Agosto Nº 141 - Biblioteca Virtual El Dorado
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Provincias pequeñas, con escasa población, y sin gran acopio<br />
de hombres que desempeñen todos los cargos públicos que hoy<br />
exige el tren provincial, no pueden por 10 común hacer elec~<br />
ciones acertadas de sus funcionarios. Estas, por otro lado,<br />
carecen de la vigilancia inmediata de las autoridades generales<br />
políticas y judiciales superiores; y como la opinión pública, bastan~<br />
te débil en todos estos países españoles, 10 es infinitivamente más<br />
en secciones diminutas y atrasadas como nuestras provincias del<br />
Istmo, la buena conducta de un Gobernador y de un Tribunal depende<br />
únicamente de la índole personal de los individuos que desempeñen<br />
esos puestos; porque la responsabilidad, así legal como<br />
moral, no existe.<br />
Así se experimenta en alguna provincia limítrofe e inmediata<br />
a la de Ver aguas, en donde un solo hombre dispone de vidas y<br />
haciendas, sin que baste a contenerle o corregir sus demasías 1&<br />
acción del poder judicial, porque los Tribunales de la., y 2a., instancia<br />
se hallan encerrados en el pequeño círculo a que se extiende<br />
su funesta influencia, y él solo hace ordenanzas y acuerdos,<br />
decretos y resoluciones, autos y sentencias. Nunca, Ciudadanos<br />
Representantes. se ha visto una dependencia más absoluta a<br />
la voluntad de un solo hombre, y una carencia igual de garantías<br />
para la persona y la propiedad; y esto bajo las promesas halagüeñas<br />
de una Constitución ultrajada, y sin fuerza bastante para<br />
asegurar la realización de esas promesas.<br />
No sucedería así teniendo el Istmo un gobierno propio y completo,<br />
un gobierno creado por el voto de todos sus habitantes, que<br />
mantuviese a raya la conducta y malas inclinaciones de los fun-.<br />
cionarios locales, hoy sin freno, sin estímulo alguno para respetar<br />
la libertad del ciudadano, su propiedad, su honor y su vida. Lo,'<br />
escándalos, robos y asesinatos de que son teatro algunas de nuestras<br />
provincias, y en particular la de Azuero, solo tendrán fin<br />
cuando se vigorice la acción del Gobierno, por medio de autoridades<br />
superiores que hagan efectiva la responsabildad de las inferiores,<br />
cómplices o autores muchas veces de esos mismos atentados;<br />
y cuando una legislación civil y penal calculada para nuestras<br />
circunstancias, haga efectivas las garantías, que en vano proclama<br />
la Constitución, pues en el hecho son una triste mentira.<br />
La Legislatura que representa, y que lo hace con el voto unánime<br />
de sus miembros, sabe que al ocurrir el crimen del 17 de<br />
abril y suspenderse en consecuencia las sesiones del Congreso,<br />
el proyecto de acto reformatorio de la constitución por el cual<br />
se crea el Estado de Panamá<br />
había sufrido sus tres debates en el<br />
Senado; y como también los había tenido en la Cámara de Representantes<br />
en 1852, solo faltaba considerar en esta Cámara las variaciones<br />
introducidas en aquella. Al ejecutarlo, sería de desear<br />
que tuviese presentes dos indicaciçmes que la Lgislatura se permite<br />
hacer aquí brevemente,'<br />
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