigos una especie de cofradía pastoral.<br />

Manía esta sólo destinada a fracasar en una<br />

intensa y mortal melancolía:<br />

"-¡Ay! -respondió Sancho 1I0rando- <strong>No</strong> se muera<br />

vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo, y<br />

viva muchos años; porque la mayor locura que puede<br />

hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin<br />

más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le<br />

acaben que las de la melancolía ..." (11p.628).<br />

Al terminar ésta, vuelta de nuevo a considerar don<br />

Quijote y Sancho, me ha quedado mucho más en claro<br />

que el libro que cimentó nuestra identidad idiomática<br />

es profundamente triste, tristeza que ha producido risa<br />

en muchos medios, con una risa que creo oculta el<br />

dolor inconsciente de las fantasías perdidas y fracasadas.<br />

Dolor que a nuestra América llegó con los conquistadores<br />

y colonizadores que tuvieron a bien abandonar<br />

sus raices en la vieja Europa empobrecida y sufriente<br />

y que además se aliaron con la tristeza de las culturas<br />

conquistadas y maltratadas. Y que hoy en nuestro<br />

mestizaje es un mensaje que intenta reparaciones para<br />

todo el mundo. Para esta opinión mía optimista me<br />

baso en la teoría de la capacidad reparadora de la<br />

depresión que nos han enseñado nuestros maestros<br />

psicoanalistas.<br />

Para terminar quiero expresar a la pareja de Guillermo<br />

y Lía nuestros agradecimientos por la amistad<br />

que nos ha unido. También a mi esposa Beatriz por el<br />

amor, unión y el apoyo que siempre ha tenido conmigo,<br />

ya mis hijos Carlos Andrés e Ivette, de quienes siempre<br />

me he sentido orgulloso por sus grandes logros<br />

intelectuales, personales y profesionales y por el cariño<br />

que sin cesar nos han dado, que además demuestran<br />

con su presencia hoy aquí.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 193


Museo de Historia de la Medicina<br />

"Una Historia de la<br />

Medicina Mágico Religiosa<br />

y del Curanderismo en Colombia"<br />

La Comisión Permanente de Museo escogió el<br />

tema "Una Historia de la Medicina Mágico<br />

Religiosa y del Curanderismo en Colombia",<br />

como la Sexta Exposición Temporal del Museo de<br />

Historia de la Medicina de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong><br />

de Medicina por las siguientes razones:<br />

1) Porque el chamanismo fue durante miles de años<br />

nuestro único sistema médico.<br />

2) Porque en nuestra historia reciente han coexistido<br />

con la medicina moderna, el chamanismo, las<br />

prácticas mágicas vinculadas al cristianismo<br />

católico y el curanderismo.<br />

3) Porque el viejo chamanismo indígena busca cada<br />

vez más un espacio propio en la grandes ciudades<br />

colombianas.<br />

4) Porque la asistencia a cultos y misas de sanación<br />

y a la ceremonias de limpieza y curación chamánica<br />

son un práctica cada vez más frecuentes en<br />

la actualidad.<br />

5) Porque dentro de nuestra Constitución de 1991<br />

el Estado reconoce y protege la diversidad étnica<br />

y cultural de la nación colombiana.<br />

6) Porque entendemos que el fenómeno de la<br />

mundialización no sólo se da hacia el exterior sino<br />

también hacia el interior de cada uno de los pueblos<br />

del mundo actual.<br />

7) Porque la globalización cada vez demuestra más<br />

que las medicinas no "occidentales", las que no<br />

participan del paradigma biomédico, son de gran<br />

aceptación.<br />

194<br />

Coordinador de la Comisión de Museo.<br />

VI Exposición Temporal<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académico Ricardo Rueda González*<br />

8) Porque hoy las neurociencias explican mejor la<br />

unidad material "cuerpo alma".<br />

9) Porque sabemos que la medicina al tener como<br />

objeto de su acción a las personas y no sólo a sus<br />

moléculas, células, órganos, aparatos y sistemas,<br />

ella logra mejor sus objetivos de consuelo, alivio y<br />

curación, si tiene en cuenta los valores y creencias<br />

de las personas al tiempo que utiliza los mejores<br />

recursos científico-tecnológicos del momento.<br />

Los paradigmas son representaciones de una<br />

visión social determinada.<br />

El paradigma médico<br />

de las sociedades<br />

tribales prehispánicas<br />

colombianas estuvo<br />

basado en el chamanismo;<br />

el impuesto por<br />

los españoles con la<br />

evangelización y el<br />

dominio colonial, fue el<br />

propio de las sociedades<br />

teocéntricas en<br />

que Dios era principio<br />

y fin de toda explicación<br />

y en el que concebían<br />

la enfermedad<br />

y explicaban lo patológico<br />

como producto<br />

del designio divino.


Sin embargo con la llegada de los españoles no sólo<br />

se entronizó este paradigma sino que también y como<br />

corolario de los grandes cambios que estaba<br />

generando la revolución científica de los siglos XVI,<br />

XVII Y XVIII en otros países europeos, llegó la visión<br />

mecánica del mundo: la medicina se orientó a las<br />

concepciones mecanicistas del cuerpo humano.<br />

A partir de principios del siglo XIX el propósito de<br />

los clínicos fue transformar la medicina en un tipo de<br />

ciencia objetiva. Se estructuraron en forma sucesiva<br />

las mentalidades anatomoclínica, la fisiopatológica y<br />

la etiopatológica. Entrado el siglo XX, apareció la visión<br />

antropopatológica de la enfermedad humana (que<br />

intenta objetivar lo subjetivo, al construir una medicina<br />

humanística que centre su interés en una patología<br />

formalmente personal). El subparadigma antropopatológico<br />

apela a las diferentes causas que inciden sobre<br />

la personalidad y la determinan.<br />

El periodo actual, que comienza a partir de la segunda<br />

mitad del siglo XX, centra su visión en el individualismo,<br />

el arte, la ciencia y la tecnología. En la actualidad<br />

predominan las teorías biomédicas (que dirige su<br />

estudio a la patología molecular). La sociedad de la<br />

información yel aprendizaje, debido al reconocimiento<br />

de los múltiples factores que inciden sobre la salud,<br />

advierte la complejidad del fenómeno de la salud yestablece<br />

una multicausalidad en condiciones ecológicas.<br />

En los albores del siglo XXI contamos con dos<br />

corrientes importantes en la medicina: el mecanicismo<br />

y la biología molecular. El primero es el antecedente<br />

de todas las concepciones mecánicas, que culminan<br />

con la robótica en medicina; el segundo es la base<br />

científica del modelo biomédico y la genética.<br />

En Colombia de hoy, los modelos mágico religiosos<br />

coexisten al lado de los científico-técnicos. Al<br />

tiempo que se ven grandes multitudes asistiendo a<br />

templos cristianos, en ciudades como Bogotá se notan<br />

cada vez muy importantes reuniones espirituales de<br />

curación alrededor del yajé dirigidas por taitas indígenas<br />

y mestizos.<br />

Todas las sociedades humanas tienen sistemas<br />

médicos, entendidos como organizaciones coherentes<br />

de conocimientos y prácticas conducentes a la preser-<br />

vación y conservación de la salud. Poreso, la medicina<br />

es un universal de la cultura, tal como la economía, la<br />

educación, el parentesco, la religión, etc.<br />

Así mismo, los sistemas médicos tienen la posibilidad<br />

de ser flexibles, unos más, otros menos, dada su<br />

condición de cambiar, sobre todo en el mundo contemporáneo.<br />

Unos entran en contacto con otros, o surgen<br />

nuevos sistemas que son híbridos o síntesis parciales<br />

de cada una de sus fuentes, las cuales han sido<br />

transformadas ya sea en las formas o en los significados.<br />

Los sistemas médicos además, son muy complejos:<br />

no solamente se dedican a curar, sino que integran<br />

nociones sobre el cuerpo humano, su funcionamiento,<br />

relaciones con el medio físico y el entorno social,<br />

prácticas preventivas y de diagnóstico de las enfermedades,<br />

aunque a primera vista, un observador de la<br />

sociedad industrial piense que esa amplia gama de<br />

conocimientos y actitudes solo es propia de la medicina<br />

científica o alopatía. Esa complejidad también se expresa<br />

en orientaciones diversas. Nuestro sistema médico,<br />

por ejemplo, ha desarrollado conceptos y aplicaciones<br />

de mucha sofisticación y adelanto respecto al conocimiento<br />

genético, o en cuanto al avance en las tecnologías<br />

de diagnóstico y tratamientos. Así mismo<br />

muestra un alto grado de especialización de los saberes<br />

y de sus portadores o agentes.<br />

Otros sistemas, como el chamanismo, han dirigido<br />

su complejidad más bien en torno al simbolismo del<br />

cuerpo y de la enfermedad, yen la relación entre ambos<br />

con el mundo natural y la organización social,<br />

mientras nuestra medicina insiste en el individuo como<br />

objeto primordial de atención.<br />

Esta diferencia en el énfasis, personal o integral,<br />

es producto de condiciones históricas, sociales y<br />

ecológicas diversas que le otorgan sentido, validez y<br />

explicación a cada orientación haciéndola válida para<br />

las poblaciones que la practican.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 195


Reseñas Bibliográficas<br />

Presentación del Libro<br />

"Itinerario Histórico de la ALANAM"<br />

Señor Presidente, inmensamente agradecido por<br />

el irreemplazable respaldo de esta <strong>Academia</strong>,<br />

de su Comisión Permanente de Publicaciones<br />

y de su Junta Directiva, a la maratónica labor que<br />

significó la edición de "Asociación Latinoamericana de<br />

<strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es de Medicina -ALANAM- Itinerario<br />

Histórico 1967-2002", obra que hoy tengo la satisfacción<br />

de presentar a Ustedes.<br />

Al anochecer del día 11 de marzo de 1965, el Académico<br />

Gonzalo Esguerra Gómez iniciaba su primer<br />

196<br />

Secretario Ejecutivo de ALANAM.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académico Zoilo Cuéllar-Montoya*<br />

período en la Presidencia de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de<br />

Medicina de Colombia y, dentro de su inquieta y<br />

visionaria mente, maduraba ya la idea de una asociación<br />

hispanoamericana de <strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es de<br />

Medicina. Esta presentación constituye entonces -y<br />

lo considero un acto de justicia-, un verdadero homenaje<br />

a la memoria del ilustre profesor de clínica radiológica,<br />

brillante Académico y caballero formal, heredero<br />

y fiel practicante de las más caras virtudes de sus mayores.<br />

Ya para el año de 1966, el segundo de su Presi-dencia,<br />

el doctor Esguerra Gómez iniciaba sus<br />

primeros contactos Académicos y diplomáticos, a nivel<br />

latinoamericano y gubernamental, con miras a la creación<br />

de la Asociación que hoy, bajo la sigla de ALANAM,<br />

acoge en su seno a doce <strong>Academia</strong>s latinoamericanas,<br />

a la Real <strong>Academia</strong> Española de Medicina ya la <strong>Academia</strong><br />

Portuguesa de Medicina, órganos consultivos<br />

todos -se debe destacar este hecho- de sus respectivos<br />

gobiernos en el área de la salud pública, de la<br />

medicina preventiva, del ejercicio profesional y de la<br />

educación médica. A Esguerra Gómez lo secundaron,<br />

en la Secretaría Permanente de la Asociación, el<br />

Académico bogotano Alberto Cárdenas Escovar y, en<br />

las otras seis <strong>Academia</strong>s fundadoras de la Asociación,<br />

los también Presidentes cada uno de su respectiva<br />

Corporación, los Académicos Luis Estévez Balado, de<br />

la Argentina; Carlos Cruz Lima, del Brasil; Armando<br />

Larraguivel Moreno, de Chile; Rafael Carral y de Teresa,<br />

de México; Oswaldo Hercelles García, del Perú y<br />

Marcel Granier Doyeux, de Venezuela. Los esfuerzos<br />

de Esguerra Gómez cristalizaron en Bogotá, Buenos<br />

Aires, Rio de Janeiro, Santiago, México, Lima y Caracas,<br />

el 29 de noviembre de 1967, en las horas del<br />

medio día, con la instalación official de la Asociación<br />

Latinoamericana de <strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es de<br />

Medicina (ALANAM).


"La esperanza del autor de estas líneas -anotó en<br />

la introducción del libro- es la concientización, ojalá, de la<br />

totalidad de los Académicos de los diferentes países<br />

iberoamericanos, de los trabajos realizados por laALANAM<br />

durante todos estos años" y, agrego hoy: concientización<br />

que debe alcanzar también los objetivos, las esperanzas<br />

y las inconmensurables posibilidades de la Asociación,<br />

en este continente tan golpeado por toda suerte de<br />

problemas sociales, uno de los principales el de la<br />

seguridad social y, dentro de ella, el del ejercicio profesional<br />

de los médicos y sus colaboradores así como,<br />

inseparablemente ligado a éste, el de la salud de nuestros<br />

pueblos. La Asociación, desde sus primeras reuniones,<br />

tuvo muy en claro su misión en el estudio de dichos<br />

problemas, en el aporte de sugerencias y, en cuanto<br />

pudo, de soluciones a muchos de ellos.<br />

Así, ya en sus primeras reuniones (Lima y Bogotá,<br />

1968) encaró la problemática del Crecimiento acelerado<br />

de la población en América Latina y, como Segundo<br />

tema, el del Cáncer en nuestro continente. En cuanto al<br />

problema demográfico, la Asociación consideró que radicaba<br />

en el acelerado crecimiento, con duplicación de<br />

su población cada 23 años. Como posible solución al<br />

problema la Asociación vio como necesario el estudio y<br />

la aplicación de métodos científicos para la regulación<br />

familiar, al tiempo que consideraba imperativo incrementar<br />

la productividad nacional. En cuanto al cáncer, lo<br />

clasificó la Asociación como un verdadero problema de<br />

salud pública, al encontrarlo entre las principales causas<br />

de incapacidad y muerte de nuestra población.<br />

Los siguientes temas tratados por la Asociación<br />

(Lima, 1969, Bogotá, 1970 y Buenos Aires, 1971) fueron<br />

los de la Seguridad Social, en lo que hace referencia<br />

a la Asistencia Hospitalaria, por un lado, y a la<br />

Educación Médica, por el otro. <strong>De</strong>l primero concluyó la<br />

Asociación que en América Latina existía una relación<br />

directamente proporcional entre el establecimiento de<br />

los programas de seguridad social y el mejoramiento<br />

de la atención médica nacional integral, por lo cual la<br />

ALANAM enfatizó sobre la necesidad de extender las<br />

coberturas y llevarlas hasta el area rural, lo que para<br />

ésta hacía indispensable el establecimiento de políticas<br />

nacionales de seguridad social en cada país, con pIanes<br />

que debían atenerse a una alta calidad en los servicios.<br />

En tal sentido, la Asociación recalcó que era<br />

indispensable, para dichos objetivos, reconocer a la profesión<br />

médica una participación efectiva en la dirección<br />

de la seguridad social y garantizarle condiciones y<br />

remuneraciones proporcionales a su elevada categoría<br />

intelectual y humana. Aconsejaba la Asociación implementar<br />

un sistema dinámico de supervisión y evaluación<br />

para conocer oportuna y adecuadamente el rendimiento,<br />

y asegurar así una calidad óptima en la prestación<br />

de los servicios. En cuanto a la Enseñanza Médica,<br />

concluyó la Asociación que la seguridad social debe<br />

contribuir a la formación de los profesionales y consideró<br />

imprescindible contar con la docencia dentro de la<br />

organización de ésta, tanto en etapas de pre como de<br />

postgrado. Recalcó, ya desde esa época (octubre de<br />

1971), la importancia de la educación contínua, a la<br />

búsqueda de la calidad y la excelencia. Recomendó<br />

entonces una contribución técnica y económica por parte<br />

de los entes gubernamentales y enfatizó la importancia<br />

del papel de las <strong>Academia</strong>s como cuerpos consultivos<br />

en el desarrollo de dichos programas. Han transcurrido<br />

más de treinta años desde entonces: ¿hasta cuando<br />

esperaremos para poner en práctica dicha recomendación,<br />

que veo como absolutamente inaplazable?<br />

En sus reuniones de 1972 (Bogotá) y 1973 (Rio de<br />

Janeiro) abordó la problemática de Adolescencia y<br />

Drogas, dentro de la cual enfatizó la condición de enfermo<br />

de todo fármaco dependiente, cuyos elementos de<br />

patología psíquica subyacente constituye uno de los factores<br />

que más favorece a la adicción y dificulta la rehabilitación,<br />

a la cual se suman como causas desencadenantes<br />

la desintegración de la familia, el hacinamiento,<br />

la miseria, la paternidad irresponsable, el desequilibrio<br />

en las relaciones de autoridad y varias más, entre las<br />

cuales se encuentra la influencia nociva de los medios<br />

de comunicación. La Asociación recomendó entonces<br />

la participación activa de las autoridades gubernamentales<br />

y la creación de una Organización Latinoamericana<br />

para el Estudio y Prevención de la Farmacodependencia<br />

y la revisión y cuidadosa actualización de las legislaciones<br />

sobre farmacodependencia en los diferentes países.<br />

En Caracas, en 1974 y, posteriormente, en México<br />

D.F., en 1975, laAsociación enfocó dos problemas, siempre<br />

de actualidad: Costos crecientes de los servicios de<br />

asistencia médica y desarrollo de las profesiones paramédicas.<br />

Sobre el primer tema, la Asociación demostró<br />

una desproporción entre el incremento de los costos asistenciales,<br />

el de las construcciones, insumos, medicamentos<br />

y equipos médicos, frente al de los honorarios de los<br />

profesionales de la salud, debido todo a fallas en la planificación<br />

y administración de dichos servicios; ausencia o<br />

déficit en la coordinación de los diferentes actores del<br />

sector; incremento en la demanda y el progreso tecnológico<br />

y la extensión de los servicios con miras a una<br />

máxima cobertura. Se consideró fundamental, entonces,<br />

priorizar la inversion de recursos nacionales e institucionales<br />

destinados a la salud, con metas fijas dentro de<br />

cada plan nacional; reducir la subutilización, el paralelismo<br />

institucional y el desperdicio de recursos humanos, físicos<br />

y financieros. Como indispensable entonces consideró<br />

la Asociación, contar con una buena administración y<br />

coordinación y un intenso trabajo de educación de la<br />

población. En cuanto a las profesiones paramédicas, la<br />

Asociación aconsejó la creación de verdaderos equipos<br />

multidisciplinarios de atención en salud, con programas,<br />

directivas y objetivos específicos, en los cuales el médico<br />

debe asumir el liderazgo y mantener la mística del grupo,<br />

con adecuada y oportuna delegación de funciones.<br />

En los años 1976 y 1977, en Santiago de Chile y<br />

Lima, respectivamente, la Asociación enfocó la proble-<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 197


mática de la Medicina Rural, en relación a la cual consideró<br />

que la atención rural era factible y debía encararse<br />

de inmediato, como parte de programas sanitarios<br />

de alcance nacional, tanto en el campo de la atención<br />

médica como en el de la medicina preventiva. Fundamental<br />

entonces -afirmó la Asociación- el mejoramiento<br />

del medio, la educación de los adultos, el saneamiento<br />

y el cuidado infantil, campos estos para cuyo trabajo se<br />

consideró vital un entrenamiento adecuado, especialmente<br />

de miembros de la misma comunidad, dentro<br />

del cual se recomendó una adecuada capacitación de<br />

las comadronas empíricas y la creación y refuerzo de<br />

los mencionados equipos multidisciplinarios. Se insistió<br />

en el respeto de las culturas autóctonas, en sus legítimos<br />

valores históricos y antropológicos. Con occasión de la<br />

reunión de Lima, la Organización Mundial de la Salud<br />

recalcó que "los gobiernos tienen la responsabilidad de<br />

la salud de su población". La Asociación agregó que la<br />

OMS se refiere a toda la población.<br />

En Buenos Aires, en 1978, y luego en Caracas, en<br />

1979, la Asociación estudió la problemática de La Investigación<br />

científica en el área de la salud, dentro de la cual<br />

mostró su preocupación por la pobreza de dicha investigación<br />

biomédica en nuestro medio ocasionada, fundamentalmente,<br />

por la inestabilidad laboral y económica<br />

de los investigadores, la deficiencia en las políticas gubernamentales<br />

en ese campo, el bajísimo presupuesto estatal<br />

para ésta y la insuficiente información al respecto. La<br />

ALANAM recomendó entonces el establecimiento de<br />

Consejos de Ciencia y Tecnología en cada país; la consulta<br />

a organismos internacionales, la cooperación y el<br />

intercambio de especialistas y la sistematización del aprovechamiento<br />

del recurso humano e instrumental,de acuerdo<br />

a prioridades y a la no duplicación de esfuerzos. Se aconsejó<br />

también el establecimiente de una carrera específica<br />

de investigadores científicos y se reafirmó la gran responsabilidad<br />

de la Universidad en el crecimiento y desarrollo<br />

de la investigación biomédica en nuestro medio.<br />

En las reuniones de la ALANAM de 1981, en Bogotá<br />

yen Santiago de Chile, en el mismo año, se trabajó sobre<br />

los Efectos de los medios masivos de comunicación<br />

y sobre la Función moderna de las <strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es<br />

de Medicina. Sobre el primer tema se concluyó<br />

que la televisión se debe transformar en una forma sana<br />

de recreación, en un medio objetivo y veraz de información<br />

y en un instrumento idóneo de educación y culturización,<br />

por medio de políticas nacionales claras y<br />

operantes. En forma simultánea, se debe educar al magisterio,<br />

a los padres de familia y a los diferentes grupos<br />

juveniles, respecto a dichas posibilidades de la TV y a<br />

los riesgos existentes. En cuanto a las <strong>Academia</strong>s, la<br />

Asociación las ve como centros de estudios, de difusión<br />

del conocimiento, de análisis de la problemática nacional<br />

en salud y de asesoras gubernamentales, intelectualmente<br />

creadoras, moralmente ejemplares, científicamente<br />

consistentes y económicamente solventes para<br />

contribuir, de manera sustantiva, al progreso de la Nación.<br />

198<br />

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En Bogotá, en 1983, y en Quito, en 1984, la Asociación<br />

estudió la Atención Primaria en Salud y la<br />

Medicina General y Ética en Medicina. En cuanto al<br />

primer tema, después de definir los términos Atención<br />

Primaria, Atención Médica Primaria, Nivel Primario de<br />

Atención, Medicina General y Medicina Familiar, laAsociación<br />

consideró indispensable el trabajo en equipo,<br />

integrado por médico familiar, enfermera calificada,<br />

promotora de salud y auxiliar de enfermería. Como<br />

objetivos básicos consideró el diagnóstico y tratamiento<br />

de las enfermedades simples y los primeros auxilios;<br />

la educación en salud y nutrición; la prevención de las<br />

enfermedades transmisibles y las inmunizaciones; las<br />

atenciones prenatal, obstétrica y postnatal y la detección<br />

y remisión del embarazo con riesgo; la atención<br />

pediátrica y la vigilancia del desarrollo; la educación<br />

en planificación familiar y la promoción del saneamiento<br />

ambiental. La Asociación insistió en la orientación y<br />

educación médicas hacia el médico general o familiar,<br />

no solo en el pregrado sino, fundamentalmente, en el<br />

postgrado. Responsabilidad fundamental de las <strong>Academia</strong>s<br />

se consideró el apoyo incondicional a la Atención<br />

Primaria en Salud ya la educación continua correspondiente.<br />

En cuanto a la Ética en Medicina, la Asociación<br />

considera que las <strong>Academia</strong>s de Medicina tienen el<br />

deber de intervenir en la adopción de formulaciones<br />

para preservar una ética irreprochable en el ejercicio<br />

de la medicina.<br />

En la ciudad de Buenos Aires, en 1985, yen la de<br />

Lima, en 1987, la Asociación trabajó específicamente<br />

sobre la Educación Médica Continuada en la Sociedad<br />

Contemporánea y en los Efectos Biológicos de la<br />

Radiación Masiva. En cuanto al primer tema, la Asociación<br />

definió dicha educación como la que el médico<br />

sigue después de finalizar la etapa de pregrado o las<br />

de estudios adicionales, generales o de especialización,<br />

con el propósito de mejorar su competencia profesional<br />

y corresponder a la confianza comunitaria en<br />

su formación científica y en su ética. Resumió todas<br />

las características de dicha educación y resaltó la<br />

presencia de las <strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es como coordinadoras<br />

y rectoras de la institución que se encarge de<br />

dicho tema. Se insistió en el aporte muy importante de<br />

recursos del estado para el desarrollo y puesta en<br />

marcha de los programas correspondientes. En cuanto<br />

al segundo tema, recalcó la Asociación los paradigmas<br />

del ejercicio hipocrático de la medicina y, por lo tanto,<br />

del respeto absoluto a la dignidad del ser humano. En<br />

cuanto a los Efectos Biológicos de la Radiación Masiva,<br />

la Asociación presentó un valiosísimo documento, que<br />

deberían conocer todas las instancias gubernamentales<br />

y profesionales en todos los paises, para luchar<br />

en forma conjunta contra cualquier posibilidad de<br />

guerra nuclear.<br />

En Montevideo, en 1989, yen Rio de Janeiro, en<br />

1990, se trataron los temas de las Repercusiones de<br />

la Biotecnología sobre la Salud y la Calidad de Vida y


el de Medicina y Ecologia. En cuanto al primero de<br />

ellos, la Asociación consideró que el desarrollo contemporáneo<br />

de la biotecnología representa un aumento<br />

exponencial en la generación de conocimientos, un<br />

carácter integrador interdisciplinario y una modalidad<br />

progresiva de síntesis y creatividad, de tremendo impacto<br />

en el sector salud y en la calidad de vida de los<br />

pueblos de nuestra región. La ALANAM considera de<br />

gran importancia la toma de conciencia, por parte de<br />

las autoridades gubernamentales y de la empresa<br />

privada, de la necesidad del desarrollo tecnológico para<br />

mejorar la calidad de la vida humana, por lo cual las<br />

<strong>Academia</strong>s deben participar, por medio de sus propios<br />

Comités de Biotecnología, en la formación de una<br />

política científica, educacional e industrial, encaminada<br />

a establecer un sistema de biotecnología en los diferentes<br />

países de la region y estimular la creación de<br />

Comités <strong>Nacional</strong>es, cuyos objetivos serían concientizar<br />

a los gobiernos y a los poderes legislativos sobre<br />

la necesidad de instrumentos legales que faciliten el<br />

desarrollo de la biotecnología; promover la creación<br />

de sistemas de control de calidad de fármacos y alimentos;<br />

obtener fondos para proyectos específicos de<br />

importancia nacional; promover y reglamentar la transferencia<br />

de tecnologías; crear laboratorios pilotos en<br />

diversos países para la interacción y el mutuo estímulo.<br />

En cuanto al tema de Medicina y Ecología, la ALANAM<br />

recomendó concientizar a las autoridades, a la comunidad<br />

científica ya la población general, sobre la gravedad<br />

de los problemas ecológicos; difundir las enseñanzas<br />

ecológicas a todo nivel pero, primordialmente, en la<br />

formación postuniversitaria de especialistas en salud<br />

ambiental; estimular al cuerpo medico y a otros estamentos<br />

afines para que se incorporen a programas de<br />

fines ecológicos; proponer a los gobiernos de los<br />

países latinoamericanos, a través de sus <strong>Academia</strong>s<br />

<strong>Nacional</strong>es de Medicina, el desarrollo de acciones<br />

tendientes a proteger el medio ambiente, evitar las<br />

migraciones internas y la formación de megápolis, con<br />

miras más que nacionales, regionales.<br />

En 1991, en Asunción, Paraguay y, en 1992, en<br />

Santiago de Chile, año en el cual la ALANAM completó<br />

sus primeros <strong>25</strong> años de historia, la Asociación trabajó<br />

el tema de la Formación Integral del Médico desde los<br />

puntos de vista Ético, Científico, Humanístico y Social.<br />

La práctica de la medicina -afirmó la Asociación- está<br />

en discordancia con la enseñanza universitaria y entre los<br />

problemas de la educación universitaria se encuentran:<br />

la masificación del ingreso estudiantil a las Facultades;<br />

el aumento excesivo de Facultades de Medicina y la<br />

ausencia de criterios eficientes en la selección de candidatos.<br />

El desbordamiento de médicos jóvenes conduce<br />

al desempleo profesional y a conductas antiéticas.<br />

Se llamó la atención sobre las deficiencias educacionales<br />

a niveles de primaria y secundaria y se recomendó<br />

crear en las Facultades de Medicina Centros de Estudios<br />

Humanísticos que incluyan la Ética Médica como asig-<br />

natura obligatoria y, como facultativas, la Historia de la<br />

Medicina, la Filosofía de la Medicina y la Etología.<br />

En las reuniones de Buenos Aires, 1993 y<br />

Montevideo, 1995, la Asociación discutió los Problemas<br />

Médicos y Sociales en Gerontología y el Suministro<br />

de Agua Potable, en los cuales se definió que los términos<br />

viejo, anciano, senescente o geronte corresponde<br />

a personas que llegan a los 65 años de edad, pero<br />

recomendó el término de adulto mayor, se aprecia, en<br />

América Latina, un progresivo incremento en el porcentaje<br />

de ancianos mayores de dicha edad; se deben<br />

reconocer los derechos de los ancianos; se recomendó<br />

la creación de Institutos <strong>Nacional</strong>es de Gerontología,<br />

con funciones docentes y de investigación; se requieren<br />

leyes para la protección de los ancianos, quienes<br />

deben disponer de vivienda, individual o colectiva, digna<br />

y confortable, mejor en familia; deben tener acceso<br />

a cuidados médicos; tienen los ancianos derecho al<br />

desempeño de tareas compatibles con sus capacidades;<br />

el monto de su jubilación debe permitirles una<br />

vida digna; se deben difundir los denominados Centros<br />

Diurnos para ancianos y tienen derecho a que se les<br />

dé oportunidades de desempeñar actividades útiles y<br />

estimulantes.<br />

En Madrid, España, en noviembre de 1997, la<br />

Asociación abordó el tema de la <strong>De</strong>shumanización de<br />

la Medicina y la Bioética yen Rio de Janeiro, al finalizar<br />

el año de 1999, trató el tema de los Sistemas de Salud<br />

en Latinoamérica, sobre el cual concluyó la Asociacion:<br />

se debe considerar al ser humano como un todo, sobre<br />

el cual se enfocarán las Políticas de Salud; eje de tales<br />

políticas deben ser la Ética y la Bioética; se reconocieron<br />

los beneficios, tanto financieros como de búsqueda<br />

de la cobertura total, a los actuales Sistemas de Salud;<br />

se rechazó la transformación del cuidado de la salud<br />

en industria y comercio, en un modelo de oferta y demanda;<br />

se recomendó introducir nuevas orientaciones<br />

y perspectives en la legislación de las Políticas de Salud,<br />

para recuperar el componente auténticamente humano;<br />

es indispensable defender la condición profesional de<br />

la medicina para garantizar la calidad en la atención en<br />

salud; la Asociación repudió la corrupción, de efectos<br />

tan perversos como el desvío de fondos; hizo énfasis<br />

sobre la importancia de los programas de prevención y<br />

promoción de la salud, que deben estar en manos de<br />

las autoridades sanitarias y no en las de intermediarios<br />

y solicitó a los Gobiernos que reconozcan a las <strong>Academia</strong>s<br />

<strong>Nacional</strong>es de Medicina su carácter de asesoras<br />

permanentes en asuntos de salud.<br />

Finalmente, en enero del presente año, en la<br />

ciudad de San Francisco de Quito, la Asociación estudió<br />

La Situación Socio-económica del Médico en Iberoamérica,<br />

en cuyas conclusiones se reconoció la involución<br />

de los profesionales en medicina hacia niveles<br />

socio-económicos cada vez más bajos, por la dramática<br />

reducción de sus ingresos, la pérdida de la independencia<br />

y la ausencia de estabilidad laboral, seguridad<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 199


social y reservas pensionales, originadas en la recesión<br />

económica mundial, en la transformación de los sistemas<br />

de Seguridad Social con planteamientos fundamentalmente<br />

teóricos, cuya base es la competencia y<br />

una eficiencia a ultranza, con sacrificio de las metas<br />

sociales y humanitarias, donde prima la estabilidad<br />

financiera, independientemente de la calidad y de los<br />

niveles científico y académico; el silencio y automarginación<br />

de los médicos frente a los nuevos proyectos<br />

de ley; la sobrepoblación de médicos, gran parte de<br />

ellos mal preparados y el desmedido aumento en el<br />

número de Facultades de Medicina; la sobreoferta<br />

médica; la falta de solidaridad entre los mismos facultativos<br />

y su responsabilidad en el deterioro del sistema<br />

por la desmedida formulación y la frecuente remisión<br />

a exámenes innecesarios; la notoria reducción de los<br />

recursos del sector, una de cuyas causas es la medicina<br />

de alto costo. Es innegable el impacto negativo<br />

que sobre la calidad de la atención tienen estos hechos.<br />

La Asociación señaló la importancia de mejorar y<br />

perfeccionar la solidaridad del gremio médico: buscar<br />

acuerdos con los médicos administradores de las<br />

empresas empleadoras para que, sin faltar a sus<br />

deberes para con la empresa, respeten los de los<br />

colegas; con los auditores médicos para que se reduzcan<br />

a buscar la calidad y el beneficio del paciente y<br />

lograr la capacitación de los médicos generales, que<br />

les permita discernir entre los casos que pueden tratar<br />

y aquellos que deben remitir a la mayor brevedad. La<br />

Asociación recomendó la promoción del "recurso<br />

humano" en salud; frenar la sobreproducción de médicos;<br />

promover la modificación de las leyes que regulan<br />

la seguridad social para corregir las equivo-caciones<br />

legislativas existentes, por medio de la asesoría professional<br />

de las<strong>Academia</strong>s en salud, ejercicio profesional<br />

y educación médica; aportar nuevas estrategias<br />

para ayudar a rescatar el sistema hospitalario nacional<br />

y evitar que se demerite este sistema hospitalario en<br />

los países donde aún funciona adecuadamente; velar<br />

por el respeto y la salvaguarda de la ética médica;<br />

estimular campañas masivas de educación a la población<br />

en los cambios y evoluciones de los sistemas de<br />

salud y salvaguardar la dignidad de los profesionales<br />

de la medicina y su misión de servidores de la salud.<br />

Para su próxima reunión en Lima, en noviembre de<br />

<strong>2003</strong>, la Asociación trabajará sobre el tema de Pobreza<br />

y Salud en Iberoamérica.<br />

Esta es, en resumen, la importantísima labor<br />

desarrollada por la Asociación Latinoamericana de<br />

<strong>Academia</strong>s <strong>Nacional</strong>es de Medicina en todos estos<br />

lustros, cuya difusión es precisamente el objeto del<br />

presente libro, a la búsqueda de un cubrimiento universal<br />

en salud, pero no a la manera de una inundación<br />

con un centímetro de profundidad, sino como un<br />

verdadero mar enriquecido por la mayor calidad en la<br />

atención en salud de los seres humanos, de los<br />

habitantes de cada uno de los países iberoamericanos,<br />

200<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

con miras a la organización de una sociedad cuya vida,<br />

cuya convivencia sea mucho más amable para todos,<br />

en la cual el futuro de nuestros pueblos sea más promisorio.<br />

El cumplimiento de este objetivo engrandecerá<br />

la hisotria de las <strong>Academia</strong>s y justificará su existencia<br />

y los esfuerzos de quienes luchan por su evolución y<br />

crecimiento. En la misma forma, los legisladores y los<br />

gobernantes que sigan estas rutas podrán responder,<br />

con la frente en alto y la conciencia tranquila y satisfecha<br />

frente al deber cumplido ante el llamado de la<br />

historia, justa e implacable en sus juicios.<br />

Antes de concluir, quiero resaltar la brillante labor<br />

editorial de don Leonardo Canal Mora, de doña<br />

Claudette Nieto Bermúdez y de sus colaboradores: es<br />

el libro una hermosísima expresión del arte gráfico,<br />

digno de quienes portan en su sangre y en su espíritu<br />

toda una tradición en la impresión de textos y de<br />

figuras, tanto en el aspecto monocromático como en<br />

las policromías. Mil gracias, queridos amigos, por su<br />

paciencia y por su comprensión, por su soporte<br />

estilístico y por sus oportunos y adecuados consejos.<br />

Apenas natural que resalte y agradezca la oportuna<br />

colaboración de doña Paulina Esguerra de Iriarte,<br />

tanto por la gentileza de facilitarme los álbumes de fotografías<br />

y de recortes de prensa de su padre, el Profesor<br />

Gonzalo Esguerra Gómez, de los cuales obtuve algunas<br />

de las históricas fotografías que ilustran el libro, como<br />

por la sugerencia de que recurriese a su hija, doña Paula<br />

Iriarte Esguerra para el diseño y diagramación de la<br />

cubierta del libro, trabajo que Paula realizó con verdadero<br />

esmero y en el cual expresó toda su capacidad<br />

artística: un verdadero homenaje a la memoria de su<br />

abuelo, por lo cual le agradezco de todo corazón.<br />

A todos y cada uno de los empleados de esta<br />

<strong>Academia</strong>, sin cuyo entusiasta concurso me hubiera<br />

sido muy difícil concluir la labor de correspondencia y<br />

de distribución del libro que yo aspiraba a que estuviese<br />

en las manos de ustedes antes de iniciarse esta sesión,<br />

quiero darles un agradecimiento muy especial.<br />

Al Señor Presidente, no solo por su excelente<br />

prólogo, sino por las multiples lecturas y correcciones<br />

del texto y, nuevamente, portado su apoyo en el desarrollo<br />

y la puesta a punto de la obra, inmensamente<br />

agradecido.<br />

Mi adorada Alicia, han sido muchísimas las horas<br />

que la redacción, la preparación y la diagramación de<br />

este libro te robaron de mi: el tiempo se va y no se<br />

puede rescatar, pero mi amor hacia ti y mi perenne<br />

agradecimiento perdurarán y se agigantarán hasta el<br />

fin de nuestros días. Esta gratitud, este amor y esta<br />

entrega la extiendo a ustedes cuatro, mis adorados<br />

hijos, a ustedes mis queridísimas nueras y a todos mis<br />

nietos. Quiero hacer homenaje en este recinto a<br />

quienes me precedieron y tanto hicieron por mi, en el<br />

afecto, en la entrega diaria del deber paterno o en la<br />

herencia en el curso de la historia que vibra para mi<br />

desde cada rincón de esta <strong>Academia</strong>.


Presentación del Libro<br />

"Patología quirúrgica neonatal de alto riesgo"<br />

del Académico Hernando Forero Caballero<br />

La supervivencia del hombre sobre la tierra se ha<br />

visto permanentemente amenazada por<br />

múltiples circunstancias:<br />

A través de los siglos la mayor causa de mortalidad<br />

en nuestro mundo ha sido la perinatal debida a causas<br />

obstetricas, a partos distócicos, a procesos infecciosos<br />

de la madre o el niño, o a procesos sistémicos; sin embargo<br />

la mortalidad infantil perinatal, a partir de la implantación<br />

de la limpieza de las manos de Semmelweis,<br />

disminuyó en forma considerable, asi como con la aparición<br />

de las vacunas que controlaron las enfermedades<br />

Académico Gilberto Rueda Pérez<br />

prevenibles y los antibióticos que se encargaron de curar<br />

las infecciones mas severas, para lograr el milagro de<br />

que hoy en dia la mayoria de los embarazos lleguen a<br />

feliz termino y tengan un parto normal.<br />

Los hombres agrupados en comunidades a través<br />

de las épocas. experimentaban lo que generalmente era<br />

una vida de miseria. La presencia constante de la muerte<br />

asechaba a los grandes hombres lo mismo que a la gente<br />

común y es asombroso observar como dicho estado de<br />

cosas se mantuvo invariable hasta el siglo XX.<br />

En primer lugar los casi permanentes estados de<br />

guerra feudales unas, familiares otras, internacionales<br />

algunas, que diezmaban la población y producían inmensos<br />

estragos demográficos, sin olvidar que las dos más<br />

cruentas guerras del orden mundial tuvieron lugar en el<br />

siglo XX asi como, cual secuela de la última, el holocausto<br />

judío producido por una pequeña, terrible organización<br />

de personas autoelegidas como seres superiores.<br />

En el siglo XXI que apenas nace, se suceden múltiples<br />

guerras internas en los diferentes paises; Colombia<br />

es ejemplo mundial del más cruel e inhumano<br />

enfrentamiento fratricida, que parece no tener fin y por<br />

el contrario se agrava día por día, dejando vislumbrar<br />

lo que puede ser la tragedia y el holocausto mayor en<br />

la historia de Colombia, si no se logra poner fin en el<br />

mas corto plazo al panorama de intolerable sufrimiento<br />

social de nuestro pueblo.<br />

En segundo lugar, después de las guerras, eran<br />

responsables de esa condición angustiosa y aparentemente<br />

insuperable, los estragos producidos por las<br />

enfermedades infecciosas. Los hombres han convivido<br />

con la pestilencia desde los albores de la historia escrita;<br />

tanto la enfermedad como las condiciones que favorecian<br />

su propagación constituían inevitable realidad.<br />

En medio de la absoluta carencia de higiene en la<br />

que las ratas y los parásitos, tanto de los animales<br />

como de los humanos pululaban sin control, las enfermedades<br />

infecciosas florecían tanto en forma endémica<br />

como epidémica, ya que sus agentes etiológicos<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 201


se desconocían hasta bien entrado el siglo XIX, aceptándose<br />

como causas las miasmas y los malos aires<br />

provenientes de tamaña suciedad, asi como se tejian<br />

toda clase de mitos incluyendo el castigo de Dios por<br />

el mal comportamiento humano, para basar su etiología<br />

en creencias originadas desde tiempos bíblicos.<br />

Pero aparecieron Jenner y Pasteur y Koch y Flemingy<br />

Waksman y dominaron en principio los procesos<br />

infecciosos.<br />

Pero aparte de estos dos inmensos flagelos persisten<br />

otros aún mas injustos, más inesperados y terribles,<br />

como son los ocasionados por fallas en la naturaleza<br />

misma de la organización genética, que actúan<br />

sobre la reproducción: los procesos patológicos neonatales<br />

o malformaciones congénitas que conservan su<br />

alta frecuencia, agravados y multiplicados por la desnutrición,<br />

por los métodos anticonceptivos mal utilizados,<br />

por la iatrogenia y por otras causas no bien conocidas<br />

que contribuyen a la conformación de estas anomalías.<br />

Al principio del siglo XXI se vislumbran nuevos<br />

horizontes, pero asi mismo nuevos problemas. Los<br />

humanos viven más pero la longevidad implica más<br />

tiempo para enfermar y por consiguiente mayor esfuerzo<br />

y recursos para conservarse bien y para preservar<br />

su bienestar a lo largo de esa prolongada ruta.<br />

La conquista mas grande de la medicina ha sido<br />

el control casi total de la mortalidad materna e infantil<br />

durante el embarazo y el parto, pero esto no ha hecho<br />

que las malformaciones fetales y neonatales hayan<br />

disminuido, aunque se tiene hoy en día la esperanza<br />

fundada en la genética que pueda conducir a la<br />

prevención de tan doloroso cuadro.<br />

La humanidad, en su extrema dureza, se ha ensañado<br />

siempre con la niñez, ejemplo de ello son las actitudes<br />

brutales y condenables de pueblos enteros que<br />

arrojan a la muerte a los recién nacidos del sexo femenino,<br />

o a los que presentan sindrome de Down, o malformaciones<br />

congénitas, u obligan a los que sobreviven a<br />

los trabajos mas rudos o, mas tarde a la prostitución, al<br />

analfabetismo y a la delincuencia, como pasa para<br />

nuestra vergüenza en la actualidad en nuestra tierra.<br />

Pero en medio de este angustioso estado de cosas<br />

y como contrapeso a tanto dolor, surgen personas<br />

como el doctor Hernando Forero Caballero que, como<br />

el mismo lo dice "en su soledad de Profesor emérito<br />

retirado", crean obras como las que hoy oficialmente<br />

ha presentado ante esta benemérita <strong>Academia</strong>.<br />

El libro del Académico Forero tiende, en el campo<br />

científico, a compendiar en un volumen de naturaleza<br />

netamente didáctica, el enfoque con el que el cirujano<br />

pediatra neonatólogo debe atender el producto intrauterino,<br />

o al recién nacido que presente esas terribles<br />

deficiencias, que tanto dolor y angustia producen en<br />

sus progenitores y familiares, o para recuperar para la<br />

sociedad a los miles de niños condenados antes a la<br />

muerte, o al sufrimiento y a la burla durante su triste<br />

existencia.<br />

202 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

El suscinto análisis de la brillante hoja de vida del<br />

doctor Forero Caballero, nos lo muestra como un estudioso<br />

permanente de las enfermedades de la niñez y<br />

en este importantisimo campo el de las enfermedades<br />

de tratamiento quirúrgico y dentro de ellas, del más<br />

reciente desarrollo de la cirugia infantil, la cirugía<br />

intrauterina y neonatólogica, precioso campo en el cual<br />

ha sido pionero de su desarrollo en Colombia.<br />

<strong>De</strong>sde su tesis de grado sobre la persistencia del<br />

conducto arterioso, pasando por la Jefatura de Clinica<br />

de Cirugia Pediátrica, hasta alcanzar el grado de<br />

Profesor emérito y Maestro universitario de la Facultad<br />

de Medicina de la Universidad <strong>Nacional</strong> y Fundador<br />

del Servicio de Cirugia Neonatal del Instituto Materno<br />

Infantil, hasta miembro de Número de la <strong>Academia</strong><br />

<strong>Nacional</strong> de Medicina, en la cual ha desempeñado altos<br />

cargos directivos, ha sido además autor de varios<br />

libros relativos a la especialidad. Cuenta en su haber<br />

intelectual la dedicación a la historia de la medicina,<br />

cuyo producto son los libros:<br />

"Evolución histórica de la Medicina en Santafé de<br />

Bogotá"<br />

"Indígenas de la Nueva Granada"<br />

"Fundamentos sociológicos de la medicina primitiva"<br />

"<strong>De</strong>sarrollo histórico de Cundinamarca", y prepara<br />

el libro sobre "Evolución Histórica de la Medicina<br />

Colombiana".<br />

El doctor Forero Caballero nos entrega en este<br />

bien editado volumen, un compendio inigualable del<br />

tratamiento de los cuadros patológicos del neonato,<br />

que podría ser catalogado como la expresión<br />

universitaria mejor lograda de las Guías de manejo de<br />

las principales entidades que componen estas fallas<br />

de la naturaleza. En cada uno de los procesos analizados<br />

expone la raices embriológicas, la fisiopatología,<br />

el cuadro clínico y el diagnóstico, la radiología, los estudios<br />

paraclínicos; establece el diagnóstico diferencial,<br />

se detiene en el manejo inicial del proceso, para pasar<br />

cuando es el caso, al procedimiento quirúrgico necesario,<br />

con su indicaciones, con su técnica, con el cuidado<br />

postoperatorio, con las complicaciones que pueden<br />

presentarse en su tratamiento, asi como el manejo del<br />

niño una vez dado de alta del hospital.<br />

Es mi deber y mi orgullo felicitar efusivamente a<br />

Hernando Forero Caballero por esta magnífica obra,<br />

que debe constituir, a no dudarlo, una preciosa Guía<br />

de manejo para los cirujanos que hayan de dedicarse<br />

a esta benemérita y nueva subespecialidad de la<br />

cirugía y para los médicos en general, pues en ella<br />

encontrarán las bases para el tratamiento ético y<br />

altamente técnico de la cirugía neonatólogica.<br />

A atender científicamente este injusto flagelo, ha<br />

dedicado su vida Hernando Forero; su hoja de servicios<br />

asi lo acredita, y ahora con este libro va a guiar a sus<br />

lectores por el difícil y admirable arte de su corrección<br />

quirúrgica.


Presentación del Libro<br />

"Historia de los medicamentos"<br />

Cómo evolucionaron los medicamentos<br />

La historia de los medicamentos hace parte del<br />

devenir del hombre y de la historia de la medicina.<br />

<strong>De</strong>sde siempre, el ser humano buscó una<br />

explicación a los fenómenos y una solución a sus<br />

males. El pensamiento mágico, más acentuado en las<br />

tribus y en las más antiguas civilizaciones, hizo<br />

importante el poder de los conjuros y la influencia de<br />

los dioses sobre las pócimas.<br />

Académico Alfredo Jácome Roca<br />

Con algunas excepciones, hasta que Paracelso<br />

introdujo en terapéutica las sustancias inorgánicas, los<br />

medicamentos eran hierbas. Gobernantes estudiosos<br />

del tema (el Emperador Rojo -padre de la herbología<br />

china- y Mitrldates VI -inventor y consumidor consuetudinario<br />

de la famosa teriaca- vivieron obsesionados<br />

con el temor al envenenamiento. Tanto que el último,<br />

septuagenario y derrotado por sus antiguos aliados<br />

romanos, trató de envenenarse para acabar con su<br />

vida, mas no fue posible pues estaba inmunizado contra<br />

los tóxicos; tuvo que rogarle a un esclavo que<br />

atravesara su pecho con la espada. Dioscórides y Plinio<br />

el Viejo eran eruditos conocedores de la botánica;<br />

el primero escribió la "Materia Médica", el segundo, la<br />

"Historia Natural".<br />

La aparición de la medicina como oficio, en casos<br />

como los de Hipócrates y Galeno, estuvo rodeada de<br />

prestigio; pero en los más fue tarea de esclavos, labor<br />

de sirvientes. Estos colegas de la antigüedad aprendieron<br />

a manejar sus propios medicamentos, preparados<br />

en algunas trastiendas o "boticas". Los farmacéuticos<br />

se iniciaron como simples dispensadores y<br />

tuvieron auge entre los árabes, civilización donde<br />

aparecieron también los primeros recetarios, listados<br />

de medicinas o primitivas farmacopeas. Pero siempre<br />

las mismas hierbas con los mismos hierbateros, para<br />

llamar de alguna manera a los empíricos que ejercían<br />

artesanalmente la medicina.<br />

Refiriéndose a las curas de su médico tratante,<br />

Adriano -considerado por aquel entonces el hombre<br />

más poderoso de la tierra- dice las siguientes palabras<br />

que fueron consignadas en sus "Memorias", libro de<br />

Marguerite Yourcenar: "Es difícil seguir siendo emperador<br />

ante un médico, y también es difícil guardar la<br />

calidad de hombre. El ojo de Hermógenes sólo ve en<br />

mi un saco de humores, una triste amalgama de linfa<br />

y de sangre ... pero ya no cuento, como Hermógenes<br />

finge contar, con las virtudes maravillosas de las plantas<br />

y el dosaje exacto de las sales minerales que ha<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 203


ido a buscar a Oriente". "Perdono a este buen servidor<br />

su esfuerzo por disimularme la muerte ... tendré suerte<br />

de ser el mejor atendido de los enfermos pero nada<br />

puede exceder de los límites prescritos mis piernas<br />

hinchadas ya no me sostienen ...". La hidropesía llevó<br />

a la muerte a este emperador romano, en quien se<br />

conjugaron las más excelsas virtudes y los peores<br />

vicios, yen pos de una cura imposible, ofrecida por la<br />

medicina mágica, no dudó en sacrificar a Antinoor, el<br />

mancebo amado, para evitar la llegada de la parca. A<br />

pesar de su poder y de su dinero, su fallecimiento<br />

ocurrió a la edad de 62 años.<br />

Los árabes aportan mucho a la farmacia. La alquimia,<br />

aún con sus errores, es un paso adelante. Aparecen<br />

pioneros listados de hierbas medicinales y las<br />

primeras boticas. Se respeta y mejora en algo el conocimiento<br />

de la antigüedad clásica, se introducen los<br />

jarabes, el alcohol, y muchas drogas nuevas, incluso<br />

la misma palabra "droga" que designa a los medicamentos.<br />

<strong>De</strong> los territorios del Islam pasa el "Ars Medica" a<br />

la Escuela de Salerno. La medicina y los medicamentos<br />

se conservan en la Edad Media a través de los monjes<br />

copistas y cultivadores de sus jardines botánicos. En<br />

el "Regimen Sanitatis Salernitanum"se lee el siguiente<br />

verso sobre la "Salvia salva trix ", cuyo original está por<br />

supuesto, en latín:<br />

"¿Por qué ha de morir el hombre<br />

que en su huerto tiene salvia?<br />

Para el venir de la muerte<br />

<strong>No</strong> hay medicina en el huerto.<br />

La salvia alivia los nervios<br />

y los temblores de manos,<br />

y también quita la fiebre.<br />

Salvia salvadora,<br />

Conciliadora de la naturaleza".<br />

En el siglo XII (alto medioevo), aparecen dos<br />

textos fundamentales de farmacologia: el Antidotarium<br />

de los salernitanos (redactado por Nicolás Prepósito)<br />

y el Ma-cer Floridus, poema de 2.200 versos sobre las<br />

virtudes de las hierbas. Llega el Renacimiento y surge<br />

la espe-ranza. <strong>De</strong> América viene la quina, pero también<br />

la coca y el tabaco. La corteza de este árbol originario<br />

del Perú fue por siglos el mejor febrífugo yantimalárico.<br />

Se convirtió también en excelente negocio, yen fuente<br />

de poder y de estrategia política. <strong>De</strong> la quina se extrajo<br />

la quinina, y se desarrolló el antiarrítmico quinidina.<br />

Las vacunas se descubrieron cuando un médico rural<br />

inglés, Edward Jenner, observó que a las mujeres que<br />

ordeñaban no les daba la viruela, pues la "pústula de<br />

las vacas" les confería protección. Otro médico inglés<br />

provinciano, William Withering, observó que la decocción<br />

de las hojas del digital, mejoraba ciertas formas<br />

de hidropesía. En un libro que se tornó clásico, describió<br />

una serie de pacientes cardíacos que mejoraron<br />

204<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

con este cardiotónico, te-niendo cuidado, eso sí, de<br />

no intoxicarlos con el preparado.<br />

Un salto adelante gigantesco fue el descubrimiento<br />

de los ácidos orgánicos de las plantas, aislados por<br />

Scheele, y el primer alcaloide fue la morfina, descubierta<br />

por Sertürner. <strong>De</strong> allí en adelante se aislaron<br />

numerosos alcaloides que eran en realidad los verdaderos<br />

principios activos de las plantas medicinales. A<br />

finales del siglo XIX ya se usaban en terapéutica más<br />

de doscientos de estos compuestos.<br />

Claude Bernard -compañero de Pasteur en la <strong>Academia</strong><br />

de Medicina de París-, fue quien sentó las bases<br />

de la investigación en modelos animales y desarrolló<br />

modernos conceptos en fisiología, particularmente la<br />

digestiva. Pasteur sin embargo fue el que revolucionó<br />

el concepto de los tratamientos anti-infecciosos pues<br />

descubrió el mundo de los microorganismos. Él mismo<br />

y Jenner desde luego, ideó las vacunas.<br />

Varios médicos intentaron introducir medicamentos<br />

anestésicos que facilitaran las intervenciones quirúrgicas,<br />

pero fue Morton el que se llevó el principal<br />

crédito, al lograr anestesiar exitosamente con éter a<br />

un paciente en Bastan. El cirujano británico Lister logró,<br />

al igual que Semmelweis que recomendaba agua<br />

c10rada para lavarse las manos antes de atender<br />

partos, reducir la mortalidad en el quirófano mediante<br />

el uso de soluciones fenicadas para desinfectar instrumentos<br />

y espolvorearlas en el cuarto de opera-ciones.<br />

Lister se basó en postulados de Pasteur sobre la<br />

putrefacción, causada por organismos vivos presentes<br />

en el aire.<br />

Al finalizar el siglo de las luces, Hoffmann, un<br />

químico al servicio de la casa Bayer, movido por el<br />

amor filial y no por intereses científicos o comerciales,<br />

logró desarrollar un preparado basándose en ácido<br />

salicílico -la aspirina- que mejoró la artritis de su padre<br />

sin causarle gastritis. Millones de tabletas de<br />

aspirina se ingieren diariamente en el mundo actual.<br />

La revolución del medicamento pertenece indudablemente<br />

al siglo XX. El historiador Laín Entralgo<br />

propone la comparación entre "La terapéutica en veinte<br />

medicamentos" (libro escrito por Huchard en 1910) Y<br />

cualquier texto de farmacología moderno. Todo es nuevo<br />

allí: los antiinfecciosos, los psicofármacos, las vitaminas,<br />

las hormonas, los agonistas y antagonistas del<br />

sistema neurovegetativo, los bloqueadores e inductores<br />

enzimáticos, los antimitóticos, los antiinflamatorios,<br />

los antihistamínicos ...<br />

En 1921, un ortopedista (Banting) y un estudiante<br />

de medicina (Best) lograron aislar la insulina en un<br />

laboratorio de Toronto que les prestó el conocido fisiólogo<br />

escocés McLeod. Esta insistencia investigativa<br />

de dos personas que no eran expertas en la materia<br />

dio lugar a una de las drogas que más ha ayudado a<br />

los diabéticos, que hoy día se cuentan por millones.<br />

Por años se pensó que muchas enfermedades<br />

se debían a carencias en la alimentación. El paulatino


descubrimiento de los factores nutricionales dio lugar<br />

a la comercialización de las vitaminas, elementos<br />

esenciales para el crecimiento y desarrollo de los seres<br />

vivos.<br />

La investigación en colorantes permitió la aparición<br />

de las sulfas, sustancias con capacidad antibacteriana,<br />

que por varios lustros fueron el espin~-zo de<br />

la lucha contra las infecciones. Poco antes Ehrlich<br />

había introducido el Salvarsán para el tratamiento de<br />

la Sífilis, basándose en su concepto de "Balas Mágicas",<br />

precursor de los anticuerpos monoclonales y de<br />

los receptores mismos. Años más tarde aparecerían<br />

las drogas, total o parcialmente, agonistas y antagonistas<br />

de dichos receptores.<br />

Fleming, un cirujano inglés por formación y bacteriólogo<br />

de ocasión, descubrió por serendipia la penicilina,<br />

sustancia producida por el hongo Penicillum. Chain<br />

y Florey desempolvaron e hicieron realidad el hallazgo<br />

que permaneció olvidado por varios años.<br />

La carrera de los ingleses y de los americanos<br />

por lograr la producción masiva de este maravilloso<br />

antibiótico que resultaba estratégico para ganar la<br />

guerra, fue una verdadera y exitosa epopeya, para<br />

muchos el comienzo de la gran industria farmacéutica.<br />

La opoterapia fue muy popular a comienzos del<br />

siglo XX, particularmente para mejorar una serie de<br />

deficiencias sexuales secundarias. El descubrimiento<br />

de péptidos como la insulina, esteroides como la<br />

cortisona o aminas como la tiroxina, las drogas adrenérgicas,<br />

los nuevos estro-progestágenos y los anticonceptivos<br />

orales, enriquecieron la terapéutica<br />

endocrina. Apareció luego la tecnología de ADN recombinante<br />

para la síntesis peptídica.<br />

Los primeros descubrimientos de la pre-guerra y<br />

particularmente de la post-guerra, animaron a los gobiernos<br />

y especialmente a los empresarios, quienes<br />

comprendieron la utilidad de la investigación, de la<br />

industrialización y de la tecnología, además de la creación<br />

de las redes de distribución. Ya empezaron a<br />

tenerse en cuenta los procesos contables, el manejo<br />

de los inventarios, la importancia de la economía de<br />

escala, las necesidades de los consumidores y de los<br />

médicos, y el requisito de calidad en la producción.<br />

Los remedios secretos dieron paso a la producción en<br />

la posguerra de cantidades industriales de penicilinas,<br />

aspirinas, corticoides, antiácidos y demás, para luego<br />

entrar en la sofisticación ya mencionada de las nuevas<br />

drogas. <strong>De</strong> la fabricación artesanal de las antiguas<br />

píldoras, "la mano de Dios en un frasquito", se llegó a<br />

las modernas bibliotecas de moléculas almacenadas<br />

en ordenadores, a la manipulación de sus estructuras<br />

para acercarse a los medicamentos ideales, y por<br />

último a los estudios clínicos, a la bioética y a los entes<br />

reguladores. La industria farmacéutica es uno de los<br />

sectores más importantes de la economía actual y sus<br />

descubrimientos han representado grandes avances<br />

sanitarios.<br />

Los principios éticos y la protección del consumidor,<br />

en este caso de los enfermos, hicieron necesaria<br />

la aparición de la ley que creó la Administración de<br />

Alimentos y Drogas de los Estados Unidos, que otorga<br />

los registros sanitarios en ese país. Contrapartes en<br />

cada uno de las naciones han surgido, para garantizar<br />

la eficacia y seguridad de los medicamentos.<br />

Cuando se creía que las infecciones y pandemias<br />

se controlarían eficazmente por medio de las vacunas<br />

y los antibióticos, apareció el virus de la inmunodeficiencia<br />

humana adquirida, que amenaza con destruir<br />

una parte de la humanidad. Febrilmente se investiga<br />

en drogas que controlen o prevengan esta nueva peste<br />

del Sida, al igual que se trata de hacer con la neumonía<br />

viral atípica o Sars.<br />

Nuestro libro cita nombres, tendencias, plantas,<br />

anécdotas, ciencia y negocios, enfermedad y salud,<br />

alegrías y frustraciones. <strong>De</strong> la separación entre medicina<br />

y farmacia, y entre ésta, la potente industria y los<br />

volátiles mercados, aterrizamos en la lucha entre drogas<br />

de patente y genéricos; entre investigación animal<br />

y clínica; entre la oportunidad de negocios y el<br />

derecho humano a la salud. Hace muchos años que<br />

ésta dejó de ser un problema exclusivo de los médicos,<br />

así como el desdibujamiento de los linderos nacionales<br />

sumergió a los gobiernos en la batahola sin reversa<br />

de la globalización, reduciéndoles, para bien o para<br />

mal, sus márgenes de maniobra.<br />

El libro "Historia de los Medicamentos" es una<br />

narración de la epopeya sanitaria y una elegía a los<br />

pioneros que en ella han participado; el medicamento<br />

es inherente a la medicina como el libro lo es a la<br />

literatura.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 205


A manera de prólogo sobre el Libro "Historia de los<br />

Medicamentos" por el Académico Alfredo Jácome Roca<br />

<strong>De</strong>sde que la medicina se tornó curativa con los<br />

bacteriostáticos y antibióticos, hace 70 años, la<br />

humanidad doliente entró en una nueva fase<br />

que aún vivimos y que pudiera denominarse la edad<br />

del medicamento. Hasta entonces los medicamentos<br />

no pasaban de ser sintomáticos aunque algunos, como<br />

los analgésicos, anestésicos, sedantes y otros, como<br />

los digitálicos y los derivados naturales o sintéticos de<br />

la quina, habían sentado ya sus reales en una terapéutica<br />

que, siglo y medio atrás, era tan primitiva que había<br />

hecho exclamar a <strong>Vol</strong>taire cuando se enteró que un sobrino<br />

suyo pensaba estudiar medicina: "<strong>De</strong>sgraciado,<br />

icómo te atreves a estudiar un arte que consiste en<br />

administrar venenos que no conoces a organismos que<br />

todavía conoces menos!". El siglo XX, como nos lo recuerda<br />

Alfredo Jácome Roca en este ameno libro, introdujo<br />

de lleno la farmacología como una ciencia que, a su<br />

vez tomó sus raíces en la fisiopatología, la química, la<br />

bacteriología y la inmunología que habían abierto la era<br />

de la "medicina etiopatológica", al decir de Laín Entralgo,<br />

medicina que aún se perpetúa en nuestros días.<br />

Toda esa evolución del pensamiento médico, desde<br />

una terapia empírica, animista y mágica en el primitivo<br />

hombre de antaño hasta la terapéutica molecular y<br />

casi atómica de hogaño, está amena mente descrita en<br />

este libro, dívidído en una introducción general y seis<br />

secciones o capítulos rematados por un séptimo o<br />

addendum que sirve a su vez de resumen o colofón de<br />

los anteriores. En todos ellos logra el autor darnos una<br />

visión panorámica de la historia de la terapéutica que<br />

es, a su vez, la historia de la medicina, pues ésta se<br />

estableció, desde las culturas más primitivas, como un<br />

arte para curar la enfermedad. La cual ha estado<br />

presente, según ha sido demostrado, desde el Neanderthal<br />

hasta nuestras calendas. Al fin y al cabo, como<br />

lo dijera Juan Montalvo, el notable polígrafo ecuatoriano,<br />

"el dolor es el complemento necesario de nuestra<br />

naturaleza". Por más que se avance en conocimientos<br />

y en métodos la dolencia, derivada del mismo término,<br />

seguirá persitiendo, causada por noxas o agentes cada<br />

vez más nuevos, más agresivos o más desconocidos<br />

(la pandemia de la misteriosa "neumonía atípica" de<br />

comíenzos del <strong>2003</strong> es uno de los más recientes y<br />

agobiantes ejemplos). El libro está escrito en lenguaje<br />

sencillo, quizás más dirigido a médicos o estudiantes<br />

de carreras de la salud que al público en general, ya<br />

que el autor da por sobrentendidos muchos términos o<br />

expresiones que pertenecen, indudablemente, al "argot"<br />

de los galenos.<br />

206<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académico Efraím Otero Ruiz<br />

Pocos autores en español se han ocupado del<br />

apasionante tema de la historia de los medicamentos,<br />

mencionada sólo "en passant" en los tratados clásicos<br />

de farmacologia, como el Hazard de los franceses o el<br />

Goodman y Gilman de los norteamericanos y a veces<br />

en los extensos "archivos" o tratados de farmacología<br />

o terapéutica alemanes, franceses, ingleses o españoles.<br />

<strong>De</strong> estos últimos, que yo recuerde, el primero en<br />

tratar en el texto y con abundantes notas de pie de<br />

página la historia de los medicamentos fue B. Lorenzo<br />

Velásquez, Profesor de la materia en Madrid y en<br />

Zaragoza, en su monumental tratado de "Terapéutica<br />

con sus Fundamentos de Farmacología Experimental"<br />

(dos volúmenes) publicado en España en 1954 y que,<br />

desafortunadamente, tuvo escasa difusión entre<br />

nosotros. Por otra parte, fueron las grandes empresas<br />

farmacéuticas mundiales como la Giba en Suiza, la<br />

Rhone-Poulenc-Specia en Francia o la misma Abbott,<br />

en los Estados Unidos, las que se encargaron, desde<br />

poco después de la lIa. Guerra Mundial, de divulgar la<br />

historia de la medicina y de los medicamentos en<br />

folletos, libros o revistas, algunos de ellos traducidos al<br />

español y que eran repartídos por los visitadores<br />

médicos aliado de sus productos farmacéuticos. Son<br />

de grata recordación, en las décadas de los 50s o los<br />

60s, las Actas seguidas luego del Symposium Giba, este<br />

último ilustrado a colores; la inolvidable revista<br />

"Medecine de France" de Specia (hoy atesorada en<br />

escasas bibliotecas médicas) o el "Abottempo" para<br />

mencionar tan sólo unos cuantos. Más recientemente<br />

la misma industria, en publicaciones periódicas como<br />

DN&P o SGRIP, se encarga de mantener al día a sus<br />

afiliados sobre la evolución de nuevos medicamentos o<br />

nuevos productos, o las fusiones de las otroragrandes<br />

compañías individuales, fenómeno que ha caracterizado<br />

particularmente los últimos dos o tres lustros.<br />

Lo que hace más interesante la narrativa de Jácome<br />

es que no se limita a mencionar la aparición cronológica<br />

de los agentes terapéuticos sino que la salpica<br />

de anécdotas, algunas de ellas ya conocidas, otras<br />

novedosas para el lector. Así lo hacía B. Lorenzo Velásquez<br />

en sus notas salpicadas de humor, como cuando<br />

nos narraba sobre Basilius Valentinus que redescubrió<br />

el antiguo "stibium" de los romanos el cual, como se<br />

empleara popularmente como aditivo para el engorde<br />

de cerdos, decidió administrárselo a algunos de su grupo<br />

de monjes prerenacentistas, al sur de Francia, que no<br />

engordaron sino murieron por la toxicidad de estas sales;<br />

de ahí que lo llamaran en francés "anti-moine" (anti-


monje) y así pasó como antimonio a otros idiomas. O<br />

cuando refiriéndose a Courtois, el descubridor del yodo<br />

en las algas marinas, dice que era tan mediocre "que<br />

no descubrió el yodo, sino que el yodo lo descubrió a<br />

él". Realmente es tan extensa y divertida esa "petit<br />

histoire" que, con la misma, podría escribirse otro<br />

volumen si se recogieran todas las anécdotas pasadas<br />

y recientes en torno a los medicamentos y sus aplicaciones.<br />

Las dos últimas secciones y el addendum están<br />

dedicadas al siglo XX que el autor, en el título de la<br />

sección quinta, denomina "el siglo de la industria". Evidentemente<br />

el surgimiento de una poderosa industria<br />

química -azuzada por las dos guerras mundiales- hizo<br />

que en torno a ella, o aprovechando la gente allí formada,<br />

se fueran constituyendo los grandes complejos industriales<br />

que constituirían las casas farmacéuticas de<br />

renombre, en Europa y en los Estados Unidos. John<br />

Ziman, en su libro "La Fuerza del Conocimiento" nos<br />

narra cómo Fritz Haber, uno de los grandes químicos<br />

de comienzos de ese siglo, no sólo descubrió la fijación<br />

del nitrógeno del aire (permitiendo a Alemania liberarse<br />

de las importaciones de nitro y haciéndola autosuficiente<br />

en la producción de fertilizantes y explosivos) sino<br />

trabajó junto con Nernst, el notable físicoquímico, en el<br />

desarrollo y utilización de los terribles gases de guerra,<br />

el más conocido de los cuales fue la yperita o gasmostaza.<br />

A pesar de ser premio <strong>No</strong>bel y gloria nacional,<br />

por ser judío fue expulsado recién inaugurado el<br />

gobierno nazi y murió pobre y exiliado en Suiza en 1934,<br />

como también casi le sucede a atto Warburg,<br />

mencionado en este libro. Esos complejos, que el autor<br />

menciona en la sección sexta al hablar de la IG Farben<br />

y los laboratorios alemanes, cumplieron en las dos<br />

guerras funciones bélicas destructivas al tiempo que,<br />

paradójicamente, producían medicamentos para salvar<br />

vidas.<br />

Al hablar de las casas farmacéuticas norteamericanas<br />

el autor se extiende por muchas páginas como<br />

consecuencia, creo yo, de haberse especializado<br />

brillantemente como endocrinólogo en los Estados<br />

Unidos y haber trabajado gran parte de su vida con un<br />

laboratorio de esa nación cuyos principales productos<br />

fueron, en un comienzo, los hormonales. <strong>De</strong> suerte que<br />

sus descripciones sobre la terapia con hormonas -la<br />

opoterapia- son extensas y detalladas y demuestran el<br />

profundo conocimiento del autor sobre los principales<br />

medicamentos, hormonales o nó, especialmente los<br />

originados en la segunda mitad del siglo XX, que han<br />

llegado hasta nuestros días. Al tiempo nos muestra<br />

cómo esas casas farmacéuticas son fortalezas de la<br />

investigación bioquímica y farmacológica, que se refleja<br />

en productos de calidad indiscutible. Es una lástima que<br />

no pueda dedicar más espacio a la discusión, tan vigente<br />

hoy día, sobre las ventajas y desventajas de los<br />

productos de marca sobre los genéricos ni sobre el<br />

peligroso aumento en la auto-medicación a que han<br />

llevado, no sólo la propaganda y la venta libre en el<br />

mostrador de productos OTC, como los denomina<br />

siguiendo la nomenclatura inglesa, sino en países como<br />

el nuestro a la falta de controles para el expendio de<br />

fármacos como los antibióticos, causa de la proliferación<br />

mundial de cepas microbianas resistentes.<br />

También es lástima que, por no extenderse demasiado,<br />

después de su excelente descripción del desarrollo<br />

de las casas farmacéuticas o sus filiales en nuestro<br />

país no haya dedicado más tiempo a analizar cómo, en<br />

los últimos 50 años, ellas incorporaron de directores<br />

médicos o científicos a notables personalidades de la<br />

medicina (tal el caso del autor) que desde esas<br />

posiciones han contribuído al desarrollo de diver-sas<br />

especialidades, propias o ajenas, o se han distinguido<br />

como internistas, cirujanos o historiadores, o como<br />

artistas, publicistas, profesores universitarios o ilustradores<br />

médicos, para citar tan sólo algunos ejemplos.<br />

Habría que hacer una lista de esos nombres, algunos<br />

ya jubilados o desaparecidos, que constituyen una<br />

nómina honrosa para agregar a la historia de los<br />

medicamentos. Podría agregarse también que, aliado<br />

del surgimiento y desarrollo de laboratorios farmacéuticos<br />

transnacionales o nacionales, fue evolucionando<br />

la docencia, desde la clásica terapéutica o<br />

materia médica a una moderna farmacología cuya<br />

cátedra ha tenido gloriosos exponentes como Núñez<br />

Olarte y Montes en la <strong>Nacional</strong> o como Mezey y<br />

Sarmiento en la Javeriana, para citar tan sólo el caso<br />

de Bogotá. Y que la revolución didáctica introducida a<br />

partir de los 60s por la Universidad del Valle, entre otras,<br />

integró su enseñanza con la de diversas materias básicas<br />

como la fisiología, la bioquímica y la genética e hizo<br />

que profesores y estudiantes abandonaran los viejos<br />

textos estáticos y los cambiaran por otros que se<br />

actualizan cada año, como la "Conn's Current Therapy"<br />

de los norteamericanos o los excelentes volúmenes que<br />

publica periódicamente la Asociación Colombiana de<br />

Medicina Interna, hoy día suplementados por la<br />

abrumadora información obtenible en Internet. Con todo<br />

ello da pesar que la educación continuada en estas<br />

materias siga siendo dada principalmente por los<br />

vademécums o la información aportada por los representantes<br />

comerciales o visitadores de las casas<br />

farmacéuticas.<br />

Hace ya 20 años, al comentar la aparición de su<br />

libro "Pruebas Funcionales Tiroideas-Fundamentos e<br />

Interpretación" (el tercero de los suyos publicados) decía<br />

yo que "en Alfredo Jácome se conjugaron, desde muy<br />

temprano, una insaciable curiosidad intelectual y un<br />

encumbrado talento proveniente quizás de los genes<br />

de ilustres apellidos de Santander y de la costa; pero,<br />

ante todo, una espléndida capacidad para asimilar las<br />

ideas y saber transmitirlas con la magia de la palabra<br />

hablada o escrita ante sus colegas o ante sus estudiantes".<br />

Que esa aseveración se sigue cumpliendo podrán<br />

asegurarlo los afortunados lectores de este libro.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 207


Obituarios<br />

Roso Alfredo Cala Hederich<br />

Académico y Maestro<br />

(1931 - <strong>2003</strong>)<br />

El 26 de octubre murió en Bogotá el doctor Roso<br />

Alfredo Cala Hederich después de una penosa<br />

enfermedad que dominó y quebrantó su cuerpo<br />

pero no su espíritu, ni su férrea voluntad, ni su coraje<br />

ante la adversidad. Roso Alfredo Cala fue uno de los<br />

más eminentes médicos de Santander en el Siglo XX,<br />

médico de la Universidad <strong>Nacional</strong>, especialista en<br />

Medicina Interna y Nefrología, Fundador y <strong>De</strong>cano de<br />

la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de<br />

Santander, Jefe del <strong>De</strong>partamento de Medicina Interna<br />

de la UIS, Fundador y Jefe de la Unidad de Nefrología<br />

del Hospital Universitario Ramón González Valencia,<br />

Profesor Titular de Medicina Interna, Profesor Emérito<br />

de la Universidad Industrial de Santander, Orden al<br />

Académico Roberto Serpa Flórez*<br />

Mérito UIS, Miembro de Número y Honorario de la<br />

<strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina, Miembro de Número<br />

de la <strong>Academia</strong> de Historia de Santander. Fue uno de<br />

los precursores de los trasplantes renales en Bucaramanga<br />

y en Colombia. En la Revista Colombiana de<br />

Cirugía se publicó trabajo suyo, ya clásico, donde narra<br />

la historia de las investigaciones y labores del grupo<br />

de trasplante renal que él dirigió en Bucaramanga. El<br />

doctor Cala-Hederich fue el editor y el autor de varios<br />

de los capítulos del volumen de Nefrología, (3 a edición,<br />

Medellín CIB, 1993) de los Fundamentos de Medicina,<br />

la obra más importante escrita por médicos colombianos.<br />

Roso Alfredo Cala fue un humanista, un historiador,<br />

un artista. Testimonio de ello son su biografía<br />

de Ramón González Valencia, "El hombre de Iscalá"<br />

(monografía para ingreso a la <strong>Academia</strong>), y los bellos<br />

documentos que preparó en videocinta y medios<br />

magnéticos como fruto de sus investigaciones sobre<br />

la música culta de la época clásica y la época del<br />

barroco, la ópera y la música instrumental.<br />

En el homenaje que ante su lecho de enfermo en<br />

el mes de agosto la Universidad y la <strong>Academia</strong> le hicimos<br />

al maestro, al amigo y al hombre extraordinario<br />

que fue Roso Alfredo Cala, me atreví a decir, parodiando<br />

al poeta: "Nada nos llega tarde." Y hoy completaré<br />

la cita: "hasta la gloria". (Nada nos llega tarde: hasta<br />

la gloria). En la muerte de Roso Alfredo este amigo<br />

suyo y compañero de muchos años, envía sus condolencias<br />

a su esposa Marina, a sus hijos, nietos, hermanos<br />

y a sus amigos, que los tuvo muy fieles y sinceros.<br />

y presenta su vida y su obra como paradigma y modelo<br />

a los médicos de ayer y de hoy y a nuestros alumnos<br />

que continuarán nuestra tarea.<br />

Miembro de Número de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina y de la <strong>Academia</strong> de Historia de Santander. Profesor Emérito UIS.<br />

208 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong>


El autor de estas líneas ha escrito ya tantos<br />

obituarios sobre sus contemporáneos y sobre<br />

personas que ha admirado y ha querido, que<br />

en cada uno de ellos parece que la muerte le pasara<br />

rozando, como si se tratara del juego de "sacarle el<br />

quite" al toro en las suertes de los toreros. Pero en<br />

ninguno la ha sentido tan cercana y desgarradoramente<br />

cercenante como en la muerte del Académico<br />

Roso Alfredo Cala Hederich, su amigo desde la<br />

infancia, fallecido el 26 de octubre pasado.<br />

Porque la frase "amigo de infancia" es muchas<br />

veces apenas un formalismo, aplicado a quienes<br />

compartieron fugazmente nuestras bancas en el<br />

colegio o nuestros equipos de juegos, cuando no las<br />

fiestas infantiles de grupos familiares más o menos<br />

afines. <strong>No</strong> en el caso de Cala. Separados por sólo<br />

tres días en nuestra edad cronológica y casi siempre<br />

por sólo tres o cuatro cuadras en nuestras residencias<br />

bumanguesas, acercadas por la amistad íntima de<br />

nuestras familias, puede decirse que entre nosotros<br />

existió una afinidad que ni en la edad madura ni en la<br />

senectud pudo desligarse, por más que mediaran las<br />

distancias físicas, o las ocupaciones diversas o a veces<br />

las maneras de pensar algo divergentes en torno a los<br />

aciagos problemas de la educación y la práctica médica<br />

de nuestros días. Por encima de ello, cada uno nos<br />

enorgullecíamos en repetirlo, estaba la fuerza de una<br />

amistad a toda prueba, tan inexpugnable como las siete<br />

décadas que la precedían.<br />

<strong>De</strong>scendiente por ambas ramas de rancios troncos<br />

familiares santandereanos, vinculados raizalmente<br />

con esos espléndidos inmigrantes alemanes que<br />

llegaron a Santander a mediados del siglo XIX, Roso<br />

Alfredo se enorgullecía casi teutónica mente de sus<br />

genes y de su raza. Pero aceptaba que los valores y<br />

el talento había que ganárselos a través de una lucha<br />

auténtica, como auténtica debía ser en el individuo la<br />

demostración de sus actitudes y sus creencias. Por<br />

eso, poco después de regresado a Bucaramanga a<br />

comienzos de los sesentas, después de graduado en<br />

la Universidad <strong>Nacional</strong> y especializado en medicina<br />

interna en Gainesville y en Atlanta, congregó periódicamente<br />

a un grupo de sus mejores compañeros y<br />

contemporáneos en esa ciudad, que reunían en grupo<br />

informal diversas disciplinas, pero cuya norma debía<br />

ser la autenticidad en el creer y en el obrar. Trabajando<br />

desde muy temprano con hipertensos y convencido<br />

de la necesidad de establecer en su ciudad natal un<br />

En memoria<br />

de una amistad perdurable<br />

Académico Efraim Otero Ruiz<br />

centro nefrológico de primera categoría, no vaciló en<br />

abandonar una práctica docente y profesional exitosa<br />

para irse a realizar estudios avanzados en nefrología<br />

en la Universidad de Rochester, estado de Nueva York,<br />

entre 1969 y 1971.<br />

Ya para entonces había participado activamente<br />

en el grupo que se empeñó en crear una Facultad de<br />

Medicina en la Universidad Industrial de Santander y<br />

había sido su <strong>De</strong>cano fundador. En los años setentas<br />

se dedicó activamente no sólo a mejorar y hacer crecer<br />

su cátedra y su centro nefrológico sino a iniciar el<br />

programa de transplantes renales, segundo sólo en éxito<br />

y en volumen al que había surgido en Medellín en la<br />

década precedente. <strong>De</strong> allí no sólo surgieron alumnos<br />

epónimos, que han sido después profesores, decanos<br />

y académicos, sino una serie de libros (como su texto<br />

de "Nefrología"), publicaciones y estadísticas sobre los<br />

trabajos allí realizados, hechos con la seriedad de investigador<br />

e internista que siempre lo caracterizaron y que<br />

lo llevaron a ocupar por dos años la Presidencia de la<br />

Asociación Colombiana de Medicina Interna, lo mismo<br />

que la de la Sociedad Colombiana de Nefrología en<br />

etapa subsiguiente. <strong>De</strong>sde muy temprano fue miembro<br />

prominente del American College of Physicians, cuyos<br />

simposios ayudó a organizar en múltiples ocasiones.<br />

Elegante y pulido escritor, su mayor preocupación literaria<br />

fue la de investigar y sacar a la luz las vidas ilustres<br />

de los prohombres de su tierra. Así lo que escribiera<br />

sobre el doctor Martín Carvajal Bautista o sobre el<br />

oncólogo y Académico Francisco Espinel Salive. <strong>No</strong> sin<br />

razón dijo de él Alvaro Gómez Hurtado, en el prólogo<br />

que escribiera para su libro "El Hombre de Iscalá-Ramón<br />

González Valencia": "El doctor Cala Hederich, ilustre<br />

paisano del estadista, respalda su investigación con el<br />

prestigio que decora su vida y el ejercicio de una gran<br />

vocación humanística que lo ha llevado a ocupar sitios<br />

de honor en centros académicos y a prestar su concurso<br />

en el servicio público".<br />

A él pudieron aplicarse, sin excepción, todos los<br />

versos del soneto alejandrino que Jorge Robledo Ortiz,<br />

el poeta antioqueño, dedicara al abuelo, especialmente<br />

aquellos dos que dicen:<br />

Nunca conoció el dolo, ni recorrió el atajo<br />

que crucifica el alma sobre la cobardía ...<br />

Ello no obstó, sin embargo, para que, en la cima<br />

de su prestigio, fuera también víctima de injustas<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 209


acusaciones de las que salió indemne, pero con la<br />

amargura que dejan el desdén y la ingratitud, especialmente<br />

cuando provienen de aquellos a quienes<br />

alguien no ha hecho toda su vida sino beneficiar. Ya<br />

jubilado y profesor emérito de la UIS, un día de 1991<br />

decidió trasladarse a Bogotá, ciudad que lo acogió con<br />

el mismo cariño con que lo había acogido en sus<br />

épocas de estudiante de medicina de la Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> pues aquí, más que en la capital santandereana<br />

-a la que nunca dejó de visitar con frecuenciaquedaba<br />

gran parte de su numerosa familia y de sus<br />

amigos más cercanos. Por un tiempo trabajó como<br />

Jefe de Medicina Interna de la Escuela de Medicina<br />

Juan N. Carpas y por otro en la cátedra de nefrología<br />

de su alma mater; pero su dedicación, la esencia de<br />

su vida, siguió siendo su consultorio de nefrólogo e<br />

internista, que continuó atendiendo hasta casi dos<br />

meses antes de su deceso, lo mismo que participando<br />

de manera incansable en las reuniones y comisiones<br />

de nuestra <strong>Academia</strong>. Fueron años pacíficos, rodeado<br />

de su esposa (notable historiadora e intelectual) y de<br />

sus hijas y nietos, dedicado como nunca a sus dos<br />

210 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

placeres más preciados, la lectura y la música. Pero<br />

nó la música a secas, sino aquella que, con la más<br />

moderna tecnología, le permitía ver a diario sus óperas<br />

predilectas y sus conciertos sinfónicos, de cámara o<br />

de música barroca, en el pequeño teatro que para el<br />

efecto había dispuesto en su casa de habitación. Por<br />

eso nos deleitó también en la <strong>Academia</strong> con dos videoaudiciones<br />

formidables, la una sobre Verdi y la otra<br />

sobre Juan Sebastián Bach, de quienes él mismo documentó<br />

con cuidado sus biografías y sus libretos e inclusive<br />

los repartió por escrito antes de las sesiones,<br />

acompañándolos durante las mismas de sesudos<br />

comentarios. Ellos mismos y Bach en especial, como<br />

solía decirlo, sirvieron para aliviar los momentos más<br />

agobiantes de su dolorosa enfermedad, que sobrellevó<br />

con la entereza propia de su espíritu de valiente caballero<br />

y de auténtico cristiano.<br />

Su rectitud en el obrar, su autenticidad, su lógica,<br />

su conocimiento médico, su humanismo, su música,<br />

quedarán por mucho tiempo flotando en el ambiente<br />

de esta <strong>Academia</strong>, a la que tanto quiso y a la que dedicó<br />

los mejores años de su madurez y de su vida.


Jaime Herrera Pontón<br />

(Junio 15 de 1931 - <strong>No</strong>viembre 5 de <strong>2003</strong>)<br />

Era el lunes dos de febrero de 1948, el primer<br />

día de clase del curso cuarto de bachillerato<br />

del Colegio de San Bartolomé La Merced.<br />

La distribución de puestos en los pupitres era de<br />

acuerdo con la letra inicial del apellido, es decir, la letra<br />

H. Mi vecino entonces, fue Herrera Pontón Jaime,<br />

desde ese primer día, iniciamos una enriquecedora y<br />

sincera amistad, que abarcaría el discurrir de nuestras<br />

vidas. Fue un estudiante brillante, sobresaliente en<br />

literatura, historia y biología.<br />

Luego de tres años, otro lunes, el cuatro de diciembre<br />

de 1950, nos graduamos de bachilleres en ceremonia<br />

solemne en el entonces Teatro Colombia, hoy Jorge<br />

Eliécer Gaitán. Al año siguiente, el 5 de febrero de<br />

1951, por coincidencia otro lunes, ingresamos a estudiar<br />

medicina, en la Pontificia Universidad Javeriana,<br />

siendo el <strong>De</strong>cano de la Facultad de Medicina el Jesuita<br />

Alberto Duque. Seguíamos cultivando nuestra amistad<br />

y los intereses comunes de aprender ávidamente, las<br />

Académico Alberto Hernández Sáenz<br />

enseñanzas de nuestros profesores: Juan Di Doménico<br />

Di Rugiero, Hernando Groot Liévano, Guillermo Fisher<br />

Cárdenas, Juan Pablo Llinas Olarte, Ramón Atalaya<br />

Varela y una miriada de docentes doctos y sabios, del<br />

saber médico con una vida pulcra y honesta, denominador<br />

común de nuestros docentes.<br />

Luego de seis años de estudio, un día del mes de<br />

octubre de 1956, enrumbamos nuestras inquietudes<br />

hacia los estudios de pregrado.<br />

En 1958, Jaime se graduó como médico de la<br />

Universidad Javeriana, con una Tesis comentada muy<br />

favorablemente, denominada "Nódulos solitarios del<br />

Pulmón". Hizo su especialización de Anestesiología<br />

en el Hospital Universitario de Cali (Valle). Practicó<br />

su especialización en el Hospital de La Samaritana,<br />

en la Clínica del Country y en la Fundación Santa Fe<br />

de Bogotá, donde creó la Clínica del dolor, trabajó<br />

además en Cirulaser y la Asociación Medica de los<br />

Andes. Creador en 1973 de la Revista Colombiana<br />

de Anestesia y Director de la misma durante doce<br />

años.<br />

Posteriormente en 1984, ingresó como miembro<br />

correspondiente de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina,<br />

con un trabajo titulado: "Riesgo profesional del anestesiólogo<br />

y del personal que trabaja en el área quirúrgica".<br />

En 1996, ascendió como Miembro de Número<br />

de la <strong>Academia</strong>, con el trabajo denominado "Manejo<br />

del paciente terminal por cáncer".<br />

Dio ejemplo como católico, ferviente practicante.<br />

Fue miembro de los equipos de Nuestra Señora y Caballero<br />

de la Orden del Santo Sepulcro.<br />

Su inquietud por los estudios históricos y su amor<br />

a la tradición, lo llevaron a formar parte del Grupo de<br />

Genealogías de Santafé de Bogotá.<br />

Ocupó un sillón en la <strong>Academia</strong> Colombiana de<br />

Historia. Escritor prolífico, dejó varios trabajos científicos,<br />

publicados en Revistas <strong>Nacional</strong>es y Extranjeras.<br />

Presidente de la <strong>Academia</strong> Colombiana de Anestesiología<br />

de 1977 a 1979. Fue secretario general de la<br />

Confederación Latinoamericana de Sociedades de<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 211


Anestesia, de 1977 a 1981; Miembro de Comité Científico<br />

de la Federación Mundial de Anestesia y del Comité<br />

del dolor de la misma Federación, y Directivo de la<br />

Fundación Pro <strong>De</strong>recho a Morir Dignamente.<br />

Prestó valiosos servicios a la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong><br />

de Medicina, como Miembro muy distinguido de las<br />

Comisiones de Publicaciones y de Museo de la Historia<br />

de la Medicina, para el cual hizo donación del Diploma<br />

de Médico, de su ilustre antepasado Juan David<br />

Herrera Pinzón, lo que constituye un valioso legado.<br />

Escribió la "Historia de la Anestesia en Colombia",<br />

que constituye la memoria bien guardada de su especialidad.<br />

Contrajo matrimonio con Beatriz Rodríguez Gaviria.<br />

Fueron el orgullo de su vida, sus hijos María Merce-<br />

212 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

des, Jaime, María Lucia y Roberto. Admirable esposo,<br />

solícito padre, cultor de la amistad, con aquilatada<br />

devoción.<br />

Jaime fue el prototipo del profesional honesto y<br />

docto, que ejercía la corrección fraterna con tino y suma<br />

inteligencia. Constituye un paradigma para la sociedad,<br />

la familia y sus pares.<br />

Mi última conversación con Jaime, fue pocas horas<br />

antes de morir. Me relató los incómodos procedimientos<br />

que le habían practicado en la sala de cuidados intensivos;<br />

a lo cual le comenté, para darle ánimo, que<br />

ya había superado tan delicada situación de salud, él<br />

me respondió: "no creas, ésta es mi despedida ... ".<br />

El alma de un justo varón como Jaime, brilla como<br />

las estrellas en el firmamento eterno.


Fortunato Aljure nació en Cali, Colombia el 3 de<br />

octubre de 1929 en el hogar de Don Emilio Aljure<br />

y Rosa Nasser y allí falleció el pasado 24 de<br />

octubre de <strong>2003</strong>.<br />

En noviembre de 1953 finalizó sus estudios universitarios<br />

en la Escuela de Medicina de la Universidad<br />

<strong>Nacional</strong> en Bogotá e hizo su internado quirúrgico y<br />

oncológico en el Instituto <strong>Nacional</strong> de Cancerología.<br />

Su deseo de responsabilidad social lo regresó a<br />

trabajar durante tres años en su ciudad natal, en el<br />

sector de Salud Pública. Su buen desempeño lo lleva<br />

a obtener una beca para seguir estudiando en la<br />

Universidad de Tulane, en la que destacó como un<br />

excelente alumno y obtuvo en junio de 1957 su Máster<br />

en Salud Pública.<br />

Retornó a Cali y desde 1958 se vinculó a la<br />

Escuela de Medicina de la Universidad del Valle en<br />

Cali como profesor y se hizo miembro de la <strong>Academia</strong><br />

* Presidente, <strong>Academia</strong> de Medicina del Valle del Cauca.<br />

Fortunato Aljure<br />

(1929 - <strong>2003</strong>)<br />

Académico Gilberto Ángel<br />

de Medicina del Valle del Cauca, de la cual fue su<br />

presidente de 1986 a 1988. Durante este periodo fue<br />

Secretario de Salud del Valle en donde implementó<br />

varios programas de salud; entre ellos, el programa<br />

de alimentación infantil con la CARE.<br />

Su amor por la medicina lo llevó desde 1960 y<br />

hasta finales de 19<strong>63</strong> a vincularse tiempo completo<br />

como Residente en el Programa de Cirugía Oncológica<br />

del "Memorial S/oan Kattering Cancer Center' en<br />

Nueva York. En este centro se destacó como cirujano<br />

y ocupó el cargo de Jefe Residente de Cirugía.<br />

Durante este periodo se vinculó con la American<br />

College of Surgeons y perteneció a varias sociedades<br />

de médicos como la Society of Surgical Oncologist,<br />

The Head and Neck Society y la GYN Oncology Memorial<br />

Hospital Society.<br />

En Colombia trabajo durante más de treinta años<br />

en la Escuela de Medicina de la Universidad del Valle<br />

como profesor y oncólogo y fundó la Unidad de Cáncer<br />

en el Hospital Universitario. En este centro educativo<br />

fue pionero en el implemento de técnicas para llevar<br />

un control estadístico sobre cáncer. <strong>De</strong>sde los inicios<br />

de la Clínica Fundación Valle del Lili, participó en la<br />

creación de este centro hospitalario y fundó igualmente<br />

la Unidad de Cáncer.<br />

Se destacó fundamentalmente como docente y<br />

practicante de la Oncología. Fue Jefe de Servicio de<br />

Oncología del Hospital Universitario y de la Fundación<br />

Valle del Lili, instituciones a las que aún estaba vinculado<br />

en el momento de su muerte.<br />

Fortunato se casó con Julia Sefair y juntos conformaron<br />

un hogar con cinco hijos: Emilio Antonio, Juliana,<br />

Juan Carlos, Sandra y Patricia. Fue un excelente padre,<br />

esposo, familiar y amigo, compasivo con sus pacientes,<br />

dedicado por entero a su familia y a la medicina.<br />

Tuvo también una gran inspiración para escribir<br />

poemas de riqueza literaria donde quedaron plasmados<br />

su amor por el mundo y por sus seres queridos.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 213


Homenaje<br />

Hernando Groot Liévano<br />

Académico y Maestro<br />

Juan Mendoza Vega, Presidente de la <strong>Academia</strong>,<br />

me ha pedido que haga una remembranza de<br />

Hernando Groot en sus años como profesor universitario.<br />

Le digo Hernando pues nos une una amistad<br />

de más de 30 años, cuando luchábamos, él como investigador<br />

y profesor ya reconocido nacional e internacionalmente<br />

y yo como investigador principiante, para<br />

que el Gobierno creara a COLCIENCIAS. Inaugurada<br />

la entidad, en 1969, un año después de haber ingresado<br />

yo a la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina, fuimos<br />

nombrados miembros del primer Consejo Asesor de<br />

Investigaciones y allí me pidió que lo tratara, nó como<br />

"profesor" o "doctor Groot" sino que nos llamáramos<br />

simplemente por nuestro primer nombre; así, procedí<br />

a llamarlo Hernando, pese al respeto y la admiración<br />

que le profesaba desde que fuí su alumno. <strong>De</strong> ahí<br />

214<br />

Sesión solemne del 22 de mayo de <strong>2003</strong>.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Académico Efraím Otero-Ruiz*<br />

siguió una colaboración estrecha que se pro-longó<br />

después durante los 11 años en que yo dirigí dicha<br />

entidad y desde donde pude seguir su trayectoria<br />

fulgurante, primero como investigador de la OPS-OMS<br />

y luego como Rector de la Universidad de los Andes,<br />

como Presidente cuatrienal de esta <strong>Academia</strong> y<br />

Secretario Perpetuo de la misma. Pero de esas luminosas<br />

partes de su carrera ya se ocuparán otros en sus<br />

notas biográficas.<br />

Hernando Groot se incorporó a la naciente Facultad<br />

de Medicina de la Universidad Javeriana hacia<br />

mediados de la década de los cuarentas siguiendo ese<br />

llamado que el Padre Félix Restrepo y su Consejo de<br />

fundadores hiciera a lo más granado de la juventud<br />

médica colombiana para ocupar allí diversas cátedras.<br />

Indudablemente, fuera de sus relaciones personales<br />

o institucionales con muchos de los profesores<br />

ya vinculados o en vía de vincularse, creo que mediaría<br />

también la curiosidad por participar en el experimento<br />

de una nueva educación médica, de carácter privado,<br />

que desafiaba, por así decirlo, la todopoderosa y predominante<br />

Universidad <strong>Nacional</strong>, establecida setenta años<br />

atrás. A sus 30 de edad, no sólo era Hernando ya un<br />

parasitólogo y especialista en endemias tropicales<br />

ampliamente reconocido, sino que había sido alumno,<br />

amigo y colaborador de dos de las figuras más importantes<br />

de nuestra medicina tropical en la primera mitad<br />

del siglo XX: Luis Patiño Camargo y César Uribe Piedrahita.<br />

A aquéllo había acompañado a detectar e identificar<br />

el germen de la verruga peruana en las hondonadas<br />

del Guáitara, en Nariño; ya éste lo había acompañado<br />

y seguido por los Llanos orientales y por gran parte del<br />

territorio colombiano en búsqueda de los elusivos brotes<br />

de fiebre amarilla, de malaria o de tripanosomiasis, con<br />

un grupo que ya para esa época había sentado sus


eales en el antiguo Laboratorio Carrión del viejo Hospital<br />

de la Hortúa y en la estación experimental de Villavicencio,<br />

que con los años pasaría a llamarse el<br />

Laboratorio Roberto Franco. En esas labores lo acompañarían<br />

sus amigos Santiago Rengifo, Carlos Sanmartín,<br />

Ernesto Osorno Mesa y Augusto Gast Galvis, para<br />

mencionar apenas los más cercanos. Varios de ellos<br />

habían creído describir una nueva cepa de Tripanosoma<br />

llanero, el llamado por ellos T.Ariari, en esos momentos<br />

motivo de fuerte discusión en los círculos pasasitológicos;<br />

y con Sanmartín acababan de estudiar la encefalitis<br />

equina en el Tolima y la fiebre amarilla en las<br />

vecindades de San Vicente de Cuchurí, en Santander.<br />

Uribe Piedrahita había también, desde finales de los<br />

años treintas, acercado a ese grupo de jóvenes a la<br />

creación y puesta en marcha de su laboratorio CUP,<br />

encaminado a producir medicamentos de fácil acceso<br />

a las clases más necesitadas, dirigidos preferentemente<br />

a tratar las dolencias de nuestros trópicos, pero que<br />

era ante todo un gran centro de investigación, un tanque<br />

de pensamientos o "think-tank", como se dice hoy día,<br />

en torno a esas "grandes olvidadas del mundo", como<br />

llamaría la Fundación Rockefeller a las enfermedades<br />

tropicales. Gracias a ellos se iniciaba también, anexo al<br />

Laboratorio Samper Martínez, el Instituto Carlos Finlay<br />

de investigación en esas materias, principalmente fiebre<br />

amarilla e infecciones virales.<br />

La Facultad de Medicina de la Javeriana apenas<br />

se estaba medio organizando en el vetusto claustro<br />

de San Ignacio, después de una diáspora inicial que<br />

había incluído clases dictadas en garages y casas de<br />

alquiler de la vecindad. Y se estaban dando pasos<br />

acelerados en la construcción del anfiteatro de<br />

anatomía de la calle 24-Sur (hoy Barrio Restrepo),<br />

desde donde se visualizaban los amplios terrenos<br />

vacíos que circundaban la ya iniciada obra del Hospital<br />

Antituberculoso de San Carlos. Para 1948, año en<br />

que yo inicié mis estudios de medicina, ya se había<br />

concluído la formidable estructura en concreto del futuro<br />

Hospital San Ignacio de la calle 40, que continuaría<br />

así por más de una década. En cuanto al claustro de<br />

San Ignacio, oigamos la descripción que hice del<br />

mismo en la nota necrológica que escribí sobre mi<br />

amigo Jorge Guzmán Toledo ("Boliche") y que fue<br />

publicada en 1997 en la revista "Estetoscopio":<br />

"La Facultad de Medicina de la Javeriana tenia<br />

como sede el viejo caserón anexo a la iglesia de San<br />

Ignacio y el Colegio de San Bartolomé, en la esquina<br />

sur-oriental de la plaza de Bolívar, frente al Capitolio<br />

<strong>Nacional</strong>. Ese caserón ya fue demolido hace muchos<br />

años y dió lugar a una elegante plazoleta que complementa<br />

la muy linda de palmeras centenarias, situada<br />

frente a la iglesia y enmarcada por la casa donde<br />

imprimió Nariño los <strong>De</strong>rechos del Hombre. Justamente<br />

por ese 'apiñuscamiento' de los alumnos de los tres<br />

primeros años en el viejo edificio -los de los tres últimos<br />

ya se diseminaban por varios hospitales de Bogotá- la<br />

estratificación entre un curso y otro no era muy estricta<br />

y todos compartíamos el espacio en un primitivo 'café'<br />

del primer piso, junto al patio colonial, o en la pequeña<br />

tienda donde Candelaria, una antigua y venerable<br />

servidora, nos vendía sus golosinas. En el patio se<br />

jugaba, en los intermedios entre clases, la famosa<br />

'cascarita', que las nuevas generaciones ya no recuerdan<br />

y que consistía en patear, con la parte lateral e<br />

interna del pie y sin dejarla caer al piso, un cuarto de<br />

cáscara de naranja doblada por la mitad y que pronto<br />

adquiría una especie de consistencia de cuero elástico.<br />

Las naranjas en esa época eran mucho más comunes<br />

no sólo por el consumo popular sino porque los emboladores<br />

las usaban como fase imprescindible del proceso<br />

de limpiar y lustrar zapatos y, ya usadas, arrojaban<br />

sus cáscaras por todo el entorno del centro de la<br />

ciudad, Era perdedor, por supuesto, el individuo o el<br />

bando que la dejara tocar el suelo! Y hablamos en<br />

género masculino porque en esos primitivos años la<br />

educación médica en la Javeriana era totalmente<br />

misógina. Las mujeres sólo llegarían a los claustros<br />

finalizando la década de los años cincuenta."<br />

En ese ambiente, pues, fuí alumno yo de Hernando<br />

Groot en 1950. La clase de Parasitología se<br />

dictaba a las 8 amo en un estrecho y alargado salón<br />

del segundo piso en el ala sur, con un amplio ventanal<br />

que daba al patio antes mencionado y al que se accedía,<br />

después de la escalera, por un corredor de unos<br />

cinco metros. Allí también se tomaban los exámenes<br />

orales o escritos sobre la materia. Hernando llegaba,<br />

muy parsimonioso y elegantemente vestido, después<br />

de haber estacionado su flamante cupé Oldsmobile<br />

de 1949, de color verde, en la misma calle, frente a la<br />

iglesia. <strong>De</strong>sde que ingresaba al corredor comenzaba<br />

a esculcarse sus bolsillos y al entrar, con gran ceremonia,<br />

al salón de clase y ocupar la mesa profesoral<br />

los iba desocupando lentamente: anteojos, lapiceros,<br />

cigarrillos, encendedor, llaves, depositando todo sobre<br />

la mesa. Era como una llamada de atención para todos<br />

ponerse firmes y en silencio. En seguida, sin llamar a<br />

lista ni nada, iniciaba su clase con esa voz firme y bien<br />

modulada, con esa cuidadosa y pulida dicción que lo<br />

ha acompañado toda su vida. <strong>No</strong>sotros lo seguíamos<br />

con fascinada atención, pues aunque afable tenía fama<br />

de estricto, recorriendo con él los más accidentados<br />

parajes de la geografía nacional e internacional de<br />

donde describía las enfermedades, los parásitos, los<br />

vectores locales comparados frente a los de otras latitudes<br />

(la Leishmania donovani frente a la L. brasiliensis,<br />

el Rhodnius prolixus frente al Triatoma mejistii, el<br />

Anopheles pseudopunctipennis frente al A. albimanus<br />

o el Stegomyia fasciata frente al Aedes aegypti)<br />

pronunciando o escribiendo los nombres en latín con<br />

inmaculada perfección. <strong>No</strong>s contaba cómo en las<br />

matas de monte del llano, después de destruír las larvas<br />

en los charcos del suelo y ver cómo persistían los<br />

mosquitos, él y otros se habían encaramado a las<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 215


copas de los árboles para ver cómo cerca de ellas, en<br />

las copas formadas por plantas parásitas y llenas de<br />

agua por las lluvias, o en los pecíolos de las palmas,<br />

se habían formado nuevos criaderos. Era una clase al<br />

tiempo científica y humana, clínica y ecológica, dictada<br />

con una gran sensibilidad social y al tiempo como gran<br />

estímulo a la curiosidad investigativa sobre esa<br />

nosología que, en los albores de la era antibiótica y<br />

antiparasitaria, se planteaba como la nueva frontera<br />

del conocimiento médico mundial.<br />

<strong>De</strong> él se decía que, dos o tres cursos anteriores<br />

al mío, siendo él quizás el profesor más joven, casi de<br />

la edad de sus propios alumnos (algunos de los cuales,<br />

en esa época, iniciaban sus estudios ya bastante<br />

mayores) había sucedido una anécdota que se relataba<br />

con gran hilaridad. Por esos primeros años el <strong>De</strong>cano<br />

de Disciplina era unjesuíta, el Padre García Barriga,<br />

descendiente de ilustres apellidos de la capital y<br />

hermano de quien era el profesor de Botánica Médica<br />

en el primer año, el profesor Hernando. Era un jesuíta<br />

musculoso pero delgado, con un cuello largo y protuberante<br />

que hacía que los alumnos le tuvieran, en secreto,<br />

el apodo de "Vertebrita". Fiel a su papel como <strong>De</strong>cano<br />

disciplinario, era bastante psicorrígido en cuanto a las<br />

horas de entrada a los exámenes, parciales o finales,<br />

y pasados diez minutos de la hora señalada les<br />

impedía la entrada a los retrasados pero en forma más<br />

o menos cordial, haciéndoles notar su incumplimiento.<br />

Pues bien, parece que él no conocía bien al nuevo<br />

profesor de Parasitología y al llegar éste a presidir el<br />

examen, como lo vió tan joven, se le avalanzó, lo agarró<br />

por los hombros y lo detuvo diciéndole, como solía:<br />

"mi querido viejo, ya no es hora de llegar, entraste<br />

tarde". Hernando entre sorprendido y disgustado por<br />

tan repentina detención, vuelve a calarse los anteojos,<br />

se quita las manos de los hombros y le responde<br />

mirándolo fijamente: "pero sucede reverendo padre<br />

que yo soy el profesor titular de la materia". La carcajada<br />

de los alumnos no se hizo esperar y el padre entre<br />

mohíno y apenado hubo de disculparse públicamente.<br />

Pero si las clases teóricas las dictaba en un<br />

ambiente cordial y distendido, estimulando las preguntas<br />

y la discusión de ciertos temas, en cambio en el<br />

"sancta sanctorum" del laboratorio de Parasitología-<br />

Entomología reinaba como absoluto monarca del<br />

silencio. Como escaseaban, tanto los microscopios como<br />

el tiempo para que todos los alumnos los aprovecháramos,<br />

exigía que cada uno se concentrara en su<br />

tarea de identificar parásitos (en sangre, en heces, en<br />

tejidos) en absoluto silencio, que sólo se podía interrumpir<br />

para consultarle en voz baja a él o a su jefe de<br />

trabajos (el futuro Académico Carlos Sanmartin, quien<br />

tendría después una carrera nacional e internacional<br />

tan brillante en el campo de los virus patógenos) sobre<br />

posibles problemas de interpretación de las láminas,<br />

cuidadosamente preparadas por ellos. Eso sí, permitía<br />

que uno llevara el texto o textos que juzgara conve-<br />

216 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

nientes para ilustrarlo (yo llevaba siempre conmigo el<br />

texto en francés de la Parasitología de Brumpt, editado<br />

por Masson et Cie., que había adquirido con enormes<br />

sacrificios). Fuera de ello el silencio debía ser tal que<br />

se podría oír volar una mosca.<br />

Pues bien, en ese ambiente oscuro y sacramental<br />

(era un salón con pocas ventanas cubiertas de<br />

pesadas cortinas oscuras en el segundo piso de la<br />

parte norte del antiguo claustro, bordeando la calle<br />

10a.) estábamos una mañana revisando nuestras<br />

láminas cuando uno de mis compañeros, un vallenato<br />

no por cierto brillante, excepto para imitar los bongoes<br />

y las guacharacas con las tapas de los pupitres cuando<br />

cantaba sones de su tierra natal, le grita de golpe con<br />

voz aguda al profesor Groot:<br />

-"Doctooor. ... no veo!".<br />

Hernando se acerca pacientemente a la mesa de<br />

trabajo y al microscopio del "invidente", revisa las cosas<br />

y de golpe, con su voz estentórea pero calmada le<br />

replica, como para que todos pudiéramos oír:<br />

-"La trilogía de su fracaso estriba: en que el<br />

microscopio no tiene luz, la placa está al revés y está<br />

mirando con el lente de inmersión!".<br />

Nueva carcajada general que hizo que todos<br />

miráramos al autor de la imprudente pregunta como<br />

más ignorante de lo que en realidad era. Pues al final<br />

del curso llegó a convertirse ya en trabajador serio y<br />

dedicado, y aprobó la materia satisfactoriamente.<br />

Al final de ese año de 1950 nos comenzaron a<br />

trasladar, casi que apresuradamente, a unas aulas que<br />

se habían improvisado en el primero y segundo piso<br />

del futuro hospital de la Calle 40. El espacio era algo<br />

mejor que en la Calle 10 pero el salón no podía oscurecerse<br />

tan bien como el viejo laboratorio. Hernando,<br />

como novedad tecnológica impresionante, insistía en<br />

proyectarnos láminas parasitológicas empleando el<br />

mismo sistema que yo después he descrito en mi libro<br />

sobre la historia del Instituto <strong>Nacional</strong> de Radium, y<br />

que consistía en una lámpara de arco voltaico localizada<br />

en el sitio que correspondería a la fuente de luz<br />

del microscopio. Con prismas especiales, a través del<br />

ocular del mismo, podía proyectarse la imagen sobre<br />

una pantalla para que todos los alumnos la vieran. El<br />

artefacto producía calor y un olor a chispa eléctrica<br />

que a veces se hacían insoportables, pero la resolución<br />

obtenida en la pantalla-si esta era reflectora y adecuada-<br />

era bastante buena.<br />

Hernando insistía en proyectar en el nuevo salón<br />

de la calle 40, donde la luz -que se entraba por los<br />

amplios ventanales orientados al nor-oeste- apenas<br />

podía bloquearse con unas sábanas viejas aportadas<br />

de la residencia de los padres jesuítas. <strong>No</strong> había<br />

pantalla y la imagen proyectada en la pared del salón<br />

era desastrosa. Ya para entonces teníamos como<br />

nuevo <strong>De</strong>cano de Disciplina a un médico y jesuíta<br />

antioqueño, el Padre Alberto Duque. Este, ante la<br />

insistencia de Groot, hizo traer de San Ignacio, a mane-


a de pantalla, un viejo lienzo encalado que seguramente<br />

provenía de los intentos pictóricos de los padres<br />

de comienzos del siglo. El profesor se vió forzado<br />

a realizar su proyección ante la mirada inquisidora del<br />

Padre Duque y, por supuesto, la resolución de las<br />

imágenes era pésima. Al fin, desesperado ante una<br />

situación que parecía irremediable, nos espetó a todos,<br />

con su inevitable voz lenta, profunda y bien modulada:<br />

-"Espero que todos con algo de buena voluntad,<br />

incluyendo al señor <strong>De</strong>cano, puedan ver la forma del<br />

trofozoito; aunque a través de el puede apreciarse la<br />

naturaleza, sumamente burda, de ese lienzo que nos<br />

han traido a modo de pantalla!". Nueva carcajada, esta<br />

vez de solidaridad con nuestro diligente y apreciado<br />

profesor.<br />

Hernando Groot fue arquetipo de profesores y académicos,<br />

la persona que casi naturalmente, sin es-<br />

Quiero comenzar estas palabras con una nota<br />

que fue publicada en El Tiempo, sábado 29<br />

de septiembre de 1939, -el tiempo confirmó<br />

lo que allí se dice-: "Entre la nueva generación liberal<br />

descuella el nombre del doctor Hernando Groot<br />

Liévano, quien recibió anoche en brillante examen de<br />

grado su titulo de médico y cirujano. El tema escogido<br />

como motivo de Tesis titulado 'Estudio sobre fosfatasas<br />

sanguineas' constituye un trabajo de verdadero valor<br />

científico justamente apreciado por el Consejo de<br />

Examinadores que le otorgó Mención Honorífica. <strong>De</strong><br />

una admirable inteligencia y de un espíritu de investigación<br />

poco común en nuestro medio, Hemando Groot<br />

disfrutó entre sus profesores y condicípulos de gran<br />

prestigio y aprecio por cuanto sus dotes de honorabilidad<br />

y gran señorío lo hacían acreedor a ello. Corona<br />

su carrera con el mayor de los éxitos e inicia las arduas<br />

labores del ejercicio profesional con una sólida preparación<br />

que lo hará ocupar de manera firme un puesto<br />

de avanzada en la medicina nacional. Queremos en<br />

este día compartir con los suyos la alegría de tan<br />

merecido triunfo".<br />

Quiero despejar el campo que rodea a su persona<br />

social como al hombre de ciencia, Investigador<br />

Emérito y Asesor del Instituto <strong>Nacional</strong> de Salud.<br />

El ente social que existe en Hernando es el de un<br />

intelectual serio que ha utilizado todo su impulso<br />

Director del Instituto <strong>Nacional</strong> de Salud (por invitación).<br />

Intervencián<br />

del Dr. Jorge Boshell Samper*<br />

fuerzo, hacía que el alumno le tomase cariño a la materia<br />

enseñada y comprendiera la importancia de la<br />

misma. Todos pasaríamos al año siguiente a cursar la<br />

clínica semiológica en el Hospital San José y todos, al<br />

ver los cuadros de amibiasis, de paludismo, de la<br />

entonces llamada "anemia tropical" causada por<br />

parásitos intestinales, recordaríamos con cariño y con<br />

nostalgia las enseñanzas del maestro Groot, que había<br />

dejado tan honda impresión en nosotros, los jóvenes<br />

universitarios. Ella persistiría a través de la medicina<br />

rural y hasta en regiones y ciudades alejadas de nuestra<br />

patria. En mi caso esa impresión, adobada con una<br />

pátina de admiración y respeto, persiste casi cincuenta<br />

años después de haber abandonado los claustros<br />

nutricios y ha inspirado el cariño con que he urdido estas<br />

deshilvanadas notas que me ha solicitado el autor de<br />

esta biografía.<br />

benefector en consentir a esa envidiable familia que<br />

tuvo en buen momento de construir con Helenita y<br />

cómo no, en servir su sociedad que es la sociedad del<br />

mundo, con varias características. En primer lugar es<br />

el primero en la línea de fuego, siempre desde su posición<br />

ferozmente independiente, sin asomo de egoísmo<br />

y viviendo su vida de todos los dias con humor y con<br />

sentido común. Estas características hicieron posible<br />

que el Dr. Groot siga siendo una especie de embajador<br />

perpetuo de Colombia en el exterior porque sus trabajos<br />

e intervenciones son bien reconocidas en los medios<br />

científicos y académicos del mundo y sus<br />

actividades siguen dando el mejor crédito a Colombia.<br />

Sin embargo, esas características, particularmente su<br />

independencia complementada con el sentido de<br />

dignidad y el decoro que deben presidir las actuaciones<br />

de todo ser inteligente y desde luego del servidor<br />

público, se pusieron de presente cuando Hernando<br />

prefirió retirarse de su cargo como Director del Instituto<br />

<strong>Nacional</strong> de Salud haciendo honor a su transparente<br />

concepto de la justicia antes que someterse a la soberbia<br />

del Ministro de Salud de ese momento, soberbia<br />

que le ordenaba cometer un acto ajeno a la equidad;<br />

esto no pasó de ser un incidente pasajero, muy<br />

desagradable desde luego, que se corrigió poco tiempo<br />

después gracias a la intervención del doctor Hernando<br />

Vidales Neira quien siendo Director del Instituto en el<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 217


siguiente Gobierno tuvo el Duen tino de conquistarse<br />

a Hernando Groot para que apoyara una vez más al<br />

laboratorio de virus del Instituto que pasaba entonces<br />

por un mal momento.<br />

Cuando examinamos su actividad científica encontramos<br />

tres aspectos que la hacen singular: la precocidad<br />

de su producción científica; su estilo muy<br />

propio de escribir utilizando el idioma con original<br />

precisión; y la continuidad que han tenido sus aportes<br />

científicos, que siguen contribuyendo significativamente<br />

a mejorar la salud y por consiguiente el desarrollo<br />

de los pobladores del trópico. Sus primeros<br />

trabajos fueron publicados hacia 1937 a la edad de 20<br />

años. <strong>De</strong>sde entonces lleva 65 años de trabajo<br />

ininterrumpido.<br />

A propósito, debo recordarle a Hernando en este<br />

momento el compromiso que tiene con nosotros de<br />

terminar su manuscrito sobre las "Bodas de Plata de<br />

la Encefalitis Equina Venezolana en el Magdalena<br />

Medio".<br />

En 1995 la Asociación de Solidaridad Médica de<br />

Nariño publicó un libro que habla de la Medicina del<br />

Siglo XX en Nariño y en un capítulo escrito por el Dr.<br />

Luis Carlos Moncayo hace alusión al problema que<br />

estaba generando la Bartonellosis y menciona que el<br />

problema generado es tan importante que los enfermos<br />

los han tenido que hospitalizar, habían intervenido al<br />

Dr. Luis Patiño Camargo y obligó la creación de un<br />

laboratorio clínico que para la época contaba con los<br />

medios más modernos y allí trabajaban el Dr. Hernando<br />

Groot y el Dr. Mayoral, patólogo español. Una de las<br />

empresas que acometió el Dr. Groot entonces fue<br />

generar la recopilación de trabajos hechos en Nariño.<br />

La medicina tropical constituye la columna vertebral<br />

de su actividad científica. Entre sus más sonadas<br />

publicaciones del inicio de su producción están las<br />

recopiladas en las publicaciones del Laboratorio de<br />

Higiene de Nariño, de las cuales quiero señalar en esta<br />

ocasión tres relacionadas con la Bartonellosis humana:<br />

el descubrimiento que hizo con sus amigos Santiago<br />

Rengifo y César Uribe Piedrahíta del Trypanosoma<br />

ariarii en el artrópodo transmisor que se conoce hoy<br />

como Trypanosoma rangeliy la comprobación que hizo<br />

además de la inocuidad de este flagelo en el hombre<br />

mediante la autoinoculación suya y de algunos de sus<br />

compañeros de trabajo, marcó realmente un hito en<br />

esa época. Algo similar ocurrió con el aislamiento del<br />

virus Guaroa a partir de individuos asintomáticos que<br />

vivían en el pueblo de San Carlos de Guaroa en el<br />

meta, en su momento aislamiento nuevo para la ciencia<br />

y que tiene la importancia de haber enseñado que en<br />

el mundo pueden existir también infecciones en el ser<br />

humano por arbovirus que son inocuos.<br />

Con anterioridad a sus bien conocidos aportes en<br />

el campo de la virología se distinguió en el terreno de<br />

la bacteriología de las diarreas con los primeros<br />

estudios sistemáticos sobre salmonellas y Shigellas<br />

218<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

realizados en el país. Sus contribuciones al conocimiento<br />

de los virus transmitidos por artrópodos, especialmente<br />

el dengue, la fiebre amarilla y la encefalitis<br />

equina venezolana, con más de 90 publicaciones, son<br />

obligadas referencias nacionales e internacionales. En<br />

las publicaciones el Dr. Groot vaticinó lo que podía<br />

pasar si no se erradicaba el Aedes egyipti y la importancia<br />

que tenía retomar nuevamente ese programa.<br />

Vaticinó que aparecería la enfermedad hemorrágica<br />

que ya había aparecido en las Filipinas que mataba<br />

niños, la incidencia del dengue sigue subiendo y nuestro<br />

papel, como bien decía el Dr. Groot en esa época,<br />

consiste en este momento en enseñarle a los trabajadores<br />

de la salud cómo deben reconocer el dengue,<br />

hacer el tratamiento oportuno para evitar la mortalidad<br />

pero no la morbilidad.<br />

Por otra parte la labor académica del Dr. Groot<br />

brilla también en el mundo universitario y lo convierte<br />

en Maestro, particularmente al desarrollar el curso premédico<br />

y al fundar la primera Facultad de Ciencias en<br />

la Universidad de los Andes que más tarde se convertiría<br />

en Facultad de Artes y Ciencias. Esta Facultad ha<br />

formado biólogos, microbiólogos, matemáticos y físicos<br />

que en la actualidad juegan papel destacado en la<br />

promoción de la ciencia colombiana, así lo atestiguan<br />

los premios otorgados por la Asociación Colombiana<br />

para el Avance de la Ciencia a varios de sus discípulos.<br />

La seriedad de este hombre austero e inteligente<br />

que generosamente ha transmitido su comprensión<br />

madura de la ciencia a varias generaciones de colombianos<br />

han hecho de Hernando Groot un gran forjador<br />

de los cimientos de la ciencia colombiana.<br />

Con el propósito de rendir homenaje institucional<br />

a este científico, académico, servidor público y benefactor<br />

de la comunidad, en la próxima sesión de la<br />

Junta Directiva del Instituto <strong>Nacional</strong> de Salud se<br />

presentará a consideración un Proyecto de Acuerdo<br />

para crear, en el nombre de Hernando Groot Liévano,<br />

una condecoración en honor a sus méritos y cualidades<br />

que son paradigma de su consagración al servicio de<br />

la sociedad, condecoración que se otorgará a personas<br />

que por su vida y obra se hayan destacado nacional<br />

o internacionalmente en los campos de investigación<br />

y la docencia de las ciencias de la salud o que se<br />

hayan distinguido en el servicio de ésta.<br />

Para terminar, el desprendimiento y el espíritu<br />

altruista de Hernando se hacen patentes en las circunstancias<br />

que ilustran dos cartas que hacen patente la<br />

personalidad del Dr. Groot. Carta que envía el Dr.<br />

Ramón <strong>De</strong> Zubiría, Rector de la Universidad de los<br />

Andes, 1967 en la que le informa que el Consejo Directivo,<br />

en su sesión del 21 de junio, aprobó el presupuesto<br />

para la próxima vigencia 1967-1968 Y de acuerdo<br />

con este presupuesto y a partir de la misma fecha se<br />

han fijado sus honorarios en la suma de $14.000 y le<br />

manifiesta su complacencia y de las Directivas por el<br />

interés y eficiencia con que desempeña sus funciones


y el agrado por contar con su colaboración. Le ruego<br />

aceptar el aumento registrado en sus honorarios como<br />

una muestra, no por simbólica menos sincera de<br />

nuestro reconocimiento por sus invaluables servicios.<br />

En ese momento estaba comenzando la Universidad<br />

de los Andes con grandes dificultades económicas, y<br />

a esa carta replicó en esta forma el Dr. Groot: "Muy<br />

estimado señor Rector, del modo más profundo deseo<br />

testimoniar y al Consejo Directivo mis agradecimientos<br />

por el reconocimiento expreso que se hace de los<br />

servicios que presto en la institución, así como por los<br />

nuevos honorarios que se me han fijado. Acepto esas<br />

amables palabras de reconocimiento pues se que<br />

corresponden a sentimientos muy sinceros aunque un<br />

tanto desproporcionados con la efectividad de mi<br />

introducción a la Universidad. En cuanto a los honorarios,<br />

deseo reiterarle mi inconformidad con los mismos<br />

por las razones que tuve ocasión de expresar<br />

amplíamente al señor Rector en algunas de las recientes<br />

reuniones del Comité de Rectoría y que demostraron<br />

la inconveniencia de que se haga aumento alguno<br />

de mi salario en vista de la situación actual de la<br />

Universidad. Por consiguiente, en la forma más comedida,<br />

ruego al señor Rector tome las medidas necesarias<br />

para que el salario que actualmente devengo<br />

no se modifique. Le ruego aceptar mis sentimientos<br />

de aprecio y de la más viva amistad".<br />

Muchas gracias.<br />

Intervención<br />

del Profesor Hernando Groot Liévano<br />

Gracias al Sr. Presidente Juan Mendoza, a los<br />

Académicos Efraím Otero y Fernando Sánchez<br />

y al Dr. Jorge Boshell por sus palabras<br />

que sin duda exageran los aspectos de mi labor y que<br />

la elogian movidos por sentimientos de amistad a los<br />

cuales correspondo con sinceridad pues, en casos<br />

como estos los conceptos valen exclusivamente por<br />

la alta calidad de quienes los emiten.<br />

La distinción que hoy recibo es principalmente una<br />

distinción para las entidades que me han acogido en<br />

uno u otro momento de mi vida y para todos los compañeros<br />

de trabajo que he tenido a lo largo de mi carrera.<br />

Unas y otros son muy importantes y todos deberían<br />

nombrarse en primer término, lo cual es imposible: en<br />

cuanto a las entidades sólo mencionaré cuatro en orden<br />

cronológico. <strong>No</strong> nombro otras igualmente importantes<br />

porque no alcanzaría el tiempo. La primera fue la Facultad<br />

de Medicina de la Universidad Javeriana donde tuve<br />

el mejor apoyo para desarrollar métodos novedosos de<br />

enseñanza, aquellos en que los estudiantes tuvieran la<br />

participación más activa posible, el empleo de técnicas<br />

nuevas de evaluación como los cuestionarios de escogencia<br />

múltiple y los exámenes fundamentalmente prácticos.<br />

Por las cátedras de parasitología y de medicina<br />

tropical entre 1944 y 1957 pasaron cientos de estudiantes<br />

muchos de los cuales aún recuerdan esos cursos y<br />

lo que es realmente importante, han llegado a ocupar<br />

posiciones muy destacadas en la medicina nacional,<br />

ya en la enseñanza, ya dirigiendo el Ministerio de Salud,<br />

ya sirviendo los intereses médicos con sabiduría y<br />

prudencia como lo hacen desde esta misma <strong>Academia</strong>.<br />

Siendo consciente de que uno de los métodos más<br />

eficaces para atender las necesidades nacionales -yo<br />

diría el mejor- es el desarrollo adecuado de todos los<br />

procesos educativos; tuve el privilegio de que en la<br />

Universidad de los Andes desarrollara un enfoque<br />

moderno de la enseñanza de la biología y estableciera<br />

allí la primera Escuela de Ciencias a la par que puse en<br />

práctica el primer curso premédico en el país, que fue<br />

fundamental para el progreso de la enseñanza de la<br />

medicina al reforzar en los estudiantes su preparación<br />

en ciencias básicas. Allí, en la misma Universidad de<br />

los Andes, por medio de la Facultad de Artes y Ciencias,<br />

hube de reforzar uno de sus programas más importantes:<br />

el de la educación general básica para todos los<br />

estudiantes, encamínado a procurar la formación cultural<br />

y humanística de quienes estaban recibiendo a un<br />

mismo tiempo una educación profesional técnica.<br />

Paralelamente a estas actividades docentes, en el<br />

Instituto <strong>Nacional</strong> de Salud encontré siempre el mejor<br />

ambiente para estudiar algunas enfermedades parasitarias<br />

e infecciosas, en particular aquellas poco conocidas<br />

en los ambientes citadinos por ser de ocurrencia<br />

rural y afectar en especial las personas más desprotegidas.<br />

Por eso me ocupé de las tripanosomiasis una<br />

de las cuales causa la enfermedad de Chagas que mata<br />

por daño al corazón; otra la terrible fiebre amarilla; otra<br />

la encefalitis de los caballos que causa serias infecciones<br />

humanas; otra el dengue que ha afectado millones<br />

de colombianos durante los últimos treinta años.<br />

<strong>No</strong> quiero hacer un inventario de todas estas patologías<br />

que he estudiado pero sí señalar la razón de por qué lo<br />

hice: afectaban las gentes más pobres y olvidadas del<br />

país. <strong>De</strong>safortunadamente las enfermedades infecciosas<br />

que las afligían no nos abandonan, por el contrario,<br />

a medida que pasa el tiempo nos afectan más y otras<br />

nuevas aparecen: el sida, las fiebres hemorrágicas y el<br />

grave síndrome respiratorio agudo de la China.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 219


Por último, es necesario mencionar esta misma<br />

<strong>Academia</strong> donde, entre las diversas tareas a mi cargo<br />

participé activamente, en colaboración con la Federación<br />

Médica en los largos estudios que culminaron<br />

en la adopción de la Ley 23 de 1981 sobre Ética Médica<br />

y consiguientemente, en el establecimiento de los<br />

Tribunales de Ética Médica que sin duda le han venido<br />

prestando un servicio de singular importancia tanto a<br />

la sociedad en general como a la profesión médica.<br />

Citar a todas aquellas personas que a lo largo de<br />

<strong>63</strong> años de vida profesional me han ayudado, de una<br />

u otra forma, ya como maestros, ya como compañeros<br />

de trabajo, es tarea imposible. Sólo tengo que decir<br />

que sin esas ayudas, poco hubiera podido hacer yo.<br />

En verdad mi admiración por la <strong>Academia</strong> nació<br />

tempranamente. Hace ya muchos años, en 1933,<br />

cuando cursaba mi primer año de Medicina, al terminar<br />

la tarde de los jueves me impresionaba el aspecto solemne<br />

de algunos caballeros enfundados en sobretodos<br />

Kriegck y cubiertos con finos sombreros Gelot que lentamente<br />

se dirigían, por entre los torreones dise-ñados<br />

por Gastan Lelarge, a la biblioteca de la facultad, donde<br />

sesionaba la<strong>Academia</strong>. Son los profesores académicos<br />

y son los que más saben de medicina en el país -comentó<br />

alguno de mis compañeros-; deben saber mucho,<br />

pensé para mis adentros, pero jamás pasó por mi<br />

imaginación idea alguna de que yo pudiera llegar allí.<br />

Me imaginaba, eso sí, que sería muy arduo el camino<br />

que se debería recorrer para alcanzar tan alta posición.<br />

Tres años más tarde, en 1936, cuando cursaba<br />

cuarto año y por concurso había ganado el puesto de<br />

Preparador del Laboratorio Santiago Samper, pues así<br />

se llamaba el que servía al Hospital; encontré que el<br />

Profesor Federico Lleras Acosta, a la sazón trabajaba<br />

allí en el desarrollo de su reacción para diagnosticar<br />

la lepra. Con especial cuidado, en asocio de Guillermo<br />

Aparicio, nieto del ilustre fundador de esta <strong>Academia</strong>,<br />

don Abraham Aparicio, hube de ayudarle en la preparación<br />

de alguno de sus antígenos, lo cual satisfizo al<br />

profesor, quien al ser elegido Presidente de la <strong>Academia</strong><br />

de Medicina decidió que para su posesión en ceremonia<br />

solemne a las 8 de la noche, del 3 de septiembre,<br />

en la cual todos los académicos vestirían riguroso<br />

frac, debería haber dos personas a manera de ujieres<br />

para recibir a los concurrentes. Para tal tarea fuimos<br />

comisionados Aparicio y yo quienes debíamos presentarnos<br />

de smoking. Como yo dudara de la conveniencia<br />

de ponerme tal atuendo, el profesor Lleras me replicó:<br />

"Sepa Usted que a la Presidencia de la <strong>Academia</strong> se<br />

llega de etiqueta y esta debe mos-trarse desde la<br />

misma puerta". Tal fue pues la primera sesión de la<br />

<strong>Academia</strong> que presencié, obviamente de pie y a la<br />

entrada del recinto. Entonces tuve ya un un concepto<br />

claro de la importancia de la Corporación. Y mi sentimiento<br />

de respeto por lo magno que ese grupo significaba<br />

se acentuó, doblado también por algo así como<br />

una vaga envidia por tanta sabiduría.<br />

220 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Mi tercer contacto con la <strong>Academia</strong> fue trece años<br />

más tarde, en 1949, cuando mi maestro, el profesor<br />

Roberto Franco, que había sido también mi presidente<br />

de tesis, conocedor de los estudios que habíamos hecho<br />

en los Llanos con Santiago Rengifo y con mi otro maestro<br />

César Uribe Piedrahíta, nos invitó a que presentáramos<br />

nuestros trabajos en la <strong>Academia</strong>, lo cual hicimos<br />

el6 de octubre de ese año, habiéndome correspondido<br />

a mí el tratar de los tripanosomas humanos de los habitantes<br />

del Valle del Rio Ariari. Nuestros trabajos fueron<br />

favorablemente comentados y, cual no sería mi sorpresa,<br />

cuando el Presidente, el Dr. Manuel Antonio Cuéllar<br />

Durán, me sugirió que iniciara el trámite para entrar a la<br />

<strong>Academia</strong>. Así se hizo en la forma como tan elegante lo<br />

ha contado el Académico Fernando Sánchez Torres.<br />

Un día como hoy y una reunión como esta ciertamente<br />

producen sentimientos de muy distinta índole,<br />

a veces encontrados.<br />

Los hay de inmensa gratitud para con la <strong>Academia</strong><br />

que hoy me honra otorgándome su máxima distinción<br />

pero hay aquellos que nacen del sentir que se ha exagerado<br />

un poco al calificar una tarea común y corriente,<br />

cumplida eso sí con entusiasmo y dedicación.<br />

Los hay de inmensa gratitud para con las personas<br />

que me ayudaron a formar; mis padres en primer<br />

lugar y luego mis maestros y los hay de tristeza porque<br />

precisamente ellos no pueden ver el fruto de sus<br />

esfuerzos.<br />

Los hay de inmensa gratitud para con mis compañeros<br />

de trabajo que sin duda fueron factor definitivo<br />

para los resultados obtenidos y los hay de alegría al<br />

recordarlos pero los hay también de tristeza porque<br />

muchos de ellos ya no nos acompañan.<br />

Los hay de inmensa gratitud para con mi familia<br />

dedicada permanentemente a estimular mis investigaciones<br />

a pesar de los sacrificios que ello le significaba,<br />

y los hay de tristeza por la aflicción que nos deparan<br />

ora la ausencia sin retorno de los seres queridos ora<br />

las enfermedades crueles.<br />

Los hay de satisfacción por el reconocimiento a<br />

la tarea cumplida pero los hay de frustración por no<br />

haber podido realizar otras obras de eventual servicio<br />

para el país.<br />

Los hay de inmensa gratitud, afortunadamente<br />

estos sin contraste alguno, por la lealtad de mis<br />

compañeros de la <strong>Academia</strong> que han disculpado mis<br />

errores y han sido mis maestros con su dignidad y con<br />

la altura de sus procederes. ¿Cómo no darles las<br />

gracias pues son ellos el alma de esta Corporación<br />

que de manera tan eficaz le sirve al país al fomentar la<br />

buena medicina y al luchar denodadamente por la<br />

corrección de los factores negativos que la afectan?<br />

En verdad tengo que agradecer primero a Dios<br />

que me ha dado una larga vida para poder gozar de<br />

muchos favores y de muchas amistades como esta<br />

que hoy se ha mostrado con la amable presencia de<br />

todos Ustedes aquí.


1. La revista Medicina, órgano oficial de la <strong>Academia</strong><br />

<strong>Nacional</strong> de Medicina de Colombia, publica artículos<br />

de interés para los médicos, originados en diversas<br />

disciplinas, previa aprobacíón del Comité Editorial.<br />

2. Los trabajos deben ser inéditos y suministrados a la<br />

revista. Su reproducción total o parcial debe contar con<br />

la aprobación del editor y dar crédito a la publicación<br />

original.<br />

3. Los trabajos deben ser entregados a la revista, sede<br />

de la <strong>Academia</strong>, Bogotá, Colombia, en un original en<br />

papel blanco tamaño carta empleando una sola cara<br />

del papel, con tinta negra y a doble espacio, guardando<br />

un margen izquierdo de 4 cm, y en medio magnético<br />

en programa word 4.0 o posterior.<br />

4. Cada componente del trabajo debe iniciarse en una<br />

nueva página de acuerdo con la siguiente secuencia:<br />

Página del título, resumen y palabras claves; texto; resumen<br />

en inglés (summary) si es el caso, agradecimientos,<br />

bibliografía, tablas (cada tabla en página separada con<br />

su título y notas) y leyendas para las figuras.<br />

5. En la primera página se incluye el título, corto y que<br />

refleje el contenido del artículo, el nombre del autor y<br />

sus colaboradores con los respectivos títulos académicos<br />

y el nombre de la institución a la cual pertenecen.<br />

6. El resumen, de no más de 150 palabras, debe enunciar<br />

los propósitos del estudio o la investigación, los procedimientos<br />

básicos, los hallazgos principales y las<br />

conclusiones.<br />

7. A continuación del resumen deben suministrarse entre<br />

3 y 10 palabras claves o frases cortas que servirán para<br />

elaborar el índice anual de materias.<br />

8. El texto debe incluir introducción, material y métodos,<br />

resultados y discusión: las abreviaturas deben explicarse<br />

y su uso, limitarse.<br />

9. El resumen en inglés (summary), debe contener los<br />

mismos puntos del resumen original.<br />

10. La bibliografía se numera de acuerdo con el orden de<br />

aparición de las citas en el texto y se escribe a doble<br />

espacio.<br />

a. En caso de revistas: Apellidos e iniciales del nombre<br />

del autor y sus colaboradores (si son más de cinco<br />

puede escribirse, después de los tres primeros, et<br />

al. o «y col.»); título completo del artículo; nombre de<br />

la revista abreviado según estilo del Index Medicus;<br />

año de publicación; volumen; páginas inicial y final.<br />

b. En caso de libros: Apellidos e iniciales de todos los<br />

autores; título del libro; edición; ciudad; casa editora;<br />

año, páginas inicial y final.<br />

c. En caso de capitulas de libros: Apellidos e iniciales<br />

de los autores del capítulo; título del capítulo; autores<br />

o editores del libro; título del libro; edición; ciudad;<br />

casa editoré!; año; páginas inicial y final.<br />

d. En todo caso debe procurarse que la bibliografía<br />

incluya el mayor número posible de citas de autores<br />

colombianos, tanto si sus publicaciones han<br />

aparecido en el extranjero como si están en las<br />

páginas de revistas nacionales. La omisión de este<br />

requisito puede causar el rechazo del artículo.<br />

Indicaciones a los Autores<br />

11. Las tablas y cuadros se denominarán tablas, y deben<br />

llevar numeración arábiga de acuerdo con el orden de<br />

aparición.<br />

a. El título correspondiente debe estar en la parte superior<br />

de la hoja y las notas en la parte inferior. Los<br />

símbolos para unidades deben aparecer en el encabezamiento<br />

de las columnas.<br />

b. Las fotografías, dibujos y esquemas se denominan<br />

figuras, se enumeran según el orden de aparición y<br />

sus leyendas se escriben en hojas separadas. Al<br />

final de las leyendas de las microfotografías se debe<br />

indicar la coloración y el aumento utilizados.<br />

c. Si son fotografías deben tener nitidez y contraste<br />

suficientes para lograr una buena reproducción. Las<br />

fotografías en color se envían en transparencias de<br />

35 mm. En el marco se escribe el número de orden<br />

y la fecha en borde superior derecho que indique la<br />

posición correcta.<br />

d. Si son gráficas o dibujos deben ser elaborados en<br />

cartulina blanca o papel vegetal con tinta china, identificados<br />

con su número de orden en la parte inferior.<br />

e. Si una figura o tabla ha sido previamente publicada<br />

se requiere el permiso escrito del editor y debe darse<br />

crédito a la publicación original. Si se utilizan fotografías<br />

de personas, éstas no deben ser identificables;<br />

en caso contrario, debe obtenerse el permiso<br />

escrito para utilizarlas.<br />

f. El Comité Editorial se reserva el derecho de limitar<br />

el número de figuras y tablas.<br />

12. El Comité Editorial seleccionará como principal de cada<br />

número aquel trabajo que merezca destacarse por su<br />

calidad y su importancia.<br />

13. Se consideran actualizaciones aquellos trabajos que<br />

contienen una completa revisión de los adelantos recientes<br />

ocurridos en un campo específico de la medicina.<br />

14. Presentación de casos son los trabajos destinados a<br />

describir uno o más casos que el autor considere de<br />

interés especial; debe constar de resumen, descripción<br />

detallada del caso y discusión. Su extensión no debe<br />

ser mayor de 12 páginas a doble espacio y se acepta<br />

un máximo de 5 ilustraciones. El resumen en inglés<br />

debe colocarse al final.<br />

15. Las cartas al editor son comentarios sobre algún material<br />

previamente publicado por la revista, u opiniones<br />

personales que se consideren de interés inmediato para<br />

la especialidad; en este caso la comunicación debe llevar<br />

un título. Su extensión no puede ser mayor de 4 páginas<br />

a doble espacio y no se acepta más de una ilustración.<br />

16. La revista publica también trabajos sobre Historia de la<br />

Medicina, otros temas culturales y piezas literarias, a<br />

juicio de la Comisión Editorial. <strong>De</strong>ben presentarse con<br />

las mismas características de presentación impresa, en<br />

disquete y de ilustraciones que se dan para los trabajos<br />

científicos.<br />

17. La revista no asume responsabilidad por las ideas<br />

expuestas por los autores.<br />

18. Para citas bibliográficas la abreviatura de la revista será:<br />

Medic (Ac. Col).<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 221


Miembros Honorarios<br />

residentes en Bogotá<br />

Juan Di Doménico<br />

Manuel Elkin Patarroyo<br />

Pablo Gómez Martínez<br />

Mario Camacho Pinto<br />

Alfonso Vargas Rubiano<br />

Egon Lichtenberger<br />

Jorge García Gómez<br />

Fernando Tamayo Ogliastri<br />

Humberto Rosselli Quijano<br />

Andrés Rosselli Quijano<br />

Alberto Albornoz-Plata<br />

J. Hernando Ordóñez<br />

Hernando Groot Liévano<br />

Carlos Plata Mújica<br />

Miembros Honorarios por<br />

Ley 02 de 1979 Ex Ministros<br />

Alejandro Jiménez Arango<br />

Alfonso Ocampo Londoño<br />

Antonio Ordóñez Plaja<br />

José María Salazar Buchelli<br />

Alfonso Jaramillo Salazar<br />

María 1. Forero de Saade<br />

Gabriel Riveros Dueñas<br />

Miembros Honorarios<br />

residentes fuera de Bogotá<br />

Gabriel Velásquez Palau<br />

Charles M. Poser<br />

Jacques Ruffie<br />

Charles Merieux<br />

David Baltimore<br />

Walter Gilbert<br />

Roger Guillermin<br />

Gobind Khorana<br />

Bruce Merrifield<br />

Eduardo Arciniegas<br />

Rodolfo L1inás Riascos<br />

Bernard Lown<br />

Yuri Belenkov<br />

Evgueni Chazov<br />

Edmond José Yunis<br />

Antonio Fernández de M.<br />

James C. Stanley<br />

Enrique Moreno González<br />

Luis N. Ferreira<br />

Carlos A. León Saltos<br />

Francisco Kerdel Vegas<br />

Pelayo Correa<br />

Eduardo Gaitán Marulanda<br />

Donato Alarcón Segovia<br />

Robert H. Gifford<br />

Alvaro Morales Gómez<br />

Juan Ramón <strong>De</strong> La Fuente<br />

Enrique Wolpert<br />

Víctor A. Politano<br />

Miembros de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong><br />

de Medicina de Colombia<br />

Lista de Académicos por orden de Antigüedad<br />

Nubia Muñoz<br />

Sherwin B. Nuland<br />

Saulo Klahr<br />

Miembros de Número<br />

residentes en Bogotá<br />

Jorge Cavelier Gaviria<br />

Valentín Malagón Castro<br />

Alfonso Tribín Piedrahíta<br />

Adolfo <strong>De</strong> Francisco lea<br />

Gilberto Rueda Pérez<br />

Alberto Vejarano Laverde<br />

José Félix Patiño Restrepo*<br />

Alvaro Rodríguez González<br />

Jorge Segura Vargas<br />

Ernesto Bustamante luleta<br />

Sigfrido <strong>De</strong>mner Tepper<br />

Alberto Escallón Azcuénaga<br />

Hernando Forero Caballero<br />

Juan Mendoza-Vega<br />

José Mora Rubio<br />

Enrique Núñez Olarte<br />

Efraím Otero-Ruiz*<br />

Jaime Quintero Esguerra<br />

Ricardo Rueda González<br />

Mario Sánchez Medina<br />

Gabriel Toro González<br />

Roberto Vergara Támara<br />

Rafael <strong>De</strong> lubiría Gómez*<br />

Fernando Sánchez Torres<br />

Tito Tulio Roa Roa<br />

Galo L1inás Celedón<br />

Gustavo Malagón Londoño<br />

Alvaro Caro Mendoza<br />

Carlos <strong>De</strong> Vivero Amador<br />

Alfredo Jácome-Roca<br />

Alberto Hernández Sáenz<br />

Jaime Escobar Triana<br />

Carlos Rey León<br />

Roberto <strong>De</strong> lubiría C.<br />

Roberto Jaramillo Uricoechea<br />

Gonzalo López Escobar<br />

loilo Cuéllar-Montoya<br />

Guillermo Sánchez Medina<br />

Jorge E. Maldonado A.<br />

Germán Peña Quiñones<br />

Hugo A. Sotomayor Tribín<br />

Gustavo Cristo Saldivia<br />

Alberto Amarís Mora<br />

Alfonso Latiff Conde<br />

Herman Esguerra Villamizar<br />

Francisco J. Henao Pérez<br />

Antonio Ucrós Cuéllar<br />

Ernesto Andrade Pérez<br />

Álvaro Rodríguez Gama<br />

Gabriel Carrasquilla G.<br />

Álvaro Moncayo Medina<br />

* Tienen por Ley 02/79 derecho al título de Miembro Honorario.<br />

222<br />

Miembros de Número<br />

residentes fuera de Bogotá<br />

Fernando Torres Restrepo<br />

Jaime Gómez González<br />

Roberto Serpa Flórez<br />

Alberto Duarte Contreras<br />

Guillermo López Escobar<br />

Isaías Arenas Buenahora<br />

Gustavo Pradilla Ardila<br />

Germán Gamarra Hernández<br />

Humberto Aristizábal Giraldo<br />

Luis Rafael Cara bailo Gracía<br />

Jaime Eraso López<br />

Luis Eduardo Vargas Rocha<br />

Jaime Fandiño Franky<br />

Miembros<br />

Correspondientes<br />

residentes en Bogotá<br />

Fernando Gómez Rivas<br />

Carlos F. Corredor P.<br />

Roberto Liévano Perdomo<br />

José María Silva Gómez<br />

Arturo Morillo Quiñones<br />

Eusebio José Cadena Puyana<br />

Luis Miguel Camacho Samper<br />

Salomón Hakim Dow<br />

Vicente González<br />

Francisco Javier Leal Q.<br />

Bernardo Tirado-Plata<br />

Enrique Constanlín Jiménez<br />

Jorge Ernesto Cantini Ardila<br />

Germán Durán Avendaño<br />

Jaime Alvarado Bestene<br />

Eduardo <strong>De</strong> lubiría C.<br />

Hernando Matiz Ca macho<br />

Hernando Abaúnza Orjuela<br />

Jaime Campos Garrido<br />

Eduardo Alvarez Peñalosa<br />

Jaime Emilio Wiesner Durán<br />

Ricardo Salazar López<br />

José D. Cardona Arias<br />

Marta Lucía Tamayo F.<br />

Jaime Eduardo Bernal V.<br />

Diego Andrés Rosselli Cock<br />

César Alberto Jáuregui R.<br />

Antonio Iglesias Gamarra<br />

Antonio Carlos Jaramillo 1.<br />

Ricardo Rueda Sáenz<br />

Ramón Abel Castaño Yepes<br />

Miguel Orticochea<br />

Eduardo Londoño Schimmer<br />

Eduardo Arenas Archila<br />

Eduardo Jaramillo Carling<br />

Francisco Núñez León<br />

Augusto Peñaranda Sanjuán<br />

Carlos Roberto Silva M.<br />

Gustavo Restrepo Uribe<br />

Mario Bernal Ramírez<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong><br />

Miembros Correspondientes<br />

residentes fuera de Bogotá<br />

Hugo Calderón Villar<br />

David Bersh Escobar<br />

Antonio D'Alessandro<br />

Gustavo Román Campos<br />

Gilberto Ángel Mejía<br />

Andrés <strong>De</strong> Francisco Serpa<br />

Jorge Pardo Ruiz<br />

Alvaro Dueñas Lehmann<br />

Magdalena Serpa de Cavelier<br />

Roberto Franco Sáenz<br />

Miembros Correspondientes<br />

Extranjeros<br />

Rafael Camerini Dávalos<br />

George M. Halpern<br />

Juan José Gagliardino<br />

José María Paganini<br />

Jorge Yunis<br />

Santiago Pavlosky<br />

Daniel Jácome-Roca<br />

Alejandro Villalobos F.<br />

Francisco José Mardones<br />

José Botella L1usiá<br />

Hipólito Durán Sacristán<br />

Adolfo Firpo Betancourt<br />

Joaquín Salcedo Aldrete<br />

Julio Ceitlin<br />

Rolando Calderón Velasco<br />

<strong>No</strong>rman 1.Maldonado<br />

Jorge Cervantes<br />

Pablo A. Pulido M.<br />

Marvin José López<br />

Roger Guerra-García Cueva<br />

Patricio López Jaramillo<br />

Mario Paredes Suárez<br />

Enrique M. Beveraggi<br />

Eduardo Barboza<br />

Miembros Asociados<br />

Eugenia Guzmán Cervantes<br />

Felipe Guhl<br />

Alvaro Muñoz<br />

Margaret Ordóñez de Danies<br />

Inés Durana Samper<br />

Ana Cecilia Arboleda Angulo<br />

Carlos Eduardo Jurado M.<br />

María Mercedes Durán de V.<br />

Beatriz Suárez de Sarmiento<br />

Alberto Gómez Gutiérrez<br />

Sonia Echeverri de Pimiento<br />

Edmond Chediak Atia<br />

Asesores<br />

Patricia Carriazo<br />

José Gregorio Pachón<br />

José Fernando Cardona<br />

Mauricío Pérez


Capítulos de la <strong>Academia</strong> <strong>Nacional</strong> de Medicina<br />

Capítulo del Atlántico Capítulo del Tolima Capítulo Alberto Franco Vélez<br />

Presidente: Presidente:<br />

de <strong>No</strong>rte de Santander Alvaro Gómez<br />

Carlos Alberto<br />

Iza<br />

Isaza<br />

Acad. Jaime Castro Blanco<br />

Eduardo Acosta Bendek<br />

Luis Eduardo Vargas Rocha<br />

Jorge Arbeláez Jiménez<br />

Presidente:<br />

Ciro Jurado Guerrero<br />

Alfonso Jaramillo<br />

Luis Alberto Marín Gómez<br />

José Antonio Márquez<br />

Gabriel Acosta Bendek<br />

Guillermo Acosta Ossio<br />

Carlos A. Barrera Guarín<br />

Rafael Bermúdez Bolaños<br />

José Ignacio Casas S.<br />

Luis José Escaf Jaraba<br />

Humberto Espinosa Taboada<br />

Hugo Flórez Moreno<br />

Carlos Hernández Cassis<br />

Carlos A. López Pinto<br />

José María Gari<br />

Fuad Muvdi Chahin<br />

Nayib Narváez Utria<br />

Ramiro Parías Burgos<br />

Fuad José Rumié Fakini<br />

Daniel Valiente Cabeza<br />

Fernando Vásquez Ojeda<br />

Mario Zurek Mesa<br />

Julio Posada Moreno<br />

Teobaldo Coronado Hurtado<br />

Juan Pablo Liinás<br />

Capítulo de Santander<br />

Yesid Arciniegas Arango<br />

Teófilo Bajaire Villa<br />

Roberto Bonnet Salazar<br />

Carlos Eduardo Cepeda G.<br />

Eduardo <strong>De</strong> León Caicedo<br />

Fernando Espinosa Tovar<br />

Josué Gómez Arbeláez<br />

Angela González de Rivera<br />

Hernando González Murcia<br />

Eduardo Kairuz Kairuz<br />

Jesús María Lozano Rondón<br />

Jorge Enrique Lozano B.<br />

Julio Alfredo Lozano G.<br />

Ramiro Lozano Neira<br />

José Gregorio Mesa Azuero<br />

Gustavo Montealegre Lynet<br />

Alvaro Niño Espinosa<br />

Hernando Olaya Avila<br />

Anastasio Pinilla Carvajal<br />

José Vicente Rengifo M.<br />

Jairo Sánchez Torres<br />

Capítulo del Huila<br />

Presidente:<br />

Joaquín Abello Peñaranda<br />

Germán Alvarez Entrena<br />

José Antonio Assaf Elcure<br />

Musa Brahim Sus<br />

Carlos Castro Lobo<br />

José Eustorgio Colmenares<br />

Alvaro Contreras Ochoa<br />

Gregorio Coronel Becerra<br />

Julio Coronel Becerra<br />

Alberto Duarte Contreras<br />

Germán Durán Avendaño<br />

Rafael Fandiño Prada<br />

IIse Hartman de Yáñez<br />

Mario Izquierdo Sandoval<br />

Luis Fernando Luzardo M.<br />

Mario Mejía Díaz<br />

Manuel José Palau Castaño<br />

Oscar Antonio Parada P.<br />

Carlos 1.Peñaranda Gómez<br />

Pedro León Peñaranda L.<br />

José Manuel Pinzón Rojas<br />

Juan Agustín Ramírez C.<br />

Pablo Emilio Ramírez C.<br />

Fidoly Rangel Rozo<br />

Rafael Darío Rolón Duarte<br />

Ricardo Mejía Isaza<br />

Juan Carlos Mesa E.<br />

Alberto Orduz Suárez<br />

Carlos A. Orrego Gómez<br />

Alvaro Ossa Henao<br />

Rodrigo Posada Trujillo<br />

Eduardo Ramírez Vallejo<br />

Luis Fernando Restrepo A.<br />

Fabio Salazar Jaramillo<br />

Julio E. Sánchez Arbeláez<br />

Ehumir Téllez Martínez<br />

Emmanuel Tirado-Plata<br />

Alberto Villarreal Arjona<br />

Abel Vi llegas Botero<br />

Capítulo de Nariño<br />

Presidente:<br />

Ricardo Armando Zarama<br />

Wladimiro Alvarez H.<br />

Gustavo Camargo Vega<br />

Andrés Díaz del Castillo G.<br />

Jaime Eraso López<br />

Presidente:<br />

Jorge L. Peña Martínez<br />

Roberto Serpa Flórez<br />

Carlos Cortés Caballero<br />

Germán Duarte Hernández<br />

Jaime Forero Gómez<br />

Germán Gamarra H.<br />

Hernando García Gómez<br />

Gerardo González Vesga<br />

Gustavo Pradilla Ardila<br />

Elio Orduz Cubillos<br />

Edmond Saabi S.<br />

Luis Ernesto Téllez Mosquera<br />

Myriam Serrano Arenas<br />

Arnulfo Rodriguez Cornejo<br />

Jaime Humberto Trujillo B.<br />

Antonio Acevedo Angel<br />

Héctor Alonso Suárez<br />

Julio César Alvarez Q.<br />

Luis Alberto Amaya Vargas<br />

Edgar Arboleda Correa<br />

Jaime F. Azuero Borrero<br />

Nelson Alberto Castro T.<br />

Antonio María Cortés Segura<br />

Ricardo Cortés Gómez<br />

Oscar Luis Fernández<br />

Dorian Gutiérrez Liftch<br />

Germán Liévano Rodríguez<br />

Hernando Liévano P.<br />

Ricardo Liévano Perdomo<br />

Camilo Perdomo Perdomo<br />

Hernando Piedrahíta<br />

Luis Augusto Puentes M.<br />

Miguel Javier Rivera<br />

Raúl Darío Rodríguez A.<br />

Fravio Vargas Tovar<br />

Edgar Salgar Villamizar<br />

Fernando Silva Carradine<br />

Jorge Uribe Calderón<br />

Hernando Villamizar Flórez<br />

Capítulo de Risaralda<br />

Presidente:<br />

Fabio Salazar<br />

Jorge Luis Aldana<br />

Armando Arciniegas R.<br />

Alvaro Ardila Otero<br />

Héctor Arteaga Pacheco<br />

Edgar Beltrán Salazar<br />

Jaime Botero Mejía<br />

Juliana Buitrago Jaramillo<br />

María Cristina Cardona de M.<br />

Humberto Dunoyer E.<br />

Luis Adalberto Eraso Muñoz<br />

Gonzalo Ricardo Guzmán M.<br />

Jorge Eduardo Hidalgo A.<br />

Ulpiano de Jesús Hinestrosa<br />

Luis Eduardo Martínez S.<br />

Jesús Alfonso Rebolledo M.<br />

Gerardo Luna Salazar<br />

Luis Carlos Moncayo N.<br />

Néstor Eduardo Moncayo<br />

Alvaro Fernando Sanzón G.<br />

Eduardo Trujillo Eraso<br />

Fabio David Urbano Buchelli<br />

Rafael Vi Ilota Vi Ilota<br />

César G. Arroyo Eraso<br />

Hernán Eraso Rojas<br />

Miguel Santacruz Guerrero<br />

Leonardo Matla Rodríguez<br />

Bernardo Ocampo Martinez<br />

José María Corella Hurtado<br />

Luis Carlos Moncayo S.<br />

Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong> 223


<strong>Academia</strong>s Regionales<br />

ACADEMIA DE MEDICINA Iván Jiménez Guzmán Apolinar Hoyos Fortich Aurelio López Burbano<br />

DE MEDELLlN Carlos Lerma Agudelo Emilio Juan Bechara Guillermo López Guarnizo<br />

Humberto Martínez Urre Alfredo Macia Santoya Hernán López Ramírez<br />

Presidente: Mario Melguizo Bermúdez Uriel Mathieu Fortich Jaime Márquez Arango<br />

Darío Córdoba Palacio Darío Monroy Acosta Mario Mendoza Orozco Rafael Marulanda Villegas<br />

Alejandro Morales Vélez Alvaro Monterrosa Castro Darío Mejía Gutiérrez<br />

Miembros Honorarios Luis Carlos Ochoa Ochoa Daría Morón Díaz Orlando Mejía Rivera<br />

Juan C. Aguilar A. Vilma Piedrahíta de Mejía Adolfo Pareja Jiménez Gabriel Ocampo Londoño<br />

Rodrigo Angel Mejía Marco A. Ramírez Zuleta Pedro Pérez Rosales Mario Orozco Hoyos<br />

Oriol Arango Mejía Gonzalo Restrepo Arango Claudio Pérez Santana Jorge Raad Aljure<br />

Luis Germán Arbeláez M. Marcos Restrepo Isaza Aníbal Perna Maceo Jorge Vargas Gonima<br />

Gustavo Calle Uribe Luis C. Rodríguez Alvarez Alvaro Ramos Olier Samuel Villegas Estrada<br />

Luis Alberto Correa Cadavid Hugo Trujillo Soto Ramiro Tenorio Tuirán Horacio Villegas Villegas<br />

Jorge <strong>De</strong>lgado Giraldo Carlos Santiago Uribe Uribe Raúl Vargas Moreno<br />

Oscar Duque Hernández J. Iván Vargas Gómez Alberto Zabaleta Lombana Miembros<br />

Gustavo Isaza Mejía Jorge Vasco Posada Correspondientes<br />

Guillermo Latorre Restrepo Juan Pedro Velásquez P. Miembros Gabriel Arce Londoño<br />

Antonio Lopera Montaña Ramiro Vélez Ochoa Correspondientes Angela María Botero Botero<br />

José Hernán López Toro Hernando Vélez Rojas Jaime Ambrad Bechara Eduardo Buitrago Garcia<br />

Lucia Márquez de Gómez Pablo Robles Vergara Edwin Maza Anaya José Miguel Cárdenas Muñoz<br />

Alberto Mesa Vallejo Alejandro Vélez Hoyos Ricardo Segovia Brid Gilberto Echeverry Mejía<br />

Darío Mesa Upegui Carlos Alberto Uribe Uribe Antonio Soto Yances Octavio García Isaza<br />

Iván Molina Vélez Hernando Taboada Támara Darío Gómez Gómez<br />

Samuel Muñoz Duque Juan Zapata Olivella Aldemar Gómez Aguirre<br />

Alfredo Naranjo Villegas ACADEMIA DE MEDICINA Francisco González López<br />

Gonzalo Pérez Montoya DE CARTAGENA Octavio Henao Castaño<br />

Hernán Pérez Restrepo ACADEMIA DE MEDICINA Gustavo Isaza Mejía<br />

Arturo Pineda Giraldo Presidente: DE CALDAS Armando Llano Sierra<br />

Hernando Posada González Guillermo Valencia Abdala Felipe Marulanda Mejía<br />

Tomás Quevedo Gómez Presidente: Eduardo Mejía Rojas<br />

Antonio Ramírez González Miembros Honorarios <strong>No</strong>rman Ramírez Yusti Gastón Méndez T.<br />

Angela Restrepo Moreno Elías R. Macia Santoya Dora Inés Malina de S.<br />

Iván Restrepo Gómez Roberto Ambrad Domínguez Miembros Fundadores Bernardo Ocampo Trujillo<br />

Alberto Robledo Clavijo Carlos Barrios Angula de Número Colombia Quintero de P.<br />

Mario Robledo Villegar Hernando Castellón García Aquilea Asmar Orozco Oswaldo Restrepo Garcia<br />

Pedro Turo Celis Francisco Haydar Ordage Ernesto Gutiérrez Arango Heinrich Seidel Villegas<br />

Ignacio Vélez Escobar Luis Yarzagaray Jesús Montes Sáenz Ramiro Sierra Pérez<br />

Jaime Botero Uribe Gonzalo Ríos Naranjo Manuel Vanegas Gallo<br />

Gonzalo Pérez Montoya Miembros de Número Gerardo Saffon Buitrago Jairo Villegas Mejía<br />

EfraímUpeguiAcevedo Antonio Ambrad Domínguez Jaime Villegas Velásquez<br />

Roberto Ambrad Domínguez<br />

Miembros de Número Jaime Barrios Amaya Miembros de Número ACADEMIA DE MEDICINA<br />

Santiago E. Acebedo A. Manuela Berrocal Revueltas Oscar Acebedo Ferrer DEL VALLE DEL CAUCA<br />

Carlos Arturo Aguirre M. Benjamín Blanco Martínez Hernando Alzate López<br />

Tiberio Alvarez Echeverri Juan Burgos Arteaga Cecilia Correa de Ramírez Presidente:<br />

Humberto Aristizábal G. Boris Calvo <strong>De</strong>l Río Antonio Duque Quintero Gilberto Angel<br />

Víctor Bedoya Muñoz Luis Caraballo Gracia Jaime Raúl Duque Quintero<br />

Alberto Betancourt Arango Carlos Cruz Echavarría Gerardo Echeverry Garcia Carlos Alberto Acevedo<br />

Germán Campuzano Amaya Edilberto <strong>De</strong> la Espriella F. Enrique Giraldo Botero Servio Tulio Erazo<br />

Alvaro Cardona S. Miguel Faciolince Jahir Giralda González Oscar Gutiérrez<br />

J. Mario Castrillón Montoya Jaime Fandiño Franki Iván Giraldo Londoño Ney Guzmán<br />

Ramón Córdoba Palacio Miguel Ghisays Ganem Heriberto Gómez Sierra Antonio Montoya<br />

Giovanni Garcia Martínez Aquiles González Di Filipo Evelio Gómez Mejía Saulo Muñoz<br />

Fernando Gartner Posada Roberto Guerrero Figueroa Javier Guzmán Mejía Marco A. Reyes<br />

César A Giraldo Giraldo Heli Hernández Ayazo Zamarino Jaramillo Gallego Vladimir Zaninovic<br />

Francisco Javier Jaramillo O. Francisco Herrera Sáenz Oscar Jaramillo Robledo<br />

224 Revista MEDICINA - <strong>Vol</strong>. <strong>25</strong> <strong>No</strong>. 3 (<strong>63</strong>) - <strong>Diciembre</strong> <strong>2003</strong>

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