Ignacio Aldama - Bicentenario

DON IGN\CIO i-\LDJ\N1)\.
GomaUeI Arer)os.
STE ilustre patriota cornpanero del inmortal
Hidalgo, padre de nuestra Independencia, naen
San Miguel ci Grande, del que es boy
Estado de Guanajuato, sin que haya datos
seguros de Ia fecha de su nacimiento. Solo se
sabeque hizo su educación primaria en su tierra
natal, que comenzO sus estudios profesionales
en la Ciudad de Guanajuato y que los continuó en la
Ciudad de Mexico, donde term mo la carrera de Abogado.
Como su profesiOn no le produjera utilidades en el lugar
de su nacimiento v residencia, se dedicO al cotnercio,
protegido por los Sres. Isassis y Landeta, honorables comerciantes
españoles radicados en San Miguel el Grande,
y que estimando las cualidades del Sr. Aldarna a quien
profesaban particular cariño, le prestaron generosa ayuda,
por lo que con so apoyo logrO con honradez y laboriosidad
formar un capital de más de cuarenta rnil pesos.
En estas condiciones de bienestar y tranquilidad, contando
con un hogar Ieliz donde era amado y respetado, lo
encontraron los acontecimientos de iSzo.
La noble aspiraciOn de conquistar la libertad de la
Patria que hacla latir con febril entusiasmo los corazones
de los mexicanos, habla inflamado dc singular civismo el

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alma noble del que esraba Ilarnado a ser un parriota distinguido.
y clesde los primeros preparativos de Ia conspiracion
de Querétaro, fué uno de los más fervientes
adeptos a Ia causa de Ia Independencia.
Cuando el Sr. Cura Don'Miguel Hidalgo dló el gbrioso
Grito de Dolores en los primerosalbores matinales
del memorable 16 de Septiembre de t8ro, el Lic. Aidama
se encontraba en San Miguel el Grande, v al liegar
a este lugar el Sr. Hidalgo, le nombrô Presidente del
Ayuntamiento de dicha Villa, dándole instrucciones para
que organizara y sostuviera el fuego sagrado de la revolucjOn•
cuvo hecho, que lo colocaba en el nümero de
los rebeldes, le concitó el encono de Jos realistas, motivando
que el Colegio de Abogados i que pertenecla y en que
dominaba el partido espanol, colectividad que ya haba
censurado en un manifiesto las aspiraciones de Independencia
del pueblo mexicano, lo borrai-a del cuadro de sus
miembros é inhabilitara para el ejercicio de su profesion.
Una de las grandes cualidades personales del Sr. Lie.
Don Ignacio Aldama, fué la modestia que sieinpre le
acompanó en todos los actos de su vida, y por eso es que
no habjendo hecho ostentacjon de sus servicios, que juzgaba
corno un deber y que ejecutó Ileno de abnegacion
y desinterés particular, oponiéndose siempre a que Se les
diera importancia, la historia no haya recogido para guardarbos
en sus brillantes páginas, todos los datos relativos
a los hechos de tan eminente patriota.
Nada dicen sus biógrafos sobre su gestión como Mealde
y Presidente del Ayuntainiento de su Villa natal, pero
la tradición de aquella coniarca reflere que de una manera
decidida organizó bajo el nuevo regimen la administraciOn
püblica de aquel lugar, aboliendo de hecho los
tributos y gabelas dictadas por el Gobierno Virreinal,
dando libertad a los indios verididos en ]as haciendas por

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el odioso sistema de encartelamiento, asi como Se ocupó
activamente en organizar masas de hombres voiunt.arios,
y recursos y elementos de guerra que puso a la disposidOn
del Sr. Hidalgo at ilegarOste a Guanajuato; por cuya
circur.3tancia Se supone que hubo de encontrarse en esta
prirnera acciOn de guerra de in insurgencia; y esta suposicion
se con firma por ci hecho que acreditaron testigos
presenciales, de haberle visto en conipañia de su hennano
Don Juan Aldama y otros mieinbros de su familia, en
La batalla del Monte de Ins Cruces y en la derrota que a
pocos dIas sufriO el Ejército independiente en San Gerónimo
Acuico, en el encuentro inesperado con ci Ejército
realista at mando del funesto General Don Felix
Maria Calieja.
Para apreciar ci mCi-ito y servicios de este gran patriota,
debe medirse su alta significaciOn por la importancia
quc ci Gobierno Vii-reynai diC a su persona, puesto quc to
declarO entrc los primeros caudillos, uno de Los principalmente
cxceptuados del indulto concedido a los que abandonaran
las filas del EjCrcito independiente, habiendo
sido puesta a precio su cabeza entre ]as de Hidalgo y sus
inclitos compafleros.
Otro de los datos que aseguran ci prestigio del hCroe
y su participación en los hechos de arrnas cjue Sc SUCCdieron,
es sin duda ci grado de Mariscal de Campo que
Ic fcC otorgado por ci Sr. Hidalgo, con cuya categorIa
concurrió a la batalla del Puente de Calderón, en quc por
ci mismo Calieja y ci Conde de la Cadena fuC compietaniente
derrotado ci EjCrcito independiente.
El Sr. Aldarna, que por su prudencia y buen criterio,
por su valor y patriotismo, habla sido un buen politico 37
un buen soldaclo, no se desmoralizó por aquclia derrota
que parecia haber puesto punto final a la insurgencia, y
fuC uno de los primeros que opinaron se concentraran los

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derrotados a la frontera del Norte para reorganizarse,
y se mandase una Delegacion a los Estados Unidos para
solicitar so asilo en i31timo extremo, y buscar elementos
para continuar la guerra, resolución que puso en práctica
ci Generalisimo Don Ignacio Allende.
Con este motivo, el Sr. Aidama fué investido de poderes
bastantes como representante de la causa de la libertad
de ivIéxico y como Delegado especial de sus Caudilbs
cerca de los Estados Unidos del Norte, acordándose
se adelantara al resto del Ejército derrotado, a cumplir
so clevada misiOn, que no era otra que Ia de conseguir un
asilo amigo en aquella Repblica, negociar un tratado de
alianza con so Gobierno y conseguir recursos de guerra
para la prosccución de la épica campana con que habia
de bograrse nuestra anhelada autonomia. El Sr. Aldama
se puso en marcha para cumplir su cometido, ilevando
entre su corta comitiva, como so Secretario, al Padre
Francisco Salazar, y despues de una larga y penosa peregrinación,
licgo a Bejar, a cuyos vecinos hailó mal dispuestos
con motivo de los desmanes y mal Gobierno que
estaba ejerciendo en aquel lugar el Capitán insurgente
Casas, en momentos en que igualmente habia Ilegado a
dicho lugar ci Subdiácono Don José Manuel Zanibrano,
hombre inquieto y aventurero que trataba de hacer una
contra-revobución, y ocultando sus torcidas intenciones en
favor del partido reaiista, sirviendo de pretexto a sus malévolos
design los, los desördenes del Gobierno de Casas,
logrando por este medio hacerse de partidarios, aun entre
los mismos quc fomentahan La insurgencia.
El audaz padre Zambrano, con sos arengas capciosas
y SOS trabajos embozados, logro entre las masas inconscientes
del pueblo, que sieinprc se golan por impresiones
y no por razonamientos, difundir la idea de que los insurgentes
trataban de entregar ci pals a Los norteameri-

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canos a fin de hacer sospecoso al Sr. Aldama cuya misión
era conocida del püblico. 1-lizo más todavIa, para
concitar contra él ci odic, popular, propaió que era un
emisario de Napoleon, fundando su calumniosa aseveraciOn,
en que portando el Sr. Aldama un cordOn de oro
sobre ci hombro izquierdo, distintivo de su grado de Mariscal
de Campo, esas divisas eran las mismas que usaban
los militares franceses, segOn demostraban estampas
que hizo circular entre las multitudes.
A estas intrigas del padre Zambrano se unlan otras no
menos importantes, fraguadas por la infidencia de Elizondo
y otros tránsfugas y desleales que siempre abundan
en las épocas de adversidad de las buenas causas.
En esta situaciOn bien dificil y peligrosa, sin conocer
a fondo los peiigtos que Ic rodeaban ni los ocultos enemigos
que tenebrosamente conspiraban contra la insurgencia
y sus sostenedores, tuvo el Sr. Aldama grandes
dificultades, y asf Ic encontró, sin poder siquiera salvarse,
la contra-revoluciön verificada ci i. ° de Marzode iSi
en que tomO tan activa parte ci padre Zanibrano, quien
tuvo la odiosa satisfacciOn de haber sido su aprehensor
personal, a quien en compañfa de su comitiva y sin nmguna
consideración remitiO a Monciova, donde después
de haber sufrido una penosa prisiOn, fué fusilado el 20 de
Julio de ese mismo año.
Como se ye, ci patriota insigne Lic. Don Ignacio Aldama,
colaborador distinguido de la Santa Causa de la
Independencia, hombre recto y de sanos principios, pag6
con su vida la firmeza de sus convicciones, pero al
subir al cadaizo para fertilizar con su noble sangre ci drbol
de la libertad patria, se conquistó la gloria de ser uno
de los primeros heroes de aquelia sagrada epopeya, y su
nombre, guardado con respeto en nuestra historia, es
bendecido por la gratitud nacional.