10.05.2013 Views

Luces del Duero - Fundación Iberdrola

Luces del Duero - Fundación Iberdrola

Luces del Duero - Fundación Iberdrola

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

20<br />

pero declinaron la invitación y siguieron oponiéndose al inicio de<br />

las obras. Junto a la negativa lusitana surgieron otras complicaciones,<br />

animadas especialmente por otras compañías eléctricas<br />

que no deseaban que los saltos <strong>del</strong> <strong>Duero</strong> entraran en competencia<br />

en sus mercados. Estas rémoras y otras más dificultaron<br />

la concesión administrativa final. La solución última llegó el 23 de<br />

agosto de 1926 con la aprobación de la concesión definitiva para<br />

todo el aprovechamiento global <strong>del</strong> <strong>Duero</strong> con sus ríos tributarios<br />

Esla, Tormes y Huebra. Un año después, el 12 de agosto de 1927,<br />

el gobierno portugués firmaba el tratado internacional respetando<br />

las bases anteriores. Habían transcurrido más de veinte<br />

largos años desde que se pensaron las primeras ideas operativas<br />

sobre el río. Comenzaron las obras.<br />

ESLA (1929-1933)<br />

El lugar elegido para establecer la primera presa <strong>del</strong> sistema <strong>del</strong><br />

<strong>Duero</strong> fue en una cerrada <strong>del</strong> río Esla, junto al pueblo de Ricobayo,<br />

a escasos kilómetros de Zamora. Los ingenieros proyectistas<br />

definieron una presa de noventa y nueve metros de altura, la<br />

más alta entonces en Europa, capaz de formar un embalse dos<br />

veces mayor que el de Reinosa, con una longitud de noventa kilómetros,<br />

un poco más que la extensión <strong>del</strong> lago de Ginebra en Suiza.<br />

El proyecto era asombroso y la ilusión de sus creadores idéntica<br />

a lo imaginado en sus tableros de proyectistas.<br />

Hubo que crear un nuevo poblado de la nada capaz de alojar<br />

a 2.600 hombres, máxima punta de contratación laboral. La maquinaria<br />

adquirida fue pensada y dimensionada para que sirviera también<br />

en las obras que se iban a acometer después de concluir la<br />

<strong>del</strong> Esla: las presas de Villalcampo y Castro. La presidencia y la alta<br />

dirección de la sociedad disponían de información precisa sobre<br />

la evolución de las obras a través de los reportajes filmográficos<br />

y fotográficos enviados desde la cerrada. De esta manera y<br />

sin buscarlo nació el fondo fotográfico y filmográfico de <strong>Iberdrola</strong>,<br />

posiblemente uno de los mejores archivos de la historia industrial<br />

española, tanto por su antigüedad, como por el volumen, la materia<br />

y la calidad de las fotografías. Desde luego, es el mejor archivo<br />

de la industria eléctrica nacional y posiblemente europea.<br />

En el decreto de la concesión administrativa se estipuló que la<br />

empresa Saltos <strong>del</strong> <strong>Duero</strong> debería trasladar, piedra a piedra y a<br />

un lugar seguro de las aguas, la joya visigoda de San Pedro de la<br />

Nave, una pequeña y reducida iglesia <strong>del</strong> siglo VII que iba a ser anegada<br />

por el nuevo embalse. Y así se hizo gracias al desvelo <strong>del</strong> en ­<br />

tonces Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Desde<br />

entonces podemos contemplar el edificio religioso más antiguo<br />

<strong>del</strong> solar hispánico antes de la llegada de los musulmanes en su<br />

actual ubicación de Campillo.<br />

Los trabajos en el cauce <strong>del</strong> río se iniciaron perforando dos túneles<br />

de desviación de las aguas de 300 metros de longitud cada<br />

uno. Junto a los túneles se levantó una ataguía de hormigón<br />

de 17 metros de altura y 60 de longitud, una auténtica pared de<br />

hormigón mayor que muchas de las presas existentes entonces<br />

en España. El volumen <strong>del</strong> salto era de tal categoría que tardaron<br />

más de un año en concluir la desviación <strong>del</strong> río y tener acabados<br />

los accesos al emplazamiento.<br />

La construcción de los saltos <strong>del</strong> <strong>Duero</strong>, al igual que todas las grandes<br />

obras civiles de le época estuvieron llenas de accidentes y<br />

de mucho dolor. El más grave de todos ellos, y el que estuvo a punto<br />

de costar la supervivencia de la empresa, sucedió en 1934, cuando<br />

la presa estaba ya concluida. En el mes de marzo el embalse<br />

comenzó a recibir las aguas de los frentes <strong>del</strong> norte en forma<br />

de una inmensa avenida de más de cinco mil metros cúbicos por<br />

segundo, de tal manera que las aguas sobrantes comenzaron a<br />

evacuarse por el aliviadero situado en la margen izquierda. Este,<br />

al no estar cubierto por una capa de hormigón, permitió que las<br />

aguas se colaran por las diaclasas <strong>del</strong> terreno desmoronando el aliviadero<br />

hasta retroceder casi hasta el estribo izquierdo de la presa.<br />

De no haberse detenido esa erosión al cambiar la configuración

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!