You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Sala C Luzán<br />
CAJA DE AHORROS DE LA INMACULADA<br />
PASEO DE LA INDEPENDENCIA, 10· 50004 ZARAGOZA<br />
23 de julio al 19 de septiembre de 1996
@ SERVICIO<br />
Edita<br />
CULTURAL<br />
CAJA DE AHORROS DE LA INMACULADA DE ARAGÓN<br />
Depósito Legal<br />
Z-2422/96<br />
I.S.B.N.<br />
84-88305-35-4<br />
Textos<br />
Juan Carrete Parranda<br />
Ricardo Centellas Salamero<br />
Guillermo Fatás Cabeza<br />
Coordinación<br />
Guillermo Fatás<br />
Ricardo Centellas<br />
Agradecimientos<br />
Calcografía Nacional<br />
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid.<br />
Francisco Echauz Buisán<br />
Fotografa<br />
Oronol, Madrid<br />
Diseño ) totocomposición<br />
José Belbiure<br />
Fotomecánica<br />
Brut Scanner. S. L. , Zaragoza<br />
Impresión<br />
Octavio y Félez, S. A., Zaragoza<br />
Encuadernación<br />
Encuadernaciones Fontanel. Lérida<br />
Cubierta<br />
Francisco de Gaya, Que valor!, aguafuerte número 7<br />
de los Desastres de la guerra. l' edición, 1864.
• I<br />
I<br />
(/i& 0óte :l<br />
0 aa
7<br />
11<br />
20<br />
106<br />
192<br />
230<br />
254<br />
255<br />
256<br />
ÍNDICE<br />
M. Solá Sáncllez ue Rojas, PRESENTACIÓN<br />
Juan Carrete, Francisco de Goya y el arte del grabado<br />
CAPRICHOS<br />
DESASTRES DE L GUERRA<br />
TAUROMAQUIA<br />
DISPARATES<br />
EDICIONES DE LAS SERIES<br />
BIBLIOGRAFÍA SELECTA<br />
LOS TIEMPOS DE GOYA<br />
--<br />
-. .--<br />
-<br />
-. .<br />
--<br />
."t<br />
<br />
<br />
\h\»\<br />
\ I
-.-"<br />
-"<br />
"- . -. .<br />
.. .. - -
Glosadas, exh;b;das y oo;ladas lanl" veces, las magnifleas see;es<br />
de grabados de Francisco de Gaya poseen valor extraordinario<br />
cuando pertenecen a las primeras tiradas de las mismas, realizadas con las<br />
láminas de cobre nuevas e impolutas, tal y como las trazó el inmortal artis<br />
ta, y sin que las sucesivas impresiones les hayan causado todavía desgastes<br />
o deterioros. Fue el 30 de marzo 1746, hace doscientos cincuenta años,<br />
cuando Francisco de Gaya vino al mundo en la aldea zaragozana de<br />
Fuendetodos, lugar natal de su madre, Gracia Lucientes. Con ocasión de<br />
esta efemérides, que coincide con el XC aniversario de la fundación de la<br />
Caja de Ahorros de la Inmaculada, nuestra entidad ha adquirido para<br />
Aragón una excepcional colección completa de esas primeras ediciones, en<br />
impecable estado de conservación. Su valor y representatividad se mul<br />
tiplican al reunirse, en sendas primeras tiradas, los cuatro grandes álbumes<br />
ideados y realizados por Gaya, hasta el punto de que la colección adquirida<br />
ha sido declarada inexportable por el Estado Español.<br />
Los 211 grabados están distribuidos en cuatro series. Los Caprichos y la<br />
Tauromaquia se estamparon, bajo supervisión del propio Gaya, en 1799 y<br />
1816, respectivamente. Los Desastres (1863) y los Disparates (1864) se<br />
editaron después de la muerte de su creador. Estas primeras ediciones, pós<br />
tumas o no, ahora adquiridas, fueron realizadas por la Real Academia de<br />
Bellas Artes de San Ferando, a la cual perteneció Gaya de forma destaca<br />
da, como otros grandes artistas españoles de su tiempo.<br />
La Caja de Ahorros de la Inmaculada se constituye, así, en conservadora<br />
de estos valiosísimos originales para generaciones futuras y desea divul<br />
garla de forma permanente, como el mejor homenaje de Aragón para el más<br />
afamado de sus hijos universales. Para multiplicar, en lo posible, el disfru<br />
te general de tan excepcionales creaciones, la Caja ha encargado una cui<br />
dadosa edición en ejemplar facsímil que recoge hasta en el menor detalle la<br />
inimitable riqueza de los grabados originales. Ha desarrollado el encargo la<br />
Editorial Casariego, sobre fotografías de Oronoz y fotomecánica de Lucam,<br />
sobre papel especial Tintoretto de Fedrigoni. La tirada se ha limitado a dos<br />
ejemplares completos de cada álbum, con hojas numeradas y con sello en<br />
seco. De tal forma, los aragoneses dispondrán tanto de la edición original<br />
como de su perfecta reproducción, muy interesante a los efectos de la nece<br />
saria divulgación del talento goyesco.<br />
El Catálogo de estas series, ideado para su uso por el público en general,<br />
contiene la reproducción individual de las estampas, así como la presenta<br />
ción de cada grupo de grabados, los datos de erudición exigibles para una
8<br />
correcta comprensión de la obra, un comentario redactado para la ocasión<br />
y una sinopsis didáctica sobre el tiempo de Gaya, su vida y su obra, todo<br />
ello confeccionado por Guillermo Fatás y Ricardo Centellas. Juan Carrete,<br />
Subdelegado de la Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas<br />
Artes de San Fernando, propietaria de las planchas y editora inicial de los<br />
grabados, ha compuesto expresamente para esta obra un texto en el que se<br />
avalora la extraordinaria trascendencia, en el tiempo, en el espacio y en las<br />
mentes, de la obra grabada de Francisco de Gaya.<br />
La Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón expresa su honda grati<br />
tud a las personas y entidades que han colaborado en hacer realidad su pro<br />
pósito y se honra en ofecerlo al público como una nueva muestra de su más<br />
verdadera vocación: contribuir al constante desarrollo, cultural y material,<br />
de Aragón, nuestra tierra.<br />
ManuelSolá Sánchez de Rojas<br />
Presidente del Consejo de Administración<br />
Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón
I<br />
!
Francisco de Gaya y el arte del grabado<br />
Juan Carete Paranda<br />
Calcografía Nacional, Madrid<br />
En pocas ocasiones se ha dado que las obras de arte gráfico de un artista -dibujos y<br />
estampas calcográficas y litográficas- tengan tanta importancia para su cabal comprensión<br />
como en el caso de Francisco de Gaya. Pues sus estampas son además de uno de los pro<br />
ductos más puros del pensamiento de Gaya en cuanto a lo que entendía por ser artista, es<br />
decir, en expresarse con total libertad y dar rienda suelta a su lenguaje de invención, un alar<br />
de en cuanto al dominio de la técnica del grabado y a las innovaciones que aportó.<br />
Gaya sabía el potencial que encerraba el grabado como técnica artística, método de ense<br />
ñanza y medio de difusión de su obra. Sus inicios en el arte del grabado son expresión del<br />
entorno que le rodea, cercano a los modelos italianos y la influencia de Tiépolo. Es lógico<br />
pensar que este pri mer contacto con la técnica fue lo suficientemente reconfortante como<br />
para hacer que el pintor se adentrara en sus secretos y posibilidades, no sólo como medio de<br />
reproducción de pinturas propias o ajenas, sino como manera autónoma y actividad parale<br />
la a su práctica pictórica.<br />
En el grabado de invención, Gaya podía expresarse libremente al igual que ocurriera con<br />
aquellas pinturas que nacían sin ser obra de encargo, en las cuales, según el mismo pintor<br />
comenta, podía «hacer observaciones a que regularmente no dan lugar las obras encargadas,<br />
y en que el capricho y la invención no tienen ensanches». Por esta razón, no es de extrañar<br />
que siempre estuviera ávido por incorporar todas aquellas innovaciones que pudieran abrir<br />
nuevas posibilidades a su mundo de creación.<br />
La evolución de la técnica de grabado en Goya es constante y permanente. La simple y<br />
rígida linealidad de la aguja que se aprecia en sus primeras obras -EL ciego de la guitarra,<br />
San Francisco de Paula, San Isidr, La huida a Egipto, El agarrtado- se rompe y multi<br />
plica casi desde sus comienzos como grabador hasta alcanzar la perfecta combinación de<br />
todas las técnicas y útiles: aguafuerte, aguatinta, aguada, punta seca, escoplo, bruñidor, ras<br />
cador ... se van incorporando a la práctica artística con el objetivo primordial de obtener ver<br />
daderas calidades pictóricas en una combinación de luces y sombras que crean un lenguaje<br />
dramático singular y difícilmente imitable.<br />
En su afán por obtener nuevas calidades, ensaya las posibilidades de la ruleta y el agua<br />
tinta hasta el extremo de echar a perder el cobre que mayor dificultad debió suponerle en la<br />
reproducción de las pinturas de Velázquez: Las meninas. Esta primera forma de trabajar el<br />
aguatinta como complemento a una composición enteramente grabada al aguafuerte, bus<br />
cando una manera de entonar la composición, fue pronto sustituida por la construcción de<br />
un lenguaje de líneas y masas opacas que discurrían en una rica gama de tonalidades obte<br />
nida con resinas de distintos grosores y diferente tiempo en la acción del ácido, combinado<br />
con el trabajo del bruñidor para suavizar transiciones y dulcificar las texturas. El resultado<br />
es una armonía dramática de contrastes entre zonas luminosas y oscuras que dirigen al<br />
espectador en su lectura de la composición. Sin duda, la consolidación de esta forma de gra<br />
bar se da en los Caprichos y se lleva a sus últimas consecuencias y perfección en los II
Sala C Luzán<br />
CAJA DE AHORROS DE LA INMACULADA<br />
PASEO DE LA INDEPENDENCIA, 10· 50004 ZARAGOZA<br />
23 de julio al 19 de septiembre de 1996
Como la mayor parte de los objetos que en esta obra se representan son ideales, no será<br />
temeridad creer que sus delectos hallarán, tal vez, mucha disculpa entre los inteligentes:<br />
considerando que el autol; ni ha seguido los ejemplos de otr ni ha podido copiar tampoco<br />
de la naturalez. Y si el imitarla es tan difil, como admirable cuando se logra; no dejará<br />
de mercer alguna estimación al que apartándose enteramente de ella, ha tenido que expo<br />
ner a los (os formas y actitudes que sólo han existido hasta ahora en la mente humana,<br />
obscurecida y confusa por laflta de ilustración o acalorada con el desenfi-eno de las pasiones.<br />
Sería suponer demasiada ignorancia en las bellas artes el advertir al público que en nin<br />
guna de las composiciones que forman esta colección se ha propuesto el autOl; para ridi<br />
culizar los defectos particulares, a uno u otr individuo: que sería en verdad, estrechar<br />
demasiado los límites al talento y equivocar los medios de que se valen las artes de imita<br />
ción para producir obras pelji!Ctas.<br />
La pintura (C0I0 la poesía) escoge en lo universal lo que juzga más a propósito para<br />
susllnes: rúne euun solo persouajefantástico, circunstancias y caracteres que la na/uraleza<br />
prsenta rartidos en muchos, y de esta combinación, ingeniosamente dispuesta,<br />
resulta aquella feliz ilitación, por la cual adquiere un buen artíice el título de inventor y<br />
uo de copianle servil.<br />
Se vende en la calle del DesengaFo, nO] tienda de pe rfumes y licores, pagando por cada<br />
coleccióude a 80 estampas 320 ,s vn"<br />
La tirada de la primera edición fue de unos 300 ejemplares y la venta bastante reducida.<br />
El 19 de febrero de 1799 se daba en el Diario de Madrid el último anuncio. La situación<br />
política motivó que se retiraran de la venta y en 1803 Goya decidió, probablemente para evi<br />
tar mayores problemas con la Inquisición, ceder las ochenta láminas de cobre a la Real<br />
Calcografía -institución en la que en la actualidad se conservan- junto a 240 ejemplares a<br />
cambio de una pensión para su hijo.<br />
Numerosos eruditos e investigadores se han preocupado del verdadero significado de<br />
estas sátirs y, para ello, se han servido de los diversos comentarios manuscritos que han<br />
llegado hasta nosotros. Su existencia podría también tener su explicación en las sátiras o<br />
caricaturas inglesas. La función principal de éstas era entretener; compradas o alquiladas,<br />
vistas en locales públicos o en la privacidad del hogar, se facilitaba o se compartía su visión<br />
con invitados y huéspedes como entretenimiento y tema de conversación. Desde esta pers<br />
pectiva se explica que los duques de Osuna adquirieran cuatro colecciones de Caprichos en<br />
1799 que servirían de divertimento y comentario a los invitados en su casa de campo, en El<br />
Capricho, donde los anfitriones podían emular a la aristocracia inglesa. Es posible entonces<br />
que también se incorporara la tradición de escribir interpretaciones de este tipo de estampas<br />
y que en la actualidad conocemos como comentarios.<br />
De entre todos ellos, el más conocido es el que se guarda en el Museo del Prado y se le<br />
da gran credibilidad pues perteneció al gran erudito y heredero de la colección de estampas<br />
de Ceán Bermúdez, el aragonés Valentín Carderera. A él se debe el comentario manuscrito<br />
que se lee en la cubierta: Explicación de los Caprichos de Gaya escrita de propia !nano. No<br />
obstante es el de tOllO más cauto y menos preciso, en el que se huye de cualquier concreción<br />
y cualquier compromiso en asuntos religiosos o políticos. Puesto que la mayoría de los<br />
temas tratados tanto sobre las creencias supersticiosas, médicos ignorantes, nobles inútiles,<br />
literatos pretenciosos, brujería, como sobre el cortejo, frailes licenciosos, la represión inqui<br />
sitorial, matrimonios por interés, las asnerías, la mala educación de los niños, el mundo al<br />
revés, etc., con toda la crítica que ello comportaba, eran, sin duda, asuntos un tanto com<br />
prometidos, en los que se mezclaban lo ilustrado y lo popular.<br />
A partir de la muerte de Goya la postura adoptada en España ante sus estampas será la<br />
de silenciarlas -la segunda edición no apareció hasta 1855 cuando no de infravalorarlas. En
Europa, al contrario que en España, y sobre todo en Francia, bajo los aires del<br />
Romanticismo, las estampas de Gaya adquirieron una gran valoración.<br />
Desastres de la guerra<br />
En 1808, Gaya, a los sesenta años de edad, va a ser víctima y testigo de una de la más<br />
significativas crisis bélicas de la historia de España: la Guerra de la Independencia (1808 -<br />
1814).<br />
La guerra fue un motivo suficientemente violento y poderoso como para que Gaya vol<br />
viera a retomar esa frenética actividad de grabar que apenas un reducido número de amigos<br />
compartían. De nuevo, como ocurriera años atrás, pensamientos, reflexiones y amarguras<br />
encuentran en el dibujo y el grabado el medio natural para expresarse.<br />
En pocas ocasiones se ha llegado a plasmar con tan escalofriante dramatismo, coro en<br />
los Desastres de la guerra, los horrores de la guerra, sus nefastas consecuencias y, lo que<br />
aún es peor, la muerte de la esperanza ien época de pazl Habría que esperar a los actuales<br />
documentos cinematográficos para conseguir efectos parecidos a los logrados por esta serie<br />
goyesca.<br />
El pintor vivía en Madrid cuando tuvo lugar el levantamiento de la población el 2 de<br />
mayo de 1808, y poco después, en la primera semana de octubre de ese mismo año, se tras<br />
ladó a Zaragoza, ciudad que había sufrido un largo y destructivo asedio por parte de los ejér<br />
citos franceses, llamado por el general Palafox para que inmortalizara con su pintura las glo<br />
rias de aquellos naturales, según comentaba el propio Gaya.<br />
Es muy probable que los Desastres de la guerra tengan su origen en los sucesos de<br />
Zaragoza, pues el pintor se vió inmerso en el mismo escenario de la contienda y en contac<br />
to directo con la realidad de una ciudad debastada. Se sabe que allí, pintó algunos bocetos<br />
al óleo e hizo varios dibujos. Aunque el primer sitio de Zaragoza pudo inspirar casi una<br />
veintena de las estampas que forman la colección, la rapidez de los acontecimientos, su viaje<br />
por unas tierras que padecían todo el sufrimiento de la guerra, la generalización a toda<br />
España de la sangrienta contienda donde se habían implicado militares y paisanos, la inse<br />
guridad y el hambre, fueron circunstancias lo suficientemente poderosas para que esa idea<br />
inicial se transformara sustancialmente.<br />
Gaya comenzó a grabar la serie por lo menos en 1810 -en ese año el autor fecha algunas<br />
láminas de cobre-, aunque al no haber sido publicada en el momento de su ejecución resul<br />
ta difícil aventurar cuando la dio el pintor por finalizada, si es que se trata en realidad de una<br />
obra terminada. Viviendo todos los artistas de esa época una misma realidad, Gaya constru<br />
yó una reflexión sobre aquella guerra y podemos llegar a creer que, incluso esta serie, fue<br />
fruto de una necesidad por parte del pintor, necesidad de trasladar en imágenes su visión del<br />
hombre sin tiempo ni lugar, sin héroes ni hazañas. En este sentido, es muy probable que el<br />
mismo pintor fuera consciente de la dificultad de venta, pues la estampa de fácil consumo<br />
era la que mostraba las batallas, las caricaturas, el retrato de los héroes, etc., en las que no<br />
hay asomo alguno de meditación sobre los sucesos, sobre la destrucción que significa la gue<br />
rra. Además, hay que suponer que Gaya desarrolló este trabajo de manera silenciosa, inclu<br />
so secreta, porque el momento en el que estaba trabajando en ella, era peligroso y tenía con<br />
ciencia de ello, no en vano cuando deja Zaragoza para trasladarse de nuevo a la Corte escon<br />
de sus bocetos pictóricos, bajo una capa de barniz que luego no pudo levantar.<br />
Desde el punto de vista de la técnica, y visto ya el dominio que Gaya tenía de la combi<br />
nación del aguatinta y el aguafuerte, los Desastres de la guerra presentan una gran innova<br />
14 ción: la aguada. Se trata de la aplicación directa del aguafuerte sobre la plancha con un pi n<br />
"
cel sin que medie protección alguna en ésta. Es una técnica que proporciona suaves tonos<br />
rompiendo la brillantez de los blancos pero sin trama alguna como sería el caso de la resi<br />
na. De gran efecto si se aplica en zonas pequeñas, resulta difícil controlar los resultados en<br />
superficies amplias quedando una mayor intensidad en los bordes de la mancha donde ha<br />
actuado el pincel, del mismo modo que ocurre en la acuarela.<br />
La característica fundamental de Gaya como grabador es su capacidad para dar nuevas<br />
soluciones técnicas ante nuevos problemas y situaciones compositivas. En esta ocasión hay<br />
que suponer que la necesidad de soluciones ante las dificultades se extremaron debido a la<br />
carencia de materiales que existía en el momento en que el pintor estaba trabajando. Desde<br />
esta perspectiva podía plantearse la aguada como la solución dada por Gaya ante la caren<br />
cia de aguatinta, y la mala calidad de los materiales, barnices y resinas, que se evidencian<br />
en las falsas mordidas del ácido. Gaya emplea en esta serie el mismo lenguaje visual que<br />
empleara en los Caprichos, la atención del espectador se centra con el reclamo que ejercen<br />
los blancos y que introducen al espectador en el contenido de la estampa.<br />
Gaya traslucirá una profunda amargura al enumerar los horrores y atrocidades de la gue<br />
rra, no conmueve, hace reflexionar. Los Desastres de la guerra, como tantas veces se ha<br />
dicho, no son una proclama, en estas estampas se exalta a la razón y al valor, en la misma<br />
medida que se critica el fanatismo, la crueldad, la injusticia y los vicios que trajeron como<br />
consecuencia el terror, el hambre y la muerte.<br />
Por último, en los Desastres de la guerra se denota un apego a la realidad cotidiana que<br />
puede explicar la continuidad cronológica que se aprecia en la totalidad de la obra: el levan<br />
tamiento y la lucha popular, los efectos devastadores de la contienda, el hambre en Madrid,<br />
las consecuencias de los siniestros primeros años de reinado de Fernando VII y la esperan<br />
za de cambio.<br />
La serie de los Desastres de la guerra estaba terminada hacia 1815 pero no parece que<br />
Gaya tratara de hacer edición alguna en aquellos años, muy probablemente debido a las cir<br />
cunstancias políticas de España. Sólo se conoce un ejemplar completo tirado en la época. Se<br />
trata del que Goya regaló a su amigo Ceán Bermúdez y cuya hija, Beatriz Ceán de Arana,<br />
dió a Valentín Carderera y que en la actualidad se encuentra en el British Museum<br />
(Londres). En la primera página de este volumen y con caligrafía de un profesional se lee:<br />
Fatales consequencias de la sangrienta guerra en España con Buonaparte. Y otros capri<br />
chos enfáticos, en 80 estampas. Inventadas, dibuxadas y grabadas, por el pintor original D.<br />
Francisco de Gaya y Lucientes, En Madrid. Cincuenta y tres años después de que Gaya<br />
fechara los primeros cobres la Academia de San Fernando decidía publicar, tras haber adqui<br />
rido toda la colección de láminas de cobre en octubre de 1862, la primera edición bajo el<br />
título Los desastres de la guerra. Esta denominación de la serie inicia el proceso de progre<br />
siva universalización de la visión goyesca de la guerra, quedando en un segundo plano esa<br />
directa vinculación con la realidad que provocó la totalidad de las imágenes. Ayudó a este<br />
proceso, las escenas reflejadas en las estampas. En muchas ocasiones es imposible precisar<br />
en favor de quien va la lucha e incluso, a veces, no se puede afirmar quienes son sus prota<br />
gonistas. La atemporalidad contribuye a ello, no se reconocen héroes ni generales, etc. Son<br />
imágenes recogidas de las experiencias vividas; la crueldad, la violencia y la muerte son los<br />
protagonistas de una guerra que el artista ve no ya como una contienda entre buenos y<br />
malos, sino mala en sí misma y en la que únicamente deja traslucir miseria e insolidaridad;<br />
y, al llegar la paz, de nuevo los egoísmos y la irracionalidad, que incluso hicieron que Gaya<br />
no se atreviera a publicar estas estampas, que lo fueron por primera vez en 1863.<br />
, .<br />
'- .: .
6<br />
Tauromaquia<br />
La tercera de las grandes series grabadas por Gaya se distingue de las anteriores princi<br />
palmente por su temática: la corrida de toros. Es difícil dar las razones precisas por las que<br />
el pintor acometió este tipo de obra, pero es fácil argumentar que lo fuera por motivos eco<br />
nómicos: en aquella época, Gaya pasa un mal momento y estas estampas son el único tema,<br />
junto con el religioso, para el que hay demanda. Algunas de las láminas de cobre están fir<br />
madas y fechadas en 1815:de modo que en esos momentos compaginaba el grabado de los<br />
Desaslres con un tema que a primera vista pueda parecer de recreo, por lo que ha llevado a<br />
muchos estudiosos .a concebirlos como un paréntesis y un refugio donde, el ya anciano pin<br />
tor, podía rememorar y evocar tiempos de su juventud, pero una mirada atenta nos conduce<br />
al igual que en los Desastres al tema de la violencia, la crueldad y la muerte.<br />
Sea como fuere, la realidad es que cuando Gaya graba y pretende vender la colección<br />
apenas si existía actividad en el mercado de estampas madrileño, máxime cuando desde el<br />
5 de mayo de 1814 se había vuelto a la censura previa de estampas y restablecido el Tribunal<br />
de la Inquisición. Desde esta perspectiva, el tema de los toros era el más adecuado para crear<br />
una colección de estampas que pldiera reportar algun ingreso puesto que la fiesta de los<br />
toros vivió un resurgir durante el reinado de Fernando VII.<br />
Para esta colección, Gaya empleó un período de tiempo no superior a dos años y medio.<br />
La mayor parte de los dibujos preparatorios se conservan en la actualidad en el Museo del<br />
Prado y están, como muchos de las anteriores colecciones, dibujados con sanguina roja. Las<br />
planchas de cobre, de procedencia inglesa, eran de buena calidad y tamafo uniforme. Todas<br />
las composiciones tienen un estilo muy similar y, excepto una, se presentan con una gruesa<br />
línea de enmarque; la técnica de grabado, sin ser tan innovadora como en las colecciones<br />
anteriores, demuestra la armonía, destreza y capacidad pictórica que puede existir en la com<br />
binación de todas ellas.<br />
Singulariza .a esta serie, el carácter dramático que Gaya dio a las composiciones. En la<br />
mayoría de las estampas presenta el momento brutal del encuentro entre el hombre y la fiera,<br />
aquél tratando de dominar al animal que embiste con bravura. Al comparar los grabados con<br />
los dibujos se ve como progresivamente reduce a lo esencial el tema. En la mayoría de las<br />
ocasiones la plaza está insinuada por la barrera en la que a veces se ve apoyarse directamente<br />
al público. Pero la cabeza que idea e inventa la Taurmaquia es la misma que ha meditado<br />
sobre la guerra y está trabajando en los Desastres y que seguidamente va a empezar los<br />
Dispara/es, por ello es lógico que existan coincidencias entre estas tres colecciones de<br />
estampas de Gaya: los moros de esta serie se parecen a los mamelucos y los muertos del<br />
Desjarrete de la canalla recuerdan a esos muertos que pueblan los Desastres; por otro lado<br />
la masa de espectadores que en algunas ocasiones se esboza detrás de la barrera parecen<br />
figuras precursoras de los Disparates. Pero en todas las estampas se puede apreciar bajo el<br />
dinamismo y la violencia de la escena -esa violencia que en ocasiones desfigura los rostros<br />
o contorsiona los cuerpos-, la nobleza, valentía e, incluso, heroicidad de los protagonistas:<br />
el hombre y el toro que con libertad y elegancia se mueven, se acometen y se defienden en<br />
una lucha a muerte digna, ya que lidiar un toro es un arte.<br />
Se cree que Gaya comenzó a grabar las láminas por aquellas escenas que le eran vir<br />
tualmente más contemporáneas. A este momento corresponden además de las tres que están<br />
fechadas aquellas que fueron desechadas por el grabador aunque éste aprovechó la plancha<br />
de cobre por la otra cara. Estos siete grabados son los que actualmente son designados con<br />
letras, no llevan título conocido y no fueron incorporados a la primera edición. Las estam
pas que presentaban el aspecto histórico de la lidia las grabó con posterioridad seleccionan<br />
do aquellas figuras que estaban vinculadas con una determinada suerte.<br />
Fue Van Loga quien por primera vez señaló que los títulos dados a las estampas de la<br />
Tauromaquia estaban en relación con algunos pasajes de la Carla hislórica sobre el origen<br />
y progresos de las jleslas de loros en Espaiia, publicada en Madrid en 1777 por Nicolás<br />
Fernández de Moratín. Se ha sugerido que Goya pretendía ilustrar este trabajo, mientras que<br />
para otros no es muy plausible esta idea ya que en algunas de las composiciones se aleja de<br />
este texto y parece estar más en relación con el de la Taurmaquia o arte de lorear a caba<br />
llo y a pie de Pepe Hillo, obra que, publicada originariamente en Cádiz, tuvo una segunda<br />
edición en Madrid en 1804.<br />
El 3 J de diciembre de /816 en la Gaceta de Madrid se daba el siguienle anuncio:<br />
«Colección de eSlampas inventadas y grabadas al aguafuerte por D. Francisco Gaya, pin<br />
lar de cámara de S.M., en que se representan diversas suertes de tors, y lances ocurridos<br />
con motivo de esas funciones es nuestras plazas, dándose en la serie de las estamas una<br />
idea de los principios, prgresos y estado actual de dichasjlestas en Espaía, que sin expli<br />
cación se manifiesta por la sola visla de ellas. Véndese en el almacén de estampas, Calle<br />
MayO!; frente a la casa del cnde de Oiale, a JO ,. vl. cada una suellas, ya 300 id. cada<br />
juego complelo, que se compone de 33».<br />
No parece que la serie tuviera mucho éxito de venta. En este sentido se debe tener pre<br />
sente que Gaya no hizo estampas de técnica sencilla y lineal destinadas a ser iluminadas y,<br />
además, tampoco desarrolló una narración gráfica, incluso didáctica, de la manera de trans<br />
currir la fiesta. Es decir, no grabó la estampa de costumbres a la que fácilmente se adaptaba<br />
el tema taurino y cuyo mejor ejemplo sería las Principales suertes de una corrida de tors<br />
de Antonio Caricero que tenía un públ ico seguro. Es más, ni siquiera lleva el título graba<br />
do al pie de cada escena. Parece que Gaya consideró innecesario grabar las inscripciones<br />
aunque el mismo, como ocurriera en las colecciones anteriores, tenía un ejemplar donde<br />
aparecían los títulos manuscritos.<br />
Disparates<br />
El elevado número de obras grabadas por Gaya en estos años ponen de manifiesto la ade<br />
cuación de este arte a las necesidades del pintor. La habilidad lograda por Gaya en la com<br />
binación del aguafuerte y el aguatinta le permitían expresarse con plena libertad debido al<br />
control y dominio de los útiles y la acción del ácido. Los Disparates fue la última gran colec<br />
ción grabada por Gaya, que quedó probablemente sin terminar. Aunque ninguna de las lámi<br />
nas de cobre va fechada, al menos se sabe que Gaya comenzó a grabar la serie poco antes<br />
de poner a la venta la Tauromaquia en 1816 ya que en el ejemplar de dicha colección que<br />
dió a Ceán, iba una prueba de estado sólo con el aguafuerte del Disparate 13, Modo de volar.<br />
No se conoce edición de la época y es difícil explicar por qué Gaya, encontrándose en cir<br />
cunstancias económicamente estrechas, decidió emplear estos cobres de excelente calidad y<br />
de la misma partida que los utilizados para la Tauromaquia para esta serie. Cabe pensar que<br />
su idea fuera publicarlas y que lo impidió su traslado a Francia para alejarse de la España<br />
fernandina de la Dec'ad ominosa.<br />
La técnica de grabado empleada vuelve a ser, por lo general, la combinación de agua<br />
fuerte y aguatinta, esta última en ocasiones matizada por el bruñidor. Pero parece como si el<br />
aguafuerte viniera a definir las figuras esbozadas en los dibujos y a ajustar la composición<br />
al marco. Los retoques suele hacerlos en esta colección con punta seca -a veces son tan lige<br />
ros los trazos de la punta que pueden confundirse con arañazos-, en muy raras ocasiones<br />
emplea el escoplo y sólo una vez ha utilizado la aguada. Y es que los Disparales es la obra
18<br />
más cuidada y delicadamente trabajada por Gaya, parece el pintor dominar la técnica y sus<br />
propias pasiones, no hay improvisación ni rectificaciones.<br />
De todas las estampas creadas por el pintor, éstas, pertenecientes a su vejez, son las más<br />
herméticas y difíciles de interpretar. A la dificultad de lectura que presentan por sí solas ha<br />
venido a sumarse que en esta ocasión Ceán no conservara un ejemplar -se desconoce, por<br />
tanto, el orden que Gaya pudo dar a las estampas- y, además, sólo han quedado trece prue<br />
bas de estado con el título manuscrito. Dichos títulos tienen algo en común, todos ellos<br />
comienzan con el término disparate, de ahí el título que en la actualidad tiene la colección.<br />
No obstante, la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la primera edición de<br />
1864, la publicó bajo el título de Los Prverbios, intitulación que surgió por suponer que las<br />
escenas representadas se acomodan siempre a algún proverbio. Con viene tener presente el<br />
nombre dado por el que fuera propietario de las láminas con anterioridad a la Academia de<br />
San Fernando, Jaime Machen; quien los denominaba Caprichos fantásticos, y es imposible<br />
explicar por qué no tuvo éxito este título entre los miembros de la Academia. El resultado<br />
es la dificultad que encuentra el espectador para descifrar el significado de las estampas que<br />
han sido motivo de muchas interpretaciones y que algunos estudiosos han considerado que<br />
están en relación con el carnaval.<br />
Aunque se conocen veintidós estampas pertenecientes a esta serie no todas las láminas<br />
de cobre corrieron la misma suerte: dieciocho de ellas fueron ofrecidas en 1856 por Jaime<br />
Machen Casalins al Estado en un mismo lote junto a los Desastres de la guerra. El 14 de<br />
agosto de ese mismo año la Sección de Pintura de la Academia de San Fernando emitió un<br />
informe favorable para su adquisición con destino a la Calcografía por ser «una excelente<br />
escuela para los grabadores al aguafuerte», por encontrarse «en excelente estado de con<br />
servación» de manera que podían «arrojar considerable número de ejemplares sin cansar<br />
se» y además la institución creía que eran «muy interesantes por el método de ejecución, por<br />
ser muy poco conocidas y algunas de sus láminas completamente inéditas; y por poderse<br />
considerar como una excelente escuela de improvisación y de grabado al aguafuerte aten<br />
dida la fuga y energía de las actitudes, la espontaneidad de los conceptos, la novedad del<br />
clar oscur y la delicadeza de los detalles». Finalmente, al igual que los Desastres la<br />
Academia los adquirió en octubre de 1862 coincidiendo con el momento de recuperación de<br />
la técnica del aguafuerte. La primera edición, que se llevo a cabo en 1864, fue de 300 ejem<br />
plares y es similar, en cuanto a la estampación, a la primera de los Desastres.<br />
Las cuatro láminas restantes que grabó Gaya y que pertenecen a esta serie -Disparate<br />
conocido, Disparate puntual, Disparate de bestia, Disparate de toritos- pasaron a Francia.<br />
Francois Liénard hizo la primera edición para la revista L'Art en 1877.
1 •<br />
I<br />
I<br />
,\<br />
C apricho<br />
era, en el Diccionario de 1729, un «dictamen formado<br />
de idea [de intento] y por lo general fuera de las reglas or<br />
dinarias y comunes. Parece voz compuesta de Caput y Hecho, como si se<br />
dijera hecho de propria cabeza [de creación propia]; pero sin duda es toma<br />
da del italiano Capricio. En la pintura vale lo mismo que concepto». Gaya,<br />
según ello, fue un hombre de capricho, esto es, el que «tiene agudeza para<br />
formar ideas singulares, y con novedad, que tengan feliz éxito». El<br />
Diccionario señala hoy que capricho es una «determinación que se toma<br />
arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo<br />
extravagante y original»; y, también, «obra de arte en que el ingenio o la<br />
fantasía rompen la observancia de las reglas».<br />
La Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y graba<br />
das al aguafuerte por don Francisco de Goya consta de 80 estampas, anun<br />
ciadas en la Gaceta de Madrid el 6 de febrero de 1799 y puestas a la venta<br />
en la calle del Desengaño, númer 1, tienda de perfumes y licores, pagan<br />
do por cada colección de 80 estampas 320 reales de vellón. La intención de<br />
Gaya era explícita y nadie mejor que él (probablemente con ayuda de L.<br />
Fernández de Moratín) la ha explicado: Persuadido el autor de que la cen<br />
sura de los errres y vicios humanos (aunque parece peculiar de la elo<br />
qüencia y la poesía) puede también ser objeto de la pintura: ha escogido<br />
como asuntos para su obra, entre la multitud de extravagancias y desacier<br />
tos que son comunes en toda sociedad civil, y entre las preocupaciones y<br />
embustes vulgares, autorizados por la costumbre, la ignorancia, o el inte<br />
rés, aquellos que ha ere ido más aptos para suministrar materia para el<br />
ridículo, y exercitar al mismo tiempo la fantasía del artíice.<br />
y sigue: El autor, m ha seguido los ejemplos de otros, ni ha podido<br />
copiar tampoco de la naturaleza. y si el imitarla es tan difícil, como admi<br />
rable cuando se logra, no dejará de merecer alguna estimación el que<br />
apartándose enteramente de ella, ha tenido que exponer a los ojos normas<br />
y actitudes que sólo han existido hasta ahora en la mente humana, obscu<br />
recida y confusa por la falta de ilustración o acalorada por el desenfreno<br />
de las pasiones.<br />
Concluye así: (. .. ) En ninguna de las composiciones que forman esta<br />
colección se ha propuesto el autor, para ridiculizar los defectos particula<br />
res, a uno u otr individuo (. .. ) La pintura, como la poesía, escoge en lo<br />
universal lo que juzga más a propósito para sus fines: reúne en un solo per<br />
sonage fantástico circunstancias y caracteres que la naturaleza presenta<br />
repartidos en muchos, y de esta convinación, ingeniosamente dispuesta,
24<br />
resulta aquélla feliz imitación por la cual adquiere un buen artíice el tíu<br />
lo de inventor y no de copiante servil.<br />
Gaya empezó sus apuntes en dos álbumes dibujados en casa de los<br />
Duques de Alba en Sanlúcar de Barrameda (Huelva) y en el llamado<br />
«Álbum de Madrid», todos a tinta china y aguada, y los siguió en 113 dibu<br />
jos más. La fuerte crítica satírica de las estampas irritó a la Inquisición y<br />
Gaya ofreció al Rey las 80 láminas y las colecciones invendidas. El monar<br />
ca aceptó la oferta (1803) y, a cambio, incluyó al hijo del pintor, Javier, en<br />
la nómina de la Real Casa.<br />
La ignorancia y las pasiones, dice Gaya, son el objeto de su crítica.<br />
Comentarios manuscritos de época guardan el Museo del Prado, la<br />
Biblioteca Nacional y la Colección Ayala; aclaran el mensaje de cada<br />
estampa y este catálogo reproduce los del Prado y la Biblioteca Nacional.<br />
Los Caprichos tuvieron gran difusión fuera de España. Fueron el primer<br />
símbolo de «lo goyesco» y de un nuevo modo de afrontar la realidad, pre<br />
sentándola próxima y expresiva, con un lenguaje fresco y atrevido, del que<br />
se harán eco los artistas del siglo XIX. Supusieron el final del frío y artifi<br />
cioso grabado neoclásico.
( !!<br />
1 Fran. co Goya y Lucientes, Pintor<br />
aguatinta,<br />
Aguafuerte, punta seca y buril. 220 x 153 mm<br />
Verdadero retrato suyo, de mal humor y gesto satírico,<br />
ya, r<br />
g reparalorio<br />
90 en un p úer ¿bu/o no hab/a acenluado lanlo su mirada<br />
enTrecerrada ! d re¡fón, cJ !1eslo !aZnenle ele!1idl mueslra con aire más<br />
escéplico o crilico, 'en/a enlonces cuarenla ylres años, 25
c/é /f¿7/ 11¿7?ér/'l'?1 Y' 0 ??2¿Zl2¿? ¿z&zffan<br />
/ //// / "/ .) /l r"? C7 f7? /'(/ 41"¿;{" .<br />
2 El si pronuncian y la mano alargan Al primero que llega<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 215 x 150 mm<br />
Facilidad con que muchas mujeres se prestan a celebrar matrimonio esperando vivir en<br />
éL con más libertad.<br />
B os malrimonios se hacen re'Jularmenle a ciegas: las novias acheslradas por<br />
sus padres, se enmascaran'y alavlan hndamen7e para en'Jañar alprimero 'lue<br />
IIe'Ja. esla es una princesa con máscara, 'lue lue'Jo ha de ser una perra con sus<br />
vasallos, como lo Inchca el reverso de su cara in21lando un peInado: el pueblo<br />
necio aplaude eslos enlacesijf, delrás wene orando un embllslero en Ira'Je sacerdolal<br />
por la /ehCidad de la 'Xaclon (:73odas de las Camaáslas).<br />
Crítica acerba de las bodas por interés o razón política, en que Goya censura lo que no<br />
sea verdadero amor de la pareja y denuncia la doblez de la novia, hermosa enmascara-<br />
26 da, pero contenta con su sino. El tiempo dirá cómo es.<br />
é
3 Qué viene el Coco<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 219 x 154 mm<br />
Abuso funesto de la primera educación. Hay que hacer que un niño tenga más miedo al<br />
coco que a su padre y obligarle a temer lo que no existe.<br />
Bas madres lonlas ¡;acen medrosos a los ¡;i¡os fijurando el Coco,·.y airas peores<br />
se valen de esle arlij';,cio para eslar con sus amanles a solas cuando no pueden<br />
aparlar de si á sus ¡;i¡os.<br />
Insensatez de las madres que aterrorizan a sus hijos con horrores imaginarios, a veces<br />
para lograr desentenderse de las criaturas o alejarlas cuando no les conviene que sean<br />
testigos de una bribonada. 27
4 El de la rollona<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 209 x ¡57 mm<br />
La negligencia, la tolerancia y el mimo, hacen a los niños antojadizos, obstinados, soberbios,<br />
golosos, peritosos, e insufribles, llegan a grandes y son niños todavía. Tal el de<br />
la rollona.<br />
Bos hi/os de los grandes se crian sieny;re niño/es, chupándose el dedo, a/iborrándose<br />
de comida, arras/rados por Jos lacayos, llenos de dixes supers/iciosos,<br />
aun cuando !la son barbados.<br />
Mofa de la artificiosa prolongación de la infancia que sufren los hijos de casa rica, caprichudos<br />
e inútiles a base de vivir como bebés. "El de la Rollona, diez años y aún mama-<br />
28 ba" : frase hecha contra la madre que impide la vida adulta del hijo.<br />
00
5 Tal para qual<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 200 x 1 S 1 mm<br />
Muchas veces se ha disputado si los hombres son peores que las mujeres o al contrario.<br />
Los vicios de unos y otros vienen de la mala educación: dondequiera que los hombres<br />
sean perversos, las mujeres lo serán también. Tan buena cabeza tiene la señorita que se<br />
representa en esta estampa como el pisaverde que le está dando conversación; y en<br />
cuanto a las dos viejas, tan infame es la una como la otra.<br />
Ea !J?eyna y 9odoy cuando era suardia .'/, los burlaban las lauanderas.<br />
!J?epresenla una eLla 'fue han proporcionado dos alcduelas, y de 'fue se eslán<br />
riendo, haciendo 'fue rezan el rosar io.<br />
Dura estampa contra el atildamiento, femenino y masculino: el pisaverde pasa sus horas<br />
en acicalamientos, como la coqueta, pendiente no de ser, sino de aparentar y apegado a<br />
las modas y no al buen temple. 29
7 Ni asi la distingue<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 200 x 150 mm<br />
Como ha de distinguirla? Para conocer lo que ella es no basta el anteojo; se necesita<br />
juicio y práctica de mundo y esto es precisamente lo que le falta al pobre caballero.<br />
eSe áeyan lanlo los hombres fu/uriosos, fue ni con fenle dúlinyuen fue fa<br />
eSeñora fue obsefuian, es una ramera.<br />
Aunque la mire de cerca no conocerá su ser verdadero y se engañará si sólo fía de la<br />
apariencia, así se ayude de anteojos. Más le valiera reparar en cosas que no se llevan en<br />
la cara. Goya firmó la plancha, abajo, a la izquierda. 31<br />
7
8 Que se la llevaron!<br />
Aguafuerte y aguatinta. 218 x 152 mm<br />
La mujer que no se sabe guardar es del primero que la pilla y cuando ya no tiene remedio<br />
se admiran de que se la llevaron.<br />
Q/n 0clesiáslico fue liene un amor /licdo, busca un !jañán fue le ayucla alraplo<br />
efe su fuericla.<br />
Si no velan por el decoro y la fama de la mujer, así ella misma como los suyos, puede<br />
acabar, por la fuerza de las cosas, donde nunca quiso haber estado. O, más sencilla-<br />
32 mente, dos bárbaros que raptan a una joven.
10 El amor y la muerte<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 219 x 152 mm<br />
Ve aquí un amante de Calderón que, por no saberse reír de su competidor, muere en brazos<br />
de su querida y la pierde por su temeridad. No conviene sacar la espada muy a<br />
menudo.<br />
'lJe los amores /!Jc¡!os n o se suelen seyu/r más fue ru/dos y pendencias.<br />
Los anticuados, que se toman cualquier chanza a la tremenda, como en los dramas de<br />
Calderón, se exponen a morir en una pendencia por asunto de faldas. Así y todo, él<br />
34 amaba locamente y ella queda en la desesperación. Eros y Tánatos.
11 Muchachos al avío<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 2 19 x 154 mm<br />
Las caras y el traje están diciendo lo que ellos son.<br />
\<br />
Bos con/rabandis/as en acecho dé cuan/os pasan cerca dé un camino, poco se<br />
chferencian dé los laclrones.<br />
"Moralistas" y "Mercaderes silvestres" pensó titular la estampa. Los contrabandistas<br />
proclaman no ser ladrones: pero "muchachos" con avío de navaja, mondadientes, cigarro,<br />
fus il y holganza son lo que parecen y no lo que dicen. 35
t<br />
'.\<br />
12 A caza de dientes<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 2 19 x 1 S3 mm<br />
Los dientes de ahorcado son eficacísimos para hechizos; sin este ingrediente no se hace<br />
cosa de provecho, ¡Lástima que el vulgo crea tales desatinos' '<br />
:]Jor salirse con la sur¡a,sobre/odo si es/a enamorada, es capaz de ar.rancar los<br />
dien/es a un abarcado.<br />
La supersti ción es dura dueña: hay quien se atreve a arrancar con sus manos los dientes<br />
de un ahorcado, por horror que le cause, para emplearlos en bebedizos o conjuros, según<br />
se sabe desde "La Celestina". Tanto puede la ignorancia.
J 3 Estan calientes<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 219 x 153 mm<br />
Tal prisa tiene de engullir que se las tragan hirviendo. Hasta en el uso de los placeres<br />
son necesarias la templanza y la moderación.<br />
Bos Fa¡les es/úpúlos se a/racan bien en sus rejéclonos, !I se r/en del mundo.<br />
¡,Qué han de hacer después sino es/ar calien/es!<br />
Parece que Goya concibió primero una escena onírica de canibalismo. Quedó en triste<br />
mofa de gentes que no tienen otra idea que la de comer y ni aun capacidad para hablar<br />
de lo que no sea el condumio. 37
15 Bellos consejos<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 220 x 154 mm<br />
Los consejos son dignos de quien los da. Lo peor es que la señorita va a seguirlos al pie<br />
de la letra. ¡Desdichado del que se acerque!<br />
Bas marh'es suelen ser alcabuelas de sus mismas hl/as fleumldofas a cierlos<br />
paseos'y concurrencias.<br />
En manos de la horrible mujeruca que cree conocer la vida porque nada ignora de sus<br />
picardías y maldades, la linda joven, promesa de una vida en sazón, puede convertirse<br />
en la reedición de aquélla. 39
18 Ysele quema la Casa<br />
Aguafuerte y aguatinta. 219 x 154 mm<br />
Ni acertará a quitarse los calzones, ni dejar de hablar con el candil, hasta que las bom<br />
bas de la villa le refresquen. ¡Tanto puede el vino'<br />
Bos u/e / os lasciuos se r¡ueman UlUOS, .!I eslán úempre con las bra 9 as en las<br />
manos.<br />
La expresión bobalicona del perezoso, desaliñado e incapaz, acaso ebrio, muestra su<br />
ausencia de la vida verdadera y una inconsciencia tal que no advierte los más graves<br />
42 peligros.
17 Bien tirada está<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 219 x 1 S3 mm<br />
1 7<br />
¡Oh!, la tía Curra no es tonta. Bien sabe ella lo que conviene que las medias vayan esti<br />
raditas.<br />
Q;/na proslJlula se eslira la mecha por enseñar su bella pierna, y no ha y cosa<br />
más II"rada por los suelos 'fue ella.<br />
Bien estirada está la media que adorna la linda pierna juvenil. y bien tirada anda ya la<br />
muchacha que la luce, anzuelo para los hombres que compran su belleza. 41
16 Dios la perdone: Y era su madre<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 151 x 202 mm<br />
Una hija viciosa que se echa a puta no conoce ni aún a su madre que anda tal vez<br />
pidiendo limosna.<br />
Y:;erdone por '[Has;; era su madre.<br />
Se fue de casa, hizo dinero fácil con su cuerpo y despachó a la mendiga que le pidió un<br />
auxilio con una moneda y la frase de rigor: un simple buen deseo que nada vale. Sin<br />
40 advertir que era su madre.
¡ /<br />
18 Ysele quema la Casa<br />
Z/ 7N(/ //(/<br />
Aguafuerte y agualinla. 219 x 154 mm<br />
/<br />
(((<br />
( :( )<br />
Ni acertará a ql/itarse los calzones, ni dejar de hablar COI el candil, hasta que las bom<br />
bus de la villa le rsquen. ¡Tanto puede el vino'<br />
hos uie J os (a scúJos se ' l1eman u/uos , y eslán siempre con la s bra ' as en la s<br />
¡nanos.<br />
La expresión bobalicona del perezoso, desaliñado e incapaz, acaso ebrio, muestra su<br />
ausencia de la vida verdadera y una inconsciencia tal que no advierte los más graves<br />
42 peligros.<br />
.8
44<br />
20 Ya van desplumados<br />
Aguafuere. aguatinta bruñida y punta seca. 218 x 152 mm<br />
Si se desplumarn ya, vayan fuera: que van a venir otros.<br />
'espués d la cópula de ls auecbuclos , las pulas ls arr%an a escobazos , desplumados,<br />
cOJos'y cabbaJos: ds ,'ai!s muy reuerendos os 'juardan las espal<br />
das, .Y son ls fue celebran la burla con sends rosarlOS a la e/nlura.<br />
Todo ha sido fingim iento: sin dineros, no hay carantoñas. Las gentes "respetables" que<br />
rigen el lupanar observan impávidas y complacidas cuán bien marcha el negocio.
21 ¡Qualla descwionan!<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 218 x 149 mm<br />
También las pollas encuentran milanos que las despluman y aún por eso se dijo aque<br />
/lo de: Donde las dan las toman.<br />
Bos Jueces superiores hacen capa re;ularmenle ls escribanos' aluacJes<br />
para rue roben' desplumen a las pulas pobres.<br />
La ramera es la rapaz de los "pollos" que la frecuentan, pero la autoridad corrupta, con<br />
faz predadora, es la rapaz de todos: usa su poder para desplumarla impunemente sin que<br />
nada trascienda, tapado todo con su amplia capa.<br />
45
22 Pobrecitas!<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 218 x 153 mm<br />
Vayan a coser las descosidas. Recójanlas, que bastante anduvieron sueltas.<br />
Bas inflices 'ue se hacen prosÚ!ulas, lal uez p.r miseria . son Iuadas a las<br />
;<br />
cárcels , cuand se ls anloa a ls al'uadls; las d rumbo uiuen como les da<br />
la cana, por'ue las lyes srl se han hecho para ls pobres.<br />
¿Una redada de prostitutas? Avergonzadas y temerosas, tanto, que tapan su rostro, su<br />
46 vida acaba en el temor y la indefensión, sujeta a la voluntad ajena. Mal oficio.
23 Aquellos polbos<br />
-- ----<br />
Aguafuerte, aguatinta brufiida, punta seca y buril. 219 x 150 mm<br />
- =-<br />
- ______ · - ,1<br />
¡Mal hecho' A una mujer de honor que por una friolera servía a roda el mundo tan dili<br />
gente, tan útil, tratarla así; mal hecho.<br />
el uulo de curas y fayls es el fue u/ue con la pes/a d aa/fils (co el<br />
cOJ O)<br />
Él o ella, qué más da. La Inquisición crea un ambiente sofocante: dar polvos para bebe<br />
dizos de amor exige castigo público y solemne. No tendrá la Iglesia cosa mejor que<br />
hacer. Un auto de fe así pudo Goya ver en Madrid, en 1784. 47
24 Nohubo remedio<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 219 x [52 mm<br />
/ 0' //If'f/;I.<br />
!4<br />
A esta santa señora la persiguen de muerte. Después de escribirla la vida la sacan en<br />
triunfo. Todo se lo merece y si lo hacen por afrentarla es tiempo perdido. Nadie puede<br />
avergonzar a quien no tiene vergüenza.<br />
el bajoyuebl es el cue se d/u/erle con las encorozadas, 'ue sol se casl/yan si<br />
son yfas, en/onces no remeco.<br />
pobres h<br />
Pobre mujer, entre espectadores rudos o pasivos y alguaciles con cara de perro que le<br />
darán de vergajazos. La Inquisición pone coroza o cucurucho de infamia a una infeliz<br />
48 desnuda y la Justicia la exhibe ante el Pueblo. Una ignorancia sobre otra.
J _ _ _ __ ,__ .<br />
25 Si quebró el Cantaro<br />
- -<br />
C2v¿h z
27 Quien mas rendido?<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 198 x 151 mm<br />
Ni uno ni otro, él es un charlatán de amor que a todas dice lo mismo, y ella está pen<br />
sando en evacuar cinco citas que tiene dadas entre las ocho y nueve, y son las siete y<br />
media.<br />
rn cas'uiuano<br />
,<br />
cuand sohóla a una m<br />
j/er , hace con e llas las mISmas muecas<br />
y za lamerias 'ue un pernfl fa ldro. (lu'uesa d JICa y 9oya).<br />
Nadie más rendido que el galán zalamero, encaprichado de una bella frívola y casqui<br />
vana, dispuesto a mil tonterías: la pasión por la mujer logra más rendiciones que el arma<br />
del enemigo. 51
28 Chiton<br />
Aguafuere, aguatinta y buil. 219 x 1 S9 mm<br />
Excelente madre para un encargo de confianza.<br />
Bas señoras d dis/úzcl6n se valen de a:uellas vie/as 'ue suelen estar rezando<br />
a la pueda d la iclesia para llevar bl/feúcos' embiar cdas a sus aman/es.<br />
La vieja alcahueta y celestinesca, siempre encogida y rezando el rosario, acepta mediar<br />
en los amores inconfesables de una dama de buena posición: en el sigilo ("¡Chitónl")<br />
52 hallará su recompensa.
29 Esto si que es leer<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 219 X 148 mm<br />
Jos<br />
2.')<br />
Le peinan, le calzan, duerme y estudia. ¿ Nadie dirá que desaprvecha el tiempo?<br />
80S 2inis/ros , canse/eros . o/ros /als agua.rdan para leer , es/udiar ! en/e<br />
rarse de ls ne oc ios a la lora elpeluquero<br />
g < .e ls va a /raba/ar la cabeza , les<br />
desp eluza. c1ega d polo . el zapa/ero prueba ls zapa/os.<br />
,<br />
El adinerado vejestorio, que ni para vestirse o acicalarse desea valerse por sí, aparenta<br />
ocuparse en un texto, aunque su pereza y desinterés lo mantienen con los ojos cerrados:<br />
no necesita para nada instruirse. 53
30 Porque esconderlos?<br />
------<br />
---- -<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 218 x 153 mm<br />
La respllesta es fácil: porque no los quiere gastar y no los gasta, porque aunque tiene<br />
los ochenta cumplidos y no puede vivir un mes todavía, teme que le ha de sobrar la vida<br />
y faltarle dinero. Tan equivocados son los cálculos de la avaricia.<br />
r clénjo auaro y muy respelabl, escond sus lale;as,·pero ya se las buscan<br />
sus sobrl/?Os y airas sacrlslanes.<br />
Sufre el codicioso por la integridad de sus caudales, angustiado y en perpetuo tormen<br />
to: ríen de su inútil empeño quienes saben que él morirá y los dineros quedarán en este<br />
54 mundo . .. y en sus manos.<br />
--
31 Ruega por ella<br />
Aguafuerte, aguatinta brñida, punta seca y buril. 219 x 152 mm<br />
y hace muy bien para que Dios le dé fortuna y la libre de ciruanos y alguaciles, y lle<br />
gue a ser tan diestr, tan despejada y tan para todos, como su madre, que en gloria esté,<br />
Jenlras se aderezan y vislen las pulas, rezan las afabelas para
56<br />
32 Por que fue sensible<br />
Aguatillta. 219 x 1 S3 mm<br />
¡Como ha de ser! Este mundo tiene su altos y bajos. La vida que ella trahía no podía<br />
parar en otra cosa.<br />
has pobres mozas inca u/as uan a las carcels des,ués d ' uedar preñadas por<br />
una na/uralsensibihdad. (ha mu;er d Gas/Jlo).<br />
Parece tratarse de un caso real. Acaso alguna pobre moza que auxilió a quien no conve<br />
nía, se defendió de quien no lo permitía, amó a quien no podía: dio con sus huesos en la<br />
mazmorra. Joven, hermosa, angustiada y sola. Así es el mundo.
33 Al Conde Palatino<br />
Aguafuerte, agualinta, punla seca y buril. 219 x 152 mm<br />
En todas las ciencias hay charlatanes, que sin haber estudiado palabra lo saben todo,<br />
y para todo hallan remedio. No hay que fiarse de lo que anuncian. El verdader sabio<br />
desconfí siempre de lo cierto. Prmete poco y cumple mucho, pero el conde Palatino<br />
no cumple nada de lo que Promete.<br />
Jodas ls charlalanes! sacamuelas quieren pasar por Conds! YJ(aLlueses<br />
eslranc¡erosarruúzads para uender bien sus dro ¡as.<br />
c<br />
Nunca han faltado falsos príncipes charlatanes que han engañado a los crédulos con su<br />
aspecto distinguido y sus modales de "gente bien". Apariencia que les ayuda en sus tra-<br />
pacerías y fraudes. No fiarse. 57<br />
33.
34 Las rinde el Sueio<br />
Aguafuere y agualinla bruñida. 219 x 154 mm<br />
Qué han de hacer silla dormir los frailes y lI1onjas, después de borrachos y estragados<br />
allá en sus cOllventos?<br />
Bos frails sueln enlFar d nocbe en ls Conuenlos de monlas. se enlre<br />
el<br />
;<br />
¡ an a<br />
lada FelawCn con efas, basla ,ue las rinden. fas co;¡e sueño.<br />
¿Monj as, mendigas. encarceladas, rameras, todo ello a un tiempo? La tétrica escena<br />
muestra a un grupo de desdichadas que acaban su jorada en el agotamiento y en lugar<br />
58 escasamente acogedor.<br />
-- -------------- ---------<br />
,"í..
35 Le descañola<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 219 x 154 mm<br />
Le descaionan, y le desollarán. La culpa tiene quien se pone en manos de fal barbero.<br />
rna cor/esana ajeda a su aman/e boba¡'6n fue se l cae la baba , . l arranca<br />
as! has/a elál¡mo marauec<br />
"Le despluma". Él, arrobado, mira suavemente adormecido los encantos de la maja<br />
entre cuyas manos va a perder barbas y patillas. Y, quizás, alguna cosa más... 59
36 Mala /loche<br />
Aguafuerte y aguatinla bruñida. 218 x 155 11m<br />
A estos trabajos se exponen las niFas pindongas, que no se quieren estar en casa.<br />
'oche de u/enlo Fea/o, mafa para las pulas.<br />
Frío, incomodidad, falta de clientes ... Las busconas añaden a su vida de padecimientos<br />
más dolor y carencias en una oscura noche agitada por un rudo viento en la que, inclu-<br />
60 so muestran más de lo que querrían.
.<br />
('// /<br />
37 Si sabrá mas el discipulo?<br />
Aguafuerte, aguatinta y buril. 218 x 153 mm<br />
-_- -.<br />
/?1r /l/ /)<br />
. . - --<br />
-) -<br />
No se sabe si sabrás más o menos, lo cierto es que el maestro es el personaje más grave<br />
que se ha podido encontr/:<br />
r maeslro burro LO pued enseñar más 'ue a rebuznar<br />
¿Acabará sabiendo más el alumno que su profesor? No. Todos acabarán como lo que<br />
son: jumentos. Por mucho empeio que se ponga -viene a decir Goya-, de donde no hay,<br />
no se puede sacar.<br />
1') '1<br />
'i<br />
6/
38 Brabisimo!<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 219 x 152 mm<br />
Si para entenderlo bastan las orejas, nadie habrá más inteligente, pero es de temer que<br />
aplaudan lo que no suena.<br />
Jasla ls burros aplauden por moda fa mÚSIca mala, cuand ven olros fue<br />
rcen brabs/mo.<br />
En una estampa preparatoria de ésta aclaró Goya el primer sentido que quiso dar a la<br />
escena: "Protege las Artes y dicen que lo entiende". Ya se ve que no: el mono lleva la<br />
62 guitarra del revés. Hay mecenazgos que se prestan sólo por fatuidad.
-<br />
" ,<br />
,<br />
,:<br />
1,<br />
!<br />
.<br />
'\' '<br />
. '<br />
i',<br />
" . '<br />
39 Ast su Abuelo<br />
Aguatinta. 154 x 218 11111<br />
A este pobre animal le volvieron loco los genealogistas y reyes de armas, no es él solo.<br />
Bos borácos preciads d nobls desciendn de olros lales hasla el úlúno abuel.<br />
Primero dibujó Goya un libro normal y tituló la estampa "El Asno Literato". Luego, lo<br />
ilustró con pollinos y trazó, en la mesa, un escudo asnal: mofa de la obsesión por hallar<br />
abuelos ilustrísimos. Vaya mérito: todos serían burros. 63
40 De qué mallllorirá?<br />
Aguafuerte. aguulil1la bruñida, punta seca y buril. 216 x 152 mm<br />
E/lIlédico es excelel/te, lI1editabundo, reflexivo, pausado, serio. ¿ Qué lI1ás pedir?<br />
X hay 'ue preyunlar d 'ué mal ha muerlo el enfermo ' ue hace caso ee méd <br />
cos bes/as e ¡ y - Iol'anles.<br />
El enfermo, exangüe, está en manos de un mal médico, no por bien trajeado más com<br />
petente: no hace falta discurir para saber que la incompetencia va a ser la causa de su<br />
64 muerte.
41 Ni mas ni menos<br />
( 1(· /////. /1/ /(/(/ /Id /.<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 200 x 1521111<br />
Hace muy bien retratarse; así sabrán quién es los que no lo conozcan ni hayan visto.<br />
Q amina/fue se hace re/rq/al', no d/ará depal'ecel'pol' eso anúnal aU/lfue<br />
se f pinle con su
42 Tu que no puedes<br />
Aguafuere y aguatinta bruñida. 218 x 252 mm<br />
¿ Quién no dirá que estos caballers son caballerías?<br />
bos pobres !I clases ,í/Iles de la soc i eda d 'ue ll van a eues/as a ls burr os o ear<br />
,<br />
!an con lodo elpeso d las eon/ribuciones del es/ac.<br />
"Cómo suben los borricos" fue su primer título: muchos encumbrados son asnos, aun<br />
que manden y gobiernen. Por si fuera poco, se encaraman sobre el sudor de los humil<br />
66 des. 'Tú que no puedes, Ilévame a cuestas". Qué tiesos van. Y con espuelas.
43 El sueño de la razón produce monstruos<br />
En la parte anterior de una mesa situada a la izquierda del grabado se lee el título del<br />
capricho.<br />
Aguafuerte y aguatinta. 218 x 1 S2 mm<br />
Lafantasía, abandonada de la razón, produce monstruos imposibles; unida con ella es<br />
madre de las artes y origen de las maravillas.<br />
'orlada para esla obra: cuando ls hombres 120 oyen elJrllo e la razón, lod<br />
se uueluen Ulsiones.<br />
"El autor, soñando. Su yntento solo es desterrar bulgaridades peljudiciales, y perpetuar<br />
con esta obra de caprichos el testimonio sólido de la verdad", escribió Goya dos años<br />
antes (1797). Pensó poner la estampa al frente de la edición. 67
44 Hilan delgado<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 219 x 153 mm<br />
Hilan delgado, y la trama que urden ni el diablo la podrá deshacer<br />
Bs alc ale/as ll van l/na cl/en/a muy cabald sus /ercerÍas ! se hacen pa'ar<br />
ml/' b/en ls n/os rl/e van despachan d ! se ven delrás cofa ds como cerros<br />
de Y/no.<br />
Estas horribles mujeres, mezcla de brujas, celestinas y parcas, son calculadoras, metó<br />
dicas y frías. Expertas en decidir destinos ajenos, quien cae en sus manos puede pere<br />
68 cer: aun antes de haber vivido (¿provocadoras de abortos?)
45 Mucho hay que chupar<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 208 x 152 mm<br />
Las que llegan a (los) 80 chupan chiquillos; las que no pasan de 18 chupan a los gran<br />
des. Parece que el hombre nace y vive para ser chupado.<br />
/os rufanes y alabue/as ds g racian cen/adas d ch/fws, dand doCas<br />
para abor/ar cuand elsecre/o / eX/Ce.<br />
La superstición y la brujería hacían creer que las viejas podían vigorizarse con la sus<br />
tancia vital de los niños. Chupar esa sustancia y "chupar" el dinero de quien encarga el<br />
negro negocio. Mucho chupar. 69
46 Correccion<br />
Aguafuerte y agua tinta bruñida. 217 x 1 SO mm<br />
Sin corrección ni censura no se adelanta ninguna facultad, y la de la brujería necesita<br />
particularmente talento, aplicación, edad madura, sumisión y docilidad a los consejos<br />
del gran brujo que dirige el seminario de Barahona.<br />
has pIcaros d lods eslads.! condiáones, mercadres) Fails' wflanos, aparenlan<br />
dseo re la enmienda cuand ls predica un mono cualuiera pero pronlo<br />
uuelen a las andadas pon1ue lod / hacemos por 1cion.<br />
Todos, en apariencia, andan contritos, compungidos y llenos de comedimiento. Pero al<br />
fondo asoman los horrores de sus almas, que también se traslucen en sus rostros, si bien<br />
70 se observa.
, --<br />
47 Obsequio á el maestro<br />
/)/(//;)<br />
Aguafuerte, aguatinta y buril. 218 x 150 mm<br />
// 1/ //IIII://?/<br />
Es muy justo: serían discípulos ingratos, si no visitaran a su catedrático, a quien deben<br />
todo lo que saben en su diabólica facultad.<br />
Bas mon/as y!rw!s rue adran la /uxuria cuyo simulacro se ve dlanle en la<br />
fjura cabruna, no liene más arbl/no reJukrmenle rue locarse la pera, ó lener<br />
poluclones conlinuas.<br />
Las brujas de alma horrible ofrendan un niño al Maestro, figura sexualmente ambigua y<br />
con dos cuernos esbozados que revelan su condición satánica. Casi lo único digno de la<br />
reunión es el Diablo. 71
7<br />
48 Soplones<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 208 x 153 11111<br />
Los brujos soplones sal! los más fastidiosos de toda La brujería y los menos inteligentes<br />
en aquel arre. Si supieran algo no se meterían a soplones.<br />
Ea con!esú au:ular 10 sirue más fue para llnar ls o/dos d ls paies de<br />
suáedadS , obscenidades. porfuer/as.<br />
Quien denuncia desde el anonimato es un demonio que satisface al depravado y crea un<br />
ambiente fétido (obsérvense abajo las fuentes de la delación). Sólo maldad y alevosía<br />
hay en el alma hedionda del soplón.
49 DuendecitQs<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 217 x 152 mm<br />
Esto ya es otra gente. Alegres, juguetones, serviciales, y un poco golosos amigos de<br />
pegar chascos, pero muy hombrecitos de bien.<br />
y , ka/ls<br />
80S uerdadros duends d esle mund, son los curas 7ue comen y<br />
beben a cosla nueslra. 8a !;lsia O el clro liene el cenle aflad y la mano<br />
drecha monslruosa y lar;a para ayarra; el f'ail dscalo; como mds ;azmoño,<br />
lapa eluaso de uino;pero el calad no se anda con melinc'es; ech sopas<br />
d uino y !risca al;remenle.<br />
El pueblo creía en los pícaros duendes nocturos, más bien simpáticos, con aire de frai<br />
lucos. Tan falsos como las brujas y hechiceras, poblaban la mente de la gente sencilla.<br />
Así los vio el aragonés. 73
74<br />
50 Los Chinchilas<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 207 x 151 mm<br />
,./0.<br />
El que no oye nada, ni sabe nada, ni hace nada pertenece a la numerosa familia de los<br />
Chinchillas, que nunca han servido de nada.<br />
Bos neáos ¡reciads de nobles siempre eslán con su execuloria a/pecho, rec/inadas<br />
deúdiosamenle, rezand como unos fanálicos e/ rosan0! boslezando. Ba<br />
¡!noranáa ls alimenla ;¡roseramenle J hene su enlendenlo cerrad a candado.<br />
Aristócratas ociosos de una comedia de Cañizares, los Chinchilla y quienes son como<br />
ellos tienen el seso ocioso, se nutren sin esfuerzo, de forma asnal y, además, ciega. Sus<br />
libreas y espadines no los hacen respetables.
.. . : .<br />
51 Se repulen<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, buril. 214 x 149 mm<br />
80S empleads 'fue roban al eslad, se arudan y soslienen unos a airas. el gefe<br />
d ells luanla erguid su cuell, y ls hace sombra con sus alas monslruosas.<br />
j/<br />
Esto de tener las uñas largas es tan peculiar que aún en la brujería está prohibIdo.<br />
Los depravados que esquilman y malgobiernan el mundo no desean mostrar su calaña y<br />
rapacidad, para no causar alarma ni sospecha. Disimulan sus garras y, así, logran mejor<br />
su innoble propósito. 75
Jó<br />
52 Lo que puede un sastre!<br />
-é6 / ¿?l C r. /<br />
. - -..<br />
Aguafuerte, aguarinla bruñida, punta seca y buriL 218 x 151 Illm<br />
¿ Cuántas veces un bicho ridículo se transforma de repente en un fantasmón que no es<br />
nada y aparenta mucho? Tanto puede la habilidad de un sastre y la boberí de quien<br />
juzga las cosas por lo que parecen.<br />
ba supersl/ci61 general hace 'ue lod elpuebl se proslerne . adore con lemol'<br />
a un Ironco cual ¡ u/era, uesl/do de sanlo.<br />
Poderosa estampa. La superchería vive de la ignorancia y el engaño. Las cosas en que<br />
debe creerse no han de elegirse por la apariencia: ésta, a menudo imponente, puede ocul-<br />
76 tal naderías, camelos.<br />
' f)<br />
.. ) -:. .
53 Qué pico de Oro!<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 218 x 152 mm<br />
Esto tiene trazas de junta académica. ¿ Quién sabe si el papagayo estará hablando de<br />
medicina? Per no hay que creerlo sobre su palabra. Médico hay que quando habla es<br />
un pico de oro, y cuando receta un Herodes; discurre perfectamente de las dolencias y<br />
no las cura, emboba a los enfermos y atesta los cementerios de calaveras.<br />
li ails<br />
80S son regularmenle preccadres plagiarios; pero como se alaban<br />
mucho unos a airas, el auc!orio necio eslá con la boca abierla.<br />
Embobados están ... porque son bobos. En el gárrulo papagayo no reconocen a quien<br />
sólo repite lo que otros dijeron. Sin mérito propio, pero con solemnidad aparatosa, deja<br />
boquiabiertos sólo a quien son más vacuos que él. Lo merecen. 77
54 El Vergonzoso<br />
Aguafuerte y aguatinta. 217 x 152 mm<br />
Hay hombres cuya cara es lo más indecente de todo su cuerpo, y sería bien que, los que<br />
la tienen tan desgraciada y ridícula, se la metieran en los calzones.<br />
Bos hombres d !randes nances suelen ser lambién d sran birole !0rdas<br />
!andumbas. Como sueln dar en sodm!a, se represenla ésle con calones por<br />
!0rro, dscubriend sus ueIyüenzas por la Irampa,' en el ac/o d echarse sobre<br />
un pobre diabl, . de reman!arl la laldamen/a.<br />
El rostro, con una gran nariz que recuerda un falo, sale de los calzones, donde su dueño,<br />
avergonzado, 10 encierra, salvo para comer. El mundo es cruel y se burla de la fealdad<br />
78 física.<br />
/1
55 Hasta la muerte<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 220 x 154 mm<br />
Hace muy bien en ponerse guapa. Son sus días, cumple setenta y cinco aFas y vendrán<br />
las amigas a verla.<br />
bas muceres lcas l serán has/a la muer/e. es/a es cier/a dl'lesa (la de<br />
Osuna) 'ue se llena la cabeza de moños' caram6as) 'ypw' mal 'ue le caican<br />
no ¡afan cU/lones de ls 'le uienen a alapar las criada s) 'ue aseluran a 0u<br />
'<br />
excelncia 'ue esl e'ina.<br />
Gaya era amigo de los Osuna y es difícil que su acerba crítica se refiera a la Duquesa.<br />
Reprocha a las mujeres de edad que se acicalen como jovencitas y crean a los pícaros<br />
parásitos (guitones) que las requiebran por interés. 79
80<br />
56 Subir y bajar<br />
Aguatüerte y agualinta bruñida. 217 x 1 S2 mm<br />
Lo .rluno trlo Il1UY 1//01 ({ quien lo obsequia. Paga con humo la fatiga de subir y al<br />
que ha subido le casliga COI/ precitarle.<br />
el 'ncpe d la ea L leuan/acpor la luxur/a,'y con la cabeza llena de humo<br />
U'ra rayos conlra los buenos mú¡slros. Caen es/os y rueda la bola; fue es k<br />
h,:s/ona de los lauon/os.<br />
El encumbrado de hoy, ayudado por un ser demoníaco, fulmina a quienes quieren poner<br />
se a su altra. Pero lo mi smo que ahora sube, bajará. Como les sucedió a los que ahora<br />
caen. Es el sino del poder.
57 L filiacion<br />
Aguafuerte y aguatinta. 217 x 152 mm<br />
Aquí se trata de engatusar al novio haciéndole ver por la ejecutoria quienes fueron los<br />
padres, abuelos, bisabuelos y tatarbuelos de la señorita ¿ Y ella, quién es? Luego lo<br />
verá.<br />
Ba yen/e vana pre/ende descender de hbres yrandes cuand ls par/en/es<br />
lexanos apenas se conocen, y es necesar/o an/e% s para ver l fue es/á cerca.<br />
La mujer elegante, con máscara zorruna y de cuya halda sale una cabeza de viejo (cor<br />
nudo en dibujo previo e, incluso, evocando una vulva), ¿será hija de quien dice? ¿D<br />
oculta su progenie verdadera, hija de cornudo a quien no se parece? 81
58 Traga/a, perro<br />
Aguafuere, aguatinta bruiida y punta seca. 218 x 152 mm<br />
El que viva enre los hombres sera geringado irremediablemente, si quiere evitarlo<br />
habrá de irse a habitar los montes, y cuando esté allí conocerá también que esto de vivir<br />
solo es una geringa.<br />
Xo le echan mala lauahua a áerlo Suan Banas unos paJls ' ue yalanlean a su<br />
muyer, ' y<br />
le ponen un lale;¡UJll al cuell a manera de reh'uJa para fue se cure<br />
. calle. muyer se ue dlrás cubierla por un uel,'y un monslruo d enorme<br />
ha<br />
cOrJiamenlapres/de fa jWlcJ6n aulonzándl lod nueslro ?adre ?nor.<br />
El monstruo de la Superchería preside, al fondo, la escena en la que un infeliz es obli<br />
gado por las autoridades a "tragar" una vejatoria y terrible lavativa. Y le hacen un<br />
82 favor ... Otros dicen que es un enredo cómico que Goya conocía.
59 Yaun no se van!<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 219 x 152 mm<br />
JI ( ) ,i(' ? '(7 J /<br />
El que no refexiona sobre la inestabilidad de la fortuna, duerme tranquilo, rodeado de<br />
peligros: no sabe evitar el daño que amenaza, ni hay desgracia que le sorprenda.<br />
'un esland con el p/e en la sepufura, se hallan lan encenq9ads en ls u/dos,<br />
rue I huyen ee la lsa ee la muerle 'ue ua a caer sobre ehos, o no piensan en<br />
la enmienda.<br />
Primero pudo titularse "La trampa". Luego, "Salga lo que saliere". La muerte es la tram<br />
pa ineluctable. Todos caeremos en ella y, guarde lo que guarde, pasaremos por ello.<br />
Siempre estarán ahí: la Muerte y los Muertos. 83
60 Ensayos<br />
Aguafuerte, aguatinta y buril. 210 x 166 mm<br />
Poco a poco se va adelantando. Ya hace pinitos y con eL tiempo sabrá más que su maes<br />
tra.<br />
7exar las labores del sexo , . reyaiar conli nuamenle ls casads , . rO bar ' eslar<br />
si em.re como yalos , son ensaios . pri ncipios de cabronerJa.<br />
Brujas primerizas que, ante el Macho Cabrío, han dejado sus ruecas, el cántaro de las<br />
pócimas, la calavera y los gatos para iniciarse en el vuelo hacia el Akelarre. Gaya cono<br />
ció, por Moratín, los detalles inverosímiles y absurdos atribuidos a las brujas de<br />
84 Zugarramurdi, condenadas por la Inquisición en 1610.<br />
60.
61 Volaverunt<br />
- -/ ,<br />
e ltT¿ I<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 219 x 152 mm<br />
--. - -- -- ---<br />
/? 7<br />
El grupo de brujas que sirve de peana a la petimetra, más que necesidad es adoro. Hay<br />
cabezas tan llenas de gas inflamable, que no necesitan para volar Ili globo ni bn(jas.<br />
Jres loreros luanlan d cascos a l duruesa ee JfDa, rue pierd alPn fa clauela<br />
por su uelúc<br />
La bella, con cabeza de mujer que mariposea, se fue, como en un vuelo, del mismo<br />
modo que las brujas. Primeramente, escribió: "La hacen volar". La Mala Fortuna priva<br />
al Hombre del Amor, se lo arrebata. ¿Perdió Gaya a la Duquesa? 85<br />
6'1
- - ---<br />
-<br />
62 Quien lo creyera!<br />
Aguafuerte. aguatinta bruiida y buril. 153 x 209 mm<br />
Ve aquí una pelotera cruel sobre cual es más bruja de las dos; quién diría que la peti<br />
ñosa y la crespa. se repelaran así; la amistad es hija de la virtud; los malvados pueden<br />
ser cómplices, per amigos no.<br />
63 Miren que grabes!<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 215 x 163 mm<br />
La estampa indica que estos son dos brujos de conveniencia, y autores que ha salido a<br />
hacer un poco de exercicio a cabal/o.<br />
X se uen en elmund más que monslruos/dades: ds feras monslruosas !ua<br />
a cueslas a ds personas: el uno da por ser ualienle pero lacón,' el aio, por<br />
janálico pero salvage. Jales Is'ejlesy Yrinápales magislrads de ls plebls;j<br />
con lad eslo ls llman e lexos, ls aclaman j les confan su gobierno.<br />
Serios y graves. Pero ten-ibles. Encumbrados, viven sobre montura o pedestal, parece<br />
que meditan y la multitud, a distancia de la cual se mantienen, los ac lama y respeta_ Mas<br />
el uno es un ave de presa y, el otro, un asno. 87<br />
f:
64 Buen Viage<br />
f/C)?<br />
'/, a7{/)<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 219 x 152 mm<br />
¿Adónde i rá esta caterva inferal dando aullidos por el aire entre las tinieblas de la noche? Aún si<br />
Bs u/e/os remon/an el ul/elo por la reg10n ee la /gnoranc/a. Cs/ragacs los<br />
hombres caen en el u/e/o nefanc ele la socm!a.<br />
é<br />
6'4.<br />
fuera de día ya era otra cosa, y, a fuerza de escopetazos caerían al suelo toda la grullada; pero<br />
como es de noche nadie las ve.<br />
Será un viaje notable. Todos los horrores agrupados en el cielo nocturno planean sobre<br />
el mundo. Un monstruo transporta a otros consigo, todos horrendos e indeseables. ¿O<br />
88 son almas pecadoras camino del Averno?
65 Donde vá mamá?<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 210 x J 62 mm<br />
Madama está hidrópica y la mandan a pasear<br />
6 ' /'<br />
ü.<br />
Ba (ase / u/a' la honradez en las mUJeres ¡raen d sí inffulos dsórdenes, bru<br />
lenas uerdaderas.<br />
El primer comentario de Goya llamó a esta obesa mujer "Bruja poderosa". La gran ruin<br />
dad siempre tiene escolta de otras menores y asiduas y cortejo de males o vicios de<br />
menor fuste. 89
66 Allá vá eso<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 210 x 167 mm<br />
Allí va una bruja a cc/ballo en el diablo cojuelo, este pobre diablo, de quien todos hacen<br />
sel//ir burla, no deja de ser útil algunas veces.<br />
Es u/e/as aslulas, son las 'ue p/erden alas /obenes; las hechan a uolar;.! ense,<br />
Han a ser sú!/pes.! ;arduñas d los bolJls.<br />
Un cortejo brujeril, con murciélago , gato rabioso, sierpe y cayado cruza los aires a gran<br />
altura sobre el suelo. La bruja veterana lo guía y la aprendiza se acostumbra y aprende<br />
90 los saberes del oficio.
67 Aguarda que te unten<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 218 x 153 mm<br />
6 ' 7<br />
Le envían un recado de importancia y quiere irse a medio untar; entre los brujos los hay<br />
también troneras, precipitados, botarates, sin pizca de juicio; todo el mundo es paí.<br />
Con la unlura ee la icnorancia, .la lorpeza, se conuierlen al fn ls hombres<br />
en cabrones. (Ea exlema-uncion).<br />
El iniciado a la brujería (o al mal, o al vicio) ya se ha tornado en lo que quería: un cápri<br />
do. Pero tiene tanta prisa en ejercitarse que pugna por actuar sin que su transformación<br />
haya concluido: aún tiene un pie que no es pezuña. 91
68 Linda maestra<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca, 214 x 150 mm<br />
La escoba es uno de los utensilios más necesarios a las brujas, porque además de ser<br />
ellas granees barrenderas, como consta por las historias, tal vez convierten la escoba<br />
en mula de paso y van con ella que el diablo las alcanzará,<br />
Bas u/e/as qUlan la escoba de las manos a las fue h'enen buenos UIjoles¡, les dan<br />
lecc¡:mes de uolar por el mund, mehéndlas por prúera uez, aunfue sea un<br />
pal de escoba en/re las piernas,<br />
Las brujas alcahuetas detectan a las buenas noyicias, Les enseñan lo preciso para que<br />
dejen de ser fregonas y se entreguen a negocios más rentables, La escoba no han de usar<br />
la para barrer, sino para yolar alto, Metáfora sobre chismes de Zugarramurdi que Gaya<br />
92 xxconocía bien,
69 Sopla<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 214 x 152 mm<br />
Gran pesca de chiquillos hubo, sin duda la noche anterior; el banquete que se prepara<br />
será suntuoso; buen provecho.<br />
80S hombres es/rayads hacen m1! d/abluras con ls n/ños; ls frn/can unos<br />
con o/ros por fuerza, ls chupan la minya, . o/ras uar/as oscen/dads.<br />
"Brujas consumadas", como anotó Gaya en un dibujo previo. Usan niños en sus conju<br />
ros, presas inocentes que acarrean a la tenebrosa ceremonia los ángeles del Mal. Eso<br />
creía el vulgo. Y la Inquisición de Logroño, que sentenció a las brujas de ZugalTamurdi<br />
en el siglo XVII. 93
70 Devota profesion<br />
(;, //I), I 'J 1/c ()//<br />
<br />
/ ( __ . yr,<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 210 x 166 mm<br />
¿Juras obedecer y respetar a tus maestras y superiores? ¿Barrer desvanes, hilar esto<br />
pa, tocar sonajas, aullar chillar volar, guisar untar chupar cocer soplar freír cada y<br />
cuanto se te mande? Juro. Pues, hija, ya eres bruja, sea enhorabuena.<br />
7os hombres cualsfuiera salids d la nada , son levanlads en alo por la lascivia.<br />
la iynorancia , . II'arán a ser m1lrads , alenazeand ls libros sasrads.<br />
(Bas bulas/<br />
Oficio el brujeril que exigen dedicación y esfuerzo, pues, a tenOT de lo que se cree, la<br />
bruja ha de ser capaz de un sinfín de cosas. Una de ellas, aprendiza, se examina ante<br />
94 muy grandes hechiceros. Todos con orejas de burro.
n<br />
J)<br />
) ;=<br />
.-<br />
" <br />
=<br />
71 Si amanece; nos Vamos<br />
)<br />
r J/ // /;// /1/'/1-/ /IJ/ )!//N/.<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buriL 202 x 152 mm<br />
Y aunque no hubiérais venido, no hicierais falta.<br />
bos rufianesy alabue/as con[rene/an d noche sobre sus h'uiandads, y ls<br />
medios d ir echandse más nIños ale/n/o.<br />
A la luz del día, no es posible el conciliábulo de brujas. A la luz del saber y la razón, se<br />
dispersarán la ignorancia, la superstición y el engaño en que tantos viven presos, a veces<br />
verdugos y víctimas a un tiempo. 95
<br />
"<br />
,¡- .. .<br />
73 Mejor es holgar<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 217 x 152 mm<br />
/¿7/;/,5<br />
Si el que más trabaja es el que menos goza, tiene razón mejor es holgar.<br />
7<br />
Qna familia uiciosa cficJlmen/e se s'e/a a las ocupaciones bones/as caseras.<br />
bes/ia dl marid se pone a /ener madja , se enreda; la suecra la desen<br />
el la<br />
&<br />
maraña'y la muyer se cansa'y manies/a en sus admanes fue la /Jene más<br />
cuen/a ecbarse a la bnuia.<br />
"¿Que te cansas?, tituló primero Goya la imagen de la pavisosa consentida, con la<br />
cabeza a pájaros, que no atiende a lo que hace y deja el ovillo en el regazo, pensando en<br />
Babia, como si le diera fatiga lo poco que hace. 97
74 No grites, tonta<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 218 x 1 S 1 mm<br />
¡Pobre Paquilla, que yendo a buscar lacayo se encuentra con el duende; pero no hay<br />
que temer, se conoce que Martinico está de buen humor y no le hará mal.<br />
: las maseres fas d dislinci6n se las en/ran ls ya/ls por las uen/anas a<br />
pares; ellas hacen como s/ se asas/an; pero no //enen o/ra cosa' ls rec/ben con<br />
ls brazos ab/er/os.<br />
No molesta, en el fondo, la aventura a la dama, bien trajeada, que enseguida trueca su<br />
susto en regocijo cuando advierte que los duendes visitantes vienen sólo a cometer pille-<br />
98 rías y necesitan su concurso.
¡¡<br />
I<br />
' 1 ,'1<br />
\ \<br />
',;- .- \ \<br />
' ..<br />
r ';<br />
;:.: <br />
. , -<br />
'\ \ ,""<br />
" . "" < { ..<br />
y<br />
75 ¿No hay quien nos desate?<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 218 x 152 mm<br />
1"<br />
¿ Un hombre y ufa mujer atados con cuerdas y forcejeando por soltarse y gritando que<br />
los desaten a toda prisa? O me equivoco, o son dos casados por fuerza.<br />
7os /obenes amancebads en vano inlenlan dsalarse por si mismos: más nuds<br />
n<br />
"<br />
El gran pajarraco que permite soñar a la razón preside la escena desesperante: ni se quie<br />
ren ni se soportan, pero han de vivir no ya juntos, sino amarrados para siempre. Vaya<br />
castigo.<br />
X_<br />
99
---=<br />
-- --<br />
76 ¿Está Vñd ... pues, Como digo ... eh !Cuidado! Si nó ...<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 217 x 152 mm<br />
La escarapela y el bastón le hacen creer a este majadero. que es de superior naturaleza.<br />
y abusa del mando que se le confía para fastidiar a cuantos le conocen, soberbio,<br />
insolente y vano con los que son inferiores; abatido y vil con los que pueden más que<br />
él.<br />
80S m ihlareslinchads llnos d;lo/ay d po/ra echan braba/as a ls /ulhds<br />
, ,<br />
ya 'ue no las echaron a ls enemIgos.<br />
Advertencias chulescas de un soldadote ridículo y nada bizarro que no consiente se dude<br />
de sus bravatas y mentiras. ¿Está Vuesa Merced', dice, retador. Y amenaza, valiente ... a<br />
lOO un enano tullido. Más bocazas cuanto más cobarde.<br />
7
--<br />
-<br />
77 Unos á otros<br />
2 )/¿{I<br />
a (/tn<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 218 x 152 mm<br />
Así va el mundo, unos y otros se burlan y torean el que ayer hacía de toro, hoy hace de<br />
caballero en plaza. La fortuna dirige la fiesta y distribuye los papeles según las incons<br />
tancia de sus caprifhos.<br />
JodauJa se lorean unos a airas ls uie J os carcamals (alaire ' y ·ron).<br />
Los hombres se alancean cruelmente, como si estuvieran siempre en un coso sangriento.<br />
Parece más eficaz en la carnicería el más empingorotado, sobre cabalgadura con librea.<br />
Pero no falta tampoco la gente común. 101<br />
7,<br />
;,<br />
I<br />
1
78 Despacha, que dispiertan<br />
Aguafuerte y aguatinta brñida. 218 x 152 mm<br />
78<br />
----<br />
Los duendecitos son la gente más hacendosa y servicial que pueda hallarse, como la<br />
criada los tenga contentos, espuman la olla, cuecen la verdura, friegan, barren y aca<br />
llan al niío; mucho se ha disputado si son diablos o no; desengañémonos, los diablos<br />
son los que se ocupan de hacer mal, o estorbar que otros hagan bien o en no hacer<br />
nada.<br />
bos ;aJles lienen sus comilnas a solas de noche con las mon/as; ells !rie 5 an<br />
ls ¡Ialos . ellas soplan la lumbre.<br />
Los duendes o gnomos hacen su trabajo de noche, en los fogones y cocinas. Con aire de<br />
frailecillos, la fábula popular los cree divertidos, laboriosos y traviesos. Pero nadie<br />
102 puede verlos, sino en sueños. Como que no existen.
79 Nadie nos ha visto<br />
72(7;/<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buriL 217 x 152 mm<br />
¿ y qué importa que los martinicos bajen a la bodega y echen cuatr tragos, si.n han tra<br />
bajado toda la noche y queda la espetera como un ascua de oro?<br />
Bos curas yHa/ls echan valen/es fagas cuand na re ls ve; pero elmun d<br />
I<br />
bien / save. elabuso delaba/e es d Suena marca p ara inrcar elmayor d <br />
sor dn fue hay en elclro.<br />
Travesura de los duendes, tras su trabajo: un gran trago de vino en la bien provista bode<br />
ga de la casa. ¿O son clérigos que hacen lo que no deben? En un primer dibujo, el que<br />
está de espaldas, llevaba bonete. 103<br />
<br />
",<br />
l.
.<br />
/<br />
80 Ya es hora<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 219 x 152 mm<br />
Luego que amanece huyen cada cual para su lado, brujos, duendes, visiones y fantas<br />
mas. Buena cosa es que esta gente no se dexe ver sino de noche y a oscuras! Nadie a<br />
podido aberiguar donde se encierran y ocultan durante el día. El que lograse coger una<br />
madriguera de duendes y las enseñase dentr de una ja¡la a las diez de la mañana en la<br />
Puerta del Sol, no necesitaba otro mayorazgo.<br />
80s Obispos y Ganómos, después de drmir a pierna suefa se lvanlan larde<br />
para ir a mÍsa,· boslezan,· se es/erezan ' no piensan más ' ue en darse buena<br />
vida SIl Iraba/ar nada. C/lO lleva como figurand el ro ' uele las pasllas y<br />
a.rliculaciones de los cUfls ' ue malgran por la maslurbación.<br />
Fih de la obra. Los duendes frailunos están cansados. Bostezan, esponjan el cuerpo y se<br />
disponen a partir. Han estado mucho tiempo en la trastienda de la mente de Gaya. Es<br />
104 hora de que se vayan. Torne a su reino la Razón.<br />
I<br />
I<br />
I
F,al' "<br />
consequencia. d, la sangrienla guma ,n España con<br />
Buonaparte. Y otros caprichos enfáticos fue el prolijo título escri<br />
to por Gaya en el ejemplar regalado a su amigo el célebre crítico Ceán<br />
Bermúdez. La represión política absolutista que coincidió con la conclusión<br />
de la obra y los anteriores fracasos económicos de Gaya como grabador (las<br />
copias de Velázquez y los Caprichos no se vendieron bien) dejaron inédi<br />
tos los Desastres casi medio siglo, hasta 1863. Redescubierta entonces por<br />
la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, esta serie se convirtió<br />
en paradigma para los aguafuertistas de creación. Hoy, a casi dos siglos de<br />
su invención, las estampas mantienen íntegro su valor, gracias a su signifi<br />
cado universal e intemporal y a su insuperable expresión estética.<br />
Gaya comenzó a grabar las lámi nas hacia 1810, fecha que consta en<br />
varias planchas, tras conocer el frente en una estancia que hizo en Zaragoza,<br />
llamado por Palafox, desde octubre de 1808 hasta los primeros meses de<br />
1809; se aplicó con decisión a la tarea de abrir los cobres, variando poco la<br />
primera idea de los dibujos preparatorios, que en su mayoría guarda el<br />
Museo del Prado. La serie se concibió, primero, como un álbum de estam<br />
pas patrióticas sobre la Guerra de la Independencia, aunque de forma muy<br />
origi nal; el lento avance de la obra y la evolución política de España sugi<br />
rieron a Gaya extender la serie a otros sucesos, y así nació el núcleo de los<br />
Caprichos e/fáticos. Las investigaciones sobre las técnicas y el papel utili<br />
zados y sobre el contexto histórico-artístico de las imágenes han fijado la<br />
cronología de los Desastres entre 1810 y 1815, mejor que en los años 18 L-<br />
1823, fecha de la liquidación del régimen liberal y comienzo de la Ominosa<br />
Década absolutista. Esta cronología corta abunda en la cohesión de la serie,<br />
sin cortes bruscos entre sus tres partes: el primer bloque, dedicado a la gue<br />
rra (hasta la estampa 47); el siguiente, a la hambruna sufrida por Madrid en<br />
1811 y 1812 (n° 48-64); Y el tercero, los Caprichos enfáticos, referidos al<br />
régimen represor de Fernando VII (del n° 65 al final). Los Desastres, por lo<br />
tanto, fueron grabados a la vez que preparaba Goya la Taurmaquia (pues<br />
ta a la venta en (816) y los dibujos de los Disparates, serie, esta última,<br />
redescubierta también póstumamente (1864) cuya edición no dejó ultimada<br />
el artista.<br />
Los Desastres dan rienda suelta a una de las categorías estéticas<br />
fundamentales de la modernidad: el patetismo. Gaya, a diferencia de la<br />
mayoría de sus coetáneos, no fija ninguna crónica seriada y sistemática de<br />
los hechos, lo que dificulta la interpretación de las imágenes. Por el contra<br />
rio, transforma o elimina lo anecdótico para llegar a una visión universal.
llO<br />
La muerte, el sufrimiento y la persecución ideológica muestran un mundo<br />
negativo al que es imposible sustraerse. No son estampas «propagandísti<br />
cas», sino obras abiertas.<br />
La técnica casi en·.exclusiva al aguafuerte, vive en sabia unión con la<br />
punta seca y la agtíada; el aguatinta, tan usual en los Caprichos, apenas apa<br />
rece, quizás pOr la falta de medios causada por la guerra. Todo ello acentúa<br />
el patetismo de la imagen y refuerza con el dominio técnico los valores<br />
estéticos, a pesar de los defectos de las planchas, descuidadas por sus here<br />
deros, en la primera edición de 1863.
1 Tristes presentimientos de lo que ha de acontecer<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor. 178 x 220 mm<br />
Un hombre arrodillado y suplicante, vestido con andrajos, se humilla y mira hacia lo<br />
alto; lo rodea un entorno no menos angustioso cuya negrura (física y simbólica) parece<br />
poblada de seres monstruosos, preludio de la sinrazón que vendrá. Goya seculariza la<br />
tradicional iconografía de Jesús en el Huerto de los Olivos (recurso también empleado<br />
en la estampa 16) y así pinta: ¡Qué cuadro tan lastimoso presentaba la España en los<br />
años de 1806 y 1807' ¡Con qué colores tan negros, con que imágenes tan lúgubres<br />
hubiera pintado Tácito la triste situación de esta agonizante monarquía, si hubiera<br />
escrito la historia de sus desastres' (anónimo, Valencia, 1809). JII
, ,/',<br />
... - ..<br />
. '.' .<br />
. 1.<br />
2 Con rzón o sin ella<br />
'. ' :'<br />
Aguafuerte. aguada, punta seca, buril y bruñidor. 150 x 209 mm<br />
Un pelotón de soldados napoleónicos se dispone a fusilar a un par de patritotas espaio<br />
les que se defiende hasta la muerte (el del primer término embraza una lanza y esgrime<br />
un cuchillo mientras la sangre chorrea de su rostro). Entre los personajes del fondo la<br />
lucha continúa. Perdida la razón, facultad que modera las pasiones según el pensamien<br />
to ilustrado, el hombre se convierte en una bestia, apelativo aplicable a ambos bandos<br />
(la máquina de matar profesional e impersonalizada de los franceses contrapuesta a la<br />
112 de los patriotas, provistos sólo de arma blanca).<br />
. i:'_< ' ,",',' d . .•. • • i . . • '<br />
..<br />
. ':<br />
. .. .<br />
... '. ; .<br />
;., .. .<br />
' ..<br />
· ,t· ;
3 Lo mismo<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, buril y bruñidor. 162 x 223 mm<br />
El título hace referencia a la anterior estampa, el dominio de la sinrazón. Un patriota<br />
cuyo rostro recuerda la fisionomía de un loco, blande horriblemente su hacha. «Amemos<br />
ciegamente nuestra patri a hasta la locura» fue una consigna de la época (M. Freyre,<br />
1810). La
4 Las mugeres dan valor<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, buril y bruñidor. 157 x 207 mm<br />
Una mujer propina una mortal estocada a un soldado napoleónico mientras la compa<br />
ñera se defiende como puede del enemigo que la ase de los pelos, Es una visión dramá<br />
tica, fundamentada en numerosos relatos históricos, de la participación de la mujer en la<br />
//4 guerra, posición extremada en una actividad tradicionalmente reservada al hombre,
- - - - ---<br />
5 Y son fiers<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 158 x 210 mm<br />
Goya critica en esta estampa los efectos de sinrazón que produce en las clases menos<br />
preparadas y débiles la desesperación, estado pasional que puede volcar a la agresión<br />
más pura y sin freno, como la de la mujer que por defender a su hijo hiere mortalmente<br />
con un chuzo al francés. Pero la desesperación también puede volverse contra uno, si el<br />
objetivo de la misma no se alcanza, como recuerdan los tratadistas de la época; así, a la<br />
izquierda, una mujer se dispone a autoinmolarse cual Lucrecia. Piedras, cuchillos, espa<br />
das y chuzos no son bastantes para combatir a un ejército profesional y bien pertrecha<br />
do como el de la estampa. Título y aguafuerte continúan el sentido de la anterior. !! 5
6 Bien te se está<br />
Aguafuerte, aguada y buril. 144 x 210 1111<br />
Un militar napoleónico agoniza rodeado por sus compañeros en pleno campo de batalla<br />
cuyo fragor se observa al fondo, en el grupo de la izquierda. Gaya, con su particular<br />
empleo de la gramática, ironiza acerca de la gloria no alcanzada por muchos militares,<br />
116 muertos anónimos a la postre. La lámina está firmada en el ángulo inferior izquierdo.
I<br />
7 Qué valor!<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca, buril y bruñidor. 158 x 209 mm<br />
Antítesis de la estampa 5, la razón -y no la desesperación- rige el acto calmoso de pren<br />
der la mecha del cañón que sembrará la muerte en las filas enemigas. Se necesita valor,<br />
virtud que se apoya física y simbólicamente en el montón de cadáveres de los defenso<br />
res que sirven de apoyo a la anónima mujer artillera. Ésta representa a todas las heroí<br />
nas de la guerra (y no a Agustina de Aragón en particular, aunque la escena esté direc<br />
tamente inspirada en su hazaña), por esta razón da la espalda al espectador ocultando su<br />
rostro que de soslayo resulta irreconocible por el efecto del abundante rayado del agua<br />
fuerte; esta significación ejemplar y emblemática, Goya la concibió con claridad desde<br />
el principio como lo atestiguan los dos dibujos preparatorios (Gassier 168 y 169). ¡ 17
I<br />
8 Siempre sucede<br />
Aguafuerte y punta seca. 178 x 219 mm<br />
í<br />
)1 . /// 'r<br />
'( I{"<br />
Un coracero o dragón napoleónico junto con su caballo caen estrepitosamente en el<br />
campo; detrás de este descalabro, un grupo de jinetes pasa al galope. Atravesar así pue<br />
blos y ciudades dominados, o sus alrededores, fue costumbre usual de los ocupantes<br />
franceses; el caballo al galope es utilizado como símbolo de fuerza y dominación. Pero<br />
esta velocidad puede traer fatales consecuencias como la representada en la lámina que<br />
lI8 podría hacer una velada alusión a la derrota de Bailén (22-VIl-1808).<br />
"
9 No quieren<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 1 S6 x 209 mm<br />
Un soldado napoleónico intenta raptar a una doncella; descuidado por la soledad del<br />
paraje (una aislada casa rural, sensación sugerida por la primitiva noria de arcaduces de<br />
la izquierda), ha bajado la guardia y no ve cómo una mujer vieja se acerca con un puñal.<br />
La violación sexual es un tema recurrente dentro de los horrores de la guerra que apa<br />
rece en otras estampas de la serie así como en los grabados de otros artistas. El acierto<br />
plástico de la escena radica en el forcejeo de la joven con el soldado (blanco contra<br />
negro, pictóri co a la vez que simbólico), al que aparta poniendo una mano en su rostro;<br />
la vieja, por el contrario , está ins pi rada en la iconografa teatral de la época. 119
I<br />
; 1\<br />
I v<br />
10 Tampoco<br />
Aguafuerte y buril. 150 x 219 mm<br />
Reiteración del tema de la estampa anterior donde se ha dado comienzo a la descripción<br />
de los horrores de la guerra. En medio de un amasijo dramático de cuerpos, una mujer<br />
se defiende como fiera del rapto de los soldados napoleónicos. Firma invertida en el<br />
120 ángulo inferior derecho.
JI Ni por esas<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca y buil. 162 x 213 mm<br />
Tema similar al de los dos aguafuertes precedentes. Un militar napoleónico arrastra al<br />
interior de un porche o cueva obscuros a una madre que deja desatendida en el suelo a<br />
su hijita; al fondo otro soldado trata de raptar a otra mujer que le implora sin resultado;<br />
a la izquierda se observa la silueta de una ermita o iglesia. El dramatismo de la escena<br />
esta subrayado por la diagonal que forman los personajes del primer término y el uso<br />
teatral de la luz. Firmado en el ángulo inferior izquierdo. 121<br />
---<br />
-<br />
------
L<br />
12 Par eso habeis nacido<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca y buril. 163 x 237 111111<br />
Dentro de la representación de los horrores de la guerra y tras la representación de la<br />
violación de mujeres Goya graba la primera tanda de cuerpos sin vida (cf. 22 y 23) entre<br />
,<br />
los que se eleva un hombre que, vomitando sangre por la boca, pronto se unirá a estos.<br />
La utilización de un paisaje yermo sin más horizonte que el de la muerte, refuerza su<br />
122 patetismo.
13 Amarga presencia<br />
Aguafuerte, aguada, buril y bruñidor. 143 x 169 mm<br />
Amarga presencia la del varón maniatado de espaldas, de la izquierda, probable marido<br />
de la mujer a la que en el centro de la composición intentan violar dos soldados napo<br />
leónicos; a la derecha, otro militar yace con una mujer, allegada de los anteriores. Los<br />
porches relacionan esta escena con la violación de la estampa J 1 Ni por esas, lo que con<br />
fiere a los espacios arquitectónicos de esta serie un valor dramático más que tectónico.<br />
Gaya grabó este Desastre reaprovechando el dorso de la mitad de la lámina original del<br />
paisaje con una gran roca y edificios (antes de 1810; Harris, 23); la otra mitad se empleó<br />
en el Desastre 15. Firmada en el ángulo inferior izquierdo. 123
14 Duro es el paso!<br />
Aguafuerte, aguada bruñida. punta seca y buril. 143 x J 68 I11Il<br />
Un condenado a la horca es conducido por una escalera con la ayuda de tres sayones; a<br />
la par, un fraile intenta reconfortar espiritualmente al reo. Dos ahorcados se balancean<br />
al fondo; a la derecha otro reo parece prepararse para el paso. Como en la escena<br />
siguiente, Gaya intenta transmitir la sensación de simultaneidad de la muerte. Esta vez,<br />
la pena capital es infligida a presuntos colaboracionistas de acuerdo con los artículos"<br />
y III de un Decreto de principios de 1809. Gaya grabó este Desastre reaprovechando el<br />
dorso de la mitad de la lámina original del paisaje con una gran roca y cascada (Harris,<br />
124 24); la otra mitad se empleó en el Desastre 30.
15 Y /lO hai remedio<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor, 142 x 168 111111<br />
Un prisionero español va a morir fusilado por las tropas napoleónicas; detrás suyo, un<br />
camarada muere por la descarga de un segundo pelotón; al pie del protagonista, otro<br />
patriota yace muerto, Gaya consigue así transmitir la sensación de la s i multaneidad de<br />
la muerte, en el espacio y en el tiempo, continuación del asunto tratado en el anterior<br />
grabado, La máquina de matar de la guerra -tan anónima como los cañones de los fusi<br />
les que asoman por la derecha de la estampa- es imparable, constante", y l/O hay reme<br />
dio, Gaya grabó este Desasrre reaprovechando el dorso de la mitad de la plancha origi<br />
nal del paisaje con una gran roca y edificios (antes de J 810; Harris, 23); la otra mitad se<br />
empleó en el Desastre 13. /25
16 Se aprovechan<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, buril y bruñidor. 162 x 237 I<br />
/'<br />
111'1 1 / ' 1 / 1.<br />
Una pareja de soldados napoleónicos despoja de sus vestiduras a los prisioneros muer<br />
tos. Triste botín del que se aprovechan estos militares; el cadáver yacente del centro pre<br />
senta una secularización del tema evangélico de la Deposición de Cristo muerto, recur<br />
126 so ya utilizado en la primera estampa. Firmada en el ángulo inferior izquierdo.<br />
1"
17 No se convienen<br />
,) I J I I 11 ( I (<br />
Aguafuerte. punta seca, buril y bruñidor. 148 x 218 mm<br />
En medio del fragor de la batalla, sugerido por la lid y los muertos de la derecha, dos<br />
oficiales napoleónicos no se ponen de acuerdo respecto a las órdenes que han de cursar:<br />
en definitiva, no se convienen. Firmada por dos veces: la primera, casi oculta debajo del<br />
caballo, cerca del margen; la segunda, debajo del fusil del soldado muerto de la derecha. /27
18 Ellterrar y callar<br />
Aguafuerte, aguada bruñida, punta seta y buril. 163 x 237 11m<br />
(<br />
1- J. / ',-,' ,/ ," tI /( /"<br />
Una pareja desconsolada se tapa las narices para no oler el aire putrefacto que despren<br />
de el montón de cadáveres hediondos que se arracima a sus pies, todos desnudos por los<br />
que se aprvec/¡a!. La muerte, en medio de un espacio desolado protagoniza la estam<br />
pa, una de las más patéticas y de mejor resolución plástica de la serie. La composición<br />
J 28 tiene relación con la de la estampa 60. Firmada junto al margen inferior izqLlierdo.
I<br />
I<br />
!<br />
,1 I{I' J .'/<br />
19 Ya 110 hay tiempo<br />
Aguafuerte, aguada, pUlla seca, buril y bruiiidor. 166 x 239 111111<br />
Un oficial mameluco, ya sea para restablecer la disciplina, ya para avisar de la proxi<br />
midad del enemigo, provoca el cese de la violación de las mujeres en manos de la sol<br />
dadesca: ya no hay tiempo. Los hombres que las defndían han muerto; al de la derecha,<br />
agonizante, un mameluco se dispone a infligirle un terrible tao con su sable, acción que<br />
parece interrumpir la presencia del oficial. Firmada en el ángulo inferior izquierdo,<br />
debajo de la pierna del soldado napoleónico.<br />
129
20 Curarlos y a otra<br />
Aguafuerte, aguada, buril y bruñidor. 162 x 237 mm<br />
' ·1<br />
( 1/ '.7 ,' 1 t<br />
Soldados franceses heridos, casi moribundos, son curados para su pronto regreso al fren<br />
te. Envuelve la escena un paisaje de cadáveres y una naturaleza tan patética como la pro<br />
pia enfermedad de los militares: la silueta de dos árboles se recorta mostrando sus sim<br />
bólicas ramas rotas (cf. 16 Se aprvechan). La composición del soldado herido de la<br />
izquierda parece preludiar la del lienzo Coya atendido por Arrieta (Minneapolis<br />
Institute of Arts, EE. Uu., 1820) a la par que seculariza la iconografía de la Piedad cris<br />
tiana. Firmado y fechado en 1810 abajo a la izquierda, disimulado por el rayado del<br />
¡ 30 aguafuerte.
21 Será lo mismo<br />
Aguafuerte y aguada bruñida. 148 x 218 mm<br />
Una pareja de hombres apilan los cadáveres de un grupo de guerrilleros -obsérvese la<br />
canana de uno de ellos- muertos en alguna acción, mientras una mujer llora amarga<br />
mente estas muertes. El sentido de esta lámina no está claro; de nuevo domina el pate<br />
tismo de la muerte afirmado por una luz expresiva. Firmado por dos veces en el ángulo<br />
inferior izquierdo.<br />
131
í<br />
._ t /11/.\1110 (11 O/I"aS ))(!r!t,f<br />
23 Lo mismo ell otrs partes<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca y buril. 162 x 240 mm<br />
Lo mismo de la anterior en otras partes, Hay dos variantes significativas entre el dibu<br />
jo preparatorio y el aguafuerte: la composición en un espacio cueva, típico de algunas<br />
de las pinturas de esta época,(como la serie bélica del marqués de la Romana); en el<br />
dibujo hay un único guerrillero vivo que parece alcanzado por un disparo, el cual se<br />
transforma en el cadáver tendido de espaldas de la derecha, intensificando el efecto paté<br />
tico de la muerte. Firmada dos-veces junto al margen inferior, hacia la izquierda: una vez<br />
bajo el rayado del aguafuerte; la definitiva, en el blanco. 133
¡ /-<br />
24 Aun podrán servir<br />
Aguafuerte y bruñidor. 163 x 260 mm<br />
".<br />
- !<br />
' 1/1/ /Htdr(/! _\t-rl'lr<br />
Un grupo de militares españoles acaba de dar una batalla junto a una fortaleza; los heri<br />
dos, que más bien representan a muertos, son recogidos por varios civiles. Si sanan aún<br />
134 podrán servir. Firmada en el ángulo inferior izquierdo.
25 Tambien éstos<br />
Aguafuerte, punta seca y buril. 165 x 236 mm<br />
Continuación de la estampa anterior; esta vez la acción se desarrolla en un hospital de<br />
campaña donde junto a los enfermos tambíén se representa a la muerte. Es notable el<br />
juego de personajes vivos, convalecientes o muertos compuestos en escorzo, recurso que<br />
da a la escena una paradójica dinamicidad. Firmada junto al márgen lateral izquierdo. 135
2.)<br />
1.7<br />
26 No se puede mirar<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca y buri 1. J 45 x 2 J O 1111<br />
.'1 ')./(,J( Jllt rtl i'<br />
Fusilamiento de un grupo de patriotas, hombres, mujeres y niños. Como en otras esce<br />
nas de la serie, la acción se desarrolla en un espacio cueva, bajo una luz expresiva, no<br />
naturalista, y sin que se muestre a los actores de la ejecución (el anonimato de la máqui<br />
na de matar) de los que únicamente se conoce el estremo de sus fusi les armados con<br />
bayonetas (eL 15 Y no hay remedio). Firmada en la parte inferior izquierda, parcial<br />
136 mente oculta por el rayado del aguafuerte.<br />
.<br />
. .. .<br />
,-<br />
;<br />
_ '<br />
<br />
-=<br />
<br />
- . <br />
7 -" <br />
- .. =. <br />
\ -<br />
- -
7 -----<br />
I<br />
I& , §§=,.<br />
I<br />
-¡<br />
\<br />
\' ,<br />
. 1<br />
27 Caridad<br />
.=3:<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, buril y bruñidor. J 63 x 236 mm<br />
Continuación del asunto de la estampa 18 Enterrar y callar. Los cadáveres ya aprvechados<br />
(cf. 16 Se aprvechan) son arrojados desnudos a una profunda y tenebrosa fosa<br />
común. Hay razones de salubridad ya indicadas en el aguafuerte 18 (el personae mas<br />
culino que se tapa la nariz) y ahora se hace referencia -quizás con ironÍa- a la virtud de<br />
la caridad. Firmada y fechada en J 8 I O, en el ángulo inferior izquierdo. /37
2 6<br />
28 Populacho<br />
Aguafuerte, aguada, buril, punta seca y bruñidor. 177 x 220 mm<br />
,{;/J ti la (/(r<br />
Un presunto traidor, tras haber sido arrastrado por las calles, es apaleado por una pare<br />
ja con la connivencia del vulgo, entre el que destaca un eclesiástico con sombrero de<br />
teja; populacho, lo llama despectivamente Gaya, que consiente este tipo de desmanes<br />
que equiparan su barbarie con la del enemigo. Tadeo González Mateo escribe en la<br />
Gaceta de 16-X-1808: Persuádete pues, a que nada bueno se puede esperar de los cr<br />
menes y de los excesos; todo ha de ser malo y perjudicial a la patria: el que halla pla<br />
cer en arrastrar vivo a un hombre que no conoce, hasta hacerle dejar la vida entre las<br />
/38 piedras y estacas [ . . .]<br />
.<br />
_.<br />
" o
-----<br />
29 Lo merecia<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor. 180 x 220 mm<br />
-------. ------- .<br />
Continuación de la estampa anterior, esta vez con un sentido irónicamente aprobatorio.<br />
En este par de aguafuertes reitera Goya el tema de la sinrazón del hombre que puede<br />
provocar la bestialidad más absoluta (cL 2 Con razón o sin ella y 3 Lo mismo). La vio<br />
lencia física que parece desprenderse de la escena no es menos vívida que la de la des<br />
cripción de González Mateo: [el] que se recrea en ver saltar su sangre [la del arrastra<br />
do]; que oye con serenidad, cuando no con algazara, sus últimos lamentos y suspiros;<br />
y que acaba sufiera diversión con llenar de carne humana los huecos de las calles, que<br />
mando el resto para aventar sus cenizas, es capaz de cometer más atrcidades que las<br />
que se pueden imaginar. 139
30 Estragos de la guerra<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor. x 170 mm<br />
141<br />
Una bomba ha destruido una casa y provocado la voladura de todo su interior, donde<br />
destaca el cuerpo de una joven que cae sobre un grupo de cadáveres retorcidos por el<br />
efecto de la explosión. Inspirada en los sucesos del primer sitio de Zaragoza, Gaya crea<br />
una escena convincente, llena de dramatismo. Firmado en la parte inferior izquierda,<br />
oculta por el rayado. Gaya grabó este Desastre reaprovechando el dorso de la mitad de<br />
la plancha original del paisaje con una gran roca y cascada (Harris, 24); la otra mitad se<br />
140 empleó en el Desastre 14.
31 Fuerte cosa es!<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 155 x 208 mm<br />
Un soldado napoleónico , visiblemente indignado, se dispone a cortar con su sable las<br />
sogas de las que cuelgan tres presuntos afrancesados, ahorcados por patriotas españoles;<br />
a las espaldas de este militar, otro sostiene las piernas del aj usticiado para amortiguar la<br />
caída del cadáver. Como en otras esta mpas de la serie (cf. 32, 33, 37, etc.) el árbol sub<br />
vierte su antigua significación como elemento placentero de la naturaleza para conver<br />
tirse en medio de tortura. A la izquierda, otro soldado sostiene a una mujer mi entras un<br />
segundo militar se avalanza sobre ésta, en un grupo confuso y mal resuelto. 14/
32 Por qué?<br />
Aguafuerte, aguada , buril y bruñidor. 157 x 209 mm<br />
-<br />
Tres militares napoleónicos ahorcan a un patriota. La crueldad de la acción ha sido con<br />
densada en el rostro agónico y el pelo encrespado del desgraciado español que es aho<br />
gado de la forma más patética: dos soldados tiran de sus piernas mientras el tercero lo<br />
empuja con la pierna apoyada en el hombro; todos hacen fuerza y estiran del cuerpo<br />
atado al árbol, de nuevo convertido en instrumento de tortura. La tensión de la escena<br />
142 se transmite mediante una composición dinámica a base de diagonales.
33 Qué hai que hacer mas?<br />
Aguafuerte, aguada, buril y bruñidor. 157 x 207 mm<br />
Un grupo de mamelucos sujeta por las piernas a un prisionero desnudo al que otro sol<br />
dado se dispone a mutilar en la ingle. Más cuerpos mutilados aparecen en la s estampas<br />
37 Esto es peor y 39 Grande hazaña ¡Con muertos' Para Gaya toda esta serie de cruen<br />
tísimas barbaridades está provocada por efecto de la sinrazón que convierte al hombre<br />
en una bestia como ya expuso en la estampa 2 Con razón o sin ella. 143
4<br />
34 Por una navaja<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor. 157 x 208 mm<br />
El garrote fue generalizado como método de ejecución por el rey intruso José 1, en 1809.<br />
Su empleo, que venía de antiguo, lo recoge Gaya en una estampa suelta anterior, El agarrofado<br />
(1778-1780), pero en este contexto de los Desastres cobra una nueva dimensión<br />
crítica. La posesión de una insignificante arma blanca (la navaja que cuelga sobre el pecho<br />
del reo, por encima del texto de la sentencia) puede conducir a un hombre cualquiera, tal<br />
vez ni siquiera un patriota, al patíbulo. Eso sí, debidamente asistido por los auxilios de la<br />
religión (el cruzifijo en sus manos). El pueblo contempla la pena impotente, entre los<br />
144 sollozos de alguna figura.
35 No se puede saber por qué<br />
Aguafuerte, aguada bruñida, punta seca y buril. 154 x 256 mm<br />
Un grupo de españoles han sido agarrotados. Se supone que por la tenencia ilícita de las<br />
amlas que cuelgan de sus cuellos, o por actuar como espías, caso de los que tan sólo por<br />
tan el papel de su delito. Siendo estas dos faltas graves y motivo suficiente para la eje<br />
cución como proclaman los edictos y las sentencias, los rostros de estos ajusticiados,<br />
con sus semblantes de «pobres diablos», hacen a Goya ironizar sobre la pretendida jus<br />
ticia francesa que según se divulga no persigue otro fin salvo «que los buenos descan<br />
sen sobre la protección de las leyes, teman el castigo los malos y sirva de ejemplo a<br />
todos» (Gaceta de Madrid, 8-II-181 O). 145
j<br />
36 Tamoco<br />
Aguafuerte, bruñida, punta seca y buril. 157 x 208<br />
aguatinta mm<br />
El título de la estampa continúa el sentido de la anterior: Tampoco se puede saber por<br />
qué. Un presunto "guerrillero" cuelga ahorcado por su propia correa de un árbol seco (la<br />
simultaneidad de la muerte que se repite en los ahorcados del fondo). Al escario de una<br />
muerte tenida por infame -desde 1809 se ha generalizado el método del garrote- se suma<br />
la posición caída de los pantalones. Sin embargo, frente al dramatismo de la pena des<br />
taca la actitud entre meláncolica y meditabunda del polaco -paradigma del horror y el<br />
espíritu sanguinario en las filas napoleónicas-, único elemento vivo presente en la esce<br />
na. La indolencia del ser humano ante los horrores de la guerra lleva a una especie de<br />
patetismo del que careció la estampa que probablemente sirvió a Gaya de inspiración<br />
146 directa: el grabado 11 de Les Miseres et les Malheurs de la Guerre de J. Callot (1611).<br />
. .<br />
?<br />
\<br />
7-<br />
.:-<br />
.. .<br />
/<br />
r'<br />
<br />
--=---<br />
-. ."<br />
. ' .. .. . . f . .1 .<br />
a. '" 1 - .<br />
",-- .- ..<br />
----.
1<br />
37 Esto es peor<br />
Aguafuerte, aguada y punta seca. 157 x 208 mm<br />
Un prisionero español desnudo ha sido empalado en un árbol seco a la par que mutila<br />
do de sus extremidades superiores; al fondo, en un plano inferior, en parte acuito, dos<br />
militares napoleónicos, uno con el sable, el otro con un cuchillo, parecen mutilar a un<br />
prisionero. A la izquierda, un militar arrastra un cadáver en dirección al grupo. Este<br />
aguafuerte que representa la barbarie francesa tiene su contrapunto en el 39 Grande<br />
hazaña ¡Con muertos! donde se expone la de los patriotas. En ambos, el árbol se trans<br />
muta en objeto de tortura (cf. 32 ¿Por qué?). 147
38 Bárbaros!<br />
Aguafuerte, aguatinla bruñida y punta seca. 155 x 208 mm<br />
Un par de arcabuceros napoleónicos se dispone a fusilar de espaldas y atado a un árbol<br />
a un prisionero; en un segundo plano inferior, recurso de composición utilizado también<br />
en la estampa precedente, el resto del destacamento contempla la escena. El título dado<br />
por Goya deja fuera cualquier duda la intención de todo este grupo de aguafuertes (32-<br />
148 39): Bárbars.
39 Grande hazaía! Con muertos!<br />
Aguafuerte, aguada y punta seca. 156 x 208 mm<br />
Los cadáveres mutilados (los dos de la izquierda han sido castrados) pendientes del<br />
árbol deben ser identificados con los de tres presuntos traidores. La muerte deshonrosa<br />
(horca, degüello, etc.) y el posterior troceamiento de los miembros del cuerpo para su<br />
exhibición pública en caminos y lugares públicos, constituyó una práctica salvaje del<br />
populacho "patriota" hacia los que designó de modo sumarísimo como traidores, asun<br />
to del que se ocupan gacetas y memoriales de la época. Goya arremete de nuevo contra<br />
la ignorancia, presentando a la refexión del espectador este «monumento de barbarie y<br />
atrocidad». La firma Gaya aparece grabada en el ángulo inferior izquierdo. 149
40 Algún partido saca<br />
Aguafuerte, punta seca y buril. 177 x 221 mm<br />
( ;'n" 1 1 1<br />
./'(¡ Ir I rll (' ({<br />
Un hombre descalzo, representación del empobrecido pueblo español, lucha contra el<br />
Bull Dog (en español «perro toro») británico que bufa enseñando sus afilados colmi<br />
llos. Los aliados británicos con Wellington a la cabeza, algún partido sacan por su inter<br />
vención armada en la Guerra de Independencia (Peninsular War) como se queja la pren<br />
sa de la época, que menciona las destrucciones y saqueos innecesarios causados por las<br />
150 tropas aliadas. Este aguafuerte marca un punto de inflexión en mitad de la serie.<br />
<br />
:: -
.," " ,'1<br />
I<br />
41 Escapan entre las llamas<br />
(" .c<br />
Aguafuerte y buril. 162 x 236 mm<br />
1/0_ )ti (1 L<br />
Como en la estampa 30 Estragos de la guerra, de nuevo vuelve Goya ha mostrar los<br />
efectos dramáticos de un bombardeo, admirablemente sugerido con el rompimiento de<br />
luz del fondo que siluetea los cadáveres del horizonte, entre los que destacan un par de<br />
pies desnudos como en 18 Enterrar y callar. En relación con la estampa anterior, se<br />
podría interpretar este incendio como el producido por la destrucción de la llamada Casa<br />
de la China, manufactura real de porcelanas del Buen Retiro destruida por los ingleses.<br />
Firmado en el ángulo inferior izquierdo, disimulado bajo el rayado. 151
Q<br />
42 Todo va revuelto<br />
Aguafuerte y buri 1. 178 x 220 mm<br />
,'';( "11 rpj/uP/O.<br />
Un grupo de frailes dominicos y capuchinos corre en todas direcciones; al fondo, a la<br />
izquierda, uno lleva una alfOlja bien repleta; a la derecha, otro monje contempla el escu<br />
do del Santo Oficio (la espada y el ramo de olivo). Todo va revuelto, según los intere<br />
sados, desde la supresión de la Inquisición, en 4 de diciembre de 1808, por el intruso<br />
152 José I.
------------------<br />
--<br />
43 Tambien esto<br />
Aguafuerte y agualinla bruñida. 157 x 209 mm<br />
Continuación de la anterior, frailes de varias órdenes vagan por un espacio campestre,<br />
unos corren (los franciscanos del primer término), otros conversan o simplemente repo<br />
san C01110 los del fondo, a la derecha. El aguafuerte es una clara alusión al decreto de<br />
supresión de las órdenes regulares de José 1, en 18-VIll-1809. /53<br />
-
L<br />
, ,-<br />
44 Yo lo vi<br />
Aguafuerte, punta seca y buril. 161 x 239 mm<br />
c, lo fJ(_ .<br />
Un variado gentío, encabezado por un sacerdote con su bolsa, abandona precipitada<br />
mente por temor a las tropas invasoras, una población cuyo caserío aparece diseminado<br />
en lontananza. Escenas como esta debió verlas Gaya en su viaje a Zaragoza o a<br />
Piedrahita durante la guerra. Sin embargo, la locución Yo lo vi es un lugar común en la<br />
retórica de la época que no sirve para objetivar, en un hecho concreto, esta composición.<br />
J 54 Firmada en el ángulo inferior izquierdo.
45 Y esto también<br />
Aguafuerte, ¿aguada, aguatinta, punta seca y buril. 166 x 222 ml11<br />
Continuación del tema anterior, la composición se ha centrado en un detalle de las gen<br />
tes huidas que portan algunos de sus bienes, sus hijos e incluso animales como el marra<br />
no de la izquierda. El abandono de las poblaciones ante el anuncio de la invasión fran<br />
cesa fue un hecho generalizado que obligó a dictar severas medidas conmitorias dirigi<br />
das a los habitantes de dichos núcleos. Firmada en el ángulo inferior izquierdo. 155<br />
- ---<br />
_ <br />
-.'_- --.<br />
-
"<br />
. , !<br />
·It,<br />
": " .• ;;: ..- -:., t, .. . :<br />
. ' <br />
...... , , .<br />
' •. __ . <br />
: :; c " J: '<br />
'.'''''<br />
. . . l<br />
... ,..... r,.<br />
\ 1<br />
,.<br />
:;¿. " .í<br />
<br />
' . 'I .. -."<br />
_(. 1' .<br />
... • . I <<br />
10-- .,: . •. 's. '<br />
.<br />
- :: , .. ' ..<br />
. ' "'' '.,<br />
: '. - . , '<br />
_ , "<br />
.<br />
<br />
I<br />
.<br />
) ..:' ..<br />
• ,-: ' . ", '<br />
. . ;" . -',. ,..:<br />
. '<br />
" *) .<br />
...<br />
-, .<br />
\ ', ( \ .<br />
.-.<br />
..'
47 Así sucedió<br />
Aguafuerte. aguada bruñida. punta seca. bruñidor y buril. 156 x 209 mm<br />
Un par de soldados bonapartistas roban el tesoro de una iglesia: varios candelabros, un<br />
cáliz, una cruz procesional, una imagen de la Virgen con corona de plata, etc. Los ladro<br />
nes anónimos huyen inclinados por el peso del botín; atrás dejan a un fraile derribado<br />
junto a la barandilla del comulgatorio, doblado hacia adelante por acción del dolor físi<br />
co de la herida en el vientre que le han infligido los infantes, probablemente al resistir<br />
se a la entrega de los objetos preciosos. El saqueo de los templos fue frecuente, y las<br />
gacetas y púlpitos hicieron ruido con algunos. Sin embargo, Gaya no objetiva el hecho<br />
y presenta a las partes sin rostro, en el final de la fechoría.<br />
157
48 Cruel lástima!<br />
Agllafuerte, aguada bruñida y buril. 151 x 208 mm<br />
'.,<br />
' .... - .....<br />
![,,! I ·Jl'U /<br />
( ,;/1,,1 .<br />
Un hombre en pie y descubierto contempla un grupo de cadáveres yertos en el piso, en<br />
medio de un paisaje patéticamente desolado; entre éstos, una madre sostiene en su rega·<br />
zo a su hijo, probablemente muerto. La escena posee una solución compositiva similar<br />
a la de 18 Enterrar y callar. A partir de esta estampa y hasta el comienzo de los capri·<br />
chos enfáticos (aguafuertes 65 al final) Gaya presentó una nueva serie de las fatales<br />
158 consecuencias de la guerra: el hambre y sus hijuelas, la enfermedad y la muerte.<br />
.<br />
<br />
1<br />
. ,..
49 Caridad de una muger<br />
Aguafuerte, aguada, bruñidor y buril. 156 x 208 mm<br />
Una mujer completamente cubierta porta un plato de comida hacia un grupo de menes<br />
terosos, en presencia de una mujer y un obeso sacerdote. A partir de 1811, el hambre fue<br />
un hecho generalizado tanto en Madrid coro en toda la Península; a pesar de las medi<br />
das benéficas adoptadas en la capital del reino por el rey intruso, no se pudo paliar la<br />
escasez, para la que se reclamó el concurso de los particulares como nos muestra esta<br />
escena, relacionable tamáticamente con la 59 ¿De qué sirve una laza?<br />
159
50 Madre infeliz!<br />
1 ,<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 157 x 206 1111<br />
1 I " e '-"jt'/' l<br />
Una joven madre muerta es conducida por tres hOl1bres ante el llanto de su hijita que<br />
sigue al cortejo fúnebre; al fondo, otra moribunda pronto seguirá los pasos de la ante<br />
rior. De nuevo, Gaya recurre a una composición en un yermo tenebroso, en el que una<br />
160 luz expresiva, no naturalista, inunda las figuras de los tristes protagonistas_
51 Gracias á la almorta<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 156 x 205 mm<br />
Un grupo de menesterosos de ambos sexos acuden con sus escudillas al socorro de una<br />
mujer completamente velada que reparte unas gachas a base de harina de almorta como<br />
nos aclara el título. Esta legumbre cuyos granos tienen forma de muelas descarnadas<br />
«
, )<br />
52 No llegan á tiempo<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca y buriL 157 x 207 mm<br />
,t //¡ya! {L !¿('/::.<br />
Una mujer mayor (idéntica a la caritativa protagonista de las estampas 49 y 51) sostie<br />
ne por las axilas, con la ayuda de otra más joven, a una madre muerta en cuyo auxilio<br />
no llegan a tiempo. Al fondo, un hombre con sombrero yace ·muerto en el piso. La com<br />
162 posición vuelve a secularizar el tema cristiano de la Piedad.
I¡<br />
53 Espiró sin remedio<br />
Aguafuerte, aguada, aguatinta bruiida, buril y bruñidor. 156 x 209 mm<br />
La persona muerta que espiró sin remedio no es mostrada al espectador, oculta por las<br />
seis personas que la rodean, en una típica escena callejera (obsérvese a la joven sirvien<br />
ta cOn su cesta para la compra, interrumpida en su recado). El tema patético de la muer<br />
te, reiterado en esta estampa, es presentado con un recurso teatral al que contibuyen la<br />
luz expresiva. 163
5 1<br />
54 Clamores en vano<br />
Aguafuerte, aguada, buril y bruñidor. 157 x 208 mm<br />
e rn r r( , f v a r<br />
En vano son los clamores del grupo de menesterosos de la izquierda ante el paso de las<br />
personas de buena condición, como la figura del oficial napoleónico que, altivo, con<br />
mostacho y tocado con un gran bicornio, no hace caso de las lamentaciones de estos<br />
pobres esqueléticos arrebujados a la sombra del tejadillo de un pobre edificio. [ . ..] las<br />
casas, las calles, los templos, todos resuenan con los clamores de los dolientes o nece-<br />
164 sitados [ . . .] publica la Gaceta de Madrid en 8-V-1812.<br />
(f¿
', 'o<br />
;. "<br />
55 Lo peor es pedir<br />
.,. <br />
" , .r<br />
Aguafuerte, aguada y bruñidor. 156 x 208 mm<br />
.. . . .<br />
1, ' •<br />
'<br />
. p •• ,:<br />
La guela atrajo el hambre, en especial a las urbes como Madrid. Un grupo de faméli<br />
cos comtempla el paso de una joven prostituta que cruza sin mirarlos; al fondo, un bigo<br />
tudo soldado napoleónico contempla a la hetaira. En el dibujo preliminar (Gassier 204),<br />
la meretriz, acompañada por una alcahueta, es conducida por un soldado bonapartista y<br />
las figuras esqueléticas alzan la mano para pedir. En el aguafuerte, Goya ha simplifica<br />
do la composición, enmascarando la acción de la joven a la que no critica. La firma del<br />
artista está "emboscada" entre las hierbas del ángulo inferior izquierdo (la g está inver<br />
ti. ¡<br />
¡ ..<br />
- " . .
-'1,<br />
.'<br />
56 Al cementerio<br />
Aguafuerte, aguada y punta seca. 156 x 208 mm<br />
- -- - ----_. _-. -..<br />
"<br />
,l{ I re7J 7,,/,lr 'rl "<br />
Un par de hombres conducen un cadáver al cementerio como aclara el título. Al fondo,<br />
una madre con su hijito, recuerdo iconográfico de la Virgen con el No, Los muertos en<br />
Madrid fueron tantos que los servicios públicos no daban a basto en recoger y enterrar<br />
los cadáveres. De nuevo Gaya seculariza una iconografía cristiana: El entierr de<br />
Cristo. Recuerda una copia libre de la Deposición de Caravaggio en Santa Maria in<br />
Vallicella de Roma que pudo conocer Gaya en su original romano a través de copia o de<br />
166 los abundantes grabados que la difundieron.<br />
z-- :".),<br />
._<br />
1,<br />
.
¿<br />
.<br />
57 Sanos y enfermos<br />
Aguafuerte, aguatinta, buril y bruñidnr. 157 x 209 mm<br />
La hambruna provocada por la guerra redujo la dieta de los menesterosos a la ingestión<br />
de pan como único alimento. En seguida surgieron especuladores que fabricaron el ali<br />
mento con harinas de muy diversa especie y condición, produciendo un pan insalubre.<br />
De resultas, la población madrileña sufrió de penalidad añadida. Goya representa a<br />
enfermos y sanos en un espacio arquitectónico envuelto por luces y tinieblas, las mis<br />
mas que limitan cada grupo. En la retórica de la época, el adjetivo sano también se apli<br />
có en ambos bandos (bonapartistas y patriotas) a la parte de la nación española legíti<br />
ma y antagonista de la otra, matiz que confiere una doble lectura política de la lámina. 167
-<br />
58 No hay que dar voces<br />
Aguafuerte, aguatinta, buril y bruñidor. 157 x 211 mm<br />
, J /,-, (<br />
1. . / I t)" I ¡ t ,u 2-u r: da r ¡I(ln',,"<br />
No hay que dar voces de queja porque no las oigan los franceses del fondo, elegante<br />
mente vestidos, el de espaldas con un carrik (sobretodo de esclavina) y tocado con som<br />
brero de copa bajo; los oficiales del horizonte, con bicornios a la moda. Contraste del<br />
patetismo de la miseria del primer término con la elegancia de la clase superior del<br />
168 fondo, ajena a la hambruna; interesante variación del aguafuerte 54 Clamores en vano.<br />
J<br />
l<br />
· ',." ""<br />
. . '
59 De qué sirve ulla taza?<br />
" ,r¡ I ¡; [" 111(1 1(--11.;<br />
Aguafuerte, aguada y aguatinta bruñida. 157 x 207 mm<br />
Una mujer socorre con un tazón de comida a una joven madre agónica cuyo rostro des<br />
fallecido es sostenido por otra mujer más mayor; a su alrededor, un grupo de cadáveres<br />
entre los que destaca un par de criaturas. La escena es presentada en un yermo con una<br />
iluminación tenebrosa conseguida a través de un aguatinta muy gruesa. La caridad ya<br />
inútil de esta mujer (¿De qué sirve una taza, si esta casi muerta?) se relaciona temática<br />
mente con la estampa 49 Caridad de una muer. 169
.<br />
. e<br />
,1<br />
60 No hay quien los socorra<br />
Aguafuerte, aguatinta, buril y bruñidor. 154 x 207 mm<br />
S (}(' { / T(D .<br />
Una pareja de adultos y otra de niños, todos muertos o en la agonía, yertos sobre el suelo<br />
por inanición, provocan la desesperación de un pobre hambriento que se lleva la mano<br />
al rostro con horror. Los efectos del hambre, visibles en el grabado esquelético de las<br />
extremidades, han producido esta situación terminal. El patetismo de la escena ha sido<br />
reforzado por Gaya presentando a estos menesterosos en medio de un paraje desierto,<br />
lejano de los centros de beneficencia de la ciudad o de cualquier otro socorro. Mediante<br />
un fondo logrado por el bruñido de la aguatinta, se crea la ilusión de un amanecer que<br />
J 70 ya no verán estas personas.
,,/<br />
J/ ,fO/l ; otro !nr: I .<br />
61 Si son de otro linage<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, bruñidor y buril. 156 x 208 1111<br />
Un grupo de pobres, del que se eleva el más menesteroso, tendiendo la mano para pedir<br />
limosna, se enfrenta, en simetría casi exacta, al grupo de los burgueses. El del bicornio,<br />
elegante y a la moda, representa a la clase especuladora, enriquecida por la guerra como<br />
glosó la Gaceta de Madrid en 1812: Vimos levantarse de /a nada ca/osos de poder y de<br />
riqueza; vimos cubrirse con el andrajoso manto de la indigencia a otrs que en algún<br />
tiempo habían nadado en la opulencia. A estos últimos, representaría la figura del bur<br />
gués con sombrero de copa, serio y avejentado. Oportunamente lo ha grabado Goya en<br />
un plano inferior, para mostrar su desventaja social respecto del nuevo rico que vuelve<br />
la espalda a los pobres, a los que no puede sacar nada, como si fueran de otro linaje o<br />
condición humana. Entre los dialogantes se encuentra el rostro de una joven hermosa<br />
que mira al espectador fijamente, ajena a todo y a todos. /7/
62 Las camas de la muerte<br />
Aguafuerte, aguada, punta seca, buril y bruñidor. 177 x 221 mm<br />
-;, .. !L<br />
rnn ' 0S rv r a e rt .<br />
Los muertos cubiertos por una sábana se almacenan en espera de su entierro. Por medio<br />
de esas camas de la muerte deambula un persona cubierta con una harapienta sábana<br />
con la que se emboza y protege del hedor putrefacto (compárese con la figura femenina<br />
172 de 18 Enterrar y callar).
-' . )<br />
63 Muertos recogidos<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 155 x 208 mm<br />
Un montón de cadáveres espera su entieno; junto a ellos un par de ataúdes, un lujo por<br />
aquellos días. Son muertos recogidos, como anota Goya con amargo sarcasmo. Un cam<br />
bio importante ha realizado el artista en el paso del dibujo al cobre; ha vestido todos los<br />
cuerpos, desnudos en el dibujo (cf. Gassier 212), y ha suprimido los cuerpecitos de cua<br />
tro niíos.<br />
173
e '1<br />
64 Carretadas al cementerio<br />
Aguafuerte, aguatinta, buril y bruñidor. 156 x 209 mm<br />
el ra)as a ! ('e/nent('/,o<br />
Unos hombres cargan sobre una carreta llena de cuerpos sin vida, el cadáver de una<br />
joven hermosa cuyo grácil cuerpo conmueve; detrás, otros funcionarios acarrean más<br />
muertos. Mesonero Romanos recuerda en sus memorias como en Madrid, en aquella<br />
época, tan alto era el número de los muertos por el hambre y la enfermedad que las<br />
carretas municipales pasaban hasta dos veces al día, a recoger los cadáveres deposita-<br />
174 dos en las iglesias y calles.
.J .<br />
65 Qué alboroto es éste?<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y/o aguada, buril y bruñidor. 180 x 221 mm<br />
No está clara la explicación de esta estampa, pues, a partir de aquí, el lenguaje emplea<br />
do por Gaya es el simbólico propio de los caprichos enticos. Un militar interrumpesLI<br />
tarea de anotar sobre unos papeles, para contemplar cómo dos mujeres son hostigadas<br />
por sendos canes furiosos; al fondo, más personas parecen formar una cola. El conjun <br />
to podría referirse a la evacuación de Madrid ante la inminente entrada de las tropas alia<br />
das al mando de Wellington . 175
ó ( , .<br />
3n; ',.<br />
--<br />
·ti<br />
66 Extraía devocion!<br />
',"'!':<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida o aguada, y bruñidor. ¡ 77 x 222 mm<br />
['X /ULñl& dC'1I0c.¿"on./<br />
Un asno carga con una urna en la que yace el cuerpo incorrupto de un personaje vene<br />
rable; en derredor, los devotos asistentes a la procesión se arrodillan y rezan ante la reli .<br />
quia. El asno es símbolo de ignorancia y estupidez; a tenor de ciertas fábulas de la época<br />
(Samaniego e Ibáñez de la Rentería) se podría interpretar la estampa como una sátira<br />
moral contra la vanidad, entendiendo que el asno (paradigma literario de la estulticie)<br />
cree que él es el objeto de veneración de las gentes y no la momia de sus espaldas. Sin<br />
embargo, Gaya critica veladamente el sometimiento del pueblo a los LSOS y costumbres<br />
del Antiguo Régimen, en particular los de la Iglesia, ya periclitados (tal como el cadá<br />
ver venerado) y su sometimiento servil fruto de la ignorancia (el asno), tema recurrente<br />
176 en los Desastres. Este capricho enfático está en relación con el 67.<br />
"<br />
/<br />
',_<br />
: o. t<br />
.<br />
. . "7<br />
r.,<br />
. . . .
I<br />
I<br />
- --- - -- ----<br />
.<br />
67 Esta no lo es menos<br />
Aguafuerte, aguada y/o aguatinta bruñida, punta seca, buril y bruñidor. 179 x 220 mm<br />
Un trío de viejos aristócratas, ataviado a la moda del Setecientos, soporta una imagen de<br />
vestir de la que se puede apreciar la armadura y las ruedas de la plataforma; la proce<br />
sión continúa y otro personaje porta una segunda imagen. Las vírgenes son identifica<br />
bles con la de la Soledad y la de Atocha (la del fondo). Goya intensifica con la crítica<br />
en esta extraña devoción el poder del clero y su poder reaccionario, fuente continua de<br />
luchas entre serviles y liberales. 177
'.<br />
Y \<br />
68 Que locura!<br />
Aguafuerte, aguada y buril. 160 ) 222 mm<br />
(Jue /¡/ ro /<br />
Un fraile se dispone a defecar tras haber comido como denota la cuchara en su diestra;<br />
mira, a su derecha, a un conjunto de máscaras junto a un orinal; a su izquierda, una pila<br />
da desordenada de estampas devotas (se aprecian una Virgen y la aparición milagrosa de<br />
otra), exvotos de cera y reales (por ejemplo, unos pantalones junto a una muleta), un<br />
maniquí con ropas femeninas", Al fondo, en la penumbra, sus compañeros frailes for<br />
man en procesión, Este capricho enfático critica -como los 66 y 67- las costumbres reli<br />
giosas atávicas del Antiguo Régimen; el fraile vive a la sopa boba gracias a la ignoran<br />
cia de la feligresía crédula en supersticiones (los exvotos e imágenes de la derecha) y a<br />
178 la manipulación que de aquélla lleva a cabo esta clerigalla (las máscaras),
69 Nada. Elo dirá<br />
Aguafuerte. aguatinta bruñida, aguada y punta seca. I SS x 20J mm<br />
La Muerte escribe al fin Nada (título nihilista dado por Gaya, alterado por la Academia<br />
de San Fernando en la primera edición) vencida por un ejército de espectros, entre los<br />
que destaca por su iluminación un clérigo con cabeza de perro, símbolo de la avaricia;<br />
la Muerte sostiene una corona de paja, símbolo de la gloria pasajera del poder. La<br />
Justicia, al extremo opuesto, lee ajena mientras sostiene su balanza característica y resplandece<br />
en su débil halo. Simboliza este desastre el retroceso social y político dado a<br />
la vuelta de El Deseado, tras una esperanzada espera sostenida durante la Guerra de<br />
Independencia; sólo permanece el nombre de la Justicia. Este grabado guarda cierta<br />
relación con una popular vanitas barroca de Valdés Leal, Finis gloria: mundi, probablemente<br />
contemplada por Gaya en Sevilla, en 1790. 179
I "<br />
70 No saben el camino<br />
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor. 177 x 220 1111<br />
, ,;<br />
,
,'<br />
l.<br />
71 Contr el bien generl<br />
Aguafuerte y bruñidor. 177 x 221 mm<br />
Un fraile tocado con alas de murciélago (vampiro) y de largas uñas (símbolo de avari<br />
cia) escribe en un gran libro al tiempo que levanta la mano siniestra y dirige el dedo índi<br />
ce hacia arriba (el cielo, Dios); se halla sentado en una antigua silla del Seiscientos (tan<br />
anticuada como su pensamiento); sus pies apoyan en una gran bola, símbolo del orbe.<br />
Al fondo, un grupo de personajes se desespera y aflige (el pueblo). Gaya critica abier<br />
tamente al clero reaccionario que con más poder que antes de la guerra, vampiriza al<br />
pueblo ignorante y se restaura en sus antiguos privilegios que este amanuense eclesiás<br />
tico escribe por designio divino contra el bien general, giro liberal habitual en la época.<br />
La intención de este grabado se extiende por los Desastres 72 y 73. ISI
182<br />
12<br />
72 Las resulas<br />
I<br />
. :.:! . .<br />
Aguafuerte. 179 x 220 mm<br />
Ó'<br />
. I . .<br />
l- . -. _ _ • _ ___ __ __ ___ .=<br />
;" r<br />
- ) '',lit !¡'a.r<br />
. ..... '<br />
En relación con la estampa anterior, un hombre yerto, amortajado, casi exánime, agoni<br />
za mientras un par de vampiros le chupan la poca sangre que le queda; a su espalda, una<br />
bandada de más vampiros se aproxima. Estas son las resultas de la restauración del<br />
Antiguo Régimen en España. La acción de los vampiros es metáfora de los nuevos<br />
impuestos reinstaurados por Fernando VII, en especial, los eclesiásticos (diezmos, dere<br />
cho de estolas, etc.) que "sangran" a la población sumida todavía en la miseria de la pos<br />
guerra.<br />
¡<br />
I<br />
J<br />
I
73 Gatesca pantomima<br />
Aguafuerte, buril y bruñidor. 179 x 219 mm<br />
Un fraile se arrodilla servilmente ante un gato echado sobre un ara atiende a un búho<br />
que revolotea en torno a él. En la obscuridad del fondo, otros personajes atienden la<br />
escena. Goya hace uso del lenguaje de la fábula para plasmar esta gatesca pantomima;<br />
el gato (ágil depredador, símbolo del robo) es el rey que sobre un escabel (fusión plástica<br />
del Trono y el Altar) recibe el consejo del búho que aquí representa, por antítesis, a<br />
la ignorancia y no a la sabiduría, como es tradicional; en derredor sus consejeros humanos,<br />
entre los que es bien visible el fraile del primer término y otro, al fondo; estos personajes<br />
simbolizan la renombrada camarilla de Fernando VII, sumida metafórica y plásticamente<br />
en la obscuridad producida por el intenso rayado del aguafuerte. Partiendo del<br />
texto de Casti también podría ser interpretada esta escena como el tribunal formado para<br />
las depuraciones políticas en que la delación está a la orden del día (el gato sería un<br />
soplón rodeado de espías). J 83
184<br />
¡L I<br />
74 Esto es lo peor!<br />
Aguafuerte y bruñidor. 179 x 220 mm<br />
(<br />
(.',1(' P /(1 /f,n'<br />
Una zorra firma un decreto, ayudada por un eclesiástico arrodillado que sostiene el tin<br />
tero, en presencia de un variado gentío donde destaca el preso harapiento y maniatado<br />
de la izquierda. Las palabras escritas sobre el papel son: Mísera humanidad Ila culpa es<br />
tuya I Casti (estrofa 57, canto XXI). Este autor italiano, probablemente leído por Goya<br />
(de aquéll'ealizó un dibujo, Gassier 350) en la traducción española de su obra principal<br />
Animales hablando, poema épico (Madrid, 1813) escribe rotundo: Esta fuera de duda,<br />
sin embargo. que el género humano tiene extremada simpatía por la esclavitud, ¿a qué<br />
pues gastar el aliento en vanas palabras? Si se halla bien con la esclavitud que no la<br />
suelte.
75 Farándula de charlatanes<br />
Aguafuerte, aguada o aguatinta, punta seca y buril. 177 x 222 mm<br />
El ave rapaz del centro viste ropas de eclesiástico y se arrodilla en actitud sumisa; al<br />
fondo, un grupo de figuras animalescas, una de ellas con una máscara en la nuca. La<br />
interpretación no está clara, pero parece representar al cardenal Luis María de Barbón<br />
(hijo del infante Luis de Barbón y la aragonesa Teresa Ballabriga, antaño protectores del<br />
joven Gaya) que aunque partidario de los liberales, reconoció a Ferando VII como rey<br />
aun antes de jurar la Constitución, en el acto de su recibimiento oficial en Valencia. El<br />
ave está tocada con la tiara de los persas, gorro que hace referencia al adulador<br />
Maniesto de los Persas presentado por los diputados conservadores ante el rey. Las<br />
figuras del fondo representarían la camarilla del rey. 185
C r-<br />
76 El buitre carívoro<br />
----<br />
---<br />
--<br />
AguaFuerte, buril, bruñidor y ¿punta seca? 177 x 221 mm<br />
------------------ ---<br />
- --<br />
Un colosal buitre es empujado por un hombre provisto de una horca; a éste lo sigue un<br />
gentío de personas de diversa condición (eclesiásticos, seglares ... ) y sexo, algunos de los<br />
cuales parecen alegres. El buitre se refiere a las tropas francesas expulsadas por el pue<br />
blo; unos versos del poeta Arriaza en su Profecía del Pirineo (1808) son la clave: Y huye<br />
entre tus guerreros 1 como en banda de buitres cariceros. La caída de Napoleón supu<br />
so la firma de Fernando VII del manifiesto de 4-V-18l4, y la vuelta a las luchas entre<br />
186 serviles y liberales.<br />
-- --<br />
-- I<br />
--------
¡ 1-:<br />
----<br />
77 Que se rompe la cuerda<br />
------..<br />
Aguafuerte, aguada o aguatinta bruñida, y punta seca. 178 x 221 mm<br />
Una dignidad eclesiástica camina haciendo equilibrios en la cuerda floja a punto de<br />
ceder, ante la atención espectante del público que lo contempla, uno de cuyos observa<br />
dores señala el punto por el que rompe la maroma. En el dibujo preliminar (Gassier 225)<br />
el dignatario grabado es claramente el papa Pío VII, con tiara y enguantado. De nuevo<br />
Gaya apunta en su crítica contra la Iglesia, esta vez a su cabeza temporal, Pío VII, el<br />
pontífice que antaño coronó a Napoleón en París y que se significó por su apoyo ideo<br />
lógico al régimen teocrático restaurado por Fernando VII. 187
88<br />
7.<br />
78 Se defiende bien<br />
Aguafuerte. punta seca. buil y bruñidor. 179 x 219 mm<br />
Una jauría de lobos-acosa a un caballo que se defiende como puede ante la quietud de<br />
cuatro mastines. El caballo blanco representaría al pueblo libre (la España liberal) sitia<br />
do por sus enemigos reaccionarios fernandinos, los lobos, ante la impasibilidad de los<br />
cuatro perros guardianes, uno de los cuales mira hacia otro lado. Como en otros de los<br />
caprichos enfáticos, Gaya acude al lenguaje de la parábola mediante personajes de fábu<br />
la (cf. 73 Gatesca pantomima, 74 Esto es lo peor!, 7S Farándula de charlatanes y 76 El<br />
buitre carívor).
79 Murió la Verdad<br />
Aguafuerte y bruñidor 176 x 221 mm<br />
Una mujer joven y hermosa, coronada de laurel y con los pechos desnudos, símbolo de<br />
la Constitución y de la Verdad, yace muerta a los pies de un nutrido grupo de frailes<br />
-uno de los cuales se apresta impaciente a arrojar sobre el cadáver la primera palada de<br />
tierra- y eclesiásticos. Preside el entierro un obispo que, lejos de bendecir el cadáver,<br />
señala al cielo como si se tratara de un designio divino (la misma actitud del Desastre<br />
71 Contra el bien general). A la derecha, la Justicia llora desconsolada la muerte de la<br />
Verdad (Ferando VII derogó en 1814 la Constitución); la balanza, su atributo, permanece<br />
enredada. La luz sobrenatural que irradia la Verdad no es naturalista y los personajes<br />
q ue componen la escena están iluminados o en penumbra, en función de su papel<br />
expresIvo. 189
( 1<br />
, n<br />
80 Si resucitará?<br />
Aguafuerte y bruñidor. 178 x 220 mm<br />
Continuación de la estampa anterior, la Constitución parece volver a la vida: ha movido<br />
la cabeza y parece incorporarse, además, su luz, la Verdad, no se ha extinguido. No hay<br />
losa que la pueda contener. Sin embargo, los enemigos que la acechan son todavía poderosos;<br />
en la penumbra, un grupo de eclesiástiéos, algunos con cabeza de animal (a la<br />
izquierda se destaca un sacerdote tocado con sombrero de teja y cara de gorrino), se disponen<br />
a ma, tarla de nuevo: uno la amenaza'con un mamotreto y el fraile de la derecha<br />
blande un palo mientras coge una piedra; al fondo, revolotean varios vampiros. Iumina<br />
190 el halo de la Verdad a un personaje amordazado que ruega por la resurrección.
R enaCidO el intecés po< la fiesta de los toms tras le Guerra de la<br />
Independencia, Goya decide aprovechar este tirón para ganar<br />
algún dinero y comienza a dibujar y grabar hacia 18141a Taurmaquia que<br />
concluye en 1816 (la fecha de 1815 aparece en varias láminas). En 31 de<br />
diciembre de 1816 aparece en la Gaceta de Madrid el anuncio de venta de<br />
la serie completa. Coincide el inicio del trabajo con la conclusión de los<br />
Desastres y los dibujos preliminares de los Disparates, serie esta última con<br />
la que guarda cierta relación, pues no sólo se trata de otra fiesta grabada<br />
-en este último caso, de carnaval- sino que el propio Goya incluye un dis<br />
parate (n° 13 Modo de volar) en la edición que regala a su amigo Ceán<br />
Bermúdez. Como en los Desastres, el aragonés recurre de nuevo a la cate<br />
goría estética de lo patético, especialmente en la última parte, que narra las<br />
habilidades personales de diferentes diestros y en que la muerte impera for<br />
mando unos muy modernos Desastres de la Fiesta.<br />
Los precedentes de Goya en este tema fueron varios; el más destacado y<br />
vendido fue la serie por entregas inventada y grabada por el pintor Antonio<br />
Carnicero, Colección de las principales suertes de una corrida de tors<br />
(1787 -1790). Su éxito motivó numerosas copias españolas y extranjeras,<br />
pues el costumbrismo europeo puso de moda los toros fuera de nuestras<br />
fronteras, especialmente en Francia y Gran Bretaña. No es difcil encontrar<br />
grabados alusivos en los libros de viajes del siglo XVIII, más o menos pla<br />
giarios, entre los que sobresale la serie grabada por Luis Fernández Noseret<br />
en 1795.<br />
Parece, sin embargo, que la obra que Goya tuvo en mente al emprender<br />
su tauromaquia fue la de Pepe Hillo, Taurmaquia o Arte de torear a caba<br />
llo o a pie (Madrid, 1804), edición póstuma ornada con treinta estampas<br />
anónimas. Para la relación histórica del toreo se inspiró en la Carta históri<br />
ca sobre el origen y progresos de las fiestas de tors en España de Nicolás<br />
Fernández de Moratín, padre de su amigo el dramaturgo Leandro, reedita<br />
da en 1801. A pesar de estas afinidades, Goya grabó una obra personal y de<br />
gran calidad, nunca bien ponderada por los críticos, lo cual motivó el des<br />
precio de las láminas por el Estado, que no las adquirió hasta 1979. Tal<br />
como en las series grabadas con anterioridad, dibujó cada posible lámina a<br />
la sanguina, en algunas ocasiones por varias veces. Goya, a cada nuevo<br />
paso, depuraba, concentraba y condensaba la escena para el futuro grabado.<br />
Los casi cincuenta dibujos preparatorios se conservan en su mayoría en el<br />
Museo del Prado. La serie consta de treinta y tres estampas numeradas, más<br />
siete adicionales alfabetizadas (A-G), grabadas al dorso de algunas plan
96<br />
chas reaprovechadas (, 2, 6, 7, 1, 16 y 21 Y que fueron desechadas en la<br />
primera edición por los fallos producidos en el mordido del aguatinta.<br />
La colección careció del éxito esperado; en parte, el fracaso se debió a la<br />
novedad del lenguaje gráfico empleado. El aragonés no sigue ningún dis<br />
curso narrativo lineal ni didáctico al modo de las series costumbristas; por<br />
otra parte, frente al atractivo de las series corrientes por su lenguaje senci<br />
.<br />
llo, amenizado incluso por el uso del color, Gaya centra la dramatización<br />
de las escenas con el uso muy matizado de las técnicas del aguafuerte y el<br />
aguatinta, creando composiciones absolutamente inusitadas para la época.
1 Modo como los antiguos españoles cazaban los toros a caballo en el campo<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 254 x 356 mm<br />
[ . . . ] habiendo en este terreno [España] la previa disposición de hombres y brutos para<br />
semejantes contiendas, es muy natural que desde tiempos antiquísimos se haya ejerci<br />
do esta disposición, ya para evitar el peligr, ya para ostentar el valor o ya para bus<br />
car el sustento con la sabrosa carne de tan grandes reses, a las cuales perseguían en<br />
los primeros siglos a pie y a caballo, en batidas y cacerías (Nicolás Fernández de<br />
Moratín, Carta histórica ... ) .<br />
En un paisaje agreste, un jinete alancea un toro mientras el resto de sus tres compañe<br />
ros se afana por doblegar a la res con una cuerda enredada en su cabeza. El primitivis<br />
mo de la época está evocado tanto en los rostros de los captores como en sus vestimen<br />
tas de pieles.<br />
197
2 Otro modo de cazarlos a pie<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 247 x 355 mm<br />
[Originariamente, la persecución de las reses se hacía] a pie y a caballo en batidas y<br />
cacerías.<br />
Sendos lanzazos en el cuello y el vientre del toro propinados por dos hombres primiti<br />
vos hacen caer al suelo la mole de la res. La compleja composición en escorzo del ani<br />
mal junto al esfuerzo de los cazadores, intensificado por la diagonal de sus lanzas, trans<br />
miten una gran violencia física a la escena inmersa en un paisaje desolado y umbrío,<br />
798 reforzado por la aguatinta.
I<br />
3 Los moros establecidos en España, prescindiendo de las supersticiones de su<br />
Alcorán, adoptaron esta caza y arte, y lancean un toro en ei campo<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 357 x 249 mm<br />
Este espectáculo, con las circunstancias notadas, lo celebraron en España los moros de<br />
Toledo, Córdoba y Sevilla, cuyas cortes eran en aquellos siglos las más cultas de<br />
Eurpa. Los moros lo tomarn de los cristianos [".j.<br />
Comienza esta estampa una serie de siete (3 a 8, y 17) dedicadas al toreo de los hispa<br />
nomusulmanes. El toro herido de muerte acaba de descabalgar al jinete moro, quien le<br />
ha clavado una lanza que le atraviesa el vientre de parte a parte, y ha desventrado al<br />
caballo, cuyos intestinos cuelgan sobre la arena (para muestra: en una corrida lidiada en<br />
1790 por Costillares, murieron veintisiete caballos de pica). Simétricamente, tres infan<br />
tes 10 hieren por el otro costado. J 99<br />
?<br />
,
4 Capean otro encerrdo<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 250 x 358 mm<br />
Un moro capea un toro mientras otro lo contempla desde retaguardia y un tercero pare<br />
ce imprecar. La escena tiene lugar en un recinto cerrado por una barrera de madera,<br />
similar a un primitivo ruedo con anónimos espectadores. El aspecto de estos musulma<br />
nes, como los del resto de las estampas, está inspirado en los. soldados mamelucos<br />
(musulmanes egipcios) que intervinieron en la invasión napoleónica y que también par<br />
200 ticiparon en las corridas de toros de la época de José Bonaparte.
5 El animoso moro Cazul es el primero que lanceó toros en regla<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 250 x 358 mm<br />
Estas fiestas eran solamente empleo de los caballeros entre cristianos y moros; entre<br />
éstos hay memoria de Muza, Malique-Alabez y el animoso CazuZ.<br />
Gazul posee una amplia tradición en el romancero español. «Gazul, el muy fuerte,<br />
/ caballero de gran fama» como lo recuerda un romance anónimo del siglo XVI, se<br />
enfrenta a caballo y con un rejón al toro. El blanco del équido contrasta con el negro de<br />
la res salvaje y ambos convergen en el centro de una composición desprovista de cual<br />
quier paisaje. 20!
!<br />
r<br />
6 Los moros hacen otro capeo en la plaza con su albornoz<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 247 x 356 mm<br />
Los moros lo hacín [capear1 con el alboroz y el capellm;<br />
Como en la estampa 4, un moro ejecuta una suerte llamada en época de Gaya aragone<br />
sa o suerte de espaldas descrita por el torero Pepe-Illo y también recogida por Francisco<br />
Montes Paquiro como de frente por detrás. En la penumbra, creada por la aguatinta, se<br />
202 distinguen dos espectadores en el cerco del ruedo.
7 Origen de los arpones o banderillas<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 247 x 357 mm<br />
No se ponían banderillas a pares, sino cada vez una, que le llamaban arpón.<br />
El nioro, un mameluco, fija la atención del toro con su albornoz -improvisado capote<br />
mientras se prepara para clavar una gran banderilla. En segundo término, otro arponero<br />
espera, embozado en su albornoz que usa a modo de capote. 203<br />
7
8 Cogida de un moro estando en la plaza<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 249 x 356 mm<br />
Continúa la acción de la estampa anterior y se muestra la aparatosa cogida -primera de<br />
la serie- de un moro, mientras otro se prepara para clavar una banderilla a la fiera. La<br />
204 plaza aparece desierta y apenas esbozada.
__ J<br />
9 Un caballero espaiol mata un toro después de haber perdido el caballo<br />
Aguafuerte, aguatinta y buril. 249 x 356 mm<br />
Es de notar que éstas eran funciones solamente de caballeros que alanceaban o rejo<br />
neaban a los tors siempre a caballo, siendo este emleo de la primera nobleza y sóla<br />
mente se apeaba al empeño de a pie que era cuando el tor le herí a un chulo o al<br />
caballo, o el jinete perdía el rejón, la lanza [ . . .]<br />
Herido el caballo, su noble j inete, vestido a la moda barroca y protegido por curiosas<br />
grebas, mata de certera y profunda estocada al toro postrado en el ruedo. Goya, cuya<br />
firma aparece en el ángulo inferior izquierdo, concentra de nuevo toda la composición<br />
y prescinde de cualquier escenario, acertadamente matizado por el empleo de la agua-<br />
tinta que crea un halo en torno a la cabeza del toro.<br />
'j<br />
205
10 Carlos V lanceando un toro en la plaza de Valladolid<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 254 x 356 mm<br />
El mismo Emperador Carlos V aún con haber nacido y criándose afuera, mató un toro<br />
de una lanza en la plaza de Valladolid, en celebración del nacimiento de su hijo, el rey<br />
Felipe I<br />
Como en las estampas dedicadas a Gazul y El Cid, un personaje histórico es recordado<br />
por su relación con el arte de torear, inclusión que llenaba de orgullo a los aficionados<br />
de la época. A pesar del anacronismo del vestido, llama la atención el dinamismo de la<br />
composición, intensificado si cabe por la posición frontal del jinete, que mira con fiere<br />
za al espectador, parecido a un mameluco que al César Carlos. Goya firmó en el<br />
206 ángulo inferior izquierdo.
?,." .. -<br />
/ ' , ,<br />
/ , ' "<br />
(<br />
/1<br />
.<br />
11 El Cid Campeador lanceando otro toro<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buriL 356 x 250 mm<br />
Pasando de los discursos a la Historia, es opinión en la nuestra que el famoso Ruy o<br />
Rodrigo Díaz de Vivar llamado el Cid Campeador, fue el primer que lanceó los toros<br />
a caballo. Esto solía ser por bizarría particular de aquel héroe.<br />
Variante de la lámina anterior, caracerística que también se aprecia en los dibujos pre<br />
paratorios (Gassier 251 Y 252). De nuevo, la indumentaria de El Cid presenta un total<br />
anacronismo. La violencia de la lanzada que llega sobresalir por el costado del toro, conc<br />
trasta con la mirada distraída del caballo, dirigida hacia el espectador. 207<br />
¡;
208<br />
12 Desjarrete de la canalla COIl lanzas, medias lunas, banderillas y otrs armas<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 255 x 356 mm<br />
Antiguamente eran lasflestas de tors con mucho desorden y amontonada la gente f. .. }. Sólo<br />
se hac lugar a los caballeros y después tocaban a desjarrete, a cuyo son los de a pie (que<br />
entonces no había torers de oficio) sacaban las espadas y todos a una acometían al toro<br />
acolpmiados de perros; y unos le desjarretaban (y la voz lo está recordando) y otrs le<br />
remataban COI chuzos y a pillchazos con el estoque, corriendo y de pasada, sin esperarle y<br />
sin habilidad, como aún hacen rústicamente los mozos de los lugares [ ... j. Hoy esto es insu<br />
frible. Los que desjarretaban eran esclavos mors; después fuern negros y mulatos, a los<br />
que también hacían los seíores aprender a esgrimir para su guarda.<br />
Un desordenado grupo de hombres porta diversos instrumentos para desjarretar o dejar<br />
inválido al toro que ya se ha cobrado dos víctimas inertes a sus pies, patético antece<br />
dente de los Desastres. Todo vale en esta dramática escena de lidia villanesca: las pri<br />
mitivas banderillas, lanzas, venablos, la desjarretadera (con cuchilla en forma de media<br />
luna), un sable ... Complementa esta acción la estampa 17.
--- -<br />
- -:--- <br />
13 Un caballero español en la plaza quebrando rejoncillos sin auxilio de los chulos<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 251 x 358 mm<br />
A partir de este grabado, Gaya abandonó el tiempo histórico de la tauromaquia y comen<br />
zó a describir las suertes de la lidia tal como se podían ver en vida del de Fuendetodos.<br />
La primera de estas suertes muestra el rejoneo deun toro por un jinete vestido de época<br />
(a la moda barroca), tal como hoy todavía los rejoneadores portugueses se atavían «a la<br />
federica». Por vez primera se representan la barrera y los espectadores de la plaza. Los<br />
chulos a que hace referencia el título son los actuales peones y monosabios, representa<br />
dos en una lámina que Gaya desechó. 209
i,<br />
14 El diestrísimo estudiante de Falzes, embozado burla al toro con sus quiebros<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 251 x 358 mm<br />
Lo fue [capeador] sin igual el diestrísisimo licenciado de Fa/ces.<br />
Un antiguo tratadista describe con tino la especialidad de este diestro de la villa navarra<br />
de Palees reproducida en la lámina: «Hizo varias veces rendir al toro sin salir del recin<br />
to de un pequeño círculo marcado por él mismo en la arena, sin desembozarse siquiera<br />
210 de la capa» (José de Gamorusa, Carta apologética).<br />
"<br />
,<br />
1:,<br />
, I
15 Elfamoso Martincho poniendo banderillas al quiebro<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 249 x 357 mm<br />
Se ha visto varias veces un hombre sentado en una silla, o sobre una mesa y con grillos<br />
en los pies, poner banderillas y matar un toro.<br />
Primera de las cuatro estampas (15, 16, 18 y 19) dedicadas en esta serie por Goya a su<br />
paisano Antonio Ebassún Martincho, natural de Farasdués (Zaragoza). Lidió en nume<br />
rosas ocasiones en la capital aragonesa, destacando en el cartel de inauguración del Coso<br />
de la Misericordia alzado por Pignatelli. Aquí banderillea al toro al quiebro, a topacar-<br />
nero, forma de clavar, actualmente en desuso. 21J<br />
J c' /
212 ción.<br />
16 El mismo vuelca un toro en la plaza de Madrid<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 357 x 250 mm<br />
Martincho intenta con sólo su destreza fsica derribar al toro bravo, al que agarra del<br />
pitón diestro y el rabo; es una suerte tan vieja como la misma convivencia del hombre<br />
y el animal. La soledad del diestro, destacada por el empleo del fondo neutro de agua<br />
tinta contrasta con las dos figuras de la derecha que equilibran el vacío de la composi
17 Palenque de los moros hecho con burros para defenderse del toro embolado<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 356 x 248 mm<br />
Un toro embolado embiste a un burro mientras otros dos yacen en la arena vencidos.<br />
Mientras, cuatro moros (ataviados como mamelucos) se disponen a picar por ambos<br />
flancos a la res brava. Probablemente, esta estampa esté en relación con la número 12,<br />
describiendo otra diversión más de una corrida villana. Para algunos tratadistas, el toro<br />
embolado sería de origen hispanomusulmán. De cualquier forma, con ser la escena de<br />
actualidad, típica de cualquier pueblo o de la mojiganga (antigua fiesta con disfraces) de<br />
una ciudad, también podría relacionarse con la serie histórica. 213<br />
, -<br />
'<br />
I
18 Temeridad de Martincho en la plaza de Zaragoza<br />
Aguafuerte, aguatinta, bruñidor y punta seca. 249 x 357 mm<br />
Se ha visto varias veces un hombre [no hay referencia a Martincho 1 sentado sobre una<br />
silla, o sobre una mesa y con grillos en los pies, poner banderillas y matar al toro.<br />
El diestro aragonés, inmovilizado por unos grilletes en los pies, recibe al toro en la plaza<br />
saliendo del toril, sentado sobre una silla, con la sola defensa de una espada y un som<br />
brero de ala ancha por muleta. Centra el grabado la poderosa mirada del toro que atrae<br />
la atención del torero, retratado esta vez con rasgos individualizados. Toda la escena es<br />
contemplada por el público de la barrera, hacinado en un ' minúsculo ángulo que, sin<br />
214 embargo, transmite la sensación de lleno y alboroto en la plaza.
19 Otra locur suya en la misma plaza<br />
Aguafuerte, aguatinta, bruñidor, punta seca y buril. 247 x 355 mm<br />
Se ha visto varias veces un hombre [no hay referencia a Martincho] [",] sobre una mesa<br />
y con grillos en los pies, poner banderillas y matar al tor.<br />
Martincho espera al toro en pie, con los brazos abiertos (gesto que recuerda al persona<br />
je central de Los fusilamientos del Prado), sobre una mesa, inmovilizado por unos gri<br />
lletes en los pies, listo para saltar por encima de la res brava dando una voltereta apo<br />
yado en los cuartos traseros del animal. Este viejo juego circense era muy popular en la<br />
época, aunque pocos diestros se atrevían a ejecutarlo. En la arena, varios peones (7)<br />
observan la faena. En último término, una masa anónima de espectadores (cabezas sin<br />
rostro, rayadas por el aguafuerte) contempla la función. La lámina está firmada y fecha<br />
da en el ángulo inferior derecho (1815 I Gaya). 2/5
20 Ligereza y atrevimiento de juanito Apiñani en la de Madrid<br />
Aguafuerte y aguatinta. 250 x 358 mm<br />
Juan Apiñani, natural de Calahorra (La Rioja), fue banderillero en las cuadrillas de José<br />
Romero (retratado por Goya) y Martincho, y tuvo un hermano Manuel el Tuerto, mata<br />
dor de toros y facineroso de cuidado, según cuenta Vargas Ponce. Apiñani es representado<br />
en el momento justo en que sobrevuela con una garrocha al fiero animal, en pre )<br />
sencia de un tendido medio lleno, en el que algunos espectadores se acogen a la sombra<br />
2/6 de un quitasoL Expresión estética, técnica y de contenido son perfectas en esta lámina.<br />
- .<br />
, r<br />
r.<br />
L ()
, '; '. - . ,. -<br />
- - . _- - ..- - ' ;<br />
21 Desgracias acaecidas en el tendido de la plaza de Madrid, y muerte del alcalde de<br />
Torrejón<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, aguada, punta seca y buril. 253 x 357 mm<br />
En época de Gaya, el vigor y fiereza de los toros producía, con bastante frecuencia, el<br />
salto de la res al tendido, hiriendo o matando a los espectadores. Consta por los tratadis<br />
tas del tiempo y por algunas reales órdenes. En la estampa, de modernidad plástica arre<br />
batadora, la escena es tomada desde lo alto del tendido en dirección a la arena, total<br />
mente vacía con excepción de un personaje que contempla la escena junto al pretil, cali<br />
ficado erró'eamente como autorretrato. Descentrada de la composición, la silueta del<br />
toro se recota patética sobre el ruedo mientras porta, empitonado hasta el fondo, el<br />
cadáver del alcalde que le impide toda visión; en derredor del funesto animal, la gente<br />
huye despavorida en todas direcciones, en acción que recuerda a los Desastres. El suce<br />
so tuvo lugar en Madrid, el lunes 15 de junio de 180 l.<br />
2 í<br />
2/7
22 Valor varonil de la célebre Pajuelera en la de Zargoza<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 255 x 356 mm<br />
La Pajuelera pica al toro mientras un peón, casi oculto detrás del caballo, conduce al<br />
équido hacia la suerte de varas. Al fondo,. unos espectadores anónimos aparecen baña<br />
dos en la aguatinta. La lámina esta firmada «Goya» en el ángulo inferior izquierdo.<br />
Nicolasa Escamilla la Pajuelera lidió en los cosos españoles en 1748. El apodo de esta<br />
mujer torera se debe a su anterior dedicación como vendedora ambulante de pajuelas de<br />
2/8 azufre (mecha para quemar el mineral).<br />
(
23 Mariano Ceballos, alias el Indio, mata al toro desde su caballo<br />
Aguafuere y aguatinta, 254 x 356 mm<br />
t-, \.<br />
Mucho debió impresionar el arte de este criollo peruano o, más probablemente, argenti<br />
no a Gaya, pues lo convirtió en protagonista de las estampas 23 y 24 de la Tauromaquia<br />
(y la J, desechada en la edición definitiva) y la primera de la serie litográfica Los tors<br />
de Bureos (J 825), En la estampa, Ceballos propina una certera y profunda estocada al<br />
toro mediante un ágil movimiento desde su cabalgadura, Para concentrar la atención<br />
sobre esta acción, finamente grabada al aguafuerte, Gaya baña en la penumbra el resto<br />
de la lámina tanto los peones y enmascarados (¿?) de la arena como al público, mediante<br />
el uso del aguatinta,<br />
/<br />
(, '<br />
, ,<br />
219
24 El mismo Ceballos montado sobre otro toro, quiebra rejones en la plaza de<br />
Madrid<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 249 x 359 mm<br />
Mariano Ceballos el Indio monta un toro ensillado para su "doma"; la lanza que porta<br />
servirá para dar muerte al segundo toro que se contrapone en la escena, en un magnífi<br />
co escorzo; la alternancia del blanco y negro en las figuras de las reses y en la vestimenta<br />
del americano proporcionan a la escena un gran vigor plástico reforzado por el fondo<br />
desnudo levemente matizado por el aguatinta bruñida. Esta escena es un precedente<br />
claro de rodeo americano, tema retomado en Los tors de Burdeos (1825). Sobre esta<br />
especie de rodeo hay una interesante mención en el Tratado sobre los orígenes y losfun<br />
damentos de la desigualdad de los hombres de Rousseau. Refiere cómo un criollo bona<br />
erense condenado a galeras se jugó la vida con esta suerte, en Cádiz, en l746, a cambió<br />
220 de recuperar su libertad, recompensa que obtuvo.<br />
¿ 4
25 Echan perros al toro<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 357 x 250 mm<br />
Un toro se defiende de una jauría de perros de presa mientras un alguacilillo se aleja de<br />
la brutal escena. El tratadista José de la Tixera explica que esta suerte, actualmente<br />
extinguida, se emplea con los toros mansos y los ya corridos: así «no sólo se evita el<br />
riesgo de las inapreciables vidas de los actores, sino que al prpio tiempo se divierte el<br />
público al disfrutar de unas luchas que son de la mayor complacencia y de tiempo inme<br />
morable se han mirado como anejas e inseparables de las funciones de toros». La com<br />
paración de esta lámina con la e desechada muestra como Gaya en su complejo proce<br />
so creativo se decanta hacia una clara simplicidad. 221
26 Caída de un picador de su caballo debajo del toro<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 250 x 350 mm<br />
Para suplir la falta de caballers, entrarn los toreros de a caballo, que son una espe<br />
cie de vaqueros que con destreza y mucha fuerza, pican los toros con varas de detener:<br />
No es propiamente la ilustración de una suerte el contenido de esta lámina sino la repre<br />
sentación de un percance real que se repetía hasta la saciedad en las corridas de la época<br />
lo que provoca su reiteración en las estampas 32 y B (desechada). No es un alegato anti<br />
taurino, sino la constatación plástica de la realidad de ciertos fenómenos. El dramatisc<br />
mo de la escena, con el toro destripando al caballo mientras el picador aprisionado es<br />
pateado por el astado, al que no pueden desclavar los cuatro peones de la cuadrilla, pro<br />
222 vaca la hilaridad de un espectadorfrailuno. Hay gente para todo.
27 El célebre Fernando del Toro, barilarguero, obligando a lafier con su garrocha<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 356 x 248 mm<br />
Entre ellos [los varilargueros] han sido insignes los Marchantes. Gamero, Daza (que<br />
tiene dos tomos del arte inéditos), Ferando del Tor [ . . .],<br />
El picador Fernando del Toro asistido por tres peones espera la embestida del toro que<br />
lo observa con la cabeza alta. Resulta paridigmática de la suerte de varas esta escena,<br />
repetida en lo ensecial en un pequeño óleo ejecutado en París en 1825 (Paul Getty<br />
Museum, Malibu, EE. UU.). Al fondo galopa otro picador junto a un caballo inerte, la<br />
gran víctima de la fiesta. Más atrás, se recorta contra la barera la silueta de dos peones<br />
difuminados por Gaya para no restar fuerza expresiva a las cabezas del toro y del caba-<br />
llo, cuya huella fantasmagórica dejó el artista en el aguatinta. 223<br />
{
28 El esforzado Rendón picando un toro, de cuya suerte murió en la plaza de<br />
Madrid<br />
Aguafuerte, aguatinta y buriL 255 x 356 mm<br />
Siguen los percances de la suerte de varas. Gaya representó al picador Rendón en el<br />
mismo instante previo en que el toro le clavó el pitón en el pecho. El astado embiste con<br />
fuerza al caballo al que empitona mientras Rendón aguanta el empuje del toro con la<br />
pica en el morrillo, pero ya se vislumbra amenazador el cuerno siniestro que va a cla<br />
varse sobre el vientre del varilarguero, acción que moviliza a toda la cuadrilla, incluso<br />
a los peones que estaban en el callejón que corren desde la parte derecha de la lámina.<br />
Rendón fue coetáneo de Fernando del Toro y miembro de la cuadrilla del famoso dies<br />
224 tro Pedro Joaquín Rodríguez Costillares.<br />
1<br />
I
29 Pepe Illo haciendo el recorte al toro<br />
Aguafuerte, agualinta,punta seca y buil. 248 x 356 mm<br />
El sevillano José Delgado, Pepe lllo, describe así la suerte de recorte, por él mismo<br />
inventada, en L Tauromaquia o arte de torear (l796): «la que hace el Diestr cuando<br />
) cita al Toro a distancia proporcionada, y saliendo en frente de su cabeza, forma con él<br />
una especie de semicírculo, a cuyo remate se reúne con el Toro en un mismo centro,<br />
donde le da un quiebro de cuerpo, saliendo cada qual con distinto viage». Pepe Illo des<br />
pués de clavar un par de banderillas se "despide" del animal con un teatral saludo con<br />
la cabeza y genuflexión, mientras el astado lo contempla con una mirada fuera de sí. En<br />
un plano posterior, otro banderillero se apresta a clavar sus terribles puyas; al fondo se<br />
retiran dos picadores, el de la izquierda con el caballo despanzurrado, hecho que ya se<br />
puedo contemplar en la estampa 3. 225
30 Pedro Romero matando a toro parado<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 251 x 359 mm<br />
El rondeño Pedro Romero fue amigo de Goya y retratado por él en varias ocasiones, En<br />
su época, formó parte de una terna gloriosa en el arte del toreo junto con Pepe llo y<br />
Costillares (ausente en la serie), Aquí Goya lo representa en la suerte de matar al vola<br />
pié, inventada por el de Ronda El toro parado contempla alelado la muleta del torero a<br />
la par que éste se prepara para encajarle una mortal estocada, La arena está vacía, para<br />
recabar la máxima atención del público, contra lo que era usual en aquel tiempo. En el<br />
tratamiento del fondo, destaca el virtuosismo técnico empleado para diferenciar el sol<br />
226 de la sombra.<br />
,
31 Banderilas de fuego<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, aguada, punta seca y buril. 249 x 357 mm<br />
Contempla el espectador de esta lámina al astado en un magnífico escorzo de espaldas;<br />
de stllo cuelgan un par de banderillas humeantes, cuyo humo es fingido con nota<br />
ble virtuosismo técnico mediante aguatinta bruñida y aguada, En frente se apresta un<br />
banderillero con un nuevo par, el resto de la cuadrilla junto con los picadores pulula por<br />
la arena, en presencia de un público que llena la plaza y que está sólamente sugerido por<br />
los fuertes trazos ovales de las cabezas, Las banderillas de fuego eran usadas en vez de<br />
los perros para hostigar a los toros mansos. Goya, particularmente satisfecho de esta<br />
lámina, la firma y fecha (J 815) en el ángulo inferior derecho. 227
32 Dos grupos de picadores arrollados de seguida por un solo toro<br />
Aguafuerte. aguatinta. punta seca y tí48 x 356 mm<br />
Gaya abunda aquí en la plasticidad de los percances del toreo como si de unos nuevos<br />
Desastres de la tauromaquia se tratase. La res brava vuelca al picador y su montura, el<br />
cual no por ello deja de aguijonear al animal; apoyan al piquero otros chulos de la cua<br />
drilla. En derredor hay una verdadera carnicería: dos caballos muertos y un picador, sino<br />
muerto, herido inconsciente que portan dos de sus compañeros en una escena que<br />
recuerda de nuevo a los Desastres. Parece que en este estado de cosas sólo se iluminen<br />
los actores de la tragedia y que la arena y el ruedo permanezcan en la sombra produci<br />
228 da por el aguafuerte y el aguatinta.
33 La desgraciada muerte de Pepe lllo en la plaza de Madrid<br />
Aguafuerte, aguatinta, punta seca y buril. 249 x 355 mm<br />
Varios son los testimonios de la época que narran la muerte del diestro José Delgado en<br />
el coso de Madrid, en 11 de mayo de 1801, a los cuarenta y siete años de edad. A estos<br />
testimonios escritos hay que sumar las estampas populares, conjunto que debió servir de<br />
inspiración a Gaya -si no estuvo presente en la corrida- para componer esta lámina, par<br />
ticularmente fiel al acontecimiento. Delgado yace en la arena tras haber sido herido en<br />
una pierna; en un instante el toro lo empitona y le clava su asta siniestra en el vientre, a<br />
pesar del denuedo de su cuadrilla por liberarlo. Murió a los veinte minutos en la enfer<br />
mería de la plaza. El cuerpo casi exánime del torero, de arrebatadora fuerza plástica en<br />
su simplicidad, inspiró a Manet su célebre aguafuerte Le torro mort (1864-1868). 229<br />
l'<br />
0.)
No "bemos cómo hub;,,, Goya bauti,.do de fo,ma definitiva su<br />
portentosa serie de Disparates, término que empleó para deno<br />
minar a bastantes de ellos por separado. En el siglo XVIII, según el acadé<br />
mico Diccionario de la Lengua Castellana o Diccionario de Autoridades,<br />
disparate significaba "hecho o dicho fuera de propósito y de razón. Díjose<br />
disparate de "dispar", por no tener paridad ni conformidad con la razón." El<br />
Diccionario de 1992 señala que disparate deriva del latín disparatus,<br />
participio de disparare, separar, y que significa "hecho o dicho disparatado<br />
(fuera de razón y regla)".<br />
Los Disparates de Gaya, creados por el artista probablemente a lo largo<br />
de un septenio, entre 1816 y 1823, no fueron editados en vida de éste. Su<br />
primer propietario conocido fue R. Garreta, coleccionista madrileño; el<br />
segundo, el santanderino J. Machén; y el tercero, el actual, la Real<br />
Academia de Bellas Artes de San Fernando, que los adquirió en 1862. Eran<br />
dieciocho láminas inglesas de cobre, a las que habría que sumar otras cua<br />
tro, que fueron a parar a Francia, y que no forman parte de la edición ofi<br />
cial. La primera publicación, con el inadecuado título de Prverbios, corrió<br />
a cargo de L. Potenciano, por mandato de la Academia (864). Después<br />
fueron estampadas, siempre por decisión de la Academia y en su gabinete<br />
de la Calcografía Nacional, en diez ocasiones más, la última de ellas en<br />
1983, fecha en la que la Docta Corporación acordó no volver a imprimir<br />
las, para preservar las planchas de cualquier desgaste.<br />
De todos los grabados goyescos han sido, sin duda, los que han desperta<br />
do más constante interés. Todos los tratadistas, desde los pioneros Yriarte y<br />
Lefort, estudiosos, poetas, artistas o filósofos, tales como Baudelaire,<br />
Huysmans, Carderera, Mélida, A. L. Mayer, Paul Klee, Araujo, E. Nolde,<br />
Blamire Young, F. S. Wight, Aldous Huxley, Gómez de la Serna, Camón,<br />
Glendinning, Carrete o M. Armstrong Roche, se han sentido fascinados por<br />
esta obra inclasificable, "alegoría sombría y enigmática", espejo de los<br />
"pecados y estulticias originales" del ser humano, carnavalesca, albergue de<br />
realismo mágico, expresión de lo Sublime Terrible, "oscuramente subversi<br />
va", cuna del expresionismo por su inextricable mezcla de emociones fuer<br />
tes y de terror, logrado a veces mediante lo grotesco, que produce vértigo<br />
por su exacerbado pesimismo y en la que se produce una auténtica apoteo<br />
sis de lo irracional...<br />
A diferencia de lo que sucede con otras series, no se sabe de cierto cuál<br />
hubiera sido la secuencia concreta que Goya pensaba asignar a estas fan<br />
tásticas creaciones basadas en el carnaval de Madrid. Dato relevante por
234<br />
que, como sucede a veces en los Carichos, la contigüidad de ciertas estam<br />
pas ayuda a interpretar su intención. Se conocen 20 dibujos preparatorios,<br />
hechos mediante sanguina y aguada roja, a menudo muy reformados en la<br />
plancha definitiva y que no ayudan al esclarecimiento de los últimos signi<br />
ficados que Gaya quiso dar a sus portentosas y atormentadas creaciones.<br />
Los Disparates están, pues, destinados a ser objeto de continuada reflexión<br />
por parte de sús espectadores, que hállarán en ellos una inagotable fuente<br />
de inquietudes y cuestiones sobre la naturaleza profunda del ser humano.
1 Disparate femenino<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca O). 359 x 247 mm.<br />
Mujeres de diverso aspecto y todas ataviadas lindamente mantean a un par de<br />
varones en el juego del pelele. Más que hombres son, por su tamaño y dislo<br />
camiento, homúnculos, monigotes desarticulados con los que puede hacerse<br />
cualquier cosa. Con ellos se practicaba, a veces, este juego, mejor que con per<br />
sonas de carne y hueso. La división de sexos está clara en el "disparate": pele<br />
le o real, el manteado es masculino. El varón de poca enjundia puede ser tra<br />
tado como un fútil maniquí por el bello sexo. Más aún: lo que hay en el fondo<br />
de la manta es una asociación de jumento y hombre, como si ésa fuera la con<br />
dición verdadera de quien se deja tratar de tal forma. En una de las pruebas<br />
hechas por Gaya para este grabado había escrito el aragonés: "Con los burros<br />
se juega a los peleles".<br />
235
2 Disparate de miedo<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca (7). 357 x 245 mm<br />
Hay guerra. Los soldados matan y mueren en un paisaje de desolación. Apenas hay lu<br />
gar para la vida: excepto para la vida que busca la muerte. U pobre árbol solitario,<br />
despojado de todo verory rama en su mayor parte, centra la vista del espectador y la<br />
conduce al montículo que le sirve de base: no es un mogote de tierra, sino el escenario<br />
de la carnicería, del caión devastado/; del encono entre los hombrs. En primer plano,<br />
otrs soldados, en trance de matar y de morir, quedan dispersos, caíos y aterrrizados<br />
ante el gigantesco espectro sin rostro que se les manifiesta. Enorme, su horror apenas<br />
cabe en el panorama que lo contiene. Encorvado, alarga sus invisibies brazos hacia el<br />
pelotón, que no puede resistir lo que, por fin, ha acertado a ver: el pavor que prvoca<br />
236 la vesania del hombre. Siempre hay un horrr más grande.
3 Disparate ridículo<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 247 x 358 mm.<br />
Un grupo, acaso una familia congregada, atiende a un individuo que diserta. Alguno<br />
quizá escuche; los más están ajenos, distraídos, desentendidos de lo que sucede, sin inte<br />
rés ninguno por la plática. Hace frío. Todos se han abrigado como pueden, con ropas de<br />
mal y bien vestir (se ve un manguito) o con mantas. No es escena hogareña, sino de<br />
intemperie, incómoda. No hay a dónde ir. Quedan, pues, quieto. El más abrigado es el<br />
hablador, que apenas deja fuera de la envolvente manta las manos que lo muestran como<br />
protagonista del discurso. Está enfrentado al grupo, como si fuera especial o superior.<br />
Sucede en lugar tan inverosímil como una gran rama, alta, desnuda, de un árbol añejo y<br />
muerto, en cuya parte más quebradiza se ha instalado el dueño del sermón junto a una<br />
mujer velada y ausente. Como si Goya pensase: "Déjennos de sermones". 237
5 Disparate volante<br />
Aguafuerte y aguatinta. 360 x 248 1111.<br />
Un fascinante ser imposible lleva en rápido y peligroso ascenso por los aires a la mujer,<br />
asustada, temerosa, y al hombre de oscura vestimenta, que parece cabalgar a sus anchas<br />
en la grupa equina, blanquísima y musculada, de la rara montura. Sobre el perfil de sus<br />
enormes alas, la faz dentada del animal, las manos implorantes y la cabellera de la dama<br />
son otros tantos toques de claridad en los que, a la fuerza, reparan los ojos del especta<br />
dor que, así, asume la condición dramática de este paseo imaginario. La belleza de los<br />
elementos sueltos, la airosa cola, los pliegues de la falda o las abiertas alas de la bestia,<br />
poderosas, perfectas, no atenúan ni menguan el aura de tragedia con que Goya quiso<br />
teñir la escena. Fuerzas por encima del control humano generan miedo y padecimiento. 239
6 Disparate furioso<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 247 x 359 mm.<br />
La furia, la violenta agitación que causan las pasiones humanas, desemboca en iracundia,<br />
en cólera violenta, en precipitación y desprecio temerario de todo obstáculo, priva de<br />
raciocinio y lleva a cometer desatinos y a causar graves daños. El hombre enfurecido es<br />
temible y, si va armado, su enojo resulta fatal. Nada lo detendrá: ni la debilidad de una<br />
víctima que aúlla de dolor, derribada de un golpe en la nuca, ni el número y hosco aspec<br />
to de los enemigos contra quienes se dirige, quizás por causa de la recatada mujer a la<br />
que guardan. Tanta es su pasión que el furibundo puede seguir asestando golpes sin des<br />
prenderse siquiera del cuerpo desmadejado que acaba de abatir certeramente. El ruinoso<br />
lugar, la difusa luz del fondo y el misterioso personaje recogido y cubierto que camina<br />
240 lentamente para salir de escena, aumentan los tonos trágicos del arrebato.
7 Disparate matrimonial<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca. 247 x 359 1111l.<br />
Disparate desorenado se lee en una de las pruebas que el aragonés hizo para esta pun<br />
zante y fea estampa, denominada por Beruete Disparate matrimonial. Un grupo de repo<br />
sados espectadores, con aire más bien devoto y rostros de estulticia o indiferencia, con<br />
templa la angustiosa situación de una pareja de aspecto indisoluble (¿matrimonio a la<br />
fuerza? ¿monstruos de feria?), que suma ocho pies, tensamente ceiida por un solo ro<br />
paje y en la que el varón, en actitud admonitoria o de recriminación, plantado sobre sus<br />
recias pieras, dirige su fea mueca y sus dedos retadores a un obispón. La mujer, sol<br />
dado su cráneo y con gesto de dolorosa asfixia, inmóvil a la fuerza y sin poder ver lo<br />
que pasa, cruza pasivamente las manos ante otro congregación, sombría e imposible, de<br />
cuatro asistentes. Todo está fuera del orden natural o racional. 24/
8 Los ellsacadós<br />
Agu:lIueTl': y H&L1:l\1I11:1 bruillda. 2-8 , 359111111.<br />
No es título dc Goya. Largo desfile de .ujetos virone: emhu{ido en aco
9 Disparate general<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 248 x 359 111111.<br />
Escena de magistral composición, repleta de personajes disímiles. para la que se han<br />
propuesto varias interpretaciones. Ninguna da cuenta cabal de cuanto se ve. Sólo Gaya.<br />
si quiso darle sentido preciso, podría resolver el enigma. ¿La España pintore sca y ab<br />
surda. que hace caso omiso del hombre letrado, perdida en supercherías, mientras se<br />
acerca el peligro por el fondo? ¿Improbable ilustración del proverbio "Uñas de gato, h¡í<br />
bita de beato''') El soldadote del fondo semeja un monigote de la CO/llll1edia del/'Are y<br />
no infunde temor; el devoto, figura de expresividad y fuerza, se dispone a acoger una<br />
camada de mininos; la noble cabeza del anciano lector destaca, absorta. Cada figura se<br />
singulariza pero el grupo es compacto: un montón en cuyo extremo superior hay un bebé<br />
en rara posición. Y, en el remate, un varón adusto, que tiene alguna semejanza con el<br />
pintor. La mejor glosa, su título: disparate general. 243
10 Caballo raptor<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y punta seca. 253 x 359 mm.<br />
Mejor, "Disparate desenfrenado", pues no hay freno en el brioso corcel ni en la imagi<br />
nación de su creador. Un trabajo previo a la estampa definitiva incluyó a un hombre<br />
muerto ante el caballo, acaso por los cascos de éste, que, triunfador, se lleva a la dama<br />
consigo. La escena, depurada y más hermética, centra la atención en la mujer, que pa<br />
rece flotar agitada, con expresión enigmática. El caballo, desde su poderosa anatomía y<br />
en la equilibrada serenidad de su cabriola, domina el argumento y la escena. El paisaje,<br />
yerto, intemporal, muestra roquedos horribles que, en realidad, son animales monstruo<br />
sos, especímenes fantásticos de rata o alimaña en cuyas fauces, como sucede en la parte<br />
izquierda, cabe ampliamente un ser humano. Doble disparate y, por eso, la justa etique<br />
244 ta de desenfrenado.
11 Disparate pobre<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida, punta seca y buril. 247 x 358 mm.<br />
Estampa bimembre, con una mitad clara y otra oscura, con la parte derecha reposada y<br />
quieta, afirmada sobre un podio que la eleva, y la izquierda abierta, agitada, confusa y<br />
rampante de abajo a arriba. Cerca del centro, en postura que no permite interpretar con<br />
claridad si llega o parte, huye o regresa, llama o rechaza, la mujer a la que acosa (¿o<br />
saluda?) un espectro ¿rechazado?, mientras otra criatura, de aspecto enloquecido e hir<br />
suta cabellera, se dirige hacia el primer trasgo. En la otra parte, en tenebrosa quietud, el<br />
impasible y decrépito grupo de viejos con traje talar queda tras el rostro lampiño del<br />
acólito, único que parece advertir la rara condición de la mujer, que posee dos torsos:<br />
atento el enhiesto al escenario blanco, dirigido el segundo al interior del recinto. Ayer y<br />
hoy, dentro y fuera, azar y certeza, ser y soñar... 245
12 Disparate alegre<br />
Aguafuerte. aguatinta bruñida y punta seca. 246 x 358 mm.<br />
Baile concertado, pero torpe y rígido,de tres hombres feos, ridículos y sin gracia que ha<br />
cen corro con otras tantas mujeres, menos descompuestas y, como ellos, de distinta al<br />
curia. Todos tocan los crótalos, todos marcan el ritmo, todos parecen disfrutar de la<br />
danza, todos tienen pareja de su rango y estado, todos se han acicalado, adorado, pei<br />
nado: mas no resulta de esta suma de correspondencias ninguna galanura final. Ellas<br />
señalan pasos de baile como es debido; ellos quedan cortos o exageran. El conjunto<br />
resulta artificioso, afectado; la alegría que trasciende de la escena, es acartonada, in<br />
hábiL En todo caso, el varón danzarín no puede compararse con la mujer que baila: llana<br />
o afectada, de su disposición natural emana una grácil soltura que la mera presencia del<br />
246 varón trueca en desarmonía.
13 Modo de volar<br />
Aguafuerte, aguatinta y punta seca? 247 x 359 11111.<br />
Encogido, estirado, de frente, de perfil, por detrás y delante, con el artificio ieonardes<br />
ca recogido o abierto, no hay ironía amarga ni crítica acerada en esta estampa. Es, casi,<br />
un manual de instrucciones. El hombre equilibrado y atento, de expresión inteligente y<br />
decidida, ha logrado alcanzar la soñada destreza del ave, en cuyo homenaje corona la<br />
cabeza con tocado de pájaro. Los hilos tensos, el timón de cola, el ceñidor del cuerpo,<br />
los asideros para las manos, los estribos, las nervaduras del artificio ... No es imposible<br />
que el hombre se eleve en el aire. Hoy es un disparate, pero nada risible: hay un modo<br />
de volar y alguien sabrá mañana dar con él. (Ícaros actuales surcan el aire ayudados sólo<br />
por su cuerpo y unas alas de tejido multicolor. Gaya tenía razón. No es, ya, un dispara<br />
te. Era, exactamente, el modo de volar). 247
14 Disparate de carnaval<br />
-=='--- -----<br />
Aguafuerte y agua tinta. 246 x 357 mm.<br />
Representación de carnaval en una plaza, al aire libre, en la vía pública. Los personajes<br />
grotescos en escena evocan los modelos italianos, que Goya conocía desde joven: la<br />
Commedia dell'Arte, con sus Pantaleones, Polichinelas y Arlequines. Otro cómico se<br />
exhibe sobre zancos ante el gentío, anuncio ambulante de las habilidades en el teatro<br />
para pobres. El perro gruñe, amenazador, uno más entre el gentío, mezclado con perso<br />
nas. Mientras los comediantes hacen la farsa, la vieja se alela, el joven señala al zancu<br />
do y un tipo pícaro, al fondo, trama una fechoría o la comete. En primer plano, un suje<br />
to del pueblo, vestido de domingo, planta su corpulencia con aplomo. Su figura subra<br />
ya que en la fiesta no hay más artificio ni escenografía que la tensión dramática que sean<br />
248 capaces de crear los cómicos de la legua.
15 Disparate claro<br />
Aguafuerte, aguada y aguatinta bruñida. 247 x 357 mm.<br />
Composición teatral y efectista, que muestra un terrible discurso inapelable. Arriba y<br />
abajo, cielo e infierno, te salvo o te condeno, obedece o perece, anuncian, sin rebozos ni<br />
alambicamientos, los rígidos dedos. del orador, presa de un transporte justiciero, exi<br />
gente y fanático. Una enorme y opresiva techumbre, híbrido de pesado cortinaje y som<br />
brío roquedo, marca los límites del ominoso mundo en que suceden tales cosas, fronte<br />
ra que apenas los hombres, encaramados unos sobre otros, pueden rozar con sus dedos,<br />
si es que no la sostienen ellos mismos para albergar al predicador intransigente.<br />
Devotas, frailes, nobles y plebeyos son la clientela del iracundo hablador, testigos de<br />
cómo el soldadote, de rostro apenas pergeñado, vase camino del peor destino . En el<br />
exterior. sombras confusas e indefinibles. Y mayor claridad. 249
J 6 Las exhortaciones<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 246 x 359 mm.<br />
Suele llamarse a esta estampa Las exhortaciones, pero la han bautizado también como<br />
El divoro o Disparate triple, cuyo sentido preciso se veda, lo qle sólo molestará a<br />
quien necesite argumentos para lo goyesco. Ellos no quieren separarse: la idea aterro<br />
riza a la mujer, cuyo rostro desfigura la angustia de la expectativa. El hombre, humillado<br />
y contrito, soporta como puede la bronca de un magro y autoritario reprendedor, que pa<br />
rece hablase directamente a los sesos del cuitado. Un monstruo tricéfalo contiene la es<br />
cena por la izquierda y abre el paréntesis que se cierra con el predicador. El fondo es<br />
oprobioso, sombrío y móvil. Dos personas mayores, con ademanes suaves, acompañan<br />
a la mujer: la anciana musita un consuelo para el espíritu desgarrado de su pupila, inca<br />
paz de decidir. Y, en el codo de la vieja, un rostro socarrón y boquiabierto, que pasa de<br />
250 sapercibido, y que da al traste con todo raciocinio.
17 L lealtad<br />
Aguafuerte y aguatinta bruñida. 246 x 358 mm.<br />
Concentrado sobre su interior, impávido, vestido con lo justo y sin calzado, sobre un so<br />
mero taburete de palo, con las manos trenzadas en refuerzo de su recogimiento, ajeno al<br />
mundo, el personaje central inspira respeto, a pesar de su risible atuendo, su rostro<br />
deforme y su cabeza estrafalaria. Los personajes de la derecha se mofan con descaro de<br />
la actitud meditabunda y quieta. Los de la izquierda, lo interpelan, quieren llamar su<br />
atención, ponerlo a prueba, sacarlo de su voluntario e imperturbable reposo, descom<br />
poner su gesto introspectivo y firme. Al fondo, un adusto jinete, con aire entre domina<br />
dor o indiferente, queda a verlas venir. Es seguro que, si no cede, recibirá un amargo<br />
castigo que ya se avecina, en el interior de una descomunal jeringa. Sólo el perrillo,<br />
impotente y asustado, muestra con la presión de su breve cuerpo que no está sola la vÍC<br />
tima. 251
252<br />
18 Disparate fúnebre<br />
Aguafuerte, aguatinta bruñida y buril. 244 x 358 mm.<br />
Los fantasmas y Disparate fúnebre son nombres propuestos para este enigma, de estudiada<br />
composición. Pero no tiene nombre o, si alguna vez lo tuvo, se ha olvidado. Los más hablan<br />
de la muerte y el tránsito incierto al otro mundo, donde acaso el alma encuentre un universo<br />
insólito y variado: el cuerpo por tierra sería, pues, cadáver; y ánima inquieta la que pone un pie<br />
en el otro mundo y busca con el dedo alguna certidumbre. Pero, ¿por qué no un sueño o una<br />
pesadilla? El espíritu adulto y .atribulado pasea, libremente, ajeno al freno de la consciencia,<br />
por entre sus propios fantasmas y recuerdos. El viaje astral. La metempsícosis. La rapaz más<br />
parece acoger que amenazar. No hay int¡nción aviesa que se advierta en los seres oscuros. Éste<br />
es el último de los proverbiales disparates que, en 1864, vieron la luz por primera vez, en Ma<br />
drid, al cuidado de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando, treinta y seis años pasa<br />
dos de la muerte de Francisco Gaya, cesaraugustano y natural de Fuendetodos.
CAPRICHOS<br />
(1796-17(9)<br />
PRIMER" EDICI(N 1799<br />
(se desconoce el estampador que trabajó<br />
para Gaya)<br />
SEGUND,\ EDICiÓN 1, 1855*<br />
TERCERA EDICiÓN 1868"<br />
CUART\ EDICiÓN 1878:<br />
QUINTA EDICIÓN 1881-1886'<br />
SEXTA EDICIÓN 1qo-I 900*<br />
SÉPTIMA EDICION 1913-190S*<br />
0CTWA EDICiÓN 1905-1907*<br />
NOVENA EDICIÓN 1908-1912':<br />
DÉCIMA EDICiÓN 1918-1828*<br />
UNDÉCIMA EDICiÓN 1929<br />
(Calcografía Nacional de la Escuela<br />
Nacional de Arres Gráficns pura la<br />
Exposición Hispano-Americana de Sevilla,<br />
1929)<br />
DUODÉCIMA EDICiÓN 1937<br />
(Rupérez en la Calcografía Nacional para<br />
el Ministerio de Instrucción Plblica y<br />
Bellas Artes)<br />
EDICIONES DE LAS CUATRO PRINCIPALES SERIES<br />
SEGUNDA EDICI(N 1892'<br />
DE<br />
GRABADOS DE GOYA<br />
DESATRES DE L GUERRA<br />
PRIMERA EDICiÓN<br />
(1810-1815)<br />
filalizada en marzo de 18ó.<br />
(en el taller de Laurenciano Potenciano<br />
pan la Real Academia de Bellas Artes de<br />
San Ferando)<br />
TERCERA EDICiÓN 1903*<br />
CUARTA EDICION 1906'<br />
QUINTA EDICIÓN 1923'<br />
SEXTA EDICION 1930*<br />
SÉPTIMA ErICIÓN 1937<br />
(Rupérez en la Calcografía Nacional para<br />
el Ministerio de Instrucción Pública y<br />
Bellas Artes)<br />
TAUROMAQUIA<br />
( 1814-1816)<br />
PRIMER' EDICiÓN 1816<br />
(se desconoce el estampador que trabajo<br />
para Gaya)<br />
SE!;UNDA EDICiÓN 18)5"<br />
TER! 'ERA EDICiÓN 1870<br />
(un grabador frallcs para E. Loizclet, en<br />
París, 1876)<br />
CU.\RTA EDICIÓN 1905<br />
(Pérez AgUil en la Calcografía Nacional<br />
pnra Ricardo de los Ríos)<br />
QUINTA EDICiÓN 1921<br />
(Calcografía Nacional para J Círculo de<br />
Bellas Aries de Madrid)<br />
SEXT\ EDICIÓN 1928<br />
(Rupérez en la Calcografía Nacional para<br />
el Círculo de Bellas Alles de Madrid, en<br />
conmemoración del J Centenario dc la<br />
muerte de Gaya)<br />
SéPTIM.\ EDICIÓN 1937<br />
(Rupérez en la Calcografí¡ Jacional para<br />
el Ministerio de Instrucción Plíblica y<br />
Bellas Artes)<br />
OCTAVA EDICIDN 1983'<br />
* Estampada en la Calcografía Real (o Nacional) para la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando,<br />
254 exponen re,taurados en el «Gabinete Francisco de Goya», en la Calcograha Nacional. desde I Cl0,<br />
DISPARATES<br />
(1 1816-1823)<br />
PRIMER" EDICIÚN 1864<br />
(Laurcllciano Potenciallo para la Real<br />
\cademia de Bellas Artes de S:<br />
remando)<br />
SEGUNDA EDICiÓN<br />
oClubre de 1875"<br />
TERCERA EDICIÓN 1 91'<br />
CUART\ ELICllN 1902*<br />
1)11111.\ EfICIIIN 1904"<br />
SEXT\ EDICfIlN 191b':'<br />
SÉPTIMA ED(('[N 1923<br />
Ocr,\\A EDICIr 1931<br />
N()VENA WICIÓN 1937<br />
(Rupérez en la Caleografla Nacional para<br />
el Ministerio de Inslrucciun Pública y<br />
Bellas Aries)<br />
N. B. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando -poseedora de todas las láminas de cnbre excepto las de los Caprichos, propiedad<br />
de la Calcografía Nacional- tomó el acuerdo unánime, en 1985, de no volver a estampar los cobres (incluido el fondo histórico), los cuales se
BIBLIOGRAFÍA SELECTA<br />
Una buena síntesis sobre el grabado español en época de Goya en Vv AA .. El grabado en Espaíia (siglos XV-XVlI), Summa Artis,<br />
XXXI, Madrid, Espasa-Calpe, 1987.<br />
La bibliografía completa sobre la obra gráfica de Goya hasta 1992 en Javier BLAS (coOI·d.), Gaya grabador y IitóRrafo. Repertorio<br />
biblioRráfico, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calcografía Nacional, 1992; para una valoración crítica de ésta,<br />
Jesusa VEGA,
256<br />
GOYA<br />
1746 Nace, sexto hijo de José y Gracia<br />
,<br />
I<br />
1748<br />
1749<br />
1750<br />
1751<br />
1752<br />
1753<br />
1754<br />
1756<br />
I<br />
1759<br />
1760<br />
1761<br />
1762<br />
Aprendiz con Luzan I<br />
1764 Concursa en la Academia de San Fernando<br />
1766 Concursa de nuevo en la Academia<br />
1767<br />
1769<br />
"<br />
1770 Viaja a Italia<br />
1771<br />
1772<br />
Concurso Academia. de Parma. Careto del Pilar<br />
1773 Casa con Josefa Bayeu<br />
1774<br />
1776<br />
Cartuja de Aula Del. Cartones para tapices<br />
1778<br />
1779<br />
Grabados sobre Velazquez<br />
1780 Académico de San Fernando<br />
1781 Regina Martyrum. Primer gran encargo regio<br />
1783 Retratos Importantes. Infante Don Luis<br />
1784<br />
1785<br />
1786<br />
1787<br />
1788<br />
Osuna y Medlnacell. Vlcedir. Academia 1<br />
Gaya, pintor del rey<br />
<br />
1789 Pintor de cámara Retratos regios<br />
1791<br />
<br />
1792<br />
1793<br />
Memoria sobre la Pintura. Queda sordo<br />
1794<br />
1795<br />
Dir. de Pintura de la Academia. Los Alba<br />
1796 En Sanlúcar, con los Alba fl<br />
1797 Trabaja para los Osuna<br />
1798 Frescos de San Antonio de la Florida.<br />
1799 Primer pintor de cámara. Caprichos<br />
1800 Trabaja para Godoy<br />
1801<br />
1802<br />
La familia de Carlos IV<br />
<br />
1803<br />
1804<br />
I<br />
1805 Las Majas<br />
1806 I',ace Marianito Gaya, único nieto I<br />
1807<br />
1808 Pinta a Fernando VII para la Academia<br />
Visita Zaragoza tras el I Sitio. El Coloso<br />
Jura lealtad a José I Bonaparte<br />
\<br />
I<br />
1809 Alegoría de la Villa de Madrid I<br />
1810<br />
1811<br />
1812<br />
1813<br />
Desastres de la Guerra<br />
Recibe la Real Orden de España (José 1)<br />
t Josefa Bayeu. Pinta a Wellington<br />
,<br />
,<br />
1814 Pinta el Dos de mayo y el Tres de mayo<br />
Es investigado por la Inquisición<br />
1815 Exculpado de impiedad y afrancesamiento<br />
1816 Tauromaquia. Disparates<br />
Amarguras ante el absolutismo<br />
<br />
1817<br />
1818<br />
Viaje a Andalucía<br />
1819 Enfermedad grave. La Quínta del Sordo<br />
I<br />
1820 Pinturas Negras "<br />
1821<br />
1822<br />
!<br />
1823<br />
1824 Emigra a París y Burdeos. Litografías<br />
I<br />
I<br />
,<br />
1825<br />
1826<br />
Los Toros de Burdeos. Enfermo grave<br />
En Madrid. Pide el retiro. Va a Burdeos<br />
I<br />
h<br />
1827 Viaje a Madrid. La lechera de Burdeos I<br />
I<br />
1828 Muere el 15 de abril en Burdeos<br />
1
Fundación de la Real Academia de San F.rnando<br />
anuel Godoy, valido. Academia de San Luis, Zaragoza<br />
---<br />
ESPAÑA<br />
t Felipe V. Ferando VI, rey<br />
Nace Carlos (IV)<br />
Giaquinto, pintor de cámara<br />
V. Rodríguez: Santa Capilla del Pilar<br />
La Inquisición contra L'Encyclopédie y L'Esprit .<br />
t Fernando VI. Carlos 111, rey<br />
Mengs, pintor de cámara<br />
Tlépolo en Madrid<br />
RR. SS. Ecc. de AA. del País<br />
Motín de Esquilache. Aranda, primer ministro<br />
Expulsión de los Jesuitas<br />
t Tlépolo<br />
ridablanca, primer ministro.R. S. E. Arag.de AA. del P.<br />
t Mengs<br />
Sarnaniego: Fábulas morales<br />
Nace Fernando (VII)<br />
Canal Imperial de Aragón<br />
t Carlos 111. Carlos 1'1, rey<br />
Cadalso: Cartas marruecas<br />
Jovellanos: Informe agrario<br />
Godoy casa con la condesa de Chinchón<br />
Apogeo de Godoy<br />
España recupera Menorca<br />
Batalla de Trafalgar<br />
Moratin: El si de las niñas<br />
Los franceses en España<br />
Abdica Carlos IV<br />
Gu"rra de la Independencia<br />
Jovellanos: Canto guerrero. Gallego: AI2 de mayo<br />
Constitución de Cádiz<br />
Retirada francesa<br />
Vuelve Fernando VII. Absolutismo<br />
Trienio liberal<br />
Independencia de Méjico y Venezuela<br />
Reacción absolutista. Cien Mil Hijos de San Luis<br />
Ejecución de Marian Pineda<br />
MUNDO<br />
Buffon: Histoire Naturelle.<br />
Máquina de hilar (Hargreave)<br />
Máquina de vapor (Watt)<br />
Independencia de los EE. UU.<br />
t Federico II de Prusia<br />
Lavoisier: Leyes. Laplace: Sistema planetario<br />
Revolución Francesa<br />
Desmotadora de algodón (Whitney)<br />
Telégrafo (París-Lille). Sistema métrico decimal<br />
Vacuna viruela (Jenner)<br />
Nace Comte. Malthus: teoría demográfica<br />
Golpe de Estado de Bonaparte. Gauss<br />
Pila de Volta. Electrolisis<br />
Radiación ultravioleta (Ritter)<br />
Napoleón, emperador Pruebas de nave a vapor<br />
Fotosíntesis (Saussure)<br />
Batalla de Austerlltz<br />
Barco a vapor (Fulton)<br />
Gay-Lussac: Combinación de los gases<br />
Polarización de la luz (Malus)<br />
Nacen Proudhon y Darwin<br />
Nace Kierkegaard<br />
Locomotora (Stephenson)<br />
Restau ración de los jesuitas<br />
Batalla de Waterloo. Congreso de Viena<br />
Fotografía (Niepce)<br />
Nace Marx<br />
Nace F Engels<br />
Sindicatos legales en Inglaterra<br />
CULTURA<br />
Montesquieu: El espiritu de las leyes<br />
Nace Goethe<br />
t Bach<br />
L'Encyclopédie, vols. I y II<br />
Rousseau: Causas de la desigualdad ...<br />
Nace Mozart<br />
Voltaire: Candide<br />
Rousseau: El contrato social<br />
Beccaria: De los delitos y las penas<br />
Nacen Beethoven, Hólderlin y Hegel<br />
L'Encyciopédie, completa<br />
Goethe: Werther<br />
t Voltaire y Rousseau<br />
Schiller: Los bandidos. Kant: Critica de la razón pura<br />
Mozart: Las bodas de Figaro<br />
Mozart: Don Juan<br />
Nace Schopenhauer<br />
Nace Delacroix<br />
Nace Rossini. La Flauta mágica y muerte de Mozart<br />
David: Muerte de Marat<br />
Litografía (Senefelder)<br />
Nacen Pushkin y Balzac<br />
Beethoven: 1 ª Sin fama. David: Mme. Récamier<br />
Nace V. Hugo. Chateaubriand: Genio del Cristianismo<br />
t Kant. Beethoven: Sinfonia Heroica<br />
Blake: El Juicio Final<br />
Nacen Chopin y Schumann. t Haydn<br />
Nace Dickens. Lord Byron: Childe Harld<br />
Nacen Verdi y Wagner<br />
Ingres: La gran odalisca<br />
Rossini: El barbero de Sevilla<br />
Nace Walt Whitman. W Scott: Ivanhoe<br />
Géricault: Los náufragos del Medusa<br />
Nacen Flaubert y Dostoievski<br />
t Srlelley. Delacroix: Dante y Virgilio<br />
Beethoven: Novena Sinfonia<br />
t Byron y Géricault<br />
t Beethoven. Víctor Hugo: Prefacio al Cromwell<br />
Nace Tolstoi
CATÁLOGOS EDITADOS CON MOIVO DE LAS<br />
EXPOSICIONES CELEBRADAS EN LA SALA LUZÁN<br />
(DON JAIME 1, 33) DE L CAJA DE AHORROS<br />
DE LA INMACULADA DE ARAGÓN<br />
1. FOTOGRAFíA. "L CARA INFANTIL MÁS EXPRESIVAII,<br />
febrero 1962.<br />
2 ,N SALÓN NACIONAL DE FOTOGRAFíA", marzo 1962.<br />
3. "PRIMERA EXPEDICiÓN ESPAÑOLA A LOS ANDES<br />
DEL PERÚ», abril 1962.<br />
4 PINTURA "ORGANIZADA POR EDUCACiÓN Y DES<br />
CANSO», actubre 1962.<br />
5. ,d MUESTRA COLECTIVA DE ANTICUARIOS ZARA<br />
GOZANOSII, diciembre 1962<br />
6. "JAVIER CLAVO», diciembre 1962.<br />
7. "ÁNGELA", diciembre 1962.<br />
8. "MOVIMIENTO DE TRÁFICO EN ZARAGOZA EX<br />
CELENTíSIMO AYUNTAMIENTOII, maya 1963.<br />
9. FOTOGRAFIA "CENTENARIO DE SAN PABLO", junio<br />
1963.<br />
10. ,di MUESTRA COLECT IVA DE ANTICUARIOS ZARA<br />
GOZANOS", naviembre 1963.<br />
11. "PRIMERA EXPOSICiÓN ESPAÑOLA DE LA HISTORIA<br />
DE LA FARMACIAII, marzo 1964<br />
12. "ESCULTURA AFRICANA», abril 1964.<br />
1 PINTURA "ALUMNOS COLEGIO MARIANISTASII,<br />
junio 1964.<br />
14. ,dll MUESTRA COLECTIVA DE ANTICUARIOS ZARA<br />
GOZANOSII, maya 1965.<br />
15. "FOTOGRAFíA URBANA DE ZARAGOZA», naviembre<br />
1965<br />
16. "CARMEN VIVESII, maya-junio 1966<br />
17. ,dRENE» lartista francesal, diciembre 1966.<br />
18. OBJETOS ANTIGUOS. "COLECCiÓN JAVIER CIRIAII,<br />
diciembre 1966.<br />
19. "ALBERTO DUCE", enero 1967.<br />
20. "ARMANDO RUlb, maya 1967.<br />
21. "SOCIEDAD FOTOGRÁFICA DE ZARAGOZA", maya<br />
1967.<br />
22 "PEDRO BORJA", actubre 1967.<br />
23 "CONQUIOLOGíA y PINTURA DE JAVIER ClRIA",<br />
sobre temas canquialógicas y blaplásticas, naviembre<br />
1967<br />
24. "MARIANA LÓPEZ CANCIO", diciembre 1967.<br />
25. HISTORIA, ARTE Y ARQUEOLOGíA Museo del Perfume<br />
de Barcelana, febrero 1968.<br />
26. d DE LECEA", abrrl 1968.<br />
27. "BEULAS", maya 1968.<br />
28. "COLECTIVA DE MARTA CABEZA, JULIA DOMEQUE<br />
y ANA GARCíA PADILLA», junio 1968.<br />
29 "RICARDO MACARRÓN", navlembre 1968<br />
30. "ECHAUb, naviembre 1968.<br />
31. "ÁNGEL GONZÁLEZ MARCOS", diciembre 1968.<br />
32. FOTOGRAFjA "COLEGIO MAYOR UNIVERSITARIO<br />
PEDRO CERBUNA» de Zaragaza, marzo 1969.<br />
33. "CERÁMICA DE VALENCIA», presentada par Javier<br />
Cina, marzo 196 9<br />
34. "JAVIER DE PEDRO", abril 1969.<br />
35. "ENCARNACiÓN IZAR Y PASCUAL BLANCO", octubre<br />
1969.<br />
36 "JOAQuíN LOSCOS", enero 1970.<br />
37. "PAISAJE. COLECCiÓN DE LA DIRECCiÓN GENERAL<br />
DE BELLAS ARTES». (Calectiva de O/artúa, García<br />
Ochaa, Ama! Menehu Ga/, Beu/as, Rubia, Martínez<br />
Navil/o J. Prear Juan GurJlermo, Gracia /emes, Re<br />
dande/a, Lloveras, Antonio Lago Gonzá/ez de /a Torre,<br />
Conejo, Villaseñar Díaz CaneJa, Mercadé V Jiménez<br />
Hernándezl, enero 1970.<br />
38. "NATURALEZA MUERTAII. En calaba ración can la Dirección<br />
General de Bellas Artes. (Manuel Calmelra,<br />
José Luis Balaguer, Antonio Guijarro, Francisco Cossio,<br />
Cristina de Vera, Palacios Tardez, Milagros Lambert,<br />
Rafael Durancamps, Francisco Marsá, Alvaro Delgado,<br />
Santiago de Uranga, B. Montalvo, G. Coslin,<br />
L. Opsomerl, febrero 1970.<br />
39. "MARTA CABEZA", febrero 1970.<br />
40. ,dLUNDAIN SOLANO", febrero 1970.<br />
41. FILATELIA. "ASOCIACiÓN NACIONAL DE INVÁLIDOS<br />
CIVILES", marzo 1970<br />
42. "LUGAN" (Luis García Núñezl, mayo 1970.<br />
43. "LA FIGURA". En colaboraCión can la Dirección General<br />
de Bellas Artes, Cecilia Pla, Gustavo de Maeztu<br />
y Witney, Julián Grau Sántas, Alberto Duce, Antonia<br />
Zarco, Rosario de Velasco, Miguel Villa, FranCISco Espinasa,<br />
Rafael Álvarez, Antonio Blardony, José Vela,<br />
Ángel Medrna, Juan Barjola, Jaaquín Pacheco, Antonio<br />
Valencia, José Vento, Constantino Grandio, Jorge<br />
Mercadé y José Antonio Molina, julio 1970.<br />
44. "EL RET RATO» En colaboración con la Dirección General<br />
de Bellas Artes, septiembre 1970.<br />
45 ,rJULlÁN BORREGUERO", octubre 1970.<br />
46. "ECHAUz", noviembre 1970.<br />
47. ,rYRAYOLA", diciembre 1970.<br />
48. "LUIS SÁEz", enero 1971<br />
49. I Exposición, en Zaragoza, de la "ASOCIACiÓN DE CO<br />
LECCIONISTAS DE BARCELONA", enero 1971<br />
50. "MARIANA LÓPEZ CANCIO}}, enero 1971.<br />
51. "XILOGRAFíAS DE CATALUÑA}> de Pre Abada/, Siglos<br />
XVI al XIX, febrero 1971.<br />
52. "CARMEN VIVES", marzo 1971<br />
53. FILATELIA, "ASOCIACiÓN NACIONAL DE INVÁLIDOS<br />
CIVILES", marzo 1971<br />
54. "ANDRÉS GALDEANO", marzo 1971<br />
55. ,rJOSÉ BESTll>, abril 1971.<br />
56. "EMILlA NAVARRO", abnl 1971<br />
57. "PILAR MARCO TELLO Y ANTONIO RODRíGUEZ<br />
CALERO}}, mayo 1971.<br />
58. "PILAR ARAN DA", mayo 1971<br />
59. "EMILIO BENEDICTO", jUnio 1971<br />
60. "ALBERTO DUCE", octubre 1971<br />
61. "BEULAS}}, ocubre 1971<br />
62 "ESTAMPAS JAPONESAS". Arte industrial del Japón<br />
(estampas, armas, lacas, bronces y artes industriales.<br />
Siglos XII al XXI, naviembre 1971.<br />
63. "AGUSTíN CELlS", nOViembre 1971.<br />
64. "PINT URAS, DIBUJOS Y BIOPLÁSTICAS JAVIER<br />
CIRIA", diciembre 1971<br />
65. "MARíA PILAR ARENAS)}, diCiembre 1971.<br />
66. "EMILIO DE ARCE", diciembre 1971<br />
67. rdESÚS INFANTE", enero 1972<br />
68. "ADRIANO PÉREZ PULIDO", febrero 1972<br />
69. "LAPAYESE DEL Río", marzo 1972.<br />
70. ,rJOSÉ M. SERl} 11874-19451 Y "MIGUEL MASSQl,<br />
11883-1968), marzo 1972.<br />
71. ,JOMÁS ROURES SAURA", abril 1972.<br />
72. ,dLUNDAIN SOLANO", abril 1972.<br />
73 "GÓMEZ MARCO", octubre 1972<br />
74. ,rVISCONTI", noviembre 1972.<br />
75. ,¡JOSÉ ALFONSO CUNí", nOViembre 1972.<br />
76. rNAQUERO", diciembre 1972.<br />
77. "MARIANA LÓPEZ CANCIO}}, diCiembre 1972.<br />
78. "DEMETRlO SALGADO", enero 1973.<br />
79. ,rVIRGILlO ALBIAC", febrera 1973.<br />
80. "EDUARDO ROLDÁN", febrero 1973.<br />
81. "ENRIQUE DE SALAMANCA", marzo 1973.<br />
82. "PASCUAL PALACIOS TARDEz", abnl 1973.<br />
83. "AGUSTíN ALEGRE", abnl 1973<br />
84. "RAMÓN POLll>, junio 1973.<br />
85. "VAQUERO TURCIOS", octubre 1973.<br />
86. "MÉNDEZ RUIZ IJOSÉI", naviembre 1973.<br />
87. "ECHAUz", noviembre 1973.<br />
88. "EDUARDO SANz", diCiembre 1973.<br />
89. "ISABEL VILLAR", enero 1974.<br />
90. "JULIO ZACHRISSON", febrero 1974.<br />
91 "ORCAJO", marzo 1974.<br />
92. "CEFERINO MORENO SAN DOVAL}}, abril 1974.<br />
93. "GÓMEZ PERALES", maya 1974.<br />
94 "AGUSTíN CELlS", maya 1974.<br />
95. "LUIS GORDILLO", octubre 1974.<br />
96. "ANZO" !José Iranzo Almonacid), noviembre 1974<br />
97. "LUIS FERNAIDO AGUIRRE}}, diciembre 1974.<br />
98. "AMADOR", enero 1975.<br />
99. "LUIS SÁEz", febrero 1975.<br />
1OO. "SALVADOR VITORIA", marzo 1975.<br />
101. "DANIEL ARGIMÓN", abnl 1975.<br />
102. "ENRIQUE DE SALAMANCA}}, mayo 1975<br />
103. ,rJUAN ANTONIO AGUIRRE", octubre 1975.<br />
104. "FELlCIANO,,: naviembre 1975.<br />
105. "CUIXARli>, diciembre 1975.<br />
106. "NASSIO}}, enero 1976.<br />
107. "JULlÁN SANTAMARíA}}, febrero 1976.<br />
108. "HORACIO SILVA }}, marzo 1976.<br />
109. ,rELVIRA ALFAGEME", abril 1976,<br />
110. "JOAQuíN MICHAVILA", mayo 1976.<br />
111. GRABADO "FUNDACiÓN RODRíGUEZ ACOSTA", octubre<br />
1976<br />
112. "FRANCISCO LOZANO", noviembre 1976.<br />
113 "ÁNGEL MEDlNA", diciembre 1976.<br />
114. "JOAQuíN RUBIO CAMíN", enero 1977<br />
115. "FERNANDO SÁEz", febrera 1977.<br />
116 "MODESTO CUIXARl>, marzo 1977.<br />
117. "VAQUERO TURCIOS", abril 1977.<br />
CATÁLOGOS EDITADOS CON MOIVO DE LAS<br />
EXPOSICIONES CELEBRADAS EN LA SALA LUZÁN<br />
(NUEVO DOMIC(LlO DE po INDEPENDENCIA, 10)<br />
DE LA CAJA DE AHORROS DE LA INMACULADA<br />
DE ARAGÓN<br />
1. "SEIS MAESTROS ARAGONESES DEL ARTE ACTUAL<br />
AGUAYO, ORÚS, SAURA, SERRANO, VICTORIA,<br />
VIOLA}}, actubre 1977<br />
2. "MANOLO HUGUE", diciembre 1977<br />
3 ,rJOSE LUIS SÁNCHEz", VEINTICINCO AÑOS DE OFICIO DE<br />
ESCULTOR, febrero 1978<br />
4. "EDUARDO SANz", CODIGO INTERNACIONAL DE SEÑALES<br />
PARA USO DE EDUARDO SANZ y DE USTED, marzo 1978<br />
5. "ECHAUZ: 1968-1978", abril 1978.<br />
6. Cinco nombres en la pintura aragonesa. "NATALlO<br />
BAYO, PASCUAL BLANCO, JOSÉ LUIS CANO, PEDRO<br />
GIRALT LA HERMANDAD PICTÓRICA", octubre 1978.<br />
7. "EQUIPO CRÓNICA", LA PARTIDA DE BILLAR, naviembre<br />
1978.<br />
8. "FARRERAS", RETRaSPECTIVA 19581978, diCiembre 1978.<br />
9. "MOLEZÚN", enero 1979.<br />
10. "LUIS SÁEz", marzo 1979<br />
11. "AMA DEO GABINO", abril 1979.<br />
12. "LUCIO MUÑOz", octubre 1979<br />
13. "VAQUERO}}, noviembre 1979.<br />
14. "SALVADOR VICTORIA", OBRA DE UNA DÉCADA, 197C1979,<br />
diciembre 1979.<br />
15 ,r$. SOR lA", enero 1980.<br />
16. ,rVENANCIO BLANCO}}, marzo 1980.<br />
17. "AMALlA AVIA", abnl 1980.
18. "CANOGAR", RETROSPECTIVA 1957-1980, noviembre 65. "SOBRINO", octubre 1988<br />
1980. 66. "VENT, 1982-1988", noviembre 1988.<br />
19. "ANTONIO LORENZO", diciembre 1980. 67. Cinco aragoneses en la Luzán: "SERGIO ABRAíN,<br />
20. "JOSÉ MARíA DE LABRA", enero 1981 SANTIAGO ARRANZ, RICARDO CALERO, JULIA 00-<br />
21 . "ANTONIO SAURA", EXPOSICiÓN ANTOLÓGICA DE 08RA EN RADO, MIGUEL GALANDA", diciembre 1988.<br />
PAPEL, febrero 1981 68 "LA HERMAN DAD PICTÓRICA", enero 1989<br />
22. "ISABEL VILLAR", marzo 1981. 69. "MARTA CÁRDENAS", marzo 1989.<br />
23<br />
24.<br />
25.<br />
"SEMPERE», mayo 1981<br />
"JUANA FRANCÉS", octubre 1981<br />
"ANTONI CUMELLA", noviembre 1981<br />
70.<br />
71<br />
7<br />
,JORAL", abril 1989.<br />
"CARUNCHO" IEV OLUCIÓN 1874-18891, octubre 1989.<br />
«VERDES 11955-19891», noviembre 1989.<br />
26. "ANTNI CLAVÉ", OBRAS DE 1939 A 1979, febrero<br />
1982.<br />
27. "RÁFOLS CASAMADA", OBRA RECIENTE, febrero 1982.<br />
28 "ACRÓSTIC DE MANUEL BOIX", marzo 1982.<br />
29 "MOMPO". OBRA RECIENTE, abril 1982.<br />
30. "MINGNONI". OBRA 1976-1982, octubre 1982.<br />
73. "SANTONJA", diciembre 1989.<br />
74. "APARICIO", enero 1990.<br />
75. "PABLO RUNYÁN", marzo 1990.<br />
76. "MIGUEL GALANDA", abril 1990.<br />
7 "ANTONIO SUÁREZ", PINTURAS, octubre 1990.<br />
78. ,, diciembre 1992-enero 1993.<br />
Cossio, Dali O Dominguez, Garcia Condov Gargalo,<br />
91. "JAIME LORENTE", enero-febrero 1991<br />
J González, Juan Gris, Manolo Hugue Lobo, Miró,<br />
92. "SERGIO ABRAíN", febrero-marzo 1993.<br />
Parra, Peinado, Picasso, l. de la Sera, Viñes), abrrl<br />
93. "FERNANDO SOMOZA", abril-mayo 1993.<br />
1984.<br />
94. "GENOVÉS", octubre 1993.<br />
41. "DARíO VILLALBA, 1974-1984", octubre 1984.<br />
42. "BARÓN", noviembre 1984.<br />
43. "MANRIQUE" ARTE TOTAL, diciembre 1984.<br />
44. "BAQUÉ XIMÉNEz" PINTURAS 1933-1984, enero 1985.<br />
45. "GUILLERMO PÉREZ VILLAIJA" AlUNAS OBRAS DE 1973<br />
A 1985, marzo 1985.<br />
46. ,rEL PACTO INVISIBLE» (Pilar Aladrén, Manuel Barba-<br />
dillo, Patricio Court, José María Cruz Novillo, Marisa<br />
González, Eduardo Gruber Don Herbert, Paul Hofman,<br />
Paul Kallos, Laura Lamrel, Frando Lerin, Paloma Na-<br />
vares, Manuel Padorno, Rinaldo Paluzzi, Eloisa Sanz,<br />
Estéban Tranche, Máximo Tueba, Mara LUisa Valdés,<br />
Enrique Vega, Francis Warringa. Organiza, Evelyn Bo-<br />
tella), mayo 1985<br />
47. ,¡JOSÉ LUZÁN MARTiNEZ 11710-17851", octubre<br />
95. "FELlCIANO", ESCULTURAS, noviembre-diciembre 1993.<br />
96. "LUIS MARCO", diciembre 1993-enero 1994.<br />
97. "ALFONSO GALVÁN", enero-febrero 1994.<br />
98 "MARíA GIRONA", febrero-marzo 1994.<br />
99. ,,-3 DIO D I + 3 D", Colectiva, abril-mayo 1994.<br />
100. "JOAQuíN RAMO", octubre 1994.<br />
101 "ORCAJO", noviembre-diciembre 1994.<br />
102. ,iERESA SALCEDO", diciembre 1994-enero 1995.<br />
103. "GUILLERMO LLEDÓ", enero-febrero 1995.<br />
104. "LEONA", marzo 1995.<br />
105. "NOVENTA AÑOS DE ARTE EN ARAGÓN. PINTURA<br />
y ESCULTURA", mayo-junio 1995.<br />
106. "JOCALlAS PARA UN ANIVERSARIO", octubre 1995.<br />
107. "ALFREDO ALCAIN", noviembre-diciembre 1995.<br />
108. "DANIEL QUINTERO", diciembre 1995-enero 1996<br />
109. "GONZALO TENA", febrero 1996.<br />
48.<br />
1985.<br />
"JOSÉ LUIS FAJARDO", nOViembre 1985.<br />
110.<br />
111.<br />
"ROMÁ VALLÉS", marzo-abril 1996.<br />
"BRINKMANN", abnl-mayo 1996.<br />
49. "HERNÁNDEZ PIJOÁN", diciembre 1985. 112. "GOYA", ,uÉ VALOR', julio-septiembre 1996.<br />
50. "PASCUAL BLANCO", enero 1986.<br />
51 . "GUINOVART 83, 84, 85, 86", marzo 1986.<br />
52. "JULIO L. HERNÁNDEz", abril 1986.<br />
53. ,¡JOSÉ CABALLERO", octubre 1986.<br />
54. "GERARDO RUEDA", noviembre 1986.<br />
55 "FRANCISCO CORTIJO", diciembre 1986<br />
56. "NATALO BAYO", febrero 1987.<br />
57. "ORTEGA", marzo 1987.<br />
58. "ARCADIO BLASCO", abril 1987.<br />
59. ,¡JUAN ROMERO", octubre 1987.<br />
60. "LUGÁN", noviembre 1987.<br />
61. "XXV AÑOS DE ARTE CONTEMPORÁNEO ESPAÑOL<br />
EN LA SALA LUZÁN", diciembre 1987.<br />
62. "PEDRO GIRALl>, ENSAYO CÁNTICO, 1986-1987, enero<br />
1988.<br />
63. "LUIS SÁEz", marzo 1988.<br />
64. "ECHAUz", abril 1988.
Se concluyó la impresión del catálogo de la exposición<br />
Goya,<br />
¡Qué valor!<br />
por iniciativa y patronazgo<br />
de la<br />
Caja de Ahonos de la Inmaculada<br />
en la oficina tipográfica de<br />
Octavio y Félez, S. A, de Zaragoza,<br />
el día 14 de julio de 1996,<br />
año de la conmemoración del CCL aniversario<br />
del nacimiento de<br />
Francisco de Goya y Lucientes.